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La idea de Historia, en tanto que algo ms
que la mera crnica de lo acontecido, ha
tomado en la cultura occidental bsicamente dos formas diferentes. HISTORIA Y FILOSOFIA DE LA HISTORIA a) Por un lado, la articulacin pasado-presente, toma su modelo de la relacin causa-efecto.
Es decir, lo que acontece est determinado por lo que lo caus, el hoy est determinado por el ayer, el presente es entendido como el efecto del pasado que lo caus y, por tanto, determinado por la anterioridad lgica y temporal de la relacin causal.
b) la articulacin pasado-presente-futuro. Cuyo modelo es el del vector de fuerzas. El hoy es un punto, un momento, en un trayecto que viene de un antes y que apunta hacia un despus.
El primer modelo apunta a un horizonte esttico, a saber, el cambio es entendido como un momento de un proceso que tiende al reposo. El segundo a un horizonte dinmico, es decir, aqu el reposo es entendido como siempre inestable, como el resultado de la accin de tensiones de signo contrario. PROCESO ACUMULATIVO FRAGMENTADO: SUMA DE MOMENTOS SEPARADOS PROCESO ACUMULATIVO LINEAL: PERSPECTIVA TELEOLOGICA EL SENTIDO Es una referencia bastante generalizada entre los autores que han estudiado el problema afirmar, que esta idea de que la historia tiene que tener un sentido y que este sentido est en que se desarrolla de acuerdo a un plan, sistemtico y necesario, y no de acuerdo a modelos, normas o leyes como los acontecimientos naturales, surge en el marco de la cultura hebrea, vinculada con la idea de pueblo elegido y a la de la venida del Mesas. Hay razones que abonan la razn comn sobre el origen hebreo de nuestra visin de la historia. La especificidad est en que la visin de la historia que se desarrolla en la cultura hebrea pone el acento en el problema del sentido. *La historia tiene que ser no slo total, sino adems, y sobre todo, tener un sentido*. Es decir, los acontecimientos se desarrollan de acuerdo a un plan que viene de lejos y que marca una direccin en su decurso. La cultura grecolatina Para la cultura grecolatina, comprender es comprender las causas, es decir, establecer la cadena causal que tiene como resultado este hecho. Es por tanto una secuencia, unilineal y finita, viene de algn sitio pero se detiene en un punto, la materializacin del efecto. Va por tanto, del antes al ahora, del no ser al ser, de la potencia al acto. El sentido, por tanto, de esta secuencia causal es ms *lgico* que temporal, es ms lingstico que histrico. Se puede entender los tres principios del razonamiento que justifican *la naturaleza unilineal de la cadena causal*: el principio de identidad (que establece que necesariamente A=A); el principio de no contradiccin (que establece que es imposible que algo se A y no sea A al mismo tiempo). y, por ltimo, el principio del tercero excluido (que establece que necesariamente A es verdadero o A es falso y una tercera alternativa no es posible).
Sobre estos tres pilares se asienta la forma tpica del razonamiento causal, el modus ponens, que establece que si tenemos la relacin p, entonces q; y podemos afirmar que es verdad p, entonces podemos afirmar que es verdad q. La lgica en la que se sustenta es, por tanto, una lgica deductiva que permite, en tanto que sea usado como instrumento de previsin, averiguar si las consecuencias deducidas han ocurrido de hecho porque se haya implcito el supuesto de que decir lo qu es una cosa, explica tambin por qu la cosa es as Filosofa Cristiana Para la visin latina , hay lmites en el tiempo, lo hecho, hecho est y es irreversible, no puede ser borrado.
En San Agustn encontramos la visin de una historia universal que se sustenta en dos presupuestos: el primero es que el drama csmico es, en el fondo un drama histrico y, segundo presupuesto, de ese drama histrico es posible dar una razn. Sin duda la razn que propone San Agustn es de corte teolgico, es decir, el drama histrico puede ser entendido en funcin de tres *acontecimientos* fundadores y fundamentales: la Creacin, la Cada y la Redencin. Tenemos aqu ya una primera articulacin de la relacin entre pasado, presente y futuro, y una articulacin cuya estructura es el resultado del esfuerzo por reconciliar el mesianismo judo con el racionalismo griego. Este esfuerzo ha sido una constante en la cultura occidental y se puede rastrear en la obra de autores tan dispares como San Agustn, Vico, Voltaire Kant, y Hegel. Para Agustn de Hipona la verdadera razn de ser, la completa razn de ser de la historia es poseda slo por la divinidad. Sin embargo para Vico, Voltaire, Kant y Hegel la razn de ser de la historia es esencialmente humana. Para Vico est vinculada a lo que el hombre hace, para Voltaire con algo que el hombre destruye o perfecciona, para Kant con el desarrollo de las facultades naturales del hombre, para Hegel la razn de ser de la historia no es divina pero tampoco humana, no est vinculada ni a la providencia ni a la buena o mala accin, sino que est vinculada a la necesidad lgica del despliegue de la razn. "El gran mago propuso primero esta cuestin: "-Cul es, de todas las cosas del mundo, la ms larga y la ms corta, la ms rauda y la ms lenta, la ms divisible y la ms extensa, la ms descuidada y la ms lamentada, sin la que nada se puede hacer, que devora todo lo que es pequeo y que vivifica todo lo que es grande? "(...) Unos dijeron que la clave del enigma era la fortuna, otros la tierra, otros la luz. Zadig dijo que era el tiempo. "-Nada es ms largo -aadi-, puesto que es la medida de la eternidad; nada es ms corto, puesto que falta en todos nuestros proyectos; nada es ms lento para quien espera; nada es ms rpido para quien lo goza; se extiende hasta el infinito de grande; se divide hasta el infinito de pequeo; todos los hombres lo descuidan, todos lamentan su prdida; nada se hace sin l, hace olvidar todo lo que es indigno de la posteridad, e inmortaliza las cosas grandes. La asamblea convino en que Zadig tena razn." Voltaire, Zadig o El Destino: Historia oriental LA UTOPA No se trata de imaginar el futuro se trata de poner dos presentes en paralelo. Moralizar mediante ejemplos que denuncian los vicios del mundo ha sido una constante del arte con pretensin de transformacin social. Utopa de Toms Moro y La Ciudad del Sol de Campanella.
Ser a partir de La Nueva Atlntida de Francis Bacon donde se ilustran los extraordinarios beneficios que se siguen para el hombre del dominio de la naturaleza mediante el desarrollo cientfico-tcnico. VICO El problema que se plantea es el problema del sentido de la naturaleza humana y de la accin del hombre, y lo primero que llama la atencin es su abandono de toda orientacin teolgica. Lo segundo, su abierta polmica con el racionalismo de su poca que toma su modelo de la fsica y de la matemtica, de Galileo y de Descartes. Vico pretende, al modo de su poca, establecer los principios y determinar las leyes de una nueva ciencia que d cuenta de la *historia ideal eterna* de acuerdo con la cual transcurren las historias particulares y explique la naturaleza comn de las naciones
Para llevar a cabo este propsito, adems de afirmar con claridad que el nico modo de penetrar en la naturaleza humana es mediante la ciencia verdaderamente nueva que es la historia, desarrolla el concepto de una providencia ya no de origen divino, sino de origen natural. El sentido del para qu de la historia toma en Vico la figura de un constante fluir en el que de modo regular y cclico se producen crisis.
Por eso la historia humana es como un ro cuyos desbordamientos se llaman crisis y cuyos recodos marcan los principios de nuevas pocas. Por tanto, el desorden es necesario, tan necesario como el orden, por lo que tiene de lmite. Mas ac y ms all de ese punto lmite que es el caos, el desorden, las situaciones de crisis, el hombre vive dentro del cauce que la historia ideal ha excavado y del que no puede escapar sin que esa transgresin, sin que ese desorden, vaya acompaado o de una violenta restitucin del orden o de la muerte.
La historia humana es, por tanto, la historia del infatigable renacimiento, del perpetuo renacimiento de la especie humana. La tensin entre el presente y el futuro toma aqu la forma de una fe esperanzada por cuanto la suerte de nuestra especie no est vinculada a la voluntad de algo externo a la propia naturaleza humana y adems, el caos, el angustioso desorden, es un momento necesario en el devenir de la historia. Los primeros indicios del optimismo de la teora del progreso ilustrada emergen ya aqu, al precio eso s, de entender la historia como interminable y montona. Hay dos detalles de la visin de la historia de Vico que quiero subrayar. El primero es que da una primera explicacin de un hecho ciertamente sorprendente cundo nos situamos en las perspectiva del sentido universal de la historia: las particularidades y las diferencias entre los pueblos. Para Vico, estas diferencias se explican porque en este decurso cclico de la historia hay etapas, edades las denomina retomando el modelo griego, y los pueblos pueden oponer resistencia a pasar de una etapa a otra, a recorrer todo su ciclo. Lo cual explica, tambin, por qu algunos pueblos han desaparecido completamente antes de recorrer su ciclo completo.
El segundo detalle es que Vico sita un origen para la historia. La historia es el resultado de la emergencia de tres elementos: la religin, el matrimonio y la sepultura de los muertos, es decir: el sentimiento de la finitud del hombre, el establecimiento de frmulas explcitas para dar cuenta de las relaciones de parentesco, y el culto a la memoria.
Proyectar es para nosotros un modo de accin que consiste en determinar con antelacin, es decir, en prever mediante planificacin y clculo el resultado. Es, en cierto sentido, una anticipacin del futuro radicalmente diferente de cualquier forma de adivinacin porque es racional, al menos en tanto que necesariamente est sujeta a un proceso de comunicacin del que hay que dar cuenta. Buena parte de la enseanza del diseo est consagrada al adiestramiento en las tcnicas y recursos que nos permiten conocer el resultado antes de haber realizado de modo efectivo la operacin. LA ILUSTRACION El progreso
Turgot y Condorcet convierten la idea de progreso en una filosofa de la historia. El primero postula que la historia sigue la siempre acumulacin de experiencia que constituye una civilizacin. Condorcet ve una utopa que nunca ha sido vista. KANT Y LA HERENCIA ILUSTRADA Esta afinidad entre planificacin y conocimiento, de la que el diseo es uno de sus ejemplos, y que nos resulta tan habitual en nuestros modos de proceder, es de matriz ilustrada y fue fundamentada por Kant. La razn es definida y fundamentada como rgano de coordinacin del entendimiento en tanto que organizador de los datos suministrados por la sensibilidad, y de los intereses que guan toda acci.
La ilustracin es la liberacin del hombre de su culpable incapacidad. La incapacidad significa la imposibilidad de servirse de su inteligencia sin la gua de otro. Esta incapacidad es culpable porque su causa no reside en la falta de inteligencia sino de decisin y valor para servirse por s mismo de ella (...) La pereza y la cobarda son causa de que una tan grande parte de los hombres contine a gusto en su estado de pupilo, a pesar de que hace tiempo la Naturaleza los liber de ajena tutela* (20). Se muestra aqu claramente, y es una constante en todos los autores de la poca, la confianza plena en el poder de la razn y en la posibilidad de reorganizar profundamente la sociedad siguiendo principios racionales. Siendo por tanto, la tarea fundamental y propia de la especie humana, el conocimiento de la Naturaleza y su dominio efectivo. As el pasado no es tanto una forma necesaria en la evolucin de la humanidad, cuanto el conjunto de los errores explicables por el insuficiente poder de la razn que ha permanecido sometida a la creencia de su dependencia de una causalidad ajena a la propia razn. El modelo de razn de la ilustracin no es el del modus ponens, sino el que se deriva de la fsica newtoniana, es decir incluye la observacin, la bsqueda de sus leyes y el establecimiento de predicciones verificables. El supuesto sobre el que se levanta es no slo que la naturaleza no acta en vano sino que adems es racional.
Resumiendo, la razn *geomtrica* establece principios y de estos deduce conclusiones mediante reglas; por contra la razn ilustrada se desarrolla tomando la experiencia y busca las leyes que la conforman. No es un principio sino un camino, una fuerza con capacidad de transformar lo real. En tanto que camino, la razn es transitable por todos: tan slo hay que desear saber, *Tener el valor de servirte de su propia razn*. En tanto que camino es camino abierto y siempre abierto guiado por la finalidad del pleno establecimiento de la razn en todos los ordenes de la vida precisamente porque sabe sus lmites pero confa en el desarrollo, en el progreso, en el beneficio indudable de su desarrollo futuro. *El curso de las cosas humanas en conjunto, que no transita de lo bueno a lo malo, sino que, poco a poco, se desenvuelve de lo peor a lo mejor; y la misma Naturaleza llama a cada uno para que, en la parte que le corresponda y en la medida de sus fuerzas, colabore en ese progreso* .Hay en esta visin de la historia un efecto de entusiasmo guiado por la posibilidad y la probabilidad del dominio de todo cuanto tiene que ver con lo humano. Y una consecuencia capital para el Diseo, aunque sin duda no slo: La primaca de la experiencia invierte la relacin teora-prctica. *[Antes] la idea (...) era la teora que informaba [daba forma] a la praxis (...) [Ahora] en el principio est la accin. (...) la historia de la cultura es la historia del progresivo prevalecer de la praxis sobre la teora, de la experiencia sobre la idea: hasta que la teora se transforma en teora de la prctica y la idea en idea de la experiencia.
Esta visin de la articulacin racional del presente con el pasado, pero sobre todo con el futuro ha tenido sin duda efectos radicales: desde el clculo infinitesimal al clculo de probabilidades, desde la ley de la gravitacin universal a la teora de la relatividad, desde la mquina de vapor a la codificacin informtica del impulso elctrico, del modelo analgico al modelo digital, del derecho de cuna, pasando por la declaracin de derechos del hombre, al derecho contractual, etc.
En el horizonte de la cultura occidental el mbito del sentido de lo por venir, la articulacin entre el presente y el futuro, queda circunscrito bsicamente al mbito de la religin.