COLECCIN EXPERIENCIAS DE ORACIN - 3

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DEVOCIONES A
JESS SACRAMENTADO

Paulinas Editorial es una expresin apostlica de las

AC Pa Sociedad de Hijas de San Pablo de Venezuela
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Los Dos Caminos. Caracas. Venezuela.
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00015
Devociones a Jess Sacramentado
Recopilacin a cargo de Equipo Paulinas
Fecha de Produccin Junio 2009
Edicin a cargo de Deisy Teran Tosta
Diseo y diagramacin Isabel Serizier
Impreso en la Repblica Bolivariana de Venezuela
por la Escuela Tcnica Don Bosco.
Tel.: 212 237 0802. Boleta Caracas.
Ventas al mayor:
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ISBN: 978-980-207-7045
Queda hecho el Depsito de Ley
Depsito Legal: If3942009800473

Siendo el pan una comida que nos sirve de alimento

y se conserva guardndole,
Jesucristo quiso quedarse en la tierra
bajo las especies de pan,
no solo para servir de alimento a las almas
que lo reciben en la sagrada Comunin,
sino tambin para ser conservado en el sagrario
y hacerse presente a nosotros,
manifestndonos por este eficacsimo medio
el amor que nos tiene.
San Alfonso Mara de Ligorio

Quiere l, para el bien de las criaturas,

que su cuerpo, su alma y su divinidad se hallen
en todos los rincones del mundo,
a fin de que podamos hallarle
cuantas veces lo deseemos,
y as en l hallemos toda suerte de dicha y felicidad.
San Juan Mara Vianney


Jesucristo es Camino, Verdad y Vida en la Eucarista,
donde est presente con su Cuerpo y con su Sangre.
l est en el Sagrario y nos llama.
Quiere iluminar, instruir, enfervorizar,
consolar, animar a todos
Beato Santiago Alberione

La Iglesia y el mundo tienen una gran necesidad

del culto eucarstico.
Jess nos espera en este sacramento del amor.
No escatimemos tiempo para ir a encontrarlo
en la adoracin,
en la contemplacin llena de fe
y abierta a reparar las faltas graves y delitos del mundo.
No cese nunca nuestra adoracin.
Juan Pablo II

Introduccin
Jess, en la noche del amor, cuando entregaba su vida
por todos nosotros, tom el pan y dijo: Este es mi
cuerpo, que se entrega por ustedes; hagan esto en
memoria ma (Lc 22, 19). Igualmente, hizo con el vino.
Desde entonces los cristianos, dondequiera que se renen
en el nombre del Seor, celebran la Eucarista.
Esta peticin del Seor ha dado origen a la devocin
de la Sagrada Eucarista, y es la proclamacin absoluta de
que Jess est presente en la Hostia sagrada. Por ello, toda
forma de culto al Santsimo Sacramento tiene como
intencin una mayor vivencia de la Celebracin eucarstica. Las visitas al Santsimo, las exposiciones y
bendiciones son un momento para profundizar en la
gracia de la Comunin eucarstica y revisar nuestro
compromiso con la vida cristiana: cmo estamos
viviendo el Evangelio, cmo vivimos lo cotidiano desde
la perspectiva de cristianos
9

Este estar en silencio orante ante el Seor, en el amor,

cuando es genuino, impulsa a contrastar la autenticidad
de la oracin y de nuestra opcin cristiana en el
encuentro con los hermanos, aprendiendo tambin a
estar ante ellos en relacin fraternal, haciendo nuestros
los sentimientos y actitudes del Seor Jess, tal como nos
invita el apstol Pablo (cfr. Flp 2).
De esta manera, hacemos realidad el deseo de Jess,
quien nos invita a participar de su vida. l mismo quiere
ser nuestra esperanza, nuestro alivio, nuestro consuelo:
Vengan a m todos los que estn cansados y agobiados,
que yo los aliviar (Mt 11, 28). l mismo ha querido
tomar sobre s todas las flaquezas y cargar con nuestras
enfermedades (cfr. Mt 8, 14-18).
Jess es veraz, es fiel, y cumple lo que nos ha prometido: Sepan que yo estoy con ustedes, todos los das,
hasta el final de los tiempos (Mt 28, 20). Su presencia en
nuestras vidas nos ensea a ver la historia y los acontecimientos en la luz de Dios, a transformar la realidad y a
vivir como l, siendo pan partido para el hambre de
nuestros hermanos.

10

Los frutos de la comunin

La comunin acrecienta nuestra unin con Cristo.

Recibir la Eucarista en la comunin da como fruto principal la unin ntima con Cristo Jess. En efecto, el Seor
dice: Quien come mi Carne y bebe mi Sangre habita en
m y yo en l (Jn 6,56). La vida en Cristo encuentra su
fundamento en el banquete eucarstico: Lo mismo que
me ha enviado el Padre, que vive, y yo vivo por el Padre,
tambin el que me coma vivir por m (Jn 6,57)
Lo que el alimento material produce en nuestra vida
corporal, la comunin lo realiza de manera admirable en
nuestra vida espiritual. La comunin con la Carne de
Cristo resucitado, vivificada por el Espritu Santo y vivificante (PO 5), conserva, acrecienta y renueva la vida de
gracia recibida en el Bautismo. Este crecimiento de la
vida cristiana necesita ser alimentado por la comunin
11

eucarstica, pan de nuestra peregrinacin, hasta el

momento de la muerte, cuando nos sea dada como
vitico.
La comunin nos separa del pecado. El Cuerpo de
Cristo que recibimos en la comunin es entregado por
nosotros, y la Sangre que bebemos es derramada por
muchos para el perdn de los pecados. Por eso la
Eucarista no puede unirnos a Cristo sin purificarnos al
mismo tiempo de los pecados cometidos y preservarnos
de futuros pecados
La unidad del Cuerpo mstico: La Eucarista hace la
Iglesia. Los que reciben la Eucarista se unen ms estrechamente a Cristo. Por ello mismo, Cristo los une a todos
los fieles en un solo cuerpo: la Iglesia. La comunin
renueva, fortifica, profundiza esta incorporacin a la
Iglesia realizada ya por el Bautismo. En el Bautismo
fuimos llamados a no formar ms que un solo cuerpo (cf
1 Co 12,13). La Eucarista realiza esta llamada: El cliz
de bendicin que bendecimos no es acaso comunin
con la sangre de Cristo? y el pan que partimos no es
comunin con el Cuerpo de Cristo? Porque aun siendo
muchos, un solo pan y un solo cuerpo somos, pues todos
participamos de un solo pan (1 Co 10,16-17)

Cristo en los ms pobres, sus hermanos (cf Mt 25,40):

Has gustado la sangre del Seor y no reconoces a tu
hermano. Deshonras esta mesa, no juzgando digno de
compartir tu alimento al que ha sido juzgado digno de
participar en esta mesa. Dios te ha liberado de todos los
pecados y te ha invitado a ella. Y t, an as, no te has
hecho ms misericordioso (S. Juan Crisstomo, hom. in
1 Co 27,4).
Catecismo de la Iglesia Catlica, 1391 1393,
1396 1397.

La Eucarista entraa un compromiso en favor de los

pobres: Para recibir en la verdad el Cuerpo y la Sangre de
Cristo entregados por nosotros debemos reconocer a
12

13

II

Oraciones para prepararnos

a la Comunin

La celebracin de la Misa, como accin de Cristo y del

pueblo de Dios ordenado jerrquicamente, es el centro de
toda la vida cristiana para la Iglesia, universal y local, y
para todos los fieles individualmente, ya que en ella se
culmina la accin con que Dios santifica al mundo en
Cristo, y el culto que los hombres tributan al Padre,
adorndole por medio de Cristo, Hijo de Dios, en el
Espritu Santo. Adems, de tal modo se recuerdan en ella
los misterios de la Redencin a lo largo del ao, que, en
cierto modo, se nos hacen presentes. Todas las dems
acciones sagradas y cualesquiera obras de la vida cristiana
se relacionan con ella, proceden de ella y a ella se
ordenan.
15

Es, por tanto, de sumo inters que de tal modo se

ordene la celebracin de la Misa o Cena del Seor que
ministros sagrados y fieles, participando cada uno segn
su condicin, reciban de ella con ms plenitud los frutos
para cuya consecucin instituy Cristo nuestro Seor el
sacrificio eucarstico de su Cuerpo y Sangre y confi este
sacrificio, como un memorial de su pasin y resurreccin, a la Iglesia, su amada Esposa.
Todo esto se podr conseguir si, mirando a la naturaleza y dems circunstancias de cada asamblea litrgica,
toda la celebracin se dispone de modo que favorezca la
consciente, activa y plena participacin de los fieles, es
decir, esa participacin de cuerpo y alma, ferviente de fe,
esperanza y caridad, que es la que la Iglesia desea, la que
reclama su misma naturaleza y a la que tiene derecho y
deber, el pueblo cristiano, por fuerza del bautismo.
Ordenacin General del Misal Romano, cap. I

Frmulas de intencin
de la Celebracin Eucarstica
La intencin de esta serie de oraciones no es otra que
disponer a la persona al encuentro de Jesucristo, que se
hace presente en la Palabra y en la Eucarista.
Recordemos, entonces, que estas frmulas de oracin son
previas a la participacin a la Celebracin Eucarstica
toda, no son para ser realizadas dentro de sta, sino
antes Para ello, conviene llegar con tiempo al lugar de
la Celebracin, recogerse en oracin y prepararse. Luego,
es necesario la participacin activa a toda la Celebracin:
escuchar la Palabra de Dios con atencin, disponerse a
seguir cada uno de los momentos de la Eucarista, entregarse con Cristo al Padre Ya la sola participacin,
consciente, a la Celebracin, bastara para ello

Ofrecimiento de la Eucarista
Acepta, Trinidad santa, este sacrificio que Jesucristo,
Palabra encarnada, consum, una vez para siempre, en el

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Calvario, y que ahora se renueva en el altar por el ministerio de tus sacerdotes.

Me uno a las intenciones de Jesucristo, Sacerdote y
Vctima, ofrecindolo para gloria tuya y salvacin de
todas las personas. Por Cristo, con l y en l, quiero
adorar tu eterna majestad, agradecer tu inmensa bondad,
reparar a tu santidad infinita e invocar tu misericordia
por la Iglesia, por mis seres queridos y por m mismo (a).

Intencin de la Misa
Yo quiero celebrar el Santo Sacrificio de la Misa y
comulgar el Cuerpo y la Sangre de nuestro Seor
Jesucristo, para alabanza de Dios omnipotente y de toda
la Iglesia triunfante, para mi beneficio y el de toda la
Iglesia militante, para todos los que se encomendaron a
mis oraciones en general y en particular, y por la feliz
situacin de la Santa Iglesia Catlica. Amn.
El Seor omnipotente y misericordioso nos conceda
la alegra con la paz, la enmienda de la vida, tiempo de
verdadera penitencia, la gracia y el consuelo del Espritu
Santo, y la perseverancia en las buenas obras. Amn.

Participacin en la Eucarista
Seor, concdenos poder participar con verdadero
amor, atencin y piedad de esta Eucarista que te ofrecemos, primero, para adorarte y agradecerte todos los
beneficios que nos has hecho; segundo, para pedirte
perdn de nuestros pecados y los de todos los hombres;
tercero, para suplicarte las gracias que nos son necesarias
para nuestra vida y para este da en concreto. Te ofrezco
en particular esta Misa de hoy por la siguiente intencin...
Expresa aqu la intencin que tengas en tu corazn.
Que participar del banquete de tu amor nos haga
cada vez ms semejantes a ti, amn.

Ofrecimiento de la Misa
Concdenos, Seor, asistir a esta Misa con los mismos
sentimientos de amor y piedad de tu Madre al pie de la
Cruz y con el espritu y fervor con que la vivieron los
santos. Te ofrezco en particular esta Misa de hoy por la
siguiente intencin... Expresa aqu la intencin que
tengas en tu corazn.
Te suplico que nos ayudes a prepararnos para recibirte dignamente, lo mejor que podamos. Amn.

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Actos de devocin previos a la Comunin

Acto de adoracin
Seor! te adoro y te reconozco como mi Creador,
Redentor y soberano Dueo.

Acto de fe
Seor mo, Jesucristo creo firmemente que voy a
recibir tu Cuerpo, tu Sangre, tu Alma y tu Divinidad.

Acto de esperanza
Seor, te das todo a m en la Eucarista, por ello tengo
mi esperanza puesta en tu misericordia, por tu amor me
otorgars las gracias necesarias para mi salvacin eterna.

Acto de fe
Jess, Verdad eterna, creo que ests realmente
presente en la Eucarista, con tu cuerpo, sangre, alma y
divinidad. Oigo tu invitacin: Yo soy el Pan vivo, que ha
bajado del cielo. Tomen y coman: esto es mi cuerpo.
Creo, Seor y Maestro, pero aumenta mi dbil fe.

Acto de esperanza
Acto de caridad
Dios mo, te amo con todo mi corazn, con toda mi
alma, con todas mis fuerzas y sobre todas las cosas.
20

Jess, nico Camino de salvacin, t me invitas

dicindome: Aprendan de m. Y sin embargo, qu
poco me asemejo a ti! Seor, no soy digno de que entres
en mi casa, pero una palabra tuya bastara para sanarme.
21

T, Jess, complaciste al Padre; eres mi modelo. Atreme

a ti y dame la gracia de imitarte, especialmente en la
virtud que ms necesito.

Plegarias
Acto de caridad
Jess Maestro, t me dices: Yo soy la vida; El que
come de mi Carne y bebe mi Sangre tiene vida eterna. En
los Sacramentos del Bautismo y la Reconciliacin me has
comunicado esta vida, y en la Eucarista la alimentas,
hacindote mi comida. Toma mi corazn y sobre todas
las cosas, porque eres bien infinito y mi eterna felicidad.

Acto de adoracin
Seor, te adoro y te reconozco como mi Creador,
Redentor y Dueo. T lo eres todo para m. Ven a m en
esta santa Comunin y s el Camino, la Verdad y la Vida
de mi existencia.

Nada me separe de ti
Seor Jesucristo, Hijo de Dios vivo, que por voluntad
del Padre y la cooperacin del Espritu Santo, mediante
tu muerte, diste vida al mundo: lbrame, por la recepcin
de tu sacrosanto Cuerpo y Sangre, de todas mis culpas y
de todo mal. Concdeme que yo siempre cumpla fielmente tus mandamientos y no permitas que jams me
separe de ti. Amn.

Camino Recto
S. ANTONIO MARA CLARET
Seor mo Jesucristo, Creador y conservador del cielo
y de la tierra, Padre el ms amoroso, Mdico el ms
compasivo, Maestro sapientsimo, Pastor el ms carita-

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23

tivo de nuestras almas. Aqu tienes a este miserable

pecador, indigno de estar en tu presencia y ms indigno
an de acercarse a ese Banquete inefable.
Ay, Seor! Cuando considero tu infinita bondad en
querer venir a m, me pasmo... y al mirar la multitud de
pecados con que te ofend y agravi en toda mi vida, me
confundo, me ruborizo y me siento compelido a decirte:
Seor, no vengas... aprtate de m, porque soy un miserable pecador. Si el Bautista no se consideraba digno de
desatar las correas de tu calzado, cmo merecer yo tan
grande honor?... Si el temor y el respeto hace que tiemblen los ngeles en tu presencia, podr yo no temblar al
presentarme y sentarme a tu Mesa divina? Si la Santsima
Virgen, aunque destinada para ser tu Madre, y condecorada con todas las excelencias, prerrogativas y gracias
posibles en una pura criatura, se considera, sin embargo,
como una esclava, e indigna de concebirte en sus pursimas y virginales entraas, podr yo, miserable pecador,
lleno de imperfecciones y defectos, tener valor para recibirte en mi interior? Ay, Seor! No os horroriza este
delincuente?... No te causa asco el venir a m y entrar en
tan vil e inmunda morada?
En verdad, Seor, que yo no tuviera valor para acercarme a ti, si primero no me llamaras, dicindome como
a otro Zaqueo, no una vez sola, sino tantas cuantas son
las inspiraciones con que me das a conocer el deseo que
24

tienes de venir a m: Baja, Zaqueo, pues hoy quiero

hospedarme en tu casa. Pero qu es lo que te mueve a
venir a m, Seor? Mis mritos? Mis virtudes? Cmo
hablar de virtudes y mritos un pecador como yo?, ah,
ya lo entiendo, Seor; mis miserias, mi pobreza: esto es lo
que os mueve. Oh, exceso de amor!
T dijiste que no son los sanos los que necesitan del
mdico, sino los enfermos; y he aqu por qu quieres
venir: ves mi urgente necesidad, y el deseo de remediarla
te impele. En efecto, Seor, es tal el estado de mi alma, que
puedo decir con verdad: De la planta del pie a la coronilla
de la cabeza no hay en mi parte sana; tantas son mis
imperfecciones! No obstante, aqu me tienes, Seor; me
presento a ti, no porque de ti me juzgue digno, sino
porque no puedo vivir sin ti; ir a ti cual otro mendigo al
rico, para que remedies mis miserias y para que me libres
del ahogo de mis faltas e imperfecciones; ir porque las
grandes enfermedades que me aquejan solo t puedes
remediarlas; una mirada compasiva, divino Mdico, y
quedarn sanas mis potencias y sentidos.
Puedes hacer ac una breve pausa, para presentar al
Seor, con confianza, toda tu realidad y las cosas que te
afligen en ti y en los otros; despus prosigue:
Virgen Santsima: ya que compadecida de los esposos
de Can de Galilea los sacaste del apuro, alcanzndoles de
25

Jess aquella milagrosa conversin del agua en vino,

pdele tambin que obre en mi favor un prodigio semejante, concedindome las gracias que para recibirle
dignamente he menester. A ti nunca te dio un desaire;
siempre eres atendida: intersate, pues, por m; haz en mi
favor cuanto puedes. Oh, cunto lo necesito!
ngeles santos: ven que voy a sentarme a la santa
Mesa y comer al que es el pan de ustedes; alcnzame que
yo vaya con el vestido nupcial y ataviado con el adorno de
todas las virtudes.
Oh, Santos todos, moradores del cielo! Intersense
por m, y hagan que yo me llegue al augusto Sacramento
como ustedes mismos lo hacan, y que, sacando de l los
mismos frutos que ustedes, pueda decir con verdad:
Vivo yo, mas no yo, sino que vive en m Cristo .
Con esta fe, esperanza, confianza y amor me llego a ti,
Seor y Dios mo.

Preparacin a la Comunin
STO. TOMS DE AQUINO
Aqu me llego, todopoderoso y eterno Dios, al sacramento de tu unignito Hijo, mi Seor Jesucristo, como
enfermo al mdico de la vida, como manchado a la fuente
26

de misericordias, como ciego a la luz de la claridad

eterna, como pobre y desvalido al Seor de los cielos y
tierra. Ruego, pues, a tu infinita bondad y misericordia,
que tengas a bien sanar mi enfermedad, limpiar mi
suciedad, alumbrar mi ceguedad, enriquecer mi pobreza
y vestir mi desnudez, para que as pueda yo recibir el Pan
de los ngeles, al Rey de los Reyes, al Seor de los seores,
con tanta reverencia y humildad, con tanta contricin y
devocin, con tal fe y tal pureza, y con tal propsito e
intencin, cual conviene para la salud de mi alma.
Dame, Seor, que reciba yo, no solo el sacramento del
Sacratsimo Cuerpo y Sangre, sino tambin la virtud y
gracia del sacramento. Oh, benignsimo Dios!, concdeme que albergue yo en mi corazn de tal modo el
Cuerpo de tu unignito Hijo, nuestro Seor Jesucristo,
Cuerpo adorable que tom de la Virgen Mara, que
merezca incorporarme a su Cuerpo mstico, y contarme
como a uno de sus miembros.
Oh, piadossimo Padre!, otrgame que este unignito
Hijo tuyo, al cual deseo ahora recibir encubierto y debajo
del velo en esta vida, merezca yo verle para siempre,
descubierto y sin velo, en la otra. El cual vive y reina
contigo en la unidad del Espritu Santo y es Dios, por los
siglos de los siglos. Amn.

27

Oh dulcsimo Jess
Oh dulcsimo Jess, que viniste a este mundo para
enriquecer a todas las personas con la vida de tu gracia, y
que, para conservarla y fomentarla en ellas, te ofreces a ti
mismo cada da en el augustsimo sacramento de la
Eucarista, cual saludable medicina para curar sus enfermedades y cual divino alimento para sostener su
debilidad, te suplicamos con humildad, que derrames
benignamente sobre cada uno do nosotros tu Santo
Espritu, para que, abrasadas por su accin, recobremos
la vida de la gracia y nos acerquemos devotamente cada
da a tu celestial Banquete, segn nos permitas, y fortalecidas con l, podamos seguirte e imitarte en tu docilidad
al Padre y en la prctica de la misericordia para con todos
y as, alcancemos todos la eterna bienaventuranza en los
cielos. As sea.

S misericordioso conmigo, Seor

S. JUAN CRISSTOMO
Oh Seor!, yo creo y profeso que t eres el Cristo
verdadero, el Hijo de Dios vivo que vino a este mundo
para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el
28

primero. Acptame como participante de tu cena mstica,

oh Hijo de Dios! No revelar tu misterio a tus enemigos,
ni te dar un beso como lo hizo Judas, sino que, como el
buen ladrn, te reconozco. Recurdame, oh Seor!,
cuando llegues a tu Reino. Recurdame, oh Maestro!,
cuando llegues a tu Reino. Recurdame, oh Santo!,
cuando llegues a tu Reino. Que mi participacin en tus
santos misterios, oh Seor! no sea para mi juicio o
condenacin, sino para sanar mi alma y mi cuerpo.
Oh Seor!, yo tambin creo y profeso que lo que
estoy a punto de recibir es verdaderamente tu preciossimo Cuerpo y tu Sangre vivificante, los cuales ruego me
hagas digno de recibir, para la remisin de todos mis
pecados y la vida eterna. Amn.
Oh Dios, s misericordioso conmigo, pecador. Oh
Dios, lmpiame de mis pecados y ten misericordia de m.
Oh Dios, perdname, porque he pecado incontables veces.

Vengo a refugiarme en Ti
S. AMBROSIO
Seor mo Jesucristo, me acerco a tu altar lleno de
temor por mis pecados, pero tambin lleno de confianza
porque estoy seguro de tu misericordia.
29

Tengo conciencia de que mis pecados son muchos y de

que no he sabido dominar mi corazn y mi lengua. Por eso,
Seor de bondad y de poder, con mis miserias y temores me
acerco a ti, fuente de misericordia y de perdn; vengo a
refugiarme en ti, que has dado la vida por salvarme, antes
de que llegues como juez a pedirme cuentas.
Seor, no me da vergenza descubrirte mis llagas. Me
dan miedo mis pecados, cuyo nmero y magnitud solo t
conoces; pero confo en tu infinita misericordia.
Seor mo Jesucristo, Rey eterno, Dios y hombre
verdadero, mrame con amor, pues quisiste hacerte
hombre para morir por nosotros. Escchame, pues
espero en ti. Ten compasin de mis pecados y miserias, t
que eres fuente inagotable de amor.
Te adoro, Seor, porque diste tu vida en la Cruz y te
ofreciste en ella como Redentor por todos los hombres y
especialmente por m. Adoro, Seor, la sangre preciosa
que brot de tus heridas y ha purificado al mundo de sus
pecados.
Mira, Seor, a este pobre pecador, creado y redimido
por ti. Me arrepiento de mis pecados y propongo corregir
sus consecuencias. Purifcame de todos mis maldades
para que pueda recibir menos indignamente tu sagrada
comunin. Que tu Cuerpo y tu Sangre me ayuden, Seor,
a obtener de ti el perdn de mis pecados y la satisfaccin
30

de mis culpas; me libren de mis malos pensamientos,

renueven en m los sentimientos santos, me impulsen a
cumplir tu voluntad y me protejan en todo peligro de
alma y cuerpo. Amn.

Ven, oh Jess
Mi pobre alma desea recibirte, oh mi buen Jess.
Cunto te necesito! Ven y hazme feliz. Solo t eres mi
alegra, mi felicidad, mi amor. Ven, oh Jess.
Ven y dame tu sagrado Cuerpo que el Espritu Santo
ha formado tan milagrosamente en el seno pursimo de
Mara; aquel Cuerpo que se cans trabajando; que sufri
hambre y sed, fro y calor y que muri por m en la cruz.
Ven, oh Jess y dame tu adorable Sangre, que derramaste tan generosamente, por mi amor en el huerto de
los Olivos; aquella que corri a torrentes en tu cruel
flagelacin y cuya ltima gota brot de tu divino
Corazn, perforado con la lanza del soldado. Ven, oh
Jess y dame tu hermossima alma que tanto pens en
m, y que or por m al Padre Celestial. Ven, oh Jess
dame tu divinidad, que desde toda la eternidad pens en
m con infinito amor, que hizo mi alma segn su imagen
y la colm de tantos beneficios.
31

Oh Jess, cmo goza mi alma, pensando que t ests

realmente presente en la santa Hostia consagrada, por
amor a m y por mi solo bien. Me das el derecho de recibirte y de poseerte. Ven, pues, oh dulce Salvador, sin ti no
puedo, no quiero vivir.
Ven, oh Jess, y establece en m tu morada. No te
atrae ms mi pobre alma que el Tabernculo? Este es solo
de mrmol, de madera, es fro y solitario; mas en mi
corazn encuentras algo siquiera de amor y de afecto.
No es verdad, oh buen Jess? El copn, aunque de oro y
plata no es sino un vaso fro y sin vida; yo tengo siquiera
el sincero deseo de adornar mi alma con virtudes. La luz
del sagrario, que indica tu divina presencia, no deja de ser
sino una dbil llamita.
Ven, oh Seor, y enciende en m el fuego de tu divino
amor, y mi corazn arder en llamas de tiernos afectos. El
altar es tu morada transitoria, es como una sala de espera.
Mi pobre corazn es el objeto de este divino sacramento
de amor. En m quieres establecer tu morada permanente, tu verdadera residencia. Conmigo quieres vivir ac
en la tierra en dulce compaa para luego continuarla en
la eterna gloria.
Ven, oh Jess! Tengo tanto que decirte; tantas faltas
por las cuales debo pedirte perdn; tantas penas y cuitas
que contarte. Cansado y desilusionado estoy de este
mundo engaador y de sus necias promesas y diversiones. Qu mentiroso y engaador es el mundo!
32

Quiero descansar una hora contigo, oh dulce

Maestro. T me entiendes, y tienes inters en mi bienestar espiritual y en mi verdadera felicidad. Mi corazn
est fatigado y busca un lugar de descanso. Tiene sed de
amor, porque para eso lo has creado. No permitas, oh
Jess, que corra tras las vanidades del mundo. Dame una
voluntad firme que resista enrgica y resueltamente las
locuras del mundo y los placeres vanos.
Ven, Seor, y qudate conmigo, entonces me ser fcil
olvidar al mundo y sus placeres engaadores.
Ven, oh Jess! Deseo irme al Padre. Mas no puedo ir
solo. Acompame, te lo ruego. Ahora ests en mi
corazn. T eres mi propiedad. Aydame a conocer al
Padre; presntame a l.


Te doy gracias, oh Padre Celestial, por haberme
dado a tu Unignito Hijo. l solo me basta. Ah, qu don
ms precioso! Jess es mo, Padre Eterno! Yo te lo
devuelvo, te lo entrego; te agradezco porque en l, por su
entrega en la cruz y por su resurreccin, por el don del
Bautismo, me has recibido como hijo y has perdonado
todos mis pecados.
33

III

Ven, oh buen Jess. Yo me regocijo en tu presencia

como los pequeos del Evangelio. Dame un corazn
dcil e inocente como el de un nio. Zaqueo desbordaba
de jbilo cuando te hospedaste en su casa. Cmo se llena
de gozo mi corazn cuando vienes a m! Siempre me
traes tanta alegra, tanta paz y felicidad! Nunca tienes
para m palabras de reproche.

Luego de Comulgar

Con Mara voy presuroso a tus pies. Sabes muy bien

cun dbil soy. Pero mira, oh Jess, si he pecado como el
publicano y la adltera, tambin me arrepiento como
ellos. Ojal merezca yo or de tus divinos labios aquellas
consoladoras palabras: Mucho se te ha perdonado,
porque has amado mucho. Oh Seor, si yo pudiera
asemejarme a san Juan, tu discpulo predilecto! Quin
pudiera descansar reclinado sobre tu divino pecho!
Ven, oh Jess! Qudate conmigo. Ignoro lo que me
traer el da de hoy: penas o alegras, dichas pesares.
Desde ahora te doy gracias por todo lo que pueda acontecer, sabiendo que estars conmigo en las buenas y en las
malas, con tu fortaleza y misericordia. Bendito seas! Pero
no olvides, oh buen Jess, que yo temo los sufrimientos y
no me atrevo a llevar mi cruz sino sostenido por ti. No
quiero llorar, sino reclinado sobre tu divino pecho. Ven,
Jess, mi buen Jess.
34

Bajo las especies consagradas del pan y del vino,

Cristo mismo, vivo y glorioso, est presente de manera
verdaderamente, real y substancialmente con su Cuerpo,
su Sangre, su alma y su divinidad. Despus de comulgar,
procura tomar unos minutos para dar gracias. Es un acto
de fe hacia Jess continuar un rato despus de Misa
dndole gracias por la Comunin recibida.

35

Accin de gracias despus de la Comunin

presencia me halles semejante a ti. Modelo de humanidad y obediencia, hazme semejante a ti. Ejemplo
perfecto de abnegacin y pureza, hazme semejante a ti.
Ejemplo de amor y celo apostlico, hazme semejante a ti.

Acto de peticin
Acto de adoracin
Te adoro presente en m, Palabra encarnada, Hijo
unignito e imagen del Padre, nacido de Mara. Te doy
gracias, Maestro y Verdad, por haberte dignado venir a
m, ignorante y pecador. En unin con Mara te ofrezco
al Padre: contigo, por ti y en ti, sea por siempre la
alabanza, la accin de gracias y la splica por la paz de los
hombres. Ilumina mi mente, hazme discpulo fiel de la
Iglesia; que viva de fe; que comprenda tu palabra; que sea
un autntico apstol. Haz, Maestro divino, que la luz de
tu evangelio llegue hasta los ltimos confines del mundo.

Acto de fidelidad

Te amo, Jess, mi Vida, mi alegra mi fuente de todo

bien. Quiero amarte cada da ms, a ti y a la humanidad
redimida por tu Sangre. T eres la Vid y yo el sarmiento:
quiero estar siempre unido a ti para dar fruto abundante.
T eres la Fuente: dame gracia cada vez ms abundante
para mi santificacin. T eres la Cabeza, yo, uno de tus
miembros: comuncame tu Espritu Santo con todos sus
dones. Venga a nosotros tu Reino por Mara. Conforta y
salva a las personas que amo. Acoge en tu reino a los
difuntos. Multiplica y santifica a los que has llamado al
apostolado.

Jess, t eres el Camino que he de seguir; el modelo

perfecto que debo imitar, para que cuando llegue tu
36

37

Acto de fe
Seor mo Jesucristo!, creo que verdaderamente
ests dentro de m con tu Cuerpo, Sangre, Alma y
Divinidad, y lo creo ms firmemente que si lo viese con
mis propios ojos.

Plegarias

Alma de Cristo
Acto de adoracin
Oh Jess mo!, te adoro presente dentro de m, y me
uno a Mara Santsima, a los ngeles y a los Santos para
adorarte como mereces.

Acto de accin de gracias

Te doy gracias, Jess mo, de todo corazn, porque has
venido a mi alma. Virgen Santsima, ngel de mi guarda,
ngeles y santos del Cielo, den por m gracias a Dios.

Alma de Cristo, santifcame. Cuerpo de Cristo,

slvame. Sangre de Cristo, embrigame. Agua del costado
de Cristo, lvame. Pasin de Cristo, confrtame. Oh,
buen Jess!, yeme. Dentro de tus llagas, escndeme. No
permitas que me aparte de ti. Del maligno enemigo,
defindeme. En la hora de mi muerte, llmame. Y
mndame ir a ti. Para que con tus santos te alabe. Por los
siglos de los siglos. Amn

La Eucarista en la vida diari

KARL RAHNER, SJ
Ven Seor, Jess, entra en mi corazn; t, el
Crucificado, que nos diste la vida, que amas, que eres fiel,

38

39

veraz, paciente y humilde, que has tomado sobre ti una

lenta y pesada vida en un rincn del mundo, negado por
los tuyos, poco amado por tus amigos, traicionado por
ellos, sujeto de la ley juguete de la poltica desde un principio nio refugiado, hijo de obrero, una creatura que
encontr obstculos y superficialidades como resultado
de sus trabajos, un hombre que am y no encontr la
respuesta del amor, t demasiado exaltado, para que te
comprendieran los que te rodeaban. Te dejaron desolado
hasta el punto de que te sentiste abandonado por Dios, t
que sacrificaste todo, que te encomendaste en las manos
del Padre y gritaste: Dios mo, Padre mo, por qu me
has abandonado?.
Te recibir como eres, y te har ley y regla de mi vida,
como la carga y la fuerza de mi vida; cuando te recibo,
acepto de vida de todos los das como ella es. No necesito
palabras sublimes para decrtelo. Puedo poner delante de
ti mi vida cotidiana simplemente como es, porque la
recibo de ti, cada da con su luz interior, cada da con su
significado, cada da con la virtud para soportarlo, la
pura familiaridad de ello que llega a ser la eternidad de tu
Vida. Amn.

40

El don de la Eucarista
CARD. CARLO MARA MARTINI, SJ
En tu bondad hacia nosotros, Padre, has querido que
el don interior del Espritu fuese acompaado de una
seal viva y eficaz del don que Jesucristo hizo de su
propia vida a ti y a todos los hombres. Por eso, el da antes
de morir en la cruz; Jess lav los pies a sus discpulos y,
mientras cenaban con ellos, se dio a su mismo en
alimento, bajo los signos de pan y vino, que su palabra
omnipotente haba transformado en su Cuerpo y en su
Sangre, mandndoles repetir este gesto en memoria suya
hasta el fin del mundo.
Cada vez que nosotros, convocados por el Espritu en
la comunidad, presidida por los sucesores de los apstoles, iluminados por la escucha de la palabra animados
por la fe en el Hijo de Dios, muerto y resucitado por
nosotros, obedecemos al mandato de Jess y hacemos
memoria de l. Seamos realmente visitados por la
presencia del Seor y quedamos insertos en el misterio de
su pascua.
No solo podemos contemplar la Cruz sino que nos
hacemos una sola cosa con Jess crucificado. No solo
podemos aspirar a una fraternidad ms sincera con cada
hombre y ha dado la vida por cada hombre.
41

Te damos gracias, Padre, por todos los dones de vida

que nos has ofrecido en tu Hijo Jess y que estn
compendiados en la Eucarista. Te damos gracias porque
en la Eucarista tu mismo nos ofreces el modo de darte
gracias como a ti conviene, en tu Hijo Jess. Amn.

En ti, mi alegra
Dulcsimo Seor, Jesucristo, te ruego que tu Pasin
sea virtud que me fortalezca, proteja y defienda; que tus
llagas sean comida y bebida que me alimente, calmen mi
sed y me conforte; que la aspersin de tu sangre lave
todos mis delitos; que tu muerte me d la vida eterna y tu
cruz sea mi gloria sempiterna. Que en esto encuentre el
alimento, la alegra, la salud y la dulzura de mi corazn.
T que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amn.

Gracias, Seor, por la Eucarista

Gracias, Seor, porque en la ltima cena partiste tu
pan y vino en infinitos trozos, para saciar nuestra hambre
y nuestra sed... Gracias Seor, porque en el pan y el vino
nos entregas tu vida y nos llenas de tu presencia.
42

Gracias, Seor, porque nos amaste hasta el final, hasta

el extremo que se puede amar: morir por otro, dar la vida
por otro.
Gracias, Seor, porque quisiste celebrar tu entrega, en
torno a una mesa con tus amigos, para que fuesen una
comunidad de amor.
Gracias, Seor, porque en la Eucarista nos haces uno
contigo, nos unes a tu vida, en la medida en que estamos
dispuestos a entregar la nuestra.
Gracias, Seor, porque todo el da puede ser una
preparacin para celebrar y compartir la Eucarista.
Gracias, Seor, porque todos los das puedo volver a
empezar... y continuar mi camino de fraternidad con mis
hermanos, y mi camino de transformacin en ti.

Llvame a tu Convite celeste

STO. TOMS DE AQUINO
Gracias te doy, Seor Santo, Padre todopoderoso,
Dios eterno, porque a m, pecador, indigno siervo tuyo,
sin mrito alguno de mi parte, sino por pura concesin
de tu misericordia, te has dignado alimentarme con el
precioso Cuerpo y Sangre de tu unignito Hijo, mi Seor
Jesucristo.
43

Te suplico que esta Sagrada Comunin no me sea

ocasin de castigo, sino intercesin saludable para el
perdn; sea armadura de mi fe, escudo de mi voluntad,
muerte de todos mis vicios, exterminio de todos mis
carnales apetitos, y aumento de caridad, paciencia y
verdadera humildad, y de todas las virtudes; sea perfecto
sosiego de mi cuerpo y de mi espritu, firme defensa
contra todos mis enemigos visibles e invisibles, perpetua
unin contigo, nico y verdadero Dios, y sello de mi
muerte dichosa.
Te ruego que tengas por bien llevar a este pecador a
aquel Convite inefable, donde t, con tu Hijo y el Espritu
Santo, eres para tus santos luz verdadera, satisfaccin
cumplida, gozo perdurable, dicha consumada y felicidad
perfecta. Por el mismo Cristo, nuestro Seor. Amn.

Hambre del Pan de Vida

SAN BUENAVENTURA
Traspasa, dulcsimo Jess y Seor mo, la mdula de
mi alma con el suavsimo y saludabilsimo dardo de tu
amor; con la verdadera, pura y santsima caridad apostlica, a fin de que mi alma desfallezca y se derrita siempre
solo en amarte y en deseo de poseerte: que por ti suspire,
44

y desfallezca por hallarse en los atrios de tu Casa; anhele

ser desligada del cuerpo para unirse contigo. Haz que mi
alma tenga hambre de ti, pan de los ngeles, alimento de
las almas santas, pan nuestro de cada da, lleno de fuerza,
de toda dulzura y sabor, y de todo suave deleite.
Oh Jess, en quien se desean mirar los ngeles: tenga
siempre mi corazn hambre de ti, y el interior de mi alma
rebose con la dulzura de tu sabor; tenga siempre sed de ti,
fuente de vida, manantial de sabidura y de ciencia, ro de
luz eterna, torrente de delicias, abundancia de la Casa de
Dios: que te desee, te busque, te halle; que a ti vaya y a ti
llegue; en ti piense, de ti hable, y todas mis acciones encamine a honra y gloria de tu nombre, con humildad y
discrecin, con amor y deleite, con facilidad y afecto, con
perseverancia hasta el fin. Para que t solo seas siempre
mi esperanza, toda mi confianza, mi riqueza, mi deleite,
mi contento, mi gozo, mi descanso y mi tranquilidad, mi
paz, mi suavidad, mi perfume, mi dulzura, mi comida, mi
alimento, mi refugio, mi auxilio, mi sabidura, mi
herencia, mi posesin, mi tesoro, en el cual est siempre
fija y firme e inconmoviblemente arraigada mi alma y mi
corazn. Amn.

45

Gracias, oh Jess mo
Gracias, Jess mo! Oh, Jess acabo de recibirte en
esta santa Comunin. Bien es verdad que no puedo verte
con mis ojos, pero creo firmemente en tu divina
Presencia. Soy tu tabernculo. Ya no apareces bajo la
forma de pan, te has ocultado en mi cuerpo. Has dejado
la lamparilla del sagrario para buscar las llamas de amor
de mi corazn. Abandonaste el silencio del copn, para
escuchar las dulces palabras de mi alma extasiada de
amor a ti. Oh Jess, dime, no te sientes un tanto desilusionado? En lugar de un corazn ardiente de amor,
hallas tan solo una muy dbil llamita de afecto! Lo nico
que puedo decirte, oh Jess, es: gracias, mil gracias te doy,
oh amado Jess mo!
Qu bueno eres, oh mi Jess! Si tuviese que tratar
con las personas tendra que usar palabras para expresarles mis sentimientos y afectos, porque ellos no
entienden el lenguaje del corazn. Mas t, Jess mo,
conoces mi corazn mucho mejor que yo. Ves muy bien
cun feliz me siento de haberte recibido. Sabes que me
faltan palabras para expresar mi gratitud.
Recoge, oh Jess mo, todos mis sentimientos y encirralos todos en la llaga de tu dulcsimo Corazn. Te doy
gracias, oh buen Jess! Soy tan feliz, en este momento!
46

Mira, si hallas algo de bueno o hermoso en mi alma, es

para ti. Si acaso encontraras un poquito de buena
voluntad, deseos de santificacin, una virtud, algn sacrificio, una oculta lgrima de arrepentimiento, mira, todo
es tuyo, acptalo en prueba de gratitud.
Te doy gracias, oh buen Jess! Toda mi gratitud se
encierra en estas palabras. Antes crea que tena tanto que
decirte y ahora no acierto pronunciar palabra. Pero t, oh
Jess, no esperars de m hermosas palabras y profundos
pensamientos. Solo querrs que te ofrezca como digno
regalo todas las facultades de mi alma, todos los afectos
de mi corazn. Te doy gracias, oh Seor, y te amo, oh mi
buen Jess.
Gracias, oh Jess! Cun feliz me siento! Ayer he
cometido muchas faltas. Cmo me opriman el corazn.
Me pareca que estabas triste, Oh buen Jess! No pude
hallar completa paz. Pero esta maana, desde que has
entrado en mi alma, todo ha cambiado como por
encanto. Una dulce paz ha entrado en mi alma. Cunto te
agradezco, oh dulcsimo Corazn de Jess!
Oh dulce Husped de mi alma! te has dado todo
entero a m, he aqu, que yo me entrego todo entero y sin
reserva, a ti. Me has dado tu alma santsima, y yo te doy
la ma, aunque pobre y llena de defectos. Puede que an
me queden varios aos de vida. Si te place acortar el
tiempo de mi destierro, lo acepto gustoso de tu mano
47

paternal. An gozo de buena salud, dispn de ella segn tu

divino beneplcito y para tu mayor gloria. Es verdad, soy
pobre; pero t, divino Rey de amor, aceptas gustoso nuestros pobres presentes, siempre que vengan de un corazn
humilde y agradecido. Pues bien lo poco de bueno que yo
tenga, todo cuanto posea en bienes espirituales y materiales te lo ofrezco gozoso y sin reserva alguna.
Debo marcharme ahora, oh mi amado Jess. Dejo tu
Sagrario porque me llamas a otra parte. Adis, Jess!
Hasta maana! Volver con un corazn ms sediento de
amor a ti. Y t, Seor, me dars otra vez aquella paz
inefable, preludio de la eterna bienaventuranza del cielo.
Una palabra todava, Amado de mi alma: Por el amor
inmenso que te hace prisionero de mi alma, concdeme
la gracia que la comunin de maana sea ms fervorosa
que la de hoy. Dame esta gracia cada da de nuevo. As
ser ms santo cada da, ms perfecto y te amar con ms
ardor. Abre tus tesoros y adorna mi alma con la hermosura de la tuya. Gracias, oh buen Jess!
Alabanzas y adoracin, amor y gratitud sean dadas,
en todo momento y en todos los Tabernculos del
mundo, al Sagrado Corazn de Jess, hasta la consumacin de los siglos. As sea.
Bendito sea el Sacratsimo Corazn eucarstico de
Jess! Corazn de Jess, en ti confo! Jess, manso y
humilde de Corazn, haz mi corazn semejante al tuyo.
48

Gracias, amabilsimo Jess

Gracias, amabilsimo Jess, gracias infinitas te sean
dadas por el inapreciable beneficio que acabas de hacerme
viniendo a m y dignndote entrar en la pobre morada de
mi corazn... Y de dnde a m tanta dicha? Te contemplo
en los brazos de mi alma cual el anciano Simen, y entusiasmado por tan divino tesoro, exclamar con l: Morir
gustoso, porque he logrado la mayor dicha que en este
mundo puede lograrse. Qu gracias, pues, podr darte
por esta Gracia, que no solo contiene todas las gracias,
sino que tambin al Autor de ellas? Oh ngeles santos!
Alaben todos al Seor y denle por m las gracias... Oh
santos del cielo y justos de la tierra! Aydenme a dar a
Dios las gracias por tan sealada merced.
Oh Virgen Santsima! T que, con tanta perfeccin,
supiste corresponder a los singulares beneficios que te
dispens Dios, haz que yo sepa tambin corresponder y
darle las debidas gracias; pero ya que esto me es imposible, dselas t por m.
Quisiera, Dios mo, que cuantas criaturas hay en el
cielo y en la tierra te dieran por m las gracias; pero estoy
bien convencido de que ni an as correspondera yo
digna y debidamente; por esto, pues, me ofrezco a ti
mismo con todo mi cuerpo y alma, potencias y sentidos,
de suerte que en adelante dir siempre con el apstol san
Pablo: Vivo yo, pero no yo, sino que vive Cristo en m.

49

Oh, Dios mo! De hoy en adelante ser siempre ms

tuyo; adrname, por tanto, como a cosa y posesin tuya,
con cuantas virtudes sabes que necesito para amarte y
servirte con toda perfeccin.
Al verte hospedado en mi alma, me lleno de admiracin y asombro, y entusiasmado, cual la Magdalena, no s
desistir de contemplar tus misericordias infinitas. Qu
viste, Seor, en m para que vinieras? Virtudes? Pero
cmo, si estoy desnudo de ellas? Mritos? Ay! Yo soy un
miserable pecador. Quin, pues Bien mo, te movi? Ay!
Ya lo s: las miserias que me oprimen y las necesidades
bajo las que me ves gemir Cun bueno eres, oh mi
buen Dios!
Permteme, pues, Seor, que abrace tus pies santsimos y los riegue con lgrimas de ternura y amor. No, yo
no me levantar de tus plantas hasta que, cual a la
Magdalena, me concedas indulgencia plenaria de todos
mis pecados; ni te dejar ir hasta que me hayas dado
nuestra santa bendicin.
Cunto te amo, Dios mo! Qu lstima que no te
haya amado siempre! Al acordarme que tuve valor para
ofenderte se me cubre de rubor el rostro y un vivo dolor
parte mi corazn. S; con la sangre de mis venas quisiera
borrar mis culpas. Quisiera que los das en que te ofend
y no te am no se contaran en el nmero de los aos que
he vivido. Pero, en adelante... cielos y tierra, sean testigos
50

de mi resolucin en adelante no te ofender ms y te

amar, con tu gracia, con todo el afecto de mi corazn.
Y no solo eso, Seor, sino que procurar que todo el
mundo te ame, y que nadie te ofenda Concdenos a
todos tu divina gracia, tu santo amor y temor, y, por
ltimo, la gloria en que vives y reinas con el Padre y con
el Espritu Santo. Amn.

La comunin es mi vida
Oh dulcsimo Jess Sacramentado! Cuando te recibo
en mi corazn siento que mi fe me aumenta, mi esperanza se fortalece y mi vida se alarga, porque, recibiendo
tu sacratsimo Cuerpo, vivo contigo y t vives conmigo, y
el que vive unido a ti no morir, porque eres Camino,
Verdad y Vida eterna.
T eres la Vid; yo, el sarmiento, que no puede dar
fruto si no permanece unido a ti. T eres el Pan que baj
del cielo, no como el man que en el desierto comieron
nuestros padres y murieron. El que coma este Pan vivir
eternamente.
Oh alma ma, recibe ese Pan celestial, que es vida,
esperanza y caridad! Haz, Jess mo, que contigo viva,
sufra y padezca en este mundo con tal de recibirte en mi
corazn, porque la Comunin es mi vida. Amn.
51

Mi Cuerpo es Comida
MONS. PEDRO CASALDLIGA
Mis manos, esas manos y Tus manos
Hacemos este Gesto, compartida
La mesa y el destino, como hermanos.
Las vidas en Tu muerte y en Tu vida.
Unidos en el pan los muchos granos,
Iremos aprendiendo a ser la unida
Ciudad de Dios, Ciudad de los humanos.
Comindote sabremos ser comida.
EI vino de sus venas nos provoca.
El pan que ellos no tienen nos convoca
A ser Contigo el pan de cada da.
Llamados por la luz de Tu memoria,
Marchamos hacia el Reino haciendo Historia,
Fraterna y subversiva Eucarista.

Tu Comunin sea mi armadura

STO. TOMS DE AQUINO
Gracias te doy, Seor santo, Padre omnipotente,
eterno Dios, pues a m, pecador, indigno siervo tuyo, sin
mrito alguno y solo por tu misericordia, te has dignado
alimentarme con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo,
Nuestro Seor Jesucristo; te suplico que esta sagrada
comunin no sea para mi alma ocasin de castigo sino
intercesin saludable de perdn. Que esta Sagrada
Comunin sea para m armadura de fe, escudo de buena
voluntad, muerte de mis vicios, destierro de todos mis
carnales apetitos y aumento de caridad, de paciencia y de
todas las virtudes; sea digna defensa contra todos los
enemigos de mi alma; que sea remedio perfecto para mi
espritu, perpetua amistad contigo, verdadero Dios y
Seor mo; y ayuda para conseguir mi salvacin eterna.
Por Jesucristo, nuestro Seor. Amn.

T, nuestro Alimento
Amable Jess mo, viniste al mundo para dar tu vida
divina a todos nosotros. Quisiste hacerte nuestro
alimento diario para conservar y fortalecer esta vida
sobrenatural, frente a las debilidades y faltas de cada da.
52

53

Te pedimos humildemente que derrames tu Espritu

Divino sobre nosotros por amor de tu Sagrado Corazn.
Vuelvan a ti quienes, llevados del pecado, han perdido la
vida de la gracia. Que acudan frecuentemente a tu
sagrado Altar todos los que se hallan en gracia, para que,
participando en tu Sagrado Banquete, reciban la fortaleza
que les haga victoriosos en la batalla de cada da contra el
pecado y as crezcan siempre ante tus ojos en pureza y
santidad hasta alcanzar la vida eterna en tu compaa.
Amn.

54

IV

Otras oraciones

55

Comunin espiritual

Plegarias diversas

Primera frmula
Yo quisiera, Seor, recibir con aquella pureza,
humildad y devocin con que usted recibi nuestra
Santsima Madre, con el espritu y fervor de los Santos.

Segunda frmula
Jess mo, creo que ests presente en el Santsimo
Sacramento. Te amo sobre todas las cosas y deseo recibirte en mi alma. Pero, no pudiendo hacerlo
sacramentalmente ahora, ven al menos espiritualmente a
mi corazn...
Como si ya te hubiese recibido, te abrazo y me uno
todo a ti: no permitas, Seor, que jams me separe de ti.
56

Para propagar la Comunin diaria

Oh, dulcsimo Jess! Que has venido al mundo para
dar a todas las personas la vida de la gracia, y, para
conservar y aumentar en ellas esta vida, has querido ser el
Manjar de cada da y el remedio cotidiano de nuestra
cotidiana debilidad. Humildemente te suplico, por tu
Corazn abrasado en amor por nosotros, que derrames
sobre todos tu divino Espritu; haz que volvamos a ti.
Que aceptemos en nuestra vida tu amor y respondamos
a l con una vida de intensa caridad.
Que recobren la vida de la gracia aquellos que estn
en pecado mortal, y que quienes por tu bondad viven de
esta vida divina se acerquen devotamente cada da,
siempre que puedan, a tu sagrada Mesa, a fin de que por
medio de la Comunin diaria reciban cada da la fuerza y
el sostn para vivir de forma coherente con el Evangelio
y, alimentando en ellas cada da la vida de la gracia,
57

lleguen por fin a compartir contigo la bienaventuranza

eterna. Amn.

voluntad, aydame a recibir a Cristo, el Seor, en el sacramento de la Eucarista, a tenerle conmigo manteniendo la
gracia divina que l trae a m, y a servirle con generosa
fidelidad todos los das de mi vida.

Qudate junto a nosotros, Madre

Oh Madre de piedad y de misericordia, Santsima
Virgen Mara. Yo, miserable e indigno pecador, en ti
confo con todo mi corazn y afecto; y acudo a tu piedad,
para que, as como estuviste junto a tu dulcsimo Hijo
clavado en la cruz, tambin ests junto a mi, miserable
pecador, y junto a todos los fieles que aqu y en toda la
Santa Iglesia vamos a participar de aquel divino sacrificio, para que, ayudados con tu gracia, ofrezcamos una
hostia digna y aceptable en la presencia de la suma y
nica Trinidad. Amn.

Santa Virgen, aydame a recibir a tu Hijo

Mara, he recibido a tu Hijo

Mara, Virgen y Madre santsima, he recibido de forma
sacramental a tu Hijo, Jesucristo, a quien concebiste en tu
seno inmaculado, diste a luz, alimentaste y arrullaste en tu
regazo. Ahora vengo ante ti, con l en mi corazn, para
pedirte humildemente que me ensees a amarlo como t
lo amas y para que sepa ofrecerlo, como t, al Padre
eterno, por mis necesidades y las de todo el mundo.
Intercede por m, Madre llena de amor, para que
obtenga yo el perdn de todos mis pecados, la gracia de
servir a Cristo, de ahora en adelante, con mayor fidelidad
y el don de la perseverancia final, para que pueda alabarlo
en tu compaa, por los siglos de los siglos. Amn.

Virgen Santsima, Madre de Dios, Madre de la Iglesia

y Madre ma; t que supiste recibir al Hijo de Dios en la
Encarnacin, tenerle junto a ti en su infancia, guardar sus
palabras en tu corazn y permanecer siempre fiel a su
58

59

A Mara, Madre de la Eucarista

Ave Mara, dulce Madre de la Eucarista. Con dolor y
mucho amor, nos has dado a tu Hijo Jess mientras penda
de la Cruz. Nosotros, dbiles creaturas, nos aferramos a ti
para ser hijos dignos de este gran amor y dolor.
Aydanos a ser humildes y sencillos, aydanos a amar
a todas las personas, aydanos a vivir en la gracia estando
siempre listos para recibir a Jess en nuestro corazn. Oh
Mara, Madre de la Eucarista, nosotros, por cuenta
propia, no podremos comprender este gran Misterio de
amor. Que obtengamos la luz del Espritu Santo, para que
as podamos comprender aunque sea por un solo
instante, todo el infinito amor de tu Jess que se entrega
a s mismo por nosotros. Amn.

A la Virgen Mara, por el culto a la Eucarista

Virgen Mara, Nuestra Seora del Santsimo
Sacramento, gloria del pueblo cristiano, alegra, esperanza y consuelo de la Iglesia universal, ruega por
nosotros y concede a todos tus hijos verdadera devocin
a la Sagrada Eucarista, siendo dignos de recibirla cada
da. Amn.
60

Te agradezco, Madre de Dios

S. CIRILO DE ALEJANDRA
Oh Santsima Seora, Madre de Dios, luz de mi
pobre alma, mi esperanza, mi proteccin, mi refugio, mi
consuelo, y mi alegra! Te agradezco por haberme permitido participar del pursimo Cuerpo y de la pursima
Sangre de tu Hijo.
Ilumina los ojos de mi corazn, bendita Virgen, que
llevaste la fuente de la inmortalidad. Tiernsima y
amorosa Madre del Dios misericordioso; ten misericordia de m y concdeme un corazn arrepentido y
contrito con humildad de mente.
Guarda mis pensamientos, que no se pierdan en toda
clase de distracciones, y hazme siempre digno, hasta mi
ltimo aliento, de recibir los pursimos misterios de
Cristo para la sanacin de mi alma y cuerpo.
Dame lgrimas de arrepentimiento y de agradecimiento para que yo pueda cantarte y alabarte todos los
das de mi vida, porque t eres siempre bendita y alabada.
Amn.

61

Oracin de splica a san Jos

V
San Jos, t que tuviste la suerte -regalo de Dios- de
no solo ver y or al Dios a quin muchos reyes quisieron
ver y no vieron, or y no oyeron; sino que adems pudiste
tambin abrazarlo, besarlo, vestirlo y custodiarlo.
V. Ruega por nosotros, bienaventurado Jos.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de
nuestro Seor Jesucristo.
Dios nuestro, te pedimos que, as como Jos mereci
tratar y llevar en sus brazos a Jess con cario, hagas que
tambin nosotros lo arropemos con el mismo cario en
nuestro corazn cuando dentro de un rato, recibamos su
Cuerpo y Sangre. Amn.

62

Adoracin Eucarstica:
Exposicin y Bendicin

Es grandemente admirable que Cristo haya querido

hacerse presente en su Iglesia de esta singular manera.
Puesto que Cristo iba a dejar a los suyos bajo su forma
visible, quiso darnos su presencia sacramental; puesto
que iba a ofrecerse en la cruz por muestra salvacin,
quiso que tuviramos el memorial del amor con que nos
haba amado hasta el fin (Jn 13,1), hasta el don de su
vida. En efecto, en su presencia eucarstica permanece
misteriosamente en medio de nosotros como quien nos
am y se entreg por nosotros (cf Ga 2,20), y se queda
bajo los signos que expresan y comunican este amor:
63

La Iglesia y el mundo tienen una gran necesidad del

culto eucarstico. Jess nos espera en este sacramento del
amor. No escatimemos tiempo para ir a encontrarlo en la
adoracin, en la contemplacin llena de fe y abierta a
reparar las faltas graves y delitos del mundo. No cese
nunca nuestra adoracin (Juan Pablo II, lit. Dominicae
Cenae, 3).
La presencia del verdadero Cuerpo de Cristo y de la
verdadera Sangre de Cristo en este sacramento, no se
conoce por los sentidos, dice S. Toms, sino solo por la fe,
la cual se apoya en la autoridad de Dios. Por ello, comentando el texto de S. Lucas 22,19: Esto es mi Cuerpo que
ser entregado por vosotros, S. Cirilo declara: `No te
preguntes si esto es verdad, sino acoge ms bien con fe las
palabras del Seor, porque l, que es la Verdad, no
miente (S. Toms de Aquino, s.th. 3,75,1, citado por
Pablo VI, MF 18).
Catecismo de la Iglesia Catlica, 1380 - 1381


64

La Exposicin
La exposicin y bendicin con el Santsimo
Sacramento es un acto comunitario en el que estn
presenten la celebracin de la Palabra de Dios y el silencio
contemplativo. La exposicin eucarstica ayuda a reconocer en ella la maravillosa presencia de Cristo e invita a
la unin ms ntima con l, que adquiere su culmen en la
comunin Sacramental.
Habindose reunido el pueblo y, si parece oportuno,
habindose iniciado algn cntico, el ministro se acerca
al altar. Si el Sacramento no se reserva en el altar de la
exposicin, el ministro, con el pao de hombros lo trae
del lugar de la reserva, acompaado por aclitos o por
fieles con velas encendidas.
El copn o la custodia se colocar sobre el altar
cubierto con mantel; pero si la exposicin se prolonga
durante algn tiempo, y se hace con la custodia, se puede
usar el manifestador, colocado en un lugar ms alto, pero
teniendo cuidado de que no quede muy elevado ni
distante. Si se hizo la exposicin con la custodia, el
ministro inciensa al Santsimo; luego se retira, si la adoracin va a prolongarse algn tiempo.
Si la exposicin es solemne y prolongada, se consagrar la Hostia para la exposicin en la Misa que la
preceda y se colocar sobre el altar, en la custodia,
65

despus de la comunin. La Misa concluir con la oracin

despus de la comunin, omitiendo los ritos de la conclusin. Antes de retirarse del altar, el sacerdote, si se cree
oportuno, colocar la custodia y har la incensacin.

La Adoracin
Durante el tiempo de la exposicin, toda la atencin
de las personas, de forma individual o comunitaria, se
dirige al Seor en la Eucarista. Para ello, se puede recurrir a oraciones, cantos y lecturas que motiven al
recogimiento y a la dedicacin exclusivamente a Cristo
Seor.
Para alimentar una profunda oracin, es excelente
aprovechar las lecturas de la Sagrada Escritura acompaadas, donde sea posible, con la homila o con breves
exhortaciones que promuevan un mayor aprecio del
misterio eucarstico. Es tambin conveniente que los
fieles respondan a la Palabra de Dios, cantando.
Igualmente, es oportuno valorar el silencio.
Ante el Santsimo Sacramento expuesto por largo
tiempo, se puede celebrar la Liturgia de las Horas; por
medio de esta recitacin se prolonga a las distintas horas
del da la alabanza y la accin de gracias que se tributan a
66

Dios en la celebracin de la Misa, y las splicas de la

Iglesia se dirigen a Cristo y por Cristo al Padre, en
nombre de todo el mundo.
En este Devocionario, puedes encontrar algunas
sugerencias para la adoracin individual, algunas tradicionales; particularmente, te sugerimos la Hora de
Adoracin segn el mtodo Verdad, Camino y Vida, del
Beato Santiago Alberione. Este mtodo educa a quien lo
sigue a la oracin como escucha de Dios, y sirve adems
como esquema de oracin grupal o comunitaria.

La Bendicin
Al final de la adoracin, el sacerdote o el dicono se
acerca al altar; hace una genuflexin, se arrodilla y entona
(o proclama) este himno u otro cntico eucarstico:
Canta, lengua, el misterio
Del Cuerpo glorioso y de la Sangre preciosa
Que el Rey de las naciones,
Fruto de un vientre generoso,
Derram como rescate del mundo.
Nos fue dada, nos naci de una Virgen sin mancilla;
Y despus de pasar su vida en el mundo,
67

68

Una vez esparcida la semilla de su Palabra,

Termin el tiempo de su destierro
Dando una admirable disposicin.
En la noche de la ltima Cena,
Recostado a la mesa con los hermanos,
Despus de observar plenamente la ley
Sobre la comida legal,
Se da con sus propias manos
Como alimento para los Doce.
El Verbo hecho Carne
Convierte con su Palabra
El pan verdadero con su Carne,
Y el vino puro se convierte
En la Sangre de Cristo.
Y aunque fallen los sentidos,
Baste solo la fe
Para confirmar al corazn
Recto en esa verdad.
Veneremos, pues, inclinados
Tan gran Sacramento;
Y la antigua figura
Ceda el puesto al nuevo rito;
La fe supla la incapacidad de los sentidos.
Al Padre y al Hijo
Sean dadas alabanza y jbilo,
Salud, honor, poder y bendicin;
Una gloria igual sea dada
Al que de uno y de otro procede. Amen.

Mientras tanto, arrodillado, el ministro inciensa el

Santsimo Sacramento, si la exposicin se hizo con la
custodia. Enseguida, proclama el responsorio
V. Les diste pan del cielo (T. P. Aleluya).
R. Que contiene en s todo deleite (T. P. Aleluya).
Luego se pone en pie y dice
Oremos. Oh Dios, que en este admirable Sacramento
nos dejaste el memorial de tu Pasin, te pedimos nos
concedas venerar de tal modo los sagrados misterios de
tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos constantemente el fruto de tu redencin. T que vives y reinas
por los siglos de los siglos. Amn.

Bendicin Eucarstica
El sacerdote o el dicono toma el pao de hombros,
hace una nueva genuflexin, toma la custodia o el copn,
y sin decir nada, traza con el Sacramento la seal de la
cruz sobre el pueblo. A continuacin se pueden
proclamar las Letanas a Jess Sacramentado, conocidas
tambin como Alabanzas de desagravio.
69

Letanas a Jess Sacramentado

(Letanas de Desagravio)
Bendito sea Dios.
Bendito sea su santo Nombre.
Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre.
Bendito sea el nombre de Jess.
Bendito sea su Sacratsimo Corazn.
Bendito sea su preciossima Sangre.
Bendito sea Jess en el Santsimo Sacramento del Altar.
Bendito sea en Espritu Santo consolador.
Bendita sea la excelsa Madre de Dios, Mara Santsima.
Bendita sea su santa e inmaculada Concepcin.
Bendita sea su gloriosa Asuncin.
Bendito sea el nombre de Mara, Virgen y Madre.
Bendito sea san Jos, su castsimo esposo.
Bendito sea Dios, en sus ngeles y en sus santos.

La Reserva
Concluida la bendicin, el mismo sacerdote que
imparti la bendicin u otro sacerdote o dicono, reserva el
Sacramento en el tabernculo, y hace una genuflexin, en
tanto que el pueblo, si parece oportuno, puede hacer alguna
aclamacin o canto. Finalmente el ministro se retira.
70

VI

Horas santas
Visitas al Santsimo Sacramento
Adoracin Eucarstica

Muchos cristianos tienen costumbre, a lo largo del

da, de detenerse en el templo parroquial o en alguna
capilla para hacer una visita a Jess Sacramentado. Son
momentos de intimidad con el Seor, en los que la
persona se ejercita brevemente en la oracin personal,
adora al Seor, le pide su ayuda, le agradece
Ante el Santsimo hemos de expresar en primer lugar
nuestra fe. En el Sagrario se nos entrega Jess bajo las
especies del pan. Nos espera y desea que vayamos a verle.
Cuando estamos en su presencia, l est atentsimo a lo
71

que queramos decirle; una jaculatoria, un acto de fe, una

peticin, un acto de desagravio o reparacin. O a que le
miremos con devocin, sabiendo que all, en el Sagrario,
est el mismo Jess de Nazaret, el Hijo de Mara, el que
multiplic los panes y los peces, el que con un solo gesto
calm una tempestad y devolvi la paz perdida a unos
hombre asustados. El que muri por nosotros y resucit.
l tiene todo lo que nos falta y necesitamos.

Todo, el afligido que encuentra el Consolador, el joven

que encuentra orientacin para la vida.

La visita al Santsimo nos ayudar a guardar la

presencia de Dios durante el da en medio del trabajo y
de nuestras ocupaciones.

Se va a Jess como Mediador entre Dios y la persona,

como Sacerdote del Padre, como Vctima de expiacin,
como el Mesas que ha venido, como Verbo de Dios,
como Buen Pastor, como Camino, Verdad y Vida; como
Salvador del mundo.


La Visita es: un encuentro de todo el ser con Jess, la
creatura que se encuentra con el Creador, el discpulo
junto al Divino Maestro, el enfermo con el Mdico de la
humanidad, el pobre que acude al Rico, el sediento que
bebe de la Fuente, el dbil que se presenta ante el
Omnipotente, el tentado que busca Refugio seguro, el
ciego que busca la Luz, el amigo que va donde el verdadero Amigo, la oveja perdida buscada por el Divino
Pastor, el corazn desorientado que encuentra el
Camino, el necio que encuentra la Sabidura, la esposa
que encuentra al Esposo amado, la nada que encuentra el
72

Los pastores en el pesebre, la Magdalena en el

banquete de Simn, Nicodemo que llega en la noche. Las
santas conversaciones de la Samaritana, de Zaqueo, de
Felipe, y de todos los apstoles con Jess; especialmente
en la ltima semana de su vida terrena y despus de la
Resurreccin.

La visita es la prctica que ms orienta e influye en

toda la vida y en todo el apostolado Es el gran medio
para vivir a Jesucristo todo. Es el secreto para nuestra
transformacin en Cristo: Es Cristo quien vive en m.
Beato Santiago Alberione

73

La hora de adoracin eucarstica:

una forma de permanecer
en el corazn eucarstico de Jess Maestro

Con frecuencia, sentimos la necesidad de permanecer

ante Jess, Maestro eucarstico, en contemplacin
amorosa. Sin embargo, una vez ante l, poco a poco, nos
distraemos con diversas cosas: preocupaciones,
recuerdos, ideas, fantasas y nos vamos dispersando.
El beato Santiago Alberione fue, ante todo, acompaante de muchos cristianos y cristianas deseosos de
responder con todo su ser al amor de Jess. Y para ellos y
para la Familia Paulina ofreci un mtodo para
ayudarnos a entrar en la escuela de Jess. Este mtodo lo
conocemos como Verdad, Camino y Vida, donde la
persona entra en familiaridad amorosa con Jess, a quien
visita en el Sagrario. Es una hora santa que se nutre de la
presencia de Jess en la Palabra y la Eucarista y que
prolonga el encuentro con Jess en la Celebracin eucarstica. Su presencia en esta doble dimensin, orada y
contemplada, se hace vida de nuestra vida.
74

Como todo mtodo, seala un camino con una meta

precisa. La meta es Jess: encontrarnos con l, relacionarnos con l, permanecer en l. As, cuando llegamos a
nuestro destino, agradecemos al camino pero lo
dejamos atrs. El P. Alberione deca: El mtodo sirve,
pero es necesario no ser esclavo de las palabras, de las
frmulas de oracin, es necesario aadir las nuestras
Que haya mucha iniciativa: entre la iniciativa del alma y
la gracia de Jess se forma la santidad. Por ello, estas
lneas son solo orientaciones, tiles para ayudar a entrar
en la oracin personal o, bien, para ayudar a un grupo de
personas a disponerse a ella. Igualmente, solo sugerimos
oraciones puedes utilizar otras que expresen mejor tu
nimo, tus disposiciones, tus deseos, o liberar al corazn
para que le hable con total confianza.
Muchas eran las horas que el P. Alberione permaneca
ante el Sagrario; su testimonio confirma lo que de tantas
formas dijo a quienes acompaaba en el seguimiento de
Jesucristo: Todo nace del Maestro eucarstico, como
fuente vital. De la Misa, de la comunin, de la visita eucarstica, todo: santidad y apostolado.

75

El mtodo de la Visita
Nuestra visita se divide en tres partes. Si consideramos una hora de oracin, podramos estipular, ms o
menos, 20 minutos por cada parte. Para algunas
personas, una hora puede parecer mucho. Lo recomendable es comenzar con menos tiempo: media hora, por
ejemplo. Lo importante es entrar en la oracin e irse
habituando a darle, cada vez, ms espacio

Jess Verdad
En la primera parte adoramos a Jess Verdad.
Como tenemos mucha necesidad de conocimiento,
pedimos al Seor el saber (verdades naturales y sobrenaturales) y que aumente nuestra fe.
Sugerencias prcticas
Antes de iniciar tu Visita a Jess, motvate. Ten muy
claro un motivo para permanecer en oracin. Podras
ayudarte, repitiendo en tu corazn: El Maestro est aqu
y te llama (Jn 11, 28); o Mi alma tiene sed de ti, como
en algunos salmos.
76

Recuerda que ests ante la presencia del Seor, el

Santo. Djate inundar por esa realidad. Toma conciencia
de que el lugar donde ests es santo, porque el nico
Santo est presente. Cuida tu postura, deja que los gestos
de adoracin fluyan de forma espontnea en ti Cuida
el silencio externo y de los sentidos, de los recuerdos,
afectos Libera tus odos para escuchar.
Puedes colocarte en la presencia de Dios utilizando tus
propias palabras. Tambin puedes utilizar algn canto,
alguna oracin, un salmo Dialoga con l: recuerda que
el Seor es un Dios cercano, es Enmanuel. Disponte a
acoger su Espritu que ora en ti, y que conducir tu discernimiento segn la Palabra que leers / escuchars. .
Presntate a l con todo lo que eres, lo que vives y lo que
sientes. No lo dejes fuera. l est all para escucharte,
hablarte y sanarte. Dale el permiso que lo haga en ti.
Luego, conviene que elijas alguna lectura espiritual:
preferiblemente algn trozo del Evangelio o de la Biblia.
La Palabra de Dios te permitir descubrir el amor de Dios
por ti y de qu forma necesitas corresponder a este amor
siempre fiel.
Lee una y otra vez el texto. Qu dice? Evidencia las
palabras significativas: acciones, personajes Qu otras
palabras de las sagradas escrituras te recuerdan? Qu
verdad te comunica Jess a travs de este texto?
77

Puedes concluir esta parte, pidiendo al Seor que te

permita vivir de acuerdo a la Verdad propuesta por Jess
en este momento de oracin.
Creo, Dios mo
Creo, Dios mo, que estoy en tu presencia, que me
miras y escuchas mi oracin. T eres infinitamente
grande y santo: yo te adoro. T me lo has dado todo: yo
te doy gracias. T has sido ofendido por m: yo te pido
perdn de todo corazn. T eres misericordia infinita: yo
te pido todas las gracias que consideres tiles para m.

Jess Camino
En la segunda parte adoramos a Jess Camino. Nos
confrontamos con su santidad y su luz descubre nuestras
sombras. As, juzgados por la Palabra que salva, podemos
retomar nuestro camino segn su rumbo, sus valores, su
estilo de vida.
Sugerencias prcticas
Jess es la luz, acerqumonos con confianza a l, para
poder descubrir nuestras propias sombras, reconocerlas
e, incluso, agradecerlas, porque ellas nos muestran la
78

misericordia de Dios quien nos ama, ms all de ellas

y nos muestran cunto podemos crecer, si las superamos.
En este momento es propicio que realices tu examen
de conciencia. Pero, atencin: no se trata de juzgar la
moralidad de tus acciones, buenas o malas, sino de
discernir cmo el Seor mueve, anima, inspira tu vida y
cmo consientes su seora en ti. Se trata de ver lo que
acontece en tu conciencia, en tu vida interior: es decir, ver
como crece tu comunin con Dios o como te alejas de l,
que es tu verdadera vida. Es el momento de la escucha del
camino del Seor, no de ordenarte a ti mismo segn tus
senderos. Por ello, cuando hagas el examen de
conciencia, pide al Seor, ante todo, que te ilumine para
que puedas, con la ayuda de su Espritu, discernir el
misterio que eres.
Permtete experimentar la misericordia de Dios y el
inmenso amor que tiene sobre ti. Recuerda que Dios no
ama al pecado, pero s ama infinitamente al pecador.
Si lo ves conveniente, puedes concluir este momento
de oracin con algn salmo (por ejemplo, el 50 o el 138),
alguna oracin o canto apropiado.
Salmo 139 (138): Seor, t me conoces
Seor, t me sondeas y me conoces, t sabes si me
siento o me levanto; de lejos percibes lo que pienso, te das
79

cuenta si camino o si descanso, y todos mis pasos te son

familiares.
Antes que la palabra est en mi lengua, t, Seor, la
conoces plenamente; me rodeas por detrs y por delante
y tienes puesta tu mano sobre m; una ciencia tan admirable me sobrepasa: es tan alta que no puedo alcanzarla.
A dnde ir para estar lejos de tu espritu? A dnde
huir de tu presencia? Si subo al cielo, all ests t; si me
tiendo en el abismo, ests presente. Si tomara las alas de
la aurora y fuera a habitar en los confines del mar,
tambin all me llevara tu mano y me sostendra tu
derecha. Si dijera: Que me cubran las tinieblas y la luz
sea como la noche a mi alrededor!, las tinieblas no seran
oscuras para ti y la noche sera clara como el da.
T creaste mis entraas, me plasmaste en el seno de
mi madre: te doy gracias porque fui formado de manera
tan admirable. Qu maravillosas son tus obras! T conocas hasta el fondo de mi alma y nada de mi ser se te
ocultaba, cuando yo era formado en lo secreto, cuando era
tejido en lo profundo de la tierra. Tus ojos ya vean mis
acciones, todas ellas estaban en tu Libro; mis das estaban
escritos y sealados, antes que uno solo de ellos existiera.
Qu difciles son para m tus designios! Y qu
inmenso, Dios mo, es el conjunto de ellos! Si me pongo
a contarlos, son ms que la arena; y si terminara de
hacerlo, an entonces seguira a tu lado.
80

Sondame, Dios mo, y penetra mi interior; examname y conoce lo que pienso; observa si estoy en un
camino falso y llvame por el camino eterno.

Jess Vida
En la tercera parte adoramos a Jess Vida. Es el
momento del agradecimiento. Luego de descubrir quin
eres a los ojos del Maestro, no puedes no tener en el
corazn sentimientos de agradecimiento: todo es don,
todo es gracia. Es el momento de reconocerlo y decrselo,
como lo haras con tu mejor Amigo, con un Hermano,
con el Amado.
Sugerencias prcticas
Ante el agradecimiento, solo queda el silencio. Deja
que tu adoracin sea an ms profunda y humilde. Solo
los humildes pueden dejarse estremecer por la grandeza
del Amado. Solo los humildes perciben la mirada de
Dios, como Mara, y reconocen las maravillas que ha
hecho y hace sobre todos y en ellos mismos.
No dejes de agradecer: Seor, gracias por. Sobre
todo, por saberte amado de Dios, grabado en las palmas
de sus manos (cf. Is 49,15-16).
81

En tu agradecimiento, tambin intercede: descubrir

su amor te hace darte cuenta cunto el mundo est necesitado de l. Recuerda con especial cario a su cuerpo, la
Iglesia, al Santo Padre, a todas las personas de buena
voluntad y, en fin, las alegras, los dolores, las luchas y
esperanzas de la humanidad.
En este momento, vuelve a percibir: Cmo opera en ti
Seor? Qu cosas te inspira? Qu te pide, de qu forma te
visita tambin a ti? Cmo quieres corresponderle? Cmo
quieres permanecer unido a l, en su amor? Entrgate
plenamente a l, como Mara, la primera discpula.

A ti, Espritu Santo, me ofrezco, me dono y me

consagro como templo vivo para ser consagrado y
santificado.
Mara, Madre de la Iglesia y madre ma, t que ests
con la Trinidad divina, ensame a vivir, por medio de la
liturgia y de los sacramentos, en unin cada vez ms
ntima con las tres divinas personas, a fin de que mi vida
sea siempre un gloria al Padre, al Hijo y al Espritu
Santo. Amn.

A la Santsima Trinidad
Trinidad divina! Padre, Hijo y Espritu Santo,
presente y operante en la Iglesia y en la intimidad de mi
ser, te adoro, te amo y te doy gracias. Y por intercesin de
Mara Santsima, mi Madre, te ofrezco, te dono y te
consagro todo mi ser en esta vida y en la eternidad.
A ti, Padre celestial, me dono, me ofrezco y me
consagro como hijo tuyo.
A ti, Jess Maestro, me ofrezco, me dono y me
consagro como hermano y discpulo tuyo.
82

83

Quince Minutos en compaa

de Jess Sacramentado

No preciso, hijo mo, saber mucho para agradarme

mucho; basta que me ames con fervor. Hblame, pues
aqu sencillamente, como hablaras a tu madre, a tu
hermano.


Necesitas hacerme a favor de alguien una splica
cualquiera? Dime su nombre, bien sea el de tus padres,
bien el de tus hermanos o amigos; dime enseguida qu
quisieras que hiciese actualmente por ellos.
Pide mucho, mucho; no vaciles en pedir; me gustan
los corazones generosos que llegan a olvidarse, en cierto
modo, de s mismos, para atender a las necesidades
ajenas. Hblame, pues, con sencillez, con llaneza, de los
pobres a quienes quisieras consolar, de los enfermos que
84

ves padecer, de los extraviados que anhelas volver al buen

camino, de los amigos ausentes que quisiera ver a tu lado.
Dime por todos una palabra siquiera, pero palabra de
amigo. Palabra entraable y fervorosa.
Recurdame que promet escuchar toda splica que
salga del corazn; y no ha de salir de corazn el ruego
que me dirijas por aquellos a quienes tu corazn ms
especialmente ama?


Y, para ti, no necesitas alguna gracia?
Hazme, si quieres, una lista de tus necesidades, y ven,
lela en mi presencia.
Dime francamente que sientes soberbia, amor a la
sensualidad y al regalo, que eres, tal vez, egosta, inconstante, negligente y pdeme luego que venga en ayuda
de los esfuerzos, pocos o muchos, que haces para librarte
de tales miserias. No te avergences, pobre alma! Hay
tantos santos, de primer orden, que tuvieron esos
mismos defectos! Pero rogaron con humildad y, poco a
poco, se vieron libres de ellos.
Ni menos vaciles en pedirme bienes espirituales y
corporales: salud, memoria, feliz xito en tus trabajos,
85

negocios o estudios; todo eso puedo dar, y lo doy y deseo

que me los pidas en cuanto no se aponga, antes bien,
ayude, a tu santificacin.

sarme algo en tu favor? Hijo mo, soy dueos de los corazones, y suavemente los llevo, sin perjuicio de su libertad,
adonde me place.

Hoy por hoy, qu necesitas? Qu puedo hacer por tu

bien? Si vieras los deseos que tengo de favorecerte!

Traes ahora mismo entre manos algn proyecto?

Cuntame todo minuciosamente. Qu te preocupa?
Qu piensas? Qu quieres que hagas por tus padres, por
tus hermanos, por tus hijos, por tus amigos, por tus superiores? Qu desearas hacer por ellos?
Si tienes padres, pide por ellos: los ruegos de un hijo
no pueden ser desechados por el que dio en la tierra
constantes ejemplos de cario. Si tienes una esposa / un
esposo, dirgeme por ella / por l tus oraciones, que yo
har de tu hogar un ejemplo de amor y consuelo, y derramar a manos llenas sobre tu esposa / tu esposo y sobre
tus hijos, si los tienes, las gracias y auxilios que necesitan
para ser felices.
Y por m? No sientes deseos de mi gloria? No quieras
hacer algn bien a tus prjimos, a los amigos, a quienes t
amas mucho, y que viven, quizs, olvidados de m?
Dime qu cosa llama hoy particularmente tu atencin, qu anhelas ms vivamente, y con qu medios
cuentas para conseguirlo. Dime si te sale mal tu empresa,
y yo te dir las causas del mal xito. No quisieras intere86

Sientes tristeza o mal humor?

Cuntame, cuntame, alma desconsolada, tus tristezas con todos sus pormenores. Quin te hiri? Quin
lastim tu amor propio? Quin te ha menospreciado?
Acrcate a mi corazn, que tiene blsamo eficaz para
curara esas heridas del tuyo. Dame cuenta de todo, y
acabars en breve por decirme que, a semejanza de m,
todo lo perdonars, todo lo olvidas, y en pago recibirs
mi consoladora bendicin.
Temes por ventura? Sientes en tu alma, aquellas
vagas melancolas que no, por ser injustificadas, dejan de
ser desgarradoras? Arrjate en brazos de mi amorosa
providencia. Contigo estoy; aqu, a tu lado me tienes,
todo lo veo, todo lo oigo, ni un momento te desamparo.
Sientes desvo de parte de personas que antes te
quisieron bien, y ahora, olvidadizas, se alejan de ti, sin
que hayas dado el menor motivo?
Ruega por ellas, y yo las volver a tu trato, si no han
de ser obstculo a tu santificacin.
87


Y no tienes, tal vez, alegra alguna que comunicarme?
Por qu no me haces partcipe de ella, a la ley de buen
amigo?
Cuntame lo que desde ayer, desde la ltima visita
que me hiciste, ha consolado y alegrado tu corazn.
Quizs has tenido agradables sorpresas; quizs has visto
disipados negros recelos; quiz has recibido alegres noticias, una carta, una muestra de cario; has vencido
alguna dificultad, o salido de algn lance apurado. Obra
ma es todo eso, y yo te lo he procurado.
Por qu no ha de manifestarme por ello tu gratitud y
decirme sencillamente, como un hijo a su padre:
Gracias, Padre mo, gracias!? El agradecimiento trae
consigo nuevos beneficios, porque al bienhechor le gusta
verse correspondido.

exponerte ya ms en aquella ocasin de pecado? De

privarte de aquella ocasin que te da? De no leer
aquella revista o ver esa pelcula que exalt tu imaginacin? De no tratar ms aquella persona que turbo la paz
de tu alma?
Volvers a ser dulce, amable y condescendiente con
aquella otra a quien, por haberte faltado, has mirado
hasta hoy como enemiga?


Ahora bien, hijo mo, vuelve a tus ocupaciones habituales: a tu taller, a tu familia, a tu estudio; pero no
olvides los quince minutos de grata conversacin que
hemos tenido aqu, los dos, en la soledad del santuario.
Guarda, en lo posible, silencio, modestia, recogimiento con el prjimo.
Ama y honra a mi Madre
Mara que tambin lo es tuya.
Vuelve otra vez maana, con el corazn amoroso, ms
entregado a m. En el mo hallars cada da nuevo amor,
nuevos beneficios, nuevos consuelos. Aqu te espero.

Tampoco tienes promesa alguna que hacerme?

Leo, ya lo sabes, en el fondo de tu corazn. A los
hombres se le engaa fcilmente, a Dios no. Hblame,
pues con toda sinceridad. Tienes firme resolucin de no
88

89

Mi Visita a Jess Eucarstico

Oraciones para preparar el corazn

A los santos ngeles
ngeles del cielo, que rodean el santo Tabernculo del
Altsimo, me uno a ustedes en los homenajes y adoraciones que rinden amorosamente, da y noche, a Jess
Sacramentado. Quisiera amarle con un amor tan puro,
tan verdadero, tan ardiente como el de ustedes, pero soy
un pobre pecador, limitado y dependiente totalmente de
la misericordia del Seor. Dgnense suplir mi cortedad y
alcncenme un corazn atento al amor de Dios. Feliz el
alma que encuentra sus delicias en vivir junto al
Tabernculo del Seor, y all conversar con su Amado y
pasar las horas en su compaa. Oh, ngeles del cielo!
Vengan en mi auxilio, compartan conmigo el fuego del
amor que los abrasa, para que mi corazn sea digno de
adorar a Jess Sacramentado. Amn.
90

Seor mo, Jesucristo

Seor mo, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mo. Por ser t quien eres y
porque te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo
corazn haberte ofendido. Propongo firmemente nunca
ms pecar, apartarme de todas las ocasiones de ofenderte,
confesarme y, cumplir la penitencia que me fuera
impuesta.
Ofrezco, Seor, mi vida, obras y trabajos, en satisfaccin de todos mis pecados y, as como lo suplico, as
confo en tu bondad y misericordia infinitas, que los
perdonars, por los mritos de vuestra preciossima
sangre, pasin y muerte. Y me dars gracia para enmendarme, y perseverar en vuestro santo amor y servicio,
hasta el fin de mi vida. Amn.
Inicio
Aqu estoy, en tu divina presencia, Jess mo, para
visitarte. He venido, Seor, porque me has llamado.
Tu presencia real en la sagrada Eucarista realiza
aquellas palabras que nos diriges en el Evangelio:
Vengan a m todos los que estn cargados y agobiados,
que Yo los aliviar. Aqu vengo, pues: como enfermo al
Mdico, para que me sanes; como pecador al Santo, para
91

que me santifiques; y como pobre y mendigo al rico, para

que me llenes de tus divinos dones.
Creo, Jess mo, que ests en el Santsimo Sacramento
del Altar, tan real y verdaderamente como estabas en
Beln, como estabas en la cruz y como ests ahora en el
cielo. Espero en ti, que eres poderoso y bueno, para santificar mi alma y salvarme. Te amo con todo mi corazn,
porque eres la Bondad infinita, digno de ser amado por
todas las criaturas del cielo y de la tierra; y me has amado
hasta derramar tu sangre y dar tu vida en la cruz por m.
Vengo aqu a buscar un refugio contra la corrupcin
del mundo. En el mundo todo es falsedad y mentira;
vengo a ti que eres la Verdad eterna. El mundo est lleno
de abismos de iniquidad; vengo a ti que eres el nico
Camino de la felicidad. En el mundo todo es sensualidad
y pecado; vengo a ti que eres Vida y Santidad de las almas.
Dame luz, Seor! Que yo te vea presente en el
Sagrario con los ojos de la fe; y que mi corazn beba hasta
saciarse de la fuente del Amor divino que brota de tu
Corazn Sacramentado! Amn.
Lectura espiritual

apertura a las luces que el Espritu de Dios va brindando

a travs del texto seleccionado. Para ello, se recomienda
ante todo proveerse del libro espiritual por excelencia, la
Biblia o, al menos, el Nuevo Testamento. Puede servir
tambin otro texto, de inspiracin bblica y catequtica.
Invoca al Espritu Santo y lee, pausadamente, el texto. No
necesitas leer mucho ni rpidamente. Lo normal es que
leas no ms de quince minutos ni menos de ocho.
Retoma el texto y descubre las luces que el Espritu de
Dios te dona: para tu conversin, para tu trato con los
dems Revisa tus actitudes y pdele al Seor la gracia
de vivir segn ese nuevo valor que te sugiere. Agradcele
por su amor, al mostrarte su voluntad para ti. Luego,
prosigue tu oracin: nete de forma especialsima al
Seor y que l realice en ti aquello que te ha sugerido.
Puedes pedrselo a travs de la siguiente oracin...
Comunin espiritual
Creo, Jess mo, que eres el Hijo de Dios vivo, que has
muerto en la cruz por m y ahora ests real y verdaderamente en el Santsimo Sacramento del Altar. Te pido
perdn de todos mis pecados. Te amo sobre todas las
cosas y deseo recibirte. Ven a mi corazn. Te abrazo. No
te apartes jams de m.

Es un mtodo de autoformacin, que permite a la

persona profundizar en la fe, en una actitud orante, con
92

93

Estacin al Santsimo
Es una oracin de intercesin constituida por cinco
Padrenuestros, Avemaras y Glorias, por las cinco llagas,
uno por nuestra Nacin y uno por el Papa (es la
propuesta de oracin que sigue, en la pgina).
Letanas para adorar la presencia
de Jess en la Eucarista
Conocidas tambin como Letanas de Desagravio a
Jess sacramentado, se encuentran en la pgina
Oracin final
Gracias, Jess mo, por la bondad con que me has
recibido y permitido gozar de tu presencia y compaa
amorosas.
Me vuelvo a mis ocupaciones. Mi corazn queda
contigo. En mi trabajo y en mis descansos me acordar de
ti, y procurar vivir con la dignidad y el amor que
merecen tu divina amistad.
Dame tu santa bendicin y concdeme todas las
gracias que necesito, para amarte y servirte con mayor
fidelidad.
94

Bendice al mundo con el don de la Paz. Bendice y

protege a nuestra nacin.
Bendice, Seor, al santo Padre el Papa, tu Vicario en la
tierra. Ilumnalo cuando tenga que proclamar y defender
tu Evangelio; santifcalo y lbralo de todos sus enemigos.
Bendice a tu Iglesia santa y haz que su testimonio
luminoso brille en todas las naciones; que todos te
conozcan y adoren como nico y verdadero Dios.
Bendice a tus sacerdotes, santifcalos y multiplcalos.
Bendice y sostiene a los diconos, a las personas
consagradas a tu servicio, a los misioneros, a los catequistas y a todas las personas que colaboran contigo en la
construccin de un mundo segn tu Corazn.
Bendice a todos nuestros bienhechores y concdeles
la bienaventuranza eterna.
Bendice a los que nos han ofendido y clmalos de
beneficios.
Bendice a todos nuestros familiares y haz que vivan
todos en tu gracia y amistad; y que un da nos reunamos
en la Gloria.
Da la salud a los enfermos. Convierte a todos los
pecadores.
Acoge en tu seno a nuestros hermanos difuntos y
concdeles participar contigo en la Bienaventuranza
eterna.
95

Danos a todos tu divino amor de manera que,

viviendo nuestro presente en fe y esperanza, todos sostenidos y edificados por la caridad, podamos contemplar
tu hermosa faz en la luz esplendorosa en la Gloria. All
alzaremos un canto de alabanza sin fin a ti, que vives y
reinas en unin con el padre y el espritu Santo, excelsa
Trinidad. Por los siglos de los siglos. Amn.

Visita al Santsimo Sacramento

Acto de adoracin
Vengo, Jess mo, a visitarte. Te adoro en el Sacramento
de tu amor. Adoro tu presencia eucarstica en todos los
sagrarios del mundo. Te adoro, sobre todo, en donde ests
ms abandonado y eres ms ofendido. Me uno a quienes te
adoran con tanto amor, principalmente a tu Santa Madre,
a san Juan, tu discpulo amado, y de quienes han encontrado en este Sacramento la luz, el consuelo y la fuerza para
su vida cristiana. Gloria al Padre
Acto de fe
Creo, Jess mo, que estoy en tu presencia, en el
augusto Sacramento del Altar. Creo que eres el Hijo de
Dios vivo que has venido a salvarnos. Creo que has de
permanecer con nosotros hasta que se acabe el mundo.
Creo que bendices a los que te visitan, y que atiendes los
96

97

ruegos de tus adoradores. Creo que eres el Vitico de los

moribundos que te aman, para llevarlos al cielo. Creo en
ti, y he recibido de ti mismo la fe como don.

Acto de esperanza
Espero en ti, Jess mo, porque eres mi Dios y me has
creado para el cielo. Espero en ti, porque todo lo he recibido de tu bondad. Espero en ti, porque eres mi
Redentor. Espero en ti, porque eres mi Hermano y me has
comunicado tu filiacin divina. Espero en ti, porque eres
mi Abogado que me defiendes ante el Padre. Espero en ti,
porque eres mi Intercesor constante en la Eucarista.
Espero en ti, porque nos has abierto las puertas del cielo
con tu Pasin, muerte y resurreccin. Espero en ti,
porque tu perdn es ms grande que los ocanos. Espero
en ti, porque solo t sacias los anhelos ms profundos del
corazn. Espero en ti, porque siempre me atiendes y
consuelas, y nunca has defraudado mi esperanza.

Acto de caridad
Te amo, Jess mo, en ti est todo mi querer. Porque
t me has amado infinitamente. Porque t me has amado
desde la eternidad. Porque t has muerto y resucitado
para salvarme. Porque t no has podido amar ms.
Porque t me has hecho participante de tu divinidad y
quieres que lo sea de tu gloria. Porque t te entregas del
todo a m en la Comunin. Porque t me das en manjar
tu Cuerpo y en bebida tu Sangre. Porque t ests siempre
por mi amor en la santa Eucarista. Porque t me recibes
siempre en audiencia sin hacerme esperar. Porque t eres
mi mayor amigo. Porque t me llenas de tus dones.
Porque t me tratas siempre muy bien, a pesar de mis
pecados e ingratitudes. Porque t me has enseado que
Dios es Padre que me ama mucho. Porque t me has
dado por Madre a tu misma Madre. Seor Jess,
presente en la Eucarista y en la Palabra, haz que te ame
cada da ms y ms!

Acto de contricin
Jess mo, misericordia! Seor, te pido perdn por
los pecados que he cometido durante mi vida. Por aque98

99

llas cosas que te he hecho en la persona de mi prjimo. Por

lo que no he hecho, o he hecho mal. Por lo mal que me he
portado contigo. Siento mucho haberte ofendido.
Perdname, segn tu gran misericordia. Perdname por lo
ingrato que he sido para ti. Perdname y no quieras ya
acordarte de mis pecados. Perdname y lmpiame de toda
infidelidad. Perdname y ten misericordia de este pobre
pecador. Perdname, deseo con tu gracia corresponder a
tu amor. Perdname y aparta tu rostro de mis ingratitudes.
Perdname, pues reconozco mi culpa, he pecado contra ti.
Perdname, porque, no obstante, t sabes que te quiero
mucho. Jess, s para m salud y misericordia. Madre ma,
intercede por m ante tu divino Hijo Jess.

Acto de gratitud
Oh Jess, te doy rendidas gracias por los beneficios
que me has dado. Son tan cuantiosos como las arenas del
mar! Padre Celestial, te agradezco por tu Santsimo Hijo
Jess. Espritu Santo, Promesa de Jess a sus discpulos, a
ti todo honor y toda gloria. Jess mo, te doy gracias
sobre todo por haberme redimido. Por haberme hecho
cristiano mediante el Bautismo, cuyas promesas renuevo.
Por haberme dado por Madre a tu misma Madre. Por
100

haberme dado un grande amor a tan tierna Madre. Por

haberme dado por protector a san Jos, tu padre adoptivo. Por haberme dado un ngel que me acompaara en
el camino de la vida. Por haberme llamado a tu seguimiento, como hijo de la Iglesia. Por darme la
oportunidad de amarte y servirte en las personas que
estn a mi lado.

Acto de splica
Te ruego, Jess mo, que no me dejes: s siempre mi
fortaleza y refugio.
Que persevere siempre en tu amor. Que no permitas
que jams me aparte de ti. Que sepa padecer con el
corazn y la esperanza puestos en ti. Que liberes mi
corazn del resentimiento, del desamor y el desnimo.
Que no me preocupe sino de amarte y servirte en mis
hermanos, especialmente en los pobres, los pequeos, los
enfermos, los excluidos Que sostengas, alientes y gues
a tu Iglesia. Que conserves al Santo Padre, el Papa, como
gua de tu Pueblo.
Que ilumines y acompaes a los obispos y sacerdotes,
a todos los consagrados y catequistas en el servicio
pastoral. Que muestres el camino de la justicia a los que
101

gobiernan las naciones. Que mantengas en la unin y la

paz a nuestra querida patria. Que orientes, ayudes y
consueles a mis parientes y allegados. Que bendigas y
acompaes a quienes me han hecho algn bien.
Que favorezcas a los que ruegan por m. Que
perdones a los que me han herido. Que bendigas incluso
a los que no me aman. Que corresponda a tu amor escuchando y viviendo tu Palabra de vida, y sirvindote con
alegra y sencillez en mis hermanos. Que me guardes de
todo mal y me concedas una santa muerte. Que pueda
compartir contigo y todos mis seres queridos la alegra
sin fin del cielo.

VII

Visitas Breves

Unas palabras antes de iniciar

Oracin final
Jess mo, dame tu santa bendicin antes de salir del
lugar de tu Presencia. Que el recuerdo de esta visita se
mantenga en mi memoria y me sostenga en el camino de
la vida. Que sienta tu amorosa compaa en todo
momento, y que me mantenga abierto a la accin del
Espritu Santo, que transforma mi vida, a ejemplo tuyo,
en pan partido para la vida del mundo.

A veces, vamos caminando por la calle y entramos,

unos instantes, a la Iglesia. En esa ocasin, ve y visita a
Jess Eucarstico, aunque sea brevemente. Recuerda que
l es la persona ms importante que se encuentra all.
Como siempre, en silencio, presntate y adora al Seor. El
cuerpo te ayuda a entrar en la oracin: bien sea arrodillndote, haciendo una profunda genuflexin Si te
sientas, hazlo adecuadamente. Recuerda que el lugar en el
que ests es santo, porque l es santo.
Los presentes esquemas de oracin pueden ayudarte a
expresar tu nostalgia, tu deseo de Dios y, de alguna

102

103

forma, expresan tambin tu compromiso con l. Basta

con que escojas uno o, bien, que dejes fluir aquello que
tienes en el corazn

Oracin para una Visita

Oh, Jess de mi alma, encanto nico de mi corazn!

Heme aqu postrado a tus plantas, arrepentido y confuso,
como lleg el hijo prdigo a la casa de su padre. Cansado
de todo, solo a ti quiero, solo a ti busco, solo en ti hallo
mi bien. T, que fuiste en busca de la Samaritana; t, que
me llamaste cuando hua de ti, no me arrojars de tu
presencia ahora que te busco.
Seor, estoy triste, bien lo sabes, y nada me alegra; el
mundo me parece un desierto. Me hallo en oscuridad,
turbado y lleno de temor e inquietudes... te busco y no te
encuentro, te llamo y no respondes; te adoro, clamo a ti y
se acrecienta mi dolor. Dnde ests, Seor? Dnde?
Pues no gusto las dulzuras de tu presencia, de tu amor.
Pero no me cansar, ni el desaliento cambiar el
afecto que me impulsa hacia ti. Oh, buen Jess! Ahora
que te busco y no te encuentro recordar el tiempo en
que t me llamabas y yo hua... Y firme y sereno, ms all
de las tentaciones y del pesar, te amar y esperar en ti.
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Jess bueno, dulce y regalado padre y amigo incomparable, cuando el dolor ofusque mi corazn, cuando las
amistades me abandonen, cuando el tedio me persiga y la
desesperacin clave su garra en m, al pie del Sagrario,
crcel donde el amor te tiene prisionero, aqu y solo aqu
buscar fuerza para luchar y vencer.
No temas que te abandone: cuando ms me huyas,
ms te llamar y verter tantas lgrimas que, al fin,
vendrs... S, vendrs, y al posarte, disfrutar en la tierra
las delicias del cielo.
Dame tu ayuda para cumplir lo que te ofrezco; sin ti
nada soy, nada puedo, nada valgo... Fortalceme, y
desafiar las tempestades.

Ampara a todos tus hijos, Seor, ms tierno que una

madre.
Y a m, que te acompao cuando te abandonan otros,
porque he odo la voz de la Gracia; a m, que no te amo
por el cielo, ni por el infierno te temo; a m, que solo
busco tu gloria y estoy recompensado con la dicha de
amarte, aumntame este amor y dame fortaleza para
luchar y obtener el apetecido triunfo.
Adis, Jess de mi alma! Salgo de tu presencia, pero
te dejo mi corazn. En medio del bullicio del mundo
estar pensando en ti, y a cada respiracin, entiende, oh
Jess, que deseo ser tuyo. Amn.

Jess, mo, dame humildad, paciencia y gratitud,

amor... Amor! Porque si te amo de veras, todas las
virtudes vendrn en pos del amor.
Te ruego por los que amo... T los conoces. T sabes
las necesidades que tienen. Socrrelos con generosidad.
Acurdate de los pobres, de los tristes, de los hurfanos,
consuela a los que padecen, fortalece a los dbiles,
conmueve a los pecadores para que no te ofendan y
lloren sus extravos.
Cuida a mis seres queridos, incluso a los que llamaste
un da a tu Presencia. Concdeles compartir contigo la
alegra celestial.
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107

Bendita seas, oh Sabidura del Verbo Divino, que todo

lo sabes y lo ordenas, y sin embargo no sabas prepararnos una comida ms exquisita, que este Santsimo
Sacramento. Oh Pan celestial, gran Sacramento...!

Saludo a Jess Sacramentado

Bendito seas, oh Dios mo, que en tu inefable dulzura

de amor te has transformado en este pan para drnoslo
como el ms dulce manjar. Oh Pan celestial, gran
Sacramento...!

Oh Jess, verdadero Dios y verdadero hombre, aqu

presente en el Santsimo Sacramento del altar! Creo todo
lo que t, mi Seor, me has revelado. Arrepentido de
todos mis pecados, esperando en ti que nunca permites
que sea confundido, agradeciendo por este don supremo,
amndote sobre todas las cosas en este Sacramento de tu
infinito amor, adorndote en el misterio profundo de tu
humildad, te manifiesto y hago patente todas las heridas
y miserias de mi pobre corazn y te pido me des todo lo
que necesito y deseo.

Bendito seas, oh Dios mo, que has encerrado todos

tus misterios en esta humilde forma de pan terrenal. Oh
Trinidad Santsima! Oh Pan celestial, gran
Sacramento...!

Pero tan solo te necesito a ti, oh Dios mo, tan solo te

deseo a ti, tu gracia y la gracia de usar debidamente tus
gracias, poseerte en esta vida y poseerte en la otra!
Bendito seas, oh Poder divino de tu amante Corazn,
que aunque todo lo puedes, sin embargo, no podas
darnos un don ms precioso que este Santsimo
Sacramento. Oh Pan celestial, gran Sacramento, te adoro
y te alabo en todo momento!
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109

Cinco minutos con Jess en la Eucarista

Ofrecerme contigo, nuestro Redentor:

Hoy, conducido por el Espritu Santo, con Mara,
nuestra Madre, me consagro ti y me ofrezco contigo al
Padre, en tu santo sacrificio del altar, en reparacin de
nuestros pecados y para que venga a nosotros tu Reino.
Ser siempre tuyo (tuya), nuestro Seor:

Concdeme, Jess, estas cinco peticiones:

T, Seor, eres mo, porque t nos das tu Cuerpo

entregado y tu Sangre derramada.

Estar contigo, nuestro Amigo:

Pues reconozco, Jess, que necesito que t me laves
los pies, las manos, la cabeza y el corazn de toda
soberbia, rebelda, ambicin y comodidad.

Yo quiero ser siempre tuyo (tuya). Jess: t, hoy, todo

por m. Jess: yo, hoy, todo por ti.

Escucharte a ti, nuestro Maestro:

Jess, acepto tu leccin de que hace ms feliz dar que
recibir, es mejor servir que ser servido y que hay que
pasar por la cruz antes de entrar en la gloria.
Hablar contigo, nuestro Dios:
Quiero, Jess, derramar en tu Corazn todas las
inquietudes de mi vida. Nunca recibir menos de lo que
haya confiado en ti, nuestro Dios, pues nadie te gana en
generosidad.
110

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Amor Divino, Sacramentado!

Siento, al mirarte, mi pecho arder:
A tal Grandeza, la frente inclino;
Te adoro, y juro tu esclavo ser.

Las Buenas Noches a Jess Sacramentado

Unas palabras antes de iniciar

Si tienes la dicha de pasar ante el Sagrario ya en la
noche, antes de dormirte, podras dirigirle un ltimo
saludo a la Presencia eucarstica del Seor. Una vez ms,
el silencio te ayuda a entrar en su presencia. La liturgia
afirma que la noche es tiempo de salvacin. Que este
ltimo reconocimiento nocturno a su presencia en la
Hostia consagrada te disponga mejor a esa salvacin que
el Seor opera tambin en horas de descanso, en el
sosiego nocturno.La oracin que presentamos puede
ayudar a concluir este momento de oracin.

Oh! Si pudiera yo sin descanso

Pasar la noche junto a tu altar,
En las que siempre tan solitario,
Por amor mo te veo estar...
Mas... T me privas, de tanta dicha!
Pues, compasivo, te oigo decir:
Ve a tu reposo: Yo te bendigo.
Sin penas, duerme: Velo por ti.
Me voy! ... mas antes, Dueo Adorado,
Dejarte quiero mi corazn:
Dentro del tuyo, tenlo guardado,
Y all se abrase por ti, mi amor.
Muy buenas noches tengas, Seor.

Jess amado! acaba el da;

gozoso dejo ya mi labor:
y antes que tome grato reposo
postrado pido celeste don:
Dame, Bien mo, tu bendicin.
112

113

VIII

Novenas y otros Ejercicios piadosos

Unas palabras antes de iniciar

Qu sentido tienen las novenas, los octavarios y otras
oraciones similares? En general, cuando la comunidad
catlica celebra alguna gran fiesta, suele prepararse a ella
(como en el caso de novenas, triduos y similares) y
prolongarla durante ocho das (octavarios). Todo esto, en
torno a la fiesta principal reafirma el misterio de fe que
celebramos con tanta alegra. Lo comn es que dichas
preparaciones sean tiempo de oracin, de reconciliacin
y de penitencia; y suelen hacerse de forma comunitaria
aunque, tambin, individualmente.
115

La disciplina personal y comunitaria que impone

tomar tiempo para la oracin, posiblemente prepararse
para ello es algo positivo. Cmo no podra ser bueno
orar? As, estos ejercicios ayudan a crear un ambiente
favorable al encuentro con Dios y crean un clima de
familiaridad, que nos hace ms conscientes de la
presencia del Seor en nuestras vidas. Por dems, bien
preparadas, son ocasiones excelentes para crecer en la fe,
a travs de la accin catequtica que se desarrollan en
estos das.

ayudemos a los necesitados. Durante el tiempo de la

novena procuremos hacer obras de misericordia y vivir
cierto recogimiento espiritual.

Claro est: estos ejercicios de piedad no pueden estar

contaminados por supersticiones, o dndole una connotacin mgica. No se trata de obligar a Dios a que nos
escuche u obedezca la idea es que nosotros escuchemos
y obedezcamos con corazn de hijos a Dios. No lo
contrario. Las novenas, los octavarios, los triduos no
son una especie de contrato por el cual obligamos a Dios
a cumplir con la parte que le corresponde; cuando
suplicamos algo, siempre lo hacemos como seguidores de
Jess. Y Jess siempre busc la voluntad de Dios Padre,
sabiendo que l nos concede solo lo que nos conviene, y
nos da lo que en realidad necesitamos sin que lo pidamos.
A la oracin aadamos siempre una actitud de
conversin: cambiemos nuestras actitudes nocivas, cultivemos la reconciliacin con los dems, acerqumonos a
los sacramentos de la Reconciliacin y la Eucarista,
116

117

Novena al Santsimo Sacramento

Oraciones iniciales
Jaculatoria
Bendito y alabado sea el Santsimo Sacramento del
Altar, y la Inmaculada Concepcin de Mara Santsima,
Madre de Dios y Seora nuestra, concebida sin pecado
original en el primer instante de su ser. Amn.
Acto de contricin
Dulcsimo Jess Sacramentado, en quien creo, en
quien espero, a quien adoro y amo sobre todas las cosas;
recurro a tus pies y presencia santsima, reconociendo
que he pecado contra el cielo y contra ti.
Bondad infinita!, me pesa una y mil veces haberte
ofendido en mi y en mi prjimo. Perdona, Seor, mis
culpas. Acoge mi corazn contrito y mis deseos de seguir
tus huellas. Concdeme la firme intencin de no volver a
ofenderte, confesarme, reparar en la medida de lo posible
118

el dao realizado y cambiar mis actitudes segn tu

Evangelio. Y en reconocimiento de la misericordia que
me concedes, quiero dedicarme a tu servicio en cada uno
de mis hermanos, en la escucha y vivencia de tu Palabra
y en la adoracin a tu presencia en el Santsimo
Sacramento, en donde te alabar y bendecir por toda mi
vida. Amn.
Se reza la oracin del da que corresponda.

Oraciones por das

Da 1
Soberano y eterno Dios, que has querido encerrar en
la Sagrada Eucarista todas tus perfecciones: dgnate
recibir en seal de mi agradecimiento todas las alabanzas
que te dieron y dan todos los espritus bienaventurados
desde su creacin, y todos los santos desde que entraron
en tu gloria, y las que te dan y darn todas las criaturas
desde el principio del mundo por toda la eternidad; te
pido humildemente ilumines mi corazn con una fe muy
viva y operosa. As, reconociendo tu amorosa presencia
en el Santsimo Sacramento y sirvindote en el prjimo,
sepa tributarte continuamente la ms profunda adoracin. Amn.
119

Da 2
Soberano Seor y Rey eterno, que, estando en el cielo
junto al Padre y al Espritu Santo, quisiste humillarte en
el Santsimo Sacramento del altar, encubriendo toda tu
grandeza bajo el velo del Pan y Vino consagrados, te
suplico con la mayor humildad que toques mi vida y la
transformes con la suavidad de tu presencia; vence en m
los vicios, errores, imperfecciones, y sanes mi espritu de
toda maldad y huella del pecado. Imprime en m tus
rasgos, que viva segn tus sentimientos: que sea persona
de paz y unin, que nada haga por rivalidad o vanagloria
ni me estime ms de lo necesario; que no busque mis
propios intereses, sino los de los dems. Teniendo en mi
corazn tus disposiciones, Seor, ser como t, alimento
para la vida de mis hermanos. Amn.
Da 3
Dulcsimo Seor y vigilante Pastor de mi alma, que
no contento con haberme buscado y llevado sobre tus
amorosos hombros como oveja perdida, quisiste
quedarte en el Santsimo Sacramento para darte a ti
mismo en pasto a tus ovejas, cumpliendo de esta manera
y con excelencia los oficios de verdadero Pastor, haz que
arrepentido ya de haberte hecho trabajar en buscarme,
por haber huido de ti tantas veces, de aqu en adelante me
deje guiar y gobernar por tu gracia, y apacentada mi alma
120

con tan divino manjar, no vuelva yo a extraviarme de tus

caminos. Seor, concdeme un odo atento a tu voz y a
tus palabras. Que te reconozca y siga como mi Pastor y
viva segn esa realidad. Amn.
Da 4
Amabilsimo Seor y Jess mo, que quisiste dar a
conocer tu misericordia llamndote a ti mismo nuestro
Mdico y para que sansemos de todas las enfermedades
de nuestra alma quisiste dejar en la Iglesia la preciosa
medicina de tu propia Carne y Sangre: ten compasin,
Mdico divino, de todos mis males. Mira, Seor, que hace
tiempo los padezco; pero si quieres, puedes en este
instante mismo limpiarme de todo mal: oigo interiormente aquel piadoso quiero con que sanaste al leproso
del Evangelio, y espero con fe que conmigo igual suceda;
y si san tambin aquella enferma del relato bblico
tocando apenas el borde de tu manto, sane yo de todas
mis dolencias tocando y recibiendo dignamente tu
Cuerpo y Sangre, y logre as la salud corporal y espiritual.
Que, con el vigor espiritual recobrado, pueda yo testimoniar por doquier que en ti est la fuente de la vida, y que
todos pueden recibir de ti el alimento, la fuerza y el apoyo
necesarios para la vida. Amn.

121

Da 5
Sapientsimo Seor y Maestro de mi alma, que
despus de haber hablado tantas veces y de tantas
maneras a tu antiguo pueblo por medio de los profetas
quisiste hablar y ensear en persona a los hijos de la
Iglesia, estableciendo tu perpetua ctedra en el Santsimo
Sacramento, a donde como a verdadero monte de Dios
convidas a todos para que te oigan, comunicando los
tesoros de sabidura y ciencia que en ti se encierran; apidate, oh dulcsimo Maestro, de mi rudeza e ignorancia, y
dgnate comunicar a mi entendimiento luz para que
aprenda y viva tu doctrina evanglica, ensendome al
mismo tiempo a conocerte y a conocerme, y capacitndome para responder a tu llamada en las necesidades de
mis hermanos. Con tu gracia, pueda yo responder con
prontitud a tu santa voluntad. Amn.
Da 6
Omnipotente Seor y Padre amabilsimo, que siendo
dueo universal de todo lo creado tienes tanto amor a los
hombres, que los adoptas por hijos, y quieres que lo sean
y se llamen as, preparndoles en la mesa divina el Pan del
cielo para su alimento: despertando mi alma del olvido
en que ha vivido, me presento a tu misericordiosa y soberana presencia, y como el hijo prdigo del Evangelio
recurro a ti, confiado en que eres mi Padre. Tambin yo
122

he pecado contra el cielo y contra ti! Humildemente te

pido me perdones, recbeme nuevamente en tu casa,
entre los tuyos, para compartir tu mesa, comer tu Pan,
vivir tu vida, amarte y servirte en mis hermanos. Que
permanezca unido a ti hasta el fin de mi vida y por toda
la eternidad. Amn.
Da 7
Benignsimo Seor y husped divino de mi alma, que
siendo los cielos corto espacio para tu grandeza gustas
hospedarte en la pobre casa de mi corazn, y para facilitarme tanta dicha haz querido quedarte en el Santsimo
Sacramento; dgnate, Seor, que as como enriqueciste a
la Reina de los ngeles, Mara Santsima, con innumerables gracias y dones, porque la escogiste para como tu
morada, tambin derrames sobre m las riquezas de tu
misericordia para que, siendo yo tambin templo tuyo,
por tu gracia y en virtud del santo Bautismo, pueda recibirte dignamente, y conservar siempre en m la santidad
que necesito. Y as como te reconozco presente en m,
acepte y respete tu misericordiosa presencia oculta en el
rostro de mis hermanos, especialmente de los pobres, los
excluidos, los presos, los enfermos y abandonados. Amn.

123

Da 8
Dios y Seor enamorado de las almas, has colocado tu
alegra en estar con nosotros, y en seal de tanta delicadeza dijiste a los Apstoles despus de haberles dado tu
Cuerpo en la ltima Cena: Ya no los llamar siervos,
sino amigos mos; lo mismo dices en este Sacramento a
todos los cristianos que te reciben dignamente. Por esta
amistad, Seor, te pido que coloques en mi corazn los
ms vivos afectos de amor y de ternura para que no ame
nada fuera de ti, ni piense sino con tus criterios, ni haga
nada diferente a tu santa voluntad. Concdeme visitarte y
adorarte, respondiendo con este gesto al trato de amistad
con el que me bendices; hazme amoroso hijo de la Iglesia
y hermano de todas las personas, capaz de tratar de
amistad de forma libre y respetuosa con todos. Que
pueda vivir de ti y segn tu evangelio, hasta que goce de
tu presencia en la gloria celestial. Amn.
Da 9
Dulcsimo Jess sacramentado, que haz querido en la
Sagrada Eucarista quedarte junto a nosotros, convertido
en Comida para el camino de la vida, permtenos entrar
en tu escuela de paz y salir de tu contemplacin como
hacedores de paz: solidarios con nuestros hermanos,
dispuestos a trabajar por tu Reino, donde todos nos
sentaremos a tu Banquete sin distingos ni exclusiones.
124

Que tu Santa Madre, mara, Virgen eucarstica, nos introduzca en tu contemplacin, y te descubramos como
nuestro alivio y consuelo, el nico que sacia plenamente
el corazn humano. Amn.

Oraciones para concluir cada da

Padrenuestro, Avemara y Gloria.
Oracin
Seor Jess, verdadero Dios y verdadero hombre, te
alabo con el corazn y te agradezco en nombre de todos
y junto a la santa madre Iglesia, por quedarte y permanecer con nosotros en el Santsimo Sacramento del Altar.
Gracias, porque has escuchado mis splicas en este
lugar santo.
Siempre te alabar y exaltar, Seor, a ti que eres amor
y misericordia infinita. Maestro bueno, que me has
llamado amigo y has dado tu vida por m. T eres mi
todo: mi Dios y Seor. T, mi luz y verdad, esplendor de
la gloria del Padre y alegra plena del corazn. Confo,
una vez ms, a tu Corazn
Gloria al Padre
125


Al Salvador alabemos, que es nuestro pastor y gua.
Alabmoslo con himnos y canciones de alegra.
Alabmoslo sin lmites y con nuestras fuerzas todas; pues
tan grande es el Seor, que nuestra alabanza es poca.
Gustosos hoy aclamamos a Cristo, que es nuestro
pan, pues l es el Pan de vida, que nos da vida inmortal.
Doce eran los que cenaban y les dio pan a los doce. Doce
entonces lo comieron, y, despus, todos los hombres. Sea
plena la alabanza y llena de alegres cantos; que nuestra
alma se desborde en todo un concierto santo.
Hoy celebramos con gozo la gloriosa institucin de
este banquete divino, el banquete del Seor. Esta es la
nueva Pascua, Pascua del nico Rey, que termina con la
alianza tan pesada de la ley. Esto nuevo, siempre nuevo, es
la luz de la verdad, que sustituye a lo viejo con reciente
claridad. En aquella ltima cena Cristo hizo la maravilla
de dejar a sus amigos el memorial de su vida.
Enseados por la Iglesia, consagramos pan y vino,
que a los hombres nos redimen, y dan fuerza en el
camino. Es un dogma del cristiano que el pan, se
convierte en carne, y lo que antes era vino queda convertido en sangre.
126

Hay cosas que no entendemos, pues no alcanza la

razn; mas si las vemos con fe, entrarn al corazn. Bajo
smbolos diversos y en diferentes figuras, se esconden
ciertas verdades maravillosas, profundas. Su sangre es
nuestra bebida; su carne, nuestro alimento; pero en el
pan o en el vino Cristo est todo completo. Quien lo
come, no lo rompe, no lo parte ni divide; el es el todo y la
parte; vivo est en quien lo recibe.
Puede ser tan solo uno el que se acerca al altar, o
pueden ser multitudes: Cristo no se acabar. Lo comen
buenos y malos, con provecho diferente; no es lo mismo
tener vida que ser condenado muerte. A los malos les da
muerte y a los buenos les da vida. Qu efecto tan diferente tiene la misma comida!
Si lo parten, no te apures; solo parten lo exterior; en
el mnimo fragmento entero late el Seor. Cuando parten
lo exterior, solo parten lo que has visto; no es una disminucin de la persona de Cristo.
El pan que del cielo baja es comida de viajeros. Es un
pan para los hijos. No hay que tirarlo a los perros! Isaac,
el inocente, es figura de este pan, con el cordero de Pascua
y el misterioso man.
Ten compasin de nosotros, buen pastor, pan verdadero. Apacintanos y cudanos y condcenos al cielo.
Todo lo puedes y sabes, pastor de ovejas, divino.
Concdenos en el cielo gozar la herencia contigo. Amn.
127

V. Les diste, Seor, el Pan del cielo.

R. Que encierra en s todo deleite.

Octavario al Santsimo Sacramento

Oracin final
Oh Dios que en este Sacramento admirable nos
dejaste el memorial de tu Pasin; te pedimos nos
concedas venerar de tal modo los sagrados misterios de
tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos constantemente en nosotros el fruto de tu Redencin! A ti, que
vives y reinas con Dios Padre en unidad del Espritu
Santo, Dios por todos los siglos de los siglos. Amn.

Acto de contricin
Seor mo Jesucristo, que por el amor que tiene a los
hombres ests noche y da en este Sacramento, todo lleno
de piedad y de amor, esperando, llamando y recibiendo a
todos los que vienen a visitarnos: yo creo que ests
presente en el augusto Misterio del Altar, te adoro desde
el abismo de mi nada y te doy gracias por todas las
mercedes que me has hecho, especialmente por haberme
dado en este Sacramento tu Cuerpo, Sangre, Alma y
Divinidad, por haberme concedido como abogada a
nuestra Santsima Madre la Virgen Mara, y por haberme
llamado a visitarnos en este lugar santo.
Adoro tu amantsimo Corazn, y deseo adorarle con
tres fines: el primero, en agradecimiento de sta, tan
preciosa ddiva; el segundo, para desagraviarte de todas
las injurias que has recibido de quienes no te reconocen y
adoran en este Sacramento, y el tercero, porque deseo en

128

129

esta visita adorarte en todos los lugares de la tierra, donde

ests sacramentado con menos culto y ms olvido.
Jess mo!, te amo con todo mi corazn; me pesa
haberte ofendido tantas veces, en el pasado; propongo,
ayudado por tu gracia, enmendarme en lo venidero; y
ahora, miserable como soy, me consagro todo a Ti. Te doy
y entrego toda mi voluntad, mis afectos mis deseos y todo
cuanto me pertenece. De hoy en adelante haz, Seor, de
m y de mis cosas todo lo que te agrade. Lo que yo quiero
y te pido es tu santo amor, la perfecta obediencia a tu
santsima voluntad y la perseverancia final. Te encomiendo las almas del Purgatorio, especialmente las ms
devotas del Santsimo Sacramento y de Mara
Inmaculada, y te ruego tambin por todos los pecadores.
En fin, amado Salvador mo, uno todos mis afectos y
deseos con los de tu amorossimo Corazn, y as, unidos,
pido en tu Nombre al Padre celestial que por tu amor los
acepte y los mire benignamente. Amn.
Padrenuestro, Avemara, Gloria.

Comunin espiritual
Oh, Jess mo, creo que ests en el Santsimo
Sacramento; te amo sobre todas las cosas y deseo recibirte
dentro de mi alma. Ya que ahora no puedo hacerlo sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi
corazn...
Como si ya hubieses venido, te abrazo y me uno todo
a ti; no permitas jams que vuelva a abandonarte.
De la desgracia de recibir indignamente nuestro Cuerpo
y Sangre, lbranos, Seor.
De la concupiscencia de la carne, lbranos, Seor.
De la concupiscencia de los ojos, lbranos Seor.
De la soberbia de la vida, lbranos, Seor.
De toda ocasin de ofendernos, lbranos, Seor.
Jess, yenos.
Jess, escchanos.
V. Les diste, Seor, el Pan del cielo.
R. Que encierra en s todo deleite.
Oramos, a continuacin, la oracin del da segn
corresponda y el responso. Se culmina con el Gloria.

130

131

Responsorio
V. Alabado y bendito sea para siempre y a cada instante
el divinsimo y santsimo Sacramento del Altar.
R. Sea, por siempre, bendito y adorado.

ti. Te lo suplicamos, Seor, por intercesin de la santsima

Virgen Mara, tu dulcsima Madre y Madre nuestra y del
patriarca san Jos. Oh buen Jess, que vives y reinas en la
unidad del Padre y del Espritu Santo, por los siglos de los
siglos! Amn.
DA 3

Oraciones por das

Da 1
Oh Dios, que en el admirable Sacramento nos dejaste
una memoria de nuestra Pasin!, te rogamos nos
concedas, Seor, que de tal forma veneremos los misterios de nuestro Cuerpo y Sangre que perennemente
sintamos en nosotros el fruto de tu Redencin. T, que
vive y reinas con Dios Padre, en unin del Espritu Santo,
Dios por los siglos de los siglos. Amn.
Da 2
Dulcsimo Jess Sacramentado, ya que todo lo
puedes, remedia nuestra debilidad. Con Pedro, tambin
nosotros afirmamos: A quin iremos, Seor? Solo t
tienes palabras de vida eterna. Ya que aceptas nuestras
adoraciones, haz que cada da seamos menos indignos de
132

Soberano Seor Sacramentado, creemos en ti, esperamos en ti, te amamos y deseamos amar a todos con tu
mismo amor. Sin embargo, sabemos que hemos pecado.
Concdenos tu perdn y tu paz. Y porque sabemos que
no podemos nada sin tu amor, te pedimos: nenos a ti,
como las ramas estn unidas a la vid. As, podremos dar
los frutos buenos de humildad, de comprensin, de
justicia, de misericordia, de reconciliacin y paz propios
de los hijos de Dios. As toda nuestra vida ser eucarstica. Te lo pedimos por mediacin del inmaculado
Corazn de Mara, nuestra Madre a ti, dulcsimo Jess,
que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amn.
DA 4
Virgen Santsima, pon en nuestros labios y en nuestros corazones el Magnificat de tu eterna gratitud y
alegra, por las maravillas que el Seor ha hecho en
nosotros y por nosotros, su Pueblo santo.
133

Oh Mara, Madre de Jess Eucarista!, introdcenos

en la escuela del amor de Jess Sacramentado; comuncanos tu secreto de silencio e intimidad, para que
escuchemos las palabras de tu Hijo y las meditemos y
vivamos as como t lo has hecho. Madre de Jess y
Madre de la Iglesia, concdenos vivir imitando a tu
divino Hijo en el servicio y la obediencia al Padre, para
que nuestra vida toda sea adoracin. Amn.
DA 5
Oh radiante Sol de la Eucarista! Con perfeccin infinitamente mayor que el sol de la tierra, t iluminas,
enciendes y fecundas el mundo sobrenatural de quienes
te reconocen como Seor y Maestro. T eres Seor y
Maestro, t eres la Luz del mundo. Disipa con tu
resplandor, oh Jess eucarstico, la oscuridad con que las
falsas doctrinas someten las mentes y los corazones de las
personas. Ten piedad de todos aquellos que se extravan
por las sendas anchas de la mentira y la vanidad.
Conduce a los pecadores a tu camino. Sostn a los que
vacilan. Da tu fortaleza a los dbiles.
Que nuestra vida se fundamente en los valores del
Evangelio: que pensemos como t, juzguemos como t,
amemos como t, sirvamos como t, perdonemos como
t a fin de que, reconociendo tu presencia santifica134

dora en la vida de los que nos rodean, podamos adorarte

sinceramente en tu presencia eucarstica y nos concedas
continuar nuestra vida de adoracin en el reino celestial.
Amn.
DA 6
Oh Soberano Seor Sacramentado! Te adoramos
como Verbo encarnado, el amado del Padre, nico
camino para complacerle y llegar a l. Te contemplamos
en la cena pascual donde, despojndote de tu manto, te
ceiste de una toalla y, arrodillado, lavaste los pies a los
tuyos.
Tambin t has lavado el cansancio de nuestros pies y
las heridas del camino con el blsamo de tu presencia
eucarstica. Y, contigo y como t, queremos tambin
nosotros seguirte en lo cotidiano, lavando los cansancios,
las tristezas y las dificultades de nuestros hermanos:
siendo tolerantes con todos, pacientes y atentos. As,
podremos participar de tu Banquete como amigos,
unidos por tus mismas actitudes y tu mismo amor. Y
podremos tambin venir ac a adorarte y agradecerte por
todo el bien que, a travs de nosotros, sigues realizando
en el mundo. Amn.

135

DA 7
Seor mo Jesucristo, que, derramando sobre la
humanidad las riquezas de tu amor, instituiste el
Sacramento de la Eucarista, te suplicamos nos concedas
que podamos amar siempre tu Corazn amantsimo y
vivir edificando la unidad de tu cuerpo eucarstico, que es
la Iglesia.
Vive en nosotros, Jess, de manera que podamos
realizar en nuestras vidas, plenamente, el doble mandamiento: Amar a Dios sobre todas las cosas y al prjimo
como a nosotros mismos. Fortalece al Papa y a la Iglesia,
asiste a nuestros obispos y sacerdotes, alienta a los misioneros y misioneras, sostiene con tu amor la entrega de
quienes se han consagrado a ti. Rene a tu pueblo bajo un
solo rebao y un solo pastor. Danos siempre de tu Pan
para que, alimentados contigo, podamos caminar como
hijos de Dios por los senderos de la vida. Amn.

la Eucarista: permtenos permanecer en tu amor.

Queremos amarte con todas las fuerzas, con toda nuestra
mente, con todo nuestro corazn. Haznos tus discpulos
y misioneros: que llevemos tu presencia a todos. Haz que
te sintamos siempre presente en la Eucarista, que la
vivamos y comprendamos cada vez ms, que te recibamos con amor, te adoremos con entrega total, hasta
que seas la vida de nuestra vida.

DA 8
Oh Cristo Jess! Te reconocemos por Rey universal,
nuestro Seor y Maestro, camino, verdad y vida de la
humanidad. Con los ngeles, elevamos nuestro canto:
Gloria a Dios y paz en la tierra a los hombres de buena
voluntad! T te nos has dado como alimento y has
querido quedarte con nosotros a travs de la Palabra y de
136

137

Estacin al Santsimo Sacramento

Ofrecimiento de la estacin
En memoria, Seor, de tu pasin, de tu muerte en la
cruz, de tu agona, porque tanto aflige el alma ma, yo te
ofrezco, Seor, est estacin. Ojal que me gue a salvacin, pues todos mis sentidos a porfa, con respeto,
contento y alegra se enajenan en tu contemplacin! De
un pecador contrito y humillado dgnate a recibir esta
ofrenda; concdeme tu gracia, Dios amado, y tu misericordia a m descienda, pues te adoro, Seor, con fe sincera
y con fervor mi alma te venera.

Estaciones
1. Soberano Seor Sacramentado, aqu est un
pecador arrepentido de haber quebrantado tus mandamientos y tus leyes divinas infringidas. Aqu me tienes, a
tus pies postrados, porque me pesa que te he ofendido:
pequ, Seor, he cado en tu desgracia; imploro tu
perdn, dame tu gracia.
Padrenuestro, Avemara y Gloria.
Santsimo Sacramento, sea bendito y alabado, y eternamente adorado. Oh, soberano portento!
2. De tu misericordia, Dios piadoso, perdn espera
mi alma, arrepentida, pues s que eres afable y bondadoso y te goza en verla convertida. A ti, Dios compasivo y
generoso, te prometo le enmienda de mi vida, y me pesa
del tiempo que he pasado ofendindote, oh, Dios sacramentado!

V. Viva Jess sacramentado!

R. Viva y de todos sea muy amado!

Padrenuestro, Avemara y Gloria.

Santsimo Sacramento

138

139

3. Misericordia, oh, Dios omnipotente! Imploro

humilde: apidate de m. Y repito otra vez, sencillamente:
Me pesa, oh Dios, de cuanto te ofend! A tus sagrados
pies, sinceramente, cumplirte ofrezco lo que te promet.
Ya vez est mi corazn contrito: afrmame en tu amor,
Dios infinito.
Padrenuestro, Avemara y Gloria.
Santsimo Sacramento
4. En ti, mi Dios, est mi pensamiento y absorta,
contemplndote, mi alma. Ilumina, Seor, mi entendimiento: a mis pasiones dales dulce calma. De cuanto te
ofend, ya me arrepiento, y me presento con olivo y
palma: Smbolos son de pura fe y concordia.
Misericordia, oh Dios, misericordia!
Padrenuestro, Avemara y Gloria.
Santsimo Sacramento
5. Yo siento un jbilo suave, un gran contento,
postrado ante este Altar, considerando que ests, Seor,
en ese sacramento; que es a mi Dios a quien estoy
hablando: Qu grande Majestad! Qu gran portento!
140

Oh, qu amable Verdad estoy gustando! Sacramento

divino, yo te adoro. Te venero con fe, tu gracia imploro.
Padrenuestro, Avemara y Gloria.
Santsimo Sacramento
6. No es posible que exista en este suelo, quien
merezca cario puro y fino como el que te consagro, oh
Dios del cielo. T solo eres mi amor, Jess divino. T solo
eres mi Redentor, tu mi consuelo. Todo cuanto en ti veo
es peregrino; se enajena mi alma al contemplarte, y siento
gran placer al venerarte.
Padrenuestro, Avemara y Gloria.
Santsimo Sacramento
7. Para pagarte, Seor mo, en algo lo mucho que
pecando te he ofendido, es nada lo que puedo y lo que
valgo; mas te dir que estoy arrepentido. Que ya del mal
vivir con bro salgo, por tu gracia, oh mi Dios, fortalecido, para ayunar, orar y en penitencia, prestar siempre a
tus leyes obediencia.
Padrenuestro, Avemara y Gloria.
Santsimo Sacramento
141

IX

Preces para la adoracin eucarstica

Preces litnicas al Santsimo Sacramento

Seor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Seor, ten piedad de nosotros.
Dios Padre celestial, ten piedad de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo
Dios Espritu Santo
Santsima Trinidad, un solo Dios
Pan vivo que bajaste del Cielo
Dios escondido y Salvador
Comida de los escogidos
Vino que engendras vrgenes
143

Pan sustancioso y de los reyes regalo

Ofrenda pura
Cordero sin mancha
Mesa pursima
Comida de los ngeles
Man escondido
Memorial de las maravillas de Dios
Pan del Cielo
Verbo hecho carne
Dios con nosotros
Hostia Santa
Cliz de Bendicin
Misterio de fe
Preexcelso y venerable Sacramento
Sacrificio, el ms santo de todos
Verdadero propiciatorio por los vivos y difuntos
Remedio celestial, con el que nos preservamos de todos
los pecados
Milagro asombroso sobre todos los milagros
Don que excedes a toda riqueza
Memoria sacratsima de la Pasin del Seor
Vctima Pascual
Memorial principal del amor divino
Abundancia de liberalidad divina
Sacrosanto y augustsimo misterio
Medicina que nos da la inmortalidad
144

Sacramento vivificador, digno de todo respeto

Pan hecho carne por el Todopoderoso
Sacrificio incruento
Comida y convidado
Convite dulcsimo en el que sirven los ngeles
Sacramento de piedad
Vnculo de caridad
Oferente y ofrecido
Espiritual dulzura, gustada en la misma fuente
Sustento de las almas santas
Vitico de los que mueren en el Seor
Prenda de la gloria que esperamos
Mustrate propicio, lbranos, Seor.
De la comunin sacrlega
De la concupiscencia de la carne
Del deseo desordenado de los ojos
De las soberbia de la vida
De toda ocasin de pecar
Por aquel deseo con que deseaste comer esta pascua con
tus discpulos
Por la encendida caridad con que instituiste este divino
Sacramento
Por tu sangre preciosa, que nos dejaste en el altar
Por las cinco llagas de tu cuerpo sacratsimo, que
nosotros recibiste
Nosotros pecadores, te rogamos, yenos.
145

Que te dignes aumentar y conservar en nosotros la fe,

reverencia y devocin de este admirable Sacramento
Que te dignes guiarnos por la verdadera confesin de los
pecados, a la frecuente comunin
Que te dignes librarnos de toda hereja, infidelidad y
ceguedad de corazn de corazn
Que te dignes hacernos participantes de los frutos
preciosos y celestiales de este Santsimo Sacramento
Que te dignes confortarnos y fortalecernos en la hora de
nuestra muerte con este Vitico celestial
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, ten
misericordia de nosotros.
Cristo, yenos.
Cristo, escchanos.
V. Les diste pan del cielo (T. P. Aleluya).
R. Que contiene en s todo deleite (T. P. Aleluya).

Oracin final
Oh Dios que en este Sacramento admirable nos
dejaste el memorial de tu Pasin; te pedimos nos
concedas venerar de tal modo los sagrados misterios de
tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos constantemente en nosotros el fruto de tu Redencin! A ti, que
vives y reinas con Dios Padre en unidad del Espritu
Santo, Dios por todos los siglos de los siglos. Amn.

Ofertorio Eucarstico
BTO. SANTIAGO ALBERIONE
Gua: Dirijmonos con confianza a Jesucristo, Divino
Maestro presente en la Eucarista, diciendo:
Todos: Escchanos, Jess Maestro.

V. Seor, oye m splica (T. P. Aleluya).

R. Atiende a mi clamor (T. P. Aleluya).

Para que Jesucristo sea reconocido como el Camino,

la Verdad y la Vida.
Para que vivamos el Evangelio en toda su extensin,
altura y profundidad.
Para que se d orientacin cristiana en la formacin
de las nuevas generaciones.

146

147

Para que la teologa y la actividad pastoral se inspiren

en Cristo, buen Pastor.

Para que la Teologa asuma las realidades actuales y el

progreso cientfico.

Para que todos los cristianos fomenten las vocaciones

al servicio del Evangelio.
Para que todos los sacerdotes vivan, a ejemplo de
Cristo, su pobreza y su actividad apostlica.
Para que los religiosos y los sacerdotes sean autnticos
testigos de Cristo.
Para que sirvamos a la Iglesia con entrega total.
Para que la Iglesia, haciendo suyo el anhelo de Cristo,
acoja a todos los pueblos.
Para que nuestra comunin con los hermanos y con
el papa nos encamine a la unidad con todas las personas.
Para que los cristianos conformen su vida a los principios de la justicia evanglica.
Para que en todos los pueblos del mundo se realice la
verdadera democracia, haya trabajo para todos, justicia
social y caridad.
Para que el mundo del trabajo se inspire en los principios cristianos.

148

Preces al Santsimo Sacramento por el Papa

Gua: Oremos, hermanos, a Dios nuestro Padre, por
Jesucristo, nuestro Seor, que ha deseado quedarse
con nosotros en la Santsimo Sacramento, con la
fuerza del Espritu Santo.
Por el Santo Padre para que el Seor le conceda
salud, fortaleza y sabidura en su solicitud por todas las
Iglesias. Roguemos al Seor.
Por nuestro obispo, Monseor... y por todos los
obispos de la Conferencia Episcopal, para que, al presidir
la comunin de los hermanos en cada iglesia particular,
nos estimulen con su palabra y con su ejemplo a ser
testigos del seor en nuestro mundo. Roguemos al Seor.

Para que los cristianos realicen la vocacin universal a

la santidad.

Por la paz en toda la tierra, para que el Seor vuelva a

la concordia los corazones violentos y la justicia se
alcance en el perdn. Roguemos al Seor.

Para que se utilicen los medios modernos de comunicacin en la evangelizacin y en la unificacin de todos
los pueblos.

Por todos los que sufren, para que encuentren en el

Seor su consuelo y en nosotros la verdadera fraternidad
de Cristo. Roguemos al Seor.

149

Por todos los convidados a la Mesa del Seor, para

que participando en el banquete de su amor sean, como
l, servidores hasta el extremo de los hermanos.
Roguemos al Seor.

Por la santa Iglesia de Dios, necesitada de pastores,

para que alientes en sus comunidades la vocacin sacerdotal como una llamada permanente al servicio de los
hermanos, roguemos al Seor.

Por todos nosotros, para que acojamos al sucesor de

Pedro y su mensaje y seamos con l y en toda la iglesia
universal testigos de Jesucristo. Roguemos al Seor

Por el Papa, los obispos, los sacerdotes, los consagrados, los diconos y los ministros, para que crezcan en
la fidelidad a su vocacin, roguemos al Seor.

Gua: Oremos. Oh Dios, que para suceder al apstol San

Pedro, elegiste a tu siervo como pastor de tu grey,
escucha la plegaria de tu pueblo y haz que nuestro
Papa, Vicario de Cristo en la tierra, confirme en la fe
a todos los hermanos, y que toda la Iglesia se
mantenga en comunin con l por el vnculo de la
unidad, del amor y de la paz, para que todos encuentren en ti, Pastor de los hombres, la verdad y la vida
eterna. Por Jesucristo nuestro Seor. Amn.

Preces vocacionales
Gua: Te bendecimos por los sacerdotes y por las vocaciones al sacerdocio, y, al darte gracias por ellos, te
pedimos que escuches las splicas que ahora te
presentamos.
150

Por los jvenes de hoy, para que sientan la fortaleza del

Seor y no tengan miedo a seguir a Jess en su propia vocacin y con absoluta disponibilidad, roguemos al Seor.
Por los seminarios, casas de formacin y escuelas de
catequistas en nuestra patria; para que quienes all se
preparan para el servicio cristiano vivan con alegra y
esperanza su camino de fe y adhesin a Cristo Maestro,
roguemos al Seor.
Por las comunidades parroquiales, para que sean
semilleros de noviazgos y matrimonios cristianos, de
religiosos y religiosas felices en su vocacin, de misioneros y misioneras apasionados por dar a conocer a
Cristo, de catequistas que expresen con sus vidas y palabras la alegra de seguir al Seor, roguemos al Seor.
Por las familias cristianas, para que sean hogares
donde puedan nacer futuras vocaciones hacia los
distintos ministerios, que se dediquen a los diversos
servicios en la Iglesia, que se consagren a Dios en la vida
151

monacal, religiosa o el ministerio presbiteral, roguemos

al Seor.
Por todos nosotros, para que el Seor nos conceda la
gracia de darnos y entregar nuestra vida, por el amor, a
todos, roguemos al Seor.
Gua: Seor Jess, que has querido llamar a hermanos
para que, siguindote fielmente, te hagas presente en
ellos por el sacerdocio ministerial; escucha la oracin
de tu Iglesia, que hoy tambin te pide la gracia de que
sean testigos de ti y de tu amor en medio del mundo.
Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Seor. Amn.

Por las vocaciones en general

Gua: Invoquemos a Dios, nuestro Padre, para que haga
brillar en nuestros corazones la luz que irradia su
amor desde el rostro de Cristo:

Para que los jvenes descubran la vida desde la perspectiva de Dios y se entreguen a l, ya sea en el
matrimonio, en la vida sacerdotal, religiosa o misionera,
roguemos al Seor.
Por nuestros seminaristas para que, a travs de un
verdadero discernimiento vocacional, crezcan y maduren
en su camino de respuesta a Dios, roguemos al Seor.
T que nos dijiste La mies es mucha y los trabajadores son pocos, toca el corazn de nuestros jvenes
para que se pongan a tu disposicin en el servicio a los
ms alejados, roguemos al Seor.
Seor, las personas viven perdidas y desorientadas, los
hombres viven desorientados, sin un Maestro, como
ovejas sin pastor y necesitan de ti, que eres el Camino, la
Verdad y la Vida: manda misioneros que, como Mara,
sepan conducirlos a ti, verdadera alegra y sentido de la
existencia, roguemos al Seor.
Gua: Seor, concdenos permanecer en tu amor y cultivarlo con la oracin y la entrega desinteresada al bien
de los hermanos. Amn.

Seor, el mundo necesita personas que sean testigos

de tu amor. Concdenos ser esos signos concretos de tu
presencia en el mundo, viviendo reconciliados con los
dems mediante el perdn y la alegra diariamente renovados, roguemos al Seor.
152

153

Por los llamados al sacerdocio y la vida religiosa

Gua: Pidamos, hermanos, por todos los bautizados y
confirmados en Jess de Nazaret, para que, arriesgando la vida, sepan descubrir la voluntad del Padre
entre los hombres.
Por las comunidades cristianas, para que el Seor
suscite en nuestros das hombres y mujeres capaces de
arriesgar su vida por todos, roguemos al Seor.
Por el Papa, los obispos, los sacerdotes, los consagrados y consagradas, para que acten segn el plan
amoroso de Dios Padre y sean fieles al Seor en el
servicio de los hermanos, roguemos al Seor.
Por los vocacionistas y los que acompaan en el
discernimiento vocacional a los jvenes, para que,
abiertos a la accin del Espritu, sepan escuchar y ayudar
las personas confiadas a sus manos, roguemos al Seor.
Por todos los jvenes, para que en este mundo calculador y mercantilizado puedan apreciar el testimonio de
los sacerdotes y de todas las personas disponibles, y que
dicho testimonio los estimule a dar a su vida un sentido
ms generoso y abierto a los hermanos, roguemos al
Seor.
154

Por los jvenes llamados por Dios a vivir una especial

consagracin, para que en estn dispuestos a arriesgar su
vida en la construccin del Reino de Dios y sostengan su
vocacin con decidida generosidad. Roguemos al Seor.
Por todas las familias, para que sepan crear un clima
cristiano que facilite a sus hijos la respuesta a su vocacin, roguemos al Seor.
Gua: Escucha, Padre bueno, lo que ahora te hemos
pedido y que, a ejemplo de tu Hijo Jesucristo, haya
jvenes que sean capaces de arriesgar su vida por
todos siguindole a l, que vive y reina contigo, por
los siglos de los siglos. Amn.

Splicas a Jess Sacramentado por el Clero

Al santo padre, el Papa, envulvelo en tu gracia, Seor.
A los Cardenales, envales tu luz, Seor.
A los prrocos, dales acierto, Seor.
A los vicarios y colaboradores, gualos, Seor.
A los sacerdotes misioneros, protgelos, Seor.
A los sacerdotes predicadores, ilumnalos, Seor.
A los sacerdotes directores espirituales, instryelos,
Seor.
155

A los sacerdotes religiosos, hazlos perfectos, Seor.

A los sacerdotes rectores y formadores de los seminaristas, concdeles tu ciencia, Seor.
A los sacerdotes en peligro, lbralos, Seor.
A los sacerdotes tentados, dales el triunfo, Seor.
A los sacerdotes en pecado, dales tu gracia, Seor.
A los sacerdotes pobres, socrrelos, Seor.
A los sacerdotes dbiles, fortalcelos, Seor.
A los sacerdotes turbados, dales la paz, Seor.
A los sacerdotes aislados, acompalos, Seor.
A los sacerdotes en la tribulacin, dales tu fuerza, Seor.
A los sacerdotes atados a las cosas de la tierra, rompe sus
cadenas, Seor.
A los sacerdotes enceguecidos por el xito, el poder o el
tener, convirtelos, Seor.
A los sacerdotes motivo de escndalo, perdnalos,
Seor.
A los sacerdotes impacientes e intolerantes, dales tu
mansedumbre, Seor.
A los sacerdotes enfermos, snalos, Seor.
A los sacerdotes ancianos, sostenlos, Seor.
A los sacerdotes difuntos, dales la gloria, Seor.
De toda la Iglesia militante y purgante, apidate, Seor.

156

Oracin final
Oh Jess, Sacerdote eterno, guarda a tus sacerdotes en
tu amor; guarda inmaculadas sus manos ungidas que
tocan cada da tu Sagrado Cuerpo; guarda inmaculados
sus labios diariamente teidos con tu preciosa Sangre;
guarda puros y despejados de todo afecto terrenal sus
corazones, que T has sellado con la sublime marca del
sacerdocio. Que tu santo amor los rodee y los haga vivir
en el mundo, si seguir los valores del mundo, sino los
tuyos. Bendice sus tareas apostlicas con abundantes
frutos y haz que los hermanos y hermanas confiados a su
celo y direccin sean su alegra en la tierra, y su corona en
el cielo. T que vives y reinas con el Padre en la unidad
del Espritu Santo y eres Dios, por los siglos de los siglos.
Amn.

Preces por los Sacerdotes

Seor, te has quedado con nosotros y nos ofreces tu
Cuerpo, Pan partido, y tu Sangre, cliz de la salvacin,
hechos sacramentos de amor, hoy colocamos ante el Altar
de tu amor a nuestros sacerdotes.
157

No te pedimos que los saques del mundo; mas

lbralos del mal.
El fermento se pone en la masa, no en el arca, para
que haya buen pan, y sacien los hombres su hambre de
comunin.

Te pedimos por los sacerdotes que entregan su vida

para propagar tu Evangelio. Confrtalos con tu espritu.
Anmalos en su duro trabajo: dales fuerza para seguir
predicando tu verdad.

La luz no se luce, pero hace que vean los hombres el

rostro del hermano y distingan en l el ritmo que lleva el
corazn.

Que su doctrina y testimonio sean semilla de ideales

nobles en los jvenes, de inocencia en los nios, de
bendicin en las familias, de paz en las naciones, de amor
y esperanza en todos.

La sal no alimenta, pero hace sabroso lo inspido y

conserva de cualquier corrupcin cuanto est a su
alcance.

Suscita corazones generosos que, siguiendo su

ejemplo de entrega, hagan realidad la venida de tu Reino
al mundo. Amn.

La voz no es palabra ni idea, pero entona el mensaje y

hace que se oiga y se escuche lo que dice el autor.
Los pies no son el hombre, pero le llevan: la tierra es
escenario de su movimiento y el campo de su accin.
Haz, Seor, que los que has elegido para tu servicio
como luz y como sal, como fermento para la masa
humana, presenten en su palabra y en su testimonio el
Evangelio de la salvacin. Amn.
Seor, hoy tambin hay un inmenso gento que
camina maltrecho y como ovejas sin pastor.
Hoy tambin la mies es mucha y los obreros pocos.
T, que nos dijiste que en esos momentos rogramos
al Dueo para que enviase obreros a su mies, escucha
nuestra oracin:
158

Por los Sacerdotes

Gua: Oremos con confianza a Dios, nuestro Padre.
Para que no deje de celebrarse la Eucarista, danos
muchos y santos sacerdotes.
Para que nuestros odos escuchen la Palabra divina,
danos muchos y santos sacerdotes.
Para que alcancemos el perdn de nuestros pecados,
danos muchos y santos sacerdotes.
159

Para que tengamos quienes oren por nosotros, danos

muchos y santos sacerdotes.
Para que las familias cristianas deseen tener hijos
sacerdotes, escchanos, Seor, y ten piedad.
Para que los jvenes respondan a la llamada divina,
escchanos, Seor, y ten piedad.
Para que los aspirantes al sacerdocio perseveren en tu
santo servicio, escchanos, Seor, y ten piedad.
Gua: Dirige, Seor, tu mirada hacia nuestra necesidad,
bendcela con tu mano poderosa y concdenos lo que
te pedimos para que nuestro gozo sea pleno y con l
te alabemos eternamente. Amn.

Por los laicos comprometidos, para que renovando su

vocacin bautismal sean testigos del Amor de Dios,
amando y sirviendo a los hermanos, roguemos al Seor.
Necesitamos jvenes generosos: pidamos al Seor que
les ayude a abandonar los dolos del egosmo para que
descubran que amar y servir desinteresadamente es lo
que vale por encima de todo, roguemos al Seor.
Seor, que los sacerdotes, religiosos/as y misioneros te
reconozcan como su nico Dios y centro de sus vidas.
Concdeles el don de transmitirnos la experiencia
profunda que tienen de ti, roguemos al Seor.
Gua: Aydanos, Seor, a convertirnos totalmente al
amor de Cristo para entregarnos por completo a ti y
a nuestros hermanos. Amn.

Por las vocaciones religiosas

Por las vocaciones a la vida consagrada

160

Gua: Seor, t que nos dijiste que el amor a Dios y al

hermano son inseparables, inspira hoy nuestra
oracin.

Gua: Padre santo, al caer la tarde, tu Hijo nos ofreci su

cuerpo como alimento de vida eterna:

Para que la Iglesia, fiel a la vocacin recibida de su

Maestro, sea la Casa de todos donde puedan encontrar
acogida, comprensin y fraternidad, roguemos al Seor.

Acepta nuestra oracin vespertina y haz que no falten

en tu Iglesia vocaciones religiosas al servicio de los ms
necesitados.
161

Padre de Bondad, que aceptaste la ofrenda de tu Hijo

suscita, en nuestras parroquias, jvenes dispuestos a dar
su vida por ti en servicio a sus hermanos.
Te pedimos Seor por las familias cristianas, para que
sean iglesia domstica donde puedan nacer futuras
vocaciones para la Iglesia universal.
Te pedimos Seor por los Seminarios y Noviciados,
que los jvenes que all se preparan vivan con gozo y
generosidad su formacin.
Dios misericordioso que entregaste a tu Hijo nico
para salvar a los hombres, suscita tu generosidad en el
corazn de los padres cristianos para que con gozo
permitan a sus hijos poder seguir la vocacin al sacerdocio o a la vida consagrada.
Al llegar a su trmino esta jornada, haz que no decline
en la Iglesia la esperanza de tu Reino, enriqucela con
numerosas vocaciones a la vida consagrada.
Gua: Oh Cristo, que con tu sacrificio redentor purificas
y elevas el amor humano, haz de los hogares cristianos cantera de vocaciones al sacerdocio y a la vida
consagrada. T que vives y reinas, por los siglos de los
siglos. Amn.

162

Preces por la vocacin a la vida matrimonial

Gua: Seor Jess, que has amado a la Iglesia, tu esposa,
hasta hacerte t mismo su comida en la Eucarista, te
presentamos a todos los llamados a vivir su santidad
en la vida matrimonia.
Por la Iglesia, para que sus frutos de amor, alegra y
paz se manifiesten con fuerza en nuestro mundo
haciendo presente as a Cristo en medio de la humanidad, roguemos al Seor.
Por la paz, para que este don que brota del Resucitado
reine en nuestros corazones, por que sepamos buscarla y
construirla para hacer un mundo cada vez mejor y ms
justo para todos, roguemos al Seor.
Por quienes se acercan al sacramento del Matrimonio
para que, bendecidos por la presencia del Seor que
consagra su amor, puedan ser fieles al amor que se
prometen, alimenten su vida de fe con el pan Eucarstico
y sean espejo del amor de Cristo por la Iglesia, roguemos
al Seor.
Para que la vida matrimonial sea para sus llamados
una fuente de riqueza espiritual y de plenitud humana,
roguemos al Seor.
163

Para que los cnyuges hagan de su hogar un lugar de

acogida, serenidad y alegra, de respeto, tolerancia, cario
y comprensin, roguemos al Seor.
Para que los esposos cristianos acudan, con humildad
y confianza, a la fuente de la vida y del amor: Cristo
Eucarista, y se alimenten juntos de su Cuerpo y de su
palabra, roguemos al Seor.

Por todos los hogares de la humanidad: esposos,

padres, hijos, ancianos, hurfanos, por aquellas familias
que carecen de lo necesario, por las que tienen familiares
enfermos, por las que viven separadas, por las vctimas de
la violencia, el terrorismo y la guerra, roguemos al Seor.

Por los matrimonios en dificultades: parar que, en

medio de las dificultades, puedan comprenderse y perdonarse, cultiven la paciencia y la esperanza, olviden
mutuos egosmos y renueven an en la dificultad la
promesa de fidelidad al amor que se han prometido,
roguemos al Seor.

Gua: Escucha, Seor, nuestras splicas y concede a

quienes llamas a vivir unidos a ti en el vnculo matrimonial perseverar en el amor y aprender de ti a amar.
T que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amn.

Por los matrimonios con hijos, para que sus hijos

sean su dicha en la tierra y su corona en el cielo, sepan
educarlos en el amor a Dios y a los dems, y los capaciten
con sus actitudes a afrontar con valenta y esperanza el
mundo, roguemos al Seor.
Por las parejas de novios, para que vivan este tiempo
que antecede al matrimonio como un momento privilegiado para conocerse, aceptarse y edificar su amor en el
respeto, la escucha y la comprensin, roguemos al Seor.
Por los sacerdotes, catequistas y orientadores que
trabajan en la Pastoral Familiar y en la Preparacin PreMatrimonial, para que el Espritu Santo les ayude a
164

acompaar en el discernimiento y en el crecimiento a las

parejas a ellos confiados, roguemos al Seor.

Preces ante el Santsimo Sacramento por la Vida

Gua: Seor Jess, cada vez que nos reunimos para celebrar el misterio pascual de tu amor escuchamos tus
palabras: Esto es mi Cuerpo, que ser entregado por
ustedes. Con ellas, quisiste mostrarnos hasta dnde
llega tu amor hacia nosotros: a entregar tu vida para
que nosotros tuviramos tu misma vida. Tambin las
pronunciaste para que comprendamos el significado
del amor que nos pides para con los dems, un amor
165

que nos lleva a entregarnos completamente para que

otros puedan vivir. Sin embargo, hay muchos que no
escuchan tu Palabra y justifican atentados contra la
vida humana. Seor Jess, creemos y proclamamos
que t, el Hijo de Dios que por nosotros te hiciste
hombre en el seno de la Virgen Mara, y que por
nosotros entregaste tu vida en la cruz, ests realmente
presente en este Santsimo Sacramento. Escucha las
splicas que te dirigimos para que el Evangelio de la
vida sea acogido, celebrado y anunciado por todas las
personas. Respondemos a cada peticin: Oh Cristo,
pan vivo bajado del cielo, escucha nuestra oracin.

Seor Jess, que curaste a la hemorrosa y la reintegraste a la sociedad, haz que los cientficos y los
profesionales de la sanidad apoyen siempre la vida y
rechacen toda prctica que atente contra la dignidad o la
vida de las personas.

Seor Jess, en la Eucarista nos entregas tu vida por

amor. Ensanos y concdenos amar como t para ser,
contigo, pan partido que da vida al mundo.

Seor Jess, que en la Eucarista sigues dndote a

nosotros como Vida de nuestra vida, que cuantos apoyan
cualquier atentado contra la vida humana sean curados
de su ceguera.

Seor Jess, en la Eucarista te adoramos como Seor

y Rey de reyes. Ilumina a nuestros gobernantes para que
defiendan la vida desde su concepcin hasta su muerte
natural.
Seor Jess, que en el hogar de Nazaret veas cmo
con amor todo era compartido, que las familias sean
escuela de acogida, de amor y aprecio por el don de la
vida de todo ser humano.
166

Seor Jess, que en la Eucarista nos enseas a

caminar en la luz del amor, ilumina a las mujeres que han
concebido un hijo para que recorran el camino de la vida
y encuentren las ayudas necesarias de sus familiares y la
comunidad.
Seor Jess, que de nio fuiste inmigrante en tierra
extraa, que los inmigrantes y desplazados sean tratados
como hermanos.

Seor Jess, que en la Eucarista nos dices: Aprendan

de m que soy manso y humilde de corazn, que se acabe
la violencia en los corazones, que cesen las discordias, las
mentiras y el asesinato.
Seor Jess, que en la Eucarista nos invitas a aceptar
tu yugo suave y tu carga ligera, danos tu gracia para
sostener a quienes se sienten dbiles, agotados y deprimidos ante el sufrimiento fsico o moral; que podamos
ayudar a recuperar las esperanzas y la alegra de vivir.

167

Seor Jess, que sufriste violencia en nuestras manos,

te pedimos por las vctimas de todo tipo de atentado
contra la vida: el aborto, la eutanasia, la violencia domstica, el homicidio, el terrorismo y otros tipos de agresin.
Que el recuerdo del dolor y la injusticia vividos por estas
vctimas nos impulse a frenar nuestras propias violencias
y a construir un mundo donde todos tengamos espacio.
Seor Jess, que acoges a los pobres y pequeos, que en
nuestra sociedad se defienda siempre el valor sagrado de la
vida, an de quienes posean alguna condicin especial, de
los ancianos y de los enfermos graves, que nunca les falte la
esperanza, la comprensin y la ayuda que necesitan.
Seor Jess, que eres la Resurreccin y la vida, que a
los enfermos terminales y moribundos no les falte la
cercana de sus seres queridos y, en caso necesario, los
cuidados paliativos que les permitan aliviar el dolor y
vivir con serenidad el final de la vida presente.
Gua: Oh Cristo, Pan vivo bajado del cielo, te adoramos y
te glorificamos, porque encontramos en ti la fuente
de la vida eterna. Escucha nuestra oracin y haznos
apstoles intrpidos del Evangelio de la vida, para
construir, junto con todas las personas de buena
voluntad, la civilizacin de la verdad y del amor, para
alabanza y gloria del Dios Creador y amante de la
vida. Amn.
168

Plegarias a Jess en la Eucarista

Qudate con nosotros!

JUAN PABLO II
Seor, qudate con nosotros!
Qudate con nosotros hoy, y qudate, de ahora en
adelante, todos los das...
Qudate!
Para que podamos encontrarnos contigo en la adoracin y el agradecimiento, en la oracin de expiacin y de
splica, a la que todos los visitantes de esta baslica estn
invitados.
Qudate!
169

T que a la vez ests velado en el misterio eucarstico

de la fe y revelado bajo las especies que tomaste en este
Sacramento.
Qudate!
Para que se reconfirme constantemente tu presencia
en este templo, y todos los que entren en l adviertan que
es tu casa, la morada de Dios entre los hombres, y visitando esta baslica encuentren la fuente misma de vida y
de santidad que brota de tu Corazn eucarstico.
La Eucarista es el testimonio sacramental de tu
primera venida, con la que quedaron reafirmadas las
palabras de los profetas y se cumplieron las esperanzas.
Nos has dejado, Seor, tu Cuerpo y tu Sangre bajo las
especies de pan y vino para que atestigen que se ha realizado la redencin del mundo, y para que por ellas llegue
a todos los hombres tu misterio pascual como sacramento de la vida y de la salvacin.
La Eucarista es, al mismo tiempo, un constante
prenuncio de tu segunda venida y el signo del adviento
definitivo, a la vez que la espera de toda la Iglesia:
Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurreccin.
Ven, Seor Jess!.
Queremos, todos los das y a todas las horas, adorarte,
despojado bajo las especies de pan y vino, para renovar la
170

esperanza de la llamada a la gloria, cuyo principio eres

t con tu cuerpo glorificado a la derecha del Padre.
Un da, oh Seor, preguntaste a Pedro: Me quieres?.
Se lo preguntaste tres veces, y por tres veces l
respondi: Seor, t lo sabes todo; t sabes que te
quiero La respuesta de Pedro, sobre cuyo sepulcro est
erigida esta baslica, se expresa hoy mediante esta adoracin de cada da y de todo el da...
Todos cuantos participen de esta adoracin en tu
presencia eucarstica testimonien con cada visita y hagan
nuevamente resonar aqu la verdad encerrada en las palabras del apstol: Seor, t lo sabes todo; t sabes que te
quiero. Amn.

T tienes Palabras de Vida Eterna

JUAN PABLO II
Seor Jess: nos presentamos ante ti sabiendo que
nos llamas y que nos amas tal como somos. T tienes
palabras de vida eterna y nosotros hemos credo y conocido que t eres el Hijo de Dios (Jn 6,69).
Tu presencia en la Eucarista ha comenzado con el
sacrificio de la ltima cena y contina como comunin y
donacin de todo lo que eres.
171

Aumenta nuestra fe.

Por medio de ti y en el Espritu Santo que nos comunicas, queremos llegar al Padre para decirle nuestro s
unido al tuyo.
Contigo ya podemos decir: Padre nuestro.
Siguindote a ti, camino, verdad y vida, queremos
penetrar en el aparente silencio y ausencia de Dios,
rasgando la nube del Tabor para escuchar la voz del Padre
que nos dice: Este es mi Hijo amado, en quien tengo mi
complacencia: escuchadlo (Mt 17,5).
Con esta fe, hecha de escucha contemplativa,
sabremos iluminar nuestras situaciones personales, as
como los diversos sectores de la vida familiar y social.
T eres nuestra esperanza, nuestra paz, nuestro
mediador, hermano y amigo.
Nuestro corazn se llena de gozo y de esperanza al
saber que vives siempre intercediendo por nosotros
(Heb 7,25).
Nuestra esperanza se traduce en confianza, gozo de
Pascua y camino apresurado contigo hacia el Padre.
Queremos sentir como t y valorar las cosas como las
valoras t. Porque t eres el centro, el principio y el fin de
todo.

172

Apoyados en esta esperanza, queremos infundir en el

mundo esta escala de valores evanglicos por la que Dios
y sus dones salvficos ocupan el primer lugar en el
corazn y en las actitudes de la vida concreta.
Queremos amar como t, que das la vida y te comunicas con todo lo que eres.
Quisiramos decir como san Pablo: Mi vida es
Cristo (Flp 1,21).
Nuestra vida no tiene sentido sin ti.
Queremos aprender a estar con quien sabemos nos
ama, porque con tan buen amigo presente todo se
puede sufrir. En ti aprenderemos a unirnos a la voluntad
del Padre, porque en la oracin el amor es el que habla
(Sta. Teresa).
Entrando en tu intimidad, queremos adoptar determinaciones y actitudes bsicas, decisiones duraderas,
opciones fundamentales segn nuestra propia vocacin
cristiana.
Creyendo, esperando, amando con una actitud
sencilla de presencia, silencio y espera, que quiere ser
tambin reparacin, como respuesta a tus palabras:
Quedaos aqu y velad conmigo (Mt 26,38).
T superas la pobreza de nuestros pensamientos, sentimientos y palabras; por eso queremos aprender a adorar
admirando el Misterio, amndolo tal como es, y callando
con un silencio de amigo y con una presencia de donacin.
173

El Espritu Santo que has infundido en nuestros corazones nos ayuda a decir esos gemidos inenarrables (Rm
8,26) que se traducen en actitud agradecida y sencilla, y
en el gesto filial de quien ya se contenta con sola tu
presencia, tu amor y tu palabra.
En nuestras noches fsicas y morales, si t ests
presente, y nos amas, y nos hablas, ya nos basta, aunque
muchas veces no sentiremos la consolacin.
Aprendiendo este ms all de la adoracin, estaremos
en tu intimidad o misterio.
Entonces nuestra oracin se convertir en respeto
hacia el misterio de cada hermano y de cada acontecimiento para insertarnos en nuestro ambiente familiar y
social y construir la historia con este silencio activo y
fecundo que nace de la contemplacin.
Gracias a ti, nuestra capacidad de silencio y de adoracin se convertir en capacidad de amar y de servir.
Nos has dado a tu Madre como nuestra para que nos
ensee a meditar y adorar en el corazn. Ella, recibiendo
la Palabra y ponindola en prctica, se hizo la ms
perfecta Madre.
Aydanos a ser tu Iglesia misionera, que sabe meditar
adorando y amando tu Palabra, para transformarla en
vida y comunicarla a todos los hermanos. Amn.
174

Corpus Christi
PABLO VI
Jess, t te haces nuestro: cmo y por qu? Nos
atraes hacia ti presente, presente de una forma misteriosa, s, pero no ms misteriosa que la del pensamiento
presente en la voz y la de la voz presente en el nimo del
auditorio; nica en si y tan multiplicada cuantos son los
presentes que la oyen.
Presente, como el singular peregrino de Emas, que
alcanza, se acerca, acompaa, adoctrina y conforta los
desconsolados viandantes en el atardecer de las esperanzas perdidas.
Presente en el silencio y en la pasividad de los signos
sacramentales, como si quisieras a un tiempo ocultar y
revelar todo su ser, de modo que solo el que cree y a un
tiempo poner el abrigo comprende, y ofrecer todo su ser,
de modo que solo el que ama pueda de verdad recibir.
Hacia ti nos atraes, paciente: paciente en la oblacin
de tu ser por la salvacin de los dems, para alimento de
los dems; paciente al simbolizar tu cuerpo separado de
la sangre, es decir, como Vctima inmolada y desangrada;
paciente hasta la media extrema del dolor, de la deshonra,
del abandono, de la angustia y finalmente de la muerte,
para que en la medida de la pena se revelara el grado de
la culpa y de amor, de la culpa humana y de tu amor.
175

Jornada de un alma
BTO. JUAN XXIII
Oh Jess, en el santsimo Sacramento, me gustara
estar lleno de amor por ti; mantenme unido cerca de ti,
que pueda mi corazn estar siempre cerca del tuyo.
Yo quiero estar contigo como el apstol Juan. Oh,
Mara del Rosario, mantenme recogido cuando Yo diga
esas tus oraciones; amrrame para siempre con tu
Rosario a Jess del santsimo Sacramento. Bendito sea
Jess, mi amor.

A Jess en el Santsimo Sacramento

Seor mo Jesucristo, que por el amor que tienes a la
humanidad, permaneces de da y noche en este
Sacramento, lleno de misericordia y ternura: esperando,
llamando y acogiendo a todos los que vienen a visitarte,
yo creo que estas aqu presente. Te adoro desde el abismo
de mi nada, te doy gracias por todos los favores, y especialmente por haberte t mismo dado a nosotros en este
Sacramento; por habernos concedido a Mara, tu propia
Madre, como intercesora; y por haberme llamado a visitarte en esta Iglesia.
176

Seor, Hostia Santa, deseo adorarte en agradecimiento por este grande don, en reparacin de todos los
ultrajes que t, amado Jess, recibes en este Sacramento,
por aquellos que no creen en ti o por quienes, an bautizados, desconocen tu presencia real en la Eucarista.
Oh Jess mo, te amo de todo corazn. Me arrepiento
de haberte entristecido tantas veces en m y en mi
prjimo. Me propongo, con tu santa ayuda, no ofenderte
ms en adelante, y ahora, aunque, estoy lleno de faltas e
imperfecciones, me consagro del todo a ti. Haz de m lo
que te agrade. Yo solo te pido y solo deseo tu santo amor
y la perseverancia hasta el fin.
Te pido por todos los fieles difuntos, especialmente
por aquellos que fueron ms devotos del Santsimo
Sacramento y de la Santsima Virgen.
Por fin, mi amado Salvador, escondido en la Hostia
Santa, uno todos mis afectos a los de tu amorossimo
Corazn, y los ofrezco al Padre eterno, suplicndole que
por amor a ti, se sirva aceptarlos y escucharlos. As sea.

177

A Jess escondido en el santsimo Sacramento

STA. FAUSTINA KOWALSKA
Yo te adoro, Seor y Creador, escondido en el
Santsimo Sacramento. Te adoro por todos los trabajos de
tus manos, que t me revelas con tanta sabidura, bondad
y misericordia, oh Seor. T has esparcido tanta belleza
sobre la tierra y esta me habla de tu belleza, aunque estas
cosas hermosas son apenas una reflexin vaga de ti,
belleza incompresible. Y aunque t te has escondido y has
escondido tu belleza, mis ojos, iluminados por la fe, te
alcanzan y mi alma te reconoce como su Creador, su ms
altsimo bien, y mi corazn est completamente sumergido en oracin y adoracin.

A Jess en el Sagrario
STA. TERESITA DEL NIO JESS
Oh Dios escondido en la prisin del sagrario!, todas
las noches vengo feliz a tu lado para darte gracias por
todos los beneficios que me has concedido y para pedirte
perdn por las faltas que he cometido en esta jornada,
que acaba de pasar como un sueo
178

Qu feliz sera, Jess, si hubiese sido enteramente fiel!

Pero, ay!, muchas veces por la noche estoy triste, porque
veo que hubiera podido responder mejor a tus gracias
Si hubiese estado ms unida a ti, si hubiera sido ms caritativa con mis hermanas, ms humilde y ms mortificada,
me costara menos hablar contigo en la oracin.
Sin embargo, Dios mo, lejos de desalentarme a la vista
de mis miserias, vengo a ti confiada, acordndome de que
no tienen necesidad de mdico los sanos, sino los
enfermos. Te pido, pues, que me cures, que me perdones,
y yo, Seor, recordar que el alma a la que ms has perdonado debe amarte tambin ms que las otras. Te
ofrezco todos los latidos de mi corazn como otros tantos
actos de amor y de reparacin, y los uno a tus mritos
infinitos. Y te pido, divino Esposo mo, que seas t mismo
el Reparador de mi alma y que actes en m sin hacer caso
de mis resistencias. En una palabra, ya no quiero tener
ms voluntad que la tuya. Y maana, con la ayuda de tu
gracia, volver a comenzar una vida nueva, cada uno de
cuyos instantes ser un acto de amor y de renuncia.
Despus de haber venido as, cada noche, al pie de tu
altar, llegar por fin a la ltima noche de mi vida, y
entonces comenzar para m el da sin ocaso de la eternidad, en el que descansar sobre tu divino Corazn de
las luchas del destierro Amn.
179

Al Amor de los amores: Jess Sacramentado

STA. TERESITA DEL NIO JESS
Sagrario del Altar: el nido de tus ms tiernos y regalados amores! Amor me pides, Dios mo, y amor me das;
tu amor es amor de cielo, y el mo, amor mezclado de
tierra y cielo; el tuyo es infinito y pursimo; el mo,
imperfecto y limitado.
Sea yo, Jess mo, desde hoy, todo para ti, como t los
eres para m. Que te ame yo siempre, como te amaron los
apstoles; y mis labios besen tus benditos pies, como los
bes la Magdalena convertida. Mira y escucha los extravos de mi corazn arrepentido, como escuchaste a
Zaqueo y a la Samaritana. Djame reclinar mi cabeza en
tu sagrado pecho, como a tu discpulo amado, san Juan.
Deseo vivir contigo, porque eres Vida y Amor.
Por solo tus amores, Jess, mi bien amado, en ti mi
vida puse, mi gloria y porvenir. Y ya que para el mundo
soy una flor marchita, no tengo ms anhelo que, amndote, morir. Amn.

180

Al Corazn Eucarstico de Jess

Oh, Corazn eucarstico! Oh, Amor soberano del
Seor Jess! Has instituido el augusto Sacramento del
Altar para permanecer en medio de tu Pueblo, para darte
a nosotros como alimento y celestial bebida. Creemos
firmemente, Seor Jess, en este tu amor extremo que
instituy la Santsima Eucarista. Y aqu, delante de esta
Hostia, es justo que adoremos este amor, que lo confesemos y lo ensalcemos como el gran centro de la vida de
tu Iglesia.
Este amor es para nosotros una invitacin apremiante. En l t nos dices: Miren cunto los amo!
Dando mi Carne como alimento y mi Sangre como
bebida, quiero con este contacto avivar su caridad y
unirlos a m; quiero llevar a cabo la transformacin de
ustedes en m, que soy el Crucificado; en m, que soy el
Pan de la Vida eterna. branme, pues, sus corazones.
Vivan de mi Vida y vivirn de Dios.
Nosotros reconocemos tu voz, Seor. Tal es la llamada
de tu Corazn eucarstico. Te la agradecemos y queremos
corresponderte. Otrganos la gracia de compenetrarnos
bien con este amor supremo por el cual, antes de padecer,
nos convidaste a tomar y comer tu sagrado Cuerpo.
Graba en el fondo de nuestros corazones el firme propsito de ser fieles a esta invitacin. Danos la devocin y la
181

reverencia necesarias para honrar y recibir dignamente el

don de tu Corazn eucarstico, este don de tu amor final.
As podamos nosotros, con tu gracia, celebrar de modo
efectivo el recuerdo de tu Pasin, reparar nuestras ofensas
y nuestras frialdades, alimentar y acrecentar nuestro
amor a ti y a nuestro prjimo, y conservar siempre viva
en nuestros corazones la semilla de la bienaventurada
inmortalidad. Amn.

Alabanza a Dios, Nuestro Seor

Unido a cuantos hoy se han congregado para escuchar la Palabra divina y celebrar la muerte redentora de
Cristo, quiero alabar a Dios con mi ms profundo agradecimiento por haberme redimido, por acompaarme
da a da, por hacerse Pan vivo para la transformacin
de todas las personas y por manifestarse, de tantas
formas, como Dios: infinito en su sabidura, amor y
misericordia.

Amable Jess
Amable Jess mo, viniste al mundo para dar tu vida
divina a todas las almas. Quisiste hacerte nuestro
182

alimento diario para conservar y fortalecer esta vida

sobrenatural, frente a las debilidades y faltas de cada da.
Te pedimos humildemente que derrames tu Espritu
Divino sobre nosotros por amor de tu Sagrado Corazn.
Vuelvan a ti las almas que llevadas del pecado han
perdido la vida de la gracia. Que acudan frecuentemente
a tu sagrado Altar todos los que se hallan en gracia, para
que, participando en tu Sagrado Banquete, reciban la
fortaleza que les haga victoriosos en la batalla de cada da
contra el pecado y as crezcan siempre ante tus ojos en
pureza y santidad hasta alcanzar la vida eterna en tu
compaa. Amn.

Amantsimo Seor
SAN AGUSTN
Oh Jess, redencin, amor y deseo nuestro, yo te
invoco y clamo a ti con un clamor grande y de todo
corazn, te suplico que vengas a mi alma, entres en ella y
la ajustes y unas tambin contigo que la posees sin arruga
ni mancha alguna; pues la morada en que ha de habitar
un Seor tan santo como t, muy justo es que est limpia.
T has fabricado este vaso de mi corazn; santifcalo,
pues; vacalo de la maldad que hay en l, llnalo de
183

nuestra gracia, y consrvalo lleno para que sea templo

perpetuo y digno de ti.
Dulcsimo, benignsimo, amantsimo, carsimo,
potentsimo, deseadsimo, preciossimo, amabilsimo y
hermossimo Seor, t eres ms dulce que la miel, ms
blanco que la nieve, ms suave que el man, ms precioso
que las perlas y el oro, y ms amado de mi alma que todos
los tesoros y honras de la tierra.
Pero cuando digo esto, Dios mo, esperanza ma,
misericordia ma, dulzura ma, qu es lo que digo? Digo,
Seor, lo que puedo y no digo lo que debo. Oh, si yo
pudiese decir lo que dicen y cantan aquellos celestiales
coros de ngeles! Oh, cun de buena gana me empleara
todo en tus alabanzas, y con cunta devocin, en medio
de tus predestinados, cantara mi alma tus grandezas, y
glorificara incesantemente tu santo nombre!
Como no encuentro palabras para glorificarte dignamente, te suplico no mires tanto a lo que ahora digo,
cuanto a lo que deseo decir.
Bien sabes t, Dios mo, a quien todos los corazones
estn manifiestos, que yo te amo y quiero ms que al cielo
y a la tierra, y a todas las cosas que hay en ella. Yo te amo
con grande amor y deseo amarte ms.
Dame tu gracia para que siempre te ame cuanto deseo
y debo, para que en ti solo me desvele y medite, en ti
184

piense continuamente de da, en ti suee de noche;

contigo hable mi espritu, y mi alma siempre dialogue
contigo. Bendice mi corazn con la lumbre de tu
presencia para que, con tu gracia y direccin, camine yo
de virtud en virtud. Te suplico, Seor, por tu misericordia, que ablandes mi corazn y que me abraces con el
fuego de la reparacin, de manera que merezca yo ser
cada hora tu hostia viva. Amn.

Cerca de ti
S. FRANCISCO DE ASS
Qu bien se est cerca de ti, Jess Eucarista!
Pareciera como si todas las tormentas del espritu se disiparan y las inquietudes se volvieran humo que se lleva el
viento. Cerca de ti, es comenzar a vivir el gozo del cielo
abrir de par en par los ojos luminosos del corazn y dejar
que nos invada el misterio santo, el gozo inefable de la
bendita iluminacin.
Cerca de ti, el alma encuentra paz, y el corazn
descanso y los anhelos pronta satisfaccin. Cerca de ti,
Jess Eucarista!, cmo cambian las cosas de qu
manera tan diferente contemplamos las creaturas y sus
enigmticos procederes. Cerca de ti, adquieren su verdadera dimensin, su valor e importancia todas las cosas.
185

As quiero vivir mi existencia, cerca de ti, Jess

Eucarista
Adorndote, amndote en una contemplacin sin
medioda, ni ocaso, como ser all en el reino de los
cielos. Cerca de ti. Muy cerca de ti, al calor de tu regazo,
en el santuario de tu traspasado corazn, bajo el influjo
benfico del Sacramento. Cerca de ti, alabando al Padre y
amando al Espritu e intercediendo por toda la Iglesia.
Qu bien se est cerca de ti, Jess Eucarista! Amn.

El Seor, presente en el Altar

S. FRANCISCO DE ASS
Que toda la humanidad tiemble, que el mundo entero
se estremezca y los Cielos alaben cuando Cristo, el Hijo
de Dios, est Presente en el Altar en las manos del
Sacerdote.
Oh, admirable Altura y subime Humildad! Oh,
sublime Humildad! Oh sublime Alteza! El Seor del
Universo, Dios y el Hijo de Dios se humilla a s mismo
por nuestra salvacin. l mismo se esconde bajo la
pequea forma del Pan.
Miren, hermanos, la humildad de Dios! Viertan sus
corazones ante l, humllense tambin para que sean
186

exaltados por l. Por lo tanto, no guarden nada de ustedes

para ustedes mismos, para que l, quien se da enteramente a ustedes, pueda recibirles totalmente. Amn.

Contigo, una sola cosa

Sacratsimo Corazn de Jess, verdaderamente
presente en la sagrada Eucarista, Yo consagro mi cuerpo
y mi alma para que sea enteramente uno con tu Corazn
que esta siendo sacrificado en todos los altares del
mundo y dando alabanza al Padre, rogando por la venida
de su Reino. Por favor, recibe este humilde ofrecimiento
de mi ser. same como t quieras, para la gloria del
Padre y la salvacin de las personas. Santsima Madre de
Dios, nunca me dejes estar separado (a) de tu divino
Hijo. Por favor defindeme y protgeme como tu hijo (a)
especial. Amn.

Creo, agradezco, adoro

S. ALFONSO MARA DE LIGORIO
Seor mo Jesucristo, que por amor a los hombre
ests noche y da en este Sacramento, lleno de piedad y

187

de amor, esperando, llamando y recibiendo a cuantos

vienen a visitarte: creo que ests presente en el sacramento del altar. Te adoro desde el abismo de mi nada y
te doy gracias por todas las mercedes que me has hecho,
y especialmente por haberte dado tu mismo en este
Sacramento, por haberme concedido por mi abogada a
tu amantsima Madre y haberme llamado a visitarte en
esta iglesia.
Adoro ahora a tu Santsimo Corazn y deseo adorarlo
por tres fines: el primero, en accin de gracias por este
insigne beneficio; en segundo lugar, para resarcirte de
todas las injurias que recibes de tus enemigos en este
sacramento; y finalmente, deseando adorarte con esta
visita en todos los lugares de la tierra donde ests sacramentado con menos culto y abandono.

Delante del Sagrario

BTO. RAFAEL MARA ARNIZ
Seor, no s qu hago aqu... Nada, pues nada s
hacer... Quisiera rezar..., no s, pero no importa. No rezo
porque no s.
Seor, no s qu hago aqu, pero estoy contigo; me
basta, y yo s que ests aqu, delante de m.
188

Seor, quisiera verte, pero hasta cundo, Seor? Y

mientras tanto?... Cmo podr resistir? Soy dbil, soy
flojo, soy pecado, soy nada. Pero, Seor, quisiera verte,
aunque s que no lo merezco.
Cuantas veces me pongo delante de ti, mis primeros
movimientos son de vergenza. Seor, t sabes por qu.
Pero despus, oh Dios, qu bueno eres!, Despus de verme
a m, te veo a ti. Y, entonces, al contemplar tu misericordia
que no me rechaza, mi alma se consuela y es feliz. El pensar
que te ofend y, a pesar de esto, me amas y me permites
estar en tu presencia, sin que tu justa ira me aniquile...
Seor, dame las lgrimas de David para llorar mis
culpas, pero al mismo tiempo, dame un corazn grande,
muy grande, para con l poder corresponder un poquito,
aunque sea muy poquito, al inmenso amor que me tienes.

Divino Jess, solitario

Oh, divino Jess! Solitario por las noches en tantos
tabernculos del mundo, sin tener quien te haga
compaa nocturna o te adore... Yo te ofrezco mi pobre
corazn, y quisiera que cada una de sus pulsaciones
fueran otros tantos actos de amor hacia ti.
189

T, Seor, ests siempre en vela bajo las especies

Sacramentales, tu amor misericordioso nunca duerme ni
se cansa de velar por los pecadores. Vela, Sacramental
Centinela, vela sobre el dormido mundo, vela sobre
todos tambin por m.
Oh, Jess amantsimo!, Oh Jess solitario!, haz que
mi corazn sea cual lmpara encendida; en caridad se
inflame y arda siempre en tu amor. Vela, Centinela
divino, por el msero mundo, por los sacerdotes, por los
consagrados, por los extraviados, por los enfermos que
en sus noches interminables necesitan tu fortaleza y tu
consuelo, por los moribundos y por ste (a) tu humilde
siervo (a) que, para mejor servirte, descansa pero sin
alejarse de ti, de tu Sagrario... donde vives en la soledad y
el silencio de la noche.
El da de hoy ya pas y solo me queda el mrito de los
trabajos realizados en tu amor: el da de maana ser como
t quieras; entretanto, hgase tu santa voluntad. Amn.

La Comunin, mi Armadura
Te doy gracias Seor Padre Santo, Dios Todopoderoso
y eterno porque aunque soy un siervo pecador y sin
mrito alguno, has querido alimentarme misericordiosa190

mente con el cuerpo y la sangre de tu hijo Nuestro Seor

Jesucristo. Que esta sagrada comunin no vaya a ser para
mi ocasin de castigo sino causa de perdn y salvacin.
Que sea para mi armadura de fe, escudo de buena
voluntad; que me libre de todos mis vicios y me ayude a
superar mis pasiones desordenadas; que aumente mi
caridad y mi paciencia mi obediencia y humildad, y mi
capacidad para hacer el bien. Que sea defensa inexpugnable contra todos mis enemigos, visibles e invisibles; y
gua de todos mis impulsos y deseos. Que me una ms
ntimamente a ti, nico y verdadero Dios y me conduzca
con seguridad al banquete del cielo, donde tu, con tu hijo
y el Espritu Santo, eres luz verdadera, satisfaccin
cumplida gozo perdurable y felicidad perfecta. Por
Cristo, nuestro Seor. Amn.

Llega la noche, Seor

Llega la noche y me acerco a ti, Seor. No estoy de
rodillas, no vengo a la iglesia, apenas logro concentrarme,
una hora, un minuto, un segundo para ti.
Llega la noche y vaco (a) del mundo, cubierto (a) de
sbanas y con un rosario en la mano, a veces, te rezo.
191

Intento alejar de m todo un da de pesar, de dolor, de

alegras tambin. Intento apartar de m hasta el
murmullo perenne de mi corazn. Y lo dejo todo por ti.
Y rezo un Padrenuestro un Avemara un Gloria que
me habla de ti. De aquella noche marchita que dej
escapar al Seor de la Vida. De aquellos instantes que
precedieron al horror que ibas a sentir.
Cuando aquellos ojos que te miraban eran limpios,
sinceros, deseosos de escuchar, de vivir un poco ms bajo
tu sombra. Cuando alzaste la frente al cielo,
la copa en el aire: unas gotas de vino vertidas entre el
cielo y el infierno. Un pedazo de pan pas de mano en
mano hasta llegar a las tuyas, Seor. Cerraste los ojos, y
empez el silencio.
El vino se transform en sangre... tu Sangre, Seor. El
pan se hizo forma, tu Cuerpo, Seor.
Mi corazn, apenas palpita, acallar quiere hasta al
mismo silencio.
Me postro ante ti, Dios verdadero, a ti comunin
perfecta; Sagrada Hostia que mi boca reclama. Me postro
ante ti, Santsimo Sacramento y mi infierno se queda atrs.
Bendito sea por siempre el Santsimo Sacramento del
Altar! Por siempre sea bendito el divino Sacramento.

192

Mrame con amor

S. AMBROSIO
Seor mo Jesucristo, me acerco a tu altar lleno de
temor por mis pecados, pero tambin lleno de confianza
porque estoy seguro de tu misericordia.
Tengo conciencia de que mis pecados son muchos y de
que no he sabido dominar mi corazn y mi lengua. Por eso,
Seor de bondad y de poder, con mis miserias y temores me
acerco a ti, fuente de misericordia y de perdn; vengo a
refugiarme en ti, que has dado la vida por salvarme, antes
de que llegues como juez a pedirme cuentas.
Seor, no me da vergenza descubrirte mis llagas. Me
dan miedo mis pecados, cuyo nmero y magnitud solo t
conoces; pero confo en tu infinita misericordia.
Seor mo Jesucristo, Rey eterno, Dios y hombre
verdadero, mrame con amor, pues quisiste hacerte
hombre para morir por nosotros. Escchame, pues
espero en ti. Ten compasin de mis pecados y miserias, t
que eres Fuente inagotable de amor.
Te adoro, Seor, porque diste tu vida en la Cruz y te
ofreciste en ella como Redentor por todos los hombres
y especialmente por m. Adoro, Seor, la sangre preciosa
que brot de tus heridas y ha purificado al mundo de
sus pecados.
193

Mira, Seor, a este pobre pecador, creado y redimido

por ti. Me arrepiento de mis pecados y propongo corregir
sus consecuencias. Purifcame de todos mis maldades
para que pueda recibir menos indignamente tu sagrada
comunin. Que tu Cuerpo y tu Sangre me ayuden, Seor,
a obtener de ti el perdn de mis pecados y la satisfaccin
de mis culpas; me libren de mis malos pensamientos,
renueven en m los sentimientos santos, me impulsen a
cumplir tu voluntad y me protejan en todo peligro de
alma y cuerpo. Amn.

Oh Jess, amor mo y mi vida

STO. TOMS DE AQUINO
Oh, Santsimo Jess, que aqu eres verdaderamente
Dios escondido!

194

ensalce, ni en stas me abata. De ninguna cosa tenga gozo

ni pena, sino de lo que lleva a ti o aparta de ti. A nadie
desee agradar o tema desagradar sino a ti. Sanme viles,
Seor, todas las cosas transitorias y preciosas todas las
eternas. Disgsteme, Seor, todo gozo sin ti, y no ambicione cosa ninguna fuera de ti. Same deleitoso, Seor,
cualquier trabajo por ti, y enojoso el descanso sin ti.
Dame, oh Dios mo, levantar a ti mi corazn
frecuente y fervorosamente, hacerlo todo con amor, tener
por muerto lo que no pertenece a tu servicio, hacer mis
obras no por rutina, sino refirindolas a ti con devocin.
Hazme, oh Jess, amor mo y mi vida: obediente sin
contradiccin, pobre sin rebajamiento, casto sin corrupcin, paciente sin disipacin, maduro sin pesadumbre,
diligente sin inconstancia, temeroso de ti sin desesperacin, veraz sin doblez; haz que practique el bien sin
presuncin, que corrija al prjimo sin soberbia, que le
edifique con palabras y obras sin fingimientos.

Concdeme desear ardientemente, buscar prudentemente, conocer verdaderamente y cumplir perfectamente

en alabanza, y gloria de tu Nombre todo lo que te agrada.
Ordena, oh Dios mo, el estado de mi vida; concdeme
que conozca lo que quieres de m y que lo cumpla como
es menester y conviene a mi alma.

Dame, oh Seor Dios mo, un corazn vigilante: que

por ningn pensamiento curioso se aparte de ti; dame un
corazn noble: que por ninguna intencin siniestra se
desve; dame un corazn firme: que por ninguna tribulacin se quebrante; dame un corazn libre: que ninguna
pasin violenta le domine.

Dame, oh Seor Dios mo, que no desfallezca ante las

prosperidades y adversidades, para que ni en aquellas me

Otrgame, oh Seor Dios mo, entendimiento que te

conozca, diligencia que te busque, sabidura que te halle,
195

comportamiento que te agrade, perseverancia que

confiadamente te espere, y esperanza que, finalmente, te
abrace. Dame que me aflija con tus penas aqu por la
penitencia, y en el camino de mi vida use de tus beneficios por gracia, y en la patria goce de tus alegras por
gloria. Oh, Seor que vives y reinas, Dios por todos los
siglos de los siglos. Amn.

Oracin
STA. GERTRUDIS, LA GRANDE
Padre eterno, yo te ofrezco la preciossima Sangre de
tu Divino Hijo Jess, en unin a todas las misas celebradas hoy da, a travs del mundo, por todas las benditas
animas del purgatorio y por todos los pecadores del
mundo. Por los pecadores en la iglesia universal, por
aquellos en propia casa y dentro de mi familia. Amn.

Oracin Eucarstica de Ftima

Santsima Trinidad, Padre, Hijo y Espritu Santo, yo te
adoro profundamente y te ofrezco el precioso Cuerpo,
Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo, presente en todos
196

los tabernculos de la tierra, en reparacin por todas las

ofensas, sacrilegios e indiferencia con los cuales l es
ofendido. Y a travs de los mritos infinitos de su sacratsimo Corazn y del inmaculado Corazn de Mara, yo te
ruego por la conversin de los pobres pecadores.

Padrenuestro Eucarstico
S. PEDRO JULIN EYMARD
Padre nuestro, hgase tu voluntad. Nuestro Padre,
que ests en el cielo, en el cielo de la Eucarista. A ti que
ests sentado en el trono de la gracia y el amor, sea la
bendicin, y el honor y el poder y la gloria por todos los
siglos de los siglos.
Santificado sea tu Nombre, primero en nosotros, a
travs del Espritu de tu humildad, obediencia y caridad.
Que pueda yo en toda humildad y deseo hacerte conocido, amado y adorado por todos los hombres en la
Sagrada Eucarista.
Venga a nosotros tu Reino, tu Reino Eucarstico. Reina
t solo sobre nosotros para tu ms grande gloria a travs
del poder de tu amor, el triunfo de tus virtudes, y la gracia
de una vocacin eucarstica en mi estado de vida.
197

Concdenos la gracia y la misin de tu amor santo

para que podamos efectivamente extender tu Reino
Eucarstico por todas partes y llevar a cabo el deseo que t
expresaste: He venido a traer fuego sobre la tierra; y qu
ms me gustara, sino que estuviera encendida?. Oh, que
nosotros podamos ser incendiarios de tu fuego celestial!
Hgase tu voluntad as en la tierra como en el Cielo.
Concdenos el gozo de encontrar toda nuestra alegra
querindote a ti solamente, querindote solamente,
desendote solamente y pensando solamente en ti.
Concede que, negndonos a si mismos siempre y en
todas las cosas, podamos encontrar luz y vida, en
obedecer tu buena, aceptable y perfecta voluntad. Har lo
que quieras, lo har porque t lo quieres, lo har como t
lo quieres, lo har siempre y cuando t lo quieras. Haz
perecer nuestros pensamientos y deseos, si ellos no son
puramente de ti, para ti y en ti.
Danos hoy nuestro pan de cada da. T eres nuestro
Seor eucarstico y t solamente sers nuestra comida y
vestido, nuestras riquezas y gloria, nuestro remedio en la
enfermedad, y nuestra proteccin en contra de todo mal.
T sers todas las cosas para nosotros.
Y perdnanos nuestros pecados. Perdname Jess,
porque yo siento mucho por mis pecados, tal como se
presentan ante tus ojos.
198

Como nosotros perdonamos a los que nos ofenden.

Para cualquiera que nos haya ofendido en cualquier
forma, con todo nuestro corazn le perdonamos y le
deseamos los regalos de tu amor.
Y no nos dejes caer en la tentacin, mas lbranos del
mal. Libranos Jess, del demonio del orgullo, la impureza, el desacuerdo y la complacencia. Libranos de los
cuidados y preocupaciones de la vida, para que con un
corazn puro y una mente libre podamos gozosamente
pasar nuestra vida y consagrar todo lo que somos y lo que
tenemos al servicio tuyo, nuestro Seor eucarstico.
Amn.
En ti, oh Seor Jess, yo he puesto mi esperanza; no
dejes que nunca me confunda. T solamente eres bueno.
T solamente eres poderoso. T solamente eres eterno. A
ti solamente sea el honor y la gloria, el amor y el agradecimiento, por los siglos de los siglos. Amn.

Pan de Vida, Fuente de Santidad

S. BASILIO, EL GRANDE
Oh Maestro, Cristo, nuestro Dios, Rey de las edades,
creador de todas las cosas; te agradezco por todos los
favores que tu me has concedido, y por haberme dado tus
puros misterios dadores de vida. Te suplico, Dios lleno de
199

gracia, quien amas a la humanidad, mantenme bajo tu

proteccin y bajo la sombra de tus alas; concede que
hasta mi ltimo aliento yo pueda dignamente recibir tus
Santos Misterios con una conciencia clara para la remisin de mis pecados y para la vida eterna. Porque t eres
el Pan de la Vida, la fuente de la santidad, y el proveedor
de todas las gracias, nosotros te glorificamos junto con el
Padre, y tu Espritu Santo, ahora y siempre, y para
siempre. Amn.

Recordar tu amor en todo momento

S. BASILIO, EL GRANDE
Oh Seor, mi Dios, yo te agradezco por no rechazarme, un pecador, y por hacerme digno de participar de
tus Santos Misterios. Te agradezco por haberme permitido, aunque soy indigno, de participar de tus pursimos
regalos celestiales.
Oh Seor y amante de la humanidad, t moriste en la
cruz y resucitaste de nuevo por nuestra causa, y nos diste
estos poderosos Misterios dadores de vida para el bien de
nuestros cuerpos y la santificacin de nuestras almas.
Concede que ellos sirvan para sanar mi cuerpo y mi
alma, y para que destierren a todo enemigo. Ilumina los
ojos de mi corazn, dale paz a los poderes de mi mente,
200

insprame con fe, con un amor sincero, con profunda

sabidura, y con obediencia a tus mandamientos.
Que puedan estos misterios aumentar tu divina
gracia en m y me hagan un habitante de tu Reino. Siendo
preservado en tu santidad por ellos, yo recordar tu amor
en todo momento.
A partir de ahora, no vivir para m, sino para ti, mi
Seor y benefactor. As, habiendo pasado mi vida terrenal
en la esperanza de la vida sin final, alcance el descanso
eterno algn da, donde el sonido del regocijo nunca
para, y donde los deleites de aquellos que miran a la
belleza de tu rostro no tienen lmites. Porque t, Cristo
nuestro Seor, eres verdaderamente el objeto de nuestro
deseo y el gozo inexpresable de aquellos que te aman, y
todas las criaturas te glorifican, ahora y siempre por los
siglos de los siglos. Amn.

Solo t, Seor
S. JUAN DAMASCENO
Amo y Seor, Jesucristo nuestro Dios, t solamente
tienes la autoridad de perdonar mis pecados, ya sean
cometidos con conocimiento o por ignorancia, y
hacerme digno de recibir sin condenacin tus divinos,
gloriosos, puros Misterios dadores de Vida, no para mi
201

castigo, sino para mi purificacin y santificacin, ahora y

en tu Reino futuro. Porque t, Cristo nuestro Dios, eres
lleno de compasin y amas a la humanidad y a ti damos
gloria con el Padre, y con el Espritu Santo, ahora y
siempre. Amn.

Te adoro desde mi nada

Seor mo Jesucristo, que por el amor que tienes a los
hombres, permaneces de da y noche en este Sacramento,
lleno de misericordia y ternura, esperando, llamando y
acogiendo a todos los que vienen a visitarte, yo creo que
estis aqu presente. Te adoro desde el abismo de mi nada,
te doy gracias por todos los favores, y especialmente por
haberte t mismo dado a m en este Sacramento; por
haberme concedido a Mara tu propia Madre, como intercesora; y por haberme llamado a visitarte en esta iglesia.
Yo saludo hoy a tu amadsimo Corazn y deseo
adorarle, en agradecimiento por este grande don, en
reparacin de todos los ultrajes que t, mi amado Jess,
recibes en este Sacramento de tus enemigos.
Oh Jess mo, te amo de todo corazn. Me arrepiento
de haberte ofendido tantas veces. Me propongo con tu
gracia no ofenderte ms en adelante, y ahora, aunque,
202

estoy lleno de faltas e imperfecciones, me consagro todo

a ti. Haz de m lo que te agrade. Yo solo te pido y solo
deseo tu santo amor, y la perseverancia hasta el fin.
Te encomiendo tambin las almas del purgatorio,
especialmente a aquellas que han sido ms devotas del
Santsimo Sacramento y de Mara Inmaculada.
Por fin, mi amado Salvador, uno todos mis afectos a
los de tu amorossimo Corazn, y los ofrezco al Padre
Eterno, suplicndole que por amor a ti, se sirva aceptarlos
y escucharlos. As sea.

Te adoro, preciosa Sangre de Jess

S. ALBERTO, EL GRANDE
Yo te adoro, oh preciosa Sangre de Jess, flor de la
creacin, fruto de virginidad, instrumento inefable del
Espritu Santo, y me regocijo al pensar que t viniste de
la gota de la sangre virginal sobre la cual el amor eterno
imprimi su movimiento; t fuiste asumida por la
Palabra y deificada en su persona. Estoy embargado de
emocin cuando pienso de tu paso del corazn de la
Santsima Virgen al corazn de la Palabra, y, siendo vivificada por el aliento de la Divinidad, volvindote
adorable porque te volviste la sangre de Dios.
203

Te adoro dentro de las venas de Jess, preservada en su

humanidad como el man en la urna de oro, el memorial
de la Redencin eterna que l cumpli durante los das de
su vida terrenal. Yo te adoro, Sangre de la nueva y eterna
Alianza, fluyendo de las venas de Jess en Getseman, de la
carne arrancada por los latigazos en el pretorio, de sus
manos y pies perforados y de su costado abierto en
Glgota. Yo te adoro en los Sacramentos, en la Eucarista,
donde yo s que ests sustancialmente presente

preciossima Sangre. Te alabo, te bendigo, y te adoro;

glorifico y exalto tu salvacin eterna, ahora, siempre y
para siempre. Amn.

Pongo toda mi confianza en ti, oh Sangre adorable,

nuestra Redencin, nuestra regeneracin. Cae, gota a
gota, en los corazones que se han alejado de ti y suavzalos de su dureza.

Oh, Caridad sin lmites! Tal como t te entregaste,

todo Dios y todo hombre, as te dejaste a nosotros, todo
tu como comida, para que mientras nosotros estamos
como peregrinos en esta vida no nos desmayramos en
nuestro cansancio sino que nos fortaleciramos por ti,
comida celestial Oh, Fuego de amor! No fue suficiente que nos regalaras con la creacin en tu imagen y
semejanza, y que nos crearas de nuevo a la gracia en la
Sangre de tu Hijo, sin entregarte a nosotros como
comida, el todo de la divinidad, el todo de Dios? Qu fue
lo que te llev? Nada ms que tu caridad loco de amor
que t ests!

Oh adorable Sangre de Jess, lava nuestras manchas,

slvanos de la ira del ngel vengador. Irriga la Iglesia;
hazla fructfera con apstoles y trabajadores de milagros,
enriqucela con almas que sean santas, puras y radiantes
con belleza divina. Amn.

T, nuestra Comida
STA. CATALINA DE SIENA

Te bendigo, Seor
S. JUAN CRISSTOMO
Oh, Cristo, nuestro Dios! T has querido que yo sea
digno de participar de tu pursimo Cuerpo y de tu
204

205

Seor, atrae hacia ti a los jvenes

Seor Jess, te damos gracias por el misterio de la
Eucarista, por tu Presencia santa, por tu amor infinito.
T que llamaste a los apstoles para hacerlos pescadores
de hombres, atrae hacia ti a los jvenes, para hacerlos tus
seguidores, tus ministros. Hazlos partcipes de tu sed de
redencin universal, por lo cual renuevas tu sacrificio
sobre los altares. T, Seor, siempre dispuesto a interceder por nosotros, descbreles los horizontes del mundo
entero, donde la silenciosa splica de tantos hermanos
pide la luz de la verdad y el calor del amor para que,
respondiendo a tu llamada, prolonguen aqu en la tierra
tu misin, edifiquen tu Cuerpo mstico, la Iglesia, y sean
sal de la tierra y luz del mundo. Colona, Seor, tus sentimientos a numerosos corazones, e infndeles el ansia de
la perfeccin evanglica y la entrega al servicio de la
Iglesia y de los hermanos necesitados de asistencia y
caridad. Amn.

necesita que tu Iglesia le anuncie el amor del Padre, el

perdn que t nos has merecido, el don del Espritu que
renueva el corazn y que hace posible la gran familia de
los hijos de Dios.
Para cumplir esta misin que t le has confiado es
indispensable que enriquezcas a tu Iglesia con la gracia de
abundantes vocaciones. Necesitamos sacerdotes, misioneros, religiosos, personas consagradas a tu amor y al
servicio del prjimo. Los necesitamos para que no
decaiga la vitalidad de los creyentes, la animacin de las
comunidades y la esperanza de la Iglesia.
Somos conscientes de que la mediocridad de nuestra
fe y la falta de fidelidad a las exigencias de tu Evangelio
son un grave obstculo al florecimiento de estas vocaciones. Haznos ver que todos somos responsables de esta
necesidad de tu Iglesia.
T que intercedes ante el Padre por nosotros, incorpora a tu oracin sacerdotal la splica de tu Iglesia que
con fe se dirige a ti. Amn.

Enriquece, Seor, a tu Iglesia con vocaciones

Seor Jess, hasta nosotros llega el clamor de las
necesidades de nuestro mundo, que hoy como siempre
206

207

XI

Oraciones breves

Aviva nuestra fe y nuestro servicio

Seor, te has quedado con nosotros y nos ofreces tu
Cuerpo, Pan partido, y tu Sangre, cliz de la salvacin,
hechos sacramentos de amor; concdenos que al venerar
ahora tu Presencia santa y sacramental avivemos nuestra
fe en tu misterio pascual y te sirvamos en los hermanos
ms necesitados. T que vives y reinas por los siglos de
los siglos. Amn.

209

Queremos experimentar tu presencia

Que te encontremos en el camino

Seor Jess, por amor a los hombres has querido

permanecer sacramentalmente entre nosotros; haz que
experimentemos tu presencia, abramos nuestro corazn
a tu palabra y misterio, y te adoremos con espritu filial
para que, rogando por la paz y salvacin de los hombres,
aumentes nuestra fe, esperanza y caridad, y suscites en
nosotros el deseo de participar en la Eucarista, y de
adorarte sin fin en el cielo. T que vives y reinas por los
siglos de los siglos. Amn.

Seor Jess, te damos gracias porque antes de volver

al Padre quisiste en el Cenculo partir y repartir el pan de
tu Cuerpo a tus apstoles y les diste a beber el cliz de la
salvacin. La tarde de tu resurreccin te hiciste compaero de camino con los peregrinos de Emas. Tus
palabras hicieron arder sus corazones y te reconocieron al
partir el pan. Haz que tambin nosotros te encontremos
en el camino, escuchemos tus palabras de verdad y experimentemos tu presencia sacramental para confesar
nuestra fe, adorarte con limpio corazn y anunciarte a los
hermanos con nuestras buenas obras. T que vives y
reinas por los siglos de los siglos. Amn.

Aydanos a creer y testimoniar

Seor Jess, ante tu presencia sacramental te pedimos
una fe firme, sin dudas ni vacilaciones, una fe alegre y
portadora de paz y alegra en un mundo en guerras y
odios, una fe hecha oracin ante tu presencia y una fe que
nos haga adoradores en espritu y en verdad. Aumenta
nuestra fe en el misterio que celebramos y adoramos,
aydanos a crecer y testimoniar nuestra fe en la vida para
que un da contemplemos tu rostro para siempre. T que
vives y reinas por los siglos de los siglos. Amn.
210

Que tu Palabra resuene en nuestro corazn

Seor Jess, en esta hora de la tarde queremos hacer
memoria de la Eucarista celebrada y adorar tu presencia
bajo las especies de pan y vino. T, que eres Profeta, haz
que tu Palabra resuene en nuestro corazn y nuestra
palabra sea eco de la tuya. T, que eres Sacerdote, haz que
nuestra ofrenda y oracin lleguen al Padre, como
incienso, y le ofrezcamos el gozo y el llanto de la huma-

211

nidad de hoy. T, que eres Rey, haz que nuestro entrega a

ti sea servicio generoso a nuestros hermanos necesitados.
Seor Jess, haz que seamos evangelizados por tu Palabra
y evangelizadores de tu mensaje para que nuestra intercesin y ofrenda nos haga servidores de tu Reino de
justicia y de paz. T que vives y reinas por los siglos de los
siglos. Amn.

Aydanos a descubrirte, Seor

Seor Jess, nuestro Maestro, ensanos a descubrir
en los signos de los tiempos y en los hermanos tu
presencia; ensanos a comprender tu misterio pascual y
adorarte y venerarte con firme fe. Cada vez que nos
reunimos junto a ti, hecho sacramento y presencia,
venimos agobiados y cansados por los afanes cotidianos.
Venimos a ti, a tu encuentro, para desahogar nuestros
corazones y encontrar descanso y alivio a nuestras
fatigas. Haz que escuchemos tu voz y escucha nuestras
palabras de accin de gracias y de splica. T que vives y
reinas por los siglos de los siglos. Amn.

212

Queremos estar contigo, Seor

Seor Jess, reunidos ante tu altar, queremos orar
ante tu Presencia santa, confesar nuestra fe en tu misterio
pascual y adorarte con corazn reverente. Queremos
estar contigo, escuchar atentamente tu Palabra, siempre
nueva, hacer memoria de la Eucarista celebrada, adorar
tu Presencia sacramental entre nosotros y pedirte por
nuestros hermanos que estn en el mundo, destrozado
por la metralla de las guerras y odios, de la increencia e
indiferencia, de las injusticias e intereses, del hambre y la
marginacin. Haz que tu Presencia santa nos convierta y
nos renueve interiormente, nos estimule a obrar el bien y
alejarnos del mal y nos impulse a amarnos los unos a los
otros para construir un mundo fundamentado en el
mandamiento nuevo. T que vives y reinas por los siglos
de los siglos. Amn.

Venimos a ti, Seor

Seor Jess, t nos dijiste: Vengan a m todos los que
estn cansados y agobiados y yo los aliviar. Venimos a
ti, Seor, con nuestras preocupaciones y dificultades,
nuestras alegras y tristezas, nuestros afanes y desilu-

213

siones, nuestras cobardas y pecados, nuestras ansiedades

y fracasos. Queremos que en esta oracin delante de tu
Presencia alivies nuestros corazones para que te
adoremos y veneremos en el silencio, nos inflames en tu
caridad, y nos fortalezcas en la fe para testimoniar tu
amor ante los hombres. T que vives y reinas por los
siglos de los siglos. Amn.

Llnanos de alegra
Seor Jess, tus discpulos de Emas te rogaron que te
quedases con ellos porque al escuchar tus palabras en el
camino sus corazones tristes se llenaron de vida y te reconocieron al partir el pan. Tambin te has quedado con
nosotros hecho sacramento y Presencia santa; haz que
nuestros corazones ardan a la escucha de tu Palabra y
volvamos a nuestros quehaceres cotidianos con la alegra
de haber estado contigo y anunciemos que ests vivo y
presente para dar vida a nuestro mundo muerto. T que
vives y reinas por los siglos de los siglos. Amn.

214

Robustece nuestra fe
Seor Jess, ante tu Presencia santa te pedimos que
robustezcas nuestra fe, zarandeada por el viento de la
increencia e indiferencia; queremos, lejos de los ruidos y
afanes, recogernos en el silencio para contemplar tu
misterio pascual y adorar tu Presencia. Queremos, como
los apstoles, avivarla experiencia del Cenculo, hacer
memoria de la Eucarista instituida y del mandamiento
de amarnos los unos a los otros. Haz que nuestra oracin
abierta sea splica por todas las necesidades de la Iglesia
y de la humanidad para que todos los hombres se postren
de rodillas y te adoren como Seor y Salvador. T que
vives y reinas por los siglos de los siglos. Amn.

Junto a ti
Reunidos, Seor, junto a ti, recordamos el misterio de
tu Pascua y adoramos tu santa Presencia. T eres la luz
que ilumina, la gracia que renueva, la verdad que
convence, la vida que transforma, el camino que
conduce; derrama abundantemente tu bendicin sobre
tus adoradores y tu gracia sobre todos los hombres. Haz
que tu Presencia santa sea don para todos, alivio para los
215

agobiados, consuelo para los tristes, seguridad para los

vacilantes, fuerza para los dbiles. Seor Jess, haz que
nuestra oracin ante ti, nos estimule a renovarnos y a
crear un mundo ms justo y fraternal para que te alabe y
te bendiga para siempre. T que vives y reinas por los
siglos de los siglos. Amn.

oracin y en bsqueda de tu gracia: haz que nuestros

corazones inquietos te encuentren siempre tambin entre
los hermanos. T traes la alegra y la vida para que la tristeza y la muerte no nos invadan; concdenos, Seor,
alabarte y bendecirte por los siglos de los siglos. Amn.

Ensanos a vivir tu Misterio

En todos los corazones seas alabado
Seor Jess, te damos gracias por el misterio de la
Eucarista, por tu Presencia santa, por tu amor infinito.
Haz que en todos los altares del mundo seas celebrado y
venerado y en todos los corazones seas alabado y bendecido ahora y por siempre. T que vives y reinas por los
siglos de los siglos. Amn.

Cada vez que nos reunimos, Seor Jess, ante tu

Presencia santa proclamamos tu muerte y resurreccin,
te damos gracias por el Pan de tu Cuerpo y te adoramos
bajo las especies sacramentales. Ensanos a vivir tu
muerte y resurreccin, a participar activa y fructuosamente en la Eucarista, a adorarte con espritu de fe y a
gastar nuestra vida en la construccin de tu Reino
haciendo el bien a todos. T que vives y reinas por los
siglos de los siglos. Amn.

Concdenos, Seor, alabarte

Seor Jess, nuestros ojos te miran con fe y te
contemplan bajo las especies de Pan y Vino. Contigo
queremos andar el camino de tu evangelio y de tu
misterio pascual. T eres el camino, la verdad y vida, t
nuestra esperanza firme. Levantamos nuestras manos en
216

Bendcenos, purifcanos, consrvanos

Seor Jess, por amor a los hombres te has dignado
hacernos partcipes de tu Cuerpo y Sangre y nos permites
adorarte en estos santos misterios; concdenos tu gracia
217

renovadora, bendcenos con tu proteccin, purifcanos

con tu gracia, consrvanos libres de pecado: as aceptars
ahora nuestra alabanza y veneracin y un da te glorificaremos en compaa de los ngeles y santos. T que vives
y reinas por los siglos de los siglos. Amn.

Nos unes a tu inmenso amor

Seor Jesucristo: t, inmolado en la cruz, diste
cumplimiento a lo que anunciaban los sacrificios de la
antigua alianza y te ofreciste por la reconciliacin y la
paz: te alabamos y te bendecimos. En la Eucarista te das
como alimento de vida eterna y nos unes a tu inmenso
amor: te alabamos y te adoramos. En tu presencia santa
te experimentamos cercano y te adoramos con fe. Te
pedimos que ilumines con tu luz nuestros ojos, purifiques nuestras mentes y corazones y nos hagas
instrumentos de tu paz en un mundo dividido por las
guerras y los odios. Concdenos caminar siempre a la luz
de tu Luz, para que un da la podamos contemplar sin
velo alguno y adorarte y glorificarte sin fin. T que vives
y reinas por los siglos de los siglos. Amn.

218

S nuestro alimento, nuestra bebida

Seor Jess, al instituir el sacrificio de la eterna
alianza te ofreciste como vctima de salvacin, y nos
mandaste perpetuar tu muerte y resurreccin en la celebracin de la Eucarista; haz que tu Carne inmolada sea
alimento que nos fortalezca, y tu Sangre derramada sea
bebida que nos salve. Tu presencia, Seor, en medio de
nosotros estimule nuestro espritu de adoracin en la
tierra y un da podamos adorarte para siempre en el reino
celestial. T que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amn.

Tu amor nos congregue

Seor Jess, en la intimidad con tus apstoles en la
ltima Cena perpetuaste tu muerte y resurreccin en el
sacramento, como Cordero inmaculado y Eucarista
perfecta; haz que este sacramento de amor nos alimente
y santifique, para que un mismo amor congregue a todos
los hombres en torno a tu mesa eucarstica. No falte
nunca nuestra oracin delante de tu Presencia, anticipo
de nuestra adoracin en el cielo. T que vives y reinas por
los siglos de los siglos. Amn.

219

Que proclamemos lo que adoramos

Que te adoremos con corazn pobre y limpio

Seor, que por el misterio pascual realizaste la salvacin de los hombres, concdenos la gracia de adorarte
presente en el Sacramento y haz que proclamemos con fe
lo que adoramos y veneramos. T que vives y reinas por
los siglos de los siglos. Amn.

Seor, nos has saciado con el pan del cielo en la

Eucarista, y nos concedes ahora la gracia de estar ante tu
Presencia santa, te pedimos que nos fortalezcas para que
no dudemos, para que no nos enfriemos con la indiferencia religiosa que nos rodea, para que no nos
engaemos, ni engaemos a los dems, para que no
despreciemos a los hermanos, para que no busquemos
los afanes mundanos en desprecio de los divinos, para
que no caigamos en tentacin de abandonarte, para que
no destruyamos la vida, para que no despreciemos el
Evangelio. Haz que te adoremos con corazn pobre y
limpio, misericordioso y manso, para construir tu Reino
y alcanzar la bienaventuranza eterna. T que vives y
reinas por los siglos de los siglos. Amn.

Queremos adorarte con fe firme

Seor, nos has santificado con la participacin en la
Eucarista, misterio de tu Cuerpo y Sangre, concdenos la
gracia de adorarte ahora con fe firme y glorificarte un da
en el cielo para siempre. T que vives y reinas por los
siglos de los siglos. Amn.

En Cristo, el Misterio de la Salvacin

Unidos a ti, demos fruto
Seor, que nos has hecho partcipes de un mismo pan
y un mismo cliz, concdenos que, unidos a ti como los
sarmientos a la vid, demos frutos de santidad y de justicia
ante el mundo para que crean en ti, nico Salvador. T
que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amn.
220

Te damos gracias, Padre santo, porque nos revelas en

Cristo, luz de los pueblos, el misterio de nuestra salvacin. l, verdadero cordero pascual, con su muerte quit
el pecado del mundo y resucitando restaur nuestra vida.
En memoria de su entrega por nosotros nos dej como
alimento el sacramento de la eucarista que nos hace
221

partcipes, ya en este mundo, de los bienes eternos de tu

reino. Derrama, Seor, tu Espritu sobre los que
adoramos y proclamamos la presencia de tu Hijo en el
misterio de nuestra fe para que vivamos en generosa solidaridad con todos los hombres. Y as, adoradores en
espritu y en verdad, demos testimonio del Evangelio
imitando a Mara, la Madre de Jess, servidora obediente
y humilde de la obra de la salvacin. Por Jesucristo
nuestro Seor. Amn.

XII

Responsorios y Jaculatorias eucarsticas

Ilumina tu rostro sobre nosotros
Jesucristo, Seor de la historia: ilumina tu rostro
sobre nosotros! Qu todos los pueblos conozcan la salvacin que nos ofreces; que te conozcan a ti, Luz del
mundo. Es verdad: nuestra tierra ha dado su fruto, el
Seor nuestro Dios nos ha bendecido. De las entraas de
la tierra, Seor, has tomado el trigo convertido en pan, y
de la vid, el vino generoso que alegra el corazn del
hombre. Puestos sobre el altar de tu Iglesia, tu Palabra
creadora y el soplo de tu Espritu los transforman en tu
Cuerpo y en tu Sangre. Seor Jess, que nunca olvidemos
ni reduzcamos el inestimable Don de tu Eucarista; que
nunca dejemos de asombrarnos por el Misterio de vida y
de luz que ella comunica. Te lo pedimos a ti, que vives y
reinas por los siglos de los siglos. Amn.
222

1. Responsorios
Los responsorios son oraciones comunitarias que
expresan nuestra fe; sirven para mantener la atencin fija
en la presencia del Seor o en algn aspecto de su
persona, misterio o accin. Tambin ayudan a la meditacin. Suelen ser cantados o recitados por un solista (V:
versculo) y la asamblea (R: respuesta).
V. Alabado sea el Santsimo Sacramento del Altar.
R. Sea para siempre bendito y alabado.
223

V. En los cielos y en la tierra sea para siempre alabado

V. Alabado sea Jesucristo.

R. el corazn amoroso de Jess Sacramentado.

R. Por los siglos de los siglos. Amn.


V. Sea por siempre bendito y adorado Cristo, nuestro
Seor Sacramentado,
R. Nuestro Rey por los siglos de los siglos.


V. Buen Jess,
R. me uno a ti de todo corazn.


V. Por ti, Jess, vivo; por ti, Jess, muero;

V. Alabemos y demos gracias en cada instante y

momento,
R. al Santsimo y Divinsimo Sacramento.

R. tuyo soy, Jess, en vida y en muerte, amn.


V. Alabado sea el Santsimo Sacramento del Altar
R. y la Virgen, concebida sin pecado original.

V. Acordmonos que estamos en la santa presencia de

Dios,
R. Adormosle!
224


225

V. Bendito y alabado sea el Santsimo Sacramento del

Altar
R. y la Inmaculada Concepcin de Mara Santsima,
Madre de Dios y Seora nuestra, concebida sin
pecado original en el primer instante de su ser.
Amn.

Seor, aumntanos la fe.

Corazn eucarstico de Jess, aumenta en nosotros la fe,
la esperanza y la caridad.
Alabado sea Jesucristo, por los siglos de los siglos. Amn.
Jesucristo, Hijo de Dios vivo, luz del mundo; yo te adoro,
para ti vivo y para ti muero. Amn.
Mi dulce amor y consuelo, quien te amara tanto de amor
muriera.

2. Jaculatorias

Bendito, alabado y adorado sea el Santsimo Sacramento

del altar.

Las jaculatorias son frases breves que podemos dirigir

a Dios en cualquier circunstancia de nuestra vida. Nos
ayudan a estar conscientes de la presencia del Seor en
cada momento de la vida. Algunas son:

Bendito y alabado sea el Santsimo Sacramento del Altar,

y la Inmaculada Concepcin de Mara Santsima, Madre
de Dios y Seora nuestra, concebida sin pecado original
en el primer instante de su ser. Amn.

Seor, t lo sabes todo, t sabes que te amo.

Sea siempre bendito, alabado, adorado, amado y reverenciado el Corazn Sagrado de Jess en todos los Sagrarios
del mundo. Amn.

Creo, Seor, pero aumenta mi fe.

Alabanzas y gracias sean dadas en todo momento al
Santsimo y Divinsimo Sacramento.
Jess sacramentado, ten piedad de nosotros.
Sea eternamente alabado y adorado el Santsimo
Sacramento.

Santsimo Sacramento, sea bendito y alabado, y eternamente adorado. Oh, soberano portento!
Alabado, adorado, amado y correspondido sea, a cada
momento, el Corazn eucarstico de Jess en todos los
tabernculos del mundo, hasta la consumacin de los
siglos. As sea.

Seor mo y Dios mo.

226

227

XIII

Himnos Eucarsticos

Adoro Te Devote
Te adoro con devocin, Dios escondido,
Oculto verdaderamente bajo estas apariencias.
A ti se somete mi corazn por completo,
Y se rinde totalmente al contemplarte.
Al juzgar de ti se equivocan la vista, el tacto, el gusto,
Pero basta con el odo para creer con firmeza;
Creo todo lo que ha dicho el Hijo de Dios;
Nada es ms verdadero que esta palabra de verdad.

229

En la cruz se esconda solo la divinidad,

Pero aqu tambin se esconde la humanidad;
Creo y confieso ambas cosas,
Y pido lo que pidi el ladrn arrepentido.
No veo las llagas como las vio Toms,
Pero confieso que eres mi Dios;
Haz que yo crea ms y ms en ti,
Que en ti espere, que te ame.
Oh memorial de la muerte del Seor!
Pan vivo que da la vida al hombre;
Concdele a mi alma que de ti viva
Y que siempre saboree tu dulzura.
Seor Jess, bondadoso pelcano,
Lmpiame, a m, inmundo, con tu sangre:
De la que una sola gota puede liberar
De todos los crmenes al mundo entero.
Jess, a quien ahora veo escondido,
Te ruego que se cumpla lo que tanto anso:
Que al mirar tu rostro ya no oculto,
Sea yo feliz viendo tu gloria. Amn.

230

En Latn
Adro te devte, latens Ditas,
Qu sub his figuris veleltitas:
Tibi se cor meum totum subjicit,
Quia te contemplans totum deficit.
Visus, tactus, gustus in te fallitur,
Sed auditu solo tuto creditur.
Credo quidquid dixit Dei Filius;
Nil hoc verbo verittis verius.
In cruce latebat sola Deitas,
At hic latet simul et Humanitas,
Ambo tamen credens atque confitens,
Peto quod petivit latro pnitens.
Plagas, sicut Thomas, non intueor:
Deum tamen meum te confiteor.
Fac me tibi semper magis credere,
In te spem habere, te diligere.
O memoriale mortis Domini!
Panis vivus, vitam prstans homini!
Prsta me menti de te vvere,
Et te illi semper dulce sapere.
231

Pie Pelicane, Jesu Domine,

Me immundum munda tuo sanguine:
Cujus una stilla salvum facere
Totum mundum quit ab omni scelere.
Jesu, quem velatum nunc aspicio,
Oro, fiat illud quod tam sitio:
Ut te revelata cernens facie,
Visu sim betus tu glori. Amen.

Altar de Dios, centro de la vida

Altar de Dios: el centro de la vida
Con el Seor en medio de su pueblo,
Mesa del pan que a todos nos convida
A reunirnos en un mundo nuevo.
Altar de Dios: la fuente de aguas vivas
Para saciar la sed del universo:
Que todos sean uno en Jesucristo,
La oracin del Seor, su testamento.
Pueblo de Dios, escucha su palabra,
Que est el Seor presente entre los hombres;
232

Pueblo de Dios, camino de la patria,

Convoca a la unidad a las naciones.
Venid a la asamblea, de Dios es la llamada,
Que nadie quede afuera, de todos es la casa.
Miembros de Cristo fieles, y de su amor testigos,
Pueblo de Dios, de paz sediento y peregrino.
Pueblo de Dios, escucha su palabra,
Que est el Seor presente entre los hombres;
Pueblo de Dios, camino de la patria,
Convoca a la unidad a las naciones.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espritu Santo.
Amn.

Amor de las almas

Jess, amor de las almas,
Compaero en las jornadas:
Tan cercano y asequible
Que en m tienes tu morada.
Encarnado como Hombre,
Tu divinidad ocultas,

233

Y al hacerte Eucarista,
Por completo te despojas.
En tu presencia se rinden
Todos los celestes coros,
Y en la tierra no se aprecia
Que te quedes con nosotros.
De tu costado nacida,
En la Iglesia sigues vivo:
Con tu gracia y sacramentos
Das la vida al redimido.
Jesucristo, Len fuerte
Y Cordero obediente;
En tu Corazn conforten
Su valor las almas dbiles.
Por el Padre coronado,
E Seor de tierra y cielo
Nos enve su Parclito
Que nos gue al Reino eterno. Amn.

Cantemos Al Amor De Los Amores

Cantemos al Amor de los amores:
Cantemos al Seor!
Dios est aqu; venid adoradores,
Adoremos a Cristo Redentor.
Gloria a Cristo Jess!
Cielos y tierra, bendecid al Seor.
Honor y Gloria a ti, Rey de la Gloria.
Amor por siempre a ti, Dios del Amor.
Oh Luz de nuestras almas!
Oh Rey de las victorias!
Oh Vida de la vida
Y Amor de todo amor!
A ti, Seor, cantamos,
Oh Dios de nuestras glorias;
Tu nombre bendecimos,
Oh Cristo Redentor.
Quin como t, Dios nuestro?
T reinas y t imperas;
Aqu te siente el alma;

234

235

La fe te adora aqu.
Seor de los ejrcitos,
Bendice tus banderas!
Amor de los que triunfan,
Condcelos a ti! Amn.

Yo soy de Dios: hasta el postrer momento

Solo he de hallar hechizos en mi Dios;
Su dulce nombre ha de sellar mis labios
Al dirigirle mi ltima oracin.

De rodillas, Seor
Comunin
Yo soy de Dios: Oh dulce pensamiento
Que anega el alma en celestial amor!
Un Dios potente hasta albergarse
Llega en mi pobre y estrecho corazn.
Yo soy de Dios: el cielo me contempla,
Y el ngel que se acerca a m, veloz,
Halla mi pecho en templo convertido,
Donde el Eterno fija su mansin.
Yo soy de Dios: la sangre inmaculada
Que de una Virgen cndida tom,
Oh gran prodigio!, con mi sangre llega
Hasta mezclarse en misteriosa unin.
236

De rodillas, Seor, ante el sagrario,

Que guarda cuanto queda de amor y de unidad,
Venimos con las flores de un deseo,
Para que nos las cambies en frutos de verdad.
Cristo en todas las almas, y en el mundo la paz.
Como ciervos sedientos que van hacia la fuente,
Vamos hacia tu encuentro, sabiendo que vendrs;
Porque el que la busca es porque ya en la frente
Lleva un beso de paz.
Como ests, mi Seor, en la custodia
Igual que la palmera que alegra el arenal,
Queremos que en el centro de la vida
Reine sobre las cosas tu ardiente caridad.
Cristo en todas las almas, y en el mundo la paz.
Amn.
237

sta es mi Sangre
- Esta es mi Sangre,
Ofrenda de la tarde:
Oh gran Misterio!
- Este es mi Cuerpo:
Cual vctima me entrego:
Oh gran Misterio!
Te adoro, Carne,
Pan de hombres y de ngeles:
Oh gran Misterio!
- Hacedlo en mi memoria
Hasta el tiempo sin horas:
Oh gran Misterio!
- Como vctima nica,
Mi Carne, Alianza flgida:
Oh gran Misterio!
No prolongas tu muerte
Por darnos vida siempre?
Oh gran Misterio!
238

Si contigo en el Glgota,
Contigo en la victoria:
Oh gran Misterio! Amn.

O Salutaris Ostia
Oh, saludable Hostia,
Que abres la puerta del cielo:
En los ataques del enemigo
Danos fuerza, concdenos tu auxilio.
Al Seor Uno y Trino
Se atribuye eterna gloria:
Y vida sin trmino
Nos otorgue en la Patria. Amn.

En Latn
O Salutaris Hostia,
Qu coeli pandis ostium;
Bella premunt hostilia,
Da robur, fer auxilium.
239

Uni Trinoque Domino

Sit sempiterna gloria:
Qui vitam sine termino
Nobis donet in patria. Amen.

Oveja perdida, ven

Oveja perdida, ven
Sobre mis hombros, que hoy
No solo tu Pastor soy,
Sino tu pasto tambin.
Por descubrirte mejor
Cuando balabas perdida,
Dej en un rbol la vida
Donde me subi el amor;
Si prenda quieres mayor,
Mis obras hoy te la den.

240

Pasto, al fin, soy tuyo hecho,

Cul dar mayor asombro,
O el traerte yo en el hombro
O el traerme t en el pecho?
Prendas de amor estrecho
Que an los ms ciegos las ven.

Pange, Lingua
Canta, lengua,
El misterio del cuerpo glorioso
Y de la sangre preciosa
Que el Rey de las naciones,
Fruto de un vientre generoso,
Derram como rescate del mundo.
Nos fue dado, nos naci
De una Virgen sin mancilla;
Y despus de pasar su vida en el mundo,
Una vez esparcida la semilla de su Palabra,
Termin el tiempo de su destierro
Dando una admirable disposicin.
En la noche de la ltima cena,
Recostado a la mesa con los hermanos,
Despus de observar plenamente la ley
Sobre la comida legal,
Se da con sus propias manos
Como alimento para los Doce.
La palabra es carne: al pan
Con la palabra convierte en verdadera carne,
Y hace el puro vino de la Sangre de Cristo.
241

Y si los sentidos no alcanzan

Para afirmarlo el corazn sincero
Es suficiente la sola fe.

En Latn
Pange, lingua, gloriosi
Corporis mysterium,
Sanguinisque pretiosi,
Quem in mundi pretium
Fructus ventris generosi
Rex effudit gentium.
Nobis datus, nobis natus
Ex intacta Virgine,
Et in mundo conversatus,
Sparso verbi semine,
Sui moras incolatus
Miro clausit ordine.
In suprem nocte cen
Recumbens cum fratribus,
Observata lege plene
Cibis in legalibus,
242

Cibum turb duoden

Se dat suis manibus.
Verbum caro, Panem verum
Verbo carnem efficit,
Fitque sanguis Christi merum,
Et, si sensus deficit,
Ad firmandum cor sincerum
Sola fides sufficit.

Salve, Cuerpo Verdadero

Salve, cuerpo verdadero,
Que has nacido de la Virgen.
Por nosotros inmolado,
En la Cruz has padecido.
De tu pecho traspasado
Brotan ros de agua y sangre.
Que podamos recibirte
En la hora de la muerte.
Oh, Jess dulce!
Oh, Jess bueno!
Oh Jess, hijo de Mara!
243

Tantum Ergo
A tan alto Sacramento
Veneremos inclinados
Y el antiguo orden litrgico
Ceda el paso al nuevo Rito.
Aada la fe lo que falta
Al defecto de los sentidos

Genitori genitoque
Laus et iubilatio,
Salus, honor, virtus quoque
Sit et benedictio;
Procedenti ab utroque
Compar sit laudatio. Amen.

Ven, Jess
Al Engendrador y al Engendrado
Alabanza, alegra,
Salud, honor, fuerza y bendicin.
Y al que procede de uno y otro
Vaya una alabanza comparable. Amn.

En Latn
Tantum ergo sacramentum
Veneremur cernui,
Et antiquum documentum
Novo cedat ritui;
Prstet fides supplementum
Sensuum defectui.
244

Ven, Jess, mi Salvador

Divino Cordero;
Ven a m, dulce Seor,
Oh mi Dios, mi amor!
Eres Padre tierno,
Eres buen Pastor;
Eres Verbo eterno
Nuestro Redentor.
Oh de mi esperanza
Dulce galardn!
Te doy alabanza
Y mi corazn.
245

En ti siempre espero,
Aumenta mi fe;
Con amor sincero
Te recibir.

XIV

En esta apariencia,
Divino manjar,
Tu santa presencia
Quieres ocultar.

Cantos Eucarsticos
Oh Sabidura,
Eterno Seor;
Ven en este da
A darme tu amor!

Al Pie Del Tabernculo

Antologa 1: Cantos eucarsticos. Paulinas.

Jess de mi vida:
Nunca ms pecar;
Solo a ti rendida,
Mi alma quiere amar.

Llave del sagrario, quiero ser como t:

Abriendo con mi amor la casa de Jess.
Mi fe abrir la puerta de su hogar celestial
Y as entrar a esconderme con l hasta el final.
Vela del sagrario, quiero ser como t:
Ardiendo en el santuario delante de Jess.
Cera que se consume es mi vida terrenal
La llama de mi amor por l, por l me har brillar.

246

247

Santa piedra del altar, quiero ser como t:

Que en la cuna de mi alma venga a nacer Jess
Y, arropado entre paales de ferviente oracin,
Sobre puros corporales, que d al mundo su amor.
Oh, cliz consagrado, quiero ser como t:
Recibiendo en mi alma la sangre de Jess.
Que l prefiere estar en mi alma
A los puros vasos de oro!
Y as poder custodiarle en mi corazn.
Oh, Jess, Via sagrada! T lo sabes, Rey divino:
Soy un racimo maduro que han de cortar para ti.
Oh, Jess, amado mo, ya no tardes en venir!
Tu belleza me ha encantado,
Ven a transformarme en ti.
Llave del sagrario, quiero ser como t.

Y por todos los siglos poderte adorar.

Cundo ir a contemplar tu rostro, Seor? (2).
Solo una cosa te pido, Seor:
En tu casa, en tus atrios algn da habitar
Y cuidar de tu templo, tu templo real,
Contemplando tu rostro por la eternidad.
Y poderme sentar a tu mesa, Seor (2).
T, Seor, mi tesoro y mi amor eres t.
Mi porcin, la mejor! Mi porcin eres t.
El amor de mi vida, mi camino y mi luz:
Concdeme un da el poder ver tu luz.
Contemplarte a los ojos con todo mi amor (2).
Seor.

Cantad Aleluya
Anhela Mi Alma
El discpulo amado. Paulinas.
Anhela mi alma contemplarte, Seor.
Mi ms grande anhelo es poderte admirar.
Para m, eso es el Cielo: en tu presencia estar
248

Hora Santa. Paulinas.

Os habis acercado a Sin,
El monte de Dios,
La celestial Jerusaln,
Morada del altsimo Seor.
249

Cantad Aleluya (3).

A travs de la sangre
De Jess, Cordero de Dios,
Purificad el corazn,
Para rendirle culto al Seor.
Al haber encontrado
Este reino que no pasar,
Adoremos a Dios, eterno Rey,
Con reverencia, asombro y gratitud.

Unamos nuestra voz a los cantares

Del coro celestial. Dios est aqu!
Al Dios de los altares alabemos
Con gozo angelical.
Cantemos al Amor de los amores,
Cantemos sin cesar. Dios est aqu!
Venid adoradores, adoremos
A Cristo en el altar.

Dios De Paz Y De Amor

Cantemos Al Amor De Los Amores

Cantos Eucarsticos. Paulinas.

Cantos Eucarsticos. Paulinas.

Cantemos al Amor de los amores:
Cantemos al Seor!
Dios est aqu; venid adoradores,
Adoremos a Cristo Redentor.
Gloria a Cristo Jess!
Cielos y tierra, bendecid al Seor.
Honor y Gloria a ti, Rey de la Gloria.
Amor por siempre a ti, Dios del Amor.
250

Dios de paz y de amor, oh, Rey de tierra y cielo!

Y del pobre mortal, el celeste manjar.
Te adoro aqu presente, ferviente y con anhelo;
En el Pan divinal sobre tu santo altar.
A mi lengua, Seor, de palabras ardientes
Y el fervor, la piedad a mi fiel corazn;
Pues hoy quiero cantar con un alma ferviente
Tu infinita bondad, tu celestial amor.

251

En Adoracin Perpetua

En Tus Brazos

Qudate con nosotros. Paulinas.

l me mira, yo lo miro. Paulinas.

En adoracin delante de ti, Seor;

En adoracin perpetua (2).

Atindeme Seor, tmame en tus brazos.

Te llamo en el silencio de mi corazn,
Tal vez, podr sentir tu presencia,
No quiero dudar que ests aqu!

Yo quiero estar en adoracin:

Poder entrar a tu presencia.
Quiero estar en adoracin
Y a tu presencia poder entrar, Seor.
Oh, mi Seor! (2).

En Los Cielos Y En La Tierra

Cantos Eucarsticos. Paulinas.
En los cielos y en la tierra
Sea para siempre alabado
El corazn amoroso
De Jess sacramentado (3).

Atindeme Seor, tmame en tus brazos,

Que abiertos me invitan a ir a ti.
Toma, de mi vida lo que t quieras,
Si me ayudas, puedo ser mejor.
Acptame Seor, tmame en tus brazos.
No dejes que se enfre sta que es mi oracin
Quiero acompaarte aunque no entienda
Por qu nos amas tanto, mi Seor? (2).

Entrar
Hora Santa. Paulinas.
Entrar (3) a su presencia.
En libertad, por su amor,

252

253

El Espritu me lleva
Al trono de la gracia,
Para adorar cara a cara.
S, al Dios vivo adorar.
Libre soy (2) para entrar.

Jess Eucarista
l me mira, yo lo miro. Paulinas.
Jess, s que ests ah en el Sagrario
Esperando que alguien te venga a acompaar,
Sin hablar, como en la cruz,
Tus ojos buscan dnde descansar.
Jess mrame! Estoy junto a ti.
Aunque solo soy un nio,
Yo lo quiero de verdad,
Y le canto con los ngeles
A Jess en el altar.
Aunque sea muy poquito
Lo que yo le puedo dar,
A l le gusta que yo vaya
A buscarlo en el altar.
254

Jess, vivo ests aqu, en la Eucarista,

Ofrecindote a los hombres por amor.
Es Dios hecho pan y vino,
l quiere que yo vaya a comulgar,
Jess s quiero! Y humilde voy a ti.
Jess, ahora estoy contigo en sacramento,
Y es tu gracia que me llena de tu paz,
No te vayas, qudate as.
Que cada da t y yo seamos comunin.
Jess te quiero ms! Por querer quedarte as.

Luz Eterna
Qudate con nosotros. Paulinas.
Luz eterna me viene a iluminar:
La noche de mi alma la viene a disipar
Y, en la soledad del templo,
Tu presencia brilla ms;
Y, en medio del silencio,
Tu voz resuena (2).
Luz eterna me viene a iluminar:
Jess eucarista, expuesto en el altar,
255

Y en el misterio de la Hostia
Tu presencia es real:
Todo Dios y todo Hombre
Delante de m est (3).

Mi Jess Sacramentado
Cantos Eucarsticos. Paulinas.
Mi Jess sacramentado,
Yo te adoro y te bendigo
Porque, oculto en Sagrario,
Has querido estar conmigo (2).
Jess, Hostia inmaculada,
Inmolada por bien mo:
Que mi alma sea tu morada,
Amantsimo Dios mo (2).
T eres, mi Jess amado,
El Esposo prometido;
De las almas, el Deseado
Eres, mi Jess querido (2).

256

Mi Razn De Ser
Qudate con nosotros. Paulinas.
Mi razn de ser es adorarte, para siempre;
Mi razn de ser es adorarte a ti
Y contemplarte, mi Seor.
Y derramar mi corazn
En perpetua adoracin, ante tu altar.
Mi corazn est en tu presencia, siempre;
Y mi dicha mayor es acudir a ti
Cuando me llamas al Altar,
A la hora del Amor:
Cuando en el Santo Sacramento
Te vengo a contemplar.

Mi Seor
El discpulo amado. Paulinas.
Mi Seor (2), mi nico Seor,
Toda vida procede de ti.
Mi Seor (2), mi nico Seor,
Cuanto anhelo estar junto a ti!
257

Yo quiero verte en tu santuario,

Y contemplar tu majestad;
Poder gustar de la dulzura de tu amor,
Porque t eres mi Seor.

Plegaria A Jess Sacramentado

Cantos Eucarsticos. Paulinas.
Escucha, Jess, la ferviente plegaria;
Escucha la voz del que gime en la vida
Y llega hasta ti con la fe redentora
Que puede calmar el dolor de una herida.
Venimos al pie de tu Sagrario,
Trayendo un flor blanca y divina,
Que riegue su olor en tu Santuario,
Que arome el fervor de una oracin.
Venimos a ti trayendo el alma,
Rendida de amor, cautiva y triste,
Buscando la luz, la dulce calma
Que vuelve la paz al corazn.

258

Qu Gloriosa Tu Morada
Hora Santa. Paulinas.
Qu gloriosa, oh Seor! Tu morada, oh mi Dios!
Nos gozamos ya mirando tu majestad.
Tu nombre exaltar y tu gloria proclamar.
Me postrar ante tu Santidad.
Me llenar. Satisfecho quedar.
Me deleitar con tu gloria y esplendor,
En tu presencia (2).
Me postrar ante tu Santidad.
Me llenar. Satisfecho quedar.
Me deleitar con tu gloria y esplendor (3),
En tu presencia, Seor.

Sangre Preciosa
El discpulo amado. Paulinas.
Ya no pertenezco al mundo,
Ni pertenezco al malvado:
T, Jess, me has salvado
Y te pertenezco a ti.
259

Pagaste con tu Sangre preciosa

Vertiendo hasta la ltima gota;
Sangre y agua de tu costado
Que en la cruz has derramado.
Te adoro, Seor, mi Dueo:
He muerto al mundo en tu cruz
Y vivo por tu resurreccin,
Oh, Jess! Mi Salvador.

Alabemos a Jess!
Aqu estamos en su presencia, en tierra santa.
Alabemos a Jess!
Aqu estamos en su presencia (3), en tierra santa.

Vamos, Nios, Al Sagrario

Cantos Eucarsticos. Paulinas.

Solo me resta seguirte,

Cada da agradarte
Y contestar contigo, Seor
A tu lado por siempre.

Tierra Santa
Hora Santa. Paulinas.
Tierra santa! Estamos en tierra santa,
Porque el Seor est aqu y, donde est l, es santo.
sta es tierra santa! Estamos en tierra santa,
Porque el Seor est aqu y, donde est l, es santo.
Aqu estamos, en tierra santa
Y yo s que hay ngeles alrededor.
260

Vamos, nios, al Sagrario

Que Jess contento est;
Pero, viendo tantos nios,
Ms contento se pondr (2).
Ven a m, Jess querido,
Que de amor muero por ti;
Que mi alma, enamorada,
Sin ti no puede vivir.
Jess, vida de mi alma,
En tu amor mi dicha est.
Djame que hoy te diga,
Oh, cunto te quiero ya.
261

Florecitas de los valles

Venid, todas, a exhalar
Vuestros ms puros aromas
Al que es todo caridad.

ndice

Introduccin
I. Los frutos de la comunin
II. Oraciones para prepararnos a la Comunin
1. Frmulas de intencin de la Celebracin
Eucarstica
Ofrecimiento de la Eucarista
Intencin de la Misa
Participacin en la Eucarista
Ofrecimiento de la Misa
2. Actos de devocin previos a la Comunin
Acto de fe
Acto de esperanza
Acto de caridad
262

Acto de adoracin

Acto de adoracin

Acto de fe

Acto de accin de gracias

Acto de esperanza

2. Plegarias

Acto de caridad

Alma de Cristo

Acto de adoracin

La Eucarista en la vida diaria - KARL RAHNER, SJ

Nada me separe de ti

El don de la Eucarista - CARD. CARLO MARA

MARTINI, SJ

Camino Recto - S. ANTONIO MARA CLARET

En ti, mi alegra

Preparacin a la Comunin - STO. TOMS DE

AQUINO

Gracias, Seor, por la Eucarista

3. Plegarias

Oh dulcsimo Jess

Llvame a tu Convite celeste - STO. TOMS DE

AQUINO

S misericordioso conmigo, Seor - SAN JUAN

CRISSTOMO

Hambre del Pan de Vida - SAN BUENAVENTURA

Vengo a refugiarme en Ti - S. AMBROSIO

Gracias, amabilsimo Jess

Ven, oh Jess

La comunin es mi vida

III. Luego de Comulgar

1. Accin de gracias despus de la Comunin
Acto de adoracin
Acto de fidelidad
Acto de peticin
Acto de fe

Gracias, oh Jess mo

Mi Cuerpo es Comida - MONS. PEDRO

CASALDLIGA
Tu Comunin sea mi armadura - STO. TOMS DE
AQUINO
T, nuestro Alimento

IV. Otras oraciones

1. Comunin espiritual
Primera frmula
Segunda frmula
2. Plegarias diversas
Para propagar la Comunin diaria
Qudate junto a nosotros, Madre
Santa Virgen, aydame a recibir a tu Hijo
Mara, he recibido a tu Hijo
A Mara, Madre de la Eucarista
A la Virgen Mara, por el culto a la Eucarista
Te agradezco, Madre de Dios - S. CIRILO DE
ALEJANDRA
Oracin de splica a san Jos

VI. Horas santas- Visitas al Santsimo Sacramento Adoracin Eucarstica

1. La hora de adoracin eucarstica: una forma de
permanecer en el corazn eucarstico de Jess
Maestro
El mtodo de la Visita
Jess Verdad
Jess Camino
Jess Vida
2. Quince Minutos en compaa de Jess
Sacramentado
3. Mi Visita a Jess Eucarstico
Oraciones para preparar el corazn
Inicio
Lectura espiritual

V. Adoracin Eucarstica: Exposicin y Bendicin

Comunin espiritual

La Exposicin

Estacin al Santsimo

La Adoracin
La Bendicin

Letanas para adorar la presencia de Jess en la

Eucarista

Bendicin Eucarstica

Oracin final

Letanas a Jess Sacramentado (Letanas de

Desagravio)
La Reserva

4. Visita al Santsimo Sacramento

Acto de adoracin
Acto de fe

Acto de esperanza

3. Estacin al Santsimo Sacramento

Acto de caridad

Ofrecimiento de la estacin

Acto de contricin

Estaciones

Acto de gratitud
Acto de splica
Oracin final

IX. Preces para la adoracin eucarstica

Preces litnicas al Santsimo Sacramento
Ofertorio Eucarstico - BEATO SANTIAGO ALBERIONE

VII. Visitas Breves

1. Oracin para una Visita
2. Saludo a Jess Sacramentado
3. Cinco minutos con Jess en la Eucarista
4. Las Buenas Noches a Jess Sacramentado
VIII. Novenas y otros Ejercicios piadosos
1. Novena al Santsimo Sacramento
Oraciones iniciales
Oraciones por das
Oraciones para concluir cada da
2. Octavario al Santsimo Sacramento

Preces al Santsimo Sacramento por el Papa

Preces vocacionales
Por las vocaciones en general
Por los llamados al sacerdocio y la vida religiosa
Splicas a Jess Sacramentado por el Clero
Preces por los Sacerdotes
Por los Sacerdotes
Por las vocaciones religiosas
Por las vocaciones a la vida consagrada
Preces por la vocacin a la vida matrimonial
Preces ante el Santsimo Sacramento por la Vida

Acto de contricin
Comunin espiritual

X. Plegarias a Jess en la Eucarista

Responso

Qudate con nosotros! - JUAN PABLO II

Oraciones por das

T tienes Palabras de Vida Eterna - JUAN PABLO II

Corpus Christi - PABLO VI

Jornada de un alma - BTO. JUAN XXIII

Oh Jess, amor mo y mi vida - STO. TOMS DE

AQUINO

A Jess en el Santsimo Sacramento

Oracin - STA. GERTRUDIS, LA GRANDE

A Jess escondido en el santsimo Sacramento - STA.

FAUSTINA KOWALSKA

Oracin Eucarstica de Ftima

A Jess en el Sagrario STA. TERESITA DEL NIO JESS

Pan de Vida, Fuente de Santidad - S. BASILIO, EL

Al Amor de los amores: Jess Sacramentado - STA.

TERESITA DEL NIO JESS

GRANDE

Al Corazn Eucarstico de Jess

GRANDE

Alabanza a Dios, Nuestro Seor

Solo t, Seor - S. JUAN DAMASCENO

Amable Jess

Te adoro desde mi nada

Amantsimo Seor - San Agustn

Te adoro, preciosa Sangre de Jess - S. ALBERTO, EL

GRANDE

Cerca de ti - S. Francisco de Ass

El Seor, presente en el Altar - S. FRANCISCO DE ASS
Contigo, una sola cosa
Creo, agradezco, adoro - S. ALFONSO MARA DE
LIGORIO

Padrenuestro Eucarstico - S. PEDRO JULIN EYMARD

Recordar tu amor en todo momento - S. BASILIO, EL

Te bendigo, Seor - S. JUAN CRISSTOMO

T, nuestra Comida - STA. CATALINA DE SIENA
Seor, atrae hacia ti a los jvenes
Enriquece, Seor, a tu Iglesia con vocaciones

Delante del Sagrario BTO. RAFAEL MARA ARNIZ

Divino Jess, solitario

XI. Oraciones breves

La Comunin, mi Armadura

Aviva nuestra fe y nuestro servicio

Llega la noche, Seor

Queremos experimentar tu presencia

Mrame con amor - S. AMBROSIO

Aydanos a creer y testimoniar

Que te encontremos en el camino

XII. Responsorios y Jaculatorias eucarsticas

Que tu Palabra resuene en nuestro corazn

1. Responsorios

Aydanos a descubrirte, Seor

2. Jaculatorias

Queremos estar contigo, Seor

Venimos a ti, Seor

XIII. Himnos Eucarsticos

Llnanos de alegra

Adoro Te Devote

Robustece nuestra fe

Altar de Dios, centro de la vida

Junto a ti

Amor de las almas

En todos los corazones seas alabado

Cantemos Al Amor De Los Amores

Concdenos, Seor, alabarte

Comunin

Ensanos a vivir tu Misterio

De rodillas, Seor

Bendcenos, purifcanos, consrvanos

sta es mi Sangre

Nos unes a tu inmenso amor

O Salutaris Ostia

S nuestro alimento, nuestra bebida

Oveja perdida, ven

Tu amor nos congregue

Pange, Lingua

Que proclamemos lo que adoramos

Salve, Cuerpo Verdadero

Queremos adorarte con fe firme

Tantum Ergo

Unidos a ti, demos fruto

Ven, Jess

Que te adoremos con corazn pobre y limpio

En Cristo, el Misterio de la Salvacin
Ilumina tu rostro sobre nosotros

XIV. Cantos Eucarsticos

Al pie del tabernculo
Anhela mi alma

Cantad aleluya
Cantemos al amor de los amores
Dios de paz y de amor
En adoracin perpetua
En los cielos y en la tierra
En tus brazos
Entrar
Jess Eucarista
Luz eterna
Mi Jess sacramentado
Mi razn de ser
Mi Seor
Plegaria a Jess sacramentado
Qu gloriosa tu morada
Sangre preciosa
Tierra santa
Vamos, nios, al sagrario

SE TERMIN DE IMPRIMIR EL 29 DE JUNIO DE 2009

EN LOS TALLERES DE LA

ESCUELA TCNICA DON BOSCO,

BOLETA, CARACAS.