Este documento propone un cambio de paradigma en la educación para adaptarse mejor a los valores de una nueva sociedad. Actualmente, la educación se centra demasiado en las habilidades duras y no presta suficiente atención a las habilidades blandas como la ética del cuidado y las relaciones humanas. El autor argumenta que la educación debe equilibrar mejor estas habilidades y promover valores como la inclusión y la sostenibilidad. Un cambio de paradigma es necesario para preparar a los estudiantes para los desafíos del futuro en un mundo globalizado e
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Este documento propone un cambio de paradigma en la educación para adaptarse mejor a los valores de una nueva sociedad. Actualmente, la educación se centra demasiado en las habilidades duras y no presta suficiente atención a las habilidades blandas como la ética del cuidado y las relaciones humanas. El autor argumenta que la educación debe equilibrar mejor estas habilidades y promover valores como la inclusión y la sostenibilidad. Un cambio de paradigma es necesario para preparar a los estudiantes para los desafíos del futuro en un mundo globalizado e
Este documento propone un cambio de paradigma en la educación para adaptarse mejor a los valores de una nueva sociedad. Actualmente, la educación se centra demasiado en las habilidades duras y no presta suficiente atención a las habilidades blandas como la ética del cuidado y las relaciones humanas. El autor argumenta que la educación debe equilibrar mejor estas habilidades y promover valores como la inclusión y la sostenibilidad. Un cambio de paradigma es necesario para preparar a los estudiantes para los desafíos del futuro en un mundo globalizado e
Este documento propone un cambio de paradigma en la educación para adaptarse mejor a los valores de una nueva sociedad. Actualmente, la educación se centra demasiado en las habilidades duras y no presta suficiente atención a las habilidades blandas como la ética del cuidado y las relaciones humanas. El autor argumenta que la educación debe equilibrar mejor estas habilidades y promover valores como la inclusión y la sostenibilidad. Un cambio de paradigma es necesario para preparar a los estudiantes para los desafíos del futuro en un mundo globalizado e
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EDETANIA 43 [Julio 2013], 53-65, ISSN: 0214-8560
Mara Rosa Buxarrais Estrada
Facultad de Educacin. Universitat de Barcelona Fechas de recepcin y aceptacin: 8 de marzo de 2013, 3 de abril de 2013 Correspondencia: Passeig de la Vall dHebron, 171. Mundet, Llevant. 08035 Barcelona. Espaa. E-mail: [email protected] NUEVOS VALORES PARA UNA NUEVA SOCIEDAD. UN CAMBIO DE PARADIGMA EN EDUCACIN Resumen: Una vez determinados los principales rasgos que caracterizan nuestra socie- dad actual, y a partir de los motivos que nos inducen a plantear un cambio de paradigma en el mbito educativo, concretamente en el terreno de la educacin en valores, propo- nemos una educacin que no olvide que la vida y la profesin de una persona dependen del desarrollo equitativo de habilidades duras y habilidades blandas, considerando como habilidades blandas las relacionadas con una educacin en valores que promueva la tica del cuidado, el fortalecimiento de las relaciones humanas y el pensamiento creativo. Propuestas, entre otras, como las de H. Arendt y E. Morin nos ayudan a justicar dichas premisas, que han supuesto el triunfo del emotivismo moral o el destaque de las escue- las en las que se pone en prctica una pedagoga del cuidado. Finalmente, apuntamos algunas tendencias constructivas que surgen para crear esta nueva sociedad de la que ya somos partcipes. Palabras clave: Pedagoga del cuidado, tica del cuidado, educacin en valores, habi- lidades blandas, habilidades duras, escuela, interculturalismo. Abstract: Having identied the main features that characterize our society, and from there a sons that lead us to a new paradigm in education, specically in the eld of edu- cation in values , we propose an education that do not forget that life and profession of a person depend on equitable development of hard skills and soft skills, soft skills con- EDETANIA 43 [Julio 2013], 53-65, ISSN: 0214-8560 Mara Rosa Buxarrais Estrada 54 sidering as the related values education that promotes the ethics of care, strengthening human relationships and creative thinking. Proposals such as H. Arendt and E. Morin help us to justify these assumptions which led to the triumph of moral emotivism or advocate in schools which implement a Pedagogy of Care. Finally, we draw some con- structive trends that emerge to create this new society in which we are living. Keywords: Care education, ethics of care, values education, soft skills, hard skills, school, interculturalism. 1. EN QU MUNDO VIVIMOS? Vivimos en un mundo material nito donde el progreso no debe ser ilimitado, sino sostenible. Cambios rpidos, exigencias elevadas, avances tecnolgicos y crisis de es- tructuras y de organizaciones estn generando un desequilibrio en el ecosistema y el sufrimiento en muchas personas. La crisis actual es mucho ms que una crisis econmica y de estructuras, es una crisis provocada por el predominio de unos contravalores que nos han llevado a la destruccin, por lo que estamos obligados a buscar los mecanismos necesarios de correccin de la direccin y el sentido que estn tomando nuestras vidas. Ahora, pues, es el mejor momento para reexionar sobre dnde estamos, cmo hemos llegado hasta aqu y, lo ms importante, dnde queremos ir. Nos encontramos en medio de un posible cambio de modelo social, un cambio de paradigma. De todas formas, en estos momentos, en la sociedad conviven contravalores que pertenecen a una forma de vivir, como el egosmo, la inconsciencia, la fragmen- tacin, etc., valores que cristalizan en formas de ser y de tener que mantienen mucha relacin con la soberbia, con unas rutinas y hbitos que han generado una destruccin de recursos, una falta de sensibilidad y compasin hacia la diversidad de seres humanos con quienes compartimos nuestro viaje vital. A la vez, experimentamos profundos grandes cambios, movimientos que, a pesar de que pueden pasar desapercibidos porque son intangibles, cada vez aoran en ms personas. Pensamientos, sueos, valores, emociones, deseos, ilusiones, conocimientos, experiencias, nos ofrecen la oportunidad de promover nuevas tendencias tanto en el orden social como en el educativo. Apostamos por una sociedad ms armnica, equili- brada y evolucionada, caracterizada por valores como la inclusin, la sostenibilidad, la consciencia, la responsabilidad, la compasin, el bienestar integral, el desarrollo de todas las dimensiones de la persona tanto cognitivas, emocionales y volitivas. Bajo estas premisas, la educacin en valores se plantea ahora como una posibilidad de reorientar la educacin hacia nalidades ms acordes con los retos que nos ofrece la so- ciedad. La educacin actual debe abordar de forma explcita el anlisis de esas realidades 55 EDETANIA 43 [Julio 2013], 53-65, ISSN: 0214-8560 Nuevos valores para una nueva sociedad... sociales, con bagaje conceptual apropiado, procurando que los alumnos y las alumnas se planteen estos problemas y vayan construyendo su posicin ante ellos. 2. MOTIVOS PARA UN CAMBIO DE PARADIGMA La escuela, tal y como se concibe en la actualidad, no resulta adecuada para educar en valores a los nios y las nias que sern los adultos del maana. Debemos plantear cam- bios profundos en los sistemas educativos del mundo occidental para ajustar la escuela a las necesidades y objetivos que ahora deben plantearse. De todas formas, creemos que no se trata solamente de ajustarse a los cambios sociales, sino que existen otros motivos de especial relevancia que deben animarnos a promover dicho cambio. Los motivos pueden ser, entre otros, uno econmico y otro intercultural. El primer motivo es econmico, porque cmo vamos a educar a estos nios para que sean capaces de acceder en condiciones y con competencias adecuadas al mercado laboral de este siglo? Estamos ante un objetivo particularmente arriesgado y ambicioso porque ni siquiera sabemos cules van a ser las condiciones del mercado laboral dentro de un corto periodo de tiempo, por ejemplo, en el ao prximo. Estamos de acuerdo en que los avances tecnolgicos son una caracterstica de la sociedad actual incorporados en todos los mbitos de la vida cotidiana. Los gobiernos plantean modicaciones curriculares, incorporando el uso de las tecnologas de la infor- macin y la comunicacin (TIC) a un ambiente de incertidumbre e impredictibilidad que sigue apostando por la produccin y no por la convivencia y el cuidado. El segundo motivo es intercultural. El pensamiento educativo se dirige a imaginar cmo conseguir que nios y nias que tradicionalmente han sido educados bajo siste- mas educativos nacionales y junto a personas que consideran culturalmente semejantes, puedan conciliar el sentimiento de identidad local con un sentimiento de pertenencia global. Este segundo objetivo pretende responder a dos de los principales desafos de la globalizacin: 1) el encuentro y la convivencia con personas de identidades distintas, y 2) el declive del Estado nacin como fuerza ordenadora de la economa, de las socieda- des y de la vida de las personas. Es decir, se pretende hacer modicaciones curriculares considerando sobre todo las diferencias, y no lo similar o lo comn entre las personas. Las reformas educativas simplemente se dedican a reformular un modelo obsoleto, a maquillarlo para que parezca actual. Es de sobra conocido que el sistema educativo ac- tual fue concebido, diseado y estructurado en una poca histrica pasada. Fue diseado dentro del ambiente intelectual de la Ilustracin, bajo los valores liberales, y la circuns- tancia econmica de la Revolucin Industrial. El resultado fue un modelo educativo propulsado por un imperativo econmico capitalista, que promova la memorizacin EDETANIA 43 [Julio 2013], 53-65, ISSN: 0214-8560 Mara Rosa Buxarrais Estrada 56 de datos a travs del estudio de textos clsicos. Por lo anterior, los valores del esfuerzo individual y el pensamiento academicista se consideraron muy valiosos en la educacin formal, frente a otros mbitos como el pensamiento creativo, el cuidado de las personas o el fortalecimiento de los vnculos entre las personas. Estos tres mbitos forman parte del nuevo paradigma educativo hoy tan necesario y por el que apostamos. Todos los mbitos del sistema educativo actual, desde el diseo curricular hasta la disposicin de las aulas, se sostienen sobre los valores del sistema de produccin indus- trial: uniformidad, homogeneizacin, alienacin, control, predictibilidad, certidumbre, planicacin, linealidad, etc. La habilidad acadmica y el esfuerzo individual fueron fundamentales durante el pe- riodo histrico de la modernidad, cuando era necesario optimizar la explotacin de los recursos naturales y satisfacer las necesidades de mano de obra de la industrializacin de las sociedades. Por eso, las asignaturas se jerarquizaron, se ordenaron teniendo en cuenta dos premisas: 1) que las materias ms tiles para el trabajo eran las ms importantes y, por eso, generalmente la educacin formal aleja a las personas de los mbitos que no estn estrechamente ligados al mbito productivo, como por ejemplo, el cultivo de la creatividad y su expresin, el cuidado de las personas, el aprender a tomar decisiones, el fomento de la participacin y el intercambio, etc. Se considera que estas facetas son de poca utilidad para encontrar empleo. A la vista del bajo nivel de resultados del informe PISA, para el caso de Espaa (Mi- nisterio de Educacin y Ciencia, 2007) demostramos la inadecuacin de la enseanza predominante en nuestras aulas en relacin con las demandas intelectuales que exige el tratamiento de problemas sociales y ambientales de nuestro tiempo. Nuestros alumnos, en general, se muestran incompetentes para resolver problemas que no sean acadmicos convencionales. Pero ellos no son los culpables, porque dos de los principales factores de su fracaso son: la organizacin disciplinar tradicional de los contenidos escolares, que no facilita el tratamiento de este tipo de problemas, y las metodologas de enseanza-apren- dizaje, bsicamente transmisivas y repetitivas, que no ayudan a formar a los alumnos en las nuevas competencias que la sociedad actual demanda, como por ejemplo: la capaci- dad para seleccin y procesar la ingente cantidad de informacin disponible en nuestro entorno, la capacidad para gestionar los problemas de nuestro mundo o la polivalencia a la hora de integrarse en el mundo laboral. La escuela ha demostrado que es incapaz de proporcionar un pensamiento ms com- plejo, capaz de abordar con xito la problemtica social, ambiental y tica. Tampoco la cultura acadmica es capaz de conectar con las pautas culturales y valores que todos los alumnos comparten, por lo que los alumnos que proceden de una cultura muy distinta a la cultura acadmica, maniestan una reaccin de desapego o desafeccin, lo que se traduce en reacciones de pasotismo, absentismo, situaciones conictivas, etc. Este tipo 57 EDETANIA 43 [Julio 2013], 53-65, ISSN: 0214-8560 Nuevos valores para una nueva sociedad... de reacciones sabemos que son propiamente una forma de resistencia, no consciente, frente a este (Garca Daz et al., 2007). 3. HABILIDADES DURAS Y HABILIDADES BLANDAS Ahora sabemos que el xito de una persona en el desarrollo de su profesin y de su vida depende de dos tipos de habilidades: las habilidades blandas y las habilidades duras. Las habilidades blandas son aquellas que permiten poner en prctica valores que contribuyen a que la persona se desarrolle adecuadamente en los distintos mbitos de ac- cin, como trabajar duro bajo presin, tener exibilidad y posibilidad de adaptarse a los distintos escenarios, contar con habilidades para aceptar y aprender de las crticas, dis- poner de autoconanza y capacidad de ser conable, lograr una comunicacin efectiva, mostrar habilidades para resolver problemas, poseer un pensamiento crtico y analtico, saber administrar adecuadamente el tiempo, saber trabajar en equipo, tener proactividad e iniciativa, tener curiosidad e imaginacin y disponer de voluntad para aprender, ade- ms de saber conciliar la vida personal, familiar, social y laboral, entre otras. Mientras las habilidades blandas se adquieren en diversos contextos, las duras se obtienen a travs de la educacin formal, tradicionalmente en entornos acadmicos o profesionales y estn relacionadas con contenidos propios de la educacin formal. Sin embargo, el xito profesional frecuentemente requiere de habilidades blandas. Est demostrado y, ciertamente, es lo que hoy da las empresas valoran. Los valores ticos se clasicaran dentro de las habilidades blandas. Por otro lado, la habilidad acadmica, formada en el razonamiento deductivo y la memorizacin de datos, por s misma, desarrolla al ser humano integral. Esta idea im- pregn el sistema educativo moderno y pervive hasta nuestros das. Actualmente, el sistema de educacin pblica en el mundo occidental es un extenso proceso de admisin, un proceso que tiene como objetivo lograr que ms personas lle- guen al nivel de educacin superior o educacin universitaria, sin considerar los valores que lleven a la prctica tal n. Las consecuencias de estas premisas han sido, por un lado, que muchas personas con talento, brillantes y creativas en mbitos no acadmicos son consideradas de menor vala para el mercado laboral, es decir, que no privilegian el pen- samiento deductivo y memorstico; los valores que guan a estas personas son invisibles o subordinados. Por otro lado, las personas que logran niveles educativos universitarios no siempre ejercen acciones ticas ejemplares. Hay quien arma que uno de los motivos podra ser que en la educacin superior se ensea la tica desde un punto de vista cogni- tivo, terico, que no garantiza el comportamiento tico de las personas. EDETANIA 43 [Julio 2013], 53-65, ISSN: 0214-8560 Mara Rosa Buxarrais Estrada 58 Por otra parte, si analizamos los sistemas educativos del mundo occidental, vemos que las asignaturas de la educacin formal poseen diferente prestigio. Por ejemplo, las matemticas y las lenguas estn muy bien valoradas, luego tenemos a las humanidades y, por ltimo, las ms subestimadas, las artes. No abundan escuelas donde enseen danza a los nios todos los das, de la misma forma que se les ensea matemticas. Esto ha provocado que las capacidades que poseen nios y nias desde su nacimiento, es decir, el cultivo de la creatividad, el cuidado de las personas, el aprender a tomar decisiones y el fortalecimiento de las relaciones humanas, paulatinamente se vean mermadas en la educacin formal. El resultado es que estamos educando a las personas para que olviden valores valiosos para enfrentar al desafo de una sociedad globalizada: valores como la exibilidad, la adaptacin, la adecuacin, el dilogo, la negociacin, la colaboracin y la conciliacin, entre otros, an no han ganado prestigio. De acuerdo con la crtica a las reformulaciones intiles del modelo de educacin tra- dicional, dos procesos educativos son principalmente dainos en la educacin: primero, que el propsito de ser educado contina siendo relatado como un proceso lineal. a) un trabajo arduo en el aula permite la b) obtencin de buenas calicaciones, y de esta manera c) se puede cursar una educacin superior o universitaria para d) obtener un buen empleo que garantice una vida digna. Esta linealidad cticia no se corresponde con la vida en s misma, porque la vida es orgnica. Construimos nuestras vidas en simbiosis, mientras exploramos nuestros talentos en relacin con las circunstancias que contribuyen a crearnos. Eso signica que los valores de uniformidad, homogeneizacin, alienacin, control, predictibilidad, certidumbre, planicacin eciente y linealidad, en- tre otros, no son valiosos para la vida de las personas, nicamente son valiosos para la educacin formal y la escuela. Adems, el proceso educativo formal es alienante porque frecuentemente desprecia el pensamiento creativo, que permite ensayar y equivocarse, el cuidado de las personas, que permite cultivar valores propios de una tica del cuidado, o el fortalecimiento de las relaciones humanas, que pone a prueba nuestras habilidades para convivir paccamen- te, tan necesarios para abordar al menos dos caractersticas de las que se dan actualmente en nuestra sociedad: la diversidad y la incertidumbre. Los contextos ldicos y de ocio favorecen el encuentro de las personas. Los ambientes distendidos y el buen humor son potencialmente fundamentales para el aprendizaje co- laborativo y las motivaciones intrnsecas, personales, identitarias y trascendentales, por las que las personas pueden desarrollar el valor de la autonoma, son ms apasionantes en el proceso de aprendizaje que la promesa de obtener un empleo bien remunerado. El desafo debe ser colocar la pasin como centro motivacional y fuerza propulsora en la educacin de las personas. Los valores capaces de impulsar todo lo anterior deberan ser considerados tan importantes como en su momento lo fue la alfabetizacin. 59 EDETANIA 43 [Julio 2013], 53-65, ISSN: 0214-8560 Nuevos valores para una nueva sociedad... Debemos evolucionar de un modelo de educacin esencialmente industrial, de ma- nufactura, que basado en la uniformidad, homogeneizacin, alineacin, etc., a un mo- delo que entienda que el fortalecimiento humano no es un proceso mecnico, sino un proceso orgnico. Eso quiere decir que no podemos predecir el resultado del desarrollo humano, solo pueden crearse las condiciones donde las personas uyan. Estas condicio- nes suceden en ambientes informales, no formales y formales. La irrupcin de los dispositivos electrnicos y las TIC frecuentemente genera te- mores y desconanza en los sistemas educativos tradicionales, sin embargo, al mismo tiempo, estos representan una oportunidad indita en la historia de la educacin que no podemos desaprovechar, para favorecer el aprendizaje colaborativo, el uso personalizado del conocimiento y la creatividad. Con ellas, se podr trascender la educacin acade- micista que an se imparte, por si algn da se necesita para consolidar una manera de encontrar un conocimiento cuando se necesita. 4. CAMBIO DE VALORES EN LA EDUCACIN Hannah Arendt (1954), en su obra La crisis de la educacin, enunciaba tres supuestos bsicos para referirse a los aspectos que se deben considerar respecto de las crisis edu- cativas: 1) la prdida de la autoridad en la cadena generacional entre nios y adultos, destacando como resultado nios librados a s mismos, sin un referente adulto, que parece que tan solo puede decir al nio que haga lo que quiera y despus evitar que ocurra lo peor; 2) el abandono de los nios a sus propias posibilidades, la fuente ms legtima de la autoridad del profesor: ser una persona que, se mire por donde se mire, sabe ms y puede hacer ms por sus discpulos; 3) dos sustituciones clave en los proce- sos educativos: el trueque del aprender por el hacer, con la intencin de ir desterrando la adquisicin de conocimientos e ir reemplazndola por la enseanza del arte de vivir, de las habilidades para relacionarse, y una segunda, basada en el relevo del trabajo por el juego, por la que se puede aprender jugando. Si nos detenemos en lo que nos propona Arendt, nos damos cuenta de que su anlisis est de plena actualidad, incluso puede resultarnos familiar cuando las pedagogas alternativas que se presentan hoy (La educacin prohibida) se basan en los criterios que se presentan como negativos. De todas formas, es evidente que no podemos seguir con esas pedagogas pasadas de moda, buenas en otros tiempos, pero que ahora han perdido su validez. La capacidad de la escuela para formar ciudadanos y ciudadanas, capaces de afrontar los problemas de nuestro mundo, no depende de una iniciativa curricular limitada, sino que exige una profunda redenicin de la educacin formal en su conjunto, e incluso de la escuela, que EDETANIA 43 [Julio 2013], 53-65, ISSN: 0214-8560 Mara Rosa Buxarrais Estrada 60 tal y como fue creada est obsoleta, e incorporar como natural la educacin en valores de forma explcita y sistemtica. Hay que plantearse una reforma global, al modo de Morin (2001), quien la bas en su da en los siete saberes capitales. En un mundo informacional como el nuestro dis- ponemos de una gran cantidad y diversidad de informaciones que no implican disponer de conocimientos. De ah, la necesidad de una gran reforma que propugne un cono- cimiento global y democrtico. La educacin debe servir para saber relacionarse con el conocimiento. Pero entender el mundo de una manera global y compleja implica, l- gicamente, entender la complejidad del ser humano, de la condicin humana, en todas sus dimensiones, fsica, biolgica, psquica, cultural, social, moral e histrica. Porque en un mundo tan repleto de conictos como el nuestro es necesaria no solo la comprensin intelectual y objetiva, sino tambin la comprensin humana intersubjetiva, condicin y garanta de la solidaridad intelectual y moral de la humanidad. Una educacin para nuestro mundo tendra que contemplar como nalidad bsica el desarrollo de senti- mientos de solidaridad y responsabilidad entre las personas, valores esenciales de una nueva pedagoga: la pedagoga del cuidado. 5. LA PEDAGOGA DEL CUIDADO: EL TRIUNFO DEL EMOTIVISMO MORAL En las ltimas dcadas, el paradigma de educacin moral ms reverenciado segua los postulados de la tica kantiana, defendiendo que todos los nios y las nias tienen acceso a una misma ley moral universal. La pedagoga de la discusin de dilemas morales de Kohlberg ha fracasado por una promocin del relativismo en las escuelas. Basndose en los estudios de Piaget (1974) sobre el desarrollo de la moralidad infantil, Kohlberg sostuvo que hay una meta comn para toda la humanidad y que los nios evolucionan a lo largo de diversas etapas desde una moralidad impuesta (heternoma), en la que las diversas guras de autoridad establecen el criterio de lo que est bien y lo que est mal, hasta una moral autnoma, en la cual la accin es guiada por principios universales. Es de sobra conocida la teora de Kohlberg, que considera que el juicio oral evoluciona de forma parecida al conocimiento. La metodologa que propona supona una aceleracin del paso de una etapa inferior a una superior, estimulando el razonamiento moral con diferentes tipos de dilemas. Muy pronto aparecern crticas a la propuesta de Kohlberg. La ms conocida fue la de Carol Gilligan, que trabaj con Kohlberg hasta que los resultados de los estudios sociolgicos acabaron por sugerir que las mujeres mostraban un proceso de evolucin moral ms lento que los hombres. Pero eso solo pona de maniesto que los datos que Kohlberg utiliz provenan de la muestra de hombres utilizada. As, Gilligan arm que 61 EDETANIA 43 [Julio 2013], 53-65, ISSN: 0214-8560 Nuevos valores para una nueva sociedad... el pensamiento moral femenino se deja modular por la interrelacin, el cuidado y la empata; en cambio, el pensamiento moral masculino es formal, legal e imparcial. Por desgracia, Gilligan ha tenido una incidencia muy escasa en nuestras escuelas, pero la moda actual de la educacin emocional es una traduccin limitada de esta. Hoy en da, la emocin se ha convertido en la protagonista. Sin duda, vivimos en una sociedad hiperemotiva. Segn MacIntire (1987) la deriva emotivista de la moralidad contempo- rnea tiene su origen en el politesmo axiolgico dominante. Ahora algunos tericos de la educacin moral no han tenido ms remedio que tratar de defenderse, incorporando el trmino emocin o sentimiento a sus argumentaciones (Martnez, Tey), acudiendo a Strawson (1995) para tratar las emociones que deben educarse; pensemos, por ejemplo, en los resentimientos, los remordimientos y la indignacin (Burguet, 2010: 427). El principal objetivo de una pedagoga del cuidado (Noddings, 2009: 43) es facilitar a las personas la comprensin de los dems y de nosotros mismos a travs del cuidado tico. Pero, no debemos olvidarnos de otros paradigmas que han adquirido fuerza en el campo de la educacin moral, como la educacin del carcter (Lickona, 1991) y la construccin de la personalidad moral (Buxarrais, Martnez, Puig y Trilla, 1995), entre otros. Estos pueden inspirarnos intervenciones educativas que integren aspectos propios de una nueva concepcin de la educacin en valores. 6. TENDENCIAS CONSTRUCTIVAS PARA UNA NUEVA SOCIEDAD El objetivo fundamental de la educacin, y de la educacin en valores, es hacer perso- nas felices, lo que signica que los/as educadores/as deben ayudar a las personas a asumir plenamente su humanidad, con sus luces y sus sombras, y desde ella construir cada uno su propia personalidad, su propia manera de ser en el mundo, de forma racional y aut- noma pero con un profundo sentimiento de cuidado por el otro. Nos atrevemos aqu a plantear algunas tendencias constructivas que se deberan te- ner en cuenta para ver a qu tipo de sociedad estamos avanzando, o mejor dicho, nos gustara avanzar. 6.1. Educar para ser, no para tener En la sociedad actual todo lo que nos entra por los sentidos supone una invitacin explcita o tcita a consumir. En nuestras relaciones sociales el tener ahoga muchas veces el ser, y esto puede llegar a destruirnos. Hemos construido entre todos una sociedad centrada en la cultura del tener, un nivel de vida denido en trminos de posesiones EDETANIA 43 [Julio 2013], 53-65, ISSN: 0214-8560 Mara Rosa Buxarrais Estrada 62 materiales, consumo desenfrenado y valores de mercado que han potenciado valores desadaptativos como la inmediatez, los ritmos acelerados, la competitividad, el egos- mo, la avaricia, la soberbia, la irresponsabilidad, la explotacin de recursos, la facilidad, el culto al cuerpo, el exhibicionismo, la falta de solidaridad y una lucha feroz de unos contra otros. 6.2. Del autoconocimiento a la autorrealizacin El autoconocimiento es el primer paso en este largo caminar por la vida social. El desconocimiento de uno mismo provoca miedo a todo lo desconocido, genera inseguri- dades, dependencia y malestar. Tambin es fuente de baja autoestima porque el valor que una persona se otorga a s misma resulta del reconocimiento de sus cualidades y puntos fuertes por parte de los dems. Adems, el autoconocimiento conduce a la responsabili- dad personal que nos induce a realizar acciones de cuidado hacia nosotros mismos, hacia los dems y hacia nuestro planeta, haciendo un uso ms inteligente y sostenible de los recursos disponibles. 6.3. De la inteligencia lgico-matemtica a las inteligencias mltiples La teora de las inteligencias mltiples de Gardner debe hacerlos reexionar sobre qu tipo de inteligencias desarrollamos en nuestro sistema escolar. La inteligencia, segn Gardner, se dene como un conjunto de capacidades que nos permite resolver proble- mas o construir productos valiosos en nuestra cultura. Existen ocho grandes tipos de capacidades o inteligencias, segn el contexto, y todos podemos desarrollar cada una de ellas en distinto grado. La inteligencia lgico-matemtica que utilizamos para resolver problemas de lgica y matemticas debe acompaarse de las inteligencias lingstica, espacial, musical, corporal, intrapersonal, interpersonal y naturalista. Como es de sobra conocido, en nuestro sistema educativo damos ms importancia a las matemticas que a las humanidades y, en menor grado, a las artes. 6.4. Del uso insostenible de recursos a la cultura de la sostenibilidad y la ecologa En todos los contextos, educativos o no, familias, escuelas, empresas y organizaciones varias hemos abusado de los recursos disponibles y hemos acabado gastando aquello de lo que no disponemos. De manera similar se ha funcionado respecto a la explotacin de los recursos naturales, y la tierra tambin se resiente. 63 EDETANIA 43 [Julio 2013], 53-65, ISSN: 0214-8560 Nuevos valores para una nueva sociedad... Creemos necesario promover una visin global integradora, mediante un cambio profundo de ideas que potencie la cultura de la sostenibilidad, nica alternativa posible en el mundo actual. La sostenibilidad conlleva un uso equilibrado de los recursos tanto econmicos, naturales como emocionales. 6.5. Del bien individual al bien comn Debemos situar a las personas en el centro porque son lo ms importante, pero en el contexto actual hay que apostar ms all, por un bienestar integral al abasto de todas las personas, sea cual sea su procedencia y momento vital. Somos plenamente conscientes de lo que tenemos, de los recursos de los que disponemos? Reivindicamos derechos y no queremos asumir responsabilidades. Queremos recoger sin sembrar. Una sociedad madura debe tener un cuidado especial por todos aquellos que perte- necen a colectivos vulnerables, practicando los valores de la solidaridad, la generosidad, el altruismo, etc., valores que han permitido a nuestra especie superar muchos escenarios difciles. 6.6. De la comunicacin tcita a la comunicacin tica Estamos inmersos en tipo de comunicacin polarizada en la que solo nos movemos en los extremos, entre lo blanco o lo negro, pero sabemos que tambin hay grises. En estos momentos, se produce tambin un cambio de paradigma en el terreno de la co- municacin: nuevos medios de comunicacin, nuevos lenguajes, nuevos actores, nue- vos escenarios. Deberamos preguntarnos si la dinmica comunicativa actual refuerza la convivencia, pasando de la comunicacin tcita a la comunicacin tica. La comunica- cin debera evitar el fomentar contravalores como la manipulacin, la ignorancia, la inconsciencia, la reactividad, el conicto y el miedo a ayudar a consolidar valores como el respeto, la honestidad, la libertad, la solidaridad, la convivencia, la cooperacin y el acuerdo. 6.7. De los valores pensados a los valores sentidos y vividos En Educacin Moral siempre hablamos de lo importante que es fomentar en nuestros nios y nias la coherencia, entre lo que pensamos, sentimos y hacemos. Dicha coheren- cia condiciona nuestro bienestar y equilibrio, nuestra salud emocional, por decirlo en pocas palabras, nuestra capacidad para liderar e inuir en otras personas, porque cuanto EDETANIA 43 [Julio 2013], 53-65, ISSN: 0214-8560 Mara Rosa Buxarrais Estrada 64 ms coherencia ms autoridad moral tiene uno. Para ello, es necesario ofrecer oportu- nidades educativas por las que los valores sean vividos en la prctica, no solo adquiridos cognitivamente. De qu nos sirven los valores en el pensamiento si no somos capaces de convertirlos en acciones transformadoras? Nuestro reto principal en la educacin ser que no se quede todo en deseos o en palabras, como suele ocurrir, sino que las personas y las instituciones se impliquen en llevar a cabo un modelo de educacin propio de un lugar como el que habitamos. 7. BIBLIOGRAFA ARENDT, H. (2006) The Crisis in Education en Between Past and Future. London, Pen- guin. BAUMAN, Z. (2007) Los retos de la educacin en la modernidad lquida. 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