Amar Las Jarchas y Las Moaxacas en La España Musulmana
Amar Las Jarchas y Las Moaxacas en La España Musulmana
Amar Las Jarchas y Las Moaxacas en La España Musulmana
By
Aziz Oulad Amar
Mankato, Minnesota
January, 2013
NDICE
Introduccin ................................................................................................................. 1
Captulo I: Orgenes de la poesa estrfica ............................................................................5
Captulo II: El amor entre occidente y oriente ......................................................................13
Captulo III: Los rabes en Espaa .........................................................................................24
Captulo IV: El contexto de la moaxaja ..................................................................................27
Captulo V: Lenguaje problemtico .......................................................................................39
Captulo VI: Las jarchas ..........................................................................................................45
Captulo VII: El tema del amor...............................................................................................53
Conclusin ................................................................................................................... 57
Obras citadas ............................................................................................................... 65
1
Introduccin
Hablar de las jarchas es en realidad hablar de la voz femenina; una voz que hoy
en da parece excluida y sin fuerza en el mundo rabe musulmn. Este trabajo es un
homenaje a todas aquellas mujeres que han sufrido, durante aos, la opresin, la
exclusin y el mal trato del macho rabe.
En contraposicin con lo que sucede hoy en la mayora de los pases rabesmusulmanes, parece ser que en al-Andaluz de la edad media, la mujer tena una
situacin ms agradable porque gozaba de un margen de libertad muy importante
gracias a su presencia en muchos sectores especialmente culturales. Al-Andaluz
presenta sin duda un esplendor artstico nunca vivido en el mundo rabe musulmn y
con un nuevo tipo de poesa llamado jarcha-moaxaja.
Las jarchas son breves poemas de amor que representan el mundo femenino, el
mundo de las mujeres visto por ellas mismas. En las jarchas se trata de la ausencia del
amado, o quejas formuladas dentro de unos sentimientos amorosos e secretos muy
ntimos. No hay duda que que las jarchas forman la primera tentacin de un discurso
amoroso que lleva las seas de mujer. Por primera vez, la mujer puede quejarse,
manifestar sus deseos y formular su visin del amor. As que en al-Andaluz no slo la voz
masculina tena el derecho de expresarse, sino que todo el mundo tena una
oportunidad de expresarse y manifestarse su capacidad artstica y cultural.
Aunque la mayora de las jarchas son escritas por hombres, el contenido de ellas
es puramente femenino. Adems, la mayora de las jarchas son escritas por autores
annimos, pero hay una probabilidad que muchas de ellas han sido escritas por
mujeres.
Sin embargo, hay que recordar que el ao 1948 es un ao muy especial en la
historia de las jarchas y de la poesa estrfica en particular. En este ao, S.M. Stern dio a
conocer veinte estribillos o finidas en romance hispnico que remataban otras tantas
composiciones hebreas de los siglos XI al XIV, es decir, en una poca todava muy
primitiva de las lenguas y literaturas hispnicas y romances en general (SolSol 7).
Jarcha en rabe significa salida, son, en general, cancioncillas compuestas en el
idioma popular del pueblo, que eran, segn un famoso arabista, una especie de
romance con influencia del rabe y el hebreo, pero bsicamente romance), escritas en
caracteres rabes o hebreas sin vocales (Garca Gmez 28).
En otros estudios, la jarcha o la parte final o finida, es definida como la final de
una moaxaja.
La iniciativa de Stern fue la inauguracin de un terreno totalmente nuevo,
porque su trabajo fue recibido con sorpresa y general aplauso por parte, no slo de los
hispanistas peninsulares, sino tambin de romancistas extranjeros (7). El trabajo de
Stern fue seguido por otro gran descubrimiento de Garca Gmez en 1952, donde daba
a conocer un par de otras jarchas.
El propsito general de este trabajo es intentar acercarse al origen de la lrica
arbigo-andaluz, en especial las jarchas, intentando identificar las variables lingsticas,
culturales e histricas en la Espaa medieval. Este estudio pretende analizar las razones
que condujeron a una literatura rabe con su famoso doblete literario: moaxajasjarchas.
Histricamente, se tena conocimiento de que en la Espaa musulmana, por lo
menos en los siglos X-XI, se cantaban las jarchas en rabe vulgar que insertaron
despus, a manera de estribillo, en poemas de mayor extensin-la moaxaja (Castro
Daz 29). La moaxaja es un poema bilinge, o sea el poeta usaba el rabe clsico y otra
lengua, que es el rabe dialecto/vulgar, o el romance mozrabe. La entrada, o
introduccin del verso potico est escrito en un rabe clsico, mientras que los versos
finales estn escritos en rabe vulgar. Estos versos finales que cierran el poema se
llaman jarchas. Jarcha en este sentido, significa salida. La mayora de las jarchas son
escritas en rabe vulgar o popular, o en hebreo, o con una mescla de rabe, hebreo y
romance. Las jarchas se caracterizan por su sencillez temtica y de expresin. Y el tema
fundamental es el amor.
Para acercarse al origen de la lrica arbigo-andaluz, en especial las jarchas,
vamos a intentar identificar las variables lingsticas, culturales e histricas en la Espaa
medieval. Sin embargo, hay que plantear una introduccin al mundo rabe musulmn
de al-Andaluz, los llamados rabes occidentales, y sus contribuciones a la primera lrica
europea.
Para evitar confusiones y malos entendimientos, hay tambin que determinar las
caractersticas de las jarchas/moaxajas como producto cultural de una sociedad
andaluza en su pluralidad tnica, lingstica y religiosa.
Ahora bien, el gran inters por las jarchas en particular y la poesa estrfica en
general, han alcanzado actualmente un nivel internacional, porque los autores
mencionados en este trabajo han sido publicados en diferentes pases de Europa, de
Amrica y del mundo rabe. El objetivo de estos trabajos ha sido la promocin de un
mejor entendimiento de la literatura medieval y de sus influencias en el mundo. Este
inters se puede explicar por mltiples factores, pero dos factores parecen relevantes.
El primero reside en que las jarchas parecen dentro de un periodo y espacio muy
conflictivo donde hubo varias lenguas y varias religiones, y el segundo, aparece alndalus como centro cultural del mundo.
Desde un punto de vista histrico hay que recordar que el primer descubridor
occidental de las jarchas fue Menndez Pelayo, 1894, quien, dentro de la obra hebrea
de Yahuda Hallevi, detectaba textos que l crey estar en castellano, lo que fue seguido
de similares identificaciones por Brody, 1933, por Baer, de nuevo en textos del mismo
autor sefard, si bien tales descubrimientos, de coros alcance y escaso fruto, no tuvieron
eco (Corriente 71). Haba que esperar hasta la llegada de los descubrimientos de Stern
en 1948 y Emilio Garca Gmez en 1952, gracias a ellos desencadenaron un verdadero
alud de libros y artculos que alcanzan ya varios centenares, a juzgar por la bibliografa
publicada por Hitchcock, 1977, Lpez Morillas, en 1996 (71-72).
Sin embargo, el arabista Gonzlez Palencia nos ofrece una versin basando su
argumento sobre las estructuras sociales de la poca y la vida de los distintos estatus
sociales:
rabe de estos poemas. Hay dos ejemplos de ellos: el primero era Ribera que deca que
la idea de esa mtrica acentual y el estrofismo concomitan eran genticamente
hispnicos (Corriente 74). El segundo era el arabista Gmez que hablaba de las jarchas
con texto romance. Pero Gmez no parece convencido de la pureza romnica de estos
textos y habla en otros estudios de la poesa Arbigo-Andaluza. Siguiendo sus pasos
analticos, se pregunt:
Hasta qu punto y en qu medida y proporcin estn
realmente unidos? Hasta dnde es arbigo, es decir,
puro eco y resonancia de la que se cultivaba en el oriente
rabe (y ahora prescindimos del puro vehculo idiomtico),
y hasta dnde es andaluza, es decir, reflejo de la
sensibilidad hispnica, de las reacciones intelectuales y
sentimientos de los musulmanes espaoles?(Gmez 21).
El debate sigue abierto, lo que explica la complejidad de determinados
problemas como los que afectan al origen de la lrica en el mundo del Occidente
medieval y de las interacciones que pudieron existir entre el mundo rabe y el romance
a travs de Espaa (Vernet 272).
Muchos arabistas que consideraban las jarchas como producto hispnico se
basan en una nota de Ibn Bassam en su libro Dajira, (Tesoro), que compara versos de
autores andaluses con sus precedentes orientales, dice:
El primero que compuso poesas de la medida o clase de
las moaxajas en nuestro pas e invent este gnero fue
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extremadamente difcil y puede ser polmica porque se trata de un texto que est
construido a base de unas consonantes dudosas, sin la ayuda de vocal alguna, y con el
nico patrn de un metro que debe intuirse(El Pas).
Los rabes de oriente han participado en este debate para ofrecer sus ideas y
versiones sobre esa poesa estrfica rabe; (rabe entre parntesis por no estar
seguro de ello o quizs es una hiptesis entre otras). Cmo calificaron los rabes del
oriente el producto cultural, sobre todo potico, de al-Andaluz, o mejor dicho de los
rabes del occidente?
Los rabes piensan que las jarchas forman parte de su propio patrimonio cultural
con la razn de que las jarchas en rabe vulgar o clsico constituyen un 95% de todas las
conocidas y los romances slo una pequesima proporcin. Mientras tanto, el escritor
rabe Said Ghazi considera que las moaxajas son una simple elaboracin del mussamat
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(un tipo de poesa rabe basado en rimas internas e conocido en Bagdad de la poca
abas). Otros (con un tono ms o menos fantico) reconocen que las moaxajas/jarchas
nacieron en el suelo andaluz, pero siempre dentro de una tradicin puramente rabe y
como desarrollo natural de ella.
Para Ghazi, la diferencia de tono entre los dos elementos de la composicin: el
de las jarchas mozrabes es la mujer quien declara su amor, mientras que en la lrica
rabe (casida e incluso las moaxajas), es el hombre el amante apasionante ante la
timidez y el orgullo femenino. Lo que le lleva a considerar que el estribillo surge de una
rica herencia potica totalmente independiente de la oriental, y que los poetas
andaluses lo tenan que coger de la boca del pueblo (Gmez 178).
El debate rabe tampoco lleg a una conclusin satisfactoria sobre el origen de
estas cancioncillas porque hay una gran cantidad de ellas escritas por poetas annimos.
Pero algo es cierto es que la moaxaja est escrita en rabe, y hay una posibilidad que
sea de origen rabe.
Con el fin de entender las jarchas era imprescindible ver sus races/orgenes. Era
necesario dar versiones contradictorias para un mejor entendimiento de la lrica
primitiva; y en particular su aspecto lingstico. El nmero de estudios sobre el tema del
origen, las diferencias profundas entre arabistas y rabes muestra que estamos en
frente de un tema muy problemtico, y que todava falta mucho camino para llegar a un
conocimiento seguro de su origen.
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Madre, mi amigo
se va y no tornar ms
Dime qu har, madre:
no me dejar siquiera un besito? (Castro Daz 129-130)
En muchas jarchas hay una manifestacin muy fuerte del amor: una muchacha
enamorada suplica a su amado, denominado bajo el nombre rabe habibi, que responde
a su pasin con un tono ertico, le ruega que est presente y cerca de ella. En otras
ocasiones la muchacha lamenta la ausencia de su habib que ya se fue a un lugar lejano.
Manifiesta, tambin, sus celos y su disposicin o decisin de salir en busca del
amado/amigo/habib.
La prdida del ser amado y todos los efectos que provoca, sobre todo el dolor,
no tienen lmites. Parece que se trata de un juego de amor/dolor, una combinacin,
aunque parezca contradictoria, planteada como objeto bsico para los dos amantes.
Para sobrepasar el dolor, la enamorada tiene la esperanza que se manifiesta en
esperar la vuelta del amado. Esperar se convierte en un tiempo perpetuo y en un
crculo cerrado. Son capaces los enamorados de soportar esa desesperada espera para
siempre? Dicho de otra manera, se puede hablar de un eterno retorno?, de una
nueva forma de sentir el bien y el mal, la soledad, las angustias y la separacin? Barthes
reacciona sobre la lgica de este tipo de amor, o mejor dicho de un amor suspendido,
de un amor que est en la lista de esperas/esperanzas:
Todas estas diversiones que me solicitan seran momentos
perdidos para la espera, impurezas de la angustia. Puesto
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rebelda literaria. Es una nueva manera de contar las emocionas y sentimientos sin tener
que ser llamado amor cortes o amor udri rabe. La singularidad de las jarchas es que el
amor en no tiene nombre ni ttulo, rechaza encajarse en una lista dada, es el producto
del pueblo andaluz y de sus fantasas.
Lejos de ser aristcratas o nobles, los poetas de las jarchas vienen del
marginado, de la nada , y por eso sus amores cuentan, porque llevaban sueos y deseos
de alcanzar algo inalcanzable y buscan momentos fugaces que perpetan al alma e
intensifican una tal pasin.
Ha servido este captulo para entender cmo se manifiesta el amor en las jarchas
y de qu forma se presenta, porque a raz del cmo y del qu, el ser rabe-andaluz
pretenda expresar su forma de amar.
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Dentro de la historia de las grandes invasiones rabes de los siglos VII y VIII
dispersaron a una fraccin importante de las tribus de Arabia por un espacio vastsimo,
desde la India a los Pirineos. Los rabes poseyeron en esta poca un imperio muy
extenso, habitado por mltiples pueblos: iberos romanizados y godos de Espaa,
berberes, egipcios, sirios, mesopotamios, iranios, etc. (15). As que la islamizacin se
extiende sin llevar consigo siempre la arabizacin (de la lengua rabe, en el mismo
sentido cuando se habla de la castellanizacin/cristianizacin de las Amricas). Muchos
persas, turcos y berberes se convierten en fieles musulmanes sin llegar a ser rabes, y
continan hablando su propia lengua. Lo que significa que en el imperio musulmn
coexisten etnias musulmanas heterogneas.
Sin embargo, el orientalista Rodinson aclara que en el caso de Espaa,
conquistada por los rabes en el siglo VIII, exactamente entre los aos 711-714, fue
arabizada y berberizada, y un gran nmero de autctonos adaptaron el Islam y se
adhirieron a la arabidad, (de la lengua rabe), pero los dialectos romnicos siguieron
hablados, (y finalmente escritos en caracteres arbigos) junto con el rabe, incluso por
los musulmanes arabizados (73). La palabra rabe utilizada aqu no se refiere a ninguna
etnia ni religin sino a la lengua utilizada por rabes, persas, turcos, judos, algunos
berberes y espaoles durante la edad media y que sirvi de vehculo para la
transmisin de los ms diversos saberes de la antigedad-clsica u oriental- al mundo
del islam (Vernet 7).
Muchos expertos del medioevo andalus consideran el siglo XI como siglo de oro
de la literatura de Al-ndalus. Es considerada edad de oro tanto por el nmero de
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autores como por la variedad de gneros, la maestra con que los escritores supieron
tratarlos, la libertad creativa de que parecen haber disfrutado, y la influencia que
ejercieron en autores y gneros de pocas posteriores (Garulo 13).
Con esta historia en la mente, se puede decir que la jarcha aparece en al-Andaluz
como un testimonio nuevo contra la rgida estructura de la poesa oriental y como
prueba de ello su sistema se basa en un estribillo asonantado y con un nmero muy
limitado de versos. Con su lenguaje sencillo, la jarcha se convirti en la cultura popular
por excelencia.
Otro aspecto de este retrato histrico es que por primera vez, el lenguaje rabe
se mezcla con varios otros lenguajes especialmente el romance.
Por fin se puede decir que las jarchas entran en la historia desafiando al ritmo
cultural del oriente y marcando un nuevo estilo.
Ha servido este captulo para ver que la invasin rabe a la Pennsula Ibrica,
sobre todo al-Andaluz, marc todo una poca y dio a formular una cultura mestiza:
haba el rabe intelectual, el vulgo, la lengua romance y el latn. Era prescindible
destacar este lado histrico para conocer de cerca quien eran los rabes, musulmanes y
otros que han participado a celebrar una civilizacin llamada andalus.
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con una estrofa qufl, es decir, con las de rima comn o vuelta. Esta ltima estrofa se
llama en rabe jarja o salida o markaz, centro o estribillo
La moaxaja presenta una estructura muy precisa, que slo admite muy pocos
cambios o variantes. Al contrario de los poemas tradicionales rabes, que se forman de
estructuras monorrimas y de versos largos cuantitativos, la moaxaja es ms breve, y
tiene un nmero limitado de versos cortos polirrmicos y de naturaleza cualitativa, es
decir, basados no en el sistema de slabas largas y breves, sino en el acento tnico
(Sol-Sol 10).
Para entender mejor este juego de mudanza y vuelta, o sea de rimas, dentro de
las moaxajas, aqu hay una seleccin de ellas:
Qufl
Gusn
Jarcha o Markaz/Salida
(Rubiera 151).
La moaxaja fue inventada por Muhammad Ibn Mahmud o segn Gmez,
Muqaddam ibn Muafa de Cabra, poeta del emir Abd-Allah (888-912).
Un crtico rabe de la poca llamado ibn Bassam no encuentra en las moaxajas
de ibn Muafa ningn uso del sistema potico rabe. As que para l, el moaxajero de
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Dentro de este esquema,o sea, AA bbbAA cccAA eeeAA, que ,como ha sido mencionado
antes, poda presentar ligeras variantes; los estribillos, o vueltas son ms importantes y
dirigen la moaxaja hacia una salida que lleva el nombre de jarcha. Otro punto
importante de la moaxaja es su lenguaje culto: debera de estar redactaba en rabe
clsico.
Segn el testimonio del egipcio del siglo XII, ibn Sana al-Mulk:
La moaxaja constaba de seis partes que rimaban entre s,
llamadas qufl, y de cinco partes ms denominadas bayt,
que no precisaba de rima comn. Los qufl o vueltas
estaban formados generalmente de dos versos o esticos.
Los bayt o cuerpos, en cambio, constaban, por lo
general, de tres. Segn el Gays al-tawsih, obra que
contiene 165 moaxajas, el 87% de ellas son de cinco
estrofas, oscilando el resto entre tres y siete (Sol-Sol
11)
La moaxaja se diferencia de la casida por su longitud, tena un nmero limitado de
versos de distintas rimas-algunos explican esta brevedad por la razn de que la moaxaja
se creaba para ser cantada o recitada con instrumentos musicales.
2-Ejemplos de las distintas formas de la moaxaja.
En el primer ejemplo se trata de una moaxaja de verso simple con tres mudanzas y dos
vueltas. Centradas en el estribillo: bbbaa.
Sahirtu wanama lwara
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Los temas de la moaxaja son bastante variados; algunos de ellas acogen los
temas tradicionales que estaban en el oriente, o de las casidas de Bagdad, como
panegricos, elegas, solitud, erotismo y descripciones de la belleza de al-ndalus. Estas
descripciones que vienen a sustituir el trasnochado rahil (viaje) o descripcin de viaje
por el desierto de la casida de los primeros tiempos que, sin embargo, an reaparece de
vez en cuando junto a otros tpicos desgastados como el llanto sobre los restos del
campamento de la amada(Corrientes 40).
En el siguiente fragmento se puede notar la presencia del vino como tema del
poema, aunque el sustantivo vedado ofrece ms que una interpretacin, el amor
como principal motivo, se aplica tanto al ser humano como a la bebida del vino. La
estructura interna de estos versos nos ofrece todos los ingredientes del doble sentido
del amor: el verbo perder (perd a la hija) es muy significativo e introduce al mismo
tiempo las cosas ms queridas donde el vino forma parte crucial de estas cosas
queridas.
Desde que perd a la hija de Fulano y me qued vedado el vino
No he probado cosa tierna, ni visto rostro hermoso
La fortuna me ha atacado: ni vino, ni beldad (Corrientes 63).
El tema principal de la moaxaja es el sufrimiento amoroso, que comparte
fundamentalmente con el tema de la jarcha. El poeta expresa sus dolores y sus penas
por un amor no correspondido. Habla tambin del abandono de su querida y expresa
con dolor su solitud. El poeta se siente cansado y no puede aguantar esta situacin de
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amor perdido. A veces la pena del amante es tan profunda que se siente morir de amor
(tema del amor mrtir) (Sol-Sol 16).
Otro tema que es muy presente en la moaxaja es el tema de panegrico donde el
poeta dirige su discurso potico a un personaje importante en la sociedad. Pero aunque
el tema es panegrico, lleva una introduccin o una parte amorosa cuya intencin es la
de predisponer favorablemente el nimo del lector o del pblico (16).
Los temas del amor en la moaxaja rabe pueden ser resumidos en lo siguiente:
1-el amor es un sufrimiento eterno
2- el amor puede conducir a la muerte
3-el llanto forma parte del amor
4-el amor es una magia que nadie puede entender
5-nadie es capaz de resolver los secretos del amor
6-el secreto del amor es nico en la experiencia de cada persona
7-el que ama debe sentir la humillacin
8-el ser amado (la mujer) es un ser invisible
Segn Sol-Sol, a los principios del siglo XI, con las moaxajas del poeta judo Yehuda
Halevi:
Observamos cierta variacin temtica: tres de sus
composiciones son requiebros amoroso-panegricos y una
constituye un lamento por la muerte de un amigo. Por lo
dems, en todas las composiciones judas de la serie
hebrea se advierta cierta tendencia al empleo de
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K no d'estar?
poema:
Cmo no ha de estarlo?
No ves que a m no se ha de allegar?
Meu 'l-habib enfermo de meu amar
quen ad sanar
ven (o: vengas) a mib que sanad (?) meu legar
'Mon ami est malade de mon amour!
Qui le gurira?
Viens chez moi, car c'est l'union avec moi qui
gurit!
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Traduccin :
que no d'estar?
Su traduccin:
Por fin Sola-Sol presenta a su vez una lectura de la jarcha que, vocalizada, dice:
mio al-habil enfermo de mio amar
ke no ad sanar bengese a mibi ke sanad mio legar
Su versin en castellano moderno:
'Mi amigo (est) enfermo de amarme.
No sanar?
Que se venga a m que cura mi acercamiento
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Todas estas versiones del mismo texto plantea una grave dificultad en acercarse
al verdadero texto porque el autor de la moaxaja hubiera modificado la mtrica de la
jarcha romance para adaptarla a un determinado esquema mtrico (Gmez 16).
Buscando el contexto de la primera moaxaja, Gmez, se inclina en la influencia
de una coplilla romance sobre el poeta rabe de Cabra en la que una coqueta
doncellita mozrabe da celos a su amigo o habib y desea hacer sobre ella su moaxaja
(18). Siguiendo los pasos del gran arabista, aade:
El poeta empieza por componer un calco rabe de la copla,
que se adapta ms o menos al metro sari, si es que no la
oblig con algunos retoques a esta adaptacin. El calco
rabe de la copla sirve de preludio:
Damun safuhna wa-dukuun hirar
Maun wa-nar
Ma ytama illa li-amrin kubar,
O sea, calcado a mi vez por m del rabe: (aqu habla
Gmez de su traduccin)
El alma me abrasa, ms me hace llorar
Fuego, agua! Par
de cosas es este que es raro juntar.
Segn la interpretacin que puede hacerse en esta estrofa con el tema del (fuego)= la
pasin amorosa, y el agua= (las lgrimas) pueden combinarse sin ser vistos
contradictorios. Quien ama, dice otra moaxaja, llora con lgrimas de sangre.
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Este alambicado concepto del fuego y el agua, comenta Gmez (45), que
milagrosamente se juntan en el amante en forma de llanto y ardor, es tpico de la
poesa rabe clsica. Lo mismo ocurre en la estrofa 1. , y en la 2. , donde el poeta llega
incluso a hablar de la Ka'ba. Calco de nuevo el ritmo y las rimas agudas del rabe:
Devoto a esa Ka'ba brillante he de ir,
pues no puedo el grito de amor desor.
Si soy un esclavo, me debo rendir.
Aqu estoy! Lo que hablen de ti no he or.
Permite que acuda piadoso a rezar en ese altar
y como holocausto mi pecho a inmolar.
Kaaba es el lugar sagrado de los musulmanes para la peregrinacin religiosa.
Pero en la 5. viene la transicin (tambid):
Que no podr, no, de su amor prescindir,
por ms que en daflarme no ceje y huir,
por ms que me fuerce de pena a gemir,
y aun cuando coqueto persista en decir:
(Y aqu viene la copla origen de todo:)
Mew l-habyb enfermo de mew amar
K no a dsetar?
Non fes a mibe ke sa de no legar?
La conclusin del famoso arabista es que la moaxaja es el ms estupendo caso de
fusin de las poesas de dos pueblos diferentes que probablemente se conoce en la
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Ha servido este captulo para demostrar las dificultades que rodean el lenguaje
de las jarchas-moaxajas. Sus formas y temas reflejan las dificultades lingsticas y son
fruto de un tejido hecho de varios colores, un tejido que responde a las preguntas
artsticas de una poca donde todo el mundo buscaba una salida comunicativa.
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prioridad por la misma estructura de los pies del metro, se produca un cierto efecto
rtmico (Corrientes 54).
De esta forma se plante un nuevo tipo de poemas que usaba el dialecto, lengua vulgar,
para acercarse ms al pueblo y a sus sufrimientos. Era una poesa popularizante que
popular, puesto que parece cierta la extraccin ms bien culta de sus autores (29).
Desde esta perspectiva, la jarcha sera una prueba de la vida cotidiana y, en especial, de
la cultura popular. Sin embargo, hay que decir que la jarcha dio a la moaxaja su mtrica
silbico-acentual, desconocida por la poesa rabe, y recibe de sta el tpico del amor
corts (Castro 15).
Segn Gmez:
El canto de las gentes de al- ndalus era en lo antiguo, o
bien por el estilo de los cristianos, o bien por el estilo
camelleros rabes, sin que tuviera normas sobre las cuales
basarse hasta el establecimiento de la dinasta omeya.
Ms tarde surgi Ibn Bayya, el mximo imam, que tras
encerrarse a trabajar por algunos aos con esclavas
diestras, depur el istihlal y el amal mezclando el canto de
los cristianos con el canto de Oriente. El mismo (Ibn Bayya)
invent el estilo de los zjeles en al-ndalus y a este estilo
se inclin el gusto de los andaluces, quienes rechazaron los
dems (Gmez 56).
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El mismo arabista intenta resumir las caractersticas de las jarchas para ver sus
limitaciones en comparacin con las casidas y el romance. Segn l, todas las moaxajas
tienen a la jarcha, de la que es preludio o preparacin, o sea una introduccin del
poema. El segundo argumento es que la jarcha ha de estar en lenguaje directo y puesta
en boca de alguien, sea personal u objeto personificado. El otro punto importante es
que la jarcha ha de estar en lengua rabe vulgar o lengua romance. Adems la jarcha
debe ser compuesta antes del resto de la moaxaja, y luego adaptarse a ese pie forzado:
(hay que recordar aqu lo que ha dicho Ibn Bassam de que la moaxaja se construa sobre
el markaz (jarcha). Por fin, algunos poetas, por ser incapaces de componer una buena
jarcha, tomaban una ajena, lo cual era mejor que se compusieran por si mismos otra
ms floja (Vernet 306).
Segn De Fuentes, la forma rtmica de la moaxaja/jarcha se caracteriza por:
1-El dstico. El dstico o pareado de versos iguales est
representando en la jarcha siguiente:
Vey, ya raqi,vey tu via
Que non me tenes an-niya
Se trata de un dstico octoslabo del tipo, tan frecuente en
los villancicos castellanos.
2-El trstico. Como ejemplo de trstico con versos iguales
podemos citar la siguiente jarcha:
Si queres como buon a mib,
Bejame ida-l-nazma duk
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En claro:
No yerres porque
No uso DE MALE!
Ya cambi el aire!
Las dos palabras romances son (de mal), y el adverbio (ya); el rabe qad en yaqad,
Otro ejemplo
YA MAMMA, TANTO LEBO
Da l-wagad, da l-layyay
Da hayar, MAMMA,qati
Fa-l-qatu bi samay
En claro:
AY MAMMA, TANTO LEBO
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Ke far mama?
Mio al habib est ad yana
En castellano:
Qu har madre?
Mi amigo es (est) a la puerta (Gmez 148).
La sorpresa de ver el habib se convierte en una cuestin de esta ausencia
mencionada antes, porque el amor es ms dulce e atractivo dentro del mundo
imaginario. As que la ausencia es omnipresente en casi la mitad de las jarchas. La
presencia del raqib, espa, o sea los valores morales de la sociedad, impide, o prohbe el
encuentro amoroso:
Alma dad mio fagore
E alma dad mio ledore
Visitando al raqibi
Esta nohte mio amore
En casellano;
El alba me da ardor
e el alma, en cambio, me da ledor (dolor)
visitando est el espa
esta noche de mi amor ( 87)
Este discurso de amor viene casi siempre en boca de una mujer e siempre en
primera persona. Ella es el narrador de la historia y el amante, o al-habib, es el foco, la
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imagen omnipresente que se busca con llantos y penas. A veces (pero muy raro) el
nombre del habib es mencionado, como en los siguientes fragmentos:
Mio sidi Ibrahim
Oh tu uemne dolge
En castellano:
Mi seor Ibrahim
Oh tu nombre dulce (83)
La madre es la confidente del secreto de su hija. En muchas ocasiones aparecen
las hermanas de la enamorada para darle consuelo y nimo. Fuera de la familia hay las
amigas que juegan tambin un papel importante en la vida de la enamorada:
Garid bos ay yermane(l)as
Kom kontenir e (l) mio malo
Sin el habib non bibreyo
Ed bolarey demandare
Es decir:
Decid me vosotras, ay compaeras
cmo reprimir mi mal
Sin el amigo no podre vivi
y volar a buscarlo ( 133).
En suma, el personaje femenino de las jarchas se convierte en un hroe
defraudado. Un personaje que parece batido, sin fin feliz. Pero a travs de este
personaje se resume un mundo lleno de secretos y totalmente peligroso: este mundo se
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comunica a travs unos versos cortos, pero muy cortos, como en viene la Pascua y yo sin l.
Con esta declaracin de la ausencia de l se abre el primer fragmento de la jarcha.
La ausencia es, tambin, una oportunidad para destacar las calidades del amante, su
cuerpo tiene el cuello blanco, y en muchas veces esa ausencia se convierte en tema
omnipresente, en un manifiesto lleno de quejas. Una mujer se pregunta Cmo, pobre de m,
me ha dejado?
El texto amoroso de las jarchas est lleno de dolores, penas, deseos, erotismo,
seduccin y todo un discurso que celebra en palabras muy sencillas el mundo femenino.
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Conclusin
Yo soy como las gentes que a mi tierra vinieron
-soy de la raza mora, vieja amiga del solque todo lo ganaron y todo lo perdieron.
Manuel Machado, en poemas del
alma.
El estudio de la poesa estrfica, las jarchas/moaxajas, se presenta como una
tarea bastante ambiciosa a alcanzar. No hay duda que este trabajo -por su naturaleza y
por las caractersticas de las jarchas-solamente pudiera reflexionar en algunas
cuestiones y representar un lado/aspecto de dichas poemas sin cerrar las puertas con
respuestas definitivas.
En este estudio, intent recoger una serie de poemas, sobre todo de temas de
amor, para abrir, si es posible, el debate de nuevo sobre una historia del mundo rabe
donde la mujer tena un margen de libertad muy respetable. Sin embargo, el problema
del origen de las jarchas surge como un problema de todos los tiempos: ayer como hoy,
el conflicto sigue ah sin resultados concretos. Pero hay que destacar el gran esfuerzo
hecho hasta ahora sobre todo de parte de los fillogos que han logrado a descifrar y
determinar la naturaleza de aquellos textos.
La edad media, sobre todo el siglo XI, era una edad de oro por su creatividad
cultural e intelectual, por sus jarchas y sus moaxajas que nos han ofrecido una visin
ms clara de una poca llena de amores y guerras, o mejor dicho, de guerras de amor.
La palabra o la voz era el secreto multidimensional para el placer lejano donde la
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ausencia del amante juega un papel real: se trata de personas que hablan y dicen sus
sufrimientos, sentimientos y fantasas. El discurso amoroso estaba abierto a todos y
para todos.
Ahora bien, la cultura andalus es distinta del resto de la cultura europea. Es
verdad que Espaa forma parte del conjunto europeo, pero su pasado ofrece una serie
de componentes y rasgos, fruto de su pasado histrico, singulares y nicos. Es seguro
que la cultura rabe-musulmana ha dejado una profunda huella en su lengua,
costumbres y modos de vida, arte, literatura (Goytisolo). Esta huella rabe-musulmanahebrea es smbolo de una riqueza para el pueblo espaol y con ello el resto de Europa.
Se trata aqu del largusimo encuentro entre musulmanes-judos y espaoles que,
juntos, contribuyeron a plantear una nueva forma de expresarse que era nica en su
tiempo: la lrica medieval. Esta experiencia representa el primer testimonio literario
escrito de la lrica primitiva en Espaa. Sin embargo, queda muy claro que la cuestin de
los orgenes de dicha lirica est abierta, y depende de las intenciones, buenas o malas,
de los expertos en el tema.
Hay que destacar en esta conclusin que la mayora de las historiografas
admiten que El Cantar del Mio Cid es el texto fundacional y representa la primera
muestra de literatura espaola. Un gran nmero de libros sobre la lrica primitiva
empiezan por El Mio Cid y las jarchas estn situadas en una poca o etapa denominada
etapa pre literaria, o sea, una etapa de introduccin, de preparacin a la etapa
siguiente que es la etapa del Mio Cid.
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Afortunadamente, los descubrimientos de las jarchas en el principio del siglo XX, dio a
revisar aquella historia que trataba de considerar El Mio Cid como punto fundacional
literario en Espaa. En Espaa de hoy, hay voces que han tenido el coraje de reclamar
aquella lrica como patrimonio humano, dichas voces discuten/debaten la hiptesis del
origen de la literatura espaola e defienden a la literatura rabe-juda como punto de
arranque e inicio fundamental en la poesa espaola.
Es verdad que las jarchas eran una lrica popular de un nivel artstico muy
modesto, pero algunas de ellas alcanzaban un estilo artstico bastante alto.
Sin embargo, La influencia de la lrica arbigo-andaluza en las cantigas de amigo y en los
villancicos es sobresaliente. Esta influencia se expandi hasta el siglo XIV: algunas
jarchas se encuentran en las maravillosas escenas de La Celestina cuando, por ejemplo,
Melibea pregunta para qu me toca la camisa?... qu provecho te trae daar mis
vestiduras?. Este texto nos recuerda casi la misma imagen en una jarcha que dice
Non me tangas, ya habibi, No me toques, oh mi amor
no kero dannoso! No puedo tener un daoso amante
Al gilala rahsa, basta mi camisn es bastante frgil
a todo me refuso. Lo rechazo, en completo
Para cerrar este trabajo, esperando- como en las jarchas- algn da llegar a
establecer relaciones entre textos literarios pertenecientes a mbitos distintos
(Mariscal 293), es decir, simplemente, un dialogo entre textos y, porque no, entre seres
humanos.
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Apndice
Para facilitar la lectura de este trabajo, ofrezco a continuacin definiciones de
algunos trminos usados en esta tesis. Nuestras referencias aqu son sacadas, en su
mayora, de Wikipedia, La enciclopedia libre. Tambin de Ortega y Gasset, Jos en su libro
Estudios sobre el amor y por fin Corriente, Federico, Crdoba en su Diccionario Medieval
rabe . Todos citados en las referencias de este trabajo.
El amor corts: se trata de una filosofa del amor que floreci en la Provenza
francesa a partir del siglo XI. El amor corts era una concepcin de la Europa medieval
que expresaba el amor en forma noble y caballeresca. Generalmente hablando, este
tipo de amor era secreto y exista mayormente entre los miembros de la clase alta. No
era un amor que se practicaba en parejas formales (el adulterio). El amor corts tiene
una relacin fundamental con la filosofa griega y mstica. Se puede resumir este amor
en:
a-Total sumisin del enamorado a la dama (por una transposicin al amor de las
relaciones sociales del feudalismo, el enamorado rinde vasallaje a su seora).
b-La amada es siempre distante, admirable y un compendio de perfecciones fsicas y
morales; siempre est casada y su marido (gils), normalmente un noble o seor feudal,
es advertido por las voces de los acusadores (lausengiers).
c-El estado amoroso, por transposicin al amor de las emociones e imaginera religiosas,
es una especie de estado de gracia que ennoblece a quien lo practica.
d-Los enamorados son siempre de condicin aristocrtica (aunque tambin es comn
que el enamorado sea de condicin social ms baja que la amada).
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e-Se trata, frecuentemente, de un amor adltero. Por lo tanto, el poeta oculta el objeto
de su amor sustituyendo el nombre de la amada por una palabra clave (senhal) o
seudnimo potico.
Los arabistas son los especialistas en lengua y cultura rabe. En Espaa, haba un
inters muy especial en la cultura rabe por la larga conquista por los musulmanes de la
Pennsula Ibrica que dur ms de ocho siglos. Emilio Garca Gmez era uno de los
grandes arabistas del siglo veinte, fue el primer director de la escuela de estudios de
Madrid. Tambin fue l quien descubri una parte interesantsima de las jarchas.
Las Cantigas de amigo galaico-portuguesas: se trata de cantigas de amor escritas
en una mezcla de gallego-portugus. Es generalmente una composicin cantada, lleva
versos de ocho y cuatro silabas. Segn los historiadores, las cantigas de amigo surgieron
en el siglo XII. Tienen un contenido muy parecido a lo de las jarchas.
La Copla es una composicin potica, generalmente de cuatro, que suele ser
letra de cancin popular.
El espaol aljamiado simplemente aljama es la lengua espaola cuando sta se
halla en caracteres arbigos, o sea, utilizando el alifato rabe en lugar del alfabeto latn,
sin alterar de ningn modo la lengua en s.
Al habib: amante
El habla mozrabe fue un conjunto de hablas romances que hablaban los
habitantes del sur de la pennsula ibrica entre los siglos VIII y XV. El habla mozrabe se
desarroll en los territorios de los reinos musulmanes de Al ndalus, y era hablada
principalmente por los cristianos mozrabes que en ellos vivan. El mozrabe
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desapareci sobre el siglo XV por la sustitucin con lenguas preminentes en los reinos
cristianos tras la Reconquista (galaico-portugus, leons, castellano, navarroaragons,
cataln), manteniendo reductos hasta el siglo XIX y palabras en uso en la actualidad en
el lenguaje cotidiano. Para la escritura de las lenguas mozrabes era comn emplear la
aljama. Se domina mozrabe a las poblaciones que permanecieron en los territorios de
la pennsula Ibrica gobernados por los musulmanes.
La Jarcha o Kharja, del verbo rabe kharaja, significa salir/salida/fin. La mayora
de las jarchas son escritas en rabe vulgar o popular, o en hebreo, o con una mezcla de
rabe, hebreo y romance. Las jarchas se caracterizan por su sencillez temtica y de
expresin. Y el tema fundamental es el amor.
Las lenguas romances (tambin denominadas lenguas romnicas neolatinas),
son una rama indoeuropea de lenguas estrechamente relacionadas entre s y que
histricamente aparecieron como evolucin del latn vulgar (entendido en su sentido
etimolgico de hablado por el pueblo y como opuesto al latn clsico).
Por literatura aljamiada se entiende el conjunto de obras literarias escritas en
una legua con grafas del alifato rabe o alefato hebreo. La palabra aljama deriva del
rabe alagamiyya, que era el nombre con el que denominaban a las lenguas
extranjeras.
La Moaxaja del rabe Muwachha, que significa "adornado con un cinturn de doble
vuelta" es una composicin potica culta propia de la Espaa musulmana.
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1-aa=Qufl o Mrkaz o matla: es el estribillo inicial de la moaxaja, cada una de sus partes
pueden representar una rama del poema.
2-bbb=Bayt : es la mudanza. Cada mudanza puede representar un Gusn (parte)
compuesto de versos.
3-aa=Qufl, que es continuacin de un bayt y prlogo del siguiente, formado por versos
idnticos al primer qufl en metro, rima y componentes.
Este orden puede repetirse cinco o ms veces, acabando con la jarcha. Con aa jarcha,
cerrando el poema.
Los Mulades: se dice del cristiano espaol que, durante la dominacin de los
rabes en Espaa, abrazaba el islamismo y viva entre los musulmanes. La palabra viene
del rabe muallad/muwalladin (nacido), engendrado de madre no rabe.
Los orientalistas: son los Occidentales que estudian el Oriente: su civilizacin y
su formacin histrica. El Oriente aqu quiere decir todo el mundo rabe-musulmn (el
Prximo y Medio Oriente).
Un villancico es una composicin musical, y la forma potica asociada,
tradicional de un villancico de Espaa y Portugal. Estas piezas fueron populares entre los
siglos XV y XVIII. Los villancicos eran originariamente canciones profanas con estribillo,
de orgenes populares y armonizados a varias voces. Posteriormente comenzaron a
cantarse en las iglesias y a asociarse especficamente con las Navidades.
Zjel: comparte con la jarcha el uso de la lengua vulgar. Se compone de un
estribillo de dos versos, que siguen otros tres monorrimos (mudanza) y un cuarto verso
(vuelta) que rima con el estribillo, anunciando su repeticin. La distribucin de la rima es
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Obras citadas
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Barthes, Roland, ed. Fragments dun discours amoureux. Paris : Le Seuil, 1977.
---, Nouveaux essais critiques. Paris: Le Seuil, 1972
Corriente, Federico, Crdoba. Diccionario Medieval rabe Espaol. Madrid: ed. Herder, 1977.
---, Poesa dialectal rabe y romance en Alandalus. Madrid: Gredos, 1997
Galms De Fuentes, lvaro. Las jarchas mozrabes: forma y significado, Barcelona: Grijalbo
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---, Rumana arbica I (Estudios de literatura comparada rabe y romance) . Madrid: Real
Academia de la Historia, 1999
Garca Gmez, Emilio. Las jarchas romances de la serie rabe en su marco. Barcelona: Seix
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---, Mtrica de la moaxaja y mtrica espaola. Al-andaluz: 39 (1974): I-259
---, Poesa Arbigo-Andaluza, Breve sntesis histrica, Madrid: Institu Faruk, 1952
Garulo, Teresa. La literatura rabe de Al-Andaluz durante el siglo XI. Madrid: Hiparin, 1998.
Ghazi, Said. Fi usul attawshih (en los origines de tawshih/moaxajas). Secunda edicin. Egipto:
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Indurin, Francisco. Clcicos modernos: estudios de crtica literaria. Madrid: Gredos,1969.
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Kirawani, Ibn Rashik. Al Omda. Corregido y adaptado por Muhammad Muhi Addin abdelhamid.
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Le Gentil, Pierre. La strophe zadjalesque, les khardjas et le problme des origines de lyrisme
roman. Romania: 84.1963.
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