PROGRAMA No.

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ROMANOS

Introduccin

Continuando con nuestra expedicin a travs de la Biblia, salimos hoy del Antiguo
Testamento y entramos una vez ms, en el Nuevo Testamento, para comenzar, como ya
dijimos, nuestro estudio de la carta a los Romanos. La lectura de la carta del apstol
Pablo a los Romanos puede ser una de las experiencias que proporcione la mayor
satisfaccin en la vida de un creyente en Cristo. Ahora, con esto no queremos decir, que se
deba leer como algn artculo en una revista y luego ponerlo a un lado para caer en el
olvido. Es la lectura continua y repetida de esta epstola, lo que traer verdaderos ros de
abundancia al creyente.

Esta epstola es el mayor documento que haya en cuanto a

nuestra salvacin. El gran comentarista bblico William Newell, ha escrito que Romanos
es el evangelio. Cada cristiano debe hacer por lo menos un esfuerzo por conocer bien el
libro de Romanos, porque le proporcionar una base slida para su fe. Ahora, hay tres
aspectos que resaltarn en la vida de una persona que constantemente lee el libro de
Romanos. En primer lugar, comprender los hechos y las verdades bsicas en cuanto a la
salvacin. En segundo lugar, tendr una conviccin ms profunda que lo usual, en cuanto
a las cosas relacionadas con la fe. Y en tercer lugar, ser una persona muy apta para el
servicio cristiano prctico.

Ahora, al comenzar nuestro estudio de esta epstola del apstol Pablo a los Romanos,

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hay tres reas que debemos explorar a modo de introduccin:

Primero, el escritor, que fue el apstol Pablo.

Segundo, el lugar, que fue la ciudad de Roma.

Y tercero, el tema, que es la justicia de Dios.

Comencemos entonces dando una mirada al autor de esta epstola, el apstol Pablo.
En el pasado Dios ha usado muchos medios diferentes para comunicar la verdad al
hombre. A Moiss, por ejemplo, le dio la ley. Tambin dio historia, poesa, profeca, y los
evangelios. Llegamos ahora, a una nueva seccin de la Biblia que es conocida como las
Epstolas. Las Epstolas son cartas personales y de hondo sentir humano. Hay quienes
han tratado de establecer alguna diferencia entre las palabras: epstola y carta, pero
nosotros concordamos con la opinin de que en realidad, no hay distincin alguna entre los
dos vocablos. Ahora, leer una de estas epstolas es lo mismo que leer una carta que ha sido
recin recibida y que ha venido por expreso areo o entrega inmediata.

En realidad, no hay mayor problema o discusin en cuanto al autor de esta Epstola a

los Romanos, aunque Marcin, el hereje de la Iglesia primitiva, y Baur, uno de los crticos
bblicos modernos, han cuestionado su autenticidad. En cuanto a esto, sin embargo, el Dr.
Santiago Stifler ha escrito lo siguiente, escuche usted: Ninguno de los dos ha podido negar
que Pablo haya escrito esta Epstola. No hay ningn libro del Nuevo Testamento que sea
ms fidedigno en cuanto a su autoricidad.

El apstol Pablo mismo, dice lo siguiente en cuanto a esto, all en el captulo 15 de esta
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epstola, versculos 15 y 16, donde leemos: . . .Mas os he escrito, hermanos, en parte con
atrevimiento, como para haceros recordar, por la gracia que de Dios me es dada para ser
ministro de Jesucristo a los gentiles, ministrando el evangelio de Dios, para que los gentiles le
sean ofrenda agradable, santificada por el Espritu Santo.

En estos dos versculos, el apstol Pablo aclara sin lugar a dudas, que l era el apstol a
los gentiles. Tambin deja bien en claro que Simn Pedro era el apstol a la nacin de
Israel.

Por ejemplo, el apstol Pablo dijo all en su carta a los Glatas, captulo 2,

versculos 8 y 9: (pues el que actu en Pedro para el apostolado de la circuncisin, actu

tambin en m para con los gentiles), y reconociendo la gracia que me haba sido dada,
Jacobo, Cefas y Juan, que eran considerados como columnas, nos dieron a m y a Bernab la
diestra en seal de compaerismo, para que nosotros fusemos a los gentiles, y ellos a la
circuncisin..

Tambin en el libro de los Hechos de los apstoles, podemos ver otra vez que Pablo era
en forma especial, el apstol a los gentiles. All en el captulo 26 del libro de los Hechos,
cuando Pablo est testificando al rey Agripa sobre esta misma verdad, Pablo cita lo que la
voz del cielo le dijo. Y dice en los versculos 17 y 18: librndote de tu pueblo, y de los
gentiles, a quienes ahora te envo, para que abras sus ojos, para que se conviertan de las
tinieblas a la luz, y de la potestad de Satans a Dios; para que reciban, por la fe que es en m,
perdn de pecados y herencia entre los santificados.

El apstol Pablo posea las mejores capacidades para este ministerio a los gentiles,
debido a su experiencia, a su educacin y crianza. El Dr. Griffith Thomas ha dicho lo
siguiente: Sus antecedentes formaron una combinacin extraordinaria. Su nacimiento
judo, su idioma hebreo, su ciudadana romana, su educacin juda y su cultura griega;

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todo esto contribuy a hacer de Pablo el hombre que fue.

Pablo tambin posey un intelecto gigantesco, al ser educado en la fe juda, cultura

griega y modales romanos. El es el Moiss del Nuevo Testamento, pudiramos decir.
David Brown ha escrito esto en cuanto al apstol Pablo, y dice: Sus caractersticas
naturales, al menos por lo que hemos podido conocer de sus escritos y de su vida, parece
que incluyeron un intelecto genial y verstil, capaz de pensamiento profundo y
razonamiento preciso; una rara combinacin de valor y ternura; celo impetuoso, discrecin
sana con perseverancia indomable; en cuanto a carcter, honrado y directo.

La carta a los Romanos es pues, en forma especial, la proclamacin global del evangelio
de Pablo. Es al mismo tiempo su defensa, apologa y examen del evangelio. Tenemos que
concluir entonces, que el Espritu Santo prepar a este hombre y le dio Su mensaje.

Demos ahora, una mirada al lugar al cual fue escrita esta carta, o sea, la ciudad de
Roma. Podemos declarar en forma categrica que el apstol Pablo escribi esta epstola
desde Corinto, all en el ao 58 D.C. El erudito bblico Paley confirma la fecha y el lugar
de la manera siguiente; el dice: No es por la Epstola misma ni por nada que se declare
dentro de la Epstola en cuanto a la fecha y el lugar; sino por una comparacin entre las
circunstancias referidas en la Epstola, con el orden de los eventos anotados en el Libro de
los Hechos de los apstoles, y con referencias a las mismas circunstancias, aunque para
propsitos bastante diferentes, en las dos Epstolas a los Corintios.

Ahora, en cuanto a esto, el Dr. Griffith Thomas hace una interesante observacin y dice
que: Ciertos nombres indican claramente a la ciudad de Corinto como el lugar donde esta
Epstola fue escrita. Luego, l aade que la fecha probable para su escritura fue durante

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los meses de Marzo a Mayo del 58 D.C. Adems debemos notar que la descripcin de la
crasa inmoralidad de los gentiles en Roma, que aparece en los primeros captulos en esta
carta, estaba basada en la situacin paralela que Pablo observ en la ciudad de Corinto.

Pero Pablo no est solamente interesado en los aspectos negativos de los gentiles en
Roma, sino que, como lo veremos en los ltimos versculos de esta Epstola, el apstol Pablo
estaba en estrecho contacto con muchos creyentes en Roma, la gran mayora de los cuales
eran gentiles. O sea que, podemos decir que desde un comienzo la Iglesia Cristiana en
Roma estaba formada por una mayora de gentiles. Ahora, otro aspecto interesante en
cuanto a esta Iglesia es que creemos que Pablo no habra estado interesado en visitar a
Roma, si la Iglesia all hubiera sido fundada por alguna otra persona. El caso es que, el
apstol Pablo declar que estaba ansioso de ir a Roma. All en el captulo 1, versculo 15 de
esta carta leemos: As que, en cuanto a m, pronto estoy a anunciaros el evangelio tambin a
vosotros que estis en Roma.

Queda establecido entonces que Pablo quera ir a Roma y que quera hacerlo para
predicar el evangelio all. Y ms an, recordemos que el Seor se le apareci a Pablo y le
dijo lo que Pablo mencion cuando hablaba ante el rey Agripa, y que leemos all en el
captulo 26 del libro de los Hechos de los apstoles, versculos 17 y 18. Pablo cita aqu lo
que el Seor le dijo y dice: librndote de tu pueblo, y de los gentiles, a quienes ahora te
envo, para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad
de Satans a Dios; para que reciban, por la fe que es en mi, perdn de pecados y herencia
entre los santificados.

Ahora, ya dijimos que Pablo estableci, sin lugar a dudas, que nunca habra ido a
Roma, aunque estaba ansioso de hacerlo, si alguien hubiese predicado el evangelio all

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antes que l. All en el captulo 15 de esta carta, versculo 20, dice: Y de esta manera me
esforc a predicar el evangelio, no donde Cristo ya hubiese sido nombrado, para no edificar
sobre fundamento ajeno. Y Pablo no slo dijo esto sino que lo practic, pues vemos que l
nunca fue a trabajar en la obra del Seor donde otro apstol hubiese laborado. De modo
que esto, nos lleva a pensar y a creer que Pablo no habra ido a Roma, si otro apstol
hubiese ido all antes.

Surge ahora la pregunta: Y bueno, quin fue el fundador de la Iglesia en Roma? Y

aqu quisiramos decir algo que quiz usted, amigo oyente, no haya considerado nunca
antes. Y es que creemos que Pablo fund la Iglesia en Roma, y que la fund por control
remoto, pudiramos decir. La fund empleando un radar espiritual. Usted dir, pero
eso es imposible ya que en esos tiempos no haba los medios de comunicacin como el
radar, o el telfono de larga distancia, que tenemos hoy en da. Sin embargo, amigo
oyente, creemos que stas son las mejores palabras para describir lo que ocurri.

Permtanos aclarar lo que estamos diciendo: Roma era una ciudad muy grande, y Pablo
nunca haba estado all. Ningn otro apstol la haba visitado todava. Sin embargo, es
un hecho que all surgi una Iglesia Cristiana. Cmo entonces lleg a existir una Iglesia
en Roma? Bueno, es que Pablo haba viajado a travs de gran parte del imperio romano,
ganando hombres y mujeres para Cristo; y siendo que muchos viajaban hacia Roma desde
los confines del imperio, pues, ocurri que lleg el momento en que hubo muchos
habitantes de Roma que conocan personalmente al apstol Pablo; que lo haban conocido
antes de trasladarse a la capital del imperio. Ahora, alguien quiz preguntar: Est
usted seguro que esto fue lo que ocurri, que sta era la situacin? Bueno, note usted lo
que dice all en el libro de los Hechos de los apstoles, captulo 18, versculos 1 al 3.
Quines fueron los que se encontraron con Pablo en Corinto? Leamos esa porcin.
Hechos captulo 18, versculos 1 al 3: Despus de estas cosas, Pablo sali de Atenas y fue a
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Corinto. Y hall a un judo llamado Aquila, natural del Ponto, recin venido de Italia con
Priscila su mujer, por cuanto Claudio haba mandado que todos los judos saliesen de Roma.
Fue a ellos, y como era del mismo oficio, se qued con ellos, y trabajaban juntos, pues el oficio
de ellos era hacer tiendas.

Vemos, pues, que Pablo se encontr con Aquila y Priscila, habitantes de Roma, pero
quienes haban tenido que abandonar esa ciudad, debido a una ola de antisemitismo y
persecucin desencadenada por el emperador Claudio. Ahora, ellos se encontraron con
Pablo en Corinto. Y ms tarde, vemos que acompaaron al apstol Pablo en su viaje a
Atenas. Esta pareja lleg a ser un extraordinario testimonio para el Seor Jesucristo,
siendo usados poderosamente por el Espritu Santo dondequiera que fueron.

Ahora, cuando Pablo escribe esta Epstola a los Romanos, vemos que ya han vuelto a
radicarse en Roma, pues, en sus saludos personales all en el captulo 16, Pablo los
menciona por nombre en el versculo 3. Escuche usted: Saludad a Priscila y a Aquila,
mis colaboradores en Cristo Jess. Y, qu podemos decir en cuanto a los otros? Pues,
slo esto: que Pablo los conoca personalmente. En algn lugar l tuvo que haberles
conocido y llevado a una fe personal en Jesucristo. Pablo es entonces el fundador a
control remoto, pudiramos decir, de la Iglesia en Roma, mediante su contacto con estas
personas a quienes present el evangelio de Jesucristo, y quienes se fueron a vivir a la
ciudad de Roma.

Permtanos ahora, compartir con usted algo que el Dr. Vernon McGee, autor de estos
estudios bblicos, escribi hace ya varios aos, en un librito que lleva por ttulo, Una hora
en Romanos, y que presenta algunos aspectos que creemos interesantes en cuanto a Roma.
Escuche usted. Pablo conoca a la ciudad de Roma, aunque nunca haba entrado en sus

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lmites, antes de escribir esta carta a los Romanos. Roma era como una gran barco que
pasa durante la noche y que levanta fuertes olas que se rompen en las costas lejanas. Su
influencia era como la de una potente emisora de radio que penetraba cada esquina y
escondrijo del imperio romano.

Pablo haba visitado las ciudades coloniales tales como Filipos y Tesalnica. En estas
ciudades haba observado las costumbres romanas, las leyes, el idioma, las modas, y la
cultura en plena exhibicin. Pablo haba viajado por los caminos romanos. Se haba
encontrado con los soldados romanos en las carreteras y en los sitios de mercado, y tambin
haba dormido en las crceles romanas. Pablo haba tenido que acudir ante magistrados
romanos y se haba gozado de todos los beneficios de la ciudadana romana. De modo, que
se puede ver que Pablo, conoca todo lo que deba saberse en cuanto a Roma, sin haberla
visitado todava.

Desde el escenario de la capital del mundo, Pablo iba a predicar el evangelio global al
mundo perdido que Dios tanto amaba, que haba dado a Su Hijo para que todo aquel que
cree en El, no se pierda, sino que tenga vida eterna. Roma era como una especie de gran
imn, que atraa a los hombres y mujeres desde los confines del mundo entonces conocido,
a su centro. Mientras Pablo y los otros apstoles viajaban por todas partes del gigantesco
imperio, trajeron a grandes multitudes a los pies de la cruz. Iglesias Cristianas fueron
establecidas en la mayora de las grandes ciudades del imperio.

Con el transcurrir del tiempo, muchos creyentes en Cristo fueron atrados al centro del
imperio, o sea la ciudad de Roma. El dicho que todos los caminos llevan a Roma era
una verdad muy evidente en aquel entonces y no simplemente un dicho. A medida que
ms y ms cristianos fueron congregndose en esa gran metrpolis, comenz a emerger una

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Iglesia visible. Es probable que la Iglesia de Roma no fuera establecida por un slo
hombre. Los hombres que haban sido convertidos mediante el testimonio de Pablo y de
otros apstoles de las ciudades perifricas, se fueron a vivir a Roma, donde organizaron la
primera Iglesia Cristiana. En verdad, contina el Dr. McGee, no creo que Pedro haya
sido el que haya tenido algo que ver con la fundacin de la Iglesia en Roma, pues, vemos
que su sermn en el da de Pentecosts estuvo dirigido exclusivamente a los israelitas. No
fue sino hasta despus de la conversin de Cornelio, cuando Pedro estuvo convencido de
que los gentiles tambin estuviesen incluidos en el cuerpo de creyentes. Hasta aqu, lo
que escribi el Dr. Vernon McGee.

Ahora, con todo esto, hemos visto que el apstol Pablo, es quien ahora est
escribindole a los Romanos. Tambin hemos visto que ms tarde, visitara la ciudad de
Roma. Asimismo que l conoca Roma y que l fue el fundador de la Iglesia en Roma. Lo
que todava nos resta es considerar el mensaje, o sea el contenido de su carta a los
Romanos.

Y aqu quisiramos decir que nos encontramos personalmente muy

incapacitados para este estudio, porque trata el gran tema de la justicia de Dios. Es un
mensaje que hemos tratado de proclamar a travs de muchos aos. Y es un mensaje que
el mundo en general no quiere escuchar ni aceptar. Lo que el mundo desea escuchar es
acerca de las glorias de la humanidad. Quiere que la humanidad sea exaltada y no el
Seor; y si habla de Dios, slo se refiere a Su bondad.

Y permtanos decir amigo oyente, que estamos totalmente convencidos, que cualquier
ministerio que trate de ensear la gloria del hombre y que no presente su depravacin
total, ni revele que el hombre es totalmente corrupto y arruinado, no puede ser eficaz. La
enseanza que no incluya esa gran verdad, no puede levantar a la humanidad, ni le podr
ofrecer remedio alguno, porque es un hecho que el nico remedio que hay para el pecado
del hombre hoy en da, es el remedio perfecto que tenemos en la persona del Hijo de Dios,
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el Seor Jesucristo y que El ha provisto para una raza perdida y depravada.

Ahora bien, permtanos ilustrar esta verdad de esta manera. El autor de estos estudios
bblicos, el Dr. Vernon McGee, nos cuenta que en cierta ocasin, tuvo que regresar de un
viaje a Europa y la tierra santa, un da antes de lo que esperaba, porque haba sido
invitado a oficiar en los funerales de Audie Murphy, el hroe ms condecorado durante la
Segunda Guerra Mundial, y quien haba perecido en un accidente areo. La esposa del
seor Murphy le haba pedido al Dr. McGee, que se encargara del funeral, ya que ellos
haban asistido durante ms de diez aos a la Iglesia que el Dr. McGee pastoreaba. El
Dr.McGee haba conocido a esta seora cuando primero ella acept al Seor Jesucristo
como su Salvador personal. Luego, pudo observar cmo ella creca en la gracia y el
conocimiento de Jesucristo. Ahora, ella le peda que presentara un mensaje evangelstico
durante los servicios funerales de su esposo. Y dice el Dr. McGee, que l pudo ver con
toda claridad que estara, en lo que podramos llamar, pleno territorio del enemigo. Es
verdad que el capelln iba a estar all en ese funeral, un buen hombre y firme en su fe
cristiana. Y a l se le pidi que diera una nota biogrfica del fallecido y el panegrico.
Bueno, l hizo todo en forma totalmente correcta y debida.

Mencion las diferentes

medallas que el occiso haba recibido, y vale decir, que era un hombre sumamente valiente,
un hombre que mereca cada una de las condecoraciones que haba recibido durante la
Segunda Guerra Mundial.

Pero, entonces se levant el Dr. McGee y

present el

evangelio, el evangelio que declara que los hombres no pueden ser salvos por cosa alguna
que hagan, sino slo por medio de algo que Dios ya ha hecho. Y que Dios slo solicita a
que acudamos a la cruz; que El no le est pidiendo al mundo que haga cosa alguna; slo le
est haciendo una pregunta al mundo, y es: Qu hars con mi Hijo que muri por ti?
Y que esa, es la pregunta de mayor importancia.

Y aunque este hombre que haba

fallecido, haba escuchado el evangelio y haba tenido el ejemplo de su esposa ante l, y

tambin el testimonio de sus dos hijos, nunca, dice el Dr. McGee, nunca que yo supiera,

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haba aceptado el evangelio. Y aadi, Pero quiz, durante ese momento de trauma y
gran tensin, cuando el avin se precipitaba a tierra, quiz todas estas verdades hubieran
vuelto a su memoria. El conoca los hechos en cuanto al evangelio. Y si en ese momento
se hubiera vuelto a Jesucristo, pues habra sido salvado y estara tan salvo, como
cualquiera otra persona que se hubiese salvado. Porque el Seor Jess dijo all en el
evangelio segn San Juan, captulo 6, versculo 37: . . . y al que a m viene, no le hecho
fuera,

Y, amigo oyente, permtanos hablarle acerca de aquel ladrn en la cruz del Calvario.
El imperio romano haba declarado que l no era apto para continuar viviendo en el
imperio romano, y que por esa razn, lo estaba ejecutando. Sin embargo, el Seor Jess le
dijo all en el evangelio segn San Lucas, captulo 23, versculos 39 al 43: Yo te har
apto para el reino de los cielos, y De cierto te digo que hoy estars conmigo en el paraso.

Amigo oyente, Dios toma a pecadores perdidos tal como usted y como yo, y nos trae
dentro de la familia de Dios y nos hace un hijo de Dios. Y hace esto, mediante Su muerte
en la cruz del calvario; y no porque haya mrito alguno en nosotros. Este es el gran
mensaje de este libro de Romanos. Y este es el mensaje del cual el comentarista bblico
suizo, Goday describiera as:

La Reforma fue ciertamente el producto de esta Epstola a

los Romanos, y tambin de la carta a los Glatas. Y es probable que cada renovacin
espiritual que pueda experimentar la Iglesia, est vinculada siempre en causa y efecto, a un
conocimiento ms profundo de este Libro. Fue Martn Lutero quien escribi: . . . la
Epstola a los Romanos es la verdadera obra maestra del Nuevo Testamento, y el evangelio
en su forma ms pura, que bien vale la pena y merece que cada creyente en Cristo no slo
la aprenda de memoria palabra por palabra, sino que tambin debe tratarla diariamente
como si fuera el pan diario para el alma de los hombres.

Nunca podr ser leda o

estudiada demasiado bien ni en forma desmesurada. Mientras ms es usada, ms preciosa

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se torna, y su sabor es ms agradable.

Esta es pues, la epstola que estaremos considerando, amigo oyente. Permtanos ahora
exhortarle a que haga algo, algo que le pagar dividendos que le sorprender. Lea este
libro de Romanos; por lo menos, lea el captulo 1 antes de nuestro prximo estudio. Es
verdad que no entraremos en todo lo que encierra este captulo, porque como lo hemos
visto en esta introduccin, es un libro sumamente profundo. Y lo mismo ocurrir con
respecto a cada captulo. Estaremos estudiando cada captulo durante bastante tiempo,
aunque no todo el tiempo que desearamos.

Pero, por lo menos, veremos los puntos

culminante de este libro. Acompenos, pues, en nuestro prximo programa. Hasta

entonces, amigo oyente, que las bendiciones del Seor sean su fiel compaa, ahora y
siempre!

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