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REX

XIV -

aniversario

N 7 - AO - 2008

REVISTA DE LA ASOCIACIN CULTURAL


AMIGOS DE LON DEGRELLE

S U M A R I O
Pg:

Lon Degrelle, el ultimo doncel.


Non mia intenzione.
Mis primeros estudios.
Entrevista con Lon Degrelle.
Lon Degrelle y el arte.
La poca de los lavados de cerebro.
A los jvenes Europeos.
Lon Degrelle, el triunfo de la personalidad.
Yohn Hagemans, hijo de la otra Europa.
Secuestrar a Lon Degrelle.
Lon Degrelle y la revista Signal.
Mi vocacin literaria.
Mi camino de Santiago, Fromista.
La concepcin social.
Ediciones.
Actividades de la asociacin.

Asociacin Cultural Amigos de Lon Degrelle2008.


Revista de difusin interior, prohibida su venta.

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LON DEGRELLE XVI ANIVERSARIO

LON DEGRELLE
EL ULTIMO DONCEL

on Degrelle, como Martn Vzquez de Arce, el


Doncel de Sigenza, ya duerme sin despojarse de
su armadura, blandiendo su espada y postrado eternamente
con el legado de su intelectualidad, en un llamamiento
perenne a los jvenes idealistas, los nicos elegidos que
pueden realizar la revolucin que el mundo necesita: la
revolucin de las almas.
Al contemplar el icono gtico, la figura emblemtica,
que se guarda en el remanso de silencio en una capilla
atravesada por rayos de luz de vitrales y rosetones
policromados de la catedral de Sigenza, en las tierras altas,
fras y continentales de los pramos de Castilla, la
coincidencia identitaria con la impronta poltica y guerrera
de Lon Degrelle es inevitable.
El Doncel es un militar ilustrado o si se prefiere un
intelectual guerrero. De origen castellano, de donde son los
preclaros varones que no reniegan de su estirpe ni de su fe y
que marcha al combate en el siglo XV, a la Guerra de
Granada, para fraguar la unidad de hombres y tierras, de
pueblos y regiones, de montaas y litorales, mediante la
tormenta de fuego y chispas de acero, combates cuerpo a
cuerpo, destreza y valor. Lleva consigo la pesada
impedimenta de mallas, la plateada armadura, la espada al
cinto, exhibe sobre su pecho investido de caballero la roja
cruz de la Orden de Santiago y entre sus pertenencias guarda
el libro de la caballera, de la vida y del amor, de la sabidura
y del pensamiento, de las mximas y de la narrativa, de la
tradicin y de la revolucin.
Los mismos atributos, la misma serenidad, idntico
porte, pero en este caso con hojas de roble sobre la cruz de
hierro a modo de collar, lo encontramos en Lon Degrelle.
Ambos son cruzados de la fe y del ideal. Los dos caballeros
cristianos, valientes guerreros, entregados a la causa de la
unidad de Espaa y de Europa como nacin de sangre vieja y
noble, de costumbres ancestrales, de honra y honor, donde la
palabra dada es un juramento y los valores que importan son
los del espritu superiores a los bienes terrenales que
acaparan los sempiternos usureros que no entienden de casta
ni de linajes aunque deriven de tribus malditas.
Uno estudia en la docta Universidad complutense de
Alcal. bajo el ajedrezado damero y el canto del cisne
blasonado. Otro se forma en Lovaina bajo idntica teologa.
El Doncel Martn Vzquez de Arce y Lon Degrelle son
ya para la eternidad viejos camaradas. Los dos tienen en sus
familias y a lo largo de generaciones profesos en Cristo.
Degrelle mayormente jesuitas, la guardia negra de Dios, el
hermano del Doncel, Fernando, es el obispo de Canarias.

Los dos saben que el libro y el gladio son inseparables,


cada uno a su tiempo pero los dos en armona
complementaria y sin descuido. La narrativa de Degrelle no
se basa en arquetipos ajenos sino en conciencia y
experiencia propia alcanzando una belleza plstica y
expresiva sublime. La figura del aristcrata y militar
castellano en su estatuaria fnebre acariciando un libro
mientras se sumerge absorto en la lectura, invoca que la
lucha tiene que basarse ms en fundamentos que en la
fuerza.
Degrelle y el Doncel de Sigenza derramaron su sangre
en la tierra sin dar la espalda. El uno formando parte de las
mesnadas del Duque del Infantado, el otro peleando como
un jabato durante cuatro picos aos en las campaas del
frente oriental, en las Waffen SS, junto con un milln de
ilusiones de todos los pueblos europeos en causa comn por
un anhelo compartido y taponando a lo largo de ms de tres
mil kilmetros la brecha del comunismo aliado con el
hipercapitalismo que atenazaba por el flanco occidental. Era
la cruzada de la cultura contra la barbarie y la materia.
Degrelle a sus memorias las calificara de Fascistas y
Jos Antonio se inspir en el Doncel, su imago predilecta,
para encuadrar en sus falanges al prototipo de hombre nuevo
donde se fusionaran, a partes iguales, los espritus del
monje y del guerrero. Por ello, por tener la medida urea y
alqumica de las dos mitades exactas, religin y milicia,
Lon fue el carn prncipe de la Falange Exterior.
El Doncel y Lon, tal vez sin saberlo, pusieron idntico
nombre cristiano de pila a una de sus hijas: Ana.
Los dos, en tiempos de turbulencia, guardaron la
templanza y la serenidad de los que saben que no van a morir
jams puesto que sus vidas y su estela, han quedado para la
posteridad como arquetipos de espiritualidad y marcialidad.
Jos Luis Jerez Riesco.
Presidente de la asociacin cultural Amigos de Lon
Degrelle.
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NON MIA INTECIONE

Beppe Franzo

(NO ES MI INTENCIN)

o es mi intencin mitificar
a la persona, pero hay que
darse cuenta que cuando se habla de
Lon Degrelle, se necesita muy poco
para enfatizar la gesta, porque nos
encontramos con la narracin de una
existencia digna de ser recordada. El
mismo remachaba, en su llamamiento
a los jvenes europeos, que la vida
vale, solamente si se orienta hacia la
perfeccin y la grandeza, aadiendo
que creemos en el esplendor de las
estrellas.
Que cielo, que esplndidas
estrellas encontr admirando durante
tantas noches en Bouillon, burgo de
las Ardenas francesas, desde donde
parti su larga aventura. Un camino
existencial intenso el suyo,
sintetizado mejor que muchas
palabras en el epitafio sobre su tumba:
ETSI MORTUUS URIT, seppur morto
arde.
Una chispa de fuego en
cualquier esquina del mundo y todos
los grandes milagros sern posibles,
por citar otra expresin tpicamente
suya, y l fue quien mejor atiz el
fuego a los dems, inflamando las
conciencias y las almas de muchos
jvenes de su poca, conducindoles a
inmolarse por el bien comn, por la
justicia social, por la Europa de los
pueblos. Entenda la poltica como un
acto de amor, como obra de milicia
(Vita est militia super terram)-la vida
es milicia sobre la tierra-, un actuar

postrado ante el bien comn, dando a


cada uno de los actos un significado
que trascendiese el contenido
material, asocindoles una dimensin
de espiritualidad.
Analizar, por tanto, el ideal que
animaba al hombre, al militante, al
asceta Degrelle, no es una cosa de
escasa consideracin y se termina,
casi siempre, por eludir aspectos de su
personalidad que para algunos son
secundarios, pero para otros son
absolutamente imprescindibles. Es,
perdonar la comparacin, como el
examen de una figura cbica, que se
viese en retrospectiva, cada lado
puede parecer como el principal.
Degrelle es esto: un macrocosmo
de acciones que aunque se pueda
observar de forma diversificada,
tienen todas un nico fin: la fidelidad
a una visin ideal que entre
tempestades emotivas, dificultades
objetivas de orden prctico,
amarguras y desilusiones, pero que
jams mengua. Fiel hasta la muerte.
Exhaustivas pueden ser las palabras
en su momento publicadas en la
revista espaola Cedade: Era el
lder de una juventud anticonformista
que se sacrific en el campo de
batalla por el ideal de Europa. Era el
hombre religioso, audaz, libre. El
representante de una era que intent
liberarse del yugo plutocrtico de las
democracias saliendo a los puestos de
mando y al mismo tiempo a humillar
al atroz materialismo histrico del
comunismo que amenazaba a los
pueblos europeos La vida del Lon
de las Ardenas trascurre a travs de
fases existenciales bien diferenciadas:
La juventud, trascurre en la
pequea cuenca del Buglione, junto a
la fortaleza feudal de Godofredo de
Bulln, en la que se le educa en una
profunda religiosidad catlica
familiar.
Dir de aquellos das: Estaba,
de pequeo, como en familia con lo
Eterno. Dios estaba en el fondo de mi

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ser. Ms fuerte que nada en este


mundo. Ms fuerte que la poltica. Lo
temporal, no lo he concebido nunca
sino elevndose hacia lo espiritual.
Lector omnvoro de todo lo que
encontraba, comenzar la aproximacin
con los primeros maestros del
pensamiento en Namur, en el colegio
de los jesuitas.
Junto a los textos cristianos
clsicos, conoce temprano las teoras
y doctrinas de la Accin Francesa y el
pensamiento de Maurras, a quien
identificar como el mayor pensador
poltico del siglo, lee a Danunzio, se
siente atrado por el movimiento
legionario rumano de Cornelio Zelea
Codreanu, contempla la Marcha sobre
Roma y lee con atencin los textos de
Ernest Psichari, tal vez su verdadero
primer dolo, junto a cuya tumba se
pas muchas horas durante su estancia
en Namur.
Quin era Psichari? Un
personaje muy interesante y adems
poco conocido, incluso en Italia, si se
excluye el nico libro publicado por
las ediciones Volpe El viaje del
centurin, en el ao 1972.
Nacido en el ao 1883 en Pars (la
madre era hija de aquel blasfemo de
Renan que neg, en uno de sus libros,
que Jess fuese Hijo de Dios), fue
bautizado con el rito greco-ortodoxo
pero creci en la mayor indiferencia
religiosa.
Obtuvo la Licenciatura a los
diecinueve aos en filosofa; se alista
despus como artillero y marcha a
frica, donde divide su experiencia
militar entre el Congo y el desierto del
Sahara. Conmovido profundamente
al contemplar una estampa con la
fotografa de la Virgen de La Salette,
que le fue enviada por su amigo
Jacques Maritain, se opera en su ser
una transformacin interior que le
conduce a la conversin a Cristo.
Entra en la Orden Tercera de los
Dominicos y dedica gran parte de su
tiempo a la meditacin y a la oracin.

NON MIA INTECIONE

En el ao 1914 parte de nuevo


hacia el frente de batalla y muere en
combate, en Rossignol (Blgica), el
da 22 de agosto de ese mismo ao,
cae apretando entre sus manos un
rosario, portando con un crucifijo
colgado en el cuello y con un
escapulario dominico sobre su pecho.
Con el oficial francs Psichari, se
han identificado algunas similitudes,
entre aquella alma vida de verdad e
impulsada hacia los grandes
interrogantes de la fe y la ndole
guerrera (tambin l marchar como
un simple soldado de artillera para
frica y alcanzar, como Degrelle, el
grado de oficial)
El anlisis contrarrevolucionario
de la Accin Francesa, las instancias
sociales del originario fascismo y el
corporativismo catlico de La Tour du
Pin, le pondrn en camino hacia el
rexismo, del cual fue padre putativo.
Dir: Estbamos todos muy
impresionados por Maurras y por su
escuela de la Accin Francesa. Ellos
marcaron profundamente nuestra
poca. Hasta un de Grulle fue
intelectualmente y polticamente su
discpulo. Lo mejor de la accin
golliana fue impregnado por la
doctrina del viejo terico del Orden,
escritor valiente, seguro de s mismo,
c o n l a p e r i l l a d e s g re a d a ,
maravillosamente sordo, lo que le
liberaba del primer envite de los
embaucadores y de los
parlanchines.
El ideal de Carlomagno, sobre
cuyas reliquias en Aix-la-Chapelle

Degrelle se arrodillar en sus aos


jvenes, toma forma, para revivir en l
la concepcin de Imperium, de una
romanitas templada y enriquecida
por la visin cristiana. En Degrelle
retumba la idea, como escribe, en el
Prefacio al libro de 1978 Degrelle y
el rexismo -editado por las ediciones
Volpe-, un joven Marco Tarchi, que
la obra de Carlomagno estaba
iniciada, pero deba ser concluida:
corresponde a los cruzados del siglo
XX reconstruir una identidad entre la
sangre, el espritu y las tierras
europeas.
Bajo esta conviccin, cuando
Hitler declaraba la guerra a la Rusia
comunista, Degrelle ve en l la vox
populi por excelencia, corriendo en
su ayuda. Pero la experiencia juvenil
ms intensa fue, seguramente, el viaje
emprendido en solitario por Degrelle,
en el ao 1929, a los 23 aos, a
Mjico, para documentarse de la
insurgencia de los Cristeros,
denominacin que se identifica con
los heroicos defensores del Christus
Rex!
Quedar decisivamente marcado
por esta experiencia en la que ve morir
a jvenes y familias enteras en la
defensa de la identidad de una nacin,
martirizada por la persecucin
antirreligiosa y anticatlica de los
gobiernos filo estadounidenses
sucesivos, impregnados de leninismo,
liberalismo y masonera.
Una fe catlica que andaba
derrotada en cuanto humus del
catolicismo, que nace alrededor de la
Morenita, la Virgen de Guadalupe,
smbolo de unin de las dos almas ms
profundas del pas: la estirpe espaola
y la etnia indgena. Ser esta
experiencia la que le incentivar para
levantar, en el 1932, la editorial de la
Accin Catlica belga, Christus Rex,
a la que seguir la experiencia poltica
de Rex y del rexismo. De aquellos
aos, no teniendo espacio y tiempo
para el anlisis de los programas
polticos rexistas, conviene recordar
de Degrelle la gran propensin a la
militancia, con horas y horas
dedicadas a los mtines, noches
enteras pasadas escribiendo artculos,
pensando mtodos de propaganda
nuevos, como el uso de los motoristas

para la difusin de los peridicos, los


mtines con abono de entradas, las
consignas del movimiento Rex
pintadas por los campesinos rexistas
con tinta encarnada sobre los lomos de
las vacas o de las ovejas y las
llamativas pancartas colocadas bajo
los puentes para ser ledas por los
automovilistas. El segundo Degrelle
es el guerrero, EL COMBATIENTE
INDMITO del frente del Este. Es ya
el hombre maduro, aquel que afronta
las peripecias de la lucha; ha
asimilado una conviccin ideal muy
clara y precisa; el rexismo es, adems,
un partido poltico consolidado y
Degrelle ya ha experimentado en su
propia piel la afrenta de la crcel, a la
que fue conducido, el 10 de mayo de
1940, por los servicios franco-belgas,
durante el imparable avance alemn.
Cuando el da 2 de junio de 1941
Hitler lanza el llamamiento a los
jvenes europeos, Degrelle no tiene
ninguna duda en el dilema: o con el
Eje para conquistar un puesto en la
nueva Europa o contra l. Los rexistas,
como dir ms tarde en 1992 durante el
exilio, refutando ser cmplices en el
desencadenamiento de la Segunda
Guerra Mundial afirmacin intil e
imbecil- que los secuaces del
marxismo y el hebrasmo mundial,
sostenidos por un hipercapitalismo les
imputan.

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NON MIA INTECIONE

Con sus insaciables apetitos


caninos,- bolchevismo, hebraismo y
capitalismo- tratan de imponerse por
odio y venganza a Europa..., pero fue
entonces cuando los rexistas se
movilizaron y acudieron solcitos a la
llamada de las armas, en el momento
en el que el comunismo se lanz
contra nuestros pases occidentales,
luchando tenazmente, ofreciendo
durante aquellos terribles aosnuestra juventud y nuestra sangre
Degrelle parti voluntario, como
soldado raso, camarada entre
camaradas, rechazando el grado de
capitn ofrecido telegrficamente de
Hitler. Sabr conquistar galones y
medallas, respeto y honor, pero sobre
todo la estima de sus hombres que
vern en l al Caudillo, figura que el
mismo identificar: El verdadero
jefe tiene un sentido innato del
mando, tiene dones superiores de
imaginacin: Tiene sed de iniciativas,
intuye, acta con sagacidad, asesta el
golpe imprevisto. Es un conductor de
hombres, provoca la entrega, suscita
el entusiasmo, hace de la disciplina
un servicio briosamente aceptado.
Resultar herido en una pierna en
combate, el 15 de febrero de 1942, en
una contraofensiva sobre el ro
Donetz, cuando participaba con el
grado de cabo en la batalla.
Una segunda herida la sufrir en el
mes de octubre, como consecuencia
de la explosin de un obs a menos de
un metro de distancia; explosin

cuyas secuelas se dejaran sentir en los


aos venideros debiendo ser
intervenido por aquella causa de
operaciones de hgado, esfago y
estomago.
En el otoo de ese mismo ao son
tan solo 146 los bravos voluntarios
valones supervivientes en los quince
meses de combate en el frente del
Este, que estarn dispuestos a unirse
con los millares de voluntarios que
formaran junto a Degrelle la 28
Division de las Waffen SS. Fue en
1944 cuando la Divisin Wallonie
ser atrapada junto con la Viking en
el cerco de Cherkasy, recibiendo la
orden de resistir hasta la aniquilacin
total. De los 2.000 valones
participantes en el encontronazo,
sern 232 los que conseguirn romper
el cerco. El Fhrer conmovido por
aquel inslito herosmo, le
manifestar durante una audiencia a
Degrelle: Si tuviese un hijo, quisiera
que fuese como Ud..Es, en aquel
periodo, un Degrelle tenaz, que
alterna la guerra con el rol de poltico
en la madre patria, sacrificando
incluso el propio sueo y descanso en
nombre de la militancia.
En el 1945, Degrelle se encuentra
conduciendo a los voluntarios
supervivientes valones, flamencos y
franceses en defensa de la Europa
oriental. De los valones que partieron
en 1941, quedaban solo tres: un
oficial, un soldado raso y Degrelle,
que marcha a Berln en abril de 1945
con el objetivo de conseguir el mayor
nmero posible de carns de identidad
de los trabajadores extranjeros
consciente de cual sera el destino que
les esperaba a sus compatriotas al
regreso a su Patria.
Se encuentra en Copenhague, el 4
de mayo, y se repliega al da siguiente
hacia Oslo, desde donde, decidido a
no rendirse jams, se lanza en la noche
entre el 7 y el 8 de mayo, a atravesar el
cielo de Europa, sobrevolando Pars
que se encontraba en fiesta, para ir a
estrellarse con la avioneta en la costa
cantbrica de la baha de San
Sebastin, en Espaa. Aqu se inicia la
tercera fase de la vida de Lon
Degrelle, la del EXILIO. Una injusta
ley nominativa, la Lex Degrelliana
impedir la prescripcin de los hechos

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que se le imputan, mantenindole


cuarenta y nueve aos en el exilio
espaol hasta su muerte, acaecida en
el ao 1994. Su familia en Blgica
sufrir las ms atroces vejaciones,
descritas por l en ms de una ocasin:
Mi hermano Eduardo, que no
haba tenido la ms mnima actividad
poltica durante la guerra, fue
asesinado el 8 de julio de 1944 con
cinco disparos en la sien y en la
cabeza, a dos metros de su botica la
madre octogenaria fue encerrada en
los peores calabozos. Durante dos
aos no vio nunca a un juez: Ella
muri por crimen de maternidad,
entre dos gendarmes armados que no
perdan nunca de vista la habitacin
del hospital en la que estaba
ingresada en estado preagnico...
Mi padre, octogenario, tambin
fue encarcelado. Cuando supo que mi
madre haba muerto y que su
existencia no tena ya ningn sentido,
ces de luchar y sucumbi en su celda
tres meses despus, sin la presencia de
nadie, sin una palabra de consuelo...
Su cadver fue encontrado desnudo,
en un subterrneo de la prisin.
Anloga suerte conoci el resto de
la familia: Mi mujer, madre de seis
hijos, paso seis aos en las crceles de
los vencedores Ninguno escap: ni
mis hijos, ni mis hermanas, ni los
miembros ms lejanos de mi familia.
Se lleg a detener hasta al
anciano padre de uno de mis cuados.
El desgraciado morira, tambin l,
en prisin.

NON MIA INTECIONE

Otro hombre cualquiera se


hubiese encerrado en el ms absoluto
silencio, entre la amargura de la
guerra perdida y el ocaso de los
propios sueos por un lado y el llanto
por los seres ms queridos,
brbaramente masacrados por una
democracia que como en el resto de
Europa escriba sus ideales de libertad
con sangre de los propios adversarios
polticos. El no, y fue as como
Degrelle lleg a ser el referente y la
continuidad ideal para centenares de
jvenes europeos que se oponan a la
decadencia poltico-culturalespiritual de nuestra poca. Dir a tal
fin: A pesar de todo, en esta hora
miles de jvenes rehsan la
capitulacin y no aceptan el
descendimiento a las nuevas cloacas
de los infames y de los bellacos
polticos del mundo actual. El gran
ejemplo del milln de jvenes idealistas,
hroes desinteresados de las Waffen
SS, que vivi y muri por un ideal de
fuego, tal vez reanimara un da los
incendios que se creen sofocados bajo
los ultrajes.
Obligado, en los aos cincuenta, a
adoptar la nacionalidad espaola con
el nombre de Lon Jos de Ramrez
Reina, le libera inicialmente del
contexto poltico, por cuanto que
como exiliado que era la estaba
vedada la facultad de exponer
libremente sus ideas.
Un aislamiento que abandonar
progresivamente para reasumir el
papel de lder indefenso.

En el ao 1967 con el nacimiento


de CEDADE (Crculo Espaol De
Amigos De Europa) oficialmente
constituido en Barcelona, muchos
refugiados polticos en Espaa
comenzaron una colaboracin activa
con la naciente organizacin neofascista
que pronto paso a adoptar posiciones
ideolgicas nacionalsocialistas.
Entre los emigrantes polticos
ms activos, hay que recordar a Leo
Negrelli, miembro del PNF y director
del peridico fascista La provincia
de Bolzano, histricamente
destacado como el primer enviado
oficial de Mussolini a Hitler, que le
realizar la primera entrevista
publicada en Italia, en 1923. Parece
que fue l quien puso en contacto a
Degrelle con los miembros de
CEDADE.
La colaboracin con tal
movimiento se incentiva y tras varias
tentativas de secuestro, el primero
del cual ordenado por el gobierno
belga que encargo a Willy Verstrynge
(ex agente de los servicios secretos)
que fue descubierto tan solo cuarenta
y ocho horas antes de su ejecucin,
para evitar que eventuales
declaraciones de Degrelle pudieran
provocar una desestabilizacin
gubernativa, Degrelle fue
injustamente acusado con calumnias
tales como la de realizar operaciones
de comercio ilegal de obras de arte. En
este punto CEDADE le ofrece apoyo
y Degrelle responde a la calumnia con
un escrito, publicado como un numero
especial de la revista del Crculo (n.
160, marzo-abril 1988) titulada Lon
Degrelle, un Lon ibrico nazi,
recientemente publicada en italiano
por las editorial Novantico en la
coleccin dedicada a Sursum
Corda.
En Espaa pronuncia varios
discursos, escribe muchos artculos y
concede diversas entrevistas, pero
nunca reneg en lo ms mnimo de su
precedente vida poltica y experiencia
militar.
Mantuvo una lucidez expositiva
y una perspectiva poltica hasta el
ltimo instante de su vida y su
capacidad,su rectitud en el
sostenimiento impertrrito de sus
ideas incluso tras la capitulacin

sobrevenida sin poderlo sentar en el


banquillo de un tribunal militar para
eliminarlo ante los ojos del mundo,
hicieron que fuese un trago de difcil
digestin para aquellos seores que
son bien conocidos y que nuestro
desprecio nos impide incluso
nombrarles.
Una frase suya, tal vez mejor que
muchas otras, sintetiza su espritu.
Esta tomada de Militia, el texto
que ms que ningn otro esta imbuido
de poesa y espiritualidad:
La enfermedad del siglo no
reside en el cuerpo.
El cuerpo est enfermo porque lo
est el alma.

La verdaderamente grande y
nica revolucin que est por hacerse
es esa: an tan slo las almas,
llamadas por el amor del hombre y
alimentadas por el amor de Dios,
podrn devolver al mundo el claro
rostro y una mirada limpia a los ojos
purificados por el agua serena de la
entrega generosa.
No hay opcin: o revolucin
espiritual, o fracaso del siglo.
La salvacin del mundo est en la
voluntad de las almas que tienen fe
Beppe Franzo.

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MIS PRIMEROS
ESTUDIOS

uando me desbroc en mi
pequeo valle bouillons,
mi horizonte se limitaba, como le
he dicho, a historias de la
provincia: Los asuntos locales, las
campaas electorales de mi padre,
las de mi abuelo, todo en un crculo
reducido.
Ms adelante llego a los
jesuitas. Estudiar en sus colegios
era una tradicin centenaria de la
raza de los Degrelle: desde que la
Compaa de Jess existe le hemos
proporcionado un lote de jesuitas
en cada generacin. Todos,
siempre, hicimos nuestros estudios
con ellos. Bendigo al cielo por ello,
porque no hay en la tierra
formadores de hombres como
ellos.
Aterric all en un mundo
absolutamente diferente. Me
encontr en contacto con
excepcionales maestros del
pensamiento. La formacin
intelectual de un jesuita es
extraordinaria, pues cursa estudios
hasta la edad de treinta y tres aos.
En la Compaa de Jess ha habido

Lon Degrelle

siempre sacerdotes preparados


para todas las misiones: maestros
que orientan a uno en las artes, o le
zambullen en la filosofa, o le
revelan los encantos de la historia y
de la poltica.
Fue as cmo, sin retraso, me
inici en las doctrinas de Accin
Francesa, la vedette de la prensa de
entonces. Iban a marcarme
profundamente. Tena un profesor
que me llevaba al patio de recreo
todas las tardes el ltimo nmero
de La Accin Francesa, regiamente
escrito y esplndidamente pensado.
Pero, pese a la admiracin que
senta por Maurras, que fue el ms
grande pensador poltico de
nuestro siglo, y del inters con que
lea las diatribas y los retratos de
Lon Daudet, violentos y burlones
-en el fondo mi estilo se resinti de
ello-, vi, a pesar de todo, muy
pronto lo que le faltaba: la pasin
social. Empleo a menudo la
palabra pasin, porque para m
no hay vida sin pasin. Quien no
tiene ms que cerebro, instrumento
ms bien dbil siempre acaba con
lo esencial del ser humano, que es
el corazn. La mayora de la gente
tiene el cerebro poco desarrollado
y a menudo atrofiado. Son
intelectualmente decepcionantes,
pero muchos pueden tener un
corazn conmovedor. La inmensa
masa humana que esperaba del
siglo XX un poquito de justicia,
algo de fraternidad, se encontraba
en un abandono casi total. Se caa
socialmente en el vaco en cuanto
uno se relacionaba con las lites
burguesas. Confundido al
principio en medio de ellas perd
aos. S, perd aos. Mi formacin
catlica me encaden demasiado a

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la burguesa. El mundo burgus


estaba apegado a su dinero, sin
haber comprendido que su inters
material estaba ligado a la
expansin de la masa obrera.
Cuando el obrero gana ms, gasta
ms. Mientras que el burgus,
cuando gana mucho, se asienta en
su ganancia y queda estril.
Una evolucin radical
resultaba indispensable.
Lo que me revolva, por encima
de todo, era la injusticia. Yo
recorra los barrios obreros del
valle del Mosa, del Borinage, de
Bruselas o de los arrabales
flamencos. Examinaba esas
ciudades leprosas, sus cielos
humillantes, embadurnados de
verde y amarillo por los productos
qumicos.
Se habla ahora de contaminacin.
Como si la contaminacin no
existiese en aquella poca! Pero
cuando se trataba de la clase
obrera, todo el mundo haca caso
omiso de la contaminacin.
Slo se detect la execrable
contaminacin cuando la
pestilencia y la suciedad
molestaron el olfato, la piel y el
confort del mundo burgus.
Es evidente que si a mis veinte
aos no hubiese tenido sobre mis
espaldas la losa de plomo del
conformismo burgus, hubiese
sido, desde mis comienzos, con
mucho ms gusto, socialista que
de derechas. En realidad nunca
fui de derechas. Una nacin es un
todo. Izquierda y derecha son
trminos divisores.
En aquella poca hice que
enviaran a los jesuitas paquetes de
publicaciones de contenido social
que escandalizaban a los buenos

MIS PRIMEROS ESTUDIOS


padres. Eran, sin embargo,
publicaciones demcratacristianas, inodoras, incoloras e
inspidas. Dos grandes objetivos
me apasionaron, pues, en mi
juventud.
De una parte a lo Maurras, la
construccin potente y ordenada
del Estado, basada en los
principios de autoridad,
responsabilidad, competencia y

duracin, que constituiran el


basamento poltico del rexismo y,
de otra parte, la pasin social, la
voluntad de aportar a los hombres
la justicia y crear una verdadera
fusin en el pueblo, una
fraternidad constante, considerar
a todo trabajador como un
compaero en la vida humana, en
oposicin al individualismo
burgus y al totalitarismo

marxista, que el equilibrio social


se convirtiera en una realidad, a la
vez orgnica y natural.
Lon Degrelle.
En el exilio, Madrid 1978.

9
Asociacin Cultural Amigos de Lon Degrelle

ENTREVISTA CON
LON DEGRELLE

n las calles de Madrid no


circulan los transportes
pblicos. Una huelga que se
prolonga y dilata sin solucin de
continuidad, tiene paralizada a
media ciudad y gran parte de la
poblacin se encuentra atrapada en
atascos circulatorios. A pesar de los
contratiempos llegamos puntuales
a la cita son nuestro interlocutor.
Lon Degrelle es el ltimo
superviviente de los grandes
lderes que condujeron los destinos
de Europa en los aos 40. Es un
protagonista de la Historia poltica
y militar del viejo continente.
Su capacidad, inteligencia,
valor, carisma y oratoria aplastante
y convincente lo erigieron, ya en su
juventud, en el jefe indiscutible del
movimiento poltico "Rex" de
Blgica que se fraguo en la
corriente de los Movimientos
Nacionalistas Y Fascistas europeos
del primer tercio de siglo. Levant
en el corazn de Europa un ideal

Jos Luis Jerez Riesco

social dentro de principios


cristianos.
Degrelle se alistara en la
confrontacin blica contra el
comunismo como soldado raso y
llego a general por mritos de
guerra. Herido 5 veces en la batalla
se reincorporaba cada vez a la
Primera linea de combate con las
cicatrices aun sangrantes. Lucho
hasta el final de la contienda.
Son mas de cincuenta libros los
que avalan y condensan su
pensamiento y su ideal. Degrelle es
un militar y un guerrero, un
caudillo y un poltico ,un
intelectual y un poeta que guarda
del pueblo ruso el mejor de los
recuerdos.
- En varios de sus libros ha
mencionado que Vd. cree que en
Rusia un buen da aparecer un
hombre, quiz un militar que tenga
por misin salvar a Europa de su
decadencia liberal y capitalista.
- Cual es su opinin de Rusia?
- Tengo una gran admiracin
por el pueblo Ruso. Es para mi la
gran reserva biolgica de Europa.
Es una raza fuerte y esplendida. Es
una raza hermosa y honrada.
Yo he pasado cuatro aos en
Rusia y no he visto nunca a la gente
disputar. He visto una gran unidad
familiar, muchas virtudes. Existen
en Rusia trescientos millones de
hombres que siempre podrn
cambiar algo en una Europa
semipodrida.
- Que piensa Ud. De la guerra
entre los rusos y los Alemanes en
1941?
- Esa Guerra tenia que llegar
mas o menos temprano porque

10
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Stalin como Lenin deseaban


conquistar el mundo entero,
convertir al mundo en un mundo de
esclavos. No fueron los alemanes
los que han provocado la guerra,
sino Stalin quien la hacia segn su
plan. Haba hecho un acuerdo con
Hitler que era un pacto provisional
y muy hipcrita para permitir a los
europeos destruirse pero el plan
fallo porque Hitler haba
conquistado todo rpidamente.
Se monto el conflicto de
Yugoeslavia para aparcar al sur los
ejrcitos y Hitler perdi dos meses
mientras Stalin estaba preparando
cinco millones y medio de
hombres en la frontera para el
avance. De verdad lo que hizo
Hitler fue una defensa preventiva.
No haba ya otro remedio. Y pudo
liberar Rusia entera sino hubiera
sido por el apoyo masivo de los
americanos. Son ellos los que
permitieron a Stalin ganar. Son
ellos los que entregaron a cien
millones de esclavos ms de
Europa a Stalin.
- Considera que pudo ser un
error geopoltico?
- No fue un error de Stalin.
Haba hecho su maniobra, se
convirti en el conquistador mas
importante en el mundo. Mayor
que Gengis Khan. No fue un error
suyo. Error de los alemanes
tampoco porque si no entraban los
otros lo haran. No hubo error.
- Vd. es el nico de los jefes del
Nacional-socialismo histrico
europeo que sigue defendiendo sus
ideas Cree que este ideario podr
llegar a ser un da importante a
nivel mundial?

ENTREVISTA CON LON DEGRELLE


- Yo creo siempre que la
salvacin puede llegar si los
rusos la traen. Creo que Europa ya
no tiene la fuerza suficiente. Es un
continente descompuesto. En
cincuenta aos de democracia,
despus de 1945, ha llegado a
resultados catastrficos. Nada ha
cambiado para bien y todo ha
cambiado para mal. Son
pases que estn todos arruinados.
Son pases con una corrupcin,
racial tremenda y son pases que
han perdido todas las viejas
virtudes que conformaban Europa.
Europa es un territorio
hipercapitalista. sin tener el
hipercapitalismo. No tienen dinero
pero tienen los vicios que el
hipercapitalismo americano ha
dado a Europa..El pueblo ruso ha
quedado como un pueblo bastante
sano que quede recuperarse y
como yo lo he dicho desde los
primeros momentos siempre hay
que esperar que de entre sus
trescientos millones de hombres
vendr el que pueda sublevar al
Pueblo ruso y dar el apoyo decisivo
a los europeos que buscan siempre
la resurreccin de un gran ideal.
- Quien es hoy el enemigo
principal de las naciones
Euroasiticas.
- El enemigo de ahora es el
enemigo de siempre. Es el
hipercapiralismo. Para nosotros
existan dos grandes enemigos en
el mundo. El marxismo que
echando a las clases unas contra
otras arruinaba inevitablemente
toda la economa y llevaba a la
gente a la ruina.
Y el hipercapitalismo que
convierte a cada hombre en una
maquina, que lo convierte en un
pen que se pone sobre la tabla
americana y son instrumentos de
los americanos.
Se ha visto en la querr del
Golfo. Han ido como tontos a

participar en esta aventura estpida


del Golfo que ha acarreado
trescientos mil cadveres. El
capitalismo americano es gran
enemigo. Pero un enemigo tan
dbil como el comunismo. De la
misma manera que si un da el
comunismo porque era una
doctrina falsa cay, el
hipercapitalismo puede hundirse.
Esta muy arruinado. Tiene el
dficit ms alto del mundo. Tiene
muchas raras mezcladas que se
odian y tiene un materialismo que
elimina toda vida espiritual..Es as
como pueden ello mismos caer. Y
es indispensable porque qu sino
es el mundo del Pacifico quien se
har el amo del siglo prximo.
- Sr. Degrelle. Que fuerzas,
partidos o movimientos polticos
en Espaa le parecen ms
positivos?
- Desgraciadamente ahora yo
no veo mucho movimiento
importante que defiende nuestras
ideas. Hay una gente maravillosa
en Espaa para levantar otra vez
este pas y por el contrario hay una
mediocridad, hay una corrupcin.
Hay una debilidad tremenda de los
partidos democrticos que no
representa nada.
- Y en Europa?
- En Europa si. Est el
fenmeno Le Pen que es
importante. Y muy importante.
Porque ya se ve que no se puede
hacer nada sin l, pero hay que ver
si podr llegar por el mismo a hacer
algo. El fondo del problema es que
la gente est en todos los pases
disgusta de la formula democrtica
que es una frmula idiota. El peor
de los tontos es igual al espritu
mas alto. En Francia se han hecho
sondeos antes de las elecciones y el
54% de la gente no quiere votar.
Adems el 14% votan a los verdes
de los que no quieren votar. Y ya se

ve el mismo fenmeno incluso en


pases liberados como Polonia
donde en las ltimas elecciones el
60% no han votado. Era la Primera
eleccin y la gente ya no quiere
esas formulas que son para tontos.
Los pueblos quieren un jefe de
verdad. Es la democracia popular
quien elige a un hombre o un jefe
como en la vida. Que Vd. ha
elegido a su mujer o su mujer le ha
elegido a Vd...Hay que elegir a un
hombre que pueda pensar que
pueda dirigir, que pueda edificar
planes, en lugar de dejar a los
pases abandonados, con
semitontos o incultos que no saben
nada. que ven como los intereses
van hacia los propios bolsillos de la
clase poltica y que hunden a todos
los pases.
Por eso la gran posibilidad es
Rusia, que cuenta con el pueblo,
con trescientos millones de
personas, una gente sana a la que
Dios mandara algn da a quien le
liberar y os liberar.
Con estas palabras de
esperanza ponemos fin a una
conversacin distendida y jovial,
no sin antes rubricar una fotografa
personal dedicada a todos los
lectores de nuestro semanario.
Jos Luis Jerez. (Corresponsal
en Espaa de Den Rusia)

11
Asociacin Cultural Amigos de Lon Degrelle

LON DEGRELLE
Y EL ARTE

on Degrelle senta una


congnita pasin por el
arte y la belleza en sus cnones ms
clsicos. Muchas veces le escuch
decir que un da sin alimento era
una jornada de ayuno, un
parntesis en la ingesta que podra
incluso ser beneficioso para el
organismo y la salud, pero lo que
no era de recibo, lo inadmisible, lo
que consideraba realmente
inconcebible era vivir durante
veinticuatro horas seguidas sin que
el alma se serenase con la
contemplacin de lo bello y lo
sublime, del arte en su ms pura
expresin y en sus ms genuinas y
amplias manifestaciones.
La compenetracin de Lon
Degrelle con las energas que
transmite una obra de arte le
llevaba a pensar que la dimensin
ms excelsa del hombre creador
era la obra de arte que pudiese
surgir de una personalidad genial.

Jos Luis Jerez Riesco

El arte eleva el espritu, modela la


palabra, el mrmol y los colores,
transforma la materia y las ideas
otorgando un sentido esttico
capaz de generar emociones y
sensaciones, de transmitir
sentimientos, de causar impacto
por elevacin, de forjar la aleacin
ms pura y perfecta entre el
hombre y su sentido del quehacer
superior.
La obra de arte lleva implcita
la magia y la impronta de su
creador. Parece inverosmil que de
un escoplo o de un simple cincel
impactado por los golpes certeros
de un mazo se pueda dar a la piedra,
por dura que ella sea, una
configuracin capaz de hablar,
como si de una litofania se tratase.
A veces nos preguntamos cmo
los pinceles y la paleta, elementos
simples y humildes, son
suficientes para reflejar en un
lienzo todos los colores del arco
iris amalgamados en la expresin,
el gesto y la mirada, con luces y
sombras, dimensiones y efectos
logrados que nos producen
estremecimiento y gozo. La
plomada, la escuadra y el comps
bastan para crear un estilo
arquitectnico propio y diferente.
Las notas musicales plasmadas en
una partitura pueden encerrar la
ms armnica y sonora de las
sinfonas. La palabra, por s sola,
en la mente de un genio colosal
puede formar para ser recitada una
bella poesa rimada en estrofas de
sentimiento e inspiracin
concatenadas, recordndonos, con
emocin, que en el principio fue el
verbo que alcanza su plenitud en el
verso o en el texto compacto de una
obra literaria universal. Incluso la

12
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guerra, con sus escenas


apocalpticas, la convirti Degrelle
en epopeya.
Cuando Lon Degrelle, siendo
un adolescente, comenz su
enseanza superior en la
Universidad de Lovaina, se
impuso una disciplina rigurosa y
frrea de estudio, levantndose
todos los das a las cuatro de la
madrugada para estudiar las
asignaturas que cursaba de las
licenciaturas de Filosofa y de
Derecho en las que se encontraba
matriculado, a las que haba
aadido voluntariamente, como
complemento de su formacin
acadmica, sendos cursos de arte y
de arqueologa. El sacrificio de
ponerse a estudiar todos los das
antes del alba se vea ampliamente
recompensado por aquella
profundizacin que le permiti
asimilar las entraas y el
significado del arte y de los
vestigios de las culturas
precedentes, dos piezas claves para
comprender el destino y el
significado de la humanidad,
entender mejor al hombre y dar un
sentido heroico y genial a la
existencia.
El escritor Saint-Loup, en el
captulo primero de su obra Les
S.S. de la Toisn D'or, al describir
la morada de Lon Degrelle en
Bruselas, en su residencia de la
Drve de Lorraine, rodeada de un
frondoso bosque, narra haberle
llamado poderosamente la
atencin la Piet en madera
policromada que estaba
situada en el vestbulo de la
mansin, que proporciona al
visitante nada ms traspasar el
umbral de la casa del entonces

LON DEGRELLE Y EL ARTE

Diputado, un toque de sencilla


y refinada espiritualidad interior,
con sabor a hogar.
Tuvo otra pieza de gran valor
artstico y simblico
que le
acompa hasta el final de sus das.
Se trata de una espada del siglo
XVI, que haba pertenecido al
primer Duque de Valencia, que le
fue ofrecida por aquel aristcrata
en la noche del da 4 de febrero de
1939, en la ciudad de vila,
cuando el Jefe del Rex recorra los
frentes de batalla, cuyas trompetas
y clarines ya lanzaban los agudos
sonidos de la victoria de las
Fuerzas Nacionales en Espaa en
su victoria inapelable contra el
comunismo. Desde aquel
momento, con aquella pieza de
fragua de antao, hierro que se
podra romper pero no doblar y
menos doblegar, Degrelle se
convirti ya para siempre en el
portador de la espada con nobleza
de alma.
En su obra Almas Ardiendo,
donde vierte y se sincera con sus
ms profundos sentimientos e
inquietudes, verdadero manual de
ejercicios espirituales y gua para
descarriados, Degrelle escribe

sobre el arte unas palabras


antolgicas llenas de misticismo y
manifiesta que: sobre la tierra, hay
tantas cosas mediocres, feas y
bajas, que en su da acabaramos
por ser sumergidos por ellas, si no
llevramos en nosotros el fuego de
la belleza que quema todo lo que es
feo, consumindolo y
purificndonos. El arte es nuestra
ntima salvacin, el jardn secreto
que, sin cesar, nos refresca y nos
embalsama. Poesa, pintura,
escultura, msica, lo que sea la
cuestin es evadirse de lo banal,
elevarnos por encima del polvo,
crear lo grande en vez de sufrir lo
pequeo, hacer brotar la chispa de
lo extraordinario que todos
poseemos y convertirla en
grandioso incendio!
En los aledaos del solsticio de
verano del ao 1951, Degrelle
quiere seguir los pasos y las huellas
de los peregrinos medievales y
emprende desde el monasterio de
Roncesvalles, en lo alto de los
Pirineos, a pie, el sendero
pedregoso y polvoriento que
conduce, tras casi mil kilmetros
de andadura, hasta el Prtico de la
Gloria, en Santiago de
Compostela, uno de los tres centros
sagrados de veneracin y plenitud,
de indulgencia plenaria del
catolicismo, que se alcanza al final
del camino, junto a Roma, a donde
acudan los romeros, y Jerusaln,
hasta donde llegaban los palmeros.
La Ruta Jacobea es un
itinerario jalonado de arte por
doquier y de descubrimientos
constantes para los intrpidos que,
haciendo camino al andar,
emprenden la andadura.
Visit en Pamplona los
sarcfagos de los primeros Reyes
de Navarra, que yacen en el
panten que alberga la Catedral;
atraves puentes con arcadas
gticas, se detuvo a contemplar en
Puente la Reina la efigie de Cristo

ms magnfica que haba visto en


su vida, segn su propio
testimonio, esculpida en madera en
el ao 1400 y debida a las virtuosas
manos del primitivo alemn
Grnewald; arrib a la localidad de
Estella, ciudad natal de Julio Ruiz
de Alda, uno de los triunviros
fundadores de Falange Espaola,
donde, tras el recorrido por el casco
histrico de la vieja villa, le hizo
exclamar.
La vida es belleza encontrar
l o b e l l o , p re n d e r s e d e l a
hermosura, es de una elevada
voluptuosidad!,perdindose por
la tarde en aquel rastro de
antigedades, donde compr
viejos arcones, calderos de cobre
cincelados y una talla sublime de
Cristo, que pasaron a engrosar los
objetos de su deleite.
Cuando lleg a Logroo, se
par y fij su mirada escudriadora
en el retablo brusels de la Iglesia
de Santa Mara.
En Njera, en el MonasterioPanten, encontr en su claustro de
filigrana cincelada en piedra un
bello coro de oriental exuberancia,
y le impact descubrir en la iglesia
una talla de un joven y una moza
sosteniendo en alto el escudo de
Borgoa.

13
Asociacin Cultural Amigos de Lon Degrelle

LON DEGRELLE Y EL ARTE

En Burgos le embarg la
emocin al contemplar entre
admiraciones el imponente
monumento catedralicio en un
gtico castellano, obra de un
alemn de Colonia, que le hizo
escribir en su diario: En arte, como
en todo lo que concierne al espritu
no es necesario nunca ponerse
como un muelle. Es imprescindible
recibir, dejar que las numerosas
ondas, que brotan de la piedra, de
los colores del aire, penetren en el
subconsciente, y a continuacin,
despus de recontar, analizar. Esta
catedral es un esplndido poema.
Su gtico flamgero no es un
enmaraamiento tupido,
desbordante, sino un canto
ordenado, portentoso, pues el sol
de aqu permite todos los prodigios
de los materiales cuando la idea
inspiradora conserva su trazo.
En Castrogeriz compr a un
anticuario algunas tallas antiguas
de madera policromada. All, con
los pies ya agrietados, le pidi a
Dios, fuerza, belleza y
continuidad.
Al descubrir la catedral de
Len, qued fascinado y absorto
ante sus vidrieras fantsticas, con
sus antiguos vitrales dejando
traslucir rayos multicolores como
un calidoscopio, que le llev a

escribir en su cuaderno de ruta, No


saba cuando irme. He vuelto diez
veces. La mitad del tiempo que
permanec en Len lo pas en la
catedral atrado y fascinado por
tanta belleza.
Cuando el da 21 de julio
alcanz el final de la aventura
andariega, tras haber superado los
1.030 kilmetros desde su punto de
partida, al postrarse ante el
sepulcro del Apstol Santiago en la
cripta catedralicia dej constancia
de que todo su ser cantaba la
alegra de haber podido llegar, de
haber vivido algunas semanas de
elevacin espiritual, de haber
hecho acopio de bellezas.
Lon Degrelle vivi durante
ms de dos lustros en la localidad
andaluza de Constantina, la cual
lleva el nombre del emperador
romano. En las inmediaciones
adquiri una pequea via llamada
La Carlina, nombre de una
planta silvestre, cuyo nombre
cientfico es Anglica Carlina, que
se da por aquellos lugares serranos
y montaraces. All, bajo su
direccin arquitectnica, elev y
construy un castillo de una
singular belleza convencido de que
slo la hermosura libera al alma de
la gran miseria humana.
El proyecto y el diseo de aquel
Castillo Blanco, con una torre
del homenaje de 27 metros de
altura, fue de su exclusiva autora,
con reminiscencias de alcazaba
rabe califal, sobre aquel otero, a
modo de atalaya, dominadora de la
poblacin que se asentaba a los
pies de sus muros. El interior
estaba decorado con gusto y
refinamiento. En el saln se
hallaban algunos vestigios de los
restos del retablo del altar mayor
de la iglesia de la Concepcin, de
Constantina, que pudo salvar,
recuperar y restaurar de sus ruinas
y destruccin definitiva e
irremediable. La casa estaba

14
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rodeada de bellos jardines


alrededor de un estanque excavado
en roca natural, en los que haba
ubicado un teatro romano
aprovechando la inclinacin del
terreno, con varias gradas que
terminaban en una columnata
exenta donde se situaba el
proscenio. Fuentes de diferentes y
caprichosas formas, adornadas con
azulejos y cermica antigua de
dibujos y arabescos. A la entrada
un mosaico, al ms puro estilo
romano, representando el mapa
leonino de su aorada Blgica, el
Leo Belgicus de Petrus Kaerius,
el viejo len herldico de los Pases
Bajos, en cuya parte posterior
figuraba la siguiente inscripcin,
del poeta francs Joaqun du
Bellay: Je goustaray le bien que
je veria present. Je prendray les
douceurs a quoy je suis sensible.
Le plus abondament qu'il me ser
posible. En el prtico, al fondo del
jardn, otra inscripcin, con un
texto de Garca Lorca a ambos
lados, en una hornacina que
alberg una escultura de piedra:
Aire de Roma andaluza le doraba
la cabeza. Su despacho de trabajo
estaba equipado con muebles
rsticos tallados estilo imperio
espaol. Sobre la mesa un atril. El
silln era frailero, monstico,
tapizado en cuero y con grandes
remaches de tachuelas doradas.

LON DEGRELLLE Y EL ARTE


Junto a la ventana geminada un
bargueo. En la estancia un viejo
bal. Detrs de su silln,
pendurado sobre la pared, un viejo
tapiz con una escena romntica.
Cerca del escritorio un cuadro,
inseparable casi siempre en las
moradas de Len, una pequeo
retrato sobre tabla con el retrato del
rey germnico Enrique I y,
naturalmente, sus insustituibles
monarcas Carlos I de Espaa y
Felipe II, paladines de la fe y de la
Cristiandad, por quienes Degrelle
senta un especial y nostlgico
afecto.
Durante su larga estancia en
Constantina, Degrelle realiz por
su propia cuenta y cargo una
excavacin arqueolgica en la
Cueva de la Sima, que se sumerge
prxima a la Plaza del Naranjuelo,
y que, sin duda, fue la morada
ancestral de los primitivos
pobladores de aquellos parajes.
Los trabajos arqueolgicos los
dirigi personalmente y el
yacimiento dando sus frutos, lo
puso en conocimiento de las
autoridades.
En la vitrina de la Sala Primera
del Museo Arqueolgico
Provincial de Sevilla se exponen
los hallazgos encontrados,
denominndose la procedencia,

como, Cueva de don Juan, por


los trabajos que en ella realiz
Lon Degrelle, a quien todos los
lugareos conocan como Juan de
Majalimar, uno de los nombres y
pseudnimo literario utilizado
durante su exilio.
En algunas jornadas, durante
aquellos trabajos arqueolgicos, le
acompa en la tarea de
desenterrar las bellezas del arte y la
cultura su amigo y camarada de
armas Otto Skorzeny, el liberador
del Duce.
Lon Degrelle don al
Ayuntamiento de Madrid, cuando
era alcalde de la villa y corte su
entraable amigo y camarada el
Conde de Mayalde, un tapiz de la
guerra de Troya que se colg sobre
el testero de la Escalera de Honor
de la Casa consistorial. Era un tapiz
del siglo XVII, tejido en Bruselas
por Van der Borgth, donde.
inspirado por la obra de Boucher,
se representan dos escenas del
canto XX de la Ilada, la primera, el
final de la lucha entre Eneas y
Aquiles, y la segunda la pugna
entre Aquiles y Hctor.
Cuando se traslad de
Constantina, para instalarse
definitivamente en la Costa del
Sol, en la provincia e Mlaga, vivi
en lo alto de una colina del
municipio de Fuengirola, desde
donde se divisaba, en una
panormica sin lmite, el
Mediterrneo, el Mare Nostrum,
en su inmensidad azul, que se une
con el horizonte infinito del cielo
intenso color de universo. Su casa
en aquella cota elevada de
Torreblanca del Sol se llamaba La
Cabaa y estaba rodeada de un
hermoso jardn en cuyo centro, a
modo de altar, situ el len ibrico,
de su legtima y exclusiva
propiedad desde 1973, expuesto al
pblico y a la luz del sol de
Andaluca y que sirve de
argumento a este libro, donde se

Conjuga, por una parte nobleza de


Lon Degrelle en contraposicin a
la vileza miserable y prfida de sus
detractores, desatada como una
tormenta borrascosa y sin
fundamento en la primavera en
1988.
Lon Degrelle en ms de una
ocasin me repiti, casi a modo de
susurro, Amo la belleza. Despus
de Dios, es lo que ms cuenta en mi
vida. Hasta la misma poltica la he
considerado siempre como una
obra de arte.
JOS LUIS JEREZ
RIESCO.
Presidente de la asociacin
cultural Amigos de Lon Degrelle.

Prologo para la edicin del


libro IL LEONE.

Asociacin cultural
Amigos de Lon Degrelle
Apartado de correos n.
5.024 . 28980 Madrid
www.leondegrelle.org
[email protected]

15
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LA POCA DE LOS LAVADOS


DE CEREBRO

P. Mientras los suyos se


pudran o moran en los calabozos,
no fue relativamente mas envidiable
su suerte personal?
R. Me lanzaron a la cara,
como lingotes de plomo, las mas
inauditas acusaciones. Cualquier
cosa vala con tal de flagelarme. Un
diario belga como La Cite
Chretienne cristiana! dedic
en 1945 toda su primera pgina,
durante toda una semana, a
acusarme de los delitos ms
espantosos e imaginarios. Hoy la
lectura de estos textos delirantes
resulta casi cmica.
Entretanto, en Madrid, el general
Franco era bombardeado con
acusadores informes destinados a
aplastarme. Caan en los jardines del
honesto caudillo como verdaderos
obuses. Llegaron a enviar a Madrid a
un emisario belga de postm, un
multimillonario de garlitos llamado
Marquet, que haba entrado en la
poltica por la puerta falsa. Estaba
empeado en mi persecucin, pues
an tena el trasero caliente de los
puntapis que le di en 1936 para
defenestrarle de su escao de
senador podrido.
Franco lleg a impresionarse por
los cuentos de este aventurero,

entonces propietario del Ritz y del


Palace, los dos hoteles ms
importantes del Madrid de 1945. El
Caudillo llam a palacio a su cuado
y ex ministro de Asuntos Exteriores,
Ramn Serrano Suner:
Ramn, escucha. Marquet
afirma que Lon Degrelle es un
criminal de guerra.
El Caudillo, que me haba
recibido con mucha amabilidad en
enero de 1939, durante la guerra , no
sabia bien si deba protegerme o
enviarme a Bruselas para expiar mis
delitos. El gobierno belga se haba
dirigido incluso a la ONU para que
sta exigiera de Espaa mi entrega, y
no para ser juzgado Eso a ningn
precio!, Sino para fusilarme.
Inmediatamente, desde el hospital,
escrib a la ONU para ofrecer el
trasladarme a Nueva York, con el fin
de ponerme a su entera disposicin .
A m me hubiera encantado que
el Tribunal de Nuremberg, en vez de
ser un simple episodio, se hubiese
convertido en un instrumento
constante de examen y en caso de
culpabilidad, de represin de los
crmenes de guerra, pero fueran los
que fuesen, y dondequiera que
hubiesen sido perpetrados. Para
ayudar a la estabilizacin de ese
procedimiento yo me declaraba
dispuesto a comparecer inmediatamente
ante el arepago oficial que se
estableciera o confirmara a tal
fin.
El ministro belga Spaak era
entonces secretario general de la
ONU. Y previ la tormenta. Jmas
recib ni una linea de contestacin.
P. Entre los motivos de
extradicin figuraba fusilamiento
ejecutado en un pueblo de Blgica
durante la ofensiva de las Ardenas en
diciembre de 1944. Se llama Bande.
R. No quisiera importunar con

16
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Lon Degrelle

consideraciones personales. Es la
historia de una poca lo que les
interesa, el desarrollo de una gran
tentativa la de Europa, y no las
vicisitudes de un ser aislado.
Lo que yo haya podido conocer y
sufrir despus de la segunda guerra
mundial solo vale en la medida en
que su descripcin y anlisis aporten
alguna luz sobre la poca. Si yo he
sido perseguido con un odio tan
salvaje, si otros millares de personas
lo fueron como yo, mi relato y sus
relatos pueden ayudar a la
comprensin de nuestro tiempo.
Psicolgicamente, esta caza del
hombre despus de la segunda
guerra mundial quedara como punto
de referencia para los historiadores.
Como se pudo odiarlos y perseguir
as?, se preguntaran los chicos y
chicas del ao 2000. En 1945 algn
mecanismo de la sensibilidad
humana se avero. Yo quisiera que
las precisiones que usted me pide
sean simplemente un testimonio
ms de la conturbacin que mat
entonces, en millones de hombres, el
sentido del respeto debido a las
convicciones de los dems y a su
idealismo. Se pisote a los vencidos.
Se les arrastr por el lodo. Se
inventaron las peores infamias para
aplastarles no slo poltica, sino
tambin moralmente, sin darse
cuenta de que los vencedores, si
mancillan al vencido, se deshonran
ellos mismos. Todo lo que pueda
decirle de las persecuciones que he
sufrido personalmente en la
postguerra, no valdr ms que
situado en esta perspectiva histrica.
Vo l v a m o s , p u e s , a l o s
fusilamientos de Bande. Bande era
un pequeo pueblo perdido entre los
bosquecillos de las Ardenas. Desde
principios de 1945 la prensa aire a
todos los vientos que yo haba

LA POCA DE LOS LAVADOS DE CEREBRO


mandado fusilar a un grupo de
civiles veintiocho, creo al
comienzo de la ofensiva de von
Rundstedt. Se levant con ello un
gran alboroto. Tanto que la misma
Comisin de Crmenes de Guerra se
ocup de este asunto de Bande y
ordeno realizar una investigacin
sobre el terreno. El informe oficial
fue categrico: los soldados que
haban realizado innegables
ejecuciones en ese lugar eran todos
miembros de la Wehrmacht. Ni
siquiera de las SS. Haban creado,
equivocadamente o con razn, que
se enfrentaban a miembros del
maquis. Los responsables alemanes
ni siquiera eran militares del antiguo
Reich, sino alsacianos, franceses
pues, mandados por un suizo. Eran
policas encargados de operaciones
de proteccin a travs de la regin
ardenesa, en donde se haban
tendido numerosas emboscadas a
los soldados alemanes durante la
retirada de septiembre de 1944. En
un pueblo llamado Rendeux-Bas,
entre otros, segn relatos de la
prensa belga de entonces, haban
sido asesinados setenta y un heridos
alemanes de los ejrcitos en retirada.
En las Ardenas belgas no se
habla ms que el francs. Esos
alsacianos y ese suizo al servicio de
los alemanes conocan esta lengua.
Por ello fueron elegidos. De ah su
presencia en Bande. Por eso
realizaron tambin ese fusilamiento
tan expeditivo. La Comisin de
Crmenes de Guerra, una vez
realizada la investigacin, public
en 1946, en la Editorial Thone de
Lieja, los resultados de la misma en
una pequea publicacin oficial. Ni
la sombra de una acusacin, ni
siquiera la mas leve sospecha,
apareci contra mi. Ni siquiera se
citaba mi nombre. Y por otra parte,
como iban a citarlo? Ni yo, ni
ninguno de mis soldados, estbamos
entonces en Bande, como tampoco
en las Ardenas, donde entramos
algunos das ms tarde, al anochecer
del 25 de diciembre de 1944. Los

das anteriores al fusilamiento de


Bande me encontraba yo en Viena,
no de incgnito, sino pblicamente,
como orador. Di all un mitin
internacional. La crnica del mismo
apareci en varias columnas de
todos los rganos de prensa.
Hubiese bastado consultar, de
una simple hojeada, la primera
pgina de los diarios alemanes de
entonces para evitar una acusacin
tan incongruente.
De todas formas, la
investigacin de la Comisin de
Crmenes de Guerra puso fin a todo
ello de forma radical. Emitido el
dictamen, hubiera tenido que
desecharse definitivamente la
acusacin. Pero todo sucedi como
si jamas se hubiese emitido el
veredicto de la Comisin. El
informe que me dejaba totalmente
libre de culpas, publicado por la mas
alta autoridad en la materia,
permaneci virtualmente
desconocido para el 99 por cien de
los belgas. Ser intil tratar de
buscarlo en las bibliotecas publicas.
Est guardado con llave en la del
Senado belga, y aun hoy resulta
imposible para un historiador el
consultarlo. Ni un solo diario belga
public diez lneas sobre este
informe de la Comisin de Crmenes
de Guerra.
Todo qued en la sombra.
P. Se le ha implicado a usted
igualmente en otros asuntos
criminales.
R. Se me endos tambin un
segundo crimen de guerra: el
asesinato del burgomaestre de un
municipio de los alrededores de
Bruselas, que se llamaba Ptre,
ocurrido la ltima noche de 1942.
Precisamente esa noche por algo
era joven estuve bailando hasta el
alba en casa de un fabricante de
galletas. A las nueve de la maana
saboreamos los croissants del Ao
Nuevo, alegres pero reventados por
las decenas de kilmetros de foxtrot
y tango. Durante esas horas de
relajamiento, la verdad es que no nos

preocupamos mucho del Ptre en


cuestin. En realidad, jams vi a ese
alcalde en toda mi vida. Ignoraba lo
que haca y dnde viva. Y, sin
embargo, yo era tambin el asesino!
La noticia apareci en primera
pagina en los diarios de la posguerra.
Fue comunicada a todas las
cancilleras. En los debates
parlamentarios belgas, los
portavoces de los partidos la
siguieron comentando y
difundiendo durante meses con una
elocuencia capaz de partir en dos el
ms robusto roble.
Y que ocurri despus? Dos
aos despus descubrieron a los
responsables.
Eran unos nacionalistas
flamencos. Con ocasin del proceso,
el tribunal reconoci sin rodeos que
yo no haba estado implicado en
absoluto en la liquidacin de ese
pobre Ptrel. Reaccin de la prensa.
Dio cuenta al publico de esa
conclusin judicial? En absoluto!
los peridicos belgas continuaron
durante aos colgndo el sambenito
en el cuello, como un maldito
cascabel de castigo.
P. Y los judos?
R. En este tema mi caso fue
como el de otros muchos a los que
endosaron sin prueba alguna mil
fechoras antijudas. Fue la moda
durante decenas de aos. Conoca,
por tanto, la cancin. Un da llegaron
a determinar la cifra: yo haba
matado a dos millones de judos!
Es muy bblico. En la Biblia, en
efecto, manejando simplemente la
quijada de un asno, Sansn
extermin de un solo golpe a siete
mil inoportunos. En una noche, el
ngel de Yahv liquido a 185.000
filisteos. En Samaria y en Hebrn,
los israelitas llegaron a abatir en
combate a un milln de enemigos.
Los hijos de Ammn llevaron a
la batalla 32.000 carros ( once veces
ms que Hitler en 1940!). Los
cuatrocientos o quinientos animales
sacrificados por Salomn en el
Templo de Jerusaln se convirtieron
17

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LA POCA DE LOS LAVADOS DE CEREBRO


milagrosamente en 22.000 bueyes,
120.000 carneros. Los matemticos
judos tenan una buena escuela.
En mi caso, no molest a dos
millones de judos, ni a doscientos,
ni a uno solo. Cero, absolutamente
cero. Jamas toqu un pelo de
ninguno, ni en Blgica ni fuera de
Blgica. Dicho esto, si pudieron
inventarse tales mentiras respecto a
m sobre los judos, que puede
creerse de las otras mil historias
difundidas a bombo y platillo por
todo el mundo?
P. Usted recibe frecuentemente
a enviados especiales de prensa radio
y televisin, los reportajes que
difunden despus son objetivos?
recogen con honradez sus
declaraciones. o, por el contrario,
estn censurado o incluso
deformados?
R. Centenares de reporteros
me han asaltado en mi exilio.
Muchos de ellos lo ignoran todo.
Jams leyeron cuatro lineas sobre el
tema que pareca interesarles. A
veces son de una ingenuidad
aplastante.
Una vez pregunt a la hija de
uno de los grandes bonzos de la
televisin luxemburguesa, que quiso
acompaar a Madrid a la tropa de
asaltantes de mi intimidad:
Seorita, por qu ha tenido
usted inters en venir a verme
personalmente?
Me dio esta respuesta
admirable: me haban dicho que
usted era Lucifer!
No llegaba a comprender que yo
no blandiera en mi mano un tridente
al rojo vivo. Al principio esto le
decepcion. Al final me bes al
despedirse. Era evidente que yo no
ola a azufre. El resultado siempre es
el mismo.
La entrevista o se entierra o se
truce. Si el reportaje destinado a
televisin resulta favorable, no sale
en pantalla. Si, a la vista de los gastos
realizados, hay que proyectar algo,
se eligen de las diez o doce horas de
declaraciones filmadas diez o quince

minutos, evidentemente los menos


comprometedores. Se dan cortes, se
arreglan trozos y, gracias a
supresiones y reconstituciones, se le
hace decir a uno a veces todo lo
contrario de lo que dijo.
Pero esto no basta. Como todo
sirve, en los estudios de adaptacin
le pegan a uno en los talones un lote
de comentaristas y de locutores en
off, que en cuanto se han
pronunciado unas palabras le tratan
a uno de embustero y de mitmano,
o bien sacan en pantalla cualquier
impreciso papel que se supone
demolir vuestra retahla.

Ese documento, preferentemente


alemn y casi siempre irrisorio, se lo
debieran haber presentado a uno
al menos por simple honestidad
antes del debate, para que pueda dar
sus explicaciones. Pero no, lo
guardan prudentemente para
arrearle a uno durante la emisin el
garrotazo en la nuca. Como se esta
ausente, no se podr replicar nada.
Ante cualquier tribunal del
mundo, es el acusado quien tiene la
ltima palabra. En televisin quien
la tiene es el locutor. Despus de su
intervencin cae el teln y se queda
uno con dos palmos de narices. No
obstante, algunos montan a veces un
reportaje mas o menos correcto.
Entonces es sencillo: el reportaje no
aparece y se guarda en sus cajas
metlicas.
Un ejemplo concreto: en 1966,
tras habrmelo rogado por escrito el
director de la Televisin belga de
lengua francesa, recib a uno de sus
equipos. Estaba bastante
extraando. Me dije: Eso es mas

18
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bien raro. Es que al fin van a dar a


los belgas la oportunidad de
escucharme y de juzgarme despus?
Esos reporteros de televisin
actuaban de buena fe, lo reconozco,
pero no me eran personalmente
favorables en nada. La principal
animadora era incluso sobrina del
diputado comunista Brunfaut.
Hicieron su tarea con decencia.
Resultado: cuando los censores
vieron que no haba salido
demasiado mal, la serie de cuatro
horas! paso en el acto a mejor
vida.
Acaso esta entrevista para la
televisin va a tener mejor suerte?
Me permito dudarlo...
P. Por que va a ponerlo usted
en duda?
R. Para m, la puesta en el
ndice de su emisin ha sido filmada
al mismo tiempo que su pelcula.
Usted ha recibido autorizaciones
oficiales y decisivas antes de venir a
entrevistarme. No lo dudo, puesto
que usted me las ha enseando. Pero
tampoco tengo la menor duda de que
sern anuladas. Ya lo ver. Jamas
aparecer en sus pantallas la punta
de mi nariz. El pblico no tiene el
derecho de saber. Slo tiene derecho
a la prolongacin de decenas de aos
de mentiras. No me oir. No me
vera. Si las multitudes tuvieran
conocimiento de nuestros
argumentos, el asunto podra
estropearse para los farsantes y
estafadores de 1945.
Usted es my simptico, usted y
todo su equipo, con el ojo pegado en
cada uno de sus aparatos y
manejando diligentemente
hectmetros de pelcula. Pero estas
acabaran como todas las dems, en
sus cajas. A pesar de los millones
gastados.
Es la ley. En 1945 se fabrico una
falsa verdad.
Prohibido a todo el mundo el
tocarla!

A LOS JOVENES
EUROPEOS

Contra los farsantes democrticos

osotros tambin tuvimos


veinte aos. Esos das no
retornarn jams. Pero nuestros espritus,
nuestros corazones, an vibran de ideas y
de ansias espirituales que, sin duda, os
apasionar sin embargo, a vosotros
tambin, nuestros jvenes camaradas
europeos de hoy en da.
Fervientes nacionalistas,
conmovimos hasta el fondo de su
conciencia el alma de nuestra patria.
Quisimos apartarla de las cinagas
polticas que la ahogaba, llevarle fe a su
misin, poner orden en sus instituciones,
restablecer la justicia social en una
indisoluble colaboracin de las clases y,
sobre todo, llevar a cabo la revolucin de
las almas, que liberara a los hombres de
un materialismo agobiante.
Despus, en junio de 1941,
redoblando de campanario en
campanario, lleg la hora de las grandes
posibilidades europeas.
Simple soldado, despus cabo,
despus sargento, despus Comandante
de la 28 Divisin de la Waffen SS
Wallonie, ayud, como centenares de
millares de voluntarios de nuestro viejo
continente, en el Frente del Este, a la
creacin, poco comprendida al principio
pero inevitable, de una Europa federativa
de las diversas fuerzas pero
complementaria a nuestras patrias. Ellas
estaban entonces amenazadas de muerte
por el comunismo sovitico, dispuesto,
desde 1917, a pasar por su rodillo todos

Lon Degrelle

los pueblos del mundo entero. Algunos,


en los primeros tiempos, nosotros,
combatientes no alemanes, eramos muy
diferentes de un pas al otro: Los
espaoles, los noruegos, los franceses,
los bosnios, los holandeses, los estonios.
Sin embargo, pronto, las pruebas, los
sufrimientos, nos aproximaron.
Desde entonces sellaron nuestra
unidad. Amistad, pero diversidad.
Europa respiraba con nosotros. Despus
de la tormenta, cualquiera de nuestras
patrias, orgullosas del honor de sus armas
y del sacrificio de sus muertos, poda, en
el haz de nuestras civilizaciones unidas,
irradiar y engrandecer la personalidad de
su pueblo. Derrotados, recogidos
nuestros tambores, vimos nuestra Europa
naciente de 1942 arrugarse despus de
1945 en la banalidad, la mediocridad,
entregarse perdidamente -sin adivinar la
fragilidad efmera- a una necesidad de
gozar furiosa.
Esto le ha empaado el alma. Ha
incluso descompuesto las caractersticas
morales y espirituales.
Maana, todo deber ser
rehecho.
***
Esta devocin a nuestras patrias y a
Europa que las federaba, la hemos,
nosotros, vuestros hermanos mayores de
la Segunda Guerra mundial, pagado
terriblemente caro.
Hemos sido llevados al cadalso,
hemos recibido miles de impactos,
conocido los arroyos de la mortedumbre.
Nos han arrojado al fango. Han
asesinado nuestros ms queridos. Nos
han torturado, por doquier, con una saa
demonaca. Pero nuestra fe resta entera.
Ni una vez, pese al sufrimiento, nos
arrepentimos de algo. An nuestros
cuerpos torturados, si la ocasin de
volver a portar nuestras banderas
volviera, partiramos sin dudarlo hacia el
deber, con idntico vigor, con el mismo
placer y la misma resolucin
inquebrantable.
Si nos obliga de todas maneras,
como hoy, a tener el freno echado a fondo
en un exilio tan interminable como cruel,

siempre permaneceremos, s,
permaneceremos, queridos camaradas de
Europa, siendo vuestros acompaantes
hasta nuestro ltimo aliento.
***
Para decir la verdad, vosotros
tampoco tenis la vida fcil hoy en da.
En todos los pases, los jueces corruptos y
serviles, entonando, borboteando las
mismas consignas, estn tras vosotros.
Reinventan cada da el Cdigo Civil y el
Cdigo Penal para descubrir democrticamente, eso s!- nuevos
pretextos para permitirles encerraros en
sus calabozos, y de imponer correctivos a
dedo a aquellos que no aceptan de
arrodillarse piadosamente ante su virago
sacro-santo que es su democracia de
pacotilla.
En efecto, todo el sistema acrobtico
del parlamentarismo reposa en el
mantenimiento de sus ritos. En esta cueva
de ladrones de panzistas electorales,
donde centenares de diputados no son
elegidos, o reelegidos, aunque viven del
echarle mano a millones, centenares de
millones, incluso billones que aseguran
la supervivencia y el acondicionamiento
financiero de su maquinaria electoral.
Las masas, hastiadas, creen menos y
menos en estas patochadas donde se
pagan pesetas a duro (en el francs utiliza
una expresin similar, n.d.t.).Inflados en
su guarida, los rebaos polticos -se les ve
por doquier- tambin estn acomodados.
Debaten sobre temas sin importancia.
Votan menos y menos pues no creen ya,
para nada, en estas cortinas de humo.
Ya no se berrea como antao; en los
nuevos Estados liberados del Este, en
Polonia, que debiera estar encantada al
regalo democrtico tan reciente, 65%
del pblico no va a votar! Idem en
Hungra! En cuanto a Lbano, los
electores se han declarado en huelga! En
la Francia de 1992, solamente el 18% de
los votantes -socialistas- han constituido
la base oficial del gobierno. Es incluso el
hijo de un judo ucraniano, flanqueado
del vstago de, otro judo salido de los
getthos polacos, a los que se les ha
confiado la misin de asegurar el
19

Asociacin Cultural Amigos de Lon Degrelle

A LOS JVENES EUROPEOS


bienestar de una Francia estupefacta.
Estos ladrones con un alma mutilada
se defienden con furor cuanto ms risible
sea su podero, cada vez ms vacilante.
Pero osar lanzarlos al bal de los
recuerdos que se llena con equipos
gubernamentales tapizados con facturas
falsas y sucias corruptelas cubiertas de
sangre de hemofilos (Escndalo que
afect al gobierno galo por aquellas
fechas, n.d.t.) , especialmente en Blgica,
un ex-Primer ministro socialista llamado
Cools, con una mano demasiado rpida,
se ha dejado sacrificar por el genio de uno
de sus colegas ministeriales
especializado en las raquetas, os valdr
ser considerado en un momento como un
criminal fascista.
Hacer destacar que nueve dcimas
partes de los parlamentarios,
desconocidos e incapaces, no sirven
absolutamente para nada, ms que para
enriquecerse con fastuosos sueldos, os
convierte en un intolerable aguafiestas!
Para los que se oponen la esterilidad
de las chocheantes asambleas de
trescientas, cuatrocientas, o quinientas
cabezas (las ms estn vacas!), se les ha
prohibido todo acceso positivo a la
televisin, que son como mtines
multitudinarios donde podran iluminar
al pueblo ridiculizado.
Para defender, ante una masa
embrutecida, su virginidad democrtica,
los intrigantes del Rgimen, vestidos
pomposamente con una gran cinta oficial
azul-blanca-roja (fajn habitual que
portan los ministros en Francia, n.d.t.),
organizan a las hordas de parsitos
multirraciales y multicolores, llegadas
en volandas desde sus desiertos
enrojecidos!
***
P o r d o q u i e r, p o l t i c a m e n t e ,
socialmente, econmicamente,
moralmente, encontramos la chapuza: el
68% de los franceses, segn las ltimas
encuestas de la prensa, se declaran
desgraciados.
Cada pas est atosigado por
impuestos que matan cualquier deseo de
crear algo nuevo.
Veinte mil irresponsables y altivos
funcionarios, en nada electos, se les
confa a su incapacidad media Europa
vacilante de un Mercado Comn
autocrtico, traqueteada de crisis en
crisis, sacudida ms y ms por unos
sindicatos, que no hacen sino manipular

demaggicamente.
No pondr ms que huevos podridos.
Fanfarrones, el Mercado Comn
debe llevar en procesin tras sus
imbciles a diecisis millones de parados
irrecuperables.
Vosotros, jvenes muchachos,
jvenes muchachas de la Europa Real,
debis sustituir a esta porquera y esta
ruina por una unin de Estados sanos,
bajo la autoridad de un verdadero jefe,
amado, respetado y libremente elegido
por el pueblo.
Ser justa socialmente y racialmente
protegida.
Sola pondr fin a la dominacin
arbitraria, a las corrupciones y disputas
de los usurpadores que no se merecen ni
el agua que beben y que llevan
aprovechndose desde la derrota de
1945, fanfarroneando, mintiendo a
diario, embruteciendo a los pueblos y
domesticndoles.
***
Sin embargo, tocar la omnipotencia
de los pachas democrticos, liados en
intrigas de sus lacayos, es jugar con
dinamita. Con frecuencia deberis tener
aguante para poder combatir tantos
gorrones y enfermos. No pecar, hay que
afrontarlo, con una constancia
inquebrantable, y jams aprovecharse
uno mismo. El pueblo debe saber que
nuestra doctrina -responsabilidad,
dureza, limpieza y competencia de un
poder fuerte, cooperacin inteligente de
las clases, exaltacin de las verdades
fundamentales de la sociedad- es
necesaria. La vida no vale nada si no se
dirige hacia la perfeccin y hacia la
grandeza. Creemos en el brillar de las
estrellas.
La caza al hombre que sufrs a finales
de este siglo, la angustia que os avala,
nosotros, vuestros antecesores, los
hemos tambin conocido como vosotros,
incluso puede ser que incluso pero que
vosotros. Nosotros tambin fuimos
privados en infinidad de ocasiones de
todo uso de las libertades pblicas.
Nuestro coraje tambin pudo
enmudecer. An cuando un milln de
belgas hubo elegido el Rexismo y que en
1936 treinta y tres diputados y senadores
fueran, bajo mi direccin, elegidos
democrticamente, por sufragio
universal, nunca pudimos utilizar ni una
vez, entre 1936 y 1940, la radio oficial
que estaba a la disposicin de todos los

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partidos de la barraca parlamentaria!


As era, antes de la Segunda Guerra
mundial, la intolerancia imbcil y la
inteligencia de los sesudos en las
democracias!
Tambin entonces ramos unos
apestados porque desebamos sustituir
por un rgimen corrupto, anrquico y
ruinoso, un Estado limpio, fuerte y
popular.
Y adems, porque -crimen
supremo!- rechazamos ser cmplices del
desencadenamiento de una Segunda
Guerra mundial intil e imbcil (Spaak
-dirigente democrtico belga de la poca,
n.d.t.- dixit), aquella que los cizaeros
del marxismo y de la judera mundial,
sostenidos por el hiper-capitalismo
aptrida con apetitos caninos,
impusieron, por odio y por cobarda, a la
Europa de septiembre de 1939.
***
Esta enorme guerra civil que tuvimos
que afrontar, sobre todo desde el
momento que el comunismo se abalanz
sobre nuestros pases occidentales,
decidido a convertir una Europa
ensangrentada de 1940-41 en su carnaza
a eleccin.
Luchamos duramente, ofreciendo
durante aos terribles nuestra juventud y
sangre. Conocimos el fro, el hambre, e
interminables sufrimientos en las
inmensidades glidas del Frente del Este.
Muchos millones de nuestros camaradas
de combate cayeron. Millares de otros,
despus de tantos sacrificios, se
endurecieron an ms durante aos por
los horrores de las prisiones de su propia
patria.
Los estafadores de la canallocracia
llamada democracia hablan con
frecuencia de las crmenes de entonces.
Con el principal objetivo de endosrselo
a sus adversarios!
Como criminal, ese era la URSS, el
aliado ms querido que, batiendo todos
los rcords, los haba perpetrado desde
1917 con decenas de millones de
ejemplos, sobre su propio suelo!
perpetrado desde 1917 con decenas
de millones de ejemplos, sobre su propio
suelo!
Los ingleses, los primeros llegados
del otro lado del Atlntico, y los nuevos
arribistas americanos se cogieron de la
mano masacrando, en USA todos recin
llegados, ms de cuatro millones de
indios (200.000 supervivientes de 5

A LOS JVENES EUROPEOS


millones) a fin de extirpar esta raza con
este enorme genocidio. Son los mismos
que, por otro lado, que tambin marcaron
a millones de negros para remarcar en su
carne su esclavitud. Inauguraron, en
Europa y Asia, entre 1941 y 1945, su
tctica nica de guerra del siglo XX: el
terrorismo, masacrando a centenas de
millares de civiles en sus bombardeos
mastodnticos sobre Hamburgo,
Colonia, Berln, Dresde hasta Hiroshima
y Nagasaki.
Son ellos los que tambin, despus
del 8 de mayo de 1945, entregaron a la
tirana de los Soviets, durante ms de
cincuenta aos, los centenares de
millones de nuestros compatriotas del
Este!
Son ellos los que tambin, entre 1945
y 1946, hicieron perecer en el hambre y la
miseria, en sus campos del Reich y
Francia, un milln de prisioneros
alemanes, mientras que sus depsitos
rebosaban de vveres deliberadamente no
consumidos.
Son ellos los que, en fin, despus de
la guerra permitieron que varios millones
de civiles en fuga, prusianos, silesios,
alemanes, sudetes, fuesen exterminados
a lo largo de una limpieza racial
terriblemente salvaje!
Los americanos, los ingleses -y sus
amigos rusos, recientemente pasados
por la lavadora!- pueden ahora ir y
denunciar el racismo de los servios
asesinando a poblaciones civiles en
Croacia y Bosnia, con el objetivo de
poseer nuevos territorios limpios
racialmente, aunque, no es sino la
repeticin matemtica de los exterminios
que las democracias utilizaron en su
genocidio de ms de cuatro millones de
indios, despus, tras la Segunda Guerra
mundial, sobre las tierras confiscadas al
Estado alemn! Hoy conocemos las
horribles cifras: ms de 2.280.000
refugiados del Reich perecieron en los
caminos hacia el exilio, muriendo de
hambre o asesinados por los soviticos o
por sus cmplices; 80.000 ms
desaparecieron; ms de un milln de
supervivientes fueron deportados a
Siberia. El historiador Jacques de Launay
ha relatado en detalle estas
abominaciones en su clebre libro, La
Grande Dblcle.
Uno comprende que en Croacia y
Bosnia, en 1992, los americanos y los
ingleses -los rusos se hacen los nuevos!no hayan reaccionado contra los
conquistadores yugoslavos aparte de

decir sandeces. Lo que hacen los


servios, ellos mismos y sus queridos
aliados soviticos lo han hecho, muchas
veces y en un grado muy superior, o han
permitido que suceda! Sus hipcritas
lagrimas son las derramadas por unos
viejos cocodrilos. Los servios, vaciando,
en 1992, de pobladores civiles las tierras
que invaden, no han sido sino unos
modestos imitadores!
Stalin, Churchill, Roosevelt fueron
sus seores, sus seores-asesinos de la
primera mitad del siglo XX.
Europa empantanada.
La democracia que vemos se
descompone ante nosotros, es la
anarqua, es el caos, es la el latrocinio.
Centenares de aventureros,
retricos, desarraigados infestados de
ignorancia, sujetos a sus colchones
parlamentarios o ministeriales,
cacareando, hacen la calle, moviendo
aire.
Los Estados van de tormenta en
tormenta, los presupuestos se precipitan
al fondo de los abismos como si fueran
lenguas de lava volcnica. Ya no se
cuentan las deudas nacionales por
millones sino por billones, que se diluyen
como los granos de arena en la
inmensidad de los mares.
La desaparicin de los principios
tambin es impresionante del todo: el
hombre ya no cree ms que en el dinero,
en un solo dinero, el buda al que todo va y
del que todo depende. El ideal es una
broma! Quiero vivir! comentan los
espaoles. Je veux vivre! De hecho una
no vive ms rpido que con los pies al
aire, sobre un suelo que bulle. El alboroto
de los saxofones da ritmo a la decadencia,
la decadencia de las naciones,
decadencia de las costumbres,
decadencia de los divino y de lo humano.
Todo, sin ms, en una euforia que todos
creen real. La vida, lo sabis, hace
boum! Y la sociedad! Y los Estados, la
nariz atrapada en el lodazal.
En todo este caos, una Europa
administrativa, llamada Mercado
Comn, a sucedido, con pasos de tortuga,
la Europa unificada de nuestros
combates. Ella acampa en Bruselas. No
tiene forma. Es ante todo un
conglomerado, un pot-pourri de unos
veinte mil funcionarios omnipotentes, de
vividores abigarrados con sus privilegios
materiales que no cesan de aumentar.
Nula comunidad popular nadie les ha

elegido. Es un congreso de jefes de


despacho. La democracia, en todo este
asunto, no es sino una burbuja incolora,
inconsistente, que a la menor corriente de
aire se extingue y desaparece.
Antao deificada, la Democracia no
es ms, a finales de este siglo XX que un
atrapa-tontos. Los partidos polticos, ya
sean rojos, blancos, amarillos, verdes,
sean de izquierda, de centro, de derecha,
son todos idnticos en su escandalosa
inutilidad.
Han sido igualmente incapaces,
donde fuere, de reabsorber o
simplemente atenuar el paro, problema
social elemental. Por el contrario han
acrecido fabulosamente. Cada ao, en
nuestra Europa enana del Mercado
Comn, un milln, dos millones de
parados ms -de jvenes sobre todocuelgan sus miserias en las perchas de
una economa en decadencia.
Los Estados aplastan las poblaciones
-aquellas que trabajan an!- bajo
impuestos de exterminio. Devoran, en
medio del despilfarro, la mitad, o ms, de
los frutos de la labor de todo creador
audaz.
Los mismos partidos llamados
democrticos, que quisieran dar una
solucin econmica a la miseria de un
tercer mundo que ellos mismos han
provocado como un saco de porquera
tras su liberacin de mentira de 1945, han
sido tambin impotentes en enfrentarse a
la invasin multitudinaria y multi-racial
de enormes contingentes harapientos de
poblacin extranjera, desembarcados por
su culpa, desbordando al da de hoy todos
los servicios sociales.
***
Por debajo del mercado, los
liquidadores polticos estn muy
corrompidos, por la necesidad electoral
a nivel nacional unas elecciones, con
toda su fanfarria publicitaria, cuesta
fortunas!, bien por la bulimia personal o
familiar (las esposas, salidas de la nada y
vida acostumbrada a coches de servicio y
sus viajes de placer a Los Angeles y
Tokyo, que no quieren volver a ser otra
vez porteras o seoras de limpieza!).
Tambin los polticos juegan en la
jaula de los macacos, las invitaciones, las
buenas comidas, prefieren los
porcentajes de la rapia a los contratos de
Estado, en la compras oficiales, en las
obras pblicas, en todas las operaciones o
trficos de influencia donde puedan

21
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A LOS JVENES EUROPEOS


instalarse con sus chupones.
No inspiran en los electores -todos lo
pueden constatar- que una enorme
pasividad e incluso, en muchos, una
creciente repugnancia.
Que en Europa, o en las
inmensidades rusas, surgiese maana,
con la escoba en la mano, un reformador
con genio, aportando a las masas un
verdadero programa econmico y social
de salvacin popular, y que las mafias
pseudo democrticas vean desaparecer
rpidamente sus repugnantes amasijos de
a s q u e r o s o s i n s e c t o s ! Ta m p o c o
sobrevivir la democracia, dale que dale,
en esta hora porque es, en este momento,
carne para los sepultureros!.
***
La ruina democrtica, desde 1945,
ha sido total, poltica, econmica, social,
moralmente. Y es este el momento
preciso, medio arruinada, ahogada en
medio de ambiciones mundiales de los
americanos, locos por su momentnea
expansin.
Europa debe hacer frente por
doquier, amenazados de pena de muerte,
a sus ineluctables obligaciones.
El mundo comunista, sin sentido
desde sus inicios (1917), porque se bas
en una lucha de clases suicida, hizo
masacrar, en una delirante salvajada, a
decenas de millones de tercos.
Dichosamente, en 1942, el orden
europeo estaba en marcha hacia los
Soviets, desde el golfo de Finlandia hasta
los picos del Cacaso. Veinte pueblos del
Este podan haber sido salvados, de no
haber sido por la imbecilidad criminal de
los americanos de Roosevelt,
proveyendo de un material de guerra
absolutamente aniquilador.
Estos gangsters aliados no solamente
permitieron a este tirano ganar la
Segunda Guerra Mundial, sino que le
entregaron adems, en mayo de 1945,
toda Europa del Este.
Hubieron de esperar casi medio siglo
para que los esclavos de Varsovia, de
Praga, de Bucarest, de Sofia, despus
todos los pueblos de Rusia le siguieron,
pudieran liberarse ellos mismos, sin que
un slo gobierno democrtico del
Oeste les ayudase a quitarse sus grilletes.
Ahora, queda poner en orden este
impresionante campo de ruinas.
Solo para acondicionar Alemania del
Este, la Alemania del Oeste ha tenido que
exprimir hasta sus venas entre 1989 y

1992. Todo debe rehacerse. Las viejas


industrias contaminantes instaladas por
los soviticos empestaban el aire. Sus
vetustas mquinas eran incapaces de
luchar contra la moderna competencia.
Haba que arrasar todo, encontrar
millares de reconstructores privados, no
desprovistos de audacia. Mientras, la
masa obrera, reducida al paro mientras
duren los aos de reconstruccin, no
podr subsistir psquicamente sino con
indemnizaciones que alcanzan cifras
astronmicas.
Y, sobre todo, el obrero de Alemania
del Este, desprovisto durante cincuenta
aos de cualquier iniciativa personal,
imposibilitado de mejorar gracias al
igualitarismo sovitico, haba perdido
todo el viejo gusto por el trabajo bien
hecho, a la alemana, por un dejarse llevar
comunista y la ausencia de todo estmulo
que lo enganch estpidamente.
Es esta -obra inmensa- toda una
textura social que deber reconstituirse,
como si nunca hubiera existido.
Alemania del oeste, convertida en muy
rica y emprendedora, ha consagrado a
esta labor de gigante sus fuerzas. Ha
hecho frente a la prueba con bravura,
pero con dificultad. Deber an sudar
sangre y agua por aos antes de ver
conseguir que Alemania del Este vuelva
a la vida y al dinamismo, totalmente
desnaturalizada desde 1945, por la
aberracin estalinista que los Aliados
mismos colocaron despus del fin de las
hostilidades.
El siglo de las lites.
Est el alma.
Est tambin la inteligencia.
Una revolucin se hace con
fanfarroneras, y menos con bonitas
palabras. Toda revolucin enriquecedora
es fruto de una larga preparacin
intelectual. Ms que nunca, el siglo
futuro ser el siglo de las lites, y de la
coordinacin de sus descubrimientos.
Son los mejores, los ms capaces, -y
ellos solos-, los que traern, los que
dirigirn y que cambiarn la sociedad. Se
ha acabado el tiempo en que el ser
humano poda preparar su futuro en un
esperar, en la facilidad, la ignorancia, la
pereza.
El obrero mismo deber dejar de ser,
como lo fue durante demasiado tiempo,
un trabajador ignorante. Deber
transformarse, a base de trabajo y
preparacin mental, en un tcnico

22
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altamente cualificado. La industria


moderna, ms costosa, no reclutar ms
que a los colaboradores que elija. No
habr ms sitio, en el maana, para los
mediocres.
Estos irn a engrosar la enorme bolsa
de cucarachas y parsitos, cerradas las
puertas a cualquier futuro.
En el siglo que viene, deberis
elevaros, a base de trabajo, de constancia,
de flexibilidad en el espritu y fuerza en el
carcter, en el nivel intelectual y en los
conocimientos tcnicos que marcar
indefectiblemente a los futuros
conductores de hombres y pueblos.
Que los jvenes se metan bien
en la cabeza que es en la medida que sus
cerebros trabajen, o se acrecienten sus
conocimientos tcnicos, como se
convertirn en parte viva de la lite, y
cuando puedan emprender entonces la
renovacin de la sociedad.
De los nuevos tiempos brotar, en la
medida que vosotros, jvenes
muchachos y muchachas del siglo XXI
que ya toca a nuestra puerta, que vosotros
enganchareis -con sus mtodos e ideas
nuevas, pero tambin con un ideal
apasionado como el de vuestros
hermanos mayores de los tiempos
heroicos-, la grandiosa labor de
renovacin de una sociedad desorbitada.
Jvenes camaradas de Europa,
vuestra hora ha llegado.
Materialmente, ciertamente,
pero sobre todo espiritual e
intelectualmente, estis preparados,
dispuestos para todos los sacrificios, el
cerebro perfectamente listo y
estructurado, el cuerpo fuerte para los
ms duros duelos, el alma iluminando
vuestra proyeccin. Ahora, aquellos que
se han preparado para la lucha, vuestros
fuertes brazos podrn elevar sobre
vuestros escudos esta victoria que los
dbiles crean inaccesible.
Slo los que tiene fe remueven
y luchan contra el destino! Creed!
Luchad!
El mundo, se pierde, o se toma,
Tomadlo! En el desierto humano donde
berrean tantos corderos, sed los leones!
Fuertes como ellos! Intrpidos
como ellos!
Y que Dios os ayude!
Salud, camaradas!
En exilio, el 8 de agosto 1992.

LON DEGRELLE, EL TRIUNFO


DE LA PERSONALIDAD

e podra hablar en este


artculo sobre una persona
que en la flor de su juventud
decidi dejar de lado su feliz y
cmoda vida y march a Mxico,
donde conoci la persecucin de
la que eran objeto los catlicos (y
que desde ese momento iba a ser
una constante en su vida).
Junto a los Cristeros arriesg
su propia vida, demostrando
cualidades que la Providencia
entrega con cuentagotas: fe, valor,
espritu de sacrificio y disposicin
a entregarse por un ideal.
Tambin se podran destacar
desde una edad muy temprana a su
tiempo la escritura. Su pluma gil
y firme recorri kilmetros de
papel, encendiendo las almas de
todas aquellas personas que tenan
la suerte de leer sus artculos. De
este modo sembr el germen de la
renovacin belga, dotando a la
nacin de un espritu juvenil y
alegre que chocaba frontalmente

con el estancamiento existente


hasta ese momento. Y (por que
no decirlo?) convirti una
editorial cercana a la quiebra en un
negocio rentable, cuya tirada
creca en progresin geomtrica.
Podramos narrar las aventuras de
un poltico que estuvo a punto de
conquistar el poder a los treinta
aos, a pesar del boicot que estaba
sufriendo por parte del resto de
grupos polticos, que hbilmente
se unieron en su contra. Todava
es emocionante recordar las
interminables jornadas de
discursos ante un auditorio
enfervorizado que aclamaba a su
lder, el cual venca y convenca
mediante la oratoria a todo aquel
que se atreviese a desafiarle. Su
visin poltica y su astucia le
permitan soar con conseguir la
paz en Europa, algo que hubiese
logrado si hubiese tenido la ms
mnima posibilidad. Y por
supuesto, admirable es el hecho de
rechazar el golpe de estado, a
pesar de que los ncleos ms
poderosos de la nacin (ejrcito y
monarqua) estaban dispuestos a
entregarle el poder. Sin embargo,
su grandeza solamente le permita
obtener el poder legalmente,
conquistando a todos y cada uno
de los ciudadanos.
Sera justo tambin recordar
las hazaas de aquel soldado que
se despidi de su mujer y sus hijos
y cogi su fusil voluntariamente,
para marchar a la cabeza de sus
camaradas hacia la ms
espeluznante campaa que se ha
vivido a lo largo de los siglos: la
Campaa de Rusia. Rechaz

D. Abrados

inicialmente el grado de oficial


para recibir el mismo trato que sus
camaradas, aquellos hombres que
confiaban plenamente en su jefe,
al que prometieron fidelidad hasta
la muerte. Sin embargo, tras
cuatro aos de batallas en las que
demostr ser el mejor de los
soldados - y el record de victorias
cuerpo a cuerpo lo acredita - se
gan el rango de General. Sus
hombres haban cumplido su
deber escribiendo con su sangre
las pginas ms nobles de la
historia.
Podramos admirar la actitud
impasible de aquella persona que
no se dobleg ante las terribles
presiones y los brutales chantajes
de las que fue objeto durante toda
su vida. Porque no le tuvo que
resultar fcil mantener la cabeza
alta tras haber sido brutalmente
castigado en la matanza de
Abbeville, donde todos sus
compaeros fueron vilmente
asesinados. O al enterarse de que
su hermano haba sido asesinado
cobardemente por los marxistas
en medida de represalia. O cuando
supo que sus padres seran
encerrados en prisin hasta el final
de sus vidas, sin haber cometido
delito alguno. Sin embargo, saba
que el precio que tendra que
pagar por defender su gran ideal
era elevado, y estaba dispuesto a
mantener su dignidad a toda costa.
Se podra hablar largo y
tendido de todas esas hazaas y
muchas ms, aunque en el mundo
en el que vivimos ni tiene
sentido, ni viene a cuento hablar
de las ms nobles virtudes.
23

Asociacin Cultural Amigos de Lon Degrelle

LON DEGRELLE EL TRIUNFO DE LA PERSONALIDAD


parte, era justo que Lon
Degrelle pagase tambin por ser
un traidor a su patria, aquella
Blgica que siempre estuvo en su
pensamiento y su corazn, a la que
defendi cuando iba a ser invadida
por el ejrcito alemn al comienzo
de la Segunda Guerra Mundial (s,
precisamente cuando los dems
ponan pies en polvorosa o se
arrodillaban ante el Fhrer).
Aquella misma Blgica a la
que le fue prohibido regresar tras
el fin de la guerra, bajo pena de
muerte. Castigo que l estaba
Sobre todo si tenemos en
dispuesto a aceptar siempre que
cuenta que todas estas acciones
antes se le permitiese defenderse
heroicas fueron llevadas a cabo
en pblico, que insolencia!
por una misma persona que, para
Y tampoco debemos olvidar
colmo de males, se llamaba Lon
que Lon Degrelle tena que ser
Degrelle. S, ese fascista
castigado por vividor, ya que
merecedor del ms cruel de los
despus de la guerra y hasta su
castigos como recompensa por su
muerte estuvo en la Costa del Sol
actitud y por los pecados
disfrutando de la vida bajo la
cometidos a lo largo de su vida.
proteccin de la sombrilla del
Y digo esto porque el malvado
caudillo.
Degrelle fue el osado que se
Tal era su nivel de bienestar en
atrevi a denunciar la corrupcin
esta poca, que incluso sufri
de la sociedad belga durante los
varios intentos de secuestroaos 30, proponiendo una
asesinato por parte de agentes
alternativa (REX) que defenda
sionistas, mensajeros de la paz en
todo aquello que los belgas de
el mundo.
buena voluntad deseaban.
Y no solo eso, sino que el
insignificante Lon Degrelle
cometi la osada de desafiar al
magnnimo Stalin y al imperio de
libertad, orden y progreso que
representaba el paraso sovitico
(llegados a este punto podemos
omitir el pequeo detalle sin
importancia de los ms de cien
millones de asesinatos en la
URRSS, de los gulags y de la
miseria en la que estaba sumido el
pueblo ruso). Viendo todos los
beneficios que el comunismo trajo
al mundo es lgico que las
democracias castigaran a Lon
Degrelle por haberse opuesto
frontalmente a esta lacra. Por otra
24
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Sinceramente, Lon Degrelle


ha enseado al mundo una valiosa
leccin. Da igual que sus logros no
sean reconocidos oficialmente por
aquellos que hoy dominan, puesto
que en realidad ellos representan
todo aquello a lo que l combati
durante su vida. Lo que de verdad
debe importarnos es que su actitud
ante la vida no sea olvidada y sea
adoptada por todos nosotros, y
que la llama de su ideal, que es el
nuestro, permanezca encendida
hasta el da en que se produzca la
gran explosin. Porque ese da
llegar. Degrelle fue un gran
personaje histrico que luch por
el entendimiento entre todos los
pueblos europeos.
Hay hombres a los que la luz
del herosmo los transforma, los
arranca de su propio contexto y los
proyecta fuera del tiempo, a un
mundo de belleza en el que se les
puede contemplar con orgullo.
Lon Degrelle es uno de esos
hombres, y como tal, orgullosos le
contemplamos.
LON
PRESENTE!

DEGRELLE

CITAS DE LON DEGRELLE

Muchas veces alcanzamos la grandeza haciendo, con toda la nobleza de que somos capaces, las mil cosas
pequeas y molestas de la vida.
Es infinitamente mas difcil que el alma se afane mil veces cada da en deberes pequeos, que realizar, en
una ocasin solemne, una hazaa memorable.
El prestigio del gran momento, el afn de asombrar a los dems, nos da entonces la fuerza necesaria para
actuar y nos hace concebir la mas alta opinin de nosotros mismos.
Podemos triunfar, pues, maravillosamente en la gran ocasin y estar sin embargo muy lejos de la verdadera
grandeza.
La grandeza verdadera esta en la nobleza del alma, que se da y se gasta, anhelante de darse, en cada uno de
nuestros deberes, sobre todo en los que estn limpios su vanidad.
Las gentes felices son las que saben darse. Los insatisfechos, lo son porque ahogan su existencia en una
suspicacia perpetua, y se preguntan, cada vez que tienen que dar, Cuanto es lo que van a perder.
Darse completamente y en todo instante. Hacer lo que se debe hacer, con mpetu, con gracia y con el mximo
inters, incluso cuando el deber carezca de aparente grandeza.
Hombre o mujer, rico o pobre, el problema es exactamente el mismo: es el don, el saberse o no saberse dar, lo
que hace claras a las almas o las hace recalcitrantes y turbias.

25
Asociacin Cultural Amigos de Lon Degrelle

JOHN HAGEMANS
HIJO DE LA OTRA EUROPA

acido en 1914, de
origen flamenco,
pronto sentir la llamada de la
poltica. Rexista desde la
primera poca siempre estuvo
involucrado en asuntos
juveniles del movimiento.
En 1933 sirvi como oficial
universitario en el VI de
Artillera, en su servicio
militar. En julio de 1938
participo el primer
campamento nacional de las
Juventudes de REX en Notre
Dame de Lombeek.
Felizmente casado tenia un
hijo llamado Erik.
Movilizado en 1940, pronto
volvi a asumir puestos de
mando en las juventudes
rexistas, cargo que ejercera

eficazmente desde diciembre


de 1940. Joven, universitario
de Bruselas, y muy influido
por las teoras del Verdinaso de
Joris Van Severen, un terico
fascistas flamenco que
aspiraba a reunificar los
pueblos neerlandeses
(Holanda, Blgica y Norte de
Francia). Segn Degrelle John
Hagemans era:
Ante todo un idealista, un
inflamador de hombres, un
poeta apasionado por la poca
de nuestras 17 provincias, un
pintor igualmente magnifico
ya fueran frescos de treinta a
cuarenta metros cuadrados, ya
fueran pequeos retratos y
paisajes... John Hagemans era
un hijo de los Pases Bajos
hasta las uas.
Era un Nacionalsocialista
cien por cien. Admiraba
profundamente el Gran Reich.
Pero quera entrar en la Europa
germnica portando al viento
la ensea, los "lansquenets"
(soldados mercenarios
europeos del siglo XV-XVI)
flamencos y valones que
portaron fieramente en sus
tambores marcados con el
guila imperial bicfala. Era el
circulo de Borgoa que
avanzaba, como en los tiempos
gloriosos y libres de Carlos
Quinto y de la Paz de
Habsburgo. "
En agosto de 1941 una
delegacin de las juventudes
Rexistas participaron en los

26
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juegos de verano de las


HitlerJugend en Breslau y en el
Congreso de las Juventudes
Europeas de Viena del otoo de
1942.
En marzo de 1942 se
alistara en la Legin Valona
junto a la gran mayora de sus
camaradas de la organizacin
juvenil y unos 150 miembros
de la misma.
Hagemans caer en el
frente, con toda la gloria y el
honor el 26 de agosto de 1942
en los enfrentamientos cerca
del Cacaso y siendo sustituido
por un veterano suboficial de la
Legin, rexista, Paul Mezzetta.

Se publicara en 1943 un
libro lbum fotogrfico
homenaje por parte de
Ediciones rexistas de la
Jeunesse Legionaire.
Erik Norling.

SECUESTRAR A
DEGRELLE

P. Usted no tuvo siempre la


vida fcil en el exilio. Me gustara
que nos contara algo sobre las
tentativas de secuestro que sufri.
R. Durante mi larga estancia en
Espaa mis enemigos no aceptaron
nunca que yo pudiera regresar a
Blgica para comparecer ante un
Tribunal y declarar pblicamente.
Reclam sin cesar esa
comparecencia.
Pero no era eso lo que quera el
rgimen. Slo deseaba mi piel.
Solicitaba al gobierno espaol mi
extradicin y no explicaban por
qu, cuando yo ya aceptaba
voluntariamente el regreso sin ms
formulismos legales con respecto a
Espaa. Siempre estuve dispuesto
a aterrizar en avin en Bruselas. No
peda ms que una cosa,
absolutamente normal por otra
parte: un juicio honesto, en la
Audiencia, en Consejo de Guerra o
ante el cuerpo electoral, pero con la
posibilidad de expresarme.
Siempre dije al respecto: Si
ustedes quieren que sea el mismo

Lon Degrelle

pueblo el que me juzgue, ahora


mismo vuelvo y me presento en
Bruselas a las elecciones. Djenme
solamente hacer durante ocho das
mi campaa electoral. Mtenme
despus si eso les divierte tanto.
Pero antes se habr visto si el
pueblo belga, despus de
escucharnos a mis contradictores y
a m, me da o no la razn
P. Cual fue la respuesta?
R. Como puede imaginarse, no
hubo nunca respuesta. Los grandes
vencidos de 1940, los pequeos
vencedores y aun as por
carambola! de 1944, reclamaban
mi extradicin nicamente con la
seguridad de poder matarme, en
cuanto llegara a Bruselas, sin decir
ni po.
Jams acepto el gobierno belga
que yo fuese juzgado, y tanto si
volva voluntariamente a Bruselas
como si yo era entregado por
Franco. Franco hubiera estado de
acuerdo en acceder a mi
extradicin si se garantizaba un
proceso simplemente decente.
Para los polticos belgo-resistentes
de toda las facciones lo nico que
importaba era negarse a cualquier
apelacin judicial. Era preciso que
pereciera nada ms desembarcar.
Saban todos muy bien que si yo
pudiera explicarme ante un
tribunal normal, o ante el pueblo,
tendra la razn. Prestarse a ello era
impensable por su parte.
P. E n q u c o n s i s t a
ofrecimiento?
R. Mi oferta no poda ser ms
sencilla: un tribunal regular, con
difusin por radio de todos los
debates.
Si yo hubiese sido un canalla,
tal como pretendan mis enemigos,

la difusin del proceso por radio o


incluso por televisin solo hubiera
contribuido a demolerme
definitivamente ante la opinin
pblica. El rgimen dispona de la
totalidad de la prensa. Yo ya no
poda contar ni con el mas pequeo
boletn. Entonces, qu se tema?
Y menos an cuando se iba a tener
ademas, de todos modos, como
postre, el vivo placer de hacerme
ejecutar.
Sin embargo, invariablemente,
se dijo que no.
Despus se encontr que seria
mas sencillo secuestrarme para
liquidarme sin tener que ofrecer
explicaciones desagradables.
P. Secuestrarle?
R. Pues s, secuestrarme. Lo
intentaron seis veces. Organizaron
toda una serie de tentativas de
rapto. Algunas fueron autnticas
historias de la mafia.
Desde el primer invierno de la
posguerra se conspir para
secuestrarme en el mismo San
Sebastin. Seguramente usted
conocer esa tentativa, pues su
organizador, el coronel De
Lovinfosse, la hizo pblica.
P. Exacto. El coronel De
Lovinfosse me ha confirmado que
l organiz su secuestro, con la
complicidad de agentes secretos
franceses y espaoles, ocho meses
despus de finalizada la segunda
guerra mundial. Todo estaba
dispuesto, ya que Lovinfosse haba
obtenido la conformidad del
primer ministro Belga, Van Acker.
La orden fue anulada por el
ministro Spaak, la vspera de la
operacin.
R. Dios sabe, no obstante,
que en diciembre de 1945 y de
27

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SECUESTRAR A DEGRELLE
1946 yo estaba al alcance de los
raptores.
Para infamarme se haban
lanzado a las mesas unas
abominables acusaciones de
crmenes de guerra groseramente
embusteras. A causa de ellas,
precisamente, yo rechac, en el
hospital de San Sebastin, las
ofertas de evasin que se me
hicieron, incluso desde muy altas
instancias. En efecto, si hubiera
huido de mi hospital, como se me
rogaba insistentemente, yo habra
dado la sensacin de haber salido
de estampida por temor a mis
acusadores. Sin embargo, yo
quera aclarar las cosas. Por eso no
me evad, cuando pude hacerlo
perfectamente.
P. En que condiciones viva en
su hospital?
R. Tenia alrededor de mi una
guardia de cuarenta hombres. Pero
eran soldados espaoles. Estaban
ah porque lo exigan los aliados.
Una noche me di el lujo de salir a
San Sebastin, ir a cenar a un
restaurante y pasearme hasta las
tres de la madrugada. Por tanto,
hubiera podido marcharme y no
quise.
A primeros de enero de 1946,
una vez terminados los
preparativos, el coronel belga De
Lovinfosse, oficial superior belgabritnico de los Servicios de
Segurida,cubierto de
condecoraciones, pero ignorante
bajo el punto de vista poltico,
llego a los Pirineos para llevar a
cabo la primera operacin de
tentativa de secuestro. No tenia
gran riesgo, puesto que cmplices
espaoles a sueldo - doscientas mil
pesetas- haban preparado mi
traslado a la prisin de Pamplona y
haban fijado el lugar en donde el
coche, con pretexto de avera, se
parara en plena carretera, cerca de
la localidad de Lecumberri. Se
entenda que los guardianes no se

defenderan. Incluso estaba


preparada la capucha que me iban a
poner en la cabeza, segn explic
luego el mismo Lovinfosse.
P. Y por qu fracaso?
R. El secuestro fracas en
condiciones grotescas, porque en
el ultimo minuto Spaak lo mand
anular.
Sin embargo, ese secuestro
haba sido ordenado por escrito por
el primer ministro belga en
persona, Van Acker. La seguridad
francesa, prevenida oficialmente
en Pars, habla puesto sus
vehculos y sus mejores agentes de
Burdeos a disposicin del coronel
de Bruselas.

Todos los documentos belgas y


franceses relativos al caso fueron
publicados despus por el coronel
De Lovinfosse. Son tan
abrumadores como indiscutibles:
Un primer ministro belga, un
coronel belga y la Seguridad
francesa quisieron perpetrar un
secuestro -el mio- en la ms
completa ilegalidad y en el interior
de un pas extranjero.
P. Sin embargo, el gobierno
espaol termino por decretar su
expulsin.
R. No fue exactamente as.
Cuando quince meses despus de

28
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mi aterrizaje forzoso, al gobierno


espaol, verdaderamente, ya no le
fue posible resistir a las presiones
belgo-anglo-americanas pues los
embajadores del Reino Unido y de
los Estados Unidos tambin
hostigaban a Franco verbalmente y
por escrito dio su conformidad a mi
expulsin, con la restriccin
mental de que no se me expulsara.
La expulsin terica tuvo,
pues, lugar el 21 de agosto de 1946.
Pero fue a un falso Degrelle a quien
se le condujo hasta la frontera
portuguesa. Durante ese tiempo, en
el coche del conde de Mayalde,
embajador de Espaa y alcalde de
Madrid, y de su mujer, la
encantadora duquesa de Pastrana,
corra hacia el primero de mis
refugio. Posea una documentacin
en regla a nombre de Juan Sanchs,
polaco. Sospechando mi pobreza,
Franco, personalmente, haba
deslizado entre la documentacin
veinticinco mil pesetas, suma
bastante considerable entonces.
Iba a pasar de escondite en
escondite. Los que queran mi
pellejo me perseguiran durante
decenas de aos.
P. El juez Belga Melot, Cont l
mismo a la prensa como en 1958
monto a su vez una incursin en su
refugio de Constantina, donde
descubri su presencia. Se sabe
que no le quera bien a usted. El
ministro belga de Justicia. a
instancias muy apremiantes de
Spaak -una vez ms-, obligo a ese
magistrado a renunciar a ello. Me
extrao bastante -me ha dicho el
juez Melot- que se me explicase
que el gobierno Belga no tenia
deseos de ver de vuelta a
Degrelle.
R. Ese magistrado belga era el
mismo que haba aprobado
claramente la persecucin de mi
familia en 1945. Era un hombre
pequeo y bigotudo, fsicamente
bastante desfavorecido, con uno de

SECUESTRAR A DEGRELLE
sus prpados cado como un higo
seco. Vino efectivamente a
pasearse por Andaluca con el fin
de encontrarme y preparar mi
secuestro. Como resistente, haba
sido ascendido a juez de una
Audiencia Territorial despus de la
"Liberacin". Pens en darse a
conocer con una hazaa tarda.
Inmediatamente puso manos a la
obra. Incluso unos valientes
paracaidstas desocupados fueron
embarcados en esta heroica
cruzada, tanto ms extraa por ser
preparada esta vez, tambin en la
ms absoluta ilegalidad, Bajo la
tutela de un magistrado!
El avin en el que se me iba a
embarcar ya haba aterrizado en el
campo de aviacin militar de
Sevilla, donde Melot se haba
asegurado algunas complicidades.
Los sitios donde viva haban sido
filmados en mi ausencia, y el juez
Melot en persona, como
magistrado, haba dirigido esas
violaciones de domicilio. Al fin,
todo estaba a punto. Melot indic a
la embajada de Blgica en Madrid
que el secuestro iba a realizarse de
forma inmediata.
Fue entonces cuando a ese
magistrado raptor le hicieron
regresar apresuradamente a
Bruselas, y all el ministro de
Justicia y los mas altos
magistrados belgas le instaron para
que abandonara sobre la marcha
esa operacin de rapto. Tuvo que
redactar y firmar una renuncia
formal, tan penosa como
humillante. Poniendo la mordaza a
este juez, Spaak, personalmente,
me liberaba a mi de ese peligro.
El propio magistrado,
lastimosamente, lo ha confesado:
No insistir. Seria cruel.
P. No hubo tambin otra
tentativa a cargo de agentes
israeles?
R. Si, hubo tambin, como
no!, una tentativa preparada por los

sionistas. Fue la ms importante.


Estuvo a punto de tener xito, ya
que no tenia a Spaak lleno de
pnico para impedirla.Esta
operacin no tena pies ni cabeza.
Nunca haba tocado a un judo,
como ya le dije. El movimiento
rexista, antes de 1940, estaba
abierto a todos los que deseaban
entrar en l. Incluso tuve en el
Parlamento belga un diputado
rexista, elegido en Amberes, que
era judo. Identidad que, en verdad,
yo ignoraba entonces. Se llamaba
Hertzog. En el fondo, en Blgica,
antes de 1938, el problema judo
apenas exista.

Pero a partir de aquel ao


llegaron en masa: un tercio
procedente de Alemania y los otros
dos tercios de Polonia. Slo
tuvimos nuestras primeras
aprensiones cuando vimos con qu
rabia presionaban sus dirigentes en
pro de una colisin europea.
Entonces les denunciamos en
nuestros peridicos como
provocadores de guerra, lo que en
realidad eran. Pero, incluso en su
caso, nos atuvimos a la linea
pacifica de nuestra poltica de
neutralidad.
P. Entonces por qu
intentaron raptarle los israeles, si
usted nunca les haba perseguido?
R. El frenes del
sensacionalismo, que les excita
siempre en todas partes para llamar
la atencin sobre ellos, fue el
motivo esencial que les llevo a
montar contra m tal operacin.
Intentaron explicar seguidamente, en

el libro de Michel Bar-Zohar Los


vengadores que slo yo conoca
la verdad sobre el refugio de
Bormann, a quien haba salvado en
Italia, escondido en Madrid y
enviado sano y salvo, junto a unos
amigos de Amrica del Sur. Ahora
bien, yo no tena ni la ms mnima
idea de lo que hubiera podido
sucederle a Bormann, tras la
muerte de Hitler el 30 de abril de
1945. Su compaero de huida, mi
amigo Arthur Axman, ya explic
que haba muerto al da siguiente
del suicidio del Fuhrer, cuando
trataba de salir del Berln cercado
por las tropas soviticas. En todo
caso, en el exilio, nunca recib la
menor noticia sobre l.
No obstante lo cual, los
sionistas decidieron embarcarme
en un barco que haban fletado
especialmente. Este me esperaba a
lo largo de la costa espaola del
Mediterrneo. El jefe de la
operacin de secuestro era el
subdirector general de la
Seguridad de Israel, Zwy Aldouby.
Aldouby y su equipo de
gngsters penetraron en Espaa,
equipados y armados de un modo
formidable, y financiados a medias
por una gran revista americana,
que haba comprado por anticipado
el relato del secuestro. Que bellas
costumbres! Quedaba muy bien un
reportaje describiendo cmo se
apoderaban por la violencia de un
adversario poltico y le conducan
a la muerte. Hay gente en Amrica,
y sin duda en otras partes, que
pagan para ello. E incluso mucho.
La virtud prevalece!
P. Como escapo usted a esta
nueva tentativa?
R. Mis amigos en el extranjero
fueron tan giles como esos
amables israeles. Desde tres
meses antes me tuvieron con
exactitud al corriente del proyecto.
Uno de mis informadores incluso
29

Asociacin Cultural Amigos de Lon Degrelle

SECUESTRAR A DEGRELLE
estuvo sentado, en un restaurante
de Lausana, a tres metros de la
mesa en la que se fij
definitivamente el plan de mi
secuestro. Supe, al minuto, que al
da siguiente salan los israeles.
Dos das despus me entere de que
llegaban a los Pirineos catalanes.
Cuando ellos crean que
estaban a punto de ganar la partida,
cuando las lineas telefnicas de mi
propiedad de Constantina ya
haban sido cortadas por dos
cmplices comunistas y todos los
perros de la vecindad haban sido
envenenados para que no hubiera
la menor alerta, cuando mis
raptores llegaron a la fase final,
catapun!, la polica espaola,
prevenida por mi, se les echo
encima.
Ser ms astuto que los
sionistas, da gusto!
Aldouby y sus sicarios,
encerrados en prisin, fueron
condenados por un Consejo de
Guerra en Barcelona, en agosto de
1961, a ocho y diez aos de
privacin de libertad. Su gran
coche, un Lincoln, estaba provisto
en el maletero de una especie de
atad con un dispositivo con
narctico: me hubieran metido all,
sin excesivos cuidados, hasta que
el coche hubiera llegado al barco,
dispuesto a llevar anclas no lejos
de Mlaga.
Los sionistas organizaron una
segunda tentativa desde Amberes.
Los candidatos a secuestradores
fueron pescados en Bilbao, en el
momento en que desembarcaban.
Una ltima tentativa de
secuestro fue preparada, esta vez,
por barbouzes del general De
Gaulle. Este ltimo detestaba a
Spaak, socialista que se opona a su
plan europeo de tendencia
nacionalista. Sabiendo que yo
podra demoler polticamente a su
adversario en un gran debate
judicial, De Gaulle plane

entregarme al gobierno belga, con


la muy hipcrita condicin de que
se me hiciera un proceso pblico,
pues l contaba con que yo hara
trizas a Spaak, redundante
adversario de sus proyectos.
Los secuestradores del glorioso
general no tuvieron ms suerte que
sus predecesores belgas o israeles.
Fueron detenidos por la polica
espaola junto a la misma valla de
mi propiedad. Se les expuls
discretamente
P. En su opinin. Por que
fracasaron, una tras otra, Todas las
tentativas de rapto tan
ruidosamente organizadas?
R. Por razones bien sencillas.
En primer lugar, porque yo tengo
mucha suerte, protegido siempre
por una especial baraka.

Despus, porque, para


secuestrare, haba que arriesgar
resueltamente la piel. Yo no era un
hombre fcil de pescar. Estaba
entrenado por setenta y cinco
combates cuerpo a cuerpo en el
frente del Este. Los raptores,
sabiendo, actuaron siempre al
abrigo de sistemas de proteccin
demasiado complicados. Era
evidente que no deseaban morir en
su intento. En el fondo, esas
pandillas de gngsters al servicio
de ciertos polticos de baja estofa, e
incluso el ingenuo Lovinfosse, no
queran ms que mi sangre, y al
carecer de un gran ideal no
arriesgaron nada y por ello
fracasaron rotundamente. Yo
siempre pude hacerles frente,

30
www.leondegrelle.org

porque tengo lo que ellos no


tenan: fe en una causa.
Compadezco a aquellos cuyas
vidas solo fueron sombras sin
luces. Prefiero estar en la cima y no
en terreno pantanoso.
P. De todas formas, podra
darle ya la tranquilidad la
prescripcin?
R. Qu tranquilidad? Cuando
lleg el momento de la
prescripcin, en 1964, tras veinte
aos de exilio, mis adversarios
pudieron, ciertamente, hacerse los
distrados y dejar que se aplicara la
ley. Pero la sola idea de que,
prescritos los efectos de mi
condena, yo pudiera regresar a
Bruselas y arengar a las multitudes,
les revolva la sangre. Y.
apresuradamente, improvisaron
una ley que prolongara diez aos
mas mi prescripcin.
Jurdicamente, era una
monstruosidad. Prolongar los
efectos de una condena supona
agravarla, sobre todo cuando la
sentencia se dict casi un cuarto de
siglo antes.
Estaba tan fabricada esa ley
para mi uso exclusivo que se le dio
un nombre latino: Lex
Degrelliana. A la antigua pena
que un improvisado tribunal me
haba impuesto en un cuarto de
hora de deliberacin, por rebelda,
en diciembre de 1944, esa Lex
Degrelliana aada diez aos mas,
durante los cuales yo tenia que
seguir con la mordaza puesta.
P. Esa prorroga de plazo fue
sometida al Parlamento Belga y
votada por l La ley puede
cambiar para un individuo me ha
dicho el juez Melot. Que tiene que
decir a ello?
R. Escuche! Se da usted
cuenta de la enormidad de la
afirmacin de ese magistrado? La
ley puede cambiar para un
individuo. Como si la ley,
constitucionalmente, no tuviera

SECUESTRAR A DEGRELLE
que ser igual para todos los
individuos. Inimaginable un
fanatismo igual! increble tan
flagrante violacin del derecho! Y
es un miembro de una Audiencia
Territorial belga el que se atreve a
pronunciar tal incongruencia
jurdica!
Como ltimo recurso, me
quedaba la apelacin ante el
Tribunal Europeo de Estrasburgo.
Pero ste se guard bien de abrir la
boca, de rebelarse contra esa
abracadabrante Lex Degrelliana
ni de condenar la media docena de
tentativas de secuestro, iban a
terminar en este callejn sin
salida?
Esos solemnes pontfices se
lavaron hipcritamente las manos,
como Poncios Pilatos resucitados
en el siglo XX dentro de unas togas
democrticas.
P. Y qu sucedi al acabar la
prrroga de diez aos del plazo de
prescripcin ?
R. En 1974 ya no haba forma
de promulgar ninguna Lex
Degrelliana mas. Y entonces,
qu? Iba a reaparecer, por tanto,
Degrelle? De qu haba servido la
prohibicin durante treinta aos de
publicar mis libros? Las seis
tentativas de rapto, iban a
terminar en este callejn sin
salida?
Para parar en seco toda
posibilidad de retorno a Bruselas
se resucit el juicio de 1944, que
sin previo expediente ni
posibilidad de defensa alguna me
desposey en un santiamn de mi
nacionalidad belga, violando la
Constitucin. Basandose en
aquella obra maestra del derecho,
un decreto-ley me declar pura y
simplemente extranjero
indeseable. A m, que en 1944
era todava diputado por Bruselas!
Quedaba as inmovilizado para
siempre al sur de los Pirineos. Si
trataba de regresar a mi pas me

expulsaran como a un malandrn


internacional.
P. L e s o r p r e n d e e s e
encarnizamiento contra usted?
R. En absoluto! Esa gente
hace su juego, el juego tpico de los
enemigos de pocos recursos.
No pueden hacer subir ms su
barmetro.
Para ellos, elevarse un poco
ms arriba del ras del suelo es un
acto de orgullo insoportable.
El que se niega a pasar su vida
arrastrndose como un sapo en la
mediocridad es un vanidoso y un
ambicioso. Como si el orgullo del
hombre no fuera el intentar
superarse!
Parece que todo el que intenta
superar el ideal bistec-patatas
fritas de muchos belgas es un
mitmano.

Quien no dice siempre amn,


con cara contrita y de convencido,
a las palinolias y depredaciones de
los corsarios polticos de ayer y de
hoy, es un profanador y un
embustero. Utilizar contra ellos la
escoba es un sacrilegio. Slo puede
usarse el cepillo de dar brillo.
Pas ms de un tercio de siglo,
y esos censores siguen echndo a la
cara la misma hipcrita letana.
Crimen supremo: en vez de
meter mis narices en el fuego de
mis pecados antidemocrticos, al

observar tanto odio y tanto rencor


inextinguible, no pido perdn a la
patria y a la humanidad, y encima
me ro.
P. Entonces, qu le sorprende
de ese ostracismo aplicado contra
usted?
R. Que me hayan adjudicado
tan alegremente unas rotativas de
Hitler, o que expliquen que en
tiempos fui boxeador o paolero
en los barcos carboneros de
Amrica del Sur, no son fantasas
que me sorprendan. Incluso
resultan divertidas. Y a m me
gustan los retratos pintorescos.
Lo que me sorprende es otra
cosa. El que despus de dedicarse
tan encarnizadamente a
perseguirme durante decenas de
aos, mis pertinaces detractores
an no hayan conseguido liquidar
mi acreditada imagen.
Qu queda de la de los
grandes pachs democrticos tan
estrepitosamente glorificados en
1945? Quin se acuerda an de
ellos? Qu ocurre, por el
contrario, para que yo no haya sido
olvidado? Pues el hecho est ah,
no se me ha olvidado. A cada
instante sale a relucir mi caso.
Nunca vi a tanta gente hacer
incluso miles de kilmetros para
venir a verme. Cientos de jvenes
han sacrificado hasta el ultimo
cntimo de sus economas por
pasar una hora en mi terraza.
P. Por qu siguen an
prohibidos sus libros en Blgica?
R. La prohibicin de imprimir,
vender o transportar mis libros
sigue rgidamente en vigor en todo
el territorio belga.
Todava ahora, publicar all un
simple folleto mo cuesta unos
largos meses de prisin o una
multa desorbitada. Y a pesar de esa
increble represin, se han vendido
ms de doscientos mil ejemplares
de mis libros a escondidas,
pasando de mano en mano.
31

Asociacin Cultural Amigos de Lon Degrelle

SECUESTRAR A DEGRELLE
Algunos ejemplares han llegado a
alcanzar precios fabulosos: de
nueve a diez mil francos belgas se
ha llegado a pagar por un ejemplar
de la edicin original de mi Cohue
de 1940.
Mis obras se traducen a varias
lenguas. Se publican en Italia, en
Alemania, en Holanda, en
Inglaterra, en Portugal, en
Argentina, en Espaa, en Estados
Unidos. Por qu no se traducen
igual en el extranjero las memorias
del ex primer ministro Pierlot, tan
importante en el Londres de 1940 a
1944? Aunque siguen siendo
numerosos los que aun no
comprenden nada de lo que fue mi

vida pblica, la gente se da cuenta


de lo inslita que resulta mi
supervivencia. Tena que haber
desaparecido de la mente de los
hombres desde hace mucho
tiempo. Pero, agrade o no, sigo
presente, ms que nunca, en el
recuerdo de los veteranos y, ms
an, en la imaginacin de
numerosos jvenes.
Mi nombre es mucho ms
conocido hoy que en los antiguos
tiempos de combate del rexismo
poltico.
La verdad es que se ha creado
un mito. Contra l, los embusteros
y los denostadores ya no pueden
hacer nada. La irradiacin de una

epopeya no se disipa como el humo


de un cigarrillo. Todo cuanto se
hizo para liquidarme ha sido en
vano. Las condenas salvajes, los
intentos de secuestro o de
asesinato, los decretos-leyes de
agravacin de la pena, las
desnaturalizaciones y las
prohibiciones draconianas de mis
escritos han logrado justamente
acrecentar la leyenda.
La Historia existe.
Algn da arrojara al
vertedero publico las mordazas
de la "democracia" Belga.
En el exilio , Madrid 1979.

DOCUMENTO
LON DEGRELLE

En Madrid, el 8 de Diciembre de 1973.


Atestado/Certificacin
El firmante, Lon Degrelle, nacido el 15 de Junio de 1906 en Bouilln,declara/certifica al llamado LEROY, Jacques,
nacido en Binches, el 10 de Septiembre de 1924, ha obtenido la Cruz de Hierro, en el Frente de Sttetin, en Altdam, el 20 de Abril de 1945.
Rubrica:
SS Standartenfhrer y Comandante de la 28 SS divisin Wallonie.

32
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LON DEGRELLE Y
LA REVISTA SIGNAL

on Degrelle y la revista de
propaganda alemana
SIGNAL.
Quizs la mayor difusin
internacional que tuvo la figura de
Lon Degrelle durante la guerra, a
pesar de ser muy conocido antes
de sta como jefe del Rexismo en
Blgica y durante la campaa de
Rusia en su lucha como jefe de los
voluntarios valones en el frente
oriental siendo uno de los
mximos exponentes de la lucha
contra el Bolchevismo, fue su
aparicin en la portada de
SIGNAL del ao 1944 en su
nmero 5.
Se trataba de una publicacin a
cargo de los servicios de
propaganda del Ministerio de
Asuntos Exteriores alemn y el
Ejrcito, que se public durante la
contienda, con ediciones en
prcticamente todos los idiomas
europeos, incluso en rabe. Entre
1941 y 1945 se distribuirn
millones de ejemplares, en una

calidad, con fotografas en color y


montaje profesional, hizo de sta
publicacin una de las ms
modernas y apreciadas, incluso
por aquellos lectores que no eran
germanfilos. Fue, sin lugar a
dudas, el mximo exponente de la
maquinaria de propaganda de
guerra germana. Salvo en algunas
excepciones como la edicin rusa,
en la cul aparece Von Panwitz, y
en las ediciones espaola y
portuguesa en que Degrelle
aparece en la 3 pagina del interior,
en el resto de las ediciones sin
foto, fue la portada de este nmero
de SIGNAL. Se trataba un hecho
muy poco frecuente en esta revista
ya que en contadas ocasiones
salan como portada combatientes
o polticos no alemanes. En la
aparicin de esta portada se da una
ancdota. Como an no tenan
fotografas de Degrelle tras la
concesin su Cruz de Caballero
por el heroico hecho de la ruptura
del cerco de Tcherkassy en febrero
de 1944, SIGNAL, para recoger
este importante hecho tuvo que
hacerlo mediante una
manipulacin (cosa frecuente
aunque lgicamente con tcnicas
muy limitadas de montaje) sobre
una foto suya vestido con el
uniforme de la Waffen SS
portando la recin ganada Cruz de
Caballero de la Cruz de Hierro. De
ah que se aprecie claramente que
tiene un tamao algo menor que el
real. En el presente artculo se van
a mostrar las portadas de las
diferentes ediciones de este
famoso nmero ya que muchas de
ellas son muy difciles de conocer
y nunca se han publicado por
medio alguno su totalidad.

C.D

Tambin es un valor aadido y un


hecho que gana importancia el que
Lon Degrelle aparezca en
SIGNAL y como condecorado con
la Cruz de Caballero por sus
mritos de guerra ya que en la
revista aparecieron solo muy
escasos condecorados con la Cruz
de Caballero en su portada, siendo
miles de soldados alemanes de las
diferentes armas que recibieron
esta preciada condecoracin en
sus diferentes grados. Se ah la
importancia de su presencia en
portada como voluntario no
alemn.
SIGNAL solamente dedica 10
portadas a condecorados con la
Cruz de Caballero, de un total de
112 portadas de la edicin base y
de una treintena de portadas
diferentes en algunas ediciones,
sacndose de aqu la conclusin
de que fue un autentico honor esta
aparicin, si bien se aprecia que
fue en el ao 1944 y 1945 las ms
destacadas con unos primeros
planos muy detallados sobre los
personajes homenajeados por
SIGNAL. Resulta asimismo
curioso que en la edicin espaola
Degrelle aparezca en la pgina 3 y
no en la portada. Ello forma parte
de los intentos de la propaganda
alemana de evitar herir
sensibilidades en Espaa, y a
principios de 1944 los servicios de
propaganda alemanes ya haban
iniciado su famoso Grosse Plan
(Gran Plan) para contrarrestar la
cada vez ms manifiesta
hostilidad del Gobierno
franquista.
Entre las medidas era ejercer
la propaganda de forma muy sutil,
sin que pareciera que se estaba
33

Asociacin Cultural Amigos de Lon Degrelle

LON DEGRELLE Y LA REVISTA SIGNAL


intentando provocar la
participacin de voluntarios
espaoles en la contienda. Por ello
la presencia de Degrelle, un
catlico y latino, en la portada,
adems de las SS, seguramente
fue considerado como demasiado
provocador para Espaa y
Portugal (que participaba de las
misas consignas en temas de
propaganda). Las menciones que
se hacen a la figura de Lon
Degrelle dentro de las diferentes

revistas publicadas en sus


diferentes ediciones son las
siguientes:
SIGNAL n 1 de 1943. Ed F
Al este, con los Valones, un
interesante artculo de la pluma de
Lon Degrelle durante el avance
en septiembre de 1942 de la legin
Valona hacia el Cacaso junto a
una fotografa de ste con
uniforme de teniente de la
Wehrmacht. Pgina 35.
SIGNAL n 23/24 de 1942. El

34
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Frente contra el Bolchevismo, en


el recuadro dedicado a los II.
Leg i o n ar i o s y l e g io n ar i o s
orientales se incluye una
fotografa de Lon Degrelle en
uniforme de la Wehrmacht y una
resea sobre sus voluntarios
valones. Pg. 44.
SIGNAL n 2 de 1945, Los
soldados polticos de Europa.
Una nueva concepcin
occidental, pginas 4 a 9.

LON DEGRELLE Y LA REVISTA SIGNAL


Las portadas de las diferentes ediciones nacionales.
SIGNAL numro 5 de 1944. Cdigos de las ediciones: F,H,I,D,D/U,N,Fi,Da,Kr,S,E,B,G,Sl,Sch,Sp,Po..

F Francia . F Belgica/Suiza . H Holanda . I Italiana

D Alemana D/U Alemana.Hungara . N Noruega . Fi Finlandia

Da Dinamarca . Kr Croacia . S Serbia . E Inglesa

B Bulgaria . G Grecia . Sl Eslovaquia . Sch Suecia

Sp. Espaa. Sp. Pagina 3. Po. Portugal. Po. Pagina 3


35
Asociacin Cultural Amigos de Lon Degrelle

MI VOCACIN
LITERARIA

scrib muy pronto. Es as.


Siempre he ledo, tambin,
enormemente. Lecturas inverosmiles
al principio, porque, en efecto, en
casa de mis padres no haba un gran
surtido de libros. En aquella poca
no existan tampoco, en nuestra
regin, bibliotecas populares.
Bouillon era, sin embargo, una
vieja ciudad del espritu, que haba
sido lugar de refugio y sobre todo
un centro editorial de los
enciclopedistas, all se
imprimieron las obras de Voltaire
del siglo XVIII. Durante meses
devor una vieja edicin de la
Enciclopedia, descubierta en el
revoltijo de cosas de nuestros
desvanes.
En casa de mis padres haba,
adems de numerosos autores
clsicos, mal editados y ms bien
indigestos, dos o tres docenas de
volmenes de julio Verne,
Robinson Crusoe y algunos libros
sobre la guerra de los boers, lo que
era bien poco. Yo relea uno o dos
todos los jueves. Haba, sobre todo,

Lon Degrelle

los cincuenta gruesos volmenes o


tomos de las actas de las sesiones
del Consejo Provincial de
Luxemburgo. Se imagina usted
eso en las manos de un mozalbete
de doce aos. Tanta era mi pasin
por leer me tragu los cincuenta
tomos. Iba a rebuscar en las casas
de mis amigos. De all sacaba los
libros ms diversos. Don
Quijote, localizado en casa de un
recaudador de contribuciones, me
arrebat de entusiasmo durante
semanas, aunque yo no llegaba a
imaginar bien a mi hroe
recorriendo las llanuras del Havre
y de Calais. Pues para m La
Mancha era el Havre y Calais.
Luego me enfrasqu en Lamartine
y en Musset. Y en el pesado Paul
Bourget. Y en Ren Bazin. E
incluso en Zola.
En cualquiera!
Recorra tambin, a diario, la
pequea ciudad de Bouillon, para
recoger otros peridicos distintos
de los dos que reciba mi padre.
Casi al mismo tiempo me sent
captado por la pasin por el latn.
Verdaderamente eso se lo debo a
mis padres. Y Dios sabe cunto me
disgust, al principio, su
aprendizaje. Apenas haba seguido
durante unos meses los cursos de
humanidades grecolatinas y mi
padre pretendi hablarme en la
mesa en latn y hacerme que le
respondiera en latn. A veces era
intolerable. Hubiese enviado al
diablo el huevo pasado por agua y
las declinaciones. Luego me hice a
ello y me adapt al sistema de
conversacin. En familia esa
lengua no bastaba.
Cuando mis tos, jesuitas, se
alojaban en nuestra casa, mi padre

36
www.leondegrelle.org

y ellos hablaban en griego. As, de


mejor o peor gana, mi padre me
coloc muy pronto en este soporte
poderoso que es la cultura grecolatina.
Me acuerdo que escrib en mi
pequea habitacin de estudiante
en Bouillon una primera novela, al
estilo de Bazin, cantando a la tierra
y sintiendo nuseas por la lepra de
la industrializacin. Se llamaba
El viejo puente.
Tena quiz doce o trece aos.
Compona a escondidas poemas en
francs e incluso en valn. Escriba
cuentos. Los enviaba a una revista
que se titulaba, si mi memoria es
buena, Nuestra Juventud. El
abuelo de Jacques Icks, el gran
corredor de automviles, era quien
la diriga.
En esos cuentos pona en
escena a mis hermanas, pero
firmaba Nol d'Auclin: Auclin era
la gran montaa que dominaba
Bouillon y Nol es el anagrama de
Len.
En la familia nadie sospechaba
nada, hasta el da en que mis
hermanas se reconocieron. Fui
muy poco halagador con mis
personajes! Menudo jaleo!
Me puse tambin, pero con mi
firma esa vez, a escribir en el diario
de nuestra provincia, que se
titulaba El Porvenir de
Luxemburgo.
Mi primer artculo se titulaba
Viendo caer las hojas. Era
romntico, muy lacrimoso. Era en
1921. Tena diecisis aos. Uno, de
mis primeros libros tena por ttulo
En las orillas del Loira
centelleante. Expresaba en el
mismo ya muchas de mis ideas
polticas Mi estupenda mam se

MI VOCACIN LITERARIA
pas un invierno entero volviendo
a copiar mi texto, adornando cada
pgina con miniaturas,
maysculas y arabescos.
Despus segu con otro libro,
M e d i t a c i n s o b re L o u i s
Boumal. Louis Boumal era un
poeta de Lieja, muerto en la
primera guerra mundial; un poeta
encantador, bastante olvidado
hoy. Haba sido profesor en el
Ateneo de Bouillon. Solidaridad
de paisano! Le dediqu, pues, un
libro; un libro en el cual Louis
Boumal se convirti en un Lon
Degrelle clandestino. Porque a mi

Louis Boumal, a quien conoca


muy poco, le hice decir todo
cuanto yo pensaba. Ese libro
existe todava. Fue publicado
seguidamente y conoci cierto
nmero de ediciones.
En esa poca, me dediqu
exclusivamente a expresar mi
pensamiento con la pluma. Yo,
que dara despus cientos de
mtines, todava no me haba
arriesgado a improvisar un
discurso ni una sola vez.

Lon Degrelle 1979.

ADHESIVOS ASOCIACIN CULTURAL


AMIGOS DE LON DEGRELLE

37
Asociacin Cultural Amigos de Lon Degrelle

MI CAMINO
DE SANTIAGO
Lon Degrelle.

Frmista, Mircoles, 4 de
julio de 1951 .
Final de la 15' Etapa. 460
kms. - Carta 16.

equeita es la noche en la
pintoresca Castrojeriz
(los peregrinos franceses haban
transformado gentilmente este
nombre por el de "QuatreSouris" -cuatro sonrisas-). Han
servido la "cena" a las doce
menos veinticinco de la noche!
Estaba muerto! Despus, van y
vienen con dos o tres tareas de
paso, as hasta las tres. Y a las
cuatro, me levantaba...
La siguiente etapa era dura,
tena por delante un trayecto de
35 kilmetros. Haca calor,
pesado. Por la noche, grandes
tormentas relucan en la lejana.
Esta tierra caliza reverbera
asombrosamente con el sol y el
calor.
Al principio, abandono la
carretera para retomar el viejo
camino que tanto me gusta y
subir, por una pendiente muy
pronunciada, a lo alto de la
planicie. Es que esta tierra no es
una llanura como otra cualquiera.
Es exactamente un paisaje
marino (toda la piedra calcrea
erosionada es marina), una gran
llanura con hondonadas
profundas, que no son, como en
los ocanos, ms que montaas
al revs. De pronto, la llanura se
hunde, se desciende al fondo de
un pico vuelto. Las grandes
depresiones que forman lo que se

denomina la meseta de Castilla,


no es ms que una enorme
erosin, como el mar vaco,
como el mar hueco cuando sus
olas ondulan; aqu, en su lugar,
son los trigales de oro plido los
que se cimbrean a la dulce
caricia del viento semejando el
oleaje marino.
Desde lo alto (lo que he
sudado!), la vista era muy bonita:
se distingua el castillo de
Castrogeriz, encaramado sobre
el cerro desnudo; se admiraban
las grandes extensiones blancas
y verdes, y de nuevo, a la
derecha, lejos, pero destacando
magnficamente su blancura al
alba, eran dignos de ver los
grandes montes negros siempre
ellos!, con sus largas palomas
blancas reposando en sus nieves
eternas.
Por tanto, de cuando en
cuando, en los viejos cantos de la
calzada milenaria, a veces casi
intacto an -este hecho
divertido, estos cien metros de la
grandeza romana, sbitamente
desaparecido entre las amapolas
y los trigales-, avanzo durante
una docena de kilmetros,
guiado por mi caluroso
compaero, el sol.

38
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Luego, he llegado a un pueblo


"jacobita", con su infaltable gran
iglesia bamboleante -Itero-; he
seguido por un bonito y
sombreado vallejo con
numerosas fuentes, y he
alcanzado el gran ro Pisuerga,
que forma una amplia baha
(largo como el Mosa), conservando
todava los pilares (hay once!)
de un puente milenario descrito
ya en el pintoresco Codex
Calixtinus. Despus, no hay otra
opcin que dejarse llevar; en un
plano, ms all del puente
atravesando el agua, entre
centenares de lamos, estaba
posado un encantador y alegre
molino rojo; ms los trigales,
algunos viedos, pocas flores,
pero la tierra, aqu, se ha vuelto
marrn, tierra de trigo, muy rica,
a pesar de los pueblos miserables
circundantes, edificados con
adobe, nunca enjalbegados.
Slo las iglesias, enormes,
construidas sobre potentes
contrafuertes, salvan la monotona
de estas aglomeraciones sin
brillo, ricas, pero austeras. Aqu
se trabaja duro la tierra, pero se
vive muy por debajo de sus
posibilidades, como los
auvernantes o los normandos.

MI CAMINO DE SANTIAGO

Qu sol! Senta que me frea


de todas formas, como si el
camino fuera una larga sartn. Me
duele mucho el taln izquierdo
(los tendones) en cada final de
etapa. Pero esto se pasa despus
de una hora de parada y descanso.
Tengo que hacer un alto, y aqu
estoy, en Frmista. Qu nombre
ms bonito para una tierra de
candeal! Pero su entrada no
puede ser ms lamentable:
precediendo al pueblo de nombre
tan atractivo, una fbrica con
grandes esclusas, entre las aguas
hediondas de lanas lavadas;
tambin, una estacin de trenes:
por todos los dioses, qu cosa
ms fea las estaciones! Quin ha
sido el idiota que ha inventado los
ferrocarriles? Enseguida, el
pueblo, siniestro, a pesar de su
plaza de soportales, con las
columnas de madera o de piedra,
pero en el que se ha conservado,
milagrosamente intacta, una de
las ms bellos iglesias romnicas
que pueda haber en Espaa. La
belleza ms simple, la ms pura,
sin complicaciones, sin aderezos;
aunada la belleza de la piedra con
la belleza de la lnea, luciendo sus
capiteles, limpios como si

hubieran sido cincelados ayer, en


los que se representan escenas de
la historia sagrada y tambin
escenas mitolgicas; el capitel
del pilar derecho del coro
representa a una pareja de
j v e n e s , v a r n y m u j e r,
desnudos, deslumbrantes; nunca
haba visto, en una iglesia, una
precisin tal en el realismo
anatmico. Era perfecto, hasta en
sus ms mnimos detalles, igual
que un croquis, desde un
anfiteatro, para estudiantes. Y
esto, a tan slo tres metros del
altar.
Como paradoja, el peridico
local de hoy informa, bajo el
enftico ttulo: Muy bien, seor
Gobernador!", que una seorita
de Alicante, de la que se publican
nombres y apellidos, para
"deshonrarla" y desmerecerla, ha
sido condenada a 15 das de
arresto y encarcelada por haber
lucido un traje de bao
"indecente" en la playa!
Entonces, la bella muchacha,
con sus senos tan bien torneados y
con tanta naturalidad, del coro de
la iglesia de Frmista?
Realmente, este problema de
la carne en la Edad Media, me
parece cada vez ms misterioso.

En el exterior de esta iglesia,


entre centenares de esculturas
admirables que sostienen el
tejado, las hay del estilo de
Puente la Reina, absolutamente
erticas. Una de ellas representa a
un hombre sentado, sosteniendo...
la Cruz, con las piernas abiertas y
con el sexo llegndole hasta las
rodillas, tan grueso como el
antebrazo del personaje
esculpido. Es de una actitud
absolutamente impdica. Y ah
est. Durante siglos, no se ha
escandalizado nadie, y tampoco
ninguno de los millares de
peregrinos de los ms diversos
pases que por aqu pasaron; los
nios juegan por debajo, sobre las
baldosas, nada les llama la
atencin; y los curas lo pagaron y,
antes de pagarlo, con toda
seguridad lo habrn mirado.
Estas gentes eran "naturales", o
exteriorizaban as, bajo los
tejados, los complejos prefreudianos, imposibles de
reprimir? O es que nosotros
hemos perdido el sentido de la
naturaleza, de lo natural, o ser
que ahora estamos tan llenos de
complejos? En cualquier caso
habra que publicar un extrao y
original libro sobre el desnudo en
la arquitectura religiosa.
Provocara seguramente
graciosas marejadas.
39

Asociacin Cultural Amigos de Lon Degrelle

LA CONCEPCIN
SOCIAL

odo lo que haba visto de


miseria entre las familias
de los trabajadores en las cuencas
obreras, y especialmente en la
cuenca de Lieja, lo examin mejor
sobre el terreno durante algunos
meses para el Vingtime Sicle.
No dej de ver ningn arrabal
proletario de Bruselas, de Lieja, de
Mons, de Charleroi o de Gante.
Cuando estuve preparado lanc en
el Vingtime Sicle un reportaje
sobre las chabolas; era un adoqun
duro como el cuarzo, que lanc en
plenas aguas estancadas de los
polticos sin inquietudes sociales.
El director del Vingtime
Sicle coloc el primer da mi
original, bastante inquieto por el
tono violento, en una esquina, muy
abajo de la primera pgina, y luego
envi lo esencial mucho ms lejos,
en el barullo de las pginas
interiores. Al da siguiente mi
reportaje cubrados columnas de la
primera pgina. Al tercer da

Lon Degrelle

estaba situado en las tres primeras


columnas. Y as hasta el fin de la
serie. Decenas de fotos terribles
reforzaban la veracidad de mis
afirmaciones.
El impacto fue considerable.
Mis textos, reunidos en un
volumen en 1930, fueron
prologados por el ministro de
Trabajo en persona, un tal
Heyman, hombre valiente, que
llevaba sombrero hongo y que
tena la envergadura de un gorrin
sin patas.
Realmente, nosotros, los
futuros rexistas, ramos mucho
ms sociales que los funcionarios
del Partido Socialista,
aburguesados, burocratizados
desde haca tiempo, sin garra
p o p u l a r, c a s i t o d o s e l l o s
corrompidos y habiendo perdido la
fe en su causa.
Todava ms que ellos nos
daban nuseas los cristianos
llamados demcratas, beaturrones,
pjaros de mal agero, llenos de
hipocresa, siempre dispuestos a
lamer, a traicionar y a achantarse
ante los jefes marxistas, a fin de
que stos tolerasen ms o menos su
presencia perezosa y muda en el
campo izquierdista!
Los pontfices del funcionariado
obrero y los charlatanes amarillos
de la democracia cristiana no eran
ms que la caricatura de un
socialismo purificador y sano, tal
como lo haba soado el pueblo.
Nosotros seramos pronto los
jvenes revolucionarios de la
Europa que naca, los portadores
del verdadero socialismo,
reconciliando el orden
indispensable del Estado y la
justicia social, en la colaboracin

40
www.leondegrelle.org

entre las clases, artificial y


criminalmente enfrentadas por el
marxismo, igualmente, por el
supercapitalismo.
Como se ha visto, mis
empresas de prensa haban
evolucionado ya bastante
felizmente. Dispona de un
semanario, L'Avant Garde.
Utilizaba ampliamente los
Cahiers de la Jeunesse Catholique
Bclge. El Vingtime Sicle me
haba concedido el privilegio de
una gran tribuna. Fue entonces
cuando monseor Picard,
consiliario de la Accin Catlica,
me ofreci que me instalase en su
casa, en Lovaina, para dar vida a
sus publicaciones.
Sin dejar de ser estudiante,
desde entonces viv bajo su techo.
Monseor Picard, muerto en 1945,
era el sacerdote ms extraordinario
que he conocido en mi vida. Era un
santo. Y para m lo esencial de la
vida de un sacerdote es ser
portador de santidad. Debe ser en
exclusiva un heraldo de la vida
espiritual. Ya hay bastantes laicos
cristianos en la tierra para tomar
partido por lo temporal. Un
sacerdote que enloquece sin cesar
por asuntos de contestacin
poltica, de sindicalismo, de
abortos, de homosexualidad y cien
historias ms de ese sabor, para m
es un curandero de iglesia y no un
sacerdote.
El sacerdote existe para tratar
de conducir la humanidad al cielo y
no para albergar bajo su plpito a
cien velludos revoltosos en huelga.
Monseor Picard era el santo
completo. Le ayudaba a misa todas
las maanas, a las seis, y a menudo
seguamos juntos con un trabajo

LA CONCEPCIN SOCIAL
agotador o regresbamos
cansados, viajando en tercera
clase, de una conferencia en un
extremo u otro del pas. Pero en
esas conferencias nos escuchaba
siempre el mismo pblico burgus
y de clase media, educado,
remilgado y pasivo. Me
atormentaba: esa buena gente,
bien, pero dnde est el pueblo?
Cmo llegar a l? ;Cmo, me
repeta a diario, reconducir a los
hombres a una gran fe, elemental y
esencial, que llegue a las races
ms profundas del ser? Qu hay
que hacer para derribar los
obstculos alzados entre el pueblo
y la fe? Es un problema que se
plantea hoy an ms, y cuya
solucin me parece ms dudosa
que en la poca de la simple
irreligin, ahora que un clero
traumatizado juega, para regresar
a la masa obrera, a una demagogia
que se dice liberadora y que slo
llega para ahogar y asfixiar ms
an a las muchedumbres, que
chapotean en el estercolero
costoso de un materialismo

pegado a su piel como la pez. No


es que no tenga que luchar con
todas sus fuerzas para llevar la
justicia al pueblo, de la que
siempre ha estado privado. Pero
que no lo sea slo en nombre de
un bistec!
Cuando tena veinte aos era
ya evidente que muchos obreros
vivan fuera de toda vida
espiritual. Vivan fuera de la
religin porque la religin estaba
unida a toda clase de formas de
dominacin del capitalismo. Era
as. La Iglesia de antes de 1940 era
demasiado a menudo la Iglesia de
los opulentos. Por aadidura, en
numerosos pases, con Blgica a
la cabeza, un partido catlico,
generalmente poco solcito, se
dejaba comprometer en srdidos
escndalos financieros, bajo la
cobertura de las custodias y las
casullas.
Ningn laico, ningn
cristiano, rompa esas cadenas de
ignominia. No importa que
fueseis a cualquier parte de
Blgica a encontraros con

obreros, y stos os decan: Y


vuestro partido catlico, eso es la
religin?
Ese duelo me flagelaba. La
religin deba purificarse,
liberarse de sus compromisos,
dedicarse completamente a su
misin estrictamente divina.
Corresponda a los laicos
cristianos remangarse para
amasar la masa temporal. En las
luchas srdidas de los partidos y
de la puja sindical la Iglesia no
deba, a ningn precio, atascarse
en su accin espiritual.
La oposicin de la masa obrera
a una Iglesia que devaluaba su
vocacin espiritual y que
renegaba de ella a fuerza de
disfrazarse bajo oropeles
demaggicos, me haca sufrir de
tal modo que desde entonces, por
muy joven que fuera, emprend
una accin apostlica directa, viva
y cerca de las masas.
Lon Degrelle, 1978.

FELDPOST
LON DEGRELLE - DIVISIN WALLONIE

41
Asociacin Cultural Amigos de Lon Degrelle

EDICIONES
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AMIGOS DE LON DEGRELLE

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Hacemos un llamamiento a todos los colaboradores para recuperar y salvaguardar tan
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