Pantalones Cortos y Mochilas Rotas SRPA

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Esta obra representa la cuarta entrega de un ciclo de trabajos que preten-


de plasmar la evolucin del sistema de responsabilidad penal para adolescentes
(SRPA) (Ley 1098/06) a lo largo del pas, aportando las respectivas recomenda-
ciones tendientes a mejorar lo alcanzado desde una triple perspectiva: psicosocial,
jurdica e institucional.
Ms all de la indiscutible necesidad de impactar con estas producciones
en el diseo de las polticas pblicas para la atencin de la juventud infractora de
la ley penal, se busca alimentar el debate frente a la idoneidad de los modelos de
atencin teraputicos en correspondencia con las necesidades de los jvenes, la
naturaleza de los esquemas sancionatorios, la adecuacin de los procedimientos
judiciales, la idoneidad de los perfles de quienes atienden las distintas fases del
SRPA y as mismo de sus niveles de capacitacin.
La propuesta de atencin de los jvenes vinculados al sistema ha de ser
integral y mnima la proporcin de nuevos actos delincuenciales generados por
quienes cumplen o cumplieron con un proceso sancionatorio. Lo contrario puede
ser refejo de fallas en el tipo de medida impuesta, en la extensin de las mismas,
en los modelos de intervencin empleados en su ejecucin, en la insufciente ofer-
ta institucional y, entre otros aspectos, en una sociedad expulsora e inclemente que
pocas alternativas les brinda a aquellos adolescentes que infringieron la ley.
No se puede pretender remediar por medio del SRPA todas las falencias
acumuladas en las distintas instancias que conforman el referente psicosocial del
pas, pero s buscar ser coherente con las pretensiones y alcances del sistema.
Un estudio preliminar sobre la situacin del
menor de edad prostituido o en peligro de
serlo (nivel nacional) | Procuradura Delegada
para la Defensa del Menor y la Familia. 1994. Mi-
guel Alvarez-Correa y Alix Daza.
Estudio Socio-infraestructural de la tercera edad
en Santaf de Bogot | Procuradura Delegada
para la Defensa del menor y de la familia. 1997.
Miguel Alvarez-Correa.
Memorias I Foro Hacia una Poltica Social de
Participacin de los Viejos, por su Autonoma
y Dignidad | Procuradura Delegada para la De-
fensa del Menor y de la Familia - Presidencia de la
Repblica. 1997. Miguel Alvarez-Correa y Clau-
dia Saavedra (Coordinadores).
El homicidio doloso de menores en la ciudad de
Santaf de Bogot, factores de riesgo y estado
procesal de las investigaciones | Procuradura Ge-
neral de la Nacin. 1997. Miguel Alvarez-Correa.
Desplazamiento y reubicacin: un estudio de
caso | Procuradura General de la Nacin. 1998.
Miguel Alvarez-Correa, Julieta Calvo, Carlos Mo-
reno, Arturo Soler y Vctor Manuel Cock.
Nios y jvenes prostituidos de sexo masculino,
una perspectiva desde la proteccin de sus dere-
chos | Universidad de los Andes - Procuradura
General de la Nacin-UNICEF. 1999. Miguel
Alvarez-Correa y Roberto Surez.
Vivencias y judicializacin del menor infractor |
Procuradura Delegada para la Defensa del Me-
nor y de la Familia - IEMP. 1999. Miguel Alvarez-
Correa.
Hacia una refexin sobre la sexualidad y so-
cializacin en la infancia y la juventud | IEMP.
1999. Maria Rosario Vsquez, Elsa Liliana Mon-
toya, Miguel Alvarez-Correa y Roberto Surez.
Races sin tierra. Atencin e impacto del des-
plazamiento forzoso | Procuradura - Minsalud.
2000. Miguel Alvarez-Correa, Vivian Arias, Car-
los Moreno, Azucena Velasco, Victor Cock.
Tribus del diablo - Nios, Jvenes y satanis-
mo, radiografa de una realidad | IEMP. 2001.
Miguel Alvarez-Correa, Arturo Soler y Luis F.
Ochoa.
Guerreros sin sombra. Nios, Jvenes vincula-
dos al conficto armado | Procuradura General
de la Nacin IEMP ICBF Save the Children
OIM -USAID. 2002. Miguel Alvarez-Correa,
Julin Aguirre, Luis F. Ochoa, Liliana Vargas y
Ana Mara Forero.
Cosechas de Viento. Reubicacin rural de comu-
nidades desplazadas por la violencia | IEMP
Ministerio de la Proteccin Social. Bogot, 2003.
Miguel Alvarez-Correa, Carlos Moreno, Marta
Gutirrez y Arturo Soler.
Otros libros
de nuestra coleccin
de investigaciones IEMP
Jvenes, poltica pblica y sistema de responsabilidad penal
para Adolescentes (Ley 1098/06)
Marcas del Silencio. Nios, jvenes y satanis-
mo - Derechos, perfles y atencin psicosocial |
IEMP. 2004. Miguel Alvarez-Correa, Arturo Soler
y Jorge Alvira.
Cazadores de Vida. El asalto sexual, agresor e
instituciones | PGN FGN. 2004. Miguel Alva-
rez-Correa, Catalina Londoo, Glenda Lozano,
Olga Bejarano, Arturo Soler y Jos Ochoa.
Rostros del Asecho. Abuso sexual: Asalto
Sexual y Abuso sexual intrafamiliar: vctimas
y agresores Anlisis | PGN IEMP. 2005. Mi-
guel Alvarez-Correa, Catalina Londoo y Glenda
Lozano
Jueces de Paz: Una fgura de la Justicia Comu-
nitaria Anlisis | PGN IEMP. 2005. Miguel
Alvarez-Correa, Lino Corzo y David Figueroa.
La Gesta y el Cantar. Sistema Penal Acusatorio,
Delitos Sexuales y Poltica Pblica | IEMP. Junio
2006. Miguel Alvarez-Correa, Sandra Parra., El-
kin Louis y Gloria Guzmn.
Pescadores de ilusiones. Nios y jvenes infrac-
tores de la ley penal; Ley 1098 /2006, poltica
pblica y modelos de reeducacin | IEMP
Fundacin Antonio Restrepo Barco. 2007. Miguel
Alvarez-Correa, Sandra Parra, Elkin Louis, Julin
Quintero y Lino Corzo.
Semillas de cristal. Sistema de responsabilidad
penal para adolescentes, Ley 1098/06 alcances
y diagnstico | IEMP Fundacin Antonio Res-
trepo Barco. abril 2008. Miguel Alvarez-Correa,
Victor Mendoza, Marcela Rodrguez, Sandra Pa-
rra y Lino Corzo.
Cantores de letras. La conciliacin en equi-
dad y en derecho (justicia de paz, mediacin
y promocin) | IEMP Ministerio del Interior
y de Justicia - Fundacin Antonio Restrepo Bar-
co. 2008. Miguel Alvarez-Correa, Carlos Moreno,
Marcela Rodrguez, Victor Mendoza. Elkin Louis.
Et. Al.
Tejidos de Realidad. Aspectos procesales, psi-
cosociales y de salud mental del Sistema Penal
Acusatorio | 2009. Miguel Alvarez-Correa, Car-
los Moreno, Sandra Parra, Olga Valencia, Marce-
la Rodrguez, Victor Mendoza y James Gonzlez.
Gotas de luz. Jvenes infractores, poltica
pblica y sistema de responsabilidad penal ju-
venil | 2009. Miguel lvarez-Correa,Vctor Men-
doza, Marcela Rodrguez y Sandra Parra.
Danzas de convivencia. La conciliacin en
equidad, perfles, poltica pblica y salud men-
tal. Acercamiento a la conciliacin en derecho
| 2009. Miguel Alvarez-Correa, Marcela Rodr-
guez, Victor Mendoza, Olga Luca Valencia, Car-
los Moreno y James Gonzlez.
Prximo ttulo
Porros, bichas y moos. Poltica pblica, geo-
grafa del consumo y expendio de sustancias
psicoactivas en jvenes escolares | Miguel Alva-
rez-Correa, Carolina Duque N. et. al.
Carrera 5 No. 15-80 piso 16
Bogot, D.C., Colombia
PBX: (1) 587 8750 Ext: 11621
Tel.: 336 7147 Ext. 115
htp://iemp.procuraduria.gov.co
CUARTA FASE
Miguel lvarez-Correa G.
Vctor Mendoza P.
James Gonzlez R.
P
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r
t
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o
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Pantalones cortos
y mochilas rotas
Jvenes, poltica pblica y sistema de responsabilidad penal
para Adolescentes (Ley 1098/06)
Pantalones cortos
y mochilas rotas
Pantalones cortos
y mochilas rotas
Bogot, D. C., agosto 2010
Jvenes, poltica pblica y sistema de responsabilidad
penal para Adolescentes
Ley 1098/2006, Tomo cuatro
Miguel lvarez - Correa G.
Vctor Mendoza P.
James Gonzlez R.
Pantalones cortos
y mochilas rotas
edi ci ones
PANTALONES CORTOS Y MOCHILAS ROTAS
Jvenes, poltica y sistema de responsabilidad penal
para, Adolescentes (Ley 1098/2006), Tomo Cuatro.
Procuradura General de la Nacin, 2010.
Instituto de Estudios del Ministerio Pblico, 2010.
Primera edicin: 2010
Editores
Procuradura General de la Nacin
Instituto de Estudios del Ministerio Pblico
Director del proyecto
E. M. lvarez-Correa G.
Equipo de apoyo
Vctor Mendoza P.
James Gonzlez R.
Correccin de estilo
Esperanza Restrepo C.
Diseo grfco y coordinacin editorial:
Hernn Hel Huertas O.
Diseador grfco IEMP
Diagramacin e impresin
Imprenta Nacional de Colombia
ISBN: 978-958-734-059-4
Alejandro Ordez Maldonado
procurador general de la nacin
Martha Isabel Castaeda Curvelo
viceprocuradora general de la nacin
Christian Jos Mora Padilla
director instituto de estudios
del ministerio pblico
: ix
Agradecimientos
Resulta claro que nuestro cometido busca un beneficio general, no obstan-
te este sera mucho ms laborioso alcanzar si no fuera por el apoyo de mlti-
ples personas a lo largo del pas en las poblaciones y las instituciones de obli-
gatoria consulta. Por dicho motivo, queremos agradecer de manera especial en
Bucaramanga (Santander), a Ivette Luca Pinto, coordinadora del Centro de
Servicios para Adolescentes; en San Gil (Santander), a Idalid Ardila, coordina-
dora del Centro de Servicios para Adolescentes; en San Jos de Ccuta (Nor-
te de Santander), a Marta Uribe, procuradora judicial en asuntos de familia y
a Marta Collazos, asistente de la misma dependencia; en Valledupar (Cesar), a
Esperanza Acosta, juez coordinadora; en Montera (Crdoba), a Cindy Vargas,
coordinadora del Centro de Servicios para Adolescentes y a Geovanny Espitia,
procurador judicial en asuntos de familia; en Sincelejo (Sucre), a Hernando Ro-
delo, coordinador Centro de Servicios para Adolescentes y a Mirrosalba Daza,
procuradora judicial en asuntos de familia; en Leticia (Amazonas), a Luis Carlos
Perico, juez coordinador; en Tunja (Boyac), a Delfina Fonseca, juez coordina-
dora y a Victoria Segura, procuradora judicial en asuntos de familia; en Soga-
moso (Boyac), a Mara Cledia Meza, coordinadora Centro de Servicios para
Adolescentes; en Chiquinquir (Boyac), a scar Armando Vitola, juez penal
de circuito con funciones de conocimiento; en Popayn (Cauca), a Sandra Ins
Dvila, juez coordinadora y a Marta Cecilia Mosquera, procuradora judicial en
asuntos de familia; en Neiva (Huila), a Diana Milena Rojas, coordinadora Cen-
tro de Servicios para Adolescentes; en Barranquilla (Atlntico), a Carmen-
za Narvez, coordinadora Centro de Servicios para Adolescentes; en Medelln
(Antioquia), a Liliana Mara Arias, juez coordinadora; en Riohacha, (Guajira),
a Marta Amparo Rocha, juez coordinadora; en Buga (Valle del Cauca), a Ruby
Gimena Vlez, juez coordinadora del Centro de Servicios para Adolescentes;
en Pereira (Risaralda), a Marleny Gmez, coordinadora del Centro de Servi-
cios para Adolescentes; en Armenia (Quindo), a Liliana Hoyos, coordinadora
Centro de Servicios para Adolescentes; en Manizales (Caldas), a Norberto G-
mez, juez coordinador; en Cartagena (Bolvar), a Jorge lvarez, coordinador del
x : jvenes, poltica pblica y sistema de responsabilidad penal
Centro de Servicios para Adolescentes, y en Ibagu (Tolima), a Diego Vsquez,
coordinador Centro de Servicios para Adolescentes.
Finalmente, un especial reconocimiento a Luis Enrique Martnez, jefe de
la Divisin de Investigaciones del Instituto de Estudios del Ministerio Pblico,
por su incansable inters, colaboracin y aportes a Mnica Vega, a Gloria Reyes,
Asesoras de la misma dependencia, y a Carlos Fandio, defensor de familia del
Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, por sus sugerencias y comentarios.
ndice
Presentacin. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
Cmo y desde dnde . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17
Ms rotas que cortos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
Un sistema funcional? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28
Conciliacin y reincidencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31
Y desde lo judicial, Cmo vamos? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35
Algunas debilidades institucionales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38
Otras fallas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45
Quines son los operadores del sistema? Formacin y conocimiento
de los operadores. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47
Algunos aspectos sobre la evolucin y la atencin de los jvenes
judicializados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57
Entonces. Dnde estamos? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61
Adolescentes y familia en el SRPA: entre la percepcin
de los operadores y la realidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63
Adolescentes infractores y SRPA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71
Participacin del adolescente en el SRPA ? Una mirada
desde lo psicosocial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 77
El proceso desde la visin del joven . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 80
El primer momento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 81
Segundo momento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 81
Tercer momento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 83
Cuarto y ltimo momento. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 84
Bibliografa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85
Los autores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 93
: 13
Presentacin
Esta obra representa la cuarta entrega de un ciclo de trabajos que preten-
de plasmar la evolucin del sistema de responsabilidad penal para adolescentes
(SRPA) (Ley 1098/06) a lo largo del pas, aportando las respectivas recomenda-
ciones tendientes a mejorar lo alcanzado desde una triple perspectiva: psicoso-
cial, jurdica e institucional.
El primer documento de esta serie, Pescadores de ilusiones (2007), pre-
tendi realizar, en el umbral de su ocaso, un diagnstico de la antigua propues-
ta (Cdigo del Menor: Decreto Ley 2737/1989) frente a su pronta desaparicin
y a los retos y necesidades por asumir ante el cambio de sistema
1
; el segundo,
Semillas de cristal (2008), plasm un anlisis y sugerencias varias ante el de-
sarrollo del nuevo modelo en su primer ao de vida en los distritos judiciales de
Cali y Bogot, los primeros en inaugurarse con nfasis en el alcance y adecua-
cin en la ejecucin de las sanciones; el tercero, Gotas de Luz (2009), retoma
de forma acumulativa las anteriores jurisdicciones iniciadas desde marzo 2007
y ampla el panorama a otros cinco distritos judiciales para un total de siete.
Finalmente, con once nuevas jurisdicciones abordadas, el presente documento
(Pantalones cortos y mochilas rotas, 2010) ampla la cuenta a 18, de acuerdo
con el proceso de instalacin establecido por el Concejo Superior de la Judicatu-
ra (CSJ).
Ms all de la indiscutible necesidad de impactar con estas producciones
en el diseo de las polticas pblicas para la atencin de la juventud infractora de
la ley penal, se busca alimentar el debate frente a la pertinencia de los modelos
de atencin teraputicos en correspondencia con las necesidades de los jvenes,
la naturaleza de los esquemas sancionatorios, la adecuacin de los procedimien-
tos judiciales, la idoneidad de los perfiles de quienes atienden las distintas fases
del SRPA y, as mismo, de sus niveles de capacitacin.
1 Propuestas de intervencin, dinmicas institucionales, aplicacin de la norma, perfiles de
los jvenes, etc.
14 : jvenes, poltica pblica y sistema de responsabilidad penal
Para facilitar la lectura del texto, cada captulo fue elaborado de manera
autnoma, aunque interconectada con los dems, facilitando una consulta inde-
pendiente de acuerdo con los intereses de los lectores.
El primer aparte discurre sobre la instrumentalizacin, las muestras y las
metodologas empleadas en el desarrollo del proyecto; el segundo diagnostica
los distintos aspectos motor del sistema desde la triple perspectiva de la poltica
pblica y de los principios de la Ley de Infancia y Adolescencia, percibidos des-
de el marco de la praxis; en el tercero se desarrollan algunos aspectos centrales
de la problemtica visibilizados desde la familia. A la fecha, todo el pas ya est
implementando la Ley 1098/06, por lo cual una vez evaluados en el transcurso
de 2010 los ltimos sectores que se inauguraron en diciembre 2009, sera bene-
ficioso poder observar un cambio real y coherente con las pretensiones iniciales
del modelo.
Por lo pronto, conforma un estmulo constatar que los textos mencionados
fueron consultados por el Departamento Nacional de Planeacin (DNP) para la
elaboracin del documento del Consejo Nacional de Poltica Econmica y So-
cial (CONPES) n 3629 sobre el Sistema de Responsabilidad Penal para Ado-
lescentes (SRPA) Poltica de Atencin al Adolescente en Conflicto con la Ley,
aprobado el 14 de diciembre 2009. Este pretende garantizar una adecuada aten-
cin del adolescente en conflicto con la ley en el perodo 20102013, buscando
ofrecer de manera corresponsable una respuesta interinstitucional, nacional y te-
rritorial, oportuna a la demanda del SRPA para garantizar la finalidad del mismo,
al igual que la prevalencia, proteccin integral y restablecimiento de los derechos
de los adolescentes en conflicto con la ley, acorde con el inters superior del nio y
dems principios referentes para el SRPA, en la Constitucin Poltica e instrumen-
tos internacionales y en el Cdigo de la Infancia y la Adolescencia (Documento
CONPES n 3629 de 2009).
Est claro que lograr un oportuno fortalecimiento institucional permite
un importante paso para reducir la elevada reincidencia de los adolescentes por
medio de una adecuada reinsercin social, la cual debera estar acompaada de
una disminucin de la delincuencia juvenil.
La propuesta de atencin de los jvenes vinculados al sistema ha de ser in-
tegral y mnima la proporcin de nuevos actos delincuenciales generados por
quienes cumplen o cumplieron con un proceso sancionatorio. Lo contrario pue-
de ser reflejo de fallas en el tipo de medida impuesta, en la extensin de las mis-
mas, en los modelos de intervencin empleados en su ejecucin, en la insufi-
pantalones cortos y mochi las rotas : 15
ciente oferta institucional y, entre otros aspectos, en una sociedad expulsora e
inclemente que les brinda pocas alternativas a aquellos adolescentes que infrin-
gieron la ley.
No se puede pretender remediar por medio del SRPA todas las falencias
acumuladas en las distintas instancias que conforman el referente psicosocial del
pas, pero s buscar ser coherente con las pretensiones y alcances del sistema.
Miguel lvarez-Correa G.
Coordinador Observatorio Sistema Penal Acusatorio
y Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes
Instituto de Estudios del Ministerio Pblico - PGN
: 17
Cmo y desde dnde
Resumen: Toda labor se desarrolla sobre la base de unos objetivos y de una
metodologa con sus respectivos logros y falencias; su presentacin resulta de-
terminante para evaluar el alcance e idoneidad de un proyecto.
Considerando que el actual trabajo representa una etapa dentro de un pro-
ceso investigativo sostenido, como le corresponde a un observatorio, se ha bus-
cado generar informacin, diagnsticos y propuestas acordes con las necesida-
des y alcances del SRPA. De acuerdo con la dinmica de acompaamiento e in-
vestigacin, algunas variables en estudio se han mantenido inclumes a lo largo
de las distintas etapas, mientras que otras han sido modificadas, adicionadas o
suprimidas, de acuerdo con las exigencias propias de cada distrito judicial. Ello
ha permitido mantener en el tiempo una lnea base alimentada por procesos es-
pecficos colaterales.
De esta manera, los diagnsticos generados en los aos 2007, 2008 y 2009
(lvarez-Correa M. et l., 2008, 2009) desde los inicios de la Ley 1098/06, abor-
daron 18 de los 32 distritos judiciales existentes
2
.
El documento CONPES
3
n 3629, aprobado el 14 de diciembre 2009, bus-
ca proyectar la poltica pblica en esa materia para el periodo 2010 2013, fue
elaborado por el Departamento Nacional de Planeacin (DNP) basado en la in-
formacin arrojada por cada una de las once instituciones que hacen parte del
sistema. Esta labor que pretendi evidenciar vacos operativos y administrativos
del SRPA aport estadsticas cuya concatenacin reflejaron deficiencias en el
marco de la labor de coordinacin interinstitucional, al no estar acordes las unas
con las otras.
2 Adems de su incidencia en el diseo de las polticas pblicas, las contribuciones realizadas
en materia investigativa por parte del IEMP tambin se materializan por medio de eventos
de sensibilizacin y de capacitacin que se desarrollan a nivel nacional.
3 Consejo Nacional de Poltica Econmica y Social.
18 : jvenes, poltica pblica y sistema de responsabilidad penal
Datos
Desde el inicio de la implementacin del sistema (III 2007 VI 2010), la polica re-
porta 20.104 detenciones de adolescentes entre 14 y 17 aos, mientras que la Fiscala
General de la Nacin (FGN) recibi 24.288 casos, el ICBF reporta el ingreso de 22.793
adolescentes al SRPA (Polica Nacional 2009; FGN 2009; ICBF 2009).
Alcances
Con estos derroteros se enfoc el proyecto a la naturaleza del desempeo
institucional frente a los itinerarios normativos, la dinmica procesal y la n-
dole de la atencin psicosocial que se brinda a los jvenes.
Se hizo un especial nfasis en los alcances operativos del sistema y el cum-
plimiento de los principios del Cdigo de Infancia y Adolescencia, siendo este
ltimo determinante por cuanto conforma el referente ante el real alcance de
las pretensiones de un modelo ante una poblacin que tradicionalmente ha sido
de complejo abordaje. Por ello, era objetivamente complejo esperar que el mero
cambio de propuesta de atencin y de esquema judicial permitiese dar un giro
de 180 grados en los indicadores de impacto (por cierto muy pobre en su elabo-
racin) de la intervencin sobre estos jvenes
4
.
Zonas de abordaje
Se abordaron por primera vez en este sistema los distritos judiciales de Montera,
Sincelejo, Valledupar, Ccuta, Bucaramanga, San Gil, Neiva, Tunja, Santa Rosa de Vi-
terbo, Popayn y Cundinamarca, especficamente en el municipio de Leticia (Amazo-
nas).
Neiva; 12,1%
Ccuta; 7,1%
San Gil; 8,8%
Sincelejo; 7,1%
Leticia; 7,7%
Bucaramanga;
8,8%
Popayn; 17,6%
Santa Rosa; 4,9%
Tunja; 10,4%
Montera; 6,0%
Valledupar; 9,3%
4 Indicadores que histricamente han sido deficientes y poco trabajados.
Grfica n1. Relacin de entrevistas desarrolladas por distritos judiciales
(*) Las entrevistas desarrolladas en el distrito de Tunja comprenden las ciudades de Tunja y de Chiquinquir.
(*) N=200.
pantalones cortos y mochi las rotas : 19
Por conformar una variable de impacto, tambin se procur profundizar en
aspectos relacionados con la capacitacin y la formacin de los profesionales
vinculados al sistema (niveles institucional y judicial), en su percepcin y com-
prensin del sistema, incluyendo aquella relacionada con la naturaleza de las
sanciones que el mismo cdigo indica. Desde esta perspectiva, la observacin,
el anlisis del sistema y la recoleccin de dudas entre sus operadores, dio luces
para visibilizar vacos y fortalezas, conocer la dinmica y las problemticas de
los jvenes infractores en cada localidad y la naturaleza de los delitos cometidos,
entre otros.
Sin dejar de ocupar un papel relevante, el volumen de casos atendidos y su
variacin en el tiempo fue considerado tan solo en la medida que nos permiti
hacer comparativos aproximados en el tiempo, frente a los mrgenes de errores
que estas cifras han presentado de 1992 a la fecha
5
.

Tabla n1. Fases de implementacin del SRPA y distritos judiciales
involucrados en cada una de estas
Fases Distritos judiciales Fecha de inicio
Proceso de
seguimiento por el
IEMP
I Bogot y Cali 15 III 2007 Primer texto IEMP
II
Armenia, Pereira, Manizales,
Buga y Medelln
1 IV 2008 Segundo texto IEMP
III
Tunja, Santa Rosa de Viterbo
y Popayn
1 X 2008 Tercer texto IEMP
IV
Ccuta, Pamplona,
Bucaramanga y San Gil
15 XII 2008 Tercer texto IEMP
V
Antioquia, Cundinamarca (*),
Ibagu, Neiva, Barranquilla,
Santa Marta, Cartagena,
Riohacha, Sincelejo, Montera
y Valledupar
1 VI 2009 Tercer texto IEMP
VI
San Andrs, Villavicencio,
Pasto, Quibd, Yopal, Florencia
y Arauca
1 XII 2009 Por evaluar en el 2010
Fuente: Decreto 3840/2008
5 Desde ese ao se tiene un registro numrico ms confiable de la labor con respecto a los
jvenes infractores.
20 : jvenes, poltica pblica y sistema de responsabilidad penal
(*) A febrero 2010, se haba realizado la evaluacin de Leticia, municipio que pertenece al Distrito Judicial de
Cundinamarca. En lo que resta de este ao, se complementar el estudio de esta zona.
(**) Estn resaltados en negrilla los municipios donde se realiz labor en profundidad en el presente
documento; estn aquellos que lo fueron con anterioridad.
(***) Antes del inicio del SRPA se desarrollaron otros dos textos; uno en el marco del Cdigo del Menor y otro
en la poca de transicin entre los dos sistemas que aqu no se reportan.
En todos los casos, tanto en las capitales departamentales como en las ca-
beceras municipales donde se trabaj, se entrevist entre el 90% y el 100% de
los profesionales responsables del sistema en el marco administrativo
6
, judicial
7
,
psicosocial
8
, as como una muestra de jvenes escogidos entre las distintas me-
didas (130 adolescentes). Con excepcin de la amonestacin, cuyo cumplimien-
to le corresponde al Instituto de Estudios del Ministerio Pblico (IEMP), no se
pretendi caracterizar los adolescentes por cuanto ya se dispone de esta infor-
macin producto de trabajos anteriores. En este caso el propsito se centr en
elaborar la relacin entre la percepcin del joven del sistema, la sancin impues-
ta, la duracin de la misma, y su pertinencia de acuerdo a las necesidades psico-
sociales de estos.
Grfica n2. Proporcin de entrevistas realizadas por institucin y/o de labores
6 Coordinador Centro de Servicio para Adolescentes, funcionarios ICBF, etc.
7 Jueces de garanta y de conocimiento, Fiscales, Defensores Pblicos y de familia, Procura-
dores judiciales en asuntos de familia y Personeros, equipos psicosociales de la Defensora
de Familia ante las instancias de garanta y conocimiento.
8 Equipo psicosocial ONG e ICBF.
Equipo sicosocial de
ONG; 13,7%
CESPA; 3,8%
Defensora de Familia;
13,2%
Defensora del
Pueblo; 8,2%
Fiscala; 15,4%
Juzgado; 26,4%
Equipo sicosocial
ICBF; 12,6%
Polica de Infancia;
6,6%
pantalones cortos y mochi las rotas : 21
(*) Se diferencia el equipo psicosocial de la Defensora de Familia a la de las ONG contratadas por Instituto
Colombiano de Bienestar Familiar.
(*) N=200.
Se desarrollaron entrevistas en profundidad sobre la base de tems semi-
cerrados, cerrados y abiertos, a lo que se sum la revisin documental de los
Plan de Atencin Institucional (PAI) de cada una de las entidades no guberna-
mentales contratadas por el ICBF
9
, y cuya informacin ubicada en las alcaldas,
gobernaciones y en el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar. As mismo,
se asisti a audiencias y se revisaron audios, cuando las entrevistas individuales
indicaron posibles situaciones de riesgo o informacin de inters para nuestros
propsitos.
9 Instituto Colombiano de Bienestar Familiar.
: 23
Ms rotas que cortos?
Resumen: Con el propsito de ser constructivo y crtico, basado en el mate-
rial existente y las labores investigativas desarrolladas, se presenta un balan-
ce cualitativo y cuantitativo del sistema de responsabilidad penal para ado-
lescentes, con el complejo reto de aportar luces para optimizar el modelo.
Se ha promovido la conviccin de que la introduccin del SRPA en la ins-
titucionalidad colombiana es beneficiosa tanto para el joven como para la co-
munidad, al pretender aunar la proteccin integral y el restablecimiento de los
derechos de los adolescentes bajo los principios de corresponsabilidad, perspectiva
de gnero y tnica e inters superior del nio (documento ICBF interno, 2009).
Resulta claro que el hipottico logro de estos propsitos depende en gran parte
de una articulacin funcional entre entidades territoriales con el Sistema Nacio-
nal de Bienestar Familiar (SNBF) y la generacin de un sistema de informacin
y seguimiento sostenido.
Nota
En la prctica, no hay un sistema de informacin que pueda dar cuenta de los jve-
nes vinculados al sistema, ni de los procesos de seguimiento, monitoreo e intervento-
ra que presuntamente se realizan en su beneficio.
Originado en una corriente internacional portadora de cambios filosfi-
cos, busca ser ms garantista y propugna por el reconocimiento de una respon-
sabilidad penal del adolescente ante los hechos delictivos cometidos. Por la con-
dicin especial del agresor (menor de 18 aos), esta suele relativizarse dentro
del proceso, generando debates jurdicos frente a los alcances que pueda tener
esta aproximacin al tema: Puede la responsabilidad ser relativa?.
24 : jvenes, poltica pblica y sistema de responsabilidad penal
Esquemas tericos que se aplicaron en Colombia para el abordaje de los
adolescentes infractores
Teora de la situacin irregular.
Teora de la proteccin integral.
Teora de la responsabilidad penal juvenil.
Es claro que estamos lidiando con un sector complejo de la juventud, en
el que al menos el 15% delinque por supervivencia, el 16% por dinero, el 15%
para conseguir sustancias psicoactivas, el 9% por venganza, el 25% por motivos
combinados (lvarez-Correa M. et l., 2006). Una alta proporcin de los jvenes
judicializados provienen de los estratos socioeconmicos ms desfavorecidos (1
y 2) (75%)
10
, pero muchos, tal como qued anotado, delinquen por motivos dis-
tintos al de la satisfaccin de sus necesidades bsicas.
El asunto no se reduce entonces a la sola variable econmica, sino que la
infraccin de la ley penal involucra mltiples dinmicas sociales de influencia
negativa, entre las cuales se encuentran el consumo de sustancias psicoactivas
11
,
el abandono, el maltrato familiar y las dinmicas culturales juveniles (tribus ur-
banas, narcotrfico, etc.).
Las vivencias de cada individuo desde el nacimiento son procesadas con
distinta suerte, de acuerdo con la madurez, el inters y la naturaleza de los he-
chos. La mayora de los adolescentes que son sancionados en el SRPA tienen
historias que contar; muchas de las cuales estn directamente relacionadas con
su actual situacin. Pretender lograr hipotticos cambios en estos, originado en
complejas circunstancias, no se puede hacer sino desde el dilogo, la compren-
sin de los cmo y de los porqu de su dinmica personal y con un trabajo sos-
tenido en el que el acudiente y el medio donde se desenvuelven pueden llegar a
ser determinantes.
Los tiempos requeridos para esa labor tambin pueden variar sustancial-
mente dependiendo de las problemticas y de los fundamentos tericos que el
o los profesionales responsables escojan emplear (cognitivo conductual, sist-
mico, psicodinmico, etc.). Desde esta perspectiva, cada hecho puede ser com-
10 Este sistema ha permitido visibilizar un nmero creciente de representantes de los estratos
3, 4 y 5 lo cual conforma un avance con respecto al modelo anterior.
11 Entre el 60% y el 80% de los jvenes infractores judicializados usan o abusan de las sustan-
cias psicoactivas (lvarez-Correa M. et l., 2007, 2008, 2009). Segn la Polica Nacional,
78% dij haber consumido sustancias psicoactivas (Polica Nacional 2009).
pantalones cortos y mochi las rotas : 25
prendido y analizado de distintas maneras; por ejemplo, reiteradas agresiones y
homicidios cometidos por un mismo joven, con especial crueldad, en contra de
varones, podra interpretarse como un desquite inconsciente del adolescente en
contra de un padre maltratante y abandnico (Lacan). No obstante, lograr inte-
riorizar la dinmica en el interesado requiere de una seguidilla de intervencio-
nes concretas y sostenidas en el tiempo.
Desde el enfoque cognitivo-conductual la explicacin de la conducta slo
puede sustentarse en el medio y no en conceptos mentales (Fernndez R.). La
terapia congnitiva, mantiene entonces una concepcin psicolgica centrada en
los procesos mentales (como el razonamiento, la memoria y la atencin).
La terapia de conducta sin embargo, no se centra en el proceso mental
sino en la conducta (entendida esta como una accin de ajuste interdependiente
con el medio y no tan solo una respuesta motora). Por esta razn, la terapia de
conducta no encaja con interpretaciones de la psiquis que s tiene la terapia cog-
nitiva, ya que desde este modelo slo el ambiente determina la conducta.
En la terapia sistmica el nfasis est puesto en la dinmica de los proce-
sos comunicacionales, en las interacciones entre los miembros del sistema y en-
tre los subsistemas que lo componen, motivos por los cuales la terapia se orienta
principalmente al cambio en los procesos de comunicacin e interaccin mante-
niendo la idea bsica sistmica de ver a la persona en su entorno, es decir, en el
contexto del sistema o de los sistemas de los que forma parte.
En teora, esta ltima propuesta suele posibilitar mejores resultados en
un menor tiempo. La dificultad radica en poder acceder y/o reunir las perso-
nas pertinentes para una intervencin seria y productiva. En el caso frecuente de
que el joven est institucionalizado lejos de sus familiares, las limitaciones son
grandes () Mi madre viene cada dos o tres meses del pueblo a visitarme; tengo
otros ocho hermanos y la plata no alcanza; adems, de aqu hasta all son ms de
doce horas de camino (joven infractor).
Datos
La poblacin de 14 a 17 aos representa el 8% de la poblacin del pas (3.541.273)
(DANE 2005, 2007, 2008, 2009), mientras que los jvenes infractores contabilizados
desde la delincuencia objetiva (judicialmente medida) equivalen al 0.6% de la pobla-
cin (DNP 2009), 87% de varones y 13% de mujeres en promedio, aunque con una
amplia variabilidad segn la regin. Segn los estimativos (lvarez-Correa M. et. l.,
2007, 2008; actual documento), ese dato se puede incrementar hasta en un 40%.
26 : jvenes, poltica pblica y sistema de responsabilidad penal
Con el complejo reto de darle solucin a los mltiples necesidades de es-
tos adolescentes desde distintas perspectivas (social, familiar, educativa, etc.), los
derroteros del Cdigo de Infancia y Adolescencia pretenden impulsar las san-
ciones ambulatorias
12
, optando por la privacin de la libertad tan solo en los
casos extremos, en pro de un trabajo de integracin del joven con su comuni-
dad. A medida que el sistema se ha venido afianzando en el tiempo y en el espa-
cio, se han podido observar en la prctica tendencias en el tipo de sanciones im-
puestas, algunas heredadas del Decreto 2737/1989 (Cdigo del Menor) y otras
producto de la dinmica propia de este.
Encontramos entonces que desde una perspectiva oficial, sobre 6.017 jve-
nes sancionados a junio de 2009 a nivel nacional en el marco de la Ley de Infan-
cia y Adolescencia, cumpliendo aparentemente con este cometido:
A un 29.53% se les impuso la sancin de libertad vigilada13.
26.59% obtuvieron la medida de reglas de conducta.
A 17.23% les fue impartida la sancin de amonestacin.
Si sumamos aquellos a quienes se les impuso la sancin de privacin de
la libertad, con los que fueron privados preventivamente por un perodo mxi-
me de cinco meses (previo a la definicin de una medida definitiva), el total nos
arroja para 2009 un 49,18%
14
de jvenes que en algn momento de su proceso
estuvieron retenidos por un perodo superior a las 36 horas (Ley 1098/06: Art.
191), cifra muy elevada para las pretensiones del sistema.
Evaluaciones previas arrojan para 2007 que en Colombia el 31.59% de
adolescentes fueron privados de la libertad con sancin en firme o de manera
preventiva
15
(lvarez-Correa M. et. l., 2009: 31). Ello indica una clara tendencia
al aumento que se aleja del 25% de los jvenes infractores en Portugal e Italia
que reciben el mismo trato.
12 Amonestacin, reglas de conducta, libertad vigilada, servicio a la comunidad, etc.
13 En el 2009, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar contrat 58 programas a nivel
nacional para cumplir con dicha sancin.
14 86% en Bogot, 62% en Medelln, 14% en Cali/ y 10% en Medelln; Buga y Pereira les siguen
en importancia en esta dinmica. Con posterioridad a la privacin preventiva de la libertad,
la medida se modifica, se archiva el caso o se puede remitir al competente de ser pertinente
(ejemplo: remisin al sistema penal ordinario al probarse la mayora de edad del indiciado
en el momento de cometer el delito).
15 La privacin preventiva de la libertad puede tener una duracin mxima de cuatro meses,
extensible a cinco en casos excepcionales.
pantalones cortos y mochi las rotas : 27
Tabla n2. Percepcin de los actores frente al SRPA con relacin a la sancin
de privacin de libertad
tem % Comentarios
Incremento en la
imposicin de sanciones
privativas de la libertad.
8.09
Los actores consideran que la tendencia no es como
se pens inicialmente a que se manejara ms la libertad
asistida. Al contrario, se ha estado incrementando la
privacin de la libertad, sobre todo, con los jvenes que
son reincidentes.
Comentarios
La respuesta indica que para la mayora de los funcionarios del nivel judicial penal juvenil, la
elevada proporcin de jvenes privados de la libertad de manera preventiva o como sancin en
firme, no conforma un contrasentido; de hecho, solo un poco ms del 8% lo consider como
un patrn contradictorio pese a las estadsticas. Ello conforma un reflejo de las convicciones
producto del sistema anterior y de una cultura en la cual se cree que el encierro conforma el
nico castigo real frente a la comisin de un delito, en particular cuando se trata de jvenes.
Las sanciones que contempla la ley para aquellos jvenes judicializados
son la amonestacin, las reglas de conducta, la libertad vigilada, la prestacin
de servicio a la comunidad, el medio semicerrado, la privacin preventiva de la
libertad y la privacin de la libertad (Ley 1098/06: Art. 177). Mientras la prime-
ra es competencia del Instituto de Estudios del Ministerio Pblico (Ley 1098/06:
Art. 182), la segunda es supervisada por los funcionarios de los juzgados para
adolescentes
16
. La ejecucin de todas las dems le corresponde al Instituto Co-
lombiano de Bienestar Familiar.
En la prctica, ello nos pone en presencia de dos patrones de diseo de
las sanciones (IEMP, ICBF) y de mltiples esquemas de ejecucin. En el primer
caso, se refiere a los profesionales que desarrollan la medida localmente basados
en un modelo dinmico que permite modificaciones acordes a los hallazgos que
la misma poblacin aporta.
Construido sobre la necesidad de abordar las problemticas de los autos
17
,
de los lmites y del proyecto de vida de los jvenes sancionados, se ha estruc-
turado un modelo dinmico que pretende adecuarse a la realidad de la cultura
regional y a las necesidades de cada individuo
18
. La informacin recolectada es
16 Con respecto al desarrollo de esta sancin, no existe ningn patrn concreto de interven-
cin sobre el particular, ni modelo a seguir.
17 Autoconcepto, autoconocimiento, autoestima, etc.
18 El curso de Amonestacin debe hacer referencia a los derechos humanos y a la convivencia
ciudadana (Ley 1098/06: Art. 182).
28 : jvenes, poltica pblica y sistema de responsabilidad penal
centralizada y constantemente sistematizada en aras de poder realizar las modi-
ficaciones necesarias de forma sostenida, basada en ella y en el aporte de todos
los conferencistas responsables () Las pautas de intervencin son unificadas
para todo el pas sin quitarnos movilidad a nivel local. Los jvenes siempre se im-
pactan positivamente. Lstima que el tiempo no alcanza para todo lo que se re-
quiere hacer con ellos (tallerista sancin de amonestacin)
19
.
Datos de la amonestacin
A abril del 2010, 900 jvenes haban sido amonestados, 70% de los cuales asistie-
ron al curso sobre derechos humanos y convivencia ciudadana que dicta el IEMP (Ley
1098/06: Art. 182).
En el segundo caso, hace alusin a la multiplicidad de instituciones con-
tratadas a nivel nacional, que presentan distintos esquemas y diferentes con-
diciones de trabajo. Estas, en principio, cumplen con los trminos de referen-
cia que les fueron impuestos por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar,
aunque no existe evaluacin objetiva del impacto de su labor y por ende ausen-
cia de indicadores sobre el particular. Se presentan multiplicidad de enfoques y
dinmicas con diferentes condiciones de trabajo.
Un sistema funcional?
En su proceso de instalacin, el Sistema de Responsabilidad Penal para
Adolescentes (SRPA) guarda semejanzas con el Sistema Penal Acusatorio (SPA).
La premura y la falta de planificacin y de proyeccin en el montaje de estas
propuestas han causado traumatismos, afectando la eficacia ya mermada de la
administracin de justicia por perodos de tiempo de distinta extensin segn la
regin y/o el distrito judicial.
En el caso del sistema acusatorio de la jurisdiccin ordinaria, la impunidad
se mantuvo en el marco de algunos delitos cerca del 98%, por perodos de hasta
ocho meses (FGN, 2009
20
).
19 A tres aos de iniciado el sistema, la Defensora del Pueblo no ha cumplido con el artculo
54 de la Ley en el cual se le obliga dictar cursos a los padres (o acudientes) de los hijos amo-
nestados. Desde una perspectiva jurdica, debera considerarse la posibilidad de unir los
dos artculos en uno solo bajo la responsabilidad de una nica dependencia, ello en aras de
optimizar los recursos y el impacto de la labor desarrollada. A la fecha el IEMP ha venido
asumiendo las dos funciones.
20 A la fecha, se ha presentado una mejora, aunque los ndices se mantienen elevados.
pantalones cortos y mochi las rotas : 29
En el SRPA, la transicin impulsada sin un proceso previo de informa-
cin a la comunidad y de capacitacin exhaustiva a los funcionarios, gener
en el 75% de los distritos judiciales una reduccin de hasta el 80% de los casos
judicializados histricamente reportados en cada zona en las situaciones extre-
mas, haciendo creer de manera equivocada
21
que la problemtica del adolescente
infractor ha venido en retroceso El juez de conocimiento atiende un promedio
de tres casos por semana (secretario de juzgado - distrito judicial con baja carga
laboral) Es tal el volumen de situaciones que nos llegan que nos estamos atra-
sando en la entrega de los informes (trabajador social ICBF en garanta).
La no inclusin en la Ley 1098/06 de los jvenes infractores pertenecientes
al rango de 12 14 aos y su remisin al mbito de los programas de protec-
cin, no conforma argumento estadstico suficiente para explicar la variabilidad
en el nmero de jvenes judicializados, considerando que esta franja pobla-
cional cubra entre el 8% y el 14% de los casos reportados en el marco judicial
(ICBF 2006, 2007, 2008; Polica 2006, 2007, 2008; lvarez-Correa M. et. l.,
2007), segn la poca y la regin.
La proteccin que se le puede brindar al adolescente que se encuentra en
riesgo, se realiza por peticin de los progenitores o adultos responsables o de
manera coactiva en contra de la voluntad de estos, siempre y cuando los res-
pectivos equipos interdisciplinarios del ICBF concepten favorablemente en ese
sentido. De acuerdo con Martn (2005), los casos de proteccin pueden clasifi-
carse en dos tipologas de asuntos, bien sea por proteccin general (menores en
situacin de riesgo de desamparo) o por proteccin especial (menores con gra-
ves problemas de conducta). Arruabarrena (2001) argumenta que estos servicios
cumplen su objetivo cuando son capaces de asegurar que las necesidades bsicas
del nio o del joven estn cubiertas adecuadamente por el entorno y que la si-
tuacin es mnimamente estable, circunstancia que est lejos de lograrse.
La inclusin de un creciente nmero de jvenes infractores en esa modali-
dad ha impulsado la necesidad de crear programas alternos en aras de optimizar
la atencin Viejo men, ya he matado dos que se me atravesaron; uno que me
rompi mi baln cuando jugaba en la calle y otro que no se quera dejar atracar.
Me da igual; me traen aqu y me escapo cuando quiero (joven de 11 aos). Claro
21 La inversin social en ese rubro no se ha incrementado, ni tampoco ha habido una labor
clara al respecto.
30 : jvenes, poltica pblica y sistema de responsabilidad penal
que no todos los adolescentes presentan la misma gravedad en su situacin so-
ciofamiliar.
Delincuencia en menores de 14 aos
La remisin a los servicios de proteccin de un alto nmero de jvenes menores
de 14 aos que infringieron la ley penal, viene evidenciando una prevencin insufi-
ciente, del delito producto de las limitadas herramientas que tienen a su disposicin
defensores de familia y equipos psicosociales del ICBF. En trminos generales, los
adolescentes no estn recibiendo la atencin en salud, educacin, ni la garanta del
restablecimiento de sus derechos de manera oportuna; frente a la calidad de estos ser-
vicios es necesario desarrollar una evaluacin sobre el particular.
La consecuencia ms notable de la medida administrativa de proteccin en
los adolescentes radica en la discrepancia entre los principios de la legislacin y
la praxis de los mismos. Ello se refleja en la correlacin entre los objetivos que
se propone la ley y los recursos que se emplean para conseguirlos (ver: lvarez-
Correa M. et. l., 2009). De ah la inquietud de si ese mecanismo conforma un
intento por reconstruir tejido social o un mecanismo para perpetuar el problema.
De acuerdo con el artculo 18 de la Ley de Infancia, los nios, las nias
y los adolescentes tienen derecho a ser protegidos contra todas las acciones o
conductas que causen muerte, dao o sufrimiento fsico, sexual o psicolgico.
En especial, tienen derecho a la proteccin contra el maltrato y los abusos de
toda ndole por parte de sus padres, sus representantes legales, las personas res-
ponsables de su cuidado y los miembros de su grupo familiar, escolar y comu-
nitario () En el caso concreto de los jvenes de la calle y de los nios y jvenes
sexualmente explotados, estos son frecuentemente criminalizados y privados de la
libertad, cuando su situacin debera ser el centro de una poltica de proteccin
integral. Estos nios se convierten en vctimas a doble partida: vctimas de los abu-
sos que han padecido y vctimas de una poltica de proteccin incierta (lvarez-
Correa M. et. l., 2007).
La evaluacin de estas circunstancias y necesidades no obedece a ningn
parmetro establecido por el ICBF, ya que los equipos de la defensora no cuen-
tan con elementos conceptuales y tcnicos de evaluacin. Uno de los obstculos
que mayor problema ha generado hace referencia a preguntas tales como Qu
derechos se le van a restituir? Cmo se restituyen?, Hasta cundo se restitu-
yen? (lvarez-Correa M. et. l., 2009).
Las instituciones encargadas de la proteccin especial no poseen claridad
de los elementos que se tuvieron en cuenta para asignar a un adolescente a ese
pantalones cortos y mochi las rotas : 31
programa especfico, situacin que es similar para los padres, para el joven y en
ocasiones para los fiscales y defensores del proceso en el marco judicial. De esta
manera, los infractores de la ley con edades comprendidas en los rangos 12 14
aos y 14 17 aos, pese a seguir distintas rutas de atencin, presentan fallas
coincidentes frente a sus necesidades insatisfechas.
Lo preocupante es que, por el modo como estn establecidos los registros
de ICBF, resulta imposible establecer la ubicacin y la suerte de los jvenes con
estas caractersticas que se encuentran en el sistema. Existe un gran nmero de
instituciones y de modalidades de apoyo ante las cuales se carece de un registro
nico que podra dar razn de los adolescentes que hayan infringido la ley penal
y que, por su edad, hayan sido remitidos a los servicios de proteccin.
Conciliacin y reincidencia
Las conciliaciones desarrolladas por los fiscales en ciertas zonas, ayudan
tambin a reducir el nmero de adolescentes judicializados. En municipios
como Sogamoso (departamento de Boyac Distrito Judicial de Santa Rosa de
Viterbo), el 80% de los casos judicializados en el segundo semestre de 2009 fue-
ron conciliados por las partes
22
En Manizales (departamento de Caldas Dis-
trito Judicial de Manizales), el 20.34% de los casos reportados por la polica en
el mes de junio del 2009 fueron conciliados por los fiscales () La idea no es
desgastar la administracin de justicia sino todo lo contrario. No vale la pena lle-
var casos de hurto simple o lesiones personales de pocos das de incapacidad ante
los jueces; es mejor negociar (fiscal).
El asunto es que, bajo estas condiciones, la restitucin de los derechos del
adolescente y la toma de conciencia de su responsabilidad, no siempre se dan
con este mecanismo, por lo cual es determinante establecer parmetros de apo-
yo para el funcionario responsable de esta funcin. Esto es, ms all de los par-
metros que la ley establece para ese efecto, Cules son los perfiles de los jvenes
con quienes se puede pensar en una conciliacin?
En situaciones anmalas aisladas, se ha encontrado casos en los cuales el
adolescente, al reincidir en el mismo delito, genera por segunda ocasin una
22 Despus de siete meses de funcionamiento tan solo 11 procesos haban llegado a mano de
los jueces de conocimiento de Sogamoso.
32 : jvenes, poltica pblica y sistema de responsabilidad penal
conciliacin () Si, volv y le pegu a mi madre, pero esta vez no lo voy a repetir
(joven infractor)
23
.
Tabla n3. Ejemplos de correlacin entre casos conciliados y jvenes
capturados en algunos distritos judiciales para el mes de junio 2009
Distritos judiciales
Nmero de
conciliaciones
realizadas por
fiscales
Nmero de capturas
realizadas por la
Polica Nacional
% de conciliaciones
por nmero capturas
Medelln 43 177 24.29
Manizales 12 59 20.34
San Gil 7 10 70
Bucaramanga 1 84 1.19
Totales 63 330 19.09
Fuentes: FGN 2009, PN 2009, Cespa de Medelln, Manizalez, San Gil y Bucaramanga 2009.
En la prctica, un nmero sustancioso de estos jvenes infractores captu-
rados que conciliaron, reinciden al considerar que esta ley es relajada, no le pasa
nada a uno (joven infractor que concili). La reincidencia oficial (visibiliza-
da), en cuanto atae a los casos conciliados, oscila alrededor del 20%, con ten-
dencia al alza
24
. De no ser as se habla de reincidencia subjetiva, por cuanto la
fuente de la informacin es de otra naturaleza (no judicial, no institucional). La
proyeccin de esta proporcin puede alcanzar al menos un 30% en las ciudades
capitales donde se presenta una mayor incidencia de actos delincuenciales im-
pulsados por adolescentes.
Entre los factores que facilitan la reincidencia, estn las limitantes propias
de los procesos de ejecucin de las sanciones, entre las cuales se encuentran:
La naturaleza de los programas. Aunque presuntamente ajustado a
los trminos de referencia del ICBF, cada institucin acomoda las exi-
gencias de Bienestar Familiar (trminos de referencias) de acuerdo a la
escuela y tradicin de intervencin a la cual pertenece. Ello conforma
23 Desde inicio del sistema (marzo 2007) a junio 2009, el INMLCF (Instituto Nacional de Me-
dicina Legal y de Ciencias Forenses) ha realizado 156.680 valoraciones mdicas que inclu-
yen la atencin de casos de menores por dictamen de edad y aquellos que corresponden a
valoraciones relacionadas con lesiones personales. Bogot, Cali, Medelln, Bucaramanga y
Ccuta concentran el 45% de estas valoraciones.
24 Registra tan solo la reincidencia de un adolescente en el delito cuando hay registro de ello
en los estrados judiciales.
pantalones cortos y mochi las rotas : 33
un primer factor a tener en cuenta, por cuanto nunca se han hecho
evaluaciones de impacto en el tiempo y en el espacio de ninguno de
estos programas.
La variabilidad en los tiempos impuestos en las sanciones. Es co-
mn observar cmo la duracin de las sanciones impuestas suele va-
riar y no estar siempre acorde con las necesidades de los adolescentes,
irrespetando a menudo las duraciones mnimas establecidas por pro-
grama (lvarez-Correa M. et. l., 2009)
Ejemplo de variabilidad en los tiempos de sancin impuestas
Delito judicializado: HAC (hurto agravado y calificado).
Joven: masculino de 16 aos.
Sancin impuesta: Prestacin de servicio de la comunidad.
Tiempo esperado de sancin: Tres a seis meses, lo cual comprende induccin,
concientizacin y capacitacin antes de iniciar labores con la comunidad.
Duraciones encontradas: De ocho horas a 10 meses.
Nota: Sucede ocasionalmente lo mismo con la libertad vigilada.
El tipo de sancin impuesta. La norma brinda al juzgador un amplio
grado de movilidad para la imposicin de una sancin a un adolescen-
te (Ley 1098/06: Art. 179), lo cual genera en ocasiones incongruencias,
de ah la importancia de perfeccionar la norma en apoyo a la labor del
juez.
Los muy escasos seguimientos poscumplimiento de las sanciones o
remisiones de los jvenes a proteccin, al cumplirse la sancin ju-
dicial. Pese a que la intencin del ICBF es proyectar esta actividad, en
la actualidad nadie, de manera sistemtica, realiza acompaamiento
possancin a los adolescentes, por fuera de apoyos espordicos de al-
gunas de las ONG contratadas por el ICBF para ejecutar las sanciones
impuestas. Las remisiones ocasionales a proteccin poscumplimiento
de las sanciones de orden judicial, sugeridas por parte de los entes eje-
cutores de las medidas, son as mismo pocas veces realizadas por parte
del ICBF.
Estos factores suelen combinarse con el medio sociofamiliar desfavorable
del joven. De hecho, los funcionarios judiciales y los profesionales en trmi-
nos generales vinculados al SRPJ, consideran que el 64.28% de los jvenes
asignados a sus respectivos despachos reinciden en el delito; desde esta pers-
pectiva los defensores de familia, al encontrarse entre el grupo de profesionales
34 : jvenes, poltica pblica y sistema de responsabilidad penal
que presuntamente ms contacto y posibilidad de dilogo tienen con los jve-
nes, son quienes plantearon los mayores ndices de reincidencia.
La evaluacin que se hizo desde el marco de la dinmica de los mismos
jvenes, arroja una aparente disminucin de la reincidencia (33.8% en el 2007
contra 43% en el 2006) (lvarez-Correa M., Parra S., et. l., 2007), para cuyo
clculo es importante considerar la proporcin y el manejo de los adolescentes
que ya se encuentren en el sistema y que cursan carrera delincuencial (Bogo-
t, 35.7%; Cali, 11%).
Grfica n3. Percepcin de reincidencia de los jvenes en el marco de la Ley
1098/06 segn la institucin
() En Barranquilla me pagaron por matar un fiscal; despus de eso me
vine para ac para escapar de la justicia La cosa se puso caliente y tocaba es-
campar por un rato Aqu me cogieron por robar en la calle y me dieron la amo-
nestacin, despus me contrataron para matar otro man y en esta me cogieron y
me encerraron en la `correccional de menores`. Me aburr y me escap y a los tres
meses me volvieron a coger por otro muerto, pero ya haba cumplido los 18, en-
tonces me enviaron a la crcel y me dieron nueve aos. Ah estuve seis meses hasta
que por orden del juez de adolescencia me devolvieron para la correccional para
acabar el tiempo que me haban dado al otro lado (sicario de 18 aos).
En casos similares al anterior cuando un joven, teniendo vigente una san-
cin en el SRPA, delinque nuevamente como mayor de edad, el sistema ordina-
rio es el que debe primar. La sancin impuesta en su momento en la condicin
de adolescente menor de 18 aos fue diseada acorde a los principios y normas
internacionales reconocidas por Colombia sobre infancia y adolescencia; no
55,4%
68,5%
67,5%
70,8%
60,0%
69,1%
56,6%
65,6%
65,0%
0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80%
Fiscal ia
Juzgado
Equipo sicosocial ICBF
Defensora de Famil ia
Defensora del Puebl o
Equipo sicosocial ONG
CESPA
Pol ica de Infancia
Total
pantalones cortos y mochi las rotas : 35
obstante, una vez impuesta puede ser exigido su cumplimiento hasta los 21 aos
de edad, lo cual no presupone la generacin de nuevos actos delincuenciales.
Aunque la Ley de Infancia y de Adolescencia acorta el procedimiento para
ciertos casos (conciliacin
25
, principio de oportunidad
26
), a mediano trmino,
el poco o ausente acompaamiento que se les hace a estos jvenes posterior-
mente a los respectivos fallos aumenta el costo social al poder presentarse con
mayor facilidad la reincidencia.
Nota Principio de oportunidad
En 2009, se aplic en 1051 casos el principio de oportunidad, equivalentes al 4.32%
de los casos judicializados (FGN, grupo de sistemas, 2009).
No se pretende demeritar la importancia de los mecanismos mencionados,
sino sugerir la generacin de criterios adicionales a los jurdicos, en la medida
que las prioridades no son tan solo acortar el procedimiento y ahorrar recursos,
disponer de un reporte estadstico, etc., sino construir con base en elementos de
fondo un futuro a estos jvenes.
Y desde lo judicial, Cmo vamos?
Aunque paulatinamente los operadores judiciales han logrado algunos
acuerdos en su proceder, a tres aos de haberse iniciado el sistema, an se pre-
sentan serias desavenencias algunas de las cuales se relacionan con la aplicacin
de los delitos y de sus respectivas sanciones, mientras que otras, con aspectos
ms de orden procedimental.
En el distrito judicial de Tunja, donde los delitos sexuales son de frecuen-
te ocurrencia, han subido en apelacin veintiocho sentencias relacionadas con
adolescentes sentenciados por unos de estos tipos penales
27
. La mayora ha sido
25 Conciliacin: Las autoridades judiciales debern facilitar en todo momento el logro de
acuerdos que permitan la conciliacin y la reparacin del dao, y tendrn como principio
rector la aplicacin preferente del principio de oportunidad (Ley 1098/06: Art. 174).
26 Adems de lo estipulado en el artculo 174 de la Ley 1098/06, el Principio de oportunidad
tambin se aplica en los procesos seguidos a los adolescentes como partcipes de los delitos
cometidos por grupos armados al margen de la ley (Ley 1098/06: Art. 175). Este principio
no se aplicar cuando se trate de violaciones graves al DIH, crmenes de lesa humanidad o
genocidio de acuerdo con el Estatuto de Roma (Ley 1098/06: Art. 175, Pargrafo).
27 Desde cuando se inici el sistema a la fecha.
36 : jvenes, poltica pblica y sistema de responsabilidad penal
por la sancin de internamiento por la comisin de delitos sexuales en menores
de catorce aos, acogindose a rebajas confesando o aceptando cargos.
Para estas, se ha dado uso a lo dispuesto en el artculo 199 del Cdigo de
Infancia y Adolescencia (Ley 1098/06), norma que generalmente, en concepto
de la Fiscala, no es de aplicacin por cuanto hace referencia a la prohibicin
de los beneficios indicados en el mismo, pero slo cuando el infractor no es un
adolescente sino un mayor de edad, y la vctima un menor de catorce aos.
Ley 1098/06, artculo 199
Beneficio y mecanismos sustitutivos. Cuando se trate de los delitos de homicidio
o lesiones personales bajo modalidad dolosa, delitos contra la libertad, integridad y
formacin sexuales o secuestro, cometidos contra nios, nias y adolescentes se apli-
carn las siguientes reglas:
1. Si hubiere mrito para proferir medida de aseguramiento en los casos del artcu-
lo 306 de la Ley 906/2004, esta consistir siempre en detencin en establecimiento de
reclusin. No sern aplicables en estos delitos las medidas no privativas de la libertad
previstas en los artculos 307, literal b), y 315 de la Ley 906/2004.
().
7. No procedern las rebajas de penas con base en los preacuerdos y negociacio-
nes entre la fiscala y el imputado o acusado, previstos en los artculos 348 a 351 de la
Ley 906/2004.
Los fallos de segunda instancia an de este mismo distrito judicial no han
unificado o sentado jurisprudencia en ese sentido. Un magistrado con salva-
mento de voto sostiene que efectivamente no se deben aplicar o conceder los
beneficios a los adolescentes infractores de las conductas ilcitas a que hace re-
ferencia la norma, mientras que por el contrario las dems salas afirman lo con-
trario. Una Magistrada inclusive considera que el adolescente nunca debe ser so-
metido a internamiento, sino a seguimiento teraputico, estimando que es ms
vctima el infractor que a la misma vctima.
Por otra parte, es comn encontrar ausencia de un criterio unificado ante
la no asistencia de adolescentes en audiencias tales como las de juzgamiento o
de imposicin de sancin. Este tema es de suma importancia si consideramos el
carcter oral del sistema y la alta proporcin de diligencias a las cuales no asis-
tieron los jvenes en su primer ao de funcionamiento (63%) (lvarez-Correa
M. et. l., 2008).
Al llevar a cabo una audiencia preliminar en la que se imparti legalidad
de la captura de tres adolescentes por haberse producido en situacin de fla-
grancia, se les formul imputacin por el delito de hurto calificado agravado en
pantalones cortos y mochi las rotas : 37
la modalidad de tentativa. Estos cargos fueron rechazados por los imputados,
quienes fueron dejados en libertad al trmino de la audiencia preliminar, toda
vez que el fiscal no solicit medidas de aseguramiento.
Presentado el escrito de acusacin en el que se reiter el cargo formulado
en la audiencia de imputacin, el asunto pas al juez de conocimiento, quien
celebr audiencia de imputacin a la cual no asisti sino uno de los tres jvenes,
y ninguno de los padres y/o acudientes de los tres. Ms adelante, al realizarse la
audiencia preparatoria, as mismo sin la presencia de los procesados, el defensor
pblico hizo alusin al artculo 158 del Cdigo de Infancia que prohbe el juzga-
miento en ausencia. El defensor de familia por su parte, expres que al no estar
presentes los jvenes en el desarrollo del juicio, se estara afectando su derecho
a aceptar los cargos y terminar el proceso por la va abreviada. En vista del des-
acuerdo con el juez, se interpuso el recurso de apelacin al tribunal el cual en su
momento nadie acudi a sustentar.
Para el tribunal, la formulacin de imputacin se produjo en presencia de
los adolescentes infractores, quienes estaban asistidos por sus respectivos defen-
sores; por lo tanto, en esa diligencia quedaron legalmente vinculados a la actua-
cin judicial que se adelantaba en su contra, sin que fuera necesario declararlos
personas ausentes. No se trataba, por ende, de que el juicio se fuera a adelantar
en ausencia de los procesados ni de sus acudientes quienes fueron citados a tra-
vs de telegrama a las direcciones que ellos mismos suministraron.
Por consiguiente, se consider errada la interpretacin que hace el defen-
sor pblico del artculo 158 de la Ley 1098/06, ya que solo se podra hablar de
ausencia del imputado al no haber este comparecido a ninguna de las audiencias
preliminares ni a la de juicio, o al no conocer la ubicacin precisa del lugar de
las diligencias. En consecuencia, no se presenta en este caso vulneracin a las
garantas fundamentales de los procesados.
Sobre dudas de esta naturaleza, existen an muchas confusiones e inter-
pretaciones encontradas que no permiten una aplicacin uniforme del Cdigo
de infancia y de adolescencia en su parte penal. Algunos jueces discuten aspec-
tos tales como si:
Se puede o no realizar un acuerdo de reparacin con un adolescente
procesado, y de hacerse, al ser honrado por el interesado, si se podra
solicitar su cumplimiento ante la jurisdiccin civil sin afectar la iden-
tidad del joven.
38 : jvenes, poltica pblica y sistema de responsabilidad penal
Puede aplicarse los cuartos de movilidad que se emplean en la juris-
diccin penal ordinaria.
Por qu se permite en algunos distritos judiciales a los defensores de
familia intervenir, y hasta interponer recursos, si ellos no son sujetos pro-
cesales?.
Cules son los criterios mnimos para solicitar internamiento de un jo-
ven cuando el juez o el defensor de familia as lo consideran pertinente,
etc.
An la confusin en mltiples aspectos es considerable; por lo tanto, son
necesarias, adems de la generacin de procesos de capacitacin tradicionales
sobre aspectos bsicos, impulsar la realizacin de clnicas sobre jurisprudencia,
aplicacin e interpretacin de la norma, a la par con la interpretacin y aplica-
cin de sentencia que se ajusten a las necesidades de los adolescentes.
Algunas debilidades institucionales
Dice el Departamento Nacional de Planeacin que es apremiante la carac-
terizacin de las particularidades de cada distrito (CONPES, 2009); ello es cier-
to
28
; no obstante hay aspectos de importancia que de tiempo atrs estn clara-
mente identificados y que perduran en este nuevo esquema, sin que se les haya
aplicado correctivo alguno. Estos suelen ser de naturaleza administrativa, con-
ceptual o estructural.
A ttulo de ejemplo, hay instituciones como el centro de privacin de la
libertad en Piedecuesta
29
(Distrito Judicial de Bucaramanga departamento de
Santander) que pese a un historial de quejas en su contra, muchas relacionadas
con insuficientes espacios para el volumen de jvenes que son remitidos, requie-
re en su operacionalizacin cambios estructurales en su ideacin y dinmica
30
,
adems de alternar conceptos del Cdigo del Menor con la Ley 1098/06.
En Montera (Crdoba), tras mltiples atropellos del administrador an-
terior, en especial durante el perodo 2008 2009 (locaciones destruidas, dfi-
cit presupuestal, falta de personal para atencin de los usuarios, inexistencia de
PAI
31
, etc.), hasta ahora se est intentando componer el centro de atencin para
28 En el marco de esta coleccin se ha venido supliendo parcialmente a esta necesidad.
29 Atendido por Fundacin Hogares Claret.
30 Modelo de intervencin, dinmicas de trabajo, etc.
31 Plan de Atencin Integral.
pantalones cortos y mochi las rotas : 39
la privacin preventiva de la libertad, sin que haya an resultados visibles
32
y sin
que se haya satisfecho la demanda que el municipio requiere.
Nota
Se presenta una escasa apropiacin de las entidades territoriales en el SRPA y ejer-
cicio efectivo del principio de corresponsabilidad.
Por ello, los jvenes a quienes se les impone esa medida son enviados a
Cartagena a Asomenores
33
, lejos de su familia, contrariando con ello los prin-
cipios del Cdigo de Infancia y de Adolescencia El dao causado por esta gen-
te que estaba antes fue grande; el proceso de reconstruccin es lento y complejo.
Por dems, se requiere una fuerte inversin de dinero para las adecuaciones y si
bien ha habido aportes, estos no son suficientes (directora encargada institucin
Montera).
Al ao de iniciado el sistema, en el 70% de las zonas visitadas, el PAI an
no haban sido modificado ni adaptado a las nuevas condiciones de trabajo; de
la misma forma, que pocas veces se han generado las adecuaciones locativas que
la ley ordena (separacin por edad y sancin). A la fecha, perduran amplios va-
cos en esa materia.
Nota sobre el traslado de los adolescentes
En Chiquinquir y Popayn, el desplazamiento de los jvenes bajo internamiento
preventivo y los que se encuentran en el centro transitorio, suele ser difcil, dada la
distancia que se debe recorrer. Generalmente se hallan en barrios distantes, obligando
a los uniformados responsables de su traslado a asumir el riesgo de las evasiones de
los adolescentes o de actos violentos por parte de estos.
En Ccuta (Distrito Judicial de Ccuta departamento de Norte de San-
tander), el Rudesindo Soto, dependencia encargada de la aplicacin de la priva-
cin de la libertad y de la libertad vigilada, entre otras sanciones, se encuentra
en un proceso de renovacin con tres limitantes que requieren pronta solucin y
cuidado:
Politizacin de los cargos. Gran parte de los recursos que permiten el
funcionamiento de la institucin provienen de la alcalda y/o de la go-
32 Para finales del 2009, la institucin contaba tan solo con un joven vinculado al programa;
se decidi no recibir nuevos adolescentes hasta tanto no se hayan solucionado las dificulta-
des actuales.
33 Centro para atencin de jvenes sancionados a la privacin de libertad ubicado entre Car-
tagena y Turbaco (Bolvar).
40 : jvenes, poltica pblica y sistema de responsabilidad penal
bernacin; ello ha conllevado histricamente un nivel de politizacin
de sus puestos de trabajo de la misma, afectando en ocasiones la ido-
neidad del personal asignado El seor gobernador me puso aqu tem-
poralmente mientras viene otra persona; lo mo son las finanzas, pero
eso tambin me gusta (director institucin).
La complejidad de la problemtica de los jvenes infractores en
Norte de Santander, donde se combinan pobreza, grupos armados al
margen de la ley, pandillas, narcotrfico y una propuesta institucional
insuficiente frente a las necesidades, requiere adecuaciones y ajustes a
los programas existentes, con un acompaamiento ambulatorio soste-
nido
34
Hemos reforzado la seguridad con mejores puertas, barrotes ms
fuertes, estamos separando el sector de los muchachos con sancin de se-
micerrado con los de privacin de libertad (). Atrs, detrs de ese pa-
tio, hay un amplio terreno que utilizamos para los ms seguros, pero es
la parte ms complicada por donde se vuelan (). Aqu hay miembros
de tres bandas muy fuertes que se diferencian claramente; de encontrarse
se matan entre s. Hay un joven que est en aislamiento en las noches,
es sicario y mat el primo de uno de los jefes traquetos de Los Patios
35
,
mientras que otro familiar del muerto est tambin retenido aqu ()
(Educador institucin). ()Me pagaron la vuelta, sino que no alcanc
a matar sino uno de los dos duros y ahora el otro toche me quiere fro
Pero todo bien, afuera tambin tengo parceros que apoyan el Caimn, el
Para
36
que por aqu manda (adolescente sicario privado de la libertad).
Insuficientes procesos de capacitacin entre los profesionales de las
ONG encargadas de cumplir la ejecucin de las sanciones.
A su vez, Sincelejo (Distrito Judicial de Sincelejo departamento de Su-
cre) carece de institucin de medio cerrado y su oferta de programas para cu-
brir las dems sanciones que el Cdigo de Infancia y de Adolescencia estipula es
muy pobre (Ley 1098/06: Art. 177) ()Cuando se le sanciona a un adolescente
a la privacin de la libertad, lo llevamos nosotros mismos a Cartagena para que lo
tengan all; por lo general no nos pagan viticos y a veces ni la gasolina y nos toca
de nuestro bolsillo. Viajamos en la maana con el muchacho y nos regresamos en
34 Esta realidad no es propia a este distrito, sino que se repite en otros lugares.
35 Municipio cercano a Ccuta (Norte de Santander).
36 Paramilitar. Grupo armado irregular de fuerte dominio en Ccuta en los ltimos diez aos.
pantalones cortos y mochi las rotas : 41
la noche, para un total de seis horas de viaje aproximadamente (defensor de fa-
milia Sincelejo).
37
Nota Conclusin parcial
No se han construido y/o adecuado, ni puesto en funcionamiento todos los cen-
tros de servicios judiciales necesarios, transitorios, ni los programas privativos de la
libertad que exige la Ley 1098/06 en algunos departamentos, municipios y distritos
del pas, a tres aos de iniciado el sistema. La oferta de servicios no es homognea
para todas las regiones
37
.
A cuatro meses de iniciado el SRPA en este distrito judicial, se dispona de
facto de un centro transitorio, y estaban contratadas en el papel por el ICBF
38

las medidas de libertad vigilada y de servicio a la comunidad que an no eran
operativas. Ello conforma otra muestra de la improvisacin con la cual se impul-
s el sistema penal para adolescentes, donde no se presenta respuesta oportuna
por parte del sistema judicial ante una necesidad urgente, generando una pronta
reincidencia y una prdida de credibilidad del sistema.
En Valledupar (Distrito Judicial de Valledupar departamento del Cesar),
operan las sanciones de libertad vigilada, semicerrado e internamiento preven-
tivo, debiendo una vez ms remitirse los jvenes de privacin de la libertad a
Cartagena con las implicaciones que ello conlleva
39
El problema es que ac
no existe un programa donde tener a los jvenes privados de la libertad. Nos toca
llevarlos hasta Cartagena y uno o dos uniformados se van en la parte de atrs de
uno de los carros que presta el Bienestar, sin ningn tipo de seguridad, porque all
es donde est la institucin (polica de infancia y adolescencia).
Nota
Hay limitada articulacin y coordinacin sectorial y territorial de las entidades que
hacen parte del SRPA, y de este con otros sistemas garantes de los derechos de los ado-
lescentes.
Lo mismo sucede con Leticia (departamento de Amazonas - Distrito Ju-
dicial de Cundinamarca), con la diferencia de que por el aislamiento en el que
se encuentra este municipio, donde el nico medio de transporte para realizar
37 En el 2009 hubo 3.216 cupos para privacin de la libertad; para el 2010 se proyectan 5.721
38 Instituto Colombiano de Bienestar Familiar.
39 Alejamiento de la familia.
42 : jvenes, poltica pblica y sistema de responsabilidad penal
cualquier remisin a un centro especializado es el areo, no existe alternativa
institucional para cubrir esa necesidad.
La libertad vigilada, la amonestacin, la prestacin de servicio a la comu-
nidad conforman otras alternativas que apenas se estn iniciando La alcal-
da ha dicho que quiere apoyar la construccin de un centro para los adolescentes
privados de la libertad. De hecho, el terreno ya est comprado (lo seala), falta
ahora construir el inmueble (funcionario).
Frente a la imposicin de sanciones
Es importante que se genere sistemticamente una mayor comunicacin interins-
titucional e interdisciplinaria, lo cual sin salirse del marco del SRPA y sin usurpar las
funciones del juez permitira mayor uniformidad en el proceso sancionatorio.
Tabla n4. Principales falencias observadas en el marco del desarrollo del
SRPA a marzo 2010 (*) con relacin
Distritos judiciales Ejecucin de las sanciones (*)
San Gil
No existe programa de privacin de la libertad, lo que conlleva
a la remisin de los jvenes al distrito judicial ms cercano
(Bucaramanga)con las falencias que ya se mencionaron. No existe
institucin para el cumplimiento de las sanciones con excepcin de la
amonestacin (IEMP).
Bucaramanga
Programa de privacin de la libertad con mltiples dificultades
y quejas. La misma organizacin que maneja el internamiento
preventivo, el cual funciona bajo condiciones no ptimas, asume el
cumplimiento de libertad vigilada. No se tena contratacin para la
prestacin de servicios a la comunidad. Se daba cumplimiento a la
sancin de amonestacin y al internamiento semicerrado y cerrado.
Ccuta
Programa de privacin de libertad en reestructuracin que tambin
cubre libertad vigilada. El diseo para la funcin que desempea
no es ptimo, pero en proceso de mejora, la amonestacin est
operando en Ccuta y Pamplona.
pantalones cortos y mochi las rotas : 43
Tabla n4. Principales falencias observadas en el marco del desarrollo del
SRPA a marzo 2010 (*) con relacin
Distritos judiciales Ejecucin de las sanciones (*)
Montera
Programa de privacin de la libertad inoperante, con muchas
falencias dejadas por el operador anterior (Nios de Papel)
(personal no idneo para la atencin de jvenes, deudas y daos en
las instalaciones, etc.). Se ejecutaban en este distrito las sanciones
de internamiento preventivo, en un convenio interadministrativo
entre el ICBF y la ONG. Esta ltima asuma en otra sede el
programa de prestacin de servicios a la comunidad y programas
de medio semicerrado. Tambin existe otra ONG contratada para
el cumplimiento de la sancin de libertad vigilada. La sancin de
amonestacin es operativa, aunque la mayora de los operadores
confundan inicialmente el concepto de la actual amonestacin con
la versin anterior (Cdigo del Menor).
Sincelejo
Actualmente se encuentra en funcionamiento el centro de
internamiento preventivo a cargo de la misma ONG que lidera el
programa de libertad vigilada. Dicho centro est en proceso de
adecuacin al igual que el PAI
40
. Proyectan contratacin para el
manejo de la sancin de prestacin de servicios a la comunidad.
Durante la visita se desconoca la ruta para el cumplimiento de la
sancin de amonestacin.
Valledupar
Desde hace varios aos funciona en este distrito el centro donde
son atendidos los jvenes bajo internamiento preventivo. All se
ejecutan las sanciones de libertad vigilada y medio semicerrado
41
.
En el momento de la evaluacin, se desconoca la ruta para el
cumplimiento de la sancin de amonestacin.
Popayn
Existe una institucin que ejecuta los programas de libertad
vigilada, internamiento preventivo, privacin de la libertad y medio
semicerrado (en sus dos modalidades). No se tiene registro de
institucin alguna que lidere el programa de prestacin de servicios a
la comunidad. La sancin de amonestacin se est ejecutando.
Leticia (Distrito Judicial
de Cundinamarca)
Carece del programa de privacin de la libertad (en proyecto),
cuenta con un centro transitorio en condiciones regulares y la misma
institucin atiende libertad vigilada y servicio a la comunidad en una
sede recientemente estrenada que se encuentra ubicada en un barrio
marginal. La amonestacin es operativa.
40 Plan de Atencin Integral que se aplica a los jvenes
41 El medio semicerrado comprende las modalidades de externado, semicerrado y de inter
nado abierto
44 : jvenes, poltica pblica y sistema de responsabilidad penal
Tabla n4. Principales falencias observadas en el marco del desarrollo del
SRPA a marzo 2010 (*) con relacin
Distritos judiciales Ejecucin de las sanciones (*)
Neiva
Programa de privacin de libertad, libertad vigilada, semicerrado
e internamiento preventivo en reestructuracin. La ejecucin de la
sancin de prestacin de servicio a la comunidad est a la fecha por
asignarse. Los programas de Hogares clave de privacin de la libertad
y de proteccin para jvenes de 12 a 14 aos contraventores de la ley
penal, no son ptimos.
Santa Rosa de Viterbo No tiene programas propios; todo lo remiten a Tunja.
Tunja
Programa de privacin de libertad en reestructuracin, con cambio
de administracin por mal funcionamiento. Atiende jvenes
masculinos y femeninos sin una real divisin entre ambos.
Comentarios
Aunque es cierto que en ocasiones las dificultades se reducen a una insuficiente asignacin de
recursos por parte de las instituciones nacionales y territoriales para implementar y atender
el SRPA, tambin es visible la falta de compromiso de ciertas dependencias, de voluntad y de
orientacin para ajustarse a un nuevo esquema.
(*) Se destaca que el seguimiento a la sancin de reglas de conductas no se estaba ejecutando en ninguno de
los distritos judiciales visitados,
40
bien sea por la carencia de personal idneo para tal fin, la ausencia de
voluntad o por falta de tiempo dentro de la multiplicidad de funciones de los operadores.
41
Un reflejo parcial de la idoneidad de los programas existentes descansa en
sus logros, variable que comprende, entre otros, la capacidad de enganchar al jo-
ven con propuestas flexibles. La amplia variacin de los datos suministrados por
los respectivos CESPA
42
, indica un sistema de informacin insuficiente debido a
su nivel de confiabilidad, poca oferta institucional en algunos casos y desigual-
dad en la calidad de los programas ejecutores de las sanciones.
42 Centro de Servicios para Adolescentes.
pantalones cortos y mochi las rotas : 45
Grfica n4. Porcentaje de jvenes evadidos de los programas
43
responsables de
ejecutar las sanciones, del 1 de junio a 31 de octubre de 2009
(*) Los distritos judiciales de Tunja, San Gil, Bucaramanga, Buga, Valledupar e Ibagu no reportaron
evasiones.
Comentario
La informacin registrada en el anterior diagrama (evasiones) se encuentra por de-
bajo de los datos obtenidos en evaluaciones puntuales en cada una de las sanciones;
esta depende del tipo de registro que cada institucin desarrolla; en ciertos casos, el
tiempo de espera para que un joven asista a la sancin que le fue impuesta, puede in-
crementarse o reducirse antes de reportarse, de ah uno de los motivos responsables
de la variabilidad en los registros.
Otras fallas
Una de las falencias encontradas en el 35% de los centros judiciales de las
cabeceras de los distritos judiciales radica en las psimas condiciones de las sa-
las de audiencias disponibles Como lo puede ver, atendemos las audiencias
en esta sala que prcticamente es la misma que la sala de espera del pblico; no
hay puerta y todo el mundo puede escuchar lo que est pasando (coordinador
CESPA)
En varios distritos, el argumento ms comn que se recoge se relaciona
con que estn terminando la construccin de la nueva sede, en ocasiones a un
43 Incluye las distintas sanciones que el cdigo estipula, sean o no de privacin de libertad.
1,48%
12,50%
35,50%
5,04%
5,07%
13,56%
0,92%
1,24%
4,55%
12,37%
34,56%
M
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A
46 : jvenes, poltica pblica y sistema de responsabilidad penal
ao de iniciado el sistema en ese sector. Ello nuevamente refleja la falta de una
mayor planificacin y de proyeccin de la administracin de justicia, donde las
implicaciones siempre se minimizan.
Tabla n5. Percepciones generales de los actores frente al nuevo sistema y
frente a algunas deficiencias
tem % Comentarios
Deficiencias (Salas de
audiencias - ausencia de
medios logsticos)
45.52
Hemos tenido que acomodar mi oficina que
es pequea; el juez de conocimiento presta un micr-
fono que tiene y lo rotamos para ir hablando y gra-
bando las audiencias y las registramos en mi com-
putador porque no hay CESPA. La carencia de un
Centro de Servicios ha obligado a algunos actores
a darle uso multifuncional a las oficinas.
Otros funcionarios recurren a rifas para
la compra de cmaras fotogrficas, huelleros, foto-
copias, etc. que garanticen el cumplimiento de su
labor. Otros, en ausencia de un transporte oficial
para sus desplazamientos, pueden llegar a poner su
vida en riesgo ... Casi matan a mi hermano porque
pensaron que era yo; l usa mi moto de vez en cuan-
do y en ella trabajo (funcionario de la Dijn con
funcin de polica judicial en el SRPA).
En casos como el de Ccuta los miembros del equipo psicosocial asigna-
dos al SRPA tienen que entrevistar a los jvenes en el momento de evaluarlos en
el corredor donde se movilizan el pblico y el personal Ocupamos un espacio
2.5 m por 2.5 m con un solo computador para la elaboracin de los informes nueve
funcionarios. Cmo puede uno trabajar en estas condiciones? (defensor de fami-
lia).
La labor desarrollada bajo estos parmetros facilita prdidas en la calidad y
en la idoneidad de la intervencin de los adolescentes y adicionalmente al irres-
peto manifiesto para con los profesionales encargados y los adolescentes.
Nota
Montera, Leticia y Valledupar, no gozan de salas de audiencias que cumplan con el
requisito de privacidad para los jvenes y/o de la indumentaria necesaria para el desa-
rrollo de las diligencias.
As mismo, la polica de adolescencia, en un 65% de los casos, no cuenta
con los recursos humanos y logsticos para desarrollar a cabalidad sus funcio-
nes: insuficiente polica judicial y vehculos para traslado de los jvenes, El
pantalones cortos y mochi las rotas : 47
polica se tiene que movilizar en transporte pblico o que haya sido suministrado
por el ICBF; el uniformado va en el planchn descapotado de atrs sin ninguna
seguridad; siempre va con un defensor de familia, pero ello no es garanta de nada
por cuanto si algo ocurre resulta culpa del polica (comandante infancia y adoles-
cencia).
Quines son los operadores del sistema? Formacin y
conocimiento de los operadores
Un primer paso en el conocimiento del SRPA, no se inicia obligatoriamen-
te de manera restringida con un anlisis de la idoneidad de los planteamientos
del mismo, ni profundizando en la naturaleza de los jvenes infractores, ni en
el porqu de su actuar, sino determinando quines son los que tienen la funcin
de ejecutar dicha propuesta. De su experticia, habilidad y experiencia pueden
depender la pertinencia en el manejo de un proceso judicial, teraputico o ad-
ministrativo.
Contrariamente a lo que ingenuamente se podra pensar, es reducida la
proporcin de funcionarios del nivel judicial que se encuentran en el sistema pe-
nal de adolescentes y que anteriormente laboraban en el marco del Cdigo del
Menor. Es de considerar que aparecieron, entre otros aspectos, nuevos cargos en
los cuales nadie haba laborado a la fecha en esta jurisdiccin en el pas.
Nota sobre la idoneidad del personal engargado del SRPA
Entre el 12% y el 25% de los funcionarios judiciales que laboran en la actualidad
en el marco del sistema de responsabilidad penal juvenil, se desempearon bajo el De-
creto Ley 2737/1989. El 60% de los profesionales que trabajan en las organizaciones
no gubernamentales contratadas por el ICBF para ejecutar las sanciones, tambin lo
hicieron. Esta movilidad se convierte en debilidad en la medida en que no va siste-
mticamente acompaada de una formacin slida. Es de tener en cuenta que a la
sobreoferta de personal en ciertos sectores (Medelln, Cali, Bogot, etc.), se opone a
su carencia del mismo en otros (Montera, Valledupar, etc.). En otras palabras, no se
goza de una reparticin homognea en experiencia y conocimiento de quienes tie-
nen a su cargo la atencin del SRPA. Hay desconocimiento de los procesos y procedi-
mientos del SRPA por parte de mltiples entidades de orden nacional, departamental
y municipal.
Ingresaron en este proceso los fiscales antes inexistentes, un mayor nme-
ro de jueces (al crearse la doble figura de juez con funcin de garanta y juez con
funcin de conocimiento), se increment la cifra de psiclogos, trabajadores so-
ciales y nutricionistas al aumentarse el nmero de equipos psicosociales de apo-
48 : jvenes, poltica pblica y sistema de responsabilidad penal
yo a los defensores de familia (se doblan al haber uno para garanta y otro para
conocimiento idealmente)
44
.
Nota sobre la carencia de personal en algunos casos
El 16.91% de los funcionarios hace referencia a la falta de personal (defensores,
trabajadores sociales, psiclogos y/o nutricionistas), se presentn inconvenientes
como la necesidad de aplazar audiencias porque la defensora de familia est atendien-
do otros casos (fiscal). En algunos casos se observa aplazamiento de audiencias hasta
por seis (6) meses.
En ese punto es determinante examinar si la correlacin entre volumen de
trabajo y nmero de funcionarios es coincidente a lo largo del territorio. La di-
nmica diaria demuestra que la variabilidad de casos atendidos por profesional
(como una forma de medir la carga laboral), tiene un amplio rango de fluctua-
cin. Producto de una combinacin de varios de los aspectos discutidos, se pre-
senta una amplia variacin de los factores en juego en donde, segn el distrito
judicial, las obligaciones pueden ser irrisorias, excesivas o ajustadas, segn la ca-
pacidad instalada de funcionarios.
La carga puede inclusive ser compartida en el tiempo y en el espacio con
otras que distan de la judicial Aqu hay dos defensoras de familia y las rotan
semana por semana ante mi despacho; es decir, una cubre una semana, la otra la
semana que sigue y as sucesivamente bajo el argumento de que tambin tienen
que atender lo relacionado con proteccin y dems aspectos que son responsabili-
dad de la regional (ICBF). El asunto es que es comn que el mismo caso ante mi
instancia sea abordado sucesivamente por diferentes defensores de familia (juez
de conocimiento).
Nota sobre la capacitacin a funcionarios
Entidades como la Fiscala General de la Nacin optaron por suspender durante un
tiempo la capacitacin de sus funcionarios producto de la elevada tasa de rotacin de
estos, hasta tanto se normalizara la planta. Este mismo fenmeno es relativamente co-
mn en otros sectores institucionales; reflejo de ello, es la solicitud de un coordinador
de CESPA realizada en el 2010 desde un distrito judicial de la costa atlntica al IEMP,
con el objetivo de repetir una capacitacin que esta dependencia dict a todos los pro-
fesionales del sistema en el 2009 en esta zona del pas, por cuanto la mayora de los
funcionarios del sistema fueron trasladados o declarados insubsistentes en el transcurso
de los ltimos seis meses (Coordinador CESPA).
44 En algunos distritos judiciales, el personal es insuficiente, de ah que se puede presentar que
un mismo profesional, de una o de varias reas, apoye las dos instancias.
pantalones cortos y mochi las rotas : 49
En un 25% de los casos, los equipos se encuentran incompletos Somos dos
trabajadores sociales, una psicloga y una nutricionista para los tres juzgados de
garantas y el de conocimiento; nos toca rotarnos para cubrir lo que llega (psic-
loga ICBF - SRPA).
A nivel de los CESPA es frecuente que no se cuente con un asistente social
en aras de que se realice el seguimiento a las sanciones. En el caso de los juzga-
dos de familia, al no existir la jurisdiccin especial de adolescencia, comnmen-
te no se le permite a dicho funcionario desplazarse al lugar donde se encuentran
los jvenes. En ambas situaciones hay desconocimiento frente a las funciones
que se deben desarrollar frente al sistema.
Con una proporcin del 60% de mujeres sobre hombres, ms del 60% de
los profesionales vinculados, (judiciales e institucionales), han superado la ba-
rrera de los 40 aos. Este ltimo parmetro podra conformar una ventaja al ser
su experiencia especializada sobre la temtica, aspecto que no siempre se cum-
ple. Por otra parte, un 23.5% de personas menores de 34 aos estn vinculadas
al sistema, siendo en su mayora inexpertas en el ramo () Antes de llegar aqu,
hace tres meses, trabaj con seguros durante cuatro aos y dos en la alcalda en la
parte administrativa (defensora de familia).
Grfica n 5. Percepcin de los jueces de garanta y de conocimiento sobre
nmero de audiencias realizadas contra audiencias realmente desarrolladas por
semana (perodo 1 - VI - 31/2009)
Juez de Granta Juez de Conocimiento
0,9
1,2
1,91
3,25
Percepcin Real
50 : jvenes, poltica pblica y sistema de responsabilidad penal
La estructura profesional y la ruta de atencin a los adolescentes captura-
dos y judicializados estn claramente definidas en la ley; sin embargo, si consi-
deramos que ms del 65% de los profesionales vinculados son abogados, ello po-
dra hacernos pensar que la orientacin que se le da a las actuaciones del joven
tiene una mayor connotacin legal que psicosocial, lo cual no siempre resulta
cierto.
En el caso de los jueces, ellos deciden sobre el futuro inmediato del ado-
lescente; algunos toman muy en cuenta las recomendaciones de los equipos psico-
sociales, y otros claramente prefieren seguir su libre albedro (fiscal SRPJ) El
hecho es que a la hora de recibir un informe de las instituciones responsables de
ejecutar las sanciones, para la mayora lo importante es el cumplimiento, hasta
ah; pocos se preguntan sobre el alcance real de la sancin, sobre la utilidad que ha
tenido en el adolescente y lo que va a pasar con l posteriormente (trabajo social
equipo de conocimiento del ICBF).
Vista desde este punto de vista, la capacitacin debe considerarse como
un tema central. Preocupan las amplias deficiencias que se encuentran en esta
materia, donde la Polica Nacional, sin desconocer los vacos existentes, es la
institucin que sale mejor librada y la Defensora Pblica la que ms vacos de-
mostr tener.
Grfica n6. Grupos de edades y sexo de las personas encargadas de ejecutar el SRPA
21,1% 21%
8%
25,2%
58,6%
9,9%
6,3%
49,3%
0%
10%
20%
30%
40%
50%
60%
70%
Entre 18 y 34
aos
Entre 35 y 49
aos
Entre 50 y 64
aos
Sin
informacin
Mascul ino
Femenino
pantalones cortos y mochi las rotas : 51
En el primer caso, en consideracin a la funcin que cumple en el sistema,
uno de los aspectos que se estim oportuno evaluar fue la formacin en polica
judicial y especficamente en tcnicas de abordaje de adolescentes En la uni-
dad somos dos que recibimos el curso de SATAC
45
, entonces en los casos compli-
cados somos nosotros los que nos encargamos de atender los casos. Tambin se ha
hecho una labor de difusin y del material que nos han dado para todos los com-
paeros (intendente polica de infancia y adolescencia).
En el segundo caso, la amplia capacitacin que recibieron los defensores
pblicos en el marco del sistema penal acusatorio (Ley 906/04), no ha tenido
su equivalente en la jurisdiccin de adolescentes. Si bien se cuenta con valiosos
profesionales, el pretender asimilar la jurisdiccin de mayores a la de los jve-
nes, ha conllevado a situaciones inesperadas que afectan el desarrollo del siste-
ma Tengo en media hora mi primera audiencia en el sistema juvenil (). No,
no he recibido capacitacin sobre el SRPA especficamente, pero eso es lo mismo
que el sistema acusatorio (defensor pblico).
Nota sobre la defensora pblica
Hay insuficientes recursos humanos a nivel nacional y territorial para operar el
SRPA en materia de defensores pblicos. La Defensora del Pueblo realiz una peti-
cin en ese sentido en aras de incrementar su nmero.
Del mismo modo, se observa cmo hay un elevado nmero de defensores
que equiparan el manejo que se le da a la sancin en el sistema ordinario con el
que le corresponde al cdigo de infancia Al muchacho, le dieron 12 meses de
privacin de la libertad por el delito que cometi; ya cumpli ocho meses y es tiem-
po que le den su libertad (defensora pblica). La duracin y la naturaleza de la
sancin deben siempre estar asociados a las necesidades del adolescente.
Una proporcin de estos profesionales bajo la consideracin de que la li-
bertad es el derecho ms preciado, procurn que la sancin de su defendido
no sea la retencin o que esta sea de reducida duracin. Si bien es cierto que el
SRPA no propugna por un derecho de enemigos y por ende la dinmica de im-
45 El Programa Internacional de Asistencia para Capacitacin en Investigacin Crimi-
nal del Ministerio de Justicia de los Estados Unidos, dicta capacitaciones sobre el Protoco-
lo SATAC, una metodologa de entrevista a los nios que han sufrido por causa del abuso
sexual.
52 : jvenes, poltica pblica y sistema de responsabilidad penal
posicin de sanciones ha de ser distinta que en el marco del Sistema Penal Acu-
satorio, ello no significa que no haya lugar a castigos rigurosos.
Pedro en razn a que su madre se march dos aos atrs con su nuevo
compaero fuera del pas en busca de mejor suerte, se qued con sus dos her-
manos menores y con sus tos maternos en Cali. Con su padre poco habla y
la verdad no le interesa. Gracias a un relativo xito en su nueva vida, la madre
mand por sus tres hijos.
En el momento de embarcarse en el Aeropuerto El Dorado en el Distrito
Capital, atraparon a Pedro con cinco kilogramos de cocana pura. Una vez ju-
dicializado, se le impuso la medida de privacin de la libertad por un ao; a los
seis meses, a peticin del defensor pblico, el juez modific la sancin inicial
por la amonestacin bajo el argumento de que era ms provechoso para el joven
estar con su madre, teniendo en cuenta que los acontecimientos haban sucedido
lejos de ella (defensora pblica).
Pedro es un adolescente de 16 aos que pocas veces cumple con los lmites
bsicos de la convivencia, salvo cuando estn de acuerdo con su conveniencia.
Por dems, se prostituye con mujeres cuando la plata no alcanza para darme
mis gustos, situacin que ni los equipos de Bienestar Familiar ni los de la insti-
tucin donde estuvo internado haban tenido conocimiento.
De esta manera, la experiencia certificada no siempre coincide con los
fines y necesidades del sistema Tengo una amplia experiencia (). He tra-
bajado cinco aos con una ONG que se dedica a las vctimas del desplazamien-
to forzoso y a las mujeres maltratadas (defensora pblica)... Ello sin desconocer
los muchos defensores con preparacin y experiencia idnea. No obstante, es de
anotar que los casos negativos suelen ser los ms difundidos, contra el censo de
sus opuestos.
pantalones cortos y mochi las rotas : 53
Tabla n6. Percepcin general de los actores frente al sistema con respecto a la
dualidad fiscal defensor pblico
tem % Comentario
Diferencias
entre fiscales
y defensores
pblicos.
8.09
Las contiendas que se dan entre estos dos actores son el
resultado de un producto por fuera de una justicia que
propende por el inters superior del joven, pero que se
evidencia en la puesta en escena de los intereses de la defensa
y de la parte que acusa (cmo se concibe a la fiscala por parte
de algunos jvenes).
En ese distrito, la gran falencia del sistema radica en el no
acuerdo de las partes para brindar un beneficio a favor de los
jvenes (fiscal).
Grfica n7. Profesiones y gnero de las personas encargadas de ejecutar el
SRPA
70,4%
2,8%
7,0%
14,1%
4,2%
0,0%
0,0%
39,0%
59,5%
17,1%
12,6%
1,8%
2,7%
1,8%
1,8%
61,0%
0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70%
Abogado (a)
Trabajador (a) social
Psicl ogo (a)
Pol ica
Pedagogo (a)
Nutricionista
Desarrol l o famil iar
Total
Mascul i no Femeni no
54 : jvenes, poltica pblica y sistema de responsabilidad penal
Grfica n8. Promedio de capacitaciones recibidas por actores segn entidad de
las personas encargadas de ejecutar el SRPA
Grfica n9. Naturaleza de la capacitacin recibida por los profesionales
vinculados al SRPA
0
25
50
75
100
Fiscala Juzgado Equipo
sicosocial
del ICBF
Defensora
Familia
Defensora
Pueblo
Equipo
sicosocial
de ONG
CESPA Polica
Infancia
Ninguna
Conferencias
Seminarios
Cursos
Dipl omados
Cursos
especializados
1,7
0,9
0,9
0,7
0,6
0,5
0,1
0
0,0 0,2 0,4 0,6 0,8 1,0 1,2 1,4 1,6 1,8
Tipo sicosocial de ONG
Pol ica Infancia
Fiscal ia
Defensora Famil ia
Juzgado
Ti po si cosoci al del ICBF
Defensora Puebl o
CESPA
pantalones cortos y mochi las rotas : 55
Tabla n7. Escala empleada en las categoras de tiempo correspondiente a las
capacitaciones recibidas por los profesionales relacionados con el SRPA
tems Calificacin
Ninguna Ninguna capacitacin
Conferencias Conferencias (<8 horas)
Seminarios Seminarios (entre 8 y 48 horas)
Cursos Cursos (entre 49 y 100 horas)
Diplomados Diplomados (entre 100 y 129) horas
Cursos especializados Cursos especializados (ms de 130 horas)
Nota aclaratoria sobre evolucin de capacitaciones
De acuerdo con las distinciones establecidas en la naturaleza de la formacin reci-
bidas por los profesionales encargados en la tabla n7, se establece el nmero de capa-
citaciones por distrito.
Tabla n8. Comentarios sobre el nivel de capacitacin de los funcionarios con
relacin al SRPA a marzo 2010 (*)
Distritos judiciales Nivel de formacin frente al sistema de los operadores
San Gil
Tan solo el 15% de las instituciones y el 10% de los funcionarios haban
recibido a la fecha del seguimiento capacitacin con respecto al SRPA.
Bucaramanga
El 50% de las instituciones y el 35% de los funcionarios haban recibido
capacitacin.
Ccuta
El 50% de las instituciones y el 45% de los funcionarios haban recibido
capacitacin, no obstante en el marco judicial existe compromiso y
colaboracin entre los distintos sectores. En cambio, quienes requieren
fortalecimiento urgente son los profesionales responsables de la
ejecucin de las sanciones.
Montera
Requiere fortalecimiento. Las instituciones que estn contratadas para
ejecutar las sanciones mostraron fuertes vacos frente al SRPA. Con
relacin a los funcionarios judiciales, el 40% haban recibido algn tipo
de formacin, otros pocos traen la experiencia adquirida en el Cdigo
del Menor.
Sincelejo
El 40% de las instituciones y el 30% de los funcionarios haban recibido
capacitacin. Los profesionales que ejecutan las medidas necesitan un
complemento de formacin. .
56 : jvenes, poltica pblica y sistema de responsabilidad penal
Tabla n8. Comentarios sobre el nivel de capacitacin de los funcionarios con
relacin al SRPA a marzo 2010 (*)
Distritos judiciales Nivel de formacin frente al sistema de los operadores
Valledupar
Distrito que mostr las mayores deficiencias. El 90% de las instituciones
y el 90% de los funcionarios no recibieron capacitacin con relacin al
cdigo de infancia y de adolescencia.
Popayn
El 50% de las instituciones han recibido capacitacin, entre tanto que el
35% de los actores manifiestan haber recibido formacin en el SRPA.
Leticia (Cund.)
A la fecha de la visita el 10% de los actores haba recibido formacin en
SRPA. Mientras que entre los funcionarios se contaba aproximadamente
el 20% con algn tipo de formacin en SRPA.
Neiva
El 30% de los funcionarios recibieron capacitacin sobre SRPA, entre
tanto que a nivel institucional se cuenta con aproximadamente el 20%
de formacin relacionada con el tema.
Santa Rosa de Viterbo
Solo se pudo estipular que un 20% de los actores entrevistados tenan
formacin en ley de infancia y adolescencia. A nivel institucional se
encontr constancia de un 15% de capacitaciones ante el tema.
Tunja
Es uno de los distritos que cuenta con mayor nmero de personal
formado en SRPA, esto es el 80% aproximadamente. En similar
proporcin se encuentran sus instituciones con un 70%.
(*) Es de anotar que para todos los profesionales, el haber recibido capacitacin no es obligatoriamente
sinnimo de operatividad y de idoneidad en el actuar judicial.
Grfica n10. Promedio de capacitaciones recibidas por distrito en el marco del
SRPA
0,9
0,8
0,8
0,2
0,5
0,8
0,4
1,1
0,8
0,5
0,6
0,7
0,0 0,2 0,4 0,6 0,8 1,0 1,2
Tunja
Santa Rosa
Popayn
Val l edupar
Montera
Neiva
Ccuta
Bucaramanga
San Gil
Sincel ejo
Leticia
Total
pantalones cortos y mochi las rotas : 57
Algunos aspectos sobre la evaluacin y la atencin de los
jvenes judicializados
Los equipos del Bienestar Familiar evalan en dos oportunidades a los j-
venes que les son remitidos ante el SRPA, una vez ante los jueces de garanta y
otra en la jurisdiccin de los jueces de conocimiento del SRPA. Ello conforma
un requisito de ley que no tiene discusin. La inquietud realmente surge con re-
lacin a cmo se llevan a cabo estas evaluaciones.
Estas son determinantes en la medida en que los conceptos o peritajes del
ICBF suelen ser ampliamente tenidos en cuenta por los intervinientes en el mo-
mento de tomar o de sugerir una decisin, ms an si consideramos que la reali-
dad judicial apunta a que este suele ser, en la mayora de los casos, el nico exis-
tente. No obstante a la hora de desarrollar esta importante actividad, no siempre
hay claridad por parte de sus actores
46
.
En ausencia de una instrumentalizacin uniforme en el proceso de evalua-
cin del adolescente por parte de las distintas disciplinas, tan solo el 17.86% dice
seguir los lineamientos del ICBF; el 32.14% realiza una evaluacin psicosocial
cuyo desarrollo puede comprender distintos aspectos evaluados segn el o los
profesionales encargados, aunque en ese caso siempre se contemplan distintas-
variables, lo cual debe considerarse como positivo en la medida que aporta ms
elementos al anlisis.
Preocupante es encontrar una alta proporcin de estos funcionarios (50%)
que an no han asistido a ninguna audiencia donde hayan sustentado debida-
mente conceptos periciales, pues se considera que lo que debe hacerse es emitir
un informe para el defensor de familia, quien lo lee en la audiencia
47
.
46 Recordemos que en esa etapa, pese a la importancia de los aportes del defensor de familia,
este no es sujeto procesal. El artculo 163 de la Ley 1098/06 estipula que forma parte del
SRPA: 8. Las Defensoras de Familia del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, y las
Comisaras de Familia, o los Inspectores de Polica, cuando deban tomar las medidas para la
verificacin de la garanta de derechos, y las medidas para su restablecimiento.
47 Los funcionarios del ICBF del rea social carecen de instrumentos para las mediciones que
su oficio les exige; aquellos profesionales que los emplean, los suelen hacer por iniciativa
propia.
58 : jvenes, poltica pblica y sistema de responsabilidad penal
Tabla n9 Percepciones generales de los actores frente al Sistema
tem % Comentarios
Diferencias en la
forma de hacer los
seguimientos
7.35
Sobresale la necesidad de unificar criterios, no solo de
los informes que emiten los profesionales adscritos a
equipos psicosociales de defensora de familia, sino de las
instituciones donde son atendidos los jvenes. ...Cundo se
llega a la audiencia de garanta qu debe decir el informe?.
Otro de los comentarios escuchados es cada juez pide
que se redacte el informe de manera diferente, lo que es
coherente, pues cada joven maneja diversas problemticas.
En los dems casos (32.14%), los integrantes de los equipos psicosociales
centran su atencin en una variable especfica en el momento de realizar su eva-
luacin. Ello en s no conforma obligatoriamente un elemento negativo, no obs-
tante refleja la ausencia de homogeneidad en la ruta, sin que ello tenga que afec-
tar el criterio de cada profesional. Lo ms preocupante lo conforma el 14.28%
(10.71 + 3.5%) que no tiene claridad en cmo desarrollar su oficio desde ningu-
na perspectiva.
Tabla n10. Aspectos predominantes considerados en la evaluacin inicial de
los jvenes por parte del equipo psicosocial (ICBF Defensoras de familia)
tems %
Lineamientos ICBF 17.86
Evaluacin psicosocial (impulsividad, agresividad) 32.14
Evaluacin de ausencia o presencia en consumo de SPA
48
14.29
Anlisis de la tipologa de familia 10.71
Medicin de dinmica familiar 7.14
NS/NR 10.71
No tiene parmetros claros de como se debe hacer la evaluacin inicial 3.57
Total 96.43 (*)
(*) Se contabiliz aparte el SATAC empleado por la Polica Nacional (3.57%), cuya finalidad es principalmente
el abordaje inicial del joven en el momento de la captura sin que haya necesidad de un profesional de las
ciencias de la salud o de las ciencias humanas.
Ratificando lo observado directamente con los jvenes y reforzando la
labor de caracterizacin desarrollada (lvarez-Correa M. et. l., 2007, 2008,
2009), de mayor a menor las dificultades en las familias de los adolescentes
(70%)el consumo de SPA (68%), y la desercin escolar (50%) como una difi-
pantalones cortos y mochi las rotas : 59
cultad anexa, conforman los ms grandes problemas a vencer en el proceso de
restablecimiento de los derechos.
48
Grfica n11. Problemticas sociales que afectan a los jvenes en el municipio
Con relacin al primer tem es de notar que en el 45.45% de los distritos
visitados no existe ningn tipo de programas de intervencin en contra de la
drogadiccin y en un tercio donde los hay se limita a las cabeceras municipales,
sin que en ningn momento se haya evaluado su idoneidad.
Considerando que este ltimo aspecto no ha tenido la visibilidad que se
merece, se observa cmo al menos el 50% de estos programas ven perpetrada su
contratacin sin que medie una evaluacin seria, sistemtica y sostenida ()
Yo sanciono los jvenes procurando conjugar las necesidades del joven, los prin-
cipios constitucionales y del Cdigo de Infancia, con los medios que tengo a mi
alcance. No tiene sentido que enve a ocho horas de carreteras a los jvenes que
tienen adiccin a las sustancias psicoactivas en aras de que sean atendidos por un
programa especialmente diseado a ese efecto, por cuanto ello implicara mandar
la casi totalidad de ellos. Debera haber un programa local (juez de conocimien-
to).
Frente al segundo tpico es indudable que se han hecho esfuerzos, no obs-
tante la diversidad de los proyectos del ICBF y de los gobiernos locales (que no
viene a lugar relacionar aqu por no ser este nuestro propsito), la complejidad
es tal que ms que intervenciones puntuales se necesita impulsar cambios en la
48 Sustancias psicoactivas
87,8%
57,0%
68,6%
23,8%
1,7%
47,7%
15,1%
32,6%
0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% 100%
Consumo de drogas
Desercin escol ar
Famil ia desestructurada
Pandil l ismo
Discriminacin
Pobreza
Consumo de al cohol
Otra
60 : jvenes, poltica pblica y sistema de responsabilidad penal
cultura institucional y comunitaria en aras de contextualizar, desde el mbito
nacional, cules son los retos a superar. Entre ellos son de anotar, el flexibilizar y
extender el concepto de familia a diversas expresiones de la misma y no nica-
mente afianzarse en el modelo de la familia nuclear.
El punto tercero nos dice que los adolescentes no quieren o no pueden es-
tudiar. En el primer caso, no se les puede obligar Mi viejo a m no me gustan
los libros, me gusta la plata, me gusta trabajar (joven infractor), as que es im-
portante procurar hallar alternativas en ese sentido. De presentarse la segunda
opcin, no se debe tan solo pensar como alternativa en reforzar el sistema de
educacin bsico; los motivos por los cuales muchos no acuden a las aulas son
mltiples (recursos econmicos, ausencia de alternativa, deseo de estudios tc-
nicos, etc.), de ah la necesidad de pensar en diferentes direcciones de manera
simultnea. Hoy da el diseo de la educacin no puede reducirse al cumpli-
miento de los niveles primarios y secundarios.
Entonces, Dnde estamos?
Desde una perspectiva global, solemos ser amante de las posiciones extre-
mistas, eso es el sistema funciona o el sistema no funciona, es un buen cam-
bio o es un desastre. Una cosa son las propuestas tericas con respecto a dife-
rentes acercamientos de una determinada problemtica, y otra los alcances rea-
les de su ejecucin.
En el futuro, es de esperar que mejorarn los niveles de conocimiento de
los operadores, que habr una mayor uniformidad de conceptos en el marco del
actuar judicial, instalaciones idneas para todas las sedes del sistema y que la
inversin en recursos ser ms ajustada a las necesidades tcnicas (mayor dinero
para el pago de un mayor nmero de defensores pblicos, de defensores de fa-
milia, etc.).
No obstante, ello no nos garantiza que el funcionamiento del SRPA ser
realmente ptimo si no consideramos los alcances de este frente a las necesida-
des de los adolescentes. Podemos llegar a cumplir mecnicamente con los es-
tndares de la propuesta, pero ello no nos asegura en parte de xito. La reso-
cializacin, la restitucin de derechos se quedarn como letra muerta si no se
genera una real poltica de prevencin del delito, de proteccin de los nios y
jvenes y de educacin integral desde la base.
pantalones cortos y mochi las rotas : 61
Los pantalones cortos (los adolescentes) necesitan apoyos con mayor sus-
tento, aspectos mejor y ms relacionados, ms estructurados con su realidad y
sus necesidades, so pena de convertirse en mochilas rotas
: 63
Adolescentes y familias en el SRPA:
entre la percepcin de los operadores
y la realidad

Resumen: La situacin de los jvenes vinculados al SRPA y sus familias, es
uno de los tpicos que se abordan en el presente aparte, a la luz de la mira-
da de quienes siendo operadores intentan dar respuestas a las problemticas
con que llegan a los estrados judiciales y programas de atencin, desde lo que
conciben o alcanzan a reconocer de estos. No as se alcanza a ver la realidad
a la hora de efectuar dichas intervenciones y medir el impacto que tienen en
aspectos como la participacin de los jvenes y sus familias en la audiencias,
as como la percepcin que estas tienen de cada uno de los operadores, entre
otras tantas cosas.
Han transcurrido ms de tres aos desde el inicio del SRPA. Entre quienes
fungen como operadores dentro del mismo se escuchan comentarios que giran
alrededor de temas tales como falta de capacitacin, ausencia de recursos, poca
colaboracin entre operadores, etc.
Otros al referirse a la ley consideran aspectos que, al momento de tomar la
decisin que les es asignada por competencia
49
, dan cuenta de quin es el ado-
lescente que se halla en el estrado y su familia. Lo anterior tiene como propsito
construir un tejido social que garantice el bienestar y la no reincidencia del jo-
ven en delitos.
La importancia de los adolescentes dentro del sistema (por momentos in-
visibilizados), dada la necesidad apremiante de los procesos, se ve reflejada en
las decisiones que frente a ellos se toman Cuando se impone una sancin ac
nos hemos percatado que muchos de los jvenes no se hacen presentes, () a veces
la familia no los deja venir por miedo a que se queden encerrados o no les infor-
49 El defensor de familia debe velar por el restablecimiento de los derechos del adolescente; el
defensor pblico ejercer la defensa etc.
64 : jvenes, poltica pblica y sistema de responsabilidad penal
man, a pesar de que en audiencia trato de darles de una vez la prxima fecha para
audiencia o dan direcciones falsas y por eso no les podemos notificar () (juez
de conocimiento para adolescentes) (45.5% de ausencia de adolescentes en au-
diencias).
En la prctica, las condiciones bajo las cuales deben responder el Estado,
la sociedad y la familia, traspasa el debate sobre las Necesidades Bsicas Insatis-
fechas (NBI), modelos de intervencin, garanta de derechos, responsabilidad o
inimputabilidad, entre otros debates. Respondiendo a preguntas tales como Lo
hizo por necesidad o por costumbre?, srvase decir a este despacho si su familia vive
con usted, vive usted con pap y mam Las inquietudes pueden tambin resul-
tar ms complejas, considerando el bajo nivel de educacin de estos adolescen-
tes con respecto al promedio esperado (Hall, 2004; lvarez-Correa et l., 2007,
2008) en jvenes que tuvieron otras dinmicas de vida.
Nota sobre participacin de jvenes en las audiencias
Un registro del nmero de jvenes presente en las audiencias a la hora de impo-
ner una sancin permite caer en cuenta de la poca importancia que estos prestan a
las mismas. Para 2007 el promedio era del 62.16% (lvarez-Correa et l., 2008), en
el 2009, de acuerdo con la percepcin de los operadores, esta proporcin baj en un
16.6%, aunque el dato real gira alrededor de un 35%, aclarando que ello an no con-
forma un consolidado a nivel nacional.
As, el alcance y la trascendencia de la ley para los jvenes se ve limitado
en algunos casos a las explicaciones que pueden dar quienes estn inmiscuidos
en el sistema (equipos psicosociales, defensores de familia, jueces, etc.), pero
qu sucede cuando las percepciones no dan cuenta de la realidad? Con lo que
cualquier tipo de accin que se desarrolle a favor de los adolescentes deber te-
ner en cuenta cul es su inters superior.
El uso del lenguaje para referirse a las condiciones bajo las cuales los jve-
nes son judicializados, usando palabras como pena y castigo al momento de
explicar la naturaleza de las sanciones, es uno de los temas que se deben abordar,
a fin de dar claridad en cuanto a su contextualizacin. Ello moviliza discusiones
que poco o nada tienen que ver con la esencia de la ley que no es otro que el in-
ters superior del joven. Cul es ese? Les hemos preguntado a los jvenes cu-
les son sus intereses desde su perspectiva?
pantalones cortos y mochi las rotas : 65
No se trata de exculpar a los adolescentes inmersos en el SRPA, sino inten-
tar entender el papel que juegan la familia, la sociedad y el Estado
50
en la respon-
sabilidad de estos, a la hora de cometer delitos.
Tabla n11. Percepcin en los distritos judiciales de la situacin acadmica de
los jvenes inmersos en el SRPA
Distritos Jvenes escolarizados Jvenes desescolarizados
Bucaramanga 26.10 64.00
Ccuta 34.55 65.45
Leticia 70.89 29.11
Montera 38.33 61.67
Neiva 19.06 80.94
Popayn 39.79 60.21
San Gil 28.45 71.55
Santa Rosa 31.25 68.75
Sincelejo 16.50 83.50
Tunja 32.14 64.29
Valledupar 17.86 82.14
Total general 31.71 67.20
Las narraciones de los jvenes que ingresan al sistema dan cuenta de sus
vivencias, logrndose concluir (por parte de los adultos que intervienen), que los
aspectos no abordados
51
recaen en el Estado, al tener no slo que velar por pro-
mover la convivencia pacfica en el orden familiar y social (Ley 1098/06 Art.41
num. 5), sino tambin por asegurarse de que los jvenes que infringen la ley de-
seen tener estos derechos
52
.
Con 15 aos cumplidos y lejos del calor de su tierra natal, enviado por or-
den del juez competente a una ciudad que no conoce y donde el nico contacto
que sostiene con su familia es el telefnico Una vez a la semana, cuando la
profe nos da permiso para llamar. El recuerdo que tiene presente Mario es el de
un padre que era ratero, como yo, pero por eso no lo tenan que matar as como
50 Jueces, fiscales, defensores de familia y equipos psicosociales, defensores pblicos, etc.
51 Satisfaccin de necesidades primarias en el hogar, las disfunciones familiares, etc.
52 En algunos casos son responsabilidad de la familia, de la sociedad, etc, pero si se contempla
la normatividad, el Estado es querer asume la mayor parte de los deberes frente a los nios,
nias y adolescentes.
66 : jvenes, poltica pblica y sistema de responsabilidad penal
hicieron. Cuando cumpla con la sancin que le fue impuesta, har efectiva una
promesa que se hizo y que nada tiene que ver con las acciones que se estable-
cieron en el PLATINFA
53
S quien fue y me vengar (), mi pap era de la
pandilla de los panelas y era amigo del difunto Panela, cuenta Mario mientras
conversamos en uno de los centros especializados para adolescentes del pas.
() Mi madre est trabajando en servicios generales en la Isla. Me mand
donde mis abuelos a Cartagena pa ver si me compona, pero me junt con los pa-
nelitas porque me tengo que vengar del que mat a mi pap; () regres con ella y
segu robando y metiendo, haciendo referencia a su adiccin a la marihuana.
Uno de los aspectos discutidos en las conversaciones sobre el viejo siste-
ma tutelar (Cdigo del Menor, Decreto Ley 2737/1989) y el nuevo sistema ga-
rantista (Ley 1098/2006), debate el grado de responsabilidad del joven (Mellizo,
2009), procurando establecer quin es realmente el joven infractor y la naturale-
za de las relaciones familiares que inciden en su comportamiento.
A la luz de las leyes pasadas y rememorando viejos refranes... Todo tiempo
pasado fue mejor (); antes se tena la posibilidad de conversar con los jvenes y
las familias (), ahora eso es imposible por cuanto uno se limita a or cmo se de-
sarrolla el debate, y en esta dinmica se olvida a menudo que lo que interesa es el
joven (juez promiscuo de familia).
La participacin de los entes estatales responsables de generar alternativas
para estos adolescentes se ve limitada, en algunos casos, a la cofinanciacin de
programas, que si bien estn encaminados a la juventud, su destinacin especifi-
ca no cumple siempre con las necesidades de los adolescentes en conflicto con la
ley y de sus familias; mxime si se tiene en cuenta que tan solo en el 27.27% de
los distritos judiciales se realiz algn tipo de inversin directa para la atencin
de los jvenes infractores Aqu no hay instituciones para atender jvenes con
esas problemticas Los jvenes que son judicializados toca mandarlos a otro
lado () (juez con funcin de conocimiento).
El hecho de no poder contar con instituciones para el cumplimiento de las
sanciones, dificulta las acciones que pongan lmites reales o ideales, desde la mi-
rada que como lector del sistema se le quiera dar al tema, de las irregularidades
cometidas por los jvenes a nivel social y familiar.
Sincelejo es uno de los pocos casos donde la administracin municipal
est apoyando los procesos que se siguen en el SRPA, al aportar directamente
53 Plan de atencin integral individual y familiar.
pantalones cortos y mochi las rotas : 67
una casa para la atencin de jvenes que ingresan al sistema y con la claridad de
que quienes ejecutan han venido adelantando trabajo, no slo con los jvenes
sino con la comunidad (sociedad) circunvecina al sitio donde se hallan los ado-
lescentes.
() Los vecinos de ac los hemos reunido varias veces para explicarles que
los pelados no se van a escapar y que si eso sucede tenemos el respaldo de la po-
lica. Han venido varias veces a visitar el programa pero cuando lleguen jvenes
obviamente ya no podrn ingresar (). Las familias han estado cerca, viven en
precarias condiciones econmicas, no obstante estn pendientes de sus hijos, sobre
todo las mams () (profesional ONG, Sincelejo). Que se ejecute la sancin es
la premisa, el cmo es otro asunto.
La sociedad de consumo impulsa por va legal o ilegal la obtencin de pro-
ductos, convirtiendo su adquisicin en el ideal social para el individuo, con el
cual lograra estar a paridad con su grupo. Las preguntas recurrentes, ante si el
hecho delictivo (hurto o cualquier otro delito), se comete por necesidad u otro
motivo, tiene su raz en la preocupacin de los adultos de hallar explicaciones
frente a lo que empuja cada da a todos los adolescentes: la obtencin a todo cos-
to de lo que no se posee.
Con el ingreso de las nuevas tecnologas se abre entonces un mercado en el
cual de manera aparente todo est al alcance y es all donde los adolescentes en-
cuentran el principal atractivo para iniciarse en prcticas que den respuesta a lo
demandado la obtencin de zapatos de marca, el consumo de cigarrillos u otras
sustancias, la iniciacin temprana de las relaciones sexuales, etc.
() La conoc en el facebook. Ella vive en Cali, tiene 14 aos; se vino hasta
ac y de aqu de Armenia salimos para la costa a conocer el mar, pero nos robaron
y hubo que entregarse a la polica porque sin plata qu mi viejo. El problema con
la familia y todo eso en el colegio, ni se diga; se la llevaron para Cali otra vez pero
seguimos hablndonos a escondidas (). Me haca escenas de desnudo y todo eso
(). La segunda vez que nos volamos s fue que vivimos como 15 das en San Gil
en un hotelito, dijimos que ramos hermanos pero nos quedamos sin plata, y otra
vez toc llamar a la familia y ah fue donde los paps de ella me demandaron dis-
que por acto abusivo con menor de edad y yo no viol a nadie (joven infractor).
La familia sigue siendo considerada por algunos una institucin social de
gran relevancia, influyente en los procesos sociales y culturales, donde cualquier
cambio en su estructura se ve reflejado en la comunidad (Puyana, 2008). Para
68 : jvenes, poltica pblica y sistema de responsabilidad penal
estos jvenes se convierte realmente en expulsora de sus miembros y para nada
satisface sus necesidades bsicas ni los protege.
Podramos decir entonces que el concepto de familia, adems del conte-
nido simblico que remite a un orden dentro de lo sacro y tradicional, corre el
peligro de ser interpretado a partir de la idea de familia nuclear (pap, mam e
hijos) la cual invisibliza las diversas formas de conformacin de grupos fami-
liares y restringe su rol trascendental de prevenir toda accin externa o interna
que atente contra uno de sus miembros Mi mam siempre me ha protegido,
prosigue Mario... Es la nica a la que le hago caso (obedezco), porque s que me
quiere cuidar de los malos pasos en los que ando. Al resto de la familia los respeto
pero no tanto, aunque igual me cuidan desde el cielo, como mis abuelitos quienes
fallecieron hace un ao (joven infractor).
As, entre las construcciones mticas y la mgia de la familia, se dan las
concepciones que de ellas se tienen y se justifica por parte de algunos actores
su acompaamiento (presencia) o no en los procesos en que se encuentran los
jvenes en el SRPA.
Grfica n12. Percepcin de algunos actores frente a la asistencia de las familias
de los jvenes infractores a las audiencias
Si No Ns / Nr
91.70%
8.30%
0.00%
pantalones cortos y mochi las rotas : 69
Comentario sobre la grfica n12
En el mbito sociofamiliar, la responsabilidad del joven en la comisin de un delito
se ve como una disfuncin dentro de la crianza del mismo. La madre, bien sea por su
rol histrico de cuidadora y protectora, o por no contar con el apoyo de una pareja
que asuma a paridad dicha condicin, es quien asiste en trminos generales a las au-
diencias Vienen ms las mams que los paps; a ellos parece que no les importan
los jvenes (), o estn muy ocupados trabajando, pero las mamitas tambin trabajan
(funcionaria judicial). A pesar de ello, la presencia de los padres, cualquiera que sea,
es muy baja frente a lo que el sistema busca.
Ante comentarios tales como lo desgastante que es para uno padre de fa-
milia tener que venir cada vez que es citado, pedir permiso en el trabajo, dejar de
atender a los otros en la casa; esto no es sencillo y fuera de eso sacar dinero para
pagar abogado; si ella fuera ms consciente de lo que hace, esto no hubiera pasado
(madre de adolescente infractora).
Nota sobre psicorientacin y encuentros como estrategias
para el abordaje y atencin de familias
Con relacin a la intervencin que realizan los equipos psicosociales del ICBF y
ONG contratados para la atencin de los jvenes, se encontr que un 44.44% de los
miembros de equipos psicosociales entrevistados utilizan una de estas dos herramien-
tas o ambas, para dar respuesta a:
Detectar, prevenir o intervenir falencias en la comunicacin, orientacin para la
vinculacin al Sistema General de Seguridad Social (SGSS), mejoramiento de vn-
culos afectivos entre los miembros del hogar y prevencin de factores de riesgo, en-
tre otros temas.
Lograr que la familia se convierta en factor de proteccin para el joven una vez
egrese del programa, si esta no constituye un factor de riesgo, esto es, si cuenta con
las condiciones mnimas para apoyar la continuidad del proceso.
Lo anterior no es garanta de que se ejecuten de manera adecuada y asertiva los
procesos con los adolescentes.
Con acciones concretas tales como suprimir salidas con amigos, establecer
horarios ms cortos para actividades externas al mbito casero, quitar o dismi-
nuir la entrega de dinero, entre otras, algunos padres consideran que se puede
restablecer el orden en el comportamiento de los hijos, considerados desde el
momento mismo de la ms mnima infraccin, como delincuentes.
70 : jvenes, poltica pblica y sistema de responsabilidad penal
Tabla n12. Percepcin de los actores por distrito judicial en cuanto al tipo de
familias de los jvenes que infringen la Ley
Distritos
judiciales
Nuclear
(%)
Monoparental
(%)
Compuesta
(%)
Extensa
(%)
Uniparental
(vive solo) (%)
Bucaramanga 12.50 50.00 20.00 12.50 1.88
Ccuta 12.50 44.38 17.50 21.88 2.50
Leticia 8.50 44.38 18.13 22.13 0.00
Montera 38.57 32.86 9.29 14.29 2.86
Neiva 13.57 56.21 12.36 16.07 1.79
Popayn 11.58 56.25 13.04 17.25 0.42
San Gil 5.00 66.25 0.00 27.50 0.25
Santa Rosa 11.43 29.29 17.86 39.29 0.00
Sincelejo 21.67 30.83 15.00 28.33 0.00
Tunja 12.40 42.73 27.93 16.20 0.00
Valledupar 4.83 64.75 0.00 30.42 0.00
Total 13.10 49.12 14.42 20.83 0.81
Nota relacionada con la tabla n12
La importancia en cuanto al tipo de familia de la cual proceden los jvenes, radica
en la forma frente al cmo se debe intervenir durante el proceso de atencin dentro
del SRPA. Debe existir claridad, por parte de los operadores, de que no es lo mismo
hablar con un joven en cuyo hogar la ausencia de uno de los dos progenitores marca
algunas conductas, que aquel adolescente que cuenta con ambos padres durante las
diversas etapas procesales.
Si bien Claus Roxin argumenta que [] una pena que pretende compensar
los defectos de socializacin del autor solo puede ser pedaggica y teraputicamen-
te eficaz cuando se establece una relacin de cooperacin con el condenado, en un
contexto que aplica para adultos no se debe descartar que este mensaje (cam-
biando la palabra pena por sancin y condenado por sancionado), tambin es
vlido para el abordaje de los adolescentes.
Adolescentes infractores y SRPA
La adolescencia, como una de las etapas de desarrollo del ser humano, ha
estado relacionada al imaginario popular de inestabilidad y poca capacidad para
la toma de decisiones, delegndo la misma al mbito de los adultos.
Ejemplo de esto es lo reportado por el diario caleo El Pas, donde se ma-
nifiesta que hay casos en los que pasan semanas sin que algunos padres sepan de
pantalones cortos y mochi las rotas : 71
sus hijos. No saben si estn asistiendo regularmente al colegio o a qu se dedican.
Muchos prcticamente delegan en el Estado y las autoridades la responsabilidad
en la vigilancia del comportamiento de los muchachos (El Pas, 2008, 23 de agos-
to 2009)
La mayora de los jvenes que ingresan a las instituciones actualmente,
consideran el cumplimiento de la medida como lo que podramos denominar
una sancin a tiempo fijo, donde el alcance de objetivos se limita a permanecer
en un espacio fsico real o de enmarcacin imaginaria (como en el caso de las
sanciones de medio abierto), con el cumplimiento de unas normas de conviven-
cia determinadas por el ente juzgador y por el periodo establecido; sin que esto
se conciba como la modificacin de la conducta delictiva o en el mejor de los
casos, la interiorizacin de acciones que permitan la reparacin del dao.
() Este es mi tercer ingreso a la institucin, antes haba cado tambin por
hurto, pero relajado cucho
54
, usted sabe, uno va y viene; la verdad esta vez yo ne-
gu todo pero el man que me defenda me dijo que dijera la verdad despus y yo no
quise; por eso creo se demor ms. Pero usted que cree que salgo rpido? Ya me
han llamado dos veces a audiencia (joven sancionado a medio cerrado).
Tabla n13. Percepciones de algunos profesionales de los equipos psicosociales
sobre los jvenes infractores vs percepcin de los jvenes sobre el SRPA
Intereses de los funcionarios y
profesionales (*)
Inters del joven (*)
Que el proceso con el joven mientras est en la
institucin sea el ms adecuado y d respuesta a
sus necesidades
Cumplir rpido la sancin, pagar el tiempo que
me dieron.
Brindar al joven otro espacio de socializacin,
diverso al cual est acostumbrado.
Vengo porque ac me encuentro con algunos de
la gallada (parche, grupo de amigos, etc.)
Que el joven tenga claridad del dao que le
gener a la sociedad.
Cul dao? Si, a lo bien, el perjudicado fui yo
porque estoy pagando una cosa que no hice.
La orientacin profesional es individual y grupal
para que tenga la oportunidad de expresar sus
sentimientos y modifique su conducta.
Uno les dice lo que ellos quieren escuchar y
todos contentos.
Entre tanto, que los operadores del SRPA se preocupan por orientar proce-
sos que propendan por el bienestar de los jvenes, a corto, mediano o largo pla-
zo, los intereses de muchos de estos giran en torno a otros particulares. De igual
54 Persona de ms edad que la del adolescente.
72 : jvenes, poltica pblica y sistema de responsabilidad penal
manera, si bien es cierto que la ley determina que el joven slo ser sancionado
teniendo en cuenta la infraccin actual cometida (Ley 1098/06: Art. 152), no
deja esto de ser un asunto a considerar en cuanto respecta el real alcance que
deben tener las sanciones que se le imponen.
Intentar explicar esto es hacer que el juzgador se ponga a tono con el am-
biente juvenil y ubique las puertas de salida a las problemticas actuales que
trascienden el marco legal, esto es, a las condiciones de vida que se tejen a tra-
vs del uso de trminos tales como globalizacin, perspectiva de gnero, internet
y otros que dan cuenta de la modernidad
55
. Esto permite desviar las miradas y
abrir puertas a otras formas de entender al sujeto y de lo que de l da cuenta, es
decir, su forma de comportarse.
El 45% de los adolescentes en conflicto con la ley aseguran haber recibido
algn tipo de maltrato por parte de sus primeros captores, bien sea de manera
verbal o fsica. Ello los llev a interiorizar el tema de la delincuencia, lo cual se
ve reflejado en patrones y conceptos tales como, la libertad bajo la condicin de
captura ilegal
56
.
Capturada mientras asaltaba junto con sus compaeros a una pareja de
transentes, Emilce con 16 aos cumplidos y habiendo herido a una de las vc-
timas durante la comisin del delito, refiere que al ser sorprendida por varios
agentes de polica les instig para que le revisaran los bolsillos, ante lo cual estos
no accedieron y fingi tornarse agresiva, uno de ellos al verla armada con un cu-
chillo tuvo que usar la fuerza y colocarle esposas.
Cuando iba en la patrulla se autolacer en el brazo Es el lugar ms
visible y le dije al juez que haban sido los policas y al seor este que lo defiende
a uno y a todos los que me preguntaban qu me haba pasado. Me dejaron libre
porque dijeron que la fuerza no se debe utilizar y que a un menor no se le debe es-
posar por ningn motivo. Ya yo saba cmo era la vuelta, no ve que antes lo haba
hecho y funcion(joven infractor).
55 Temporalidad en la cual se gestan cambios tcnicos y tecnolgicos que, adems de simbo-
lizar cambios mentales en la juventud, tambin conllevan modificaciones en la forma de
relacionarse con su contexto inmediato.
56 Para los jvenes dentro del SRPA, el trmino captura ilegal hace referencia a toda aquella
accin que la polica pueda cometer en su contra y que conlleve la libertad inmediata.
pantalones cortos y mochi las rotas : 73
Nota sobre aplicacin del modelo solidario
La capacitacin para profesionales y tcnicos que laboran en las instituciones, para
la aplicacin del modelo solidario, ha sido poca, segn refieren miembros de equipos
psicosociales (tanto del ICBF como de las instituciones contratadas para la ejecucin
de las sanciones). De ah que su aplicacin no sea en algunos casos la ms adecua-
da, porque no se logra entender con claridad qu es lo que se tiene que hacer. Slo el
11.76% de los miembros de equipos psicosociales entrevistados aseguran haber reci-
bido alguna capacitacin satisfactoria en ese sentido.
En este punto, resulta importante el rol de aquellos que laboran con los
jvenes, a fin de que se logren establecer pautas comportamentales desde un
modelo de intervencin que permita el restablecimiento de los derechos de la
persona afectada, procurando as mismo concientizar al infractor del dao ge-
nerado a un tercero.
() La idea de responsabilidad en los adolescentes es central desde la pers-
pectiva de su integracin social, porque difcilmente alguien puede constituirse
como ciudadano pleno si no logra vincularse de alguna manera con sus actos y
comprender el significado negativo que los delitos que comete tiene para la comu-
nidad en la que vive (Palencia 2007).
Tabla n14. Percepciones de algunos defensores pblicos y de familia versus
jvenes infractores
Inters profesional y de los funcionarios Inters del joven
En la audiencia lo importante es que sepan
quin es el que les acusa y quien les defiende,
eso es lo relevante.
No s qui n es quien la verdad, encrucijada en
la cual se encuentran por no saber con claridad
qu papel juega cada actor en medio de la
audiencia.
La mayora de los jvenes son culpables y lo
realmente importante es que les den el menor
tiempo posible.
Me sancionaron pero no s que tengo que hacer
porque despus nadie le explica a uno que sigue
cuando sale del juicio
Muchos presentes en las audiencias no se
toman el tiempo para escuchar al joven; creo
que lo importante es que l tambin pueda
argumentar en su defensa.
Me dijeron que dijera ()
Las pruebas que se aportan no son suficientes
para judicializar a algunos jvenes, que no
permiten que se d el espritu de esta Ley.
Yo dije que haba sido cuando me preguntaron
las trabajadoras sociales (), pero despus
cuando hable con mi abogado le dije que yo no
hice nada () despus no se qu paso () lo
importante es que estoy libre
74 : jvenes, poltica pblica y sistema de responsabilidad penal
Sobresale entonces la necesidad de unificar criterios, no solo en la presen-
tacin de los informes que emiten los profesionales adscritos a equipos psicoso-
ciales de Defensora de Familia, sino de las instituciones donde son atendidos
los jvenes.
Slo el 7.35% de los entrevistados entrega informes elaborados de manera
integral y contemplando el mayor nmero posible de variables involucradas en
la comisin del delito. Los dems profesionales aseguran que por el poco tiempo
que se maneja es difcil percatarse de errores Cuando se llega a audiencia
de garanta qu debe decir el informe?. Otro de los comentarios comunes ()
Cada juez pide que se redacte el informe de manera diferente, lo que es cohe-
rente, pues cada joven maneja diversas problemticas. Sin lo anterior, seria fcil
generar en cadena una solucin para la atencin, crear un modelo nico que no
tenga en cuenta las diferencias regionales (y lo que ellas conllevan), y dar res-
puesta al inters superior del joven.
: 75
Diagrama n1. Tipo de intervencin que realizan los miembros de los equipos
psicosociales con los jvenes sancionados
Nota
Sin distincin frente a la problemtica que se deba abordar, bien sea con el joven o su fami-
lia, algunas instituciones contratadas por el ICBF (dentro del SRPA), utilizan las formas de in-
tervenir expuestas aqu, llegando en ocasiones a efectuar mezclas entre lo cognitivo conductual
y lo sistmico. No con esto se niega la posibilidad de crear un hbrido en la intervencin, sino
ms bien se crea el interrogante frente a Qu hacer entonces con la propuesta de intervencin
del ICBF para la atencin de jvenes y familia? (modelo solidario).
Cognitivo conductual (5.56%)
Entender esto es dar res-
puesta a la utilizacin de tcni-
cas de modificacin basadas en
el cambio de pensamiento y/o
la observacin de las propias
emociones con el fin de gene-
rar cambios de conducta.
Escuela de lderes (5.56%)
Generalmente utilizada en
procesos teraputicos donde se
hallan jvenes consumidores
de grupo
Sistmica (5.56%)
Da respuesta a la intervencin desde la cual
se tienen en cuenta no solo los factores indivi-
duales, sino todos aquellos familiares y de con-
texto que afectan al sujeto en su intervencin.
Grupos de encuentro
(22.22%)
Cuya estrategia central en
algunas instituciones es los
confrontos, los cuales buscan
orientar a los jvenes en toma
de decisiones, se asocian ms a
la terapia de choques.
Variada (5.56%)
No hay claridad frente
al tipo de intervencin que
aplican, hallndose con argu-
mentos por parte de algunos
de los profesionales entre-
vistados, como: de acuerdo
a la necesidad del joven y la
familia as se interviene.
76 : jvenes, poltica pblica y sistema de responsabilidad penal
Desde una perspectiva general, la falta de una real comunicacin entre
profesionales y jvenes, y de una informacin uniforme y sustanciosa para to-
dos, afecta de distinta forma y en diferentes niveles, la idoneidad del sistema de
responsabilidad para adolescentes. La condicin de adulto no debe conformar
un patrn sistemticamente impositivo sobre el adolescente; ms all de las obli-
gaciones que la ley reza debe tener la posibilidad de disponer de su futuro. No es
un secreto que nadie se rehabilita en contra de su voluntad.
: 77
Participacin del adolescente en el
SRPA? Una mirada desde lo psicosocial
Resumen: Uno de los aspectos relevantes en el ejercicio de la justicia, radica
en la comprensin por parte de la totalidad de sus participantes, de su con-
tenido, alcances, pretensiones y por ende del lenguaje que se emplea en su di-
nmica. El presente aparte pretende por medio de algunos ejemplos, ilustrar
los vacos que las carencias en estos aspectos pueden generar.
() Entramos a la sala, estaba el abogado que me atenda el caso, mi
mam, el defensor, el fiscal, la jueza y otra seora que yo no s quin era () Slo
entend qu deba decir si me consideraba culpable o inocente y eso que yo ya tengo
dos semestres de universidad () Usted se imagina los que no tienen casi estudios
como mis otros compaeros de ac? (joven judicializado sancionado con priva-
cin de la libertad).
Las diversas formas de interpretar la ley, las argucias utilizadas por algunos
estrategas en el campo legal, conllevan al uso de trminos que son difcilmente
asimilables para los jvenes, quienes participan como primeros interesados en
saber qu est sucediendo con su proceso legal.
Las razones son mltiples, las explicaciones expresadas por distintos ope-
radores incluyen comentarios tales como () eso es permitido porque lo impor-
tante es ganar el proceso, uno se debe valer de cualquier herramienta para poder
obtener un buen resultado. Se emplean trminos que no siempre se acomodan a
las necesidades de los adolescentes procesados o al contexto en el cual se desen-
vuelven.
Uno de estos es el de menor, comnmente utilizado en el marco del De-
cretoLey 2737/89, y erradicado
57
en la Ley 1098/06 (Ley 1098/06 Art. 1) en be-
neficio de adolescente o joven. Procedente del latn minor,-ris, hace referen-
cia a algo o alguien pequeo, que es inferior a otra cosa en cantidad, intensidad o
calidad (Real Academia Espaola, 2009). La edad tiene una medicin cronol-
57 Aun cuando algunos actores dentro del SRPA consideran que se debe continuar usando,
pues hace referencia a quienes son menores de edad.
78 : jvenes, poltica pblica y sistema de responsabilidad penal
gica as como mental que puede reforzar o contrariar la condicin de inmadu-
rez mental del joven sobre la cual est parcialmente sustentado el SRPA.
La diferencia entre estas dos dimensiones puede determinarse por el ac-
tuar de los sujetos, la forma de percibir el mundo, etc. Seguramente se esperara
fuesen diferentes entre un joven de 19 aos que cursa estudios universitarios y
otro que a los 16 aos an no ha finalizado sus estudios primarios y que se des-
envuelve en un ambiente deprimido y violento. Las conductas de riesgo que se
asumen en uno y otro caso, suelen ser similares (Donenberg y Pao 2005), de-
jando al descubierto que lo llamativo de este tpico no descansa en el trmino
con el cual sea designada a la persona que comete la infraccin, sino en la forma
como se hace referencia a la misma.
Al reemplazar la palabra menor por adolescente, se debe tener en cuenta
que esta ltima hace referencia al sujeto que est en la adolescencia, en un perio-
do de transicin que da paso a la vida adulta, con cambios corpreos y psicol-
gicos significativos (De la Paz et. l., 2009). Estos cambios representan la etapa
donde se adquiere madurez mental, asociados con la toma asertiva de decisio-
nes, como condicin inobjetable de que se ha alcanzado la adultez.
Nota sobre conductas de riesgo en adolescentes
Los escritos de algunos autores como Boyer (2006), Bonica y Henderson (2003),
Hampel y Peterman (2006), Feixa (2006), entre otros, se refieren a estas como las si-
tuaciones especficas que conducen a daos en su desarrollo (en los jvenes), y que
pueden afectar tanto el conjunto de sus potencialidades, bienestar y salud (Krauskopf,
2008; Weinstein, 1992).
Hoy da, el enfoque de la atencin a la salud juvenil, procura desde una perspectiva
ms integral y articulada reducir los factores de riesgo, incrementar los factores de pro-
teccin y brindar oportunidades de reconstruccin. Esta conceptualizacin hace refe-
rencia a una meta, un proceso y no a un estado, en particular refirindose a personas
que se encuentran en un periodo crtico de crecimiento y no tan solo atravesando una
mera transicin de la infancia a la adultez (Krauskopf, 2008).
En ambos casos, el comn denominador es la ausencia o carencia de un
algo, relacionado con la falta de experiencia para la toma asertiva de decisiones
y por ende, el desconocimiento del grado real de la responsabilidad que estos
puedan tener frente a un hecho cometido. Las conclusiones a las que se llega una
vez el joven es aprehendido (capturado), dan testimonio del uso poco apropiado
de la manera como es concebido el proceso legal desde su inicio.
() La mayora de los jvenes son capturados en flagrancia y puestos a dis-
posicin del fiscal que es quien debe tomar la primera entrevista, luego llegan los
pantalones cortos y mochi las rotas : 79
dems (operador del SRPA). Bajo este comentario continan una serie de erro-
res en el uso de trminos que no permiten diferenciar dnde est lo especializa-
do de la ley, al no haber distincin entre una captura y una aprehensin.
En el recorrido emprendido por el joven a su ingreso al sistema judicial,
luego de la aprehensin hecha por un polica (PIA
58
), el adolescente debe ser
puesto a disposicin de un funcionario, El fiscal, el defensor de familia...? Pese
a lo referido por la ley, no todos tiene claridad al respecto.
Al entregar el joven a un profesional que deber dar cuenta en contexto
de las acciones que realiz a nivel individual y familiar (equipos psicosociales),
o del porqu del delito (fiscales o defensores pblicos), vara el interrogatorio
segn el actor que entreviste.
Tabla n 15. Algunas percepciones de la informacin que segn los actores
necesitan de los jvenes en las entrevistas
Equipos psicosociales de Defensora de
Familia
Equipos psicosociales de las ONG,
encargados de la ejecucin de las
sanciones
La direccin de residencia. La verdad es que los
jvenes le dan a uno una direccin y luego no se
pueden ubicar.
Saber por qu cometi el delito. Lo relevante
de esto es saber si ha infringido la ley antes,
pero igual no se puede decir en el informe que se
presenta al juzgado, lo que importa es el actual
delito. Cierto?
Relaciones a nivel familiar. Hay algunos
jvenes que viven con pap y mam, otros
prefieren que los padres no sepan lo que pas; es
difcil obtener esta informacin en 36 horas.
Las condiciones individuales del
joven. Si es consumidor o no para poder
ubicarlo en un grupo especializado. Es lo
ms importante, creo.
Las relaciones a nivel familiar. Se debe
pensar que sta es lo ms importante para
el joven, porque debe ser devuelto a la
misma una vez termine el proceso.
Fiscal Defensor Pblico
Si hubo o no comisin del delito. Es realmente
importante establecer si el joven fue quien cometi o
no el delito.
Uso inapropiado de los mtodos y
herramientas para la captura. Si no utilizaron
esposas o alguna presin para que hablara ()
Porque de ser as, para qu se sigue el proceso?.
Esclarecer los motivos por los cuales
cometi el delito. Con esto se le puede
ayudar para que la sancin sea menor.
Que cuente con una red familiar. Saber
si hay alguien que responda por l. A veces
llegan con abogados que le trae la familia
y eso le ayuda a uno a no tener tantos
procesos; eso no quiere decir que no se les
preste el servicio de la defensa.
58 Polica de Infancia y Adolescencia.
80 : jvenes, poltica pblica y sistema de responsabilidad penal
Tabla n 15. Algunas percepciones de la informacin que segn los actores
necesitan de los jvenes en las entrevistas
Comentarios
Las orientaciones en las entrevistas realizadas a los jvenes deberan realmente dar respuesta
dentro de un sistema garantista de derechos, como se ha concebido en la Ley 1098/06, de quin
es el joven y cules son sus problemticas. Estas deberan ser abordadas de manera directa, sin
que con ello implique dejar de lado el proceso judicial, al ser este la herramienta detonante y
motivo de la deteccin de la conducta de riesgo.
Por la confusin que en ocasiones se genera en el desarrollo de este pro-
cedimiento, es comn que en audiencias no sea el joven quien da cuenta de sus
acciones, sino los informes elaborados por los profesionales a cargo Si pudie-
ra hablar en audiencias les dira que lo hice porque estoy llevado de las drogas ()
No fue por problemas en mi familia como dijeron all, pero como uno no puede
hablar (joven sancionado con privacin de la libertad).
En trminos generales, los jvenes aseguran tener pocas oportunidades
para expresarse en audiencia, siendo determinante para la posterior imposicin
de una posible sancin. La oralidad en este caso se refleja en la intervencin de
los dems sujetos procesales y pocas veces del adolescente Es importante en-
tender que la remisin de la Ley 1098/06 a la Ley 906/04 permite seora juez, que
la joven sea puesta en libertad o que se le sustituya la actual pena de internamien-
to preventivo por la de detencin domiciliaria que, de acuerdo a lo establecido por
el CPP, si bien no es una casa por crcel, es viable su aplicacin (defensor pbli-
co).
De mantenerse el discurso expuesto, no cabe duda que la especificidad de
la Ley, no slo radicar en el uso de los trminos que de ella dan cuenta para re-
ferirse a los adolescentes, sino tambin de la imposibilidad de estos de entender
en toda su dimensin qu se est diciendo de ellos, mxime si consideramos que
no son versados en el derecho o en temas psicosociales.
El proceso desde la visin del joven
Las condiciones bajo las cuales llega un joven a audiencia por primera vez
y cmo lo entienden los funcionarios, son determinantes en cuanto a la forma
como se asumir el proceso judicial.
Generalmente, la ruta que conciben los adolescentes y que es comparti-
da por algunos profesionales da respuesta a un esquema de justicia donde se es
inocente o culpable, sin establecer en ocasiones la importancia real que tiene
pantalones cortos y mochi las rotas : 81
para el joven la restitucin de sus derechos y el asumir la responsabilidad de sus
acciones.
El ejercicio que a continuacin se plantea es producto de los interrogantes
de los jvenes y de sus impresiones durante algunas de las etapas del proceso ju-
dicial, con la finalidad de aportar elementos a su abordaje e/o intervencin
El primer momento
En ocasiones los jvenes ingresan al SRPA con la angustia de no saber qu
va a suceder con ellos. Por lo anterior, las preguntas ms que ser inquisidoras
necesitan de crear un ambiente de confianza entre el joven y el entrevistador y/o
el funcionario que lo aborda por vez primera Cuando me pill la tomba
59
yo
estaba reajustado () no saba qu hacer y empec a decirles que no haba sido yo
() menos mal el momento fue breve (joven infractor).
Quizs las palabras menos certeras en ese momento sean clmese, no le
suceder nada malo, ante lo cual lo lgico es que lo nefasto, lo malo acaba de
suceder para quien infringi la ley. Ocasionalmente es mejor permanecer en si-
lencio, intentando hacer lo que podramos denominar un acompaamiento pa-
sivo al joven, que evite generar expectativas futuras al presunto culpable, quien
entender que este no es el primer funcionario del sistema judicial con quien
tendr contacto Algunas veces los jvenes nos preguntan qu va a pasar con
ellos y hasta dnde s, toca limitarse a nuestras funciones (funcionario judicial).
Segundo momento
Esta preguntadera cansa; ya yo no saba qu decirle a los mancitos. Estaba
legal con ellas pero se me sali lo Sayayin y les enredaba hablndome con el socito
para que no me entendieron () llaspi que con el vuelto probe finura y quedaron
todos zanahorias (joven Infractor).
Pasado el susto de lo policivo y puesto a disposicin del defensor de fami-
lia y su equipo para nuestro ejercicio, el adolescente infractor deber responder
a las preguntas pertinentes en un primer lapso de 36 horas que debern dar co-
nocimiento de sus condiciones individuales y familiares:
59 Polica.
82 : jvenes, poltica pblica y sistema de responsabilidad penal
Ests estudiando?, vives con tus padres?, Quines son?, A qu se de-
dican?, Dnde residen?, Tienen afiliacin a salud?, Cuntos aos tie-
nen?, Ests registrado civilmente?, etc.
Todas estas preguntas distan de la preocupacin inmediata del joven
Lo que me interesaba en ese momento era salir libre () pa lo que fuera pa
otra vuelta o pa no volverla a embarrar, pero salir libre (joven infractor). Pero
si bien se entiende que todo lo anterior servir para restituir los derechos de los
jvenes, Cmo puede ser que algunos, al ser dejados en libertad, reincidan?
Esta pregunta puede en el futuro permitir reorientar el discurso que se usa a la
hora de las entrevistas.
Pasado por estos cuestionamientos, el adolescente puede entrar a contestar
los interrogantes de la fiscala, cuando haya lugar.
Cmo ocurrieron los hechos?, Tu participaste en el delito?, etc.
De manera tal que se pueda argumentar en audiencia y en lo posible de-
lante de l, lo que ya el adolescente ha dicho (reconocido o no), frente a su ac-
tuar.
As las cosas, no quedar ms que permitir a quien asumir su defensa
(Defensora del Pueblo o defensor de confianza
60
), realizar su entrevista, la cual
ms que dar tranquilidad al joven, genera nuevas esperanzas ... Me dijo que me
sacara en tres meses si todo iba bien. S que la comet y la pago. Lo ideal es que
sea el tiempo menos posible, como me dijo este mancito (joven infractor).
Acorde con su funcin y sus propsitos, el defensor pblico indaga por
aspectos tales como cometi el delito?, fue maltratado en el momento de la
captura, le pegaron?, qu ha contado hasta ahora a los dems funcionarios?,
cuyas respuestas servirn de base para la defensa, pero que alargan sin dar tran-
quilidad a quien ha permanecido una noche o un da en el centro transitorio, es-
perando que alguien le diga lo que vamos a hacer a continuacin es ().
Es entonces importante que el contacto antes de la primera audiencia (ante
el juez de garantas), sea de tranquilidad para el joven, de claridad ante lo que
debe afrontar en ese tiempo.
60 Son pocas las veces que los jvenes cuentan con el apoyo de un defensor de confianza, al no
poder su familia sufragar los gastos de este. Se debe recordar las condiciones socioeconmi-
cas de la cual proceden la mayora de los jvenes que ingresan al SRPA (lvarez-Correa et
l., 2008, 2009).
pantalones cortos y mochi las rotas : 83
Tercer momento
Me llev un agente de polica y todos estaban en la sala. Eso es como en las
pelculas, que llega el juez y todos de pie, que hable uno, que hable el otro, qu tie-
ne que decir usted seor fulano?. A m? Ah nunca me preguntaron nada (joven
infractor).
Considerando que algunos jvenes son reincidentes, la forma como es
concebido este primer contacto con el poder judicial, trazar una ruta de en-
tendimiento frente a este. Al inicio del sistema, los comentarios y fantasas os-
cilaban entre la creacin de centros atendidos por personal adscrito al INPEC
61
,
hasta la construccin de celdas, donde sern remitidos y cuyo tratamiento es
igual al de un adulto.
Con el paso del tiempo, los jvenes han aprendido que lo anterior no es
cierto y que existe uno que acusa y otro que defiende y que del resultado de la
disputa de estos depende su libertad. Para lo cual es vlido para ellos argumen-
tar, si se les concede o no la palabra en audiencia, Algunos jvenes dicen que
lo sienten, pero la verdad no s qu tan cierto sea; reinciden y los volvemos a ver
despus de un tiempo (miembro equipo psicosocial ICBF). En este primer en-
cuentro la asistencia de las vctimas a audiencias, de acuerdo a la percepcin
de los actores, oscila entre un 5 y un 10%, bajo la excusa de no saber qu repre-
salias pueda tomar el joven posteriormente o por falta de inters del individuo.
Supongamos entonces que el joven, al no hallarse los elementos suficien-
tes, sea puesto en libertad. Quin garantiza su no reincidencia en la infraccin?
Si por el contrario, el adolescente es citado a segunda audiencia y en caso de que
no sea privado preventivamente de la libertad es enviado a su casa, se debe ob-
servar que son los mismos funcionarios quienes argumentan, desde su percep-
cin, que aproximadamente el 38.6% de estos suministran un dato falso de ubi-
cacin.
De ser as, Qu se tendra que garantizar en este momento para los ope-
radores y para el joven? Al menos las herramientas suficientes y necesarias para
el desarrollo adecuado de la labor de los funcionarios para proteger los derechos
de los adolescentes.
61 Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario.
84 : jvenes, poltica pblica y sistema de responsabilidad penal
Cuarto y ltimo momento
Asumamos que el joven se hace presente a audiencia ante el juez de cono-
cimiento. Ante este, el informe rendido por el equipo de ICBF debe variar en
relacin con el primero rendido ante el juez de garantas; deber contener una
informacin certera sobre quin es el adolescente y su sistema familiar, a fin de
facilitar una toma asertiva de decisin.
A este punto, el joven debe ser consciente del camino recorrido y en el me-
jor de los casos, de lo que le puede esperar Eso fue como en marzo y me cita-
ron en noviembre (). Pens que se haba quedado as y vine porque mi mam y
mi pap me insistieron y porque me tengo que presentar en la polica, Qu tal que
esto me perjudique? (joven infractor).
Sin la claridad de los alcances del SRPA se avecinan los jvenes al estrado,
pensando en repercusiones e imaginarios que se pasan por antecedentes penales
que me pueden afectar cuando en el futuro vaya a solicitar el pasado judicial o
a ingresar a la carrera militar en algunos casos.
Alejandro a sus 16 aos es la primera vez que comete una infraccin legal;
inducido por su novia decide ingresar a un almacn de cadena y toma unos pre-
servativos Ese era el reto si quera estar con ella. Me lo propuso y uno es hom-
bre (joven infractor). Su progenitora, preocupada por la situacin del joven, in-
tenta enterarse por qu lo hizo, al igual que el equipo psicosocial del SRPA; no
obstante querr el joven dar respuesta cierta a este interrogante?
Si se trata de tener privacidad en la informacin del joven, cules seran
las preguntas adecuadas en primera instancia?, qu se tendra que contar de l
en audiencia? El desconocimiento mismo de la norma y de los procedimientos
de parte de algunos funcionarios, sobre todo de los equipos psicosociales, de al-
guna forma contribuye con ello. La participacin en audiencia de estos funcio-
narios ha sido del 11% aproximadamente, segn refieren en entrevistas.
Por ende no es extrao que la percepcin de los operadores choque con lo
que los jvenes piensan, en particular cuando el juego consiste en manifestar
lo que quieren escuchar, con eso dan menos lora, en los mejores trminos de los
adolescentes.
: 85
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Los autores
Equipo central
E. Miguel lvarez-Correa G., director del proyecto. Antroplogo con es-
tudios en derecho de la Universidad de los Andes; Minor`s en economa y de-
recho de la Universidad de los Andes, especializacin en derecho de menores
de la Universidad Externado de Colombia, actualmente doctorando con la AIU,
coordinador del observatorio del sistema penal acusatorio y sistema de respon-
sabilidad penal para adolescentes del Instituto de Estudios del Ministerio Pbli-
co. Ha publicado, con la presente obra, veintiseis libros sobre temticas de in-
fancia, justicia en equidad, sistema penal acusatorio, sistema de responsabilidad
para adolescentes, delitos sexuales, tribus urbanas y conflicto armado, sustancias
psicoactivas, entre otros, y mltiples artculos. Docente universitario.
Vctor Mendoza P. Trabajador social egresado de la Universidad de Carta-
gena (Bolvar). Actualmente vinculado como investigador del IEMP. Experien-
cia de diez aos en comunidades y con jvenes infractores de la ley penal en
mbitos de proteccin, reeducacin y comunitario. Coautor de cuatro publica-
ciones sobre conciliacin en equidad y derecho, y ley de infancia y adolescencia
con el IEMP.
James Gonzlez R. Estadstico de la Universidad Nacional de Colombia
con experiencia en anlisis de bases de datos por ocho aos en el DANE, en la
Polica Metropolitana de Bogot, con el Consejo Superior de la Judicatura, en la
Pontificia Universidad Javeriana y en el Instituto de Cultura. Actualmente, in-
vestigador del IEMP. Coautor de tres investigaciones con el IEMP.

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