Este documento discute la implementación de juicios orales en México como una forma de resolver la crisis en el sistema de justicia penal actual. Explica que varios estados han comenzado a implementar reformas para introducir juicios orales, aunque los enfoques varían entre estados. Concluye que aunque la reforma a nivel federal ha progresado lentamente, las reformas estatales pueden ayudar a mejorar el sistema de justicia penal en México.
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Este documento discute la implementación de juicios orales en México como una forma de resolver la crisis en el sistema de justicia penal actual. Explica que varios estados han comenzado a implementar reformas para introducir juicios orales, aunque los enfoques varían entre estados. Concluye que aunque la reforma a nivel federal ha progresado lentamente, las reformas estatales pueden ayudar a mejorar el sistema de justicia penal en México.
Este documento discute la implementación de juicios orales en México como una forma de resolver la crisis en el sistema de justicia penal actual. Explica que varios estados han comenzado a implementar reformas para introducir juicios orales, aunque los enfoques varían entre estados. Concluye que aunque la reforma a nivel federal ha progresado lentamente, las reformas estatales pueden ayudar a mejorar el sistema de justicia penal en México.
Este documento discute la implementación de juicios orales en México como una forma de resolver la crisis en el sistema de justicia penal actual. Explica que varios estados han comenzado a implementar reformas para introducir juicios orales, aunque los enfoques varían entre estados. Concluye que aunque la reforma a nivel federal ha progresado lentamente, las reformas estatales pueden ayudar a mejorar el sistema de justicia penal en México.
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REVI STA DEL I NSTI TUTO DE LA JUDI CATURA FEDERAL
El papel del juicio de amparo en los juicios orales Mara Elena Leguzamo Ferrer*
SUMARIO: I. Planteamiento de la oralidad en el proceso. II. El futuro del juicio de amparo en los juicios orales. III. Conclusiones. I. Planteamiento de la oralidad en el proceso a) Cada vez que leemos los medios de comunicacin, stos nos llevan a corro- borar lo que algunos especialistas nacionales en la materia han venido desta- cando desde hace ya varios lustros: nuestro actual sistema de justicia penal se encuentra en crisis, en todos y cada uno de sus sectores y niveles; y ello nos permite reflexionar, tambin, que dicho sistema est urgido de un cambio importante, pero igualmente nos hace cuestionar sobre cmo hacerlo. b) No podemos soslayar que el incremento de los asuntos penales trae aparejado rezago judicial, que la imparticin de justicia se torna ms cuanti- tativa que cualitativa y, finalmente, que todo ello hace cuestionar la transpa- rencia y confiabilidad de los tradicionales juicios escritos en materia penal. En efecto, un estudio que realiz el CIDE 1 en 2005 describe la situacin de nuestro sistema penal en los siguientes trminos: Policas con cuotas de arresto y facultades discrecionales, frmula para la arbitrariedad; reos incomunicados y maltratados, nulo reconocimiento de los derechos humanos; 1 Juicios orales, De qu estamos hablando?, Reforma, 30 de julio de 2005. * Doctora en Derecho. Magistrada del Sexto Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito. RIJ25-04Leguizamo.indd 73 08/08/2008 07:22:53 p.m. 74 REVI STA DEL I NSTI TUTO DE LA JUDI CATURA FEDERAL oficinas desordenadas y averiguaciones judiciales caticas y mal intencionadas; ex- pedientes voluminosos; jueces aislados; prisiones preventivas de meses y aos; con- denas de seis aos por robos muy menores con mismo procedimiento que para homicidio; etctera. Asimismo, se habla de la gran desconfianza que existe de la ciudadana hacia los tribunales, sealndose que en la justicia penal mexicana el juez es una figura ausente, inaccesible y que no escucha a nadie; que los estn- dares constitucionales del debido proceso son frecuentemente violados, y que el proceso es incomprensible a la vctima y al acusado, entre otros sealamientos. 2 Y aun cuando estas afirmaciones pueden ser matizadas e incluso rebatidas si se hace un anlisis detenido de cada una de ellas, sobre todo desde la pers- pectiva judicial, es evidente que no se les puede negar toda razn. c) Pero tambin es evidente que, con el propsito de superar esa crisis por la que atraviesa el sistema de justicia penal en nuestro pas, ha habido di- versas propuestas desde el mbito acadmico y, sin duda, diversas acciones desde el lado de las instancias oficiales; sin embargo, las primeras muy poco han sido tomadas en cuenta y, por lo que hace a las segundas, la mayora ha sido infuncional. 3 Entre las acciones oficiales cabe mencionar la Iniciativa de Reformas Judiciales presentada por el Ejecutivo federal desde fines de marzo 2 As lo sostiene Ana Laura Magaloni, Desconfianza en los jueces, Exclsior, 2 de junio de 2006. 3 Por ejemplo, vase Celia Blanco Escandn, en su artculo Los sujetos procesales en el nuevo proceso penal, publicado en Temas Actuales de Justicia Penal. Sextas Jornadas sobre Justicia Penal. 1 ed., Mxico, UNAM, IIJ, 2006, en el que advierte: La reforma es, finalmente, difcil de poner en marcha, porque enfrenta obstculos de diversa ndole debido a que implica un cambio profundo de las dinmicas judiciales. [] Pero tal vez la mayor dificultad reside en el cambio cultural que supone e implica una reforma de esta naturaleza, porque transforma los roles de los jueces, los fiscales y los abogados. No es lo mismo que un juez deba decidir sobre una medida de aseguramiento, como la detencin preventiva, con base en el examen de un expediente que examina, con toda calma y en privado, a que deba aprobarla o negarla, en forma oral, en una audiencia pblica y de manera inmediata [] El anlisis y la evaluacin de re- sultados en los pases en proceso de reforma son imprescindibles para Mxico, ya que nos per- mitir ver si los promotores de la reforma o sus crticos tienen la razn. Sabremos si esta propuesta de reforma permite avanzar hacia un proceso penal eficaz y garantista, o si por el contrario, representa un parche ms en nuestro ya de por s ineficaz sistema de administracin de justicia penal pp. 151 y 152. RIJ25-04Leguizamo.indd 74 08/08/2008 07:22:53 p.m. MAR A ELENA LEGU ZAMO FERRER 75 de 2004, donde se plantea a la comunidad jurdica el nuevo cambio que se pretende hacer al sistema de justicia penal y de seguridad pblica, el cual abarca tanto aspectos procesales, como orgnicos y profesionales. Con motivo de esta iniciativa, que sin duda tiene la pretensin de hacer una reforma amplia y de fondo, se realizaron diversos foros de anlisis y debates y se expresaron argumentos a favor y en contra de ella. 4 Paralelamente a ello, el Poder Judicial de la Federacin llev a cabo una consulta nacional para recoger crticas y sugerencias de los diversos sectores jurdicos, con la idea de plantear una reforma integral y coherente en materia de imparticin de jus- ticia; de ah resultaron diversas propuestas para la reforma judicial, como se observa a travs del Libro Blanco de la Reforma Judicial que fue editado por la Suprema Corte de Justicia de la Nacin en 2006, 5 que no slo destaca la 4 Sobre este tema, entre otros, est Enrique Ramrez Martnez, director jurdico del Tri- bunal de Quertaro, quien expres en Juicio Oral lo siguiente: La oralidad no es el nico sistema de imparticin de justicia que garantice la proteccin de los derechos esenciales, pero s facilita de mejor manera la realizacin de tales fines, ya que permite entre otras cosas la inmediacin y contacto directo de los sujetos del proceso con los elementos probatorios, bajo las reglas de concentracin y continuidad; hace realidad el principio del contradictorio, es decir, que los sujetos intervengan controlando, discutiendo o contradiciendo las pruebas y ar- gumentos de unos y otros. Garantiza, asimismo, la publicidad y el control ciudadano sobre el juzgamiento de los individuos bajo el rgimen de libre apreciacin probatoria (sana crtica) y con la exigencia (para los jueces de derecho) de justificar debidamente sus decisiones (deber de fundamentacin). Por el contrario, el sistema de escritura llev el proceso penal al extremo de la ritualizacin (abuso en los trmites; lentitud de los procedimientos; excesos en la aplicacin de la prisin preventiva, etctera), a la prdida de la inmediacin de la prueba (sta no se recibe directamente por el juez sino por intermediarios), entre otras dificultades que la doctrina ma- yoritaria y la prctica judicial han sealado reiteradamente Publicado en Reforma Judicial. Revista Mexicana de Justicia. Nm. 5, ene-jun 2005, UNAM, IIJ, Mxico, p. 99. 5 El 11 de septiembre de 2006, los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nacin presentaron ante los medios de comunicacin, el Libro Blanco que establece las siguientes ac- ciones y ejes: Reforma al amparo, consolidarlo como instrumento fundamental del sistema mexicano de defensa de la Constitucin; promover su uso como instrumento de proteccin de los derechos fundamentales garantizadores de la Constitucin; lograr un procedimiento menos formalista y ms eficaz y generar que los efectos de los amparos beneficien a todos. Fortaleci- miento de poderes judiciales: limitar la procedencia de amparos directos en contra de decisiones de Tribunales Superiores de Justicia para fortalecer la justicia local, entre otros puntos. Y reforma al sistema de imparticin de justicia penal: revisar la poltica criminal del Estado; limitar el uso indiscriminado de la prisin preventiva y reducir creacin de tipos penales, entre otros. Vase El Universal, 12 de septiembre de 2006. RIJ25-04Leguizamo.indd 75 08/08/2008 07:22:53 p.m. 76 REVI STA DEL I NSTI TUTO DE LA JUDI CATURA FEDERAL necesidad de llevar a cabo una reforma integral y coherente al sistema de justicia penal, sino que tambin constituir, sin duda, un material muy valioso para quienes tienen en sus manos emprender una reforma importante en esta materia, sobre todo los legisladores. Entre las mltiples reformas que se su- gieren destacan las que tienen el propsito de fortalecer los poderes judiciales, de reformar la justicia penal y de reformar el juicio de amparo. 6 d) Toda vez que el proceso de reforma en el mbito federal ha ido cami- nando muy lentamente, observndose incluso la idea de no avanzar o de obstaculizar cambios integrales y de fondo, algunos estados de la Repblica, en cambio, han tomado la delantera. As se observa, por ejemplo, que tambin desde 2004 la legislatura del estado de Nuevo Len ha emprendido reformas a su legislacin penal y procesal penal, retomando parte de la iniciativa pre- sidencial, como sucede con el establecimiento de los juicios orales, si bien en un principio estos slo fueron aplicables para los delitos culposos, hoy se han extendido a otro tipo de delitos. Lo propio se puede constatar en otras entidades de la Repblica, que no se han querido quedar a la zaga en los cambios judiciales, como son los estados de Chihuahua, Estado de Mxico, Oaxaca, Zacatecas, Morelos, Tamaulipas, Puebla, entre otros, en los que ya se han planteado reformas legislativas en esta materia, si bien no todos siguiendo los mismos criterios. En los estados de Chihuahua y Oaxaca estiman que los juicios orales deben aplicarse a cualquier tipo de delitos, sean dolosos o culposos, graves o no; mientras que Nuevo Len y el Estado de Mxico, que ya implementaron sus reformas, aplican los juicios orales slo a los delitos culposos y a los delitos no graves y de cuanta menor. Por otra parte, del estudio de la iniciativa legislativa de los juicios orales del Estado de Mxico, se advierte que no se reform la fase de averiguacin previa ni tampoco en general se modific el modelo de enjuiciamiento penal tradicional. Es decir, a lo nico que logran darle oralidad es a la audiencia 6 Respecto de la materia del amparo, el peridico Reforma public que las propuestas in- cluidas en los grandes ejes, estn las siguientes: Consolidarlo como un instrumento fundamental del sistema mexicano. Promover y enfatizar su uso como protector de los derechos fundamen- tales. Y modificar los efectos limitados de las sentencias y evitar su empleo con propsitos leg- timos. 12 de septiembre de 2006. RIJ25-04Leguizamo.indd 76 08/08/2008 07:22:53 p.m. MAR A ELENA LEGU ZAMO FERRER 77 de vista, que es la ltima audiencia del juicio. No obstante, crticos en la materia estiman que es el primer paso hacia un sistema oral. 7
e) Ahora bien, por lo que hace a costos de la reforma, de acuerdo con la informacin proporcionada por el Consejo de la Judicatura del Estado de Mxico, esta entidad federativa gastar 19.7 millones de pesos en la adecuacin de 12 salas para juicios orales, mientras que Nuevo Len en 15 salas, se gast 10 millones de pesos. En cuanto a la capacitacin, la Escuela Judicial del Estado de Mxico invertir al menos 5 millones de pesos para asesorar a 1 153 personas, entre jueces, magistrados, secretarios y notificadores. Para la ciudad de Mxico donde actualmente se est planteando la reforma judicial, en 2006, el jefe de Gobierno sostuvo que ya se haban creado 40 nuevas salas de audiencia para los juicios orales, las que por supuesto todava no se utilizan, y consider que hacan falta habilitar otras 40 ms para atender a una mayor cantidad de poblacin y brindar justicia expedita. 8
f) Todo lo anterior revela, por una parte, la idea de evitar el papeleo y dar transparencia a los juicios, as como eliminar la corrupcin; pero, por otra, tambin revela que lejos de lograrse el ideal de unificar, o al menos uniformar, la justicia penal en Mxico, cada vez se hace ms distante dicho ideal, pues ahora se observa mayor diversidad de criterios poltico-criminales tanto en la legislacin penal sustantiva como en la legislacin procesal penal y, por tanto, mayor diversidad de criterios en la imparticin de la justicia penal. g) Actualmente nuestro sistema procesal penal es un sistema mixto, con rasgos inquisitivos y acusatorios. A diferencia del sistema que prevaleca hasta 1917, es evidente que en el actual sistema se pueden diferenciar claramente las partes procesales: el acusador, el juzgador y la defensa. Las fallas del actual sistema de justicia penal, por otra parte, no son atri- buibles al sistema escrito, o porque no se sigue el sistema oral; son otras las razones. Pero adems, la oralidad no es una caracterstica exclusiva del sistema acusatorio ya que tambin se aplica en sistemas inquisitivos; por otra, ningn sistema oral prescinde totalmente de la escritura; de ah que algunos prefieran hablar de un sistema predominantemente oral. Los juicios orales tienen sus fortalezas pero tambin tienen sus debilida- des. As tenemos, como aspectos positivos: 7 Reprueba Edomex en sus juicios orales, en Reforma, 22 de agosto de 2006. 8 Reforma, 16 de julio de 2006. RIJ25-04Leguizamo.indd 77 08/08/2008 07:22:53 p.m. 78 REVI STA DEL I NSTI TUTO DE LA JUDI CATURA FEDERAL 1. El juicio oral es mejor en calidad que el plenario escrito, pues garantiza que sea la jurisdiccin la que resuelva los asuntos, es decir, no permite la delegacin: quien juzga es el juez. 2. En el juicio oral hay ms transparencia que en el escrito; por tanto, conviene ms. Sin embargo, frente a esas ventajas, se resaltan algunas realidades que deben tomarse en cuenta para destruir mitos y evitar desencantos: 1. El juicio oral no resuelve el problema de la seguridad pblica, pues no tiene efectos preventivos, si bien el escrito tampoco los tiene; se sugiere no crear falsas expectativas para evitar los desencantos ante la falta de resultados, pues es un error pensar que con las solas pro- puestas de reformas al sistema de justicia penal, o con la instauracin del juicio oral, se puede garantizar un combate ms eficaz a la delin- cuencia, ya que al lado de ellas son necesarias muchas otras cosas. 2. El juicio oral no es ms rpido que el escrito, como algunos afirman, ya que en l os pases en que se practi ca tambi n hay rezagos judiciales. 3. El juicio oral no es menos caro, sino que en su implementacin es mucho ms costoso que el escrito, ya que implica no un mero reaco- modo de los muebles, como algunos decan, sino un mayor nmero de locales, de jueces, de ministerios pblicos, as como personal mi- nisterial y judicial mucho ms capacitado, entre otros y, en su desa- rrol l o, no cual qui era puede cubri r sus costos; l o que si n duda depender del modelo que se siga. 4. El juicio oral donde el juez no tiene un rol activo, como interro- gar es la cosa ms aburrida para los jueces, ya que ellos no pueden hacer casi nada, mas que escuchar a los testigos (muchas veces diciendo mentiras), adems de que no pueden ser suplidos (Zaffaroni). 5. La idea del juicio oral, por otro lado, es vinculada con la idea del lla- mado principio de oportunidad, as como con la idea de los procedi- mientos abreviados; pero, adems, nos hace pensar en una prctica como la del plea bargaining del sistema angloamericano, respecto de la cual habr que considerar seriamente sus riesgos, pues la prctica de la negociacin o acuerdo puede propiciar extorsin, entre otras RIJ25-04Leguizamo.indd 78 08/08/2008 07:22:53 p.m. MAR A ELENA LEGU ZAMO FERRER 79 cosas no deseables (sobre todo con relacin a delitos leves); por lo que se previene de no incurrir en errores que desatan tales consecuencias (barbaridades) como en los que han incurrido ya muchos legisla- dores en Amrica Latina (Zaffaroni), e incluso en Europa (como lo ha destacado Schnemann). 9
II. El futuro del juicio de amparo en los juicios orales Ahora bien, ante todos esos cambios que experimenta el sistema de justicia penal y, sobre todo, ante la idea de establecer los juicios orales, cul es la situacin del juicio de amparo?; qu futuro le espera al juicio de amparo?; sufrir o no transformaciones tambin? Para responder a estas interrogantes, antes de referirme a la legislacin en materia de amparo, quisiera ocuparme brevemente de lo que se entiende cuando se habla de juicios orales. a) Como lo ha aseverado Enrique Ochoa Reza, 10 profesor de Derecho constitucional en la UNAM: Los juicios orales se basan en dos elementos esenciales: Primero, los juicios orales son un sistema de justicia penal sin pa- peles. Donde los casos se resuelven en una audiencia pblica con la presencia permanente del juez, del Ministerio Pblico, de la vctima u ofendido, del acusado y sus abogados. En la audiencia pblica las pruebas se exponen de manera oral frente al juez y todos los involucrados en el caso pueden participar en su desahogo. Al final, el juez tiene toda la informacin sobre la mesa y dicta sentencia. El segundo elemento es que la mayora de los casos se solu- cionan antes de llegar al juicio, a travs de mecanismos alternos de solucin de controversias. Un conciliador profesional ayuda a mediar entre las partes y sus abogados para llegar a un acuerdo que repare el dao causado a la vc- tima. Seala, asimismo, que estos dos elementos van de la mano y que, como el juicio oral es pblico, las partes tienen un incentivo de llegar a un acuerdo reparatorio antes de que el juicio se celebre. Ciertamente, lo anterior coincide con lo que plantean la Iniciativa Pre- sidencial de 2004 y la Iniciativa elaborada por la Red Nacional a Favor de los Juicios Orales de 2007, que algunos legisladores como el diputado Csar 9 Sobre estos aspectos, vase Moiss Moreno Hernndez, Algunos mitos sobre los juicios orales, en prensa, Mxico, 2007. 10 Los Juicios Orales, en Reforma, 27 junio 2006. RIJ25-04Leguizamo.indd 79 08/08/2008 07:22:53 p.m. 80 REVI STA DEL I NSTI TUTO DE LA JUDI CATURA FEDERAL Camacho Quiroz hicieron suya, y que es la idea que prevalece en sistemas de justicia como el de Estados Unidos, Colombia y otros pases; pero en ellos, en realidad, lo ms importante no es el juicio oral sino los mecanismos alter- nativos de solucin de los conflictos penales, los que, por supuesto, a diferencia de lo que afirma Ochoa Reza, no constituyen un elemento y mucho menos fundamental de los juicios orales. Ellos, ms bien, son mecanismos que evitan llegar a los juicios orales; pero esas alternativas a los juicios pueden incluso utilizarse con relacin a los juicios escritos, en tanto que puede hacerse uso de ellas durante la averiguacin previa, o incluso antes de sta. De todo lo anterior se colige entonces que, para que la justicia penal sea oral, la reforma procesal penal no slo debe hacerse a nivel de proceso sino tambin en la fase de investigacin del delito averiguacin previa, pues de acuerdo con esa idea, no todo hecho que se denuncia concluye en averi- guacin previa, ni toda averiguacin previa termina en proceso, como tampoco todo proceso iniciado debe concluir con un juicio oral, precisamente por el papel que pueden tener los mecanismos alternativos en todo ello. Pero, en todo caso, as debe destacarse en los planteamientos de reforma o en las ex- posiciones de motivos, cuando de juicio oral se habla, ya que por el con- trario no slo se insina, sino que as se resalta, de que con el juicio oral se resolvern todos los problemas que enfrenta la justicia penal, incluso que con l se abatir la delincuencia, la impunidad y la inseguridad, cuando que eso no es atributo ni funcin de los juicios orales. Entonces, si de meca- nismos alternativos se trata, debe hablarse de ellos y no tratarlos de encubrir a travs del argumento de los juicios orales; los que, por cierto, slo atienden un porcentaje bastante reducido de casos en los sistemas en que se aplica. b) Ahora bi en, l as reformas procesal es que i nci dan en l os j ui ci os oral es no deben sosl ayar l a consi deraci n del juicio de amparo, pues es i ndudabl e que ste consti tuye un i nstrumento fundamental del si stema mexi cano de defensa de l a Consti tuci n, y que nuestro Estado de Derecho demo- crti co l o conti ene como defensor de l as garantas i ndi vi dual es. En suma, defi ende y reconoce los derechos fundamentales del hombre garantizados constitucionalmente. 11 11 Sobre este aspecto, consltese a Rodolfo Campos Montejo, El juicio de amparo (ca- rencias, imperfecciones y puntos patolgicos a sus 154 aos de nacimiento), publicado en RIJ25-04Leguizamo.indd 80 08/08/2008 07:22:53 p.m. MAR A ELENA LEGU ZAMO FERRER 81 No hay duda de que, al modificar el modelo de enjuiciamiento penal, as como la fase correspondiente a la investigacin y persecucin de los delitos por parte del Ministerio Pblico de la que por cierto muy poco o casi nada se menciona cuando se habla de juicio oral, el juicio de amparo tambin se ve impactado, sobre todo si al lado de los juicios orales prevalece tambin la idea de que los juicios deben ser breves. Y para ello, es incuestionable que debe revisarse y, en su caso, modificarse el sistema de impugnaciones, dentro del cual entra en consideracin el juicio de amparo, como ha sucedido en otros pases latinoamericanos (Argentina, 1992; Bolivia, 2001; Colombia, 1991; Costa Rica, 1998; Chile, 2000; Ecuador, 2001; Guatemala, 1994; Ni- caragua, 2002; Paraguay, 1999, entre otros), en los que se ha limitado el uso de los medios de impugnacin o, incluso, se ha prescindido del amparo. 12 Entonces, si lo que se desea es que los procedimientos penales sean ms rpidos, que la mayora de los casos se resuelva en una sola audiencia, eso di- fcilmente puede lograrse con el actual sistema de impugnaciones. Por ello, una reforma en ese sentido necesariamente tendr que plantear cambios en materia de impugnaciones y, por tanto, en materia de amparo, que deben comprender no solamente actuaciones a nivel del proceso sino tambin de la averiguacin previa y por ende del Ministerio Pblico. As, por ejemplo, respecto de las decisiones del rgano investigador podra establecerse que slo con relacin a aquellas decisiones que vulneren derechos fundamentales podr interponerse el juicio de garantas; sin que ello implique una dilacin en la procuracin de justicia. El l o es as porque actual mente nuestro j ui ci o de amparo conoce de una gran variedad de actos generados por el Ministerio Pblico, tales como: l a i ncomuni caci n, l a detenci n, l a retenci n, l a pri vaci n i l egal fuera de procedi mi ento j udi ci al , l a presentaci n, l a negati va a conceder l a l i ber- tad provi si onal baj o cauci n, el arresto, el asegurami ento de bi enes, l a ne- gati va a expedi r copi as de l a averi guaci n previ a, el ofreci mi ento o desechami ento de pruebas, el derecho de peti ci n, l a omi si n o negati va Reforma Judicial. Revista Mexicana de Justicia. Nm. 7, ene-jun. 2006, UNAM, IIJ, Mxico, p. 143. 12 Vase Juventino V. Castro y Castro, Proposicin de gran reforma procesal en Mxico, Reforma Judicial. Revista Mexicana de Justicia. Nm. 4, jul-dic, 2004, UNAM, IIJ, Mxico, p. 12. RIJ25-04Leguizamo.indd 81 08/08/2008 07:22:53 p.m. 82 REVI STA DEL I NSTI TUTO DE LA JUDI CATURA FEDERAL de conti nuar con l a i nvesti gaci n del i cti va, l as fi chas de i denti fi caci n, l os cateos, arrai gos e i ntervenci ones tel efni cas, el no ej erci ci o de l a acci n penal o el desi sti mi ento de sta, entre otros. Todo l o cual , si n duda, al arga enormemente l os procedi mi entos penal es. Pero considero que la reforma judicial en esta parte de la fase investiga- dora, para colmar la seguridad jurdica de quien est sometido a una investi- gacin, debe prever como necesaria la interposicin del juicio de amparo slo cuando se trate de actos que afecten la libertad o la integridad fsica del promovente por cuanto se refiere al acusado; y, en cuanto a la vctima u ofendido, el amparo ser procedente contra el no ejercicio o el desistimiento de la accin penal, (si es que no result procedente el uso de algn mecanismo alternativo de solucin). Por lo tanto, si lo que Mxico necesita es un sistema de justicia penal confiable, transparente y que d seguridad jurdica, pero sobre todo que sea garantizador de la no conculcacin de los derechos humanos, definitivamente no puede dejarse a un lado el juicio de amparo; pero ste debe restringirse y proceder slo contra los actos ms importantes del enjuiciamiento penal. En un estudio realizado en torno a la legislacin procesal penal chilena, en donde recientemente se implantaron los juicios orales y que es el modelo que por doquier se nos presenta como si fuera la panacea, se ha demostra- do que la efectividad del sistema no es del todo correcta, pues no se ha visto un impacto en la disminucin de la delincuencia y de la corrupcin, adems de que, a la larga, este sistema resulta ms caro y tiende a saturarse tambin, ya que, segn se afirma, hay problema en las agendas y aumentos de sus- pensiones, atrasos y, en general, problemas de coordinacin, de nuevo como una muestra de la debilidad de los sistemas administrativos de los tribunales. 13
Pero en otro sentido, se ha alabado a Chile por tener orden, eficiencia y con- fianza en la justicia. 14
c) En cuanto a la fase del procedimiento penal en que se puede hacer uso del amparo, de conformidad con la legislacin del Estado de Mxico, las decisiones que son recurribles se impugnan a travs del recurso de revocacin 13 Vase Justicia a debate. Juicio oral, la polmica, en El Universal, 13 de julio de 2006. 14 Cfr. Juicios orales, De qu estamos hablando?, op. cit. RIJ25-04Leguizamo.indd 82 08/08/2008 07:22:54 p.m. MAR A ELENA LEGU ZAMO FERRER 83 y slo hasta la sentencia definitiva emitida por el tribunal de apelacin procede el recurso de casacin, que no es ms que el juicio de amparo directo. Sobre este aspecto habra que hacer una reflexin acerca de qu tanto el juicio de amparo viene a ser un obstculo para que el sistema de imparticin y procuracin de justicia sea pronta y expedita. En efecto, de acuerdo con la re- gulacin actual, si se promueve amparo contra la orden de aprehensin, y el quejoso solicita la suspensin del acto reclamado, la orden, en algunos casos, no se puede ejecutar y habra que esperar a que se resuelva el juicio de amparo. Si se promueve amparo contra el auto de formal prisin o de sujecin a proceso, el juez de la causa penal no puede dictar sentencia sino hasta que se haya resuelto el amparo. En la misma tesitura, si se promueve el juicio de garantas en contra de la interlocutoria del incidente de desvanecimiento de datos, el juez de la causa penal, aunque no lo establece la Ley de Amparo, espera el di ctado de l a sentenci a de amparo para resol ver l a causa penal . En estos casos, efectivamente, la interposicin del juicio de amparo conlleva a la dilacin procesal, que procesalmente choca con la celebracin de la audiencia del juicio y sentencia. Ahora bien, no pasa inadvertido que la Ley de Amparo es de 1936, fecha en la que Mxico contaba con un panorama poltico, econmico y social distinto al que hoy aparece. De ah la necesidad de impulsar una reforma que se ajuste a los tiempos actuales; y estoy segura que esa fue la razn que llev a varios ministros de la Suprema Corte de Justicia a realizar una consulta nacional el 17 de noviembre de 1999, con la participacin de juzgadores, acadmicos y abogados postulantes, quienes se encargaran de recibir pro- puestas de reforma a la Ley de Amparo de toda la comunidad jurdica del pas. Las conclusiones de esa consulta fueron presentadas y analizadas un ao despus (noviembre de 2000) en un congreso de juristas que se realiz en la ciudad de Mrida, Yucatn. As, se emiti el proyecto de reforma para crear una Nueva Ley de Amparo, el 25 de abril de 2001. Este proyecto fue enviado a las cmaras de senadores y diputados y fue hasta el 30 de marzo de 2004 cuando los legisladores de todos los partidos en el Senado decidieron suscribir la iniciativa de reforma de la Corte. Pero es evidente que la iniciativa de reforma qued en la congeladora legislativa; no ha sucedido nada con ella, porque no ha encontrado mayor impulso sobre todo con la muerte del mi- nistro Humberto Romn Palacios (el 17 de junio de 2004), quien fuera el que ms la impulsaba. RIJ25-04Leguizamo.indd 83 08/08/2008 07:22:54 p.m. 84 REVI STA DEL I NSTI TUTO DE LA JUDI CATURA FEDERAL No obstante, puedo afirmar que esa iniciativa de reforma no tom en consideracin lo que ahora se plantea con relacin a los juicios orales; por lo que, de haberse aprobado, muy probablemente ella no estara en condi- ciones de responder a las nuevas exigencias que podran resultar de la ins- tauracin de los juicios orales; en otras palabras, estas nuevas exigencias que plantea la transformacin del sistema de justicia penal haran que se replan- tearan algunos aspectos de la Ley de Amparo para adecuarse al nuevo sistema procesal penal. As, el Poder Judicial de la Federacin debe estimar que la reforma judicial slo podr considerarse exitosa si los objetivos de considerar a la imparticin de justicia como un servicio pronto y expedito, capaz de resolver mediante la aplicacin de derecho los conflictos de los ciudadanos, as como de generar seguridad jurdica para el conjunto de la sociedad, se logran ampliamente dentro de la comunidad mexicana. III. Conclusiones a) Si mediante los juicios orales deben imperar los siguientes principios de concentracin, que permite que el juicio pueda llevarse a cabo en uno o en unos pocos das, de manera que todo lo que en l se produce quede claro en la mente de los juzgadores; de publicidad y de inmediatez, porque los medios de prueba se reciben por primera vez en una audiencia ante el juez, estando presentes los actores del proceso penal, y el de presuncin de inocencia, que permitir al juzgador obtener la verdad no slo formal sino material del caso, entonces habr que concluir que para lograr un juicio de esta natura- leza el amparo es un obstculo para la expeditez del juicio penal. Pero, por otra parte, tambin habr que concluir que en un sistema penal democrtico, garantizador de los derechos humanos, el amparo no puede ser soslayado como instrumento jurdico para combatir actos de autoridad contrarios a la Constitucin. b) En el actual sistema escrito, ciertamente los procesos se retrasan por la actitud de las partes, ya que prevalece la garanta de defensa sobre la garanta de brevedad de los procesos, pero no porque los procesos sean escritos. Tam- bin es cierto que el juzgador imparte justicia con la verdad formal y no con la verdad real o material, al no sentir la sinceridad de los litigantes y de las otras partes; pero el juzgador puede, en su oficina, analizar los medios RIJ25-04Leguizamo.indd 84 08/08/2008 07:22:54 p.m. MAR A ELENA LEGU ZAMO FERRER 85 probatorios y el expediente general, con la mayor objetividad que la destreza que hubiere habido con los abogados en la audiencia del juicio. 15
c) Es evidente que estas disquisiciones, que de alguna manera apoyan ventajas del sistema escrito, parten de una reflexin tradicional; pero que, sin duda, deben ser tomadas en cuenta en las discusiones que sostengan los le- gisladores para determinar cul es el sistema procesal penal y el sistema judicial oral que ms nos conviene, de acuerdo con nuestra idiosincrasia y con las dems realidades nuestras. Mientras tanto, el juicio de amparo debe tambin ser analizado a la luz de las transformaciones que experimente el sistema judicial, para que se conso- l i de junto con las dems instituciones del sistema integral de justicia penal. 15 Mayor Certeza, slo por escrito, en El Universal, 13 de julio de 2006. RIJ25-04Leguizamo.indd 85 08/08/2008 07:22:54 p.m.