Apuntes para Una Interpretación Del Palacio-Santuario de Cancho Roano

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ECONOMA Y RELIGIN.

APUNTES PARA UNA INTERPRETACIN DEL


PALACIO - SANTUARIO DE CANCHO ROANO
(ZALAMEA DE LA SERENA, BADAJOZ)*
RAMN LPEZ DOMECH

ES "San Isidro", Madrid

RESUMEN

El Santuario de Cancho Roano es quizs el hallazgo ms importante de la arqueologa


actual en Espaa. Puede demostrar la presencia de elementos fenicios en el interior peninsular, y demuestra una actividad cultual y mercantil indudablemente influida por lo
orientalizante. Su presencia arroja luz en el proceso de transformacin de las sociedades
perifricas a Tarteso, y su destruccin, intencionada, se relaciona con el final de una cultura y el comienzo de un tipo de cultura diferente, que ya no necesitaba de estos santuarios.
Se puede poner en la lnea del de Cstulo, de mucha menos importancia arquitectnica.

ABSTRACT

The shrine at Cancho Roano perhaps is the main archaeological record actually in
Spain. A real presence of phoenician traders may be proved by this element, which demonstrate a real religious and trade activity determinated by oriental influence. It gives
information about the change of the hinterland of Tarteso, and its destroying, deliberated, deals whit the end of one type of behaviour and the beggining of another different
one, which needn't of this type of sacred places. It could be seen in the same line of
Castulo's one, a lot inferior in the architectural point of view.

El palacio santuario de Cancho Roano es, seguramente, el hallazgo


arqueolgico ms importante de estas dos ltimas dcadas. Adems de
los trabajos que le dedicaron en su da su descubridor (el profesor J.
Maluquer) y otros estudiosos (sobre todo los profesores A. Blanco y
J.M. Blzquez), quienes han estudiado el edificio con ms detalle han
sido M. Almagro Gorbea y S. Celestino Prez; estos estudios proporcionan una base para la reflexin sobre el papel de este extrao edificio.
* Agradezco muy vivamente a los doctores Jaime Alvar y Carlos G. Wagner su ayuda
para la realizacin de este trabajo y su insistencia en que lo realizara. Slo a mi impericia
se deben achacar las fisuras del mismo. Por otra parte, este trabajo se entreg en Diciembre de 1996, cuando se realiz la reunin de ARYS en Jarandilla de la Vera. Desde entonces se han producido algunas aportaciones que me apresuro a tener en cuenta, de forma
que el trabajo se cierra en Febrero de 1999.
ARYS,
2, 1999, 49-68
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de Huelva 2009

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Entre ellos me llaman la atencin particularmente dos: el breve artculo


de F. Lpez Pardo y el captulo 5.1. del esplndido libro de A. Ruiz y M.
Molinos'. Como yo mismo he dedicado la mayor parte de mi actividad
investigadora a un pueblo ibero y para ello he tenido que bucear en la
realidad histrica de iberos y colonizadores, creo poder completar una
de las ideas expuestas en mi tesis doctoral y reforzarla a partir de Cancho Roano, y de paso desdecirme de otra idea expuesta en el mismo
trabajo, igualmente a partir de este monumento' ; y apuntar, adems,
un complemento a los trabajos citados, bsicos para entender este "edificio singular".
Dejando aparte la descripcin del monumento y de su ajuar, ya
realizadas con gran detalle, interesan de l tres aspectos fundamentales: sus paralelos orientalizantes (dentro y fuera de Espaa), su cronologa y su situacin en el mapa.
-

Respecto a los paralelos, hallamos una larga serie de edificios tipo


palacio-santuario en el Oriente Prximo, una serie algo menos larga de
palacios en Italia (mejor, en Etruria) y Africa del Norte, y slo unos
pocos paralelos en el mundo ibero: alguno de ellos parece prendido con
alfileres, como si hubiera necesidad de buscarle compaa al edificio, y
slo dos de estos paralelos parecen realmente tener algo que ver con l:
el santuario de Cstulo y la tumba de Toya, es decir, un edifico grande y
la reproduccin en pequeo de uno de estos edificios orientales para
tumba de un jefe guerrero; los dos, en la regin oretana. No creo que los
paralelos que se le asignan sean suficientes para hablar de una red de
palacios como centros rectores del territorio, tal como algn autor ha
querido sealar3 , porque como dicen A. Ruiz y M. Molinos en ese caso
los palacios o no han sido encontrados o estn mal catalogados 4 .
Respecto a la cronologa parece que no hay duda: el edificio se constru a principios del siglo VI, se destruy por un incendio casi con
seguridad provocado en los aos finales del V o iniciales del IV, y se
abandon definitivamente muy poco tiempo despus: en trminos de
historia de las colonizaciones, se edific en pleno perodo orientalizante,
quizs sobre los mismos aos que la cada de Tiro en manos de
Nabucodonosor el 573, y tuvo su vida activa durante la decadencia de la
y

F. LPEZ PARDO, "Sobre la funcin del edificio singular de Cancho Roano (Zalamea
de la Serena, Badajoz) ", Gerion, 8, 1990, pp. 141-162; A. Ruiz y M. MOLINOS, Los Iberos.
Anlisis arqueolgico de un proceso histrico, Barcelona, 1992, pp. 184 y ss.
2 R. LPEZ DOMECH, La regin oretana. Estructuras indgenas y organizacin romana en
la Alta Andaluca, Murcia, 1996.
3 M. ALMAGRO GORBEA, "Palacio y organizacin social en la Pennsula Ibrica", Lengua
y cultura en la Hispania prerromana. Actas del V Coloquio sobre lenguas y culturas
prerromanas en la Pennsula Ibrica, Colonia 1989, Salamanca, 1990, pp. 21-48.
No obstante, despus de las excavaciones en Abul y en el Valle Medio del Guadiana
quizs estemos en condiciones de pensar que empiezan a encontrarse, como expondr en
las conclusiones, pero por ahora tenemos una realidad ms cercana a que no los hay.

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DEL PALACIO - SANTUARIO DE CANCHO ROANO

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presencia fenicia en Tarteso y el inicio de la presencia en gran


escala de
los griegos en esta.misma sociedad, y fue destruido cuando
desaparecen la cultura tartsica y el perodo orientalizante y empieza el mundo
turdetano. En trminos de mundo ibero, se construy a comienzos del
Ibrico I, cuando la cultura ibrica estaba an fuertemente mediatizada
por lo fenicio, tuvo su vida activa a lo largo de este perodo en que lo
fenicio y orientalizante se van diluyendo y acaba en el perodo Ibrico
II, cuando el mundo ibrico estaba influenciado por el auge de lo griego
(poca dorada de Emporion) despus de la desaparicin de la in fluencia fenicia tras la cada de Tarteso.
Respecto a la situacin en el mapa, el edificio est en un ambiente
rural, sin rea urbana contempornea en sus entornos, aislado respecto
a los registros de urbanismo o de edificaciones ibricas de inters, y en
una zona perifrica al mundo ibero y al mundo tartsico, donde llegan
las influencias de estos dos universos culturales como final de camino
propio y comienzo de camino de iberizacin de la Meseta, o al menos
como frontera entre lo tartsico y el mundo mesetario. Es decir, la misma situacin de, por ejemplo, la Oretania (Cstulo y Tugia, donde estaban dos de los paralelos de este edificio singular). Pero est en un lugar
muy bien comunicado con Gadir, en plena ruta de ascenso de objetos
griegos y tartsicos desde la baha de Cdiz a la Meseta, en lo que se
denomina habitualmente "Ruta de la Plata". Es decir, mucho mejor comunicado con esta gran entrada del mundo fenicio y orientalizante que
lo estaba Cstulo, pese a la facilidad de acceso de Cdiz a la Alta Andaluca por el valle del Guadalquivir.
Con estos datos de ubicacin espacio- temporal y los que proporcionan los trabajos de detalles citados anteriormente respecto al ajuar, paralelos, caracteres, etc. del palacio-santuario, creo poder aportar un
punto de vista quizs novedoso y puede ser que til a la interpretacin
de la funcin de este edificio singular.
santuario protohistrico de Zalamea de la Serena (Badajoz). Proyecto
de investigaciones protohistricas, N Andaluca y Extremadura, Barcelona, 1981, e idem,
V, 1983; J. MALUQUER ET AL., idem, XVI, Barcelona 1987; y S. CELESTINO PREZ y F.J. JIMNEZ
El
VILA, El Palacio Santuario de Cancho Roano IV, Badajoz, 1993, y S. CELESTINO, ED.
1996.
Badajoz,
Sury
Este,
sectores
Oeste,
palacio-santuario de Cancho Roano, V-VI-VII. Los
No obstante, los trabajos de ms detalle y ms tiles son los de M. ALMAGRO GoRBEA, A.
orientalizante en la
DOMNGUEZ DE LA CONCHA y F. LPEZ AMBITE, "Cancho Roano, un palacio
31,
1990,
pp.
251-308,
y
M.
ALMAGRO
GORBEA
y
A. DOMNGUEZ DE LA
Pennsula Ibrica ", MM,
y funcionales ",
paralelos
arquitectnicos
y
sus
CONCHA, "El palacio de Cancho Roano
sin notas ni
reflexin,
en
forma
de
Un
buen
resumen
Zephyrus, 41, 1989, pp. 339-382.
A de
Santuario
del
construccin
a
la
torno
en
citas, en S. CELESTINO PREZ, "Reflexiones
reCancho Roano ", Extremadura Arqueolgica, V, 1995, pp. 151-156. ltimamente, una
una
interesante
flexin sobre la posible presencia de un harn, que tratar despus, y
Mundo Ibrico (Disaportacin de M. ALMAGRO-GORBEA, Ideologa y poder en Tartessos y el
planteacurso de ingreso en la Real Academia de la Historia), Madrid 1996, con un buen
miento general del papel de estos edificios.
5

J. MALUQUER, El

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Intentar aportar este punto de vista desde tres elementos que se


conjugan en este monumento: la economa, la estructura social y la religin.

1. CANCHO ROANO EN LA ECONOMA PROTOHISTRICA DEL SUROESTE HISPANO

La postura de Lpez Pardo es clarsima: se trata de una estacin


mercantil que controla la ruta de comercio de la plata extremea con el
sur peninsular a travs de Crdoba. Ante este punto de partida, que me
apresuro a compartir, las elucubraciones siguientes (si se trataba de
una va alternativa a otra casi paralela a ella "controlada por los indgenas" tras una ruptura de relaciones entre fenicios y tartesios) parece
que no tiene demasiada consistencia, sobre todo cuando las dos vas
estn tan cerca en el espacio. Mucho ms interesante es relacionarla
con el contexto global del comercio protohistrico en el Sur Peninsular.
En mi trabajo sobre la regin oretana se cita de forma casi tangencial
este monumento para justificar la llegada de productos griegos a
Extremadura no slo por la ruta postulada por Maluquer (de las colonias griegas de Levante a la regin oretana, y de ah a Extremadura)
sino por otras rutas complementarias que desde las colonias del sur
peninsular (Malaka, Abdera, Sexs) enlazaban con esta regin oretana a
travs de la Vega de Granada, lugar donde est suficientemente probada la presencia de elementos fenicios. En esas pginas 6 yo propona,
completando a Maluquer, que Cancho Roano deba ser una estacin
final de un circuito comercial que empezaba en las colonias del Levante
y del Sureste Peninsular y pasaba por la regin oretana, condicionando
el paisaje econmico, social y artstico de esta regin. Leyendo a Lpez
Pardo, creo que podemos aportar una nueva idea complementaria de la
ma: creo que Cancho Roano cumple en Extremadura el mismo papel
que el santuario de Cstulo (con el que tiene paralelos evidentes), cumpla en Oretania: la vigilancia y el mantenimiento de una va comercial
de gran inters. Pero con un aadido, y es que contactaba un circuito
comercial muy importante (el de Cdiz -Extremadura-Valle Medio del
Guadalquivir) con otro no menos importante (el de
Levante - Sureste -Cstulo) a travs de dos rutas: la de Almadn por el
Norte del Valle del Betis (en territorio de frontera con los pueblos
mesetarios, y la de Crdoba por el centro del dicho valle (en territorio
de pleno apogeo colonizador). As tenemos la minera de Castuera v
regin limtrofe del actual Portugal contactada con la de Almadn por
medio de esta estacin mercantil cercana a Zalamea de la Serena y puesta
en contacto con el circuito oretano desde Almadn y desde Crdoba.

R. LPEZ. DOMECH, La Regin... pp. 73-80.

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DE CANCHO Roano

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Las carreteras romanas de la regin oretana, de Extremadura, de la


Meseta Sur y de la Btica evocan esta red prerromana y la confi
rman'.
En este caso, la presencia en Cstulo de una serie de orientalia sobradamente conocidos, de los que el ms interesante para nuestros propsitos sera el Santuario de La Muela, tendra exactamente la misma
razn de ser que las orientalia del edificio de Cancho Roano, y lo mismo
se puede decir de los elementos griegos.
Comparando el edificio de Cancho Roano con el de Cstulo resulta
evidente una enorme desigualdad: el extremeo es un monumento con
todas las de la ley frente a la evidente modestia del oretano.
El Santuario de Cstulo 8 fue destruido y reconstruido varias veces
en poco tiempo, tena taller de fundicin de plata y posea un curioso
pavimento orientalizante; presenta cenizas (restos de incineraciones
rituales), cermicas rotas in situ (producto de ofrendas) y todo ello en
una sencilla construccin rectangular abierta por uno de sus muros,
que sus estudiosos sospechan que podra ser parte de un santuario al
aire libre. Tiene semejanzas con otros edificios de zona turdetana pero
no con los santuarios del mundo ibero propiamente dicho. Sus semejanzas con los santuarios orientales 9 son evidentes, y su datacin oscila
entre el siglo VII (edificio), el V (pavimento y varias reconstrucciones) y
el IV (abandono tras una posible destruccin intencionada).
El de Cancho Roano 1 sin embargo es todo un edificio amplio, articulado en zonas o estancias diferenciadas, reconstruido en tres ocasiones antes de su abandono tras una destruccin claramente intencionada y con una estancia diferenciada de las dems y destinada a culto,
amplia y con un altar de tipo chipriota "; esta estancia se encontraba
vaca en el momento de la destruccin, lo que hace sospechar que los
elementos sacros que hubiera debieron ser evacuados de all, como parece que debi suceder en el caso del edificio que acogiera en su interior
la Dama de Elche. No sera extrao que apareciera por las cercanas
una estatua de gran envergadura, posiblemente orientalizante, proveniente de la evacuacin de este edificio, y oculta por quienes lo evacuaron, como parece que sucedi en Elche.
en
Sobre la red romana de Oretania, R. LPEZ DoMECH, "La Red Viaria Romana
Oretania", MCV, XXVI, 1990, 1, pp. 75-96. Sobre la red viaria en general del Sur de Espade
a, P. SILLIRES, Les Voies.de comunication de 1'Hispanie Meridionale, Pars, 1991, y
1992.
Sevilla,
Andaluca, R. CORZO SNCHEZ, Las Vas romanas de Andaluca,
Castulo, ciudad ibero -ro8 Buena actualizacin de su bibliografa en J.M. BLZQUEZ,

Madrid,
mana, Madrid, 1994, pp. 58 y ss. y Fenicios, griegos y cartaginenses en Occidente,
un
croquis.
1992, pp. 88 y ss, esp. 95. Ofrece resumen actualizado y
Madrid, 1991, pp. 83 y ss, esp. 91,
9 J.M. BLZQUEZ, Religiones de la Espaa Antigua,
adems de los trabajos citados en la nota 8.
1 D Ver nota 5.
los santuarios de
S. CELESTINO, "Los altares en forma de <lingote chipriota> de
Cancho Roano ", RElb, 1, 1994, pp. 291-309.
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Pero lo ms complejo es el ajuar del monumento. La clasificacin


de los hallazgos permite conocer la naturaleza de las estancias del edi fi cio y apreciar una enorme variedad de objetos (tocador y joyas, muebles, suntuarios, vestido, banquete, control econmico, agrcolas y almacenaje) que, adems, se repiten en las diferentes estancias del edificio (distribuidor , almacn y talleres, vivienda del dinasta y zona central
sagrada, con el altar, que es la que aparece vaca''. Entre estos objetos
aparecen algunos perfectamente paralelos a los de Cstulo y aledaos,
como los remates de rueda de carro, casi idnticos, cermicas griegas
de poca calidad, pebeteros y otros objetos metlicos: podemos sospechar que llegaron de la misma procedencia. En el caso de Cancho Roano esa procedencia puede ser la misma Cdiz mientras en el caso oretano
podra existir esa "estacin intermedia" entre Cdiz y Cstulo que pos
obstante, nada impide-tulabBzqenVdlGuaqivr.No
que la "estacin intermedia" pueda ser la misma entre Cdiz y Zalamea
de la Serena si Lpez Pardo lleva razn y Cancho Roano era estacin de
va comercial entre el Valle central del Guadalquivir y Extremadura.
Por lo tanto, vaya como primera hiptesis de trabajo, suceptible de
ser demostrada o contradicha, pero en todo caso razonada, que Cancho
Roano era un lugar estratgico de vigilancia y explotacin de una va
mercantil inserta en un circuito que abarcaba todo el Sur peninsular,
una red de rutas mercantiles que enlazaban el Sureste y el Suroeste de
la Pennsula con los yacimientos del interior (Cstulo, Almadn,
Castuera...) y zona limtrofe de Portugal. Quizs este monumento singular nos sirva para determinar esa red de intercambio que enlazara
las rutas mercantiles ya postuladas por Maluquer entre el Sureste, la
Alta Andaluca y Extremadura a travs de Sierra Morena con la ruta
entre Cdiz y Extremadura, sea directamente de Norte a Sur, sea a travs de la "estacin intermedia ". 13
-

2. CANCHO ROANO EN LA SOCIEDAD PROTOHISTRICA DEL SUROESTE HISPANO

Como he dicho ms arriba, tras reafirmarme en mi idea del circuito


mercantil, me toca desdecirme de una idea que expona en mi trabajo
sobre Oretania, aunque esta no afecte al fondo del mismo. A lo largo del
trabajo expona que no era necesario que los fenicios y los griegos hubieran llegado hasta los lugares del interior donde aparecen sus objetos, con lo que estaba en contra de Blzquez, que est convencido de la
presencia de fenicios en Cstulo. A la vista de Cancho Roano no se pue1Z
13

S. CELESTINO PREZ y F.J..IIMNEZ AVILS, El palacio santuario..., esp. pp. 154 y ss.
Sobre este particular, en el I Coloquio del CEFYP, Madrid, 1998, actualmente en
-

prensa para aparecer en 2001, se presentan tres trabajos: S. CELESTINO PREZ, "Intercambio
y estructuras comerciales en el interior de la Pennsula ", M BELN DEAMOS, "Santuarios
fenicios e intercambio autctono ", y R. LPEZ DOMECH, "Los fenicios en el interior", que
tocan el problema con referencias concretas el primero y el tercero a Cancho Roano.
3

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APUNTES PARA UNA INTERPRETACIN DEL PALACIO SANTUARIO DE CANCHO ROANO



-

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de descartar la presencia de fenicios en el interior peninsular, y quizs


tampoco la de griegos. No creo tener base suficiente para sostener que
en Cancho Roano hubo presencia fenicia ni griega (Maluquer sostena
que los griegos haban estado all), pero a la vista del hallazgo no creo
tener base suficiente para negarla.
En el edificio se han encontrado una gran cantidad de orientalia
cuya interpretacin no ofrece duda. Hace ya mucho tiempo Almagro
Gorbea 14 pona en relacin la zona de Extremadura con las bocas del
Guadiana por la ruta de objetos orientalizantes que llegaban hasta la
Meseta; Blzquez ha reparado en los marfiles orientalizantes, de muy
buena calidad 15 , y yo mismo he reflexionado sobre la presencia del arte
protohistrico y sus rutas de expansin en el Sur y Sureste. Los objetos orientalizantes demuestran una presencia fenicia o de las in fluencias fenicias que determinan una transformacin total de la sociedad
protohistrica extremea, y cuya penetracin por la llamada ruta de la
Plata llega hasta territorio de la Meseta. Hasta ah, nada que objetar.
Pero entre los objetos de importacin de Cancho Roano hay dos elementos, uno orientalizante y otro griego, que requieren un tanto de atencin. Se trata de los altares en forma de lingote chipriota y de las copas
de cermica griega.
Los altares han sido estudiados por Celestino Prez", que destaca
de ellos su cronologa: pertenecen a las fases ms antiguas del edificio,
y han sobrevivido a las alteraciones del mismo, sirviendo para su uso
hasta la destruccin final del palacio, pero a su vez esta cronologa es
muy posterior a la desaparicin de esos elementos cultuales en el Mediterrneo oriental. Esto pone en contacto la zona de Cancho Roano con
el altar de cuernos orientalizante de la provincia de Ciudad Real'. En
su momento yo mismo pona en relacin la metalurgia del Bronce Final
de la regin oretana, a base de hornos de fundicin semejantes a los del
Egeo en el comienzo del I Milenio, con la entrada de estas influencias
orientalizantes desde las colonias del Sureste 19 . Dado que la cronologa
del altar de cuernos de La Encantada es casi paralela a la de los altares
Desde M. ALMAGRO GORBEA, El Bronce final y el Perodo Oientalizante en Extremadura, Madrid, 1997, hasta el ms reciente "El Perodo orientalizante en Extremadura", en
La Cultura Tartsica y Extremadura, Mrida, 1990, pp. 85-126.
con el rbol de la
15 J.M. BLZQUEZ, "Marfiles fenicios de Cancho Roano (Badajoz)
Madrid, 1992, pp,
Occidente,
vida y sus prototipos ", en Fenicios, griegos y cartaginenses en
301 a 308.
Sureste peninsular", Veleia, 4,
16 R. LPEz DOMECH, "Arte y protohistoria en el Sur y
1987, pp. 174-179.
" Ver nota 11.
GALN SAULNIER y C. POYATO HOLGADO,
18 J. SNCHEZ MESEGUER, A. FERNNDEZ VEGA, C.
paralelos
orientales ", Oretum, 1, 1985, pp.
"El altar de cuernos de La Encantada y sus
en R. LPEZ DOMECH, La Resu
contexto
121-174. Vase el tratamiento de este altar en
gin..., p. 51.
9 R. LPEZ DOMECH, La Regin..., pp. 50-54.
'

'

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chipriotas de Cancho Roano, no tengo inconveniente en atribuir dichos


altares en forma de lingotes a las influencias orientalizantes de principios del I Milenio, que llegaran desde Cdiz a Extremadura. Cuando se
construye el edificio A de Cancho Roano, a finales del VII o principios
del VI, se elige para estos altares la forma de lingote con el mismo criterio que se elige para ciertas joyas del tesoro del Carambolo, a las que se
parecen: imitar lo orientalizante. No tenemos solucin para el problema del "parntesis cronolgico" entre las ltimas formas de altar de
lingote en el Mediterrneo cercano a Espaa y el altar de Cancho Roano. Como "... cada da est ms clara la vinculacin de la pennsula
ibrica tanto con el Mediterrneo Oriental como con Cerdea durante
los aos precedentes a la colonizacin fenicia ", no hay problema en
suponer una pervivencia de una forma artstica cuyo nico testigo es
este conjunto extremeo. En este caso estaramos en el mismo caso de
las famosas cermicas micnicas de Montoro 20 , que supongo tendrn la
misma explicacin, ya fueran hechas por autctonos o por extranjeros
colonizadores.

En cuanto a las cermicas griegas, aparecen casi trescientas copas


iguales de cermica de poca calidad almacenadas, parece ser, para su
comercializacin, y todas de cronologa tarda respecto al edificio (fines del V- principios del IV, es decir, en sus aos finales), pero aparecen
slo unas pocas copas ticas de las llamadas "castulo cups", tan abundantes y tan significativas en Cstulo-' y tan escasas en el palacio y alrededores como en general en el Suroeste peninsular22
Tenemos que intentar insertar el palacio de Cancho Roano en la
sociedad protohistrica extremea a partir de su realidad arqueolgica:
un edificio inusual por lo grande y lo completo, claramente
orientalizante, incluso decididamente fenicio en su estructura, con una
serie de elementos orientales parecidos a los de su entorno histrico,
pero con dos distinciones respecto a los dems mbitos arqueolgicos
del Suroeste Peninsular, que son los altares en forma de lingote y el
almacn de copas griegas.
Ruiz y Molinos, en su magnfico trabajo 23 se decantan por la inclusin de este monumento en un grupo andaluz - extremeo que denota
asentamiento de un mando gentilicio al estilo de Murlo o Acquarosa (la
lnea de Torelli, cuyo estudio de la sociedad etrusca ha sido considerado
modlico por todos). El aislamiento del palacio respecto a los lugares
.

20 J.C. MARTN DE LA CRUZ, "El Bronce en el Valle Medio del Guadalquivir", en M.A.
AUBET, ed. Tartessos, arqueologa protohistrica del Valle del Guadalquivir, Barcelona, 1989.
21 C. SNCHEZ, "Las copas tipo Cstulo en la Pennsula Ibrica", TP, 49, 1992, pp. 327333. Su tratamiento para la zona oretana, con otras referencias a otros trabajos del mismo tema, en R. LPEZ DOMECH, La regin..., pp. 94 y ss.
22 C. SNCHEZ, "Las copas... ", pp. 331, con mapa.
23 A. Ruiz y M. MOLINOS, Los Iberos..., pp. 185-189.

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DEL PALACIO- SANTUARIO DE CANCHO ROANO

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de habitabilidad y la presencia de elementos de culto y banquete amn


de los almacenes y lugares que denotan actividad mercantil refuerzan
esta teora, a la espera de que los anlisis del entorno puedan demostrar
o negar su acierto. Lo ms esperanzador para m es que en ese grupo
andaluz est el santuario de Cstulo, con el que yo lo emparento de
forma tan decidida, coincidiendo con Ruiz y Molinos. As pues, el punto de partida de estos dos autores es que se trata de un edificio que
alberga un dinasta o un jefe local, aislado del lugar de habitacin (no
tan aislado en Cstulo), que tendra el papel de rector del comercio y la
explotacin de las rutas mercantiles, como he dicho en el punto anterior. Pero yo creo que el problema es ms complejo y exige ms
detenimiento que el tratamiento general en un libro general, por otra
parte esplndido.
En primer lugar, la presencia de ese dinasta o jefe local supone que
en el siglo VI, en pleno auge de lo orientalizante y en tiempos del Ibrico I, la sociedad protohistrica de Extremadura se estructura de forma
claramente desigual, pues en ella podemos encontrar la existencia de
un palacio rector del territorio, tan importante que fue modificado hasta tres veces antes de su destruccin, a principios del siglo IV. Almagro
Gorbea 24 se apoya en este palacio para postular que durante el perodo
orientalizante Extremadura presenta una diferenciacin social visible,
producto del impacto de la colonizacin fenicia. Dicha colonizacin
sera agraria (que produjo asentamientos centro de explotacin territorial) y minera (que produjo asentamientos vigilantes de las rutas de
comercio con el Sur, entre ellos Cancho Roano). Adems, la presencia
fenicia habra producido el paso de la sociedad igualitaria de tribu a la
sociedad de clases exigida por la nueva realidad social producto del
movimiento colonizador25 .
Pero eso presenta un inconveniente muy serio, a mi juicio: si suponemos que el rgulo era local, un cabeza de una jefatura como pudiera
haberlo sido cualquier rgulo oretann 26 , el palacio es de una desmesura
evidente. Despus de ver el poco calibre del santuario de Cstulo, centro del distrito minero ms importante de la Espaa Antigua, que estuM. ALMAGRO GORBEA, "El Perodo orientalizante...", pp. 85 y ss.
zs Esta es la teora generalmente aceptada hoy da, a partir de los trabajos de Alvar,
Wagner y otros. Un buen estudio se puede encontrar en M.A. AUBET SEMLER, "El impacto
fenicio en el interior del medioda peninsular", en La Cultura tartsica y Extremadura,
y
Mrida, 1990, pp. 11-28. En la misma lnea, lo ms reciente, C.G. WAGNER, "Fenicios
dinmica de
y
la
Consideraciones
sobre
las
relaciones
coloniales
autctonos en Tartessos.
buenas
cambio en el Suroeste de la Pennsula Ibrica ", TP, 52, 1995, pp. 109-126, con
bibliografa
muy
completa.
referencias a trabajos anteriores y
en la protohistoria
26
R. LPEZ DOMECH, "Sobre reyes, reyezuelos y caudillos militares
el punto
especifica
hispana ", en Studia Historica, iv-v, n 1, 1986-87, pp. 19-22, donde se
Jefatura
como
de vista romano respecto a estos reyezuelos. Ms completo, J. ALVAR, "La
Espacio
",
en
ibricos
instrumento de anlisis para el historiador: basileia griega y rgulos
y organizacin social, Madrid, 1990, pp. 111 y ss.
24

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vo en explotacin hasta el siglo II despus de Cristo, no podemos admitir que un rgulo local tuviera en Extremadura por las mismas fechas
ese palacio. Podemos pensar que era algo ms que uno de esos rgulos
locales: poda ser un "rey" al estilo sureo, turdetano, con ms capacidad de mando en una sociedad ms evolucionada como podra ser
Tarteso, pero no podemos sostener esa idea porque en Extremadura no
hay rastro de ese tipo de estructura. Incluso la sociedad alrededor del
los yacimientos de Medelln, que es el ms importante y el que ms
datos proporciona, sealan un estadio mucho menos avanzado.
Por eso aparece muy oportuna la ltima aportacin de Almagro
Gorbea sobre este palacio, cuando postula que la interpretacin alternativa ms sugerente para uno de los cuartos del mismo es la de un
harn. 27 La presencia de un harn supondra, como el mismo Almagro
Gorbea dice, la elevacin de este elemento arquitectnico a la altura de
un palacio oriental en el que habra un rey tartsico presidiendo un
enclave de estructura social muy avanzada, al estilo de los palacios orientales. En el caso de que sostuviramos que efectivamente se trata de un
palacio - santuario dotado de harn tendramos que pensar e una especie de sucursal de Tartessos en Extremadura, una colonia de una civilizacin muy superior en un mbito mucho ms atrasado.
Quizs sea ms adecuado pensar que se trata de una especie de "consulado" de las potencias fenicias de la costa en el interior peninsular: en
el caso de que quien est all dirigiendo la explotacin de los beturios
sea un fenicio con la suficiente altura social no necesitamos contemplar
un harn, que s sera necesario en el caso de que fuera un dinasta
turdetano lo bastante orientalizado para imitar a los reyes orientales.
Realmente el hecho de que sea o no sea un harn casi carece de
importancia: lo importante es la presencia de un edificio complejo en
un supuesto pramo de civilizacin. Y digo supuesto porque despus de
las excavaciones de los tlimos tiempos quizs tengamos que empezar
a pensar que no es tanto pramo, pero si realmente es un territorio no
civilizado que recibe una explotacin por parte de los colonizadores
(que es el "Estado actual de la cuestin ") estamos ante la presencia de
un fenicio lo bastante orientalizado para dotar a sus acciones mercantiles de un carcter "monrquico" En el caso de que realmente el territorio no estuviera en un estadio tan primitivo y hubiera una "realeza"
capaz de tener harn en el palacio, tendremos que esperar que las
excavaciones nos aporten un paisaje arqueolgico totalmente distinto
de lo que conocemos hasta hoy.
21 M.ALMAGRO GORBEA, " Harenes En Tartessos? En torno a la interpretation de Cancho Roano ", en J.L. CUNCHILLOS, J.M. GALN, J.A. ZAMORA Y S. VILLANUEVA, Ens., Actas del 1
Congreso Espaol del Antiguo Oriente Prximo, Madrid, 1997, en Sapanu. Publicaciones
en Internet, 1998, http://www.labherm.filol.esic.es , sin paginacin.

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APUNTES PARA UNA INTERPRETACIN

DEL PALACIO

SANTUARIO

DE CANCHO ROANO

59

Tambin creo, por lo mismo, que la comparacin con los palacios


etruscos y la sociedad alrededor de ellos no nos puede servir, porque los
sustratos arqueolgicos de la antigua Etruria alredededor de esos palacios son tan diferentes del contexto arqueolgico extremeo que no
podemos aventurarnos por ese camino. Es cierto que hubo tumbas
principescas en Extremadura, como en la Oretania, con ajuar selecto,
como en la Oretania, y que las rutas mercantiles eran tan importantes
como las oretanas, pero en Oretania todo lo que encontramos es un
modesto santuario y una imitacin en una tumba. Y si se quiere buscar
paralelo con una sociedad ms surea o ms adelantada como Alonoz o
Toscanos 28 nos encontramos con que estos lugares estn en un sustrato
cultural mucho ms adelantado que Extremadura, que con sus in fluencias mesetarias (los celtici que llevaron el horizonte de Las Cogotas I a
Badajoz hasta la llegada de lo fenicio y lo orientalizante) se parece ms
a otra sociedad perifrica como la oretana, con semejantes influencias
mesetarias (los gerinani que llevan la cultura submesetaria a esta regin).
No podemos suponer un avance social que exija este palacio en un
lugar donde las estelas decoradas certifican una sociedad casi tribal,
como demuestra Celestino Prez 29 . Es verdad que la desaparicin de
estas estelas denota un gran cambio social: el comercio desde las bocas
del Anas o del Betis llega a travs de Extremadura hasta Segovia y deja
un rastro de orientalia que no engaan, como tampoco engaan los que
llegan a Cstulo a travs del Valle del Guadalquivir (quizs con la "estacin intermedia" de Blzquez), y desde el Sureste, como el altar de cuernos que alcanza tierras de Ciudad Real. Pero falta sustrato arqueolgico para sostener que en Extremadura hubiera en el perodo orientalizante
un rgulo o dinasta lo bastante poderoso para mandarse hacer ese palacio desde el que controlara la va de comercio de metales con Cdiz.
Para pensar as tendra que haber ms presencia de elementos arqueo-

M. ALMAGRO GORBEA y otros, en nota 5, especialmente el trabajo en Zephyrus, 41,


1989, PP. 361 Y ss., con las referencias bibliogrficas de los primeros trabajos e ilustra28

ciones.

"Las estelas decoradas del S.O. peninsular", en La Cultura


Tartsica en Extremadura, Mrida, 1990, pp. 45 y ss. Otras referencias a estas estelas, en la
p. 60 de este trabajo, nota 3. Adems, resulta muy interesante la aportacin actual de F.
prensa para TP, y
MORENO ARRASTIO, "Las estelas decoradas, una hiptesis pesimista ", en
",
en Intercambio y
mercadera
humana
"E] factor humano en el comercio: mercaderes y
del
CEFYP,
Madrid, 1998, en
Coloquio
del
I
Comercio Preclsico en el Mediterrneo. Actas
prensa para 2001, donde plantea la posibilidad de que las estelas extremeas documenten
las colonias
una aristocracia guerrera (una jefatura) dedicada a la trata de esclavos con
que
estamos
fenicias de la costa. Una interpretacion que ahonda en la sociedad tribal
tartesio no parece
dibujando para estas zonas, en las que un palacio con harn de un rey
29

S.

CELESTINO PREZ,

encajar.
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60 RAMN LPEZ_ DOMECH

lgicos con ese sentido social, como la cermica ibrica de imitacin o


las castulo cups 30 .
Y en segundo lugar est el problema de la destruccin del palacio. El palacio fue destruido para su mejora en tres ocasiones a lo largo
de los siglos VI y V, hasta su destruccin total a fines de ste o muy al
inicio del TV.
Se puede pensar que lo destruyeron los lugareos porque les pareci demasiado palacio para un rgulo local o porque se rebelaran contra l, pero la idea es insostenible por la sencilla razn de que fue reconstruido dos veces, precisamente en el tiempo en que la evolucin
social a la jefatura o incluso a la "monarqua" con un "dinasta" local
apostaba por no reconstruir el palacio, al menos donde estaba, sino por
hacerlo en el nuevo hbitat impuesto por los nuevos tiempos y la nueva
sociedad: el oppidum, centro de la economa, control de vas y residencia de la nueva aristocracia, como en Oretania. La sociedad turdetana
desde sus inicios basaba el prestigio en la cermica, las imgenes y la
joyera, no en la arquitectura (no se ha encontrado la ciudad ni el palacio de Tarteso) que cumpla un papel ms funcional respecto a la religin.
Ms fcil es pensar que fue destruido por incursiones de celtas
mesetarios, lo que pudo llevar a tres destrucciones hasta su incendio
final, y que puede ser la misma causa de destruccin del santuario de
Cstulo. Yo creo que esta puede ser, sin ningn problema, la causa de
las dos destrucciones intermedias, pero eso no soluciona la destruccin
final, intencionada.

Lo ms sensato es inclinarse por una destruccin en el momento en


que el palacio ya no tena sentido porque la sociedad haba cambiado lo
suficiente, en lo que algunos autores han llamado la "crisis del siglo IV",
producto de las enormes variaciones polticas, sociales y econmicas
que se producen en el Medioda peninsular por el impacto de las colonizaciones y el perodo llamado orientalizante, cuyos estudiosos ms avanzados y ms novedosos son Alvar, Wagner y Barcel 31 . No tenemos problema alguno en identificar este cambio social con la cada en desuso
de Cancho Roano hasta su destruccin despus de poner a salvo los
sacra del elemento central del palacio, no as las copas griegas destinadas al comercio con los jefes locales y los elementos de banquete, culto,
'o Como en las pginas 90-95 de mi tesis, ya citada, me inspiro para esta afirmacin

en J.

PEREIRA SIESO

y C. SNCHEZ, "Imitaciones ibricas de vasos ticos de Andaluca", en

Ceramiques greges i helenistiques la Pninsula Iberica, Ampuries 1984, Barcelona, 1985;


J.A. SANTOS VELASCO, "Anlisis social de la Necrpolis ibrica de El Cigarralejo y otros
contextos funerarios de su entorno", AEArq, 62, 1989, pp. 71-100; y otros cuyo detalle
bibliogrfico se da en las pginas citadas.
31 Muy interesante J.A. BARCEL, "Una interpretacin socioeconmica del bronce final en el Sudoeste de la Pennsula Ibrica ", en TP, 49, 1992, pp. 259-275.

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APUNTES PARA UNA INTERPRETACIN

DEL PALACIO - SANTUARIO DE CANCHO ROANO

61

etc, que no hubo inconveniente en dejar all y cuyos restos se


han encontrado hoy da.
Lo expuesto hasta el momento creo que me apoya a descartar
la
presencia de un rgulo, dinasta o jefe local en este santuario durante los
siglos VI y V a.C.n. La pregunta entonces es la siguiente: si los registros
arqueolgicos demuestran que este era un lugar de habitacin, y all no
haba un rgulo o dinasta local, quin habitaba ah ?.
Creo que el estudio de la religin ha de proporcionar la respuesta.

3. CANCHO ROANO COMO ESPACIO RELIGIOSO


En ninguno de los hallazgos aducidos como paralelos por los estudiosos del edificio se encuentra un espacio delimitado para la funcin
religiosa con tanta claridad como en Cancho Roano, con su "habitacin
7" con altares y mosaicos orientalizantes que demuestran claramente
que all haba culto religioso; desgraciadamente no qued rastro de lo
que hubiera en esa estancia, quizs retirado antes de su destruccin,
como se ha indicado ms arriba. En su da Blanco 32 y Blzquez 33 lo
consideraron un altar de sangre o de cenizas al estilo de ciertos lugares
griegos. Adems resulta muy significativo que tanto este palacio como
el de La Muela, en Cstulo, no tengan parentesco con ningn santuario
ni templo ibero, sino con los "palacios" sealados como paralelos arquitectnicos, como el de Alonoz o el de Toscanos. Y tanto en Cancho
Roano como en Cstulo se encuentran dos significativas muestras de
religin orientalizante casi idnticas: sendas cabezas de len en arreos
de carro y un ejemplar de hroe domador de caballos". Adems, los
marfiles de Cancho Roano, con el rbol de la vida, son claramente fenicios y se emparentan con el Valle Medio de Guadalquivir, especficamente
con Carmona y Setefilla 35 . Por cierto, en Carmona hay un magnfico
ejemplar de palacio fenicio en trance de excavacin.
Nada que ver con los santuarios iberos: aunque se pueda relacionar
el aspecto de prestigio social de Cancho Roano con el de, por ejemplo,
Cerro de los Santos 36 , el sentido de ambos santuarios es claramente dis-

A. BLANCO, "Cancho Roano, un monumento protohistrico en los confines de la


antigua Lusitania", BRAH, 178, 1981, pp. 226 y ss.
de Hispania
33 J.M. BLZQUEZ, "Recientes aportaciones a las religiones primitivas
pp. 128-129.
.
(adenda et corrigenda)", en Religiones de la Espaa Antigua, Madrid, 1991,
' Resulta muy interesante el estudio de E. FERRER ALBELDA y J. MANCEBO DAvALOS,
"Nuevos elementos de carros orientalizantes en la Alta Andaluca. Algunas precisiones en
torno a su funcin, significado y distribucin", Cu PA UAM, 18, 1991, pp. 113-148.
's Ver nota 15.
una
36
E. RUANO Ruiz, "El Cerro de los Santos (Montealegre del Castillo, Albacete):
y
ss.
nueva interpretacin del Santuario ", CuPAUM, 15, 1988, pp. 253
32

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62

RAMN LPEZ DOMECH

tinto, y no digamos si lo comparamos con los santuarios al aire libre de


Oretania o del Levante 37 .
Propongo la comparacin con los santuarios conocidos de Melgart,
ms tarde Hrcules, en la cuenca del Mediterrneo, especialmente con
tres: Cdiz, Lixus y Roma.
Blzquez nos da un resumen con buena informacin sobre el primero 38 . Quizs con el altar a la intemperie, era un edificio notable, con
paralelos en Fenicia y en los lugares de Grecia donde exista presencia
comercial fenicia, y era lugar de recepcin de ofrendas y exvotos, pero
no cabe duda de su carcter rector de la economa, pues actuaba igualmente de almacn y de estacin distribuidora de los productos trados
por el mar hacia el interior y de los trados del interior hacia las rutas
martimas. El santuario de Melgart pervivi hasta la poca griega
sincretizado en Heracls y la romana sincretizado en Hrcules. Las semejanzas de origen y de funcionamiento de ste con otros santuarios de
tierras griegas es muy significativa. Y no hay que insistir en que Cdiz
era desde su fundacin una de las ciudades determinantes de la economa mediterrnea, y que se fund a partir de este santuario, que lleg a
emocionar a Csar.

Lixus parece que quizs no tuviera edificio, porque se tiene slo


constancia de su altar al aire libre, pero con independencia de si el edificio fue inexistente o destruido 39 , el altar fue el centro de un emporio
econmico de primera magnitud. Lpez Pardo 4 reflexiona sobre el papel del delubrum herculis de Lixus en la empresa mercantil fenicia en
las costas africanas y concluye que a mediados del VIII y principios del
VII exista un importantsimo horizonte fenicio en Lixus (misma poca
que en Cdiz y misma poca del primer edifico de Cancho Roano), pero
no determina que en el mismo sitio que ocupara el santuario hubiera
una factora fenicia desarrollada. Por ello coincido completamente con
la lectura de Lpez Pardo del texto de Estrabn, III,5,5 sobre la fundacin de Cdiz: la eleccin del sitio de un ara a Melgart, a cielo abierto y
"J.M. BLZQUEZ, "Los santuarios ibricos de la provincia de Jan ", en Religiones de la
Espaa Antigua, Madrid, 1991, 19 y ss, presenta una buena actualizacin; para Levante,
lo ms reciente es J.M. GARCIA CANO, A. INIESTA SANMARTN y V. PAGE DEL POZO, "El santuario
ibrico de Coimbra del Barranco Ancho (Jumilla, Murcia)", En Anales de Prehistoria y
Arqueologa de la Universidad de Murcia, 7-8, 1991-92, pp. 75-82, y L. Rutz MOLINA, "La
cueva santuario ibrica del Cerro Santuario del Castillo, Yecla, Murcia", en la misma
revista, pp. 83-86. Sigue siendo vlido el anlisis general de J.M. BLZQUEZ, Dicionario de

las religiones prerromanas de Hispania, Madrid, 1975, pp. 148-162.


38 J.M. BLZQUEZ MARTINEZ, "Urbanismo y religin en Cdiz ", en Religiones de la Espaa antigua, Madrid, 1991, pp. 333 y ss, esp. 344 y ss., donde aporta las referencias a los

santuarios orientales y norteafricanos.


39 Ver nota anterior, con referencias bibliogrficas.
40 F. LPEZ PARDO, "Reflexiones sobre el origen de Lixus y su delubruin herculis en el
contexto de la empresa comercial fenicia ", en Lixus, MEFR, 1992, pp. 85 y ss.

Universidad de Huelva 2009

APUNTES PARA UNA INTERPRETACIN DEL PALACIO SANTUARIO DE


CANCHO ROANO
-

63

fuera del recinto urbano de la ciudad indgena vecina era el primer


paso
de la instalacin de una factora mercantil.
Coincido asimismo en el papel de esos santuarios como garantes de
actividad
econmica a desarrollar, pues la presencia de un rito relila
gioso impona un carcter sagrado a la transaccin con los indgenas'.
Estas circunstancias se encontraban en un puerto etrusco, el de Pyrgi, a
fines del VI o comienzos del Voz, lo que puede servir de paralelo, como
han servido palacios etruscos (Murlo o Acquarosa) para buscar paralelos arquitectnicos con Cancho Roano.
En este sentido, los santuarios romanos de Hrcules en zonas antes
ocupadas por fenicios y despus romanizadas, como Cdiz 43 , delatan la
presencia del Melqart fenicio, protector del comercio con los indgenas.
En esta lnea se deben considerar los hallazgos de diosas fenicias en el
interior peninsular, como las Astart de Galera o de Cstulo, y otros
ejemplares 44
Y en este sentido el ejemplo ms importante es el santuario de Hrcules en el Foro Boario de Roma, bien estudiado por Coarelli recientemente 5 , que demuestra en el imperial Foro Boario de Roma hasta cuatro lugares de culto a Hrcules, de los cuales al menos dos estn perfectamente relacionados con las actividades mercantiles. Pienso que el trabajo de Coarelli completa el clsico de Rebuffat 46 , que demostraba la
presencia de comercio fenicio en Roma a travs del santuario de Hrcules, y nos permite pensar que el santuario de Hrcules romano es el
trasunto latino del Melkart fenicio exactamente igual que el de Cdiz, y
que ambos tenan como misin sancionar los tratos mercantiles de los
fenicios con los indgenas, igual que el de Lixus, adems de sus labores
de culto y desarrollo de la religin fenicia en estos lugares.
Por tanto el santuario de Cdiz es algo completamente diferente de
los santuarios iberos, por ms que ahora se insista en el carcter poltico elitista de alguno de ellos, como se ha indicado ms arriba. Los temLa necesidad de un rito para sancionar el comercio se debe a la desigualdad de
posiciones en que se encontraban los colonizadores fenicios respecto a los indgenas colonizados: al estar los ltimos en clara desventaja era de suponer que un rito religioso les
iba a dar tranquilidad respecto al trato mercantil. El aspecto de la no igualdad de las dos
partes negociantes es ya comnmente aceptado. Adems de los trabajos citados en pginas anteriores, queda muy bien expuesto en M.A. AUBET, Tiro y las colonias fenicias de
Occidente, Barcelona, 1987, y el trabajo de C.G. WAGNER citado ms arriba, en la nota 25.
42 F. LPEZ PARDO, ver nota 40, p. 98.
en la Hispania romana,
43 Muy interesante en el sentido de las pervivencias fenicias
1995. En
J.L. LPEZ CASTRO, Hispania Poena. Los fenicios en la Hispania Romana, Madrid,
a las
su captulo 10 hay una buena sntesis del problema de la sociedad fenicia respecto
colonizaciones.
exactas.
44 F. LPEZ PARDO, ver nota 40, pp. 98-99, con referencias
45 F. COARELLI, II Foro Boario, Roma, 1994, pp. 60-105.
46 B. REBUFFAT, "Les phnicienns Rome", Mlanges d'Archologie et Histoire de 1'cole
41

de Rome, 1966, pp. 7-48.


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64

RAMN LPEZ

DOMECH

pos iberos, que los hubo pese a todo, ofrecen un carcter muy diferente. Los ejemplos ms recientemente estudiados ofrecen la perspectiva
de lugares de ofrenda ', o de culto de una divinidad, con lo que ello trae
consigo de negacin del carcter numnico de la religin ibera. En este
sentido, el trabajo de Carmen Vila es muy interesante 48 y nos permite
pensar que estos templos son algo muy diferente de los santuarios iberos, de carcter ms naturista, ms numnico y mucho ms primitivo.
Y adems, siguiendo a Carmen Vila, debemos observar que este tipo de
templos se extiende por lo que entendemos como territorio ibero, es
decir, el Levante, el Sureste y la Alta Andaluca, pero no llegan ni mucho
menos a zona tartsica y por tanto a Extremadura. Quizs tendremos
que cambiar de opinin cuando sepamos algo ms: por ejemplo, el contenido de ciertos plomos iberos asociados con alguno de estos lugares,
pero por ahora no podemos decir que en el templo o en el santuario
ibero se realizara una labor de control econmico como en el santuario
fenicio de las costas mediterrneas. Ni siquiera en el Cerro de los Santos, pese al oportuno apunte de Ruano. Adems de que su cronologa es
claramente posterior al siglo V, es decir, a la poca orientalizante.
-

Por tanto supongo que tendremos que homologar el Santuario de


Cancho Roano con los santuarios costeros de Hrcules -Melkart en Lixus,
en Cdiz y en Roma, con la diferencia de que estaba en el interior; como
tambien lo estaba el de Cstulo. Lo cual, a su vez, apoya la presencia de
un fenicio al cargo de todo ello, mejor que la presencia de un dinasta
tartsico con harn. Salvo que el dicho dinasta se hubiera orientalizado
lo bastante al contacto con la colonizacin fenicia.

Con todo lo cual, creo que podemos esbozar una hiptesis de trabajo sobre Cancho Roano, susceptible de ser demostrada o descartada
cuando la arqueologa de todo su entorno, de forma global, permita
aseverar con ms fundamento.

4. CONCLUSIONES
a.- Es evidente que Cancho Roano es un santuario con actividad
cultual y a la vez con actividad mercantil.
b.- Est en evidente relacin con las rutas de mercado de los metales del interior peninsular hacia las bocas del Betis y del Guadiana, en
lo que luego se llamara "Va de la Plata".

R. RAMOS, "Los templos ibricos de La Alcudia de Elche", Anales de Prehistoria y


Arqueologa de la Universidad de Murcia, 7-8, 1991 -92, pp. 87 -95.
a" C. VILA PREZ, "Una propuesta metodolgica para el estudio del concepto <templo>
en el marco de la concepcin religiosa ibrica", Pyrenae, 25, 1994, pp. 125-139.

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APUNTES PARA UNA INTERPRETACIN DEL PALACIOSANTUARIO DE

CANCHO ROANO

65

c.- Su cronologa inicial coincide con el esplendor del


mundo
orientalizante, y su cronologa final con el fin de Tarteso y el
comienzo
del mundo ibero propiamente dicho.
d.- Se asienta en un territorio marginal de Tarteso, lejos de las zonas
del Sur y Sureste que han proporcionado tanto y tan buen material
arqueolgico, y por ello conocemos mejor que las de estas zonas marginales.
e.- Este territorio a su vez estaba en un estadio de cultura inferior al
mundo propiamente tartsico, e influido por lo celta mesetario.
f.- En ese "pramo" cultural hubo presencia fenicia lo su ficientemente fuerte para provocar la aparicin de un elemento como ste, y
puede ser que hubiera algo ms, en forma de "monarqua" o algo semejante a lo que encontramos en Tarteso (el palacio).
g.- No cabe duda del carcter orientalizante, especficamente fenicio de este santuario (cuya mayor expresin sera, si lo era, el harn).

5. CONO USI6N FINAL

Creo que Cancho Roano determina la presencia de fenicios en el


interior peninsular. No slo de sus elementos o de sus influencias, sino
de sus personas, tal como Blzquez cree de Cstulo. En Cancho Roano
debi haber una estacin mercantil de vigilancia de la ruta hacia el Sur,
camino del Valle Medio del Guadalquivir, con un santuario grande que
debi cumplir el mismo papel que el de Cdiz, el de Lixus y el de Roma,
pero tierra adentro. Algo as como una estacin interior, un consulado,
lo que luego en el mundo romano sera un portorium en territorios interiores.
En el caso de que este palacio santuario hubiera sido la base de un
rgulo ibero o turdetano, al estilo de los jefes oretanos o sureos, resulta evidente la desproporcin de la construccin respecto a las que encontramos en otros lugares de condiciones semejantes (Oretania). Habra
que haber encontrado arquitectura de ese tipo ms al sur, y los paralelos que se asignan abundan en una regin (la oretana y cercanas) con
una estructura social que exiga como mucho un estadio de jefatura,
que no permite suponer un palacio-santuario de estas caractersticas.
Como dice Alvar, qu palacios no hubieran tenido los reyes de Tarteso! 49 .
En este sentido una aportacin muy reciente de J. JIMNEZ AviLA, "Cancho Roano y
1997,
los complejos monumentales post-orientalizantes del Guadiana", en Complutum, 8,
deben
no
p. 141-159, parece ir demasiado lejos: no se deben considerar santuarios lo que
la obligapasar de restos de construcciones ms o menos ignotas. No es preciso ponerse
en la
cin de buscar santuarios que arropen a Cancho Roano en su papel importantsimo
Extremadura protohistrica, aunque es indiscutible que por pura lgica debi haber ms.
por ese camino.
Las excavaciones de Carmona y de Abul (desembocadura del Sado) van
49

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66

RAMN LPEZ DOMECH

Una sociedad como la que demuestran las tumbas principescas extremeas, las estelas decoradas, los orientalia ascendentes hasta Segovia a
travs de la Ruta de la Plata, no permite pensar en ese palacio santuario
para un rgulo autctono en una sociedad que ni siquiera demandaba
cermicas ticas de imitacin para darse lustre.
No obstante lo cual, no podemos cerrar esta posibilidad: la presencia
fenicia pudo haber provocado cambios lo bastante fuertes para haber
llegado hasta ese extremo, pero esa posibilidad debe quedar en reserva
hasta que la arqueologa nos la demuestre.
Lo que debi suceder fue que cuando esa colonia fenicia se instal
en el interior para cumplir el papel que cumpla Cdiz en la costa se
procedi a la construccin del palacio - santuario como centro mercantil,
por lo que se construy fuera de mbitos urbanos puesto que se trataba
de un centro de comercio, lugar de residencia de un "cnsul" mercantil
no ligado a nadie de estas tribus o pueblos prerromanos extremeos.
Pero entonces cay Tiro y su repercusin en el mundo mediterrneo
occidental produjo una transformacin social que ha sido debidamente
explicada por Alvai; Wagner, Fernndez Miranda y otros, y en esa nueva
sociedad un elemento como Cancho Roano no tena razn de ser. Sobrevivi con reconstrucciones mientras ese cambio no afect de forma
decisiva a este lugar, apartado de las costas y por ello ms lejos de la
entrada de influencias. Cuando se produce la llamada "crisis del siglo
IV" esa sociedad queda articulada en torno al nuevo centro rector del
territorio, el oppidum, y a la nueva jerarqua que determinaba este comercio: la nobleza indgena producto del cambio social de la simple
tribu al embrin de estado que haba producido el impacto orientalizante
en las sociedades del sur y levante hispanos.
Llegado ese momento, despus de retirar las sacra del interior del
santuario igual que muy posiblemente lo fueran en el caso de la Dama
de Elche, ste fue destruido. Hasta entonces cumpli el papel de emporio mercantil y de templo, con sus ritos de sangre y de cenizas
denotadores de la presencia influencias griegas o incluso de griegos ( por
qu no?), con su culto sancionador de las transacciones mercantiles, y
con sus sacerdotes fenicios, delegados (como los de Cstulo) de una
estacin mercantil superior, que pudo ser Cdiz o pudo ser de la estacin intermedia que quiere Blzquez en los caminos entre Cdiz y Cstulo
(hacia el Nordeste) y Cdiz y Cancho Roano (hacia el Noroeste). Acabado su papel, el santuario desaparece a la vez que los fenicios se integran
en la formacin social prerromana de esta regin, ahora en los oppida
controladores de las vas a las rdenes de los jefes locales. Y quizs
tambin los griegos, si es que llegaron all transportando su cermica,
como deca Maluquer, y produjeron los cultos helenizantes que Blanco
y Blzquez ven en ese lugar, pero eso es mucho ms complicado por

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APUNTES PARA UNA INTERPRETACIN DEL PALACIO - SANTUARIO DE CANCHO ROANO

67

una razn que a m me parece muy fuerte: la falta de arte de influjo


griego en esta regin, tan notable en otras de Andaluca.
El mejor conocimiento de la realidad arqueolgica protohistrica
en Extremadura puede decir si estoy en la razn o no, en cualquiera de
cuyos casos algo habremos avanzado.

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