Conflicto Palestino-Israeli - Escola de Cultura de Pau

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Conflicto palestino-israel:
Ms proceso que paz?
Veinte aos de propuestas frustradas
y claves de la nueva encrucijada

Pamela Urrutia Arestizbal

Septiembre de 2011

QUADERNS DE CONSTRUCCI DE PAU N 23

Conflicto palestino-israel Ms proceso que paz?

Quaderns de Construcci de Pau es una publicacin de la Escola de Cultura de Pau


que tiene el objetivo de difundir y acercar al pblico interesado las investigaciones
que se llevan a cabo en esta institucin en el mbito de la construccin de la
paz. Los cuadernos de investigacin seguirn tres lneas de trabajo fundamentales.
En primer lugar se ofrecern documentos de anlisis sobre diferentes temas
de actualidad, aportando reflexiones de carcter acadmico. En segundo lugar
se elaborarn documentos en los que se formularn propuestas que faciliten la
intervencin de los actores implicados en los diferentes mbitos de la construccin
de la paz. Finalmente se elaborarn monogrficos de anlisis de conflictos
armados, tensiones, procesos de paz o procesos de rehabilitacin posblica que
estn teniendo lugar actualmente fruto del anlisis sobre el terreno del personal
investigador de la Escola de Cultura de Pau.

QUADERNS DE CONSTRUCCI DE PAU N 23

Conflicto palestino-israel Ms proceso que paz?

ndice
Introduccin

Antecedentes
- El conflicto y las resoluciones de la ONU
- El acuerdo de Camp David entre Israel y Egipto

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1. La dcada de Oslo (1991-2000)


1.1 Camino a la negociacin: Los actores y el cambio de escenario a principios de los 90
- La Intifada Palestina
- La Guerra del Golfo de 1991
1.2 Rutas paralelas: La Conferencia de Madrid y la va secreta de Oslo
Cuadro: La conexin noruega
1.3 Oslo I: El reconocimiento mutuo y la declaracin de principios
1.4 Oslo II: Las reas A, B y C
1.5 El progresivo bloqueo del proceso de Oslo
1.6 Camp David y la Segunda Intifada
1.7 Los Parmetros Clinton y las conversaciones en Taba

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2. Los intentos frustrados por resucitar el proceso de paz (2001-2010)



2.1 El amargo balance de Oslo

2.2 La Hoja de Ruta

2.3 El plan Ayalon/Nusseibeh y la Iniciativa de Ginebra

2.4 La Iniciativa de Paz rabe

2.5 El proceso de Anpolis

2.6 El contexto del conflicto en 2010 y la nueva era Netanyahu

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3. Escenario 2011: Claves de la nueva encrucijada



3.1 Primavera rabe: Repercusin estratgica de las revueltas

3.2 La reconciliacin intrapalestina: Nueva relacin entre Fatah y Hamas?

3.3 La apuesta por el Estado palestino en la ONU

- Internacionalizacin de un conflicto asimtrico

- Impacto y consecuencias de la estrategia en la ONU

3.4 Una tercera Intifada?

Reflexiones finales

Oportunidad de paz o anticipo de una nueva crisis?

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Bibliografa

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QUADERNS DE CONSTRUCCI DE PAU N 23

Conflicto palestino-israel Ms proceso que paz?

RESUMEN
El conflicto palestino israel es considerado como uno de los ms complejos y
enquistados a nivel mundial. Desde su inicio hace ms de seis dcadas la disputa
ms emblemtica de Oriente Medio ha motivado sucesivos episodios de conflicto
armado en la regin. En paralelo, se han impulsado iniciativas que han intentado
buscar una salida negociada sin que hasta ahora hayan logrado resolverse algunos
de los temas clave y aparentemente intratables del conflicto, como la definicin de
fronteras, el destino de los refugiados palestinos y el futuro de Jerusaln. A casi
veinte aos de la Conferencia de Madrid y del proceso de Oslo, y en un contexto
actual de profundo impasse en las negociaciones, el presente informe revisa las
principales y frustradas- propuestas de paz que se han presentado en las ltimas
dos dcadas en el marco de la disputa entre palestinos e israeles. Tras dibujar
este recorrido, el documento tambin aborda el escenario que ha comenzado a
configurarse en 2011, a partir de una serie de acontecimientos que pueden incidir
en el curso del conflicto. La repercusin geoestratgica de la Primavera rabe,
la reconciliacin entre Hamas y Fatah, la apuesta por el reconocimiento de un
Estado palestino en la ONU y las expectativas de una Tercera Intifada son objeto
de anlisis en este informe, en un intento por aportar algunas claves sobre la nueva
encrucijada del conflicto palestino israel.

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Conflicto palestino-israel Ms proceso que paz?

Introduccin

a imagen dio la vuelta al mundo el 13 de septiembre de 1993. El apretn de manos


en los jardines de la Casa Blanca entre el primer ministro israel, Yithzak Rabin, y el
lder de la Organizacin para la Liberacin de Palestina (OLP), Yasser Arafat, marcaba
un punto de inflexin en un conflicto que por entonces ya cumpla ms de cuatro dcadas.
El gesto simbolizaba, por primera vez, el reconocimiento mutuo y pblico entre las
partes y tambin supona la puesta en marcha oficial de un proceso que haba surgido
de las primeras negociaciones directas entre israeles y palestinos, representados por la
OLP. Con algunas excepciones notables, la noticia fue recibida con optimismo: despus
de varias guerras entre Israel y sus vecinos rabes (1949, 1956, 1967, 1973) y en un
contexto internacional marcado por el fin de la Guerra Fra, pareca existir un espacio
para esperar que uno de los conflictos ms complejos y enquistados de Oriente Medio
evolucionara en forma positiva y llevara a la reconciliacin del pueblo palestino e israel.
Casi veinte aos despus de ese saludo entre Rabin y Arafat el balance del accidentado
proceso de paz entre palestinos e israeles est muy lejos de esas expectativas. Los temas
clave y aparentemente intratables de la negociacin entre palestinos e israeles continan
sobre la mesa sin que se hayan producido avances significativos en la resolucin de
cuestiones como el futuro de Jerusaln, la situacin de los refugiados palestinos o la
definicin de las fronteras. En un conflicto caracterizado por la asimetra de poder entre
los actores, Israel ha ido imponiendo una poltica de hechos consumados que desafa
la legalidad internacional sin encontrar obstculos reales a sus iniciativas por parte de
otros actores con capacidad de presin, como EEUU o la Unin Europea. Al mismo
tiempo, la debilidad del interlocutor palestino se ha visto intensificada, entre otros
factores, por la falta de avances en las negociaciones, por la divisin poltica interna y
por la fragmentacin territorial. As, a finales de 2010, la aspiracin del nacionalismo
palestino respecto a alcanzar un Estado viable era considerada por muchos como una
alternativa lejana, sino imposible.
En un escenario de profundo escepticismo hacia los resultados de nuevas conversaciones
entre palestinos e israeles el dilogo se haba reanudado sin xito en septiembre de
2010 a instancias de EEUU tras dos aos de bloqueo, la sucesin de una serie de
acontecimientos durante 2011 ha comenzado a configurar un nuevo contexto, con un
impacto de resultado an incierto en las dinmicas del conflicto palestino israel. La
repercusin geoestratgica de las revueltas populares en pases de Oriente Medio en
el marco de la denominada Primavera rabe en especial por los sucesos en Egipto y
Siria y la reconciliacin entre Fatah y Hamas tras ms de cuatro aos de profundo
distanciamiento son variables que han comenzado a modelar los acontecimientos futuros.
A esto se suma que los palestinos han optado por tomar la iniciativa ante el bloqueo de
las negociaciones. La que acapara mayor atencin internacional y meditica es, sin
duda, la estrategia diplomtica que pretende el reconocimiento de un Estado palestino
en Naciones Unidas en septiembre, una apuesta con un alto potencial simblico pero
sobre cuyas consecuencias existe un intenso debate. Independientemente del resultado de
esta propuesta, se trata de un momento poltico que puede tener mltiples implicaciones
para la evolucin del conflicto palestino israel.
En este contexto parece til y pertinente detenerse a reflexionar sobre cmo ha
evolucionado el proceso de paz entre palestinos e israeles en los ltimos aos. Con este
objetivo, y ad portas de cumplirse veinte aos de la conferencia de Madrid precedente
clave del proceso de paz de Oslo, el presente informe pretende hacer un repaso a
las principales propuestas de paz que se han planteado en las ltimas dos dcadas. A
partir de este recorrido, y desde una perspectiva ms contingente, el informe tambin
intenta facilitar la comprensin de algunas de las principales variables que definen la
actual encrucijada, aportando algunas pistas sobre de qu manera los hechos recientes
pueden repercutir en el curso del conflicto y en las perspectivas de una paz entre
palestinos e israeles.

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Conflicto palestino-israel Ms proceso que paz?

Antecedentes

l conflicto palestino-israel es considerado


como uno de los ms complejos a nivel mundial
y se ha caracterizado, adems, por su enorme
impacto regional e internacional. En su seno est
la pugna de dos grupos tnicos y la disputa de dos
nacionalismos por una misma rea geogrfica. Segn
diferentes interpretaciones, el origen del conflicto
puede rastrearse dcadas o siglos atrs. Algunas se
remontan a la expulsin de poblacin juda de la
zona por los poderes romanos en los comienzos de la
era cristiana. Otras apuntan a finales del siglo XIX,
cuando la inmigracin juda al territorio de Palestina
bajo control otomano comienza a incrementarse;
o a principios del siglo XX, como consecuencia de
un esquema colonial, tras el establecimiento del
mandato britnico en Palestina despus de la Primera
Guerra Mundial. No obstante, el inicio del conflicto
suele situarse en 1947, cuando la resolucin 181 de
la Asamblea General de Naciones Unidas recomend
la divisin del mandato britnico en dos Estados.1
El Estado de Israel fue creado meses despus, en
1948, mientras que el Estado palestino no ha podido
materializarse desde entonces. 2

El plan de particin de la ONU dibuj las fronteras


entre los dos Estados en base a un principio de
distribucin territorial de la poblacin, aunque en
la prctica la mezcla de las dos comunidades haca
imposible la creacin de dos Estados homogneos. El
reparto no proporcional del territorio otorgaba 56%
a Israel en el que vivan menos de 500 mil judos y
ms de 500.000 rabes y 43% a Palestina donde
unos 750 mil rabes convivan con unos 10.000
judos; mientras que a Jerusaln se le otorgaba un
estatus internacional. Los judos no representaban
ms de un tercio de la poblacin y posean entonces el
equivalente a un 7% del territorio,3 pero el contexto
estaba marcado por las dinmicas coloniales, las
consecuencias del genocidio judo durante la Segunda
Guerra Mundial, y el inters de las nuevas potencias
EEUU y la Unin Sovitica- de influir en Oriente
Medio, entre otros factores. La poblacin rabe
y los pases de la regin rechazaron la propuesta,
que consideraron como una imposicin externa
y una traicin por otorgar una mayor porcin de
territorio a Israel a pesar de que los judos estaban
en inferioridad numrica respecto a la poblacin
rabe. El plan no lleg a implementarse. Tras la
retirada de las tropas britnicas, la proclamacin del
Estado de Israel condujo a la primera guerra rabeisrael, conocida como guerra de la independencia
1 RES 181 en <http://www.un.org/documents/ga/res/2/ares2.htm>
2 Para ms informacin sobre la evolucin del conflicto palestino
israel vase la Base de Datos del Programa de Conflictos y
Construccin de Paz, ECP, <http://escolapau.uab.es/conflictosypaz/
ficha.php?idfichasubzona=8&paramidioma=0>
3 Izquierdo, Ferran. Israel i Palestina: un segle de conflicte. Al Dia
N7, Vic: Eumo editorial, 2009.

por los israeles y como Nakba (catstrofe) por


los palestinos. El conflicto armado gener miles de
refugiados palestinos, entre 500.000 y 800.000,
segn las fuentes una cifra que en las sucesivas
guerras continuaran aumentando y que en la
actualidad asciende a 4,4 millones de personas,
segn datos de la Organizacin de la ONU para
el Socorro y Obras Pblicas para los Refugiados
Palestinos (UNRWA, por su sigla en ingls) en una
situacin que investigaciones histricas posteriores
han caracterizado como limpieza tnica. La primera
guerra rabe-israel acab en 1949 con el armisticio
de Rodas, que dibuj un nuevo escenario en la zona ya
que Israel adquiri territorios que no le haban sido
asignados en el plan de la ONU, entre ellos Jerusaln
Occidental, hasta alcanzar un 78%. Jordania, en
tanto, asumi el control de Cisjordania y Jerusaln
Oriental, mientras que Egipto hizo lo propio con la
Franja de Gaza.
Desde entonces, los episodios de conflicto armado
se han sucedido en la zona, exacerbados durante
dcadas por las dinmicas de la Guerra Fra. En
1956 una coalicin formada por Israel junto a
britnicos y franceses se opuso a la nacionalizacin
del Canal de Suez en Egipto. En 1967 la denominada
Guerra de los Seis das (5-10 de junio) condujo a
la ocupacin por parte de Israel de Jerusaln Este,
Gaza, Cisjordania, los Altos del Goln (en Siria) y la
pennsula del Sina (en Egipto). En 1973 el ataque
sorpresa de Egipto y Siria contra Israel origin la
guerra del Yom Kippur. En 1982 Israel invadi el
Lbano para combatir a grupos palestinos instalados
en el pas vecino. Sin embargo, la causa palestina no
motiv todos los enfrentamientos, sino que muchas
veces los intereses estratgicos de los pases rabes
estuvieron en el trasfondo de las disputas. Esta
situacin motiv el surgimiento de un movimiento de
resistencia palestino autnomo a finales de los 50, que
dio origen a algunas de las principales formaciones
palestinas, entre ellas Fatah y el Frente Popular
de Liberacin de Palestina (FPLP). Tras el fracaso
de la guerra de Yom Kippur, estas organizaciones
asumieron el control de la Organizacin para la
Liberacin de Palestina (OLP) que haba sido creada
en 1964 por la Liga rabe. La OLP gradualmente fue
cambiando su discurso y su aproximacin al conflicto:
de buscar la eliminacin de la entidad sionista pas a
reivindicar el establecimiento de un Estado palestino
junto a Israel.
Seis dcadas despus del inicio del conflicto, hay
una serie de temas clave que continan apareciendo
como irreconciliables entre las partes: la pugna
por la capitalidad de Jerusaln que alberga sitios
religiosos emblemticos para judos y musulmanes,
y tambin para cristianos, y que en la actualidad
permanece bajo control israel; las diferencias sobre
la posibilidad de retorno de los refugiados, que los
palestinos consideran como un derecho respaldado

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Conflicto palestino-israel Ms proceso que paz?

por la ONU, mientras que Gobiernos israeles lo


evalan como una amenaza por su potencial para
modificar las relaciones demogrficas en el territorio;
la delimitacin de fronteras, que permanece incierta
pero que en los ltimos aos Israel ha ido consolidando
a travs de la construccin de un muro de separacin;
la ocupacin israel de territorios palestinos tras la
guerra de 1967, cuyo fin aparece como una condicin
indispensable para los palestinos si se desea apostar por
una solucin de dos Estados. Adems de las distintas
posiciones de las partes en torno a estos asuntos, la
transformacin de las dinmicas del conflicto se ha
visto obstaculizada por otra serie de elementos, como
la larga duracin de la disputa y la carga simblica
involucrada en las reivindicaciones de los actores.
Desde la perspectiva de los procesos de paz, el examen
del caso palestino israel confirma la complejidad que
pueden alcanzar estos procesos, que van mucho ms
all de las fases puntuales de mediacin, negociacin,
y de la firma de acuerdos de paz que pueden quedarse
slo en el papel a menos que se anen los esfuerzos
para su implementacin y que pueden durar aos o
incluso dcadas desde el comienzo de los primeros
contactos.4 Desde el inicio del conflicto, en paralelo a
los captulos de guerra y violencia, se han presentado
decenas de iniciativas que han pretendido poner fin a
una de las disputas ms emblemticas del siglo XX,
que ya franque el umbral del siglo XXI. No fue sino
hasta principios de los noventa que una confluencia
de factores llev a una negociacin directa entre
israeles y palestinos, representados por la OLP. El
foco de este trabajo son, justamente, los planes de
paz presentados desde entonces. Sin embargo, por su
relevancia en los procesos posteriores, cabe tener en
cuenta al menos dos cuestiones previas. En primer
lugar, algunas de las resoluciones ms significativas
de Naciones Unidas sobre el conflicto en Oriente
Prximo; y, en segundo lugar, el acuerdo de paz entre
Israel y Egipto de 1979.
El conflicto y las resoluciones de Naciones Unidas

aciones Unidas ha emitido un gran nmero


de resoluciones sobre la problemtica rabeisrael. Algunas de ellas han coincidido con hitos
del conflicto o han abordado temas clave, por lo que
han sido utilizadas como referencia en las diferentes
iniciativas para la resolucin de la disputa a lo
largo de los aos. Una de las ms significativas es
la resolucin 2425 del Consejo de Seguridad del 22
de noviembre de 1967, que incorpor el principio de

4 Siguiendo la definicin de Vicen Fisas, se entiende que un proceso


de paz involucra un esfuerzo para llegar a un acuerdo que ponga fin
a la violencia y que requiere un compromiso de las partes para su
implementacin, con la intencin de superar la situacin previa de
enfrentamiento y crear las condiciones para una paz positiva.
5 RES. 242 en <http://www.un.org/es/comun/docs/?symbol=s/
res/242(1967)>

paz por territorios, un elemento clave en muchas de


las propuestas de negociacin que se han presentado
posteriormente. La resolucin se adopt despus de
la denominada Guerra de los Seis Das, confrontacin
que involucr a Israel contra Egipto, Jordania
y Siria, y que deriv en la ocupacin israel de
Jerusaln Este, Gaza, Cisjordania, el Sina (Egipto)
y los Altos del Goln (Siria). El texto aprobado por
la ONU enfatiza la inadmisibilidad de la adquisicin
de territorios por medio de la guerra y la necesidad
de alcanzar una paz duradera. Por tanto, llama a las
fuerzas israeles a retirarse de territorios ocupados
durante el conflicto armado y a que las partes pongan
fin a las hostilidades, admitiendo el derecho de todos
los Estados de la zona a vivir seguros y dentro de
unas fronteras reconocidas.
La resolucin 242 fue redactada en el marco del
captulo VI de la Carta de Naciones Unidas que
genera recomendaciones y no obligaciones, como en el
caso del Captulo VII y desde su aprobacin ha sido
objeto de polmica debido a una ambigedad en su
redactado. En su versin en ingls, el texto seala que
Israel debe replegarse from territories (de territorios)
y no from the territories. Esto significara,
segn Israel, que no se exige necesariamente el
repliegue de todos los territorios ocupados, una
interpretacin de la cual otros actores, entre ellos los
pases rabes, discrepan. En diferentes propuestas
de paz presentadas en las ltimas dos dcadas la
mencin a la resolucin 242 suele ir acompaada
de la referencia a la resolucin 3386, aprobada por
el Consejo de Seguridad en 1973 en el marco de la
guerra del Yom Kippur, el ltimo conflicto armado
que enfrent a Israel con una coalicin rabe. Adems
de llamar a un cese el fuego, el documento urge a la
implementacin total de la resolucin 242 en todas
sus partes y recomienda el inicio de negociaciones
para una paz duradera en Oriente Medio.
Respecto a temas ms especficos que han sido una
constante en las negociaciones de paz como el
destino de los refugiados palestinos, los asentamientos
israeles o la capitalidad de Jerusaln, es posible
mencionar otra serie de pronunciamientos de Naciones
Unidas. Entre stos, cabe destacar al menos tres.
En primer lugar, la resolucin 194, aprobada por la
Asamblea General de la ONU en 1948, al trmino de
la primera guerra rabe-israel. En ella se aborda la
situacin de los refugiados palestinos y se reconoce
su derecho a retorno o a una indemnizacin para los
que decidan no regresar a sus hogares.7 En segundo
lugar, la resolucin 446,8 aprobada por el Consejo de
Seguridad en 1979 con las abstenciones de EEUU,
Reino Unido y Noruega. El texto considera que la
6 RES.338 en <http://www.un.org/es/comun/docs/?symbol=s/
res/338(1973)>
7 RES.194 en <http://www.un.org/documents/ga/res/3/ares3.htm>
8 RES.446 en <http://www.un.org/es/comun/docs/?symbol=s/
res/446(1979)>

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Conflicto palestino-israel Ms proceso que paz?

creacin de asentamientos por parte de Israel en


territorios palestinos no tiene validez legal y constituye
un serio obstculo para conseguir una paz justa y
duradera en Oriente Medio. Recordando la necesidad
de cumplir las disposiciones de la Convencin de
Ginebra en su condicin de potencia ocupante, el
texto insta a Israel a no adoptar medidas que puedan
alterar el estatuto jurdico o la naturaleza geogrfica
de la zona o que afecten la composicin demogrfica
de los territorios rabes ocupados desde 1967. En
este sentido, la resolucin llama explcitamente a
Israel a no trasladar grupos de su poblacin a los
territorios ocupados. Por ltimo, la resolucin 4789
de 1980 aprobada en el Consejo de Seguridad con
la abstencin de EEUU condena la decisin de
Israel de declarar Jerusaln como su capital nica e
indivisible. El Consejo de Seguridad concluy que la
denominada Ley Bsica sobre Jerusaln aprobada
entonces por la Knesset (Parlamento israel) atentaba
contra el derecho internacional y que no podan
considerarse como vlidas las medidas adoptadas por
Israel con el fin de alterar el estatuto de la ciudad. Los
palestinos aspiran a que Jerusaln Este, bajo control
jordano antes de ser ocupada por Israel en 1967, se
convierta en la capital de un futuro Estado palestino.
Los acuerdos de Camp David entre Israel y Egipto

finales de los setenta, Egipto se convirti en el


primer pas rabe en firmar la paz con Israel, en
un acuerdo de gran impacto en la regin. Previamente,
el presidente egipcio, Anwar Sadat, haba sorprendido
al mundo al convertirse en el primer gobernante rabe
en visitar Israel en noviembre de 1977. Durante
su histrico viaje, Sadat se dirigi a la Knesset y
solicit a los parlamentarios israeles que aplicaran
las resoluciones 242 y 338 de Naciones Unidas como
una seal de su disposicin a negociar que persuadira
a los pases rabes. El primer ministro, Menachem
Begin, realiz luego una visita de reciprocidad a
Egipto. El entonces mandatario de EEUU, Jimmy
Carter, aprovech el momentum en las relaciones
entre ambos pases y promovi unas conversaciones
de paz que se celebraron en la residencia presidencial
de Camp David, en las cercanas de Washington, en
septiembre de 1978.

Los 12 das de negociaciones derivaron en dos


acuerdos, uno de carcter general para la paz en
Oriente Medio10 y otro especfico entre Egipto e Israel.
11
Reconociendo la relevancia de las resoluciones 242
y 338 en el diseo de tratados de paz para la regin,
el primer acuerdo intent definir las bases de un
nuevo marco para la resolucin del conflicto rabe9 RES.478 en <http://www.un.org/es/comun/docs/?symbol=s/res/478(1980)>
10 Texto ntegro en http://www.jimmycarterlibrary.gov/documents/
campdavid/accords.phtml>
11 Texto ntegro en http://www.jimmycarterlibrary.gov/documents/
campdavid/frame.phtml>

israel. Este framework incluy una serie de medidas


para abordar lo que se califica como el problema
palestino a partir de negociaciones que deban
incluir a Egipto, Israel, Jordania y a representantes
palestinos y que deban conducir al establecimiento de
una autoridad de gobierno en Cisjordania y Gaza12.
Durante un perodo de transicin de cinco aos se
iniciaran negociaciones para definir el estatus final
de los territorios ocupados. No obstante, este pacto
entre Israel y Egipto fue suscrito sin contar con la
participacin de representantes palestinos. El segundo
acuerdo condujo a la firma de un tratado bilateral en
1979 que puso fin oficial al estado de guerra entre
ambos pases y llev a la retirada de las fuerzas
israeles del desierto del Sina. Este acuerdo supuso
el primer reconocimiento de Israel por parte de un
Estado rabe, que era adems el pas ms importante
de la regin en trminos demogrficos y militares.
A Israel el acuerdo con Egipto le permiti asegurar
su frontera suroccidental y fortaleci su posicin en la
zona, ya que se benefici de las divisiones que el pacto
provoc en el mundo rabe. El Gobierno egipcio, que a
partir de entonces estableci una relacin privilegiada
con EEUU,13 enfrent un perodo de aislamiento
regional. Egipto fue considerado como un traidor por
los pases de su entorno, que rompieron relaciones
diplomticas y le expulsaron de organizaciones
regionales como la Liga rabe y la Organizacin de
la Conferencia Islmica. El Cairo fue repudiado por
suscribir un acuerdo con Israel al margen de otros
pases rabes rompiendo con uno de los pilares de
la identidad supranacional rabe al hacer prevalecer
los intereses nacionales egipcios y por excluir a los
propios palestinos, cuya causa haba sido liderada
durante aos por Egipto. Sadat pag un precio
personal por la firma del acuerdo, ya que fue asesinado
dos aos despus por militantes radicales.14 Durante
ms de 30 aos, este acuerdo de paz ha sido una de
las piezas clave de la estrategia de seguridad israel.15

12 En el texto en ingls del acuerdo se hace referencia a este tipo de


autoridad como self-governing authority (administrative council).
13 Despus de Israel, Egipto se convirti en el segundo destinatario de
la ayuda econmica de EEUU, en torno a 3.000 millones de dlares
anuales, orientados principalmente al mbito militar.
14 Martn, Gema. Egipte en el mn rab. Un lideratge amb alts
i baixos en Egipte, encaix en transici, DCidob N97. Barcelona:
Fundacin CIDOB, 2006.
15 Para ms informacin sobre la situacin actual de las relaciones
entre Israel y Egipto tras la Primavera rabe vase el ltimo captulo
de este informe.

QUADERNS DE CONSTRUCCI DE PAU N 23

Conflicto palestino-israel Ms proceso que paz?

1. La dcada de Oslo
1.1. Camino a la negociacin: los
actores y el cambio de escenario a
principios de los 90

a creacin de condiciones para el inicio de


una negociacin puede estar determinada por
mltiples factores. La voluntad de dilogo de las
partes en pugna, la presin de actores externos y/o
una determinada coyuntura histrica o poltica que
crea una ventana de oportunidad pueden incidir en
el acercamiento de actores que en el pasado haban
recurrido principalmente a la violencia para hacer
frente a sus diferencias e incompatibilidades. En el
caso palestino israel, la literatura identifica una serie
de elementos que habran incidido en la disposicin
de las partes a explorar una salida negociada a
principios de los noventa, tras ms de cuatro dcadas
de conflicto armado. Junto a la evolucin especfica
de los que seran interlocutores en la negociacin
el Gobierno israel y la Organizacin para la
Liberacin de Palestina (OLP) en los anlisis se
suele sealar dos hechos histricos como relevantes
para el posicionamiento de los actores y la creacin
del escenario que dara lugar a la Conferencia de
Madrid y, posteriormente, al proceso de Oslo. Estos
dos episodios son, por un lado, la Intifada palestina y,
por otro, la primera Guerra del Golfo. Dos hechos que
se inscriben en un contexto internacional cambiante,
marcado por el fin de la Guerra Fra y la configuracin
de un nuevo orden mundial a finales del siglo XX.
La Intifada palestina

l levantamiento popular palestino conocido


como Intifada comenz el 9 de diciembre de
1987 y canaliz la frustracin acumulada de miles
de palestinos tras aos de ocupacin, en especial de
una generacin de jvenes que haba crecido bajo el
dominio israel impuesto tras la Guerra de los Seis
Das. Todo comenz con lo que podra haber sido slo
un accidente. Un vehculo de las fuerzas de seguridad
israeles choc contra un camin que transportaba
trabajadores palestinos en Gaza, causando la muerte
de cuatro de ellos. El hecho alent rumores sobre un
posible acto deliberado de los militares en venganza
por el asesinato de un israel la semana anterior. Los
funerales de las vctimas derivaron as en una protesta
masiva que persisti durante aos a pesar de la dura
respuesta israel. Hasta la fecha de la firma de los
acuerdos de Oslo en 1993 el alzamiento haba derivado
en la muerte de ms de un millar de personas, en su gran
mayora palestinos.16 La imagen de jvenes palestinos,
16 La relacin de vctimas en la primera Intifada fue de 25 palestinos
muertos por cada vctima israel, de acuerdo a datos de Naciones Unidas
citados por la prensa. Segn datos de la ONG israel BTselem, en el

adolescentes e incluso nios, lanzando piedras contra


los tanques israeles se convirti en un smbolo de
la Intifada, evidenciando el nivel de asimetra entre
las partes. La revuelta devolvi la atencin mundial
al conflicto palestino-israel, sorprendiendo tanto a
Israel como a la OLP y al mundo rabe.
El levantamiento constituy una reaccin colectiva
de la poblacin palestina de Gaza y Cisjordania
ante la ocupacin israel, que desde finales de los
setenta se haca ms patente con el aumento de los
asentamientos. Protestas, lanzamientos de piedras y
ccteles molotov, huelgas y acciones de resistencia
civil por parte de los palestinos, as como arrestos
masivos, deportaciones y destrucciones de casas
por parte de los israeles venan registrndose con
anterioridad a 1987, pero no con la intensidad que
se produjeron a partir del estallido de la Intifada. Si
hasta 1975 las fuerzas israeles reportaban unos 350
incidentes anuales, en el primer semestre de la Intifada
se contabilizaron 42.35517, en el marco de una
reaccin que comenz siendo espontnea pero luego
adquiri un carcter organizado18. No obstante, la
Intifada estuvo motivada tambin por otros factores,
ms all de la lucha contra Israel. Entre ellos, la
sensacin de abandono de los palestinos frente a la
impasibilidad de los pases rabes y la frustracin
por la incapacidad de la OLP para lograr avances
en las demandas del pueblo palestino. Los habitantes
de los territorios ocupados asumieron una posicin
ms activa, en un contexto de creciente movilizacin
social y poltica ms all del sumud, que entiende
la mera permanencia en el territorio como acto de
resistencia y de emergencia de grupos islamistas,
como la Jihad Islmica y Hamas.
La Intifada, por tanto, supuso todo un desafo para la
OLP, que desde 1982 mantena su sede en Tnez tras
su expulsin de Lbano y en la que haban comenzado
a ganar peso los sectores que se inclinaban por la
lucha poltica y diplomtica ante la percepcin de
fracaso de la va armada. En este sentido, algunos
autores plantean que el levantamiento traslad el
protagonismo de la lucha palestina hasta entonces
liderada por la dispora a los territorios ocupados y
envi un mensaje a la OLP respecto a la urgencia de
encontrar una solucin que pusiera fin a la presencia
israel. Sectores palestinos en los territorios ocupados
donde haba un reconocimiento general a la OLP
como representante y smbolo de la unidad nacional
plantearon la necesidad de un cambio de poltica y de un
pronunciamiento a favor de la solucin de dos Estados19.
marco de la primera Intifada 1.004 palestinos y 179 israeles murieron
entre 1987 y 1993, ao en que se firmaron los acuerdos de Oslo.
17 Baruch K. y Joel S. Migdal. The Palestinian People: A History,
Cambridge: Harvard University Press, 2003; citado en Harms, G.
y Todd Ferry. The Palestine Israel conflict. A Basic Introduction.
Londres: Pluto Press, 2008.
18 Las actividades de resistencia de la Intifada pararon a ser
coordinadas por el denominado Liderazgo Unificado Nacional (UNL,
por su sigla en ingls).
19 Aggestam, Karin. Chapter 6: The Road to Madrid A Turning

QUADERNS DE CONSTRUCCI DE PAU N 23

Conflicto palestino-israel Ms proceso que paz?

10

En este contexto, en noviembre de 1988, durante una


reunin en Argel (Argelia), el Consejo Nacional de
la OLP declar un Estado palestino independiente
basado en el plan de particin establecido por la ONU
en 194720 y llam a la celebracin de una conferencia
internacional de paz basada en las resoluciones 242 y
338 de la ONU para abordar la situacin de Oriente
Medio y la cuestin palestina. De esta manera,
el liderazgo palestino de Yasser Arafat adopt su
primer compromiso pblico y oficial con la frmula
de dos Estados como va de solucin al conflicto
palestino israel, y se mostraba dispuesto a renunciar
a las aspiraciones de soberana sobre la Palestina
histrica, aceptando que un Estado palestino slo se
erigira en el 22% de ese territorio, es decir, en la
zona que haba sido ocupada por Israel en 1967.
La Intifada tambin tuvo consecuencias para Israel,
su percepcin del conflicto y su idea del enemigo.
El costo de la ocupacin se hizo ms evidente para la
sociedad israel. Anlisis destacan que el Gobierno
israel se vio sorprendido por el nivel de organizacin
y participacin de distintos estamentos de la sociedad
palestina en la Intifada. Esta constatacin habra
llevado a algunos sectores especialmente del
Laborismo a subrayar la necesidad de abordar la
revuelta desde una perspectiva poltica y de negociar
con sectores moderados palestinos. En este sentido,
se mantuvo el rechazo a la OLP como interlocutora
y no se reconoci la declaracin de Argel. A nivel
interno, si bien la Intifada aliment la radicalizacin
de sectores de la derecha dentro de la sociedad israel,
tambin dio bros a quienes cuestionaban la ocupacin
y el uso de la violencia contra la poblacin palestina
en esta etapa surgen grupos como Women in Black
y devolvi al debate pblico el tema de las fronteras
anteriores a la guerra de 1967, la denominada Lnea
Verde, cuyos contornos se haban difuminado para
muchos israeles, en especial para la generacin de
jvenes que haba crecido con la sensacin de que los
territorios ocupados formaban parte de Israel21.
La Guerra del Golfo de 1991

a invasin de Kuwait por parte de tropas iraques


en agosto de 1990 dio lugar a la hoy conocida
como primera Guerra del Golfo. Tras la negativa del
Gobierno de Saddam Hussein a acatar la resolucin
de la ONU que ordenaba el repliegue de las fuerzas
iraques del emirato, el Consejo de Seguridad dio luz
verde a la intervencin de una coalicin, encabezada
por EEUU e integrada tambin por varios pases
Point? Reframing and Resolving Conflict. Israeli Palestinian
Negotiations 1988 1998, Lund Political Studies 108, Lund: Lund
University Press, 1999.
20 La declaracin de independencia del Estado palestino fue
reconocida entonces por un centenar de pases.
21 Diversos gobiernos israeles haban favorecido esta percepcin al
difundir mapas oficiales de Israel sin el trazado de la Lnea Verde y
cambiando el nombre de Cisjordania por Judea y Samaria.

rabes. La operacin Tormenta del Desierto se


inici en enero de 1991 y se extendi durante cinco
semanas. En este perodo Iraq lanz 39 misiles
Scud sobre Tel Aviv, a los cuales Israel se abstuvo de
responder por presiones de Washington.
La crisis en el Golfo afect directamente a la OLP y a
los palestinos, en un contexto de debilitamiento de la
Intifada y de frustracin por la falta de avances en el
plano diplomtico. Aunque inicialmente present un plan
pacfico de retirada de las tropas iraques de Kuwait, la
OLP de Arafat se situ del lado de Saddam Hussein, o al
menos as fue percibida su posicin.22 En parte, por las
crticas de Arafat a la premura de Occidente por liberar
Kuwait mientras permaneca indiferente a la ocupacin
derivada del conflicto palestino-israel. En la prctica,
las consecuencias fueron un deterioro en la imagen de
la OLP; el aislamiento poltico en la regin, el retiro de
la ayuda econmica de algunos de los pases, entre ellos
Arabia Saudita; y un tropiezo en los esfuerzos de Arafat
y su organizacin por situarse como interlocutor en las
negociaciones. En Israel los acontecimientos reforzaron
el rechazo a negociar con la OLP. Paralelamente, los
ataques sobre Tel Aviv minaron el argumento de que
los territorios palestinos actuaran como una zona de
seguridad frente a posibles ataques de pases enemigos.
En el marco de la reconfiguracin de los equilibrios
mundiales con el fin de la Guerra Fra, la Guerra del
Golfo tambin dej en evidencia que nuevas dinmicas
eran posibles, como la alianza entre pases rabes y
EEUU contra Saddam. La tambaleante URSS dejaba a
EEUU como el nico actor externo determinante en la
regin y Washington vislumbr la posibilidad de forzar
un dilogo entre rabes e israeles que le permitiera
consolidar su control sobre Oriente Medio. Asumiendo
la existencia de una ventana de oportunidad, EEUU
promovi la celebracin de la Conferencia de Madrid.

1.2 Rutas paralelas: La Conferencia


de Madrid y la va secreta de Oslo

l 31 de octubre de 1991 delegaciones de Israel,


Lbano, Siria y de Jordania (que inclua a
representantes palestinos) se reunieron en Madrid.
Auspiciado por EEUU, entonces gobernado por
George W. Bush, y por la URSS, presidida por
Mikhail Gorbachov, el encuentro pretenda seguir
los pasos del acuerdo de Israel con Egipto, pas que
tambin particip en la conferencia. Ms all de las
reticencias de las partes, la cita sent un precedente
ya que reuni por primera vez a delegados de estos
pases para una discusin cara a cara, que tena
como punto de referencia las resoluciones 242 y 338
de la ONU y el principio de paz por territorios.
Fue tambin la primera vez que Israel y palestinos

22 Posteriormente dirigentes palestinos han defendido que la posicin


de la OLP fue malinterpretada.

QUADERNS DE CONSTRUCCI DE PAU N 23

Conflicto palestino-israel Ms proceso que paz?

se reunan para un dilogo directo. No obstante, la


OLP, aislada por su posicin en la guerra de Iraq, fue
marginada del evento por la objecin del Gobierno
israel. La representacin palestina estuvo compuesta
por un grupo de intelectuales de los territorios
ocupados que, sin embargo, se mantuvo en contacto
permanente con los dirigentes de la OLP en Tnez.
La conferencia estableci dos lneas de negociacin (two
track approach), una de carcter multilateral y otra
bilateral, lo que llev a la celebracin de una serie de
reuniones durante 1992 y 1993 en Washington y otras
ciudades, aunque sin arrojar resultados significativos.23
Jordania suscribi un tratado de paz con Israel en
1994, pero analistas creen que el acuerdo se habra
concretado de igual modo. Las conversaciones
con Siria y Lbano, en tanto, se bloquearon por
diferencias en cuestiones limtrofes, mientras Israel
aseguraba que el problema no era territorial sino la
negativa de los pases rabes a reconocer su derecho
a existir. Respecto a los palestinos, Israel insisti en
la posibilidad de una autonoma, mientras que stos
reiteraron su aspiracin a un Estado. EEUU limit
su papel a definir cuestiones procedimentales, pero
no estableci una agenda de negociacin, lo que
favoreci el estancamiento del dilogo.
En este contexto de bloqueo en las conversaciones
se abri paso a la va secreta de Oslo (Oslo
back channel), que se hizo cargo de un tema
pendiente en negociaciones y propuestas de solucin
anteriores: un dilogo directo entre Israel y la OLP.
Para ese entonces, el triunfo de los laboristas en
Israel en 1992 haba llevado al poder a una serie
de figuras entre ellas el ministro de Relaciones
Exteriores, Shimon Peres, y su viceministro, Yossi
Beilin que argumentaban que un contacto directo
con la organizacin de Arafat era imprescindible
para alcanzar un acuerdo con los palestinos.
Esta posicin supona un cambio radical en la
poltica exterior israel, una modificacin que
segn algunos analistas se habra visto alentada
23 En paralelo se producan cambios polticos en EEUU e Israel:
William J. Clinton lleg a la Casa Blanca y el primer ministro israel
Yitzhak Shamir fue reemplazado por Yitzhak Rabin.

por la percepcin de que Arafat estaba debilitado


por los sucesos de Iraq y por el aislamiento de la
OLP. En este contexto, Noruega ofreci a israeles
y palestinos albergar negociaciones secretas que
transcurrieran en paralelo a las reuniones que
se celebraban en Washington. Para Israel, esta
va le permita explorar las posiciones de la OLP
sin ningn tipo de compromiso, mientras que
para la OLP significaba asumir el control de las
negociaciones en representacin de los palestinos.
El dilogo se inici en Oslo a finales de enero de
1993. Fueron 14 sesiones durante ocho meses y
tuvieron como protagonistas a dos acadmicos
israeles, luego reemplazados por funcionarios de
Gobierno encabezados por el diplomtico Uri Savir;
y al delegado de la OLP, Ahmed Qurei ms conocido
como Abu Al y su equipo. Los funcionarios
noruegos actuaron como huspedes y facilitadores
(ver detalles de la negociacin en el recuadro). El
primer ministro israel, Yitzhak Rabin, haba dado
luz verde a las negociaciones sin demostrar mucho
inters, pero se fue involucrando en el proceso, entre
otras razones porque perciba que la complicada
situacin de Arafat lo converta en el interlocutor
ms adecuado por su posicin de debilidad, pero
tambin por las evaluaciones de jefes militares y de
seguridad israeles que insistan en la necesidad de un
acuerdo poltico ante el ascenso de Hamas y la Jihad
Islmica en los territorios ocupados. Tras sortear una
serie de dificultades en las negociaciones, las partes
alcanzaron un acuerdo a finales de agosto. EEUU,
que a esas alturas saba de la existencia de las
conversaciones pero no los detalles de su contenido,
fue informado del resultado y menos de un mes
despus Arafat y Rabin lo respaldaron oficialmente en
Washington. El texto defina los pasos a seguir para
una retirada progresiva de las fuerzas israeles de
territorios ocupados y para la instalacin gradual de
una administracin palestina en Gaza y Cisjordania.
A partir de una retirada inmediata de una pequea
fraccin de los territorios palestinos se contemplaba
un repliegue escalonado de otras zonas, a la espera de
un acuerdo definitivo sobre los temas ms complejos.

La conexin noruega
La distancia geogrfica y cultural de Noruega respecto a Oriente Medio y su posicin perifrica en
el esquema de poder internacional no fueron obstculo sino que favorecieron que asumiera un rol
facilitador en las negociaciones de paz entre palestinos e israeles a finales de los noventa. Con una
amplia tradicin en temas de accin humanitaria y en misiones de paz de la ONU, Noruega contaba
con la aceptacin de ambas partes. De hecho, el lder de la OLP haba solicitado al pas europeo como
canal para negociar con los israeles ya a fines de los setenta y en los ochenta pidi en varias ocasiones
al ministerio de Relaciones Exteriores noruego que traspasara este mensaje a Israel. Un dilogo
totalmente exploratorio e informal se inici en enero de 1993 con la participacin de los acadmicos

11

QUADERNS DE CONSTRUCCI DE PAU N 23

Conflicto palestino-israel Ms proceso que paz?

12

israeles Yair Heirschfeld y Rond Pundak y del palestino Abu Al y dos ayudantes, como representantes
de la OLP. El nico funcionario israel al tanto de la reunin era el viceministro de Exteriores, Yossi
Beilin, que inform a sus superiores slo tras la primera ronda de contactos. Los representantes noruegos
con Terje Larsen, Mona Juul y el viceministro de Exteriores Jan Egeland como actores clave actuaron
como facilitadores, no como mediadores, preocupndose de los temas logsticos, de mantener el secreto
de los encuentros y de promover la confianza entre las partes. La intencin era la ruptura de estereotipos,
la clarificacin de malentendidos y, sobre todo, superar la no disposicin a dialogar. Las normas eran
principalmente tres: el secretismo total, no volver a agravios pasados y la posibilidad de retroceder en las
posiciones que se plantearan sobre la mesa. En mayo las partes ya haban avanzado en un borrador con
acuerdos en varios temas, pero los palestinos advirtieron que no continuaran las conversaciones a menos
que Israel enviara representantes oficiales.
El primer ministro Yitzhak Rabin y su ministro de Esteriores, Shimon Peres, que haban estado monitoreando
las pre-negociaciones, dieron luz verde a una delegacin encabezada por el diplomtico Uri Savir,
entonces director general de Relaciones Exteriores. Las conversaciones comenzaron de nuevo, ya que el
nuevo equipo israel rechaz varias disposiciones del borrador previo, entre ellas las que podan derivar en
una intervencin internacional en los territorios ocupados (una posible administracin de Gaza por la ONU
al estilo Namibia o un arbitraje internacional para la cuestin de Jerusaln, por ejemplo). En julio el nuevo
borrador fue sometido a la revisin de los lderes de ambas partes y motiv una serie de demandas de cambio
por la OLP la lista inclua 26 modificaciones, entre ellas ms garantas de presencia internacional para
el cumplimiento de los acuerdos. Las demandas palestinas fueron consideradas inaceptables por Israel,
provocando una crisis que motiv una mayor intervencin de Noruega, asumiendo un papel mediador.
El recin asumido ministro de Relaciones Exteriores Johan Jorgen Holst, que se haba entrevistado con
Rabin en junio, viaj en julio a Tnez en dos ocasiones para reunirse con Arafat y envi a sus representantes
a Jerusaln. En la siguiente ronda de conversaciones los palestinos mantuvieron sus demandas y la situacin
pareci bloqueada hasta que Savir puso sobre la mesa la carta del reconocimiento mutuo si se aceptaba
el borrador con las concesiones de la OLP. Israel qued a la espera de una respuesta de todo o nada,
mientras representantes noruegos intentaban convencer a Arafat de aceptar la propuesta. En agosto, en
el marco de una visita de Peres a Suecia, los delegados noruegos viajaron a Estocolmo para reunirse con
los israeles y desde all llamaron a Arafat a Tnez para instarle a un acuerdo final. Despus de meses de
conversaciones, los temas ms delicados se definieron en un dilogo telefnico de ocho horas. Dos das
despus, la medianoche del 20 de agosto, palestinos e israeles sellaron el acuerdo sobre la Declaracin de
Principios en una ceremonia en Oslo.
Las negociaciones del reconocimiento mutuo se iniciaron inmediatamente despus, con una activa
participacin de Noruega y una mayor personalizacin en la figura de Holst, adems de una mayor presin
porque el acuerdo se haba hecho pblico y EEUU esperaba firmarlo en dos semanas. El proceso se centr
en la carta palestina y fue complicado porque supona abordar cuestiones que haban sido clave en la lucha
de la OLP, que hacan referencia a su posicin sobre el uso de la violencia y modificaciones en su documento
fundacional, entre otros temas. Finalmente, tras una serie de contactos telefnicos y una ltima ronda
de negociaciones en Pars el 8 y 9 de septiembre, el texto de las cartas fue consensuado y los delegados
noruegos las llevaron a Tnez e Israel para su firma por Arafat y Rabin, respectivamente. El camino estaba
despejado para la suscripcin de los acuerdos de Oslo en los jardines de la Casa Blanca.*
*Para ms detalles de las negociaciones en Oslo y el rol de Noruega, vase Hilde Henriksen, Norways Role in the Middle East Peace Talks:
Between a Strong State and a Weak Belligerent, Journal of Palestine Studies, Vol. XXXIV, N4, Verano, 2005.

QUADERNS DE CONSTRUCCI DE PAU N 23

Conflicto palestino-israel Ms proceso que paz?

1.3 Oslo I: El reconocimiento mutuo


y la declaracin de principios

l acuerdo de Oslo (tambin conocido como Oslo I)


se compone de dos elementos: la oficializacin del
reconocimiento mutuo entre las partes y la suscripcin
de la llamada Declaracin de Principios (conocida
como DOP por su sigla en ingls). El reconocimiento
mutuo se concret a travs del intercambio de cartas
entre Yasser Arafat y Yitzhak Rabin. En la misiva de
Arafat, la OLP reconoce el derecho de Israel a vivir en
paz y seguridad, acepta las resoluciones 242 y 338 de
Naciones Unidas, se compromete a una solucin pacfica
del conflicto y renuncia a la violencia y el terrorismo.
En su breve respuesta de un prrafo, Rabin admite que
a la vista de estos compromisos asumidos por la OLP
el Gobierno de Israel reconoce a la organizacin de
Arafat como representante del pueblo palestino y como
interlocutora en el marco de un proceso de paz para
Oriente Medio.24

Cabe destacar que el segundo elemento del acuerdo


de Oslo, la Declaracin de Principios, no es un tratado
de paz. Es ms bien una agenda de negociaciones que
define un calendario a partir del cual se deba llegar
a una serie de acuerdos. La DOP asume la necesidad
de poner fin a dcadas de confrontacin y buscar una
reconciliacin a travs de un pacto poltico, y reconoce
entre sus objetivos la creacin de una autoridad de
gobierno palestino de carcter interino en Gaza y
Cisjordania por un perodo no superior a los cinco aos,
en el cual los palestinos asumiran gradualmente la
administracin de los territorios. Este proceso ira a la
par de un progresivo repliegue israel de los territorios
ocupados. Asimismo, el acuerdo establece que las
negociaciones entre palestinos e israeles continuaran
hasta alcanzar un acuerdo permanente, basado en las
resoluciones 242 y 338.
El documento define el marco general para este
perodo interino, que incluye varios temas: el inicio
del perodo de transicin a partir del retiro de las
fuerzas israeles de la Franja de Gaza y del rea de
Jeric, que deba acordarse en un plazo de dos meses
y concretarse en menos de cuatro meses; la creacin
de una fuerza policial palestina que se encargara
de los asuntos de seguridad interna; la celebracin
de elecciones en Cisjordania y Gaza para elegir un
Consejo Palestino que asumira una serie de funciones
de gobierno; y la transferencia de la autoridad a los
palestinos en temas como la educacin, cultura,
salud, bienestar social, impuestos y turismo. Las
partes tendran que alcanzar un acuerdo para poner
en marcha estos cambios.
Respecto a las negociaciones definitivas o de estatus
permanente, la DOP establece que se iniciaran en
24 Vase el texto completo de las cartas en <http://www.ipcri.org/
files/arafatrabin.html>

un plazo de dos aos y que como mximo en cinco


aos tena que alcanzarse un acuerdo final sobre los
temas pendientes reconocidos explcitamente como
tales en el documento que incluan Jerusaln, los
refugiados palestinos, los asentamientos, los acuerdos
de seguridad, las fronteras, la cooperacin con
vecinos y otros asuntos de inters comn. Por tanto,
la declaracin postergaba los temas ms complejos
para una segunda etapa de negociaciones, pero sin
especificar qu tipo de caractersticas deba tener el
acuerdo final. El historiador Avi Shlaim explica la
omisin de estos temas de vital importancia en la DOP
con un argumento rotundo: La razn de este silencio
no es difcil de entender. Si estos temas hubieran sido
abordados no habra habido acuerdo.25
A pesar de su ambigedad y sus omisiones, el acuerdo
entre la OLP e Israel fue calificado de histrico por
diversas razones. Se trataba del primer compromiso
directo entre las partes que de alguna manera
reconciliaba a los principales actores del conflicto
rabe-israel tras dcadas de negacin y rechazo.
Adems, el acuerdo era visto como una aceptacin
de la particin de Palestina que en cierta medida
suspenda la disputa ideolgica respecto a quin era
el legtimo dueo del territorio para enfocarse en una
solucin prctica que permitiera compartir el espacio
en disputa. A nivel regional, el reconocimiento de
Israel por parte de la OLP supona una ruptura con
la posicin que haban mantenido la mayora de los
pases rabes hacia Israel, determinada en parte por
su adhesin a la causa palestina. Este cambio en las
reglas del juego, en teora, despejaba el camino para
que estos pases consideraran el establecimiento de
relaciones diplomticas con el Estado de Israel. En el
plano internacional, en tanto, la nueva dinmica entre
palestinos e israeles fue reconocida simblicamente
a finales de 1994 a travs de la concesin del premio
Nobel de la Paz a Rabin; su ministro de Exteriores,
Shimon Peres, y Arafat, que ese mismo ao haba
retornado a los territorios ocupados.
Sin embargo, el acuerdo tambin gener duras crticas
en algunos pases rabes y en sectores de la sociedad
palestina e israel, por parte de grupos y personas que
cuestionaron el procedimiento y el contenido del pacto
y de sectores radicales de ambas partes que acusaron
a sus lderes de traicin. Entre los miembros de la
Liga rabe, en especial pases como Jordania, Siria y
Lbano, se critic la decisin de Arafat de llegar a un
acuerdo en solitario con Israel en vez de continuar la
estrategia de coordinar las negociaciones. En cierta
medida, se consider que la propia OLP haba abierto
la puerta a la divisin entre los rabes frente a Israel
al suscribir los acuerdos de Oslo26.
25 Shlaim, Avi. Captulo 11: The Rise and Fall of the Oslo Process
The Rise and Fall of the Oslo Peace Process en Louise Fawcett (ed.),
International Relations of the Middle East, Oxford: Oxford University
Press, 2005,
26 Izquierdo, Ferran. Israel i Palestina: un segle ...Op.cit.

13

QUADERNS DE CONSTRUCCI DE PAU N 23

Conflicto palestino-israel Ms proceso que paz?

14

Entre los palestinos, el acuerdo cont con el rechazo


frontal de Hamas y la Jihad Islmica por abandonar
la reivindicacin sobre la Palestina histrica y pactar
con Israel, lo que llev a estos grupos a lanzar una
campaa de ataques suicidas contra Israel. Pero
Oslo I tambin gener divisiones en el seno de la
OLP. A pesar de que la mayora de los miembros del
Consejo Ejecutivo aprobaron el acuerdo con Israel,
algunos grupos en especial del Frente Popular
de Liberacin de Palestina (FPLP) y el Frente
Democrtico por la Liberacin de Palestina (FDLP)
acusaron a Arafat de abandonar principios de la
lucha palestina por ambiciones de poder. La decisin
tambin fue ampliamente cuestionada por algunos
diplomticos e intelectuales destacados, entre ellos,
Farouk Kadoumi, una especie de ministro de
Exteriores de la OLP, el poeta Mahmoud Darwish
y el acadmico Edward Said. Este ltimo denunci
a Arafat por no coordinarse con los pases rabes,
por finalizar unilateralmente la Intifada y por
sembrar la confusin y divisin en la OLP. Todos
los acuerdos secretos entre un fuerte y un dbil
involucran concesiones ocultas que avergenzan al
dbil, escribi Said. El rechazo al acuerdo entre los
palestinos tambin estaba vinculado a la percepcin
de que Arafat haba reconocido la existencia de
Israel sin obtener a cambio un reconocimiento al
derecho de los palestinos a la autodeterminacin.
En Israel, los sectores contrarios al acuerdo
criticaron a Rabin por poner en juego la idea del
Gran Israel en todo el territorio, es decir desde
el ro Jordan hasta el Mediterrneo. Tanto el Likud
como otros partidos situados ms a la derecha del
espectro poltico denunciaron la traicin a la poltica
mantenida hasta entonces que rechazaba cualquier
negociacin con la OLP de Arafat y acusaron a Rabin
de abandonar a los miles de colonos que ya haba
instalados en los territorios ocupados a principios
de los noventa. Oslo I tambin gener inquietud y
molestia en sectores militares israeles por haberse
visto marginados de las negociaciones en Noruega y
por la escasez de consultas sobre las implicaciones
del acuerdo en materia de seguridad.
No obstante, a nivel general, Oslo I gener expectativas
positivas en la poblacin. Diversas encuestas
revelaron que los ndices de aprobacin al acuerdo
alcanzaban el 65% entre palestinos e israeles. Como
asegura el acadmico palestino Khalil Shikaki, para
muchos palestinos e israeles el proceso de paz de
Oslo represent un gran trato: los israeles esperaban
que produjera el fin de la violencia palestina, y los
palestinos, el fin de la ocupacin militar israel de sus
tierras.27 En la prctica, el acuerdo marco definido
por Oslo I dio inicio a una serie de negociaciones entre
palestinos e israeles durante los noventa. Con un
27 Shikaki, Khalil. El fracaso de la consolidacin de la paz y la relacin
entre seguridad y buen gobierno: el caso de Palestina (1993-2005).
Centro de Investigacin para la Paz. Madrid: CIP-FUHEM, 2006.

ritmo accidentado por los episodios de violencia y los


vaivenes polticos, las conversaciones tuvieron como
resultado una serie de acuerdos especficos en los aos
siguientes. En conjunto, el proceso sent las bases del
escenario actual, pero no cumpli con las esperanzas
que haba despertado ni con los plazos que se haba
definido para que las partes alcanzaran un acuerdo
permanente. El proceso de Oslo no condujo a la paz.

1.4 Oslo II: Las reas A, B y C

a ambigedad y los temas pendientes del acuerdo


de Oslo de 1993 permitan cierto margen de
maniobra a los lderes palestino e israel a la hora
de enfrentar las crticas a su decisin: dependiendo
del enfoque, el pacto poda defenderse como un
paso hacia la construccin del Estado palestino
o como una manera de mantener el control de los
territorios sin que Israel tuviera que asumir el peso
de su administracin. Pero la falta de definicin
tambin alent enfoques dispares a la hora de debatir
los acuerdos de implementacin, como qued en
evidencia en las negociaciones posteriores a la firma
de Oslo I, llevadas a cabo por comits conjuntos.
Mientras los representantes israeles defendan una
transferencia limitada y pausada de competencias
a los palestinos, stos presionaban por una pronta
y amplia adquisicin de poderes. Autores como Avi
Shlaim destacan que aunque estas negociaciones
creaban la sensacin de una paridad entre las partes,
en la prctica partan de una base desigual, reflejo de
la asimetra entre los actores. Ello, porque el hecho
de no alcanzar acuerdo sobre un tema especfico
supona el mantenimiento de las leyes y normas
impuesta por la ocupacin israel y no la aplicacin
de la legislacin internacional.28
En este contexto, se suscribieron diversos acuerdos.
Entre ellos, el que detallaba las condiciones para el
repliegue israel de Gaza y Jeric en 1994 conocido
como Acuerdo de El Cairo que paviment el retorno
de Arafat despus de 27 aos de exilio, ahora como
lder de la administracin interina. La Autoridad
Nacional Palestina se instal as en la Franja de Gaza
y en Jeric. Cabe destacar que el acuerdo permita
que las fuerzas de seguridad israeles mantuvieran el
control sobre los asentamientos de colonos, as como
sobre las fronteras con Egipto y Jordania.
El acuerdo ms significativo del perodo se firm el
28 de septiembre de 1995 y volvi a reunir a Rabin
y a Arafat en EEUU. Conocido como Oslo II,
acuerdo interino, de segunda fase o de Taba
debido a que las negociaciones se realizaron en este
balneario egipcio, el texto daba cumplimiento a una
de las tareas enunciadas en el esquema de Oslo I.
28 Shlaim, Avi. Op. cit.

QUADERNS DE CONSTRUCCI DE PAU N 23

Conflicto palestino-israel Ms proceso que paz?

En ms de 300 pginas se definan las caractersticas


del acuerdo entre palestinos e israeles sobre la
administracin de los territorios ocupados. En este
sentido, el principal eje de Oslo II fue el acuerdo
para el repliegue de las fuerzas israeles de los
mayores centros urbanos palestinos, ampliando as la
zona bajo control de las autoridades palestinas. Se
estableci una divisin territorial en tres reas:
Zona A: Equivalente a un 3% de Cisjordania,
esta zona pasaba a estar bajo el control exclusivo
de los palestinos, incluyendo las seis ciudades con
ms poblacin palestina: Beln, Jenn, Nabls,
Qalqilya, Ramallah y Tulkarem. Jerusaln se
mantena entre los temas a discutir como parte
del estatuto final, mientras que la situacin de
Hebrn qued pendiente de un acuerdo especfico
debido al carcter sensible de esta localidad para
los israeles, tanto por su carga histrico-religiosa
como por la presencia de colonos israeles en el
centro de la ciudad, que la convertan en un caso
nico. Jeric, en tanto, ya se encontraba bajo
dominio palestino.
Zona B: Equivalente a casi un cuarto (24%) de
Cisjordania, esta zona quedaba bajo administracin
conjunta de palestinos e israeles y comprenda
ms de 450 localidades y poblados. En esta
rea los palestinos asuman la responsabilidad
administrativa civil, pero los israeles mantenan
el control de la seguridad.
Zona C: La mayor parte, equivalente a 74% de
Cisjordania, se mantena bajo control total de los
israeles a la espera de un acuerdo permanente.
En esta rea se incluan los asentamientos de
colonos, Jerusaln, las bases militares israeles y
las fronteras exteriores del territorio.
La firma de este acuerdo elev la tensin y el rechazo de
parte de los sectores palestinos e israeles que haban
manifestado su oposicin al denominado proceso de
Oslo e increment los niveles de violencia por parte
de spoilers que pretendan un descarrilamiento de las
negociaciones. En Israel, donde Oslo II fue ratificado
en el Parlamento por una mayora de apenas un voto,
Rabin fue acusado por la derecha de protagonizar
una humillacin nacional y de actuar bajo los
dictados del terrorista Arafat. En este contexto, el
repudio a la negociacin con los palestinos condujo a
un magnicidio: el 4 de noviembre de 1995, despus
de participar en una marcha por la paz, Rabin fue
asesinado por un extremista judo.29

29 El asesino de Rabin, Yigal Amir, argument que haba actuado por


direccin divina para salvar a Israel de las concesiones territoriales
que el primer ministro estaba haciendo a los palestinos.

1.5 El progresivo bloqueo del proceso


de Oslo

ras la muerte de Rabin, y mientras Arafat era


electo en las primeras elecciones a la presidencia
de la Autoridad Palestina (enero de 1996),30 el
primer ministro israel en funciones, Shimon Peres,
inici la implementacin de los acuerdos de Oslo
II. No obstante, su derrota en las elecciones frente
a Benjamin Netanyahu fren la puesta en marcha
del proceso de paz. El Likud haba sido un frreo
opositor de las polticas laboristas y de los trminos
de negociacin con los palestinos. Las prioridades del
programa poltico de Netanyahu desafiaban todas
las aspiraciones de los palestinos en temas como
Jerusaln, el derecho a retorno de los refugiados
o el desmantelamiento de las colonias, razn por
la cual la llegada al poder del primer ministro del
Likud fue considerada por el mundo rabe como una
declaracin de guerra al proceso de paz.31
Aunque intent sortear al mximo los compromisos
asumidos por Israel en el marco del proceso de Oslo,
el deterioro de la situacin en terreno a causa del
incremento de la violencia y las presiones de EEUU,
entre otras razones, llevaron a Netanyahu a adoptar
otros dos acuerdos con los palestinos durante su
mandato, en el marco del proceso de paz de Oslo. El
primero de ellos, el Acuerdo de Hebrn, fue suscrito
en enero de 1997 y defina nuevos criterios para
gestionar la localidad, la nica con presencia de
colonos en el centro de una ciudad en Cisjordania.
El convenio, el primero suscrito por un Gobierno del
Likud con la Autoridad Palestina, dividi la ciudad
en una zona palestina y en otra israel. Un 80% del
territorio fue sealado como H1. En esta zona, donde
vivan unos 160.000 palestinos, el control qued en
manos de la ANP. En el otro 20%, identificado como
H2, vivan unos 450 colonos israeles junto a entre
20.000 y 30.000 palestinos. El control de H2 qued
en manos de las fuerzas israeles, que se reubicaron en
esta zona con el mandato de proteger a los colonos.
La disputada ciudad, que haba vivido recientemente
graves estallidos de violencia, contina siendo hasta
ahora una de las reas ms explosivas de Cisjordania.
Desde inicios de 1997 y hasta finales de 1998
el proceso de Oslo permaneci bloqueado, hasta
que la diplomacia estadounidense forz a Arafat y
a Netanyahu a una nueva ronda de negociacin,
que deriv en los Acuerdos de Wye River. Como
en el anterior acuerdo, ambas partes asuman
responsabilidades, por el lado israel de repliegue
militar y por el palestino de control y garantas de
seguridad, principalmente. En este caso, el Gobierno
30 Yasser Arafat fue electo presidente de la Autoridad Palestina con
el 88% de los votos. En los comicios tambin se escogieron los 88
integrantes del Legislativo palestino.
31 Shlaim, Avi. Op. cit.

15

QUADERNS DE CONSTRUCCI DE PAU N 23

Conflicto palestino-israel Ms proceso que paz?

16

israel se comprometa a una nueva retirada en


etapas de Cisjordania. En una primera fase, 13% del
territorio de la zona C (control exclusivo de Israel)
sera redistribuido: un 1% pasara a la zona A (control
palestino) y otro 12 a la zona B (administracin
palestina y control israel). En una fase posterior
un 14% del territorio del rea B pasara a ser
catalogado como A.32 El plan puso en entredicho
al Gobierno, criticado desde algunos sectores por
entregar territorio a los palestinos y desde otros por
no comprometerse lo suficiente con el proceso de
paz, bloqueando su implementacin. El cronograma
de Wye River se cumpli slo parcialmente. Israel
transfiri 2% del rea C a la B y otro 7,1% de la zona
B a la A, pero se neg a continuar argumentando
que los palestinos no estaban cumpliendo con sus
compromisos en lo referido al control de la violencia
y la recoleccin de armas ilegales. Sin atender a las
advertencias de Arafat respecto a una declaracin
unilateral del Estado palestino en este contexto,
Netanyahu opt por suspender estos acuerdos y
convoc a elecciones, que perdi frente al candidato
laborista, Ehud Barak, en mayo de 1999.
A esas alturas, el proceso de Oslo haba despertado
ms que sospechas en la poblacin palestina sobre
las consecuencias en terreno de la puesta en marcha
de los acuerdos. En la prctica, la designacin de las
diferentes zonas en Cisjordania haba creado espacios
de autonoma palestina rodeados por una serie de
mecanismos de control israel. Las permanentes
revisiones y los checkpoints entre las diferentes reas
territoriales haban propiciado la sensacin entre la
poblacin palestina de que tenan menos libertad de
movimiento que en la fase previa a los acuerdos de
Oslo. En paralelo, eran testigos de la construccin
de vas especiales que permitan a los colonos
israeles movilizarse con facilidad. En la prctica, la
creacin de las tres zonas por Oslo II haba dejado sin
continuidad el territorio de Cisjordania, acentuando
as la divisin territorial que ya exista entre los
territorios palestinos, tras la separacin de Gaza y
Cisjordania despus de la guerra de 1948. En este
sentido, como han destacado algunos autores, lo que
algunos miembros del equipo negociador palestino
haban advertido a Arafat que Oslo conduca a
una consolidacin del control de Israel sobre los
territorios haba comenzado a hacerse realidad.33
Las polticas del Gobierno de Netanyahu en Jerusaln
en teora un tema pendiente del acuerdo final entre
palestinos e israeles tambin despertaron la alarma.
La construccin de asentamientos que haba sido
reactivada por el Gobierno de Netanyahu y mantuvo
un ritmo acelerado durante la administracin de
Barak, a pesar de ser considerada ilegal por la
comunidad internacional y de ir contra el espritu de
los acuerdos de Oslo.
32 Segn esta nueva distribucin de territorio, Cisjordania quedara
dividida en un 18,2% de zona A, 21,8% de zona B.
33 Harms, G. y Todd M. Ferry. Op. cit.

1.6 Camp David y la Segunda


Intifada

hud Barak, uno de los militares ms condecorados


de Israel, se present como el sucesor de
Rabin y como un poltico determinado a alcanzar
un acuerdo con los palestinos. Su intencin era
cambiar el ritmo que haban tenido hasta entonces
las negociaciones de Oslo y abordar directamente
las cuestiones del estatuto final.34 Tras una serie de
reuniones con el presidente de EEUU, Bill Clinton, y
su secretaria de Estado, Madeleine Albright, Arafat
y Barak firmaron en Egipto el acuerdo de Sharm
el-Sheikh (4 de septiembre de 1999) que defina un
nuevo cronograma para las negociaciones sobre el
estatuto final: los temas ms complejos tendran que
consensuarse en los meses siguientes, con el objetivo
de suscribir un acuerdo en septiembre de 2000.
Cabe destacar que los principales involucrados en las
negociaciones se encontraban en posiciones polticas
complejas. Segn algunos autores, el lder palestino
senta la necesidad de contar con ms tiempo para
preparar la discusin sobre el estatuto final y no se
senta cmodo con las presiones de Barak y Clinton.
No obstante, ante el bloqueo en las conversaciones
y el retraso respecto al calendario establecido
en Sharm el-Sheik, Arafat amenaz que si no se
avanzaba en las conversaciones emprendera una
declaracin unilateral de independencia. Barak, en
tanto, enfrentaba una situacin de debilidad poltica
domstica, marcada por mociones de censura y por las
divisiones en su coalicin que lo llevaron a perder la
mayora tres partidos abandonaron el Gobierno en
la vspera de su reunin trilateral con Arafat y Clinton
en EEUU. El presidente estadounidense, en tanto,
recorra los ltimos meses de su segundo mandato,
en la fase del llamado sndrome del pato cojo.35

En este contexto, el 11 de julio de 2000 se pusieron


en marcha las negociaciones en Camp David, el mismo
lugar donde se haba alcanzado el acuerdo entre Israel
y Egipto en 1979. La ausencia de materiales escritos
o mapas delineados durante los 14 das que duraron
las conversaciones ha creado un halo de misterio
sobre el alcance real de las propuestas discutidas en
este perodo, cuyos detalles se han reconstruido a
posteriori a partir de las versiones de los participantes
en las reuniones. An as, Camp David II es
conocido como un momento clave e histrico en las
negociaciones, en el que se abordaron con ms detalle
34 Barak se opona al proceso progresivo que a travs de varios
acuerdos del estilo un poco de tierra por un poco de paz [trad.]
Harms G. y Todd M. Ferry. Op. cit.
35 El denominado sndrome del pato cojo suele atribuirse a los
presidentes de EEUU en la etapa final de su segundo mandato debido
a la imposibilidad de ser reelectos tras haber gobernado durante
ocho aos. En trminos generales, alude a la prematura prdida de
poder, el desgaste, la reduccin de mpetu poltico y las bajas entre los
miembros de su equipo de gobierno.

QUADERNS DE CONSTRUCCI DE PAU N 23

Conflicto palestino-israel Ms proceso que paz?

que nunca los temas ms complejos del conflicto. De


cara al estatuto final, los palestinos como haban
reiterado en los meses previos deseaban la creacin
de un Estado palestino independiente, con Jerusaln
Este como capital. La Autoridad Palestina aspiraba a
que las fronteras previas a la guerra de 1967 fueran el
punto de partida, que hubiera un reconocimiento por
parte de Israel del derecho a retorno de los refugiados
palestinos a travs del regreso y/o compensaciones y
ofrecan a los israeles derechos sobre el barrio judo
de la Ciudad Vieja de Jerusaln.
En Camp David Barak hizo una propuesta que inclua el
tema del territorio, Jerusaln y los refugiados. Respecto
al territorio, la iniciativa contemplaba que adems de
Gaza (ya bajo control palestino), la mayor parte de
Cisjordania y un sector del desierto del Negev pasaran
a manos palestinas, y que los mayores asentamientos
prximos a la Lnea Verde fueran anexados por Israel.
No hay claridad sobre los porcentajes definitivos,
pero se suele atribuir a Barak una oferta del 90%
del territorio ocupado, aunque esa cifra inclua
restricciones por el tema de los colonos, las carreteras
para conectar los asentamientos, zonas de seguridad,
etc. Por ello, algunos autores indican que la cifra real
de la propuesta habra oscilado entre ms de un 70%
y un 80% de Cisjordania. Segn este plan, los israeles
mantendran el control de un 20% del territorio:
anexaran el equivalente a un 10% y mantendran
bajo ocupacin militar durante dos dcadas el 10%
restante. Este ltimo porcentaje inclua el Valle del
Jordn, considerado como una zona estratgica por
su calidad fronteriza con Jordania. Despus de este
perodo de dos dcadas, el territorio sera entregado
eventualmente a la soberana palestina.
En cuanto a los refugiados, el Gobierno de Barak
no estaba dispuesto a aceptar ningn tipo de
responsabilidad moral o legal. Su propuesta era un
programa de retorno limitado en un contexto de
reunificacin familiar, para un nmero de personas
que no habra llegado a precisarse, pero que en
todo caso habra sido gradual, de no ms de 500
personas al ao. Israel se comprometa a aportar a
un fondo de compensacin de carcter internacional
para los refugiados palestinos. Uno de los temas
ms sensibles era, sin duda, Jerusaln (al-Quds en
rabe). Algunos autores destacan que Barak fue ms
all que otros primeros ministros israeles en sus
concesiones y que habra estado de acuerdo con una
particin de la ciudad. A pesar de ello, la propuesta
habra estado lejos de las aspiraciones palestinas de
control de Jerusaln Oriental; zona que estuvo bajo
dominio jordano hasta su ocupacin por Israel tras
la guerra de 1967 y que alberga la Explanada de
las Mezquitas, en la Ciudad Vieja, en concreto la
mezquita de al-Aqsa el tercer lugar ms sagrado
para los musulmanes y la mezquita de la Roca.
En este sentido, autores precisan que la oferta de
Barak fue que los palestinos convirtieran Abu Dis,

un barrio contiguo a Jerusaln Este, en su capital.


Israel pretenda retener Jerusaln oeste y la mayor
parte de la zona este. En cuanto a la Ciudad Vieja, la
idea era que vigilantes musulmanes resguardaran los
sitios emblemticos del Islam.
Finalmente, las partes no llegaron a acuerdo. Las
razones e interpretaciones del fracaso son mltiples,
pero en general existe consenso en la apreciacin
de que los israeles sentan que era lo mximo que
podan ofrecer, mientras que para los palestinos
era menos de lo que podan aceptar. Barak habra
planteado la propuesta en forma de ultimtum, de
todo o nada, y habra insistido en que el acuerdo
debera suponer el fin del conflicto, en el sentido de
que los palestinos no podran presentar luego nuevas
alegaciones. En la delegacin palestina el plan habra
generado divisiones. Algunos lo perciban como una
oportunidad histrica para alcanzar una solucin
poltica al conflicto, mientras que otros consideraban
que supona una renuncia a reivindicaciones bsicas. A
esto se sumaba que los palestinos reciban presiones de
pases rabes para no poner en riesgo los derechos de
los musulmanes sobre los lugares santos de Jerusaln.
Arafat se neg a aceptar los trminos de Barak por
considerar que ponan en riesgo elementos del ncleo
duro de la reivindicacin palestina, en especial en
lo referido a Jerusaln. El dirigente palestino fue
criticado por falta de creatividad y de capacidad
para realizar contrapropuestas, y fue acusado por
Clinton y Barak de ser el responsable del fracaso de
Camp David II y de no estar comprometido con una
solucin pacfica. Se habl incluso de la generosa
oferta de Israel en Camp David rechazada por los
palestinos. No obstante, Arafat fue recibido como un
hroe a su regreso a los territorios ocupados, ya que
muchos palestinos consideraban que el hecho previo
de haber firmado Oslo I y haber aceptado aspirar
a slo un 22% de la Palestina histrica era ya una
concesin ms que suficiente. La percepcin entre los
palestinos era que los israeles no estaban dispuestos
a comprometerse en una solucin justa, basada en el
derecho internacional, mientras que para los israeles
significaba que los palestinos eran intransigentes. De
hecho, a partir de entonces Barak aliment la idea de
que no haba un partner para la negociar la paz en
el lado palestino.
En este contexto de frustracin por el resultado de
Camp David II se produjo el estallido de la Segunda
Intifada o Intifada de al-Aqsa. La escalada de violencia
entre palestinos e israeles termin de dar la estocada
al proceso de Oslo, bloque las vas de negociacin y
en los aos siguientes supuso la prdida de miles de
vidas, la mayora de ellas palestinas. Los hechos se
desencadenaron tras la visita el 28 de septiembre de
2000 del lder ultraderechista israel Ariel Sharon y un
millar de agentes policiales y militares a la Explanada
de las Mezquita, denominada Monte del Templo

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QUADERNS DE CONSTRUCCI DE PAU N 23

Conflicto palestino-israel Ms proceso que paz?

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por los judos, en la Ciudad Vieja de Jerusaln. La


simblica visita a un lugar santo para los musulmanes
en el quinto aniversario de Oslo II por parte de un
dirigente que desafiaba las polticas de transferencia
de territorios a los palestinos fue considerada como
una provocacin deliberada y deriv en una serie de
incidentes que condujeron a una explosin de violencia
directa a gran escala en la zona. Esta vez, mucho ms
virulenta que la Primera Intifada.
Durante la Segunda Intifada las dinmicas de ataquerepresalia fueron continuas y la militarizacin fue
muy rpida. Las fuerzas de seguridad palestinas se
involucraron en la lucha y los israeles respondieron
con armamento pesado y helicpteros. Hamas, que
junto a otros grupos haba iniciado la lucha armada
y los atentados suicidas en los noventa, ya contaba
con un ala militar, las brigadas Izz al Din alQassam, mientras que Fatah cre las Brigadas de los
Mrtires de al-Aqsa en homenaje a los muertos en la
explanada de las mezquitas. As, se multiplicaron los
ataques contra civiles en Israel por parte de milicias
palestinas. Paralelamente, se increment la poltica
israel de asesinatos selectivos ejecuciones
extra judiciales en las que murieron unos 150
palestinos entre 2000 y 2004. Al mismo tiempo se
intensificaron las operaciones militares israeles en
los territorios ocupados, con episodios emblemticos
como la entrada en un campo de refugiados de Jenn
que caus la muerte a 497 personas. Segn los datos
de la ONG israel BTselem, desde su inicio hasta
noviembre de 200436 un total de 3.040 palestinos,
entre ellos 606 menores, haban muerto a manos
de las fuerzas israeles; mientras que otros 429
israeles (78 de ellos menores) haba perdido la vida
a causa de ataques palestinos en Israel y otros 210,
en su mayora colonos, haban fallecido producto de
incidentes en Gaza y Cisjordania.
El pnico entre la poblacin israel en este contexto
foment la adopcin de severas medidas en nombre de
la seguridad, que afectaron a la poblacin palestina
de los territorios ocupados, as como a la minora
rabe dentro de Israel. La espiral de violencia
tambin se tradujo en una poltica de destruccin de
infraestructuras de la ANP, la demolicin sistemtica
de casas de sospechosos de estar involucrados en
ataques contra Israel, y la imposicin de una serie
de restricciones y controles en Gaza y Cisjordania
por parte del Ejrcito israel. La ocupacin israel
comenz a revelar su faceta ms cruda, sometiendo
a la poblacin palestina a condiciones similares a las
de una gran prisin. 37 El proceso de paz colapsaba a
finales de 2000, siete aos despus del primer acuerdo
de Oslo y tras haber sobrepasado en dos aos el plazo
fijado para alcanzar una solucin definitiva al conflicto
palestino israel. An as, en los primeros meses de
36 No existe una fecha precisa para delimitar el fin de la Segunda
Intifada, aunque se suele hacer referencia a los aos 2003 o 2004.
37 Izquierdo, Ferran. Israel i Palestina: un segle Op.cit.

la Segunda Intifada se hizo una ltima apuesta por


rescatar las negociaciones a travs de los llamados
Parmetros Clinton y las negociaciones en Taba.

1.7 Los Parmetros Clinton y las


conversaciones en Taba

a Segunda Intifada condujo a un endurecimiento


de las posiciones de las partes y a una ruptura de la
confianza. An en este escenario, entre diciembre de
2000 y enero de 2001 se impulsaron nuevas iniciativas
para intentar rescatar las negociaciones. A pesar de
que se encontraba en la recta final de su mandato
en noviembre el republicano George W. Bush haba
ganado las disputadas elecciones presidenciales
en EEUU y asumira el poder en febrero, Clinton
hizo una apuesta para intentar concretar de alguna
manera los ocho aos de negociaciones impulsadas
por su administracin. Por tanto, el 23 de diciembre,
sugiri una serie de directrices con el objetivo de
orientar y acelerar las negociaciones. La propuesta fue
presentada en forma de discurso a los negociadores
palestinos e israeles reunidos en la Casa Blanca no
se present una propuesta por escrito38 y, en lneas
generales otorgaba una mayor cantidad de territorio
a los palestinos y ofreca una salida para Jerusaln.39
Los llamados Parmetros Clinton planteaban que
un Estado palestino debera constituirse en entre un
94 y un 96% de Cisjordania (adems de Gaza) y que
Israel tendra que ceder entre 1 y 3% de territorio
para compensar las reas anexadas. Palestinos e
israeles tenan que ser capaces de acordar un mapa
siguiendo los criterios de contigidad, minimizar las
reas anexadas y el nmero de palestinos afectados,
adems de mantener un 80% de las colonias en
bloque, aunque como han comentado algunos
autores, no se explicitaba cmo estos puntos
podan ser compatibles. Tampoco se especificaba
el destino de los asentamientos que no fueran
anexados por Israel; es decir, si seran evacuados
o si los colonos viviran bajo soberana palestina.
En temas de seguridad, se subrayaba que la clave
estaba en la instalacin que deba ser consentida
por ambas partes de una presencia internacional
que supervisara la implementacin de los acuerdos
y las fronteras del Estado palestino. Ello facilitara
el repliegue de Israel, que mantendra algunas bases
en el Valle del Jordn, bajo la autoridad de la fuerza
internacional, por un tiempo limitado que poda
reducirse si disminua la percepcin de amenazas a
Israel en un eventual contexto de cambios regionales
favorables. Segn algunas versiones, las fuerzas
38 Segn el testimonio recogido en su autobiografa, Bill Clinton
ley lentamente la propuesta a las partes para que tuvieran tiempo
de tomar notas.
39 Para ms informacin sobre los Parmetros Clinton vase <http://
www.ipcri.org/files/clinton-parameters.html>

QUADERNS DE CONSTRUCCI DE PAU N 23

Conflicto palestino-israel Ms proceso que paz?

militares israeles estaran desplegadas por un


plazo de seis aos los ltimos tres bajo soberana
palestina, pero podran ampliar su presencia en
situaciones de emergencia en caso de amenaza
inminente y demostrable a su seguridad. Adems, se
planteaba la conformacin de un Estado palestino
no militarizado. Para el presidente de EEUU,
esta era una va de compromiso entre los afanes
de Israel porque fuera desmilitarizado y las de
los palestinos, que queran un Estado con armas
limitadas. El Estado palestino tendra unas fuerzas
de seguridad potentes y soberana sobre su espacio
ereo, aunque algunas versiones apuntan a que se
aplic el trmino de uso mutuo, ya que se habra
aceptado un derecho de Israel a utilizar el espacio
areo para entrenamientos y fines operacionales.40
Respecto a Jerusaln, Clinton sugera un principio
de divisin bajo la lgica de que las reas rabes
son palestinas y las judas son israeles que tambin
deba aplicarse a la Ciudad Vieja y que deba guiar
el diseo de un mapa que permitiera el mximo de
contigidad en las dos zonas. Asimismo, propona
una divisin vertical del Monte del Templo/ Haram
al-Sharif, el lugar de mayor relevancia religiosa de
Jerusaln. Planteaba una soberana de los palestinos
sobre la Explanada de las Mezquitas, un control
israel del Muro de las Lamentaciones; mientras
que para el rea bajo las mezquitas musulmanas
ofreca dos opciones: Israel tendra soberana
sobre este espacio, que conecta con el Muro de las
Lamentaciones, o los palestinos contaran con una
soberana limitada, ya que los sitios sagrados judos
en esta rea recibiran una proteccin especial bajo
un mecanismo internacional. Finalmente, en cuanto
a los refugiados Clinton consider que Israel estaba
preparado para reconocer el sufrimiento moral y
el dao material causado a los palestinos como
resultado de la guerra de 1948. En este contexto,
propona la creacin de una comisin internacional
que ayudara a resolver el tema compensaciones,
reasentamiento, rehabilitacin, aunque admita
que el derecho a retorno a de los palestinos debera
orientarse principalmente a su regreso a un Estado
palestino, ms que a Israel. En este sentido, algunos
autores han planteado que uno de los elementos
ms relevantes de los Parmetros Clinton fue la
introduccin de una posible frmula de intercambio
para facilitar un acuerdo permanente, en trminos
de refugiados por Jerusaln: una renuncia de los
palestinos al derecho a retorno por una renuncia de
los israeles a la soberana sobre el Monte del Templo,
donde mantendran un control simblico.41
Clinton dej claro que era una propuesta personal, de
tomar o dejar, que dejara de estar disponible en breve
dado que l abandonara la Casa Blanca en el plazo
40 Fishman, Henry & Ephraim Lavie. Op. cit.
41 Ibid.

de un mes. Un eventual acuerdo, adems, debera


marcar un fin definitivo del conflicto y de los reclamos
de ambas partes. Con algunas observaciones, tanto
Arafat como Barak aceptaron que los Parmetros
Clinton se convirtieran en la base de las negociaciones
en el balneario egipcio de Taba celebradas entre el 21
y el 27 de enero de 2001. La propuesta de Clinton fue
considerada como una mejor oferta a los palestinos
que la que Barak haba planteado en Camp David,
por lo que las conversaciones en Taba despertaron
ciertas expectativas entre los negociadores
palestinos. No obstante, tambin se valor como una
propuesta tarda: las perspectivas de avanzar estaban
condicionadas de antemano por la poltica interna
de Israel, que se aprestaba a celebrar elecciones en
febrero. Los sondeos de intencin de voto daban ventaja
al candidato de la derecha, Ariel Sharon. Dentro
del propio Laborismo, adems, haba reticencias
sobre este proceso, incluido el propio Barak.
An as, tras los seis das de reuniones en Taba las
partes coincidieron en subrayar que las negociaciones
se haban llevado a cabo en una atmsfera inditamente
positiva, que evidenci un compromiso para la
bsqueda de una solucin pactada y mutuamente
aceptable. La declaracin conjunta posterior a la
reunin admiti que las partes nunca haban estado
tan cerca de alcanzar un acuerdo.42 A pesar de los
progresos, la falta de tiempo se identific como un
factor que impidi desatascar los temas en los que
persistan diferencias y se expres la esperanza de que
estos asuntos pudieran ser abordados tras los comicios
en Israel. En este sentido, se ha valorado Taba como
una prueba de que el dilogo era posible siempre y
cuando las partes se reconocieran seriamente como
interlocutores. Desde la perspectiva israel, en tanto,
se ha subrayado que la delegacin palestina en Taba,
a diferencia de lo ocurrido en Camp David donde
su respuesta se percibi como crtica y reactiva,
haba asumido una posicin ms propositiva.43 Los
pormenores de las negociaciones en el balneario
egipcio fueron recopilados y publicados un ao despus
por el Enviado Especial de la UE para el proceso
de paz en Oriente Medio, Miguel ngel Moratinos.44
Segn el denominado Documento Moratinos,45 en las
negociaciones se asumi que las fronteras del 4 de
junio de 1967 (previas a la Guerra de los Seis Das)
42 Para ms detalles sobre la declaracin conjunta tras las
negociaciones de Taba, vase <http://unispal.un.org/UNISPAL.
NSF/0/BADAA58661CC084F85256E37006FC44D>
43 Eldar, Akiva. The peace that nearly was a Taba, Haaretz, 14 de
febrero 2002.
44 Moratinos y su equipo eran los nicos en el hotel en Taba, adems
de las delegaciones negociadoras, y entrevistaron a los delegados
tras cada una de las reuniones para registrar sus visiones; marcando
un hito de protagonismo de la UE en el marco de este proceso de
mediacin. Seis meses despus de las negociaciones, Moratinos envi
el documento a las partes para recibir comentarios. La versin final,
aceptada por ambas partes, fue publicada en febrero de 2002.
45 Para ms detalles, vase el texto completo del Documento
Moratinos en <http://prrn.mcgill.ca/research/papers/moratinos.htm>

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QUADERNS DE CONSTRUCCI DE PAU N 23

Conflicto palestino-israel Ms proceso que paz?

20

deberan ser la base de las fronteras entre Israel y


el Estado de Palestina. La relevancia de este punto
de partida es que hasta entonces la posicin oficial
israel haba sido que la Resolucin 242 ordenaba
el retiro de territorios y no de los territorios
ocupados en la Guerra de los Seis Das, como defiende
la posicin rabe. Por primera vez, tanto palestinos
como israeles presentaron sus propios mapas de
Cisjordania que sirvieron de base para las discusiones
sobre lmites y asentamientos y que suponan cambios
respecto a las posiciones mantenidas en Camp David.
Segn anlisis posteriores a la reunin, los israeles
valoraron que por primera vez los palestinos hubieran
incorporado en una propuesta formal la posibilidad
de anexin israel de territorios de Cisjordania.46
Los Parmetros Clinton sirvieron como un marco
de referencia, aunque flexible, para la discusin.
En este mbito ambas partes aceptaron el principio
de intercambios de territoriales, aunque no hubo
acuerdo en la proporcin. Desde una perspectiva
demogrfica, Israel present mapas que intentaban
incorporar a su Estado un 80% de los colonos a
travs de la anexin de un 6% del territorio (el
lmite mximo que planteaban los Parmetros
Clinton), mientras que la parte palestina contempl
un intercambio de un 3,1% de territorios (menos
del mnimo definido en el plan Clinton) y subray
la importancia de que hubiera continuidad entre
Cisjordania y Jerusaln. En cuanto a Gaza, se
acord la evacuacin de todos los asentamientos
israeles y el establecimiento de un paso seguro que
permitiera la conexin entre la Franja y Cisjordania.
Respecto a Jerusaln, los Parmetros Clinton
abrieron una va de entendimiento sobre el destino
de la ciudad, pero las diferentes interpretaciones de
las partes tambin bloquearon los debates. Las partes
aceptaron el principio de soberana palestina en los
barrios rabes e israel en los judos y aceptaron que
fuera la capital de dos Estados: Yerushalaim, capital
de Israel, y al-Quds, capital del Estado palestino. Los
palestinos aceptaron discutir una soberana israel en
los asentamientos construidos en Jerusaln Oriental
despus de 1967, aunque con excepciones.47 Las
zonas rabes de Jerusaln se uniran a Abu Dis, 48 una
localidad de los alrededores, donde se instalaran las
sedes del Gobierno y el Parlamento palestinos.49 En
cuanto a la Ciudad Vieja, ambas partes coincidieron
en el control respectivo de los sitios religiosos, pero
46 Haniyye, Akram. Deconstructing the Taba Talks, Report on
Israeli Settlements, marzo-abril 2001.
47 Las excepciones planteadas por los palestinos incluyeron las
colonias de Jebal Abu Ghneim (Har Homa) y Ras al-Amud en
territorios que haban sido confiscados recientemente en una zona que
conecta Beln y Jerusaln y los de Maale Adumin y Givat Zeev, en la
zona metropolitana de Jerusaln
48 Abu Dis es una localidad ubicada fuera de las fronteras de Jerusaln,
segn los lmites establecidos en el Plan de Particin de 1947.
49 lvarez Ossorio, Ignacio y Ferrn Izquierdo. Por qu ha fracasado
la paz? Claves para entender el conflicto palestino-israel, Madrid:
Editorial Catarata, 2007.

no llegaron a acuerdo en uno de los temas ms


complejos, el rea a dividir en el Monte del Templo/
Haram al-Sharif,50 ni en los lmites y los controles de
seguridad en la ciudad abierta de Jerusaln.
En cuanto a los refugiados palestinos tampoco se
alcanz un consenso, pero se exploraron una serie de
frmulas, reconociendo la centralidad del tema para
una solucin del conflicto. El debate abord desde
la posibilidad de desarrollar una narrativa conjunta
sobre la tragedia de los palestinos, hasta cuestiones
prcticas en asuntos de retorno y compensacin. No
se intercambiaron propuestas por escrito pero, segn
el Documento Moratinos, la delegacin israel sugiri
de manera informal un programa a tres bandas
para la absorcin de refugiados palestinos en un
perodo de 15 aos, tanto en Israel entre 25.000
y 40.000 como en reas que seran transferidas a
la soberana palestina y en el marco de un programa
de reunificacin familiar. Las partes avanzaron en la
definicin de la comisin internacional que abordara
el tema de las compensaciones y acordaron que la
UNRWA desaparecera en un plazo de cinco aos.
En el mbito de la seguridad, los palestinos se
habran mostrado dispuestos a aceptar el principio
de limitacin a su capacidad armamentstica y a
considerar las aprehensiones de seguridad de Israel.
No obstante, las diferencias persistieron en otros
temas que suponan un recorte de soberana, entre
ellas el control del espacio areo, los plazos para
el repliegue o la presencia de tropas (los palestinos
admitan la presencia de una fuerza internacional,
pero no de militares israeles).
En un contexto preelectoral en Israel, la reunin en
Taba fue objeto de duras crticas de la oposicin a
Barak, que lo acus de carecer de respaldo poltico
para comprometerse en una negociacin apresurada
con los palestinos y que, segn denunciaron algunos,
pona en riesgo los valores sionistas. La eleccin de
Ariel Sharon como primer ministro en febrero de
2001 fren las dinmicas de Taba y marc un punto
de inflexin. La escalada de violencia en el marco
de la Segunda Intifada se agudiz y el contexto
internacional favoreci una mayor aproximacin de
las polticas de EEUU e Israel. Tras los atentados
contra Nueva York y Washington el 11 de septiembre
de 2001, Sharon aprovech el discurso de guerra
contra el terrorismo del presidente George W.
Bush para alinear en estos trminos la lucha de
Israel contra los palestinos e incluso calific a
Arafat como el Osama bin Laden de Israel51. En
sintona con Sharon, el mandatario estadounidense
50 Al hacer referencias a las zonas sagradas del Muro de las
Lamentaciones, la propuesta de Clinton abri un debate sobre cules
eran sus lmites: segn los palestinos, slo la parte expuesta, ya que
desde su perspectiva los tneles que conectan con el muro forman
parte de Haram al-Sharif.
51 Eldar, Akiva. The Arafat-bin Laden equation wont stick,
Haaretz, 24 de septiembre de 2001. < http://www.haaretz.com/printedition/opinion/the-arafat-bin-laden-equation-won-t-stick-1.63177>

QUADERNS DE CONSTRUCCI DE PAU N 23

Conflicto palestino-israel Ms proceso que paz?

responsabiliz al dirigente palestino de la violencia de


la Segunda Intifada y mantuvo hacia l una posicin
distante, a diferencia de Sharon que fue recibido en
varias ocasiones en la Casa Blanca. Bush plante
explcitamente que la paz y la solucin de dos Estados
requeran un cambio en el liderazgo palestino.
Paralelamente, Israel increment el nivel de respuesta
militar a la Intifada, reocup la mayora de las zonas
A y B de las cuales se haba replegado en el marco
del proceso de Oslo y recluy a Arafat en la Muqata.
Asimismo, el Gobierno de Sharon puso en marcha
polticas como la construccin del muro de separacin,
que avanz desde entonces a pesar de la condena
internacional, con un severo impacto en Cisjordania.

2. Los intentos frustrados por resucitar


el proceso de paz (2001-2010)
2.1 El amargo balance de Oslo

ras una dcada marcada por el proceso de Oslo,


el escepticismo en torno al esquema consagrado
en 1993 se fue agudizando y condujo a una serie
de evaluaciones crticas. Aunque los elementos que
permiten valorar un proceso de paz pueden diferir
segn las aproximaciones tericas, es posible asumir,
siguiendo a Jean Paul Lederach, que las claves de su
xito estn en su capacidad de reducir la violencia,
incrementar la justicia social y restaurar las
relaciones entre las partes en disputa.52 El proceso
de Oslo no fue capaz de tener este impacto positivo y
la literatura ha identificado una serie de fallos, tanto
en las premisas asumidas para abordar una posible
solucin de la disputa como en la forma de conducir
las negociaciones, que en conjunto han tenido
consecuencias prcticas en terreno hasta el da de
hoy. En este sentido, diversos autores han enfatizado
que el proceso de Oslo no logr transformar las
relaciones de poder ni crear certidumbres en las lites
ni las bases de las sociedades enfrentadas.53
El conflicto se ha caracterizado por la profunda
asimetra de poder entre los actores en pugna y
esta situacin no cambi ms bien se acentu en
el marco del proceso de Oslo. En este sentido, los
anlisis apuntan que las negociaciones no lograron
modificar unas relaciones de poder marcadas por
una dinmica de dominio-resistencia (hacia unas
de carcter cooperativo) ni rompieron la lgica de
suma cero, que hacan que cada cesin de una parte
apareciera como una prdida de la otra. El proceso
de Oslo no promovi la confianza entre las partes ni
52 Jean Paul Lederach citado en Maney, G. et al. The Pasts Promise:
Lessons from Peace Processes in Northern Ireland and the Middle
East, Journal of Peace Research, vol.43, N2, 2006.
53 Maney, G. et al. Op.cit.

facilit un empoderamiento del actor ms dbil, los


palestinos. El proceso aparece, adems, como un
reflejo de la aproximacin de EEUU al conflicto sin
mayor implicacin de otros actores internacionales,
cuyo papel, ms que balancear, ha potenciado al
grupo dominante, es decir, a Israel.
El esquema de Oslo se caracteriz tambin por ofrecer
un escaso grado de certidumbre
lo que ha sido
caracterizado como ambigedad constructiva, es
decir, no aclarar los objetivos para evitar el fracaso
de las negociaciones54 en cuestiones clave. De hecho,
se dejaron para el final los asuntos ms espinosos y
no se explicit que el proceso fuera a conducir al
establecimiento de un Estado palestino. Una de las
principales crticas apunta a que el esquema de Oslo
no utiliz como referencia la legalidad internacional,
las resoluciones de la ONU. Por el contrario, parti
de la base de la distribucin de fuerzas en terreno,
permitiendo la continuidad de la ocupacin mientras,
en paralelo, se creaba una singular situacin de
autonoma palestina, en un marco de creciente
fragmentacin del territorio. Consolid as, segn
algunas interpretaciones, una frmula de seguridad
por territorios.55 Adems de consolidar la poltica
de hechos consumados de Israel, los vaivenes del
proceso de Oslo tambin demostraron el impacto de
la poltica interna israel en las negociaciones, ya
que la llegada de los diferentes primeros ministros
supona visiones diferentes sobre el tipo de relacin
con los palestinos y condicionaba su curso. En el
lado palestino, la OLP de Arafat fue acusada de
hacer demasiadas concesiones desde un principio,
sin contrapartidas ni garantas para el cumplimiento
de sus demandas. Las valoraciones crticas de Oslo
tambin han subrayado su carcter top-down, sin
mayor participacin popular en el proceso, y las
dificultades para gestionar la oposicin de los
spoilers. En este sentido, se ha destacado que la accin
mediadora que facilit la aproximacin de las partes
en conflicto no previ adecuadamente las dificultades
o regresiones que surgiran en su implementacin.56
A pesar de las lecciones de este proceso, muchas de
las iniciativas posteriores para intentar reanudar las
negociaciones no sortearon, sino que asumieron, las
lgicas del esquema de Oslo.
Tras el fracaso de Camp David y Taba entre finales de
2000 y principios de 2001, la nueva dcada estuvo
caracterizada por nuevas aproximaciones al conflicto
que intentaron reavivar el proceso de paz entre
palestinos e israeles. Si los diez aos anteriores se
haban caracterizado por la ascendencia de EEUU
en el proceso, en este nuevo perodo se abrieron
ciertos espacios para la presentacin de propuestas
54 lvarez Ossorio, Ignacio y Ferrn Izquierdo. Por qu ha fracasado
la paz? Op.cit.
55 Maney, G. et al. Op.cit.
56 Kriesberg, Louis. Mediation and Transformation of the IsraeliPalestinian Conflict, Journal of Peace Research, Vol.38, N3, 2001.

21

QUADERNS DE CONSTRUCCI DE PAU N 23

Conflicto palestino-israel Ms proceso que paz?

22

por parte de otros actores, desde aproximaciones


multilaterales y de second track diplomacy. stas
involucraron, por tanto, no slo a actores de carcter
estatal como en la Iniciativa rabe, promovida por
pases de la regin, sino tambin de la sociedad civil,
desde donde se impulsaron planes como la Iniciativa
de Ginebra. Adems de propuestas destinadas a
conseguir un acuerdo permanente entre palestinos e
israeles, a lo largo de la dcada y respondiendo a
una evaluacin de la situacin en terreno- tambin
se plantearon opciones de otro tipo para intentar
sortear la crisis, entre ellas acuerdos limitados y
a corto plazo asumiendo que las partes no eran
capaces de alcanzar un acuerdo global y definitivo
y propuestas de accin unilateral. Incluyendo este
amplio abanico de propuestas, algunos recuentos
han identificado hasta 17 planes para abordar el
conflicto palestino-israel en la ltima dcada.57 A
continuacin se examinarn algunas de las propuestas
ms significativas que han tenido como propsito un
acuerdo integral y permanente entre las partes. Entre
ellas se incluyen la Hoja de Ruta, promovida por el
Cuarteto para Oriente Medio EEUU, UE, Rusia y
la ONU; dos propuestas extra oficiales impulsadas
por personalidades de la sociedad israel y palestina
-la Iniciativa de Ginebra y el Plan Ayalon-Nuseibeh-;
la propuesta regional conocida como la Iniciativa de
Paz rabe, y el proceso de Anpolis, impulsado por
George W. Bush durante su segunda administracin.

2.2 La Hoja de Ruta

l plan de paz conocido como Hoja de Ruta fue


presentado el 30 de abril de 2003 por el Cuarteto
para Oriente Medio, conformado por EEUU, la UE,
Rusia y Naciones Unidas.58 La propuesta asuma
como referencia el discurso que haba pronunciado
Bush el 24 de junio de 2002 sobre su visin de Oriente
Medio, y tena como objetivo un acuerdo amplio entre
palestinos e israeles en el marco de un proceso que
debera culminar en 2005. En el marco del ciclo
de violencia iniciado con la Segunda Intifada, la
iniciativa intent recuperar la va de las negociaciones
con una mayor implicacin internacional. Este hecho
fue interpretado como una seal de los lmites de la
intervencin estadounidense en el conflicto, en parte
por su especial relacin con Israel.59 En este sentido,
la idea era intentar compartir la carga de la mediacin
con otros actores internacionales asumiendo que el
papel de EEUU era necesario, pero no suficiente.
57 Fishman, Henry & Ephraim Lavie. The Peace Process: Seventeen
Plans in Ten Years, Palestine Center for Strategic Studies y The Peres
Center for Peace, 2010.
58 Vase el texto completo de la Hoja de Ruta en < http://unispal.
un.org/unispal.nsf/0/6129b9c832fe59ab85256d43004d87fa>
59 lvarez Ossorio, Ignacio y Ferran Izquierdo Por qu ha fracasado
la paz? op.cit.

Segn la Hoja de Ruta, las negociaciones tenan que


partir de la base de las resoluciones 242 y 338 de
Naciones Unidas, pero tambin en la recientemente
aprobada Resolucin 139760 (12 de marzo de 2002),
que insista en la frmula de dos Estados con fronteras
seguras y reconocidas. Asimismo, haca referencia a
los acuerdos suscritos previamente entre las partes, al
principio de paz por territorios y a la Iniciativa de
Paz rabe.61 El plan estaba organizado en tres fases,
con un calendario especfico para su implementacin,
calificado como realista por el Cuarteto: 1) Fin
del terror y la violencia, normalizacin de la vida
de los palestinos y construccin de instituciones
palestinas hasta mayo de 2003; 2) Transicin
(junio a diciembre de 2003) y 3) Acuerdo de estatus
permanente y fin del conflicto palestino israel
(2004-2005). El acuerdo entre palestinos e israeles
debera conducir, por tanto, al fin del conflicto, pero
tambin segn se explicitaba en la Hoja de Ruta al
fin de la ocupacin israel iniciada en 1967.
En la primera fase y asumiendo un enfoque que
sealaba a los palestinos como primeros responsables
de la situacin de violencia los palestinos tenan
que acabar con la violencia de manera inmediata
e incondicional y emprender una serie de reformas
institucionales preparatorias para el establecimiento
de un Estado entre ellas, la elaboracin de una
Constitucin y la celebracin de elecciones,
entre otras cuestiones. Israel, en tanto, tena que
comprometerse en esta primera fase a colaborar en la
normalizacin de la vida de los palestinos y retirarse
de las reas palestinas ocupadas desde el inicio de la
Segunda Intifada. Adems, la Hoja de Ruta asuma una
posicin clara sobre los asentamientos: Israel deba
suspender toda actividad de construccin de colonias
en los territorios ocupados, incluido su crecimiento
natural62, tal como haba recomendado el Informe
Mitchell.63 La segunda fase estara centrada en la
creacin de un Estado palestino independiente con
fronteras provisionales no especificaba cules y
atributos de soberana, lo que se consideraba como
un paso en el camino hacia a la consecucin de un
acuerdo permanente y global. Como parte de este
proceso, y en lnea con los acuerdos previos suscritos
por las partes, se buscara la mxima continuidad
territorial. Este Estado palestino con fronteras
provisionales sera anunciado en el marco de una
60 Vase el texto completo de la Resolucin 1397 del Consejo de
Seguridad de Naciones Unidas en < http://www.un.org/Docs/
scres/2002/sc2002.htm>
61 Vase el apartado 2.3 en el presente captulo.
62 El crecimiento natural de los asentamientos suele hacer
referencia a las actividades de ampliacin de las colonias ya existentes
en los territorios ocupados, por ejemplo, al permitir que hijos de
colonos construyan nuevas viviendas en la zona.
63 El Informe Mitchell fue elaborado por una comisin encabezada por
el senador estadounidense George J. Mitchell e investig la Segunda
Intifada y sus causas, planteando una serie de recomendaciones para
volver a un proceso de negociacin. La comisin recibi este encargo
del entonces presidente Bill Clinton a fines de 2000 y public sus
conclusiones el 30 de abril de 2011.

QUADERNS DE CONSTRUCCI DE PAU N 23

Conflicto palestino-israel Ms proceso que paz?

conferencia internacional y los miembros del Cuarteto


promoveran su reconocimiento internacional,
incluyendo su adhesin a Naciones Unidas. Para una
tercera fase estaba prevista una estabilizacin de las
instituciones palestinas y un acuerdo final sobre los
temas ms complejos del conflicto palestino-israel,
entre ellos la definicin de las fronteras, Jerusaln
y refugiados. Este acuerdo pavimentara el camino
para una normalizacin de las relaciones entre Israel
y sus vecinos rabes.
Al asumir este enfoque en fases la Hoja de
Ruta mantena la lgica de la gradualidad que
caracteriz el proceso de Oslo. No obstante, una de
las principales novedades de la propuesta fue que
plante el establecimiento de un Estado palestino
con fronteras provisionales antes de un acuerdo
permanente con Israel. Por tanto, rompa con las
dinmicas de Oslo que apostaban por avanzar en una
serie de acuerdos interinos que deberan conducir a un
acuerdo permanente y que, en teora, llevaran a un
Estado palestino, aunque esta asuncin era implcita
ya que no apareca en los compromisos suscritos por
las partes en los aos precedentes.64 En la Hoja de
Ruta, en cambio, apareca una referencia explcita
a la configuracin de un Estado palestino y se
reconoca la necesidad de que contara con atributos
de soberana y continuidad territorial que, adems,
llevaran a su reconocimiento a nivel internacional.
La propuesta del Cuarteto fue aceptada por los
palestinos y los israeles hicieron lo propio, aunque
enviaron a Washington un documento con una serie
de reservas. Tiempo despus, Bush dej clara su
proximidad con las ideas defendidas por Sharon en
algunos de los temas ms complejos. En una carta
al primer ministro israel, aceptaba la posicin de su
Gobierno respecto a que existan una serie de hechos
en terreno que convertan en poco realista una solucin
que apuntara a una retirada israel a las lneas del
armisticio de 1949. Asimismo, hizo declaraciones en
las que adelantaba que los refugiados palestinos no
podan esperar un retorno a Israel como parte de un
acuerdo de paz.65 Ms all de este posicionamiento
del presidente estadounidense, el calendario definido
por la Hoja de Ruta no lleg a cumplirse, en parte por
responsabilidad de las partes, pero tambin por la falta
de determinacin de la comunidad internacional para
presionar por su ejecucin hay que tener en cuenta,
adems, que en este perodo la guerra en Iraq marcaba
la pauta en las relaciones entre EEUU y la UE.
En los meses y aos siguientes, adems, las dinmicas
del conflicto palestino israel y las perspectivas
de negociacin se vieron influidas por una serie
64 Fishman, Henry y Ephrain Lavie. Op.cit.
65 Brzezinski, Zbigniew y William B. Quandt. From Bush, Mideast
Words to Act On, The Washington Post, 17 de junio 2005. <
http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2005/06/16/
AR2005061601379.html>

de acontecimientos relevantes. Por un lado, la


muerte de Yasser Arafat en noviembre de 2004 y
su consiguiente impacto en el liderazgo palestino en
trminos de carisma, legitimidad y capacidad para
alinear a la poblacin palestina.66 Por otra parte, el
mantenimiento de las polticas de hechos consumados
de Israel, que emprendi acciones unilaterales como
el desmantelamiento de las colonias de la Franja
de Gaza, que se materializ en agosto de 2005.67
El retiro de los asentamientos y de las fuerzas de
seguridad del territorio palestino fue acompaado,
sin embargo, de un mantenimiento del control de
las fronteras exteriores de la Franja de Gaza. A esto
hay que sumar dos acontecimientos que marcaron la
evolucin poltica de ambas partes a partir de enero de
2006. Por un lado, la hemorragia cerebral masiva que
afect a Sharon a principios de ese mes y que llev a su
incapacitacin como primer ministro, siendo sucedido
por su vicepresidente y tambin miembro del partido
Kadima,68 Ehud Olmert. Paralelamente, el inesperado
triunfo de Hamas en las elecciones parlamentarias del
25 de enero de 2006 el grupo islamista obtuvo 74 de
los 132 escaos, un hecho que abri un captulo sin
precedentes en la poltica interna palestina (que en los
meses siguientes llevara a una confrontacin con Fatah
y a una divisin entre Gaza y Cisjordania), adems de
motivar una fuerte campaa de presin internacional.
Tras los comicios, Israel y los miembros del Cuarteto
para Oriente Medio condicionaron la aceptacin de
Hamas como interlocutor a tres condiciones que se
mantienen desde entonces: el reconocimiento de Israel,
el fin de la violencia y la aceptacin de los acuerdos
firmados previamente por la ANP.69

2.3 El plan Ayalon/Nusseibeh y la


Iniciativa de Ginebra

dems de la Hoja de Ruta, 2003 fue un ao en


que se dieron a conocer otras propuestas para la
solucin del conflicto palestino-israel por parte de
actores que intentaron consensuar un acuerdo marco
para las negociaciones desde fuera de los crculos
oficiales. Estas iniciativas nacieron de un contexto
especfico, marcado por tres aos de violencia y
ausencia de dilogo, tras el fracaso de las negociaciones
de Camp David, el estallido de la Segunda Intifada y

66 Izquierdo, Ferran. Israel i Palestina: un segle de conflicte. Op.cit.


67 La retirada de las fuerzas militares israeles y de los asentamientos
de Gaza se concret sin que mediara la firma de ningn acuerdo y
parta de la asuncin israel de que no haba un partner para
negociar entre los palestinos, tras el fracaso de Camp David en
2000. Este movimiento fue valorado como una forma de establecer
unilateralmente los lmites de Israel.
68 El partido Kadima (adelante en hebreo) fue formado por Ariel
Sharon tras abandonar el Likud en 2005.
69 Para ms informacin sobre la crisis poltica interna palestina,
vase la Base de Datos de Conflictos y Construccin de Paz de la ECP.
<http://escolapau.uab.es/conflictosypaz/ficha.php?idfichasubzona=9
8&paramidioma=0>

23

QUADERNS DE CONSTRUCCI DE PAU N 23

Conflicto palestino-israel Ms proceso que paz?

24

la llegada al poder de Ariel Sharon en Israel. Dos


de las iniciativas que acapararon mayor atencin
meditica e internacional fueron el denominado
Plan Ayalon-Nusseibeh y la Iniciativa o Acuerdo
de Ginebra, con formatos muy diferentes entre s.
La primera de ellas recibe el nombre de sus dos
promotores, Ami Ayalon -almirante en retiro y ex
director de la agencia de seguridad israel Shin
Bet- y Sari Nusseibeh rector de la Universidad
al-Quds (Jerusaln)- y tambin es conocida como
La Voz del Pueblo. Esta propuesta, de una
pgina de extensin, fue presentada en junio de
2003 en formato de Declaracin de Principios y
se ofreca como un documento que deba obtener
respaldo pblico de palestinos e israeles. Los
autores asuman, por tanto, que un apoyo popular
a la iniciativa en ambas sociedades llevara a que
los liderazgos de ambas partes consideraran el plan
como una base poltica para las negociaciones. El
plan se articulaba en torno a seis puntos. El primer
principio era el reconocimiento de dos Estados para
dos pueblos Palestina, Estado para los palestinos,
e Israel de los judos. En segundo trmino, una
definicin de fronteras acordada entre las partes
sobre la base de los lmites del 4 de junio de 1967,
las resoluciones de la ONU y la Iniciativa de Paz
rabe70. Las modificaciones fronterizas deban
establecerse en funcin de las necesidades vitales
de ambas partes consideraciones demogrficas,
securitarias y de continuidad territorial- y en una
ratio de 1:1. Tras la definicin de fronteras se
apuntaba- no habra colonos israeles en el Estado
palestino. Respecto a Jerusaln, se planteaba que
fuera una ciudad abierta, capital de los dos Estados,
con los barrios rabes bajo soberana palestina y
los judos bajo soberana israel. Ninguna de las dos
partes ejercera soberana sobre los sitios sagrados
de Jerusaln. El Estado palestino asumira el rol
de guardin del Monte del Templo/Haram al-Sharif
en nombre de los musulmanes; mientras que Israel
sera el guardin del Muro de las Lamentaciones
en beneficio de los judos. El plan tambin asuma
como principio que un Estado palestino sera
desmilitarizado y que la comunidad internacional
garantizara su seguridad e independencia.
El punto relativo al destino de los refugiados
palestinos fue considerado como uno de los ms
polmicos, ya que asuma que regresaran slo a un
eventual Estado palestino, lo que supona pasar por
alto una de las lneas rojas de la posicin palestina
en las negociaciones, basada en la resolucin 194
de Naciones Unidas.71 En este mbito tambin
se consideraba que las partes y la comunidad
internacional pusieran en marcha un fondo para
70 Vase prximo apartado sobre la Iniciativa de Paz rabe.
71 lvarez Ossorio, Ignacio y Ferran Izquierdo. Por qu ha fracasado
la paz? Op.cit.

compensar el sufrimiento de los refugiados. Por


ltimo, el plan propona que la implementacin de
los cinco principios enunciados condujera al fin al
conflicto y a todas las reclamaciones entre las partes.
A pesar de haber obtenido miles de adhesiones y
cierta atencin meditica, la iniciativa no tuvo un
mayor impacto en el mbito poltico.
La Iniciativa de Ginebra, en tanto, acapar una
mayor atencin internacional y respaldo de figuras
emblemticas de alto nivel, entre ellas el lder
sudafricano Nelson Mandela; el entonces secretario
general de la ONU; el ex mandatario sovitico Mikhail
Gorbachov y los ex presidentes de EEUU Bill Clinton
y Jimmy Carter. La propuesta fue promovida por dos
ex negociadores que haban estado involucrados en
distintas etapas del proceso de paz en el pasado: del
lado israel, el ex ministro de Justicia Yossi Beilin,
figura clave en la definicin de los acuerdos de
Oslo, y el palestino Yasser Abed Rabbo, ex ministro
de Informacin de la ANP y cercano a Arafat. Al
momento de plantear la propuesta ninguno de
ellos desempeaba cargos oficiales y su trabajo se
desarroll sin contar con respaldo de sus gobiernos.
Aun as, la delegacin palestina tena un cariz ms
oficialista, mientras que la israel, por el contrario,
estaba integrada por sectores polticos opuestos al
Gobierno de Sharon. La iniciativa se hizo pblica
en octubre de 2003 y fue lanzada oficialmente en
diciembre en la ciudad suiza de Ginebra, tras dos
aos de conversaciones entre equipos palestinos e
israeles en los que participaron figuras destacadas
de mbitos diversos, entre ellos el mundo poltico,
acadmico, cultural, militar, empresarial, etc. Desde
el fin de las negociaciones en Taba a principios de
2001, diferentes iniciativas haban intentado cerrar
las brechas que existan en las posiciones de ambas
partes. La Iniciativa de Ginebra parti de la base de
los Parmetros Clinton y de los acuerdos alcanzados
durante esa semana de debates en el balneario egipcio,
como si se tratara del octavo da de Taba.72 En
un contexto de agudizacin de la tensin entre las
partes, la propuesta fue valorada como una manera
de probar que un acuerdo permanente y fruto del
dilogo entre palestinos e israeles era an posible, en
un plazo razonable de tiempo, si haba interlocutores
con voluntad poltica para intentarlo.73
El documento de ms de 50 pginas de la Iniciativa
de Ginebra abordaba una amplia gama de temticas
relacionadas con el conflicto palestino-israel, con
72 Harms, G. y Todd Ferry, op.cit.
73 Segn el escritor israel Amos Oz, uno de los participantes en la
Iniciativa de Ginebra, la propuesta intentaba ofrecer una ventana
desde donde palestinos e israeles pudieran contemplar un paisaje
diferente y parta de un punto clave: los israeles pondran fin a la
ocupacin y los palestinos terminaran su guerra contra Israel.
Nosotros abandonamos el sueo del Gran Israel y ellos abandonan el
sueo de la Gran Palestina. Oz, Amos. We have done the gruntwork
of the peace, The Guardian, 17 de octubre 2003.

QUADERNS DE CONSTRUCCI DE PAU N 23

Conflicto palestino-israel Ms proceso que paz?

el propsito de convertirse en un marco de acuerdo


integral y con la intencin explcita de poner un
fin definitivo al conflicto y a todos los reclamos
asociados con la disputa.74 Respecto a las cuestiones
principales, planteaba una solucin de dos Estados
que se reconocieran mutuamente. Las fronteras se
definiran en base a las del 4 de junio de 1967, aunque
se asuma que Israel extendera sus lmites ms all
de la Lnea Verde, adquiriendo territorios que seran
compensados en una ratio de 1:1. Grandes bloques
de asentamientos, entre ellos algunos de los ms
polmicos como Maale Adumin, as como los barrios
judos de Jerusaln Este y territorios en torno al
aeropuerto de Ben Gurion seran anexados por Israel.
Como consecuencia, entre unos 300.000 colonos que
vivan entonces ms all de la Lnea Verde quedaran
dentro de las fronteras de Israel, mientras que otros
100.000 seran evacuados de otras colonias como
Ariel o Kiryat Arba.
Jerusaln era concebida como capital de los dos
Estados, con los barrios judos bajo soberana israel
y los rabes bajo soberana palestina. La parte vieja
de la ciudad, sede de lugares santos para musulmanes,
judos y cristianos, se mantendra como ciudad
abierta con soberanas diferenciadas: los palestinos
sobre el Monte del Templo/Haram al-Sharif, y
los israeles sobre el Muro de las Lamentaciones,
recibiendo garantas de acceso al Monte del Templo.
Para la problemtica de los refugiados se ofrecan
varias alternativas, pero con la intencin de que el
acuerdo resolviera el tema de manera permanente.
En este sentido, se ha observado que la Iniciativa
de Ginebra no parti de lo tratado en Taba, ya que
no aluda a la responsabilidad israel en la creacin
del problema.75 En la prctica, se propuso que los
palestinos pudieran volver a un Estado palestino, a
reas de Israel que seran transferidas a un Estado
palestino, que permanecieran en los pases donde
estaban o que viajaran a uno de los terceros pases que
formaran parte de un plan de absorcin de refugiados
en el cual participara Israel. Estos Estados, en todo
caso, tendran capacidad discrecional para recibirlos
o rechazarlos. Asimismo, el acuerdo apuntaba a que
el Estado palestino fuera no militarizado, con unas
fuerzas de seguridad fuertes con armamento limitado
y comprometa a ambas partes en la adopcin
de medidas para prevenir la violencia y acciones
terroristas y para evitar la implementacin de polticas
que pudieran promover posiciones extremistas. Segn
el acuerdo, Israel mantendra presencia militar en el
Valle del Jordn y dos unidades de alerta temprana
en territorio palestino.
Junto a estos temas, el texto de la Iniciativa de
Ginebra inclua ms de una decena de anexos con
74 Para ms informacin sobre la Iniciativa de Ginebra y para acceder al
texto completo del acuerdo, vase http://www.geneva-accord.org/
75 lvarez Ossorio, Ignacio y Ferran Izquierdo, Por qu ha fracasado
la paz? Op.cit.

propuestas detalladas para abordar otra serie de


temas vinculados al conflicto, entre ellos cuestiones
de seguridad por ejemplo, etapas del repliegue
israel, tipo de armas permitidas, tareas de las
fuerzas de seguridad palestinas, caractersticas del
corredor bajo control palestino que conectara Gaza
y Cisjordania, gestin de carreteras y de puestos
fronterizos, uso y control de los recursos hdricos,
temas de economa y medioambiente. Adems, haca
una referencia a la necesidad de que la propuesta
fuera un elemento de un acuerdo de paz ms global
entre Israel y los pases rabes y aluda a la Iniciativa
de Paz rabe.76 La Iniciativa tambin contemplaba
la instalacin de una fuerza internacional
Grupo de Implementacin y Verificacin (IVG,
por su sigla en ingls) encargada de asistir a las
partes en la ejecucin de los acuerdos, que estara
conformada por un componente militar (3.000
soldados) y civil (300 observadores).77 Una presencia
multinacional especial sera desplegada en la zona
del Monte del Templo/Haram al-Sharif, integrada
por representantes de los pases miembros del IVG,
delegados de la Conferencia Islmica, adems de 150
policas y una docena de observadores civiles, entre
ellos representantes de la UNESCO.78
La Iniciativa de Ginebra fue recibida con escepticismo
por EEUU, rechazada por el Gobierno de Sharon
y parcialmente reconocida por Arafat. A nivel de
opinin pblica, sondeos de la poca confirmaron un
respaldo inicial mayoritario aunque limitado entre
israeles (53%) y palestinos (56%) a una propuesta
extraoficial que la prensa presentaba como un
acuerdo que inclua compromisos sin precedentes
entre las partes.79Valoraciones posteriores al
acuerdo han subrayado que los cambios en terreno
y las dinmicas polticas en ambas partes han
hecho difcil una convergencia de condiciones como
las que tuvieron en cuenta los negociadores de la
Iniciativa de Ginebra para sellar el acuerdo. Adems,
se ha insistido en que sus promotores generaban
reticencias en sus respectivas sociedades. Beilin, por
ser percibido como un izquierdista y Abed Rabbo
como una persona demasiado dispuesta a hacer
76 Vase el prximo apartado sobre la Iniciativa de Paz rabe.
77 El componente militar del IVG estara compuesto por cuatro
regimientos, tres de ellos estacionados en el Valle del Jordn, en la
zona fronteriza entre Palestina y Jordania; mientras que el cuarto
se ubicara en el lmite entre la Franja de Gaza y Egipto. Otras
subunidades se instalaran en reas de interaccin regular entre
palestinos e israeles y en sitios de importancia religiosa.
78 Esta unidad asistira a las fuerzas de seguridad palestinas en el
control del Monte del Templo/Haram aSharif, asegurndose adems
de que no se llevaran a cabo excavaciones en el rea.
79 El peridico Haaretz especificaba que el resumen de la Iniciativa
de Ginebra utilizado para la encuesta no detallaba que la disputada
Ciudad Vieja de Jerusaln donde se encuentra la Explanada de las
Mezquitas y las ruinas de sitios sagrados del judasmo quedara bajo
soberana palestina, sino que se aluda en trminos ms genricos
a que cada parte gobernara en sus sitios sagrados. Haaretz. Poll:
Most Israelis and Palestinians Support the Geneva Accord, Haaretz,
23 de noviembre 2003.

25

QUADERNS DE CONSTRUCCI DE PAU N 23

Conflicto palestino-israel Ms proceso que paz?

26

concesiones en temas clave para los palestinos.80


Desde una perspectiva crtica, se ha considerado que
una de las debilidades de la Iniciativa de Ginebra fue
dar continuidad a la lgica de Oslo, consagrando un
esquema desigual al aceptar la poltica de hechos
consumados avanzada por Israel en los ltimos aos
permitiendo, por ejemplo, la anexin de gran parte
de los asentamientos construidos en los territorios
ocupados despus de la guerra de 1967.

2.4 La Iniciativa de Paz rabe

unque se consolid como propuesta regional a


partir de 2007, la Iniciativa de Paz rabe (IPA)
tuvo su origen en la cumbre de la Liga rabe celebrada
en Beirut (Lbano) en marzo de 2002 y manifest la
voluntad del conjunto del mundo rabe por poner fin
a la disputa con Israel. Esta iniciativa regional se
present como un intento de poner fin definitivamente
al conflicto palestino israel desde una perspectiva
comprehensiva y supuso una opcin estratgica de los
pases de la zona por la paz y por una solucin de dos
Estados. El plan fue promovido por Arabia Saudita
y se materializ en una oferta de intercambio bajo la
lgica de paz por territorios. Los lderes rabes
propusieron a Israel un reconocimiento colectivo de su
derecho a existir como Estado y una normalizacin de
las relaciones diplomticas con los pases de la regin
a cambio de su compromiso en tres temas clave. En
primer lugar, una retirada total de los territorios
ocupados en la guerra de 1967, incluidos los Altos
del Goln y la zona sur de Lbano. En segundo
lugar, una solucin justa para el problema de los
refugiados palestinos, a travs de un acuerdo basado
en la resolucin 194 de Naciones Unidas. La ltima
condicin fue la aceptacin del establecimiento de un
Estado palestino soberano e independiente en Gaza y
Cisjordania con Jerusaln Este como capital. Basado
en las resoluciones 242 y 338 de Naciones Unidas,
el planteamiento rabe parta de la conviccin y
as lo explicita en el documento suscrito en Riad
de que la va militar no conducira a la paz ni
garantizara la seguridad a ninguna de las partes en
pugna. Por tanto, prometa que una vez declarado
el fin del conflicto palestino israel los pases
rabes se involucraran en garantizar la seguridad
de todos los Estados de la regin, incluido Israel.
La IPA fue considerada como un documento histrico
en la medida que supona un cambio en la posicin
que haban mantenido los pases rabes hacia
Israel desde 1967, caracterizada por los tres no
de la Declaracin de Jartum (NO a la paz, NO al
reconocimiento y NO a la negociacin con Israel) 81.

80 Fishman, Henry y Ephraim Lavie. Op. cit.


81 En una reunin en El Cairo en 1999, los pases de la Liga rabe
ya haban afirmado que una paz justa y comprehensiva era una
opcin estratgica que deba concretarse de acuerdo a la legalidad

La iniciativa tambin fue considerada relevante por


otra serie de elementos, segn diversos anlisis. La
propuesta no slo tena un carcter regional, sino
que intentaba proporcionar un marco multilateral
para unas negociaciones que involucraran a Israel
con Lbano y Siria, y no slo con los palestinos.
Adems, por primera vez, los pases rabes asuman
la posibilidad de un Estado palestino con capital en
Jerusaln Este y no en toda el rea de la ciudad
y de una solucin consensuada para el tema de los
refugiados. La IPA tambin implicaba un cambio de
lgica respecto a procesos como el de Oslo o la Hoja
de Ruta, que haban apostado porque tanto israeles
y palestinos adoptaran medidas en forma coordinada
y progresiva. En este caso, el nfasis estaba en la
oferta: una normalizacin a nivel regional a cambio
del repliegue de Israel.
En un escenario post 11-S, con la poltica exterior
estadounidense enfocada en la guerra contra el
terrorismo, y con el fracaso del proceso de Oslo
y la Segunda Intifada como teln de fondo, la IPA
surgi en un contexto en que se perciba que Israel no
tena incentivos suficientes para hacer concesiones a
los palestinos y que, por tanto, cualquier perspectiva
de solucin requera una aproximacin regional.
No obstante, en 2002 la iniciativa se vio frustrada
rpidamente por una conjuncin de variables. En
primer lugar, a pesar de ser aprobada en forma
unnime por la Liga rabe, la propuesta tuvo un
respaldo diplomtico limitado slo 10 de los 22
jefes de Estados en la Liga rabe participaron
en la cumbre en Beirut, con ausencias relevantes,
como las de presidente egipcio, el rey de Jordania
o el propio Arafat, a quien Israel no le permitira
regresar si sala de Ramallah. Adems, la IPA cont
con grandes reticencias de Siria, opuesta a la idea
de normalizacin. La propuesta tambin recibi
escasa atencin en Israel y motiv el rechazo de
sectores palestinos (entre ellos Hamas, la Jihad
Islmica y las Brigadas de los Mrtires de alAqsa). Pero sin duda lo que marc definitivamente
el naufragio de la IPA en 2002 fue la espiral de
violencia que coincidi con la presentacin del plan
en Beirut el 28 de marzo de 2002. La vspera,
el ataque de un suicida palestino contra un hotel
en Netanya caus la muerte a una veintena de
personas. Un da despus Israel lanz la operacin
Escudo Defensivo, la mayor operacin militar en
Cisjordania desde la Guerra de los Seis Das82.
La IPA fue ignorada casi por completo en los aos
siguientes y no fue hasta 2007 que fue recuperada.
Tras el triunfo electoral de Hamas en 2006, la
Iniciativa de Paz rabe se rescat como una
forma de respaldar el Acuerdo de la Meca para la
internacional y que requerira un compromiso de Israel.
82 La operacin militar israel llev a la reocupacin de Ramallah,
Jenn y Nabls y dur cuatro semanas. Se calcula que unos 500
palestinos y 29 israeles murieron en este perodo.

QUADERNS DE CONSTRUCCI DE PAU N 23

Conflicto palestino-israel Ms proceso que paz?

formacin de un gobierno entre los distintos grupos


polticos palestinos, tras meses de tensiones y
violencia entre Fatah y Hamas. Esta vez la reunin
de la Liga rabe cont con un apoyo diplomtico de
mximo nivel y casi unnime 21 de los 22 jefes de
Estado participaron en el encuentro, slo Libia no
envi delegacin y con la adhesin de Siria.83 Si en
2002 la IPA fue rechazada por Israel, gobernado
entonces por Ariel Sharon, en 2007 fue observada
con inters por algunos sectores, entre ellos el
primer ministro Ehud Olmert. Sin embargo, en la
prctica, la iniciativa continu generando mltiples
reticencias, en parte porque supona que las partes
involucradas tendran que negociar sobre los mismos
temas en los que no se haba llegado a acuerdo en
el pasado en las negociaciones entre palestinos
e israeles. Desde el punto de vista israel, las
crticas apuntaron sobre todo a que se trataba de un
propuesta de todo o nada en la que la devolucin
de territorios iba acompaada slo de promesas
de paz y de normalizacin de relaciones, sin que se
concretara el mtodo para obtener esos resultados.
A la inquietud sobre cmo se resolvera el tema de
los refugiados una lnea roja para los gobiernos
israeles se sumaron las dudas sobre la capacidad
de los pases rabes para comprometer en este
acuerdo a actores como Hezbollah, Irn o el propio
Hamas. La divisin radical entre Fatah y Hamas a
partir de junio de 2007 limit las perspectivas de
esta propuesta que, aunque fue mencionada, en la
prctica no fue incorporada en el proceso iniciado
con la Hoja de Ruta ni en la posterior conferencia de
Anpolis, celebrada a finales de ese ao.

2.5 El proceso de Anpolis

ras la Hoja de Ruta y despus de mantenerse


relativamente distante de los entresijos
diplomticos del conflicto palestino-israel durante
su primer mandato, la administracin de George
W. Bush decidi promover una nueva iniciativa que
reuniera a las partes para un nuevo dilogo a finales
de 2007. En parte, EEUU esperaba un cambio en
el liderazgo palestino y consider que la figura de
Mahmoud Abbas, nuevo lder de la OLP y la ANP
tras la muerte de Arafat, y tambin en la de Salam
Fayyad, eran interlocutores adecuados para retomar
las negociaciones.84 La Conferencia de Anpolis
83 Segn algunos anlisis, el mayor compromiso de Arabia Saudita,
Egipto y Jordania con la IPA tuvo que ver con la preocupacin
regional por la influencia de Irn en la zona, en especial tras la guerra
entre Hezbollah e Israel en 2006, en un contexto de agudizacin de
las tensiones sectarias entre shies y sunnes como consecuencia de la
guerra en Iraq y ante la posibilidad de un mayor acercamiento entre
Tehern y Damasco.
84 En su discurso durante la conferencia de Anpolis, Bush declar que
el tiempo era el adecuado porque palestinos e israeles tienen lderes
decididos a alcanzar la paz () La emergencia de lderes palestinos
responsables ha dado a los lderes israeles la confianza que necesitaban

(Maryland, EEUU) se celebr el 27 y 28 de noviembre


y a ella asistieron delegaciones de alto nivel de
Israel, la ANP, el Cuarteto para Oriente Medio
EEUU, Rusia, la UE y la ONU y de la mayora de
pases miembros de la Liga rabe. La conferencia
fue presentada como una oportunidad para un nuevo
comienzo en las negociaciones y, por tanto, como un
reconocimiento implcito del fracaso de la apuesta de
la Hoja de Ruta, cuyos plazos haban vencido en 2005.
En la prctica Anpolis no supuso la presentacin
de un plan o una propuesta diferente, sino la puesta
en marcha de un nuevo mecanismo de dilogo
entre las partes. Tras los dos das de conferencia y
con la aspiracin de alcanzar una solucin de dos
Estados, los representantes palestinos e israeles
se comprometieron al inmediato lanzamiento de
negociaciones bilaterales para llegar a un acuerdo de
paz, que debera concretarse antes de finales de 2008.
Es decir, en el plazo de un ao, palestinos e israeles
deban resolver todos los temas pendientes. Con este
propsito, delegaciones de las partes mantendran
encuentros peridicos, mientras que Abbas y Olmert
se reuniran quincenalmente para asegurarse del
avance del proceso. En este sentido, la Conferencia
de Anpolis fue valorada como la reunin ms
significativa desde la cumbre de Camp David en 2000
al involucrar a las partes en discusiones directas y
con representaciones de alto nivel diplomtico. Desde
esta perspectiva, el proceso iniciado a finales de
2007 fue considerado como una prueba de que las
partes an reconocan la posibilidad de encontrar una
solucin que tuviera como referencia las fronteras
de 1967 y que resolviera los temas ms complejos
del conflicto.85 Al mismo tiempo, no obstante, este
proceso fue recibido con escepticismo, especialmente
entre los palestinos.86 Finalmente, las conversaciones
naufragaron. Aunque no hay total claridad en las
versiones sobre lo que ocurri en la ltima fase del
dilogo, los trascendidos sobre lo discutido en los
meses previos al colapso del proceso permiten concluir
que se abordaron en detalle los diferentes temas.
Respecto a fronteras y posibles intercambios
territoriales, el punto de partida de las negociaciones
asumi como base los lmites del 4 de junio de 1967,
es decir, previos a la guerra de los Seis Das. A partir
de esta referencia, el Gobierno de Olmert habra
propuesto que entre 6,3 y 6,5% de Cisjordania fuera
anexionada por Israel. A cambio, se entregara un
5,8% de territorio israel a los palestinos. La diferencia
entre 0,5 y 0,7% correspondera al corredor que
conectara Gaza y Cisjordania, que estara bajo
control palestino. La delegacin palestina, en tanto,
habra propuesto un intercambio ms limitado, de
para ver en los palestinos un verdadero socio [Trad.]
85 Fishman, Henry y Ephraim Lavie. Op. cit.
86 International Crisis Group. Tipping Point? Palestinians and the Search
for a New Strategy, Middle East Report N95, 26 de abril 2010-

27

QUADERNS DE CONSTRUCCI DE PAU N 23

Conflicto palestino-israel Ms proceso que paz?

28

1,9% del territorio de Cisjordania, en una ratio de


1:1. En cuanto a Jerusaln, la propuesta israel
habra sido que todos los barrios judos, incluidos los
construidos en Jerusaln Este despus de la guerra
de 1967, formaran parte de la capital de Israel y que
los barrios rabes constituyeran la capital palestina.
Lo que Israel identifica como Holy Basin (cuenca
sagrada, que incluye la Ciudad Vieja de Jerusaln
y lugares considerados santos de los alrededores)
no estara bajo soberana de ninguna de las partes,
sino que sera administrada conjuntamente por
cinco pases, entre ellos Israel, el Estado palestino,
Arabia Saudita, Jordania y EEUU. Los palestinos,
en cambio, habran subrayado que Jerusaln deba
tener el mismo estatus que Cisjordania y Gaza y
que cualquier anexin en Jerusaln Este tambin
deba ser compensada territorialmente. Asimismo,
desconfiaron de la nocin potencialmente expansiva
de Holy Basin de los israeles.
Olmert rechaz reconocer el derecho a retorno de los
refugiados palestinos o que Israel asumiera alguna
responsabilidad por su situacin. En este mbito, su
propuesta fue aceptar el retorno a Israel de unos 5.000
palestinos 1.000 palestinos por ao, en un perodo
de cinco aos aunque no en base a las resoluciones
de Naciones Unidas ni por reunificacin familiar,
sino por cuestiones humanitarias y entendiendo que,
de concretarse, pondra fin a todos los reclamos
palestinos en este tema. Segn declaraciones
posteriores de Olmert, EEUU habra manifestado
la posibilidad de acoger a unos 100.000 refugiados
palestinos y concederles ciudadana. La delegacin
palestina, por su parte, habra solicitado el retorno
de 15.000 refugiados anualmente, por un perodo de
10 aos, que podra renovarse a partir de un acuerdo
entre las partes. Segn la informacin disponible
sobre las negociaciones, palestinos e israeles habran
mostrado una mayor coincidencia en cuanto a que
el retorno de refugiados a un Estado palestino sera
una cuestin interna palestina y en el establecimiento
de un fondo internacional de compensacin. En el
mbito de la seguridad, las partes habran mantenido
posiciones similares a las negociaciones previas.
Israel deseaba un Estado palestino desmilitarizado,
con presencia de sus fuerzas en zonas estratgicas y
control del espacio areo. Los palestinos, en tanto,
rechazaban cualquier presencia israel en un Estado
palestino, reiteraban su demanda de soberana
total en temas de fronteras, agua y espacio areo y
se abran a un posible acuerdo para una presencia
limitada en territorio palestino de un actor externo y
por un perodo limitado de tiempo.
Olmert responsabiliz entonces a los palestinos del
fracaso del proceso, presuntamente por no responder
a las propuestas israeles, y calific la situacin como
una oportunidad perdida y como un acuerdo que estuvo
ms cerca que nunca de concretarse. En este sentido,

en la opinin pblica israel se aliment la idea de que


incluso un lder pragmtico como Abbas no haba sido
capaz de aceptar una generosa oferta de Israel.87
Los palestinos, en tanto, argumentaron que continuar
el proceso se hizo imposible tras la decisin de Israel
de lanzar la operacin Plomo Fundido sobre Gaza,
una ofensiva armada que se extendi entre el 27 de
diciembre de 2008 y el 19 de enero de 2009 y que
condujo a la muerte de 1.400 palestinos la mitad de
ellos civiles y 13 israeles de los cuales tres eran
civiles. Olmert, adems, careca de respaldo poltico
para continuar con el proceso, tras verse afectado
por acusaciones de corrupcin. El escndalo debilit
su posicin y forz su salida del poder a comienzos
de 2009, siendo reemplazado por un Gobierno de
derecha encabezado por Benjamin Netanyahu.
En los meses posteriores, y sobre todo desde principios
de 2011, tras la difusin por la cadena qatar alJazeera y el diario britnico The Guardian de los
Palestine Papers88, nuevos antecedentes condujeron
a una valoracin ms compleja del proceso de
Anpolis. Los trascendidos y la documentacin de las
negociaciones apuntan a que la dirigencia palestina
habra estado dispuesta a realizar importantes
concesiones en temas sensibles para los palestinos,
como permitir la soberana sobre la mayor parte de
Jerusaln a travs de la anexin de la mayor parte
de los asentamientos construidos ilegalmente en
Jerusaln Oriental y a acceder a un muy simblico
y limitado retorno de refugiados. Los documentos
confirmaron y detallaron algunas de las versiones
que ya circulaban sobre el proceso de Anpolis y
dibujaron una imagen servil de los negociadores
palestinos frente a representantes israeles con
posiciones intransigentes. Asimismo, algunos de los
datos motivaron acusaciones contra miembros de la
ANP que acus a al-Jazeera de fabricar mentiras
con medias verdades y Fatah, por haber estado ms
preocupados de debilitar a Hamas que de poner fin a
la ocupacin israel. La revelacin desmont la idea
de que las partes haban estado a punto de alcanzar un
acuerdo en el proceso de Anpolis y, por el contrario,
reforz la percepcin de sectores crticos respecto a
que se trataba de un mal acuerdo para los palestinos
que incluso un equipo negociador dbil no haba
sido capaz de aceptar.89Todo ello, en un contexto de
creciente decepcin con las negociaciones de paz,
denunciadas como una farsa que desde el inicio del
proceso de Oslo en 1993 ha permitido una creciente
fragmentacin de los territorios palestinos y una
87 International Crisis Group. Tipping Point? Op.cit.
88 La documentacin revelada en enero por la televisora qatar al-Jazera
y el diario britnico The Guardian incluy material de la ltima dcada
de negociaciones entre palestinos e israeles (1999-2010). La revelacin
deterior la visin de la opinin pblica sobre la ANP, que acus a alJazeera de construir verdades a medias. El episodio de los Palestine
Papers deriv en la renuncia de Saeb Erekat como jefe de la oficina de
negociacin palestina desde donde se habran filtrado los documentos.
89 Tolan, Sandy. Two-State Solution: a Postmortem, al-Jazeera,
18 de febrero 2011.

QUADERNS DE CONSTRUCCI DE PAU N 23

Conflicto palestino-israel Ms proceso que paz?

intensificacin de las polticas segregacionistas de


Israel bajo argumentos de seguridad.90

2.6 El contexto del conflicto en 2010


y la nueva era Netanyahu

finales de 2010 el balance de la situacin


en terreno ofreca un diagnstico complejo y
dramtico. Segn un informe de la ONG israel
BTselem, un total de 7.454 personas haba muerto
producto de la violencia en el conflicto palestinoisrael en la ltima dcada, desde el estallido de la
Segunda Intifada hasta septiembre de 2010. Las
vctimas palestinas representaban un 85% de los
fallecidos, es decir, 6.371 personas, de las cuales
1.317 eran menores de edad. Junto a este amargo
recuento de la violencia directa asociada al conflicto,
una serie de procesos simultneos se erigan como
dificultades cada vez ms difciles de sortear para una
posible solucin de dos Estados y llevaban a analistas
y polticos a advertir que el tiempo se agotaba para
alcanzar un acuerdo que pusiera fin al conflicto
a partir de una frmula de dos Estados, ya que la
viabilidad de un eventual Estado palestino estaba
cada vez ms sino definitivamente en cuestin.91

La situacin en Cisjordania se caracterizaba por


una fragmentacin y discontinuidad territorial, lo
que tambin se ha descrito como cantonizacin
o bantustanizacin del territorio palestino.
El conjunto de zonas bajo control de la ANP no
representaba ni la mitad de Cisjordania y conviva
con controles militares, asentamientos, el trazado del
muro y la presencia de carreteras de uso exclusivo
para israeles. En cuanto a los asentamientos, de
acuerdo a la oficina de estadsticas de Israel, en
2009 haba en Cisjordania unos 310.000 colonos,
mientras que otros 194.000 vivan en barrios judos
en la zona de Jerusaln anexada por Israel tras la
guerra de 1967. En total, los colonos representaran
un 6,5% de la poblacin total de Israel. En
trminos econmicos, los datos arrojaban una
desproporcionada inversin por parte del Estado de
Israel en asentamientos de Cisjordania y Jerusaln,
que representaran un cuarto de todo lo invertido en
construccin durante 2009. Justificado como parte
de una estrategia de seguridad para prevenir los
ataques suicidas, el avance del muro de separacin
israel en Cisjordania ha ido consolidando el control
del territorio. Ello, a pesar de la condena emitida por
la Corte Internacional de Justicia que consider que
la barrera deba ser desmantelada y que no poda
justificarse por motivos de seguridad nacional o
legtima defensa. En la prctica en 2010 ya se haba
90 Clot, Ziyad. Palestine Papers: Why I Blew the Wisthle, alJazeera, 14 de mayo 2011.
91 lvarez-Ossorio, Ignacio. Es todava viable un Estado palestino?
Documento de Trabajo 52/2010, Fundacin Alternativas, 2010.

construido ms de 58% del recorrido proyectado del


muro 85% de cuyo trazado se dibuja ms all de la
Lnea Verde, que en varios tramos rodea grandes
asentamientos que Israel pretende anexar.92
La poltica israel mantena su frreo cerco al territorio
palestino con severas consecuencias desde el punto
de vista humanitario, agravadas por el impacto de la
operacin militar israel Plomo Fundido. Los datos de
diversas organizaciones internacionales confirmaban
su alta dependencia de la ayuda internacional, el alto
porcentaje de la poblacin palestina que vive bajo la
lnea de pobreza (85%) en la Franja y una de las tasas
de desempleo ms elevadas del mundo, que a finales
de 2010 se empinaba por encima del 45%. Respecto
a Jerusaln, una serie de hechos confirmaban una
creciente judaizacin de la ciudad. Adems de la
ley de 1980 que estableci que Jerusaln era la capital
nica e indivisible de Israel, en la prctica se haban
intensificado las polticas que intentan separarla del
resto de Cisjordania.93 A las restricciones de acceso
a la ciudad y la construccin de asentamientos en el
trmino municipal y metropolitano de Jerusaln se
sumaban la suspensin de permisos de reunificacin
familiar, la desinversin y las polticas restrictivas
para la edificacin en barrios palestinos de Jerusaln
Oriental. El conjunto de medidas de control y
segregacin israel han llevado a caracterizar la
actual situacin palestina como un nuevo apartheid.94
Paralelamente, desde la perspectiva israel se hacan
ms patentes los temores demogrficos o lo que
algunos analistas han bautizado como Intifada
demogrfica. Ello, porque segn las previsiones
estadsticas, antes de 2050 la poblacin rabe en
Israel se incrementar hasta representar entre un
25% o un 30%. En las ltimas dcadas Israel haba
podido compensar el ritmo de natalidad palestino
con flujos migratorios de judos, especialmente
procedentes de la exURSS, pero ese mecanismo ya
no parece viable de cara al futuro. Desde el punto
de vista israel la situacin se complica teniendo en
cuenta que para 2050 la poblacin palestina sera
claramente mayoritaria en la Palestina histrica,
representando un 65% de la poblacin en Israel y los
territorios ocupados.95 Estas reflexiones han llevado a
algunos polticos israeles a subrayar la necesidad de
apurar una delimitacin de fronteras para asegurar
un Estado de Israel con mayora juda, asumiendo
que ello supondr ceder partes de lo que algunos
judos consideran como tierra de Israel. Otros han
propuesto directamente intercambios de poblacin.
Estos clculos, no obstante, tambin han incidido en
los debates sobre un posible Estado binacional como
92 BTselem. Human Rights in the Occupied Territories: 1 January
to 30 April 2010, Jerusaln: BTselem, junio de 2010.
93 lvarez-Ossorio, Ignacio. Es todava viable? Op.cit.
94 Para ms informacin, vase Coconi, Luciana. Apartheid contra
el pueblo palestino, Ediciones del Oriente y el Mediterrneo, 2010.
95 lvarez-Ossorio, Ignacio. Es todava viable? Op.cit.

29

QUADERNS DE CONSTRUCCI DE PAU N 23

Conflicto palestino-israel Ms proceso que paz?

30

frmula de solucin del conflicto. Aunque se asume


que sera una solucin a largo plazo, sus defensores
apuntan a que es una sino la nica alternativa
viable si fracasa la frmula de dos Estados. Esta
va supondra dotar de una estructura poltica a
la realidad binacional de la Palestina histrica y
redefinir la identidad en base a valores democrticos
y no a cuestiones tnicas.
Con esta realidad y estos debates como teln
de fondo, a finales de 2010 el mbito de las
negociaciones entre palestinos e israeles no ofreca
un panorama alentador. Desde el fin de la ofensiva
israel sobre Gaza (diciembre 2008-enero 2009) y el
retorno al poder despus de casi una dcada del
lder del Likud Benjamin Netanyahu a la cabeza de
una heterognea coalicin en alianza con sectores
de la ultraderecha israel,96 las perspectivas de
una negociacin significativa entre las partes han
permanecido casi totalmente fuera de la agenda, con
apenas algunos episodios que, sin embargo, no han
servido para sortear una atmsfera de escepticismo
cada vez ms acusada. Ms bien todo lo contrario,
ya que han confirmado el profundo distanciamiento
en las posiciones de las partes, la debilidad del
interlocutor palestino y la creciente intransigencia de
la postura oficial israel.
Respecto a los palestinos, Netanyahu lleg al poder
ofreciendo una paz econmica, un plan enunciado en
2008, antes de su eleccin como primer ministro, que
exiga a la ANP un compromiso en el mantenimiento
del orden y la seguridad a cambio de una mejora en las
condiciones de vida de los palestinos. Se trataba de un
mecanismo de gestin del conflicto que, segn el lder
del Likud, permitira prevenir el ascenso de fuerzas
extremistas y pavimentara el camino a una solucin
poltica. No obstante, meses despus de asumir el
Gobierno y ante las presiones de EEUU, Netanyahu
acept la frmula de dos Estados en una conferencia
en la Universidad de Bar Ilan en junio de 2009, pero
planteando una serie de condiciones para aceptar la
independencia palestina. Desde entonces, el dirigente
ha mantenido su determinacin de mantener el control
de la mayor parte de los asentamientos en Cisjordania
y Jerusaln Oriental. De hecho, si en el pasado se
haban explorado frmulas para un control compartido
de la ciudad como capital de dos Estados, desde 2009
la administracin israel ha reducido al mximo el
margen de maniobra. El Gobierno de Netanyahu ha
planteado adems que un eventual Estado palestino
tendra que ser desmilitarizado y, bajo argumentos de
seguridad, ha intentado justificar una permanencia
israel en el Valle del Jordn para evitar cualquier
posibilidad de desestabilizacin en la zona fronteriza
96 Aunque el partido Kadima obtuvo un escao ms en las elecciones
para la Knesset (Parlamento israel) en febrero de 2009, Netanyahu
logr imponerse formando una coalicin con el partido nacionalista
Yisrael Beintenu, otras formaciones religiosas y con el partido
Laborista, en posicin minoritaria.

con Jordania. El lder del Likud tambin se ha negado


a reconocer el derecho a retorno de los refugiados
palestinos. Segn el primer ministro, debera darse
un reconocimiento explcito de que el problema de los
refugiados palestinos se resolver fuera de las fronteras
de Israel. Asimismo, ha exigido como requisito
indispensable para finalizar el conflicto que Israel
sea reconocido pblicamente por los palestinos como
un Estado judo. La posicin oficial palestina, si bien
mantiene la reivindicacin del derecho a retorno, se ha
mostrado abierta a frmulas de compensacin como
se ha visto en las propuestas de la ltima dcada,
pero se ha negado a reconocer a Israel como un Estado
judo, por considerarlo innecesario y por poner en
riesgo la situacin de los ciudadanos rabes que viven
en Israel (un 20% de la poblacin). En este contexto,
algunos miembros del gabinete de Netanyahu, como
el ultraderechista ministro de Exteriores, Avigdor
Lieberman, han planteado incluso que la solucin al
conflicto no responder a una frmula de paz por
territorios sino a un intercambio de territorios y
poblacin, una frmula que podra suponer la exclusin
de 1.3 millones de ciudadanos rabes de Israel.
A pesar de las expectativas generadas por la llegada
al poder en 2009 de Barak Obama a la presidencia de
EEUU por su posible incidencia en las dinmicas del
conflicto, con el paso del tiempo se fueron haciendo
evidentes las dificultades de Washington para conseguir
compromisos de Netanyahu, incluso en temas clave
como la continua construccin de asentamientos
en los territorios ocupados. Una demanda clave
para los palestinos, pero tambin acorde con los
pronunciamientos internacionales y con la posicin
asumida por EEUU en su poltica exterior hacia la
zona. El propio Obama en su discurso en la Universidad
de El Cairo a mediados de 2009 haba anunciado
que Washington no reconocera la legitimidad de la
construccin de nuevos asentamientos israeles en
los territorios ocupados por violar acuerdos previos
y menoscabar los esfuerzos por la paz.97 A finales
de 2009, el Gobierno israel accedi a declarar una
moratoria en la edificacin de colonias, pero excluy
de plano dejar de construir en Jerusaln Oriental. An
en este escenario, la ANP encabezada por Mahmoud
Abbas accedi a iniciar conversaciones indirectas con
sus pares israeles. No obstante, el intento de dilogo
se quebr despus de que el Gobierno de Netanyahu
anunciara la construccin de 1.600 nuevas viviendas
en Jerusaln Oriental en el primer trimestre de 2010,
en un episodio que tambin caus una severa crisis
diplomtica con EEUU.98 Bajo una fuerte presin
de EEUU, las negociaciones se retomaron cuatro
97 El presidente de EEUU, Barak Obama, dirigi su discurso Un
nuevo comienzo en la Universidad de El Cairo el 4 de junio de 2009.
Disponible en <http://www.whitehouse.gov/the-press-office/remarkspresident-cairo-university-6-04-09>
98 El anuncio del Gobierno de Nentanyahu coincidi con una visita
del vicepresidente de EEUU Joseph Biden a Israel y motiv lo que fue
considerado como la peor crisis diplomtica entre Israel y EEUU en dcadas.

QUADERNS DE CONSTRUCCI DE PAU N 23

Conflicto palestino-israel Ms proceso que paz?

meses despus, en septiembre, a travs de contactos


directos entre las partes los primeros tras veinte
meses sin dilogo. Washington manifest entonces
que esperaba que las conversaciones condujeran al
establecimiento de un Estado palestino en el plazo de
un ao. Sin embargo, teniendo en cuenta las posiciones
precedentes, la reunin de Netanyahu y Abbas en la
Casa Blanca el 2 de septiembre de 2010 se celebr en
un clima de profundo escepticismo.
La falta de expectativas positivas se vio acentuada
por la proximidad del fin de la moratoria declarada
por el Gobierno israel, prevista para el 26 de
septiembre. En este contexto, y a pesar de que las
partes habran acordado reunirse quincenalmente
y seguir una serie de principios de negociacin, el
dilogo se vio interrumpido a las pocas semanas.
Netanyahu que exiga que las negociaciones se
celebraran sin precondiciones no acept la exigencia
de los palestinos respecto a suspender totalmente la
construccin de colonias en Cisjordania y Jerusaln
Este y propuso una moratoria temporal excluyendo
a Jerusaln a cambio de que los palestinos
reconocieran el carcter judo de Israel. La ANP
no acept y la construccin de asentamientos se
reanud a pesar de las objeciones de la comunidad
internacional y de los incentivos ofrecidos por EEUU
para frenar esta actividad.99 A lo largo del ao Israel
promovi otra serie de polticas que complicaron
el mantenimiento de las negociaciones, entre ellas
medidas que afectaban a la minora rabe en Israel el
proyecto de ley que exiga un juramento de fidelidad a
los no judos que desearan la nacionalidad israel y a
Jerusaln al exigir la celebracin de un referndum
antes de cualquier decisin que comprometiera el
futuro de la ciudad que, como se ha mencionado,
Israel se apropi en 1980 en una decisin no
reconocida por la comunidad internacional.
En este contexto, a finales de 2010 los anlisis en
terreno no predecan un cambio en el statu quo a muy
corto plazo y las especulaciones sobre los posibles
detonantes de un cambio apuntaban a una nueva ola
de violencia directa, un eventual cambio interno en la
sociedad israel, renovadas presiones internacionales
a nivel institucional y de la sociedad civil, o cambios
en el panorama regional. Pero ninguna de estas
opciones se prevea de manera inminente. En este
sentido, la serie de acontecimientos que ha tenido
lugar en 2011 ha aportado una serie de novedades de
impacto an incierto en la regin y en las dinmicas
del conflicto palestino-israel.

99 La oferta de EEUU habra incluido 20 aviones de combate


y garantas de veto de Washington en la ONU a las resoluciones
contrarias a los intereses de Israel.

3. Escenario 2011: Claves de la


nueva encrucijada

o cabe duda que el ao 2011 marcar un antes y


un despus en el panorama poltico del norte de
frica y Oriente Medio. Los hechos que se han sucedido
de manera vertiginosa en el marco de la llamada
Primavera rabe han tenido un impacto decisivo
en varios pases, derribando regmenes con fama de
intocables y desafiando a otros que no han dudado en
recurrir al uso de la violencia como estrategia para
aferrarse al poder. Tras las expectativas iniciales en
las poblaciones de la regin despus de la cada de
los presidentes de Tnez y Egipto durante el primer
trimestre del ao, los acontecimientos posteriores en
estos dos pases, y en otros como Siria, Libia, Yemen
o Bahrein, han alimentado dudas sobre el curso y
el ritmo de los cambios; y, sobre todo, han revelado
el potencial de violencia del nuevo escenario. En
este contexto cambiante y an incierto, uno de los
interrogantes que se ha abierto desde el inicio de
las revueltas en Oriente Medio es el impacto que
los cambios en el escenario regional podran tener
en las dinmicas del conflicto palestino-israel.
Como se desprende de lo expuesto en captulos
anteriores, la Primavera rabe coincidi con un
momento de bloqueo total en las negociaciones
entre palestinos e israeles, a casi veinte aos de la
Conferencia de Madrid (1991) y del inicio del proceso
de Oslo (1993) y tras una dcada en que distintas
iniciativas han intentado, sin xito, revivir el proceso
de paz. En este contexto, la evolucin de las revueltas
en Oriente Medio ha obligado a actores clave del
conflicto rabe-israel, y sobre todo a Israel, a una
reevaluacin de sus consideraciones geoestratgicas.
El nuevo escenario regional tambin ha influido en
el posicionamiento de los grupos palestinos Fatah
y Hamas, favoreciendo el anuncio de reconciliacin
tras ms de cuatro aos de enfrentamiento. Las
consecuencias de la Primavera rabe, junto a otros
factores, han fortalecido tambin la decisin de
los palestinos de buscar estrategias alternativas a
las negociaciones auspiciadas por EEUU, ante la
decepcin con Washington por su incapacidad para
presionar al Gobierno israel. Es en este contexto que
ha ganado fuerza la apuesta por el reconocimiento de
un Estado palestino durante la reunin de la ONU en
septiembre de 2011.
La iniciativa de la Autoridad Palestina ha despertado
amplias expectativas y ha convertido a septiembre en
un perodo que puede ser relevante para determinar
el curso de los acontecimientos. Independientemente
del resultado de esta apuesta, se trata sin duda de
un momento poltico con mltiples implicaciones
para la evolucin del conflicto palestino israel.
Los negociadores palestinos han declarado que la
va de la negociacin es su prioridad y, por tanto,

31

QUADERNS DE CONSTRUCCI DE PAU N 23

Conflicto palestino-israel Ms proceso que paz?

32

no se puede descartar que en el ltimo momento


decidan retirar su propuesta en caso de recibir una
oferta significativa por parte de Israel que permita
desbloquear el dilogo. Sin embargo, hasta mediados
de septiembre, todo indicaba que la iniciativa
palestina seguira su curso en la ONU, alimentando
un amplio nmero de reflexiones y especulaciones
sobre el impacto y las consecuencias jurdicas y
polticas de su implementacin. Asimismo, se han
planteado mltiples interrogantes sobre la posibilidad
de que este contexto abra paso, eventualmente, a una
escalada de violencia directa.
El escenario es complejo. En l confluyen dinmicas
regionales y locales, adems de clculos estratgicos,
intereses polticos y capacidades diplomticas
dispares. En un contexto an convulso y mvil, parece
difcil predecir si tiene el potencial para convertirse
en una oportunidad de paz o en el anticipo de una
nueva crisis en un conflicto arraigado y considerado
como el ms emblemtico de Oriente Medio.
Asumiendo el gran nmero de elementos a considerar,
a continuacin se pretenden aportar algunas pistas
sobre una serie de cuestiones que parecen relevantes
en el nuevo contexto. En concreto y recogiendo
algunas de las ideas enunciadas en prrafos
anteriores, se presentan algunas claves sobre el
impacto geoestratgico de las revueltas rabes, el
alcance del proceso de reconciliacin intrapalestina,
la gnesis y las posibles consecuencias de la apuesta
por el reconocimiento del Estado palestino en la ONU,
y las expectativas sobre una escalada de violencia y
una tercera Intifada. El propsito de este captulo
es, por tanto, facilitar la comprensin de algunas
de las principales variables que definen la actual
encrucijada del conflicto palestino israel.

3.1 Primavera rabe: Repercusin


estratgica de las revueltas

l 17 de diciembre de 2010 la muerte a lo


bonzo de un joven tunecino desencaden una
imprevisible cadena de acontecimientos que ha
comenzado a cambiar la geografa poltica del norte
de frica y Oriente Medio. El suicidio desesperado
de Mohamed Bouazizi no slo motiv movilizaciones
en su pas, que en menos de un mes desembocaron en
la cada del rgimen de Zine el Abidine Ben Al, sino
que tambin fue el punto de partida de una oleada
de manifestaciones populares en la regin. Ante la
sorpresa de la opinin pblica internacional, una a una
las poblaciones de los pases de la zona comenzaron
a salir a las calles para decir basta de humillaciones,
de regmenes autoritarios con fachada democrtica,
de corrupcin y nepotismo. De pronto, la situacin
se evidenci como intolerable y se comenz a hablar
de las revueltas, de la Primavera rabe. La crisis de
falta de expectativas entre la poblacin, agudizada

por el factor demogrfico 40% de la poblacin en


el mundo rabe tiene menos de 20 aos, el impacto
de la crisis econmica, el alza de los precios, las
elevadas tasas de desempleo, las desigualdades
flagrantes, la incapacidad para incidir en los asuntos
polticos, la carencia de instituciones representativas
y acusada erosin de la legitimidad de los gobiernos
fueron identificados como factores determinantes
para explicar esta repentina movilizacin.100
El derrocamiento de gobernantes en apariencia
intocables como Ben Al en Tnez, tras 23 aos en
el poder, y Hosni Mubarak, despus de tres dcadas
al mando de Egipto, alent la percepcin de que
el cambio era posible y confirm las aspiraciones
democrticas de los pueblos de la zona, desafiando
las teoras de la excepcin rabe. Con mayor o
menor mpetu, las revueltas se extendieron a Argelia,
Bahrein, Irn, Iraq, Jordania, Libia, Marruecos,
Siria, Yemen. En una regin con fama de inmovilista,
las poblaciones se mostraron ms empoderadas,
conscientes sobre el derecho a decidir sobre sus
destinos. De manera mayoritaria decidieron encauzar
sus demandas a travs de protestas pacficas. La va
no violenta se erigi como la principal estrategia de
cambio, sumada a una voluntad firme de persistir
en sus objetivos de transformacin. Los gobiernos
de la zona respondieron a la inusitada movilizacin
popular con estrategias de persuasin ofreciendo
algunas concesiones y reformas que meses antes de
las revueltas parecan impensables; pero tambin
con represin y violencia. La evolucin de los
acontecimientos convirti la denominada Primavera
rabe en un verano marcado por la convulsin y la
violencia, con situaciones especialmente crticas en
pases como Siria, Libia y Yemen. En Tnez y sobre
todo en Egipto donde el poder pas a manos de una
junta militar, los procesos de transformacin puestos
en marcha han comenzado a desafiar las expectativas
iniciales de algunos sectores de la poblacin respecto
a la profundidad y velocidad de los cambios.101
A medida que se precipitaban y extendan las
revueltas en Oriente Medio fue quedando en
evidencia que los acontecimientos tendran un
impacto en el orden regional, creando nuevos
escenarios y dinmicas con capacidad de desafiar
un statu quo vigente durante dcadas. Para Israel,
los hechos han configurado un momento de intensa
incertidumbre estratgica no slo por la proximidad
territorial de los pases que atraviesan momentos
de convulsin interna, sino tambin por la cada
100 Urrutia, Pamela. El desafo de la revuelta, Boletn de la
Asociacin Catalana de Sociologa, N 108, Instituto de Estudios
Catalanes, marzo de 2011.
101 Para ms informacin sobre el conflicto armado en Libia y las
crisis sociopolticas en Tnez y Egipto, vase la Base de Datos de
Conflictos y Construccin de Paz de la Escola de Cultura de Pau (ECP)
y las publicaciones peridicas sobre la evolucin de la conflictividad
internacional elaboradas por el programa de Conflictos y Construccin
de Paz de la ECP. <http://escolapau.uab.cat/index.php?lang=es>

QUADERNS DE CONSTRUCCI DE PAU N 23

Conflicto palestino-israel Ms proceso que paz?

de (y el desafo a) regmenes que han sido piezas


clave y estables para el diseo de su estrategia de
seguridad. En los anlisis israeles se ha insistido en
que ya no se puede contar con que las autoridades
que emerjan tras las revueltas rabes ofrezcan
determinadas garantas a los intereses israeles
como en el pasado. El posible ascenso de fuerzas
islamistas ha sido otro elemento clave a la hora de
valorar las consecuencias de las revueltas en los
pases de la zona. En este contexto, la preocupacin
de Israel se ha centrado en la situacin de Egipto,
en su frontera sur y en su lmite norte, en Siria,
con potencial para desestabilizar a un vecino Lbano
bajo creciente influencia de Hezbollah.
Como se mencion en la seccin al inicio de este
informe, uno de los elementos clave de la doctrina
de seguridad israel se ha asentado en el acuerdo
de paz firmado con Egipto en 1979, que le ha
permitido mantener bajo control la situacin en su
frontera meridional en las ltimas tres dcadas. El
pacto, que entre otras cosas restringe el despliegue
de las fuerzas egipcias en la pennsula del Sina,
ha sido considerado adems como una garanta
que excluye, o al menos reduce al mnimo, las
posibilidades de un nuevo conflicto armado
territorial a gran escala en la regin, ya que
pareca improbable que el mundo rabe pudiera
aventurarse a una guerra contra Israel sin la ayuda
de Egipto, el pas de mayor peso demogrfico y
militar102. La cada de Hosni Mubarak sorprendi
a Israel103 y sembr dudas sobre la continuidad de
esta garanta, a pesar de que tras asumir el poder
interino egipcio liderado por el Ejrcito insisti
en que el acuerdo de paz no estaba en cuestin. Esta
posicin estaba determinada, en parte, porque los
militares egipcios son conscientes de que el respeto
al acuerdo es una condicin indispensable para
seguir recibiendo ayuda econmica de EEUU.
Los anlisis coinciden, en todo caso, en que Israel
perdi con Mubarak un aliado de facto y en que aunque
se respete el acuerdo de paz es probable que las futuras
autoridades de Egipto no sean tan proclives a ceder ante
determinadas polticas o intereses israeles. Sobre todo,
si las prximas elecciones conducen a la formacin de
un gobierno con mayor presencia de fuerzas polticas
nacionalistas e islamistas. Tampoco se puede asumir
una total continuidad en la poltica exterior de Egipto
hacia otros pases de la regin, como por ejemplo la
distancia que impuso Mubarak con el rgimen iran.
As lo evidenci un incidente ocurrido en febrero de
2011 que caus alarma en Israel: por primera vez en
102 Martn Muoz, Gema. Egipte en el mn rab Op.cit.
103 En febrero Arab Reform Initiative destac que nadie, ni siquiera
el Mossad, fue capaz de anticipar la cada de Hosni Mubarak a
pesar de su intenso despliegue de inteligencia en Egipto. Slo unos
das antes, expertos haban consensuado que Egipto no era Tnez y
que Israel poda estar seguro de que Egipto se mantendra como un
bastin de la estabilidad regional en el futuro.

treinta aos, las autoridades egipcias autorizaron el


paso de dos buques de guerra por el canal de Suez.104
La salida del poder de Mubarak tambin ha supuesto
un desafo estratgico para Israel en relacin a la
Franja de Gaza. En este sentido, el posicionamiento
de El Cairo respecto a la cuestin palestina no era
independiente de sus asuntos domsticos. La poltica
del rais de contencin de los Hermanos Musulmanes
(HM) en Egipto tena su rplica en relacin a Hamas
la rama palestina de la agrupacin y era coincidente
con los intereses israeles. Esta posicin se tradujo no
slo en una aproximacin ms favorable a Fatah, sino
tambin en colaboracin con medidas polmicas como
el bloqueo a Gaza y la construccin de una barrera
de separacin. El nuevo escenario llev a las nuevas
autoridades de Egipto a flexibilizar los controles en la
Franja durante los primeros meses y a abrir el paso de
Rafah en la frontera con Gaza a partir del mes de mayo.
Asimismo, El Cairo tuvo un activo papel en el anuncio de
reconciliacin entre Hamas y Fatah en abril, un proceso
que haba impulsado sin xito en los ltimos aos.105
El potencial de crisis entre Egipto e Israel en
el nuevo contexto se hizo evidente a mediados
de agosto, cuando un confuso episodio en el que
murieron cinco policas egipcios abri un conflicto
en las relaciones bilaterales. Las muertes en el
marco de la persecucin por parte de las fuerzas
israeles de milicianos palestinos que atacaron
una localidad al sur de Israel con un saldo de ocho
vctimas, derivaron en un incidente diplomtico,
en manifestaciones contra Israel, en denuncias
de vulneracin de soberana y de los acuerdos de
1979 y en llamados a que El Cairo demostrara
que el Egipto post-revolucionario es diferente al
de Mubarak. En Israel, donde se ha acusado a las
nuevas autoridades egipcias de no controlar los
movimientos de milicianos armados en el desierto
del Sina, se opt por rebajar el tono. La principal
preocupacin es el impacto de lo que se califica
como un vaco de poder en la pennsula, que ha
convertido una de las fronteras ms estables de
Israel en una de las ms impredecibles. Desde
esferas militares han surgido voces que sugieren
una modificacin del acuerdo de paz de 1979
para permitir que el Ejrcito egipcio incremente
su presencia en el desierto del Sina en vista del
deterioro de la situacin de seguridad.106 El temor
104 La va martima est regulada por normas internacionales pero,
en la prctica, los anteriores gobiernos egipcios haban impuesto un
veto al paso de embarcaciones iranes. Las nuevas autoridades egipcias
optaron por ceirse a la normativa y permitieron el viaje de los navos,
que se dirigan a Siria, previo pago de un peaje de 200.000 euros.
105 Sobre la reconciliacin entre Fatah y Hamas, vase el prximo apartado.
106 El tratado de paz entre Israel y Egipto de 1979 impone el
despliegue de una fuerza multinacional de observadores y limita
estrictamente la presencia de las fuerzas egipcias en la pennsula del
Sina, tanto en nmero de efectivos como en tipo de armas que pueden
ser desplegadas en la zona fronteriza. En enero de 2009, en el marco de
la operacin israel Plomo Fundido sobre Gaza, las autoridades israeles
y egipcias alcanzaron un acuerdo para aumentar el contingente. Tras
la salida del poder de Hosni Mubarak, el Gobierno israel ha aprobado

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QUADERNS DE CONSTRUCCI DE PAU N 23

Conflicto palestino-israel Ms proceso que paz?

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a que la crisis diplomtica con Egipto se agravara


fue uno de los factores que habra constreido una
respuesta militar ms amplia sobre Gaza en el
marco de la escalada entre fuerzas israeles y grupos
palestinos en agosto, a pesar de que el Gobierno de
Benjamin Netanyahu tena luz verde del oficialismo
y sectores de la oposicin para lanzar una ofensiva.
A principios de septiembre, la manifestacin y
posterior asalto a la embajada de Israel en El Cairo
oblig a la evacuacin del personal diplomtico y
volvi a crispar las relaciones bilaterales. En este
sentido, todo indica que el Gobierno israel estara
valorando con ms cuidado el posible impacto de sus
acciones, consciente de un contexto marcado por la
sensible situacin en la zona y los planes palestinos
en la ONU en septiembre.107
En cuanto a Siria, a pesar de su pblica enemistad,
el rgimen de los Assad ha sido para Israel un
adversario predecible que ha exhibido una hostilidad
ms retrica que prctica. De hecho, a excepcin
de algunos episodios puntuales, la frontera sirioisrael ha estado tranquila desde la guerra del
Yom Kippur, en 1973. Aunque se mantienen
tcnicamente en situacin de guerra, Damasco
ha respetado el armisticio. Pese a la ocupacin
de los Altos del Goln, Siria no ha supuesto un
desafo militar para Israel en los ltimos aos y en
ocasiones ha explorado el inicio de negociaciones
de paz. Incluso la influencia de Damasco sobre
Lbano ha sido valorada por sectores israeles, al
considerar que impona una mayor predictibilidad
a la frontera norte.108 Por esta razn, y aunque
a primera vista pueda resultar un contrasentido
por las posiciones de Siria enemigo de Israel,
patrocinador de Hezbollah y Hamas, y cercano a
Irn-, la aproximacin inicial de Israel frente a la
convulsin en este pas en 2011 ha estado marcada
por la cautela, bajo una lgica que coloquialmente
se podra denominar como del malo conocido.109
Como destacan algunos anlisis, el hecho de que
Israel se sienta cmodo con estas cuatro dcadas
de modus vivendi con el rgimen de Assad le habra
en dos ocasiones el despliegue de ms tropas egipcias para proteger
el gaseoducto que suministra a Israel y permiti el uso temporal de
armamento pesado en la zona por primera vez desde 1979.
107 El diario Haaretz detall que el gabinete israel examin
diferentes factores que limitaban la libertad de accin de Israel
respecto a Gaza, entre ellos el aislamiento internacional de Israel,
el hecho de que el sistema de intercepcin de misiles (Iron Dome)
slo ofrezca una proteccin parcial en la frontera sur y el temor a
que empeorara la crisis diplomtica con Egipto. Segn el peridico,
durante la reunin qued claro que Israel careca de la legitimidad
internacional necesaria para una operacin de gran escala en Gaza.
Netanyahu tells the cabinet: Israel lacks legitimacy for major Gaza
operation, Haaretz, 23 de agosto 2011.
108 Para ms informacin sobre la tensin entre Israel, Siria y
Lbano vase la Base de Datos de Conflictos y Construccin de Paz de
la ECP en <http://escolapau.uab.es/conflictosypaz/ficha.php?idfichas
ubzona=97&paramidioma=0>
109 En referencia al refrn, ms vale malo conocido que bueno por
conocer y a las ideas de loyal enemy o devil we know, segn
anlisis en ingls.

llevado a apostar por su supervivencia.110 Ello,


porque las alternativas al rgimen de Damasco
despiertan escepticismo en sectores israeles. La
posibilidad de una situacin de caos o de acceso al
poder de grupos con una agenda islamista o ms
nacionalista despierta preocupacin porque se cree
que podra tener efectos desestabilizadores y podra
facilitar una mayor influencia de Irn en el pas. Por
el contrario, otros anlisis apuntan a que un cambio
de rgimen que otorgue mayor presencia a la mayora
sunn del pas podra tener la ventaja de provocar
un distanciamiento de la repblica islmica.111
Como era previsible, el rgimen de Assad atribuy
la contestacin en su pas a una conspiracin
internacional y a los intentos por debilitar el frente
anti-israel en la regin. De esta manera, Damasco
ha intentado desviar el foco hacia enemigos externos
y, en especial, a Israel, apelando a un elemento
clave de su legitimidad internacional en la zona.112
Ms all de esta retrica, fueron los incidentes
durante la conmemoracin de las guerras de 1948
y 1967 -en mayo y junio, respectivamente-, los que
aportaron nuevas claves sobre las dinmicas del
escenario en construccin. Aunque se previ que por
el contexto de revueltas las protestas por la Nakba
(catstrofe) podan generar en enfrentamientos,
Israel se vio sorprendido por la penetracin
de manifestantes en el Goln, en los primeros
incidentes en la frontera con Siria en casi cuatro
dcadas. Ms de una decena de personas muri
durante esta jornada en el Goln, Gaza y la zona
fronteriza entre Israel y Lbano.113 Tres semanas
ms tarde, en el aniversario de la guerra de 1967
(la Naksa o retroceso), Lbano, Jordania y Egipto
permitieron manifestaciones pero no en las zonas
fronterizas. En el caso de la frontera con Siria,
las manifestaciones pro palestinas alcanzaron los
Altos del Goln y fueron sofocadas por Israel con un
saldo de 23 muertos. Aunque estos hechos se pueden
vincular a la prdida del control del Ejrcito sirio
de la frontera en el contexto de convulsin interna,
se cree que Damasco habra permitido e incluso
promovido estas protestas. El objetivo sera no slo
intentar desviar la atencin de su crisis interna
como acus Israel sino tambin enviar un mensaje
a la comunidad internacional: la inestabilidad
en Siria equivale a inestabilidad para Israel.114
Como respuesta, el Gobierno israel ha insistido
110 NOREF/Arab Reform Initiative, Middle East and North Africa
Report, n15, junio-julio 2011.
111 International Institute for Strategic Studies, Arab upheaval
prompts concerns in Israel, IISS Strategic Comments, Vol.17,
Coment.19, abril de 2011.
112 Hokayem, Emile. Nakba day clashes reveal new Middle East
dynamics, IISS Voices, 16 de mayo 2011.
113 Un total de 15 manifestantes murieron en el 63 aniversario de
la Nakba. Cuatro fallecieron a causa de los disparos de las tropas
israeles en los Altos del Goln, diez en los incidentes en la localidad
libanesa de Maroun al-Ras y uno en Gaza.
114 NOREF / Arab Reform Initiative, Middle East and North Africa
Report, N14, mayo de 2011.

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Conflicto palestino-israel Ms proceso que paz?

en su determinacin en la defensa de sus fronteras


y se ha visto obligado a evaluar la necesidad de
reconfigurar el despliegue de sus fuerzas en la zona.
Las dinmicas recientes en Lbano tambin son
objeto de inquietud para Israel. A lo largo de 2011
Hezbollah ha logrado fortalecer su posicin de
poder en el pas tras forzar en enero la cada del
Gobierno de Saad Hariri,115 sustituido por un nuevo
Ejecutivo encabezado por el candidato promovido
por el grupo islamista shi, Najib Mikati.116 En
el ltimo perodo Hezbollah tambin ha exhibido
su proximidad con el rgimen iran, como qued
en evidencia durante la visita del presidente
Mahmoud Ahmadinejad a Lbano a finales de
2010. 117 La frontera entre Israel y Lbano ha sido
identificada en el ltimo tiempo como una zona
con un alto potencial explosivo, donde cualquier
incidente puede ser malinterpretado y conducir a
una escalada, ya que persisten las dinmicas que
condujeron a la guerra entre Israel y Hezbollah
en 2006. 118 En la fase previa a las revueltas en el
mundo rabe, diversos anlisis haban subrayado
que si los actores en disputa no se han enfrentado
otra vez en esta zona es, en parte, porque son
conscientes de las consecuencias devastadoras
que tendra un nuevo conflicto armado en la
regin. Para Israel, la guerra con Hezbollah
revel las dificultades y limitaciones para ajustar
su doctrina militar tradicional a una forma de
guerra asimtrica desplegada por un actor no
estatal en zonas urbanas. A esto se suma que, a
diferencia de 2006, en el actual contexto existen
ms opciones de que un eventual conflicto armado
involucre a ms actores regionales, como Siria
o Irn y hay menos posibilidades de diferenciar
entre Hezbollah y el Gobierno libans.119De
hecho, los ltimos incidentes fronterizos han
sido protagonizados por soldados israeles y
libaneses. En el actual escenario, por ltimo, es
necesario tener en cuenta que Hezbollah que
controla las operaciones en la frontera con Israel,
incluyendo las de grupos palestinos en la zona,
115 Hezbollah forz la retirada de los 11 ministros del partido shi y
de los partidos de su alianza, causando la cada del gobierno de unidad
liderado por el primer ministro Saad Hariri. Los hechos se produjeron
despus de que Hezbollah reclamara durante meses que el Gobierno deba
desmarcarse de la investigacin del tribunal internacional de la ONU sobre
el asesinato del ex primer ministro Rafik Hariri, padre de Saad Hariri,
ante las versiones de que el tribunal implicara como luego ocurria miembros de Hezbollah como presuntos responsables del crimen.
116 El multimillonario Najib Mikati, que no es militante de Hezbollah,
es de confesin sunn, tal como exige la Constitucin libanesa para el
cargo de primer ministro.
117 La visita del presidente iran a Lbano incluy un recorrido por la zona
fronteriza con Israel, hecho que gener inquietud en este pas y en EEUU.
118 El verano de 2010 se produjo un enfrentamiento fronterizo entre
las fuerzas de seguridad israeles y libanesas que dej un saldo de
cuatro muertos y fue considerado como el incidente ms grave en la
zona desde la guerra entre Israel y Hebollah en 2006.
119 International Crisis Group. Drums of War: Israel and the Axis
of Resistance. Middle East Report, n100, Beirut/Bruselas: ICG, 2
de agosto 2010.

tambin se enfrenta a las incertidumbres por


desestabilizacin en Siria y por la posibilidad
que una cada o debilitamiento del rgimen
Assad incidan en el apoyo logstico y militar
grupo, as como en su posicin en Lbano.

la
de
de
al

En este contexto, diversos anlisis han subrayado


que Israel no se puede permitir un mayor aislamiento
regional, sobre todo despus del distanciamiento con
Turqua tras el episodio de la flotilla humanitaria
en mayo de 2010.120 Aunque a lo largo de 2011 se
especul sobre un posible acercamiento entre Israel
y Turqua por la conjuncin de una serie de factores
entre ellos, la preocupacin compartida por la
situacin en Siria y el triunfo del primer ministro Recep
Tayyip Erdogan, que permitira una aproximacin ms
pragmtica al tema (sorteando las constricciones del
perodo preelectoral), la publicacin en septiembre de
2011 de los resultados de la investigacin de la ONU
sobre el episodio de la flotilla abri una nueva crisis
diplomtica entre ambos pases.121
En resumen, parece evidente que la nueva realidad
de la regin obliga a nuevas consideraciones. Durante
aos Israel ha sido capaz de administrar, gracias a su
superioridad militar, una paz fra con Egipto y con
Siria y enfrentamientos eventuales con adversarios
palestinos o libaneses. Los cambios en el puzzle
geoestratgico de la regin en 2011 indican que no
se pueden considerar como inamovibles una serie de
asunciones que se haban mantenido en el pasado.
Las crisis en pases que rodean a Israel pueden
repercutir en sus opciones estratgicas y en la de
otros actores relevantes, que pueden verse envueltos
en una escalada de consecuencias imprevisibles. En
este contexto, y de cara a los acontecimientos de
septiembre en la ONU, Israel ha realizado ejercicios
preparatorios durante el primer semestre y ha
diseado planes militares ante la posibilidad de que
aumente la tensin en la zona y, en concreto, ante un
eventual incremento de los incidentes en la frontera
con Siria y Lbano. Frente a este panorama, las
interrogantes apuntan a si los posibles cambios en
la percepcin de amenazas a la seguridad de Israel
incidirn en sus clculos hasta el punto de plantearse
un cambio de estrategia respecto al dilogo con los
palestinos y la bsqueda de una salida negociada.

120 En mayo de 2010 el asalto por parte del Ejrcito israel a una flotilla
humanitaria internacional que intentaba sortear el bloqueo impuesto a la
Franja de Gaza deriv en la muerte de nueve activistas turcos.
121 El informe de la ONU, dirigido por el ex primer ministro
neozelands Geoffrey Palmer y el ex presidente colombiano lvaro
Uribe conden el abuso de la fuerza de los soldados israeles, pero
cuestion los objetivos de la flotilla y consider el bloqueo naval
israel sobre Gaza como una legtima medida de seguridad. El
Gobierno israel se neg a pedir disculpas por los hechos, mientras
que Turqua expuls al embajador israel, suspendi los acuerdos de
cooperacin militar bilateral y anunci que llevara el asunto a la
Corte Internacional de Justicia.

35

QUADERNS DE CONSTRUCCI DE PAU N 23

Conflicto palestino-israel Ms proceso que paz?

36

3.2 La reconciliacin intrapalestina:


Nueva relacin entre Fatah y
Hamas?

na de las consecuencias inesperadas de las


revueltas en Oriente Medio ha sido el anuncio
de reconciliacin entre Hamas y Fatah, tras cinco
aos de enfrentamiento abierto. La confrontacin
entre ambos grupos palestinos se arrastraba desde el
triunfo electoral del grupo islamista en las elecciones
para el Parlamento palestino en enero de 2006,
despus de dcadas de preeminencia de Fatah tanto
en la OLP como en las instituciones surgidas de los
acuerdos de Oslo de 1993. La pugna de poder entre
ambas formaciones por el control de los territorios
palestinos deriv en choques armados, con un saldo
de centenares de vctimas, y en una batalla por el
control de las instituciones polticas y las fuerzas de
seguridad. Como consecuencia de esta disputa, desde
mediados de 2007 se institucionaliz una separacin
de facto entre una Franja de Gaza, controlada por
Hamas, y una Cisjordania dominada principalmente
por Fatah, con espordicos episodios de violencia
entre ambas facciones. Pese a la victoria electoral del
grupo islamista, Fatah mantuvo el control de la ANP
y la interlocucin con Israel en las negociaciones de
paz, en manos del presidente Mahmoud Abbas. El
conflicto entre ambos grupos, de hecho, tambin ha
reflejado diferentes aproximaciones a las relaciones
con Israel: mientras la ANP se ha involucrado en
negociaciones con Israel y se ha comprometido con
una resistencia por medios pacficos, la posicin de
Hamas se ha desmarcado de estas dos lneas de accin,
insistiendo en que el reconocimiento del Estado de
Israel no es admisible hasta que su Gobierno no
acepte el derecho a existencia de un Estado palestino
en las fronteras previas a la guerra de 1967 y el
derecho a retorno de los refugiados palestinos.
En los ltimos dos aos se haban celebrado varias
rondas de negociacin entre Fatah y Hamas. A
mediados de 2010, Fatah suscribi un acuerdo
propuesto por Egipto, pero Hamas se resisti a
firmarlo por estar en desacuerdo con varias de sus
disposiciones. Desde entonces, diversos esfuerzos de
intermediacin se sucedieron sin resultados positivos,
hasta poco despus del inicio de la primavera
rabe. El sorpresivo acuerdo de reconciliacin se
alcanz tras una serie de reuniones secretas en El
Cairo y se oficializ el 4 de mayo con la firma de
13 grupos palestinos, entre ellos Fatah y Hamas. El
pacto abri la puerta a una serie de gestiones para la
formacin de un nuevo gobierno de unidad nacional
que tiene como propsito la celebracin de elecciones
dentro de un ao.122 Diversos anlisis coinciden en

122 El acuerdo de reconciliacin se basa en el documento elaborado


previamente a instancias de Egipto, pero con modificaciones y algunas nuevas
disposiciones. Los detalles del acuerdo sern pactados a travs del trabajo en
cinco comisiones: gobierno, reconciliacin, elecciones, OLP y seguridad.

que los cambios en la regin durante 2011 incidieron


en los clculos estratgicos de ambas facciones y
facilitaron un acercamiento. En el caso de Fatah, la
cada de Hosni Mubarak en Egipto supuso la prdida
de un aliado clave, que siempre se haba mostrado
ms prximo al grupo de Abbas. La percepcin de
que EEUU haba abandonado a Mubarak a pesar
de haber mantenido durante dcadas una relacin
privilegiada con su rgimen123, junto a la decepcin
por el bloqueo de las negociaciones con Israel y
la constatacin de los lmites de la influencia de
Washington sobre el Gobierno de Netanyahu habran
influido en la reevaluacin de las opciones del
grupo, tanto en su relacin con Hamas como en la
determinacin para avanzar en el reconocimiento del
Estado palestino en la ONU.124
Desde la perspectiva de Hamas, tanto la convulsin en
Egipto como en Siria repercutieron en su evaluacin
del nuevo escenario. En un principio, el grupo islamista
habra interpretado a su favor las nuevas dinmicas
en Egipto. De hecho, desde el primer momento las
previsiones sobre el futuro poltico de Egipto han
anticipado un mayor protagonismo de los Hermanos
Musulmanes, considerado como el aliado natural de
Hamas en la zona. No obstante, la creciente convulsin
en Siria oblig al grupo islamista a hacer nuevos
clculos. La desestabilizacin del rgimen de Assad
ha puesto en cuestin la perdurabilidad y fortaleza de
su alianza con Damasco que ha acogido al liderazgo
del movimiento palestino desde 2001 y ha situado a
Hamas en una compleja disyuntiva entre la solidaridad
con su aliado y la necesidad de mantener el respaldo
de la poblacin siria. Por un lado, Hamas ha tenido
en cuenta que el rgimen alau de Assad ha sido uno
de sus principales aliados en la zona pero, por otro,
el grupo islamista no desea situarse en una posicin
contraria a la mayora sunn del pas Hamas es un
movimiento sunn y preferira mantener las simpatas
de la opinin pblica siria independientemente
del resultado de la convulsin en el pas.125
A esto hay que sumar que, dado el bloqueo en las
negociaciones con Israel, Hamas tampoco poda
acusar a la ANP de hacer concesiones al Gobierno
de Netanyahu, lo que en la prctica facilitaba la
aproximacin a Fatah.126 Egipto, por su parte, dej
en claro que la flexibilizacin de los controles en la
Franja en especial, la apertura del paso fronterizo de
123 Esta relacin privilegiada se tradujo en una permanente y cuantiosa
ayuda econmica y militar. Para ms informacin sobre la situacin
en Egipto, vase la Base de Datos de Conflictos y Construccin de Paz
de la ECP. <http://escolapau.uab.es/conflictosypaz/ficha.php?idfichas
ubzona=120&paramidioma=0>
124 Vase el prximo apartado.
125 International Crisis Group. Palestinian Reconciliation: Plus a
Change Middle East Report, N110, Ramallah/ Gaza/ Jerusaln/
Washington/ Bruselas: ICG, 20 de julio 2011.
126 NOREF/Arab Reform Initiative, Middle East and North Africa
Report, N14, mayo 2011.

QUADERNS DE CONSTRUCCI DE PAU N 23

Conflicto palestino-israel Ms proceso que paz?

Rafah127 dependera de un acuerdo de reconciliacin.


La presin de la opinin pblica palestina, por ltimo,
ha sido considerada como otro factor que favoreci el
acuerdo. La primavera rabe tuvo su eco en la sociedad
palestina a travs de movilizaciones populares que
centraron sus demandas en poner fin de la divisin
entre Gaza y Cisjordania. Inicialmente, Hamas y
Fatah reaccionaron con reticencia a las protestas,
pero luego optaron por cooptarlas y se mostraron
proclives a responder a las demandas de unidad, que
exigan atender las aspiraciones del pueblo palestino.
El acuerdo de unidad entre Fatah y Hamas revel
sus primeras dificultades en junio, cuando se hicieron
patentes los desacuerdos entre las partes en torno a
la figura del prximo primer ministro del gobierno
de unidad nacional, dada la oposicin de Hamas a
que Salam Fayyad, sea ratificado en el cargo.128 No
obstante, las dudas y un cierto escepticismo ante el
acuerdo haban comenzado a plantearse ya desde su
firma. En este sentido, se ha subrayado que parece
improbable que Fatah y Hamas hayan dejado atrs
su rivalidad y desconfianza mutua tan rpidamente.
Durante los aos de distanciamiento y de gestin
separada de Gaza y Cisjordania se ha producido
una serie de hechos que han contribuido a agudizar
la tensin entre las partes. Un buen ejemplo es la
ltima ofensiva israel sobre Gaza (Operacin Plomo
Fundido) entre diciembre de 2008 y enero de 2009,
que deriv en denuncias a Hamas por ejecutar a una
treintena de palestinos sospechosos de pertenecer
a facciones rivales, y en acusaciones a miembros
de Fatah por presunta colaboracin con Israel. La
informacin contenida en los llamados Palestine
Papers divulgados en enero de 2011 un total de
1.600 documentos secretos sobre las negociaciones
palestinas con Israel durante la ltima dcada129
sugiere que la ANP habra sido alertada del ataque
a Gaza y sondeada sobre su disposicin a asumir
el control de la Franja tras una eventual derrota
de Hamas. La filtracin tambin dio pistas sobre
la distancia entre las concesiones que ha estado
dispuesta hacer la ANP a Israel y las posiciones
defendidas por Hamas.130 Teniendo en cuenta estos
127 A finales de mayo, El Cairo anunci la apertura del paso de
Rafah y asegur que la medida formaba parte de los esfuerzos por
consolidar la reconciliacin entre los palestinos.
128 El grupo islamista acusa a Salam Fayyad figura respetada en
EEUU y la UE de colaborar con Israel en el bloqueo a Gaza.
129 Los 1.600 documentos filtrados por la cadena qatar al-Jazeera
y por el diario britnico The Guardian aportaron detalles respecto a
las versiones que ya circulaban sobre la posicin de la ANP ante Israel
en recientes negociaciones. Igualmente, supusieron un descrdito para
el equipo negociador palestino porque demostraron su disposicin a
ceder en temas considerados clave y porque los retrataron en una
actitud servil ante Israel. La ANP denunci que se trataba de mentiras
fabricadas con verdades a medias, manipulacin y propaganda. El
episodio de los Palestine Papers deriv en la renuncia de Saeb Erekat
como jefe de la oficina de negociacin palestina desde donde se
habran filtrado los documentos.
130 Abunimah, Ali. Hollow reconciliation in Palestine, alJazeera, 9 de mayo 2011.

antecedentes, el acuerdo es interpretado ms bien


como un giro tctico, como una frmula para
gestionar su conflicto por otras vas. Es decir, como
una coexistencia, ms que una convergencia de
programas.131 Aunque algunos de sus dirigentes han
asegurado que se buscar una agenda nacional comn,
se ha cuestionado la capacidad de ambas formaciones
para consensuar un programa, al menos a corto plazo.
Desde la perspectiva del escenario actual del conflicto
palestino-israel, el acuerdo de reconciliacin tiene
consecuencias ambivalentes. El acercamiento
apareca como un paso necesario para que los
palestinos pudieran dar credibilidad a sus gestiones
diplomticas, en particular para la apuesta por el
reconocimiento de un Estado palestino en septiembre
en la ONU. La unidad de Gaza y Cisjordania y una
representacin de todos los palestinos aparecan
como una condicin indispensable para dar validez
a la estrategia impulsada por la ANP. En esta lnea,
el lder de Hamas en Damasco, Khaled Meshaal,
subray en una entrevista con medios internacionales
en mayo que un Estado palestino en las fronteras
de 1967 era un objetivo estratgico para el grupo
islamista. En todo caso, el grupo no se moviliz para
dar un especial respaldo a la iniciativa en la ONU
durante los meses siguientes.132
Como era previsible, el Gobierno de Netanyahu
rechaz el anuncio de reconciliacin y consider
que el acuerdo reforzaba a Hamas, ya que cualquier
trato con el nuevo Gobierno palestino supondra
dar legitimidad al grupo islamista. As, exigi a
Fatah una ruptura con Hamas, advirtiendo que, de
lo contrario, sera imposible cualquier negociacin
de paz con Israel.133 La paradoja, por tanto, es
que Abbas no puede hacer la paz con Israel si no
la hace con Hamas, pero tampoco puede hacerla si
representa slo a Cisjordania.134 En represalia por el
anuncio de acuerdo, Israel suspendi temporalmente
la transferencia de fondos que recauda en nombre
de la ANP, aunque funcionarios israeles han
manifestado su escepticismo sobre la viabilidad de
la reconciliacin intrapalestina.
La reconciliacin intrapalestina tambin ha sido
considerada como una apuesta que entraa riesgos
polticos (y econmicos) para la ANP, teniendo en
cuenta la posible reaccin de EEUU y la UE, que
mantienen a Hamas en sus listas de grupos terroristas.
En el caso de EEUU, la reaccin fue de cautela ante
el significado del pacto, aunque Washington insisti
en que no podra reconocer un Gobierno palestino que
131 El informe Palestinian Reconciliation: Plus a Change op. cit.
132 Vase prximo apartado 3.3
133 Segn el diario israel Haaretz, Netanyahu le advirti a Abbas:
No puede hacer la paz con los dos, con Israel y con Hamas. Elija la
paz con Israel.
134 Rosenberg, MJ. Time is not Israels partner in crime, alJazeera, 6 de abril 2011.

37

QUADERNS DE CONSTRUCCI DE PAU N 23

Conflicto palestino-israel Ms proceso que paz?

38

incluyera a Hamas a menos que el grupo islamista


aceptara los principios del Cuarteto para Oriente
Medio impuestos para la aceptacin de Hamas tras su
triunfo electoral del 2006 y que suponen: no violencia,
reconocimiento a Israel y aceptacin de los acuerdos
previos entre israeles y palestinos. EEUU estara
intentando presionar para fijar algunas condiciones al
nuevo Gobierno en trminos de compromisos, programa
poltico. No obstante, cabe destacar que el margen de
maniobra de la administracin Obama en este mbito
no depende slo de la voluntad poltica de su Gobierno,
ya que est limitado por cuestiones legales existe
una normativa que prohbe cualquier colaboracin
con Hamas a menos que se cumplan una serie de
condiciones y polticas, dada la posicin del Congreso
estadounidense, ms prxima a Israel, y la proximidad
de las elecciones (2012).135En el caso de la UE, los
Estados miembros valoran con matices el acuerdo de
reconciliacin entre las formaciones palestinas, pero la
reaccin oficial record indirectamente los principios
del Cuarteto. El hecho de que en su respuesta la
UE aludiera al mantenimiento del principio de no
violencia ms que la renuncia a la violencia, fue
interpretado como una apertura de la UE para juzgar
el nuevo Gobierno de unidad en funcin de sus actos.
En este escenario, cabe recordar que la reaccin de
Occidente al triunfo de Hamas en 2006 ya fue objeto
de una valoracin crtica tanto por sus consecuencias
como por el mensaje que supuso respecto al respaldo
condicionado a los procesos democrticos en Oriente
Medio que debera servir en las actuales circunstancias
para reflexionar sobre la postura a adoptar y sobre la
pertinencia de reconocer e incluir a Hamas como actor
clave en cualquier dilogo. Respecto a las relaciones
con Israel, la marginacin del grupo islamista
aumenta el riesgo de una escalada de violencia y limita
las posibilidades de alcanzar e implementar cualquier
eventual acuerdo. A nivel interno, el mantenimiento de
la divisin intrapalestina slo contribuye a agudizar la
crisis de legitimidad de las fuerzas polticas palestinas.
En este sentido, Fatah y Hamas tambin enfrentan el
desafo de un dilogo y una reconciliacin significativa
si se desea dotar de contenido a la estrategia que
apuesta por el reconocimiento de un Estado palestino.
No slo por la necesidad de sortear la divisin entre
Gaza y Cisjordania, sino tambin porque est en
juego la legitimidad de un eventual Estado palestino,
que requerir de la celebracin de elecciones y de un
funcionamiento apropiado de los poderes Ejecutivo,
Legislativo y Judicial, que hasta ahora han operado
por separado y con limitaciones.136
135 International Crisis Group. Palestinian Reconciliation: Plus a
Change op. cit.
136 Entre las principales dificultades para la legitimidad del Estado palestino
se han identificado la falta de elecciones, el fuerte control del poder Ejecutivo, el
no funcionamiento del Legislativo y el dbil sistema judicial, las prerrogativas
de los grupos de lite y las limitadas vas para la expresin pblica de la
sociedad civil, entre otros. NOREF, Comparative perspectivas on statebuilding for a future Palestinian state, Conference report, agosto de 2011.

3.3 La apuesta por el Estado


palestino en la ONU

omo se mencion en el primer captulo de este


informe, la creacin de un Estado palestino ha
sido una de las principales aspiraciones de la OLP,
que al comprometerse con la frmula de dos Estados
como va de solucin al conflicto asumi que el
proyecto nacional palestino no se concretara en la
Palestina histrica, sino que en el 22% de ese territorio
(Cisjordania y Gaza) ocupado por Israel en la guerra
de 1967. El establecimiento de un Estado palestino
no fue un objetivo explcito del proceso de Oslo, que
con sus dinmicas de negociacin progresiva y parcial
congel la cuestin de la estatalidad palestina,
mientras se creaba una ANP para administrar los
territorios ocupados de forma interina. La ANP se
erigi as como una entidad poltica provisional,
sin soberana ni control efectivo sobre el territorio,
elementos definitorios de la estatalidad.137 Como se
explic en el segundo captulo, propuestas posteriores
al fracasado proceso de Oslo como la Hoja de Ruta
han considerado la eventual creacin de un Estado
palestino antes de alcanzar un acuerdo final con Israel,
pero la realidad en terreno, marcada por polticas
israeles como la construccin de asentamientos, el
levantamiento del muro de separacin y un control
creciente de Jerusaln Oriental han puesto cada vez
ms en cuestin la viabilidad de un Estado palestino.
An as, a lo largo de 2011 la ANP ha apostado por
intensificar una ofensiva diplomtica internacional
con el propsito de conseguir el reconocimiento en la
ONU de un Estado palestino en el mes de septiembre.
La iniciativa es considerada como un reflejo de la
bsqueda de nuevas estrategias por parte del liderazgo
palestino ante la desilusin por las casi dos dcadas
de infructuosas negociaciones con Israel auspiciadas
por Washington y el elevado el costo poltico que
tiene para la ANP el mantenerse negociando con
Israel sin perspectivas de resultado, en el marco de
un proceso diplomtico que es percibido como parte
de una estrategia israel para legitimar el statu quo
y continuar con su empresa de colonizacin en los
territorios ocupados.138 Se asume, por tanto, que
es el momento para una nueva aproximacin en la
que las fronteras de un Estado palestino son primero
reconocidas internacionalmente y, luego, dos Estados,
Israel y Palestina, acuerdan los asuntos finales.
Cabe destacar que las dudas sobre el papel de EEUU
en el esquema de negociaciones y la decepcin con
la administracin de Obama se vieron acentuadas
justamente por las expectativas que haba creado

137 Barreada, Isaas. La primavera rabe y la iniciativa palestina en


Naciones Unidas, Documento de Trabajo 8, CEIPAZ: Madrid, Julio 2011.
138 Erekat, Saeb. Ya es hora de que Palestina figure en el mapa,
El Pas, 16 de mayo 2011.

QUADERNS DE CONSTRUCCI DE PAU N 23

Conflicto palestino-israel Ms proceso que paz?

entre los palestinos la llegada al poder del presidente


estadounidense por su posible incidencia en las
dinmicas del conflicto. Sin dejar de reconocer el
especial y fuerte lazo que une a EEUU con Israel, en
su discurso de El Cairo a mediados de 2009 Obama
haba sealado que la situacin de los palestinos era
intolerable, subrayando la urgencia de actuar para
alcanzar una solucin al conflicto, y haba rechazado
como se mencion en el captulo 2 la construccin
de asentamientos por parte de Israel. No obstante, con
el tiempo se han hecho evidentes las dificultades de la
administracin de Obama para forzar al Gobierno de
Netanyahu con el que mantiene una fra relacin a
modificar sus posiciones, entre ellas la construccin
de colonias. A pesar de que el tema ha provocado
roces en las relaciones bilaterales,139 en la prctica
Washington se ha alineado con la posicin israel en
este y otros temas.140 En febrero de 2011 EEUU vet
en solitario un proyecto de resolucin condenatoria
de los asentamientos en los territorios ocupados
promovida por el grupo de pases rabes, y aprobada
por ms de un centenar de miembros de la ONU,
incluidos los 14 miembros del Consejo de Seguridad.
El Gobierno de Obama se vio obligado a justificar una
medida que apareca como una contradiccin con su
discurso de poltica exterior en este mbito, reiterando
su rechazo a los asentamientos pero argumentando
que una resolucin de esta naturaleza poda conducir
a un endurecimiento de las posiciones de las partes.141
En este contexto cobr fuerza entre los dirigentes
palestinos la idea de concentrar energas en otras
frmulas que aumentaran su capacidad de influencia
y que no dependieran de EEUU o Israel; y, en
concreto, se reforz la propuesta de apelar a la ONU
para conseguir respaldo a un Estado palestino. La
determinacin de la ANP para continuar con su
estrategia en la ONU, a pesar de la abierta oposicin
de EEUU e Israel, tambin habra estado influida por
otros factores. Entre ellos, la conviccin de que no
hay una contraparte israel para alcanzar un acuerdo
que ponga fin al conflicto mientras est en el poder un
Gobierno como el de Netanyahu. Otro factor sera el
139 A principios de 2010, el anuncio de edificacin de 1.600
nuevas viviendas en Jerusaln Este coincidiendo con una visita
del vicepresidente Joseph Biden a la regin motiv la peor crisis
diplomtica entre Israel y EEUU en dcadas.
140 Las presiones de EEUU al presidente palestino, Mahmoud Abbas,
para retrasar el debate sobre el informe Goldstone en la ONUque recab
informacin sobre los presuntos crmenes de guerra cometidos por las
partes en el marco de la operacin israel Plomo Fundido sobre Gaza (20082009) tuvieron un alto costo poltico para el dirigente y tambin habran
influido en la valoracin en la ANP de las relaciones con Washington.
141 Al explicar el veto de EEUU, la embajadora de ese pas ante
la ONU, Susan Rice, insisti en que la oposicin a la resolucin
no deba ser malinterpretada como un apoyo a la construccin de
asentamientos. Al contrario, rechazamos en los trminos ms
enrgicos la continuacin de las actividades israeles de construccin
de asentamientos. Por ms de cuatro dcadas, la construccin de
asentamientos en los territorios ocupados en 1967 ha socavado la
seguridad de Israel y corrodo las esperanzas de paz y estabilidad
en la regin, asever. Vase <http://www.un.org/spanish/News/
fullstorynews.asp?NewsID=20310>

impacto de las revueltas populares en Oriente Medio.


En este sentido, para la ANP la cada de Mubarak
en Egipto no slo habra exigido una reorientacin
estratgica en su relacin con Hamas, sino que
tambin habra influido en la apuesta por acudir a
la ONU como instancia para continuar lidiando con
Israel. Una victoria en la ONU, aunque sea simblica,
aparecera como una medida que sintoniza mejor con
las dinmicas regionales de la Primavera rabe y con
las expectativas de la poblacin.142
Internacionalizacin de un conflicto asimtrico

n el marco de un conflicto asimtrico como el


palestino-israel, la apuesta por el reconocimiento
de un Estado palestino aparece como una estrategia
de internacionalizacin de la cuestin palestina que
busca reducir el desequilibrio estructural entre los
actores en disputa.143 A pesar de las expectativas que
ha provocado la propuesta en 2011, en realidad no se
trata de una estrategia nueva del liderazgo palestino.
De hecho como se mencion en el primer captulo
de este informe-, la declaracin de independencia
palestina tiene un precedente directo: en 1988, el
lder palestino Yasser Arafat declar desde Argelia un
Estado palestino que fue reconocido entonces por un
centenar de pases, la mayora de la rbita comunista
y no alineados. El recurso a la declaracin de un
Estado palestino tambin ha estado presente en otros
momentos de impasse en las negociaciones con Israel:
fue planteado por Arafat en 1999 ante el bloqueo
del proceso de paz se haban superado los plazos
establecidos en el cronograma de Oslo, pero en
ese entonces fue considerada como una advertencia
que no tendra consecuencias relevantes en terreno.
En el contexto actual, la dirigencia palestina ha
presentado la estrategia ante la ONU como una va no
deseada pero ineludible, como un ltimo recurso, ante
el bloqueo de las negociaciones y la insistencia de Israel
en la construccin de asentamientos.144 En concreto,
la decisin del presidente palestino Mahmoud Abbas
de inclinarse por esta opcin ha sido considerada
como uno de los elementos ms sorprendentes de la
estrategia palestina, considerando su trayectoria y los
142 Otro factor mencionado por algunos autores es la preocupacin
del presidente palestino por su legado. Abbas ha asegurado en el
pasado que no concurrir a las prximas elecciones, que segn el
acuerdo de reconciliacin entre Hamas y Fatah deberan celebrarse
durante el primer semestre de 2012. Aunque podra preferir un legado
como firmante de un acuerdo de paz significativo, el reconocimiento
de un Estado palestino en la ONU aparecera como una alternativa.
Vase Becker, Tal. A Coming Storm? Prospects and Implications of
UN Recognition of Palestinian Statehood, Policy Notes, Washington
Institute for Near East Policy, N6, junio 2011.
143 El nivel de asimetra es diferente si consideramos el conflicto en
su dimensin palestino-israel o rabe-israel.
144 No deseamos ir al Consejo de Seguridad o a la Asamblea
General, pero qu ms se puede hacer, ha argumentado el presidente
palestino, Mahmoud Abbas.

39

QUADERNS DE CONSTRUCCI DE PAU N 23

Conflicto palestino-israel Ms proceso que paz?

40

aos que ha dedicado a las negociaciones con Israel.145


La iniciativa palestina, adems, aparece como una
respuesta ante el vencimiento de una serie de plazos
que justifican su convergencia en septiembre. La ltima
y fracasada ronda de conversaciones directas entre
palestinos e israeles decidida en agosto de 2010 se
haba fijado el plazo de un ao para las negociaciones
la reunin entre Netanyahu y Abbas se celebr el
2 de septiembre. El propio Obama, que promovi
estos contactos, declar entonces que esperaba que
las negociaciones condujeran al establecimiento
de un Estado palestino en el plazo de un ao. La
estrategia de la ANP tambin conecta con los planes
implementados por el primer ministro Salam Fayyad
en los ltimos dos aos para el desarrollo institucional
palestino con miras a un Estado. El plazo que el
plan de Fayyad se haba impuesto para este proceso
era agosto de 2011 y sus resultados deberan servir
para dotar de mayor contenido a la iniciativa estatal
palestina, ms all de su carga simblica. En los
meses previos, informes de la ONU, del FMI y del
Banco Mundial subrayaron los progresos de la ANP
en la construccin de instituciones necesarias para el
funcionamiento de un Estado, aunque voces crticas
han puesto en cuestin el plan de Fayyad.146
Apelar a la ONU, en concreto, se entiende no slo
porque la organizacin ha estado involucrada durante
ms de medio siglo en el conflicto palestino-israel.
Tambin es percibida por los palestinos como un
territorio favorable. Desde la perspectiva palestina,
acudir a la organizacin internacional aparece
como un paso necesario para intentar superar las
deficiencias estructurales del proceso de Oslo,
que en la prctica ha dejado en manos de Israel la
responsabilidad de poner fin a la ocupacin. En este
sentido, la idea es buscar alternativas para transferir
esta responsabilidad a la comunidad internacional.147
Cabe destacar, en todo caso, que recientemente la
idea de acudir a la ONU para sortear el impasse en
las negociaciones tambin ha sido planteada desde
fuera de los crculos diplomticos palestinos, entre
ellos por el ex jefe de la poltica exterior europea,
Javier Solana, quien en 2009 sugiri que si palestinos
e israeles no eran capaces de alcanzar un acuerdo a
travs de negociaciones en un plazo determinado, la
comunidad internacional, a travs de la ONU, deba
imponer una solucin.
Hasta principios de septiembre persistan algunas
dudas en el liderazgo palestino sobre la forma
de articular la estrategia en la ONU y sobre el
145 International Crisis Group. Curb Your Enthusiasm: Israel and
Palestine after UN, Middle East Report N112, Ramallah, Jerusaln,
Washington, Bruselas: ICG, 12 septiembre 2011.
146 Algunas de las crticas a la construccin de un Estado palestino
bajo una situacin de ocupacin sern comentadas ms adelante en
este informe.
147 International Crisis Group. Tipping Point? Palestinians and the
Search for a New Strategy, Middle East Report N95, Ramallah,
Jerusaln, Washington, Bruselas: ICG, 26 de abril 2010.

redactado definitivo de su propuesta se anticipaba


que las presiones diplomticas de distintos actores
se mantendran hasta el mismo da de la reunin
de la ONU, pero se asuma al mismo tiempo que
era muy difcil que la ANP desistiera de presentar
la iniciativa debido a las expectativas creadas
y a que el costo poltico de retirarla despus de
meses de intensa campaa internacional podra
ser muy alto. Los principales objetivos de la
propuesta seran el reconocimiento de un Estado
palestino independiente en las fronteras de 1967 y
su aceptacin como miembro en la organizacin
internacional. En un mensaje televisado el 16 de
septiembre Abbas intent despejar las dudas sobre
la estrategia y confirm que en su discurso ante
la ONU el 23 de septiembre pedira al Consejo de
Seguridad una silla para Palestina en la organizacin
internacional. Una admisin de pleno derecho en la
ONU supondra elevar el estatus de la representacin
palestina en la organizacin donde la OLP figura
como observador desde 1974 y convertira al
Estado palestino en el miembro nmero 194.148
Los procedimientos de Naciones Unidas149 exigen
que sea el Consejo de Seguridad150 el que recomiende
la discusin sobre la aceptacin de un nuevo Estado
miembro a la Asamblea General la que, a su vez,
tendra que aprobar la solicitud por dos tercios de
los votos (128 de 193). No obstante, el principal
obstculo para que la propuesta palestina siga este
itinerario es el poder de veto de EEUU en el Consejo
de Seguridad: toda recomendacin de admisin a la
ONU debe ser aprobada por al menos nueve de los
15 miembros del Consejo, siempre y cuando ninguno
de los miembros permanentes ejerza su derecho a
veto. Washington ha intentado disuadir a la ANP de
avanzar en esta va pero los palestinos insistieron,
contemplando la posibilidad de que en esta ocasin
EEUU se abstuviera o se viera aislado a la hora de vetar.
Recurrir al Consejo podra demorar el examen de la
propuesta ya que los pases con derecho a veto cuentan
con mecanismos que podran postergar el trmite.
Los representantes palestinos tambin habran
considerado apelar a otros mecanismos para sortear
el Consejo de Seguridad y llevar la discusin sobre
su acceso a la ONU directamente a la Asamblea
General. En concreto, se ha especulado sobre la
posibilidad de un recurso a la resolucin 377 Uniting
for Peace aprobada por la propia Asamblea General
para superar situaciones de bloqueo en el Consejo
148 Tras su declaracin de independencia, Sudn del Sur fue el ltimo
pas en convertirse en Estado miembro de la ONU (el nmero 193) el
14 de julio de 2011.
149 Vase el artculo 4 (2) de la Carta de Naciones Unidas en <http://
www.un.org/es/documents/charter/chapter2.shtml>
150 Adems de sus cinco miembros permanentes (China, EEUU,
Francia, Rusia y Reino Unido), el Consejo de Seguridad de la ONU
est integrado por otros 10 miembros no permanentes, que en agosto
de 2011 eran: Alemania, Bosnia y Herzegovina, Brasil, Colombia,
Gabn, India, Lbano, Nigeria, Portugal y Sudfrica.

QUADERNS DE CONSTRUCCI DE PAU N 23

Conflicto palestino-israel Ms proceso que paz?

de Seguridad. No obstante, esta opcin apareca


como una apuesta arriesgada teniendo en cuenta la
jurisprudencia existente, ya que un pronunciamiento
de la Corte Internacional de Justicia reconoci la
preeminencia del Consejo frente a la Asamblea
General respecto a la admisin de nuevos miembros.
La oposicin de EEUU, en todo caso, slo podra
bloquear la aspiracin a la membresa de Palestina
en la ONU, ya que el eventual reconocimiento un
Estado palestino no es potestad de la organizacin
internacional, sino que es atributo de otros Estados.
En paralelo o como segunda opcin, la dirigencia
palestina podra plantear un debate como parte
de las deliberaciones en la Asamblea General de
la ONU donde no existe posibilidad de veto. sta
podra debatir sobre el reconocimiento de un Estado
palestino y emitir una declaracin favorable al
respecto, fijando una posicin sobre el tema de las
fronteras previas a la guerra de 1967, acogiendo
otras demandas palestinas. Fruto de las gestiones
diplomticas de la ANP, hasta agosto de 2011
un total de 127 pases se haba comprometido al
reconocimiento de Estado palestino. Los debates
en la ONU podran conducir a que un nuevo Estado
palestino quedara en una situacin similar a la de
Kosovo
reconocido como Estado por decenas de
pases, pero con el acceso a la ONU bloqueado por
Rusia, Taiwn vetado por China o que adquiriera un
estatus intermedio de Estado no-miembro pero con
calidad de observador, como en el caso del Vaticano.
Impacto y consecuencias de la estrategia
en la ONU

a iniciativa palestina en la ONU ha motivado


evaluaciones dispares sobre sus posibilidades de
xito y sobre las ventajas y riesgos de ponerla en
prctica, as como mltiples valoraciones polticas y
jurdicas sobre sus consecuencias. Los partidarios de
esta estrategia subrayan que la medida constituira un
potente gesto simblico que ayudara a fortalecer la
causa palestina en el actual contexto y que permitira
mantener viva la solucin de dos Estados. Asumiendo
que la estrategia no supondr un cambio inmediato de
la realidad en terreno, los argumentos apuntan a que
el reconocimiento del Estado palestino por ms de
un centenar de pases reforzara la posicin palestina
de cara a las negociaciones con Israel. En concreto,
respaldara el argumento de que las fronteras previas
a 1967 tienen que ser el punto de partida para un
acuerdo, una idea que el Gobierno de Netanyahu
ha rechazado pblicamente como indefendible.
Bajo esta lgica, un masivo apoyo internacional que
desafe la poltica de hechos consumados impuesta
por Israel en las ltimas dcadas podra conducir
a un cambio en los trminos de referencia y alterar
los equilibrios de la balanza que ha caracterizado
las negociaciones, pasando de la priorizacin de las

consideraciones de seguridad de Israel a los derechos


internacionalmente reconocidos a los palestinos y su
Estado. Pronunciamientos previos en el seno de la
ONU ya han dejado en evidencia la condena a polticas
como la construccin de asentamientos o la anexin
unilateral de territorios por parte de Israel151; pero en
el actual contexto reforzara la negativa internacional
a otorgar validez legal a esta poltica israel, dejando
en evidencia su aislamiento internacional.152 Como
han planteado algunos autores, Israel ha avanzado
en la colonizacin alimentando la idea de que se
trataba de territorios disputados y no ocupados,
por lo que un apoyo a la iniciativa palestina dejara
en evidencia que se trata de ocupacin. Un debate
en la organizacin internacional sobre la cuestin
tambin llevara a discutir por qu eventualmente
no se reconoce ni admite a Palestina y s a Israel.
Asimismo, podra cambiar la lgica del debate.
A nivel de discurso, un Estado palestino podra
denunciar la ocupacin y demandar con mayor fuerza
acciones a la comunidad internacional, que se vera
ante la disyuntiva de actuar ante la ocupacin de
un Estado, no de una poblacin o un territorio.
El reconocimiento de un Estado palestino tambin
equiparara diplomticamente a los representantes
palestinos e israeles, rompiendo la dinmica de
relacin entre representantes de un Estado poderoso
y de un actor no estatal. Otra consecuencia de esta
igualdad formal sera que los palestinos podran
optar a ser miembros de una serie de organismos
vinculados a la ONU que no requieren ratificacin del
Consejo de Seguridad. Tambin podra adherirse a
una serie de organizaciones internacionales e intentar
acciones contra Israel en otras instancias, entre ellas el
Tribunal Penal Internacional o la Corte Internacional
de Justicia.153 Como argument el presidente
palestino, Mahmoud Abbas, una hipottica admisin
de un Estado palestino en la ONU pavimentara el
camino para una internacionalizacin del conflicto
como un asunto legal, no slo de carcter poltico.154
No obstante, la estrategia de reconocimiento del
Estado palestino tambin ha sido cuestionada, y no
slo por EEUU e Israel, sino tambin por sectores
palestinos escpticos sobre su impacto y que
enfatizan su carcter de gesto declarativo, ms que
constitutivo. Incluso entre sectores de la OLP que
oficialmente apoyan la iniciativa se han planteado
dudas y divisin de posiciones.155 En general, las
151 Vanse, como ejemplo, las resoluciones 446 de 1979 y la 478
de 1980 del Consejo de Seguridad, referidas a la construccin de
asentamientos y a la declaracin de Jerusaln como capital de Israel,
respectivamente.
152 Barreada, Isaas. La primavera rabe y la iniciativa palestina
en Naciones Unidas, Documento de Trabajo N8, Madrid: CEIPAZ,
Julio de 2011.
153 Vase Victor Kattan A State of Palestine: The Case of UN
Recognition and Membership, al-Shabaka, Mayo 2010.
154 Barreada, Isaas. Op.cit.
155 International Crisis Group. Curb Your EnthusiasmOp.cit.

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QUADERNS DE CONSTRUCCI DE PAU N 23

Conflicto palestino-israel Ms proceso que paz?

42

crticas han subrayado la improbabilidad de que un


eventual reconocimiento del Estado palestino lleve a
Israel a ceder en el control de territorios ocupados
en los que ha consolidado posiciones. Si bien se ha
argumentado que se podra incrementar la presin
a Israel para retirar sus fuerzas de territorios que
pasaran a ser de otro Estado, en teora soberano e
independiente y eventualmente miembro de la ONU
anlisis crticos subrayan que este hecho no tendra
por qu disuadir a Israel de sus polticas ni aumentar
necesariamente la presin internacional, como no
lo ha hecho tampoco en el pasado, considerando
precedentes como la ocupacin de Estados que eran
miembros de la ONU desde 1945, como en el caso del
sur de Lbano (hasta 2000) o los Altos del Goln de
Siria, anexados por Israel en 1981.
Desde la perspectiva de algunos observadores, la idea
de proclamar un Estado aparece como una ilusin
que no conducir a la autodeterminacin efectiva del
pueblo palestino, ya que por s sola no equivale a una
soberana efectiva ni a independencia. Se considera
que optar por esta va deja todava sin respuesta
algunas de las aspiraciones ms relevantes del pueblo
palestino, relacionadas con la capitalidad de Jerusaln
o el destino de los refugiados, por ejemplo. Ms an,
algunos anlisis de expertos en derecho internacional
han advertido que la iniciativa puede tener serias
repercusiones en trminos de derechos de los palestinos
en general, representacin y derecho a retorno.156 Se
ha planteado que la OLP, que hasta ahora ha sido
la representante de los palestinos en la ONU sera
sustituida por un Estado sin que haya claridad sobre
cul ser su poblacin. En este sentido se recuerda que
la mayora de los palestinos, de hecho, son refugiados
que actualmente viven fuera de la Palestina, cuya
representacin en la ONU podra quedar afectada.
As, la bsqueda de reconocimiento diplomtico a
un Estado palestino es vista por algunos sectores
palestinos como una estrategia de la dirigencia
palestina por recuperar credibilidad especialmente
tras el descrdito del affaire de los Papeles de
Palestina, sin garantas de que a posteriori exista
la determinacin o el compromiso necesarios para
lograr cambios en terreno. En este sentido, se ha
recordado que la ANP ha perdido la oportunidad de
tomar la iniciativa contra Israel en el pasado en casos
de pronunciamientos internacionales contundentes,
como el fallo del Tribunal Internacional de Justicia que
declar la ilegalidad del muro de separacin israel
o el informe Goldstone sobre la ofensiva sobre Gaza
(2009-2009).157 Para que la declaracin del Estado
palestino sea significativa, opinan algunos analistas,
156 Vase el anlisis de Guy Goodwin-Gill, profesor de la Universidad
de Oxford, y miembro del equipo legal que represent a Jordania en
el caso presentado contra Israel por la construccin del muro ante
la Corte Internacional de Justicia. <http://www.documentcloud.org/
documents/238962-final-pdf-plo-statehood-opinionr-arb.html>
157 Abunimah, Al. Recognising Palestine?, Al-Jazeera, 13 de
abril de 2011.

debe ser slo el primer paso de una reorientacin


mucho ms amplia de objetivos y estrategias por parte
de la ANP.158 De lo contrario, tambin se corre el
riesgo de que el reconocimiento del Estado palestino
cierre en falso el conflicto. Es decir, que a nivel
internacional se asuma que esta declaracin resuelve
el problema o lo reduzca a una disputa fronteriza,
dejando fuera otros elementos significativos.
En esta misma lnea, los argumentos de la ANP
respecto a que los palestinos han avanzado en la
construccin de instituciones y en su desarrollo
econmico y que, por tanto, estaran listos para
establecer un Estado independiente tambin han
sido contrarrestados con crticas a la viabilidad
de un eventual Estado palestino en las actuales
condiciones de fragmentacin territorial a causa de
la ocupacin y de la alta dependencia econmica
de la ayuda internacional. A nivel interno, algunos
sectores palestinos han sido muy crticos con el plan
de Salam Fayyad, ya que consideran que ha facilitado
la estrategia de paz econmica de Netanyahu,
creando las condiciones en terreno para una solucin
parcial y limitada de la cuestin palestina. En este
sentido, se ha criticado abiertamente la construccin
de instituciones estatales en un marco de cooperacin
con Israel, sobre todo en el mbito de seguridad,
ya que el Gobierno israel se beneficiara de esta
relacin sin tener incentivos para cambiar los
trminos de la ocupacin.159 Esta colaboracin, de
hecho, ha sido percibida como altamente insostenible
en la medida que no va aparejada por progresos en
las negociaciones con Israel.160
La posicin de Hamas frente a la iniciativa en la ONU,
incluso tras el anuncio de reconciliacin, tampoco ha
sido especialmente entusiasta, sino ms bien todo lo
contrario. El grupo islamista ha mantenido distancias
respecto a una iniciativa que considera de Fatah y
que no ha sido consultada con Hamas. En trminos
generales, la actitud del grupo que controla Gaza
ha sido cauta una aproximacin wait and see,
pero es evidente que su actitud ha contrastado con
la intensa actividad poltica en Cisjordania y otros
pases de la zona. Algunos dirigentes del grupo han
alertado sobre los riesgos de la iniciativa, sobre todo
por su posible impacto en el tema de los refugiados.161
158 Erakat, Noura. The PA and PLO are flirting with irrelevancy,
Al-Jazeera, 25 de julio de 2011.
159 Analistas palestinos como Hani al-Masri han subrayado que si
Israel ya se beneficia de una situacin de paz, mientras mantiene
la ocupacin, por qu iba a sentir la necesidad de retirarse de los
territorios ocupados y negociar un acuerdo con Israel? International
Crisis Group, Tippin Point..? op.cit., nota 191.
160 Para anlisis crticos sobre el plan de construccin de instituciones
para un Estado palestino impulsado por Salam Fayyad vanse los
comentarios de Nathan J. Brown Are Palestinians Building a State?
y Fayyad is not the problema, but Fayyadism is not the solution to
Palestines political crisis, de julio y septiembre de 2010 en Carnegie
Endowment for International Peace.
161 Carlstrom, Gregg. Hamas keeps aloof from PLO statehood bid,
al-Jazeera, 14 de septiembre 2011.

QUADERNS DE CONSTRUCCI DE PAU N 23

Conflicto palestino-israel Ms proceso que paz?

La apuesta por el Estado palestino tambin ha


alimentado especulaciones sobre las consecuencias
previsibles pero tambin impredecibles o no
deseadas en el conflicto con Israel y en las relaciones
con EEUU. La iniciativa desafa un paradigma de
negociaciones del que Washington ha sido el principal
promotor y podra llevar al Gobierno de Netanyahu a
adoptar represalias ante la decisin de la dirigencia
palestina de decantarse por una poltica que Israel
califica de unilateral. Desde que comenz a tomar
fuerza la idea de acudir a la ONU, y a lo largo de
todo 2011, se han barajado un sinnmero de
posibles respuestas de Israel. Entre ellas, destaca la
amenaza de adopcin de medidas unilaterales, como
la declaracin de soberana israel en reas de los
territorios ocupados, la suspensin de los traspasos
de dinero recaudados por Israel en nombre de la ANP
y de la cooperacin en otras reas, o la revocacin
de los acuerdos de Oslo. No obstante, tambin han
trascendido informaciones sobre gestiones secretas
encabezadas por el presidente israel, Shimon Peres, e
incluso especulaciones sobre un eventual giro de ltima
hora en la posicin del Gobierno Netanyahu, dispuesto
a negociar sobre la base de las fronteras de 1967 a
cambio de que los palestinos retiraran la propuesta en
la ONU. Hasta finales de agosto, al menos en el mbito
de lo pblico, las partes mantenan sus posiciones.
Segn informaciones de prensa y anlisis israeles,
la iniciativa palestina ha provocado inquietud y
divisin de opiniones en el Gobierno de Netanyahu,
donde se habran enfrentado dos lgicas diferentes.
Por un lado, los defensores de mantener las polticas
israeles, incluida la construccin de asentamientos, y
de un statu quo que se limite a dar ciertas garantas de
autonoma administrativa bajo la denominacin que
los palestinos quieran darle, incluida la de un Estado.162
Otros dirigentes israeles, en cambio, habran
insistido en que era necesario desplegar esfuerzos
para que el establecimiento del Estado palestino
por ms declarativo que parezca se ajuste todo lo
posible a las expectativas de seguridad y de expansin
de algunos asentamientos. La clave, desde este punto
de vista, es que Israel deba tomar la iniciativa
para evitar un reconocimiento masivo del eventual
Estado palestino en las fronteras previas a 1967.163
162 Segn declaraciones del ministro de Asuntos Estratgicos y
viceprimer ministro Moshe Yaalon el 3 de marzo, nuestra intencin
es dejar la situacin como est: gestin autnoma de los asuntos
civiles, y si ellos quieren llamarlo Estado, dejmoslos que lo llamen
as. Como si quieren llamarlo imperio. Nosotros intentamos mantener
lo que existe ahora y que dejemos que ellos lo llamen como quieran
[trad]. Aronson, Geoffrey. Israeli Fateful Choice: Iron Wall
or Accomodation, Report on Israeli Settlement in the Occupied
Territories, Foundation for the Middle East Peace, Vol. 21, N. 2, 2011.
163 Tenemos que ser proactivos, antes de que se produzca una
calamidad, antes de quedarnos aislados. Hay ms que unas pocas
medidas que podramos promover si realmente creamos un Estado
palestino, se necesitar espacio, rea para existir. Necesitamos definir
nuestro objetivo rpidamente [trad], Dan Meridor, ministro de
Inteligencia y viceprimer ministro en declaraciones a la prensa israel
el 7 de marzo. Aronson, G. Op. cit.

En la prctica, Israel ha asumido que la iniciativa


palestina puede aislar y erosionar la legitimidad
de Israel. El ministro de Defensa, Ehud Barak,
ha declarado pblicamente que el reconocimiento
al Estado palestino poda constituir un tsunami
diplomtico para su pas. A travs de una ofensiva
poltica internacional, el Gobierno de Israel ha
intentado asegurarse el respaldo de miembros
poderosos de la ONU y reunir lo que califica como
una mayora moral de al menos una treintena de
pases que se opongan a la declaracin del Estado
palestino. Analistas han destacado que Israel aparece
como un espectador nervioso de los acontecimientos
a su alrededor, una sensacin que ya ha transmitido
en otras ocasiones durante el ao a propsito de las
revueltas rabes. Paralelamente, sectores crticos
en Israel han alertado sobre el costo de la poltica
intransigente de Netanyahu en trminos de un
creciente aislamiento del pas.
En todo caso, segn estudios de opinin dados a
conocer el primer semestre de 2011, la mayor
parte de la poblacin israel
exceptuando la
minora rabe israel- se mostraba escptica sobre
la capacidad de Israel de disuadir a los palestinos
y era partidaria de no flexibilizar las polticas para
prevenir la declaracin de un Estado palestino.164
Al mismo tiempo, la poblacin israel asuma que el
reconocimiento en la ONU daara los intereses de
su pas y se mostraba preocupada por la situacin
internacional que enfrentara Israel, aunque no tema
un tsunami diplomtico o una excesiva presin
internacional para el repliegue de los territorios
ocupados.165 En este contexto, slo un cuarto de
la poblacin juda de Israel crea que haba una
oportunidad para alcanzar un acuerdo de paz basado
en el principio de dos Estados en los prximos dos o
tres aos.166
EEUU, en tanto, ha desplegado una serie de
iniciativas en un intento por frenar los acontecimientos
de septiembre en la ONU. En este sentido fue
interpretado el discurso de Obama de mayo de 2011
en el que se refiri a la Primavera rabe donde
defendi una solucin negociada de dos Estados con
fronteras permanentes que se definiran en base a los
lmites de 1967 con algunas modificaciones a partir
de cambios territoriales mutuamente aceptados. El
164 Segn el estudio de opinin Peace Index (The Israel Democracy
Institute) de mayo de 2011, la mayor parte de la poblacin israel
crea que los palestinos obtendran mayora en la Asamblea General
para el reconocimiento de su Estado. Un 55% de los judos aseguraban
que Israel no podra haber prevenido la declaracin palestino incluso
si hubiera mostrado una mayor flexibilidad en el pasado y un 60%
consideraba que Israel no debera moderar sus posiciones para
prevenir la declaracin. En cambio, un 57% de la minora rabe en
Israel opinaba que la declaracin palestina podra evitarse si Israel
mostrara ms flexibilidad en sus polticas.
165 Un 70% de los encuestados confesaba sentirse preocupado o muy
preocupado sobre la situacin internacional de Israel, segn el estudio
de opinin Peace Index difundido en junio de 2011.
166 Peace Index, junio de 2011.

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QUADERNS DE CONSTRUCCI DE PAU N 23

Conflicto palestino-israel Ms proceso que paz?

44

contenido del mensaje que no habra sido coordinado


previamente con Israel caus la irritacin de
Netanyahu en vsperas de una visita a Washington.
Desde entonces y hasta principios de septiembre
los intentos por sentar a las partes en la mesa de
negociaciones no han dado frutos, en un contexto en
que los clculos de la poltica estadounidense tambin
han estado influidos por el proceso de reconciliacin
intra palestina. Paralelamente, EEUU ha apostado
por ejercer presiones sobre Europa para evitar un
respaldo masivo a la iniciativa palestina en la ONU.
Los intentos por presionar a palestinos e israeles
a un nuevo dilogo utilizando la plataforma del
Cuarteto para Oriente Medio EEUU, Rusia, UE,
ONU tampoco haban prosperado hasta principios
de septiembre un intento de declaracin conjunta
se vio frustrado en mayo por falta de acuerdo entre
los integrantes del Cuarteto, aunque los esfuerzos
diplomticos continuaban.167 La semana previa a la
reunin en la ONU dos enviados especiales de EEUU
volvieron a la zona, pero no tuvieron xito.

de que la declaracin del Estado palestino eleva las


posibilidades de estallido de una nueva Intifada168,
mientras que las autoridades han diseado una serie de
estrategias asumiendo un escenario de confrontacin.
Las fuerzas militares y de inteligencia israeles han
diseado planes de contingencia para eventuales
choques masivos en los territorios ocupados y para
posibles incidentes en zonas fronterizas como los
ocurridos en mayo durante el aniversario de la Nakba
y en junio, en la conmemoracin de la Guerra de 1967.
La cpula militar israel ha insistido en los riesgos de
una confrontacin en septiembre y ha advertido que
sus fuerzas no admitirn que se ponga en cuestin la
seguridad de los asentamientos. Segn informaciones
de prensa, el Ejrcito incluso ha comenzado a
entrenar y armar a colonos israeles como parte
de sus preparativos, en el marco de la denominada
Operacin Semillas de Verano y ha definido
algunos criterios sobre las formas de enfrentar a
los manifestantes en caso de que se acerquen o
intenten ingresar en alguno de los asentamientos.169

En este contexto, el anuncio de Abbas el 16 de


septiembre sobre la decisin de apelar al Consejo de
Seguridad fue interpretada como un doble fracaso de
EEUU: en disuadir a los palestinos de su apuesta y
en su intento por restringir el debate a la Asamblea
General. La situacin deja en una posicin incmoda
a EEUU, ya que un veto podra ser percibido en
el mundo rabe como un reflejo del doble rasero
de Washington en un tema emblemtico como el
palestino y daara los esfuerzos de Obama por
restablecer las relaciones de su pas con el mundo
rabe. Hasta ltima hora se barajaban posibles
presiones para introducir modificaciones en el
redactado o retrasar la propuesta palestina; mientras
se apuraban clculos sobre los apoyos a la iniciativa
asumiendo la necesidad de un respaldo masivo pero
tambin de calidad en el sentido de pases con
poder e influencia. En este sentido, fuentes palestinas
confiaban en un apoyo mayoritario de pases de la UE,
aunque la jefa de poltica exterior europea, Catherine
Ashton, mantena que la posicin oficial de la UE era
el respaldo a la reanudacin de negociaciones.

En este sentido, algunos analistas han subrayado


que si hay movilizaciones en las proximidades de
los asentamientos alentadas por la idea de que tras
un reconocimiento a un Estado palestino estaran
bajo soberana palestina Israel se enfrentara a
una posible prdida en el control de la situacin que
le sera difcil de asumir. En este contexto, se ha
planteado que aunque las manifestaciones palestinas
apuesten por frmulas no violentas, no se puede
descartar una provocacin israel que derive en hechos
de violencia y que sirva para desacreditar la accin
palestina, alimentando las imgenes de terrorista
y enemigo. Existe inquietud, por tanto, sobre la
posibilidad de que una accin organizada palestina
pueda descontrolarse o provocar reacciones agresivas
y desproporcionadas de colonos y de las fuerzas de
seguridad israeles. Los incidentes de los ltimos
meses en la frontera con Lbano y Siria, que se
saldaron con la muerte de decenas de activistas pro
palestinos, dan cuenta de los parmetros de reaccin
que podran tener las fuerzas israeles.

3.4 Una tercera Intifada?

on el 23 de septiembre como fecha sealada


para la peticin de reconocimiento de un Estado
palestino en la ONU, las expectativas sobre un
aumento de la movilizacin popular en los territorios
ocupados y sobre una posible escalada de violencia
directa ya sea por acciones palestinas o israeles
han marcado las previsiones sobre el futuro del
conflicto. En encuestas de opinin, la mayor parte
de la sociedad israel ha manifestado su conviccin

167 International Crisis Group. Curb Your Enthusiasm Op.cit.

Desde una perspectiva diferente, la preocupacin


por los sucesos de septiembre es compartida por
aquellos que identifican el riesgo de un exceso de
expectativas en la iniciativa en la ONU y temen el
da despus. Por ello, advierten que para que
el reconocimiento del Estado palestino trascienda
lo simblico deben producirse algunos cambios en
terreno que de no materializarse pueden conducir
a una masiva sensacin de desengao y a un
incremento del descontento popular, tanto hacia
Israel como hacia la dirigencia palestina. Diversos
anlisis han advertido sobre el peligro de que
el liderazgo palestino no sea lo suficientemente
168 Peace Index, mayo de 2011.
169 Haaretz, IDF arming and training Israeli settlers as mass
disorder expected in September, 30 de agosto 2011.

QUADERNS DE CONSTRUCCI DE PAU N 23

Conflicto palestino-israel Ms proceso que paz?

proactivo a la hora de guiar los acontecimientos en


un futuro prximo. En este contexto, se ha destacado
el papel de la sociedad civil y el convencimiento de
que con o sin Estado es necesario que los palestinos
avancen en una campaa multidimensional y
global para alcanzar la autodeterminacin o
una solucin que garantice sus derechos. Desde
este punto de vista, el debate en la ONU no se
considera tan relevante por su contenido como
por su capacidad de promover un mayor activismo
popular que ha ganado fuerza en los ltimos aos.170
En este contexto, no hay que olvidar el papel de la
sociedad civil y su creciente actividad poltica en
los ltimos aos. Esta politizacin de la sociedad
civil suele vincularse con la creciente desilusin de
los partidos polticos palestinos y con los modelos
de, por un lado, negociaciones con Israel, y, por
otro, lucha armada.171 Diversos anlisis apuntan
al creciente apoyo entre los palestinos de lo que
se ha denominado resistencia popular. La idea
suele vincularse a las reflexiones que arrojaron las
anteriores Intifadas y, en especial, al alto costo
de la Segunda. Segn algunos autores, existe la
percepcin en sectores palestinos de que uno de
los errores de la Segunda Intifada fue su carcter
excesivamente militarizado, en contraste con
una Primera Intifada marcada por la solidaridad
entre los distintos sectores sociales y un menor
protagonismo de las facciones armadas. En este
sentido, la resistencia popular suele distinguirse
de la lucha armada y aparece como un intento
de involucrar nuevamente a todos los palestinos
y palestinas en la lucha contra la ocupacin,
asumiendo que es una alternativa ms efectiva para
hacer avanzar sus demandas. Esta va de accin
poltica suele asociarse con una serie de actividades
que en su mayora son de carcter no violento,
aunque no exclusivamente, e incorpora algunas
acciones como el lanzamiento de piedras. En este
sentido, se ha destacado que, en general, si se
contempla un uso de la fuerza ste tiene un carcter
no armado y a menudo se dirige ms hacia cosas
como por ejemplo, el muro que hacia personas. 172
En el marco de la resistencia popular se han desplegado
una serie de iniciativas, entre ellas manifestaciones
peridicas ante el muro, asentamientos y puestos
de control, marchas que denuncian la ocupacin,
bloqueos de carreteras y campaas de boicot, entre
otras (algunas de las campaas que suelen vincularse a
esta estrategia son, por ejemplo, Stop the Wall y BDS
- Boicot, Desinversin y Sanciones). Estas actividades
suelen estar protagonizadas por palestinos, pero
tambin por israeles y por activistas internacionales
170 International Crisis Group. Curb Your EnthusiasmOp.cit.
171 International Crisis Group. Tipping Point..? Op.cit.
172 Brown, Nathan. The Fire Next Time? Comments, Carnegie
Endowment for International Peace, julio de 2011.

que simpatizan con la causa palestina.173 En este


sentido, incluso antes de las movilizaciones de la
Primavera rabe, algunos observadores hacan
referencia a que la Tercera Intifada a la que incluso
se le reconoca una dimensin internacional, en
especial tras el incidente de la flotilla humanitaria
ya estaba en marcha o se activara a corto plazo.
En este escenario, hay quienes insisten en que el
rasgo distintivo de la tercera Intifada debera ser la
movilizacin pacfica como va de persuasin. Segn
algunos puntos de vista, porque ello asegurara un
mayor respaldo internacional y porque se asume que
una respuesta israel violenta a acciones no armadas
implica un mayor desgaste poltico y diplomtico
para Israel.174
Aunque Fatah ha reivindicado el derecho a todas las
formas de resistencia175, el Gobierno de Abbas se ha
mantenido comprometido con una va pacfica que se
ha traducido en aos de negociacin. El mandatario
palestino ha enfrentado crticas en el plano domstico
en los ltimos aos por mostrar una actitud dubitativa
frente a otras formas de activismo y por no apoyar
iniciativas de resistencia popular. En el marco de la
campaa por el reconocimiento del Estado palestino
en la ONU, no obstante, Abbas llam por primera
vez, abierta y explcitamente, a una accin popular
masiva en apoyo a la iniciativa. En concreto, alent
movilizaciones pacficas contra Israel subray la
necesidad de que fueran no armadas ni violentas
y urgi a una resistencia popular inspirada en
la Primavera rabe.176 Segn algunos analistas,
no obstante, persista la duda de si su llamamiento
era serio o si era un mensaje slo para consumo
domstico y para ganar legitimidad popular. Algo
que, en la prctica, no apaciguaba los temores de
la dirigencia palestina sobre la posibilidad de que
las protestas escaparan de su control. Se esperaban
grandes movilizaciones a partir del 20 de septiembre,
en la vspera de la reunin en la ONU, en el marco
de una campaa promovida oficialmente bajo el lema
Palestina 194 en alusin a la esperanza de que
Palestina se convierta en el miembro 194 de la ONU.
Segn las previsiones, la ANP pretenda limitar y
circunscribir las movilizaciones, mantenindolas
alejadas de posibles puntos de confrontacin con
colonos o soldados israeles. An as, y dadas las
posibles reacciones de cualquiera de las partes, una
nueva escalada de violencia no era descartable.

173 El aumento de la presencia de israeles e internacionales en estas


actividades es considerada relevante, pero al mismo tiempo genera crticas
en algunos sectores palestinos que a veces se sienten marginalizados.
174 Karon, Tony. Behind the Israel protest turmoil: a Middle East
without a peace process, Time, 16 de mayo 2011.
175 En el primer congreso de la agrupacin en 20 aos, celebrado en
Beln en agosto de 2009.
176 Reuters, Abbas tells Palestinians: Step up Arab Spring-style
protests against Israel, Reuters, 27 de julio 2011.

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QUADERNS DE CONSTRUCCI DE PAU N 23

Conflicto palestino-israel Ms proceso que paz?

46

Reflexiones finales
Oportunidad de paz o anticipo de
una nueva crisis?

l examen de las distintas iniciativas que se


han planteado en las ltimas dos dcadas para
enfrentar el conflicto palestino israel confirman que
el proceso de paz no ha sido exitoso, en la medida en
que no ha conseguido reducir los niveles de violencia,
ni incrementar la justicia social, ni restaurar las
relaciones entre las partes, en el marco de una
larga y desgastante disputa. Como se ha visto, el
esquema consagrado en Oslo no logr transformar las
relaciones de poder sino que, por el contrario, parece
haber acentuado la asimetra entre los actores en
pugna, permitiendo que Israel continuara avanzando
en una poltica de hechos consumados que desafa la
legalidad internacional y que ha alterado la situacin
en terreno con un alto costo para la poblacin
palestina. Tras el fracaso del proceso a finales de
los noventa y el inicio de una nueva escalada de
violencia directa en el marco de la Segunda Intifada,
durante la siguiente dcada nuevas propuestas
intentaron que las partes retornaran a la mesa de
negociaciones como va para buscar una salida al
conflicto. No obstante, muchas de las iniciativas
planteadas durante la siguiente dcada no sortearon
las lgicas de Oslo o no lograron articularse como
una alternativa viable que desembocara en una salida
al conflicto. Tras aos y aos de conversaciones, en
algunos sectores ha ido creciendo la percepcin de
que el proceso de negociaciones est sirviendo para
enmascarar una estrategia de gestin del conflicto
ms que una apuesta por su transformacin.
Las esperanzas y expectativas que despertaron
algunas de estas iniciativas se han desvanecido en
los ltimos aos. Ms an en el contexto reciente,
marcado por un profundo bloqueo del dilogo,
con un Gobierno israel que mantiene posiciones
especialmente intransigentes y con un interlocutor
palestino debilitado, cuestionado, dividido y para
el cual se ha ido incrementando el costo poltico
de mantenerse en la mesa de negociaciones sin
perspectivas de resultado. En este contexto de
impasse y de profundo escepticismo, a finales de
2010 se impona una escasez de perspectivas sobre
un cambio de escenario a corto plazo. Sin embargo,
una serie de acontecimientos y procesos que se han
activado o que han cobrado fuerza a lo largo de 2011
han abierto interrogantes sobre su posible impacto en
el curso del conflicto.
Por su inminencia, su visibilidad meditica y
sus posibles consecuencias, la apuesta por el
reconocimiento de un Estado palestino en Naciones
Unidas es sin duda el acontecimiento que despierta
mayor inters. La estrategia adoptada por una

dirigencia palestina agotada de negociaciones


infructuosas, y decepcionada por la capacidad de
intervencin de actores externos en especial de
EEUU- tiene un potencial simblico indudable. Un
masivo respaldo internacional puede reforzar la
causa palestina y dejar en evidencia a Israel y sus
polticas de ocupacin. La estrategia de disuasin
desplegada por la diplomacia israel para evitar
el reconocimiento y/o la membresa de un Estado
palestino en la ONU parecen evidenciar que
Israel observa con preocupacin una situacin de
marginacin internacional, acentuada por su creciente
aislamiento en un convulso escenario regional. La
iniciativa palestina, no obstante, es observada con
inquietud por otros sectores, entre ellos palestinos,
que especulan sobre sus posibles consecuencias
prcticas, polticas y jurdicas. Y tambin entre
los que temen que esta apuesta cierre en falso el
conflicto, reducindolo a una disputa fronteriza y
desvinculando a la diplomacia internacional, hasta
ahora ms comprometida en el papel que en la
prctica en la bsqueda de una solucin justa.
En este contexto se han puesto sobre la mesa
una serie de advertencias respecto a eventuales
consecuencias no deseadas o no previstas de esta
estrategia, as como sobre una posible escalada
de la violencia directa entre palestinos e israeles.
Los detonantes de la confrontacin pueden ser
varios: la decepcin por la ausencia de cambios en
terreno tras el reconocimiento internacional a un
Estado palestino, el recurso a la violencia durante
manifestaciones palestinas, una respuesta violenta y
desproporcionada de colonos y fuerzas de seguridad
israeles ante acciones ofensivas de palestinos o en un
contexto de movilizaciones pacficas dentro y fuera de
los territorios ocupados, una provocacin israel que
busque deslegitimar las protestas palestinas Los
recientes choques de fuerzas israeles con activistas
rabes y palestinos en la frontera con Lbano y Siria y
los enfrentamientos con milicias armadas en el lmite
con Egipto revelan, adems, el potencial del nuevo
contexto para involucrar elementos regionales.
En este sentido, ms all del resultado de la iniciativa
palestina en la ONU, parece til tener en cuenta
que no ser el nico factor que determine el curso
de los acontecimientos futuros. La repercusin de
la Primavera rabe en la escena regional y en los
clculos geoestratgicos de Israel respecto a la
relacin con pases vecinos es un elemento que puede
incidir en el posicionamiento de los diferentes actores.
La reconciliacin entre Hamas y Fatah tras ms
de cuatro aos de conflicto y sus lmites- tambin
constituye un condicionante en el nuevo escenario.
No slo por su impacto en trminos de legitimidad
poltica y de influencia en las perspectivas de xito,
a largo plazo, de las estrategias del liderazgo
palestino. Tambin por las consideraciones que

QUADERNS DE CONSTRUCCI DE PAU N 23

Conflicto palestino-israel Ms proceso que paz?

despierta la aproximacin al grupo islamista en


Israel y, adems, en EEUU, donde el margen de
maniobra es impuesto por un Congreso proclive a las
posturas israeles y por un Gobierno de Barak Obama
que enfrentar elecciones en 2012. En este contexto,
tambin hay que considerar el potencial de accin de
la sociedad civil palestina, determinada a avanzar en
la defensa de sus demandas ms all de las lgicas
de los partidos polticos y que est protagonizando
un creciente nmero de acciones de resistencia
popular que podran conducir si no est en marcha
ya- a una Tercera Intifada. Una nueva Intifada que,
segn algunos observadores, podra tener el sello de
la no-violencia, asumiendo que aparece como una
estrategia ms efectiva para denunciar la ocupacin
y deslegitimar las polticas represivas israeles, y
reforzada, adems, por las caractersticas de la
Primavera rabe.
La compleja confluencia de factores y dinmicas
locales, regionales e internacionales hacen difcil
prever si el nuevo contexto tiene el potencial de
convertirse en una oportunidad de paz o en el
anticipo de una nueva crisis. La larga y dramtica
trayectoria del conflicto entre palestinos e israeles
invita al pesimismo y a la cautela. Pero, al mismo
tiempo, exige observar con atencin algunos de los
fenmenos que estn modelando el nuevo escenario.
De momento, hay algunas seales que indican que la
continuidad del statu quo puede ser una estrategia no
sostenible, o demasiado arriesgada para Israel. Los
acontecimientos futuros revelarn de qu manera
encajan los elementos de esta nueva encrucijada, si
conducen a ms violencia o si hay alguna posibilidad
de que abran el camino hacia una paz, hasta ahora
tan esquiva, entre palestinos e israeles.

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Conflicto palestino-israel Ms proceso que paz?

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Escola de Cultura de Pau (UAB)


La Escola de Cultura de Pau fue creada en 1999, con el propsito de organizar varias actividades acadmicas y de investigacin relacionadas con la cultura de la paz, la prevencin y transformacin de conflictos,
el desarme y la promocin de los derechos humanos.
La Escola est financiada bsicamente por el Gobierno de la Generalitat de Catalunya, a travs de la Agencia Catalana de Cooperacin al Desarrollo (ACCD) de la Secretara de Asuntos Exteriores del Departamento de Gobernacin y Relaciones Institucionales. La Escola est dirigida por Vicen Fisas, que a la vez es el
titular de la Ctedra UNESCO sobre Paz y Derechos Humanos de la Universitat Autnoma de Barcelona

Las principales actividades que realiza la Escola de Cultura de Pau son las siguientes:
La Diplomatura de Cultura de Paz (postgrado de 230 horas lectivas y 70 plazas).
Las asignaturas de libre eleccin Cultura de paz y gestin de conflictos, y Educar para la paz y en
los conflictos.
Iniciativas de sensibilizacin e intervencin en conflictos, por las que se facilita el dilogo entre
actores en conflicto.
Programa de Derechos Humanos, que realiza un seguimiento de la coyuntura internacional en
materia de derechos humanos, y en especial de aquellos mbitos temticos que actualmente marcan la
agenda mundial, como la incidencia del terrorismo en el disfrute de todos los derechos o la
responsabilidad social corporativa.
Programa de Educacin para la Paz, cuyo equipo promueve y desarrolla el conocimiento, los valores y
las capacidades de la Educacin para la Paz.
Programa de conflictos y construccin de paz, que realiza un seguimiento y anlisis diario de
la coyuntura internacional, en materia de conflictos armados, situaciones de tensin, crisis
humanitarias, desarrollo y gnero, con objeto de realizar el informe anual Alerta!, informes quincenales,
mensuales y trimestrales.
Programa de Procesos de Paz, que realiza un seguimiento y anlisis de los diferentes pases con procesos de paz o negociaciones formalizadas, y de aquellos pases con negociaciones en fase exploratoria.
Dentro de este programa se enmarca el proyecto Colombia, dedicado a dar visibilidad a las iniciativas de
paz para este pas.

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