ESTO S ES VIDA!

ESTO S ES VIDA!

TOMS URTUSSTEGUI

1999

ESTO S ES VIDA!

PERSONAJES:
RUBN.....40 AOS
ALBERTO....27 AOS

ESCENOGRAFA:

Porche de una casa de clase media. Al fondo pequeo jardn con algn rbol o plantas visibles y ms
all la calle. Se contemplar la escena como si el pblico estuviera asomado a la ventana de la sala de
la casa. A la izquierda puerta de la baranda del porche que al abrirse muestra una pequea escalera
que comunica con el jardn y con un pasillo empedrado que da a la calle.
Los muebles sern los clsicos de los porches en el norte del pas: muebles de bejuco, mesa del mismo
material con madera. Puede haber una mecedora. Sobre la mesa habr refrescos y alguna botella de
ron as como un traste con hielo. En los sillones peridicos o revistas y alguna ropa como puede ser un
suter o algn otro.
La accin se desarrolla en alguna ciudad del norte de Mxico. Los personajes no son de la
zona por lo que no tienen el hablado y costumbres norteas.

ACTO PRIMERO Y NICO

Al iniciarse la obra vemos a Alberto sentado muy cmodamente en alguno de los muebles. Viste
ropa muy informal, puede estar descalzo y sin camisa. Es un da caliente. Fuma y bebe mientras habla
por telfono. Usa un telfono inalmbrico. Est muy eufrico. Re fcilmente.

ALBERTO.- Qu onda buey? Vas a venir o no?...No manches, si no fue para tanto, una pinche
botellita de ron y unas cuantas cervezas. T ya ni aguantas nada...No, no te estoy cotorreando, s quiero
salir hoy, nos espera Armando en su cantn... No es que quiera apantallarte pero van a ir Socorro y su

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hermana...las dos estn como quieren... Qu cmo quieren? Uy, manito... (Se levanta, re, abraza a
alguna supuesta mujer, la acaricia, le aprieta los senos. Despus se le junta y hace algn movimiento
sexual. Vuelve a rer) Estn de pelos, de apa, de rechupete, de...de lo que quieras. Si te las pierdes es
que eres un reverendo pendejo...S, claro que s...Las dos son muy jaladoras, hasta te pagan...No, no es
cierto, aunque s nos deberan pagar no crees? No todos pueden hacer nuestras faenas en la
cama...Bueno, yo, a ti no te he visto...pero me imagino...Ya prale, pinche Gabriel ests de mal humor
o qu?...Eso no es estar jodido, es estar crudo y desvelado, pero eso se arregla pronto...T noms ven y
ya. En un minuto se te quita todo eso...Claro que tengo... (Hace mmica de estar aspirando) cocana.
Pero te va a costar tu lana, ni creas que es de a gratis...Lo de siempre, lo que me cuesta a m, ni un
centavo ms ni uno menos...Ya, ya no te hagas tanto del rogar, ni que fueras vieja...Nada de maana
hoy!... Yo quedarme a ver la tele y a dormir? Qu te pasa buey, es que no me conoces?...Mira, si me
vine a esta pinche ciudad, con este calor de mierda, no es para dormir o ver la tele, vine para hacer lana
y disfrutar lo que se pueda...Mi lema es viejas, baile, comida, chupe y polvos. Esto es vida, lo dems
chingaderas...! Tons qu, vienes o vienes?...Eso es mi Gabi, te espero en, digamos hora y media, te
parece?...Traes lana, ni pienses que me vas a gorrear todo como siempre...Yo a ti? Hzmela
buena...Oki doki, a las nueve...Te lo lavas...Bay.

Cuelga el telfono, sonre. Se sirve bebida. Bebe. Va a marcar otro telfono. Lo empieza a hacer, se
arrepiente. Cuelga. Va y pone msica en una grabadora porttil que trae. Se escucha alguna msica
grupera que est de moda. Se sienta. Se prepara una cuba libre con mucho hielo. Bebe. Escucha la
msica un momento. Se empieza a mover en su silla. No puede contenerse, se levanta y se pone a bailar
al comps de la msica. Desde la calle vemos venir a Rubn. Viste muy serio. Sube la escalera, entra
al porche. Ve a su hermano que baila. Este ltimo no lo ve a l. Rubn mueve la cabeza negativamente
en seal de molestia.

RUBN.- Qu se supone que ests haciendo? No me digas que vas a formar un grupo de baile? Eso
es lo nico que nos falta.

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Alberto no escucha casi nada. Se da media vuelta. Al ver al hermano cambia totalmente de actitud. Se
pone serio. Va y apaga la msica.

ALBERTO.- Qu dijiste?
RUBN.- Qu si ahora te vas a dedicar al baile.
ALBERTO.- Y si as fuera?
RUBN.- Tendra yo que ir a algn antro a verte bailar y t sabes que yo nunca voy a esos sitios.
ALBERTO.- Eso me lo s de memoria. Ni a esos sitios ni a ningn otro. Bueno, no tanto, si vas al Club
de Leones, y a la iglesia, y al Casino.
RUBN.- Lugares que t tambin deberas frecuentar.
ALBERTO.- Paso! Quizs cuando tenga tu edad y para eso le cuelga un chorro y un montn.
RUBN.- No tanto, la vida...
ALBERTO.- A qu se debe el honor de tu visita? Tu mujer ya tuvo otro hijo como manda la santa
madre iglesia y me vienes a invitar de padrino? Soy tu hermano y nunca me has invitado para serlo, y
eso que ya tienes tres hijos. No te pido ser padrino de bautismo, puedo serlo de confirmacin, de
comunin...
RUBN.- No pienso tener otro hijo.
ALBERTO.- Nunca ms? Vaya, hasta que te cay el veinte.
RUBN.- Pero si viene...
ALBERTO.- Ms bien debes decir si diosito as lo manda, y el Papa tambin, tendr los que sean. No
es as?
RUBN.- S, aunque te burles.
ALBERTO.- No me estoy burlando.
RUBN.- No, qu va.
ALBERTO.- Qu lpero soy, no te he ofrecido que te sientes ni te he dado la mano para saludarte.
Perdn. (Frsicamente hace una caravana, ofrece el asiento. Va y saluda de mano. Rubn molesto se
deja hacer. Se sienta) Slo me falta ofrecerte algo de beber. Quieres un refresco, una limonada, una
cervatana, una cubita, un vasito de agua bendita? (Le ofrece el vaso que prepar para l).
RUBN.- Nada, gracias.

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ALBERTO.- Algo de comer? Unos ostioncitos, unos camarones picantes, un poco de chicharrn con
salsa, unas memelas. T noms pide.
RUBN.- De cundo ac tienes todo eso en la casa?
ALBERTO.- No tengo pero puedo mandar comprar, para algo soy rico. O no? Si algo me sobra es la
lana.
RUBN.- De eso vengo a hablar.
ALBERTO.- De la lana?
RUBN.- De dinero.
ALBERTO.- No me digas que vienes a darme tu parte de la herencia. Eso estara de poca! No sabes
cmo te lo agradezco manito. Me sacas de un aprieto. Ya la ma est a punto de fenecer.
RUBN.- Podramos hablar aunque sea un momento seriamente?
ALBERTO.- No lo estamos haciendo? Yo hago todo mi esfuerzo por parecer una persona seria,
respetable, culta. En fin, una persona como t quisieras que yo fuera. Y me sales con que no estoy
hablando en serio. Vamos a probar nuevamente. (Se pone de pie lo ms recto posible. Pone cara muy
seria. Carraspean antes de hablar) La privatizacin de la banca mexicana debe estudiarse
profundamente ya que las consecuencias en un futuro prximo podr tener consecuencias
imprevisibles...(No puede contenerse y suelta la carcajada) Jijos, no me sale, por ms que quiero no
puedo. (Vuelve a intentar ponindose serio)La privatizacin de la banca mexicana debe.... (Nuevamente
se ataca de risa. Bebe).

Y mira que trato de aprender la pose del mismsimo presidente de la

Repblica. Cuando l dice, La privatizacin de la banca mexicana no mueve ni un msculo de la

cara.
RUBN.- Me da gusto que amanezcas de buen humor.
ALBERTO.- Ni lo creas, estoy de un humor de la chingada. (Ruge como un len, se pasea como en una
jaula. Tira algn mueble con un zarpazo. Vuelve a rer a carcajadas). Tampoco esto me sale. Soy un
fracaso como actor y eso que estudi en Bellas Artes, Televisa, Cut, la Casa de Teatro y etctera,
etctera. Dinero perdido.
RUBN.- Ojal y hubieras estudiado al menos eso. Por lo menos tendras una carrera para mantenerte.
ALBERTO.- Es verdad. (Se pone muy serio, muy melodramtico). Si le hubiera hecho caso a mi padre,
a mi padre que nos ense con su ejemplo, y hubiera terminado aunque sea la primaria. Ahora me

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arrepiento. Pude ser como l un brillante abogado... (Cambia nuevamente a farsa) y as pude haberle
sacado la lana a todos los clientes que se dejaran y podra dejar a mis hijos casas y oro en el banco.
RUBN.- Nuestro padre fue honrado.
ALBERTO.- Digamos que s.
RUBN.- Sabes algo de l que yo no sepa?
ALBERTO.- Nada. Qu puedo yo saber? T s, t eras su hijo preferido y a ti te platicaba todo. A la
mejor tambin te cont de sus transas o no?
RUBN.- Ni era el hijo consentido y s te voy a pedir, de la manera ms atenta, que respetes la
memoria de...
ALBERTO.- Respetada. No se diga nada ms.
RUBN.- Ahora bien, si quieres que te platique sobre nuestro padre con todo gusto lo har. Por lo visto
t no lo conoces. l siempre...
ALBERTO.- No sigas, ya te dije que lo voy a respetar. Voy a olvidar para siempre su prepotencia, sus
injusticias, su...Para qu seguir. Ya lo tengo olvidado. Borrn y cuenta nueva. Que se pudra a gusto en
su tumba.
RUBN.- Por qu lo odias tanto? l siempre se preocup por ti, por nosotros, por la familia.
ALBERTO.- Quin dijo que lo odio? Yo no.
RUBN.- No vine a hablar de l.
ALBERTO.- Menos mal, el tema ya me estaba aburriendo un poco. De qu vamos a hablar? De tu
chamba? Por cierto cmo va? Ya eres gerente o algo as? La ltima vez ya eras subgerente o
vicepresidente o achichincle mayor. No me acuerdo. O a la mejor ya eres el dueo y yo sin saberlo.
RUBN.- Yo trabajo y trabajo mucho. Bastante ms que...
ALBERTO.- Que yo verdad? Hjole, a todos les he fallado. Perdn... (Cantando). Perdn, vida de mi
vida, perdn, por haberte amado tanto, perdn....
RUBN.- No vine a que te burlaras.
ALBERTO.- A qu viniste? Todava no me lo dices. Si es slo a saludarme te doy las gracias desde
ahora. Siempre es bueno ver a la familia aunque sea de vez en cuando. Cundo fue la ltima vez que
nos vimos? En Navidad cantando villancicos? (Canta el principio de un villancico como puede ser

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Pastores a Beln) En el da de las madres cantando a la vieja las maanitas? (Canta una estrofa de
las Maanitas) En tu cumpleaos, en el mo? Tengo tan mala memoria. Recurdamelo, por favor.
RUBN.- Fue en el juzgado cuando te fui a sacar.
ALBERTO.- Ah, s, cuando choqu, cuando le di en la madre al Mustang. No te digo. Esta memoria.
Voy a tener que tomar ms potasio. Dicen que eso sirve.
RUBN.- Si no tomaras tanto, si no te emborracharas, si no te pasaras las noches sin dormir.
ltimamente...
ALBERTO.- (Serio. Amenazante). Mira, yo hago lo que se me hinchan, t no tienes porque venir a
decir lo que debo o no debo hacer. Ya tengo pelos en el pubis para saber lo que quiero. Queda claro?
RUBN.- S. Ya lo s. T haces siempre lo que quieres, lo que se te antoja, siempre lo haz hecho y por
eso...
ALBERTO.- Por eso... qu?
RUBN.- Nada.
ALBERTO.- Menos mal.
RUBN.- Pasemos a otro asunto.
ALBERTO.- Al de la lana que dijiste o van a ser muchos ms?
RUBN.- Sospecho que s.
ALBERTO.- Qu hueva.
RUBN.- Te haba dicho por telfono que iba a venir a hablar contigo esta tarde. Tambin eso ya se te
olvid?
ALBERTO.- De verdad quedamos en eso?
RUBN.- Te dije que bamos a hablar del dinero, de...
ALBERTO.- Pero tendr que ser muy rpido, ya cit a Gabriel. Viene dentro de una hora.
RUBN.- Gabriel Altamirano?
ALBERTO.- Ese mero.
RUBN.- No que ya no lo veas? Por l fue el choque.
ALBERTO.- Es un chavo buena onda, es bien jalador.
RUBN.- Es...es un delincuente. Todo el mundo lo conoce aqu. Por juntarte con gente como l...

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ALBERTO.- Otra vez? Te acabo de decir que yo voy a hacer las cosas como se me hinchen. Si quiero
juntarme con Gabriel pues me junto con l. Juntarme en el buen sentido. Todava no le hago a eso
aunque en el futuro quin sabe...Uno nunca puede saber. Dicen que se gana un buen hacindolo.
RUBN.- No creo haber dicho nada ofensivo para que t dejes de respetarme.
ALBERTO.- Otra vez la palabra. Primero me pediste que respete a nuestro padre, ahora que te respete a
ti. Vas a terminar pidiendo que respete a mis sobrinos, tus hijos. No me has dicho cmo estn. Me
imagino que muy bien, que Rubencito es el primero de su clase en la secundaria de los hermanos
maristas, que Marthita ya va a sus clases de ballet en la academia de Londres, sucursal colonia
Villabella de esta ciudad; que Lalito ya sabe la tabla de multiplicar del nueve. Yo nunca me la pude
aprender. Nueve por una nueve, nueve por dos diez y ocho, nueve por tres...Hasta ah me qued.
Aunque s se cunto es nueve por cinco y nueve por diez. Esas no son tan difciles, pero nueve por
siete.... Son sesenta y tantos verdad?
RUBN.- Mis hijos estn bien, te mandan saludar.
ALBERTO.- Gracias, muchas gracias, t tambin los saludas a ellos en cuanto los veas la prxima vez
que me imagino que ser hoy mismo... O acaso te vas a ir de pachanga toda la noche? Te puedo
recomendar un congal que est de poca o al menos un Table Dance.
RUBN.- S que todos esos sitios s los conoces muy bien. Mis diversiones son muy distintas, y no son
ni la iglesia ni los rotarios o leones, como t piensas. Leo, oigo msica, platico con gente de mi nivel y
cultura. Me interesa lo que sucede en el mundo, lo que sucede en nuestro pas...
ALBERTO.- Sin comentarios.
RUBN.- Estoy preocupado por ti.
ALBERTO.- Eso es muy amable de tu parte.
RUBN.- Es verdad.
ALBERTO.- Gracias.
RUBN.- Hace mucho que no tomas mi parecer.
ALBERTO.- Debo hacerlo?
RUBN.- T sabes que slo te voy a aconsejar cosas para tu bien, cosas que....
ALBERTO.- Es lo que siempre has hecho, aconsejarme para mi bien. (Se pone de pie, imita en todo al
hermano que lo ve hacer muy serio aunque algunas veces puede sonrer ante el recuerdo). Beto,

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Betito... As me decas antes te acuerdas? Regreso. Beto, Betito, si no comes no vas a crecer, este
bistec de hgado es lo mejor para tu salud. Est muy sabroso. Prubalo. Te digo que lo pruebes! Si no
lo comes no vas a jugar hoy! Me lo com y crec, crec, crec hasta convertirme en un gigante tal y como
t, el hermano mayor, me prometi. (Camina de un lado a otro como lo hara un gigante)Soy Goliat,
aprtense de mi camino porque los piso! (Re). La verdad que nunca crec y menos creci lo que yo ms
quera que creciera. Sigue siendo la cosita. Roberto, no te agarres tu cosita. A mis compaeros
siquiera les decan en sus casas no te toques el pajarito o algo as. El mo era la cosita. Me acuerdo lo
que me asombraba ver tu cosa cuando te baabas. T s que la tenas grande. Me pregunto si te ha
servido de algo el tamao, si al menos tu mujer disfruta con eso. A la ma, a mi cosita, la ense a
trabajar eficientemente para suplir el tamao. De nio me apenaba todito. Me acuerdo que en la clase
del maestro Arturo me la saqu en plena clase...
RUBN.- Basta!
ALBERTO.- No te gusta el tema? Jess mo. Me olvidaba que eras mocho y que estos asuntos estn
prohibidos por la moral.
RUBN.- De lo que ests hablando son cosas particulares, ntimas. Y no tiene que hacer nada la iglesia
en esto. Ni soy mocho ni me asusto fcilmente. Es cuestin sencillamente de gusto, de sensibilidad.
Habla de la mierda solamente el que gusta de ella.
ALBERTO.- Es cierto. Perdn, perdn, perdn. Puedo seguir?
RUBN.- Con qu.
ALBERTO.- Recordando tu benevolencia conmigo, recordando todo lo que hiciste por mi bien.
Acurdate cuando me dabas tu ropa usada, la que ya no te serva, para que yo me la pusiera. Y me la
tena que poner, no haba de otra.
RUBN.- No se iba a tirar.
ALBERTO.- Tambin me acuerdo cuando me llevabas a casa de tu primera y nica novia para que yo
entretuviera a su hermanito, el tarado se, mientras t le metas mano a Rosario. O no se la metas?
Uno nunca sabe. Yo s se la hubiera metido, estaba muy buena en esa poca, no como ahora que se
puso como una cerda. (Rubn molesto se pone de pie). Otra vez ya met la pata. Escuismi. Y eso para
no repetir la misma palabra de Perdn, no lo quise hacer
RUBN.- Me voy.

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ALBERTO.- Cmo. Si apenas acabas de llegar. No dices que tenemos que hablar de un titipuchal de
cosas.
RUBN.- Lo haremos otro da en que no...
ALBERTO.- En que no sea tan lpero como hoy. No es as?
RUBN.- Menos mal que lo reconoces.
ALBERTO.- Jur portarme bien de hoy en adelante, me voy a portar como me ensearon mis padres,
mis queridos maestros, t... Soy Pepito y no har travesuras!
RUBN.- Sea, sigue burlndote de todo, de la familia, de la escuela, de nuestras costumbres, no
preocupndote por nada. Me imagino que maana o pasado ser igual, que seguirs con lo mismo, as
que voy a tratar el asunto por el que vine.
ALBERTO.- Dijiste que son varios.
RUBN.- Con tratar uno de ellos me conformo.
ALBERTO.- Y que yo me quede con la duda? Eso s que no. O tratas todos los asuntos que dices o no
tratas ninguno. Despus no voy a poder dormir pensando qu es lo que me ibas a decir.
RUBN.- Me puedes dar el refresco que me ofreciste?
ALBERTO.- Claro, tengo coca, la de beber, squirt y sidral... qu prefieres?
RUBN.- La coca.
RUBN.- Mira, en algo nos parecemos, a los dos nos gusta la coca. (Re).

Entra a la casa. Rubn molesto se quita el saco, queda en camisa. Observa la terraza. Acomoda algo.
Se sienta. Saca un pauelo. Se seca el sudor de la cara y el cuello. Regresa alberto. Trae dos latas, una
de refresco de coca y otro de cerveza. Le da la lata al hermano. El bebe un largo trago de su cerveza.

ALBERTO.- Otra descortesa ma, beb sin decir antes salud. Salud!
RUBN.- No estabas bebiendo una cuba?
ALBERTO.- Se me antoj ms la cerveza, est ms fra.
RUBN.- No es bueno mezclar.
ALBERTO.- Si supieras... (Hace mmica de mezclar drogas con alcohol. Re).
RUBN.- Qu?

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ALBERTO.- Nada.
RUBN.- No lo digo yo, lo dicen los libros.
ALBERTO.- Gracias por el consejo.

Vuelve a beber. Lo hace con placer. Mira al hermano en reto mientras bebe. Rubn bebe su refresco.
Quedan un largo momento en silencio.

RUBN.- No s porque pero me acorde de un momento igual hace varios aos. Yo era el que beba la
cerveza y t el refresco. Fue el da que terminaste tu preparatoria y me pediste que dijera un discurso en
tu escuela.
ALBERTO.- Si ni siquiera he terminado la primaria.
RUBN.- T estabas ms nervioso que yo. A cada momento te descomponas el nudo de la corbata y
yo tena que hacrtelo de nuevo.
ALBERTO.- Era una corbata roja.
RUBN.- Roja con rayas negras, rayas delgadas. Me dijiste que ya que nuestro padre no poda ir yo
fuera el que hablara.
ALBERTO.- El ca...! Iba a decir que el cabrn prefiri ir a una junta, pero como que se oye muy fuerte
lo de cabrn no? Adems t siempre hiciste el papel de padre, l ni me pelaba.
RUBN.- Era yo el hermano mayor, a m me encargaban... Bueno, a m me tocaba cuidarte.
ALBERTO.- Quin te lo peda, mi ma o mi pa?
RUBN.- Ellos pensaban que era mi obligacin. Que t...
ALBERTO.- Menos mal que yo no tuve un hermano chico, ya me veo cuidndolo. Ni madres!
RUBN.- Te pregunt que de qu podra yo hablar, que no tena costumbre de hacerlo y mucho menos
con un pblico desconocido.
ALBERTO.- Te contest que hablaras de cualquier cosa, de los jvenes, de la escuela, de la patria, de lo
que se acostumbra en esas ocasiones. Pero t no hablaste de nada de eso, hablaste solamente de m.
RUBN.- Era lo que conoca, lo que me interesaba, de lo que quera hablar. Habl de tus gustos, de tu
esfuerzo por terminar los estudios, de las noches que te pasabas en vela leyendo, del trabajo que te
costaba hablar ingls...

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ALBERTO.- (Sonriendo con el recuerdo). Ahora ya puedo decir good morning, y no lo digo tan mal.
RUBN.- Termin hablando de tus proyectos, de los proyectos que t y yo habamos discutido tantas
veces, tu deseo de llegar a ser algo grande para ayudar a los dems, tu ansia por conocer ms de todo, tu
amor por la vida...
ALBERTO.- No cabe duda que yo era un mamn en esa poca.
RUBN.- Eras...
ALBERTO.- Qu?
RUBN.- Eras al ser que yo ms admiraba. Yo cuando tuve esa edad jams pens como t, jams me
compromet como t, jams hice lo que t hacas. Jams pude rebelarme contra mi padre ni contra los
maestros ni contra la moral.
ALBERTO.- Alguna vez lo lograste?
RUBN.- No lo he pensado, pero creo que nunca. Por eso estaba orgulloso de ti. En ti vea mucho de lo
que yo quise hacer o llegar a hacer. En mi caso pudieron ms la educacin, las tradiciones...Ahora s
que yo estaba en lo correcto, que eso es lo que debe ser. En fin, para qu hablar de todas estas cosas.
Repito que te admiraba, y lo digo de verdad.
ALBERTO.- Y ahora ya no me admiras, verdad?

Rubn tarda en contestar. Mira fijamente a Alberto.

RUBN.- T sabes bien que no.

ALBERTO.- Si no he cambiado tanto. Sigo con ganas de ayudar, pero no a los dems sino a m mismo;
tengo ganas de conocer de todo, sobre todo lo prohibido, y sigo amando la vida, pero no la que tena
sino la que tengo ahora. Esto s es vida, lo dems son chingaderas.
RUBN.- Qu fue lo que te cambi tanto? Fue nuestra culpa, la ma y la de nuestros padres? Qu te
sucedi?
ALBERTO.- Bjale no? Ya te pareces a ese mdico o lo que sea, al que me mandaron nuestros
queridos padres.
RUBN.- Era un psiquiatra muy reconocido.

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ALBERTO.- se tambin me preguntaba de culpas, mas y de ustedes, mientras se coma un chocolate
tras otro. Por algo estaba tan botijn.
RUBN.- No fuiste con l ms que cuatro veces.
ALBERTO.- Y fueron muchas. Fui por curiosidad. En la telera cada rato sacan de esos mdicos que
con dos preguntas alivian a cualquiera. Las clsicas: alguna vez deseaste a tu madre, o bien, odias
a tu padre? El puro lugar comn! Preguntas clich.
RUBN.- Para ellos es importante saber la respuesta.
ALBERTO.- Vieras lo que le contest, l noms pelaba los ojotes. Le dije que no solamente deseaba a
mi madre sino que haba tenido una relacin con ella, pero que eso s, estaba muy arrepentido...
(Sonre) ya que mi madre era muy mala en la cama. (Re de su chiste).
RUBN.- Eres capaz.
ALBERTO.- No me crees? Pregntaselo a l. Para algo es tu cuate.
RUBN.- Tengo aos de no verlo. Est muy lejos. Vive en Mxico.
ALBERTO.- Siempre se me olvida que ya no estamos en el de efe. Estamos en la tierra de nuestro
padre, en el pueblo donde naci nuestro padre, el lugar donde nuestro padre invirti su pinche dinero.
Muy ranchero, muy ranchero pero bien que se fue a vivir a la capirucha.
RUBN.- Era abogado.
ALBERTO.- Entonces para que compr ranchos?
RUBN.- Era una buena inversin en ese tiempo.
ALBERTO.- No dicen que el que quiera tienda que la atienda? Ahora somos nosotros, t y yo, a los
que nos vala el rancho, que no tenamos ni la ms remota idea de los ganados y las siembras, los que
tenemos que jodernos.
RUBN.- Ests hablando en plural. T nunca vas al rancho, t nunca...
ALBERTO.- Nunca qu?
RUBN.- No lo sabes acaso?
ALBERTO.- Pueda, pero me gusta ortelo a ti.
RUBN.- Quiero saber qu piensas del dinero, de los terrenos, de las cosas. Te has gastado casi todo.
ALBERTO.- Lo mo, lo que me dieron en efectivo; todava no toco los ranchos ni el dinero
mancomunado... as se dice, mancomunado?...Bueno, se.

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RUBN.- Al acabarte lo tuyo, que fue bastante, vas a empezar a querer tomar lo de los dems.
ALBERTO.- Nada de lo de los dems. Es mi parte. Por qu no voy a usarla?
RUBN.- Es de todos, tuyo, mo, de nuestra madre.
ALBERTO.- A ella no la metas en esto.
RUBN.- Es heredera, igual que nosotros.
ALBERTO.- Su nuevo peor es nada es ms rico que t y yo juntos. Ella no necesita ni el saludo
nuestro.
RUBN.- Ayer habl con ella.
ALBERTO.- Ah, s? Mira noms. Yo tengo meses o quizs aos de no or su linda voz. Desde que se
fue a vivir a Monterrey creo. Cmo est de salud? Espero que muy, pero muy bien.
RUBN.- No le perdonas todava que se haya casado?
ALBERTO.- Yo no tengo por qu perdonarle nada, eso es su pedo y punto. Cantando. Qu sea feliz,
feliz, feliz.
RUBN.- No fuiste a su boda como tanto te rog...

Suena el telfono. Rubn que est cerca lo contesta.

RUBN.- Bueno...S, aqu est. De parte de quin...Ah, si.... (A Alberto)Te habla Gabriel. (Pone mala
cara. Alberto toma el telfono).
ALBERTO.- Qu hay mi Gaby? Te estoy esperando. No me vayas a salir con que no vienes...Menos
mal...S, es Rubn, my brother...No. Eso no.... Para qu hablas? A poco quieres que pase por ti? Ni
que fueras vieja... A quin?... (Cambia su expresin. Se pone nervioso y un poco asustado. Habla en
voz baja procurando que no lo oiga Rubn. ste se da cuenta y se retira un poco con el pretexto de ver
algo en el porche o fuera de l)Dnde lo viste?... Te dijo algo?...No tengo, se va a tener que
esperar...Eso lo dice para asustar, ya lo conozco...l y sus guaruras me la pelan...T no te fijes,
acurdate que perro que ladra...S...s...De todos modos te lo agradezco...Est bien, me voy a cuidar...Ya
no te tardes. Si puedes venir antes mejor, as se larga mi hermano... (Re). Chao. (Cuelga. Queda un
poco preocupado. Se recupera. Le habla a Rubn). Hablbamos de la boda de nuestra progenitora o
no?

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RUBN.- Te recordaba que no quisiste ir.
ALBERTO.- Te falt aadir que en su lugar me puse ese pinche da una guarapeta de rdago.
RUBN.- Y tambin que lloraste mucho.
ALBERTO.- Tocado. Te consta?
RUBN.- No.
ALBERTO.- Entonces?
RUBN.- Me dijeron...
ALBERTO.- Y t te crees todo lo que te digan. Si a esas vamos...
RUBN.- Qu? Tienes algo que decir de m, de lo que hago, de mi familia? Habla si sabes cualquier
cosa.
ALBERTO.- No, nada, nada.
RUBN.- Ests seguro?
ALBERTO.- Clarn.
RUBN.- Nuestra madre me dijo que no vendiramos nada, que vender es un mal negocio en esta
poca, que nos esperramos a que los precios del mercado....
ALBERTO.- Me vale lo que diga.
RUBN.- Para vender cualquier cosa, las propiedades, el rancho, se necesita que los tres firmemos, no
basta con la firma de dos o de uno.
ALBERTO.- Mira hermanito, vamos a hacer todo esto ms fcil, te vendo a ti mi parte, te la doy bien
baras. Te conviene. T tendras la mayora de los terrenos y de las acciones.
RUBN.- Para qu quieres el dinero? Para seguirlo botando como hasta ahora?
ALBERTO.- Pues fjate que yes. Me encanta botarlo, que bote como pelota de un lado para otro.
RUBN.- Y cuando te lo termines?
ALBERTO.- Mira, eso s no lo haba pensado, pero si se me acaba lo ms probable es que te pida a ti
un prstamo. Me lo daras?
RUBN.- Suponiendo que te lo diera...
ALBERTO.- Pero lo ms seguro es que no.
RUBN.- Suponiendo que te lo diera en poco tiempo te lo ibas a gastar. Y despus qu?

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ALBERTO.- Te sigo pidiendo y cuando a ti se te acabe todo pues tendr que recurrir a mi sagrada
madre; a ella va a ser difcil que se le acabe. Su marido est asociado con todos los Garzas de
Monterrey, con los Benavides, con los Salinas...y para que seguirle. Si algo les sobra es lana y lana fina,
de puro borrego australiano: dlares, libras, oro.
RUBN.- No puedes vivir de prstamos. Nadie lo puede hacer. Tienes que ganar algo, tienes que hacer
algo
ALBERTO.- Ahora viene el choro de lo del trabajo fecundo y creador, de que nacimos para trabajar,
para crear y no estar de hevones como yo todo el da. Todo eso ya me lo has cantado muchas veces as
que puedes guardrtelo.
RUBN.- No he dicho nada de eso.
ALBERTO.- Pero bien que lo piensas. No creas, la hueva tambin es creativa, no cualquiera puede
hacerla bien. Ni siquiera en vacaciones lo logran. Se necesita ser un artista para que luzca.
RUBN.- De seguro que t eres un virtuoso en eso.
ALBERTO.- Cuando quieras unas clasesitas no tienes ms que descolgar el telfono y pedirme que
vaya a ensearte. Con tres lecciones basta.
RUBN.- Mira Beto...
ALBERTO.- Alberto aunque sea ms largo.
RUBN.- Tengo un buen rato aguantando tus bromas, tus burlas...pero todo tiene un lmite. No me
hagas que lo pierda.
ALBERTO.- T viniste, yo no te llam. Adems ya me conoces o no? No s que te extraas.
RUBN.- Pens que quizs algn da...
ALBERTO.- Que algn da voy a ser diferente. Pero ni maiz.
RUBN.- Cuando se te termine el dinero tendrs que cambiar a fuerza.
ALBERTO.- Pueda, pero mientras tanto...
RUBN.- Quiero que lo que nos est produciendo el banco lo usemos para cambiar los tractores, los
que tenemos ya estn viejos. El rancho tambin necesita muchos arreglos. Las caballerizas...
ALBERTO.- Ni madres! Yo no voy a meter ni un devaluado quinto en estas tierras estriles. Ni que
estuviera pendejo. Mil veces mejor gastarme mi plata en lo que me gusta. Al menos me divierto un
poco.

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ESTO S ES VIDA!
RUBN.- Si no invertimos todo se va a ir para abajo. Es como los autos y las casas. Todos necesitan
mantenimiento.
ALBERTO.- Yo no tengo plata, a ti te sobra, invierte t si tanto crees que se necesita.
RUBN.- Tiene que ser parejo, mi mam ya acept pagar su parte, yo tambin.
ALBERTO.- Ms a mi favor, se ella ya dio o te va a dar, y t lo mismo, para qu me pides a m.
RUBN.- Por la sencilla razn de que somos tres los dueos, que nos tocan tres partes iguales.
ALBERTO.- Partes iguales de tres que en nada se parecen. T, ella y yo. Tres en uno y uno en todos.
Tres tristes tigres tragaban trigo en tres tristes trastros, sentados en un trigal. Sentados en un trigal, en
tres tristes trastos, tragaban trigo tres tristes tigres. Ya ves, me acuerdo de lo que aprend en primaria. Y
me s otro. El obispo de Constantinopla...
RUBN.- Basta!
ALBERTO.- Uy, no te enojes, te ves muy feo, se te van a hacer arrugas.
RUBN.- Vas a dar el dinero o no?
ALBERTO.- No.
RUBN.- Es tu ltima palabra?
ALBERTO.- La ltima palabra la dir antes de morir. (Imitando a un moribundo).
Muero pero mi alma no muere!
RUBN.- Contigo es imposible hablar.
ALBERTO.- Ya llevamos ms de media hora hacindolo.
RUBN.- Yo digo una cosa y t contestas con bromas de mal gusto, burlas y...
ALBERTO.- Y ? Contina.
RUBN.- Iba a decir con falta de respeto pero ya me acord que de esa palabra ya te burlaste el da de
hoy.
ALBERTO.- Voy por otra cheve. T ya terminaste la tuya?
RUBN.- Prefiero un caf.
ALBERTO.- Ser caf en polvo, no tengo de otro.
RUBN.- Est bien.
ALBERTO.- Con azcar?
RUBN.- No, gracias.

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ESTO S ES VIDA!
ALBERTO.- Ests a dieta, tienes diabetes o qu?
RUBN.- Me gusta sin azcar. Punto.
ALBERTO.- Est bien. No me tardo. Slo tengo que calentar el agua, poner el caf, sacar las tazas, los
platitos, las servilletas, las galletitas...todo para que veas lo buen amo de casa que soy.

Sale riendo. Rubn se queda serio. Saca de sus bolsillos algunos papeles. Los revisa. Los vuelve a
guardar. Bebe de lo que tiene. Se asoma hacia el jardn. Regresa a su lugar. Se sienta a esperar.
Despus de un largo momento regresa Alberto con todo lo que dijo. Lo coloca en la mesa. Sonre
ampliamente. Hace una caravana.

ALBERTO.- Servido el caballero. Se le ofrece alguna otra cosa?

RUBN.- Que te sientes y dejes de estar jugando al payaso.

Alberto re. Se coloca como payaso. Puede ponerse encima cualquier cosa para parecer personaje
frsico. Puede usar desde el plato o lo que sea. Camina como payaso de circo. Juega supuestos
malabares o reales con cosas que estn a la mano. Puede romper algn vaso en este juego. Re
fuertemente como lo hacen los cmicos de circo. Cambia el tono de voz. Canta.

DURMASE MI NIO,
QUE AH VIENE EL VIEJO,
LE COME LA CARNE,
LE DEJA EL PELLEJO;
SU MAM LA RATA,
SU PAP EL CONEJO.
DURMASE MI NIO,
DURMASE, PUES,
QUE AH VIENE EL VIEJO
Y LE COME LOS PIES

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ESTO S ES VIDA!
Alberto hace algn otro ejercicio de payaso o de mimo. Despus da las gracias. Rubn acaba por
sonrer.

ALBERTO.- Vaya, hasta que dejaste tu cara de palo. Sonriendo hasta te ves ms joven, mejor.
RUBN.- Sigamos platicando.
ALBERTO.- Pareces vieja que lo nico que saben hacer bien es platicar y platicar y despus de platicar
volver a platicar. Mejor vamos a tomarnos unas chelas y a or mariachis o lo que t quieras. A m el
guiri guiri como que no...
RUBN.- Traigo unos papeles para que me los firmes.
ALBERTO.- Qu clase de papeles.

Rubn los saca de su bolsa. Se los da a Alberto. ste se sienta a leerlos. Se va enojando. Agarra los
papeles, se los pasa por la nalga, despus los rompe en cachitos pequeos. Los arroja al aire.

ALBERTO.- Eso es lo que hago con tus papeles, pasrmelos por el culo.

Rubn trata de recuperarlos. Ve que es intil. Deja de hacerlo.

RUBN.- Qu hiciste? Mi mam ya haba firmado ah, yo tambin.

ALBERTO.- No estoy ciego.
RUBN.- Definitivamente no vas a cooperar con nosotros?
ALBERTO.- De ninguna manera.
RUBN.- Podramos presionarte.
ALBERTO.- Cmo?
RUBN.- Hay varias formas de hacerlo.
ALBERTO.- Dime una.
RUBN.- Ya la vers a su debido tiempo.

Alberto muy enojado se levanta y toma de la camisa a Rubn. Lo hace poner de pie.

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ESTO S ES VIDA!

ALBERTO.- Me ests amenazando?

RUBN.- Sultame.
ALBERTO.- Repito mi pregunta. Me ests amenazando?
RUBN.- (Soltndose) Te estoy advirtiendo, que es muy distinto.
ALBERTO.- Me vale lo que traten de hacer t y tu madre, a m me la pelan los dos... entiendes?
RUBN.- No tendrs que hablar con ella ni conmigo, hablars con los abogados.
ALBERTO.- Con que a esas vamos, con abogados y toda la cosa.
RUBN.- Si t aceptaras...
ALBERTO.- No pueden obligarme.
RUBN.- T sabes que s, en el testamento...
ALBERTO.- Me lo s de memoria, no me repitas las mamadas de mi jefe. Que el que no haga esto y lo
otro perder el derecho a la herencia, el que no se case..., el que... Qu se meta su dinero por el ano!
Aunque me imagino que ya no tendr, ahora ser puro hueso.
RUBN.- Me duele mucho que te expreses as de l.
ALBERTO.- De qu otra manera lo puedo hacer? Toda la vida jodindonos el alma, y no contento con
eso, sigue hacindolo en el testamento.
RUBN.- Todava quiero hablar otras cosas contigo antes de irme. Se lo promet a ngela.

Nuevamente es tocado Alberto. Se desconcierta. No sabe si ponerse serio o seguir tomando todo a
broma. Puede ms lo primero que lo segundo.

ALBERTO.- La viste, la sigues viendo?

RUBN.- S.
ALBERTO.- Desde cundo?
RUBN.- Desde siempre.
ALBERTO.- Ser desde que me separ de ella.
RUBN.- S.

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ESTO S ES VIDA!
ALBERTO.- La has de ver para enterarte de ms chismes, para saber qu piensa de m, para que te
diga...
RUBN.- La veo porque es mi cuada, porque la estimo mucho.
ALBERTO.- Era.
RUBN.- Es. No te has divorciado.
ALBERTO.- Estamos separados.
RUBN.- Repito, no divorciados. Por lo tanto sigue siendo mi cuada y tu hijo mi sobrino. O a l
tambin lo quieres desconocer?
ALBERTO.- No te metas en mis cosas.
RUBN.- Lo hago porque veo mal a los dos, a tu mujer y a tu hijo.
ALBERTO.- Qu tienen, gripa, dolores de cabeza o qu?
RUBN.- T les haces mucha falta, sobre todo a Fabin.
ALBERTO.- Falta que sea hijo mo.
RUBN.- Eso no te voy a permitir. Tu mujer puede ser todo lo que quieras pero no eso que ests
tratando de insinuar.
ALBERTO.- Cmo lo puedes asegurar? Tienes la llave de su cinturn de castidad? Cualquier mujer
puede ponerte los cuernos, y en eso incluyo a mi cuada, tu mujer. (Ahora es Rubn el que se levanta y
toma de la camisa a Alberto. ste ms que asustarse se sorprende al ver la reaccin de su hermano).
No, ella no, perdona.
RUBN.- Mereceras que alguien te de una buena tunda.
ALBERTO.- Por qu no me la das t? Por miedo?
RUBN.- Ya bastante has enlodado nuestro apellido para que yo haga un escndalo en tu casa.
ALBERTO.- No hay nadie y si los hubiera no te preocupes, los vecinos tambin quieren darme una
madriza pero no se les ha hecho, as que si t me la das ellos de seguro te lo van a agradecer.
RUBN.- Te gusta vivir as?
ALBERTO.- Cmo?
RUBN.- Rodeado de personas que no te quieren, separado de la familia...
ALBERTO.- Eso me toc.
RUBN.- No te toc, t lo buscaste.

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ESTO S ES VIDA!
ALBERTO.- Y si as fuera, qu?
RUBN.- De verdad me preocupas, t eres mi nico hermano. Me preocupa tu hijo, su futuro. No le
vas a dejar nada. No va a poder ir a una universidad, no...

Alberto medita un poco lo que le dice Rubn. Bebe. Piensa un largo momento. Cambia nuevamente de
actitud

ALBERTO.- Fabin...
RUBN.- Haz pensado en l, en lo que le espera? Pronto dejar de ser un nio. Si t...
ALBERTO.- De m despreocpate, al que s te encargo es a mi enano; aunque no me lo creas...me hace
mucha falta. Yo...
RUBN.- Di que lo quieres, que lo amas. Te es tan difcil decir esas palabras?
ALBERTO.- Cada vez que quiero a alguien todo sale mal.
RUBN.- Tu mujer est dispuesta a volver contigo.
ALBERTO.- Pero yo no con ella.
RUBN.- Hazlo por Fabin. Es un nio muy listo y se da cuenta de todo.
ALBERTO.- Si es tan listo como dices se iba a dar cuenta de que mi unin con su madre no puede
funcionar. Ella va por un lado y yo por el otro.
RUBN.- Puedes prometer cambiar, procurar encontrar un trabajo que te guste, donde te puedas
realizar.
ALBERTO.- Ni madres! La mejor chamba del mundo es vivir de lo que te heredan. A poco no?
RUBN.- Eso es vida?
ALBERTO.- S.
RUBN.- No te envidio.
ALBERTO.- No te lo estoy pidiendo.
RUBN.- Qu le digo a tu mujer?
ALBERTO.- Nada. Si ella quiere saber lo que pienso que hable conmigo, que no me mande recaditos.
RUBN.- Te tiene miedo.
ALBERTO.- Y as con miedo piensa vivir conmigo? Ser masoquista.

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ESTO S ES VIDA!
RUBN.- Ella cree que si dejas el alcohol sers otra persona.
ALBERTO.- Pero no lo voy a dejar.
RUBN.- Es bueno saberlo.
ALBERTO.- Algo ms?
RUBN.- No, nada.
ALBERTO.- Ests seguro?
RUBN.- Te quera comentar que en un mes o mes y medio tengo que ir a Austin, Texas para la venta
de las semillas.
ALBERTO.- Buen viaje.
RUBN.- Podrs, porque s que lo puedes, encargarte del rancho durante esos das? No pasa de una
semana.
ALBERTO.- Djame ver mi agenda. (Toma de la mesa una supuesta agenda, le da vueltas a las hojas).
Dijiste mes y medio? En la maana o en la tarde? Lstima, tengo citas con el seor gobernador del
estado, otra con las Spice Girls...las invit. Espero que eso no te moleste. Despus...
RUBN.- Contesta s o no.
ALBERTO.- Quisiera decirte que no pero te voy a contestar que s, claro, con una condicin. Que me
pagues bien. Ya te dije que mis dlares estn desapareciendo a pasos agigantados... Cmo la ves desde
ai? (Suena el telfono. Alberto deja de hablar con el hermano. Se levanta y toma el telfono. Al or la
voz de quien lo llama se pone muy nervioso. Al telfono) Bueno...ah, eres t....s...aja...esprame un
segundo quieres? (Ahora habla al hermano) Rubn, no quieres ir a Pachuca a ver la hora del reloj o a
ver si la puerca ya puso huevos?
RUBN.- Qu.
ALBERTO.- Ve adentro y preprame un caf. Ahora te toca a ti. S?...Please.
RUBN.- No quieres que escuche.
ALBERTO.- Algo hay de eso. (Rubn sin hacer comentario entra a la casa. Alberto espera que
desaparezca para seguir hablando por telfono) Te dije que no hablaras a mi casa, aqu est mi
hermano...No, mira...No, no es eso, en este momento no...Te prometo que te voy a pagar. Cundo he
dejado de hacerlo?...Dame unos das ms... De dnde carajos quieres que saque todo eso ahorita?...Mi
hermano no me da ni los buenos das...Pues haz lo que quieras, ni pienses que te tengo miedo...S,

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ESTO S ES VIDA!
como si fuera tan fcil...Ahora ni aunque tuviera te voy a pagar, a m nadie me insulta pendejo... Vete
al carajo! (Cuelga violentamente. Queda muy nervioso. Bebe un trago. Enciende un cigarro. Se pasea
de un lado a otro. Regresa Rubn sin el caf).
RUBN.- Ya terminaste?
ALBERTO.- No ves?
RUBN.- Era una de tus mujeres?
ALBERTO.- Para que ests contento te dir que s, que era una de mis viejas.

Su tono irnico ha cambiado. Se le nota nervioso.

RUBN.- No te traje el caf. No encontr las tazas.

ALBERTO.- Est bien.
RUBN.- Me voy. Maana te hablo para ver que decidiste.

Alberto se pasea de un lado a otro. Su miedo crece. Se acerca al hermano casi para rogarle.

ALBERTO.- Ya lo pens, me puedo ir desde hoy al rancho. Qu te parece?

RUBN.- No te o bien.
ALBERTO.- Que si me puedo ir al rancho desde hoy?
RUBN.- Ests hablando en serio?
ALBERTO.- S.
RUBN.- Cuntos das?
ALBERTO.- Los que t digas. Un mes, dos meses, ms.
RUBN.- Quin te habl? Ests muy nervioso.
ALBERTO.- Ya te dije, una de mis peor es nada.
RUBN.- Estoy seguro que no.
ALBERTO.- Qu importa. Yo me quiero ir contigo. Lo puedo hacer? Mira, puedo llevar las cuentas
del rancho, vigilar la cosecha, ver que todo...S contabilidad. Te prometo que no voy a molestar.
RUBN.- No puedes cambiar tanto de un momento a otro tanto. Qu traes?

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ESTO S ES VIDA!
ALBERTO.- No quieres que me vaya contigo?
RUBN.- Por supuesto que s pero necesito saber.
ALBERTO.- Olvdalo. No he dicho nada.
RUBN.- Ests temblando.
ALBERTO.- Me dio un poco de fro.
RUBN.- Te conozco mucho ms de lo que te imaginas. T tienes miedo. Pero miedo a qu.

Alberto no contesta inmediatamente. Lucha internamente para hablar.

ALBERTO.- Me quieren matar.

Rubn lo mira fijamente para saber si no es otra de sus bromas.

RUBN.- No es otra de tus estpidas bromas?

ALBERTO.- Te juro que no.
RUBN.- Quin quiere matarte, por qu?
ALBERTO.- Llvame contigo.
RUBN.- No puedo poner en peligro a mi familia. Si no me dices de lo que se trata... Si de verdad te
quieren matar por qu no vamos mejor a la polica?
ALBERTO.- Quieres que te suplique?
RUBN.- Lo que quiero es que me digas la verdad.
ALBERTO.- T fuiste el nico en la familia que me protegi de nio, de joven. Si no hubiera sido por
ti...
RUBN.- Es otra vez lo de las drogas? (Alberto tarda en contestar). Contesta! Andas otra vez
metido en eso? (Alberto acepta con la cabeza).
RUBN.- Marihuana, cocana?
ALBERTO.- Qu importa cul.
RUBN.- Claro que s importa. No cuestan lo mismo ni hacen un efecto parecido las dos.
ALBERTO.- Es coca.

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ESTO S ES VIDA!
RUBN.- Desde cundo la usas? Yo saba slo de que fumabas marihuana y pens que ya no lo
hacas.
ALBERTO.- Debo mucho dinero.
RUBN.- A quin?
ALBERTO.- Qu chingados importa a quin. Lo debo y ya....T puedes prestarme. Si quieres te
escrituro mi parte del rancho.
RUBN.- Debes tanto?
ALBERTO.- S, un chingo y un montn.
RUBN.- Aunque no s a cuanto equivale esto me imagino que son varios miles de pesos.
ALBERTO.- Es ms que eso.
RUBN.- Y de dnde quieres que yo saque tanto dinero? Lo que tengo lo tengo invertido.
ALBERTO.- Te lo suplico. Van a matarme.
RUBN.- Nadie te va a matar, de eso me encargo yo. Pero s quiero saber...
ALBERTO.- Despus te digo todo lo que quieras, ahorita nos tenemos que ir.
RUBN.- Di nombres. Yo conozco a miembros de la judicial que s que nos van a ayudar.

Alberto re sin querer.

RUBN.- De qu te res?
ALBERTO.- De nada.
RUBN.- T conoces a uno de ellos. Marcelo Landeros. Estuvo en mi casa cuando fuiste la ltima vez.
ALBERTO.- Vaya que lo conozco.
RUBN.- Lo dices en una forma...
ALBERTO.- Me vas a llevar o esperas a que me maten?
RUBN.- l...?
ALBERTO.- l y otros. Nunca es uno solo.
RUBN.- Est bien, vmonos. A mi rancho no van a poder entrar.

Alberto camina hacia la puerta del porche para salir a la calle. La abre

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ESTO S ES VIDA!

RUBN.- No vas a llevar nada? Yo no tengo ropa que te quede. Adems tienes que cerrar tu casa. No
puedes dejarla as.
ALBERTO.- No importa.
RUBN.- Claro que importa. Ve por ropa. Aqu te espero.
ALBERTO.- No te molesta que me vaya a vivir contigo? De verdad vas a cuidar que no me pase
nada?
RUBN.- Primero me pasa algo a m que a ti. Estate tranquilo.
ALBERTO.- Te dir la palabra que dices que me cuesta tanto trabajo decir...y que vaya si me cuesta...
(Se queda viendo al hermano con agradecimiento y sobre todo con mucho amor, amor fraterno y en
parte filial). Te quiero, eres a la nica persona que de verdad he querido. .Gracias.
RUBN.- Yo tambin te quiero.

Alberto duda entre dar un abrazo al hermano o no hacerlo. Decide esto ltimo. Se dirige hacia la
puerta que comunica con el interior de la casa.

ALBERTO.- No me tardo nada.

RUBN.- Djame tu telfono. Necesito hablar.
ALBERTO.- No vayas a decir nada de lo que estuvimos platicando, sobre todo de dnde me voy a ir.
Son capaces de tener la lnea intervenida.
RUBN.- Le voy a hablar a Rosario, mi mujer. Puedo?
ALBERTO.- Tampoco le digas a ella que me voy contigo.
RUBN.- Est bien.

Alberto sale. Rubn lo mira irse. Termina por sonrer. Marca un telfono. Espera. Contesta.

RUBN.- Rosario?...S, soy yo. No me oyes bien? Es que es un telfono inalmbrico....S, estoy con
l...Despus te cuento....Todo bien...No, no te preocupes....Mira, se va a ir con nosotros...S...No s
cunto, un mes o dos...Ya te dije que despus te platico...Preprale el cuarto que est sobre la bodega de

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ESTO S ES VIDA!
granos...No, en la casa no, l va a querer cierta independencia... Es un buen cuarto. T hazme caso...S,
claro, no nos vamos a tardar tanto... Qu nos vas a dar de comer?... De veras? Con lo que me gustan
las verdolagas en salsa verde picante. Hasta se me hizo agua la boca... Ya llegaron Rubencito y
Marthita?... Cmo les fue en la escuela?...Ya te ests vengando. Si yo no te cuento t no me cuentas
verdad? Est bien, cuando llegue lo haces. Besos....Dile a Lalito que le compr el superman que
quera... (Sonre ampliamente). S, adis. Besos.

Rubn cuelga. Pone el telfono en la mesa. Se asoma a la puerta de la casa para ver si ya viene su
hermano. Camina. Se recarga de espaldas en la barda del porche que da a la calle. Saca un cigarro.
Lo enciende. Sonre satisfecho. Se escucha un rechinar de llantas, un momento despus se escuchan
varios disparos. Rubn se desploma muerto al piso. Alberto, en ropa interior, sale corriendo del
interior de la casa. Ve para todos lados. Descubre el cadver de su hermano. Corre a tratar de
ayudarlo. Levanta la cabeza que coloca sobre su pierna.

ALBERTO.- Rubn...Rubn!

Se da cuenta de que est muerto. Lo acaricia. Llora. As permanece un largo momento. Deja que la
cabeza descanse en el piso. Se levanta y se asoma sobre la barda del porche hacia el exterior. Grita
mezclando el grito con el llanto.

ALBERTO.- Es a m a quien tienen que matar. A m. Hijos de la chingada. Mtenme. Aqu estoy!
Mataron a lo nico limpio que tengo. Regresen. Regresen!

Alberto se va desplomando hasta caer hincado en el piso. Llora con gran sentimiento. Un momento
despus se golpea a s mismo. Lo hace con furia. Vuelve a llorar. El teln se va cerrando lentamente.

FIN

FEBRERO DE 1999

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RESUMEN: Enfrentamiento entre dos hermanos en un rancho. Uno de ellos quiere el dinero
para gastarlo en drogas, el otro quiere que la tierra produzca e invertir en siembras. Nos vamos
enterando de su pasado, de las diferencias, de los amores y desamores, de su conflicto entre ellos
de toda la vida. El hermano que quiere sembrar dice que va a ver a abogados para que el otro use
bien el dinero. Este acaba por confesar que debe dinero a los traficantes de droga y que lo tienen
amenazado de muerte. El otro le dice que se vaya a su casa, que lo proteger. En ese momento
pasa un automvil desde el que disparan. Matan al hermano que quera sembrar, el otro llora
desesperado.

PERSONAJES: DOS HOMBRES.

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