Una Pedagogía Olvidada
Una Pedagogía Olvidada
Una Pedagogía Olvidada
Son interesantes los datos que aporta Garca Montecoral, Virginia en artculo ya citado- en relacin con
los orgenes de la Escuela de Artes y Oficios y su funcionamiento en dependencias del Ejrcito.
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Como sntesis de su pensamiento pedaggico, en el Plan de organizacin de la
enseanza industrial, (1917) propone los siguientes preceptos:
Instruccin prctica ms que terica, la escuela, para ser de efectos positivos y
trascendentes, debe ofrecerse como un laboratorio en plena actividad...
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Educar el criterio dentro de las particularidades de la individualidad, respetando
y estimulando sus energas.
Despertar y desarrollar la inventiva del alumno por medio del proyecto y de la
crtica, su espritu de observacin y de anlisis ensendole a razonar y a
sintetizar.
Cultivar el criterio del alumno ms an que su manualidad, espritu de iniciativa
de organizacin y de empresa.
Fomentar espritu de asociacin y de cooperacin.
Las diversas lneas del pensamiento figariano que hemos expuesto, aunque
desarrolladas entre 1910 y 1916, no pueden menos que remitirnos a una experiencia
europea de los aos veinte: la Bauhaus. En consonancia con la propuesta de Figari, la
Bauhaus se caracteriz por el antiacademicismo y el utopismo. As tambin, como la
escuela industrial que concibi Figari, fue una experiencia que se vio frustrada. Toms
Maldonado seala: Una Bauhaus frustrada que no pudo desarrollarse, la que en su
tiempo se propuso aunque sin xito, descubrir una visin humanstica de la civilizacin
tcnica, es decir, considerar el entorno humano como un campo concreto de actividad
creadora.
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Una visin humanstica de la civilizacin tcnica. Cercano a este pensamiento,
Figari podra haber suscripto algunas de las ideas del programa de la Bauhaus de 1919:
Arquitectos, escultores, pintores, todos debemos retornar a la artesana! Pues no existe
un arte profesional. No existe diferencia esencial entre el artista y el
artesano...Formemos entonces una nueva corporacin de artesanos sin la arrogancia
clasista que pretenda erigir una orgullosa barrera entre artesanos y artistas!
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Una visin integral del pas
Una visin integral del pas supone no slo la formacin del obrero artesano
(que se vincula con el mbito urbano), sino que adems apunta a transformar las
condiciones de vida de la poblacin de campaa: el problema no se resuelve por el
simple arbitrio de dar viviendas mejores. No basta mejorar la vivienda: lo
indispensable es mejorar el gnero de vida del poblador. El recurso de la buena
vivienda hay que conectarlo con otros factores convergentes de la cultura, si se quiere
determinar una evolucin en la vida rural que es lo que interesa esencialmente al pas
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An hoy, se conciben planes de vivienda sin atender esta dimensin que tiene el
valor de propender al concepto de autonoma. En esa direccin autonmica, Figari
propone dar herramientas siendo stas recursos y tambin ideales de manera que el
15
Op. Cit. Pg. 172.
16
Maldonado, Toms Es an vigente la Bauhaus? en De Micheli, Maldonado, Schnait La Bauhaus
ayer y hoy Mdeo 1977 pg. 29
17
Schnaidt, Claude La enseanza del Bauhaus es todava actual? en De Micheli, Maldonado M,
Schnaidt
18
Figari, P. Educacin y arte pg.157
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poblador rural quiera y pueda mejorar su condicin y se constituya as en un sujeto
transformador del ambiente.
Este proyecto, necesariamente debera ir acompaado de otros cambios, por eso
la reaccin de los sectores conservadores. Estos, nucleados en torno a la Federacin
Rural del Uruguay, tenan en Herrera a uno de sus principales portavoces quien tiempo
antes de la constitucin de la Federacin, haba dicho en la Cmara de Representantes
(1914) hay que dejar tranquilo al pas (...) si ha habido desarrollo ha sido precisamente
dejndolo tranquilo y solo
Tambin resulta interesante la siguiente cita en donde se pone de manifiesto la
explcita oposicin a concepciones alternativas al statu quo: El espritu conservador
con que nace la federacin no debe judaicamente interpretarse como una profesin de fe
contraria a todo progreso...Se trata slo de ir tomando posiciones para abatir reformas
exticas que se sienten estremecer en el ambiente etiolgicamente extraas a nuestro
medio, pero que surgirn y triunfarn, si no se previene con tiempo su aparicin o no se
combinan las fuerzas para estorbar su victoria
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Tengamos en cuenta, que en nuestros pases en las ltimas dcadas del siglo
XIX se haba conformado una particular forma de articulacin con el mercado mundial
a partir de la cual la especializacin productiva era una realidad. De acuerdo con esta
idea, nuestros pases se especializaran en determinados rubros de produccin para la
exportacin. Figari ataca este concepto: ...lo primordial es prepararnos para utilizar
nuestras riquezas, las que se exportan para ser transformadas en el extranjero y
devueltas a veces a nuestro pas valorizadas por la mano de obra y por el ingenio de
otros pueblos.
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Tal contundencia nos exime de cualquier comentario...
Una visin integral de la regin
La gran obra del Batllismo entre 1911 y 1915 se basa, entre otras cosas, en la
estrategia del desarrollo industrial. En ese contexto, el pensamiento de Figari apunta a
una industrializacin al servicio del desarrollo nacional, la integracin regional y la
autonoma. Histricamente, a la dependencia comercial se sum la dependencia
tecnolgica. La gran oportunidad sera saber cambiar las condiciones, un modelo
alternativo. Ve a los dirigentes como mentes colonizadas, habla de nuestro snobismo
que nos conduce a contemplar con admiracin lo extranjero y que lleva a transplantar
modelos sin considerar las potencialidades de la regin ( y no slo en cuanto a sus
recursos naturales sino tambin en cuanto a su riqueza humana). No basta con
industrializar sino que hay que pensar de qu manera, hacia dnde. La mera copia sin
investigacin nos subsumir en la dependencia Si Amrica ha de ser para los
americanos dice, reconociendo claramente que la autonoma pasa por nuestro criterio
americanista: o nos industrializamos o nos industrializan remata con sanchesca
cordura.
EL PROYECTO UTPICO.
19
Irureta Goyena, Jos Discursos en Mariani, Alba y otrosInestabilidad y crisis en el Uruguay FCU
Mdeo 1991
20
Figari, Pedro Educacin y arte pg
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No es de extraar que la integralidad de su propuesta pedaggica, articulada en
torno a los ejes que hemos venido sealando, no cuajara en el modelo poltico,
econmico y educativo que se consolidaba en el pas, ya que Figari daba cuenta acerca
de la necesidad de que la formacin de obreros y artesanos no estuviera divorciada del
carcter emancipador del trabajo y la educacin, del arte y la industria. A tal punto era
integral su concepcin de la enseanza industrial que la propone como base de la
instruccin pblica.
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La derrota de Figari, seala Sanguinetti,
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proviene de dos visiones distintas: una
que concibe la escuela sin taller, la formacin terica; y otra del Dr. Caviglia quien
sostiene una enseanza industrial de rpidos beneficios.
Pero hay ms: ya se haba producido un distanciamiento con su amigo Batlle y
Ordez que pensaba en la formacin de Academias de Arte (dentro de una concepcin
neoclsica) independiente de Talleres para obreros. Preocupaba a Figari una
concepcin que contribuyera a la extrema divisin del trabajo (por su carcter
alienante?). Pero, indudablemente un proceso de industrializacin en el marco de una
economa fordista, que no apunt a la autonoma de nuestros pueblos, vera con recelo
esta constitucin de una subjetividad que superara las visiones caritativas de capacitar a
los pobres y que supusiera la autonoma moral, tica que propiciara otra ciudadana.
Seala Figari en carta de 1932 refirindose a la incomprensin de Batlle y
Ordez quien adems en ese mismo perodo (1911) propiciaba la creacin de liceos
departamentales: Temi perder adeptos optando por los liceos de campaa, ms
adecuados a la formacin de electores y elementos de club.
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Figari ser claro en su visin del obrero. Al relacionar educacin, democracia y
trabajo y tomando como ejemplo el pujante modelo norteamericano dir que el obrero
no es all un rutinario que nada sabe ni puede fuera del alcance de la voz de mando,
como resorte de una mquina, sino, al contrario, es el hombre consciente, apto para
justipreciar con criterio autnomo cada oportunidad y evaluar cada elemento ambiente
para deducir el mejor partido en todo momento: sta es la forma ideal de la civilizacin
moderna.
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Probablemente, su admirado Charlotte le demostr en su obra Tiempos
modernos que la situacin de los obreros en Norteamrica no era tan feliz. De todas
formas, la cita sirve a los efectos de percibir la dimensin social que le atribua a la
formacin industrial.
La ciudadana, como la conceba Figari, es mucho ms que la estrecha visin del
elector; la educacin, ms que la construccin de una slida clase media que aportara
los funcionarios para acrecentar el estado benefactor que se empezaba a conformar. Las
fuerzas conservadoras lo saban. Saban, como lo saben hoy, que una educacin integral
que apunte al conocimiento de si mismo, a la comprensin de la dimensin humana, al
compromiso con el ambiente, generar procesos de transformacin.
21
Op. Cit. Pg. 186.
22
Sanguinetti, J. M. El doctor Figari pg. 148
23
Citado en Sanguinetti, J.M. pg. 127
24
Figari, Pedro Educacin y arte pg 192
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Al reconocer la complejidad humana seala: Por una falsa comprensin de la
realidad, nos hemos habituado a mirarla como espectadores, ajenos a ella. Obligados a
dividir y clasificar, para comprender, nos hemos acostumbrado a considerar lo real a
travs de la retcula de nuestras clasificaciones
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y nos hemos olvidado que la vida es
siempre integral. Todo coexiste, y todos, en todo instante, convivimos con el todo, cada
cual segn su estructura.
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En el imperio del actual orden mundial, nuestros pases han estado condenados
al consumo, a la libertad de mercado, a la desintegracin nacional y regional, por el
mismo snobismo de nuestras mentes colonizadas que denunciaba Figari.
En la Historia Kiria, Figari plantea una utopa dedicada a los que meditan
sonriendo, utopa posible, la de la reconciliacin del hombre con la vida. Por esto, el
nico deber es el comn bienestar social. Y agrega a fuerza de transgresiones
sociales y polticas, morales tambin y no pocas naturalmente, el hombre moderno ha
llegado a trocarse en una ficha, un voto, todos por igual equiparados en cada sector
partidario.
Figari se fue a cuarteles de invierno tras haberse hecho muchas preguntas, tras
haber batallado por una utopa que iba a contrapelo de las lneas econmicas y polticas
fundantes del nuevo modelo de estado. En el perodo que all se inicia, se manifiesta el
pintor quien reivindica en su arte, lo que ya haba manifestado en su obra educativa,
me he acostumbrado a mirar con admiracin, con reconocimiento y enternecido, el
pasado nuestro. Tambin hoy, urge saber de dnde venimos para poder pensar hacia
dnde vamos.
BIBLIOGRAFA
ARDAO, A. (1971) Etapas de la inteligencia uruguaya FCU. Mdeo.
BRALICH, J. (1996) Una historia de la educacin en el Uruguay FCU. Mdeo.
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Signo. Mdeo.
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------------- (1965) Educacin y arte Clsicos uruguayos. Mdeo.
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GARCA, V. (2003) Abriendo las ventanas. Figari y la reforma de la educacin
industrial en Revista VOCES. Mdeo.
MARIANI, A. Y otros (1991) Inestabilidad y crisis en el Uruguay. FCU.
Mdeo.
SANGUINETTI, J.M. (2002) El doctor Figari Aguilar. Mdeo.
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Figari, Pedro Educacin integral en Educacin y arte pg. 165
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Ob. Cit. Pg. 166