Sentimiento Pensamiento Dibujo
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Sentimiento Pensamiento Dibujo
RESUMEN
He tratado de preguntarme en este trabajo qu campos funcionales pone el individuo en juego pata
lograr crear un dibujo del natural. En el campo terico, he necesitado buscar modelos cognitivos que no
presentaran el tema desde una linealidad, sino desde un marco complejo. Desde el campo de la prxis, he
obtenido datos de trabajos de introspeccin personales y de alumnos que inician un aprendizaje de dibujo.
Desde ambos n cleos he logrado abrir nuevos interrogantes, plantear hiptesis acerca de la consciencia, las
actitudes y las posibilidades de autoorgar zacin de las capacidades especficas del dibujante.
ABSTRACT
In this work I've tried to ask myself which funtional fields the person use in order to create a drawIting
front life. In the theoretical field I needed to look for cognitive models which don't present the subjet from a,
lineament, but from a complex frame. From the praxis field I got fa.cts from personal introspection's works, and
from pupil students who start a drawing learning. From both nucleus I've achieved (or: succeded) to open new
interrogations, to carry out hypothesis about the consciousness, the attitudes and the possibilities of the
designer's specific capacities self-organitation.
PALABRAS CLAVE
Representacin, Acoplamiento estructural, Consciencia, Actitudes, Autoconstruccin, Autoimplicacin.
KEYWORDS
Represent, Coupling structural, Consciousness, Attitude, Selfconstruction, Selfinvolve.
1. VER Y COMPRENDER
"Mis modelos, figuras humanas, no son solamente comparsas de un decorado. Son
el tema principal de mi trabajo. Dependo totalmente de mi modelo que observo en libertad y
al que luego fijo la postura que mejor corresponde a su naturaleza" Henri Matisse.
El dibujo del natural ha pasado por una fase de descrdito, de considerarlo mera
academia, ejercicio no creativo. El abuso de los academicismos llev en postura pendular al
rechazo de un campo de actuacin del ser humano y de una particularidad del lenguaje
plstico, que tiene la posibilidad, en una de sus modalidades, de crear un equivalente del
aspecto fsico en forma, espacio, color del mundo que nos rodea.
Tiene este lenguaje un inters particular esencialmente cuando la actividad se realiza
enfrentndose a las cosas para tratar de entenderlas, aduearse de ellas y dejar constancia de
Rvta. Interuniversitaria de Fonnacin del Profesorado, n 24, Sepbre/Decbre 1995, pp. 65-82
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"La visin [...] no puede estar limitada al registro mecnico. Debe estar ligada
inseparablemente a los posteriores recursos mentales de la memoria y de la formacin de
conceptos" (Rudolf Arnheim, 1989, ed. 1993, p. 29).
El proceso de construccin de la imagen plstica que se ofrece desde estos modelos
carga el acento en una concepcin de carcter de sucesin temporal. Por otra parte, quedan
zonas oscuras, sin clara definicin, como son el concepto de representacin mental y los
tipos de consciencia de las acciones que se realizan.
La prctica nos dice que una imagen plstica, ya sea del natural o de imaginacin,
puede surgir de forma global. Hay dibujos (tanto de grandes artistas, como de nios) que
surgen de un solo acto motor que lleva en s mismo, como movimiento, el conocimiento
de la totalidad de lo que se va a realizar.
Tambin Norman Freeman se pregunta sobre La representacin mental.
Parafraseando a Luquet, comenta:
"Los nios pequeos pueden dibujar un tema concreto, una figura humana, de forma
notablemente diferente si estn en la Escuela, a como lo haran de estar en su propio territorio.
[...] i,Debemos deducir de esta duplicidad de "types", que existen dos tipos de representacin
nental? 0 ms bien, debemos deducir que existen dos modos diferentes de realizar la seleccin de
formas grficas, dirigidos por una nica representacin mental?" (N. Freeman, op. cit.).
En estos momentos, no veo tan claro y lineal el proceso. En los prrafos citados
aparecen afirmaciones como: "posterior recurso mental", "anticipaciones resultantes de
representaciones mentales", "tipos de representacin mental". En estas afirmaciones no
encuentro definidos los conceptos de representacin y de imagen mental. Creo,
personalmente, que esta falta de definicin lleva a confusiones a los estudiosos del tema.
El concepto representar parece que lleva a una definicin de los procesos mentales de
tipo esttico: RE-PRESENTAR, presentar de nuevo algo ya construido y permanente,
imagen estabilizada que hacemos salir como la tengamos almacenada.
Por otra parte, parece que estas explicaciones sobre el dibujo responden a un modelo
del proceso en el que las acciones plsticas dependen siempre de una imagen o una sucesin
de imgenes previas visualizadas internamente de forma consciente a la cual hacen
referencia.
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correspondencia trmino a tnnino, sino en coherencia con las posibilidades del sujeto. El
dibujo es el resultado de una puesta en escena de las perturbaciones que nos producen en
cada momento, en cada dibujo.
El tema no se puede entender de forma simplificada porque el acoplamiento no es
viable si no existe posibilidad de ello, tanto desde las estructuras del objeto (realidad a
dibujar, materia plstica...) como desde las estructuras del dibujante. En ste se deben dar
condiciones que no son slo de capacidades perceptivas, motrices o cognitivas; sino
prioritariamente de actitudes de autoimplicacin que le dan autonoma para adaptarse al
objeto que desea dibujar.
En coherencia con el concepto de acoplamiento estructural, los conceptos de
representacin mental, y la imagen mental entendida como subproceso de la misma, no los
situamos desde el ngulo parcial de procesamiento de la inforrnacin, estos es, no
intentamos buscar el problema en cmo se adquiere, almacena, procesa y recupera
informacin. Lo situamos desde el punto de vista del acoplamiento estructural que produce
el conocer.
Si el hecho de conocer el mundo lo planteamos desde otro punto de vista, se puede
considerar que la presentacin de cada imagen supone una serie de procesos que hacen
posible un nuevo nacimiento, un emerger, una puesta en escena, que sea efectiva para cada
circunstancia. "Enaccin" denomina Varela dicho proceso: "La cognicin deja de ser un
disposifivo que resuelve problemas mediante representaciones, para hacer emerger un mundo
donde el nico requisito es que la accin sea efectiva...". (Varela 1990, p. 108). Sit a este
investigador el proceso en un marco ms amplio como es el de accin productiva enmarcado
en categoras ms abarcadoras y menos locales que en los otros modelos cognitivos.
El entendimiento de la produccin de la imagen plstica desde este nuevo modelo
supone cambiar el orden y el acento en el planteamiento del problema. Tradicionalmente
hemos entendido la formacin de la imagen plstica visto desde las imgenes como
producto final. Y es desde las imgenes que se ha hecho una clasificacin de tipologas:
Imgenes visuales, tctiles...
Creo vlidas estas tipologas, como clasificacin de la obra realizada. Pero si, por un
momento, cambiamos el punto de vista y nos situamos desde las acciones que la producen,
buscaremos tipos de acciones efectivas, toma de postura ante las situaciones, puesta a punto
para la accin en suma: orientacin de las actitudes. Y si, como es el caso que estamos
estudiando, se trata de un dibujo del natural buscaremos las intenciones que llevan a
autoimplicarse para realizar un acoplamiento entre el dibujante, el dibujo y el objeto a
dibujar. Esto supone que al situarnos desde las acciones internas que provocan los
movindentos para entender la formacin de un dibujo podamos entender cmo un dibujo se
puede producir sin que sea necesario codificar, almacenar y recuperar imgenes mentales
previas.
La importancia que hemos visto que tienen las actitudes, su orientacin y los
procesos que se provocan, nos lleva a plantear que quizs sea en un estudio de la consciencia
donde encontremos la clave de dicha autoimplicacin. Muchas de las dudas, a n sin
resolver, sobre los procesos mentales que se producen en la formacin de un dibujo
empiezan a iluminarse a travs de este planteamiento.
La definicin de consciencia es por esto un tema, que una vez iniciado el estudio,
nos ha sido necesario buscar desde un modelo cientfico. Para ello, nos hemos dirigido a la
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obra de Edelman (1989, edicin de 1991). Seg n este investigador, nobel del ario 1976, las
experiencias sobre las propiedades fenomnicas de los objetos se extienden sobre una basta
gama de experiencias conscientes y pueden comprender respuestas sucesivas o simultneas a
muchos canales sensoriales distintos. Estos forman parte de una escena mental global, con
grados y definiciones diversos y con un particular acento sobre una modalidad sensorial. No
encontramos aqu el trmino representacin mental sino escena global, y si hace hincapi
en la consciencia de la experiencias.
Distingue este autor dos tipos de consciencia: una primaria que implica una
integracin de percepciones, acciones e intenciones, que ayuda a abstraer, organizar y
evidenciar cambios complejos en el ambiente indicados por seriales paralelas m ltiples.
Otra consciencia, de orden superior, comprende un modelo de identidad personal que
permite, entre otras funciones, la de reorganizar recuerdos y proyectos.
Ambos tipos de consciencia proporcionan medios para liberar el comportamiento
animal de la esclavitud de los acontecimientos en curso:
"La consciencia primaria, como veremos, permite a un animal regular la importancia de
las diversas partes de un complejo de estimulos en los trminos del propio deseo adaptativo
individual y, sobre todo, guiar sus acciones y sus comportamientos para alcanzar un objetivo
particular." [...] "La consciencia de orden superior pennite desarrollar un modelo intemo de
presente, pasado y futuro" (Edelman, 1991, p. 120).
confrontacin se funda en un tipo especial de memoria. "[...] "A travs del comportamiento, ms
aun del aprendizaje, la interaccin continua de este tipo de memoria con la percepcin presente da
origen a la consciencia".
De estas aportaciones cientficas he tratado de sintetizar cuales son las que nos
proporcionan unos puntos esenciales en nuestro trabajo:
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4. LA ACTUACION PLASTICA
4.1. Intuiciones formales. Significados. Convenciones
"Los conceptos -plsticos- no estn pasivamente representados en nuestra mente,
sino que se les hace emerger actualizndolos en cada momento, hacindolos vivos en una
continua puesta en escena, presentes con toda la carga de la propia actuacin que los
provoca, de la historia que tenemos de ellos y con el conocimiento que nuestra cultura nos
ha proporcionado acerca del tema" (Cabanellas y Hoyuelos, 1994).
La obra plstica se produce en un campo de accin, entre convenciones culturales,
posibilidades reales de la materia y aportaciones personales. En ese campo de accin, creado
al disponer el dibujante sus gestos plsticos, cobran significado sus actuaciones.
En el acto de dibujar del natural, adems de la accin perceptiva existen varios tipos
de procesos que se implican fundidos entre s:
Ls emociones.
Los movimientos creadores de la imagen, que funcionan como intuiciones
formales, n cleos primarios, bsicos de nuestro acercamiento al mundo.
- Las imgenes mentales que provienen de nuestro acervo cultural.
- La consciencia de lo que se realiza.
- El anlisis de la forma y la valoracin de los datos obtenidos.
- La conclusin y sintesis en el dibujo construido.
Cada uno de los procesos implicados funciona con pasos similares a los de un
modelo de investigacin. Pero hay una diferencia fundamental con los procesos llamados
"lgicos". Los procesos del dibujo no tienen un orden predetenninado: pueden iniciarse con
un vago sentimiento fonnal, una provocacin de movimientos vivenciados, conscientes o
no, que construyen el dibujo. Un anlisis de lo realizado y el encuentro con uno mismo en
la forma realizada. Y podramos seguir cambiando el orden, no hay principio ni fin en el
proceso. Slo hay un soporte en blanco, una consciencia del hecho a realizar y una
herramienta: la mano.
En el dibujo del natural los movimientos creadores de la imagen surgen por una
parte, de la observacin de la realidad exterior. Por otra, se toman de los gestos motrices
exponentes directos de las pulsiones del ser con el entorno. Ambos tipos de gestos crean
seales sensibles que se convierten en ndices de una, dos o tres dimensiones, entre los
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cuales se pueden establecer m ltiples relaciones espaciales. Son seriales que aportan
significados de:
- Posicin ante los dems; o de verticalidad, horizontalidad, oposicin...
- Asimilacin al yo, de prehensin delicada, de lo pequeo, de uniformidad, de
delicadeza en los trazos, de desplazamientos armoniosos.
- Ritmo, generativos de nuevos espacios.
Estas aportaciones personales estn sujetas a las normas que provienen de las
propias caractersticas de la materia plstica, de sus posibilidades especficas de
comunicacin, que configuran este lenguaje y que no poseen otros: limitaciones fsicas,
proporciones entre el soporte y la forma. Posibilidades reales de comunicacin, donde un
color o una forma pueden en s mismos brillar, hundirse, ser pesados o etreos, penetrar, o
agredir, o fundirse, o ser opacos...
Las huellas depositadas o recibidas por o en la materia plstica devuelven al
dibujante algo de su propia imagen, ya sea en la toma de conciencia de los movimientos
realizados, o en la anticipacin de los mismos, o en la equivalencia de stos con la imagen
resultante. Todo ello hace posible que las relaciones espaciales cobren un determinado
sentido.
El entendimiento de este lenguaje, no lineal, como vemos, viene dado si se le
considera en un campo de relaciones complejo en el que conviven cdigos universales junto
con una gran flexibilidad de adaptacin. La flexibilidad y posibilidades de adaptacin del
lenguaje plstico permite introducir en l lo imprevisible, lo nuevo, y modificar la conducta
de accin programada por una convencin cultural.
Esta flexibilidad no slo viene dada por la utilizacin libre de los cdigos (indices y
relaciones entre ndices) sino tambin porque los procedimientos de realizacin (pasos a
seguir en cada obra) aportados culturalmente, que conlleva cada tcnica plstica (grafito,
acuarela, leo....) pueden dejar cauces a la invencin personal, siempre con las limitaciones
que la propia materia impone para su uso. Cada materia con la que se pinta o dibuja supone
un encuentro con el gesto, de obstculo o de dilogo, en el cual la imagen se produce.
5. SISTEMAS DE ACTUACION
5.1. Complejidad. Interaccin. Circularidad
"...todos estos dibujos han sido precedidos siempre por otros estudios realizados con
medios menos rigurosos que el trazo, el carboncillo o el lpiz, por ejemplo, lo que me
permite tener en cuenta simultneamente el carcter del modelo, su expresin humana, la
cualidad de la luz que le rodea, la atmsfera y todo aquello que slo se puede expresar
mediante el dibujo. Y slo cuando tengo la sensacin de estar completamente extenuado de
este trabajo, que puede durar varias sesiones, cuando estoy con el espritu punficado, puedo
dejar mi pluma con confianza. Es entonces evidente el hecho de que mis emociones se
expresan por la escritura plstica. Si estudio tanto antes de realizar un dibujo a la pluma
es para conseguir que la gracia y la naturalidad queden libres.... Soy el bailarn que
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comienza su jornada con varias horas de ejercicios de flexibilidad con el fin de que todas las
partes de su cuerpo le obedezcan..." Henri Matisse.
Los artistas han sentido siempre, y algunos como Matisse han sido capaces de
formularlo, que para que un gesto plstico surja con comprensin y emocin (bien sea ante
el natural o sobre la propia imaginacin) se necesita un estado especial, una actitud que
permita que los movimientos surjan con la carga de todo el significado que entre el
dibujante, el lenguaje adoptado y el modelo pueden aportar.
Intento en este trabajo explicitar ms esas sensaciones intuidas buscando cual sea el
cauce que pueden seguir los sistemas que forman parte de la creacin de una forma plstica.
La creacin del objeto plstico, supone la coordinacin de diversos sistemas que nos
permiten orientar nuestras actitudes hacia los objetos real y plstico. Esta coordinacin no
lleva implcita necesariamente una consciencia de orden superior, sino que existen
determinadas actitudes presentes en todos los sistemas que posibilitan la autoimplicacin
personal en el acto de realizacin del dibujo dando unidad a todos los sistemas actuantes.
Clara, buena dibujante, lo explica de esta manera:
"Vacas la cabeza y actas como si enchufaras un cable al objeto y el otro extremo a la
mano. Es la mano la que debe estar pensando, para lo cual, hay que estar muy entrenado. De esta
manera la mano funciona como si fuera independiente. Cuando logro ese punto de vaciar la
cabeza, tengo una gran concentracin, resulto impermeable a lo que me sucede en el exterior, no
oigo las conversaciones, ni nada normal de lo que est sucediendo a mi alrededor".
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CABANELLAS, ISABEL
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y HOYUELOS, ALFREDO
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Como reflexin final quiero dejar constancia que, aunque los procesos que se realizan
un dibujo del natural pretendan el logro de una objetividad representativa, la realizacin
est marcada por toda la complejidad que en los puntos anteriores hemos ido sealando. El
Arte y la Ciencia nos dicen de continuo y debemos seguir sus avisos que ni las obras de
Arte realizadas a travs de la historia son copias visuales de la realidad, ni el sistema
sensorial visual es un apartado ajeno a los dems sistemas funcionales del individuo.
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con la mirada ese modelo nico e irrepetible, en este preciso instante, aunque ya lo haya
dibujado en otra ocasin. Y mirar significa ver esa postura, esos ojos, esa nariz, esa boca,
esas sombras, esos matices, esas proporciones.
7.3. Las tres realidades
Y miro el papel blanco, desafiante. Cuando me dispongo a actuar sobre l, tomo
conciencia de, por lo menos, tres realidades: la realidad del modelo, la realidad del papel y
mi realidad. En un acto de fusin trato de armonizarlas, pero al mismo tiempo quieren vivir
independientes, aunque dialoguen entremezclndose. La realidad del modelo es la oportunidad
para descubrirlo y sentirlo. La realidad del papel es tomar conciencia de sus lmites
rectangulares y de una estructura compositiva que, aunque no responda del todo a la realidad
del modelo, pueda armonizar en el propio papel y, en cierta manera, pueda vivir
independiente del modelo. Es una independencia relativa, pero existe. Y mi realidad es la
propia proyeccin de mi organizacin y estructura de mi esquema corporal hacia el modelo
y hacia el papel; al mismo tiempo, mi disponibilidad actualizada permite un dilogo ms o
menos intenso, cada da distinto, con las otras dos realidades.
7.4. Dibujar y organizar
Siento el dibujar del natural como si construyese y destruyese un puzzle: mi puzzle
y el del modelo. Es como si tuviera que ir encajando en el papel distintas piezas, en una
operacin de sintesis y anlisis. No s lo que es primero. Tomar las medidas generales,
observar las plomadas, las luces y sombras, los huecos, ir del centro a la periferia me ayuda
a disponer adecuadamente todas las piezas en el espacio del papel. Al mismo tiempo no
puedo perder de vista la globalidad y el lugar de cada pieza en la totalidad. Al principio
encajo las piezas, las sit o y aparece un primer boceto: un andamio. Pero esto no es tan
fcil. No me puedo confiar. No puedo dejar de mirar y actuar sobre el modelo: comprobar,
trazar en el aire lneas. Dibujar y mirar, y casi dibujar sin mirar el papel. Me ayudan
algunas herramientas, pero al mismo tiempo tengo que aprender a no ser esclavo de ellas.
Es como si los instrumentos se aliasen con mi intuicin y mi golpe de ojo al entornar la
vista. Y sobre el papel empiezan a aparecer, como en una danza, las diferentes lneas y
trazos que, poco a poco, irn enfocando una imagen: la imagen del modelo. Aqu es el
juego del parecer y ser. Lo maravilloso es que puedo equivocarme, rectificar, borrar sin
goma. Y en la memoria del papel van quedando las huellas de mi esfuerzo. A veces est
todo sucio, emborronado, pero me gusta porque delata todos mis conflictos para
encontranne con el modelo: mi modelo desde donde yo lo veo y lo siento.
7.5. Unidad y diversidad
Observando altemativamente el modelo y el papel descubro algunas traiciones: un
ojo, una nariz o una boca aprendidas, pero que no son el ojo, la nariz o la boca que tengo
delante. El dibujo del natural me ha descubierto la posibilidad del plural: los mil ojos, las
mil narices, las mil bocas, aquellas que estn ah para ser vistas y no las imgenes.
estereotipadas que guardo conceptualmente en mi recuerdo. Aqu slo vale construir en este
instante algo irrepetible y al mismo tiempo distinto, sin dejar de mirar, sentir y pensar. Y
lo que es ms difcil, que esa lnea o sombra que descubre la forma, annonice con las otras
lneas, trazos o formas que estn o que pueden llegar. Es como si el presente tuviese que
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hacer las cuentas con el pasado reciente o el futuro prximo, pero todo a la vez, sin
drsticas distinciones. As en este juego de matices voy descubriendo, equivocndome y, a
veces sin danne cuenta, con la ayuda del maestro, la sinuosidad especial de esa lnea, el
reflejo de la luz, o el ritmo peculiar de algunos trazos.
7.6. Subjetividad y objetividad
Una de las cosas ms extraordinarias para m del dibujo del natural es que a dos
personas que podamos estar dibujando el mismo modelo del mismo sitio, nunca nos sale
igual. Y lo que es ms, a m mismo en dos das diferentes, tampoco puedo dibujar de la
misma manera el mismo modelo. Esto me resulta curioso y he tratado de reflexionar sobre
ello. Por un lado todas las enseanzas del maestro tratan de buscar el mximo de
objetividad, de descubrir cmo es ese modelo en su realidad. Por otro lado, con esta
operacin trato de borrar mis estereotipos de percepcin para encontrarme con el modelo, y
en este encuentro poder manifestar mi libertad creativa. Al final objetividad y subjetividad
son complementarias, son lo mismo. Es un juego de palabras para comprender lo que me
ocurre, pero he entendido que es en el ver objetivo donde ms puedo manifestar mi
subjetividad, mi autenticidad. Por esta razn creo que cada dibujo sale diverso, distinto al del
otro. Es como si necesitase encontrar en el modelo las fuentes de mi actitud subjetiva, pero
es tambin como si pudiese lanzar mi originalidad actuante en la forma de mirar el modelo,
y de plasmarlo en el papel.
7.7.
Deseo que las reflexiones anteriores sirvan para debatir, dialogar y continuar
reflexionando sobre este apasionante mundo que me est ayudando a descubrir que las cosas
y los conceptos pueden perder sus lmites estrictos. Pueden ser ms ambiguos. iMaravillosa
ambigiiedad!
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primera edicin, la segunda al afio de la edicin manejada por los autores y la tercera, cuando existe,
al ao de la edicidn en la lengua original.