IUSMATERIALISMO

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ENE/JUN 2010

REVISTA CRTICA JURDICA N. 29

IUSMATERIALISMO
TEORA DEL DERECHO DE LOS PUEBLOS 1
ANTONIO SALAMANCA SERRANO2
A Isis Obed Murillo, joven de 19 aos, primer asesinado por rebelarse contra el golpe de
Estado de la democracia representativa capitalista
hondurea, el 7 de julio de 2009.
El derecho a la revolucin es, al fin y al
cabo, el nico 'derecho histrico' real, el nico
derecho en el que todos los Estados modernos, sin
excepcin, se apoyan (F. Engels).3
Resumen: Este trabajo tiene por objeto presentar el Iusmaterialismo como nuevo paradigma de
teora del Derecho y de teora de los Derechos Humanos. En lneas generales, el Iusmaterialismo es
el fruto del intento de hacer avanzar el marxismo ofrecindole el horizonte metafsico de la realidad
apuntado por la filosofa de X. Zubiri e I. Ellacura, en lugar del hegeliano. Horizonte, este ltimo,
de cuyas limitaciones, con subversin materialista incluida, Marx no pudo deshacerse del todo. Una
modesta continuacin de la verdad liberadora proclamada por I. Ellacura, y que hace veinte aos
la dictadura capitalista pretendi callar con su asesinato. Sea esta contribucin a la revolucin
socialista de Nuestra Amrica, en el segundo centenario de la primera emancipacin, nuestro
ms sincero homenaje a su vida comprometida con los pueblos crucificados.
Resumo: Este trabalho tem por objeto apresentar o Iusmaterialismo como novo paradigma de teora
do Direito e de teoria dos Direitos Humanos. Em linhas gerais, o Iusmaterialismo o fruto da tentativa de fazer avanar o marxismo oferecendo-lhe o horizonte metafsico da realidade
apontado pela filosofia de X. Zubiri e I. Ellacura, em local do hegeliano. Horizonte, este ltimo,
de cujas limitaes, com subversin materialista includa, Marx no pde ser desfeito do tudo. Uma
modesta continuao da verdade libertadoura proclamada por I. Ellacura, e que faz vinte anos
a ditadura capitalista pretendeu calar com seu assassinato. Seja esta contribuio revoluo
socialista de Nossa Amrica, no segundo centenrio da primeira emancipacin, nosso mais sincero homenagem a sua vida comprometida com os povos crucificados.
Abstrac: The objective of this work is to present Iusmaterialism as legal Theory and Human
Rights theorys new paradigm. In general terms, Iusmaterialism is the result of the attempt to move
Marxism forward by offering it the metaphysical horizon of reality advanced by X. Zubiri and I.
Ellacuara philosophy, which replaces the Hegelian metaphysical horizon. A horizon whose
limitations Marx, with the materialist subversion included, could not overcome. A modest
continuance of the liberating truth proclaimed by I. Ellacura, that twenty years ago the capitalist dictatorship pretended to silence with his assassination. May this be a contribution to the
socialist revolution of Our America, in the second centenary of its first emancipation, our
most sincere homage to a life committed to the crucified people.

Aceptado: 28 de noviembre de 2009. Recibido: 28 de octubre de 2009.


Colegio de Abogados de Espaa, [email protected].
3
ENGELS, F. Introduction: Marx, K. The class struggle in France (New York: International
Publishes, 1972) 26.
2

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IUSMATERIALISMO
TEORA DEL DERECHO DE LOS PUEBLO

Palabras Claves: Crtica Jurdica, Iusmaterialismo, Derechos Humanos,


Revolucin Socialista en Amrica Latina, I. Ellacura.
Palavras-Chaves:
Crtica
Jurdica,
Iusmaterialismo,
Humanos, Revoluo Socialista na Amrica Latina, I. Ellacura.

Direitos

Key Words: Legal Critique, Iusmaterialism, Human Rights, Socialist


Revolution in Latin America, I. Ellacura.
1. Paradigmas contemporneos de Teora del Derecho
Entendemos por Teoras del Derecho las creaciones racionales que se postulan
como explicativas de las causas del hecho del Derecho, y que se someten a
verificacin cientfica. Segn esta definicin habra que decir que, en los
inicios de la segunda dcada del siglo XXI, hay tres grandes paradigmas en
funcin de donde cada uno de ellos postula el fundamento del Derecho4:
iusnaturalismo5, iusocio-contracturalismo6 e iusvoluntarismo7. En el paradigma
4

Algunos autores como, C. Faralli, consideran que los tres paradigmas principales de la Teora del
Derecho contempornea son: iusnaturalismo, iuspositivismo, y el realismo jurdico, FARALLI, C.,
Filosofa del Derecho contempornea (Madrid: Servicio de Publicaciones-Facultad de Derecho
Universidad Complutense, 2007) 10. Nosotros afirmamos, sin embargo, que el realismo jurdico escandinavo es una modalidad de iuspositivismo, mientras que el realismo estadounidense es un
pragmatismo social, una modalidad ms de un gran paradigma que hemos llamado iusocio-contractualismo.
5
Desde los comienzos del siglo XX hasta los del presente siglo XXI, encontramos una pluralidad de
propuestas iusnaturalistas ms o menos radicales: el Derecho natural de contenido variable, de R.
Stammler; el Derecho Natural de contenido progresivo, de G. Renard y la teora del iusnaturalismo
historicista, de G. Fass, la ontofenomenologa del Derecho, de Sergio Cotta, continuada en Italia,
en su perspectiva existencialista, por sus discpulos: Bruno Romano, Francesco DAgostino y Bruno
Montanari. El profesor A. E. Prez Luo diferencia en el iusnaturalismo dos caminos: 1)
Ontolgico, dogmtico o radical (Ambrosetti, Charmont, Corts Grau, Cotta, Elas de Tejada,
Fernndez Galiano, Finnis, Galn, Lachance, Luo Pea, Maritain, Messner, Puy, el ltimo
Radbruch, Villey; 2) Deontolgico, crtico o moderado (Bloch, Del Vecchio, Dworkin, Fuller,
Fass, Legaz Lacambra, Recasns Siches, Stammler, Truyor y Serra, Welzel, Wolf., cfr. PREZ
LUO, A. E., Trayectorias contemporneas de la Filosofa y la Teora del Derecho (Madrid:
Editorial Tbar, 2007) 31-36. En Espaa se pueden distinguir varias tendencias dentro del
iusnaturalismo: 1) Iusnaturalismo neokantiano (Adolfo Bonilla San Martn, Francisco Rivera
Pastor, Wenceslao Roces); 2) Iusnaturalismo de los valores (Luis Recasns Siches, Luis Legaz
Lacambra); 3) Iusnaturalismo neoescolstico (Luis Mendibal Martn, Luo Pea, Fernando Prez Bueno, Mariano Puigdollers Oliver, Francisco Elas de Tejada, Francisco Puy, Antonio
Fernndez-Galiano, Jos Corts Grau, Jos F. Lorca Navarrete, Alberto Montoro Ballesteros, Francisco Carpintero Bentez, ngeles Lpez Moreno); 4) Iusnaturalismo renovador
(Antonio Truyol y Serra, Joaqun Ruiz Gimnez, Mariano Hurtado Bautista, Jos Delgado Pinto,
Jos M Rodrguez Paniagua, Jos Luis Lpez Aranguren, Eusebio Fernndez, A. E. Prez Luo),
cfr. PREZ LUO, A. E., Trayectorias contemporneas de la Filosofa y la Teora del Derecho, o. c., 140-170. En el Reino Unido y Estados Unidos destaca la propuesta que hemos
denominado teora de la accin racional teleolgica, de J. Finnis. Esta ltima, por ejemplo, ilustra
por un lado la marginalidad del iusnaturalismo en el sistema poltico actual, y, por otro, es
testimonio de la condena epistemolgica que lo acompleja desde D. Hume. En Amrica Latina,

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en lneas generales, cabe diferenciar dos orientaciones iusnaturalistas principales: 1) Iusnaturalismo


racionalista (el uruguayo Juan LLambas de Azevedo, los mexicanos Rafael Preciado Hernndez y
Guillermo Hctor Rodrguez); 2) Iusnaturalismo neotomista (los argentinos Avelio Manuel Quintas
y Toms Casares, los mexicanos Mauricio Beuchot y Jess Antonio de la Torre Rangel, el brasileo
Amilton Bueno de Carvalho, el peruano Carlos Alberto Torres Caro), cfr. PREZ LUO, A. E.,
Trayectorias contemporneas de la Filosofa y la Teora del Derecho, o. c., 103-105.
6
En el siglo XX tenemos una gran diversidad de expresiones de estas teoras: las teoras
institucionalistas del Derecho, de M. Hauriou y Santi Romano; el realismo estadounidenses, de O.
W. Holmes, J. Frank, K. Llewellyn; el realismo escandinavo, de A. Hgerstrm, K. Olivecrona, A.
Ross; la teora general de las funciones, de G. Gavazzi; el funcionalismo sociolgico de N. Bobbio;
el contractualismo formalista, de J. Rawls; las teoras de la argumentacin jurdica, de T. Viehweg,
Ch. Perelman, R. Alexy, N. MacCormick, A. A. Arnio, A. Peczenik y J. Wrblewski; la teora de la
interpretacin jurdica, de R. Dworkin; el sociologismo jurdico, de E. Ehrlich, R. Pound, P.
Selznick, H.D. Lasswell, M.S. McDougal y R. Unger; la autopoisis jurdica, de N. Luhmann y G.
Toubner; la praxis de libertad comunicativa, de J. Habermas; la teora hermenutica jurdica, de
G. Zaccaria, y F. Viola; la teora analtica lgico-formal del derecho como sistema normativo, C.
Alchourron y E. Bulygin; la teora del derecho analtica del lenguaje ordinario, de los argentinos Ambrosio Gioja, Genaro Carri, Ernesto Garzn Valds, Alchourrn, Bulygin, Farrel,
Guibourg, Martino, Rabossi, Vernengo, Warat, C. S. Nino; las teoras crticas del Derecho,
del movimiento estadounidense Critical Legal Studies. Dentro de la orientacin de las teoras crtica del Derecho en Espaa se encuentran los trabajos de: Elas Daz, Manuel Sacristn, Jos
Ramn Capella, Nicols M Lpez Calera, Modesto Saavedra, Ramn Luis Soriano Daz, Javier
de Lucas, Mara Jos An, Marina Gascn Abelln, Manuel Segura Ortega. En Amrica
Latina, dentro del paradigma socio-contractualista crtico cabe diferenciar varias tendencias:
1) Derecho Alternativo y Pluralismo Jurdico (Luiz Fernando Coelho y Antonio Carlos Wolkmer);
2) Sociologa jurdica crtica (Bergalli, Correas, Prez Perdomo, Malem); 3) El institucinalismo jurdico (el chileno Jorge Hbner Gallo, el argentino Carlos Cossio).
7
Las teoras iusvoluntaristas no son nada nuevas ni helenocntricas, sino que vienen siendo compartidas por los pueblos de oriente y occidente desde la antigedad (v.gr. China).
En Occidente tenemos ejemplos de ellas entre los sofistas y los cnicos de la antigua Grecia. Sin embargo, dada la hegemona del paradigma iusnaturalista, no ser hasta el siglo XIX que el
voluntarismo se haga hegemnico en su modalidad de positivismo jurdico con la diversidad de
sus variantes, cfr. FARALLI, C., Filosofa del Derecho contempornea, o. c., 13-16. Hoy
el positivismo jurdico no es la nica expresin del iusvoluntarismo. El iusmarxismo
supraestructural y/o crtico es una teora dentro del horizonte voluntarista, que an tiene su vigencia.
Las primeras teoras marxistas del Derecho tomaron tres direcciones: 1 La afirmacin del
condicionamiento econmico del Derecho (Kautsky y K. Renner). 2 La reduccin del Derecho
al voluntarismo poltico de la clase dominante (Vichinsky). 3 La reduccin socioeconmica
del Derecho (Stucka y Pashukanis). Fuera de la URSS y su mbito de influencia, la inspiracin
marxista del anlisis del Derecho cristaliz en Italia, en los aos setenta con el uso alternativo del
Derecho (Barcellona, Coturri, Ferrajoli, Galgano, Rodot, entre otros). En Francia, 1977, se funda la
asociacin Critique du Droit (Dujardin, Gleizal, Jeammaud, Jeantin, Journes, Miaille). En Espaa planteamientos afines son seguidos por J. Ramn Capella. En Estados Unidos, el marxismo
inspir entre otros a parte del movimiento de Critical Legal Studies, as como al materialismo jurdico cultural, de M. Harris. En Amrica Latina, la inspiracin marxista ha dado como fruto:
a) El Derecho alternativo (Bolivia, Brasil); b) Crtica jurdica (Mxico, Brasil, Puerto Rico, en autores como O. Correas, C. Rivera, etc.); c) Teora Crtica del Derecho (Argentina);
d) Pluralismo jurdico (Brasil, en autores como Faria, Santos, Wolkmer); y e) Nueva Escuela Jurdica Brasilea (R. Lyra); d) el iusmarxismo supraestructural crtico cubano (J. Bult). Con
respecto a la otra expresin de iusvoluntarismo, el positivismo jurdico, siguiendo la clasificacin de
A. E. Prez Luo, cabe diferenciar: 1) Positivismo normativista: 1.1. Radical (Kelsen); 1.2.
moderado (Hart); 2) Postpositivismo: 2.1. Positivismo jurdico institucional (Neil MacCormik, Ota
Weinberg); 2.2. Positivismo crtico (Ferrajoli, Scarpelli); 2.3. Postpositivismo jurdico estructural
(Friedrich Mller); 2.4. Positivistas jurdicos positivos y negativos (Coleman), e incluyentes y

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TEORA DEL DERECHO DE LOS PUEBLO

iusnaturalista, el fundamento del Derecho se postula en la naturaleza humana


(instintos, pasiones, razn, sociabilidad, voluntad, etc); en el iusociocontractualista, en los intereses, deseos o demandas sociales acordados
o coordinados mediante el dilogo, consenso, pactos o contratos8; y en el
paradigma iusvoluntarista, en la voluntad humana de quien ejerce el poder. A
esos paradigmas habra que aadirle otro: el ius-teocrtico9, que pone a Dios
(a su voluntad y/o razn) como el fundamento del Derecho. Sin embargo, este
paradigma no puede ser considerado propiamente una teora, puesto que no es
un postulado cientfico que se pueda someter a verificacin, sino una creencia o
fe para la pretendida legitimacin jurdica.
Las diferencias clsicas entre los tres paradigmas hoy estn
difuminndose10. Las razones que contribuyen a ello son: a) El eclecticismo a
que est llevando los lmites propios y la crtica y autocrtica de cada uno de los
postulados de las respectivas tradiciones; b) La especializacin y fragmentacin
cada vez ms elevada en el interior de cada campo paradigmtico; y c) El
desbordamiento de los lmites de las tres orientaciones cannicas a causa de
las nuevas investigaciones11.
A nuestro juicio, la constatacin de los lmites e insuficiencias explicativas que muestran los tres grandes paradigmas cuando se les somete
a la verificacin de la experiencia de la realidad histrica, lo que est exigiendo
es un nuevo horizonte paradigmtico, con sus nuevas teoras, que den mejor
cuenta del hecho, la legitimad y funcionamiento del Derecho. Nuestra propuesta es la Teora Iusmaterialista, cuyos principales postulados presentamos
a continuacin.

excluyentes (Waluchow) cfr. PREZ LUO, A. E., Trayectorias contemporneas de la Filosofa


y la Teora del Derecho, o. c., 37-43. En Espaa podemos diferenciar las siguientes orientaciones
dentro del positivismo jurdico: 1) El positivismo dualista crtico (normativismo realista) de G.
Peces-Barba; 2) El normativismo sociolgico (Gregorio Robles Morchn), 3) El positivismo
analtico (Albert Calsamiglia, Manuel Atienza, Juan Ruiz Manero, Josep Aguil Regl, Francisco Laporta, Liborio Hierro, Juan Carlos Bayn, Virgilio Zapatero, Luis Prieto Sanchs, Juan Ramn
de Pramo, Juan Moreso Mateos, Carlos Alarcn Cabrera). En Amrica Latina, en una
aproximacin general, se aprecia dos grandes corrientes dentro del positivismo jurdico: 1) El
positivismo normativista kelseniano (los mexicanos Javier Esquivel, Ulises Shmill, Rolando
Tamayo Salmorn; el colombiano Luis Villar Borda; los chilenos Agustn Squella y Nelson Reyes;
los peruanos Domingo Garca Belaunde y Jos Palomino Manchego; 2) El positivismo analtico (los argentinos Ambrosio Gioja, Genaro Carri, Ernesto Garzn Valds, Alchourrn, Bulygin,
Farrel, Guibourg, Martino, Rabossi, Vernengo, Warat), cfr. Este tipo de positivismo est a caballo
entre el paradigma iusvoluntarista y el socio-contractualista. PREZ LUO, A. E., Trayectorias contemporneas de la Filosofa y la Teora del Derecho, o. c., 105-107.
8
Cfr. FERNNDEZ BULT, J., Teora del Estado y del Derecho. Teora del Derecho. Segunda
Parte (La Habana: Editorial Flix Varela, 2004) 8-9.
9
Limitndonos a nuestro tiempo, mencionamos a ttulo ilustrativo tres ejemplos vigentes de teoras
iusteocrticas vivas, y en conflicto con otros paradigmas actuales: El sistema legal de la Halaj en el
judasmo, el sistema legal del Derecho Cannico en el catolicismo, y el sistema legal de la Shara
en el islamismo.
10
FARALLI, C., Filosofa del Derecho contempornea, o. c., 10.
11
Ibid., 11.

ANTONIO SALAMANCA SERRANO

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2. Iusmaterialismo
La Teora iusmaterialista se presenta como el postulado cientfico de un nuevo paradigma en Teora del Derecho que se somete a probacin y verificacin
histrica12. El hecho de partida de esta nueva teora del Derecho es la vida de
los pueblos como la praxis material histrica por la satisfaccin de su sistema
de necesidades/capacidades con objeto de producir y reproducir sus vidas. El
mtodo del Iusmaterialismo es el materialismo histrico-dialctico. Concepta
el Derecho como praxis jurdica normativa; esto es, positivacin y satisfaccin
del sistema de necesidades/capacidades materiales de los pueblos, y la reversin de la insatisfaccin de las mismas, de forma autnoma por la comunidad,
ayudada por su fuerza fsica coactiva. El fundamento del Iusmaterialismo se
encuentra en la obligacin de satisfacer el sistema de necesidades/capacidades
que la materia viva de la especie homo sapiens sapiens impone a los pueblos para producir y reproducir la vida humana.
La teora iusmaterialista es un nuevo paradigma que tiene sus
diferencias con el ius-naturalismo, con el socio-contractualismo y con el
iusvoluntarismo. El Iusmaterialismo arranca del hecho de hechos (de la ltima instancia) que es la vida de los pueblos como praxis material histrica de
realidad. El hecho de hechos no son las ideas, ni la naturaleza externa no
mediada por la praxis, ni la idea de praxis, ni la praxis individual. En el Iusmaterialismo el mtodo es el materialismo histrico-dialctico cientfico. El mtodo
no es el lgico-deductivo, racionalista y/o idealista (comn a cierto iusnaturalismo, socio-contractualismo e iusvoluntarismo). En el Iusmaterialismo, el
fundamento del Derecho se encuentra en la obligacin que impone la materia
viva a los pueblos de satisfacer su sistema de necesidades/capacidades
materiales para poder producir y reproducir sus vidas. El fundamento no es la
naturaleza indiferenciada, no mediada, ms o menos fosilizada, las pasiones, los
instintos, la razn divina o la accin humana racional teleolgica (comn
a cierto iusnaturalismo); ni la sociedad, el lenguaje, el dilogo, los intereses
en conflicto, la coordinacin de intereses (comn a cierto iusociocontractualismo); ni la voluntad de dios, del rey, del pueblo, o de la clase
burguesa o proletaria (comn a cierto iusvoluntarismo jurdico)13.
Los principales postulados nos lleva a caracterizar el Iusmaterialismo como una: (1) Teora de la vida de los pueblos; (2) Teora de la praxis
histrica (praxeolgica); (3) Teora materialista; (4) Teora moral; (5) Teora poltica; (6) Teora jurdica; (7) Teora revolucionaria.

12

Aqu se presentan algunos de los principales postulados de la obra Iusmaterialismo. Nuevo


paradigma de Teora del Derecho, de prxima publicacin.
13
SALAMANCA SERRANO, A., Filosofa de la Revolucin. Filosofa para el Socialismo en el siglo XXI (Mxico: UASLP, 2008) 28-35.

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IUSMATERIALISMO
TEORA DEL DERECHO DE LOS PUEBLO
2.1. El Iusmaterialismo es una teora de la vida de los pueblos

El Iusmaterialismo es una teora jurdica de la vida de los pueblos. Para el


Iusmaterialismo la ltima instancia es la vida de los pueblos, en lnea con la
afirmacin de Engels, en su Carta a Jos Bloch: Segn la concepcin
materialista de la historia, el factor que en ltima instancia determina la historia
es la produccin y la reproduccin de la vida real. Ni Marx ni yo hemos
afirmado nunca ms que esto14. Para el Iusmaterialismo, la ltima instancia no
son, en su parcialidad, las ideas, el ecosistema, los afectos, la economa, el
poder, etc., sino la totalidad de la vida humana material de los pueblos.
El Iusmaterialismo es, adems, una teora para la vida de los pueblos (es una
teora teleolgica). Tiene por objeto general la satisfaccin de todo el sistema de
necesidades/capacidades materiales de los pueblos; su realizacin material. Y,
en tercer lugar, el Iusmaterialismo es una teora que ocurre en la vida histrica
concreta conflictiva de los pueblos. Haciendo nuestras las palabras del J.
Fernndez Bult:
Para nosotros, desde la percepcin marxista, la fuente material del
derecho es la sociedad viva, en lucha, levantada sobre las relaciones sociales de
produccin y las fuerzas productivas, con todos sus matices de lucha econmica, cultura, poltica, social en sentido general.
Es, como lo he indicado, toda la vida, con todos sus atributos y
matices, incluidas sus tradiciones espirituales, sus prejuicios, su ciencia e
inteligencia y sus herosmos e injusticias. De todo ello sale el derecho, con
todas las contradicciones de la vida15.

2.2. El Iusmaterialismo es teora de la praxis


El Iusmaterialismo es una teora de la praxis (accin). Es una teora praxeolgica porque el modo concreto histrico ltimo en que se manifiesta
ineludiblemente la vida de los pueblos es realizando acciones. La vida de los
pueblos de suyo slo es accin, aquella accin en la que los pueblos se realizan
a s mismos en posesin de s16. La pluralidad de acciones del homo sapiens
sapiens17 se articula desde la unidad en la diversidad del poder de la accin del
Cosmos. El Cosmos, en su totalidad plural, es en cada instante el poder de una
accin nica18. Esta unidad del Cosmos es tal, porque el Cosmos no es
ordenacin de acciones, sino unidad constitutiva de sustantividad material19.
14

ENGELS, F., Carta a Jose Bloch, en Knigsberg, Londres, 21-[22] de setiembre de 1890.
FERNNDEZ BULT, J., Teora del Estado y del Derecho. Teora del Derecho, o. c., 53.
16
Cfr. ZUBIRI, X., Inteligencia y razn, o. c., 37.
17
ZUBIRI, X., Espacio. Tiempo. Materia (Madrid: Alianza Editorial, 1996) 553.
18
Ibid., 427.
19
En realidad hay una accin nica cuyos aspectos posicionales, cualitativos y de estabilidad, son
sumamente varios, pero son una variedad de aspectos de una nica accin. La misma accin es
aquella segn la cual se est expandiendo el Cosmos, estn explotando las estrellas, irradiando
15

ANTONIO SALAMANCA SERRANO

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Y slo por serlo tiene una accin nica, determinante de la accin de cada uno
de sus momentos20. Una accin que expresa el poder de la unidad en la riqueza de la pluralidad de su despliegue 21.
La praxis, como en el anlisis dialctico marxiano, es el modo histrico
concreto radical e ineludible de existencia de la vida de los pueblos. La praxis
sigue integrando la poesis (fabricacin), es praxis productiva. Pero, adems, y
en esto no siempre se ha estado de acuerdo en la tradicin marxista, la praxis integra la prctica-intelectiva (terica). La praxis es la unidad de todo lo
que el conjunto social hace en orden a su transformacin Esa praxis tiene
momentos tericos de distinto grado Por eso, es ms conveniente hablar
del momento terico [intelectivo] de la praxis22. Pero, adems, siendo la praxis
poesis y prctica-intelectiva, resulta que tambin es praxis material
comunicativa y empoderante (apropiante) de realidad. Por ello, la dimensin
productiva (laboral) de la praxis no es la nica. Identificar sin ms praxis
con produccin laboral, o produccin con produccin laboral es una reduccin
del contenido de la praxis de los pueblos23.
El hecho de que el Iusmaterialismo sea una teora de la praxis es un postulado con profundas consecuencias. Una de ellas es que permite
superar el reduccionismo (fetichizacin) del Derecho al texto escrito
(proposicin normativa escrita). Este fetichismo jurdico identifica (hipostasia)
el texto escrito del ordenamiento jurdico de un pueblo con su Derecho24. Por el
contrario, para el Iusmaterialismo, el Derecho es praxis jurdica normativa
(relacin material, social y personal). El Derecho no es una de sus mediaciones
escritas: el texto escrito normativo. El Derecho no es la letra que circula en un
ordenamiento jurdico. Hace casi un siglo, en la URSS, Stucka ya reivindicaba,
frente al reduccionismo jurdico marxista, que los marxistas no deban
confundir, ni reducir, el Derecho a la supraestructura jurdica ideolgica, sino
que haban de analizarlo como segn l lo hizo Marx, en cuanto relacin de produccin.
los astros y producindose reacciones qumicas en las estrellas, en los espacios intergalcticos o en
un rincn de m casa. Galaxias, astros, tomos, molculas, son slo momentos del Cosmos, y sus
presuntas acciones propias son tan slo aspectos de una inmensa y nica accin del Cosmos en cada
instante, ZUBIRI, X., Espacio. Tiempo. Materia, o. c., 428; la vida del viviente humano de suyo
slo es accin, aquella accin en la que el viviente se realiza a s mismo en posesin de s, ZUBIRI,
X., Inteligencia y razn (Madrid: Alianza Editorial, 1983) 37.
20
ZUBIRI, X., ZUBIRI, X., Espacio. Tiempo. Materia, o. c., 430.
21
Ibid., 291. 432.
22
ELLACURA, I., El compromiso poltico de la filosofa en Amrica Latina (Santaf de Bogot
[Colombia]: Editorial El Bho, 1994) 103; 111; SAMOUR, H., Voluntad de liberacin. La Filosofa de Ignacio Ellacura, (Granada: Editorial Comares, 2003) 25; 49-50; 57-59; 240; 328.
23
SALAMANCA SERRANO, A., Filosofa de la Revolucin. Filosofa para el Socialismo en
el siglo XXI, o. c., 35-54; 54.
24
Denunciando ese reduccionismo y fetichizacin, J. Fernndez Bult afirma desde Cuba:
En nuestro caso particular he defendido, contra algunas tendencias reduccionistas y mecanicistas
sobre el derecho y su significado social, que este es una fuerza viva y no un pasivo reflejo
inofensivo de la base econmica, cf., FERNNDEZ BULT, J., Teora del Estado y del Derecho. Teora del Derecho, o. c., 50.

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TEORA DEL DERECHO DE LOS PUEBLO
Examinarel problema de la relacin entre base y sobreestructura en Marx, tratando de demostrar que las palabras de Marx han sido
interpretadas simplemente de un modo errneo y que Marx entenda el derecho como una relacin de produccin, pues define la relacin de propiedad
solamente como una expresin jurdica de la relacin de produccin.
La sobreestructura para Marx, es en cambio la forma de consciencia, de estas
relaciones en cuanto que son derecho25.

2.3. El Iusmaterialismo es teora materialista


El Iusmaterialismo es una teora materialista en su fundamento (ontologa) y en
su mtodo (epistemologa). Por un lado, es materialista en su fundamento
porque lo sita en la materialidad del sistema de necesidades/capacidades en que
se diversifica la vida de los pueblos. La praxis, el movimiento de los pueblos (y
del cosmos) no reposa sobre s mismo, sino sobre la materialidad
(substantividad) de la vida de los pueblos. Por eso, el Derecho, como praxis
jurdica normativa, tiene una historia real material que existe independientemente del cerebro y las teoras de juristas especializados. Por otro lado, el
Iusmaterialismo es materialista en el mtodo porque propone el materialismo histrico-dialctico como camino hermenutico.
2.3.1. El sistema de necesidades/capacidades materiales (materialismo ontolgico)
La vida de los pueblos es un sistema de necesidades/capacidades materiales. En
primer lugar, el trmino materiales no debe entenderse como lo opuesto a lo
espiritual, sino en el sentido de la energa de lo fsico, lo qumico, lo biolgico, etc., de la materializacin de lo espiritual. Nada hay en la vida humana que
no sea energa material. El juego, la creacin artstica, la bsqueda intelectual, la
autodeterminacin, etc., son necesidades tan materiales como el hambre o el
deseo sexual. Acaso la meditacin y el encuentro mstico no ocurre en los
pulmones, en el flujo sanguneo, la piel y los tejidos internos, las neuronas, etc.?
El dualismo materia/espritu; cuerpo/alma es un error que an impregna la
metafsica subyacente de muchos de nuestros conceptos y categoras. Frente
a todo idealismo y espiritualismo desencarnado, que se fuga de los hechos, hay
que reivindicar que la energa vital de la especie humana se expresa en modo
material. Es en estado material como existe la vida humana.
En segundo lugar, la vida del homo sapiens sapiens es vida material expresada y concretizada en un conjunto de necesidades y capacidades
que conforman un sistema las necesidades, vistas desde el poder que tienen
STUKA, P. I., La Funcin Revolucionaria del Derecho y del Estado (Barcelona: Ediciones Pennsula, 19742) 260.
25

ANTONIO SALAMANCA SERRANO

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para la produccin y reproduccin de la vida de los pueblos, son lo que


llamamos las capacidades La vida material de los seres humanos no es
un mero impulso indiferenciado (Conatus sese conservandi primum et unicum
virtutis est fundamentum), sino la satisfaccin de un sistema de
necesidades/capacidades materiales. El paradigma metafsico que entiende el
fundamento de la vida como conatus26 es, a nuestro juicio, el que asume
Hegel. Para quien no hay objeto anterior a la dialctica (movimiento) y, por
consiguiente, sta queda esencialmente suspendida sobre s misma 27. De ah
que la sntesis, movimiento dialctico del pensamiento hegeliano que consiste
en ser principio y resultado, sea una idea que, aunque no formulada de esta
manera, realmente constituye la quintaesencia de toda la metafsica y de toda la filosofa de Hegel28. En su filosofa, Hegel ciertamente da cabida a la
materia y a las necesidades, pero stas se despliegan, se especifican, despus
y dentro del movimiento primero alienante del Espritu absoluto. En el principio
est el conatus dialctico como fundamento de la vida. El presunto materialismo hegeliano que algunos de sus discpulos defienden es meramente un
discurso sobre la materia. Como seala Sartre: Hay un idealismo materialista
que en el fondo slo es un discurso sobre la idea de materia. Su verdadero
opuesto es el materialismo realista, pensamiento de un hombre situado en el
mundo, atravesado por las fuerzas csmicas y que habla del universo material como de lo que se revela poco a poco a travs de una praxis en situacin.29
Un discurso, adems dogmtico, porque no se somete a prueba. Hay que creerlo
porque s30.
K. Marx se empe en dinamitar cientficamente por sus cuatro costados ese horizonte metafsico idealista (ese mito potico, teolgico).
Para Marx la vida humana es praxis histrica (accin, fuerza, impulso), conatus
si se quiere, pero es ms que eso. Marx no cae en la deriva idealista. El
fundamento de la vida humana para Marx es praxis histrica material necesitada-capacitante y transformadora (revolucionaria). En la superacin
del idealismo hegeliano, Marx se apoya en una categora central en su obra: las
necesidades. El concepto y el anlisis dialctico de dicha categora fue
Para B. Spinoza (1632-1677), el impulso fuerza de conservacin (conatus) es el fundamento de
la vida. Un fundamento que no es original suyo. Desde la antigedad ese horizonte ha estado
presente en los pueblos de Egipto, Mesopotamia, India, China, etc. Dentro de la tradicin filosfica
occidental, esa metfora (esa creencia) ha sido, y an es compartida, bajo diferentes variantes, por
quienes entendieron y entienden el fundamento de la vida humana que no la totalidad de su
contenido nicamente como: movimiento (Herclito, 535-484 a.C.), la fuerza vital solar
Posidonio (135-51 a.C), movimiento dialctico del espritu absoluto (Hegel, 1770-1831), voluntad
de vida (Schopenhauer, 1788-1860), voluntad de poder (Nietzsche,1844-1900), lan vital (Henri
Bergson, 1859-1941), conatus (F. Hinkelammert, 1931-).
27
ZUBIRI, X., Problemas fundamentales de la metafsica occidental (Madrid: Alianza Editorial, 1994) 235.
28
Ibid., 288-9.
29
SARTRE, J. P., Crtica de la razn dialctica: precedida de cuestiones de mtodo, vol. I, (Buenos
Aires: Losada, 1963) 161.
30
Ibid., 154.
26

92

IUSMATERIALISMO
TEORA DEL DERECHO DE LOS PUEBLO

oscilando con cierta imprecisin y ambigedad a lo largo de su trabajo (v.gr.


necesidades naturales, sociales, existenciales, socialmente determinadas,
propiamente humanas, alienadas, no alienadas, necesidades necesarias, radicales, etc.). En los Manuscritos del 44 considera que las fuerzas esenciales del
ser humano son las necesidades y las capacidades materiales. En La ideologa
alemana Marx y Engels sostienen que el primer hecho histrico y la finalidad de
la praxis es la satisfaccin de las necesidades, satisfaccin de las necesidades
que equiparan a la produccin de la vida material:
Tratndose de los alemanes, situados al margen de toda premisa,
debemos comenzar sealando que la primera premisa de toda existencia humana y tambin, por tanto, de toda historia, es que los hombres se
hallen para hacer historia, en condiciones de poder vivir. Ahora bien, para
vivir hace falta comer, beber, alojarse bajo un techo, vestirse y algunas cosas
ms. El primer hecho histrico es, por consiguiente, la produccin de
los medios indispensables para la satisfaccin de estas necesidades, es decir, la
produccin de la vida material misma, y no cabe duda de que es ste un hecho
histrico, una condicin fundamental de toda historia, que lo mismo hoy
que hace miles de aos, necesita cumplirse todos los das y a todas horas, simplemente para asegurar la vida de los hombres31.

En los Grundrisse, K. Marx subraya la importancia de las necesidades como sistema de necesidades (naturales, sociales, necesidades necesarias,
etc.)32. De los Grundrisse a El Capital, Marx va modificando el concepto de
necesidades necesarias. En los Grundrisse Marx entiende por necesidades necesarias a las necesidades naturales. En El Capital, sin embargo,
se refiere a las necesidades necesarias como a las necesidades que han surgido en el proceso histrico, que ms all de la mera supervivencia (necesidades
vitales), integran la cultura, la moral, las costumbres, etc. Son las necesidades normales de una sociedad, clase y tiempo determinados.
Como seala A. Heller, si en la obra de Marx indagamos empricamente qu necesidades deben ser satisfechas para que los miembros de una
determinada sociedad o clase tengan la sensacin o la conviccin de que su
vida es normal respecto a un determinado nivel de la divisin del trabajo
llegamos al concepto de necesidades radicales33. En Contribucin a la crtica
de la filosofa del derecho de Hegel, Marx afirma que la revolucin radical es
la revolucin de las necesidades radicales. Slo una revolucin de las necesidades radicales puede ser una revolucin radical 34.
31

MARX, & ENGELS, La ideologa alemana: Obras Escogidas, vols. I (Editorial Progreso, Mosc,
1974), captulo I.
32
MARX, K., Elementos fundamentales para la crtica de la economa poltica (Grundrisse) 18571858, vol. I (Mxico: Siglo XXI, 197810) 66, 85, 208, 361; ID., vol. II (Mxico: Siglo XXI,
200613) 17.
33
HELLER, A., Teora de las necesidades en Marx (Barcelona: Pennsula, 19862) 34.
34
MARX. K., Contribucin a la crtica de la filosofa del derecho de Hegel (Barcelona: Los anales
francoalemanes, ed. Martnez Roca, Barcelona) 111.

ANTONIO SALAMANCA SERRANO

93

Ahora bien, en el anlisis dialctico del fundamento de la vida humana


como praxis de satisfaccin del sistema de necesidades materiales, K. Marx,
a nuestro juicio, no consigui liberarse del todo del horizonte paradigmtico
evolucionista, historicista, hegeliano, que le lleva, por ejemplo, a no distinguir
claramente en ocasiones: que todas las necesidades socialmente determinadas
son al tiempo naturalmente determinadas, es decir, que no hay separacin en
necesidades naturales y sociales en la vida humana; que la variabilidad histrica
de los satisfactores se articula con la universalidad (diacrnica y sincrnica) de
las necesidades; y que la variabilidad del volumen de satisfactores se articula
con la permanencia del volumen constante del sistema de necesidades. En
El Capital dice Marx:
Las necesidades naturales, el alimento, el vestido, la calefaccin, la
vivienda, etc., varan con arreglo a las condiciones del clima y a las dems
condiciones naturales de cada pas. Adems, el volumen de las llamadas necesidades naturales, as como el modo de satisfacerlas, son de suyo un producto
histrico que depende, por tanto, en gran parte, del nivel de cultura de un pas
y, sobre todo, entre otras cosas, de las condiciones, los hbitos y las exigencias con que se haya formado la clase de los obreros libres35.

Esta imprecisin en K. Marx fue debida, en parte, a la utilizacin de


la estructura del mtodo de la dialctica hegeliana. Con ello se abre la discusin sobre la:
posibilidad o imposibilidad de trasladar mtodos sin cargar, junto
con ellos, con las adherencias metafsicas o prcticas que puedan tener en cada
uno de los casos. Quisiera sealar, repito, que ese traslado se da en el caso de
Marx respecto de Hegel. Un mismo mtodo dialctico, el de un
Hegel metafsico e idealista, es usado por un Marx cientfico y materialista 36.

No es lo mismo una dialctica materialista que haber materializado


una dialctica idealista (como hizo Marx con el mtodo hegeliano). Creemos
que a Marx, con subversin materialista y todo, le sobr la dialctica hegeliana;
y, por limitaciones de su tiempo en cuanto a descubrimientos cientficos y
elaboraciones hermenuticas y filosficas en acuerdo con ellos, le falt la
dialctica de la estructura material dinmica de la realidad37. Esta dialcti35

MARX. K., El Capital, vol. I (Mxico: F. C. E., 1971) 124.


ELLACURA, I., El compromiso poltico de la filosofa en Amrica Latina (Santaf de Bogot
(Colombia): Editorial El Bho, 1994) 42.
37
En ese sentido, proponemos interpretar a Marx y, particularmente, su dialctica materialista, el
sistema de necesidades y la transformacin histrica por la dialctica de las necesidades radicales, sustituyendo creativamente el esquema dialctico hegeliano, que, aunque materializado, es
utilizado en parte por Marx, por la dialctica presente en la obra de X. Zubiri e Ignacio Ellacura. El
paradigma dialctico (respectividad, como lo llama el autor) de Zubiri de la substantividad
estructural no es el aristotlico, ni el kantiano, ni el hegeliano, y permite entender la vida de
los pueblos como un sistema (una estructura substantiva) de necesidades/capacidades materiales. En
Zubiri, el trmino estructura se utiliza con dos significados. El primero designa el modo de anlisis
36

94

IUSMATERIALISMO
TEORA DEL DERECHO DE LOS PUEBLO

ca articula la constancia estructural de la materia (de la estructura del sistema de


necesidades/capacidades materiales humanas), en la riqueza histrica de sus
especificaciones y satisfactores, con el movimiento histrico de la satisfaccin
(florecimiento o realizacin)/insatisfaccin material de las mismas. A nuestro
juicio, aqu se encuentra la causa de que Marx no considere a la estructura del
sistema material de necesidades de la especie humana como una constante
estructural, sino como una creacin38 (variable) histrica, propia de cada pueblo
y cada momento histrico, cuya insatisfaccin radical (de las necesidades
radicales de cada pueblo) produce el cambio social. Es en este punto donde
creemos que la asuncin del esquema dialctico hegeliano, con sus presupuestos
metafsicos, puede traicionar el materialismo de Marx, y, por derivas idealistas, servir a la autodestruccin del mismo. Coincidimos con ello con el
anlisis de M. Harris, quien no considera que el determinismo de la dialctica
hegeliana sea esencial al marxismo. Y ms all de M. Harris, afirmamos que no
consideramos esencial para el marxismo la dialctica hegeliana, con
materializacin marxiana incluida porque no deja de ser una dialctica
sin substantividad material histrica, al fundamentarse ltimamente en el
movimiento del espritu absoluto o de la materia, movimiento que reposa sobre s mismo. M. Harris lleg a afirmar que: Hegel no es el gigante sobre cuyos
hombros tuvo que alzarse Marx, sino un simple mono agarrado a su espalda 39.
Desde el siglo XVIII, el paradigma metafrico del fundamento de
la vida humana nicamente como conatus indiferenciado, cuando tiene pretensiones de postulado cientfico, ha ido mostrando sus limitaciones ante los
descubrimientos de las ciencias, particularmente de la Fsica, Qumica y
Biologa40, la Antropologa41, la Psicologa42 y la Economa43, las cuales han ido
de las notas actualizadas en la aprehensin. Pero tambin es utilizado en el sentido de notas constitutivas y esenciales de una realidad buscada racionalmente desde la aprehensin y el
anlisis del logos. Ambos significados se refieren siempre a un sistema de notas fsicas y no a un
sistema de reglas, valores o proposiciones. ZUBIRI, X., Estructura Dinmica de la Realidad
(Madrid: Alianza Editorial, 19952); ELLACURA, I., La idea de estructura en la filosofa de Zubiri,
137s. Para Zubiri e I. Ellacura la realidad del de suyo respectivo es estructura. El de suyo es
constitutivamente un extructo, es radical y primariamente no subjetualidad sino estructuralidad.
Es estructura que de-suyo-da-de-s. En el Universo cada una de las realidades no es una sustancia
sino una estructura en respectividad intrnseca con las estructuras de las dems realidades sustantivas. La realidad del hombre es sustantividad y estructura, pero no es sustancia, ELLACURIA,
I., La idea de estructura en la filosofa de Zubiri: Realitas I. Trabajos, 1972-1973. Seminario Xavier
Zubiri (Madrid: Ed. Moneda y Crdito, 1974) 71-139; GONZLEZ, A., Estructura de la praxis.
Ensayo de filosofa primera (Madrid, 1997); Cf. A. GONZLEZ, Un solo mundo. Relevancia
de Zubiri para la teora social, 202; GRACIA, D., Estructura y superestructura como momento de
la historia: Cuadernos de Filosofa Latinoamericana 2 (1980) 42-46.
38
F. Hinkelammert interpreta el trmino creacin histrica de las necesidades en Marx como
especificacin histrica de las mismas. Aunque reconocemos cierta ambigedad en este punto a
lo largo de la obra marxiana, hay textos suficientes en Marx donde lo que se sostiene es la creacin
histrica de las necesidades.
39
HARRIS, M., El materialismo cultural (Madrid: Alianza Editorial, 1987) 42.
40
En Biologa, durante el siglo XIX el paradigma del historicismo (movimiento) biolgico, como
fundamento de la vida, fue progresivamente imponindose. En ese horizonte se crea que la
transmisin hereditaria de los caracteres era la transmisin de los caracteres adquiridos por los

ANTONIO SALAMANCA SERRANO

95

progenitores a lo largo de la historia de sus vidas. El medio histrico constitua para el embrin una
fuente impredecible de su variabilidad expresiva. El factor ms importante no resida en
la estructuracin de la materia en el momento de la generacin, sino en una fuerza vital (conatus)
extraordinaria y especfica de los seres vivos, presente tambin, a su modo, en la fsica y qumica.
Sin embargo, desde finales del siglo XIX, y particularmente, en las primeras dcadas del siglo XX,
el paradigma del historicismo biolgico entrar en crisis ante la revolucin de la filosofa cientfica
de la embriologa experimental, entre otros, de Hugo de Vries (1848-1935), Carl Correns, (18941933) y Erich von Tschermak-Seysenegg (1871-1962). En 1915, con la obra El mecanismo de
la herencia mendeliana, de Thomas H. Morgan, Alfred Strurtevant, Hermann Muller y Calvin
Bridges, quedar establecido cientficamente los fundamentos de la herencia. Este hecho tuvo
consecuencias importantes a la hora de entender el fundamento de la vida humana.
41
En Antropologa, Malinowski (1884-1942) diferenci en el sistema constante de necesidades
humanas: 1) Necesidades bsicas: nutricin, reproduccin, cuidados corporales, seguridad,
relajacin, movimiento y crecimiento; 2) Culturales (instrumentales): cooperacin social,
econmico-distributiva de bienes, normativa, poltico-institucional; 3) Necesidades Integrativas: la
tradicin, el lenguaje, el conocimiento, los valores, la religin, la magia, etc.).
42
En Psicologa, A. Maslow (1908-1970) distingui y estableci una jerarqua entre las necesidades
de la vida humana: las necesidades primarias o fisiolgicas, de seguridad, de amor y pertenencia, de
estima, de auto-rrealizacin, de trascendencia, estticas y cognitivas (las dos ltimas no encontraron
fcil acomodo jerrquico).
43
En el mbito particular de la Economa, M. Neef (1932- ) defiende que la vida de las personas se
hace presente en el mundo como necesidades/capacidades. Es la mediacin material histrica
concreta que constituye la vida: las necesidades revelan de la manera ms apremiante el ser de las
personas, ya que aqul se hace palpable a travs de stas en su doble condicin existencial: como carencia y como potencialidad. Comprendidas en un amplio sentido, y no limitadas a la mera
subsistencia, las necesidades patentizan la tensin constante entre carencia y potencia tan propia de
los seres humanos, MAX-NEEF, M., Desarrollo a Escala Humana (Montevideo: Ed. Nordan, 1993). Entender la vida, no como conatus (fuerza) indiferenciado, sino como sistema de
necesidades, permite la articulacin entre la Fsica, Qumica, Biologa, Filosofa Antropolgica, Psicologa, Poltica, Economa Poltica, Derecho, etc. M. Max-Neef ofrece una gran aportacin
para comprender la articulacin entre las constante histrica estructural del sistema de necesidades
(lo que podramos llamar el genotipo de las necesidades), y su expresin histrica como demanda de
variabilidad de satisfactores (fenotipo del sistema de necesidades), MAX-NEEF, M. (et. al.),
Desarrollo a escala humana. Conceptos, aplicaciones y algunas reflexiones (Barcelona: Editorial
Nordan-Comunidad, 1998). (1) l distingue lo que son satisfactores y necesidades. Los satisfactores
pueden ser socialmente infinitos, porque dependen de la riqueza histrica de cada poca de la
sociedad. No as las necesidades, que son finitas, universales y que cambian slo con la evolucin de
la especie. (2) Las necesidades son un sistema integrado, interdependiente y sin jerarqua.
Se apuntan nueve: subsistencia, proteccin, afecto, entendimiento, participacin, ocio, creacin,
identidad, libertad. La necesidad de trascendencia est cerca de conseguir el reconocimiento de su
universalidad. Los satisfactores, por su parte, se diferencian en cinco modos: violadores o
destructores, pseudo-satisfactores, inhibidores, singulares y sinrgicos. (3) Las necesidades tienen
un umbral bajo el cual su urgencia se hace urgencia absoluta sobre el resto de las necesidades del
sistema BOLTVINIK, J., Max Neef, et al.: Teora de las necesidades humanas para el desarrollo:
BOLTVINIK, J., Ampliar la mirada. Un nuevo enfoque de la pobreza y el florecimiento humano, vol. I [Tesis doctoral] (Mxico, (Guadalajara, Estado de Jalisco): Centro de Investigaciones y
Estudios Superiores en Antropologa Social-Occidente, 2005) 197-212. El economista mexicano J.
Boltvinik est desarrollando una gran labor en el estudio del florecimiento humano (de la vida
humana) mensurando como parmetros las necesidades/capacidades y sus niveles de satisfaccin e
insatisfaccin. BOLTVINIK, J., Ampliar la mirada. Un nuevo enfoque de la pobreza y el
florecimiento humano, 2 vols. [Tesis doctoral] (Mxico, (Guadalajara, Estado de Jalisco): Centro
de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropologa Social-Occidente, 2005); ID., Elementos
para la crtica de la economa poltica de la pobreza: Desacatos. Revista de antropologa social,
n 23 (2007).

96

IUSMATERIALISMO
TEORA DEL DERECHO DE LOS PUEBLO

constatando que la vida de la especie humana, adems de movimiento (conatus) es masa, y masa estructurada espacio-temporalmente (substantividad44).
A partir de esos descubrimientos cientficos, el fundamento biolgico
de la vida humana, en sentido amplio, se ha venido entendiendo como la
integracin de un sistema: 1 Material, fsico-qumico molecular tridimensional, interactivo en cada uno de sus componentes entre s y de stos con todo
el sistema; 2 Que interacta constantemente con el entorno, atemperndose al
mismo mediante cambios fsico-qumicos, y necesitado de extraer, transformar
y usar energa de la materia del entorno para crear y mantener sus estructuras
mecnicas, qumicas, osmticas y elctricas; 3 Autorreplicativo, que determina
la diferente duracin temporal del individuo y la especie. El sistema autorreplicativo est formado por: 1 Una estructura material de 23 pares de
cromosomas formados por genes (genotipo); 2 Que interacciona con el entorno
dando lugar a la expresin de la especie y de los individuos (fenotipo); 3 La
permanencia de la estructura material del sistema cromosmico (genotipo) en
la autorreplicacin permite la permanencia temporal del individuo y de la
especie en la pluralidad histrica de expresiones fenotpicas. Marx no pudo
conocer los ltimos descubrimientos de la bioqumica, ni saber la trascendencia de los mismos. Pero la filosofa marxista cientfica del siglo XXI
no puede realizarse como si nada de esto hubiese ocurrido.
En el campo de la teora del Derecho, ha sido la praxis jurdica
revolucionaria de los pueblos, ms que la reflexin iusfilosfica, desnortada y
estril del idealismo burgus, la que ha ido consiguiendo, muy parcialmente,
que la reflexin del Derecho se vaya acercando a un sistema de positivacin del
sistema de necesidades materiales de vida de los pueblos, y su satisfaccin.
El sistema de Derechos Humanos es un ejemplo, perfectible, de dicho
acercamiento45, aunque la codificacin del sistema de Derechos Humanos actual es capitalista socialdemcrata, y necesita una reformulacin e reintegracin
socialista revolucionaria.
En coherencia con los descubrimientos de las ciencias, continuando
la filosofa cientfica de K. Marx, X. Zubiri e I. Ellacura, y tomando en cuenta los trabajos de G. Markus, A. Heller, de Doyal L-Gough I, M. Neef y J.
Boltvinik, entre otros, el Iusmaterialismo postula que el fundamento de la vida
de los pueblos es mucho ms que un conatus. El fundamento de la vida humana es la praxis autorreplicativa de satisfaccin de un sistema material de
necesidades /capacidades (de realidad). (1) Las necesidades materiales de vida
de los pueblos conforman un sistema especfico de la especie homo sapiens
44

Para Zubiri la sustantividad no es la sustancialidad aristotlica. Para Aristteles la sustancia es


sujeto de propiedades esenciales, donde las notas son accidentes, es decir, realidad insustantiva.
Pero Zubiri mantiene que las cosas reales no son sujetos sustanciales sino sistemas sustantivos, SALAMANCA SERRANO, A., Filosofa de la Revolucin. Filosofa para el Socialismo en el
siglo XXI, o. c., 30-31; 60-89.
45
En la teora de las necesidades de Doyal y Gough las necesidades generan derechos a su
satisfaccin. DOYAL, L.; GOUG, I., A theory of human needs (Houndmills, Basingstoke,
Hampshire: MacMillan, 1991).

ANTONIO SALAMANCA SERRANO

97

sapiens, que es una constante material de la estructura de su praxis histrica. Sistema de necesidades/capacidades materiales universales y objetivas, no
susceptibles de intercambio (y que no deben reducirse a deseos,
reivindicaciones, demandas, etc.). 2 Las necesidades, en su manifestacin
siempre histrica, no deben confundirse con los satisfactores, que son variables,
histricos, culturalmente intercambiables, y cuya disponibilidad depende de la
riqueza social. Los satisfactores son sinrgicos o destructivos (ley de
la respectividad de los satisfactores e insatisfactores). 3 Cada una de las
necesidades tiene un umbral bajo el cual su urgencia de satisfaccin se hace urgencia preferente sobre el resto de las necesidades (ley de la respectividad
de la satisfaccin de las necesidades). La insatisfaccin de las mismas tiene un
umbral que desencadena, o bien, la reversin de dicha insatisfaccin, o bien, desencadena la muerte del pueblo (ley de la respectividad de la insatisfaccin
de las necesidades).
El Iusmaterialismo, en funcin de la estructura de la praxis de la especie homo sapiens sapiens, postula un sistema de necesidades/capacidades
que le es propio a la especie. Un postulado, que no pretende ser verdad
dogmtica, sino que est abierto a verificacin o refutacin cientfica, as
como a su progresivo desarrollo:
Sistema de necesidades/capacidades materiales de la especie
homo sapiens sapiens46
1. Necesidades de Comunicacin material
I.1. Necesidades de comunicacin material eco-esttica: Necesidad
de un medioambiente saludable (1), Necesidad nutritiva diaria (2), Necesidad de
una vivienda saludable (3), Necesidad de transportarse (4), Necesidad de atencin mdica (5), Necesidad esttica (6).
I.2. Necesidades de comunicacin material ero-econmica: Necesidad
de reconocimiento afectivo personal y familiar (7), Necesidad de reconocimiento afectivo comunitario (8); Necesidad de trabajo (9), Necesidad de
apropiacin personal (como prestacin personal y directa de servicios) y
comunitaria (cooperativa y estatal) de los medios de produccin laboral (10),
Necesidad de apropiacin personal del fruto del trabajo (11).
I.3. Necesidades de comunicacin material poltico-institucional: Necesidad de participacin poltica en la comunidad (12), Necesidad
de instituciones comunitarias al servicio de la reproduccin de la vida de
46

Entindase que el sistema es siempre de necesidades/capacidades. Slo para facilitar la lectura se


presenta el sistema nicamente como sistema de necesidades, y no de capacidades (fuerzas). I.
Ellacura hace un elenco de lo que llamamos capacidades, interpretndolas como fuerzas histricas:
(1) Fuerzas estrictamente naturales; (2) Fuerzas biolgicas; (3) Fuerzas psquicas; (4) Fuerzas socio-econmicas; (5) Fuerzas culturales e ideolgicas; (6) Fuerzas polticas; (7) Fuerzas
personales. ELLACURA, I., Filosofa de la realidad histrica, (Madrid: Trotta, 1991) 450-457.

98

IUSMATERIALISMO
TEORA DEL DERECHO DE LOS PUEBLO

los pueblos y cada uno de sus miembros (13):


1 Necesidad institucional de seguridad ecolgica; 2 Necesidad
institucional de salud popular; 3 Necesidad institucional de un sistema pblico
de transporte; 4 Necesidad institucional afectivas; 5 Necesidad institucional
estticas (ldicas, deportivas, etc.); 6 Necesidad institucional de sistema econmico socialista o comunista; 7 Necesidad institucional de direccin estatal
revolucionaria (legislativa, judiciales, ejecutivas), locales, regionales y
nacionales; 8 Necesidad institucional internacionales revolucionarias; 9 Necesidad institucional de informacin del pueblo; 10 Necesidad institucional
de opinin crtica del pueblo; 11 Necesidad institucional educativas populares;
12 Necesidad institucional de liberacin (v. gr. centros de desadiccin,); 13
Necesidad institucional de Derecho y Centros de Reorientacin de la
Autodeterminacin y Rehabilitacin; 14 Necesidad institucional de polica revolucionaria; 15 Necesidad institucional de ejrcito revolucionario
(defensa, soberana territorial, etc.).
2. Necesidades de libertad material
II. 4. Necesidad de empoderamiento con la fuerza de liberacin
personal y comunitaria (14).
II. 5. Necesidad de autodeterminacin revolucionaria en el proyecto personal y comunitario (15).
II. 6. Necesidad de fortalecimiento en la permanencia histrica
hegemnica de la ejecucin del proyecto poltico revolucionario (16).
3. Necesidades de verdad material
III. 7. Necesidad de informacin veraz (17).
III. 8. Necesidad de opinin bien formada (crtica) (18).
III. 9. Necesidad de conocimiento (19).
Teniendo en cuenta este sistema de necesidades/capacidades materiales, el Iusmaterialismo postula que la vida de los pueblos es la dialctica
histrica, originaria y radical, de cada una de las necesidades/capacidades entre s, y de cada una de ellas con la totalidad del sistema, en un dinamismo
estructural de produccin, circulacin y apropiacin de satisfactores histricos
propios de cada cultura47.
Cfr. Sin embargo, el materialismo dialctico recalca el carcter objetivo de los valores
sociales, cientficos, morales, estticos, etctera. Al mismo tiempo, la filosofa materialista dialctica subraya el contenido histrico de los valores y su interrelacin dialctica con las condiciones
histricas de existencia, as como la mutacin constante de los valores relativos en absolutos y
viceversa, FERNNDEZ BULT, J., Filosofa del Derecho. o. c., 19.
47

ANTONIO SALAMANCA SERRANO

99

La diversidad histrica de la vida de los pueblos es la riqueza fenotpica en que se manifiesta el genotipo cromosmico de la estructura constitutiva de
la especie homo sapiens sapiens. La unidad entre los pueblos es posibilitada
por la comunidad estructural genotpica del sistema de necesidades/capacidades
materiales de la especie humana, y la diversidad, por los distintos modos de
produccin, circulacin y apropiacin de sus satisfactores histricos 48. El
genotipo, su estructura, no vara mientras no cambie la especie. Un cambio
de esa estructura cromosmica significara un cambio de especie. Ese genotipo estructurante y propio de la especie es el que desde la prehistoria hasta hoy
hace que los homo sapiens sapiens sigan siendo tales y no ngeles; que
continen buscando saciar su necesidad de hidratos de carbono, protenas, cobijo, afecto, transporte, comunicacin, autodeterminacin, conocimiento, etc. En
la prehistoria con las uas, a dentelladas, en cuevas, etc., hoy, con cuchillo,
tenedor y en restaurantes. Satisfactores distintos para las mismas necesidades.
Dicho sea de paso, en la nueva cocina de nuestros das algunos vuelven a
comer directamente con las manos, eliminando mediaciones civilizadas,
para enriquecer al gusto con el tacto.
2.3.2.
El
mo epistemolgico)

materialismo

histrico-dialctico

(materialis-

El mtodo del Iusmaterialismo se inserta crticamente en la tradicin


metodolgica marxiana del materialismo histrico (hismat). Es por tanto
un mtodo que se opone a la epistemologa idealista, dogmtica, escptica y
relativista. La insercin crtica en la tradicin del hismat que proponemos
pretende significar su mayor profundizacin y ajuste a la realidad. Lo
denominamos materialismo histrico de realidad (hismatre). En particular,
tomamos distancias respecto de la presencia de la metafsica hegeliana, teolgica y teleolgica, en la metodologa marxiana. Es cierto que K. Marx
hizo ms que poner la dialctica hegeliana sobre los pies, pues profundiz en las
mediaciones de la realidad y sus sobredeterminaciones49. Sin embargo, el mtodo marxiano es deudor de parte de la carga metafsica del mtodo hegeliano.
Como hemos indicado, cabe interpretar a Hegel afirmando que para l, el
movimiento (de la razn concipiente) era lo nico permanente50. Esta
perspectiva hegeliana creemos que llev a K. Marx, y al marxismo, a una ambigedad metodolgica, que en ocasiones se ha deslizado, desde la historicidad
de la realidad, al historicismo. Es decir, se ha reducido la estructura de la
realidad a su movimiento histrico. Para Hegel, por ejemplo, el movimiento es
48

RIVAYA, B., El materialismo jurdico. La presunta teora del Derecho de Marvin Harris (Madrid:
Dykinson, 2007) 240.
49
BORON, A., Filosofa poltica y crtica de la sociedad burguesa: el legado terico de Karl
Marx: BORON, A., (comp.), La Filosofa Poltica Moderna. De Hobbes a Marx (Buenos Aires:
CLACSO, 2000) 289-324; 308.
50
ELLACURA, I., El compromiso poltico de la filosofa en Amrica Latina, o. c., 43.

100

IUSMATERIALISMO
TEORA DEL DERECHO DE LOS PUEBLO

marcha sistmica dialctica (en cuanto reasuncin de contrarios) 51. Sin embargo,
el movimiento es la marcha del poder temporal de una substantividad material 52.
Nuevamente en la teora del conocimiento marxiana surge la cuestin crucial advertida por I. Ellacura. La profundizacin crtica del materialismo
histrico marxiano tiene que abordar un punto candente:
el de la posibilidad o imposibilidad de trasladar mtodos sin
cargar, junto con ellos, con las adherencias metafsicas o prcticas que puedan tener en cada uno de los casos. Quisiera sealar, repito, que ese traslado
se da en el caso de Marx respecto de Hegel. Un mismo mtodo dialctico, el
de un Hegel metafsico e idealista, es usado por un Marx cientfico
y materialista53.

En la tarea del profundizar y ajustar crticamente el hismat, como Marx


nunca abord sistemticamente el problema del mtodo (la epistemologa), sus
aportaciones hay que rastrearlas en sus cartas; en la Miseria de la Filosofa (en
el captulo La metafsica de la economa poltica, en la seccin El mtodo).
De modo especial, en la Introduccin a los Elementos fundamentales para la
crtica de la economa poltica. As como en El Capital, en sus prefacios y
eplogos. Fruto de ese rastreo de la metodologa en la obra de K. Marx, algunos autores distinguen siete pasos metodolgicos 54:
1. El punto de partida es lo real social concreto (existente como
aquello real que se quiere explicar y conocer).
2. En el sujeto lo real social concreto se representa en una totalidad
catica y acrtica, formada por intuiciones y percepciones.
3. El sujeto elabora determinaciones abstractas (conceptos definidos).
4. El sujeto elabora la primera totalidad conceptual construida
(concebida bajo sus aspectos, determinaciones y momentos concretos
pero todava genricos, y esta misma totalidad conceptual, pero ahora considerada al mismo tiempo como abstracta).
5. El sujeto elabora categoras explicativas.
6. El sujeto elabora la totalidad concreta histrico-social explicada
(en el plano del pensamiento).
7. El sujeto vuelve con esa explicacin a la realidad social conocida.
Tomando en cuenta estos momentos metodolgicos marxianos, el
hismat(re) del Iusmaterialismo postula el mtodo de verificacin de realidad
51

Ibid., 45.
Ibid., 43.
Ibid., 42.
54
KOHAN, N., Marx en su (Tercer Mundo). Hacia un socialismo no colonizado (La Habana: Centro
de Investigacin y Desarrollo de la Cultura Cubana Juan Marinillo, 2003)105; MARX, K.,
Introduccin general a la Crtica de la Economa Poltica (1857), o. c., 50-59.
52
53

ANTONIO SALAMANCA SERRANO

101

(MVR). Su estructura se funda en la estructura de la necesidad material


intelectiva de la praxis humana. En relacin con ella, tres fases intelectivas se
pueden diferenciar: (1) Atenimiento a los hechos; (2) El anlisis-dialctico
de los hechos; (3) La verificacin de los hechos 55.
1.- El atenimiento a los hechos. No creemos errar al defender
que, en el hismat marxista, el atenimiento a los hechos como aprehensin de
realidad, el atenimiento a la realidad de los hechos, es el primer paso en el
mtodo intelectivo. Segn los diferentes pasos metodolgicos marxianos
sealados, para K. Marx (1) los hechos de la realidad social concreta, siempre
mediados por la praxis material humana, son el punto de partida metodolgico
intelectivo56. Para l, los hechos son entendidos como lo real y lo concreto (Realen und Konkreten). Esta realidad concreta ser el inicio de una
ontologa econmica, antropolgica, tica57. Ahora bien, para K. Marx (2) el
hecho de la realidad social concreta es catico y confuso. La realidad se les
representa a los pueblos sin orden lgico, sin separacin de los aspectos esenciales de los accidentales58.
Parece justo comenzar por lo real y lo concreto, por el supuesto
efectivo... Si comenzara, pues por la poblacin, tendra una representacin
catica del conjunto y de lo concreto representado llegara a abstracciones cada vez ms sutiles hasta alcanzar las determinaciones ms simples.
Llegado a este punto, habra que reemprender el viaje de retorno, hasta dar de
nuevo con la poblacin, pero esta vez no tendra una representacin catica
de un conjunto, sino una rica totalidad con mltiples determinaciones y
relaciones Este ltimo es, manifiestamente, el mtodo cientfico correcto. Lo
concreto es concreto porque es la sntesis de mltiples determinaciones, por
lo tanto, unidad de lo diverso. Aparece en el pensamiento como proceso de
sntesis, como resultado, no como punto de partida, aunque sea el verdadero
punto de partida, y, en consecuencia, el punto de partida tambin de la intuicin
y de la representacin. En el primer camino, la representacin plena es
volatilizada en una determinacin abstracta; en el segundo, las determinaciones abstractas conducen a la reproduccin de lo concreto por el
camino del pensamiento59.

Pues bien, teniendo en cuenta lo anterior, el Iusmaterialismo postula


que la teora del Derecho debe comenzar atenindose al hecho del Derecho. El
Derecho no slo existe en el cerebro y en las teoras de los juristas especializados, sino que el Derecho es una praxis: la praxis jurdica normativa.
55

SALAMANCA SERRANO, A., Fundamento de los derechos humanos (Madrid: Nueva Utopa,
2003) 112-116; 142-158; ID., Filosofa de la Revolucin. Filosofa para el Socialismo en el siglo
XXI, o. c., 93-122.
56
KOHAN, N., Marx en su (Tercer Mundo), o. c., 105.
57
DUSSEL, E., Hacia un Marx Desconocido. Un comentario de los Manuscritos del 61-63 (Mxico:
Siglo Veintiuno Editores, 1988) 28.
58
KOHAN, N., Marx en su (Tercer Mundo), o. c., 106.
59
Marx, K., Elementos fundamentales para la crtica de la economa poltica (Grundrisse) 18571858), vol. I, (Mxico: Siglo XXI, 197810) 21.

102

IUSMATERIALISMO
TEORA DEL DERECHO DE LOS PUEBLO

El Derecho es tan hecho como lo es un tren en marcha; como lo es la transformacin del producto natural en una mercanca portadora de un valor de uso y
un valor de cambio60.
2.- Anlisis dialctico de los hechos. Esta segunda fase metodolgica
exige diferenciar y delimitar cada una de las partes en su particularidad, pero al
tiempo, entenderla desde su integracin en la totalidad del conjunto de
relaciones con las dems partes de los hechos. Un momento metodolgico
compartido por las disciplinas que se pretenden cientficas como la fsica,
qumica, biologa, antropologa, psicologa, sociologa, tica, economa, poltica, etc. Una consecuencia de la dialctica del mtodo es precisamente su
necesaria interdisciplinariedad; estar al tanto de los hallazgos en el conocimiento en las otras disciplinas. Interdisciplinariedad en el anlisis dialctico no
es sincretismo metodolgico que acrticamente no diferencia las especialidades disciplinares61.
K. Marx, en su hismat, asentado en la aprehensin del hecho de la
realidad confusa y catica de la praxis productiva econmica del trabajador
en el capitalismo, da un segundo paso de ascenso dialctico analtico y descenso dialctico sinttico62.
En primer lugar, el ascenso dialctico analtico es el anlisis de
la estructura social, en la que todas las relaciones existen simultneamente y
se sostienen las unas a las otras (3 paso del mtodo marxiano). En este ascenso
dialctico analtico se separa, desagrega y fija, mediante determinaciones
conceptuales concretas, cada uno de los elementos de la representacin intuitiva
y confusa obtenida en los momentos anteriores. Es el movimiento de la abstraccin como separacin clara y precisa de las determinaciones simples de
la representacin y su formulacin en forma de intuicin, concepto y categora.
En segundo lugar, con el descenso interpretativo de la realidad, desde las categoras dialcticas de lo concreto, se consigue construir la primera
totalidad dialctica conceptual abstracta de la realidad (4 paso del mtodo
marxiano). El mtodo marxiano tiene el gran mrito de ser dialctico tambin
en el descenso interpretativo, de relacionar todos los momentos de la totalidad
sistmica de la praxis econmica capitalista. El propio Lenin describe as el
momento de sntesis dialctica en Marx:

60

PASUKANIS, E. B., La Thorie Gnrale du Droit et le Marxisme (Paris: Etudes et


Documentation Internationales, 1976) 58.
61
Cfr., Cuando la Teora pura del derecho emprende la tarea de delimitar el conocimiento del
derecho frente a esas disciplinas, no lo hace, por cierto, por ignorancia o rechazo de la relacin, sino
porque busca evitar un sincretismo metdico que oscurece la esencia de la ciencia jurdica y borra
los lmites que le traza la naturaleza de su objeto, KELSEN, H., Teora Pura del Derecho (Mxico:
Porra, 200715) 16.
62
Para E. Dussel la dialctica marxiana es ms que dialctica, es anadialctica, MENDIETA, E.,
Introduccin: Poltica en la era de la globalizacin: Crtica de la Razn Poltica
de E. Dussel: DUSSEL, E., Hacia una Filosofa Poltica Crtica (Bilbao: Descle, 2001) 21-24; 23;
cfr. DUSSEL, E., Hacia una Filosofa Poltica Crtica (Bilbao: Descle, 2001) 279-301.

ANTONIO SALAMANCA SERRANO

103

Un ro y las gotas de ese ro. La posicin de cada una de las gotas,


su relacin con otras; su vinculacin con las otras; la direccin de su
movimiento; su velocidad; la lnea del movimiento recta, curva, circular,
etc. hacia arriba, hacia abajo. La suma del movimiento []. Ah tenemos
peu prs la imagen del mundo segn la Lgica de Hegel; es claro que sin Dios
y el Absoluto63.

En definitiva, con los conceptos y categoras, el mtodo cientfico propuesto por K. Marx se eleva o asciende de lo concreto a lo abstracto para
descender nuevamente a lo concreto, situando a la parte en el todo. El resultado de este movimiento es la constitucin sinttica de la totalidad concreta
mediante las determinaciones abstractas64. Lo concreto es concreto como
la sntesis (zusammenfassung) de mltiples determinaciones: unidad de lo diverso. Para K. Marx, la totalidad concreta es un producto complejo del
pensar (Produkt des Denkens) y del conceptuar 65.
Lo concreto es concreto porque es la sntesis de mltiples
determinaciones, por lo tanto unidad de lo mltiple. Aparece en el pensar como
proceso de sntesis, como resultado, no como punto de partida... En el primer
camino, la representacin plena se volatiliza en una determinacin abstracta; en
el segundo, las determinaciones abstractas conducen a la reproduccin de
lo concreto por el camino del pensar... El mtodo consiste en elevarse (aufzusteigen) de lo abstracto a lo concreto, de reproducirlo como concreto espiritual66.

Contrariamente al idealismo hegeliano, la totalidad concreta no es un


producto del concepto sino un producto del trabajo de elaboracin que
transforma intuiciones y representaciones en conceptos67.
la totalidad concreta, como totalidad del pensamiento, como un
concreto del pensamiento, es de hecho un producto del pensar y del conceptuar
(begreifens), pero de ninguna manera es un producto del concepto [...] sino que,
por el contrario, es un producto del trabajo de elaboracin (Verarbeitung)
que transforma intuiciones y representaciones en conceptos [...] El todo, tal
como aparece en la cabeza [...] es un producto de la cabeza que piensa68.

63

LENIN, V. I., Cuadernos Filosficos (Buenos Aires: Ediciones Estudio, 19742) 174.
DUSSEL, E., La produccin terica de Marx. Un comentario a los Grundrisse, o. c., 52.
65
DUSSEL, E., La produccin terica de Marx, o. c., 53.
66
MARX, K., Elementos fundamentales para la crtica de la economa poltica (borrador) 18571858, [traduccin de Pedro Scaron] t. I, o. c., 21, 33-22,5. Seguimos la traduccin y el modo de
citacin propuesto en la obra de E. Dussel: primero la pgina del tomo correspondiente, y despus
de la coma, en su caso, las lneas. DUSSEL, E., La produccin terica de Marx. Un comentario a
los Grundrisse, 48.
67
Cfr. MARX, K., Los Grundrisse 1857-1858, t. I (Mxico D. F.: Fondo de Cultura Econmica, 1985) 22, 22-29; 22, 26-31.
68
Cfr. Ibid., 22, 26-32.
64

104

IUSMATERIALISMO
TEORA DEL DERECHO DE LOS PUEBLO

En este momento, cabe advertir cmo ha de interpretarse la relacin de


la construccin sinttica de la totalidad y la totalidad histrica concreta: si la
totalidad construida es concreta por serlo respecto a las determinaciones, o por
serlo respecto a la totalidad histrica concreta69. Con G. Lukcs se puede sostener que, a diferencia de su maestro Hegel, para Marx no haba una relacin
necesaria entre el orden histrico y el lgico (Engels, sin embargo,
desconocedor de este planteamiento de K. Marx en los Grundrisse, volvi a
Hegel en su interpretacin concipiente de la totalidad de la realidad histrica 70).
Sin embargo, es cierto que en el anlisis dialctico marxiano tambin se
encuentra la influencia teleolgica fidesta fatalista de la Lgica concipiente hegeliana. Es decir, en la interpretacin marxiana de la realidad histrica
concreta puede rastrearse una fe en el progreso irreversible de su movimiento
dialctico. Todo va quedando subsumido progresivamente en el movimiento del
capitalismo, que es el director del movimiento. El otro interlocutor, el proletariado parece relegado al papel de un espectador pasivo: a ser el sepulturero
del propio suicidio del capitalismo. En este sentido, por esta unilateralidad del
marxismo y del propio anlisis dialctico marxiano, la paranoia econmica, y
el dogmatismo estn servidos. En palabras de M. A. Lebowitz:
si la jornada laboral se acorta, es porque el capitalismo necesita
que los trabajadores descansen. Si el salario real sube, es porque el capital
necesita resolver el problema de la realizacin. Si se impone un sistema pblico
de salud, es porque el capital necesita trabajadores sanos y reducir sus propios
costos; si es un sistema de escuela pblica, el capital exige trabajadores mejor
educados. Si son nacionalizados ciertos sectores de una economa, es porque el
capital necesita que los sectores dbiles sean operados por el Estado. Tales
argumentos son insanablemente unilaterales. Si excluimos desde el comienzo
las necesidades de los trabajadores y slo se reconocen las del capital,
no es extrao que un marxismo con estos rasgos halle en los resultados de cada
una de las luchas reales de los trabajadores una correspondencia con
las necesidades del capital71.

A nuestro juicio, el anlisis dialctico del mtodo marxiano acierta


en reconocer la interaccin de dos momentos: el retractivo (ascensin analticodialctica) y el reversivo (descenso sinttico-dialctico). Sin embargo, debido al
reduccionismo en la praxis material (primer paso metodolgico) el anlisis
dialctico marxiano necesita ser completado en un triple frente. El primero,
porque la ascensin y el descenso analtico-dialctico debe ser de toda la praxis
y no de la praxis productiva (primera reduccin). En segundo lugar, porque el
ascenso-descenso analtico dialctico de la praxis econmica capitalista debe
serlo del capital y del trabajo asalariado. En El Capital, K. Marx sugiere conser69

DUSSEL, E., La produccin terica de Marx. Un comentario a los Grundrisse, o. c., 54.
LEBOWITZ, M. A., Ms all de El Capital: La economa poltica de la clase obrera en Marx
(Madrid: Akal S. A, 2005) 106-107.
71
Ibid., 187.
70

ANTONIO SALAMANCA SERRANO

105

var su primera concepcin del capitalismo como el todo sistmico del capital y
el trabajo asalariado. Sin embargo, K. Marx termina por no analizar
dialcticamente el trabajo asalariado. No aparece el anlisis dialctico de la
lucha de los obreros para dividir y derrotar al capital, como s se hace del capital
respecto de los obreros. Con ello, el anlisis marxiano del hecho de partida, en
su obra cumbre, queda incompleto. De ah la deriva unilateral de la
interpretacin marxista dogmtica de la praxis productiva del trabajador en el
capitalismo72. En tercer lugar, las afirmaciones analtico-dialcticas han de ser
sometidas siempre a la verificacin de la realidad histrica, nunca quedarn
petrificadas dogmticamente en el anlisis dialctico.
3.- La verificacin de los hechos. La teora iusmaterialista es teora
filosfico-cientfica porque pretende buscar las causas explicativas de los
hechos y verificarlas. Una bsqueda progresiva que se va asentando sobre el
avance de las verificaciones anteriores. Con la apuesta por el mtodo cientfico,
el iusmaterialismo quiere evitar que como dice Marx, se pegue a la bolsa
mientras se afirma que se pega al burro73. El Iusmaterialismo pretende evitar
caer en el luddismo jurdico. Esto es, pretender acabar a palos con todo
Derecho porque el sistema de contraDerecho asesina a los pueblos. As
como los pueblos pueden poner a su servicio la tecnologa que encierran las
mquinas, los pueblos pueden poner a su servicio el Derecho revolucionario.
El mtodo de conocimiento marxiano, que es un mtodo con
pretensiones cientficas, hemos visto que ha arrancado de los hechos de la
realidad y los ha sometido a anlisis dialctico. Ahora nos queda ver si cumple
con la tercera fase. Pues bien, el mtodo marxiano, apoyado en la totalidad conceptual analtica elabora sintticamente una propuesta categorial
(momento 5 del mtodo marxiano) que tiende a explicar la totalidad concreta
histrico-social (momento 6 del mtodo marxiano) como lo concreto pensado.
La realidad de lo concreto real conocido es el trmino del proceso metodolgico, ahora como realidad conocida (que da conocimiento). Es la realidad
de la que se haba partido, de la que nunca se ha salido, pero una realidad ahora
no confusa o catica, sino una realidad cientficamente conocida (momento 7,
del mtodo marxiano)74. Y llegados a este punto, el mtodo cientfico, habiendo
posibilitado algo del conociendo de la realidad, inicia de nuevo su proceso (momento 1)75.
Del mtodo marxiano conviene destacar tres aspectos que son de importancia para la tradicin marxista. Primero, el conocimiento de la realidad
tiene un final abiertamente inacabado. Segundo, aunque el mtodo cientfico
depende de la praxis histrica humana para su avance o retroceso, Marx
no reduce ni confunde la realidad (momentos 1 y 7) con lo pensado o inte72

LEBOWITZ, M. A., Ms all de El Capital, o. c., 169; 173.


MARX, K., Elementos fundamentales para la crtica de la economa poltica (Grundrisse)
1857-1858), vol. I, (Mxico: Siglo XXI, 197810) 178.
74
KOHAN, N., Marx en su (Tercer Mundo), o. c., 108.
75
Ibid., 111.
73

106

IUSMATERIALISMO
TEORA DEL DERECHO DE LOS PUEBLO

lectualmente creado (momentos 2-6). Tercero, K. Marx apela a la verificacin de la realidad (momento 7) frente al determinismo lgico conceptual
(momento 6). ste es el momento del encuentro cientfico con la verdad de los
hechos. Esta fase de investigacin inquiriente en profundidad, mensurante y
verificante, es la que diferencia la fase cientfica de la fase analtico-dialctica;
la verdad analtico-dialctica, de la verdad cientfica. En la culminacin del
camino metodolgico intelectivo, la prueba de los hechos de experiencia es la
que da verdad o quita verdad cientfica como satisfactor de la necesidad material de inteleccin racional. La verdad (real, analtico-dialctica y racional) es el
inters genuino que mueve la verdadera ciencia y filosofa. La realidad de los
hechos de la experiencia es algo muy serio como para jugar con ellos, con
el objeto de justificar una teora. Si se procede con esa irresponsabilidad
desaparece el carcter cientfico del mtodo, como dice K. Marx:
Nos hemos detenido en este hecho para poner de relieve todo el
valor de las ilustraciones estadsticas y positivas de los prudonianos a la luz de
este ejemplo. Los hechos econmicos, en vez de suministrar la prueba de sus
teoras, aportan [ms bien] la demostracin de que stas resultan impotentes ante los hechos, para expresarnos en sus propios trminos. El modo
como juegan con los hechos revela ms bien la procedencia de
sus abstracciones tericas76.
Para m [exclama Marx en esta noche heptica], quien no cultiva la
ciencia por s misma (por muy errneamente que pueda hacerlo), sino por
motivos exteriores a ella y tratando de acomodarla a intereses que le son
extraos y que nada tienen que ver con ella, merece el calificativo de vil 77.

Para K. Marx, en su Tesis II sobre Feuerbach, el criterio de verdad


no puede encontrarse y fundamentarse si no sale de la conciencia y se conforma
con la realidad misma en la praxis 78. La praxis terica es la que analiza dialcticamente los hechos, los interpreta, y postula, homologa y modela la
explicacin. La aprehensin intuitiva, la observacin directa e inmediata y el
anlisis-dialctico no explican los hechos. Es la probacin con la realidad, en
cuanto experimentacin prctica, la que determina la verdad o falsedad de
una teora79.
Por lo que se refiere al Captulo IV, he sudado sangre y
agua para encontrar las cosas mismas, es decir, su encadenamiento. Adems,
despus de que qued terminado, un Libro Azul tras otro ha venido a
atravesarse, durante mi ltima labor de revisin, y me sorprenda el ver
mis resultados tericos enteramente confirmados por los HECHOS80.
76

MARX, K., Los Grundrisse, t. I (Mxico: FCE, 1985) 39-40.


DUSSEL, E., Hacia un Marx Desconocido. Un comentario de los Manuscritos del 61-63,
o. c., 170; 227.
78
SNCHEZ VZQUEZ, A., Filosofa de la Praxis, o. c., 173.
79
Ibid., 174.
80
MARX, K. A ENGELS, F., 24 de agosto de 1867.
77

ANTONIO SALAMANCA SERRANO

107

Para Marx, lo real y concreto es el punto de partida de la teora, pero


es ms que eso, es el lugar de la puesta a prueba de la teora en la forma en
que sta da cuenta de la totalidad concreta, y, adems, corrobora la
reproduccin de lo concreto por medio del pensamiento81.
K. Marx coment, respecto a los discpulos, que comienzan la desintegracin de una teora cuando el punto de partida [y de verificacin,
aadimos nosotros] ya no es la realidad, sino la nueva forma terica en que el
maestro la ha sublimado82.
Sometiendo a valoracin el mtodo cientfico marxiano, en el momento estructural metodolgico que llamamos verificacin racional, se confirma la
presencia de la postulacin, homologacin y modelizacin como la elaboracin
de una propuesta categorial (momento 5 del mtodo marxiano). Se confirma
tambin la presencia de una actividad racional inquiriente en profundidad, y
mensurante como la bsqueda de la explicacin de la totalidad concreta
histrico-social como lo concreto pensado (momento 6 del mtodo marxiano).
Y, finalmente, se confirma la apelacin a la experimentacin de la realidad de
los hechos como criterio de verificacin; como apelacin a la realidad
cientficamente conocida (momento 7 del mtodo marxiano).
Para el mtodo marxiano, en el conjunto de sus momentos, aunque de
modo asistemtico, conviene no olvidar que el criterio radical de verificacin,
[e]l criterio ltimo de verdad es la misma vida humana 83. La produccin y
reproduccin de la vida de los pueblos es el principio tico material universal
y crtico84 que permite defender prolongar y completar el marxismo como una
ciencia moral crtica85. Quedaba lejos de la mente de Marx elaborar una teora cerrada, dogmtica, acabada, que hubiera de aplicarse rgidamente en contra
de los hechos y la misma satisfaccin de las necesidades materiales de la vida de
los pueblos. El pensamiento de K. Marx fue un pensamiento histrico, atento
a la realidad86, como lo ilustra el ltimo Marx, cuando descubre el problema
ruso. Frente a una interpretacin dogmtica (no cientfica) del propio mtodo
marxiano, la interpretacin rescatable es la de un mtodo marxiano asentado en
las necesidades materiales de la praxis de realidad (en las necesidades de vida
de los pueblos) y verificado por la satisfaccin/insatisfaccin de las mismas87.

81

Cita de los Grundrisse en LEBOWITZ, M. A., Ms all de El Capital, o. c., 65; PASUKANIS, E.
B., La Thorie Gnrale du Droit et le Marxisme (Paris: Etudes et Documentation Internationales, 1976) 56.
82
LEBOWITZ, M. A., Ms all de El Capital, o. c., 10.
83
DUSSEL, E., Hacia una Filosofa Poltica Crtica, o. c., 110.
84
Cfr. Ibid., 111-126.
85
Cfr. Ibid., 303-318.
86
DUSSEL, E., El ltimo Marx (1963-1982) y la liberacin latinoamericana, o. c., 26.
87
Cfr. Ibid., 268-269.

108

IUSMATERIALISMO
TEORA DEL DERECHO DE LOS PUEBLO
2.4. Iusmaterialismo es teora moral

El Iusmaterialismo es teora moral porque la praxis de los pueblos es fsica e


ineludiblemente moral. La ejecucin de cada una de las acciones que realizan
los pueblos: alimentarse, cobijarse, curarse, educarse, conocer, conocerse,
comunicarse, amarse, trabajar, organizarse, liberarse, autodeterminarse, etc., no
puede escapar de dos imposiciones consustanciales con la materia viva de la
especie homo sapiens sapiens: 1) La imposicin material de tener que
optar entre acciones que producen y reproducen la vida u otras que producen y
reproducen su muerte; 2) La ineludible obligacin de optar y realizar las
primeras para vivir (apropiacin de posibilidades de vida). La materia viva de la
especie homo sapiens sapiens comparte con toda materia viva, y a diferencia de
la materia inorgnica, una imposicin fsica: la autorreplicacin mediante la
satisfaccin de sus necesidades materiales. En lo que sabemos hasta hoy, en
la especie homo sapiens sapiens, a diferencia de las dems especies vivas, la imposicin de la autorreplicacin se le presenta como la imposicin de
una opcin. Ahora bien, si la posibilidad de la opcin abre las puertas a la
autodeterminacin moral, el fundamento ltimo de la moral no se encuentra en
la opcin sino en el hecho de la imposicin del dinamismo material de la opcin en la especie humana. Hecho que escapa a todo poder autodeterminativo
de los pueblos o a todo posible consenso. As somos! Por mucho que nos
empeemos en querer ser de otra manera, no podemos escapar a nuestra
condicin moral material. Este hecho de la ineludible imposicin material de
la opcin material entre la vida y la muerte es el fundamento fsico
de la materialidad moral.
La teora moral que postula el Iusmaterialismo es una teora moral material. Esto significa que en la praxis moral se diferencian tres
dimensiones igualmente materiales: biolgica moral, consciencia moral y
responsabilidad moral. La responsabilidad moral es un modo de la consciencia
moral, y sta un modo de la biologa moral. Siendo ineludiblemente biolgica, toda praxis moral material de los pueblos no siempre es praxis
moral consciente, ni ambas son siempre praxis moral responsable. Una
accin moral biolgica concreta puede ser inconsciente e irresponsable, y
una accin moral biolgica concreta puede ser consciente e irresponsable. Ahora
bien, las acciones inconscientes e irresponsables no pueden dejar de ser morales
porque siempre terminan afectando materialmente en un sentido u otro
a la produccin y reproduccin de la vida o muerte de las personas, y de
los pueblos. Las acciones de inconscientes como el beb, el nio, el perturbado mental, etc., podrn ser moralmente buenas o malas, pero nunca podrn dejar de ser materialmente morales; esto es, nunca podrn dejar de promover sus
vidas, y las de los pueblos, o sus muertes. Est muy extendida la creencia de que
la moral aparece, no en el mbito de la biologa y la consciencia, sino slo con
el mbito de la responsabilidad (de la autodeterminacin consciente). Sin embargo, a nuestro juicio es un reduccionismo, propio del idealismo moral,

ANTONIO SALAMANCA SERRANO

109

desmaterializar la moral, expropiando a la responsabilidad y consciencia


moral su dimensin biolgica moral. Frente al idealismo moral, aqu
reivindicamos un materialismo moral.
La praxis moral es bivalente: vital o biocida. La realizacin de cada
una de las acciones humanas siempre abre una posibilidad binaria: para la vida o
la muerte. La praxis moral vital es la que satisface el sistema de necesidades/capacidades materiales. La praxis moral biocida es la que insatisface el
sistema de necesidades/capacidades materiales. Tan materialmente moral es un
tipo de acciones como otras. Equiparar, sin ms, moral con moralmente
bueno es caer en la falacia de otro reduccionismo moral. Lo que solemos
calificar ordinariamente como inmoral o amoral es plenamente moral porque
ninguna de nuestras acciones escapa a la moral.
El carcter binario de la moral material tiene su importancia
para entender el origen del conflicto social. Marx constata, que no inventa, como hecho histrico la existencia de dos clases sociales, comunes tambin
a nuestro tiempo: los propietarios de los medios de produccin (capitalistas) y
los expropiados de dichos medios (los trabajadores)88. El marxismo ha
establecido que el origen de esta divisin de clases se encuentra en la divisin
y expropiacin de los medios de produccin del pueblo a manos de un grupo.
En palabras de Lenin:
Las clases son grandes grupos de personas que se diferencian unos
de otros por el lugar que ocupan en un sistema de produccin social
histricamente determinado, por las relaciones con los medios de produccin
(relaciones que, en gran parte, son establecidas y fijadas por leyes), por su
papel en la organizacin social del trabajo y, en consecuencia, por el modo y
la proporcin en que obtienen la parte de la riqueza social de que disponen. Las
clases son grupos humanos, uno de los cuales puede apropiarse el trabajo del
otro en virtud de los diferentes lugares que uno y otro ocupan en un
determinado rgimen de economa social89.

Ahora bien, la divisin de clases a la que se refieren Marx y Lenin es


una divisin econmica de clases. Divisin que, para Marx, Engels, Lenin y
gran parte de la tradicin marxista, es el origen y fundamento de toda otra
divisin y conflicto social. A nuestro juicio, y sin renunciar al anlisis marxisEl propio Marx, en una carta a Weydemeyer escribe: Por lo que a m respecta, no me cabe el
mrito de haber descubierto la existencia de las clases en la sociedad moderna ni la lucha entre
ellas. Mucho antes que yo, algunos historiadores burgueses haban expuesto ya el desarrollo
histrico de esta lucha de clases y algunos economistas burgueses la autonoma de stas. Lo que
yo he aportado de nuevo ha sido demostrar: a) que la existencia de las clases slo va unida a
determinadas fases histricas de desarrollo de la produccin; b) que la lucha de clases conduce, necesariamente, a la dictadura del proletariado; c) que esta misma dictadura no es de por s ms
que el trnsito hacia la abolicin de todas las clases y hacia una sociedad sin clases, MARX,
K., Carta a Weydemeyer, 5 de marzo de 1852: MARX-ENGELS, Obras Escogidas, t.II (Mosc:
Editorial Progreso, 1966) 456.
89
LENIN, V. I., Una gran iniciativa: Obras Escogidas, t. V (Buenos Aires : Ed. Cartago, 1965) 485.
88

110

IUSMATERIALISMO
TEORA DEL DERECHO DE LOS PUEBLO

ta de la divisin y lucha de clases, creemos que el origen ltimo y ms radical de


la lucha de clases, as como de todo conflicto social, se encuentra en la
insatisfaccin del sistema estructural de necesidades/capacidades materiales
de los pueblos. La lucha de clase, y todo conflicto social, son causados y
expresin de la insatisfaccin del sistema de necesidades/capacidades
materiales. As por ejemplo, en las sociedades con comunismo originario, o en
las sociedad comunistas del llamado socialismo real de la URSS y pases de su
rbita en el Este europeo, donde no existe o se haba terminado con la clase
burguesa expropiadora de los medios de produccin, no desaparecen ni
desaparecieron los conflictos sociales entre el pueblo y los burcratas, las
mujeres y el machismo institucionalizado, las minoras indgenas y la poblacin mayoritaria, los homosexuales y la homofobia social, etc.
La satisfaccin o insatisfaccin del sistema de necesidades/capacidades es, respectivamente, el progreso o la causa del retroceso
social. La fuente del movimiento histrico de la especie humana es la inquietud
(die Unruhe) de la materia viva por satisfacer su sistema de
necesidades/capacidades para vivir, porque si no lo hace muere 90. Movimiento
que si consiste en satisfaccin del sistema de necesidades/capacidades es
progreso (ms vida) y si es insatisfaccin del mismo es retroceso social
(muerte). En buena parte de la tradicin marxista se ha visto el progreso social como consecuencia del conflicto social: la lucha de clases necesariamente
producira el avance social. Sin embargo, para el Iusmaterialismo, esta tesis del
fatalismo del progreso histrico es fidesmo teolgico hegeliano. Los hechos
histricos han demostrado su error. Del conflicto social puede producirse
la hegemona de la clase asesina que impone la insatisfaccin permanente del
sistema de necesidades/capacidades de la mayora de los pueblos. Hegemona
que puede conducir a los pueblos al genocidio, y en el caso extremo, al suicidio
de toda la humanidad, sin que nunca haya un progreso humano. Esta es
precisamente la amenaza seria que gravita hoy sobre los habitantes de la Tierra.
El Iusmaterialismo afirma que el conflicto social es una mera posibilidad para el
avance o retroceso de la humanidad, pero que el progreso social, y lo que
realmente lo mide, consiste en la satisfaccin del sistema integrado
de necesidades/capacidades materiales. Es la tensin entre la inquietud
que provoca la insatisfaccin del sistema de necesidades y la praxis por sus
satisfaccin el motor de la historia. El conflicto entre clases sociales es un modo
histrico de expresar esa inquietud. Pero la fuente originaria del conflicto y del
progreso de la humanidad es la dialctica entre insatisfaccin/satisfaccin
del sistema de necesidades/capacidades materiales. Por eso, las sociedades
comunistas, una vez eliminadas las clases sociales, no son el final de la historia,
ni el fin del cambio social ni del progreso de la humanidad.

90

SALAMANCA SERRANO, A., Filosofa de la Revolucin. Filosofa para el Socialismo en el


siglo XXI, o. c., 29. Nota 23.

ANTONIO SALAMANCA SERRANO

111

2.5. El Iusmaterialismo es teora poltica


El Iusmaterialismo afirma que la praxis moral es constitutivamente praxis
poltica, y la praxis poltica produce la praxis jurdica (el Derecho)91. La relacin
entre Moral, Poltica y Derecho, para el Iusmaterialismo, son del todo a la parte.
La praxis jurdica es una parte, un modo, de la praxis poltico-moral. El mbito
de mayor amplitud es el de la praxis en su totalidad como praxis moral y poltica
al tiempo.

Praxis Moral-Poltica
Praxis Jurdica

El postulado iusnaturalista que entiende la praxis moral como parte de


la praxis moral-poltica, permite explicar, en palabra de J. Fernndez Bult, la dialctica que existe entre las normas jurdicas y las morales, en cuanto
principios y reglas morales que pueden, en determinadas circunstancias,
convertirse en jurdicas, del mismo modo que normas jurdicas pueden dejar de
serlo, pueden ser abrogadas y quedar como simples dictados de conducta moral92.
El postulado iusmaterialista que afirma que el Derecho, como praxis
jurdica (auto-normativa93, legtimada, y fsicamente coactiva) es parte de la
praxis moral-poltica, considera falso el postulado del escepticismo moral propio del idealismo y positivismo jurdico 94, as como tambin de
91

J. Fernndez Bult se hace eco de la vinculacin entre moral y Derecho en la discusin de la


Constitucin cubana de 1940: El marxista Juan Marinello Vidaurreta, en la discusin del artculo
35 del proyecto de Constitucin cubana de 1940, declar: En una palabra, la moral, viejsima
verdad, informa, determina, y produce el derecho, MARINELLO, J., Intervencin de Juan
Marinello: Lazcano y Mazn, A. M (comp.), Debates de la Constituyente, t. I. (La Habana:
Editorial Cultural, 1941) 521; citado por FERNNDEZ BULT, J., Teora del Estado y del
Derecho. Teora del Estado. Segunda Parte, o. c., 17.
92
FERNNDEZ BULT, J., Teora del Estado y del Derecho. Teora del Derecho, o. c., 42.
93
FERNNDEZ BULT, J., Teora del Estado y del Derecho. Teora del Estado, o. c., 23.
94
Un concepto de Derecho, comn en la Sociologa, lo define como: el discurso prescriptivo
autorizado, que organiza y por ello legitima la violencia, y que es reconocido como tal, CORREAS,
O., Pluralismo Jurdico. Alternatividad y Derecho Indgena (Ensayos) (Mxico: Fontamara, 2003)
13. Tambin es frecuente definir el Derecho como un conjunto de normas que regula la vida de un
grupo organizado, cfr. BOBBIO, N., Teora General de la Poltica, o. c., 254.

112

IUSMATERIALISMO
TEORA DEL DERECHO DE LOS PUEBLO

cierto voluntarismo marxista supraestructural. El Iusmaterialismo denuncia la


expropiacin que han llevado a cabo ambos paradigmas de la praxis moral de
los pueblos. Dicha expropiacin tena y tiene una intencin oculta ms radical: la expropiacin a los pueblos de su fuente de legitimacin originaria (la
satisfaccin integrada del sistema de necesidades/capacidades) capaz de
deslegitimar el voluntarismo de quien manda. As, para el positivismo jurdico
el Derecho queda reducido a un cuerpo de procedimientos regularizados y
patrones normativos, considerados justificables en un grupo social dado, que
contribuyen a la creacin, prevencin y resolucin de litigios, a travs de un
discurso argumentativo articulado bajo la amenaza de la fuerza95.
La teora iusmaterialista es una teora polticamente partisana al
servicio de la democracia socialista (comunista) como proyecto poltico 96. Un
Derecho en contra de la dictadura (pseudodemocracia) capitalista neoliberal, imperialista o socialdemcrata, as como de cualquier otra forma
de dictadura teocrtica, desptica, etc. El contenido de este proyecto poltico lo
hemos tratado en parte en Poltica de la Revolucin. Poltica para el Socialismo en el siglo XXI.
2.6. El Iusmaterialismo es teora jurdica
Para el Iusmaterialismo, el Derecho es praxis jurdica, adems de moral y poltica. El Derecho es praxis jurdica normativa; esto es, positivacin y
satisfaccin del sistema de necesidades/capacidades materiales de los pueblos,
y la reversin de la insatisfaccin de las mismas, de forma autnoma por la comunidad, ayudada por su fuerza fsica coactiva.
Lo que diferencia la praxis moral poltica de la praxis moral jurdica son dos caractersticas: la especializacin y el recurso a la ayuda de la fuerza
fsica de la comunidad. En primer lugar, la praxis jurdica es una especializacin
dentro de la praxis moral poltica. La praxis jurdica es un acotamiento de
aqulla en dos mbitos. 1) La praxis moral que se acota jurdicamente como
Derecho es slo la praxis moral que satisface el sistema de las necesidades/capacidades materiales de los pueblos, con el fin de producir y
reproducir la vida de los pueblos; 2) De la praxis moral reproductora de la vida
de los pueblos se acota aquella parte que se entiende especialmente necesaria para asegurar la satisfaccin del sistema de necesidades/capacidades
95

DE SOUSA SANTOS, B., Crtica de la razn indolente, o. c., 331.


Cfr., A mi modo de ver, la democracia, como cualquier otra forma de gobierno, es en s misma
(in sich selbst), en ltimo trmino, una contradiccin, una mentira, nada ms que una hipocresa (o,
como decimos los alemanes, una teologa). La libertad poltica es una libertad aparente, la peor
forma de esclavitud; es solamente apariencia de libertad y por consiguiente, de hecho, esclavitud.
Lo mismo puede decirse de la igualdad poltica. Por ello tambin la democracia, como cualquier otra
forma de gobierno, debe saltar en pedazos. La hipocresa no puede durar: debe hacerse manifiesta la contradiccin latente en ella. O una autntica esclavitud, esto es, el despotismo declarado, o
una libertad real y una igualdad real, esto es, el comunismo, ENGLES., F., Los progresos de la
reforma social en el continente, New Moral World (1843).
96

ANTONIO SALAMANCA SERRANO

113

materiales en un momento histrico determinado. En segundo lugar, la


satisfaccin (realizacin) de la praxis jurdica acotada se garantiza mediante el
apoyo de la fuerza fsica de la comunidad. De modo que lo que diferencia
especficamente al mbito moral poltico del mbito jurdico es, adems de un
mayor acotamiento de la praxis moral poltica, el recurso a la ayuda de la fuerza
fsica instituida de la comunidad para autoexigirse el cumplimiento de la praxis
acotada como Derecho.
El Iusmaterialismo, como praxis jurdica, no slo postula la centralidad
de los derechos humanos (DH) en el Derecho, sino que postula adems una
teora iusmaterialista de los Derechos Humanos. Desde el propio K. Marx, en
la Cuestin Juda, gran parte del marxismo ha rechazado o se ha mostrado
receloso con los DH. Para muchos marxistas los DH son expresin ideolgico-jurdica abstracta del idealismo metafsico universalista de la burguesa
europea colonial e imperialista. Ciertamente, es un hecho que la explicacin
idealista que se ofrece de la gnesis de los DH refiere varias etapas generacionales: los civiles y polticos, los econmicos y culturales, los medio
ambientales, y los de la era cientfica y tecnolgica. Fruto de una coartada
ideolgica, el derecho contrarrevolucionario les otorga cnicamente diferente
grado de proteccin. La proteccin de los derechos econmicos se hace depender de los recursos sociales (arbitrariamente contabilizados por el poder
y siempre escasos para atender a las necesidades materiales de los pueblos).
Una de las crticas recurrentes entre algn sector marxista, y que les
sirve de marca de identidad de su progresismo de izquierdas, es atacar el
universalismo de los DH por su abstraccin. En su lugar proponen unos derechos humanos histricos concretos. A modo ilustrativo, en nuestro tiempo,
autores como Boaventura de Sousa Santos objeta a los DH su universalismo97. Sus argumentos de crtica al universalismo occidental de los DH son
principalmente la presuposicin en ellos: (1) Que hay una naturaleza humana
universal que puede ser conocida por medios racionales; (2) Que la naturaleza humana es socialmente distinta y superior al resto de la realidad; (3) Que el
individuo tiene una dignidad absoluta e irreducible que tiene que ser defendida
frente al Estado; (4) Que la autonoma del individuo requiere de una sociedad
organizada como suma de individuos98. Para superar esta limitacin, el autor
propone un acercamiento multicultural con una hermenutica diatpica99.
Consciente de que con ello no se garantiza el xito en el multiculturalismo, y
que se corre el riesgo de acabar en un discurso y una praxis jurdica
reaccionaria, para evitar esta deriva se apoya (contradictoriamente con su previo
discurso) en los criterios universales de dos imperativos transculturales: (1)

97

DE SOUSA SANTOS, B., De la mano de Alicia (Santaf de Bogot: Ediciones Uniandes,


1998) 352.
98
Ibid., 353.
99
Ibid., 357.

114

IUSMATERIALISMO
TEORA DEL DERECHO DE LOS PUEBLO

El reconocimiento del otro en mayor grado; (2) La defensa de la igualdad


o diferencia si una u otra evita la discriminacin100.
De entre las crticas ms recurrentes a los DH (tambin compartida por
Boaventura) hay que destacar la negacin de una naturaleza humana que los
fundamenta. Esta crtica es una expresin ms del error del historicismo, muy
comn en el marxismo, y que ya hemos denunciado arriba. A ttulo ilustrativo,
en la obra de F. J. Hinkelammert y H. Mora, los DH tienen su origen en la
historia de la negacin de esos derechos, no se trata de una ley natural ni de
una lista a priori de valores especficos. Los derechos humanos resultantes
tienen una historia, en la cual van apareciendo 101. Sin embargo, en lo que puede
ser una contradiccin prctica con su propio discurso, estos autores terminan
defendiendo la necesidad de unos Derechos Humanos crticos con las formulaciones burguesas102.
La estrategia de la globalizacin ha borrado los derechos humanos de la vida humana103. Necesitamos una respuesta que, sin embargo, no
ser posible sino desde los propios derechos humanos. Necesitamos, por ende,
una crtica de la formulacin de los derechos humanos de las declaraciones del
siglo XVIII104.

Incluso hacen de los DH el contenido de la recuperacin del Estado de


Derecho y de la misma Democracia: ...nuestro llamado es a formular una
estrategia de recuperacin del Estado de Derecho y de la democracia de
ciudadanos a partir de los derechos humanos fundamentales105. Y, sin
problemas por la inconsistencia de sus discursos, terminan proponiendo una lista
de derechos humanos esenciales (!): (1) Derecho a un trabajo digno y seguro;
(2) Satisfaccin de las necesidades humanas bsicas en toda su amplitud; (3)
Conservar y proteger el medio ambiente; (4) Participacin democrtica en la
vida social y poltica; (5) El derecho poltico a la intervencin en los mercados; (6) La recuperacin de la libertad de opinin; (7) La libertad de elecciones106.
Nuestras crticas a estos planteamientos son slo a modo ilustrativo. En
primer lugar, reconocemos el valor de los mismos en cuanto denuncian la
necesidad de concrecin histrica de los DH, y la necesidad de reconocimiento
de la pluralidad de la realidad de los pueblos, frente a toda abstraccin.
100

Ibid., 355; 364-365.


HINKELAMMERT, F. J.; MORA, H., Hacia una Economa para la Vida (San Jos de Costa
Rica: DEI, 2005) 417.
102
Ibid., 309; 311.
103
HINKELAMMERT, F. J., El asalto al Poder Mundial y la violencia sagrada del Imperio (San
Jos de Costa Rica: DEI, 2003) 23.
104
Ibid., 110; 104-113; cfr. HINKELAMMERT, F. J., Sacrificios Humanos y Sociedad Occidental
(San Jos de Costa Rica: DEI, 1998) 156-157; HINKELAMMERT, F. J., Solidaridad o Suicidio
Colectivo (Costa Rica: Am-bientico Ediciones, 2003) 13; 16; 47-51; 50.
105
HINKELAMMERT, F. J.; MORA, H., Hacia una Economa Para la Vida, o. c., 397.
106
Ibid., 421-423.
101

ANTONIO SALAMANCA SERRANO

115

Reconocemos tambin la advertencia de reformular los DH ms all del


paradigma burgus, para nosotros desde un paradigma iusmaterialista de los
DH, como derechos humanos revolucionarios de los pueblos. Sin embargo, en
segundo lugar, hemos de decir que los planteamientos referidos caen en errores al confundir el universalismo con la abstraccin; y al negarle a la realidad
histrica de la naturaleza humana, histrica pero naturaleza humana, su propia
estructura material (su substantividad). Se olvidan que sin estructura material de
la substantividad no hay movimiento histrico posible. Y que por ser la praxis
humana, praxis material-necesitante de realidad, sta impone las leyes de
las necesidades materiales de vida. Desafiamos a quienes se oponen a la
universalidad de los DH que prueben que no son universales las necesidades/capacidades materiales propuestas (con sus especificaciones) de
inteleccin, comunicacin y fortalecimiento, que tienen los pueblos para
producir y reproducir sus vidas. Necesidades a las que, por cierto, todo crtico o
no, en su ortopraxis, busca cada da dejar bien satisfechas.
La tradicin marxista ha de superar el tremendo error estratgico de
identificar los DH con los derechos humanos burgueses, entregando con ello la
mejor de las armas a la burguesa capitalista imperialista, a las tiranas y a los
fanatismos. El uso perverso que hoy hace la hegemona burguesa imperialista de
los Derechos Humanos no impide una reversin y realizacin revolucionaria
de los mismos (DH revolucionarios de los pueblos)107. En ese sentido, el
Iusmaterialismo, desde la tradicin socialista y marxista, afirma que la positivacin, y codificacin, internacional vigente de los DH, tiene que ser
completada y revertida, al menos, con la positivacin de tres derechos-fuente,
ausentes hasta la fecha: (1) El reconocimiento como derecho humano del
derecho a la revolucin de los pueblos; (2) El derecho humano a la
apropiacin en modo cooperativo, y de prestacin personal directa de servicios,
de los medios de produccin, de la circulacin y la distribucin del trabajo y
la riqueza de los pueblos; y la consecuente prohibicin de la apropiacin
capitalista; (3) El derecho humano a la apropiacin en modo cooperativo y de
prestacin personal directa de servicios de los medios de informacin, opinin
y conocimiento; y la consecuente prohibicin de la apropiacin capitalista.
Perfeccionada, completada y revertida as la positivacin, y codificacin,
internacional de los DH, como derechos humanos revolucionarios de los
pueblos108, stos se convertirn en el contenido poltico-jurdico del proyecto poltico del Estado Socialista de Derecho Revolucionario109.
El enfoque material estructural que damos a los DH, como contenido poltico del Derecho para la Revolucin, no es incompatible con la
107

CORREAS, O., Acerca de los Derechos Humanos. Apuntes para un ensayo, o. c., 48-49; 65; 107;
115; 125; 146; 151; SOLRZANO ALFARO, N. J., Los marcos categoriales del pensamiento
jurdico moderno: DE LA TORRE RANGEL, J. A., (coord.), Derecho alternativo y crtica jurdica
(Aguascalientes [Mxico]: Universidad Autnoma de Aguascalientes, 2002) 136.
108
CORREAS, O., Acerca de los Derechos Humanos. Apuntes para un ensayo, o. c., 37.
109
DE SOUSA SANTOS, B., De la mano de Alicia, o. c., 245; 352-365.

116

IUSMATERIALISMO
TEORA DEL DERECHO DE LOS PUEBLO

historicidad de los mismos, sino que es un contenido material-estructural,


dinmico, histrico110. Sin embargo, frente a toda tentacin de idealismo
historicista, conviene no olvidar que la historicidad de las formulaciones de los
Derechos Humanos no crea la materialidad de las necesidades que stos buscan
satisfacer. La realidad de los DH no es nicamente producto de la interaccin histrica de la voluntad de los pueblos, sino, adems, del encuentro de toda
la materialidad de la praxis de stos con la materialidad del mundo. La materialidad y el sistema de todas las necesidades es una imposicin de la naturaleza
a la especie del homo sapiens sapiens, a cuya satisfaccin estamos obligados si
queremos vivir como pueblos111.
El que buena parte de las constituciones aparezcan como algo medio
anrquico y desarticulado en sus derechos se debe a los lmites de las
investigaciones del mtodo cientfico aplicado a la organizacin poltica jurdica
de la vida social; a los lmites de los paradigmas jurdicos hegemnicos durante
el constitucionalismo: el iusnaturalismo, el iusocio-contractualismo y el iusvoluntarismo. Y al hecho que casi la totalidad de las constituciones del planeta
son expresin de la lucha de clases, y de la hegemona del sistema capitalista. El
resultado lo tenemos a la vista, una multitud de constituciones que lo mismo dan
cabida a derechos que a contraderechos, carentes de criterio material organizativo de los derechos con la consecuente desarticulacin interna, que
fetichizan la letra escrita como Derecho, y que amputan buena parte de la vida
jurdica de los pueblos.
La estructura constitucional de los derechos de los pueblos, y
de la misma constitucin de Naciones Unidas, no puede ser arbitraria. Ha de
corresponderse con la estructura del sistema de necesidades/capacidades
materiales de vida de los pueblos. Una propuesta de codificacin de la
Constitucin de Naciones Unidas articulando los Derechos Humanos en
funcin del sistema de necesidades/capacidades, la hemos ofrecido, en colaboracin con Alejandro Rosillo Martnez, en el Cdigo de los Derechos
Humanos de los Pueblos112. En funcin del sistema de necesidades/capacidades, y de los DH, la estructura constitucional de los mismos sera la siguiente:
Estructura del Sistema de Necesidades/capacidades Materiales de la Vida de los Pueblos
Necesidad/Capacidad
Necesidad/Capacidad
Necesidad/Capacidad
de
de
de
Comunicacin Material
Verdad Material
Libertad Material
Comunicacin eco-esttica
Comunicacin ero-econmica

Informacin
Opinin

Comunicacin poltico-institucional

Conocimiento

110

Fuerza de Liberacin
Fuerza de
Autodeterminacin
Fuerza Ejecutiva

Cfr. HERRERA FLORES, J., Los derechos humanos como productos culturales: crtica del
humanismo abstracto (Madrid: Los Libros de la Catarata, 2005) 234-248.
111
MARX, K.; ENGELS, F., La ideologa alemana, o. c., 657-658.
112
ROSILLO MARTNEZ, A.; SALAMANCA SERRANO, A., Cdigo de los derechos humanos
de los pueblos, 2 vols. (Mxico: UASLP, 2007).

ANTONIO SALAMANCA SERRANO

117

Estructura del Sistema de Derechos Humanos de los Pueblos


Derechos Humanos
Derechos Humanos
Derechos Humanos
de
de
de
Comunicacin Material
Verdad Material
Libertad Material
Derechos eco-estticos
Derechos ero-econmicos

Derechos de Informacin
Derechos de Opinin

Derechos poltico-institucionales

Derechos de Conocimiento

Derechos de Liberacin
Derechos
de
Autodeterminacin
Derechos
de la Fuerza Ejecutiva

2.7 El Iusmaterialismo es teora revolucionaria


El Iusmaterialismo postula que el Derecho, por ser praxis jurdica satisfactora es esencialmente revolucionario. El Derecho, por ser praxis ejecutiva es
satisfaccin material histrica real, fuerza histrica concreta de satisfaccin de
la necesidad/capacidad. No es el texto de una elega sin fuerza ni eficacia social.
Y este modo de entender el Derecho como praxis satisfactora
de necesidades/capacidades (realizadora de derechos) es lo que hace al Derecho revolucionario.
El postulado de la funcin revolucionaria del Derecho sigue siendo difcil de sostener para buena parte de la tradicin marxista ms ortodoxa.
A nuestro juicio, esta dificultad se debe, entre otras causas, a la aceptacin acrtica de tres dogmas: 1) Que todo Derecho forma parte de la
supraestructura ideolgica; 2 Que el Derecho es el texto escrito del ordenamiento jurdico (fetichismo de la norma escrita); 3) Identificar la funcin
contrarrevolucionaria del contraDerecho burgus con toda funcin posible
del Derecho.
El primer dogma es fruto del error de la metfora marxista
que establece una separacin en las relaciones sociales entre estructura y
supraestructura, cuando lo que realmente se verifica cientficamente es que
hay un solo sistema integrado de necesidades/capacidades materiales. Que, por
ejemplo, la satisfaccin de la necesidad ecolgica o de conocimiento es
tan estructural y material como la econmica, la afectiva o de autodeterminacin
(v.gr. el Derecho).
Con relacin al segundo, hay que desfetichizar al Derecho. ste es
praxis jurdica normativa: relacin social material que como toda praxis tiene su
estructura de produccin, circulacin y apropiacin de satisfactores jurdicos (satisfaccin efectiva de las necesidades/capacidades; de los derechos de
los pueblos). Lo que se produce en el Derecho no es una proposicin escrita
normativa, sino una praxis jurdica normativa satisfactora de necesidades/capacidades concretas; con fuerza satisfactora de derechos. En
la circulacin, la praxis jurdica se materializa en el ordenamiento jurdico

118

IUSMATERIALISMO
TEORA DEL DERECHO DE LOS PUEBLO

histrico vivo de los pueblos. Una de sus mediaciones es la formulacin escrita


codificada. Sin embargo, no hay que confundir el texto escrito ni con el
ordenamiento jurdico ni con la praxis jurdica. No hay que confundir el dedo
que indica con el universo indicado. Si eso se hace caemos en el fetichismo de
la letra de la ley. La letra de la ley, el texto escrito de una constitucin
que no tiene fuerza (eficacia) de materializacin no es nada; vale tanto como el
texto escrito de las constituciones derogadas; es impotente, no tiene fuerza
alguna. Es un mero texto, tal vez con inters bibliogrfico, pero nada ms. Es
mera letra muerta carente de fuerza poltico-jurdica para el pueblo. En eso se
convierten los textos legales cuando no son mediaciones de la fuerza de la
praxis jurdica, aunque voluntaristamente se proclame que estn vigentes.
En lo que se refiere al tercer dogma, la realidad, siempre desafiante 113,
se ha empeado en mostrar, tambin a Marx, que el Derecho tiene una funcin
revolucionaria. En El Capital, Marx valora positivamente las luchas por
la reduccin legal de la jornada laboral de 14, 15, 16 horas diarias de los
trabajadores en Inglaterra114. Sin embargo, Marx y la tradicin marxista
mayoritaria no diferenciaron entre el Derecho (siempre revolucionario) y el
contraDerecho (siempre contrarrevolucionario), ni tampoco diferenciaron
el Derecho, en cuanto praxis jurdica normativa, del ordenamiento jurdico. Estas diferencias son centrales para entender que las normas que contienen
los ordenamientos legales son siempre el resultado de las luchas entre el
Derecho y el contraDerecho. As como ocurre en la praxis econmica
capitalista, que para entender completamente su estructura y dinamismo, hay
que entender que es el resultado de las luchas entre capitalistas y trabajadores, lo
mismo pasa con la praxis jurdica. El ordenamiento legal de los pueblos es el
resultado de la lucha entre el Derecho (la praxis jurdica revolucionaria) y
el contraDerecho (la praxis jurdica contrarrevolucionaria). En este sentido
se expresa J. Bult115 sobre la lucha de los trabajadores ingleses por la reduccin
legal de la jornada laboral:
Evidencia de que las normativas jurdicas sobre la jornada de trabajo
no eran la expresin de la voluntad de la clase dominante simplonamente
concebida, sino como bien seala Poulantzas, del Estado de una sociedad
divida en clases116.

CAPELLA, J. R., Prlogo: STUKA, P. I., La Funcin Revolucionaria del Derecho y del Estado
(Barcelona: Ediciones Pennsula, 19742) 6.
114
FERNNDEZ BULT, J., Teora del Estado y del Derecho. Teora del Estado. Segunda Parte,
o. c., 19.
115
Por esta va avanzamos en la revalorizacin del rol del derecho en la sociedad y de su posible funcin transformadora. FERNNDEZ BULT, J., Teora del Estado y del Derecho. Teora del
Estado. Segunda Parte, o. c., 22.
116
FERNNDEZ BULT, J., Teora del Estado y del Derecho. Teora del Estado. Segunda Parte,
o. c., 19-20.
113

ANTONIO SALAMANCA SERRANO

119

Los dogmas anteriores han llevado a buena parte de la tradicin


marxista a caer en lo que denominamos luddismo jurdico. Esta creencia pudo mantenerse con cierta facilidad en la tradicin marxista por la fe ciega
otorgada a las palabras y anlisis de los fundadores (Marx y Engels), y porque
desde entonces el comunismo o socialismo nunca se haba hecho con
la hegemona del poder poltico. Sin embargo, el triunfo de la revolcin socialista en la URSS, en 1917, gener pronto incomodidades jurdicas
prcticas y tericas dentro del marxismo. Los bolcheviques, ya en el poder,
necesitaron del Derecho para regular y hacer avanzar la Revolucin. Incluso
admitiendo que ese uso se limitara slo a la fase de transicin de la dictadura
del proletariado, y que el Derecho junto al Estado desapareceran con la llegada de la sociedad comunista117, lo cierto es que propiamente no se le poda
catalogar como burgus a un Derecho cuyas normas tenan contenido
revolucionario y profundizaban la revolucin. Los hechos en la URSS, a partir
de 1917, estaban abriendo la posibilidad terica de un Derecho revolucionario.
La tozudez de hechos obligaba a la teora marxista a tener que admitir, y
no slo usar, la distincin entre un Derecho burgus (contrarrevolucionario)
y un Derecho socialista revolucionario. Stucka, hacindose eco de lo que estaba
ocurriendo afirm:
Entre nosotros ha sido reconocido universalmente que el derecho se
considera solamente un elemento contrarrevolucionario, con una especie de fuerza de inercia que frena toda revolucin. Quien ve en la costumbre
el elemento esencial del derecho no puede razonar de otra manera. No niego la
importancia de esta caracterizacin respecto del derecho clasista de la clase
apartada del poder. Pero, en realidad, un derecho nuevo nace siempre por
medio de una revolucin y es uno de los medios de organizacin de toda
revolucin: un instrumento de reorganizacin de las relaciones sociales en
inters de la clase victoriosa118.

La funcin revolucionaria del Derecho tambin fue vista por Gramsci,


quien coloc en primer lugar, como objetivo y contenido del derecho, su fuerza
educadora y movilizadora, su capacidad para hacer avanzar los consensos y
fortalecer la hegemona119.
El Iusmaterialismo es teora revolucionaria, adems, porque postula que el derecho a la revolucin es la praxis jurdica originaria y fundante del
ordenamiento jurdico; de todo sistema de Derecho. El derecho a la revolucin
es, al fin y al cabo, el nico 'derecho histrico' real, el nico derecho en el que
todos los Estados modernos, sin excepcin, se apoyan (F. Engels) 120. Los
117

PASUKANIS, E. B., La Thorie Gnrale du Droit et le Marxisme, o. c., 147.


STUKA, P. I., La Funcin Revolucionaria del Derecho y del Estado (Barcelona: Ediciones
Pennsula, 19742) 119.
119
FERNNDEZ BULT, J., Teora del Estado y del Derecho. Teora del Estado, o. c., 21.
120
ENGELS, F. Introduction: MARX, K., The class strugle in France (New York: International
Publishes, 1972) 26.
118

120

IUSMATERIALISMO
TEORA DEL DERECHO DE LOS PUEBLO

pueblos latinoamericanos, y los del conjunto de la Tierra, tienen un derecho


inalienable que posibilita todos los dems: el derecho humano a la vida y a
reproducir sus condiciones de vida121. La formulacin universal del derecho
a la vida debe completarse desde el dinamismo de su concrecin histrica 122.
Esto es, el derecho universal a la vida humana se materializa siempre
histricamente como el derecho que tienen los pueblos a afirmar la satisfaccin
de sus necesidades materiales de vida y a revertir la insatisfaccin de las
mismas. Es decir, el derecho humano universal a la vida es histricamente el
derecho humano concreto a la revolucin123. De este modo, la Revolucin se
constituye en fuente de derechos ya que se asienta radicalmente en la unidad
de un derecho originario que tienen todos los pueblos; si se quiere: el derecho
a la vida-revolucionaria. El derecho a la revolucin es derecho de, para y en
la revolucin.
El derecho a la revolucin articula dos mbitos tradicionalmente
separados y casi incompatibles para la tradicin marxista, y el
constitucionalismo capitalista: el Derecho y la Revolucin124. El rechazo a la
Revolucin (socialista o comunista), como el fundamento del Derecho, es
una tesis hegemnica hoy en el paradigma jurdico constitucionalista, neoliberal
y socialdemcrata. Ellos postulan que: La revolucin nada tiene en comn con
el punto de vista jurdico; desde el punto de vista jurdico toda revolucin es
simple e incondicionalmente condenable125. Su eventual legitimidad pertenece
al mbito de la moral126, y, en todo caso, queda limitada al derecho
de resistencia a la opresin.
El derecho a la revolucin es ms que el derecho de resistencia a la
opresin. ste es un hecho universal como ejercicio del derecho a la autodeterminacin frente al invasor, al imperialismo colonial, al seor feudal, al
121

HINKELAMMERT, F. J., Crtica de la razn utpica, o. c., 317-323; cfr. DUSSEL, E., Hacia una
Filosofa Poltica Crtica, o. c., 103-110; 103; 114-119; cfr. SENENT, J. A., Ellacura y los derechos
humanos (Bilbao: Descle de Brouwer, 1998); cfr. SANCHEZ RUBIO, D., Filosofa, derecho y
liberacin en Amrica Latina (Bilbao: Descle de Brouwer S.A., 1999).
122
Cfr. SNCHEZ RUBIO, D., Reversibilidad del derecho: los derechos humanos tensionados entre
el mercado, los seres humanos y la naturaleza: Pasos, n. 116 (2004).
123
Cfr. BOBBIO, N., Teora General de la Poltica, o. c., 276; 285; 617-681; CORREAS, O., Acerca
de los Derechos Humanos. Apuntes para un ensayo (Mxico: Ediciones Coyoacn, 2003) 9;
FERRAJOLI, L., Derecho y razn: teora del garantismo penal, o. c., 927-940; 942. G. Sartori
recuerda que los marxistas consiguieron identificar el concepto revolucin con la izquierda, y que
adems lo extendieron ms all del momento de la ruptura al tiempo del triunfo hegemnico,
SARTORI, G., Democracia despus del comunismo (Madrid: Alianza Editorial, 1993) 35-40;
ECHEVERRA, B., Valor de uso y utopa, o. c., 67-76.
124
Ibid., 208.
125
Citado en STUKA, P. I., La Funcin Revolucionaria del Derecho y del Estado (Barcelona:
Ediciones Pennsula, 19742) 121.
126
La question du droit de commencer une rvolution ne peut donc aucunement tre tranche
juridique-ment La question relve donc seulement et uniquement du tribunal de la morale et
de le droit de commencer une rvolution ne peut tre positivement ni donn ni enlev personne. La
question ne concerne donc pas le droit, mais seulement la lgitimit, ERHARD, J. B., Du droit du
peuple faire la rvolution (Lausanne: Editions LAge dHomme, 1993) 88-89.

ANTONIO SALAMANCA SERRANO

121

imperialismo capitalista, etc. Sin embargo, el derecho de resistencia no es el derecho a la revolucin que defendemos. Resistencia, sin ms, es rendicin.
El derecho a la resistencia: 1 Se enfrentaba con el ejercicio desptico del
gobierno, reclamando autodeterminacin del pueblo; 2 Su mbito poltico
principal fueron sistemas donde no haba democracias electivas pluripartidistas; 3 La finalidad del ejercicio del mismo era la liberacin de la
opresin para realizar la justicia, el bien comn, o la felicidad. El derecho
a la revolucin, por el contrario: 1 Se enfrenta al ejercicio desptico del
gobierno, pero no slo, sino a todo el sistema de relaciones sociales del sistema
poltico de dominacin fantica, fascitocapitalista e imperialista; 2 El mbito poltico al que se enfrenta engloba tambin a las democracias electivas
pluripartidistas (partitocracia); 3 La finalidad es el establecimiento de un
Estado Socialista de Derecho Revolucionario, como satisfactor institucional de
las necesidades materiales de los pueblos para que puedan producir y reproducir
sus vidas.
Conclusin
El Iusmaterialismo se presenta como un nuevo paradigma de teora del Derecho.
Una teora que parte de los hechos. Es teora de la praxis, materialista, moral,
poltica, jurdica y revolucionaria al servicio del socialismo (comunismo) que
est renaciendo en nuestra Amrica en el siglo XXI. Define al Derecho como
praxis jurdica normativa: la positivacin y satisfaccin del sistema
de necesidades/capacidades materiales de vida de los pueblos y la reversin de
su estado de insatisfaccin; de modo autnomo por la comunidad; y ayudados
por la sancin coactiva de la fuerza fsica de misma. Es una teora que encuentra
el fundamento especfico del Derecho en una necesidad/capacidad del sistema de necesidades/capacidades materiales: la necesidad de autodeterminacin
para la satisfaccin de todo el sistema de necesidades/capacidades materiales propio a travs de la satisfaccin del de las dems personas y pueblos.
Es la necesidad de apropiacin de la posibilidad del poder de la vida de
los pueblos como fortalecimiento material; la necesidad de satisfaccin del
empoderamiento de la vida de los pueblos como fortalecimiento frente a su
debilitamiento como violencia personal y social. El Iusmaterialismo afirma la
universalidad, estructuracin integrada y permanencia histrica del sistema de
necesidades/capacidades materiales de los pueblos en la especie homo sapiens
sapiens. El sistema es una nica estructura de todas las necesidades/capacidades sin divisiones de infraestructura-supraestructura. Son los diferentes
umbrales de urgencia histrica en la satisfaccin de las necesidades/capacidades los que jerarquizan histricamente la satisfaccin de todo el sistema. La
vida de los pueblos es la dialctica entre la constante histrica de su sistema de
necesidades/capacidades materiales y la variable de la diversidad y pluralidad
de sus satisfactores histricos. El motor de la historia de los pueblos es la
necesidad (inquietud) de la satisfaccin de su sistema de necesidades para poder

122

IUSMATERIALISMO
TEORA DEL DERECHO DE LOS PUEBLO

reproducir sus vidas (apropiacin histrica de posibilidades materiales). Si hay


satisfaccin hay progreso, realizacin personal y de la especie. Si
hay insatisfaccin, es la degeneracin y muerte personal y de la especie. El
conflicto entre clases es una especificacin de la insatisfaccin del sistema de
necesidades/capacidades. El Iusmaterialismo entiende a los Derechos Humanos
como la praxis jurdica normativa del sistema de necesidades/capacidades de
los pueblos: fuente, contenido estructural y realizacin de todo Derecho. El
Iusmaterialismo se inserta crticamente en la tradicin iusmarxista, y pretende
superar algunas de sus limitaciones hegelianas ofrecindole las posibilidades
del horizonte metafsico y la filosofa de la realidad de X. Zubiri y e I. Ellacura.
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