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LENGUA CASTELLANA Y COMUNICACIN
MDULO 1 Eje temtico: Literatura
I. La lectura literaria como dilogo entre lector y texto
1. Identificacin de los elementos literarios relevantes para la interpretacin del sentido de las obras
Un elemento que el Marco Curricular destaca para Primer Ao Medio es la importancia que adquiere la lectura literaria centrada en temas que se relacionen con experiencias, preocupaciones e intereses de los alumnos y alumnas (MINEDUC: Objetivos Fundamentales y Contenidos Mnimos Obligatorios de la Educacin Media, p. 42). Asimismo, el Programa de Estudio concibe la lectura como dilogo entre el lector y el texto. Desde este punto de vista, resultar fundamental, para motivar la lectura literaria, la consideracin de vnculos entre las obras ledas y experiencias que sean significativas para los estudiantes, ya que esto facilita la comprensin e interpretacin del texto.
Por otra parte, resulta tambin relevante establecer la relacin entre las obras y sus contextos de produccin y recepcin. Para que el aprendizaje sea significativo, es importante que los alumnos y alumnas investiguen tanto los contextos que rodearon la produccin de cada obra literaria, as como las posibles relaciones entre los diferentes textos y el momento que caracteriza la recepcin lectura realizada por los estudiantes (ver ms adelante la nocin de horizonte de expectativas planteada por Jauss).
Este tipo de trabajo resulta til para que los estudiantes enriquezcan su competencia lectora, puesto que un lector preparado tiene mejores herramientas para decodificar un texto (Eco) y proponer interpretaciones ms complejas y mejor argumentadas de ellos. As, los alumnos y alumnas comprendern lo que significa dialogar con las obras literarias, es decir, considerar los elementos centrales de la interpretacin.
1.1. Qu es la literatura?
Literariedad: trmino con el que se ha vertido al espaol un concepto empleado por los formalistas rusos (literaturnost), mediante el cual se alude a aquel conjunto de caractersticas que convierten a un texto, por su estructura y su funcionamiento, en obra literaria. As, Tinianov considera la obra literaria como un sistema de factores de correlacin y de procedimientos jerarquizados en dependencia de un elemento dominante. Para Mukarovski, este elemento dominante es la funcin esttica, que hace que su componente bsico, la
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lengua, deseche su dimensin de uso (propia del lenguaje habitual), para convertirse en signo autnomo volcado sobre su propio mensaje artstico.
Dentro de los criterios que han sido usados para determinar qu es la literatura, se han sugerido varios, entre los cuales se encuentran:
el de la intencionalidad artstica (intencin literaria); criterio que no resulta operativo, en la medida en que el hecho de que un autor se proponga hacer un texto literario no asegura su calidad artstica. Por el contrario, existen obras sin intencin artstica que son consideradas literarias por el pblico; el gusto personal o el de un determinado grupo de lectores, lo que tampoco puede constituir un criterio decisivo, pues las valoraciones de estos grupos estn sujetas al cambio de apreciacin impuesto por el devenir de la historia de la cultura y de los cnones estticos (recurdense aquellos textos que hoy son rescatados y que en su momento fueron desdeados desde el punto de vista del canon literario).
En sntesis, la pregunta que ha recorrido la historia de la literatura es la siguiente: lo literario se define por criterios internos o externos a los textos? Considerando la literatura como un acto de comunicacin, la respuesta que cada poca d a estas interrogantes deber tener en cuenta los tres pilares bsicos de la comunicacin literaria: el emisor (autor), el mensaje (texto) y el receptor (pblico). Por lo dems, no puede dejarse de lado el circuito de distribucin que afecta a las obras, determinado por intereses econmicos, polticos, etc. En otros trminos, cada poca determina qu es y qu no es considerado literario en funcin de distintos intereses (cfr. Estbanez, 2001: 630).
1.2. Qu es lo que hace que un mensaje verbal sea una obra literaria?
La respuesta que ensaya Roman Jakobson a esta pregunta comienza con una revisin de las funciones semnticas del signo lingstico que proponen tanto Karl Bhler (expresin, representacin, apelacin), como B. Malinovski (funcin ftica) y la lgica moderna (funcin metalingstica). A partir de este estudio, Jakobson desarrolla un esquema de las funciones del lenguaje vinculadas a los seis factores que constituyen todo acto de comunicacin verbal: un emisor enva un mensaje a un receptor o destinatario a travs de un canal que sirve de contacto entre ambos. Este mensaje es construido de acuerdo a un cdigo que, para posibilitar la comunicacin, debe ser comn al emisor y al receptor, de modo que el mensaje pueda ser codificado y decodificado. Este mensaje es emitido dentro de un contexto de referencia, es decir, un contexto que define las relaciones que existen entre el mensaje y el objeto o realidad a la que alude (cfr. Estbanez: 433):
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CONTEXTO
EMISOR MENSAJE RECEPTOR
CANAL
CDIGO
Cada uno de estos factores va a determinar una funcin del lenguaje, que seala el papel que desempea alguno de estos elementos en relacin a la totalidad de la comunicacin.
REFERENCIAL
EMOTIVA O EXPRESIVA POTICA APELATIVA O CONATIVA
FTICA
METALINGSTICA
1. La funcin centrada en el emisor se denomina emotiva o expresiva, y manifiesta la actitud de este frente a lo que est comunicando. Como seala Jakobson, el estrato puramente emotivo lo representan en el lenguaje las interjecciones (Estbanez: 433). 2. Cuando lo que interesa es llamar la atencin del receptor, estaremos frente a la funcin apelativa o conativa. Esta funcin se manifiesta sobre todo en la utilizacin de vocativos y del modo imperativo. 3. La funcin que se centra en el contexto es la funcin referencial (tambin conocida como funcin representativa, cognoscitiva o denotativa, segn Estbanez), cuyo acento est puesto en las relaciones entre el mensaje y el objeto al cual este refiere. 4. La funcin ftica se centra en el canal que permite el contacto entre emisor y receptor. Por lo tanto, ella predomina cada vez que se quiere establecer, interrumpir, prolongar, o verificar la comunicacin entre los participantes. 5. Cuando el acento est puesto sobre el cdigo que se utiliza en la comunicacin, predomina la funcin metalingstica. El prefijo meta- quiere decir ms all, por lo tanto, metalingstica ser toda reflexin que, adems de utilizar el lenguaje para comunicar, buscar hablar acerca del lenguaje mismo. Cada vez que queremos constatar que emisor y receptor utilizan el mismo cdigo, estamos en presencia de esta funcin.
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6. Cuando la atencin del emisor se centra en el mensaje, estamos en presencia de la funcin potica. El acento no est puesto en lo que se dice (que correspondera a la funcin referencial), sino cmo se dice. Para Jakobson es el predominio de esta funcin sobre las otras lo que es propio de la obra literaria. Un criterio para determinar el carcter potico de un texto, seala Jakobson, es la reiteracin regular de unidades equivalentes: La funcin potica proyecta el principio de equivalencia del eje de seleccin (sintagma) al eje de combinacin (paradigma) (Estbanez: 444).
Es importante sealar que en un mismo texto podemos identificar ms de una funcin, pero estas siempre se disponen de manera jerrquica, es decir, predomina una sobre las otras. Esto nos permitir, ms adelante, establecer un criterio de clasificacin de los mensajes literarios en los llamados gneros tericos.
1.3. La interpretacin de un texto desde una perspectiva comunicacional
En el diccionario de trminos literarios de Marchese y Forradellas, la interpretacin se define de la siguiente manera: "La interpretacin de un texto literario, vista desde la perspectiva (...) de la crtica semiolgica (...) se cimenta en los criterios bsicos de la comunicacin (...): el texto es un mensaje que un emisor (el escritor) enva a un destinatario (lector, pblico). La actuacin de un mensaje implica la referencia a un sistema - la literatura con sus instituciones (...) especficas - y a cdigos culturales peculiares, retricos, estilsticos, etc. La interpretacin es una exploracin compleja del texto, que parte del nivel denotativo del mensaje para reconstruir las distintas [variables de significado] en niveles cada vez ms complejos, hasta llegar a la connotacin total del texto." (Marchese y Forradellas: 216).
La definicin anterior insiste en aclarar que interpretar un texto no consiste simplemente en analizar su estructura, rastrear los elementos que lo caracterizan, sino tambin, y a partir de este anlisis, proponer un sentido posible para lo ledo. Esto no quiere decir que el alumno o alumna pueda interpretar con absoluta libertad un texto literario, ya que su lectura debe estar siempre fundamentada en su anlisis y en la determinacin de ciertas categoras iniciales.
Jerome Bruner se refiere a este proceso de la siguiente forma: "(...) Hay un segundo paso en el anlisis literario que rara vez se toma en cuenta. Una vez que hemos clasificado un texto en lo que se refiere a su estructura, su contexto histrico, su forma lingstica, su gnero, sus mltiples niveles de significacin y lo dems, todava podemos desear descubrir de qu manera el texto afecta al lector y, en realidad, a qu se deben los efectos que producen en el lector. Qu
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es lo que hace que las grandes obras reverberen con tanta vivacidad en nuestras mentes por lo comn mundanas? Qu es lo que les da a las grandes obras de ficcin su poder: en el texto y en el lector? (...) La manera usual de abordar estos temas es referirse a procesos o mecanismos psicolgicos que funcionan en la vida real. Se dice que los personajes de una historia son motivadores debido a nuestra capacidad de identificacin o porque, en su conjunto, representan el elenco de los personajes que nosotros, los lectores, llevamos inconscientemente en nuestro interior. O bien, desde un punto de vista lingstico, se dice que la literatura nos afecta debido a sus tropos [figuras]; por ejemplo, las metforas y las sincdoques que suscitan el estimulante juego de la imaginacin" (Bruner: 16). Desde este punto de vista, toda interpretacin de un texto siempre ser subjetiva (y por ello no puede ser la nica lectura), pues est ligada a lo que este motiv en el lector a partir de su experiencia personal. Lo importante es que el estudiante pueda siempre volver al texto y explicar en qu parte de l se fundamenta su interpretacin. El espectculo que despliega la literatura, entonces, depende de manera importante de nuestra imaginacin. Es esta la que carga de sentido y tambin de contenido el mundo representado en la obra literaria.
Situacin de comunicacin literaria
En literatura encontramos dos manifestaciones de la relacin comunicativa: una de ellas es la que se establece entre el lector, la obra literaria y su autor, o sea, como se dijo antes, la relacin dialgica en que se inserta toda obra; y la otra es que dentro del texto literario se exhiben distintas formas de comunicacin entre los personajes, pues ellas representan algunas de las situaciones comunicativas que se dan en la vida cotidiana.
1.4. Elementos de la situacin comunicativa literaria:
1. El cdigo:
Como en toda situacin comunicativa, en la literatura tambin existe un cdigo. La lingstica, el estructuralismo y el distribucionalismo norteamericano han definido cdigo como un conjunto finito y abstracto de unidades y leyes de composicin y de oposicin, susceptible de producir un nmero ilimitado de combinaciones y operaciones o, especficamente en el mbito de la semiologa, un nmero ilimitado de mensajes. Los cdigos pueden ser distintos, segn el tipo de seales (o signos) que se organizan en un sistema dominado por determinadas leyes.
La importancia del cdigo en literatura es el proceso de codificacin y decodificacin del mensaje, que corresponden respectivamente a actividades de
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produccin e interpretacin de los enunciados; as, codificar un mensaje equivale a producirlo y decodificarlo equivale a interpretarlo (cfr. Marchese, 1989: 57, 59). Por ello, se debe procurar que los estudiantes manejen ciertos cdigos que faciliten su acercamiento comunicativo al texto literario. Por ejemplo, conocer las principales figuras empleadas en la literatura, los gneros en que los textos se clasifican, los sistemas ideolgicos o estticos que hegemonizan o dominan el momento de produccin del mensaje, e incluso sub-cdigos o sistematizaciones normativas como la mtrica. Cada momento de la historia literaria ha asumido de una manera particular estos cdigos. Una vez que se crea una nueva obra, existe la posibilidad de mantener este uso de los cdigos o de transgredirlos para crear un nuevo estilo. El estilo de una obra puede ser considerado como una modificacin del valor de los elementos codificados: cuanto ms significativa sea esta modificacin, tanto ms original aparecer la forma de expresin de la obra.
2. El autor:
El texto responde al designio y voluntad de alguien que lo ha entretejido o hilvanado intencionadamente. Como sucedera con cualquier producto lingstico, en tanto receptores intentamos interpretar el pensamiento del autor. Sin embargo, esto no implica que la obra encuentre all su significacin, pues si se redujera el contenido de una obra a la relacin con su autor, aquella se convertira en mero testimonio o expresin de sentimientos e ideas extraliterarios: el autor sera el verdadero contenido de la obra. En el plano terico, por lo tanto, ser necesario distinguir entre el autor en cuanto sujeto emprico y el autor implcito, que se encuentra entre las pginas del libro, rastreable cada vez que leemos (el protagonista de En busca del tiempo perdido se llama Marcel, pero no es Marcel Proust y la novela no es su autobiografa - mayor informacin en Brioschi, 2000: 29). El conocimiento del autor en tanto sujeto biogrfico y social ha interesado a las corrientes historicistas, sociolgicas y de psicocrtica (llegando incluso, en el caso de esta ltima, al intento por descubrir en el texto los complejos secretos del inconsciente del autor). El autor establece, a travs del texto, una especial relacin con sus destinatarios, puesto que se mueve en unas coordenadas y cdigos, de acuerdo a los que emite el mensaje que ser descifrado por los receptores. Estos pueden descubrir la presencia del autor en el texto a partir de una serie de signos y huellas dejadas por l y que la crtica trata de interpretar.
En relacin con la situacin de comunicacin, en el texto narrativo ser necesario distinguir con precisin dos parejas de participantes modelados sobre las funciones emisor-destinatario:
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1. El escritor-autor y el lector: se trata del autor real, es decir, el sujeto biogrfico que escribi la obra y del lector real, que accede a ella en un determinado contexto de recepcin. 2. El narrador y el lector virtual: el narrador es el sujeto a cargo de contar la historia dentro del texto. Su diferencia con el autor real es que, por ejemplo, un autor masculino podra asumir una voz femenina para narrar. El lector virtual, por su parte, es el lector que cada obra supone como aquel que leer el texto y que no equivale al lector real que lo decodificar (Marchese, 1989: 277).
Es importante sealar que los distintos tipos de lector no se excluyen. Entenderemos que es el narrador, y no el autor quien dialoga con el lector. El narrador no se identifica con el escritor emprico, ni siquiera cuando coinciden los nombres del autor y el narrador.
En consecuencia, la comunicacin literaria es un complejo sistema de crculos concntricos, en los cuales se ve replicado infinitas veces el esquema comunicacional.
3. El receptor:
Respecto del lector, la esttica de la recepcin ha elaborado una tipologa similar a la que ha sido establecida para el narrador en la teora del relato. Ya se habl del lector real, el sujeto histricamente determinado, que se acerca a la obra literaria. A partir de lo anterior, cuando se produce una obra, se supone la existencia de un gran nmero de lectores virtuales que pueden establecer ilimitadas lecturas, dependiendo del contexto de recepcin en que se inserten. El autor metaforizado o narrador dar por supuesta su existencia, aunque no los nombre. En ocasiones, el narrador menciona explcitamente al lector al que dirige su relato, por ejemplo, el Duque de Bjar y el Conde de Lemos en el Quijote, el rey de Espaa en las cartas de relacin de la Conquista de Amrica, el receptor de una novela epistolar, etc. Este concepto se conoce como narratario intratextual, que es el destinatario explcito del texto (aun cuando solo sea una ficcionalizacin), (cfr. Estbanez, 2001: 602).
Por ltimo, al producir una obra se supone tambin un lector ideal o modelo, que ser aquel capaz de comprender todas las posibilidades de sentido de un texto. Por su parte, Rifattere hablar de archilector para referirse al conjunto de interpretaciones crticas suscitadas por los diferentes lectores de un texto (la suma de todas las lecturas posibles). Por lo tanto, un texto literario tendr siempre mltiples posibilidades de lectura, dependiendo del contexto en que sea ledo.
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Dentro del mbito de la recepcin de una obra literaria, resulta importante trabajar la nocin de Obra abierta (tratada por Umberto Eco). Este concepto se utiliza para diferenciar aquellas obras en las que el sentido aparece ms claramente delimitado, de aquellas en que se invita al lector a que otorgue distintos sentidos posibles. En la bsqueda de sentido, el lector puede penetrar en el texto por diversas vas, utilizando diferentes cdigos y llegando con ello a interpretaciones distintas. Desde este punto de vista, el lector es tambin un productor de sentido, al proponer su propia interpretacin para lo que lee.
4. Contexto de produccin y recepcin:
Entenderemos por contexto de produccin la realidad cultural que rodea el surgimiento de una obra literaria (es decir, el conjunto de instituciones de una determinada sociedad, as como el sistema conceptual, cdigos estticos, corrientes artsticas y estilsticas vigentes en una poca o escuela definidas). Dentro del contexto de produccin cultural debe tenerse en cuenta la serie de temas, mitos, estereotipos, cosmovisiones, etc., que comportan la tradicin cultural de la comunidad en que surge dicho texto (cfr. Estbanez, 2001: 213). Por otra parte, entenderemos por contexto de recepcin el momento o realidad cultural que rodea la lectura de una obra determinada, independientemente del momento de su produccin. El contexto se relaciona adems con el concepto de horizonte de expectativas. El horizonte de expectativas es todo aquello que se espera de una obra, tanto desde su contexto de produccin como de recepcin. Desde su produccin, se espera que una obra est en dilogo con las cosmovisiones propias de su poca. Por ejemplo, una obra como El Extranjero de Camus, nos permite observar la angustia y las contradicciones propias de su poca marcada por la postguerra. Como explica H.R. Jauss, la reconstruccin del horizonte de expectativas que ha contribuido a la produccin de una obra en el pasado, nos permite tambin reconstruir las preguntas a las que el texto contest y entender as cmo el lector de antao poda ver y comprender la obra (H.R. Jauss, 1976, en Estbanez, 2001: 528). Se entiende esta nocin como horizonte de expectativas externo, ya que se refiere a todos los elementos exteriores a la obra que influyen en lo que de ella se espera, como expresin (aunque no reflejo) de la poca en que se produce. Adems, existe un horizonte de expectativas interno, referido a la forma de asumir los cdigos literarios, es decir, la tradicin existente en relacin con las estructuras de gnero, o cualquier recurso o construccin considerados ms aceptables, cannicos o incluso elegantes en determinado momento. Por ejemplo, al leer una novela policial, siempre se esperar que el crimen no se resuelva hasta el final. Si esto sucediera, se entendera como una transgresin al horizonte de expectativas interno. Desde este punto de vista, puede entenderse todo quiebre en el curso de la historia de la
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literatura a partir de la violentacin del horizonte de expectativas establecido por la tradicin. Ejemplo de lo anterior fueron las vanguardias artsticas del siglo XX, que rompieron con el cdigo realista de representacin de la realidad.
La lectura, entonces, estar determinada por el dilogo entre los distintos horizontes de expectativas (interno y externo) implicados en el circuito de produccin, distribucin y recepcin de cada obra.
1.5. La comunicacin literaria: aportes desde la pragmtica y la fenomenologa
a. El pacto de lectura: la regla F.
Desde una perspectiva pragmtica, Siegfried Schmidt postula en su artculo La Comunicacin Literaria (1987) la regla F como uno de los criterios de delimitacin de la especificidad de la comunicacin esttica. Esta regla seala que quienes participan en la comunicacin literaria no deben juzgar los objetos de la comunicacin referencialmente o segn criterios de verdad: La verdad o la falsedad de una referencia se mide segn la relacin de los referentes con la realidad que los participantes de la comunicacin aceptan, en un momento determinado, como socialmente vlida. Al quedar suspendidos estos criterios de verdad, los participantes de la comunicacin deben hacer intervenir otros criterios cuando toman una posicin o emiten un juicio sobre un objeto de comunicacin considerado como esttico. Un objeto es literario si se enmarca dentro de la concepcin de lo literario que est vigente en determinado momento o si mediante un acuerdo implcito entre los interlocutores es tenido como tal.
Aceptar la regla F implica la fictivizacin de los papeles en la comunicacin. En el caso del productor, la fictivizacin pasa por la separacin de las instancias persona real y papel adoptado. Como consecuencia no se puede establecer una relacin directa entre la persona real del productor y los objetos que produce, lo que, en ltima instancia, implica que tampoco encontraremos este tipo de relacin entre las acciones contenidas en un texto literario y el modelo de realidad socialmente vlido en el momento de produccin o recepcin del texto: solo queda como marco de referencia para los elementos referenciales, el mundo (en el sentido de la teora de los modelos) construido en el propio texto y realizado por el lector como lectura posible. Es por esto que Schmidt prefiere para los mundos textuales la denominacin de mundos fictivos.
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b. La literatura como iconizacin de una situacin comunicativa lingstica
Desde una perspectiva fenomenolgica, Flix Martnez Bonati en La estructura de la obra literaria (1960), considera a la frase real autntica como aquella que, en tanto producto sensible de la accin comunicativa del emisor, hace efectiva la comunicacin, causando en el destinatario la percepcin y aprehensin de ella como signo comunicativo. Produccin y percepcin de la frase determinan el mbito de la situacin comunicativa. Estas frases pueden hacerse presentes por s mismas o por medio de un representante, como sucede, por ejemplo, en la utilizacin del estilo directo. Esta representacin no es un signo lingstico, sino un signo icnico: reproduce realmente aquello de que es signo, lo reconfigura materialmente, imita el ser mismo del signo. A estas frases reproductoras, que parecen ser frases sin serlo en verdad, Martnez las denomina pseudofrases. La posibilidad de emitir este tipo de frases que no son sino representantes de autnticas frases, permite, segn este autor, poner en el mbito de la comunicacin frases imaginarias.
La pseudofrase hace presente una frase autntica de otra situacin comunicativa, real o imaginaria. Hacerse cargo de las dimensiones semnticas de ella equivale a imaginarla en su situacin comunicativa. Pero tambin existen pseudofrases sin contexto ni situacin concretos: frases icnicamente representadas por ellas, imaginadas sin determinacin externa de su situacin comunicativa. Tal es el fenmeno literario. La convencin fundamental de la literatura es aceptar como lenguaje tales frases y atribuirles sentido. Por eso, cuando leemos un poema, no aprehendemos los signos grficos como frases, sino como pseudofrases, sin contexto ni situacin concretos, que representan frases autnticas imaginarias. La lectura es el esfuerzo de comprensin de estas frases imaginarias que nadie dice a nadie en ningn lugar, comprensin que pasa por desplegar la situacin inmanente a la frase, imaginar su situacin sin determinaciones auxiliares. Es por esto que la situacin de lectura literaria es una situacin comunicativa, pero no lingstica, en tanto el lector no es el destinatario de las frases del autor, sino solo de pseudofrases. El autor no se comunica con el lector por medio del lenguaje, sino que le comunica lenguaje. Martnez considera que lo potico no corresponde a un cierto tipo de uso del lenguaje, sino que corresponde al lenguaje como objeto de la poesa: la poesa es el lenguaje mismo como objeto.
Si lo comunicado es lenguaje (imaginario), la situacin comunicativa lingstica imaginaria (el significado inmanente de tales frases), no incluye ni al autor ni al lector, sino que es objeto de contemplacin para ambos: se iconiza toda la situacin comunicativa lingstica. La ficcin literaria no es entonces solo la ficcin de los hechos referidos, sino la ficcin de una situacin comunicativa lingstica completa.
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Elementos del cdigo literario:
Hemos dicho anteriormente que los alumnos y alumnas, para que puedan ser receptores competentes de los textos literarios, precisan manejar cdigos que les permitan fundamentar adecuadamente sus interpretaciones. Luego de la actividad sugerida, se desarrollan una serie de conceptos que resultan tiles para trabajar con tus estudiantes y transformarlos en lectores capacitados. Puedes ver otros conceptos tiles en el Anexo 1: Glosario de trminos literarios.
Actividad sugerida: La comunicacin literaria
En esta actividad desarrollaremos los siguientes aprendizajes esperados del Programa de NM1:
Distinguen claramente el proceso comunicativo involucrado en la literatura. Identifican cada uno de los participantes en el proceso de la comunicacin literaria. Formulan, en forma oral o escrita y fundadamente, sus pensamientos, comentarios y opiniones personales sobre las obras ledas y las reacciones que les ha suscitado su lectura. Comprenden que las obras literarias son creaciones de lenguaje que, adems de su funcin y valor estticos, constituyen medios de expresin, conocimiento y comprensin del ser humano y del mundo. Comprenden la importancia y el valor que tiene la participacin activa del lector en la lectura literaria, y aprecian su importancia para la mejor comprensin, importancia y disfrute de las obras que leen.
A partir del conocimiento acerca de los factores de la comunicacin, te sugerimos enfrentes a tus estudiantes con un texto literario que te permita explicitar la diferencia entre comunicacin habitual y literaria. Se sugiere leer con ellos el poema Advertencia al lector (Poemas y antipoemas) de Nicanor Parra y entregarles una gua de trabajo que aborde la comunicacin literaria (ver Gua 1). La gua contiene una presentacin del autor y la explicacin del funcionamiento de la comunicacin literaria, integrando dos nuevos elementos: el autor modelo y el lector modelo, ambos configurados por el propio mensaje. Te proponemos evaluar el tem de preguntas a partir de los siguientes indicadores:
Identificar al emisor y al receptor tipo en el contexto de la situacin comunicativa. Describir al lector modelo. Reconocer y describir la relacin emisor-receptor. Caracterizar el contexto comunicativo.
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Discriminar las finalidades comunicativas del discurso. Identificar el tema del texto.
Para continuar trabajando con la obra de Nicanor Parra te recomendamos la lectura completa de Poemas y antipoemas. Es muy importante que expliques a tus alumnos y alumnas la incidencia del contexto tanto de produccin como de recepcin de la obra. En este sentido, la obra de Parra te permitir preguntar a tus estudiantes qu hace que un texto determinado sea considerado poesa, cules son los factores externos al texto y cules son los elementos propios del texto. Para comprender la antipoesa -reformulacin y negacin de la poesa- te recomendamos realizar un recorrido histrico que permita a tus estudiantes situar sus antecedentes y, por lo tanto, su devenir en el tiempo. Ms que causas y efectos, pdeles que reconozcan el contexto cultural en que el autor produjo la obra y cmo sta dialoga con otras manifestaciones de la cultura. Te proponemos que pidas a tus alumnos y alumnas que investiguen qu ocurra en Chile a nivel cultural- en los aos treinta. Mencinales como referencia a Eduardo Anguita y Volodia Teitelboim, adems de la publicacin de Residencia en la Tierra de Pablo Neruda. Como actividad sugerida te proponemos que armes una feria dedicada a la antipoesa en la cual los estudiantes estn a cargo de distintos puestos temticos, como por ejemplo, los aos treinta en Chile, publicaciones alrededor de la antipoesa (muestra de ellas), impacto de la antipoesa en el extranjero, etc. Adems, es recomendable incentivar la produccin de textos antipoticos por parte de tus alumnos y alumnas. Los indicadores de evaluacin de esta actividad son:
Identificar los elementos constitutivos de la antipoesa. Reconocer y describir el contexto de produccin y el de recepcin. Seleccionar informacin pertinente. Relacionar y evaluar informacin.
En los siguientes sitios encontrars informacin sobre Parra: http://www.nicanorparra.uchile.cl/estudios/index.html http://scielo-test.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718- 22952005000100010&lng=es&nrm=iso www.nicanorparra.uchile.cl
Conexin con el Programa de NM1
El Programa de Primer Ao Medio de Lengua Castellana y Comunicacin trabaja los contenidos de literatura en torno a la lectura literaria como dilogo del lector con el texto. A continuacin se consignan algunas de las pginas y el nmero de actividades en donde se aborda la comunicacin literaria.
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La lectura literaria como dilogo entre lector y texto: (Unidad 1, Sub- unidad 3), Actividades 2 y 3, pgina 43.
2. Los gneros literarios
El criterio de gnero literario tambin es un elemento importante para la lectura e interpretacin. En trminos tericos, los gneros literarios constituyen un
modelo estructural que sirve como criterio de clasificacin y agrupacin de textos (atendiendo a las semejanzas de construccin, temtica y modalidad del discurso literario) y como marco de referencia y expectativas para escritores y pblico. El trmino gnero (del latino genus: familia, naturaleza, modo; o del griego genos: origen, especie, clase) se utiliza, desde la cultura clsica, como categora () lgica; en este () aspecto, es definida por Aristteles como el atributo esencial aplicable a una pluralidad de cosas que difieren entre s especficamente (Estbanez: 466).
Desde Aristteles hasta el siglo XVIII, la clasificacin de las obras literarias se haca con criterio dogmtico y normativo. Se consideraba que los gneros existentes eran permanentes, con cnones fijos y leyes explicables racionalmente. Sin embargo, las categorizaciones de los preceptistas eran continuamente desmentidas por la realidad; algunos gneros eran olvidados, nacan otros nuevos y los que subsistan experimentaban continuos cambios. En el extremo opuesto surgi en el siglo XX la esttica de Croce, quien negaba el valor cientfico a la distincin entre gneros. Aun cuando no haya acuerdo respecto de este tema, puede resultar til el criterio de divisin de gneros considerado descriptivamente, si se tiene en cuenta la posibilidad de que muchos textos no puedan ser clasificados ms que a nivel de predominancia de un gnero u otro en ellos.
Tal como se seal, las funciones del lenguaje permiten establecer un criterio de clasificacin de los mensajes literarios en gneros. Esta tipologa corresponde a lo que en Segundo Ao Medio se estudiar como gneros toricos desde la distincin que Ducrot y Todorov hacen entre estos y los gneros histricos (Cfr. Ducrot; Todorov: Diccionario enciclopdico de las ciencias del lenguaje).
a) Lrica (del griego lyrikos, relativo a la lyra, instrumento musical de cuerdas): en ella predomina la funcin emotiva o expresiva. Corresponde a la expresin del mundo interior de un sujeto, ya que la lrica configura un yo. Desde esta perspectiva romntica, es considerado como un gnero ms bien subjetivo y personal (cfr. Lapesa: 139). El que la lrica manifieste primordialmente estados anmicos no significa que sea privativa de un
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solo sujeto, pues el poeta, como miembro de una comunidad, puede interpretar y expresar sentimientos colectivos. b) Narrativa: predomina la funcin referencial, esto es, el relato de acciones o la representacin de hechos y espacios. La narrativa proviene de la pica (epos en griego significa narracin). La pica narraba las hazaas de los hroes histricos de un determinado pueblo y se la conoce tambin como poesa heroica. El poema heroico tiene una accin o fbula, y proporciona los antecedentes necesarios para que los oyentes o lectores puedan seguirla; en el desenlace la accin llega a su fin. Junto a la accin principal puede haber acciones secundarias o episdicas (entenderemos por episodio un problema ms su solucin). El personaje en torno al cual gira el poema heroico es el protagonista (del griego agon, lucha), a quien se le opone un antagonista. c) Drama (del griego drama, accin): consiste en el predominio de la funcin apelativa o conativa, ya que las frases, como seala Flix Martnez Bonati, son instrumentos de la accin dramtica. Le corresponde a esta estructura de gnero la situacin comunicativa de la interaccin prctica. El discurso en este caso ser esencialmente una accin pragmtica, nunca es simplemente informativo o expresivo. Se intentar influir sobre el oyente, producir un efecto sobre l. Si hay relato, estar supeditado apelativamente (Cfr. Martnez Bonati: La estructura de la obra literaria).
A diferencia de la narrativa, que relata una accin, el drama la representa (Lapesa: 149). Es necesario distinguir entre obra dramtica y obra teatral, en la medida en que la obra teatral constituye la puesta en escena de la obra dramtica.
Importante: las obras literarias, sin embargo, pueden presentar ms de una funcin. Lo que importa en este criterio es la predominancia de una funcin sobre las dems en un determinado gnero.
3. El lenguaje figurado
Si bien el lenguaje figurado no es exclusivo de la literatura, resulta evidente que hay diferencias entre el uso literario del lenguaje y su uso habitual. Este problema ha sido objeto de mltiples formulaciones a lo largo de la historia de la teora literaria. Para algunos, el lenguaje literario debera considerarse como sistema diferenciado, en la medida en que constituye un desvo de la norma del lenguaje de uso comn. Quienes esgrimen esta perspectiva (entre los que se cuentan Rifatterre, Levin, Spitzer) consideran que la lengua literaria presenta estructuras, procedimientos y recursos que la convierten en un tipo de lenguaje particular que escapa a las descripciones de la Gramtica. A esta tendencia
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desviacionista se opone la de aquellos que, a partir de la glosemtica de Hjelmslev, niegan la diferenciacin especfica de la lengua literaria y afirman que
se trata solo de un nivel o modalidad de uso dentro del sistema de la lengua. La crtica ha sealado que la hiptesis del desvo no es cientfica, puesto que la desviacin no genera de por s un efecto potico ni explica, por tanto, el carcter potico de un texto.
Como ya se anticip, los formalistas rusos estudiaron exhaustivamente el problema de la relacin entre la lengua prosaica (llamada tambin emocional o cotidiana) y la lengua potica. Para Jakubinski, la diferencia radica en que el lenguaje literario no tiene un fin puramente prctico (servir como medio de comunicacin), sino que presenta un valor autnomo. Para Jakobson, este valor consiste en que el lenguaje literario, aun cuando utilice recursos de la lengua cotidiana, lo hace con una finalidad o funcin particular, que convierte a estos recursos en centro de inters del discurso. Esta orientacin hacia el mensaje propia de la literatura corresponde a lo que Jakobson llama funcin potica. Sklovski contina esta lnea de pensamiento y seala que lo particular del lenguaje literario es el realce que toma la forma o expresin potica en funcin de una serie de artificios o recursos (fnicos, morfosintcticos y semnticos) que rompen el automatismo de nuestra percepcin y producen un extraamiento. Situacin que hace evidente la utilizacin artstica de la palabra y no en sustituto de un objeto determinado de la realidad. En general, estamos habituados a que el lenguaje sea una herramienta para comunicarnos, con lo que los signos pasan inadvertidos en cuanto tales. El artista se rebela contra esta actitud y pone en juego los recursos y artificios que desautomatizan el uso verbal habitual. Entre estos recursos se encuentran las figuras literarias (ver Anexo), que permiten experimentar de manera artstica los objetos o realidades referidas.
Es importante aclarar que para los formalistas rusos los recursos utilizados no pueden ser entendidos a manera de frmulas vacas, sino en relacin con la funcin que desempean (de ah que determinados artificios dejen de serlo si el uso los automatiza; es el caso de la metfora muerta, que por su uso excesivo y repetido pasa inadvertida en la comunicacin habitual. Ejemplo: las patas de la mesa, el ojo del volcn).
Entendemos Figura como un trmino con el que se designan, desde la Retrica clsica, ciertos procedimientos expresivos a travs de los cuales el orador o el escritor, desvindose del lenguaje usado ordinariamente, trataba de captar la atencin del oyente o del lector, impresionndolo por el ornato con que estas figuras resaltaban el lenguaje del texto (cfr. Estbanez, 2001: 412). Desde Quintiliano, sin embargo, se consider propia de la lengua literaria esta
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desviacin del lenguaje ordinario a travs del ornatus, deliberadamente buscado con fines estticos.
Los tratadistas clsicos de la retrica intentaron precisar y catalogar los distintos procedimientos o figuras utilizados por los oradores, que respondan a
distintos modos de desviacin: la adjectio o adicin de elementos verbales, la detractio o supresin, la transmutatio o cambio en el orden de dichos elementos y la inmutatio o sustitucin de unos trminos por otros. As, los tericos distinguieron dos procedimientos figurativos: las figuras propiamente tales (surgidas de la adicin, supresin o del cambio del orden de los elementos) y los tropos consistentes en la sustitucin de una palabra por otra. Pese a que algunos tericos diferencian entre figura y tropo, en muchos casos estos trminos son utilizados indistintamente.
De acuerdo con los niveles lingsticos en que se llevan a cabo estos procedimientos, las figuras fueron divididas en:
Figuras de diccin: afectan al significante en su material fnico, morfolgico y sintctico; inciden en la forma y la pronunciacin de las palabras y se realizan en el nivel fnico-fonolgico de la lengua: aliteracin, paronomasia, onomatopeya, etc. Figuras de construccin: afectan a las palabras en el discurso, realizndose en el nivel morfosintctico: pueden producirse por omisin de palabras (elipsis, asndeton), por adicin y repeticin (anfora, epanadiplosis, enumeracin, reiteracin), o por modificacin del orden sintctico (hiprbaton, paralelismo). Figuras de pensamiento: ataen a la forma de concebir y expresar las ideas o conceptos y se realizan en el nivel semntico de la lengua (de contenido). Unas surgen por duplicacin de conceptos (anttesis, quiasmo, paradoja, oxmoron), otras por ocultacin, simulacin, alteracin o supresin del contenido real del pensamiento en la expresin del mismo (irona), otras tienen que ver con la afectividad o recursos persuasivos frente a un pblico (interrogacin, exclamacin, conminacin, apstrofe, imprecacin, invocacin, dubitacin, eufemismo, litote), etc. Figuras verbales o tropos: se realizan tambin en el nivel semntico (de contenido), pero sustituyendo una palabra o palabras por otra u otras, dando origen a nuevos significados o asociaciones de sentido. Entre los tropos caracterizados por el cambio de palabras estn la metfora, metonimia, sincdoque, antonomasia, hiprbole, irona (ntese cmo la irona es tropo o figura del pensamiento, segn distintas vertientes tericas). De hecho, etimolgicamente tropo (trmino griego trpos, del que proviene el latn tropus), es direccin, aludiendo con ello al cambio direccional de una expresin, que se desva de su contenido original
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para albergar otro (cfr. Bice Mortara: 163). La definicin tradicional de tropo, de este modo, implica una sustitucin de las expresiones propias por otras de sentido no recto o figurado.
En la comunicacin habitual se utiliza con frecuencia el lenguaje figurado (me muero de hambre, me trat como un perro, romp la pata de la silla), lo que implica que estos recursos retricos no son marcas definitivas de
literariedad por s mismos. Aun as, es indudable que dichos recursos expresivos (fnicos, sintcticos y semnticos) pueden convertirse en procedimientos de configuracin artstica si se presentan en un texto con la densidad y recurrencia suficientes como para responder a una voluntad de estilo (cfr. Estbanez: 412-415). Recurdese lo sealado antes, relativo a la consideracin (por parte de los formalistas rusos) de las figuras literarias como procedimiento de desautomatizacin o extraamiento del lenguaje.
Entender los tropos a partir del desplazamiento permanente del significado de un texto implica considerar que aquellos dan cuenta del funcionamiento alegrico de la textualidad: el texto no comunica realidad sino que comunica lenguaje.
Los tropos, como figuras de desviacin, aparecen asociados, segn Fontanier, a tres principios bsicos, vinculados a tres figuras (cfr. Mortara Garavelli: 163):
Semejanza: vinculado a la metfora; Correspondencia: a la metonimia, y Conexin: a la sincdoque.
La metfora consistir en la sustitucin de una palabra por otra, cuyo sentido literal tiene cierta semejanza o equivalencia con el de la palabra sustituida. La metonimia, en cambio, es una sustitucin semntica por un principio de correspondencia entre una causa y un efecto, o entre continente y contenido. En la sincdoque, una parte remite a un todo y viceversa, predominando el principio de conexin entre ambos elementos.
En el contexto del Marco Curricular y los Programas de Estudio, sin embargo, no se considera esta clasificacin tan especfica, sino que se pregunta por las figuras que se tratan ms frecuentemente en la sala de clases. En el documento Anexo 2: Figuras literarias, presentamos una tabla con las figuras que sern consideradas, de acuerdo a los requerimientos curriculares, en la PSU. Es recomendable no intentar la presentacin expositiva o terica de las figuras sino, por el contrario, ir reconocindolas o identificndolas a partir de la lectura, estableciendo inductivamente la funcin y caractersticas de las ms importantes, en virtud de una interpretacin del texto o postulacin de sentido para el mismo.
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4. Temas de inters en la literatura
Es importante la introduccin de la idea de tema literario para que los alumnos(as) puedan identificar ideas principales y secundarias dentro de un texto o de una obra. Un tratamiento temtico de la obra literaria permite que los estudiantes reconozcan las variaciones epocales que la literatura ha hecho de las problemticas humanas ms relevantes. Cada poca abordar las temticas
desde una determinada perspectiva ideolgica, esto es: los aspectos polticos, sociales, culturales, estticos y econmicos inciden en la visin de mundo que tienen los autores y lectores.
Las distintas corrientes tericas han intentado definir lo que es el tema. En una concepcin tradicional, basada en el anlisis de los contenidos de un texto, se entender por tema la idea central en torno a la que gira un poema, relato u obra dramtica: por ejemplo, la idea del desengao sera tema central de una serie de obras barrocas. Otros temas bsicos seran el amor, los celos, la fugacidad del tiempo, la muerte, la amistad, etc. Para algunos formalistas, el tema es la unidad significativa mnima, reiterada a lo largo de la obra (Tomachevski, 1982).
Adems del tema, existe una clasificacin menor, el motivo, que considera la forma especfica en que se manifiesta un tema en una obra literaria (por ejemplo, para el tema del amor, un motivo sera el amor trgico, el amor sensual, el motivo del amor sagrado, el amor ertico, el amor prohibido, etc.). Segn Tomachevski, la combinacin de motivos forma la estructura de la obra. En otros trminos, una obra que responda a un solo tema (el amor) puede presentar muchos motivos relacionados con dicho tema (el motivo del amor sensual). De la red de motivos recurrentes se podra deducir el tema central de una obra, tema que cumplira el papel de principio organizador del conjunto de motivos jerrquicamente estructurados. Un mismo tema puede aparecer en distintos autores y pocas, manteniendo algunos motivos y variando otros (el tema del honor y la honra es tratado de muy distinta manera por Caldern y la picaresca), (cfr. Estbanez, 2001: 1030). El motivo, entonces, si bien algunos tericos lo confunden con el tema, ser especficamente una unidad no descomponible. Como motivo dominante o leitmotiv, designa Wolfgang Kayser, a los motivos centrales que se repiten en una obra o en la totalidad de las obras de un poeta (Cfr. Kayser, 1970: 90).
Llamaremos tema, entonces,
"(...) a aquellos elementos estereotipados que sostienen un texto o gran parte de l; los motivos son, por el contrario, elementos menores, y pueden estar presentes en un nmero incluso elevado. Muchas veces un tema resulta
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de la insistencia de muchos motivos. Los motivos tienen mayor facilidad para manifestarse en el plano del discurso lingstico, tanto que, si se repiten, pueden actuar de modo similar a los estribillos (...) As, se puede hablar de un tema, como el de Don Juan, tratado de diferentes formas por cada uno de los escritores que se han enfrentado con l, y en cada uno de los casos, se articulan motivos iguales junto a otros a veces muy distintos" (Marchese y Forradellas, 1989: 399).
De qu se habla? Si enfrentamos a un alumno o alumna a esta pregunta, ante un texto cualquiera, habitualmente recibiremos una respuesta vaga e imprecisa, ello porque el tema requiere de un desarrollo gradual por parte del lector, que en una serie de aproximaciones sucesivas puede ir delimitando, cada vez con mayor precisin, el sentido totalizador de una obra. Lo que sugerimos, entonces, es que en el trabajo prctico de reconocimiento del tema, los alumnos y alumnas tengan plena libertad, de acuerdo a sus propias condiciones cognitivas y culturales, de precisar un sentido posible para la obra, sin importar cuantas veces se equivoquen o se extraven en la consecucin de este propsito. Ello supone la no imposicin de significados anteriores a la experiencia de lectura, o, dicho de otro modo, la erradicacin de las lecturas normativas que determinen un sentido nico y cerrado de comprensin del texto.
Por otra parte, y desde un punto de vista pedaggico, el amor, la cultura juvenil, la marginalidad, la drogadiccin, la sexualidad, entre otros, son temas que pueden ser significativos para los jvenes. Pero este potencial de significacin puede quedar limitado si lo enfrentamos de manera descontextualizada o apelando, simplemente, a criterios o rigores exclusivamente normativos o impositivos. Ser de gran inters, por tanto, buscar textos que sean comparables a nivel temtico, y pedir a los estudiantes que sealen semejanzas y diferencias en el tratamiento del tema en cuestin. Del mismo modo, resulta til comparar cmo distintos medios de expresin tratan un mismo tema: canciones, pelculas, pinturas, comerciales, fotografas, etc.
Es desde aqu que se puede establecer el vnculo con otro de los CMO del Marco Curricular: la apreciacin del valor de la literatura como medio de expresin y comprensin de variados temas y problemas humanos (III, 1.c), para lo cual se sugiere buscar textos en los que se planteen problemticas que resulten interesantes para los alumnos y alumnas, tanto desde el punto de vista del conocimiento de realidades y cosmovisiones otras, como de la comparacin con la propia realidad en que ellos se desenvuelven. Resultar til propiciar la expresin de puntos de vista distintos, debates y conversaciones en torno a determinados temas propios de la realidad humana. Este punto puede ser fcilmente vinculado con el relativo a los contextos de produccin y recepcin de
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los textos ledos. Preguntas como cul es la visin del amor que despliega este poema?, qu idea de amistad puedes extraer de este cuento?, ests de acuerdo con ella? en qu se diferencia con la idea de amistad que tenemos hoy en da?, etc., son tiles para el anlisis.
A continuacin, se incluyen una serie de textos con actividades sugeridas para el trabajo en clases.
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Actividad sugerida: El tema
En esta actividad desarrollaremos los siguientes aprendizajes esperados del Programa de NM1:
Interpretan las obras literarias que leen: reconocen los temas que se desarrollan en ellas, establecen relaciones con sus experiencias personales, preocupaciones e intereses; perciben el sentido de esos temas y contenidos que les proponen las obras literarias; reconocen los elementos constitutivos bsicos de las obras y la funcin de ellos en la construccin de sentidos, y los interpretan. Formulan, en forma oral o escrita y fundadamente, sus pensamientos, comentarios y opiniones personales sobre las obras ledas y las reacciones que les ha suscitado su lectura. Comprenden que las obras literarias son creaciones de lenguaje que, adems de su funcin y valor estticos, constituyen medios de expresin, conocimiento y comprensin del ser humano y del mundo.
A partir de la lectura de un texto literario -recomendamos El Ruido de un trueno (www.ciudadseva.com/textos/cuentos/ing/bradbury/ruido.htm)- conversa con tus alumnos y alumnas acerca de la relacin del cuento con el mundo que se presenta en l. Entrgales una pauta de preguntas (ver Pauta 1) y evala:
Identificar y extraer la informacin pedida. Inferir informacin acerca del cuento. Evaluar y proponer un sentido para los aspectos del cuento mencionados. Producir una opinin propia a partir de lo ledo.
Retoma en clases la ltima pregunta acerca del cuento (Crees que el cuento se conecta con tu realidad?) y pdeles comentar sus respuestas. Relaciona esto con la carta de Coln (actividad Situacin comunicativa, Mdulo 1) o algn otro texto que acte como documento de alguna experiencia humana (como, por ejemplo, un diario de vida) en tanto en este tipo de texto se evidencia la necesidad de los seres humanos de dejar por escrito testimonio de sus experiencias. Explica a tus estudiantes que muchos de los conflictos humanos se han transformado en temas universales que pueden encontrarse en la literatura, que se conectan con las distintas pocas, y dan cuenta de sus intereses. Un ejemplo de esto es el tema de la muerte en el mundo griego (tratado en Edipo Rey y Antgona). Pregntales si creen que la experiencia de vivir en la ciudad es un tema universal y entrgales una gua de trabajo (ver Gua 2) en la cual esta experiencia aparezca tratada como tema en la literatura. Esto te permitir mostrar a tus alumnos y alumnas los cambios
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radicales ocurridos en el trnsito del siglo XIX al siglo XX a travs de la formacin de las grandes urbes.
La gua propuesta contiene distintos tipos de informacin y discursos con el propsito de que los estudiantes conozcan un tema que los motive a preguntarse sobre su entorno. Para su evaluacin se sugieren los siguientes indicadores:
Actividad 1: Identificar informacin requerida, relacionar informacin entregada, reconocer e identificar la relacin entre el surgimiento de la ciudad y los cambios sociales de la poca, producir juicios de opinin acerca de su propia realidad. Actividad 2: Identificar los elementos de una biografa, producir una biografa, extraer informacin textual del poema, producir juicios de opinin a partir de su propia experiencia. Actividad 3: Investigar informacin pedida, evaluar la plaza a partir de criterios explicados (las ventajas y desventajas), discriminar y evaluar cul es la informacin pertinente, describir informacin preguntada, producir una opinin personal a partir de su propia experiencia y comunicar un mensaje propio (elaborado grupalmente) a sus compaeros.
Para profundizar en el tema de la ciudad te proponemos la lectura de los siguientes textos: Poeta en Nueva York de Garca Lorca (relacionndolo con Baudelaire como antecedente), Vidas Mnimas de Gonzlez Vera, Mala Onda de A. Fuguet. Se recomienda trabajar este ltimo libro en relacin a El guardin entre el Centeno de J.D. Salinger e iniciar una reflexin acerca de la experiencia como motivo (en este caso juvenil y descontenta). Adems, se sugiere reflexionar acerca del dilogo entre lector y texto (Fuguet como lector de Salinger) y entre texto y texto (intertextualidad).
Conexin con el Programa de NM1
El Programa de Primer Ao Medio de Lengua Castellana y Comunicacin trabaja los contenidos de literatura en torno a la lectura literaria como dilogo del lector con el texto. A continuacin se consignan algunas de las pginas y el nmero de actividades en donde se identifican temas de inters en relacin a la experiencia personal de los estudiantes.
Identificacin de temas de inters en la literatura: Unidad 1, Sub-unidad 3, Actividades 2, 3, 6, 8. Pginas 43-45. Unidad 3, Sub-unidad 5, Actividades 1, 2, 3. Pginas 78-79.
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II. Las obras literarias como producciones realizadas en un contexto. Importancia de la investigacin y el contexto histrico-cultural en la interpretacin literaria.
Otro contenido curricular considerado para la PSU de este ao se relaciona con la investigacin del contexto histrico-cultural en que se produce una obra, sealando las posibles relaciones entre el texto y su contexto. Este contenido fue expuesto ms arriba desde la nocin de contexto de produccin, y ser retomado en el Mdulo 3, en tanto tambin est presente entre los contenidos de NM3 (III, 3.a, b, c.), asociado a la lectura como argumentacin.
Muchas veces nos parece agobiante tener que investigar en los contextos de produccin de las obras, pues pensamos que es necesario que nuestros alumnos y alumnas conozcan en su totalidad la historia de la literatura, lo que constituye un objetivo difcil de lograr. Sin embargo, la PSU no contempla que los estudiantes sepan de memoria las caractersticas de todos los movimientos literarios y de todas las pocas de la historia universal, sino que, por el contrario, evala que comprendan la relacin entre una obra literaria, un movimiento y una determinada sociedad o cultura.
La metodologa adecuada, entonces, apunta a que los estudiantes realicen trabajos de investigacin sobre la poca en que se realiz una determinada obra, las caractersticas del movimiento artstico, literario, cultural, poltico, etc. al que pertenece y puedan relacionar la informacin encontrada con la obra que leyeron, pues as el trabajo resultar ms motivador y significativo para ellos. Una vez que han comprendido, por medio de ejemplos, la relacin texto-contexto como otra forma de interpretar dialgicamente una obra, es posible aplicar la misma nocin a otros textos y sus contextos de produccin y recepcin. De lo contrario, estaremos dando un listado de caractersticas, datos y fechas, sin que el alumno o alumna comprenda la finalidad de ellos.
Otra forma de motivar el aprendizaje significativo de los estudiantes respecto de la relacin texto-contexto es a travs de pelculas que representen alguna obra leda por ellos o el momento histrico que rode su produccin (ver Shakespeare apasionado mientras leen una obra de este dramaturgo, ver Los amantes del siglo o La leyenda del jinete sin cabeza mientras leen obras del romanticismo, o bien comparar Matrix o El Show de Truman con La vida es sueo, Los siete pecados capitales con La Divina Comedia, etc.). Lo importante es que la pelcula sea analizada en clases, dando oportunidad para distinguir los elementos comunes y las divergencias entre la obra cinematogrfica y la obra literaria. Un trabajo similar se puede hacer observando otras manifestaciones artsticas (pintura, escultura, msica). Por ltimo, si es posible, sera interesante planear actividades conjuntas con algn docente de Historia y Ciencias Sociales, para realizar un trabajo interdisciplinario, al menos abordando alguna poca de manera simultnea.
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Considerando todas estas sugerencias, los alumnos y alumnas podrn comprender con mayor claridad y profundidad la nocin de poca y de contexto, relacionando ambos conceptos con las obras que leen.
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