Revista de Historia Militar

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LOS EJRCITOS MICNICOS

Arturo SNCHEZ SANZ


1
RESUMEN
La cultura micnica se convirti por mritos propios en la ms im-
portante de la Grecia continental durante ms de cuatro siglos a lo largo
del II Milenio a.C. Su importancia comercial, gracias en parte al apro-
vechamiento de las rutas de intercambio minoicas tras su decadencia
y a su propio inters econmico, alcanzaran lejanas regiones incluso
del Mediterrneo central y Oriente Prximo. Pero todo ello habra sido
difcil de no haber contado con un poderoso ejrcito en el que sustentar
sus aventuras coloniales y comerciales. Numerosas tablillas en lineal B,
restos pictricos y arqueolgicos dan fe de la importancia que el mun-
do militar tuvo para los antiguos micnicos. Es por ello que, a travs
de este artculo, se intentarn mostrar diversos aspectos relacionados
con el ejrcito micnico, sobre el cual sustentaron su poder en la Grecia
continental, pero que a la postre no evitara, ni siquiera tras las reformas
que en el siglo XIII a.C. se llevaron a cabo, que la cultura micnica, tal
y como la conocemos, terminara por desaparecer tras la destruccin de
sus asentamientos.
PALABRAS CLAVE: Micnicos, Micenas, Tirinto, Pilo, guerrero,
wanax, panoplia de Dendra, muros ciclpeos, carro de guerra.
1
Licenciado en Historia (UCM) y Mster en Historia y Ciencias de la Antigedad (UCM/
UAM).
C/ Arroyo Fontarrn, n 107, 3 C (28030-Madrid). Telef.: 636101441. Correo electrnico:
[email protected].
Los ejrcitos micnicos, por don Arturo SNCHEZ SANZ, Licen-
ciado en Historia y Mster en Historia y Ciencias de la Antigedad
Revista de Historia Militar
Nmero 113 (2013), pp. 177-212
ISSN: 0482-5748
RHM.06
Revista de Historia Militar, 113 (2013), pp. 177-212. ISSN: 0482-5748
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ABSTRACT
Mycenae culture became due to its own merits, the most important
one in continental Greece for more than four centuries all along the II
Millennium B.C. Its commercial importance due to the fact they took
advantage of the minoans exchange routes and their own economic in-
terests made them reach far regions even in Central Mediterranean and
the Near East. But all of that mustve been diffcult if they hadnt en-
countered a powerful army who support their colonial and commercial
adventures. Numerous Lineal B writings, pictorial and archaeological
remains are witness to the importance the military world provides to
those former Mycenaean. Therefore, in this article we will try to show
the diverse aspects related to the Mycenaean army who supported its
power in continental Greece in spite of this, neither the reforms taken
in 13th century B.C. got that mycenaeans culture survival, when their
settlements were destroyed.
KEY WORDS: Mycenaeans, Mycenae, Tiryns, Pylos, warrior, wa-
nax, Dendra panoply, cyclopean walls, war chariot.
* * * * *
LOS EJRCITOS MICNICOS
A
unque en muchos casos debamos aventurarnos hacia el terreno
de la especulacin, es de suponer que hasta c. 1.600 a.C. no
debi existir un ejrcito micnico como tal sino ms bien hor-
das o bandas tribales que se enfrentaban entre s
2
. Sera en este periodo
cuando apareceran los primeros ejrcitos micnicos organizados como
tales
3
, aunque en un primer momento an muy infuenciados por la cul-
tura an hegemnica minoica. En este sentido, el fragmentario Rhyton
del asedio demuestra que ya desde el inicio los micnicos conocan y
valoraban las habilidades de la guerra de sitio y los grupos de combate
con unidades especializadas de espadas, lanceros y arqueros, ms que
los ejrcitos para las incursiones y los duelos, o las bandas de guerreros.
La propia monumentalidad de los recintos defensivos micnicos indi-
2
DE SOUZA, Philip: La guerra en el Mundo Antiguo. Akal, Madrid, 2008, pg. 92.
3
GRGURIK, Nicols: The Mycenaeans. Osprey, Oxford, 2005, pg. 6.
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ca que estos se disearon meticulosamente para difcultar un posible
asedio, a travs de grandes murallas, sofsticados sistemas de entrada,
construccin de pozos interiores, etc., aunque no contamos con eviden-
cias arqueolgicas o pictricas de que los propios micnicos hubieran
llevado a cabo el sitio de alguna ciudad, lo que no excluye que sucediera.
En cuanto al exterior, este es tambin el periodo de las aventuras
micnicas econmicas y militares. Primero como enclaves comerciales y
luego como colonias, ya que los micnicos establecieron la primera pre-
sencia griega en lo que luego llegaran a ser las grandes ciudades griegas
de Asia Menor, Jonia y Chipre. Si las referencias hititas a los ahhiyawa,
se referen realmente a los aqueos, este sera un testimonio verdico de la
capacidad militar de los micnicos, aunque solo fuesen una leve molestia
para la superpotencia anatlica
4
.
As, se cree que los primeros ejrcitos micnicos estaban formados
por un contingente de lanceros pesados, apoyados por portadores de
espadas, infantera ligera, escaramuzadores y carros pesados. Una es-
tructura sencilla y efcaz para el enfrentamiento con otros sistemas po-
lticos tpicos de los estados-palacio, y cuyos ejrcitos se organizaban
del mismo modo, o contra las hordas de enemigos barbaros que se
ubicaban en regiones ms alejadas y montaosas. Este sistema sera ef-
caz durante varios siglos, hasta el XIII a.C. en que la organizacin y
estructura del ejrcito micnico cambi, por motivos quiz relacionados
con el posterior colapso de la civilizacin micnica. Ello se conoce gra-
cias a las excavaciones arqueolgicas realizadas en Pilo
5
, en la regin de
Mesenia, en cuyo palacio se han localizado restos de gran cantidad de
tablillas escritas en lineal B entre los aos 1939-1966, as como frescos
con temas militares que muestran un ejrcito ms ligero para favorecer
la maniobrabilidad.
Es quiz tentador pensar que este cambio pudiera estar directamen-
te relacionado con un nuevo tipo de enemigo que, desde sus embarca-
ciones, realizaba rpidas incursiones en territorio micnico que haba
que rechazar, como pudo suceder con los conocidos como Pueblos del
Mar, aunque los verdaderos motivos se desconocen. Sabemos que a
partir de este momento se enviaron tropas a las zonas costeras cercanas
desde la propia Pilo, con el fn de prevenir ataques desde el mar, e igual-
mente fue a partir de este periodo cuando se han constatado en distintas
ciudades micnicas, como la propia ciudad de Agamenn, la construc-
4
Para Philip de Souza el establecimiento de estas colonias micnicas sera el antece-
dente del inters aqueo por Troya. DE SOUZA, Philip: Opus cit., pg. 95.
5
Por Carl William Blegen que las inici en 1939 y las continu entre 1952-69.
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cin de nuevos baluartes de piedra para proteger las ciudadelas, lo cual
refeja un claro temor ante un posible ataque. Es claro que se trataba de
un temor real y lo sufcientemente importante como para modifcar la
estructura del ejrcito micnico, invariable durante cientos de aos, y
para reestructurar los sistemas defensivos de sus principales ciudades.
No tardaran dichos temores en hacerse realidad ya que, poco despus
c. 1200 a.C., la propia Pilo, y con ella otras muchas ciudades micnicas,
fueron parcialmente destruidas durante la misma poca. Desconocemos
los motivos ni quienes fueron, en realidad, los agresores, pero si bien
algunas de estas ciudades serian ms tarde reocupadas, estos aconte-
cimientos supusieron el fnal de la civilizacin micnica tal y como la
conocemos.
CLASES DE TROPAS
Infantera pesada
Como en cualquier ejrcito del Mundo Antiguo, la infantera pesada
se conformaba como la espina dorsal del ejrcito. Entre c. 1600-1300
a.C. esta se armaba con lanzas largas (llamadas enchos) y espadas. No se
utilizaban armaduras y por vestimenta lucan un pao atado a la cintu-
ra o una especie de falda, sin ningn tipo de calzado. Como elementos
defensivos portaban un casco y un gran escudo (sakos) con el que cu-
bran casi todo el cuerpo. Armados de este modo se cree que actuaran
y combatiran a la manera de la tpica infantera pesada, que se desa-
rrollara ms tarde en los ejrcitos del Mundo Antiguo, en formaciones
numerosas y cerradas, habindose abandonado haca tiempo la lucha
en combates individuales y aislados. Los grandes escudos (cuyo tamao
sugiere un considerable intercambio de proyectiles antes del contacto)
dispuestos unos junto a otros, formaban un verdadero muro acoraza-
do que cubra toda la lnea de batalla, desde el cuello hasta el tobillo
del guerrero. En una formacin masiva de este tipo, de varias flas de
profundidad, la larga lanza que empleaban era ideal tanto para arrasar
una lnea de infantera enemiga como para defenderse de los carros de
guerra. Mientras que las tropas ligeras, que habran sido letales para un
soldado de infantera pesada aislado en campo abierto, eran muy vulne-
rables si intentaban enfrentarse a una formacin de este tipo.
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Los escudos utilizados por las tropas micnicas, y de los cuales nos
ha llegado noticia, son bsicamente de dos tipos: el ya mencionado y
tpico en forma de 8 y los de forma rectangular tambin llamados
de torre. Ambos se concibieron con la misin de proteger por com-
pleto el cuerpo del guerrero sacrifcando con ello su movilidad, aunque
el estilo de combate en formaciones cerradas ya la limitaba y haca ms
tiles este tipo de escudos. Su elaboracin se haca con mimbre sobre
una estructura de madera, cubrindose con varias capas de cuero. Para
su transporte se les aadan correas o telamn que los colocaba sobre el
hombro izquierdo en diagonal para liberar ambas manos. Su enorme
tamao y su curvatura lateral (lo cual no suceda en el de torre) facili-
taban la proteccin del guerrero ante todo tipo de armas, tanto de corta
distancia, como espadas, dagas, etc., como de proyectiles tipo jabalinas,
fechas o piedras lanzadas con hondas, aunque su elevado peso limitaba
la movilidad del guerrero, siendo este su gran defecto, ya que les impeda
correr o realizar movimientos rpidos.
De ambos escudos, para Grgurik
6
se habra utilizado en primer lu-
gar el escudo de 8, aunque Fields
7
opina lo contrario, indicando que
la forma del escudo de 8 ofreca mayores ventajas para la proteccin
que el escudo de torre, por lo que el escudo de 8 habra sido una
6
GRGURIK, Nicols: Opus cit., pg. 13.
7
FIELDS, Nic: Bronze Age War Chariots. Osprey, Oxford, 2006, pg. 38.
Soldados micnicos, frescos de Akrotiri en Thera
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evolucin del escudo de torre que se habra utilizado en primer lugar.
En cualquier caso no contamos con restos arqueolgicos de los escudos
de torre, y solo conocemos ambos por restos pictricos cuyas repre-
sentaciones nos muestran la utilizacin del escudo de 8, en Micenas
8
,
entre 1660-1550 a.C. En cualquier caso conocemos que se llegaron a
utilizar simultneamente
9
pero se desconoce si ello se deba a motivos
econmicos. Ambos tipos contaban con un elemento saliente en la par-
te exterior central, llamado umbo, que permita utilizarlos tambin
como armas ofensivas, llegado el caso. Pero, en cuanto a las aberturas
laterales del escudo en 8, an desconocemos su funcin exacta al no
contar con representaciones donde se muestre. Se cree que en las for-
maciones cerradas estas aberturas, que tendran forma de diamante, se
utilizaran para acomodar o pasar por ellas las lanzas en el ataque
10
o
para clavar las espadas al enemigo sin abrir la formacin, ya que estas
aberturas quedaran a la altura de su mano derecha donde empuara
su arma de ataque, mientras que con la otra sostendra el escudo como
proteccin.
Existen muchas representaciones de escudos en el arte micnico. Los
grandes escudos en forma de 8 del perodo Micnico temprano se em-
plearon ms tarde frecuentemente como decoracin, como en el fresco
de los escudos del palacio de Knossos. Sin embargo, no parece existir
un ideograma que se refera al concepto escudo y ello hace pensar, a
autores como Chadwick
11
o Ruiprez y Melena
12
, que quiz los palacios
no se encargaran de proveer de este tipo de armas a las tropas, o al me-
nos no a quienes no formaran parte de los cuadros de ofciales, debiendo
quiz proveerse de ellas por s mismos.
8
Lynn Budin opina que este tipo de escudos fue tomado por los micnicos de los mi-
noicos. LYNN BUDIN, Stephanie: The Ancient Greeks. New Perspectives. ABC-
CLIO, Santa Brbara (California), 2004, pg. 353.
9
Como se aprecia en el pual de bronce perteneciente al siglo XVI a.C. y localizado
en el Crculo de Tumbas A de Micenas (Tumba de fosa IV) se representa una ca-
cera de leones donde se muestran ambos escudos representados simultneamente.
10
Grgurik indica que ello sera poco probable ya que no contamos con textos o re-
presentaciones que lo avalen y porque el soldado siempre la sostiene, en aquellas,
con las dos manos, por lo general a la altura del hombro y con el escudo colgado
de la espalda; adems de que la lanza utilizada por estas tropas era muy pesada,
por lo que es probable que el soldado no pudiera manejarla solo con la mano dere-
cha, como hubiera debido hacer si la utilizara para atacar a travs de las aberturas
del escudo, adems, si la lanza se sostena cerca del punto central de equilibrio,
se perdera la mitad de su longitud y molestara a los soldados que marchaban
detrs. GRGURIK, Nicols; Opus cit., pg. 11.
11
CHADWICK, John: El Mundo Micnico. Alianza, Madrid, 1977, pg. 208.
12
RUIPREZ, Martin S. y MELENA, Jose Luis: Los Griegos Micnicos. Historia
16, Madrid, 1990, pg. 199.
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Sabemos que las hachas de bronce tambin fueron empleadas por
los soldados micnicos en combate. Al menos eso es lo que opinan au-
tores como Damato
13
, para quien las representaciones que aparecen en
un anillo de oro en Micenas datado en el siglo XV a.C. donde se mues-
tra una fgura portando un hacha de doble flo o tambin de un resto
cermico de Tebas donde se muestra una fgura similar, son inequvocas.
Restos similares se han atestiguado en Creta y Pilo, e incluso podra tra-
tarse de este mismo tipo de hachas las que se muestran en un fragmento
de la cratera de Kynos que representa a varios guerreros en plena batalla
naval fechada en el HR IIIb. En cuanto a ello, se me antojan demasiado
escasas estas pruebas, y si bien no podemos descartar tampoco su uso,
que pudo ser frecuente tanto en la vida diaria como en el mbito militar,
quiz sera un aspecto sobre el que an no contamos con sufcientes
datos para posicionarnos claramente, ya que estas representaciones (a
excepcin de la cratera) podan estar refrindose a la tala de rboles o a
algn tipo de ceremonia religiosa de infuencia minoica.
En cuanto a las lanzas, los primeros modelos utilizados por los mi-
cnicos se sabe que llegaron a medir alrededor de 3,60 m, con la punta
forrada de bronce y una forma en la que la hoja, de dos lados, tena el
encaje en uno de ellos, por donde se insertaba el asta de madera. Pero
apenas contamos con representaciones de este tipo y solo se han locali-
zado algunos ejemplares en Sesclo, Lucade, Asine y Micenas. La punta
ms habitual, que los micnicos utilizaron a lo largo de su historia, pa-
rece haber tenido un origen cretense y mostraba una forma folicea con
una slida costilla central y pednculo ahuecado, la punta se aseguraba
en la prtiga con una anilla metlica situada en la base del pednculo,
adems de con unos clavos que se insertaban en unas aberturas practica-
das en dicho pednculo.
De ella se han localizado algunos ejemplares en las tumbas de Mice-
nas y aparece en varias representaciones pictricas. Todos los modelos
solan tener una longitud, desde la punta hasta la base, de entre 23-40
cm. Gracias a las representaciones pictricas sabemos que la posicin de
ataque con este tipo de arma consista en sujetarla con ambas manos en
posicin horizontal, a la altura del hombro, para cargar con ella, aun-
que tambin aparecen sujetndola con una sola mano, por lo que con la
otra portaran el escudo como proteccin.
13
DAMATO, Raffaele y SALIMBETI, Andrea: Bronze age greek warrior, 1600-
1100 BC. Osprey, Oxford, 2011, pp. 17-18.
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Por s mismo, el escudo proporcionaba una cobertura completa al
soldado micnico, pero otro de los elementos esenciales de su equipa-
miento defensivo era el casco (ko-ru), ya que aquel no protega la ca-
beza
14
. El modelo ms caracterstico, y del que conservamos restos no
solo arqueolgicos sino tambin pictricos, es el llamado casco de col-
millos de jabal
15
. Para su fabricacin se cortaban los colmillos de di-
cho animal en lminas rectangulares y, practicndoseles orifcios en las
esquinas para coserlos, se generaba la caracterstica estructura cnica
de este tipo de cascos. Solan constar de entre 4-5 hileras de colmillos,
cuya direccin, en cuanto a la curvatura de estos, variaba en cada hilera,
mientras que la parte ms alta del casco terminaba en una pluma o en
una pieza en forma de nudo, pudiendo o no incluir protecciones para
las mejillas que tambin servan para mejorar su sujecin
16
. Existen nu-
merosas representaciones grfcas de los cascos de colmillos de jabal
14
Segn Deger-Jakoltzy los cascos, junto con espadas/dagas, espinilleras y escudos,
as como elementos de higiene como pinzas, peines y cuchillas de afeitar seran ele-
mentos muy comunes en las tumbas de guerreros micnicos localizadas y fechadas
en el HR IIIc. DEGER-JALKOTZY, Sigrid y LEMOS, Irene S. (Eds.): Ancient
Greece: from the Mycenaean palaces to the age of Homer. Edinburgh, Edinburgh
University Press, 2006, pg. 172.
15
Homero nos da muchos detalles de este tipo de casco aunque en su poca haca
mucho que haba dejado de usarse. HOMERO: Ilada, X, 254.
16
Es posible que este tipo de casco tambin tuviera su origen en Creta ya que a
ambos lados de un hacha de bronce de doble flo, al parecer procedente de Knoso,
aparecen sendos grabados de un casco de colmillos de jabal, pero se ha fechado
entre el 1700-1450 a.C. por lo que solo si hubiera sido elaborado en la fecha ms
Casco de colmillos Cabeza de guerrero
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en el arte micnico. Lo llevan los soldados que aparecen en anillos y
grabados, es un motivo popular en los trabajos de marfl y fgura en los
fragmentos del llamado Rhyton del asedio
17
.
Pero este no era el nico tipo de casco empleado por los soldados
micnicos a lo largo de su historia. Sabemos que desde principios del
HR se emplearon diferentes tipos de cascos, aunque la mayora reali-
zados con materiales perecederos. En un anillo de oro y en un sello,
procedentes del crculo de tumbas A de Micenas y fechados en el siglo
XVI a.C., aparecen otros dos tipos de casco. En el primero se observa
una factura en bronce o cuero grueso adornada por lo que parece una
pluma
18
, mientras que en el segundo se aprecian dos espesos rollos
sobre los que se elabor un nudo compuesto y un cuerno. En la tumba
de un soldado de Knoso se hall un casco cnico, de lmina de bronce y
dotado de carrilleras, que presenta unos orifcios practicados para suje-
tar una pieza de feltro o de cuero. Se ha datado alrededor del 1450 a.C.,
por lo que es probable que pertenezca al perodo en que los micnicos
controlaron la regin. Por otra parte, en un vaso cretomicnico proce-
dente de una tumba de Ispata, cerca de Knoso, aparece representado
otro tipo, formado por seis bandas concntricas, que algunos interpre-
tan como bandas de cuero y otros como un espeso acolchado cosido a
intervalos.
Otra de las armas caractersticas de los soldados micnicos eran las
espadas/dagas o pa-ka-na
19
, de las que se han recuperado numerosos
ejemplares en las tumbas de fosa. En ellas se aprecian tanto formas con
ricas decoraciones como otras ms sencillas y prcticas. Las espadas
ms primitivas (tipo A) presentan caractersticas que las hacen herede-
ras de la cultura minoica, tienen arriaz para proteger la mano
20
, espigas
cortas y costillas centrales pronunciadas. Se han localizado algunas de
antigua podra haber sido el precursor de los cascos micnicos. GRGURIK, Ni-
cols; Opus cit., pg. 11.
17
En cualquier caso, autores como Damato indican que la gran cantidad de colmi-
llos necesarios para elaborar cada casco de este tipo podra indicar que solo seran
utilizados por los guerreros de ms alto rango. DAMATO, Raffaele y SALIM-
BETI, Andrea: Opus cit., pg. 23.
18
Homero nos ofrece numerosas descripciones de este tipo de cascos. HOMERO:
Ilada, V, 681 y VI, 469-470.
19
Chadwick llama la atencin acerca de que este trmino es similar al homrico
phasgana y en Homero es esta una de las tres palabras en uso para espadas. Pero
la analoga con otras palabras sugiere que dagas sigue siendo una traduccin
igualmente plausible. CHADWICK, John: Opus cit., pg. 216.
20
SNODGRASS, Anthony M.: Arms and Armor of the Greeks. Johns Hopkins Uni-
versity Press, Baltimore, 1999, pp. 16 y 28.
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ellas como en la Tumba de Fosa IV del Crculo de Tumbas A de Micenas
(siglo XVI a.C.) que muestran representaciones en la hoja, en este caso
una cacera de leones
21
. De los modelos posteriores (tipo B) solo se ha
hallado un ejemplar en el crculo de tumbas B; tienen arriaces cuadrados
o puntiagudos y una hoja ms corta. Una variante del tipo B es la espa-
da con cuernos, cuyo arriaz puntiagudo se extiende para formar dos
cuernos, mientras que las espadas halladas con empuadura en forma
de cruz parecen una evolucin de las espadas de tipo A.
En Knoso, Evans estudi un grupo de veinte tablillas (Serie Ra), que
muestran representaciones de lo que parecen ser espadas cortas a modo,
quiz, de inventario guardado en la armera de la guardia del rey, ya que
las tablillas se encontraron en un corredor al este del patio central, no
lejos de los departamentos regios, y habra sido necesario que la guardia
tuviera las armas cerca en caso de necesitarlas de inmediato. Una de las
tablillas sirve de total a esta serie (Ra 1540):
TOSA pa-ka-na PUG 50[
TOSSA phasgana PUG 50[/
TANTAS dagas DAGA 50 [
Esta muestra un nmero no inferior a 50 para estas espadas o dagas.
Algunas de ellas tienen descripciones que no son fciles de interpretar;
21
Lynn Budin opina que este tipo de espadas o dagas, al estar decoradas tendran
ms una funcin de ostentacin y quiz mortuoria que una utilidad militar prc-
tica. LYNN BUDIN, Stephanie: Opus cit., pg. 353.
Cacera, espadas Crculo A Espada micnica 1
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provistas de una correa que puede hacer referencia, para Chadwick,
a un tahal en el que el arma poda ser colgada y llevada, pero para
Ruiprez y Melena
22
se referir ms a una empuadura hecha de mar-
fl o cuerna, ya que algunas estn descritas como unidas con marfl
(Ra 984, 1028). De forma que cada documento est encabezado por un
antropnimo, al que le sigue un nombre de ofcio, bien pi-ri-je-te bien
ka-si-ko-no, ofcios que deben tener relacin con la fabricacin de este
tipo de armas y en concreto con el trabajo del marfl, el primero, y con el
acabado del metal el segundo, pero otros trminos se resisten hasta aho-
ra a una interpretacin satisfactoria. En este sentido, Ruiprez y Melena
indican que las dagas mencionadas no perteneceran a la armera de
un cuerpo de guardia, sino que se tratara del registro de dagas de lujo
destinadas a la exportacin
23
, ya que el comercio de este tipo de dagas
cretenses era una prctica antigua. Son estas dagas las que aparecen
como importaciones de lujo desde Creta (Kaptara) en los inventarios de
Zimrilim en Mari.
En Pilo, esta palabra para espada o daga no aparece y en su lu-
gar se ha atestiguado en una extraa tablilla, que pertenece al inventario
de vasijas y mobiliario (Ta 716), el registro de dos espadas mediante la
palabra xiphos
24
. La tablilla que estipula las contribuciones de bronce
(Jn 829) establece que estas se necesitan para hacer puntas para lanzas y
pa-ta-ja. Esta palabra vuelve a aparecer en Knoso en algunos precintos
(Ws 1704, Ws 1705, Ws 8495), que muestran una corta vara con punta
que Evans califc como puntas de fecha pero estudiosos como Chad-
wick o Ruiprez y Melena
25
la asemejan ms a jabalinas ligeras o lanzas.
Aunque las escenas pictricas, que son con certeza militares, muestran
el uso de una nica pica pesada de estoque, llamada enkhos en las tabli-
22
Realizada por dos juntas o cachas de marfl o cuerna a ambos lados de la base.
RUIPREZ, Martn S. y MELENA, Jos Luis: Opus cit., pg. 207.
23
En este sentido Sigrid Deger-Jalkotzy indica que tambin podran haber sido uti-
lizadas, quiz en menor medida como objetos de prestigio utilizados en enterra-
mientos de guerreros. Para saber ms sobre la importancia de elementos militares
como armas o armaduras en las tumbas micnicas del periodo tardo vase el inte-
resante estudio de Deger-Jalkotzy Late Mycenaean warrior tombs en DEGER-
JALKOTZY, Sigrid y LEMOS, Irene S.: Opus cit., pp. 151-181.
24
Para Ruiprez y Melena el empleo de este trmino en Pilo diferente al ms ha-
bitual de pa-ka-na les hace pensar que haba dos tipos de espadas en el mundo
micnico, una ms grande llamada Xiphos y una de menor tamao y asemejada
a una daga o pual llamada pa-ka-na. RUIPREZ, Martn S. y MELENA, Jos
Luis: Opus cit., pg. 206.
25
Ibdem, pg. 206.
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llas como la R 1815 del arsenal de Knoso que nos refere doce de ellas
hechas en bronce.
Se cree que a principios del siglo XVI a.C. empez a extenderse el
uso de un nuevo tipo de espada, aunque mantenindose an en toda esta
centuria el uso de los modelos anteriores. Se trataba de un arma de doble
flo con un arriaz cuadrado, su hoja era amplia, ensanchndose hacia la
punta, y careca de costilla central
26
. Los soldados de infantera micni-
cos guardaban sus espadas en vainas, que llevaban sobre la cadera iz-
quierda, colgada de una correa que se ataban al hombro. Esta espada
sirvi como arma secundaria para los primeros soldados de infantera
pesada, ya que era muy til cuando se rompa la lanza o cuando el em-
puje inicial de las lanzas degeneraba en una mel cuerpo a cuerpo, lo que
a menudo era inevitable.
26
Para Grgurik el cambio a este nuevo modelo de espadas se debi al cambio que su-
fri la infantera pesada micnica durante este periodo, en el que se habra pasado
a una lucha en formaciones ms abiertas. GRGURIK, Nicols: Opus cit., pg. 16.
Espadas Crculo A 1
Espadas Crculo A 2
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Sera ya en el siglo XIII a.C., en los momentos fnales de la cultura
micnica, cuando en esos tiempos tormentosos las espadas utilizadas
presentaran un nuevo desarrollo (tipos F, G y el Naue II) al elaborarse
ms cortas que las de periodos anteriores y un poco ms anchas. Pero las
dos mejoras ms importantes son la sustitucin de la nervadura central
por un tringulo aplanado (que hace a la espada ms slida) y el desa-
rrollo del flo recurvado (lo que hace una lmina en forma de hoja), cuya
ventaja era que mejoraba la efciencia de la accin de corte, especialmen-
te el corte que acarrea desgarro (donde se corta tirando hacia s ms que
impulsando hacia delante), en combates que degeneraban en una mel.
Pomos de espadas
Espadas Crculo A 3
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Tambin se han hallado en las tumbas de fosa
27
de Micenas diversas
espadas de un solo flo y fabricadas en una nica pieza slida de bronce,
miden entre 66-74 cm de longitud y se aprecia como el mango es dema-
siado grueso como para estar recubierto por una empuadura de ma-
dera, por lo que debieron utilizarse tal como han aparecido. En la parte
fnal el metal forma una especie de anillo que probablemente sirvi para
llevarla colgada del cinturn o a la espalda, pero no se puede descartar
que sirviera como sujecin a algn tipo de decoracin pendiente. Auto-
res como Damato
28
opinan que no habran sido utilizados tanto para
la guerra como quiz para el sacrifcio de animales.
Pero las lanzas y las espadas no solo se emplearon como armas ofen-
sivas, ya que las hondas y los arcos continuaron utilizndose durante
el perodo micnico
29
. Seria alrededor del 1300 a.C. cuando parece que
se dio una nueva fase en cuanto al armamento dentro de la cultura mi-
cnica, ya que los grandes escudos y largas lanzas anteriores cayeron
en desuso. Estas ltimas se sustituyeron por otras ms cortas (de entre
1,5-1,8 m) que permitieron su manejo con una sola mano, para poder
sostener el escudo y protegerse con la otra. En cuanto a las espadas,
estas se pasaron a fabricar ms cortas y anchas, ya que de su funcin
primigenia, que era la de golpear, se pas a que sirvieran para cortar,
(tipo B) siendo utilizadas durante siglos por los griegos una vez desapa-
recida la cultura micnica. Los escudos tambin se vieron modifcados,
apareciendo dos nuevos modelos como fueron el escudo redondo
30
o
aspis y el pelte invertido, los cuales ya no buscaban proporcionar una
proteccin completa sino solo para el torso del soldado, a cambio de lo
cual eran mucho ms manejables y ligeros para emplearlos en combates
cuerpo a cuerpo. El elemento que no vari fue el umbo caracterstico,
mientras que la curvatura tambin se mantuvo para ayudar as a desviar
los golpes del enemigo. Por su parte, el pelte invertido era un escudo
casi redondo, pero su borde inferior estaba cortado en forma de media
luna; de forma que cuando se llevaba delante del cuerpo, protega el tor-
so del soldado, pero su peculiar forma le permita correr sin que el borde
inferior le golpeara en los muslos.
27
Para Deger-Jakoltzy las tumbas de guerreros micnicas tpicas incluiran una
espada/daga y una o dos jabalinas, aunque existiran excepciones. DEGER-JA-
LKOTZY, Sigrid y LEMOS, Irene S. (Eds.): Opus cit., pg. 169.
28
DAMATO, Raffaele y SALIMBETI, Andrea: Opus cit., pg. 12.
29
Incluso se piensa que existieron artesanos dedicados profesionalmente a la fabri-
cacin de arcos y puntas de fecha llamados en las tablillas to-ko-so-wo-ko. Ibdem,
pg. 18.
30
Ejemplos de estos aparecen en los frescos de Micenas, Tirinto y Pilo.
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La aparicin de estos escudos llev aparejada la fabricacin de ar-
maduras que protegieran el cuerpo del soldado frente a la merma, en
este sentido, derivada de dichas novedades. As, hacia el 1200 a.C. se in-
trodujo en la panoplia de los soldados micnicos la coraza, de las cuales
contamos con numerosas representaciones pictricas como el famoso
Vaso de los guerreros y la Estela del guerrero, ambos procedentes
de Micenas. Parecen haber sido realizadas de piel, con placas de bronce
o de cobre cosidas sobre la superfcie. Los soldados representados en
estas pinturas tambin llevan faldas de piel hasta media pierna, que, asi-
mismo, podan estar reforzadas con escamas de bronce. Otro elemento
de la panoplia pudieron ser las grebas metlicas, cuya primera aparicin
se produjo como parte de la armadura de Dendra
31
(fnales del siglo XV
a principios del XIV a.C.), pero debido a que la parte superior de estas
piezas aparece rota no sabemos con certeza si estas alcanzaban solo has-
ta la parte baja de la rodilla o se proyectaban ms hacia arriba. Estas
eran extremadamente delgadas, por lo que su efcacia deba ser relativa
(apenas 2 mm de grosor). Contaban con pequeos agujeros en los late-
rales posiblemente para fjar un revestimiento interior y poder sujetarse
mediante correas. Con todo, parece que a mediados del siglo XII a.C.
estas dejaron de aparecer en el registro arqueolgico
32
.
Por su parte, los cascos de colmillos de jabal continuaron siendo de
uso en el Heldico Reciente
33
, aunque tambin surgieron nuevos mode-
los, como el llamado casco con cuernos que aparece en las representa-
ciones, pero de los cuales no contamos con restos que nos permitan es-
pecular sobre su proceso de fabricacin, quiz realizado en cuero rgido.
Este presentaba sendas proyecciones dirigidas hacia abajo en la parte
frontal y trasera para proteger la frente y la parte trasera del crneo de
los soldados. Tambin se aprecia en el vaso de los guerreros su forma
31
DAMATO, Raffaele y SALIMBETI, Andrea: Opus cit., pg. 36.
32
Para Grgurik ello sera derivado de las piezas de cuero que los agricultores mic-
nicos utilizaban desde antiguo para protegerse las piernas cuando trabajaban en el
campo. GRGURIK, Nicols: Opus cit., pg. 18.
33
En el llamado fresco de los cazadores de Orcomeno se muestra un grupo de ca-
zadores armados con lanzas y portando cascos con colmillos de jabal. Es por ello
que autores como Damato y Salambeti, indican que junto con el deporte, la caza
sera la principal forma de adiestramiento de los guerreros micnicos. De forma
que los buenos cazadores contaran con sufcientes colmillos de jabal como para
fabricarse su propio casco, el cual sera muestra tanto de esa destreza como, por
aadidura, de su habilidad para el combate. Incluso se ha mencionado la posibili-
dad de que la caza del jabal pudo haberse constituido como un rito de iniciacin
para los jvenes guerreros. DAMATO, Raffaele y SALIMBETI, Andrea: Opus
cit., pg. 53.
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cnica y una proyeccin superior en este tipo de cascos, a la que se suje-
taba una pluma, estando tambin cubierto de pas cortas.
No podemos pasar en este
punto sin hacer mencin a la co-
nocida como armadura de Den-
dra, localizada en una cmara
mortuoria en las excavaciones
greco-suecas llevadas a cabo en
Dendra, en la Arglida, cerca de
la ciudad micnica de Midea. Se
trata de una armadura de bronce
fechada c. 1400 a.C. que demues-
tra el amplio conocimiento que
los micnicos posean sobre la me-
talurgia en esa poca. Las piezas
que componen la armadura eran:
un coselete simple, peto, espaldar,
un gran gorjal que cubra el cuello
y la parte inferior de la cara, hom-
breras metlicas con curvas para
proteger los hombros y una faldi-
lla a la altura de la cintura de la-
minas superpuestas, que permita
el movimiento de la cadera y las
piernas, siendo una armadura casi
completa
34
. Estaba construida
toscamente con lminas de bron-
ce semicilndricas, curvadas para
adaptarse al cuerpo, pero sin el
detalle de elegancia anatmica de la posterior armadura hopltica. Las
piezas se ensamblaban entre s y se fjaban con correas de cuero para que
se deslizaran unas sobre otras, permitiendo al soldado cierta libertad
de movimientos del cuerpo y las articulaciones. Junto a la armadura se
hallaron las partes de un casco de colmillos de jabal con carrilleras, as
como un protector del cuello que descansaba sobre los hombros, grebas
de bronce y protectores de brazos. Tambin se hall un cuchillo o daga
de un solo flo cortante, as como una espada, de la que solo se conser-
vaban dos ribetes dorados de la empuadura. Es posible que hubiera un
34
SNODGRASS, Anthony M.: Opus cit., pg. 21.
Armadura
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carcaj y un escudo, objetos de los que solo se conservan trozos de tela de
un material negruzco.
Este no es el nico ejemplo de este tipo de armadura de la Edad
del Bronce Reciente en el Egeo, ya que se han hallado restos de otras
nueve, con canilleras y cascos, que parecen proceder del mismo tipo de
armadura que el ejemplar de Dendra
35
. En Festo, en Micenas y en otro
enterramiento de Dendra se han hallado piezas de esta clase e incluso
han aparecido tablillas con ideogramas relacionados con este tipo de pa-
noplias en Knoso (serie Sc), Pilo (serie Sh) o Tirinto (serie Si). El proble-
ma es que no sabemos si es la armadura tpica micnica, o un ejemplar
inusual, ya que no se ha encontrado ninguna completa en otras tumbas,
ni aparece representada en imgenes. Las interpretaciones modernas se
centran en la apariencia incmoda de la armadura, y las reconstruc-
ciones que se han hecho sitan al guerrero que porta esta armadura
sobre un carro
36
, en la creencia de que es demasiado pesada para que
su portador la utilice en un combate singular. Para De Souza
37
esta ar-
madura habra sido empleada no como equipo de batalla sino para su
utilizacin en duelos. Pero para Damato
38
este tipo de armadura habra
sido lo sufcientemente cmoda como para permitir su uso en combates
tanto a pie como sobre un carro. A pesar de ello, junto a la armadura se
hallaron los restos de quien probablemente fue su dueo, un varn de
aprox. 1,75 m de altura, de complexin delgada y con un peso de entre
60-65 Kg. Quiz demasiado poco como para portar una armadura que
pesaba ella sola 18 Kg con soltura en el campo de batalla, ya que habra
que aadir el propio peso de las armas.
As pues, parece que esta clase de armadura pudo emplearse de for-
ma bastante generalizada entre el 1500 y el 1400 a.C. aproximadamente
en el mundo micnico
39
, bajo la cual deba llevarse, como proteccin
35
GRGURIK, Nicols: Opus cit., pp. 50-51.
36
Sobre ello, Arthur Cotterell no est de acuerdo al indicar que el peso de la arma-
dura habra sido, igualmente, demasiado elevado para ser soportado por un carro
que debera transitar por terrenos irregulares. COTTERELL, Arthur: Chariot:
The astounding rise and fall of the worlds frst war machine. Pimlico, London,
2004, pg. 112.
37
DE SOUZA, Philip: Opus cit., pg. 93.
38
DAMATO, Raffaele y SALIMBETI, Andrea: Opus cit., pg. 28.
39
Una serie interesante, pero incompleta, de Knoso (Sk) se ocupa con detalle de
armaduras de cuerpo entero, pero no hay indicacin alguna de los materiales em-
pleados. Hay un yelmo (korus), cuatro objetos suspendidos encima (o-pa-wo-
ta) del yelmo (placas metlicas de refuerzo sobre una base de cuero o feltro?),
dos carrilleras, dos qe-roj, dos hombreras y un nmero desconocido de otros o-
pa-wo-ta que Chadwick piensa se referiran a la principal proteccin corporal.
CHADWICK, John: Opus cit., pg. 204.
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para el roce con el cuerpo, algn tipo de tnica de lino
40
. Es interesante
destacar que en las tablillas escritas en lineal B de Knoso y Pilo aparecen
ideogramas que parecen referirse a estas corazas. En Pilo, en el juego
de tablillas Sh (doce documentos) se ha atestiguado la palabra clsica
para coraza (thorax) en unin de un ideograma que, aparentemente,
representa una tnica con mangas cortas coronada por un yelmo. La
frmula es similar en cada tablilla y cada coselete aparece inventariado
como integrado por veinte o-pa-wo-ta (objetos suspendidos encima
que seguramente debieron coserse a la tnica de lino interior) grandes y
diez pequeos.
En el encabezamiento de los documentos 736-740 la frmula de ini-
cio es similar Corazas, trabajo de Amias en la casa de Mesene, nuevas
[PARES]5 viejas corazas pares 5??? apliques mayores A 20 menores 10
del yelmo A 4 CA 2. Tras el encabezamiento seguan dos series de tabli-
llas con sendas panoplias, cuatro de ellas con la proporcin de apliques
22 mayores y 12 menores. Se trataba, pues, de lminas de metal que
iran cosidas a un forro de lino o de cuero, de forma que el modelo viejo
o del ao anterior llevaba 20 y 10 de ambos tamaos, mientras que las
corazas de la ltima produccin del ao tenan 22 y 12 respectivamente.
Dado que el espacio por cubrir presenta dos superfcies claras, el pecho
y la espalda, hemos de dividir las cifras por dos, de modo que tendremos
diez (u once) apliques mayores y cinco (o seis) apliques menores para
peto y espaldar. Como en el modelo antiguo la cifra de apliques mayores
es el doble de la de menores, no es arriesgado suponer que aquellos esta-
ban dispuestos en dos flas. Aunque la representacin pictrica del ideo-
grama apunta hacia una disposicin de lminas horizontales, al estilo de
la coraza de Dendra, resulta difcil disponer 5+5+5 apliques, a menos
que los 5+5 mayores cubran pecho/espalda y faldelln, y los costados
bajo el brazo sean protegidos con los 5+5 apliques menores.
40
Sin embargo, para Chadwick la mayor parte de las armaduras micnicas no ha-
bran sido del tipo de la hallada en Dendra sino de cuero o lino grueso reforza-
do con elementos metlicos. Un documento de Knoso (L 693) habla de lienzo
fno, al parecer, para una tnica (khiton), pero el fnal del asiento reza 1 kg
de bronce; la segunda lnea hace referencia tambin a aditamentos sobre la t-
nica (epikhitdnia) 1 kg de bronce. Entre las razones que nos ofrece el autor,
sorprendentemente no apuesta por el aspecto econmico en cuanto al claramente
diferenciado coste entre ambos modelos, sino que refeja la mayor cantidad de
obras artsticas en las que guerreros micnicos aparecan sin apenas vestimenta
de ningn tipo frente a aquellas en que iban protegidos por armaduras y ello lo
achaca al excesivo calor que deberan soportar con ellas en cuanto al clido clima
estival de Grecia. Ibdem, pp. 203-204.
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Para Chadwick
41
la zona del pecho se cubrira con las lminas de
mayor tamao colocadas, por el contrario, en sentido vertical, luego una
fla de laminas de menor tamao se colocara debajo para dar fexibi-
lidad a la cintura y una ltima lnea inferior de laminas, nuevamente
mayores, se empleara para proteger la zona del faldelln, siendo la can-
tidad exacta de lminas que deba llevar cada fla lo que se recogera en
las tablillas. La coraza de la panoplia de Knoso es ms sencilla: tiene
dos piezas llamadas qe-ro, un peto y un espaldar, y dos hombreras. Es
el tipo de defensa que aparece en las tablillas Se y hay indicios de que
quiz fuera de lino.
Por su parte, las tablillas Sk de Knoso muestran panoplias enteras
con mencin del yelmo (ko-ru) con dos aditamentos (elopi-ko-ru-si-jo-
la) y dos carrilleras (pa-ra-wa-jo), as como la entrega de al menos 36
corazas. En nueve tablillas se ha borrado la coraza, y en su lugar se ha
insertado un lingote, que quiz indicara una entrega de metal necesaria
para fabricar corazas. En un caso (Sh 740), en el que se recogen cinco co-
seletes viejos, tenemos la abreviatura para pares frente al numeral.
Ello podra interpretarse como que tuvieran coseletes hechos en pares
que casen para el guerrero y su auriga, como podramos deducir de la
serie Se de Knoso, o que se refriera a las dos mitades en las que nor-
malmente se divide un coselete para permitir al usuario meterse dentro
del mismo. Las tablillas de Pilo ofrecen una lista de veinte corazas, don-
de en la parte superior del ideograma de coraza aparece un signo de
forma triangular que pudiera referirse al casco. Del mismo modo, casi
todas las tablillas vienen introducidas por el nombre de un hombre y se
pormenorizan los detalles de corazas, carros de ruedas y caballos, lo que
sugiere que al menos los soldados de carro utilizaban estas corazas.
En cuanto al calzado utilizado por los guerreros micnicos, este co-
menz a utilizarse solo en el periodo tardo, segn lo que se desprende
de los restos arqueolgicos, de forma que en el empeine de los soldados
representados en el vaso de los guerreros se aprecian cordones entre-
cruzados que pudieran referirnos la utilizacin de sandalias. Tambin
sabemos de la utilizacin de un tipo de botas de color oscuro o blanco,
presumiblemente de cuero entrelazado y con cordones tambin de cue-
ro, a tenor de las representaciones en que han aparecido en Micenas o
Pilo
42
.
41
CHADWICK, John: Opus cit., pg. 207.
42
DAMATO, Raffaele y SALIMBETI, Andrea: Opus cit., pg. 12.
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Infantera ligera
La infantera ligera no era un complemento blico desconocido para
los ejrcitos micnicos, como as se refeja en numerosas representacio-
nes. Lo interesante es que en todas ellas aparecen junto a la infante-
ra pesada, por lo que de ello puede inferirse que ambos tipos de tropa
colaboraban en un contexto tctico. Estos aparecen en el Rhyton del
asedio (segunda mitad del siglo XVI a.C.) del crculo de tumbas A de
Micenas, y se representan totalmente desnudos (a veces con un simple
pao o falda corta), sin escudos ni cascos y solo portando armas de
ataque como hondas o arcos. Este tipo de armas arrojadizas indican
que, seguramente, se tratara de tropas cuya misin era la de instigar al
enemigo al comienzo de la batalla, con el fn de romper o desordenar
su formacin para que ello fuera aprovechado por la infantera pesada
aliada, pero nunca llegando al combate cuerpo a cuerpo. Al parecer se
presentaban en el campo en formaciones poco rgidas y entremezcladas,
donde arqueros y honderos actuaban juntos sin agruparse por especia-
lidades.
En cuanto al empleo de arqueros en el mundo micnico, ya hemos
visto que los soldados que actuaban como tropas auxiliares aparecen re-
presentados empleando este tipo de arma, e incluso existen representa-
ciones micnicas de arqueros y carros actuando en caceras de ciervos y
datadas en el siglo XVI a.C.
43
por lo que su utilizacin fue muy tempra-
na. Dichas representaciones muestran que se trataba de lo que conoce-
mos como arcos compuestos, que combinaban capas de cuerno, ma-
dera y tendones para obtener un arma con un equilibrio de fuerza frente
a tensin y compresin que proporciona una transferencia de energa
muy efcaz y una mayor precisin que los arcos simples utilizados desde
el Neoltico
44
. Aunque en el Rhyton del asedio de Micenas tambin
aparecen tropas auxiliares portando, lo que parecen, arcos simples (ya
que son de mayor tamao que el anterior), quiz debido a su inferior
coste y por tratarse de este tipo de tropas peor equipadas
45
.
43
Grgurik opina que en esta representacin se muestra claramente que se tratara
de arcos compuestos ya que el arco estara a medio tensar, pero cree que podra
tomar dicha forma semicircular al tensarse completamente. GRGURIK, Nicols:
Opus cit., pg. 22.
44
Cotterell no duda de la existencia y uso ya en este periodo de dicho tipo de arcos
por la cultura micnica. COTTERELL, Arthur: Opus cit., pg. 128.
45
Grgurik es de la opinin de que las armas de las tropas auxiliares bien pudieron
haber sido suministradas a estas por el Estado. GRGURIK, Nicols: Opus cit.,
pg. 23.
LOS EJRCITOS MICNICOS
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En lo que se refere a las fechas empleadas por las tropas micnicas,
se han hallado numerosas puntas en varios yacimientos. Normalmente,
eran de bronce, pero estas se utilizaron conjuntamente con las de slex
y obsidiana hasta el 1400 a.C. debido al inferior coste de las ltimas
(aunque muchas puntas de fecha de slex y obsidiana conservadas se
han hallado en enterramientos de guerreros de lite). Es difcil saber qu
tipos de fechas llevaban los arqueros en sus carcajes pero, es de suponer
que, combinaran distintos tipos. De esta forma, tendran a su servicio
fechas de punta ms pesada para disparar a corta distancia, a fn de
perforar la armadura del enemigo, y fechas de punta ms ligera para
usarlas en ataques a mayor distancia. En cuanto a los sistemas de engar-
ce de dichas puntas, se cree que en aquella poca existan tres sistemas
bsicos: mediante una espiguilla, una base con huecos o un pednculo
hueco. Estas ltimas solo podan ser metlicas, mientras que las puntas
de fecha con espiguilla o con base ahuecada podan ser de bronce o de
piedra, y fueron bastante ms numerosas que las de pednculo hueco,
quiz por razones econmicas ya que se cortaban directamente de la
lmina de bronce. Los tipos de punta de fecha ms utilizados, y desde
ms temprano (desde c. 2000 a.C.) por los micnicos, fueron las fabri-
cadas a partir de una lmina de bronce, con una base en forma de V
que formaba pas cuando se fjaba en la varilla, ya que era sencilla su
fabricacin en gran cantidad.
Pero, aparte de los arqueros y honderos, los ejrcitos micnicos tam-
bin contaban entre la infantera ligera, con soldados armados con es-
padas, los cuales se cree que podan actuar tanto en formaciones com-
pactas como en otras ms abiertas. Estos eran especialmente efcaces en
terrenos montaosos o irregulares, muy tpicos de la geografa griega, de
ah su gran importancia y necesidad al tratarse de terrenos poco aptos
para el despliegue de la infantera pesada, que maniobraba con difcul-
tad en ellos. Los arqueros y honderos que tambin formaban parte de las
tropas ligeras eran igualmente aptos y giles como para desplegarse en
estas condiciones con facilidad, pero como carecan de armas de choque
y armaduras, no podan enfrentarse directamente al enemigo.
Por ello era necesario que se equiparan mnimamente para resistir un
combate cuerpo a cuerpo si era necesario. Como vestimenta utilizaban
nicamente el tpico faldelln y como armas ofensiva una espada larga y
recta o una espada corta que bien podra ser tambin una daga, segn se
muestra en un anillo y un sello cilndrico hallados en tumbas de fosa de
Micenas y fechados en el siglo XVI a.C. La ligereza de su equipamiento
les haca ser mucho ms giles que las tropas de infantera pesada y esa
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velocidad era una gran ventaja frente a la lentitud de movimientos de
sus oponentes. Pero para ello sacrifcaban su propia proteccin, ya que
no portaban escudos ni armadura (aunque si a veces aparecen represen-
tados con cascos, e incluso siendo estos de colmillos de jabal, ya que les
proporcionaba cierta proteccin sin mermar su capacidad de movimien-
to). Histricamente, cuanto ms ligero era el tipo de soldado, mayor era
su pobreza, y en consecuencia, menos respetado por parte del resto del
ejrcito en base a su bajo estatus social. Sin embargo, en el mundo mi-
cnico se contradice esta percepcin e incluso parece que disfrutaban de
cierto reconocimiento a la manera de un campen (promachoi) por
su actitud heroica, al ser representados en diversas ocasiones en plena
lucha contra oponentes mejor equipados, lo que sugiere que constituan
una parte integral del ejrcito. Su principal misin deba consistir en
enfrentarse a la infantera ligera enemiga y, de ser posible, hacer lo pro-
pio despus con la infantera pesada buscando abrir huecos que luego
aprovechara su propia infantera pesada. En caso de que los enemigos
huyeran desorganizadamente estos seran tambin de gran utilidad, ya
que su velocidad les ayudara a atacarlos en su huida con ms efcacia
que la infantera pesada. Aunque tambin pudieron encargarse de prote-
ger los fancos de la infantera pesada durante la batalla, ya que con ello
evitaran que fueran rodeados por el enemigo.
Los portadores de jabalina eran otro de los elementos integrantes
del ejrcito micnico. De este tipo de tropas contamos con un fresco
hallado en Knoso y llamado el Capitn de los negros en el cual Sir
Arthur Evans ya interpret que en una de sus partes apareca un sol-
dado micnico con una jabalina o pa-ta-ja, en micnico, junto a otros
personajes de piel negra. Por ello pens que aquella fgura deba repre-
sentar a un ofcial que diriga tropas mercenarias de origen africano
46
,
por su tocado de plumas caracterstico, aunque bien poda tratarse de
46
Thomas Martin est de acuerdo en lo habitual que habra sido el empleo de tro-
pas mercenarias como combatientes a pie por parte de los micnicos. MARTIN,
Thomas R.: Ancient Greece. From Prehistoric to Hellenistic Times. Yale Univer-
sity Press, New Haven, London; 2000, pg. 30. Driessen tambin apoya la teora
de que se tratara de mercenarios. DRIESSEN, J.: The Archaeology of Aegean
Warfare en Polemos, Le contexte guerrier en Egee a VAge du Bronze. Liege, 1999,
pg. 12. Por su parte Grgurik afna an ms apostando por el origen nubio de los
mercenarios utilizados como infantera ligera ya que estas gentes eran considera-
das como buenos soldados ligeros y habitualmente contratados por los ejrcitos
egipcios. Del mismo modo comparte la opinin de Evans indicando que los sol-
dados nubios estaran bajo el mando de un ofcial griego, que llevara las mismas
plumas nubias como ensea de su unidad y para que los hombres lo identifquen
como su ofcial. GRGURIK, Nicols: Opus cit., pg. 30.
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soldados del mismo rango que luchaban en la misma unidad, ya que su
indumentaria y armas son idnticas. Este tipo de soldados formaban
parte, por su atuendo con faldas cortas y sin proteccin, de la infan-
tera ligera y solan portar dos de estas jabalinas, segn las represen-
taciones.
Es interesante ver cmo, en diversas tablillas que han llegado hasta
nosotros, desde el palacio se encargaban de la logstica de los ejrcitos,
recogindose listas donde se trataba, entre otras cuestiones, de las ropas
que se deba suministrar al ejrcito. De ello parece que se entregaban el
eqeta (sobre cuya fgura hablaremos ms adelante) y el keseno, en el caso
de Knoso. As, dichas tablillas nos hablan de un tipo especial de vesti-
menta llamada pawea de la cual se haban almacenado 453 ejemplares,
por lo que se tratara de uniformes. Estas ropas son mejor defnidas por
adjetivos tales como peneweta (en forma de cua), ama (de mejor
calidad), reukonuku (con fecos blancos), eutarapi (con dibujos en
rojo) y otros. El keseno parece haber sido una especie de alternativa
al eqeta, pero de inferior rango, ya que nunca se le entregan ropas de
mejor calidad, sino las que presentan una decoracin uniforme. Es
probable que la palabra keseno designara a los guerreros extranjeros a
los que el palacio entregaba las ropas. Esta idea queda reforzada por el
fresco del Capitn de los negros de Knoso, que muestra al guerrero nubio
ataviado con el mismo tipo de falda micnica con motivos en forma de
cua que su homlogo micnico.
En cuanto a los cambios que pudieron afectar a las tropas ligeras en
ese momento antes mencionado de c. 1300 a.C., parece que las eviden-
cias encontradas indicaran que no les afect tanto como a la infantera
pesada, ni en su panoplia ni en su doctrina tctica. Ello podra expli-
carse desde el punto de vista de que, realmente, no era necesaria una
transformacin en estas tropas, como s que ocurrira con la infantera
pesada, para hacerlos ms giles y maniobrables, ya que esta faceta la
cumplan con creces. En cualquier caso, los restos pictricos hallados in-
dican que su vestimenta si habra cambiado, pasando del faldelln tpico
a una tnica de lino de manga corta y recogida en la cintura para exten-
derse hasta las rodillas. Aunque en el palacio de Pilo existen representa-
ciones donde aparecen aun con el faldelln, pero sobre el cual se pona
una prenda de cuero cortada, de manera que sus extremos formaran
borlas puntiagudas colgantes, portando a su vez los conocidos cascos
de colmillos de jabal. Su armamento seguira consistiendo en espadas
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y lanzas cortas o jabalinas, as como arcos (no contamos con evidencias
de la existencia de honderos en un periodo tan reciente
47
).
Carros de guerra
Los carros de guerra fueron siempre una de las armas caractersticas
del mundo micnico, si bien sabemos que los carros de dos o incluso de
cuatro ruedas tambin fueron utilizados tanto como elemento de os-
tentacin de las elites como para la articulacin de un importante siste-
ma de comunicaciones. La aparicin de los carros de guerra empleados
por los micnicos se ha retrotrado a la infuencia del Prximo Oriental,
como en el caso de los hititas, as como al mundo egipcio, donde su uso
ya era entonces tradicional. As, durante todo el periodo de tiempo en el
que sabemos que se desarroll la cultura micnica, los carros de guerra
sufriran modifcaciones y adaptaciones como sucedi con el resto de
elementos que formaban parte de los ejrcitos.
De esta forma, los primeros carros de guerra micnicos se muestran
bastante ms robustos que los fabricados en los ltimos momentos de
esta cultura, donde la fuerza se sustituy por la agilidad, buscando que
fueran ms ligeros y veloces. Ello quiz podra contradecirse con el ates-
tiguado entorno geogrfco de la Grecia Continental, donde la superior
amplitud de los terrenos abruptos habra difcultado no solo su utiliza-
cin, que en combate necesitara de espacios abiertos, sino tambin su
mero empleo como elemento de transporte si no hubiera habido vas
acondicionadas para su uso. Es por ese motivo que los carros micni-
cos, aun siendo aligerados, nunca dejaron de emplear ruedas de cuatro
radios ms resistentes que las de dos, y del mismo modo, el sistema de
suspensin se pens para que las correas de cuero o lino entrelazadas
que formaban el suelo de los carros sirvieran tambin como amortigua-
cin para contrarrestar las irregularidades del terreno.
As, sabemos que los carros de guerra solan portar dos ocupantes,
el soldado y el auriga, aunque en ocasiones contamos con representa-
ciones de un nico ocupante. Se desconoce de qu forma fueron emplea-
dos en combate pero existen diversas representaciones en que aparecen
enfrentndose a enemigos, por lo que su utilizacin con fnes militares
47
Para Grgurik ello no signifcara que no existiera y apuesta porque fueran recluta-
dos de entre la poblacin civil cuando fuera necesario, y que llevaran consigo sus
armas, al igual que suceda en el perodo temprano. GRGURIK, Nicols: Opus
cit., pg. 32.
LOS EJRCITOS MICNICOS
201
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es indudable. Estos pudieron emplearse formando unidades compactas
estacionadas tanto al frente del grueso del ejrcito, como en las alas o
en la retaguardia, y su misin bien pudo dirigirse al hostigamiento de la
infantera pesada enemiga (siempre evitando el choque frontal) como
al enfrentamiento con los carros enemigos. Parece que los soldados de
los carros micnicos iban armados con una larga lanza, algo ms corta
que la de la infantera, como arma principal, pero portando una espada
para utilizar en caso de que fueran derribados del carro. Aunque no se
descarta el empleo de arqueros en los carros como se muestra en algunas
representaciones.
En cuanto a su fabricacin, parece que esta se organizaba desde los
centros poltico-administrativos micnicos, que articulaban todas las es-
feras productivas necesarias para ello. De forma que estos solan alma-
cenarse desmantelados en los almacenes de los palacios para optimizar
el espacio, haciendo uso de ellos cuando fuera necesario. En cualquier
caso, si bien no es demasiado lo que sabemos sobre ellos, si nos es po-
sible mostrar que se trat de un elemento importante para la cultura
micnica, que no dej de ser empleado a lo largo de toda su historia y
cuyo desarrollo ha quedado patente gracias a la constatacin de, al me-
nos, cinco modelos de carros micnicos cuya estructura fue variando a
lo largo del tiempo para adaptarse a las necesidades, aunque varios tipos
de ellos llegaron a convivir al mismo tiempo.
Caballera
En el ejrcito micnico, la caballera fue la unidad blica sobre la
cual contamos con menos indicios, tanto arqueolgicos como documen-
tales, ya que solo disponemos de los datos que nos aportan escasos frag-
mentos cermicos fechados en el ltimo periodo de la cultura micnica.
As, uno de estos fragmentos procedente de Micenas nos muestra a un
soldado a caballo vestido con una tnica y portando armadura que le
cubra solo la parte superior del cuerpo. En esta poca las sillas de mon-
tar an no existan y probablemente, en este sentido, se utilizara una
sencilla manta acolchada
48
, mientras que la experiencia obtenida con
los carros s que haba resultado importante para el desarrollo de las bri-
das y las riendas. Los soldados a caballo a veces aparecen representados
portando grebas, casco y corazas ligeras.
48
DAMATO, Raffaele y SALIMBETI, Andrea: Opus cit., pg. 47.
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Desafortunadamente no hemos localizado representaciones pict-
ricas de batallas que nos muestren a jinetes en plena accin, y de las
pocas que existen en que aparezcan, aunque sea de forma aislada, no se
aprecia la presencia de armas
49
. Es posible que las fguras representadas
en estas pinturas personifquen una clase social que, aunque no fuera
lo bastante rica ni gozara de sufciente prestigio como para poseer un
carro, poda permitirse el lujo de tener un caballo como medio de trans-
porte y lucha. Para Deger-Jalkotzy
50
la cra de caballos y la equitacin
pudieron haberse confgurado como parte de los rasgos defnitorios de
la clase dominante micnica, a tenor de las representaciones de estos que
se han localizado en tumbas de guerreros de Naxos del HR IIIc.
Para Fields
51
, el desarrollo de los soldados a caballo pudo haberse
acelerado a partir del HR IIIB como consecuencia de los cambios socio-
econmicos y polticos que se dieron en el mundo micnico en ese mo-
mento. Estos cambios, en la vertiente militar, habran desembocado en la
reestructuracin del ejrcito, de forma que los recursos necesarios para su
formacin y mantenimiento se habran reducido hasta tener que desarro-
llar nuevos vehculos como los carros de rales, ms ligeros y por tanto
menos costosos, as como el desarrollo de la caballera tambin por su
coste inferior. Por su parte, Chadwick
52
es de la opinin contraria e indica
que no se habra dado la existencia de caballera micnica, a pesar del
testimonio de que los caballos utilizados por ellos podan ser cabalgados,
probablemente por la falta de potencia y de resistencia de esta raza.
LA MARINA DE GUERRA MICNICA
Aunque parezca la tnica general en muchos de los aspectos que,
en cuanto al mundo militar, rodean a la cultura micnica, una vez ms
debemos ser conscientes de que, si bien los micnicos debieron contar
con poderosas y numerosas fotas no solo comerciales sino tambin mi-
litares, apenas contamos con datos sobre ello. El famoso Fresco de la
fota de Akrotiri podra mostrarnos la forma de las naves militares mi-
cnicas que en ese momento surcaban el Egeo, ya que una nave similar a
49
Para Grgurik la naturaleza estilizada y fragmentada de la evidencia pictrica hace
posible que la espada fuera omitida o que quedara oculta en el lado derecho de la
fgura, ya que en estas pinturas las fguras siempre miran a su izquierda. GRGU-
RIK, Nicolas; Opus cit., pg. 53.
50
DEGER-JALKOTZY, Sigrid y LEMOS, Irene S. (Eds.): Opus cit., pg. 162.
51
FIELDS, Nic: Opus cit., pg. 37.
52
CHADWICK, John: Opus cit., pg. 210.
LOS EJRCITOS MICNICOS
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ellas se muestra en un anillo de oro hallado en Tirinto y fechado c. 1500
a.C. As, el modelo de barco de mayor envergadura empleado por los
micnicos sera muy similar al de los minoicos y podemos especular que
albergara una tripulacin de entre 42-46 remeros, adems de la tripu-
lacin, los ofciales y los guerreros asignados. Parece que el capitn de
cada embarcacin habra contado con una especie de cabina, situada en
la parte posterior de la embarcacin y formada por postes de madera
recubiertos con pieles que habran sido desmontables para poder colo-
carse en distintos barcos, y quiz decoradas con smbolos religiosos
53
.
Sobre ello, contamos con dos fragmentos de una cratera recuperada
en Enkomi (Chipre) y fechada c. 1350 a.C., donde se muestran escenas
navales protagonizadas por embarcaciones micnicas. En ellas se mues-
tran dos barcos y sobre ellos dos tipos de tripulantes: los soldados (de
mayor tamao, situados de pie sobre la cubierta, vestidos con tnicas y
portando cascos y espadas) y los remeros (de menor tamao, desnudos y
colocados debajo de la cubierta). El diseo posterior de las naves aqueas
se caracterizara por tener un casco alargado y delgado, una proa verti-
cal decorada con smbolos minoicos, un espoln y plataformas ubicadas
en la zona de popa. Debieron emplearse velas de gran tamao pero la
existencia de remeros implicara que solo se usaran con el viento a favor
y sabemos que empleaban un gran timn colocado a popa de la nave
54
.
Un buque de guerra micnico tambin aparece representado en el
sarcfago del tholos de Tragana, cerca de Pilo, y fechado en el HR IIIc.
Se trata de un barco alargado y delgado, de borda baja (por lo que po-
dran haber sido fcilmente varados en cualquier playa, lo que facilitaba
su atraque) y equipado con un espoln. Consta de un alto mstil central
y lo que parecera una vela cuadrada. Sabemos que se utilizaban anclas
de piedra que podan llegar a pesar unos 220 kg, a veces equipadas con
dos estacas de madera para evitar que fuera arrastrada por el lecho ma-
rino y decoradas con fguras de pulpos
55
.
ORGANIZACIN MILITAR
Como hemos visto y a lo largo de prcticamente toda su historia, el
ejrcito micnico se compona de diversos tipos de tropas bien organi-
53
DAMATO, Raffaele y SALIMBETI, Andrea: Opus cit., pg. 48.
54
CASTLEDEN, Rodney: Mycenaeans: Life in Bronze Age Greece. Routledge, New
York, 2005, pg. 186.
55
DAMATO, Raffaele y SALIMBETI, Andrea: Opus cit., pg. 49.
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zadas y equipadas, cada una con su propia formacin caracterstica y
sus usos tcticos. As, cada cuerpo es muy probable que se equipara de
forma similar, mostrando cierta homogeneidad, para lo cual tambin
deberan haber recibido cierto entrenamiento. De ello se infere tambin
que las distintas unidades deban estar bajo la tutela y supervisin de
mandos experimentados y estructurados que, a su vez, responderan a
algn tipo de lder del ejrcito, ya se tratara del propio rey, lo ms pro-
bable, o de algn general enviado por este, debiendo, en cualquier caso,
contar con un sistema logstico bien desarrollado para los estndares de
su poca. Sobre ello, diversas tablillas halladas en Pilo y Knoso, escritas
en lineal B, nos referen la existencia temprana de una burocracia pa-
lacial muy desarrollada que se ocupaba de asuntos militares, mostrn-
donos la composicin de las unidades, el despliegue, las guarniciones,
la panoplia de las tropas y los suministros. Esto sugiere que el ejrcito
micnico debi de estar bien organizado e institucionalizado para ga-
rantizar su mantenimiento.
En cuanto a la organizacin en el campo de batalla, desafortunada-
mente debemos basarnos prioritariamente en suposiciones ante la au-
sencia de pruebas pictricas o documentales sobre ello. De este modo,
en base a su preeminencia en cuanto a los restos pictricos y arqueolgi-
cos, parece que la infantera pesada micnica se habra constituido como
la unidad bsica y principal de sus ejrcitos. As, lo ms habitual, como
sucedera siempre a lo largo de la historia, era que estas tropas fueran
colocadas en el centro de una formacin donde distintos tipos de tropas,
infantera ligera, carros, etc., luchaban de manera conjunta y coordina-
da. Por su parte, la infantera ligera de arqueros y honderos debi de
situarse cubriendo los huecos entre las distintas secciones de infantera
pesada o en primera lnea, para descargar sus armas arrojadizas antes
del choque directo. En los fancos se colocara el resto de la infantera
ligera como eran los portadores de jabalinas y espadas.
Por su parte, los carros pesados del perodo temprano, organizados
en una o ms unidades, pudieron haberse desplegado de una de estas
tres formas: enfrente de la infantera pesada, detrs de esta o por los
fancos. La primera disposicin permitira a los carros cargar contra los
carros enemigos o contra la infantera pesada, pero no parece que fuera
posible, porque tendran que cargar de frente contra los lanceros o con-
tra unos carros bien organizados. Parece ser que estos eran ms efcaces
contra tropas desordenadas o rebasadas por el fanco, por lo que si se
desplegaban los carros detrs de la lnea principal de batalla, podran
utilizarse para asestar el golpe de gracia despus de que la infantera
LOS EJRCITOS MICNICOS
205
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pesada y las tropas ligeras hubieran conseguido romper las lneas ene-
migas. La tercera posibilidad les dara la oportunidad de derrotar a los
fancos enemigos y desbordar las alas de su propia lnea de batalla, y es
posible que se tratara de la opcin ms probable puesto que la emplea-
ron los propios hititas en Qadesh.
La estructura de mando que debieron adoptar los ejrcitos micni-
cos es otro de estos importantes asuntos en los que nos movemos en el
ms puro espectro de la especulacin. En este sentido, debi de haber
un comandante en jefe, cuyo papel consistira en planifcar las rutas de
marcha de un ejrcito en campaa y disear el plan de ataque en cuanto
se hubiera elegido el campo de batalla, adjudicndose el mrito de la vic-
toria y cargando con la culpa en caso de derrota. El ofcial superior del
ejrcito micnico era, casi con toda seguridad, el wanax (Na 334, 1356,
Ta 711) de uno de los ricos palacios como Micenas, Knoso, etc. Aunque
se ignora casi todo sobre ellos, a excepcin de algunos de sus privilegios
como clase gobernante, que se encargara tambin de los aspectos mili-
tares. Eran estos quienes se haran enterrar en las tumbas ms lujosas y
de las cuales tenemos diversas evidencias, como en la propia Micenas.
La Grecia micnica estaba formada por pequeos estados autno-
mos gobernados por jefes independientes, por lo que es posible que se
establecieran alianzas y pactos entre palacios mediante lazos familiares,
pero nada defnitivo se sabe sobre la relacin entre los distintos asenta-
mientos. Es posible que estos estados mantuvieran relaciones militares
fexibles en un momento u otro, que podran haber sido el origen de la
idea de confederacin de la que habla Homero. Probablemente, el wa-
nax ejerca la autoridad suprema sobre todas las unidades del ejrcito
y proceda de la clase ms alta de la sociedad. Su segundo inmediato,
probablemente tambin de origen noble y quiz de la propia familia del
wanax, era el lawakete o eqeta
56
(An 724, Un 219, 728), trmino que
puede traducirse por lder de los combatientes y por ello es probable
que fuera el verdadero comandante en jefe de las tropas, encargado de la
estrategia del ejrcito. Por debajo de este, y siempre dentro de un esque-
ma jerarquizado, nos encontraramos con el tereta (Am 826, Ed 411, Uf
56
Para Ticchioni Jasink el cargo de e-qe-ta sera provisional, vinculado a necesi-
dades concretas y encomendado a altos dignatarios, especialmente vinculados a
la esfera cultual. TICCHIONI JASINK, A. M.: Le-qe-ta nei testi micenei, en
SMEA 17,1976, pp. 85-92. Por su parte Hooker considera que el trmino e-qe-ta
implica un estatus personal, no una funcin defnida, lo que tambin aplica al te-
re-ta. HOOKER, J. T.: Minoan and Mycenaean Administration: a comparison
of the Knossos and Pylos archives, en Function, pp. 313-315.
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206
Revista de Historia Militar, 113 (2013), pp. 177-212. ISSN: 0482-5748
839) que segn Fields
57
estaba al servicio del wanax y deba contribuir
al arsenal de su seor aportando, si poda, soldados, panoplias y carros
completos o de lo contrario algunas de las partes de estos. Por ltimo,
vendra el moroppa del que solo sabemos que se le asignaba una parte
de tierra (Ag 64, un 519, Jo 438), pero podemos pensar que todos ellos
tambin llevaban a cabo funciones militares. A las rdenes de estos lde-
res del Estado estaran los comandantes de regimiento y los basileis.
Entre estos ltimos se encontraban los administradores de los estados
provinciales, mencionados en las tablillas de Pilo como adjudicatarios
de nuevas tierras. En cualquier caso, para Deger-Jalkotzy
58
todos los
territorios dependientes de los reinos micnicos tambin habran tenido
que aportar, como parte de sus obligaciones tributarias, recursos milita-
res tanto materiales como humanos, de forma que estos ltimos seran
colocados a cargo de un ofcial instructor al servicio del palacio para
que los adiestrara en instalaciones ubicadas en el palacio.
As, el palacio era el centro desde el que se controlaba el ejrcito y
desde el cual se impartan las rdenes para el despliegue y acciones de las
tropas, como se deduce de lo dispuesto en diversas tablillas halladas en
Pilo y fechadas en el siglo XIII a.C. (podra suponerse que en periodos
anteriores ocurrira del mismo modo). Se trata de cinco tablillas encabe-
zadas por esta frase: As guardan los vigilantes las regiones costeras.
Ello quiz se deba a que Pilo era una ciudad costera sin amurallar, por
lo que tema un ataque por mar y las autoridades del palacio decidieron
enviar pequeas unidades para montar guardia en caso de incursiones.
Como veremos detalladamente ms adelante, la costa fue dividida en
diez sectores y las tablillas recogen el nombre del ofcial responsable de
cada sector, seguido de algunos otros nombres que deban ser sus of-
ciales subordinados. Tambin se especifcaba el despliegue de tropas en
diversos puntos a lo largo de la costa de Mesenia. Cada una de ellas esta-
ba formada por un comandante, varios ofciales y un grupo de soldados.
En cada contingente haba un noble con el ttulo de eqeta, sobre lo cual
algunos han interpretado que era una especie de ofcial de enlace entre
la unidad de campo y el palacio.
En cuanto a quienes formaban las flas de los ejrcitos micnicos, es
difcil pensar que solamente desde las capas aristocrticas se suminis-
traran los efectivos sufcientes para conformar ejrcitos tan numerosos
como los que podramos suponerle a la cultura micnica, por lo que es
57
FIELDS, Nic: Opus cit., pg. 35.
58
DEGER-JALKOTZY, Sigrid: Opus cit., pg. 125.
LOS EJRCITOS MICNICOS
207
Revista de Historia Militar, 113 (2013), pp. 177-212. ISSN: 0482-5748
muy posible que la mayor parte procedieran de la clase media de una
determinada regin. Ello implicara que habra sido necesario que el
Estado (centrado en el palacio) fuera el encargado de equiparlos y
armarlos
59
. En este sentido Ruiprez y Melena
60
apuestan por un siste-
ma, al igual que ocurre en los regmenes coetneos del Levante y Me-
sopotamia, basado en la prestacin de servicios como contrapartida de
la cesin de tierras por parte del monarca, como ocurrira en Pilo y se
puede apreciar mejor en el caso de la armada. En esta, sabemos por va-
rias tablillas de una leva de remeros en cinco localidades de la costa pilia
(An 1), que, comparado con las contribuciones de las mismas en otro
documento (An 610), muestra que se trataba de levas rutinarias. Pero
aparte de dos tablillas ms de levas de tripulaciones marineras (An 610
y 724), no tenemos ms documentacin relativa a precauciones navales
que garantizaran la defensa de Pilo.
Para que una unidad de infantera ligera micnica desempeara de
manera efcaz su papel tctico, sus escudos deban tener unas dimensio-
nes uniformes y unas lanzas de la misma longitud. Este era el caso de
los guerreros del siglo XVI a.C. representados en un fresco procedente
de Akrotiri, en Thera, al igual que las representaciones de la infantera
ligera de Knoso y los soldados pesados que aparecen en el Rhyton del
asedio, ms antiguo. Adems, el Estado habra tenido que organizar el
entrenamiento de los soldados segn la clase de tropa a la que pertene-
cieran, para que pudieran luchar en formaciones apropiadas y manio-
brar sin provocar el caos. En resumen, deban de ser instruidos, y para
ello era preciso disponer de un sistema militar bien organizado.
Sobre el uso tctico de la caballera micnica, los escasos datos con
los que contamos en este sentido nos sitan en un mbito totalmente
especulativo a excepcin de las conjeturas que podemos extraer sobre
ello en la obra de Homero
61
. En cualquier caso pudieron actuar en cuer-
pos homogneos tanto como caballera como infantera montada
62
y
tampoco podemos descartar que su uso sirviera tambin con fnes ex-
ploratorios. Una caracterstica del ejrcito micnico, en comparacin
con el egipcio o el hitita, es que el equipamiento micnico era menos
uniforme. Es posible que los escudos, los cascos y otros materiales de los
59
Para Gracia Iglesias las armas del pueblo llano las guardara cada cual en su casa
y por ello no apareceran en los inventarios de palacio. GARCA IGLESIAS: Los
orgenes del pueblo griego. Sntesis, Madrid, 1997, pg. 113.
60
RUIPREZ, Martn S. y MELENA, Jos Luis; Opus cit., pg. 208.
61
XI, 151.
62
DAMATO, Raffaele y SALIMBETI, Andrea: Opus cit., pg. 47.
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diferentes palacios tuvieran una decoracin caracterstica, lo cual, a su
vez, sugiere la existencia de varios estados centralizados. La cra y la im-
portacin de centenares de caballos para tirar de los carros, adems de
su entrenamiento -una habilidad muy costosa y especializada-, tambin
debieron de estar organizados bajo alguna clase de autoridad central.
En cuanto a las dimensiones de las unidades, la escasa informacin que
puede inferirse de las tablillas escritas en lineal B y fechadas c. 1300 a.C.
es bastante interesante. Estas tropas siempre se dividan en mltiplos de
diez, por lo que las unidades deban organizarse basndose en el sistema
decimal, lo cual podra extrapolarse con cierta seguridad a periodos ms
antiguos.
Por otra parte, si bien apenas contamos con datos acerca de la rela-
cin entre el mbito religioso y el militar, algunos autores como Damato
y Salambeti han incidido en la posibilidad de que se dieran sacrifcios de
animales a los dioses con el fn de obtener su favor para el combate. Si
bien no contamos con ninguna prueba sobre ello, es posible que regis-
tros como una lista de bueyes hallada en Pilo, y relacionada con otros
textos de carcter militar, este mostrndonos esta prctica
63
, aunque no
podemos descartar que lo que se est registrando sean los suministros de
alimentos que estaran destinados a las tropas.
As, el palacio parece haber sido el centro de la produccin de ar-
mas para uso militar. Las pruebas de esta afrmacin proceden, en su
mayor parte, de las tablillas de Knoso, pero tambin de los hallazgos
arqueolgicos. Existen pruebas de la produccin e inventario de puntas
de fecha, lanza y jabalina, as como de espadas, lo que cubre, ms o
menos, todo el armamento de los tipos de tropas conocidas, a excepcin
de los honderos. Sin embargo, la ausencia de municin para hondas en
los inventarios y en las tumbas es un argumento de peso contra la teora
general. Despus de todo, los honderos eran tropas irregulares, proce-
dentes de levas locales y organizados de manera fexible, y es posible
que continuaran utilizando la primitiva arcilla sin cocer o proyectiles de
piedra ms que balas de plomo, como las posteriores glandes griegas y
romanas. As, en la llamada armera de Knoso se han localizado tres
impresiones en sellos que avalan esta teora, pues aparecen junto a los
restos chamuscados de dos cajas de madera que contenan varas y pun-
tas de fecha carbonizadas. En el mismo edifcio se descubri una tablilla
con el smbolo de la fecha, seguido de las cifras 6.010 y 2.630.
63
DAMATO, Raffaele y SALIMBETI, Andrea: Opus cit., pg. 56.
LOS EJRCITOS MICNICOS
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CONSTRUCCIONES DEFENSIVAS
Parece que en el periodo HR IIb (1350-1200 a.C.) la civilizacin
micnica se convirti en dominadora de gran parte del Mediterrneo
oriental. En Grecia, fue el momento de las grandes ciudadelas amura-
lladas, si exceptuamos Pilo, cuya estructura y organizacin demuestran
una importante y avanzada planifcacin arquitectnica. Un ejemplo de
ello podemos observarlo no solo en Micenas sino tambin en Tirinto,
donde las puertas de acceso a la ciudad, practicadas en las murallas,
estaban dispuestas en ngulos con los muros principales, de manera que
los fancos de los potenciales agresores quedaran expuestos al fuego de
los defensores. Ambos yacimientos incorporan tambin en su plano ac-
ceso a las fuentes cercanas, para disponer de agua en momentos de ase-
dio, y poternas para que los defensores huyan o tiendan emboscadas a
los atacantes.
A pesar de esta apariencia defensiva sobrecogedora que ofrecan
los palacios micnicos, estos solo se fortifcaron a partir del HR IIb
HRIII
64
como es el caso de Micenas
65
, Tirinto y Gla
66
, aunque otros no
llegaron a dotarse nunca de murallas como Pilo y Yolco, ya que durante
toda la historia anterior de la cultura micnica los palacios no contaron
con murallas. Estas solan ser de un enorme tamao, tal que se ha deno-
minado como ciclpeo debido a que para los propios griegos poste-
riores sus dimensiones eran tan grandes que, unido a su desconocimien-
to acerca de sus ancestros constructores, les hizo pensar que las haban
64
Incluso Garca Iglesias llega a afrmar que ningn elemento ni resto de fortifca-
cin parece anterior al Heldico Reciente III A (GARCA IGLESIAS, Luis: Opus
cit., pg. 77) a excepcin del posible caso particular de Tebas (SYMEONOGLOU,
S.: The topography of Thebes. From the Bronze Age to Modern Times. Princeton,
Syria, Pars, 1985, pgs. 21, 26 y ss.).
65
Wace (WACE, Alan J.: Mycenae: an archaeological history and guide. Princeton,
Biblo and Tannen, 1949, pp. 62, 69, 84-87) identifc en Micenas lo que enten-
di como restos de fortifcacin en el Heldico Medio, pero Mylonas y Iakovidis
(MYLONAS, George E.: Mycenae and the Mycenaean Age. Princeton, Prince-
ton Univ Press, 1966, pgs. 15-16 y 22; y IAKOVIDIS. S. E.: Mycenae-Epidaurus:
Argos-Tiryns-Nauplion. Boston, E P. Dutton, 1983, pg. 70) demostraron que se
trataba, en realidad, de un contrafuerte perteneciente al Heldico Reciente.
66
Thomas Martin opina que la aparicin de murallas en palacios como el de Gla,
tan alejado de la costa, no se habran levantado para prevenir ataques de fuerzas
invasoras llegadas desde el mar, sino para defenderse de un peligro ms cercano
como seran mercenarios rebeldes o frente a otros asentamientos micnicos cer-
canos, ya que estos centros se habran enfrentado entre s por la supremaca y el
dominio comercial y poltico de forma permanente. MARTIN, Thomas R.: Opus
cit., pg. 34.
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construido los Cclopes
67
. Se trataba de enormes piedras colocadas unas
sobre otras y rellenando los espacios que pudieran quedar entre ellas,
por el trazado irregular, con piedras de menor tamao.
67
WARRY, John: Warfare in the Classical World. University of Oklahoma Press,
Norman, Oklahoma, 1995, pg. 22.
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