Augusto Perez Lindo ¿Para Qué Educamos Hoy
Augusto Perez Lindo ¿Para Qué Educamos Hoy
Augusto Perez Lindo ¿Para Qué Educamos Hoy
CAPITULO I
LAS METAMORFOSIS DE LA EDUCACION
A qu estamos asistiendo, si no a un derrumbe de lo que
ha sostenido la escuela? Progreso, cultura y moral ya no tienen
lugar como tales, en el sentido de que ya no tienen consenso. Es
el progreso el primero en ser discutido como referencia. Porque
la mayora de los pensamientos actuales se inscriben sobre un
fondo de desencanto de la sociedad contempornea. Es a la vez
porque estamos en una sociedad tecnicista y porque ya no se
puede permanecer tal cual en ella, que se vuelve urgente elaborar
nuevos valores para un nuevo mundo.
Jean Houssaye, Educacin y valores
La educacin ha ganado una gran centralidad en los ltimos cincuenta aos debido,
entre otras cosas, a la masificacin del acceso a la escolarizacin, al mejoramiento del
perfil educativo de la fuerza de trabajo, a la expansin de la cultura de masas y al
desarrollo de los sistemas de informacin. Todo esto ha dado lugar a un nuevo entorno
que algunos han denominado la sociedad de la educacin o la sociedad educativa.
Al mismo tiempo que creca la importancia de los mecanismos de comunicacin y de
aprendizaje en la sociedad, tambin se fueron relativizando los agentes educativos
tradicionales como la escuela o la universidad. Los individuos han encontrado o buscan
otros mecanismos para instruirse: sistemas informales, escuelas comunitarias o
corporativas, educacin a distancia, educacin domiciliaria. Aparecen procesos de
desescolarizacin (como el fenmeno del home schooling). Tambin avanza,
paradjicamente, el iletrismo, el nmero de individuos que tienen dificultades para leer
y escribir a pesar de haber pasado por la escuela primaria y secundaria.
Era fcil afirmar hace cien o hace treinta aos que la mayora de las personas
escolarizadas se preparaba para el mundo del trabajo. Las teoras sociolgicas,
econmicas y polticas coincidan en este punto. Pero ahora los cambios avanzan tan
rpidamente que no es posible prever si al final de un ciclo de formacin los graduados
van a encontrarse con la funcin profesional para la que fueron entrenados. Es lo que
reconoce escpticamente Alain Renaut, Director del Observatorio de la Educacin
Superior en Europa, con respecto al futuro de los graduados universitarios:
adaptar las formaciones a las profesiones es correr el riesgo de adecuarlas al
estado actual de las profesiones, lo que equivale a garantizar a los estudiantes de hoy
que poseern maana las competencias necesarias para afrontar las tareas de ayer o
de anteayer.1
Si se trata de pensar en trminos de valores y de visiones del mundo que la educacin
debe transmitir, la situacin no parece menos problemtica. Imaginemos solamente lo
que significa para 1.200 millones de chinos formados en el marco de un sistema
comunista tener que asimilar hoy los elementos de la cultura capitalista ms
competitiva. Para millones de ciudadanos de los distintos pases de la Unin Europea el
pasaje de una visin nacional a una visin europea tiene consecuencias profundas,
modifica creencias instaladas luego de varios siglos de vida con otros modelos
culturales y polticos.
El choque de creencias y de ideas lo podemos encontrar en todas partes, en las
comunidades indgenas de Amrica del Sur o en Afganistn, en la India o en Sudfrica.
En el seno de las familias o en las instituciones escolares todos se preguntan para qu
educamos hoy.
Para responder parece que deberamos contar con una teora de la educacin que
permitiera comprender las complejidades actuales y anticipar las tendencias futuras.
Una exploracin bibliogrfica, en las bibliotecas o en Internet, nos ofrece millares de
ensayos o estudios sobre experiencias particulares o sobre crticas a los modelos
vigentes. Pero solo una decena de trabajos se atreven a imaginar la reconfiguracin
actual y futura de los sistemas de educacin.
En la actualidad, encontrar una teora de la educacin universalmente aceptable resulta
muy problemtico. Los procesos educativos se encuentran afectados por los cambios de
paradigmas y de contextos. Los progresos de las ciencias cognitivas estn modificando
Alain Renaut (2008) Qu hacer con las universidades?, UNSAM, Bs.As. , p.63
nuestras ideas
Vase: Raffaele Simone (2001) La tercera fase. Formas de saber que estamos perdiendo, Taurus,
Madrid; Paul Virilio (1996) El arte del motor. Aceleracin y realidad virtual, Manantial, Buenos Aires;
Giovanni Sartori (1998) Homo Videns. La sociedad teledirigida, Taurus, Buenos Aires
Ms all de las
Jean-Franois Lyotard (1995) La condicin postmoderna, Rei Argentina, Bs.As.. Ver las crticas a
estas posturas en Stanley Aronowitz; Henry A. Giroux (1993) Postmodern Education, University of
Minnesota Press, Minneapolis
Uno de los fenmenos que nos invitan a repensar nuestras teoras educativas es el de
los cambios en la edad mental y la edad escolar de los sujetos del aprendizaje.
En la antigedad greco-romana
primaria, secundaria y superior,4 algo que estaba sugerido por Aristteles en su Poltica,
hace 2.300 aos. En los comienzos de la Era Moderna, Jan Comenio (1592-1670)
propuso dividir los ciclos escolares en cuatro etapas: escuela materna (0-6 aos),
escuela elemental (6-12 aos), gimnasio, escuela latina (12-18 aos), universidad (18-24
aos). Este esquema perdur pese a los cambios histricos. En los comienzos del siglo
XX se consolid la divisin de los ciclos educativos sobre la base de definiciones
acerca de la edad mental y la edad escolar. Hacia 1930 la edad mental en Francia se
determinaba aplicando la escala mtrica de Binet-Simon: un nio tena una edad mental
determinada en la medida en que sus respuestas al test coincidan en un 75% con las del
grupo de edad correspondiente. Desde mediados del siglo XX intervienen, junto a las
mediciones de la edad cronolgica y del nivel de inteligencia, las teoras de los estadios
evolutivos de los nios (Henri Wallon, Jean Piaget, Sigmund Freud).
Los test del Cociente Intelectual fueron criticados en las ltimas dcadas por defectos
de consistencia interna o por falta de congruencia con los comportamientos reales de los
nios. Las pruebas de inteligencia sirvieron durante generaciones para clasificar
nios normales y anormales. En Estados Unidos entre 1910-1960 los resultados de
los test de inteligencia para negros y mujeres siempre daban ms bajos que la media.
Pero en los ltimos 20 aos se modific sustancialmente la situacin y los expertos
descubrieron que se deba a un hecho muy simple: que ahora los negros y las mujeres
tenan muchas ms oportunidades educativas que antes.
La edad escolar vara segn las legislaciones de los distintos pases. En Amrica
Latina la escolaridad general obligatoria fue variando notablemente en los ltimos
cincuenta aos, pasando de ser entre siete y doce aos a estar entre los seis y los catorce
aos. En algunos pases, como Argentina, la escolarizacin obligatoria comienza a los
cinco aos y se completa a los dieciseis. Pero, de hecho, en este pas un porcentaje
cercano al 40% padece de retraso escolar, es decir, se encuentra en niveles que
pueden considerarse inferiores para su edad por problemas de repeticin.
Estos criterios tienen en la actualidad una validez universal? Con respecto a la edad
mental podemos sealar algunos factores que desafan su
generalizacin. Un
adolescente de doce aos ha pasado en promedio cerca de catorce mil horas frente al
televisor o la computadora y ha recibido cerca de diez mil horas de clase. En general, las
nuevas generaciones (los nativos digitales) tienen un capital de informacin varias
veces mayor al de generaciones anteriores. En cambio, padecen de retrasos cognitivos
notables en cuanto a lectura, comprensin de textos, abstraccin conceptual,
pensamiento argumentativo y razonamiento matemtico. En encuestas realizadas entre
ingresantes de la Universidad de Buenos Aires entre 1990 y 2000, se constataba que
cerca de un 20% tenan dificultades de lecto-escritura y en
las operaciones
matemticas.
Pareciera que la cultura audiovisual produce el doble efecto de acelerar la maduracin
mental y cognitiva de algunos y de retrasar a otros. En la Argentina, Brasil, Estados
Unidos y otros lugares ya se conocen muchos casos de adolescentes entre doce y quince
aos que se presentaron con xito para cursar estudios universitarios. Algunos ya son
la
Sobre la problemtica de los nios superdotados han tenido lugar congresos nacionales e internacionales
en Canad (1994), Argentina (1998), Mxico (1999), Brasil (1999), Barcelona (2002) y Bogot (2002).
6
Ver: Kenneth Gergen (1987) El Yo saturado, Paids, Barcelona. Ver tambin: M.Cafiero; R. Marafioti;
N. Tagliabue (eds.) Atraccin meditica. El fin de siglo en la educacin y la cultura, Biblos, Bs.As. 1997
7
Ver: Arnaldo Raskovsky (1992) El filicidio. La mutilacin, denigracin y matanza de nuestros hijos,
Beas, Buenos Aires
durante toda la vida se presenta como una de las llaves de acceso al siglo XXI. Esta
nocin va ms all de la distincin tradicional entre educacin bsica y educacin
permanente, y responde al reto de un mundo que cambia rpidamente.8
3. La internacionalizacin educativa
Otro fenmeno que desafa los criterios vigentes sobre organizacin educativa es el
proceso de globalizacin.9 Los sistemas educativos actuales fueron diseados en el
marco de un sistema mundial estado-cntrico, o sea, regidos por la existencia de
estados-nacionales que fijaban dentro de sus fronteras las posibilidades de intercambios
educativos. Alrededor de 1989 no solo se produce la cada del Muro de Berln sino que
tambin se abren las fronteras para las comunicaciones y los intercambios educativos.
Las aperturas econmicas, polticas y tecnolgicas dieron lugar al concepto de
globalizacin. A partir de entonces la educacin transfronteriza avanza por muchos
caminos: redes de telescuelas, programas internacionales de escuelas secundarias,
programas de educacin a distancia, ofertas virtuales de aprendizaje para cualquier
disciplina producidas en cualquier lugar del mundo para cualquier habitante del planeta.
Todo indica que marchamos hacia una red mundial de programas educativos. El
Bachillerato Internacional con ms de 630 mil alumnos, de 2.365 colegios en 128
pases, es uno de los ejemplos ms antiguos. Pero ahora el desarrollo de la home
schooling, de la educacin a distancia y del aprendizaje virtual lleva las posibilidades
mucho ms lejos. Las comunidades indgenas de Amrica del Sur intercambian
programas de educacin a distancia. Escuelas de Australia y Nueva Zelanda
intercambian cursos a travs de Internet con Canad o con Argentina. Muchos pases y
organizaciones no gubernamentales ofrecen cursos de cualquier nivel para usuarios de
cualquier lugar del mundo a travs del Ciberespacio.
Cmo establecer polticas regulatorias desde los Estados nacionales para esta nueva
estructura? Los estados nacionales ya estn siendo sobrepasados. Cmo conciliar la
internacionalizacin con el mantenimiento de una identidad local o nacional? En las
experiencias actuales se han debilitado las polticas nacionales y en cambio han
8
La mayora de los planes de estudio fueron diseados en una poca en que las teoras y
los conocimientos cientficos tenan una relativa estabilidad. Ahora la
produccin
cientfica tiene un carcter aluvional. El Science Citation Index (ISI Web of Knowledge)
registra artculos de 6.771 revistas con referato y se estima que desde 1965 a 2005 ha
catalogado ms de 10 millones de artculos. El sistema Scopus, que es ms amplio
registra 14.671 publicaciones peridicas que desde 1969 a 2005 representan unos 33
millones de trabajos.
Estos seran datos del crculo ms restringido de publicaciones con arbitraje. En general
se publican cerca de un milln de revistas con pretensiones acadmicas y cientficas, de
las cuales podran considerarse de carcter especializado unas 80 mil. A su vez la
publicacin de libros cada ao suma ms de un milln de ttulos. Lo que quiere decir
que asistimos a una explosin de conocimientos: un ao de productividad cientfica
actual equivale a la produccin intelectual de varios milenios de la humanidad.
Frente a este panorama imaginamos la situacin de profesores de ciencias naturales
cuyos planes de estudio fueron aprobados hace cinco o diez aos atrs: en ese lapso la
biologa molecular y las biotecnologas han hecho tantos progresos que obligan a un
proceso de actualizacin. Las Facultades de Medicina y la Academia de Medicina de
Argentina decidieron en 1998 que los graduados mdicos deberan reacreditar sus
especializaciones cada cinco aos. En las carreras de Ingeniera de Sistemas o
Informtica el plazo de obsolescencia de los conocimientos es ms breve: se calcula que
en l8 meses las innovaciones informticas obligan a revisar los planes de estudio.
9
5. Desescolarizacin
11
Cuando Ivan Illich public La sociedad desescolarizada en 1970 sus crticas iban
sobre todo a la incapacidad de la institucin escolar para asegurar la integracin social,
la convivialidad y la motivacin para aprender. La Declaracin Mundial sobre
Educacin para Todos (Jomtien, 1990) reuni a todos los ministros de educacin del
mundo para asumir estas y otras
Hay que incorporar a los anlisis las tendencias de la escolarizacin en Amrica Latina
y las expectativas que en ella han puesto tanto los gobiernos como las organizaciones
sociales para superar la pobreza y el subdesarrollo. La regin tiene hacia 2008 unos
570 millones de habitantes, y unas 70 millones de personas escolarizadas en todos los
niveles.
La tasa de analfabetismo es del orden del 8,8%. La escolarizacin no ha dejado de
progresar en las ltimas dcadas. Entre 1991 y 2005 la matriculacin primaria pas del
87% al 97%. Resulta tambin impresionante el crecimiento de las universidades y de la
matrcula de nivel superior: hacia 2007 se estimaba que haba unos 16 millones de
estudiantes en este nivel.
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Parece evidente que necesitamos nuevas teoras para asimilar, enfrentar, superar o
aprovechar estos nuevos contextos. La actitud frente a los desafos, adems, depende de
los valores y las finalidades que cada uno atribuye a la educacin. Ser necesario que
siga siendo un conservatorio de patrimonios culturales de la humanidad? O ser
conveniente ms bien convertirla en agente de una nueva cultura planetaria? Cul?
8. Senderos y bifurcaciones
una concepcin del ser humano y del mundo, o sea, una filosofa;
14
15
una visin tica y poltica de los valores que se consideran adecuados para
transmitir a los individuos en sus contextos sociales y culturales;
16
16
Edgar Morin (2001) Los siete saberes necesarios para la educacin del futuro, Nueva Visin, Bs.As.
18
Ver: Ashley Montagu (1981) La naturaleza de la agresividad humana, Alianza, Madrid; Franz De
Waal (2007) Primates y filsofos. La evolucin del simio al hombre, Paids, Madrid
19
Ver: Thomas Hobbes (1998) Leviatn o la materia, forma y poder de una repblica eclesistica y
civil, Fondo de Cultura Econmica, Mxico
20
tiene que devolver a los individuos sus capacidades naturales para cooperar con el otro
superando los egosmos (Emilio o sobre la educacin, 1762).
El pesimismo naturalista y culturalista contribuyeron a crear modelos autoritarios y
represivos con la sana intencin de perfeccionar o restaurar la bondad humana. En el
siglo XX esta misma actitud se reproduce con las doctrinas del hombre nuevo que los
regmenes comunistas trataron de imponer durante el siglo XX. Esto no tiene nada de
sorprendente si tenemos en cuenta que en la Edad Media cristiana se impusieron
mecanismos represivos para conseguir que los individuos actuaran correctamente de
acuerdo con una tica social.
En cuanto agente de integracin social, la educacin puede fortalecer el vnculo con los
dems19 sobre la base del temor a las sanciones o sobre la base de la solidaridad,
apelando a las normas o apelando a las convicciones personales. La crisis de los
vnculos familiares y sociales, el individualismo, el hedonismo, el consumismo, la
exclusin o el consumo de drogas, son factores que obligan a repensar los mecanismos
por lo cuales los nios y los jvenes aprenden hoy a convivir. El crecimiento de la
violencia escolar, infantil y juvenil esta colocando en el primer plano estas discusiones.
La deslegitimacin del Estado, de la autoridad familiar o de los educadores, inducen a
algunos a reclamar un retorno a los sistemas autoritarios mientras que otros piensan que
hay que procurar la autorregulacin de los alumnos y el respeto de la individualidad de
cada uno. Estas tensiones estn presentes en muchos lugares.
19
Si para Emilio Durkheim la educacin tiene como propsito transmitir una cultura y construir una
consciencia social, para Lev Vigotzky la interaccin social es el origen y el motor del aprendizaje, toda
educacin es cooperativa. Los conceptos de inteligencia interpersonal en Howard Gardner y de
inteligencia emocional en Daniel Goleman, as como otros similares muestran la importancia que
muchos autores reconocen a la educacin como producto y como productora de una consciencia social.
21
Capitulo 2
La complejidad del concepto de educacion
Podra decirse que explorar el mundo de la
educacin, en toda su anchura y complejidad, y al amparo
de propsitos unificadores y totalizadores, es entrar en un
territorio donde la sealizacin escasea, en un rea
todava no cartografiada suficientemente.
Ricardo Nassif, Teora de la educacin, 1980
Los sistemas educativos han evolucionado en las ltimas dcadas adaptndose a los
cambios del mundo a travs de la diversificacin, la expansin o la innovacin. Pero
pareciera imposible que una teora de la educacin pueda contribuir a racionalizar
experiencias tan variadas. La globalizacin favoreci la convergencia de distintos pases
en torno a modelos institucionales y planes de estudio. Adems, distintos movimientos
polticos y sociales han presionado para organizar escuelas y universidades conforme a
objetivos locales, regionales, tnicos, religiosos o polticos. Esto puede verse fcilmente
en el surgimiento de universidades y escuelas con carcter regional en Europa, el
desarrollo de escuelas islmicas en distintos pases de Asia, el reconocimiento de
escuelas y universidades indgenas en Amrica del Sur, la creacin de universidades
para las fuerzas armadas y de seguridad, etctera.
Entre los fenmenos ms sorprendentes se puede mencionar la maduracin precoz
de nios y adolescentes que con edades de doce o quince aos se encuentran en
condiciones de ingresar a la universidad. En sentido inverso, puede observarse el
crecimiento del iletrismo y del retraso escolar. Muchos jvenes de diecisiete o deciocho
aos se presentan al ingreso universitario con serias dificultades para leer, escribir o
comprender un texto. Alemania se ha propuesto que los adolescentes terminen el
secundario manejando por lo menos unas mil quinientas palabras, pero los resultados
promedios llegan a la mitad. En la Argentina y otros pases de Amrica del Sur los
graduados secundarios utilizan normalmente unas 350 palabras y algunas universidades
organizan talleres de lecto-escritura para elevar este capital a quinientas.
En Europa se han procurado estndares comunes para todos los niveles educativos
pensando en un espacio europeo del conocimiento que ya involucra a 54 pases. Pero la
22
23
En Amrica Latina se han creado universidades indgenas donde se ensean, entre otras
cosas, tcnicas mdicas y conocimientos ancestrales.
Qu queda entonces de los consensos tericos, de las teoras clsicas del pasado?
Podra parecer que todo cambia, pero sera un error. Una de las consecuencias de las
mutaciones que estamos viviendo es la coexistencia de modelos culturales diversos y
tambin la aceptacin de la pluralidad de enfoques filosficos y pedaggicos. El
reconocimiento de las diferencias en el campo de los derechos humanos (que tiende a
perfeccionar y modificar el concepto de la igualdad jurdica surgido con la Revolucin
Francesa) tiene su correlato en el respeto de las diversas experiencias educativas. Ahora
no se trata solamente de igualar a los individuos sino tambin de brindarles las
posibilidades de afirmar sus identidades y diferencias. Entonces, podemos compartir
un concepto universal de la educacin? podemos llegar a un consenso intersubjetivo
mundial con respecto a los fines y los contenidos de la educacin?
24
20
Alicia de Alba , Teora y educacin. Notas para el anlisis de la relacin entre perspectivas
epistemolgicas y construccin, carcter y tipo de las teoras educativas, en: Alicia de Alba (coord.) ,
Educacin. En torno al carcter cientfico de la educacin, UNAM, Mxico, 1996, p.35
21
Jos Gimeno Sacristn (1992) Teora de la enseanza y desarrollo del currculo, Rei, Buenos Aires, 1.
Necesidad de una teora de la enseanza, p13 ss.
25
22
Ver: A. Prez Lindo (1998) Nuevos paradigmas y cambios en la conciencia histrica, Eudeba,
Bs.As.
23
Ver: Howard Gardner (2000) La nueva ciencia de la menta. Historia de la revolucin cognitiva,
Paids, Barcelona
26
Ver: Edgar Morin (1994) Introduccin al pensamiento complejo, Gedisa, Barcelona; E. Morin (1986)
La Mthode. 3. La Connaissance de la Connaissance/1, Seuil, Paris
25
Ver en particular: Declaracin Mundial sobre la Educacin para Todos, Jontiem, 1990; Declaracin
Mundial sobre la Educacin Superior para el Siglo XXI, Paris, 1996; Declaracin Mundial sobre la
Diversidad Cultural, 2001. Ver asimismo, La educacin encierra un tesoro. Informe a la UNESCO de la
Comisin Internacional sobre la educacin para el siglo XXI, presidida por Jacques Delors,
Santillana/Unesco, Madrid, 1996
27
La historicidad, tanto de las teoras como de las experiencias educativas, es algo que las
sociedades contemporneas admiten en general. Esto nos lleva a comprender las
experiencias de muchas comunidades, pueblos
3. Qu es la educacin?
en principio,
26
Vase: A. Prez Lindo (1996) Mutaciones. Escenarios y filosofas del cambio de mundo, Biblos,
Bs.As.; A. Prez Lindo (comp.) (2003) El concepto de realidad. Teoras y mutaciones, Proyecto Editorial,
Bs.As.
27
Aristteles, La Poltica, Centro de Estudios Polticos y Constitucionales, Madrid, 2005, 1337a 34-42
28
Tratemos de
28
29
30
31
30
laborales. Durkheim vea la educacin como una parte del proceso de divisin social del
trabajo.
La idea de la educacin tena para Platn el sentido de un largo camino de
perfeccionamiento. En Repblica afirma que hacen falta 50 aos para formar un
hombre. Para Confucio en la China (Siglo VI a.C.) la educacin tambin constitua un
desarrollo espiritual para toda la vida y por eso manifiesta:
A los quince aos de edad me concentr en el estudio. A los treinta aos pude
sostenerme. A los cuarenta no tena dudas. A los cincuenta conoc el mandato del
Cielo. A los sesenta fui obediente a este mandato. A los setenta pude seguir los
pasos de mi mente sin cruzar los lmites de lo correcto.32
En China, en India, en el mundo rabe, en frica, en Europa y otros lugares se pueden
encontrar tradiciones sapienciales, religiosas y filosficas que proponen modelos de
educacin muy exigentes que duran toda la vida. Podramos decir, recurriendo al
psicoanlisis, que en todos ellos se ha tratado de sublimar la naturaleza humana.
Tambin podramos reconocer que se trataba de elevar el espritu humano a su ms alto
grado. Por eso los fundadores y santos catlicos de las congregaciones religiosas (San
Benito, Santo Domingo, San Ignacio de Loyola, San Juan Bosco, entre otros) fueron
organizadores de escuelas.
Aunque muchos observan en la actualidad las prcticas educativas como parte de un
servicio pblico o social orientado a la instruccin, la formacin profesional o cientfica,
no debemos olvidar que el desarrollo de la cultura y del espritu que hizo posible las
civilizaciones, incluyendo la actual, fue producto de una gran concentracin intelectual
y espiritual de individuos y grupos que desarrollaron el ideal de un espritu humano que
se perfecciona a travs de la educacin intelectual y moral.
Desde una perspectiva humanista y compleja Edgar Morin nos propone en Los
siete saberes necesarios para la educacin del futuro:
La educacin del futuro deber ser una enseanza primera y universal centrada en
la condicin humana. Estamos en la era planetaria; una aventura comn se
apodera de los humanos donde quiera que estn. stos deben reconocerse en su
32
Analectas, III, 4, citado por: Feng Youlan, Breve historia de la filosofa china, Beijing, Ediciones de
Lenguas Extranjeras, 1989
31
33
Edgar Morin (2002). Los siete saberes necesarios para la educacin del futuro, Nueva Visin, Bs.As.,
p.47
34
Jacques Delors (1996). La educacin encierra un tesoro, cap. 4
32
puede aplicar a las academias y liceos helnicos, a la escuela cristiana de la Edad Media
o a la escuela moderna. Durkheim encontr a principios del siglo XX un denominador
comn en las experiencias educativas: el hecho de que siempre se encuentra una
generacin adulta que transmite sus conocimientos a las nuevas generaciones. Adems,
puso el acento en el significado social de este proceso, el individuo es una abstraccin
(en esto coincide con Karl Marx). Es la sociedad la que en ltima instancia trata de
integrar a los jvenes a travs de conocimientos socialmente necesarios.
Para Karl Marx, Friedrich Engels y los pensadores socialistas, la educacin debera
servir para lograr la igualdad social: La educacin burguesa dominante forma parte del
aparato ideolgico del Estado cuya funcin es reproducir la explotacin y las
desigualdades.35 En la misma lnea Pierre Bourdieu ve la educacin como un proceso
de reproduccin cultural y social.36 Tanto en el caso de Durkheim como en el de estos
autores la preeminencia de lo social es lo ms significativo. En la filosofa de
Emmanuel Kant, en cambio, lo que se busca es realizar plenamente las potencialidades
de los individuos. El pensamiento liberal moderno defiende la formacin de un
individuo autnomo mientras que el ideario socialista sostiene que la escuela tiene que
formar un miembro solidario de la sociedad. La escuela contempornea ha tratado de
superar esta contraposicin.
Pensadores y lderes espirituales occidentales y orientales (Confucio, Platn, Buda,
Sneca, San Agustn, Santo Toms de Aquino, Krisnamurti, etc.) se preocuparon por la
formacin intelectual y espiritual. Pero a veces los lderes religiosos han considerado
un accesorio o una amenaza de corrupcin espiritual la bsqueda de nuevos
conocimientos. Para algunos moralistas el hombre virtuoso siempre estar cerca de la
verdad, de lo cual podemos encontrar testimonio en la historia general y en nuestra vida
personal. Pero tambin encontramos ejemplos de personalidades que, imbudas de la
posesin de la virtud o de la verdad, han querido eliminar a los que no pensaban de la
misma manera. A lo largo de la historia la libertad de pensamiento y el derecho a la
diferencia se abrieron paso muy tardamente. El pluralismo forma parte de uno de los
objetivos de la modernidad que se opuso a las concepciones dogmticas e intolerantes
para proponer una educacin fundada en la bsqueda y transmisin libre de los
conocimientos proporcionados por las ciencias. Pero, a su vez, la modernidad adopt
35
Ver: Karl Marx; Friedrich Engels , Critique de lducation et de lenseignement, Paris, Mspero, 1976
Pierre Bourdieu , La rproduction, Paris, Minuit, 1970 (hay trad.: La reproduccin, Fontamara,
Mxico, 1995
36
33
En la educacin moderna se
b.
Actividad bio-psico- social. La educacin es accin, esta es una tesis que justific
ampliamente el constructivismo de Piaget. Marx, Comte, Durkheim, Vigotsky, quienes
le dieron a la educacin el carcter de una prctica social diferencindose de las teoras
individualistas (como las de Kant). Todos se inscriben en el perodo de la Revolucin
Industrial y de la formacin de la sociedad de masas. El objetivo de dominar y
transformar la naturaleza era dominante, tanto para los socialistas como para los
liberales progresistas. Ahora podemos comprender que esta etapa histrica implic una
negacin de la naturaleza, que actualmente estamos tratando de recuperar. Las
investigaciones de Piaget, Konrad Lorenz, Maturana y otros, han puesto de manifiesto
la base biolgica de los procesos cognitivos y de los comportamientos humanos. Hablar
de la educacin como un proceso bio-psico- social significa religar las funciones
biolgicas latentes en las dinmicas sociales de la educacin, pero tambin implica
reconocer la centralidad de los aspectos psicolgicos. En las sociedades contemporneas
el desarrollo de la subjetividad, de la motivacin, de la creatividad, aparecen como
esenciales.
Lenguajes. En curioso que las definiciones tradicionales de la educacin hayan
omitido la importancia del lenguaje como agente educativo y formativo. El giro
lingstico que se produce desde mediados del siglo XX permiti comprender el
desarrollo del lenguaje como un factor decisivo en la evolucin histrica, en el
desarrollo de las personas y en el pensamiento cientfico. La crisis de la lecto-escritura
en las sociedades contemporneas as como la defensa de las identidades culturales ha
dado lugar en todo el mundo a polticas lingsticas. La educacin tiene como condicin
el lenguaje y como objetivo el dominio de los lenguajes disciplinarios. En la cultura
contempornea necesitamos criterios hermenuticos y teoras semiticas para interpretar
los nuevos entornos creados por los medios de comunicacin y por los sistemas de
informacin.
Informaciones. Considerar a la educacin como un proceso de comunicacin y de
informacin debera ser obvio. Si esto no ha ocurrido es porque en general se
consideraba a la educacin como un proceso uni-direccional: de los adultos hacia los
nios, de los sabios a los ignorantes. Ahora que experimentamos un flujo extraordinario
de informaciones de todo tipo, tambin sabemos por la semiologa, la lingstica, las
35
momentos, los mtodos de aprendizaje pueden ser diversos. Esto forma parte de la
complejidad y del pluralismo inherentes a los sistemas educativos.
CAPITULO
III:
MULTIRREFERENCIALIDAD
PLURALISMO
PEDAGGICO
En s misma, la ciencia se
Retomando un trmino acuado por Jacques Ardoino podemos hablar del carcter
multirreferencial de la educacin.38 Es algo que est implcito en todas la
enumeraciones sobre los fines educativos. La persona educada no necesariamente es
la que ms sabe, la ms instruda, ni siquiera la formacin centrada en lo estrictamente
moral o religioso garantiza que una persona sea bien educada. La comprensin del
proceso educativo, visto desde el ngulo general de la humanidad, involucra distintas
dimensiones que consideramos importantes: capacidad para pensar, para actuar con los
dems, para ser libres, etc. En este sentido podemos decir que la reflexin sobre el
fenmeno educativo debera permitirnos reconocer la diversidad y la pluralidad de
37
Carlos Cullen (2008) Crticas de las razones de educar. Temas de filosofa de la educacin, Paids,
Buenos Aires, p.85
38
Ver: Jacques Ardoino (1980) Education et relations, Gaulthier-Villars, Paris
38
proceso educativo, como lo haca Emilio Durkheim o Vigotzky, pero a diferencia del
primero no restringimos la educacin a la transferencia de saberes de la generacin
adulta a los jvenes. En la actualidad podemos observar que en algunos casos los nietos
estn reeducando a sus abuelos con relacin al uso de las nuevas tecnologas. Hablamos
de la transmisin de informacin, que puede comprender lo que se divulga en los
medios de comunicacin de masas, pero en la medida en que se proponen ensear a
conocer, a convivir, a resolver problemas. En este sentido se puede decir que la
televisin, la radio o Internet pueden ser agentes educativos, pero no siempre se
proponen educar. Algunos consideran que ms bien estn socavando las competencias
cognitivas, lingsticas y reflexivas de los individuos.
En la educacin clsica helenstica cristiana, la transmisin de conocimientos, de
cultura literaria y de valores era lo esencial. Siguiendo la teora de las inteligencias
39
39
Howard Gardner (2001) La inteligencia reformulada. Las inteligencias mltiples en el siglo XXI,
Paids, Barcelona
40
Daniel Goleman (1995). La inteligencia emocional, Vergara editor, Madrid
41
Pierre Teilhard de Chardin (1962) El porvernir del hombre, Taurus, Madrid, p.41
40
42
Ver: Helga Nowotny; Peter Scott; Michael Gibbons (2001) Re-Thinking Science. Knowledge and the
Public in an Age of Uncertainty, Blackwell, Oxford (G.B.)
43
Ver: Peter Drucker (1990) Las nuevas realidades, Sudamericana, Bs.As.
42
Ver: Moacir Gadotti (2003) Perspectivas de la educacin, Siglo XXI, Buenos Aires, 24. Ecopegoga y
educacin para sustentabilidad, p.316 ss.
43
45
Victor Molina: Educacin, evolucin e individuacin, en: Revista PREALC, no.2, 2006
44
modificar las actitudes autodestructivas, no pudo parar las guerras. Necesitamos sin
duda analizar otras dimensiones para explicar las causas de nuestros fracasos. Lo que
sabemos es que la conciencia moral y la educacin no han sido suficientes para resolver
los complejos problemas de la humanidad.
46
Ernst Cassirer (1945) Antropologa filosfica, Fondo de Cultura Econmica, Mxico, cap. III, p.61
Sigmund Freud, El malestar en la cultura, (1981) Obras completas, Biblioteca Nueva, Madrid, t.III
48
Howard Gardner es uno de los que critica los abusos de la psicometra. Ver: H. Gardner, La
inteligencia reformulada, p.23 ss.
47
45
conceptos y argumentos intentando explicar las causas de todas las cosas. Esto comenz
en las colonias griegas del Asia Menor (la de Mileto fue la ms famosa porque dio lugar
a los primeros filsofos). En las academias o crculos filosficos se aprenda
matemtica, msica, teatro, retrica, filosofa, lingstica o lgica. La cultura no estaba
entonces dividida o compartimentada como ahora. La valorizacin de los ideales
culturales (la paideia) fue uno de los factores que llevaron a los griegos a promover
todo tipo de produccin intelectual, cientfica y artstica. Atenas primero y Alejandra
ms tarde se convirtieron en usinas culturales que dieron lugar inclusive a la primera
economa del conocimiento. (La creacin de la Gran Biblioteca de Alejandra gener el
primer mercado mundial de manuscritos pues los reyes Ptolomeo decidieron recopilar
todo lo que se haba publicado en su poca).
La creacin y la interaccin simblica, donde la comunicacin lingstica ocupa
un lugar importante, aparece como un proceso decisivo en la evolucin de la
humanidad. La pintura de signos o representaciones en una caverna, el descubrimiento
de nuevos sonidos en una ceremonia tribal, la creacin de nuevas palabras para designar
objetos o fenmenos, la institucin de ceremonias para conservar la memoria de los
antepasados o la imposicin de normas para la organizacin social o el desarrollo de un
lenguaje, son algunos de los eventos que marcaron la historizacin humana. Pero el
progreso hacia la civilizacin puede quedar abortado si no se mantiene la interaccin
simblica En Amrica del Sur subsisten comunidades indgenas aisladas que viven
como en el Neoltico y comunidades Menonitas que viven al margen de la historia y de
las innovaciones modernas por decisin propia. Porque temen que la interaccin con el
49
46
resto del mundo modifique los trminos del modelo religioso y social que decidieron
conservar hasta el fin de los tiempos.
Una de las funciones de la educacin ha sido a travs del tiempo conservar los
conocimientos adquiridos por la especie y transmitirlos a las nuevas generaciones. Pero,
como seala Lvy-Strauss en Raza e Historia, mientras algunos pueblos buscaban
aislarse para conservar la identidad otros eligieron los intercambios para humanizarse de
manera ms amplia.50 Ha sido la interaccin simblica, ligada por supuesto a luchas por
la supervivencia material, el motor civilizatorio. En este sentido se puede interpretar que
la colonizacin ibrica en Amrica del Sur tuvo una profunda y trgica dimensin
simblica tanto en la sumisin de los pueblos indgenas como en la poltica etnocida y
genocida que consisti en negar las identidades culturales de los pueblos originarios
para recrear una identidad impuesta. El intento de las Misiones Jesuticas de transferir
masivamente a los indgenas las competencias lingsticas, artsticas y tcnicas (propias
y del colonizador) fue considerado como una amenaza a la supremaca de los
Conquistadores y fue abortado.
La educacin constituy desde siempre un agente de aculturacin adems de ser
en su dimensin primaria un mecanismo de adaptacin al medio. En este sentido es al
mismo tiempo un formidable agente de creatividad y acumulacin cultural, pero
tambin un instrumento de colonizacin. Por esto es que el proceso de globalizacin
actual suscita por un lado grandes expectativas de progreso y por otro lado provoca
reacciones de rechazo y de resistencia.
Frente a los desafos contradictorios que enfrenta la humanidad actual cabe
preguntarse si la educacin debe conservar su mandato de adaptacin a los nuevos
entornos o si debe orientarse a recuperar las vinculaciones primitivas con la naturaleza
como proponen muchos ecologistas. La eco-pedagoga que propone Francisco
Gutirrez51 intenta vincular la idea de una educacin solidaria con el respeto a la
naturaleza. La teora crtica de la educacin y la corriente multiculturalista,
marchan en el mismo sentido.52
Pero el principio de realidad o la idea de naturaleza y sociedad que
suponen estas teoras parece enfrentar con la informatizacin y con la globalizacin
50
47
48
53
Ver: Alvin Toffler (1990) El cambio de poder, Plaza y Jans, Barcelona; Jeremy Rifkin (1999) El
siglo de la biotecnologa, Crtica, Barcelona
54
Umberto Eco (2003) Apocalpticos e integrados frente a la cultura de masas, Tusquets, Mxico
55
Jean Piaget (1977) Biologa y conocimiento, Siglo XXI, Madrid
49
56
Ver: J.J. Brunner; J.C. Tedesco (eds.) (2003) Las nuevas tecnologas y el futuro de la educacin,
Septiembre Grupo Editor, Bs.As.; J.Duart; A. Sangr (comps.) (2000) Aprender en la virtualidad,
Gedisa, Barcelona
50
57
51
Dado
que
la
condicin
bsica
para
la
que
la
educacin,
es
un
proceso
1. Fundamentos filosficos
58
Ver: James Lovelock (1985) Gaia. Una nueve visin de la vida sobre la tierra, Orbis, Madrid; -(2007) La venganza de la tierra. La teora de Gaia y el futuro de la humanidad, Planeta, Madrid
52
ocasin. Esto quiere decir tambin que la conciencia humana no est predeterminada
para cooperar con el prjimo: el ser para otro no tiene una base ontolgica. El conflicto
aparece como la posibilidad permanente. Entonces la educacin tiene que preparar al
individuo para construir la socialidad.
Desde el punto de vista ontolgico tres principios nos parecen fundantes para la
educacin: 1) la defensa de la vida; 2)
el desarrollo de la libertad; 3) la
2. Fundamentos epistemolgicos
un criterio de
56
57
3. Fundamentos biolgicos
61
58
procesos
educativos
actuales
tambin
conservan los
mandatos
62
59
4. Fundamentos ticos
Casi todos los autores coinciden en este punto: la educacin tiene como
finalidad la transmisin de valores. Pero, cules? En este punto se dividen las aguas:
educacin religiosa, educacin laica, educacin polticamente orientada, educacin
comunitaria, tnica. En la interpretacin marxista la educacin es un instrumento
ideolgico de inculcacin de los valores dominantes y entonces la educacin comunista
debera ser la inculcacin de los principios de igualdad de los trabajadores.
A partir de las polticas de instruccin pblica implementadas por las
burguesas liberales en Europa, Amrica Latina y otros lugares, la idea dominante era la
laicidad,
sobre derechos humanos que todas las naciones estn obligadas a ensear y respetar.
Otro tanto pasa con los derechos sociales y ecolgicos, con las declaraciones contra la
discriminacin de las mujeres y las minoras, con las declaraciones sobre la diversidad
cultural y los derechos bioticos.
Algunos piensan equivocadamente que cada sociedad puede inculcar sus
propios valores particulares y accesoriamente ensear las declaraciones de los derechos
humanos. Pero el reconocimiento universal de estos principios implica que los sistemas
educativos deben transmitir ante todo una idea de la dignidad que toda la humanidad
comparte. Los valores locales, nacionales o comunitarios pueden contextualizar los
principios de los derechos humanos pero no pueden contradecirlos en la medida en que
todas las naciones se han comprometido a respetar los tratados internacionales por
encima de las legislaciones particulares.
Los derechos humanos son trascendentes a todas las particularidades, aunque
no trascendentales, en el sentido de que no niegan que existan fundamentos religiosos,
filosficos o ideolgicos diferentes. Esta dualidad entre acuerdo universal y
diversidad de fundamentos no invalida de ningn modo el carcter fundante que
tienen los principios de los derechos humanos para la educacin.64 Todo lo contrario,
quiere decir que los principios tienen alcance universal aunque existan formas diferentes
de justificarlos.
5. Fundamentos sociolgicos
64
Ver: A. Diemer; J. Hersch y otros (1985) Los fundamentos filosficos de los derechos humanos,
Serbal, Barcelona
65
Emile Durkheim (1980) Education et sociologie, PUF, Paris, p. 51
61
6. Fundamentos polticos
68
66
Ver: Charles Coutel (2005) Condorcet, instituir el ciudadano, Ediciones del Signo, Bs.As. , p.55
Jean Piaget (1983) Psicologa y pedagoga, Ariel, Madrid, p.43-44
68
Ver: Revista Iberoamericana de Educacin, no.42, sept. 2006: Educacin y ciudadana. Ver tambin:
Pedro Demo (1996) Politica social, educao e cidadana, Papirus, Campinas
67
63
7. Fundamentos pedaggicos
69
64
70
Paulo Freire (1969) La educacin como prctica de la libertad, ICIRA, Santiago de Chile;
Pedagoga del oprimido (1970) , Siglo XXI, Buenos Aires; La naturaleza poltica de la educacin
(1990) Paids, Barcelona
65
Ver: W. Bechtel: G. Graham (1998) A companion to Cognitive Science, Blackwell, Oxford, Part.II, 9:
Consciousness, p.176 ss.
72
El pionero de la evaluacin educativa fue Ralph W. Tyler en EE.UU. donde se formularon
tempranamente conceptos, criterios y procedimientos. Sobre los distintos enfoques que all se
desarrollaron ver: D. Stufflebeam; A. Shinkfield (1987) Evaluacin sistemtica. Gua terica y
prctica, Paids, 1985. Otras perspectivas: M.Fernndez Prez (19994) Evaluacin y cambio
educativo: el fracaso escolar, Morata, Madrid; N. Fernndez Lamarra (2007) Educacin Superior y
calidad en Amrica Latina y Argentina, Eduntref, Bs.As.; A. Prez Lindo (1993) Teora y evaluacin
de la educacin superior, REI, Bs.As.
66
en cada caso hay que verificar si hay pertinencia terica (por ejemplo con los
conocimientos cientficos de una disciplina) y si hay pertinencia prctica (con respecto a
los destinatarios o a los problemas que quiere resolver).
Estas discusiones revelan que no existe un corpus pedaggico capaz de
imponerse como modelo o criterio general. Lo cual obliga a derivar la cuestin del
fundamento pedaggico hacia las disciplinas particulares en el caso de las escuelas o
hacia las carreras en el caso de las universidades. En el primer caso se forman equipos
de especialistas que analizan la pertinencia del currculo de cada materia o de cada ciclo
escolar para elaborar encuestas que permitan saber si los alumnos lograr los resultados
esperables. En el caso de las universidades se parte de estndares elaborados por los
responsables de las carreras para que los pares evaluadores puedan analizar la
pertinencia de los planes de estudios y los resultados obtenidos.
Desde el punto de vista pedaggico lo importante es determinar si una teora y
un mtodo son adecuados para la formacin de los individuos. Tambin aqu debemos
evitar la natural tentacin de encontrar el mtodo o la teora que sirve para todo y para
todos. Lamentablemente, an las teoras mejor fundadas no pueden atender a todas las
situaciones. Es lo que demostr en el siglo XX el desarrollo de la escuela nueva, con
ideas de John Dewey, Decroly y otros. De hecho, la escuela nueva se aplic de
muchas maneras en distintos pases.
El ideal de todo ministro de Educacin durante el siglo XX consista
generalmente en contar con una teora y una poltica homognea. Quin puede regular
hoy las aulas virtuales que proliferan por millones a travs de Internet? Quin puede
contener los intercambios cientficos y educativos, formales e informales, que todos los
das se producen entre personas de distintos pases? Quin puede contener todos los
nuevos actores educativos, como los medios de comunicacin, las empresas y los
movimientos sociales, que crean sus propios circuitos educativos?
El surgimiento de los sistemas de evaluacin y acreditacin educativa
constituye una respuesta a la complejizacin de las prcticas educativas y a la ausencia
de un modelo pedaggico universal. El concepto de pertinencia que adoptan las
agencias evaluadoras supone el reconocimiento de una pluralidad de teoras y mtodos,
pero no elude la posibilidad de determinar la justificacin de los mismos. Ya no se
pretende determinar la validez de los distintos enfoques sino la pertinencia de los
mismos en relacin con el corpus de conocimientos que las comunidades cientficas y
educativas consideran adecuados. Lo cual permite apelar a criterios especficos para
67
cosas tan distintas como una escuela de ftbol o un centro de postgrado en fsica
nuclear, para una escuela comunitaria indgena y para una carrera de contador.
Ahora bien, la sociedad y el Estado se preocupan no solo por la pertinencia
terica y social sino tambin por los resultados. Aqu aparece un criterio pragmtico que
tambin ha tenido mucha resonancia: la idea de certificar la calidad a partir de los
rendimientos o resultados de una prctica pedaggica. Lo que importa es que los
alumnos aprendan lo que el currculo establece que hay que aprender. Ya no se discuten
las teoras ni los mtodos pedaggicos: el pblico y las autoridades quieren saber si los
alumnos aprender a leer y escribir, a resolver problemas matemticos o a comprender el
funcionamiento de las instituciones.
Este deslizamiento pragmtico podra parecer anecdtico pero tiene que ver
con la difusin de criterios pragmticos en los campos ms variados, incluyendo el
artstico y religioso. En el plano filosfico William James ya haba afirmado en su
opsculo sobre El significado de la verdad (1909) que lo verdadero es aquello que se
verifica en la realidad. Lo que tambin se expres en una frase tautolgica: verdad es lo
que es verdadero y en una expresin ms directa: si funciona es verdad. Hay que notar
que en otros trminos, los del marxismo-leninismo, Mao Ts Tung expres conceptos
semejantes al reclamar de toda teora una correspondencia con la praxis y con los
resultados.
La teora de los resultados ha servido en el campo econmico y de las
organizaciones. Tambin se ha buscado aplicarla en la educacin buscando medir ante
todo los rendimientos escolares. Ahora bien, en educacin el rendimiento no puede
verse slo como la realizacin de un proceso sino como un indicador. Si hay muchos
fracasos escolares esto puede significar varias cosas: que las organizaciones no
funcionan bien, que el currculo es defectuoso, que los profesores estn mal formados,
que los alumnos no estn en condiciones de aprender (porque no comen, porque no
reciben la atencin necesaria, porque no disponen de un nmero de horas adecuadas,
etc.)
El anlisis de los rendimientos, de los resultados, es absolutamente necesario
en cualquier proceso de evaluacin, pero desde el punto de vista pedaggico no
constituye lo fundamental. La educacin, entendida de manera muy amplia, est
procurando ciertos resultados que tienen que reflejarse socialmente para justificar el
esfuerzo colectivo. La eficacia social, que puede verse tambin como el lado prctico
de la pertinencia terica, es el otro aspecto que justifica pedaggicamente la educacin.
68
8. Fundamentos econmicos
Nos resulta ahora sorprendente el observar que solo a partir del siglo XVIII
comienza a valorizarse la disponibilidad de recursos humanos y ms tarde la
preparacin de los mismos. En el pensamiento econmico clsico fue William Petty
(1623-1687) el primero que introduce la econometra de los recursos humanos. Muy
pronto se percibe que disponer de mano de obra no es lo mismo que disponer de
recursos humanos calificados.
En el perodo colonial ibrico de Amrica del Sur, las clases reinantes de
Espaa y Portugal, contaban con el trabajo esclavo de indios y negros, no se
preocuparon por formar personas calificadas. Esta poltica produjo una cultura de
subdesarrollo que dur hasta nuestros das. En la poca colonial la nobleza y los
conquistadores no queran trabajar, los indios y negros no saban trabajar.
Fue sin duda la Revolucin Industrial que cobr impulso desde el siglo XVIII
lo que permiti percibir la importancia de las calificaciones laborales. Pero an en la
poca en que Marx escriba El Capital (hacia 1880) para criticar las condiciones de
explotacin de los trabajadores, los recursos humanos estaban considerados en trminos
cuantitativos y no cualitativos. Es que recin en el Siglo XX, luego de la Segunda
Guerra Mundial 1939-1945 se publican los primeros estudios sobre crecimiento
econmico ligado a la educacin.
La disponibilidad de mano de obra para producir las condiciones de
subsistencia resulta obvia en cualquier poca de la historia que consideremos. Pero la
idea de formar los recursos humanos es algo que aparece tardamente, probablemente
en la civilizacin egipcia que fue una de las primeras en crear escuelas de oficios
dirigidas por un sacerdote. Ahora bien, recin a mediados del siglo XIX se percibe que
la mano de obra interesa no solo por su capacidad de produccin sino tambin por su
capacidad de innovacin. Es la poca en que el pensamiento econmico y la ingeniera
se encuentran para formular una idea de la produccin de la sociedad a travs de las
innovaciones cientficas y tecnolgicas.
La Comisin Econmica para Amrica Latina (CEPAL) fue desde los aos 60
el primer organismo de estudios econmicos que ubic a la educacin entre los factores
69
decisivos para lograr el desarrollo de una nacin.73 Otros organismos que asumieron
esta perspectiva fueron la Organizacin para la Cooperacin y el Desarrollo Econmico
(OCDE) y ms recientemente el Banco Mundial.
Desde distintas posiciones ideolgicas existe consenso al respecto: la
educacin debe servir al desarrollo. Pero la cuestin que nos interesa aqu es saber
porqu la educacin debe tener un fundamento econmico. Para responder necesitamos
ir ms all de las ideas sobre la formacin de recursos humanos para la economa o de
los anlisis sobre los aportes de la educacin al crecimiento econmico. Tratemos de ir
al ncleo del problema que vincula la gestin del conocimiento con la evolucin de la
sociedad.
Como ya hemos sealado en otro prrafo el aprendizaje jug un rol decisivo en
la evolucin de la especie humana. Los aprendizajes parciales llevaron miles de aos
hasta que se formaron comunidades humanas con lenguajes, tcnicas de supervivencia y
alguna organizacin. Pero la educacin como prctica social organizada comienza
alrededor del Neoltico, unos 7.000 aos atrs en el comienzo de la revolucin agrcola.
En aquel tiempo nuestros ancestros entienden que haba que establecer mecanismos
para conservar los conocimientos adquiridos y transmitirlos a las nuevas generaciones.
Surge la funcin del brujo, del chamn, del sacerdote, que administra las tcnicas
curativas, de cultivos y de simbolizacin. En el Imperio Egipcio este proceso dio lugar a
una organizacin muy compleja dirigida por un Sacerdote y compuesta por artesanos,
agrimensores,
matemticos,
mdicos,
contadores,
escribas,
embalsamadores,
70
71
9. Fundamentos psicolgicos
72
Howard Gardner analiza las distintas corrientes que convergen en las ciencias cognitivas donde se
pueden encontrar las teoras concurrentes. Ver: H. Gardner (1987) La nueva ciencia de la mente.
Historia de la revolucin cognitiva, Paids, Barcelona
76
Jean Piaget (2005) Inteligencia y afectividad, Aique, Buenos Aires
73
74
inteligencia, del mismo modo, la teora de la educacin debe recurrir a las distintas
teoras psicolgicas para justificar su desenvolvimiento.77
Ver: Violeta Arancibia; Paulina Herrera; Katherine Strasser (1999) Psicologa de la educacin,
Alfaomega, Mxico
75
Informatizacin de la sociedad
B. Nuevos paradigmas
Teora de la complejidad
constructivismo,
inteligencia
artificial,
ciberntica,
Multiculturalismo
Ecologa, Eco-pedagoga
Desarrollo sustentable
Informtica
Pedagoga liberadora
76
el desarrollo
Es evidente que estos fundamentos tienen que ver en algunos casos con una
necesidad intrnseca al proceso evolutivo y social, pero otros tienen que ver con un
consenso moral o poltico respecto a los objetivos y valores que pueden adoptarse en la
sociedad. En este segundo sentido asumimos que el pluralismo filosfico nos obliga a
reconocer como inherentes a la condicin humana la diversidad de valores y de
justificaciones de las instituciones educativas.
3.Niveles de anlisis y transdisciplinariedad
78
analizado desde muchos puntos de vista. Para unos lo importante puede ser el proyecto
educativo y para otros la formacin de los docentes. Para unos lo crucial estriba en el
financiamiento y para otros en los fines que se propone el sistema educativo. Van a
coexistir pues teoras y enfoques diferentes que a veces pretenden convertirse en la
ltima instancia explicativa. Muchos ensayos sobre la educacin padecen de
reduccionismo o de unilateralismo porque buscan un principio explicativo nico y
absoluto. Ahora bien, los procesos educativos forman parte de los sistemas sociales y
por lo tanto son sensibles a factores demogrficos, econmicos, polticos, etc. La misma
sociedad, por otra parte, es un sistema abierto donde la eficiencia de los actores, de las
ideas, de las estructuras econmicas o sociales, de los acontecimientos o de los recursos
naturales, resulta variable.
Un ordenamiento terico de los aspectos involucrados en el fenmeno educativo
nos permitir construir un mapa conceptual sobre las niveles de anlisis que podramos
considerar. Este el cuadro que presentamos a continuacin.
79
Adaptacin/innovacin;creatividad/pasividad;motivacin/desmoti
vacin;solidaridad/individualismo;compromiso/ desinters
10. Resultados
Formacin de recursos humanos calificados. Formacin de
ciudadanos. Formacin de lderes. Inculcacin de valores,
ideologas y creencias. Produccin de nuevos conocimientos.
Resolucin de problemas. Mejoramiento individual y social.
Impactos econmicos.
A partir de este mapa conceptual podemos deducir que el campo educativo es
necesariamente transdisciplinario. Pero, quin sistematiza todos los saberes implcitos
en los procesos educativos? La Filosofa, la Pedagoga, la Teora de la Educacin, las
Ciencias de la Educacin?. El status de estas disciplinas en lo que respecta a su
competencia para definir la teora de la educacin no est definido. Sus fronteras son
inestables. El concepto de transdisciplinariedad no resuelve del todo el problema.
Hasta la dcada de 1960 la Filosofa de la Educacin y la Pedagoga tuvieron
un neto predominio en la definicin del campo educativo. Hacia 1970 la sociologa de la
educacin fue tomando el liderazgo. Entretanto la epistemologa gentica de Piaget y las
ciencias cognitivas venan modificando los conceptos cientficos para interpretar los
procesos de enseanza-aprendizaje. Hacia 1990 con el neo-liberalismo la economa de
la educacin ocup un lugar relevante.
enfoques que provienen de distintas disciplinas. Varios han intentado explicitar las
condiciones de la convergencia de estos enfoques a partir de la epistemologa de la
educacin. Pero la brecha an est abierta, la teora general de la educacin sigue siendo
un proyecto.
4. Inconclusiones
80
que parecen incompatibles. Algunos nuevos espacios, como los de la educacin virtual,
constituyen verdaderas galaxias que todava estamos explorando.
No somos los nicos que nos atrevemos a interpretar los procesos educativos
desde un enfoque complejo y convergente. Algunos pueden sentir la tentacin de
encontrar una explicacin totalizadora a partir de un principio simple. Esta ha sido la
deriva normal de la inteligencia humana. Ahora sabemos que somos complejos y que
necesitamos una comprensin acorde con la naturaleza de la complejidad.
Confiamos en la inteligibilidad de los fenmenos educativos que estn sujetos
a la racionalizacin humana como cualquier porcin de la realidad. Pero ocurre en este
campo como en otros (incluyendo el estudio del universo o la evolucin de la vida) que
cuanto ms informacin y conocimiento producimos ms incgnitas encontramos. Por
eso, es de esperar que tanto los centros de investigacin como las universidades se
atrevan a crear equipos verdaderamente transdiciplinarios para estudiar los problemas
educativos. La educacin, todo el mundo lo sabe, es todava la pariente pobre de la
actividad cientfica. Por lo cual no es de extraar que todava vista ropajes modestos y
hasta deshilachados.
Desde nuestra propia experiencia y de lo que hemos podido observar en
instituciones educativas y universitarias de Europa y Amrica del Sur, extraemos la
conclusin que los estudios educativos se encuentran fragmentados, tanto institucional
como tericamente hablando. Los sectarismos y las especializaciones no hacen ms que
acentuar la atomizacin que viene facilitada por la multiplicidad de problemas en juego.
La educacin es un fenmeno complejo pero los actores lo vuelven complicado, que es
otra cosa.
Hemos argumentado a favor de un enfoque multirreferencial y de una
epistemologa pluralista. Desde este punto de vista creemos que se logra comprender
mejor que desde posiciones unvocas los fenmenos educativos. Al proceder de este
modo al mismo tiempo encontramos posibilidades de inteligibilidad del conjunto, pero
tambin tenemos que reconocer que van a existir inevitablemente situaciones inciertas.
Desde el momento en que reconocemos la coexistencia de culturas y tiempos diversos
en la educacin, desde el momento en que reconocemos que existen experiencias sobre
las cuales no tenemos todava una suficiente racionalizacin (como todo lo que ocurre
con las comunicaciones virtuales por Internet), es evidente que ninguna interpretacin
puede cerrarse de manera coherente sobre s misma. En este sentido nuestras
conclusiones terminan en una reflexin sobre lo inconcluso.
81
Adems,
82
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