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Copyright 2012 by Summa Psicolgica UST
ISSN 0718-0446 (impresa)
SUMMA PSICOLGICA UST 2012, Vol. 9, N 1, 5-14 Sobrecarga, afrontamiento y salud en cuidadoras de pacientes con demencia tipo Alzheimer Chronic stress, coping and health in caregivers of Alzheimers disease patients Gilberto Aldana Leticia Guarino 1
Hospital Jos Mara Vargas, Venezuela Universidad Simn Bolvar, Venezuela (Rec: marzo de 2012 Acep: mayo de 2012) Resumen El presente estudio relacion las variables sobrecarga del cuidador y los estilos de afrontamiento con la salud general percibida en 300 cuidadoras de personas con demencia tipo Alzheimer en estadio II, divididas en 220 cuidadoras informales y 80 cuidadoras formales no profesionales, evaluadas en la sede nacional de la Fundacin Alzheimer de Venezuela, ubicada en la ciudad de Caracas - Venezuela. Entre los resultados ms relevantes destaca que las cuidadoras informales presentan mayores niveles de sobrecarga, en comparacin con las cuidadoras formales no profesionales. Esto se asoci a un mayor compromiso en la salud percibida de aquellas, que especfcamente presentaron mayores sntomas somticos y de ansiedad. En cuanto a los es- tilos de afrontamiento, se encontr que las cuidadoras informales usan signifcativamente ms afrontamiento emocional y menos afrontamiento racional y por desapego, que las cuidadoras formales no profesionales, lo que lleva a comprometer ms la salud de las primeras. Finalmente, los indicadores de salud estn directamente relacionados con mayor sobrecarga, de tal forma que a mayor sobrecarga, mayor deterioro, lo que se observa con mayor magnitud en las cuidadoras informales. Palabras clave: demencia tipo Alzheimer, cuidadoras informales, cuidadoras formales no profesionales, sobrecarga, afrontamiento y salud general. Abstract The present study related the caregivers chronic stress and the coping styles with the perceived general health of 300 caregivers of type II Alzheimers patients, divided in 220 informal caregivers and 80 non professionals formal caregivers, evaluated at the National centre of the Venezuelan Alzheimer Fundation, in Caracas-Venezuela. Among the most relevant results it was found that the informal caregivers presented higher levels of chronic stress, compared with the non professionals formal caregivers, and this was related with a deterioration of the health status of formers, who specifcally presented higher symptons of somatization and anxiety. Regarding the coping styles, it was found that the informal caregivers use signifcally more emotional coping and less rational and detacthment coping than teh non professionals formal caregivers. Finally, the health indexes are directly related with higer chronic stress, so higher stress is related with higher deterioration and this is particularly true in informal caregivers. Keywords: Alzheimer dementia, informal caregivers, non professional formal caregivers, chronic stress, coping and general health. 1 Correspondencia dirigida a Leticia R. Guarino. Universidad Simn Bolvar, Dpto. de Ciencia y Tecnologa del Comportamiento. Edifcio de Estudios Generales, 1er. Piso. Valle de Sartenejas, Aptdo. Postal 89.000 A. Edo. Miranda. Venezuela. Tel.: 00 58 212 9063595. E-mail: [email protected]. 6 SUMMA PSICOLGICA UST 2012, Vol. 9, N1, 5-14 Gilberto Aldana y Leticia Guarino Introduccin Se estima que hoy en da en el mundo entero existen 24,3 millones de personas con demencia y cada ao se suman aproximadamente 4,6 millones de nuevos casos. Los clculos establecen que se presenta un nuevo caso de demencia cada siete segundos y que para el ao 2040 el mundo tendr 81,1 millones de personas con demencia, de los cuales entre el 50 y 55% sern debido a la demencia senil tipo Alzheimer DTA (Alzheimers Disease International, 2009). En Amrica Latina se calcula que en la actualidad 1,8 millones de personas padecen de demencia y para el ao 2040 se alcanzaran los casos de demencia repor- tados actualmente en la Amrica del Norte, es decir, 9 millones de personas, de los cuales aproximadamente de 4,5 a 5 millones de casos son correspondientes a la demencia tipo Alzheimer (Alzheimers Disease International, 2009). Por otra parte, la Fundacin Alzheimer de Venezuela (2009) report que en nuestro pas aproximadamente 140.000 venezolanos sufren de algn tipo de demencia, de los cuales 75.000 se deben a la demencia tipo Alzheimer (DTA). La psicologa de la salud en el abordaje de la DTA, al igual que con otras enfermedades crnicas, consi- dera la evaluacin, estudio y tratamiento, tanto del paciente como de la persona que ejerce su cuidado, ya que ambas se convierten en vctimas de este trastorno (Aldana-Sierralta, 2003; Aldana-Sierralta, 2009 y Brannon y Feist, 2001). En toda enfermedad crnica, como es el caso de la DTA, suele existir una persona (familiar o profesional) que asume el papel de cuidador principal, quien debe dedicar gran parte de su tiempo y esfuerzo para permitir que la persona cuidada pueda desenvolverse en la vida diaria (Marco, 2004, p. 44). El cuidar a una persona con DTA implica una gran variedad de actividades y responsabilidades altamente demandantes y estresantes, inclusive en mayor escala que en los casos de cuidado de pacientes con retardo en el desarrollo, pacientes con cncer, con accidentes cerebro-vasculares y con depresin (Garrido y Tamai, 2006). Entre las alteraciones fsiolgicas que pueden sufrir los cuidadores familiares de enfermos de Alzheimer tenemos: disminucin del funcionamiento del sistema inmunolgico (Kielcot-Glaser, Glaser, Shuttleworth, Dyer, Ogrocki y Speicher, 1987), alteraciones cardio- vasculares (King, Oka y Young, 1994, c.p. Laserna, Castillo, Pelez, Vavo, Torres, Rueda, Ramrez y Prez, 1997), trastornos gastrointestinales, trastornos osteo- musculares y dolores asociados (Gallart y Connell, 1998, c.p. Rodrguez, 2005) o cambios en algunas variables metablicas (Vitaliano, Scanlan, Krenz, Schwartz y Marcovina, 1996, c.p. Laserna et al, 1997). Con relacin a las alteraciones psicolgicas, se ha encontrado que los cuidadores familiares sufren distin- tos grados de depresin, ansiedad, confictos familiares (Conde-Sala 1998; Laserna et al, 1997; Rodrguez, 2005), prdida de su autoestima y disminucin de su autoefcacia (Laserna et al 1997; Rodrguez, 2005), y f- nalmente agresividad hacia el paciente u otras personas (Conde Sala, 1998; Laserna et al, 1997; Marmaneu- Moliner, 2007; Rodrguez del lamo, 2002). Para entender la situacin del cuidado del paciente con DTA y su impacto sobre el cuidador, se debe con- siderar que sta es una patologa neurolgica crnica y que la supervivencia dura aproximadamente entre 8 y 14 aos, siendo hasta la fecha incurable adems de degenerativa, por lo que la dependencia que adquiere el paciente de su cuidador va aumentando, al igual que la dedicacin que debe cumplir este ltimo (Pearlin, Mullan, Semple y Skaff, 1990). Desde el punto de vista del modelo bio-psico-social, se considera que esta situacin deteriora cada vez ms la salud del cuidador, pues l mismo debe enfrentarse a una gran cantidad de estresores, los cuales se relacionan con la sobrecarga, trmino con el que se conoce al fenmeno del estrs en el mbito del cuidado (Pearlin, 1994; Zarit, 1987; 1996). El modelo de estrs aplicado al cuidado, propuesto por Pearlin et al (1990), engloba de manera esquem- tica las relaciones entre los antecedentes del contexto del cuidador (caractersticas socioeconmicas, historia y relaciones del cuidador), los estresores primarios (de- terioro cognitivo, funcional y conductual del paciente), as como la sobrecarga y deprivacin relacional del cuidador frente al paciente, los estresores secundarios (tensin psicolgica y por ejercicio del rol), los media- dores (el afrontamiento y apoyo social) y fnalmente el impacto del estrs sobre la salud del cuidador. Para completar este modelo, Hooker, Frazier y Monahan (1994) sugirieron la inclusin de la personalidad dentro de los factores mediadores. Un concepto clave en el modelo de Pearlin et al (1990), es el denominado contencin de estrs, pro- ceso por el cual los cuidadores limitan o disminuyen los efectos de los estresores primarios y secundarios mediante la utilizacin de variables mediadoras, siendo stos los recursos psicolgicos que disponen los cuidadores para interactuar con esos estresores, una de ellos el afrontamiento, el cual fue una variable considerada en la presente investigacin. 7 SUMMA PSICOLGICA UST 2012, Vol. 9, N1, 5-14 Sobrecarga, afrontamiento y salud en cuidadoras de pacientes con demencia tipo Alzheimer Especfcamente en lo que respecta al afrontamien- to, ste ha sido una variable que ha recibido moderada atencin por parte de los investigadores en su papel me- diador del estrs en el cuidador (Aramburu, Izquierdo y Romo, 2001; Cooper, Katona, Orrel y Livingstone, 2006; Goode, Haley, Roth y Ford,1998; Haley, Roth, Coleton, Ford, Best, Collins y Isobe, 1996; Irigoyen, Goi y Biurrun, 2002; Montorio, Yanguas y Daz, 1999; Neundorfer, 1991; Pearlin y Schooler, 1978). Desde una perspectiva disposicional, los estilos de afrontamiento se referen a predisposiciones personales para hacer frente a las situaciones y son los responsables de las preferencias individuales en el uso de uno u otro tipo de estrategia de afrontamiento, as como de su esta- bilidad temporal y situacional (Fernndez-Abascal, 1997). En lo que respecta al cuidador, la presencia de un determinado estilo de afrontamiento debera estar relacionado con niveles de salud diferenciales, tomando en consideracin el carcter moderador de la relacin salud-enfermedad que tiene esta variable. Para la presente investigacin se trabajar con el modelo de afrontamiento descrito por Roger, Jarvis y Najarian (1993), quienes clasifcan a los estilos de afrontamiento por desapego emocional y racional como estilos adap- tativos, mientras que a la evitacin y al afrontamiento emocional como estilos desadaptativos. Asimismo, otra variable importante que se conside- r en este estudio fue el tipo de cuidador, a saber, in- formal y/o formal. Generalmente, el cuidador informal de una persona con demencia es un familiar que asume la mayor responsabilidad del cuidado, con poca capa- citacin para el mismo, no recibe remuneracin econ- mica, ofrece atencin sin limites de horarios y tiene un elevado grado de compromiso (Garrido y Tamai, 2006; Marco, 2004; Velsquez 2006). No obstante, tambin se encuentra la fgura del cuidador formal, quien por su preparacin se dedica al cuidado de la persona con Alzheimer como parte de su trabajo en un horario es- tablecido y recibe honorarios por las tareas que realiza (Marco, 2004). Estas caractersticas generalmente se toman como base para considerar que los cuidadores familiares o informales soportan una mayor sobrecarga y por lo tanto un mayor compromiso en su salud y bien- estar en comparacin con los cuidadores profesionales o formales. Cabe destacar que en esta investigacin se us la clasifcacin ampliada por Fernndez-Puebla (2007), quienes hablan de cuidadores informales y cuidadores formales no profesionales, refrindose a estos ltimos como aquellos cuidadores pagados, que no tienen una formacin acadmica para el rol que desempean y laboran en un horario determinado. Esta clasifcacin surge como consecuencia de la existen- cia de personas dedicadas al cuidado como forma de empleo remunerado, pero que no cuentan con ningn adiestramiento para el ejercicio de este rol. Estas consideraciones llevaron a plantearnos como objetivo principal de esta investigacin determinar la relacin entre la sobrecarga, los estilos de afrontamien- to, la condicin del cuidador (formal e informal) y la salud percibida de cuidadoras de pacientes con DTA en la poblacin venezolana. Mtodo Participantes La muestra que conform este estudio fue de 300 participantes divididos en 220 cuidadoras informales y 80 cuidadoras formales no profesionales. Todas las cuidadoras evaluadas asistieron a la sede nacional de la Fundacin Alzheimer de Venezuela y entre los criterios de inclusin de la muestra tenemos los siguientes: a- Sexo: femenino (mayoritariamente son mujeres quienes cumplen el rol de cuidador tanto informal como formal no profesional). b- Edad: de 30 aos en adelante. c- Ausencia de transtornos psiquitricos y/o consu- mo de psicofrmacos. d- Ubicacin del paciente cuidado en un estadio II de la DTA. e- Puntuacin del paciente en el Examen Mnimo del Estado Mental (MMS) entre 13 y 20 puntos. Las edades de las participantes se distribuyeron de la siguiente forma: 120 con edades comprendidas entre 30 y 50 aos, 145 con edades entre 51 y 70 aos y 35 con ms de 70 aos. Instrumentos Escala de Sobrecarga del Cuidador de Zarit (1980), adaptado al castellano por Martn, et al, (1996). Esta escala evala la sobrecarga o estrs de los cuidado- res de pacientes con demencia desde el punto de vista de la teora transaccional del estrs. Consta originalmente de 22 tems que evalan las repercusiones negativas que conlleva el cuidado sobre la vida de quien ejerce esta tarea. Para esta investigacin, se realiz una adaptacin de la Escala de Zarit. Luego de este proceso, la escala qued constituida por dos sub-dimensiones: 8 SUMMA PSICOLGICA UST 2012, Vol. 9, N1, 5-14 Gilberto Aldana y Leticia Guarino utilizado el de 4 5 (Iraurgi, 2002). En el caso de la presente investigacin, se utiliz una versin de 28 tems previamente empleada con poblacin venezolana y los resultados se interpretan de tal forma que menores puntajes indican mayor presencia del sntoma. Procedimiento El investigador se puso en contacto con cada uno de los cuidadores informales y formales no profesionales de pacientes con demencia tipo Alzheimer que asisten a la Unidad de Psicologa de la Salud de la Fundacin Alzheimer de Venezuela. Tras explicarles los objetivos de este estudio, se les solicit a las cuidadoras interesa- das que frmaran un consentimiento que certifcara su participacin voluntaria en la investigacin. Luego de que el cuidador (familiar o no familiar, dependiendo del caso) frm el consentimiento, se procedi a la aplica- cin de los instrumentos de medida correspondientes, a saber: la Escala de Sobrecarga del Cuidador de Zarit (adaptado a la poblacin venezolana), el Cuestionario de Estilos de Afrontamiento (CSQ) y el Cuestionario de Salud General de Goldberg (1978) (GHQ28). Esta actividad se realiz en la Unidad de Psicologa de la Salud de la Fundacin Alzheimer, habiendo sido los propios autores de esta investigacin quienes aplica- ron los cuestionarios de manera individualizada a las participantes. Resultados La tabla 1 muestra los valores descriptivos de la variable sobrecarga, para cada uno de los grupos de cuidadoras. Se puede evidenciar que el grupo de las cuida- doras informales presenta mayor sobrecarga en comparacin con el grupo de las cuidadoras formales no profesionales. Este resultado fue estadsticamente signifcativo para cada tipo sobrecarga: subjetiva (U Mann-Whitney= 3710,000; p<0.0001), objetiva (U Mann-Whitney =4694,000; p<0.0001) y total (U Mann- Whitney=3791,500; p<0.0001). En lo que respecta a los estilos de afrontamiento, la tabla 2 presenta los resultados descriptivos para cada uno de los estilos evaluados, a saber: racional, emocional, desapego y evitacin. En el grupo de cuidadoras informales, el estilo de afrontamiento con la media ms alta es el racional, seguido de evitacin , emocional y fnalmente el desapego . Por su parte, el grupo de las cuidadoras a- Sobrecarga Subjetiva: integrada por los si- guientes 10 tems: 1-2-3-4-6-10-11-12-13-17. b- Sobrecarga Objetiva: conformada por los siguientes 6 tems: 7-15-16-19-20-21. Los ndices de consistencia interna (Alfa de Cronbach) son de un = 0,94 para la sub-escala sub- jetiva y un = 0,85 para la sub-escala objetiva. En la medida que la persona obtenga un puntaje ms alto, se asume que reporta mayores niveles de sobrecarga. La escala permite tambin obtener un puntaje total. Cues t i onar i o CSQ ( Copi ng St yl es Questionarie, de Roger, Jarvis y Najarian, 1993), traducido y adaptado a la poblacin venezolana por Guarino, Sojo y Bethelmy (2007): Este cuestionario consta de 40 tems y mide las siguientes dimensiones de afrontamiento al estrs: Emocional (12 tems), Evitacin (5 tems), Desapego Emocional (13 tems) y Racional (10 tems). La validacin de este instrumento fue llevada a cabo en una muestra venezolana por Guarino, Sojo y Bethelmy (2007). Entre los resultados tenemos que la consistencia interna (Alfa de Cronbach) de cada una de las dimensiones fue: Emocional: ( =0.78), Evitacin: ( =0.65), Desapego Emocional: ( =0.73) y Racional: (= 0.78). La forma de responder es mediante una escala Likert de 4 puntos donde 0 = Nunca (N), 1 = Algunas veces (A), 2 = Frecuentemente (F) 3 = Siempre (S). La puntuacin ms alta dentro de las categoras denotan el estilo de afrontamiento ms predominante en el participante. Cuestionario de Salud General (Goldberg, 1978) (GHQ28), adaptado al castellano por Lobo, Prez- Echeverra y Artal (1986): Este cuestionario fue diseado para ser utilizado como un test de screaning autoadministrado, destinado a detectar trastornos ps- quicos entre los encuestados en un mbito comunitario y en medios clnicos no psiquitricos (Goldberg, 1978; Iraurgi, 2002). Su propsito es detectar aquellas formas de trastorno psicolgico que pudieran tener relevan- cia en la prctica mdica y por tanto se centra en los componentes psicolgicos de una mala salud (Iraurgi, 2002). El GHQ-28 se deriva del anlisis factorial del GHQ-60 y se compone de 4 subescalas: sntomas somticos, ansiedad e insomnio, disfuncin social y depresin grave. A travs de numerosos estudios de validez con entrevistas clnicas, se concluye una sensibilidad del 84% y una especifcidad del 82%. En cuanto al punto de corte aconsejado, en 16 estudios de validez el rango abarca de un valor mnimo de 4 5, a un mximo de ll 12, siendo el ms frecuentemente 9 SUMMA PSICOLGICA UST 2012, Vol. 9, N1, 5-14 Sobrecarga, afrontamiento y salud en cuidadoras de pacientes con demencia tipo Alzheimer formales no profesionales muestra una tendencia ligera- mente diferente a la anterior. El estilo de afrontamiento ms empleado es el racional, seguido de evitacin, luego desapego y fnalmente emocional. Todas estas diferencias resultaron estadsticamente signi- fcativas, tal como se muestra en la tabla 3, lo cual sugiere que las cuidadoras informales usaron, en gene- ral, estilos de afrontamiento menos funcionales como el emocional, mientras usaron en menor proporcin el estilo racional y por desapego, con respecto a las cuidadoras formales no profesionales. En relacin a la variable salud, evaluada a travs del GHQ, los resultados descriptivos para cada grupo se muestran en las tablas 4 y 5, respectivamente. El sntoma con mayor presencia en las cuidadoras informales es la ansiedad, seguido de somatizacin y Tabla 1. Descriptivos para la sobrecarga en ambas cuidadoras. Cuidadoras Informales Cuidadoras Formales No Profesionales Sobrecarga Subjetiva Sobrecarga Objetiva Sobrecarga Total Sobrecarga Subjetiva Sobrecarga Objetiva Sobrecarga Total Media 3,03 3,25 3,14 2,14 2,59 2,36 Desv. Tp. 0,85 0,75 0,7 0,82 0,76 0,7 Mnimo Posible 1 1 1 1 1 1 Mximo Posible 5 5 5 5 5 5 N 220 220 220 80 80 80 Tabla 2. Descriptivos para los estilos de afrontamiento en ambas cuidadoras. Cuidadoras Informales Cuidadoras Formales No Profesionales Racional Emocional Evitacin Desapego Racional Emocional Evitacin Desapego Media 2,60 2,22 2,25 1,91 2,88 1,95 2,62 2,33 Desv. Tp. 0,55 0,51 0,61 0,41 0,55 0,52 0,76 0,43 Mnimo Posible 1 1 1 1 1 1 1 1 Mximo Posible 4 4 4 4 4 4 4 4 N 220 220 220 220 80 80 80 80 Tabla 3. Prueba U de Mann Whitney para el contraste de las puntuaciones en los estilos de afrontamiento segn el tipo de cuidadora. Racional Emocional Evitacin Desapego emocional U de Mann-Whitney 6306,000 5994,500 6229,500 3890,500 W de Wilcoxon 30616,000 9234,500 30539,500 28200,500 Z -3,759 -4,231 -3,885 -7,404 Sig. Asintt. (bilateral) .000 .000 .000 .000 10 SUMMA PSICOLGICA UST 2012, Vol. 9, N1, 5-14 Gilberto Aldana y Leticia Guarino disfuncin social. El sntoma que menos presencia tiene dentro de este grupo es el de depresin. Finalmente, en lo que respecta a la percepcin de la salud general, el grupo la percibe moderadamente comprometida. Recordemos que esta escala tiene la particularidad que los puntajes se analizan de manera descendente, es decir, a mayor puntacin obtenida es menor la pre- sencia del sntoma y por lo tanto mayor es el nivel de salud percibida. En el grupo de cuidadoras formales no profe- sionales, la somatizacin es el sntoma con mayor presencia, seguido de disfuncin social y ansiedad, mientras que la depresin se muestra como el snto- ma menos reportado. Finalmente, en lo que respecta a la salud general, este grupo reporta unos mejores niveles de salud, en comparacin con el grupo de las cuidadoras informales. Al comparar los resultados de ambos grupos de cuidadoras, se obtienen diferencias signifcativas para cada sntoma, as como para el puntaje total, lo que in- dica que las cuidadoras informales mostraron un mayor deterioro en su salud fsica y mental, comparadas con las cuidadoras formales no profesionales. Finalmente, las tablas 7 y 8, respectivamente, muestran los niveles de correlacin entre la sobrecarga en cada una de sus dimensiones y los factores o indi- cadores de salud del cuestionario GHQ de Goldberg, para cada grupo de cuidadoras. Tabla 4. Resultados para las dimensiones de salud del GHQ para el grupo de cuidadoras informales. Somatizacin Ansiedad Disfuncin Social Depresin Salud General Media 2,68 2,52 2,75 3,61 2,89 Desv. Tp. 0,72 0,68 0,47 0,49 0,47 Mnimo Posible 1,00 1,00 1,00 1,00 1,00 Mximo Posible 4,00 4,00 4,00 4,00 4,00 N 220 220 220 220 220 Tabla 5. Resultados para las dimensiones de salud del GHQ para el grupo de cuidadoras informales. Somatizacin Ansiedad Disfuncin Social Depresin Salud General Media 3,05 3,18 3,10 3,79 3,28 Desv. Tp. 0,69 0,73 0,44 0,35 0,46 Mnimo Posible 1,00 1,00 1,00 1,00 1,00 Mximo Posible 4,00 4,00 4,00 4,00 4,00 N 80 80 80 80 80 Tabla 6. Prueba U de Mann Whitney para el contraste de las puntuaciones Salud General, segn el tipo de cuidador. Somatizacin Ansiedad Depresin Disfuncin Social Salud General U de Mann-Whitney 6160,000 4313,000 6557,000 4605,500 4381,500 W de Wilcoxon 9400,000 7553,000 9797,000 7845,500 7621,500 Z -3,982 -6,767 -3,486 -6,361 -6,651 Sig. Asintt. (bilateral) .000 .000 .000 .000 .000 11 SUMMA PSICOLGICA UST 2012, Vol. 9, N1, 5-14 Sobrecarga, afrontamiento y salud en cuidadoras de pacientes con demencia tipo Alzheimer Estos resultados sugieren que las cuidadoras infor- males con mayores puntajes en sobrecarga (en cualquie- ra de sus dimensiones), reportan mayor somatizacin, ansiedad, depresin, disfuncin social y en general, un mayor deterioro en su estado de salud. Estos puntajes resultaron signifcativos desde el punto de vista estadstico al nivel de 0,01, a excepcin de la asociacin entre sobrecarga objetiva y ansiedad (Rxy= -.441), sobrecarga objetiva y depresin (Rxy= -.238) y sobrecarga subjetiva y disfuncin social (Rxy= -.362), las cuales resultaron de menor magni- tud. Finalmente, cuando relacionamos la sobrecarga objetiva con la disfuncin social, la misma result no ser signifcativa desde el punto de vista estadstico. En general, si bien se hallan algunas asociaciones signi- fcativas entre las dimensiones de la sobrecarga y los indicadores de salud, stas son de menor magnitud, comparadas con los observados para el grupo de cui- dadoras informales. Discusin El cuidar a una persona con Alzheimer implica el cumplimiento de diversas actividades demandantes, debido a que estos pacientes presentan difcultades para el correcto seguimiento de rdenes y a su vez comienzan a manifestar problemas de comportamiento asociados a un mal manejo de la ansiedad o la depre- sin, evidencindose esta problemtica ya sea a travs de trastornos conductuales, o por el procesamiento errneo de la informacin que emana del ambiente (Pearlin et al, 1990). El cuidar a una persona con Alzheimer genera altos niveles de compromisos bio-psico-sociales que pueden afectar la salud de quien ejerce este rol (Conde-Sala 1998; Laserna et al, 1997; Kiecolt-Glaser et al., 1987; Marmaneu-Moliner, 2007; Rodrguez, 2005; Rodrguez del lamo, 2002). El cuidar no slo implica la inver- sin de tiempo y energa para el cumplimiento de las Tabla 7. Correlacin entre los factores de Sobrecarga y Salud General en Cuidadoras Informales. Salud General Somatizacin Ansiedad Disfuncin Social Depresin Sobrecarga Objetiva -,415** -,331** -,412** -,323** -,267** Sobrecarga Subjetiva -,621** -,590** -,592** -,362** -,391** Sobrecarga Total -,594** -,537** -,571** -,381** -,356** N= 220. ** La correlacin es signifcativa al nivel 0,01 (bilateral). Tabla 8. Correlacin entre los factores de Sobrecarga y Salud General en Cuidadoras Formales No Profesionales. Salud General Somatizacin Ansiedad Disfuncin Social Depresin Sobrecarga Objetiva -,404** -,304** -,441* -,159 -,238* Sobrecarga Subjetiva -,723** -,684** -,673** -,257* -,451** Sobrecarga Total -,611** -,532** -,613** -,223** -,377** N= 80. ** La correlacin es signifcativa al nivel 0,01 (bilateral). * La correlacin es signifcativa al nivel 0,05 (bilateral). 12 SUMMA PSICOLGICA UST 2012, Vol. 9, N1, 5-14 Gilberto Aldana y Leticia Guarino actividades derivadas del mismo, sino que tambin la persona que ejerce este rol debe ocuparse de las acti- vidades pertinentes a su propia vida (Aldana-Sierralta, 2003). En el presente estudio se encontr que las cuida- doras informales presentaron signifcativamente mayor nivel de sobrecarga, en comparacin con las cuidadoras formales no profesionales. Asimismo, se comprob la importancia de estudiar la sobrecarga por dimensiones, objetiva - subjetiva - total, y no slo la sobrecarga ge- neral como propone Zarit (1980; citado por Martin et al., 1996), ya que esto permite discriminar los niveles de estrs primario de las cuidadoras en funcin de su percepcin de la realidad. En este sentido, ambos grupos de cuidadoras re- portaron unos niveles elevados de sobrecarga objetiva, siendo el grupo de cuidadoras informales las que mayor incidencia de la misma presentaron. Este tipo de sobre- carga es concebida como las actividades concretas que desempea la cuidadora (p.e., asear al paciente todos los das, darle de comer, etc) (Garca-Calvente et al, 2004; Pearlin, 1994; Zarit, 1996). El puntaje de la sobrecarga subjetiva fue menor en el grupo total de cuidadoras evaluadas, sin embargo fue el grupo de las cuidadoras informales el que present signifcativamente un mayor puntaje en esta subdi- mensin. Recordemos que la sobrecarga subjetiva se relaciona con la forma en que se percibe la situacin y en concreto, la respuesta emocional del cuidador ante la experiencia de ejercer ese rol, siendo defnido como el sentimiento psicolgico que se asocia al hecho de cuidar (Garca-Calvente et al., 2004; Pearlin, 1994; Zarit, 1996). En sntesis, fue la sobrecarga objetiva la dimensin que ms incidi en la elevacin total de los niveles de sobrecarga general reportada por las cuidadoras formales no profesionales. No obstante, en las cuida- doras informales fueron ambas dimensiones, tanto la subjetiva como la objetiva, las que incrementaron el nivel de sobrecarga general y por lo tanto fue el grupo que comparativamente obtuvo mayores niveles de sobrecarga total. Por su parte, el afrontamiento, considerado como uno de los ms importantes mediadores en el proceso de estrs del cuidador (Dev y Almazn, 2002; Artaso, Goi y Biurrun, 2002; Muela et al., 2002; Pearlin et al., 1990), tambin mostr diferencias en funcin del tipo de cuidadoras. En este sentido, las cuidadoras informa- les usaron signifcativamente menos el afrontamiento racional y desapego emocional, considerados estilos adaptativos, mientras que usaron ms afrontamiento de tipo emocional, comparadas con las cuidadoras formales no profesionales. Este patrn es considerado perjudicial y desadaptativo, puesto que se asocia a un esquema de respuesta neurtica, catalogado en otros estudios como un factor de riesgo para la salud en general (Roger, 1995; Santed, Sandin, Chorot, Olmedo y Garca-Campayo, 2003; Guarino, 2009), lo cual en este estudio podra explicar el mayor compromiso en la salud de las cuidadoras informales. Acerca de los indicadores de salud percibida, los resultados mostraron cmo las cuidadoras informales reportaron un mayor deterioro general, refejado en puntajes signifcativamente mayores en ansiedad, depresin, somatizacin y disfuncin social, a dife- rencia de las cuidadoras formales no profesionales, concluyndose con esto que las primeras padecen ms trastornos de salud en su rol de cuidadoras que las segundas, tal como se esperaba de acuerdo al modelo de sobrecarga y desgaste descrito por Pearlin et al (1990). Esto sugiere que el cuidado de un paciente con demencia tipo Alzheimer genera ms deterioro y desgaste fsico, psicolgico y emocional a personas que estn vinculadas afectivamente con el paciente y que no tienen ninguna formacin previa en el ejercicio del rol del cuidador. Finalmente y en relacin a los niveles de asociacin entre la sobrecarga y los indicadores de salud en ambos grupos de cuidadoras, en este estudio se encontraron correlaciones signifcativas entre las dos variables (so- brecarga y salud percibida) en los dos grupos, aunque llama la atencin que para las cuidadoras informales las correlaciones son de mayor magnitud que para las cuidadoras formales no profesionales. Estos resultados confrman la existencia de una estrecha relacin entre la sobrecarga y el deterioro en el estado de salud de las cuidadoras, tal y como lo han expuesto otras investi- gaciones (Devi y Almazan, 2002; Lozada, Montorio, Izal y Mrquez, 2006; Roig, Abengzar y Serra, 1998). Sin embargo, sugiere que el deterioro es mayor en las cuidadoras informales al ejercer su rol, con respecto a las cuidadoras formales no profesionales. En sntesis, esta investigacin comprob que existen diferencias signifcativas en cuanto a la percepcin de la sobrecarga en el rol de cuidador, as como en el uso de formas de afrontamiento y en los indicadores de salud, entre cuidadoras informales y cuidadoras formales no profesionales, siendo las primeras las ms afectadas en su equilibrio psicosocial con respecto a las segun- das. Si bien ambos tipos de cuidadoras muestran ms deterioro mientras mayor sea la sobrecarga, se hace evidente que el mayor peso en la labor del cuidado de 13 SUMMA PSICOLGICA UST 2012, Vol. 9, N1, 5-14 Sobrecarga, afrontamiento y salud en cuidadoras de pacientes con demencia tipo Alzheimer pacientes con Alzheimer lo tienen las cuidadoras que, teniendo una vinculacin afectiva con el paciente, no tienen una formacin previa o entrenamiento en las ta- reas propias del rol (cuidadoras informales). Todo esto sugiere que las instituciones de salud gubernamentales deberan ofrecer mayores recursos para la formacin de personal que se dedique al cuidado de pacientes con demencia tipo Alzheimer, formando a nivel profesional a las cuidadoras y dndoles estrategias de cuidado a los familiares que por circunstancias del entorno deben asumir tal responsabilidad. Referencias Aldana-Sierralta, G. (2003). El Psiclogo clnico en el abordaje de la demencia tipo Alzheimer: Evaluacin e Intervencin Conductual. Manuscrito no publicado, Universidad Central de Venezuela, Caracas. Aldana-Sierralta, G. (2009, octubre). No hay tiempo que perder para cuidar a quien cuida un familiar con Alzheimer. Boletn de la Fundacin Alzheimer de Venezuela, Captulo Sucre, 1, (6), p.3-4. Alzheimer`s Disease International (2009). Informe Mundial sobre el Alzheimer 2009. Resumen Ejecutivo de Londres. Aramburu, I., Izquierdo, A. y Romo, I. (2001). 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