Ajedrez - Maizelis - Finales de Peones (1969) (288s) (OCR)
Ajedrez - Maizelis - Finales de Peones (1969) (288s) (OCR)
Ajedrez - Maizelis - Finales de Peones (1969) (288s) (OCR)
PEONES
Ante ta ssctiser da literature sufrsspecfall-
zada sobre !as finalea de partfda, lel aflclu-
nado, el jugador medio y hasta el ms ale-
vado, encontrar en este libro la solucidn
81 problema rnatsrnhtlco de los flnales de
peones, porque si blan la fase Inlclal del
fuego es rica hasta el absurdo en varfantes
y posibilidades, el final de la partida per-
tenece al campo sn que la irnaginacl6n
dabe cedes ante la tdcriica, an que el ta-
lento es eclipsado por el estudla, la tns-
plracldn reemplazada por le ttansplracidn
intelectual. De ahi que la aparlcldn de esta
nueva adlci4n abra un nuevo y amplbirna
campo de Investigttein a[ aficionado con-
cienzuda asf corno al maestro, qulsn na-
cesita depender cada vez m8s del en8lisls
de leboratsrlo para el remate de sus par-
tidas.
Desde que Philidor [.tos peones son el
afma del ajedrez,) revaluere et c a ~ c e p t ~
medieval del ps6n y la democratizara ha%-
ta despertar al mundo ajedseclstico a la
realidad aplastante de su importancler, san
muchos los autores que progreslvarnente
panetraron en los misterlos de ersta flgw
ra prlmatia del ajedrez, Brirrger, en su abra
monumental, y m8s tarde Euws, Roblno-
r
Flns contribuyeron ampliamenta, a
este ogro tedrlco, Malxslis, en el presente
voiuman, ofrece al aficionado un resuman
da, @atas tendencias, a veces dlferarites,
y aunada estas e8tudlas a Irr el4sta.a Err-
wrssttgircibn de Dedr t ~ sobra la taorfa de
las caslllas crltlcas, presenta et terna sobra
l a basa de una teorfa nica de finales da
pan, Ha aqu su mrlto,
Si usted desea estar informado de nuestras
publicaciontas, sintase remitirnos su nombre
y difeccin, o simplemente su tarjeta de vi-
sita, indic&ndonas las temas que sean de su
inters.
Ediciones Martinez Roca, S. A.
Dep, Informacin BibiiogrAfica
Gran Via. 774 0801 3 Barcelona
FINALES
DE PEONES
CGLECCIQN
ESCAQUES
EDI CI ONES MA R T I N E Z ROCA
B A R C E L O N A
FINALES DE PEONES
J. MaizeZis
Traduccin directa del mso
de LYDIA KWPER DE VELASCO
y ANDR~ S FIERRO MEN~ I
Proemio de
JAIME Luad LUMBERA
Maest-ro Naciorral de Ajedrez
Revisin tkcnica
dc Josk M." JUSTE BORRELI.
@ 1969 por EDICIONES MAKTNEZ ROCA S. A.
Gran Va, 774, 7." - 080 1 3 Barcelona
RESERVADOS TODOS LOS DERECHOS
Este libro no puede ser reproducido en todo, ni en parte, sin perxr~iso
I S B N : 84-270-0033-2
DepGsito Legal : B. 17054 - 1988
PROEMIO
E ~t reirlidad, eske libro no necesita presa ?z t acin de niaguna clase.
Viene precedido del suficiente prestigio i~ttemaciunal para que Ea
?tzismo el fwofesionaZ que eE aficioaaads, qwe i n d u s o aquel que 9o.r
primera uex asoma su czcriusidad al campo de batalla, tan incruento
wmu apa~iotlaafie, del ajedrez, l e dt! no sOlo como bueno sino como
ejeltnplar y 6nlco hasta ahora.
Pero me parece opartu.zto aducir aqut el arguntento 68 que, entre los
nwmemsos libros que tratan de ajedrez, s?t pocos --por l o menos
qlae yo conozco - los ~onsagrados a los finales de partida.
Yo se de esa espoeie de angustia que se l e pr esent a al ajedrecistar
czcclndo, fweviertd gana& La partida, se v e en el trance de elegir.
Mzrc?a.us, muchhimas veces, la eleccidn llega a sus deds como pm
divina i~upira.idn. Pero no es eso. Dejar que eL azar intervenga,
air ol q ri t. sea para traerle el tr'iunfo, no conjuga ni azht de Lejos con 10
que constituye para el jugador la esencia misma de su personalidad:
lo fxncto. Lo que estd. cm sus manos euitar, o provocar.
Se hach precisa una sistematizacin de &a t?xperiencilx en esta m&
teria, hasta - s i ello era posible - convertirla en serkcilla, e r a y
si u~$t t : teorla, Y te91.ia que ser un hombre de La t al l d- de un Muizelis
quien catlsiguiese urt propsito de tawta e.l.zvergadura. Este 1Ebr0,
FXNAI,W D& PPON~S, recoge y remata cuanto sobre ello se ha experi-
112 etttado.
Lo nzds dificil: del popbsito, era coaseguir una claridad d. expo-
siczdn tat que Llegase a la comp-emibn i medi at a incluso &t p r o f m.
Elt este sentido, la obra de Mai zdi s puede presentarse como un modelo
de &a didictica. Es clara, es eficaz; es poco menos que exhaustiva.
JAIME LLADC) LUMBERA
Maestro Nacional de Ajedrez
I NDXCE
Iatroduccihn . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
Cacsias crticas o clave, Funtcs de invasl6n . . . 3
Distancias, oposicin y casillas conjugadas . . e 6
Capitulo primero: REiY Y PEON CONTRA REY . . . 18
Capitula 11. REY Y DOS PEONES CONTRA REY . . 23
Capitul 111: PEON CONTRA PEON . . . . . . . 26
1. Peones en la misma columna . . . . . . . . . 26
2. Peones en columnas vecinas . . . . . - . . 32
3. Dos peones pasados . . . . . . . . . . 35
Capitula IV: DOS PEONES CONTRA UNO . . . . 42
f . Peones ligados . . . . . , . . . . . 42
2, Peones aislados . . . . . . . . . . . . . . 17
3, Peones aislados dobladas . . . . . . . . . . . 96
Captulo V: DOS PEONES CONTRA DOS PEONES . . 10o
1. Finales can peones pasados . . . , . . . . . . 107
2. Finales sin peones pasados . . . . . . . . . 120
Captulo VI: TRES PEONES CONTRA DOS PEONES Y CON.
TRA TRES . . . . . . . . . . . . . . 143
1. Finales con peories pasados . . . . . . . . . , 143
2. Finales sin peones pasados . . , . . . 160
Capitulo VI I : DESARROLLO DE LA TEORIA OE LAS CA.
SILLAS CONJUGADAS . . . . . . . . . . . . 179
1, Oposicin corriente (sistema rectangular) . . , . . 180
2. Sistema del cuadrado y el tringulo . . . . . 184
3. Sistema de las ocho casillas . . . . , . t !M
4. Sistema *Tr . . . . . . . . . . . 287
5. Alglrnas observacitincsy conclii~ioizes . . , . . 212
Capitula VI11 : FINALES DE MUCHOS PEONES . . . 220
I , .%Sgunos prac.edmientsii t6tnitclr: . . . . . . . . 221
2, tJentaljas y desventajas de posicth . . . 235
3. 33jernpIioo; de !a liacba $e maniobra . . 246
Api ndi ~e: FIBF'ALES DE PEON QUE PASAK A SER FI SAEES
DE DAMA . . , . . . , . . . . . . . . . 263
1. Ilama c.o~~lr;t Fer>n . * . . . - - 264
2. Paso al final de dama . . . - . . 210
A la mcmorra de mi esposa
Eoguenia Niju ilovna Zuttkova-Maizelis.
La famosa expresion de Philidor alos peones son el alma del
ajecfrezir conserva toda su actualidad, pero abr a se da una interpre-
tacin distinta - 110 del todo philidoriana - y ms profunda al
papel de fos peuiies esi ef juego.
De ordinario, los pennes conctitiiyen la base de la posicibn y deter-
minan, en ,gran medtda, strs ecbiliares caractersticas. Tiene extraor-
dinaria importancia el papel {e los peones en la fase final del juego.
ciiyo objetivo fundamental es la conversin del pebn en Dama. La
tttayorfa de los finales son de peones, y hasta cn los de figura es preciso
calcular las posibilidades de tzn final uramente de peones,
Tras la aparente sencillez de las fina f es de pe h, suele wziltame tina
gran proft~iididad. Sih embargo, su carficter original, a veces incoiii-
prensilrle, se explica por las leyes generales por que se rigen y a etiylt
comprensin se va acercando poco a p o la teora ajedrecistica.
El desarrollo de la tearia de finales de pen es un proceso largo y
complejo, de articalaridades diffctes o tal vez imposibles de recisar.
Fue extrema f ameate largo el periodo de acu~i~ulaciUn inicial i e mate-
riales y stt ccarnprobaci6n analitica. El libro de J. Berger, que podemos
considerar como la primera experiencia de sistematizaci8n cientrftca del
ajedrez, sigtrific6 un cierto resumen de esta labor. Ms tarde, se pizbli-
canm los trabajas de Rabinovich, Euwe, Fiile y Cheron, pero cada uno
de estos autores estaba 1115s CI menos ixtfluido por sus antecesores,
En las obras enumeradas no se haba inter~bdo si irieriz esbozar ni
f
? desarrollar los roblemas generales de la teora de fina es de pen. Para
Berger, lo f i ~n arnen,tal era el concepto de uoposicin~ y la aplicacin
practica rle este n6todar. Rabinovcl, tdemAs de esto, aplicaba el rn6todo
de &casillas conjt~gadasn. No obstante, seria vano buscar en las obras de
ambos at~tores tina frindmentaci6n te6rira de los metodos intlicados.
Esta falta de fiindarnentacin terica y de base zlnica de expmicin
constituye uri defecto de 13s obras inclicadas que, aparte de eso, son ~ 1 1 -
xi~ainente valiosa^;.
Roy da, la teora dispone de ~~z~t ocl os que le permiten hacer una
sintesis rns asnrlia y sentar realas que facilitan, en cierto ~uoclo, ei
desarrollo prctico de rniichos Enales de pen. El objetivo tle este
t-sttidio e'; dar a conocer estos rn4todos a los lectores. Es el prirncr-
intento que se I I ~ C C lc exp011er el tema sobre la base de iitia teoria i ~ni c : ~
de finales de pen, en la medida que pueda considerarse establecida
actualmente.
La teora de finales de pen se f om sobre la base de la experiencia
prctica de los maestros de ajedrez y del estudio anafftieo de numerosos
ejemplos. Fue tambitSn muy considerable la aportacion de Tm tehieos,
a Tos que se deben artisticos anhlkis, tanto de al unos aspectos de esta
fase del juego, como de ciertas leyes generales, 6 a este trabajo se dan
los nombres de los aritores de las posiciones ( o de su solucin).
Han contribuido activamente al desarrollo de esta teoria general:
F, Durand, que en 1860 y 1874 public unos ensayas sobre tasiflas
crftieas ; Dedrle, que profundiz coasiderabiemente esta teora en 1921
y 1925, y Grigriev, que fue el primero en estudiar la teorfa de las
casillas conjugadas (1922). Pero el mrito de Grigdriev no radica safa-
mente en eso: destacado investi dor y fino artista, eontribu~*B sin-
gularmente al estudio de los fina Y es de p d n y de sus leyes.
Ef tema principal de todos 1% finales de peon es su trancformacibn
en Dama. Como es 1gic0, 6 1 0 ofrecen inters las pmitioties donde este
objetiva se consigue superando las rlificulbdes, cuando resulta izlzpu-
sible a causa de una defensa acertada, o bien en algunos otros casos,
debido a las peculiaridades de la posicibn.
tos finales de pe6n ptxeden subdividirse en dos grupos : crdinhmicos~
y abluqueadosw. En el primer rupo, juegan un papel importante los
6 peones mviles, secundados ha itualmente por el rey. En el segundo
grupo, los peones permanecen inmviles : b~en por bloquearse mutua-
rneiite, bien por no poder moverse bajo la amenza de captura evidente.
Como es 1gicu3 en finales t'ie este filtimo tipo maniobran tan c610 los
reyes, tratando de ocupar ciertas posiciones decisivas y ventajosas.
En h prctica se conocen posiciones de ti o uintermedior ; su inclu-
movilidad que aUrl poseen los peones.
r sin en uno de los dos g r u w fundamenta es depende del grado de
Sin embargo, en todas las circunstancias, as decir, en finales de cual-
uier tipo., las i-e es desempean un papel importante y con frecuencia
%ecisivo, ataran z o ( tambien coatraatacando) y defendiendo los puatoc
debiles, es decir, crlticos, de la posicin. Estos puntos, cuya ocupaciGn
determina el resultado de la partida o, or lo menos, la xealizaclh de
P un importante objetivo intermedio, sue e llamarse puntas clave.
Un factor decisivo del juego cuele ser el grado de proximidad o
lejanfa de 1% reyes de los puntos crticos .o clave, debido a lo cual
nace el conce to de rdistancia crfticar.
Las posibi 7 idades de transformar el pen, los puntos claves de la
posicin, las distancias que median entre os reyes y esos prrntos
determinan, en lo fundamental, el contenido estrategico de casi todos
los finales de pe6n.
Exr los ejemplos concretos expuestos a continuacin explicamos los
principios arriba indicadas.
CASILLAS CRiTXCAS O CLAVE* PUNTOS DE ILNVASIN
Para conipreader mejor los principios fundamentales de la teora
general de f males de ajedrez, examinemos algnnus e jempIos eIemen-
blei;.
1 2 3 4
En el ejemplo 1 las blancas consigitei? triunfar en el caso de
B
91"'
consigan coronar al e 6 ~ , Moviendo las blancas, resulta posib e :
I - PTAD, R2D ; 2. R7C y 3. PSAD. Si el ie blanco ocupase la casilla
K 6D, des u& de l . P7AD, R2CD, obtend amos el mismo resultada
m 2. &D. Sin embargo, si la salida fuese de las negras, ju ando
1 ... R1 CD (6 1. . . RLD estando el rey blanco ea 6D) ; 2. P7AD + , 21AD,
las uegras hacen tablas. Cmo se explica esto?
f En el primer caso, las Is ancas cansi uen ocupar con su rey la casilla
do las negras esto resulta imposible*
5 7CD ( 6 7D), asegurando asi fa coronaci n. del pe6n ; ea cambia, rnavie~i-
Estaremos en la cierto a1 afirmar que Ia qcz~pacidn por e1 rey de la
casilla 7CD 6 7D decide la partida. Estas caci l l a~ b se &_an r_r?'kicas*,
y a que su ocupaci6n yox el- rey. Ma nc ~ pne X b .iie en %itaaI'tbi
f- crtica. Mgs justo serla calificnrlas de posiciones rc avea, ya que su
posesi6n asegura el objetivo que se persigue, es decir, la coroaein
del pen.
S les hubiese tocado jugar ;! las uegras la partida seria nula, ya que
el rey negro no fiabrfa emitido la ~cupacibn de las casillas clave; la
pocic-ibn del rey negro rente al blanco se llama, en t6rmitms ajedrecis-
ticos, roposici6n~,
P
Asi pues, la *opasitinr es un procedimiento 'tctico, irn medio be
lucha por las posiciooes clave (pero, coino veremos ms tarde, no es,
ai n~ucha menos, el f uirixr).
En la posicibn 1 vemus que la conversibn del pen en dama se reduce
a la lucha por la posesi6,n de casillas particularmente importantes y
decisivas.
Veamos ahora la posiciu 2. Un simple anlisis nos hace ver que l as
htaricas ganan independientemente de la salida; es decir, que en este
caso la uopusiciOn~ no juega un papel decisivo. Lo mismo reculta si el
itey blanco esth eh 6CD cr en 6D.
Ahora bien, en el 2 las casillas 6CD, 6AD y 6D san hmbikn aclaves ,
pues su posesibn asegura la posibilidad de ocupar la 7CD y 1% 1D, y
coronar, por lcr tanto, el pe6n. Resultado de ela es que el P5AD, que se
encuentra en i a otra mitad de1 tablero, obtiene un sistema de casillas
clave indicadas en el ejem la 3. Tan pronto como el rey blanco ocupe
uno de estos 6 putttos, que c f a asegurada la conversihn del pen en dama,
independientemente de la pi c i on del rey negro y de a quin le toque
ju$ar (a excepcin, claro est, de que las negras puedan capturar al
pan en la primera movida).
La rinica razbn de2 que las casillas 3CD, 3AD y 3D sean criticas
para las negras se debe a que su rey esth limitado en sus movimientos
por su proximidad a la banda del tablero. l3n el 2, donde el pen ha
pasado ya de la mitad del tablero, las negras pierden despuQ
de 1, RKD, RICD ; 2. P6AD, Rl AD ; P?AD, las negras pierden por
Zugwang, ya que no tenea casillas para retroceder.
En d 4, donde el 6n no ha pasado de la mitad del tablero, el
cuadro es totalmente d" istinto ; despus de 1. R5CD, R2CD ; 2. P5,4Y,
K2,QD; 3. PIAD, las negras juegan 3... RtAD y hacen tablas. As5
pues, si el rey blanco domina las casillas 5CD, SAD, SD, la posicibil
no es peligrosa para las negras, Son criticas para ellas las casillas
3CD, 3AD y 3D, situadas fila por medio del pen en la misma vertical,
y en las dos vecinas. La ocupacibri de trno de ecos campos clave por
el rey blanco asegura la coronaci6n del pe6n.
Si ea el cuadro 4 les toca jugar a las negras, se ven obligadas a
ceder inmediatamente al rey blanco uno de las puntos de invasibn a la
fila si uiente, es decir, la casilla 3CD 6 3D (movimiento envolvente),
despu ti3 de lo cual toda resistencia es vana. Si salen 1 s blancas, tia
pueden ocupar ninguna casilla clave, ya que el rey negro toma la
opo~icibn y no deja paso al xey bl uco.
Examinaremos con m6s detalle estos finales en el capitulo 1. Por
ahora nos limitaremos a fumulax los ~sut t adus obtenidos :
U ) El pe6n pasado tiene su sistema de escaques criticbs o de clave.
b) Cuando e1 rey de la parte atacante ocupa una casilla clave queda
asegurado el objetivo de d~t ha final : la carmacin del pen.
6) En esta clase de finales se lrtcha fuudarnentalmente por la
posesi611 de casillas clave,
Examinemos el cuadro 5.
En la posici6n 5, el plan de las blancas consiste en capturar pri-
meramente el pe6n 4D v, seguidamente, coronar su pen 5D. Una vez
4
capturado e1 pcbn 4D (objetivo inmediato de las blancas), se intentia
realizar la otra parte del plan.
Es evidente que si el rey blanco consigue ocu ar algana de las
casillas SR, 5AR 6 5CR, el pe6n negra 4D est l? irremiciblemente
perdido. Por lo tanto, este pebn tambin tiene sus puntos critica.
La realizacibn del primer objetivo (captura del ~ 6 n ) no significa
que la otra parte del plan se consiga. Las negras pueden impedir que
las blancas coronen su ph..
Por ejemplo, en la pnsici6n 5 las negras, al jugar, pierden la
oposicin y no tienen mas remedio ue dejar que el rey blanco ocupe
una casilla clave. En respuesta a ?a 1. .. RJR ; las blancas jnegan
2. RSCR (esta maniobra se llama rncrvirniento envolvente, que es una
cons9cuencia de la p6rclida de oposiciu, Ms adelante veremos que
donde no hay amenaza de rodeo no es obligatorio ocupar la oposici6n;
vease 6 ) . Sigue luego 2... R2R; 3. RSAR, 1Z;ST) ; 4. RGAR, R3AD ;
5. RSR, R2A! (Las negras entregara ef pen 4D,
eao ua dejan que
el rey blanco pase a las casillas clave del pen pasa u 4D f ; 6. R x P5D,
RZD y tablas.
B
La verdad es que el sistema de casillas clave de1 pen 5D es mucho
ms complejo. Forma un rect&nplo 5TD, 7TD, 7CR y 5CR. Lo veremos
claramente en el cuadro Sa. has casilas marcadas con una cruz en los
cuadros 5 y Sa, seiaian el limite de la rzona crtica, del pen 4D, la
rpsrnera Iineas, por decirlo asf, de la defensa de las negras.
Como es natural, el peligro mximo- para el ~ b n negro 4D emana
del rey blanca situado SR. 6 6R (que can las caslllas clave fundamen-
tales), pero, corno hemos vista ya en el cuadro 5, la ocupacihn de la
casilla 5CR (invasin de la zona critica), asegura el dominio de las
casillas 5R y 6R.
El pen blanco 41) en el cuadro S tambiiCn tiene su zsna critica simb-
tricamente sitaada, limitada en su parte superior por las casillas
4R, 4AR, QCR, 4TD, 4CD y 4AD, Por eso, la sitnaoi6a deI rey blanco
en cualquier punto de la zona critica del pen negru 4D no significa
la captura de esta pieza, ya que el rey negro puede, a su vez, invadir
la zona critica del pen blanco 4D. Vemos, pues, que la distancia que
hay entre los reyes y las eorrespondienfes zonas criticas, es decir, las
oasfllas clave fundamentales, tiene mucha importancia.
Conviene recordar que en l a fucha por tres pi~ntos clave, situados
en fila o en columna, el rey consigue triunfar solamente si consigue
tomar la oposicin. Este es su $mico medio de lucha. Pero si s61o
hay dos casillas clave, conio ocurre en cf cuadro 6, Xa defensa por medio
de la oposicin deja de ser obligatoria, ya que las blancas no pueden
realizar su movimiento envolvente.
Las diagramas 7, 8 y 9 muestran la posicin de los untos elave en
otra elase de finales de pen. Si en estas posiciones f' es toca salir a
las negras, las blancas se apoderan de as sasllas clave y ganan. Con-
viene sealar que, aunque en los diasamas 8 y 9 s610 hay dos casillas
clave, la aposicin es im rescindible, ya que las negras uederi con-
A) P trolar tambien el p 6n 3 R, es decir, de hecho, tres casi las.
Ms adelante hablaremos de las articularidades del juego en si-
p. tuacianes semejantes. Por ahora nos imitarnos a sealar lo siguiente :
a)
Cada disposicin de los peorzes tiene su propio sistema de casillas
clave.
b) La ocupacin de esas casillas asegura la realizacin del objetivo
fundamental (o intermedio) que se persigue en dicho final.
c} La lucha se reduce a la lucha de los reyes por la posesin de
esos puntos dave.
En los capftrrlos siguientes (p~incipalmez~te en el T."), vereinos
que los campos clave pueden estar en distintas filas o coluhnas y
separados unos de otros.
DISTANCIAS, QPOSICION Y CASILLAS CONJUGADAS
En los ejemplos arriba examinados las negras estaban condenadas
una defensa pasiva y luchaban sblo por conseguir tablas, para lo
cual su rniixino esfuerzo consistia en na dejar pasar el rey contrario
a las casillas clave. Pero las negras disponen con frecuencia de pocibi-
lidsldes de contrataque, es decrr, que a su vez pueden atacar a las
peones blancos. En estos casos se hace preciso calcular la distancia
que media entre los reyes y los peones o las escaques clave, as como
la que hay entre los peones y la fila de coronacin.
Examinemos las s~gulentes ejemplos :
10 1 I
En la posicin 1Q las blancas necesitan 7 ju adas para capturar a1
pebn 3TR y coronar el pen STR. La nica de 'f ensa de las negras es
6
las distancias diapuliales iuUs breves) y clr que el rey pace cada vez de
una horizontal a la sigrriente.
De esta forma, e1 m~~i nl Eet 2t u del rey en Iinea recto (vertical u.hori-
zontal) P~edi 7 sustituirse, en caso de necesidad. por un movimiento en
zigzag.
(Una ilustracixi .prrictica de este importante principio la tenemos
en el diagrama 58.)
Pasemos a estudiar las diversas formas de oposicin; de pasu,
expondremos algunas ideas importantes para el erifoqiie te6rico ge-
neral de este problema.
13 14
El esquema 13 nos presenta el cuadro completo de todas clases de
oposicin posibles. Decirnos que hay ciposicin cuando los reyes t 7 ~ 2 d i ~
coloc.a&s frente a jrente, en Iinea recta o &ngnitaL cm un nzl-
mero impar de casillas ( 1, 3, 5) mt r e ellos. T,a situacirjti de cixalQuier
rey negro ctl el 13 respecto al rey blanca situado en ICD es de oposi-
ci6n; cuando entre los dos reyes sOlo media utia casilla, decimos ogo-
sicin inmediata, vertical, horizontai o diagonal, pero si son 3 6 5
casillas las que hay entre ambas, hablamas de oposici61i distante.
Tomar la oposicidn es ztentajoso, ya que coloca al adversario en si-
tuacin de zugzwang y asegura la 'invasin del rey propio gracias al
movimiento envolvente. por ejemplo, si tomamos 1 a posicin 31 1 CD-
RGCD, las regras, al jugar, se vetr obligadas a ceder a1 rey blanca
la casilla 2TD 6 ZCD, despus de lo cual no pueden impedirle que
avance coxilo quiera. En el ejeilipio 15 se representa el mecanismo cie
este avatrce.
Estudiando la stuaci6n (Te los reyes en un tablero sin peones, vemos
que saEnme~tte la oposicidn vertical u hurizotztatl es La verdadera
y efecti vo; la oposicin diagpnal n tan slo una posicin virtual, que
permite pasar a la oposicion real (por ejemplo, si exaininanios la
posicin R1CD-R6D, entonces a la jugada 6A 6 7D, responden las
blancas co,n tA 6 SC) ; la oposieitn diagonal es i wapaz de impedzr
el avance de un rey contrario activo.
En la posici6n RIC-RGU, tos reyes esthn situados en diagonal en
l t ? ~ iit~gulos del cuadrado 1 C-3C-3D-ID, constituido por in nmeru
i mpar de casillas (3 x 3=9) ; las criatra casillas aizgrrt.ares de este cua-
dxado son del mismo color. Estas mismas particularidades caracterizan
o osiciones distantes y virtuales, es decir, cuadrdos con reyes
situa 1 os en ICD-4AR (5 x 5=25) y 1CD-2TR (7 x 7=49). En ciertas
posiciones el saber utilizar estos indicios caractersticos tiene gran
rq.mrkancia prctica (vase ejemplo 185).
Si tomamcrs, por ejem l ~ , tipos de oposiciones distantes, como
RICD-R4CD o RI CD- RX~ , veremos que, en cierta medida, tambin
son virtuakes, pues dan paso a la opbsiciOn inmediata. Las maniobras
a distancia no constituyen un objetivo por si sqlas. Teniendo la opo-
siei6h distante, el rey blanco la puede comerti7 siempre en z~zmediata
g llevar a cabo luego la invasin (vease ejemplo 15).
- LO caracteristico de l a cicin cansi& ;n que conserva toda su
T fuerza si la distancia entre & reyes disminuye o aumenta en uri: nti-
mero par de casillas (rley de dos casills~).
La distaneia entre los reyes se detemina can las cifras 1, 3, 5 ;
cuando los dos reyes se apr~ximrrn ganando una casilla cada uno, lit
oposici6n srtg9ue en pie. Esto que, al parecer, no supone ninguna no=
vedad, se canvierte en un principia impartante, que se mipIdca en la
4 riicfica durante las mmplejas maniobras -en las pbsf cienes blwuead as
(capitulo 1).
Estudiando la posiciBn de los reyes en el esquema 14, vemos que
solamente la o osicibn de arriba, R6CD-RIAR, posee los caracteres
de urna o osici n real, J4m cuatro &npl os del rectngulo tienen el
P
t !
mismo co or, es impar el nhmero de casillas (3 x S 1;. 15). r, ilnico que
fala es que las reyes no estan el uno frente al otro. Es 3a llamada
oposicin vi7tz<nl, a la que llamaremos rconjiig.acin rectangularm (*l.
SI^ embargo, sigae conservandq toda su importancia la situacin e
las reyes; en el caso que analizamas, a las riegrtis no les conviene
salir, ya que despu4s de R2R IRZAR, R2CR), las blancas ocupan
una opmicin efectiva ja ando R7TD (ECTCD, R7AD) ; en respuesta
a RIR, las blancas, con ~ A D , se osesionan de la oposicin inme-
diata diagonal. Y la jugada l . . . R f 8 ; 2. R6A, R1T ; 3. R6D significa
un aplazamiento qUe en si no* cambia la situacin.
En el esquema 13 se ha seaalado con ptintw las posibles situa~foaes
del rey aegr ~ que le colaoain tn acotrjagacibn rectangular^ con el' rey
blanco situad0 en 1CD.
Las posiciones de los reyes en el esquema 14 no poseen todos los
caracteres de la o ps i c i 6 ~. Los ngulos sqn de diferente color (a ex-
cepcin de R1 D6R7CR) ; el nhmeru de casillas es par en todas partes
(2 x 3, 2 x 4, 3 x 4) . U lo furidamental es que las negras no estkn ,en
zilgzwang y el jtrgar les favorece, ya que les pwmite t mo r la oposzcib.~z
est vez de perderlit.
Mostraremos con un ejemplo concreto el uiecanicbo de la oposicin.
EX ~bj et i vo de las blancas en el ejemplo 15 consiste ea alcanzar las
t*) MAS adelante hablamos de las casillas conjugadas, pero nos interesa in-
troducir este termino ahora para unificar la terrninologia.
15 posicienes R5ARvR7AR O R5C9.
R7CD jtigiirrdo las negras, ya que
entonces se gana la batalla par
las casillas elave del ipeQn negro
3D, Conviene que el lecter se fi]e
en esa peculiaridad caracterstica :
el rey blanco debe, en fin de cuexla
tas, tomar obligatoriamente f a
oposicin inmediata en ia colurna
na que atraviesa la casilla clave
interniedia; sto cn este casa
podrn las blancas, fuganda las
negras, hacer un movimlenta
volvente con su rey para invadir
las casiltais clave,
Llamamos principal a la coluil-
na o fila que atraviesa la casilla
clave intermedia, ya que precisa-
mente drededor de elfa se eiectita
el iiiol-imiento envdventc. En la posicin 15 hay dos columnas princi-
pales, la del CD y la del AR.
; De qu forma pueden conseguir las BLancas el objetivo arriba se-
alado? Deben tomar la oposicin distante y, luego, avanzando su rey
y sin perder la oposicibn en la cai mna principal, convertirla en itl-
mediata.
En la posicin que reproduce el diagrama 15, las blancas deben jugm
f . RZCK! con el propsito, de no impedirselo las negras, de llegar a la
casilla 6CR. A este mismo objetivo les conduce tambin 1 . R I CR, pero
se pierde tiempo ; cualquier otra jugada ( 1 . Rl R, l . R2R, 1. K2AX)
seria un error irreparable que les harfa perder la partida.
La jugada 1. R2CR es una tfpica maniobra de rodeo. La mejw res-
puesta de las negras seria 1.. . R1 AR ( o R3AR).
Precisamente ahora, cuando las negras entran en la columna prin-
cipal, las blancas ocupan la oposicibn mediante 2. RSAR !
Es muy iqportantc sealar qde ~ R S negras no pueden, ni ahora ni
ea ningn momento despus, Dasar a la columna de CR, ya que el rey
blanco se precipitaria a la cacifla 5TD (para ello necesitaria 5 jugadas),
y, en cambio, el rey negro no le dada tiempo de Uegar a la casilla n' D
(necesita 6 jugadas) ; s61o llegaria a 2CD ; pero entonces ganara la
jugada (R5TD) 5C.
El intento de contraataque de las negras en el flanco del rey es re-
chazado por las blancas, en su avance a la casilla 5TD a. tsav& de 3I),
por (R3D) -4D y luego (PBAD) -5AD.
De esta forma, en finales de este tipo, el proceso de juego en un
flanco depende de las consideraciones de la rdistahcia ctlticar hasta el
punto de invasin en el otro flanco, Ejemplos similares y mha com-
plicados se tratan en el capitulo 7.
A la jugada Z... RZAR, las blancas respondern 3. R3AR y a cada
retroceso del rey negro en la columna del rey realizariin un movimiento
envolvente por la columna CR.
Reproducimos es h aleccionadora variante desde el principio :
Los Feunes 6TD (blancas) y 3CD
f n e p s ) , en el ejemplo 16, son de
*mzrame y no me toques:, ; el pr-
mero que ataque el pen, pierde
(a 1, R5C, seguir R2T). La po-
sicin R5C-R2T es de zugzwang
por partida doble es una posicin
decisiva que conviene scupar crsu
la salida. Por ello 10s reyes
maniobran a fin de ocupar 13s
casillas conjugadas 5C y 2T des-
pu4s de la ju ada del adversario ;
% t. R4C!, RI ; 2. Rk4, Ri C;
3. R4C !, R I T ! . El blanco no pue-
de alejarse de la casilla 5C v ef
negro de la 2T (ley de las ditan-
cias criticas).
Las casillas decisivas 5 6 y 2'1'
se encuentran a distancia de caba-
llo. A las casillas de retaguardia de la X (4T, 4-C y 4A) corresponden
las casillas de retaguardia de la Zt' (11: y t C). Coma las negras slo
deben vi 'lar una casilla, su rey puede ocupar cual uier casilla de la
f retapar ia, independienkme~ties de la que ocupe e 7 rey blanco. En
este caso no ha correspondencia entre los dio&sos canipos de la
B retaguardia. Na a impide las maniobras de los reyes, y el resultado
nulo de fa partida es evidente.
C m una sola posici6n decisiva, la partida suele acabar en tablas
en el caso de que el rey pasivo disponga, por lo menos, de das c ~s 7 t l a s
clilindalztes de la retaguardia para maniobrar (Grigbriev, 1922).
En el 17 las negras impiden la jugada RGC, qqe seria fatal para el
pen 3T. La psici6n de 'los reyes en 5A y 2A es adecisiva~. Si el rey
blanco consiguiese ocupar 6D, las negras recponderian con ID. para
no permitir la coronacin del pe6n 6.4. Debido a eso se estal~lecc la
conjugacin de las casillas 6D y ID (segunda aposiciOn decisii~as).
Des us de 1 . K5D, el rey blanco puede ocupar bien fiD, bien 5A, 1s
m a f obliga a las :iegras a responder con 1.. . R 1 A. a fin de tomar la
debida casilla conjugada: 1D o 2A. Es evidente que las casillas 5D y
1A se corresponden mutuamente (tercera apsicra decisivas). Que-
dan, pues, determinadas las pri ~~ci pat es zonas crticas y podemos pasar
a. estudio de las casillas de retaguardia.
ObsCmese que las ~asl l l as de Ir %zona critica, en el campo de cada
ixoo de fos ~ontrarios se agrupan ea torno del punto inaccesible, con-el
que toxlman un peque&@ cuadrado. Par ejernpls, para las ,blancas (176) es
iiaaccesible fa ~asi f l a 6A, ocupada par el pebn, que justamente con las
essillas 1, 2, 3 Eurma un cuadrado; lo mismo acurre coa la irrasiilirm 2C 4
2D, inaecesibfe para el rey negro. Tenlenao esto en cuenta, resulta f BdI ,
ea muchas casos, precisar con fa vista la diirtrfbulcibn de las crzonas
principales, flrnto s los puntos laaccesibIes,
Despus de 2. R4D, el rey blanco puede ocu ar una de las casillas
decisivas de la zona principal 5A 6 5D ; por eUo 'i as negras deben jugar
2.., R1C o Rl D, vease 17a, conservando la posibilidad de ocupar, a su
vez, la casilla equivalente en su zona critica, la 2A 6 1A. Hasta ahora
Ias negras han tenido siempre casillas conjugadas (en este ltimo caso
son con jugadas las casillas 4D y 1 C) .
En el 17b, tas casillas 8C y 82) estn marcadas con la oifra 2, ya que
estas das casillas, arrnque no colindantes, san afines por su signifi~acidn.
Equivale ni estas casillas la 4D de las blancas, pero en la deslgnaci6n de
esta ltima se seirala que ae trata de un escaque nuevo para las blancas,
t e mad~ de 1a aretaguardia~; las negras carecen de un campo anhlogs y
se ven &ligadas a buscar sw equivalencia en una de las casillas de ia
zana ecprincipal~.
14as bla~icas juegan ahora 3. R4A, amenazando la casilla 5A 5L),
pero el rey negro ya no tiene segundo escaln que le permita pasar a
ZA Q XA, la eqiiivalente de la casilla 4A es la 2C 6 2D, pera son inacce-
sibles a las negras que pierden la conjugaci611 y, por culpa de ello, la
partida.
Asi pues, la parte pasiva Pierde cuando sdlo wvra casilla suya es la
eon jugada dk dos cotair dan tes del adversario (Grigriev, t 922).
Repetimos brevemente la solucin : 1. R5D, RIA ; 2. R4D, R1C ; 3.
R4A ! ; 3.. . R1 A (pierde la conjugacin) ; 4. R5D (1% blancas toman la
conjugacin en Ira zona principal), R2A ; 5. R5A, y ganan. Se haba
obtenido la posicin inicial, pero con la salida de las negras. Para ganar
tiernpci (dejar la salida a7 adversario), las blancas han utilizado el
triCIngulo fumado por las casillas 5D, 4D y 4A. La razn de esie pro-
cedimiento, prcticamente importante, reside en la necesidad de uiia
mayor libertad de maniobra del rey activo que conduce al adversario
a la prdida de la conjugacin.
fiemos visto que el juego en el 17 no se atenia a las reglas de fa
oposicibn. Algunas casillas con jugadas ( 1, 2) respondian a los requeri-
mientos de la uoposiciSn vertical! ; otras, la 4D y la lC, a los de ropo-
sicin sectang-dar,, y las casillas 5D y 1A se encontraban a larga dis-
tancia dc caballo. La juvada 3 de las negras, R1A (en respuesta a
R4-41, con la cual habran tomado la oposici6n distante, signific el
desmoronamiento de la defensa. Resulta evidente que el concepto de
casillas conjugadas es no& amplia y supone un mtodo nc general
de juego que el concepto de opi ci 6n; cabe decir que .este viene a ser
su parte integrante.
18 19 1%
En el 18 fa r: osicin decisivas es la que ocupan lm reyes, y no se ve
ninguna otra. & el rey blanco maniobra or las casillas 3A, 3C y 3T,
el negro puede hacer lo mismo por 3T y A, para responder a R4C con
R3C. Tarripoco se consigue nada con P7A, uec el rey blanco no logra
dominar las casillas clave del pen 6R. As f pues, la partida eS tablas,
lo mismo que en d 16 (una sula posicin decisiva; el rey pasivo dic-
one de dcgi escaques colindantes para maniobrar). Sin embargo, si
ras negras cometen un error en la defensa, pierden, por ejemplo:
1. R3A, R2A ? (i oposicin perjudicial !) ; 2. R3C y ganan las blancas,
por ue el rey negro no tiene una casilla colindante para maniobrar (la
casi % a LC es inaccesible para l).
Si desplazamos la distribucibn de las figuras a la izquierda (19),
fa situaci6n cambia radiclalmente, Adems de la posci6.n decisiva
K4A-R3A, encontramos otra: R4T, R3C (el rey blanco en 4T no puede
ju ar 6T, pues el rey negro Se ve obligado a maaiobrar en el cuadrado
H de pedp 6R). Ahora es fhcil establecer 1 s zonas coa jugadas j 1%) ;
a R3C, las negras deben responder R2C; si las blancas; juegan R3A,
el rey n q o pasa a 3C. Pero las blarrcas pueden ocupar la casilla
3T y en este caso, como lar; negras no pueden disponer de 3T, se
ven obligadas a jugar R3A. Resulta que $610 la casilla 3A. equi-
vale a las casillas 4A y 32'; sin embargo, todavia no, bay mal en eso
para las ne as, pues esas casillas no son ~01intLdantes y no se ve el
mate inme B lato: Asi pues, hemos establecido las zonas principalec~.
Reoarriendo ti la cxplkael6n qee hemus dado al tratar el eje&=
plo 17, en este casa se' pueden establecer oon mayor rapidez las zonas
prinalpales: el punto inaawsible de las negras es 2A y ol 4C de las
blsircns (la zona de I as blanoas esta situada a ambos lados de este
punto) r
Examinando las casillas de la retaguardia prxima se echa de ver eti
- 14
c;e uida que, eshndo el rey blanco en 2C (amenaza con ocupar las ca-
si @ as 2, 3 l ) , las negras se hallan indefensas, ya que la casilla con-
jtxgada 2A es inaccesible al rey Iregro. Por consiguiente, para ganar
la partida, el rey blanco debe ocupar la casilla 2C. Sin conocer el
mhtodo de las casillas conjugadas ec dificil comprender esta solucin.
Asf pues, 1 . R3A, se puede jugar tambin 1. R3C) ; 1.. . R3C ; 2,
W2C !, R3A f las otras jugadas no son mejores) ; 3. R3T ! (las blancas
~tabl ecen la equivalencia en la zona principal y, sin rderla, se acer-
osa a los puntas de invasin) ; a... RZC ; 4. R3C !, R3r; RQT ! (supon-
dra prdida de tiempo jugar 5. R3A), las blancas ganan. (Vease
&m.bih 353.)
Los ejemplos iitados 16-19 explican con suficiente plenitud, P r a
comenzar, la esertcia del mtodo de casillas con'ugadas. Una explica-
cibn ms amplia la hallar el lector en el ca itu o 7.
Queremos hacer constar que la teora de Y as casillas conjugadas ha
dado origen y ha fundamentado con 16gca Irrefutable la siguiente
tesis :
En situaciones de zugzwang mutuo (teniendo los peones inmviles f ,
a las pwicioaes del rey activo eqaivales siempre posiciones estricta-
mente determinadas del rey pasivo, y esta dependencia se extiende a
t d a s las casillas catindantes, donde pueden maniobrar Im reyes, for-
mando azonas conjugadas, en ambos bandos.
Las casillss con jugadas vienen a ser como una especie de faro para
las reyes en sus maniobras. La parte activa procurara ocuparlos para
ganar, la pasiva para hacer tablas, pero siempre de f u ma que, ocu-
pando ambos reyes las casillas canjugadas, el adversario est& en con-
tiriua situacin de zugzwang. (Segiin Grigbriev, 1922).
No tiene ni npna importancia la distribucia de los reyes en las
posiciones de zugzwang; pueden tener la forma de una oposicin
corriente o bien otra cualquiera en dependencia de la estructura de los
panes. Vemos, pues, ue la oposici6n no es ms que un accidente par-
ticular de la conjzcgeci 8 n de casillas, solamente un accidente, pese a sii
importancia y a la frecuencia con que se da en la practica.
A fin de simplificar y hacer ms clara la exposlcis, estableceren
mas cierta diferencia de til5rminos; diremos, por ejemplo, utomar la
oposicfda~ (en su sentido habitual y corriente) y atamar fa conjuga*
ciOn~, cuando la pwicicin de los reyes sea diiitinta.
Si el concepto de auposicibn~ es tan antiguo cu~no el ropio ajedrez
(encoatramos su aplicaci6n rhctica en manuscritos de sigXo rx), el
B
P
concepto de .casillas conjuga asa data tan slo de las primeras decadas
del siglo xx. A principios de nuestro siglo, Chigorin seal breve-
mente fa importancia de las casillas conju &. Pero fue Grigbriev
quien, en 1922, hizq el primer intento de % ndizar tebricarnente este
tema. Se le deben ciertas sintesis irnporhrites que pueden considerarse,
sin dtida alguna, como los primeros pasw de la nueva teora.
La importancia de esta nueva teorfa no se debe nicamente a la
sintetizacln de cance tos homog4neos (o osicin y conjugacin), sino
principalmente al kec !i o Be haber sefiala i o nuevas horizontes: en vez
de la opasicin anterior, uramente mechica e irreflexiva, tomada
Y. como resultado de un nn ~si s superficial, puramente externo, de la
situaci6n, ha surgido el imperativo de ahondar en la. esencia de la
posicin y de buscar las ocultas y decisivas equivcr2encias de casillas,
distancias, de.
Entre los concr*ptoar de ctconfu aci n~ y aoposicinl~ [es decir, con-
jugacidn ea lnea recta) nu hay d f ferencia de ptin~ipio, Ea muy cariar
so el bech de haberse encontrado en un manuscrito del sigle XV iin
diagrama en el qwe qprreoian sealadsls, a! parecer par primera vea,
varias casillas ~onjugadas; al comprobarlo se vio que las letras indica.
ban casillas que estaban en oposz"ddut inmediata y distante (Be tres
eiecraquea) .
El mtodo de la ap~s t dbo es un cierta sistema aideab de juega en
el tablero vaaio; el de conjugacin, en rrarnblo, es de juego en candi=
afanes reales, Pur ello, las l e ya de la opwiein conservan su fuerza
ouando los peones que hay en el tablare ao influyen en I a s mariiobritrs
dr; ls reyes (vkase 15) y, par el cdntrario, se madiflcan Q alteran
cuando la estrraeturrr dx~ peones se hace sentir de alguna manera. Ss*
bemos, par ejemplo, que las leyes de la sposici&a no rigen, ha@ituai=
mente, en las colamncis donde hay vallas o casillas Xnacceslbles (15).
Sin embargo, dguen actuanda, en coierta medida, en posiciones donde,
per una er e t ~ a razn, conviene que medie entre los reyes un nmero
impar de tilas, que no &e casillas (377). M$s adelante nos leacentrase=
nios con esta accln refleja de las leyes de la oposicin, en. particular
cuando estndiemos la maniobra distante ea posicitmes bloqueadas. En
todo caso, podemos consfgnar que en posiciones de csrxjugaciba stgue ri.
glendo, en una u tiira forma, la aley de iris das casillas,, que puede
eaunofarse del siguiente mrwlto: la eonfugacin se conserva cuando se
modifica en un nmero par de casillas fa distancia entre los reyes o,
ms exactamente, su distanicia de las escaques de zugzwang, situedos
junta a /@S p ~n t o s de invasin. Este prebkma se estudia con mhs
detalle en el capital6 7.
Para resumir, diremos que el mtodo de conju acin es parte inte-
arante de una teoria ms am lia (que, tal vez, eba ser considerada
3
'i
d
clamo t eoda dna'ca para toda c ase de finales) de lucha p0.1 los puntos
clave de zLna posicidn, La teoria de los puntus clave no es m8s que un
wran paso en la creaci(5n de una tem a general de fi nafa de pe0n ; no
B
llega a la categoria de tcorfa general, pues no establece con exactitud
en 9114 condiciones y limites rigen sus tesis y metodos ; tampoco ha
podxdo precisar ni formular definitivamente la esfera y los mtodos de
su aplicacin prctica. Es cierto que en el capitulo 7, que se titula
aDesarr0110 de la tearia de las casillas cunjugadas~, el lector verA 10
mucho que se ha hecho en el terreno del desarrollo del fnfitodo de
equivalencia, esa arma fundamental de la teora de puntos clave, pero,
al mismo tiempo, se dar% cuenta de los muchos problemas todatia
pendiesltes de solucin y del .camino en que debe orientarse su estudio.
Por las causas arriba expuestas, la teora de los puntos dave y el
mtodo de conjugacin se aplican con ciertas limitaciones en los ca-
pi t ul o~ que siguen. Sin embargo, el lector encontrar en el capitulo VI 1
explicac~ones campfementarias para ejemplos mas cmplicadas.
En los capitulas siguientes la exposicia se hace, donde es posible
y racional, a base de los principios tebricos arriba ex Zicad~s. Y si no
se consigue abarcar del todo la infjnita diversidad i' e los finales cle
pecin, se debe a que muchas clases de finales cueiitan con sus leyes
propias, no establecidas ai ect;izcliab todava. En estos casos no queda
&x+5 recurso que atenerse al modo analitito de solucibn.
El autor se planteaba como objetivo Iiacr un resumen general de toda
fo conseguido por la twria en este terreno, a base de itn estudio deta-
Hado de la, lita-atura especializada, de numerosas revistas, publica-
caciones, etcetera, que permiten, pese a todos los fallos inevitables
en esta suerte de empresas, ver claramente no scifs lo ya ~xmseguido,
sino tambikn las ermanchas blancas, que a& quedan. La plenitud de
la exposicin (alrededor de 850 ejemplos, de ellos m6s de 400 en
diagrarnas, fruto, naturalmente, de una cmcienzuda seleccin de un
nfimerc, mucho m4s elevado de posiciones] puede satisfacer todos los
requeri mlent;os del investigador.
El autor ha procurado praieatar el. desarrollo de la teoria de finales
de ajedrez en su perspectrva histbrim y recoger en este sentida todo
cuanto puditrre sea de alguna utilidad.
Para completar la seccirjn dedicada a finales, bcmoc incluido un
Apkndici- tittiEado #Finales de peones que pasan a ser finalcs de dama,.
REY Y PEdN CONTRA REY
Con estas piezas se pueden dar rnh de 80.000 posiciones diferentes
(exceptuando las simCtricas en 10s Elarrcols de la dama y del rey). Sin
embarga, en cada una de ellas podemos deteminar: al instante el
resultado final, es decir, si se anss o se hacen tablas. Para ello nos
sillas clave o criticas.
f fijaremos en dos cosas: 1) en e ecuadradov del pe h, y 2) en sus ca-
Se sobreentiende que con un pen de m& sblo se gana en el casa
de convertirlo en Dama,
Cuando el pedn se halla alejado,
como vemos en d 20, lo decisivo
20
es ula distanciar. Saliendo las
blancas, el pe6n llega a la octava
casilla sin impedimento. Peso si
les toca jugar a las negras, el rev
tiene tiempo de capturarlo. Para
enjuiciar previamente la situaci6n
se recurre a la are la del cuadra-
S do,, es decir, se ca cula si el rey
uede, en caso de salir primera,
I;egar al acuadrado~ del A"? (en
dicho caso 3T-8T-3A-8 ) Ms
sencillo es trazar mentalmeate
una lfnea, la diagonal del cuadra-
do. Por el nmero de casillas la
diagonal es igual a un 'lado del
cuadrado.
NO se debe olvidar que el rcua- a la octava casilla en las mismas
dradon del pen 2T (por si l opcin
cinw jugadas.
a salida doble) es igtial al cuadra- La existencia de otras peones
do del 331. El pe6n 2T y 3'5 llegan en eI tablero puede: impedir, como
M natural, la entrada del Rey en
el rrlluadrado~ del pecin pasado.
S n , - R. Biancbettj, 1925.
Blancas: RIAR, PmD, P4D;
se_gras : RGAR, P3R, P2AR. Ga-
%ara blancas.
1, P5D 1, P x P ; S. P4T y ganan.
Si 120 estltviese el pen negro
emr. 2A, adems de P5D, se ga-
naria jugando f . P4Tj R5R ; 2.
p&T, R4D ; 3. RZR (no se debe
rder tiem jugando P6T 7 ) ;
c. R3A; 4, g 3R, etc.
mb, - A, Troitzki, 1913.
Blrtncm: RXCR, l?2TD, P2CD,
F&AD, P5D, F5AR. Negras:
WTR. PSCD, P2Af3, PZD, WCR, -
WCR; PZTR:
Ganan blancas, 1. P6AR, P x Y
(se ha interceptado la diagonal
4T-8D; las blancas deben salvar
&dava fa amenaza R4T-3C) ; 2.
Rxf 7C, RSC; 3. P4T, P x P ;
4. P x P , R4A; 5. P4T, R4R; 6.
D PxP; 7. P6A!, PxP;
8. PST y ganan.
Las n b s . 71, 72a
el r cuadrado,.
r 75 y otros ilustran a lucha por
&m;amInenaos el caso de cuando
el pebn precisa del apoyo de su
para avanzar, Son ejemplos
sencillos, pero asi cuelen 'acabar
muchos finales complicadcs.
Esta posicio~es, desde el punto
de vista de la posibilidad o impo-
sibilidad de ocu r la casilla cla-
ve, son estudia 8" as en otra lugar
( 1) Para ganar el. @n debe avan-
zar hacia la fila 7 sin dar jaque.
Estas situaciones peculiares se
deben a que el pen se encuentra
en la coztmna de la t mr e a del
caballa.
En el 25 el rey legro debe retro-
ceder forzosamente a 1-4 (despues
de l. R5C, Rf C S ; 2. R W no calva ;
2.. . R1T en vista de R)JA}.
En el 26 se hacen tablas jugando
1.. . R2C. S1 'uegan las blancas, t .
R6A se pue e responder 1.. . Rl A
y l . . . R1T.
d
2?
Despus de 1. R5D pierden inme-
diatamente las negras : t. . . R 1 A,
r 2, R6A ; no les salva la nzanio-
ra l . . . R2D; 2. R5A, Rf D; 3. go
R6D !, RIA ; 4. RfSA, etc.
Si el pen no estuviese en la
fila 6, sino en la uinta o mtis lejos
1 ahn de la octava anda, destacada
todavia mas la desventajosa situa-
cin del re propio junto al pen o
detrais de $ l.
A pesar de la oposiciBn las bfan-
car no pueden ganar. Si en el 27
desplazasernos toda la por5isi6n ha-
cia una fila inferior, serian tablas
independientemente de quirlri ju-
pase primero (la partida seria
~gm a la representada en el dia-
grama 28 v 28tt).
Ordinariamente se debe
p.oc1x- rar que el: rey propio a t 6 co ocada
delante del @n, para asecrar su
posibilidad de avance. Csms he-
mos explicado ya en el hl ogo,
el ~hjef'Evo de este tipo de finales
radi a en PZomimw las casillas clave
crStieas del $>e$%.
29 38
Estando el p 6 n en 2C, sw ea-
sZhs clave resultan las 4T, 4C y
4A. S3 las blancas consigaea mti-
par esn su rey alguna de esas ea-
sillas (y ste dehe ser su objetivo
inmediato), ganarn independlcn-
temente de la salida y de la opo-
sicin.
En el 29 las blancas, en caso de
salir, consigtaen su objetivo en
tres jugadas. Si sale~a. X C ~ S negras,
en tres jugadas colucarr su rey en
4C (6 4T, 4A, tomanda In oposi-
cin kctrte al rey 141aneo),
permitiendo que las blancas mu-
pen alguna de las casillas criticas.
(Hemos dado un= variantes sen-
ciillas desptb4s del 32.)
A cada movimiento del pebni, los
campos criticw se d s p k z a ~ t jua-
tamtrnte con 41 : para el p6ri 3C,
las casillas criticas ssrr la 5T. 5C
y 5A ; y para el pen 4C, la' 6T,
fjC v 6A.
hand do el pen llega a la quinta
fila, al rey negra le queda paco
sitio para maniobrar y el numero
de casillas criticas pasa a sea de
seis (esquema 38). Si el rey pro-
pio ocupa rxna de ellas, la victoria
estA asegurada, sea cual here la
oposicibn.
34, l . . . R1R; 2. MA. Si salen las
blanca t . R6A, RXR; 2. R?C.
31 32
32. l . . . Rl T; 2, P6C; f .., R1C;
2. R6C; el juego se complica un
poco (debido a la proximidad del
BC a la banda) ; ss les toca satr
a las bfntrtas : 1. R7A A! (de ningiia
modo P6C+ ?, Ri T) ; l a. * Ri T;
2, RQSC!, Re; 3, R3Tl, Rl T; ( o
4. R7T) ; 4. PoC, etc.
Estos ejemplos muestran que la
posibilidad de dominas las casitlas
criticas no es m6s que un elenleorto
del objetiva que se persigue; se
debe jugar teniendo en cuenta ta-
dm las articularidades tkcticas
(proximi l ad CEd extremo del LZ-
blero, posibilidades de tablas, et-
ttera) .
Volvanios al 29 ; l.RSA, R2A ; 2.
R3A, R2C; 3. 84C, R3C (las blan-
cas han ocupado la casilla clatye;
bs negras, to~na~xdo la oposic~un, casilla clai e ; en las restantes po-
*piden la ocupacin de casillas siciones rey negro. wanan. sa-
* .
sucesisas) ; 4. P3C {ahora
liendo las negra, ponslguen ta-
son clave 13s casillas 5T, 5C y 5A ;
b l a si>io si juegan l R ~ A ! 2,
1 s negras se ven obiigadas a ce-
R ~ A , ~ 3 ( - !)
d e una de ellas, ya que ia ~pus i -
e_t6n ha paado a las blancas). 4., .
35
R3T; 5. R5A, R2T (s 5.'. RSC,
entatrces : 6. R X !, etc) ; 6. R65,4.
J L ~ S blancas han asegarado el
avance del po n hasts Iri quinta
fila, despuk de haber oci~patlcd ia
.I .le a ser esillta critica. El final vi?*
i dht i cs al 32.
As pues, el pen debe avan-
z;Rrse u?zic;anle?t t s des$uds de ha-
ber quedado asegurado el cdoritrimi
de 9rzieYas ~ l si l l as clave.
La casilla clave 5C es la ms
diytante de las nepap ; por eco
1. R2A, R2K; 2& R3C, '1R;QX); 3.
R4C, R3A ; 4. R.4.4 y ganan (no se
debe jugar t . R2D? por. l . . . R2R;
2, R3D, R2D ! ; N.O M). Con el
pen en 4C bmbiCn se gana avan-
mi d o el rey blanco en diagonal.
35a. Btatlcas : RGTR, P.!.4D. He-
35. 1. R3-4 !, Rm2 (*) ; 2. R4D !,
gras : R5TR. Tablas. La rregla del
etc, Cualquier otra maniobra de
cuadradon se entrelaza en este caso
las blancas habrfa a CO'X la irrealizable aspiraci~ll de
bbltac. (Los puntos en el diagra-
las blancas a ocupar el escaqee
m indican 1% posiciones de es- clave 5D. I.as tablas son evi-
ra del rey- negro saliendo las dentes.
34. Si les toca jugar a las Han- 35b. Blancas : R4D, P4R. Ne-
no ganan en ninguna de las
gras : R I AR. Ganan blancas : l .
8 posiciones del rey negro senala-
R5D !
dm en el diagrama? Ya que las
Con un pebii de torre el juego
no pueden dominar la
se reduce a la lucha mr la iinica
vi_____ __ casilla clave, que es >l punto de
:*) signo sigliifica jugada de invasibn, segfin se muestra en .el
eapera. csqaerna 36.
Se puede ganar slo en el caso
de que el rey negro est4 alejada
de lm casillas IT, 1G y IA, s m o
se ve en las posiciones 37842. En
el 32, induss estando el rey n e p
en 3R, las bisuims timm tiempa
de coronar el pon.
Conviene su'braysr en seme-
jantes posiciones la 122cEt3.123 que se
entabla por rerf dominio de la ca-
silla $A,
En el diagrama 12 venzas que,
saliendo fa8 negras, a1 rey le da
tiempo de mupar la casiila tA,
haciendo bblas.
En
m w m raros, para
evitar tar b, el @II se convierte
en tone ; por ejemplo, en las p l -
ciaaes: R$AR, E""IAR - KZTR*
R6AD, P7AP - RZD. R2A313,
P7CR - RSTD. R'LAR, P'7CD -
R8TR.
REY Y DOS PEONES CONTRA REY
Bta supenaxidd suele +segmar una, victora fkil. Pero la situa-
cthn cambia si se pierden amltrcxcs peones o uno de eflus el otro carece
1 del debido apoyo por parte de su rey. La partida nula epende en oca-
e3imes de las psrbiljdades de tfe r a la situacin de rey abogado
P ( e a peones de torre o v e s dob ados y en posicin muy avanzadnj.
LBS peones ligados ganan si UBQ
p*ede defender al otro, y siempre
qtrc~! tengan el apoya de su rey.
44, l . . . RtT; 2. R6D, R2C; 3.
B8T"=D+ !, Rx D; 4. R6A, y
S. me.
%m peones doblados no tienen
de por si defeasa frente al ataque
frontal del rey e~emi go. A veces
tienen menos fuerza que un 'pti6n
solo; basta cmpailar e7 68 c m eil
23, el 46 c m el 21 y 22 y el 47 con.
el 26, En ocaci~aes, un pe6n de
3216s supone una baba f $5) ; ad-
quiere i mpdnc i a cuando per-
mite ceder la jugada al adversario
(48) o c ua ~ds imposibilita a este
la ocvpacibn de algunas casllas
(#N.
En el 45 las blancas, para anar,
necesitan tener la salida (1. % 8 ~ =
D + ), y en el 46 fa salida debe ser
del adversaria,
En el 43 las negras juegan en las
casillas 2C y t C; a R6X respan-
d a 1A (o ~ t T j .
Bn el 18 es fkct3 ganar, ya que
af tornar las negras la opaoiicihcin
(RGA-R 1 A), sigue P5C (46)
As% pues, pudie~do eIe@r las
jugadas ao se deben avanzar
10s pones dabl ados uno tras
otro, Como la pmibiidad de ga-
nar est& basada en el zupwang,
es preciso dejar trn p n detr%s
para mer tiem-po de lrrcoserv~, y
tarnlbI4xr para evitar tablas (viha-
se t20),
En el. 47, con itn tercer pen en
4C sc gaizaxfa despugs de 6C-7C,
p r o estas pociciones no tirnen
~mporlaraecr prctica.
r4us r
umres dobfdos tienen asa
ilapaci ad caraetdstica de deten-
sa en casa de un ataque daf;srat.
BSa. r i i , 19% (eijctinplo
didctico). Blancas : R 1 AD, P2CR,
P5CR ; Negras : R4R, Se garra j ~r-
gando: 1. P4C ! (jugada nica) ;
l . *. R3R; 2, RZD, R2A; 3. R3R,
R2C; 4. R4R o, R3C ; 5. R4A y
aaaan (vbse N . O 186 a y b).
Q
Son ius variados los casos de
pemes a.isilados,
49, i... K2C; 2. R6D, RbA; 3.
6 3, R6A. T8blas. t a &ata-
tiva 2. R.53, W x 3- 1P6T es
intit il ( j pu de t mre ! ) ; pero si
esta pmicirin se desplaza a la de-
recha, se gana jttgando de esta
forma (27).
M. l . . . RxP6A: 2, R8C Er l . , .
Rt A; 2, R6C. Si son mano las
1)2,lltcas, i er partida es nula ( 1 R8T,
RtA).
Lo.; peone~ aislados, 10 mismo
qrxe las ligados, suelen defenderse
indirectamente los unos a 10s otros
(ya que eI rey, al capturar el p&az
reza do, sale del *crmdradap del
(rtror pero, tal reviSs de ICS ligar-
dos, puedeeii, en algunos casos,
avanzar Exacia la octava fila sin et
apoyo del rey.
51. Desytr4s de l . . . R4T; 2.
PSA 6 L... R4A; 2, PST, el rey
ritzgro tro pude atacar de. i ~ me -
diato al -6n avanzado, ya qtxe
su casilla clave de 13 misma fila
esta defetictida por c otro pe0n.
Bsb circrrnstatnci. tia tiempo a
que se creer ue el rey blanco, y
esto tlctide 4 a partida,
52* L . . , R4T; 2. PSJ3 (no con-
rlrice a nada 2, RZC, R x P ; 3.
RSA, R4C) ; 2. . -CX ! y 3. +. R4A.
Tablas. diferencia del ejemplo
ankrior, et rey negro ataca rpi-
dltme~ica al perx 5D, CUJ*O esela-
qtw critico (5A) ya ns est de-
fendido por el otro pen.
De la suluci6n se deduce el por-
quk ta fuerza defensiva de 10s p o -
rtes en ef ejemplo 52 es inferior al
del 5k, La distancia de dos mi-
llas en* los peoaes es 'la sulaalos
vexrta jma.
t7na rfrrra explic~aci0n de la di-
& la encontrarnos en el siguiente
lo : S2a. Bfancaa : R2CR,
%aI P4D. Negras: RXD,
p&AR$ V5TR. Las negros ganan,
it qnien *;cal a,
los ejem m analizados los
a a octava fila. Mtry dis-
6serfit la sitttacjdirt si su ctcua-
&@do csmctn* llega* a la, banda
del ablero o pasme de e b .
m peones situados en 4n mis-
ma fila tienen un cz~admdo eornzfw>
rre anbi a de si tuadh a me&
e de su avance (de ahi su nombre
de cuadrada aerramter ) , Cuando
este cuadrado llega al extrema
de1 tablero (53) es se6al de q ~ i e
"f peones pcden ax7altzar sin
zpoyo del rey. Situemos, por
ejemplo, el rey negro en 2CD en
el 53, &as blancas, despuh de 1.
P6D, R3AD ; 2. PGTD, g a m ; lo
~~l szno gasa stldends las negras;
des 1~4s de t.,. R3TIl; 2. P6D,
R2 8 D ; 3. P6Tu-t- 6 3. lp.tD, etc,
X,a regla del acuadtado errante*
tiene cua exrepcjories ; par ejem-
plo, cuando el rey adversario cap-
tura isimtediatamente uno de los
pones, o la represeahda en el
!% (an peor para las blancas
es la possdn del rey negra a
XD) . Por otra parte, hay %-ecres
en que forj porres pueden avanzar
fndcprrdie~temente, aun antes de
que srt acuadrado comn, llegue
al borde del tablero; por ejemplo
en -La pmicibn P3CD, P3AR de
las blaacas, Rey negra en 4R se
puede f agar : 1, W C , R5D ; 2. P4A.
As{, pues, si la pwieiroi lo exi-
ge? los peones deben mantenerse
en la mtsaa fila, adelantando el
rezagado a fin de poder avanzar
uno cuando sea atacado el otra. Se
debe avamar primero el pebn que
este* m& alejado 614 xey adversa-
rio [~btase 206) ..
PEON CONTRA PEN
La igualdad material hace su ner que Xos finirles de pe6n contra
a
P"
pf i n deben
rduci s partidas un as ; en dwto, asf wdrre en muchas
casos. Pero e hecho no es la igualdad material la decisivo, sim 1%
ventaja posieioaial de una de partes. Lact bt'mas de ensa superioridad
son muy diversas. Suele maniftrshrse ea un p&n ms adrilantado, en
una posicX6n mejor del rey, y en 0t1-w factora, impoiblrvs de incfuir
en una f&rmiula genersl; para expiesrh mejor darema ejemplos con-
crem.
A pesar del nUmero limitado, mifimo, por decirlo asf, de piezas
{ya hemos visto que en Xoc finales con un pebn solo, capitulo t, no
hay ningiin misterio), en os finales de p e h tontra pecjn se encierra
uaa asombrosa variedad de ideas g rrumerocog wgw ctlliares. I$sIxis
merecen ser estudiadas coa 3ha mkxirna atetlcibn*
I"
ideas, que constituyen la b e de finates m& comp ejos p nlrtxidus,
At analizar los finales sed conveniente dividiros ea tres grandes
qupos : 1) Peones en. la misma columna ; 2) Pemes en col[umnas ve-
&.
crrias, y 3) &os dos pnes pasada.
1. PEONES EN LA BlXSMA COtUbrLIYA
Con peones inmviles, blqttea-
dos, el juego, como es natural, se
reduce a las maniobras de los re-
yes coa el fin de capturar el pe6n
del adversario y coronar luego su
propio pen.
Despus de 1. R5C, es decir,
una vez dqminada una de las ca-
sillas clave (vease el Pr61ogo), el
destino del ptr6n 4D est4 decidido,
por ejemplo : l . . , R2R ; 2. R5A,
R3D ; 3. R$A, R2D ; 4. R5R, RSA ;
5- RGR. Las rtegras no tienen m&
remedia que seguir nzatrsbraMo
as para impedir que una vez cap-
turado el pe6a 4D, el rey blanco
ocupe alguna de las casillas clave
&I pebn pasado 41) (6A, 6D 5-
a)# acsaber: S... R2A; 6, RxP4D,
!, tablas.
De esta forma vemos que la
posibilidad de ocupar uno de los
maques clave del pen bloquea-
##Q o, por el cuntrar~o, la. pibi'fi-
&d de su defensa eficaz, puede
emi r de buen punto de referencia
precisar el objetivo de la
mniobra y establecer de ,anteftla-
.m@ si se puede o no ganar el pen
bbqutsado.
SPL* Blancas: RXR, P4CD;
PJegras : RITD, PXD ; las blan-
m ganan si SOII las primeras en
jugar; si lo hacen las negras es
a l a s . Despus de 1: P5C, las
blancas se posesionan de las casi-
Um miticas del pe6n 3C y lo cap-
kran, y como el pe6n de las blafi-
eiils e enfrzentra en la fila quirrta,
fa partida se puede considerar ga-
nrida. Si juegan las negras, en-
me s despues de t . . , P4C ! siern-
re podran responder a R x P, con
A X y tablas.
Pese a lo elemental de este pro-
diiniento, no se tiene nn cueQta
mechas yeces.
5Sb. Blancas: RtD, P2AD;
Negras: RTCD y P4AD; tablas.
Ei h nna partida jugada t . R2D
hzu perder a las blancas despus
de 1 ... P5A, Se hacen tablas ju-
gando 1. P4A !
55c, Yates-Tartakower, Bad
fllamburg, 1927. Blancas : RlCD,
PllCD; Negras: R4D, P4CD y
W D . Des~us de 1. R2C, R5A :
2. RJT, P ~ C las blancas se'saliyai
&f mate gracias a itna jugada no
p ~ v i s t a por las negras ; 3. R2T!
El limite de la zona critica para
p&n 6D est constituido por las
~tasiilas GR, 6A y 6C f vase 5). Si
iiiegan las blancas, ganan oca-
l?
ado el escaque critico : 1. R5C !,
2A ; 2. R5A, etc. (56).
Si salen las negras consiguen,
utilizando el m6tdo de la oposi-
cibn comente, defender las casi-
llas de invasin ; 1 . .. RtA !, asi,
r
, 2, R5C, R2C 6 2,
5A, R2A. Se ve claramente que
en este caso no se trab de la opo-
sicin, sino de la defensa de las
casillas de invasibn, pues si tras-
ladamos ti1 rey blanco a 4T, mo-
viendo las negras son igualmente
buenas las jugadas l . . . R1A como
l . . . R2A.
S1 rey blanco se encuentra ya
en ia zona critica del pen 3D,
mientras que el rey negra sigue
sin haber penetrado en la zona
critica del pen SD. En esta posi-
cin las blancas tienen ventaja
parque ambos reyes se encuentran
a la misma distancia de los *o-
nes. Se debe jugar 1. R'iR! (pero
no R6R3, R4A! y ganan); en
cambia, s 1 ... R4A o R3-4, sigtle
2. . RBR*
En el S? las blancas se valen de
que su rey tiene acceso a dos ea-
sillas erft~cas del p&n 3D (a sa-
ber, 6R y m), mientras que e3
rey negra sOla dispme del escape
4A.
Se comprende que si el rey es-
tuviese m& lejos de los peones,
en 5CR, por ejemplo, se ganaria
sbls e-n d casa de ue jugaran las
blancas ; saliendo 't as negras, las
blancas sedan mate.
Si el rey negro estuviese en
4CD (S?a), las posibilidades de
am'bos h d a s eshrfn eqxrilr&r=-
d s y tal o dependerfa de la salda.
$ 7 . A. C h h n (sistema Sal-
vhli y Bergex), 1926, BXancras :
R4AD, P4R ; Negras ; R1R y Y3R.
Gaftrati blancas. f . PJR ! , R2A ( I ,.,
R2D, RSC!) ; 2. RSA, R3C!: 3.
R6A !, R4C; 4. R7T) !, R4.A; S.
R6D y ganan. fV4ase 18Sc.)
SIC. 1. Mciraviets, 1952. Blan-
cas : X3AR, P2_D ; Negras: R7"rD
y P4D. Ganan blancas, 1. R4A ,!
(dapub de l . PID?, RW, 1 s
blancas deben b~xscar las tablas) ;
l . . . R6C ; 2. R5R, R5,4; 3. P14D
Y )Van*
57d. A. Mandler, 1949. Blancas ;
R2CR, P4AD; Negras: R8D,
f3AD. Tablas. 1. R2A! (Ha se
debe jugar R3A ?, pues e seguirfa
R7D, como tampoco 1. Rl A?,
P4A); l . . . R7D; 2. P5A, ReD,
RIK, tablas.
La proximidad del extremo del
tablero aparta, como regla, sus en*
miendas en casos de posible rey
ahogado. En la sittaacr"6n 57e, por
cjmpfo: Blancas : R7D, PCR-
N e p s : RIAR, P2CR. Como es
natural, no se puede t~abstr de ca-
sillas criticas y es evidente y rre la
partida ser& nula,
Can peones cix a colualna de
toare, la pusibilidad del rey aho-
ado impone, a T-cces, rnaaiobras
8, un tipo especi;il.
El per5n negro 21: indefenso
y a 2s negras nu le3 qtxeda m&
remedio que responder a la juga-
da inevitable R x lln, con R2AD
(pero la aproximacin del rey
ne xo al @n 6T por las wlumnas
de f A y del C no mejora la: situa-
cibn, como se ve claramente). Si
el rey blanco elige el camin de
6R-8D-6A-7C3 el rey negro deber&
avanzar irremisiblemente poi- la
lnea quebrada 6A-5D-4R-3D-214.
La defensa consiste ea xespconder
o RfiT) con R5D, y a R6.4, m n
R4R ( j rodeo!).
Pero corno las blancas no tienen
un itinerario impiiestto, pueden
aaeacarse al @n utilizando lcrs
mCrs diversos medios (S),
Para p n a r se debe jugox :
l . R6R R6X
2. R5D ! ; la inipdsibilidad pa-
ra las negras de jugar R5D les re-
sulta funesta (*)
(*j La posicin 68 e& tomada de
Is partida Saage-Atxhes (19SP), que
acabO en tablas vulgares despus de
2, RoR, R6A ; 2. R13D 1, R5D ; 3, RCA,
R4R; 4. R7C, R3D; 5, RxP-T, R2A.
Maizelis fue el primero en dar* k
soltici~ justa y por rBo se la debe
considerar autor de le posiclbn S.
RalrinGvlch 10 reronme asi en la pri-
mera edicictn de su libro rFinafes de
ajedrez,, 1'327. - N. de la W.
Este ejeili1)lo es uii tcstiniraz~io
al able de las particularidades
a ageometrla del tablero,, de
$
que hsblhbamos antes. En el 58,
las bhwKas han sustituido el mo-
~inaiento en horizontal del rey ha-
da el B2T por el movimiento en
lirrea quebrada, jen las mismas
5 jugadas! Pero las negras, para
i t desde la casilla 7C a la 4R
deb5m hacerlo slo en diagonal,
qtre les era imposible seguir
por otro camino con el mismo nii-
mero de ju adas.
O La posici n que estudiamos nos
as nn. ejemplo de maniobra del
tiey con doble objetivo, igual que
en el conocido estudio de Reti
(71). Pero el objetivo de las blan-
c m es completamente distinto :
mptnrrar el pe6n y, al mismo tiem-
pa, impedir el acercamiento del
rey adversario. Este procedimien-
to suele jugar un gran papel en
muchos finales.
La idea fundamental de la o-
d c i h 58 fue desarrollada en Y os
&&bajos de Grigriev y tambin
WT otros teciricos. Ofrecemos a la
atencibn de nuestros lectores las
dgulentes variantes :
%a. Zakman, 1924; Gr i 6xlev,
$925. Blancas: R8CR, PZT% ; Ne-
: R3CR, P6TD. Tablas. No se
ju ar RSA, ya que despus
de 1.. . &A, el re y negro avanza
par el camino mas corta, en dia-
nal, hacia la casilla 7C y las
Encss no se lo pueden impedir,
pro despus de 1. RST !, R3A ? ;
2, R'ZT!, al rey blanca le da tiem-
po de llegar a la casilla 2AD.
Wb (tomada de un articulo de
Grigbriev, 1925). En una
r da dio el siguiente final : B ancas
R8Al3, P2TD. Negras: R6R,
P5TD. adversarios no supie-
ron captar la idea del final y ju-
garon errneamente ; 1 . R7A ? (en
wz de RTD!) ; 1 ... R6D? ( 1 ...
m!) ; 2. RBC? (debian ha-
ber jugado 2. R6D 6 2.R6.A; efi
esta ci tuaci i t~ lits bla~icas ~ i o pue-
den salvarse) ; 2. . . R6-4 ; 3. RX ,
P6T ; 4, R4T, R7C ; 5. R4C, R x P-
y las blancas se risaden. Lo co-
necto habra sido: l . R7D, R5D ;
S, RqR, P6T; 3. R5A, R6A; 4.
R4R, R7C; 5. R3D, etc. Grig-
riev subrayo con mayor expresi-
vidad esta bella trayectoria del rey
blanco en la siguiente posicibn.
Este final (diagrama 59) xesu-
me las ideas de las posiciones 57
y 58,
La posicin inicial del problema
presentado por Grigriev (1 931 )
es fa siguiente : Blancas : , R4TR,
T8AD, P5CD; Negras : R8TD,
PGCD, P2CD y P4AD. Tablas. Es
fhcil prever que por el pen 6C las
blancas tendrn ue dar el de tu-
rre y quedar tltz 9 inal para el cual
las blancas deben prepararse de
antemano.
Despus de f . P6C !, P7C ; 2,
T8T + ! (es prematuro 2. T x P4A,
ya que 2. . , P&C = D ; 3. T5T+ D7-
T!; 4. TxX) +, RxT y el rey
negro, queda una jugada rnhs cer-
ca del pedn 6C que en la variante
fundamental) ; 2.,. R8C ; 3. TSAD !,
R7T; 4. TxP4A, P8C=D; 5.
T5T+, R6C; 6. TSC+, R7A; 7.
T x D, R x T y queda fa posicibn
representada en el diagrama.
En su movimiento hacia ?A
pierde el rey blanco, ya ue las
1 negras ocuparn la casi Ia 3T
tambi&n en 5 jugadas (57). El
plan de la defensa consistir6 en
responder a R x PK, R4C. Por eso
8. R3C !, R7A ; 9. RZA, R6D ( b
9.*. R7D; 10. RlA,, R6D; 11. RIR,
etc.); 10. RlR, R5A; 11, Ron,
R4C; 12. R3-4, Rx P; 14. R4C y
tablas.
5% F. Dedrle, 1936, Blarrcas :
R4TD, YWR; Negras: RSCR,
P2CR, tablas. Se trata de la mis-
ma terminacin que en el proble-
ma de Etigriev, pera en otra
flanco.
S9b. L. Prokesr, 3947, Blancas :
RWD, PZK'D; Ne p s : R6AD,
P3TD ; tablas. Los peones todada
m estan bloqueados, pero en el
tablero no tarda en formarse la
F
sicin 58b. t . R7C, P4L; 2.
BA 1 , P5T ; . 3. R5D, PGT (es pre-
maturo 3... R7C 3 ; 4. R4A, R x P
2T ; R3A y tablas). 4. R4R, R7C ;
5, R3D, etc.
59c. 1. Moraviets, 1952. Blan-
cas: RGAD, P2TD; Negras:
R'IAR, P2TD ; ganan blancas. f .
R7C! (pero no R5C 3, R6R, ta-
blas). l . . . P4T; 2. R E y ganan
o... R6R; 2. R x PZT, R5D ; 3,
R6C y ganan. Si trasladamos el
rey negro a 5CR, lo correcta es
l . R5C (pero no 1, R7C?, P4T;
2. P4T, R4A, tablas).
59d. Pertenece al tipo de po-
siciones que analizamas el anti-
guo final de Hot-witz y Klitig
( 1851 ) . Blancas : R6R, P2R ; Ne-
gras : Rl R, P2R ; las blancas no
ueden anar. l . P4R, R1A; 2.
k f i ?DI Pit 1 , tablas (5513 3 . Sua inii-
tiles todas las tentativas de ga-
nar tiempos : l . P3R, R1D ; 2. P4R,
Rl R ; 3. P5R, Rl D; 4. R7A, RSD
(en esta posicibn. habrian ganado
las blancas, en caso de jugar el ad-
versario, pero saliendo las blancas
no les queda ms remedio que ha-
cer partida nula, teniendo en cuen-
ta ue 5. P6R+ ?les hace
5, a &A, R3R; 6. R8R y ta perder) las.
;
Si los peones no estdn bloquea-
dos, su movilidad equivale a una
reserva de tiempos no gastada, que
se puede utilizar en cualquier mo-
mento y dar por resultado sensi-
bles modificaciones de la posicin.
Si, ademh, 2w peunes se encuen-
tran separados or considerable
distancia, trslas d e otros, Xa paste
atacante, en su. intento de captn-
rar el pe6n adversario, deber6 p n
curar no perder su propio pen,
que el rey adversario puede atacar
por la retaguardia.
En estas circunstancias, las ma-
niobras de los reyes adquieren en
algunas posiciones ua carcter su-
mamente complicado y, a veces,
resulta muy drfcil hacer e&lcalos
previos.
RSC ... es evidente que no con-
viene mover el pe6n 2C, ya que el
rey negro, despuks de capturaxlo,
tiene tiempo de domitiar las p
siciones clave del pen 2C. (Par
regla general, a la parte atacada
no le conviene, en estas posicio-
nes, aproximar los peones, ya
ue asr facilita la doble misiOn
a,, ata, , , , que comkt, en ,-
nar el pen del adversario y en
defender el suyo.) Slo queda la
pi bi l i dad de rodear el peOn ne-
gro por la retaguardia.
&as rregras se encuentran ahw
m ante un dilema: o bien seguir
desplazando al rey blanco, o bien
*yaazar el p6 n 2C.
Si 3 .... P4C, entonces 4. R7D,
P X ; 5. R7A, R4A; 6. R7C, P$C;
7, Rgl*, R X ; 8. R6C, RSA; 9.
asP. y tablas.
4. RGR!
Seguir a rajatabla la tctica an-
brior seria fi-tnesb para las blan-
4. R8D 3, P4C; 5, R8A, P5C
y pnan, ya que en comparaci6n
con. Xa variante anterior ( dase la
bdi d para la tercera jugada), el
blanco no dispone de una sa-
z conveniente que l e aproxime
pebn (M)*
W1, Erig6rev, 1938. La posi-
ci6n es la misma, pero distinta la
sikuacin de los reyes ; rey blanco
a 3TR y el n e p en 7AR. El
multado es tablas, que se cansi-
@en ms rpidameate.
@Qb. Grigriev, 1938. Rey blan-
m en STR ; rey negro en 5AR. En
mbi pwici6n las blancas no se
salvan, ya que su rey, avanzando
por ttna diagonal mas alejada del
p, llega tarde : 1. RW, R4R;
87.4, R3D; 3. R8R, P4C; 4.
R8D, P5C; 5. RSA, R3A !, etc.
Las blancas pierden tiempos en
octava fila.
6Bc. Leyk, 1948. Blancas: R8-
AD, P4AD; Negras: R3AD,
P4AD. Las blancas pierden &lo
en este caso y siendo ellas mano,
or ejemplo : R8D, R3D 1: 6 X . RSC,
P t 3 ~ !, etc.
91
Se hacen tablas jugando 1.
R2T ?, R7C ; 2. R3C, R6A ; 3. R4A,
en vista de que 3... RSR! ; 4. R5A,
R4R ; 5. P4C (R6C, R4D) ; S...
R3R ; 6. RW, R4D.
El rey blanco, en su aproxima-
cin al pedn 2C, debe ir creando
barreras para impedir que el rey
negro se acerque: tanto al pen
negro como al blanco.
Por eso lo correcta seria : f . RIC,
R7C; 2. R2A, R6A; 3, R3D!,
R5A ; 4. R4D, R4A ; 5. MD, R3A ;
0. R6D, R2A ; 7. P4C I (es infrtil
7. R7D, R3A y mal 7. R7A3,
R3R) ; 7... RIR; 8. R7A, P4C ; 9.
R6A y gaba.
fila. Blancas: R3TR, P2CR ; Ne-
gras: RSTD, P2CR; ganan blan-
cas (jugado por Moraviets en 1952
con el rey negro en ZTD). l .
RBC! (no t . R4T, R4C; 2. R5C,
R4A ! ; 3. PBC, R3D, v no 1. R3C ?,
R4C ; 2. R4A, R3A ! ;'3. R5A, R3D,
tablas) ; l . . . R4C; 2. R5A, Xe si-
gue 2.. R3A ; 3. R6R 6 2.. R4A ;
3, R5K 6 2... =A; 3. P4C y
oanan m (vase M).
2, PEOSES EN COLUMNAS VECINAS
C' c ~r i peones linmBvlffr~> en colum-
nas vecrinas, ICE daicor, m m que
ofrecen hte;r& s m cuando rrrra de
las partes tiene evidente supeno-
rithil de ci6n (mejor situado
ef rey) y P" a atm no carece de me-
dicm de defensa,
Son. relativamente mas sencillos
Icw finales donde 1m pones estan
lo m& cerca posible, es decir,
eirnncio no tienen terreno para -no-
verse. Sin embargo, tcambiezi en
estos casos existen diversas pmi-
hilidacles de joego; a vees se de-
ben a la mxin-r~dad de Xm ponesa
g tx la ban a del tablero, y otro- a
la perspectiva de iorzaa el des-
pBazaztliento de las millas crd-
ti ea$.
Ea la psicin. 62, desfautrc; de 1,
R"O, Rl Tl ( l . , , P.LXT2, 2. P56") ;
2. R66, las negras mnsipen &-
hXas Jugando 2... P4T! (3. R x P,
R2T; 3. PCiC, R X !),
62 63
BerFp
1880, S33ancas:
RmD, P5 D; He p s : RI m,
PZTD. Gaam blancas: 1. R8A,
P4T (6 3T) ; 2. PfK, P5T ; f 7 Ci
y mate en tres jugadas.
Zn la posicin 63, las negras
ia"teaamn. al H n 5D, conservan-
do el dominio de 421~4iUas mi-
ticas del. badw *
salvan ju
63r. GtigCrev, 1933 (fina2 del
problema 253) : Blancas: R4D,
P3@R, Negras: RID, P4AR ; lw
xtegaac hacen tablas* 1 ... P5A? ;
2. Px P, KER y tabla%. (Tbbcre
115.)
M1r. Jlaraviets, 1952, Blancas :
RlCEP, PSAR ; Negras : R2D, F2-
CR, tablas, 1. R2A, R3IS ; 2,
P6A!, Px P; 3, R2D, tablas.
&, r\XtsravieXs, 1940. Blancas :
R3CD, f 2R ; Negras: RIQTR, P4D,
Ganan bfancris. 1, R4C, R4C
IR=) ; 2. RSA, R5A; 3, RBD! y
qanan.
S"
Pis sf.. gana si a 1, R3A ?, Ie di-
~ W C l e . + m!
b
t o r jugada 2. P xP conduce a
tablas sin duda d g u ~ a ; si se jae-
ga 2. P3C, se dmplaizan las ea-
sillas crfticas de este p6.n a la
fila de arriba y al rey negro Xe da
tiempo de defender hasta la ca-
silla 4T, que es la m& alejada de
ya qtse las blancas se ven obli-
gadas a fugar ( j perdiendo tlem-
pm!) R2A, RIC, R2T. 190 rondu-
jpg a nada 2. P4C, ya que las blan-
a aa pdrhn domittr los esca-
qaes crlticrr; oI', BC y 6A.
3EJ"meso 1s eorrerta seria jugar
#. RlC!, -m!; 2. P3C!, R4R; 3,
R4D ; 4. R x f", R4A ; S. R4T,
\ 6. R4C y ganan.
Wa. MoravieEI;, f 952. Biamas r
MAR, PLICR; Negras: RIAD,
p4TR. Ganan blalacas. 1. R2A !
.i$pnenazrindo 2. R3C) ; 1.. . P5T ;
& RtC!, etc., lia rnlsmo que en
el n&mero anterior, Se trata de
rrw Interesante pro&nclzaci6a de
1% pwicl6n 84.
Mb. Mo~.aviets, 1952. Blancas :
E?AD, P2CR; Negras: R5TD,
P5TR. Ganan las blancas. E. R3D,
E4C (SC) ; 2. R48, R4A; 3. R5A!
$no 3, R4A ;l, W T ! y tablas) ; 3...
R3D; 4. R4Ct 6 3... PK; 4, PxP,
R3D ; S. Re,+. y ganan.
Si los peones nu estan tan cer-
ca, la pasPci6n resalta a n b istte-
mstrntei por la reserva de tiempos
e se dispone y las posibili-
de sobrepasar el peon de la
parte atacante por la retaguardia.
Las blancas deben evitar, ante
todo, que las negras a 'RxPXl',
respondan con R5A, Por eso pre-
eisamentrr no se consigue ganar
con un ataque en lirnca recta aP
3'T, como, par ejemplo : 1. R7D,
RXE ; 2. RGR, R4A ; 3. R5A, RSD ;
4. RW, R6K; 5. Rx P, RSA! y
tablas. Es prematuro tambih l .
P40,
Si el rey juega lT, acaba ga-
natido el pen a 4C. Esta circrrris-
tancia determina el resto de fa
partida.
$S mala jugada a,.. R8T POX 7.
P4C o la ti.., P4T, por fa 7, R3315,
eteetera.
7. P3C!!
Este modesto movimiento del
en es el que decide. la g5m&iid;:
i 7. P4C?, entunces 7...
R3D, R4A ; 9. R4R, R3D ; 10. RSA,
P4T!!; 11, PxP, X W X y el gey
alcanza a tiempo la casilla salva-
dora t i l . La jugada de espeta 7.
P X evita el sacrificio de1 P4T.
@1 juego suele tener el misma
m~hirter que en finales aaIogm
m peones en Ia misma columna.
8. R7A
Se considera, equivocadamente, au-
tor de esta posicibn a Dedrle, qui ~a
la uLiliz6 en uno de: sus articulas sln
referencia de origen (19'21). En. rica-
lidad la poiiicin. RgAD, E"SCD, PBB -
R4D, P5TD se dio en uaa partida.
Un tal doctor Kassidi indic6 en 1884
el a& de ganar : 1. RIC! fmte fi-
ual fte utilizado agaef misma ao por
el famosa analista Horwitz, que idcb
toda la partida*) La variante puQ1i-
trrda en la atltotogk de Tfpttemlf sc-
diferencia de fa inicial p.3~ estar algo
mas reducida,
Ahora la jugada T. . . RSC, etc.,
pierde sentido y las negras vuel-
ven a la idea del rodeo por la re-
taguardia (8. R3D, R7C).
8. PQC! y ganan.
Grig6rie-v indica que si la posi-
citm inicial del pen blanco estu-
viese en la tercera fila, sera
imposible ganar.
Sa . Gor kv, 1936. Blan-
cas : R I TR, P % D. Negras : RSAR,
P3C D ; tablas. Este problema co-
rresponde a la afirmacifn de Gri-
griev y no tiene interb propio.
65b. teyk, 1948. Blancas; R2R,
P3CD; Negras: R6TII, P3TD.
Lcyk propuso esta pocicibn, plan-
teando la siguiente pregunta : en
que posicin de2 rey ganan las
blancas, teniendo fa salida ?
&a respuesta es como sigue : las
blancas ganan si consiguen captu-
rar el p 6 n 3T en 4 jugadas, o
bien, ocupar a la primera jugada
Ia casilla 2A, colocando asi a las
negras en situacin de zugzwang.
Estando el rey en. 2R gana, 1.
R2A !, pero seria (errneo jugar
I . P4C (esto se ve en el 65). Si
en la posicin inicial el rey blanco
esta en 2A, son las blancas quie-
nes est6n en zugzwalig y no pue-
den ganar.
Son muv aleccionadores los si-
guientes jernplos de Moraviets,
1952,
65c. Blancas : R5CD, P2CR ; Ne-
gras: R;OTD, P5TR. Ganan blan-
cas. 1 . RGA, (pero no 1. R5A3,
RZC!; 2. R6D, RIA! 3. R7R,
R2A ; 4. R6-4, R3D ; 5, R5C, P6T ! ;
6. f x P , R2R; 7, R6C, Rf A) ; l . . ,
RI C; 2. R7DI, R2C; 3. R6R y
gana.
65d. Blancas: R7TR, P2D. Ne-
gras: R2AR, P5AD, tablas ; T.
RST !, R3A ; 2. RSC, Z. . . R4R ; 3.
R7A, R5D ; 4. R6R, R6D ; 5. R5D
y tablas. (Vase 116.)
65e. Blancas: R5CD, P2CR. Ne-
g a s : MTD, Y5TR. Gaiian blarr-
caz;. 1. R4A, R7C ; 2. R313, R8-4 ;
3. R2R (no R3R?, RBD) ; J...
R7A; 4. R3-4 y ganan. (Ida 1111s-
ma idea que en el 60 b. )
66
Esta es la iInica jugada. Las blan
cas interceptan el camino de ata-
que a s u pen por la retagrrardia
y de paso colocan el rey en una
cliagonal c6moda para atacar el
pe6n 3C. Si 1. P4A, la respuesta
de las negras ser 1. ., R5A, y' a
l . R5D ?, se consiguen tablas ju-
gando l . . RSC ! ; 2. K4D ; S. . .
R6C ! ; 3. P.48, RIA. Un ejemplo
tipico de maniobras con doble ob-
jetiva. (Vase - 58. )
1. ... R3-4
2. R5R R4A
3. P4-4 y ganan.
Esta posicin fue publicada en
el ao 1926 por Dobiash, y aquel
mismo a50 Prokop propuso un
problema, cuyo final tena irna
posicin ani5lag;i. Blancas : X4,4D,
P2CD. Negras : R4AR, P3TD can
la misma solucin ( 1. R4D ! , et-
ctera).
66a. Moraviets, 1952. Blancas :
RICR, PSCR. Negras: R2TQ
P3TR. Ganan blancas: f . RZA,
R3C ; 2. R3R, R4A ; 3. R431, RSA ;
4. P4C y ganan.
3. DOS PEONES PASADOS
fg fa d 8 ~ peones san pasad-,
partes se esfuerzan en co-
lo antes poslble su e n e
~ f l r que lo haga el adversario.
d resulta imposible impedir
& wnamiento del pe6n ehemi-
pera, en eompeasacribn, se
un mate forzado o se ga-
ma con golpe doble (aja-
= & recibazar), Si no hay con-
~i ~at es para ello o si no se puede
&
mverttr el pen en dama, la par-
a&# cwno es natural, termina en
tahtas,
b s maniobras de 10s reyes en
les ue estamos estudiando
n p 7 e~arneote a las consi-
&mciones generales arriba indi-
ca&. t os ejemplos que citarnos
at ~\atinuaciBn nos dan a copocer
],a diversas clases de maniobras
qne se hacen para conseguir los
siguientes objetivos: mejorar la
i c i h del rey propio, ganar
enapos, atraer al rey adversario
a uuna casilla desventajosa (para
amaar el pen propio y dar jaque
o m tarar la dama adversaria con
dobg jaque), desplazar .al rey
e~atmro o interceptarle ei cami-
no, tomar la o pmc i ~, dominar
C S C ~ Q U ~ clave o conjugado.
Hay, asimismo, un grupo de
%m~rnientos complejos realizados
r 13s reyes Ilataadtis wmanio-
g s cm doble objetivos.
En algunas rasos el rey manio-
bra teniendo en cuenta el final
futuro. Bt m finales 10s estudia-
remos en el Apndice,
En el diagrama 67 las blancas
necesitan abrir el camino que coa-
duce a su pen a la octava la,
pero se debe meditar muy bieq la
jugada del rey : l objetiva que se
lantea exige que el rey vaya a
derecha, pero la contraamena-
za por parte del p e b negro im-
pone una mdemein imprescin-
dible.
Es rnala la jugada l . RSD por Ea
respuesta 1 ... B4T ; 2. P4A, P5T.
Bn el taso de 1, R4C se pierde 1.. .
RQSR? ( al a) , pero coa l . . . RSR!;
2. P4A, R4R f ; 3. R5C, R3D ! 3,
PSA, R3R! se hacen tablas. No
basta tampoco l . R5C, ya que 2 .. .
R5R; 2. P4A, RSD ; 3. R K , P4T+
6 3. PSA, K4D ! ; precisamente es-
ta posicin de los reyes, pero sa-
liendo el adversario, y con un
pen en 5A constituye en estas va-
riantes la esencia de la lucha.
-% 3. . . PBT, sigue 4. P5A, P5T;
5. P6A y las blancas coronan su
pe6n y dan jaque.
Si ahora 4. .. P4T, sigrie 5. P5A,
PST; 6. P6A y las blancas hacen
dama ea la diagonal 8T-1T.
5. PSA RIR
6. R7A P4T
7. PGA P5T
8. R7C y las blancas ganan
corunando el pen y dando jaque.
67a. Grigiriev, 3 931. Blancas :
R4CI), P2AD. Negras: R6R,
P2TD. Ganan blancas. 1. P4A,
RSD ; 2. P5A, R4R !. (mejor refati-
vamente ; si 2.. . R4D, entonces 3.
R5Cf y a la 2... P4T+, sigue 3.
RSL, P5T; 4, P6A, P6T; 5. P7A,
PPT ; 6, PSA =D, P8T-D ; 7, D8-
T+) ; S. R 5 ' ! , R3$; 4. RCiT!,
R4ZI; 5. RSC, R4R o R3R; 6.
R6Ak, P4T; '7, R76 jy ganan.
67b. ( ; rigbriev, 1931 . Blancas :
RTR, 1'7TR. Srgras : R?TD, YZCR
y P2TK. Ganan blancas. La idca
de este final es C O ~ * O ~ ~ F el pen y
ciar jaque. 1. Y4T! (no 1. R7A ?,
P4C!; 2. K7C, RSC; 3. R x P,
R5A ; B. KfjC, PSC!, este pen dis-
trae la ateracibrr. del rey blanco a
fin <le liberar el camino hacia la
tT a su rey. 5. R5A, R4I)) ; 1 ...
p4T! [ i ... P3T; 2. P5T) ; 2. K8A! !
(8i 2. R7A ?, entonces 2. . . P4C ! 3.
P r: P, P5T y tablas ; cn cambio,
:!hora, eti caso de 2. . + P4C Ects blan-
cas corona11 pe8n con jaque) ; 2. . .
P3C; 3. R7K y gaian.
G7c. Darniana, 15 12, aproxiiina-
claalxetitc . Blancas : R5R, B4-%D.
Xegras: R4CR, P4TR. A princi-
pies elel siglo xvx se coriocia ya
esta partida, donde se da jaque
coa la dama en 8C y 8T. En los
problenias actuales este ataque
final no siempre resulta tan evi-
dente.
RQAD, P46D. Negras: RSAR,
P4TK. Ganan blancas. 1. P5C,
R4R; 2, PGC!, R3D; 3. K5C, P5T;
4 R6T y ganan.
Aunqtie las blancas coronan su
pebn con jaque, pero despub de
1. F4C, P4C; 2. P5C, 5 3.
PGC, P6C -t. , las negras, gracias
al jaque (i ganancia de tiempos!!),
coronan c2i cin antes; 4. R3A,
.i" P7CD ; 5, P C, P8C = D ; le sique
6. PSL=D+, RBT! y ka partada
acah en tablas.
La !! blancas sortemi esta difi-
ci~ltad con una hhbii maniobra :
1. RSA! R6T
2. R4A! R5T
Las blancas disponen ahora de
suficiente amplitud para seguir
jugantlu con c3. rey.
T,as negras pierdeti tiempos, ya
que a la inevitable 4. . . P5C, le
sagw 3. R2A.
P5C
P6C
P7C
RTT
Los reyes flan v~rello de nuevo
a la posicibn inicial, pera la situa-
cin es distinta.
9. P8C - D + , dando mate a la
jugada siguiente.
876. Maraviets, 1952. Blancas :
68
68a. Grigriev, 1928. Blancas:
R3D, P!AR. Negras: RSTD,
P3CD. Ganan blancas. 1. R4D !,
P4C j l . . . R4C; 2. R5D!, R3T;
3. P4A! R2C; 4. P5A, R2A; 5.
R6R ! RID ; 6. R7A, P4C ; 7. P6.4,
P5C ; 8. R7C y ganan ; si 2. . . R5T,
entonces 3. P4A, P K; 4. P5A,
f5C; 5. R4A, P6C; 6. R3A, R6T;
7. P6A y ganan, lo mismo que en
la variante fundamental) ; 2, P4A,
P5C; 3, P5A, P K; 4. R3A, R6T;
5. P6A, P7C; 6. PWA, PSC=D; 7.
P8A= D + ; entonces bien 7.. . R5T ;
8, D8T-t-, ganando la dama, 0
bien 7. R7T; 8. DST+ +.
. Bteaiev, 1931. Bfancas:
g#(#!tI FLITR. Negras : R7R, PZCD.
Gmartl bkxicas. 1. P4T, B4C ; 2.
RSD, R6D fe1 secreto consiste en
mwr- crl rey negra a 3D) ; 3. PST,
4. MT, F R ; 5. P?T, P?C;
='D, Pt(C=Il; 7. D"7T-t.
Mandlcx, 1938. Blancas :
RqAC), P2AR, Negras: R?TD,
~s1). Ganan blancas. 1. R6D 1,
Rmfg 2, R5A!, RST; 3. P4A,
P C ; 4, ?5A, P5C; 5. R4A!, P6C;
6* R3A, RgT ; 7. P6A y ganan.
W, Prokop, 1943. (Terminacin
&X problema). Blancas : RSS),
F3D. Negras: RQAR, P2TR. Ta-
t a R4D! (no RCjA?, P4T; 2.
P4D, P5T; 3. P5D, P0T; 4. P6D,
R3R ! y ganan). 1. . . R5A ; 2. RSA !
y bblas, ya que es imposible dar
Jaque al rey blanclo.
RSCD, P2CD. Negras: R4R, P4U.
Tablas. 1. R4C ! f pierde 1. P4C ?,
en vista de 1 ..- P5D ; 2. RQA,
R5R ; 3. P3C, P613, etct.) ; 1 ... R5D
( O l . . . R5R; 2. R39, R6R; 3.
R2A, R7R; 4. R3A) ; 2. R5T! y
tablas.
69b. Moraviets, 1952. Blancas :
328@R, P3R. Negras: R2Y, P3TD,
tablas. 1. R7A, R3D ; 2. R6A,
R4D; 3. R5A, F4T; 4. P4R+,
R3A! ; S. P5R!, P5T; 6. R6C!
Tablas.
Para terminar este apartada
reproduchos un grupo de pwl-
cinnes que ilustran las maniobras
del rey con doble objetivo.
Las combinaciones ms fxecuefx-
tes de objetivos son las sigtriebtes :
capturar el pen contrario,
dificultatldo al mismo tiempo e1
acercamiento del rey adversario,
con el fin de evitar tablas o deten-
der stt ~roysto pe6n (este procedi-
1 miento o hemos visto en los ejem-
plos 58, 61, 65 y 66) ;
b) asegurar el avance del pe61i
pro lo, o ~nindose a las ma-
nio i!f ras de r adversaria (67 y 68 a ;
urio de los ejeniplss ms aleccio-
xlxdores y antiguos es el reprudu-
cido en la posicin 70) ;
C) amenazar el pen del ad-
versario, apoyando al mismo tiern-
pa el avante del pen propio, a
apoyar el pen ropio con el tin
de neutral~zalr e contrario (71 y
72).
F
Pierci;en las blaacas, ya que 1.
W'F ?, P4A ; 2. P4C, P5A ; 3. PSC,
R4A! ; 4. P6C, R3A ; 5. R6T,
mA; 6. P7C, P7A; 7. P8C=D,
P8A=D+; 8. R5T, D8T+.
Se coasiguen tablas mediante
ixn juego muy sutil : 1. R3C !, R6D
(rio.,, P4A.; 2. R2.4) ; 2. RZT!,
R A ; 3, P4C, R5A ; 4. P5C, R x P ;
6. R3C y tablas.
giQa, Mmavets, 1952, Blancas :
Es la jugada clave de las blan-
cas ; el rey se adelanta 'lo suficrexl-
d e r oponerse al acerca-
miento te paracf el rey negro ( 1. R4A ? lo
habra llevado a una partida nu-
l a) ; en cambio, ahora, despus de
1 .. . P4C, sigue estando ea d cua-
drado del pen y a las blancas
les da tiempo de jugar 2. P4C,
par ejemplo: 2... PSC; 3. R4D,
R4C ; 4, P5C, P6C (6 4... R5A ;
5, MC y el pen s convierte en
dama, dando jaque) ; 5. K3R,
R5C; 6. PW, R6T ; 7. P7C, P7C ;
8. R2A y ganan.
Claro que no 4. P6C ?, R2D !
4. .-. RID
5. R7C P4C
6. P6C P5C
'7, R7T (8T) y las blancas ga-
nan, coronando su pen y dando
jaque.
71
A primera vista parece imposi-
ble que las blancas consigan ta-
blas y, sin embargo, las haen,
avanzando el rey por la diagonal
con el d ~ b l e fin de ireutralizar el
pen en torre de rey y apoyar el
suyo.
Ex1caso de I ., . R3C, las blancas
juegan 2. R6A, P5T; 3. R5R
(amenazando K4A) ; 3.. . Y6T ; 4,
1C6L), IqT; 5. P7A, RZC; 6, R73)
y tablas.
718
Si ahora juegan 2. . . K3C, si-
aile : 3 R5R ! y tablas como antes.
ii
3. R6R (7R ! ) Tablas.
1.a origitial soluci6n clt- Reti
produjo en str tiempo una gran
inipresi8n e impuls a la busque-
da de posi cioiies anlogas, enri-
queciendo crrnsiderabfemente la
t e~r i a de los finales. Ms tarde,
Rcti volvl a este tema y proyrtso
nuevas asiclones, sumamen te va-
liosas. on tambicn interesantes
10s; trabajos de otros autores (vean-
se 30s diagramas) , que en stt con-
junto 110s sirven de palmaria ilus-
traciibn de las iua otables posibi-
lidades del juego a e ajedre~.
y tablas) ; 3. K4A !, P5T ;
! (amenaza R4R) ; 4...
K6D, tablas, Si f . . . R3C,
2, R4C, P4T (2.. . R x P ;
a* 3,4A, P4T; 4. R4D). 3. R4A,
by; 4. R5D. Tablas.
'm el I l b las tablas parecen an
a iavermfmiles. Despus de
.il san posibles tres continua-
es: a} l . . . R3C; 2. RxP, B4T;
& ExP 6 2.. P4A; 3. R6A, P5A;
4 R512., P@A; 5. R6D, y tablas;
7lc, l . P4T, R6C; 2. P5T, R6A
(6 2... R5A; 3, F a , RGD; 4. P7T,
P7A; 5. PST=D y 6. D6T+); 3.
R1C (na 3. PoT ?, R7D, ni tampoco
3. R3C?, RSD ! ; 4, P6T, R$R y
tablas) ; 3.. . R5D ; 4. P6T, R6R ;
S. RIA, y ganan.
lid. 1. R6C, E T ; 2. R5A, f6T ;
3. R6R, tablas, o bien, 2, . . R3C;
3. RSR !, P6T (3.. . R. x P ; 4. R4D) ;
4. R6D, tablas.
71e. R7A (amenazando con pa-
sar al cuadrado del pe6n con la
jugada 2, R6R; es mala jugada
1. P4A3, 8542; 2. R?A, RSA!);
I .. . P4T ; 2. P4A ! (pero no 2. R6R,
ya que 2.,. PST; 3. P4A, f6T;
4. P5A, P ~ T ; 5. P6-4, PST-D;
6. PrtA, D0T y T. . . Dl A) ; 2.,.
PST ( 6 2... R5C ; 3. R6R, P5T ; 4.
P5A y tablas) ; 3. P5A, P6T; 4.
PGA, P7T; 5. R W ! (5. R7R ?,
P8T =D ; 6. P7A, D4R+ ; 7. R8A,
R4T R4C y ganan); 5... P8T
I D; 6. P7A, ta las.
711. 1. R5C (amenazando c m 2.
R4A) ; 1. . . P4T ; 2. R6A ! y o bien
Z,.. P5T: 3. R7C. bien 2. . . R1A ;
3. R5D y tablas. '
bl) l. . . P4T; 2. RxP2C, PST; 3.
He aqui unas pusiciones ni&.
I x P v kblas: G) l . . . P4A: 2.
R x P, P ~ A ; 3. . R~ A, P6A (6 -3. .. 71%. Feiter, 1939. Blancas : R8-
R x ; 4. R5R) ; 4. R6R- (7R), ta- TD, P4AR; Negras: R4CD, P3-
hfm, TD. Tablas. 1, RIC, P4T; 2. R7A,
R4A (6 2- P5T ; 3. P5A) ; 3. R2D,
R4D; 4, R7R, R5R; 5, MR! ,
R x P ; 6. RSD, y tablas. fVPase
72,)
71&, %omvic;ts, 1952. Blancas :
REITD, PQCD. ras : R4D, P2DV
Tablas. Se mismo qiw en
2. R7A,
P4D; 3. R6A, y laklas,
71 i, Mtioraviets, 1952. Blancas :
RXI'R, P5R. Negras: RIPID,
P2TD. Tabdas. 1, R4C, P4T;
2. R5A, PSm (existh la amenara
e 3. R4R) ; 3. RW!! Tablas.
3 ' ' 121 J . Sc?glia,z,: WsTD,
P2CD. Tablas. 1. R K , P4C; 2.
P4D, P5C; 3, YZL,!, R4C; 4. P6D!,
R3A; 5. RSA, f.6C l . . . RxP; 6.
R4R) ; 6- RfSR, y tablas.
72
Zl inters cle este ejemplo can-
si sh en qati SU autor lo ha anat-
zado con el rey en diversas v i -
ciunes. Gas blancas no pueden
ganar, estb donde estiz su rey.
Pierden en el c a~o de que su rey
una de las sigritentes seis
::gas : 8T, BC, BA, 3CR, 1TR,
f3I'Ra En tdc~s las demb casa
fct partida es nula. Par ejemplo,
con el rey blanco en 2TR : 1. P4C,
R5A ; 2. P5C ! R x R ; 3, RSC, y
tablas.
Con el xey en 8D se hacen tn-
btss ertoviendu el rey CO~ I doble
objetivo: I . FK, R5.A ; 2. RTR?,
P4C; J. R@A!, R x P (3 ... P5C; 4.
P511) ; 4, RSR y tablas, lo misma
que en el 71g.
Esta idea fue llevada a la prc-
tica pnr T4ilskef y <fespu& se ha
vuelto 3 repetrr erz reiteradas ac-
siones.
72s. Lasker-Tarrasclia, San Pe-
tersbrargo, 1914. Blatlcas : R7CR,
P2CD, P3Cf), P2TR. Negra:
R4AR, PITD, lf"4CD, PIAD. Dw-
u& de f . P4T!, R5C; 2. WK!,
3. R$A, Se han cambiado
as y ahora scm las trcglas
se esfuerzan por haces
Yates-&%arshaTl. Crlsbad,
Blancas: R4D, D3D, P2A.R.
: R7TD, PSTR, WCD. ii
da equivocada 1. R4A 3,
2- x RxD; 3.
igue S.,. R?C ! ; 4. R x J.-
Gri &kv, 1930. Blancas:
% A D P4 D, P4CR, Ne as:
g4D, IPaAR, P4CR. Ganan 'i: lan-
m, 1, P5T !, R3A ; 2- R8C !, R4C ;
R7@ 1, Rx f5T: 4. R6A, P4A :
Zd. Gor ufev, 1931. Blancas :
P&, P6AT3. Negras:
, PZTR. Tablas. f P6.A !,
2. P3T !, R?A ( 1s negras
%o han wosegudis tiempos
TJ lis sep~zela jr~grrtia conduce a
6A ; 4. P53, R4C; 5. R7C, k x P5T ;
6. R6A y tablas. ( Vks e 75,)
Los ejemplos psteriores son, en
realidad, repeticiones,
12e, Prokesh, 1)n. Blamreas:
RWD, P2TD. Ne as: R2D, P2-
TR, tablas, 1. P4 P , R3A; 2, PST,
R4C ; 3. R7C. Si pe ~ m i o Gfig-
riev y <:orguiev. 72f. Prirkesh,
1947. Blancw: R8D, P5TDE), Ne-
gras : R3D, PZTR. Tablas. I .
R8A, R3A; 2. R8C, y c p e el
mismo juego 72h. Kordkav, 1950.
Blanc~s : R?CD, P511'r), PIID, P5R,
Negras: R4AD, P8D, P2TR. Ta-.
blas. Derrprib de 1. PBR, R3D ; 2.
JTR, Rx E); 3. R7A, P7D; 4.
P6D+, R3R; S. P7D, p8D-D;
6. P8D=D, Dx D+ ; 7. Rx D,
R3D y se obtiene la pastcibn re-
presentada eiz 72f. Lo nuevo de
esta partida es su introducoci0n,
DOS PEONES CONTRA UNO
ira, prbctica ha demostrado que t a existencia de utn 6x1 de ms time
tanb mayor impmtatzcia cuantos m&s peoaes hay en e 1" tablero. Por eso,
dos peones contta uno supone una superioridad material minima. De
ordinario, esta superioridad resulta, sin embargo, suficiente para ga-
nar, aunque hay muchas exce ioneri. A la parte fuerte le cmviene
F que sus peones estn lo mas a ejados del pe6n contraria y que e1 rey
se enaentre delante. lPor la tanta, hay ue evita el acercamiento
prematuro de los ~ E ? I y# sobre todo, su E loqueo.
Xm ejeatplofl que vamos a exminas eshin. suMivididos en tres
g r n p C.odameata1es; 1) pones ligados; 2) peones aislados, y 3)
peones doblados.
El probjeaaa k6rrco a redver comiste en delimitar en cada una de
esos p p o s fm casos en que fa ibildad de tablas esa ~ ~ n d i ~ i ~ t ~ a -
da por Ia propia posicin aquri? as en que se logra (o se evita) t~tili-
iY
K"
zando m6todos detemina os de jirego.
Si todos los peones son pasados,
ef lbnitu prsblema que se plantea
es si podr$ el rey de la. parte ms
fuerte detener el e n pasado del
adversario en su camino hacia fa
casilla de prornoci6n. En caso afir-
mativo, el juego se reduce al sen-
cillo final de rrey y dos peones
li dos contra rey*. SI es impasi-
b p P detener el e n , la supenon-
dad material, como es lgico, piel-
de su importancia. y gana la
partida quien primero corona el
ptrQn*
Los ejem los que damos a con-
tinaacin i ? ustran tanta el pruce-
so noma1 del jue o, como ciertas
excepciones debi 8 as, fundaaten-
talmente, a la pruximldad del ex-
tremo de2 tablero.
6ax el 73 el rey negxo se enfren-
ta con un problema superior a sus
fuerzas: impedir el avance de los
pones blamos y defender su pra-
pio phn. Si salen las negras,
pierden en seguida : 1.. . R4R ; 2.
M, R3A; 3. f5T. Par cans-
guiente, Ias blancas, teniendo Xa
salida, deberih limitarse a ceder-
sda al adversario, lo qu se con-
sigue por el proredimiento del
trzrngulo. Por ejemplo: 1, R2X,
En el 74, despu&s de 1 ... P7R,
& bkfsancas tienen tem o de rea-
l b r kt marriabra 2, P7 1 +, RIT;
;ie; R7A, F8R=D ; 4. P7C+ y ma-
te m das jugadas. S3 la salida
h e de las blancas, cabe stm
mrri&ra : 2 . PX*. WR. 2. RK,
H#$k=D; 3- P'fT++.
No se consigue nada renuncian-
do al sacrificio : 1, ". R4C, 2. R7C !
(per-o no 2. Y4T+ ?, en vista de
2..- Rx PT; 3. RBC, RxP; 4.
R6A, R5A; 5. R6R, R5R y p-
nan) ; 2. . . P4A; 3. P4T+ ! y si
3. , , R x PT, eritt.~ncerr 4. 3316, P5A ;
5. P5(3, y si 3.. . R x PC, entonces
4. RGC, R x P ; S, RSA.
2. KGC PIA
Si iiu i c jilcgczt asf, segliifia
3. R6.1,
1J5~1, Jclrek. Rlancaei : RWR,
P2CR, P4TR. Negras: RQTR,
Y3R. l'ctbla~. 1. R7C, P4R; 2.
P4C+, R r YC. 3. RfiC 6 2*.,
R x PT ; 3. K6A.
75b. T,, Prokesh, 1948. Blancas :
RBAR, 1'433, PSR- Negras: RSR,
T2CD. Tablas. 1. R7R {amenaza
de 2. R6R) ; 1 . .. R4D ; 2. R7D !,
P4CD; 3. P4R+, etc.
$as pcrsiCir,nss que examinamos
$es decir, coti varias peones p-
sados j crjntl twen frecuentemente a
finales da. dama.
S 'la parte ms fuerte, de das
pecbries ligados, tiene uno solo PO-
sado, YOII posibles dos clases de
estructrtras de peones :
1) inmbvil, cuando d pen de
la parte dbil se encuentra blo-
queada ;
2) m6VIB, C U C ~ P ~ ~ Q t;Oam IOS pea-
nes pueden moverse,
En el primer p p o de finales
(con d a peonm bloqueados), la
parte m& fuerte posee un
pasado y defendido, que lmi fa%
movilidad del rey adversaria, por
lo cual a la ventaja material se
une la superioridad de posici6nn.
Ea el .IfZ tenemos un ejemplo de
Sin embargo, hasta en e~k m o
la parte ms fuerte se ve
son posibles 1m partidas nuhs,
ati~jgrda a luchar para evitar el sobre todo si los peones se hallan
sat$~%e, en los flancos.
Examinemos ahora la siguiente
1. P4C+ R x P distribaein de prt es: e3 pen
pasado y defendido se halla pr6-
ximo al centro, y el pebn inm6vil
que fe apoya estA mas cerca del
extremo del tablero. En estas posi.
ciarres, ef rey da la parte ms
fuerte apoya directamente al peOn
pasado, cosa que, p r regla, ase-
gura irna &pida victoria. Hay
cxcepr.iunes en casos de peones
aruy avanzados crr las flancos o,
pur el euntxario, en peones ytic no
han sido movidos todavla,
Estt~diarernos primero las y usi-
cianiis de flanco, que san las ms
frecuentes y, por 70 tanto, mas
importantes para la prctica, sin
olviilar que las pertr9laridmies que
se originan r Ia proximidad de
]kmpeones a P" extremo del tabierrr,
desclprecea cuanto mhs cerca
esten de las columnas centrales,
En el 'ir& las blancas ganan, ocu-
pando con su rey, en determi--
das wndiciiones, Ja casilla 5A.
tas negras pneden oponerse s&lo
tanporalmente.
f . . . RBA; 2. R3D, R4D; 3. R3R,
R4R; 4. R3A, R4D.
Csmo es natural, e1 rey (lebe
pemrinem en el cuadrada del
r"
n 5C. 5. RQA, R3D; 6. R4R,
3 8 ; 7, R4D, R3D ; 8. R4A, RZA ;
9. R5D!
H o conviene jtlgr de golpe
9. R5A por 9.+. R2C; 10. PtiC?,
R3T y tablas, Las blancas deben
ocupar el Cscaqrtc 5-4, esiando el
rey negro en 2C. Se comprende
tle- en una posicin anloga, p r o
!esplazada a la dereclia, el rey
ahogado c.; iinpasible, y tampoco
son necesarias at as maniobras.
9.,. R3C (6 9... R2D; 10. P6@,
RIA; 1 2 . R6AJ ; 10. RtlD, R2C;
l l . K5A, R2-4; 12. P K+ , R2C;
13. R5CI y ganan.
Par el final de esta solurzi6n se
dcdiict. qztc con esta pssiciba si-
tuada ccn I:i. fila superior (77) es
imposible ganar, ya que las filti-
mas jugadas concliicen a tablas,
En el 76, Bas maniobras de 10s
reyes pueden resultar algo mas
complicadas.
76a, Grigriev, 1930 (123 temi -
nacin del probleilra dase en 1%) .
Blancas : R6R, PSCR, P4TR. Slr-
gras : R3CfZ, P4TR, Ganau Han-
eas. 1. R6D ! (no se consiguc nada
con t . R5R, R2A !) ; l . . . RSA; 2.
RTD, RIA (u 2. . . R2C; 3. R7R.
K3C ; 4. R6R) ; 3. RGR, K2C ; 4.
R5A y ganan.
El rey ahogado explicado en Ias
obsrorvacioecs n la 9 jugada en e'l
ejemplo 76, +t. ~csnsigue cun m(\-
yor rapidez en afgtrlxris posiciones.
76b (ideado por Troitzki) , 2930,
Blancas : R3AD, P4TD. Negras :
R5R, P2TD, P3CD. Tablas. 1..
PST!, P4C; 2, PfilC !, R4D ; 3.
R4C, R3A; 4, H5T, R4A y tablas.
Si despiazamas Ba posicin '77
tr la calumrna de la derecha, vere-
mos que las blancas ganan R6cIZ-
meate, sacsEficanda en el momen-
to oportuno su peOn pasado e fn-
vadiendo la zona crftxca del pebn
negro. Por ejem lo: 1. R.C;D, Rl A ;
2. K6D (6 2. R ~ R , R2A; 3. R7R,
RIA; 4. P7A); 2. . . RIS); 3,
P7A+, R1A; 4. R6R, R x P ; 5.
R7R, etc.
S des fazrima esb posici6~ ;z
la segun ifa colutritla de la desecha,
se hace psibJe otrca salucidn m& :
las blancas colocan su rey en STD,
y en respuesta a R2C, contzn6an
P7T). Tenendc? iin pcUn pasada
.&fendido en la fila 6, este sactl-
es, un rwedirniento tpico e
F mi n d i le.
ga Blnias posiciones de flanco del
ipo 78 las tablas son evidentes, y
p mismo ocurre en la posicibn.
tada en el 78. Feria si ia
mos a la columna de la
ha, ya no serha tablas, ptxes
?8 T9
blanco consigue efectuar el
por la izquierda.
& mismo ocurre si coiocamas
n;bs abajo la posid6n 78; saliendo
a,is mgras, tas blancas no paeden
pnar, pues tan pronto coma ,se
@e su =y, las negras sansi-
pm capturar el @n. blanco y
manar e1 suyo,
2a mi mo ocurre si daplaza-
PW la posici6n 79 a la columna
la derecha.
Sin embargo, si la cafocamos en
nda columna de la dere-
hal Y as blancas tienen la prs -
ieicHtiva de rodear por fa izquierda
ganar la partida ; por ejemplo :
*.. BBR, 2. RlD, gsi 2.., R5D,
ghnms 3. RLIK, y si 2,., RSA,
mgan 3. Rl A, ek.,
b tambikn en este caso hay
=@ones. Grieriev enriqueci
Ft teorfa de estus finales con un
detalle interesante que subraya 1
importancia que tiene, ademh cte
la estructura de pones, la stua-
cibn de los reyes,
Con d rey ne o en 533, las+
blancas, en a t e e Y efflplo, habran
ganado, corno hemos dicho ya,
Pero roomo d rey negro en
5A, las esas cambian.
Dus factores detenniaan las p
sibilidades de la defensa: las Be-
gras deben evitar que el rey blan-
cw pase a 2R (can amenaza .de
pasar a 3R) y que r&e el es=-
que 2T (amenazando R3C) ; cosa
que evitan jngaad~ R5C.
Pueden Impedir la jugada RZR,
tomando la upalclln : 1-.. RGR,
pero esta jagada resalta un cmso
error, ya que 2. R f D, R51) (en amo
de 2. . R6A; S. RIAI, las ne a
no llegan a tiempo a 5C) ; 3. WTzR
y ganan.
Ya que 1 .. . R6R ? no sirve, y es
imprescindible impedir R2R,, no
queda mas remedio que 1.. . R6A, y
esta jugada es efectivamente sal-
vadora: a 2, RXD, si e 2 ... R6R;
3. RIA, RSD; 4, d?lC, RQA; 5,
R2T, R5C ro si 2. Rl A, enton-
ces 2... Rkr; 3. R2C (3. RIR,
RtiA) ; 3.. . R7D y tablas,
La jugada I ..; R8R 7 en el 80
es un ejemt lo de apwici6n erper-
judicial,. &n embargo, con otra
cstructum de paam paede mal-
ear acertado tomar la oposicin en
r con d rey ca distan-
cia vez de & j"r ea anos* & preciso, -tu-
ralmentt?, obrar siempre de acup
do con 10 que la situacin exige,
y en dependencia dc ella ele@r
las me&os t4cnkus, de defensa:
la onosicin o la distancia de ea-
balf 0.
La posicin del ejemplo 8) tie-
ne dos puntos de 2nwsibn (@os
casillas erItims para las negras) :
2R y 3C. El camzna m& corta en-
tre ellas es: ID, IA, lC, 2T. A
este camino, fumado por cas;Niier
ne as, le mespon pon de otro* el
m f s cortar, de las negras, tarn-
bien rtsnstitxaida por 4 casillas ;
6K, SD, 4A y SU. Las casillas de
los acarninos mas cortosi, guardan
entre s estricta equivalencia :
ID-6R ; 1Ac5D, etc. Por eso dec-
rns que es mala jugada I ... ReR,
Prq!le pe mite a las blancas con-
seguir a uequvalenciar coa 2.
R1 D ; en cambio, es buena 1 ...
R6A !, ya que despuk de 2. Rl D,
R631, la aequivalenciam queda en
poder de las negras. ( Vhs e 332,)
Ofrece interb la posicibn 81, La
estructura de peones es la misma,
R3R) ; 2. K2C, etc. Chron (1952)
reiter la afirmacin de Euwe, y
otros autores insistieron en que
1. Rl A era la finita jugada que
permitia ganar.
Pero en realidad gana t ~al qui e r
jugada del rey blanco, I,a ms
sencilla de todas es : 1. R 1 A !, pero
tambikn son buenas : 1 . R1D 6
1. R2D. Por ejemplo: 1. R1D (en
el 80 las blancas no tenan esa
posibilidad de maniobra or la
setaguardia) ; 1.. . I(SR ; 2. % 2 ~ o
bien 2... R4D ; 3. R3K, o bien 2...
RSA; 3. R2A; 6 1, 18233, R5R; 2.
Ri D, R4D; 3. R2R, R5R; 4.
R2D, etc. (la misma utilizacibh
del trihngulo que en el 73).
Ls expuesto en los ejemplos
desde el 76 hasta el 81 demuestra
que cuanto ms lejos del extremo
del tablero se encuentren los peo-
nes, menos posibilidades tiene de
haer tablas la parte m& debil;
con peones situados en el centro
(en las columnas de la D y del
Rj, estas posibilidades decapa-
recen.
Si el pen pasado y defendido
cst nias cerca del extremo y el
Inmvil ms cerca del centro, e1
rey de la arte fuerte m presta
pero estkn situados en la fila in- su apoyo irecto al p&n pasado
mediata superior.
B
y las rnar~iobrw de los reyes tie-
En tFinaless, de Rabinvich nen un caracter con~pletamente
( 1938) esta posicin se enjtiiciaba distinto.
sorno tablas, en vista de la si-
guiente variante : l . R2D, R5R ;
#
2. R2R, R5A ; 3. 8 2 8 , RSR; 4.
R3C, R6D ; 5= PliD, R x P ; 6. P6D,
R7C; 7. P7D, P6A; 8. P$D=D,
P7A y tablas, ues las negras tie-
nen peQn de a fil y el rey blanco
esth lejos.
P
Eiiwe, cn 1940, sciial que para
ganar era preciso ju ar 1, R1 A, ya
que con esta juga d a las blancas
seguan a la misma distancia de
las casillas 2D y 3T, y, en carn-
bio, las negras se veian obligadas
a apartarse de una de las casillas
conjugadas, la 5R o la 4C (la mis-
ma idea que en el 80), por ejem-
plo : 1.. . R5R (si no 2. R2D y 3.
Las casillas
mectiico de la oposicin
l. m se ahonda en ,la esencia de
E. pid6a.
Eh el ejemplo 82, las negras de-
- limitarse a defender las casi-
i nvasi h y, siendo mano,
hacer frente a esta mo-
6 s ocupar lo antes posible la
p*b JD 6 JR, sin pensar en la
~pa;siti6tr,
Ahora se comprende por qu ss-
lieudu las negras es preciso jugar
f.. , R3D ! El rey blanco ya est a
unto de pasar a la fila tercera;
L b o c m otras palabras, el juego
se traslada al crborde delanteran y
las res uestas de las negras deben
tener f a mdxima precisin, por
ejem 10: 2. R3C, R4R!; 3. R3A,
P
R4D. ; 4. R4A, RSDl; 5. R5A,
R4D!; (claro que no 5... R6-9?;
8. PST), etri. El hecho de que
las casillas conjugadas esten en el
borde delantero de la defensa
coincide plenamente en este caso
con e1 concepto de la o
constituyendo as3 el car c k r pe-
culiar de esta posicirr.
rsicin9
En el caso de la esr6nca jugada
de las negras 1.. . R3A, Is blancas
continan de fuma ue las m-
g a s no puedan tomar 9 a oposicin
inmediata : 2. R3C! (no 2. R3A ?,
R4D) ; 2... R4A (si 2. . R3D, en-
tonces 3. R4,4 !, 2341) ; 4. R5A con
la invasibn en la zona critica; en
cambia, ahora a 3. R4A 3, te sigue
WD) ; 3. R4C !, (vaIi6nctose de
que 1a casilla 4A es inaccesible
a las negras) ; 3.. . R3A ; 4. R4A !
(amenazando con 5. R4R) ; 4..
R4D ; 5. R5A y ganan. Las blan-
cas han tomado la 0posici6n @en
una de las filas principa2es (ea
este caso son tres : la 5, la 6 y la
7) (v6a.w 15).
Damos a continuacin cttatro
ejemplos de Dedrle, 19=, con la
misma dis tribueibn de peones,
pero con reyes en distinta posi-
cibn, que nos muestra la pxbi l i -
dad o imposibilidad de tomar la
uposicibn en la fila principal,
82a. Blancas : R2CR. Negras:
R5R. Tablas, independientemente
de la salida. ( t . .. R5D ! ; 2. R2A,
R5R!, etc.)
82b. Blancas: R3CR. Negras:
R4R. Ganan blancas en el caso
de que salgan las aegras. 8%.
Blancas : R4CR. Ne ras : R3R.
Ganan blancas, in d ependiente-
mente de Xa salida (1 casilla cxlti-
ca 4R ! ) . 824. Blancas : RGCR. Ne-
gxas: R3*4D4 Ganan blancas, in-
dependientemente de la salida.
1. R5C!, R4A; 2. R4C! I,a o -
cn inmediata (RI>C'-R3R) r ada
tablas, y fa distante (RW-Re3A)
hace perder a las negras par la
existencia del escaque 4A,
El uftlnro ejemplrs muestra que
s en ef 82, ctex,pn& de l . . . R3D!;
2. R3T; RdD!, las blancas avan-
zan su rey par la columna de la
TR, lis negras debern mantener
el suyo en la colulnaa de la S.),
cmsemando siempre la pi bi l i -
dad de tomar da opasitibn irrme-
diata, r ejemplo r 4. R4T, R5D ! ;
5. R i I r R5R ! ; 6. R n , R4D ! ; 7.
R6T, K3D! ; 8, X6C, RJR f , etc.
Si el pexx pasado y defendido
llega a la fila quinta, es decir,
deja atrs la mitad del tablero,
una de las casillas chve del p&n
adversario (en dicho caso SR)
qzeda fuera del clriadrdo en -el
cual debe mantenerse el rey
t i cgm; esto demuestra que la
pasiciiin es indefendible para las
negras, independientemente de
dbnde es.tn las reyes y de qu h
tenga l;+ salida. Por ejemplo : l , . .
R4D ; 2. RZC, Tia-4 ; 3, R3A, R4D ;
4. R3R y pnan.
Se ve fiicilmeute que ea la.; go-
siciones de los diagmmas 83 y 83
ni el carctt-r ni el resnltada del
juego se mociifi-irr si se las des-
plaza a la colarana de la derecha.
I1.n la posicibn 82, donde el
la pasado y defendido no ba
a la fila quinta, el mul -
juega, como hemos visto,
dependa de la sitrtaEoiQn de los
reyes. Caando resulta i mpi BI e
invadir la zona caitica, las tablas
son inevitables.
M 85
En el 84, dcspuhs de 1. R2D,
R5D ; 2. RZR, RSR ; 3. R2A, las
negras pueden continuar 3.. . R5A,
o bien 3... R8D, capturando el.
1x621 2C.
Pero en el S, donde Iw pen~lec,
estan en la fila inmediata superior,
esta pi bl l dad no existe (las ne-
gras se 'defienden la mismo que
e n e1 82). Tampoco existe si se
desplaza esta pcisiclbri a la ciclluxn-
na de la derecha (8%) : 1 .. . R5R ;
2. RZR, R5A; 3, R2,4, R5R ; 4.
RJC, R6U 1 (se consiguen tablas
jugando 4.". R4R!) ; 5. PliC,
R x P ; 6. MC. R7D; 7. P7C.
P6A; 8. P$A=D, P9A; 9, D2C,
R8D; 10. R2A y si 10.., P$A=D;
11. D2R + +.. Este fina1 resulta
posible par hallarse muy erca el
re blanco,
$era si en ei &tia trasladamos
los reyes a 3C y 4R, respectiva-
mente (Sb), las neP;rEa?) (a dik-
rencltt de la posicih atihlaga en
el $2) , no pierden ni siguiera si
son mano, Apravechmda fa c3r-
cunstaxtcla de tener un pleon de
alfil, pueden jugar : 1 . . . R5R ! ;
2. R4C, RBR! ; 3. RSC, R5R! ;
4. R&\, RGD ! y tablas, ya qxte el
blanco se ha alejado dema-
30 de la casilla 3.4.
queda or analizar el se-
m& grupo a e finales ton ~ C+ I I
&&o en el bando ws fuerte,
habiendo peones bloqueadas
a el bhlero. Esta estruct~ra m&
u, en la cual todos los peones
&&en moverse, ciertas
gg~liarldades que fueran estu-
hilas en 1% Tx-xbajos de Gxig6-
@V.
Ea el 86, saliendo Ea3 blancas
I V&X~~ se consigue sencilla-
mn 1. R2f), luego 2, R3D,
kCp, Pero si fa salida es de las
pueden hacer tablas ju-
si: t.,. RGA t ; 2. R1D ( o
:EC), WD; 3. PxP, Rx PD!
5- E x PC) esbndo el rey blanco
a f C) .
faa~ilsa el intento de romper
uutediabnit-nte la fila de peones
IEtam jagaxxdo l . . , WD?, ya
P4A y ganan. Pera si des-
os esta poscrtfiira a la fila
E mi ba, veremos que el pecin de
LIlll ya no posee la salida dable
negras pueden empezar a
de l. . . R5A, con l . . . F5D. A
b 2, PxP, sigue 2... R5,4! y las
hncas se encueatrar~ en zug-
aran si 3. R2D, entonces 3.. .
:x 8 ; y si 3, R2C, entcmces
. . RxFC y tablas.
Si en esta situaclfn (R2A, P4C
de Zm blancas y el rey se-
ta trn SA) saliesen las negras, se
kat-iar can el zu
pfderlan 1% artida pang es u& de y
... RXPD l . RxPIc; 2.
K3D ! ; 2. lC3L !, R4f) ; 3, 841".
etctera.
Sa , CFrlgbrier, 1933. Bf ancas :
JiCSAR, P2D. Xepras: RIAR, P2R,
P3-1LR. Tablas. De las sbsemacio-
nes hechas al 86 sc deducx que
despub de 1. R6R!, RIR, las
blancas deben avanzar su peQn (-fe
danti de forma que su jugada
Pan coincidan con el rey ne-
gro en lD 6 ( A (~NITC) no en I R) .
Por eso S. P3D !, R1D ; 3, P4P,
RIR; 4, P ~ D , ai n ; s. Pen, P x u ;
8. Rx PTI.
Estos cdlctrlos para el avance
de un ~ 6 r r o de vnzios peones son
tipicos de ciertos fi~ales ; para
faellitaros conviene pi arse por
el ~i ~gai ent e principio : Estantlo erf
IR, el rey riegro ocupar5 las ca-
sillas ID d 1 A c~incid~endo con el
numere hnpnr de jugadas ; par 10
n blanco, en su avan-
ce tatito9 hacia el pe a casilla 62), deber ha-
cerlo firr un n\itmero par de fuga-
das. Si saliesen Zs negras, ante%
de que el pen empezase su avazi-
ce, el rey negro ya estada en %D
a en I h y volveda a ompar esas
wsillas en un numero par de jix-
gadas ; por s o Im blancas dehe-
xn jugar (P2D)43)!, a fin de al-
canzar el escaque 6D en un n-
incro impar de jugadas.
Esta lndicacibn tiene car6c ter
general, pues prevf; tatnbikn las
casos de avance de dos pt aes
blancos (nhrneros 131, 132 y t 331.
Pero en el 86a, donde &lo avaifiza
un pe6n, d c&culo resulta mas
senctlto: si salen las blancas y el
rey negro na est% atia en la casilla
precisa, hay qirc colmar el pe6n
en la casilla del mismo color que
en dicho momento ocupa el rey
adversario.
Una vez ex licada la idea fun-
P damental de oe; finales analiza-
dos, se comprenderii fkflmente
Xac; maxriobras de las partes i ~ n la
posicin 87.
Es un camino original para ga-
nar, pero folria 1. RSC P5D ; 2.
R1A, R6A, 1s znisfns que 1. RtC ?,
RGA!; 2, RtA (2, R2T, RxP2A) ;
2. ., P5D candutx a tablas.
3, R1A R6A
3. Rl D P5D
3, RIA y ganan.
87a, GPt&riev, t 933. Blancas :
R2D, PBCD, P3AL). Negras : R4c
CD, P2D- Ganan las, blancas, h-
c l m si d e n las negras. Zlrespu&
de l.,, RSA, resulta fa misma si-
tuaeih, m& o mnwts, que en el
87, despu4s de ta cuarta Jugada
de 1 s blanca, p r o es preeiw
tener en cuenta la posibilidad de
movimiento sim le o doble de1
P pen dama 2. R D o Rl A (pera
no R2A ?, pues fe seguuia P4D!
y tablas), 2... W4C ; 3. R2A I , R5A
(no se debe permitir que el rey
blanco pase a SS)) ; 4. R2D (recir-
rriendo a1 aki &npl o~, las b1a-n-
cas han ganado tiempos. di endo
la mano al a&ver.-sl~ra) ; 4.-. P3D
n 4... P4D, ganadan Xa
bianeas en segulb ; 5, U, ahs-
ra deba ganar t i e 9 - i ~ par w-
!&u
nda vez); 5. RID, R4C; 6.
2A, R5A ; 7. R2D, P4D ; 8. R2A
y ganas.
La posicin final del zugzwatig
pierde su car6cter obligatoria
(aqrique sea parcialmente) si hay
en el tablero otros pones.
87b. Alatrzev, tomado de una
partida por csrrespoden& ern
19834-1935, BIa~cac; i RZR, PQTD,
P3W, P4AR. Niegms r RSR, PaTf),
P ~ D, ba ; l ~ m : 1. R IK (a
Ia &niea jagadi), y queda recha-
zada la amenaata de E"*;D.
Para csnnpletas el 87a, nas que-
da por examinas el caso de ruia-
do las pe
ones aEn iclf~tri-Buld~~
en la fi cr Inmediata superior,
8 2 ~ . M~avkrts* Blancas : R l D,
PSD, P4R, Negras: R2,9D, P2AR,
Qhanan blspniras. 1, R2R, R3D ; 2.
R3&4, R4R; 3. R4C?, PM; 4,
RCrT!, P4A; 5. PGD, Rx PD; 6,
PxP y ganan,
a
Es muy interesante e inst.1:ucti-
va fa particla de este ejemplo,
Ns se pude Jugar 1, P4C?, ya
que l. . . P4T,
No basta 2. R2R?, or 2. . R5R
P; y 3.,. -P4T 2. R3 3 par 2.-.
P4T; 3. R3R, RSC; 4. R4R,
R x P3C.
f ierde inmediatamente -2.. . P4T
por 3- R3A, asi c mo 2. . , R5C, a
causa be 3, R4R. Ahora ya no se
pude jmgat 3. R2A por 3. ,, PbT,
s..* R5R, entonces 4, R21C,
; 3. R3T, R4h ; 6. R4T, R3C ;
1, p5A + y
OT et p&n de alfil,
e f i 4 t ~ ~ Blancas o hndrian el petli de
rrctuefi6rrdoo;e al mismo tifetn-
las casillas criticas del
deben hacgr ahora las
La situacibn es campfe-
distinta que en 81 y 8%.
dente q.its nbteaer Ea pmi-
de art-y blanco en SC, pen
en 4T, incluso saliendo las
lr, XIO es ventajoso, ya que
negras pueden jugar P5T,
+I#hdos-e de que despub de
PxP, e1 pen asa a ser de torre
P JM hace posib e la rplica R x FA.
Cma7fene orientarse a la coro-
b del ~ 6 x 1 de dfil, tanto
qtaa el rey blanco, a diferen-
& cle lzrs posiciones 87 y "7a, ma-
mibbm ai otro la& del pts0n pa-
sad@*
9% gtle en el caso 4. R3R, P4T,
blancas quedan en zugzwang,
m glaeda otra sotucin que jugar :
O 4.. R4A; 5. R3R, R5C ; 6. R4R.
Ahora san las negras quienes
man en zrigm~tlg.
5. R3R R x P
dapues de 6. 85A, P5T ; 7. P6A,
; 8. P7A, P7T ; 9, P8&4 ==DI
m = D , las blancas gan:in (vase
3 ib*n. anexo^) :
&. Leyk, f 939. Blancas : R4-
m, P4D, P3R. Negras: R4D,
l%AR. Ganan blancas, Lo mismo
q%e crrz el ejemplo 88, pero en las
damaas centrales, donde el jue-
e menos precisin. l .
( 1 ... R5R?; 2. R4A .y
Wan) . R2D (a diferencia del 88,
q%li iETS posible tambth 2. R2AJ ;
2.. R5R ; 3. RIR (cabe jugar 3.
Rin) ; 3... R4D ; 4. R2R, R5R;
5. =A. P4A; 6. R2R y ga:anan.
Aunque 'Ia idea del sacrificio del
p6zt pasado por el del adversario
se ha explicado en el ejemplo 88
(observaaoaes a fa tercera juga-
da), f(~prCtdl~~imos aqni aTgunl>s
esjemp'im para mayor claridad.
89, (Herberg, 1936) : 1. R3C !
(no t . P3C, por 1,., R5C y P2A,
4A, 5A), l . . . P4A (si l . . . P3A,
entonces 2. R3T, P4A ; 3, P3C) ; 2,
R3A !, R x P4T ; 3. R4A y ganan.
Al rtncipio, el autor habfa des-
plaza { O esta situac'ibn a la se-
unda columna de fa izquierda.
'omu se comperide, en este caso, k
adem%s de 1, R3K, gana tambin
f . P3R; por ejemplo: l , . . RSR;
2, R1R (o RID) ; 2.,. R4k; 3.
R2K, RSR; 4. RSD, etc,
89a, f?)bersz, 18.62. t. P4T, R5C ;
2. R3D, R4T!; 3. MA! , RxP4T;
4. K4A, R4T; 5. Rx P, y ganan.
Hasta ahora hemos ectudrcido
las posiciones de dos peones 11-
gados contra uno, teniendo la par-
te fuerte un pe6n pasado. Pasemos
a los casos en que no hay pen
yasaao. Tambih aqu caben dos
clases de estrtictums de peames;
f ) inmvil, con dos peones blo-
queados, y
2) mvil,
Los finales c o ~ peo~es bloquea-
dos y sin pebn p a d o son, colno
es natural, mcuoc favorables para
rte ms fuerte. Se ganan, de
or lade" inario, indepndietatemente de
la salida, si uno de los peones li-
gados llega a Ia fila 6, o, dicho de
otro modo, si el p&n adversaria
se halla tdavi a en su casilla ini-
cial. En los restantes asos, el
resultado del Juego se determina
por la posicin de tos reyes y la
salida. En las posiciones de flan-
co, las maniobras suelen tener el
misma carcter que ea situacko-
ues del tipo 82. Pero si Tos peones
se encuentran en las columnas del
alfil de dama o alfil de rey, cl
carhctear de las maniobras cambia,
debido a la existencia de puntos
dc invasi6n en ambos flancos.
Examinemos, primero, las p-
siciones en ue un pen rezagad9
4 (que se de iende) de la parte
fuerte se errcqentra cerca de las
columnas centrales. En este caso,
el rey propio a&n estk m condi-
ciones de prestarle cierto apoyo.
En el 9b el pen negro sigue eti
su casilla inicial y las blancas ga-
nan, salga qizien salga. Por e j a -
pfo: l . . . R1A (si l . . . R2R, enton-
c.es 2. P6A) ; 2. R6R ! (pero no 2.
mA?, RIC y tablas) ; 2... RID;
3. R6D, Rl A; 4, R7R, RIC; 5.
RTD, RIT; 6. P6A 1, P x f ; 7,
R7A y mate en tres jugadas. Si
las blancas tienen la salida, utili-
zan el tringulo a fin de asar la
salida, a las negras : 1. R5 18 , RdA ;
2, R4D, R2D; 3. R5D y ganan
(pero no 1. P$A+?, Rf A! ; 2.
R6D, Rl C! y tablas).
Los peones de torre suelen dar
las excepciones habituales. Ea la
osiciiitt 91, vereincs que despus
$e 1 ... RIC ( 1 ... R2D ?; 2. P6C !) ;
2, R6D, RIT, se hace evidente ef
resultado nulo de la partida.
Desplacf.mos ahora ambas posi-
ciones a la fila inmediata inferior.
En el ejemplo 92 las blancas, a
diferencia del 90, ne pueden ganar
teniendo la salida, plr ejemplo : 1.
RQR, M3R ! (claro que no 1 ...
R4A ?, que gemitirfcl a las blan-
cas la t~tilizacibn del cC;flBnplor ;
las negras, en este Coaso, no tienen
por qut9 temer la incursin; 2.
P5A). 2. R4A, K3D! ; 3. R4R,
K3R; 4. R3R, 33.28 o R2D. Ta-
blas. Comxservar la qposicibn es
obligatorio slo en la srprimera II-
mar de la zona critica (10 mis~rio
que en el 82) ; a. R4K, las negras
responderan can RSR ; y a R4D
o R4A, con R3D.
Si la salida la tienen las negras
(e jempla 92), pieden la partida :
l. . . RJR; 2. P5A 6 l . . . RSR ; 2.
R5R (se puede jugar tambin 2.
P5A) ; 2.. . R2D ; 3. R5D ddomi-
rnando las casillas criticas del pe6n
6429, O l . . . R2A; 2. K5R!
evidente que en el ejemplo
92 el tesulbdo del juego no cata-
bia si la pssicihn se desplaza ha-
cia abajo.
En cambio,, en el 93 ( o en ixna
posicibn mhs desplazada hacia
aba o), lo mismo que en el 91, las
tab i as son inevihbles, salga quien
salga : a l . . . R3D es intil 2. 135C ;
si juegan las blancas, a l . K4D,
se puede replicar 1 . .. R3D e inclu-
so l . . . R4C (2. R3A, R3A), ya qire
wra las negros no es peligroso
perder la oposicin.
##a. El rey negm est en 1 AD.
SgbXas. ( Vks e 335. ) Saliendo las
negras es preciso, a fin de defen-
es: las casillas criticas 6C, $A y
&D, jugar: l . . I D ! (2. R5A,
WA 6 2. R5D, R2Cs). (Vase 94.)
3% desplazamos 'la postci6xz 9Q ;a
fcg derecha, el resultado de% juego
varia : las blancas garan, salga
qakn salga (saliendo 1ac blancas,
de t . R5A, resulta posible
gas j ugda m65 sencilla : l . P6-
D+ f ) *
Tampoco varia e! resultado de
la partida si el ejemplo 92 se des-
pEas;a a la derecha; pnau bian-
cm, si SOXI maao las negras. La
f&ixresante dg esta posicibn es
qae Ios reyes han salido ya a la
apitmera lineal. Pero si estu no
s-e? ha dado ahn, el resultado del
j @qu se determina por la situa-
&bg de 10s reyes y sus correspan-
dientes maaiobras, -como vemos en.
ejempic~ sigtl~ett tez.
Maniobrando en la .Laguardia,
negras pueden desentenderse
de la oposicin ; tan sOlo en R4R
a R4A deberen replicar, respecti-
Vgmente, R3R o R3A. No condu-
e a nada la tentativa de envolver
por fa derecha: a R4C, l as negras
res oon6crii.n R3R, con amenaza de
R4 k Si las blsncds intentan el
rodea por la izquierda, necesitargn
4 jugadas para llegar a la casilla
5T ; par consiguiente, el rey ne-
gro, para llegar a tiempo a 2C,
puede estar .en l a soluxnna del
alfil. En eso radica toda la idea
de ladefensa de las negras.
No se debe 1.. . R2D ?, por' 2.
R4A!, Rl R (no se puede hacer
otra cosa) ; 3. R4R., RID; 4, R5A,
6 s.,. R B A ; 5, P5l3 y gar,an.
13% tablas son evidentes : 3. R4C,
RX!; 4. R4L, R3A! ; 5. R3R,
R2-2 (o R2R) ; 6 R3D, R2R fa
R2D).
I,a p03icibn siguiente muestra
10s grandes recursos que tiene la
defensa, donde la parte ms her-
te tiene incluso tiempos de re-
serva.
96.a. Ebersz, 1942. Blancas : R3-
CR, P3AD. Negras : R3AR, PSAD,
P31). Tablas. Las blancas no de-
ben Icatl.:ar su rey de primera in-
tencin a la lnea avanzada. Si
1, R4A ?, entonces 1 ... P4D ; 2.
R3A (2. R4C, P5D); 2.. R4A;
3. R38, R4R c, 1. K4C?, P4b;
2. R4A, R3R; 3. R3A, R4A; p
ganan, A 1 R3A, la so~uti6n es
f ... R4R, r si l . R2C ?, entonces
l . . . R4A ; '2. BJA, P4D y ganan.
Lo correcto es 1. =A! (en ate
caso Ea defeusa time casuafmevlte
forma de opsicibn) ; 1 . . . R3R.
2. R2R ftltrtze gran importancia
prtlctica y de principio el hecha
de que, adems de esta solucibzr
dada por el compositor, cabe tam-
b6n 3. R3R) ; S... R4A ; 3, R3R,
R4R; 4. R3A, R4D; 5. R4A (se
uede jugar tambin 5. R3R) ; S...
K3A (si s... RJR, entonces 6.
R3R !) ; 6. R4R, R4A ; 7. R3R,
P4D (7.". R4C; 8. R4D) ; 8. R2D,
R4C ; 9* R2A, RST ; 10. R2C y
tablas.
Qu ex ticacin tiene esta
8 dikrencia e resultado (95) en
cmparacicjn con el 94 '1
Como el pe6n de la parte ms
deb1 es central, las riegras tienen
que defender en el flanco de da-
ma un frente m& amplio: tres
casillas en lugar de dos. Con el
rey blanco en X resulta insufi-
ciente la rplica RZA, por R6T ; a
BC! es preciso responder R2C.
Por wnscigulente, el rey negro no
uede retroceder a la columna del
R a ue desde all a la casilla
E 2 ,
2C hay 5 jugadas, mientras que el
95
'rey blanco, para alcabzarla, pre-
cisa lo mismo que antes : 4 ju-
gadas.
Teniendo la salida, las negras
ierden : 1 .. . R2R ; 2. R4C !, 6 1 ...
S: 2C; 2. R3RI, R2A; 3. R3D!
(para replicar a 3.. . R3A ; 4. R4D,
R4C ; 5. P5R) ; 3... R2R ; 4. R4A.
Pero si salen las blancas, la par-
tida resulta nula. Salva a las ne-
e1 conservar la oposicin (en
s c o l ma s ririilipales del alfil t"
iP de rey y caba ode dama). 1. RX,
R2C! ; 2. R3T, R3A! ; 3. R X ,
R2C ! (pero no 3. .. R4C ?, ya que
despak de 4. R3A, la casilla 5A
es inaccesible para las negras) ;
4. RZA, R3A o RIA; 5. R3R,
K2R; 6. R3D, R2D(lD) ; 7. R4D,
RID (2D), etc.
Analicemos ahora las posicio-
aes en que el pe6n rezagado (que
se defiende) se encuentra prsi-
mo al extremo del tablero. Esta
estructura de peones es, en cierto
grado, ahn menos favorable
la arte ms fuerte. Se exp ica,
P
para
en o fundamental, por el hecho
de que el rey no este al lado de su
pebn rezagado y or eso el avan-
ce, a veces posib f e, de este Ul t i -
mo, pierde eicacia.
En el (36 es imposible sacar e1
rey negro de s u rincn : 1. . . R1 A ;
2. R6D, RIC; 3, R7D, RIT; 4.
F6T, RtCI y tablas.
W 97
Si desplazamos haMa &ajo esta
posici6n en una o varia9 filas (97)
el resultado SI e siendo el mis-
mo: l . . . R3 ~ f ? 2. R4R. R3DI.
tablas. ( ~es pu& de 3. R ~ , R ~ A ,
ya son las blancas quienes deben
procurar tablas. )
978. Blancas: R5R, PITD,
P5CD. Negras : R2R, PICD, De-
cide J resultado el turno de sa-
lida. En esta posicibn de l~ re-
ec; o rn8s distanciados efitxe si,
lucha se lleva por los escaques
cAticos del n 6C( 3C) . Ets in-
p" negable que as piciones de este
tipo, en comparacin cm el 82,
son mucho menos peligrosa3 para
las negras.
97b. Blaacas: R4D, P3TD,
PSCD. Negras : R3R, P3CD. Ta-
blas. Ni siquiera ' la r a m a de
p de las blancas modifica
resultado. l . R4A, R3D ; 2.
e p s pueden jugar 2. ..
replicar a 3. P4T con
. Pero tarnbih pueden
; 3. P4T, RZC, ya, que
e a& de 4. R4A, R2A; 5. R5D,
E&, las negras llegan a tiempo
r las casillas criticas y
de t i e m . de las blan-
ya est agota a.
pero otro resuhado se obtiene
m ata posicin desplazada a la
#k izmedlata inferior (98). Esto
m debe a que el pen 2T conserva
k opcibn a la jugada doble.
h s jugadas de las negras son
hiras, ya qy no pueden permi-
la posic~on del rey blanco en
4@ ai en 6D, or el pen (23'131'.
h mi l l as 3 b , 3A y 3C de las
son las conju'gadas de las
* p a 48, 4D y 3A.
esta posici6n las blancas ga-
m i%Mlmente si consiguen pa-
Isr jugada al adversaris. El
codo habitiral para conseguirlo
W rtri$ngulct~, es decir, la Uti-
8m~i611 en este taso de las casi-
reta ardia 2C y SA. Para
ar e Y equilibrio, las negras
hacer lo mismo en un trinb
gul o silnilar. Yero en respuesta
a 3. R2A o a 3. R2C, Ths negras
no pueden utilizar los escaques,
de retagi~ardia 2A 6 2D por la
jugada del rey blanco (3A)4D,
que les daria 'fa victoria, y tam-
paco disponen del tringulo 3A,
4A y 3D, porque les es inaccesible
la casilla 4A. Por consiguiente, no
les queda m8s que el tringulo
SU, 4D y 3A; pero si colocan su
rey en 4D ( 6 3A),
el rey blanco.acupe permiten a casilla con- que
jugada M 6 3C, y por ello pier-
den.
En los manulles se dice err.-
nearnente que se gana tan slo
jugando 3, R2C y que 3. R2A
conduce a tablas. Pero, en reali-
dad, ambas jitgadau son equiva-
lentes.
las negras se encttentran inde-
Gnsac, por ejemplo: 3. R2A, R3D
( 3 ... R4D ; 4. R3A, y si 4... R4R,
entonces 5. R3C y 6. P4T, y si 4. ..
R3D, entonces 5. R4 3 ; a d. . . RSA,
se puede replicar tambiiti 5. R4D
y 5. R E ) ; 4. R2C, R3A ; 5. R3C,
R3C ; 6. R3A, R3A ; 7. R4D, R3D ;
8. P3T y ganan ; lo mismo resul-
ta si se juega 3. R2C, R3D ; 4.
R2A, R3A (4 ... R4D ; 5. R3A) ;
5. R3C y ganan.
La slucibn propuesta estable-
ca,. con fines metdicas, la equi-
valencia de tres casillas funda-
mentales ( 3 a alinea avazizadaii ).
Sabikndolci se puede acortar en
una jugada lct solucin, utiliza~ldo
nmediatam ente el tringulo ; 1 ,
R2A!, R3D f I ... K5D; 2. R3C;
1 ... R4D ; 2. R3.4) ; 2. R2C ! R4D ;
3. R3A, R3A ; 4. R3C, etc:
Si desplazamos la posici6n 96
a Ja ccrlurrina siguiente o a las
posteriores (991, las blancas ga-
nan siempre.
Saliendo las blancas conviene
ju ar : 1. R5D (no I . R5A 7,
&) ; l . . . RID; 2. RBR, RIR; 3.
P%C y ganan.
Sin embargo, si despazams la
sicin 99 -a la fila inmediata in-
g i o r y ms abajo a(m (el pen
negra ya no est6 en srr casilla
inicial) resulta imposible gjknar,
independientemente de fa salida.
una posiciblt anloga con
pones de alfil bloqueados, pero
con un pen ea 4D en vez de 4C,
las blancas pdrian ganar, siem-
re que saliesen las negras. A f , . .
&A, seguira 2. P5D. En este
caso la intuxsi6n 2 P5C pierde efi-
cacia debida a que 2.. . P x P ; 3.
HA, RJR U 3. R5D, P5C. No se
conslgue lada can la jugada 1 .. ,
R3A, pues 2. R4A, R3R; 3. R4R,
R3A ; 4. R4D, R3R; 5. R4A (con
la amenaza de 0. P X ) ; s... R2D,
etcetera ( IW) .
Si son mano, las blancas consi-
guen rechazar el rey adversario
a la fila siguiente, por serle inac-
cesible la mi na 6D, pro, aa
obstante, la partida es nula : I .
R4D, R2D! o 1 . . K2R?; S.
RSR y tampoco, t ... R2A 7 ; 2.
RBA, R2R ; 3. P5C) ; 2. R5R, R2R;
3. RSA, R2A (4. R5C, R3R).
En la posicin si uiente la par-
Ic* dkbil tiene muc % as pmibihda-
ies de defensa en. comparac6n
con el ejemplo 94.
1081. Blancas: R3R, P4CD,
P5AD, Negras : R2R, P3AD. En
rol 94 se cstrsiguen tablas con la
finicr-i jugada 1 ... R2A! En cam-
bio, en este caso cualquier prime-
ra, jugada de las negras basta pa-
ra hacer tablas. (Sin embargo,
cz~ando el rey negro estr- en IAR
IR y las blancas tengan la sa-
lida, la defensa debe ser muy
exacta ; su f~tdoXe se deduce de
135 variantcc mas arriba expues-
tas.
Si en el ejemplo 98, anterior-
rnerxte ana%izado, desplazamos la
posici6rt. a la columna cle la dere-
cha (obteniendo asi pones de
alfil bloqueados), no se modifica
al. el resultado ni el roarabcter del
juego. Gyi &iev vari6 un poso
b: esta posici n y enriqueci.6 la tieio-
da con una idea interesante y
a~igftral.
Las blancas tienen dm tiempos
de reserva, pero, 2 c6mo utilizar-
los? Est muy claro ue la agre-
si6n directa st las casi 9 las criticas
6D, 1JA y 6R na promete la victo-
d, pues el rey negro recorreria
u asillas 3R y 3A ( I OI ) , sedu-
&&&se Ia partida al nhanero 100.
wunfa un plan inweriioso. Ma-
Mz-ando con uii osjetivo apa-
**, las blancas colttcan su rey
m ST, provocando la rplica R2C.
mpa& de eco invierten uno de
tiempos de reserva en la ju-
& P3C y obligan asi a que
negro juegue 2T, cosa que
permite dom~nar en el eetitro
eg maque SR1 teniendo otro tiem-
e reserva. Para llevar este
a Ha prctica, las blancas
superar t davi a algunas di-
aa2tades tiicticas.
#& inYtil l . . . R2C ; 2. R3D,
por 3. P4C, R4C; 4. R3A,
Rm; 5. R4A! , R2C ; S. R4D y
paan.
Z$a un momento critico. Si 3,
P&A, sigue 3... R3R y las blancas
iencrzentran en zugzwang : 4.
X4D (4, R$C, R4D) ; 4.+.. R3A t ;
5, W3A, R4R! ; 6. RQA, R3R I y
&bl%s. Pera para las blancas hay
snluci6jtk.
o 4.,, R2D ; 4, MC. Ahora son las
%@@ras quienes estn en zugzwang.
Tda la asal, de las maniobras tc-
*S 1~ basa en la decisiva conju-
@&i6n de las casillas 4A y 6R.
A h 4... R4R, decide la 5. P4C
$ la 6- P5c.
h rnntinhiaci0n es sencilla : 5.
A ; 6. RS?, R2C; 7. P3C !,
. R4C, R2C ( 8... R3T;
y si 9... R4C, sigue 10,
m y si 9... R4T; 10. R4A. R3T;
P4C) ; 9. R4A, R2A ; 10. RID,
R2D; 1 1 . X5K, R2R; 12. P4C y
gauan.
Si uno de los peones ligados es
central, en las posiciones del tipo
se gana siempre, independiente-
inente de la salida. Si desplaza-
mos esta posicin hacia abajo, la
parte m& fuerte gana s6lu cuandq
es mano el adversario,
En el XQ2 (o en la posicin de
R5A blancas y R2A negras) se
gana Unicamente en el caso de qae
salgan las negras. Despues de I + ..
R3C (6 1 ... R2R ; 2. R5C, R2A ; 3,
RSA) el rey ae ro queda dema-
T sicada lejos de a casilla 2T (6
jugadas), mientras que el rey
blanco alcanza e? escaque 5T en
S jugadas. EI juego 6s anhlogu
al 95.
Vasenlos abara al estudio de es-
tructuras de peones mviles sin
pen pasado, es decir, de casos en1
que no hay peones bloqueados.
Cuando los pones estan en con-
tacto directo cabe et paso a poci-
ciones ya examinadas con peones
bluqueads .
1,o fundamental en esta estruc-
tura de peones es que uno de loa
peones l~gados tiene frente a si
en adversario en la misma coy
fumna y el otro se halla en la
columna vecina; como ste no
tiene enfrente valla alguna, posee
mayor capacidad de avance (es lxrr
vcandidator a pen pasado o un
asemipasadoii). Es eviderite que
la presencia prxima del rey pro-
pio refuerza 3a importancia del
ge6n dotado de mayor msviiidad,
y resulta ms ventajosa para fa
parte fuerte que si el rey estu-
viese lejos; hemos visto fa con-
firmacin de ello en una serie de
ejeniplos con peones bloqueadas.
Otra w a que tiene muchsima
importancia es fa reserva de tiem-
pos que tenga la parte ms fuerte
al asar a una posicin bloqiteada.
Qa hemos examinado posiciones
con una estructura de unes en
los flancos y centrales. r hora nos
conviene seguir un arden invexso,
ya que las estructuras centrales
son, relativamente, ms sencillas ;
tienen rn4s importancia prCictica
las posiciones de flanco que, ade-
ms, son m%s complirradas y
oseen un mayor nmero de pecu-
EanaadS.
Si el pen de la parte dkbiI se
encuentra en alguna columria
central (de dama o de rey), se
puede evitar el mate en contadisi-
inas excepciones, En el caso, por
ejemplo, de que e1 rey adversario
se encuentre muy lejos y no pueda
prestar el debido apoyo a los
peones ligados. Como regia, la
parte ms fuerte gana siempre.
Lo mCrs sencillo en este caso es
1. R3D (es decir, apoyar el pedn
que tiene mayor movilidad) ; 1.. .
R3D; 2. R4A, R3A; 3. P5R y
ganan ( 92) .
Tarnbien gana l . RQA, RSA;
2. R4C (no 2. P5R+ ?, RSA!, ta-
blas) ; 2.". R2C (a 2. .. R3C ? la
jugada decisiva es 3. P5R, ya que
en el caso 3... R3T las negras no
tienen tiempo de defender el fiart.
co de dama) ; 3. RSC, R2A ; 4.
Km, R3A ; 5. F5R + y ganan.
Si saliesen las negras, entonces
a 1,. . R3A, no se debe contestar 2.
R4A? por 2... 94R+ ; 3. PxP+,
K3R y tablas. Lo corred, es 2,
R3A 6 2. R3D.
Como es natural, en la p i c i 6 n
103 se gana tambikn si se la des-
plaza arriba o abajo. Estando el
6n negro en 2R (los peones
Eancos en 5D y 5R) despus de 1.
R5-4, R2A, se gana tambien jil-
gando 2. P6R+.
A la parte ms fuerte no le csn-
viene, sin manifiesta necesidad,
aproximar demasiado los peones,
para tener m& de un tiempo de
reserva, Se gana ms fcilmente
si se economizan tefnpus (1@3).
103a. Fine, 1941. Blancas : R4R,
P2D y P2R. Negras: R3R, P2R.
Ganan blancas. La tarea Inmedia-
ta. de las blancas es ocupar con su
rey la casilla 6R. l . P3R, R3D;
2. R5A, R4D; 3. P3D, R3D; 4.
P4R, R2D; 5. R5R, RID; 6. Rfi3R,
R1R. Ahora el rey debe ocupar la
casilla 7D 6 7A. 7. PSR ( 6 7. P4D) ;
y... RIA; 8. R7D, R2A. Queda
, ganar el 6n negro; 9. P4D,
ir GA;. 10. P6 y ganan.
En algunas par;rciones las rna-
* i o b r ~ de los reyes son ms. com-
plicad"
Este ejemplo es una i'iustraarin
manifiesta de un procedimiento
1 . R3C, R3A; 2. R4A,
3B7; ahora 3. P x P ? pierde, ya
qne 8.. P6D; 4. RJA, K4K!; 5.
R2A (6 S. P48, R5D; 6. P5R,
R13A y ganan) ; s.*. R5R; 6. RIA,
3R6A!; 7. Rl R, Rx P. Es ca-
meclo 3. R3A !, R4R ; 4, RSR ! y
tablas.
Es iuuy ilustrativo el ejemplo
IOS (I,eyk, 1941) ; 1 , R2A! (no 1..
R2R?, R6A; 2. R3R, F4R! ) ; l . . .
R4-4 ; 2. R 1 D ! (es un error jiigar
2. R3A 2. Rl A, por 2. . P4R, que
permite a las negras tbmar la opo-
sicin en la coltirnna principal, lo
niismu que en el 15 ; por ejemplo:
2, RIA, Y4R; 3. Rl D, R3D!; 4.
R2D, R2D ! ; 5. R3A, las blaticas
han coiiquistado la fila, pero no
la oposicibn ; 5. . . R2A !, tablas) ;
2,.. R5D (2. .. P4R ; 3. R2R! ; 2...
R5C; 3. R2D!, P4R; 4. R2R!,
R6-4 ; 5. R3R) ; 3. R2D, P3R (3.. .
R4A ; 4. R3R) ; 4. R2A, R4A ; 5.
RlD, RSD ; 6. R2D, R4A ; 7. R3R,
P4R; 8. R2R, R5D (8 ... R3D; 9.
R3A ; 8. . . R5C ; 9. RJA, R6.4 ; 10.
R3R, RSC ; I t . P4D) ; 9. R2D,
R4A; 10. R3A y ganan,
La pasicin que darnos seguida-
mente es de difcil solucin.
108
No se consigue nada con la ten-
taclora jugada P4R, ya que t. . .
R7T ! (no 1 ... R711 ? ; 2. P5R, E1,7R ;
3. R4C y tablas); 2. Y5R, P3R;
3. R3A (es vana la tentativa de
capturar el pen 7D, pues el rey
negro tiene tiempo de ocupar la
casilla SD) ; 3. .. R6T ; 4. R4A,
R5T; 5. RSA, R6C y gma'n.
Tampoco salva a las blancas 1.
RSA, porque l . . . R7C ; 2. R6C,
R6tZ; 3. R?A, P4R (6 3... 4D) y
ganan.
La tnica posibilirlad de la de-
fensa consiste en apruvechqr la
mala osicin del rey n e w. Para
este i!' Bn no sirve 1. R3A?, que
deja a las negras la replica l . . .
R7T.
Si 1 ... R8CP, entonces 2. P4R,
R8A (en caso de 2. . P3R; 3. P5R,
el rey negro no podrh abandonar
la fila primera) ; 3. R3A, R8D;
4. R3D, R8R; 5. PSR1 (no 5.
R3R?, P4R ! y ganan) ; 5,. R7A
( 6 5.. P3R ; 6. R3R) ; 6. P6R,
P3D ; 7. R4R, R6C; 8. RSA y
tablas.
2. P4R! P3D en tablas, independientemente de
In salida, Cuando se Uega a la
6 C)... RSC ; S. P5R y tablas. posic6n R4D de las blarncas y
Es's jngada fuerza el resultado
nulo. Despus de a,.. P4D ; 4, R3T,
el rey negro v e da cacemdo para
siempre y e2 movimiento del pen
de dama resulta inQtil.
Con ur pe6n de alfil time esen-
cial importrtucia para la p a r te d-
bil el hecho de si es cenba'l. alguno
de 19s peones ligados y en ciertos
casos a qu lado de las peones se
halla el rey que los apoya y qtribn
es mailo,
&a posicin 187 se diferencia de
la 103 or el hecho de que el rey,
por ia P ta de es acio, no puede
~rrurnpir por la g erecha. Sin em-
bar o, se gana jugando 1. R4C,
R$; 2. R3A (no 2. P5A+ ?, R2A
o R2C y tablas) ; 2.. R2A ; 3, R3R ;
R2R; 4. R4D, R3D ; 5. P5A y ga-
nan. Saliendo las negras : 1 ...
RJC ; 2. R3C !, R2A ; 3. R3A, R2R ;
4. R3R, R2D ; 5. R4D, k3A (S.,.
R3D; 6. P5A) ; 6. R4A, R3D; 7.
R5C y ganan.
En cambio, en el ejemplo 108,
donde las blancas no tienen un
pe6n central, la partida termina
R3D de las negras se uede eon-
P siderar nulo el resu tado des-
u& de P5A, RSA o Bespubs de
L A . K3A: las blancas podriatl
ganar sd10 si saliesen tus negrai
(RflA, R5R o R6R, R4A) en el
flanco de dama, pero conseguir
esta situacitin partendo de la pa-
~i ci 6n del 105 es imposible.
Si desplazarnos el ejemplo 108
hacia arriba, las blancas ganan;
si lo hacemos hacia abajo, sigue
sie~tdo tablas, pera si al mismo
tiempo situamos ambos reyes e r
la c01umil de dama, las blaa-
cas ganan c6Xo SE san mano las
aec ras.
7-
51 en el 107 des lazarnos la PO--
sicibn hacia ami 1 a, la victoria
resulta todavia ms fAcil para las
blancas. Pero si lo hacemos hacia
abajo en una o dos filas, las ne-
ras adquieren ta sorprersdente
&cultad de poder hacer tablas, si
bien en el caso de tener la salida.
El secreto de la defensa radica
en que las negras deben tener
siem re la posibilidad de replicar
I a K4 can R3C, a R2C con R3A,
a R3C con R2A. El rey negro
debe estar rn& cerca del centro
que el rey blanco. Ahora explica-
remos e1 porqu de esos consejos.
gana la jugada K3C, R2A, etc., y.
eu el 1 10, R4A.
~1 ejemplo 109 nos Ueva riipida-
mente a la situaciSu repiesentlda
en el 1IC. l . . . KQC! (SI l . . . R3C,
entonces 2. R4T y las blancas
quedan victoi-iosas ; como tampoco
se puede admitir 3, IC5T, las ne-
mras se ven o.bligadas a jrrgar 2...
f i 3 ~ , pero entonces las blancas
colocan sti rey en 3D, consiven
la situacibn R3D, R5D y ganan
mediante P3A, P4AJ lo mismo
que en e1 107. Para defenderse. las
negras deberhn responder a R;3L)
con R4A!); 2. R2C (2. R3C,
PSA + ; 2. R2T, R3C) ; 2.. . R3A ! ;
3. R3C y hemos llegado al pro-
blema de Dedrle (110).
La solucin del 110 la damos
desde el principio : 1.. . R2A ! (con-
servando la posibilidad de repli-
car a 2. R4T con R3C, y a 2. R2C
6 2. R4A con R3A) ; 2. RZA, R3R,
3. RSR, R4D(3D) ; 4. R3D (4.
RZD, R3D! o R3A!) ; 4... R4A!;
5. R3A (S. P4R, R3D !) ; 5.. . R4D ;
6, R4C, P5A ! (y en eso reside todo
el secreto : si 7. P x P, entonces T. . .
R3R; si las blancas no toman el
bastante cerca de
cosa que no
lo 10'7) ; 7.
K6R; 9.
P5R, Rx P3A; 10. F6R, R3C;
11- P7RJ P6A; 12. P8R=D, P7A
Y tablac.
Saliendo las blancas en el 109
La-s tablas se coasiguen jugan-
do 1 ... RSC ! ; 2. RIC, P6A 1 Des-
1.14s de 3. P3R, R4A; 4. R1A (4.
kn, R5C; 4. RIT, R4C) ; 4.".
X5R (y se reproduce el problema
de Grighrier, nhmero 90) : 5. RlR,
M6D; 6. RZD, R6A; 7. RIA, R6D
y tablas.
Saliendo las blancas se gana ju-
gando : f . R2C (IC) , etc.
Si en el 1 S f cambiarnos la posi-
e2hn de 30s reyes, situ&ndslos en
233 y 5D, respectivamente, a las
negras no las salva el tener la
salda : 1 ... R5A ; 2. P4R! y ga-
pan.
1118. Keres, 1943. Blancas: R1-
TR, PZR y P2AR. Negras : RSCR,
P5AR. Ganan blancas : l . R2'T !,
R4A; 2. R2CI, R3A; 3. RIA,
R4R; 4. RIR, R5D; 5. RZD,
R5A ; 6. P4R !, R5D ; 7. P3A, R5A ;
8. K2R, R5D; 9. R2A, R4R; 10.
R IA y ganan, lo mismo que en el
81.
Teniendo tietupm de reserva es
ms fcil ganar, pero, a veces,
resulta bastante complicado.
Ea el 112 la victoria es sencilla :
1. R4D, R3D; 2. P4C, R3R (2 ...
R3A; 3. R4R) ; 3. R5A; 6 l . . .
R4A; LB. R5D, R X ; 3. RGR,
R x P3C; 4. P5A.
Saliendo las negrss, las tablas
se hacen evidentes en el atto. 1 ...
P4A+ ( 2. R4D, R3D). Analizando
este problema, Berger hizo la sen-
cilla deduccibn de que si el pebn
estuviese en 2C ( 1 131, seria posi-
ble 3. P3C y se ganaria itidepei-
dientemente de la salida. Berger,
sin embargo, no ha sealado c h o
se gana m el 113 saliendo las
blaru;as.
Fine (1941). pxopuo la siguien-
te solttei6n para el ejem lo 113:
1. R4D, R1A ( 1 ... R3D; P4C);
2. R3R, RSC (2 ... R3R; 3. R4R) ;
3. R4R, R5T ! (no 3... R6C ; 4.
R5A) ; 4. R3-4 I (no 4. R5A7,
1 tO 113
R6C) ; 4.. P4A 14 ... R4T ; S . P X,
P4A ; 6, R2A ! y 6.,. R3C ; 7. R3R
6... R3C ; 7. R2C, R4T; 8. R3A,
R3C; 9. R3R ; S. R2A ! (pero no
5. PSC+ T, R 8r 6. R2A, R7T!) ;
S. . . R5C ; 6. ~ 3 d , R4T (6 ... R6T ;
7. R3A, R7T ; 8. P4C) ; 7. R3A !,
R3C ; 8. R3R y ganan. (Vase 125
y 126b, 1936.)
114 115
Este pxocediniiento de ganar
conserva su im ortancia si, por
ejemplo, se da l' a situacibn R3R
de las blaircas y R4A de las n e p s
o R4R y R5C, teniendo qiie jugar
las negras. Pero en la asici6n irt-
cid se ana mucho m S fticilmen-
f
a
te tseg n Grig6riev) jugando : 2 ,
P5A+ !, R3D; 2. R4A!, etc. (101).
fTn el ejemplo 114 (Lasker-Ward,
1913) : 1. P4C+ condujo a la vic-
toria debido al error del adver-
sario. La posicibn es de tablas
(108). Algunos opinan y Berger
tambin nw habla de ella, que se
puede ganar jugando 1. R2T y si
1 . . R3T (a R5C), entonces 2.
R2C, R X ; 3. R2A, &&tera, Ile-
vsndo el juego al 112. FRyk opina
que en caso 1, R2T las tablas se
hacen evidentes despus de 1 ...
P4A. MAS decidido es el intento
1. R2C, pero con una defensa
eficaz no da resultado. Leyk no
ha dado explicaciones para esta
tltima variante, y lo hacemos
ahora nosotros : l . . . R5C ! (las de-
ms jugadas pierden : t . . . P4A ;
2. R3A; l... R3C; 2. R2A, R4A
o R2A; 3. R3A, R3R; 4. K4C
3... RX!; 4. R4R) ; 2. RST (si 2.
R2-4, entonces 2. . . R6T ; 3. R3A,
P4A) ; 2.. . R4A I (sta es la Unica
jugada: 2... R6A; 3. R3T; 2...
R4T; 3. Rl C} ; 3. Rl C (3. R2C,
RSC; 3. R3T, R3C ; 4. R-, F4A) ;
3... R3K! Otra vez la nica juga-
da, pero ahora las negras amena-
zan 4. .. F4A y tablas, y en caso
de 4. P4C las tablas tarnbih son
evidentes.
En el 115 los peones ligados
estan candeuados, pero las blancas
los sacriican a fin de desplazar
en beneficio propio las casillas
clave: 1. P6C1, PxP (si t.,. Kx P ,
las blancas tienen tiemm de de-
fender el pe6n 4A) ; 2. P ~ A , P x P ;
3. R1C ! g tablas.
El* pro lema de Matison tiene
la siguiente distribacin : Blan-
cas RITR, P4AR, P4TR. Negras :
R3TR, P2AR, P4CR. Despus de
1. PTxP+ !, R4T, obtenemos la
picin re resentada en el 115.
P comp ernento del 106 es la
enjundiosa posicin que
~ c e tomada de una partida ju-
gada en la prctica.
116
1Loc, peones ligados esttin ame-
mados y tarde o temprano ser6
pwiso jugar P3A, para rechazar
el ataque de R7A mediante P4C ;
la replica P5A no es de temer,
a que des ues de R4C, a1 rey
glanco le B a tiempo de negar
a 4D. Sin embargo, la jugada
inmediata de l . P3A no sirve, ya
p e l . . . ROA!; 2. R4T ( 2. RZT?,
rncluso pierde despus de 2...
P5A) ; Z. . . R5A, etc,, y tablas. Es
evidente que el rey blanco, para
evitar que lo ccencierren~, debe tu-
m;r parte del juego, acercndose
a los peones.
Conviene seguir ahora 2.R5A 3
Las negras amenazan ya con 2...
R7D; a esto le seguir 3. PJA,
R7A; 4. P4C y aqui es donde se
manifiesta el nuevo ;recurso 'dden-
sivo de las negras : 4.. . P5A !, es
decir, la amenaza de hacer tablas
contra dama, gracias al pen de
alfil. Para evitarlo, el rey blanco
deber estar lo suficientemente
cerca (casilla 3A !, vase 85 a) . Por
consiguicntc, por ahorra, no se de-
he alejar de la fila cuarta. El peiin,
sin embargo, se debe avanzar.
2. P3A RSR
Se intenta la salvacin por otro
medio.
SI 3. .. R6D, entonces 4. R4A ! El
spaseito~ siguiente de los feyes .
favorece a las blahcas; disminuye
pei
igro para los peones li adm,
y as blancas, en su plan ata:
ue al pebn negro por la reta
Yr- %ia, tendran que envolven a rey
negro (colnc&ndose a la distancia
de jugada de caballo) ; podran
hacer esta maniobra gracias a tos
tiempos de reserva de que dispo-
nen P3C o P4A. El juego que si-
gue se comprende, aunque cada
variante precisa iin c&lculo exacto.
AGh es temprano para jugar 5.
P3C par 5.. R4R ; 6. R7A, P'5A !
Y se puede seguir:
a ) 5.. R2R; 6. Y4A!, R3R ; 7.
KSA, R4R (7. .. R3A ; 8. P3C) ; 8.
R7R!, RSF); 9. PX, R6A; 10.
R6D y ganan.
b) S... P5A ; 6. R6C (6. R8A ?,
R3A, tablas) ; 6... R4R ; 7. R5C,
R5R; 8, RGA!, R6D; 9. R5R,
R7A; 10. R4D, y ganan.
c) 5.. . R4A ; 6. R8A ! (no se pue-
de jugar de otro modo: 6. R7A,
P5A; 6. P4A, R5R; 6. RSC,
R3A!) ; 6. . , P5A (6 6. . . K3R; 7.
P4A, lo mismo que en la variante
a ) ; 7. R7A A!, K4R ; 8. R7R y ga-
nan.
Como ven 10s lectores, se trata
de unas maniobras complejas en
casi todo el tablero.
11 7 se parece al 90, pero es an
ms favorable Uara las blancas.
1 .. . R2D, adems de la ritplica
normal 2. RSB, cabe h b i h 2.
PaA, R1R; 3. f xP, R2A; 4.P8C
=D y 9. R6A.
$1 resulhdo no cambia si tras-
tadanius Xa posic;Lh naCija abajo,
a cualquiera de las filas. Las ex-
~i~~~ que: se seGallart para d
caso de que las negras tuvieran
pbn de alfil, rio cuentan para
este ej m la. C m eons en 2AR,
2CR y 4C % a 1, .. f; 5D la soluci4n
es 2. P4A !
Es muy interesante Xa posicin
del X 18. La salida en este caso, no
tiene importancia, ya que las ne-
gras, igual si salen que s res-
ponden, debern jugar lo mismo ;
r e4.ejemp10
: 1. RSD, R2A ( l . . +
2D 3; 2. P8T). Despus de 2.
R6D, R1A ; 3, R6R se cansi uen
tablas con J... R1R ! ; 4. &A,
RZA !
Seria errneo, por una aparente
dtnalogia con el ejemplo 06, meter
el rey en la esquina antes de IB
jugada PK, por ejemplo :
No es una soluci6n jixg-r #*..
R tT, ya que 5- R7A, ; 6. P6T X
(6 P6C-7.1.
Se puede tambE6n S. R7A, RIT,
peso en vex de 6. P6T 3, RLT, se
debe jugar 8. R6C !, R C ; 7. Pm,
R1T (7 ... P x P ; 8. RxP; 8.
PxP+ B , RIC; 9, R6T y ganan,
Si en e1 118 cloca~nos el rey
hlancq e.rt 4C y el negro en 21
( 1 1 &a), las negras, moviendo, con-
siguen hawr tablas, mediante d . . ,
RIC ! Jugando primero las blan*.
m, las negras pierden : f . R5-4,
RIC (en este caso l , , . P3C+ na
implica tablas, ya que fe sigue 2.
RGA, P x P; 3. R7A) ; 2. RW,
RIT; 3. R7A! (no 3. PW?, a cau-
sa de 3... RIC! y tablas) ; 3..,
R2T; 4. P6TI P3C; 5. 3343-4 y
ganan.
En la posirrin 118b, Pmpishil,
1935, donde las blancas ocupan :
R3CR, P5CR y P5TR- Nepm :
R4R, PXR, las blaacas no pue-
den ynar : 1 . R4T, RJR ! (no 1. ..
R4A ., ea vista de que 2. PW,
R3A; 3. R4C y gana=) ; 2. FW,
R4A y tablas; o bien: 1. R4C,
R3'R ; 2. P6C, R3A! ; 3. R4A, R2R;
4. R5C, R1A ; 5. P6T, RXC y ta-
blas. Se explica parque despus
de P6C las casillas 4C y 3A, asI
eom las de 4T y 4A, est h conju-
gadas (debido a la amenaza de
Por".
El conservar la ~pssieibn salva
a las negtasl en situaciones serne-
jankss pe
ra trasladadas a una o
vatias alas m$s abajo.
Como las blancas tienen un
tiempo de reserva, P5C, las ea-
sillas clave, en este caso, son
rematarameate el pen rezagado :
3. PiTrC?, R1A ; 4. RSR, R2C; 5.
M A , RIC; 6. RaA, RIA; o RIT
y tablas); 3. R5Rt y ganan, lo
mismo que en la variante arriba
indicada.
Z n el 13I t&s las jugadas, a
excepci h de 1. R5T?, cmducen
al mate, como se deduce de las
o b ~ ~ ~ c i l i ~ ~ , e o j para lus nberos
118 y lf8a.
En los ejemplos 122 y 1slos
peortes ligada son m& dtbiles
por fa posici6n retrasada de su
propio rey.
1x4 ra
122, i, R2A, R2C ; 2, R3C, P4T ;
3, R4T; R3C; 4. PX! y ahora
J... R3T tabfats.
EI 123 tiene gran importancia
?&rica.
f . R2A, RrS (1 ... R2C; 2. P4C,
PST; 3. PSC; l . . . P4C; 2. P3C);
2. R E , R4C; 3. R3T B, R4A (6
3... R5A ; .4. R4T, R4A ; 5. P X !
y tablas, segn Saccmi, 1924,
v bs e 124); 4. R4Tf, RSA; 5.
P4C4 PxP y tablas.
Esta posicin, objeto de nume-
rosas discusiones en. el pasado,
frrc solucim~da correctamente a
las ochenta a5m de haber sido
publicada, a
Ea canh de la opinibn de Lasa
(qne la propuso en 1843), Berger
(1922) y Fine (IWI), las blancas
no pueden ganar siendo mana las
negraJ. La demwtracifin ue ha-
cen de la victoria de las \ lancas
siendo mana, carece de solidez y
necesita de algunas mfrer'cioneis.
Bexger demastraba exr6aeame.n-
te la victoria, 'rigando las blancas
mediante: 1, k 32, R4C; 2. P3T,
R4T; 3. R3A, RST ( o antes s...
R4C ; 4, R4R, R5T) ; 4, R4A, a-
tinuarrdo las negras 4,. . P4C + ?
6 4.. R4T 'F, con lo cual pierden.
Sin embarga, como ha indicado
bcconl en 1924, 4... PX, asegura
el empate.
~ h &u (1952), teniendo en
cuenta el 123, precia5 la soluei6n :
l . R X , R C ; 2. P4T+!, R4T (6
2... R4A; 3. R3A, P X ; 4. P3C);
3, R3", P X ; 4. PX!, P4C; f.
P4C-k y paaol.
3E=s . muy instructiva, aunque
m%s larga, la solucibn dada par
hecaxli (1924) ; 1. R3A, R4C ( I * . .
P3C; 2. P4T; l . . . P4C; 2, f 4C+,
reduciendo el juego al 98, pero es
m& sencillo, nakrahente, 2-
R3C y 3. P4T) ; 2, R4R, RSC; 3.
R5R, R4C ; 4. RfiR, R3C ; 5. R7R,
R2T; 6. R7A, R3T; 7. f4C, R2T
(7.. . R4C ; 8. P3T, R3T ; 9. P4T) ;
8. P5C, R1T; 9. R6C y ganan.
(Vhnse las observacsio~es al 8th ;
en este casa, despucls de 9... RIC,
el rey paca a la casilla que le can-
viene para jugar, 4T-3T, y par ello
n debe pasar a un escaque
color: 10. P4T!)
complicado es el juego sa-
1 s negras. La variante
1 de la solucin que damos
ajo se ha hecho partiendo
m anlisis de Grigoriev que
m ha sido publicada*.
~espus de esa jugada el rey
b3)ifla&m no consigue ponerse de-
fflk de los' peahes.
Si 2. P3C+, para hacer tablas
basta cualquier jugada del rey en
mina blanca, por ejemplo: 2...
R4A ; 3. R3A, R4C, lo mismo que
ea la variante principal 6 3. P4T,
P4C; 4: P5T, P5C 6 3. P3T, P4C;
4. R3R, R4R (tambin 4. .. P5C) ;
5. P4T, R4R y la mismo que 119)
g lablas. Lq ms sencillo de todo
es la rplica 3. .. R5C !
Berger y Fine continan 3...
P4C?, que pierde en seguida por
4. P3T. Tambibn ierde 3.". P3C :.
ya que 4. P4T, ! k 4 ~ (4 ... R4h,
S. R3A, P4C ; 6. P4C + 6 5. . - R4R ;
6. R4C y 7. P5T) ; 5. R3R, P4C ;
6. P5T, R4A (6 ... B5.C ; 7. P6T) ; 7.
P4C + , R4R ; 8. R3D (esto es ms
wncillo que 8. R3A, 31938).
Grigdriev habla anotado esta varian-
te, sin ~omentarCos, en kts dr genes
dei libro de Berger (para refutar las
dehcciones de est e .tlttinao) que me
pedenecfa a a%. Chkron habla sena-
fado tambfdn la decisid?t cwrecta (1Q82),
~4tando a Sacconi; pero el anlisis
htio por Saccmi es ewdneo a partir
de la sexta jugada y llega a la equivo-
cada conclusin de que ganan Las
blaficas.
Es evidentemeate debil 4. P4T,
RSC; S. RZA, por 5.. P4C y la
contnuaci0n .P3T nos conduce,
con cambio de jugadas y @dida
de tiempo, a la variante principal
despues de 4.. . R5R u R3R (no
4... P4C?; 5, R3Di y no4.,. P3C?;
5. R3R !) ; 5. R2A (6 5. P4T, R4A ;
6. R3A, P5C! ; 7, P4C+, R3A I ,
119) ; s... R4A ; 6. R3R (6. R3A,
P4C!); 6... R4R; 7. R3A, R4A;
8. P4C+, R4C !
Pero no 4... P X ? ; 5. P4T y no
4... P4C?; 5. P4C+ (98).
Si 5. P4T+, juega 5. . . R4T; 6.
R4A, B3C, lo mismo que en el
123 y a 5. P4C sigue s... R5T y
tablas.
Chtsron contina 6. P4T, P3C!
(Sacconi analiza tan sblo 6...
R E ? y 6... P4C?) ; 1. P4C7,
R3A ! y tablas ( 119). A este mis-
mo final nos lleva 6. P4C +, R4C ;
'l. R3C, P3C! ; 8. P4T+, R3A!
El anlisis hecho por Grigbriev
pone a las negras ante una nueva
prueba.
2 Cmo se interpreta este signo
de admiracibn, puesto por Gr i gb
riev sin aclaracin alguna?
Se comprende que a 7... P4C,
ana 8. R3R ; pero si las negras
8ejan en reserva un tiempo, ju-
gando 7. .. P 3C, las blancas consi-
guen lo mismo con la r6plica sutil
y nada fcil de 8, R2R ! !, siguien-
do luego asf : 8., . R5R ; 9. P4T ;
8. .. R4A ; 9. R3R ; 8. .. R3R o R3A ;
9. R3A y ganaa.
y bbkas, corno en el ejemplo 119*
l;os 123 y f26 nos ofrecen un
ejemplo de maniobra complicada,
Salva a las blancas el ataque a
los peones ligados r el flanco y
Is reta ardia ci 2K
1. R5C ; 2. R8R I , P4A;
3. R6A, P4C; 4. R5R!, P5A.
Las negras han avanzado al m&-
xixno sw peotles, pero la continua-
ciQn no se presenta fcil: no pue-
den capturar el @n 2C sin peder
los suyos, ni cambiar el
por el 2~ sin perder e1 4 pen sA
Esta posicin de los reyes es
muy interesante : el que la ha con-
seguido m su jugada, coloca al
adversario en posrci6n de zug-
Zwang.
Otra vez jugada nica. Si 7.
R4R? entonces T... W C y 8...
P6A. En cambio, ahora a 8... R5C,
seguir& 8. R4R. 7,.. R3C ; 8. R4R !,
RQT (haba la amenaza de 9.
PX) ; 9. R5R! y tablas,
No cambia raad si las negras,
desgiaks de 1, R5D, juegan ton
mayor resexva, prtscurando con
sus aeabiobras desplazar af rey
blanco de las casillas coajugadas ;
por ejemplo :
1. .. R4C 1 . R3T; 2. R6R.
P4A ; 3. ! 6 z..: R2C ; 3:
P4C ! ; 4... P4A ; 2. R6R, P5A ; 3.
R6A, P4C; 4. RSRI) ; 2. R6R,
P4A ; 3. R7A, P5A ; 4. R6R !, R5C ;
5. R6A, R4T; 6. R6R! (no 6.
R583, P#C!) ; 6... RSC; 7. R6A,
P4C; 8. RE!, R5T; 9. R5A! y
tablas.
l . . . R K; 2. RBR, P4A; 3. R?A,
R4T; 4. R6A, R n ; 5. R6R!,
R4C; 8. R5R, W5C; 7. RGA, R4T
(7 ... P ~ C ; 8. r;rsa) ; s. P ~ C ! y
tablas.
Si 1, RSD, R5C; 2. RER!, R4C,
e~itonces 3, P3C! 3. .. P4A ; 4.
R7A!, R4T; 5, R6A!, R3T; 6.
R6R ! y tablas.
Es preciso darse clara cuenta de
que st las negras, en el ejemplo
125, no pueden ganar, se debe
Ginic-amente a que no disporam de
una columna whs para poder
maniobrar libremente (a ia dere-
cha de la columna de torre). Una
explicacih de ello lo tenemos en
10s ejemplos 1Za y 125b.
12%. Spielmann-Rubinstein. San
Petersbur o, 1909. Blarxeas: R6-
CR, P~A#. Negras: R4R, P3AR.
P5CR. En ata posicin las blan-
cas abandonaran. Rabinovich dio,
en 193, la siguiente variante : f.
Rm!, P4A; 2. RSTI, R5D!! (es-
las negras,
no han teni-
R5C, R5R !) ;
ganan.
3... R6D ! 4. R3C o RSC, RIiR y
12Sb. Halkrstadt, 1936. Blan-
cas: RTCR, PSAD, P3D. Negras:
R6CD, P2D. Ganan blancas: 1.
R6A, R5C ( 1 ... R6A; 2. R7R,
R5D; 3. R6D) ; 2. P4D, R4C (2 ...
En el 128 no tiene importancia
si estB el negro en 2A o en 2G.
Siendo mana, las negras juegan
t,.. f3T; 2. P K+ , R2C (771, pero
uedea segtr3~ bmbi h f . . . R2G ;
a R6R, RIT; 3. R7A, P3T 2..
R1C; 3, R6A, R1T; 4. PK, RIC!
y tablas. Saliendo las blancas, la
jugada 1, P6T nos lleva al 91.
@ri el 129 nio salva a las negras
la l . . . P4T (7431, ni t... R3R ; 2.
R4R, R3A; 3. R5D, R X ; 4. R5R,
R2C; 5. R5A, R2A; 6. P5T y ga-
nan. Siendo mano 1- blancas, 1.
PST nos Eleva a tablas (93).
Si los reyes no e s t h an todo
lo cerca posible, como ocurre en
el 129, las maniobras se efett.tian
a base de la oposici6n corriente
(vase 324).
En el 129n, al mu ar el rey
blanco la calasmna de f akfif, las
negras se salvan tomando en ella
la opusicin. Si san mallo las ne-
, se consiguen tablas jugando
TR3c !
En el ejemplo l mb se consigue
nau mediante t . R 1 A ! Saliendo
as negras, se consiguen. tablas F
jugandq l . . . RSC 6 R3R.
@1 resultado de la partida liio
varia si trasladamw la posiciiin
129 a la fila inferior. Pero si la
desplazarnos dos filas mas abajo
j lm), eI resultado volver% zt ser
nulo, irrdependie~temente de la
salida ; por ejemplo : 1.. , RIrR (no
d. . . Pm?; 2. PJC+, R5C; 3, R3R,
K4C ; 4. R4D ! y ganan) ; 2. R2R,
R5A; 3. R3D, Por!; 4. P X+ ,
MA.
150 131
Asf pues, en las posiciones ec-
bdiadas ( f 28-130), las tablas son
&evitables si el pQn negro o 10s
pones blancos no se han. rnovi d~;
en las sitsacionec intermedias, el
resiultadrr depende del dominio de
la oposicion.
Coa otra distribulribn de Bcs re-
yes, el resultado del juego puede
sea distinta, Por ejerxrplo, si en e1
1Sb el rey negro est en SC, las
blancas ganan si son mno.
EX ejemplo 131 reproduce una
sitaacin curiosa, Si salen blan-
cas, con t . P6C, la partida acaba
ea tablas ; pero si juegan las ne-
gra, despuh de I , . . RlT, <gana
2, P6C- Se: trata de una j Posz&i h
de zadgmang en la cual a nirrgu-
na de las partes les conviene ser
mano, La mis- posieibn existe
estando el rey negro en 1T y el
6n blanco en 4C en vez de 5C-
esufta que cuando los peones ge
EZga6Qs estltn en escaque de dife-
rente color, kimbi4n Eos reyes de-
&en ocupar casillas de color di f e-
fmte ; y si los peones 22gadcis
mpan casillas del mismo c o l a ,
~mbi.ii los reyes deben ocupar
millas del mismo eolor. Esta ob-
servacin, hecha or Bird en 1936,
P
facilifa lo? clcu os previos.
En el e~emplo 132 el resultado
, S nulo, indepe~idientemente de
la salida. LOS peones ligados es-
~ t ; f i en casillas del mismo color;
por eco se hacen tablas jugando
movido previamente su pen 2C,
pero si lo hacen perdern toda su
verrtaja y harn tablas, lo mismo
que en el 132. A 1 . R5A, consigue
hbl m cualquier jugada de rey,
menos l . . . R3T?, por 2. R4C,
R2C ; 3. R5C y les toca jugar a las
negras,
En el 135, uno de los peones
esth demasiado avanzado y las
blancas no tienen tiempos de r e
serva. Si 1. R5T, viene 1. .. f 3T !
..
133 134 135
y tablas.
132
La posici6n 136 result en Ira
partida bfarchallSchlechter, 191 1.
1. .. Rl C! ; 2. R6T, RlT! Si 1.
P4T, se debe jugar 1 ... R1T (1A) ! ;
2. R61; R 1 C !
Dominando libremente los esca-
1
ues 1L y lT, las negras no pue-
en perder, por muchas maniobras
que hagan las blancas.
En cambio, en el ejemplo X33,
donde el pen 2C no se ha mo-
vido alJZ11, las blancas pueden
siempre inclinar el platillo de la
balanza a su favor: les conviene
ern ezar : 1 . P4C ! (el mismo co-
Im P ; si son mano las negras, a
l . . . Rl C, seguir 2. P3C! (color
dlfer en te.
Esta aregla del color. permite
en uiciar rapidamente la posicin.
Las posiciones de los ejemplos
134 y 135 son una excepcih del
133; en ellas las blancas no pue-
den ganar, a pesar de no haber
Znovido todavla un pen.
En el 134, Ias balicas no pue-
den colocar sil rey en 6T sin haber
Se ve fhcilmente que en caso de
l . . . R5C; 2. R2A, R6T; 3. Rl C, a
las blancas no les da tiempo de
ocupar coa el rey la casilla con-
jixgada (por el color) 1T y pier-
den. Pero en vez de eso se jug6
l... RSR?; 2. R2A, R6D (el rodeo
es inlltil en este caso) ; 3. R3A,
P4C ; 4. R2A, R5R ; 5. R2R, R5A ;
6. R2A ( vbse 137) ; 6... R5C; 7-
R2C, P5T; 8. PJT+ y tablas.
Saliendo las negras, en el 137,
como hemos visto ya, no pueden
Wanar, pero tampoco ganan las
Elancas en el caso de ser mano:
1, KZC, R5C; 2. Rl T (se puede
2. R2A 6 2. Rl A) ; 2. . . R6A (2 ...
R6T; 3. RlC, 132) ; 3. RIC, P5C
1 3... P5T); 4. RI A! (4. Rl T?,
R7A ; 5. P3T, P6C 5. P4T, R6C) ;
4... P5T; 5. RI C ( 6 5 . P3T); 5..
PSC ; 6. P x P 6 6. P3T y tablas.
Asi pues, a l a parte mas fuerte
no le ayuda si uiera que el rey
1 este. delante de m pones.
Los ejemplos que damos a con-
tinuacin ilustran ampliamente
las maniobras de Ios reyes en las
diversas peculiaridades de la po-
tiici6if.
En el e n m lo 138, muy impor-
tante des d e e l? punto de vista te6-
rico, las blancas ccnsiguen ei
frriunfo, pero sio si san mano
(vase tazabien e1 357a).
Ante todo se debe procurar que
el rey negro no pase a 6C antes de
tiempo - r ejemplo : 1. Y4L ?,
R3C ; 5. %3~, P4 T; 6 1. R4C ?
R3C; 2. R4A. RJA ; 3. P4C, R3C
4. P4T, R3A y tablas.
Las blancas han terminado su
preparaci0n.
Al parecer, gana ahora 4. R4A,
R3A ; 5. P4C, rgual que en el f 29 ;
pero a 4, R4A?, sigue 4... R4T!
y ya no se puede 5. R5A, por con-
ducir a rey ahogado, y s i 5. R3A,
entonces 5. . . R3C ; 6. R4R, R3A ;
7. P4C, R3R, y tablas. La situa-
cin de zugnvang que se origina
despues de 4... RQT!, condicrona
el jueg~ siguiente :
O 4.. . R4L ; 5, R4A (ahora son las
negras quienes estan en zug-
zwarrg) ; 5.. . R3C ; 6. R5R !, R4T ;
7. R6A. ! y ganan. No sirve de nada
4... P4T 6 d.., P 3 h , por 5* R4R o'
d. . . RZA, de bid^ r. 5. B4C 3 , R2R;
6. R3R, R2A ; 7. K4D 6 4.., R2C eri
vista de 5. R4A 1 (no 5. 214C12,
R2A! y zro 5 R4R?, R3A! ) ; 5 . .
R3A ; 6. P4C, R3R ; 7. R4R.
y Ins blsucas ganan, por ejemplo :
e... R4D; 7. R4A, R3R; 8. R4 R,
R3A; 9. RSD, RZR ; 10. R5R,
R2A; 11, R5A, R2C; 12, R6R.
Al Ilegax aquf, Grlgnev, ea su
deseo de Uevar el, problema a una
pasici6m te6~iearnctate interesaate,
ucjn 1mmiixirnas dificttlkdes para
las blancas, cometi6 una inexacti-
tud : i2 ... R3C [cuti el propsito
de 13. R7R, P4T), sin darse cuen-
ta de 1 r8iplica 13. P5T-f- (13. ,.
R4C; 14. R7A). Sin embargo, la
posicin que aspiraba se consigue
con un sencillo cambio de juga-
das : t 2.. . P4T ! ; 13. P5C, R3C.
Ahora las jugadas 14. R7R, R2C
6 14. RSR, R2.41; 15, RSA, R2C;
16. R6R !, R3C no condr~cen mas
que a. una pEtrdida de tiempo. I,o
correcto es 14. R6D !, ya que las
jugadas precisas para conservar
Xa opasicin 14,. . R3A o R3T son
imposibles. (Vkase 76a) .
El anlisis hecho por Grilgbriev
precisa ciertas observaciones com-
ple~acntarias. Las negras no pier-
deri porque su pen estk debilitado
par el avance a 3T, como puede
parecer a primera vista. La causa
radica en la desafortunada posie
ci6n del rey en 2T. Si el rey estu-
en 2C habrlan sido tablas.
Por ejemplo: 1. R5T, R2T ; 2.
P4T, R2C; 3. R4C, R3A ! (en eso
estriba todo: 3.". R3C ? pierde, ya
que 4. R3A.r). Ahora a 4. R3A
sigue 4... R3C! y si 4. R4A
puede jugar 4. . . R3R 4...
p4T. De csta manera, las negras,
el ejemplo 138, hacen tablas
si son mano jugando f . . . R2C!
La misma idea, ero en distinta
po~icin, inspira ef N.0 139.
Claro que no 1. P3T '? O 1. R3T ?,
yaque l . . . R5 . 4 y no 1 . K3C?, por
l... R4C; 2. R3A, R5T y se pasa
a la psicibn 133. Para el estudio
terico de estos finales tiene im-
portancia que ;i !, RST, tambin
gana l . . . K4C ; 2. R3C, P4T!, por
ejemplo: 3. R3A, R5T ; 6 3. RST,
P5T; 4. RZC, R5C 6 3. P3T, R4A;
4. R4T (4. R3A, P4C) ; 4... P3C
(el mis1110 zugzwang que en el
138) ; 5. RX' , KSR, etc.
No gana l . . R5A; 2. REiC,
R6.4; 3. Rx P, P4T, por fa ma-
niobra de rodeo R-6A-5R-4D-3R
(S}. Vease rodeo en e1 143.)
A diferencia del 2 38, es la parte
64bil quien utiliza las ventajas del
zugmang. Coridiice c' tablas lo
misma: Z... R2R; 3. R6G, R1A;
4. PST, que 2. . R4R; 3. R6C,
R5A ; 4. R x Y, 134T ; 5. R6A !, etc.
Pero rio 4. K5T?, R3-4 ! ; 5. R4C,
R4R y garian.
4. ... F3C
5. R4R ;; tablas.
La posicii>ii 140 . o 1763)
8uscltab;t, al principio, lo mismo
a
ue la 124, apreciacioi~es contra-
irturias.
Saliendo las negras, las tablas
son sencillas : 1 ... R5+% ; 2. P3C +
(2. P;3T, P3T! ; 3. P3C+, R4A ;
4. R3A, P4T) ; Z. . . R5C; 3. RSC,
P4T; 4. P3T+, R4C!; 5, R3A
(5. P4T+, R3C!) ; s... R4A.
Se tard en hallar una defensa
correcta saliendo las blancas : 1.
K3A ( 1. R3C, R4C ; 2. P4T + , R4.4
6 2. Pf l , P3T !) ; 1 ... P4T ! (Reich-
helm, 18'73) ; 2. RJR (2. R3C,
R4C; S. P3T, P5T; 2. PIT, R4R;
3. P3C, R4A) ; 2. . K4R; 3. PX,
R4-4 ; 4. P3T, R4R, etc.
Las blancas tenddan probabifi-
dad de ganar si hubieran conse-
guido ocupar coi1 el rey la casilla
6T (531) o atacar el pe6n 27' por
ka zetaguawdia,
La posicin 141 se origin en !a
140 en los tien~pos en que (por in-
fluencia de: Eolli y Walker) se
consideraba que las negras ria
deban mover el pen 2T ara su
inejor defensa. ( 1. RJA, Z ~ C ; 2.
R4R, R5C; 3. R5R, RIIC). White,
con sus an%lisis, demostr, ex1
f 873, que en esta posicin se poda
ganar.
T . R6R RJC
Chrn observ en 1952, qile si
f ... F4T (a l . . . Ra, a excepcin
de 3C. sigue 2. R6A; 6 l . . . P3T;
2. R7A, P4T; 3. P3T, P5T; 4.
K7C) , entonces 2. R5R ! f pera no
... P5T! coa ame-
naza 2* R7A de (5 Y )m; 3. P3T, R4AI y
tablas) ; 2.. RSC, 3 . . P5T; 3.
R6A y 4. P3T+.
6 Z.., P3T (2.. P4T; 3. P4T) ; 3.
P3C. Si 2.. R4C entonces 3.
R7A, RJT (3 ... $ 4 ~ ; 4. P3C,
R4A; 5. P4T, RSC; 6. R6C) ; 4.
RoA, R4T; 5. R7C, P3T ; 6. P3C,
R4C ; 7. P4T+, R4T ; 8. R7T.
3. R5A y las blancas ganan ;
F' ej-plo
: 3+. . RZA; 4. R5C,
2C; 5. P4T, R2A; 6. R6T, etc.,
t 1 3 )
En este ejemplo las blancas
ganan indepndientemente de la
salida. Las jugadas para ganar no
son bnicu, pera en cada una de las
variantes se requiere, en ciertos
momentos, una gran precisibn, te-
niendo, ademhs, e*. cuenta las po-
siciones anteriormente examna-
das (a partir del 128). Teniendo en
reserva jugadas de peones (tiem-
pos), a las blancas les conviehe
dejar, aunque s61o sea un pen,
el 2C, por ejemplo, en su stio
(recordando el ejemplo 134) y ma-
verlo nicamente en situaciones
francamente victorimas. Citamos
al unas variantes (142).
kliendo las blancas: l . R4C,
R3C ; 2. P3T, P3T ; 3. P3C, R3A;
4. R4A, R3C; (4 ... R3R; 5. P4T,
R3A ; 6. P4C) ; 5- R5R (tambin
gana 5- P4C, pero no 5. P4T3,
R42'1, 1 ; 5.. R4T; 6. R6R,
R4C; 7. R7A, P4T; 8. P4T+,
R4A; 9. R7C, R5C; 10. RK! y
gainaxi,
Saliendo las ne ras : 1 ... R3C ;
2. R4C (se pue d e tambikri: 2.
R5R, llevando el juega al 141 ) ; 2.
R3T; 3. RSA, R4T ; 4. RSA, R3T;
5. P4T (S. R7A, R4C; 6. R1C 3,
P4T ! y tablas) ; 5.. . R4T ; 6. P3C,
R5C (6 ... R3T ; 7. R7A) ; 7. R7C,
R x P3C; 8. PST y las blancas
ganan.
O l . . . P3T, a lo cual gana la
jugada 2. P3T y la 2. P4T;
ejemplo: 2. P3T, R3C ; 3. P4 l;p' !$
R4T ; 4. P3C (139) ; 2. P4T, R,K
( 2 ... R3R;3. P3C!, R3A; 4. F4C);
3. R4C ! ! (v&ase 139, las obsexva-
ciones para la rimera jugada) ;
etc. f 138).
e 3... R3A; 4. 93 , R E ; 5. R3A,
El ejemplo 143 viene a ser una
sintesis de muchas de las ideas
que hemos expuesto antes en si-
tuaciones de mayar libertad de
movimientos del rey negro (en
comparacibn m el 242).
113
No 1. RQD?, R5A y no 1. P3T?,
BSA; 2. R6R, RGC; 3. R6,4,
RXP; 4. P4T, R6A (irodeo!) y
tablas.
1. . . S P3T
]-IS intil l . . . R3A; 2. R7D,
R2A, por 3. P3T, Rl A; 4. R6R
6 3... R3A; R8R, P4T; 5. P3C y
ganan.
Si f ... P4T, no se debe ]u-r 2.
- -
R7R7, P5T (coa amenaza de
P6T) ; 3. -P3T, R4R ! y el rey blan-
eo queda al margen del juego,
sino 2. R5D ! , PST ; 3. P3T, R5A ;
4. R6R y ganan. .
A 2... P4T sigue 3. R7R, P5T ;
4. R7A; si 2.. R5A, entonces 3.
R6R, R6C ; 4. RSA! R x P2C; 5.
P4T y ganan (la maniobra envol-
vente S... R6A fracasa por culpa
del rey blanco en 5A).
3. R7D! "..
.
No se gana con 3. P3C 2 , ya que
a-.. R4A; 4. R5D, R3-4 ; 5, R4R,
R3R (136) ; 6. P4C, R3A; 7. R4A,
R3C; 8. P4T, R3A. O 4. R7R,
R5R; 5. R6A, R6A; 6. P4T,
R xY3C; 7. P5T, R5A! (al rey
blanco no le ha dado tiempo de
ocupar la casilla 5A).
O 4... P4T ; 5. P4T, R3A ; 6. R6D !,
R4A ; 7. R7R ! y ganan ( 142).
Las blancas deben ahora evitar
ta 5. R6D ?, R4A y tablas (vanse
observaciones a la tercera jugada).
5. R8R! R4A
6. R7A R5R
7. R6C y ganan,
Para poner punto final a esta
parte del libro que trata de los
peones ligados, nos convene vol-
ver a estudiar posiciones del tipo
138 y 139 -las mhs complica-
das - y examinar los anlisis he-
chos hace tiempo y otros rnjs re-
cientes.
En el 144 las negras tienen un
tiem o de r e s e r v a P3C. Por
ello \i as blancas deben evitar to-
mar con su rey la o osicin e11
coliimna, ya que Lspuc de
P3C q e d a n en zugzwang (la
aposicrn pasa a manos de las ne-
gras). Vemos claramente, por lo
tanto, la conjugacin de las casi-
llas de las lnea avanzada (con
las casillas criticas 5R, 5A a
donde no se debe permitir que
pase el rey ne ro; vase 71, ne-
gras: R3R 3 8 ; blancas, R4A, y
tambin, negras : R3A y blancas :
RAK ( j a distancia de caballo ! j .
Sin embargo, a R3A no se pue-
de replicar R4C (por R4R, que
les da la victoria). Esta infraccibn
de las reglas de la conjilgaci0n se
explica por las peculiaridades
thcticas propias de dicha estruc-
tura de peones que se ha estudia-
do en el 139 (a R3A se puede
replicar R5T, ya que la respuesta
R4A, que habria asegurado el
kxito en esta posicin desplazada
a la izquierda, no se da aqu por
el peligro de rey ahogado. En esta
situacin se manifiesta de nueva
la conjugaci6n de los escaques.
Negras : R3A, Blancas : R5T y
RZA de las negras con R4C de
las blancas.
Una vez establecidos esos fac-
tores, el
(K hace muy
R3C ! (para a 1
3. R4RI 6 f . . . RSA; 2. K4Ct,
R3A (2 ... R3R; 3, R4A ; 2.., R3C ;
3, R4A, R4T ; 4. R3C, 139) ; 3.
R5T y tablas. (Vilase 55oa.)
Ea este ejemplo las blancas dis-
ponen tambin de un tiem o de
reserva y de antemano se a cf ivina
qae las nti ras pracuxarn coloesrr
su rey a f iskancla de caballo del
rey blanco. La posici6n de zug-
mang recproco es la si uiente.
Blancas : R4A, y negras : (en
caso de P4T, seguir R3A ; pero si
en vez de mover el pebrr, el rey
retrocede, entances las negras jue-
gan P4T; y, al revs, si P4T, P5C,
a R3A seguir& P4T. Si el rey
lanca est en 4A v las rie ras en E:
5 3R, la posicin es tambin. e zug-
zwuanv. Asf pues, hemos victo la
equiva?encia de las casillas en la
primera Irzea.
En este ejemplo pierde a las
negras la circunstancia de que na
ptiedaa tomar la oposici6n en nin-
g&n momento antes de la jugada
P4T. Se gana ;as$ : 1. R2D !
Si las negras replican 1. .. R2A,
entonces 2, P4T!
blancas en posici dl n victorima, las
iniciada por la maniobra de r de a
de las blancas, ton el propsito de
convertir la oposici6n distante en
itlmedistn. Por ello, ef juego se
desarroua del siguiente ni do:
f . . . R2R (6 l . , . R2D; 2. R3R!) ;
2. R3D ?, R3R; J. R4D ! y ganan,
ya que a a-. . RSn b 3... R3.3, si-
gue 4 P4T 1 (Vbase &ae).
La distribucin de 1% peones
en el 146 es aa4loga al 138. Las
blancas dispaen de un tiempo de
reserva; las negras, de dos. Si se
mueve un peh, se origina una
pocici6n ya estudiada, cada una
con sus peculiaridades, es decir,
con su sistema de casillas criticas
y coa jugadas.
Como resulta. imposible impedir
que el rey negra ocupe las casillas
4A 4R, las blancas debern, en
primer lugar, defender sus escra-
ques crticos 4R y 4A. Estando el
rey negro en 4A, parwe posible
conseguirlo mediante R3A o R3R.
Sin embargo, no sirve la rplica
R3R3 o RSA, ya qtae las negras,
mediante P4T, pueden lograr
una situacin favorable del tipo
144, o mediante P4C la posi-
cin estudiada en el 145, ocupaB-
do en ambos casos su rey la pre-
cir;a dista~tcia de caballo. Por ello,
1~ defensa correcta a R4.A es tan
$610 R3A (toilln de oposici6n) : SI
p4C, R3C, y si P4T, P4T R3R-
otras f~a.*llla.: eonju adas de
la primera l i nt e sou: 3ft9 4K y
3C, 4C ; por toniri~niente, las casi-
as de la retagubr&a prbxima, 2.4,
3A y 2K, 3R (para las casillas de
la lejana no es nece-
1% oposicirt).
evidcrrtc que Fe catasiguen
bblas jugando : 1, Rl R !, R2R ;
2. RI A ! (se cornserva la posibili-
dad de tomar la oposicin en 2R
6 2A jugando las negsag 3R 6 3A) ;
2... R3A ; 3. RZA, R4C; 4. RSC,
R4T ; a esta j qada la mar* semi-
Ilo es xey1ii:a.i 5. I>4Tfj pero tam-
poco pierde 5. R2C (no 5. K n ? ,
i 38). Se comprende que en el 146
las tablas son inevitables saliendo
las negras {vkase 357af.
En el 147 las posibilidades de
1& blancas son =as amplias ;
den imponer bien I n necesida$'ide
la conjugacion ea distancia de ca-
ballo~, jugsndo P4C, bien la toma
de ogos1ci6n con P3C. Fero las he-
@as pueden neutralizar esta ju-
gada con P4T.
2. PEONES
Si no existe l a amenaza de que
el pe6u de la parte dbil se con-
vierta en dama, dos peones sue-
len ganar fcilmente contra uno,
cuando ambos son pasados o cuan-
do estan lo suficientemente lejos
el ano del otro, En fiftimo caso,
el rey de la parte dbil no puede
defender simzilthnearnente su pro-
pio pebn e impedir el avance dd
wbn contrario. Si el cambio de
uno de los peones de la parte her -
te es inevitable, el desenlace del
juego, como es natural, depende
de las posibilidades que se des-
prenden del final grey y pen
Contra rey.
Lo niismo que eli la parte an-
terior, las partidas que insertamos
Yar eso, a las negras les eonvie-
ne jugar aa la oposici6ns cm el
fin de poder replicar a P4C con la
conjugacien a distancia de ca-
ballo.
Por ejem lo, saliendo las ae-
gras: l... R ! ? A; 2. RIA, R2IR (ma-
niobrando en la retaguardia leja-
na, las neoTas esperan) ; 3. R28,
KJR! ; 4. &A, R4A; 5. P3Cj P4T
6 5, PPC + , R4C y tablas.
Pero si salen las blancas, tornan
iumediabmente la o mici6rt, obli-
E gailda a las negras, ien a ser las
primeras en mover el pebtr, bien
a ceder el paso al rey blanco o a
permitir que las blaricas pasen a
un sistema favorable para ellas de
casillas con jugadas.
1. R2R ! (con las casillas crticas
en 4R, 4A y 4C, y la cu'iumna
principal de alfil, las blancas ini-
cian su maniobra envolvente) ;
1 . .. R3A ; 2. RSA !, R4C ; 3. R3R !,
R4A ; 4, R3A, R4R (4..+ P4T, 5 .
P3C; 4... R4C; 5. R4R); 5. R4C,
R3A ; 6. R4A ! (es inhjltil 6. R5T,
138; ahora son las blancas quie-
nes se han apoderado de las ca-
sillas crticas) ; 6.. . R3C o R3R ;
' 7 P4C y ganan.
AISLADOS
a continuacin estan sistematiza -
das segn tenga a no un pe6n pa-
sado la parte fuerte.
Cuando todos los peones san $u-
sados, el juego no es (iomplicado,
si no hay finales de 6n corona-
do, y si a la snperiori ??! ed material
ao se une pos.xci6n desventajosa.
Esto Gltimo uede complicar el
juego y pr ucir un resiiltado
xnes perado.
J
La cercanfa de 1- peones ne-
os y la desfavorable situaci6ki
E1rey negro es la causa de que
pierdan en el ejemplo 148 ( en
el 148a). &a base de este prob p ema
es el final de rp6n contra pe6m.
A tablas conduce 1 . R x P ?,
ROA; 2, RSD, R5A, etc.
Ahora 1 .. . R6A es insuficiente
pos 2. P4T!, R5A; 3, PST, P4R+ ;
4. R3A. Si l . . . P4R+, entonces 2.
R x P (no 2. R4R 1, R7R; 3. P4T,
P4A ; 4. R x P4R, R8D y tablas) ;
2.". R6R ; 3, P4T (3. R6D ?, R5D) ;
3... RQD!; P5T!, P4A; S. P6T,
P5A; 6. P7T, P6A; 7. P8T=D,
P7A ; 8. DSID f- ! y ganan (vease
9e en el ApEndice).
2. RxP R6C !
Es intil 2. . . P4R; 3. R5D,
R6R; 4. Rx P, M D ; 5. R5D,
R6A ; 6. R5A. Pero ahora, despus
de Z... RfiC, no se puede jugar 3.
R4D ?, por 3. .. R5A ; 4. P4T,
P4R+ ; 5. R3A, P5R (aruetiazan-
do e... R4R) ; 6. P5T, P6R! ; 7.
P6T, R6C! y tablas.
y las blancas ganan (5.. . R5A ; 6.
P6T, P6X; 7. IC3D, R6A; 8. P?T,
etc.) .
148a. Grigriev, 1928. Blancas :
R3R, P3CR. Ne ras: R'ITD, P3AD
y P3R. Ganan 5 3 latcas : 1, R4D !,
f 4R+ (6 l . . , Re@; 2. P4C, P4R4- ;
3. R3R! y gaaan) ; 2. =A! y
ganan.
f&b, EIerber 1941. BIarrcas :
R3CR, P4R, &R. Negras: R1-
TR, P4TR. Ganan blancas: 1.
R4T, R2C; 2. RSC, Rx P; 3.
R x P y ganan.
Es similar el ejem lo 148 c, Gai,
t942. Blancas : R1C & , P5AD, Ne-
gras : RlR, P5AD, P3AR. Tablas :
1. R2A, R2Q; 2, R3R, R3A; 3.
R4D, P6Af; 4. R3D!, R4D; 5.
RSA!, R3A; 6. R3D, P7A; 7.
R x P, R x P; 8. R3A y tablas.
1 M. Gxiliaiev, 1930. Blancas :
RSTD, P6TD, PZAF). Negras:
RlAD, P2TR. Tablas: l . PIT,
P4T; 2. P3A! 6 l . . . P3T; 2. P4A!
(El problema 74d, de GsigQtriev,
nos presenta una posicin muy
paxecxda, pero con una idea dis-
tinta. )
l48e. Svitov, 1937. Blancas :
RBTD, Pn D, P6AR. Negras:
RlTR, P2TR. Ganan blancas. 1.
R7C, P4T; 2. R6A, RIC; 3. R5D,
R2A ; 4. P4T y ganan.
Cuando la parte m69 fuerte s61o
tiene un pen pasado, la situaci6n
de peones suele ser la siguiente:
los peones blancos y los negros
se encuentran en la misma cofum-
na y, con frecuencia, se bloquean
mutuamente.
Hay tambin, como es natural,
pwiciones en donde los peones
ocupan columnas vecinas, y en
este caso el resultado del juego se
determina por la posibilidad y la
conveniencia del cambio. La teo-
ra no ha prestado casi ninguna
atenci6n a estos finales.
Citamos a continuacin casi los
nicos ejemplos aparecidos en las
publicaciones te6ncas :
Blancas: R3D, PQAD, P4AR.
Negras: R3R, P3D. Ganan blan-
cas, independientemente de la sa-
lida. La tentativa del cambio 1 ...
p4L) se impide jugando 2. P5h.
Alekhine-Reti, Viena, 1922.
Blancas : X4CR, PSTI), YSTR.
Negras : R3AR, P5CD. Tablas,
endo do las negras : 1 .. . R2C, si
m blancas intentan capturar el
pen 5C, el rey iiegro, despuk de
comer el PST, llega oportunamen-
te a l A. (Con pcones'en 3'31 y 4C,
en ver, de 2T y 5C, las blancas
nan, y con peones en 4T y 3C,
2s blzncas, adems del movimien-
T
tu hacia el pen 3C, pueden ence-
m r al rey negro en la esquina 8T
y a P4C replicar PS'I', etc.)
El ltimo ejemplo nos condu-
e, par analoga, a casos prctica-
mente importantes con peones de
torre bloqiteados .
1 49
En el ejemplo 149 son tablas : l .
R4RJ R4C; 2. R5D, Rx P; 3. R5A,
R4A ; 4. R5C, R3R ; 5. R x P, R2D ;
6. R6CJ Rf-4.
En este e jeinplo, donde el rey y
el pen pasado estan desp'fazados
a la columna de la izquierda, las
blancas ganan : 1. R4D, R4A; 2.
R5A, RxP; 3. R5C, R4R; 4.
R x P, K3D ; 5, K6C, K2D ; 6. RlC
(158).
As uec, el resultado del juego
depen cf e del lugar donde se en-
cuentre el pen pasado, suponien-
do que los reyes ocupen una po-
sicin anorrnal~ (en la que se in-
cluye tai~bin la situacin de los
reyes en 4A y 3A ea el 149 y en
4R y 3R eti el 150).
E2 resultado de la partida de-
pende tambin de lo avanzado
que est el pen bloqueado de la
parte fuerte. En el ejemplo 151,
despus de 1. R5R, etc., el rey
fiegro, como se ve claramente, no
logra ocupar la casilla t A.
Resulta superfluo alargar la
partida jugando 1. P6C + ?, R2C ;
conviene 2. R5C ! (2. R6R ? ;T iri-
cluso pierde) ; 2.. . R I C ; 3. R6A,
Rl A; 4. R6R, etc.
El resultado del juego en esta
dase de finales se subordina, cc-
151
ari ha indicado Bird en 1936, a
;>
varias reglas generales ( c m es
natural con la estructura arriba
seialad) .
RegJa: primera. Si el pBn blo-
queado de la parte miic fuerte ha
pasado del centro del tablero, la
partida, en general, se gana
siempre.
Las excepciones son. posibles,
sobre tudo cuando el pen pasado
se encuentra en la so2umna sen-
ha1 rxima a los
quea ir os a cuando est ahn en su
casilla inicial.
rws
Can un pen bloqueado en 5T.
351ri. Blancas: R2AI), PSTL),
P2D. Negras : RSAD, P3TD. Ta-
blas, incnepeadiexitemente de la
salida. En la p0sici611 de R3AD,
P5TD, P3D. Negras: R4AD, P3
TD; tablas jrtgandc! las blancas,
(Si seguimos desplazamdo esta
posici bacia arriba, se ga-
nar en todos los casw, indepen-
dientemente de la salida.)
Con un pedn bloqueado en 62':
151 b, Son tablas todos f os casos
en que el pen pasado est en la
columna de dama, a exce cibn de
la posicin siguiente : hincas :
R6AD, PgTD, P6D. Negras : R1-
AD, P2TD. Las blancas ganan
si son mano las negras.
La siguiente posicldrt de tablas
R6D, P6TD y PaAD, R1D 6 f A,
PZTD no corresponde .a la confi-
gwaci6n que estudiamos (lo mis-
mo que fa posicin de tablas R&
AD, F5TD, P6CD. R l m , P3TD).
Por eso tratamos, en lugar apw-
te, los casos de
Izx columna del A !Ybn pasado en
151 e. Bl a~cas : R2D, PGTD, P2R,
Negras : RSD, P2TD. Tablas, in-
dependientemente de la salida (el
iin~co caso en la columna de rey).
El resultado, naturalmente, &r
distinto con otra posicbn de los
reyes : X5Id. K m , 1913, Blancas :
R iR, PeTD, PSR. Negras : RBR,
YZTI-). Ganan blancas. 1. RlA!,
R5D; 2. RZA, R4A; 3. P4R!,
R3C ( 6 3... R5D; 4. R3A) ; 4.
P5R ! y ganan. Pero si Im reyes
y el pen asado estuviesen en la
columna c? e la dama, serian ta-
blas, como en los casos anteriores
(v4ase 275b).
Regla scg~n&* S el pe611 blo-
ueado no ha pasado de la mitad
!el tablero, s610 se puede
cuando el pebn pasado est& d? entro ar
de la zona que limita una diago-
nal determinada f viSast3 152).
En este ejemplo, con el pebn
bloqueado era 4TD, la. diag~nal
6D-2TR marca la sosa ganancial
del -pen pasado (comprese con
el 149, donde el pbn 4CR sta
fuera de la zona, y csn el 150,
donde el pen 4AR se encuentra
en la misma diagonal, es decir,
en los limites de la zona).
Si el pen bloqueado estuviese
en 3T, la diagonal se determinara
de forma sirnnlar : mentalmente se
pasa una linea desde el pen ne-
!?
o ST por las casillas 5
y 6A y
uega desde 6A hasta 2CR ; la ca-
silla 6A se descarta y obtenemos
la diagonal SD-2CR.
Al pebn bloqueado en 2T, le co-
rres onde la d l a p a l 4D-2AR.
C g kan observo en 1952 que cxa
preciso descartar las coluniraas del
CD y AD (es decir, las dos coltlm-
~ $ 3 iriinediat;is), des uc de lo
Y
la zona ganancia queda eo-
m, un tringulo, cuyos lados tic-
aen el misniu nmero de casillas;
diagonal seria la hipoteaiisa de
ese tringolo. A los peones hlo-
queados en 4T, 3A y ZT les co-
rresponden tres tringiilos de este
6D-2D-ST, VD-SD-SCR, y
4 - 2 k I - 2 ~ ~ .
He aqu un ejemplo que confir-
ma la aseptrnda regla, :
152a. Blancas : RZH, f'QTf),
p2R. Negras : KSD, P4TD. Gauan
blancas: 1. P3R+ !; R5A ( 6 l . , .
R5R; 2. R711, ~tctera) ; 2. RSA !,
W5C; 3. R3D i , Rx P ; 4. R4A!,
R6T; 5. p4R 5- l as blancas ganan
dmpiis de corotir su p~hrn ( das e
3 en ei Ap6ndire).
La iinicrr exc.epci6n de este ca-
so es la yrosiitlidad de la columna
principal.
152b. Bl ; ~i ~r xs ; R2XI), P4TD,
P2D. Negras : R5AD, P4TD ; ta-
blas, sienclo mano llas blancas,
Como el pen pitssdo se halla
ftiexa de la zona ganancial, no
puede gatiar ( 1 49). Chkron con-
sidera una excepcin posiciones
del tipo H63R, P4TD, PBCK ;
Rl hR, P4TD, en la que se gana
saliendo las negras; pero, como
es lgico, la regla de Bird nada
tiene cl rw ver ;::i.eii,
153
Lz trtilizaci6n de las reglas arri-
ba iudicaclas facilita y acelera, en
gran medida, el clcz~lo, y efc e310
podemos convencernos con el si-
guiente ejemplo :
Eo el 153, despues de 1. R3R
(toma de sposictn) , las negras
se ven obligadas a perder una de
sus eones, pero de ellas depende
P
Zca e,eccin de cuh1 de ellos. Si
ierclcxi el pen IET, obtendrrt un
Enal con un pen blo ueado
X las blancas que ha pasa o del cen-
tro del tablero; por consiguiente,
la situacih es de pkrdida para
ellas, Pera si pierden el pe8n 3T,
s enci~e~itran con que el pen
pasado del adversario esth fuera
de sn zona ganancial (diagonal
6R-Zrl' 1).
As1 pues, las negras deber8n
conservar el pebn 4T (y DO el 3T,
como pirede parecer a primera
vista) ; para ello tienen que de-
fender las casillas criticas 4R, 4A
y 4C. Hasta que el rey blanco no
salga a la nmera lnea, las De-
aras, xnanio F rsindo en la retamar-
dia, relr1it.a~ a 1. R3R con l . . ,
Rlo-4. ! ; 2. R4D (rodeo), W3A!
pr~ede ganar (149) (clara que no
3... R3R 3 ; 3. R4R y ganan) ; 3.
R5A, R3K ; 4- R6C, R3D ; 5. R x P,
K2A (para abreviar la partida se
juega S*.. R3A ; 6, R7T, R2A; 7.
F6%, RI A; 8. R6C, RIC, etc.) ;
6. RJC, RZC. Se ha llegado a la
posietri a t i oma l ~ be1 final que
estudiamos con un pen pasado
en zona neutra ; el rey negio ocu-
para oportu~amerrte la casilla 1A.
Pasemos a otras posiciones con
esnes bloqueados 0 no en la co-
Purnna de torre, pero con una dic-
tribuciUn de reyes libre de las
litnitaciotles del tipo de diagrama
149.
En este ejemplo el rey blanco
necesita espacio pata apoyas el
avance del peti en la columna
de. rey, pero como ya cabemos por
el ejemplo 152b se debe evitar, al
hacer las maniobras, la posiei0ir
R2A-RSA, siendo mano las blan-
RIA, K6,4 ; 8. P3T, R6C 7 ganan) ;
, R6D (son tablas evidentes y
de us de s... P6T); 6. RIA,
rnz; 7. P3T y tablas. Si despub
de 1. P5T, PxP; 2. RlD, las ne-
"'
en vez de 2... P5T, juegan
p7A+, son tablas de todas
&mas; 3. Rl A, R6A; 4. P3T!,
3 ~ 6 ~ ; 5. P4T.
Neustadt ha sefialado, adems,
que no es obligatorio empezar ju:
F
ndo 1. P5T (se puede empezar
RlD, Y 7 A+ ; 2. Rl A, R6A; 3.
p5T. y tablas) y si se retira el
~ 6 n 4T y se traslada el pen 3C
a m', ganan las negras, juegue
quien juegue.
158a. Grigriev, 1933 (vase la
&minacin del problema en el
313). Blancas : R5D, P3CD, P6AD.
Negras : KZAD, P4TD, P3TD, si
son mano las negras, las blancas
ganan. En el 158 no tenia irnpor-
b c i a si estaha el rey blanco en
IA o en ID, ya que el pen 2T
@la, segn las circunstancias,
rr a 3T 8 4T. En la posiciiin de
Gxlgbriev el pen no esta en 2T,
&no en 3T, y ya no tiene opcin a
lar salida doble. Por eso e1 rey
ttegro dispone slo de una casilla
segura para la retirada. : 1. .. R1D !
y si ahora 2. R6D, R1A; 3. P'A?,
entonces 3.. . P5T ; 4. P x P, P4T
Y tablas. La situaci6n del pen
en 3T, en vez .de 2T, pemiite el
paso de1 rey blanco a la casilla
6C y las blancas ganan, cediendo
la salida a las negras: l . . . Rl D,
sigue 2. R4A (4D) ! , lo mismo que
ea. el 17.
La observaci6n final que hemos
hecha para el 158, est ilustrada
con el e jernplo 159. l . R4D, R3D ;
2. P5A + , R3A ; 3. R4A, R2A ; 4.
R5D, R2D; 5. P6A+, R2A ; 6.
R5A, R1A ; 7. R6D, Rl D, 8. P7A+
(como ha indicado Che jovex, cabe
ju ar tambihn 8. P4T, RI A; 9.
P5 % !, RID; 10. P7A+, R1A; 11.
R6A, P3T; 12. R6C); B. . , Rl A;
9. R6A v ahora 6 9... P4T; 10.
P3T!, P&C"I' 1 1 . R6C 6 g... P ~ T ;
10. P4T!, P4T; 11. R6C y
Como se ver en el ejemp Ya,* 0 162,
coa un pe6n ea. 3T en vez de 2T
se uede ganar tambin. Rabia&
vic 8 , en 1938, trat de demostrar-
lo exr6neamente a base de la solu-
cin 159 ; despuhs de 6. R5A, cofi-
tinuaba a... Rl A ? (y despus 7.
R6D, R1D ; 8. P4T !), sin embar-
go, con un pen en 3T lo nico
correcto es o. . . Rt D!
159a. Blancas : R6CD, P3TD, P63
AD. Negras: RICD, P5TD; ga-
nan blancas ; 1 . RST, R2A (m) ;
2. R5C y ganan.
159b. Chbron, 1952. Blancas :
RIAR, PSAR, PZTR. Negras:
RGAR, P2TR. Tablas. 1, RIR,
P4T; 2. Rl A, P5T; 3. Rl C (3.
Rl R, R7C 6 3. P3T, R5R ! ; 4. R2R,
R5A ; 5. PSA, R6C) ; 3. .. RSC !
(no 3... P6T?; 4. R1A) ; 4. RSC,
P6T+; S. Rf C, R5A; 6. RIA,
R6A ; 7. R1R. R7C y tablas,
Muchas de las jugadas que he-
nios examinado en este final estn
artisticamente realizadas en el
160
Las blancas obligan a las negras
a mover el pen 2'I' ; despues de
consqpirXo ya no les amenaza el
mate.
33s la Gnica defensa co un pbn
negro en 3T. Si el pe6n estuviese
en 4T (2. .. P4T), s&a reciss ju-
gar 4. A ! (vease 154.
Al elegir la casilla para retro-
ceder, el rey debe situarse ea la
que tenga el mismo color de la
que ocu a el g e h del adversario
P en la co umtma de tome;
6. R1R P'TA -t
7. R1A R6A
8. P3T K6C
9.. P4T y tablas.
Es distinto el juego si el pen
pasado se encuentra en la fila
cuarta, y el otro pe6n, aunque no
est en su casilla inicial, puede
asegurar el tiempo necesario para
conseguir una posicirn en z u e -
wang. En este caso tiene impor-
tancia que el rey se encuentre de-
lante de su pebn pasado f 161 y
162).
161. 1. RSD, RSD; 2. P5Tf,
R2A; 3. R6R!, R3A; 4. PGT i !
(zugzwan ), R2A (6 d. . . R4A; 5.
?b R7D, Rx ; 6. R6A1 y annuj ;
5. R7R, R3A 5 A ; 8 R6D,
R1D; 7. R6A, RIA; 8. P5A); 6.
R8B, R3D ; 7. RSA, R3A ; 8. R8C,
R3C; 9. PSA+, R3A; 10, RxP,
R2A ; t. PfSA y ganan.
Si salen las negras : 1,. . R3D ; 2.
R5D, R2A ; 3. P5T, R2D ; 4. P6T,
R2A; 5. R6R, R3A; 6. R7R,
R2A ! y tablas.
162. 1 RllC!, R3C; 2. P4T,
R3A ; 3, P5T, R2c" ; 4. R5C, 82-4,
5. R5A, R2D; 6. R5D, R2A; 7,
RGR, R3A ; 8. P W ! y ganian.
Si juegan rimero las ne ras:
l . . . R4A; 2. A JC, R X ! , 3. %4C,
R3A; 4. P4T, R3C; 5. PSTs,
R3A y tablas.
Ahora se ca-nprendrc que el 159
se resuelve mas senciUamente : l .
R4C!, R36; 2. J?4T!, etc.
Examinemos ahora psicioes
can pareja de peones, uno blanco
y otro negro, en otras columnas
que no sean de la torre.
ha posici6n 163 es el primer
ejemplo publicado (1920) de ayli-
cacin consecuente del m$todo de
las casillas conjugadas en finales
(antes de eso se m-
de dwba este tiPo e niCtodo prctico deE
~t r 3ngul o~) .
Se pierae si .;e d e a la tenta-
d &~ de jugar 1. P4D, R5R; 2.
R3A, ya que ahora no sgue 2...
R4D? (que pierde or 3. R3D),
&no 2.. R4-4 ! 37 tab f as ; por ejem-
pla: 3. K3D, R5A! ; 4. RZD, R5R;
5. R3A, R4A ; 6. P5D (es lo hnico
que se ptaede h~ cer) ; 6, . . R4R ; 7.
fi6D, RxP; 8. R4D y aunque
las blancas capturan el p6n 4C3,
no ganan, ya que su pehn na ba
pasado del centro del tablero. En
esta posici6rr desplazada a fa fila
inmediata superior, las blancas,
ju ndo asf; habrian
JL
Ya que la jugada P4D ato cEa
resultado, hay ue buscar utrm
medios. Se echa 1 e ver en seguida
que si salen las negras, las blan-
cas consiguen avanzar fcilmeate
Stt rey ( 1 ... R5A; 2. RZR, etc.).
Por coasigi~iente, hay que ceder
la salida al adversario.
Sin embargo, en esta posicin
no basta el simple clculo del
.hingulo~. Al tringulo 2D, 2A,
3A (junto a la casilla inslwesible
3D, vhse la r Introdaccin~ ) ,
quiva!e el tringulo de las ne-
pas 6A, 5A, 6R (junto a la casilla
'riacsesible 5R) . Estas casillas
canstituyer~ la zona principal y en,
ellas las negras siempre pueden
conservar la C C , ~ jugacitz.
Por 10 tanto, hay que pasar en
los escaques de la retapaxdia 1x1-
mediata; resulta que si el. rey
blanco maniobra por las casillas
242 y 3C, rrf rey negro no po$r%
dlspotmer ete 10s escaques 6C y 5C,
ya que las blancas jugarlan
(R3A)4D.
La bzse de la soluctQa. se hace
evidente y sblo queda llevarla
acertadamente a la practica.
. Se perderfa tiempo con 1. R3A,
R6R, despus dz R2A, pierde eu
seguida l . . . R6R por 2. R3A.
El rey negra sigue en 1% zona
critica, ya que el paso a la quinta
fila no ).e proporciona ninguna
veataja, romo venios en la s-
gnente variante: . R4A ; 3.
R3A, R4R; 4, R2DJ, RSD; 5.
R2A!, R4R; 6. R1D (maniobra
indicada ya por Horwitz y KIing) ;
o... RQD ; 7. ER!, R5D ; 8, R2D,
gte., C QI ~ O en Xa variante principal.
Despubs de esta jugada, las n-
gras pierden la mnjtlgacth.
Hemos hablado ya del paso a
Ia qui ~t a fila; las blancas han
cotiseguido ya su objetivo fuxxda-
mertal: ceder la salida a Ias ne-
gras.
La continuacibn es relativamen-
te fcil : S. .. R3A ; 6. RZR, R4R ; 7.
R3R, R4D; 8. B4D. Se ha llegado
a tlg momento importante: las
blancas, d e p u b de reconquistada
la casilla 3R, no tiene rnhs reme-
&o que permitir' 8 18s negras ti...
R5A; se comprende ne si esta
9 posicin estuviese en a columna
~rtrnediata de la derecha, la pmi-
cin de las ne ras, con un peba de
alfil, supond d a , un pefigru serio
(Xa partida temnaria en tablas ;
vitase 163b) ; pero si el pQin se-
o estuviese en 3A, es decir, toda
a posici6n en la fila inmediata Y-
superior, 1 blancas ganarian:
B. . . R5A; 9. R4R, RxP; 10. P.YD,
R4A.
0 10 ... R4T; 11. P6D, R3T; 12.
R5R, P5C; 13. R6R!, P6C; 14.
PSD y ganan ; 11. R5R, PSC ; 12.
P6D, K3A; 13. R6R, P6C; 14.
P7D, P7C; 15. P8D=D, P8C=D;
16 D8A+ y ganan.
f Vase la pasici6n 163 despla-
zada a la columna izquierda en el
=a).
t63ri, Blancas: R2AD. PD,
P5AR. Negras: R3CD, P3AR.
Ganan blancas. 1, R3D, R4A ; 2.
R4R, R3C ; 3. P6D !, R3A ; 4. f 'ID,
R x P ; 5. R5D y gana.
163b. Blancas: R7CR, P3AD.
Negras: R239, P4AD, P3R. T*
blas. 1, RtSA, R3D; 2. Y4A, R2D;
3, R$R, R2R; 4. R4A!, R3A; 5.
R4R, P4R; 6. R5D, R4A; 7.
R x P, P5R; 8. R6C! (jugada
hnica) ; e... P6R ; 9. 85A, P7R ; f O,
P6A, P8R=D ; 1 f . P7A v tablas
(8 en el apndice^.) ~ n ' l a posi-
cin 163b, situada en la fila de
abajo, el pe6n blanco no habria
tenido tiempo de llegar a la ca-
silla 7A.
1. P4D (jugando ef. pen 4D se
gana en e1 ejempjo 164 si la po-
sicin se desplaza a la fila infe-
rior, 165); l . . . RZA; 2. R5,4,
R2D; 3. PSD, RZA; 4. P6D+,
R2D ; 5. R5D, Rf D ( 1 A 1 y tablas.,
Q 1. R5R, R3A; 2. P4D, R2D;
3. RSA, R3D; 4, R5C, R3R; 5.
P5D +, R x P ; 6. RCST, R4R (Sal-
violi continnaba : 6.. . R3D ; 7. R7T,
R2D y tablas; sin embargo, a 7,
R'7T ? se gana jugando 7,. . R4R !) ;
7. R5C! (no 7. R7C?, R3R), y
tablas.
Salvioli Indic6 que con un pen
en 2D en lugar de 3D, las blancas
baMan aftado jugando: 1. R5R,
R3A ; 2. f 5A, R4D; 3. R5C, R4R ;
4. P3D!, R3R; S. P4D, R4D; 6.
R6T, etc.
Si el ejemplo 164 se desplaza a
la derecha o a la izqnierda, siguen
sieala tablas. Tan sBlo la posi-
ci6n RCjTn, P3TD, P6AD ; RSTD
y PSAI) es ventajosa para las
blancas (vease 168).
Ef problema I64a de Grigbriev
profundiza y desarrolla el aniilsis
del 164, demostra~do, entre otras
cosas, que en ese ejemplo las blan-
cas no pueden ganar ni aun sa-
liendo las negras,
1. Rl A, R4R; 2. RID, R5D; 3.
R2R, R5R.
Nada consi uen las negras con
3... RSA ; 4. % 3R, R5C ; 5. R4D,
ni tampoco 4... R4C; 5. R3D O
R4R (pero no 5. R4D 3, R5C ; 6.
R3D, P4R y ganan).
4. REA, R5A ; 5. RSR, R6C ! ; 6.
~ 3 a !
Pero no 6. RLSR '2, P4R ! y ganan.
Ahora a ti... R6A le seguir5 7.
RxP, P4R; P4R; 8. R2D, R7A;
9. R3D ! Despus de 6. .. P4R no
se debe 7, RxP a causa de T...
f5R.
6... P4R; 7. R3R!, R7C; 8,
WR!, P5Rg 9. RIR!, R6A; 10.
RlA, O ~ R ; 11. RIR, P7R y ta-
blas.
Chrsn, en 1952, ha publicado
aste problema de Grigtiev, prc-
laiado en un csizcurso, sin indicas
el nombre de su autor.
En 1890, Berger seial tau slo
1 , R4R, R4A ; L. P4D-i-, R3D, con
las siguientes maniobras de Hor-
witz y Kling : 3. R3R, R3A ; 4.
R2D, R3D ; 5. R3A, R4D ; 6. R3D.
En 1922 aadib la variante : 2...
R5A (3. RdR, R4C; 4. 831);
RSCJ ; 5. P5D, son jugadas victo-
riosas, ya que ef en 5A ha pa-
sado del centro c? eel tablero, 5. . .
R4A ; 6. R4R, R3C; 7. P6D, etc.) ;
tambirln seal otras dos solucio-
nes: 1 . R4A, R4R; 2. P4D+,
R x P; S. P5D y la otra, tam-
bikn sencilla, de 1 . P3D, R3A; 3.
RBA, R3D ; 3. P4D, etc. Estas
jugadas no consiguen su objetivo
en la posicin siguiente, donde el
en negro esta ms p,rxirno de
Pa octava fila.
Ea el anbisis de la posicin
160, Bergel- cometi6 alguraos erra-
res muy ilustrativos ( 1916, cdi-
cin de ~Bilguerir ) . Despues de t.
R3D su continuacin t f . . . R4C ! B
( i oposici6n mecnica), no es la
mejor de las defefisas, ya que se
gana fiicilmente : 2. P3A, R4A ; 3.
R2D, etc. (1%). Ptlhsegura, na-
turalmente, es 1. .. R5C ! y la con-
tinuacibn 2. P3A +, R W ; 3. RZD,
R5T! y lucga, como Grig6riev,
3. R2R(3R) ! y ganan, lo mismo
que en el ejemplo 163.
Pero lo fundamental no es eso.
Des; uPs de 1. R3D, R4C, Bexger
ana l !' iza la jugada 2. R3R ? y vue-
ve a aconsejar la toma de oposi-
cibri d.. . RIIA ! B @a la realidad se
consiguen tablas jugando tan s6la
Z... R5AI y uo 2.- R M ? ; en el
ejemplo dado por Berger no pier-
de, po ue , contiria 3. R2R S,
R5A ; 4. "k 9A, R5D. Segn Dedrle
(1921), a 2. . . R4,4 i> se debe repli-
car : 3. R2A ! (maniobra de KXing,
168) ; s... R5A: 4, R3C1, RSD:
* .
En el ejem la 1643, donde se
gana con 1. l! 3D con l avance
siguiente del 2A, no hay
necesidad, corno es natural, de
semejante rodeo, ero se hacc
i~nprekc'indible si e y pe6n de las
negras es de alfil, como en el 167.
(O~cervemos, de paso, que si la
asiciba 166 se desplaza a la c-
fumna de la derecha, las blancas
ganan s61o si son mano las ne-
gras,)
Seqn Dedrle (192L), en esta
posicztjn no gana 1. R3D ?, R4A !
(las variantes se deducen de la
exposici6n anterior), rii L. P3R 3,
R5R 6 I . R3C, R5D fea caso de
2. P3R+, las blancas pierden.
ambos peones).
Lo correcto es 1 . R2C !, R5R ; 2.
R3T!, R5D; 3. R3C, R6R; 4. R4T
wanati. La coajugatiin de las
Y
casnllas se determina por las pu-
siciones decisivas R313-R5I) y
R3T-R5R.
108 1883
En el ejemplo 168 (Walker,
1841) Irt posicion critica es la de
R3D-R5C y la saluc0n es ari5log;i
en todo al 167. Sin embargo, antes
de em ezar la maniobra, es pre-
cisa o % ligar al rey negro a que
retroceda a la fila sexta (de &ro
modo el r ~ y negro se aproximada
demasiado al pe6n ZT) . Para ce-
der la salida a las negras, se uti-
liza el tsingulrs 3T-2C-3C.
l . R3T, R3@ ; 2. R2C !, R4T ( 6
2.. R3T; 3. R2-4 i, M4T ; 4. R3D !) ;
3. R3CZ, R X ; 4. R3A, R4T; 5.
W 2D ! (seiialacb por Kling ; Wa?-
ker contini16 S. F3T?, R5T; 8.
R3D9 Rx P y tablas) ; s.+. R5T;
6. R3R, R5C; 7. RSD, RGT; 8.
R4R, R5T; 9. R5D, R5C; 10.
P3T+ y ganan.
En el 1Wa (posicin fundamea-
tal de W alker) cabe 1. R3C, R45,
t c, mismo uc exi el 168, pero ext
'i mas sencl o jugar de primeras
(u tilizanda cf tringulo 4T, 3T,
3C) ; 1. R3T, R3C ( 6 f . . . R4T; 2.
R3C) ; 2. RS@, etc.
Vanas a terxiiinar el anSlXsie, de
peones en la misma. colurnna coxi
al p~nos ejemgios de maniobra
rnrcts complica a.
169: Para trnsfonnar el pen
5C en dalila (1. R5D ?, etc.), a las
blancas les falta un ticm o, y
1. R6A? tambin pierde, &bid0
a l . . . RSC; 2. RxP, R4A. Por
eso, 1. E A ! , ya que crea una
situacin aguda para ambos Ban-
dos y las negras, en caso de co-
meter alguna tnexactitud, pierden.
1 ... 851" ; 2. R4A, R6T ; 3. X3A,
W7T; 4. K2rZ.
Es faril de comprender que las
blancas no pdi an en ningun rno-
mento ir a la capttrm del p 6 n dc
alfil, ya que las negras, dando un
rodeo por la retaguardia, llegarfan
al peon 5C y lo tomaran, Las
negras intentan ahora liberar a
SU rey.
E clculo que hacen es el si-
guiente : mientras las blancas cap-
taran el pen, las negras podrn
(en las mismas cuatro jugadas)
hasladar el rey a 5D y ganar.
Jugada de doble fin : ahora 6.. .
R7CI sigue 7. R5A y ganan:
despus de 6... R7A, queda inter-
ceptado el camino del pen de alfil
hacia dama, lo que proporciona a
las blancas el tiempo que les fal-
taba al principio. As pues : 6...
RTA! ; 7. MD! , P4A; 8, R6A y
tablas,
170
La salvacih de l as negras ae
basa en dos posibilidades : I ) cap-
tura del p& 2A, para hacer
tablas contra dama gracias al
peOn de alfil, y 2) captura del
pen de alfil rey para poder repli-
car a la jugada R x P con R4A.
Par ejemplq : 1 , R8A 7, R3A ; 2.
RSR, R3R; 3. R8D, R3D; 4. R8A,
R4A ! y si 5, R7A, entonces 5...
K5C; 6. P4R, R6T; 7. P5A, R7C
v tablas (primera posibilidad),
si Ec. P4A, entonces 5. . . R5D ;
PSA, R4R ; 7. R"7, R x F ; 8, R6D,
K3A! ; 9. R5D, R2R; 10. R4D,
R3D; I k. R x P, R4A (seganda
osi bilidad j . Tambibn se hacen b*
[las con 1. HA? , R4R; 2. RTA,
R5A; 3, RGR, R6R!; 4. P4q,
R7D, etc.
Pax estas variantes se ve que
las blancas, en primer lugar, no
deben mover antes de tiempo el
ebn 2A (dejando libre la casilla
Sx para el rey negro), y, en se-
mundo liigar, no les conviene ate-
&
car sii rey por la octava fila, ya
que en ese caso queda mucha dis-
tancia hasta el pebn beso.
D e todo esto se deduce la solu-
citn :
bis, gana 2. 127C !, R2D; 3. R8C!
manuales, sipietido a
cheron, hacen un juego dema-
&do sutil : 3. R8T ! ?, como si
qnisiesen ganar .por segunda
vez* e! final ya claro; esta clase
de maniobra es, en cambio, muy
&decuada en otro grupo de finales
que es tudiamos ms adelante ;
&se 185) ; 3. . . R 1 D (3. ., R3D ; 4.
88A.4) ; 4. P6D !, P x f ; S. P6C, etc.
Bn el 174 se consiguen tablas
con l. . . RIA!, ero no l . . . RlT?;
3 2. R7A ! ( 2 . 6%' ?, RtC!) ; 2,..
R2T; 3. R8h, Rl T; 4. P6T!, etc.
Esta posicin angular era cono-
cida ya por Carrera en 1611 (175).
115, l . . . RZD!, o si salen las
blancas: 1. RQA, R3A; 2. R4C,
RSA; 3. RSC, Rl A! ; 4. R6C, R e ;
mi pues, se ha~*n tablas tarnbiCn
cuando el rey blanco est en 5C
eri. vez cle 51) ; este resultado 'no
varia en ~iinguria fila ni calumna.
En el ejem lo 176 la pactida es
nula indepen 6 ienternetrte de quien
tenga la salida (comprese con el
180).
R8A ?, ya que el pe6n en 3A im-
pedir a las ne as conservar lo,
oposicin: 3. RE, R2A; 4. R8R
y ganan ; problema de Neustadt,
1890) ; 2.. . R 1 C falla la combina-
cin 3. P5C, lo mismo que en el
f 73 (el p6 n negro se encueatra
ms cerca de la octava casilla).
Pero las negrzs, en caso de
mano, pueden conservar fa
ci6n: l . . . R2C; 2. R'iD, RJOP>~:
R8A y ganan.
En el ejemplo 178 al rey negro
le falta espacio para conservar la
aposicin. Las blancas ganan ju-
gando l . R7D, R2T ( 6 f . . . R2C;
2. P5T) ; 2. R?A, etc,
879 18Q
En el ejemplo 179, con un pebn
en gosicibn inicial, el dominio de
la oposicin no salva a las negras.
El juego se reduce a la final nfx.
mero 173: 1. R$D, R1C; 2. P6C
y ganan. I,u mismo en el 180,
donde el rey blanco no esta en un
extremo del tablero, como en el
176.
A este tipo de finales se rdu-
1st lala
cen habitualmente posiciones
donde hay una gran distancia en-
tre los peones o los reyes.
En el ejemplo 181 la existencia
de ttn tiempo de reserva (pen en
3D en vez de 4D) gismite ganar
a las blancas : 1, R4D, RSD ; 2.
R5A, R2A; 3, P4D 6 l . . . R2A,
2. R+iB, RLD; 3. R e o , 313TP; 4.
P4D (177).
Sin embarmo, en el 181a, las
blancas, sien80 mano. no pueden
ganar: 1. R4C, R4D; 2, R3A,
HA.
!a 183
En vista de esa, saliendo 18s
negras, lo m& sencillo es eonti-
cuar 1. . P3A!; 2. R54, R2A
(171), b 2. P5C, R E ! y tablas.
Ei;i ejem lo 183 es un viejo prot
blenxa te 8 rico (t&13), en cuyas
cofaplejas peripecias es fcil de n-
tarse, corrocieztdo tos anlisis an-
terrares.
Lo fundamental en 61 es la lucha
por la mi l l a 4A.
Gamn las blancas, si son. maxsa,
tomando la opcrsieibn.
En el 182, la tentativa de tomar
fa. opi t i 6n csn f . R5G ? Eracasa-
6, ya que con t... P3A+, las
negras juntadan las peones; y el
blanco no tenddct buenas ca-
r si las ant retroceder: 2. RA,
R2A; f 2. R4A, RJC; 6 2. R5T,
R2T y t;a.blas*
Se gana s61s con f . R5A ?, P3A
(de otro modo, 2. R6A), 2, P5C I
Siendo mano las negras, Ftne
roguso en 1941, en p s i c f h anh-
Pog&, l . . . R3A, que en caso de 2.
PSC+, R3C, conduce a tablas sin
andes complicaciones. Ciertas
&irnltades produce 2. RJA, por
ckmplo, 2.. R4C ; 3. PSD, y si
la negras jugasen despreocupa-
danrente 3.. . R3C ? (3 ... P"3-4 ? ; 4.
mf)), entonces 4. R4A y ganan ;
la hrrica, salvacih ec 3.. . R X ! ;
4. RIA, RE.
Se hacen tablas con R3A I,
R4A! (to 1-.. P4A ? ; 2. P3D E
P3C y no I . . . P3A; 2. P4D), y
ni siquiera. la existencia de tiem-
pos de reserva asegura a las blan-
cas la ocu cin de la lasilla 4A,
i por ejemp o :
aj 2, P4Cj-, R4@ ! (una defensa
correcta exige que la retirada se
haga en la columna def. pen
avauzado; si Z, , . K4D ?, entonces
3, R3D !, P3A ; 4. R3A y, como
antes, es intil 4... P4A por 5.
P5C) ; 3, R3C, P3A! y a 4. R3A
6 4. P3D, sigue 4+.. f 4A y 4. P4D
tambibn condvce a tablas, 1'75.
o) 2. P3C, R4C ! (no 2... P3A ? ;
3. P4C+ !, R4C; 4. R3C 6 3..-
R4D ; 4. R3D) ; 3. P O, P3A 3.
P4C, P4A.
O l . . . P3A ; 2. P4D ; 1 ... P4-9 ; 2.
R3A, P5A; 3. P3C y ganan.
De la anterior se deduce que si
2. .. B4D, si e 3. P4C! ! ? b 2.. . R4C,
P4D! (En I" a expcsicdin ulterior
omitimos las varianks sim6tril
cas .)
y las blancas ganan ; por ejem-
)lo: 4... R3T; 5. RIA, R3C; 6.
>3D!, R2A; 7. RSA, R2D (7 ...
t2C; 8. P5C) ; 8. RW, R3D; 9.
UC, R2D; 10. PBD, R3D; 11.
<$A, R3R; 12. R7A, R4D; 13.
t7D.
Si son mano las negras, las ta-
llas sc aseguran can 1 .., R5C ; 2.
'3D (6 3C), P4A !, pera se puede
ambin 1. .. R5A ; 2, P3C+, R5C ;
;, P4D (o de otro modo 3.". P4A) ;
;... P3A; 4. R2C, RBT! ; 5. R3A,
24C y tablas.
183r. Fine, 1941. Blmcas : R4D,
2AD, P2R.. Negras : R3D, P2D.
;anan blancas. Con el rey en 4D
e consigue fcilmente fa victoria
vn 1 . P4R y 2. P5R. Es intrere-
ante el ejemplo del siguiente
taque incorrecto : a 1. f 4R, R3A ;
!. R5R. R4A ; 3. RGA ?, RSD ; 4.
'SR, R4D ! ; 5. P3A, R5R f {pera
LO S... R5A; 6. K?R, R4D; 7,
ZxP, RxP; 8. R6A y gana);
. P4A, R5D; 7. R7R, RxPm.
Gne no indicaba la jugada vfc-
oriosa en lugar de R6A, .pera
1 caso es que no existe (3.
'3A, R5A; 3. R5A, R5D; 4,
'5R, R4D!; 5. P3A, R5A 6 5.
t6A, R5D). Por consiguiente, se
iacen tabIas con 2. 175R? y 3.
t6A no es ms que una de tantas
?ariantes. Tambin es incorrecta
el anlisis la jugada a4. -.
t4D!*; es ms sencilla 4.. R5R1
Cuando los reyes esth~ lejos el
tno del otro, v tambgn de los
wnes, los problemas te6ricos se
nanifiestan en foma algo m6s
omplicada .
183b. Grigriev, 1936. Blancas :
C7CD, PSR, P3CR. Negras: RlD,
)ZAR. Ganan blanms. 1, R6A,
t2R; 2. R5D, R2D (en su pr*
ito de trasladar el re a la casilla
llotpeadora 6A, las Q ancas, desde
4 zriacipio,
r
se oponen. a la ju-
p a P3A, y ahora, persiguiendo
:l mismo objetivo, tendrbn qtie
vi br la posicin R4R-R3R, te-
iiendo ellas la salida). 3. R4D!,
R2R ; 4. R3R, R2D ; S. R4A, R3R ;
6. R4R, R2D (es intil 6... P3A,
por 7. PxP, RxP; 8. R4A); 7.
Ri A, R2R; 8. P4C, RIR! ; 9.
R6A ! (no 9. P6R ?, R2R 0 Rl A) ;
%.., RXA; 10, PSC! y paan (173).
f8%. Ekrsz, 1942. Elancas :
R2D, P3AD, P4R- Negras : R3AD,
P3D. Ganan blancas : t. R3R ( 1.
R3D?, R4A; 2, R2D, R5A; 3.
R2A, R4C!, tablas 182) ; f . . . RZD
f f ... R4A; 2, R3l3) ; 2. R3DI (2,
R4D ?, R3R, tablas, 181a) ; 2...
R2R; 3. R4A, R3R; 4. R4D y
ganan,
1834. E'trersz, 1941. Blancas:
RIR, P2R. N e p s : R3Al3, P4D,
PSAR, tablas. f rerde 1. ICSD 1, r
l . . . P5D!; 2. PJR, R4D; 3. ~g
P x P 6 2. PIR, R4C! ; 3. R~D:
R4A. TmbiGn es mala 1, P3R ?,
R4A ; 2. RZD, R5A ; 3, IUR, R6.A ;
4. R2A, R6D; 5. R38, P4A y ga-
nan. 140 correcto es f . R2A ! , R3D,
(Mztda se cansijpe con t .. . P5D 6
l . . . R4A; 2. R3A y etc,; 18;ka) ; 2.
R3R! (no 2. R3A 2, R4R; 3. P3R,
R4A 6 3. R38, P4A; 4. R3A,
P5D); 2... R4R; 3, R3D!, P5D;
4. P3R 6 4K y tablas,
18345, Masaviek, 1941. Blancas :
R5R, YZTD, PZAD. Negras:
R4AD, P4CD ; ganan blancas, Es
prematuro 1. P3T ?, por i . . . R3A ;
2. R6R (6 2. R4D, R3D; 3. P3A,
R3A) ; 2. . R4.4; 3. R7D, P5C;
4. P4T, 3332. Lo correcto es 1.
R6R!, R3A; 2. R7R, R2A ; 3.
P3S, R3A; 4. R8D y ganan.
Como las negras tietren en este
problema tiempos de reserva, no
toman la oposicin, sino que es-
peran a que la tomen las blancas,
ara qurtrsela con la jugada
g 3D. Debido a ello, tambin las
blancas evitan el tomarla.
Siendo mano las negras se ju-
garla l . . . R5A! (no f . . . RSD?;
2. RSA, R8R; 3. P5R 2. . P3D;
3..R4A y tablas) ; 2. R3R (2, R4C,
F3D! 6 2. R5A, (3A), R5D; 3.
R4A, P3D) ; 2.. . P3D ! ; 3. R2R,
RSD; 4. MA, R6B; 5. R4A,
R7R, apoderindose de las casillas
criticas del peOn 4R (8) ; las ne-
gras ganan.
La partida se determina en este
I p
r las posiciones decisivas.
RSA- 5D, R4A-R5A, R4C-R4A+
Dicho de otro modo, las casillas
5AR, 4AR y 4CR (junto al esca-
que inaccesrble 5C) , son las con-
jugadas de las casillas 4D, 4AD y.
5AD ('unto al escaque inaccesi-
ble 5D 1 . En esas casillas conju-
adas se salvan las blancas de la
fL nata, en este caso, oposici6n
(en los escaques de retaguardia
adyacentes las negras no pueden
maniobrar, por tener amenazado
cta"
n 3A). De todo 10 q ue ante-
e se deduce claramente la so-
lucidn :
l. R4Cf ( l . R3R?, R3D!; 2,
R4A, R3R) ; 1. .. R5A ( 1.. . R3D ;
2. R5A) ; 2, R4A!, R5D ( 2 ... P3D;
S. R4C; 2. B3D ; 3. PSR) ; 3. R5A !,
P3D (despus de esa jugada las
blancas se defienden por medio
de la o osicin) ; 4. R4A, R6D; 5.
R3A, g SA; 6. R4C y tablas.
11Ma. Ebersz, 1941. Blancas:
R3TR, P3AD, P2R. Negras : R4TD
P4D, ganan las blancas, La idea
es la misma, pero ofrecen inters
las maniobras en las casillas de
retaguardia, prximas a las zonas
criticas: 4CD, 4AD y 5AD de las
negras y 4AR, 5AR y 5R de las
blancas ; 1 . R4C ! (las blancas ata-
cau das casillas de la zona prin-
cipal, obligando a las negras a la
defenss corres oniiiente : no basta
1 RJCI, R53; 2. R4A, R4C! \-
tablas) ; l . .. R3C ! (es m6.s dkbil
l . . . R5T; 2. R5A, R6C ; 3. RBR!,
85A ; 4. R5R ganan) ; 2. R5C !
(no 2. R5A ?, 5 4 ~ ) ; 2. . . R3A ; 3.
R6A ! (amenazando con ocupar la
casila SR, y como las ncgrac;
estn lejos de la 4A, se ven obli-
gadas a penetrar en la zona prin-
cipal; las blancas no tardan en
ocupar en ella las casillas conju-
gadas decisivas) ; 3.. . R4C ; 4.
R6R ! , R4A ; 5. R5A ! (el resultado
final ya es evidente, era la coa-
tinuacin sigue sien 1 o instructi-
va) ; 5.. . R4C ; 6, P3R, R3C ; 7 ,
R6A (toma de oposicin en la fi l a
principal ; 1 13) ; 7,. . R4C ; 8. R7R
(i !) ; 8.. . R3A ; R6R (la
aposici6n distante pasa a ser in-
mediata) ; 9.,. R4A; 10. R7D y
ganan.
Las siguientes e jernplos mues-
tran ciertas peculiaridades de ma-
niobra en las filas.
Desde el punto de vista terico,
Dedrle (1925) expuso errnea-
mente la solucin.
El rey blatico no puede pasar
3e golpe a la fila 7, ya que las
negras tomarian la oposici6n dis-
;ante y 13 partida acabara en ta-
3las. El rey blanco debe acercarse
, las casillas crticas de1 pen 5D
(vCase 8) -por la fila 8, conservan-
l o la con jugacin rrecitanguIarr,
Iue puco despues ha de transfor-
Darse ea oposici6n lineal decisiva
(vCase 13) : 1. RSC (los ngulos
id rectn uXo 6TD, 8TD, 8CR,
I KR son el mismo color) ; l . . .
R3C ; 2. RSA, R3A; 3. R8R, R31D ;
1. R7A (como el rey negro ha a-
% lado a una columna desfavora le
Ira U, pues su rupio pe6n le im-
jide mantener ?a oposicinJ las
ilancas pueden ya enzgrefider Xa
mnquista de las casillas criticas ;
~s errnea la afirmacth de Dedrle
fe que no gana 4. R8DJ por 4. ..
R3A; 5. RTR, RZA; ea vez de
i, R7R?, lo acertado es 5. RSA!,
R3D; 6. R7C y ganan, la mismo
ue en la variante princi al) ;
, R2D ; 5. RB.4, R3D ; 6. K5A
14D ; 7. R4A, R3D ; 8. R4R, R4A
). 85R, R5A; 10. R6D y ganaa.
En este ejemplo, la fila princi-
m1 es la 5, pero las blancas han
enido que conquistar primero la
kptirna, valindoee del 'mtodo
wrovente. A diferencia del ejem-
rlo 15, que tenia otra distrbucibn
Ie los reyes, en este caso es de
mportancia decisiva el dominio
k la clconjugacibn rectangularr ,
:a que de ello depende la toma de
kposicih estando el rey blanco
:n 81).
Lo verern- ms clara si con la
ltisrna posicibn son mano las ne-
=S: l . . , R3C; 2. R8C, R3A; 3.
k 8 ~ , R3C! ( 3 ... R3D7; 3. R7A);
*. R8R, R3A ; 5. RSD, R3D (fijan-
lo para siempre al rey blanco en
a fila octava) 6 5. R7R(7A),
k244(!1T) y tablas.
Si la posicibn inicial del rey
blanco fuese 8C, la solucin de-
enderia de la salida : las blancas
pnan slo cuando juegan lis ne-
as .
Exanninemos ahora otra defensa
de las negras en este xnlsma ej m-
plo, des u6s de 1. R8C ; 1 ... R4T
( 6 l . . . g 4 ~ ; 2. RTA!); 1. R7C!
(las blancas deben reconquistar
del mismo modo la fila 6) ; 2.,.
R5T. Lrzs negras renuncian inrne-
diataraente a la infiti1 defensa de
13 fila 6. Esta fue la musa de la
co~usi n del propio autor del pro-
blema 185, quien afinna que la
nica jugada correcta ahora es 3.
h6A, Y que 3. R6C, con la toma
mechnrca de la conjugacirln rrec-
tangular*, es un error irreparable.
Pera en realidad las dos jugadas
son buenas : la conjugaci6n rrec-
tangular? pierde su importancia,
ya que el rey negro se encuentra
en una fila desventajasa (le es-
torba su propio
pl s : 3. R6A, RS
S, R6D y ganan). Des u& de 3.
R6C cabe jugar 3..* LT (3
R5C; 4. RBA!. R6A; J. R5R) ; 4:
R X ! (es indispensable tomar Xa
ici& en la fila rincipal), y
a ora o bien Q... Og. 8 &; 5. R4A,
R4C; 6. RSA!; b 4... RST; 5.
R6A ! y ganan. De ahf s deduce
que 3. R6A es mejor que J. R6C,
sin necesrdad de rnanio-
ras superfluas, lleva ms directa- iF que,
mente al rey al objetivo: la con-
quista de las casillas criticas.
185a. Dedrle, 192 t . Blancas :
RTCR, P2CD, PSD. Negras:
R2AD, PSGD. Las negras hacen
tablas. BT. rey negro se ei3cuentx-a
en posici6n desventajosa, pero
tambih el rey blarico est; 'lejos;
l... R3Ai; 2, R6C (2. R6A, R3D
o R3C) ; 2. .. R4A ; 3. RSC, R5D
(5C) ; tablas. Si 1.. . R3D (3C) ?,
entonces 2. R6A, R4D f4C) ; 3.
H A , R5D (5C) ; 4. R6R ! y ganan.
1858. Mandler, 1929. Blancas :
R5TR, P4AD, P4R. Negras : R2
TD, P3D. Ganan blancas : 1. R6C,
R3T; 2. R'IC!, R2T; 3. R8C!,
R1T (la tbctica de attaeeibxl del
rey negro a Ia fila 8 resulta tu-
cesta para las ne ras, y, adems,
e1 rey se aleja f ir SU H n j ; 4.
P5AI (esta caznbimein es p i -
ble d o es el caso de que el peBn
del enemigo esth poco avanzado) ;
4. .* P x f (el rey aepo no puede
jugar 2A); 5. P5R y ganan.
1 8 5 ~ Herberg, 1936. BXanas:
R3CD, P3R. Negras: R5TR,
P4D, PPAR. Tablas. Nss encon-
3, PEONES AfSL
Los p n e s dobladas, natural-
mente, son mucho mas d&~He?s
que los ligados o aislados,
seria errbneo exagerar su deblli-
dad, pues a veces s61o es aparen-
te, Zfi 193L), Grigbriev escrhist :
r b s pones doblados, itrclaso ais-
lados, suponen a vees u-a
fue-. En todo caso, mayor pE
que se suele pensar. Pueden pri-
var al contrario de importantes
casaas y significar tiempos de
reserva., . Jncluso en aparietlcia
impotentes, encierran muchas por
sibzlidades de victoria^ .
Las finales de peones doblados
contra un pe6n ftlemn durante
mucho tiempo una *mancha blan-
ca# en fa teoria de los finales. &os
numerasos anlisis hechos
Gfig6rjev en tWf, 5932 y 1 r" ,73
seataron la base del estudio de
CIIWE~ final.
131 car4ct;er de estos fitiles cam-
bia, camo es lglco, segn la dife..
rente estructura de los peones;
tos peones pueden ser pasados, o,
si no la san, hallarse en la misma
colamna pue e l p contrario o
en la vec Da. 2' as esas pei-uia-
ridades de la estructura de pmnes
la examinaremos aisf aclama W.
Los casm en que todas tos PGO-
WS son pasatbs se prestan menos
a una a reciaci6n general, ya que
se pue c f e producir fcilmente un
final de rdama y 1.611 contra
damas. Pero si la partida se re-
suelve desde el principio hasta el
tramar, con una forma distinta de
la posieibn anterior ; 1. R2-?S. ! [no
1, R4CTj E3C y no t . EC, RBT;
2. R3C, R7T; 3. m, R8T; 4.
RIC, P5D 6 4. R3C, R8C; 5. R33,
R&A y ganan) ; 1. .. R5C; 2, RSD!,
R6T ; 3, R3Dv R7C (3 ... R6C; 4.
R3A) ; 4, R2111, RST; 5. Rl D! ,
RFSC; 8. RIA, P5D; 7. RSD y
b b k .
ADOS DOBLADOS
final s61o c m peones, se mani-
fiestan, casi siempre, M pwrculia-
ridades mfts tipicas de los peones
doblados, es decir, los tiempos de
reserva y la inaccesibilidad de lar,
casillw pr a el ataque Idteral del
rey adversario.
Este ejemplo ilustra la autadtr
fmsa de los peones doblados: 5.
P5T. R4A ; 2, P4T, R3D: 3. R$D,
lb, Grigbriev, 1935. (ProMe-
rna dldic'tico) . Blancas : R 1 CR,
PZCR, P3CR. Negras: R4CD,
P6R. Ganan blancas. &o correcto
es 1. RIA!, R5-4; 2. R2Rv R5D;
3. P4C, R5R; 4. .3C, etc., (913 y
IZO), pero no t . Y4@?, R_tiA; 2,
Rl A, RfiD!; 3. RIR, N5R; 4
p3Cl R4R ; 5. R2R, R5R! ; 6. RA
(calculando que 6..- RGD ? ; 7. RfR
y ganan) ; 6... R4R; 7. KIR, R3A
y tablas.
lMb. Grigriev, f 9%. Blancas :
RtADp P5R. Negras: R3CD,
"PQAIU, P2AD. Tablas, La idea de
la defensa csrsiste en imponer a
los peones negros el amnrre hwb
3A 5; 4A i47).
i . R2D!, R3A! ; 2. R3R, R4D;
3. R4.4, R3R (a las nenas les
conviene ahora o a la tima ju-
gada pasar a un final 3 e dama,
con J... PSA; 4. B5A, PfbA; 5.
P6R, R3D ; 6. R6A, P7A ; 7. f 7R,
P$A==D; 8. P$R=IB, D5A-t.; 9.
R$C, D4R, etctera, ya que el
final de peones da perspectiva
alguna de victoria) ; 4, R4R, F3A ;
5. R4A. P5.4 ; 6. R4R, P4A ; 7.
R4A, Y6A (7 ... R4D !) ; 8. Rn,
P5-4; 9, R2R, Kx P ; 10, Rl D!
(no LO. R3R ?, R4D o R4A ; 11.
RZR, R5R y ganan) ; 10 ... R5R ;
11 R2A, R5D; 12. RIA!, tablas.
186~. A. 'Jotava, 1937. Blancas :
RSTD, P4AD, P2R, P4R. Negms:
EPGTD, P2D ; ganan blancsts. La
soluci0n est inspirada en la idea
de Grigriev ( 186) : 1. P5A, R5C ;
2. P6A, PxP; 3. P5R, R4A; 4.
P4R, ctc. No basta 1, RTC, R5C;
2, R7A, R x P y tablas (INJb),
La I~xc'ha en el ejemplo 887 es
algo cumplicada. No se gana con
t . R5A, R2C; 2. P3C, R3T ( 6 2, .
Y4D) ; 3. P4C, RLC; 4, R5@, P4D ;
5. R5A, P5D y tablas.
Las blancas deben obligar a las
negras a mover el po n 2D, a fin
de cambiar el pe6n 6C. Pero, a.1
mismo tiempo, no dekxm nruves el
2, P7C+, RIC; 3. IRIIC, P4D; 4.
R5A.
Despues de 1,. . P3D ! sdn flojas
Xas cont in u acioraes :
Q) 2. P7C ?, Tj4D ; 3. RSC, R x P ;
4. R5A, R S ! ;
Zr) 2. P3C 'i, YlPO ; 3. R5C, R2C ;
4. K5A, QYD; 5+ RxP, RxP; 6.
R4A, R3A ;
c) 2. R ~ C 7, R2C (las blancas
esthn en zugmvang) ; 3. R5T (6
3. P3C, P4D) ; 3,.. P4n; 4. RSC,
P5D y tablas.
Bmpi an a utilizar el (rtrX&n-
galo.. En caso de 2.. , R2C ; 3. R5V
son las negras quienes cn;tar&rr eit
zugzwang..
La eontinuatliQn es sencilla : 2.. .
RIT; 3. R4C, R1C; 4. W497, RfT;
S. RST, RIC; 8. R6T y ganan,
mmo en lar;; observaciones a la
primera ju paa*
Para fina mar damas UZ ejemplo
de xey ahogado, que cmstifuyO
Icr base de una. serie de ~ T O ~ ~ I S .
2C, Y; qe teniendo'o en
lwaa Tomado de un partido
seria imposible dominar sus casi-
prhctico, 192?. Blancas: RTAR,
Zlas criticas. P5TR, POTR. Nenas : RITR,
1. RCTT! P3D ! P4CR, tablas. 1. ~ 1 6 ~ !, P5C; 2.
R8C, P6C ; 3. P?T, P7C ; 4. R6T,
Sin I~icha pierde I .-. P4D ? ; S. BESC=12 D a T y rey abogado, (Va-
R5C, R2C; 3. R5.A 6 l . . . RIT?; sse208, c, d ) .
Peones en columeias vecinas
Esta estrueturri es, naturalmen-
te, ms favorable para los peones
doblados, ya qae la parte m b
ede tener posibilidadm
de c m ga iar uno de los peones do-
blados y ganar con ayrrda del
otro, Por eso fo mejor es colocar
el ley en la columna del pen
adversario, a fin de ocupar la ca-
silla bloqueadora. En este sentido,
existe cierta semejanza entre esta
clase de finales y los del apartado
anterior (peones aislados sin ~ 6 2 1
pasado).
&a dficulbd mayor para gabar
es habitualmente, la gran vulrie-
rabilidad de los peones doblados
ante un ataque del rey adversario
por la retaguardia.
del caballo) ; f .. . R2A ; 2. RSC,
R2D ; 3. R4C 1 , R3A (la casilla
SC !) ; 4, R4As R2D ; 5. Re, R2A
y aham decide el tiempo de re-
serva 6. P4A (7. R6C ; 8. P6A).
188r. Gri riev, 1935, Blancas :
R2D, P3A!!, P4AD. Negras:
RlTa), P3CD. Ganan blancas : 1-
RSA!, R2C; 2. R3C, R2A; 3.
R4T !, R3A ; 4. R4C y ganan,
1 Blancas: R'IAD, P2W,
P4R. Negras: RSAD, 922) (vease
12%~) ; las blancas no ueden ga-
nar: 1, f3R, R6D ; 2. ! 5R, R5R ;
3. R6P1 R4A; 4. R5D, R5@! (la
posicin tebrica es de Gfigrlev ;
veansc sus indicacimes en el 1881,
tablas.
188~. Krum, 1913. Bl a~cas:
RdAD, P4R, PCiR. Negras: RIAR,
P2AR ; ganan blancas : 1. P6R ?,
PxP (6 l . . . P3A; 2. RSA) ; 2.
P5R! y ganan (5%).
IBQ
Ea este ejemplo la jugada pri-
mera no conduce al objetivo : 1.
R2D 3, R2-4 ; 2. R3D, R2D! (no
2.. . R3A ? ; 3. R4A) ; '3. R4D,
R2A; 4. R4A (4. R5D, R23D); 4...
R3A ; S. R4C, P3C y tablas. Tiene
iaterh la Indicac6n de Grig6riev
de que en vez de 5.,. P3C, se coa-
siguen t ar nbi h tablas con 5.. .
R4D ; 6. R5C, R5R f l (esta posi-
d6in de tablas tiene importancia
para la teoahf .
Lo rzorrecto es 1- R2A ! (es el
cnlino mas corto a la columna
Es muy aleccionadora la partida
de este ejemplo.
Para hacer tablas, es lo misma
jugar 3. P4C, R7C; 4. PK, P x Y ;
5. PSC, R6T!, que 3. R5A, X6C;
1. R6A, R5A ! ; 5. P3C-5, R5C.
Es una jugada abligada por la
amenaza de 4. R6A, pero ahora
las blancas ponen al adversario
en situacin de z u p a n g , alcan-
zando un efecto inesperado.
El rey negro esb en 3a reta-
gtiardia de los peones y ocasiona
r ello bastanta molestias; las
Kncas io desplazan a m a p i -
cin ms cbrnoda pr a ellas.
y las blancas ganan, lo mismo que
en el 188 ( v b e al),
El zur
ang que constituye la
base de 189, recibe una explica-
cibu complernentafia ea los ejem-
plos relativamente sencillos, 180
y 19 1, que puedem ser considera*
dos como auxiliares para psicio-
nes miis diff ciles resentadas en
los nmeros 192 y "P 93,
En e1 ejemplo 1^WI no gana 1.
R5A?, por l . . . R6A; 2? RgC,
R6C ; 3. P5T, R5T 6 1. P5T ?, R6A ;
2. R5A (2. RfdR, RSA!) ; 2. . Re,
3. RGC, R5T, que nos lleva af mis-
Ind final, ya que las blancas se
encuentran eu zumang. Pero si
que gugor aho-
llegar a
6;C no en dos jugadas, slas ea tres :
t. R6R1, 'StSA; 2. R7A, R6C; 3.
P5T, R5T; 4, R6C, y ahora son
las negras quienes est6.n en zug-
zwang.
1 *a. Teminaciccin del roblema,
1913. Blaacas : R5R, ~ 4 & , P5TR.
Negma: R6AR, P2CR. Ganan
blancas: 1. R5A (no l . P6T?,
PxP; 2, R5A, P4TI; 3, RSC,
R5R ; 4. R x P, R4A g tablas) ;
l... R6C; 2. P6TI, Px P; 3. P5T
y ganan.
1Wb. Jandex~Pfokesv, p ~ ~ ~ .
1928. Blancas : R4AR, P4
P1CR. Ne as: RSAD, P~TD:
P5TR. P~TF*. Salen las blancas,
que pierden despub de l . R4R,
R5C; 2. R4D, RxP; 3. R4A,
P6T (tambin gma 3... R6T; 4.
R3A, P5T) ; 4. P x f, P5T, etc.
MBs Ulteds ofrece la d a n t e 1,
RSC, PgT! (&&a) ; 2. PxP,
R5C ; 3. R x P, R x P y gatian,
19go, Moravietc, 1938. Blttncas :
R6R, P2CD, P4TR, F5TR. Ne-
: RBCD, P5AD, P2CR. 'Ganan
g c a s : 1. R5D, R5CI; 2. R6A,
R5T ; 3. R5A, R6C ; 4. RSC, P6A ! ;
S. PxP, Rx P; 6. R5A, R6D; 7.
RSD, R6R ; 8. R5R, R6A; 6). RSA,
R W ; 10. FWl, PxP; 11. P5T y
ganan.
De otro modo se consigue ganar
en el ejem lo MI . Dc s p b de 1.
R5A !, ~ 7 8 ; 2. PJT, R$T, - 1@
blanca?; en vez de 3,
R6C? (por
3 . . R5C.I) jtxegan primero 3.
R5C I , para obligar al rey rilegro a
un ret raso fatal.
En el ejemplo 192 es intitil 1.
R5C ?, R6A ; 2. P4T, R7C; 3. P 5T,
R6T 6 1. R4C 3, R7A; 2, P4T,
R7C ; 3. P3T, P3C.
GrigMev rechazaba el intento
de ataque or la retaguardia 1 ..,
RSA con f a siguiente combina-
ci6n : 2, P#T, P3C (o, de otro mo-
t92 tu3
do, 3, P5T y P4T) ; 3. R4A (pera
no R4C! para evitar el jaque
en la cuarta jugada) ; 3.+. R7@ ; B.
P5T ! , P x P ; 5. P4T y ganan, Gri-
griev ha iridicado que en esta
posicibn, desplazada a la columna
de la izquierda, la combitracin
ierdc (en vista de 5...
5 R6C; 6. 5A, RJT) ; de ahi de-
duce que la posicibn del problema
no pitede ser desplazada, es decir,
que en ese caso las blancas no
pueden ganar.
Sin embargo, despus de 1 ...
R8A; 2. P4T, P3C, se puede ganar
sin necesidad de la eornbtnacin,
jugando : 3. P3T y si 3... R8C,
sigue 4. f5T, P x P; 5. P4T y si
S... R7R, entonces 4. R4A, R7A ;
5. P5T, P x P ; 45. P4T y en ambos
casas las negras no pueden rodear
por la izquerda (lo mismo que
en el S). Esta solucila es gene-
m, es decir, la que proporciona
la victoria en todas las columnas,
y la combinad6n es una eeccp-
c i h , posible tan s610 cuando hay
peones de torre.
Despub de I ... RBR, tambin
es fcsl ganar: 2. P4T, R5R; 3.
KQC, R4R; 4. R5C, R5K; 5. F5T!,
R6A ; 6. RSA! y ganan (191).
En el ejemplo 193 no se cuhci-
gue el objetivo con 1, BCiA 'F, P4T ;
2. R5C, PlriT; 3. RST, P3T ni cota
2. Rf)A?, RSA; (191). hacen
tablas slo con 1. R5D I ; or ejem-
plo: l . . . R5C (6 l . ** %x P ; 2.
R4A, RBT, 3. R3h; 6 l . . . 14T;
2. R5A); 2. W6A, P4T; 3. RPrC,
V5T ; 4. R6T y tablas.
193a. Flohr-Ra ozin, MoscU,
1936. Blancas: fi GAR, P2CR,
P4CR. Negaras : R4D, F2TR. Las
negras se han defendida con t oda
correccin: 1 . . R5R; 2. RSL,
KGR; 3. RFiT, R5A; 4. PSC, R4A ;
5. M5T, R5-4; 6. R4T, R6R; T .
R3C, RSR; 8. R4C, R6R; 9.
RSA, R7A; 10. R6A, R6C; 11.
R?C, X5C; 12. RtIT, R5T, tablas.
193b, Ebersz, 1942. Blancas :
5 PXD, P3CD. Negras:
R4R, P2AD. Ganan blancas. X o
basta 1. RGT? 6 1. R4C? por f . . .
RSD ! ; 2. R5C, R6D lo mismo que
1. P4C ?, R.53); 2. R5C, R6D. Lo
conecto es 1. RZjCI, R4D ( 1 ...
R5D ; 2. R6A) ; 2. P46, P3A + (es
tarde ya para 2.. R5D ; 3. R6A,
R6D por 4. R51)!; 191) ; 3. RST!
ama. (3 ... R5A; 4. R4T y 5 .
u!> ; serian tablas si 3. R4T ?,
R5A ; 4. R3T, R6D ! (4.. . R4D ? ; 5.
R3C, R5D; 6. P5C) ; 5. R3C,
K7D !, etc.
1 9 3 ~ Ebcrsz, 1942. Blancas :
RXD, PISAR, PSAR. Negras:
R8CD, PSCR. Ganan blancas : 1,
RX, R8A ; 2. R3A, RSD ; 3. RSD,
R8R ; 4. R3R, R8A ; 5. R3A, REIC;
6. P6A, P x P ; 7. PSA, R7T ; 8. R4R
y ganan. No se debe de golpe:
1. PGA?, PxP; 2. R36,
R8A hasta b s... RBAR ; $k&;
F4A ! y tablas.
La estructura de tpeones en co-
l umna~ permite hacer un juego
mQs variada uc el que acabamos
IB, de analizar.
rger, que na daba
1x16s que un ejemplo sobre ese te-
ma, u, ade~r~s, poco tpico ( 194) ,
$apoda que la paste ms fuerte
ana slo por excepcibn, sin ern-
&a,, 10% anlisis de GrigGriev
han demostrado que, incluso si
son excepciuzles, no son pocas y
ztczba uno por no saber si IaS ex-
cepciones son regla en esa clase
de finales.
Las probabilidades de anar de-
penden exclusivamente f e la p a
$ibilidad de capturaw e1 p6n ad-
~ersario. Por eso tiene importan-
cia el grado de proximidad de las
paec (tiempos de reserva) y la
posicin que ocupan los reyes.
Ea los finales con peones bls-
aueados predomina la idea del
bdeo por los flancos; la lucha por
el dominio de las casillas criticas
recuerda en mucho los finales de
cr>en contra pebn~. Si no hay
peones bloqueados, uno de 10s
medios ms eficaces de defensa
,S el ataque eir la retaguardia
(igual que en f 0s casos de peones
en cdumnas vecinas), cjue da lii-
gar a, numerosas posaclones de
zugzwang. &tos finales son mu-
cho mas complicados, pues al
mover cualquier pe6~ cambia el
sistema de las casillas criticas ;
los finales del rixnex tipo ( c m
B peones bloquea as) existen en
dlos como una wibilidad pu-
tencial.
Las probabilidades de las blan-
cas estan en el flanco del rey (in-
vasin de la easilla 6T). Las
blancas nada puedea coaseguir
por la iqulerda del pe6n 3A, si
el rey ne TU se encuentra en la
B misma co umna que su pen (en
la r
ici6n, por ejemplo, de RBD-
R3 , las negras tienen la jugada
R3*4, que acaba coa todos los
tiempos de reserva de las blancas ;
en la p-ici6n R5D-R2D, lo deci-
sivo es el juego del pe6a c2A).
Entre la casilla 5T y el rey
blanco median s61o dos jugadas ;
en cambio, del rey negro a ZcR
hay cuatro ; la linica alvaclbn de
las negras es contratacar el p&n
5A.
Si son mano, las blancas co
ganan ; por ejemplo: 1. R4C,
RSR!; 2. P3A+, R4R! 6 2. P4A,
R6R ! ; si l . R3C, entonces 1 . . .
R4R ! ; 2. RBC, R5R ; si l . P3A,
entonces l . . . R3D !, y nada se con-
sigue can 2. R4C, R4R!, ni 2.
R3C, H2R ! (como las blancas han
perdido tiempos, el rey negro
pudo acercarse a la casilla 742) ;
a. R4T, R2A; 4. R4C, RfA (con
una casilla de reserva, las negras
defienden victoriosamente ambos
flancos ; dase 1 Ma) ; 5. R5T,
R2C.
Pero si las negras tienen la sa-
lida, est h perdidas : 1 . . . R5D (a
i ... R3D decide en el acto 2. R4C,
R4W; 3. P3A) ; 2. P3A!, R4D; 3.
R3C!, R3D; 4. R4'3'!, R4R; 5.
R4C y 6. R5T.
Por una simple caauaiidad Ba
posicibn 194 fue fa base de un
rablema de Biaachetti (1924) y
$e Grigriev. La posici6n de los
reyes en el de Bianchetti era:
R I D-R2CD ; la primera parte del
jiiego se reducfa a aproximar los
reyes : 1. R2R, R3A ; 2, R3A,
R4D ; 3. R4A (no sirve, eviden-
temente, 3. R4C?, RSR). En el.
problema de Chigriev, la situa-
cin de los reyes, R4R-R3AD,
creaba una posicis ms compli-
cada, ya que 2latiteaba la urgen-
te necesidad de lograr la conjuga-
c16n decisiva : 1. R3A!, R4D ; 2.
R4A! (Grigbriev indicaba que s
l rey nc o estuviese en 3D 6
4AD, las lancas no podrian ga-
rrar.)
r
1941. Gri briev, 19%. Blancas :
RIAR, P~ XR, BAR. Negras:
R4D, P2AR. Ganan blancas; l .
RSA!, R3D (6 l . . . R5D; 2, P4A,
R4D ; 3. R4C 1) ; 2. P4A, R2D ; 3.
R4C, RIR; 4. RST!, RIA; 5. R5C.
Por no tener: un escaque de reser-
va, las negras pierden : 5... R1R ;
6. R6T; 5. . RIC; 6. R5A, Rl A;
7. RSR, Rl R; 8. R6D, Rl D; 9.
PSA 6 e... R2T; 7. R4R, R3T ;
8. R5D, R3C; 9. RSR y 10. R6D.
(Si esta posicin se desplaza a la
izquierda, se gana m6s f hcilmente,
pero si se coloca mtrs abajo a a la
derecha, no se gana.)
194b. Horwitz y Klin 1851.
Blancas: R3D, P4D, P5 3 Ne-
gras : RID, P2D. Ganan las blan-
cas si son mano. Las negras, te-
niendo la salida, hacen tablas ju-
gando 1 .. . P3D ! y conservando la
opasici6n en las columnas princi-
pales (15). Las blancas ganan
con la jugada 1 . P6D!, R1R; 2.
R4A fe1 camino ms corto hacia
la casilla m), p r o tarnbi6n gana
2. R4R, R1A; 3. R5D, RZA; 4.
R4A !, etc.
E1 resultado no se modifica si
la posicibn se traslada abajo, pero
las blancas pueden ganar, en caso
de ser mano, slo en las colum-
las centrales ; de otro modo no se
consigue el rodea.
Lo mismo ocurre en la posicin
siguiente :
1 9 4 ~ ~ Yrukop, 1925. Blancas :
R2AD, P5R, P6R, Negras : Rl R,
PSR. Ganan blancas. 1 . R3D,
RI D; 2. R4R! (2, R4D 7 o R322?,
K2A!, tablas) ; 2... RIR; 3. R3R!,
Rl D; 4. R4A 6 3... Rl A; 4. &4D
y ganan.
Las posiciones siguientes ifus-
han el ataque ~>or la retaguardia
del rey de la parte m& dbil a
unos pones doblados.
En el ejemplo 195, Gr i we v
acorta la solucin (RSR)7A-
(R3D)4R. Despus de 1. R6C (no
1. RxP?, R4A), fa posicin se
simplifica. Es inUtil para las ne-
gras l . . . R3R; '2. P4C, R4R; 2.
P3C y 4. Rx P, Por eso l . . . R5R;
2. P4C, R5A (2 ... R4R ; 3. P3C ;
2.. . R6R ; 3. R5A ! y el pen puede
avanzar hasta 6C) ; 3. P5C ! , R5C ;
Despu s de 3. P5C la posicin 4* P3C P ganan*
es de zugzwang recproco. Si en
seme jante situacin tuviesen que
ju ar las blancas, habran sido
ta f las : l . P3C+, R5C 6 1. R5T,
R6C (no l . . . R4A3, P X) ; 2.
P6C, R5A; 3. P4C, R4R.
Pero si desplazamos esta posi-
ci6n a la columna del alfil (196),
las blancas no estarn en zug-
zwang. La penetracin pxematura
del rey en 6A se corrige fhcilmen-
te: 1. RCIC!, R4D ( 1 ... R6A; 2..
P6A y 3. R6T) ; 2. P6A!, R4R;
J. P3A !, R3R ; 4. P4A y ganan.
En este ejemplo el rey blanco
no consigue llegar a la esquiba
ITD, que le habria asegurado las
tablas. La Unica posibilidad radica
en el ataque ar la retaguardia
de los peones &blados, pero para
canseguirlo es preciso sacas ven-
bja de las posiciones de zug-
mang que caracteriza el ejem-
plo 195.
. Esta jugada parece la indicada,
p r o es mejor la 1 ... R5T, que
analizamos ms adelante.
si' 2.. . R5A, entonces 3. R2D !,
R6C ; 4. R1A ! (pero no 4. R3D ?,
Y4C1 5. R4D, P3C); 4.. R7T. 5.
R2A, P4C (para ganar hara fa'lts
la jiigada P5C ; 6. R3-4 y tablas.
La jugada 2... R5T tiene el ca-
dctex de una celada, pero 3. R2D
3. R3D consiguen tablas ; pierde
3. R4D? por s... RM- (195).
si lo comparamos con el 195, fa
pi ci i i de zugzwang parece vuel-
ta del revs; es mano la parte
ms fuerte, en vez de la dhbil,
cosa que asegura el recultada nu-
10: 3. . . P4C ( a 3... R5C, cabe 4.
RSD y 4. R3D) la esquina lT!;
4. R5D 1 (no 4. RSA ?, P5C) ; 4...
B C ; 5. R5.4!, P3C. r; 6. R5C
4.. . P3C ; 5. K6A ! 4.,. R5C ; 5,
R4D!, P3C; 6. R5D, etc.
La stuacibn, des us de Xa ter-
cera jugada de las % lamas, viene
a ser un curioso paralelo del f 93,
donde los pon- doblados se en-
cuentran en la columna de la
torre.
En respues@ a t . R2A, es^ ms
vigorasa la rbplica 1 .,. R5T (a
fin de ue el rey ao estorbe el
avance %el pen) :
Las blancas deben ser ahora
muy precavidas. San igualmente
malas: 3, R2D?, R6C!; 4. RIA,
R7T ; 5, R2A, P5C !, que 3. R3D ?,
R6C ! ; 4. R4D, P3@, que 3, R4D 1,
R5C!; 4. RSD, RGC!, 5. R6D (5.
RSA, P5C); 5... RSAf; 8. R7A,
P5C y ganan.
A 3. . . P4C se puede responder
con 4. RSD y 4. R4D, y si 3...
P3C 6 3... R6C, entonces 4. RSD !
4. R4D!
A 4. ". P3C 6 4... R6C, sigue 5.
R5D y tablas.
197a, Gri brlev, 1935. Blancas :
% R5R, P2C . Negras : RSTD,
P4CD, P2CD, tablas. Se trata de
la primera versin simplificada
del problema anterior, pero se dis-
tingue por una irrtroducci6n ibte-
resante: 1 . R6D!, R6C; 2. R5D!,
etctera.
X97b. Gri riev, 1935. Blancas:
5 RITR, P2 R, PSCR. Negras:
RXD, P3CR. Ganan blancas
Con un pe6n en 2C (en vez de
3C) las negras, sin moverlo, se
haran fuertes en la esquina 1TR.
En este caso las blancas ganan,
pero las negras replican con un
movimiento irnpettzoso, por la
diagonal 6C-2A, al avance de las
blancas por la columna de torre.
Es preciso, aunque sea con #ir-
dida de tiempos, acercar el rey
para lmd>ed
ir trnnbf4n el mov-
miento el rey nieso : 1, R1C !,
R4A; 2. RZA, RSD ; 3. R3A, R4R;
fb 3.. . K6D i); 4, R4A ! ; y 5. P4C) ;
4, R4C, R3A ; S. R4A P4G -t. f de
otro modo, 6. R5C) ; 6. R4R, R3R ;
i . P4C y ganan.
El ejemplo 197 pla~ttea fa neee-
sidad de analizar detalladamente
lo&; casos de crratlda los reyes se
encuentran delante de XM peones
s al lado de ellos,
Las pwieiones de los ejemplos
198 y 89Y son una ilastracn au-
xiliar de aIgnrna de 1m vafia1taxs
de los problemas de Grig6riev que
~prduci ui os m& abajo (193f,
peras nl misma tiempo tienen su
propia imporkneia terica, Estan-
do tos poses en las cd-umnac
cegtraleis, lag blancas ganan.
En el 198 {el rey neuo prierle
estar tambikn em 2R), las aegras
deben estiir en condiciones dc res-
ponder con R3C, a R4T.
El fey negro debe mantenerse
a la izqsiertb del blanco, ya que
si ocupa la casilla 3T, el rey blan-
co se apodera de 4D (las negras no
alcanzan a replicar ccfn R4D a
R3R). La defensa de 111s negra es
198
sencilla, pues a R3G pueden res-
ponder can R3-4 6 ZA ; si el rey
bhanzco estA en 3T, el negra ptnede
ocupar SA, 2A y 2C. %gGn Grg6-
+w, las negras; tienen rexrie;-o de
casillas eomrqrdgadasa. Lo mismo
ocurre en el centro. Por ejemplo:
1% R3A, R4D ; 2. R3R ; parece que
es una p c i 6n de x u p a n g pa-
ra tas negras, peso cabe ~J.I ar
2.., RSA y 2.. R4-4, ya que d es-
u& de 3, R3A, R4D t, a la 4,
! k3~, sigue 4... W5R (6 4. R2C,
R3R).
Se mlap~nde que las aegsas
no lnabriarm conseguido detender
lw casillas criticas si la posi46n
estuviese en las d u mmc cen-
t r a l ~ .
199
Las blancas no pueden ganar,
si son mano, debido a. que los
i"
snes se enciaentxctr en la tia-
unana de ;hKI y no en la central.
La tentativa f . P5A+, R3D,
xlas lleva xi i idamente al 194 ; par
ejemplo: 2- % 4.D (2, R4A, R4D) ;
2.". R3A; 3. R3R, R4A (6 3...
R3D; 4. R4k, R4A) g 4. R3A,
KJD I ; 5. R4A, R4D y tablas,
Nada se cormsigue con a otra
variaate: 1. R4D, R3D (no 1 -.
R4A?; 2. R3R, R3R; 3. R4R y
les t wa salir n las negras) ; 2.
R3R (6 2, R3D, R4D; 3. R3R,
P4A!) ; 2.,. R4D (es err6neo 2..
R2R?; 3. 313A!, R2A; 4. P5A,
R2R ; S. R4 3 ! y nan ; 2W) ; 3.
R3A, F4A! v t a las, lo mismo
qxte en el 198.
i?
Si cn el ejtmplo 199 ceifocairam
rm reyes ea 4CR y XR, las btan-
a s ganan (vase 200).
Si la posicin del ejmpl s 2W
estuviese en la c~fu~nria de cba-
no, no hahrian ganado lar; blan-
m. En la calurrina cr*~traJ, las
bfancas habrhn canado mnsriendo
stl rey bien a l a derecha, bien cs la
izquierda. Pero cn esta situaci6n
d rnovimie~to del rey hacia el
entro 1. K4R nos Ilevri, a tablas,
paes l . . . R3R; 3, PolA, P3A!
( f W) -
ILst jugada comtrta es 1. JR4C
(tambin se gana despus de I ,
R3C), l . . . R3C ; 2, P4A, P3A (2*..
H A + ; 3. K3-4; 2. R3A ; 3. P5A,
R4R ; 4. RSC, R5R; 5. R6A 6 4..
k4B; 5. P6A!; 196); 3. P5-4+,
WA ( 6 s... R3T; 4, P3A y luego
5. R4A) ; Ias blancas ticonen &O-
I% dos caminos para ganar: 4.
R5T, R2C ; 5. P3-4 !, WT ; 6. R4C
6 4. R4A, R2R; 5. R3A r, R2A;
8. R4R ('6 5. .. R3D ; 6. R4C).
Saliendo las negras l . +. 8 3 8 ; 2,
R5C, R4R ; ( 2. . fp3A4- ; 3. R4.A) ;
3, P4A + , R5R ( 5. ., R3R ; 4. P3-4
6 4, P5.4 +) ; 4. 3%-4 y ganan. ea-
nta arriba (tenietado ea cueata ef
m).
2ma. Grigoriev, 1936, Blarrcas :
R2R, P2AR, PSAR. Negras:
RSCR, P324LRw Ganan blancas: t,
P4A 1 (rra t. R3R ?, X4A ; 2, f 4A,
R38: 3. R3A, P4A, f98,6 3, RIlR,
P3A, 199); l . . . R3A; Y. R3A1,
R4A ; 3. R3C ?, R3C; 4. R4@, etc.
2Wb. Gri. $Qriev, 1936, Blancas:
RIAR, P~%R, PIAR. U J. egras :
R2R, PZAR, Gama bl anca: f .
R2G!, R3R ; 2. R3C (ras 2. Pl A 3,
P4A!, .ni tampoco 2. R2m?, R4R! ;
3. R3C, P4A! y tablas) ; 2,,. R4A;
3. P4A y ganas; f . . . P4A; 2.
R3C 43T), R2A ; 3. R4T !, R X ; 4-
P4A y ganan.
Ahora ya no resulta dificil
orientarse en la cormpeja psl ci 6n
dd 241, en Ja que estan incluidas
todas las variantes. Con el rey
blanca en 3T se hadan fdctlxnc~~atcc
tablas CUB R4C QTPBD, P5A) ; pero
si el rey negro esltrvese en 2D,
las blancas babx-4 rclido, ya
que P4A y R3A {
-
La tarea fnndrrmenbl de fr~
blancas, impedir que las negras
doyuen su rey delante de Ios
peones, se conciqe fhcilmente :
t. R3C, R3D; 2. 481, P4A [ju-.
gada obligada) ; 3. RJD! y tablas,
ues 3.,. R4R ; 4, R4A, R3D ; 5.
f;3D 6 3..+ RJA; 4. P4A (l98), 6
3.., R4D; 4. P3A, -te- fdc)c))*
DOS PEONES CONTRA DOS PEONES
En lbs finales qae hemos estudiado hasb ahora (con nmero
mf i mo de pmms). h elepbsicibn era, dentro de lo posible, exhaustiva,
artlr de esta parte ya no nos planteamos semejante ob'etivu.
I !znGL en cwnta9 s1r.i embargo, la posicih intermedia de loc inalec
de #dos peones contra dos peones., hacemos de ellos un anlisis ms
deMUado que de los finales siguientes de crtres pones contra dos y
treSEem%to del nGmero de peones no cambia, claro est, los prin-
cipios fundamentales del juego. Muchas de las ideas ya expuestas
vuel~on a aparecer de nuevo en, esos finales, ea una orpuestar'ia
ms amplia, por decirlo asf. Pacr, d mismo tiempo? el aumento del
material impone que se amplfe el cfrctuio de ideas estraSgIcm y tbc-
tiras. incluso de ideas que no pdi an haberse expuesto con menos
material, f i ~al es de dao y tres p n e s tiaen sus pw1t3taridades
especificas propias, y par ello los vamos a estudiar par se
El propsito de sistematizar detalladamente el materia P""" segiin su
estructura de peones tropieza en finales de rdm peones contra dos
unes, (sin haCIZzjls ya de las sigalente) con dificultades. considera-
Eesl debido a la multifonnidad de esas estructuras. Por ello los autores
de Xxbros sobre finales no b n hecho, has& fa fecha, rziagu~a sistema-
tizazii611, IinritAndose, en cf mejor de los cartas, a destacar las finales
de ones pasados.
indudable que la existencia o la falta de peones pasados da un
carktes mdicalmente distinto a Iss finales que estudiamos, y por eco
los bemas dividido ea dos grupos fundamentales. Pero como esta no
nos parece suficiente, henios subdividido cada uno de grupos
lundarnentalw en partes complementarias, precisas para destacar mejor
los tipos de finales qne posean sus propias caractedsticas.
Estas subdivisiones son las siguientes: a) peones ligados contra
peones ligados ; b)peones li ados contra peones aislados ; c) peanec
d arslados contra peones aisla os (incluidos los doblados),
f . FINALES CON PEQX ES PASADOS
Es conveniente subdividir estos finales en dos grupos : a) finales
con dos peones pasados, y b) tinales c m un pen pasado.
a) Dos peanes pesados
Si en el final de adm peones
contra dos peonesr, rrna de lac
artes posee das peones pasados,
Pa otra parte, cano es natural,
tambin tiene
Estos peones
o aslados,
estar en diversas posiciones. Por
lo tanto, se podrn hacer deduc-
ciones generales ~610 en finales
reducidos a grupos todava ms
ixstringidos. La px&&ca ha de-
mostrado, por ejemplo, que luc,
peones laterales y aislados tienen,
en la mayora de los casos, ven-
tajas sobre los peones entrales y
ligados.
La enorme variedad de casos
particulares nos obliga a pasar a
los ejemplos concreto$, distribu-
dos segiin el sistema amba indi-
cado.
En el ejemplo S2' (Fine, 1941 ),
el rey blanco presta un gran apo-
yo a sus peones. El pen ne ro
ZT necesita hacer cinco jaga f as
para convertirse en. dama, pero
apenas haga tres o cuatro jugg-
das, las blancas, ganando tiempos
gracias a los jaques, bien corona-
rn ef suyo, bien darn mate (74).
I as blancas, desde la fila. 4, nece-
sitan seis jugadas por lo mehos
(y nueve desde la 3) para hacer
dama. Por consiguiente, en yo-
seiones analogac se puede ganar
solo s i los pones rspim no estan
por debajo de la f ila 4, si el rey
est bien situado o si hay posibi-
lidades de impedir et avance de
los peones adversaria.
282aa. Horwitz, 1879. Blancas :
RWR, P4D, P5R. Ne ras: R4CR,
P4AR, PXR. Ganan % lancas (son
mano las negras) : f .,, R3T (1,. .
P5A ; 2. P5D, R4A; 3. P6D y ga-
nan) ; 2. R4A (O primero P5D) ;
2,., R2C; 3. R5C, RZA; 4. P5D,
R2R; 4. P6R, R3D ; 6. R6A y
ganarr.
2433
En este roblerna clhsco del
compositor f ethn, fa diEXculbd de
la solucin se debe a la situlrribn
del rey negro en 2A. Si el rey
negro estuvtee ea IR, se pnatisr
jugando R5R, con amenaza de
pasar a GR, Esta amen$= cons-
tituye la base de la posicin 2&.
Con el re negro en IR, el rey
blanco &ia pasar a la fila quin-
ta, sin hacer c m del avance del
pe6n 5D.
La jugada h n t a l de 1. R4R?
noc Uevaria a. tablas : 1 .. . P4A ; 2.
RaD, R1R; 3. R4A, R2A; las
blancas no pueden p a r t i e mp ~ .
Lo correcto es t. R3A !, P3A ; 2.
R4A !, B4A, y ahora las blancas
mueven su rey a 3AD en un n&-
mero impar de jugadas : 3. R48,
RIR; 4. RSD (se puede tambie391n
RSD), 4... R2D; 5. RQA, RIR; 6.
Rx P! , P6D; 7. R6D, N A ; 8.
R7D y ganan (veasse 3%).
283a. Lraskr, 1895. BZahcas :
R3AW, P6R, P6AW, Negras : RIR,
P2AD, PCiD. Ganan blancas.
($jemplo hfidhet;ico tomado del
libro rE1 sentida comn en el aje-
drez~, que paohndiza considera-
blemente el problema de Betinsh).
1. R4A!, , R1A; 2. R4R, P4A; 3.
R3D, R1R ; 4. Pl R! y @%as. Algo
m4.s e7ega;eite es la solucibn es-
tando el rey blanco en 4AR, cr sa-
ber : l . R3A ! ; Biarschetti (1925)
sefia16 erxhnearnetltei q f . mR!,
RYA; 2. R ~ A D , etc. A l . P7R?
no s debe replicar 1. .. R2-4 ?,
sino l . . . P4A! y tablas. La ju-
gada P7R (toma de la casilla con-
ugada decisiva) se dehe hacer S&-
{o cuando se alcance la posicin
R3D-R1R (154).
2@3b, Blancas: RZD, PTAD,
P6D. Negras : R2D, PSR, P2AR.
Ganan blancas. Ea un manual se
daba la siguiente - saluci6n : (i 1,
R3R, P4A; 2. R4D, R'IA; 3. RSA,
3E2D ; 4. RGC y gananB. Sin em-
bargo, en vez de 5.+. R2D ?, lo co-
meto es 3.. . R2C !, despuh de lo
cual se debe seguir 4. R5D !, PGR ;
5. R6R, 'P7R; 6. R7D, P8R=D ;
7. F)8A=D+, R3C; S. D6A+, 9.
D5A+ y 10. DxP y gana pro-
bablemente.
2gSc. Werbeg, 1935 (segfin Be-
titlsh) . Blancas : R4AR, P7R,
Pt3AR. Negras: RIR, IPSCD,
P2AD. Ganan blancas: 1. RSR,
R2A ; 2. R4D, P3A I ; 3. RCIDI ,
P4A; 4. R4A, R1R; 5. R x P y
ganan.
ZBSd. (Torneo de Barcelona de
1932). Blancas: R4CR, PC?AR,
JYICR. Negras: RAR, P2D,
B5R. Las blmcas acceden a ta-
blas, Ea 1950, D&le indic la
forma de ganar: f . RX! , P3Dp
2. R4C!, P4D; 3, R44, RiC; 4.
R5C!, RZT (4.,. R2A; 5. R6T) ;
5. R%A!, P6R; 6, RGR, R1C [as..
PTEt ; 7. R7A) ; 7. P7A + , 6 R7R
1ga nb complirradas son las Y Tan*
maniobras en el ejemplo ZW:
1.
R3A, Ri C ( t ... P5R+ ; 2. R4A;
f.,. P5A; 2. R44.3) ; 2, 3ESAf, R2.h
(2.- YCiR ; 3. R3R 2,.. P5A ; 3.
R3A, etc.); 3. R3C, RlC, (3. +
f 5A+ ; 4. R4C) ; 4. R4T, R2A [si
4... B5A, entoacm 5, RSC !, R2A ;
6. R4C ; 6 4... P5R ; 5. R5C, R2A ;
6. R4A) ; 5. RSC, P5A; 6. R4C y
ganan, colocando el rey en 4R.
La complicada posicibn. de este
ejem lo nos hace ver con suma
clari c! ad hasta qu4 unto deben
permitir 1 s blancas a aproxima-
cin del rey negro.
P
Las blancas no pueden dejar de
mover SUS peoaes, pero no m s -
titnye una barrera sufiflente-
mente fuerte (la casilla 4R?) ni
amenazan con la. ~lanvexsin ; por
ejemplo: 1, RZA ?, R56; 2. R3D,
R5.4 (se@n Grigsfeu, se gana
en esta posicin irxcluso saliendo
lsas negras *) ; 3, RoA, RSR; 4.
R3C, R6D, 6 4. Rl D, P6D; 5. RIA,
tY7A (se guede tambih S...
P7D -t- ) ; 6. 2C (si 6. R2D, no se
debe jugar fi... R5D ?, sino %...
RSA!; 7. RIA, R4A!; 8. RSD,
RSR, etc. ) ; 6. R5D : 7, P4C, R5R ;
8. P5C, R6.A ; 9. P6@, P7D y ga-
nan.
Jugad3 iiniea : al rey negro se
le prrva de la casilla 4R. Si 1. P4A,
R5C; 2. P3C O 1. P3C, R5C; 2.
P4A. entonces 2. . . R4A y 3... R5R.
Es mala l . . . R4C?, par 2. P3C!
Y tablas, pero no 2. R2A i, por 2.. .
RSA! 3. R3D, R6C; 4. R2A,
R7A!; 5. R3D, F?A o R8R y
ganan.
y tablas en vista de la pssieibn de
zugzwang (las negras no pueden
ganar t iernpos) .
Se puede aplicar a los pones
aislados que se encuentran en la
misma fila la regla del r cuaddo
errante,, ue dice z si el cuadrado
9 rorn.bin de os peones aislada Uega
al extremo del tablero o se sale
di: su marco, 106 peones pueden
avanzar hacia la octava exalla por
si solos, sin el apoyo del rey f vk-
se 51-54).
Si el cuadrada eorrrin de los, peo-
nes no ha Ile do tdavfa al ex-
ff" trentu del tab era y el rey propia
no puede prestarles apoyo, tieae
decisiva impoAarit2a la distancia
erltjre los peones. Si les separa una
casilla, pueden defenderse venta-
josamente de uin ataque frontal
del re adversado. Si median en-
Y tre el OS dos casillas, Iss peones
P"
recen si no han alcanzado Xa
ila uinta. Si son tes casillas las
que%ay entre ellos, se salvan si
consiguen llegar a la fila cuarta.
-4sf pues, en el ejemplo 2M, los
eones negros estarfan condena-
50s de no encontrarse defendido
uno de ellas por su rey. -Sin m-
bargot la blancas ganan con una
maniobra exacta ; permiten el
* En efecto, si esta posicin la con-
sideramos in tcial, las negras juegan
l... R5C ! ; 9. R2A 42. P3A+, R6C) ; a,..
R4A ! ; 3. R3D, R6A, y les toca jugar
a las blancas, b 5. HA, R5A, 5 5. PW,
R5B y ganan.
a, :, , :
* S, M+"
2%
*p: 3*&
E l "
g p
* e g .*"
3- kU * *
8sa2g
*o$ "04
- - .
La base de T s s ~~iguie~ates pro-
blemas es la misma qt t e era el
187a.
28&. Kubbel, 1922. Blancas:
R3R, PSTD, P6TE.l- Negras:
RIAD, P4CD, P2D. 71'abIas- t .
R4D, Pan! ; 2, R3A! {&lig*t?~do
la jligada de las negras y liberan-
do la casilla 5A) ; 2 , , , Y4D; J.
R4D!, P5C; 4. RxPl D, P6C; 5.
R6A, R11" (6 6. VT) ; 6. R6C,
PTC; 7. P7T+, RXT; 8, Rm,
P8C=D y talolas,
2Wd. Gorgufev, 19,rO. Blancas :
R4R, P4TR, PSTR. Negras : R2R,
P3AR, P5CR, tablas: f . PeT,
RIA ; 2. PST, R2A ! ; 3. R3R ! 1 (no
3, R4A?, P4A; 4. R3C, R1C y
ganan) ; 3,,- RTA! ; 4, R4A !, P4A ;
5. RxP4A, PfSC; 6. R6A !, R1C;
7. RfK, P7C; 8. P7T-t., Rl T; 9.
R6T y tablas.
y ue distinguir los casos en
que am 1 as parter; tengan un pedn
pasado o que lo tenga s 6 1 ~ una.
En el primer caso tiene primor-
dial importancia la pso;ir.rrjm del
e6n (su proximidad a la actava
tanda, si est defendido o aislado,
etc.). Era el segunda caso la exis-
t r wi i ~ del pebn pasado significa,
habitualmente, una veataja decl..
sva, pero SU comnaci611 suele i r
aturnpatfiada de ciertas dificulta-
des y no se exceptan finales de
tahlas .
En el ejemplo didCictics 209, las
blancas tienen un pebn pasada 5T
ue distrae al rey negro de Ia
8efensa del suyo en 3A. EI blo-
ques de este p a n r el rey blanco
es tambien un actor da'varabltr
para las blancas.
P"
Sin embargo, seda prematuro
1. P6T+?, RxP6T; 2. RxP3.4,
por 2, . . R4T y tablas (vease 65 ; e3
edn eistft en 2C y no en 3C). Va-
fkndose de que el rey negro str
encxaeatra clavador las blancas
avanzan su ebn psr el otro flanco :
1- PK!, E ' 9 (6 l . . . R2A; 2. P6T,
P3T) ; 2. 1PW+ y ganan,
9091, Nfrnoovich-Tarrasch, San
SebastiAn, 191 1. Bbneas : RSAR,
PZCR, P4TR. Ne p s : R2-4R9
P3TD, PSAR. Jue n las negras
1 ... P4T, 2. R4R, !? .4A+ ! 1 , y las
blancas abandona% en vista de 3.
R4D, P5A!, despuks de lo cua-tl
pierde 1o-s pones 2C y 4T.
2Wb, Sehelt;rchilin~bfeagergut, 51-
rhtv, 19%. Blancas : R3R, P3TD,
P3AD. Negras: R4AR, P4TD,
F(lU, P2AR, Juegan negras. Para
que el distante e n pasado 2.A se
comne es indispensable impedir
la jugada P4A. 1 . W4R ? (lo
correcto en este aso serfa : 1 ...
P711)!, seg.CPn ha itldlcado hlantei-
fe1 ; vttase ms abajo) ; 2. P4T ?
(hace tablas sblo 2. R x P) ; 2. . .
RBD ?; si se ju ase 2.. ml), se
nar t o f d a , pero ahora
as tab as son Inevitables) ; 3. fdna Y
RxPGD, R4A; 4. PBA, P4A; 5+
R3A, P5A (por no' poder hacer
otras jugadas, el pehn se ha ca-
Sido de su zona ganancial; vase
152) ; 6. R3D, RSC; 7. R4R y ta-
blas, ya grte el rey bltraneo l l e ~
oportunamente a f A. Para ganar
hubiera sido preciso : 1 .. . P?D f ;
2, R x P, R5R; 3. P4T (ti 3, R2R,
~ 5 7 ' ; 4. RZD, B4A; 5, R2R, P5-4,
&C. ); 3. .. P3A! (pera no 3...
p4,l? ; 4. RZR, PSA, por 5, P4A
tablas) ; 4. RSR, PdA, por 5.
2D, R6A ! ; 6. R3D (6, F4A,
85R) ; 6 .. PSA, y la partida ter-
mina con la coranercii>a. del pen
y jaque.
La aparente sencillez de la ps-
sidn 210 pude inducir fiici1rne.b-
te a un errar irreparable.
Es evidente que para hacer tra-
b b 1. RtiT??, R2.4; 2, P5C ( 2,
%m, R3A) ; 2.. RtC; 3. R e ,
P4D; 4. R5A, R2C.
Elg menos evidente ue tanbi&n
w hacen tablas jugam 1 o 1. R6C ?,
36t2R ; 2. E A , R2A ; 3. R4R, R3C
y tos peones pexeam al misma
tkmpo (las blancas habrfan p-
nado s en respuesta a RxP3D,
1 ~ 8 n e p pasasen a 5C por lo
menos con una ju ada de retraso,
a que entones e rey negro no
t;
S
e ada a tiempo a la milla 8AD
( i f ~ ) 6 2. PSC, P4D; 3. R7T,
P5D y eoronarfan smitlttleamen-
(pero las blancas habrfan gana-
do si el rey negro esttiviese en
@R (3R) gracias al jaqae) .
La clave para la solucidn la te-
nernos en la existencia de d a p
siciones de zugzwan La prime-
ra de ellas es dc if W-R2R; si
juegan las negras, pierde R3R,
por P5C y se corona con ja-
igual que Y4D, por R5A.
r ~ e ~ u n d a posicin de zugzwang
es R5A-R2A; slienrdc, lar; negras
a R2R, sigue R6C y ganan lo
mismo que amba. Asi pues, las
racilfas con& das en este caso
son 5A-2A y fr C-2R, Por Xo tanto,
lo finico correcta e(; 1. R5C I, a
fin de ocupar la casilla 5A o la
6C, segn sea la Jugada de1 a&
wexsjarts, &as negras no dispasxaern
de una jvgada de espera : f * * +
RIA, par 2. R6A y p t... R2A,
sigue 2, RSA, R2R ; 3. RGC y ga-
nan.
22@ai. O~tropl skl , i952. Ran-
cas: 115CHR, P4CD, P3AR. Negras
R3D, P3AI3, PS"T"R. Ganan blan-
cas. El rey nergr.n est% situado en
la diagonal fatal de 3T-8A. La
jugada t. R6A! coloca a las m-
gras en jpsiciiin de zugzrang ; en
casa de t... PIA; 2, PrP- t , Rx
P5A; 3. P4A, este e n en alga-
nas variantes s corona dando
jaq~re ; si 1. .. P4T, entonces 2, RSC,
R4R t2 ... R3R ; 3. P4A) ; 3. P4A +,
R5R g alxora no 4, BSA 7, P5T 1,
sino 4. P5C ! (para limpiar la dia-
gonal) y ganan.
21t)b. AnUisis hecho pcrr Bon-
dariev~rki y Chejooer, 1938. Blan-
c~ts : R5R, F3TD, P UR. Negras :
R2AD, P2*F&, IPBTR, Las blancas
no pueden ganar. V h e 222, des-
pnk de 1% tercera jugada de las
negras.
En egte e'emplo, el rey blanca
se ve obliga d o a esforzarse no pgca
para cwnseguir, ea fin de crrrentas
v gxaclas al aislado pdn pasadda
ZT, las tablas ( 2I I ) ,
1. R4D!, R5C; 2. R3D, R6C; 3.
RZD, RA! (ab-. R E ? ; 4. P4T y
; 4% WA, R4D; 5, R X ,
x P6R ; ti. R4T, RBA {si 6 . . Tan)
RID, entonces 7. P4T, P4R; 8.
P5T, R3R; 9. RxP4T, R4A ; 10.
R5C y tablas) ; 7. R x P4T, P4R ;
8. R4C !, RIlA (Q g.,. PSR ; 9. R3A,
ete.); 9. R3A! (9. P4T?, PSRI;
10. P5T, P6R ; 1 l . R3A, RGA! y
ganan) ; Q... R6A; 10. RZD, R7A ;
X 1. R3D y tablas,
En 1- ejemplos siguientes e1
6x1 pasada distante se neutraliza
eilmeatc . r
21 la, Grigriev, 1933. Blancas :
WCD, F3AD, PSAR. Negras:
RBTD, P3TD, P3AR. Tabtm. 1,
R7A, R4C; 2. RGD, P4T; 3-
ISBA+ ! (las blancas quieren libe-
rarse del pen que Ies hariar. pm-
der en un final de dama) ; 3. ..
R x P4A (si no lo hace, 4. PCTA) ;
4. RGR, P5T; S. RxP3A, P6T;
21 1 b. Grig6riev, 193 1 BIaticas :
RSR, P3D, P4AR. Ne@c : R8R,
P4Tl3, P4AR. Ganan btanec: 1.
8535, R7B ; 2. R4A, RQR; 3. P4D,
R x P4A; 4, P5D, R4R; 6. RSA,
PljT ; 6. P6D, R3R ; 7. R&A, P6T ;
8. P7D, P?T; 9. PSD-D, PBT
=D; 10. D8R+, R3A; f r . D8T+
y ganan. En la partida de Capa-
blanca-Dake, f 93 1, palia haberse
producido una situacian seme-
jante, segun el arriilisis hecho por
Grigdriev, pero desplazada a la
columna de la derecha, en cuyo
caso las b l a n a
Blancas: R4R,
mas : R732, P4CD, P4CR: 1. R4D,
C>
R6A ; 2. B4R, R x P4C ; 3. P5R,
R4A ; 4. RSD, P5C y las negras ao
pierden la dama.
21 16. Maizelis, 1954. Bbncas :
R5R, FSAR, P5LR. Negras: RzR,
PBTR, P2TR. Ganan blancas,
juegue quien juegue: 1. R4A,
R3D ; 2. R3L, 8 4 8 ; 3. PoA, R3R ;
4, R4T, P3T; 5, RxPBT!, Px P;
6. RW y ganan, S1 juegan las
negras : 1 ... PST; 2, R4A, R,33);
3. R4C, R4R; 4, P6A, P6T: 5.
RxPtiT, R3R; 6, R4T, P3T; "7-
R5T y ganan.
(La psiribn inicial de este pro-
blema a: RQTR, P5AR, P5CR,
PGTR. Negras: RICR, P3AR,
P2CR. La posicin repre~ntdda;
en el diagrama se obtiene despub
de 1 , PoC, PxP; 2, R4C, R1A).
En el ejemplo 222, la exicztenicta
de uar p&,u. pasado y defendido
aseglfra la victoria' ae las 'blancas+
Con su movimiento envolvente
por la izquierda, que supone una
seria amenaza para las negras.
bien obligan a mover el pe6u 3T,
despub de Io cual se pierde, bieB
dan mate.
1. R4A, RIR ( 1 ,.. PQT; 2, R3C3
R2C; 3. R3T! y ganan) ; 2, R4X,
RZR, 3. R5D,, R1-4 46 3.,, RIR
4. R6R ; P4T ; 5. PXCJ; 4. R6D,
g1C
(4 ... R2C; 5. RGR, P4T; 6,
~ s J D ) ; 5. R7R!, P4f f Q 5.". R2C;
6. R6R) ; 6. R x PJA, P5T ; 9. P7C
( mbi n gana 7. R7R) ; T... Poi ;
8. R6C y mate en dos jugadas.
313
Bt e ejemplo tnm maestra una
pi ci 6n en la cual, pece a un pen
do y defendido, 1% parte ms
erte no consigue pnat un pen Rt"
aislado del adversafio qrtcr esta a
tin lado.
El rey negro defietide el e n
K, sin salir de los limites del cua-
dro del eri 5A ; por ejemplo : l .
RJR, R4% ; 2. R36, R4A; 3. RJC,
R4R I (3.. . R3A i ) ; 4. R4.C y e-
-) ; 4. R4C, R3A, tablas.
Saliendo las negras, se hacen
tablas, segn los anhlisis hechos
A"
Mormente, con l . .. R4R ; 2.
3R, R4D !, era no S,.. R4A 3,
r=
3. R4D, 8 5C; 4. RSD!, P6C;
P6A y las blancas ganan la
dama 1C o fa ambiatn,
h jugada 4. RSDf, es la que
rpidamente lleva al objetivo,
P o desde el punto de vista te6-
rico t i e k importancia que tam-
bien gana 4. R3R (sgg&n el me-
tdlo indicado en el 213a), De ahi
k s ~ l t a , por ejemplo, que en la
aicin R3R, PBCD, P5AD y
& 4 ~ , P4CD, PSCR, las blancas
ganan, independientemente: de
quien juegue.
La situacih que nos interesa
(con un peBn aislado en. la. co-
lujflna del alfil no en la del ta-
1 bailo, pue de echo no cambia
nada), a encontramos en la va-
&ate hnd8mental del siguiente
problema :
213a, Gri brlev, 1930. 'Blancas:
RZD, P4T % , PSCD. Negras:
R B AR, P4TD, PSAR. Gaaan blan-
cas: 1. PK!, R2R! (l.,. f xP; 2.
PST) ; 2, P5C 1 , R31) ; 3. R2R.
R3R ; 4. R3A, R4R ; 5. R4C!,
RSR ; 6. P6C, P6A ; 7. R X !, R6R ;
8, P7C, P7A; 9. Pb3C=D; f SA
ID; 10. D.jR+!, R7D; 11. Dx
P4T + , RBD (el cambia de damas
es &ligado etl todas las variazi-
tes) ; 12. DSD+, R8A; 13. D5A+,
RSD ; 14. D4D+, etc.
Si en d ejcim lo 213 trasladamos
ei pdrr 4~ a 4 F R, o desp~lamrnos
la posici6n a la fila inmediata su-
penar fe1 pe6n 4C est.6ria enton-
m en JC), las blancas gianarian
sin dificultad,
213b. Blanclasi R4AR, PQCD.
P5AD. Negras : R4D, P4CI), P5D,
U s negras pierden si son mano
ro si juegan las blancas, enta-
Kan : por elemplo : 1. R3C, R4R ;
2. R3A, R4A ; 3, R3C, R4R; 4,
R4C, R3R (mejor tdavia RSR 1 ) ;
5. R4A, R4D, etc. (Comprese ron
el 1%) donde las peones estrrn en
la fila de arriba.)
A una r
si$n an$loga, pero
con un pe n de m6s de las blan-
cas, os lleva a este interesante y
complejo final :
2 f 3 ~ Hlaberstadt, 1954. Blan-
cas : R3TR, P2AR, P3CR, P4CR.
Negras: R2R, P4R, P3CR. Ganan
blancas. No se debe permitir 1 ...
FrPC, pero 1. P5C no gana. Por
eso f . P4A t, P4C! ; 2. PCA!, P5R
(era petiso jugar mi ahora o a
Xa jugada simiente, pues resulta
evidente que defender el pe6n 4R
desde 3D no conduce a nada; el
autor del problema daba fa solu-
~ ; i h i 2..- RZlf)!, PU d d ~ 5 el
panb de vista del metodo resulta
m& c6mdo este cambio de jaga-
dar para g r " " ' mejor la coafi-
gtlraci6n e ones y mostrar ms
claramente as maniobras de los
reyes) ; 3, R2C !, R2f) (de la p
sieibmr de zugzwan R3R-R4R, se
fl dedltm que las casi as conjugadas
son 2A-3D y 2R41), a s a que ex-
plica todo el juego qae sigue: e1
objetiva de las blancas es conse-
guir la posicibta R4ATS-R4R CQQ
salida de las negras) ; 4. R1 A !,
R3A; 5. RIR!, R4A; 6, RI D!
(para esla maniobra se tiene en
cuenta la conjugaci6n de las ca-
sillas 2D-3Z) y 2A4A y, adembs,
la- conjagacin de 3A4D y 3CJIA,
condiciamda p r 18 pi c i bn de
zu-w
ang R4-4-3R41R) ; 8.. . R3A ;
7. 2A!, R4A; 8, RX!, R3D; 9.
RBC! (lss blancas se ariewan
a la meta decisiva) ; 9,. . R4D ; 10.
R3A!, R4A (en el 213b cabfa fa
replica RIA, pera en este casa,
como las blancas tiefien un p6n
de mas, la jugada (P6A gana) ;
f l . R4A! y ganan. (Vkase S&.)
El ejemplo 213d es de otro @-
nero. Marishko, 1948. Tilaseas :
R4AD, P4D, PJAR. Negras; R3R,
PZR, PSTIR, Tablas : 1, P5D + ,
1114
Lo fundamental del 28 4 es la
lacha gsr I a i casillas criticas de1
pe6ri. pa3&0.
1. =A, R4T; 2, RX., 3.
R2C1, R5C; '1. RtTI, RxB4T
(4.-. Rx E4A; 5. R K PW, tablas) ;
5. P5AI, PxI?; 8. RxlP"PT y b-
bias ("3)-
No es menos instructiva la p
irinte, goi cierto mas
i2:g:
ZX.rlai, (Jrigbriev, 1923. EX1anea.s :
R.IR, P3D, PWR. Negras : R3R,
P48, PQCR. Ganan blancas: 1.
P7C, R2A ; 2. W5A (2. Rx PR,
R x P ; 3. R5A, RSA, tablas) ; 2.-.
Rl C! ( 2 ... RxP7C; 3. RxP4C y
ganan) ; 3. R4C ! fa 3. R x P4C ?,
si@e a,.. P5R!; 4. PxP, Rx
P7C ; y tablas) ; 3 . R2A (6
3. . . P5R; 4: PxP, R2A; 5.
RS.4, RI C; 8, RBB, P ~ C - 7.
PSR y ganan) ; 4, R x P4C ! [pue-
de comerlo, parque el rey negro
cst.4 en 2A: si 4.". RxP7C; 5.
R5A, P5R ; 6. R x Pf4R t y gana^) ;
4... ?SR; 5. RaT!!, REC; 6, P x P
y ganan-
El siguiente ejemplo ilustra Xa
iiucba p r una pssicibti de zug-
zwang,
214b. Blancas: R3CD, P5K,
PSTR- Negras: RICR, P4D,
HTR. Ganan blancas. Erm casa de
t.R3A, RLA, no se debe jugar.
2, R4D ?, R3R! y despub de 2-
R3D, R2R, la partida acaba ea
tablas. Pero las blancas pueden al-
canzas Ia casilla 4D, no es dos lu-
wrrdas, sino en tres : 1. R4C ! , W2r.t ;
2. RSA, R3R ; 3. R4D y ganan
En este ejemplo, las hlanc%s,
wn ian juego precisa, deben evitar
ciertas dificultades : 1. R2A, X6T
(6 l . . . P6C+ ; 2, R1C, corno en la
~ar hnt r principal) ; 2, RXG ( 2,
P5A ?, KI T) ; 2, ". R5T ; 3, R2C (3.
'R2T?, P x Pj, 3.,, f 6 C; 4. Rl C!
(no 4. R:T 7 ?, R6T! y las negras
dan mate con t'3. peCn de torre) ;
4.. P7C; 5. R2T!, F8C-D+ ; 6.
Rx l u y ganan.
Vamos a estudiar ahaxa posicio-
nes donde s61o una parte tiene
geOn pasado. De ordinario, 1% par-
te m& fuerte consigue la victoria
con medios elemenbllsimeas. Omi-
timos esos casos ara estudiar
otros ms complica m,
218
B
La finita posibilidad de las me-
r
as, en el ejemplo 216, es trasla-
at ef rey a 3A y jugar P4T,
a fin de rompet. 1% cadena de pt-ii-
nes de la parte contraria. Por ello,
las blarxlcas deben defender ei
pe6n 5A desde la casilla 4R.
De aqui se deduce la posicibn
de zugzwang R4R-R3A, que de-
termina plenamente las maniobras
de las partes.
4. R2C, RTC; 2. RJA, WA!;
3. R3R E, R2R ; 4. RaD, R3A ( o
5. R5R) ; 5, R4R, IUR ; 6. RSR,
R2A ; 7. PQTA, P4T (no se puede
hacer otra crraa) ; 8, P x P, P5C ;
9. PGm, PSC (6 CI.., R X ; 10. R6R,
P6C; f l . P7,4 y arian'); 10. P7T,
P7C; 11. P8T=fl, PBC=D; 12.
D7T4-, Rl A; D7R+, R1C; 14.
P7A -t. y ga.stan.
En la psicln 217 (resultante
de la psicin K1 A, P4C3i1, PSTR :
Rf R, f)L?AR, P36R, ckspt~s de las
jugadas , PGT, RIA; 2. P5C,
RE C ; 3. R2D, .K22"f, t;anzbi& exis-
te la amenaza de rotura, pero las
blancis obtienen en carnpronsa-
cicia nn pcsa pasada y peligcso
ra el banda contrario: t. R3R,
3 8 ; 2. f xP, RxPGT, y en la r
situackrr que se origina de rpe6a
contra pe9np9 decide 3, R4A !,
R2T (6 3.., P4Ci-; 4, R5A, P X;
5. M R , P6C; fr. P7A) ; 4. R5C,
RIT; 5. R6T!, RIC; 6. Rx P 3 C
y ganan,
348
A primera vista no parece dikirrl
nar en esta pwictbn; sin em-
Lrgo , las blaacas tropiezan con
senas dificultades, debidas a que
la distancia entre sus pones no
es lo suficientemente -ande y
que, adems, usa de Tus peones
es de torre. Nu se consigue Ia vic-
toria can medios normales ; por
ejemplo: l . R4A, R2A; 2. R5C,
R2C ; 3. PiBD, yo que despus de
3-.. R2A, el rey negro 1<1gra cap-
turar ef pen pasado y ocupar la
casilla f A (ea vez de 3. P6D 'F, es
precisa jugar 3. R4AQ,
El otro contratiempo que acecha
a las blancas lo vemos en la s-
uiente variante : l . R4D, R2A !
&o i ... R2R ?, por 2. R5R, R2A ;
3. P6D 6 2.. . R2D ; 3. R6A y ga-
nan fAcilmente; de esto se des-
rende Iht posicibn de zugzwang
~ S R - R ~ R ; pero tambi h la posi-
M6n R4D-R2A es de z n p a a . .
eamo veremos ahara mismo) ; 2.
P6D ? (fuerza Xm tablas, lo mis-
mo que la continuacibn 2. R5A ?,
P4C; pero alCrn se puede volver a
la p r ~ i b n inicial) ; 2. . . R3R ; 3.
MA, R2D, 4. R5D, P4C; 5, P x P,
PST y el perbn se carma con ja-
a
ue. El rey blanco, como se ve,
ebe evitar la casilla 5D.
Esta variante nos da la clave
para resolver el problema; sabe-
moss ya cuales son las posiciones
fundamentales de z u p a n g , es
decir, la mnjugaci8n de las casi-
llas SR-2R y 4D-2A- El tercer par
de casillas incluidas en la .zona
principal.^ es, naturalmente, 4R-
3 8 ( dase la clntroduccicSn* ; la
zona de las blancas es SR, 4D y
BR al lado de la tasilXa inarccsibfe
519 ; la de 1~ negras: 2R, 2-4 y
3A, junto al escaque inaccesible
SR),
As$ pues, 1. RIR!, R2A (no
vale 1 , . P4C, por 2. Px P+ ,
RxP5C; 3. 1258); 2. R43)!, R1R
(es ms dbil. 2. . R2R; 3. R5R
6 2 , R3 8 ; 3. R5A, P4C; 4.
P x P + ) ; 3. . P6D (las negras ya
no pueden replicar RSRf ; 3.. , R2D
{las blancas se encuentran ante la
ultima prueba ; es mala, natural-
mente, 4, R5D, ro (qu elegir ?
4. R5A 6 4. R5 ? Se precisa un
2, F
calculo muy exacto. Des u&s de
h 4.,. P4C, se obtendr un na3 de
dama en el cual las blancas, ?a
mismo que en 216, jugarn
D7A + ; por consiguieate, se hace
necesario quitar al rey negro la
casillar 6A) ; 4. R5A !, P4C ; 5.
P x P, P5T ; 6. P6C, P6T ; 7. P7C,
P7T; 8. P8C=D, P8T-D; 9.
DTA+ y mate en dos jugadas.
218a, Pos ishit, 1954. Blancas:
RITIR, P3 E R, P4TR, Negras:
R3R, PSD, P4TR. Tablas. Es la
misma posicin ue la 218, pero
'1 con cambio de co m; el rey, ade-
ms, esth fuera de la zona crltica
(3A, 2A y 2R de lar, blancas, y
4R, 4D y SR de lns ae as). En
ef 218, el rey atacante 'F a conse-
mi do tomar Inmediatameate la
coxtjugztci&~, peso en este casa no
lo consir
e. 1. RLC! (para repli-
car a R4 o RQIT con R3A o R2A,
respectivamente) ; 1.. . R3D ; 2.
Rl A! , P6D (2,.. R4D; 3. R2A! ;
2 R4R; 3. Rl R! ) ; 3. RZA,
R41) ; 4. RSR, RSA ; 5, R213, R5D ;
6. P4C, y h b h .
218b. Prokop, 19%. Blancas i
RIR, PSCD, P4AR. Negras s
RZAD, P3TD, P5AD. Ganan blan-
m. Se comprende que las peones
3A y 4,4 se pierden y el final es
de #pen contra p e h r (del tipo
$6). Las blancas no ganan si a
RxP le si e RxP. Por eso
!E! nosirve: 1. R?, R3D; 2. R3A,
JR4D ; 3. R3R, R3R ! ; 4. W4D, RBA
(lo mismo que 4. R4R, R3A; 5.
P5A, P6A !) . De acueada con la re-
gla general ias blaneas deba blo-
qaear el
n 5A: 1. R21at) R3D;
2. R3A, 4D; 3. f?5A (3, R4C 7,
RSR !) ; 3. . . R4R ; 4. R x P (4,
PBA?, Rx P, tablas); 4,.. RxP;
S. R4D, etc., lo misma que en el M.
ES muy insttnctivo este com-
plicado final :
ms d6bil t.. . PIC, ar 2. R4R,
P5C;3. P4D+2, . 4, Px !# y5. PSD.
En caso de 3,.. P5C; 4. PxP,
R5D ; 5. R2D, P3C ; 8. R2A, R6R ;
7- R3A, P4C, y las Mancas, des-
6s de 8. R2A, R5A, galran con
r R 2 C o R3C, lo mismo que en
d 163.
Se barian tablas al 7, P5D + '1,
Rx P ; 8. R x f , R3R! Hableado
eonseguidu inmovilizar It>s p n e a
negras, las blancas llevan el rey
al centra, maniobrando de forma
que les permita re liear a R4D,
ft coon R3C y dapub 3D.
T.., R3D; 8, IUC, R4D ; 9. R3C,
R3D! ; 18, R 2 A g R3R; 11, R2D !j
R3D; 12. R3R, R4D; 13. W3D;
R3D; 14. R4R, R3R; 15. P51)+,
R3D; M. R4D, R2D ; 17. R5R,
RZR; 18. 'P6D+, RIR!
A &a 19. R6R sepi r ahora 19 ...
RID; 20. P7D, E C ; 2%. PxP,
P4C y tablas. I a blancas necesi-
h a ceder la salida al adversario.
19. R4D, RXD; 2U. R4R, RIR;
2f. BSR, R1D; 22, R6R, RIR; 23.
.7X-)+, RXD; 24. R6D y ganan.
Grigbriev consideraba que la
pasicicin 21c3 era Xa represent;alilu
m& enuina del pxobiema, IBan-
cas: WICR, P3AD, P2D. Negr as
RS D, P3CD, PlCD ( 1. ~ 2 - q ;
R4C ; 2. P3D, R4A ; 3, R3R, ete.).
Sin embargo, segtin ha indicado
Kapiliev en 1953, es mejor respun-
de- a 1. R2A con l . . , P4C!, y co-
mo 2. R3R, P5C; 3. TP x f, R4C;
4, P4D, Rx P ; 5, R4K, R4C1;
6, R5D, RSTI; 7. RSA, P4C y
hrnblb 2, P4D, R3C ! ; 3. R3R,
R3A ; 4. R4R, R3D ; 5. PSD, R2D ;
S. R5R, R2R; 7. P6D+, RIR (o
RSA) conducen a tablas ; en esta
fiftima variante, a diferencia del
juego anhlogo en el 219, la casilla
6A s i c e siendo inaccesible para
1% blancas, ya que las negras se
abstienen de jugar PX..
Bn los ejmplss siguientes 1-
peones negxm Eermbih pierden su
movilidad.
2Ha. Halbierdstadt, 1930. Bm-
cas: RIAR, P3TD, P2AD. Ne-
as: R3D, P6AD, P4AD, ganan
%LT,,,,s.
No sixve: 1. R2A 2, R3A ! ; 2.
R3R, R4C ; 3. RSD, X5T ; 4, R x
MA, Rx PST; 5, R4A, R?C y
tablcts.
Se debe provacar Ta jugada
P5A: t . R2R, 4 ; 2. R3AI
(en caso de 2. R383, habr& que
mover antes de tiempo el peGa
32 ; por ejemplo : 2 .. R4R ; 3.
Y4T, R4D ; 4. P5T, RQA ; 5. PfST,
R X ; B. R4D, R r PGT y tabfas) :
2... R40; 3. R4A:t, R5D; 4, P4T,
R4D (di 4... R4A; 5. R4K, RSC;
6. R4D, RxP4T; 7. KxP5A y
ganan) ; 5. R38, R4R; 6. P5T,
R4D ; 7. P6T, R3A ; 8. R4D y m
blancas ganan.
21fb. Morawiets, Irb;38, BEaacas :
R3R1 PSICS), WI'R. Negras:
RI'I'R, PWD, P2CD. Ganan blilr~r-
cas ; t . R4A ! R2T ; 2. R5C, RIT ;
3. R6C, R1C; 4. $7T+, Rl T; 5.
R W , P3C ; 6. REC, P4C ; 7, R R ,
P5C ; 8. MO, JK x P?T; 9. R6A !,
R1C; 10. R7R!, R2C; 11.. RtSD,
K3-% ; 12. =A, y gana%.
2. FINALES SIN PEONES PASADOS
Si en los finales de ados peones
contra dos peonesr no hay peones
pasados, eso significa que 13s -o-
nes bianccs y negros, igual si stjn
ligados que aislados, s t h n unss
breate a otros ea las mismas eo-
lumnas o en las vecrinas. En eI
caso de que se cambie una pareja
de pones, nos queda el final ya
conocido de ~pe3n contra pehn~,
y si se captura uno, el de d a s
pones contra uno,. A
pesar de que esos finales m&s senci los cclns-
tituyerr la base del final dc rdos
peones contrir dos peones,, tam-
b i h tienen crts peculiaridades cs-
pecificas dchidas, sobre todo, a kals
cumplejac, uianiobrds de las reyes.
Lw ejemplo., que ctkanncs ms
abajo es.ta~ distribuidos en be9
grupas de acuerdo Con el carhcter
de Ia estructura de pones : a) pe-
nes Ilgrrdus contrai pones Iigdas ;
b ) peones ligados contra panes
aislados, y l; j peones aislados coa-
tra peones aislados ; en el concepto
de ~aaisladosa incluimos tafnbiiern
los ptrniss doblados,
Si los leones se* boqe~eaa plena
P a parcia mente, el papel decisl-o
czrrrespicrnde, casi siempre, a fa
profundidad de In petrtetracitm del
rey en el campo adversario, es
decir, a la posibilidad de domnw
las casillas criticas del pehn retra-
rssdo empleaido el m M o de la
opsl ci 4n s el de lar;: mi l l as con-
jugadas.
EB a maiy.sria de los caso(;; esos
finales son de tablas, sobre todo si
bloqueada &lo un par de pw-
nes y aun es posible el cambio,
Sin embargo, hay tambin s u
.excepciones, sobre tado cuando
los peones no e ~ a n todavia t~~
talmente inmovilizadns.
En este ejemplo, a f . R5D. las a h que si oe 2. RtSa, R3A 6 2.
negras teplicsri%n con I , , , R2A !, RSR, R2R. La defeasa de la casi-
ffa CI tica 6R es serlcilla, pero las
aegr,is, naturalmente, pierden, s i
e la pwiicia R5R-R2R juegan
(32C)).
Con una estrucltara. de peones
como la del ejemplo 221, las ne-
gras i i o pierden ni siquiera cuiindci
son nlano. Se puede jugar de pri-
meras t .., P4T y hwer tablas ;
cabe asimisnlo I p t Jr~gacia previa
t... X2A ; 2. R5A y ahora, bien
2.. P41'; 3. RxP, Px P; 4.
P x 1'- RI C, bien sent.I1Xarnentc
2... RZC ; 3. K6R, M3C y tabXas,
Esta irttima jugada es, cfaxtt
est. iiraicn si Tt poscibiu se des-
plaz,? n la crdunana dc la iztjuiccx-da.
En el 223, I ~ M blancas juegan y
aan m n b , R7A i , P4T (6 2-
W"sq* 2. P4T t, EbCxP (6 2..,
F T ~ F ; 3. P X P I : 3. P~C. va oue
Cuzio, 7 Blancas :
R8AR, P5CR, PQTR. Heuas:
RITR, PXR, P2TR. E&b posi-
ci6n tan paco natural (la Ultima
jugada de las neg~l s ha debido
=l-# E
robablemente, la de P3Cf la
juga a d d siguiente modo ?Val-
kex en 1841; 1, R?A. P3T: 2.
Rx PJC, PXP; 3. PXP*; l . . . p3T;
2, R7A, PxP: 3. PxP. R2T; 4.
R6.4. &de, en 1844, ikdicb que
a f .,. PX, se gam antes con 2.
P5T. A Erase de eso apareti6 ici
pmicibn 222. Dla idea y dems
circunstancias estn plermanteate
expresadas en el siguiente pro-
blema.
223, final del problema 310a, En
el probfeina de Matison el rey estA
en SR. Prokesh (1944) lo ha co-
locado en 6R y, como veranos, es
un error : 1, R7A ?, por t ,.. R2T ;
2. P4C, PQC; 3. K6A, P4T 6 1,
P4C?, P4C; 2, R7A (2. R6A,
P4T); 2- . . R2TF (2 ... P4T?; 3.
P4T) ; 3- R6A, P4T. Lo wrtectt.
es 1. R6A !. R7"r ; 2. P4C. P4C (2. .
' 1.; posicin 224 constituye una
duhlc excepciiin: las blancas no
gcrnal-fan si sus peones estuviesen
mQs abajo, ni tampoco si se en-
contrasen a fa izquierda. Sin em-
hrgo, se trata de un ejemplo fri -
teresatite, que ilustra un pwor'e-
dimiento ~ t t c o que permite a Es
bf ancas acercar Cfon t iernpos su
xey al pen 2C.
1. R4A, R5T; 2. R5R!, R x P ;
3. R5A, R5'i'; 4. K6R, R6C ; 5,
H"i4, P4T; 6. I CxV, P5T; 7.
RfiA, PfiT ; 8, PTC, P7T ; 9. P8C
- 13 i , K7A y tah'las.
Es e.1 225, despues de 1, KTA,
las 5lancas pueden ganar Ixn
pen, pero no fa partida : I ...
P4C!; 2. R6A, P5C (es lo ms
sericillo, pero tambin 2.. . R4T no
piede) ; 3: P4T, R4T ; 4. RSA,
P3T (vase 231, donde 121. posicin
est desplazada a Ia izquierda), y
si 5. R4A, entonces S. . . R3C ; 6.
R x PSC, P4T+ y tablas, y si 5.
R4R + R3C ; 6. RSR, entones 6. ..
R4T ! ( pro no 6.. , P4T ? ; 7. R6R).
En la posicin inicial del pro-
blema 226, los reyes estn en 6TD
7TD, el pe6n de caballo en 2C.
!Lespub de t . 1 ' 4 ~ !, los reyes se
aproximan a los peones, con la
particularidad de que las blancas
conservan toda el tempu la opo-
sicirr. Este ejemplo muestra la
ventaja de la estructura de peones
de las blancas (la menor vulnera-
bildad de sus peones).
1. R5RI. R7A; 2. R6A!, RGA;
3. R5A, R7C; 4. RaC, R6T; 5.
R5T y ganan,
En el ejem lo siguiente el jue-
go termina e tia modo incspc-
rado :
A'
226a. Halbtrstadt, 1929. Blan-
cas: R8AD, P2CR, P4TR. Ne-
gras : R'IAD, PSCR, 132TR ; ta-
blas. Pierde 1. P5T ?, R7D ; 2.
P6T, R7R ; 3. R7D, R7A; 4. R7R,
R x P2C; 5. R7A, R6.4; 6. R?C,
P6C; 7. RxPZT, P7C; 8. R8T,
P8C=D; 9. Y7T por g. . . R5C!
( M. O 7 en el: ~Anexon) . 1,o correcto
es 1. K7D, R7D ( 6 1 ... R6D ; 2.
K6R, RSR ; 3. R6A, R5A; 4. P5T
y tablas, ya que las negras han
perdido tiempos). 2, R6R !, R7R ;
3. T(5.4, P6C; 4. R4C, R7A; 5.
R3T, P4T, empate.
En este ~'JctnpEa (to~ilailu de
la partida Bo p l j ubowSt l ezt ~i cv,
Triberg) la souciOn est en el
rodeo por la retagiiardia : t . RtiA ! ,
R1R ; 2. R7C, K2K ; 3. P3C ? ( 3 1 0
S. f'4L?, 1'4:i) ; 3... R3K ( 6 3+..
Rf R; 4. P4C!) ; 4. R8-4, 53-1 (9
4. . . P3A, entonces S, K7C, R4-4;
6. R7A) ; 5. F4C, R3K ; 6. P5C! y
las blaticas ganan ; por ejen.xl,lo '
#... P4A; 7. PST, Y5A ; 8. P x P,
@te*
Tierie un aire muy 16gico la
gguiente posicin de iin proble-
mista de Calciita.
B7a. R, Euntan, 1953. Blancas:
RSD, P3AD, P4D. Negras : R2CD,
IE>3C1), - P3AD. Ganan blancas :
8 , R7R! (no t . R7D?, por l . . .
p1A; 2. PSD, P4C); l... R2T
.. R2A; 2. P4A) ; 2. R7D!,
A ( 6 2.". R2C ; 3. R6D, P4C ; 4.
R'ID, R3C; 5. RSA) ; 3. P5D,
]P4C ; 4. P6D, P5C ; 5. R8A !, P6C ;
3, P7D, PI L; 1. P8D==D, P8C
SD; 8. DST+ +.
Pero no 4. P6A ?, R!D ; 5. RSR,
R2D ; 6. R5A, R3D ; 7. R x P4C,
R38, tablas.
Za conlplcada posicibn de este
ejemplo constituye una valiosa
gportari6n a la tearfa de finales
que estanios estudiai~dcr.
la me j o~ defensa. Pierde rpi-
damente : i ... R3T, por 2. R5R,
R2C; 3. R ~ D , Rl A; 4. RID, R2C;
5. R8R, RIC; 6. R?R, R2C; 7.
E A, P4C; 8. R8R.
Si las negras, en vez de 3...
R1 A, continan 3... RIT, enton-
res 4. R7D, R2T ; 5. R8D !, y ga-
rian; por ejeitzplo: s... Rl T; 6.
P5A s. , . 8 2 C ; 6. R8R 6 5.. Rl C
(lo rnisnio qti e 5.. . R3T) ; 6. R7R.
Egta pnsicl+n desplazada a la
derecha a abajo es tablas, pero
gana si es trasladada a la colum-
na siguiente de la izquierda o a
la segunda de la izquierda.
La pasici6n decisiva de zug-
zwa"fi
en estti e'emplo es la de
R6R- SA. Las b lantas, si son
mano, no pueden nar (P3R+,
R5R ; R x P2R, R x B" 4A). Las ne-
aras juegan y pierden (R5R, P3R ;
h
R x P3R, Rx P2R). La se
posicin decisiva es R5D-R6 ! ? naa (m
caso de RxP2R o R5A, pn
R$R; saliendo las blancas, es ta-
blas.
Tenienda es4& en cuenta se canl- 9. PeiC, R 1 A (si 9.. . P x P, e ~t o n-
prendefin Mcilurente las manio- ces 10. K x FD 1) 10. Y x P, P4D ;
bras de los reyes.
11. RxP, R x P ; t2+ R5A y ganan,
1. R6C, R6A (con el fin de ir
238
par 5D a 4R ; si f .,. R7D, entoa-
ees 3. RaA, Rx P2B ; 3. R7D,
RCfR ; 4, R x P2R) ; S. R9j.kPlt R7T) ;
3, R6A! (no 3. R5IP?, R6R) ; a,..
R6R; 4, R5D!, R58; 6, R6R,
R5R ; 6. P3R y las blancas ganan.
En este ejemplo las btancac ne-
cesitan culotar su rey en 6AD v
romper los peones adversarios
me&iante Ya@. Primero se lu-
cha por la, casilla 5D (R4D-R3K
es la pasiciGrm de zugzwangj . Una
vez conseguida la posician de
R5D-R2D, las blancas tendrn
que gastar un tiempo de peun
para ocupar el escaque iA; en la
pssci6n de R6A-1R 1 A, terulrhn
que gastar su segundo y ltimo
tiempo de ~ 6 n , ya que P6C
no consigue resultado inmediata
Qan&lgo al numera t 7 1) : f . R2A,
K24; 2. R3R, R2R ( 2 ... R3A; 3.
R4R) ; 3. R4R !, R3R ; 4. R4D,
RZR (4,. . P4D ; 5. RSA) ; 5. R5D,
R2D ; 6. P3A, RID ; 7. R6A, XIA ;
8. P4A! (no 8. P6C? Px P; 9.
RxP, RSD 8 9. P4A, P4C; 10.
Px E", K1C y tablas) ; 8,.. RID;
Una pmic6n anfclga af S38 la
hemos visto ya en una de las va-
riantes del problema 225, donde
salvaba a las neggas fa situsacih
del rey en un. extremo del tablero.
En el taso presente, las negras no
tienea este recurso, pero se hacen
tablas jiagaaiclo : 1, R4D, R3K ; 2,
R x P, P4A+. Las blancas, para
ganar, tienen que ceder la salida
al adversario.
1. R4D ! (a otras jugadas, le
seguiria l . . , R5C) ; f... R3R!; 2*
R5A!, R3A; 3, R6D, R4A; 4,
RCiD, f 3 A ; 5. R4D, R3R; 6. R5A,
R2D; 7. R5D (pero no 7. P5A ?,
R2A; 8, RSD, R2D; 9. R x P,
R3D; 10. R4D, R3A; 11. W4A,
R3D, tablas) ; 7. ., R2R ; S. R x 1"
y ganan.
1,a posicibn 231 es el. final (fe1
siguiente problema :
23Ia. Bianchetti, 1925. Blancas :
R7TR, P3AD, P2D, Negras:
K3CD, PZAD, P6D. Ganan bfan-
cas : 1. RQC, R4A ; 2. R5A, R4D ;
3. R4A, P3A; 4. R3R, R5A; S.
R4R, P4,4 ; 6. R3R, K4D ; 7. R4A !
y ganan.
P2TR. ru'egras: RtR, P2AR,
P4TR ; juegan negras. Despus d
1 . . . R i A ?, las blancas galan j u-
gando: 2. R5C, etc. Las negras
deban haber jugado: l . . . P5T! ;
2. P4C, P6T! y tablas (3. R4A,
P3A; 4. R3C, R2A; 5, RxP,
R3C ; 6. R4T, P4A ; 7. P5C, P5A ;
8, R4C, P6A),
234
En este ejeniplct zlada se consi-
gue can 1. R5C?, por l . . . RZA!;
2. R4A, R3D; 3. R4R, R2D ; 4.
RSR, R2R, lo mismo que f . R6C ?,
R3A. Las blancas r~ecesitan tomar
la opusicin en la fila ti y 7, para
hacer el rc~deo por la fila 8.
I . R6T!, R X ; 2. R7T!, R3A
(6 2. .. R 1 C ; 3. R6C, R2-4 ; 4. R7t' ;
6 2. . , R3C; 3. R8C, R3A; 4, R8A,
R3D ; S. R8R, i uaf que en la va-.
riante principa 8 * 3. R6C ! (para
hacer tablas 3. R~ c ? , R3D; 4.
R8A, por 4... P4R; 5. R8R, R3R) ;
3... R2A; 4. R7C,R3D; 5. RM! ,
R2D; 6. R7A, R3D; 4. R8R!,
P4R ; 8. R8D (no 8. R7A ?, P5R) ;
8... PSR ; 9. P x P, R4R ; 10, R7D,
R3D; 11. PSR, Rx PR; 12. RBA,
R5D ; -13. R5C y ganan,
Si en el ejemplo, anterior era pre-
ciso tomar la oposicin en dos f i -
las para atacar o defenderse con
xito, en et 235 se necesita tomar-
la en tres filas (fa 5, 6 y 7).
Las blancas deben acercarse al
pen 4D y ganan jugando: 1.
R7C !, ya que las negras no pite-
den responder ni R2A, ni R2T. Se
ptiede jugar L.. . R3A f b 1 .:. R4-4 ;
2. R7A) ; 2, R6C (tomando la 90-
sitin eti la fiIa principal) ; 2 . . .
R2A; 3. R5A, R3C; 4, R6A, R4C;
S. R7R, R3A; 6. R6R; R4A; 7.
RTSD y ganan.
A Grigbriev (1932) se le deben
valiosos anlilsis de finales coa
ones ligados contra peones do-
lados. Antes de eso sblo se cono- r
cian las siguientes posiciones ele.
mentales,
En el ejemplo 236, Icis reyes se
hallaban inicralmente en 3AD Y
S R ; la posicibn representada en
el diagrama se consigui despus
de 1. R4D, R3T; 2. R5R, R3C. El
*y negro no puede pasar a la co-
lumna de alfil, ara no perder e1
P pen 4C ; las b ancas ganan por
bner un tiempo de reserva y por
~ t a r encerrado el rey negra.
1, R6R, R2T; 2. R5A, R3T ; 3.
p3T, P3C+; 4. R6A, RZT; S.
R X P, R2C; 6. P4T y ganan.
En e1 237 decide : 1. RSA ! , PST ;
2, R7A. Es fcil comprender que
1. R7A ? nos Uevaria a un empate.
En los ejem las citados a cunti-
B nuacin, Grig Tiev demuestra qife
el tener pecina doblados no signi-
fica la prdida irremisible de la
artida. Para ganar, la parte m&
uerte debe tener tarnXli4n una su-
P
rioridad posicional de si i rey,
de reserva de los peories
todo, la posibilidad de po-
ner al adversario en situaci6n de
zugzwarng. Asi pues, la defensa
tiene recursos bastante poderosos.
En vista de lo cmplicadus que
wn tos ejemplos, conviene que
exaniiiiernos previamente algutias
vi ci onec auxiliares, que son, al
mlsmo tiem o, posiciones te6ricas
P fundamenta es.
K4A, y tambin i . . . P4C, por 2.
R6A. En cambio, siendo mano las
blancas, la posicidn de las negras
es inaccesible: l . R4R, R E ! ; 2.
R5R, R3T ! ; 3, R6A (RGR) ; R4T ;
4. R7C, R4C y tablas.
En el ejemplo 2 3 , las negras no
estan en zugzwang (las blancas,
incluso si son mano, no consiguen
vencer), pera la defensa exige: gran
exactitud : pierde, por ejemplo,
r 2. P5C, Iu mismo
que l . *. 1.. R*# . P4 , , ya que las blancas no'
dispunen ms que de un tiempo
de reserva (236). La tarea inme-
diata de las negras es privar a las
blancas de ese tiempo. Por eso l . . .
R4C! ; 2. P3A, R3T! 3. P4A, F4C ;
4. PSA, R2T; 5. R7R, KfC; 6.
RSR, BIT ; 7, R8A, R2T ; 8, W7h.
R3T!; 9. R8C, P3C ; 10. P6A y
tablas.
210
En este ejemplo, las blancas, a
p a r de tener manifiesta superio-
ridad, no ueden vences.
1. R7A, ! R 3%' ; 2. R&IC (si 2. P3C,
entonces 2.. . R"T !, respecto a 2.
P4C, vease 239) ; 2.. . P4C ; 3. P4C
(si no se hace esta jugada, las ne-
gras jugaran P5C) ; 3.. . R3C ; 4.
R8A, R3A! ; 5, P3A, R3C (238)
5. R8R, ~ 4 k y tablas.
El ejemplo 238 es el de una pu- Saliendo las blancas, la partida
sicin de ziigawang Jugando las es nula (1. R?D, R2A o R5D, R2A ;
negras, pierde l . . . R4T, por 2. 2. R5R, R2R; a 1. R51) se puede
tamkribn t . , . R2R ; 2. R5K, 32SA ;
3. R@D, R3A).
Pero cuando las negras son ma-
no, pierden irremisiblemente: 1. ,,
Ma4 ; 2- R7D, RSA (6 3, R3R) ; 3,
RgR, R3R (3.-. R4R ; 4, W7A ; 3,..
R2C ; 4, R7R) ; 4. RlsrA, R3A ; 5,
8812, etc,
R5D, R3A (R2R) 6 l . R7D, RQA,
en niitil 2, R8R, por 2.. R4R (el
pon 4C no estd defe~didn) .
E161 ejemplcs 24% es otrrr fomrr
del misma zupmng r a l.-, R119,
gana L. R6D, R3A; 3, P3A.
De esta forma, estanda el -,en:;
en 2A -L estah3wxn las ~ P g l ~ i e n f ; ~ ~
casillas eonf ugadas : 6D y 2A, 5; )
y JA, ;ZiI-fP y 2R-
En a t e ejemplo, Zm blancas, a
diferencia del 248, tdetien en rrctxs-
va una jugrada de pedrr, pero tam- Ef comtmlrnirinto de las; pssfcio-
pWo el rey negro se encucmitrrr en nes finales 241 y 242 facilita r t l
3A, sitm 6.n 2-4 ; tencs31us la misma medida considerable la solutibn
posicidn (le Z I I ~ Z R ~ R ~ F , pero i i na dcl coinplejo 1 roblerna 243.
jugada antes, En casa de 1. .. 1[;)3A,, Es evzdente que despus de I
gana ; 2. P3A. P ern ljuga~ldo las 'P4C ! la estructura de pones re-
blancas, no consigut-n nada ; 1. sultante tiene txna dictrihusibain ya
citntzcitla cle casillas con jugadas,
1,;) rnvjirr r4plic.n. de las riegaas es
l. . , R2C (si l . . . Ki C, t-atcrtrces 2.
N3 D, f<2A ; J. R6D ; 2421 ; las rir-
nrits, desde fa casilla 2C, pueden
k
Ir a 2 - 0 8 3.4. Por eco 2. R6A!
(para poder continuar, respectiva-
tnente, R6D cr R51)) y las negras
ya no tieuerz defensa ; jrar ejemplo :
2-+. R3A ( 2 ... Rl A; 3. R'lfh) ; 3,
R5D!, K2K; 4. RSR, RZA; 5.
i . Se pr~ede emraezai- scrn la jirga-
da i . W6h y tiias tarde mover el
peiin 4C? S u , ya qi l c rlespu6c de
1. . PtC!, qucdclria la posIci6n de
tahts 3,%+
Ezx casa, de l. RGD (33, 4D), Ia
replica l . . . f'5C es ilnp~sihle, pero
las negras jugarian prcx larncxlt~
f . . . K ~ c ' Irtrgo habrian supcGiL3-
drl sti clc"rsr~sn ;l las Jitg~dcic: de las
',?,tlcas; par ejexxlpift: 2, P4C,
R2,\ 1 ( o RSh !, con 1-1 rey en SD),
6 2. R8R, P3C !, O 3. R5R, R2A !
X70dr;l parecer qi.xe no hay nin-
wria necesidad iXc hacer esos al&-
9
tisis sup1cnc.n t a r i . ~ ~ , que basta con
fij:ir la jugada i . PY2 de tris tze-
aras; sin ttnthargo, rru se debe ol-
&*
\"2d3r que cada estructura de peair-
nes tiene stt sistema, de casilas cl-f-
ticas. Por eso, al muclificar la es-
trincturn dc peones, debemos ecr-
ciararnoc: previamente de si po-
dremos dominar las nuevas casi-
llas criticas.
La siguiente pmicin de Grig6-
riev, can, la misma distsibricin
de peones, peto con distinta situa-
ci6n de los reyes, cci~rstituye un
ejempla mrry inctrtactivo.
243%. C=rig6rie\-, '1 932. Rlan-
ras: RQAD, P2AR. P3CR, Ne-
gras: R1 AR, P4CR, P3CR Ganan
blancas, La jugada 1. P4C? srr-
pondria un errar frxeparable, ya
qtie resulta imposible poner el rey
negro en situaciGn de zu-wang,
como en el 24 1 y 242 ; lxrt elemplr; :
1 .,. RZR (lo mas sencillo, seginn
se deduce de! ejemplo 242a.. ec qut-
1% negras, ciepu&i de PIC' pro-
curen tomar la ~psricloi.rr verti-
cal) ; 2. R5D, R2D, 6 2. k4D, R3D,
y si 2- RSA, eatonces 2, R3R. &o
siorreIrf;o es 11, R4D I (a pmitien-
do la jugada P X y dejando en re-
serva Xa jugada P4C) ; l . . . R2R;
2, R5D !, R2A; 3, RCBR! 6 2.. R3A;
3. V4C! y ganan,
Respecta a este rejempla, GrigO-
piev Indic6 tmntsi6n que si el PX:
se trasladaba a 2C, gaaaria cual-
qnier jugada de1 rey en la colum-
na de dama, gracias al t?enzpo de
reserva de las blancas ; por eje?ql-
pto ; 1. R5n, R2C; 2, R5R !, R2A
(6 2. *. R3T ; 3. P4C) ; 5. P3C !, R2R
o R2C ; 4, 1C !, etrf kr a.
Para concluir, damas ua efera-
pro qglr eaglaber las 1nofit~os de las
posielrsnes anleM~3res. T,a sslisreibtn
ser& ahora muoha mas f kt l para
nzmotrm.
214
En campxacicse ccrn el 236, el
rey negm de errte ejem lo di spne
de una mayor liberta 8 de rgxs~i-
mientus, qtlie Xmblancas pataT3.ta~
tomando la oposicibn. horizontal:
1, R5C !, R3@ (si l . . . PCLC, entonces
2. RfSA, R2C gana tanta 1. P3A,
como J. ~ 5 A r ; 2, R6A!, R2A; 3.
R7D, R38. ; 4. R$D, RZA ; 5- R5R 1,
P@C ; 6. RBD f242) 6 S.-- R3C ; 6.
RfSR (m)*
r;) Peones aislados contra peenes aIsXatdea
Este grupo de finales se sistema-
tiza fiabitualmeute segVn la ma-
yor o menor separacin de 16% v o -
rres aislados. Sin embargo, cuando
entre la? peones median de dos a
cuatro columnas, el ntrrtenido es-
trathgico y tacticer de Ias posicio-
nes es tan variado y divers-ss, que
esa caracteristica general nu sirve.
Por ello, los ejemplo.; se han a pa -
pgdu aquf, en fo posible, pur ef
principio de la afinidad de ideas,
y no por el nmero de columnas
entre los peones aislad-, perrron-
sideramos que ese principio es fox-
mal y p o tipico.
( nu 2. R4D?, R3D; 3. PS-4, R3A
y tablas) ; L. . . R3D ; 3. R5A,
R4-Q (6 3... R2R; 4. P4D, R2A;
5 P4A) ; R x P3A, R5D ; 5. R6R,
RxP3D; 6, KxP4D y 7. P4,4.
O l . , . P4-44- ; 2. R4D, P4D; 3,
PSA, R3D ; 4. H A , R3R ; 5. R5;i
y ganan,
Con e! l>e611 en 3-4 e% tablas :
t . R4K, P4F) s; 2. R4A, P4-4; 3,
RSC, R4R : 4. P4A +, R5D,
.L.ICTb, Salvioti, t 887. Blancas :
R2AR, P2R, P4CR, Negras: R2-
AR, PZR, P4CR. En este pra-
blema todo depende del turno de
Jugada : 1, R3R ! (ofrece a 'has
blancas mayares posibilidades
por dominar las casillas criticas
del pen 4C y presionar a las ne-
gras, que jugar 1. R3A ; na se
trata de opmici6n) ; 1 -. . R3A ; 2,
R$D, R3R; 3. R4R, R3-4; 4.
R5D, P3R+ ; 5, RfilD, R2.A; 6.
B4R y ganan.
2 4 5 ~ k y k , 1942. Blancas:
RID, P6D, P4AR. Negras: RlD,
P2D, P4AR. Ganan blancas : l .
R4D!, R1R ( f ... R1A; 2. R5R,
Rf D; 3. R x P4A) ; 2. RSA, R2A;
3. R6C, R3A. 4. R7C, R2A; 5.
5, R8A, RIR ; 6. R7A y ganan.
246
El resultado del juego en finales
de este tipo depende, casi siempre,
de la mepr posicibn del rey, de ta
existencia de tiempos de reserva
en las peones y, debldo a ella, de la
psbilidad de dominar las casillas
criticas (tos puntos de invasin).
En el ejemplo 245 se gaaa fhcil-
mente jugando 1. R2D, R3R; 2-
R38, RQA ; 3, R3A, PSR+ (de
otro modo : 4. R4R) ; 4. R3C, R4C ;
5. P3R, R4A ; 6, R4T, etc.
245s. H mi t z y KlIng, 18St.
Blancas: R3R, P3D, $ZAR. Ne-
gras : R3R, P3D, P3AR. Ganan
blancas : t . R4R, P4D + ; 2. R4A ! En el ejemplo 243 las blancas
pierden inevitablen~ente uno de
sus peoiles y pueden salvarse
slo en el caso de que capturen.
un pe6n adversario. Si las ne-
gras se dirigen al pe6n 6T, a las
blancas les da tiempo de capturar
el de 3R, pero si caen sobre el
pen 5R, tendrn que responder
a R x PSR con R5C, amenazando
el pen 2T.
De esta manera toda gira en
torno a la posicibn de zugzwang
RSC-R4R. En las maniobras de
los reyes adquieren pecaliar im-
portancia las casillas adyacentes
a los puntos 5R y 5C ; a saber:
4D, 5D y 5R para las negras,
y 5T, 4T y 4C para las blaheas.
Con el rey negro en 4D 6 SD, el
rey blanco puede ocupar la casi-
lla 5T 6 4T, pero a R5R debe res-
ponder obligatoriamente con R4C
(dicho de otro mudo, las casillas
conjugadas s61o son la SR-4C y 4R-
5C) . La prixeba de ello la tenemos
en la siguiente tentativa err6nea
de la defensa : 1. R2R ?, R3-4 ! ;
2. R3A, R4D (las blancas no han
tenido tiempo de llegar a la casilla
4T y se encuentran en posicin de
zugzwang) ; 3. R4A, R5D ; 4, R4C,
R5R ! ; 5. R4T, R5A ; 6. R5T, R4A ;
7. R4T, R3C! ( ro no 7... R x
ge Y5R ? ; 8. R5C, ta las). Valindrse
del rodeo, las negras han ganado
el r ot r o~ pen.
Ahora se comcrende que el ob-
jetivo de las blancas es llegar por
el camino mas corto a la columna
de torre ( j avance por la diago-
nal !) . As pues, f . R2A t, R3A (en
caso de I . . . R2R, las blancas uti-
lizan otra diagmal: 2. 2, R3R,
R2A ; 3. R4D, R3C ; 4. RSA, y si
4... Rx P6T, entonces 5. R6D, y
si 4.. . R4C, entonces 5, R6D, R4A ;
6. R7R y tablas) ; 2. R3C, R4D ;
3. R4T ! (en el &omento debido) ;
3.. . R5D ; 4. R5'S !, R5R ; 5. R4C !,
R x P5R ; 5. R5C y tablas.
Este excelente problema de Gri-
griev suscitb, como es natural,
numerosas imitaciones, como la si-
guiente, por ejemplo :
2468. Izenegger, 1940. Blax~cas :
Rl AR, P2CD, P3R. Negras : R2R,
P6CD, P5R. EX objetlvo de las
blancas consiste en rebasar el flan-
co del rey, ganar primero el p6n
6C (no se le puede atacar directa-
mente por el contraataque al pen
3R). Despubs de f . R2C, R3,4 ? ;
2. R3T!, etc., las blancas consi-
guen ganar gracias a la toma y.el
mantenimiento de la pasici6n,
pero Leyk indico en 1940 que ju-
... R3D ! ; 2... R4A!, etc.
la manrobra de Grigbriev) , las ne-
vndo l.
gras hacen tablas.
La idea de Grigriev fue tam-
bien desarrollada por otros proble-
rnlstas, corno verernus en los cjem-
plos 246b y 247.
246b. Zhiguis, 1929. Blaticas :
RIAR, P2CD, P2R, P3R. Negras :
R3D, PKD, PITCD, P4D. Ganan
blancas: f . R2C!, R3R ( 6 l . . .
R4R ; 2. R3A, R4A ; 3. P4 R+,
P x P + ; 4: R3C; 318) , ; 2. P4R!,
P x P ; 3. R3S!, R4A; 4. R3C,
R4C; 5. P3R, R4A ; 6. R4T, R4R ;
7. R4C, R4D; 8. RSA, R4A ! ; 9.
R5R! (9. RxP5R?, RSA) ; 9. . .
R4C; 10. R5D, R3C; 11. R x P
y ganan.
246~. Moxaviets, 1941. Blancas :
RSTR, P2D, P3TR. Negras : Rl D,
P6h, PSTR. Ganan blancas: 1.
R7T I , R2D (no cambia nada 1.. .
R2R; 2, R7C, R3R; 3. RE, etc,) ;
2. RW, R3D ; 3. RST, R4R (Ame-
naza de R x P5T) ; 4. RSC !, R5R ;
5. R4C, R4R; 6. R3A, R4A; 7.
R3R, R4R; 8. R x PGD (las blan-
cas han redizado su propsito de
fa captura del rotroi pen) ; 8. ..
RSA ; 9. RZR, R6C ; 10. P4D, R x
P3T; 11, PW, R5C (11 ... R7C, etc.,
nos lleva al 3 del #Apndice,) ; 12.
P6D, f6T; 13, R2A y ganah.
La posicibn de este ejemplo es
bastante complicada. Es evidente
que a las negras no les conviene
mmer el pe6n, ya que haciendolo
llegaran rpidamente a la posicibn
246. No queda ms remedio que
maniobrar con los reyes. Se estz-
blece f&cilmente la con ~ugaciix
de has casillas 4A-3A y 3R-4R, eo-
mo tarnbi(an, por consigixiente, la
de 3A y 3R. IJaa vez establecidas
las *zonas principales,, los reyes
ya tienen la debida oricntacibn pan
ra sus maniobras.
1. R3C ! (en espera de Ia entrar33
del rey negro en la zona princi-
pal) ; I , . . R3R; 2. R3A f , R4R; 3,
R3R, R3D (3. , - R3X; 4. R4A o
R4D) ; 4 R4A! (no 4. R4D 3,
P4R + ) ; 4. .. P3R (4 ... R3A ; 5.
R5R) ; 5. R4C ! (no 5. R3X ?, R4A ;
6. R4A, R5D) ; 5. . R4-4 {6 s...
R4R; 6. R3A, RSD; 7. R4A) ; 6.
RSC !, tablas.
Pierde f . R3A ?, R3R ! ; 2. R4A,
R3A ; 3. PSR + (3. Ral, R4C ! j ;
3... R3C ; 4. R4C, P3R ; 5. R4A,
R4T ; 6. R3A, R4C; 7, R4R, R5C;
8. R3R, R4A; 9. R4D, R5A; 10.
R4-4, RSR ; 11. RQC, R3D; 12.
R5C, R4D; 13. RQC, R3A; 14.
R5T, R4.4 y R x P6C,
247a. Moraviets, t 950. Blan-
cas: R8TR, PZTD, P2R. h'egras:
Rl AR, Y4TD, P6R. Ganan blan-
cas : 1. R7T, R2A ; 2. R6T, R3A ;
3. P4T!, H4-4; 4. R5T, K5A; 5.
R4T, R5R; 6. R4C, R5D ; 7. R4-4,
R5.2; 8. RxP6K, R5C; 9. R4D,
RxP4T; 10. R4A, R6T; 11, P4W
y ganan. Se puede taraihikn i . ..
R2R; 2, R K , R3E; 3. R5-4, R4A ;
4. R4R (4-41, R5C; 5. Rx P6R.
R6T; 6. R2DI, R x P2T; 7. P411
y ganan de trna manera muy pa-
recida (3 en el 6Aprxdceia).
243
En este ejemplo hay que evitar
el muviiniento del pe6n 2C.
I. R2A!, R X ; 2. Rl A! (no 3
R2D?, R6C; 3. RIA, R7T; 4.
R2A, P5C g pua n; ahora a 2. . +
R6C seguir: 3. Rl C, P5C ; 4. Rl .la
y la jugada Q... R7T 3, mala para
las negras por V. R2A, R8T ; 6.
R3C y ganan) ; 2... Ii4A; 3. RlLi
(conservando Irt posibilidad de t9-
mar la opociici0rr para defender las
casillas dt i cas 3D y 3R) ; 3. . =
R4D; 4. Rl A! (la casilla 4R es
inaccesible para las negras) ; 4. . .
R5D ; S. R2D, R5A ; 6. ?X2:2, R5C ;
7. Rl i 4 y tablas,
249
Pese a la existerrria de casillas
inaccesibles. para el rey negro, co-
sa que deba totlducirlas a la pkr-
dida de la oposicin, salvan a las
negras las contraamenazzts tacti-
cas.
I . K7C (a t . RIT vahe t . K3F)
y 1 .. RS-4 ; a l . R6T, slo l . . .
R3D v si 2. RIT, entonces 2. .
R x T ) ~ - 1 ) ; l . . . R2R; 2. RBC, R1R;
3. RI T (6 3. R8T, RI A! ) ; 3 ..
82- 4 ! (posicin de zugzwang rec-
proco) ; 4. R6T, P4A ! y tablas
( 5. f 3 C! , Rl C! ; 6. R5T, R2C; 7.
P6C, P5.4).
Las negras pierden si juega&:
1. . R2R; 2. R7C, R3R; 3. K#.%,
etc.
2491. Bird, 19,X Blancas : R6-
CR. PSAD, P4CR. Negras : RSR,
PS-\D. P3.4R. EI autor supona
errneaiiiente que ganaba t . RoT,
porque la respuesta 1 ... R3D es
imposible; por ejemplo l. . , R2D ;
2. R7T, R1R; 3. R6C, etc; sin em-
baryo, en vezde 2. . . Rl R?, se debe
jugar 2, R3R ! y tablas. A. 1. RW,
se piiede tambi6rt I ,.. R4R (2.
RTC, P4-4). Siendo mano las ne-
gras se hacen tablas fugando : 1 ,..
R4 K; Rl A, P4A.
La causa tpica de muchos erro-
res es ctiatida la idea principal de
un final que salta a la vista im-
pide ver otras pcisibilidades.
La idea de esta extraa posicin
es sencilla ( f 843) : el pen 7T est
condenado ; a R x P7T, sigue R7A
y decide entonces la jugada P5A
de las blancas, despues de fa cual
el rey blanco qtreda en libertad
(250. Vease 255).
Este ejemplo nos muestra una
manera interesante de ganar tiem-
pos, con el fin de impedir la apro-
ximacin del rey negro.
1. R6A (iiaturalmente no t .
R6R-3, K4C) ; l . . . R4R (como l . . .
R x P5,4 no salva, las negras pro-
curan conseguir ef empate metien-
do el rey blanca en la esquina, lo
mismo que el 250). Queda una 1x3-
sicin de zugzwang: no gana 2.
R7C, pero si la salida fuese de las
negras, habran perdido. Por ello
las blancas, a fin de ceder la sali-
da, utilizan el atringulair 2. R7A !
(no 2. R7D?, RxP5A) ; 2. . . R4D;
3, R7D !, R4R; 4. RGA! y ganan.
251a. hiclraviets, 1941. Blancas :
R3CR, P2TJ3, PGCR. Negras:
RITR, P6TD, P2CR. Ganan bian-
par: 1, R4A, RIC; 2. R5R, R1A;
3. R6D!, RI R; 4. R6R, K1A; 5.
R7D, RtL ; 6. R7R, R1T (sola-
mente despu6s de eso se puede
capturar le peQn 3T) ; 7. R6D,
R1C; 8. RSA, R1A; 9. R4C y gal
nan.
251 b. -4damsctn, 1925. Blancas :
R?D, P2Cl3, P2TR. Negras: R6-
CD, P2AD, F3R. Ganan blancas :
1. R6R !, P4A; 2. RST), PS-1; 3.
P4T, P3R-c ; 4. RSA !, P4R ; 5.
PS, P5R; 6. R4D, P6R; 1. Rx
P6R, R x P2C ; 8. P6T y ganan.
Las maniobras de las reyes, tan
complejas a primera vista, en el
ejemplo 252 no se han explicado
con claridad en los tratados de aje-
drez, y, a veces, errneamente, por
el miLtodo de las casillas conjuga-
das ; pero la explicacibn la encan-
tramas en el empleo adecuado del
mtodo de la oposicin.
-4 2. R5R seguir 2.. R4C, pero
no 2.. .RW ? ; 3. R5-4 y ganan.
intil 2. R4D por 2.. R5T !, pero
de ningn modo 2... R6C ? ; 3.
RSR, R5C ; 4. R6A y ganan.
Se camprende que las casillas
crticas son aqu 4A, 5A, 6A y que
la fila quinta es la principal.
Xo 2. .. R4A 2, ya qye despus de
3. R4D. el pen propio impide que
se conserve la oposicbn.
El objetivo de las blancas es re-
ccinqrrlstar la oposicin en fa co-
lumna principal. Para eso $10 basta
3. RSA, por 3. .. R4C y a 4. R x
P4C, las negras repf ienrn toma~i-
duei P2C (4 ... R5C; 5. R5,%, R6C;
6. PSC, R x P2C y tablas).
Nada consiguen las blancas, co-
mo hemos visto ya, con la perma-
nencia de su rey en la fila cuarta.
Despus tlc esta jugada vemos,
que las negras no pueden. respan-
der debidamente 3... K3C. por 4.
RxP4C!, R4C; 5. RSA, R5C; 6,
R4D !, R6C ; 7. R4R y ganan. El
rey negro se ve obligado a que-
darse en la fila quinta y, por ron-
siguiente, perder la oposicl6n.
Si 3... R5C o R5T, las blancas
comenzarjan en el acto su mwi -
miento envolvente : R6D, etc.
T,o que sigue es tcnica: 4...
R5C ; 5 R6D, R4T; 6- R5D, R5T ;
7. R$R! (seria prdida de tiempo
7. R4D, R4T; 8. RsD) ; T.*. R4C ;
8, R5R, R5C; 9. R6A y ganan.
W2a. Dedrle, 1926. Blancas :
RIAD, PXD, P2CR. Negras:
R4CR, PJCD, P5AR. Ganan blan-
cas: t . R6A! (1. RxP3C?. R5C:
f . R6D?, R~T'! ; 1. R~D?,' 1 z 4 ~ i
(conjugacin rectangular) ; 2.
R6A, R4C! y tablas por la inac-
cesibilidad de la casilla 5A) ; 1 .. .
R5C ( 1 ... R4T; 2. R5D!) ; 2. R6D!
y ganan.
Examinemos ahora el grupo de
fjnales con peones en columnas ve-
cinas.
253
Es prematuro 1. P6C 7, por 1 ...
R2C.
Si 1 ... PSA, entonces 2. P6C 1 ,
P3.4; 3. P7C+, RIC; 4. R W y
ganan. Pero ahora nu se uede 2.
P6C?, por 2.". Rt At y b 8 las.
e s 4. RSA, y si 3. .. R7R, entonces
4, RSD) ; 3.. . R7A ! (la ultima ten..
tativa) ; 4. R5R!, R6A; 5. R6R,
R5A ; 6, R7R ! (6. R6A ?, R6R) ;
e... R4R (6.,. R4A ; 7. R6D) ; 7.
R7D !, R5A (7... R4D ; 8. R?.) ;
8. R6R! !, R6A; 9. R5R, R7A;
10. R4R, R8A ; 11. R3A, R8R
(11.,. RSC; 12. R3C, R8T; 13.
R4C) ; 12, R3R, R8D ; 13. R4R,
R7R; 14. R5D, RxP3D; 15. Rx
P4A, R5R ; 16. R6D y tablas.
254
A 2. . . RIA, seguirfa: 3. Rm,
Rl D; 4. R8C!, R2D; 5. R7C,
R1D (5. . R3D?; 6. R1A) ; 6. R%A, .
R1A ; 7. RSD, R2C ; 8. RSR, R3C;
9. Rx P4 A, RxPSC; 10. P4C,
P4A; 11. P5C, P5A; 12. R4R! y
anan (al rey negro se le atrae a
!CD y se le da jaque).
Pero no 4. P7C ?, P4A! ; 5. R5C,
RxP7C; 6. RxP4A; PSA; 7.
P x P, R2.4 y tablas.
4. ... R X
5. PxP RxP
6. R5A
g las blancas ganan (a la jugada-
celada 6.. . R l D la correcto, natb-
ralmente, es 7. R6D ! y no R5D ?
6 R4D?, por T. . . P5A!; (Ha).
353a. Grigriev, 1931. Blancas :
RZTR, P3D, PXR. Negras : R8R,
P3AD, P4CR. Tablas. (La solucin
de este problema no se ha publica-
do.) 1. R3C (1. P4D ?, R7A ) ; 1 . ..
P4A (l.. . R7R, despus 2. P4D ! !,
R8R ; 3. R4C, etc., nos lleva a un
final nulo de damas ! v k s e 7d ea
el aAp4ndicer) ; 2. R3A !, RSA !
(conservando la posibilidad de ata-
car a cualquiera de los peones;
sin embargo, las blancas hallan
respuesta adecuada) ; 3.
R4R ! I (si ahora 3... R7C, enton-
En esta situacin, las blancas
deben pracurali i-X cambio de los
peones del flanco del rey, rodeanl-
do el pebn 4A por la retaguardia
(dejando que el rey negro capture
el pbn de CR).
O 3... R3R ; 4. R5C, R4R ; 5,
P3C! (no se debe permitir la ju-
gada P5A, para evitar tablas) ; S...
R3R; 6. RGC, R4R; 7, R7A y
ganan.
I,ir posicin es cic zugzwaiig: cc
hacen tablas jugattati 8. R6Cr por
8. .. P5-4 ; hay qrre ceder I:i salida
a Ias negras-
y las blancas gdnrn, !-a qiie a 10. ..
R5C, sigue 11. W6A, y si 10 .,
R3C, entorices 1 l . R7r).
2Ma. Grigbriev. 1938. Rlrt;~cas :
RSD, P5AI3, PSCR. Xegras:
RSAR, P2CD. P5TR. Tablas: 1.
R4.4 ! f no 1. R6D ?, RsR, allora a
1 .. . R6C sigue 2. R5C y tablas) ;
l . . . R5R ; S. R4C !, KSD ; 3. R5C,
R6A ; 4. R5T!, K5-4 ; 5. R6C, R X
(a diferencia de la posicibn anlo-
ga etl el 2S4, Ids negrzs no 11ueden
ganar tiempos, ya que el ataque
a! pe6n 2C es dm~asi adn laborio-
S O ; 6. PGA, P x P ; 7. RxP3A y
tahfslc;.
254b. Grigirriev, f 938. Rlantas r
RI.\R, P4TD, P2TR. Negras:
R3CR, P3CD, P5CR. Ganan blan-
c : 1. R2H !, K4ri ; 2. R3D !,
R5-4 ; 3. R4D !, R4A ( 3 ... R6-4 ; 4.
R5Rf ; 4. R5D, R5A ; 5. R68, R4C ;
6. 115R, R3C; 7. R4A, R4T; 8.
R,5,4, R5T; 9. R6C. R6T; 10. Ri C
y ganan.
254~. Puspishl, t 953. Rlancas :
RBCR, P4_4'D, P4CR. Sicgrar::
REO, P3AD, P3AR. Ganan blan-
cas : 1. R7.4, R4R ; 2. RSR! (2.
R7R ?, P4,4 !, tablas) ; 2..= R3D
( S ... R5A ; 3. R7R, R4C ; 4. FS;2 ;
R3C' ; 5. R6D 6 2. . . R3R ; J. P5A,
R4D ; 4. RTA, R4R ; 5. R7R) ; 3.
R8D, P4AD; 4. RSR, R3R; 5.
R8A, R3D ; 6. R7A, R4R ; 7. R?R
y gnmiarr.
2544. Ivanox-a-c.unde Stivenson,
Mosc13~ 1955. Blancas : RBAR,
P4TD, PZCD, P3CR, P5TR. Ne-
v a s : R3AR, P4TD, P3CD, P4AK,
r
P2CR ; jiiegzin las negras : 1. ..
E34C+;2. P x F (1102. R3R?, K2C;
3. K4D, R3T; 4. R5R, P5A; 5,
P x r', I'SC!) ; 2... R x IYK; 3. RSR,
K4C ; 4. K6R, R3C ; 5, R5D, R4T ;
6. K6R, K3C ; 7. P3C ? (vase mlis
abajo) ; 7, .. R4C ; 8. R7A, PSA ?
f 10 correcta habria sido 8.. . RQT 1
y tablas) ; 9. P x P +, R x P4A ; 10.
RGR y las blancas ganan.
Como ha inciicado Rasianovsici,
se deba haber jugado 1. R7D!
(dejando ea reserva la jugada
P3C) ; en respuestii no se puede
T. . . R2T, ya que despus [le S.
R6A. etc,, ef pedn de CD se corona
y da jaque. Debido a ello, las tle-
~ r a s perderian la capasicihn; pm
a.
elernplo, y. . . R3T (7 ... R3A ; 8.
R6D; 7... R4C; 8. R7R) ; 8. R6D,
R4T ; 9. R7R (rodeo) ; 9. . . R3C ;
10. R6R. R4C; 11. R7A, R4T; 12.
RGA, RSC ; 13. P3C y ganan,
Vanse tHmbi6n 326-328, 3 0 y
404.
La idea fundamental de este
ejemplo es la misma que en el 250.
Pero Ja ejecuci6n era all de una
senciflcz elemental, mientras que
aqul", conde las peones de caballo
se cntluentran en la misma colt~m-
na con un intervalo de: dos casi-
llas, es bastante mas complicada.
Como vemas despugs de la jugada
Rx PZT, R2A, ia jugada P5C no
evita qric el rey blanco qitcde ahcr-
gado por la rplica PJC. Por con-
sigiriente, las blancas deben caa-
seguir una posicin en la cual el
intervalo sea slo de una casilla
(5C-2C 4C-3C) ; en ese casa ya-
drn capturar tranquilaniente el
pen 2T.
La soluciGn de este problerna no
se habia expiiestri nunca partiettcta
de la teora de las casillas conju-
gadas y por e l o pareca an mas
complicada de lo que es en la rea-
lidad.
Veanios, primeramente, que ca-
sillas sori cortjugadac en el ejemplo
235 (vase tambin 351 ) .
La primera posicibn de zug-
zwang es la de R6CD-R 1CU ; las
negras pierden si son inalio : 1.. .
RIT; 2. R7A, R21'; 3. P5C, R1T;
4. R7D, ctc.
La segainda posicin de zug-
zwang es RSA D-RS-4I) ; por e jrtnl-
plo: l . . . RZD(ID) ; 2. R6C, R1A;
3. R7T, etr.; f . . . RIC; 2. R6C;
l . . . R l A ; 2. R6D, RXD (1C) ; 3.
F5C; l . . . P3C-t ; 2. R5D, R2D; 3.
P5C. Cuando el pen negro pasa
a 3C, las blancas se posesionan de
sus casillas criticas.
Observen~os de paso que tam-
bikn R5D-R2D es una posicin de
zugzwang decisiva para las negras
( 1 ... R2A ; S. R5A; l . . . RZR; 2,
R5A, etc. ), lo mismo qae R5R-
K2A, ya que a 1 .. R2D, sigue 2.
RSD, y si 1 ... R3-4, entonces 2.
R6R, P3C; 3. R6A 6 2.". P4C; 3.
R5R 6 2... R2A; 3. P5C, RID; 4,
R7A, P3C ; 5. R6R. De esta rna-
neta vemos que todas las ptisitin-
nes de zugzwang han coiticidido
hasta ahora con fa oposicin ha-
bitual.
De la conjugacii~ ~1 ~7 las casillas
6CD-1CD y 5AD-2AD se decli~ce la
conjugacin de 5CD-I ,ID. Coi2 est
damos por terminada la precisbn
(te las azonas principalesis : la 6CD,
5CD y 5AD (escaque inaccesible
6A) dc las blancas y X CD, I , ID y
2-4D (escaque inaccesible 2C) de
las negras. Estos pequelios trixl-
gulos se recuerdan fcilmente.
Pasemos a examinar las casillas
de la retaguardia inmediata. El
rey blanco en 4AD ataca !as casi-
llas 5C y 5&4 de la zona principal
y el rey negro debe estar en 1D
para dominar las casillas conjuga-
das 1.A y 2A de su zona principal,
Por lo tanta, las casillas 4A-1D
tambin son cmjagads. Y s el
rey blanco se e~cuentra en 4U
(atacando 4A y 5A), el rey negro
deber situarse en 1,4 para defen-
des 1D y 2A.
Una vez puestas de manifiesto
todas estas particularidades (con
mayor detalle se examinan en el
nmero 3513, podenaos pasar a la
solucihn, ahora ya bastante senci-
lla. Previamente queremos enun-
ciar dos cohsideraciones generales :
1) lo natural para las blancas es
trasladar s t ~ rey al centro a fin de
penetrar lo ms profundamente po-
sible en la disposicin de las ne-
gras ; 2 ) ?:+S blaticas deben procii-
rar que la distancia entre ambos
reyes no sea cle ixaa colrimna, sino
de dos, ya que entonces l as negras
no podrtt responder a R xPZT,
con R2-4.
La rplica l . . . R2T contradice el
carcter de la defensa. Desguks de
2. R4R !, R3C ; 3. R5A !, las neg-ras,
aunque consiguen acercarse a la
casilla 2.4 con 3. . . R3A o R2-a
(va que con 4 ;EZ6A el rey blanco
sigue en fa misma ccrlumna), las
blancas continikm 4. R6R o R5R
v ganan, como hemos explicado
antes.
Esto obliga n las negras a jugar
Rl - 4 n RI -4, despus de 10 cual las
blancas tciinan la conjugacibn. fA
2. R4A ?, habra ce, pido 2.. . R2T!
con contraataque).
En caso de 2. . . R2A, gana 3.
RSR. Las blancas inician el avance
hacia la zona principal.
3... R2D (1C) ; 4. R5D; 3... P3C;
4. R5R y si 4... R2D, entonces 5.
R6A, P4.C ; R5R, y si 4... R2A, en-
tonces 6. PX.
4. R4A RTA
3. RSC R2-4
6. R5A y ganan.
En finales de este tipo es de
gran impmtancia la distribucin
de los peones en una u otra fila (es
decir, ms arriba o ms abajo), as
como la distancia entre los peones,
o sea e1 nmero de columnas que
media entre d a s .
En el ejemplo 256 gana el que
toma la oposicin, ya que la opo-
sicin distante siempre se puede
convertir en tina inmediata ; por
ejemplo: 1 . R2R !, R1 A; 2. R3D!
(rodeo) ; 2.. . R2R ; 3, R3R !, R3R ;
4. R4R, R3D; 5. R4D! (no 5.
R5A ?, R4D, y ambos bandos coro-
nan simulttieamente slis peones) ;
5... R3A ( 5 ... R3R; 6, RSA) ; 6.
R5R y ganan.
La tentativa c7e las Iicgrs (les-
pues de 6... R2A; 7. R5D, R2D;
8. R5A, R2A ; 9. R x P4C, R2C cle
reducir el juega al 149 (pea pa-
sada con peones de torre bloquea-
dos) fracasa, ya que las negras no
logran una aposicbn nomalr. A
10. R5A (claro que no 10. R4A?,
R3C o R3-4) tienen que jugar 10.. .
R2A (10 ... R3T; 11. R6A), y des-
pq4s de 1 1. R5D, R3C, etc., el rey
neqo .no llega a tiempo a IAR.
S~elxdo mano las negras, gana
l . . . R2A.
Pero la situacibn cambia radi-
calmente si en el ejemplo 256 culo-
carnos los peones de 4C y 4C en la
columna de torre, 4T y 4T (256a) ;
en este caso, despizec de 1. R2R,
las blancas ganan, lo mismo que
antes,.el pen, pero no 1% partida ;
por ejemplo : 1 ... R2R ; 2. R3R,
R3r) ; 3. R4D ( O 3. R4A, R4D ! ;
4. R5C, R4R, etc.) 3... R3R; 4.
K5-4, R4R ! ; 5. RW, R4D ; 6. R x
P4T, R4A ; 7. R6T, R3A; 8. P5T,
R2A; 9. R5C, R2C y tablas, ya
que se ha flegado a la aposicin
nomal,. Esta circunstancia neiz-
traliza el dominio de la opmicibn
(lo mismo da sea distante o inme-
diata).
Si en el 256 trasladarnos los peo-
nes P4T y P4T a P4CR v P4CR
2,5611 3 , obtei~dretnos una situacibn
original donde el dominio de la
oposicin distante no influye para
nada. En cambio, la oposicin in-
iizediata es fundamental. En res-
puesta a 1. RZR, R2R (se puede
tambin R2D) ; 2. R3R, las negras
juegan 2.. . R2D, en espera de qtte
el rey blanco pase a la agrimera
lnea, (3. R4R, R3R 3. R4D,
R3n) y tablas, ya que las negras
tio tienen posibilidades de rudea.
Hemos explicado la importancia
que tiene el inayor o menor inter-
valo entre los peones ue han lle-
gado al centro del ta 5 lero. Vea-
znos ahora diversas sitixaciones con
peones en diferentes filas.
En este ejemplo, los peones blan-
cos han pasado del centro del ta-
blero y esto les asegura la victoria,
pese a la buena situacin del rey
negro. Desputs de 1. R3A ! (no l .
R3D ?,. R4D !) , no salva a las ne-
gras ni l . -. R4A (por 2. R4A, etc.) ,
ni I ... R4D ; 2. R3D !, R4A (por
3. R4R, etc.), ya que las blancas
coronan antes. Tambih es vano
el intento de las ne ras de respon-
der a R x PJT con f a jugada R3A
(como en el 256a), pues el pen
5TR ha pasado del centro del ta-
blero (151).
Jugando las negras en el 257 la
P
artida es riiila: a l . . . R4A, etc.,
as blancas responden contraata-
cando el pen 3TD ; si 1 . . . R5D,
etctera, ganando el pen 5T, las
negras, de ordinario ( 1521, no pue-
den ganar.
Si los peones estan ms arriba
o ms abajo que en e! 257, siendo
mano las blancas sun tablas (251).
257a. Grigbriev, 1927. Blan-
cas : RSCD. P4TD, P4TR. Negras :
RQR, P4TD, P4TR. Tablas : 1.
R3A, R5A ; 2. R4D, R5C; 3. R4Rj
R x P4T; 4. R4A y tablas, como
en el 256a.
275b. Crigcriev, 1927. Blancas :
R2CD, PGTD, P6TR. Negras:
R4R, P2TD, P2TR. Tablas, Des-
pus de 1. R3A, R4A; 2. R4D,
R4C; 3. RSh, salva a las negras
3... R3A !, etc. ; a R x P2T, sigue
R2A y el rey blanco no puede salir
de la casilla 8TD. Es similar el
257c. Bird, 1936. Blancas : Rl D,
P2TD, P3TR. Negras: R4D,
PmD, P5TR. Tablas. Las blancas
entregan e1 pen n', pero defien-
den las casillas criticas del pen
3T: 1. RIR, R4R; 2. Rl A! , R5D;
3. R2A, R6D ; 4. R3A, R7D ; 5.
R2A (cabe tambin 3. R4A 5,
R4R, pero rio 5. R4C?) S... RSA;
6. RIR, R7C; 7. R2D, RxPST; 8.
R2A y tablas.
Las mismas ideas, pero algo ms
complejas, presiden las siguientes
pociciunec.
Este ejemplo, que fue el primer
problema de Grigxiev que se pu-
blic0, no parece ser un ejemplo de
final de apen pasado con peones
bloqueadosr ; ejemplos 149 a 153
Despus de 1. Y4T !, R6C, las
blancas consiguen frenar el avan-
ce del pe6n pasado de las negras
(TR), alcanzando la posicin nor-
ma l ~ : 2. R6R, R xP3T; 3. R5A,
P4T ; 4. RQA, P5T ; 5. R3A, R7T ;
6. R2-4, P6T; 7. R1-4, R6C; 8.
RIC y tablas.
Las posiciones donde cada uno
de los reyes se encuentra en la
retaguardia enemiga se parecen a
las estudiadas, pero tarnbien tienen
sus peculiaridades. La solucin
est en la toma de la opmicin en
las drimnas principales.
258a, Grigdriev, 1932. Blancas :
RSD, P4CD, P4TR. Negxas : RSR,
P4CD, P4TR. Ganan blancas : t.
R7R!, R7R f r . - . R?D; 2. RGD! y
3. R5A o l . . . R7A; 2. R6A! y
3. R5C); 2. R6R! (no 2. R6D?,
RGA y no 2. R6A?, R6D); 2. .
R6R ; 3. R5R, R7R (3. .. R6D ; 4.
R5D !) ; 4. R4R !, RSR ; 5. R3R !
y ganan, ya que a 5. .. R8D, sigue
a. R4D! y si s.,. R8A, entonces
6. R4A!
258b. GrigbMev, f 932, Blancas :
R8AR, P4CJ3, P4TR. Negras:
R8D, P4CD, P4TR : tablas, juegue
@en juegue: l . . . R7R; 2. RSR!,
R6R (al ataque contra una de las
peones, las blancas esponden ata-
cando el otro flanco) ; 3. R7R,
R5R; 4. R6R, RSD (6 4... R3-4;
5. R5D, ero ao 4.. . R6R 3 ; 5. R5R
y ganan Y ; 5. R5A y tablas.
259
En este ejemplo no salva a las
blancas 1. R3T ?, R6A ; 2. P5T,
RSA ; 3. R4T, R4A ; 4. P6T, R3C ;
5. RPC, R x P6T; 6. R5A, R2C ; 7.
R5C, ya que el pen 7T se enctien-
tra en la zona ganancial (152) ; ga-
na T... R2A ; 3. R6T, R3D, etc.
Lo correcto es 1. R2A !, R5C ; 2
R3D, R x P4T; 3. R4-4 !, R4T ( 3 ...
RW, 4. R5C) ; 4. R5A, P3T (es
la nica furrna de que se Iibert: ei
rey negro, pero ahora e3 pe0n ya
no esta ea zona ganancial y para
hacex tablas las blancas no tienen
ms que tomar una rposicitn xior-
mal.) ; S. R4,4, R3C , 6. K4C y
tablas.
Si las negras, despues de l . R2A,
RSC ; 2. R3D, R x f 4T ; 3. R4A uu
juegan 3,,, R4T, siao a*.. P3T, las
blancas, para conseguir una a posi-
ci6n normal^ dekrln ccmtinuar 4.
R5A ! (pero no 4. R3A ?, X4C y
ganan).
259s. Prokqp, t 924. Bf axlccls ;
NAR, P2TD, P3TR. Negras:
RITD, Y6TD, PSTR. Ganaii blan-
cas. Los pcoi~es hf rnncos est11 casi
en SUS posiciones iniciales y, siri
embargo, las negras pierdeti, )-a
que no pi rde~i ocupar una rposi-
c56n normal* nec~saria para hactsi
tablas: l . R6R, R2C; 2. R3X1,
R3C (si 2.' . R2A, entonces en rcz
de 3. R4A 3 y tablas, se jttgarh 3,
R5A!, R2D; 4. R4C y ganan) ; 3
R4A, R3A; 4. R4C, R4D; 5, Rx
P6TD, K5A (el rey negro fxa al-
canzado tan slo la casilla 5-4, pern
no la 6A) ; 6. RQT I (no 6. R X ? ,
R X , tablas) ; 6.. . R4A (O 6.. .
R6A; 7. RSC y 8. P4T) : 7. R3C !,
R4C ! 8. R3.4 y ganan.
Para terminar, algunos ejemplos
con peones doblados.
280
Esta psiribn fue ideada p r
H ~ ~ i t z , pero el aa41is3s hecho por
41 es err6neo f e l . P3.4, R4T 2 ; 3,
R3C, W3 T ; 3. K4C, EUT; 4, R x
P4T, R2C ; 5. P4T, R2A ; 6. RGT,
R3.4 tr tabiasr. ( ? i, attnque 7. Y4-4
~ann~fcilrnetitef .
5
La so!iiciSa fue indicada por Sal-
violi : 1 . P3A, P.%: I ; 2. P4A Pfit 1 !
(para respcmder a 3. P x P + cr ln
3. . . R5C v 4 . . P4C) ; 3. P3T, K4T;
4. R x P ~ C , RJT ; 5. RIC, R2T ! ;
6. RSC, R2C; 7. P4T, R2A! (iio
y... R2T? ; 8. P5T) ; 8. R6T, R3h
y tablas ( 172).
~ a ' posiciiin de Prokers, 1946,
blancas : R4TR, P3CR, PCiCR ; ne-
gras- R2,4R, P4AR y PZTR, es
una sinrple repttticibn del ejemplo
de Salvidi : t . R5T (no 1 . R3T i,
R2C; 3. R4T, R3C) ; l . . . R2C; 2.
P6C, etc. Tablas.
Ilasta la fecha se ha analizado
con pocci detenimienta la posici6n
que resulta si desplazarnos en el
ejen~plo 2aC) todiii las fuerzas a la
coirmna tlc la derecha.
26th. Tv'faizelis, 1954. Blancas :
k2-AD, P2CD, YSD. Negras:
R5CD, P4AD, P3AD. Berger se ha
limitado a observar que eran ta-
blas porque 1. PSD, R5T ; 2. R3A,
R4C ; 3. P3C, R4T; 4. R4A, R3C.
Sin embarga, este sistema defensi-
vo se desmorcsna si en lugar de 3.
P3C?, se juega 3, R3C!, dejando
en reserva la jugada. P3C. A.
las negras les queda 3.. . P5-4 + ;
4. P x P + , R4T ; sin embarga, des-
pus de 5. 123.4, P4A; 6. P3C ! (6
3.=. R5T ; 6. P4C 6 s... R3C ; 6.
R4DJ, las blancas ganan. De esta
forma, en respuesta a 1. P3D, la
jugada de Berger 1.. . R5T es mala.
4ie consiguen tablas jugando 1 . < .
PSA!; 2. P4D, R5T! (2 ... P6A?
pierde).
Ms sencilla y ventajosa para
las blancas es la sguente posi-
cin :
26Ub. Berger, 1922. Blancas :
WAD, YZCI), Y2D. Negras:
R4CD, P4AD, P3AD. Ganan blan-
cas : 1. P3D, R4T ; 2. R4A, R3C ;
3. P3C y ganan. X 1 ... PSA lo mas
sencillo es 2. P4D (P4A ; 3. P3D),
mientras que 2. 3) x P + nos lleva
a. unas variantes complicadas
( 1 13).
Fine, citando ese ejemplo, em-
pieza con 1, P3C, que en caso 1 .. .
P5A obliga a r e s ~ d e r 2. P x P + .
Fine no hace nlngn anlisis, a
pesar de las nrirnerosas variantes
que origina esta jugada. Por ello
la jugada l . P3C, a pesar de pro-
porcionar la victora, nos parece
menos clara, por su falta de de-
mcstxaci5n analtica.
Jugando las negras, en el 2601,
se consiguen tablas con 1 ... PS-4.
La pocci6n de este ejemplo es
preclrrsaxa de la posicin 189. Des-
pues de 1. R5A, R7R; 2. RxP3-4,
R6R ; 3. R5R !, R7A ; 4. P X, RGC ;
5. R5A resulta una po~ici4a que
ya hemos estudiado en el 189 (des-
pues de la cuarta jugada de las
blancas).
La posicin 262 es el final de un
problema (R4TD, PSTD, PBTD,
P5D. Negras: R$TD, PmD,
P4,4D, P3D).
l . R4C!, R5R (es initi l...
R3A ; 2. R4A, P4D + , por 3. R4D) ;
2, R5C !, R4D (no hay ms reine-
dio que regresar con el rey, ya que
a 2... P4D, sig~xe 3. R6A y si 3...
R4R ; 4. R7C, R3D, la partida ter-
mina 'con el rey ahogado e'tl 8T, y
si 3... PSD, ete., resulta un final
de tablas con clamas por el aleja-
miento del rey negro) ; 3. R4C,
R4R, R4A ! (ahora 4, R5C ? pierde
por 4... P4D ; 5. -A, YSD ; 6. R7C,
R3D ; 7. R x Pn', R2A; 8. RBT,
P6D; 9. P7T, P7D; 10. PGT,
R3C !) ; 4... R5R ( 6 4... P4D+ ;
5. R3D) ; 5. R5C! y tablas.
TRES PEONES 'CONTRA DOS PEONES
Y CONTRA TRES
A este tipo de finales se refiere todo cuanto se ha dicho en la intro-
duccin al capitulo V (*Dos peones contra dosl. En cierto modo vie-
ne a ser la ltima etapa antes de pasar a finales de varios peones. Es
tal la diversidad de las posiciones, que nos vemos obligados a tomar
slo unas cuantas para su anlisis. Como es natural, hemos dado pre-
ferencia a los finales que tienen valor en el sentido terico o prctico.
En nirmerosos ejemplos se ponen de manifiesto muchas ideas estrat-
gicas y procedimientos tiicticos nuevos condicionados par la estructura
de los eones; en otros ejemplos resulta interesante el paso, mediante
simpli ? icadones, a posiciones tericas ms sencillas estiidiadas ya ari-
teriormente.
La diferencia fundamental qire hay entre este capitulo y el anterior
es el princi icu empleado de sicternatizaein del material. En el cap-
tulo V resu f taba posible partir de la estructura de los peones, pero en
&te es imposible hacerlo. Se ha tomado como base la divisin en
dos grupos: 1) finales con peones pasadas! y. 2) finales sin peones
pasados. En cada grupo el material est distrxbuidcu por temas; sin
embargo, y siempre que ha sido posible, se ha tomado en consideracin
la estructura de los unes (por ejemplo : todos los peones en un flanco ;
pones en flancos d" iferentes; situacibn dispersa de panes).
1, Finales con peones pasados
De estos finales podernos repetir
simpleinen te las observaciones he-
chas en e3 apartado correspondien-
te de2 capitulo anterior. La parti-
da no se restrelr*e, de ordinario,
par el nmero de peones pasados,
sino pcir sus cualidades, es decir,
por las rvcntajas de posicin (ms
adelante se estudian ternhtica-
mente) .
Si los peones pasados de las ad-
versarios es t h situados en flancos
distintos, como en luis ejemplos
284-288, que citamos a continua-
cin, los reyes se ven obligados a
cantenex -a veces con esfuerza-
el avance de varios peones.
Ofrece in ter& tebrico y prctico
la lncha del rey co.xttra tres peowcs
ligados, que estitdiamos a conti-
nuacin en varios ejemplos colii-
plementarios (266-283) .
Esta lucha tiene lugar craa~ido
el rey adversario esta clavado en
otro flanco y no puede prestar
ayuda a sus peones. Para el an-
lisis de estos cacos podemas recir-
m r a los siguientes diagramas
(263-265a) :
Etl la posiri~i 263 el rey negl,
dispone de todos los tienlpos que
qtriera (i ayritla indirecta a strs
peones !} ; por esa cti el otro flan(-o
el; inGtil toda lucha del rey contra
lm peones ligados. Las blancas
pueden intentar el paco de su rey
a 613, a fin de efectuar la conocida
combinacin de 1. P8T=D + y 3.
R7A. Esto, sir. eiiibargo: no es dar
una solucin directa, sino eludir
el problema pl ~nt eado a las blan-
cas. Por ello excuiinos de nuestro
anlisis posiciones semejantes en
el flanco Fie dama.
Tambikn excluimos po'cicianes
del tipo 164, ya que en la prctica
se dan muy raras veces.
Por lo t ant o, nos quedan los
ejemplos 265 y 265a, los mfis pro-
bables et la prhctica. En posicic~-
ries de este tipo, el rey negro no
p ~ ~ d e tnoverse del sitio, bajo ame-
naza de p4rdida inmediata. Debido
a ello, estimamos convenciol-ictl-
mente en los finales que siguen,
que las bl an~as ganotz si consiguen
detener a los peones adversarios,
ya que detenerlos significa an-
quilarlus.
Hasta la fecha no se han ent on-
trada mtodos y procedimientos
que precisen la estrategia del jue-
go en las diversas distribuciones
de tres peones ligados. Yscienicis
eriunciar tan slu la siguiente apre-
ciacihn general. Si equis peones se
cncuelztran en sus casillas inicnales
o han avanzado poco, casi sielripw
se pierden. Pero si urlv o dos j-co-
rres han pasado del centro del tal-
bler, la posicin se hace peligrc;.;;~
para el rey, y ex1 slguris estrurb-
turas de panes, hasta crtica (en
el sentido de qire todo depende de
la salida o. de que al rey le quede11
pocas casillas desde las cu:iles puc-
da detener fa presin de los peonci;.
Exctn~inenios, pues, sistemitica-
mente estas posiciones crticas rc-
lacionadas con la estructura de 10s
peones.
En este ejeniplo pierde qiiiei
3
sea mano. A 1 .. P6C cigiw ,.
R2C (275), y si 1 ... P6--4 i1 1 ..
P61', entonces, 2. R2A 6 2 . KZT,
respectivamente, y las hl a~i cas ga-
nan (268). Si e ~~d o rnano las blan-
cas, ef cziadrf) es i n ~e r r o : a 1 , R2C
sigire 1 ... l'6C ! ; si t . R2A o R2T,
san igualmente posibles i ,. 126A
6 l . . . Y6T; si RIA O RIT, entonces
l . . . Y61 P6A y 10s peones, en
todos los casos, obtienen la vic-
toria.
Si en ei 266 los peotres estn en
la fila de m&s abajo, las negras
ganan con cualquier jugada (Ic?
ms sencillo es 1 ... P7C) . Saliendo
las blancas, a t . RIT lo mejor es
t . Y7A (pero no 1. P7C+ ?; 2.
RIC y ganan).
En el 267 con esa posicicn en la
fila de arriba, las blancas e n a n
inc!i:s~ 1 s son mano: 1 - R3C, Y5C
3
(a i ... P5-4 ;- O 1 .-. I r S + ; sigire -.
R3.4 6 2. R3T) ; 3+ R2A(2Tf, P5r?
o PW ; 3. R2C y ganitt (270). E1
relrj pude Gtttarse err cualquiera
de 12-S casillas sealad,ls. tu-
nesto para j. s69a el. escaque 3A
6 3T, jiigando las negras; por
ejernp!~ (el rey en 3-4) ; 1 . . . P5T ! ;
2: R2:% ( 6 2. R3C; PIPiA1; 273) ; 2...
P6T E ! 3. R3A (O R3C, P5C! ;
27t i ; 3... P5A!; 4. R2A, P5C y
ga?i an,
Juganc' .~ las blancas, el rey pue-
de estar en IR, 2R, 3R (1. R3R,
P7,4 !) .
En el 268 pierde el que j uep:
despus de 1 . .. f6T; 2. R3C, los
pecnes son capturados unos tras
otros; si s m mano las blancas,
a 1. R1A (IC), sigue l . . . P6C
(PBT). Si trasladamos esta posi-
cin a la fi1,i cle abajo, las negras
ganan aun siendo mano.
Si desplazamos fa pusicin a ia
fila de arriba (2691, las blancas
ganan itrdependieterne~lte de Ia sa-
lida y en cl caso de que e1 rey se
encuentre en 3A, 2A, 1A y 1 C. Con
otras posiciones de1 rey, el resut-
hdo rfcl juego depende de la sali-
da ; por ejernplo, estando el rey en
IR, 2R, las blancas ganan si jrre-
gaiz y- pierden s scm mano las
negras des us de 1 ... P5T y 2..
PGT, Cou e 7 rey en 3T, las blancas
pierden inrlependienternet~tc de
quien juegue.
En la posicibn 270 el rej- bl,i:zc~
tiene shto tres casil2as qirc le ayu-
dar~ a detener el. avance de tual-
quier pe6n ; por ejemplo : I . . . PzT ;
2. KIC! (266) ; l . . . P6.4-4- ; 2.
RX'!, PSTt ; 3, R2A (3%) ; l . . .
P6C ; 2, RSrZ (3T), B5T ; 3. R2C
f 275). Si 10s peones negros eshhri
en alguna fila de arriba, el tri~meru
de esas casillas ir en aurnliet~tt,,
p r o si estn en la de abajo, las
bf ancas pierden.
En el 271 las blancas, despus
de l . . . PST+ ; 2. R2A, ganan; sin
embargo, pierden si juegan: 1.
R2A, P3T ( 268) , lo tnisrna qtlc
despus de 1. R2T, P5T.
En la posicirin 272, las blancas,
si san mttao, sblcr tietien ttna buena
casilla para retroceder (3A), tnieml-
tras que 1. R3T ? pierde desputs
de l . . . P4T (2. R2T, P6A ; 2. RoC,
P5T, 273).
En la posicin de R2C, PSA,
P6C y P7T, jugando las negras,
gana ! . . . P6A + ; salierrdo las blan-
cas, despus de 1. RlT, P6,4, re-
sulta una posicin estudiada ya
en las observaciones al 266.
273 274
La pccufiaridad de esta estruc-
tura de peones (e11 f uma de un
tringulo abierto a la invasin del
rev), consiste eri que una de las
caki1las criticas, la situada en el
ccrllro tlel tringulo, se encuentra
separada de las dems.
En este ejemplo, el rey tiene dos
escaques decisivos (na calindan-
tes) : 2C y 4C; en esta posicin
pierde el que juegue.
Si trasladamus los peones a la
fila de abajo, adquiere primordia 1
importancia la posicion del rey. Si
est en 3C nos encontranios con
una posicin de zugzwang ; en esta
~)osic.iOti desaparece (ganan los
peones) si la desplazarnos a la fila
de ms abajo (el rey en 2C). Si c m
los peones en 6A, SC y 6T, el rey
est en ICR, las negras ganan in-
depenct ienternente de qtiien jue-
Oile, con la particularidad de que
a
en caso de 1.. . P6C ; 2. R1 T, entran
en vigor las consideraciones ex-
puestas en el 266.
Es ii~tcresa~iie y iiiesecr ser es-
tudiada esta posicin desplazada
a la fila de arriba (214). Si en esta
pociciiin el rey estuviese en 5C,
uos encontraramos con el mismo
zugzwang que en el 273; el zug-
mvang desaparece si la posicin se
desplaza a la fila inmediata supe-
rior (peones en 3A, 2C y 3T) ; en
este caso las blancas ganan, iride-
pendientemente de la salida, 10
misma si est el rey ea 6C que en
SA, 5T (por fin eri casillas coln-
dantes), o en cualquier casilla del
rectngulo IR, 4R, 4T, 12".
As pues, despus de subrayar
el hecho, asombxoso a primera vis-
ta, de que las casillas 4A y 4T en
el ejemplo 214 con funestas para
las blancas, siendo mano las ne-
gras, querernos sealar que las
blancas gnnrtri, independientemeri-
te de la salida, estando el rey cn
cualquiera de las casillas cer?ala-
das. Can el rey en 3R, en respries-
ta a f ... PST, se debe jugar 2.
R2A!, P4C, 3. RIC! y ganan.
La distribucin de los peones en
el 275 es una de las ms dbiles.
Incluso si trasladamos esta pmi-
cin a la fila inferior, los peones
ganarn slo si juegan las blancas
(por lo tanto, el zugzwang sigue en
vigor). Si los peones se encuentran
mas arriba (2'76), el rey dispone de
casillasquelease,o;uranla En la posicin 280las negras,
sieiido niano, juegan : 1 ... P4-4
(27 1 3 ; jugando las blancas, a 1 .
m m R2T, sigue P3A!
En el 281 caben varias varian-
tes : 1. R2C, P4C (2731, 6 1. R2A-
( IA) , P6T 6 1. R2T(lT), P6A. S
son mano las negras, juegan 1 . . .
P3C !
Las osiciones del tipo 282, que
E despu S del 280 son las mejores
para las negras, tienen una gran
zlnportancia Actica. Las blancas
pierden si desplazarnos los peu-
nes a la fila inferior (6A, 4C,
6T). Si los culocamos ms arriba
(P4A, f 2C, P4T), el rey blanco
En el ejeinplo 277, el rey tiene
dos casillas criticas (no colindan-
tes) ; 3A y 3T. El resultado de la
partida depende en este ejemplo
del turno de jugada,
En el ejemplo 278 las blancas
pierden siendo mano, despuis de
1. R1 C, P6A y jugando las negras
despus de l . . . P8C=D+ !; 2.
Rx D, P6A.
En el 279, el rey slo tiene tres
casillas, pero colindantes. La ftier-
za de esta disttibticin de peones
radica eri qiie disponen, gracias al
pen rezagado, de tiempos de re-
serva. Esta superioridrid ser to-
davfa mayor si el pen rezagada se
ciiciicntra en su casilla inicial.
280 281
dispondrli de (los casillas, 2C y
3C, que le peniiiten ganar, inde-
pendientemente de la salida.
Estas posiciones de zugzwaflg
que hemos examinado determinan
en lo fundamental su lucha. Si las
recordamos o, por lo nienos, sabe-
mos que existen, la estrategia del
juego resulta ms fcil, pues ad-
quiere la debida orien taciri.
Un ejenlplo prctico lo tenct~i~c~s
en el 283. 1,as blancas ganan f-
cilmente (nos limitamos a xepro-
ducix las variantes rils carcte-
risticas) .
l . . . P4-4; 2. R2C, P4T; 3. X3C,
P3C ; 4. R2C !. P4C ( 4 ... P5-4 ; 5.
R3A, P4C ; 6. R3-4) ; Y. RIC, f'5C ;
6. R2C, P5'L'; 7. K2T, PZ-1; 8.
R1C.
1 ... Y4C ; 2. R2C, P4T; 3. R3C,
P5C (3.., P4A; 4. R2Cj ; 4. R4 h,
P3-4 ; 5. R3C,, P4-4 ; 6. X2C (2-4,
2s).
En todos los ejemplos examina-
dos el rey estaba deiante de 10s
peones. Puede plantearse la pre-
@unta, importante para la prcti-
e
ca, de la distancia que debe nnr-
diar entre el rey y los peones, para
que el rey, estando de lado, tenga
tiempo de detenerlas siendo mana.
Por el ejemplo 274, hemos Ylcto
que con Zoc peones en 4A, 31C y 4T
(es decir, con peones que no han
pasado del centro de1 tablero), el
rey puede estar en ID-4D. Al mis-
mo tienzpo, el ejemplo 267 nos ha-
ce saber qrze con peones en 4A, 4C
v 4T, el lmite extremo sr;n las
Casillas I R-3R. Se cornpreiide q tic
crranto menos avanzados estn las
peones, ms lateral puede encon-
trarse el rey.
Precisando algunos antigiios
anhlisk de varias ejemplos, se pne-
de hacer el siguiente cuadro ( t u-
mando convencionalmentc para el
flanco de la dama la situacibcin del
264) :
Cuadro de distancias del rey
SitztacZBn de los p e o n~s negros
( 1) 4A, 3C, 4*1'
( S ) 4A, 3C, 4T
(3) 3A, 4C, 4T
(4) 3A, 3C, 47-
( 5) 2A, 3C, 3T
(6) 2A, 2C, ST (2T)
qrieremos hacer las siguientes oF-
ser\-iciot~es relacionadas con la
posici>n de los pemes :
6 )
El rey llega tarde si se en-
cuentra en la columna del ,4D. Si
1. RID(31)), sigue f . . . P4-4; 3.
R3R, Y4T y ganan, ya que el rey
xio h a llegado a X 3 3C iv6anse
las observaciones para el 282). Si
1. R4D (5D), entonces 1. .. P4A ; de
primeras no se puede, por 2. RSR,
pero gana 1 ... P4T ; 2. R4R, P5T
y luego 3... P4A.
(5)
La posiciirn es dbil, por-
que el pen na est en 2C, sino en
3C. Estando el rey en 1AD-SAD.
llega en 40s jugadas a las clasllas
clave 3R. Una variante para ejem-
plo: 1, R2D ( 4D) , P4T; 2. R3R,
P5T ( 6 2.. P4C; 3. R3A) ; 3. R3A,
P4A; 4. R2C!, P5A; 5. RkC! v ltis
peones estn detenidos. La 6t ua-
cin del rey en 3D Jugando las rrc-
gras es funesta para l as blancas:
1 ., . P4A ! ; 2. RSR, Y4T ; 3. R4.1,
E'5T; 4. R3-1, P4C y las negras
ganan.
(4) Una variante como ejem-
plo : 1. R2D(4D), B5T; 2, R3R,
H A ; 3. R2A !, P46'(5A) ; 4. RIC
v los pone s no ptieden seguir
avanzando.
Los restantes casos han sido ana-
lizados anteriornlciaic.
Si en las posiciones (4) y (5) se
origina en el flanrcb de clama la
situacin 365, e1 rey blanco, estan-
do en IAD, deber llevar a cabo el
plan de captura de los peones ; pero
si est m& arriba, es mejor ir 3
WD.
Un buen ejemplo es el siguiente
problema, que parece tornado t!c
una partida prhctica :
283%. Troizki, 1924. Blancas :
RIAR, P5AD, P5D, P4AR, P2CR,
P2TR. Nehract: R4C'I), P3CD,
P3,%'I>, P2D, P2AR, P S R . Ganan
blancas : 1. P6-4 !, P x Y ; 2. P6D !,
P x P ; 3. P4T. P x P ; 4. PxF,
R4:2; 5. P4T, R4D; 6. P5T, R3R;
'7. P6T, R3-1; 8. P5.4! (ha resul-
tado la posicin que 1105 iiltcresa;
siendo niano, el rey blanco poda
estar tambin en 1CRJ ; 8.. . P4C ! ;
9. RSR, PYC; 10. R3D. P4D; 11.
R2A! (Troizki s upo~i a que cra
posible asimismo 1 l . R4D, por
11 ... P4A-r- ; 12. R3D, F5A+ ; 13.
R2A, pero en vez de 12.,. PJA+ ? ;
lo correcto es 12 ... P6C ! y gama ;
vkanse observaciones pura el 273
y 274) ; 1 l . . . P5D; 12. Rl A! (vase
282) ; 12+.. f 4 A; 13. R2A! (2733;
13 ... P5A ; 14. R1A ! (266) y gauan.
El juego se1 complica si ambas
partes tienen peones ligados pasa-
dos. En estos casos hay que tener
en cuenta las posiciones de los tres
tipos represefitados en las diagra-
mas 284-286.
Para ganar se debe poner al ad-
versario, en ambos flancos, en p
sicin de zugzwang. Como procu-
rar evitarlo, la ventaja de tiem-
pos de reserva se debe utilizar para
el avance amenazador de los pe*
aes.
En el. 284 se debe jugar: 1.
P5T + , R3T ; 2. PSA, P5Tt (si
S... R4C, entonces 3. R2C! ; 6 2-..
R2C ;. 3. PSC) ; 3, R3T, P5A (3 ...
RI C; 4. RZT, P5C; 5. R2C, P5A;
6. RIC); 4. PoA, P6A; 5. HCt,
RZT; 6. P6C+ (es la jugada ms
enrgica, pero se puede 6- P7A) ;
6. . . RI C; 7 136T, PSC+ ; 8. R2T,
P6C + ; 9. Rl C, P6T; 10. P7T+,
R IT ; 1 l . k711 y ganan.
284a. Blancas: R3CR, P3TD,
PKD, P5AD. Negras: R3AD,
PQAR, P4C"R, P4TR : l . P4T y ga-
nan corno se lia explicad6 en el
ejempf o anterior.
284b. Blancas : RLOAR, P5TD,
P4CD, PQAD. Negras: RZAD,
P.IAR, P41iR, P5TR : 1. PSA y ga-
nan, comcs se ha indicado ya
arriba.
284~:. Chapais, t 780. Blancas :
R3AR, P4TD; P4CD, P2AD. Ne-
oras : R2A5, P 4hR, P4CK, P5TR.
6espii6s de 1. P5T, las blancas con-
siguen colosar sus peones en 6T,
5C y ganan.
2844. Betinsh, alrededor de
1900, Blancas: R2CR, P6TD,
PXD, BSAD. Negras : Rl CD,
P5AR, PSCR, PSTR: 1. RIC!,
P6T ; 2. R2T, P6A ; 3. R363, R2T ;
4. P8C=D+! , . RxD; 5. P6A y
ganan.
Para ganar, independientemente
de la salida, la superioridad debe
ser mayor.
284e. Blancas: R3CR, PSTD,
P4CI3, P5AD. Negras : R2CD,
P4AR, P3CR, P4TR. En el flanco
de dama las negras estn en zug-
mang decisivo, y en el otro las
blancas detieirien flIcilmente los
peones (2'73 y 274).
284f. Blancas: R2CR, PSTD,
P2CD, PSAD. Negras: RZCD,
P4AR, P2CR, P4TR. LPS peones
blancos estn ms avanzados y es
imposible ya detenerlos ; los po-
nes negros, por el contrario, no
son peligrosos (28 1 y 282).
2849. Blancas: R3AR, PmD,
PGCD, P2AD. Negras: RSCD,
P4AR, PQCR, P5TR. Esta posicin
es todava ms favorable para las
blancas que la 284c.
2S4h. Shapiro, 1902. Blancas:
RICD, P3,4R, P7CR, P6TR. Ne-
gras: R2AR, P6TD, F6AD. Vase
284d.
Relativamente, no es muy nu-
meroso el grupo de posiciones de
zu zwang y se han analizado casi
t f as.
285
Tiene interfis comparar la posi-
~ i 6 n del diagrama 285 con el 284b.
En ella, con los reyes en 2AR y
2AD, decida la partida el turno
de salida (1, P5A, et c. ) , pero aqui
a 1. PSA, las nepas responden
l... P5A y las blancas se encuen-
tran en znpwang eti ambos flan-
cos. La mxsrna replica seguixfi a
f . R2T6 1. P5C. A 1. Rl C, cabe
L... R3T; 2. R2C, P 5A ; 3. P5A,
R4C ; 4. Rl C, P5C y ganan. La
situacibn en 1w dos flancos de por
si no es una situacin de zug-
mang, pero la necesidad de tener
(debido a las condiciones de per-
fecta sirnetrfa) la 6ltima palabra,
ori ina una posicibn de zugzwang
:: rec proco.
Tarnbiett suele haber posiciones
de tablas ; un ejemplo de ella es el
286.
Los rrycs se ven limitados en su
movimiento a las casillas 2T y 3C.
2TD y 3CD. El que intente avan-
zar el peOn retrasado pierde irremi-
siblemente ; por ejemplo : 1. P3-4 ? ,
P3A ; 2. R2T, R2T; 3. R3C (6 3.
P4A, R3C; 4. R3C, P4A) ; 3. .
P4A ; 4. P4A, R3C; 5. P5A+,
R2T ; 6. P6A, R3C y ganan.
En este ejemplo la estrategia co-
rrecta ao consiste en el avance im-
r
tuoso de los peones, que de todas
ormas se ver frenado rhpidamen-
te. Se debe procurar superioridad
en ambos fiancos a la vez, tratan-
do de colocar al adversario en go-
R3R, PCiCR, PSTR. Ganan bIaa-
cas, 1 . PEiR, R4A; 2. R2A, R3R;
3. P4R, R2R; 4. P5A, R2A; 5.
PGR+, R3A ; 6. P5R+, R2R ; 7.
R2C, R1R; 8. P6A, Rf A; 9.
-m+, R2A; 10. P6R+, RIR; 11.
R2A, P6C+ ( i t ... P6T; 12. R3C,
P7T; 13. P?A+) ; 12. R3A, P7C;
13. R x P7C, P6T-t- ; 14. RlT, f 7T;
15. P7A + y ganan.
En este ejemplo no es fcil ha-
Ilar el camina correcto de la vic-
toria. El pro@ito de tomar el
ainofensivo~, en apariencia, pen
CD, fracasa : ;. R3C, P4C ; 2. R3A,
P K; 3. R2R, P4A! ; 4. R3D,
PtPC!; 5. R3A, P5D+ !!; 6. Y x P ,
P5A, ; 7. P5D, P6A ; 8. P6D, P7A ;
9. P?D, P8A-D; 10. P$D=D,
DSA+ ! ; 1 t . R4C, D8Rt !, v ta-
- -
blas por jaque continuo.
En este blanco idea de las tablas es la si-
cerca 3- puede a sus
guiente : el rey se ve obligado,
pones* lo qcie en M3 w antes o despus, a comer el pen
R4R9 R5C; P4T9 R4T; 3* 3C( 8C) , para poder cubrirse coa
R4A, R3T ; 4* P4C~ R3C ; BU dama de las jaques ; despus de
P5T-k J R3T ; 6. R4R9 R K U); 7. R3A,
R. P c , la dama da jaque por aba-
R m ; 8. R4A* R n ; 9. P5C9 R2C;
jo (E, 8-4) con el propsito de a
10- P6C (se hacen tablas con 10-
R4C continuar D8C + , y si R5A,
rnT4-I. R a ) ; 1 0 . e ~ Rn; 11. e nt ot i pD7A+, ys i R5T7D4A+;
R4C, R2C ; 12. R5C !,
; 13.
el rey blanw no' puede pasar a la
Pm+, R1C (LA, tT) ; 14. R6A Y
fila sexta para evitar la jugada
ganan. DxPtK+,
Si trasladamos el rey blanca y
Nos queda otra recurso: pasar
los peones (en las columnas del
con d rey a 6R (P8T= D + y R2A).
AD y D) a la izquierda, sigueh pero es f&&l convencerse que Eac
ganando las blancas ; pero si los negras alcanzan a coronar el peOn
trasladamos a la segunda columna CD y evitar el mate en 6C. De ahf
de la iz uierda es tablas, lo mismo dducimos. que es preciso jugar
9 que en a posicin XJCD, PQTD, P4R, a fin de interceptar la diago-
P3AR y PICR ; RSAR, P4TD, nal I C-7T ; ahora bien, ( Cundo
P5CD, ya que el avance de 10s peo-
mnviene hacer jugada
nes no culmiaa w n un mate for-
zado (Fine, 1941). I . P4Ri ...
Hay que hacer esta jugada in-
mediatamente, para impedir que
el pen 2C inicie su peligroso
avance. Si t . R3C ?, P4C ; 2. P4R,
entonces 2. . . P 5C ! y tablas.
1. ... P x P
O 1 ... P5D ; 2. RSC, P4C ; 3. R4A,
P5C; 4. R5A, P6C; 5. R6R y
ganan.
A 3... PX, le seguir6 4. R5A,
etctera.
4. K x P P5C
Si 4... P4A, entonces 5. R4-4 !
(pero no 5. R4D 3, par S..- PSA 1 ) ;
S... P5C ; 5. R3R, etc.
E n caso de 5. . . PBC, las rregras,
desptiefs de 6. R3A, P4+4 ; 7. R x
P$C, pierden ambas f~-mes, pera
ahora el ~ e 6 4.A crea la valla pre-
cisa.
6. R5R 5D y ganan.
290ai. G. Reichgelm, 1900. Han-
cas: R3CR, P7TD, PGCD, P4-MI.
Negras: RlTD, P3D, f 5CR,
P4TR ; ganan las blancas : 1. R4A,
R2C ; 2. P5AD !, PD x PA (ahora
no slo se halla expedito ef camino
del rey blanco, sino que en la dia-
gonal 1CR-1TD ha sido colocada
una barrera) ; 3. R5R y ganan.
Los ejemplos que se dan ct conti-
nuacin (291-294) ilustran la Iirer-
za de un pe6n pasado protegido.
Ganan las negras gracias a una
maniubra precisa : I ... R2C ; 2.
P3T !, R3T ; 3. P6A ! (en caso de 3.
P4T, decide rpidainente 3. . .
R4T; 4. P6A, Rx P; 5. R6R,
R4C) ; 3.. . R3C ! ; 4. P4T, R4,4 ! ! ;
5. R6R, P5R; 6. R7D, P6R; 7,
RxP, P7R; 8. R7D, P8R=D; 9,
P7A, XxP4D; 10. P8AD=D,
D3R-+; 11. RSD, DxD+; 12.
RxD, R3A! (y de ningn modo
12,.. R4A?, pues 13. R7C! y ta-
blas). Las blancas abandonan
(291) -
292
El 292 es una tipica ceomedia de
las equisacacionesil . La blancas
no tenan mits que parar el movi-
miento del pen AR ; sIn embar-
go, en el momento culminante no
cupieron encontrar la jugada co-
rrecta. Se produjo una pasicin de
tablas, pero Grunfeld consider
que no tena salida y se entreg.
1. P6C, P5,4+; 2. R2C!, R7R
(amenazaba 3. Rl A, pero ahora el
rey ha sido atrado a una casilla
desventajosa) ; 3. P7C, P6A -t- ; 4.
R2T 'I (lgicamente, esta jugada
debiera haber coixducidc, a un em-
B
ate ; vase A), 4.. . P7A (no deja
e ser curioso el que en este mo-
inento, despus de la jugada 72,
la partida fuese aplazada) ; 5.
P8C=D, P8A=D;6. D4A+, R8R;
~ . D X D + , ] R X D ; ~ . R ~ C , R ~ R ; ~ .
R4A y las negras rinden ( !) , aun-
que combinando el rodeo (como en
el 58) can la regla pebn pasado
estando bloqueados los peones de
torre, (152) se c-seguian tablas,
coma puede verse a continuaci~ :
O. . . R6D; 10. RSC, RSR; 11. Rx P,
R4A; 12. R6T, R3A; 13. PST,
R2A ; 14. R5C ( o bien, 14. R7T,
R3A) ; 14 ... R2C, con lo que el
pen 5T se halla fuera de la zona
de ventaja.
A, La victoria se cmseguia me-
diante : 4. R3C !, P7A ; 5. P8C =D,
P8A=D; 6. D4A+, R8R; 7, Dx
D+, RxD; 8. R4A, R7R (la di-
ferencia estriba en .que ahora les
toca jugar a las blancas en lugar
de a las negras) ; 9. R5C y ganan.
La idea de este final se encuen-
tra ya en la siguie'nte terminacin :
292a. P. Gusev, 1924. Blancas :
R3CR, P2CD, P3AR, P3TR. Ne-
gras : R4R, P4AR, P3CR, P2TR ;
p~i c i 6n ventajosa blanca. 1. P4T
( o bien, primero, 1, P4CD) ; 1 .. .
PST ; 2. P4CD (no se debe 2. PST,
PSA+ !) ;2.., P4C;3. P4Ae7R5R;
4. PTxP! (4. PSC?, R6R lleva
zt tablas, lo mismo que en el 292) ;
4... PxP; 5. PxP, R6R; 6, PW,
P5A+ ; 7. R2Cl y ganan.
Previendo esta situacibn, las
blancas se entregaron antes de que
llegara a pxodrtcirse.
Sin embargo, la victoria de las
negras es bastante difcil. Bien es
verdad que, tocndalec jugar a
anaran inmediatamente
del m 08 o siguiente : 1 .. . P4C ! (2.
P5T, P5C) ; despus de haber li-
quidado todos los peones en el flan-
ca del rey, la partida se converti-
r& en la 76a. pro les toca jugar
a las blancas y, claro est, mue-
ven :
Ahora las negras slo pueden
ganar si consiguen hacerse con la
oposicin, En el instante que se
considera, &Sta es de las blancas y
s61o puede ser arrebatada en la
vertical (rADn, ya ue a R2AD
las blancas no pu en contestas
con R3AD.
a
Al maniobrar con los reyes, las
blancas debern mantenerse en la
casilla del e n 4CD v las negras
en el escaque del pen TR; esto
Gltirno no es obstculo para que
el rey negro vaya a la vertical
AD, ya que eI movimiento P5TR
no es peligroso de por si (habria
de seguir P5CR) y el rey tiene
tiempo de volver a la vertical R.
Rl C
R2A
R2R !
&to es mas lgico y sencillo
que la continuacin que sefialan
Fine y Chron; 3... R3R; 4 R4R,
R3D ; 5. R4D, R3-4 J- 6. . . R2h, o
bien, S... R2D y 6... R2A (con la
aclaracin de que la inmediata 5. ".
R2AD ? conduce a bblr, debido a
6. P5TR!
Si las blancas juegan R4R o
bien R4D, las negras ocupan rpi-
damente la oposicin inmediata y
disminuyen la duracin de la par-
tida.
Francamente malo es 4. PSTR ?,
R3A, o bien 4. P5CR?, R3R; 5.
R4R, PSC.
El objetivo ha sido conseguido,
la oposicin pasa a poder de las
negras. Sin embargo, ahora debe-
r6n tener cuidado con las jugadas
.de los peones blancos; por ejemi
plo :
a)
6. PCITR, R3D ! (pero de nin-
@n modo e... R2D?; 7. PSCR!,
R3R ; 8. R4R, o bien, T... R2R;
8. R3R, tablas) ; 7. R4R, R2R ! ;
8. P5C, R3R y ganan.
b) 6. PSCR, R3D! ; 7. R4R,
RZR! ; 8. R3R, R3R! ; 9. R4R,
P3CR ! y ganan.
v las negras ganan ; por ejemplo :
9. R3D (9. P5TR, R3D) ; 9... R4D;
10. R3R, R5A; 11. PSTR, R4D!
(en caso de 1 1 ... P6CD?; 12, R2D
y gatian las blancas), o bien, t l.
R4R, PGCD, etc.
La defensa de un pen pasado
puede, a vetes, realizarse indirec-
tarnen te.
En el 294, despus de l . P4R! ,
P x P ( 1 ... R x P ; 2. Px P, R4D;
3. R2Dl ; 2. P5-4 lleva a la victo-
ria, y si 2.. . R4D, entonces 3. R2D,
etctera (o bien, 2... R6D; 3. P6A,
P6R ; 4. Rl D).
294a. 1,. Prokes, 1946. Blancas:
RtTR, P5CD, P3D, P2AR. Ne-
gras: R4D, P3D, P4R; posiciiin
blanca ventajosa. 1. P4A !, P x P
(1 ... R4A; 2. P5A) ; 2. P4D, R3R;
3. R2C, R2D; 4. R3A, R2.4; 5.
RxP, R3C; 6. R4R, RxP; 7. R5D
.y ganan las blancas.
El 213 puede servir de ejemplo
del caso en que un pe6n pasada
protegido es insuficiente para ob-
tener la victoria.
El contar con un peOn pasado
avanzado es una ventaja induda-
ble de posicin, pero pueden darse
casos en que esta ventaja sea neu-
tralizada y hasta superada por fac-
tores mas importantes (295-297).
En el 295 la resistencia de las
blancas se basa en la buena situa-
cin del rey; ahora bien, lo que
no pueden hacer es conservarla.
Ahora la situacin es franca-
mente mala : 2. P3,4D ?, R3A ; (2.
P4AR?, Px P) ; 2. R3D?, R4D;
3. P4AD +, R4A ; 4. R3A, PSR ; 5.
PxP (5. P4AR, F6R); S. . . PxP;
6. RX, R5D y ganab.
2. R5C
3. PxP
4. R4A
PSR !
PxP
R4R
y ganan las negras: (5. R3A,
R5A; 6. RZD, R6A; 7. Rf R,
RGR!; 8. P4AD, R5D; 9. R2D,
R x P ; 10. R3R, R5C !).
Algunas excepciones.
29Sa. M. Levit, 1933. Blancas :
R5D, P4D, P5AR, P2TR. Negras :
R4CR, PZTD, P3AR, P4TR ; posi-
cibn ventajosa blanca. 1 , R4R !,
R3T ! (en el caso 1 ... P4TD ; 2.
P5D, etc., y la dama blanca, des-
pus de D8CR + da mate) ; 2. P5D,
R2C; 3. P6D, R2A; 4. R5D, R1R
(amenazaba R6A) ; 5. R6RJ P4TD ;
0. Rx P, R2D; 7. R6C!, PSTD;
8. P6A, P6T; 9. P7A, P7T; 10.
P8A=D, PST=D; 11. D7R+,
R3A ; 12. D7AD + , R4D ; $3. P7D
el rey blanco elude fhcimente
posibles jaques siguientes en
7TR, o bien, pasando por 7CR
(7TR), al escaque 6TR.
295b. O'Kelly-Mieses, Bruselas,
1935. Blancas : R4R, P3TD, P5AR,
P4TR. Negras: R3AR, PWD,
PZTD, P2TR ; les toca a las blaa-
cas. l . R4A, R2A; 2. R5R, R2R;
3. P6A+, R2A; 4. RSA, RIA; 5.
R6R, Rl R; 6. R5A ( o bien, 6.
P?A+, R1A; 7. R6A, P4T ; 8. RtiC,
P4TD, tablas) ; 6. . . R2A ; 7. R5C,
R3R; 8. R6T, RxP; 9. Rx P,
tablas.
295~. Tarbkower-Stalda, Vene-
cia, 1949. Blancas : R3D, P4CD,
P3AR, P2TR. Negras; R4Dy P5D,
P3CR, PZTR; les toca jugar a las
negxas : 1 ... P4C ; 2. PSC, R4A ; 3.
P6C, RxP; 4. RxP, R3A;S. R5Ry
P3T ; 6. P3T (aun cuando se prue-
be a conservar los tiempos las ta-
blas son inevitables) ; 6.. . R2D ;
7. R6A, R3D ; 8. R6C, R4R; 9.
R7C, R4A ! ; 10. R x P, R3A, ta-
blas.
Dignas de estudio son los dos
ejemplos de tres peones contra dos
en los flancos que se dan a con-
tinuacin.
La posicin 296 tiene su histo-
ria. Una distribuci6~ anloga, con
un p e 6 ~ negro rnhs en 3TR, fue
dada a conocer en el a50 1927 por
G. Mattison. La idea de este es-
tudio era : 1. P4C, R5D ; 2. R6R !
(impidiendo el pasa del rey ne-
o a 4D; en caso de 2. RSA ?,
as ne ras alcanzan a defenderse
j upa k' d o : 2... R4D ; 3. R4C, R3A ;
m
4. R5T, R X ; 5. R x P ; R3T; 6.
R x P, P4A ; 7. P3A -perdida for-
zada de tiempo-, 7... Px P; 8.
P x P, R2C ; 9. R6C, R3A ; 10. R6A
-a las blancas Ies ha faltado tiem-
pos para realizar la jugada R6R;
10 ... R4D, tablas) ; 2. . . B4T ; 3.
P3A + ! (gana el atiempor que fd-
taba) ; 3. . . R5A ; 4. R5A, y la de-
fensa R-4D-3A-2C ya no sirve ; es
intil jugar 4... PST ; 5. R4C, o
bien 4... P3T; 5. R4A, ya que en
tudus los casas e1 rey en cuatro
jugadas captura los das peones
negros.
fifattison consideraba tambijin
intil la jiigada 4... P4A a causa
de 5. P5C. Sin embargo, es aqu,
precisamente, donde Grigriev de s
cubrih el error de la soluei6n : 61
encontr que despuks de 5. . . R4D;
6. R5C las negras se pueden salvar
jugando 6... P5A ! !, creando en
4AD un refugio para su rey,
en el que ste queda ahogado
(n. R4C-b, RSR, 6R) siempre 17
cuando las negras sean dueas de
la oposicin ; por ejemplo : 7. R x
P, Y3T; 8. R x P, R3D ! (o bien :
8. R4C, R3R; 9. R5T, R4D; 10.
R x P, R3D !) ; se uede, asimismo,
dejar el pen en 7 & R y a la jugada
R x P7T contestar con R2D !
Siendo dueas de la oposicin,
las negras no pierden; asi, por
ejemplo (despus de 8. R x P,
R3D) ; 9. R7C, RSR; 10. R6C,
R3R; 11. R5C, R4R; 12. R4C,
R3R! (en vista de la amenaza
PST, las negras deben mante-
nerse en el cuadrado de la casilla
del pen 4CD; el tipo de la ma-
niobra es aqu el mismo que en el
82) ; 13. R4A, R3D ! (esta misma
contestacin se hubiese dado en
el caso de: 13. R4T) ; 14. R4R,
R4A ! , tablas.
-4s pues, desptiCs de haber es-
tudiado a fonda esta posicin, Gri-
griev hall6 un sistema comple-
tamente nirevo de defensa por el
que el estudio de Mattison resulta-
ba completamente falso.
Pero, i por qub la posicin 296
(sin el pen de negras 2TR) da la
~i ct ori a a las blancas ? Sigamos la
resolucin :
1. P4C, R5D ; 2. R6R !, P3T
(intentando complicar el proble-
ma de las blancas, coma se ver
ms adelante ; fa 2... P4A ? es ma-
la debido a 3. P5T !) ; 3. P3A+,
R5A ; 4. R5R ! (de haber estada el
pen negra en 4TR, las blancas
hubiesen jugado 4. R5A !) ; Q...
P4T (o bien, d. . . P4A; 5. P5C, o
de otro modo : 4.. . P3A ; 5. R4R,
6X!); 5. R5A!, R4D; 6. R5C,
P3A (con miras a 7. R x P 3, P4A ;
8. P5C, P5A; quedando la oposi-
cin en poder de las negras) ; 7.
R4T 1, P4A ; 8. P5C, P5A ; 9. R x P
y la oposicin es de las blancas
(pfecisamente esto es lo que es-
pfca todos los artificios ernplea-
dos ; cualesquiera que sean las ju-
gadas de las negras, el resultado
ser el mismo). La continuacin
no tiene malicia : 9.. . R3D ; 10.
R6T ! (oposicin en la fila rprinci-
p a l ~ , Xa central de1 intervalo com-
prendido entre las filas quinta y
octava) ; 10 ... R2D; 11. RSC, o
bien: 10 ... R4D; 11. R7C (10 ...
R3R; 11. R6C, R3D ; 12. R6A),
ganando la partida mediante aro-
dect~.
i Salva la partida el nrefugio de
rey ahogados de Grigriev si se
traslada la posicin una fila mi s
arriba? A esta pregunta da res-
puesta el anlisis de la situacibn
que se dio ea un torneo celebrado
en Yugoslavia y que a continua-
cibn se expone :
296zt. Blancas: R4AR, P5TD,
P4CD, P4AD. Negras: R3D,
P2CD, P2AD, P3TR; les toca ju-
aar a las blancas. 1 2 continiiacin
fue: 1. P5C, R4A; 2. R4C, R3D;
ganan. Las negras no
sos~echa 3. R5T i( an qiie hubiese posibili-
dad de salt~actn. Es en extremo
curioso el que la defensa aGrig6-
rim~ir no piieda ser aplicada en este
caso : 1 . P5C, P3A ; 2. P6C, P4A ;
3. R4C, R2D; 4. R5T, R3A; 5.
R x P, R3D y, a pesar de tener l a
oposicin en su poder, las negras
pierden, ya que debido a la nece-
sidad de maniobrar en el pequeo
cuadrado del pen 6CD, pierden
aqulfa en seguida (6. R7C y ga-
nan). En cambio, la defensa rMat-
tison, salva la partida : 1, P5C (de
lo contrario, l . . . P3A) ; l . . . R2D ! ;
2, R4C, RIA; 3. R5T, R1C; 4.
R x P, R2T ; 5. R6C, P3A ; 6. R6A
(6. PCD x PAD hubiese sido tam-
bin inhtil) ; 6. .. PAD x PCD ; 7.
PADx PCD, RIC, tablas (118).
En la interesante posicibn te0ri-
ca 297, despues de 1 ... R3R ; 2.
R5A, Y4A; 3. P3T, PAR x PCR;
4. PTRx PCR, P5D; 5. Rx P,
R3D ; 6. P5A, las negras rinden.
En un libro de partidas (~Carl s-
bad, 1907~), K. Schlechter opinaba
que mediante 1 ... R3,4! podrian
las negras hacer t abl a; por ejem-
plo : 2. P4T, R3D ; 3. P5T, R3R ! ;
4. RSA, P4A; 5. P5C, PxP; 6.
P6T, R2A ! ; 7. P x P, P5A.
Nimzbwitch expres su discm-
formidad con esta estimacin. Vea-
m o s su aniilisis (ao 1918) ; a l ...
R3A; 2, P3T!, R3D ; 3. P4T, R3A
(obligado, pues de jugar 3...
R38, la coritestacin sera: 4.
R5A. P4A : 5, PSC) : 4. P5C! (ni-
ca j&ada 4. P ~ T i queda &ha-
zada por 4... R3D; 5. P5C, P x P ;
blas ; 77) ; 4.. . PA x PC (o bien 4.. .
P T x PC, vase A) ; 5. PA xPC,
PTxFC; 6. P5T, P5C; 7. R3R!
(no se debe jugar 7, P6T ?, P6C ;
8, R3R, PSD+ ; 9. R3A, P6D; 10.
P7T, P7D ; 1 l . R2R, P7C, tablas) ;
7... R4A! (o bien, Y... P6C; 8.
R3A y 9. RxP) ; 8. R4A!, P5D;
9. R x P, P6D ; 10. R3A, R5A ; I 1.
P6T, R6A; 12. P7T y ganan.
A) 4 . . . Px P; 5 . Px P (ahotaao
se puede jugar 5. P5T ?, ya que
despus de 5. .. P5C ; 6. R3R, R4A
las blancas no pueden realizar el
movimiento 7. R4A, y 7. P6T,
P5D + ; 8. RZR, f 6C conduce ini-
carnente a tablas) ; 5.. . R3D ( o
bien S... PxP; 6. P5T, como se
indicaba aateriommte) ; 6. P6C,
R3R ; 7. PsT, P4A ; 8. I%T, R3A ;
9. P7C, R2A ; 10. R x P y ganan.
Examinando la posicin que se
da en d diagrama 297 no cuesta
trabajo llegar a la conclusiin de
que la situacibn general de los peo-
nes permite a las blancas realizar
con relativa facilidad un avance,
camo resultado del cual consiguen
adelantar ms y, por lo tanto, ha-
cerlo an mls peligroso, un pen
pasada; en lo que respecta a ganar
a hacer tablas, depende de distin-
tos pormenores de la posici6n y,
a6n a veces, como lo demuestra,
por ejempf o, el analisis, realizado
ms arriba, finica y exclusivamen-
te de los tiempos.
297a. Bogoljubow Fine, Zand-
voort, 1938. Blancas: R2AD,
P3TD, P4AR, P2TR. Negras:
RlCR, P3AR, P2CR, PZTR. Jue-
gan las negras. Al no haber peo-
nes blo ueadus, a las negras no
les es 1 ifioil forzar tablas : I ...
R2A; 2. R3D, R3R; 3. R4R,
P3C ! ; 4. R4D (4. PSA + ?, R3D !
pone inmediatamente en claro
que la partida terminar en ta-
blas; inGtil resulta tambin: 4.
P4TD, RSD, 5. P5T, R4A; 6.
P6T, R3C ; 7. R5D en vista de 7.. .
P4C ! ; 8. P5A -en la partida que
comentarnos se jug6 : 8. P x P- ;
s... P4T ; 9. R6R, P5T, llegando
simult&neamente a promover da-
mas) ; 4.. . R3D ; 5. R4A, P3T
f tampoco hubiese estado mal 5. . .
R3A, pero despus de 6... P4C ;
7. PxP, P x P ! y de P3A-4A-5A,
las tablas son evidentes) ; 6.
R4D, R3A (&.. P4C3; 7. R4RI);
7. R4R, R4C ; 8. R5D, P4C ! ; 9.
PxP, PAx P! ; 10. R5R, RST; 11.
R5A, Rx P; 12. R6C, R5C; 13.
R x P, P5C !, tablas (el rey negro
se va. a 1AR).
Generalmente, la sdperioridad
decisiva suele consistir en la @e-
sencia de UPZ pedn Pasado en una
de! las partes, mientras ue el con-
trincante no tiene psi. % ilidad al-
p n a de conseguirlo (298-299).
En una de las.natas a la partida
Marshall-Reti, Nueva York, f 924,
el anlisis de Alekhine lleva el
juego al 298.
1, P5C ! (las fuerzas enemigas
uedan as frenadas por fuerzas in-
!&ores) ; 1 ... R3A ; 2. R5R. RZD ;
3. R5D ! (es claro que no se puede
3. R6A7, RxP; 4. Rx P i R4R y
ganan) ; 3. . . R1D; 4. R6A y ga-
nan.
298a. 1. Moraviets, 1938. Blan-
cas : R 1 AD, P3.4Q, P4TR. Negras :
RZD, P5AD, P3AD, P2AD ; posi-
cin rentajosa para las blancas. f .
R2C !, R3R ; 2. R3T, R4A ; 3. R4C,
RSC; 4. RSA! !, Rx P; 5. RxP6, 4,
R4C ; 6. R x P7C, R5A ( 6 ... R3A ;
7. R6D), 7. R6D, 'R6R; 8. R5A,
R6D ; 9. fC4C v ganan.
Las pequeas dificultades por
que atraviesan las negras en el 299
son debidas a la imposibilidad de
jugar inmediatarneite P4R. En
la partida que se da a continuacin
se tiene en cuenta el zugzwang
R4R-R2R.
l . . . R2A! ( 1 ...' RLR?; 2. R5R,
R2A; 3. R6D, R3A,;+ 4. R5A, b-
blas) ; 2. R4D, R1R ! ; 3. R3.A ( o
bien : 3. R4R, R2D ; 4. R5R, R2R ;
5 R4D, R3D; 6. R4R, R3A; 7.
RSR, R4C y ganan) ; 3... R2D ; 4.
R&C, P4R.; 5. R5A, R3R y ganan.
En los ejemplos que a continua-
cibn siguen, una de las partes al-
canza a conseguir un pedn pasado.
que, adems, resulta ser mds
fuerte que el de su contricaate
(vase tarnbibn el 297).
En el %O, las blancas, al romper
la defensa enerni a, deben preacu-
parse de dejar k era de juego a1
rey negra, asi como de las medias
de lucha contra la acasilla errante~.
1. R3A!, P4C; 2, P4R, PSC ; 3.
R2R 1 , P6C ; 4. R1D 1, R6C; 5. PSR,
P x P ; 6. P6D, P5R ; 7. Pm, P6R
(si en su cuarto movimiento el
rey blanco hubiese pasado a 2D,
este movimiento del pen que aca-
bamos de anotar hub~ese ido acom-
E
aado de jaque y se tendrian ta-
las) ; 8. P8D-D y ganan.
3Wa. V. Smetana, 1942. Blan-
cas: R4R, PZAR, P3AR, P5CR.
Negras : R3R, P3CR, P4TR ; posi-
ciOn ventajosa de las blancas. 1.
P4A, P5T; 2, PSA+!, P x P + ; 3.
R3A t, R2A ; 4. R2C, R3C ; S. P4A
p las blancas ganan.
2, FINALES SIN PEONES PASADOS
Hemos dividido os finales sin
peones asados en tres ,<nipos.
En e f primer grupo, todos los
peones se haflan situados en un
mismo flanco y enfrentados unos
a otros. Primeramente se examina
la lucha de los mes ligados de
uno y otro ban ir o, despus de los
ligados contra los aislados f contan
do entre stos a los doblado$) y, fi-
nalmente, de los aislados contra
las aisladas.
En el segundo grupo, los peones
se encuentras separados unos de
otros y. en distintos flancos.
Las demh disposiciones de tos
peones en el tablero (mezclados,
sueltos) han sido recopiladas en el
tercer gru o,
Dentro c f e cada grupo la sistma-
tizacin se ha llevado a cabo segtin
un orden temtico, lo que en la
mayora de los casos se halla di-
rectamente ligado a la estructura
de los peones que se considera. En
estas condiciones se dan en primer
lugar los finales de tres peones
contra dac y despus contra tres,
pero, como es natural, irnicamen-
te en aquellos casos en que a con-
secuencia de ecto la distribucibn
temtica general del material no
su& alteracin alguna.
Examinemos el primer grupo de
JDnales, o sea, el de los peones en-
frentados en un mismo flanco.
Toc6ndoles jugar a las blancas,
el finica camina que lleva a la vic-
toria en el 301 es : 1. P6C. Tanto 1.
Prn?, Px P; 2. Px P (1%) como
1. P6A4-?, PxP+; 2. P x P + ,
R2A ; 3.R5A, R1R ! (157) condu-
cen a tablas. Des uis de l . PW!
P a las negras no as salva ni 1 . . .
PTxP; 2. PTxP ($O), ni l . . . P3T;
bien es vedad que en este ltimo
caso no se puede mover inmediata-
mente 2. P6A + ?, PC x PA + ; 3.
R5A, R1A ; 4. Rx P, Kf C y tablas
(77), sino que hay que amnconar
previamente al rey negro en ITR ;
por ejemplo: R5D, Rl A (2 ... R2D;
3. P6A ; en contkstacibn a 2.. . R3A
se puede mover el corriente 3. R4R
y el aCri rnbs simple 3. R6D, R x
P ; 4. R7R) ; 3. R6D, R1R ; 4. R6R,
-R1A ; 5. R7D, R1C; 6. R7R, R1T;
7. P6A, PC x PA; 8. R7A.
Si es a las negras a quienes les
carresponde jugar : a) 1 .. . Y3T ; 2.
P6C, o bien, 2. P xP (nicamente
que no como indicaba Berger: 2.
P6A-f- ?, ya que Z. . . RZA!) ; b )
l . . . P3C; 2. PTxP, P Tx P ; 3.
P6A -t. , o bien, aCln ms sencillo :
3. PA x P! , RIR; 4. R6R!, R1A;
5. R6A (46) ; c) l . . . RSA; 2.
p6C+, RIC (2 ... PTxP; 3. PTx
P+ , 90), siendo ahora posible tan-
to 3. R6R, Rl T; 4. R7A, PTxP
(4.. . P3T ; 5. P6A) ; 5. P6T, PC x
PT; 6. PAx PC, como segn Sal-
vioi, 3. PCxPT+, RxPT; 4.
R6K, R3T; 5. R7A, R2T; 6. R8A,
R1T; 7. P6T (180).
30f a 1. Maizelis, 1954. Blsncas :
R4R, P4AR, P4CR. Negras : R3R,
P3CK, PJTR ; posicin favorable a
las blancas ~ndependientemente
de a quien le toque jugar. (No de-
ja de ser en extremo sorprendente
el que esta pcrsicicn no haya sido
comentada en ninguna publica-
cin.) El desplazamiento de la po-
sicin 301, en una o varias kilac
ms abajo, es, en geeneeral, favora-
ble a las blancas, pero, en este
caso, aparecen peculiaridades pro-
pias de esta posicin : asf, 1. P5C ?,
YT x Y conduce a tablas (92, 971,
pero, en cambio, 1. P5T, o bien,
1. P5A + , llevan a la victoria ; t e
cbndoles jugar a las negras, a 1 . . .
P4T se puede contestar: 2. PC x
PT; 2. PX y 2. E A + , y en el
caso I * . . R3A, ganan tanta 2. P5T
corno 2. P5A (pero no 2, PSC + ! ) .
301b. Blancas : RIAD, P3AR,
P3CR, P3TR. Negras. R4AR,
P4CR, P4'1'R (en 1841, Woker tras-
lad el rey blanca al escaque 1AD ;
en 1766, Kotsio la situaba en
3AD) ; el resultado viene detemi-
nado por el turno de jugar 1. R2D,
P5T ;' 2. PC x YT ! (Berger reco-
mendaba 2. P4C+ ?, R5A ; 3. R2R;
sin embargo, 3. .. R6C da tablas ;
esta variante s61o es psible para
las blancas en una posicin situa-
da una fila ms alta) ; 2. ,. PC x
PT; 3. R3R y ganan. Tocndoles
jugar a las negras, 1 ... P5T ; 2,
X>Cx PT ( 2. P4C + ? pierden) ; 2. ..
f C x PT se alcanzan tablas. 8s-
tando situada la posicin de las
negras irna fila m&s alta, el rey
negro no tiene salvaciii.
301c. Illin-Zhenevski-Abramian,
semifinal del Xf Campeonato de
la U.R.S.S., 1938. Blancas : RSR,
P XK, Y3TR. Negras: R3CD,
PSAR, PSCR, P5TR; juegan las
negras. i . . . PfS-4 + ? (incmpren-
sible error, puesto que ni siquie-
ra 2. PC x PA, P6C da ventaja a
las negras) ; 2. RSA, PC x PT ; 3.
PC x PT, tablas. La victoria se
consegua c m l . . . P6C ! ; por
ejemplo; 2. R3A (2. RIA no da
nada, vase el 300), 2. . . R4A ; 3.
Rx PA, R5D; 4. R4C, R6R y
ganan.
302. Se trata de una posicin de
tablas que no se menciona en nin-
guna parte (tocndoles jugar a las
blancas). Si admitimos que el pen
blanco se hallaba en ;YliR y el ne-
gro en 2CR, resulta que el movi-
miento P4T ? (lo correcto seria
P3T) es, en vista de P3C !, el error
decisivo,
Moviendo las blancas : a ) 1.
HA + , PCxPA; 2. PCxPA+, ta-
blas (157) ; b ) 1. P5C, R3D; 2.
P5A, PCxPA; 3. Rx P, R2R
(1281, o bien 2. P5T, R3R ; (92, 3.
P6T es intil), o bien, 2. R3A,
R3R; 3. R4C, R2R(2A), tablas;
c ) 1 . P5'6, YCxPT; 2. PSC, PST;
3. E A + , R3D ; 4. P6L (4. R4A,
PfbT, tablas ; comprese con el
21 ic) ; 4... PTx PC; 5. Px P, R3R;
d) 1 . R4D, R3D ; 2. R4A, R3.A ;
3. K3A, R2,4!, con la que los peo-
nes biarzcos no pueden pasar.
Tac&ndoles jugar a las negras,
despues de 1 .. . R m , las blancas
no consiguen nada ni con 2. P5T,
ni con 2. P5C, 10 mismo que con
2. P5A, PCxl PA-+; 3. RxPA,
R2R (137) ; 4, R5C, R2A; 5. R6T,
RIC, tablas (el pe6n de TR iio se
halla ni en 3TR ni en 2TR).
Despuks de 1 . . . R3D se consigue
la vfcturia de forma bastante com-
plicada: 2. R4D, R3R; 3. R54,
R2R ( o bien, 3... P4T; 4. PCx
PT !, PC x PT ; 5. RQD, R4A ; 6.
R3R, R5C ; 7. R4R, R x PT ; 8.
R3A y ganan) ; 4. RSD, R3A (o
bien, 4... R2D; 5. R5R, R2R, igual
que en la variante principal) ; 5.
R6D, R2A (no salva la situaci6n
5.. . P4T, debido a 6, P5C + !, R4A ;
7. R7R, etc) ; 6. R5R, R2R ; 7.
PSC!, R2A; 8. R6D! (8. P5T?,
R2R! no se puede, pues serian
tablas) ; 8. . . RIA; 9. R6R, R1R;
10. R6A, Rl A; f l . P5T!, PCxPT;
12. R5R, P5T ( o bien, 12 ... R2R
(2A) ; 13. P5A ! y ganan, lo mismo
que en el 211c) ;'13. R4R, R2R ( o
bien, 13.. . RSA ; 14. P5A !) ; 14.
R3A !, R3R ; 15. R4C y ganan.
383. 1. R3A, R4T (1 ... R4A; 2.
P4C + , R3A ; 3. R4D, P3C ; 4. P5A
y ganan: L.. f 4T; 2. R4D, R3A;
3. P5-4, R2D; 4. R4A, R3A; 5.
P3C, P3C ; 6. PA x PC, Rx PC ; 7.
R5D y ganan) ; 2. P3C, P3C ; 3.
R4D!, R X ; 4. PST!, RxPT (4 ...
PCx PT; 5. Y5A) ; 5. R3A, P4C;
6. P5A, P5C+ ; 7, R4D y ganan.
304. l . RZ!, P5C; 2. PxPC,
P x PC ; 3. RIT!, P7A (3 ... R6C; 4,
R1C); 4. P3C+, R4C; 5. R2C,
R4A; 6. RxPA, R5D; 7. R2D,
tablas.
,41 considerar la posicin 305, al-
gunos (Woker, Berger) han esti-
mado equivocadamente que el t ur-
no de jugar no influta en el resul-
tado.
Sin embargo, la victoria slo es
posible si son mano las blancas ;
l . R2C, P5A; 2. PCxPA, RxPA;
3; f 3A, R4R!; 4. Rl A! , R4A; 5.
R2R, RSA ; 6. R2A, R4R ; 7. R3R,
R4A; 8. P4A, R5C; 9. R4R ; R x
FT; 10. R3A, etc.
En el S5, saliendo las negras
hacen tablas, pero no mediante
l . . . f 5 A? (acaucade2. R2C, PAx
PC; 3. RxPC! , obien, 2. . P6A+ ;
3. R3T, R4A; 4. P4C+!, P T x
PC+ ; 5, R3C}, sino moviendo 1 .. .
R6A ; 2, R1 C (tampoco da resul-
tado la continuacidn 2. R1 R, P3A ;
;4. RZR, RC);
PA x PC+ ; 4.
PA x PC (93).
Es evidente que en el el
romper la linea defensiva contraria
no puede dar la victoria. No queda,
pues, mBs remedio que intentar
aprovecharse de la debilidad del
pen negro 3AR, manteniendo en
reserva el tiempo PST, pero, en
esta tpica posicin de jue-, el
camino que conduce al objetivo
propuesto sorprende por lo inspe-
rada.
1. R4D, R3A; 2. R4A, R31) ; 3.
R5C ! , R4D ! (en caso de 3.. . R4R,
entonces 4. R5A, R5A; 5. R5D,
RxP; 6; R6R o bien': 4... P4T; 5.
PxP, RxP; 6. RSD y garian);
4, R6C, R3D; 5. R7C!, R2D; 6.
P5T, R3D ; 7. R8A, R4R; 8. R7D,
R5A ; 9. R6R, RPC ; 10. R7,4 y
ganan.
3Ma. 2. Elinek, 1932. Blancas:
R2&4D, P2AR, P2CR, P2TR. Ne-
gras : R8TD, P7TD, P4AR, P 2TR ;
p0sicin ventajosa para las blan-
cas. Caso tpico del factor tiempo
al enfrentarse tres peones contra
dos, cuando a las blancas 5610 les
interesa la promocin de dama en
8TR. 1. RIA! , f 5 A ( l . , . E4T; 2.
P4T ; 1 ... P3T ; 2. P3T) ; 2. R2A !,
P6A ; 3. P4C, P3T ; 4. P3T, P4T ; 5.
P4T y ganan.
F. Dedrle (1950) evit que ca-
yese en el olvido la interesante po-
sicin 307. Esta se dio en un torneo
de juego simultneo y, des u&s de
unos cuantos intentas in&ctuo-
sos de mar la partida, Charousek
se con f orm6 con tablas. No obs-
tante, el anlisis realizado por 1. y
Y. Kvicbal demuestra la pusibi-
lidad de ganar.
De las tres casillas criticas 6AD,
GD, 6R (igual que en el 51, la
rprincipal~ es la colnmna UD,. Si
las posibilidades de las blancas
cms~stiesen Staicamente en ocupar
fa o osicia en la columna prin-
cipa& no obtendrian resultado al-
guno+. La victoria s630 es posible
combinando esta arnqnaza con Ia
P4T, convenientemente preparada.
1 , R4RI, RI R! ; 2. R3A! En
este momento las negra se hallan
ante un dilema : en el caso 2. . .
R2R pierden la oposicibn, y si
juegan 2... R2A, 6 2. . . R2D, las
blancas consiguen realizar P4T,
por ejemplo :
a) 2.. R2R ; 3. R3R, R2D ; 4.
R3D, R2R; 5. R4A, Rl D; 6. R4D,
Rl R; 7.R5A, R2D; 8. R5D, R2R;
9. R6A (acorta la partida en com-
paracin con la continuacin 9.
R~R, ' ,R2A ; 76a) ; 9.. . R3A ; 1 O.
R6D, R2A; 11. R7D, R1A; 12.
R6R, Rl R; 13. P6A, P3C; 14.
P7A+, Rl A; 15. R6D! (vase
241) ; 15 ... RxP; 16. R7D y ga-
nan ;
b ) 2... R2A ; 3, P4T ! (amena-
zando 4. P5T ; hallftadoce el rey
negro en 2R o en 2D, esto no se
llega a producir debido a 3.. . P x P ;
4. PSC, R3D, siguiendo despus
R4R ; en cambio, ahora, el rey no
dispone de la casiila 32) ; 3...
P x P; 4. P5C, R2R; 5. R4C,
R3D ; 6. R x P, R4R ; 7. R4C, R3D ;
8. R4-4 y luego P6C (90) :
C)
2.. . R2D (el rey negro se ha
alejado tanto que :i las blancas les
queda tiempo par;L la jugada pre-
paratoria que necesitan ; 3. R X !,
R2R; 4. P4T, P x P + ; 5. Rx P,
R3A (de lo contrario, 6. R5C) ; 6.
R5T y ganan. i Buen anlisis !
307a. Pillsbury-Masorr , Londres,
1899. Blancas : RfSR, P4CR, PSCR,
P4TR. Negras: Rl AR, P3CR,
P2CR ; les toca a las blancas. l .
PST, RIC? (jugando l . . - Px P; 2 .
P x P, RIR ! se consegufan tablas ;
N.O 118) ; 2. R7R, R1T; 3. RSA,
R2T; 4. R7A, PxP; 5. PxP, RIT;
6, R6C ! y ganan.
En el 308 las negras pierden a
causa de.la debilidad del pen 5A,
1. R2R, R3A; 2. R3D, R4R (o
bien, 2... R4C ; 3. R4R, R5T; 4.
RxP, R6T; 5. R3R!, Rx P ; 6.
P4A ganando en final de dama;
+ase el 3 en el aAp6ndcer) ; 3.
R4A, P5T ! (amenazando despus
de P6T con crear un refugio de
rey ahogado en 5T) ; 4. P3T !, R3R ;
5. R4D, R4A; 6. R5D, R4C; 7.
R5R, R3C ; 8. R x P, R3A ; 9. R4R !
(9. R4C?, R4R) ; 9... R3R; 10.
P4A, R3A; 1 l . P5A, R2A; 12.
R5R, R2R; 13. P614+, RIR! (157
y siguiente) ; 14. R4R, R1A ; 15.
R4A, R1R ; 16. R5R ! (pero no 16.
R4C, RI A; 17. Rx P ? , R2A) ; 16 ...
R2A; 17. R5A, P4T; 18. R X ,
R1A; 14. Rx P, R2A; 20. R5C3,
R1A ; 21. R x P y ganan.
3U8a. F. Zakman, 1913. Blan-
cas: R6R, PZCR, PQCR, P3TR
Negras : R4CR, P6@R, P2CR ; po-
sicin ventajosa para las blancas.
1. R5R! ( t . R7A?, P3C!; 2. R7C,
RST!, tablas) ; l . . . RYl'! ; 2. P5C!,
R x P ; 3. R4R, R4T ! ; 4. R3A ! (4.
R4A, R5T; 5. RSA, P4C, tabfas) ;
4... R5T (o bien, 4 . . P3C ; 5.
R x P, P4C ; 6. R2A !, RCIT ; 7. R3A,
R4T; 8. R3C y ganan) ; 5. R4A,
P3C ; 6. R3R, R- ; 7. R3A, R5T ;
8, R4-4, P4C + ; 9. R3A y ganati.
En la posicirjn 309 (Chigorin-
Tarrasch, Ostende, 1905) las blan-
cas movieron : 1. P x P 3 (segura-
inente pensando en 1 ... P x F ; 2.
R4C, RSR; 3. RST, R x P; 4. R6T,
309
R5C ; 5. R x P, P4A ; 6. R6C, ta-
blas), pero, al descubrir un error
en esta variante, rinden despues
de dos jugadas. Las comentadores
de esta partida afirman que en la-
gar de 4... R E , lo tnico correcto
es 4... R3R! ; 5. R x P, P4A ganan-
do en final de dama (el 3 del
~Apndicer ) ; sin embargo, 10 rnhs
sencillo es precisamente 4.. . RSC ! ;
5. Rx P egui do no de s... PQA?,
sino de S... 3142' ! y ganan. En lu-
gar de 1 . P x P 3, las tabfas se con-
seguan, como indic Maroczy, ju-
gando: l . R4C!, R5R ; 2, P6C!,
P3T ; 3. R5T !, R x P ; rey ahogado.
309a. - G. Neustadt. Blancas :
RSAR, P3CD, PSAD, P3D. Ne-
gras: R3D, P4CD, P2ADJ P4D;
pacicin ventajosa para las blan-
cas. 1: P4C ! (tapando el agujero
ea,5AD) ; l . . . P4A (en el caso f ...
P3-4, el rodeo y el #tiempo? de re-
serva son los que deciden: 2. P4D,
R2D; 3. RGA, R3D; 4. R7A!,
R2D ; 5. P3A 17 ganan) ; 2. P4D ! !,
PxPD (o bien, 2... PxPC) ; 3.
R6A y ganan.
La ventaja de las negras en el
3t0 (Kotnauer - Thomas. Lon-
dres, 1947) es evidente. 1,. . P4C ! ;
2. RIX, P4T; 3. RIC, P3A (exce-
siva prdida de tiempo. Ya que
3 . F5T no resultaba de m-
mediato, debido a 4. P4C ; lo l6gico
hubiese sido 3.. . P4A !, y entonces,
o bien 4. P4T, PxP; 5. PxP,
Rm! ; 6. R2C, P5A; 7. RIC, P6A;
o bien, 4. RIA, PYT; 5. P x P,
P x P, etc.) ; 4. Rl A, P4A; 5. P4T,
P x P ; 6. P x P, R5C! (por el m6-
todo anferior es ya imposible con-
seguir la victoria) ; 7. R2@, R x P ;
8. R3A, R4C 3 (a pesar de todo,
8.. . R6T ! ; 9. R4A, R7C daba el
triunfo) ; 9. R3C, PSA + ( 9.. .
R3C ; t O. P4A) ; 10. R3T. Tablas.
31Oa. G. Mattison, 1929. Blan-
cas : RSCR, P4AR, P2CR, P2TR.
Negras: R5TD, P3CR, P2CR, P3-
TR : las blancas tienen ventaja. Es
dada suponer que el rey negro
tuvo que capturar un pern en 5TD.
A pesar de esto, consigue regresar
a tiempo, causando serios contra-
tiempos al rey blanco. No da la
victoria, por ejemplo : l . R3A ?,
R4C; 2. R4R, R3A; o bien, 1.
R4C?, R4C ; 2. P4T, R4A ; 3. P5T,
P x P + ! ; 4. Rx P, R4D; 5. R6C,
R5R; 6 , P3C, P4T!!; 7. Rx PC
( 6 7. R x PT, R4A; 8. R4T, P3C;
9. R3T, P4C) ; y... R4A; 8. R6T,
R5C, ; 9. P5A, P5T! ; 10. I) x P,
R x PA. Lo correcto es : 1. P5A !,
R4C ; 2. R4A !,'R3A ; 3. R5R, R2D ;
4. P6A, R1R ; 5. P x f ( o bien, Y.
R6R, R1A ; 6. P3C o P3T ; y POS-
pishit, 1956) ; 5. . . R2A; 6. P8C=
D+ , R x D ; 7. R6A y ganan (223).
En el 311 las blancas acercan ve-
lozmente el rey a la casilla SC,
coliservando de reserva los tres
tiempos de sus peones. Triunfar de
otro modo es imposible ; por ejem-
plo : 1. P4A 3, R2C ; 2. R3A, PST ! ;
3. P x P, R3T ! , contestando las ne-
gras con la liquidacin de los peo-
nes blancos 4T y 4A al intento del
rey blanco de efectuar el rodeo ; o
bien, l . P2A?, R2C ; 2. R3R, R3A
(ahora no prometen ventaja ni 3.
P ~ A; con rodeo gracias al ti&pu
de reserva, 10 mismo que 3...
P4C ? ; 4. R5D sefian desastrosas) ;
4, P4T + (o bien 4, R5R, P5T ! ) ;
4. .. R3A ; 5. PIA (5. R5D ?, P5A),
Y... R3R ; 6. RSA, R2R !, mante-
niendo el negro la oposicin.
La correcto es : 1. R3T !, R2C [no
defiende 1 ... P4C, a causa de 2.
f 4A! , PxP; 3, PxP, RZC, y aho-
ra, segfin Bondarevski, 4. R4T!,
R3C ; 5. P3T, R3T ; 6. R3C, P5T+,
a bien, R3C; 7. R3A! y ganan;
a esta hay que aadir que en el
raso 4.. R3T gana. 5. R3C, R X
(S ... PST+ ; 6. R x P; 168a) ; 6.
R3A, P5T ; 7. R3R !, y si T. . . R4T,
entmces 8. PST!, contestando a
T. . . PIi*r con 8. lR3A!, ett,J ; 2.
R4T !, R3A (a 2.. . PSA no se puede
3. P4C ?, R3T, sino 3. P x P, trasla-
dando a continuacin el rey a 4R;
dase el 318) ; 3. P4A, R2-4 (ahora
las blancas emplean los dos tiern-
pos de pen que les quedan) ; 4.
R5C, R2C ; 5. P3T !, R2A ; 6. R6T,
R3A; 7. P4T y ganan*
31 1 a. N. Griglriev. Blancas :
RXD. P2AR, PXR, P3TR. Ne-
gras : R I AD, P4A.R, P3CR, P4TR ;
ventaja blanca. Se resuelve de for-
ma an5loga : l . R2R, R2D ; 2. R3A
(2. R3R ?, P4C ! ; 3. P4T, P5A + ;
4. PxP, PxP) ; 2.. R3R (o bien,
2..+ P4C ; 3. P4T) ; 3. R4A, R3A ;
4. P4T, continuando lo mismo que
mQs arriba se indicaba.
En el 312, las blancas sblo dispo-
nen de dos (y no tres) tiempos de
reserva ; por eso, el desplazamien-
to del rey a 4T esta condenado al
fracaso; pero, en cambio, estando
blqueados los peones negros es
posible el rodeo y octrpar la olposi-
cin en la fila principal (la s@t-
ma, ya qne 1 s casillas criticas son
6CR, 7CR y 8CR).
1. R2-4, R2A ; 2. R3R, R3R ( 6
2... R3A; 3. R4D, P4C ; 4. P4T !,
309a); 3. R4D, R3D; 4. P3T!,
R3R; 5, RSA, R2R; 6. R6-4 ! (a ta-
blas canduce 6. R5D, R2D ; 7. RSR
W R ; 8. P4T, R2A; 9. R6D, R&4 ;
6 9, RSD, R2A, a R2R ; este ltimo
tiempo se precisa para conquistar
la o osicin en la fila principal) ;
6... g3R ; 7. P4T !, R2R ; 8. R7.4 !
R3R (8 ... RI R; 9. R6D) ; 9. RBD:
siendo la disyuntiva oxa 9.. . R41) ;
10. R7R, RSR; 11. 86-9, R6-4; 12.
Rx P, R x P (6 1 2 . . R X ; 13.
R6A) ; 13. R5C!, ora 9... R2A; 10.
R7D, R1A; 11. FCCIc, R2C; 12.
R7R, R1C; 13. K6=A, R2T; 14.
R7A, R3T; 15, R8C y ganan.
312a. N. Grigriev, 1938. Blan-
cas: RQTK, PZTD, P2CID, P4AD.
Negras: RITD, P4TD, P3CD,
P4AD; ventaja blanca. Despus
de 1. P4T!, las blancas, disponien-
do de un tiempo de reserva, ocupan
fhcilmente la oposicin en la final
principal (sptima).
31 2b. Blancas : RGAR, P4,4R,
P2CR, PITR. Negras: RXI'R,
P4AR, PSCR, P5TR; las blaacas
llevan ventaja. Las blancas con-
quistan la o~s i c i n gracias a la
falta de facil~dad de maniobra del
rey negro en el extremo de1 ta-
blero : l . R7R, R2C ; 2. R68, R2T ;
3, R7A (3 ... R3T ; 3. RBC, P4C ; 5.
R7A, Px P ; 6. R6A, ganan). Vea-
se tambin el 319b.
312e. Match de consulta 4%-
ciedad de Ajedrez de Rigaa - .Es-
cuela Politcnicas , Riga, 1892.
Blancas: RIAR, PQAR, P3C32,
P4TR. Negras: RSCD, Y4AR,
P3CR, P2TR ; juegan las blancas.
('La misma pocicin de los peones
que en el 312 pero la de los reyes
favorece a la parte ms debil, es
decir, en el caso que se considera,
a las blancas.) S I blanco perdi
despus de 1. R2R ? ( t . P5T ? es
tambin insuficiente a causa de t ,. .
f xP; 2. RZC, PST!), l . . . R5A;
2. R3R (&as jugadas ya no sal-
vaban la situaclin) ; 2.. . R6A ; 3.
W R , R7A ; 4. R3R, RSD ; 5. R3A,
p4T ! Sin embar a, confume in-
P di& K. Betinsh, as blancas alcan-
mban tablas moviendo : t. R2C ! ;
ejem lo, 1.. . RSA ; 2, PST !,
x F ; 3 . 3T9RtZT);4,R4T,R5R;
g" fl
5. R x P, R6A; 6. W C (o bien, 6.
R4T, KSR; 7. R5C, R6A) ; 6...
Rx P; 7. RxP. Hay ue aadir
qtte despds de l . R2C 7 es iniitil
1.. . P4T debido a 2. R2A !,-quedan-
do el blanco con la oposic~on.
El 313 es instructivo. A pesar de
i;r disposicibn simetrica de 1- peo-
nes, no se ccmsigue nada wu ando
la aposicin mediante 1. R S ~ , ya
q e las negras no est*%.tr obligada9
a continuar 1.. . P4T? ; 2. P4T ; des-
pnh de 1 ... R2A ; 2, R7R encuen-
tran su salvacibn tActica en la jri-
r
da 2... P4C !, que da la posibili-
ad de rey ahogada, lo mismo que
en el 309; or ejemplo: 3. R6R,
PSC ; 4. P44, RJC, etc., en caso
de 4. P x ]E), P x P ; 5. RSD, se al-
tlanzan tablas moviendo 5.. . P4T ! ;
6. RSA, P5T. No se evita la ju-
mda P4C (dwpu6s de 1. R8R,
=A) mediante 2. P4T, ya que las
negras de cualquier mado mueven
2... P4C (3. P5T, Px P; 4. PxP,
R3D, etc; 3. R"IR, R X ; 4. R6D,
PSC, lo misma que se indicaba mAs
arriba). Por esa inmediatamente :
Ahora 1 ... P4L slo debilitara
sin rerrilediic, al pen 4.4 (2. P5T,
R2D : 3. R7A)-
ta respuesta de las blancas 2.
P5T es forzada (2. R7A 1, P4T !) ,
pero al mismo tiempo es la base
de fa solud6n.
A 2... P4C 6 2.. PxP sigue 3.
R7A ; en caso de 2... R3R (R1 D)
se c a n k s h : 3. Px P y 4. me, 10
mismo que en la variante prin-
cipal.
Ahora pasa las blancas es pm-
matnro 3. Px B, R3A ; 4. R7R,
Rx f ; 5. R6D, a causa de S... R4T 1
(de nuevo rey ahogada).
O bien: a*.. R4R; 4. P x P. E*
tnl resulta tambib 3-. . P. x P de*
bido a 4. R6A, R3A (o bien, 4...
Pm ; 5. P x P, P4T ; 6. R5A) ; 5.
R%R, IR=; 6. RgD, P5T; 7. PxP,
R4T; 8. R x P, alcanzando antes
dama.
Relativamente mejor : Si 5. . .
R2R, enhcec 6. PxP! , RJD; 7.
P7C!. R2A; 8. R6R, RxP; 9.
R7D, rgmal que en la variaate prin-
cipal ; en cam de 5. . RZD, la con-
teststcibn seria: 6. R5R, R3A ; 7.
R6R, P4C ( o bien, 7. . . R2A ; . 8.
RSD, R2C ; 9. R6D) ; 8. RSR, RSA ;
9. R5D, PxP; 10. PxP y 11. RxP
(155).
Una prdida de tiempo es 6. RYFt
a causa de 6... R2D.
P! ) ; entonces 9: RBD!, f x P ; 10.
R?R!, R2A ; 1 f . R6R, R3h; 12.
RSR, R2A; 13. R5D, R3C; 14.
R6D, R2C; 15. Rx P, R2A; 16.
RSD, R2D; 17. P5A, E A ; 18.
P6A y ganan (158a).
9. PxP! R2C
10. R7I-l R x P
0 bien, U . P4T; i l . R6D,
R x P ; 12. R5D.
i Lugzwang decisivo ! (Si juegan
las blancas no ganan; por ejem-
plo, RSC, P4T!, o bien R7D, 44T.1
Si 1 1. . . R4T, entonces 12. R76,
R5C ; 13. R x P y gatian.
y las blancas ganan (12 ... R X ;
13. RST, F4T; 14. R8C, YST; 15.
Px P, R4T; 16. R7C (7A), RxP;
17. R6A, R5C; 18. R523).
En el 314, los peones 3T y 3A
pcrdrfrin estar situados en 2T y 2A.
En inters del blanco esta el blo-
quear Im mons enemigos, ya que
el rey blanco puede conqaistar fa-
314
cilmente la oposicin en la sptima
fila (al rey negro le molesta su
propio @n 3C). 3-;s neceSan.~, mi-
mismo, evitar la jugacZa PSA, que
da tablas.
Las negras amenazan con tln re-
fugio de rey ahogado en el 4T me-
diante P3C-4C-5C. Adems (coriza
ri6plica a 2. RISC, par ejemplo),
pueden hmbi b jugw 2... P4T,
amenazando PST, y en caso de 3,
P4T entonces 3... RZA!, mante-
niendo el . negro la. oposicin
(312~).
Los peones negros estn parali-
zados: en caso de 2... P4C; 3.
P5T, perece el pe6n 4A, y si 2. .
P4T, as blsncas mueveb 3, R6T!,
conquistando fa oposici$n, ya que
el negro na puede jugar R3C.
"s claro q.ue no 3. R6C ?, P4T,
tablas. (A 2. . . R2A hubiese segui-
da 3. R6C !.)
O bien, 3. .. R3D ; 4. RSA ! ; 6
3... R2D; 4. R6A!, R3D; 5. P5T!
(la rnsma que en el 313). mro ao
4. P5T? a causa de 4... R3R! ; S.
R4A, PxP;6. R4R, PST;?. PxP,
P4T, tablas,
Pero no 4. R58 ?, P4T ! y tablas,
ya que el blanco no ha conseguido
a&n la oposicin en la sptima
f3la.
Amenazando con respctnder a 5.
R5R (SA, 7A) con s... P4T J- 5--
blas.
y las blancas, igual que en el 31 3,
alcanzan una posicin victoriosa
despus del cuarto movimiento
blanco.
Ambos ejemplos (313 y 314),
ilustran el debilitamiento de los
peones negros, que tiene lugar pa-
ra la colocac~n del pebn en 3T
ea lugar de 2T,
314a. Lael torneo celebrado en
Alemania Oriental en 1949. Blan-
cas: R4D, HAR, P2CR, P3TR.
Negras: R3D, PdAR, P3CR,
P2TlZ. Despu6s de 1. P4T, las ne-
gras se defendieron mal : I . . . R3R ;
2 R5A, P3T; 3. P3C, P4T ; 4. R6.A
y ganan. EC1 ramentador de l a par-
tida consider6 que el efror decisivo
fue 1 ... K3R y recomendaba 1 ,..
P3T ( 2 . P3C, P4T ; 6 2. P5T, P x P ;
3. P3C, PST; 4. PxP, P4T) ; in-
duda51 emente, esto daba tablas,
10 mismo que, dicho sea de pasa,
1. .. P4T ; os ejemplo : 2. P3C,
R3R ; 3. R5A, R2R, o bien R2D.
i No obstante, f . . . R3R no pierde
la partida ! El error decisivo e s t ~ ~ v o
en 3.. . P3T ; en contestaci6n a este
movimiento lo ms sencillo htihie-
se sido 3. P5T ; pero an despues
de 3. P3C el negro na puede defea-
derse (a cualquier jugada del rey
sigue 4. F5T). En lugar de 2..
P3T ?, tablas daban la jugada 2...
R2R (2D) ; estando situadas dia-
gonalmente, los peones negros son
invulnerables, v a P3C se puede
rontestar (nlanteni6n&ose en la
~posicibzi) P4T. Tambikn 2. . . P4T
lleva a tab2as (vase el 314b).
34b. T. 35aizelis. 1955. Blan-
cas : RSAD, P4AR. P2CR, P4TR.
Negras: R3R, P4AR. P3CR,
P4TR. La partida condrice a la
victoria slo si lec toca jugar l as
negras (curiosa posicin de zug-
zwang reciproco) . DespuRs de l . . .
R2R; 1. R6-4, o bien, l . . . R2D;
2. R5D, etc. , lo que decide es el
tiempo 6e reserva P3C. T,a par-
tida es tablas si les toca salir a las
blancas; por ejemplo: l. R6A,
R2R; 2. R7A, R3R ; 3. R8D, R4D ;
4. R7R (el rodeo es intil, puesto
que el pen 4A no est defendido) ;
4... RfrR; 5. 86A! (5. P3C?, pier-
de); S... Rx P ; 6. RxP, R5C; 7.
P3C, Rx P ; 8. RxPA, R x P ; 9.
R4A, tablas.
315
Los peones doblados representan
un serlo debilitamiento de la posi-
ci6n ; sin embarga, para obtener la
victoria suelen ser necesarias otras
circunstancias favorables
En el 315, las blancas se esfuer-
zan en trasladar el rey a la 4AR;
por su parte, el recurso defensivo
de las negras consiste en el rnovi-'
miento P5T, que quita todo valor
a los peones blancos. La posicibn
decisiva de zugzwang es R2R-R4R.
l . . . R4R; 2. R2R (en caso de 2.
R2D, Capabf anca hubiese conti-
nuado 2. . . P5T!; 3. PxP, P5A! ;
4. P5T, P x P + ! y tablas); 2...
R5R!; 3. P3T ( o bien, 3. R2-4,
P5T !, siguiendo lo misma que an-
teriormente) ; 3 . . .R4D ! ; 4. R3A,
R4R (despus de esto e1 blanco se
ve precisado a emplear su ltima
tiempo) ; 5. P4T, R4D ; 6. R4A,
R3R (7. P4R, P x P ; 8. Rx P ,
P4A + 1, tablas.
N. Gri,ai>ritr ( 1 9351, indic6 que
1 ... R4D ? hubiese hecho perder,
debido a 2. R2D !, R4R (2. . . Y5T ;
3. PxP, PSA; 4. Px P, R5R; Y.
PST; Z. . . R5R 3. R2R !, Y5T ; 4.
Y x P , P5A; 5. P5T!, R4A; 6,
P x P, o bien 3. .. R4D ; 4. R3A,
R4R ; 5. P3T I , R4D ; 6. R4A, R3R ;
7. P4T y ganan) ; 3. Rl R!, R4D ;
4. R2A!, R5R; 5. R2R, ganando
las blancas.
Gtigriev hizo ver que, adems
de f ... R4R, hubiese sido posible
1 ... R2A ; por ejemplo : 2. R2R,
R3C; 3. R3A (3. R2A, R3T) ; 3...
R4C; 4. P3T, PST!; 5. P x P + ,
Rx P; 6. R4A (o bien 6. RZC,
P5A ; 7. P x P, P4A, empate) ; 6.. .
R x P ; 7. R x P, R6C, tablas.
3t5a. N. Grigrev, 19%. Blan-
cas: R4D, P3R, PXR, P2TR. Ne-
gras : Rl R, PQAR, P3AR, P4TR ;
tablas. 1. RSD, R2D ; 2. P3T, R2R ;
3. RaA, R3R; 4. P4T, P5A!!
(pierde 4... R4R?; 5. R7D, R5R;
6, R6R, R x P ; 7. RxPSA! , 6...
R6-9; 7. RxP6A, RxPC; 8. Rx
P5A, Rx P ; 9. R4A!, R6T; 10.
P4R, etc.) 9 5. f C x P, R4A ; 6.
R5D, RSC ; 7. R6R, R x P, tablas.
De otro modo : 1. R5A, R2R (2D) ;
2. R6A, R3R; 3. P3T (3. P4T 'ha
sido ya examinada; si 3. R7A, en-
tonces 3.. . R4R ; 4. R?D, R5R ; 5.
R6X, Rx P ; 6. RxP5A, R6A; 7.
R x P6A, P5T !, tablas) ; 3.. . R4R ;
4. R7D, PYT; 5. PxP, P5A, tablas.
Hay que aadir a lo expuesto
que a tablas lleva tambiea 1. P4R,
PxP; 2. RxP, P5T; 3, P4C, P6T;
4. R4A, R2A; 5. RE, R3C: 6.
R x P, P4A.
315b. F. Dedrle, 1942. Blancas:
R4AD, P3R, P3CR, P2TR. Ne-
gras: R3R, P4AR, P3AR, P4TR ;
vencedor ( 3 !) . No ha sido posible
hallar una solucin publicada, pe-
ro basandonos en el anhfisis de
Grigriev, podemos suponer que
el estudio de Dedrle na la tiene.
315c. Lasker, E., 191 1. Blancas :
RIAR, PQTD, P3CD, PSAD. Ne-
gras : R3R, P4TD, P2AD, P3AD ;
juegan las blancas. El objetivo que
se persegua con esta posicin de
estudia era ilustrar la debilidad de
1 s peones aislados ; l . R4R, R3D ;
2. R4D, P4A + ; 3. R4A, R3A ; 4.
P3A, R3C ; 5. R5D, P3A+ ; 6. R4h
anan. A, Fainstein (Tallin) ha
fnficado que despus de i . R4R,
se consiguen tablas moviendo f . . .
P4A ! ; por ejemplo : 2.- R3D, R4D ;
3. R3A, P3A; 4. R3D, PSA+ ; 5.
Y x Y -t- , R4R ! y P4A. El ejetn-
lo es correcta en la posicin R4R-
k3D.
Las blancas tienen que tener en
cuenta la amenaza P5A ; por ejem-
plo: 1.. RQD?, P5A!; 2. PxP,
R3T ; 3. P4R, R4T; 4. P5R, P6C ! ;
5. R3R, R x P ; 6, PGR, R6T ; 7.
P7R, P7C, tablas. Sin embargo, no
es suficiente 1. R3R?, a causa de
1.. . R3T ! ; 2. R4A, R4T ; 3. P3R,
R3T; 4. R3R, P4C!; 5. PxP+,
R x P, tablas.
Es la mejor defensa. Si 1 ...
R2C, entonces 2. R4D (4A), R3A ;
3. R5D, R2R (o bien, 3.., R2A ; 4.
R5R, R2R; 5. P4R, Px P; 6 . RxP,
R3A ; 7. R4A, R2C ; 8. R x IP, R3T ;
9. R3A, R4T -4.". P4C; ' 10.
R4C-, 10. R4A, R3T ; 11. R4C y
ganan) ; 4. R5R, R2A; 5. P4R,
p4C ! (la GiItima c h n c a ) ; 6. f T x
P!, Px P; 7. RxP, R3C; 8. R4A,
R4T ; 9. P6C, R3T ; 10, RSA, R2C ;
11. R5C y ganan.
A 3. RSR ? hubiese seguido 3...
p4C; 4. P x P, R x P, y tablas des-
pus de 3. R5D ! ; pierde 3.. . P4C ?,
8 causa de 4PxP, RxP; 5.
RSR, R3C; 6, R6R, R4C; 7. R7A
p 8. R6A.
En e1 caso de 5. R6A(7A) ?, las
negras se salvan mediante s...
P5A!!; 6. PRxP, P4C;7. PAxP,
o bien PTx P, rey ahogado.
Ahora, 6, R7A seria una +dida
de tiempo a causa de e... RZT y
Iris blancas necesitan conquistar la
oposicin (31 2b).
6, RSA! R4T !
Al objeto de a 7. R7C3 eoiitestar
con 7... P5A I
v las blancas ganan de idntica
forma aue en el caso 9.. . P5A ; 10.
PRXP, ^ P4C; t . P5AI, PX-PT;
12. P6A, .P x P (P6T) ; 13. P7A,
WC! ; 14. P8A-D, P8C=D; 15.
D6T+ + ; lo mismo sucede des-
pus de 9... P4C; 10. PxP, PSA;
1 1 . PCxP, P6C; 12. P6C, P7C;
13. P7C, P8C=D, 14. P8C-D. hu-
vendo de los jaques de la dama
negra (14 ... D8C+; 15. R8T,
D8T+ ; 16. D7C, DlT+ ; 17. R7T,
D5R+ ; 18. RSC!, Dl T+ 19. D8A,
D7C+ !; 20. R8T!, D7C+; 21.
D7C, Dl C+ ; 22. R7T, D8C+ ; 23.
RSC, Dl C+ ; 24. D8A, etc.).
Pasemos a examinar e1 segun&
grupo de finales con distribucin
separada de los peones ea distintos
flancos.
Cuando no hay r n b remedio que
jugar s61o con los peones, hay que
estimar previamente a quin se le
acabarn antes los movinaientm
(tiempos).
El 317, junto con las posiciones
que se .sealan en 317a, b y c, corn-
prende todas las disposiciones ima-
ginable~ de dos peones contra
otros dos contrarios, cuando u~im
y otros se encuentran todava en
sus casillas iniciales.
En el 317, el tener que jugar
implica desventaja. A 1. P4A hay
que contestar f . . . P4TI, a fin de
impedir la continuacibn 2. P4C (lo
ue asegura al blanco la posibili-
!ad de pasar), y despues 2. E A ,
P5T, o b~en, 2. P3C, P3D. A t . P3A
lo correcto es 1 ... P3T ! ; 2. P3C,
P3D. Si a 1. P3A, se contesta 1 ...
P4D, entonces, despub de 2. P3C,
P4T, uno de los peones blancas
puede de nuevo llegar a dama, aun-
ue mas tarde que el contrario
esto hay que entenderlo en sen-
7
tido terico, or cuanto las pi-
rP ciones en el anco del rey pueden
ser extraordinariamente variadas ;
El 318 nos ~riuestra una c ~mbi -
en el caso que se considera, el blan- nacin tpica. 1. PBA + !, P x P+ ;
co es mate en 4CR). 2. R5R! (no 2. R5-4 ?, P5T!) ; L. ,
Bn el 317, tocndoles mover a las
F5T (esto es mejor que lo qiie re-
negras, a 1. .. P3T (1.. . P4T ; 2.
comiendan Ios autores, 2.. . R2R,
P4A), sigue 2. P3A, P3D; 3. F3C,
P4D; 4. P4C y ganan.
318
En el flanco de rey se supone,
para simplificar, la misma situa-
cibn que en el 317 (en la prctica,
el rey suele encontrarse casi siem-
pre en posicibn de zugzwang con
gran cantidad de peones).
En el 317a y en el 317b, no hay
ms que imitar las jugadas del
contrario; or ejem lo (en el
F f 3I7b) ; l . P3 , P3C, o ien, 1 . P4C,
P4C, 6 1. P4A, P4T!, 6 l . f3A,
P3T !
En el nmero 317c, ganan 10s
peones ligados, iadependxentemen-
te de a quien le toque jugar, te-
niendo en cuenta que en primer
lugar debe jugarse el pen 2C: si
mueven las blancas, l . P4C ! ; co-
menzando las negras, f . . . P4-4 ; 2.
P3C!, etc.
Si la distancia que separa los
peones es inferior a cuatro filas, o
algunos peones se hallan adelanta-
dos, son posibles otros resultados
y excepciones de diverso ghnero,
con la particularidad ile que a ve-
ces tiene no poca importancia el
que un pen ( a varios peones) pue-
da saltar dos casillas al salir.
ya que sigue no 2. f 5 A, P5T, sino
la jugada, an rnhs decisiva 2.
FST, que da una Xkil victoria) ;
3. P3A; R2R; 4. R5A, R2A ; 5.
RSC, R3R ; 6. R x P, R4D ; 7. R5C,
R x P; 8. P4T, R3D ! (obligando a
las blancas a perder tiempo bajo la
amenaza de R-2R-1 A) ) ; 9. R6.4 1 ,
P4A ; 10. P5T, P5A ; 11. P6T, P6.A ;
12. mT, P7A; 13. P8T=D, P8.4
=D; 14. DSD+ y ganan,
318a. B. Nonvitz, 1879. Rlnii-
cas : R4ilR. P3,4iD. P2R, P4R. S e -
Tas : R3AR, PSAD, P4AD, P3D ;
4 3
ventaja blanca. 1 . P5R + , P x P ; ;
2. R4C !, R3C (3R) ; 3. P4R, R3.4 ;
4. R5T y ganan.
318b. Del torneo juvenil cele-
brada en Rastinxs, 1949. Blaticas :
R3D, P3-4R. P4CR. Negras : R4D.
P4R, PJR, P4CR ; juegan las ne-
,oras. Los adversarios acordaron
tablas. G. Thomas indic6 la forma
de ganar: l . . . P5R+ !; 2. P x P + ,
R4A ! (2, .. R4R ? ; 3. R3R. tablas) ;
3. R3.A. P4R y ganan, Hay que
agreqar que la posici6n inicial da
la victoria a las negras indepen-
dientemente del turno de jugar;
r ejemplo: 1. R3R, P5R; 2.
x P + (o bien, 2. P4A, PxP+;
r
3. R x P, R5D y ganan) ; 2. . . R5-4,
0 bien, R4R y ganan.
La posicin que damos a conti-
nuacibn tiene un cierto parecido
lejano con la antericrr y, a su mo-
do, es instructiva.
SlSc Lov tski-Rubiasten, Var-
sovia, 1916. Blancas : RSAR,
PlTD, P2CR, P3TR. Negras:
R5R, P4TD, P5AR, P5TR; juegan
las negras. 1.. . P6A ! (ingenioso
intento de ganar ; en el caso 1 .,.
R5D?; 2. R3A, R5A; 3. Rx P ,
R5C; 4. P4C!, PxP; 5. RxP y el
pen blanco llega antes a la pra-
mocin) ; 2. P x l-+, R5A ! (no 2.. .
R6D, a causa de 3. P4A, R5R ; 4.
P5A, R x P ; 5. R3A y a las negras
las satfvn nicamente el que el pen
TR se halla fuera de la zona de
ventaja ; 152) ; 3. R2R ! {jugada
einica ; en caso de 3. R2C ?, RtiR,
d negro garla el pebn AR, despues
de lo cual su rey se dirige hacia el
pen TD, sin preocuparse de tomar
el pen TR, 1 o que salvara a las
blancas) ; 3. . . R6C, 4. R3R!, R x P ;
5. R2A!, R7T; 6. P4A, P6T; 7.
P3A, R8T ; 8. P6A, P?T, tablas
(ahora a las blancas les ha faltada
otn tiempo para obtetier la victoria
en final de dama).
319. 1. P6C, P x P (tampoco
salva la situacin l . .. P4T) ; 2.
P x P, R4C ; 3. R5D, R3C ; 4. R4-4,
R4T ; 5. R5A, R5T ; 6. R6C, R6T ;
7. R5C, R7C; 8. RxP, Rx P; 9.
R4A y ganan.
Si en este sencillo fina2 se modi-
fica la situacin de los reyes,
se descubren modalidades inte-
resantes.
319a. N. Grigriev, 1932. Blan-
cas : R4TD, PSTD, PXR, P3TR.
Negras: R5AD, P5CD, P4CR,
P4TR; tablas. Si 10s peones del
flanco de rey estuviesen bloquea-
dos, las blancas ganarian a condi-
ciSn de que les tocase jugar a las
negras, pero precisamente esto es
imposible de conseguir. 1. P4C !,
P5T! [no l. . . P x P ? ; 2, PxP, R4A
(2.. . R6A ; 3. R5C) ; 3. R5T, R5A ;
4. RQC y ganan] ; 2. R5T, R4A! y
tablas (pero no 2.. . P6C ? ; 3. P x
P+, R x P; 4. R5C, R6A ; 5. R3A,
R6D ; 6. R5D, R6R; 7. RSR, R6A ;
8. R5A, R6C; 9. R x P, R x P ; 10.
R4A !, ganando las blancas en fi-
nal de dama ; vase el 3 en el
aAp6ndicea). No deja de ser inte-
resante el que otras jugadas, salvo
1. P4C ! , hagan perder al blanco ;
por ejemplo: 1. P4T ?, P5C I 2.
R5T, P$C, o bien, 1. R5T ?, P5C ! ;
2. PxP, Px. P; 3. R4T, R6A, y 4...
P6C. Si en la ~osi ci n inicial el
rev se hallase n STR. seria tam-
biln tablas : 1. P4C !, P x P ! (slo
as) ; 2. f x P, R4A. (La solucin
del autor no fi ~e publicada y la po-
sicin 319a no fue estudiada a
fondo.
319b. De una partida real, 1936.
Blancas : R4TD, P4CD, PSCR,
P4CR. Negras: R5AD, P3TD,
P4CR, P3TR; juegan las negras.
1. . . R5D ! ; 2. R5T (o bien, 2. R3C,
R6D) ; 2. .. R6.4 ; 3. R4T, R7C ; 4.
P3C, R6A ; S. RST, R3D ! ; 6. R4T,
R5A ; 7. R3T, R6A ; 8. R4T, R7C
y ganan. (La idea es idEtntica a fa
del 312b.l
En otro sentidw, pero tambikn
prictico, son muy interesantes los
ejemplos siguientes :
319~. M. Levit, 1915. Blancas :
R3AD, PZTD, P2CD, PSCR. Ne-
gras: K4TD, PSI"I', P3CD, P3CR;
ventaja blanca. 1. R4A, P4C + ;
2, R5A, R3T; 3. PQC!, P x P ; 4.
Px P, R4T ; 5. R6A !, R5C ; 6. R6C
y ganan.
3t9d. V. Ber, 1934. Blancas :
RZCD, P3AD, PGCR, PSTR. Ne-
gras: RSAD, P4AD, PZCR, P3
TR ; ventaja blanca. 1. R2A, R4D
( o bien, l . . , K4C; 2. R3D!) ; 2.
R3C!, R3A ( 2 ... R3D; 3. R4T!,
R3A ; 4. R.) ; 3. R4AC, R3D ; 4,
RSC, R4D ; 5. R6C !, R5A; 6. R6A
(no deja de ser divertida la con-
quista consecutiva de la oposicih
en ZAD, 4AD, 6AD) ; 6... R x P ; 7.
R x P y ganan. Tocfindoles jugar
a las negras se alcanzan tablas me-
diante l . . . R4C ! (rinicarnente) ; 2.
R3C, B A + , etc.
319e. 1. Glazer, f 939. Blancas :
R4TD, PSD, P2CR, P3CR. Ne-
gras : Rl R, P2D, P5CR; ventaja
del blanco. l. R5C, R2R (o bien,
l . . . Rl D; 2. P61), yora 2. . . R1A;
3. R6T, ora S.., Rt R ; 3. RGC,
R2A ; 4. R7C, etc.) ; 2. R5A, RID;
3. R6D, RlR; 4. R7A, R2R; 5.
R8A, R3D; 6. R8D, RxP; 7.
R x P, R4R ; 8. R7R, R4A ; 9. R7A,
R4C ; 10. R6R y ganan.
320. 1. R2A, R4A ! (en caso de
t ... P4A, las blancas se apoderan
del escaque 4AR con el rey, reser-
vndose el tiempo P3C) ; 2. R3A,
R4R!; 3. P4C, P x P + ; 4. RxP,
R5R ; 5. PST, P4A + ; 6. R3T !,
PSA : 7. P6T. P6A; 8. P7T. P7A ;
9. R ~ C y ganan. -
Botvinnik compuso este estudio
basndose en un dificil final, del
que fue protagonista en un torneo
simultneo, y teniendo en cugntci
Eoc errores que l descubri en el
anlisis de Fine f 194 1 ) .
320a Knch-Van Scheltinga,
Amsterdam, 1936. Blancas : R3CR,
PZTD, P3CD, P4TR. Negras,
R3CR, PSCD, P3AR; juegan las
negras. 1 .. . R4A ; 2. R3A, R4R ;
3. R4C (no 3. P5T, R4A) ; 3...
R5R ; 4. PST, P4A+ ; 5, R X (ma-
la jugada ; lo cmrerto es, coma se-
%a16 Rotvinnik : 5. R3T !) ; 5.. .
R6R ; 6. P6T, P5A + , tablas (evi-
dentemente, Fine no tuvo en cuen-
ta la continuacin 7. R4C, P6A ;
8. P7T, P7A; 9. P8T=D, P8A=D ;
10. DSR+, R7D!; 11. MD + ,
R7A; 12. Dx P) .
Botvinnik acompaaba su estu-
dio de una nota irbnica: asegura-
mente, se demostrara que el estu-
dio no es original ; j es tan dificil
a estas alturas inventar algo nue-
vo en el ajedrez !B A esta abserv,a-
cin respondi6 0. Nedelkovich en
el ao 1951, al hallar el sigiiiente
ejemplo de Euwe (1940) :
320b. Blancas: R3R, P2TD,
P2CD, P2AD, P2TR. Negras:
R4R, PmD, P2CD, PSAD, P2AR;
las blancas tienen ventaja. 1.
PQTD, P4T; 2. P4A, P4AD ; 3.
P3C, P3C; 4. P4T, R4A; 5. R3A,
R4R; 6. R4C, RSR; 7. P5TR,
P4A + ; 8. R3T !, etc.
rCreu que esta combinacin no
es nueva,, seriala NedelkOvich.
Esta suposicin es cierta; vease,
por ejemplo, el estudio de Grig-
rfev 68, el cuarto movimiento de
las blancas (1928), as como el
333, 1926).
La interesante y difcil posicibn
del 321 ha sido hasta la fecha poco
conocida, ya que su solucin no ha
sido nurca publicada. Para hacer-
la ms asequible examinaremos
en primer lugar el final, bastante
ms sencillo, que damm a conti-
nuacin :
321 a. Volpert - Bielova, 1949.
Blancas: R4CR, P3TD, P4CD,
P3TR. Negras: R3CR, P3TD,
PICD, P3TR ; les toca a las ne-
gras. El movimiento f . .. P4TR + ?
fue un error decisivo a causa de 2.
R4A, R3A ; 3. P4TR. Segn seial
P. Romanovski, se empataba ju-
gando 1 . . . R3A (y tambitrn con l . . .
R2C). DespueSs de l . . . R3A ( 1 ...
R2C ; 2. R5A deja a las blancas con
un pen de ventaja en final de da-
ma rRQTD, DSCD, F3TD; R5CR,
D8TR, juegan las negras,, que-
dando las tablas todava por de-
mostrar)'. 2, R4A, R3C (hasta se
puede R3R), o bien, 2. P4TR,
R3C; 3. P5T+, R3A; 4. R4A,
83R; 5. R4R, R3A las tablas son
evidentes.
En el 321 se ve claramente que
deber& darse una posicin final
anloga, con la diferencia de que
los peones negros en el flanco de
dama son mucho ms dkbiles y las
blancas necesitan bastante menos
tiempo para alcanzar dama.
Ek evidente que el rey blanco de-
ber ocupar el centra del tablero,
manteniendo fa oposicin. Pcn- eso :
1. R2A !, R2A I (es claro que no se
debe jugar 1 ... R2C ? ; 2. R3R ; en
caso de 1. . R2R, sigue 2. R3R ;
y la tarea de las blancas queda re-
suelta al ocupar la oposicibn en
la columna rRm; por ejemplo : 2.. ,
R3R. 3. RQR, R3A ; 4. R3D; o bien.
3 ... R3D ; 4. R4D !) ; 2. RSA, R3A ;
3. RQA, RX! (hemos llegado al
momento mas dificil d la colu-
cOn ; a primera vista parece que
ahora 4. RSR da la victoria; sin
embargo, como se vera n16s ade-
lante, esto no es asi) ; 4. R4C!!
(las blancas crean voluntariamen-
te esta posicibn que parece co~zdu-
cir irremisiblemente a tablas) ; 4. . .
R3A (4.. . R2C ? lleva inmediata-
mente a la derrota) ; 5. P4T !, R3C ;
6. P n + , R3A; 7. R4A, R3R; 8.
R4R, R3A (continia siendo an
un misterio de qu modo pueden
ganar las blancas ; tailto al negro
como al blanco les hacen falta el
misrnu nfirnero de movimientos,
ocho, para ser ms precisos, para
alcanzar dama a la v q ) ; 9. RSD,
R4C; 10. R5A, Rx P ; 11. RxP,
RSC; 12. R4A!! (e3 esto consis-
tia la soluciri: el rey blanco no
slo ha liberada el camino de su
pe6n, sino que, ademb, se ha in-
troducido en la casilla del pe6n
6TR); 12 ... P4T; 3. R3D?, R6A
(pues de lo contrario el rey blanco
va a IAR; en caso de 13 ... R6C, el
rey es jaque en 8CD) ; 14. P5C y
la dama negra en 8TR es captura-
da en jaque doble.
Queda slo par dilucidar una
cuestin : i Por qu la jugada 4.
R5R ? ao lleva a la victoria pat. el
mismo mtodo? respuesta es
que hubiese seguido 4... R4C ; 5.
RSD, R5T; 6. RSA, RxP; 7.
R x P, con la que ahora ya no se
puede ni T. . . RSC?, como en la
variante principal, ni T. . . R7C 3 a
causa de 8. Rx P, can el subsi-
miente cambio de damas (jaque
b
por la diagonal), sino T... P4TR ! ;
8, R4A, P5TR, ! y, dado que el ne-
aro no ha abierta str sistema de
aefensa, las blancas se encuentran
ante una alternativa igualmente
desagradable : ora 9. P5C, R E !,
ora 9. R3D, R7C !, en ambos casos
e1 mismo resultado, tablas. A hora
se comprende por que era necesa-
rio llevar el pe6n 3TR hasta STR,
haba que quitar a las negras la
posibilidad de realizar esta ma-
niobra.
i Esta es una de las numerosas
obras maestras de Grigriev !
S21 b. 1. Zouma, 1939. Blancas :
R 1 R, PnD, P6CD, PZTR. Negras :
RZD, P3TI), P2CD, P2TR ; venta-
ja blanca. Lo mismo que en el 321,
la columna principal es la de ~ R B
(los peaes negros 2CD y 2TTi san
dbblles). La situacin en el flanco
de dama "es atin mais fmarable pa-
ra el blanco. La amenaza de las
negras R x P4TD debe ser contra-
rrestada mediante R5A (R4TD,
R6D), lo mismo que en el N . O 224).
1. R2A ! (comenzando asf el rodeo
y el acercamiento al pebn 7TR ; al
rnisiiio tiempo, a R3AD-4CD se
puede contestar ahora R-3R-4D) ;
l . . . R3R o R1R ( 1 ... R2R ; 2. R3R;
l . . . R3D; 2. R3A!, R4D; 3. R4A,
R4-4 ; 4. R5R, o bien, 3... R3D o
R3R; 4. R5C) ; 2. R X !, R2A ! ; 3.
R4T!, R3C (3.,. R3A; 4. R5T) ; 4.
R4C, P3T; 5. P3T!, R3A; 6. R4A,
R3R ; 7. R4R y gaiian.
El anhlisis de V. Chejover pusa
al descubierto las dificultades de
la posicin 322.
En caso de f ... R3D, tendrfamos
2. R5C, R4R; 3. P3A! (no 3.
RGT?, R5A; 4. f5C, R5C; 5.
P3A + , R5A y tampoco 3. P4A + 7,
RSR!; 4. B5A, PxP; 5. PxP,
R4R ; 6. P6A, R3R) ; S. . . P4TR ;
4. g4A + ! (es inGtil4. P x P, P x P ;
9. P4A+, a causa de 5. . . R3R! ;
6. P5,4+, R2A; 7. Rx P, R3A ; S.
R4C, P4T ! ; 9. P4T, R2-4 y tablas ;
152) ; 4... R3R; 5. P5A+ !, P x P;
6. P x PT!, P4T; 7. P4T, R2.A ; 8.
R x P y ganan.
2. R5R P4TR
3. PxP PxP
4. F4T! .."
No se consigue nada con 4. R5A,
R3D ; 5. RSC ( o bien, 5. P4TD,
R4D ; 6. R X , R5R) ; 5.. . R4R ; 6.
P3A, P3TD ! ; 7. P4TD, P4TD ; S.
P4A + , R3R ; 9. P5A + , R2-4 v ta-
blas, lo mismo que ms arriba.
Esta jugada hace perder. Es tam-
bin mala 4... P3T a causa de 5.
RLrA, D ; 6. R5C, R4R; 7.
P4A+ !, R3R ; 8. PST, de igual
modo que 4.. . P5TR a causa de 5.
R4A, R3D; 6. R4C, R4R; 7. P5T.
Ahora bien, las negras podran
hallar afrn su salvacidn mediante
la sutil jugada propuesta por
1. Bcmdarevski 4... R3A !, por
ejel i i pl ~ : 5 . RSX, K4U; 6. K X ,
R5R! ; 7. P4A, f'5TR, o bien 5.
pST, P5TR ; 6. K4A, R4D ; 7. R4C,
R4R ! (pero no 7. .. R5R ? ; 8. PGT,
PGTR; 9. K3C! y gauan) ; 8. P6L
(o bien, 8. Y3A, P3TD) ; e... R5R;
g, P3A+, R6R; 10. P4A, PGTR,
bbfas.
A la mala jugada 4... P4TD si-
gui6 : 5. R5A, R3D ; 6. R5C, R4R;
7. P3A !, R3R (7. .. PSTR ; 8. R4C) ;
8. P4A, PSTR ; 9. R x P, R3A ; 10.
R4C, R3C; 11. R3A, R3Aj 12.
R4R, R3R ; 13. R4D ! y ganan (el
pen se halla precisamente en la
zona de promocin; 152).
Pasemos a examinar el tercer
grupo de finales, cuya caracteris-
tica es la disposicin udesperdiga-
dais de los peones, es decir, cuando
unos se encuentran en el centro
del tablero y otros en los flancos.
Entre ellos puede haber dos liga-
dos, pero lo mas corrierxte es que
todos estn aislados. En este caso
de debilidad de los peones de am-
bas bandos, la dificultad estrat-
ica consiste en lo que podramos
Ki amar correcta eleccibn de la udi-
reccin del ataque principalr, ya
que el dirigir todos los esfuerzos
contra uno de Xos eones significa
entregar otro al a d" versario.
EI 323 es tino de los primeros, y
de pocos conocido, estirdios de Gri-
griev ( s u solticiirn no fue publi-
cada).
La posicin de las negras posee
una capacidad de resistencia espe-
cial, debido a que los peones 2CD
y 2CR se encuentran aun en sus
casillas inicial es ; adems, las ne-
gras dominan la oposicin. La ta-
rea del blanco consiste en arreba-
tar a su adversario estas ventajas.
1. RQR, R2D ! (ocupando la co-
rrespondencia en la rzona princi-
palla, ahora; el apoderarse de la
oposicin mediante 2. R3D inten-
tando jugar directameate contra el
pebn 2CD, es infructuso, debido
a 2. , . RSA !) ; 2. R5R, R2R ; 3.
P5CD ! , P3CD (debilitamiento for-
zado, ya que a 3... R20 sigue 4.
P5A, P x P ; 5 . Rx P , R2R; 6. R6C.
RIA; 7. R'iT, R2A; 8. YSCR y
ganan) ; 4. P5A, P XIP ; 5. R x P !,
R2A (zugzwang: las negras pier-
den si se les transmite la obliga-
cin rte jugar) ; 6. R5C !, R1+4
(Gnica jugada) ; 7. R4Aa! ! y, una
vez perdida la oposicibn, las ne-
gras quedan indefensas ; por ejem-
plo 7.". R1R (o bien T... R2A, o
R2R; 8. R5A) ; 8. R4R, R2R; 9.
RSR y ganan.
323a. N. Grigxiev, 1938. Blan-
cas : Rl D, P3CD, P3D, P2TR. Se -
gras: RIAR, P3CD, PSD, P2TR;
ventaja blanca. E1 blanco pana el
pen .YD, pero pierde el V D ; ade-
ms, cambian los peones 3n y 3CD
(despus de su pramocicn) ; el
pen 2TR asegura la victoria. 1.
R2R, R2R; 2. R3A, R3D ; 3. P4C !,
R3A (3 ... R4R; 4. R4C) ; 4. R4R,
R4C; 5. Rx P, Rx P; 6. R5R,
P4C; 7. P4D, R6A; 8. P5D, P5C;
9. P6D, P6C; 10. P7D, P7C; 1 I .
PSD=D, P8C=D; 13. D4D+, R7A
6 6 C; 13. D4R 6C+, R w - 14.
DxD+, Rx D; 15. R6A!, R'YA;
16. R7C !, P4T ; 17. R6C, P5T ; 18.
RSC, P6T; 19. R4C, R6D; 20.
Rx P, R5K; 21. R4C y ganan.
323b. Valtzich Michell, South-
port, 10Wb Blancas : RLAR, PnD,
P4AD, P2T.B. Negras; R3R,
Paca, P5R, PXR; juegan las ne-
gras, gana el blamco. Las negras
cuentan con un pe<in pasado, pera,
o bien es cambiado por el 4AD, o
bloqueado. l . . . R3D (si l . . . R4R,
entonces 2. R3R, P4CR ; 3. P3TR,
R4A; 4. P3TDI !, R4R ; 5. Y4TD,
R4A ; 6. H A !, P x P ; 7. P5TD y
ganan, pero hay que terter en cuen-
ta que seran tablas si 4. PBTD 7, a
tlaw de 4... R4R; 5. PIJA, Px P;
6. PSTD, R4D ; 7. P6TD, R3A; 8,
RxP, R X ; 9. R5D, RxP; 10.
RxP, m); 2. R3R, R4A (S ...
R4R ; 3. P4TD !, R4A ; 4. PSA !) ;
3. Rx P , RxP; 4. PIITR!, P4CD;
5. RSS, PSCD; 6. R6D (no 6.
R6A3, R6A; 7. IRxP, R?C; 8.
P5TR, X x f ; 9. IWTR, P0C, ia-
Has) ; e... R4C; 7, RSD, R5T; 8,
R4A y ganan, 16 mismo qne en el
319.
32%. V. i $940. Blancas:
R4D, P6TD, P3AR, P4TR, PSTR.
Negras: RKR, P2TD, P3R, P2
CR ; ventaja blanca. t . RSR, R x
PA ( 1 ... RxPT; 2. RxP, Rxf;
3. R7f ) ) ; 2. RxP, RX; 3. P$TR!!
t3. R6D?, RxPST; 4. R6A, Rx
P4T, tablas) ; 3.. . P x P ; 4. R6D y
al negro no le salva ni 4.. . R x P,
ni 4.,. R4A.
3238. V. U k , 1WO. Blancas:
RtCR, P2D, PIAR, PgTR. N@-
gras: R2D, P6D, P4AR, P2TR ;
ventaja blanca, 1. RZA, R2R ; S.
R3R, R3A (en clascr de 2... R3R ; 3.
R x P, R4D : 4. R38, .R5A, la vic-
toria se alcanza lo mismo qne en
el a. 4163);3. R4D! ( no3. RxP?,
R3C) ; 3... R3C ; 4. R5R, R x P ;
5. R$A, R4T ; 6. R x P, R3T ; 7.
R6-4, R4T; 8. PSA, R5C ; 9. R6R
y ganan.
m. N, Gxlgriev, 1930. Blan-
cas: R#AR, P5TD, P2AR, P6TR.
Negras : R3D, P2CD, PSR, P2TR ;
superioridad blanca. 1. RSR ! , R3R
(la cantinuacibn l... R3A y 1. ..
R4R se examinan ms abajo) ; 2.
R8D, R3D ; 3. R8A, R3A ; 4. RBC,
R4C; 5. RxP, RxP; 8. R6A,
R3T; 7. RSD, R E ; 8. RxP y el
rey entra en 6AR. l . R3A ;
2. R7R!, R4A; 3. R6R, R5A; 4.
RSR, R4C ; 5. R6A !, R x P ; 6. R7C,
P ~ C ; ~ . R X P , P X ; ~ . R ? C ! , P ~ C ;
9. f7T, P7C; 10. P8T=D, P8C=D;
11. D8TD+ y ganan. f . . . R4R; 2.
R7D!, R5A; 3. R6D!, R5C; 4.
R5R, R4C;5, RxP,RxP;ZS. M A S
R2C; 7. R6R!, P3T; 8. P3A!,
P4T; 9. R5A, R3T; 10. PIA! y
ganm.
3Bf. K. Tatersoll, 1910. Blaa-
cas i R3D, PBAD, PSD, P2R. Ne-
gras : R4R, P3D, PSAR ; las blan-
cas llevan ventaja (pero si se tras-
lada fa posicin a la izquierda es
tablas). 1. P4R !, f e A ; 2, P5A ! !,
PxP; 3. R3R y ganan, Si l . . .
Px P a p., viene 2. RxP, R3A!;
3. R4D !, R2R; 4. R3A y las blan-
cas ganan realizando un mavi-
miento envoIvente, lo mismo que
en el 102 (este movimienta es im-
pajible mando la pi c i n se en-
cuentra situada a la izquierda y
eso es tablas ; v6ase el 100).
E P U b de l . MR, 1, ,t,a,itm
no se salva ni con f . .. R3A a causa
de 2. R2R, R3C; 3, R3A, R4C; 4.
PSA ! y ganan.
DESARROLLO DE LA TEORA DE LAS CASILLAS
CONJUGADAS
Antes de pasar a la demoitraci6n de los finales de peones en parti-
das de torneos, creemos necesario ultimar nuestro estudio de Xae; afinales
con fuerzas reducidas* con un pe ueo anlisis que amplie los conmi-
3 mientos sobre las casillas conjuga as. Este capitulo tiene un indudable
valor prctico, rn, a diferencia de los dems, es mucho ms cmpl i -
aR cado, recomend ndase su estudio slo a ajedrecish de alta calificacin,
Las casillns conjugadas comienzan a ser citadas con hecuencia en
las publicacianes del ao 1901, despub de haber editado E. Lasker la
situacin que se dio en una de sus partidas (337). No obstante, slo
en 1922, en el anlisis de N. Grigriev sabre la maniobra de las reyes,
fue tericamente encauzada esta cuesti6tl.
A partir de entonces tuvo lugar, como sucede siempre en estos casos,
tin proceso de acumulaci6n de material, es decir, de aquellas posiciones
para cuya soluci6n es preciso contar c m la existencm de las casillas
conjugadas. De estas siciones, unas se dieron en la practica y otras
P" fueron planteadas en orrna de prablemas. En el periodo comprendido
entre 1925 y 1936 (y posteriormente), R. Bianchetti, K. Ebersz,
V. Halterstadt y M. Duchai~, Y. Berg, etc., publicaron articuios y libros
dedicada al estudio de problemas aislados de la teorfa de IRS ~usillas
con jugadas.
En 1936, V. Berg, despus de haber recopilado ms de cien posicio-
nes en las que se daban las casillas canjugadas, intent por vez primera
su sistematizacin. Aun cuando, a nuestro juicio, son muchos 1%
puntos discutibles en este trabajo, y hasta alguno que otro francamente
errneo, la lnea general seguida por el autor nos arece acertada.
P En este captulo se intenta unificar lo esencial de o que el peasa-
miento terico ha alcanzado hasta la fecha respecto a las casillas con-
jugadas, dar la continuidad necesaria a la exposicin de esta leoria y
desarrollarla en ciertos puntos.
Es fcil comprender la enorme dificultad que presenta el examen
critico del extenso y cmpXicado material que a este respecto existe,
expuesto, por regla general, bajo las contradictorios puntos de vista
de diversos autores. Tanto ms, que la mayora de las posiciones que
ce estudiaron, s6io presentan inters desde el punto de mira exclusha-
mente terico, lb mismo que algunos de los rti6tadw que para su
resolucin se pro nen ( al as distancias criticas. de Bianchetti. el
#sistema coordma 8" OD de Ebexcz, etc.).
De abi e1 qae nuestra brea haya consistido en considerar este
material desde el punto de vista rctico, eli 'endo 30 ms. ~1i os o y
ampliando y profundizando despu kS , en la me f ida de nuestras fuexzas,
la esfera y los mt dos de una verdadera aplicach practica de 'fa
teora de las casillas conju
rdas- En primer lugar, expon remas los principales sistemas de casillas
con jugadas, sacando a continuaci6n algunas con cluslo~~es.
1. OPOSICION CORRIENTE (SISTEMA R ECTANGULAR)
Es ste el sistema de casillas no pueden extenderse m&: si el
conjugadas m'as simple y ms rey negro se hallase en la coium-
frecuente. Puede observarse en el na AR, la victoria se co~egl i ri a
diamma 324, f&cilrnente continuando 1 P X,
Haltindose distribuidos f os pea-
nes tal y como se indica en el 324
(el blanco dispone de un tiempo
de reserva), las casillas criticas
son 5AD, 5D, 5R.
Las casillas con jugadas ( o p i -
ci6n inmediata y distantej se ha-
llan sealadas con idnticas ci-
fras; en este sistema conjugado
son siempre casillas del mismo co-
lbr, situadas unas frente a otras
en la misma columna o en la mis-
ma fila.
Las zonas principales en el cam-
de cada uno de las adversarios
E n sido limitadas por rectngu-
los. A Ia derecha de estas zonas
PxP; 2. PYr.
Examinemos la posicin R3R-
R3D, Juegan las blancas y ocupan
la oposicidn en la primera fila mo-
viendo 1 . R4D, y despub de f - . .
R3A, lo que decide es el movi-
miento envolvente : 2. R5R, R2A ;
3 RSD, RSD; 4. R5A, R2A. Las
blancas se han apoderado de las
casillas criticas, pero Ia posicin
ha pasado a oder del negro. Sib
P embargo, vue VE: a ser conquistada
inmediatamente moviendo 5, P5T,
desput-s de Ic, cual el pen negro
3T no tiene salvati0n.
Hay que prestar eqxciak aten-
cin a este nrornento caracterfsti-
co ; al pasar el peljn a S? ha varia-
do la distribuei6n de casillas
criticas (vase el 325).
Hablando con toda exactitud,
habria que decir ue la variacin
tuvo lugar despu & de la jugada
2. RSR. Cuando e1 rey ocupa una
de las casillas criticas, el sistema
formado por estas casillas pierde
su valor o es sustituido por otro.
Esto tiene lugar tambin en el caso
en que el rey, que se ha estado
defendiendo hasta cierta instante,
sa a atacar a su vez. Ahora bien,
o ms frecuente es que estas va- P"
riaciones en el sistema de las ca-
sillas criticas sean producidas por
el movimiento de los pons .
En el 325? las casillas conjuga-
das estn dzstribuidas no en rec-
t&ngiifa., sino en cuadrados, A
simple vista puede parecer que no
hay diferencia alguna entre ambos
casos, puesto quc 1s que decide es
la misma aposrci6n. Pero la reali-
dad es que en este Ultimo caso lo
iinico que tiene valor es la oposi-
cin inmediata (la l f n~a avanza-
da). Recorderncs el nmero 93a:
R4AD-R 1 AD, tablas, independien-
temente de a quien le tuque ju-
gar ; carrespondindole al negro,
sigue: t... RXD!; 2. R4D, RIA!;
3. RSR, R2A (amenazanda RJA,
lo que impide a las bfalcas ejerrx-
h r el rodeo tan rar;-tcterictico dc
la opmici6n corriente) ; 4. R5D,
R3D, tablas.
Se dan, claro est, situaciones
en las que hay que s epi r riguro-
samente la opsiciOn distaate ; por
ejemplo, cuando es necesario dc-
fenderse en ambos flancos (en este
caso, las casillas P4D y P8D de-
ber&n sealarse can la cifra a4) .
Pero en contraposiciOn a esto se
conocen posiciones en las que las
zonas principales no se hall211 si-
tuadas si uiendct un estricto or-
den sirn f trico, sino en zigzag.
Todo lo dicho noc oblice;a a consi-
derar al sistema acuadrado~ de
wnjugacibn c m u un tipo especial
que se diferencia de la oposici6n
corriente. (Los numerosos ejem-
plos que se dan en el apaftado s-
f
uiente sirven de confimacibn a
Q expuesto.)
Si en la posicibn R3R-R3D fe
toca jugar al negro, hacen tablas
mediante : 1.. . R2R I (pero de nin-
gn modo l . . . R4R?, a causa de
2. R3D, R4D; 3. R3A, y las ne-
gras pierden la oposicin debida
a la impasibilidad de alcanzar la
casilla 4AD); 2. R4D, R3D; 3.
R4A, R3A. Ahora, 4. PSTD es
intil: Ias blancas no han conse-
guido ni siquiera apoderarse de
las casiilas crticas en la quinta
fila y tanto menos podrn hacerse
con las nuevas de la sexta.
En fa posicin R2R-RID, las
blancas ganan si les toca jugar : f .
R2D !, convirtiendo gxadualmente
la oposicin distante en iamediata
( vhce el 15). Cuando el rey negro
se sitfia en la columna AD, el rey
blanco realiza un movimiento en-
-&.alveate a travks de la columna D,
con la particularidad de que, co-
mo ya se dijo en la alntroduc-
cin-w, el conservar las rcasillas
rectangulaxes~, es decir, la elec-
ciOn de escaques blancos o negros,
no influye en absoluto en la posi-
ci6a 324 (campleta~xlertte distinto
es Xa que hemm poctido observar
en la posicibn 185).
El sistema mnjugado que aca-
bara= de analizar es tan sencillo
que, claro est, en la prhctca no
es preciso recordas signo ni cifra
al irna. El haber hecho uso de
el f OS en nuestra exposicin, tena
por objeti3-u hacer ms visible la
distribucibn de las zonas principa-
les, ase como subrayar Icr afinsdad
caracterfsticcp de las casillas sepa-
radas por una fila (es4,0 es muy
importante y haremos uso de ella
ms adelante).
En el caso de cuatro o mas casi-
llas crticas en una misma fila
(como, por ejem lo, en las posicio-
nes del tipo de f' a 256af, las zonas
principales (recithngulos) aumen-
tan su longitud, manteniendo la
misma anchura de dos filas. C a t n ~
minima constan de seis escaques.
En e: 326 los purltos critieoe; son
SAD, $:ID, 7AD, 8AD [9)* De
acuerdo con esto se poseen dos fi-
las principales (la sexta y la sp
tima), teniendo las blancas dos fir
nalec pasbles, a elecd611, para
ganar.
Como el escaque 4CD es inacce-
sible al rey negro, &te se ve obl-
p d o a pasar a fa sexta honzmtal
en su primera jugada. Entonces el
blanco ocupa en ella la oposi-
ci n (lo que decide la partida).
Por el momento debe quedarse en
la qriinta horizontal, siendo la itni-
326
ca posibilidad de hacerlo el jugar
1. R5AR.
La continuacibn es muy sencilla
y en los capftrilos anteriores he-
mos tenido ocasi611 de analizarla
m5s de una vez: l... R3C (1 ...
R3T; 2. R6R) ; 2. RgA, RX! ; 3.
R7A, Rl C (o bien, 3. . . R3C; 4.
R8R) ; 4. R6R, R2C; 5. R7D,
R X ; 6. R8A (esto es ms sencillo
que 6. R6D y 7. R x P5A) y anan.
Zakrnan consideraba que f a cap-
lura de1 pen negra 4AD antes de
haberlo sido el 3AD conduce la
partida a tablas (este error se man-
tiene hasta la fecha en ciertas pu-
blicaciones), por lo que jugaba 4.. .
R2A; 5. R7R, R1A; 6. R6D, W C ,
esperando el lance 7. R x P5A. Es
indudable que fa jugada ms sem
cilla para ganar es 7. R7D ; sin em-
bargo, es perkctamente posible
jugar 7. RxFSA, R2A; 8. R4C,
R3C;9. PSA+ ! ( yno9. Rx P ~ T? ,
P4A, tablas), y 10. R x P4T (1681,
o bien, 8... R3D ; 9. R x P4T, R4A ;
10. R3C, R X ; 11. R3A, P4A
(R4A) ; 12. R3D y ganan.
Sittiemos en el 326 los reyes en
SCR y en 1 CD. Para esta posici6n
el resultado depende del turno de
jugar (de quien sea el primero
que ocupe una de las filas princi-
pales).
Si les taca jugar a las blancas,
es clara que sigue 1. R6A, acer-
cando el rey a 1% peones; en caso
de que el rey negro vaya a la S@-
tima fila, las blancas ocupan in-
mediatamente en ella la oposicin
decisiva.
Si, poi: el contraro, les toca ju-
ar a las negras, stas hacen ta-
Elas mediante l... R2C, 2T, y en
caso de que el rey blanco entre la
sexta fila, las negras ocu an en
ella la oposici6n que las sa f va. Es
i mp h n t e sealar que se consi-
guen tambiCn tablas jugando 1 ...
WA( l A) , ya que ocupando uno
de los escaques 3D 5 2D, el negro
tiene la posibilidad de jugar con-
tra el pen 4A ; por ejemplo : 1. . .
Rl A, 2. R6A, R2D ; 3. R?A, R3D,
y no se puede mover 4. R8R, a
causa de 4. .. R4R.
El estudio de Zakman tuvo xi-
to en los tiempos ea que an no
se vea claramente qui: es la fila
pfincipal r
lo que significa el ocu-
par en e la la oposicin. El no
comprender a fando la esencia de
la oposicin distante explica asi-
mismo la utilizacin totalmente a
destiempo del mtodo de las casi-
llas conjugadas que se encuentra
en muchos libros de aprendizaje.
Hay que tener en cnenta que el
empleo de este mtodo cuando no
existe una raz6n real que la jus-
tifique, no hace rnh que cornpll-
car la soluci6n y desacreditarla.
Los enemigos de este mtodo han
hecho con frecuencia alusibn a
desafortunadas explicaciones, co-
mo fa que acabamos de resear, de
la posicibn 326, creyendo de este
modo demostrar la inutilidad del
rnCtodo con jugado.
Para resolver la sicin 327 el
P" numerar las casi1 as (oposicibn
simple) es tan poco necesario co-
ma en e1 326. Aqui se da con el
solo objeto de poder comparar cun
el 324, a fin de demostrar que la
disposicihn ve7ticaL de las zonas
principales es anloga a la hori-
zan tal.
EI ganar el pe6n negro 4D no
da nada, ya que a R x PSD sigue
R2D ; R5A, R2A ; PSD, RZD, y
mientras el blanco se dedica a cap-
turar 1% peones dobfados, las iie-
gras tienen tiempo de suprimir el
4L), por ejemplo: 1. RYT ?, R3A
(ZA, 1A) ; 2. R6C, R3D; 3. R6A,
R2D, y resulta iniitil 4. R5R a
causa de 4... R2Rs mentras que
despub de 4. R7A, R3D no se
puede 5. R8R, debido a S... R3R.
As pues, las casillas 3D y 2D
salvan a las negras, lo que deter-
mina el sibfe grado de aleja-
miento de P" rey blanco de los peo-
nes en posiciones semejantes
(compCirese con el 326).
pen ctDr y ocupar con el rey la
casilla IA.
La clave de este estudio reside
en que, en primer Igar, hay que
ea turar Tos peones doblados y
P s6 u despus de esto el pen ne-
gro 4D. Ekto se puede conseguir
apoderhndose de la oposicin en
Iss filas principales f sexta y sp-
tima). De ahf el que, lo misma
qae en el 326, se deba jugar 1.
R5A, R3C; 2. R6A!, R2C; 3. R7Ar
(sbla despuh de esta jugada se
puede comenzar el movimiento
envolvente; a 3. R5R? sigue 3...
RZA!), 3... R1C; 4. R6R, R2A;
5. R7R!, R3A; 6. R8D, R3D; 7.
RSA, R3A ; 8. R8C, R3C ; 9. R8T
y las blancas ganan.
No debe perderse de Wsta que
1. RSTR quita la oportunidad de
ganar. Es cierto qoe las blancas
conquistatl la opasicin, pero per-
miten al negro amenazar al .pen
327a. 1. hloraviets, 1955 ( s edn
Botvinnik) , Blancas : R4CR, P4
TD, P4D. Negras: RlTD, P4TD,
P32\D, P4D ; ventaja blanca. 1.
RSC!, R2T ( 1 ... R X ; 2. R5A; u
bien, l . , , RtC; 2, R6A) ; 2. R6C!,
RIT; 3. R6A y ganan. He aqul
una feliz aplicacx6n del estudio
327,
328
Adems de la oposicin ordina-
ria, en el 328 desempea un gran
apel la distribucin de las casi-
gas conjugadas cerca del pe6n ne-
gro 3CR. La posicin R5CR-R2CR
(y la R6TR-R3AR) --que en si es
iriofensiva para el negro-, se con-
vierte para enas ea utl zugmafg
decisivo a causa de .poseer las
blancas el tiempo de reserva de
3C-4CD. Bur cuanto las casilbs
4AR-GAR se hallan conjtxgadm
una respesto a la otra, es fcil de-
terminar el tercer par de casillas
conjugadas : 4CR-7AR. Esto nos
permite ver claramente la clave
de la soluci6n: a dos casillas con-
jugadas adyacentes de las blan-
cas (3AR y K R ) corresponde un
solo escaque (2Af a las negras.
1, R3R, R4R; 2. R3A, R4.4;
3 R3C, R3R ( S. . . P4CR ; 4. P5TR ;
a bien, 3... R3A. ; 4. R4A) ; 4. R4C I
R2A; 5. R3A!, R2R; 6. R3R!,
R2A ( 6 ... R2D, 7: R4A) ; 7. R4D,
R3R ; 8.R4R, R3D ; 9. R4A, K3R ;
10. R5C, R2A ; 1 1. R6T, R3A ; 12.
P4C ! (en este momento precisa-
mente : si 12. R?TR?, eatonces
12. .. P4CR !, tablas) ; 12.. . R2A ;
13. R7T, R3A; 14. R8C, R4A; 15,
R7A(7C) y ganan.
En este ejemplo se han entrela-
zado el sistema de la uposicitl or-
dinaria can tnn sistema qeie exa-
minaremos ms adelante, Sin em-
bargo, la influencia de este ltimo
sistema se hace notar iinicam~nte
en la lucha por Xa oposici6n, sien-
do esto precisamente lo esencial
de la pmici6n 328.
RSCR, f3,4D, YQD, IZSR. Ne-
vras : K1 K, Y4D, P21) ; el blanco
a.
tiene ventaja. Si en el 328 la zona
pri tlci pal tenia un aconl plemento~ ,
aqtii, por el contrar~o, se nos apa-
rece en fi>rrna irregular {incom-
pleta), debido a que ciertas casi-
llas san inaccesibles a las negras :
a los escaques del blanco GCR,
7CR, 8CR, corresponden tos del
negra JR, 2R, IR, pero para la
casla blanca 6TR el negro no tie-
ne cqu oponern. 1. R?C, R2R ; 3.
R6T !, R2A ; 3,R7T, R3R ; 4. R6C,
R2R ; S. R7C, Rl R; 6. R6A, R1A ;
7. F6R, P3D; 8. P7R+, RIR; 9,
R6C, RxP; 10. R7C, RIR (10 ...
R3R ; 1 1. R8,;9) ; 11. R6A, k2D ;
12. R7A y ganan,
328b, Krilov-Runza, 1951. Blan-
cas :RGTD, P5+4L), P4AR, P3CR,
P4TR Negras: R2R, PZXD, P4
AR, P3CR, P4TR ; juegan las
blancas. 1. R7T ! (y no 1. R7C ? ,
R2D; 2. R8C, R3A; 3. R8,iZ.
R x P ; 4. R x P, R4D y ganan) ;
I . . . R3R ; 2. R8C 1 , R4D ( o bien,
2.. RID; 3. R7t, Rl I>; 4. PGAF)) ;
3, R x P, K x P ; 4. R7D y ganan.
2, SISTEMA DEL CUADRADO Y EL TRIANGULO
Despu6s de la oposicin corrien- tancia y en frecuencia. Su esencia
te, es este sistema de casillas con- ha sido expuesta en el diagrama
jugadas el que le sigue en impor- 329.
En el 329 las sonas principales
3f i 330 se presentan bajo la forma de pe-
rliieos tringulos, ptidiendo ser
ias casillas que los cumpletan a
cnaclradoc;, accesibles o izxaccesi-
hles a las reyes. En el diagrama
Iie concntamos, las zonas se ha-
Qan desviadas una respecto a la
otra, pero puede darse tambisln
una clisposici0n absolutamente si-
mCtrica de tas zonas (vkase el 325
y, de paso, Zas explicaciones que
se dan). Ademhs de las zonas prin-
- -*
c~pafes tienea taltnbikn gran im-
portancia las casillas de la reta-
guardia colindantes cari estas zo-
en las nosicloines con dos puntos
de ataque.
El ejkrnplo 332 (V. IR&, 1941 )
se halla muy distante de ser el px-
mero en este sentido y su concep-
cin tampuco es original, ya que
la idea tiene precedeiites, No obs-
tante, esta p i c i b n es cmoda pa-
ra el estudio, gracias a su sencillez
y a que est desprovista de gran-
des zonas de conjugacin (el 80
era a6n ms selic2lloj .
En la pclsici6n inicial del pro-
blema, la situacibn en el flanco de
rey es distinta; a saber: R1 AR,
PZTR-RSCR, P5TR. En contesta-
cin a 1. R2C es malo 1.. . P6T +,
ya que desp& de 2. RZA, R5L ;
3. R3A, las negras pierden un
pen. Slo quecla 1.. . R4C ! (no se
debe l . . . R4T?, a causa de Z...
R3A, R4C; 3. PX, R4T; 3. R2R,
encaminndose a 7CD) ; 2. P3T,
R4T. Esta posicin, fijada en el
diagrama, la consideraremos co-
mo inicial.
El 332 se caracteriza por los pun-
tos de ataque (casillas crfticas)
rECR y 7CD y sus correspondientes
: R3AR-R4CR y R6TD-
RlCD. os caminos mas cortos zUR""nr
entre las posiciones de zugmang
constan, para uno y otro adversa-
rio, de seis escaques (los de blan-
cas 3AR-2R-6TD; los de negras:
4CR-ID-ICD). El rev negro debe
mantenerse una columna a la de-
recha del blarico.
El concepto de camino m& cor-
to fue establecido por R. Bianchet-
ti en 1925, al hacer el anlisis de
una psicibn. El seal6 cada casi-
lla con dos cifras que indicaban
las distancias que le separaban
de la primera y de l a segunda
posicin de zugzwang. Aquellos
wcaques en los que ambas cifras
coincidan los ccmsideraba acon-
jugadosi,. En 1931, K. Ebercz
adopt esta numeracin de las ca-
sillas para construir su teoria ma-
temtica (en gran parte abstracta)
de la maniobra de los reyes, basa-
da en un sistema de coordenadas.
El final de su articulo (las conclu-
siones) no fue publicado. 1952,
A. Chron se aprovech de la in-
geniosa idea de Biaachetti, pero
c m el finico fin de escoger por su
mediacin las casillas con jugadas
mfis eficaces entre todas; a partir
de este momento sealb las zonas
con jugadas por letras.
Las distancias que separan las
casillas de los puntas de ataque
(distancias ccriticas~) se ven in-
mediatamente en el bblero, y esto
pareca que debiera dar al juga-
dor el punto de orientacibn que le
es tan necesario en las complica-
das maniobras de los reyes. Sin
embargo, c m o se vera rn5s ade-
lante, y sin dejar de reconocer
cierta utilidad en las consideracio-
nes que acabamos de exponer, no
deja de ser dudoso el que sobre
esta base sea posible crear un m-
todo com leto para resolver las po-
siciones r, loqueadas.
Las casillas del camino ms cm-
to han sido marcadas en el 332
con cifras que sealan sus distan-
cias (nfimero de jugadas) al pun-
to de zugzwang izqtiierdo, prime-
ro, y despus al derecho. Estas ea-
sillas corresponden exaskmente a
las anhlogas del adversario y, en
este caso, pueden ser considera-
das como zonas priircipales. En
caso de que el rey blanco se situa-
se en uno de los escaques del cab
mino mas corto, el rey negro de-
ber resoonder haciendo lo mis-
mo, precisamente porque el cami-
no es el ms corto. En muchas
posicimes, el mbtodo a seguir pa-
ra ganar consiste en obligar al rey
contrario a situarse en una de las
casillas de su camino ms corto
y, despuks de esto, ocupar la ca-
silla conju ada de sti camino ms
coyto. En e f 332 el problema es ms
sencillo. Basta con echar una ojea-
da al diagrama. para ver lo estre-
cha que es la asendan de las ne-
gras en la octava fila. En sta no
disponen de escaques adyacentes columnas libres entre los peones
al camiuo ms corto y, por consi- (generalmente, cadenas de peo-
guiente, en este tramo del camino nes), y stas son a menos h-
no se hallan en situacin de sopor- cuentes. Como reg a general sm
tar la menor desviacibn, cosa que, muy complicadas.
r
por el contrario, p~eden permi-
tirse las blafica~. 333
X, a solucin debe estar ya clara :
1. R3A, R4C (las negras se ven
obligadas a realizar una marcha
~pr al e l ar ) ; 2. R2R, R3A; 3.
R3D, R2R; 4. R3A !, RIR (las ne-
gras hun podido tirrfavia contestar
a la desviacin del rey blanco, pe-
ro ya na pueden repeler la segun-
da y sigriiente desviacin) ; 5.
R4C!, Rt D; 6. R4A! y ganari (5 ...
RI A; 7. RSD; o bien, 6... R2R;
7. R5C).
331 blanco %a comenzado la ma-
niobra decisiva (utilizacin del
rtribnmlo~) en la cuarta jugada.
El aplazarla hubiese sido, para la
estructura de los peones que se
considera, errneo >' por ejrnpla :
4. R4A, R1B; 5. R4C?, RIA, si-
guiendo 6,. RIC, con 10 gue se
P
onen ea condiciones de atacar a
os peanes 3 8 y 4R. Menos mal
qtl e en este caso es posible corre-
gir el error mediante 5. R3D !,
R2R ; 6. R3A ! (ejemplo de posi-
cin areversiblen; si las negras no
se hallasen tan privadas de movi-
mientos, es decir, si dispusieran
de una zona srificiente en la reta-
guardia, seme jante eqiiivocacbn
pdra llevar a tablas, y no debe
perderse de vista que estas pmi-
ciones airreversibles~ aparecen con
bastate frecuencia) .
La posicin 332 es muy senci-
lla; el tipo de maniobra de sta
no hribiera vanado aun siendo
otra; fa pusicin de los reyes; por
ejemplo : R1 AD-R1 CR. Mftc ade-
lante examinaremos casos m%s
complicados.
Pasemos a considerar las pcisi-
cicmes con un solo punto de ataque.
Estas posiciones son muy numero-
sas y variadas. Pero bajo este
nombre se suelen comprender s610
las que constan de una o de dos
En e1 333, el punto de ataque
de las blancas es el escaque 4R.
Estando situado el rey blanco en
3D, 1% negras ptieden defenderse
mediante R4R R4AR. Ida posi-
c . 6 ~ R4R es m a' s fuerte, ya que a
R3D-2R se puede contestar inme-
diatamente R4R-5D ; estando si-
tuado el rey negro en 4AR, las ne-
gras, debido a ser inaccesible el
escaque SR, deberhn emplear un
tiempo rnhs para alcanzar 5D. EX
rtegrs dispone tambin de iin pun-
to de ataque (5D) que las blancas
pueden defender desde la casilla
3D o la 3AD.
Resumiendo, podernos decir que
los puntos de ataque se hallan su-
ficientemente defendidos y de por
si no san ligxosos. Es muy raro
el que en P" a pr6ctica se de eI caso
de que en las posiciones con un
punto de ataque se lleve este a
efecto precisamente en ese punto.
Lo m%s frecuente es que la lucha
se decida en un flanco, general-
mente despuhs de haber perdida el
tiempo an teriorrnen te mencionado ;
en el caso que consideramos los
finales pueden ser extraordinaria-
m ente variados,
Despus de R2A, las ociblida-
des de las blancas en el ib econsis-
ten en el movimiento P4CR, lo
que les da un pe6n pasado, men-
tras que !a tc~ntrarnaniebra de las
negras reside en Xa jugada R59,
y, si hay oportunidad, en P5TD
(tambin en P-GTD).
Esta partida la perdiew~n las ne-
gras despub de l . . . R4R; 2.
,P4TDI, R5D; 3. R2D, R4R; 4.
R3U !, R4A ; 5, R2R, R4R ; 6. R2A,
RSD ; 7. P4CR, B-4R x P@R+ ; 8,
R x PCR, R4R ; 9. R2C ?, RSD ; !O.
PbAR.
Muchc m&$ consistente hubiese
sido la defensa 1. . . PSTD, a 12 qtre,
segn Taimnov, hubiese podido
s epi r 2, PCD x PT 1, R4R (c: bien
2.". R4A. v h s e A) ; 3, RJD, R4A;
4. R2A !, R4R ; 5. R3A !, R4A ; 6.
RSC, R4R; 7. PSTD !, PCD x P ;
8. K4T, R5D ; 9. RSC, PSTD ; 10.
P3TD!, R6A; I f . RxYA, R6C;
12. RSU, R x PT ; 13. P5AD, R5C ;
14. P6AD, PSTD; 15. P?AD,
P7TD; 16. P8AD=D, Pt?TD=D;
17. DSAD+, R6C; 18. D4AD+,
siguiendo el cambio de las damas
y una fcil victoria.
A)
2. . . R4A ; 3. R3D, R4R ; 4.
R3-4, R3D, R3C ( o bien, inmedia-
tamente 5: P~TD) ; 5 : . . R~A; 6.
P5TD, PCD x P-'; 7. R4T, R X [se
ha dado una gusicin con dos pun-
tos de ataque ; hay que atraer al
rey negro al escaque 6TL)) ; 8.
PSTD!, R3T; 9. R3C, R3C; 10.
R3A, K3A; I l . R3D, R3D; 12.
R4R v ganarl.
~x&nineinos ahora otras ejernh
plos :
333a. G. Wolker, 1841. Bl h-
cas: R2AR, Pm, P3AR, P4CR.
Xegras: RZCT), PSD, P4CR,
P3TR ; las blancas no pueden ga-
nar. t . P4,4 !, R3A (no 1 .,. P x P ?) ;
2. R3C, RQD, 3D ; 5. PSA, (3.
R3A, P x P !) ; 3. R3D ! (teniendo
en cuenta la posicin de zrrg-
3 3 % ~ Blmeas: RSAR, P3AD,
YsAR, WCR, Negras: R3D, P5
AD, P3AR, P2CR ; tablas. Es in-
til 1. R4A 6 1, R4R, ya qne las
crrsilas 5R y 5A sofi inaccesibles
a las blancas, Los escaques eriti-
cm aquf son SD y 4D, y las ne-
gras pueden defenderlas can xito,
333~. Blancas: RSAR, P4AD,
PXR, PKR. Negras: 32333,
1'4-4D, PSCR ; ventaja blanca. En
eontestaci6n a RSA, las negras se
defendieron con R3D; en caso de
R4R habrfa qGe jugar R3R; stjlo
a fa casilla 4AR no tiene el negro
otra que oponer. Por esa 1. R4A,
R3R; 2, R4R, R3D; 3. RSA y
ganan.
%Ud, R. Bania, 1926. Blancas :
RIT'R, PJTD, P5D, P3CR, P4CR.
Negras : RITR, PSTD, P3D, P2D,
P4CR; el blanco tiene ventaja.
(Para que el problema tenga solu-
cin se ha aadido el pen 3CR.)
f . R2C, R2C ; 2. R3A, R3A ; 3.
R4R, R3C ; 4. R3D !, R3A ; 5. R4D,
R3C (las bl anqs han ganado u&
tiempa; ahora decide la partida
el pe6n TD, junto ton la maniobra
del rey) ; 6. R4A, R3A; 7. RR,
R4R; 8, RxPT, RxPD (de no
existir eX pen 3CR, el negro se
salvaria jugando: B. *. R5Af ; 9.
R5C, R4R!; 10. P4T, P4D; 11.
Pfl, PSD; 12. R4A, R5R; 13. PtW,
P4D+; 14. R3C!, P6D; 15. P7L,
P7D ; 16. R2A y ganan,
En el 334, despus de un intere-
sante jue o en los flancos, resuelve
la lucha a ocupacin del esraque
de ataque.
El pe6n de ms y pasado 4D
(corgullo~ de la posicin de las
negras) deber a ciencia cierta ser
sacrificado a fin de awgurar un
punto de ataque al rey negro. Pe-
ro antes de esto es preciso obligar
a los peones blancos de torre a mo-
verse (gastar sus tiempos de re-
serva).
l . . . P3TD ! f aseguranda el flan-
co de dama); 2. R4D, R2D; 3.
RSA, R2R ; 4. R4D, R2-4 (esto
obliga a 5. P4TR, ya que amena-
za P4CR y R4T) ; 5. PQTR, R2R ;
6. R3A, R2D; 7. R4D, R3A; 8.
R3D, R3C ; 9. R3R !
En esta partida las blancas ju-
garon: 9. R4D, con lo que perrni-
tieron que inmediatamente siguie-
se: 9... P4TD; 10. PmD, PTxPC,
etc. En cambio, ahora preparan
una celada : en caso de 9. . . P4TD ?.
seguida 10. 'P4CR! !, y en vista
de la amenaza 1 1 . P5TR, PC x PT ;
12. P5CR, las negras se ven obli-
gadas a gastar su tiempo de re-
serva mediante jo.*. PQTR, des-
pub de lo cual el ganar es comple-
tamente imposible. Pierde 10.. .
PAR x PC ?, a causa de 11. P5TR,
'PCRxPT; 12. P5AR, PRxPA;
13. P6R. R2A; 14. PCDxPT!,
PGCR ; 15. P7R, R2D ; 16. PGTD,
P5U+ ; 17. R3A, P6D; 18. PITD,
P7D ; 19. R2R, PIICR; 20. P8R=
D+, RxD; 21. P8TD=D+, y 22.
D x PCR.
g... R2C(2A) ; 10. RSR, R3A ;
1 1. R3R, P4TD !
El rey negro se halla ms cer-
cano en un movimiento a la co-
lumna URB, y el avance 12. I'4CR ?
ya no da resultado : 1 2 . . PAR x
FC!; 13. P5TR, PCRxPT; 14.
PCD x PT, PGCR; 15. PSAR, PR
x PA; 16. PGR, P5D+ ; 17. R3A,
P6D; 18. P7R, R2D; 19. P6TD,
P7D ; 20. R ~ R ; PWR; 21. P7TD,
P8D = D+ : 22. RxD, PSCR=
D+ y 23 ... DXPTD.
12. P3TD ( o bien, 12. PCD x
PT; 13. P4CR, P4TR! y ganaa) ;
12 ... f Tx PC; 13. PTxPC, R2C u
2A f seria prematuro 13.. . P3D + ? ;
14. Rx PD y la eonjugacibn que-
darla de las blancas) ; 14. R4D,
R3C; 15. R3A, PSD+ ! ; 16. R3D,
R2C: 17. RxPD, R3A!: 18. R3-4,
R ~ D : 19. R3D, P ~ T R y-ganan las
negras.
33!3
La posicin 335, cuya composi-
ci6n es un tanto irregular, expresa
claramente la idea de un ayance
en el centro mediante las ma-
niobras correspondientes, despus
de la cual se consi e la victoria
gracias a que se ispone de un
tiempo de reserva.
6
Las zonas principales son aci f-
ciles de determinar. Algo ms di-
ffcil resulta establecer la conju-
gacin de las casillas de Ia reta-
guardia (2D y 2R) ; pero 2R es
afn a casilla 4R y 2D comple-
menta 2R y 3R un triAngulo. (Este
encadenamiento cle trihiigulos no
deja de ser curioso y caracteris-
tico. )
La solucin es ahora sencilla:
t . RID!, R3A; 2. RSD, R4A; 3.
R2R, R3A; 4.R3AP R4D; 5. R3R,
R4A ; 6. R4R, R3A ; 7. R4D, R3C ;
8. R x P3D, R3A (ahora nos halla-
mos ante una nueva fase, la fi-
nal) ; 9. R4D, R3C ; 10. P4AD,
R3A; 11. P5AD, R2A; 12. R4A,
R3A; 13. P3AR y ganan.
El 336 se dio en la partida Neus-
tadt-Porges, 1901, que termin en
tablas. Las zmas principales estn
claras; las reyes se hallan ya si-
tuados en ellas, en las casillas gue
debern ir sealadas con la cifra
r l r . La situacin aqtri es otra, en
las casillas de la retaguardia, que
en el 335, donde el rey negro no
poda alcanzar el escaque 4CD. La
casilla 4,4D puede ser ocupada des-
de dos escaques equivalentes, el
4CD y el 3CD. Este asobrante de
conjugaci8n~ de las negras obliga
a mirar con ciertas reservas un po-
sible empleo del tiempo de reserva
de Xac blancas en el transcurso de
la partida (mediante P4T).
En todo casa, se hace preciso
obligar previamente a las negras
a situaxse en la posicin de ztig-
mang (R4D-R4CD, y: antes de
et o, R4R-R4AD). 2 Como llevar
esto a cabo ? Hay que traspasar el
turna de jugar al negro mediante
el mtodo del atrihngulo~. El rey
blanco se ver obligado forzosa-
mente a salir de la zona principal
y volver despues a ella habiendo
conquistado Ia conjugacrin.
f-;l kxito es seguro, ya que si el
rey negro se sita en 4CI) o en
3CD ( a 1 r ) ,' pierde contacto con la
casilla 4D (a 1 N), al tiempo que el
rey blanco, maniobrando por los
escaques 2R y 2AR, no se aparta
ni un ipice del escaque 3R ( a 1 B ) ;
si, por el contrario, el rey negro
va a mantenerse etx la zona prin-
cipal, las blancas, gracias al uso
que pueden hacer de las casillas
de la retaguardia, siempre halla-
rn un instante propicio para en-
trar en Ia zona principal.
Ahora ya no se consigue nada
con 2. R4R, a causa de 2. .. R4A,
y en caso de 3. P4TR ?, se tiene
3... R3A; 4. R4D, R4C y tablas,
y si 3. P3TR ?, entonces 3. . . P5
TR !, y tampoco ganan las blan-
cas, ya que a R3, 4 el negro siem-
pre puede contestar con R4D ; por
ejemplo: 4. R3R. R3.4; 5. RSA,
R4A ; 6. R3-4, R4D ! y no se puede
7. R4C a causa de 7.. . RSR, Hemos
llegada asi al momento principal
que determina la dificultad de es-
te final : al movimiento de los peo-
nes en la columna TR. De ante-
mano es evidente que las blancas
no pueden avanzar por el cent ro;
su plan debe consistir en atraer el
pen ne ro 4TR a 6TR, donde ser&
F posible legar hasta 1 no 610 des-
de la casilla 3AR, sino tarnbieh
desde la 2AR.
2. R2R, ZAR, R4A (o bien,
2. . . R4D; 3. R3R, R4A; 4. R4R y
las negras se encuentran en zug-
zwang) ; 3. R2A, 6 2R, R3A; 4.
R3A (conquista de la cmjugacibii
en la zona principal) ; 4.. . R4D ;
5. R3R, X4.A ; 6. R4R, P5TR (obli-
ada, debido a 6. .. R3A ; 7. R411,
f i 4C ; 8. P4TR ; ro ahora es pxe-
Y ciso conseguir e movimiento del
pebn negro 6TR) ; 7. R3A !, R4D ;
8. R3R!, R4A; 9. R4R, R4C (peor
seria 9... R3A; 10. R4D, R4C; 11.
P3TR) ; 10. R4D, PWR (el obje-
tivo ha sido alcanzado, comenzan-
do ahora una nueva fase del final,
el paso a la cual se realiza me-
diante la tfpica ganancia de tiem-
po); 11. R3R, R4A; 12. R2A!,
R4D; 13. R3A, R4A; 14. R3C,
R4D ; 15. R x PTR, R5R ; f 6. R4C
y ganan.
t os diversos finales que se mi-
gitlan no guardan relacin directa
con nuestro tema y se explican de
rada
: a) 16 ... Rol&; 17. R3C,
5R ; 18. P4TR, R6R ; 19. PSTR,
PCRx PT; 20. PSAR, PR xPA;
21. P6CR, PARxPC; 22. PGR,
PSA+ ; 23. R2T; b ) 16 ... R4D; 17.
R3A, R4A ; 18. P3TR, R4D ; 19
PQT, R4A; 20. R4C, K4D; 21.
PSTR, PCRxPTi - ; 22. RxPTR,
R5R ; 23. PGCR, BAR x PC+ ; 24.
R x PC y 25. RGA ; c) 16 ... R6D ;
17. R3A!, R7A; 18 P4TR, Rx P
CD; 19. P5TR, PCRx PT; 20.
P5AR, PR x PA (20.. . R x f TI) o
bien, R x PAD ; 21. P6CR, PAR x
PC; 22. PAR x PR) ; 21. P6CR,
PARxPC; 22. P6R, Rx PT; 23.
PTR, R7C ; 24. P8R=D, P6TD ; 25.
D5CD + y ganan.
337
E1 final 337 (*) ha desempeado
un ap1 histrico en el desarrollo
de f a teora de los finales de peo-
nes. En el pedoda en que la es-
cuela de los artidarios de la ops-
P sicin triun aba en toda la lnea
y era de todos reconocida, se hizo
pblica una posici6n en la que los
seguidores de esta escuela se vie-
ron metidos ea un caUej6n sin sa-
lida y, hablando lisa y llanamente,
les falld el terreno sobre el que se
apoyaban. Este final llam6 extra-
ardinariamente la atexlcibn y sus-
cit infinidad de comentarios, con-
ferencias y discusiones (ea el cursa
de todo esto se volvlb a hablar de
un estudio de Lecacq, publicado
con bastante anteriorrdad, y que
en s u tiempo pas6 casi inadvertr-
do ; dase el 342). M. T. Chigorit
fue uno de los primer& en senalar
(') Existe. una gran diversidad de
opiniones respecto a1 origen de este
problema y hasta de qulPn puede ser
su autor. La comprobacin realizada
nos permite afirmar lo qtie sigue. En
la primavera de 1901, Lacker se presen-
taba en distintas ciudades de los Esta-
dos Unidos, pronunciando conferencias
y realizando torneos simultneos. Se-
gbn testimonio de un testigo presencial,
el conde A. 1.. Razvadovsk, Lasker
demostr el 21 de mayo de 1901, en un
club de Chicago, auno de sns iiltimos
finales, ligeramente modificado por
Reichgelin;b (337). Bsta noticia fue co-
piada por la revista ashajrnatnoe Ohoz-
reniea (1901, pg. 245) de rNuova Ri-
vistas (ndrn. 6). En este mismo a60,
tasker public su estudio el; el cthlan-
chester Evening News ~, y Reichgeltn,
en el aChicago Tribuneie. Queda sin
aclarar si la posicin 337 se dio en SU
totalidad ea el torneo simultneo tle
1,asker a si fae s61a la distribucin cri-
racteristica de los peones, pero en todo
caso es ind~dable que e1 final no sur-
gib ren el match Lasker-Reichgelma.
A mis preguntas, Laskcr, en 1937,
contest : aEl estudio es mio. Yo co-
noci a Reichgelm en Filadelfia, en
1904, donde 61 me dio a conocer $11
moclificacin~. Hay que reconocer que
la variante de Reichgelm eleva aGn
mas el valor tebriccr del estudio ori-
ginal.
Xa irn ortancia de las; acasillas con-
juga B asr.
Las dificultades que surgen al
maniobrar con los reves (menores
en el 327 y un poco mayores en la
variante de ReichgeZm, 333a), se
intentaron salvar ~nli'ltiples veces,
proponiendo mtodos de soluci6n
fhciles, rain quebradero5 de cabe-
zar. Para el final que coasidera-
mos se conocen por lo menos tres
recetas de este tipo.
La filtirna de que tenemos no-
ticia recomienda, despus de ha-
ber determinado las posiciones
principales de zugtwang (K4AD-
R3CD y R4TR-R3CR) y de habe1
cornprobad que en kst as Xcrs reyes
se hallan sitniados en columnas ve-
cinas, habiendo una dila de sepa-
racin entre ellos, co~zsiderar estas
osiciones (lo mismo que cuando
Pa distancia que separa los reyes
es de tres y de cinco filas) como
base de la maniobra. Segiin esto,
'en el. 337 fa soluci6n es : 1. R2C !,
y en el 337a, 1. Rf C !, ctc.
La primera receta (teniendo ea
cuenta la poca en que fue publi-
cada) recomienda en fin de cuen-
tas lo mismo, pero en forma mas
sencilla: *Situar el rey en la ca-
lumna vecina y en un cscaquc de
eolor distinto,.
Si n embargo, ambos autores no
dijeron por qu en la pmicin
RLD-R2D, tocndoles jugar a las
blancas, se debe mover R 1 D-2A !
(y no R 1-4 o RI R) , aGn cuando en
este caso el nmero de filas que
10s separan inesperadamente resul-
ta ser par y los escaques 2A y 21)
son del mismo color. Si se trata
de una excepcin, (que cxplica-
cin tiene ? C6mo averiguar estas
excepciones para no eqaivocarise
al maniobrar? Es indudable que
las recetas propiiestas no abarcan
tfio el contenido del 337.
' El inconveniente de las salucio-
aes mecnicas consiste precisa-
mente en qt i e no permiten averi-
guar la esencia de las posiciones
y se hallan cnjktas al riesgo de
caer ea un error en cuanto estas
ltimas se apartan 1s ms mirairno
de la norma de antemano estable-
cida.
Examiaerncts detalladamente 1st
sofucibn de la 337, or cuanto &ta
ilirmina con clari c ! ad dilifana l a
teora general de los finales de
este tipo.
e C6mu se debe enfocar la solu-
cin de las posiciones con dos pun-
tos de ataque ?
Ante todo deben determinarse
las posiciones de zugzwang alrede-
dor de estos ptrntos (las aar y
u b ~ en el 337) y establecer las ca-
racterfsticas del srcamino m4s cor-
ton entre las casillas de zugzwang
(vease el 332). Para ambw adver-
sarios &te se cornpone de seis es-
caques : los del blanca son : 4AD,
3D, 3R(2R), 3ARf2AR), 3LR,
4TR, y los del negro, 3CD, 2-41),
ZD(ID), SRt l R) , 2AR, 3CR. En
caso de que el camino de las blan-
cas resultase ser m& corto, hablan-
do ea tbrrninm enerales, no Ha-
bria r jugada., ef rey se dirigira
sencillamente al punto 4TR. Com-
parando entre si las casillas cati-
ugadas del camina ms corto, se
llega a la conclusi6n de que el rey
negro debe mantenerse todo e1
tiempo una columna a la izquierda
del blanco.
Despus de esto pasamos a exa-
minar las posiciones de zugtwang.
No se necesita un anlisis para
convencerse de ue seria infructtao-
4 so intentar dar a batalla alrededor
del punto 5CR ; es mAs, en cascl de
que el rey negra sea atrado a esta
casilla prematuramente, las tablas
son inevitables, ya ue las blancas
9 no poddan volver a flanco de da-
ma a causa del contraataque de las
ne ras sobre el pen 4AR.
1, en general, las blancas sor1 b
capaces de conseguir algo. esto s610
puede ser en el flanco de dama.
Unicamente agan$ndole la parti-
d a ~ aquf al adversario (por ejem-
plo, obligando al rey negro a des-
viarse das columnas a la izquier-
da), pueden realizar el ataque de-
cisivo sobre SCR.
Al analizar la situacin en el
flanco de dama, partiremos de la
pasicin principal de zugzwang
4AD-3CD. La segunda de estas
posiciones es la 3D-2AD (no hay
que olvidar que las casillas del ca-
mino m& corto se corresporiden
siempre unas a otras). De ahi se
desprende la conjugacihn de loci
escaques de unin 3AD y 2CD (se-
fiafados can la cifra &). Asf pues,
la zona principal de las blancas
(en el punto inaccxsible 4D) es el
trihngulo a, 1, 2 ; la zona de las
negras (en el punto inaccesible
3AD) es anloga. T,a Iinea avan-
zada ha sida fAcil de establecer,
entrando desputCs en acci6n el g e n -
cadenamient de triiingulos~ y las
acasillas afines, de que se trat6 al
analizar el 335. Razonaremos asf:
el rey blanco alcanza las casillas
~ I B y (2, desde el escaque 21)
[ a &) con este ltimo s61o puede
estar conjugado el 1AD (una co-
lumna a ta izquierda) v de ning6n
modo lo est& I CD (dos columnas
ms a la izquierda). Del mismo
moda se determina el (4, y llega-
remas a la cmclusi6n de que nos
hallamos ante un ssten~a de con-
jtlgacin ucuadrado-trislngular B. Y
si esto es asl, la conjugacin de
las casillas de la zorra de la areta-
guardiar se ve inrneditamente, de
acuerdo con la caracterstica de la
afinidad, (saltando un escaque,
segiir las leyes de la oposicibn).
2 Por qu hemos eliminado, en
resumidas cuentas, la casilla ea,
de la zma principal ? Esta es una
ctrestibn de mbtodo y puede ser
enjuiciada de diversas fonnas. Los
escaques de zugzrioang son casillas
aspeciales, para las que no hay
aeilogm ea el tablero. Pero a ve-
ces se las incluye en la zona prin-
cipal, por ejemplo, cuando la ma-
niobra ~ e : halla limitada por falta
de espacio ( dase a este respecto,
entre otros, el 338).
Despus de haber determinado
las casillas y las umac de conja-
gacibn (el hallarlas rpidamente
se consigue mediante ejercicios
sistemhticos) , pasamos a conside-
rar el momento principal del an-
lisis, es decir, a poner en claro si
las blancas pueden hacerse con la
conjugacin en la zona principal.
Resulta que las blancas se apode-
ran de la conjugacibn inmediata-
mente, en su primera jugada, era
las casillas de la retaguardia, an-
tes de que los reyec lleguen a la
zona principal.
Concretamente, en el 337 sc debe
jugar 1. R2C ! y las negras ya no
pueden defenderse, p o ~ e jemplcr :
l . . . R2T; 2. R3C (la casilla 1CD
es tambi6n conjugada^ ; no obs-
tante, a la primera oportunidad
hay que salir a la alinea avanza-
dan) ; 2,.. R2C; 3. R3A, R2h; 4.
RSD y ganan (4 ... R2D; 5. R4A,
o bien, 4. .. R3C, 2C ; 5. R3R, etc.) .
Una variante interesante es : 1.
R2C, RZT ; 2. R3C, R3T. Es claro
que las blancas continan 3. R2A ! ,
eligiendo la casilla para la que las
negras no tienen conjugacin (has-
ta 8C hay mucho trecho y a 3...
R3C sigue 4, R2D !, con lo que el
escaque 3-4 de las negras deja de
ser inaccesible).
Tocndoles jugar a las negras,
stas se apoderan de la conjuga-
cin mediante 1.. . R2C y, sin per-
derla ya (2. R3C, R2T, a bien, 2.
RX1, R1T) alcanzan tablas. Ta~i-
bien se puede 1 .,. R1 C, ocupando
la conjugacin despues de haber
entrado el rey blanco en la colum-
na CD.
En el 337a (RITD-R2TD), se de-
be jugar f . Rl C! , R2C; 2. RIA,
R2A ; 3. RlD. Conservando todo
el tiempo la conjugacin, las blan-
cas no han podido todzrvfa apode-
rarse de ella en la zona principal.
Sin embargo, las negras se hallan
ahora en un momento critico:
en caso de 3.. . R1 A, sigue 4. R2D !,
y si 3.. . R2D ( 1 D) ; 4. R2A !, apro-
vechndose de que para la casilla
2A las negras no tienen ahora can-
jugacin (i hasta el escaque 8C
hay iin gran trecho !). Despues de
4. . . Rl A; 5. R2D!, R2D; 6. R3A,
R2A ; 7. R3D, la victoria de las
blancas es evidente. Los tnovi-
mientos finales son extraordina-
riamente caractexisticos : despus
de haber entrado en condiciones
favorables en fa zona principal, el
rey blanco se ha acercado conse-
cuenteniente al punto de ataque
(poseyendo tambikn aqui toda el
tiem o la conjugacin), hasta que
las i l ancas logran su objetivo
principal: sacan al rey negro cal
camino ni s corta* tocndole ju-
gar.
Perteiiecindoles mover a las ne-
gras, se consiguen tablas median-
te 1 . . . R2C f tambin se puede 1. .-
R 1 C) , pero de ningn modo cal1
l . . . R3C?, a causa de 2. RZC!,
quedando las negras sin casilla
con jugada.
Extraordinariamente instructi-
va resulta la tornparaci6n del 337
con el ejemplo que a continuacin
se da, ya que descubre totalmente
10 esencial de las zonas conjuga-
das (la relacin mutua entre las
flancos).
El 338 e s una variante de R.
Bianchetti { 1925), propuesta por
l, junto can el 337, con el deseo
evidente de demostrar la inmuta-
bilidad del mtodo de solucin de
todos los finales de este tipo. Ef
consideraba que las bl a~cas ganan
despus de f . R2C, R2T; 2. R3C,
etctera. Sin embargo, el parecido
de las posiciones le engaP6 par
comp2eto. Habiendo establecido
para el 337 la numeracin de las
casillas a fin de determinar sus
distancias a ambos puntos de ata-
que (lo mismo que en el 332), se
otvirt6 de hacer esto para el 338,
a pesar de que estaba obligado a
hacerlo, ya que haba variado la
estructura de los peones al tras-
ladar los 4AR (blanco) y 4AR (ne.
gra) a 6TR y 2TR, respectivamen-
te. Corno ya sabemos, toda varia-
cin en la distribuci6n de los peo-
nes da lugar a un nueva sistema.
de casillas criticas. La esencia de
este sistema puede continuar sien-
do la misma, pero tambin puede
cambiar radicalmente.
Es de suponer que Rialichetti
compar nicamente 410s caminos
rn&s cortos, (a-b) y comprob que
cada uno constaba de tuatrol casi-
llas. Pero deba haber comprobado
todos f s escaques de la zona prin-
cipal. Si tomarnos la casilla 2D,
veremos que en el 337 le corres-
pondia solamente la 1 AD, mien-
tras que en &te se hala tambi h
conjugada con ella la casilla 1 CD,
ya que tanto desde 2D c m o desde
1 CD se precisan tres movimientos
para alcanzar sus correspondien-
tes escaques de zugzwang r b ~ (las
distancias criticas para 2D y ICD
sor1 iguales, respctivamente, a
r2, 3i ).
Asi pues, la zona de conjuga-
ci6n en e1 338 resulta menos 13 -
? da para las negras : a tres casi1
( ~ c L) , 2AD y 2D) de las blancas
corresponden dos (L CD y 1AD) de
las negras, en las que estas itlti-
mas pueden realizar maniobras de
espera. Esto permite al negro ha-
ccr tablas ; por ejemplo : f . R2C,
RIC! (y no l . . . RZT?, como ju-
gaba Btarrchetti) ; 2. R2A, 31 1 A !
( j rrada de maniubrar en las colum-
nas vecinas!) ; 3. R2D, Rf C! ! (se-
me jante alibtrertadr serfa inconce-
bible ea el 337) ; 4. R3R (a 4. R3A,
3D contestarkn las negras con 4.. .
RSC, 2A) ; 4. RIA! ; 5. R4A, R2D,
1 D ; 6. RSA, R2R, tablas. Bien es
verdad que las blancas pueden reta-
rizar ahn una .Gltima tentativa : 6,
R5C (en lugar de R3A) ; 6. .. R2R ;
7. R5A, R2A y da la impresiri de
que e1 rey blanco puede lanzarse
al punto 4AD, exo la realidad es
que se ve ya o E ligado a guardar
al pen 6TR. i Esta es la verdade-
ra causa de la .libertad de ma-
nabra de las negrasr ! El traslado
de las peones de ambos colores a
6TR y 2TR pone a las negras en
condiciones de contraatacar, lo
que determina en definitiva tavto
el sistema de escaques crlticcs.
Si aiiadirnos a las blancas un
pe6n en 5TR (=a), veremos
cun dificil resulta a veces deter-
minar las zonas prncipales. Si en
el final de dama que resulta (8.
R4R, R3A; 9. R3D, R4C; 10. R44,
RxP4T! ; 11, R5C, RxPJT; 12.
R6,4!, RSC!; 13. RxP6I3, P4TR;
14. R7R, PSTR; 15. P6D, P6TR;
16.P7D, EYTX'R; 17. P8D=D,
P8TR = D) , las negras pudieran
hacer tablas, seria real para el
338a la numeracin de las ZOhaS
tal y como ea el 328, pero como
las blancas ganan (despuhs de 18.
D8AR + , R3C ; Q bien, inmediata-
mente, RZT; 19. MAR+, R22';
20. D7AK-t. y 21. P5D), resulta
que para nuestra pmici6n 338a con
correctas las zormas sealadas en el
337.
&a conclusin practica es que,
sin entrar en Ter; profundos cblcu-
las arriba citados, lo mds scgttro
es defenderse s edn las zonas del
337 (a R3R, 4R salva R2D, ID y
en craso de RBA, hab& que jugar
R i R !, siendo la continuacibn :
RSA, R2R !, a bien, R5C, R2A ! ;
v h e las zonas del flanco de re ) ;
T no obstante, cuando no hay e ec-
cin, hay que defenderse de acuer-
do con el 338, y si la defensa no
tiene Csxito, esta es debido Gnica-
mente a que la psicibn no tiene
defensa de cualquier modo que se
la mire.
En el 338 es tarnbi4n interesante
ia distinta dispusicin de los reyes
en la columna TD, cuando les toca
jiigar a las blancas. Si el rey negro
se halla en ITD, la partida terrni-
no siempre en tablas, independien-
temeste del lugar en que se en-
cuentre el rey blanco (en 1TD,
2TD 6 3TI)). Estando situada el
rey negro en 3TD, ganan siempre
las blancas. En caso de ue el rey
% negro ocupe ZTD, son ta las si el
rey blanco est en ITD, y cuanda
&te se halla en 2TD O 3TD, las
negras pierden. Todo esto es fhcil
de deducir de la distribucin de
las casillas conjugadas.
3. SISTEMA DE LAS OCHO CASILLAS
Este sistema abarca mayor n-
mero de escaques que el del cua-
drado y el trihngalo, pr o, como
pronto quedar demostrado, su
aplicacin -en las partidas es, por
regla general, ms fcil. El esque-
ma 339 nos permite ver los rasgos
caractersticos del sistema de las
ocho casillas.
En el diagrama 339 se dan dos
distribuciones distintas, En la pri-
mera, la zona de las blancas se
contrapone a la zona de las ne-
gras, situada a la i~quierda. AClti
cuando se hallan desviadas una
respecto a la otra, estas zonas son
simetricas horizontal mente.
En la segunda distribucibn, a
esta misma zona de las blancas
se contrapone, a la derecha, la zo-
na simf trica di agol l al r)~ent e de 1;is
negras ien el esquema se muestra
uirn s ixn~t ra completa, pero pue-
den darse desviaciones) .
Ida< zoriar; tienen I*i fctma de un
cua~i r adi ~ de 3 x 3, en el cual falta
' una casilla (inaccesible al rey) , y
constan, pc;r lo tanto, de ocho es-
caq ites .
Si en el sistema del cuadrado y
el tringulo era relativamente f.-
ciT recordar la conjugaci6n de tres
y cuatro casillas, en el que ahora
considerarnos esto parece ms di-
ficil. Es, pues, cam~rensible el
que a los prcticos les asuste, ge-
neralmente, la perspectiva de ma-
nobrar con 1 ~ ~ s reyes en tan g a n-
des espacios, tanto ms cuanto un
movimiento falso puede variar el
resultado de la partida. Sin ern-
bar g~, estos temores, basados en
una apxeciaciljn superficial, son
en gran parte exagerados. MAS
adelante daremos a conocer mto-
dos sencillos de orientacin en las
zonas de ocho casillas, que pemi -
ten hacer uso de estas ltimas con
gran facilidad.
En primer lugar, es necesario
bgar a comprender la estractura
de laq zonas y, entonces, resulta
que no es tan diflcil recordar el
sistema de la conjugaciiin; es
ms, en fin de cuentas, no. es ne-
cesa:io mantener nada en la me-
moria.
En contra de ,la apini6n de los
tejricos que consideran ms clara
Ia representacin por medio de le-
tras que de cifras, nosotros esti-
mamos que se debe hacer uso de
una u otra segn el objetivo que
se persiga. En el caso que estu-
diamos, la anotacin numtCrica a
sencillamente imprescindible.
La base del sistema de las ocho
casillas, su nzlcleo, 10 forma el
tri%ngulo, que ya conocemos, al-
reddos del punto inaccesible. Ge-
neralmente, aun cuando esto no
es obligatorio, la cifra r l n repre-
senta el escaque de zugmaag ; la
r 2 ~ , la casilla ms cercana del ca-
mino m& corto, y la r3r el esca-
que de unin. Asf
cinco casilias co1i.n irues1 antes quedan con. el
tri&ngu'fo. Consideremas la zona
de las blancas en el 339. Las cifras
4, 5 y 6 se Iialtan en una misma
columna de arriba hacia abajo, y
las 6, 7 y 8, en idntica fiIa y de
izquierda a derecha. Esta distri-
blcin (mental) de las cifras debe
ser siempre seguida,
Pasemos ahora a examinar la4
zonas de las negras. Merced al eje
de simetria que tienen, se puede
decir que son la rimagen reflejada
en un espejo, de las zonas de las
blancas. Si se dobla mentalmente
e1 tablero por este eje, resulta que
las zonas I a veces fiasb despi~ks
de haberse desviada), al ser su-
perpires tas, coinciden.
Si consideramos a zona izquier-
da de las negras, veremos
orden de las cifras en las fi (re as
e1 misma que el de las blancas,
correspondiendo en las c~lumnas
a Xa imagen invertida por un esk
pcju (confrntense 4 y 4, 5 y 5,
6 y 6 ) s
As pues, nos hallamos ya en
condiciones de formular la prime-
ra dedticcibn prctica: para con-
servar Xa conjugaci611 exl la zona
principal (sirnbtrica korizontal-
mente), hay que contestar al mo-
vimiento del rey por una columna
(o por una fila) con un movi-
miento aniugo del rey propio por
la columna (o pr la fi l a). Pero en
los sistemas sim4tricus diagorrad
mente se debe maniobm precisa-
mente af costtrario. Errami nese
atentamente el orden de las cifras :
las de las blancas situadas en loa
columnas (4, 5 g 6,
corresponden a las ci !Y as eejemplo)g de las ne-
vas que se encuentran en film
(las mismas 4, 5 y 6), correspsn-
diendo a lw filas blancas las cs.
lwnnas de las negras. En &te
caso es precisa contestar a nn mo-
vimiento a lo largo de una colum-
na ron otro a lo largo de una fila,
y viceversa. Sin embargo, no pue-
de ser tomada esta regla como ab-
soltita. De ella quedan excluidos
las movimientos aenvolventes~ de
los reves, acerca de los cuales se
hablar mas adelante. Pueden
tambin darse excepciones en unos
u atros casos especfficos de la 'po-
sicin.
Asl pues, debemos recordar : m
los &nplos de cada zona h q siem-
pre un &B, y en el centro, un a3r.
En lo que respecta a las casillas
de la retaguardia (afines), se las
numera de acuerdo cctn las leyes
de la oposicin {saltando una ca-
silla).
Un medio auxiliar para deter-
minar la conjugacibn de las ca-
sillas en ciertos casos complica-
dos puede ser tambitCn d color de
las mismas, segn se. ver miis
adelante. En el sistema horizontal
que consideramos (3391, las casi-
llas canjugadas son de colorres
opuestos. Si se desplaza la zona
de las blancas hacia la izquierda,
sus colores son entonces idnticas
(oposicin ordinaria) ; 10 mismo
ocurre si.se desplaza la zona hacia
la derecha. En el sistema diagonal
(e1 mismo 339), las casillas coa ju-
gadas son del mismo color-, gracias
a la simetra absoluta; pero pue-
den ser de colores opuestos si se
desplaza la zona de las blancas ha-
cia la izquierda.
Pasemos a examinar algunos
ejemplos prcticos.
Sn el 34e las blancas dis onen
del tiempo de fesena l?3$ En
relaci6n con esto, las casillas
6TD, 6CD, 6AD ya no pueden ser
consideradas como criticas, de-
biendo serlo las 5TD y 5CD (a R5C
es insuficiente contestar con RZC,
a causa de P3CR f .
En el flanco opuesto el punto
critico es 6AR. De esto se dedil-
cen las casillas de zugzwang:
4AD-3CD (1) y 5AR-2R, as 4 como
re1 camino m6s corta,. Constxui-
mus mentalmente el kinguto 1,
2, 3, situarnos a la izquierda la
serie vertical 4, 5, 6 y la zona
de las ocho casillas queda comple-
tamente determinada. Esta tam-
bihn clara la conjupaci6n (repre-
sentacin) de cada una de los esca-
aues de la retaguardia. El rey
blanco se encuentra en r 3 ~ , y el
negro, en 65s. Las blancas pueden
apoderarse inmediatamente de la
coniugacin (primero en la zona
de la retaguardia).
t . Rl C, R2C; 2. Rl A, R2A; 3.
R2C ! (maniobra envolvente carac-
teristica : las blancas aprovechan
la primera ocasin que se !es pre-
senta para entrar en la zona prin-
cipal. El blanco ocupa r 6s , por
cuanto el negro no puede contestar
de la misma fuma. Observaremos
de pasa que al realizar la maniobra
envolvente se puede infringir la
rregla del color,. Queda par aa-
dir que, adem%s de 3. R2C, gana
tambi4n 3. Rl D, y en caso de 3...
R2C, defendiendo d r y a 8 ~ , debe
jugarse 4, RSR!) ; 3. . . RIA (las
negras se basan en que el rey blan-
co no puede Ifegax a r 8 ~ , pera en
estos casos las blancas contintan
el movimiento envolvente) ; 4.
R3C!, R2A; 9. R4C!, R3C; 6,
R4.4 ! (sera prematuro 6. P3CR ?,
a causa de unas simvles tablas des-
pus de 6 . . R3TD ; la jugada
P3CR liquida todas las zonas). El
problema est ahora resuelta: a
v. . . R2A seguida 8. RSC, R2C; 9.
PJCR ; y si 6. , . R4T (contraataque
que suprime t da s la! cmsidera-
ciones acerca de las zonas), habra
(iup juc.ar 7. R3D, R5C 8. R4R,
R5A; 9. R5A. Rx P4 D fo bien,
9... RxPSD: 10. R6R, R4A; 11.
P3CR) ; 10. RxPAR y. segun se
pudo determinar hace tiempo con-
tando las jugad=, el pe6n TR lle-
antes a la promocin.
Comenzanda las negras, stas
hacen tablas ocupando ~3%. IJna
vez que se han hecho can la aposi-
cibn. ya no pierden, ~ue s t o que
nada frena su maniobra: 1 ...
R2C!; 2. Rl C, RZT;3.R2T, R1C;
4. R3T. R2C, etc.
En las finales de este tipo pue-
den darse varias variantes, pero en
resumidas cuentas no hay necesi-
dad de ellas: el resultado es evi-
dente ; no hay ms que no equivo-
carse al elegir la casilla conjugada
(bien es cierto que a veces es pre-
ciso soslayar algirn que otro res-
W ~ ~ U B ; vase el 344).
N. Grig6ev, refirihridose al es-
tudio 341, hizo al margen del libra
una lacnica acotacin : r i Estu-
pendo !
Las casillas criticas son aqiii:
5AD, 5D y 6CR. De forma an-
loga al ejemplo anterior, los trim-
gulos 1 , 2, 3, se determinan fcil-
mente. Por cuanto no pueden ser
complementados hasta un cuadra-
do, ante nosotros tenemos un sis-
tema de ocho casillas (vase el dia-
grama ; las casillas de la retaguar-
dia no han sido cifradas), Las
Mancas disponen del tiempo de
reserva PSTD, y la conjugacibn de
las zonas e3 valedera hasta que
este haya sido gastado (lo mismo
que en el 340). La posibilidad del
cambio P4TD xPCD asegura un
contraataque inevitable en el fu-
turo de las negras en el flanco de
dama, cuando el rey blanco se di-
rija (al final) a la casilla WR.
Las blancas ganan apalerhndo-
se de la conjugacin. l . Rl D! #
R2D; 2. RIR, R2R;3. R2D!, R1D
(infructuoso intento de salvarse
mediante la oposicin. i No es esto
lo qae ahora procede !) : 4. R2R,
R1R; 5. R3D!, R2D; 6. R3R! (el
ucupar junto con la conjugaci6n
la casilla a 3 ~ es siempre el prin-
cipio del fin) ; 6.. . R3D ; 7. R4R,
R3A. La lucha en la zona ha ter-
minada a favor de las blancas, pe-
ro en el estudia quedan an otros
sutiles detalles,
Comienza ahora la fase del rdec-
bloquco~ y de la yromocihn de los
peones, fase que en. cada final pxe-
senta facetas distintas. Aqui, el
final es el siguiente (no es i8cil
calcularlo de antemano) : 8. R3A,
R4D ; 9. R3C! (en caso de 9.
R4C ?, salva la situaci6n 9. *.
R5R) ; 9- - . R5D; 10. R4T!, R6,4
( o bien, 10 ... R5R; I f . R4C, R6R;
12. R5T, R x PA ; 13. RGC, R4R ;
14. P3TD! yganan); 11. PTxPC!,
PxP; 12. R5T, R x P X ; 13. R6C,
RxP6C; 14. RxPAR, R6A! ; 15.
RSR, P5CD ; 16. PiGAR, P6CD ; 17.
P7AR, P'ihCD ; t8. PSAR=D, P8C
-D (ahora el cambio de damas
viene forzado) ; 19. D5AD + , R7D ;
20. DEAR +, R6A, 6D ; 21. D4D +
y ganan,
Examinemos las distribuciones
diagmales.
342
Ef 3-42 es la ms antigua com-
posicibn sobre el tema que consi-
derarnos. Conociendo los dss ejem-
plos precedentes, no presenta ya
dificultad alguna el imaginarse
las zonas de las ocho casillas. Las
Uancas ganan si hallAndoce el rey
en 4D pueden jugar P5R, o bien,
encontrndose el rey en 3R, pue-
den oeupar 4AR. De esta se dedu-
cen las posiciones de zugmang
RQD-R3AR ( 1 ) y R@R-R4CR (2).
El camino ms corta consta, en
total, de dos escaques. La zona de
la retaguardia de las blancas es
mucho m6s rica, lo que les ~rni i t e
elegir el momento en que el rey
blanco pueda entrar con hi t o en
la zona principal (donde, por ne-
cesidad, se encontrara mucho :,a-
tes el rey negro).
Sin embargo, la columna TD no
puede ser utzllzada por las blancas
c m0 hase de operaciones a c-atua
de su alejamiento del pe6n inde-
fenso 4R. Supongamos que en d
342 les toca jugar a las negras,
E s b hacen tablas moviendo 1 ...
R2C, ocupando inmediatameate
la can jugacin ( tr5i ). Pero pueden
tarnbien jugar 1.. . RZI', ya que las
blancas no se encuentran ein situa-
ci6n de aprovechar esta atibextadm.
En efecto, de acuerdo con el sis-
tema de las casillas conjngadac,
deberian contestar : 2. RZT; per6
resulta que, ppr la indole especfi-
ca de la posicin, no todos los es-
caques nfinesl con buenos ; des-
pu6s de . R2C (amenazando
R3A v R4R) es ya francamete
mala 3. R3T?, y no hay mas re-
medio que jugar 3. R2C (IC, 3C)
en contestacilin a la cual tienen las:
negras casillas cmjugadac que las
salvan.
A propbsito de esto sealemos
qtie despus de 2. R2C, las tieFras
no deben pensar en aoposic~bn*
alguna y si iznicarnente en las
rr casillas conjugadas B. Pierde, par
ejemplo, 3.. . R3A 7, a causa de
4. R2A? (aprovechndose de que
el esraque 7TR se halla muy 1eJos ;
movimiento envolvente) ; 4.. . R2-4
( o bien, 4.., R4C ; 5. R3A ! ; a 4...
RX, 2C contestan las blancas con
la conjugacin mediante 5. R3D,
3.A) ; 5. R2D !, R3A ; 6. R2R !,
R3C; 7. R3D y ganan. Pero en
contestacin a 3. RSC se alcanzan
tablas moviendo 3. . , RlT, o bien,
3. .. R3T (el escaque r X B no subs-
titiij-e a! U ~ D , abri cuando tocio esto
es roposici8n~) ; por ejemplo : 4.
R3C, R IL (a bien, R3C) ; 5. R2A,
RZT, etc.
Es evidente que en un principio
las blancas cleberErn maniobrar, no
a lo largo de la columna TD, sina
por la primera fila, cap tanta ms
razn qite en Csta se apoderan in-
mediatamente de la con jugaciiin.
Srr juego deber& estar supeditado
a dos exigencias : 1) hacer llegar
lo antes posible el rey a la zona
principal ; 2 ) entrar sin retraso en
el tringiilo decisivo, poseyendo
la conjugacin en ambos casos o
apoclerndnse de ella.
1. RIC!, R2C (damos una de
las variantes como ejemplo) ; 2.
Rl A, R3C; 3. RID, R4C (alrora
tienen ocasin las blancas, por ver.
rirnera, de entrar en la zona prin-
P.
c~pai mediante un mnaim.ients
enuol?wnt~, es decir, por el mo-
mento sin ar~oderarse direr'tanlen-
te de la conjugacin una prdida
de tienipo hubiera sido 4. Rl R,
R X , vi6riilose cuhfiqadas las blan-
cas a regresar con el rey a lT3 para,
despits de R4C, realizar, por fin,
la jngada correcta ; de esto se de-
duce que la maniobra por las ?a-
sillas conjugadas de ningn modo
ede ser mecnica) ; 4. RSA!,.
b ; 5. R2D (apoderandose de la
con jugacii ; pero en. el casa 4. . .
R3A, este mismo movimiento S.
R21) Iiubiese tenido el valor de un
rudeo) ; 5 . . .R4T ; 6. R3A ! (6. R2R
hubiese resultado de nuevo ser
rmarcar cl paso,) ; 6. .. R4C ; 7.
R4A !, R3C ; 8. R3D y ganan. (La
continuacin para nuestros fines
no presenta inters alguna.)
El rnktodo de la corijugacin (zo-
na de las ocho casillas) es actual-
mente no slo el metoda mas sen-
cilla, sino el ms seguro cuandu
deban jugarse finales de este t i p.
Examinemos, a fin tie comparar,
otros mtodos.
Segn el mtodo de las rdistan-
Cias criticas, (en el caso que con-
s i d e r a n ~ ~ ~ desde r f , y r 2 r ) , el
escaque ICR, ocupado por el rey
negro, se seala con a2, 3i . Para
apadexarse de la conjugab-n, pa-
rece que las blancas debefin ju-
gar: l . R2C (tambin r2, 3,). No
obstante, esto conduce inmediata-
mente a tablas despus de l . . .
RIT. Es evidente que en este caso
no se puede partir de las distan-
cias a los escaques de zugzwartg.
Pero, por corisiguieate, t a mp o se
puede, en general, hasta que no
haya sido detemifiado en quC ca-
sos y por qutl hay que hacer ex-
cepciobes.
Suscita tambien dudas el rsis-
tema de coordinadas*. Ea ste las
distancias se miden hasta 1% ejes
coordenadoc, cuyos *puntos de
apoyo, son los escaques inaccesi-
bles en el campo de cada uno de
los contricantes. Ea las negras,
por ejemplo, desde el punto 4AR,
se tornan los segmentus 4AR-1AR
y 4AR-4TR ; las distancias que sc-
paran fa casilla ICR de estos seg-
mentos quedan especificadas me-
diante la anotaci6n r 1 , 3,. Para las
blancas (cpunto de apoyor 433) se
toman los segmentos 4TD-4R y
1R-4R. Hay que jugar 1. RlC!,
ya que el escaque 1 CD tiene como
coordenadas a3, 3s. Puesto que si
una de las cifras coincide, y la
otra es mayor o menor en un n-
mero par de casillas (rley de las
dos casillasr ) , se consigue a se con-
serva la conjugacin, A 1.. . R2C
(1, 2) hay que contestar 2. R1 LI
(3, 2). Coatimemos la variante :
2. . . R3C (1, 1 ) ; 3. RID (3, L), I34C
( 1 , 0) ; 4. RSA (2, 2). 1E)s;to es ya
incomprensible y exige eexplbacio-
nes especiales, pues de lo cantra-
rio acaso na se acierte en esta ju-
gada. 4... RST (2, 1) ; 5. R2D (2,
l ) , R4T (2,U) ; 6. R3A (1, 2). i In-
comprensible de nuevo! (No obs-
tante, si se juega asegn el sicte-
mar, hay que seguir 6. R2R (2,
U), R3T (2, 1). ; 7. R2D (2, 1) ,
Sin moverse del sitio. Resulta que
el sistema crfalai, en lus mo~imien-
tos envolvmtes, a no ser que los
caso& en (0, deban ser tratadas
de forma es ci d; pero 2 q d for-
ma es sta?c g... R4C (1, 0 ) ; T.
R4A (0, 2) . El mismo rembrollo~.
Sin embargo, el final es correcto ;
T. . . R3C (1, 1 ) ; 8. R3D (1, f ) , y
ganan,
Para dar aqui fin a esta breve
informadbn sobre el sistema de
c.coordenadas~, sealarenias su
enorme complicacibn : 1 ) en cier-
tas posiciones no se puede deter-
minar por d6nde debern pasar
los ejes coordenadas ; 2) al pasar
el rey al otro lado del eje, las dis-
tancias vienen dadas por magni-
tudes negativas ; 3) para explicar
lar; diferentes particularidades de
una posicin, su autor (Ebersz)
hace uso de numerosas conceptos
nuevos, abstractos y poco convin-
centes. Es de suponer que el mis-
mo autor lleg6 a la conclusi6n de
la inutilidad del m&iodo, o bien,
de la imposibilidad de terminarlo,
ya que m 6 de publicar en la revis-
ta la continuacin de su estudio.
A pesar de toda, consideramos
que sera prematuro rechazar de
plano tanta el *sistema de coorde-
nadas, coma el cm&todo de las
distancias criticasr. Algo hay de
cierto y Citil en estas teodas.
Queda a6n por examinar el m&
todo simplificado de solucin, d a
receta preparadan, similar a la del
377. Coasiste ea. la recomendacrin
de ocupar en las di apal e c de ca-
sillas negras la upsicibn otdina-
ra (dejando un niimero impar de
escaques entre los reyes) y situar
las reyes en las diagonalcs de ca-
sillas blancas de modo que entre
ellos haya un nmero par de esca-
ques. Berger (seguramente tenicn-
da en cuenta las posiciones del ti-
po 342aj, hasta se atrevi6 a gene-
ralizar: en las diagunales abgertas,
oposicin ordinaria ; mientras que
en las que tienen barreras, distan-
cias pares. Sin embargo, esta e-
ceta no resiste comprobacin al-
guna : 1. R2T, R2A (entre la re-
yes hay un nmero par de casi-
llas) ; 2. R2C, R3A (nmero
i mpar) ; 3. R2A y.las negras deben
rendirse, ya que el escaque 4AR
es inaccesible y el r i R est muy
lejos. O bien, examinemos la pssi-
cibn inicial siguiente : R3D-R3CR ;
1. R4A, R2A; 2. R3C, Rl C; 3.
R2T, R2A (lo cormcto es sblo 3.. .
R2T !) ; 4. RX: y las negras pier-
den de nueva, lo mismo que en el
anterior. De acuerdo con la receta
propuesta, en la posicibn Rl D-
R4CR hay que jugar 1. R1 A, y si
1.. . R3C, entonces, evidentemen-
te, 2. RtC. En caco de 2. . . R2C,
resulta que 3. R1T 7 pierde sin nin-
a gPnero de dudas, mientras qrre
a receta no nss dice qzr es aqui iu p"
correcta.
Lo expuesto nos obliga a acep-
tar las azonas de las ocho casillas~
como base de la soluci&n de los fi-
nales que considerama, ,sin que
por esta renunciemos a ciertas pro-
vechosas combinaciones auxilia-
res que se proponen en otros
mtados, aun cuando de por s es-
tos ltiihos sean defectuosoc.
Recomendamos que se examine
la siguiente variacin de la pos&
ci6n 342, ya que pone de manifies-
to ciertos aspectas sumamente inc-
trdctivos.
342a* V. Bird, f 936 (segn 1,e-
cocq) . Blancas : RITD, PSAT),
f4D, P3AR, P3TR. Xegms-
RITR, P3AD, P2AD, P5AR, P5
TR; ganan las blancas nicamcn-
te si les toca jugar a las negras;
tocndoles a aqu4llas jugar, ta-
blas. t o s caminos mais cortos son:
4AD, 3D y 3R, 4AR. NO slo las
zonas de las ocho casillas son exac-
tamente simtricas, sino que lo qnn
tambin las zonas de la retagttar-
dia (de igual magnitud). ];aq reyes
se hallan ya en los escaqzles ron-
jugados, es decir, en la
de zugzwang. La solucin tiene
dos variantes principales ( 1
R2T, Rl C, o bien, 1. Rl C, R2T,
etctera) y no cmliene nada
nuevo. Sin embargo, gana en in-
ters al aadir a las negras un
6n en 4TR. C m este crregalon
E s negras pierden hasta jugan-
do el blanco el primero* Des us
P de l . R 1 C, RZT (siguiendo e es-
pfritu del sistema de contestar a
un movimiento horizontal con
otro vertical) ; 2. Rl A, R3T; 3.
Rl D, las negras pierden la con-
jugacin, ya que el escaque que
necesitan, 4TR, es inaccesible, y
pierden, por ejemplo: 3... R4C ;
4. R2D, R3C ; 5. R2A, R4C; 6.
K3C ! (mcn-irniento etivolvente) ;
e... R4-9; 7. R4C!, RJA; 8.
R3A, etc.
A causa de la barrera en 4TR
las casillas en la columna TR han
dejado de ser conjugadas. Pero si
se traslada el rey negro a t AR o
a 3AR, las negras pueden siem-
pre hallar la conjugacin en la ZO-
na principal, sin necesidad de la
dur nna TR para maniobrar, al-
canzando tablas si les toca jugar
a las blancas.
En el 343 la zona de las blancas
halla desviada respecto a la
-a de las negras una columna
(fa sirnetrfa total se habia dado
hallarse esta zona una columna
P&s a la izquierda). Debido a es-
ta, las casillas conjugadas son de
colores opuestos.
No deja de presentar inters ea
este casa la deteminaci0n de los
escaqne de zugzwang. Bb n d o
situado el rey blanco en 5AD es
suficiente contestar can R2R; el
rey negro no tiene por que perder
tiempo en des lazarse al escaque
i 2D. Pero, 4 de e acaso admitirse
que a R3R tengan que contestar
las negras con R4C 1 En este caso
el camrno ms corto para las blan-
cas constara de tres casillas, J
para 1% negras de cuatro, lo que
ttaeria coma resaltado el que stas
no pudieran defender sus casillas
d.bila a puntos crfticos (3D y
5CR). Es evidente que desde la
posicibn RSAD-R2R, las negras
no pueden impedir la jugada
R4AR y deberhn contestarla con
R4TR. Asf pues, los caminas ms
cortos contienen el mismo nfimercr
de escaques y en estas caminos se
hallan las casillas r t B y a2r, a par-
tir de las cuales construimos men-
talmente las zonas principales.
La salncin no presenta para
nosotros dificultad al pna: las
blancas ganan moviendo 1. R2T,
etckteta ; comenzando las negras,
stas alcanzan tablas mediante 1. ..
RIC.
Aqui, por cierto, aparece de nue-
vo claramente la insuficiencia del
mtodo de las rdistancias crfti-
cass, propuesto por Bianchetti:
Ius escaques 1 AD, ID, t R se ca-
racterizan por las mismas distan-
cias (a4, 3 ~ ) , y lm 2D, 2R, par las
13, 2,. Por eso, cuando el juego
ti- lugar en estas casillas, faltan
indicios diferenciadores nece-
sarios para mservar una mnju-
gacin exacta.
Bn la posicin inicial del pro-
blema 344 (V. k i k , 1939), el rey
blanco se halla en 3TD y el pf-6n
negro 3D, en 2D.
Es indudable que el autor pre-
tendib situar el centro de grave-
dad del problema en la demostra-
cin analtica de que las negras
ganan, si les toca jugar, del moda
siguiente : 1 ... R2C, 1C ; 2. R4C
(de no contraatacar, las blancas
pierden a causa del tiempo de mas
que tienen las negras) ; 2.. . R3A,
2A; 3. R5A, R3R (la existencia
de esta posicin de zugzwaog era
conocida de antemano ; de ella par-
te el sistema de canjugaciiin del
cuadrado y el tringulo que aqu
opera 'y cuyas detalles ahora no
nos interesan) ; 4. R4C [no 4...
R4C?, R3D); 4... R2R!; 5. R4T!
{en caso de 5. =A, se tiene 5. ..
P3D+, y a. 6. RxP, gana e. . .
R2D; si las blancas no toman en
5D, entra en accin el sistema de
las ocho casillas, representado en
el diagrama, por ejemplo : 6, R4C.
R2D; o bien, 6. RE, R3R J+ p-
nan) ; 5. .. R3A ! ; 6. RQC, PdD
(cambiando el sistema de conju-
pcibn) ; 7. R3A, R3R; 8. R3D,
R2D y ganali.
Tocbndoles jngar a las blancas,
el autor se Zim~ta a sefalar que
despus de 1. R4C, P3D, se consi-
guen tablas mediante 2. R4T ! . E!
esttidio presenta inteds como
ejemplo del paso de un sistema a
otro, asf c m o por las jugadas que
se realizan en el primero de estos
sistemas ; no obstante, nosotros
s6lo exarninarmw la posicin que
se da despii6s de 1. R4C, P3D
(344) *
4 A dbnde debe ir el rey blanco
ara cmquistar la conji~gacin y
gace, tablas ? Los escaques JTD,
3CD (lo mismo que los STD, 5CD)
quedan inmediatamente elirnina-
das, ya que el rey negro ocupa
una de las casillas : la r5r o la a 3 1 .
Queda Bnicamente la dificil elec-
cin entre R4TD y R3AD. Gna de
estos movimientos salva la situa-
cibn ; el otro, la pierde.
El color d las casillas f ropues-
ton en el sistema diaganral con des-
vbcibn que se considera) habla
en favor de 4TD. Sin embargo, no
se puede una fiar de este indicio,
ya que tanto R4T romo R3A con
movimientos envolventes.
En favor de 4TD tenemos rin in-
di 60 m&s seguro: el rey negro se
halla en el escaque r 6 ~ ; por ctra
arte, la cmparacin de 'las casi-
!as del negro lTR, 1 AR, ID, In
mismo que las del blanco 2TD,
4TD, son claros testimoaios de la
afinidad dc a$, y r 6 ~ .
Al comprobar esta cor~clxrsidn
mediante tnktdos auxiliares, nos
convencemos definitivamente de
su justeza. Las distancias criticas
para el negro RtTR soti t5. 3. ; y
para el blanco 3AD, r2, I B (esto
evidentemente no nos sirve),
mientras que para 4TD son u 1
3 ~ , es decir, pxecisamente 10 que
h'ace falta (una de las cifras es
igual y la otra cuatro unidades
mayor). Del mismo modo,
" '' sistema de coordenadas o tene-
mos: para el negra RITR, (14, 2,
y para ti1 blanca 3AD U 1, 1 B (no
sime) ; para 4TD, 8 0 , 2, (plena-
mente satisfactorio).
rLa ley de las dos tirsllasr , cm-
prensible en las circunstancias de
la aposicin ordinaria (la dictan-
cia entre laq reyes), puede parecer
incomprensible al ser aplicada a
las distancias criticas. Sin embar-
@o, la aparidadr tiene fCicl3 expli-
cacicin: si uno de tos reyes se
ta ste ? Inmediatamente despus
de las jugadas R5,;1, RIR, pueden
las negras contestar a R4D con
RlD, haciendo caso oiniso de 13
conjugacin en las zonas. Del mis-
mo modo, ea la posicin R4AD-
RlAR alcanzan tablas las negras
eon R1 R. Por consiguiente, las ca-
sillas 4AD (del blanco) y 1AR
(del negro) no son conjugadas p
quedan fuera de la zona.
La sulucin no presenta ahora
dificultad alguna : 1 . R2A! (con-
quista de la oposicin) ; 1 ...
RIC; 2. R3A, RtA (atrayendo a
las blancas a que cometan el error
3. R4A ?) ; 3. R2D ! (movimiento
envoIvente y al mismo tiempo irni-
ca forma de acercarse al escaque
A4R sin perder la conjugaciijtlf ;
J. . . Rl R! (fa mejor jugada, ya
que la maniobra en las zonas es
completamente intil; por ejem-
la: 3... R2A ; 4. R2R, R3C ; 5.
f;3R y ganan; o bien, 3... R2C;
4. RSD, R2A ; 5. R4D ! y ganan ;
en la Gltima variante, Grigriev
alargaba en dernaia la solucibn,
considerando que la 6nica jugada
esa 5. R2R).
La continuacibn se aparta de
nuestro tema, pera el final es, a
su modo, Interesante.
Las blancas ganan: 4. R3R,
R2D ; Y. R4A, R1A ; 6. R5C!, R2C ;
7. R6C! (7. R x PTR ? conduce a
tablas) ; 'l... R3C (o bien, 7...
R I A ; 8, R7C ! ; dila principal^ ) ;
8. R'IA, RxFCD; 9. RxP?R,
P4AD; 10. Rx PGR, PSAD; 11.
R7A, P6A ; 12. POR, P7A; 13.
P7R, PS,I\D===D; 14. F8R=D+ y
las blancas, despuks de haber tras-
ladado la dama a 5AR, avanza el
pe6n R.
Tocndoles jugar a las nenas,
Pstas, en el 346, alcanzan tablas
mediante I . . . R2T !, etc.
C m o conclusin sealaremos
un mtodo priictico para jugar en
las posiciones en $as que el nme-
ro de casillas conjugadas es sttpe-
rior a ocho, faltando sintonras taa
evidentes para la construccin de
las zonas c mo sun I o s puntas n-
accesibles (vase el 347).
El hallar Tus puntm de zug-
zwang y el determinar los cami-
nos ms cortas no presenta difi-
cultad alguna. En el 347, el rev
blanco se halla precisamente en 61
centro del camino ms corto ( 2, 2) .
TrasXadcmos con la mente al rey
negro a esta misma posicin (a
3R). Los reyes se errcontrarhn en
situacibn de zugzwang, ya que ta-
das las casillas de los caminos mas
cortos se hallan con jugadas unas
con otras. I,oa escaques de la re-
taguardia son tambifin todos con-
jugados, cuando san adyacentes
a las casillas del camiuo rnhs cor-
to. Tomando los emplazamientos
de los reyes como untos de par-
tida, podemos, uti f' izando el m&-
todo corriente, construir junto a
ellos las zonas de las ocho casillas.
De este modo hemos separado el
nhcleo principal de la masa de las
casillas cmjugadas. En la reali-
dad, tiene lugar adems la conju-
gaci6n 4CD-2D y 4TD-ID, asi co-
m o 2D-4AR y ID-4CR.
Puede decirse que ante nosotros
tenemos un sistema de doce casi-
Ilac, siendo &te, al parecer, el 19-
mite posible en el tablero de 8 x 8,
a causa de las barreras de peones.
Estos sistemas son poco frecuev-
tes y no hay necesidad de retar-
darlos si se utiliza el m6tda prac-
tico ue hemos recomendado. Es
I
ue los sistemas de ias
psib e 1 ocho casl las sean parte (frapen-
tos) de sistemas mmpletos de do-
ce que no tienen cablda en el ta-
blero del mismo mado que los sis-
temas del cuadrada y del trihngu-
lo sean parte de sistemas comple-
tos de ocho.
Despus de haber deteminado
en el 347 el emplazamiento y la
conjugacin de las zonas de las
ocho casillas y conociendo, ade-
mhs, la conjugacin de los esca-
ques del camino ms corto, podre-
mos , si hace falta, determinar f-
cilmente en cualquier momeato la
conjugacin de varias casillas ad-
yacentes.
Si el rey negra ocupa c 3 ~ (en
la zona de la retaguardia), las
blancas hacen tablas mediante 1.
RZC!, etc.
A esta conclusin se podia ha-
ber llegada tambin bmindme ea
el mtodo de las cdistaricias cri-
t i cas~ ; stas, para la casilla de las
hegras ZTR, son as, 3r y para la
de las blancas 2CD t3, 3 D {ley de
las dos casillas). No obstante, ante-
riormente vimus que en este m&-
todo los escaques fio tienen una
carcteristica de un solo valor,
por lo que ueden producirse erro-
f: res ; adem S, la bus ueda de 1a
casilla 43, 3 r se ha1 i!a ligada al
cblculu de las distancias para to-
das las casillas que la rodean, c m
la particularidad de que estos
clculos (comparativas) hay que
realizarlos mieritras dure la m%-
niobra (prueben a calcular la exac-
titud de la rnanisbra con varias ju-
gadas de antelacin), mientras
que estando determinadas las 20-
nas completas de ocho casillas, se
tiene a primera vista la orienta-
cin que se precisa.
En casa de que diesen posi-
ciones en las que los caminos mSs
cartos pasean nn nmero par de
casillas y, por consiguiente, ten*
gan dos puntos rnedios, &tos pue-
den ser mentalmente representa-
dm por rttn y d ~ , y luego cons-
truir alrededor de ellos las zonas
de ocho casillas. Para otros casos
que se puedan dar, es imposible
que no se encuentre una solucin
practica que corresponda s la si-
tuaon dada.
Este sistema, que se presenta
frecuentemente y cuyo nombre
propuso Bird, se halla representa-
do en el esquema 348.
En el 548, a tres casillas de la
fila corresponde una zona en for-
ma de triingulo que puede ser
complemeatada has b un cuadra-
d~ (348a). La zona principal de las
blancas tiene la fama de una aTn.
L,a detenninacin del sistema
tTm no suele presentar dificulta-
des ; pero, a veces, se dan casos
complicados. Veamos unos cuan-
tos ejemplos.
En la poscicin original los reyes
se hallaban en 2D y ID. El des-
plazamiento que hemos efectuado
persigue el fin de hacer ms visi-
ble las representaciones nudri -
cas eri las zonas, y, al mismo tiem-
po, es una peqttea mejora del es-
tudio para el caso en que les toque
jugar a las negras.
En el 349 se determinan facil-
mente las cnnjugaciones : 5U-2D,
SR-213, GAR-1 AR y, en relaci6rx
con ecto, SAR-IR. Los escaques
1, 2, 3 son atacados ~Imultnea-
mente por las blancas desde 4R,
con el que se halla conjz~gado por
parte de- las negras ID. Con ecto
temina la determinacin de las
zonas principales.
La estructura de la zoua de la
retagpiardia es caracterstica. Las
casillas afines se distribuyen en
cada columna igual que en la opo-
sicin ordinaria, pero s i se abar-
can con la mirada las tres colum-
nas a la vez, resulta qpe todos
10s w3n y todos los e l , se encuen-
tran entrelazados unos con otros
par saltus de caballo (21)-3AR-4D-
SAR v 33D-4AR-5D). Par otro la-
do, a la derecha y a la izquierda
de la columna central rRr. vemos
en cada fila y la a~t ernadn 1-3,
3-t. 1-3.
os escaques ZAR, ID, IR,
IAR, no estn cifrados, ya que en
este caso iro son activos en rela-
ci6n con las posibilidades de con-
traataque de las negras (el pe6n
5CR !). Sealemos de paso que es-
tando el rey negro en 3R, 2R y
IR, no amenaza P3AR, a causa
de PGCR.
Despus de haber determinado
las zonas, la solucicri no presenta
dificultad alguna : el rey negro se
encuentra en a 3 ~ ; por eso las blan-
cas se hacen con la conjugacirn
1. R2D!, Rl D; 2. RZR, R1R; 3.
R38, R2R; 4. R3R, Rl R ( 4 ...
R3R; 5. R4R); 5. R4D, RiD'; 6.
R4R, Rl R; 7. R5A, R2R ; 8. R3R,
R2D; 9. R6A, R1R; 10. R7C,
R2R; 11. RxPTR, Rl A; 12. R8 i
y ganan.
Tochndolec jugar a las negras:
1.. . RID ! (pero de ningiin modo
l . . . R2A; 2. K2D!; R1A; 3. K3K!
y ganan) ; 2. RZD, RI R ; 3. R2R,
RI D; 4. R2.A (a esta casilla es
afin la u f B) ; 4. .. RSD ; 5. K3.1,
R1R ; 6. R3R, R2R ; 7. R4-4. R2Tb ;
8. R5A, R1R ; 9. R4R, Rl T) ; ihl.
R4D, R1R; 1 3 . R5D, W D ; 13.
R5R, RZR; 13. KS-4, RI R; 14.
R6-4, R1.1, tablas,
340a. V. 1 , 1936. Blancas :
R2D, PXD, PSCR, Y6TR. S e -
gras : R 1 T), P3CD, 'PZAR, P2TR ;
ventaja blanca, pero si les tor;i jii-
gar a las negr;zs es tablas. Las 70-
nas principales son las ~nisxziirs
pero en relacion con las cai~ibiu.;
en la estructura de l os peuut.5 en
el flanco de dama, las negras piic-
den ahora utilizar las casillas 313,
3R (en contestacin a R4D y R4R,
y a R4A mover R2D). Adenlhs, a
diferencia del 349, las negras pilr-
den maniobrar con exito en las
casillas 2AD y 1 -4D (en contesta-
cibn a R3R y R3-41, pero Unic:i-
tiente mientras el rey blanco 110
est m9s all de la tercera fila.
Dan tablas l . . . R1,9 ( I R) , etc.
Siendo el turno de las blancas, 6s-
tas ganan COTI f . RZR, etc. Estas
variantes han sido compuestas SO-
bre la base del 349b.
349b. K. Eberz, 1933. Blintas:
RIR, P4TD, PSCR, P6TK. Nc-
%ras : Rl R, P3CD, P2,2R, PCLR ;
!as blancas tienen xretltaja. f . R2D,
R1D; 2. R2R, RIAj IR) ; 3. R3A,
R2A; 4. K3R, R1A; 5. R4D, R1D;
3. R4R, RI R; 7. R5A, etc.
Es extraordinariamente intere-
sante el que, a pesar de la seme-
janza de lns posicio~es, el ejem-
?lo qrie se da a continuaclbn ten-
;a otras zonas y exija una forma
:om pletamente distinta cfe llevar
.a partida.
34% K. Ebersz, 1933. Blancas:
RICD, P3TI3, PfiC, P6TR. Ne-
gras : K1 *IR, YSTD, P2AR, P2TR ;
rentaja tilanca, La zona de las ne-
Tras es la misma. En la zona de
as blancas quedan slo 1, 2, 3 eti
a quinta fila; .las casillas 413, 4R
iarnbian su representacin por 4,
3 (en lugar de 3, 4) ; las represen-
taciones numricas restantes no
ion ~ecesar-ias. Resulta un siste-
na del cuadrado y el trikngulo crm
la cifra complementaria (13, en
iAR (parecida al 328) ; en este
:aso las hlancas sc tracen con la
ionjugacin 1. R2A, RSR (1 ...
34AR ; 2. PCR x PA, R2A ; 3. R3A
, en caso de 3 . . R3C, se jugara
1. P7-IR !) ; 2, R3D, R2D ; 3. R4R,
R3R; 4. R4A, R2D ( 4 .. P3AR;
j. FGCR) ; .5. RRSA, Rl R ; 6. H4R !
:este escaque txnihikrr es a 3 ~ j ; 6. . .
%ID ; 7 , R4D, con 10 que la sesis-
encia de las negras se viene aba-
o; 7... KSD ; 8. R5D, RSR ; 9.
BR, Rl R; 10. RfiT)!, Rt D; 11.
R5A, R2R ; 12. R4C, RJR; 13.
XxPTI), R4A; 14. R4C, RxPCR;
-5. P4TD, P4AR; I6. P5TD9
?5hR ; 17. R3A, R5C ; 18. R2D y
4 rey negro es atrado a 7CR, dan-
k ser jaque al promover el pen
e3anc.o.
Ku'uestro conocimiento del cam-
bio de la estructura de las zonas
11 variar la col~cacirn de los peo-
ser aUn ms con~pieto con el
!jemplo siguiente :
34Yd. Y. Bixd, 19%. Blancas:
R2. 40, PKD, P4@R, P S R . Ne-
gras: RIR, P4C.13, P3,aCR, P3TR;
las blancas llevan ventaja. En
comparaciita con el 349a, tudm los
peones se encuentran tina fila m8s
abajo y e! movimiento del pen
CR en csntwtaci6n a YQAR ea-
rece dc la fuerza. que antes tenia.
Por esto el rey blanco ya na puede
maniobrar libremente en el fmda
de la retaguardia ; la zona de la
retaguardia blanca se hace menor.
La zona p~iacipa! de las negras
abaxca las casillas 3D, 3R, 2D, 2R,
y la de las blancas, QD, 4R, 4.3R,
3R. De la zona de la retaguardia
de las blancas quedan slo los
escaques 3D ( d r ) y 3AR ( r t ~ ) .
Las blancas ganan mediante 1.
K2D, RID (si el rey se encamina
a la septima fila, las blancas se
apoderan innieclialanzcnte de la.
conjugacin) ; 2.. R2R, R1R ; 3.
R3A, 22213 ; 4, R3R, R3D ; 5. R4D,
R3A ; 6. R4R, R3D ; 7. RSA, etc.
Idos ejemplos que siguen ilus-
t r a ~ rf sistema KTB con otras es-
tructtiras de pearnes.
La estructura de las mrtas en el
354 es Ia misma que en el 349d.
Seda errbneo deducir, partiendo
de la posicin de ztigzwang R5CR-
312CR, que las blancas deben oca-
ar la oposicin con la jugada 1.
f ; 2 ~ . Despus de 1 ... RZR ; 2.
R3R, R2A ; 3. R3A, R2R ; 4. R4C,
R2A ; 5, RX, RSC, es evidente la
inutilidad de las tentativas de re-
gime par la oposicin ordinaria.
Lo correcto es 1. R2R ! , R1 R (la
entrada en la septima fila hubiese
permitida a las blancas apoderar-
se inmediatamente de la conjuga-
cin) ; 2. R2A, R2A (a bien, .2...
RIA ; 3. RX! ) ; 3. R3R, R2R ; 4.
R3A, R2A ; 5. R4C, R3A ; 6. R4A,
R3R ( o bien, 6. . . R2A ; 7. R5R,
R2R ; 8. P5CD, PTD x PC; 9. P4
CD) ; 7. R5C, R2A ; 8. R6T, R3A ;
9. P5CD ! y ganan.
Q... PTD x PC (en caso de 9...
PAD x PC, se tendra 10, PBAD,
R3R; f l . RxPCR, P4TD; 12.
PSTR, P5TD ; 13. PCD x PT,
P X! ; 14. P'IAD, R2D; 15. P8AD
=D+, R x D ; 16. P6TR y ganan) ;
10. P4CD, R4A (10 ... R2A; 11.
R7T, y 12. RSC) ; 1 1 . R7C, P4CR ;
12. PTRxPC, Rx PC; 13. R7A,
R4A; 14. R7R, R4R; 15. R7D,
R4D ; 16. RIA, R5A ; 17. R x PA,
Rx PC; 18. R6C, R5T; 19. P6A y
ganan.
En el ejemplo siguiente la zona
de las blancas se extiende hacia
abajo hasta el lmite del tablero.
358a. V. Bird, 1936. Blancas:
RID, PZAD, P4AD, P4TR. Ne-
gras : R2D, P4AD, P3CR ; superio-
ridad Manca. 1. Rl R, R2R; 2.
RIA, R2A; 3. R2C, R3A; 4. R2A,
R2.4 ( o bien, 4... P4CR ; 5. P5
TR !) ; 5. R3R, R2R ; 6. R3A,
R2.4 ; 7. R4C, R3A : 8. R4A. R3R ;
9. .R5C, RSA ; 10. R6T, R3A ; 11.
P3AD y gaaan.
Al expmer los capltulos ante-
riores hemos tenido ocsasin de em-
plear el sistema aTr, pero, por ne-
cesidad, en foma acamfladar.
Al explicar la posici6n 255 era
prematuro hablar al lector, todavia
na preparado para ello, de un sis-
tema ~TB. Fue precisa recurrir al
mktodo simplificado del aencade-
namiefitoa de 30s trihngulos, lo
que, no obstante, esclarecfa de
forma insuficiente la situacin en
las columnas AD, Il y R.
Pero si se compara ahora la so-
lucin del 255 con las zmac en el
851 (sin perder de vista el obje-
tivo estratgico base de la ma-
niobra), resulta que aquel compli-
cado ejemplo se resuelve de forma
sorprendentemsnte sencilla : l .
R3D, RI C ; 2. R4R (atacando a
e 2 y t 3 r ) ; 2. . . R1A; 3. R4D,
Rl D; 4. R4A, RIA; Y. R5C,R2A;
6. R58, etc.
Consideremos ahora una poci-
cin con tal entrelazamiento de ca-
352
sillas conjugadas que fa bsqueda
del sistema rT* exige una aten-
cin concentrada.
En el 352, el autor ha seaIadu
las casillas conjugadas en el cam-
de las negras mediante seis ci-
'Es (e11 la septirna horizont;il, a5,
4 y I r ; en la sexta, e2 y 3u, y en
la qtiinta, a 6 ~ ) , y con estas mismas
cifras ha marcado de forma an-
loga todas las casillas en el c m -
po de las blancas (3AD, e 5 ~ , SR,
r6r, y las dos primeras filas, con
U 1, 4 ~ ) . Se obtienen as unas zo-
nas de conjugacin en cuya es-
tructura no hay sistema alguno y,
en todo caso, nada que se pueda
.recordar para maniobrar en el ta-
blero, privado de seales. Todo
esto es comprensible si se tiene
en cuenta el estado en que en
aquel tiempo se encontraba fa teo-
ra. Sin embargo, actualmente,
aun conociendo fa existencia del
-sistema cTr, no es fki l determi-
nar en seguida el sistema que en
este caso acta.
Cualesquiera que sean las cir-
cunstancias, se debe ccmenzar por
determinar los puntos de zug-
zwarlg y los caminos mCis cortos
(todos los escaques de los ciiales
se hallan conjugados unos con
otros). Sin dificultad podemos en-
contrar las conjugacimes 3R-4.4
y 2D-3R, as como la 2R-ZAR. Ha-
ciendo caso omiso de las caci-
Ilas aaB, que no forman parte de
las zonas, resrilta que a la serie
2R, 2D ( a l n y a 2 a J contando a par-
tir del rey blanco) corresponde a
la serie 3,4R, 3R de las negras.
Los escaques r 1, 2s pueden ser ata-
cados j m las blancas desde ID,
1K y defendidos por las negras
desde 2R, 2,4R. La experiencia
adquirida nos indica que la zona
de Eas negras es un cuadrado. Lo
finico que no sabemos es cmo
situar en l (i3, 4 i ; las distancias
crticas no dan respuesta a esta
cuestin.
Dirigindose al escaque siguien-
tc del camino ms corto, el 3AD,
Irallarnos la conjugacin 3AD-2D,
y por cuanto 2D3R nos es ya co-
nocida, se determina asimismo la
con jugaci6n 2AD-2R. Esto pone
inmediatamente en claro la cues-
ti&. Junta a los escaques a l , 2*
de las blancas se junta en la misma
horizontal una tercera casilla, la
conjugada, de la cual se presenta
en las negras, en la retaguardia
de la lfnea m$ls avanzada del ctia-
drado. Y esto es precisamente lo
que caracteriza al sistema ~ T B . La
situacidn de las zonas y la^ repre-
sentaciones nurnericas las velnos
ahora con perfecta claridad. El rey
negro se halla situada en * 4 ~ , y
las blancas pueden conquistar f a
can jugacin .
De esto se deduce que en fa in-
evitable carrera or los #caminos
ms cortosu las b Y ancas han de re-
sultar vencedoras. La nica con-
trrtcihance de las negras consiste
en sacrificar, en el momento opar-
tuno, el e6n 5CR, a fin de que,
despudc ,-!e haberse situado con el
rey en 4TDJ jugar PSCD, Slo qiie
este momento de2 contraataque
exige un cCttculo exacto, ya que la
maniobra de los reyes, cuando la
relacin de fuerzas por ambas
partes ha sido puesta al descu-
bierto, es nicamente cuestin de
a tcnica,
l . RIA!, RSR; 2. RIR, RSA
(situarse en e1 camino m6s corto
significa perder antes : 2.. . R3R ;
3, R2D, o bien, 2. . . R2D ; 3. R2R,
K3R ; 4. R2D) ; 3. RID, R2R ; 4.
R2A, R2D (ins dbil es 4... R3R,
a causa de 5. R2D, R3A; 6. R3A,
R2R ; 7. R4C, R2D ; 8. R5T, RIA ;
9. R6T, R1D; 10. R7C, R2D; 11.
R6C) ; 5. R3A, R2A ; 6. R2D, R2C ;
'f. R3R, R3T; 8. R4A, R4T; 9.
R5R !, P5CD ; 1 O. PTD x PC+ ,
Rx P C; 11. R6D9R6T; 12. Rx PA,
Rx PT; 13. RxPD, P6T; 14. P6
AD, R6C ; 15. PIAD, P7TD ; 16.
P8AD=D, P8TD-D; 17. DxPCR
y las blancas ganan,
En la posicin que sigue Ia zona
aTr presenta una forma original.
anl~go. Para determinar t(
las articularid ida des de la
niobta, ofrecemos la configuracin
Coniparandd el 333 con e1 193 de l as zotlas que se sefiala en el
podemos convencernos de que lo diagrama. La victuria se alcanza
que a primera vista parece una dis- de una forma iinica que no riel+-
tribueibn desordenada de las casi- mite inexactitud alguna. Si se con-
llas conjugadas forma en realidad siente que las negras, en cital-
uri sistema armonioso. quicr instante y lugar, se apocle-
ren de la conjiigacilixi, las tablas
EI 213s se basa en un sistema son inevitables.
5. ALGUNAS QRSERVACl ONES Y CONCLUSIONES
En los prrafos anteriores se han
dado a conocer las sistemas de con-
jugacin pri~iciyalrs y ms fre-
cuentes.
La oposicidn ordinaria es rela-
tivamente sencilla y hace mncl~o
tiempo que se conoce, pero para
dominarla a fa "perfecci6ti es nece-
saria conocer la ~iatutaleza de la
columna y de la fila principal, in-
cluyendo el principio del amav-
miento envolvente, y, cuando esto
es necesario, de la trconjttgacibn
rectangular,,
El szstema de las ocho casillas,
despus de los mtodos prcticos
de orientacin que hemos seala-
do, deja de ser ese acoco~ que ail-
tes pareci'a. En resumidas cuentas,
es tanibin bastante sencillo, an
cirantlcy en l se Tiall;~r511 sin dirda
todava casos particulares intere-
santes y se precisarn detalles gt-
nerales.
En lo que respecta al sistema dct
cuadrado y el tridngztlo, que en-
ctientra amplia aplicacih en lar,
mhs diversas ciirciinstatlcias, no
ofrece la menor duda de que debe
ser a ~n profundamente estrrdiad 0.
En los cencadenamientnso de lc75
tri6nguim, fantsticos a veces, e-;
dificil orientarse con absoliita cla-
ridad. El sistema de lla ~ T B , descu-
bierto por Bird, puecle servir de
ejemplo de individualizacin, es
decir, de separacibn en un grtrpo
ms o menos independiente clc de-
terminadas clases de conjugacin.
Es indttdable que cn este prrntc:,
sun posibles G ~ O S liallazgos fe-
1 ices.
Acaso la misma deariminacin
de sistema del ccuadxcrd, y el
tringulos haya que considerarlSt
como pasajera. En su sistemati-
zacin, Bird reconoce iicremel te
el sistema de! aruadradoil conside-
rando en l corno it.,di%pensab!e la
posibilidad de que e1 rey negro
tenga. acceso a las crratro casitlas.
Sin embargo, no se observa dife-
rencia alguna de principio en Ict
maniobra, cuando una rlts las ca-
sillas resulta ser inaccesible. He
aqu por qu para empezar hemos
reunido todos estas casos, inclu-
yendc? ademk la conjugacin de
las tfi6ngulos sencillos en irn solo
grupo.
Bird no pasO de sil sisterncitza-
cihn y- descripcin de las zonas pri-
mitivas en ese~icia. Por txrsestra
parte hemos credo necesario ha-
cer alguna que otra generaliza-
cin, dar indicaciones de carcter
p-hctica v senalar algunas expe-
riencias que suelen generalmente
adquirirse cuando se estudia can
atencin un exteaso material qiie
trata de un mismo terna.
Hav que ponerse en giiardia
contfra la desmedida aficicin a sis-
tematizar, que conduce a una su-
cesin de fantsticos y- arasos, ca-
sos de co~jugaci6n. Se est ms en
Iu cierto partiendo de que existen
unas leyes generales de distribu-
ci6ri de las zonas conjugadas, a l ~n
cuando stas pueden sufrir varia-
cioncs ( o alteraciones) en ~e l a-
cin con las particularidades de la
estructura de los peones, o bien,
cuando la parte pasiva puede ju-
gar a la contra (vease, por ejem-
plg, el 346).
Para que sirva de aclaracin a
lo dicho, comprense 10s dos ejern-
plos simientes :
En el 354 (10s reyes se hallan
situados en 4AR y 2AR) se rnues-
tra la zona principal,
gue caracte- riza a uno de las estii ios de Be-
tinsh. -te es un ejem lo entre ta
Infinidad de casa di P erentes cie
las posiciones de zugmoang que se
presentan en la prctica. En cada
cascb, estas sic~ones se determi-
nan (se ha Iran) en el transcurso
de fa partida. No hay uecesidad
de basar en no importa uquk siste-
mas ~ todos los grupitos de casillas
conjugadas de este g6ne~o.
Otra cosa es ta posicibn qiie
sigue a
355
Bird da la anotacibn del 35!5
(los reyes se hallan en IR y IR)
como ejemplo de tsistema raro,,
convirtiexd este caso poco menos
que ea una excepcin, afgu asi co-
mo un acaso curioso&. Pero, en rea-
lidad, esto no es ms que una ano-
taci6n incomptetat de las casllas
conjugadas, que, por haber sido
insdisienternente madurati a, in-
duce a error. Efectivamente, no
Erag razbn alguna que justiiique
el que no se seale la conjuga-
cin de las casillas 4RdAR, de-
terminando con esta definitiva-
mente al a lriea avanzada^ ; de
acuerdo con esto se detemina la
conjugacibn de las caci'lfas de la
retaguardia. Las zonas presentan
entonces el aspecto siguierite :
Comprese con el &35a la solu-
cin de la posicin 145 y se ver6
que 1st conjugacin de las casillas
explica fkcilmeate' todas las va-
riantes. Es ms, el esquema 355a
da 121 soluci&n gerteral para %d o s
las posibles empfazamientos de
los reyes en la estructura de los
pones que se considera. Slo se
necesita darse clara cuenta de que
estas emplazarnie~ibs pueden Ile-
vat en si (por ejemplo, cuando el
rey negro se halla lo suficiente-
mente cerca, o el blanco alejado,
de los peones) la posibilidad de
un contraataque, ue, c m o ya sa-
bemos, es capaz B e hacer ineficaz
la ccrnjugaei6n de casifIas aisladas
(como en el 346) y hasta la de
toda la zona,
Por ejemplo: en la posicin
R2R-RI AR (juegan las negras),
en contestacin a 1. . . R2C, la r~~iis
sencillo es 2. P4TR, pasando al
sistema de la opwiri6n ordinaria,
en el que la cslacaci6n del rey en
2R es equivalente al comienza de
un amovimiento envolventer ; ga-
na tambien 2. R3A con la ocitpa-
ci6a de la casilla conjugada. Sizl
embargo, una mala jugada es 2.
R3D ?, a catsa de 2.. . P4TR ; 3.
PSCR, PYTR y tablas. Las casillas
3D y 2CR no estn coajugadas,
mientras que las 3AR -y 2CR 10
estn una con la otra, Del mismo
modo, en contestacin a R4R no
sirve R3D, pero esta misma juga-
da da tablas si se hace en contes-
tslcibn a R4A.
En el 35% se produce el sistelrta
de las seis casillas, conjugaci6n
4sta que hasta el presetlte no he-
mos examirsado, Para ciertas es-
tructuras de peones, lo caracterss-
tico es que cn una de las zonas las
marcas =S, 6~ se encueatren ci
orden inversa.
Una correcta ordeuaci6rr de las
zonas es de una importancia esen-
cial (es claro que ahora no nos Te-
ferirniis n los casos en que se cu-
meten errores de bulto) . Los e jem -
plos &E10 y 351 nos servirfin para
esclarecer este punto.
En el 356 se da la crrdenasiiirr de
Bird, que ve en este caso un s ~ s -
tema rle ucuadrado~. Centrando
indebidamente la atencin etr uo
se cabe qu siu~etria respecto al
punto situado entre (-!) las colum-
nas, deja al mismo tiempo sin des-
ctr brir todas las ccxrespndencm'as
ed 'los flantos.
La correcta es, indudableniente,
la ordenacin clel 356a, basada en
que se est ante un sistema ~TB.
La distribuciOn beella por BirCt
en el 335 tiene su origen, eviaen-
temente, en el 324, por cuanto uti-
liza la representacin ~ 5 ~ 4 . Lo niis-
rno que en el 356 , las corresyon-
delicias en los fianros han sido 01-
vidadas por cmpleto.
La ordenacidn que danios en el
357a (sistema del cuadrado) nos
parece ser rns correcta. En ella se
descubre con toda precisin la po-
sibilidad de jugar en el punto 3TR
(a2m y r3r en tf flanco se hallan
en la c,pcrsici0n y lrl B es la casilla
de unin).
Las zonas conjz-xgadas en el JSSa,
356a y 357a perri~iten resolver fh-
cilmente todas las posiciones del
tipo 138, 139 y 144-147.
Na debe pasar inadvertido el
que en ef S7a el movimiento de
cualquier pe6n negro obliga a pa-
sar de la oposicin a la maniobra
etz csaltos de caballo^. La jugada
P4TR trae corno consecrienca. fa
transicin al sistema aTs (35631,
y el movirnicnto P4CR nos cor~du-
cc al sistexila de las seis casillas
(355a, cambiando los colores).
La ecccin que hemos hecho de
las posicior~es %5a-3573 {cn com-
binaci6n con las 324 y 3251, pre-
tendia alcanzar un objetivo com-
plementario y rns amplio : de-
mostrar ejenapfos coricretm de 1%
posibilidad, que ya se presentia,
de txn nuevo m t d o de explicat'i6n
de una serie de finales (por e'jem-
plo, ados pe a e s contra otra en
una de los flanccssrt), en el que,
ante todo, se estudia la estmctrrra
de los pones, con la que se trar-
ca inmediatamente un emplaza-
miento cwalguiera de -los reyes.
Czrarido este rntwlo haya sido ter-
minado, 10s camplit.adm esttidias
de solucin individual de antes pa-
sarBn, sin mhs, a formar parte de
la. categoria de los finales r e p -
lares.
Despus de haber sealado al-
giinac perspectivas clel posible
desarrollo ulterior de la teora de
la con jugacln, vamos a eatlnciar
ia cmciusicjn mas importante que
se desprende de lo que hasta el
presente hemos examinado. Sin
pretender que est a sea definitiva
ni tampoco alcanzar una preticiri
extraordinaria, se ptxede formular
la tesis sig-uiente :
El &sito &t, atoqua a de Ea
defensa en las posiciones bloquea-
das viene determitado de ante-
mano por la $osib*lidad de ocu-
par y conservar In conjugacio"n
e n In zona prirrcz$at.. El objetiva
de la ntaraiabro consiste en a@-
derurse de a congugacibt~ e% la
aESsea avanuadlan de la zona prin-
cipal.
Las consideraciones respecto a
lo complicatlo del mtodo de las
conjugaciones son muy dignas de
ser tenidas en cuenta. Sin embar-
go, no hay qrie perder de vista en
ningn i n s b ~ t e que ms sompli-
cado que d m&dn lo so% 13% p-
sicionec a 1 s que a t e imltimo se
aplica. De momento no existen
otros m6tados para resolver estas
pasiclunts, Eat lo tosante af m&to-
dar en si, ea3 necesaria sealar que
su aplicactilirn prktica se va sim-
plificando y mejorando gradual-
mente.
La i mpda t e es que en I<xi ou-
merosos atticulos y discusiones
dedicadas a tratas del metodo de
la emJuga~i6n no ha habido m-
die que hasta la fecha haya @ido
oponer la menor objecin seria,
tanta ea lu que se redrere a la tea-
rrfa en si (lo que ex perfectamente
coarrprenrsble, uesto que sus pn+-
cipio.; son irre K tables), como CC>~P-
tra sus x&tdos del ap1heacib.a
practica (que, mal que nos "se,
distati atn mticho de ser peder=-
t os).
A coratinuacilsia darnos, pude
decirse que el Gnicoo ejemplo cxis-
terate, que subraya, se &n piensa
su autor, los defcctoc Cfel m&tdo,
si se tiene en cuenta su aplicacihn
p~"Ctica.
368
Para poner ea. clara la conjuga-
cibn de las cctsEUai; en ef 358, t-f
autor hizo USO de 11 ( ?Z letras,
sustitufd~s aquf or cihas. SleiEa-
P ando como comp emento caminos
rnh wrtos, cosa que el autor no
hizo, vemos clarameate el m&tt;snc
que utiliz6 para determinar 12s
casi Uas con jugadas.
Ekrsz afirmia que hay rasw en
que 1- ocupacibn de la asilla coa-
jugada m resuelve cada por el
momento; hay que retroceder can
el rey )- $610 despos de efectuar
el movimiento correcto. Se refiere
en esta cso ca e= t3shne;kanient;o
que se produre cuando no se rea-
lrzazl como es debido los. movi-
mientos etrvolveob; de ello se
trat ya en ejemplos ankxiores, y
para evitarlo se dieron al enas
~ndicaciones (342, 3445, Inaltlda-
blexnente, es x~ece^saric, ~ ~ ~ c ' F I v -
nar el modo de reconocer las mc-
jara engsillas para efectuar el scl-
aa, en iin de cuentas, la
rdi a de un movmientu no ei;
"f@
tan de: lamentar ; 'lo importante es
y ue, conservando la cnnjugaci6li
en la zarma principal, la vtctaria
aio SP escapa de la(; manos.
Se suele admitir, conti~fia di -
ciendo Ekmz, que se pueden evl-
tar estas jtxgadas inlze~carias si
se tiene la pmcaucircln de actgrcar
lo nlhc pronto pmib1.e el rey a las
puntos de ataque; pero fip aquc
un ejemplo (3%) ea que, precisa-
a n t e , d acercamiento es insufi-
ciente, mientras la maniobra gafe-
jada, que sigue a 6iozttlnu;aci$m re-
sulta ser lo que hacia &lb. Si ca
el 358 se-juega S , RIR, R3A; 2,
Ri A, RZA ; 3, R2R (acexcamientc
sin perder la conjugacibn), resal-
ta que despus de s... R3A, hay
que volver a jugar de nilevo 4.
RIA, para a 4.,, R2A ccr~teslar
con 5, RfC? y seguir el &n!w cn-
mino carrrtcta que lleva a la vfe-
t h a ,
t Acaso hay que deducir de esto
que Izi casilla 2R, que se ballet con-
jugada con ?a negra 4AD, no caxf-
*u@ al misario tiempo y del todo
la casilla aafl ti i de este ltimo
2AD 3
La pocicibn 3% pitede ser com-
prendida con mas prufandidad,
claridad y sencillez si se hace rso
de la temica moderna de soluciQn
de estos rasos, y que, cn cmpara-
rihn con la que se utilizaba en
1 93 3 , ha avanzado eonsidembTe-
mente (Y- 3Sh'j.
Cbmo h ms x llegado a la con-
cfusin de que en el 3% tiene Ira-
grtr el sistema de las seis casilba,i 3
1,il ordentiallbn ct 1 , 2 , Sa se determi-
na. cemci ale costtxmhre. El escaque
1R se marca can r r f B por lar; leyes
de l a apesic1Sn ; de a yum' se encrzlen-
tralt 10s cr4~ en ambas xazris. Ya
am int-linatnos a pensar qiae nos
encotltrarnos arztc el sic;tt.azr:+ del
~a dr f i do o de la eTr. P ~ I . u ~ ~ I ~ ~ s F ,
mentalmente a jugar: 1 , RIR,
R4A ; 2. R2R, R;QA ; 5. Rt A, R2A,
Nos enrontrasnos en el nxomcrnt-o
erit ico. No tic~xc o$ jeto retroceder
a 2R, dande el rey acaba dc estar
sin xito al ~t i no; la casilla 2R nu
ex halla co?t rugirda cmr e! escaqne
2AD y, por consiguiente, fo qize
tratan~os de resolver rlu es rrn sis-
tema de? cuattrado (la rasilla 2AD
no puede, por s~x afinidad con Ia
4A.D, ser ort1enar;Ia con 63~) . Cc-~t-
tinuemos nuestra razonamiento :
es e~idienle que tle se puede 4.
R2A t (escaqae de9 camino tn&s
ccrurtcw) ; en caso de 4. $2-3 ? se tie-
ne d. . . R21S can identicas di st an-
cias crticasi p-aua amf;>w reyes (las
blancas pierden la aposicibn). Asi
pues, tasa~yoco ea e7 aistma de!
rTs, Pero la eoajugaci6r.1 &&le-
cida ad* a-5 permite ya hallar &,
lo que se c s n f i m~~, mediante las
cdistirneiaii edtrclmr. i ES un sis-
tema de seis easi1Xas !
De este modo, el ejemplo 358
puso de relieve ciertas difieulu-
des prbc'ticac;, pero en ni%@&
mento puso en tela de juicio EI1
sistema, tr> que no se pude: hacer
es achacar Ia C U I ~ a la rteaxfaa
sin antes haber estudiado a fondo
la posicin y wfislado comecta~
mente las casillas clonjcgadas
(S&#*
Para term f nar, creemos necesa-
rio hacer IrincapiS en 10 c%xome-
mente dffirles que resultan las
paz tidas en las posiciones que no
se hallan bloqueadas pm completo
y conservan urlo ax otro grado de
dluamismo. Aura cuando ya hemos
teaido wastQn de comeatar este ti-
p~ de pclsicint~es, vamos c; exami-
nar dcls ejernljt~s ti,dat.ia ms di-
Ecile.;,
Erz el 359, despus de 1. P4T !,
se crea una pmicibn en la que
*mutuameate se excluyerr el tiem-
po de reserva. La distribucin de
13s casiljas con jugedas viene dada
en el diagrama. No queda otro re-
CUSQ que maniobrar de t n d o que,
sin ocupar las casillas tnnjugxdas,
se obligue a hacerlo al adversario,
apoder4ndose entonces de la con-
jugaci6n merced al tiempo de re-
serva. Par ejemplo : ! , . , R2A (en
caso de 1. . , R2T, etc., las blancas
se apoderan del p o n 2D sin per-
der tiempo en R x P40) ; 2, RIIT !
(a 1 .,. RIA, hubiese seguido 2,
R4C! ) ; 2. ". R2R; 3. R4@!, R3R;
4. RX! , R4A ( o bien, $... R2R,
2A; 5. R4A, R3R; 6. P5T) ; 5.
RSA, R5R; 6. PST y ganan. En
caso de t . . . P3C, Ia pi ci ba queda,
comp'&ehmentt*. blsqueda y la naa-
niobra es la normal : 2. RBT !, R t Y%
(sin entrx en la zona principal,
ya que el adverc%ario se poi!ei.arE~
nriwdiatarnen te de la conjuga-
c6n) ; 3, RST, Rt R; 4, RGT!, R1A
( a bien, 4.. Rl D; S, RfiC, R2R;
6. R7A) ; 5. RIC, R2A ; 6. R6C-!,
R2R ; 7. R7A, B3R ; 8. R8D, P3D ;
9. PR xP, Rx P3f); 10, R8R,
R3R; 11. RSA, R3A; 12, R8C,
P4C ; 13. PST y ganan,
360
La pi c i On SCEC) pmce ser me-
nos dinmica que la 359, pero en
realiciaad muxre precisamente lo
contrario a causa de fa arnel~aza
que gravita sobre las blancas de
94CR.
Ante torc, hagamos ~ 0 t . a ~ . qlre
para llegar hasta el pe6n negro
2TIJ al rey blancu le falta un tfem-
po, por ejemplo: 1 . R6A (7,4),
PKR; S. R76, P\fstR, etc. No
queda, pies: otra sotucibn que ma-
niobrar en el centre, inteatanda
mantener en 61 el equilibrio, ya
que por ahma no se ve la pti~qibi-
lidad de que, merced a una cir-
cixnsta~cia cttalytaiera, este tiempo
se encuentre.
Es evdente que el rey blanca
debe mantenerse en el cuadrado
del yecas negro 4TR (par ejemplo,
en 5D. 4D, 3D), pero al mismo
tiempo hay que estar pxepamda,
para el caso en que P4Q3.R ; P4TR
x I'C, R ! C R-VA ( 2C) no pertlcr el
pelju 5CR o, en h1tEm.a i~ctancipt,
si a pesar de todo las negras crean
la pcrsici6n R4CR, P4TK, eucon-
trame en sltuaci6n de ocupar ton
el rey la casilla 3CRQ3TR) y de-
fenderse de acuerdo con la regla
que ya conocenaos, explicada era et.
151 (si el rey negro ataca al yaen
SCD, hay que torrar el pen 4TR
y dirigirse si n perder tiempo al
escaqire t AD), De lo dicho se des-
preade que a RZAR(2CR) hay que
replicar con R5K f 4R ) .
T,a posibilidad de jugar en el
fiat-\co qae acsrhamas de examinar
Icun srx sist-ctma especefca de casi-
llas conjugadas), se combina c m
la psi bl e maniobra en el centro,
al lada de las cas3las criticas 5D,
SR, 5:tR f sistema de oposicihn or-
dinaria en las caltamnas D-AR).
T,a extraordinaria c-onrpXejidad de
la posicir -360 es debida frrnda-
menblrnenfe a que estas dos sis-
temas de conjugacitjriz se entrela-
zan.
Sin llegar a seEalar por eomplc-
to en ef diagrama la cot-tjtigacioz
simple 4D -3D y 4R-38 {basta con
marcar los ptrntos), nos detendre-
mos en la conjti a c i h 4AR-3ARP
que se forma en f a i nt er s~cci bn de
la5 dos sstenias. Esto es la pasi-
ci6n principal de zugmang (para
las blancas t .*, P4CK + ; 2. P'T x
PCR -f., R3C ; 3. K3@ es inofcnsi-
vo, pero pierde con 1 . R4R, P4CR ;
2. Pi RxE' C+, Rx PCR; X R3AB
a causa de L.. R4-4, cte.), Partien-
do de aqulla se determina8 elos
tringulos& : a 1 .. K2A se poede
contestar, de 110 csnsiderat-se 2
R3A como evidente, ~ 6 l o tan 2,
R5R ( a ? , ) , pues Re Io contrario
Ias negras se apurlcra~i de 12 vr
sicibn,
Rieu es verdad que despufbs Be
2,.. R2R, la;; negras se hacen tam-
bi5u con la rrposieibn, pero ya es
irrutfl a causa de 3, R5D. Slnlra a
las blancgs el siguieseutr: detalle
tctico: si 3. . . R3A, se tiene 4.
R6A !, etc., ya que despus de 4...
P4CR ; 5. PT x FCR + , las negras
se ven precisadas a perder un
tiempo a causa kleel jaque, y las
blancas alcanzan ya a prcmoves
el pen a dama.
iina vez *2r deteminado, sc ha-
lla el U ~ D ; los escaques 5D y Lr'R
son a f r . Ahora act ofrece la menor
duda el que las c-sillas 5D SR
aseguran a las blancas la cunjtaga-
cibn, cualquiera que sea 13 pmi-
cin del rey negro en lor; escaqlres
cornprexdidos entre 2AD y 2AR ;
con estas casillas ( en el. urden de
cosas de la capmici6n ordiaaria)
estn tambirr eonjtzgados 10s
escaques blancos en %a tereera. fila-
De este modo, qtjieda deteminada
toda la red de la conjugacih (yo-
demos hacer C ~ S U t)miso del ilfl~canro
de darna, ya que R K3C les basta
a las blancas carn replicar; R4A) .
Aliora. la. sc~'ltrt+i3n es flril de
coniprcfider : 1. BtjD!, K2:2 ; 2-
R5K, R2R; 3. P,5D, R2D (a-..
R3A ; 4. R6X) ; 4. I\ER, R2-4 ; 5.
R5D !, R,W ; 6, R4.4, R2C (6 ...
R4T ; 7, H5Ai , RST ; 8. RQAB ; 7.
R5A, RI C ; 8. R4-4, R1A ; 9. R4D !,
tablas. O bien: t . . . RZC; 2. R4K!,
R3A; 3. R4A, R2R; 4. R3R!, ta-
blas.
3601i. Krrttictnski - Zagaravski,
Mosc, 1952. Blancas : R5X1, P@CD,
P4TR. Hegras; R2R, BaCI), P3
CR, P4TR; juegan las negras. A%
diferencia del S O , uno rfe 1- po-
nes negras SE ix~~alla~ n~ en n(DI
sitro eri JCD, eeviu 'Lo que lai defensa
de las biaucas ya no pude basar-
se en la regla del 151 (en caso de
P4CR ; P4TW x PC, la pt-rdida del
p r ~ t h SCdR es desastrosa para las
I~lneas). Ea vista de esto, a q ~ i
mt a hay rri siqxliera semejanza con
las zonas de tw~jugacin del 360-
Las negras u0 pueden jugar inme-
dsatarnente iB . . . P4CR I , a causa de
2. PTR w PC, RSA; 3, RfiK, R3C3;
4. R4A (la ixnic-or pmieiBa de zug-
zwang seciprorri que en este caso
CG posible), ter ui.ismt~ que 1 ...
8 3 5. '2, pues seguirla 2, R6A, des-
ouPs de 10 cixal. L... P4CR trae eo-
nu consecuencia la prdida de un
tiempo importante,
En la prrrtida se f ugO ; 1 ... R2A ! ;
2. ROA ien caso de 2. R5R, se@-
sia 2... RZCL, abtipndo al. rey
blanco a desal ~j ar el Elt-nico esca-
q-rre apto para la detensa; por
ejemplo : 3+ K4K, R3A ; 4. R4A,
P4CR+ ; 5, PTR x PC t, R3C, con
la que las blancas se encuentran
en zugzwang) ; 2 ... P4CR ; 3. R x
PCD, PCR x 4-T; 4. R5A (para
r.irafyuier otro retroceso del rey, las
~113gra~ canlbim las danlas despiib
de haber ligsgtils 106 pecnres a fa
prrr1tz~ie5n) ; .fa.. R2R ! (5* PtSC"UL),
R2D) .. EYS ~ P I ~ ~ c c ~ s abandonan.
I d ctersak del tlasrco erx el 36th
es debid~i a ytle con las casillas
2AR y 2CR de Ias negras est wn-
jugada Ir;lictime~zte la 5R de las
bhnt'ds.
N. Grl g6~i ev hizo cr~iltar en
1822: rtPueden ponerse torno ejem-
plo il~iiilidac* dc pasiciones, comen-
mnrlii por ;as t nh eie;~$:utale.j y
renninantlu con las mas comyfi-
cadas e ixrcomirpr~rnsible~, que se re-
suelven ct~mplidaniente aplicando
el mtalo de la conjugaci0n.
Ida tarea actual consirste en sus-
t i t si r los naktc~dos de tabomEo.rZa
de anta50 por mtodos $v+ctZos.
Este prwesu se encuentra c'hia2-
ane:ite en pleuil desarroTli>,
FINALES DE MUCHOS PEONES
Un pen de mas en 1% finales que comenzamos a considerar repre-
senta una seria ventaja, suficiente en la rnayoria de los casos para ase-
gurar la victoria. Sin embargo, esto slo es asf cuando tos peones no
hayan perdido su valor (posiciones blqueadas, peones doblados, etc. ) ,
y el contrincante no tiene una posicin preponderahte que compense et
pe6n de menos.
Generalmente. uo cuesta trabajo aprovechar la superioridad de una
posicibn cuando el adversario es manifiestamente debil. Ko obstante,
son tambiCn numerasos los casos en que la debilidad de la d.ispusicifin
de los peones se encuentra en estado m8s o menos latente y, en primer
lugar, se hace necesario ponerla claramente de manifiesto; en otros
casos, hace falta aumentarla; y, a veces, crearla.
Por el mtodc a seguir para realizar la ventaja, Tos finales que con-
sideramos son Ia mayoda de las veces de maniobra y con metos fre-
cuencia de mmbinacin ; pero no es raro el caso en que se precisa
compaginar ambos metalos. Pxra la prepaxaci6n de los a jedxecistas
tiene gran importancia conocer ejemplos tomados de partidas reales
y estudizr los pracedimientos especificas que se utilizan en 10s fiaales
de muchos peones para conse ir la victoria (1 alcanzar tablas. 1,a
J
Y mejor base ara poder trazar y anes individualmente es conocer la ma-
teria en t a su extencibn (las diversas estructuras de peones), asi
como una serie de modelos prhcticos de realizacin de la ventaja.
De nuestra seleccin hemos excluido los ejemplos ms sencillos,
que no precisati aclaraciones especiales.
En el capitulo, el material ha sido distribuido sigiiienda un orden
temtico, haciendo la salvedad de que si en muchos finales se puede
determinar et predominio de un tema cualquiera, este suele aparecer
ms o menos mezclado con otras ideas estrathgicas,
Ehta salvedad hecha, y teniendo en cuenta que hasta una siste-
matizacin convencional es preferible a la falta absoluta de sistema,
hemos creido oportuno reunir el material en tres grupos : 1 ) algunos
procedimientos tcnicos; 2) ventajas y desventajas de pasicin en 13
distribucin de los peones; 3) ejemplos de la lucha de maniobra por
las casillas clave,
1. ALGUNOS PROCEDIMIENTOS TECNICOS
Entre los proredimientos tcnicos de lucha ms importantes se cum-
tan los siguientes:
a ) Minar la posicin contraria a fin de quebrantarla y crear en
ella puntoc dbiles ;
b) sacrificio de peones, tanto para &tener un pen pasado (ataque
de peones) como para conseguir una incursin .del rey.
En los finales 361 a 365, se dan a continuacin, una de las partes
tiene ( o alcanza rhpidamente) un pe6n de ms,
La realizacin de la ventaja ma- PT +, R x PT ; 7. R2R, R2C ! 8.
terial de las negras en el 361 se R3R, R2A ; 9. R2R, R3D ; 10. R3R,
complica un tanto debido a q.ue el P4CD ; 1 1. PAD x PC, R x PD, et-
adversario dispone de un pen pa- ctera.
sada protegido.
302
381
Alekhine gan del modo si-
guiente : 1 . .. R X ; 2. YOD, P7CR ;
3. R2A, R6T ; 4. P7D, P6R -t ! ; 5.
R3h, PSC=I) ; 6, P8D=D, D7
AR+ ; 7. R4R, ?7R, etco.
Grigriev dio a conocer otro mo-
da de conseguir la victoria en el
que las blancas no llegan a pro-
mover su pen a dama, La .solu-
45611 consiste en sixprimir todas
l a peones del flanco de dama
nrirzntzdo sistemticaniente la dis-
posicirn de los peones blancos. ES-
te es .una de los procedimientos de
lucha ms importantes en las fi-
nales de muchos peones.
l . . . R4R ; 2. R2R, R31) ; 3. RSR,
R2.4 ; 4. R2R, R2C;,5. R3R, P4TD
( o bien, 5.. P3TD) ; 0. PCD x
En el 362 el prtbn 3TD no tiene
salvaciBn ; pero las blaricas, ata-
cando en el flanco opuesta, haflan
un modo interesante de salvarse.
1. R4R, RxPT; .2. PSAR!,
pCR x P A i (amenazaba 3. PAR
x PC, IPTRx PC; 4. P5TR) ; 3.
RxPSAR, P4TD; 4. RxPA,
P5TD ; 5. R7C ! (no 5. PSCR ?,
R5C; 6. P5TR, PGTD ; 7. P6CR,
I TR x PC ; 8. PTR x PC, P7TD ; 9.
P7C.R: PSTD = 3r) + y ganan) ; 5. . .
R5C ; 6. R ;c PT, P6TD ; 7, P5CR,
P7TD ; 8. PGCR, P8TD=D ; 9.
P'ICR (esta posicibn es de tablas) ;
9... D2TD ; 10. RST, DSD; 11.
P5TR, D3AR ; 12. R7T, D4AR + ;
13. R6T!, D3AR+ ( o bien, 13.,.
D2AR ; f4. P8CR=D !, D x D, rey
ahogado) ; 14. R7T, D2AR ; 15.
PGTR, R4A ; 16. R$T, tablas.
363
En el 363 (tomado de una par-
tida de uu tartseo celebrado en la
Alemania QcierreztT en 19QG), des-
pub de l . R3D !, li x FTD ; 2. R4A,
es evidente que el blanca tiene tres
tiempos de peGn de reserva, que
son precisamente los qtre hacen
falta para no dejar salir al rey
negra de su prisibri: 2. . . R6T; 3.
R3A, P5TD; 4. P3TR!, R7T; 5.
JR2.4, P6TD ; 6. P4TR, B3TR; 7.
P5TR, tablas.
Este mismo ensarniento de abo-
fa al rey en e '1 ngulo ITD es la
clave de la posici6n siguiente:
363a. Blancas: R4D, P3TD,
P5D, PSAR, P2CR, P4TR. Ne-
gras : R4CD, PQTD, P3D, P3AR,
P2CR, P3TR ; juegan las blancas*
l . PYTR!, R5T; 2. R4:1, Rxl PT;
3. R3A, P5TD; 4. P3CR, etc.
EX rey ahogado se da poco en la
pr%lctica y sirve de procedimiento
ttlcnic de lucha sbto en algunos
casos excepcionales, a pesar de lo
cr~al este terna ha sdo y es am-
pliamente tratado por los proble-
mistcis, A continuacit5n damos al-
grrnos ejemplos :
363b. A. Troitski, 1923. Blan-
cas R3TD, P4AD, PSAR. Negras :
RLTR, P3AD, P2D, P2CR; tablas,
R4C, R1C ; 2. R5A, R3A ; 3. R6D,
RI Rt ; 4. P5AD, Rl D; 5. P6-rlR,
PCR x YA, rey ahogada.
3636. S. Zhiguis, 1930. Blancas :
R2R, P211, PSIUR. Negras : R 1 CD,
Y3D, P3R, P;?TR; tablas. La mis-
nia idea lcca que en el 363b.
pero en una situatrn rnk compli-
cada. 1. R3A, R2A; 2. R4C! ( 3
R4A1, R3A; 3. R5A, R2D; 4.
P3D, P4D y ganan) ; 2. . , R2D!
(2.. . R 1 D ? ; 3. R5T) ; 3. RSA ! ( 3,
RsT?, R3R; 4. R6T, R4A) ; S, . .
R1R; 4, R6R, RIA; 5. P33D!, R1K;
6. P4D, RIA; 7. P3D, RIR; 8,
f%CR, Erl*R x PC, rey* ahogado,
363d. H. Rink, 1912. Blancas :
RZAR, P2R, P4TR. Negras : RFi
TR, P3D, P5CR, P2TR ; tablas. l .
R3C, P4TR; 2. P4R!, R8C; 3,
P5R, PD x PR, rey afiogado.
363%. A. Kovalenko, 1927. Blati-
tas: RTCD, PLR, P2AR. Negras:
K4TD, P5K, PSAR, P4AR; tablas.
1. R6A, RSC; 2. R5D, R6A; 3,
K5K, PGR; 4. R x P5AR!, PR x
PA; 5. R3R, PSAR-D, rey aho-
gado ( o bien, 5.. P8AR=A; 6.
R4A, A6TR; 7. P4R, tablas).
3631. T. Garguiev, 1929. BIPl;tn-
cas: RITR, Y4TD, P5CD, PGCTd.
Ne ras : RlTR, PQTD, P2CI),
P3 d ; tablas. 1. R2C, R2C ; 2. R3A,
R3A; 3. RQR, R3R; 4. R4D, PQD;
5. RSA, R4R, rey ahagado.
3638, T. Gorguev, 1-929. Blan-
cas : R4TD, P2D, P7R, P2CR. Be-
gras : RZAR, P6D, P3AR, P6CR;
tablas. 1. R5C ! (no l . R4C 3, P4
AR! ; 2. R4A, PSAR; 3. Rx PD,
P6AR; 4. R3R, PARxPC y g~a,?-
nort) ; 1 ,.. P4AR ; 2. R6-4, R x PR ;
3. R5D (maniobra de Reti, 7 1 1 ;
3... R3A ; 4. R4D, P5&4R; 5. R4R,
R4C ; 6. R34, R4A, rey ahogado.
En el problema que sgue, las
blancas evitan que el adversario
ahogue a su propio rey ;
iendo 6, P3TR 7. P4AR) ; 3.
BExPAR+, Rx 5 ; 4. R3A, P4
CR $5. R3R, R4D ; 6. P3TR, R4A ;
7. P4AR y ganan. Despuis de 1.
PSCD, a las negras no las salva
ningn &o niovuniento ; psf eje=-
la: l... R4T; 2. P4ARiI, P5R; 3.
! 5AR !, P4CR; 4. P n R, P3AR ;
5. P3CD, R3T; 6. R4C, R2C; 7.
P4TR y ganan ; o Mes, 1 .. . R4A ;
2, P4TR, P4CR 2 P5R; 3.
F4AR) ; 2,.. P3AR ; 3. P3CD) ; 3.
PSTR, P3AR; 4. PXD, R3R; 5.
R4C y ganan.
U. Pirc-Alatarkv, Mosc,
1935. Bbncas : R3D, Y3T3), P2CD,
P4D, PQAR, P2CR, F"2TR. Negras :
R3D, m D , P3CD, P2AR, P4AR,
P3CR, P2TR; juegan las negras.
10 no es (m pasado en el rent-
tan erte como en uno de 30s flan-
cos, pm cuanto rtu obli a al rey
contrario a distraerse. d 1 siteriii-
cio del pe6n 4D es tamblkn in.Gt,
va ue las blancas no consigiten
Jerarse $le la casilla 4AD). 1.. .
R4D; 2. P4TD, P3TD; 3. P3CD
( o bien, 3. P4CD, P4C3!) ; 3. . .
P3AR ; 4. P4TR, P3TR ; 5. P3CR,
P4CR; 6. R3R, PCRxPT; 7.
f x P, P4TR; 8. R3D, P4CD!, y la
partida temina en tablas a causa
de 9. FTDx PC, TYTDx PC; 10.
R3R (10, R3A?, RSR) ; t O ... K3D
(2.4, SR) , etc.
La reatizacin de1 pe6u de mhs,
faro doblado, del 365 (posicibii p
sibfe de una variante de la partda
Fine - Resfimsky, Nottinghaiu,
I936), ofrece dificuf tades. Las ne-
gras Trasladan su rey al ceatro, im-
pidiendo asf a las blancas hacerse
con el escaque 6 0 realizar el
avance Y4R, P4AR, f: 4CR, segui-
do de P5A, a fin de liberarse de los
pcrnes doblados. Fracasa tambikn
eE intento de 1% blancas de irrurn-
ir can el rey a travbs de la casi-
Ea 5CR, ya que las negras juegan
P3TR. De ahi qae las blancas de-
ban esforzarse en continuar debili-
tando la posicirSn de las negras,
ceitrando sus tiras contra el pen
avanzado 3CR.
E'ii~e nos da a conccer ef intere-
sante anlisis que a contin~raciit;a
se expone: f... RIA; X>4TR, RSX;
3. R2C, R2D ; 4. PSTR !, R3,4 f4.,.
PCR x PT ; 5. R3T, R3A ; 6. R4T,
R1D; 7. P4AR) ; (d.., F4CR; 5.
PQCW, R3A; 6. P4AR !, R4D; 7.
7- R3A, R5C; 8. P6TR, R4D; 9.
PSR, P CRx f h ; 10. RxYAE, RN;
11. RSC y 12. R6+4) ; 5. PTR x PC,
PA >a 1) (peor es 5. PT x P a cau-
sa de 6, P4*4R, R4D ; 7. R3.9,
continuando luego R-4CSC y R6A.
mientras que st el rey negro se
halla en 2R, seguiria P4R, R6A y
P3AR) ; 6. P4AR, R4D ; 7. RJA,
R5D ; 8. P4CR, P4CR (o bien, S.. .
a-; 9, R3R, mtinuando despus
R3D, P4R y PSAR; o bien, 8.
PSTR; 9. P312+, R4D; 40. R2R! ,
R5R; 11. RZA, P4CR; f2. R3C! y
ganan) ; 9. PAR x PC ! (a simples
tablas conduce ahora 9. P3R+,
R4D: 10. R2A, RSR: 11. R3C,
P ~ T R ! ; por e j6mpl0 : m 12. PSAR;
XxP5R; 13. PARxPR, RxPM;
14. R3A, R4R!, etc.) ; 9... Rx P R;
10. R3R, R4D ( a bien, 10 ... R3D ;
11. R4A, R2R; 12. P$CR!, PTRx
PC; 13. R5C, RZA; t4. P4R, R2C;
15. PSR, R2A ; 16. R6T) ; 1 1. F6
CR!, P T R x X ; 12. R4A, R5D;
13. R5C, R6R; 14. Rx PCR y
gahan.
Pasando a considerar los finales
ccn piezas iguales (en la mayaria
de los casos), csntinrraremos el
examen de aquella ejemplos en
que el yrincipal procedimiento tkc-
uico tmtnira siendo mi wr la dls-
siclirm de Ios van- enemigos;
Esta ahora sin embargo, las rom-
pimientos de lima desempean un
papel insignificante (366 y 367).
En el 366 dBser-I3avidson), la
p i c i n del rey ne ro es muy fuer*
te, mientras que e f rey blanco no
lia tenido tiempu de ocupar el ecca-
que t,?R. Le ahf el ue el mamen-
1 to sea el m%s f avmb c para el uro-
vimien, 1 .,. P5AR. RE contesta-
cin a esto, en fa partida se jug6:
2. PCRxYA (no 2, PRxPA?, a
causa de 2. . W R ; 3. PAKx PR,
R x PR ; el pebn 3CR *ueda inde-
fenso) ; 2... RSCR ; 3. R2R ?, P4
TR i (no se puede contestar intris-
diatamente con 3. . . R x PT, debido
a 4 P3AR y tablas) ; 4. RI +4 (ahora
no da resulbdo 4. Y3AK + , PR x
FA+ ; 5. R2k, a causa de s.-. P3
CR) ; 4. .. R x PTR ; 3- XSC, R563 ;
6. R2T, R6A; 7. Rf C, Y5TR, y las
negras ganaron la partida p c i w
al peOn pasado.
En 1926, Reti indicB que despues
de l... P5AR; S. PCRxPA, R5C,
se alcanzan tablas mediante : 3.
Ri A l ; por ejemplo: 3.,. P4TR ; 4.
R2C, P3CR (Q.., R x PT ; 5. P3-4) ;
Y, P3AR-, , PR x PAR + ; 6. R2A,
R x PTR ; 7. R x PAR ; o bien, 3...
R x P T ; 4. P3AR!, PRx Pt l ; 5.
P4R, R5C; 6. P5K, R4A ; 7. RZA,
etctera.
367
Irl flanco dc dama de las negras
en el 362 se vierle abajtv rpidamen-
te : t .. R5D, R2R ; 2. P4TD, P4TD
despu4s de esta jugada slo queda
preparar P4CD) ; 3. R4D, R3.4
(3+, . PmR; 4. P3CD) ; 4. R3-4,
R2R ; 5. IP4CD, R2A (no sirve S.. .
P4D, a causa de 6. PCD x PT, re-
presentando ara las aspas id&-
P tica catstro e tanto 6.. . PCU x
1'2'; 7. P5AD, como 6... R3D ; 7.
PtiTL), Rx P A; 8. PADxZFI)+);
6. I'CD x PT, PCD x FT ; 7. R4D
ftambit~ se puede contestar inme-
diatamente 7. P5A D) ; 7. .. R1R ; 8.
R5D, R2A y en este mismo ano-
mento las negras sbatidonan. Pudo
haber seguido: 9. PSAD, PD x YA4
( o bien, g... R2R ; 1 O. PAZ) x PD + ,
PD x PA ; 11. P7AD, etc.) ; f O. R x
PA, KZR; 11. R5D, B2A; 12. R4A
(ganancia de tiempo caraeterist-
ca ; vease el 333) ; 12 ... R2R ; 13.
R5,4, P3TR ; 14. R5Z3, R2.4 ; 25.
R4A, R2R; 6 . R5A, Rw; f 7.
8563, y ganan.
Entre los procedimientos tbcni-
cas de Ifevar la lucha oct~pa un lu-
gar destacado el ataque de peones,
es decir, el sacrificio de uno u va- 3 1 ~ 1 nr
rios peones a fin de abrir a otra el
camino a dama.
Lcis ejemplos ms antiguos se
basaban fundamentalmente en Tos
esquemas dc distribucin de los
peones que se dan a cotitiruaci6n
(368 a 371)
3?H 389
La posicin rcpresct~trda en el
368 la ptrblic por vez primera
K. Cwia ea 1766. Coino ya es sa-
hida, e1 toi~~pimiento se realiza sa-
crificando dos peones : t . PGCD !,
PTD x PC; 2. PGAD, PCDx PA;
3. PtiTD ( o bien, I ... P4A x
PC ; 2. P6T, PC x P ; 3. P6,4D).
Tochndoles jugar a las negras,
stas evitan las brecha rnediab-
te 1 ... P3CD (pero de ningin
rno~lo 1 ... P3AD 3 ; 2. PGTD !, et c. ) .
En el 369, las blancas abren bre-
cha moviendo un pen cualquiera,
ya sea nledicpte 1. I"6CD, o bien
l . P6AD, etc., lo misma que en el
368, ya jugando 1. P6TD O 1. P6D ;
ahora bien, elr este ltimo caso
aiizhris jugadas deberhn realizarse
iIna cietrhs de la otra : 1. P6TD,
PCI) x PT ; 2, P6D, PAD x PD ; 3.
V6CD(6AI)f9 o bien, 1. P6TD, P3
CD ; 2. P6D, PAD x PD ; 3. PAD x
1". Las negras no pueden impe-
dir, jugando uno cualquiera de sus
peones, que rompan sus lineas.
E1 370 representa una posicihn
de ~nttcha mayar importancia prc-
tica. Despub de 1, P5CD (km-
hin se puede 1. P5AD) ; 1.. . PTD
x FC; 2. PAD x PC es inevitable ;
3. P6Tl) ; cualquiera que sea el
pen que se juegue en lugar de
f . . . FYrD x PC, las blancas conci-
gten irn pen pasado. Si se ad-
mite que en contestaci6n a l . P5
CD, las ne ras realizan. un rnavi-
H miento cua quiera en el. flanco de
rey, las blancas continan 2.
PSAI?, o bien, 2. PaCD, e indefer-
tibfemente consiguen que uno
cualquiera de sus peones alcance
la promocl6n. En este w o , a las
negras na las salva ni siqniera el
ser mano ( 1 ... P3CD; 2. P5CD!, o
bien, l . . . P3AI), 2. P5AD, la mis-
mo que 2. PD x PA y 3. P5CD).
37Ua. To~nado de una partida-
Blancas : RZR, P2TII), P2CD, PJR,
P5R, P4AR, PSCR, P5TR. Ne-
gras: R4AD, P n B , ?4CD,
P5AD, P3R, P2AR, PZCR, P3TR ;
juegan las blancas. l . P4R !,
R5D ; 2. PSAR, R x P5R ( o bien,
2. -. PR x PA ; 3. P6CR) ; 3. P6,4R,
PGR x PA ; 4. PCR x PIS y ganan.
En el 371 es tarnbi4n posible
abrir brecha: t . WR, PD x PR; 2.
P5AD, PCDx PA (de lo contra-
rio, 3, P6D) ; 3. P6D, PAD x PD ;
4. PSTD, ctc.
1,a brecfia se consigue abrir
una jugada antes si el peBn negro
2TI) se halla en P4TD.
3748, C. Sdvioli, 1887. Blab-
cm: RlAD, P4D, PCrR, P4,4R,
P5CR, P4TR. Ne ras : R5CD,
PJTD, P3R, P ~ AR, %~ c R, P2TR :
juegan las blancas. La solrtcilin
del autor es: f . BSD, PRxPD;
2. PSAR, PCR x PA (en taso de
2.. R4A se tiene 3. PGAR ! y 4.
P6R) ; 3. P6R ! (no 3. P5TR ?,
R4-4 ! ; 4. P8R, R3D ! 5 ganan) ;
3... PARxPR; 4. P5T , P5AR;
5. PGCR, P6AR ; 6. R2D y anan.
5 Sal violi hizo la salvedad e que
en caso de haber un 6x1 en 3CD
o en 2CD s e hn tab r m, pero ha-
Xlndose el pen ne ro ea 3SD,
las blancas *ganan f f cilmente~ si
se da l . P5D, R4A; 2. PSD. En
realidad, como se demostr en
1937, no pueden ganar, ya que a
R5TD pueden replicar siempre
las negras con R2CD. j Intere-
sante e] mplu de la impotencia de
un e6n pasado prote@do, cuando
se 1 an ciertas cxreunstancias des-
favorables ! (V6ase el 389.)
371 b. Tomado de una partida
ju a@ en 1921. Blancas : R7D,
P4 % D, PSCD, P4AD, P5D. P4R.
Ne ras : RICD, P4TD, P3CD,
f P2 D, P3D ; les toca jugar a las
blancas. 1. P5AD (gana tambikn
1. P3R) ; 1 . . PCD X'PA ; 2. PBCD,
PADx PC : 3. PCTR, PDx PR; 4.
R7R y ganan.
La disposici~l de los peones ea
el Ultimo ejemplo es afin, ea cier-
to grado, a la distribucin en for-
ma de cadenas de peones. Dare-
rnos slo dos posiciones de este
tipo,
371~. B. Horwitz e 1. Eiling, 1851.
Blancas: RZAR, PSCD, P6,4D,
P5D, P4R, P3AR, PSCR, Negras:
RSTR, P3CD, P2AD, P3D, P4R,
P5AR; las blancas ganan. 1 . P3
CR + , PAR x PC + ; 2. R2C, R4T ;
3. R x PC, R4C ; 4. P4AR + , etc-
tera. (Una disposicin semejante
de las peones se dio en la partida
Botvi nilik-Tbomas, Noltin~ham,
1936; pero Botvnhik disponia
ademhs de un caballo).
371d, 1. Minkvits, 1879. Blan-
cas: Rl R, P4AR, P3CR, P5CR,
P6TR. Negras: RSAD, P5R, P4
AR, P3CR, P2TR; victoria del
blanco. 1, P4CR, f AR x PC; L.
PSAR, PCR x PA ; 3. mCR, PTR
x PC; 4. Pm'R y ganan.
372
Lasker sena16 que las ue
ganan moviendo t ... P5TD I rs Y&-
se el 370). Es dbbil contestar a
esto con 2. R5T, a causa de 2...
P5AD, etc. Ms consistente es 2.
R3A, R4C ; 3. R2R, aclaracin de
Uedrle; Lasker segua 3. R3C,
P5AD ; 4. R3&4, R5T, aunque no
deja de ser m&s sencillo 4...
P6AD! ; 5. P93D xPA, PD xPA;
6. R2R; PCiCD!; 7. RtD, PCDx
PT; 8. RIA, P7TD) ; 3. . . P5AD!;
4, R2D (4, P3CD, P4AD x PC ; 5-
PADxPC, PTDxPC; 6. R2D,
R5A ; o bien, 4. P3AD, PD x FA,
y 5 . . PADxPD+) ; 4... R5A;
5. R231, P6AD! ; 6. PCDxPA,
PDxPA; 7. RID, P5CD!; 8-
Rl A, PGCD!; 9. PADxPC,
PTD x PC; 1 O. P4D, R6R y ga-
nah.
TocAndoles jugar a las blancas,
stas impiden la apertura de la
brecha mediante 1 . PXD, y des-
pus de f . . . R3C, las tablas son
evidentes. Sin embargo, Xa tenta-
tiva l . P4TD ! es de mayor al-
cance, Ahora t . . . PXD? p~etrrie, a
causa de 2. RsT, PSAD; 3.
P3CD !, etc. b mre~lto es t *,.
PCD x -?" 0 ; 2. R521, R3R ; 3, R E ,
R3D ; 4. R$A, P5AD ; 5. f D x PA,
R4A; 6. R x PR, R x PA ; 7. R$D,
P6D: 8. PALSxPD+. RW: 9.
=D: 13. D ~ R + , RRC; i4. Dx
Di-, R x D ; 15. R5A, R7C, y ora
16. P4D, P5TD, ora fe. R5C,
R6A, bblcttc. (Prtede sorrnprobarse
una cierta semejartaa con el oldnat
del 7% *, para la psiccrlogia del es-
piritu rnador no deja de tener
xnterb el que este anlisis prece-
diem al krneo de San Petetc-
burgo de 1914.)
372sl. hfZisZov-Glbov, Lenin-
grado, 1936. Blancas: R2CD,
P3AD, "4R, P3AR, ?P3CR, P4TR.
Negras: RICR, P5Tf9, P5A3,
P4R, P3AR, PSCR, P2TR ; juegan
las negras, 1. .. P4TR ! ; 2. R3T ( O
biern, 2. PKR, P4CR f ; 3. PTR x
YC, P5TR; o de otra modo, 2.
P4AR, PRxPA; 3. PCRx P-4,
PQCR!) ; 2+.. P4CR; 3. Rx WD,
P4AR; 4. R5C i 4. -TR xPC,
PSAR ! j ; a bien, 4, PR > PA, P5
C ! ; 5. PARxPC, P3R!) ; 4..
PSAR ; S. PCR x FA, PCIR x PT y
ganan.
De lorr ejemplos examinados se
deduce que las pasibilidades de
abrir brecha vienen deticminadas
por la misma stniet.rira de fm
peones ; la superioridad de peones
en el sector en que tiene lugar el
ranrpituiento, aunque frecuente,
na e? obligatoria.
En el ejemplo 373 sm alecciona-
dores las emrw cometidos por
ambos ad-c-trsarios. Su examen
rics demuestra cuiirt debe ser la
defeasa sorrecta para evitar que
el contrincante cabra brecha en la
estructura de peones.
Despub de l . , . J)3TR?; 2 :
P4AR 2, P1AR ; 3. P XR, R5D las
blancas rinden. Sia embargo, en
contestacin a la mala jugada l . . .
P3TR, era posible 2, 56,%R! !, PCR
x PA; 3, P4hR, 15D; 4, PSCR,
PARxPC; 5, PARxPC, RQW;
6 PCRxPT, R3A; L. RZA, y
ganan.
Vna hrwzia defensa carttxa la
ruptura daba 1% jugada 1 ...
P3A !, por e j m lo : 2. P6T, P x P ;
b: 3, F4A, R40. 2. PQAR, Zar me-
jor es 2.. - P3TR !, aurrgue tambikn
es posible 2. . . R4D ; 3. PSCR, P3
TI I , pero de ni adn modo 3-..
PAKx PC?; 4, PARxPC, R4R,
a causa de 5. PGAR, R3R (o bien,
S... PCRx PA; 6, PKR, PTKx
PC ; 7. P6TR) ; 6. PAR x PC, R2.4 ;
3. P6TR, y ganan.
373~. Stahlberg - Tarbkcuwer,
partida fuera de torneo, 1934-
Blancas : R2R, P3AD, P4D, P6CR,
P2Z'R. Negras: R3R, PZTD,
P2CI1, P413, P 2CK; les toca !u-
gar a las blancas, l . F4AX) (la
mejor jugada tctica en una po-
sirion sin esperanzas) ; 1.. . Pn x
PA 7 (lo comecta hubiese sido 1.. -
R4A! ; 2. PADxPD, RxPCR Y
ganan; ahora las b!ancas crear:
xtna rcasiXla e mnt e ~) ; S. P.ITR,
P4TD ; 3. PSTR, P ~ D ; 4. R2D
(segn indici', 1. Tiura, hubiese
sido m& sencillo abrir brecha in-
mediatamente : 4. PGTR, PCR x
EYT : S, PSD+, R3A 6. PfSI),
P ~ D ; 7. P ~ D; R2R ; 8. P~CR,
P7TD ; 9. P8CR = D) ; 4... TQCD ;
5. PSD c, R2D; 6. PfiTR, YfiTD ;
7. R2A (7. RIA!) ; 7.". P5CD; 8.
PTRxPC, K D + ; 9, RIC,
P"IZ'D+; 10. RiT, PGAL); l .
P8CR =D. Las negras abandonan.
373b. Capa blanca-Lasker, Lun-
dres, 19t4. Blancas: R3D, PZTD,
PSCR, PSTR. Negras : R4D, P3
TI), PSD, P4AR, P2TR ; mueven
las negras. Estas podrfan haberse
salvado mediaate 1 ... R3R, pera
!?
rdieron despub de X ..- R4R 3 ;
fg*I'R!, y 3. p6CR.
Si en los ejemplos anteriores la
posibilidad de abrir brecha depen-
dia de los errores de3 contrincan-
te, en las posiciones que siguen
viene determinada por la misma
estructura de los pones.
373c. Bartts -. Shtsnmatl, 1927.
Blancas: R4QD, PCiCD, PSAD,
H A R , P3CR, PZTR. Ne as:
Y R4TD, P2Cl). P5R, P$AR, B AR,
P3CK ; iuegaa las blancas, Des-
114s de 1. PBCD, R3T; 2. P3TR,
!6R; 3 RJD, R4CD; 4. Rx P R
R x P.4 ; 5. P4TR, R4D ; 6. R ~ D
2:
los contrincantes acordaron ta-
Xas. Ganaba sencillamente : t.
P4TR, P6R; 2. R3D, R x P4C;
3. P4CR, PA4R xPC; 4 PfrAR,
PCRxPA; 5, Rx PR, RxPA;
6. PSTR, etc.
373d. Gresser-Bikova, Moscfi,
t950. Blancas : RIR, P2AD, P4AR,
P5AR, PQCR, P4'rR. Negras:
R4D, P5AD, P5D, P2AR, P3XR,
P3TR ; les toca jugar a las blancas,
El blanco 110 se ha dado cuenta de
la jugada l . P5TR !, con la que
amenaza abrir- brecha ; en contes-
taciGn :i sta, t ... RJD asegura el
tmpate, pero pierde moviendo t . . .
R5R3, a causa de 2. YSCK, Rx
P4AR ; 3. PCR x m, etc.
La necesidad de preparar cui-
dadosamente el ataque para abrir
brecha se ve en la posicion si-
guiehte.
En el 374 ( Najdarf-Kbtov, mto-
~Xrno, L948), la forma ms senci-
la de alcanzar el objetivo pr*
m
uesto es l . P3AR !, R2R ; P4,4R,
k 22%; 3. PSAR! (amenazando 4.
PGAR) ; 3... PCRxPA; 4. RxPA,
R2C; 5, RSC y ganan (131, 1351-
Las blancas jugaron 1. P5CR, des-
u& de lo cual s61o queda abrir
Erecha moviendo P3TR y convir-
tiendo el pebn AR en pen pa-
sado ; pos" ejemplo : l . . , R2R ; 2.
P4TR, R2.4. El nietodo mis segu-
ro de que disponen las blancas pa-
ra llevar la partida (algo asi como
una aregla~, se tn Komaxov,
f 9Sf , es ahora 3. 6D, ocupando
despuh la casilla 7R y luego -P4
AR, PSTR y PSAR ; no obstante,
tambiion gana 3. P4AR, RSR (o
bien, 3... R2C; 4. P5TR, PCRx
fT ; 5. P5AR) ; 4. P5TR, PCR x P
(de la contrario, 5. PTR x PC) ;
6. P5AR, R2D ( o bien, 5."
P5TR ; 6. R4A); 6. R4A, R3D ;
7. RX, R4R; 8. PGAR, R3R ; 9.
R4T, P3TR; 10. Rx m, FTRx
PC; 1 t . R6C. Najdorf no hall ni
uno solo de los numerosas mudos
de anar, y la partira termin en
tab f as.
374a. Bugatiriov O. - Persits,
Mosc, 1948. Blancas : RSCR,
P4T13, PSCD, P4,4D, P3CR, P4
TR. Negras: R2CR, Pn D,
P3CD, P4AR, P3CR, P4TR; jue-
gan las blancas. Lo correcto, se-
fin el arrslisis de Bogatiriov,
&hiera sido : 1. P5TD, PCD x PT ;
2. P5AD, PYTD ; 3. P6AD, P6TD ;
4. P7AD, P'ITD; 5. P$AD=E),
BSTD=D; 6. D7D+Rl A; 7. Rx
PC y mate. Bn la partida Se jugb :
1. P5AD ?, PCD x PA; 2. P5TD,
PSAD ; 3. R4A, P ~ C R + ! (&plica
imprevista por las blancas, que
crea un *cuadrado errante? peli-
groso, mediante una contraaper-
tara de brecha) ; 4. R3R! (4.
FTRx PC, P6AD; 5, R3R; P5
TR!) ; d. . . PaAD!; 5. R3D!,
PSAR; 6. PCR x FA, Y5CR! ; 7.
PGCD, PTD x PC; 8. PTD xPC,
PBCR, siendo tablas en final de
dama. Es claro que el modo de
abrir brecha viene determinado
por las caractericticas de la posi-
ci8n. En el caso, tcrnienios por
ejemplo, 1 . R4A R, R2AR f 3A R) ,
no da resultado 2. PSTI), pero en
cambio decide sin complicacio-
nes 2. P5AD.
La posibilidad de abrir brecha
en el 375 (Betinsh, 19US), mediai-
te P4CR, P4ARxPC; P5AR es
evidente ; sin embargo, despus
de P4ARx P, el pen negro se
hace eligroso. De ahi que haya
que o % ligar al rey negro a situar-
se en la vertical CR, donde impe-
dir el avance de su propio peoa ;
por consiguiente,
el i blanco deber& retroceder a la co umna R.
Pero qu es lo correcto : 1. R 1 R,
o bien, l . R2R ?
Si se piensa ms en cmo abrir
brecha, se deduce que despuks hay
que jugar P6*4R, convirtiendo 61
pe6n TR en pen asado y promo-
ver a dama en 8 3!R, a fin de im-
P"
dir al rey negro que vuelva a
a columna TR. De esto se des-
prende que despus de P6AK,
P2CR x PA, al negro no le queda
otra salida ue avanzar el pebri
3 AR ; luego, o correcto es, no 1.
R2R, sino 1. R1R !, para que el
pen AR no pueda dar jaque en
6AR y de este modo ganar tiem-
po. Un cAtculo concreto confirma
este esbozo previo del plan ge-
neral.
1. R1R !, R7C (resulta floja la
jugada l . . . R7T, a causa de 2.
RZA, R6T ; 3. R3A, R7T; 4. P4CR
y ganan) ; 2. P4CR, PAR x PC ;
3. P5AR, P6CR; 4. PGAR!, PCP
x PA ; 5. PGTR, P4AR (5.. . R7T ;
6. P7TR; o bien, 5. . . R6A; 6.
R1A) ; 6. P7TR, PSAR ; 7. F8TR
=D, P6AR (de ir acompaado
este movimiento de un jaque, se-
ra posible P7AR, dndose una
posicin de tablas) ; 8. D8TD !, y
ganan.
Para lograr el rompimiento en
e1 375 es necesario realizar una
sutil jugada preparatoria de rey.
A este respecto es tambin rnuy
significativo el 206 (Stoltz-Nim-
zowitch) , donde un movimiento
del rey cort de raz un posible
contraataque mediante et #cuadro
erranten.
En el 376, despues de 1.. . P4CD ;
2. PTD x PC + , las negras reali-
zan una jugada a primera vista
incomprensible : 2.. . R3C ! ! Sin
embarga, esto tiene fcil explica-
cin : a cansa del jaque, las negras
se ven forzosamente obligadas
a. perder ui.2 tiempo; si hubiesen.
contestado 2. . . K x PC, resultaria
que despus de 3. R6R, Y5TD; 4.
PCD x PT -t- . tendran que perder
un segando tiempo,. y esto traera
ya consigo la pel-drda de la par-
tida. En cambia, ahora las negras
ganan ; por ejemplo : 3. R6R (ms
mnsistente es. 3. R7R !, VTD ! ;
4. PCD x PT, PYAD; 5. Y4AR,
P6D; 6. PADxPD, PADxPD;
7. P5AR, P7D ; 8. PGAR, P8D=D ;
9. PSTD-t., RxPC! ; 10. P7AR,
pero el rey negro se halla precisa-
mente en la zona de promocin ;
v&ase el 9 del tcApndicer) ; 3. ".
PSTD! (en caso de 3. P4AR, o
bien, 3. R8@, lo correcto serfa 3...
B5AD ! ; en la posicin que cmsi-
deranros esto sera errbneo a causa
de 4. PCD x PA, P5TD ; 5. R6D !
g 6. PZIAD+) ; 4. PCDx PT, P5
AD ; 5. P4AR, P6D y ganan.
376a. Tomado del archivo de
N. (h-igriev. Blant'as : R3TD,
P2TI), P6SD, P5CD. Negras;
R6D, PZTI), YSCD ; ventaja blan-
ca. 1. R4C, RSD; 2. P$TD, R4D;
3. P5TL>, PCD x FT+ ; 4. R4T !,
R3D; 5. P O , o bien, 4... R4A;
3. R x l' i y ganan.
El dar irti pen al advcrsaricu
puede uhcdecer a diversas causas.
El 327 es un ejemplo evidente.
He aqu otras posiciones:
376b. Y. Jashek, 1926. Blancas:
R3AD, PGTD, P5AD. Negras:
RSTR, P2TD, P3AD, P2AD ; las
blancas ganan. 1, R4D, R6C ; 2.
R5R, R6A; 3. R6R, R5R; 4.
R7D, R4D; 5. R8A! (no 5. Rx
P2AD ?, R x P5AD ; 6. R7C, R3D ! ;
7. R x PT, R2A, tablas) ; 5... Rx
PA; 6. R7C y ganan.
336c. M. Liburkin, 1951. Blan-
cas : RtfAR, PSTD, PeTD, P3AD,
P5D. Negras: R4CD, P2TD, Y4
AD, P2AD, P2D ; superioridad del
blanco. 1. R7R, P5AD (en caso de
l . . . R5A, se tiene 2. R x PD, Rx
PD ; 3. R8A !, R3A ; 4. R8C, R2D ;
5. RxPT, RIA; 6. P4AD y ga-
nan; tampoco calva Ta sittiacit?
1 ... P3D, a causa de 2. R7D, R5A ;
3. RxP2AD, Rx P A; 4. R7C,
P3AD; 5. RxPT, Rw; 8. R8C,
P6AD ; 7. P7TD, P7AD ; 8. P8TD
=D, P ~ AD= D ; 9. PGTD, y 10.
D7CCD) ; 2. R8D! (2. Rx PD? ,
R4A ; 3. R8A, P3,4D !, tablas) ;
2. . R4A; 3. R8A!, P3AD!; 4.
P6D!, Rx PD; 5. R8C!, P4AD;
6. R7C y ganan.
376d. Una idea anloga quiso
dar a conocer A. Kazntsev, 1954,
en el problema aBlancas: R2D,
YSTD, P2AD, P4CR. Negras:
RICR, P2TD, PSAD, P2CR, P2
TR ; t nbl as~. Despus de 1. R36,
R2A se pensaba jugar 2, R4C,
K3R; 3. R5C, R3D; 4. R6T, et-
ctera, con rey ahogado en la es-
quina 8TD. Pero 2 R4C, pierde
a causa de 2. . . P6AD ! ; 3. R5C,
P4CR ! ; 4. R4A, P4TR ; 5. PCR x
PT, PtjCR; 6. R4D, R3-4, etc.
Tarnpmo se consiguen tablas
con 2. R x PAD, a causa de 2. ..
R3R ; el problema es, pues, falso
7:
la poslcin hace perder a las
lancas. Es interesante la varian-
te : 3. R5A, PSTR; 4. RQjA, P3CR ;
5. R7C, R3D; 6. P4AD, P4TR; 7.
PCR x PT, PCR x PT ; 8. P5AD + ,
Rx PA; 9. RxPTD, P XR; iO.
P6TD, R4C!! (no 10 ... J%TR?;
11. R8C!, tablas) : 11. RTC, P6T.R
y ganan. (Viase Ia absemaci6n 3
del *A#ndice~.)
377
Ew, e3 377, las blancas remantan
enbrgicamente las desventajas de
su sititaciCn. Sacrificando dos y o -
nes, abren. brecha y consiguen un
pe6n pasado adelantado,
1. P4AD !, PCl x VA ; 2. R3R,
R4C; 3. P4TrJ ! (XTk&tod~ tipico a
emplear ara obtener urr peQra pa-
sarlo); g... RxPC; 4. P4CD,
ETD x P@ ; S. R;Qf") ! (jugado cau-
tamente: en caso de 5. PS'D ?, se
tiene S... PeCD ; S. R3D, P7CD;
1. R2A, RflA ; 8. PtiTD, R7R; 9,
P7TD, P86D==D+; O Rx D,
Rrdll, etc.) ; 5.. P4TR; 6. P5TD y
ganan.
Ea las finales que siguen las
rupturas tienen un cnracter eom-
plctamente distinto :
377a, l. Berger, 11889, I3lancas :
R3CD, P4TD, P4R, P3AR, PWW,
PSTR. Negras: RQXD, P3CD,
P3AR, PKR, PJTR; juegan las
negras, ganar1 las blancas. l . . .
R3A (es peor 1. . . R5D ; 2. R46) ;
2, R4C, R3D ; 3. R4A, R3-4 (al
aleanor esta posicin las blancas
abren brecha) ; 4. PQAR, PCR x
PA; 5. PaR, P-IRxPR ( 5 ... R2D;
6, PR x PAR, R3R ; 7. R4D, et&-
kxa) ; 6. PKR y ganan.
;377b, Najdorf-Buksbaum, Var-
sovia, 1920. Blancas : RLaTR, P3
Z'D, P4CD, J32AD, PSAD, P4AR,
P2CR, P3TR, Negras: RlCR,
P3TD, PZCD, P5AD, P4D9 PLIAR,
Y4Ci3, P3TR ; les toca jugar a las
blancas. 1. R3C, P5D; 2. R3A,
P4AR ! ; 3. PQTD, R2A ; 4, P5CD,
R3R (4..- PTDxPC; 5. P6AD!,
PCD x PA ; 6. P5TD) ; 5, WAD,
R3D ; 6. PAD x PC, R2A ;. 7, PCD
x FT y el rey b1anri.o se dirige a
4CD.
$ 7 7 ~ ~ Lasker, 192 1. . Blancas :
R$T1?, PSTD, P4CD, PSAD, P4D,
P3R, P4AX, P4TR. Negras: R3
TD, P2TD, PSAFB, P4D, P5R,
PSAK, P4AR, P4TK; las blancas
vagan. 1. R3C, R4C(2C) ; 2. 116
TD, Rx PTD ; 3.. R4T, R2C; 4.
PSCY, V3TD (u bien, 4* . . PAiZX3x
PC+; 9. RxPC, 3228; 6, R6'1",
RIC; 7, PoAS), KIT; 8. R5C y 9.
R5A); S. PCDxPA+, Rx PA;
6. RST, RZC; 7, P6ALJ +, R x PK;
8. R x 'PT g ganan.
Poindrmor; punto final al escfa-
recimiento de 10s ataques abrien-
do brecha, con varias ejemplos
bastante m& tomplicados, en lazs
ue la partida se tleva en arnbcs
aanns (378 a 381 ).
En la posicin 378, las -negras
com xendcn que en caso de I ...
! R P5A ; 2. PCRxPA, PCRx PA;
3. RQD, R4A; 4, F4CD, PTDx
PC ; 5. P5TD tiene lugar un final
de dama, con las consigujentes
dificultades tCcnicas. Bien es ver-
dad que si en lugar de 4.. . PTD x
PC se juega primero 4.. . PGAR ! ;
5. R3R y slo despub 5. .. f TE x
P(C, resulta que a continuacin de
6. PSTD, P6CD ; 7, BWD, P7CD ;
8. P?TD, P8CD=D; 9. PBTB-D,
DSR+ ! ; 10. R3D, c bien, R4D (10.
RxPAR?, D8TRs ) ; 10 ... I)7R+,
o de otro moda, D7D + , las negras
sitQaxi la dama en 6R a en 3AR,
dando jaqtre, mueven da pub
P7AR y la victoria es evidente,
aucqiie exige todavfa cierto
tiempo.
Sin ernbsrgo, no se puede ase-
quc sta coluci6n sea
B;Z& sencilla. Pot eso se com-
prende el que el negrd prefi?$esc?
alcarizar el desenlace en un final
de peones, C U ~ S variantes pue-
den, aunque no con facilidad, ser
calcuXadas pretriamrn te con t d a
exactitud.
1.. . P4TR (las negras procuma
hacer pasado el pe6n TR o, por lo
menos, Ile~arlo hasta STR; el
valor de esto queda claro en la
nota si uiente) ; 2. P4CD (a 2.
RID bUbiese seri do 2 . P3TR ! ;
3. PCRxPT; P Rx PT; 4. R4A!,
P5AR !; -en caso de 4. J?4CD,
PTDxPC, o bien, 5. P4@D, Y6
AR; 6, R3D, PTDxPC, el rey
negro detiene al pdn TD, miw-
tras que el rey blanca es impoten-
te contra el asuadrado errante -
5. R4D, R3D; 6. R4R, R4A; 7:
R x PA, R5C y ahma 8. R4C llega
tarde, mientras que 8. R4R, et-
&era, es intitil, ya que el pen
1'R ha sobrepasado el centro del ta-
blero; 151 ) ; 2. . . P5AR (amenaza
3.,. PAR x PC y promoci6n acsm-
l[baEada de jaque) ; 3. PCR x PA,
P5CR ! ; 4. PTR x PC, P5TR (iam-
bien gana 4. . . PTR x PC) ; 5.
PSAR+ ( o bien 5. P5CD, P6TR;
6. P6CD, RZE) ; 5. . . R2D I (no 5 . . .
R2R ? ; 6. PSCD, P6TR ; 7. P6CD,
R2D ; 8. P6AR 1, etc.) ; 6. P56R,
P6TR ; 7. P6CR, R2R; 8. PCD x
PT, P7TR; 9. P6TD, P8TR-D;
10. R6C, R3D y las blaric-as aban-
donan.
En el flanco de rey del 379
existe la misma posibilidad de
abrir brecha que existia en el 373.
Pero antes las blancas han de eli-
minar todas las posibilidades de
su adversario eu. otros sectores del
tablero. Llegan a tiempo de cenax
el flanco de dama, pero se vea
obligadas a dejar avazar el pe6n
pasado obtenida por las negras en
el centro. A consecuencia de esto
se hace preciso abrir brecha tam-
bin en el otro flanco.
1 . P4TD !, P4D ; 2. P3CD, F5D ;
3. P4AR, R3D; 4. P4CR, R2R; 5..
R2A, R3D ; 6. R3A, R2R ; 7. R4R,
R3D ; 8. P4TR, R2D (ahora las
blancas comienzan a intentar ob-
tener peaes pasados en ambos
flancos ; el cira&ads errante ~ pe -
queo~ que ponen a disgosiabn de
su contrincante no es peli roso) ;
6 9. P4CD!, PTD x PC; 10. STD.!,
R2A; 11, PSCR!, PARxPC; 12.
PAR x PC, PTRx Pc; 13. PTRx
PC, B6CD; 14. R3D, R2D; 15.
P6CR, PAR x PC; 16. PAR x PC.
El negro rinde.
La osicin que se da a mti-
B nuaci n se resuelve utilizando un
esquema de juega anhlogo :
379a. Trojaneccu-Trajasr Ichirn,
Bucarest, t 938. Blancas : R2AR,
PSTD, PCD, P4D, P3R, P5R,
P2TR. Ne
r
: RQRR, P*TrD,
PSCDy P3A P4D, P3CRy PSCR,
P5TR; en este caso los contrin-
cantes acardaran tablas. La. ten-
tativa 1, P4R +, PD x PR ; 2. RSR
3:"x
rder, debido a 2.-. P6CR;
x PC, P6TR; 4. =A,
NR+. Zl rey blanco queda suje-
to al flanco de rey. Idas negras no
pueden, par su parte, abrir brecha
en el flanco apuesto, 1 . RZC, R3R ;
2. =A, R2D; 3. R2C, R2A; 4.
R2A, PSCX)!; 5, P"rDxfC+ (de
contrario son las negras quie-
capturan y preparan des us
P4AD); 9.. . R x P$; 6.
R&, R2A; 7. R2A, R2D ; 8. R2C
R3p; 9. R2A, PQAD!, y en casi
de. 10. PCD x PA, resulta IQ ...
R2bf, continitando con F4TD, y
si, por el contrario, 10. PD x PA,
se Fiene 10. .. R x PR, trasladando
4s el rey a 3AX) y abriendo
con P4TD.
la pcisiein 589 (MfiUa-m
e , ppr corrsgmdencia,
, s i gu~o: l . , . Y AR? ; 2.
xPA, PCRx PA; 3. PSAD,
ganando las blancas abriendo
brecha (3 ... R4D ; 4. P6AD, PCD
x PA ; 5. P6CD). En c m de poder
anticiparse a este rompimiento,
es evxdente ue las negras ten-
dran posibili ! ades de ganax. Pero
para conseguir esto, ~ q u k es II3
mejor: l. . . P3TD 6 t... PXD?
La respuesta 40 se u&e ob-
tener mediante un anfr isjs crori-
creto.
P
1.. P3TD parece peor, y en rea-
lidad permite salvarse a las b'ian-
cas de forma bastante instructiva ;
2. P4TR! I (lo mejor; en caso de
2. PSAD, se tiene 2.. . IPTU x PC ;
3, P6AD, R3D y ganan) ; 2. . .
PCR x PT (de mover 2.. . P4TR ?
son ya las blancas las que ganan
mediante 3. MCD ! ; por ejemplo :
3 P6AR; 4 PCRxPA, PCx
PA; 5. R9R, P7AR; 6, Rx PA,
R5jD; 7. RSA, R x FA; 8. R4. R>#
R4C; 9. R5D, Rx PT; 10. R5A!.
y 11. R6D); 3, PCRxP, Y6 A;
4. PCT) x PT, PCD x PT; 5. R3R,
P7AR; 6, RxPAK, RSD, tablas,
En cambio, t ... PXT) I ase ura
a las negras una victoria f&eif: 2.
PTD x PC ( o bien, 2. P6TD,
R3D) ; 2.. KTD x PC ; 3. P5AD
(cualquier otro movimiento es aun
rOT) ; 3=*.
PCD x PA; 4. PGCD,
3D; 5. P'ICD, R2A; 8. PBCD =
D+, RxD;7. R4R, RSA; 8. Rx
PA, PQTR; 9. P3TR, PSAD! y
ganatx.
En el 381 (E. Post. 1941, inspi-
rado en una partida real), las rne-
amenazan : 1 ... P4CD i ; 2.
PAD x PC, P5AD, ete. Es clara
que las blancas debern entrar ezx
ef cuadrado del pe6n negro 4AD.
Al mismo tiempo deberhn pensar
en realizar la hnitla posibilidad (le
ganar que tienen: P3AR-4X-5A,
et&ter-a. Este peOn no pueden in-
terceptar el paso del rey blanco,
si &te tiene que dirigirse a ata~ztr
al pen pasado de AD. Conside-
rado de este modo, parece qcr que
se debiera jugar 1. R4C, y 2. P4
AR y no l. HKR, despus de 10
cual 2. P4AR es imposible, te-
niendo en cuenta, adems, que el
pcCn cegro alcanza en 8AD la
promoci6n dando jaque.
No obstante, 1, R4CR ? deja es-
capar precisamente la victoria ;
por ejemplo: l . ? . Rl CD; 2. P4
- AR, R2A ; 3. ?CIAR! (3. R5C?,
?4CD! ) ; 3. . . PCRx PA+; 4. PR
x PA, R2D; 5. PGAR! (no 5 ,
R5C ?, a causa de 5. .. P4D I ; 6.
PADx PI), P5AD; 7. R4A, P4
CD! ; 8. PTDx PC, P5TD; 9.
PGCD, P6AD ! ; 10. R3R, PWLb ! ;
1 t . PCS,IR, P79D ! y ganan) ; 5 . .
R3R; 6. R5C, RSA; 7. R5A,
P3CD ! (tiempo de reserva salva-
dor) ; 8. RSC, P4D ! 9. PAD x FD,
P5AD; 10. P6D, PGAD; 11. P7D,
PIAD; 12, P8D=D, PSTD=D+,
tablas.
Asf pues, a pesar de todo, lo
conecto es : f . RSCR !, por la sen-
cilla taztn de. que las negras ca-
recen no ya de un buen mmi-
miento, sino incluso de una juga-
da rneutralv que no e-eore su
situacirin ( i zugzwang tiprco ! ) , En
efecto, despus de l . . . RI CD ; 2.
PIAR, etc., el pen alcanza 3a
gxo~nasin dando jaque ; en c s c i
de I ... R3T; 2. Y4AR, las ne ras,
d despus de 2. . . P4CD ; 3. P D x
PC+, pierden un tiempo, a rove-
chndo o las blancas para 85.4~.
Solo queda, pues, 1 ... P3CD, pero
al hacer esta jugada pierden las
negras su tiempo de reserva, cjue
fue el qtle 1ac salv en la variante
anteriar y se puede, por lo tanto,
continuar : 2. R4C !, R2C ; 3. P4
AR, R3-4 ; 4. PSAR, PCR x PA + ;
5. PRxPAR, R2D (u bien, S...
PBD; 6. P6AR, R3D; T. PADx
PD) ; 6. P6AR, RIR(3R) ; 7. RSC!,
R2A ; 8. R5A, R1A (el tiempo
p2CD-3CD ha. sido sbdo; en
Y caso de 8. .. P4D, resu ta : 9. YAD
x PIS, P5hn ; 10, F6D, P6AD ; 1 t .
P7D y la dama alcanzada da ma-
te) ; 9. R6R, Rl R; 10, P7AR+,
RIA; 11. R6A, dando mate en
pocos lances.
2. VENTAJAS Y DESVENTAJAS DE POSICION
Pasemos &ora a considerar otras estructuras de peones, cuya fuerza
o debilidad viene deteminada :
a )
Por el grado de movilidad de los peones (posibilidad de promo-
ver rpidamente a dama) ;
b )
por la cixctinctancia de ue en la posicin existan defectos or-
2 -ginicos (peones doblados, aisla os y retrasadas, as como peones avah-
=dos antes de tiempo y en demasa;
c )
por claras ventajas de pasicin (tales, por ejemplo, ccimo 11x1
p 6 n pasado avanzado a protegido, mejor situacin del rey, etc.).
Lo Ynico que pudria contrarres-
tar en el 382 a la amenaza que re-
resentan los peones negros del
Kanco de dama seria la colocacin
de os panes blancos que se da
a contiauacibn : P4AR, P5C311, P5
'SR. La amenaza P6TR sujetara
al rey negro a este sector del ta-
entonces el rey blanco
pcidrrn b1ero9 g enar el movimiento de los
peones negros.
1 ... P4R ! (contramecta el plan
indicado m&s arriba: en caso de
2. P4AR, PR x YA ; 3. PCR x PA,
los peones blancos seran fhcil
presa del rey negro, y si, par el
contrario, se avanzan los peones
hasta 5CR y 5TR, el rey negro los
alcanza desde el escaque 4AR; de
ahi que a las blancas no les quede
otra sofucin que trasladas el rey
a 3R, para mover despuies P4AK
y, adelnhs de librarse del petixl
doblado, abrir camino a los dems
peones) ; 2. R1 A, P4CD ; 3. R2R,
P4TD! (en la partida que comen-
tamos, Alekhine ju 3.. . P4AD ?
y despiis de d. R d R, acord6 ta-
blas, elz vista del inevitable 5.
P4AR, PRx PA+ ; 6. Rx P A; en
cambio, ahora esta maniobra no
se puede realizar, ya que en caso
de 4. R3R, P XD; 5. PIAR, PRx
FA + ; 6. R x PA, P5TD, el rey
blanco se halla fuera del cuadrado
del pen TD ; par ejemplo: 7.
R4R, P6CD ; 8. PTD x f C, PGTD) ;
4. RaD, P5TD; 5. R3A, P4AD ;
6. P4CR, R2R; 7. RSD, R3R; 8.
MAD, R4D ; 9. P3TD, R3R ; 10.
R3D, R3D, (o bien, inmediata-
meate t O. .. P5CD) ; 1 1. R3AD,
R4D; 12, R3D, PSCD; 13. PTD x
PC, PADx PC; 14. RZA, R5A;
15. R2C (de jugar f 5, P5TR decide
tambiCn el avance de los peones
y R4D); 15.". PGTD+; 16. RZTD,
R6A y ganan.
3828. Sacado del. viejo manual
de ajedrez de Stein, 1789. Blancas :
RSD, P4TD, P3CD, P5AD, P4CR,
P3TR. Negras: RZR, P4TD, P2
CD, WAR, PSCR, P3TR ; mueven
las blancas. La posibilidad de ob-
tener un pen pasado mediante
P3CR y P4A colitrarresta la
fuerte posicin del blanco. En
caso de 1 . P4TR, se tiene 1 ...
P4TR ; 2. P5CR, P3AR; 3. PCR
x PA+ , PCRxPA; 4. PGAD,
PCDxPA+; S. RxPA, R3R; 6.
R5A (6, R5C, P4AR; 7. R4A,
P5AR; 8. R3D, RQA); a,.. P4
AR ! ; 7. R4D (7. PLLCD, P5AR !) ;
7... R3D y P4CD nunca es peli-
groso para las negras, gracias al
ucuadrada errante,.
En el 383 el avance de los PO-
nes negros es incontenible, pero
slo si le toca jugar a este color y
uierced a la posrbilidad de crear
una posicin de zugzwang.
l . , . Pm!; 2. P6R, R2C; 3. P4
AR, R3A ; 4. P5AR, P6D ; 5. R2C,
P4TR; rindindose las blancas a
causa de 6. R1A (o bien, Rl C) ;
6 P6CD ! ; ahora si se da 7.
P4TD, P6AD, el movimiento de
10s peones es irrefrenable, lo mis-
mo que despus de 7, PTD x PC,
PAD x PC, debida al zugzvc7ang de
las blancas.
La idea en que se basa este final
aparecera aiin con mCts relieve en
el caso l . . . F5I) ! ; 2. RZC, P6D ! ;
3. RIA, P6CD!; 4. PTIlxPC,
PAD x PC. Si se traslada la posi-
ciGn a una fila tnhs amba (el rey
negro en ICR, el rey blanco dis-
pondria del escaque de reserva
IAD y no caeria en zugzwang.
Del mismo modo se tendrian ta-
blas tocndoles 'ugar a las blan-
cas. 1. P3TD ! ( ' 1. P4TD ?, P5D !
da 1, victoria a las negras) ; 1 .. .
PCD x PT ! (1 ... f6CD ? pierde a
causa de 2. R2C, P5D; 3. P4TD,
P6D ; 4. RSA) ; s bien, 1. R2C
{l C) , P5D; 2. RIA(2A), P6D; 3.
R2P ! v el rey blanco se mueve
por los escaques 3R y 2D.
3831~. N. Gxigbriev, 19%. Blaa-
cas: R5AR, MAR, PZCR, P2TR.
Neg-as: RlTD, P a D, P3CD,
P4AD, f ZAR, P3TR ; Ias blancas
ganan. 2. P4CR, R2C ; 2. P4TR,
P4TD ; 3. K4R, W2A; 4. P5TR!,
R2D ; 9. PSCR, R3R; 6. BCR x
PT, Rx PA; 7. R3D, P5TD (o
bien, P4CD) ; 8. R2A !, PSAD ; 9.
R IC ! (vase el 282) ; 9.. . P4CD ;
10. RZC, P5L; 11. R1C y ganan.
383b. Colle-Pirc, Francfort del
Mein, 1930. Blancas: RICR, P3
CD, P4CD, PSAD, PZCR, P3TR.
Negras : R4D, P2TD, PSR, PsAR,
P4CR, P2TR ; juegan las negras;
l . . . P4TR ; 2. R2A, P5CR ; 3. PTR
x PC, PTK x PL' ; 4. R2R (en caso
de 4. P3CR se tendra : 4. . . P6,4R ;
5. K3R, P3TD ; 6. RS-4, R5D; 17.
I%-lf), P6K-t ; 8, R!K, R6D ; 9,
P?AD, X47.4R1-t- ; 10. RrA, R7L) ;
1 I , P8AD *= D, P7R + ; Ias negras
capturan dando jaque al pen CR,
despus de lo cual lo que decide
es el peon 5CR) ; 4. .. PBCR ! ; 5.
RIR, P3TD ; 6. R2R, R4R; 7. P5
CD f ~zugma l g! ) ; T... PLDx
PC; 8. P4CD, R4X; 9. R1R (.o
bien, 9. RIA, PBAR!; 10. PCRX
PA, P6R!) ; 9.". P6,4R!; 10. RIA
( o de otro modo, 10. PY1R x PA,
P6R ! y luego %A) ; 1Q.. . F6R !,
y las blancas rinden a causa de 1 t .
PxPA, R5A, siguiendo RxPA y
Pl l Cf .
El 384 es una tentativa original
de demostrar que en la conocida
variante (de los cambios) de la
altida espaola, la estru~tura de
ros peones hace de por si perder
a las negras, a causa del pen do-
blado de &tas y de la superiori-
dad numrica de las blancas ea el
flanco de rey. Y aun cuando fa de-
mostracibn se inita solamente a
una uvariante ejernplo~, sta no
deja de ser instxuctiva a su modo.
1. R2R, R2R; 2. R3R, R3R; 3.
P4AR, P4AD ; 4. P4AD !, P3AD ;
5. P4TD, P4CD; 6. P3CD! (6.
PTDxPC?, PADxPC; 7. PAD
xPC, PTD-xPC y las negras,
decpuicss de haberse liberado del
pen doblado, amenazan por su
c: y por 1;)s centrales, seg~n
las part~cularidades de la posi-
cin.
En la posicisn 385 sigui0 : 1 ...
P4C'D; 2. R3C, PSCD? ; 3. R4A,
*P4CR+ ? ; 4. BTR x PC, PTR x
PC+ ; 5. R x Pil, Y4TD ; 6. P6D,
R2A; 7. RSA, P5TD;. 8. P6R+,
R1K; 9. R6A, P6C; I. VTXjx
PC, PTDXFC; 11. Pan+, RrD;
12. R7A, las negras abandonan.
Tarrasch colisideraba que htl-
biera sido rnh; fuerte 2.. . P4TD ! ;
3. R4A. R2A : 4. Z?,STR, PCR x
PT; 5. R ~ A , P ~ R ; 6. P ~ D, P6
TR: 7. P6R-t. RI R; 8. RQtA, P7
T R ~ 9. P'ID;, ~ l i ) ; 10. R ~ A ,
Y8TR=D; l i . P7K+, Rx P D; 12.
P8 R=Dt , R3D; 13, D8D+, R4A,
siendo grandes las posibilidades
de ganar de las negns.
Sin embargo, Fine encontr
que despus de 1. . . P4CD se ob-
henen tablas mediante 2. PYI'R !.
La clave de esta jul;ada coiisiste
en qrxe en contestarion a 2, . PCR
xPT, el rey ha de moverse en
direccin a1 escaque 1AR, p r o no
.pasando por la casila 5hR, sino
J;ror la 5TR, tomando de paso el
F
ligroso pen 4TR ; por ejemplo:
R3C, P4TD ; 4. R4T, 139CD ; 5.
P6D, K2A ; S. P7D, RYR ; 7. Y6R,
B T D; 8. Rx PT, P6CD; 9. PTD
x PC, PTD x P63 ; 10. R6C, PlCD ;
11. Y8D=D, Rx D; 12. R7A, t -
blas,
Es claro qrie la salvacin de las
blancas ha sido posible slo por-
que er, el flanco de dama l as
negras han necesitado demasiados
movimientos para alcanzar un
pen pasado.
%a. Tartakover-Reti, Mariern-
bad, 1925. Blancas : R3A D, PSTD,
P4CD, PSCT), P2AK: P3CR,
P2TR. Negras : R3D, Y2TD, P6D,
PSR, P4AR, P2TR ; lec taca jugar
a las blancas. t . P3AR! (obte-
niendo despus de 2. PARx PR,
PAR x PR un pebn pasado en el
flanco de rey) y ganan.
385b. Gossip-Mason, Manches-
ter, 18W. Blancas : R3R, F4TD,
P3AD, P4AD, P4D, PSCR, PCOTR.
Negras : R3D, P4TD, P3CD, P3
AD, P4AR, PSCR, P4CR; le toca
jugar al negro. 1 ... P4CD ;- 2.
P,4Dx PC, PAD x PC; 3, PTDx
PC, YSTD; 4. R3D, PSTD; 5.
RZA, P5AR ; 6. PCR x PA, PCR
x Pit y ganan.
Menos clara est la partida en
la pasicibn que sigue a continua-
ciOn :
385~. Levit-M. b n g u e , Berlh,
tW4. Blancas: R3AD, P4TD, P4
AD, PSAR, PXR. Negras : RQAD,
F4T11, P5K, P4R, P4AR; juegan
las negras. 1 ... P5AR ? (tmptu-
dente tentativa) ; 2, P4 R ! (es
$cR claro que no se uede 2.
PA?, PR x FA; 3. RJC, R5D y
ganan) ; 2. .. POR ; 3. PAR x PR,
FGAR; 4. R2D! (no 4. R3D?,
FSR- t ! y ganan); 4... RxP5A;
5. P5CR, R4D ; 6. P4R+ !, R3R ;
?. R3R y ganan.
En los ejemplos ue se dan +
f peones centra es.
't cotitinuacin anan a partida los
3854, Pillsbury-Gunsberg, Has-
tings, 1895. Blancas : R2R, PZTD,
P4D, P3R, P6R, P4CR, P2TR.
Xegras: R3AD, IJ4CD, P4TD,
P4D, LJ3AK, P4CIIX, P2TR ; jiwgiin
las blancas. 1 . PBR!, PDxPK;
2. PSD+, R3 0 ; 3. R3R, FSCD;
4. Rx PR, P5TD; 5. R4D, RSR
(en 13 partida que cm~entarnos.
las negras perdieron rApidamente
despujes de l. . . PdTR?; 2. PCR
x PT, P6TD ; 3. RBAD, P4AR ; 4.
FGTR, etc.) ; 6. R4A ! (6. P3TR ?
hubiese resultado ser una prdida
de tiempo fatal) ; e... P6CD : 7.
PTD x PC, P$TD ; 8. R3A, P4AR ;
9: PCRx PA, P4TR; 18. P4CD,
P?TB; 11. RSCD, PSTD=D+;
12. Rx n , PSCR; 13, PSCD, P5
TR; 14. PBC'LP, P6CR; 15. PTRx
PC, EYIRxPCZ; 16. P6D+, R X
PD ; 17. P7CD, R2A ; 18. PSCn=
14 r , R x D ; 19, P7R y ganan.
3Se. N. Grig6riev, 1928. Blan-
cas: RBCR, PJD, P3R. Negras:
RSTR, P3TD, P3CD, P3TK; las
blancas ganan. I . P4F) !, R4C ; 2,
&?A!, R4A; 3. P5D, R4R; 4.
PBR. Ahora, a 4... R3D sigue 5.
R6A; en caso de qric las n e p
lleguen a promover uno cualqi~ie-
ra de sus peones a dama, 6sta es
capturada mediante un jaqve do-
ble : por ejemplo: 4... P4TD ; 5.
R?R, PSTD ; 6. Y6D, etc. (i Jaque
en 8TR !) ; o bien, 4 . PQCD
(4TR) ; 5. R7R, PSCD(flR) ; 6.
P6D, etc., siendo el final : D6D -+ ,
R x PR ; DGCR(6AD) + y ganan.
Este es uno de ecos *trucoss artls-
ticamente realizados, que son im-
posibles en la prhctica, pera que,
no obstante, sirven para i~spixax-
la y enriquecerla.
La fuerza de un pen avalazado
o protegz'do es de todos conocida.
En e3 cagitilo VI se dieran los
ejemplos correspondientes (con
pocos peones j . Damos ahora a co-
nocer ejemplos, complementarios
y mas cafnplcados, de finales de
muchos peones (vanse tambiCn
los 364, J71a, 3?M, 377, 32) que
nos servirhn para ilustrar tanto la
rregla~ canno las posibles sexcep-
cianes~ .
La posiciba 386 fue comentada,
pero slo de manera incam-pleb
(1950). Fue utilizada por G. Le-
wenfisch para explicar la fuerza
de utr pen pasado y avanzado que
tiene lugar despus de 1.. . P3CD,
etc. P. Romanmvski expres6 la
o inibn de que, en realidad, ?a que
P c ejemplo demaestra es la fuerza
de la posicin central del rev
blanco ; la pwici6n conduce a ti-
blas ( a pesar del pen pasado y
avanzado) ; despds de l . , . P3CD,
se consiguen tablas tanto con 2.
P5TR como con 2. PSAR i- ; par
ejemplo: 2. PIITIR, PCRx PT; 3.
PCRx PT, P3TD ; 4. PSAR+,
R3A; 5. R5D, R x PA; 6, R6A,
PIZCD.
La clave de fa pasici6sr consiste
en lo siguiente : las blancas no tie-
nen otra defensa que cambiar
el pe6n 6CR, dejando a las negras
slo el pe6n TR, y dirigirse des-
pus con el rev al flanco de dama
para acabar allt con todos 106 peo-
nes y, finalmente, tener tiempo
de volver a 1 AR (42). Es claro
que para las ne ras tiene gran
importancia el f lspaner de un
tiernp~ de mhs, haciendo avanmr
el yeUn hasta 5TR y clavando
d p e h blanco en 4TR ; las bln-
cas, por el contrario, han de inmo-
vilizar el pe6n negro en 6TR.
P'or eso, para las negras lo
ne jor es jugar previamente L. ..
P4TK ! ; 2. PSAR+ (ms sencilio
:S ahn : 2. PCK x PT, PCR x PT) ;
! .. PCRxf A- t ; 3. PCRxPA+,
R3A. De tocarles ahora jugar a
as negras, &as movedan P3CD
(RklR, P3TD) y la fuerza del
>en pxsado avanzado se haria
i obr plenamente. Sin embargo,
as h!ancas im ideai esto median-
;e 4. PSTD! P no 4. R5D?, Rx
?.4R ; 5. R6D, P4TD !, a bien, 5.
?5TD, R X ; 6. RBD, PBCD!).
lhora es iniitil 4.., PXD, 6 4.,.
?4CD, a causa de 5. PIITD !, y 10
inico que salva a las blancas es
itztcar al pen negro ZTD.
As, pues, si en el flanco de
iama se encoxitrasen todos Tus
xones en sn posicin inicial, una
ila ms abajo, la jugada l.,.
?4TR! habria dado a las negras
xna facil victoria.
Nos queda por aadir que des-
ks de 4, PSTD!, R2A, Io m&
~nc i l l o para las blancas sera
naver S. R4A, R3A ; 6, R4R, o
~i ei i , 5. R5K, RSR; 6, .JZ'CiAR+,
Z2A; 7. RsA, Ri A; 8. R4R, pera
le ningfin modo 8. R6R ?, a causa
ie 8.. . F4CD ! y ganan.
386a. Shhilmilin-Livshin, Mosc,
1950, Blancas : R4TR, P3TD, P2
ID, P4C'R. Negras: R3D, P2TD,
?4'D, I'4AD; les toca mover a
as blancas. Estas ganan despu$is
k 1. R5T, R3R? ; 2. R6C f (por
tjernplo: 2 . Y4TD; 3. P5CR,
P5,4D; 4. R7T, P S D; 5. P6CR,
&ctera). LSegUn el anlisis de
3hitniiliu, 11u biese resistido ~nAs
i.. . R2X ; pfr ejemplo : 2. R6T !,
E-4 ; 3. R5C !, P4TD (o bien, 3.. .
PSCD ; 4. R5A) ; 4. R5A, P5AD ;
5. R4R, PSCD ; 6, P4TD, R X ; 7.
k4D, P6AD ; 8. PCD x PA, P6CD;
). R3D, R4C (las blancas deben
hora c2oturar ef p&n 6CD, tle-
?ando laLpartida a la posiciirn vic-
ioriosa 163, trasladada una cstum-
U a la izquierda, pero seria em6-
reo 10. P4AD 7, R x PC; 11. R3A,
R5A ; 12. R x PC, R4R lR! ; tablas,
como puede veme en e[ mismo
163) ; 10. R2D!, Rx PC; 11. RIA,
R5A ; 12. R2C, R5R ; 13. H x PC,
R6D ; 14. R2C, y anari, del mis+
m.0 modo que en e f 163.
3Sb, If in-Zhenewski-Rabino-
vitch, 1926. Blancas : R3R, PJAR,
PSAR, PXR, PZTR, Negras:
R2R, P5CD, PXD, P3D, P2CR,
F2TR ; juegan las blancas* Los
peones pasados d&biX~;s de las ne-
gras no gaeden ser peligrosos si
carecen el apoyo de su rey; esto
ziltirno es imposible, uesto que
P las blancas crean en e flanco de
rey uim situacin. de apertura de
brecha, f . P4CR 1 , R3A; 2. P4AR !,
34D ; 3. R4D, PmR; 4. R3D,
R2R; 5. R4D, R3D; 6. P4TR, ta-
blas. Los peones pasados avanza-
dos no desernpesan en el 386b d
papel corriente de #distraer,, ya
que el rey negro no est en condi-
Mones de atacar a Zcs peones ene-
migos.
En la posicin que sigtle a con-
tinliaci6n puede tambien obcer-
varse la ~nsuficiente accicn de
.distraer. que realiza el p&,e<in pa-
sado, avanzado y defendido.
386~. Woker, 184t. Blancas.
R3R, P4TD, P4CD, P5AII, P411,
P3CR. Negras: KQAR, PSTD,
P3C13, P3AD, P4D, PICR ; 'uegan
1 las negra. 1.. . P4CD ! [de o con-
trario, 2. PAD x PC p 3. P5TD ;
tambien amenaza P4CDJCD) ; 2.
PTD x PC (no 2. P5TD ?, R5C ! y
ganan) ; 2... PAD x PC (el pe6n
SAD no es plig-roso) ; 3. R3A,
P5CR + ; 4. R3R, P3TD ; 5. R3D
(5. F6AD ?, R3R ; 6. R4A, R3D ;
7. Rx PC , P4TD!) ; 5.. R3R; 6.
R3R, R4A, tablas.
El 337 (N. Nilsen, 1951 ) nos da
un ejemplo de psici6n en la que
el juego en un flanco contrarresta
y sobrepasa el valor de un ~ 6 x 1
pasado y avanzado en el flanco
opuesto.
1. PSTD!, R1C ( 1 ... PCDxPT
es dbil ; en caso de 1. . . P4CD, se
tiene 2. RSA, R2A; 3. R3R, P3
CR; 4. RSD, R3A; Y. Rx PA,
R4A, a bien, S. . . P4CR; 6. R4D;
6. R4D ; 6. R5D, P4CR; 7. P4AD,
PSCR; 8. P4AD, etc., cambiando
al final l as dainas) ; 2, P6TD !,
R1A; 3. P4AD!, Rf C (o bien, a-..
RZR; 4. R5A!, R~ D' ; 5. R4K,
P4CR ; ' . P4D, PAD x I?D ; 7. P4
CD !, P5CR; 8. R x PD, etc-, la
misino que en la variante princi-
pal) ; 4. RSA, R2A ; 5. P4D !, PAD
x PD ; 6. R4R, P4CR ; 7. P4CD !,
PSCR ; 8. R x PL), R3R ; 9. R4R,
P6CR ; 18. R3A, R4R ; 11. P5AD !,
PCDx Y A ; 12. PSCD, 33313; 13.
P6CD y garian.
En los ejemplos que siguen, el
en pasado avanzado de uno de
Pos contrincantes sirve (en circuns-
tancias favorables) de suficiente
contrapeso al pebn pasado prcite-
gido del otro.
En el 388, las negras han co-
menzado antes de tiempo a atacar
"' pe
621 4AR, mediante 1 ... P3
TR . , a lo que sigue 2. P4TR !, y
la amenaza de 3. PCITR, por lo que
las negras se ven obligadas a con-
tinuar 2. . . P4TR, perdiendo defi-
nitivamente la oportunidad de
realizar el rclmpirntento que pre-
paraban.
En sus comentarios, Ta r r a s ~h
anota : ~Segn demostraron los
a~ilisis realizados despus de ter-
i~inada la p rtida, lo ms diffcil
B era alcanzar a victoria despus d e
l . . . HIAD. Para comenzar, l as
380
hlancas deben nllover el pen TX.
Tarracch no dio a ctiocer variantta
alguna que demostrase el triunfo
de las blancas.
Sin embat o, parece ser que no
se puede ha f lar de victoria ; pcir
ejemplo: l . . . Kl A! ; 2. Y4TR,
R1D; 3, RSD, R2D; 4. Rx P R,
R x PD; Y,.R411), R3R; 6. P4R,
R3D ; 7. R4A (7. P5TR, Z'CR E.
YT); T... R3A; 8. R4C, R3C; 9.
R4T, R4A! ; 10. R5T, R5D; 1 1 .
P5R, R4D; 12. RGT, R3R; 13.
RxPT, Y3TR; 14. RW, 134CR,
tablas.
388a. Tomado del anlisis de
V. Chejovex, 1936. (Posicin posi-
ble de una de las variantes de 1;i
artida del match -4lekhirie-
32sa Capa \ lanca, 1927). Blancas: X3
CR, Y5TD, P4CJ3, P4D, P3R,
P4-\R. Negras: RIZAR, P!TD,
P2CD, P4D, P4TR; juegan las
negras. Despues de l . . . P3TD, o
bien, 1 -.. R3CR, las blancas no
pueden ganar.
En la posicin 389, a diferencia
de la 371a (vase la nota final),
las blancas pueden obtener la vic-
toria. Para ello hay que bloquear
previamerite el pen TB y ligar
a 41 al rey negro.
Fine recomienda : 1. R4C, R E ;
2. R4T, P3TD ' Z; 3. R4C, R3A;
4. RQA, R.32; 5. R5D !, etc.
No obstante, en la prctica re-
sulta que la tarea de las-blancas
es mucho ms complicada. Fine
"g
no tuvo en cuenta la mejor de-
fensa de las negras, a saber: 2. . .
P4TD, o bien, 2. . . R3-4 ; 3. RST,
R2,\!; 4. R6T, alc. Y en el mo-
mento en aue las tablas Darecen
inevitables,* se fuerza la $ctoria :
5. PSTR!, PCR x PT ; 6. P6R !,
R2A; 7. RxPT, R3D; 8. RGC,
Rx P R; 9. R6A, R3A; 10. R6D,
R3C ; 1 1 . R6R, PSTR; 12. PCRx
PT, R2C ! ; 13, R x PA, R2,4 ; 14.
RSR, R2R; 15. PSTR, R2A ; 16.
P6D !, R3A, 17, P6TR !, etc., igual
que en el 161. La posibilidad de
ganar se basa precisamente en esta
posicin terica.
En el ejemplo que a continua-
ci6n sigue, el pe6n pasado prote-
E:,",,.'
Irrece por conlpfeta de
P4CD; 2. PSAD, PSCR; 3.
P5D +, PAD x PD + ; 4. R4A, las
negras a'oandonat.
Berger, rellribndose a este mis-
mo ejemplo (por cierto mal des-
crito), considera ue 1 .. . P4CD es
el error que da 'i a victoria a las
blancas. La realidad es que las
blancas no pueden ganar, se&n
hizo ndar Y. h i k en 1942 ; por
ejemplo: 4... P5D ; 5. R x PC,
R4D; 6. R4A, P3TI3; 7. PXD,
P4TD; 8. R3A, PTDxPC; 9.
PTD x PC, R4R, tablas (vkase el
213b).
390
En e1 390 (con un pebn pasado
y defendido en el centro), la sal-
vacin se consigue cerrando los
flancos.
Los comentaristas han conside-
rada siempre quc la posicin 390
da, sin lugar'a dudas, la victoria
a las negras. Pero la cosa no es tan
sencilla como parece,
El anlisis de V. Sozin, 1929,
que damos a continuacicin, y que
hasta la fecha no habia sida pu-
blicado, demuestra que las blan-
cas podan alcanzar tablas.
1. .-. R2T
389a. Herland-Johnson, Niica-
rest, 191 1. Blancas : R4R. Y2TD,
A variantes anlogas conduci-
P4CD, P4AD, P4D. Negras : R3R, ra 1 ,.. R1C ; 2. P3CD, R2A ; 3.
P2TD, P3CD, PISAD, P4CR ; jue- RZR, R2R ; 4. P3TD, R2D ; 5. P4
gan las negras. Despus cle 1 . . . CD, etc., como ms abajo.
Ms exacto seria 3. PXD.
A ta bias cntidriciria. 3.. . K3A ; 4.
F3CD, R2R; 5. P3TD, RSD; 6.
P4CD, FTD x PC; 7. PTD x PC,
P4CD! (si 7... P3AD, se tiene 8.
p5CD !* B
el rey negro &u tiene
nor dn e pasar) ; 8. PAD x PC,
RI A; 9. PGCD!, R2C; 10. PCDx
PA, Rx PA; 11. R4R, R3C; 12.
R3D, R e ; 13. R&%, BSR; 14.
R4D, RxPCD; 13. Kx PR, R4A;
16. P4TR, P3CR ; 17. P3CR, R5A;
18. PSTR, P4CR ; 19. RSA, R x
PD; 20. R6C, R4R; 21, RxPT,
R3A ; 22. R7T, ete., quedando ahoc
gado el rey en el escaque 8TR.
i Esta es la f i ~~i ca j~gada que
hace perder! .Lo correcto hubiese
sido 4. P3CD!, y en caso tle 4...
R3A, las tablas se alcanzan corno
se ha indicada ms arriba, me-
diante S. PJTD, R2R; 6. P4GD,
etchtera ; en caso de 4... Y5Rc,
se movera 5. R3R 1, R x PC ; 6.
R x PR.
Tampoco las negras han lfe ado
a com render las sutilezas e la
t
8;
posici n y, a su vez, pierden
tiempo.
Des u& de 4... R3A!; 5. R3A
(a 5. F~cD, hubiese seguido aho-
ra 5.. . P4CD ; 6. PAD x PC, P5R ;
1, R4A, P6R; 8, R x PR, R4R; 9*
P4TD !, R x PD ; 10. P4CD, PTD
x P C; 11. P5TD, R4A; 12. PtETD,
RSC; 13. R4D, P4AD+ ! y
nan) ; s... R2R; 6. PCD, R2g:
7. P3TD, PJAD!; 8. PICD. P T ~
x PC; 9. PTD x PC, P4CD!, las
ne as deben ganar.
ganancia de tiempo: es de-
cir, la circunstancia de que en la
~ai ci n R3A-R3A (antes de ha-
krse jugado PXD) les ttxase -3-
gat a Ias negras, tendria un 1-3 OT
decisivo.
t
3 uga nntio ahora corrcctarne~ts,
la partida acaba de nuevo en
tablas.
5. . R3.4 ; 6. R3A !, K2R ; 7. P3
TD, RYD ; 8. M.4R? (de nuevo
pierde ; a tablas conducla 8. P4LD,
etcCtera, de fuma idhtica rt la
nota que sigui6 al tercer lance de
las negras) ; 8.. . P3AD ! ; 9. PSCR
(a 9. P4CD hubiese seguido
PTD x PC ; 10. PTI) x PC, P4CD !
y ganan, 1.0 no 16 ... PAD x
Ip" PD+;11. ADxPD! 12.B5@DV
con tablas) ; 9... x PC 10.
R3A, P4CD ; 1 1. P4TD, P ~ D x
PT; 12. PCBxPT, PADxPD; 13.
PAD x PD, R2A; 14. R4C, PSK I.
Las blancas rinden.
i iInstructivo fihal !
Examinemos ahora un grupa,
de finales en los que la mejor
pasicidn del rey de una d8 las
partes es decisiva en el. resultado
de la partida.
Estas posiciones se han dado
anteriormente, pero siempre e n
eombinacibn con otras circuns-
tancias. En les ejemplos que se
exponen m&s abajo se subraya el
alejanlieuto u Ia sleparacn del
rey enemigo de los sectores deci-
sivos del tablero o de los escaques
estratkgiccrs or los que se des-
arrolla. la luc \ a. Estas sicione~
son va el paso a los inales de
mancobra puros.
P
A tablas hubiese llevado 1 ...
R4A; 2. P3AR, PKR; 3. P3TR
(tablas da tambi4n 3. P4CR+,
R4R; 4. R4C, P4AR; 5. PCRx
PA) ; 3...P4TR; 4. P4CR+, PTR
x P C ; 5. PTRxFC+, R4R; 6.
RBC, PBAR ; 7. PCR x PA, PR x
PA; 8, RJA.
En la partida se jug : I .. . R4R ;
2. P3AR, P4CR ; 3. R4C (Ea posi-
c6n despus de 3. P3TK se coa-
sidera aparte ; v&ase el 391a) ; 3. ..
YSCR; 4. P%AR+, R4D! (no 4,..
R5R ?, a causa de 5. RSA, R x PR ;
6.k6D9 R6A; 7. R7R, R7C; 8.
Rx PA; Rx PT; 9, RxPR, Rx
PC; 10. P5AR) ; 5. R5C (5. R3A,
R5R) ; 5%. , P4TR ! ; 6. K6c, RSR ;
7. R6A, R x PR ; 8. R6D, P5TR ! ;
9, PCRx PT ( o bien, 9. R7R,
PTR x PC ; 10. 'PTR x FC, R6A Y
ganan); 9... Rx PA; LO. x~R,
P4R ; I 1, RSA, PSR. Las blancas
rinden.
39ta. Blancas- R3T'D, P3R,
P3AR, P ER, 1'33.X. Negras:
R4R, P3R, P2AR, P4CR, P;?TR.
Jaegan las negras.
La victoria Se obtiene del modo
sguieaie :
1.. . P4AR ! ; 2. R4CD, P4TR !
TJnica forma de ganar. Ea caso
de 2.. . P5AR 3, se tendria S. PCR
x PA+, PCRxPA; 4. PRxPA+,
Rx'PA; 5. RSA, Rx PA; 6. R6D,
tablas. O bien, 2.. . P 5@R ? ; 3. PTR
x FC, EAR x PC ; ' 4. PAR x PC,
R5R; 3. R5-4, Rx PR; 6. R W ,
R6A ; 7. R x PR, tablas.
Es la mejor jugada que puede
hacer el blanco. En caso de 3.
RtiA, se tiene 3. .. P5CR ; 4. PTR x
PC (o bien, 4. PAR x FC, PAR x
f C !) : 4 . . PAR x PC (tambihn
gana 4... PTRxPC; 5. P4AR+,
R5R; 6. R6D, RGA) ; 5. P.4Rx
PC ( o bien, 5. P4AR+, R5R ; 6.
R6D, P5TK!); 5.. PTRxPC y
ganan.
s... P5CR; 4. PAR x PC, PAR
x PC ; 5. PTR x PC+ PTR x PC ; 6.
R3D, R4D ! ; 7, P4R+.
En caso de 7. R2D, gana y...
R5R; 8. R2R, P4R.
T. . . R4A ! ; 8. R3A, P4R y ganan.
Otra ejemplo de rey aale~ador :
39l Ei. Masm-Inglish, Londres,
1883. Blancas : R3R, PQCD, PQAD,
P3AR, P3CR, P2TR. Negras:
R3TD, P3AD, P4R, PQAR, P3A'R,
PmK ; les toca a las blancas. Me-
diante 1. P4CR se consigue liqui-
dar a tudos 10s peones en el fiancs
de rey. Las negras contestaron
ron 1. ,. PSAR+ 3 y no tuvieron
tiempo de trasladar su rey af cen-
tro a causa de 2. R4R, P3TR ; 3.
P4'I'K, R3C ; 4. PCICR, PAR x PC ;
5. FTRxPC, PTRxPC; 6. Rx
YR, P5CR ; 7. R x PA, PCR x PA ;
8, Rx PA, R3A; 9. R4R, R3D;
10. RSA y ganan. Ido correcta hu-
biese sido 1 .. . PAR x PC ; 2. PAR
x PC, P3TR ; 3. P4TR, R3C ; 4.
R4R, R2A ; 5. PSCR, PAR x PC ;
6, PTRx PC, PTRx PC; 7. R x
PR, PSCR; 8. R4A, R3D ; 9. R x
PC, R4R, tablas.
La anti uisirra yosi c~i n 392 (sa-
cada de 9 a primera edicin del
rr Bilguern , 18431, estuvo conside-
rada durante mucho tiempo comrt
tablas. Berger da las siguientes
variantes: 1 . PSR, PARx PW; 2.
PAR x PR, R2D; 3. R5D, P4CR ;
4. P6R+, R2R; 5. R5R, P4TR ;
6. R5A, P5CR; 7. R5C, R xPR;
8. Rx PT, R4A, tablas; o bietl:
1. P4TR, P3CR ! ; 2. RYD, R2D ;
3. P5R, PARx IPR; 4. RxPR,
R2R, tablas.
Fine demuestra la posibilidad
de ganar del moda siguiente : 1.
R5D, R2D ; 2. P5R, PAR x PR (2.. .
R2R; 3. PRxPA+, RxPA con-
duce a una micin que se exami-
na mas ade !l ante; en caso de 3...
PCRx PA, ana R-fiAD-KI), et-
cktera); 3. k xPR, R2R; 4. R5D,
R2f) (en casa de 4... R3A, gana
5. R6A, etc, ; el rey negro, des-
uCs de RxEPA, perinite a las
&ancas coronar dando jaque) ; 5.
R5A, R2A (vuelve a darse la po-
sicibn inicial, pero sin los peones
4R y 3AR) ; 6. P5AR ! (asegura
a las blancas una ventaja en la
partida a rtiempcr~ que ha de te-
ner lugar) ; 6.. . P3TR ; 7. P3TR,
F4TR; 8. P4TR, RZD; 9. MC,
R2R; 10. RxPTD, R3A; 11. Rx
=D; P B C ~ D ' ; 17. DSD+, R3A ;
18. D x FTR, D8AR+ ; 19. RGCD,
D7AR+; 20. R6TD!, D?T+; 21.
R56 y las negras no pueden dar
jaque.
En la posiciGn que sigue, el
rrnejorn rey (que, adetnic, con-
quista la oposiciein), es el de las
negras.
392a. Ltrid-Yinaver, Pads, 1867.
Blancas: R4AR, P4AD, P4R, P4
CR, P4TR. Negras : R3R, PQAD,
P2AR, PJCR, P3TR; juegan las
negras. Mediante 1.. . P4CR + ! ;
2. PTRxPC, PTRxPC+; 3. R x
PC ( o bien, 3. R3A, R4R ; 4. R3R,
P3AR y ganan) ; 3.. . R4R Ias ne-
gras se apuderan del centro. A
esto sigui6: 4. R6T, Rx PR; 5.
R9C ( j d rey se ha situado en el
camino de su pe6n !) ; 5.. P4AR! 1
y desptis de 6. P5CR, PSAR, 1%
negras o bien promueven el pen
dando jaque o bien cambian las
damas y ganan,
E. Kenningen hizo notar ( 1 899)
que 5. RSC 5. R5T (en lugar de
5. R7C ?), hubiese dado tablas.
3. EJEMPLOS DE LA LUCHA DE MANIOBRA
En los finales que se dan m& abajo, 1% lucha se daarrolla por 10s
puntos clave de la posici6n (casillas de irrnpcin en el campo adversa-
rio, escaques critiros) sobre la base ya de apoderarse de la oposiribn,
ya de ocupar la conjugacin. Para alcanzar el objetivo propuesta tiene
frecnentemente gran unportanda el disponer de tiempos de reserva,
pero, sin embargo, esto no es nna condici6in imprescinQbk para ganar.
La prtinilaridad principal de
la pi c i bn &S reside en la distri-
baci6n caracteristica de 1- peones
SR y 4AR, disposicibn ue fuerza
1 a atacar s61o en plan e contra-
ataque que col ue al adversario
en z u p n g ( 3 se el 16).
l . 3D ! ( l . R4C babiese cm-
ducido himnzente a an finai de
dama can un n de ventaja) ;
1 .. . R2D ; 2. P4 P" !, PSAR (peones
intocables son, despus de este
movimiento forzado, los 4R y
SAR, con la particularidad de que
el pe6n SR, que de por si es in-
defenso, cumple un papel decisi-
vo, par cuanto quita al rey negro
tada posibilidad de maniobra; 3*
R2R (amenaza 4. R3A) ; 3.. . R3R ;
4. R2A ! y las negras abandonan,
Esta misma situatciOn se puede
apreciar en ef ejemplo que sigue,
pero combinada can e1 factor
atiempo~,
En la instructiva posiciQn 394
(Srohveda-Sika, Brunn, 1929), toda
consiste en la apreciacin de 'los
tiempos de reserva de que dispone
cada uno de los contrincantes. En
el flanco de dama, las blancas tie-
nen ventaja (el pen negro se en-
cuentra en 3TD y no en n D ) ,
mientras que ea eI flanco de rey
son las negras las que estan en
superioridad (a causa de 1% op-
cin a avanzar das casilias del
1pe61t n"R).
Lo interesante de esta posidc)n
es que gana ef que comienza, -ya
que el primero que juegue alcariza
a estab~tizar (s carrepr) la situa-
cin en el flanco udessfavarable b.
Las negras podran ganar del
modo s i ~ i e n t e : 1 ... R4R ! ; 2.
R3A, P4 D! 3. P3C [en caso de
3. f 4TR, se tendria 3. .. PSTD 1 ,
sobrando t a p o s ea ambos flan-
cos, xniex~tras qale si se da 3. P4
TD, el flarrca de dama de las
ne as es ya rsatisfactcifio*, y 3. ..
P R ! es correcto) ; 3.., P4CD!
(amenazando PSCD) ; 4. P3TD,
PWD ; 5. PCD x PT ( o bien, 5.
P ~ CD, ~ P3TK) ; 5. . . PCD x PT; 6.
P4TR, P4Tk
TscAndales jugar a las btancas
moveran 31. RW!, R4R; 2. P4TI;E!,
P4TD; 3. P5rlT!, P5TID; 4. PGTR!,
PXD (4. . P4CD; 5. P3T; 4... WT;
5. PCDxFT, 6, P4CDI, P"T)xPC;
6. PTD x PC, P4TE), PCDxFI'; T .
P3TD); 5. P4Ca, P x P a. p.; 6.
PxP, P4C; 7. P4CD, y ganan.
Otros ejemplos de partidas en
las que el factor %tiempo, juega
un gran papel,
3Ma. Opocheaski-Prokop, Pra-
ga, 1942, RZancas : R4R, P3TD,
V3A19, P2CR, P2TR. Negras;
R2AR, PS"TL), F3AD, P2CR, P2
TR ; juegan las blancas. Despuhs
de l . R5R, R2R, es evidente que
las negras no pueden de ningfin
modo mover el' p6ri 3AD. Gracias
a esto, el e6n 3AD U m en si dos
tiempos l? e reserva, Io que decide
la lucha. 2. P4CR, R2D; 3. PICR,
R2R (esperanza infundada en la
inaccesiblrlidad de la sexta fila) ;
4. PUR, R2D ; 5. PSTR, R2R ; 6.
P4TD, P4TD ; 7. PIAD, R2D ; 8.
PGTR, P3CR (o bien, B... PCRx
PT; 9. PCRxPT, R2R; 10. P5
AD) ; 9" R6A, R3D (9 ... P4AD ;
10. R5R) ; 10. R7C ahora es ya
infitil la continuaci 1 n 10 ... R2R ;
11. RxPT, R2A, a causa de 12.
PSAD. Las negras abandonan.
394b. Leonhardt - hZarsha11,
Ram burga, 1910. Blancas : RGCD,
Pm'D, P4CD, P2CR, P n R, Ne-
ras : RlCD, P32'D, P2CD, P3CR,
%~ TR; juegan las blancas. 1.
P3TD, R1A; 2. PQTD, P4CR (en
caso de 2. .. RlC, se tiene 3. P3CR,
R1A; 4. R7T, R2A; 5. PSCD,
PTD x PC; 8. PTD x PC, P4CR;
7. P6CD+, R3A; 8. P4CR y $a-
nan) ; 3. P3TR, Rl C; 4. P3CR!,
R1 A ; 5. PQTR, PCR x I T ; 6. PCR
xPT, RtC; 7. RSA, R2A; 8. R5D,
R2D; 9. X R , R3,4 (a 9... R2R
decide 1 O. PSTD, ya que 10. . f 4TR
s610 pierde un pe6n y no puede
ser considerado m o un tiempo
de reserva) ; 10. J?5TR, P4TD ; 1 i.
PCDxFTT), R4A; 12. PmR,
R5C ; i 3* R6A. Las negras rinden.
3 9 4 ~ Thomas-Marotzy , Niza ,
1930. Blancas: RSAR, PBTD, P2
CD, P4AR, JP2CR, P2TR, Negras :
R2D, P3CD, P4AD, P3AR, P2@R,
P2TR ; les toca jugar a las hiatr-
cas. El blanco bloquea (estabili-
za) el flanco de rey, al misma
tiempo que se rocura tiempos de
reserva. f . P4T Y2 ! , R2R ; 2. P5TR,
R2A (en caso de 2. , . P3a'R, se t i e-
ne 3. R4R, lo mismo ue se ju 6
a 8 en la partida 3. R6C, 1A, na a
nada) ; 3. R4R, R3R; 4. PSAR+,
R3D ; 5. R3D I y las negras, que
se encuentran en zugmarag, ahan-
dcman; el ejemplo variante que se
da a continuac16n es; muy signifi-
cativo : 5. . . R4D 5 . . R4R ; 6.
R4A) ; 6. Y3CD, R3D ; 7. f4A,
R3A; 8. PSCR, P3TR; 9. P4CK,
R2A ; 10. R5C, R2C ; 11. PSTD,
FCDxlEYI'; I2. RxP. 9, R3T; 13.
R6-4.
La c a n aracin ck la posicibn
395 (toma $ a de la partida Loman-
Van Helder, Anisterdam, 19 t 9)
coli los ejemplo's precedentes per-
mite corn reader m5s a fondo el
carcter* B e la partida en la que
infltlve el factor eticrnpur .
Como se vio en el 394 (a y b ) , la
esencial ea este tipo de partidas
[ i m~i st e en crear una posicin de
zrmgmang en la que lo que decide
es el ultgma tiempo qte queda de
reserva.
La pcrsicf6n MAR-R4kD del 395
nc es el zirgzwang que permite
a las negras alcanzar la victoria.
En efefec'ta, precisan afin un tiem-
o de reserva para obligar a las
%lamas a jugar R3D (es claro que
no R3C I, R5D) ; luego, en la po-
slcirr que se da despues de P5CB.
P4TD I fni ue decir tiene que no
9 PTDxFG+ , Rx PC y el rey ne-
gro ocirpa la casilla critica del
p d n 4R), las negras necesitan
isn seg2t~tOiQ tiempo; 10 mismo en
el taso 1 ,.. R3C ; 2. R4A, R4T ; 3.
R X que clespu4s de t... P8CD ;
2. R3A, P7CD ; 3. R x YC, R5C;
4. B5TD, R x PT; 5. R3T, R4C ;
6. R3C, R4A; 7. R3A. Paralela-
mente a esta, la estructura de Im
peones ea el flanco de rey c610
asegura a las negras uno y no dos
tiempos de reserva.
En fa pbsiciidn RQGD-RXD, las
nep;rasp en caso de ser mano, ne-
c~si tan tambin dos tiern os de
reserva para ganar (1 y s6 o una,
si fa toca a las blancas !).
P
Pero en la posicibn R3CD-R4
TD, las negras precisan tc-n solo
tiempo, ya que al retroceso del
rey blanco sigue R5TD y PSCD.
En la partida que comentanicis,
las blancas no llegaron a rom rea-
der ercnl era la oportunidad) del
enemigo y jugaron f .. . P6TR 7,
con lo que no s61o no mejoraron,
sino que incluso debilitaron sus
peones, perdiendo de la alecciona-
dora forma siquiente : 1 ... R3A !
(con la intencion de alcanzar 4TD,
pero evitando el escaque XD, a
causa de la &plica R4C) ; 2. R3C,
R2C ! ; 3. R3A (3. P4TD, R3C !) ;
3 R-WD ; 4. R2C, R4T; 5.
R3C, P4CR (; ahora marcha todo
bien !) ; 6. P4CR (a bien, 6. P4TR,
PCR x PT ; 7. PCR x PT, P4TR) ;
6... P3TX; 7. R3A, R5T ; 8. R2C,
P5CSt-b; 9. PTD x PC, R x PC y
gansa.
Pero las blancas hubiesen podi-
do saluarse, de haber corregida,
cuando todava era tiempo, su si-
tuaci6n en el hnc o trdecfavsxa-
b l e ~ : 1. P4CR ! (e1 pen 2TR, que
paede hacer dos movimientos,
debe quedarse en su sitio) ; 1.. .
P4CR (las blancas amenazaban
con 2. P5CR ; en caso de l ...
f 3TR, se teqdria 2. F4TR !, R3A ;
3. YZITR) ; 2. R3D!, R X (esto
ahora es intil, ya que las negras
han perdida ef tiempo de reserva ;
en caso de 2.. . P5CD ; 3. P4TD !,
pierde ya 3... K3C ?, pero afn
pueden consegilirse taotac con s...
PGCD) ; 3. R3A, R3T; 4. R2C,
R4T ; 5. R3C, P3TR ; 6. P3TR=
En los ejemplos que siguen, el
objetivo de la maalcbxa consiste
en hacerse con las casiltas crticas.
La soluci0n correcta de la posi-
c i h 396 estuvo mucho tiempo sin
hallarse, pero actualniente nri
ofrece lugar a dudas.
El plan de las negras cbsi st e
en tomar todus 10s panes del
flanco de rey, pero de tal modo
que el rey ueda luego ocupar las
P casillas cr ticas del pen 3AD ;
para conseguir esto ltimo las ne-
gras disponen, adems, del tiem-
po de reserva 4AD.
3% evidente que en caso de 1 ...
P5TR; 2. PCRxPT?, PCRxPT,
fas negras piteden alcanzar fhcil-
mente srt objetivo, gracias a su
en pasado y avanzado, pero las
Blancas pueden contestar 2. RJT
ye n casade Z... PTRxPC; 3. Rx
PC, P4AD; 4. RZC, R5A; S. R2A,
PSCR; 6. PARx PC, Rx PC; 7.
R2C, l as negras no disponen de
otro tiempo de reserva. Por eso
han aptado por maniobrar con si l
rey para poder jugar R4A como
rplica a R x PXR y de este mo-
do reservarse el tiempo P4AD.
En la partida que comentamos,
les tocaba jugar a las blancas y
a 1. R2T signi6: l . . . R3A; 2.
RZC, R3C; 3. R2T (sin ningrn
genero de dudas, 3. R3T es me-
jor) ; 3. ,. PSTR ! (el plan de las
ne as ha tenido xito; no salva
Y a as blancas 4. P4AR, PAR x
PC ; 6. PCR x PT, a causa de s...
R4T ; 6. K3T, P4AD) ; 4. R3T,
FTR x PC ; 5. R x PC, R4A (la son-
tinriaci6n es a.n bastante intere-
sante) ; 6. R2A (pierde tambiCn
la jugada rnejor 6. R2C; dase
ms abajo) ; 6... 'RSA ; 7. 8 2 8 (o
bien, 7. R X , FSCR) ; Y.,. R6C ; 8.
R3R, P4AD ! ; 9. R2R (9. R4R,
A ; 9... R7C y las blancas
abandonan a causa de 10. R3R,
RBA ; l . R4R, X7R.
En caso de d. RZC, gana 6.+.
R5A; 7. R2A, P4AD!; 8, R2R,
R6C ; 9. R3R, R6T! (las blancas
no pueden contestar con R3D) ;
10. R2D (o bien, 10. R4R, R7C) ;
10.. . R7T ! (oposicin en la fila
11. R3R, RSC; 12,
f;?eig%!;; 13. R3R, K8A, etc.
Los tres primeros rnuvimientas
que se hicieron en la partida no
convencen de que iosta se llevase
de la mcjar foma posible. Berges
exyres6 sus dudas respecto al mo-
vimiento J. R3T, pero se abstuvo
de hacer el an&l&~s y de dar su
apreciacin getieral de la p i -
c26n. En cuanto a Fine, para et
que evidentemente las tres -
meras ufacadas no afrecictri. du as,
i!
gf.i
anot ebaja del 396 : ctljas negrm
ganan., siendo de sealar que ce-
di6 a las negra hasta el turno de
ju ar (aunque WI realidad les toca
a f as blancas), fo que, por cierto,
no tiene gran importancia.
En 19iQ, M. B~nch-Ocm01,lovski
y N. Ter-Pug6sov cliticar~n esta
afirmacin de Fine. Hicieron no-
tar que si a 2... R3C hubieran coa-
testado las blancas no con 3. R2T ?,
sino con 3 R2C (por ejemplo, 1.
Rm, R3A ; 2. R3T, R3C ; 3. R2C),
resaltara que 3.,- PSTR condu-
cirfa inmediatamente a tablas, a
causa de 4. P4AR ! (por ejemplo:
4.. PCRxPA; 5. PCRxPT y 6.
R3A; o bien, 4.". R4A; 5. PAR
xPC, PTRxPC; 6. RxPC, Rx
PC y la aposicibn no da nada a
las negras). Asi pues, el traslado
del rey a 3CR resulta In.fitil y la
afirmacin de que ulcts negras ga-
nanr es errbnea,
Ambos autores no se limitaron
a hacer la critica, s h o que propu-
sieron sus propios anlisis, ex-
traordinariamente importantes pa-
ra la aolurfi de la psicibn dada.
Demastraxon que las negras ganan
(toendales jugar) ea 1 s
ciones siguientes : 1 ) R2T- r i - 3A,
2) R2A-R3A, 3) R3T-R4R ; en los
tres casos decide PSTR.
En relacin con esto, 1- auta-
res consideraban demostrada la
vicitoria de las negras en la posi-
ci6n inicial (396) ; sin embargo,
a pesar (;ie haber entrado de lleno
en fa resaluei0n del problema y
haber esgrimido todos os datos
necesarias para demostrar esta vic-
toria, no sacaran las canciusions
necesarias y expusieras de f m a
csmpletarnente errnea su solu-
cin ; a saber: s r f . Rn, R3A ;
2. R3T, R3R! ! ; 3. RZC, R4R!;
4. R2A, R3An. evidente que
todo esto no denluestra nada ta-
dada: en la posiciiin R2A-R3A,
la victoria ha sido demostrada lo-
e%ndoIes jugar a las negras, mien-
tras que ahora juegan 1m blancas.
Si stas mueven 5, RSC, no cabe
la mcnm duda de que las negras
tienen que comenzar de nuevo SU
poco convincente rtiavivo~ .
Eu efecto, el continuar mani-
obrando fdef modo que se hizo
en la partida a de la forma que
se aplica en los anblisis), es com-
pletamente irrbtii. 1,a posici6n del
rey negra en 4AR es suficiente-
mente buena ara cilalquier pasi-
ci&a del rey Zanco (ZAR, 2CR,
m\R, 3TR).
\
Re aqul la solucin correcta:
j Inmtdiaitarnente y cualquiera
que sea la posicin del rey blanco!
Se consideraba totalmente des-
cartado el abrir brecha sin esperar
a ms, siendo recisamente este
error general e P que, como una
muralla, impedia ver la soliicibn.
prcsenblndose ante nosotros la po-
sici6n victoriosa de Bmch-Osmo-
ovski y Ter-Pog6sov, obtenida
con un simple cambio de jugadas.
La victoria de las negras se de-
muestra asf :
1) a 3. RBC, 2C, 2T, sigue 3.-
PTR x PC ; 1. R x PC, R4A, el&-
tera, como m$s amba ;
2) en caso de 3. P4AR+, se
ca. f . P5TD, R2I) ; 2- PsCD, R1.A ;
3- PmD, RfC (debido a la ame-
naza P'ITD, al rey negro le que-
dan s61o los mcvrmientw Rf T y
RIC; las blancm, para poder ga-
nar, dekrgn mp c m el rey la
casi& 6D, pero hicanente e&
tando el rey negro en t TD ; de ahf
qlde haya que d e r a las nepw
el turno de jugar) ; 4. R4CI R1T;
5. NC, RIC {las negras se ven
obligadas a realizar an n6met.o
crpczra de jugadas; por eso el rey
blanco debe valver a 5AD en tzn
n 6 mm uimpxx de movmien-
&as) ; 6. R3A, RLT; 7. R4D, RtC;
8, R5A, Rl T; 9. R$D!, RIC! ( a
musa de ta amenaza R7A, !as
blancrcrs han ganado un tiempo h-
10. RxPR, PSD; I I .
398b. Gr& - Nimzowtch, Zu-
rkh, 19-34. 1Blanc.as: R4AD, P4
TD, PXD, P3A R, P4TK negra,^ :
R3AD, P3TE), P.BAD, P3CR, P4
TR; maevea las negras, La si-
Xuacibn de (SS- es dudosa debido
a la fal b de tiempo ; la cobtinua-
ci6n lgica 1 ,-. 83D deja a las
blancas con un p d n de; ventaja
es final de dama despuk de 2.
3)4AR, R3A ; 3. P4CD, PAD x PC ;
4. R x PC, R3C ; 5. PSTD + , R3A ;
6, R4A, R3D; 7. R4D, R3R; 8.
R5A, R4A J 9, R66, R x Y A ; 10,
RxPT, P4CR; 11. FTRx PC,
P5TR ; 12. P6CR, ete, No ahstan-
te, las negras hallan el tiempo que
les falta utilizando ael tri%ngulon
3AD, 2D, 3D. En la partida que
comentamos se jugb: l . , . R2D ! ! ;
2. P4AR (cetnfomhfidose sensa-
tamente con unas sim les tablas,
i que de lo contrario hu iesen pre-
ciada, para obtenerlas, cierto es-
fuerzo, por ejemplo: 2. R x PA,
P4CR; 3. R4D!, PCRxPT; 4.
R3R, PIZTD!; 5. R2A, R3R; 6,
R2C, R4A; 7. R3T, R4C; 8, P4
AR+, Rx PA; 9. Rx PT, RSR;
10, R x PT y el rey blanco llega
a tiempo a 1,4D) ; 2... R3D ! ; 3.
R3D, P4TD ; 4. R4A, R3A ; 3.
R3A, R3D; 6. R4A, R3A, tablas.
Siguen ahora ejwiplcs de ma-
9iobra utb wmp?xcada (que en la
mayoda de Im casos abarca a 1-
~~IRBJICOS), sobre temw diver-
sos que fiwuentf?mente se entre-
lama,
398
En el 399 (de la paztda p o ~ co-
n~pndeaci x Schwartz - Haas,
IC)2a-27), no da la tentativa de
romper brecha 2AR4AI-5AR
(despub de R4R), debido a los
d a tieu~pos de reserva de las ne-
gras. A pesar de su clara ventaja
en el flarrccr de rey, las blancas
se ven obligadas a decidir la par-
tida ea el de dama (dersp* de
haber obligado reviamente a mo-
verse al pen & 15) ; o, diehe con
ms exactitud, tienen que ma-
niobrar de modo que mantengan
sus amenazas en ambos flancos.
La mejor defensa. En caso de
f .,. R4A, se tiene 2. R6D, R5C ;
3. R5R, R x PT ; 4. R6A, R5C ; 5.
Rx PC, P5TR; 6. R68, "6-TR;
7. PGCR, ZrXTR; 8. PXR, P8TR
=a; 9. PaCR=D+, R5A (Q...
R6A ; 16. il8TD +. ) ; 10. D8CD + ,
RSC; 11. D3CR+, R4T; 12. D5
CR+ +.
Si se tiene 1 ... P3TD, conduce
tnicamente a tablas 2. P3AR? a
causa de 2.. . R4R ! ; 3. R6A, RSA ;
4. R6D, R6C!, etc., pero ganan
tanto 2. P4AR, R4A; 3. R6D,
R S ; 4. R6R, RxPT; 5. PSAR!,
como 2. R4D, R3D ; 3. R4R, R3R;
4. P4AR, P4TD; 5. PSAR+, o
bien, 2... R4A .; 3. R3R, R5C ; 4.
PQAR, R x PT ; 5. R3A, R0T ; 6.
P5AR.
Las blancas pueden despreciar
la posibilidad de un contraataque
dirigido sobre el pen 3TD, tanto
ahora como m& adelante; por
ejemplo : 2. . . R5D ; 3. R6D, R6A ;
4. P4ARI, etc.
Los reyes estn ahora situados
en la fila principal, y la jugada
de rtiempo~ tiene un valor deci-
siva.
En la partida se ju 6 : 4. P3AR,
I P3TD; 5. R8AD, a in de a S. . .
R1R continuar 6. R7C, pero esto
alarga en deniasia la partida.
Despus de 4. P3AR, P3TD, lo
ms sencillo es 5. P4AR! (S ...
R3R; 6. R8D, o bien, 5... P4TD ;
6. R6C, y ganan). S610 en el caso
4. P4AR, P3TD se ven precisadas
las blancas a ganar mediante 5.
R8A, Rl R; 6. R?C, o bien, 5.
R6A, R3R ; 6. R5A ; R4A 7. R6D
(maniobra R6R y PSAR 1) .
En el 400, despubs de 1. R4A,
R3A ; 2. R4R, R2R ; 3. R!YA, R2D ;
4. PSTR, P4AD; 5. PDxPA+,
R x PA, se dio una situacin que
stiscit discusiones de carhcter
terico.
En la partida se jug : 6. PGTR,
R2D; 3. MA, P4D; 8. R7C,
P5D ; 9. R x PT, P6D ; 10. R8C,
Y7D; 11. P'ITR, PSL)=D; 12.
P8TR=D, DSCR+; 13. R7A,
D3R + , y las blancas abandonan.
A. Zarni jovski recomendaba, en
lugar de 6. P6TR, la jugada mas
resistente:, 6. R6R, P3TR ; 7. R5A,
R4D que, sin embargo, a causa de
8. K6C, RSA, etc., tampoco impi.
de que ganen las negras.
En objeci6n a esta, 1. Asaritis
consideraba 6. P6TR suficiente
ara alcanzar tablas. El estaba en
E cierto al sealar que, despus
de 6... R2D ; 7. ReSA, P4D, las blan-
cas deberfan continuar, no 8.R7C 7,
sino 8. R5R, R3A ; 9. R4A!, R3D ;
10. R5A, P5D; 11. R4R, P6D; 12.
RxPD, R4D; 13. R3A, RSR; 14.
R2A y tablas.
Pero el caso es que despubs de
6. PGTR, no hay uien impida a
la negras ganar I cilrnente me-
diante 6.. . R4D ! (en lugar de 6.. .
RZD?); 7. RGA, R5A; 8. R7C,
P4D; 9. RxPT, P5D; 1Q. R6C
(SC), P6D ; 11. P7TR, P7D ; 12.
PBTR==D; RD=D, etc.
Tampoco salva 6. R4R, a causa
de 6. .. P3TR ; 7. R4D, R2A (no
7... R2D; 8. RSD) ; 8. R4R, Rl D;
9. R5A, R2R; 10. R4R (10. R6C,
P4D! ; 11, R5A, R3D) ; 10 ... R3R;
11. R4D, P4D ; 12. R5-4, R4R; 13.
R x PC, P5D, hay ue reconocer,
cas pierden.
S pues, que en el fina 400 las blan-
En la posici~ 401, los peones
de las blancas en el flanco de rey
se hallan sueltos, y en el de dama,
debilitados por estar avanzadm*
No &*a de ser instructiva el plan
et mt t gieo c o ~ que lar; negras su-
ieme sacar provecho de estas de-
klidades ; deciden atacar al pe6a
D R , ligaudo a3 rey blanco a la
defensa de este pen ; despuk ubli-
gan a efwtuar un cambio total de
los peones del flanco de rey, aba-
titCndose a continuacibn cm el rey
sobre e1 resto de los pones dkbi-
les blancos.
l . . . R3,9!; 2. R2D, R4C; 3. R2R
(la tenbtiya de dirigirse a 7AD
llega con retraso, ya que Ias ne-
s alcanzan a capturar el pe6n
R v llevar a la promocibn el
pen &R ; siendo, jiinto con esto,
muy importante en conEestacii6ri
a R7AD, incluir el msvlmienta
P4CD); 3... R5T; 4. RIA, R6T;
5, RIC, P4R ! (impide la jugada
6. Y4,%R, a causa de 6. . PRx
PA; 7. PRxPA, KSC; a 6.
P4R, hubiese sepido 6.. F4
GR; 7. Rl T, P4TR; 8, RlC,
f5TR ; 9. RIT, P5CR ; 10. PAR x
FC, Rx YC; 11. R2C, P6TR-t- y
12 ... R6A) ; 6. RIT (en casa de 6.
PSTD, las negras hnbiesen con-
tinuado P4AR, lo mismo que en
la partida ; pero ahora, teniendo la
posibilidad de frtixiar previamen-
te a 1m peones enemigos en el
flanco de dcbnza, es claro que lac
negras la aprovechan) ; 6.., P4
CD ; 7. RIC, R4AR ; 8. RIT, P4C ;
9. RIC, P4TR; 10. RIT, PSCR
(si aharii f l PARx PC se tiene
I l , . , PTRx PC; 12. RIC, P5A3.C;
13. F Rx f A, PRyPA; 14, RtT,
X R ; 15. PAR x PC, PAR x PC ;
16. PTRx PC, Rx PC y el kxito
del plan concebido por las negras
apwee can todo releve) ; 1 1. P4R,
PAXxPR! ; 12, PARxPR ( o
biea, I2, B A R x X , PTRxPC;
13. RIC, MR; 14. FARx PR,
P3R; 1 5 RtT, PKR) ; 12 ... P5
TR; 13. RiC, PWR; 14. PTRx
PC, PTRx PC (15, PQAR, PRx
PA ; 16. PSR, $>"lCR). t w blancas
abandonan.
La misma estrategia que en el
401, pero entrelazada coa otras as-
pectos, es lo que caracteriza al 482..
l . . . R5R!;*2. R2R (a bien, 2.
PXR, Ea; 3. PADxPD, Rx
PD ; 4. R2R, P4CR, etc,) ; 2...
PQCR! ; 3. RZA! (en caso de 3.
P3CR, gana J... B5D ; 4. PAD x
PD, R x PD ; 5, R2D, RSR ; 6. R2R,
P5CD ; 7. P3AD, S6CD ! ; etc.) ;
3,., PSD!; 4. PADxPD, RxPD;
5. R2R, P5GZ)! ; 6. R2D (a 6.
PTD x PC, hubiese seguida un bo-
nito ataque : 6. .. P6AD ! ; 7. PCD
x FA+, RSA!!; 8. R2D, P6TD;
9, KIA, Rx P, 4 ! ! ; 10. RIC, Rx
PC; 11. IC231, R6A; 12. RxPT,
K x PA ; 13. R4C, P5CR y ganan) ;
o... PGCD; 7. P3AI)+, K5R; 8.
R2R, R5A ; 9. R2A, R5C; 10. RIA,
R6C; 11, RZC, P5CR; 12. RlA,
R7T; 13. RZA, R8T; 14. R3C,
K8C, y las negras obtienen la vic-
toria.
En el 403, las neg? ganaron
iiicdiante un uzovim~ento envol-
veilte, realizado en el flanco de
dina, despuks de haber cambiado
u11 par de peones. Pero SU p l a ~
tuvo Pxito gracias rxica~nente a
la defensa meramente pasiva de
s u cortrincante. Segun se denlos-
tr zns tarde, en el desarrolla de
la partida hubo momento en los
que las blancas hubiesen podido
eiilpatar.
Sin eiilbargt), seria prematuro
deducir que la posicitjn 403 ha sido
va co~npletamente esclarecida y
debe ser considerada como tablas,
o, por cl contrario, vencen en ella
las negras sin ~i i ngfi n gknero de
dudas.
1,- prin~ercis iirsviruie~itos no
ofrecen dudas :
Las negras amenazan con tomar
todos los peones ciel flanco Ce da-
ma mediante PQCD, etc., para uti-
lizar des us la debilidad de los
peones b P ancos en la tercera fila,
situados ms cerca y mucho m&
vuln&rabes que los peones negros.
Indiidablemente no son stas
Iris iuejores jugadas posibles. 1,o
priinero que deberian hacer las
blancas es sacar los peones debi-
litados de fa tercera fila, Jntcxr-
tando la formacin P5R-P4:lR-
PJCR, ya que en este casa la base
de fa caderra de peones se tiatlaria
alejada al mximo de1 rey negro.
Por esto, lo ms fuerte huhicse
sido 3. P4R
Por rrtra parte, las negras po-
dran fonnar una cadena anrfloga
F4R-P3AR-P2CR ; pero tam hi4n
podrian, fiacietrdo uso de las rcli-
tajas del qiie ataca, adoptar irn
plan para conmover la posicin de
las blancas, pracurarrdo al mismo
tiempo conservar 11x1 tiempo (le re-
serva w el flanco de rey.
En todo casa, la ju~ada 3. . . -4
TR no sirve. aunque solo sea por-
que permite, segn indico Fine,
alcarlxar riipidarnente tablas nre-
diante 4. P4CR ; por ejemplo : 4..
PTR x PC ( o bien, 4... P3CK; 5.
P5CR) ; S. PAR x PC, P3AR ; 6.
F5TR, P3CD; 7. P4R, P4R; 8.
R31). Al no disponer de ui tieni-
po de reserva ea el flanco de rey,
las negras no consiguen nada
cambiando los peones en el de
dama .
Es digno de atencin 3+. . P3rZK,
guardande la posibilidad dc jugar
P4CR 4R (as cmio ia posibili-
dad de no ayaazar m&, en gene-
ral, los peones), y tarnbi4n 3...
P4AR, que se opone directametxte
a la ju ada 4. F4R, a causa de 4...
PAR x 5 R ; 5. PAR x PR, P4TR !,
ganando gracias al tiem o de le-
serva P3CR. F,a rinica r ! plica ad-
msible a 3.,. P4AR es 4. P5TR ;
despus de esto, y p o cierto en
los demQs casos, es diiicil. demcls-
trar la victoria absoluta de las
negras, aunque sus posibilidades
mfxtinaa sienda considerable.
Volwimm a. la
r;rtida : 4. R3D 3 (4, P4 !) ; 4... R5C; 5.
R2A, P4CD?
Desyukq de 5. .. P4AR !, .ue p-
1 raliza a todos los peones b anm,
la axtida hubiese quedado re-
sue f? ta. Par ejemplo :
a) 6. P4R, PARxPR; 7. PAR
xPR; P4CD; 8. PTDxPC, Rx
XXC; 9. R3A, R4A; 10, R3D, R5C;
11. R2A, P4K; 12. R2C, P5TD;
13. PCDxPT, Rx FT; 14. R3A,
R4C; 15. R3C, R4A; 16. R3A,
P3CR, y ganan.
b) 6. P4AR, RCA ; 7. R3A,
PXR; 8. R3D, R4D; 9, R3A
(pierde tambin 9. R2D, a causa
de Q... RSR ; 10. R2R, P4-R !, etc-
tera) ; 9... R5R ; 10, P4CD, R6A
y ganan,
c) 6. RZC, F4CD; 7. P7TD x PC,
Rx PC; $. R3A, R4A; 9. R3D,
R3C; 10. RZA, P4R; 11. R2C ( 11.
F4AR, P5R) ; 11 ... PSTD y ganan.
En la contznuacin, 1- blancas
siguen retrasrrdose en avanzar
P4R, y las negras, en PQAR ; por
eso, casi todas las jugadas, hasta
la dcima inclusive, son erriincas.
6. PTDxFC, RxPC; 7. R3A,
R4A ; 8. R3D.
SegGn sealaton G. Lmenfisch
y V. Chejover (19361, las blancas
se hubieran podido salvar median-
te 8. P4R. fSn caso de 8.. . P4R;
9. PQAR, PSAR, se tendrfa 10.
R3D y las blancas estarian fuera
de peli o. Despubs de haber cam-
P biado os peones en el flanco de
dama, su posicin es invulnera-
ble ; si, por el contrario, las negras
juegan P3CR, se roduce la forma
de c.cuarteto. ( vi? ase el ,7701, en
la que las n e p s tienen todas las
posibilidades de perder y, en todo
caso, deben iiznicamente pensar en
hacer tablas. Por cuanto a 8. P4R,
es inCiti1 8..* P4AR, a causa de 9.
FSR, es imposible que las negras
ganen.
LTltimo error, despub del cual
la situacin de las btaricas es des-
esperada.
10 ... RTT!; f l . R2A ( o bien,
11. P4f-D, PTDxPC+; 12. Rx
PC, R7C y las negras ganan ser-
candose a los peones) ; I 1. .+ P4-4R
( j por fin !) ; 12. R3A, R8C (aho-
ra, en contestacin a 13, P4CD,
... P51'2)!, etc.) ; Id, P4R,
ARx FR; 14. PARx PR, P4R; Ya l 3
15. R3D, R7C ; 16. R4A, R7A ; 17.
RSD, R x PC, y las negras ganan.
4U3a. Horwitz-Denker, Filadel-
fiaI 1936. Mancas: RQTCR, PYf'D,
PJAS), E'QAD, P5D, P4R, P2CR,
PSTR, Negras: RfAR, P3TD,
P4AD, P3D, P4R, PSCR, P3TR ;
les toca jugar a las bla~icas. 1. F4
TR, RIC; 2. PQCR, Rl A; 3. R7T
(se puede tambin 3. PSCR, PTR
xPC; 4. RxPC, avanzando, cu-
briendo y cambiando el pe6n TR) ;
3... R2-4; 4. K8T! (a ines
tablas hubiese Hevado 4. $ra 5CR das 7,
P4TR!; S. RST, R3C; 6. R8C,
rey ahogado). Las negras perdie-
ron des ubs de 4... RI A?; 5. PS
CR. Hu E iese apuesta ms xesisten-
cia 4.,, R3C ; 5. R8C, R3A ; 6.
RRA, P4CR ; 7. PTR x PC + (no
7. P5TR, rey ahogado) ; 7.. . R x
PC; 8. R7R, RxPC; 9. RxPD, y
ganan. ( V k e el 22'7).
IOrl
La posicin 404 ilustra esta
misma idea del movimiento en-
volvente, pero con una cierta uexa-
geracin~ en este caso.
1. Ri A, R4T; 2. RZR, Rx P T ;
3; R3R, R6T ; 4. R x PR, R7C (des-
pus de haber capturado al pen
AR detrs del CR, el rey negro
se encuentra ms cerca del flanco
de dama) ; 5. P 4AR, R7A 3 (parece
natural, pero en realidad deja es-
capar la victoria, que se canseguia
mediante 5... R6C ! ; par e jernplo :
6. R3R, P3;CR, o bien, 6. P5AR,
R5C ; 7. KSR, R6A, etc.) ; 6, T'5
AR! , R7C (en caso cte 6... R6C,
se tiene 7. R3R! y la o osicin
P queda en ader de las b ancas) ;
7. R4A, f ; 7 ~ (en caso de T. . .
R6T ?, hubiesen ganado las blian-
cas a causa de 8. R X , R6C; 9.
PBAR!, PCRxPA+ ; 10. Rx YA,
etctera) ; 8. R4R (tia 8, R5C ?,
K6R!) ; 8... K7C. Tablas.
El 405 ilustra la forma de hacer
invulnerable una posicin median-
te el sacrificio de un pen, a lo
que se recurre como mtodo de de-
fensa en circunstancias difciles.
Si en e3 390 se cerraban los flan-
cos, en ste se cierra el centro.
&lovimiento inicial necesario
para real i za la combinacin pru-
yectada. Las blancas se precaven
contra P4TR y conservan el tiem-
po de reserva P3CR, pero lo prin-
cipal es que cierran el flanco y
obstaculizan en esta parte las ope-
raciones del negro.
Alomento critico. Ahora no sal-
va a las hlancas 2. P X R ? debi-
da a 2.., PdAD!; 3, R2D, PAD x
PC ; 4. PAD x. PC, R5AD ; 5. R1,4,
RGA, lo misma que 2. R2D?,
R5A; 3, P3CR, P7CD ; 4. R2A,
P8C=D+; 5. Kx l ) , R6C!; 6.
RXT, RxPT.
Taln uco sirve 2. P4AD+ ?, a
causa c f e S.. PCD x FA + ; 3. R3A,
R5R ; 4. P4TD, R6R ; 5. F5TD,
P7CD ; 6. R x PC, R7D ; 7. PC>TD,
P6AD+ ; 8. R2T ( O hien 8. R3C,
P7-4D; 9. PTTD, P8AD=D ; 10.
P8TD=D, Di CD+; 11. R4A, D7
AD+ ; 12. R4D, DGAD+ +) ; 8...
P7AD ; 9. P7TD, P8,4D=D ; 10.
P8TD=D, D5AD + ; 1 1. R3T,
R6A ; 12, D4TD, P4AD ; 13. PCD
x PA, DxP, 4+; 14. R2T, D7
.!\R.+ y mate.
tsnica jugada. Despus de este
movimiento, la tentativa 2. . . P7
CD hasta llegara a dar posibili-
dades de ganar a las blancas, por
ejemplo: 3. R2A, PCD x PT; 4.
R x PC, RSA; 3. R3T, Rx PA; 6.
R x PT, RSD! ; 7, R5T, P4AD ! ;
8. .P5CD, etc,
3
u* " ., PxP
y el objetivo ha sido alcanzado:
3. . . R3D; 4. R3A, R2A; 5. RZC,
R3C ;.6. R3T (6 ... Y4AD ; 7. P5CD,
tampoco da nada si las negras), ta-
blas.
En el 406, Iris negras tienen que
contar con Xa posibilidad que tie-
nen las blancas de crear, si se
dan ciertas circunstancias favora-
bles, una posicin inexpugnable
bloqueando el centra.
En lo que a la partida se refiere,
en la que ambos contrincantes co-
metieron errores, no hubo dificul-
tades : 1 .. . P4AD ; 2. R3R, P4D ? ;
3. P x P + ? (en lugar de esto se
alcanzaban tablas con 3. P4AD ! !,
ya que despus de 3.. . P5D + , el
rey negro no tiene por dnde pa-
sar; 3... PD x PA hasta erde, a
causa de 4. R2D, etc., y g... PD x
PR; 4. P4TD no es peligroso para
las blancas ; por ejemplo: 4...
R3A; 5. RxYR, R3R; 6. R3R,
R4A ; 7. R3D, P5R+ ; 8. R2D
(2R), R4R; 9. R3R, P3AD; 10.
P3CD y las negras no disponen
de un tiempo de reserva para po-
der ganar) ; 3. .. R x PD ; 4. R3D,
P5A + ; 5. R3R, PST ; 6. P3TD,
P3AD ; 7. RZR, RSR y ganan.
El mtodo de ganar que damos
a continuacin es de Fine: l..-
P4D ; 12. R3R, P5TD ; 3. R3D,
R3D; 4. R3R, RICA; 5. P3CD
(obligado, ya que no se puede
permitir que el rey negro alcance
5AD ; si 5.R3D, se tiene 5. .. R4
CD) ; ' S. . . PTDxPC; 6. PTDxPC,
R3D (ahora 7. P4AD es ya intil,
puesto qae la posicin no queda
bloqueada con esto; las negras
comienzan a preparar la jugada
P5D) ; 7. R2R, P4AD ; 8. R3D,
P3AD (liberando al rey de la de-
fensa del pen 4D) ; 9. R3R, R2A ;
10. R3D, R3C; 1 1 . R3R, R4C;
12. R3D, P5D ; 13. RZD, PSAD ! ;
14. PADxPD, PRxPD; 15. PCD
x PA + (o bien, 15. PSR, P6AD + ;
16. R3D, P4AD); 1 5 . . Rx PA;
16. R2-4, P4AD, y las negras
ganan.
Aunque la superioridad mate-
rial de las negras en el 407 viene
determinada nicamente por el
pen retrasado 2TR, ste, a pesar
de todo, esta llamado a resolver
el final, puesto ue no 9610 ase-
a p r a el t~empo e reserva 3TR,
sirio tambibn la posibilidad del
avance P'4TR. Pero, previamente,
las negras tienen que descargar la
tensin en el centro, acabando en
41 con los peones.
l . . . R4C! (en caso de l. . . R3C?;
2. R4A, P4TD ; 3. P4TD, P3TR;
4. R3A, R2A; 5. R3DJ R2D, los
apeaes intocablesa aseguran ma s
tablas evidentes ; en cambio, a h~-
ra las negras amenazan HAD-SA-
6A y R4A) ; 2. P4TD+, R3C ; 3.
R4A, P4TD (las negras han ton-
servado el tiempo Y3T.R; par eso
4. R3A, 3D? en este momento
pierde a causa de 4... R2A y 5..
R3D) ; 4. PGD, R3A; 5. P?D, R x
PD ; 6. R x PA, R2R (fa amenaza
7. R5C mo existe a causa de. T...
P4TR; 8. PCR x PT, P5CR) ; 7.
RSD, R2A; 8. R4R (las ne as,
F dspui5s de 8.. . PPTR ; 9. P R x
PT, amenazaban con mover RSCR-
3TR; es ins~ificiente la tentativa
8. R4D, P4TR ; 9. PCR x PT, R2C ;
10. R5D, R3T; 11, R6R, debido a
11 ... P5CR, tc.); 8... Rl A!!
(mantiene la misma amenaza y
subraya la existencia de zugzwang
en las blancas) ; 9. R3R, R2R!
(las negras pasan a apoderarse de
Za a -1ci621 en la columna princi-
pal; i? 1 ; 10. R4R, R3D ; t i . R4D,
P3TR; 12. R4R, R4A; 13. R3R,
R4D (esto gana m6s rhpido que
13 ... R5C; 14. R4D, RxPT; 15.
R5D, R6C; 16. R6R, P3TD; 17.
R x PA, PgTD; 18. R7R, P7TD ;
19. PAR, PSTD=D; 20. P*IAR,
2)6T+!; 21. RSR, DST+; 22.
RIR, DSCD + ; 23. RSR, D x PCR,
cambiando las damas) ; 14. K3D,
R4R ; 15. R3R, P4TR ; 16. PCR x
PT, RxPA; 17. R3A, R3R; 18.
R4C, R2A; 19. R5A, R2C y Jas
blancas abandonan.
4w
La osicin 46)8 (de la sexta par-
tida $ el match) fue considerada
or Euwe como victoriosa para
ras blancas, y la verdad es que
realmente triunf6. No obstante, en
la partida hubo un momento en el
que las negras hubiesen podido
salvarse mediante una hbil ma-
tlobra de largo alcance.
1. R4A, R3A ; 2. R4C, R3C; 3.
P4TD, P4TD i)
Esto hace perder. Las tablas se
alcanzan mediante 3. .. FSTD ; 4.
P4CD, P4CD ; 5. PSTD, R3A; 6.
R5T (el anlisis de Euwe y Pirc
sola es convinccnk despris de
efecttrados estsc movimientos),
6... R4A ! (6. .. R2C ; 7. Y4CR es
clara que no da m tanza alguna
E= a las negras) ; 7, x PTR, K5A !
(T. -. R5R pierde a causa de 8. P4
CR); 8. P3CR+, R6AI! (a B...
R x P CR ? hubiese seguido 9. RSC ;
el ne o espera el movimiei~to del
rey r lanco a 5TR) ; 9. R5TR,
R5R!; 10. P4CR, RxPD; $ 1 . P5
CR, R6A; 12. PWR, P5D; 13.
PICR, P6D; 14. PSCR=D, P7D.
Ahora se descubre que las blancas
no pueden ganar debido a que el
escaque 4AD es inaccesible: a la
dama (no pueden conseguir reali-
zar Xa maniobra D3AD + , R8D) ;
si, por el contrario, las blancas,
desp~xks de una serie de jaques,
capturan el. pe6n 3TD, para a P8D
=D continuar ISxPt D, esto Gf-
tima no lo consiguen debido a la
rkplica P8D =D+ (he aqui el por-
que de la importancia de la pmi-
ci6n del rey en 5TR).
4. PXR, P4TR+ (ahora 4...
R3A no da nada, puesto que la
dama blanca dispondr del esca-
que 4AD) ; 5. R4T, R3T; 6. P4CR,
PTRxPC; 7. RxPC, RX; 8.
R4A, R3A ; 9. P3CD fi tiempo de
reserva !) , Las negras rinden.
An se puede senalar que des-
puks de 9.. . R3R ; 10. R5C, R3D ;
11. K5A, R3A; 12. RSR, P4CD
hay que jugar no 13. PTD x
PC+ 7, sino 13. R6R!
La posibilidad que de ganar
tienen las blancas en el 489 pa-
rece niaraviIlma. Da la impresin
de que las negras pueden blo-
quear al pe6n 5D y hacerse con
un pe6t.i pasado y avanzado en el
flanco de rey. Pero la realidad es
todo 10 contrario: san las blancas
las que juegan en el flanco de
rey, despus de haber minado pre-
viamente los peones negros y de
haber asegurado a su rey un es-
caque por el que abrir brecha,
dando =ta conlo resaltado el que
el pebn pasado y avanzado qae
distrae al rey negro es el pen D.
1. P4CR! (paraliza a las peones
negros, impidiendo ante todc la
jugada l . . . P4TR) ; l . . . R2R; 2.
P4TR, R3D; 3. RQR!, P3C; 4.
PSTR!, KRx P T ; S. PCRxPT,
P4TD (los peones dohlados blan-
cos contienen largo tiempo al ene-
migo) ; S. RSA (a la victoria lleva
tambin 6. PCD x PT, PCD x PT ;
7. P3CD, R4A p 8. R5A, etc.) ; 6...
PTDxPC; 7. Rx P A, Rx PD; 8.
R6C, K3R; 9, Rx PT, R3A; 18.
P3CD, R2A (o bien, 10 ... P4CD;.
11. R7T, R2A ; 12. P6TR) ; I 1.
R5C, y las blancas ganan, captu-
rando en primer l~igar el pe6n
3CD.
4U9a. 51. Rotvinnik, 1945. (Po-
sicin pasible en una de las va-
riailtes de la partida Botvinnik-
Flohr, 1944). Elancas : R5AD, P2
CD, P4CD, PZCR, P3TR. Negras :
R3R, P3TD, PSCD, P3CR, P2CR,
P3TR; juegan las negras. El ca-
1nit.10 nis seguro para que las
negras rrbtengari tablas consiste
en la jugada t . . PBTR ! ! ; Si, par
ejemplo, 1. .- P4CR ?, se tiene 2.
R E , R4D; 3. Rx f' t, R5A; 4.
RxPT, Rx EC; 5, PICR!!, R6C;
6. R5C, R x PC; 7. RQA, R7A; 8.
R5D, R6D; 9, RaR, R5R; 10.
R7A, R6A ; 11- R x PC, y ganan.
De ahi se desprende claramente el
sentido de la jugada 1.. . P4TR ! 1.
&$pub de haber sido realizado,
el movinliento 5. P4CR es i mp-
siblri, y las blancas no tienen mas
recurso que conformarse con ta-
blas.
La cuestin acerca de si 1.. . R2D
da tambin tablas es rnuv CEIIIID~~-
cada y suscita discitsio~ec te&-
cas que no han finalizado ahn,
4 143
En el 410, las blancas conside-
raban necesario cerrar el flanco
de rey mediante la jtigada 1. P4
CR, a fin de que las negras no
puedan en este pi~nto jtl ar a la
contra en relacin ron P ~ A B y
YSCK.
Proponfase la variante siguien-
te : 1. PQCR, R2A ; 2. R2K, R3R ;
3. R3D, R3D ; 4. R4A, P4TD (a
bien, 4... P4hD; 5. R5C) ; 5. P3
AR, R2D ; 6. RSA, R2A ; 7. P3AD,
PCD x PA ; 8. PCD x PA, R2C ; 9.
R6D, R3C; 10. P4AD, R2C; 11.
P5An y ganan.
Sin embargo, a 1 . P4CR simi0
inesperadamente 1. . . PTR x PC I ;
2. PAR x PC, P5CR ! ; a
que despus de 3. P4TR, rar as blan- de
cas tienen un pen pasado yrote-
&do. El sentido de esta maniobra
reside en que el flanco de rey no
se halla cerrado y las ne as con-
servan la oportunidad % jugar
P4AR, amenazando can PSAR.
La partida contihu: 3. P4TR,
P4AD ; 4. R2R, R2TR; 5. R3D,
R3TR.
Ahara se desctlbre que el movi-
miento que pareca 36gicw 6. R4
AD, incluso hace perder, debido
a 6... P4AR!; por ejemplo: 7. PR
xPA, P5R! ; 8. P3AD, P4TD; 9.
R x PA (R5D 1, F6R, etc., o bien,
7. R3D, PSAR ; 8. PCR x PA, PR
x PA y los peones negros son in-
vulnerable, mientras que perecen
1- blancos 4R y 4TR. En vista de
esto, los contrincantes, despuhs
de 6. P3AD, P4TD ; 7. PAD x PC,
f TD x PC, acordaron tablas.
Es digno de atencin que las
blancas parecen ser incapaces de
llevar a-cabo lo que la situacion
dicta: cerrar el flazica de rey.
FINALES DE PEONES QUE PASAN A SER FINALES DE DAMA
Debido a su doble carcter, este upa aintemedio~ no ha sido expli-
cado hasta la feclia de forma s i s b ir tka. La dificultad (inexactitud) de
su delimitacin a la causa de que los autores de libros de finales no
hayan llegado a examinarlo ni en los finales de peones ni en los de
dama.
Hay qtie tener en cuenta que en los finales de peones lo ms frecuente
es hacer las 'ugadas con miras a un posible o inevitable final de dama.
Si despues de haber obtenido dama, se consigue inmediatamente an
desenlace rhpido y fonado, tan sin lugar a dudas ue el prolongar la
8 partida no tiene objeto, o bien se alcanza una posici n terica conocida
(positiva o tablas), que tambin excluye la necesidad de seguir jugando,
es indudable que estos finales deben ser considerada como de peones,
aun en el caso de que las damas hayan figurado en ef tablero fugaz-
mente, para desa arecer acto seguido coma cansecuencia de un cambio
forzado. Pero si % espus de haber promovido dama, el resultado de la
partida continixa sin ser evidente y es preciso seguir juganda, debemcs
admitir que nos hallarnos ante un final de dama que ha venido a susti-
tuir al de peones.
Indudablemente, la norma que proponemos para juzgar de la rapidez
y evidencia del desenlace es en cierto ado convencional. Asf, ponga-
mos por ejemplo, ara uno de los juga ares la partida ha quedado com-
B
8
pletame~te defini a (y resuelta) en el final de peones, por cuanto ha
conseguido llevarla a un final de adama contra pen (o peones)n en
que, como l sabe perfectamente, la victoria es tericamente imposible ;
sin embargo, su contrincante puede ignorar este empate te6rico y la
est6ril partida continfia, pero ya ea final de dama.
No cabe la menor duda de que para 'ugar correctamehte 1- finales
1 de peones es preciso conocer bien (en os casos correspondien~c) los
finales de dama, por cuanto entre estos dos apartado5 exlste una hgazn
orgnica. En primer lugar, es necesario estar im uesto en el final de
#dama contra pebn~, puesto que es el que con m E hecueacia aparece
en la prctica. El estudio de este apartado debe incluso preceder al de
los finales de peones, ya que lo correcto, metbdicamente, es conocer el
objetivo ltimo, es decir, el final a que puede desembocar la partida.
tra dama se puede hablar slo en
d caso en que aquel esti4 a punto
de promover.
Si en estas c~ndiciones la dama
puede comenzar danda jaque o cla-
vando una pieza, la resistencia es
intil cuando el pebn es centra!
o de caballo, La dama obliga al
al rey negro a ocupar la casilla
de la promocin y de este modo
gana tiempo para acercar su rey.
1, D4CR+ (ms preciso que 1,
D2CR+, R6D); l... R8R (de lo
contrario, DI D) ; 2. D4R + , R7A ;
3. D3D, R8R ; 4. DJR+, RSD;
5. RSCR, R7AD ; 6. YZR, R8A;
7. D4AD+, R7C; 8. D3D, R8A;
9. D3AD+, R8D ; 10. R3A, R8R ;
11. DKD, y mate.
El empate s61o es osible, como
exce cibti, cuando e rey se halla
P
P
en e camina de la dama, poniendo
trabas a su acercamiento por las
columnas o las diagonalec; por
ejemplo, en las posiciones siguieu-
tes :
RSR, D8D ( o bien, D8AR).
R7R, la7D, o bien, R7AD, DSCD.
RSAD, P7CD, tablas. Un proble-
ma de T. Troitski tiene el final
siguiente : R6R, PIIT-RSR, P7R.
1. P8R=DJ R6R !, tablas.
Estos esquemas demuestran por
1
u6 cuando se tienen dos peones
e torre o de alfil na puede ser
aplicado el in4todo para obtener
la victoria que acabamos de in-
dicar.
En el 5, el rey negro es cierto
que ha ocupado la casilla de la
promocin, pero despus de esto
qued6 ahogado. En el 6, el rey
no va a 8AD, sino a 8TD, ya qae
despus de D x PA el rey ueda
ahogado. Por esto, si el re &an-
inevitables.
i' co se halla lejos, las tab as son
No obstante, encontrhndose e1
rey blanco cerca, es posible utili-
zar otro mCtodo para ganar: se
permite que el pen corone, pero,
mientras tanto, se acerca a6n rnds
el rey blanca, obteniendo las po-
siciones victoriosas 1 6 2.
La lnea de untos indica la
zona en que de i ! e encontrarse el
rey blanco para conseguir la vic-
toria : ste debe hallarse en coa-
diciones, en dos jugadas, de ocu-
par el escaque 3CD (diagrama t ) ,
a bien, en ua movimiento, la ca-
silla 3D o las 2D, 1 D (diagrama 2) .
Por ejemplo: ?a. El rey bilanco
en 5D. 1. Dl R+, R7CD; S, D2D+,
R8CD; 3. R4AD, P8TD=D; 4.
R3CD y ganan.
O bien: 7b. Et rey blanco e%
4R. 1 . Dl R+, IRWCD; 2. D2D-t.,
KSCD ; 3. R3D, y ganan. '
La soluci6n mas simple, pero
no la nica, consiste en que la
dama ocupe previamente la segun-
da fila ; en ciertos casos, es posi-
ble, en la primera o en la segunda
jugada, acercar primero el rey (te-
niendo en cuenta las excepciones
indicadas en la nota al 3) .
Si en el 7 el rey negro se halla
en 8TD, y no estA ahogado, la
zona victoriosa del rey blanco
aumenta en un escaque en todos
los sentidos. A veces es posible
ganar un t i emp~, teniendo ocasin
de dar jaque a la descubierta.
Por ejem lo, en el 7 ~ . El rey
Y blanco en 7 D. Las blancas, des-
pu& de 1. D8CD+, R8TD ? (lo
correcto es R8-4D ( I D) , apmve-
chan ambas posibilidades de ga-
nar tiempo : 1. R6CD (evitando el
rey ahogado) ; 1.. . R 8CD (7CD) ;
2. RAD+, alcanzando fa zona
victoriosa normal.
, Por otra parte, a veces es impo-
sible utilizar una posicin del rey
negro que se sabe mala de ante-
mano :
7d. R5R, DIJAR, RGCD, IPITD.
Su propio rey impide a la dama
ocupar la diagonal -1TD-8TR.
Aqui la zona victoriosa del rey
blanco es considerablemente me-
nor: debe estar en condiciones de,
en una jueada, ocupar la casilla
2D o la 3 6 ~ .
8b. Hallandose el rey blanco
en 4AD o en 4CD, 4TD, se uede
inmediatamente 1. R3CD (si Y a da-
ma est en 2R, hay que contar can
la rkplica FBAD = C + ; por eso es
mejor jugar previamente 1. R3
AD). En caso de que el rey negro
se encuentre en 7CD, hay que jti-
gar primero 1. DSIR+ , o b~en, 1.
D3AD + , 6 1. D2AR.
La zona victoriosa tambin au-
menta en este caso, si se puede
dar jaque a la descubierta o cuan-
do el rey negro se halla en el es-
caque de la promocibn o en otras
casillas desfavorables.
Por ejemplo, en el 80. RSD,
D2R-RSCD, P?AD, es posible 1.
RQAD, P8AD=D+ ; 2. R3CD, o
bien, 1 ... R8TD ; 2. D2D !, etckte-
ra. Sin embargo, por regla gene-
ral, las negras pueden cv~tar estas
o semejantes colocaciones des-
favorables. As, examinemos, por
ejemplo, la posicin 8d. R5D, D5
TR. - R7CD, P7AD. 1. D2R,
R8TD!; 2. D2D, R8CD!; 3. D3D,
WCD, o bien, RlTD, tablas,
Cierbs posiciones del rey ne-
gro, aun cuando parecen desfavo-
rables, no pueden ser utilizadas
par las blancas si su rey se encuen-
k a fuera de la zona victoriosa.
8 ~ . R4AR, D8R. -R6CD, P7
AD, tablas.
8a. Estando el rey blanco en
3R o en 2R, IR, se debe jugar 1,
D8CD+, R8A ( l . , . R1T; 2. RZD) ;
2. D4CD ( o bien, estando el rey
blanco en 2R, 2. D7AD y 3. R2D)
y ganati.
En este caso, la m victorima
del rey blanco es incluso ms ex-
tensa ue la del @n de dama,
ocapan 8 o dos columnas m& a fa
derecha. El rey debe poder ocupar
coa un solo movimiento una cual-
qniera de las casillas 3AR, 2AR,
1AR (amehazando con D2R + +
coma rplica a P8AD =D) o en
dos jugadas, el escaque 3CI)
(cuando el rey ne o se acerqtre
a la esquina a trav de la casrlla
8AD).
%
Examinemos unos ejemplos.
9a. EL rey blanco ex K R . 1.
D3CD (estando la dama en 4TR,
hubiese seguido t . D8D + , R8AD ;
2. D6CD, na dejando pasar al re
negro a la columna CD y luego 3:
D3CD 6 3 D2CD) ; 1 ,.. R7D ; 2,
DZCD, R8D ; 3. R3AR, R7D (3 ...
PSAD=D; 4. D2Ri t.] ; 4- R4R
y 5. R3D.
9b. LTI rey bknca en ICR. 1.
1, D3CD, R7D; 2. DZCD, R8D ;
3. RZAR, R7D ; 4. D4D i- , RSAD ;
5. D4CD y 6. n1R-t +,
*c. El rey b t u w en 5D. 1. D3
D+, R8AD ; 2. R4AD, R7CD ; 3.
D2D y 4. R3CD.
Como casos excepcionales san
tambiln posibles, sin embargo,
posiciones de empate.
Por ejemplo : 94. R5D, D7AD
( o bien, DSAD, ha!lndose el rey
negro en 7D).
Las negras deben defenderse can
suma atenciba cuando el rey blari-
m est situado en SR (fuera de
la zona victoriosa).
%e. El rey blawo en 5R. La
variante 1. D3D + , R8AD ; 2. R4D,
R'ICD; 3. DZD, RSCD!, o bien,
3. D2R, RWD ! ha sido conside-
rada anteriormente. Queda la ten-
tativa 1. D3CD, R7D; 2, D2TD
(2. DSCD, R8D). las blancas
cuentan con 2. . RSD; 3. R4R,
PSAD = D ; 4. R3D. Sin embat o,
en lugar de 2.. R8D I, sigue f...
R6AD!, y tablas.
En posiciones desfavorables del
rey negro, puede darse el caso de
que pxerdan aun mando el rey
blanco se halle daera de la zona de
senh ja.
M. N. Crig6riev, 1932. Han-
cas : RSR, D8TD. Negras : R6D,
anan las blancas. 1. D5
D+, P7AD; R7 !ti ( 1 ... R6AD; 2. D4D+
y 3. DtTD; l . . . R6R; 2. D2CRf y
3, D5CR) ; 2. Dn"D!, R8D; 3.
R4D y ganan.
No obstante, da tablas la pus-
ci6n :
94. R6CD, DEJTD-R6D, P7
AD. mte es el final de R7TD,
P5TD - R5AD, P2AD, jugando las
ne as rimero, drspu& de 1 ...
R~SI: g PQETD (mejor que 2.
R7CD, P4AD) ; 2.. . P4AD ; 3, R6
CD, P5AD; 4. WTD, PGAD; 5.
f8TD = D, P9AD. Las negras per-
deran en caso de l . . . RflCD?, ya
que las blancas
D1D. (V6me el SN>ddan Ila.)
jugar 6*
Si el pen dista dm movimien-
tos de la casilla de In promoci011,
la tarea de las blancas se simpli-
fica ccmsiderablemente.
El pe6n de tarre puede ser captu-
rado por 18 dama sin ayuda de su
rey. Acercndose mediante ja-
ques, la dama termina por alcan-
zar la posicin del 10. Si l . . . R8
TD, entoaces 2. DLAD, P7TD ; 3.
Dl AI)+ +. A L... RSCD sigue 2.
X)4CD+, RWD; 4. D3AD y el
pen perece. En caso de 1. .. R(iCD,
se tiene 2. DI AD, P7TD ; 3. Dl
TD, ganando el bn despub de
3... R6TD;4. D3 ir Du y 5. D2CD.
E1 esquema 11 (con pe6n de ca-
a tablas, siern re y cuando el rey
hallo) ilustra el sico caso en que blanco se ha1 e fuera de la zona
la ligaz6u por cliagsnaf na ejerce, victoriosa.
P
como es costaimbre, una acciOn de- La teoria nas ensea algunas de
cisiva (uiase el 12). ya que la ju-
estas wi c i o n s de bb1as.
gada 1 .-. IXwD es p i b l e . No La mas antigua de todas es :
obt a~t @, desp.txh de 2. D4TD+, RXCR, D7CD - RSAD, P6AD.
el negro ve ( ~ b l i ~ d o , a W- Aqui resulta intil 1. RGAR, ya
s:ir de todo, ocupar el escaque
que el rey alcanza s61o SR (9e).
delacte de1 pen, permitiendo que
Despn&j de 1 DITR + , R ~ C D !,
avance Y apcrWe el re,Y bh~- ~c o+
el rey blanco pone trabas al acer-
este ~16t r r d~, ~ Se C~ S l g l l c Ten-
camiento decisivo de la dama. Ha-
cer contra c ~ l qui e r negro
Ilndose el rey blanco en 8CR, hu-
ea la tertc~a fila.
biese seguido 2. DSTR, R6CD ; S.
La enunl e f uera de 1% l i ~ i b n
D4D ! ( 1 a) Si, por el contrario,
ceicana en diagonal se puede ver,
el rey se hallase en 7CR (y tain-
pongamos por caso* en el
bjCn en m, mR), tablas,
1- iron Po n de alfil). Las
Sin embargo, el rey se en-
se hallan ~mpl etamente parali-
cueutra en mR,
zadac : los tiiovimientos del rey
CR!).
son indtiles y las blancas contes-
aqiii otra posici6n de tablas
tan a stos acercacando su rey.
(ha sido utilizada en el final de
U f ~ l a uno de 10s problemas de V. Che-
javer) : Blancas : R7R, D8AD. Ne-
aras : R7AD, PGAD, mueven las
s. Despus de l . . . R7D!; 2.
D8 (71)) -t., RSAD!, las tablas
son evidentes. El empate es tam-
bien inevitable hallndose el rey
Zn caco de que despus de I *..
y el. rey blanco se sita en la zona
RGCD ( 12a), las negras juegpen
vict"iosa*
2. . PTAD, se tiene 3. D1TD.
AnWoga a la primera es la posi-
~~~~a~ el
es de caballo o
~ i h de tablas. Blancas : RBAR,
central, no
peligro alguno
DBR. Neg+as : R7Dt P6AD. El em-
el permitir que el pen avance un
pate tiene lugar a6n cn el caso en
escaque.
que el rey blanco se halle en 7D,
Por ejemplo, en la posidbn 8D 6 7R.
RGTD, D8CR - KIITD, P6CD, des-
Cuando las negras disponen de
yi&s de l . . . RaTl3 ; 2. Dl CR+,
dos peones, el nmero de posicio-
R7'm hay que consentir 3. R5C,
nes ipgaladas aumenta considera-
PTCD, fontirruanda despub 4. blemente. Estas sern estudiadas
D7TD-t y ganau.
con todo detalle en el apartado
No obstante, cuando el pebn es
#Finales de damas*, aun cuando
de alfil, si e s imposible evitar que de algunas de ellas nos ocupamos
haga un movimiento, esta equivale a continuacin.
Acerca del punto (41, creemos
que los ejem los 1%h, 203b, 392
P y 396 son si1 icientes, ya que de-
muestran que no habiendo posihi-
Iidad de ganar en un final de peo-
nes puro, la nica perspectiva es
la de asar al final de dama con
un pe 1 n de ventaja.
En el filtimci ejeinpla al 3 de
este -4p6ndice: (vase asimismo el
378) se ilustra cmo obtener no
una superioridad material, sino
de posicin.
A cantinuaci6n damos unos
ejemplos complementarios, en 10s
que el resultado viene determina-
do no por una correlaci6n mate-
rial. sino de ncrsicin. En estos
ejemplos aparecen ligados los te-
'' P4TD' P4TR ; 2 A P4CD9 P5
nias de los cacos (41 y (6).
TR (2 ... R4R; 3. P4AR+ !) ; 3.
F5TD, PCT, x PT ; 4. PSCD f , - P6
TR; 5. P6CD, P'ITR; 6. P7CD,
P8''R=D; 7. PSCD=D +, R4AR;
8. D8AD+, R4C (o bien, 8... R5
AR; 9. D4CR+ ; ea caso de 8.".
fl 4R se tiene 9. D5AD + , RYi4R;
10. T33K-k, R4AR; 11. D4R+,
R4C ; 12, P4AR + , captwand la
dama) ; 9. DSCR+, R4AR ; 10,
D4CR-t. y 11. D4R++.
Un ~utodo anloga para captu-
rar la dama ha sido pensado en la
posicin siguiente : 13a. K. Kup-
chevski, 1931. Blancas : RCICD,
PZTD, P3AR. Negras : R4D, P2R,
P2TR ( 1 . P4TD, R3D; 2. R6C,
R2D ; 3. R7.C, P4TR ; 4. P5TD,
I'5TR; 5. P6TD, PGTR ; 6. P7TD,
P7TR; 7. P8TD=IC), P8TR=D; 8.
U8AD + , R3D ; 9. D6AD + , R4R ;
10. P4AR+ ). Sin embargo, des-
~ u k s de l . P4TD salva a las ne-
gras una defensa ms perspicaz :
1 ,.. R3R! ! ; 2. R6C (2, PSTD,
R2D) ; 2. . . P4TR, tablas.
Respecto a los casos (4) a (8),
criyos finales estn ligados en gra-
do an mayor a los finales de da-
mas, hay muy pocos ejemplos ex-
plicativos en los aFinales de pea-
nem, por lo que m8s abajo se dan
unas cuantas posiciones comple-
mentarias.
14. N. Grigriev, 9 Blan-
cas: R7AR, P2CD. Negras: R8
TR, PZTR. Ganan las blancas. Las
blancas llevan a cabo su amenaza
de atacar al pen, aproxirna~do
resileltamente su rey. 1. R6A !,
R7C; 2. P4CD, P4TR; 3. R5C,
R6C; 4. PSCD!, P5TR; 5. HjCD,
PGTR; 6. PTCD, P7TR; 7. P&CD
=D+, R'IC; 8. D2CD+, RSCR;
9, R4C, PllTR=D ; 10. R3C y
ganan.
f4a. 31,. Prakevs, 1937. Blancas :
R6R, P5TD. Negras : R7TR, P5
TR ; las blancas ganan. 1. R5A !
(no 1. P6TD?, P6TR o. R8C, ta-
blas) ; 1 ... P6TR ; 2. R4C !, R7C
(celada funesta) ; 3. PGTD, PITR ;
4. P7TD, P8TR=D; 5. PSTD=
D + y ganan (3).
I4b. Blancas: R4AD, P4TD.
N e p s : RFrR, P2TR; juegan ls
negras ; tablas. 1. .. R4R ; 2. R5A,
R3R, y las blancas no tienen mbs
remedio que dejar pasar al rey a
IAD, ya que 3. R6A ? 6 3. R6C,
R2D ; 4. R7C ? hacen perder.
14c. Blancas: R4AD, PSTD.
Negras : RGAR, P2TR. Tocndoles
jugar a las negras, se obtienen ta-
bIas no slo mediante 1 ... RSR,
como en el 14b, sino tambien mo-
viendo l . . . P4TR ; 2, P4TD. P5TR :
RBC. jugando las blancas, bt a8
anan: 1. R4Dt (perono 1. R3D?,
W ~ A , tablas).
14d. N. Erigriev. Blancas :
RSCR, P39D, F2AR. Negraq:
R6D, P4TD ; tablas. t . P4AD !,
R x PAD ; 2. MAR, R4D ; 3. R7-4 !,
P5TD (a bien, 3... R5R 4, RGR) ;
4. P5AR, P6TD ; 5. PaAR, P7TD ;
6. R8C!, P8TD=D; 7. Y7AR, tav
blas ( 8) .
I4e. Najdorf-Vinuesa, Mar de
la Plata, 1941. Blancas : R3D, P4
CD. Negras : RSTR, P4AR ; jue-
gan las negras. l . . . Rm!; 2.
P5CD, P5AR; 3. R4R, R6C! (as..
H5C, pierde) ; 4. PWD, PGAR;
Y. PICD, P7CR; 6. P8CD=D+,
R7C, tablas.
En los ejemplos que darnos a
contiiuaciiin tambikn se unen los
casos (5) y (8) con elementos del
(6)
t . P3TD! ( 1. R5R7, Y4TR; 2.
P5AD, R4C ! ; 3. RsD, P5TR y ta-
blas); l . . . P4TR; 2. RX! , P5
TR + ; 3. R3T ! (es necesario -
!? lar al pen precisamente en 5 R
y no en 6TR) ; J... R x PTD ; 4.
P5RD, P5TD ; 5. P6AD, R7C ; 6.
P'IAD, PGTD; 7. P$AIi=D, P7
TD (abursa hay que ahogar a las
negras) ; 0. D7CD +, R7A ; 9. D6
TD, R7C; 18. 1)5CD+, R7A ; 11.
D4TD+, R7C; 12. D4CD+, R7A;
13. Dc3TD, R86; 14. DSCD+,
R8T (a continuatli6n se da movi-
miento al rey y sigue un mate ti-
pico) ; 15. R4C, P6TR ; t 6. DZAD,
P'ITR; 17. DIAD+ +.
15a. P. Farago, 1937. Blancas :
RSTR, P5TD, P4TR. Negras:
R2TD, P5CR ; tablas. En caso de
1. PSTR ?, RJT l., las blancas pier-
den le1 mismo fznal que ea el 15).
Tablas se alcanzan fmicamerits
con 1. P6TD !, no llegando a tiem-
po las negras para dar mate. Otra
posicin anloga : Blancas : R3CD,
P5CR. Negras: RSTR, P4TD,
P5CD, PSTR. 1. PWR ?, PSTD +
condt~ce a tablas. Lo correcto es
1. R4T, RED; 2. RxPCD, 1P5
TD + ; 3. R3T, etc.
Un ejemplo de cmo despren-
derse de un pedn propio que e s -
torba~ fue dado anteriormente en
el 21 1 a (Grigriev, 1933) ; el re-
chazar el sacriicio era atli impo-
sible. ya que entonces eI pen lk-
garfa a la promosibn. A esto se
refiere la posicin de Farago, 1953..
Blancas : R4CD, P4TD. Negras :
RSAR, P4D, P4AR. t . PSTP),
P5D! ; 2. R4A, R7R, tablas.
El dejar al adversario iin pen
se ilustra, pongamos por caso, en
la posicihn de 1. Lourna, 1928.
Blancas: RTCD, P2CR, P4'I'R.
Negras: RSAD, PmD, PSTR;
ga&an las blancas, 1. P4CR ( l .
RxPTD?, P4TR, tablas); t. . .
P4TD; 2. PSCR, PCRx PT; 3.
PSTR !, r5TD (en casa de 3.-A
P5CR se tendra 4. P6TR y des-
1x4s de conmar DSTD +- ) '; 4. P6
!R, y ganan.
En la posicin 15, el pen regxo
fue bloqueado a una distancia de
tres rnsvirnieatos del escaque de
la promwi0n. Si el pen precisa
s6lt1 dos jugatlas par& coronar, la
victoria puede ser posible sclt.) ~1
coxxdici6n de que el rey de la parte
ms fuerte no se enrucm~tre dcima-
sido lejas. h s limites de la se-
paracicn se ven stl los ejeiizplos
que siguen :
ISb* P. E'arago, 1953. Rlancas :
R3hR, P3TD, PSTK. Negras:
RSTD, P3TD, P5AR, Y6TR ; veta-
taja blanca. 1. R x YA 3, K?C, et-
ctera, crjndrice a tablas. Malo 1.
P4TI) ?, R7C; 2. RQC, R6A; 3.
P5TU, %A ! )- despub de 4. R x
M\, R6D, o bien, d. R x Ph, RSC,
ganar.i las r.ispras. 'I,o correcto es
. R4CI. K7C ( o bien, l . . . Y6AX;
2. K x P?' ; si 1 ... P4TD, 1s rn&s
sencillo PS 2. &*4TXP y 3. R x Wf ;
2. HxPT, R x m ; 3. R2Ct, P6
AR + ; 4. KZA, R7C! (rfejai~do de
antemano sin la casilla 1TD a la
dama blanca) ; 5, P4TR, P4TD ;
5. PSTR, P5TU ; 7. IS6TH, P6TD;
8. 177TR, P"7TIl; 9. FLITR=D+,
R8C ; 10. DKU+, R8T (ncnrtan-
do 1;a sofuci6n : R8TU es, Ge cita!-
quier mcdo que se cra~isidere, in-
evitable dest->i&s de USCD + f ; 1 1.
U3R!, P7AR; 12. DSCD?, PSAR
= D ; 13. D x DSAM -+ y gattan ( 3) .
Uva posicicn an610ga es : i S. Ga-
ray, 1944, Blancas : RaAD, P3D,
Negras: R$TX, PfjCltI, YShIP,
PZTR ; ganan las blancas. Des-
~ u & de f . P4D!, P7Cls; 2. Rx
PC, P6AD+ ; 3. R2AD, ck. , las
blancas realizan la i~'ta?licrbt+a R3D
y DSCR.
Si eii las posiciones del tipo de
las .bre examinarnos, a1 pen ne-
P gxo e queda slo una jugada para
coronar, se puede afirmar que Ia
victoria es ya una escepcibn.
35c. 1. hlaizelis, l 9M Ea la
pmicibn : blancas : Rl D, D3CR ;
negras: RBlt'R, P7D, P'iTR, gana
t . D3W1, RI C; 2. DxF2D+, et-
ctera (3). Sin embargo, en la pc3-
si ci6n : blancas : R t AD, I13C R ;
negras : RBTR, PTAI), P"1TR, ya
es tablas. La p~sicin se hace v ~ c -
ioriusa estando la dama en tj,ltD
y twt~dalcs jtlgar a las blancas
( I . R2D, R7C ; V e R2R !) , pero esta
situacihn es irtipctslhle fmzarla a
f
artir de la positicin inicial !con
a dama en 3CR).
La posicin de tablas que he-
mos ~orsiderado puede darse cn
el probterua de P. Farago, 1937.
Rlancas: R2R, PSCR, PZTR. Ne-
gras : RSTR, PSAL), P7D, P3CR,
cfes uaSs de 1. P4TR ?, YGAD ; 2.
.p P5 R, PSD=D+; 3, R x n , 2'7
AD+ ; 4. RfAL), YCRxPT, et&-
tera. P9x eso, las blancas no per-
miten ue el rey negro cree un rc-
fu 30 a agado en 8TR. Lo que de-
I
1
eic e es;: 1. XJ;m'R! I , 1'6A.D; 2. P4
TR ; las negras se verati nbligiadas,
ms p~ontu cw mi s tarde, a nicrver
el rey y en tances P5T !, pi l a.
En todi~s estus Ultirnm casos, la
dama liichaba contra dos peones-
El xzhinen, 6e posiciones de tablas,
caso (71, er; aqrxf considexablernen-
t e mayor qzre en los finales ante-
riormente considerad* de @Dama
contra pen~.
Ya en el 26.2 (en. la variante)
Gigariev sea16 una posici6~1 de
ern yate : Blancas : R7CZJ, PS'X'HI,
P'/TD, Negras: RSR, D8D.
f-Ic aqtti otros ejemplos :
16. A. Troirski, 18%. Blancas ;
RSC'D, PSTD, Y4R. Negras: RID,
PSD, FZD, PZI'R. Tabiaq. t . R6G,
R1A; 2. Pro?"D, Rl C; 3. PTX'I)+,
RIT; 4. R7A, Y4TR; 5. RxP3T3,
PSTR; 6. Rx mD, P6I'R; 7. P5R,
P7TR ; 8, P6R, P8TR=D ; 9. P7R.
La posicicj.tr que resulta : blancas :
R7D, P7Tl3, P7R; negras: RITD,
D8TR es tablas (9.. . D4D + ; 10.
R7A, Da11 ; l l . R8D, D3D -a- ; 12.
R8A !, Il) x PR, rey ahogado).
16aa B. Horwitz, 1879. Blancas :
R,Y.&K, MTD, PSCD, P31'R. Xe-
gras : RGCR, P4TI), Y3CD, Y4TR ;
tablas. 1. R4R(5R), RxPTR; 2.
RSL)!, R5CH ; 3. R6A, PEiTR; 4.
R PCD, Y6TR; 5. R7Tf, PIITR;
6. I%CD, PSTR-D ; 7. P7CI). En
la posicin resultante RIITD, P4
TD, P7CD - RSCR, DEITR, P4TD,
pone trabas'a las negras sn pro io
pen 4TD; lo mejor que pue l en
alcanzar es D x PTD ; P8CD =D.
V6anse asimismo 10s 362 y 408.
IEib, A, Mandler, 1951. Blan-
cas: R3R,, P4AR, PSAR. Negras:
R8D, P4AD, P2AR ; tablas- l .
R3D, P3AR ; 2. R4AE), R7Rt7D) ;
3. R5D, P5AD ; 4. R6R, PGAD ;
5. R x PA, P?AD ; 6. R7R, P8AD
=E D ; 7. PGAR, i b b l ~ !
El caso 81, rey ahogado, ha sido
ilustrada basta ahora con ejemplos
en los que Gnicamente intervenan
anes de torre o de alfil. Sin m-
Er p , c m damas es posible for-
zar un rey ahogada porc otros nie-
dios.
17. S. Zhiguis, 1928. Blancas :
RGTD, P5D, P5TR. Negm : R1
TD, PKD, RAID, P2D. Tablas.
1. P6D!, PaAD!; 2, PWR, P7CD;
3. P7TR, PBCD-D; 4. PaTR=
D+, DICD; 5. D8D!l, DxD, rey
ahogado.
7 1. Berger, 1916. Blancas :
R4D, P6TR. Negras: RCsCD, PS
TD, P6CD ; tablas. 1. PITR, P7
CD! ; 2. P8TR=D, P8C!D=D; 3.
D8CD + , R6T; 4. D x D, rey ahu-
gado.
17b. F. Richter, 1953. Blancas:
R4CD, PSTD, PZCD, P4AD, P5
AD* Negras: R7D, P2D, P6TR;
tablas. 1 P6AD !, PD x PAD ; 2.
PWD, P'ITR ; 3. P'ITD, PLITICI
D ; 4. P8TD =D, P4AD + ; 5. R3C,
D x D, rey ahogado.
El caso (9), cambio de damas
forzada, es de una gran importan-
cia prctica. Se dio en las osicio-
nes 213a, 291, 292, 323a, &, 341,
407 y otras. Damos a conocer al-
gunos ejemplos m&.
18, N. Grigriev, 1938. Blan-
cas : R8D, P3AD, P4CIR. Negras :
R6AR, PZCR, PmR. Ganan las
blancas. 1. R7R ! no alcanza el
objetivo a causd de 1 ... P4CR ! ; 2.
R6A, R x PC ; 3. PQAD, RS-4 ! , ta-
blas. Lo mrrecto es t . P4AD !,
RSR; 2. R7R, P4CR (en caso
de 2.. R5D j 3. R7A, P4CR,
las blancas tienen que maniobrar
con el rey igual que ea el 67b, con-
servando en el caso de P4TR,
la posibilidad de llegar a la pro-
mocin dando jaque ; 4. RSC !,
P3TR; 5. R7A! y 6. R6C) ; 3.
R6A, P4TR ; 4. PCR x PT, P5CR ;
5. P6TR, P6CR ; 6. P7TR, P7CR ;
7-PSTR = D, P8CR =D (ahora las
blancas abli an a cambiar las da-
mas); 8. % 7TR+!, R6A; 9.
D3D+, R5A; 10. D5AR-t- y ga-
nan.
18s. R. Dawson, 1931, Blancas :
R8TR, P5CD, P5D, P4R. Negras:
R7AR, Pm'D, P4R, PSCR; ven-
taja blanca. 1. PWD !, PTD x
PC; 2. P6D, PKR; 3. P7D, P7
CR; 4. P8D=D; P8CR-E); 5.
DxP- t - ; 6, Dx D+ y ganan.
18b. 1. Glazer, 1938. Blancas:
R5R, P3R, P3CR, P4TR. Negras:
R5TD, P4TD, P5CR, P n R , P3
TR ; tablas. Las blancas deben re-
troceder con el rey con mucho
tienb, abriendo el camino al pe6n.
Pierde l . R5A 7, a causa de 1 .. .
R4C ! ; 2. P4R, PSTD ; 3, P5R,
P6TD; 4, P6R, R3A ; 5. R6A, P7
TD y el pen corona dando jaque,
No ch~tante, pierde tambin 1 .
R5D (6D) ?, a causa de 1.. . R5C ! ;
2. P4R, PSTD ; 3, PSR, P6TD ; 4.
P6R, P7TD ; 5. P7R, P8TD =D ;
6- P8R=D, y Irts negras fuerzan
el cambio de damas; estando el
rev en SD, mediante e. . . D8D +
y T... DTD+ y con el rey en BD,
jugando 6.. D3TD+; 7. R7A,
D2TD-s- ; 8. R6D, D4AD +, c k . No
hay mas que una soluein: elegir
la casilla del rey en concordancia
con aquella a la que se diri'a el
rey negro. por eso l . P4R !. R ~ c
2. R5A !, o bien, l . . . R4C ; 2. R6D !
(no 2. R5D ?, R X ! y ganan) ; 2...
P5TB ; 3, PSR y tablas. Las \-a-
riantes del ejemplo 321 haban ya
demostrado que, sin necesidad, no
se debe determinar de antemano
la posicin de sn rey, sino que lo
mejor es avanzar primero un pen.
El caco (1Q) , jaque perpetuo, fue
posible en una de las variantes
del 290. En el 295a, el rey blaaco
eluda fhcilrnente los jaques, mien-
tras que en el 316 esto se conse-
guia utilizando un rnt do coxn-
-
plicado e ingenioso. Pero esto per-
tenece ya a un final de damas pu-
ro, aunque es preciso tenerlo en
cuenta cuando se jueaan finales
de r>emec. Daremos cbfo un ejem-
plo Ultima.
19. S. Grigriev, 1924, Blan-
cas: RliR, P2TD, P2D, P6.4R,
P3TR. Negras : RITR, PGTX), P5
CD, P4AD, FSTR. Tablas. Las
blancas se salvan, ahorrando un
tiempo muy importatite, gracias
a la amenaza de jaque
1. RSD!, RIC (en casa i-"=tuo* e l . . . ti
CD, se tendra 2. R6R, PCD x PT,
o bien, P'ICD; 3. P?AR y 4. P8
-4R =D + , danda jaque pe
2. R4A, R2A ; 3. P4D, I?ArXk% i
4. Rx PC, P6D!; 5. R3A, Rx
PAR; 6. R x PD, R4A; 7. R3R,
R4K ; 8. R3A ! f es necesario con-
servar el pen 3TR; 151); B. . .
R5D ; 9, R4A, y a R x PD contes-
tan las blancas con RZA, temi-
nando en tablas (25%).