Ecue Yamba o

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTNOMA DE MXICO

Programa de Posgrado en Estudios Latinoamericanos


Luis Alfonso Castillo Farjat
LOADO SEA EL SEOR!
La potica de lo poltico maravilloso

"
LOADO SEA EL SEOR!
La potica de lo poltico maravilloso


Endoko endiminoko
efmere bong
enkiko bagarofia
Yamba-!
[] Teclean las tibias
a la tibia con tibia
tic tic de palitos.
Retumba y zumba
tam tam de atabal,
timbal de ang.
Rumba y tumba,
tambor de cajn
y ecn con ecn.
Tambor!
1





e la obra de Alejo Carpentier, probablemente lo menos y peormente analizado
es su composicin primigenia, en donde el afrocubanismo era asumido por el
autor de forma vanguardista. El poco inters que despiertan los primeros trabajos de
Carpentier tiene que ver, principalmente, con la distancia que suponen con sus obras
consagradas dentro de lo real maravilloso. Es prcticamente imposible acercarse a las
obras de juventud Carpenteriana sin haber tenido ya algn contacto con el resto de la obra y
esto ha provocado algunas valoraciones injustas o una lectura vista a partir de los ojos del
autor de El reino de este mundo.
Sin duda, aqu pecaremos de la misma predisposicin haca la primer novela de
Carpentier, aunque trataremos de comprender Ecu-Yamba-! desde lo que significa la
obra misma como por el contexto en la que fue escrita. La pretensin de este trabajo es

1
Alejo Carpentier Yamba-
2
Selena Millares, Alejo Carpentier, Sntesis, Madrid, 2004, p. 32
D

#
sealar primero el momento al que pertenece la novela dentro de la obra de Carpentier, no
tanto desde la ptica evolucionista que supone una curva ascendente hacia la maduracin
literaria, sino como un mero proceso lleno de sobresaltos y sin una progresividad necesaria.
Hay tambin cierta propensin a imponer sobre la biografas de los autores etapas de
acuerdo con su estilstica; sin embargo, esta simplificacin, aunque productiva para la
explicacin de las trayectorias, deja algunas cuestiones que no entran en el modelo como
anomalas, mxime cuando no se comprende el contexto poltico-esttico en el que se llev
a cabo la obra. Esto ltimo abre un panorama infinito por la multiplicidad de relaciones que
supone la complejidad del trabajo artstico inmiscuido, tanto en las ideas literarias del
momento como el acontecer poltico, as como las propias intensiones y tradiciones del
autor. Aqu simplemente se enunciarn algunos datos que se creen importantes para
acercarse a la novela en cuestin y comprender los valores estticos dentro de ella.


Sociopoltica de la Vanguardia

Hacia finales del siglo XIX, Cuba era el ltimo reducto de la dominacin espaola sobre
tierras americanas. Para los Estados Unidos la isla representaba, tanto un enclave
productivo como un puesto de avanzada que abra las puertas hacia la expansin comercial
europea y sudamericana. Inglaterra como potencia colonial entraba en un proceso de
declive y los norteamericanos pusieron un particular inters sobre Cuba por su importancia
geoestratgica. Esta situacin se mezcl con los ideales independentistas de un sector de la
poblacin cubana, que desemboc en un complicado conflicto de intereses. Cuba tuvo as
que, primero independizarse de Espaa para completar el proceso frente a los Estados
Unidos.
No obstante, la liberacin cubana no logr profundizarse, puesto que entraba en una
nueva fase de dominacin econmica por la expansin capitalista, particularmente del
capital norteamericano que requera del dominio poltico de la isla para expandir sus
mercados. El mecanismo utilizado para tales efectos fue la Enmienda Platt, que otorgaba
facultades al gobierno de Washington para intervenir en el gobierno cubano si lo requeran
sus intereses.

$
El panorama poltico de la recin independiente republica se complicaba por la
tensin que generaba el dominio norteamericano sobre sus finanzas y el gobierno; incluso
los norteamericanos intervinieron para deponer a mandatarios electos. Despus de la
bonanza de los aos de la guerra, en dnde los precios del azcar se elevaron
exponencialmente, la economa cubana entro en recesin y para principios de la dcada de
1920, el pas se encontraba en bancarrota. En este escenario asume la presidencia Alfredo
Zayas, quien se vio envuelto en varios escndalos de corrupcin que culminaran con su
gobierno. Uno de los principales factores para que Zayas evitara la reeleccin fue la
llamada Protesta de los trece. Derivado de los fraudes en la lotera nacional, el
escandaloso sueldo del presidente en medio de la crisis, as como la construccin de una
estatua suya, un grupo de jvenes intelectuales encararon a un miembro del gabinete de
Zayas un acto oficial. Para culminar su acto de protesta lanzaron un manifiesto firmado por
los trece personajes, quienes un poco ms tarde seran los iniciadores del grupo Minorista y
tendran una destacada participacin en la poltica y en las artes cubanas.
Con la llegada del general Machado al poder, la crisis en la isla no mengu
significativamente y los sectores disidentes comenzaron a agruparse y a organizarse, lo que
gener una oleada de represiva, con la que se gan el mote de asno con garras otorgado
por el poeta Rubn Martnez Villena. Machado haba sido un administrador de la compaa
norteamericana de electricidad cubana y durante este periodo, la sumisin ante los Estados
Unidos fue aument considerablemente. Esto gener cierto descontento entre los sectores
populares y de clase media en Cuba, quienes se vean afectados directamente por la
intromisin norteamericana en la isla. Los obreros cubanos eran explotados por el capital
internacional y se vean en competencia con los braseros caribeos, quienes reciban un
sueldo aun menor; la clase media no era relegada, tanto del poder poltico y del poder
econmico.
Aqu se observa la tensin entre el criollismo manifestado como regionalismo,
indigenismo o telurismo como oposicin al cosmopolitismo modernista que pretende
reflejar la esencia de lo latinoamericano, retratando su tierra y sus gentes.
2
El mismo
Carpentier da cuenta de este conflicto en Ecu-Yamba-


2
Selena Millares, Alejo Carpentier, Sntesis, Madrid, 2004, p. 32

%
Capataces americanos mascando tabaco. El qumico francs que maldeca cotidianamente
al cocinero de la fonda. El pescador italiano, que coma guindillas con pan y aceite. El
inevitable viajante judo, enviado por una casa de maquinaria yanqui [] escuadrones de
haitianos harapientos, que surgan del horizonte lejano trayendo sus hembras y gallos de
pelea, dirigidos por algn condotiero negro con sombrero de guano [] Despus llegaban
los de Jamaica con mandbulas cuadradas y over-alls descoloridos, sudando agrio en sus
camisas de respiraderos. Con ellos venan madamas ampulosas, llevando anchos sobreros
de plumas, tan arcaicos y complicados como los que todava lucen en sus fotografas las
princesas alemanas [] Pronto aparecen los emigrantes gallegos. Arrastran alpargatas, y
sus caras, cubiertas de granos, eliminan los vinillos cidos de la montaa [] Algunos
polacos tenaces se improvisan tenduchos sobre el vientre, ofreciendo mancuernas de
hueso, cuellos de seda tornasolada, ligas purpura y preservativos alemanes disimulados en
cajas de cerillas. Los horticultores asiticos se arrodillan en el huerto de la casa vivienda
con gestos de cartomntica. Los almacenistas chinos invierten millares de dlares en
balas y toneles que les son enviados por Sung-Sing-Lung
3


y ms aun cuando plasma los conflictos entre los haitianos y jamaiquinos con los cubanos y
la oposicin frrea haca el American way of life, encarnado en esos personajes, los
yanquis, mascadores de andullo, [que] causaban su estupefaccin. Le resultaban menos
humanos que una tapia, con el hablao ese que ni Di entenda. Adems era sabido que
despreciaban a los negros
4
El tema de la explotacin de los cubanos frente al
capitalismo norteamericano es evidente. Aunque el norteamericano blanco no aparece
como personaje, ms bien como una especie de presencia Orweliana, se manifiesta en la
efigie o signos comerciales y en transacciones oscuras.
5

En el resto de Amrica Latina el panorama era similar y es en este contexto en el que
surge un movimiento esttico de la vanguardia, alimentado por el sentimiento criollista,
manifestado como nacionalismo o indigenismo. El escritor latinoamericano

Deba tratar de expresar su mundo, mundo tanto ms interesante por cuanto es nuevo, se
encuentra poblado de sorpresas, ofrece elementos difciles de tratar porque aun no han
sido explotados por la literatura [] y sobre todo salir del nativismo, del tipicismo de
la estampa pintoresca, para desprovincializar su literatura elevndola a la categora de
los valores universales.
6



3
Alejo Carpentier, Ecu-Yamba-, Bruguera, Barcelona, 1980, p. 9
4
Ibd. p. 64
5
Frank Janney, Alejo Carpentier and his early works, Tamesis, Londres, 1981, p. 33
6
Salvador Arias, Compilacin de textos sobre Alejo Carpentier, Casa de las Amricas, La Habana,
1977, p. 18

&
En Cuba no caba el indigenismo y la expresin de la vanguardia estuvo ligada ms haca el
afrocubanismo como una postura poltica frente a la idea cosmopolita capitalista y la
norteamericanizacin de la cultura encarnada en la corriente modernista. El mismo
Carpentier justifica su pecado de juventud vanguardista en el mismo prlogo a Ecu-
Yamba-!

Haba, pues, que ser nacionalista, tratndose, a la vez de ser vanguardista. Thats the
question Propsito difcil puesto que todo nacionalismo descanza en el culto a una
tradicin. De ah que la ecuacin de ms y menos, de menos y ms, de conciliacin de los
contrarios, se resolviera para mi hamltico monologo juvenil, en el producto hbrido.
7


Bajo esta tensin el grupo Minorista surge en 1923 por varios de los integrantes del
grupo de los trece para intercambiar ideas sobre las transformaciones intelectuales y
polticas. Este momento es fundacional para la tradicin de izquierda en Amrica Latina,
nacida bajo el sello de la guerra imperialista, la crisis mundial del capitalismo, las luchas de
liberacin nacional y la formacin de partidos comunistas en la regin. Con el grupo
Minorista, la necesidad de politizacin del intelectual se hizo evidente.
8



Un suizo afrocubano

Al ser Carpentier un escritor cercano a la Revolucin Cubana y anteriormente con una
participacin poltica, siempre haba sido reivindicado su nacimiento en La Habana. Si
embargo, cuando Cabrera Infante revela que ms bien, naci en Lausana, Suiza, se cre
cierta controversia, aun a pesar de que Carpentier haba sido visto siempre como un
europeo, al menos de formacin.
9


Aunque Carpentier tratase de romper con el paradigma novelesco mundonovista,
yuxtaponiendo escenas y cuadros descriptivos exentos de conexin causal, al modo del
"ritmo vital" del collage, es a nivel narracional donde se denuncia la imposibilidad de

7
Alejo Carpentier, Ecu p. 8
8
Salvador Arias, p. Cit., p. 50
9
Klaus Mller-Bergh, Alejo Carpentier. Estudio biogrfico-critico, Las Amricas, Madrid, 1972

'
asimilar la cultura negra: tono culto y retrico, de intencin poltica evidente;
explicitacin de la voz generadora del texto, portadora de la ptica racional del blanco.
10


Proveniente de una familia de msicos y arquitectos inmigrantes, Alejo seguir sus
primeros aos estas dos pasiones que lo llevaron a ser un buen pianista. Como muchos
otros escritores, encuentra en el periodismo una forma para ganarse la vida, incluso cuando
tena que escribir de modas con el seudnimo de Jaqueline. Las reseas y artculos en este
momento aparecen en peridicos de la burguesa habanera, en un momento en el que bulla
el descontento social; sin embargo, las publicaciones de Social, donde Carpentier era
redactor se fueron politizando gracias a su labor.
Estando en esa escena es como entra en contacto con los miembros del grupo de los
trece, con quienes funda el grupo Minorista. En palabras de Jos Antonio Portuondo, la
actitud minorista jug un papel importante en la maduracin de la conciencia esttica y
social cubana y en la agitacin y propaganda de las ideas ms progresistas de los llamados
movimientos y escuelas de vanguardia europeos, permeados ya de marxismo.
11

La represin por el rgimen de Machado aumentaba y uno de los golpes ms fuertes
fue la ocupacin militar de la Universidad de La Habana. Los intelectuales de este grupo
lanzan en Mayo de 1927 la Declaracin Minorista en la misma revista Social, en dnde,
afirmando su presencia como grupo ante las declaratorias de inexistencia, sealan su
nacimiento como grupo. En este manifiesto protestaban por la represin sufrida por la
intelectualidad cubana, por los mercachifles instalados en el poder y por el sometimiento
del gobierno frente a los intereses norteamericanos, as como la solidaridad con Nicaragua
y Mxico, frente a los atropellos imperialistas. Adems se lanzan contra ciertos personajes
del gabinete de Machado y contra varias polticas implementadas por ste. El final es
polticamente contundente, pues los firmantes mencionan laborar

Por la revisin de los valores falsos y gastados.
Por el arte vernculo y, en general, por el arte nuevo en sus diversas manifestaciones.
Por la introduccin y vulgarizacin en Cuba de las ltimas doctrinas, tericas y prcticas
artsticas y cientficas.

10
Irlemar Chiampi Cortez, La Reescritura de Carpentier, segn Roberto Gonzlez Echevarra en:
Revista Iberoamericana, vol. 44, no 102, 1978, p. 159
11
Citado en: Selena Millares, p. Cit.

(
Por la reforma de la enseanza pblica y contra los corrompidos sistemas de oposicin a
las ctedras. Por la autonoma universitaria.
Por la independencia econmica de Cuba y contra el imperialismo yanqui.
Contra las dictaduras polticas universales, en el mundo, en la Amrica, en Cuba.
Contra los desafueros de la pseudodemocracia, contra la farsa del sufragio y por la
participacin efectiva del pueblo en el gobierno.
En pro del mejoramiento del agricultor, del colono y del obrero en Cuba.
Por la cordialidad y la unin latinoamericana.
12


En el Manifiesto se observa la militancia que exige, para los autores, la incorporacin a un
movimiento literario. Carpentier lo seala en el prlogo a Ecu-Yamba- cuando citando a
Marx, justifica la vanguardia como una ruptura con el orden social, equiparndolo a la
filosofa del proletariado. Incluso se equipara con Marx al mencionar la obra citada, como
un artculo de juventud, al igual que su novela.
13

La proclama caus la rpida persecucin y el encarcelamiento de varios de los
integrantes del grupo, entre ellos Alejo Carpentier. Estando en la crcel del Prado 1 en La
Habana, al igual que su protagonista, Menegildo, escribe el primer borrador de Ecu-
Yamba-! del 1 al 9 de agosto de 1927.

Encarcelado por Machado, en 1927 escrib en prisin, el primitivo estado de lo que habra
de ser despus, mi primer libro publicado: Ecu-Yamba-! [] Se trata de una obra de
principiante, graciosa a veces, pero demasiado marcada por los giros y modos de hacer,
de un vanguardismo rebasado aunque sus enfoques polticos, me jacto de ello eran
absolutamente correctos.

Al salir de la crcel, Carpentier, ayudado del poeta surrealista francs, Robert Desnos,
huye a Francia, donde termina de escribir la novela. Estando en Francia tomara clases de
etnologa en la Sorbona y se pondra en contacto con el movimiento de la ngritude, cuyo
portavoz en ese momento eran los redactores de LEtudiant Noir. No cabe duda de la
influencia de el panorama parisino en Carpentier, pues en ese momento, la vanguardia
europea entra en contacto con el arte africano, conjugndose con las preocupaciones de la
afrocubana del escritor. La novela es publicada en 1933 en Madrid y reeditada despus de

12
Hugo Verani, Las vanguardias literarias en Hispanoamrica: Manifiestos, proclamas y otros
escritos, FCE, Mxico, 1990
13
Alejo Carpentier, Ecu p. 5

)
ciertas peripecias que el autor narra en el prlogo, como la aparicin de una versin
pirata en Argentina.


La magia poltica

Como ya hemos visto, Ecu-Yamba- no es la obra predilecta de Carpentier, e incluso
reniega de ella, de la vanguardia, de los personajes, del lenguaje. No obstante tal conflicto
entre el autor y su obra, Carpentier reivindica tanto los enfoques polticos como los pasajes
en los que se describen los ritos de los igos. En una obra tan rechazada por la critica y
por su mismo autor creemos pertinente revalorizar esta temtica, tanto por el significado de
los grupos que se describen, como por sus prcticas polticas y rituales.
La primer aproximacin que puede hacerse aqu es el cuestionamiento de la
modernidad capitalista por parte de Carpentier, quien ve en el regreso a la identidad
primigenia africana la forma de contrarrestar los daos provocados por el capital.

Desde Ecu-Yamba-! sus preferencias se inclinan ms hacia los valores primitivos
encarnados aqu por los hombres de color, que hacia la civilizacin industrializada
representada por el central San Lucio, lo que revela ya una buena dosis de recelo hacia el
tipo de progreso seguido por las sociedades modernas.
14


Este planteamiento se asemeja a la descripcin del ethos barroco que propone Bolivar
Echeverra para el anlisis de la realidad latinoamericana. Este

resulta de una estrategia de afirmacin de la corporeidad concreta del valor de uso, que
termina en una reconstruccin de la misma en un segundo nivel; una estrategia que acepta
las leyes de la circulacin mercantil, a las que esa corporeidad se sacrifica pero que lo
hace al mismo tiempo que se inconforma con ellas y las somete a un juego de
transgresiones que las refuncionaliza.
15


Pareciere que Carpentier plantea la cuestin de lo real maravilloso como una estrategia
para hacer frente a la modernidad capitalista que subyuga las realidades diferentes. As el

14
Oscar Pelayos Zurdo, El dilogo con la historia de Alejo Carpentier, Pennsula, Barcelona, 1985,
p. 138
15
Bolivar Echeverra, La modernidad de lo barroco, Era, Mxico, 2000, p. 46

*
regreso a las tradiciones no niega tajantemente el capitalismo, sino que lo refuncionaliza
bajo las prcticas ancestrales africanas. Claro ejemplo de esto es la subsuncin de los santos
cristianos bajo el panten yoruba, no solamente como una forma de mestizaje cultural, sino
como una estrategia societal. En el capitulo de El Emb, en el que Menegildo acude a
Beru para ganar, mediante la hechicera, los favores de Longina se observa el papel de la
magia como estrategia para vivir en el mundo del capital, dnde el haitiano Napolin
ostenta la propiedad de la mujer.

Las imgenes cristianas, para comenzar, gozaban libremente de los esplendores de una
vida secreta, ignorada por los no iniciados. En el centro, sobre la piel de un chato tambor
ritual, se alzaba Obatal, el crucificado, preso en una red de collares entretejidos. A sus
pies, Yemay, diminuta Virgen de Regla, estaba encarcelada en una botella de cristal.
Shang, bajo los rasgos de Santa Brbara, segundo elemento de la trinidad de orishas
mayores, blanda un sable dorado. Un San Juan Bautista de yeso representaba la potencia
de Olul. Mama-Lola, china pelona, diosa de los sexos del hombre y de la mujer, era
figurada por una sonriente mueca de juguetera, a la que haban aadido un enorme lazo
cubierto de cuentas. Vestidos de encarnado, con los ojos fijos, los Jimaguas, erguan sus
cuerpecitos negros en un ngulo de la mesa. Espritus mellizos, con pupilas saltonas y los
cuellos unidos por un trozo de soga aparatosamente atado. Un cndido gallito de plumas,
colocado en una cazuela de barro y rodeado por siete cuchillos relucientes simbolizaba el
podero indmito del demonio Esh En torno a las figuras, un hacha, dos cornamentas
de venado, algunos colmillos de gato, varias maracas y un sapo embalsamado constituan
un inquietante arsenal de maleficios. El guano de las paredes sostena herraduras, flores
de papel y estampas de San Jos, San Dimas, el Nio de Atocha, la Virgen de las
Mercedes. Sujeto de un clavo se vea el collar de If compuesto por diecisis medias
semillas de mango, ensartadas en una cadena de cobre.
16


La novela misma tiene un claro tinte mtico, pues a pesar de que Carpentier seala haber
sido escrita, basada en hechos reales Menegildo fue un compaero de la infancia del
escritor, la historia tiene cierta similitud con el mito yoruba de la rivalidad entre Shang y
Ogn por el amor de Oy, esposa de Ogn, de quien Shang se enamora y se la lleva,
convirtiendo a los hermanos en enemigos.
17

El aiguismo es el ejemplo perfecto de lo barroco, pues representa una sociedad
mutualista frente a la opresin econmico-racial sufrida por los negros cubanos, aun
despus de la abolicin de la esclavitud, actuando sobre un plano poltico-mgico. El

16
Alejo Carpentier, Ecu p. 84
17
Nellys Montenegro de la Hoz, Prcticas mgico-religiosas en Ecu-Yamba-O en: Humanismo y
Ciencia, vol. 1, no. 1, 2014

"+
mundo de la religiosidad popular cubana adquiere tambin una significacin de valores
polticos cuando aparece como abiertamente contrapuesta al american way of life que
avanza sobre el pueblo.
18

Durante la colonia, los tratantes negociaban con ciertas organizaciones africanas para
que capturaran a sus enemigos, a los que compraban como esclavos, para despus
transportarlos al Nuevo Mundo. En Cuba se dio una particular relacin con la zona Calabar,
al sur de Nigeria, en dnde operaban sociedades secretas Abaku.

Los grupos carabalies, al pertenecer a tribus diferentes, tenan a su vez dialectos
diferentes y creencias similares. Las preferencias religiosas, sin embargo, guardaban
caractersticas especficas en cada grupo. Aunque fueron muchas las tribus, podemos
considerar que las Ibo, Ibibio y Ekoi son las ms significativas, y de ellas procede el
iguismo, como principal aporte trascultural a la sociedad cubana.
19


La primer cofrada esotrica procedente de Calabar se estableci en el puerto Habanero
en 1836,
20
como forma de transculturacin africana. De todo el continente americano,
estas organizaciones secretas slo existen en Cuba. Los miembros a esta cofrada son
conocidos como igos, porque en sus ceremonias participa un personaje encapuchado
o enmascarado conocido como Ireme, aa o igo a quien el pueblo reconoce como
diablito. El mote de igo proviene de los trminos calabares aa, que significa
compaero o hermano y el sufijo Ngo, que significa leopardo. De esta forma igo se
traduce como los hermanos o compaeros del leopardo.
Las acusaciones hacia los igos como criminales o de brujera era slo cierto en
casos individuales y aislados, lo que en conjuncin con una atmosfera sensacionalista
gener el lucro por el temor, por medio de la ignorancia y la propaganda masiva contra
el aiguismo. En Cuba los igos eran los esclavos negros o sus descendientes,
discriminados y perseguidos.
21
Esto se debi, en gran medida a la dificultad del
pensamiento occidental para comprender a estas sociedades de ayuda mutua fincadas en

18
Graciela Maturo, Religiosidad y liberacin en Ecu-Yamba-! y el reino de este mundo en:
Zulma Palermo et. al., Historia y mito en la obra de Alejo Carpentier, Fernando Garca Cambeiro,
Buenos Aires, 1972, p. 64
19
Berta Esther Fernndez Los aigos Sociedad secreta en: Tramas, no. 13, 1998, p. 44
20
Nellys Montenegro de la Hoz, Prcticas mgico-religiosas en Ecu-Yamba-O en: Humanismo y
Ciencia, vol. 1, no. 1, 2014
21
Berta Esther Fernndez, Op. Cit, p. 46

""
la tradicin trasplantada a Cuba. Era impensable que los estratos ms bajos de la
sociedad cubana se organizaran polticamente, por lo tanto era necesario levantar una
campaa de descredito.
En Ecu-Yamba-! se observa la tensin que guarda la poltica institucional con
esta otra forma de organizacin. Por un lado se trata de ridiculizar la poltica burguesa
por las claras convicciones del autor y por sentirse vctima de ese sistema. En el capitulo
Poltica se hace mofa de los partidos polticos existentes y del sistema electoral en su
conjunto, haba quien votara por el Gallo y el Arado. Otros confiaban en Liborio y la
Estrella, o en el Partido de la Cotorra. La lucha se haba entablado entre el Chino-de-
los-cuatro-gatos, el Mayoral-que-sonaba-el-cuero, y el Tiburn-con-sombrero-de-jipi.
22

Mientras tanto, cuando se habla de las sociedades aigas, Carpentier lo hace de forma
respetuosa.
No obstante Carpentier da cuenta de otro conflicto en el que recuerda las
sociedades aigas en Nigeria en colucin con los compradores de esclavos. Estas
sociedades secretas parece que se encuentran al servicio de ciertos bandos polticos,
dnde incluso, llegan a matarse entre si; Menegildo es asesinado por una faccin rival
de la que no se sabe exactamente a qu intereses responda. As se muestra cierta nocin
de la poltica enlazada indisolublemente con la religiosidad popular, como sucede en
muchos sitios de Latinoamrica.












22
Alejo Carpentier, Ecu p. 116

"#
Bibliografa

Arias, Salvador, Compilacin de textos sobre Alejo Carpentier, Casa de las Amricas,
La Habana, 1977
Carpentier, Alejo, Ecu-Yamba-, Bruguera, Barcelona, 1980
Chiampi Cortez, Irlemar, La Reescritura de Carpentier, segn Roberto Gonzlez
Echevarra en: Revista Iberoamericana, vol. 44, no 102, 1978
Cuervo Hewitt, Julia, El mito de Ecu en la narrativa cubana en: Revista de la
Universidad de Mxico, no. 10480, 1985
Echeverra, Bolvar, La modernidad de lo barroco, Era, Mxico, 2000
Eikenaar, J., Races perdidas Carpentier y su cue-Yamba- en: Raza, Cultura e
Identidad, 2010
Fernndez, Berta Esther, Los aigos Sociedad secreta en: Tramas, no. 13, 1998
Janney, Frank, Alejo Carpentier and his early works, Tamesis, Londres, 1981
Kurz, Andreas, Oralidad y afrocubanismo en la primera obra de Alejo Carpentier en:
Vanderbilt e-Journal of Luso-Hispanic Studies, vol. 7, 2011
Millares, Selena, Alejo Carpentier, Sntesis, Madrid, 2004
Montenegro de la Hoz, Nellys, Prcticas mgico-religiosas en Ecu-Yamba-O en:
Humanismo y Ciencia, vol. 1, no. 1, 2014
Mller-Bergh, Klaus, Alejo Carpentier. Estudio biogrfico-critico, Las Amricas,
Madrid, 1972
Palermo, Zulma et. al., Historia y mito en la obra de Alejo Carpentier, Fernando Garca
Cambeiro, Buenos Aires, 1972
Pelayos Zurdo, Oscar, El dilogo con la historia de Alejo Carpentier, Pennsula,
Barcelona, 1985
Verani, Hugo, Las vanguardias literarias en Hispanoamrica: Manifiestos, proclamas y
otros escritos, FCE, Mxico, 1990

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