Solemnidad de Cristo, Rey Del Universo y Señor de La Historia
Solemnidad de Cristo, Rey Del Universo y Señor de La Historia
Solemnidad de Cristo, Rey Del Universo y Señor de La Historia
Y
DOMINGO XXXIV DEL TIEMPO ORDINARIO
SOLEMNIDAD DE CRISTO, REY DEL UNIVERSO Y SEOR DE LA
HISTORIA
(Mt 25, 31-46)
Arranque escatolgico.
El arranque del evangelio, hoy, es de sabor claramente escatolgico:
cuando venga el Hijo del hombre se proclama- rodeado de su gloria,
acompaado de todos sus ngeles, se sentar en su trono de gloria. El
lenguaje, por cierto solemne y simblico, nos hace entender que ese da
final s llegar y que la gloria de Cristo, finalmente, desbordar. Juicio,
misericordia y amor permanecern como ingredientes caractersticos del
renovado encuentro de todas las naciones con su Seor: entonces sern
congregadas ante l todas las naciones. El desborde de amor y
misericordia de Jess asumir los confines del universo. Adems,
escucharemos palabras alentadoras y llenas de ternura: Vengan, benditos
de mi Padre; tomen posesin del Reino preparado para ustedes desde la
creacin del mundo. Son expresiones de alguien, que tiene poder y
autoridad, o sea, de un rey. En efecto, Cristo es y ser siempre verdadero
rey y, como tal, hoy, queremos reconocerlo y adorarlo: rey y juez universal
frente al cual, al final de la historia, brillarn los corazones y se descubrirn
los secretos de las conciencias.
Para poder interpretar correctamente la realeza de Jess nos ayudan los
dems textos litrgicos de este domingo: Ezequiel y el Salmo. En efecto, la
realeza de Jess se comprende juntamente a su ser pastor. Jess es el rey
pastor que gua, conduce, ilumina, sana, robustece a las ovejas. Un rey
que, en efecto, ama a sus discpulos y, sobre todo, a los ms
insignificantes, a los ms pequeos y excluidos.
Al final del ao litrgico.
Es costumbre litrgica concluir el ao con la solemnidad de Cristo, rey
del universo. Concluimos recordando su triunfo, despus de haber
celebrado, a lo largo del ao, todos los misterios de su existencia terrena:
nacimiento, epifana, bautismo, pasin, muerte y resurreccin. En esta
ocasin, asistimos al ltimo acto de la historia humana: el juicio
universal. En la historia, Jess haba sido objeto de procesos amaados y
Con la seguridad infalible y el poder irresistible del rey, Jess lleva a cabo
la separacin entre justos y pecadores. Exactamente como el pastor quien,
al crepsculo, separa las ovejas de los cabritos: como aparta el pastor a
las ovejas de los cabritos, pondr a las ovejas a su derecha y a los cabritos
a su izquierda.
La triste realidad del infierno como exclusin del Reino de Dios.
En el trasfondo de la solemne escenografa del juicio universal no todo es
alegra, ni canto y luz. En efecto, por justicia, habr tambin castigo
eterno para los impos: aquellos que no tuvieron vista suficiente para
reconocer a los pobres, odos atentos para escucharlos y corazn para
abrazarlos. Para ellos, por cierto, ser la terrible y contundente sentencia
del rey juez: aprtense de m, malditos, vayan al fuego eterno,
preparado para el diablo y sus ngeles. El fuego eterno es la imagen
que, quizs, mejor reproduce la realidad del sufrimiento, de la angustia y
destruccin, sin embargo, creemos que nuestro verdadero infierno
consistir en la exclusin del Reino del Padre y de su amor.
La finalidad de este rengln oscuro del evangelio de hoy, desde luego, no
es la de provocar miedo sino, ms bien, de evidenciar la trascendencia que
debe tener, en la vida del cristiano, el poder servir a Cristo en los ms
necesitados. Identificar el servicio a Dios con el servicio a los pobres es,
por cierto, el compendio de la enseanza del Evangelio. El hacerlo nos
introducir en el Reino de Dios; reino que ya ha hecho irrupcin en la
historia. Desde ahora, por tanto, dejemos que Jess reine.