Este documento discute el papel de la escuela en la sociedad y las desigualdades que enfrentan los estudiantes. En tres oraciones: La autora argumenta que la escuela no logra igualar a los estudiantes debido a que llegan con desventajas determinadas por su entorno socioeconómico, y que el rendimiento escolar está correlacionado con la clase social. Además, las condiciones y recursos de las escuelas no son iguales, lo que perpetúa las desigualdades entre estudiantes de diferentes estratos socioeconó
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Este documento discute el papel de la escuela en la sociedad y las desigualdades que enfrentan los estudiantes. En tres oraciones: La autora argumenta que la escuela no logra igualar a los estudiantes debido a que llegan con desventajas determinadas por su entorno socioeconómico, y que el rendimiento escolar está correlacionado con la clase social. Además, las condiciones y recursos de las escuelas no son iguales, lo que perpetúa las desigualdades entre estudiantes de diferentes estratos socioeconó
Este documento discute el papel de la escuela en la sociedad y las desigualdades que enfrentan los estudiantes. En tres oraciones: La autora argumenta que la escuela no logra igualar a los estudiantes debido a que llegan con desventajas determinadas por su entorno socioeconómico, y que el rendimiento escolar está correlacionado con la clase social. Además, las condiciones y recursos de las escuelas no son iguales, lo que perpetúa las desigualdades entre estudiantes de diferentes estratos socioeconó
Este documento discute el papel de la escuela en la sociedad y las desigualdades que enfrentan los estudiantes. En tres oraciones: La autora argumenta que la escuela no logra igualar a los estudiantes debido a que llegan con desventajas determinadas por su entorno socioeconómico, y que el rendimiento escolar está correlacionado con la clase social. Además, las condiciones y recursos de las escuelas no son iguales, lo que perpetúa las desigualdades entre estudiantes de diferentes estratos socioeconó
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Maestro pueblo o maestro
gendarme?
Mara Teresa Nidelcoff
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CONTENIDO
Introduccin Captulo 1 / Qu camino elegir? Captulo 2, / Con qu objetivos trabajamos? Captulo 3 / Los contenidos que se transmiten en la escuela Captulo 4 / Cmo trabajamos? Captulo 5 /La evaluacin y sus problemas Captulo 6 / Nuestras relaciones con los padres de los alumnos Bibliografa
3 Introduccin
Qu somos en la sociedad argentina actual y qu podemos ser? Este es el problema que nos inquieta a los docentes. Vemos que muchas de las viejas respuestas de la poca de nuestra formacin no tienen ya vigencia. Y comenzamos a dudar de las respuestas importadas de los libros traducidos del ingls o del francs que cubren gran parte de los ttulos de las colecciones pedaggicas. No nos bastan, tampoco, los estudios de gabinete, el palabrero declamatorio que es, a veces, la pedagoga", ni los cursillos que insisten sobre lo metodolgico y eluden los planteos de fondo.
Comenzamos a sentir que tenemos que darnos y dar al pas nuestra propia respuesta. Una respuesta que nazca de analizar y reflexionar nuestra realidad cotidiana. Es hora de abrir los ojos y de elaborar nuestra propia experiencia.
Pocos, como los docentes que trabajan en los medos populares, conocen la faz cotidiana del sistema educativo: los repetidores, los desertores, los mi hermanito no vino porque no tiene zapatillas', los desayunos de mate cocido y los cuadernos con manchas porque goti de la chapa, seorita
Cmo responderemos? Cmo hemos estado respondiendo hasta ahora? Qu somos y qu queremos ser? Miraremos con indiferencia y dejaremos que otros decidan y respondan? Dejaremos, por apata o por temor, que todo siga como est? Trabajaremos para cambiar?
Una cosa tenemos que tener clara: no se puede permanecer afuera. Actuando o encogindonos de hombros, en los dos casos estamos ayudando a construir la escuela argentina. Actuando, crearemos la escuela en la que nosotros creemos. Encogindonos de hombros, dejaremos a otros mantener la escuela tal como ellos la necesitan.
Por eso, porque somos parte del pas y estamos cumpliendo una funcin en l, este librito busca que pensemos y tomemos conciencia del significado social y poltico de nuestras actitudes, nuestros mtodos y los contenidos de nuestra enseanza.
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CAPTULO 1 / QU CAMINO ELEGIR?
Nuestro trabajo de docentes se da dentro de una institucin, la escuela, que cumple, seamos o no conscientes de ello, un papel determinado dentro de la, estructura social.
Cul es ese papel?
Durante mucho tiempo, los docentes adjudicamos a la escuela una funcin "progresista, le atribuimos la capacidad de ser un importante factor de cambio en la sociedad. A travs de la escuela, la sociedad sera cada vez ms igualitario y ms justa. Pero hoy descubrimos que esa imagen era excesivamente optimista. Efectivamente, cada vez se ve ms claro que la escuela, como institucin, no sola-mente no tiene poder para modificar la estructura social sino que, ms an, confirma y apuntala, en general, dicha estructura.
Vemoslo: 1) La escuela recibe, cada ao, un nuevo contingente de chicos que constituyen, que traen consigo una realidad ya marcada y difcilmente modificable. Es intil que los docentes intentemos ignorarlo: los chicos llegan ya con distintas posibilidades, y las oportunidades que han perdido son IRRECUPERABLES. Porque esas distintas posibilidades nacen del ambiente donde han vivido, de las experiencias por las que han pasado, de cmo se han alimentado desde el nacimiento, de los estmulos intelectuales que se les han brindado, o no, desde pequeitos. Las deficiencias nutritivas han dejado ya, al llegar a la edad escolar, marcas insuperables. La escuela los tratar igual a todos. Pero ellos NO SON IGUALES. Por eso, para unos ser suficiente lo que la escuela les da, para otros, no. Unos triunfarn, otros fracasarn. Ese triunfo afianzar a aquellos a quienes la sociedad provey de medios para triunfar. Y el fracaso, en general, confirmar la postergacin de los que la sociedad condicion como inferiores. 5 2) Efectivamente, aunque en ciertos casos particulares las cosas sean distintas, en general hay una clara correspondencia entre rendimiento escolar y condiciones socioeconmicas de vida. Analicemos algunos casos: a) El nmero de repetidores y de desertores aumenta en las provincias cuyas condiciones socioeconmicas son peores.
ENSEANZA PRIMARIA
Distribucin de las jurisdicciones segn el porcentaje de repeticin en primer grado. Ao 1962. Porcentaje de repitientes sobre el total de matriculados en primer grado Jurisdiccin Menos de 10 % Capital Federal de 10 a 14,9 % Santa Fe de 15 a 19,9 % Crdoba San Juan Mendoza de 20 a 24,9 % Santa Cruz La Pampa La Rioja Entre Ros Jujuy Ro Negro Chubut
Porcentaje de repitientes sobre el total de matriculados en primer grado Jurisdiccin de 30 a 34,9 % San Luis Formosa Chaco Misiones Salta Corrientes Tucumn Catamarca Neuqun Tierra del Fuego de 35 a 39,8 % Santiago del Estero Fuente: CONADE. Obra citada, P. 284.
ESCUELA PRIMARIA 6 Porcentaje de egresados y desertores con respecto a los matriculados en primer grado. Por regin. Aos 1961 - 1962 Regin Egresados Desertores Capital R. Pampeana Cuyo Patagonia R. Noroeste R. Nordeste 50 % 56 % 45 % 40 % 28 % 28 % 50 % 44 % 55 % 60 % 72 % 72 % Fuente: CONADE. Educacin, -recursos humanos y desarrollo econmico social. Tomo 1, Buenos Aires, 1968,p276
b) Segn las conclusiones de estudios realizados, hay relacin entre el rendimiento de los alumnos en Castellano y Matemticas y la clase social a la que pertenecen. En el rendimiento tambin influye el ausentismo, que es mayor en los estratos sociales inferiores.
Los datos que se citan a continuacin corresponden a estudios realizados, en Santiago de Chile.
Status socioeconmico de la familia y rendimiento en Castellano. Rendimiento en Castellano Status socioeconmico Alto Medio Bajo Alto 59 % 35 % 24 % Medio 28 % 37 % 27 % Bajo 13 % 28% 49 % Fuente. Barbosa Faria, Regina. "El rendimiento escolar y sus causas". Revista de Ciencias de la Educacin. Ao 11, nmero 5, julio 1971. Buenos Aires, p. 14.
Esta situacin se ha comprobado tambin en otros pases: "en el sexto grado, en Harlem, slo un 11,7 % de los nios saba leer mejor que el promedio nacional y un 80 % de los nios qued por debajo del promedio. (Hobart Spalding. "El poder negro. Revista "Amrica Latina. Nmero 4, agosto 28 de 1968, p. 36).
c) Tambin se ha demostrado la correlacin entre los resultados de los"'tests de inteligencia" y la clase social a la que pertenecen los nios. 7
En estudios realizados en los Estados Unidos:
Cl (Stanford-Binet) medios de individuos agrupados de acuerdo con la ocupacin del padre. Nios de 2 a 5 aos Ocupacin del padre Cl medio Profesionales Oficinistas, oficios especializados y venta al menudeo Ligeramente especializados
114,8 % 108,8 % 97,2 % Fuente: Carry, Ralph. Psicologa del aprendizaje. Troquel. Buenos Aires, 1968, p. 46.
En Chile:
Resultado de la prueba Raven infantil" por status socioeconmico de los nios Raven Status socioeconmico Alto Bajo Percentiles 5 a 10 3 % 28 % Percentiles 25 a 50 25 % 62 % Percentiles 75 a 90 46 % 9 % Percentil 95 26% 1% Fuente: Barbosa Fara, Regina. Trabajo citado, p. 20.
En todo esto se ve claramente la impotencia de la escuela para hacer iguales a los que la realidad social y econmica hace distintos.
3) Pero, seamos francos. La sociedad no brinda, tampoco, una escuela igual a todos los nios. Las condiciones materiales y de equipamiento de las escuelas a las cuales concurren los lujos de las familias pudientes, son notoriamente superiores a las de las escuelas de barrio o las de las zonas pobres de] pas. Esto posibilita a unos e impide a otros una serie de experiencias. Por ejemplo: medios audiovisuales, instrumentos musicales, idiomas, etc.
Por otra parte, las cuatro horas de clase de los nios ricos e, incluso, de buena parte de los de clase media, son enriquecidas con una serie de auxilios y aprendizajes complementarios, tales como: maestros particulares para suplir deficiencias en determinadas asignaturas, clases de idiomas, msica, danzas, 8 gimnasia, natacin, etctera. Todo este aspecto de la formacin de los nios est vedado para los que no pueden costear estas clases extras. Para unos, la escuela es slo una, parte de las actividades formativas. Para otros, lo es TODO.
4) Es en esta perspectiva en la que hay que situar a la tan mentada "orientacin vocacional", En el fondo, es una falacia hablar de "orientacin vocacional" en una sociedad clasista. Tres observaciones nos bastan para aclararlo: a) De dnde nace la vocacin? No son fundamentales, acaso, en la imagen de lo que querernos ser, las expectativas que nos ha desarrollado el medio y los "modelos' de hombre y de mujer que ste nos ha propuesto?
Consultados unos nios de una villa de emergencia sobre lo que queran ser cuando fueran grandes, respondan: - "Trabajar ... - De qu? - De albail en los hornos de ladrillos. Una nia: - "Yo voy a ser niera".
Ninguno quiso ser mdico, o abogado o Ingeniero b) Cul ser la "vocacin" del hijo de profesionales? Es muy raro encontrar alguno que elija ser "obrero metalrgico" o pen de albail". Si por las dudas alguno de ellos tuviera esta extraa vocacin, ya se encargara su medio de disuadirlo. c) Y cuando se da el caso de nios de escasa o ninguna posibilidad material, intil es que se sientan inclinados por ciertas actividades que estn fuera de su alcance. La cruda realidad de mantenerse y de aportar dinero a su familia, se encargar rpidamente de orientarle la vocacin.
En conclusin: en trminos generales, es la estructura social la que permite o no a los sujetos realizar determinados destinos.
9 Atencin: que la orientacin vocacional no nos vaya a servir para confirmar cientficamente, desde la escuela, la desigualdad de oportunidades sobre la que se basa nuestra sociedad.
5) Todos estos datos nos muestran que la escuela se limita a reproducir en su interior la desigualdad de oportunidades que caracteriza a la estructura de nuestra sociedad. Ms an: al dotar de una mayor preparacin intelectual y profesional a los ms privilegiados, los confirma, los apuntala, en sus privilegios.
Pero la cosa llega ms lejos an, porque, como veremos, los contenidos de la enseanza de la escuela tambin tienden a fortalecer el estado actual de la sociedad y sus valores.
Si recorremos las pginas de los libros de lectura y de los manuales, si observamos los cuadernos de los chicos, se nos aparecen con claridad algunas comprobaciones que en otra parte de este trabajo desarrollaremos con ms amplitud. Por ejemplo:
a) El hogar de los libros de lectura es, normalmente, por su mobiliario, sus costumbres, las actitudes de sus miembros, el hogar de clase media. Esta reiteracin significa, de hecho, que esa es la imagen de hogar deseable que se propone a los chicos, el modelo de familia que es la familia argentina.
Esto aparece en casi todos los libros de la escuela primaria. Tomemos uno de primer grado: - mam lee cuentos a sus hijitos sentada en un sof-, - pap es un seor de traje que lleva a su hijito al parque; - la familia vive en un chalet; - tienen automvil; - en la casa tienen una empleada para las tareas domsticas que, por supuesto, es como de la casa, - se almuerza en un comedor con mantel, flores, etc.
10 b) Los valores que proponemos a los chicos son valores burgueses: el individualismo, la promocin personal, el ascenso social a travs del propio esfuerzo, el ahorro, la seguridad.
Vayan dos ejemplos: He aqu una serie de valores que sintetiz muy claramente una docente en su clase sobre el ahorro:
Vocabulario: Ahorro - economa - seguridad - beneficio - boletn - estampilla. Y el ahorro, como fuente de felicidad, en esta poesa que los nios memorizaron: Una monedita otra va detrs llenan m alcanca qu felicidad! O este texto: El basurero Csar es basurero, no le gusta estudiar. Se levanta a la maana y sube al carro. Pasa por la calle recogiendo la basura en sus canastos. Su hermanita Faustina desea para l otro empleo mejor.
Conclusiones que se desprenden del texto: - Csar es basurero porque no quiere estudiar; - ser basurero vale menos que tener otras ocupaciones; - para cambiar a otra ocupacin mejor hay que estudiar;
Profundizando esto, aparecen tpicas afirmaciones de la mentalidad burguesa: - a travs del estudio, los ms capaces llegan a los puestos importantes; - el trabajo manual es una ocupacin inferior; - los que no quieren estudiar quedan relegados a las tareas que nuestra sociedad valora menos.
Uno se pregunta: Todo esto es verdaderamente as...? Y con respecto al ejemplo anterior: Es la bsqueda de la seguridad y el beneficio lo que hace 11 al hombre ms hombre...? Es el amontonar moneditas en una alcanca algo que deba hacer feliz a un nio...? Lo encaminamos hacia su plena realizacin humana ensendole que para ser feliz hay que tener dinero guardado?
Pero, sin que a veces los docentes se den cuenta, esos son los valores que la escuela transmite. c) Finalmente, algo ms profundo: a travs de la Historia de los textos escolares transmitimos a los nios una visin del pasado que es la del sector social que se impuso sobre los otros. Estos ltimos son ignorados o presentados como seres temibles o brbaros, son los malos de nuestra Historia. Por ejemplo: la campaa de Roca contra los indios es presentada de manera que nadie dude de la legitimidad, ni nadie sospeche que, en realidad, los indios eran los milenarios, legtimos, ocupantes de esas tierras. Los indgenas son los salvajes. Los blancos, la civilizacin.
Veamos lo que dice un manual muy utilizado: Roca present un vasto plan que consista en hacer la guerra al indio hasta eliminarlo por la fuerza... Varias columnas se internaron hacia el sur y hacia el oeste, ocupando todo el territorio dominado por los salvajes. Se recuper as una vasta extensin..."
Entre otras cosas, habra que preguntarle al autor, para quin se recuperaron esas tierras.
Dicho crudamente: Los textos escolares, en general, ven la Historia con los ojos de la clase dominante.
A travs de todos estos puntos queda claro, entonces, lo que afirmamos al comienzo del captulo: la escuela, en general, como institucin, confirma y asegura la estructura social.
Por eso no se puede dar un cambio de fondo en la escuela en la medida en que no se d un cambio social, tambin de fondo, que promueva nuevos ideales grupales y personales, una nueva manera de ver la realidad y la 12 Historia, y que valorice de distinta forma la educacin del pueblo y la cultura popular.
Ahora bien: hay, sin embargo, aunque no se haya producido el cambio global y profundo de la sociedad y de la escuela, algo que puede cambiar: es la manera de actuar de los nuestros, su modo de vincularse con los padres y con los chicos, los -objetivos de trabajo, la manera de enfocar los contenidos.
Todo esto, sin ser lo definitivo, puede ir produciendo serios cambios porque, no lo olvidemos, la escuela que el pueblo recibe es ms la escuela que gestan los maestros con su modo de ser, de hablar y de trabajar, que la escuela que crean las circulares ministeriales y los textos escolares.
As es que como los docentes, aunque no lo pensemos, estamos trabajando para cambiar la sociedad o para conservarla como esta.
Para aclarar mejor las distintas opciones que se nos abren, intentar esquematizar tres tipos de postura:
a) Hay, maestros que, encuentran que todo est muy bien como est, que los valores y caractersticas de la sociedad actual no deben cambiar, que deben ser difundidos. Actan conscientemente como representantes del actual rgimen social, asumen la responsabilidad de incorporar a los alumnos a dicho rgimen, adaptndolos al sistema de vida y a los valores que ste propugna. Los rotularemos: maestros gendarmes. Ellos tambin, desde sus tareas vigilan las fronteras, pero en este caso se trata de las fronteras de clase en nuestra sociedad.
b) Otros, la mayora, se definen como maestros a secas, maestros maestros. Afirman que la escuela es la escuela y la poltica es la poltica. En otras palabras: No perciben o no quieren percibir las implicancias ideolgicas y sociales de muchas de las tareas y ritos escolares. Con su aparente apoliticismo y con su postura acrtica se convierten, de hecho, en gendarmes del rgimen social, sin saberlo y, a veces, sin quererlo. Al no trabajar para cambiar, ayudan a los que quieren conservar. 13
c) La tercera opcin la definiremos como maestro pueblo. No cree que su misin sea difundir en el pueblo los valores del opresor, sino que, por el contrario, cree que el sentido de su trabajo es ayudar al pueblo a descubrirse, a expresarse, a liberarse. Quiere construir la escuela del pueblo, desde el pueblo. Es decir: maestro pueblo es el que con su trabajo quiere contribuir a crear hombres nuevos y a alumbrar una sociedad nueva, donde se d la promocin de los desposedos, donde el pueblo sea protagonista. Ser un maestro para cantar, no para mantener.
Cmo se acta en el diario trajinar de la escuela, segn se opte por una u otra de estas definiciones? Esto es lo que se ir detallando en los captulos siguientes.
14 CAPTULO 2 / CON QU OBJETIVOS TRABAJAMOS?
Como se dijo al finalizar el captulo anterior, se intentar ahora caracterizar al "maestro pueblo" y al maestro gendarme en sus distintas maneras de actuar en la prctica diaria de la escuela.
La caracterizacin del maestro gendarme incluir a la mayora de nosotros, los docentes, cuando al actuar como maestros a secas nos desentendemos de los significados sociopolticos de nuestras actitudes y nos convertimos en sostenedores de la actual estructura social, tal como se plante anteriormente.
Los objetivos que nos proponemos lograr con los chicos son lo fundamental en nuestro trabajo docente cuando nos proponemos ser, realmente, educadores.
Si no tenemos objetivos claros, no somos educadores. Muchos, si lo pensaran con seriedad, deberan confesarse a s mismos que el nico objetivo de su contacto diario con el grado o con el curso, es cmo controlar al grupo para poder salir adelante con la clase y cumplir el programa.
Controlar al grupo. A veces, esto significa reprimir al grupo. Cumplir el programa. Esos son los objetivos de muchos docentes.
El educador, en cambio, es el que est junto al nio o al joven para ayudarlos a ser de determinada manera, para ayudarlos a descubrir y a vivir determinados valores.
Esto nos lleva a puntualizar algunos aspectos: 1. No se puede educar si no es partiendo de ciertos valores, es decir: si no se tiene clara una imagen de lo que el hombre debe y puede ser, en este nivel de su evolucin. Esto aparece como algo tan obvio que ni siquiera debiera mencionarse. Y, sin embargo, en cuntas aulas hay maestros que cumplen su horario y las formalidades de su cargo sin preguntarse nunca: Qu cosas son las que encaminan a nuestros alumnos a ser personalidades ms plenas...? Qu cualidades vamos a alentar en los chicos? la obediencia y la aplicacin o la creatividad y la rebelda la promocin personal o la solidaridad como valor principal?
15 Evidentemente, segn el maestro opte por uno u otro de los caminos posibles, se opta tambin por un estilo de trabajo, es decir, una forma de llegar a hacer vivir esos valores en el aula.
Pero, si en cambio no tenemos una respuesta para esos interrogantes, a qu llamaramos educar?
2. Una vez que queda claro que slo se educa a partir de determinados valores, de cierta manera de ver al mundo y al hombre, queda por aclarar quin define esos valores.
En pocas y en sociedades de mayor estabilidad y coherencia que la nuestra, el educador ni siquiera se planteaba esto. Los ideales y los valores del educador eran los ideales y valores de la sociedad, sin ninguna clase de fisuras.
El hecho de que hoy nos lo preguntemos, evidencia otro tipo de situacin. Una etapa de crisis en la sociedad, una sociedad en la que las contradicciones se han agudizado.
Si cotejamos declaraciones oficiales sobre poltica educativa con ciertas declaraciones de organismos gremiales docentes, ya se nos aparecen claras divergencias en la manera de ver la realidad nacional. En el dilogo frecuente con docentes encontramos divergencias an ms amplias y ms profundas con las formas oficiales de ver la sociedad y el ciudadano.
Dice Antn Makarenko: Pienso que la educacin es la expresin del credo poltico del pedagogo y que los conocimientos que ste tiene juegan slo un papel auxiliar. Inclquenme todos los procedimientos pedaggicos que ustedes quieran. Yo no ser capaz de formar un reaccionario. Slo ser capaz de hacerlo aquel que sea, interiormente, un reaccionario. 1
Puesto que slo se puede educar en lo que uno ve, en lo que uno vive, qu hacen estos maestros, entonces?
1 A. Makarenko, Le livre des parents, Ed. du Progrs, Mosc, 1967, p. 467. 16 Es evidente que en una situacin como la actual no podemos, pues, esperar respuestas hechas desde arriba. Somos nosotros quienes debemos responder, quienes debemos, entonces, buscar las respuestas. No individualmente, sino agrupndonos con otros compaeros y con padres de alumnos que tengan las mismas inquietudes. A partir de las definiciones comunes que vayamos logrando, podemos ir definiendo objetivos en comn, para el aqu y ahora.
3. Ahora bien: en la medida en que definamos valores no coincidentes con los valores de la sociedad capitalista, penetraremos ms a fondo la contradiccin entre una sociedad donde los poderosos quieren conservar sus privilegios y su orden, y un sector que va definiendo y preanunciando un orden nuevo. Esto nos replantea, por cierto, la afirmacin que hicimos antes, acerca de que un cambio educacional de fondo no puede gestarse solamente desde la escuela.
4. Otra cuestin, siempre en relacin con el papel del educador junto a los alumnos, es quin escoge los objetivos. Acabamos de ver la necesidad del educador de definir los valores en los cuales piensa educar. Por otra parte, sin embargo, la literatura pedaggica nos ha ido habituando a la afirmacin de que es el grupo de alumnos, el que tiene que autodefinir sus objetivos y nos ha ido creando un cierto rechazo frente a la posibilidad de que sea el docente quien los defina. Esto ltimo nos suena a autoritarismo. Analicemos las dos posibilidades:
a) El grupo autodefine sus objetivos
Esto es solamente posible en ciertos aspectos. El grupo puede: - definir objetivos de corto o mediano alcance. Por ejemplo: Tenernos que mejorar en compaerismo. Tenemos que acostumbramos a ser puntuales en la entrega de nuestros trabajos. - Puede definir ciertos objetivos, como los de habilidades, donde fcilmente puede evaluar sus dificultades y sus carencias; - puede elegir las actividades a desarrollar; - puede escoger estilos de trabajo y de organizacin, expresando sus intereses y su modalidad; - puede definir objetivos, en suma, hasta donde ve.
17 Pero esto no puede ser todo. Suponer que cada grupo avanza slo hasta donde ve por s mismo, significa ignorar el proceso de evolucin del hombre, del Paleoltico a nuestros das. Educar, es transmitir a la generacin nueva lo que nosotros, los adultos, consideramos lo mejor, nuestra riqueza, nuestros logros. El adulto tiene, pues, un papel: sin forzar el ritmo de avance del grupo, descubrirle nuevos horizontes, nuevas metas. Y transmitirle su propia experiencia, su propia riqueza.
b) El adulto impone sus objetivos
Este es el caso del educador autoritario. El define los objetivos, elige las tareas. Ms an: impone sus definiciones, no admite dilogo sobre ellas y sanciona su no cumplimiento. Es decir: l establece lo que debe pensarse y lo que debe hacerse. Y esto en todos los rdenes y con problemas de distinta magnitud: desde el largo de las polleras hasta definiciones morales o de contenido poltico.
En cambio, el verdadero educador, tal como se dijo antes, est junto a los chicos para abrirles horizontes, para ayudarlos a ver las contradicciones que puede haber en sus opiniones, para plantearles interrogantes, para aportarles datos esclarecedores.
En suma, para dialogar con ellos, en una postura respetuosa y franca. Enseando y aprendiendo a la vez.
O sea que la presunta: "Quin define los objetivos? El grupo o el educador" se resuelve de una manera dinmica. Los definen ambos, pero el maestro tiene una funcin especfica; hacer que el grupo avance. Por lo tanto, proponerle metas cada vez ms claras y exigentes. Por cierto que (y esto resume lo que se dijo antes sobre la postura autoritaria) proponer a la discusin no significa imponer.
Despus de estas aclaraciones, podemos s caracterizar las dos posturas, la del maestro pueblo y la del maestro gendarme, segn cmo actan al definir los objetivos de trabajo.
18 CON QUE OBJETIVOS TRABAJA UN MAESTRO GENDARME? Por empezar, suele haber una dicotoma entre los objetivos expresados en la planificacin y los objetivos que realmente se busca lograr cada da en el aula.
Los objetivos de la planificacin a) Suelen ser objetivos puramente formales, copiados, a veces, de otras planificaciones o de Libros de pedagoga. El solo hecho de copiarlos es un indicio de que, en realidad, no piensan cumplirse, puesto que no estn pensados para un grupo concreto, con sus caractersticas, sus intereses y sus posibilidades. b) Suelen ser amplios, vagos e imprecisos. Frases bonitas a las que nos vamos habituando, sin que se defina con precisin su alcance y su contenido. Por ejemplo: "Formacin integral de la personalidad". "Desarrollo armnico de la personalidad'.
Qu significa esto en la prctica? Qu conductas manifiestan, por ejemplo, ese desarrollo armnico de la personalidad?
En la medida en que no se precisa claramente que conductas se espera que los chicos logren en el ao escolar no se puede evaluar si los objetivos se cumplen o no y, ni siquiera, si los chicos han avanzado o no en su logro. Por eso, esos objetivos amplios y vagos son objetivos de papel y no objetivos reales. c) Son objetivos intemporales, sin referencias espaciales y que ignoran la existencia de clases sociales. Se formulan de la misma manera en un barrio que en el centro, para chicos de una villa como para chicos de familias pudientes, bajo gobiernos formalmente constitucionales o bajo gobierno de facto, etc- Por ejemplo: "Desarrollar las cualidades bsicas de un buen ciudadano, Educar para vivir en una democracia.
Pero, ser buen ciudadano qu significa hoy en las actitudes posibles de un argentino? Cules son las cualidades de un buen ciudadano? Quin define, adems, las caractersticas de una democracia verdadera y, por lo tanto, las cualidades del hombre capaz de construir esa democracia?
19 Lamentablemente, todas esas imprevisiones se salvan cuando el docente las enfrenta, programa y manual en mano. All encuentra todas las respuestas. Pero, repitindolas, pierde el derecho a llamarse "educador". Los objetivos reales que busca cotidianamente un maestro gendarme a) Mantener la disciplina del grupo. Ciertamente, una disciplina puramente represiva, por cuanto es la imposicin del orden querido por el maestro. Un "buen grupo es aquel que no da trabajo, que acepta, que deja hacer.
Mientras, ms dciles son los chicos, desgraciadamente, ms ayudan al docente a alinearse, por cuanto nunca le obligan a preguntarse, nada. Los chicos cumplen lo que el maestro establece, sin preguntar por qu o para qu. Los maestros siguen adelante, sin preguntrselo tampoco.
Esta disciplina es slo aparente, ya que los chicos no la elaboran ni la asumen; simplemente se "acomodan a ella para evitar la sancin.
b) Se pone el acento en lo intelectual y no se valora el desarrollo de actitudes. Un "buen alumno es sinnimo de un "buen promedio.
Hay Preocupacin por Juan, que est flojo en Matemtica, pero no por el individualismo manifiesto, o por la pedantera, o por el espritu competitivo de Luis, que siempre saca diez.
Lamentablemente, tambin los padres se unen a esta lnea y esperan de sus hijos un buen rendimiento, por sobre la adquisicin de otros valores. Una docente cita a una madre y le plantea su preocupacin ante ciertas actitudes alarmantes de su hijo: insensibilidad frente a los problemas del medio y de los compaeros, egosmo, individualismo. Pregunta la madre: - Pero en las notas, tiene algn problema? - No, tiene buenas notas, como siempre. - Ah, menos mal. Vena con miedo de que me hubiera llamado por algo graves!
Y en los cursos masivos de la escuela media, con ms de cuarenta alumnos, con profesores repartidos en muchos grupos as, qu significa el concepto que se coloca en la libreta? Muchas veces no es nada ms que la rplica de las calificaciones. Muy bueno para el que tiene buenas notas y 20 Regular para el que tiene aplazos. Tpico de una sociedad que valora lo que se tiene y lo que luce, y no lo que se es. Que no valora, en suma, al hombre.
c) Y, finalmente, el objetivo es cumplir. El director cumple lo que establece la superioridad, el maestro o el profesor cumplen lo que el programa y el director establecen, y su meta es lograr que los alumnos cumplan, a su vez, con lo que ellos han establecido.
Por qu estos objetivos hacen gendarme a un nuestro? Porque implican la aceptacin de las cosas como estn, de su parte y de parte de sus alumnos, porque sanciona la rebelda y el espritu de bsqueda, porque se satisface en formar seres dciles y complacientes, que digan si al maestro, si al libro, s, ms tarde, al orden social establecido.
Cules son los objetivos de un maestro pueblo? El maestro que trabaja por la liberacin del pueblo, comienza por tener a la liberacin como objetivo central y real de su accin educadora. De cara a sus alumnos, este objetivo central se podra definir de la siguiente manera. "Ayudar a los chicos a desarrollarse como seres capaces de liberarse de las estructuras opresivas de la sociedad actual.
Cmo? a) Ayudndoles a ver la realidad con lucidez y sentido crtico. Muchos maestros y profesores creen que estn ayudando a sus alumnos a comprender el presente, simplemente porque incluyen el comentario de noticias de actualidad en la escuela. Pero si el maestro no tiene un sentido crtico que le permite discernir lo tendencioso de la informacin, si no descubre las races profundas de los sucesos contemporneos, si no tiene una visin clara y madura de los temas que caracterizan a nuestra poca, su comentario de noticias de actualidad en el aula, con los chicos, puede ser tan alienante como el que transmiten la TV u otros medios de informacin. Esto no slo no es til sino que, por el contrario, cierra en torno del nio o del adolescente, el crculo de la opresin, agregando como otra prueba de verdad el lo dijo la maestra a los otros criterios alienantes lo vi en la TV, lo le en el diario o lo escuch en la radio.
21 Se trata de otra cosa, en este caso: ver la realidad significa, para los hijos del pueblo, descubrir las causas de la pobreza, de la desocupacin, del analfabetismo, de la guerra; significa distinguir al explotador del explotado, al opresor del oprimido; significa reconocer a travs de qu medios los opresores mantienen su poder; a travs de qu medios, en cambio, los oprimidos se liberan. Es decir: ver la realidad con sentido crtico significa, mucho ms que estar informado sobre los hechos del presente o del pasado, significa ser capaz de interpretar su sentido.
Este objetivo implica un enfoque distinto en la enseanza, respondiendo siempre a estas preguntas-guas: Qu informacin necesitan los chicos para interpretar la realidad argentina contempornea? Cmo despertar y alentar en ellos una postura crtica frente a la informacin y frente a la realidad?.
b) Ayudndoles a descubrir y a asumir su compromiso frente a la realidad.
Los educadores que efectivamente se proponen ser una fuerza de liberacin en el seno del pueblo, deberan medir la efectividad de su accin en el grado de compromiso que van asumiendo sus alumnos.
Porque solamente cuando un sujeto se siente motivado para actuar modificando la realidad que lo oprime, puede decirse que ha interpretado su mundo, que se ha interpretado a s mismo en ese mundo. En cambio, mientras el sujeto se limita a hablar de lo que ve, se mantiene repitiendo interpretaciones ajenas, por radicales que sean.
Desde los primeros pasos, nuestra funcin es educarlos en la unidad de la palabra y de la accin. Por esto no basta el plano desiderativo: - Cuando sea grande voy a ser esto o aquello... - Haba que...
Sino que el camino es iniciarlos en un compromiso activo y posible ya de solidaridad con la realidad inmediata: los compaeros, los amigos, el barrio, remontndose ms tarde a la solidaridad con los explotados, con la Patria. 22
c) Ayudndoles a ser libres. Libres de qu...? de prejuicios, de supersticiones, de temores (temor al fracaso, al castigo, a la crtica), de la ignorancia, del egosmo, de la timidez, de la presin de la publicidad y de los medios de difusin, del hbito de aceptar la opresin y la miseria como algo inevitable.
En suma: ser libres significa ser capaces de expresarse y de expresar su mundo, pero tambin ser capaces de actuar, modificndolo.
Por eso es que los tres objetivos que acabamos de enunciar son, en realidad, la misma cosa, puesto que slo aqul que descubre en su mundo las fuerzas de opresin y es capaz de actuar para modificar sus circunstancias, es libre. Y en esa accin se es verdaderamente creador.
d) Ayudarlos a aprender a organizarse. Los objetivos anteriores quedan truncos si un sujeto no es capaz de actuar de una manera organizada y solidaria con quienes estn en su misma situacin. Esa tambin es parte de nuestra funcin: descubrirles de cunto son capaces si se unen y organizan.
Estos cuatro objetivos que explicitan el objetivo central enunciado al comienzo, son exigencias que permanentemente orientan el trabajo y las actitudes del educador frente al grupo. Queda luego la tarea de planificar un trabajo con esta orientacin que responda, adems, a las caractersticas concretas del grado o curso a nuestro cargo.
CAPITULO 3 /LOS CONTENIDOS QUE SE TRANSMITEN EN LA ESCUELA
23 Quin determina los contenidos del proceso escolar de enseanza- aprendizaje? Una primera respuesta es: los planes de estudio, los programas. Y es as, en gran medida. Son los programas los que sealan los temas a desarrollar en cada nivel y con esto marcan, por cierto, las caractersticas generales de la escuela.
Pero, si bien los programas sealan qu y cunto estudiar, quedan otros interrogantes en lo que se refiere a los contenidos: el problema de la actualizacin de los mismos y el problema de la orientacin a que responden.
Este segundo aspecto es fundamental cuando estamos tratando de analizar si la actuacin del docente es factor de cambio social o no. Porque, como se vio en el captulo anterior, aquellos que se identifican con la liberacin del pueblo tienen, como uno de sus objetivos de trabajo, ayudar a los chicos a ver la realidad de una manera crtica. Queda entonces por ver, si los contenidos que se proponen a los alumnos les ayudan, verdaderamente, a explicarse la realidad y a plantearse problemas frente a ella o si, por el contrario, contribuyen a alienarlos.
Dos problemas se plantean a este respecto: el problema de las subculturas y el de la ideologa a la que responde el enfoque de los temas.
El problema de las subculturas
Aunque seguramente para la mayora no es necesario hacerlo, conviene partir de recordar el concepto de cultura, tal como lo usan los socilogos y los antroplogos.- "En su acepcin sociolgica, cultura se refiere a la totalidad de lo que aprenden los individuos como miembros de una sociedad; es un modo de vida, de pensamiento, accin y sentimiento 2 . O sea "cultura" no es slo el arte, las ciencias, como se suele sealar en el uso corriente de este trmino, sino que la cultura abarca la totalidad de la conducta aprendida del hombre:
2 Eli Chinoy, Introduccin a la Sociologa, Ed. paids, Bs. As., 1962, p. 26. 24 Su lenguaje, sus valores, sus costumbres, los alimentos que prepara y romo los prepara, las instituciones que crea, su manera de vivir y de ver la vida, etctera. No hay, entonces, hombres cultos o incultos, ni hombres con "mucha" o "poca" cultura, como se dice habitualmente. Simplemente, hay hombres con distintas culturas. Todos los hombres participan de una cultura. Eso es precisamente lo que los diferencia de los, seres inferiores. Un Indgena de la selva amaznica y la reina de Inglaterra, ambos son cultos. Son miembros participantes de dos culturas distintas. Cada uno se mueve como pez en el agua en la suya y con dificultades en la cultura extraa. La reina de Inglaterra seria "inculta" si de pronto tuviera que manejarse en la selva, como un miembro ms de la tribu. Tan "inculta" como un indgena en su palacio de Londres. Ahora bien; dentro de una cultura hay gran variedad de conductas y modalidades. Son las distintas subculturas. Por ejemplo: en nuestro pas, un hachero del Chaco tiene, evidentemente, otra manera de ver la vida, de hablar, de comportarse, otras aspiraciones y otros juicios que un oficinista de Buenos Aires. Y las mismas diferencias encontramos entre un villero y un comerciante del centro de la ciudad. Estas variaciones de la cultura, segn las distintas clases a las que se pertenece o a las distintas regiones en que se vive, son las subculturas. Dada esta variabilidad, cul es el criterio para determinar "lo correcto" en el lenguaje, los comportamientos, los hbitos? Esto es notorio, por ejemplo, en el lenguaje. Determinados trminos son incorrectos en la medida en que son exclusivos de las capas inferiores de la sociedad lo mismo ocurre con determinados comportamientos, frmulas de cortesa, hbitos al comer, maneras de vestirse, gustos, cte. En lo que se refiere al Idioma, con el tiempo las academias acaban aceptando ciertos trminos que, entonces, pasan a ser usuales, correctos, por este motivo. En este proceso de difusin de la cultura de los grupos dominantes y de inhibicin de las manifestaciones propias de la cultura de los grupos inferiores, la escuela juega un papel importantsimo. 25 Los maestros y los profesores son, por formacin y por extraccin, frente a los chicos, los representantes de lo culturalmente "correcto". Ellos difunden un lenguaje y un comportamiento a imitar e, incluso, corrigen las actitudes y los vocablos que los chicos usan habitualmente en sus casas, pero que no son aceptables en la escuela. Un chico dir "agarrar" y la maestra corregir: -se dice tomar... Por qu se dice "tomar"? Porque por ahora son las clases populares las que dicen "agarrar". Cuando la "cultura oficial", a travs de las instituciones educativas, las academias, etc., acepte ese trmino en la acepcin que el pueblo lo usa, entonces pasar a ser aceptable. La cultura oficial que la escuela difunde, expresa, entonces, las maneras de pensar y de vivir de los sectores dominantes y medios, ya que estos ltimos han tenido siempre los ojos puestos en los primeros. La llamaremos, para definirla de alguna manera, "cultura burguesa", aunque conscientes de la imprecisin del trmino. Cuando un docente acta en medios populares, se queja muchas veces de la "incomprensin" de los padres ante la accin de la escuela. En el fondo, en ese momento est confrontando la existencia de valores vitales distintos de los suyos y que son compartidos, sin embargo, por grupos enteros. PUEDEN CARACTERIZARSE ESAS DOS SUBCULTURAS, LA "BURGUESA" Y LA "POPULAR? Trataremos, por lo menos, de puntualizar algunas caractersticas observables en ambas.
ALGUNAS CARACTERISTICAS DE LA CULTURA BURGUESA QUE LA ESCUELA DIFUNDE Sobrevaloracin del libro 26 - el libro es el "mejor amigo", all est lo que hay que saber;
- las cosas que estn en los libros son las verdaderas; - es a los libros adonde hay que ir a aprender. Esta devocin por el libro es alentada, y en las escuelas se oye mucho ms decir: - "Chicos, lean, que leyendo se aprende" que: - "Chicos, hablen con la gente, pregntenles sobre su vida, observen cmo vive la gente, pregntense y piensen sobre las causas de los problemas que vean en su medio, dialoguen". Promocin de lo individual, y por lo tanto, aceptacin de la competencia inevitable La sociedad valora sobre todo al triunfador, y la escuela, consecuentemente, va alentando esta formacin de pequeos triunfadores y trepadores. Sin considerar los establecimientos que an dan premios y publican cuadros de honor, los padres y los maestros valoran de diversas formas a los buenos pro- medios por sobre otros valores que los chicos puedan tener. De all que el trabajo en equipos, en muchsimos casos, no pase de ser un rtulo que encubre el trabajo paralelo de varios chicos, sin verdadera integracin ni dilogo. "Cuando no se da el caso de una cruda competencia en el interior del "equipo", los alumnos de mejores notas se quejan, a veces, de la presencia en su grupo de otros chicos de bajo rendimiento. Para ellos es ms valioso "mantener la nota" que asumir a un compaero en dificultades y nosotros mismos los alentamos a ello, cuando valoramos la obra producida por el equipo, pero no el proceso a travs del cual el equipo la ha elaborado. Menosprecio del trabajo manual productivo 27 Nuestra sociedad valora el trabajo intelectual, que se reservan para s los sectores privilegiados, y menosprecia el trabajo manual al que son relegados los estratos "inferiores", La escuela responde a ese esquema, en cuanto asume casi exclusivamente uno de los dos aspectos: el trabajo intelectual. Pero, adems de muchas otras formas, se valoran las profesiones u ocupaciones tpicas de las capas medias por sobre el trabajo manual. Por ejemplo: - por las ilustraciones de los libros de lectura, donde los paps con frecuencia llevan portafolio, pero donde raramente aparecen la vida y modalidades de un pap obrero; -la sobrevaloracin de los "hroes" y de las acciones individuales como decisivas en la Historia, ignorando todo el esfuerzo de las masas trabajadoras que cavaron la tierra, abrieron canales, levantaron templos, tejieron, navegaron, etc. Sin embargo, la Historia que generalmente enseamos parecera entender que la fabulosa transformacin de la tierra operada por los hombres a lo largo de los siglos, fuera obra de reyes y generales victoriosos. Qu leccin para nosotros la pregunta de una alumna:
- "Seorita, la Historia de los esclavos no se estudia?, - en las conversaciones con los chicos acerca de lo que van a ser cuando salgan de la escuela, muchos docentes expresan, directa o indirectamente, su valoracin sobre las mismas, tpica de la clase media a la cual pertenecen. A lo sumo, las ocupaciones manuales son tmidamente defendidas con la tpica expresin: - "Obreros tambin hacen falta... " 28 Pero, queda claro: - "Si pueden ser otra cosa, traten de serIo para ser ms". Sobrevaloracin del verbalismo O sea: las largas discusiones "tericas", los discursos y, en la escuela, las exposiciones orales y la repeticin de la leccin. El que "sabe" sobre algo es el que sabe hablar sobre ello. Este carcter verbalista, que es especialmente notorio en el ciclo medio, opera como un elemento de discriminacin social dentro de la escuela. Cmo? Porque los alumnos con "facilidad de palabra", que hablan bien, son los que tienen mayores posibilidades de xito. Como el lenguaje, segn se vio, es parte de una subcultura de clase, en general los alumnos provenientes de hogares cuyo lenguaje es similar al de la escuela, son los que sern capaces de desenvolverse mejor, ya que "hablan mejor". La sobrevaloracin del verbalismo, nace de una desvinculacin entre la teora y la accin: ni se valora suficientemente a la accin y la experiencia como el punto de arranque verdadero de las formulaciones tericas, ni se ve en la accin la confirmacin de la validez de dichas formulaciones. La escuela, ciertamente, alienta esa lnea. Por ejemplo: Los chicos estudiaban, en Educacin Democrtica, una leccin sobre "la fraternidad", la comentan en clase y punto. Es decir no hay en el grupo el esfuerzo de sacar conclusiones a partir de sus propias observaciones y experiencias acerca de lo que es una verdadera relacin fraternal. Ni tampoco un esfuerzo continuado, a partir de all, para vivir, en el aula y fuera de ella, lo que se descubri como valor.
Un alumno podr tener, entonces, 10 en la leccin sobre "Ya fraternidad" y ser un individualista de primera. Y otro alumno puede estar aplazado en el tema 29 "por no saber la leccin", aunque su comportamiento con los compaeros sea verdaderamente fraternal. Es, en suma, la admisin de la hipocresa. Valoracin del saber por el saber mismo Valoracin de la "cultura generar entendida como cosas que hay que saber para ser "una persona culta", para poder alternar en conversaciones, para tener un cierto "lustre". Esto va unido a una devocin por lo europeo. Es el eterno modelo. Es as como en el ciclo medio de la escuela se difunden textos de historia inspirados y an traducidos de textos franceses Pero un chico francs, al leerlos, est evocando todo un contexto social y cultural del cual no participa un adolescente argentino. La cultura popular La primera pregunta que uno se formula a este respecto, es si realmente existe una cultura popular. Es claro que: a) La mentalidad, costumbres, valores, en suma, la cultura de las clases populares est permanentemente bombardea a por la cultura burguesa, a travs de todos los medios de comunicacin de masas: TV, revistas, radio y a travs de la escuela. La cultura burguesa se SUPERPONE e IMPONE a la cultura popular de diversas maneras: - Determinando los modelos correctos que hay que imitar, tal como vimos antes, en lo concerniente al lenguaje, las costumbres, etc. - A travs de la tendencia de las clases inferiores a imitar estilos de vida y modas de las clases superiores. Ac es la televisin que acta proponiendo permanentemente modelos. En la misma lnea influyen las numerosas revistas para la mujer, que difunden una Imagen de la misma que, en absoluto, es la mujer obrera, ni el ama de casa de los barrios y crean, as, necesidades y aspiraciones. 30
Un texto como ejemplo tomado de una revista '"femenina": "He aqu lo que hacen nueve de cada diez esposos nacionales contemporneos cuando regresan a su casa (mejillas ms bien plidas, ojos velados) despus de su jornada legal de ocho horas. Se quitan el saco, se aflojan la corbata, se desploman en su silln favorito, whisky en mano y desaparecen detrs del diario". - Se lanzan al mercado productos culturales de un nivel de calidad deplorable, destinados a las clases populares: fotonovelas, discos, ciertos cantantes y programas de TV. Aunque estos productos son masivamente consumidos por la clase popular, no son cultura popular, porque no son creacin del pueblo sino de los sectores dominantes para acrecentar la alienacin del pueblo. b) Las clases populares slo crearn autnticamente una cultura que las exprese, cuando se hayan liberado del sojuzgamiento en el que viven actualmente y en el proceso mismo de liberacin, ya que una clase no puede expresarse creadoramente en una situacin de opresin.
Ya se dijo antes, al hablar de los objetivos, que un sujeto empieza a ser verdaderamente creador cuando es capaz de ver lcidamente sus circunstancias y cuando empieza a transitar el camino que lo lleva a la liberacin de las fuerzas que lo oprimen. Ah recin produce una cultura autntica y rica. Antes, slo es capaz de imitar conductas o de adoptar, como una respuesta alienada, los comportamientos inducidos por las condiciones de vida a que lo someten las clases dominantes.
Hechas estas salvedades, se pueden sealar algunos valores y comportamientos que caracterizaran lo que' hoyes un germen de cultura popular. Estas formulaciones surgen de conductas observadas y no se sientan dogmticamente, sino que se proponen a los compaeros para que ellos, basados en sus propias observaciones, las confirmen o discutan. Ellas constituiran caractersticas de la cultura popular que un "maestro pueblo" debera alentar al detectarlas.
Valoracin de la experiencia 31 El trabajador manual es, esencialmente, el hombre que en su trabajo habla de lo que ha experimentado y practicado. Su saber es resultado de la accin. Tambin en sus juicios polticos parte de las experiencias que ha vivido.
Le atraen las cosas en la medida en que ve su aplicacin prctica. Le interesa aprender aquello que sirve para algo. Es decir, saber para actuar y no el saber por el saber mismo. Sencillez y autenticidad en la expresin de sus sentimientos o ideas No hay preocupacin por los modales, por "aparecer" de determinada manera, ni lenguajes o conductas distintos, para entrecasa y para salir. Se manifiestan espontneamente como son.
Valoracin de lo colectivo, lo solidario, entre los vecinos y los compaeros Hay muchos ejemplos de esto en la vida cotidiana de los barrios. Aun las habladuras tpicas de ellos reflejan en el fondo, el inters por los otros. Valoracin de las personas Valoracin de "las personas", no de los "intelectos". Por eso las ideas llegan slo en la medida en que se las ve encarnadas en vidas y no expresadas, simplemente, en programas. Por eso, tambin, reaccionan ante los hechos y no partiendo de discusiones tericas. Lenguaje directo Circunscripto a lo fundamental, generalmente referido a hechos concretos, rico en la caricaturizacin de situaciones. Retornando ahora la idea que se vena desarrollando es decir la accin de la escuela para imponer la cultura burguesa sobre la cultura popular, falta sealar cules son las consecuencias de este proceso. Estas consecuencias pueden resumirse diciendo que los nios o adolescentes provenientes de hogares de clase popular, viven en general, una 32 permanente situacin de inferioridad con respecto a sus compaeros provenientes de los sectores ms privilegiados. Por qu? a) Porque los nios provenientes de las capas medias y altas se manejan con toda comodidad en la escuela, ya que sta es la continuacin de su hogar: se habla de la misma forma, se tienen los mismos valores y hbitos, la maestra es alguien de su medio.
Un chico de clase popular y, mucho ms, quienes viven una situacin de marginalidad (villas de emergencia, instalacin reciente por migracin desde reas de mayor pobreza, etc.) se siente, en cambio, una casa ajena que le exige otros comportamientos, otro lenguaje.
Una maestra estaba ensayando una escena teatralizada con un grupo de nios. Corrigi el tono a uno de ellos sin darle demasiada importancia. Pero una nena de una villa de emergencia, perteneciente al grupo pero que no participaba del ensayo, se acerc tmidamente y pregunt, casi al odo: "-Seorita. yo hablo bien?'" Y en los ojos y en el tono era patente la inquietud el temor de ser rechazada.
b) En la medida en que estos nios hablan un idioma que no es plenamente el suyo, que no hablan de sus vidas y de sus problemas, que los libros que leen tampoco tienen nada que ver con su mundo, no se expresan realmente, estn bloqueados. Entonces, en la escuela se escribe como un deber, pero no se percibe el lenguaje escrito como una expresin de s mismo, de lo que se vive y se descubre. Veamos algunos ejemplos en los cuadernos de los chicos: - Desvinculacin entre lo que en la escuela se escribe y se dice y lo que en la casa y en el barrio se vive: 33 En el cuaderno de un nio cuyo barrio carece de luz elctrica en las calles y en la mayora de las casas, inclusive en la suya: Mi barrio "Cerca de mi casa hay un cartel luminoso que dice peluquera". En cuadernos de nios que se baan calentando una pava de agua para entibiar la del fuentn. Completar: "Antes de baamos encendemos el calefn". Un chico que vive en una casilla de madera (pieza y cocina), bao precario de chapas, sin techo, varios hermanitos en la misma cama, al hablar de la casa:
Mi casa: En el bao hay: pileta, botiqun, bid, inodoro, baera, ducha, toallero... ducha, toallero... El dormitorio tiene: mesas de luz, cmoda, camas, ropero... En el comedor hay En la cocina hay En el garaje hay Las respuestas eran copiadas del pizarrn, sin asociarlas con interrogantes como: -Tenemos o no (ese mobiliario tipo)? 34 - Qu tenemos derecho a tener en nuestro bao, nuestro dormitorio, etc.? - Por qu nuestra casa no tiene esas comodidades? La, misma observacin puede hacerse frente a cuadernos que tienen copiado lo siguiente: Mi casa: Mi casa es amplia, cmoda, ventilada. En ella hay mesas, sillas, aparadores, cocina, heladera, camas, ropero, televisor, lavarropas. Cunto ms rico hubiera sido que este chico escribiera cmo es verdaderamente su casa, cmo su pap la va levantando de a poco para reemplazar con paredes de material las actuales paredes de madera! - El lenguaje escrito desvinculado de la expresin personal: Esto se ve en muchos cuadernos, leyendo redacciones que no dicen nada, porque no hay en ellas nada de las verdaderas inquietudes del autor y porque no tienen un mensaje para nadie. A veces las lee slo el maestro y a los apurones. La redaccin es, entonces, un ejercicio alienante, en el que hay que escribir lo mejor que se puede (pensando siempre, no en cmo uno dira las cosas sino en cmo le gustara al maestro), sobre cosas que uno no siente y... para qu...? para que el maestro lo corrija! Muchos maestros deberan, tambin, revisar el proceso a travs del cual los chicos aprenden a leer y escribir. Si en este proceso el chico no comienza a percibir y a vivir la escritura como un instrumento para expresarse, ya las cosas empiezan mal. c) Alguien que. se ve rechazado en su lenguaje, en sus costumbres, en su expresin, se vive a s mismo como rechazado, como menos, como 35 inferior, por cuanto la internalizacin de la imagen que los otros tienen de uno es fundamental en la formacin de la imagen de s. d) Un sujeto es aceptado y tiene xito en la estructura escolar en la medida en que WI. asimilando la cultura burguesa. Por eso es tan frecuente que el muchacho o la chica de familia obrera que llegan a altos niveles de la estructura escolar se evadan de su medio. La escuela los hizo de otro mundo, distinto del suyo primero, de su barrio y de su hogar.
El Problema de la ideologa. La neutralidad o tendenciosidad de los contenidos Se dijo antes que haba dos problemas a tratar en relacin con los contenidos de la escuela; uno, el del significado cultural de los mismos, ya fue tratado. Otro, es el de la ideologa a la que responden dichos contenidos. Muchos docentes viven en la ilusin de la neutralidad de los mismos, pero muchas voces ya se han levantado afirmando que tal neutralidad no existe. No puede ser de otra forma, por cuanto la escuela es parte del proyecto poltico de la clase dominante y expresa necesariamente su ideologa. . Por otra parte, como ya vimos, toda institucin educativa tiene como base una concepcin del hombre y de la sociedad. Sin pretender tratar exhaustivamente el tema, veremos algunos ejemplos que demuestran que los contenidos de los textos y aun de los programas responden ostensiblemente a posturas ideolgicas. Hay docentes que censuran los textos de la poca peronista, porque propagandizaban al gobierno, y cierto diario de gran difusin comentaba una vez horrorizado, que los nios cubanos aprendan la F escribiendo: "el fusil de Fidel". Pero a nuestros nios les hacemos usar muchos libros igualmente tendenciosos y les hacemos estudiar en ellos textos que implican una opcin 36 poltica e ideolgica. Con el agravante de presentrselos como cientficos, objetivos, neutros. Algunos ejemplos de esta afirmacin: La Historia escrita desde el punto de vista del dominador
Dice un texto de la escuela primaria, muy difundido: (Est hablando de la conquista espaola de nuestro territorio). " ... A veces los indios los perseguan y la poblacin no progresaba. Otras veces conseguan quedarse, pero nunca se echaban atrs", -Realmente, eran valientes aquellos hombres! Saban que estaban lejos de toda ayuda! Que los rodeaban los indios...! Y sin embargo avanzaban con sus pesadas armaduras basta que el jefe se detena y deca: Ac!". El xito de la conquista es presentado como dependiendo del valor del conquistador y no se menciona la superioridad de los armamentos. Hay un sentimiento de simpata canalizado hacia el conquistador, pero al indio se lo presenta como un ser temible: "estaban rodeados de indios..." El indio es considerado un, peligro y no una vctima. . Esta visin es confirmada con prrafos de las pginas que siguen, donde encontramos expresiones como: "Piensen en las enormes distancias que separan esas poblaciones en 'cada una de las cuales haba un puadito de blancos, lejos de toda ayuda y rodeados de indios por todas partes..."
"Eran marchas lentas y penosas: fros, lluvias, desiertos, fieras, indios".
..."Partieron los titanes. Al frente iba Nez del Prado, etc...
El indio: una plaga. Los conquistadores: hroes, titanes.
En resumen: la Historia escrita en .nombre del blanco, del conquistador. El menosprecio inconfesado hacia el indio, aparece tambin en un texto donde se defiende la superioridad del gaucho sobre el indio, a quien se niega como elemento de nuestra tradicin. 37 ... -Por qu al hablar de la tradicin hablamos del gaucho?". - De veras, seorita, el indio es anterior al gaucho. Entonces, por qu el indio no es nuestra tradicin?.
- Porque para ser tradicin tiene que haber ganado prestigio, porque tiene que haber ganado la admiracin y el afecto y nuestro primitivo habitante no los gan. En cambio, el gaucho, s; lo admiramos porque pele como un len en los ejrcitos patriotas, sin reclamar nada; lo amamos por valeroso etc... Se puede observar lo siguiente: a) El gaucho es aceptado, el indio no. Por qu? El resultado es que ante los chicos reconocemos nuestro entronque con la cultura de los blancos y aquellos que participaron de ella, como los mestizos. Y negamos al indio. La Historia empieza con el blanco. b) El indio fue sojuzgado, vencido, arrebatadas sus tierras, luch como pudo para defenderse. Qu deba hacer, todava, para "ganar nuestro afecto y admiracin'"? c) La afirmacin de que al gaucho lo amamos porque "pele como un Ien en los ejrcitos patriotas sin reclamar nada" es ingenua, pero, a la luz del destino histrico del gaucho, suena a sdica. La superioridad del blanco dominador aparece tambin en un texto sobre los esclavos Primero describe la entrada de negros como esclavos, a las colonias y, a continuacin, explica cmo contrabandeaban los ingleses, con la excusa de la introduccin de esclavos y dice: --"Qu contentos estaran los criollos, seorita...!" -Calculen!... Pagaban por un negro cien cueros o bolas de sebo. Y adems compraban mucha mercadera barata. El rey de Espaa supo esto y se preocup. Pensaba "Tal vez he sido demasiado exigente con las colonias. Los ingleses les estn enseando el valor de la libertad y esto no me conviene! 38 O sea: los ingleses, que traan esclavos, les enseaban a los criollos "'el valor de la libertad". Es que para las clases dominantes la libertad es la libertad de enriquecerse, en este caso: a travs del comercio. Claro que los chicos no deben preocuparse, porque, como dice el manual: "Por suerte, la vida de los esclavos era fcil y llevadera". Slo desde el punto de vista del dominador parece "fcil y llevadera" la vida de los oprimidos. Con el afn de presentar textos fciles y atractivos a los nios se dan explicaciones simplistas y acientficas que, por lo tanto, son deformantes.
Ejemplos:
"Los indios miraban con curiosidad las costumbres de los espaoles. Algunas tribus, como los guaycures, no queran aprender nada. - Otros, como los guaranes, fueron dciles y aprendieron muchas cosas". Esta explicacin disfraza el verdadero carcter de la conquista espaola; el dominador aparece como un maestro que vena a ensear, y los dominados, como buenos alumnos, si aceptaban la dominacin, y como malos si se rebelaban. No queran aprender. .. a trabajar para el blanco! "Es que Moreno vea antes que los dems lo que iba a suceder. Por eso Saavedra, y con l muchos criollos, que no tenan la inteligencia de Moreno, se fastidiaban al orlo. Esta curiosa distincin poltica de inteligentes y menos inteligentes, es evidentemente parcial. El hecho de plantear una problemtica que los nios de esa edad no estn en condiciones de comprender cabalmente, lleva a esa simplificacin deformante. A veces menoscabamos la capacidad de un nio de comprender fenmenos naturales o de adquirir verdaderas motivaciones para su conducta. Entonces aparecen textos como los siguientes: Cuenta primero que hay enanitos que trabajan durante la noche en los jardines y...
Muchos se hieren con las espinas de los rosales y lloran en silencio, pero siguen trabajando". 39 "Las gotas de roco son lgrimas que dejan los enanitos sobre las plantas del jardn". Adems de ser acientfico, dando explicaciones falsas de fenmenos naturales fciles de comprender, es despiadado inspirarle al nio que todas esas plantas hmedas de roco que descubre al levantarse, estn mojadas con las lgrimas de quienes trabajaron para hacerlas crecer. El siguiente ejemplo, tambin de un libro de lectura, muestra una explican fantstico-religiosa como un procedimiento para ayudar al nio a lograr determinadas conductas: "Los angelitos son jardineros. Ellos cultivan los campos del cielo... En las noches oscuras los angelitos dejan su jardn para bajar a la tierra y llevarse las semillas mejores, las que darn plantas con flores blancas y azules. Los nios buenos se las ofrecen y se llaman: obediencia, dulzura, aplicacin, respeto, caridad..."
Adems de que habra que discutir si el primer valor que un nio tiene que descubrir es la obediencia (y esto ya es una opcin ideolgica), nada ms alejado de los objetivos de que se habl en el captulo anterior, que este iniciarlos en la lnea de basar su conducta en explicaciones falsas y no en la observacin de las consecuencias reales de sus actos. Habra, adems, muchos ejemplos para mostrar cmo los libros escolares transmiten valores y cmo, muchos de esos valores, responden al modelo de la sociedad capitalista. Vaya un caso como ejemplo: Una nia, cuenta el libro ve a una viejecita llevando lea. Le pregunta: - ..."Para qu trabaja tanto, si con la lea que lleva en un da tiene para hacer fuego una semana?". La viejecita le habla de las hormigas y de las abejas y agrega: -"Pregntale a tu padre para qu trabaja tanto si con su jornal vivira bien una semana". 40 Acostmbrate a ser previsora y vivirs feliz". La Historia de los textos escolares es, en general, tendenciosa, ya que presenta como indiscutibles, posturas polticas objetadas por otras corrientes. Veamos algunos ejemplos. Dice un texto en relacin con la revolucin de Mayo. "Las semillas de libertad fueron: las invasiones inglesas, el monopolio comercial, la exclusin de los criollos de los puestos pblicos, la independencia de los EEUU.". Al poner el monopolio como "semilla de libertad", identifica al movimiento emancipador con el logro del libre comercio. Objetivo ste que slo beneficiaba a la burguesa de Buenos Aires y a los estancieros del Litoral y que muchos autores sealan como una de las causas del estancamiento del interior (cuyas artesana s no podan competir con los productos importados) frente al absorbente crecimiento de Buenos Aires. Otros casos: Enumera un manual, los peligros que enfrentaba nuestro pas en 1816: amenaza de los espaoles, de los portugueses y Artigas, que sigue hostilizndonos en todo el Litoral". El trmino "hostilizndonos" nos presenta a un Artigas enemigo que atacaba al pas, cuando lo que Artigas atacaba no era a las Provincias Unidas (de las que se senta y era parte) sino a la poltica del gobierno de Buenos Aires por centralizadora, comprometedora para la independencia y promonrquica. La Historia del manual est escrita desde la perspectiva del gobierno de Buenos Aires, entonces. Es intil abundar en ejemplos sobre la forma parcial en que se presentan, generalmente, las figuras de Rivadavia y de Rosas, tan discutidas y discutibles, pero que sin embargo los textos presentan como blanco-blanco y negro-negro. Es curioso, adems (y tal .vez no sea casual) que los condenados son los movimientos ms populares y masivos de nuestra Historia y los hroes son, generalmente, miembros de la minora ilustrada. 41 Sobre la Organizacin nacional: "Con la sancin de la Constitucin de 1853 comienza el perodo de la organizacin nacional. Desde entonces, los gobiernos que se sucedieron debieron ajustar su conducta a las normas establecidas en la Constitucin". "...Mucho haba que hacer, ya que los veinte aos de postracin haban dejado un lastre de pobreza y atraso difciles de extirpar. No obstante, cupo a los primeros presidentes el mrito de realizar una magna obra de reconstruccin nacional". "... Encauzado el pas por la senda de la paz y del trabajo, los dems gobernantes continuaron perfeccionando y multiplicando las instituciones dedicadas al bienestar general". ... A pesar de que los gobiernos se suceden normalmente cada seis aos y que, en consecuencia, podemos enumerar ya una larga lista, la labor ha sido' continua e ininterrumpida", ... En una nacin democrtica como la nuestra, todos somos iguales ante la ley". Encontramos en este ejemplo: a) Una abierta defensa de los gobiernos posteriores a la unificacin nacional, cuyo proyecto de construir una Argentina dependiente econmica y culturalmente de Europa, es sumamente cuestionado y cuestionable. Se trata de una clara opcin del texto por una lnea poltica. b) Se presenta una versin de los hechos que no se ajusta a la realidad observable: - Los gobiernos ajustndose a la Constitucin y sucedindose normalmente cada seis aos (el libro est editado en 1969). - Somos una nacin "democrtica". Esta negacin de la realidad es alienante y, al serlo, juega a favor del actual sistema sociopoltico, ya que la conclusin de un texto como el citado, es la siguiente: 42 Todo est bien. No hay problemas. Los que atacan a este sistema que funciona bien son inadaptados, son un peligro. En el texto siguiente se opta claramente por la "armona" entre el capital y el trabajo, con el gobierno en el medio como factor de equilibrio: "La solucin pacfica de los conflictos sociales es otra de las preocupaciones constantes de nuestros gobiernos al tener que enfrentar las cuestiones que se suscitan entre patrones y obreros en sus relaciones laborales. Para eso ha buscado siempre agotar todos los recursos para la comprensin mutua, para evitar la violencia". Y los cientos de obreros muertos en la Semana Trgica, en Buenos Aires, a comienzos de 1919...? Y las decenas de trabajadores fusilados por el Ejrcito poco tiempo despus en la Patagonia...? Tambin nuestra provincia conoci episodios parecidos, en la misma poca, cuando las huelgas de los explotados trabajadores de La Forestal fueron sangrientamente reprimidas. A nuestra generacin, por otra parte, le sobran experiencias de este tipo. En resumen: En los manuales encontramos textos con un contenido tendencioso, optando por determinadas maneras de ver la realidad presente y pasada, opcin que tiene un trasfondo poltico. Claro, pero podra decirse: "Los manuales no son los maestros", pero es que la influencia del manual es' considerablemente grande: - en muchos casos no lo lee slo el nio, se lo hojea y se lo lee en la casa; - muchos docentes trabajan directamente sobre los contenidos del manual. Hojeando cuadernos, encontramos: - Cuestionarios contestados, copiando la respuesta cuestionable del manual. - Oraciones repetidas varias veces como texto caligrfico, tomadas tambin del manual y sobre las cuales se puede tambin hacer la misma observacin que en el caso anterior. 43 - Sntesis y cuadros sinpticos, reproduciendo la orientacin del texto del manual. Aun cuando el maestro no confirme en clase la orientacin ideolgica del manual, el chico afronta solo el texto, no solamente desprevenido ante su posible tendenciosidad sino tambin lleno de fe en que lo que all se dice es la verdad porque est en el libro".
Resumen Este es entonces, en sntesis, el contexto en el que se tiene que manejar un docente en lo que se refiere a los contenidos: 1. - Por el lenguaje que se habla y por los valores y costumbres que se propugnan, la escuela responde a un contexto rural en el cual se sienten extraos los alumnos provenientes de la clase popular, especialmente los que viven situaciones de precariedad y marginalidad. 2. - La escuela no puede ubicarse en un cielo puro y neutral, sino que transmite contenidos que responden a una opcin ideolgica y poltica: la Argentina liberal-capitalista, europeizada y dependiente. CMO ACTUAR EN ESE CONTEXTO? Opcin del "maestro gendarme" 1. Universaliza su cultura burguesa: O sea, no percibe la pluralidad de las subculturas, sino que considera a sus hbitos, modalidades y valores "lo culto", separando como "inculto" lo que no se ajusta a esos cnones. Es el caso del docente que reprende al chico que usa espontneamente en clase trminos usuales en su medio: -Seorita: este nio est jodiendo. -Cuidado como hablas! -responde la maestra. 44 O el caso de los que, cuando el nio o el adolescente hablan, estn ms atentos a cmo dicen las cosas que a lo que dicen, listos para corregir. Lo que, a la larga, acaba por inhibir al chico, que no hablar ms. Al mismo tiempo, esta postura va acompaada por un menosprecio implcito por "la cultura" que aportan estos chicos a la escuela, por la riqueza que puede haber (y la hay!) en ella. El maestro es el culto que tiene que ensear; los chicos (que tal vez conocen mucho ms que l la realidad), los incultos de los que nada hay que aprender. 2. Frente al carcter ideolgico de los contenidos: Los acepta y comparte su orientacin:
- "Hbleme de la tirana de Rosas" -dice una profesora en el examen.
Una maestra hace escribir a los chicos: "Podemos dormir tranquilos: la polica nos protege". O bien: hay docentes que sin compartir claramente la orientacin del texto, los aceptan acrticamente y as los presentan. Lo que, en la prctica, coincide con la actitud arriba mencionada. 3. Contenidos alienantes: a) Porque estn desvinculados del presente y de la realidad que se vive. Ejemplos tomados de textos en uso: Con respecto a los indios "Afortunadamente esa poca ya ha pasado. Ahora los indios trabajan en el campo, en las fbricas o en otros oficios y son ciudadanos tiles a la sociedad". O sea: segn el texto, el problema del indio ya est superado. Pero la realidad es otra, y bien la saben los aborgenes que sobreviven cercados por la enfermedad y la miseria. Otro ejemplo de problemas superados en los manuales escolares: el de la vivienda. 45 "Hoy el gobierno otorga prstamos con los que los trabajadores pueden realizar el sueo de la casa propia". Otros ejemplos de desvinculacin entre los contenidos y la realidad: - Normalmente se han hecho estudiar los derechos civiles segn los seala la Constitucin, sin comprobar ni discutir su cumplimiento. En la misma lnea se ha presentado la forma de gobierno de nuestro pas, tal como lo establece la Constitucin, aun bajo regmenes de fuerza, en los cuales la Constitucin no se cumpla. - A partir de 1880, se dan como datos histricos la lista de presidentes e, inclusive, en muchos casos solamente hasta 1930, es decir, se omiten los ltimos y decisivos perodos, cuyas consecuencias viven diariamente los chicos. Adems, una lista de presidentes no aporta nada para comprender el presente. - La vida cotidiana real de los chicos, su casa, su barrio, el trabajo de sus padres, no aparecen para nada en muchos cuadernos, donde se suceden ejercicios y problemas tipo, aunque tcnicamente sean correctos. b) Alienantes tambin porque presentan sucesiones de datos, fechas, hechos, sin integrarlos en sntesis comprensivas donde se pueda percibir un sentido a la realidad de manera que sta resulte comprensible. Esto se ve claramente en los textos de Historia, donde se enumeran hechos y hechos, pero sin que se pueda percibir en ellos (tal como se presentan) el desarrollo de un proceso dentro del cual los hechos cobren sentido. Por ejemplo: Un texto habla de unitarios y federales. No da una clara distincin de las dos corrientes en lo poltico, econmico, social y cultural, lo que hara comprensible la diferencia. Pero, en cambio, nombra "figuras representativas". Veinticuatro nombres propios en media pgina. El "desenfoque se complica, entonces, con el recargo de datos innecesarios. Nombres de innumerables personajes (gobernadores, ministros, etc.), batallas, lugares y fechas. Para un nio de la escuela primaria, la Historia argentina debera reducirse a unas pocas fechas clave, diez o doce. 46 Sin embargo, en un manual en uso encontramos setenta y cuatro fechas desde el 25 de Mayo de 1810 hasta la poca de Rosas, la mayora de las cuales incluyen da y mes, adems del ao. Otro ejemplo: Un texto, al hablar de Avellaneda, enumera sus obras: "Se realiz la campaa al desierto, se hizo la primera exportacin de cereales, se foment la inmigracin, se continu la construccin de vas frreas". Pero no se conectan estos hechos entre s, como parte de un modelo de pas que se quera construir: se extendan las vas frreas para exportar y pata ello tambin se fomentaba la inmigracin y eliminaba al indio. Sin estas conexiones, la realidad de este periodo resulta incomprensible. Y ms incomprensible aun cuando no se la vincula a las consecuencias actuales. Justamente, por presentar los hechos de forma que no ayudan a comprender la realidad, es que decimos que estos textos son alienantes. Esta lnea tambin se observa en Geografa. Por ejemplo, un manual dice:
"Los pases de Amrica del Sur exportan materias primas".
"Estados Unidos exporta productos manufacturados".
Pero: no menciona las consecuencias de esto, la suerte que corren los pases exportadores de materias primas y la presin y dominacin que ejercen sobre ellos los pases industrializados, los EE. UU. especialmente. Luego, se habla de Amrica Latina y de Amrica del Norte, sin referirse para nada a lo que es la problemtica central de la cuestin: "desarrollo" "subdesarrollo" "dependencia". " Se dir: "Los chicos no entenderan".
Hay experiencias, sin embargo, de que los chicos comprenden bastante bien a la edad que usan este texto determinar las situaciones, como por ejemplo: "subdesarrollo, villas de emergencia", "analfabetismo"; causas y consecuencias, etc. En cambio, comprenden bastante mal los hechos polticos, sobre los cuales, sin embargo, se insiste. 47 OPCION DEL "MAESTRO PUEBLO" 1. Valora la cultura popular
- Est atento para captar las manifestaciones de la cultura popular y alentar aquellas que sean ms ricas y liberadoras.
- Desarrolla la expresin de los chicos de clase popular en la perspectiva de su propia cultura y no en la perspectiva de la imposicin de la cultura de los grupos dominantes.
- Les valora su lenguaje, sus giros sus expresiones y sus gestos como distintos de los que el maestro est acostumbrado, pero igualmente vlidos.
- Est atento para captar y aprender de ellos su problemtica y la forma como la expresan. - Los ayuda a percibir la existencia de distintas subculturas y su significacin, lo que equivale a desarrollar en ellos la conciencia de clase. - Los ayuda a desmitificar la cultura burguesa para romper el sentimiento de inferioridad y dependencia desarrollado a lo largo del tiempo. Es muy rico, en esta lnea, iniciar a los chicos en la creacin de los productos culturales que el pueblo est acostumbrado a recibir de la cultura burguesa y que se cree incapaz de producir: Libritos. Producidos colectivamente, por grupos o individualmente, narrando cuentos o vivencias y observaciones reales. Revistas. Que expresen su mundo y su medio, en su lenguaje; piezas teatrales o tteres, etc. Revisa los contenidos ideolgicos de los manuales y los textos - Los reenfoca buscando honestamente la verdad. Cuando los manuales son claramente tendenciosos, ayuda a analizarlos. _ Ayuda a los chicos a confrontar los textos que reflejan la cultura burguesa con otra visin popular y liberadora. 48 Se trata de estudiar esa "Historia de los esclavos" que propona aquella nia, contraponindola a la historia de faraones y reyes de los textos. Se trata, por ejemplo, en nuestro pas, de descubrir y asumir la Historia de los oprimidos del pasado de nuestro pas: indios, negros, gauchos, y los del presente. _ No plantea los contenidos' como respuesta dogmtica, sino en forma problematizadora. Por ejemplo: No se trata de plantear, como lo estableca el programa de Educacin Democrtica, "esto es democracia" y esto es "una falsa democracia", sino de Informar seriamente sobre las distintas formas actuales de concebir la sociedad y el estado, principalmente las repblicas liberales y socialistas, y luego promover el dilogo, la discusin. 3. Se preocupa por la funcionalidad de los contenidos - Busca aquello que es til para la vida y desecha lo intil aunque sea tradicional estudiarlo. Hay textos de sptimo grado que hablan de Carlomagno, de Carlos V, de la Guerra de los Cien Aos, etc. Qu significacin tiene esto en la vida de UD nio argentino? - Selecciona lo mnimo con significacin y trabaja a fondo ya un ritmo agradable en ello, en lugar de la "cabalgata insensata" por temas y programas que a veces se practica. - Pone el acento en lo contemporneo y en la observacin del medio. - No hace de los contenidos el fin del proceso enseanza-aprendizaje, sino lo considera un medio para avanzar en el logro de los objetivos educativos mencionados en el captulo anterior.
CAPTULO 4 / CMO TRABAJAMOS? Si se analizan los ttulos de los cursillos y charlas pedaggicas que se anuncian en los diarios, organizados por diversas entidades, se ve que la casi totalidad se ocupa de lo meramente didctico. En las conversaciones con maestros y profesores, se nota que sus preocupaciones e intereses tambin se 49 refieren, en gran medida, a aspectos tcnicos: cmo elaborar pruebas para evaluar, tcnicas de estudio a aplicar, medios audiovisuales, cmo planificar, cmo dar tal tema, etc. Por qu se da esta valoracin de lo didctico por sobre otros aspectos de la problemtica pedaggica? Tal vez la causa est en la desorientacin de los docentes acerca de los verdaderos* objetivos educativos. Desorientacin que nace de carecer de una concepcin definida del hombre y de la sociedad. Otras pocas de 3a Historia tuvieron una clara imagen del hombre que queran formar y, por lo tanto, tambin tuvieron claridad de fines educativos, ideales que los educadores compartan. Hoy estamos pasando por una poca de crisis y, por lo tanto, como se dijo antes, las cosas no se les presentan tan fciles a los docentes que quieren ser verdaderamente educadores. Cul es la imagen de hombre que difunden la televisin, los anuncios, las revistas...? El hombre que triunfa, que posee todos los recursos del confort, que conquista. Hasta dnde gran cantidad de docentes se atreven a confesar que no tienen otra imagen moral del hombre para educar a los chicos...? Salvo el agregado de un patriotismo vago y sensiblero, para uso de las fiestas cvicas, pero que de ninguna forma llega a ser una mstica que oriente la vida. El volcar todas las inquietudes a lo didctico sera, entonces, una forma de evadirse de los problemas de fondo: lo metodolgico es menos urticante, ms fcil de dominar ante tanta dificultad; un cambio a este nivel nos parece posible y no nos cuestiona tantas cosas. Es ms fcil plantearse problemas didcticos que comenzar a preguntarse, en serio: para qu trabajamos? a quin servimos? para qu sirve lo que estamos haciendo? No se quiere decir, con esto, que lo metodolgico carezca de importancia, sino que debe subordinarse a la definicin de propsitos educativos valederos que orienten todo nuestro trabajo. Es decir: el cmo trabajar en la escuela depende, principalmente, a dnde queremos llegar, qu queremos lograr y para qu. 50 Por supuesto que por unos objetivos valederos se trabaja en la medida en que escojamos los caminos adecuados para ello. Aqu caminos es sinnimo de actividades, por cuanto se aprende a travs de la accin y la experiencia. Es a travs del trabajo diario de alumnos y maestros como se van logrando los objetivos. No entraremos ahora a desarrollar esas menudas tareas de cada da, que creemos deben surgir de la creatividad del docente y su grupo. Slo marcaremos las lneas generales de trabajo. Es decir, qu caractersticas tienen las actividades que proponemos a los chicos. Y, tambin, cmo nos vinculamos con ellos, qu tipo de relacin establecemos. De ambas cosas nace el clima que se vive en el aula. Cules son, entonces, las lneas generales que caracterizan el trabajo de los docentes, segn las dos opciones que estamos describiendo? EL MAESTRO GENDARME Una de las caractersticas que tiene el trabajo de este docente es el autoritarismo: slo el maestro es el que sabe y ensea; los chicos son los que no saben. Slo tienen que aprender. Se aprende escuchando y atendiendo al que sabe. Esto se vincula con lo que se dijo antes sobre la devocin al libro: el maestro conoce los libros, por lo tanto posee la sabidura. El alumno tiene que recibirla de l. Por eso, silencio, escuchen, atiendan son palabras tan frecuentemente usadas en nuestras aulas. Aprender es sinnimo de aprehender de recibir informacin y almacenarla, para aplicarla cuando sea oportuno. Por eso, para el logro de determinadas actitudes, se dan consejos, pero no se organizan actividades en las cuales esa actitud se vaya ejercitando, poniendo en juego y afianzando. Por ejemplo: les decimos que tienen que ser responsables y hacer las cosas por s mismos, no porque el profesor o el maestro vigilen. Pero no les proponemos formas de trabajo donde tengan la oportunidad de ser 51 responsables: de elegir, de planificar, de actuar de acuerdo con lo planeado y de juzgar los propios errores y aciertos. No se dan elementos para el trabajo independiente. En los cuadernos de los chicos, a veces, est el maestro desde la primera hasta la ltima pgina, ya que todos los trabajos son ordenados e indicados por l. El chico no tiene otra oportunidad que la de responder a lo que se le pregunta y hacer lo que se le indica. Un nio de primer grado conoca algunas pocas letras ms de las que su maestra le haba enseado. Las haba aprendido en su hogar, preguntando: Qu dice ac?, en las etiquetas de los distintos productos. En la escuela tuvo que redactar unas oraciones y l us esas letras. Pero la maestra le dijo que no deba usar esas palabras porque ella todava no las haba enseado. Este dirigismo significa, en la prctica, represin de la expresin. Y, tambin, represin ele la duda. No porque el chico quiera expresarse y no se le permita hacerlo. Ni tampoco porque plantee dudas y se le niegue la respuesta. Sino que, ms an, no se le descubre al chico la posibilidad de expresarse, no se lo alienta a hacerlo. Y el autoritarismo del contexto escolar no le descubre, tampoco, que la duda es una actitud posible y rica. La disciplina se concibe como acatamiento. Un grado disciplinado es un grado silencioso, aunque su disciplina sea totalmente dependiente de la sancin o de la presencia del maestro, aunque sean incapaces de trabajar solos. Esta disciplina es el culto por hbitos muy tradicionales de la escuela y que los chicos acatan como algo exterior y no porque el desarrollo en ellos de actitudes fraternales y solidarias les lleve a asumir esas actitudes de cortesa de una forma autntica. - El trabajo en grupos, si lo hay, no pasa de ser una formalidad: Los chicos no descubren por qu y para qu se trabaja en grupos. A veces, experiencias anteriores negativas los ponen en guardia y aceptan trabajar de esta forma a regaadientes. No se los ayuda a buscar la forma de organizarse y afrontar las dificultades lgicas. 52 No se los ayuda tampoco a buscar las causas de las dificultades y a analizarlas. No hay un esfuerzo de autoevaluacin, de modo que los chicos vayan tomando conciencia de su avance y de las dificultades que tienen por vencer. -No se exige a cada nio el mximo de sus posibilidades. Se aceptan los trabajos que cumplen un mnimo de condiciones, aunque los autores sean capaces de mucho ms. Se corrigen trabajos a los que se coloca un regular o un mal y all quedan; no se los rehace ni se superan los errores. Este no exigir a cada chico el mximo de que es capaz, e incluso rio descubrirle que es capaz de mucho ms, tiene bastante de desamor, de indiferencia frente a l. Como si el maestro se desentendiera de su avance. A los chicos se los acostumbra, de esta forma, a recibir la correccin como una sancin, no como un medio para facilitar una nueva y correcta confeccin del trabajo. Y comienza i as a hacer las cosas de cualquier manera, basta cumplir con el requisito. Se trabaja a ritmo forzado. Esto es especialmente notorio en el ciclo medio, pero en muchos casos se da tambin en la escuela primaria. Se avanza en el programa de tema en tema. En el cuaderno se pasa de un ejercicio a otro, pero los mal hechos y los incompletos quedan atrs, sin tiempo para volver sobre ellos. Esta marcha forzada es resultado de: no revisar los programas, dejando solamente lo esencial y significativo; no estar profundamente atentos a los chicos y a su proceso de aprendizaje. Se dir que hay alumnos que pueden seguir este ritmo. Pero, aunque se pueda, el recargo de temas y la marcha acelerada de uno al otro, obliga a tratarlos superficialmente y a no afianzar slidamente su manejo. Obliga, tambin, a recurrir a las tareas para el hogar. Mientras ms chicos son los alumnos, ms cuestionable es que hagamos terminar en la casa el trabajo de la escuela. Sobre todo cuando el chico no est en condiciones de 53 trabajar en forma autnoma y entusiasta en ese trabajo. En muchos casos se observa que la tarea se realiza como una carga desagradable, y requiere el auxilio de los padres con las siguientes consecuencias negativas: Complica la relacin madre-hijo con tensiones que deberan serle ajenas. La maestra y la mam son dos roles distintos. La madre, recargada de cosas en el hogar y teniendo que ensearle las divisiones a su hijo, crea una situacin que, por un lado tensa, complica su relacin con l y, por otro lado, puede tambin complicar el proceso de aprendizaje, cargndolo de conflictos. El trabajo en el hogar, cuando requiere el auxilio de un adulto o de material de ampliacin, sean recortes, lecturas complementarias, etc., acenta la diferencia de oportunidades de xito de los chicos en relacin con la condicin social.
Hay hogares donde los padres estn en condiciones de auxiliarlos y donde los chicos tienen los materiales necesarios: revistas, libros, diarios, discos, etc. Y hogares donde carecen de estos medios y aun de la comodidad mnima como para que el chico pueda trabajar. Por qu actuando de esta forma los docentes son gendarmes del orden social? Porque forman sujetos dependientes, dispuestos a obedecer pasivamente, a aceptar todo, que luego, al transferir esas actitudes al orden social y poltico, sern ciudadanos con las mismas cualidades. Porque al poner el acento en la asimilacin de los contenidos culturales de las clases dominantes, y no en la bsqueda y la manifestacin creadora, se afirma el podero de aqullas. Porque desarrolla un concepto de autoridad que coincide con el concepto que de ella tiene nuestra sociedad. Porque al no ensearle a trabajar seria y crticamente la informacin que se le brinda, se lo lanza desprotegido, sin recursos para enfrentar los medios de difusin de masas, que, como sabemos, trabajan para mantener el sistema. 54 Porque no responsabilizarse del aprendizaje de cada uno de los chicos, significa ignorar la suerte de los que tienen ms dificultades por provenir de los sectores ms oprimidos. Porque no ayudar a descubrir la situacin de opresin, significa, de hecho, posibilitar que esa situacin se mantenga ms tiempo. EL "MAESTRO PUEBLO "
Cuando propone actividades a su grupo, no est slo atento a los aprendizajes intelectuales que los chicos van logrando, sino, fundamentalmente, a la formacin de actitudes: sus alumnos no son mquinas de aprender, sino personas. l tampoco quiere ser una mquina de ensear, sino un educador. En cuanto a cules son las actitudes que busca desarrollar, ya se expusieron en el captulo 3, al hablar de los objetivos. En lo que se refiere al mtodo de conduccin del aprendizaje, en general su lnea es: *Partir de la observacin y el anlisis de situaciones reales y concretas. Estas situaciones pueden ser: hechos ocurridos en el aula, la familia o el barrio y que el alumno expone; problemas que se descubren a travs de encuestas o reportajes; hechos o situaciones que se conocen por la prensa; fotografas; estadsticas; informacin sobre otros pases o sobre el nuestro; testimonios histricos, etc. A partir de este anlisis de datos, el grupo elabora sus propias conclusiones o respuestas. O, simplemente, exponen sus vivencias si son muy pequeos. 55 Dos experiencias Un grupo de 13 y 14 aos est analizando la herencia cultural que hemos recibido de Grecia. Se plantea, entre otros aspectos, que hemos recibido el germen de la democracia. Despus de discutir las limitaciones de la democracia ateniense, surge la pregunta: Argentina es una democracia?. Se debate la respuesta en el curso, y al hacerlo afloran muchas expresiones como La gente dice... , mi pap dice... , etc. Entonces se ve la oportunidad de conocer qu opinan al respecto las personas del medio, a travs de una encuesta. El texto es sumamente sencillo: Usted cree que actualmente la Argentina es un pas democrtico? S - no Por qu?* Se interroga a otros alumnos de la escuela y a personas mayores. Cada alumno interroga a diez personas. Se confeccionan cuadros con las respuestas, discriminando entre: estudiantes de la escuela y personas mayores y se sacan conclusiones. Se comentan y sintetizan las razones en las cuales se fundamentan las opiniones acerca de si Argentina es o no es una democracia. El anlisis de las respuestas les plantea, adems, una serie de interrogantes que quieren aclarar: Qu quiere decir oligarqua terrateniente...? Es cierto que en la poca de Pern haba democracia...? El carnicero me dijo que nun- ca puede haber igualdad entre toda la gente, que es imposible, es as...? Un hombre me dijo que la gente que vive tras la cortina de hierro no se puede escapar, es como l dijo?, etc. Un grupo se interesa por una foto de una revista en la que ven la palabra Bienvenidos mal escrita. Desean conocer por qu y quines son las personas que han puesto el cartel. Despus surgen dibujos y escritos como ste: Han puesto un cartel: Los pobres vienvenidos. Lo han puesto con v corta pero se escribe con b larga. Lo han escrito mal porque no saben leer y escribir bien. Son pobres y quieren que les den tierras para cosechar. 56 Esto sali en la revista Siete das. Pas en Chile. Los autores tenan alrededor de ocho aos. Al manejar correctamente el problema de las subculturas, el maestro est atento para captar toda la riqueza que los chicos aportan, para, verdaderamente, aprender de ellos. No se relaciona, entonces, con ellos, como si fuera el nico que tiene algo que ensear, ni ve a los chicos como seres en blanco que todo lo tienen que aprender, sino que sabe que l y ellos tienen que relacionarse con un intercambio mutuo de ensear-aprender. A este respecto es oportuno recordar las observaciones de los alumnos de Barbiana 3 acerca de la riqueza de su cultura de campesinos, que aportaban a la escuela sin que sta la valorara: Cada pueblo tiene su cultura y ningn pueblo tiene menos cultura que otro. La nuestra es un regalo que les traemos. Un poco de vida en la frialdad de sus libros escritos por gente que slo ley libros. Y ms adelante: Mi maestra de primero escolar me dijo: Sbete a ese rbol y arranca una cereza para m. Cuando se lo cont, mi madre me dijo: Y sa qu aprendi... ? Le dieron la habilitacin a ella y me la niegan a m, que nunca llam rbol a ninguno en mi vida. Los conozco por el nombre, uno por uno. Hay un esfuerzo real por iniciar a los chicos en el trabajo en grupos y hacerlos avanzar, a travs de ellos, en responsabilidad y solidaridad. Por eso se comienza a trabajar en grupo en la escuela (no preparando clases por equipo fuera de ella), que es donde podemos auxiliarlos y observar su desenvolvimiento. Hay una conduccin democrtica del grado o curso: se promueve la participacin de todos; se procura que los chicos logren autonoma en la accin. Darles la posibilidad de proyectar, actuar de acuerdo con lo proyectado, evaluar las experiencias;
3 Alumnos de Barbiana. Cartas a una profesora. Marcha / Schapire Editores. Bs. As., 1971, pp. 116, 117. 57 3 se conduce al grupo a discutir sus propios problemas de disciplina", de relacin, etc., y a buscar en conjunto las salidas. Un ejemplo de cmo un grupo de nios de alrededor de diez aos evalu una fiesta que haban proyectado y realizado: Hicimos una fiesta para las madres y hubo cosas buenas y cosas que estuvieron mal: Cosas que estuvieron bien: la fiesta estuvo linda; los chicos actuaron bien, casi todos; a las madres les gustaron los regalos que hicimos; las madres pasaron un buen rato y se alegraron con la fiesta; casi todos los chicos saban los papeles, pero algunos se olvidaron un poquito. Cosas que hay que mejorar: para otra fiesta hay que procurar no avergonzarse ante el pblico y no olvidarse los papeles; algunos chicos tienen que estudiar ms los papeles; hay que hablar ms fuerte cuando actuamos. Cosas que estuvieron mal: vinieron muchos chicos pero no vinieron todas las madres; algunos chicos se abalanzaron sobre la comida; algunos chicos fueron los primeros en servirse comida, y eso que habamos dicho que tenamos que ser los ltimos. La disciplina" no se concibe como un conjunto de normas que el escolar debe obedecer, sino como algo ms profundo y ms amplio: la disciplina es la que vive la comunidad educativa y que se expresa en las actitudes de sus miembros, sus motivaciones y en el estilo de sus relaciones. Disciplina es sinnimo de trabajo, dilogo, camaradera, afecto y respeto 58 mutuo, Se responsabiliza del aprendizaje de todos los chicos. No se ensea al grado en masa, y el que aprende, aprende, y el que no... se llama a los padres para avisarles del problema. Qu hace una madre, que tal vez ni termin la primaria, con que le digamos que su hijo est atrasado en matemticas? puede ayudarlo? no son al revs las cosas? Ella nos lo manda a nosotros para que le enseemos. Nuestra misin no es explicar las cosas en el frente del aula, sino hacer que verdaderamente los chicos aprendan, y debiramos sentirnos responsables de cada uno de ellos, como de nuestros propios hijos. Responsabilizarse del aprendizaje significa: a) Ensearles a trabajar. A veces creemos que los chicos solos van a aprender a estudiar, a hacer sntesis, a leer mapas, a interpretar textos o estadsticas, etc. Hay algunos que pueden hacerlo porque el medio se los facilita, pero los chicos de clase popular, generalmente, necesitan ser auxiliados y el maestro, paso a paso, debe iniciarlos en todos los recursos que implica saber estudiar, para abrirles todos los horizontes de la informacin. b) Exigirles el mximo rendimiento segn la capacidad de cada uno. Ensearles a hacer las cosas lo mejor que puedan, a rehacer los trabajos hasta lograrlos correctos. Exigirles calidad, no simplemente cumplir. c) Se asume a los chicos como son, se parte de los conocimientos que realmente tienen, no se dejan de lado las dificultades porque tericamente ya Se deberan haber vencido en el grado o curso anterior. Por ejemplo: si llegan a primer ao y no saben estudiar, nuestra res- ponsabilidad es ensearles a hacerlo y no dejarlos librados a su suerte porque eso deberan saberlo de los grados... d) Se crea en el grado o curso la conciencia de que el que tiene dificultades para aprender, el ms lerdo, debe ser una preocupacin para todos, que hay que ayudarlo a avanzar con todos y no dejarlo archivado en un rincn. Alienta en los chicos una actitud problematizadora y crtica frente a la informacin y la realidad. 59 Se alienta la expresin en todos los planos. Se los provee de medios para expresarse y expresar la realidad que viven, escribiendo, dibujando, pintando, representando escenas, con tteres, etc. Ayudarles a descubrir que en la medida en que VEN la realidad y la expresan y se expresan, estn creando cultura. Esto se dice en muy pocas palabras, pero lograrlo es un trabajo lento y paciente. Un maestro pueblo, si bien est atento para aprender de sus compaeros e intercambia experiencias con ellos, no copia recursos ni ejercitaciones. Es consciente de que una nueva didctica no se crea imitando ciegamente ni copiando ejercicios de los libros, sino estando atento a los chicos y a su mundo. Una nueva didctica tiene que crecer de abajo hacia arriba con cada maestro como creador, partiendo de observar la realidad y luego probando respuestas frente a ella: ensayar esas respuestas, evaluarlas, descartar lo que decididamente fracasa, mejorar lo que la prctica va evidenciando como bueno.
CAPTULO 5 / LA EVALUACIN Y SUS PROBLEMAS
As como en el captulo anterior se habl de un inters de los docentes por la renovacin de los mtodos y recursos didcticos, la misma observacin puede extenderse a las tcnicas de evaluacin. No slo cursos y charlas, sino excelente bibliografa estn a disposicin del maestro en este aspecto de su trabajo. Pero el problema no se agota con poder precisar que Fula- nito obtuvo un puntaje X o que el puntaje medio del grado es tal. Estos datos son valiosos para que el maestro pueda determinar, en gran medida, la eficacia del trabajo 60 realizado. Y, sobre todo, saber si el grado o curso manejan ya un tema o un nivel de dificultad, de modo que sea posible pasar a otro. La situacin no termina con esto, porque el grupo escolar no es una realidad tan fcilmente abarcable en los lmites del aula. Lo que all pasa y aflora viene de afuera, del medio en el que los chicos se han desarrollado. Por eso, los resultados de una prueba objetiva tienen significacin dentro del aula, pero tambin nos ponen en evidencia una situacin social. Si las pruebas nos indican quines tienen un nivel aceptable de rendimiento y quines no, tambin nos revelan, como ya se mostr en el captulo 1, que las causas de ese mal rendimiento son en gran medida de orden social, a tal punto que los ms bajos niveles de aprovechamiento escolar coinciden con la procedencia de los sectores sociales menos privilegiados. Esta afirmacin tiene un valor general evidenciado estadsticamente. Estadsticas que no quedan invalidadas por los casos particulares que no se ajusten a la tendencia general, casos particulares que todos encontramos alguna vez: Fulanita de un bajo nivel social y alto rendimiento, o a la inversa. Pero en general, y esto pasa cada da ante nuestros ojos, el bajo rendimiento tiene races sociales. 61
Cules son las causas? Puede tratarse de problemas alimentarios en la infancia. En observaciones realizadas se ha detectado que la mala alimentacin durante los primeros meses de vida, parece indicar una perdida probable de potencia intelectual, incluso parecera que esos efectos son irreversibles si el perodo de mala nutricin ha ocurrido suficientemente temprano. Como consecuencia de estar subalimentado, el escolar puede padecer, adems, una serie de trastornos que traba su buen rendimiento: apata, falta de vigor y de inters. Adems, por el mismo motivo, es ms vulnerable a las enfermedades que otros chicos, lo que le obliga a faltar frecuentemente a clase. Y ya se vio que el ausentismo es una de las causas inmediatas del bajo rendimiento'. A esto se suman, actuando en igual sentido, las deficientes condiciones de alojamiento. En invierno, por ejemplo, los chicos que viven en viviendas precarias, muy hmedas, son vctimas de repetidas afecciones bronquiales. Esto lo conocen bien los mdicos que actan en estos medios. Y la con- secuencia es la falta reiterada a clase y el ir retrasndose, por ello, de la marcha del resto de sus compaeritos. Estn tambin las diferencias culturales, de las que ya se habl extensamente y que obligan a los chicos de los sectores sociales inferiores a realizar un esfuerzo extra para poder desenvolverse en un mundo en el que ellos son extraos, mientras otros chicos se mueven como si estuvieran en su casa. En este sentido, es primordial la importancia del lenguaje.
Los chicos de clase media y alta, llegan a la escuela con una serie de aprendizajes previos que facilitan los aprendizajes que la escuela requiere. Esto, por los estmulos intelectuales que el medio les ha brindado; conversaciones, narraciones, informacin que se les ha proporcionado, acciones que han visto y que desean imitar (leer, por ejemplo), libros, discos, etc. Y por el entrenamiento que se les ha dado de una manera natural, esto es, manejo de lpices, pinceles, tijeritas, etc.
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Estas diferencias se notan claramente, por ejemplo, al aplicar el test ABC para determinar la madurez para el comienzo del aprendizaje de la lectura y la escritura: la memoria, la desenvoltura en el lenguaje, la habilidad psicomotriz, dependen, principalmente, de los estmulos y entrenamientos que han tenido los chicos. Finalmente, estos chicos, adems de entrar en la escuela con una serie de recursos que les harn casi natural el desenvolverse en ella, cuentan con auxilios especiales, para el caso de que encuentren dificultades: padres con una escolaridad suficiente como para ayudarlos en las tareas escolares, maestros o profesores particulares para apuntalar y reforzar el trabajo de la escuela y, por supuesto, el tipo de asistencia que haga falta: mdico, psiclogo, foniatra, etc. Esta es la realidad que est tras el fracaso escolar de los nios de menores recursos. Podemos ignorarla en el momento de evaluar? Cmo responder a ella? Esta es la situacin donde las opciones son ms difciles, ya que el margen de accin del maestro es menor. En lo que respecta a mtodos, forma de relacionarse con los chicos y el medio, enfoque de los contenidos y objetivos, las posibilidades de actuar de una manera distinta de la comn, son grandes. El problema de la evaluacin est relacionado con la calificacin y la promocin, y a este respecto hay normas estrictas que los docentes no pode- mos modificar, estemos o no de acuerdo con ellas. Aun as pueden observarse distinciones segn el papel que se asigna a la evaluacin, la correccin y la calificacin. EL MAESTRO GENDARME No percibe las races sociales del fracaso escolar Califica sin considerar otra realidad que el rendimiento en clase, ignorando las situaciones extraescolares que condicionan dicho rendimiento. De esta manera, confirma framente con su nota las diferencias que la sociedad ha producido. Es el caso, por ejemplo, de un chico de familia de escasos recursos y bajo nivel de escolaridad, que accede, sin embargo, a la escuela media. All son inmediatamente perceptibles sus dificultades para desenvolverse, especialmente en el lenguaje oral y escrito. Si no es especialmente atendido, y
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si al calificrselo se lo mide con la misma vara que a sus compaeros, seguramente fracasar y desertar. Pobre!... Se esfuerza pero no tiene base. No se sabe expresar!. Cuntas veces hemos odo expresiones como sta para explicar el porqu de un fracaso? ... No tener base, No saberse expresar, son sntomas de una situacin social sobre la que ya se habl antes. Nuestra funcin frente a este chico se limitar, entonces, a determinar framente que no rene las condiciones necesarias y cerrarle as las puertas de la escuela, dejndolo fracasar en ella? Evala slo conocimientos Lo hace, aunque en la planificacin se hayan hecho constar objetivos de actitudes y de habilidades. Sin embargo, por una incorrecta aunque tradicional forma de concebir la escuela y el proceso del aprendizaje, se percibe el papel del docente slo como alguien que transmite conocimientos y luego, por ende, evala en qu medida esos conocimientos han sido traspasados a sus alumnos. Las habilidades y las actitudes de la planificacin son slo objetivos de papel: no se trabaja para su logro y luego no se observan y evalan los progresos de los chicos en esta lnea. Esto responde a esa sobrevaloracin del libro y el verbalismo de los que ya se habl. Cuando en el momento de calificar o de emitir los tradicionales conceptos sobre los alumnos, se procede de esta forma, apreciando slo la asimilacin de conocimientos que el alumno ha logrado, se estn restando posibilidades, aunque no se quiera hacerlo, al chico que por las caractersticas de su medio social llega a la escuela menos equipado que sus compaeros para competir slo a nivel de aprendizajes intelectuales (o a nivel de mera memorizacin y repeticin, como sucede en muchos casos) sin que se aprecien sus esfuerzos, su dedicacin, sus actitudes y aun su capacidad de aplicar esos conocimientos a situaciones vitales. Concebir al docente como un mero transmisor de conocimientos, cuya vinculacin con los chicos se da en funcin de dicha transmisin, explica que haya docentes que a veces utilizan instrumentos de evaluacin de
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conocimientos, convincentes o no, como recursos disciplinarios en determinadas situaciones difciles: dar una "prueba escrita a un curso donde ha pasado algo que ha acabado con la paciencia del profesor o hacer pasar a "dar la leccin al alumno que molesta. La evaluacin se considera patrimonio exclusivo del docente Este entrega trabajos a sus alumnos con una nota determinada, o pone una nota a una exposicin oral sin dar explicaciones ni al interesado ni al grupo. Los alumnos viven la calificacin como algo que se recibe; a veces se la considera justa, a veces se rebelan frente a ella. Pero, en cualquiera de los casos, una tal forma de evaluar no es compatible con una relacin maestro- alumnos que promueva una creciente autonoma de stos y una respetuosa camaradera entre todos. Por el contrario, de esta manera se facilita el desarrollo de una actitud pasiva, indiferente e irresponsable. Los fracasos se adjudican al mal humor del docente; los xitos, a la buena suerte. Y no se percibe ninguna relacin de progreso o de estancamiento en el proceso de aprendizaje. Se ve a la evaluacin como un fin Una vez que se comunica a los chicos o a los padres la nota obtenida, pareciera que se acab todo. Por el contrario, la evaluacin no es un fin, sino un medio para asentar la prxima etapa del aprendizaje sobre bases slidas; ver si determinadas dificultades han sido superadas y, si no, detenerse en ellas. De qu sirve saber que un alto porcentaje del grupo fracas en la prueba de evaluacin sobre el tema "X, si luego continuamos con el tema que sigue, sin volver atrs a reensear aquellos aspectos en los cuales el grupo ha fallado? En el caso de la correccin de cuadernos, tambin se encuentra muy frecuentemente esta tendencia a verla como un fin, como algo que se hace y con hacerlo ya se cumple. Cuando, en realidad, la correccin de cuadernos es un instrumento para ensear a rehacer lo incorrecto y corregir lo equivocado. Por eso no tiene sentido corregir y dejar los trabajos como estn, como si fuera una sancin inapelable. O como una forma de cumplir ante la superioridad, dejando constancia de que los cuadernos estn corregidos Algunos ejemplos que se encuentran hojeando cuadernos:
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Leyendas que no cumplen ninguna funcin frente al chico en dificultades, que no le sirven para enfrentar y corregir sus errores. Algunos casos: Un cuaderno de una nia de sexto grado, repetidora en dos grados anteriores, tiene prcticamente todos los das carteles de Incompleto en ejercicios y problemas de matemticas sin resolver, a lo largo de varios meses. Para qu? La chica ya sabe que no ha resuelto los ejercicios. Sabe, tambin, que no lo hace porque no los comprende y porque ha desarrollado frente a ellos una verdadera aversin. El cartel no le sirve de auxilio. S, como una especie de penitencia cotidiana. Tambin se encuentran, en los cuadernos de nios pequeos, letreros que pueden ser reemplazados por la conversacin y el estmulo verbal. Por ejemplo, en un cuaderno de segundo grado: Debes mejorar la letra. Has llegado tarde, entre otros. Qu funcin se le asigna?: sancin...? aviso...? constancia...? A esta edad, ninguna de estas posibilidades se da. Inclusive, mejorar la letra de un nio de segundo porque escribamos en rojo su cuaderno? A esa edad, el problema de la puntualidad, no es con la madre que habra que consi- derarlo? O este caso: En un cuaderno de primer grado, en el mes de agosto, cuando los nios conocan solamente algunas letras: A estudiar lectura, que ests muy atrasadito. Tu maestra Para qu sirve escribirle al chico una leyenda que l mismo no sabe leer? Trabajos con un Muy bien o un Bien en el margen, plagados de errores, sin que stos estn ni sealados ni corregidos por el nio en ninguna parte. Esto slo sirve para que el cuaderno, impresione como corregido, pero el chico as no aprende nada y, ms an, se desorienta.
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Ejemplos: Un cuaderno de primer grado, con Muy bien en todos los dictados, algunos prcticamente ilegibles, sin ninguna tarea que lleve, posteriormente, a superar las dificultades evidenciadas en los dictados. A fin de ao, el nio repite. Corregirle, o darle otro trabajo en lugar del dictado, no tena sentido para el maestro: el chico era caso perdido. Cuadernos con muchas redacciones sin corregir. Tambin tiene "Muy bien este ejercicio en un cuaderno de quinto grado: Escribir los sinnimos: Perro: can Color: colorcito Alegre: triste Mapa: mapita Avecilla: pajarillo Calor: fro Payaso: payasn Decremento: dismiacin (textual) Lamentablemente, habra muchos ejemplos de este tipo para citar. Dictados, mapas, ejercicios, cuentas, redacciones, etc. Casos que hablan de desamor frente al chico a quien se le corrige el cuaderno como para sacrselo de encima, Casos en los cuales la forma de corregir pone en evidencia una falta de conocimientos indispensables sobre psicologa infantil. Por ejemplo: el caso de un cuaderno de segundo grado, cuyos dibujos estn calificados, en muchos casos, como Regular. Son dibujos hechos con esmero por su autor. Frente a estos Regular, cabra observar: El dibujo de un nio expresa un grado de inteligencia y habilidad determinados, que no dependen de la voluntad del autor. El maestro estudiar los dibujos de sus alumnos para conocerlos mejor, pero no puede evaluarlos como Regular o Mal. Con qu modelo se los comparara para determinar que no estn correctos? Un nio de siete aos se expresa a travs de su dibujo. Sancionando su expresin, se lo rechaza a l mismo.
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POR QU ESTAS CARACTERSTICAS HACEN QUE EL MAESTRO J UEGUE A FAVOR DEL MANTENIMIENTO DEL ACTUAL ORDEN SOCIAL? porque de esta forma la calificacin sirve para desalentar a los chicos de las familias ms pobres en recursos y escolaridad, y, finalmente, los impulsa a desertar; porque no alienta la autocrtica (base de la responsabilidad) ni el esfuerzo por cambiar; porque alienta una actitud pasiva y conformista, al recibir la calificacin como algo que viene de arriba, y que hay que acatar como un juicio inapelable. Si esta actitud se transfiere al mbito social y poltico, ya tendremos un buen ciudadano formado para aceptar todo como est. EL MAESTRO PUEBLO Evala como un educador, no como un transmisor de informacin Los alumnos le interesan como personas no como intelectos. Valora sus actitudes, su dedicacin, su esmero, su responsabilidad, no slo el nmero de tem que resuelven en una prueba. Esto no significa que disfrace o falsee los puntajes obtenidos en exmenes o pruebas, sino que:
Junto al resultado de ellos, el alumno tiene que tener posibilidades de producir otro tipo de trabajos donde se pueda apreciar, adems de la correccin de los mismos, la puntualidad al entregarlos, la dedicacin y el esmero al hacerlos.
Estos trabajos no se realizan en un momento determinado, sino en un lapso suficiente que permite introducir enmiendas y ampliaciones, de modo que el alumno cuenta con el apoyo del maestro o profesor hasta lograr un trabajo de un nivel apreciable.
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A los efectos de la calificacin del boletn, el resultado de las pruebas se aprecia junto a estos trabajos que, indirectamente, valoran el esfuerzo y el esmero del alumno. Significa, tambin, que las pruebas que se elaboran no ponen en juego slo la memoria, sino la capacidad de utilizar datos y aplicarlos. Evala el logro de todos los objetivos reales que se propone para su grupo: actitudes y habilidades adems de conocimientos, con instrumentos .adecuados. No usa los instrumentos de evaluacin ni la libreta de calificaciones como medio para atemorizar, sino para desarrollar el espritu de autocrtica y como estmulo para superar las dificultades. Se conduce al alumno y al grupo hacia la autoevaluacin Si se quiere ayudar a los chicos a desarrollar su sentido crtico frente a la realidad, lgicamente habr que conducirlos tambin a una autocrtica responsable, que a nivel de evaluacin implica autoevaluacin. Por cierto que, dentro de una estructura autoritaria, como es la escuela en general, y con chicos en los que se ha desarrollado una actitud incorrecta frente a la evaluacin, no se puede llegar a esto en un solo paso. Pero es ampliamente posible trabajar en ese sentido. Son condiciones para lograrlo: Utilizar pruebas objetivas donde los alumnos puedan calcular su propio puntaje. O bien, si se trata de pruebas de composicin, formularlas y corregirlas de forma que se logre la mayor objetividad posible. Discutir con el grupo y dejar establecidos los criterios que se tendrn en cuenta al evaluar las exposiciones orales u otros trabajos sin puntaje establecido previamente (como pruebas objetivas). Habituar al grupo a discutir las notas (siempre que no sean pruebas objetivas, donde slo hay que hacer un clculo \
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matemtico), considerando los criterios previamente fijados y tomando como punto de partida la autocrtica del alumno o del equipo al que hay que evaluar. Tiene en cuenta los factores sociales del rendimiento escolar Ac hay un amplio margen de posibilidades en lo que se ' refiere al trabajo dentro del aula. Pero, en cambio, se tropieza con uno de los aspectos en que aparecen ms restringidas las posibilidades de accin del docente: el problema de la promocin. A este nivel, generalmente debemos movemos como podemos, en una estructura que no nos es dado modificar. El dilema, a este respecto, se plantea entre dos realidades en tensin: si se mantiene un alto nivel de exigencias, quedan alumnos en el camino y, en definitiva, desertan; Si se busca retener el mayor nmero de alumnos, baja el nivel de rendimiento. Se han dado frente a ello numerosas respuestas: a) Algunas escuelas optan por exigir un alto nivel de rendimiento. El que no llega a ese nivel, repite. Y hay casos en que no se admite en la escuela a los repetidores. Consecuencias: El repetidor es un desertor en potencia, sobre todo si repite ms de una vez. Cuando la escuela no admite repetidores, se somete a los chicos a una experiencia cruel: a la vivencia de haber fracasado, se suma el tener que irse derrotado e impotente. Se opera de hecho una seleccin social, que habrn notado bien los docentes que ensean en un barrio donde hay una escuela que trabaja con ese criterio: los repetidores pasan a otros establecimientos donde se los admite, cuyo rendimiento global es, entonces, necesariamente ms bajo. La escuela que no admite repetidores va, en cambio, descartando a los alumnos con dificultades, con lo cual su nivel de rendimiento, y por lo tanto tambin de exigencias, se va elevando. Es entonces cuando los padres descubren que La escuela A tiene mal
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elemento y ensea poco y La escuela B tiene buen elemento y ensea bien. Adems, por supuesto, de que muchos padres eligen las escuelas por cuestiones de status. Otros padres, que jams se confesaran a s mismos un tal criterio para elegir la escuela de sus hijos, los mandan a determinados establecimientos buscando el alto rendimiento. Sin entrar a discutir este criterio de preferir la capacitacin intelectual por sobre las vivencias y experiencias que promueve el hecho de educarse con y entre compaeros de clase popular, slo cabe sealar que, en la prctica, tiene el mismo efecto que la bsqueda de status: la seleccin social.
b) Otra solucin es bajar el nivel de exigencias al nivel real de rendimiento medio del grupo. Esta es la solucin que, de hecho, toman la mayora de las escuelas, lo que permite retener a un porcentaje mayor de alumnos que en el caso anterior. Pero queda por solucionar el caso de los que no llegan ni a ese nivel, para quienes la escuela, habitualmente, carece de auxilios especiales. c) La promocin automtica se ha aplicado en las escuelas nacionales, entre primero y segundo grado. Se han hecho en otros pases experiencias valiosas en esta lnea. Su fundamento es concebir el proceso escolar como algo continuo y progresivo: si un nio avanz durante un perodo hasta un nivel X, al ao siguiente, si es que ha tenido dificultades, no se trata de hacerle repetir la etapa en su totalidad, sino de partir del nivel al cual l ha llegado. Por ejemplo: si un chico finaliza el primer grado conociendo y usando cinco letras, al ao siguiente partir de este nivel, sin volver a hacer todo primero de nuevo, repitiendo experiencias que l ya ha hecho y que, por no necesitarlas, le resultan tediosas. Los que defienden la promocin automtica para todos los grados se fundamentan, adems, en que el nio permanece siempre con su grupo de edad, evitando la situacin humillante de verse con compaeritos mucho menores. Esto implica, adems, un cambio en la manera de concebir la escuela: siete aos de escolaridad no significaran la exigencia de alcanzar determinados niveles de conocimiento obligatorios para todos, sino la
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obligacin de asistir esa cantidad de aos a la escuela, aprovechando todo lo posible, en la medida de la capacidad de cada uno. Este sistema pierde su valor si no se tienen en cuenta estas observaciones. Sobre todo, es fundamental que el nio con dificultades tenga atencin especial y que avance a su ritmo. Si, en cambio, un nio es promovido a segundo con todo su grupo, pero l est muy por debajo del nivel medio de ste y la maestra mantiene el trabajo y las exigencias a nivel del grupo de ms alto rendimiento, sin brindarle a este chico ningn auxilio especial, l permanecer al margen, cada vez ms ajeno a lo que hacen sus com- paeros y cada vez ms confundido. Los grupos homogneos: Buscando, justamente, lograr un grupo donde los chicos trabajen ms cmodamente atendidos, surgi la idea de agruparlos de acuerdo con sus posibilidades y rendimiento. Esta idea entusiasm mucho a los docentes y aun hoy es defendida por muchos y ampliamente aplicada. Es, sin embargo, muy discutida: Por las razones antes apuntadas acerca de las races sociales del rendimiento escolar, la divisin en grupos por rendimiento refleja la divisin de clases de la sociedad. Esto es notorio en las escuelas que tienen un alumnado heterogneo desde el punto de vista de su extraccin social. Una escuela, por ejemplo, tena alumnos de clase media y de una villa de emergencia cercana. Se separaban los dos primeros grados segn el test ABC y la divisin era casi neta entre un primer grado de mayor puntaje, de clase media, y un primer grado con bajo puntaje, formado en su casi totalidad con nios de villa. Aunque desde el punto de vista del puro rendimiento este mtodo fuera til, no lo podemos aceptar si queremos trabajar en una lnea liberadora. Para un chico de alguna manera privilegiado, proponerle una situacin en la que aprende menos cosas o avance ms lentamente, pero lo haga junto con otros compaeros que tienen dificultades y con una postura solidaria hacia ellos, es ms educativo y ms rico humanamente que facilitarles un avance fcil, al margen y de espaldas a los menos privilegiados. Aun desde el punto de vista del mero rendimiento, es objetable el sistema, por cuanto los grupos de menores posibilidades tienden a ser apticos, poco vivaces, apagados, como consecuencia de la falta de estmulos que supone para el grupo la ausencia de elementos activos,
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dinmicos. ) Los grupos mviles. Se trata de un intento de encarar la necesidad de que los chicos aprendan a su ritmo, sin que tengan la vivencia de pertenecer a un grupo considerado inferior a otro, como surge al separarlos en grupos paralelos homogneos. Adems se busca, tambin, de esta manera, solucionar las dificultades que surgen del hecho de que muchos nios estn retrasados en un rea (supongamos Matemticas) pero no en otras. Se forman, entonces, grupos de diferentes niveles, en las distintas reas de trabajo: en cada rea los chicos se agrupan de diferente forma. Una experiencia de este tipo encontramos explicada en el libro Vers une Pdagogie Institutionnelle: 4
Christian lee de corrido, pero no es capaz de resolver la igualdad 2+l = l + l + l. Claudio, que vende en el mercado, cuenta pero no lee. Francis no habla... Nosotros determinamos seis niveles en cada una de estas cuatro materias: Lectura, Escritura, Ortografa, Aritmtica. A cada nivel corresponde un color: Nivel I: blanco Nivel IV: verde Nivel II: amarillo Nivel V: azul Nivel III: anaranjado Nivel VI: marrn. La ansiedad, ligada al sentimiento de una inferioridad global, irreversible y esencial, acentuada por la prctica de los tests, se encuentra ampliamente atenuada: no es ms un retrasado sino un retrasado en. As, el alumno verde en Aritmtica, podr trabajar con el grupo amarillo en Escritura y el marrn en Lectura. El mismo alumno puede pertenecer a cuatro niveles diferentes; adems le es fcil cambiar de grupo. 4
Estos chicos, adems, se reagrupan de diferentes formas para otros tipos de tareas:
4 Vsquez-Oury, Vers Une Pdagogie Instituonelle, Maspero, Pars, 1968, p. 78.
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Equipos estables de trabajo en los talleres: sus miembros son seleccionados en funcin de la tarea concreta que tienen que efectuar. O sea: para tal trabajo necesitan X nmero de nios, con determinadas condiciones: altura, habilidad, etc. Equipos ocasionales para actividades libremente elegidas: dibujos, teatro, etc. En ese caso los nios se escogen libremente entre ellos. Equipos estables que agrupan de seis a diez nios: en el seno de estos grupos se discuten y afrontan todas las situaciones que se le planteen al nio, se ayudan mutuamente y se responsabilizan unos de otros. De esta manera, participando de diversas formas de agrupamiento, cambiando de compaeros y de roles en cada uno de ellos, hay la posibilidad de establecer ricas relaciones e intercambios sin que nadie se considere ni sea advertido como inferior y fracasado. Todos, en las diversas tareas y maneras de agruparse, tienen posibilidades de manifestarse, de valer, de ser considerados importantes. Estos agrupamientos se realizan dentro de un grado y no de una manera uniforme, sino que cada maestro lo hace como puede y como mejor responde a las caractersticas de sus alumnos. Retomando la alternativa planteada antes: retener o elevar el nivel de exigencias... cules son los criterios con los cuales se manejara un maestro que quiere estar al servicio de la liberacin de los oprimidos? Es evidente que ac no se puede dar una respuesta vlida para todo el sistema educativo, desde su primer grado a la enseanza superior, porque cada nivel tiene sus funciones especficas. Pero, para la escuela primaria y el primer ciclo de la media, se pueden sentar estos dos criterios orientadores para que el docente acte dentro de sus posibilidades: 1. Hay que retener lo ms que se pueda a un chico en la escuela, para que aprenda lo que pueda y hasta donde pueda en esos aos. Aunque sea poco, aunque nunca llegue al nivel de sus compaeros, siempre es mejor que nada. Esto significa que hay que planificar nuestro trabajo y fijar los niveles de exigencia con este propsito: retenerlos a todos el mayor tiempo que la situacin familiar lo permita.
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2. Procurar que cada uno aprenda todo lo que puede a su ritmo, con la conviccin de que, salvo casos muy excepcionales, no habra chico que fracasa i a con ms tiempo disponible, ms dedicacin, atencin y afecto por parte del maestro hacia l. Esto nos plantea, ciertamente, una serie de interrogantes que cuestionan nuestra responsabilidad: Hacemos TODO lo que podemos en el tiempo de que disponemos...? Lo hacemos de LA MEJOR manera...? Y si las cuatro horas de clase no bastan para todos, y si los chicos se nos van de la escuela por problemas econmicos, qu hacemos para cambiar la situacin? Porque donde empieza nuestra impotencia para solucionar los problemas dentro de la escuela, comienza nuestra responsabilidad poltica y sindical.
CAPITULO 6/ NUESTRAS RELACIONES CON LOS PADRES DE LOS ALUMNOS
Se habla sobre la necesidad de cooperacin entre padres y maestros. Sin embargo, en prctica, muchas veces las relaciones distan de ser armnicas.
Muchos docentes se quejan de la incomprensin de los padres. Y muchos padres emiten juicios poco favorables respecto a los maestros y profesores de sus hijos.
Cules son las razones de esta falta de entendimiento?
Adems de razones que podramos llamar de orden lgico, vinculadas con los distintos roles que tiene los chicos los padres y los maestros, y a la distinta manera de verlos que tienen ambos, hay tambin razones de orden sociocultural, muy relacionadas con la forma de interpretar la realidad social e histrica.
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Muchos de los roces provienen de las actitudes que adoptan los maestros frente a los padres, y los barrios donde trabajan. Detrs de estas actitudes se encuentra una toma de posicin, frente a la realidad, una manera de ver la sociedad y sus clases. A veces, no se trata de posturas conscientemente asumidas, pero de hecho en sus expresiones y actos hay una definicin implcita.
Cules son las definiciones ideolgicas que caracterizan a lo que podemos llamar un "maestro gendarme"? - A fulana la trasladaron a..." - Pobre! ... Esa escuela tiene un elemento! Las tpicas expresiones: escuelas de buen y de mal elemento segn se trate de escuelas de clase media o ms, en las cuales se prefiere trabajar, o de clase baja, en, las cuales se lamenta hacerlo, suponen una postura ideolgica: la identificacin con las clases y la cultura dominantes. Esta opcin suele estar revestida de forma que no se advierta en toda su crudeza: trabajar en esas escuelas de mal elemento es desalentador, los padres son ignorantes, no se preocupan, no colaboran, etc.
Puede haber, adems, compasin por las condiciones de vida de los chicos.
Pero, la opcin por el dominador o, lo que es lo mi cogerse de hombros ante la suerte del oprimido, estn de hecho en la medida en que no se va a las races de la situacin desde la escuela no se trabaja para ayudar a tomar conciencia de dicha situacin y sus causas, en la medida en sigue creyendo que la solucin es que esos nios se asimilen a las condiciones e ideologa de la escuela.
- Se considera a la escuela como algo apoltico, es decir, no se ven las connotaciones polticas de sus contenidos y organizacin.
Esta postura acrtica frente a la ideologa que la escuela transmite, convierte al maestro, objetivamente, aunque no crea serlo, en un instrumento del opresor para mantener la dominacin sobre los sectores ms desposedos, ya que se transforma en uno de los principales difusores de la ideologa de la clase dominante.
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- Su mentalidad de clase media le impide percatar a los padres de sus alumnos como compaeros trabajadores. Tambin le es difcil percibiese a s mismo como trabajador. En general, tiende a sobrevalorar su papel de apstol, un apstol incomprendido. - Siente que su trabajo es muy sacrificado y que ese sacrificio no es valorado por los padres de sus alumnos, olvidndose que stos trabajan en condiciones y horarios sobradamente duros, sin ser reconocidos. - Tambin se siente no valorado en lo que respecta a la responsabilidad que supone su trabajo, pero en la prctica esa responsabilidad de cara a sus alumnos no es asumida a fondo, limitndose a hacer lo mnimo exigido. Este no considerarse como un trabajador ms, le da un cierto aire de superioridad frente a los padres. ~ EL "MAESTRO PUEBLO"
- Tiene una idea clara sobre las causas de los problemas contemporneos, percibe hacia dnde avanza la Historia y cmo. En ese contexto, ubica a la escuela y se ubica a s mismo en la lnea de la liberacin de los oprimidos.
- Una visin histrica clara le permite revisar crticamente el papel poltico de nuestra escuela, actualmente y en el pasado. Tambin le permite distinguir la identificacin con los intereses de los grupos dominantes y la alienacin histrica de muchas figuras consideradas hasta ahora corno modelos a imitar.
- Advierte el papel de vanguardia que deber cumplir la clase trabajadora en la construccin de una sociedad nueva.
Tiene, adems, un sincero amor al pueblo, del cual se considera un servidor. Por ambas cosas, se siente a s mismo como un compaero ms, y trabajar en escuelas cuyo alumnado proviene de la clase trabajadora y de los sectores ms desposedos es para l un privilegio, una eleccin y no una carga, o un paso para poder pasar, ms tarde, a una escuela del centro.
- Tiene claros los valores morales, personales y grupales, que aspira para un hombre nuevo y una sociedad nueva, lo que le permite:
- trabajar ascticamente sobre las propias actitudes:
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- promover en sus alumnos esas actitudes que preanuncian un orden nuevo.
Cmo se traducen estas distintas definiciones en el trato directo con los padres?
EL MAESTRO GENDARME - La relacin tiene carcter de rendicin de cuentas: el maestro manda a llamar al padre para quejarse de la conducta del nio o para ponerlo sobreaviso de su bajo rendimiento. Los padres van tambin, muchas veces, en actitud de reclamo: Deca una madre: - Entonces me fui y la encar a la maestra"- "Seorita, se puede saber por qu me, lo tiene entre ojos al nio Pedro?.
Al margen de la veracidad que pudiera tener la acusacin, lo que interesa en casos como stos es notar la desconfianza bsica con que estos padres se acercan al maestro.
- No conoce el medio familiar del alumno ni lo busca conocer para interpretar la raz de los problemas que afloran en el aula.
- Habla con los padres corno desde un pedestal, para informar, aconsejar, como quien todo lo sabe y no tiene nada que aprender de su interlocutor.
- Corno perciben las madres de clase popular a la maestra de sus hijos? Si bien es riesgoso hacer generalizaciones, en las conversaciones con estas madres se suele notar una verdadera tensin con la maestra. Por ejemplo:
- Se la critica o se le critica su manera de trabajar, pero no se atreven a plantearle los problemas que perciben o a preguntarle las cosas que no comprenden o no les parecen apropiadas: - Va muy rpido. - Les da mucha tarea. - Exige muchas cosas.
Cuando se les pregunta si han conversado con la maestra sobre eso, generalmente contestan que no: - No... mire si voy a ir!
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- No... se va a enojar. - No... le va a parecer que uno se va a quejar. - Esta falta de dilogo predispone a que muchas madres consideren al maestro corno un enemigo en cuanto toma alguno medida severa con alguno de sus hijos: - La maestra me la aplaz. - La maestra me lo tiene entre ojos. - La maestra tiene preferencia. - Para la madre de muy escasos recursos econmicos, aparece como una persona de posicin desahogada, como una mujer "distinta" de ella y de su mundo.
Esto hace que, llegado el momento de una medida de fuerza para reclamar un aumento de sueldo, muchas de stas madres no se sientan identificadas: - Yo no s, hacen huelga, pero aqu en la escuela todas tienen marido con coche. - Se quejan del sueldo y tienen tapado de piel. - Si no trabajan ms que cuatro horas y tienen tres meses de vacaciones.
EL "MAESTRO PUEBLO" - Dialoga con los padres de igual a igual. Conversa con ellos para conocer mejor al alumno, no para descargarle al padre los problemas que debe asumir l como maestro. Las soluciones las busca junto con los padres. Los escucha: - es consciente de que hay mucho que aprender del pueblo. Acta de tal forma que los padres no duden de que lo que se busca es el bien del chico y no se sientan agredidos o reaccionen con desconfianza. - Conoce el hogar de sus alumnos, su lenguaje, su problemtica. - Acta de forma que el pueblo lo considere corno un trabajador ms, como un compaero que hace una tarea distinta. Esta relacin maestro-padre obrero de igual a igual, slo puede estar garantizada por una idea clara sobre el valor del trabajo manual en el avance de la sociedad y en la realizacin del hombre y sobre cmo la sociedad esclavista inici la separacin entre trabajo manual e intelectual, separacin que la sociedad capitalista mantiene como uno de sus recursos de poder.
- Ms que en el trato individual padre a padre, la relacin ms plena entre el maestro y los padres trabajadores, se dar en la relacin maestro-clase obrera
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en lucha por la liberacin de los oprimidos, a travs de dos vas: el maestro ciudadano y el maestro sindicalista. Aqu habra que preguntarle al maestro si en su compromiso poltico est junto al pueblo, si est trabajando para construir la sociedad nueva y liberada, si est posibilitando, desde afuera de la escuela, el surgimiento, de la escuela nueva con la cual suea.
Por cierto que esta postura contradice el apoliticismo que algunos quieren para el maestro: - porque sera querer muy poco a sus alumnos percibir que la sociedad les impide su pleno, desarrollo humano y no trabajar por cambiar dichas condiciones actuales de la sociedad; - porque las mejores intenciones de renovar la escuela se estrellan contra las vallas de la subalimentacin, la mala vivienda, la falta de materiales para trabajar, etc.; - porque, y esto es muy importante, el apoliticisrno del maestro es antieducativo, considerando la importancia del maestro como imagen de hombre, en la gestacin de las actitudes de los alumnos. A nivel de maestro sindicalista ser maestro pueblo en la medida en que no se asle en lo meramente salarial, no slo entre docentes, sino que reivindique, antes que los salarios, la escuela del pueblo e integre su accin en las luchas de la clase trabajadora.