Modelo Estrategico en La Solucion de Problemas SLP

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TERAPIFAMILIR

ESTR TEGI C :::


PORTADA:
PRODEPRO
REVI SI N:
LI C.ROSALAGALLEGOSC
I NG. JUANJ.CI NCOCHAO
FAMILIAR
TERAPIA
MAESTRA EN
COMPI LADORES:
MTF. MARGARI TACHAVI RA.
MTF. ALBERTORODRlGUEZ
ASESOR:
M.T.F. VI CTORI ACHAVI RA
COORDI NACI NGENERAL:
I REFAM
INSTITUTO REGIONAL DE
ESTUDIOS DE LA
FAMILIA
DI SEADO ENSUCONTENI DOPOR:
EL CONSEJODE DOCENTESDEL
I REFAM
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EJ ElVIPLOS 93
LA PRCTICA DEL CAMBIO 89
CAPTULO IX
EL DELICADO ARTE DE REESTRUCTURAR 77
CAPiTULO VIII
TERAPIA PARA RESOLVER PROBLEMAS
JAYHALEY
TERAPIA EN ETAPAS 63
CAPTULO 5
COMO IMPARTIR DIRECTIVAS .41
CAPTULO 2
COMO CONDUCIR LA PRIMERA ENTREVISTA 13
CAPTULO 1
EL ARTE DEL CAMBIO
GIORGIONARDONE yPAUL WATZLAWICK
LAS HEREJ AS DEL ENFOQUE ESTRATGICO DE LA TERAPIA:
CARACTERSTICAS GENERALES DE LA TERAPIA ESTRATGICA l
CAPTULO 2
LECTURAS BASICAS
TEMAS Y SUBTEMAS
y aplicar lametodologa que propone para lasolucin deproblemas
2. Conocer y comprender laspremisas tericas que sustentan el modelo estratgico
acerca desntoma, problemas, terapia, teora del cambio.
3. Conocer el proceso metodolgico y lastcnicas de intervencin quepropone el
modelo.
4. Aplicar en prctica simulada lametodologa de intervencin.
1.. Conocer losconceptos que sustentan el modelo estratgico de intervencin familiar
OBJ ETIVOS GENERALES:
ESCUELA ESTRATEGICA
LAS TCTICAS DE PODER DE JESUCRISTO Y OTROS ENSAYOS
JAYHALEY
L
LA TERAPIA, UN FENMENO NUEVO 247
CAPTULO 8
EL ARTE DE FRACASAR COMO TERAPEUTA 241
CAPTULO 4
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,
l..
CONVERSACIONES SOBRE TERAPIA
DA VID R. GROVE y JAY HALEY
VIOLENCIA 221
CAPTULO 3
DOTAR DE PODER A LOS PADRES 201
CAPTULO 1 .
TERAPIA FAMILIAR ESTRA TGICA
AMORROURTU EDITORES
UN HOMBRE DEPRIMIDO: ESTUDIO DE UN CASO 175
CAPTULO 8
TERRORES NOCTURNOS: ESTUDIO DE UN CASO 155
CAPTULO 7
PROBLEMAS DE LOS PADRES:
LA MODIFICACIN DE LAS INTERACCIONES ENTRE PADRES E HIJ OS 137
CAPTULO 5
LECTURAS COMPLEMENTARIAS
TERAPIA FAMILIAR ESTRA TGICA
CLO MADANES
AMORROURTU EDITORES
PROBLEMAS INFANTILES: TRES ESTRATEGIAS PARADOnCAS 119
CAPTULO 4
CAMBIO (FORMACIN YSOLUCIN DE LOS PROBLEMAS HUMANOS)
PAUL WATZLAWICK, JOHN H WEAKLAND y RICHARD FISCH
CAPTULO X
1
El terapeuta que enfoca los problemas humanos desde la perspectiva estratgica
puede ser considerado, con razn, un hereje de la psicoterapia (hereje en el sentido
etimolgico del trmino, es decir, aquel que tiene posibilidad de elegir), por cuanto no se
deja encarcelar ni por un modelo rgido de interpretacin de la naturaleza humana ni por
una concepcin metodolgica rgida y ortodoxa de la psicologa y la psiquiatra. El
Para conocer la verdad espreciso imaginarse mi-
les de falsedades. Porque, qu esla verdad? Para
la religin, essimplemente una opinin que pervive.
Para la ciencia, esel ltimo descubrimiento
sensacional. Para el arte, nuestro ltimo estado de
nimo.
O. Wilde, Aforismos
1 . Primera hereja
Por ello, parece indispensable, antes de adentrarnos en una exposicin ms
detallada, trazar ntidamente un mapa de aquellos puntos que caracterizan a este
pensamiento hertico con relacin a las ortodoxias terico-prcticas presentes en el
panorama actual de la psicoterapia.
y bien; tambin nosotros creemos que el planteamiento estratgico de la terapia de
los trastornos psquicos y de la conducta es una hereja con relacin a gran parte de
modelos de psicoterapia.
Llegados a este punto, creemos que el lector tiene ya claro que cuanto estamos
expresando aqu entra en directa colisin con el concepto tradicional de psicoterapia y
que quien se remita a las ideas y perspectivas tericas presentadas no es, ms que un
verdadero y autntico hereje respecto de las teoras y las prcticas clsicas en el campo
psicoteraputico.
O. Wilde, Aforismos
El verdadero misterio del mundo eslo que seve,
no lo invisible.
Regla de oro: no hay que juzgar alos hombres
por sus opiniones, sino por lo que estas opiniones
hacen de el/os.
G.C. Lichtenberg, Libro de consolacin
CAP. 2.-LAS HEREJ AS DEL ENFOQUE ESTRATGICO DE LA TERAPIA:
CARACTERSTiCAS GENERALES E LA TERAPIA ESTRATGiCA
Terapia Familiar Estratgica
El arte del cambio
Giorgio Nardone y Paul Watzlawick
2
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l.
f -
s
i t._
1. A este respecto, es til recordar al lector que desde 1937, cuando Godel publiC su famoso
teorema de indecidibilidad, utilizando como base los Principia Matemtica, podemos abandonar ciertamente
la esperanza de que cualquier sistema, lo suficientemente complejo como para incluir la aritmtica (o bien,
como ha demostrado Tarski, cualquier lenguaje de complejidad anloga). Sea capaz de demostrar su
consistencia dentro de su propia urdimbre. Esta prueba puede proceder tan slo del exterior, basada en
axiomas, premisas, conceptos, comparaciones, etc., adicionales, que el sistema original no puede generar o
probar yque, a su vez, son tan slo demostrables si se recurre a una urdimbre ms amplia ycontinuando as
en una serie infinita de metasistemas, metametasistemas, etc. De acuerdo con los Principia Matemtica,
cualquier afirmacin acerca de una coleccin (yla prueba de la consistencia es una afirmacin de este tipo)
implica atoda la coleccin yno puede. ni debe por tanto, ser parte de la misma (Watzlawick. Weakland y
Fisch, 1974: versin cast., 1989.p. 44.nota 5).
Lasteoras hande ser, parael clnico, noverdades irrefutables, sino hiptesis para
relacionarsecon el mundo, puntos de vista parciales, tiles para describir yorganizar los
datos observables, para reproducir acontecimientos teraputicos, pero que han de
corregirsefrente a losfracasos.A este respectoes til recordarque precisamentede los
psiclogosdedicados al estudio de cmo conocernos viene la nocin de que los seres
humanos, en cuanto "organismos pensantes", no actan directamente sobre la realidad
que nos sale al paso, sino sobre las transformaciones perceptivas que constituyen su
experiencia del mundo. Por lo que, "categorizaciones", "esquemas", "atribuciones",
"inferencias", "heursticas" y lenguajes constituyen los sistemas de representacin por
cuyo medio podemos realizar diversas configuraciones y explicaciones del mundo. A la
manera como -acptese el ejemplo- un telescopio y un radiotelescopio ofrecen
representacionesdiversas de los mismos cuerposcelestes yde sus propiedades(Selvini
yotros autores 1988, p. 7).
planteamiento estratgico de la terapia, que se remite directamente a la concepcin
filosfica moderna del conocimiento constructivista (Bannister 1977; Elster 1979;
Glaserfeld 1979, 1984; Foerster 1970, 1973, 1974, 1987; Kelly 1955; Maturana 1978;
Piaget 1934,1970,1971; Ried11980; Stolzenberg 1978; Varela 1975,1979; Waztlawick
1976,1981), se funda sobre la comprobacin de la imposibilidad, por parte de cualquier
ciencia, de ofrecer una explicacin absolutamente verdadera y definitiva de la
realidad y sobre el hecho de qe la realidadms bien est determinada por el punto de
observacindel investigador/sujeto. No existe una sola realidad, sino tantas realidades
como puntos de observacin e instrumentos empleados para observar. Desde esta
perspectiva epistemolgica, queda refutado cualquier modelo de interpretacin y
explicacinen sentido absolutista de la naturalezadel hombre y de su comportamiento,
puesto que cualquier modelo de este tipo cae inevitablemente en la trampa de la
autorreferencia(atribuirse a s mismo el nombre, autojustificarse). En palabras del
epistemlogoKarl Popper, ningunateora puededarse su confirmacina s misma y por
sus propios medios sin caer en la nofalsabilidad! Este mismo autor, adems, expresa
elegantementecon la definicinde teoraso enunciadosautoinmunizantesel fenmeno
relativoa los modelos tericos que se inmunizande toda posibilidadde ser falsos. As, las
teoras que son autnticos sistemas cerrados omnicomprensivos, en cuyo seno puede
hallarselaexplicacinde todo. Perojustamentepor ello, estas teoras asumenel papel de'
concepcionesreligiosasynoel de modelosdeconocimientocientfico. Comoobservaba
Bateson (1980), la ciencia es un modo de percibir, organizar y dar sentido a las
observacionesconstruyendoteoras subjetivas, cuyovalor nopuedeser definitivo.
3
En otros trminos, la funcin del terapeuta est en ayudar al paciente a resolver su
problema y adquirir por medio de esta experiencia la capacidad de hacer frente de un
modo adecuado a nuevos problemas que puedan salirle al paso ms adelante.
Desde esta perspectiva (segunda hereja), la tarea del terapeuta se centra no en el
anlisis de lo profundo y la bsqueda de las causas del problema hasta la extrapolacin
de las verdades escondidas, sino en cmo funciona y cmo se puede cambiar la situacin
de malestar de un sujeto, de una pareja o de una familia. El paso es de los contenidos a
los procesos, y se trata de un saber cmo ms que de un saber por qu.
f-
G.C. Lichtenberg, Libro de consolacin
El hombre es tan perfectible y tan corrompible
que puede enloquecer por medio de la razn.
2 Segunda hereja
r: : : "
Por consiguiente, la hereja es el paso de los sistemas tericos cerrados a los
sistemas tericos abiertos, del concepto de verdad cientfica al de probabilidad; de
la causalidad lineal determinista a la causalidad circular elstica; de la ortodoxia a
la duda metdica. En otras palabras, a nuestro parecer, se pasa de la actitud fidesta del
creyente a la actitud desengaada del investigador, en la conviccin de que el criterio
fundamental de validez y verificacin de un modelo teraputico no ha de ser su
arquitectura terica, o la profundidad de los anlisis que manifiesta, sino su valor
heurstico y su capacidad de intervencin real, medidos en trminos de eficacia y
eficiencia en la resolucin de los problemas a los que se aplica.
De modo que siempre se adapten las estrategias a la situacin y no la situacin a
las propias teoras.
El foco de atencin del terapeuta estratgico es la relacin interdependiente que
cada cual vive consigo mismo, con los dems y con el mundo. El objetivo es el buen
funcionamiento de estas relaciones, no en trminos generales y absolutos de normalidad,
sino en trminos de realidad totalmente personal, diversa de individuo a individuo y de
contexto a contexto.
El pensamiento estratgico no se funda en una teora que, describiendo la
naturaleza humana, prescriba en consecuencia conceptos de sanidad o
normalidad comportamental y psquica en oposicin a los de la patologa, como sucede
con las teoras tradicionales de la psicoterapia. El pensamiento estratgico ms bien se
interesa por la funcionalidad del comportamiento humano frente a los problemas de la
existencia y de la convivencia entre individuos, en los mismos trminos de percepcin y
reiacin que todo individuo vive consigo mismo, con ios dems y con ei mundo. No se
interesa por los objetos/sujetos en s, sino por los objetos/sujetos en relacin, puesto
que tenemos la conviccin de que es imposible aislar a un sujeto de su contexto
interactivo. Remitindonos a una famosa metfora de Van Glasersfeld: ante una
cerradura, lo que nos importa no es la cerradura en s, su naturaleza y su constitucin
intrnseca, sino nicamente hacernos con la llave que la abre.
4

L
El cambio de perspectiva produce un cambio en la percepcin de la realidad que
cambia la realidad misma, determinando, como consecuencia, el cambio de toda la
situaciny de las reacciones a ella. Todo esto significa hacer elstica, no absolutista, la
percepcinde los sujetos, de modoquese les colocaen condiciones de hacerfrente a las
situaciones problemticas sin rigidez y sin perseverar en el error. En otras palabras, el
sujetoadquierela capacidadde enfrentarsea un problemarecurriendo a todo un abanico
de diversas posibles estrategias resolutivas, comenzando con la aplicacin de la que
parecems idneaparacambiarlapor otrasi nofunciona, hastallegar a la aplicacinde la
solucinal problemaconcreto. Comosaba bien Nietzsche,varias decenas de aos atrs,
todocuantoes absoluto pertenecea la patologa, por lo que tambin una solucinque
en una ocasinha demostrado ser buenay resolutiva puede convertirse, aplicada a una
nueva situacin, en una verdadera complicacin del problema. De hecho, el sistema
perceptivo-reactivo rgido de una persona problemtica se expresa a menudo en la
obstinadaperseveranciaen utilizar unaestrategiaque aparentemente puede proporcionar
la solucin del problema, o que en el pasado ha funcionado en la resolucin de un
problemasimilar, pero que, en la situacin actual, funciona como autntico y verdadero
regeneradordel problemamismo.
La intervencinteraputica est representadapor el desplazamiento del punto de
observacindel sujeto, desde su rgida y disfuncional posicin perceptivo-reactivaa una
nuevaperspectivaelstica, no rgiday conms posibilidadesperceptivo-reactivas.(Vuelve
ahorael imperativotico constructivistade Van Foerster: Obra siempre de modo que
aumentesel nmerode posibHidadesdeeleccin.)
Ellosignificaque, confrecuencia, las solucionesensayadasmantieneno agravan
precisamenteel problema(Watzlawick,Weaklandy Fisch, 1974).
Se parte de la conviccin de que el trastorno psquico y comportamental est
determinadopor la percepcinde la realidadpropia del sujeto; es decir, por su punto de
observacin que hace que perciba (o mejor, construya) una realidad ante la que l
reacciona con una conducta disfuncional, tambin denominada psicopatolgica. La
conducta disfuncional, a menudo, es la mejor reaccin que el sujeto cree que puede
ejercerenunadeterminadasituacin.
Para ello, el inters especco va dirigido a estudios y teoras relativas al cambio ,
a cmo ste puede acontecer espontneamente y a cmo puede ser provocado
deliberadamente(Watzlawicky otros autores 1967;Watzlawick, Weakland y Fisch 1974).
Por ello, se presta una atencinparticulara nuestramanerade percibir la realidady a los
aspectos pragmticos de nuestra relacin con dicha realidad, a cmo, mediante estos
procesos,se constituyensituaciones problemticasy, por ltimo, a cmo, medianteestos
mismosprocesos,es posibleresolvertales situacionesproblemticas.
Primeramente se rompe el hechizo, luego se ensea a la persona a construirse
su propia capacidad personal de no recaer en nuevos hechizos o sistemas de
percepcin y accin disfuncionales.
5
La diversidad se apoya en el hecho de que, en cuanto a los procedimientos y el
proceso de la terapia, el enfoque estratgico es el resultado de aplicar al campo clnico los
principios matemticos de la teora de los tipos lgicos (Whitehead y RusseIl1910-1913),
de la teora de los sistemas y de la moderna ciberntica (Wiener 1947; Ashby 1954, 1956;
Bateson 1967, 1972;. Bateson y otros autores 1956; Bateson y J ackson 1964; Foerster
1974) y se basa en concepciones de causalidad circular, de retroaccin entre causa y
efecto yen el principio de discontinuidad del cambio y del desarrollo.
Es evidente que donde haya una teora relativa a la persistencia y al cambio de los
problemas humanos radicalmente diversa de las clsicas concepciones psicolgicas y
psiquitricas, los consiguientes procedimientos (estrategias destinadas a provocar el
cambio) y el proceso (las fases evolutivas del cambio) habrn de ser totalmente distintos
de lo que suponen las clsicas formas de psicoterapia.
o. Wilde, Aforismos
Para poner a prueba la realidad, es preciso obli-
gar/a a andar sobre una cuerda tensa yslo se la
puede juzgar cuando se ha vuelto acrobtica.
3. Tercera hereja
y llegados aqu, en relacin con los procedimientos y el proceso teraputicos y/o de
cambio, pasemos a una nueva hereja respecto de los puntos de vista de las ortodoxias
terico-prcticas en psicoterapia.
Est claro, partiendo de cuanto hemos dicho hasta aqu, que la primera accin
teraputica que debe hacerse es la ruptura del sistema perceptivo-reactivo rgido del
sujeto mediante la ruptura del mecanismo retorcido de soluciones ensayadas que
mantienen el problema, y de la maraa de retroacciones personales que se construyen a
partir de ellas. Para luego llegar, despus de este cambio, a una redefinicin cognoscitiva
de la situacin y de la experiencia.
Las peores obras se han producido siempre con la mejor de las intenciones,
deca Oscar Wilde.
obien sucede que este sistema perceptivo-reactivo se expresa recurriendo a una o
varias soluciones buenas que se aplican indistintamente a diversos problemas, con el
evidente resultado de que los problemas no se solucionan y aun se complican por la
creciente desconfianza en la posibilidad de modificar la situacin. Puede parecer extrao y
paradjico pero, a menudo, los esfuerzos para cambiar no hacen ms que mantener
inmutable la situacin, o por lo menos reforzarla en su problematicidad. En ambos casos,
ia persona se conduce como ei protagonista de ia siguiente ancdota: un borracho busca
bajo un farol la llave que ha perdido: un transente caritativo se ofrece para ayudar al
pobre achispado a encontrar la llave perdida. Al cabo de un buen rato de buscar sin xito
alguno la llave bajo el farol, el seor compasivo, algo fastidiado, dirigindose al borracho le
pregunta: "Pero, est usted seguro de haberla perdido aqu?" y el otro replica: "No, pero
es que donde la he perdido est muy oscuro para buscarla" (Nardone 1988, p. 154).
6
r.
[-
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L
2. Nos remitimos a la lectura de Watzlawickyotros autores 1967; Watzlawick. WeaklandyFisch.
1974;Bateson 1980.
3. Existen dos tipos diferentes de cambio: uno que tiene lugar dentro de un determinado sistema,
que en s permanece inmoditicedo, yotro, cuya aparicin cambia el sistema mismo. Para poner un ejemplo
de esta distincin, en trminos ms conductistas: unapersona que tenga una pesadilla puede hacer muchas
cosas dentro de su sueo: correr, esconderse, luchar, gritar, trepar por un acantilado, etc. Pero ningn
cambio verificado de uno de estos comportamientos a otro podr finalizar la pesadilla. En lo sucesivo,
designaremosaesta clase de cambio como cambio l. El nico modo de salir de un sueo supone un cambio
del soar, al despertar. El despertar, desde luego, no constituyeya parte del sueo, sino que es un cambio a
un estado completamente distinto. Esta clase de cambio la denominaremos en lo sucesivo cambio 2
(Watzlawick.WeaklandyFisch, 1974; versincast.. 61989, p. 30s).
Figura1

Enunciado: los nueve puntos que se ven en la figura 1 deben unirse mediante cuatro
lneas rectas sin levantarel lpiz del papel. Si el lector no conoce la solucin de este
problema,tome un papel e intente resolverloantes de continuarla lectura y, sobre todo,
antesde mirarlasolucin(fig.2).
De hecho, creemos que no existe mejorejemplo de enfoque estratgico, para la
solucinde los problemas, yde su diferenciafundamental respecto de las dems formas
de psicoterapia,queel queest representadoporel problemade los nuevepuntos.
Por.ello, para esclarecer este concentrado de conceptos y referencias y qu
entendemos con el trmino de cambio en terapia, se hace necesaria, aun a riesgo de
repetirnos, una cita de Change (Watzlawick, Weakland y Fisch 1974), obra que, entre
otras cosas, representa el texto fundamental de nuestro planteamiento estratgico de la
terapia,a cuyalecturanos remitimosparaunamayorprofundizacinterica.
Desde esta perspectiva, que aqu por razones de lmites de espacio no podemos
ciertamente resumir 2, aparece absurda la conviccin, usual por lo dems, de que los
problemaso las molestias maduradosa lo largode unamplioespaciode tiempo necesitan
obligadamente, paraserresueltos, de untratamientoteraputicoigualmentelargo.O la de
que los problemas humanos que se caracterizanpor un gran sufrimiento y complejidad
exigen una solucin igualmente complicada y dolorosa. De igual manera existe la
conviccinde que unsistema no puedehallarla solucinde un problemadesdesu propio
interior, sin incurrir en la recursividad, y provocando slo un cambio de tipo 1 y no
ciertamente el cambio de tipo 23, que representa la solucin concreta. Este ltimo, en
efecto,exigesalirfuera del sistema, requiereunsalto de nivel que no puedehacerseen el
interiordel propiosistemadondeactael problema.
de la jaula, desde dentro de la perspectiva del cambio 1, como la solucin se nos aparece
como un sorprendente rayo de inspiracin, que est ms all de nuestro control. Desde la
perspectiva del cambio 2 se trata de un simple cambio desde una serie de premisas hasta
otra serie del mismo tipo lgico. Una serie implica la norma de que el problema ha de
resolverse dentro del mbito en que se cree ha de encontrarse la resolucin; la otra serie
no implica tal premisa. Es decir: la solucin se descubre como resultado de examinar los
supuestos acerca de los puntos y no los puntos en s. O bien, para hacer la misma
afirmacin trminos ms filosficos: resulta claramente distinto que nos consideremos
como peones de unjuego cuyas reglas designamos como realidad, o bien como jugadores
7
figura 2. Solucin del problema de los 9 puntos
o
3
o
Muy pocos llegan a resolver por s solos el problema de los nueve puntos.
Aquellos que fallan y renuncian experimentan por lo general una sorpresa ante la
inesperada simplicidad de la solucin (vase la f;g. 2). Resulta evidente la analoga de
este ejemplo con multitud de situaciones reales de la vida. Todos nos hemos sentido
encerrados en alguna ocasin en una especie de jaula y entonces daba lo mismo que
intentsemos hallar la solucin de un modo sereno y lgico o bien, lo cual es ms
frecuente, recorriendo frenticamente crculos viciosos. Pero, como ya hemos dicho, es
tan slo desde dentro
Casi todos los que intentan por vez primera resolver este problema introducen
como parte de la solucin un supuesto que hace esta ltima imposible. El supuesto
consiste en que los puntos constituyen un cuadrado y que la solucin debe hallarse dentro
de este ltimo, condicin autoimpuesta que no est contenida en las mstrucclones. Este
cuadrado forma parte nicamente del esquema lgico rgido del sujeto que circunscribe el
sistema de las posibles soluciones en el interior del cuadrado. As, pues, el fallo no reside
en la imposibilidad de la tarea, sino en ia propia solucin intentada. Habindose as creado
el problema, no importa en absoluto la combinacin de las cuatro lneas que se intenta yel
orden con que ello se haga: se terminar siempre, por lo menos, con un punto no
conectado. Ello significa que se pueden recorrer todas las posibilidades del cambio 1
existentes dentro del cuadrado, pero que jams se resolver el problema. La solucin
consiste en un cambio 2, en abandonar el campo en que se intenta la solucin y al que no
puede estar contenida, ya que, en el lenguaje de los Principia Mathematica, sta
comprende la coleccin entera y, por tanto, no puede ser parte de la misma (Watzlawick,
Weakland y Fisch 1974; versin cast., 1989, p. 44). El sujeto, para solucionar el problema
de los nuevos puntos, debe salir del mismo sistema lgico que lo enjaula en el interior del
cuadrado autoimpuesto.
L
8

L
t
) , _
L
Paraalcanzar esto, por tanto, no es necesariouna profunday larga excavacinen
lo profundo a la bsqueda de un supuesto -siempre confirmador- trauma originario,
causade la situacin problemtica, anulado el cual deberan desaparecer los problemas
del paciente. Ni tampoco es indispensableun lento y progresivo proceso de adquisicin
del insight en busca de un hipottico estadio de suprema conciencia de s mismo,
resolucinltima de todo problema. stos son procedimientos basados en concepciones
de causalidad lineal y relacin determinista entre causa y efecto; concepciones y
convicciones,por lo dems, ya superadas entodas las ciencias avanzadas, de la biologa
a lafsica.
Hayque obligaral pacientea salir de la rigidez de su perspectivaconducindolo
a otras posibles perspectivas que determinarn nuevas realidades y nuevas soluciones,
comoenel problemade los nuevepuntos.
Por tanto, desde la ptica estratgica, los problemas humanos pueden resolverse
mediante estrategias focales que rompen el sistema circular de retroacciones que
mantieneoperante el problema: De esta ruptura de un equilibrio disfuncional habr de
derivarel cambioen el comportamientoy en las concepcionesdel sujeto, enjauladoen su
situacin problemtica. Ello es as porque el cambio depende de la modificacin del
sistemaperceptivo-reactivo,o punto de observacinde la realidad, mantenido activo por
las solucionesensayadas puestas en prctica por el mismo sujeto que quiere resolver
susituacinde malestar.
Aqu puede resultar conveniente comparar esta manera de resoiver probiemas y
esta clase de cambio con los supuestos que constituyen las races de las escuelas ms
clsicas de pslcoterapia. Se postula en geneal que el cambio acontece a travs del insight
de las causas que en el pasado fueron responsablesde las alteraciones actuales. Mas,
como muestra el ejemplo representadopor el problema de los nueve puntos, no existe
raznconvincentealgunaparatal incursinenel pasado; la gnesis de los supuestos que
impidenla solucines secundaria, el problemase resuelve, ahora y aqu, dando un paso
queconducefuera de lajaula. Los clnicos se van dando cuenta cada vez ms de que, si
bien el insight puede proporcionar explicaciones muy sutiles de un sntoma, poco hace
paramejorarlo.Estehechoempricoconducea una importanteconclusinepistemolgica.
Todas las teoras tienen sus limitaciones, lgicamentederivadas de sus premisas. En el
caso de las teoras psiquitricas, tales limitaciones son atribuidas frecuentemente a la
naturalezahumana. As por ejemplo, dentrode la teora psicoanaltica, la desaparicindel
sntomasinque se solucioneel conflictosubyacenteque es responsabledel mismo, debe
dar lugar a una sustitucin de dicho sntoma por otro. Mas ello no es debido a que tal
complicacinestribe en la naturalezade la mente humana, sino que estriba en la propia
naturalezade la teora, es decir: en las conclusiones que lgicamente se derivande sus
premisas(Watzlawick,Weaklandy Fisch1974;versincast., 1989, p. 46, nota7).
que saben que las reglas del juego tan slo son reales en la medida en que las hemos
creado o las hemos aceptado, y que podemos cambiarlas (Watzlawick, Weakland y Fisch
1974; versin cast., 1989, p. 45s).
9
e) Se exige del terapeuta una gran elasticidad mental unida a la posesin de un
amplio repertorio de estrategias y tcnicas de intervencin teraputica que, como
veremos, provienende sectores aplicados que no son la clsica psicoterapia. Ello ha de
permitir cambiar el rumbo cuando los datos manifiestan que no se va en la direccin
deseada, as como estudiar estrategias ad hoc para el caso, modificando a veces, con
creatividad,tcnicas ya utilizadas con xito en otros casos semejantes. Como decamos:
adaptarel tratamientoal pacientey noel pacienteal tratamiento.
b) Si una terapia funciona, podemos tener la conviccron de que aparecern
rpidamente,ya en los primeros compases del tratamiento, determinados indicadoresde
cambio. Si esto no sucede, muy probablemente la estrategia teraputica utilizada no
funcionayse hacenecesariocambiarlaporotraque parezcams funcional.
a) En terapia estratgica, el terapeuta mantiene la iniciativa en todo aquello que
ocurre durante el tratamiento y estudia una tcnica particular para salir al paso de cada
problema concreto. Para l, el interrogante primario en realidad debe ser: qu estrategia
funciona mejor en un caso dado? (Haley 1976, p. 1).
La consecuencia de este punto de vista (hereja absoluta) es que el terapeuta
asume la responsabilidad de influir directamente en el comportamiento y en las
concepciones del sujeto que pide ayuda. A este fin, en inters del paciente, utiliza las
estrategias comunicativas y los medios ms eficaces para lograr el cambio de las
situaciones problemticas presentadas. Sobre esta cuestin nos detendremos
especialmente en el captulo cuarto. Con todo, es necesario aclarar, ya desde este
momento, que:
Se requieren ms bien prescripciones directas o indirectas de comportamiento,
paradojas, trarnpas comportamentales, sugestiones y reestructuraciones que, rompiendo
la rigidez del sistema relacional y cognoscitivo que mantiene la situacin problemtica,
hagan posible el salto de nivel lgico indispensable para la apertura de nuevas vas de
cambio, con el consiguiente desarrollo personal y un nuevo equilibrio psicolgico. Como
afirma lVIiltonErickson (en Waztlawick, Weakland y Fisch 1974; versin cast., 1989, p. 9),
una psicoterapia es buscada en primer trmino, no para esclarecer un pasado
inmodificable, sino a causa de una insatisfaccin con el presente y con deseo de mejorar
el futuro. Ni el paciente, ni el terapeuta pueden saber en qu direccin se ha de verificar
un cambio y en qu grado ha de tener lugar este ltimo. Pero se precisa cambiar la
situacin actual y una vez establecido tal cambio, por pequeo que sea, se precisa de
otros cambios menores y un efecto en bola de nieve de estos cambios menores conduce a
otros ms importantes, de acuerdo con las posibilidades del paciente. Que los cambios
sean transitorios, permanentes o evolucionen hacia otros cambios es de vital importancia
con respecto a toda comprensin del comportamiento humano, tanto con respecto a un
mismo, como con respecto a los dems. He considerado mucho de lo que he realizado
como una forma de acelerar las corrientes que impulsan al cambio y que maduran y a en
la intimidad de la persona y de la familia, pero se trata de corrientes que precisan de lo
"inesperado", lo "ilgico" y lo "sbito" para desembocar en un resultado tangible.
t _
10
As, pues, el terapeuta estratgico se orienta pragmticamente a la accin y a la
ruptura prioritaria del sistema de retroaccin disfuncional que el paciente vive consigo
mismo, con los dems y con el mundo, procurando por este medio hacer vivir
concretamente al paciente nuevas experiencias perceptivo-reactivas. Primero se intenta
producir modificaciones efectivas en la percepcin-accin del sujeto, para luego pasar a la
redefinicin, por lo que se refiere al conocimiento, de aquello que se ha experimentado, en
una sntesis pragmtica entre influjo personal del terapeuta e incentivo continuado a la
Por consiguiente, no pretendemos en modo alguno negar el influjo del pensamiento
y del conocimiento sobre la accin, pero mantenemos que el cambio de una situacin
perceptivoreactiva slo se convertir en bagaje cognoscitivo si antes pasa por la fase de
experiencia concreta. Naturalmente, por experiencia no se entiende por cierto el concepto
deductivo y fisicalista de accin sensoriomotriz, sino todo cuanto esperamos de nuestra
relacin con los dems y con el mundo. Una emocin fuerte determinada por la
relacin/comunicacin con otra persona es, por ejemplo, una nueva experiencia concreta
que puede lograr que el punto de observacin de la realidad propio del paciente se
desplace. Un incidente casual en nuestra rutina cotidiana o una sugestin intensa pueden
ser otros tantos ejemplos de experiencias concretas que cambian nuestro marco de la
realidad, es decir, la percepcin-reaccin a aquella situacin determinada.
Cuando hacemos referencia a nuevos aprendizajes, hablamos propiamente de la
experiencia concreta que determina el cambio de nuestro modo de percibir la realidad y
reaccionar a ella. A este respecto, creemos que toda la obra, ya citada, de J ean Piaget
demuestra claramente que la adquisicin de nuevos aprendizajes tiene lugar por un
proceso que va de la experiencia al conocimiento. Slo despus de que se ha producido el
cambio, o el nuevo aprendizaje, el conocimiento permite repetirlo y aplicarlo de nuevo con
conocimiento de causa.
Desde el punto de vista estratgico, que en definitiva es el del constructivismo
radical, este proceso debe invertirse. Es decir, se parte de la conviccin de que, para
cambiar una situacin problemtica, antes hay que cambiar el obrar y, como
consecuencia, el pensar del paciente, o mejor, el punto de observacin, el marco de la
realidad. Yen esto vuelven a nuestra mente Von Foerster y su imperativo esttico.
Otra gran hereja, por lo que se refiere a estrategias y procesos de cambio,
proviene del hecho de que la mayor parte de las psicoterapias, impregnadas de la idea del
cognitocentrismo (centralidad del pensamiento por respecto a las acciones), se basa en
el supuesto de que el obrar sigue al pensar. Por consiguiente, para cambiar un
comportamiento errneo o una situacin problemtica, hay que cambiar primero la manera
de pensar del paciente y slo despus es posible cambiar su manera de obrar. De aqu la
necesidad del insight, de procedimientos de anlisis del psiquismo y de todas aquellas
tcnicas que tienden a la concienciacin y racionalizacin del obrar.
O. Wilde, Aforismos
Es mucho ms difcil hablar de una cosa, que hacerla.
4, Cuarta hereja
La terapia estratgica es una partida de ajedrez entre el terapeuta y el paciente
con sus problemas, una sucesin de movimientos que tienden a producir efectos
especficos. Despus de cada cambio, o resultado obtenido, se procede a una
redefinicin del cambio mismo y de la situacin en evolucin. El programa teraputico se
desarrolla estrategia tras estrategia teniendo en la mira los objetivos previstos y debe
reorientarse segn los efectos observados en el intento de centrar y aplicar una estrategia
que puede ser eficaz para un problema determinado o un momento determinado de la
terapia.
Igual que en el juego del ajedrez, en el que existen determinadas combinaciones de
movimientos para oponerse a una determinada apertura del adversario, tambin existen
en la terapia programas especficos de estrategias para determinados tipos de problemas
11
Volviendo al concepto inicial, es el obrar o la experiencia lo que produce el cambio,
que posteriormente se refuerza y se vuelve consciente.
Por lo comn, si se sigue este proceso, se requieren varios meses, a veces aos,
para que un sujeto se libere de su infeliz situacin. Segn la perspectiva estratgica, en
cambio, a un paciente as se le podra prescribir que llevara a cabo, conternporneamente
a los ataques de angustia o pnico, una tarea embarazosa y decididamente ansigena;
con el resultado de que, normalmente, la persona vuelve a la siguiente cita con un
sentimiento de culpa por no haber llevado a cabo la tarea asignada, pero relatando que
sorprendente mente no ha padecido, en aquellos das, los sntomas por los que haba
acudido a la terapia. Por medio de un conflicto benfico, que ha obligado a la persona a
comportarse de un modo diverso, se ha roto el sistema rgido de percepcin de la realidad
que la reduca a una respuesta automtica. A partir de ese momento, la persona, lo hiciera
conscientemente o no, habr experimentado que puede dominar aquel miedo que pareca
indomable y la terapia se vuelve rpida y sbitamente eficaz para reducir los sntomas. A
travs de una experiencia concreta, el sujeto ha adquirido confianza en la posibilidad de
modificar su situacin personal.
Para ilustrar ms la diferencia de procedimiento y proceso que se da entre la
terapia estratgica y los dems enfoques de la psicoterapia, ser provechoso recurrir a un
ejemplo clnico: ante un paciente aqorafbico, segn el punto de vista tradicional de la
psicoterapia, se procede a la exploracin intrapsquica del miedo y sus causas en el
pasado. Hecho esto, se induce gradualmente al sujeto, por medio de racionalizaciones y
explicaciones, a hacer frente sin ms al miedo ya las situaciones que lo desencadenan.
autonoma personal del paciente. En esta perspectiva, el insight y los procedimientos de
toma de conciencia de cuanto se refiere a los trastornos y a las causas del problema han
de ser considerados, en los primeros compases de la terapia, como una maniobra
contraproducente por cuanto aumenta la resistencia al cambio. Todo sistema, por el
principio de la homeostasis, es resistente al cambio. Tomar conciencia del cambio antes
de que ste ocurra significa poner en guardia al sistema. Por esto, como veremos
inmediatamente, la ruptura del sistema perceptivo-reaciivo y de ias soiuciones ensayadas
debe tener lugar por lo comn sin que el paciente se d cuenta ni se le d una explicacin
de todo ello, para no activar la resistencia. Slo si se ha producido ya el cambio pueden
explicarse o hacerse conscientes las trampas comportamentales o los conflictos
benficos empleados.
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El desarrollo del proceso de la terapia se concluye con el jaque mate al
problema presentado al comienzo de la misma y con la adquisicin, por parte del paciente,
del procedimiento para jugar y vencer de forma autnoma aquel determinado tipo de
partida. Por lo dems, como deca Bateson (1972), la vida es un juego cuyo objetivo es
descubrir las reglas; reglas que cambian siempre y nunca llegan a descubrirse.
que el paciente presenta (en el captulo quinto veremos dos ejemplos). Y tambin existen
en ambos juegos -el ajedrez y la terapia- estrategias particulares para reaccionar a los
movimientos del adversario, jugadas y contrajugadas. Pero con frecuencia la creatividad
del jugador/ terapeuta debe modificar el sistema de movimientos previsibles para hallar
nuevas, inesperadas y aparentemente ilgicas soluciones estratgicas vencedoras en el
seno de la infinita gama de combinaciones posibles segn una interaccin comunicativa
entre dos o ms personas, de modo que la complejidad del juego y el abanico de
posibilidades se amplifica y se vuelve enorme. Esto debera adems llevar al lector a
reflexionar sobre el hecho de que el planteamiento estratgico no consiste simplemente en
una serie de recetas eficaces. sino en un modo de ver los problemas humanos que no
se interesa en la extincin definitiva de todos los problemas de la vida del paciente (quien
lo lograse no pertenecera, a nuestro entender, a la especie humana), sino nicamente en
la solucin. focal de los problemas que, uno tras otro, pueden las personas hallar en el
camino de su existencia. Esto no equivale a aplicar simples recetas o trucos de
prestidigitador, sino a adaptar creativamente a cada individuo en particular y a cada
contexto determinado los principios lgicos de la formacin y solucin de los problemas.
13
Hoy da se piensa que empezar la terapia entrevistando a una sola persona es
partir con desventaja. Cuando se crea que el problema teraputico era un fenmeno
individual, pareca razonable entrevistar a una sola persona. Como se consideraba que los
sntomas o problemas eran algo impropio, o meras seales de inadaptacin, no haba
(razn alguna para, citar a otro qus no fuera el inadaptado mismo. Si una esposa padeca
accesos de angustia, no los crean atribuibles a su matrimonio sino que los tildaban de
Un terapeuta hbil se acercar a cada individuo pensando que esa persona, esa
situacin social en particular, bien pueden requerir un procedimiento nico en su gnero.
Las variables son muchas, pero la mayora caen en las categoras de tiempo, lugar,
honorarios, nmero de personas involucradas y directivas especiales necesarias para
iniciar el tratamiento. El terapeuta que encare una situacin particular con plena libertad de
accin puede resolver que lo mejor es actuar en su consultorio, en el hogar del cliente, en
el sitio donde trabaja, la calle o la escuela (si el problema se relaciona con ella) .La
primera entrevista puede durar media, una o varias horas. El terapeuta puede proponer
enseguida un cambio o, quiz, proceder .pausadamente y no solicitar de inmediato
ninguna accin. Los honorarios normales pueden resultar apropiados para un caso, o bien
puede pedrsele al cliente que fije el pago que cree justo, o aun decirle que deber pagar
si no progresa. Puede entrevistarse a una o varias personas en la primera visita,
incluyendo solamente a miembros de la familia o citando adems a amigos ya otros
profesionales. Cierto grupo tnico requerir, tal vez, un acercamiento formal, en tanto que
una mayor llaneza resultar ms eficaz con otro. Un terapeuta experto puede comenzar de
muy diversas maneras, pero aqu indicaremos cmo ha de iniciar, preferiblemente, su
primera entrevista un terapeuta: comn.
Para que una terapia termine adecuadamente debe comenzar adecuadamente,
esto es, estableciendo el contrato en torno de un problema resoluble y descubriendo la
situacin social que por necesidad lo genera. El acto teraputico empieza por la manera
de examinar el problema. El acto de intervencin saca a luz los problemas y las pautas de
relacin a modificar.
Si una terapia exitosa es aquella que resuelve los problemas de un cliente,
entonces el terapeuta debe saber cmo formular un problema y cmo resolverlo. Adems,
si ha de resolver una variedad de problemas, no debe adoptar un enfoque rgido y
estereotipado con respecto a la terapia. Por eficaz que resulte para ciertos problemas,
ningn mtodo vasta gama de casos que suelen plantersele a un terapeuta. Se necesita
flexibilidad y espontaneidad, aunque todo terapeuta debe aprender de su propia
experiencia y repetir aquellos mtodos que hayan dado buen resultado. La probabilidad de
xito aumenta si se combinan los procedimientos ya conocidos con tcnicas innovadoras.
CAP. 1 COMO CONDUCIR LA PRIMERA ENTREVISTA.
Terapia Familiar Estratgica.
Terapia para resolver problemas.
J ay Haley
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Adems, se reconoce por lo general que la gente es incapaz de informar
adecuadamente acerca de sus propias situaciones sociales. Hasta un observador
participante entrenado peca de parcialidad en su informe debido a su posicin dentro de
su red social personal; un antroplogo preparado no puede describir de manera apropiada
las secuencias existentes en su propia familia. En la dcada de 1950, las dudas
suscitadas en torno al auto - informe condujeron a la realizacin de entrevistas de familias;
otra consecuencia fue que los supervisores de terapia prefirieron observar la labor del
terapeuta a travs de una pantalla de visin unilateral [ one way mirror] o en videocinta.
Los supervisores aprendieron as que la descripcin de una entrevista dada por el
terapeuta era inadecuada si se la comparaba con una grabacin de la misma. Cuando los
pacientes eran entrevistados en privado, sin grabacin, a los terapeutas tambin se los
vea privadamente en las sesiones de supervisin, y nadie saba a ciencia cierta qu
pasaba durante la terapia. Por ejemplo, una esposa informaba sobre un acto de su marido
sin mencionar la parte que le haba tocado en la secuencia que condujo a l (deca, quiz,
que su esposo la haba golpeado porque s) A su vez, el terapeuta comunicaba a su
supervisor ese hecho -conocido segn la versin de la esposa- sin explicarle cmo haba
alentado a la mujer para que se lo relatara. No mencionaba que, quizs
inconscientemente, se haba aliado con ella contra el marido, incitndola a condenarlo. El
supervisor deba adivinar lo ocurrido guindose por los informes de una esposa tal como
se los narraba un terapeuta, y ambos relatos pecaran de parcialidad. Es ms sensato
entrevistar a ambos cnyuges juntos bajo la observacin de un supervisor, de ser ello
posible. Con este tipo de observacin, la situacin del terapeuta pasa del enfrentamiento
individuo versus familia a la prctica de una terapia a ciegas o a plena luz.
La antigua dicotoma entre terapia individual y de familia pierde relevancia
cuando se encara un problema dentro de su contexto. Entrevistar a un individuo es uno de
los modos de intervenir en una familia. Si un terapeuta entrevista a un hombre, mujer,
abuelo o nio y no ve al resto de la familia, establece una coalicin a ciegas, sin saber en
qu organizacin est entrando. Aunque, una vez iniciado el tratamiento, el terapeuta
puede querer entrevistar individualmente a los miembros de la familia con un propsito
determinado, al principio es mejor conocer a todos cuantos habitan el hogar, para captar
rpidamente el problema y la situacin social que lo genera.
Si es obvio que, tratndose de un matrimonio, hay que entrevistar a ambos
cnyuges, debera serlo an ms el hecho de que cuando el problema est en un
adolescente a quien debemos ayudar a desligarse de su familia debe buscarse la
participacin inmediata de todo el grupo familiar. El terapeuta debe reunir a las personas
para ayudarlas a individualizarse, y es ms lgico empezar ese proceso de individuacin
de inmediato, en la primera entrevista.
Por supuesto, es posible cambiar un matrimonio o una familia entrevistando a uno
solo de sus miembros, pero se corre el riesgo de que sea un procedimiento lento y difcil,
amn de fallar a menudo, como lo han demostrado los estudios sobre resultados de
terapias. Es mucho ms sensato entrevistar al giupO natural en cuyo seno se manifiesta el
problema, iniciando as de inmediato la bsqueda de una solucin ..
irracionales. Por con siguiente, el marido no era un elemento relevante, salvo como un
factor de stress para la mujer, que constitua el verdadero problema.
15
Por ejemplo, no conviene realizar esta clase de entrevista exploratoria con unjoven
internado en un hospital de salud mental, ya que en este caso el terapeuta sabe de
antemano que el problema radica en la internacin. Por lo general, en este libro no
insistimos en el estudio de los problemas de jvenes con perturbaciones graves; la terapia
indicada para dichos casos es objeto de otra obra, actualmente en preparacin. La
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)!
Este nfasis en que todos los involucrados estn presentes en la primera entrevista
no significa que sea imposible practicar la terapia de no lograrse una participacin total.
Queremos decir, simplemente, que el modo ms fcil de trabajar es trayendo a todos a la
reunin. Nuestra descripcin de cmo conducir una primera entrevista le ayudar al
terapeuta a comenzar su labor en forma adecuada. El procedimiento esbozado sirve para
la mayora de los problemas, aunque, por supuesto, siempre hay situaciones
excepcionales que requieren un manejo especial.
Cuando se trata de una primera entrevista de tipo corriente, el terapeuta debe
solicitar la asistencia de todos los involucrados, especialmente si el problema es un
nio. Si la escuela est implicada en el caso, conviene por lo general celebrar en ella la
primera entrevista, con asistencia del maestro, el asesor psicopedaggico, el nio y los
padres, ya que todos estos constituyen el grupo social involucrado. (El procedimiento aqu
descrito para una primera entrevista se aplica a un grupo as). Para la mayora de los
problemas, debe invitarse a los integrantes de la red de relaciones ntimas. La unidad
social adecuada comprende a todos cuantos habitan el hogar, pero si el terapeuta conoce
la existencia de una abuela que vive a la vuelta de la esquina, tambin debe requerir su
presencia. Cuando el problema es un nio, cualquier hombre que mantenga estrecha
relacin con la madre debe asistir a la sesin.
Parte de !a dificultad que plantea !a iniciacin adecuada de una terapia ha
obedecido a la confusin entre el diagnstico realizado por razones institucionales y el
realizado con fines teraputicos. Una institucin requera que se entrevistara a una sola
persona clasificndola en determinado diagnstico, procedimiento que nada tena que ver
con la terapia y que hasta poda trabar al terapeuta en sus reflexiones sobre cmo resolver
el problema. Ahora se sabe que el mejor diagnostico para terapia es aquel que permite al
grupo sociai responder a ios intentos de producir un cambio. Como ei terapeuta debe
intervenir por va de un acto teraputico -valga la redundancia- para recoger datos de
diagnstico destinados a la terapia, lo mejor es comenzar entrevistando a toda la gente
involucrada, ya que el cambio los afectar a todos. Por supuesto, a veces hay un solo
individuo disponible para la entrevista, de manera que la sesin inicial ha de celebrarse
entre dos personas. Si el individuo est en prisin o en un hospital para enfermedades
mentales, es natural que el terapeuta cuente con la presencia de la familia en la primera
entrevista, para programar la vida futura fuera del establecimiento. Si quien solicita la
terapia es un estudiante que asiste a una universidad situada a miles de kilmetros de su
hogar, quiz sea preciso verlo solo en la primera entrevista; luego puede recurrirse a
cartas, llamadas telefnicas, visitas de los padres y otras formas de acercamiento, pero al
comienzo deber entrevistarse al individuo solo. Esta circunstancia especial y desusada
exige que el terapeuta sea capaz de evaluar la situacin de una persona basndose en el
dilogo mantenido con ella sola, calculando al mismo tiempo las consecuencias que
acarrear el cambio para los que no estn presentes. Es posible cambiar a una persona
sin entrevistar a nadie ms, pero esa tarea suele exigir una pericia superior a la del
terapeuta comn.
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Resta un ltimo comentario sobre la asistencia a la primera entrevista de todas las
personas involucradas. Ocurre a menudo que un joven, conviva o no con sus padres,
preferira que su familia no se viera envuelta en la terapia, o bien ha recibido terapia
individual durante varios aos y siente predileccin por dicho mtodo. El terapeuta no
debe permitir que el cliente decida la forma de terapia a seg uir, sobre todo si ya ha sido
tratado sin xito y quiere continuar con el mismo tipo de tratamiento. Tambin puede
ocurrir que a un adulto le disg uste la presencia de su cnyug e o que, viviendo solo
aunque su familia resida en la misma zona) crea que sus familiares nada tienen que ver
con su problema. Cuantas ms personas participen en las entrevistas, tanto ms eficaz y
rpida ser la terapia. Hay veces en que se puede comenzar con una entrevista individual,
si el cliente insiste en solicitarla, pero de continuar de ese modo se dificultar
notablemente la terapia; suele ocurrir que esa primera entrevista individual hace que sea
an ms arduo obtener la posterior participacin de las personas pertinentes. Sig uiendo
las enseanzas de Carl Whitaker, alg unos terapeutas sostienen que la batalla en torno a
quines participarn en la terapia puede determinar el resultado de esta.
Las sesiones demostrativas, donde un terapeuta debe entrevistar a una familia en
presencia de un g rupo, plantean otra situacin especial. Si la sesin corre a carg o del
terapeuta que ya atiende a la familia entrevistada, deber cuidar que esta no revele ms
de lo debido ante un g rupo de extraos. Un terapeuta jams debe entrevistar delante de
un g rupo a una familia a la que no volver a ver. La sesin demostrativa llevada a cabo
por un terapeuta visitante constituye una explotacin de la familia entrevistada, cuyos
miembros no reciben compensacin alg una por la exposicin de que son objeto, a menos
que les pag uen honorarios. Adems, estas demostraciones para las que se monta una
entrevista nica nada tienen que ver con la terapia: son, simplemente, un modo de
ejemplificar ante un auditorio cmo utilizar a una familia, y el estudiante de terapia nunca
debe suponer que ese es el modo de conducir una entrevista teraputica.
Tambin hay consultas oblig atorias que requieren un manejo especial de la
primera reunin. Cuando la familia ha sido remitida al terapeuta por un tribunal, o a veces
por una escuela, la madre o el padre pueden presentarse encolerizados y habr que
tratarlos con especial cortesa. Toda vez que un cliente acte de una manera confusa o
aparentemente inapropiada, el terapeuta deber presumir que la confusin o
desorientacin radica en el contexto de la situacin, y no en una peculiaridad personal.
Veamos otros casos en que este tipo de entrevista inicial no constituye el
procedimiento correcto. A veces, un malentendido hace que alg uien remita errneamente
a una familia al terapeuta; otras, se trata de un simple chequeo o consulta sin ning n
inters en comenzar una terapia. Alg unas familias slo desean someter a un nio a
alg unos tests,y no tienen la menor intencin de que se le aplique una terapia. Aqu vale la
pena aclarar que la familia puede participar aun en una sesin de tests. En la actualidad,
ciertas clnicas hacen que los padres observen la sesin a travs de una pantalla de visin
unilateral, para que puedan ver cmo responde su hijo;lueg o, al repasar los resultados
con el examinador, los padres tendrn una base en que apoyarse para juzg ar las
deducciones de aquel,en vez de recibir un simple informe resumido.
estrateg ia a aplicar en un caso as consiste en partir con una actitud menos exploratoria y
ms autoritaria, ya que la familia est en un momento de crisis.
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A medida que los integrantes de la familia se organizan para entrar en el
consultorio, el terapeuta debe observar las relaciones existentes entre padres e hijos. L os
padres pueden mostrarse muy severos con los nios, o bien actuar con excesiva lenidad
El terapeuta debe observar el estado de nimo de la familia, dato necesario para
conseguir que cooperen en el cambio. Quiz se muestren ms animosos de lo que en
realidad estn, o se sientan desgraciados o irritados. Pueden comportarse como si al traer
al individuo problema, le estuvieran infligiendo un castigo con el que han venido
amenazndolo desde hace un tiempo. O estn desesperados. O acuden por obligacin,
porque alguna autoridad judicial o escolar les indic que lo hicieran. A medida que el
terapeuta los saluda, le comunican su estado de nimo, y l debe procurar ponerse a tono.
Mientras la familia se acomoda, el terapeuta puede observarla para tener una idea
de cmo empezar la etapa siguiente. L a mayora de las familias que vienen con un
problema se colocan a la defensiva con respecto a l, por ms afables que parezcan sus
integrantes, ya que es violento tener que revelar un problema personal a un extrao. Han
probado toda clase de remedios sin resultado alguno, por lo que pueden ver en este
pedido de ayuda la prueba de su fracaso. Suele haber desacuerdo entre sus miembros
acerca del problema prcticamente a rastras y, quiz, creen que se los acusar de ser los
causantes del problema.
Todos los miembros de la familia deben participar en la accin en todas las etapas
de la entrevista, especialmente en esta de los saludos. Al entrar al consultorio se sentarn
donde y como lo deseen. Una vez que se haya presentado, el terapeuta deber dirigirse a
cada integrante de la familia y preguntarle cmo se llama1. Conviene obtener una
respuesta de cada persona, para definir la situacin en el sentido de que todos son
importantes y estn involucrados en ella. Durante esta etapa social, el terapeuta tambin
puede averiguar quin vive en el hogar y por lo tanto debe estar presente en la entrevista .
.No permitir que nadie empiece a comentar el problema hasta tanto no haya obtenido de
cada entrevistado alguna respuesta social. El modelo para esta etapa son las reglas de
cortesa que seguiramos, como anfitriones, en nuestro hogar: se saluda a todos,
hacindoles sentirse cmodos.
L a etapa social
Al presentarse la familia, la entrevista recorre las siguientes etapas: 1) etapa social:
se saluda a la familia, procurando que se ponga cmoda; 2) etapa de planteo del
problema: se inquiere acerca del problema presentado; 3) etapa de interaccin: se pide a
los miembros de la familia que conversen entre s; 4) etapa de fijacin de meta: se solicita
a la familia que especifique los cambios que desea lograr. Finalmente, se fija da y hora
para una nueva sesin, a la que asistir toda la familia o parte de ella.
Una entrevista comienza con el primer contacto establecido con relacin a un
problema. Por lo comn, alguien solicita telefnicamente una entrevista, recogindose ya
entonces cierta informacin. El terapeuta debe pedir que todos cuantos habiten en el
hogar asistan a la primera entrevista.
Etapas de una primera entrevista
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1 En este mtodo sesupone que el terapeuta trabajar solo; el empleo de un ca-terapeuta suele ser una
seguridadpara el clnico pero carece de valor para el cliente. Los estudios de resultados no indican que la
ca-terapia sea mejor, aunque cuesta el doble. En cuanto al terapeuta en formacin, si trabaja en
colaboracincon una persona ms experta slo aprenderamantenerse en un segundo plano sin asumir la
responsabilidaddel caso, que esprecisamente lo que en definitiva debe aprender. Trabajando solo, el
terapeutapuede desarrollar y poner en prctica nuevas ideas sin tener que perder tiempo consultando aun
colega. Si necesita ayuda, puede ofrecrsela un supervisor ( oaun otro terapeuta) ubicado tras una pantalla
de visinunilateral.
Aveces, al sentarse, los miembros de la familia revelan la organizacin de esta. Por
ejemplo, la madre se sienta entre sus hijos, en tanto que el padre lo hace en un extremo; o
padres e hijos se acomodan separadamente en dos bandos; o los padres se ubican junto
a un hijo mayor, dejando aislado al nio problema; o mujeres y hombres forman dos
grupos distintos, lo cual habla de la importancia que tiene la diferenciacin sexual en esa
familia. El hecho de que el nio problema se siente o no entre sus padres puede sugerir la
funcin que desempea en su matrimonio.
r: -
Cmo se conducen con el terapeuta los miembros de la familia? La conducta de
los nios dar ciertos indicios sobre lo que les han dicho sus padres acerca del lugar de la
sesin en caso de efectuarse esta fuera del hogar o de la escuela. Si el nio parece
temeroso del terapeuta, su miedo puede indicar que interpreta la visita como un castigo o
que cree que lo abandonarn all. Si se muestra amable y curioso, es seal de que tal vez
le han dicho que visitaran un lugar agradable. El terapeuta reparar especialmente en qu
miembro de la familia intenta ponerlo a l de su parte, aun en esta etapa de saludos. Si
uno de los padres se le adhiere demasiado pronto, debe prever que una de sus
dificultades durante la sesin ser abstenerse de coligarse con l. En cambio, si uno de
los padres se muestra demasiado fro o esquivo, quiz sea preciso esforzarse ms para
hacerlo participar. Si los padres miran al nio y luego al terapeuta con aire de
exasperacin compartida, tal vez le estn proponiendo una alianza contra el nio
problema.
El terapeuta debe reparar en la relacin existente entre los padres o los otros
adultos que traen a los nios (por ejemplo, entre madre y abuela).Cuando hay un nio
problema en la familia, los adultos suelen discrepar sobre cmo tratarlo. A veces
manifiestan su desacuerdo de inmediato, y otras, comienzan presentando un frente unido.
Si dan la impresin de concordar demasiado, o se muestran excesivamente amables entre
s, nos hallamos ante una situacin diferente de aquella en que manifiestan sus
discrepancias en torno al nio. El terapeuta tambin observar si alguno de los adultos
demuestra haber venido a regaadientes.
limitndose a confiar en que entrarn con ellos; a su vez; los runos pueden cooperar
espontneamente en el vestbulo, o aguardar las rdenes de sus padres. Mientras el
grupo entra en la habitacin y se sienta, podr observarse qu disciplina imponen los
padres a sus hijos. Empero, el terapeuta deber tener presente que aquellos no se limitan
a dirigirlos o manejarlos, sino que estn mostrando de qu manera lo hacen; por
ejemplo, aunque acosturnbren golpear al nio que se porta mal, tal vez se conduzcan de
manera distinta ante el terapeuta, pensando en ia propia imagen. Ei nio tambin
mostrar cmo se comportan l y sus padres. El terapeuta no extraer necesariamente
hechos concretos de todo esto, sino ms bien una ilustracin.
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Otro mtodo consiste en decirles: Quise que hoy vinieran todos los miembros de la
familia para ver qu opina cada uno de ustedes sobre la situacin. Esta u otras frases
Por ejemplo, el terapeuta puede comenzar diciendo aproximadamente lo siguiente:
O lo que dijeron por telfono, as que tengo cierta idea de cul es el problema; pero ped
que viniera la familia en pleno para saber qu piensa de l cada uno de ustedes. Tras
esto, puede preguntarles en forma ms directa sobre el problema.
Modo de formular la pregunta
Frecuentemente, una familia llega al consultorio sin saber por qu se ha convocado
a todos sus integrantes. A menudo slo buscan ayuda para un nio o adulto en particular,
por lo que se sienten intrigados ante esta citacin colectiva, aunque nadie pregunte el
motivo. Resulta, pues, oportuno que el terapeuta aclare cul es su posicin en el asunto.
Puede decirles lo que ya sabe del caso y por qu ha solicitado la presencia de todos. Una
vez que l ha puesto en claro su posicin, le ser ms fcil a los miembros de la familia
explicar las suyas.
L
Lo habitual es que el terapeuta les pregunte por qu han venido o qu problema los
aqueja, pasando as de una situacin social a una situacin de terapia. Esta pregunta -que
equivale a decir ahora entremos en materia- puede hacerse de muchas maneras, cada
una de las cuales tiene sus ventajas y desventajas. La pregunta -en s presenta dos
aspectos: el modo en que el terapeuta la formula ya qu miembro de la familia va dirigida.
Hasta esta altura de la entrevista se ha mantenido un dilogo social con la familia,
que puede ser muy breve o bien prolongarse durante algunos minutos; pero es preciso
pasar de esta etapa a la de terapia, donde la situacin ya no es de tipo social. sino que
obedece a un propsito. Que una familia recurra en busca de ayuda a una persona cuyo
oficio es auxiliarlos constituye una situacin poco comn, para la que no hay reglas fijas,
de modo que terapeuta y familia deben determinar qu clase de situacin es.
La etapa de planteo del problema
Tambin es importante que ei terapeuta no comunique a ia familia sus
observaciones. Al ver que el nio problema se sienta entre sus padres, probablemente
establecer la hiptesis tentativa de que su problema desempea una funcin en su vida
matrimonial, pero no deber tomarla demasiado en serio en tanto no haya recogido ms
datos, ni comentarle jams a la familia la posicin del nio. Decimos esto no slo porque
puede equivocarse en su suposicin, sino tambin porque, de acertar, le est sealando a
la familia lo que esta ya sabe. Llamar su atencin sobre hechos tales como los lugares
ocupados al sentarse es pedirle a la familia -que admita algo que, tal vez, preferira no
reconocer; esto podra suscitar una actitud defensiva entre sus integrante y causar
dificultades innecesarias en la terapia.
Si recoger informacin es importante, no !o es menos considerar las conclusiones
extradas como provisionales. El terapeuta no debe formarse ideas muy firmes, pues
quizs ha malinterpretado los datos; los que le ha suministrado la observacin pueden
verificarse en el transcurso de la sesin. El terapeuta que se aferra demasiado a una idea
traba su mente para la consideracin de otras.
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En principio, cuanto ms general y ambigua sea la pregunta, tanto ms campo se
dar a los miembros de la familia para exponer sus puntos de vista. Pueden hacer
hincapi en el problema, o en el cambio, o aun describir el caso como el de una familia
problema, ms que el de un nio problema.
Cuanto ms especifico se muestre el terapeuta, tanto ms se centrar a la familia
en un aspecto determinado de la cuestin.
Preguntar: Por qu motivo han venido a verme? Con estas palabras, la familia
puede optar por centrar su respuesta en el problema o en el cambio deseado. Algunos
dirn: Por J uancito, en tanto que otros respondern: Para ver sise puede hacer algo
con J uancito.
,-
En vez de inquirir sobre el problema, preguntar: Qu cambios desean lograr?.
Con esto se le fija a la situacin de terapia un marco de referencia cifrado en el cambio. El
padre o la madre deben plantear el problema en funcin del cambio que debera
experimentar el nio, y no del trastorno o dificultad que presenta. Este marco de referencia
le permite al terapeuta retomar el tema de los cambios deseados por la familia, aun en el
caso de que la conversacin vuelva a orientarse hacia el problema.
Dar un tinte ms personal a la situacin, preguntando: En qu puedo series til?.
Este enfoque reduce las posibilidades del informe familiar, pues les obliga no slo a
pensar en el problema, sino tambin a pensarlo en funcin de lo que el terapeuta puede
hacer al respecto. Este tipo de pregunta da lugar a una situacn menos profesional y ms
personal, que puede resultar molesta para algunos terapeutas.
Preguntar: Cul es su problema? Con esto se define la situacin puntualizando
que en ella se conversar sobre problemas. Por lo comn, la persona ms versada en el
problema -que suele ser la madre- ha previsto esta pregunta y responde prontamente
exponiendo las dificultades que causa el nio, o bien est preparada para ofrecer una
resea histrica de las circunstancias en que fue surgiendo el problema. Un planteo as
concuerda con las expectativas de la madre.
La forma en que el terapeuta recabe ms opiniones especficas acerca del
problema puede determinar el curso que tomar la entrevista. Indicamos a continuacin
algunas de las ms usuales.
La fraseologa con que el terapeuta explique su posicin depender del nivel
cuitural de la familia, ya que debe hablarle en un lenquaje comprensible para todos. Si
cree hallarse ante una familia reservada, har especial hincapi en el hecho de que ya se
le dio cierta informacin sobre el caso al pedir telefnicamente la entrevista, con jo que
todos comprendern que alguien (por lo comn la madre) ya ha planteado el problema y
que el terapeuta ha escuchado esa versin.
parecidas ofrecen, al menos, a la familia una explicacin parcial de su presencia en el
consultorio, haciendo que sus integrantes se sientan dispuestos a expresar sus opiniones.
21
'--,
Una tercera dimensin est ms ligada a la terapia que a otras situaciones. El
terapeuta tiene una tarea que cumplir, y para lograrlo debe hacer que la familia participe. A
menudo, entre sus integrantes hay uno capaz de hacerla volver al consultorio, por lo que
deber dispensrsele un tratamiento ms respetuoso. Puede ocurrir que el terapeuta
escuche con especial respeto las declaraciones de un abuelo, para descubrir al cabo que
en realidad este no cree que exista un problema tan grave como para seguir una terapia, y
que si lo creyera, el resto de la familia desoira su pedido de que vinieran a nuevas
,
i .
En segundo lugar tenemos la dimensin de la jerarqua, ya que no existe ninguna
organizacin cuyos miembros sean iguales entre s. El terapeuta debe respetar la
jerarqua interna de la familia si quiere ganar su buena voluntad, pero, desgraciadamente,
sus prejuicios pueden confundirlo en cuanto a quin posee autoridad. Muchos terapeutas
tienden a colocar a los abuelos en un nivel jerrquico superior al de los padres, y se
dirigirn a ellos si es que asisten a la entrevista. Otros negarn autoridad a los abuelos y
los ignorarn cortsmente, interrogando a los padres. Otros, en fin, al advertir que el padre
se muestra apartado y marginado de la familia, se dirigirn a l antes que a nadie y lo
tratarn como si fuera el jefe del hogar. Esto no significa necesariamente que el terapeuta
crea que ocupa tal puesto; actuar as porque, al verse interpelado de esa manera, el
padre reaccionar participando ms en la situacin y asumiendo mayor responsabilidad.
Estos terapeutas se valdrn de la imagen estereotipada del padre jefe de familia, crean
o no en ella para resolver el problema. Del mismo modo, si un terapeuta juzga que a tal fin
debe apuntalarse a la madre en su posicin, se dirigir primero a ella y la tratar como si
fuera la jefa del hogar. Esta decisin debe tomarse, empero, teniendo en cuenta el
problema presentado, y no el concepto del terapeuta sobre el status que corresponde a
cada sexo, cuestin esta que nada tiene que ver con la terapia.
La cuestin encierra diversas dimensiones. Ante todo, est aquella persona que
tiende a preocuparse lo suficiente por el problema como para traer a su familia a la
entrevista; tambin suele haber alguien que desestima el problema y ha venido a
regaadientes. Este es un conflicto tpico en las familias con problemas.
Al pasar de la situacin social a la de terapia, debe hablrsele al grupo en general o
a una persona en particular. Es aqu donde los prejuicios e inciinaciones personales del
terapeuta pueden constituir un escollo. Si para l todos los nios son vctimas de sus
padres, quiz tienda a ponerse de parte de ellos por el modo mismo en que pregunte
sobre el problema; puede indagar acerca de l al nio, con lo que dara a entender que se
trata, probablemente, de una criatura incomprendida. Si divide rgidamente al mundo en
dos sectores, hombres y mujeres, la opcin puede convertirse en una cuestin sexual,
pues el hecho de hablarle primero al varn podra llevar implcita la idea de que hubiera
sido inadecuado dirigirse a la mujer. Si es una persona de edad, con nietos, y debe
entrevistar a una familia en la que hay abuelos, quiz considere que ellos son quienes
deben exponer el problema pues, indudablemente, son ms sensatos y atinados.
Contrariamente a lo que ocurre en una sesin individual, la entrevista de familia obliga al
terapeuta a elegir en el momento mismo en que comienza a explorar el problema.
A qu miembro de la familia debe dirigirse la pregunta
22
L _
Los terapeutas que se dejan atrapar por la cuestin de los roles sexuales, en vez de
pensar en la organizacin familiar, suelen pasar por alto otro aspecto de la situacin: la
frecuencia con que esa mayor dedicacin y preocupacin por el nio estn determinadas
por la relacin existente entre ese padre, o madre, y sus progenitores o suegros. Una
mujer que rivalice con su madre en lo referente a la crianza de nios se preocupar
excesivamente por la conducta de su hijo, porque esta integra una cuestin pendiente con
la generacin mayor; del mismo modo, el, hombre que quiera demostrar a su padre cmo
debe educarse un hijo aparecer, quizs, ante el terapeuta como la persona ms
preocupada por el problema del nio. Cada relacin forma. parte de otra, y es ingenuo
pensar que se trata de una simple cuestin de hombres o mujeres. En realidad, este tpico
de quin se dedica en demasa 'al nio y quin permanece en la periferia se plantea
igualmente en casos donde los adultos involucrados son del mismo sexo: pueden ser
madre y abuela, o padre y abuelo; hasta es posible que una pareja de homosexuales
disputen entre s sobre si el nio tiene o no un problema y quin ejerce autoridad sobre l.
* Intact family, esdecir, la familia nuclear completa (ambos Progenitores participan en la terapia). [N. de la
T] ,
En cierto porcentaje de familias, es el padre quien se preocupa excesivamente por
el nio, en tanto que la madre se mantiene ms en la periferia. A veces, esta dedicacin al
nio parecera corresponder a aquel sobre quien recaen la mayora de las funciones
domsficas.relatlvas al cuidado del pequeo y que, por lo tanto, est ms advertido de los
problemas; ,:
Recomendamos dirigirse en primer trmino al adulto que parezca estar ms
desligado del problema, tratando con la mayor atencin y respeto a la persona ms capaz
de traer a su familia a nuevas entrevistas. El que mayor preocupacin demuestra suele ser
aquel sobre quien recae principalmente el problema. Los casos tpicos de nios problema
dentro de una familia intacta * que se ven en una clnica suelen presentar una madre
bastante preocupada por el nio y un padre ms perifrico. Aqu lo mejor es interrogar
primero al padre sobre el problema, ante todo porque deseamos definirlo como partcipe
de la terapia y, tambin, para averiguar cunta responsabilidad estar dispuesto a asumir
cuando se le solicite actuar.
Si el terapeuta pudiera tratar a todos los miembros de una familia en pie de
igualdad; como si la persona a quien se debe interrogar sobre el problema pudiera ser
elegida al azar, la solucin sera ms simple. Es posible hacer esto en un grupo artificial
formado para terapia de grupo, pero la ndole misma de los grupos naturales obliga
ineludiblemente al terapeuta a encarar la cuestin de lajerarqua.
Veamos un ejemplo de la habilidad que necesita poseer un terapeuta. Se presenta
una familia donde es la madre -y no el padre- quien tiene poder para traerla al consultorio
sin embargo, el terapeuta debe realzar el status del padre para aumentar su participacin
cuando resulte necesario como parte del plan teraputico. Por consiguiente, deber tratar
al padre como si fuera una autoridad en lo concerniente al problema del nio, al par que
indicar a la madre que acta as como parte de la terapia y no porque no haya captado la
posicin marginal que suele ocupar su esposo dentro de la familia.
entrevistas. As pues, el terapeuta que lo trate con excesivo respeto corre el riesgo de
estar dirigindose a la persona con menos poder dentro de la familia.
23
'..,:
Generaimente-se trata de-un nio muy pequeo, val hablarle -e! terapeuta deja bien
en-claro que todos ,habrn de participar en-la sesin, a:parque hace notar.que noes esa
una situacin donde slo los adultos hablan acerca de les nios mientras estas 'se lmitan
a escuchar: Adems, los nios pequeos pueden decir cosas interesantes, ya que no se
les ha enseado claramente qu debe y no debe decirse enpblico. .,
. l . ,
.Algunos terapeutas gustan comenzar a veces oreguntndole al runo menos
involucrado por qu est all la familia,2 entendindose por nio menos involucrado al
que se sienta ms lejos del grupo y aparenta mayor desapego .
Por lo comn, es mejor que el terapeuta nervioso se ocupe directamente de los
padres en los momentos de nerviosismo ..
A veces, el nio problema se muestra hosco y callado porque ha entendido mal el contexto
y la razn de la entrevista. Por regla general, el terapeuta siempre debe declarar su propia
posicin y cmo interpretar la situacin toda vez que vea a alguien preocupado por ella.
Un nio puede temer que lo encierren .en-ese lugar, o creer que lo.han-traido alll porque.la
gente lo considera loco. Es ,til que el terapeuta diga cuanto sepa sobre las razonas. por
las cuales estn tedas all y, de serie posible, normalice la situacin subrayando quees un
contexto usual para considerar problemas. ' .'
~--
En general, no es una buena idea iniciar el dilogo preguntndole al nio .problerna
por qu ha venido su familia. El pequeo sentir que centran demasiado la atencin en l,
y aun puede parecerle que el terapeuta le reprocha que haya sido preciso reunir a todas
esas personas. Es mejor hablarle ms adelante. Todo terapeuta debe vigilar en.si mismo
cierta tendencia a dirigirse a la persona problema en tono benvolo cuando se siente
angustiado o tenso. Sucede que lafuncin de la persona problema es atraer la atencin
cuando sus allegados estn nerviosos e inquietos, ylos terapeutas siguen invariablemente
esa pauta.
.:j.. "
Aunque es dable pensar que el sexo del terapeuta puede determinar, en parte, a
quin interrogar sobre el problema, este detalle es secundario en una primera entrevista,
salvo en ciertas situaciones poco habituales. La competencia del terapeuta importa mucho
ms que su sexo. Si un padre parece dar seales de sentirse excludo cuando la madre y
una terapeuta discuten el problema, esta ltima debe esforzarse especialmente por
incluirio en el dilogo; el mismo problema de coalicin se plantea cuando un terapeuta
varn conversa con el padre. Todo terapeuta competente debe tomar conciencia de las
coaliciones explcitas e implcitas fundadas en el sexo .
En este captulo, al describir el caso tpico en el que una pareja trae a su hijo
porque presenta un problema, corremos el riesgo de caer en una perspectiva
estereotipada; no obstante, puede adoptarse el mismo mtodo de entrevista si ei nio es
trado por el padre (o la madre) y el abuelo ( o la abuela), por la hermana y el hermano, o
por cuaiquier otro pariente. El problema puede radicar en una hija o hijo, en el hijo mayor o
menor, o bien en los sntomas presentados por uno de los padres. Las diferentes etapas
de la entrevista inicial rigen para todos los casos indistintamente, sea cual fuere la
composicin del grupo.
24
2. Frank Pittman fue el primero a quien vi utilizar este procedimiento e Interrogar en primer trmino al nio
menosinvolucrado.
< -
~-
-
,-
~-
L
t_
De acuerdo con el enfoque adoptado en este libro, el deseo del terapeuta es
enfocar claramente un problema para poder cambiar las relaciones familiares utilizndolo
a modo de palanca. No quiere que se reste importancia al problema, ni tampoco al nio
problema diciendo que en nada difiere de los otros nios. Ni desea que se discutan las
relaciones antes de haber expuesto el problema, ya que en esta terapia las relaciones no
se modifican hablando de ellas, sino demandando una nueva conducta tendiente a
resolver un problema.
En primer lugar, si el terapeuta no centra su atencin en el problema, la familia
puede empezar a sentirse perpleja, porque no sabe discernir con certeza si est ante una
situacinsocial o de terapia. Por su parte, el terapeuta pierde la oportunidad de aclarar en
qu se diferencia esta situacin de una charla entre amigos y a veces tambin magnifica el
problema al hacerlo aparecer como algo de lo que ms vale no hablar. El terapeuta debe
explicar la situacin en algLII1momento de la entrevista.
Confundir las etapas de los saludos y de planteo del problema en una entrevista
inicial implica cometer dos errores bsicos; el primero se aplica a cualquier enfoque de la
terapia, y el segundo concierne al que se propone en este libro.
Otro mtodo consiste en deslizarse de la etapa social a la de terapia sin darle
importancia al cambio. Por ejemplo, charlando con los nios durante la etapa de los
saludos el terapeuta les pregunta acerca de la escuela o alguna otra actividad, motivando
un dilogo que puede derivar en, debate familiar sin necesidad de inquirir por qu han
venido o cul es el problema. A veces, este mtodo permite eludir la perorata de alguno
de los padres y evitar que se rotule al hijo como nio problema, pues para cuando se
mencione la cuestin -en mitad de la entrevista- ya se habr advertido claramente que
existen varios problemas o bien Que todos los nios son bastante parecidos.
En algunos casos, el terapeuta mira hacia el piso o el techo y pregunta, sin dirigirse
a nadie en particular: Alguien puede decirme cul es el problema?. Esta actitud suele
sacar a relucir al vocero de la familia, adems de informar sobre la posicin que ocupa en
ella el padre, pues si este responde explicando el problema es ms probable que sea un
partcipe espontneo en los asuntos familiares. Sin embargo, el no dirigirse a nadie en
particular tiende a dar un cariz ms impredecible a la situacin; de ah que algunos
terapeutas prefieran hablarle a una persona determinada, para que cuanto se diga surja
de manera ordenada y tal como l lo deseara.
Al preguntarle a un nio por qu ha venido, quiz nos enteremos de que a ninguna
de las criaturas se le ha dicho el motivo por el que sus padres la han trado. Este
descubrimiento nos suministra informacin sobre la reserva existente en la familia y los
posibles cismas entre adultos y nios, o entre los adultos y el nio problema con respecto
al resto de los pequeos.
25
* Desde el cuarto contiguo; sobre este uso de telfono en la supervisin de sesiones, vanse las pgs. 155y
174. [N. de la T.]
Si alguien interrumpe a su interlocutor, el terapeuta no intervendr de inmediato: lo
dejar hablar un poco ara observar brevemente la ndole de la interrupcin y luego terciar
para reanudar el dilogo original, pudiendo advertirle a la otra persona que ya le llegar el
turno.
s.
n
i "
Mientras escucha a una persona, el terapeuta debe alentarla a hablar y allanarle en
lo posible la tarea, teniendo en cuenta que algunas son de por s locuaces en tanto que a
otras les es dlflcil expresarse.
Adoptar una actitud de servicial inters, sin distraerse con cosas realmente ajenas
a la cuestin de por qu ha venido a verlo esa familia.
Nunca debe preguntarle a alguien cmo se siente con respecto a algo, sino que se
limitar a recoger hechos y opiniones.
En esta etapa, el terapeuta no debe brindar su consejo aunque se lo pidan, en cuyo
caso responder aproximadamente as: Necesito saber ms sobre la situacin antes de
estar en condiciones de decir qu podra hacerse.
El terapeuta no har ninguna interpretacin o comentario para ayudar al individuo a
ver el problema bajo una perspectiva diferente. Debe aceptar simplemente lo que le dicen,
aunque puede inquirir sobre un punto que le parezca confuso. Tambin le est permitido
repetir una declaracin con sus propias palabras para ver si la ha comprendido, pero
nunca para ayudar a su interlocutor a descubrir algo.
Cmo escuchar la exposicin del problema
La familia puede describir su problema como algo desusado o rutinario. Mientras los
escucha, el terapeuta debe hacer ciertas cosas y abstenerse de hacer otras.
Citemos un ejemplo. Un matrimonio trajo a su hija, de 13 aos, porque le robaba
dinero a un vecino; ai pedir telefnicamente la entrevista, la madre le explic esta situacin
a la terapeuta y coment que se haba vuelto a casar en fecha reciente, de modo que la
nia tena ahora un padrastro. Durante .la entrevista, todos se mostraron renuentes a
exponer el problema. La terapeuta charl con ellos, y el hombre habl del problema que
representaba para l su condicin de padrastro, y ei no saber discipiinar a ios nios en una
forma que agradara a su esposa. Finalmente, el supervisor telefone a la terapeuta,*
pidindole que les preguntara qu problema los haba trado en busca de terapia. En
cuanto lo hizo, la nia rompi a llorar y sus padres hablaron de manera muy diferente
sobre la integracin del padrastro a la familia. La conversacin no gir en torno a las y qu
se hara para remediarlo.
L
26
Mientras inquiere sobre el problema y estimula a la gente a que hable, el terapeuta
debe observar cmo acta y qu dice cada uno de los entrevistados, sin comunicar jams
a estos sus observaciones. Observar, por ejemplo, si la persona que est hablando sobre
Laobservacin del terapeuta
!
~-
Cuando en el grupo hay nios muy pequeos, siempre conviene tener juguetes y
tteres en la habitacin para que la criatura pueda comunicarse en forma de juego. La
evaluacin de la capacidad de juego del pequeo puede ser importante, as como la de los
padres para jugar con l si el terapeuta lo pide. J uegos y juguetes permiten que haya
accin en la entrevista, en vez de un simple dilogo acerca de la accin, con lo que el
terapeuta podr observar cmo se entienden entre s los miembros de la familia.
Aveces, el nio problema se muestra reacio a hablar, especialmente luego que sus
padres han descrito su mala conducta. El terapeuta se mostrar persuasivo para sacarlo
de su silencio, y quizs hasta tendr que ir a sentarse a su lado. Por lo general, lo mejor
es dejarlo para el final, ya que el nio problema suele estar ms dispuesto a expresar su
opinin una vez que sus hermanos y hermanas han dado las suyas.
Si el terapeuta escucha solamente a uno de los padres y le permite entrometerse
cada vez que el otro habla, estar expresando con esto que para l slo tiene importancia
cuanto diga ese padre o madre. Por eso deber persuadir a los dems de que manifiesten
su opinin, tratndolos con el mismo respeto. Al impedir que un padre o madre demasiado
locuaz monopolice la conversacin, el terapeuta lo est ayudando en verdad, pues debe
evitar que la familia contine obrando de un modo que siempre fracas en el pasado.
El terapeuta desea ingresar al universo de la familia para as comprender a sus
integrantes, pero al mismo tiempo quiere introducir los suficientes cambios en su conducta
como para que la entrevista pueda continuar de un modo metdico y ordenado. Si es una
familia lerda, el terapeuta deber obrar despacio; si se desenvuelve con prontitud, se
amoldar a ese ritmo. Si uno de los padres interrumpe reiteradamente puedan expresar
una opinin; adems de cuidar que todos hablen deber dirigir la situacin, pues si la
familia toma las riendas seguir conducindose tal como lo ha hecho en el pasado y no
habr cambio.
De ser posible, el terapeuta actuar con naturalidad al procurar que cada individuo
tenga ocasin de expresarse. El comentario de una persona acerca de otra puede
impulsarlo naturalmente a interpelar al aludido; empero, en esta etapa de la entrevista, el
terapeuta no volver a dirigirse a alguien que ya haya hablado, sino que pasar a un
tercero. El dilogo entre dos personas no es recomendable en esta etapa.
Todos deben tener oportunidad de manifestarse. No bien un individuo haya
formulado el problema, se les pedir su opinin a todos los dems, cuidando de no dar la
impresin de que se desea provocar un desacuerdo entre dos personas o responder a
alguien. El terapeuta slo qu.iere conocer la opinin de cada entrevstado. En caso de
producirse desavenencias no se I,esdar importancia, pudiendo volver sobre el particular
ms adelante. Por otra parte, no deben, permitirse disertaciones prolongadas si los dems
manifiestan, impaciencia, e~seal de que una persona ha estado hablando demasiado
tiempo .Se reclamar la atencin de quien se muestre distrado.
27
~..
L
Es til presumir que un nio problema refleja o encarna un problema matrimonial,
sobre el cual puede obtenerse informacin anticipada escuchando atentamente cmo
hablan los padres de sus hijos. El terapeuta puede reflexionar tentativa mente sobre los
datos recogidos, comprobando ms adelante su exactitud, pero manteniendo siempre para
s este tipo de informacin. El terapeuta no debe expresar verbalmente ninguna
interpretacin que relacione los problemas del nio con la situacin matrimonial.
Simplemente incitar a los participantes a hablar y reparar en los diferentes significados
L
Siempre que escuche a la gente conversar sobre el problema, el terapeuta tendr
en cuenta que no slo le estn contando hechos y opiniones, sino que tambin estn
dicindole de un modo indirecto ciertas cosas que no pueden expresarse abiertamente.
Estos mensajes indirectos son particularmente evidentes cuando los padres describen el
problema de su hijo. As, el terapeuta puede interpretar los comentarios que haga la madre
sobre el nio como declaraciones acerca de este y, tambin, acerca de su marido y su
matrimonio. Por ejemplo, si dice que su hijo varn es obstinado, es probable que est
dicindole al terapeuta que su marido tambin lo es; si el padre cuenta que el nio los
amenaza constantemente con fugarse del hogar, es posible que su esposa est
amenazndolo con abandonarlo.
r:
Cuanto mayores, sean el inters y participacin de quienes escuchan, cuanto ms
los irrite y perturbe lo que se dice, tanto mayor ser la probabilidad de que esa familia se
encuentre en estado de crisis, lo cual implica inestabilidad. Por el contrario, cuanta ms
calma indiferencia demuestren, ms probable ser que la situacin familiar sea
razonablemente estable, y por lo tanto quiz difcil de cambiar.
La observacin de sus reacciones ayudar al terapeuta a decidir la forma en que les
hablar. Reparar especialmente en la reaccin del nio problema: turbacin,
aburrimiento, excesiva indiferencia, etc. Como deber maniobrar con las desavenencias
entre los padres, observar al mando mientras habla la esposa y viceversa.
Mientras alguien habla, el terapeuta observar las reacciones de los dems. Su
comportamiento le revelar si concuerdan o discrepan con lo que se dice, si ya estn
aburridos de or las mismas cosas, si les complace ver cmo acusan a un nio, etc.
Notar a quin achacan el problema, pues es muy distinto que una madre culpe al
nio, que se culpe a s misma o que haga responsables a otros (por ejemplo, a parientes
que no estn presentes en la entrevista, o a la escuela) .EI terapeuta querr detectar el
grado de facilidad con que los miembros de la familia aceptan la responsabilidad del
problema, ya que, en ltima instancia, requerir que la asuman unnimemente para poder
resolverlo.
el problema finge ser amable pero en realidad est enojada; si se refiere a un nio como si
fuera un objeto en vez de una persona; si le preocupa lo que pensar el nio, o los dems,
de sus comentarios, etc. Se fijar especialmente si una persona expone el problema como
si ya hubiera dicho lo mismo muchas veces, o si lo est describiendo por primera vez. Es
importante saber si la familia ha estado sometida antes a tratamiento. La manera de
hablar de los participantes revelar si creen que el terapeuta podr hacer algo por ellos, o
si han venido simplemente por obligacin y sin esperanza alguna.
28
Por lo comn, al conversarsobre un problemaunafamilia describir a un individuo,
indicandoqu anda mal en l. Sinembargo, esta es slo una de las diversas maneras de
ver un problema. Si la madre dice: Mi hijojams hace caso de nada, lo est rotulando
como nio problema. Pero tambin puede decir: No s cmo lograr que mi hijo
obedezca,con loque seguir atribuyendoel problemaa una persona, peroesta vez ser
a ella mismay no a su hijo. Tambinpuede inculparsea dos o ms personas, en vez de
considerarel problemacomo unacuestinindividual. Cuandola madre declara: Mi hijoy
Contenido del problema presentado
~- -
~
L
Es sumamente importante no hacer comentarios directos sobre esta informacin
indirecta.Si la madrediceque su maridoes servicial peroal mismotiempo se tapa la boca
conla mano, eso significa, quiz, que hayciertas cosas de su maridode las que preferira
no hablar por el momento. En un caso as, el terapeuta jams debe explicarle el
significado del gesto, ni sealarle que est callando algo, porque ella ya lo sabe y le
parecerunadescortesa. Se limitara escucharlay alentarlea hablar ms, con lo cual la
comunicacinse har ms comprensible, en parte porque la mujer sabr que puede
hablarsinpeligroydeslizar indirectasentrelas opinionesabiertas.
En la etapa de la entrevista en la que se fomenta una discusin metafrica del
problema, el terapeuta procurar comunicarse en el nivel ms general. Si el padre se
queja de que es difcil comprender a su hija, el terapeuta puede responderle que las
mujeressuelenser difciles de comprenderpara los hombres; este comentariovincular a
la esposay la hija a un nivel ms general sin dar importanciaal asunto. Si la madre dice
que su hijo varn es demasiado agresivo y la golpea o golpea a las nias, el terapeuta
puedecontestarleque es muymaloque los hombresaprendana tratar de ese modoa las
mujeres;la madrecomprenderqueel terapeutahacaptadosu queja por el ratoque leda
su esposo, pero no lo sacar a luz de manera explcita para no causar ms disturbios.
Respondiendometafricamenteel terapeuta recibirms informacin, pues los miembros
de la familia sabrn que no cometer la descortesa de sealar lo que realmente se
dice.
De hecho, hay tres maneras distintas de recibir informacin sobre el problema, las
que deben aplicarse en diferentes momentos de la entrevista. En su primera indagacin el
terapeuta dejar que la familia exprese el problema metafricamente, pues la especificidad
centra demasiado la cuestin en el nio y limita las metforas. Avanzada la entrevista,
luegode la etapa de interaccin, se necesitacontar con una formulacin ms concreta v
detalladadel problemay de las metas a alcanzar, a fin de poder utilizar eventualmentelo
manifestadoparacomprobar los resultadosy determinarsi la terapia ha tenido xito. Esta
segundaexposicindebe especificar aspectos tales como cuntas veces por da ocurre
el hecho y cunto dura, suministrandodatos que sirvan de base de referencia. En
tercer lugar, haciael final de la entrevista, y en relacincon el paso anterior, el terapeuta
pedir que le resuman la cuestin y definan los cambios deseados; concretamente.
Cules son las metas que deseara alcanzar la familia? Estas tres formas distintas de
abordarel problemason necesarias,ysuministrarninformacindiferente.
que encierran sus palabras. Hay muchas palabras que no pueden decirse en forma
directa; de no ser as, probablemente no habra ningn problema.
29
Entre las faltas de que se acusa al nio pueden figurar: no hacer nunca lo que le
dicen, mentir, engaar y hacer trampas, robar, orinar en la cama, pelearse con sus
hermanos, etc. Al enumerarlas, el padre o madre tambin declara su m competencia para
tratar el problema. Por eso ha venido en busca de ayuda: porque no ,puede manejar al
chico y no hay nadie en la familia que pueda ayudarlo de un modo que permita solucionar
el problema dentro del grupo familiar. A menudo, los padres prefieren echarle toda la culpa
al nio, declarndose inocentes, y les gusta imaginar que hay algo en l que lo impulsa
a portarse mal. Esta forma de encarar el problema no los ha ayudado en absoluto, y si el
terapeuta piensa como ellos tambin fracasar. Lo que debe cambiarse es la situacin,
para que el nio pueda conducirse de un modo ms normal. Mientras escucha la
Cuando un progenitor declara que el problema se manifiesta en la escuela, y la
maestra o maestro se queja de que d nio no le hace caso y no es un buen alumno,
existen tres posibilidades: 1) que el problema radique en la escuela; 2) que el nio se porte
mal en la escuela como reaccin a un problema domstico; 3) que exista un conflicto entre
los padres y la escuela, encontrndose el nio entre dos fuegos y respondiendo a esta
situacin con un mal comportamiento.
Cuando el caso clnico es un nio, el padre o madre dir que ese runo es un
problema y explicar en qu consiste la dificultad. Por lo comn, la familia dice que el nio
no se porta bien o no obedece a sus padres, aunque tambin pueden declarar que se
comporta mal en la escuela o no obedece al maestro. Un nio puede desobedecer a
alguien de tres maneras distintas: 1) rebelndose en abierto desafo; 2) limitndose a no
hacer caso, o sea a no hacer lo que le dicen, pero sin desafiar a nadie; 3) adems de no
hacer caso, da seales de que no puede valerse por s mismo para hacer lo que le piden,
mostrndose demasiado angustiado, temeroso o nervioso, enfermndose o sufriendo
dolores o, en general, dependiendo demasiado de los dems. La mayora de las veces,
uno de los padres dir que el nio no hace caso de nada y el pequeo permanecer en su
sitio, enfurruado; otras veces explicar que su hijo se muestra angustiado y temeroso, y
recin ms adelante revelar que nunca hace lo que le piden y que nadie lo apremia
porque se perturba terriblemente.
Lo importante aqu es que cualquier formulacin sobre el problema puede emitirse
en funcin d(; una, dos, tres o ms personas. La misma conducta de un individuo toma un
cariz distinto -en cuanto a qu anda mal en l y qu puede hacer- se al respecto- si se
contempla el problema en funcin de diferentes nmeros de personas. Comnmente, los
miembros de una familia atribuyen .el problema a una sola persona, en, tanto que la tarea
del terapeuta consiste en encararlo pensando en ms de una, ya que este enfoque lo
capacita al mximo para lograr el cambio. De ah que mire el problema desde una
perspectiva distinta que la de los integrantes de la familia, pero no tiene que persuadirlos
de que piensen igual que l. Aceptar lo que digan aparentando conformidad, aunque
internamente vea el problema bajo un lente distinto.
Tambin podra decir: Mi marido y yo no podemos ponernos de acuerdo sobre
cmo tratar a nuestro hijo, y as no le hace caso a nadie, planteamiento segn el cual tres
personas constituiran el problema.
yo nos tratamos de un modo tal que los dos nos sentimos impotentes y nada podemos
hacer indica que el problema no radica en una persona sino en dos.
30
Como no hay dos familias iguales, el terapeuta debe adecuar su actuacin a cada
caso particular. Sin embargo, lo que ocurre en cada familia le es familiar porque ve
reiterarse esa situacin en una familia tras otra. La experiencia ensea al terapeuta a
prever ciertas pautas de comportamiento familiar .Por ejemplo, es tpico que uno de los
La misma entrevista, y el modo en que la conduce, pueden servir al terapeuta como
primer paso, para provocar un cambio: al pedirle al nio que se siente junto al padre
comienza a apartarlo de un excesivo apego a la madre; adems, el terapeuta capta el
grado de flexibilidad del nio y su madre, y de receptividad del padre.
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L
Al.recoqer informacin, el terapeuta debe averiguar si el temor del nio a salir del
hogar no obedece, en parte, a que viven en un vecindario malo o a que la calle es
realmente peligrosa. El hecho de que se quede en casa, guarda relacin con una
situacin extra familiar, aparte de la existente dentro de la familia? El terapeuta .debe
considerar todos estos factores a medida que formula ideas sobre lo que se puede hacer
para producir el cambio.
,-
Durante esta tapa de la entrevista, es probable que el terapeuta capte con ms
claridad cmo debe reflexionar sobre el problema sin referirlo nicamente al nio. Puede
ver en l una relacin peculiar entre madre e hijo, donde a cada uno le es difcil separarse
del otro, o encararlo en funcin de una trada y considerar la posibilidad de que el nio
est ayudando a sus padres con su conducta: si estos no pueden estar juntos sin pelearse
--especialmente en la carna-, entiendes el nio los est ayudando con sus miedos, al
mantenerlos ms separados. As, los padres pueden asegurar que el problema es su hijo,
y no sus resentimientos personales.
Despus de dialogar con todos ellos ver aflorar los des acuerdos. Notar, por
ejemplo, que el padre no concuerda plenamente con la madre, pues le parece que ella
cuide demasiado al pequeo y no le da suficiente autonoma; quiz tambin reconozca
que no le gusta verse desalojado e su propio lecho, aunque se aviene a ello si con eso se
evite que su hijo tenga miedo. Tal vez tercie la madre arguyendo que su marido es
negligente con el nio. Mientras los cnyuges hablan de sus desavenencias, pueden surgir
datos que indiquen hasta qu punto el nio constituye un tema de diputa entre ellos.
Esta informacin materna no le revela al terapeuta la ndole del problema o qu
debe hacer. Slo posee esta ver in, segn la cual se trata de un problema interno del ni o
y nadie ms tiene que ver con l. El propsito de una entrevista familiar hbil es,
justamente, obtener ms datos iniciar un cambio. As pues, una vez que la madre haya
planteado ese problema, el terapeuta necesitar escucha las opiniones del padre, y luego
la de los hermanos y hermanas.
descripcin del mal comportamiento de! nio, el terapeuta debe preguntarse qu pasa
dentro de la situacin total del pequeo para que este se comporte as. Veamos un
ejemplo. Una madre cuenta que a su hijo de nueve aos le da miedo salir del hogar y que
vive pegado a sus faldas. (El terapeuta advierte que el pequeo se ha sentado junto a su
madre, aferrndose a ella.) Adems, el chico miente y no hace nada en la casa, pero casi
todo el problema radica en su miedo y su constante apego a la madre: hasta duerme con
ella, lo cual obliga al padre a costarse en el sof del living. Los OtiOShijos no se portan as
y parecen normales.
31
Aunque hasta ahora se ha puesto nfasis en la conversacin, el terapeuta debe
preferir la accin a las palabras como fuente de informacin, ya que estas pesan menos y
dan menor resultado. En vez de limitarse a presenciar una conversacin sobre el
problema, en esta etapa procurar traer la accin problema al seno de la reunin. Si un
Parece que no logran entenderse. Podra ayudarlos?. Esto le permite al
terapeuta observar hasta dnde puede y no puede oponerse II la madre o al hijo; adems,
al actuar as se obtendr informacin sobre cul ser la mejor manera de intervenir ms
adelante, cuando se trate de ayudar a la familia a resolver sus problemas.
El terapeuta estar siempre atento a las conversaciones entre dos personas, para
introducir un tercer interlocutor. En ltima instancia, todos deben hablarse mutuamente. Si
advierte que madre e hijo estn trenzndose en una disputa, corresponde que haga terciar
al padre dicindole, por ejemplo:
Nunca se insistir demasiado en lo importante que es que en esta etapa los
miembros de la familia acten entre s, ms que con el terapeuta. Por ms que se
empeen en introducirlo en el dilogo, es preciso obligarlos a hablar entre ellos.
A veces, un terapeuta advierte que ha dado paso a esta conversacin familiar antes
de haber concluido la etapa previa, en la que cada uno expresaba su opinin.
Supongamos que la madre describe la mala conducta del hijo y este comienza a discutir
con ella sobre el tema. Si el terapeuta los alienta a dialogar entre s, desatendiendo a los
dems integrantes de la familia, llegar un momento en que madre e hijo quedarn tan
enzarzados que ser difcil lograr nada con ellos. En un caso as, debe interrumpir la
disputa y retornar al punto de partida, para completar la primera etapa. Les dir, por
ejemplo: Bien, antes de que continen con eso veamos qu opinan los dems sobre la
situacin, y le hablar luego al padre, hermano o hermana, para pasar ms adelante a la
etapa de interaccin.
Para averiguar cul es el problema se procede en dos etapas. La primera consiste
en recabar la opinin de todos los presentes, lo que obliga al terapeuta a manejar
directamente la conversacin. La segunda es hacer que todos los miembros de la familia
dialoguen entre s sobre el problema, y aqu el terapeuta debe dejar de ser el centro de la
conversacin; en vez de erigirse en interlocutor de cada integrante del grupo procurar
que estos se trencen cada vez ms en el debate, lo cual suele ocurrir de un modo natural,
ya que al expresar sus opiniones habrn surgido discrepancias. El terapeuta continuar
conduciendo la entrevista, pero ahora deber iniciar la etapa de interaccin en la que
pasar a un segundo plano, estimulando a los miembros de la familia a conversar entre s
en torno a esas discrepancias. Si ellos tratan de seguir dirigindose a l, deber
reintegrarlos al dilogo familiar. Tal vez convenga acercarlos fsicamente para esta charla.
La etapa de interaccin
padres acuse al otro de ser demasiado severo con el nio, para ser acusado a su vez de
tratarlo con excesiva blandura. Incumbe al terapeuta interpretar lo que ve en una familia de
manera tal que lo ayude a idear el modo de cambiarla. Tambin debe pensar en cmo
conseguir que los miembros de esa familia en particular cooperen para llevar a cabo el
cambio.
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L
A veces, el terapeuta solicita que se someta al nio a un test de inteligencia o a
algn test psicolgico especial, pero es posible recoger mucha informacin sobre l
duranteuna entrevista familiar. Como partede la etapa de interaccin, el terapeuta hace
que el padre le pida al nio que escriba o dibuje algo en el pizarrn, que dibuje a una
32
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L
Tambin podra describirse la organizacin diciendo que la existencia de un nio
problema es seal de que un adulto de la familia ha violado un lmite generacional,
preocupndose en demasa por un nio. Este adulto es quien manda en lo que respecta al
problema del nio, mostrndose a un mismo tiempo exasperado y benvolamente inquieto
por l; cuando el nio dialogue con otro adulto, se interpondr ponindose de parte del
pequeo. Por ejemplo, en una familia en la que falta el padre, la madre dice que no se
explica por qu su hija no le hace caso y le miente. El terapeuta puede explicar: Quiero
que elija una de las mentiras y hable de -ella con su hija. En cuanto madre e hija
comienzan a conversar, una abuela excesivamente dedicada a su nieta se entrometer
para interrogar ella misma a la nia o criticar el modo en que le habla la madre. Cuanto
ms difcil sea impedir que la abuela se entrometa, tanto ms arraigada estar esa pauta
en la familia. Si el terapeuta logra frenar la intromisin y madre e hija pueden conversar
entre s, aquel habr dado simultneamente dos pasos: establecer un diagnstico y
comenzar un cambio; esto sucede cuando la entrevista inicial marcha bien.
La familia es una organizacin muy compleja que vara en cada caso particular, si
bien, para fines prcticos, podemos concebirla en forma sumamente esquemtica. Esta
manera de presentar los tipos de secuencias familiares es una simple gua y no incluye
todas las conductas complejas de que los adultos suelen valerse para salvar al nio de
los otros miembros del grupo, como sucede en las familias con nios problema. La
estructura de la familia saldr a luz si el terapeuta conduce correctamente la etapa de
interaccin. Mientras padres e hijo dialogan, se notar si el padre o la madre se ala con el
nio contra su cnyuge. Lo mismo ocurrir si es la abuela quien se ala al nieto contra la
madre de este; por supuesto, ello depende de que la abuela asista a la entrevista por vivir
en el mismo hogar; si no, se evaluar su conducta basndose en lo que dicen los dems y
se requerir su presencia en la prxima entrevista. Tambin se advertir si la organizacin
familiar incluye a un nio que desempea funciones paren tales con respecto a los otros
nios. (Para una descripcin de secuencias, vase el captulo 4)
Los integrantes de una familia no pueden describirle al terapeuta sus secuencias y
pautas de conducta porque las desconocen. Esta informacin slo se obtendr
observando como se conducen entre s; la conversacin entre los miembros del grupo
servir para que el terapeuta repare en la clase de secuencia existente en esa familia.
Organizacin de la familia
nio suele golpearse deliberadamente la cabeza, se le pedir que lo haga y la familia
mostrar cmo reacciona ante l; si es un incendiario, puede encender fuego ( En un
cenicero de metal) para ver cules son sus conocimientos sobre el manipuleo de los
fsforos y cul es la reaccin de los dems. Teniendo juguetes a mano pueden
teatralizarse las situaciones---------, puede pedrsele que se comporte as para que todos
tengan oportunidad de expresar de qu modo responden a esa situacin. Empero, estos
procedimientos ms activos slo han de intentarse cuando el terapeuta ha aprendido a
impartir directivas de un modo eficaz ( Vase el captulo 2) .
33
Llmeselos sntomas o quejas, los problemas deben ser algo computable,
observable, medible, o que permita detectar de algn modo la influencia que ejercemos en
ellos. La clase de datos que el terapeuta necesita poseer respecto de un sntoma depende
del tipo de este, pero podemos citar los siguientes a manera de ejemplo: El problema es
constante o intermitente? Su aparicin es inesperada o predecible? Desaparece
sbitamente o de un modo paulatino? Se manifiesta con mayor intensidad en ciertos
momentos que en otros? Cundo aparece con mayor frecuencia: de da o de noche,
durante los das hbiles o en el fin de semana? Cuntas veces se presenta en el trmino
de una hora? Si se trata de enuresis u otro problema similar, ocurre no bien el nio se ha
Una fobia escolar no es un problema que podamos resolver, pero s es un
problema operacional el del nio que no quiere ir al colegio.
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Nunca se insistir bastante en que el problema a ser resuelto por el terapeuta debe
ser uno que la familia desee solucionar, pero planteado en forma tal que lo haga resoluble.
La negociacin debe incluir la manera de darle un carcter operacional Si una familia
define como problema la angustia de uno de sus miembros, ese no es un problema
resoluble; el problema ser el modo en que se manifieste esa angustia y la reaccin de la
persona angustiada. Ninguna categora de diagnstico tradicional es un problema
resoluble: cuando se est formulando un problema de nada sirve decir que es un caso de
esquizofrenia o retardo mental, porque esto nada tiene que ver con la terapia, ni
tampoco sirve utilizar la mayora de la terminologa psicodinmica (p. ejemplo: confusin
de identidad, escasa autoestima, infelicidad, etc. ).
c__:.
Al concluir la etapa de interaccin, se habrn aclarado muchas cuestiones
familiares. A esta altura de la entrevista es importante obtener del grupo una formulacin
suficientemente clara de los cambios que (incluyendo al nio problema) quieren alcanzar
mediante la terapia. Este proceso contribuye a que todos centren su atencin en las
cuestiones; importantes, y sirve de punto de partida para fijar las metas de la terapia.
Esencialmente, el terapeuta est estableciendo; un contrato: cuanto ms claro sea, tanto
ms organizada ser la terapia; por el contrario, si los problemas y cambios deseados se
formulan de manera confusa y oscura, sin procurar aclararlos, resultar ms difcil lograr la
participacin familiar y disminuirn las probabilidades de xito. Si los miembros de una
familia manifiestan de un modo claro y preciso que quieren que un nio supere (entre otros
problemas que lo afectan) su enuresis, cuando llegue el momento en que el terapeuta les
fije una tarea curativa se sentirn ms obligados a cumplirla, pero si el convenio sobre los
cambios deseados no se fij claramente desde un principio, la familia se mostrar menos
dispuesta a cooperar.
Definicin de los cambios deseados
persona en una hoja de papel o que haga una operacin aritmtica; esto pondr en
evidencia a la vez la capacidad del hijo para cumplir esa tarea y los vnculos existentes en
la familia. Supongamos que el terapeuta hace que un padre, aparentemente perifrico, le
pida a su hijo de nueve aos, quien quiz sufre un retardo mental, que escriba en el
pizarrn el nombre de su maestro o algo ms complicado; esto puede proporcionar
muchsima informacin: cmo se dirige el padre a su hijo, si el nio hace o no lo que le
pide, cmo interviene la madre para ayudario, etc., son todos datos obtenibies partiendo
de una situacin de prueba tan sencilla como esta.
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34
g _ - La terapia es ms eficaz si se centra la atencin en el sntoma y en la persona
problema.
Enel enfoque que aqu recomendamos,lo mejor es mantener centrada la atencin
en la persona problema, utilizandoesto como palanca para cambiar la situacin. Puesto
queese individuoconstituyeun problematangrave, es dable esperar ms de lafamilia en
cuantoa hacer algo para solucionarlo. Por supuesto, el terapeuta subrayar por igual las
virtudes y defectos de la persona problema, pero no como un medio de demostrarle a la
familiaqueestequivocada.
Tpicamente, los padres que acuden al terapeuta trayndole un nio problema se
sientenfracasados, y este sentimientoes unade las razones por las que atacar al nio. Si
se les persuadede que tambin hanfallado con los otros hijos, puedenarreciar an ms
sus ataques al nio problema, creyendoque l los ha obligado a exponersea semejantes
cargos. Por lo general, el intento de redimir a un nio problema impulsa a la familia a
demostrarque el terapeuta no comprendecunterrible es esa criatura; para probar este
supuesto, atacantodava ms al nioy a menudohacenesto en el hogar, despus de la
entrevista.
Lanocindeque una personaera lavctimapropiciatoriao chivoemisario, yde que
deba instruirse a toda la familia acerca del verdadero problema, fue una idea
desafortunada en materia de terapia familiar. A veces, el terapeuta libera de las
presionesal nio problemasealandolos problemasque presentantodos los hermanos,
locual es unerror.
Por lo comn, el problema debe definirse con la mayor claridad posible, pero hay
momentos en que este procedimiento puede no ser el mejor. Una familia o individuo
puedenpresentarun problemaentrminos tanrgidosycircunscritos que convienebuscar
la ambigedad, pues en una situacin ambigua el terapeuta tendr ms campo para
maniobrar. Supongamos que el problema radica en un sntoma en el que el paciente
insiste una y otra vez, rehusndosea ocuparsede otra cosa, o en que una familia hace
hincapireiteradamenteen una persona. En algunos de estos casos lo mejor es quitarle
claridadal problemaparamanejarseconms alternativas.
Los problemas que aqu hemos destacado son, obviamente, harto esquemticos,
existiendo muchas situaciones nicas que deben manejarse de manera diferente. Los
procedimientos que sugerimos son para un caso medio; las excepciones, de las que
podremosmencionarunao dos, soninevitables.
Una de las razones ms importantes por la que debe especificarse ciaramente el
problema es que as el terapeuta podr saber si ha tenido xito o no. Se presume que al
terminar el tratamiento, y en una ulterior entrevistade seguimiento del caso, el terapeuta
querr saber bien definidamente si ha alcanzado o no sus objetivos teraputicos. Si el
contratoes confuso, tambinloserlaevaluacinde los resultados.
dormido, en mitad del sueo o justo antes de despertar? Como sucede con todos los
sntomas, conviene preguntar si ya se ha seguido algn tratamiento, pues esto aclara la
naturaleza del problema y sirve de gua para la accin posterior.
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35
L
* Sheltered workshop, un taller con bajo nivel de exigencias, en que los nios retardados pueden aprender
un oficio. {N. de la T.]
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Otra situacin especial se plantea cuando una familia presenta un problema y el
terapeuta descubre que el tal problema no existe. En una oportunidad, una familia declar
que la hija constitua un problema porque tena mala conducta y notas bajas en la escuela,
pero cuando el terapeuta verific esta informacin en el colegio se enter de que la
muchacha se portaba bien y tena buenas calificaciones. En un caso as, hay veces en
que no conviene confrontar a los padres con estos datos; presumiblemente, los padres no
son tontos: saben que su hija no es un problema y tienen alguna otra razn para
presentarse de esta manera,de modo que lo mejor es explorar tentativamente la situacin
y ver qu hay detrs de ella. En el caso que nos ocupa, el terapeuta descubri que la
madre tena otra hija mayor que esta,de un matrimonio anterior, que estaba por salir de
un hospital de salud mental. A la madre le inquietaba pensar cmo se las arreglara con
esa hija y con las dificultades que a la sazn se venan suscitando en su matrimonio. Al
aceptar el problema inexistente que le presentaron, el terapeuta pudo resolver los otros
problemas apremiantes.
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Veamos un caso ilustrativo. Cierta vez se present una familia que tena un
problema con una hija retardada. Los padres se haban dedicado por entero a cuidar a esa
hija, pero en la entrevista se averigu que el padre padeca un cncer incurable y le
quedaban pocos meses de vida; esto tena perturbados a todos. La terapeuta que recibi
este caso pudo haberse sentido tentada a cambiar el foco del problema y tratar la cuestin
de la muerte,para ayudar a la familia a superar de modo directo el penoso trance; pero en
vez de eso adopt el enfoque que recomendamos aqu. Descubri que el padre estaba
preocupado porque la hija retardada le daba ms trabajo a su esposa que a l, y le
inquietaba pensar que esta tendra que habrselas sola con ella; adems, l tena que
llevar regularmente a la hija al taller protegido * en que trabajaba, porque su esposa no
saba conducir. La terapeuta centr la atencin en que el marido ayudara a su esposa a
aprender a conducir el auto, y elaborara junto con ella otras maneras ms eficaces de
tratar a la hija. As, el padre poda abandonar este mundo sabiendo que su esposa era
capaz de manejar a la hija de un modo ms eficaz y llevarla en coche adonde tuviese que
ir. Tratando el problema presentado, se logr que el matrimonio estrechara sus relaciones
en ese momento crucial. Por lo general, el terapeuta puede hallar el modo de centrar la
terapia en el problema presentado, alcanzando al mismo tiempo otros objetivos que l
considera importantes.
Claro que a veces tropezamos con situaciones inslitas, que nos tientan a
desviarnos de esa mira. Por ejemplo, una situacin de crisis puede requerir un enfoque
diferente, hasta que se resuelva; ciertas situaciones presentadas le parecern, quizs, al
terapeuta ms importantes que el problema en cuestin. Empero, de ser posible,siempre
debemos vincular el cambio de nfasis al foco o centro del problema.
36
L
En la etapa social, el terapeuta se une a la familia haciendo que todos se sientan
cmodos y se consideren partcipe de la reunin; en la de planteo del problema, procura
La primera entrevista debe esclarecer la estructura familiar, y en su transcurso el
terapeuta y la familia deben llegar a algn acuerdo acerca de la naturaleza del problema y
las metas u objetivos de la terapia. A esta altura, la tarea del terapeuta es comprender el
problema y formularlo de manera tal que pueda hacerse algo al respecto. Si ha de cambiar
a la familia, deber ingresar en su universo y provocar el cambio actuando dentro de l.
En sntesis, y refirindonos al problema medio planteado por la mayora de las
familias que acuden en busca de terapia, la primera entrevista puede conducirse de
manera-tal que provea la mxima informacin e inicie un cambio. Los miembros de una
familia llegan al consultorio sin saber a ciencia cierta qu anda mal en el grupo, aunque
comnmente creen que es una persona en particular, afectada por un determinado
conjunto de problemas; suelen suponer que la causa de esos problemas est en el
pasado, ms que en la situacin presente. El terapeuta que recibe a la familia tampoco
sabe qu est ocurriendo, pero s sabe que hay algo en la situacin familiar que hace
necesaria la existencia del problema.
Resumen
Algunos terapeutas de orientacin directiva son lo bastante hbiles y expertos como
para tener pensada una directiva al trmino de la primera sesin, la que pueden proponer
como tarea para el hogar, que la familia deber cumplir entre una sesin y otra. La tarea
impuesta puede ser simple o compleja, aunque a esta altura de la terapia suele convenir
ms que sea sencilla. S se le da una directiva, la familia queda ligada al terapeuta entre
las sesiones.
Esta persona puede ser una abuela que viva fuera del hogar o un cnyuge
separado o divorciado pero que an est profundamente involucrado en el problema. En el
proceso de conclusin de la entrevista entra en juego, justamente, convenir la asistencia
de esa persona y discutir la manera de hacerla concurrir.
La primera entrevista debe concluir con la concertacin de una nueva cita, lo cual
puede plantear varias cuestiones. Quiz se haya advertido durante la sesin que la
presencia de algn otro miembro de la familia es esencial para la terapia.
Conclusin de la entrevista
Hay ocasiones en que un terapeuta no debe actuar como tal; sino limitarse a un
papel de sabio consejero. La inexperiencia de la gente puede hacer que plantee como
problema algo que en realidad no lo es. Un joven matrimonio vino a tratamiento con su
primer hijo, un nio de cuatro aos alegre y normal, explicando que queran cerciorarse de
que su hijo estaba suficientemente preparado, desde el punto de vista intelectual, para el
programa escolar del jardn de infantes. La primera entrevista pareci indicar que slo se
trataba de una pareja joven e insegura que, como sucede con muchas parejas en la
actualidad, no tena padres ni parientes mayores que los asesoraran sobre la crianza de
los hijos, y acudan a los expertos. Se les asegur que su nio era intelectualmente sano y
apto para seguir el programa del jardn de infantes.
37
F
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Al observar la primera entrevista con una familia, el supervisor puede plantearse las
siguientes preguntas:
1 . El terapeuta establece claramente el encuadre de la entrevista, de modo que la familia
sepa quin es l, cul es la situacin y por qu somete a sus integrantes a diversas clases
de preguntas?
2. Ha organizado bien a la familia dentro del consultorio, de modo que pueda manejar la
reunin (p. ej., habrselas con nios demasiado dscolos o dilogos caticos)
3. Es lo suficientemente tolerante, desde el punto de vista moral, como para que la
familia se sienta alentada a exponer sus problemas?
4. Ha demostrado flexibilidad, cambiando de enfoques al advertir la ineficacia de un
determinado mtodo de recabar informacin?
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1 .
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L o
Observando la videocinta de una primera entrevista podemos juzgar si el terapeuta
ha conducido adecuadamente o no las etapas aqu esbozadas. Empero, aparte de ello, es
posible formular varios interrogantes en torno al terapeuta y su enfoque. Cabe esperar que
un estudiante vaya adquiriendo aplomo a travs de una formacin adecuada y de la
experiencia recogida en materia de entrevistas. Debe ser capaz de enfrentar una sesin
sin nerviosismo, sentirse razonablemente cmodo con la familia entrevistada y dirigirse por
igual a maestros de escuela, funcionarios encargados de personas en libertad condicional,
o quienquiera que se vea envuelto en el caso; tambin deber poder entrevistar a familias
de diferentes clases sociales o razas, realizar las sesiones en el consultorio o el hogar, y
conducirse de manera competente ya se halle ante un grupo familiar numeroso, una
familia nuclear, una madre con su hijo o una persona sola.
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Evaluacin del terapeuta
Por lo comn, la familia y el terapeuta pueden llegar a un acuerdo razonablemente
claro al trmino de la primera entrevista, aunque a veces aclarar las cuestiones planteadas
lleva ms de una sesin. Si la familia quiere saber cunto durar aproximadamente la
terapia, lo mejor es responder: El menor tiempo que sea posible para resolver los
problemas. Si se muestra especialmente reacia o vacilante con respecto a si continuar o
no la terapia, a veces sirve de ayuda fijar un nmero determinado de entrevistas,
dicindole: Por qu no nos reunimos seis veces ( o tres) , y luego decidimos si se
requieren ms entrevistas?.
El problema presentado no se limita al descrito en la primera sesin, sino que
incluye los que vayan apareciendo a medida que se estreche la relacin mutua entre
familia y terapeuta.
que todos aporten sus ideas acerca de este; en !a de interaccin, involucra a todos entre
s, y no excluye a nadie cuando se trata de especificar qu cambios desean obtener
mediante la terapia. Con la mayora de las familias, el pasaje de una etapa a otra puede
desarrollarse fcilmente, aunque existen algunos tipos de familias que no encajan en este
esquema (p. ej., familias con un beb problema, o que slo quieren someter un nio a
tests, o que acuden en un estado de crisis) .L a ndole de los problemas determinar el
procedimiento que seguir ei terapeuta despus de ia primera entrevista. Asimismo, cabe
esperar que en las entrevistas subsiguientes se le plantearn nuevos problemas y debern
fijarse nuevas metas.
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L.
L
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u
L
18.Su enfoque ha sido ms positivo que negativo, esto es, no ha regaado ni humillado
a la familia?
19.Le ha demostrado a la familia que tiene algo que ofrecerle, y que es capaz de
producir un cambio?
5. Es capaz de actuar segn una gama de conductas que van desde la actitud reflexiva
al enfrentamiento?
6.Ha evitado insistir en algo que reviste inters personal para l pero nada tiene que ver
con el problema familiar?
7. Puede asumir la posicin de un experto, pero tambin manifestar ignorancia cuando
corresponda?
8.Evita ofrecer soluciones antes de que se haya aclarado el problema?
9. Parece saber cundo debe fomentar la disensin entre los miembros de la familia y
cundo ha de apaciguarlos?
10. Evita ponerse de parte de un miembro de la familia contra otro, o de una faccin
contra otra (p.ej.,del nio contra sus padres)?
11.Se abstiene de establecer una relacin demasiado personal con la familia?
12. Se abstiene de adoptar una actitud demasiado profesional y de mostrar desapego
hacia la familia?
13.Trata de que todos los miembros de la familia participen de la entrevista?
14. Ha demostrado ser capaz de tolerar la exposicin de datos desagradables, o la
manifestacin de sentimientos violentos, por parte de los integrantes de la familia?
15.Recoge informacin sobre otras personas importantes, ausentes en la entrevista?
16.Averigua si otras instituciones sociales intervienen en la familia?
17.Motiva el cambio entre los miembros de la familia?
Genera en ellos esperanzas y la voluntad de hacer un esfuerzo?
L
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L
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1
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41
1 VaseJ. Ha/ey, Uncommon Therapy: The Psychiatric Techniques o! Mi/ton H . Etickson, M. V., Nueva
York: Norton, 1973, y Advanced Techniques of Hypnosis and Therapy: Se/ected Papers of Mi/ton H .
Erickson,Nueva York: Grune & Stratton, 1967.
El terapeuta. que adopta este enfoque triunfa inevitablemente. Si el paciente
escriba, resolva un problema, y si no escriba, resolva otro problema, puesto que deba
salir con mujeres. Por supuesto, es esencial saber impartir directivas de manera tal que
sea ejecutadas; es una desgracia que la mayora de los cursos de formacin clnica no
incluyan la enseanza de esta tcnica. En buena medida debemos aprenderla por nuestra
cuenta, a menos que encontremos un eximio terapeuta como Milton H. Erickson y
podamos recibir de l alguna enseanza. La mayor parte de lo que decimos en este
captulo sobre las directivas deriva de Erickson
1
Recuerdo el caso de un hombre joven, cercano a la treintena, que anhelaba ser un
gran novelista pero que no lograba decidirse a sentarse ante la mquina de escribir y
poner manos a la obra; era simplemente incapaz de producir. Tambin tena miedo de las
mujeres: poda entablar relacin con prostitutas, pero jams haba tenido una cita comn
con una mujer. Vino a la terapia pidiendo que le resolvieran ambos problemas: l quera
escribir y quera salir con mujeres. La estrategia teraputica era obvia: cuando se plantean
dos sntomas debemos valemos del uno para curar el otro. Le ped me indicara cuntas
pginas diarias deba escribir y me respondi que una pgina de doscientas cincuenta
palabras. Entonces le impart la directiva de escribir seis pginas por semana ( consigui
que le diera un da de asueto) advirtindole que, de no cumplirla, en el curso de la semana
siguiente tendra que invitar a tres mujeres jvenes distintas hasta completar tres salidas;
si en la semana subsiguiente no escriba las seis pginas prescritas, debera concertar
nuevamente tres citas. Antes que invitar a salir a una mujer, el joven corri a la mquina y
escribi metdicamente un mnimo de seis pginas semanales. Ms adelante se resolvi
el problema de las relaciones con muchachas.
CAP.2 COMO IMPARTIR DIRECTIVAS
Terapia estratgica familiar
Terapia para resolver problemas
J AY HALEY
42
L
Toda accin del terapeuta constituye un mensaje para que la otra persona haga
algo; en ese sentido est impartiendo una directiva. Si alguien declara: Me siento
desdichado, y l replica: Comprendo, se siente desdichado, estas palabras no suenan a
directiva pero pueden definirse como tal, por cuanto indican que las formulaciones de esa
persona le interesan y que debe decir esas cosas, o que est bien que las diga. Por otra
parte, al responder a esta formulacin de su interlocutor no habindolo hecho con otras, le
est sealando su importancia; su respuesta tambin denota la necesidad de conversar
ms sobre esos puntos tan importantes. Una vez que el terapeuta advierta que diga lo que
diga o calle lo que calle le estar indicando a una persona que haga algo o deje de
hacerlo, le ser ms fcil aceptar la idea de impartir directivas. Es ms: aun cuando intente
A algunos terapeutas les incomoda impartir directivas, quiz porque les parece que
no deberan asumir la responsabilidad de decirles a otros qu deben hacer. Es importante
destacar que pueden darse en forma directa o implcita (por una inflexin de la voz, un
ademn o un silencio oportuno, deslizados durante la conversacin}. Todo cuanto se haga
en terapia .puede ser visto como una directiva. Si en una entrevista un individuo o familia
est hablando sobre algo y el terapeuta dice: Hbleme ms de eso, o si se limita a
asentir con la cabeza y a sonrer, alentndolo a continuar, est impartiendo una directiva.
Si alguien dice algo que no le agrada puede pedirle que no vuelva a decirlo nunca ms, y
con eso le est indicando qu debe hacer; esto tambin puede expresarlo frunciendo el
ceo y apartndose con un gesto del que habla.
Qu es la directiva?
1. El objetivo principal de la terapia es hacer que la gente se comporte de manera
diferente, para que tenga as experiencias subjetivas diferentes. Las directivas son un
medio de provocar esos cambios.
2. Se las emplea para intensificar la relacin entre clientes y terapeuta: al decirles a
aquellos qu deben hacer, el terapeuta entra a participar en la accin y adquiere
importancia, porque el individuo debe hacer o no hacer lo que l le dice.
Si deben hacer algo durante la semana, el terapeuta permanece ligado a sus vidas
durante-todo ese lapso, pues piensan qu pasar si no cumplen la tarea, si la cumplen a
medias, si la alteran para ejecutarla a su modo, etc.; en la prxima entrevista el terapeuta
habr adquirido ms importancia para ellos de la que habra tenido si no les hubiese dado
una directiva.
3. Se usan para obtener informacin. La manera en que reacciona la gente al recibir una
directiva es esclarecedora con respecto a ellos mismos y a cmo respondern a los
cambios deseados. Ya cumplan la tarea impuesta, no la cumplan, olviden cumplirla o lo
intenten infructuosamente, el terapeuta tendr una informacin que de otro modo no
poseera. Lo mismo ocurre, en realidad, durante la conversacin preliminar en torno a la
tarea: por ejemplo, si esta consiste en hacer algo a la hora del desayuno, se enterar de lo
que ocurre en ese momento del da, pues hablarn de ello al discutir la forma en que
cumplirn la directiva.
Las directivas o tareas impartidas a los individuos y familias tienen varias finalidades:
Finalidad de las directivas
43
* La segunda seexamina en la seccin sobre Tareas paradjicas.
pgs. 64ysigs. [N. de /aT.]
En el primer caso, el terapeuta trata de modificar el comportamiento de una familia
dicindole a uno o varios de sus integrantes que dejen de hacer lo que estn haciendo.
Por ejemplo, si una madre se entromete cuando padre e hijo intentan dialogar entre s, el
terapeuta puede pedirle, en trminos amables o enrgicos, que no se entrometa.
i.. --
Hay dos maneras de impartir directivas: 1) decirle a la gente qu debe hacer con el
propsito de que lo cumplan, y 2) decrselo con el propsito de que no lo cumplan, Osea,
de que cambien por va de la rebelin. Aunque haremos hincapi en la forma de dar
directivas a familias enteras, los mismos procedimientos se aplican en esencia para
impartirlas en una entrevista individual. Comencemos por la primera manera,* que
comprende dos tipos de directivas: a) ordenarle a alguien que deje de hacer algo; b)
pedirle que haga algo diferente.
;::" , .
Tipos de directivas
En este captulo no tratamos la enmaraada cuestin de quin determina realmente
un curso de accin en una partida entre terapeuta y cliente, sino ms bien el modo de
impartir directivas cuando el terapeuta supone que es l quien mueve la primera pieza.
La cuestin de quin es responsable de que en la terapia es un asunto complejo.
Un terapeuta puede considerarse autor de una directiva y responsable de un determinado
curso de accin, pero un examen ms detenido de su intercambio con el cliente indicar,
quiz, que este lo indujo a impartirla. A menudo, la responsabilidad que asume el
terapeuta le es conferida por el cliente de manera ms directa. Una madre puede pedirle al
terapeuta que hable de un te a delicado para que ella y sus hijos puedan discutirlo, y el
terapeuta optar por cooperar asumiendo la responsabilidad de traerlo a colacin. Es
posible que unas veces desee relevar al cliente de toda responsabilidad, y otras darle la
sensacin de que est aceptndola cuando en realidad no es as.
Puede haber momentos en que el terapeuta no desee asumir la responsabilidad de dirigir
el comportamiento de alguien. Si le preguntan: Debo abandonar mi empleo? o Debo
divorciarme?, quiz sea mejor responder: Eso debe decidirlo usted mismo, pero si
abriga alguna opinin sobre dicha decisin, se la trasmitir al cliente a travs de lo que le
diga expresa o tcitamente, del tono con que le hable y de sus gestos. Sin embargo, an
as puede descargar en el cliente la responsabilidad de la decisin, si no quiere asumirla l
mismo.
derivarlas hacindole notar al cliente que este est tratando de que l dirija sus actos, a!
obrar as estar orientando su conducta.
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E -
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Los buenos consejos suelen ser intiles, a menos que el cliente sea bastante corto
de entendederas o que se trate de un p roblema leve de tip o educacional. En caso de caer
en la tentacin de aconsejar a los miembros de una familia, el terap euta p uede
p reguntarles, p or ejemp lo: Qu les dira, si quisiera darles un buen consejo?, y oir p or
resp uesta todos los que l tiene en mente, y que ya les fueron dados en el p asado sin
p rovecho alguno.
f. -
~-
Por lo comn, de nada le sirve a la gente que le digan que deben tratarse mejor los
unos a los otros. Entre otras cosas, ya han recibido buenos consejos de otras p ersonas y
no han sido cap aces de seguirlos. Por ejemp lo, los consejos no suelen dar resultado en el
caso deda madre que se p elea con su hija p or la hora de la noche en que esta regresa al
hogar. El terap euta p uede decirles que cada una debera escuchar con resp eto los
argumentos de la otra, e instarlas a ser ms amables ya llegar a alguna transaccin
satisfactoria p ara ambas. En la mayora de los casos, da esta clase de consejos cuando le
p arece que no se han dado cuenta de que deben obrar as, y cree estar dicindoles algo
nuevo, siendo que en realidad los clientes saben muy bien cmo deben comp ortarse. Su
p roblema estriba en que les es imp osible seguir esa conducta: cada vez que intentan ser
amables y comp rensivas acaban enzarzndose en una reyerta incontenible.
Pasemos ahora a las directivas del tip o b. El terap euta trata de cambiar el
comp ortamiento de una familia p idindoles a sus miembros que adop ten una conducta
diferente a la usual, que p rueben nuevos hbitos. En vez de tratar de indicar el ro, el
terap euta lo desva hacia un nuevo cauce. El p edido de cambio de conducta p uede
hacerse: 1) mediante buenos consejos; 2) dando directivas p ara cambiar la secuencia que
tiene lugar dentro de la familia.
Generalmente, si el terap euta le dice a alguien que abandone su comp ortamiento
habitual debe adop tar p ara ello una actitud extrema u obtener la coop eracin de otros
miembros de la familia, en el sentido de que cambien su conducta p ara ap oyarlo en la
tarea. A menudo es como si quisiramos imp edir que un ro se desborde: p odemos tratar
de bloquearlo, p ero el ro rebasar el dique y el terap euta acabar ahogado.
Esta es una de las directivas ms difciles -aunque no imp osibles- de hacer cump lir.
Por lo comn, es p reciso gozar de gran p restigio o tener rep utacin de exp erto p ara lograr
que alguien abandone su comp ortamiento habitual con slo p edrselo. La cosa es ms
fcil cuando se trata de p roblemas menores o situaciones educacionales. A veces es
bueno decirle a alguien dado a la bebida que deje de beber, p ues tal vez obedecer; p ero
si el p roblema es grave p robablemente beber ms, y el terap euta no suele tener p oder
suficiente p ara hacer cump lir la directiva. Del mismo modo, en ei caso de famiiias con
.p roblemas menores algunas madres dejarn de entrometerse cuando hablan su esp oso y
su hijo varn si se les p ide que lo hagan, p ero, si el p roblema es grave, en vez de no
interp onerse la madre p uede p olemizar con el terap euta arguyendo que no la ap recia o no
la comp rende. Una directiva de cese de comp ortamiento debe ir acomp aada de otros
mensajes. Tal vez sea p reciso rep etirla a menudo, o magnificarla p onindose de p ie y
agitando las manos mientras se insta a la madre a que deje de actuar as, o ubicar a la
madre tras una p antalla de visin unilateral y hacerle observar la conversacin entre p adre
e hijo, o recurrir a la ayuda de estos p idindoles que imp idan toda interrup cin p or p arte de
la madre.
45
Otra manera similar de encarar la motivacin consiste en alentar a los miembros de
la familia a que expliquen cun desesperada es su situacin, pudiendo convenir con ellos
en que en verdad es bastante mala, en vez de tranquilizarlos dicindoles que no es para
En el enfoque directo el terapeuta se funda en lo que ha aprendido sobre sus
clientes en el transcurso de la sesin, utilizando lo que parezca ms obvio y evidente
como base de su labor persuasiva. Veamos ahora elenfoque indirecto, que puede
emplearse cuando se prev que la familia no cooperar fcilmente en la tarea. A menudo
puede utilizrselo como primer paso, adoptando luego una forma ms directa. Consiste en
hacer que los miembros de la familia hablen de sus dificultades de manera tal que estn
prontos a escuchar a quien pueda sugerirles qu deben hacer. Por ejemplo, se les pide
que hablen de todos sus fallidos intentos de resolver el problema, con lo cual se obtiene
informacin sobre los mtodos probados y se evita pedirles que hagan algo que ya han
intentado infructuosamente. Otra ventaja importante es que en esta clase de conversacin
el terapeuta tiene oportunidad de subrayar los fracasos anteriores: a medida que van
enumerndolos, puede hacer hincapi en su ineficacia acotando: Yeso tambin fall, con
lo cual advertirn 'finalmente que todo cuanto ellos intentaron fracas y habr ms
probabilidades de que escuchen el ofrecimiento del terapeuta.
En el enfoque directo, lo comn es que el terapeuta les diga a los integrantes de la
familia que conoce y comparte su deseo de resolver el problema que los aqueja. Una vez
convenido el objetivo, se ofrece la tarea como un medio de alcanzar el fin deseado a
travs de la terapia. Cuando hay discrepancias entre los miembros de una famiiia sobre
los propsitos que persiguen, se hace a veces necesario hallar el modo de que la tarea le
reporte alguna ganancia a cada uno de ellos. En el caso antes citado, el terapeuta puede
decirles que la madre desea cerciorarse de que su hija se comporta correctamente, que la
joven no desea esas constantes peleas con su madre y que el padre no desea ser el
eterno rbitro de esas peleas; por consiguiente, todos deben cumplir la tarea.
Cmo motivar a una familia para que cumpla las directivas
Motivar a alguien a hacer algo significa persuadirlo de que extraer algn beneficio de esa
accin. Cuando un terapeuta desea motivar a los miembros de una familia a que realicen
una tarea, tiene que convencerlos de que por su intermedio alcanzarn los objetivos
individuales, recprocos y familiares que ellos desean. El modo en que lo haga depender
de la naturaleza de la tarea, de la naturaleza de la familia y del tipo de relacin establecida
con esta; no obstante, podemos referirnos a los mtodos generales de motivacin que se
aplican a las personas.
Aqu nos referiremos a aquellas directivas que se proponen cambiar las formas de
tratarse entre s los miembros de una familia, introduciendo la accin. Este objetivo puede
alcanzarse de muchas maneras. Por ejemplo, si madre e hija pelean continuamente sobre
la hora de la noche en que la joven debe regresar al hogar, puede pedrsele al padre que
se haga cargo del problema; esta directiva cambiar la secuencia que tiene lugar dentro
de la familia. En esta situacin podran emplearse muchas otras clases de directivas; el
modo en que han de impartirse para que sean ejecutadas es cuestin de habilidad y
prctica.
Aconsejar bien significa suponer que !a gente ejerce control raciona! sobre sus
actos, idea que quiz conviene desechar si se quiere triunfar en el campo teraputico.
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l:
El terapeuta puede ejercer autoridad de diversas formas. Por lo general, al motivar
a la familia deber valerse de su posicin como experto conocedor de lo que hay que
hacer, pues as tendr ms probabilidades de ser obedecido. Comnmente, quienes estn
en dificultades prefieren tratarse con un terapeuta ducho en el oficio, circunstancia que a
veces puede aprovecharse de un modo extremo. Si la familia es una de esas que todo lo
discute y que cuestiona a fondo cuanta sugerencia recibe, continuar hacindolo cuando
el terapeuta trate de motivarla para que cumpla la tarea; en tal caso, puede decirle a sus
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En suma, a algunas familias les parecer que una tarea grande es demasiado para
ellas, en tanto que otras despreciarn una tarea pequea; deben satisfacerse los
requerimientos de ambos tipos de gente.
Otro punto importante es el modo en que se describe la magnitud de la tarea. Ante
ciertas familias y tareas podemos optar por empequeecer a estas; cuando la familia se
muestra renuente a realizar la tarea, a veces lo mejor es definir a esta como un pequeo
favor que se les pide. Si disfrutan con las crisis o tienen propensin a dramatizar las
cosas, puede decrseles que se les est solicitando algo importantsimo.
El terapeuta debe adecuar la tarea a las personas. Mientras entrevista a una familia
reparar en qu clase de gente la integra, y as podr amoldar la tarea a su manera de
ser. Si hacen hincapi en que las cosas deben hacerse en forma lgica y ordenada, se les
ofrecer una tarea lgica y ordenada, porque ser ms probable que la cumplan. Si
constituyen un hogar descuidado y desorganizado, la tarea deber ajustarse a ese marco.
Si les preocupa el dinero, se recalcar la gratuidad de la tarea. Esta clase de informacin
puede obtenerse durante la sesin, entre otras maneras, pidindoles a los entrevistados
que hagan cosas tales como mover sus sillas o conversar sobre ciertos temas; la manera
en que se conduzcan informar al terapeuta sobre cmo deber encuadrar la tarea para
que les resulte ms aceptable.
Puede motivrselos a hacer una tarea en el hogar iniciando los en la ejecucin de
pequeos trabajos durante la entrevista. Si se le pide a una madre que ayude a su hijo a
hacer algo en el mismo consultorio y la tarea se cumple sin inconvenientes, la mujer queda
motivada para seguir la directiva del terapeuta de ayudar al nio en el hogar durante la
semana. De igual modo, si se le pide a un padre que intervenga y ayude a su esposa e
hija, quiz tome como una simple continuacin de esa intervencin inicial el requerimiento
de que durante; la semana haga lo mismo en su casa. En situaciones as, la tarea para el
hogar no adquiere tanta trascendencia, porque ya ha sido hecha, en pequea escala, en el
curso de la sesin.
Pero tambin puede encararse la cuestin de manera opuesta, si los integrantes de
la familia estn comentando cmo mejoraron las cosas: se les da la razn, conviniendo en
sus apreciaciones, y luego se les pide que realicen la tarea pues ella les ayudar a
progresar an ms; as, lo que ofrece el terapeuta aparece como una pequea adicin
para ayudarlos a continuar su proceso de mejora.
tanto; si se la pinta con tintes lo suficientemente negros, escucharn a! terapeuta y harn
la tarea que les ofrece. De este modo, al acentuar la angustia que ellos sienten, el
terapeuta la usa como una motivacin, y hasta puede proyectar su situacin hacia el futuro
hacindoles conversar sobre los desastres que les aguardan si no toman alguna medida.
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.
L
Veamos un ejemplo. Si el terapeuta les pide a los progenitores que lleguen a un
acuerdo sobre algo durante la semana, procurar que la tarea sea muy precisa: decidir
qu tiempo han de dedicar a la discusin, especificar qu temas traer a colacin cada
cnyuge y asignar algn papel a los hijos ( uno puede recordar a sus padres que ha
llegado la hora del debate, si fuera necesario; otro los interrumpir al trmino del tiempo
L.
La tarea debe estructurarse como cualquier otro trabajo: con alguien que la ejecute,
alguien que lo ayude, alguien que supervise, alguien que planifique, alguien que
compruebe su ejecucin, etc.
s:
~
~.,
As como ha de procurar que participen todos los miembros de una familia en una
entrevista, el terapeuta debe hacer que todos intervengan en una tarea; puede excluir a
alguien por razones especiales, pero nunca en forma accidental. Una buena tarea da
ocupacin a todos; aun al pedirle especficamente a alguien que se abstenga de intervenir,
se le est dando algo que hacer.
Participacin total
Una vez motivada la familia, deben impartrsele instrucciones claras (a menos que se
quiera ser confuso por alguna razn particular) .Ms que sugerirlas, las directivas deben
impartirse abiertamente. Es mejor decir: Quiero que hagan tal y tal cosa, y no: Me
pregunto si han pensado en la posibilidad de hacer tal y tal cosa; diciendo: Por qu no
hacen tal y tal cosa?, en realidad se est interrogando al cliente en vez de impartirle una
directiva. Al terapeuta le conviene ms ser claro y preciso, diciendo exactamente lo que
quiere que se haga. Mientras instruye acerca de la tarea a los miembros de la familia-
observar sus respuestas, pues ellas suelen revelarle si lo han comprendido bien. No
temer caer en repeticiones, ya que ms vale ser machacn que incomprendido; no
olvidemos que a veces la gente se queda pensando en un punto de las instrucciones y no
presta atencin a otro. Si no est seguro de que alguien lo haya comprendido, puede
interrogar a esa persona sobre las instrucciones y hasta pedirle que las repita. Una de las
razones por las que debe explicarse con precisin es que no slo desea ver cumplida la
tarea, sino que en caso de incumplimiento querr cerciorarse de que este no obedeci
simplemente a la falta de claridad de las instrucciones.
Sin embargo, hay situaciones en las que quiz no desee ser preciso y detallado,
prefiriendo en cambio deslizar una idea en la conversacin para que la familia piense
espontneamente en realizar ese tipo de tarea; tambin aqu la insinuacin casual debe
hacerse en trminos precisos.
Precisin
Una variante es decirles: Vaya pedirles algo que les parecer estpido, pero igual
quiero que io hagan; as se impide toda discusin: no pueden aducir que es una tarea
tonta habindolo dicho ya el terapeuta.
integrantes: Quiero que hagan algo y tengo mis razones para pedlrselo. pero prefiero no
entrar en detalles. Simplemente quiero que la semana que viene hagan esto. Tambin
puede conseguir el cumplimiento de muchas tareas haciendo que la gente las lleve a cabo
pensando que as le demostrarn que est equivocado, o que su mtodo fracasar.
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L
1. En un caso real, una abuela apoya a su nieta contra la madre; entonces el terapeuta
entrevista solamente a-estas dos ltimas pidindole a la meta ( una runa de diez anos)
que haga alguna cosa leve que irrite a su abuela ya la madre que salga en defensa de su
bija. Esta tarea establece una colaboracin forzosa entre madre e hija y ayuda a despegar
a la nia de su abuela.
2. En otro caso, se le pide a un hombre que haga algo por su esposa, pero algo que ella
no esperara de l, en tanto que a ella se le solicita que reciba cortsmente la atencin. La
condicin impuesta al marido significa que no puede hacer una cosa rutinaria, por lo que
se ve alentado a introducir alguna novedad en el matrimonio; tambin debe reflexionar
detenidamente sobre su esposa para idear algo que ella no espere de l.
3. Se les pide a padre e hijo que hagan alguna cosa no muy importante que la madre no
aprobara; a ella le ser difcil decidir cmo deben actuar su esposo e hijo varn si lo que
estos tienen que hacer debe disgustarla.
A esta altura de la exposicin tal vez convenga dar unos pocos ejemplos sencillos.
s.
Ejemplos de tareas
Durante este repaso, el terapeuta debe prever las dificultades que pueden surgir. A
veces, mientras se les imparte una tarea, los integrantes de una familia entran a pensar en
cmo zafarse de ella; cuando se advierte la posibilidad de que esto ocurra, la revisin ir
seguida de un debate sobre las maneras en que creen poder eludirla. Lo usual es que
.declaren lo que se les ha ocurrido; si no lo hacen, unas pocas insinuaciones (p. ej.,
preguntarles qu pasar si alguien olvida su parte en la tarea o se enferma) pueden
servir de ayuda, sobre todo si ya han indicado que esas cosas suelen ocurrir en la familia.
Cuando el terapeuta obra as, los mismos clientes bloquean sus vas de evasin de la
tarea y se comprometen ms a ejecutarla.
En mucho, casos, sobre todo cuando la tarea es muy compleja, conviene que los
miembros de la familia repasen sus respectivos papeles; mientras uno de ellos hace
esto, se atraer a los dems al debate pidindoles que especifiquen la parte que les toca.
Esta revisin es otro medio de asegurarse de que han comprendido bien la tarea, y en la
mayora de los casos puede efectuarse con bastante rapidez.
Revisin de la tarea
En suma, y para decirlo una vez ms, as como no debe dejarse de lado a nadie
durante la entrevista, tampoco se excluir a ningn individuo de la accin planeada para el
hogar.
El propsito de involucrar a todos en la tarea es hacer hincapi en la unidad familiar
total, salvo en casos especiales en que el terapeuta desee encomendar una tarea a una
parte de la familia con abstencin de los dems rniembros. Asimismo, deber poner
cuidado en no perturbar la jerarqua interna de la famiiia haciendo intervenir a nios en
tareas de adultos.
prefijado; un tercero informar al terapeuta en la prxima entrevista sobre el acuerdo
alcanzado).
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1
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4. A una madr e que no establece difer encias entr e sus hijos de distintas edades puede
imponr sele como tar ea fijar las y hacer les cumplir hor ar ios difer entes par a ir se a dor mir ;
habr un hor ar io par a cada nio, aunque tr anscur r an apenas quince minutos entr e uno y
otr o. Esto la obliga a difer enciar los por edad.
5. Al padr e que se ala con su hijita pequea contr a su esposa puede hacr sele lavar las
sbanas de la nia cuando sta se or ine en la cama; la tar ea tender a alejar al padr e de
ia hjja, o cur ar ia enur esis de ia nia.
6. Entr e las mltiples tar eas que pueden r ealizar se en el consultor io figur an aquellas que
implican un cambio en los canales usuales de comunicacin. Por ejemplo, pedir a los
pr ogenitor es que conver sen entr e s sin incluir a la hija en el dilogo, o hacer que la madr e
char le con su hijo var n sin que el padr e los inter r umpa. Tambin puede tr asladar se
fsicamente al hijo var n hacindolo sentar junto al ter apeuta, que es de su mismo sexo,
mientr as ambos obser van cmo las mujer es de la familia toman una decisin deter minada;
con esto se tr aza una lnea divisor ia de tipo sexual. En una familia donde todos se
inter r umpen constantemente unos a otr os puede hacer se cir cular un sombr er o o saco,
indicando que slo podr hablar quien lo tenga en sus manos; otr a solucin es designar
una silla especial, indicando que slo podr hablar quien est sentado en ella.
7. Cuando dos pr ogenitor es necesitan tener una excusa par a manifestar se mutuamente su
amor , puede pedr seles que lo hagan a hor as fijas y sin disimulo par a ensear le al hijo
cmo se exter ior iza el car io.
8. Requer ir le a un matr imonio con pr oblemas sexuales que por un tiempo mantengan sus
r elaciones car nales nicamente tendidos en el piso del living; la tar ea, al cambiar el
contexto, cambia tambin el conflicto.
9. En el caso de una intensa r elacin tr iangular entr e los pr ogenitor es y una hija
adolescente, se le pide al padr e que invite a la joven a almor zar en un buen r estaur ante
par a que adquier a exper iencia sobr e cmo conducir se bien en pblico; la tar ea de la
madr e puede consistir en elegir el r estaur ante o vestir y acicalar a la hija par a esa ocasin.
Aunque par ecer a que tal dir ectiva estr echa an ms el vnculo entr e padr e e hija, en
r ealidad gener a una lnea divisor ia gener acional.
10. Al hombr e que teme postular se par a un empleo se le or denar , por ejemplo, que se
someta a una entr evista como postulante par a un puesto que no tomar a aunque lo
obtuvier a; as podr pr acticar sin r iesgo alguno.
11. Entr e las mltiples tar eas que un super visor puede encar gar al ter apeuta hay una
destinada a ayudar le a desvincular se de una familia; consiste en decir le a una par eja que
est por ter minar el tr atamiento que pr obablemente tendr n una ter r ible r eyer ta; como los
clientes no desear n que se pr oduzca semejante pelea, se aliar n contr a el ter apeuta par a
evitar la, expulsndolo, por as decir , de su mundo.
12. Cuando una madr e es incapaz de gober nar a sus hijos y esto hace que el padr e se
pr eocupe en demasa por ellos, per o mostr ndose a la vez exasper ado, se le pide que
instr uya a su esposa sobr e el manejo de los nios, comenzando su enseanza con una
clase pr ctica en el mismo consultor io.
La madr e se volver ms eficiente par a sacar se de encima al mar ido, y entonces,
pr obablemente, la par eja empezar a r eir de un modo ms abier to.
13. Se le dice a un individuo o a una familia que en el tr anscur so de la pr xima semana se
les ocur r ir espontneamente una idea que mejor ar su situacin; tambin puede
decr seles:
Que estn en una etapa en que ya r esponden a sus pr opias ideas. La tar ea ayuda a los
pacientes a iniciar cambios.
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52
Entre las metforas elaboradas por Erickson para encarar este problema figura la
de hacer hablar a la pareja sobre las comidas compartidas. El terapeuta puede tratar la
manera en que comen juntos, preguntndoles si alguna vez cenan solos sin la presencia
de los hijos. Mientras los interroga sobre este punto, comentar aspectos de la comida que
Veamos otro ejemplo de este enfoque. Supongamos que un terapeuta quiere que
un matrimonio disfrute ms de sus relaciones sexuales, que se comporten de manera
diferente cuando se hallan juntos y estn de mejor talante durante elacto sexual.
Asimismo, advierte que sus relaciones sexuales estn rodeadas de sentimientos
desagradables y de una sensacin de rivalidad, y que a ellos, o a l mismo, les es difcil
hablar abiertamente del tema. Si desiste de encarar el problema en forma directa, entra a
preguntarse qu otras situaciones compartidas de la vida matrimonial y de las que se
pueda hablar encierran procesos parecidos a la actividad sexual. Podran salir juntos como
cuando eran novios, en -cuyo caso el terapeuta puede conversar sobre lo que ocurrir en
esa salida; o bien compartir algn juego, y entonces les hablar de cmo debern tratarse
entre s durante l.
Las metforas no se expresan slo con palabras: tambin hay acciones
metafricas. La forma en que el terapeuta trate a los nios en el consultorio puede influir
en el trato que les den sus padres, aun sin hacerles ninguna observacin; con su modo de
actuar les est diciendo cmo hacerlo, sin dar importancia al asunto. Aqu se muestra algo
metafricamente: el terapeuta se expresa mediante acciones parecidas a lo que l
deseara que hubiera sucedido.
En el caso de un nio que, segn decan, tema a los perros, el terapeuta averigu
que lo haban adoptado siendo an un beb; aparentemente el nio ignoraba esta
circunstancia, que los padres no deseaban revelarle. Partiendo del supuesto de que el
nio saba que era adoptivo, el terapeuta se propuso abocarse a la cuestin de la
adopcin y tambin hacer que la familia trajera un perro al hogar. Le habl al nio de
adoptar a un perro que tena el problema de ser miedoso y luego discuti con l varios
posibles problemas, entre ellos que el perro se enfermara y tuvieran que llevarlo al
mdico ( situacin anloga a la del nio adoptivo que es llevado al mdico) .Cuando el
nio dijo que la familia tal vez debera deshacerse del perro si este se enfermaba y haba
que pagar las consultas, el terapeuta insisti en que, una vez adoptado el animal, la familia
quedaba comprometida a cuidarlo y deba tenerlo con ella y pagar los honorarios del
mdico pasara lo que pasara. As se trataron, en trminos metafricos, varias posibles
inquietudes del nio respecto a s mismo y de los padres respecto a l, relacionndolas
con la propuesta de adoptar al perrito.
La metfora es una formulacin acerca de una cosa que se parece a otra; es la
relacin de analoga entre una cosa y otra. Cuando decimos alto como un barrilete
queremos significar que la altura de esa persona se asemeja a la altura a que se
remonta un barrilete. O bien podemos decir: Por la manera en que le hablaba la madre,
pareca como si lo estuviera arrollando un tren. Una representacin teatral es una
metfora de la vida real porque lo que ocurre sobre el escenario guarda semejanza con ia
realidad. Frecuentemente, cuando un terapeuta quiere que los miembros de una familia se
comporten de un modo determinado hace que se conduzcan de otro modo que, sin ser el
mismo, se le asemeje; entonces se portarn espontneamente como l quiere.
L _
53
Es la segunda manera, enunciada al comienzo de Tipos de directivas (pg. 51). {N. de la Y-]
Hasta cierto punto, todas las familias que se hallan en una situacin estable son
reacias al cambio, pero si se encuentran en un estado crtico e inestable que tiene a todos
trastornados suelen seguir dcilmente las directivas, porque estn tratando de
estabilizarse. Lo que ocurre en el primer caso es que al pedirles que cambien el terapeuta
los est invitando a la inestabilidad y la novedad, situaciones contra las que pueden
reaccionar. Sin embargo, todos los que vienen en busca de ayuda lo hacen impulsados
por su inestabilidad ... Como vemos, la cosa nunca es sencilla, ni en un caso ni en el otro.
L..,_ .J
Este enfoque se basa en la idea de que algunas familias que acuden pidiendo
ayuda rechazan la que se les brinda. Es la gente ideal para hacer 'fracasar al terapeuta,
pues este lucha para que mejoren y ellos se resisten y lo incitan a seguir luchando,
creando de tal modo una situacin frustrante para ambas partes.
Hasta ahora hemos examinado la clase de directivas que da: el terapeuta cuando
desea que los miembros de la familia hagan lo que les diga, pero hay otra clase que l
emplea cuando quiere que se resistan y de ese modo cambien.* Estas tareas pueden
parecerles paradjicas a los clientes porque, habindoles dicho que desea ayudarlos a
cambiar, al mismo tiempo les est pidiendo que no cambien.
Tareas paradjicas
En este enfoque el terapeuta elige como meta cambiar alguna actividad familiar;
como segundo paso escoge una parecida a la que quiere modificar pero que les resulte
ms fcil a los miembros de la familia, conversando sobre ella para informarse e influir en
sus opiniones. Finalmente les asigna una tarea dentro de esta actividad, pero que permita
alcanzar los resultados deseados tanto en ella como en la que se quiere cambiar.
guardan similitud con las relaciones sexuales diciendo, por ejemplo: A veces a la esposa
le gusta tomar aperitivos antes de cenar y empezar a hacerlo lentamente, y el marido
prefiere zambullirse directamente en la carne con papas, o bien: Algunos maridos
elogian a sus esposas por la buena presentacin de la comida, pero otros ni siquiera se
fijan, y entonces sus mujeres no se esfuerzan en absoluto. Si al hablarles sobre estos
tpicos la pareja da seales de relacionar sus palabras con el sexo, cambiar la
conversacin pasando a un aspecto que toque menos de cerca el tema sexual, pues no
desea que establezcan la relacin concientemente. Ms adelante volver a hablar de
cmo a algunos les gusta cenar a media luz y quiz con velas encendidas, en tanto que
otros prefieren una iluminacin potente que les permita ver cuanto desean disfrutar. Al
cabo de una conversacin de este tipo, es posible pasar con naturalidad a impartirles la
directiva de que cenen juntos. Debern elegir una noche en particular y preparar juntos
una cena agradable, mostrndose comprensivos sobre las diferencias de gustos,
conversando slo de temas amables y no de las inquietudes del da; la esposa tratar de
estimular el apetito de su marido y l har todo lo posible por contentarla. Si la cena tiene
xito, lo ms probable es que extiendan esa actitud a las relaciones sexuales.
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L
E _
L

L.
E
t
Los peligros implcitos en este enfoque emergen cuando todas estas cosas no se
trasmiten simultneamente, pues los clientes pueden creerse desahuciados, o pensar que
el terapeuta se aprovecha de su posicin para insultarlos, o que en verdad le importa un
comino que cambien o no. Cuando el enfoque tiene xito, los miembros de la familia
logran alcanzar el objetivo de la terapia, que es demostrarle al terapeuta que son tan
normales como el que ms. Cambian espontneamente. El terapeuta debe aceptar el
cambio, cuando acontece, y dejar que la familia lo regae demostrndole su error. Si
desea asegurar la continuidad del cambio puede advertirles que quiz sea temporario y
sufran una recada, con lo cual se empearn en continuarlo para demostrarle que no es
algo transitorio. Al hablar de la transitoriedad del cambio le cierra el paso a una recada.
Tambin puede hacerlo alentndolos a volver a la situacin anterior; esto asegura que no
habr tal retroceso. Les dir: Veo que han cambiado y superado el problema, pero me
parece que todo ha ocurrido demasiado rpido. Me gustara que tuvieran una recada y
que esta semana volvieran a ser como antes; o bien: Quiero que se sientan tan
desgraciados como cuando vinieron por primera vez? Para que esta directiva les parezca
El uso de este enfoque requiere habilidad, porque se trata de comunicar diferentes
cosas a la vez. El terapeuta les est diciendo: Quiero ayudarlos a mejorar, y tambin:
lVIesiento benvolamente preocupado por ustedes; les est diciendo cosas rayanas en
el insulto: les dice que cree que podrn tolerar realmente el ser normales, pero tambin les
insina que quiz no puedan tolerarlo.
Supongamos que se presenta una familia con un nio problema que no quiere ir a
la escuela. Dentro del marco de su misin, que es hacer que el nio vuelva al colegio, el
terapeuta puede comentar que quiz sea mejor que no asista a clase, insinuando que tal
vez le convendra ms quedarse en casa por talo cual razn (las razones dependen del
tipo de familia entrevistada) lo que podra ser un trastorno para la familia que concurriese a
la escuela como lo hacen los nios normales.
Vanse pgs. 129ysigs. [N. de /4 Y]
Hallamos un ejemplo de este enfoque en el caso descrito en el captulo 5 en el que el
terapeuta se manifest preocupado por lo que ocurrira si el nio se normalizaba
aprendiendo a controlar adecuadamente sus esfnteres. Enmarcada dentro del intento de
cambiar a la familia, hay aqu una restriccin de los impulsos de mejoramiento de sus
miembros. El enfoque paradjico presenta siempre dos mensajes, trasmitidos a niveles
diferentes: Cambien, y, dentro del marco del mensaje, No cambien .
Enfoque global de la familia
Con ellas podemos adoptar dos enfoqes generales: 1) encarar a la familia en un
sentido global; 2) impartir directivas que involucren slo a una parte de ella.
Por lo comn, una familia se ha estabilizado en torno al hecho de que uno de sus
miembros constituye el problema. Al tender a modificar la situacin de la persona
problema el terapeuta tambin tiende a desestabilizar a la familia, por lo que encontrar
resistencia de variable intensidad. Las tareas paradjicas tienen por fin abordar esta
dificultad.
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2 Milton H. Etickson, que es. por supuesto, el maestro de la terapia directiva, tiene un modo especialmente
corts de estimular una recada; por ejemplo, dice: Quieroque vuelvan a aquella poca en que se sentan
miserables; sintanse como entonces y vean si hay algo de aquella experiencia que desean salvan). Una
sugerenciacomo esta cae muy bien, ya que suele experimentarseuna mezcla de alivio y nostalgia por los
sntomasyproblemasperdidos.
Tambin puede emplearse con parejas que viven en una constante y ftil reyerta.
Se les pide que regresen al hogar y que se peleen a una hora y por un lapso determinados
( p. ej., tres horas), a fin de lograr que rian menos. A la gente no le gusta disputar o
amargarse lavida porque alguien se lo ordene.
Ocurre con frecuencia que el terapeuta no desea aplicar el enfoque paradjico a toda la
familia, sino a una o dos personas en particular. El procedimiento es el mismo: les pide
que permanezcan estacionarios, encuadrando este requerimiento en el propsito de
ayudarlos a cambiar. En el caso de una madre sobreprotectora que est constantemente
encima de su hijo impidindole decidir libremente y asumir la responsabilidad de sus
actos, si el terapeuta intenta persuadirla de que se ocupe menos del nio corre el riesgo
de que ella haga lo contrario, a menudo con el pretexto de que l no comprende realmente
cun desvalido est. Puede adoptarse entonces un enfoque paradjico solicitndole que
durante una semana ande constantemente atrs del nio vigilndolo, protegindolo y
hacindole todas las cosas. La directiva se justifica con diversas razones, segn sea la
madre: por ejemplo, se le dice que debe hacerlo para poder apreciar cmo se siente
realmente en esta situacin, o para observarse a s misma y al nio. El liso correcto de
este enfoque exige que el terapeuta demande a la madre un comportamiento ms extremo
que el que ha venido manifestando: no slo estar constantemente sobre el nio, sino que
deber reservar una hora del da para aleccionarlo acerca de todos los peligros de lavida (
una hora es mucho tiempo) .Otra alternativa es acentuar an ms algn otro aspecto de
su comportamiento. Si se procede correctamente, la madre reaccionar rebelndose
contra el terapeuta y sobreprotegiendo menos al hijo. No le gustar hacer lo mismo de
siempre porque alguien se lo ordene; tampoco le gustar dedicarse ms al nio, en
especial cuando ya se siente demasiado exigida por l. Empezar a insistir en que el nio
debera bastarse ms a s mismo yasumir mayor responsabilidad, o sea que comenzar a
evolucionar hacia la posicin verdaderamente deseada por el terapeuta. Por lo comn es
preciso continuar en esta actitud; si la madre deja ms tranquilo al nio no se la felicitar,
sino que se la instar a dedicarse ms a l. Este enfoque es uno de los modos de desligar
a un nio de un progenitor sin valerse de otro integrante de la familia.
Directivas que involucran a una parte de la familia
razonable, puede aducir que un cambio demasiado rpido puede provocar n
desequilibrio, o que realmente necesitan comprender lo mal que se sentan entonces, o
dar cualquier otro pretexto que les resulte lgico. No obstante, se resistirn a esta directiva
no sufriendo recadas, que es justamente lo que quiere el terapeuta. (Aun en el caso de
que las tengan, lo harn bajo su direccin, o sea que estn siguiendo sus directivas y
cooperando con l, de modo que luego puede pedirles que no vuelvan a recaer. Empero,
estas recadas no se producen si se ha encarado la cuestin en laforma adecuada. )
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[_ -
Tercera: Fijar los objetivos con claridad. Aqu el objetivo no era lograr que el nio no se
masturbara, sino que dejara de hacerlo en pblico y sin goce alguno. La clara fijacin de
objetivos adquiere especial importancia si empleamos una tcnica teraputica eficaz.
Cuarta: Ofrecer un plan. Conviene dar una explicacin lgica que haga razonable una
directiva paradjica, aunque tambin podemos limitarnos a impartir la directiva dejando
que el plan permanezca implcito. En este caso, el primer paso de plan afectaba a la
madre y dems miembros de la familia, y el segundo afectaba al nio. El terapeuta le pidi
a la madre que le dejara abordar el problema privadamente con el nio, aclarndole que
tambin deseara entrevistar a toda la familia de vez en cuando; la madre acept. De este
1110dose estableci un vnculo entre el nio y el terapeuta, convirtiendo al problema en un
Las etapas del enfoque paradjico pueden resumirse as: Primera: Como en toda
terapia directiva, antes que nada hay que establecer una relacin que se define como
tendiente a provocar el cambio. Esta definicin suele estar implcita en el encuadre de la
situacin cuando alguien solicita una terapia, pero puede hacerse hincapi en ella.
Segunda: Definir claramente el problema; en este caso se lo defini como masturbacin
en pblico.
Resumiremos el tema del enfoque paradjico ejemplificando las etapas que
conviene seguir con el relato de un caso. Un nio de nueve aos fue remitido a una clnica
por un problema de masturbacin compulsiva: Se masturbaba en la escuela y en el hogar,
en presencia de su madre y hermanas; lo haca con tanta frecuencia que haba gastado la
entrepierna de su pantaln hasta agujerearla, y la madre inform que haba sido
hospitalizado por orinar sangre. El problema databa de cuando el nio tena cinco aos.
Un terapeuta de nios lo haba tratado infructuosamente durante un ao y medio
recurriendo al mtodo de comprensin del problema, probando algunas recompensas y
castigos y entrevistando peridicamente a la madre, hasta que deriv el caso con la
esperanza de que la terapia familiar lograra solucionarlo. Habiendo muerto el padre unos
aos atrs, la familia, que reciba un subsidio de asistencia social, se compona de la
madre, el hijo y tres hijas mayores, dos de las cuales residan fuera del hogar; la tercera,
de veinte aos, tena a su vez dos hijos pequeos que tambin vivan en la casa.
Etapas de una intervencin paradjica
En este enfoque, el diseo de las directivas es relativamente simple. Se observa
cmo se tratan unos a otros los integrantes de la familia y se les dice que se comporten
as. La manera de impartir la directiva, hacerla parecer razonable, reaccionar ante el
cambi y mantener el enfoque requieren ms inventiva que el diseo de la tarea.
El terapeuta debe ser capaz de mirar los problemas desde una perspectiva
jgetona o deportiva, aunque comprenda que est abordando probiemas terribles y
angustias verdaderas. Debe tolerar la reaccin emocional de la familia hacia l, ya que
este enfoque impulsa a sus miembros a tratarlo como jams trataron a quienes los
ayudaron.
De igual modo, si un nio desafa a sus padres permanentemente, e! terapeuta
puede pedirle que lo haga durante una semana entera. Si lo hace, reaccionarn de un
modo distinto, porque saben que obra as a pedido; si no lo hace, el terapeuta habr
cumplido su objetivo de cambiar una pauta en la familia.
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asunto entre varones. Luego, cuando entrevist al nio a solas, explic su paradjico
requerimiento de que se masturbara ms dicindole que con ello impedira que lo hiciera
en los das en que no constitua un placer.
Quinta: Descalificar diplomticamente a quien es tenido por autoridad en la materia, que
puede ser un cnyuge, o la madre, o algn otro miembro de la familia; por lo general,
alguien ya est tratando de ayudar a la persona a resolver su problema, y debe explicarse
que ese individuo no est haciendo io correcto. En el caso que nos ocupa, la madre haba
peregrinado con el nio de doctor en doctor, ao tras ao, buscando una solucin al
problema. El terapeuta le insinu que cuando el nio mejorara podra sentirse
desconcertada; la idea no le gust a la madre. Le pregunt entonces qu hara con su vida
cuando el nio superara el problema; ella replic que crea que encontrara alguna otra
cosa que hacer. Al tratar as a la madre se tiende, entre otras cosas, a alentarla a
demostrar que la mejora del nio no la turbara; esto slo puede probarlo ayudando al nio
a normalizarse y dando muestras de no estar inquieta por ello. Por consiguiente, trabajar
en el hogar para mejorar al nio en tanto el terapeuta hace lo mismo en su consultorio, o
sea que ambos actuarn de consuno. Por supuesto, durante la terapia se entrevist a la
madre a solas para interesarla en el estudio y el trabajo, a fin de que tuviera en su vida
algo ms que este hijo problema y una hija todava ms problemtica.
Sexta: Impartir la directiva paradjica. Como parte de la definicin del problema se le pidi
al nio que hiciera una planilla indicando la frecuencia con que se masturbaba. A la
semana siguiente el nio inform cuntas veces lo haba hecho y coment que los
domingos era cuando ms lo disfrutaba. El terapeuta le imparti la directiva paradjica de
que aumentara sus masturbaciones el domingo, cuando gozaba al hacerlo, y no los otros
das en que le deparaba menos placer; le pidi que el domingo se masturbara ocho veces
( el doble de lo usual) , levantndose tal vez temprano para hacerlo.
Sptima: Observar la reaccin y seguir alentando el comportamiento usual. El terapeuta
no debe ablandarse ante una mejora rebelde o al ver turbado al cliente, sino que insistir
una vez ms en el plan y su explicacin lgica, definiendo como falta de cooperacin todo
progreso que implique una disminucin de la conducta usual, ya que l solicit ms
conducta problema. El nio que nos ocupa se masturb el domingo pero tambin lo hizo
el lunes, en que se supona que no deba hacerlo; se le impuso como castigo que el
prximo domingo se masturbara doce veces, y se le di al acto visos ms desagradables
an exigindole que cada vez se desnudara completamente, plegara sus ropas, etc. La
semana siguiente el nio no trajo la planilla; mostrbase ms alegre y haba ingresado en
un equipo de hockey. El terapeuta insisti ms en la masturbacin. Para la quinta
entrevista el nio ya se haba rebelado, no llegando a cumplir su cuota dominical; como
castigo por su falta de cooperacin se le orden masturbarse una vez por da, en el living,
en presencia de su madre y hermanas. Haba llevado, cinco semanas disponer que el nio
hiciera exactamente lo que antes constituy su problema presentado, pero ahora debera
hacerlo como castigo. (A algunos clnicos les hubiera sido difcil aplicar este castigo, pero
no al terapeuta que condujo el caso, dada la gravedad del problema y el hecho de que al
nio slo se le peda que hiciera algo que ya vena haciendo. )
Octava: A medida que contina el cambio, el terapeuta deber evitar que se le acredite
como un logro de l, dado que ello significara aceptar que las recadas estn en relacin
con el terapeuta. Si bien este puede desear compartir su obra con el cliente y explicarle
qu est haciendo en realidad, corre el riesgo de que su necesidad de aliento provoque un
retroceso. Una forma de evitar todo mrito propio es mostrarse perplejo ante una mejora.
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3 El uso de las intervenciones paradjicas es complejoyconstituye de por s un enfoque; de ah. que nos
limitemos a tratarlo superficialmente. Glo Madanes yyo estamos preparando un libro, titulado Paradox in
Therapy,en el cual seexpondr ms extensamenteel tema.
Sea cual fuere la tarea, siempre ha de ser lo suficientemente simple como para que
la familia pueda cumplirla, a menos que haya una razn especial para desear que "fracase;
si se quiere que cumpla, a la gente slo debe pedrsele aquello que su situacin le permite
realizar. El terapeuta debe ser capaz de decirles con seguridad: Esto es algo que pueden
hacer fcilmente. La tarea tambin deber adaptarse a la situacin financiera y al tiempo
disponible de la familia.
Al principio, al terapeuta puede parecerle difcil disear las tareas a impartir, pero ir
adquiriendo facilidad con la prctica y la experiencia. Aqu ofrecemos unas pocas pautas.
Diseo de las tareas
Debemos subrayar que en este caso la maniobra paradjica se emple dentro de
un contexto familiar. El terapeuta trat otros temas con el nio, como ser los deportes ylas
nias, y habl con la madre sobre los otros intereses que haba en su vida. Cuando el
varn mejoro y se volvi menos obediente, la madre evidenci que ese cambio no la
inquietaba mucho, y la consideracin de los problemas que presentaba la hija le permiti
concentrarse menos en el nio. Todos estos aspectos integraban no slo la maniobra
paradjica, sino tambin la terapia; esta tuvo sus etapas, ya que no hubo una simple
estimulacin del sntoma y luego un retiro de apoyo al producirse la mejora. Fue preciso
apllcarla.sistemticarnente.f
A la madre se le permiti mostrar que la mejora del hijo no la perturbaba, yen unas
semanas la actitud general del nio adquiri ms madurez; hasta hizo un alboroto en la
escuela con un amigo, hecho inhabitual en l, pues era un nio tranquilo y un buen
alumno. Madre yterapeuta consideraron normal que un muchacho de su edad hiciera esta
clase de cosas, yel maestro confirm que el nio estaba cambiando.
Se continu la terapia centrndola en el problema de la madre y la hija, en
presencia del nio pero sin mencionar su sntoma. Pocas semanas despus, al inquirirse
acerca de la masturbacin, la madre dijo que a veces el nio la provocaba metindose las
manos en los pantalones mientras miraban televisin; no se dio importancia a esto, y en
una entrevista de seguimiento realizada pocas semanas despus el problema haba
desaparecido.
En el caso que nos ocupa se fij un receso de dos semanas: en la primera se pidi
al nio el programa de masturbacin, en la segunda no se le dieron instrucciones claras.
Con esta omisin se podra juzgar el grado de cambio espontneo ocurrido en el nio (en
vez de una extincin metdica del comportamiento) : si dejaba de masturbarse en pblico,
el terapeuta dara por terminado el asunto; en caso negativo, se reanudara el
procedimiento. El nio inform que en la segunda de las dos semanas casi no se haba
masturbado, pareciendo haber perdido inters en ello, por lo que ei terapeuta hizo a un
lado el tema yconvers con l sobre las posibilidades de ir a un campamento, cosa que la
madre no le haba permitido hasta entonces.
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Cuando este problema sale a luz en la primera entrevista, el primer paso ser
cerciorarse de que no es causado por una escuela a la que el nio no debera, por buenas
Esta secuencia presenta numerosas variantes. A veces es la madre quien insiste en
la asistencia a clase y el padre quien se inquieta por el nio; otras, un trastorno fsico
abruma a la madre cada vez que padre e hijo discuten airadamente sobre la escuela. Si
bien las explicaciones de la permanencia del nio en la casa varan, por lo comn
encierran la idea de que, si el problema no radica en la escuela, el nio es necesario en el
hogar porque desempea alguna funcin en la vida de uno de los progenitores, o de
ambos.
Las etapas en el diseo de una tarea consisten en reflexionar sobre el problema
presentado en funcin de la secuencia que tiene lugar en la familia y hallar una directiva
que cambie a ambos. Veamos un problema comn: el del nio que no quiere ir a la
escuela. Aunque las familias difieren entre s en muchos aspectos, la secuencia ms
caracterstica es esta: El nio se rehsa a ir al colegio. El padre insiste en que vaya y por
las maanas lo obliga a ir. El nio manifiesta angustia, se enferma, tiene vmitos o se
escapa. Interviene la madre insistiendo en que su marido es demasiado duro con el
pequeo; el padre se echa atrs. Al cabo de un tiempo los progenitores convienen en que
el nio debe ir a la escuela. El padre insiste en que vaya, el nio manifiesta un
comportamiento involuntario, interviene la madre y el padre deja de insistir.
Cuando se busca ante todo un cambio en la organizacin, la tarea a asignar exige
mayor elaboracin. La mejor ser aquella que se valga del problema presentado para
producir un cambio estructural en la familia. Por ejemplo, si se desea estrechar la relacin
entre la madre y el nio problema excluyendo a un hermano que acta en funcin
parental, y el nio problema es un incendiario, puede pedrsele a la madre que todos los
das, en un horario fijo, le ensee a encender fuegos inofensivos con fsforos. Si el
objetivo es desligar a una madre de un nio temeroso de los perros y hacer intervenir al
padre, puede pedrseles a este y al hijo que elijan un determinado tipo de perro para tener
en la casa. Este enfoque se centra en respetar y utilizar lo que la familia considera
importante -o sea, el problema presentado- y lo que el terapeuta considera importante -es
decir, un cambio en la organizacin-.
Una tarea puede ser simple si se imparte en una etapa en que el objetivo principal
es intensificar la relacin con el terapeuta; entre las que cumplen esta finalidad figuran:
pedir a los clientes que hagan una lista de los problemas, que se conduzcan de
determinada manera durante la semana, que se renan a conversar a una hora fija.
Aunque e! objetivo sea programar una tarea factible, puede que importe menos su
cumplimiento que su negociacin. Por ejemplo, si el terapeuta dice que no asignar
ninguna tarea hasta que toda la familia est presente, fija la tarea en una forma
conveniente, pero al mismo tiempo la est usando como instrumento para hacer que la
familia se organice de otra manera y sus integrantes se encarguen de hacer venir a todos
a la sesin. A veces las disposiciones tomadas para ejecutar una tarea resuelven por s
soias un probiema de organizacin, sin que sea necesario cumplirla; otras veces, la
amenaza de impartir una tarea bastar para producir cambios. En la terapia que emplea
directivas, estas se convierten en un tema de conversacin para la familia, desalojando de
esa funcin a sus problemas o a su pasado.
60
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Tal vez el terapeuta quiera que durante la sesin de terapia padres e hijo pasen
revistaa lo que ocurrir la maanaen que este deba ir a la escuela; tal vez prefieraque
practiquenla tarea, o har que el padreinsista, el nio se indisponga y la madre trate de
salvarlo.Si hayotros hijos involucradosenel asunto, debe asignrseles algoque haceren
relacincon la tarea. El informe familiar sobre lo ocurrido puede hablar de un xito, un
fracaso o un xito parcial; cada alternativaconduce a resultados diferentes. En el primer
caso, el terapeutadeberseguir viendoa la familiadurante untiempo paraestabilizarlos
respecto de la asistencia del nio a la escuela y tratar la cuestin marital y otras que
estuvierenendanza. Si se ha logradounxito parcial (el niofue al colegio pero regres
antes de hora, o bien surgi algunadificultadimprevista) puede repetirse la tarea. Si esta
Al discutirestatarea el terapeutadebetener presenteque su objetivoes lograr que
el niovaya a la escuela y resolver las dificultades parentales a las que aquel responde
negndosea ir, dificultades que hande definirseen funcin del problema del nio. Si los
padresdicenque el trato distinto que uno y otro dan al hijo los tiene tan perturbados que
piensanen laseparacin, el terapeutanodiscutireste ltimopunto; puededecirlesque la
separacines una cuestin importante pero que, se separen o no, el nio debe ir al
colegio y ellos deben resolver este problema juntos. Ms adelante, cuando el nio
concurra regularmente a clase, los progenitores pueden plantear su separacin; en ese
momentoser apropiado encararlo, ya que constituir un problema real y no un simple
eslabnde lasecuenciaprevia.
En unatarea tan clara y simple como esta lo importantees prever qu ocurrir. El
terapeuta debe revisar con el padre la manera en que conducir al nio al colegio,
pidiendoluego a ambos progenitores que conversensobre cmo se comportar el nio,
haciendo rabietas, conel estmagorevuelto, angustia, vmitos, o lo que puedasuceder)
y preguntndolea la madre qu har cuando el nio presente esos trastornos; puede
examinarse la validez de su preocupacin en el sentido de que padre e hijo puedan
matarseel unoal otro. Los padres debenpreverque, cuando ya estn casi acariciando
el xito, el niotal vez les salgacon algunaocurrencianovedosay les diga, por ejemplo:
1\10ir a esta escuela, pero s a alguna otra. Cmo deben responder a esto?
Generalmente,lo mejor es conveniren que podrafinalizar el grado en la escuelaactual y
luego,quiz, ser trasferidoa otra, sindejarqueel niolos apartede sutarea.
A estaalturase dejaren claroque laasistenciao nodel nioa laescuela nodebe
depender de este, sino de sus padres. El terapeuta necesita aunar a los padres en
relacin con el nio. La directiva impartida debe tomar en cuenta la secuencia usual,
existiendovarias posibilidades:hacerque el padreo la madresea responsablede llevaral
nio al colegio; asignar a la madre la tarea de cuidar que el padre lo lleve a la escuela;
disponerque los dos progenitoresacompaenal nio, de ser logsticamenteposible.
razones, concurrir. Para que madre y padre acten de consuno hay que motivarlos
hacindoles aceptar que el nio se est retrasando y debe ir a la escuela; conviene
pintarles el futuro que le espera si no va. Generalmente los padres concuerdan en que es
preciso hacer algo, y por eso han venido. Lo mejor es pasar revista con ellos a todos los
mtodos a que han recurrido en sus fallidos intentos de hacer que el nio concurriera a
clase. Unirse a los padres en su difcil problema es parte importante de esta etapa de
motivacin, y lo es ms evitar toda interpretacinen torno a las causas de sus fracasos o
cul podraser la verdaderaraznocultatras el problema.
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Cuando se emplea un enfoque directivo es esencial negociar una definicin clara
del problema presentado. Las mejores tareas usan a este ltimo como palanca para
inducir el cambio. Cuanto ms ambiguo sea un problema, tanto ms confusa ser la
programacin de una tarea; tampoco es fcil disearla si el objetivo es poco claro. El
terapeuta debe especificar cul es su meta si ha de introducir una directiva para
alcanzarla. La programacin de directivas se vuelve ms fcil a medida que l aprende a
aclarar problemas y fijar objetivos.
Impartir directivas que vayan derecho al grano (v. gr., llevar al nio a la escuela) es
una manera de abordar la cuestin. Con aquellas familias en las que el enfoque directo es
ineficaz, el terapeuta recurrir a un plan alternativo que motive a sus integrantes hacia el
objetivo; si esto tampoco diera resultado, echar mano de otro plan. En todos estos casos
se est cambiando la secuencia de hechos que tienen lugar en la familia y por ende la
estructura entre padres e hijo, adems de trazar una lnea generacional, aclarar las
funciones del padre y diferenciarlas de los problemas conyugales.
no se ha cumplido por motivos injustificables se hablar seriamente de el!o, lamentando el
contratiempo y ofreciendo una alternativa. La serie de procedimientos puede comenzar
haciendo que al nio le resulte ms incmodo estar en casa que en la escuela; .por
ejemplo, deber levantarse temprano como si tuviera que ir a clase, vestirse y permanecer
en su habitacin leyendo durante el horario escolar, sin televisin ni entretenimientos,
etc. Frecuentemente los padres harn esta tarea, puesto que fracasaron en la anterior, y
una vez loqrado esto pueden empujar de nuevo ai nio para que vaya al colegio.
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Si el terapeuta piensa en funcin de diadas (unidades de dos personas).
interpretar los sntomas del nio como una respuesta a otra persona que los esta
haciendo necesarios. y podr pensar en el modo de cambiar el comportamiento
Cuando una familia trae a la clnica a un nio. ya sea un pequeo o 1.111 adolescente
significa que l es un problema pues de lo contrario sus familiares no se habrian
molestado en venir; a veces sucede que lo presentan como un supuesto problema cuando
en realidad no lo es, siendo en verdad otros los propsitos de la visita, pero aqu nos
ocuparemos principalmente de la situacin ms corriente. Desde el punto de vista de la
familia, el nio es el problema, y el pedido del terapeuta de que concurra en pleno a la
primera entrevista puede llegar a intrigarla. No es necesario persuadir a sus integrantes de
que tienen problemas familiares. pero si de que deben cooperar haciendo lo que el
terapeuta les pida para ayudarlos a superar el problema que ellos formulan.
El enfoque adoptado para tratar un sntoma debe variar sequn se trate ele una
familia con uno o dos progenitores, la clase social a la que pertenece y sus antecedentes
tnicos. y la edad de los nios involucrados. A una familia acomodada de la clase media
no debe tratrsela igual que a otra de clase baja que recibe un subsidio de asistencia
social, ni a una familia italiana y catlica de clase obrera igual que a otra de aqricultores
alemanes luteranos. La manera en que el terapeuta enfoque a la familia estar
determinada por mltiples factores; aqui haremos hincapi en una estructura esquemtica
aplicable a muchas familias.
La primera obligacin del terapeuta es cambiar el problema presentado que le
formulan: caso contrario. la terapia fracasar. No debe dejar que otras cuestiones lo
distraigan hacindole olvidar este objetivo primario: por otra parte. al centrar SI_! atencin
en los sntomas obtiene la palanca y oportunidacJ mximas para producir el cambio. Lo que
ms le interesa al cliente es el problema presentado: de ah que el terapeuta pueda
granjearse una qran cooperacin cuando se dedica a l. Al senalarsele como problema a
una persona con sntomas, el terapeuta quiz crea que es preciso que ocurran cambios el1
el sistema de esa familia antes de que esa persona pueda cambiar. pero no deber tratar
de persuadir a sus integrantes de que el verdadero problema est en la familia y no en el
individuo, pues tal distingo es artificial y. adems. corre el riesgo de no alcanzar sus
objetivos si se enzarza en una polmica intil con la familia sobre la causa del problema.
intenta instruirlos en cuanto a la comunicacin entre ellos o trata de convencerlos de que
acepten la terapia familiar. El objetivo no es aleccionar a la familia sobre su
funcionamiento defectuoso sino cambiar sus secuencias a fin de resolver los problemas
presentados.
CAPITULO 5 rE::kAf-!IA eN l : : : lAPAS
J ay Haley
Terapia para resolver problemas
Terapia Fanli!iar Estratgica
L
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,
"
C0l110 estas declararon explicitamente que disentan sobre el trato a dar al nino
pudo persuadirselas de que experimentaran un nuevo enfoque por un corto tiempo. Se le
pidi a la abuela que se hiciera plenamente responsable del nio durante dos semanas
debera ocuparse de todas las cuestiones de disciplina y de la enuresis. incluyendo el
lavado de las sbanas, en tanto que la madre se timitar!a a disfrutar ele la compania elel
hijo sin disciplinarlo. Si el nio se portaba mal la madre debera informar l la abuela. quien
se ocupara del asunto. Toda comunicacin negativa entre madre e hijo pasara por la
abuela. a quien le corresponderia el 1'01 central. La familia accedi l hacer este
experimento durante elos semanas.
Al describir el enfoque adoptado slo subrayaremos los movimientos claves ele la
terapia. presuponiendo que tambin se acta sobre las relaciones. POI ejemplo. se supone
que el terapeuta explora las Ideas que tiene el nio sobre el problema y luego desarrolla
LIIla relacin comprensiva con madre y abuela.
f:
Una familia plante el problema de un nio de diez aos que por lo general se
portaba mal y padeca enuresis. En la entrevista de la familia. la abuela inform que la
madre trataba mal al nio y 110lo quera. en tanto esta dijo que cada vez que intentaba
disciplinar al nio la abuela se entrometa y lo protega. El terapeuta hizo que madre y
abuela convinieran en que la meta a alcanzar era que el nino se portara bien y cesara su
enuresis: con lo cual qued en claro el objeto elel tratamiento
La abuela intrusiv
Cuando el terapeuta ha conducido correctamente la primera entrevista. averiquando
as la secuencia ele hechos correspondientes al problema familiar. su segunclo paso es
buscar la estrategia ms adecuada pala qenerar el cambio. Lo mejor es suponer que el
cambio debe producirse en etapas y que l no pueele saltar directamente ele la ele planteo
del problema a la de curacin. sino que debe haber etapas intermedias. Por lo general. ha
de pasar de una etapa ele planteo del problema a otra ele igual carcter antes de pode:
avanzar hacia el sisterr a nonnal. Ofreceremos aqui alqunos ejemplos ele casos para
indicar las clases de etapas que pueden utilizarse.
Eiemplos ele casos
Si piensa en funcin de triadas. buscar el tringulo involucrado en el problema y la
secuencia que demanda la conducta sintomtica. Supondr que si un Ilirio presenta
sintomas hay por lo menos dos adultos involucracos en el problema. siendo el nio a la
vez un participante y un medio de comunicacin entre aquellos Si es una familia COIl UIl
solo progenitor. investigar la relacin existente con alqun otro adulto. como ser una
abuela o el progenitor separado o divorciado: si no est involucrado runqun otro adulto a
nivel parental que parezca importante. pero si un abuelo. se considerar al prob'erna como
de tipo triqeneracional. (Por supuesto. a veces el problema puede no radical' ell la familia
sino en la escuela. en el vecindario o en la relacin entre la familia y alquna otra
institucin. pero aqu nos centraremos en los problemas internos de la familia)
sintomtico de! l1i110 o en cmo modifica' las respuestas reciprocas ele la otra persona
para impedir que esa conducta sintomtica contine.
Una madre que trabajaba fuera del hogar telefone a un terapeuta (Braulic MOlltalvo)
dicindole que su hija de ocho arios haba provocado un incendio en su departamento: se
fij una entrevista a la que concurri toda la familia. Era, gente de color. de bajos ingresos.
y la familia comprenda un nio de doce aos, la nia problema de ocho arios y tres
hermanitos ms pequeos: les faltaba el padre, El incidente que precipit la crisis fue el
incendio de un colchn, provocado por la nina. El hermano mayor. que estaba a cargo de
los nios. consigui llevar el colchn al bao y apagar el fuego, abstenindose de llamar a
la madre pues no quera molestarla en el trabajo. Al interrogarla sobre el incendio, la niria
se limit a echarse a llorar, En la primera entrevista result evidente que el hermano
mayor era un nio en funcin parental: en el consultorio no se despegaba de la nia
problema, contestaba preguntas dirigidas a ella pareca tratarla de un modo ms maternal
que la propia madre.
El nio en rol parental
En este enfoque el terapeuta no pasa de la estructura ele funcionamiento
defectuoso a la de funcionamiento normal. sino que crea como primer paso. un sistema
parcialmente diferente que tambin funciona mal. Decimos parcialmente porque a la
abuela se le pide que se haga cargo del nio cuando en realidad ya lo ha venido haciendo.
pero ahora se le encomienda su cuidado de una manera total. Si el terapeuta trata de
pasar primero al sistema ms normal, poniendo el nio bajo el cuidado total de la madre.
lo ms probable es que la abuela contine entrometindose. demostrando que la madre
no es apta para la tarea,
Esta etapa tambin crea un ordenamiento anormal. al excluir completamente a la
abuela de los problemas del nio hasta el extremo de no perrnitirsele aconsejar a la madre
sobre qu hacer con l. Al habersele encomendado en primer trmino el cuidado del nio
a la abuela le es ms fcil mantenerse apartada cuando la madre se hace cargo de l Al
trmino de la segunda quincena puede celebrarse una sesin para discutir cul de los dos
ordenamientos ha resultado mejor En la mayora de los casos la abuela pl'efiere que la
madre se ocupe del nio. ya que ella es ms vieja y ya ha criado a sus hijos. Tambin
acceder a comunicarse con el nio a travs de la madre en vez de coligarse con l contra
ella. en parte debido a la amenaza de que le encomienden el cuidado total del runo si se
entromete. Los sntomas del nio suelen desaparecer cuando la jerarquia es la correcta.
En algunos casos la familia puede decidir que la abuela contine teniendo plena
responsabilidad sobre el ni110: de aceptar todo este esquema. el mismo se convertir en
un sistema de funcionamiento normal, si bien con el tiempo tiende a volverse inestable a
medida que la abuela envejece,
Durante el primer periodo quincenal se entrevist a la familia y se discutieron las
dificultades y enojos con que tropezaba la abuela, advirtinelosele a la madre que
continuara abstenindose de intervenir Al cabo de las dos semanas el terapeuta pidi l la
familia que invirtiera su sistema: la madre se ocupara plenamente elel nino y la abuela se
limitara a gozar de su compala: toda comunicacin negativa entre abuela y nieto deberla
pasa 1" por la rnad I" e.
Esta etapa consiste esencialmente en crear una estructura de funcionamiento
defectuoso. ya que no es correcto que un nio est totalmente a carqo de su abuela en
tanto que su madre se mantiene en la periferia.
,
Le
Aunque en el problema de una familia con dos progenitores pueden verse
involucradas varias generaciones, la forma ms simple de interpretar a un nino problema
ell funcin de trada es pensar que uno de los padres se coliga con el runo contra el otro
proqenitor. La situacin tpica es una intensisirna diada proqenitor-nio que incluye y
excluye, alternadarnente: al otro cnyuqe Con esta visin de la secuencia. el terapeuta
pueele elegil- entre diferentes enfoques y entrar en la familia por diversas puertas por la
f -
l'
i_ __
El problema bigene/acional
t,
f -
1
L.
Asimismo, se estimul a la madre a emprender actividades fuera del hoqar para que
110sacrificara su vida personal en aras de sus hjos. Con el cambio ele organizacin
desaparecieron los incendios provocados.
A esta altura fue preciso reorqanizar la familia de un modo ms normal Ell vez de
recarqarlo con las responsabilidades de un padre. siendo apenas un nio. se desplaz al
hijo de doce arios de SLI posicin como nica via de comunicacin entre la madre y los
nios. Aunque se deleg en l la responsabilidad de cuidarlos en ausencia de la madi-e. el
terapeuta hizo notar que la responsable principal era la madre y que el nino 110era LIIl
coproqenitor. Tambin se alent al nio a salir con sus pares. pugnando contra la
renuencia de la madre a soltarle las riendas por miedo a las malas corupan ias que hallaria
ell la calle. Al hacerse ele amigos fuera de la familia se debilit dentro ele ella su posicin
de nio en funcin parental
En la siguiente sesii. se le pidi a la runa que mostrara cmo poda usar los
fsforos sin peligro. encendiendo un pequeo fuego en un cenicero, y que le enseriara su
uso a su hermanita menor. indicando la manera ell que se lo haba explicaelo su madre
nientras esta observaba la escena. Para esta sequnda sesin la madre imped.a que el
nino en rol parental se interpusiera en sus actividades con la hija. ele modo que ya no fue
necesario que lo hiciera el terapeuta
Al impartir la tarea para el hogar la defini como destinada exclusivamente a la
madre y la hija. y no a los otros hermanos. que quedaron temporaiamente a caigo elel
nirio en fLII1CiI1parental. La madre debia dedicar. cinco minutos diarios a enseriarte a la
pequea a utilizar los fsforos (el tiempo se media con un reloj de control para huevos
pasados por agua) El nio en rol paren tal quiso demostrar cmo sabia usar los fsforos
pero el terapeuta se lo impidi.
En este tipo de casos. la primera etapa puede ser crear una situacin anormal
haciendo que la madre ocupe el lugar central. pasando por ella toda cornun icacion Esto
es anormal por cuanto 110permite que haya una jerarqua organizativa entre los nios.
jerarqua necesaria en las familias, especialmente en aquellas ell que la madre trabaja ya
veces es preciso. que un hermano mayor asuma la responsabilidad_ Para dar este paso es
necesario bloquea al nio en rol parental y hacer que la madre sea el centro de todo
Tanto en el consultorio como en la tarea impartida para el hogar. el terapeuta bloqueo al
nio en rol paren tal y oblig a la madre a conversar con su hija sobre lo ocurrido. Cuando
el hermano mayor se interponia lo tranquilizaba. y lo desplaz ftsicanente hacindolo
sentar a su lado y ubicando juntas a madre e hija pal-a que dialogaran.
67
Cuando la terapia marcha bien, estas etapas fluyen en una sucesin lgica, En la
primera, al excluir a la madre se la estimula a establecer un vnculo, y como no le permiten
ligarse al nio se vuelve hacia el padre; este cambio 'ocurre con naturalidad cuando ella
objeta el trato que el padre da al hijo. Luego, el terapeuta hace que los cnyuges
concentren su atencin el lino en el otro y excluye al nio. principiando as la secunda
etapa, para entrar finalrnente en la tercera, al desvincularse de la familia 110 sin antes
asegurarse de que no ser remplazado por el nio
: 1
En este enfoque se atraviesan tres etapas antes de, alcanzar el obijetivo. En la
primera, padre, hijo y terapeuta comparten una actividad desplazando a la madre a la
periferia, con lo cual se crea una nueva organizacin anormal. En la segunda, la relacin
es entre madre, padre y terapeuta, mientras que el nio queda fuera de la pugna entre
adultos y es libre de unirse a sus pares (puede necesitar o no que lo orienten hacia
actividades compartidas con estos). En la tercera, por fin, el terapeuta debe desvincularse
y salir de la familia, dejando a los padres relacionados entre s y al nio unido a sus
amigos.
< Hay diferentes maneras de lograr que la situacin sea aceptable para la madre. Por
ejemplo, si el nio problema es un varn, el terapeuta puede aducir que ha llegado auna
edac en que debevincularse ms con los hombres, por lo que padre e hijo tendrn que
compartir ,cielias actividades. De esta forma no se condena la excesiva proteccin
dispensada hasta entonces por .arnadre: simplemente el nio est en una edad tal que,
segn un experto, corresponde una conducta diferente. Si es una nia, puede persuadirse
a la madre de que su deber es procurar que su hija comprenda a los hombres, y por lo
tanto ha de alentarla a vincularse ms asu padre.corno parte de su educacin,
=.
El terapeuta que adopta este' enroque no debe dar a entender que esta haciendo
intervenir al padre porque la madre ha fallado, ya que semejante acusacin la convertira
en antagonista -corrindose el riesgo de que retire a su familia del tratamiento- y tambin
podra exacerbar la hostilidad .entre ella y el padre. Con esto, el nio se liberara tal vez de
sU: intensa relacin con la madre, pero podra dificultarse el acercamiento entre los
progenitores.
Cuando el terapeuta entrevista a.jma familia que presenta un nio problema y
advierte una sobreinvolucracin entre madre e hijo, en tanto qUe el padre Se muestra ms
perifrico, puede optar por romper la intensa relacin entre los primeros valindose del
padre. La adopcin o no de este enfoque depender de la situacin particular de cada
familia y del criterio del terapeuta con respecto a hasta dnde puede llegar en su relacin
con el padre. En una secuencia como esta, por lo comn el padre ha tratado de manejar al
nio tropezando con la oposicin materna, ya que su esposa reclama al hijo para s ya
menudo afirma que el padre no lo comprende. COnlO adems el padre .;11acriticado
frecuentemente a la madre por proteger al nio en demasa, ella est convencida .de que
no la comprende ni a ella ni al nio. De ah que quiz sea preciso recurrir a una persuasin
hbil para estimular al padre a interponerse entre madre e hijo.
Enfoque 1: Se utiliza a la persona perifrica
relacin padre -hijo. madre-hijo o padre-madre. Los siguientes casos ejemplifican estos
diferentes enfoques.
68
Vase intorme sobre un caso: Un "pequeiio Hensrrnoderno, /xigs 201 Y siqs. [N. (le In T]
I este seminario de estrategia participaron Curtis .'i dams. Mariano Hanagan. .tournia Ch:ll)ill. /.,'C .\/i 1111"11. 1:1';/111/"
\ lontalvo y t-rances Ziegl er.
~:
,~_ ...
~teJ apia de esta familia en particular avanz con facilidad de etapa en etapa
porque-la familia estaba dispuesta a cambiar, y tambin debido a la habilidad y experiencia
del terapeuta, que facilit el cambio mediante la negociacin en vez de dificultarlo
interpretando hostilidades oproblemas existentes entre los progenitores.
En la etapa final, el terapeuta se desvincul de la familia dejando a los progenitores
relacionados entre s y al nio unido a sus pares. Una entrevista de seguimiento efectuada
dos aes despus demostr que la mejora era estable.
En la segunda, madre, padre yterapeuta trabaron 1111a: fuerte relacin al-pedirles
< este a aquellos que pasaran juntos un fin de semana. fuera del hopar, COIllO. prenuo.por la
mejora del hijo. La madre expres resentimiento hacia su esposo y, finalmente, los dos
.. revelaronque la comunicacin nJ utua se haba interrumpido aos atrs por algo que haba
hecho el marido. La madre le coment al terapeuta: Es como usted dijo: hemos utilizado
a nuestro hijo como puente entre nosotros: en realidad l no haba.dicho eso pues noLe
interesaba la terapia interpretativa, Les imparti directivas. tendientes. a mejorar ;el
matrimonio, en tanto que el nio segua saliendo solo y trabando amistades.
,j'...
t:
Poda decirse que en esta familia exista una intensa relacin entre madre-e hijo. en
tanto que el padre era ms perifrico. La madre era quien ms sabia respecto al miedo del
nio y a causa de l lo acompaaba dondequiera tuviese que ir. El padre tenia dos
empleos.y la relacin conyugal era escasa. El terapeuta decidi utilizar al padre para que
se interpusiera entre madre e hijo y los desligara, sucedindose las etapas Como sigue.
En la primera, el terapeuta hizo que -el padre le enseara al hijo ahabrselas con los
_ perros, ya que por su oficio de cartero era toda una autoridad en la materia: como la
'Z madre no lo era, se la desplaz a ta1Yeriferia. Tambin se encomend a padre e hijo la
f bsqueda de un perrito que temiera a la gente, debiendo curarle el nio ese miedo'.
~
Ejemplificaremos las etapas con un caso tpico, que expondremos aqui en forma
resumida, ya que al final del libro damos una descripcin ms completa de el.' Se trata de
una familia con Ul19 nia de seis aos y un nio de ocho, el cual siempre les nabla teruco
miedo a los perros. Tras un ao de infructuosa terapia individual los derivaron a la Cliruca
de Orientacin Infantil de Filadelfia, asignndose el caso al doctor Mariano Barraqan. En la
primera sesin se entrevist a toda la familia, discutindose su historia y situacin. Por
otro lado, en un seminario sobre estrategia se program la Correspondiente a ese
tratamiento.'
:;' Uf) procec1imiell/') propuesto /J lJ / MilI/ay 80\\11217. y que puede consicteu s ,,:'.11/1<)O{/;') 1/1;)//8/;:1 " 1 - '
(/eseIl9<)f)clwr l /,''1 meare. es /wcer que e:5/Ase involucre con Sil (Jfopin nuiche o con "In),') IIIft.'III/l/0S l/e su
lec! familiar,
Al abordar la situacin con la madre y el runo. fue evidente que J ohnny era
totalmente hostil a su madre con respecto a su enuresis: estaba enojado y en pugna COll
ella. Le dije que tena un remedio para l que no le agradara: seria 1.111 remedio
absolutamente eficaz, que lo librara del problema con absoluta sequridad, pero que 110 le
gustara claro que a su madre le desaqradaria an ms. Qu poda hacer J ohnny? Si a
su madre le iba a desagradar ms que a l, esplndido: era capaz de aguantar cualquier
cosa con tal de hacer sufrir ms a su madre.
Otro enfoque muy distinto es impartir una tarea que parezca estimular la solcita
proteccin materna, pero que en realidad rompe la relacin, pues se hace insoportable
continuarla de ese modo, El siguiente informe de Erickson ejemplifica un caso en el que
penetr en la familia a travs de una dada sobreinvolucradas. Un nino de doce arios
mojaba la cama todas las noches y su madre se preocupaba excesivamente por l. no as
el padre, quien no crea necesario someterlo a tratamiento por su problema El terapeuta
entrevist al padre, vio que era un hombre difcil y poco dispuesto a colaborar. lo dej a Ull
lado y se concentr en la madre y el nio. He aqu el informe de Erickson.
L ._
Si el terapeuta se encuentra en una situacin en la que es imposible utilizar a la
persona perifrica para desenganchar una diada madre-hijo sobreinvolucrada, puede
elegir otro enfoque. Hay diversos modos de hacerlo, No conviene interpretarle a la madre
que protege al hijo en demasa por una necesidad inconsciente, pues por lo general con
esto slo se despierta su antagonismo impidiendo el cambio, Un mtodo eficaz es oriental'
a la madre para que ayude al nio a adquirir mayor competencia, o desviarla hacia
actividades ms apropiadas que andar detrs de aquel. Esto puede sel' dificil en aquellos
casos en que el esposo le da escasas satisfacciones, pues las pocas que recibe provienen
del nio. A veces da resultado un programa de trabajo, estudios o accin comunitaria fuera
del hogar, especialmente si este cambio va acompaado de la programacin de una
actividad natural para el nio (mejor que una actividad artificial, como la terapia de grupo) .
que demande su asociacin con pal'es y 110 con adultos." Al o.ientarse hacia ocupaciones
diferentes, madre e hijo aflojan su vinculo.
Enfoque 2. Se quiebra la dada mediante una tarea
en diferentes puntos. A veces la persona perifrica no logra vincularse bien con el nino o
se bate en retirada cuando sale a relucir la cuestin marital. lo cual provoca la recada del
nino: esta pauta es tpica del padre de un adolescente con perturbaciones graves. caso
que demanda tcnicas teraputicas especiales. Otras veces el terapeuta mismo 110 puede
pasar a la etapa siguiente y contina dedicndose al nio cuando ya tendr.a que trabajar
con el matrimonio, o bien es incapaz de desvincularse y prolonga el tratamiento cuando ya
es innecesario, impidiendo con ello que se produzca el cambio final que liberara al nino y
dejar a los progenitores tratndose entre si sin la presencia del terapeuta. Toda terapia
es ms eficaz si el terapeuta es capaz de relacionarse estr-echamente con la familia pero
tambin de desvincularse rpidamente. aceptando acreditarle a ella, ms que a si mismo.
el xito obtenido
Es obvio que no todas las familias cambian tan fcilmente. pudiendo ernpantanarse
i L _ ;
3 Haley U17C0Il1171011TIe/;'l/lY TI)I'! Psvc17/nlll'r: Tectiniuue or M/l/oII H Eiickson. M[1 NII'.'\ ,', 'r (J //\ (\ICl/ t , 1 / /
/973./l(OS 207-03.
L
Desde que desapareci la enuresis de J ohnny. su padre ha jugado COll l a la
pelota. reqresando temprano del trabajo. y su reaccin al cesar el problema fue
sorprendentemente lisonjera Le dijo al nio: " Aprendiste ms rpido que yo a 110mojar la
cama: debe ser porque eres mucho mas listo". Pudo permitirse esta qenerosidad porque.
a su juicio, no era el psiquiatra quien haba resuelto el problema, sino la capacidad mental
superior que l habia trasmitido a su hijo, En la familia. la desaparicin del problema se
convirti en un triunfo colectivo bendecido por el padre, y el nio obtuvo reconocimiento y
aceptacin pOI' su logro.
AI vel' cmo su hijo mejoraba su caligrafia. la madre pudo enorgullecerse de su
triunfo y el hijo tambin. Cuando los dos trajeron las copias para ensermelas. eran
simplemente un nio y una madre ansiosos de mostrar esa hermosa caliqrafia. Pude
recorrerlas pagina tras pagina sealando aqui una n. all una g o una t. comentando la
belleza de los rasgos.
Pero as se contrapon a mutuamente a madre e hijo. Es el enfoque simple de
"Tengo un remedio para ti. pero no te gustara". Luego hago una diqresin. refirindorr e al
hecho de que la madre lo odiara todava ms. J ohnny quiere que le defina concretamente
cual es el remedio: lo hago y l lo apoya plenamente. El perfeccionamiento de la caliqrafia
se convierte en el objetivo pr.mario. la enuresis es algo incidental. mas o menos aceptado:
ya no es la cuestin inmediata. dominante, amenazadora.
Fnalmente se lleg a una mojadura por mes, y luego J Ohll11Y cambi por
completo. Trab las primeras amistades de su vida; C0l110era verano. los chicos venan a
jugar con l y l iba a jugar a sus casas. En septiembre mejoraron considerablemente sus
calificaciones escolares. Era su primer loqro verdadero.
Iniciaron el procedimiento, y al poco tiempo. J ohnny dej de mojar la cama todas
las noches: primero dej de mojarse algunas noches, muy pronto lo hizo slo dos veces
por semana, despus una cada diez das. La madre aLIIl deba levantarse todas las
marianas a revisarle la cama.
A J ohnny le pareci horrible tener que levantarse a las cuatro o cnco de la
rnariana pero la madre deberla levantarse antes. Pareca desagradable tenerla a su lado
observando cmo mejoraba su letra, pero eso slo ocurrina cuando hubiera mojado la
cama. Nada hay mas desaqradab.e que levantarse a esa hora de la madrugada para
perfeccionar la caligrafia
Le propuse que su madre se levantara a las cuatro o cinco de la mariana y viera
Cl110estaba su cama: si la haba mojado podra hacerlo levantar. si estaba seca no
tendra que despertarlo Empero. s la madre lo haca levantar. l podra sentarse ante su
escritorio y copiar X cantidad de paginas de .un libro de su eleccin, desde las cuatro o las
cinco hasta las siete de la maana: a su madre le estara permitido observarlo y vel' cmo
aprenda a mejorar su caligrafa (que en verdad era espantosa).
71
Una familia se present en busca de tratamiento trayendo a un nirio de cinco anos
al que nunca haban enseado a controlar los esfnteres y que varias veces al dia
defecaba en sus pantalones: nunca haba ido al bao solo. Tena un hermano menor que
haba aprendido correctamente todo eso. Un psiquiatra de nios entrevist tres veces a la
familia para hacer un diagnstico. centrando su atencin en el nio. Despus de la
evaluacin, fueron derivados a Curtis Adams para su tratamiento. Adarns participaba a la
;
L=...
~.
!
En el ejemplo siguiente el tratamiento se centr en los progenitores pero de una
manera indirecta, sin explorar sus mutuos problemas. La familia pas con bastante rapidez
de la Situacin de una madre sobreinvolucrada a la situacin marital y al desenganche del
terapeuta.
L
En este enfoque, es frecuente que el terapeuta establezca y cambie coaliciones sin
que los participantes tengan conciencia de ello. Un terapeuta varn enfrentado a una
madre sobreinvolucrada con su hijo ya un padre perifrico puede trabal' relacin con
aquella valindose en esencia del coqueteo, provocando as al padre a involucrarse ms
intensamente con su esposa: una terapeuta del sexo femenino puede hacer lo mismo con
una madre perifrica. En otro momento de la terapia, puede apoyar al padre en su manejo
del nio, estableciendo una coalicin que excluir a la madre hasta que esta intervenga
protestando por la forma en que su marido se conduce con el hijo: este mtodo es
esencialmente igual al enfoque ya descrito, pero sin las directivas. Muchos terapeutas
familiares no obran guindose por etapas claramente prefijadas sino que deciden pOI'
intuicin lo que ha de hacerse en cada momento subsiguiente, a menudo COll una
orientacin conceptual acerca de las necesidades individuales de los miembros de la
familia.
~--_.
Si bien este enfoque es rutinario, los modos de conducirse con la familia son
bastante variados: algunos terapeutas confrontan a los progenitores con una interpretacin
del problema que lo rotula como verdaderamente conyugal: otros prefieren cambiar la
relacin marital mientras continan teniendo ostensiblemente como foco al nino problema
algunos imparten directivas y ot.os 110,
El enfoque ms tipico en terapia familiar es comenzar con el problema del runo y
pasar luego a la pugna marital en que aquel est involucrado: por lo cornun. este pasaje
OCUlTe durante la primera entrevista familiar. Los padres formulan el problema y el
terapeuta interroga sobre el mismo a cada miembro. Al principio los progenitores parecen
estar de acuerdo, pero a medida que discuten ll situacin van apareciendo las
discrepancias; el terapeuta procura sacarlas a luz. aunque le conviene no tratar ele manera
explicita las cuestiones matrimoniales hasta no haber obtenido una mejoria en el nino. que
es el problema presentado. Apresurarse a tratar al matrimonio como problema puede
dificultar posteriormente la terapia. A menudo se modifica el contrato durante una fase elel
tratamiento. convinindose en que se tratar a una pareja problema ms que a un nino
problema, o bien se mantiene involucrado al nio para poder desplazar el foco a el en
caso de que el conflicto conyugal se haga demasiado patente. En este enfoque. se rompe
la dada sobreinvolucrada pasando directamente a una relacin ms intensa entre los
padres. Luego, como ya hemos dicho, en la ultima etapa el terapeuta se desenqancha de
la familia dejando a los proqenitores involucrados entre si y al nio con sus pares.
Enfoque 3: Se penetra a travs de los prcqenitores
f_
L
La madre respondi indicando que se crea capaz de tolerar ser una madre
triunfadora. Tanto ella como su esposo parecieron dudar de si el terapeuta estaba
hablando en serio o en broma. pero este no aclar la duda, prequntndole en cambio a la
mujer si el triunfo no la convertirla en una madre ms exitosa que su propia madre, lo cual
quiz 110 pcdria tolerar. Ella replic que ciertamente podra tolerarlo y comenz a hablar de
las dificultades que haba tenico con su madre y con su padre alcohlico, y de lo que
Primero encar la diada madre-hijo y plante el interroqante de si ella podria tolerar
el ser una madre que resolviera exitosamente el problema de su hijo. sealando que 110
toda las mujeres soportan el xito. Aunque se propona hacer una sola cosa -refrenar a la
familia en cuanto a su mejora- es evidente que todo acto encierra mltiples mensajes.
Preguntarle a la madre si puede tolerar el xito es refrenar cualquier cambio en ella:
empero. hay un segundo mensaje implicito. ya que a ninquna mujer le gusta creerse
incapaz de tolerar el xito. La prequnta tiene adems un marco deliberadamente
establecido por el terapeuta: el de que l la cree capaz de tolerar el xito pero quiere
cerciorarse. De este modo, no se condena simplemente a la mujer como incapaz de
soportar el xito. sino que se la ayuda a creer que es capaz al par que se la incita a
demostrarlo. Cada una de estas consecuencias subrayadas por el terapeuta ccntrene los
siquientes aspectos: 1) que l cree a esa persona capaz de tolerar el xito: 2) una
benvola preocupacin por esa persona: 3) una suqerencia intolerable para esa persona
Cuando la familia concurri a la segunda sesin. tina semana despus. los padres
expresaron que no se les haba ocurrido ninguna consecuencia adversa -reaccion ti pica
frente a esta clase de directivas-. Por su parte, el terapeuta haba anotado trece o catorce
consecuencias, pero slo tuvo que usar tres o cuatro en el tratamiento.
Al trmino de la primera entrevista. el terapeuta les prequnto a los padres qu
consecuencias acarrearia el que el nio comenzara a ir al bailo nonualmente
Respondieron que seria estupendo. Adarns expres sus dudas y les sugiri que volvieran
a su casa y reflexionaran sobre los cambios que podran prod ucirse en sus vidas si el nino
se normalizara y ellos se convirtieran en padres normales: con SLI actitud dio a entender
que podia hacer algo por el problema presentado. pero que preferia abstenerse de actuar
hasta estar seguro de las consecuencias que su solucin acarreara a toda la familia
En la primera sesin se entrevist a toda la familia. Los proqenitores eran un
matrimonio joven de clase media, muy preocupados por la posibilidad de cometer alqun
error con su hijo. El nirio era bastante inteligente y se expresaba con claridad. diciendo
cosas como estas: Me hago en los pantalones, ya veces me pongo el piyama y me haqo
en el piyama: tambin era capaz de hacer gala de una maravillosa fantasa en su
conversacin. si alqun terapeuta se interesaba en explorar ese aspecto suyo. La madre
era una joven atractiva y nerviosa, en extremo atenta a lo que el terapeuta pocha pensai
de ella, sobreinvolucrada y benvolamente exasperada con el nino El padre era un
inqeniero que con frecuencia trabajaba o estudiaba de noche: aunque se mantena ell la
periferia. cuando estaba en casa ayudaba a su esposa a limpiar al nirio.
sazn en un seminario sobre estrategia cuyos integl"antes decidieron tratar a esta familia
valindose de un nico medio: refrenar su mejoria. Adams adoptarla una actitud de
benvola preocupacin por lo que le sucedera a la familia si el nio se normalizaba. y
nada ms.
7 _ i
Aunque no se ahond en los detalles de lo ocurrido parece que una tal-de. despus
de la segunda entrevista, el esposo se sent junto al nio y le advirti con firmeza que si
no mova el vientre en el inodoro le darla aceite castor y lo sentarla ali hasta que lo
Debemos subrayar otro aspecto de esta tcnica de refrenamiento. Al hablarles de la
posibilidad de tener relaciones maritales normales y preguntarles si tolerarian el salir
juntos. el terapeuta los provocaba en cuanto a su capacidad de ser atractivos el uno al
otro, Puede decirse que durante la terapia estableci una relaci6n seudo-galante con la
esposa provocando al marido perifrico a reivindicar sus derechos.
Esta discusin de las consecuencias se realiza en un tono ele benvola
preocupacin. lo cual hace dificil que la pareja se enoje COll el terapeuta. Sin embarco
desde su punto de vista el terapeuta es un marido y padre exitoso, capaz de tolerar la
normalidad, que est insinundoles que ellos quiz no podrn soportarla. Es una situacin
provocadora para la familia y lo usual es que sus integrantes se sientan vivamente
impulsados a resolver su problema y demostrarle que est equivocado.
En otra discusin similar- sobre las consecuencias se consider de qu hablarla la
pareja por las noches cuando el problema dejara de ser su tema de conversacin. Cada
noche la madre presentaba su informe diario sobre las dificultades que habla tenido
debido al problema: durante la cena. el foco de atencin era el nio. pues de pronto los
miraba con expresin abstrada y abandonaba la mesa, y all corran ellos a sentarlo en el
inodoro sin resultado alguno. Los esposos decidieron que podrian encontrar otro tema de
conversacin fuera de si el nio mova o no el vientre.
Una vez que hubo explorado la diada madre-hijo el terapeuta planteo las
consecuencias similares que acarrearia el xito paterno. Despus pas a las
consecuencias que afrontara la pareja de convertirse en un matrimonio normal A causa
del problema del nio nunca haban salido juntos contratando a una bebv-sittet De
poderlo hacer. adnde iran y quin lo decidirla? No se hizo hincapi ell esto como una
forma de explorar su conflicto. sino como una nueva rea de toma de decisiones qu ellos
deberan considerar. El padre dijo que creia que podran tolerar el salir juntos si tan
siquiera se les presentar-a una oportunidad; la madre coincidi con l. comentando cun a
menudo haba deseado salir, sin hacerlo nunca.
El terapeuta cambi de tema inquirindole qu hara durante el da si el nirio
superaba el problema, ya que pasaba parte de su tiempo lavando la ropa del nino
sentndolo infructuosamente en el inodoro y mantenindolo cerca de ella. ell vez de
dejarlo salir del hogar, para que no estuviera jugando con los pantalones sucios Se supo
que la madre tena al nio en el bario muchas horas por dia. llegando a colocar alli el
televisor por si acaso mova el vientre estando distrado. Evidentemente. si el nio
superaba el problema ella tendra mucho ms tiempo par-a si y consideraba ser-iamente en
qu lo empleara ... y tambin en qu pensaria cuando ya no tuviera que preocuparse POI-
el problema.
pensaba SI_! madre sobre la falta de control de esfnteres del nino (POI- lo comn los
miembros de la familia sacan a relucir- un material ms relevante con este enfoque qLle
mediante interpretaciones e interroqatorios. La cuestin era cmo desviar cortsmente a la
mujer de esta historia de sus relaciones con su madre. )
L
Cloe Madanes, que supervisaba en VIVO la entrevista, empez a entrever que el
problema radicaba en la relacin entre madre y terapeuta: ambas tenian poco ms ele
veinte aos y pareca que la madre se negaba a aceptar instrucciones de una mujer de su
. -
~.
L
k _
En la primera entrevista la adolescente llor y apenas si habl. la madrastra se
mostr enojada y quejosa, y el padre se dedic a explicar que su hija habla pasado UI l Cl
infancia desgraciada con una madre alcohlica, que l haba tardado aos en separarse
ele su primera esposa y que se senta culpable ele las desventuras de SLI hija La terapeuta
prob a impartirles alqunas tareas que vincularan de algLIII modo a la madrastra y la nina
pero aquella objet todas y cada una de las tareas rehusandose a hacer nada COI l la
adolescente: su actitud daba a entender que ya la haba aguantado bastante y que la
clinica poda tomar a la muchacha o encomendarla a alguna otra persona que la
enderezara,
h .
Una familia present el problema de una hija de quince aos que desafiaba a la
madre, rehusaba hacer lo que le peda. le contestaba de mal modo, etc En realidad era la
madrastra de ella y de sus elos hermanas menores. de ocho y nueve anos: ele su
matrimonio con el padre slo tena Ul l hijo de dos meses.
Este enfoque de refrenamiento puede utilizarse como principal mtodo teraputico o
como una alternativa cuando la terapia no va bien Tambin puede emplearse cuando hay
rivalidad entre el terapeuta y un proqenitor y no se cumplen las directivas. El siquiente
caso ejemplifica el empleo de esta tcnica cuando una madre y una terapeuta de sexo
femenino estn Ileganelo a un impase.
El terapeuta comenz su proceso de desvinculacin manifestando su asombro por
la solucin del problema y su aqraco por lo bien que les haba ido. atribuyendo el xito del
cambio a la familia. Fij una nueva entrevista para dentro de dos semanas el fin ele
cerciorarse de que todo marchaba bien. y cuando la familia se present a ella informanclo
que no haba habido inconvenientes paso deliberadamente de una relacin de ayuda a
otra de tipo social, acortando la entrevista: su tarea fue pasar a una relacin igualitaria con
los padres saliendo de la relacin experto-cliente, En una terapia breve. este cambio
puede lograrse calculadamente.
La semana siquiente la familia se presento en el da y hora proqramados e informo
que el nio iba al bario reqularmente todos los dias y no habla vuelto a defecarse enc.rna
La madre coment que ahora poda aprovechar su tiempo haciendo otras cosas: tanto ella
como su esposo dijeron que haban salido juntos disfrutando esa salida. indicanclole
tcitamente al terapeuta que podan tolerar la normalidad.
El da en que deba celebrarse la tercera entrevista la madre telefone para avisa:
que preferian no concurrir pues en la vspera el nio haba ido normalmente al bano y no
deseaban revolver el asunto. La madre. que anteriormente haba hablado en un tono ele
impotencia. rnostrabase esta vez bastante filme yafirmatva
hiciera Al da siouiente elllilo fue al bario como deba. Este acto ouede descr.birse como
o ,
una intervencin espontnea del padre interponindose entre el nino y una esposa
demasiado dedicada a l.
7~
En la siquiente entrevista informaron que el padre habla trabado en el turno de
noche y que madre e hija haban pasado las tardes juntas jugando a las cartas y al
monopolio, divirtindose con esto. Las dos se llevaban bien. La terapeuta manifest
cunto le complaca esta situacin y se disculp pOI"haber sido incapaz de ayudarlos: de
un modo u otro, el problema habia desaparecido. Mostrase bastante turbada al pedir
disculpas y la madre le asegur, en tono mas bien condescendiente. que haba hecho
cuanto haba podido. Se despidieron conviniendo en que la terapeuta los llamarla dentro
de pocas semanas para ver cmo iban las cosas y que, de surgir alqn otro problema, la
familia la consultara. En una entrevista de seguimiento efectuada algunos meses despus
se advirti que todo marchaba bien y que no haba ninqn otro problema.
L.
Tal vez el padre no tolerarla este cambio. El afirm que podra soportarlo La
terapeuta sugiri entonces que en realidad las relaciones entre madre e hija no hablan
cambiado, pues si bien las dos cumplan sus deberes mutuos. no habla en ello verdadera
amistad ni placer. POI"consiguiente, era Importante que para la semana prxima siguieran
pensando en las consecuencias del cambio.
La semana siguiente, madre e hija contaron que haban salido de compras las dos
juntas y que la primera le haba comprado una minifalda a su hijastra contra los deseos del
padre. La muchacha haba limpiado la casa y lavado toda la ropa. La terapeuta seal que
la madre estaba coligndose con la hija contra el padre en la cuestin de la minifalda y
que esta era una de las cosas que tema ocurriera.
Durante la semana, terapeuta y supervisora prepararon una lista de las
consecuencias posibles, que aquella memoriz. Cuando volvi a presentarse la familia. la
terapeuta seal como una de las posibles consecuencias el que la esposa superara
como madre a la suya propia si resolva esta difcil situacin de tener tres hijastras y un
hijito pequeo, insinuando que algunas mujeres no podan tolerar esta superacin de sus
propias madres. La esposa replic que ciertamente podra tolerarlo. La terapeuta
mencion algunas otras consecuencias, por ejemplo cmo reaccionaria la madre de la
esposa. cmo afectara el cambio al beb. etc. La familia neg que pudiesen surqir
dificultades. y la hija empez a hablar un poco.
Habiendo suqerido las tareas y visto su fracaso, Madanes llam a la terapeuta fuera
del consultorio y le propuso utilizar el enfoque de refrenamiento. Al volver junto a la familia
la terapeuta les dijo a sus integrantes que quiz podra ayudarles a resolver el problema
de ia hija, pero que no estaba segura si deba hacerlo pues le preocupaban las
consecuencias que su solucin pudiese acarrear Le contestaron que slo tendria
consecuencias positivas y ella sealo que el padre haba estado ntimamente ligado a su
hija en tiempos muy difciles y tambin lo estaba respecto a SLl esposa: Llll acercamiento
entre ambas podria hacerlo sentirse celoso y excluido y quiz fuera incapaz de tolerarlo. El
padre le asegur que podria tolerar una mayor intimidad entre esposa e hija. La terapeuta
observ asimismo que las dos nias menores podran sentir celos y termin la entrevista
sugiriendo que para la semana prxima meditaran sobre las consecuencias.
misma edad que obviamente tena poca experiencia, pero que era una profesional en
tanto que ella no lo era.
L
r
L
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -------
En suma. el proceso que va del punto de partida progenitor sobreinvolucrado con
un hijo) al punto final ( adultos involucrados entre s y nio vinculado con sus pares) 11O
puede recorrerse de Ull salto: hay una serie de etapas. que estarn determinadas por el
enfoque adoptado. Si se opta por utilizar a la persona perifrica habr una etapa de
coalicin entre el terapeuta. la persona perifrica y el nirio. luego una ele involucrac.on
entre terapeuta y adultos. y finalmente una tercera ell la cual el terapeuta se
desenganchara de los adultos Si el enfoque abarca al nio ya la persona
sobreinvolucrada con l. hay una etapa de involucracin intensa ertre terapeuta adulto y
nio y luego aquel se desengancha de estos. Si el terapeuta penetra ell la familia a travs
de los cnyuges. el primer foco de atencin es el nio, luego el matrimonio. y por ltimo el
terapeuta se separa ele la pareja. En esta clase de tratamientos familiares hay ciertas
reglas que aumentan la eficacia del terapeuta. No puede oponer o confrontar a sus
inteqrantes con su error sino que aceptara lo que hacen. generando el cambio dentro ele
ese marco. No debe hacer interpretaciones para ayudarles a comprender cmo se
comportan y por qu: las usara tcticamente para motivar a los miembros ele la familia a
hacer lo debido.
Resumen
Este enfoque de refrenamiento del cambio es eficaz con proqenitores de clase
media. sensibles y excesivamente preocupados. pero no lo es tanto con familias pobres o
de clase trabajadora. La familia debe ser sutilmente amoldada a la opinin que el
terapeuta tiene de ella.
-Hola chico, con que trabajando eh?
-iCmo.! T por aqu, Ben? No me haba dado cuenta.
-Me vaya nadar. No te gustara'venir?"Pero ya veo que tienes-que-tsabajar. no te
gustara? Apuesto a que te gustara!
Tomcontempl un momento al otro chico y le dijo:
-A qu llamas trabajar?
-Cmo? Es que eso no es trabajo? ,
Torn reanud su tarea de enjabelgar y contest negligentemente: Bueno. puede que lo sea
y puede que no lo sea. Todo lo que s es que le gusta a Tan! Sawyer.
-Vamos. no querrs decir que te gusta esto?
La brocha continuaba movindose.
-Gustarme? Bueno. no s por qu no habra de gustarme. Es que un chico tiene
ocasin de encalar una valla todos los das?
Esto lanz nueva luz sobre el asunto. Ben dej de mordisquear su manzana. Torn haca
oscilar la brocha elegantemente de un lado a otro, dio un paso atrs para observar el
efecto, agreg un toque aqu y all, volvi a observar con ojo crtico el efecto obtenido
Ben observaba cada uno de sus movimientos y se mostraba cada vez ms interesado.
cada vez ms absorto. De repente dijo:
-Oye, Torn. dejame blanquear un poco.
; ..-
Es sbado por la tarde y todos los chicos estn de vacaciones. excepto Tom Sawyer. que
ha sidcondenado a enjabelgar treinta yardas de valla de nueve pies de alto, La vida le
parece vaca y la existencia una carga. No es solamente el trabajo aquello que encuentra
intolerable, sino especialmente la idea de que todos los chicos que pasen se reirn de l
por tener que trabajar. En este sombro y desesper-ado momento, refiere Mark Twain. le
iluminauna sbita inspiracin. Nada menos que una grande y magnifica inspiracin.
A los pocos instantes acierta a pasar por all un chico, aquel ante el cual Torn teme ms
hacer el ridculo:
Life rnakes sense and who could doubt it,
if we have no doubt about it.
PIET HEIN: Grooks
Pregunta: Cul es la diferencia entre un optimista y un pesimista?
Respuesta: El optimista afirma que una botella est medio llena; el pesimista afirma de la
misma botella qUeest me-diovaca.
ANNIMO
.\
CAPiTULO -vu
El Delicado Arte de Reestructura,'
Terapia Familiar Estratgica
Cambio (formacin y solucin de los problemas humanos)
Paul Watzlawick, J olln H. Weakland y Ricllard Fisch
78
Pero las mujeres proponen un plan completamente distinto, ms bien insensato
que reestructura completamente la -situacin: los hombres han de huir del pueblo.
abandonando a las mujeres a su suerte; no habr ni lucha, ni rendicin, ya que no habr
hombres para hacer una cosa u otra, Tan slo habr un pueblo de indefensas mujeres que
precisan de la proteccin de bravos soldados, situacin que no puede por menos de
conmover la proverbial galantera de los espaoles. Y de hecho, ante la calurosa acogida
de las nuqeres; la conducta de las fuerzas conquistadoras excede con mucho las
modestas .esperanzas de los bur~Lleses; los espaoles ofrecen a las mujeres proteccin y
respeto, si bien combinados con numerosas aventuras galantes (que no desaqradan -del
todo a las damas, Cuando tienen que continuar su avance hacia el norte, los espaoles
se muestran sentimentalmente pesarosos, portener que abandonar a sus encantadoras
anfitrionas y hacen esplndidos donativos al pueblo en gratitud de tan deliciosa y civil
hospitalidad y he aqu un ejemplo tomado de nuestra labor psicoterpica. Por motivos que
no vienen al caso, un sujeto que tartamudeaba acentuadamente no tenia ms remedio
que probar suerte como vendedor a dQI}1.i~ilio,Se comprende que ello acentu su
preocupacin por el defecto, que haba padecido durante toda su vida, La situacin le fue
reestructurada del modo siguiente: los vendedores a domicilio son mirados generalmente
con desagracio por su habilidoso y adulador modo de intentar convencer a la gente para
que adquiera algo que no desea comprar. Desde luego, se entrena a los vendedores a
domicilio para pronunciar un casi ininterrumpido discurso ponderando sus artculos, mas
no resulta enojoso estar expuesto a tan insistente y pesado aluvin de palabras? Por otra
parte no es cierto que la gente escucha con atencin y paciencia a quien padece un
defecto de diccin corno l? Ser ste capaz de imag.inar la increble diferencia existente
entre la chal-la apresurada, torrencial que emplean habitualmente los vendedores
ambulantes y el modo corno tendra que hablar l en la misma situacin? Se le hab.a
ocurrido pensar la inslita ventaja que poda suponer: su defecto de palabra en su-nuevo
empleo? Cuando nuestro sujeto comenz a considerar su problema desde este punto de
vsta totalmente nuevo y ms bien ridcu}o a primera vista, fue especialmente instruido
para mantener un elevado grado de tartamudeo, incluso cuando en el curso de sutrabajo
y por razones para l desconocidas, hubiese de sentirse algo ms tranquilo y por tanto a
tartamudear menos,
En la pelcula Carnaval en Flandes, las invencibles fuerzas espaolas avanzan
sobre un pequeio pero prspero pueblo flamenco, Un emisario espaol galopa hasta el
pueblo y entrega a los burgueses reunidos una orden para que rindan el pueblo si no
quieren que ste sea saqueado y destruido, Luego parte sin esperar respuesta Los
burgueses estn aterrorizados, sabiendo que nada podr detener al ejrcito invasor, y sin
embargo, no existe ms que una solucin razonable, defender su pueblo lo mejor que
puedan antes que rendirlo a las fuerzas espaolas y contemplar impotentes cmo sus
mujeres son forzadas y saqueadas sus riquezas. Se hallan as encerrados en una tpica
ilusin de alternativas y no pueden considerar otra solucin menos desastrosa,
Hacia media tarde, la valla tiene tres capas de pintura y Torn est literalmente
rebosante de riqueza: un chico tras otro ha repartido con l sus bienes por el privilegio de
pintar parte ele la valla, Torn ha tenido xito reestructurando su inqrata faena y
convirtindola en un placer por el cual hay que pagar y sus amigos, como un solo hombre,
han seguido este cambio en cuanto a la definicin de la realidad,
79
La reestructuracln opera en'el nivel de la rnetarealidad. en el cual, como 'he'ril'os
intentado sealar. puede tener lugar un cambi incluso si las circunstancias obj'etivas c1'e,
una situacin estn ms all del poder humano. La teora de los tipos lgicos nos permite
nuevamente concebir esto de modo ms riguroso: como hemos visto, las clases son
colecciones exhaustivas de entidades (los miembros) que poseen caractersticas COlnUl1eS
a todos ellos. Pero ~I hecho de ser miembro de una determinada clase raramente
As pues. reestructurar significa cambiar el propio marco conceptual.o emoclena..
en el cual se experimenta una situacin, y situarla dentro de otra estructura. que aborde
los hechos correspondientes a la misma situacin concreta igualmente bien o incluso
mejor. cambiando asi por completo el sentido de los mismos 1. El mecanismo aqu
implicado no destaca a primera vista, sobre todo si tenemos en cuenta que puede existir
un cambio. mientras que la situacin misma perrnanece as inmodificada e incluso
inmodificable, Lo que cambia a resultas de !a reestructuracin es e! sentido atribuido a la
situacin, y no los hechos concretos correspondientes a sta, o bien. C0l110lo expres ya
el filsofo Epicteto en el siglo I de nuestra era: No son las cosas mismas las que nos
inquietan, sino las opiniones que tenemos acerca de ellas 2Las palabras acerca de en
esta cita nos recuerdan el hecho de que cualquier opinin (o bien cualquier punto de vista.
atribucin de sentido, etc.) es.meta.con .respecto,calobjeto de dicha opinin o punto de
vista, y pertenece, por tanto, al' nivel-lqico-inmeciatarnente superior. En trminos de la
teoria de los tipos lgicos, esto parece bastante obvio, pero aplicado consecuentemente al
comportamiento numano ya lbs problemas humanos, este hecho abre una autntica caja
de Pandora por lo que se refiere alconcepto de adaptacin a la realidad, tan fcilmente
utilizado como criterio de norrnaoad y. por lo general jams puesto en duda. A qu
realidad se halla adaptada la persona supuestamente sana? Intentar responder
exhaustivamente a esta pregunta excedera con mucho el propsito del presente libro:'ya
que habramos de entrar profundamente en problemas filosficos y lingsticos, Po( lb
tanto, no insistiremos en ello y nos lmitaremosa afirmar que cuando se hace referenca al
concepto-de realidad. dentro del discurso psiquitrico, raramente se trata de la realidad e
una cosa per se, es decir. de sus propiedades bsicas, si es que existen, o incluso' de lo
que es simplemente obs.ervable~si bien es ste el tema manifiesto, La realidad a la que
s hace 'referencia corresponde ms bien a las opiniones en el sentido de Epicteto o
bien, como prefiramos. al significado 3y al valor atribuido al fenmeno en cuestin. Es un
lejano reflejo de la simplista pero muy difundida creencia sequn la cual existe una realidad
objetiva, situada en alqun sitio fuera de aqu y que las personas cuerdas son mas
conscientes de ella que los locos. Si se reflexiona sobre el tema, esta claro que algo es
real tan slo en la medida en que se .ajusta a una definicin de la realidad, y tales
definiciones constituyen legin 4.' Si .utillzamos una definicin extrernadaruertte
simplificada. pero til lo real, es aquello que un nmero lo suficientemente amplio de
personas na acordado designar como real .5, Este hecho es habitualmente olvidado- y,la
mencionada definicin resulta reificad (es decir: convertida en una cosa propiameme
dicha) siendoeventualmente experimentada como la realidad objetiva 6, que a'l pare'certarr
slo puede dejar de ver quien no.est en sus. cabales. 'Admitimos, desde Iue,go, que
existen grados de reificacin: existen mltiples situaciones que .muchas personas.
consideran realmente peligrosas y que por tanto han de evitarse, pero incluso en estos
casos extremos hallarnos excepciones; c1spusde todo existen personas que buscan
delfberadarnente su muerte o que desean ser devoradas por los leones o que son
patentemente masoquistas, y tales geriles definen te realidad de modos' muy
idiosincrsicos, pero para ellas reales .. -' .
'.\
.~
L
~l _
L
.El lector que baya tenido): paciencia de seguirnos a travs d 'estas
consideraciones ms bien tediosas. se habr dado ahora cuenta de la' import~nCfa' d~
stas con respecto a la reestructuracin comotcn'capata !-ealizar el Ca'liii:"{g;I~'$
sentido ms abstracto, 1 9 reestructuracin supone d~spJ azar ~I nfasis. de. la p~rtellellGia
de un obj;eto 8, a una:.clase,. aiJ q",p~rt~n~lJ cjgi i!;),Llflllieqte v,lid!3 < 3.'9 tCa,:"o, ~ien._
especialmente, jntrod.ucir la, idea, )re.:ta.l R~~en~:p~rC3' :,:~ .~l},a: nL!:-e\1 ~,,,';~,r~":,st;'~h' ;f~
conceptualizaGln de todos los'. intert=sadp~. Si aqu J os J e'sj~tiliios, rilleVarh"'rf a"'la
tradicional tent~Cin:.d~pr~glU1 tar.porqu,.hp ejeser asj.,Po9 .~lllos aprC'iar.9 Li'~;~,'I'~'~U~,
se halla implioado en,lareestrLlctuf\ciqn:' " . ..... .,. ..'.'.
8Q
1.La reestructutecion desenpetia un importante papel en el humor, con la diferencia de que aqu la.seq~III(ICl
estiucture. 1,1/.l/lualmenteintroducida inesperadamen.te, es una disrupcionque otorga a me/ala l1istQJin uu
ceii: diveltid'l CO/l'_l .\.J hemos dicho. Koestlel; (59)ha escrito extensamente acerca de este tema. U n '~;iejt)
chiste. ({U8uv-n cion .n emo COtll'l liustreciou de esta tctiice. data de 1 878, cuando Austna-Hullgi"it (lcp6
Bosnia /lWI ell L~O/Jtr de la voluntec! ele sus lwlJitantes. los cuales comenzaron ruy pronto d Instral' sil
desconteiuo (/SpCl/cl/ll/'.lcontra Jos iut icio! /"osdel gobierno' austriaco. La situecitin empeoro tanto que, ae
ecueuto ,~~f.//I una \/.el:sio.l1. tuuuon stie. se pro177ulg6en Viena una ley drecouien. que" /(22< 1 /)[1 clf:11))'Jt/,)
siguiente. Pdl dispar;]: conu el J11iqistrpdel tntetior, dos eos de trabajos/orzados, por dispalacC;O;l(ra 8/
ministro (le Asuntos bteriores.3 ali(1s de tiebsio forzados; por disparer contra ei minisu o de la Guei'3 4
enos de tn/.lilJO$ totzedos COI itro et ptiiner Iliihistro no se ha de disparar en absoluto.
2. O IBC1I8/,II';Sf' a Shnkeeneete (Hemlet 11.2, 259 ). Nada haybu'ei1O ni malo; si elpensemiento noi/o.l1f.iCe
tal." "'. -
3. Tal "si~/{/tfl,;a(lo).. no es meramente un a cuestin de entendimiento intelectual objetivo. sino de la
signijicacl6/1 /)1:11 sonet CO/l)/)/8(21e/e la situacin
4. Dest! 1L18!1'l en modo llgUlq s_elimito esto a los humenos. Un tettitono, por ejemplo. no existe cJl1Ibt;)1
en la neuue!: a. escobe A/C/re},' .;)sinO en la mente del enimel.. (7). .
5 . As po{ejHllplo, I I 'eEllh'ladde U/)"~fjifletedeban6noresideprliil()rdii;lrnelltee/) ethecn o e/eqtiB,$B (i,Jld
de U/l trozo rectenquts de papel mercsdo de.cietta modo, sino-en .. convenio interpersonet de CfL/!4;J_(:l;.<;ee; un
detenllinK!l1 1etor. Bnteson (21) mel1(f>Il~.'un curioso, ejemplo; relativ,o," los. habitante.' de .u/J;Prqi~f!i_.z9fli:J
costera (le Nueva GWlleB q(le vtlllzi:1/),dlO~ro represe(ltad_Q_ .pot; conciuis para sus c()mpra$:JlJenJ1~'lJs:y
cotidieuee.pero que para 1,1Sgrdllr;fes transaGciones eJilpfean grades iJiedrS. talliJellSt!/lfoi-h1b (}e:he~i
oe mon o. UII .ti. l/II'" (/f, estas piedras quiera trafl~portadt;rde L/h pw31)1b'8 otro atrcvs def.estah(j dl!t~ili.i
tio, se intndi P"1/"i;)siempre en el tonao de ste al i1aufragar,/canof que/a tresporteb. dIJido}i;{nJntf;Jl7i:"i!:
conieme. Puesto que el /lcitiente era couociao por todos1os.illl:efe.~ados. la' pi(j:,dra.!Jontti.wQ: $ienC!9 tI $ .~ P l ) ,
como 'moledo legal en.nwltitlld de'su/)sigufe/1te$ trar$acciQnes, s' bien, -esttictemen te llaIJlapdo,. s-UJJ!ali('/~)C1
ya existia tan.soto enlas mentes de WI gran,gl,l1pode.,p'e($on/s: . . ' " ,.'J.
6. Este'lJ;[lCeSOde. cree" prime 1 < 1 1 1 1 ell te UIl3re?/id/dy olvido luego que se tret ele tina crea6n 17HesHo.
expetiniemendot como toialr"ente iJidependitifi1iirde hOsotros, era y a 'cotiocda pOI Kallfy Sch@/5 'efna(''r:
((Este es- el sentido ci /a: milgflCl Ctoctrinc1;de Kant,:,' escf.1b:Schopel1hJ:lJer en S0/.J r .le vol~mil.di;E!thla
n etuteteze. ,el de qu hY'tit.leiJlogi [l estoea de evidencies. ae.oroveetos y.props/(os enJan,aturalf)23) 6 J,p
puesta ent n eauret: tan slo por el intelecto; que se asombra as de un olflagrq (fue 1 1 < :1 sic/o <;(f:!.acjq,. en
plimerluf/,i, P 'l I el mismo. Si s.e tne .pennite explicar une cuestin tal? su,blim(3'mediante 1II1 simi! ti)\ji('i'i, s lO
mismo que ,.:;ie! intelecto quedase asombrsdo al darse cuerita de que cu-ando se sU/))[lIi todcis"'is t;fns
eistedo (JI" un mltli.llo de 9. (/ail tam/Jin 9 o un mttipto de 9: y sl il ' 'emberao ha siao l mi'S110 -el ue
preparo t(llll1il<l':/lOen (jI sistema (fecimal (84). .
constituye algo exclusivo. Una misma entidad puede ser habitualmente concebida como
miembro de'diferentes clases. Ya que las clases noson. en s, objetos tangJ bles sino que
se trata de conceptos y por-tanto de constructos de nuestras mentes, la asignacin de un
objeto a una determinada clase es algo aprendido o bien es producto de una eleccin yno
se trata en modo alguno de ul1 ~\1 erdad ltima e inmutable.
81
1) Nuestra e.\periencii cte! mundo se basa en la categorizacin de los objetos de nuestt percepcion en
clases. En estes clases S8 tmtd cte constructos mentales ypor tanto de un aspecto de lei redli(/ae] toteuuen!
diferente (le IClsO/lj81,.lSI77/SI77 os. Las clases se tonnen, 170 solamente en bese d IdS /.ltopiedades fsicas le
los objetos. sino en especidl ele su grado de significacin y ele valor _Jatanosotros.
2) Una vez que un objeto 11<1sido conceptualizado como miembro de une clese ctetenuined. lesufld
extremedemente elifieil cousiaereno tambin como perteneciente aotra clase. Et heclio elepe/tenece/ : 1 / tun
clase, por piel/te ele Uf) O!'lj810 se elesigna como su realidad; as. cualquiera que lo considere l;OIlIO
miembro ele otra clase (/e!.lp. ster loco o mostrar mala voluntael. Aelem5 ele esta creencia tan siJllj.lIiSIOl Se
deriva atta ipuillmenle simplista la de obstineise enque esta consideracin de la reeticu! 00so/'lmeote eS
cuerda, sino esinusino tiones!. autntica y cuanto se quiera. No estoy pala Juegos.'). es lo qlle replicnn
aquellas persones ('u~ Jue':fnll a nojugar un juego cuenco se entrenton con la posilJil/clilCI ele couskleie! !c'1
sltetnetiv elela peitenencu: de un miembro l otra clase
3) Lo que liece que 1(1reestructuracin sea un instrumento tan eficaz de cambio es et nectio eje que. (1/7<,' l/e.::
que perclbinios la pe/tenellda altemativa deun miembro l otro clase, nopodernos volver lan tcitmen: a la
trampa y la enqusti representadas por etpreviopunto de vista acerca de su (realidad) .. Una V82 que u:../5Iw
explicado llguien la solucion de! problema de los nueve puntos, resulta nnposibte que retomemos dnuestu:
entetior ignorancia} sobre tocio o nuestra anterior desesperanza acerca de una posibilke! elesotucion.
L..
7. A. L Prenieckv D. Ptetneclc han presentedo-une pruebe experimental muy interesante ele Id II/pte$/s.
que resulta intuivnnieute pteuslbte, segn la cual los animales ordenan tambin su muiulo en l77/eI771.1m$ .\'
clases y son en consecuencie capaces de distinguir entre. ambos su chimpence Sam/l I77cJstmlJ,it:11
cepeciae en _(frac/,.l notabt.
.. s.-: .
, . :. i. .
La verdad. como hizo constar Saint Exupry no es aquello que descubrimos. sino
lo que creamos. Un cubo de madera, de color rojo, puede ser considerado como miembro
de la clase de todos los objetos rojos, o de la clase de los cubos, o de la clase de los
objetos de madera. o de la clase de los juguetes infantiles, etc. 7. Por otra parte y en el
sentido de Epicteto. la pertenencia de unobjeto, como miembro, a otras clases esta de
terminada por las opiniones que tenernos de i, es decir, del sentido y dei valor que ie
hemos atribuido Cual de las posibles atribuciones se considere. examine. prefiera, tema
etc. Es en gran medida' el resultado de una eleccin y de unas circunstancias. pero una
vez que se atribuye a algo un significado o un valor especiales resulta muy dificil
considerar a dicho algo como miembro perteneciente tambin a otra clase. igualmente
vlida. Asi por ejemplo. la mayor parte de las personas rechazan la carne de caballo, pero
a algunas les gusta. Se trata en cualquier caso de lo mismo, de carne de caballo, pero su
significado y valor. su calidad como miembro de una clase, son muy distintos para los dos
tipos de personas. Tan slo a resultas de circunstancias drsticamente cambiadas (querr.
hambre. etc.) puede cambiar la carne de caballo su metarrealidad y convertirse en un
manjar. incluso para aquellos que en circunstancias normales se estremecen ante el solo
pensamiento de comerla.
; : : - -
No es de sorprender que conclusiones muy similares surjan eventualmente en la
teoria matemtica de los juegos. ya que el saber acerca de las reglas, como acabamos de
ver, desernpea un papel decisivo en el resultado de un juego. Pariiendo de premisas
similares. Howard ha presentado un modelo basado en la teoria de los juegos relativo a lo
que l designa como axioma existencialista mostrando que si una persona llega a
"conocer" una teora sobre su comportamiento, ya no sigue obligado por ella, sino que ~s
libre para desobedecerla. y as: ... un sujeto que adopta conscientemente decisiones
puede siempre elegir desobedecer a cualquier teora que prediga su comportamiento.
Podemos afirmar que puede siempre trascender tal teora. Se trata ciertamente de un
punto de vista realista. Queremos sealar que entre las teoras socioeconrnicas la teoria
marxista, por ejemplo. fall al menos parcialmente porque ciertos miembros de la Clase
dominante. al darse cuenta de ella, comprendieron que estaba en su propio inters
desobedecerla.Ashby. refirindose al mismo tema en su Introduccin a la Ciberntica
escribe lo siguiente: Si el lector siente que estos estudios son algo abstractos y
desprovistos de aplicaciones. ha de reflexionar sobre el hecho de que las teoras de los
...Se ense al chimpanc a clasificar dibujos en clases: animados e inanimados, viejos y
jvenes. masculinos y femerunos. Adems, el animal puede clasifica" la misma imagen de
distintos modos..en relacin con las alternativas ofrecidas. Una sanda es clasificada como
fruta en un conjunto de alternativa. como alimento en otro conjunto y C0l110 grande ,en un
tercero. A base de estas capacidades conceptuales comprobadas podemos establecer la
hiptesis de que el chimpanc puede aprender no slo los nombres de los miembros
especificas eleuna clase. sino tambin los nombres de las clases mismas (79).
Ulteriores experimentos han demostrado lo correcto de esta hiptesis
8. El termino de objeto puede no ser el ms ajustado y ha de admitirse en su connotaci6n
ms amplia Incluye acontecimientos, situaciones, relaciones entre personas. si como
entre personas y objetos. patrones de comportamiento, etc.
Por una parte. el juego consista en nuestras acciones (nuestro juego) en el tablero.
y estas acciones las podria continuar realizando ahora igual que antes. Pero por otra parte
era esencial para el juego que intentase ciegamente ganar, y ahora no puedo ya obrar de
este modo.
Ello significa que el otro no nos llam la atencin hacia algo, sino que nos enseri
unjuego diferente. en lugar del nuestro. Pero cmo puede el nuevo juego dejar obsoleto
al juego anterior? Ahora vemos algo diferente y no podemos ya continuar jugando
ingenuamente.
Como he de considerar esto, para aclarrmelo a m mismo? - Ya que afirmo que
"el juego deja de serio". y no "y ahora vemos que no se trataba de un juego".
Parece ser que el primero que llam la atencin sobre esto si bien dentro de un
contexto referido a los juegos ya la percepcin de reglas fue tambin Wittgenstein. En sus
Observaciones acerca de los fundamentos de las Matemticas escribe lo siguiente:
Supongamos ... que el juego es tal que cualquiera que lo comienza puede ganar siempre
mediante un determinado y sencillo truco. Pero nadie se ha dado aLIIl cuenta de ello y pOI
tanto el juego continua siendo un juego. Sj ahora hay alguien que llama la atencin sobre
dicho truco. el juego deja de serio.
Puede afirmarse: en general, que tal reestructuracin es implcita en toda labor
hipntica llevada a cabo con xito; en efecto, la capacidad para reestructurar cuanto un
sujeto hace (o no hace), como demostracin de que el trance hipntico se esta
profundizando, es lo que distingue a un buen hipnotizador, Por ejemplo el poder inducir
una levitacin de la mano indica claramente que el sujeto est entrando en trance, Pero si
la mano no se mueve y permanece inerte, ello puede ser reestructurado en el sentido de
que el sujeto est ya tan profundamente relajado como para entrar en niveles ms
profundos de la hipnosis Si una mano levitada comienza de lluevo a descender. este
movimiento puede ser reestructurado C0l110 demostracin de que la relajacin est
aumentando y de que en el momento en que la mano vuelva a posarse de nuevo sobre el
brazo del silln. el trance hipntico ser doblemente ms profundo que anteriormente. Si
por cualquier razn un sujeto amenaza' interrumpir la induccin por rerse, se le puede
cumplimentar por el hecho de que incluso en un trance hipntico no pierda su sentido del
humor; si el sujeto afirma que no estaba en trance, esto puede sel' reestructurado
diciendo que se trata de una prueba de que en la hipnosis no puede suceder nada en
contra de la voluntad del sujeto, As pues, cada una de estas mltiples intervenciones
posibles se llalla al servicio 6epreparar, indu~ir o reforzar la relajacin hipntica,
As describe Erickson el suceso que le condujo a desarrollar un inslito mtodo de
induccin hipntica que design ms adelante como tcnica de la confusin Qu es lo
que haba ocurrido? Al chocar ambos, se haba producido un contexto en el que la
reaccin obligada ms obvia habra sido el disculparse mutuamente La respuesta dada
por el doctor Erickson determina d modo sbito e inesperado el mismo contexto de una
manera muy distinta, es decir, de un modo que habra sido socialmente apropiado si el
otro hubiese preguntado la hora, pero incluso as habra extraado. debido a la patente
falta de exactitud de la informacin, en contraste con el modo corts y solicito como se
daba la respuesta. El resultado fue una confusin, no paliada por cualquier informacin
subsiguiente que reorqanizase las piezas del rompecabezas para formar un nuevo cuadro
de referencia que resultara inteliqible. Como seala Erickson, la necesidad de superar la
. confusin dando con otro cuadro de referencia, hace que el sujeto est particularmente
dispuesto y deseoso de echar mano a la primera informacin -concreta que se le
proporcione, La confusin inicial, al preparar asi el terreno para una reestructuracin, se
convierte entonces en' una etapa importante en elproceso de llevar a cabo el cambio y de
ensear as a la mosca el camino que conduce fuera del atraparnoscas.
-~ .
Hasta aqui nos hemos referido al fondo terico de la reestructuracin, pasemos
ahora a algunos ejemplos prcticos:
Un da de mucho viento, un sujetose precipit sobre m) al volver la esquina de un
edificio y choc fuertemente conmigo cuando yo estaba pugnando contra e! viento. Antes
de que pudiese recuperar su equilibrio para hablarme, yo mir despacio mi reloj y
cortsmente, como si me hubiese preguntado la hora, le dije: "Son exactamente las dos y
diez" aun cuando eran entonces cerca de las cuatro de la tarde, y me march. Media
manzana mas all me volv, viendo cmo continuaba mirndome, asombrado y confuso
por lo que le dije)) (4),
juegos y la ciberntica constituyen sencillamente los fundamentos de la teor!a de "cmo
salirse con la suya". Pocos temas pueden serms ricos en aplicaciones que ste .
84
Una. modalidad similar de reestructuracin puede utilizarse con respecto al
frecuente conflicto entre una esposa regai'ona y un esposo que se retrae en actitud
pasivo-aqresiva. El comportamiento de eUapuede definirse como siendo, por una parte,
perfectamente comprensible ante el silencio punitivo de su marido. pero por otra posee el
inconveniente de hacerle aparecer a l C0l110 demasiado bueno para cualquier observador
En el capitulo VI hemos hecho ya mencin de la frigidez y de la paradoja
representada por la orden de s espontneo, habitualmente introducida en la situacin
por ambos participantes. En tanto el problema sea considerado como un slntorna
fisiolgico y I o emocional, esta misma base conceptual impide la solucin. El sntoma
constituye entonces algo que no hay modo de controlar, o bien algo que hay que superar
mediante un esfuerzo de voluntad, yel empleo de la fuerza de voluntad conduce entonces
a una intensificacin del problema. Una reestructuracin llevada a cabo con xito deber
extraer el problema de su definicin de sntoma, .transfirindolo a otra que no implique J a
imposibilidad de modificacin. Desde luego" no ha de tratarse de otra definicin cualquiera.
sino de una que vaya de acuerdo con el modo de pensar y de considerar la realidad por
parte del sujeto. As por ejemplo, dudamos que pueda lograrse .ningn efecto teraputico
mediante la tradicional defirucin.de la frigidez como la cspide de iceberg de la hosnlidad
femenina 'contra el varn. Esto' sirve.tan slo para sustituir alguna clase de alteracin
mental (por ejemplo. un trastorno emocional) por una forma-de hostilidad; y tan slo puede
servir para ciar lugar a sentimientos de culpa y pata agravar la situacin conflictiva entre
los cnyuges. Sobre todo. si la hostilidad est de hecho implicada, puede ser utilizada pata
reestructurar el problema presentndolo como producido por la hiperproteccin de la mujer
con respecto al varn: es que ella tiene quizs miedo de que l no sepa cmo
enfrentarse con el impacto de su sexualidad desinhibida? Esta ella segura de que l no
experimentar un shock? Qu sucedera si l se convirtiese en impotente? Dadas todas
estas incertidumbres no es mucho mejor pata ella proteger su ego y hacerle creer al
cnyuqe, que es ella misma y no l quien tiene un problema sexual? Si esta
reestructuracin del problema es presentada ante ambos esposos, el terapeuta puede
dirigirse luego al marido y afirmar que, por otra parte, no parece ser l la clase de hombre
que necesite forzosamente de tal proteccin. Ya que (suponiendo siempre que ella sienta
hostilidad) proteger al. marido a expensas suyas es la ltima cosa que la mujer estaria
dispuesta a hacer, esta reestructuracin del. problema utiliza su hostilidad como un
incentivo pata demostrar a su marido. (y al psicoterapeuta) que ella no tiene intencin de
protegerle y de asumir el papel de paciente. Al mismo tiempo provoca la virilidad del
marido y le induce a sostener que no precisa de la proteccin de la mujer y que le
agradaria que ella renunciara a su inhibicin.
Mas como hemos mostrado en las paginas precedentes, la reestructuracin no
precisa tener nada que ver con la hipnosis. Erickson se vio enfrentado en cierta ocasin
con una de esas situaciones interpersonales, al parecer sin salida, en la que cada uno. de
ambos participantes exige que sea el otro quien tenga que ceder. En el caso de esta
pareja. ambos cnyuges se enzarzaban invariablemente en una discusin cuando se
preparaban a volver a casa en su coche tras una reunin social. Ambos reclamaban el
derecho de conducir el coche y ambos alegaban .que. el otro habia tornado demasiado
alcohol C0l110 para conducir Ninguno de los dos estaba dispuesto a dejarse derrotar por
el otro Erickson sugiri que uno de ellos condujese hasta una manzana de su casa y que
luego ocupase el otro el volante hasta la casa. Con este arreglo aparentemente pueril. se
resolvi el problema.
,
S5
Desde luego. todo esto no queda limitado exclusivamente a la psicoterapia: los
solucionadores ele problemas, dotados de imaginacin, y los neqcciadores hbiles nan
As por ejemplo. el pesimista est habitualmente enzarzado en un juego
interpersonal en el que procura primeramente sonsacar a los dems sus puntos de vista
optimistas, y en cuanto lo ha logrado hace contrastar dicho optimismo con su acentuado
pesimismo. pudiendo entonces los dems insistir en ms de lo mismo. es decir. en su
optimismo, o bien eventualmente ceder al pesimismo del otro, en cuyo caso el pesimista
ha ganaelo otro round si bien en detrimento propio. Este patrn de comportamiento
cambia drsticamente en el momento en que otra persona se muestra mas pesimista que
el propio pesimista. Su interaccin, entonces, no es ya un caso de plus fa chanqe) plus
c'e.st la merne chose. ya que un miembro del grupo (pesimismo) no se combina con su
recproco o contrario ( optimismo ), manteniendo as la invariabilidad del grupo a base de
la propiedad de qrupo. sino que se produce un cambio mediante la introduccin ele una
regla de combinacin completamente nueva. Para llevar esto a cabo se utiliza el propio
lenguaje del pesimista. es decir, su pesimismo.
~--
L
Estos ejemplos estn encaminados a demostrar que una acertada reestructurac.n
situacional precisa tomar en cuenta los puntos de vista, las expectativas. los motivos y las
premisas. es decir. toda la trama conceptual, de aquellos cuyos problemas han de ser
modificados Tomar lo que el paciente nos aporta. es una de las reglas bsicas de
Erickson para la solucin de problemas interhurnanos. Se halla en acentuado contraste
con las enseanzas de la mayora de las escuelas psicoterpicas, las cuales. o bien
tienden a aplicar mecnicamente un mismo procedimiento a los pacientes ms diversos. o
bien consideran necesario ensearle al paciente un nuevo lenguaje, hacerle comenzar' a
pensar en trminos de este nuevofenquaje, e intentar luego llevar a cabo un cambio
mediante comunicaciones en dicho lenguaje. En contraste' con esto, la reestructuracin
presupone que el psicoterapeuta aprenda el lenguaje del paciente, lo cual puede ser
realizado mucho ms fcil y econmicamente que viceversa. En este modo ele
aproximacin. son las autenticas resistencias al cambio las que pueden ser utilizadas para
lograrlo. Esta forma de resolver problemas es similar, en ms de un aspecto, a la filosofia
ya la tcnica del judo en el qUI2 el ataque del adversario no es contrarrestado con una
fuerza por lo menos igual, sino que ms bien es aceptado y amplificado, cedindose al
mismo y adaptndose a el. Esto no lo espera el adversario, quien esta desarrollando un
juego de fuerza contra fuerza, es decir, de ms de lo mismo, y con arreg lo a las normas
de su juego anticipa un contraataque-y noun modo diferente de jugar. La reestructuracin:
para utilizar' una vez ms las palabras de Wittgenstein, no llama la atencin hacia nada. no
da lugar a introspeccin comprensiva, sino que ensea un juego diferente) haciendo asi
obsoleto el anterior. El otro ve ahora algo diferente y no puede ya continuar jugando
ingenua mente.
.!.. I ...... __ ._.-.,&.._.-. __ . ...:. ......... .-. .... ............ ., ......... ...J .-. .......-. ...... ;... ......
t:1::,t: 1t:L1dt:ld IIIt:IIU::' y IIdUd t:::, "Id:::' en que ella cese en este comportamiento
convincente. en ultimo termino, que el xito.
exterior. Ello es debido a que este comparara ingenuamente el comportamiento de el con
el de ella y ver solamente la tranquila y amable paciencia de el, su indulgencia. el hecho
de que parezca actuar tan normalmente a pesar de la sumamente tensa situacin que
tiene que soportar de nuevo todas las noches en su hogar, etc Es precisamente la
necedad de esta reestructuracin del comportamiento de la mujer- lo que dar lugar' a que
ella cese ele realzarle a los ojos de los dems. a expensas suyas: pero en el momento
86
'L
tos ejrcitos aliados habian ocupado Pars despus de Waterloo. El prusiano
Blcher-quer.a volar dicho puente. ya que conmemoraba una batalla que los invencibles
prusianos, ell alqun modo, haban perdido. Wellington, que haba recibido una mejor
educacin ell los campos de cricket de Eton, dio los primeros pasos para impedir que
Blcher volase el puente. Talleyrand, que quizs le haba conocido siempre mejor, fue
capaz de convencerle por completo con el mero expediente de rebautizar al puente como
pon/ de LEcole militaire. Como l mismo hace constar, fue una denominacin que satisfizo
la salvaje vanidad de los prusianos, y que, con un juego de palabras, constituye quizs
una alusin ms punzante aLIIl que el nombre original de"puente de J ena". El incidente.
en s insignificante. resulta lo bastante significativo en la vida de Talleyrand y en un mundo
que persiste en dar un ments a aquellas almas confiadas que creen que los hombres no
discuten realmente acerca de palabras. Un sujeto ms profundo que Talleyrand podra
haberse dirigido a Blcher para pedirle que perdonase a sus enemigos, sealndole que el
hecho de volar el puente no habra ido de acuerdo con el sermn de la montaa, que la
existencia de un puente de J ena no supona una injuria para Prusia, y unas cuantas
objeciones ms, basadas en la religin y en el sentido COIllLIIl. Pero. habria sido dicha
persona capaz de reconstruir el puente que Blcher ciertamente habra volado?
Mejor que intentar la tarea imposiblemente compleja de mostrar su habilidad (mica
para cambiar las mentes de sus opositores en el Congreso de Viena, ofreceremos como
tpico ejemplo la descripcin realizada por Brinton de cmo aplic su consumado arte de
reestructuracin para salvar el puente de J ena en Pars:
Uno de los ms destacados negociadores de la historia moderna fue
indudablemente Talleyrand. Lo que realiz en 1814-1815 en Viena para sacar a Francia
de una .situacin comparable tan slo a la de Alemania en 1918- un agresor derrotado.
odiado pOI el resto de Europa, que iba a ser castigado, que iba a ver mermado su territorio
y al cual se le iban a exigir pesadas reparaciones -se ha convertido en legendario, Gracias
a Talleyrand Francia result ser el autntico vencedor en el Congreso de Viena, su
territorio qued intacto. su poder y su papel en el continente fueron restaurados, y todo ello
sin que se Impusiesen sanciones y reparaciones. Desde la iniciacin del Congreso fue
sta la finalidad de Talleyrand. Luego aplic esta finalidad a diversos temas y utiliz
aquello que iba ms de acuerdo con el modo-de pensar y los puntos de vista de un
determinado interlocutor. No es preciso decir que tanto sus contemporneos, como los
historiadores. han formulado la tipica pregunta: crea lo que deca. o era, quizs
insincero? No lo sabemos, pero existe una carta que escribi a Madame de Stael desde
Viena y que concluye con las palabras siguientes: Adis: no s lo que realizaremos aqu,
pero puedo prometerla Uil noble ienguaje.
Si queris manejar a un hombre, habis de conocer primeramente su naturaleza o
sus modos, para asi manipularlo; o sus fines, y as persuadirle; o su debilidad y
desventajas, para amedrentarle; o bien 'a aqueflos que tienen influencia sobre l, para asi
gobernarle. Al enfrentarnos con personas arteras. ..hemos de considerar asimismo sus
finalidades, para interpretar sus discursos, siendo preferible decirles lo menos posible y
aquello que menos esperan.
utilizado siempre estas tcnicas, Asi por ejemplo, ya en 1597 escriba Francis Bacon en su
ensayo ele la negociacin:
j'
87
Como se sabe mundialmente, los Soviets aceptaron y no intentaron deshacer tal
confusin. deliberadamente creada 9 y por ltimo. volviendo de los conflictos
Fue Robert Kennedy el que concibi una brillante maniobra diplomtica,
designada mas tarde COIllO el Trollope Play, de acuerdo Con una escena reiterada ell las
novelas de Anthony Trollope. en la que una muchacha interpreta un apretn de marro
COIllO una propuesta de matrlmonio. Sugiri que se tuviese tan solo en cuenta el mensaje
del viernes (el cable de Khrushchev y el contacto a travs de Scali). como si el conflictivo
mensaje del sbado. en el que se ponan en relacin los misiles de Cuba con las bases
americanas en Turqua. sencillamente no existiese. Dicho mensaje. en efecto, haba sido
ya rechazado en un comunicado pblico. Lo que haba que hacer ahora era responder a
las propuestas soviticas del viernes y difundir pblicamente la respuesta. lo cual ejercera
una cierta presin poltica y aumentara la rapidez de la solucin. t._
Esta proposicin fue considerada como aceptable y pocas horas despus. durante
la misma tarde ya travs del mismo conducto, la embajada sovitica fue informada de
acuerdo con la decisin americana. El sbado' por la maana. sin embargo, lleqaron
noticias oficiales de MOSCLI, indicando claramente que los Soviets haban cambiado de
actitud y solicitaban ahora que la retirada de sus missiles debia ir acompaada
paralelamente de un desmn telarniento de las bases norteamericanas de cohetes
situadas en Turqua. Tal como lo describe' Hilsman en su libro To Move a Nation.
Washington apel entonces a lo que podramos designar como una aplicacin de la
tcnica de la confusin:
Una modalidad algo distinta de reestructuracin. ms' afin a la tcnica de
confusin. fue utilizada por el presidente Kennedy cuando lleg a su grado mximo la
crisis cubana. El viernes. 26 de octubrede 1962, Aleksandr Fomin, un miembro principal
de la embajada sovitica en Washington, se puso en contacto con J olm Sca li del
Departamento de Estado. para una misin semioficial, claramente exploratoria. Deseaba
saber con la mxima urgencia si . los Estados Unidos se mostraran favorables a una
solucin de la crisis. basada en una retirada, supervisada. de los misiles instalados en
Cuba, comprometindose los soviticos a no reinstalar misiles en la isla y los Estados
Unidos a. no invadir Cuba.
Mas efe cien afias despus, el rey Christian X de Dinamarca se vio en una situacin
anloga, cuando los alemanes decidieron aplicar la solucin final a los judos daneses,
que hasta entonces haban permanecido relativamente seguros. En sus conversaciones
con el rey, el emisario especial nazi para cuestiones judas manifest su deseo de conoce:
cmo el rey intentaba resolvr el problema judo en Dinamarca. Se dice que el rey le
respondi con UIl fro candor: No tenemos un problema judio: no IlOS sentimos
inferiores ,\jo cabe duela ele que se trata de un buen ejemplo de reestructuracin El que
fuese una respuesta diplomtica capaz de lograr xito, se trata ya de una cuestin distinta
Pero cuando algun tiempo despus los alemanes promulgaron 1.I11aorden seqn la cual
todos los judos teman que llevar un brazalete amarillo con la estrella de DaVid, el rey
reestructuro esto con xito anunciando que no existan diferencias entre un dans y otro. y
que por tanto el decreto nazi era aplicable a todos los daneses, queriendo ser l el pnrnero
en llevar el brazalete con la estrella de David. La poblacin sigui en masa el ejemplo del
rey y los alemanes se vieron obligados a cancelar su orden.
.\
88
L
Un policia con una habilidad especial. para resolver situaciones difciles de modos
poco habituales. utilizando con frecuencia un sentido del humor desafiante. se hallaba
imponiendo una multa por una infraccin del trfico, de poca monta, cuando comenz a
juntarse en tomo suyo una muchedumbre 110Stil.En el momento de entregar al infractor la
notificacin ele la multa, la hostilidad de la multitud iba en aumento y el sargento no estaba
muy seguro de poder llegar sano 'j salvo a su coche. Se le ocurri entonces anunciar ell
alta voz: Acaban ustedes de ser testigos de la. imposicin de una multa por un miembro
del departamento de policia de Oakland. Mientras que los circunstantes buscaban
perplejos el sentido profundo de una comunicacin tan obvia, subi rpidamente a su
coche y parti. El lector aovertir que en este caso el efecto de reestructuracin se llev a
cabo a travs de un comunicado excesivamente obvio y por ende creador de confusin.
disipando as el ambiente hostil creado en la multitud. -
internacionales a los interpersonales. he aqu otro ejemplo del uso de la confusin puesto
al servicio de la reestructuracin
9. A pesar de que Khrusllcllev trata detalladamente en sus memorias acerca de la
situacin cubana. no menciona la Peticin de retirada de las bases de missiles americanas
de Turqua Por lo que se refiere a la fase de la crisis que hemos mencionado. no dice
nada sobre los contactos entre Fomin yScali (lo cual no es de sorprender, dada su indole
no oficial), menciona a Robert Kenned"y como solicitando casi en lqrimas a /vnatoly
Oobrynin (el embajador sovitico) una rpida solucin, ya que el presidente tema una
intentona de los militares americanos, y concluye: "Nos dimos cuenta que habla que
reorientar rpidamente nuestra postura: "Camaradas., dije, "tenemos que buscar una
salida digna de este conflicto. Al mismo tiempo, desde luego, debemos asegurar que no
comprometemos a Cuba. Remitimos a los americanos una nota diciendo que estbamos
de acuerdo en retirar nuestros misiles y bombarderos con la condicin de que el
presidente nos diese seguridades de que no habra invasin de Cuba pOI' las fuerzas de
los Estados Unidos. ni por cualesquiera otras. Finalmente, Kennedy cedi y se mostr de
acuerdo con damos tales seguridades. (57).
El hecho de que Khrushchev baga aparecer as la crisis como provocada por los
norteamericanos y resuelta por su superior capacidad como OOmb", de Estado constituye
en si una brillante reestructuracin
~-_ .
89
l. Tan slo es/ando muy avanzado nuestro trabajo nos dimos cuente que, al sistematizar de este modo
nuestro procedimiento, estbamos plagiando las cceuo Nobles Verdades del budismo, asaber: del dolor, del
origen del dolor, de la cesacin del dolor, y de la va que conduce ala cesacin del dolor. Ello no resuneten
sorprendente si se reflexiona sobre ello, ya que las enseanzas del budismo son eminentemente prcticas y
existenciales.
i
'-.::c:: ..:
Por lo que se refiere a la primera etapa, es obvio que a fin de poderse resolver; un
problemaha de ser ante todo un problema. Lo que queremos decir con esto es que la
traduccin a trminos concretos de un problema vagamente formulado permite la
distincincrucial entre problemas y pseudoproblemas.Eneste ltimo caso, laelucidacin
no da lugar a una solucin, sino a una disolucinde las correspondientes quejas. Esto,
desdeluego, noexcluyeque quedendificultadespara lacual no existaremedioconocidoy
quese hayande conllevar. As por ejemplo, nadieensus cabales intentaraencontraruna
solucin a la muerte de un ser amado o al pnico producido por un terremoto, con
excepcinquizs de ciertas casas de productosfarmacuticos, las cuales, al
o__
Abordar un problemateniendo en cuenta'es principiosantes mencionados, conducea la
formulaciny aplicacin de un procedirme.itoen cuatro etapas. Dichas etapas .son las
siguientes:
1 . unaclaradefinicindel problemaentrminosconcretos;
2. unainvestigacinde las soluciones hastaahoraintentadas;
3. unaclaradefinicindel cambioconcretoarealizar;
4. laformulacinypuestaen marchade unplanparaproducirdicho cambio 1.
En las pginas precedentes hemos sealado principios acerca de la formacin. y de la
solucin de problemas. Nos queda' ahora-por mostrar cmo pueden ser mejor aplicados.
dichos principios al tratamiento prctico de los problemas humanos. En el presente
captulo nos referiremos sobre todo a nuestra labor en el Centro de Psicoterapia Breve;
mas auncuando ello acente claramente os aspectos psicoterpicos denuestromaterial;
el-lector advertir que la mayor parte de cuanto afirmamos es igualmente aplicable a..
contextosnoclnicos y no psicoterpicos. Enefecto, desde nuestro punto de vistala-labor
clnica constituye tan slo un paso especial del campo, mucho ms amplio;"de la
resolucinde problemas."
La mente no creadora puede detectar malas respuestas,
pero es necesaria una mente creadora para descubrir malas preguntas.
ANTHONY J AY, Management and Machiavelli
CAPTULO IX
La Prctica del Cambio
Terapia Familiar Estratgica
Cambio (Formacin y solucin de los problemas humanos)
Paul Watzlawick, J ohn H. Weakland y Richard Fisch
90'
l
La tercera etapa,' con su implcita demanda de una meta concretamente definible y
prcticamente alcanzable, protege alpropio solucionador del problema contra elhecho de
quedar encerrado en soluciones errneas, complicando de este modo, ms que
resolviendo, elproblema. Ya hemos visto cmo, en nombre de una psicoterapia, una meta
utpica puede -convertirse en una patologa. El psicoterapeuta que, introduce una-meta
utpica o vaga, o bien la acepta a partir de su paciente, termina tratando involuntariamente
una-condicin patolgica que ha ayudado a crear y que es luego mantenida mediante la
. psicoterapia. No es de sorprender que bajo tales circunstancias, eltratamiento sea.larqo y
dificultoso. Si los sntomas aparentes son tpicamente considerados como la cspide del
mencionado y mtico iceberg, se verifica una reestructuracin negativa, con la cualse hace
tan complejay profundamente arraigada una dificultad existente, que tan slo complejos y
profundos procedimientos ofrecen esperanza alguna- de cambio. El solucionador de
problemas que suscriba la hiptesis d~1iceberg por lo que se refiere a los problemas
humanos (yen especial a los de ndole emocional) y plantee sus metas de acuerdo con
ella, crear fcilmente un efecto Rosenthal 2 y a consecuencia de ello, elcamino hacia la
solucin ser largo, tortuoso e incluso peligroso. En contraste con ello, nuestra labor nos
ha enseado que la fijacin de una meta definida y concreta da lugar a un efecto
Rosenthal positivo. La necesidad de iniciar un tratamiento con una meta claramente
deflniday concreta es recientemente admitida por multitud de psicoterapeutas interesados
en intervenciones breves; ver a este respecto las numerosas referencias mencionadas por
Barten. Pero la delimitacin de las quejas delpaciente sobre un fondo inmenso y vago no
es, con frecuencia, ni sencilla ni fcil. Como ya hemos mencionado, muchas personas que
buscan ayuda con respecto a un problema describen elcambio deseado en trminos al
parecer plenos de sentido, pero en realidad: carentes de utilidad prctica: .deseanser ms
felices, o, comunicar mejor -con sus. cnyuges; sacar ms provecho de la vida,
preocuparse menos, etc., etc. Pero es la gran vaguedad de estas metas lo que hace
imposible alcanzarlas. Si se les insiste para que especifiquen aquello, que quieren les
suceda ( o les deje de suceder) para ser ms felices o para comunicar mejor, etc., se
sienten con frecuencia desorientados. Esta desorientacin no es debida, en primer
trmino, alhecho' de que, sencillamente, no "hayan encontrado an la respuesta correcta
a su problema, sino ms bien a que, sobre todo, estn planteando una cuestin
equivocada. Como afirm ya Wittgenstein hace medio siglo, si una respuesta no pu~de
ser expresada, tampoco puede serio la correspondiente pregunta). Pero adems de tener
.. -
Poco ms necesitamos decir acerca de la segunda etapa. A travs de los precedentes
captulas hemos estudiado cmo se crean los problemas y cmo son mantenidos
mediante tentativas errneas para resolver una dificultad. Una cuidadosa exploracin de
estas tentativas de solucin no solo muestra qu clase de cambio no ha de ser intentada,
sino que revela tambin qu es lo que mantiene la situacin que ha de ser cambiada y
dnde, por tanto, ha de ser aplicado elcambio.
anunciarlos formulan la utpica afirmacin de que toda manifestacin de malestar
emocional es patolgica y, por ende, puede (y debe) ser combatida mediante frmacos 1).
Por otra parte, si una queja no est basada en un pseudoproblema, la realizacin de la
primera etapa revelar el problema en trminos tan concretos como sea posible y ello
constituye una lgica condicin previa en la bsqueda de su solucin.
91
Todos los problemas humanos contienen algo de ineluctable, ya que de lo contrario no
seran problemas. ste es especialmente el caso en aquellos problemas que son
designados habitualmente como slntornas. Nos referiremos una vez ms al sujeto con
insomnio: recordemos que intentando forzarse a dormir, se est situando a s mismo en
una paradoja del tipo js espontneo!, y ya hemos indicado que resulta preferible
enfocar este sntoma de modo iqualment-. paradjico, es decir, forzando al individuo a
permanecer despierto. Pero esto es meramente un modo ms complicado de decir que le
hemos prescrito as su sntoma; es decr. ro hemos inducido a manifestarlo activamente
en vez de exhortarle a que lo combata. L;, prescripcin del sntoma, o bien en un sentido
ms amplio y no clnico, el cambio mediar-te una paradoja, es indudablemente por lo que
sabemos el modo ms poderoso y ms elojante de resolver un problema.
2. Roberl Rosenthal (81) ha presentado una denilslrncin experimental de que las opiniones, puntos de
vista, expectativas y prejuicios prcticos de un :xpcrimentador, entrevistador o, aadiramos nosotros,
psicoterapeuta, aun cuando jams sean explicitemonto expresadas, ejercen un efecto definido sobre los
rendimientos de sus sujetos, ya setrate de ratas, yb de seres humanos.
3. Puede plantearse, desde luego, la cuestin siguiente: Dentro del amplio nmero de metas u objetivos
concebibles cmo hemos de decidir cul es el correcto? Pero forzada dentro de esta disyuntiva de
correcto o incorrecto, la pregunta es en s un buen ejemplo de pregunta Incorrecta y la nica respuesta es
que no lo sabemos, no podemos saberlo y no necesitemos saberlo. El proceder que estamos describiendo
no es precisamente teleolgico, basado en la creencia efeque existe un estado definitivo de normalidad, del
cual los psicoterapeutas, en tanto que tetes, tienen un experto conocimiento y pueden decidir as, en ltimo
trmino, aquello que es mejor para sus pacientes. Al igual! que en nuestro enfoque no consideramos el
sntoma como la manifestacin superficial de un protunoo problema subyacente, as no proyectamos la meta
con arreglo a alguna oscnciel y platnica idea acerca del sentido ltimo de la vida. En la segunda etapa
hemos hallado aquello que mantiene 01 problema ahora y aqu; por tanto, la meta ms lgica es romper
dicho crculo vicioso, y no actualizar alguna abstraccin filosfica acerca del ser humano.
rr -
~
L
Ello nos conduce a la etapa cuarta. Las tres primeras etapas eran preliminares necesarios
que en la mayora de los casos pueden Ilearse a cabo bastante rpidamente. El proceso
actual de cambio tiene lugar en la CUe} la etapa. Nos ocuparemos primeramente de
algunas estrategias de ndole general y lu. go, en el captulo x, presentaremos algunas de
las tcticas especficas, a fin de ilustrar ce';TIO puede ser puesta en prctica nuestra teora
del cambio. Conocemos ya dos de los prncipios generales que rigen aqu: el objeto del
cambio es la solucin intentada, pero equ .ocada, y la tctica elegida ha de ser traducida
al propio lenguaje de la persona, es drcir, le ha de ser presentada en una forma que
utilice su propio modo de conceptualizar la realidad. Otro principio general ha surgido ya
en varios de los ejemplos presentados f asta ahora. Es el hecho de que la parado; a
desempea un papel tan importante en la .iolucin como en la formacin de un problema.
Puesto que ya hemos examinado con g Hi detalle dicho papel en otro lugar, podemos
limitarnos aqu a una breve recapitulacin:
en cuenta la prequnta correcta y defin: .lSi la meta en trminos concretos, intentamos
poner tambin un lmite de tiempo al procc .'e) de cambio. Estamos plenamente de acuerdo
con aquellos psicoterapeutas que han .oservado que un tratamiento al que se ha
impuesto un lmite de tiempo aumenta ras posibilidades de xito, mientras que las
psicoterapias a largo plazo, sin fijacin .e trmino, suelen prolongarse hasta que el
paciente advierte que tal tratamiento puec: continuar de un modo indefinido y lo termina.
Hemos observado que en la medida en q..2un paciente alcanza una meta concreta o se
siente de acuerdo con ella (sin que imp rte lo grande y monoltico que le parezca su
problema), se hallar tambin de acuerdo en fijar un tiempo lmite, que en nuestro Centro
es habitualmente de un mximo de diez seiiones 3.
92
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L
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L
4. No recomendamos nada de lo que sigue .iero solucionadores de problemas que sean demasiado
honestos como para juqer., es decir, que ptcticren jugar ano ver que juegan
5. Como ilustracin de el/o mencionaremos los primeros 97casos observados en el Centro de Psicoterapia
Breve yque fueron sometidos aen/revistas de seguimiento de tres aseis meses ms tarde. Incluan una
gama muy amplia de probton.es psiouilrico y cada uno de ellos fue tratado durante siete horas, por
trmino medio. El correspono.ente piobtcme fue resuello por completo en el cuarenta por ciento de los casos
(con lo que significamos que ,;e alc')il/C) la mota establecida al comenzar el tratamiento), ymejorado de
modo importante, poro no por ccmptcio, en ou treinta ytres por ciento. Sin embargo, el veintisiete por
ciento restantes fueron fracasos
Sin embargo, el rn{l', importante taln de Aquiles de estas intervenciones reside en la
necesidad de convencer al oaciente de que lleve a cabo nuestras instrucciones. El
paciente que en un principio est de acuerdo con una prescripcin de comportamiento y
que vuelve luego diciendo que no ha tenido tiempo para realizada o que la ha olvidado o
que, al recapacitar sobre ell: la ha encontrado disparatada o intil, etc., ofrece malas
perspectivas de xito. As pu.,s, una fuente potencial de fracaso es la incapacidad para
presentar la intervencin en un lenguaje que convenza a nuestro cliente yque por tanto
le haga aceptar y cumplir gustosamente nuestras instrucciones. En el captulo precedente
hemos sealado ya la irnpo.tancia de la reestructuracin en conexin con ello. En el
siguiente captulo, y bajo el ttulo de El pacto con el diablo, presentaremos otro mtodo
para enfrentarse con esta dificultad.
En no pocas ocasiones hemos visto que nuestra meta original tena que ser revisada, al
disponer de ms into.macir: (j ai lene: lugar un cambio parcial durante el tratamiento. Una
segunda razn de ci.icu'tad o 'T3.CaSO consiste en la ndole de la intervencin elegida. Si
un paciente lleva l ::;tbo nues.ras instrucciones y no tiene lugar ningn cambio positivo, la
falta reside obviarner.te en ia.: instrucciones. Con frecuencia, una cuidadosa exploracin
de dicho error revelar los defectos y ros permitir establecer un plan ms adecuado.
Hemos de decir t:3mbin u las palabras acerca de nuestros fallos. Mientras que
consideramos que nuestros principios generales son de til aplicacin a toda la gama de
problemas que se dan en la orctica clnica y asimismo a mucho otros de carcter no
clnico, no afirmarnos que la ;;;plicacin prctica de estos principios y las intervenciones
basadas en ellos conduzca automtica e invariablemente a una solucin completamente
satisfactoria 5. Existen desde :'.J ef~onumerosas posibilidades de fracaso. Puede originado
el planteamiento de una meta itO realista o inadecuada.
La aplicacin prctica eL ; estos principios generales nos ha conducido a desarrollar
una variedad de intervenciones, y el prximo captulo est dedicado a presentar ejemplos
de las mismas. Ya que cada una de estas intervenciones ha de ser, desde luego,
proyectada e instrumentada rara ajustarse a un problema especfico, es lgico que no
podamos presentar un catlopo exhaustivo de las mismas y que los ejemplos
contenidos en las siquientes ooinas no constituyan ni las nicas, ni forzosamente las
mejores intervencio ,es que .ueda inventar un solucionador de probiemas dotado de
imaginacin y farn.l.arizado ,~on los fundamentos racionales de estas soluciones. Al
presentarlas nos darnos plenamente cuenta de que tcnicas similares han sido descritas
por otros, sobre todo por [i .kson y Frankl . Queremos subrayar tambin que no es
nuestro propsito presentar .ristorias completas de casos, en el sentido ortodoxo, ni
tampoco describir tratarnier .OS, sino sencillamente ilustrar cmo se aplican en la
prctica nuestros principios tericos d.';!cambio.
93
Fueron ellos los que eligieron el hogar de la pareja y lo pagaron, a pesar de que los novios
hubieran preferido una casa ms pequea y menos cara en un barrio diferente. Los padres
as mismo decidieron todo lo relativo a la decoracin interior e incluso los arbustos y los
rboles que deban plantarse en el jardn. Proporcionaron adems la mayor parte del
mobiliario (muy caro), sin dar lugar al matrimonio a que arreglasen su casa a su gusto. Los
padres, que viven en una ciudad situada a 2.500 kilmetros de distancia, efectan cuatro
visitas anuales, de tres semanas de duracin, que el matrimonio ha acabado por
contemplar con vivsimo temor. Los padres toman literalmente posesin de la casa; la
joven esposa es desterrada de la cocina, ya que es la madre quien prepara todas las
comidas y compra montaas de provisiones; lava cuanto hay de lavable en la casa y
reordena la decoracin, mientras que el padre limpia y arregla los dos coches, recoge las
hojas secas, corta el csped, poda, arranca las malas hierbas, etc. Cuando salen juntos, el
padre paga invariablemente todos los gastos.
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~~..
Estos ltimos no vieron, con mucho agrado su eleccin de esposa, pero el matrimonio les
ofreci inmediatamente una justificacin adicional para intervenir masivamente en la vida
de los cnyuges.
''i._ ._,
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Una joven pareja acude a la psicoterapia conyuqal, debido a que la esposa siente que no
puede aguantar ms la dependencia y sumisin excesiva que muestra su marido con
respecto a sus padres. (l es hijo nico, de 30 aos de edad, profesionalmente exitoso y,
por tanto. independiente desde el punto de vista financiero) El marido est de acuerdo con
esta definicin del problema, pero aade que no ve modo de resolverlo. Explica que,
durante toda su vida, sus padres no solamente le han atendido en todas sus necesidades,
sino que le han ayudado de todas las formas imaginables (dinero, ropas, coches, una
excelente educacin, viajes prolongados, etc.). Afirma que ha llegado a un punto en .el
que cualquier regalo o don adicional que recibe de ellos viene a sumarse a una carga. ya
intolerable, de deuda de agradecimiento a su respecto, pero que sabe que el hecho de
rechazar sus constantes y no solicitadas ayudas sera aquello que ms les herira, ya que
el dar constantemente es la idea que ellos tienen acerca de lo que deben hacer unos
buenos padres.
1. El problema.
Permtasenos comenzar nuestros ejemplos con una situacin que en s misma y por s
misma no es quizs demasiado frecuente, pero que tiene la ventaja de permitirnos una
exposicin bastante clara de nuestro procedimiento en cuatro etapas.
Menos de lo mismo
CAPTULOX
Ejemplos
Terapia Familiar Estratgica
Cambio
Paul Watzlawick, J ohn H
. Weakland y Richard Fisch
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L
94
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L
4. La intervencin. A partir de toda esta informacin colegimos claramente que para que
una intervencin tuviera xito, habra de ser realizada en el nico lenguaje que los
padres podan comprender, es decir, la suprema importancia de ser buenos padres. Ya
que era inminente una de las mencionadas visitas trimestrales, se le dijo a la pareja lo
siguiente: hasta la ltima visita haban intentado hacer cuanto podan para que los padres
tuviesen que limpiar, arreglar y corregir lo menos posible. Ahora tenan que dejar de
limpiar la casa varios das antes de la visita, dejar que se acumulase un mximo de ropa
sucia, dejar de lavar los coches y dejar tambin casi vacos los depsitos de gasolina,
descuidar el jardn y vaciar la cocina de toda clase de reservas alimenticias. Deberian
dejar sin arreglar cuanto hubiese de estropeado en la casa (bombillas fundidas, grifos
goteantes, etc.). No slo no tenan que impedir a los padres pagar las cuentas de viveres,
restaurantes, las entradas a espectculos, la gasolina, etc., sino esperar tranquilamente a
que vaciasen sus bolsillos abonando todos estos gastos. En la casa, la esposa deberla
dejar que se acumulase la vajilla sucia en la cocina y esperar que la madre la fregase; el
marido debera leer o mirar la televisin mientras que el padre permaneca trabajando en
el garaje o en el jardn. Cada cierto tiempo haba de asomar la cabeza por la puerta. mirar
cmo progresaban los arreglos y preguntar cariosamente: Eh, pap!, cmo va eso?
Pero, sobre todo, se les prohibi realizar cualquier tentativa para hacer saber a sus padres
Sin embargo, para el propsito de proyectar una intervencin ptima. esta formulacin
resultaba aLlII demasiado general. Preguntamos por tanto al marido qu era lo que tena
que suceder. en especial, para demostrarle tangiblemente que haban logrado dicho
objetivo. Inmediatamente replic que tal seria el caso cuando el padre le dijese
espontneamente: Ahora ya eres lo suficientemente mayor corno para que los dos os
cuidis por vosotros mismos y no esperar que mam y yo os mimemos indefinidamente.
La manifestacin de este cambio especfico en la actitud del padre fue aceptada como
objetivo del tratamiento.
3. El objetivo. En este caso, la tarea de formular un objetivo concreto, que con frecuencia
resulta dificil, fue relativamente fcil. Deseaban que sus padres dejasen de tratarles como
si fuesen nios, que les reconociesen el derecho de adoptar sus propias decisiones.
incluso durante sus visitas, de elegir su propio estilo de vida y de llevar a cabo todo esto
sin sentirse culpables por ofender a los viejos.
2. Las soluciones intentadas. El matrimonio se siente al borde de la desesperacin. Han
intentado con todas sus fuerzas, pero intilmente, establecer un minimo de independencia.
pero incluso la ms leve tentativa de protegerse contra el dominio de los padres es
interpretada como signo de ingratitud, que provoca profundos sentimientos de culpa en el
marido y una rabia impotente en la mujer. Estas tentativas dan tambin lugar a ridculas
escenas en publico, pOI"ejemplo, cuando tanto la madre, como la nuera implora al cajero
del supermercado que acepte su dinero, y no el de la otra, o cuando el padre y el hiio
luchan literalmente por la cuenta del restaurante en cuanto el camarero la trae. A fin de
aliviar algo sus sentimientos de deuda, los jvenes han intentado tambin remitir a sus
padres un costoso regalo tras su visita, con lo que tan slo logran recibir otro ms costoso
aLIII a vuelta de correo. Desde luego, se sienten luego en la obligacin de colocar el regalo
en un destacado lugar en su hogar, aun cuando les fastidia verlo. Cuanto ms intentan
lograr un mnimo de independencia, tanto ms sus padres intentan ayudarles. As pues.
los cuatro se hallan encerrados en un tpico callejn sin salida del tipo ms de lo mismo.
95
PSICOTERAPEUTA
Sigui usted el domingo mis instrucciones?
PADRE
S.
PSICOTERAPEUTA
Muy bien, cuntenos lo que pas.
~..
Un hombre de mediana edad y su mujer iniciaron conjuntamente una psicoterapia familiar
debido a que se enzarzaban constantemente en montonas peleas verbales, que hacan
muy desgraciada a la esposa y la dejaban muy preocupada por las posibles repercusiones
sobre sus hijos, an de corta edad. Se puso muy pronto de manifiesto que sus disputas
surgan a travs de una especie de trabajo en equipo: el marido (el cual admita que
ms bien gustaba de pelearse y que, por ejemplo, no perda jams ocasin de hacerlo con
camareras u otro personal de servicio) utilizaba siempre un modo de provocacin sutil,
pero eficaz, y la mujer reaccionaba entonces de una manera que le permita dar rienda
suelta a su temperamento y atacarla. No es preciso aadir que ella consideraba su propia
reaccin como el nico modo de defenderse contra las provocaciones de l y de evitar una
pelea. As pues, ambos, pero en especial ella, no se daban cuenta del hecho de que, sin
esta reaccin especfica de evitacin, la disputa no podra tener lugar. Mientras estbamos
sopesando cul habra de ser la intervencin ms adecuada en este caso, un incidente
nos proporcion una excelente ocasin para una prescripcin de comportamiento. Lo que
sigue es una transcripcin del registro magnetofnico de la sesin de psicoterapia familiar
consecutiva a la intervencin:
...
~.., , )
Descubriendo lo encubierto
Como puede verse por lo que hemos expuesto, no se realiz tentativa alguna para incluir a
los padres en las sesiones y para llegar a una mutua cornprensin del problema y de todas
sus ramificaciones. En lugar de ello, la intervencin se concentr sobre la joven pareja y la
solucin intentada por ella, siendo proyectada de un modo que permitiese a los padres
continuar desempeando el papel de buenos padres, papel al cual no habran
renunciado en modo alguno. En lugar de seguir mimando a la joven pareja, se dedicaron
ahora a la tarea, no menos propia de padres, de destetarles.
Si ambos jvenes no hubiesen estado tan preocupados por la situacin, habra sido
probablemente imposible venderles tal idea, ya que, superficialmente considerada,
pareca que en lugar de liberarlos, iba a hundirlos ms profundamente en aquello que
deseaban evitar. Sin embargo, llevaron a cabo, al menos en parte, nuestras instrucciones
y cuando volvieron a la prxima sesin, dos semanas ms tarde, informaron que sus
padres haban terminado muy pronto su visita. Antes de marcharse, el padre habia tomado
aparte a su hijo para decirle en trminos cariosos, pero nada dudosos, que tanto l (el
hijo) como la esposa haban estado demasiado mimados, que se haban habituado mucho
a recibir cuidado y ayuda de los padres y que ya era hora de que se comportasen de un
modo ms adulto y menos dependiente de ellos.
que ellos (el joven matrimonio) tenan derecho a su independencia. Tenan que aceptar
cualquier cosa que sus padres hiciesen por ellos como algo natural y lgico, y darles
negligenternente las gracias por ello.
96
,.
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L
ll.
PADRE
No encontr a nadie que colaborase conmigo.
PSICOTERAPEUTA
(A tos hijos.) Para que os enteris de lo que sucedi y de lo que estoy hablando: el
domingo por la maana tuve una conversacin por telfono con vuestro padre. Haban
tenido una discusin y yo le dije que fuese a esa convencin en San Francisco y que se
pelease realmente con alguien -ya que vuestro padre ha afirmado aqu (aunque quizs no
lo recuerde bien) que cuanto ms pelea mejor se encuentra. Yo crea que iba a ser una
buena experiencia que tuviese alguna ocasin de enzarzarse con alguien, pero en plan
experimental: todo eso para ver cmo establece l las condiciones para una disputa. (Al
padre): y dice que no pudo encontrar a nadie que colaborase con usted?
PADRE
No. Lo he intentado todo. Es realrnente divertido. A veces tengo alguna bronca con
alguien, pero es de un modo espontneo. Bueno, a lo que iba..., estaba dispuesto a tener
una bronca con cualquiera. As: un amigo y yo pedimos unos rnartinis.y entonces le dije al
del bar que lo quera seco y l dijo: Es seco, y yo le dije: Pues se lo va a beber usted...
Qu clase de ginebra LIsa? Usa usted una ginebra dulce.Esto no es un martni seco, le
dije. Pngame usted un martini seco y l entonces dijo: Muy bien; como lo quiere
usted y entonces me prepar un rnartini muy bueno. El primero tambin era
probablemente bueno.Usted me dijo que buscase pelea.
PSICOTERAPEUTA
S, pero l no quiso tenerla. "
PADRE
S, no quiso discutir conmigo y me prepar otro martini, hacindolo con arreglo a mi gusto
y yo entonces le dije: este es mucho mejor. Ya lo tendr presente, contest. Muy
bien, no se puede discutir fcilmente con personas con las que se trata en plan de
negocios, aunque en ocasiones me he peleado tambin con ellas; pero cuando entr en la
sala de exhibicin aqu, todo el mundo deca que yo habia estado enfermo y entonces
pregunt a un fulano: Por qu no me ha mandado una tarjeta de buen auqurio?. y l
dijo: Lo tendr en cuenta y en cuanto llegue a casa, se la mando, Luego estuve
esperando adrede para que pasasen cinco minutos del tiempo que poda estar aparcado
mi coche.Luego baj y le dije al del aparcamiento: Cunto es?.Me dijo: Tres dlares
y medio, y yo le dije: Vamos hombre, son slo tres pavos. El repuso que tena que
pagar una hora extra, aunque no me haba retrasado ms que cinco minutos. Me dijo que
la tarifa era por hora o fraccin. Me carg 50 centavos y yo intent discutrselo. Me dijo:
1\J opuedo discutir con usted; todo el mundo me protesta por estas cosas, pero yo no
puedo hacer nada.Escriba usted a la direccin, Yo le dije: Aqu es usted la direccin. Le
vaya dar tres dlares y vaya sacar mi coche, A lo que replic: Haga lo que quiera.Voy
a apuntar su matrcula y se la mandar al jefe y que l se las entienda con usted.
Seguramente tiene que tratar con montones de gente que hace igual que yo y que busca
pelea.As que l tampoco quiso cooperar, pero yo hice el esfuerzo, segn lo que usted me
dijo.A lo mejor es por seguir sus instrucciones por lo que no hice tan bien el esfuerzo por
pelearme. Pero de todos modos me prepar dos ocasiones en las que si alguien hubiese
querido hacerme el juego, habra tenido una buena bronca.
PSICOTERAPEUTA
(Mirando fijamente a la madre) Claro, si alguien hubiese querido hacerle el juego, s.
Un individuo de veinticinco aos que haba sido diagnosticado de esquizofrenia y habia
transcurrido la mayor palie de los diez aos anteriores en hospitales mentales o
realizando psicoterapia intensiva, fue traido a tratamiento por su madre, la cual pensaba
que su hijo estaba al borde de otro brote psictico. Por entonces estaba arrastrando una
existencia marginada en un apartamento, y segua dos cursos en una escuela superior, en
los que estaba fracasando. Mostraba un comportamiento manierstico y con frecuencia
cortsmente perturbador durante nuestras sesiones. Por lo que a l respectaba, el
problema consista en un desacuerdo, que databa de haca ya tiempo, entre l y sus
padres por lo que se refera a la ayuda econ6mica que estos le brindaban. Se mostraba
resentido porque ellos mismos pagaban el alquiler de su apartamento y otros gastos para
l como si fuese un nio. Deseaba que sus padres le asignasen una cantidad mensual
adecuada, con la que podra hacer frente por s mismo a sus gastos. Los padres, por otra
parte, pensaban que sus antecedentes, as como su comportamiento actual, indicaban
97
Creo que si hubiese logrado que aquel to hubiese salido de sus casillas, le habra
liquidado y lo mismo me habra pasado con el camarero del bar. Como podemos ver, la
intervencin ejerci dos efectos. Situ al marido en una paradoja del tipo is
espontneo!, por lo que respecta a sus peleas espontneas, y adems hizo que la
mujer fuese ms consciente de cmo contribua a su problema, ms de lo que cualquier
explicacin o interpretacin orientada en sentido de insight hubiera podido oqrar. O
consideremos el frecuente caso del adolescente que se comporta mal y cuyo
comportamiento parece ajustarse exactamente al problema marital de sus padres. As por
ejemplo, una hija puede comportarse de un modo muy irrespetuoso y agresivo con
respecto a su madre, la cual reacciona luego de un modo que no hace sino profundizar
ms aLIIl su mutua hostilidad. Se comprende que la madre espere que el padre afirme su
autoridad y la ayude a corregir el comportamiento de la hija, pero para pesar suyo
encuentra que el marido es demasiado indulgente cuando ella se queja de la hija. Con
razn o sin ella, le queda la impresin de que padre e hija mantienen una oculta coalicin
contra ella, es decir, que el padre se alegra en secreto y alienta el comportamiento de la
muchacha, acusacin indemostrable que l rechazara airadamente si ella se la expusiese.
En estos casos hemos hallado muy til decirle al padre (en presencia de la madre) que
puede restablecer la paz en su hogar fcilmente, si acepta hacer algo que le parecer ms
bien raro: echar mano a su portamonedas y darle a la hija 10 centavos cada vez que se
muestre insolente con su madre. Deber llevar a cabo esta instruccin en silencio y como
si fuese lo ms natural del mundo, y si la hija insiste en saber por qu lo hace, se limitar a
decir: Es que tena ganas de darte diez centavos. Al impartir esta prescripcin, el
psicoterapeuta evita quedar envuelto en una argumentacin sin salida acerca de si el
padre siente realmente hostilidad hacia la madre, y si la hija acta realmente de modo
tan hostil ante la secreta satisfaccin del padre. Las vagas implicaciones simblicas de la
prescripcin constituyen una modalidad de tcnica de confusin por lo que se refiere a
la muchacha, y por otra parte proporcionan a la madre la impresin de que el padre est
haciendo algo para ayudarla contra la hija, si bien su propsito permanece lo
suficientemente poco claro como para evitar que lo utilice en sus argumentos. Como en el
primer ejemplo, llevar a cabo esta prescripcin hace que se manifieste un comportamiento
espontneo que hasta entonces permaneca oculto; no mediante un insight, en el
sentido ortodoxo del trmino, sino mediante una accin especfica. Pero una vez que el
juego se hace patente resulta imposible (en el sentido de Wittgenstein y de Howard,
como hemos mencionado en el captulo VIII) seguir jugndolo como antes, ingenuamente.
oflnoc
t I\L/I'\L
L
08
L
El miedo a hablar en pblico nos proporciona un buen ejemplo. Lo que ms teme la
persona es que su tensin se ponga de manifiesto y que eventualmente la domine frente
al auditorio. Su comportamiento destinado a solucionar el problema est orientado por
tanto principalmente hacia el control y la ocultacin de su estado interior: intenta
sobreponerse e impedir su temblor de manos, hacer que su voz sea firme, aparecer
como relajada, etc. Cuanto ms tensa est, ms intensamente intenta ocultar su tensin y
cuanto ms lo intenta, ms tensa se pone. Aun cuando ello no ha sucedido aLII1,sabe
que puede suceder en el prximo instante y puede imaginar el inminente desastre con
todo detalle. As pues, los ingredientes de la situacin son stos: 1) un problema, la
consecuencia de una premisa que para el sujeto es ms real que la realidad misma, y 2)
tentativas de solucin, es decir, comportamientos destinados a solucionar el problema, del
Existe gran nmero de problemas cuyo COIllLIIl denominador es cierta clase de inhibicin
social o de handicap obstaculizador, tratndose o bien de que la persona afectada no
puede dejar de hacer algo que no debera hacer o de que, por el contrario, le gustaria
hacer algo, pero no puede. En estos casos, la definicin del problema es por lo general
fcil y la solucin intentada implica tpicamente algn recurso contraproducente al esfuerzo
de voluntad. En contraste con los ejemplos mencionados en la seccin precedente, no hay
nada oculto por lo que se refiere al problema.
Divulgar en lugar de ocultar
Uno de los resultados fue que durante su prxima disputa, la madre sencillamente se
enfad con l, le dijo que estaba cansada de tener que arreglar sus asuntos, de actuar
como chofer suyo, etc., y estableci una cantidad mensual a l asignada, con la cual poda
hacer su hijo lo que le viniese en gana, pues ella no iba a darle ms. En la entrevista de
seguimiento se demostr que este arreglo funcionaba bien, y tanto es as que el hijo se las
arreql para ahorrar suficiente dinero de su asignacin mensual y comprarse un coche.
que le haca depender menos an de su madre.
Esta intervencin reestructur el comportamiento loco del hijo como algo sobre lo cual
tuviese l poder y pudiese, por tanto, utilizar para beneficio suyo; pero la misma
reestructuracin permiti a la madre contemplar aquel comportamiento en sus justos
trminos y quedar menos intimidada por l.
que no poda asumir tales responsabilidades y que malgastara su dinero. Preferan, por
tanto, entregarle su dinero semanalmente, dependiendo la correspondiente cantidad ele
que se comportase bien o como un loco durante dicho tiempo. Esto. sin embargo. no
lo dijeron nunca claramente, al igual que el hijo no expres nunca su irritacin por dicho
arreglo, sino que manifestaba una especie de bobera, que la madre consideraba como
una demostracin ms de incapacidad para manejar sus propios asuntos. Ello aumentaba
tambin sus temores acerca de que iba a ser inevitabie otra costosa hospitalizacin. En
presencia de su madre se le indic que si se senta ofendido por el modo de tratarle sus
padres desde el punto de vista financiero, tena todo derecho a defenderse amenazando
con causal' un gasto mucho mayor, sufriendo otro brote psictico. El psicoterapeuta realiz
luego otras indicaciones concretas acerca de cmo debera comportarse el hijo a fin ele
dar la impresin de una catstrofe inminente, siendo tales indicaciones en su mayoria
reforrnulaciones del comportamiento algo extrao que estaba manifestando ya de alqn
modo.
99
Hay bastantes personas que viven en un constante temor de cometer errores. Lo ms
frecuente es que el nmero y la gravedad de sus errores no resulten superiores a los de
Los grandes efectos de pequeas causas
Como ya hemos mencionado, la advertencia o el anuncio es la tcnica de eleccin cuando
la solucin intentada consiste en ocultar. Puede utilizarse por tanto con respecto al rubor,
a los temblores nerviosos (como ya lo sugiri Frankl hace afias [34, 35] ), al temor a
aparecer aburrido ya no tener nada que decir Resolucin de problemas a una persona del
sexo opuesto ( en este caso la advertencia tendr la adicional ventaja de motivar al
compaero a mostrarse particularmente amable y tolerante, fallando as tan
autocumpliente profeca), a la frigidez ya la impotencia, ya gran nmero de problemas
similares. Lo interesante es que incluso cuando el sujeto no es capaz de cumplimentar
dicha instruccin, el mero hecho de tenerla en cuenta, de ver ahora una posibilidad de salir
del atrapamoscas, puede bastar para cambiar lo bastante su comportamiento como para
evitar volver a su viejo juego , y nada hay tan convincente como el xito.
.-
,
No es desde luego fcil hacer que alguien lleve a cabo estas instrucciones. En primer
lugar no ve por qu debera hacer algo tan contrario a su modo de pensar, como divulgar
aquello que ms desea mantener oculto. Es en este punto donde resulta ms necesaria la
capacidad para hablar el propio <Lenguaje del paciente. A un ingeniero o a un tcnico
electrnico podremos, por tanto, explicar el motivo de esta prescripcin de
comportamiento en trminos de un cambio de mecanismos de feedback negativo a
positivo. A un cliente que relacione su problema con una escasa autoestimacin, podemos
advertirle que tiene evidentemente una necesidad de autocastigo y que ello es un
excelente modo de satisfacer tal necesidad. A alguien que est interesado por el
pensamiento y la mstica orientales, podremos recordarle lo aparentemente absurdo de los
koans del zen. Con el paciente que llega a nosotros con una actitud como queriendo decir:
Aqu estoy, encrguense ustedes de m, probablemente adoptaramos una actitud
autoritaria y no le daramos explicacin alguna. Con alguien que ofrece escasas
perspectivas para cualquier forma de cooperacin, hemos de hacer preceder a la
prescripcin propiamente dicha por la observacin de que existe una va sencilla, pero
algo rara para resolver el problema, pero que estamos casi seguros de que el paciente no
es la clase de persona que puede utilizar esta solucin. y con respecto a sujetos parecidos
a nosotros, podemos incluso dar una leccin hablando de la teora de los grupos, la teora
de los tipos lgicos, de cambio y cambio, etc.
tipo de cambio, que contribuyen a mantener activo dicho problema y de este modo
confirman las premisas que han conducido al mismo. En psicoterapia tradicional, el
enfoque correcto se habra de dirigir sobre estas premisas, haciendo conscientes su
naturaleza y su origen y considerando al problema (al sntoma) tan slo como la cspide
del iceberg. En cambio, el enfoque de la psicoterapia breve se dirige sobre la solucin
intentada; se le dice a la persona que ha de preceder su discurso afirmando, de cara al
pblico, que est sumamente nerviosa y que su nerviosismo probable mente la vencer
por completo. Esta prescripcin de comportamiento supone una completa inversin de la
solucin intentada hasta entonces: en lugar de intentar ocultar el sntoma, se lo divulga.
Pero ya que la solucin intentada es el problema propiamente dicho, este ltimo
desaparece junto con la solucin, y con ello desaparece tambin la premisa subyacente,
sin que se d insight alguno.
100
Disfrutaba de una excelente carrera profesional y era respetada por sus colegas, los
cuales se habran sorprendido grandemente si hubiesen descubierto que, por la noche,
aquella misma persona llevaba una vida muy distinta. Frecuentaba bares y salas de baile
baratas, se las arreglaba para conocer a alqn individuo de los que iban a dichos lugares,
le dejaba que la acompaase a su apartamento, tras haber bebido bastante, y luego,
Un problema en cierto modo similar era el de una atractiva paciente de 30 Mos, cuyo
estilo de vida pareca copiado directarnente del film de Buuel Belle de J our con excepcin
de que era soltera.
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L
r -
En la sesin siguiente nos inform de que se senta mucho mejor, aun cuando en cierto
sentido las cosas iban ahora peor: su propsito de cometer un pequeo error diario y sus
planes para llevarlo a cabo la preocupaban tanto que no tena tiempo para pensar en otros
posibles errores mayores. Sin embargo, pronto comenz a considerar bastante absurdo
todo este ejercicio, realizndose as un cambio sin que de nuevo fuese preciso,
exploracin alguna de los motivos profundos de su sntoma y sin insight alguno.
Al principio se horroriz cuando le aconsejamos que cometiese deliberadamente a diario
una pequea equivocacin sin consecuencias, pero ms bien, estpida. Como el lector
pLlede advertir, esta prescripcin de comportamiento iba dirigida, desde luego, contra su
comportamiento excesivamente precavido contra la comisin de errores, que era el que
generaba el problema. Pero para ella se trataba de una idea sumamente absurda que no
podia ser ms contraria a lo que ella consideraba como la (mica solucin posible, es decir,
evitar ms intensamente an la comisin de errores. Fue preciso explicarle detalladamente
el motivo rea l de las instrucciones, explicacin que resulta igualmente til con otros
problemas similarmente estructurados, tales como dolores psicgenos, compulsiones, tics.
enuresis y multitud de otros estados aparentemente incontrolables. En resumen, lo que
esta explicacin pretende es una reestructuracin, utilizando el comprensible deseo de la
persona en cuestin de controlar su sntoma, Explicamos a nuestra paciente que mediante
la mera aplicacin de ms voluntad, sera probablemente capaz de evitar que sucediesen
equivocaciones graves, pero que con ello no se considerara jams lo suficientemente
segura como para no cometer ninguna, Sera una constante lucha, Se mostr tristemente
de acuerdo. Luego la indicamos que el control autntico sobre problemas como el suyo tan
slo se logra cuando la persona no slo es capaz de evitarlos, sino tambin de crearlos a
voluntad. De aqu la necesidad que tena de seguir nuestra prescripcin, ya que tan slo
incurriendo deliberadamente en errores aprendera a controlarlos plenamente.
El caso de una auxiliar de dentista ofrece un ejemplo tipico. Por lo que saba. su jefe le
consideraba muy competente y estaba satisfecho con sus servicios. Admiti tambin que
an no se haba equivocado tanto como para tener que ser despedida por su jefe. Pero
esto era tan slo una cuestin de tiempo y el tiempo estaba en contra suya, ya que su
temor a cometer una grave equivocacin se estaba acentuando cada vez ms y haca de
su trabajo (que le gustaba y del que necesitaba para vivir) una pesadilla.
otras personas, pero este hecho, asaz evidente, no contribuye en modo alguno a mitigar
su ansiedad. Sin embargo, sus preocupaciones les hacen ms propensos a cometer fallos
y equivocaciones y por lo general son sus tentativas para evitarlos las que preparan el
terreno para que sobrevengan.
101
Quedaba entonces tan avergonzada ante el hombre en cuestin que no le quedaban
ganas de volverle a ver y empezaba a salir con otro. Lo que era incapaz de ver, sin
embargo, era que en tales circunstancias, eran sus tentativas para resolver su problema
aquello que constitua actualmente su autntico problema (es decir, volver a salir con
cualquier otro hombre que slo estuviera interesado sexualmente por ella). Para sacarla
de este crculo vicioso y de acuerdo con nuestra regla segn la cual la intervencin
teraputica ha de ser aplicada a la solucin, la instruimos en el sentido de decir a su
prximo amigo que, por motivos que no le era posible revelar, pero que eran de ndole
altamente simblica, tan slo poda hacer el amor si le daba primero 25 centavos, pero
L
Otra joven, tambin soltera, llevaba una vida promiscua que la haca sentirse muy vil, pero
que, al mismo tiempo, constitua la nica alternativa a la deprimente idea de que, de otro
modo, ningn hombre buscara su compaa. Para empeorar ms an las cosas, despus
de cada encuentro sexual se senta totalmente insatisfecha con lo que se crea tambin
desprovista de valor como amante.
De modo muy semejante a lo sucedido en el caso de la auxiliar de dentista, fue la
naturaleza moderada pero intencional- de la accin exigida la que dio lugar a un cambio
en el comportamiento de la paciente. La idea de tener que exponerse voluntariamente al
ridculo pblico era tan inaceptable que la preocupacin resultante borr el resto de su
comportamiento. Aqu tampoco se realiz nada en el sentido de un insight y el
comportamiento cambi en el sentido de que desapareci el deseo de exponerse a una
gran humillacin tras haber descubierto cun temible era exponerse a pequeas
humillaciones.
Le explicamos que por razones que tanto ella como nosotros no comprenderamos
probablemente jams, experimentaba la necesidad de castigarse a s misma. Ya que, al
parecer, su mano derecha no deba saber lo que haca la izquierda, era ante todo
necesario para ella darse cuenta del mecanismo que intervena aqu, y ello tan slo podra
realizarse mediante una experimentacin cuidadosa y gradual. Mediante una lenta y
detallada exposicin de este tema la instruimos para exponerse a estigmatizacin social
ya una degradacin moderada, cada vez que sintiera la necesidad de degradarse a gran
escala. En especial se le hizo prometer que llevara a cabo alguna de entre una variedad
de prescripciones de comportamiento, tales como llevar en pblico dos zapatos distintos, o
una mancha de grasa en la cara, o bien salir de su casa con alguna prenda de vestir
visiblemente desarreglada (vesta siempre impecablemente) o bien tropezar y caer al
suelo deliberadamente en algunos grandes almacenes llenos de pblico, etc.
A partir de su descripcin, la cuestin no era para tomarla a la ligera, ya que algunos de
dichos hombres haban llegado a atacarla brutalmente. Sin embargo, no saba por qu
llegaba a tales situaciones, excepto que senta cierta atraccin compulsiva a exponerse a
ser asaltada por sujetos a los que de otro modo hubiera rechazado por ser tanto social
como intelectualmente muy inferiores a ella. Con esta esquematizada descripcin de su
problema, nos proporcion los dos temas principales (una oscura ignorancia acerca de los
motivos que la impulsaban a tal comportamiento y una necesidad de jugar con la
degradacin), con respecto a los cuales se iba a proyectar nuestra intervencin.
invariablemente, se senta ofendida y muy asustada cuando ! esperaba obtener algo ms
de ella y ella quera que se marchase.
102
L
Pero aquello que hace que sea eficaz esta forma de resolver problemas es el saber que
uno puede enfrentarse ahora de un modo distinto con una situacin que previamente
pareca amenazadora. Ello da entonces lugar a un cambio en el propio comportamiento,
que se transmite a travs de mltiples y muy sutiles canales de comunicacin interhumana
y afecta entonces a la realidad interpersonal, del modo deseado, aun cuando no se recurra
a la prescripcin del comportamiento recibida en la entrevista psicoterpica. Ya hemos
mencionado este particular efecto en la seccin acerca del divulgar en lugar de ocultar.
As pues, mientras que en tpicas situacones humanas de conflicto, cuanto ms cambian
Si se necesitasen pruebas del hecho de que la realidad es lo que hemos llegado a llamar
realidad, esta forma de cambio nos proporcionara una. Estrictamente hablando, nada
cambi realmente en el sentido de que no tuvo lugar nnguna comunicacin o accin
explcita entre dichas dos personas.
Al principio qued horrorizada, luego intrigada y finalmente encontr la idea enormemente
divertida. Dijo que le sera difcil esperar para ensayarla, pero cuando volvi para la
siguiente entrevista, afirm que a la maana siguiente a la entrevista anterior, el
comportamiento de su jefe haba cambiado y que se haba mostrado corts y de trato fcil,
como nunca hasta entonces.
Sin explicarle los motivos, se la instruy en el sentido de esperar al proximo choque y
aprovechar luego la oportunidad para decirle a su jefe en privado y con aire de turbacin
algo por el estilo de lo siguiente: He deseado durante mucho tiempo decirle esto, pero no
saba cmo hacerlo -es curioso, pero, cuando me trata como lo ha. hecho ahora. me
siento exctada y atrada hacia usted y no s por qu. Puede que tenga algo que ver con
m padre. Deba abandonar luego la habitacin precipitosamente y antes de que l
pudiera decir nada.
Una ayudante de ejecutivo, inteligente y dotada de experiencia, acostumbrada a adoptar
decisiones propias, vena teniendo dificultades con uno de sus jefes. A juzgar por la
descripcin que ella misma haca del conflicto, el jefe se senta enojado y al mismo tiempo
inseguro por su modus operandi independiente y enrgico. y desaprovechaba pocas
ocasiones para dejarla en mal lugar, sobre todo en presencia de terceros. Se senta tan
ofendida por esto, que tenda a adoptar una actitud distante y condescendiente hacia l, a
lo cual reaccionaba el jefe con ms de lo mismo, es decir, acentuando su actitud
despectiva hacia ella; La situacin fue intensificndose hasta el punto que el jefe iba a
recomendar su traslado o a pedir su dimisin, mientras que ella estaba considerando ya
presentar esta ltima para adelantarse a l tambin en eso.
El truco de Bellac
que tena que ser en una pieza vieja de plata y no una moneda de nuevo CUI10 Aqu
tampoco dimos explicacin alguna acerca de esta prescripcin. Qued horrorizada por el
consejo, pero puesto que por otra parte estaba lo bastante interesada COIY10 para continuar
el tratamiento, no le qued otra alternativa que cesar de acostarse con cualquiera,
descubriendo entonces para sorpresa suya que los hombres no la dejaban simplemente
por no querer ella acostarse con ellos. De este modo se llev a cabo un cambio, aun
cuando jams se cumplimentaron las instrucciones. Yeso sirve de transicin a otra forma
de intervencin:
103
Como hemos apuntado en el captulo VIII, la resistencia al cambio puede transformarse en
un importante vehculo de cambio. Esto puede realizarse reestructurando la resistencia
como condicin previa o incluso como un aspecto del cambio. Unos cuantos ejemplos
ilustrarn este punto.
Utilizar la resistencia
Lo que Giraudoux nos describe aqu es lo contrario de aquellas embrolladas disputas, que
se perpetan a s mismas y en las que lo feo en uno de los contrincantes engendra lo feo
en el otro y luego acta sobre s mismo. Giraudoux muestra asimismo, si bien valindose
de una plausible licencia artstica para simplificar, que un cambio inicial sumamente
pequeo puede ser cuanto se precisa para efectuar un cambio en todo el cuadro. En
cuanto al Apolo de Bellac, modelo de belleza con el que todos los personajes son
comparados, no existe, como revela el joven a Ins, pero todo el mundo est dispuesto a
creer en su existencia.
Te has parado alguna vez a pensar, Therese, por qu el buen Dios cre a las mujeres?
No fueron hechas a partir de nuestras costillas para convertir nuestra vida en un tormento.
Las mujeres existen a fin de decir a los hombres que son guapos. y aquellas que ms se
lo dicen son las ms hermosas. Ins me ha dicho que soy guapo y lo ha hecho porque es
ella misma hermosa. T me dices que soy feo, por qu? (el subrayado es nuestro).
El presidente, a su vez, se convierte en otro hombre en cuanto Ins le dice lo muy guapo
que es. Algo ms tarde, en presencia de su malhumorada esposa Threse, llega a la ms
importante conclusin: la de que decirles a los otros que son guapos convierte a uno
mismo en hermoso:
Hemos denominado a este tipo de intervencin el truco de Bellac, seqn la obra teatral de
Giraudoux: L 'Apollon de Bellac. Ins, una muchacha tmida, espera nerviosamente ser
llamada al despacho de un presidente para tener con l una entrevista a fin de solicitar un
puesto de trabajo. En la sala de espera est tambin unjoven, el cual, enterado por ella de
sus temores, le dice que el modo ms sencillo de hacerse Con la gente es decirles que
Son guapos. Aun cuando ella al principio se sorprende por el aparente cinismo de esta
sugerencia, logra l convencerla de que el hecho de llamar guapo a alguien lo hace
hermoso y por consiguiente no supone ninguna falsedad. Ella sigue el consejo y obtiene
un xito inmediato Con el ordenanza, luego Con el altanero vicepresidente y Con los
directores. Por fin, el presidente sale impetuosamente de su despacho y le dice: Seorita
Ins, durante quince aos, esta organizacin ha permanecido sumida en la melancola, las
envidias y las suspicacias y ahora, esta maana, ha cambiado todo de repente. Mi
empleado encargado de la recepcin, que corrientemente es una especie de hiena (el
empleado sonre afablemente) se ha vuelto tan amable que incluso hace reverencias a su
propia sombra en la pared (el empleado contempla su sombra con una reverencia de
aprobacin. Vuelve a hacer una reverencia). El primer vicepresidente. cuya reputacin de
puntillosidad y formalismo jams ha sido negada, insiste en sentarse en la reunin de
directores en mangas de camisa, Dios sabe por qu.
las cosas, mas pennanecen igal, aqu sucede ms bien lo contrario: cuanto ms
permanecen las cosas igual, ms cambian.
104
La actitud que acabamos de describir puede ser influida de rnodo ms bien fcil, siempre
que el solucionador del problema se encuentre dispuesto a abandonar el plano del sentido
comn y de la razn, y plantee la siguiente pregunta (aparenternente absurda): Por que
tienes que carnbiar? El que se queja est por lo general mal preparado para esta
desviacin de tipificacin lgica. De acuerdo. con las reglas de su juego se entiende y es
indudable que debe cambiar y, de hecho, todo su juego est basado en esta premisa.
La pregunta por qu tienes que carnbiar? no constituye ya, por tanto, una jugada
dentro de su juego; establece un juego completamente nuevo y ya no se puede seguir
jugando al anterior. As por ejemplo si a un sujeto de 30 aos, esquizofrnico pero
inteligente, que se ha pasado diez aos de su vida en diversos hospitales, se le dice que
debe cambiar, que debe liberarse de la influencia de su familia. conseguir un empleo,
comenzar a vivir una vida independiente, etc., podr mostrarse de acuerdo, pero dir que
sus voces le confunden y que sencillamente no est todava lsto a abandonar el
hospital. Ha escuchado ya con frecuencia estas exhortaciones y sabe cmo rechazarlas.
Pero surge una situacin muy diferente si se adopta el procedimiento de por qu tienes
que cambiar?. En lugar de oponer el sentido comn a lo absurdo (un par de contrarios
que, unidos, establecen ms una persistencia que un cambio), el mtodo elegido consiste
en la tcnica del judo de utilizar la resistencia del otro: y a s que no debera decirle
esto, Por lo que pueda usted pensar de un mdico que dice tales cosas pero, en
confianza, he de decirle lo que realmente pienso acerca de su situacin. En confianza, soy
yo el que se debera hacer reconocer mentalmente, no usted. Ha encontrado usted un
modo de vida que a muchos de nosotros les gustara llevar. Cuando me despierto por la
mariana. me enfrento con un da en el que la mayora de las cosas irn mal, con diez
horas miserables, llenas de responsabilidades y de problemas. y usted no tiene siquiera
que levantarse si no quiere, pasar el da seguro y sin acontecimientos inesperados y
desagradables, le servirn sus tres comidas, seguramente jugar al golf por la tarde y ver
una pelcula por la noche. Sabe, que sus padres le continuarn pagando la estancia en el
hospital y, cuando ellos fallezcan, puede estar usted seguro de que el Estado mirar por
usted. Por qu entonces iba a cambiar usted su vida por una tan ajetreada como la
ma? Si este tema se desarrolla lo suficiente bien y se argumenta debidamente, el
paciente responder Con algo por el estilo de lo siguiente: Pero jqu tonteras dice usted,
doctor! Tengo que salir de este lugar, buscarme un empleo y vivir mi propia vida. Estoy
harto de que me llamen "paciente". El lector debe tener nuevamente en cuenta que no
Por absurdo que ello pueda parecerle al profano. bastantes personas comienzan una
psicoterapia, al parecer, no para resolver un problema y cambiar ellos mismos durante el
proceso, sino para derrotar al experto y demostrar posiblemente as que el problema no
puede ser resuelto, mientras que al mismo tiempo claman por una ayuda inmediata. Eric
Berne ha denominado a una situacin muy similar a esta el juego de Por que no? -Si,
pero Dentro del contexto de la razn y del sentido comn, esta actitud establece un
tpico callejn sin salida, en el que ia peticin de auxiiio por parte de alguien da lugar a
consejos, basados en el sentido comn, a lo cual el responde con ms de lo mismo (es
decir: con ms razones de por que no puede aplicar dicho consejo y con ms exigencia de
mejor ayuda), a lo cual reaccionan los dems proporcionndole ms ayuda en el sentido
comn, etc. En trminos de la pragrntica de la comunicacin humana, los dems
responden al sujeto que solicita ayuda predominantemente a nivel del contenido e ignoran
sus comunicaciones a nivel de la relacin hasta que ms pronto o ms tarde, por lo
qeneral.rns tarde, la relacin se hace tan dolorosa o frustrante que una u otra de las
partes cede, por desesperacin o por ira.
105
Otras formas de paradoja poseen una potencialidad igualmente grande para tratar la
resistencia al cambio. Ya nos hemos referido a la afirmacin del funcionario encargado de
un preso en libertad vigilada, y relativa a que este ltimo no haba de fiarse nunca
completamente de l, ni contarle todo cuanto haca. Hace muchos aos, Aichhorn
recomendaba ya como tema de discusin con un delincuente juvenil el cmo se haba
dejado coger y no el por qu haba vulnerado la ley. Otra versin de este tipo de
intervencin paradjica fue la utilizada con un hombre de mediana edad, sometido a
hipnoterapia por unos trastornos del sueo que padeca desde haca muchos aos. A
juzgar por todos los signos objetivos pareca entrar en trance bastante rpidamente, pero
jams se le pudo inducir a la ms mnima actividad motora (por ejemplo, movimientos de
los dedos o levitacin de la mano) y al salir del trance hipntico pona invariablemente en
duda haber pasado por dicho estado, a pesar de sus esclerticas enrojecidas. De modo
similar se quejaba, sesin tras sesin, de que su problema de insomnio no haba
mejorado, si bien su esposa nos inform que dorma bastante profundamente. Se le dijo
que, por motivos que resultaban demasiado tcnicos para explicrselos en el breve tiempo
La intervencin expresada en el iVe despacio! puede ser fructferamente combinada
COIl la prescripcin de una recada, sobre todo cuando alguien ha superado por vez
primera un obstculo al parecer insuperable y se halla a un tiempo animado por su xito,
pero temeroso de que se haya tratado de una mera casualidad. Se le puede decir
entonces que inevitablemente sufrir una recada, pero que ello es de desear, ya que le
permitir comprender mucho mejor la ndole de su problema, y que, por tanto, deber
contribuir a provocar dicha recada, de preferencia antes de la prxima sesin. Dentro del
mbito de esta paradoja del tipo iS espontneo!, tan slo pueden suceder dos cosas.
O bien que tenga una recada, en cuyo caso este acontecimiento ser reestructurado
como demostracin de que posee ahora el control suficiente como para dar lugar
deliberadamente a una recada; o bien no se producir esta ltima, lo cual demuestra
que tiene ahora la suficiente capacidad de control como para evitar deliberadamente su
problema. En cualquiera de ambos casos se le dir de nuevo que vaya despacio ..
Siempre que el cambio se muestre lento en aparecer, el sentido comn indica que es
precisa alguna forma de estmulo o nimo y quizs un pequeo empujn. De modo similar.
cuando aparece el cambio, el mostrar optimismo y animar al sujeto parece que
favoreceran un mayor avance. Por lo general, nada ms alejado de la verdad. Un cambio
incipiente exige una tcnica especial para su manejo y el mensaje Ve despacio es la
intervencin paradjica de eleccin. As por ejemplo, sera muy contraproducente alabar al
paciente anteriormente mencionado por su disposicin a marcharse del hospital y
enfrentarse con la vida. En lugar de ello, el psicoterapeuta ha de plantear todo gnero de
objeciones pesimistas y de sombras predicciones, dirigidas todas ellas a advertir al
paciente que est considerando su situacin Con un optimismo alejado de la realidad, que
su sbita prisa por emprender una nueva vida tan Solo puede conducirle a una nueva
desilusin, que lo que est diciendo no suena espontneo, sino como si lo hubiese leido
quizs en algn libro y que en modo alguno deber, por ahora, poner en prctica sus
proyectos. Se le puede sugerir que a fin de dejar que sus ideas se vayan consolidando en
su mente, no debe ni siquiera pensar en sus proyectos durante una semana al menos.
presentamos lo que precede como un tratamiento para una enfermedad mental, sino
como ilustracin de la tcnica del cambio. Una variante de esta intervencin es la
pregunta: Cmo podra usted cambiar?
106
',- - _
Esperaba que el psicoterapeuta pudiese hacer que el muchacho fuese a verle y que de
alqn modo le hiciese aceptar la propuesta del director, pensaba que de tal forma
menguaran el enfado y la intransigencia con respecto a los deberes escolares. En lugar
de ello, el psicoterapeuta, dndose cuenta de que el enfado del muchacho contra el
director representaba un punto de apoyo para verificar un cambio, dio a la madre las
siguientes instrucciones: al volver a casa debera decir sencillarnente al muchacho que
haba hablado de la situacin con otras madres y que haba llegado a una conclusin, pero
que no estaba segura de si debera decirle de qu se trataba. Tras vacilar durante un
tiempo deba seguir adelante y explicarle a su hijo aquello que haba dudado en contarle:
el director del colegio daba mucha importancia a la asistencia a clase por parte de los
estudiantes, ya que estaba convencido de que un estudiante no poda avanzar sin una
asistencia constante, y que probablemente le habia expulsado para que fracasase el curso
entero. Luego tena que insistir en que si durante este perodo de expulsin del colegio, el
muchacho realizaba sus deberes tan bien o mejor que si asistiese a clase, el director
habra quedado confuso y contrariado al ver que un alumno que no asista a clase era
capaz de igualar o incluso mejorar los resultados de los que asistan. Deba concluir su
narracin indicando que lo mejor sera que no lo hiciese demasiado bien para no dejar
as en mal lugar al director. La madre refiri ms adelante al psicoterapeuta que su hijo, al
or esto, sonri con una mueca diablica y que un fulgor de venganza reblandeci en su
mirada. Haba descubierto un modo de descargar su odio y le importaba poco que ello
exigiese un trabajo duro. En una de las siguientes sesiones, la madre inform que su hijo
se haba entregado a sus deberes escolares con espritu de venganza y que haba
comenzado a obtener mejores calificaciones que cuando asista al colegio.
Un muchacho haba sido expulsado del colegio tras habrsele sorprendido vendiendo
barbitricos en el patio del mismo. Se encontraba preocupado, no tanto por echar de
menos el colegio, sino por habrsele estropeado el negocio. Su preocupacin se
transformo en intensa ira cuando el director le comunic que la expulsin era por su
propio bien y para ayudarle. Antes de su expulsin, el director le inform que se le
aceptara cualquier trabajo que realizase en su casa (deberes, preparacin de exmenes.
etc.) y que se le permitira a su madre que recogiese en el colegio las tareas a realizar y se
las llevase a casa. Ya que el muchacho nunca haba sido muy buen estudiante y por otra
parte estaba ahora furioso contra el director por su expulsin del colegio, le dijo a su
madre que no le daba la gana de hacer ninqn trabajo escolar en casa. Fue entonces
cuando la madre acudi a nosotros en busca de ayuda.
disponible y con los cuales no estara probablemente de acuerdo en modo alguno. nunca.
bajo circunstancia alguna, nos deba informar acerca de cualquier mejora de su insomnio,
sino sencillamente concluir su psicoterapia tan rpidamente como fuese posible. Qued
algo extraado, pero se mostr de acuerdo. Dos sesiones ms tarde nos inform de que
poda dormir ya un razonable nmero de horas todas las noches sin necesidad de tomar
Seconal. que haba estado utilizando durante 19 aos, y que ahora poda arreglrselas por
s solo. Nosotros criticamos la ruptura por su parte dei acuerdo de no informamos acerca
de su mejora y expresamos cierto pesimismo relativo a la rapidez de tal cambio. Nos
volvi a visitar tres meses ms tarde, afirmando que durante todo este perodo haba
dormido bien sin necesidad de medicacin, pero que una reciente dificultad en su ti-abajo
pareca interferlr de nuevo con su sueo. Se le imparti un refuerzo y despus de esta
sesin nos volvi a llamar, para decirnos que haba superado la recada.
107
Se puede utilizar esencialmente la misma intervencin con el tipico delincuente juvenil
hosco, intratable y recalcitrante. La actitud del psicoterapeuta ser similarmente
condescendiente y despectiva y sus palabras se basarn en que el paciente ha nacido
para perder y que por tanto est condenado a recibir palos. Basado en mi larga
experiencia con individuos como t, puedo asegurarte que no pasarn ms de tres meses,
seis como mximo, hasta que vuelvas a hacer alguna guarrada y te veas otra vez metido
en los. Tus padres estn algo anticuados si siguen creyendo que yo o cualquier otro
psicoterapeuta puede ayudarte a llevar una vida menos estpida. Voy a llamarles ya
decirles que no tiren su dinero en tratamientos. No me gusta malgastar mi tiempo con
sujetos nacidos para perder. Luego se celebra una entrevista aparte, con los padres y se
discute con ellos la mejor estrategia para abordar el problema, en el lenguaje que se
muestran ms dispuestos a aceptar. En las secciones siguientes presentaremos algunas
de estas estrategias.
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~
Qu puede parecer ms annteraputico y ms duro que decirle a alguien que busca
ayuda. que su situacin es desesperada? y sin embargo, como sabe el lector, existe un
grupo entero de problemas humanos en los que el sentido comn, una actitud humana
de optimismo y de apoyo, no tiene ms resultado que consolidar la persistencia del
problema. Si prescindimos de nuevo del viejo y ftil sistema de preguntar por qu ciertas
personas juegan a aydame, pero no te dejar hacerlo, sino que aceptamos el hecho de
que existen gentes as, podremos concentramos sobre lo que estn haciendo, cmo se
ajusta ello a un contexto presente y qu se puede hacer al respecto. Un representante
tpico de esta clase de buscadores de ayuda es aquella persona que viene a psicoterapia
con un problema con el cual ha derrotado ya a un impresionante nmero de expertos. Con
estos antecedentes, el psicoterapeuta se da muy pronto cuenta que su cabeza est
destinada a ser prximo trofeo a aadir a la coleccin del paciente y que en tales
circunstancias, cualquier manifestacin de confianza y optimismo profesionales le hara el
juego al paciente, aparte de los motivos reales o subyacentes de ste. El lema de la
psicoterapia en este caso no ser como puedo ayudarle?, sino su situacin es
desesperada. El psicoterapeuta prepara en primer lugar pacientemente esta intervencin,
informndose de todos los detalles de los anteriores fracasos: a cuntos mdicos visit6 el
paciente, qu intentaron realizar stos sin lograr xito, cuntos tests y qu tests se le
practicaron, qu clases de medicacin, de intervenciones quirrgicas o de otra clase se le
aplicaron, etc. Una vez que ha acumulado una cantidad considerable de informacin
relativa a los fracasos anteriores, enfrenta a su cliente con tan demostrativos datos de un
modo tan autoritario, condescendiente y pesimista como sea posible, para concluir
comunicando al paciente que sus esperanza acerca de lo que la psicoterapia puede
proporcionarle estn por completo fuera de la realidad y que no hay nada que pueda
hacerse con respecto a su problema, con excepcin quizs de ensearle c6mo vivir
adaptndose al mismo. Al hacer esto, el psicoterapeuta cambia por completo las reglas del
juego; ahora es l mismo el que alega la inutilidad de la psicoterapia y puede hacer tal
afirmacin ms impresionante an pronosticando, como si en ello le fuese su reputacin
profesional, que el paciente no cambiar. As las cosas, le quedan al paciente tan slo dos
alternativas: o bien renunciar para siempre a su juego, o bien proseguirlo, lo cual tan solo
podr hacer derrotando al psicoterapeuta al demostrarle que la mejora es posible. En
ambos casos, la intervencin da lugar a un cambio.
L__
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f _ _
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La intervencin que con frecuencia puede cortar rpidamente tal circulo VICIOSO de
acusaciones irrefutables y de negativas indemostrables exige que ambas partes estn
presentes en la sesin. El psicoterapeuta evitar entrar en cualquier discusin acerca de la
validez de la acusacin o de la, defensa, Eludir esto ltimo afirmando que, puesto que no
estaba all, no le es posible juzgar los hechos. Sin embargo, har observar que puesto
que el acusado ha admitido un comportamiento similar en el pasado, el acusador puede,
ell ltimo trmino, tener cierta razn, Habiendo reconocido esto, da un paso ms
indicando que, si bien el acusador cuenta con ciertas pruebas, puede no haber sido lo
bastante perspicaz para observar ms hechos y que su tarea inmediata, por tanto, habr
de consistir en afinar su percepcin, pero qu esto requiera la ayuda del acusado. Si el
problema consiste en la bebida, el acusado recibir instrucciones en el sentido de no
beber durante un da, pero hacer cuanto le sea posible para aparentar que est borracho y
beber considerablemente otro da, pero esforzarse por parecer lo ms sobrio posible. Se le
advierte tambin que debe hacer esto ms de una vez y de un modo irregular. El cnyuge
al intentar establecer el diagnstico correcto podr verificar la exactitud de su percepcin.
En nuestra opinin tiene una importancia secundaria comprobar la autenticidad de los
hechos. Por una parte, ello es casi imposible. Pero es ms importante que, que sea
cualquiera el grado en el que el acusado haya incurrido en alguna forma de
comportamiento inaceptable, el mtodo del acusador para hacerle frente tan slo puede
perpetuar y exacerbar el problema. Pero qu sucede si el acusado se est realmente
comportando bien? Cmo puede convencer a su acusador, el cul est convencido de
que la verdad es muy otra?
El prototipo de la situacin viene a ser el siguiente: fundndose en un pasado de
maldad (que el acusado ha admitido C0l110 cierto), el acusador sospecha que el
acusado est volviendo secretamente a las andadas. A esta sospecha, el acusado
responde negando los cargos. La situacin se acenta cuando el acusador presenta
pruebas, como por ejemplo: la otra noche se te trababa algo la lengua al hablar, tenias
los ojos muy cargados. casi no te tenias de pie, etc. o bien, en el caso de una delincuente
juvenil: Te pusiste colorada cuando te pregunt si habas tenido relaciones sexuales con
tu chico o Te fuiste derecho a tu cuarto cuando volviste a casa o Estabas de mal
humor. etc. Al ser confrontado con esta vaga prueba el acusado se pone furioso y se
defiende con ms vigor, convenciendo as al acusador de que tales protestas demuestran
ms an la culpabilidad. Las cosas pueden llegar a un punto tal que el acusado se marche
de casa, o se tome una copa, y ello puede ser utilizado entonces por el acusador como
una prueba tangible adicional de que sus sospechas estaban justificadas desde el
principio. Cuando el acusado es trado a tratamiento. el acusador est plenamente
convencido de los hechos y el acusado se siente ineludiblemente frustrado"
Existen situaciones problemticas en las que una de las partes acusa a la otra de ciertas
acciones de las que no existe evidencia directa, pero con respecto a las cuales la parte
acusada ha adquirido una reputacin en el pasado. Este gnero de problema puede
presentrseles, por ejemplo, a psicoterapeutas o funcionarios encargados de viqilar a
delincuentes juveniies, que trabajen con las familias de estos ltimos, o bien puede darse
en matrimonios en los que un esposo acusa al otro de beber en exceso.
Acusaciones irrefutables y negaciones indemostrables
109
Se trata de una intervencin eficaz en el tratamiento de otra tpica y montona crisis que
se da entre padres y sus hijos menores, de edad y rebeldes (si bien es tambin aplicable a
otras situaciones en las que una de las partes se esfuerza intensa, pero intilmente, por
ejercer algn control sobre el comportamiento de la otra). En la mayora de los casos, el
problema es fcil de definir: el muchacho lo la muchacha no obedece, no estudia ni tiene
su cuarto ordenado; o bien es brusco, desagradecido, llega tarde a casa, fracasa en el
colegio, se rodea de malas compaas, probablemente consume drogas, est a punto de.
entrar en conflictos con la ley o ha incurrido ya en ellos, etc., etc. La situacin, por lo
general, se repite de un modo estereotipado. La transicin que se verifica en un
adolescente, desde la niez a la vida adulta, es uno de los varios perodos de cambio en
las familias que exigen correspondientes cambios en cuanto a las normas de sus
relaciones mutuas, es decir, cambio. Simplificando mucho esto ltimo, mientras que a un
nio de ocho aos de edad puede bastar con decirle: Hars lo que te digo, o de lo
contrario, puede ocurrir que el adolescente de catorce aos replique O de lo contrario.
qu? y los padres tienen entonces que apelar al viejo repertorio de sanciones que ya
hace al10S perdieron su eficacia. El sentido comn y la receta de ms de lo mismo del
cambio tan slo conducirn entonces a un callejn sin salida, en el que cuanto ms
cambien las cosas, ms continuarn siendo las mismas. Los padres, por ejemplo, pueden
intentar primeramente razonar con el menor, pero esto fracasa, ya que las premisas de su
razonamiento son diferentes; entonces impondrn algn castigo leve; el hijo se rebelar
con xito; entonces impondrn ms sanciones, las cuales (en virtud de la propiedad d del
grupo) tan slo sirven para provocar ms rebelda, y finalmente la polica y las autoridades
que se ocupan de menores sern llamadas para enfrentarse con lo que ya parece un
comportamiento claramente recalcitrante e incontrolable. Est bastante claro que son las
soluciones intentadas quienes crean y mantienen el problema, pero este hecho
permanece velado dentro de la ceguera interpersonal tan tpica en los conflictos humanos.
Los padres no se atreven a relajar su presin, ya que saben que el comportamiento de
su hijo se les escapara entonces por completo de las manos; para el hijo, por otra parte,
la rebelin es el nico modo de asegurarse la supervivencia psicolgica contra aquello
que, en su opinin, es la amenaza de las constantemente crecientes exigencias
Sabotaje benvolo
Como puede apreciar el lector, esta intervencin abre el callejn sin salida que la familia
ha creado con su comportamiento destinado a solucionar el problema. No pueden
continuar jugando al mismo juego de antes, ya que la tarea del acusador consiste ahora
en descubrir si y cuando el acusado se est comportando bien mientras que el acusado no
tiene ya motivo alguno para ofrecer negativas indemostrables.
En e! caso de los padres que acusan a su hijo, menor de edad, de llevar secretamente una
conducta irregular, se le da a este ltimo, en presencia de sus padres, una breve leccin
sobre la madurez, insistiendo en el hecho de que uno de los aspectos de esta ltima
consiste en hacer las cosas con arreglo al propio criterio. A fin de desarrollar esta forma
de madurez, se le dice que durante la prxima semana haga una o ms cosas que puedan
gustarle a sus padres y darles satisfaccin, pero sin decirles nada al respecto. Se instruye
a los padres, a su vez a que ayuden a su hijo en ia tarea de mantener tales actos en
secreto con respecto a ellos, procurando sonsacarle algunos detalles sobre dichos actos.
Si al hijo le parece que sus padres le presionan demasiado, puede en ltimo trmino decir
una mentira declarando haber cometido alguna mala accin.
110
L
L
L
As, antes de mencionar siquiera esta intervencin, hemos de tener una idea clara del
lenguaje en que hemos de presentarla. Si los padres se muestran partidarios de la
negativa utopa de considerar la vida sembrada de problemas que exigen un constante
sacrificio por su palie, se les puede decir que' la conducta que se les exige puede
representar para ellos un difcil sacrificio, pero su deber de padres exige su cumplimiento.
En el caso de padres con una mentalidad ms militar puede resultar til mencionar al
sargento instructor blando, quien desea ser considerado bueno por los reclutas pero
que como resultado de tal bondad, los soldados llegarn mal preparados al frente y
quedarn muy pronto diezmados, mientras .que el entrenamiento a que somete a sus
La tarea de hacer aceptar esta prescripcin de comportamiento para con el hijo resulta
ms fcil en aquellos padres que estn furiosos con la conducta del adolescente y que por
tanto se muestran dispuestos a llevar a cabo la prescripcin para pagarle en la misma
moneda. Pero como puede imaginar el lector, otros padres (y especialmente madres)
muestran diversos grados de repugnancia a realizar o incluso a tener en cuenta un plan
as. La falta de ganas de simular, de jugar a, es aquello con lo que tropezamos con
ms frecuencia, acompaado por protestas como la siguiente: No me es posible ser tan
vil para con l.
1 _
A este fin. se instruye a los padres para utilizar un sabotaje benvolo. ste consiste en
adoptar una posicin basada en admitir francamente ante ei hijo que son incapaces de
controlar su comportamiento. Deseamos que ests en casa a las once, pero si no ests a
esa hora no podemos hacer nada; he aqu uno de los posibles mensajes. Dentro de esta
nueva estructura, el adolescente se da cuenta rpidamente de que su actitud de defensa y
desafo carece ahora de sentido. No resulta fcil desafiar al dbil. Se indica luego a los
padres que cierren todas las puertas y ventanas de la casa a las once, y que se acuesten,
de modo tal que cuando el chico llegue a casa no pueda entrar y tenga que tocar el timbre
o golpear la puerta. Luego le han de dejar fuera durante un buen rato, hasta abrirle la
puerta, pero no sin preguntar medio dormidos y repetidamente, que quin es. Una vez le
hayan abierto, le dirn que sienten haberle dejado fuera tanto tiempo y se volvern a la
cama sin preguntarle, como de costumbre, dnde ha estado, por qu vuelve tan tarde, etc.
A la maana siguiente no se referirn para nada a lo sucedido, a no ser que el hijo lo
haga, en cuyo caso adoptarn de nuevo una actitud de disculpa por haberle hecho esperar
tanto hasta abrir la puerta. A cada fechora de su hijo, tienen que responder tan pronto
como les sea posible con alqn acto adicional de sabotaje: si el hijo no hace su cama, la
madre la har por l, pero picar unas cortezas de pan y se las meter entre las sbanas.
Cuando l se queje, admitir que estaba comiendo pan mientras le hacia la cama y que
siente lo ocurrido. Si no guarda nunca bien su ropa, la madre cometer otro error tonto
( 1\J os qu me pasa estos das que hago una tontera tras otra ) y le almidonar la ropa
interior o le echar sal en lugar de azcar en su postre favorito, o bien y como por
casualidad, durante la cena le echar encima un vaso de leche cuando se haya arreglado
para ir a alguna cita. En ningn momento deben mostrarse los padres sarcsticos o
punitivos acerca de tales actos de sabotaje, sino disculparse siempre por ellos.
paternales, El resultado es un tpico problerna de puntuacin, corno lo describimos
brevemente en el captulo II en relacin con la propiedad b de grupo. Al observador
exterior no le cabe duda de que si una de las partes quisiera hacer menos de lo mismo, la
otra seguira inmediatamente.
1 I I
Una joven y entusiasta maestra tiene dificultades con un as llamado estudiante-problema.
Mientras que el resto de la clase parece beneficiarse de sus enseanzas, dicho nio (de
ocho aos de edad) no progresa nada. La maestra avisa a los padres para que vengan a
hablar con ella y averigua que el nio procede de un matrimonio separado, que la madre
trabaja y tiene poco tiempo para atender a su hijo, el cual lleva en su casa una vida ms
bien solitaria. Teniendo en cuenta estos hechos, la maestra decide hacer cuanto puede
para compensar tal dficit en la vida del nio, prestndole un mximo de atencin. Pero
cuanto ms lo intenta, menos resultados logra, y ello hace que lo intente ms
enrgicamente an. La situacin llega a transformarse en un callejn sin salida, en el que
no solamente descienden hasta un mnimo los resultados escolares del nio, sino que la
i
._".
El grado de atencin que una persona est dispuesta a prestar a otra es un importante
elemento de la naturaleza de su relacin y puede llegar a convertirse fcilmente en fuente
de problemas. Pero atencin y falta de atencin son, a su vez, otro par de contrarios que,
combinados, dan lugar invariablemente al miembro de identidad y por tanto a un cambio
igual a cero. Dentro de este contexto, como en ejemplos anlogos anteriormente citados,
la solucin exige un desplazamiento a una premisa que aparentemente va en contra de
todo sentido comn. He aqu un ejemplo:
Los beneficios de la falta de atencin
En lugar de lanzar vanas amenazas, de utilizar razonamientos y exhortaciones, los padres
asumen un modo tranquilo, pero mucho ms poderoso de manejar a su hijo. Este cambio
impide una solucin intil que contribua a mantener el problema.
Gran parte de la eficacia del sabotaje benvolo reside en un doble proceso de
reestructuracin: le quita al adolescente las ganas de rebelarse, ya que no le deja mucho
motivo para ello, y virtualmente invierte la dinmica de la interaccin familiar. En una
familia tpica en la que existe un delincuente juvenil, los padres son abiertamente punitivos
y represivos, pero ocultamente permisivos y seductores. El sabotaje benvolo da lugar a
una situacin en la que se vuelven abiertamente permisivos y desvalidos, pero
ocultamente punitivos, y ello de un modo contra el cual el adolescente no puede rebelarse.
Desde luego se ha de prestar siempre gran atencin a la medida en que los padres
acepten colaborar conjuntamente en la tarea. Si existen ms bien escasas perspectivas de
cooperacin, se puede inferir una prescripcin dentro de la prescripcin principal y se les
puede decir, por ejemplo, que el ms dbil de ellos, sin darse cuenta, har probablemente
algo para poner en peligro las posibilidades de xito, pero que es imposible decir de
antemano cul de ambos se mostrar el ms dbil.
reclutas un instructor duro, probablemente !e acarrear el odio de aquellos, pero
supondr una excelente probabilidad de sobrevivir en combate. Una argumentacin similar
se puede utilizar con aquellos padres que desean el carilla de sus hijos y que por ello
temen ser malos con ellos. Se les puede criticar por querer hacer tan fcil la educacin
de los hijos para ellos mismos, pero a expensas de stos. Otros, a su vez, se muestran
ms dispuestos a aceptar la mencionada tarea si se les explica que una de las ms
importantes lecciones que tiene que aprender un adoiescente es la de que una mano lava
a la otra, y que su hijo no se ha dado probablemente cuenta de lo mucho que les exige sin
darles nada o muy poco a cambio.
Una deliberada falta de atencin, destinada a lograr atencin constituye el ncleo de una
historieta del humorista viens Roda Roda. Los oficiales jvenes de un regimiento de
caballera austraco, de guarnicin en una pequea y desolada ciudad de Galitzia,
vislumbran un solo rayo de esperanza en su montona rutina militar: la cajera del nico
caf de la ciudad, una joven encantadora y muy atractiva. Sentada tras su caja
1 1 2
~
i . _
L_
Hemos encontrado que el mismo principio de actuacin resulta til para tratar a menores
que se escapan de su casa. En la mayora de los casos, los padres se muestran
comprensiblemente preocupados por la desaparicin de su hijo, pero tambin reacios a
avisar a las autoridades y emprender los trmites correspondientes; sobre todo si no es la
primera vez que ocurre y las fugas anteriores fueron relativamente innocuas. Pero, sin
llegar a denunciar oficialmente la fuga de su hijo, los padres hacen todo lo posible por
averiguar su paradero. Si se puede persuadir a los padres de no hacer absolutamente
nada para buscarle, ni siquiera preguntar a sus amigos, ni intentar saber de l a travs de
intermediarios, etc., las probabilidades de que el fugitivo desee volver a establecer
contacto con ellos muy pronto son por lo general excelentes. Cabe preguntar, desde
luego, cmo podemos saber que lo mismo no hubiera sucedido tras haber emprendido los
padres, ms o menos pronto, una bsqueda. Todo lo que podemos decir es que, a partir
de nuestras entrevistas con estos menores, tenemos razones para creer que dan gran
importancia al grado de atencin que se presta a su huida y que, en consecuencia, la
ausencia de noticias acerca de dicha atencin constituye una poderosa razn para
restablecer el contacto con sus padres, mientras que el saber que se es objeto de una
ansiosa bsqueda les hace prolongar una situacin que, despus de todo, no es sino una
variante de su tpico juego con sus padres.
Aun a riesgo de incurrir en repeticiones, deseamos sealar aqu nuevamente que en este
caso nos preguntarnos qu era lo que estaba sucediendo ahora y aqu, y no por qu se
estaba comportando el nio del rnodo mencionado, por qu la maestra eligi dicho modo
de tratar al nio y luego hizo lo que hizo, etc.
Es precisa una buena dosis de reestructuracin para lograr que cese de intentar ms de
lo mismo, es decir: que cese de aislar o discriminar al nio con su atencin, y para que le
trate ms o menos del mismo modo que al resto de la clase. Casi inmediatamente, el nio
comienza a intentar llamar la atencin de la maestra, primeramente por medio de algunas
pequeas molestias ( que se le ha recomendado ignorar} y muy pronto mediante un
mejoramiento de sus resultados escolares (que se la ha recomendado premiar mediante
un reconocimiento y alabanza inmediatos).
A partir de su descripcin se desprende bastante claramente que su modo de resolver el
problema, es decir, su prestacin de una cantidad extraordinaria de atencin y ayuda a
este nio, ha convertido la dificultad inicial en un problema, y actualmente lo perpeta. La
maestra, desde luego, no se da cuenta, en principio, de esto, con arreglo a su sentido
comn ya lo que le han enseado sus cursos de psicologia, piensa que el problema reside
en las condiciones existentes en el hogar del nio, en su desdichada situacin personal,
etc., y lo que ella intenta es, desde su punto de vista, el modo correcto de abordar el
problema.
maestra comienza a dudar de su propio valor profesional Sospecha que su nerviosismo
tiene algo que ver con el problema y con un tpico sentido comn intenta sobreponerse.
Un joven inteligente, que estaba estudiando para lograr su licenciatura, tena especiales
dificultades cuando haba que redactar trabajos y se aproximaba la fecha de su
presentacin. Por temor a la tarea a realizar, la iba posponiendo hasta el ltimo fin de
semana, se levantaba temprano el sbado, y luego se sentaba ante su mesa de trabajo,
con la mirada fija en un montn de cuartillas y seis lapiceros bien afilados, pero incapaz de
escribir ni la primera frase. Con excepcin de unas pocas horas de sueo intranquilo en la
maana del domingo, su agona continuaba e iba en aumento hasta muy tarde en la noche
del domingo, cuando sumido en una profunda desesperacin, pergeaba una especie de
breve ensayo, copiado en parte de libros de texto, y lo presentaba en la maana del lunes,
en que expiraba el plazo. Cada vez que haca esto se hallaba convencido de que recibiria
una mala calificacin, pero por lo general, y siempre para sorpresa suya, su trabajo era
aprobado. De modo tpico, lo atribua a algn extrao error o bien al hecho de que el
profesor le quera lo bastante como para cerrar los ojos y dejar pasar su deplorable
produccin. Lleg un momento en que lo nico que precisaba para obtener su ttulo eran
dos trabajos. Ya que era un tpico ejemplo del viajero que encuentra que es mejor viajar
lleno de esperanza que lleqar, cay en una angustiosa orga de demoras. Cuando nos
refiri su problema, haba obtenido ya dos prrrogas de la fecha ele presentacin y no
tena esperanzas de obtener una tercera. A partir de anteriores contactos con l sabamos
1 1 3
r
~_ ...
L
Los esfuerzos realizados por los estudiantes para cumplir con sus deberes universitarios
son frecuentemente de una ndole tpicamente contraproducente y el ejemplo que
incluimos a continuacin es representativo, mutatis mutandis, de un grupo entero de
problemas similares.
Problemas con los estudios
Hace aos, un uso similar, si bien a la inversa, de atencin y falta de atencin, formaba
parte de la rutina de los noviazgos dentro de la tradicin familiar en el este de Europa. Los
matrimonios eran arreglados por los padres y, como se comprende. su eleccin rara vez
despertaba gran entusiasmo por parte de los dos futuros esposos. En tales casos, los
padres se servan por lo general de los servicios de un casamentero profesional, el cual
proceda del modo siguiente: primero visitaba aparte a uno de ambos prometidos, por
ejemplo al novio, y le preguntaba si se haba enterado de cmo ella le observaba cada vez
que l no la miraba. Ya que la respuesta sola ser negativa, le deca que vigilase
atentamente, si bien, desde luego, de un modo discreto, y se dara cuenta por .s mismo.
Luego haca lo mismo con la futura novia y as los dos jvenes acababan interesndose
muy pronto el uno por el otro.
registradora, sitiada por una multitud de oficiales que la cortejan fogosamente, rechaza
coquetamente todas sus proposiciones. El protagonista de la historia est
desesperadamente enamorado de ella, pero sabe que difcilrnente, puede competir con
sus compaeros, los otros oficiales. As pues, adopta una deliberada estrategia de falta de
atencin: permanece sentado solitariamente en su mesa, vuelto de espaldas a la joven,
hasta que al abandonar el caf paga su cuenta con estudiada indiferencia. Ello le convierte
en el (mico oficial que no la corteja y, siendo como es la naturaleza humana, despierta
enormemente el inters de la chica, de modo tal que finalmente es ella la que va tras l.
para asombro de sus camaradas, quienes haban ensayado todo gnero de seducciones,
viendo al final cmo su compaero, que no haba hecho absolutamente nada, era quien
obtena el premio.
L
114
Otra tcnica til es tambin la vinculacin de dos problemas, uno de los cuales se
prescribe como castigo del otro. As por ejemplo, si un estudiante tiene dificultades tanto
con el estudio como con quedar citado con chicas, se puede obtener un cambio en ambas
L
r
,
L
r o -
Otro modo de enfrentarse con este problema de aplazamiento angustioso, con ftiles
esfuerzos de concentracin para estudiar, es el de establecer un lmite de tiempo. As por
ejemplo, se le pregunta al estudiante el tiempo que puede razonablemente tardar en
aprender una leccin; digamos, por ejemplo, las nueve de la noche. Luego se le hace
prometer que si no termina de aprender la leccin a las 9 en punto, quedar libre para
hacer lo que quiera con excepcin de continuar estudiando. Esta prescripcin reestructura
el tiempo libre como castigo y con aquellos estudiantes que tienden a pensar en trminos
de premio y castigo, no es preciso por lo general dar ninguna otra explicacin.
El lector ya puede imaginarse el resto de la historia. En la sesin siguiente inform que
haba escrito primeramente nuestro trabajo en menos de dos horas, ya continuacin se
haba puesto a realizar el suyo, que le ocup prcticamente todo el fin de semana.
Cuando le fueron devueltos los trabajos, una vez calificados, tena una nota mnima en el
suyo y una buena calificacin en el nuestro. Qued visiblemente turbado y se
preguntaba en qu clase de mundo viva donde tal cosa poda ocurrir. Corno puede verse.
en este caso la reestructuracin fue debida en su mayor parte a las circunstancias de la
situacin misma; el inexorable paso del tiempo le forz sencillamente a abandonar su
premisa y nosotros utilizamos tal estado de apremio, adems de respetar su necesidad de
hacer las cosas lo ms difcilmente posible. Desde luego, habra sido menos doloroso para
l que hubisemos logrado reestructurar el problema de un modo ms acorde y por lo
tanto menos amenazador para su sistema de valores y su concepcin de la vida. Mas
incluso asi, tal experiencia le ense, para emplear las palabras de Wittgenstein, un juego
diferente en lugar del propio, ya que no pudo continuar jugando ingenuamente este ltimo.
En esta-sesin tuvo por tanto lugar un cambio persistente, logrado mediante tan slo un
tratamiento de la cima del iceberg, es decir, sin insight alguno en los motivos y el origen
de su perfeccionismo.
que se estaba imponiendo utpicas exigencias acerca de la calidad de su obra, vindose
luego forzado a la demora como la nica tctica de evitacin que se le ofreca. Le era
particularmente difcil comenzar a escribir, debido a que, redactase como redactase la
primera frase, no la consideraba jams lo suficientemente buena y ello le impeda pensar
siquiera en la segunda. La sugerencia ms obvia era la de escribir dichos dos trabajos de
un modo que le sirviese estrictamente para pasar su examen, pero rechaz esta solucin
de plano. La idea de producir aigo mediocre, a propsito, le parecia inaceptable, si bien
tuvo que admitir que el resultado final de su intensa labor era de todos modos bastante
mediocre, por lo general. Pero -y ello constitua para l la diferencia esencial- por malo
que fuese, r constitua despus de todo el resultado de una dolorosa. honesta t y dura
labor. Sin embargo, era ya viernes por la tarde y saba muy [bien que para el lunes pOI' la
mariana, ambos trabajos no estaran preparados si segua su procedimiento habitual.
Eventualmente se , mostraba dispuesto a establecer un compromiso: escribir un trabajo a
su modo y por lo que al otro se refera, iba a hacer el mximo esfuerzo por redactar lo
suficiente mal como para obtener la nota mnima para aprobar. Se comprometi sobre
todo a no cambiar la primera versin de la primera frase bajo ninqn concepto. ya
introducir deliberadamente algunos errores en la redaccin si al volver a leer el trabajo le
pareca demasiado bueno corno para una nota mnima.
I i5
Tras habrsele preguntado lo que se propona hacer entonces, nos present un plan ms
bien grandioso. No slo deseaba ir a Los ngeles para aprender a tocar el sitar bajo la
direccin de Ravi Shankar, sino que esperaba que esta msica fuese el medio con el que
.influira sobre el mundo occidental. Al mismo tiempo deseaba tambin estudiar
Yo tena tantas alucinaciones se me escapaban de las manos. El coche se converta en
una nave espacial y el escenario se transformaba como en algo de hace un centenar de
aos y todo pareca la continuacin de todo pareca la reconstruccin artificial del rnundo.
~
El paciente inform que acababa de ser dado de alta de un hospital provincial. Haba sido
ingresado en l tres semanas antes a causa de un estado psictico agudo:
De modo semejante, una persona que se plantea en la vida metas demasiado sublimes no
tendr en cuenta ninguna tentativa de convencerla para que adopte proyectos ms
realistas. Para ella, tales consejos no son sino una invitacin a resignarse a un modo de
vida miserable y deprimente; por tanto, el lenguaje del sentido comn resulta el menos
adecuado para obtener xito en estos casos. Lo nico que tal persona comprende, pero
demasiado bien, es el lenguaje de la utopa. Desde luego la idea de fomentar, en vez de
combatir, aquello que precisa ser cambiado, resulta chocante para el sentido comn. Pero
ya hemos visto que el modo de abordar a un pesimista consiste en enfrentarle con un
pesimismo ms acentuado an y, de modo asaz anlogo, el que alberga utopas
renunciar por lo general ms pronto a las mismas si stas son llevadas ms all de sus
propios lmites. Los siguientes resmenes de una entrevista con un estudiante de 29 arios
muestran esta forma de intervencin. (No creemos preciso sealar que lo que sigue no es
un informe completo de un caso, nila intervencin una cura de la esquizofrenia.)
Esta interdependencia del sentido comn y las utopas se hace especialmente evidente
cuando nos enfrentamos con ideas de proporciones psicticas. El paranoico lleno de
sospechas patolgicas no se tranquiliza lo ms mnimo con las tentativas de convencerle
eleque no tiene nada que temer: si no tuviesen intencin de lastimarme, no intentaran
tanto tranquilizarme, es su reaccin tpica, y aqu tambin ms de lo uno da lugar a ms
de lo otro.
El sentido COITILlnindica que el mejor modo de enfrentarse con problemas surgidos de la
imposicin de metas exageradas es sealar sus aspectos impracticables y absurdos. con
la esperanza de que el sujeto se d cuenta de los mismos. Como es casi siempre la regla
en los problemas humanos, las soluciones dictadas por el sentido comn son las ms
contraproducentes y en ocasiones, incluso, las ms destructivas. Tratar de inyectar
realidad en utopas establece y mantiene un callejn sin salida mediante la introduccin
del miembro recproco (es decir: sentido comn contra utopismo. El resultado es una
invariacin del grupo, ya que, parafraseando a Lao Tse, podemos ver tan slo al sentido
comn como tal porque existen utopas.
Tratando utopas
-easprescribiendo que si fracasa en cumplir una exigencia determinada en cuanto a sus
estudios, tiene que aceptar llamar al da siguiente a una chica para quedar citado con ella.
El unir problemas de este modo es asimismo el mtodo de eleccin en muchos otros
aparentes callejones sin salida que se dan en las relaciones humanas.
116
Para muchas personas, su problema es sencillo; demoran el realizar una accin necesaria
que suponga ciertos riesgos e inconvenientes. Recordemos, a modo de ejemplos, el
ingeniero sin empleo que se angustia cuando tiene que acudir a entrevistas para solicitar
El pacto con el diablo
L
Usando dicha tcnica de un modo consecuente, el psicoterapeuta fue capaz de ir llevando
el dilogo paulatinamente hacia niveles ms prcticos.
L
Paciente: Cada vez que me elevo a un nivel ms alto, es ms abstracto. Lleva tiempo y
yo no lo tengo -se me ha acabado sabe usted? -esos grandes problemas prcticos me
agobian sabe usted? No tengo dinero y tengo que encontrar algo inmediatamente; ese es
el problema.
Todo eso est muy bien, pero concentrndose tanto en lo prctico impide a su imaginacin
elevarse a un nivel ms alto y pensar en trminos ms amplios y cornprensibles.
Psicoterapeuta: Eso es todo lo lejos que puede ir usted con su pensamiento. Hasta
ahora, sus ideas acerca del sanatorio de readaptacin o de la escuela de msica son ms
bien concretas y prcticas.
A los pocos minutos volvi a repetirse el mismo patrn de interaccin, pero esta vez el
paciente termin por describir sus dificultades en un lenguaje ms corriente:
La nica direccin que puedo ver, sabe usted, hay esas grandes masas enormes de
humanidad, no puedo apartar de mi mente la oriental las dos tradiciones orientales de
Mao y... y la que en ltimo anlisis veo en el hombre, y la ltima cosa hind ahora es la
msica de Ravi Shankar, debido a que es la manifestacin ms etrea aparte de la
meditacin autntica. y luego, cuando Mao Tse Tung se est ocupando de la agricultura y
ele la reforma agraria y los dos en mi mente los veo a los dos como qrandes bloques y lo
del sanatorio de readaptacin es la nica cosa en la que puedo pensar No puedo ver ms
que estas dos salidas ahora: msico en Los ngeles o pensionista en un sanatorio en
alqn sitio de Santa Cruz.
En su respuesta, el paciente continu manteniendo sus puntos de vista grandiosos. pero
comenz a hablar de manera ms realista acerca de lo que poda hacer ahora:
Si podemos hacer algo aqu, en diez sesiones, debemos intentar almenas poner en claro
qu valdra la pena llevar a cabo, tanto desde el punto de vista de ser til al mundo, como
para mostrar que usted ha realizado algo valioso. Se trata, en suma, de hacerse una idea
sobre qu direccin hay que tornar.
agricultura, a fin de utilizar mtodos agrcolas chinos para alimentar a las masas
hambrientas del mundo. Cuando el psicoterapeuta se mostr en principio de acuerdo con
estos objetivos, pero no los encontr lo bastante grandiosos. el paciente comenz a hablar
de un plan mucho menos ambicioso: ingresar en un sanatorio de readaptacin, pues
durante los dos ltimos aos haba estado muy introvertido y precisaba de cierto feedback
social para salir de la profunda sima de su mundo interior. El psicoterapeuta encontr que
esta idea el'a ms bien mezquina. Dijo ai paciente:
i__
117
En este momento, el cliente pedir alguna explicacin para averiguar los riesgos
implicados en dicho plan, antes de aceptarlo, pero el psicoterapeuta mantendr su postura
del principio de no dar detalles antes de que se comprometa a cumplirlo. Ya que el
paciente tiene por lo general cierta urgencia en cuanto a tiempo, esto puede utilizarse
dicindole: y a me doy cuenta que le estoy exigiendo mucho, como sime tuviese que dar
usted un cheque en blanco. Creo que resultara adecuado que lo pensara detenidamente
~...
Cuando alguien de estas caractersticas comienza la psicoterapia, est plenamente
absorbido por un dilema: aquello que desea alcanzar es para l lo ms importante y
urgente, ya que se le est acabando el tiempo, el dinero, etc., y ya que la urgencia es tan
grande, lo ms importante de todo es que no haya riesgo alguno de fracaso que ponga en
peligro la eventual accin a emprender. Siel psicoterapeuta se deja captar tambin por tal
dilema, dar consejos acerca de cmo el paciente puede superar su ansiedad y
emprender los pasos necesarios. El paciente, tras escuchar atenta y amablemente estos
consejos, los rechazar como impracticables, o bien afirmar que no tendr oportunidades
para llevarlos a buen fin o dir que ya los ha intentado antes, sin resultado y por tanto
para qu repetir algo que est seguro que va a fallar? Pero a cada rechazo, sin embargo,
retorna por lo general a una peticin directa o indirecta de que el psicoterapeuta le
aconseje otra cosa, y as se va repitiendo el ciclo. Una psicoterapia as termina con
frecuencia cuando el paciente, habiendo agotado las posibilidades del psicoterapeuta,
anuncia que el tratamiento no le sirve para nada y que ser mejor ir a ver a otro
especialista o hacer otro gnero de psicoterapia. (Es un hecho corriente que estos
pacientes hayan pasado por diversos tratamientos de distintas clases y de breve
duracin.) El pacto con el diablo es una maniobra que permite al psicoterapeuta abordar
el dilema atacndole por completo de flanco y, paradjicamente, invirtiendo la cuestin del
riesgo. Ya que el paciente no puede negar su actitud precavida, y ya que es evidente que
su problema no ha experimentado modificacin alguna en otros tratamientos
psicoterpicos anteriores, se le dice que existe un plan que har muy probable el logro de
su objetivo, pero que seguramente lo rechazar sise le presenta meramente como otra
sugerencia, y por ende tan slo le ser revelado si primero promete llevarlo a cabo sin
tener en cuenta lo difcil, inconveniente o irracional que parezca. Sin darle detalles, tan
slo se le dice que la ejecucin del plan est dentro de sus posibilidades y capacidad y
que no ser nipeligroso, nicaro. Para motivar ms la aceptacin por parte del paciente, se
le dice: Si tiene usted todas las posibles respuestas a su problema, no me necesita
realmente, pero sino cuenta usted con tales respuestas, necesita miayuda, y yo creo que
tan slo se la puedo prestar de este rnodo.
~. -
,
Su problema se complica cuando intentan alcanzar su objetivo de un modo que no
suponga riesgo y su actitud se vuelve entonces excesivamente cauta. Los amigos o los
socios agudizan involuntariamente el problema al animarles y urgirles que den el paso.
Por lo general lo hacen de un modo destinado a inspirar confianza al sujeto, senalndoie
que no hay nada que temer, que se trata de algo que puede hacer perfectamente, etc.
Este bien intencionado modo de animar al sujeto es por lo general interpretado por ste
como un no tener en cuenta su ineptitud o el riesgo autntico de fracaso y rechazo
implicado en la accin. En todo caso, si se le dice ya vers como lo puedes hacer,
aumenta su miedo al fracaso.
las aproximarse a es demasiado tmido
ni 10
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iJ'""\\ 10t"l
jVVv11 puestos de trabajo, o el
muchachas.
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118
~..
j ,
e. ......
Sustituye el viejo juego por otro nuevo, en el cual se ha de asumir un riesgo, si bien este
ltimo consiste solamente en rechazar el pacto.
El pacto con el diablo es un ejemplo especialmente claro, mediante el cual podemos
resumir de nuevo nuestra teora del cambio: mientras que el paciente y el psicoterapeuta
permanezcan dentro de la trampa creada por el primero, el problema persistir. Dentro de
dicha trampa se puede intentar muchas soluciones distintas, pero todas ellas conducen
invariablemente al mismo resultado: un cambio igual a cero. Dentro de dicha trampa la
pregunta: qu otra cosa puede hacer el paciente? tan slo conduce a acentuar el
problema que se supone hay que resolver y crea unjuego sin fin. El pacto con el diablo,
por otra parte, ataca la trampa misma, es decir: a la clase, y no a los miembros de sta.
Esta maniobra coloca al paciente en una curiosa posicin: tan slo puede responder si
o no. Si dice no, sin saber qu es lo que est rechazando, excepto que se trata de
algo que probablemente le sacara de apuros, est forzado a adoptar una decisin.
Adems, se ve entonces obligado a reconocer, por ei rnero hecho de su eieccin negativa,
que su problema no es tan importante o urgente, en cuyo caso carece de importancia ms
psicoterapia o buscar ms consejos de amigos. Si acepta. se compromete a seguir una
orden de otra persona sin ninguna oportunidad de examinarla primeramente mediante la
razn y la lgica. As, al aceptar o al rechazar este pacto COIl el diablo, est asumiendo
un riesgo al menos igual al involucrado en cualquier accin "eferente a su problema, ya
que se ha puesto a ciegas en manos de otra persona. Una vez que ha consentido en esto
ultimo, no hay mucha diferencia si el plan supone una aproximacin ms segura y gradual
a la situacin de riesgo, o si se trata de alguna accin mas drstica o muy diferente, ya
que el mero hecho de aceptar el plan, consistente en hacer cuanto se le ordene,
representa ya un cambio con respecto a su actitud original de sobre todo, cautela.
antes de decidirse y que !11ediera su respuesta !a semana prxima. Se !e dir que si su
respuesta es negativa, se considerar concluido el tratamiento.
119
L
Este punto de vista difiere del que adoptan otros enfoques estratgicos y
estructurales de la terapia familiar .En estos, si bien se comprende la funcin protectora
del slntoma (Haley, 1967 b , 1976b; Minuchin, 1974), lo tipico es que se conciba al nio
envuelto en una coalicin con uno de los padres contra el otro, o con un abuelo u otro
pariente contra uno de los padres, o envuelto en un conflicto entre los progenitores, donde
el nio proporciona el lazo que mantiene unidos a estos. Tales enfoques sostienen que el
nio es utilizado por sus padres en el conflicto que libran, el cual se desva pasando POI-el
ni110,de modo tal que, por ejemplo, la madre alienta a su hija para que desobedezca al
padre, que ataca a la hija cuando est enojado con la madre (Minuchin, 1974). La
involucracin del nio en un conflicto familiar ha sido considerada tambin como una
rplica de problemas familiares de una generacin anterior (Bowen, 1978). A primera vista.
desde un ngulo terico las diferencias tal vez no parezcan importantes, pero lo son por
las implicaciones que estos diferentes puntos de vista tienen para la eleccin de la
estrategia teraputica. En nuestro enfoque, en lugar de que el terapeuta aborde a la
familia pronto a ver conflictos, coaliciones y adversarios, puede contemplarla en trminos
de ayuda benvola y de cuidado. No se considera al nio un partcipe pasivo en los
conflictos de los padres, sino un iniciador activo de secuencias de interaccin protectoras.
A menudo los terapeutas encuentran en una familia lo que buscan en ella, y las posturas
tericas pueden convertirse en profecas que provocan su propio cumplimiento. En este
sentido, es mejor buscar la ayuda benevolente y el cuidado solicito que buscar el conflicto
y la desavenencia. La conducta problemtica de los nios puede servirles a los padres de
maneras muy especficas. Por ejemplo, un nio puede desarrollar un problema que
obligue a su madre a permanecer en su casa para cuidarlo, con la consecuencia de que la
c __
Un progenitor puede tener problemas en su trabajo, roces con sus parientes o
enfrentar una amenaza de separacin de su cnyuge, pero la pareja dejar de lado sus
propios problemas, al menos ternporariamente, para asistir a su hijo o controlarlo.
Procurarn superar sus propias fallas y mantenerse unidos con el objeto de ayudar al
chico. En tal sentido, la conducta perturbada de este ttirno es beneficiosa para sus
padres, ya que les da un respiro en sus tribulaciones y una razn para vencer sus
dificultades. Ya sea que la conducta del nio genere la solicitud, proteccin o castigo de
sus progenitores, hace que la inquietud de estos se centre en l y que se vean a s
mismos como padres de un nio que los necesita, en lugar de verse como individuos
abrumados por dificultades personales, econmicas o sociales. En este sentido, el nio
cumple en su familia el papel de benefactor o protector solcito de los dems.
Si un nio presenta una conducta problemtica, queda singularizado dentro de la
familia COIT10una fuente especial de preocupacin para los padres, que se ven envueltos
en una lucha por modificarlo. El nio puede tener un sntoma cualquiera dentro de una
amplia variedad (terrores nocturnos, dolores de cabeza, pirornanla, enuresis), pero sean
cuales fueran sus dificultades, su conducta perturbada mantiene a los progenitores
involucrados en el intento de ayudarlo y de cambiar su comportamiento.
CAPITULO 4
Problemas infantiles: tres estrategias paradjicas
Terapia familiar estratgica
Clo Madanes
Amorrortu editores
120
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e
n
n
L
Para el terapeuta, el problema radica en hacer que el nio renuncie a la conducta
perturbada que es la base de su poder. El terapeuta no puede lograr esto en forma directa.
El nio tiene poder sobre sus padres, y son estos quienes deben quitrselo. Ahora bien: el
dilema es que cuanto ms se afanan los padres por cambiar al nio, ms se mantiene la
funcin del sntoma. Ante este dilema, los terapeutas han optado por seguir diversos
caminos. Uno consiste en alentar a los padres a que ignoren el sntoma del hijo. Otro es
hacer que los padres presten atencin al nio y lo recompensen slo cuando no presenta
el sntoma. Hay otras maneras de abordar el problema, entre las cuales estn las que
describiremos aqu, y que consisten en conseguir que la conducta perturbada del hijo no
cumpla ya el propsito de ayudar a los padres, yen ofrecer una manera ms apropiada en
que el nio puede series til.
La conducta con que el runo protege a sus padres es funcin del sistema de
interaccin familiar. Esto no significa que el nio planee deliberadamente proteger a los
padres suscitando su preocupacin -aunque a veces as ocurre-. No es mi intencin
afirmar que para entender todos los sntomas de los nios lo mejor es considerarlos desde
el punto de vista de su funcin protectora. A veces un problema presentado es resultado
de la negligencia o de un padecimiento fisico. A veces el elemento protector se pierde en
la tirana que el nio impone a sus padres (nos ocuparemos de esta tirana en el captulo
6). En ciertas ocasiones, la conducta perturbada del nio se entiende mejor como un
pedido de poder a travs del desvalimiento o la disrupcin. Pero ya sea que se vea en el
nilo sintorntico a un protector o a un tirano, lo cierto es que su conducta perturbada
cumple en la familia una funcin til, aunque infortunada. En toda organizacin existe una
jerarqua, en el sentido de que una persona posee ms responsabilidad que otra para
determinar lo que sucede. En la organizacin familiar, los padres estn situados dentro de
la jerarqua en una posicin superior a los hijos. Si la conclucta perturbada del hijo es
protectora de los padres, hay en la familia una organizacin jerrquica incongruente. Vale
decir, que si bien los padres, por el hecho de serlo, se hallan en una posicin jerrquica
superior a su hijo, de quien son legalmente responsables ya quien deben cuidar y proveer,
el hijo, con su conducta perturbada, protege a los padres ayudndolos a esquivar sus
dificultades ya pasar por encima de sus defectos. En este sentido, por el hecho de ayudar
a sus padres, el nio se halla en una posicin superior a ellos. Si su comportamiento fuera
normal, el hijo perdera el poder que su conducta perturbada le otorga sobre sus padres, y,
en consecuencia, la posibilidad de ayudarlos. Para conseguir modificar la conducta del
nio. los, padres deben abordar sus propias dificultades de manera tal que la proteccin
del hijo ya no les sea indispensable. Cuanto ms tratan los padres de cambiar la conducta
de su hijo, ms se mantiene la funcin cumplida por la proteccin de este. Esta proteccin
quizs ayude temporariamente a los padres a eludir sus problemas, pero no los ayuda en
absoluto a enfrentar y resolver las cuestiones que les conciernen, y aun puede llegar a
impedir que las resuelvan.
madre no deber enfrentarse con la bsqueda de un trabajo. E! problema del nio ofrece
al progenitor una excusa conveniente para eludir situaciones desagradables. Si cuando el
padre vuelve a su casa turbado y preocupado el hijo se porta mal, en vez de seguir
preocupado por su trabajo el padre puede descargar su enojo contra el chico; el mal
comportamiento del nio es til para l. Adems, haciendo que su padre se enoje con l,
le ahorra a su madre tener que ayudar a su marido, ya sea compadecindose de sus
problemas o discutiendo con l. De este modo, pues, el nio ayuda a sus dos
progenitores.
1 2 1
A veces el sntoma de un nio expresa analgicamente el problema de uno de sus
progenitores. Por ejemplo, si el trabajo del padre es un "dolor de cabeza", tal vez el chico
sufra dolores de cabeza. El sntoma del nio expresa el problema del progenitor y es a la
L.
Estrategia 1 : El progenitor pide al nio que tenga el problema
Estrategias y ejemplos de casos clnicos
Una manera de reinstaurar en la familia una organizacin jerrquica nica en la que
los padres estn en una posicin superior al hijo, es que el terapeuta consiga que los
padres resuelvan el problema del hijo. A continuacin expondrernos con ejemplos algunas
tcnicas paradjicas para lograr esto.
1 . El terapeuta supone que un sntoma expresa analgica o metafricamente un problema
y es tambin una solucin, aunque por lo general insatisfactoria, para las personas en
cuestin. Por ejemplo, si un nio habla sobre sus dolores de cabeza, est hablando acerca
de ms de una clase de dolor. Vale decir que la conducta es siernpre una comunicacin en
muchos niveles. El mensaje "Tengo dolor de cabeza" es un informe acerca de un estado
interior, pero tambin podra ser una manera de negarse a hacer las tareas domsticas o
de conseguir que el padre lo ayude con los deberes escolares.
2 . El terapeuta comienza por determinar quin es el foco de la preocupacin del lino, a
quien protege este y de qu manera. Luego, resuelve intervenir de un modo que modifique ....
la organizacin familiar, convirtindola en una organizacin con una jerarqua nica en la
que los padres estn en una posicin superior. Habitualmente, la intervencin del-
terapeuta adopta la forma de una directiva sobre algo que la familia debe hacer dentro y-
fuera de la sesin. Las directivas pueden ser directas o paradjicas, e involucrar a una o
dos personas o a toda la familia. Su finalidad es modificar la interaccin de los miembros
de la familia entre s y con el terapeuta.
3. Al terapeuta no le preocupa que los miembros de la familia cobren conciencia de la
manera en que se produce la comunicacin; si un problema puede resolverse sin que la
familia sepa cmo o por qu, eso es satisfactorio.
4. La terapia se planea en etapas, y se supone que por lo general el problema presentado
no puede resolverse en una sola etapa.
5. En cada familia las relaciones son idiosincrsicas, y aun cuando los problemas
presentados por diversas familias sean similares, pueden requerir diferentes planes
tera peuticos.
En los enfoques teraputicos que aqu expondremos, el terapeuta planea una
estrategia para resolver el problema del nio. El objetivo est siempre claramente
establecido. y consiste en resolver el problema presentado.
Para alcanzar el objetivo de la terapia. el terapeuta debe reinstaurar en la familia
una organizacin jerrquica nica, en la cual los padres ocupen una posicin superior al
hijo; o sea, en la cual lo protejan y lo ayuden, en vez de ser protegidos por l. Si se
pretende reinstaurar una jerarqua familiar en que los padres se hallen en posicin
superior al hijo, son los propios progenitores los que deben resolver el problema del hijo
Ellos. y no el terapeuta por s solo, deben estar involucrados en el cambio que se pretende
lograr en la conducta del hijo.
A la semana siguiente, cuando la familia vino a sesin, el padre inform que se
haba sentido torturado por el dilema de imponer o no esta ordala a su bija. Coment que
se senta igual que Abrallam cuando Dios le exigi el sacrificio de su hijo. No lo haba
puesto en prctica; lo intent un par de veces, pero el nio se puso a llorar implorndole
122
L
Ii ..
~
Trascurridas algunas semanas, el terapeuta le dijo al padre que, como no habia
cumplido con lo que prometiera, ahora tendra que realizar una tarea ms difcil, que
aseguraria la curacin del sntoma del hijo. Sin embargo, el terapeuta no revelara en qu
consista esta curacin hasta que el padre se comprometiera a seguir sus instrucciones. El
padre acept. El terapeuta le comunic entonces que todas las noches le dara a su hijo
un gran vaso con agua, lo llevara a su cuarto y le exigira que orinase adrede en la cama,
y luego se acostara a dormir sobre las sbanas hmedas. El padre deba quedarse junto
al nio en la habitacin hasta que este orinase en la cama y se metiese en ella para
dormir. y esto deba repetirse todas las noches durante una semana.
La terapia comenz con ciertos procedimientos de rutina para lograr que el padre
resolviera el problema del hijo. Si este mojaba la cama, era el padre, y no la madre, quien
deba lavar las sbanas. Las mojaduras del nio seran un inconveniente para el padre
ms que para la madre. Adems, el padre debi Comprar un reloj despertador para que el
hijo pudiera despertarse en medio de la noche e ir al bao, y le tena que dar alguna
recompensa si no se mojaba. El padre nunca hizo lo que se le pidi, aunque se excusaba
por en y prometa siempre que lo hara la semana sguiente.
Un nio de 12 aos fue trado a terapia porque se orinaba casi todas las noches:
haban sido excluidas las causas orgnicas. Su madre haba estado internada en una
oportunidad por depresin. El padre trabajaba muchas horas por da, y la madre se
quejaba de que no tena inters en ella y le atraan otras mujeres. El terapeuta y la
supervisora partieron de la hiptesis de que la enuresis era una expresin metafrica del
inadecuado comportamiento del marido en la cama y, al mismo tiempo, un intento de
ayudar a los padres solicitando su atencin y distrayndolos de sus otros problemas. El
sntoma del chico haca que la madre pudiera centrarse en los problemas de l ms que
en su propia depresin, y que sus reqaos hacia el marido estuvieran dirigidos a que este
pasara ms tiempo con su hijo y no a que pasara ms tiempo con ella. El padre podia as
discutir con la madre en torno de las mojaduras nocturnas del nio, en vez .de discutir su
inapropiada conducta en la cama con su esposa y las dificultades conyugales de ambos.
Madre y padre podan juzgar qu pensaba cada uno del otro mientras debatan el
problema del nio, quien de este modo ayudaba a sus dos progenitores.
Caso 5: Enuresis
vez un intento de solucionarlo, ya que e! padre se olvidar de sus propios "dolores de
cabeza" mientras procura ayudar al hijo con los suyos. Cuanto ms se empean los
padres en cambiar al hijo, ms se mantiene la funcin del sntoma. La relacin entre padre
e hijo se basa en la ayuda benevolente; o sea, el nio, con su sntoma, ayuda al
progenitor, y este intenta infructuosamente ayudar al nio para que supere el sntoma. Un
1110dode resolver el problema es lograr que el progenitor estimule al nio a tener el
sntoma; as, quedan bloqueadas la ayuda benevoiente tanto dei nio como de su
prcqenitor. El sntoma ya no cumplir la funcin de ayudar a los padres ni de suscitar la
ayuda de estos, y ser abandonado.
In
La directiva de simular tener el sntoma es menos limitativa y restrictiva que la
directiva de tenerlo efectivamente. Ofrece la oportunidad de responder de maneras menos
estructuradas. Frente a la directiva paradjica de tener efectivamente el sntoma, la
respuesta es o bien tenerlo o bien no tenerlo. Frente a la directiva de simular tener el
sntoma, la respuesta es ms impredecible, pero tambin ms creativa y espontnea. Un
ejemplo sobre una adolescente y su familia aclarar esto.
En vez de alentar el sntoma, el terapeuta puede alentar al runo a que simule o
imagine tenerlo. Tambin puede alentarse al progenitor para que simule ayudar al nio
cuando este simula tener el problema. En esta situacin, el nio ya no necesita tener
efectivamente el sntoma para proteger a su progenitor: para pasar a ser el foco de la
preocupacin de este, basta con que simule tenerlo. Pero como la propia preocupacin del
progenitor ser fingida, la situacin se habr convertido en un juego eJ eimaginacin y
fingimiento. Bateson (1972, pg. 180) describe este proceso en el juego de los animales:
"El mordisco juguetn denota la mordedura efectiva, pero no denota lo que sera denotado
por la mordedura". O sea, la simulacin del sntoma lo representa a este, pero no
representa aquello que el sntoma representa. Por ejemplo, los dolores de cabeza de un
nio pueden denotar las dificultades de su padre en el trabajo, mientras que los dolores de
cabeza fingidos por el nio, si bien denotan sus dolores de cabeza "reales", no denotan las
dificultades laborales de su padre.
Estrategia 2: El progenitor pide al nio que simule tener el problema
Las instrucciones paradjicas del terapeuta crearon una situacin tal que el nio
haba dejado de ayudar a su padre a travs de su conducta sintomtica, ya que esta
provocaba ahora gran angustia al padre. El padre se hizo cargo de la relacin con su hijo y
pas ms tiempo charlando con l y aconsejndolo. Qued asi definida una jerarquia
nica. en la que el padre ocupaba una posicin superior y el hijo ya no lo protega con sus
sntomas.
El chico no volvi a mojarse en la cama, y en las sesiones siguientes la pareja
examin sus relaciones conyugales. El padre explic que en sus relaciones con otras
mujeres haba actuado en forma irresponsable y compulsiva, y que era "un gato sobre un
tejado de zinc caliente" [aludiendo a la obra de Tennessee Vvilliarns que lleva ese titulo l .
Los cnyuges comenzaron a tener relaciones sexuales con regularidad y estn satisfechos
con ellas, dado que el marido no se haba interesado por su mujer durante un ao y
medio. La terapia concluy con una mejor relacin mutua entre ambos. En su transcurso la
madre haba dejado de fumar, y al hijo se le suprimi el Ritalin, que haba estado tomando
durante aos por su hiperactividad. Su comportamiento mejor, y los padres ya no lo
consideraban hiperactivo.
terapeuta no haba tenido verdaderamente la intencin de que l cumpliera esa tarea; slo
pretenda hacerlo recapacitar y mostrarle que si l no pona su parte, la situacin no habra
de cambiar .Esa semana haba pasado mucho tiempo charlando con su hijo, incluso haba
dejado un dia de ir a trabajar. Las ltimas cuatro noches el chico no se haba mojado. y
como recompensa, segn se haba planeado antes, se le permiti faltar a sesin y en
luqar de ello participar de un certamen deportivo que iba a tener lugar en la escuela. El
padre manifest que quera ayudar a su hijo a su modo, dedicando ms tiempo a
conversar con l. Como el chico haba mejorado, el terapeuta estuvo de acuerdo.
que no !e hiciera mojar !a cama. Dijo entonces e! padre que ahora cornprendia que el
124
,
ec.,
Se les dijo a los padres que deban realizar esta dramatizacin en su casa todas las
noches, con la familia entera. Si durante la noche la chica tena un ataque "real", los
padres despertaran a los dems nios y la chica simulara el ataque en presencia de
todos. Esto deba hacerse en cualquier momento de la noche y sin importar lo cansados
que estuvieran. Esta ordalia estaba destinada a alentar a los miembros de la familia a
modificar la manera en que se protegan linos a otros. Despus de la primera sesin los
ataques desaparecieron. La muchacha, antes tan dcil y tmida, dos semanas ms tarde
empez a salr sin permiso ya incurrir en distintos tipos de inconductas. Se pidi a los
padres que fijaran normas especificas y las consecuencias a que ella debera atenerse si
J unto con estas directivas, se le explic a la familia que si la chica podia primero
controlar voluntariamente el tener los ataques (producindolos de manera deliberada),
luego ella podra controlar voluntariamente no tenerlos. Como no pudo producir
voluntariamente el ataque, el prximo paso consisti en que simulara tenerlo, lo cual le
dara la prctica que necesitaba para dicho control. La familia deba ayudarla mediante
indicaciones e instrucciones a fin de que su ataque fuese lo ms autntico posible.
; 1-
En la primera sesin, los progenitores -particularmente el padre se mostraron muy
inquietos y perturbados por la chica. Describieron sus sntomas y su historia con hijo de
detalles. Tambin los hermanos de la chica se mostraron interesados y dispuestos a
participar ya suministrar informacin. En cuanto a la muchacha, permaneci la mayor parte
del tiempo envuelta en un tmido silencio. El terapeuta supona que su sntoma cumpla
una funcin protectora en la familia, pero no haba indicio alguno de cul pudiera ser esa
funcin...excepto que su misteriosa enfermedad confera a la vida de todos ellos una cierta
animacin. En esa primera sesin, el terapeuta le pidi a la chica que tratara de tener un
ataque all mismo, en el consultorio, ya sus parientes (madre, padre y varios hermanos)
que actuaran como habitualmente lo hacan en su casa en tales ocasiones. La muchacha
se tir en el piso rodeada por la familia y comenz a emitir ruidos ya agitarse, procurando
tener el ataque. La familia. cernida sobre ella, en particular el preocupado padre, la
alentaba y le daba indicaciones. La chica no consigui tener el ataque y el terapeuta le
solicit entonces que simulara tenerlo, ya su familia, que simulara hacer lo que haca
habitualmente en esas circunstancias. La chica comenz a sacudirse con un poco ms de
entusiasmo, y la familia se cerni an ms sobre ella, en especial el padre, tocndola y
sostenindola.
Una muchacha de 15 aos fue derivada a terapia porque padeca de frecuentes
ataques epilpticos y no responda a la medicacin. Habitualmente tena los ataques
durante la noche, y sus quejidos y lamentos despertaban a sus padres y hermanos,
quienes se reunan en torno de ella sumamente preocupados, tratando de ayudarla. A
veces los ataques le sobrevenan durante ei da, y jos dems miembros ele la familia
estaban aterrorizados por el dao que esto podra causarle. Fue internada, y uno de los
mdicos del hospital asisti a uno de sus ataques nocturnos; qued as documentado,
fuera de toda duda. que se trataba de ataques de "gran mal" con los usuales fenmenos
postictricos. Se le dio el alta y su pediatra la deriv a terapia. Teniendo en cuenta que los
ataques epilpticos son una reaccin fisiolgica que puede ser desencadenada por
factores emocionales, el mdico que la deriv confiaba en que con la terapia la frecuencia
de los ataques podra disminuir.
Caso 6: Ataques epilpticos
En este perodo, el terapeuta debi brindar especial apoyo al padre, quien habia
estado tan ligado a su hija y tan deseoso de ayudarla en sus padecimientos, y que a
medida que ella mejor, comenz a perturbarse y deprimirse. pelendose con su esposa y
saliendo ms a menudo fuera del hogar. Pocos meses despus de terminada la terapia.
los padres llamaron para decir que nuevamente la chica haba tenido ataques nocturnos.
Se hizo una sesin familiar, repitiendo la dramatizacin. Se instruy a los miembros de la
familia para que pusieran en prctica el mismo procedimiento anterior: la chica debi
simular un ataque en la sesin, y la familia repetir la dramatizacin en la casa. Al final de la
sesin, los padres solicitaron al terapeuta que les extendiera una carta donde certificase
que el delicado estado de la hija estaba empeorando a causa de las condiciones en que
viva la familia, y requiriese de las autoridades correspondientes que esta fuera trasladada
a una vivienda ms adecuada. El terapeuta se avino a ello (aunque en la carta hizo
referencia a la nerviosidad y los temores de todos los hijos). Hasta ese momento, l haba
supuesto simplemente que el sntoma de la muchacha cumpla cierta especie de funcin
protectora en la familia; ahora quedaba en claro que su enfermedad conllevaba adems
125
~-
ii
L
El terapeuta re formul el proceder de la muchacha como inconducta y rebelda, y
estimul a los padres para que le fijaran reglas estrictas y se hicieran cargo de ella. Cada
vez que huyera de la casa la obligaran a permanecer en ella todo el dia siguiente. Pocos
das despus estos episodios desaparecieron, ya medida que la muchacha se iba
haciendo ms madura y responsable su inconducta disminuy.
El terapeuta hizo que la familia representara la escena de la noche aquella en que
los hermanos haban sido asesinados por el hombre rubio y el padre de la muchacha tuvo
que sofrenara. Les pidi que reprodujeran una vez en su casa los sucesos de esa
dramtica noche, siguiendo el mismo programa que les haba dado para los ataques: si la
chica se despertaba en medio de la noche, tendran que levantase todos y volver a
simular.
En das posteriores la chica continu hablando de su temor a un rubio de ojos
verdes que, dijo, la persegua y haba tratado de violarla. Por algunos das la familia hizo
que todo el vecindario buscara a este individuo, a quien la chica dijo haber visto repetidas
veces. Como vivan en un barrio de personas de color, el hombre habra sido fcilmente
identificable: esto llev a los padres a concluir que su hija estaba mintiendo. Sbitamente,
aterrorizada por este hombre rubio, la muchacha hua de su familia, fuera de todo control.
Estos episodios eran como berrinches y acontecan cuando ella no quera hacer algo que
sus padres queran que hiciese.
A esta altura el terapeuta se tom una semana de vacaciones. y cuando regres
encontr a la familia en medio de una crisis. Una noche la chica haba tenido una
alucinacin acerca de un hombre rubio de ojos verdes que, segn ella, la habia atacado
matando a su hermano y hermana. Comenz a correr fuera de s por toda la casa. y el
padre tuvo que contenerla. Su conducta tena similitud con la que desarrollaba cuando le
daba un ataque, y tambin la respuesta de los padres era similar .Los progenitores la
llevaron a una sala de guardia, donde el residente que la atendi no la rotul de
esquizofrnica, aunque pensaba que lo era, y la remiti otra vez al terapeuta.
familla.
de la
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vVIII ....... IILV las desobedeca. La muchacha
126
El hijo de 10 aos se mostraba taciturno y preocupado. La terapeuta y la
supervisora sospecharon que le inquietaba la situacin de su madre, quien haba perdido
a sus dos maridos, era pobre, no hablaba ingls y estaba ligada a un hombre en una
relacin que deba mantenerse en secreto, pese a ser el padre de su hijo.
Una madre acudi a terapia porque su hijo de diez al10S sufra terrores nocturnos.
La mujer era portorriquea y hablaba poco el ingls. Tena otras dos hijas mayores y un
varoncito. Sus tres hijos mayores eran fruto de un primer matrimonio que termin en
divorcio. Su segundo marido haba muerto. Obviamente, hubo un tercer hombre en su
vida, ya que el varoncito tena apenas unos meses de edad, pero al comienzo de la terapia
la madre neg que viviera otro hombre con la familia. Ms tarde se comprob que tema
perder los beneficios sociales si admita que un hombre contribua a su sustento.
Caso 7: Terrores nocturnos
. Algunos ejemplos aclararn este enfoque.
Un enfoque semejante consiste en alentar a los padres a simular hallarse en
posicin inferior, fingiendo necesitar la ayuda y proteccin del nio. Puede entonces
alentarse a este para que simule ayudar a sus padres cuando los padres simulan necesitar
su ayuda. En tal caso, para proteger a sus padres el nio ya no necesitar recurrir a su
conducta sintomtica, dado que los padres le pedirn expresamente su ayuda y l los
ayudar manifiestamente. Puesto que tanto la necesidad de ayuda de los padres como la
benevolente ayuda del hijo sern fingidas, en este marco padres e hijo quedarn envueltos
en una especie de juego. Un aspecto de la jerarqua incongruente, aquel en que el hijo se
encuentra en posicin superior, ser un "como si", un juego imaginario, y la incongruencia
quedarn resuelto .
Un nio que protege a sus padres mediante una conducta sintomtica los est ayudando
en forma encubierta. Si la situacin se toma explcita y se dispone que el nio los proteja
manifiestamente, su conducta sintomtica deja de ser necesaria. En el caso tpco, cuando
un nio presenta un problema, los padres estn, manifiestamente, en una posicin
superior a l en la jerarqua; pero encubiertamente estn en una posicin inferior. a causa
del poder de su sntoma. Si el terapeuta alienta a los padres a colocarse manifiestamente
en posicin inferior al nio, tanto los padres corno el hijo se resistirn ante la incongruencia
de esta organizacin jerrquica, y la familia se reorganizar de modo que los padres
recuperen su posicin superior.
Estrategia 3: El progenitor pide al nio que simule ayudar al progenitor
Dos aos ms tarde, la chica no haba tenido ningn nuevo ataque, pese a estar sin
medicacin, 11i se haba comportado de maneras extraas.
un beneficio econmico. El terapeuta manifest a la chica, sus padres y hermanos que en
el futuro se alegrara mucho de poder ayudarlos en todo lo posible, tuviera la chica
ataques o no. De ese modo, esta no tendra que padecer ataques para obtener la ayuda
de su familia.
127
La terapeuta pidi a la familia que, durante la semana siguiente, se reunieran todas
las noches en la casa y repitieran la dramatizacin. Por la noche, si la madre oa al chico
gritar en sueos. deba levantarse, despertarlo, despertar a las hermanas, y llevar a cabo
la misma dramatizacin. Esto tena que hacerse a cualquier hora de la noche y por
cansados que estuvieran. Esta ordala estaba destinada a que madre e hijo se vieran
instados a modificar la manera infortunada en que se protegan Lino al otro.
Una vez que la dramatizacin se llev a cabo correctamente y el hijo pudo atacar al
ladrn, todo el mundo se sent para analizarla. La terapeuta critic a la madre su dificultad
para expresar su temor y para refrenarse de modo que el hijo tuviera la posibilidad de
atacar al ladrn. A esto ella replic que era una persona competente, capaz de defenderse
bien, y que por eso le era tan difcil representar ese papel. Era un mensaje espontneo en
el que le deca al hijo que no precisaba su proteccin.
Hubo dificultades con la dramatizacin, porque la madre atacaba al ladrn antes de
que su hijo pudiera acudir en su auxilio. La terapeuta debi pedirles que lo intentaran una
y otra vez. De esta imposibilidad de representar la escena correctamente deriv el
siguiente mensaje: la madre era una mujer capaz de defenderse que no precisaba el
socorro de su hijo. Esto ejemplifica hasta qu punto pueden ser impredecibles las
consecuencias de la directiva, de simular. La madre pudo haber respondido de muy
diversas maneras, pero escogi esta. Si la terapeuta hubiera querido planear uia
intervencin que hiciera aparecer a la madre como una mujer fuerte. no necesitada de
proteccin. no lo podra haber hecho mejor.
En la primera sesin, se solicit a los miembros de la familia que simularan estar en
casa y que la madre se hallaba muy asustada por que escuchaba ruidos, como si un
ladrn estuviera tratando de entrar por la fuerza. Una de las hermanas represent el papel
del ladrn, y se le pidi al hijo que protegiera a su madre. As, se le requera a la madre
que simulara necesitar la ayuda de su hijo, en vez de necesitarla efectivamente. Se inst
al chico para que fingiera ayudar a la madre atacando al presunto ladrn. De estemodo, la
necesidad de ayuda de la madre y la ayuda benevolente que le brindaba el hijo se haban
convertido en un juego.
Se parti de la hiptesis de que los terrores nocturnos del hijo eran tanto una
expresin metafrica de los temores de la madre como una tentativa de ayudarla. Si era el
chico el temeroso, la madre tena que ser fuerte y cobrar nimo para reconfortarlo y
proteqerlo: consiguientemente, ella no poda tener miedo. Pero al protegerlo, lo
aterrorizaba ms aLJ Il, hablndole de Dios y del demonio. Madre e hijo estaban atrapados
en una situacin en la que su ayuda mutua era desafortunada
familia que le contase sus sueos. Slo la madre y el hijo tenan pesadillas. Ella sola
soar que alguien irrumpa con violencia en la casa, y el chico describi una recurrente
pesadilla en la que era atacado por una bruja. La terapeuta pregunt qu ocurra cuando
el chico tena pesadillas. La madre replic que lo llevaba con ella a la cama y le decia que
pensara en Dios y rezara, hacindole la seal de la cruz en la frente para protegerlo del
demonio. Explic que, a su juicio, el problema de su hijo se deba a la influencia del
demonio.
Corno el chico tena terrores nocturnos, la terapeuta pidi a cada miembro de la
128
De ordinario, al chico le comenzaban los dolores de cabeza cuando volva de la
escuela y cuando el padre volva de su trabajo sintindose a la miseria. En la primera
sesin, el terapeuta pdi a la familia que representase una escena en la que el padre
simulara volver a su casa por la tarde con un terrible dolor de cabeza. El chico deba tratar
de reanimarlo jugando con l a diversos juegos, a la vez que trataba de descubrir si el
dolor de cabeza del padre era real preguntndole cmo se senta y cmo haba pasado el
da en su trabajo. El padre le respondera refirindole problemas imaginarios de su trabajo,
.La vaguedad y confusin en la manera de presentar el problema, las palabras
escogidas por los padres, ms apropiadas para describir a un adulto que a un nio, y la
dificultad para discernir si la pareja se refera al hijo o al padre, todo ello llev a formular la
hiptesis de que el padre tena problemas que a la pareja le era penoso discutir, y que
esta haba adoptado la pauta de hablar acerca de las dificultades del hijo COIllO una
manera de referirse metafricamente a las tribulaciones del padre. Ms adelante se
confirm que el padre tena de hecho serios problemas. Estaba recuperndose de su
alcoholismo, exista la posibilidad de que perdiera su trabajo y haba escrito una novela
que no consigui publicar. El objetivo de la terapia consisti en liberar al nio de ser una
metfora a la que la pareja poda recurrir para discutir los problemas del padre.
Una pareja consult porque su hijo de 7 aos sufra frecuentes dolores de cabeza.
Describieron COIl tanta vaguedad el problema del chico, que fue imposible determinar la
verdadera frecuencia de los dolores de cabeza, y si haban empeorado o mejorado en los
ltimos tiempos. Tambin mencionaron problemas de conducta en la escuela, aunque no
qued claro en qu consistan; aparentemente, se los haba resuelto cambiando de
escuela. La madre dio a entender que el chico estaba celoso de su hermanita de 5 aos
porque ella era ms brillante que l; el padre coincidi. En varias oportunidades la madre y
el padre hablaron acerca del hijo de un modo tal que al terapeuta se le haca difcil
determinar si se estaban refiriendo al hijo o al padre.
Dolores de cabeza Caso 8:
.Esta terapia tuvo dos etapas. En la primera, se bloque merced a una intervencin
paradjica las formas desafortunadas en que madre e hijo se protegan mutuamente; en la
segunda. se estimul a la madre para que se hiciera cargo de su hijo en lo atinente a sus
estudios y las actividades con sus pares, y para que se hiciera cargo de su trabajo y de la
organizacin de su farnilia.
El nio no VO!I! a sufrir terrores nocturnos. La familia sigui en terapia varias
semanas, y se resolvieron por diversas vas otras cuestiones. La terapeuta ayud a madre
e hijo a abordar el desempeo de este en la escuela, y tanto la conducta corno las
calificaciones del chico mejoraron. El padre del beb acudi a una sesin y fue instado.
aunque sin mucho xito, a que se relacionara ms con el hijo sintomtico. La madre
arregl las cosas de modo que el chico participara en actividades con sus pares (una
banda de rock, un equipo de ftboi), y fue aientada por ia terapeuta en io tocante a su
trabajo corno profesora de danzas, y apoyada en sus dificultades con el padre de la
criatura. Un ao despus, una entrevista de seguimiento permiti comprobar que las
calificaciones del chico en la escuela haban sido tan buenas que su madre, como premio,
le compr una bicicleta. Ella haba empezado a trabajar como asistente comunitaria en un
centro de salud mental.
Con esta secuencia, el terapeuta prescribi uno de los aspectos de la jerarqua
incongruente, aquel en el cual los nios estaban, respecto de la madre, en posicin
superior. Esta directiva paradjica estaba destinada a provocar a la madre de modo que
respondiera actuando ms idneamente y, trazando una lnea demarcatoria entre su
generacin y la de sus hijos. Asimismo, el terapeuta quitaba poder al hijo al asumir control
del sntoma e indicarle a quin deba dirigir sus impertinencias y de qu manera. La familia
respondi resolviendo el problema para que los hermanos no estuvieran ya en una
129
i :.!_
t--
r e
L
El problema de los dolores de cabeza haba sido solucionado, pero la madre se
quej entonces de que el hijo importunaba y molestaba a su hermana. La pequea acuda,
dando chillidos, a su madre, y esta deba reprender al varn constantemente. El terapeuta
pidi a la madre que simulara ser la hija, y al chico, que la molestara e importunara como
sola hacerlo con su hermana. La madre deba salir corriendo entonces entre chillidos
hacia su hija, quien representando el papel de madre le dira: "1\10 me molestes. Es un
problema tuyo, no mo", Esta escena fue ensayada varias veces en la sesin, para gran
algazara de toda la familia. Tambin se instruy al hijo, para que cada vez que tuviera
ganas de molestar a su hermana, en lugar de ello molestase a su madre, quien saldria
chillando en busca de la pequea, la cual, por su parte, le contestara que se arreglase por
su cuenta. Madre e hijos cumplieron estas instrucciones en su casa durante dos semanas,
y la relacin entre los hermanos mejor tanto que para la madre dej de ser, seqn lo
confes ella misma, un problema. El hijo, que deba iniciar la secuencia, lo hizo varias
veces la primera semana, pero de ah en ms slo de tanto en tanto.
E_
Al pedir al padre que fingiera tener dolores de cabeza todos los das y justificarlo
refirindose a los problemas imaginarios en su trabajo, el terapeuta creaba una situacin
en la que el hijo ya no saba a ciencia cierta si el padre estaba o no perturbado, y por lo
tanto 110 poda ayudarlo a su manera habitual. Se dispuso que protegiera al padre de otro
modo: jugando y charlando con l. Ya no era preciso que el chico tuviera dolores de
cabeza para ayudarlo. Las cefaleas imaginarias del padre se trasformaron en una
metfora de sus verdaderos problemas y fueron discutidas por la familia en tono ldico, El
hijo dej de ser utilizado como metfora.
Se solicit a los padres que representaran esta escena en la casa todas las noches,
durante una semana. El padre simulara llegar al hogar con dolor de cabeza, el hijo lo
reanimara, el padre no confesara si su malestar era real o fingido. Madre e hija,
entretanto, prepararan la cena. La familia sigui la directiva y la semana siguiente inform
que el hijo estaba mucho mejor. Continuaron dramatizando la escena tres semanas ms, y
los dolores de cabeza desaparecieron. La hiptesis en que se sustent la intervencin fue
que el hijo estaba protegiendo al padre al tener un sntoma que despertaba la
preocupacin de este, y por ende lo ayudaba a recobrarse para asistir a su hijo en vez de
sentirse avasallado por sus propios problemas. Asimismo, el chico proporcionaba una
metfora que los progenitores podan emplear para discutir los problemas del padre, y que
de ese modo les ahorraba tener que hablar directamente de cuestiones demasiado
penosas como para ser charladas explcitamente.
y evitando hablar de los verdaderos problemas. Mientras padre e hijo interactuaban de
este moco en la sesin, la madre y la hija deban simular que estaban preparando la cena,
(Cuando se imparte una directiva de simulacin, todos los integrantes de la familia deben
participar.j
130
p . :-

L
L
Una madre consult con motivo de que el mayor de sus cinco hijos, un chico de 10
afias que tena un hermano gemelo, era un incendiario. La familia tena muchos otros
p roblemas: el p adre los haba abandonado p oco tiemp o atrs mudndose a otra ciudad, y
no ayudaba econmicamente a la madre, una p ortorriquea que no hablaba ingls y no
saba cmo hacer p ara obtener el auxilio que necesitaba. La madre no se animaba a dejar
a su hijo ni un minuto solo, p or temor a que p rendiera fuego a la casa.
En la p rimera entrevista, la terap euta ie dio al chico algunos fsforos y le dijo que
encendiera uno, solicitndole luego a la madre que actuara como de ordinario lo haca
cuando descubra al nio encendiendo una cerilla. A continuacin, la terap euta dej la
Caso 9: El incendiario
Meses desp us de la finalizacin del tratamiento, el marido escribi al terap euta
que a todos les iba muy bien. El hijo se estaba comp ortando ap rop iadamente, tena un
buen desemp eo escolar y p articip aba en actividades con sus p ares. La madre haba
retornado los estudios p ara obtener un ttulo sup erior y al p adre sus cosas le estaban
yendo mejor. La p equea, como antes, no tena dificultades.
L _
Cuando la familia acudi a terap ia, el hijo era una metfora de las dificultades del
p adre y sus sntomas p rotegan a este. Las reyertas entre los hermanos eran una analogia
de las desavenencias entre los p adres, siendo el mensaje imp lcito que el marido estaba
celoso de la inteligencia de su esp osa. De hecho, la mujer haba abandonado su carrera
dedicndose a ap oyarlo a l en su dep resin. Al final de la terap ia, los nios ya no
p roteqian a sus p adres, los sntomas haban desap arecido y los p adres debatan ms
abiertamente sus p roblemas y les hallaban solucin.
Se inst a los cnyuges a modificar su interaccin habitual, en la que el esp oso se
dep rima y la esp osa trataba de reconfortarlo cuando el terap euta critic al marido p or no
fingir bien su dep resin, la esp osa lo ap oy diciendo que l no p oda dep rimirse, en vez,
de hacerlo, como de costumbre, p orque l estaba dep rimido. De esta manera ldica e
irr aqinativa se haba generado entre marido y mujer una nueva secuencia de interaccin.
La familia acudi p ara su sesin final antes de irse de vacaciones. El p adre, que
estaba a menudo dep rimido, p areca en ese momento p articularmente triste. El terap euta
resolvi actuar sobre su dep resin p ara que la familia se fuera en un estado de nimo ms
alegre. Se le p idi ai p adre que simuiara estar muy dep rimido, considerndose un
fracasado en la vida, y que les trasmitiera esto a los suyos: p ero deba aducir buenas
razones que justificaran sus sentimientos. Tan p ronto el p adre comenz a hacer esto, el
terap euta emp ez a criticarlo, dicindole que no simulaba suficientemente bien su
dep resin y sobre todo no daba buenos motivos acerca de esta. Mientras lanzaba estas
criticas, la esp osa acudi en ap oyo de su marido manifestando cun difcil era p ara l
estar dep rimido. Finalmente, el terap euta acep t como motivo vlido de la dep resin el
sentimiento de fracaso del marido p or no haber p odido rep arar adecuadamente la p ileta
del lavadero de su casa. Al trmino de la sesin, el p adre manifest que resulta muy difcil
simular una dep resin cuando en verdad uno est de buen talante.
p osicin sup erior a la madre acosndola con sus reyertas, y esta dejara de quejarse de su
incomp etencia p ara manejar las dificultades de sus hijos.
1 3 1
Profesionales del departamento de psiquiatra infantil de un hospital universitario
recomendaron hospitalizacin para un nio de 5 aos que tena rabietas y cuya madre se
declaraba incapaz de controlarlo: Cuando la madre ya haba iniciado todos los trmites
para su internacin, el padrastro del chico, que lo haba adoptado legalmente, se neg a
l.
El Increble Hulk Caso 1 0:
En los dos meses siguientes, la terapeuta procedi a auxiliar a la madre en sus
otros problemas. El hijo no volvi a originar incendios. Con la ayuda prestada a la madre
frente a sus dems dificultades, la propia terapeuta la estaba protegiendo, y por
consiguiente el chico ya no precisaba hacerlo.
Una semana despus la familia retorn al consultorio e inform que el chico no
haba provocado incendios; repitieron el mismo procedimiento de prender una fogata y
apagarla, pero esta vez fue de mayores proporciones, dentro de un canasto de
desperdicios. La terapeuta instruy al nio acerca de diversos mtodos para extinguir
incendios: luego le dijo a la madre que, dado que l se haba convertido en un experto.
tenan que concedrsele ciertos privilegios de que sus hermanos no gozaban, COIllO
prender la cocina en el hogar. La madre acept esto y manifest que estaba segura de
que el chico no volvera a provocar incendios nunca ms.
~-
La interaccin entre madre e hijo fue modificada de modo tal que. en vez de ayudar
a su madre ofrecindole un blanco para su ira, el chico la ayudaba de una manera idica
cuando ella finga autoincinerarse. Antes, el chico la ayudaba amenazndola con provocar
incendios: ahora la ayudaba por haberse convertido en un experto en fogatas. Mientras el
Ilirio encenda fogatas en forma imprevisible, se hallaba en una posicin superior a su
madre; cuando comenz a hacerlo bajo la direccin de su madre, qued situado debajo de
ella en la jerarqua.
Al ofrecer a la ira de la madre un blanco apropiado, el nio la estaba ayudando: de
ese modo ella poda culparlo y castigarlo. El chico la haca montar en clera en vez de
deprimirla. contribuyendo a que ella sacara fuerzas de flaquezas frente a todas sus
tribulaciones. La terapeuta dijo al chico que le iba a ensear a prender bien los fsforos.
Le explic que hay que cerrar la cajita que los contiene antes de encender uno, y que
cuando el fsforo termina de arder hay que depositarlo con cuidado en el cenicero. Pidi
luego a la madre que hiciera una fogata con algunos papeles dentro de un cenicero y
simulara prenderse fuego a si misma; el chico deba socorrerla apagando las llamas con
un poco de agua que la terapeuta hizo traer al consultorio a ese fin. El hijo debia
demostrar a la madre que saba perfectamente cmo extinguir un incendio Mientras
sucedia esto, a los otros hijos se les permiti asistir corno espectadores pero sin intervenir
en absoluto. Una vez apagada la fogata, la terapeuta le dijo al chico que ahora sabia
encender y apagar el fuego correctamente, sealndole con nfasis a la madre que poda
confiar ell su hijo porque este saba todo lo que haba que hacer. Luego le indic que.
durante una semana, se hiciera un tiempo todas las noches para reunirse con su hijo,
encender una fogata y simular que se autoincineraba, mientras l la ayudaba a apaqar el
incendio. Los dems nios slo deban asistir como espectadores.
habitacin y pas a observar desde detrs de! vidrio de visin unidireccional. E! chico
encendi un fsforo a regailadientes, y la madre se lo sac, quemando al chico al hacerlo.
L
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L
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L _
Se solicit luego a madre e hijo que simularan en la sesin que el chico tena una
rabieta y la madre se lo llevaba al otro cuarto, tras lo cual cerraran la presunta puerta de
ese cuarto y comenzaran a abrazarse y besarse. Se alent al chico para que se condujera
como el increble Hulk, con gran despliegue de ruido y de accin. Lo hicieron en dos
oportunidades; a continuacin, la terapeuta pidi a la madre que fingiera tener ella una
rabieta; el chico deba abrazarla, besarla y apaciguarla. Ambas dramatizaciones fueron
bien realizadas, deparando placer a madre e hijo la terapeuta les dijo que quera que
practicaran esas escenas todas las maanas en su casa, antes de que el chico se fuera a
la escuela o sea, el chico fingira una rabieta, y la madre lo consolara; luego, la madre la
fingiria y l la consolada, tal cual haban hecho en la sesin. Al trmino de la
t__
La terapeuta charl ms tarde con elchico acerca de Frankenstein y el Increible
Hulk, interrogndolo sobre sus programas de televisin predilectos, y felicitando a la
madre por haber criado un hijo tan inteligente e imaginativo,
La terapeuta pidi al chico que dramatizara en la sesin una de sus rabietas a fin de
mostrar cmo eran. El chico replic: "Muy bien, voy a ser el "Increble Hulk". Infl el pecho,
curv sus brazos, hizo un gesto horrendo y empez a vociferar ya patear los muebles. Se
solicit a la madre que hiciera lo que acostumbraba en esas circunstancias. Ella prob
detenerlo, dicindole en tono dbil y poco persuasivo que deba calmarse quiso simular
que lo llevaba a otro cuarto, como lo intentaba hacer en su casa, fracasando casi siempre
porque el chico se pona a gritar ya golpear las puertas y ella tema que los vecinos la
acusaran de maltratar a la criatura. Se le pregunt si juzgaba que el chico estaba
dramatizando su rabieta correctamente, y si en verdad esa era la forma en que l se
comportaba en su casa cuando tenia tales berrinches. Ella respondi que la dramatizacin
era Correcta; la terapeuta pidi al chico que lo hiciera una vez ms. El chico dijo entonces:
"Voy a ser Frankenstein", e inici su rabieta, esta vez con el cuerpo ms rgido y el rostro
adecuado a la fisonoma del monstruo Frankenstein.
A la primera sesin asisti la madre con sus dos hijos. El padre no lo hizo porque no
obtuvo el Correspondiente permiso en su trabajo. La madre era una mujer joven, atractiva
e infantil. Cuando el chico golpeaba sistemticamente a su hermanita cada vez que esta
intentaba sacarle alqn juguete, la madre observaba impotente. La terapeuta dijo al chico
que no' estaba permitido golpear a los dems en la sesin, y l dej de hacerlo. Los nios
eran dos criaturas hermosas y traviesas; su madre los contemplaba con una especie de
maravillado estupor, como si no terminara de convencerse de que ella los haba gestado y
no supiera qu hacer con eilos. Trabajaba parte de la jornada como camarera, pOI" las
noches, para contribuir al sustento de la familia. Mientras ella estaba en su trabajo, los
nios se quedaban un tiempo con una niera y el resto con el padre, ni la niera ni el
padre se haban quejado de la conducta del varn. No obstante, seqn la madre, la
maestra del chico s se haba quejado de su comportamiento en clase.
La madre recurri entonces a la atencin ambulatoria del hospital, y el caso fue
derivado a terapia familiar. Se estim necesaria la intervencin de un terapeuta que
supiera manejar con habilidad al padre, considerndose que este estaba socavando los
Intentos de los profesionales por ayudar a la criatura.
ello y manifest su airado disgusto con los profesionales PO!- haberlo sugerido El nio
tenia una pequea hermanastra de dos aos, hija de la madre y del padrastro.
Se ha propuesto aqu que la conducta perturbada o perturbadora de los nios es
resultado de una incongruencia en la organizacin jerrquica de la familia. Los padres se
hallan en una posicin superior al nio por el hecho de ser padres. pero el hijo se halla en
Resumen y conclusiones
r.:
1
Otra hiptesis formulada en este caso fue que la madre actuaba de manera
incompetente y desvalida como una forma de elevar la posicin del padrastro en la familia,
en particular con respecto al hijo. Cuanto ms se lamentaba la madre de que su hijo era
inqobemable, ms competente y eficaz pareca el padre frente a este, ya que no tena
ninqn problema para controlarlo. Esta es una maniobra comn de las madres que
procuran dotar a un padrastro de poder y autoridad sobre sus hijos, y lograr que se haga
respetar por ellos, La negativa del padrastro a internar al chico y su enfrentamiento con el
personal del hospital robustecieron an ms su condicin de jefe de la familia. En este
sentido, la madre haba triunfado. El problema ahora era resolver el "sntoma" del chico
manteniendo la posicin superior del padre y suscitando una conducta ms idnea de la
madre. Para resolver este problema, no era menester ver al padre. En lugar de ello, la
terapeuta brind a la madre un foco carioso y ldico en torno del cual relacionarse con su
hijo. Como resultado de esto, ella pudo desenvolverse en una llueva esfera de interaccin
(COIl sus simulaciones, sus besos y abrazos, y la leche y los bizcochos) sin entrar en
competencia con el padre ni minar su posicin.
~. o.'
Explicitemos las hiptesis que sustentaron la intervencin teraputica en este caso.
Si ben la madre se encontraba, aparentemente, en una posicin superior a su hijo, porque
cuidaba de l y provea a su sustento, encubiertarnente se hallaba en posicin inferior por
su incapacidad de gobernarlo. Al pedrsele a la madre que fingiera una rabieta y al chico
que la consolara, la terapeuta coloc el acento en uno de los aspectos de la jerarqua
incongruente: aquel en el cual la madre se hallaba en posicin inferior al hijo. Pero la
situacin en su totalidad las rabietas fingidas del chico, las rabietas fingidas de la madre y
su desvalimiento, y la ayuda solcita que el chico le prestaba era una simulacin imaginaria
y ludica; y as se resolvi la incongruencia. Adems, los besos y abrazos, la leche y los
bizcochos, acercaron a madre e hijo, sin incluir a la hija menor (evidente objeto de celos).
A ia semana siguiente la madre telefone para decir que no necesitaban venir' a
sesin. ya que el chico se haba comportado rnuy bien y no haba tenido ms berrinches.
Haban simulado las rabietas tal como se lo indicara la terapeuta. Esta replic que eso la
complaca. y que no haba necesidad de que vinieran. Tambin en las siguientes semanas
la terapeuta pudo saber, a travs de llamadas telefnicas, que el nio segua
comportndose bien. La maestra inform, asimismo, que su conducta en la escuela haba
mejorado. Esta mejora continu pese a que la madre sufri un accidente automovilstico y
debi dejar su trabajo y permanecer en su casa mucho tiempo. En un seguimiento varios
meses despus, se comprob que el nio segua con su buena conducta y no tuvo
rabietas.
dramatizacin, iran anlbos a [a cocina a tornar la leche y comer bizcochos. Por las tardes,
cuando el nio regresara del colegio, volveran a representar las rabietas, terminando
tambin con leche y bizcochos. Adems, la madre llevara registro del comportamiento del
chico, mostrndole un semblante feliz cada vez que l tuviera un da bueno y frunciendo el
ceo cada vez que l tuviera un da malo.
L
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L
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'J -
f, -
L
Las tcnicas teraputicas descriptas se caracterizan por el uso de modalidades de
comunicacin apropiadas a los nios, como dramatizaciones, simulaciones y juegos de
imaginacin. Estas directivas "imaginarias" han sido empleadas con xito en todas las
clases socioeconmicas y en familias de diversos antecedentes tnicos. Son tiles para
superar las resistencias, a causa del goce que extraen las familias del carcter ldico de
esas directivas. En una terapia directiva hay necesidad de intervenciones flexibles, del tipo
de estas directivas "imaginarias", para dar cabida a la flexibilidad en el cambio ya la
espontaneidad en la reestructuracin de las relaciones. Estas tcnicas obran con mxima
eficacia cuando hay entre padres e hijo un vnculo bsico de amor y solicitud benvola. En
cambio, cuando entran en juego la violencia y el abuso, debe utilizrselas con precaucin,
ya que el juego, si es forzado, puede convertirse en una ordala o en un castigo. Las
directivas paradjicas de simulacin presentadas en este captulo yen el anterior incluyen
dos estrategias: 1) La persona sintomtica es alentada a que simule tener el sntoma; en
el caso de un adulto, se insta a su cnyuge a que critique el cumplimiento de la directiva;
en el caso de un nio, puede instarse a un progenitor a que simule ayudar al nio cuando
este simula tener el problema. 2) Los padres de un nio sintomtico son alentados a
l. Define con claridad el problema y establece objetivos especficos.
2. Conceptualiza el problema (para s solamente) considerando que el nio, a travs de
sus sntomas, est protegiendo a uno o ambos progenitores, o a alqn otro familiar.
3. Planea una intervencin en la forma de una directiva que el o los progenitores tienen
que impartir al nio. Los otros miembros de la familia participan con funciones auxiliares.
La directiva incluye una prescripcin de: a) tener el problema, o b) simular tener el
problema, o c) simular ayudar a los padres.
4. POI"lo general, la directiva es practicada primero en la sesin y luego cumplida en el
hogar.
5. En la sesin siguiente, se requiere un informe sobre el cumplimiento de la directiva, y el
terapeuta contina prescribiendo la misma directiva.
6. A medida que sobreviene un cambio y desaparece la conducta problemtica, el
terapeuta abandona la cuestin del sntoma y empieza a abordar otros problemas de la
misma o de otra manera, o bien pone trmino a la terapia, cuidando siempre de que la
mejora del nio le sea atribuida a los padres.
Al llevar a cabo esta terapia, el terapeuta sigue ciertos pasos:
La ventaja que el nio deriva de su conducta sintomtica es que protege a los
padres suministrndoles un foco de inquietud que contribuye a que esquiven sus propias
dificultades y pasen por alto sus fallas. Esta ventaja es la ganancia interpersonal que el
nino extrae del sntoma -similar a la ganancia secundaria de la teora psicoanalitica, que
en este enfoque pasa a ser la ganancia primaria-. En las tres estrategias teraputicas aqui
presentadas, la ganancia interpersonal del nio se mantiene en tanto que el sntoma
desaparece. Vale decir, en los ejemplos ofrecidos, el terapeuta logr que el nio
mantuviera la ganancia interpersonal organizando una manera distinta en que l poda
proteger a los padres, y /0 brindando otras soluciones para las dificultades de estos.
una posicin superior a ellos porque los protege con su conducta sintomtica. que l
menudo expresa metafricamente las dificultades de los cnyuges. Se expusieron tres
enfoques teraputicos para procurar que los padres resuelvan el problema que presenta el
nino al par que se soluciona la incongruencia en la jerarqua familiar.
I
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.1:'1
En una y otra estrategia, la segunda etapa de la terapia, luego de haber
solucionado el sntoma. consiste en intervenir en la organizacin jerrquica de la familia. Si
se trata de una pareja, el terapeuta se afana por establecer una relacin ms igualitaria
entre ellos, de modo que un esposo no recurra al poder que le confiere el desvalimiento
provocado por el sntoma. Si el problema se presenta en un nio. se estimula a los padres
para que se hagan cargo de sus hijos brindndoles gua y apoyo, y tambin de s mismos
- especficamente, de su trabajo y de la organizacin de la familia- .
Las dos estrategias expuestas - las directivas de simular tener el sntoma y de simular
ayudar a los padres (mientras estos simulan que tienen un problema)- son semejantes.
pero no iguales, a las de otros enfoques paradjicos. Veamos cules son sus semejanzas
y diferencias.
1. Cuando a una persona con un problema se le pide que simule tenerlo, no se la supone
incapaz de esa simulacin (como ocurre cuando se prescribe el sntoma). Por el contrario.
se la ayuda e instruye cuidadosamente para que simule lo mejor posible, ya que si simula
tener el sntoma no puede tenerlo "realmente" - de no ser as, no estara simulando- . Si
alguien simula tener un dolor de cabeza, no puede sufrir un "verdadero" dolor de cabeza.
La simulacin impide que sobrevenga el fenmeno mismo que la simulacin representa.
2. La directiva paradjica de prescribir el sntoma ha sido comprendida en trminos de la
resistencia de los pacientes. Vale decir, el paciente acude a la terapia porque ..no puede
dejar de actuar de cierto modo, aunque preferira no actuar as, y ni sus familiares ni sus
amigos han sido capaces de ayudarlo. Es previsible que se resista a la tentativa del
terapeuta de influir en l para que cambie. Pero si en lugar de influir en l para que
cambie, el terapeuta le requiere esa misma conducta que se supone que debe impedir el
paciente se resistir cambiando y dejando de actuar de manera sintomtica. En la directiva
paradjica de simular el sntoma, se espera del paciente, no que se resista, sino que
coopere en la simulacin.
3. Cuando una persona sintomtica simula tener el sntoma, se solicita a sus familiares
que critiquen la manera en que lo hace, para que la persona realice una simulacin ms
realista. As, se introduce un cambio en la conducta de la familia, que es parte intrnseca
de la conducta sintomtica y habitualmente consiste en ayudar benvolamente a la
persona para que supere el sntoma. En vez de pedir a los dems miembros de la familia
que brinden apoyo y consuelo al sintomtico, se les pide que lo critiquen; en vez de instar
al paciente a que deje el sntoma, se lo insta a que lo realice mejor. Cuanto ms crticos
se muestran los familiares, ms se infiere de esto que la conducta sintomtica del paciente
no es algo natural en l, o sea, que es una clase de persona diferente de lo que aparenta.
4. A veces, en vez de pedir al nio sintomtico que simule tener el sntoma, el terapeuta le
pide al progenitor que simule tener un sntoma parecido al del nio. Cuando el sntoma de
un nio es analgico con respecto al problema de un progenitor, y se pide a este simular
un problema analgico con respecto al sntoma del nio, dicho sntoma se vuelve una
metfora del problema "simulado" del progenitor: se ha convertido en una metfora de una
metfora y ha dejado de expresar lo que denotaba originalmente. Si los terrores nocturnos
de una criatura son una metfora de los temores de su madre, y se pide a esta, en el
contexto de auxiliar a su hijo para que supere sus terrores nocturnos, que simule tener
miedo, queda implcito que a la madre se le pide que tenga miedo como lo tiene el nio.
Los terrores nocturnos de este, metafricos con respecto a los "reales" temores de la
madre. son ahora metafricos respecto de los temores "fingidos" de la madre, que a su
,
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,
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simular que ayuda a sus padres cuando ellos simulan necesitar su ayuda.
simular que estn necesitados de [a ayuda y proteccin de! nio. ya este se !o alienta a
136
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r-
6. Este enfoque se asemeja al de la prescripcin de las reglas del sistema (palazzoli y
otros, 1978). Pero aqu lo que se prescribe es una nueva puesta en prctica de esas
reglas a modo de un juego; las reglas son "imaginarias", no "reales". No se supone que la
familia va a resistirse cambiando las reglas; se supone que va a simular. Como
consecuencia,.las reglas dejan de ser "reales" y se trasforman en un "corno si".
7 . Al impartir la directiva de simular, la metfora deja de representar a la realidad: se
convierte en la representacin de una realidad "fingida" o en una realidad metafrica, y.
por ende. en una metfora de un orden diferente: una metfora de una metfora. La
realidad ha desaparecido. Ya no puede discernirse la metfora de primer orden de la de
segundo orden, y no puede expresarse con ella una realidad o emplersela para intentar
cambiar la realidad. Si la "depresin" de un marido es una metfora de la situacin de
rechazo en que se encuentra as como una tentativa de involucrar a su esposa, y se pide
al marido que simule estar deprimido para que su esposa no sepa si est fingiendo o si
"realmente" est deprimido, la "simulacin" de la depresin es una metfora de la
"depresin". que a su vez es una metfora de la situacin del marido. La depresin "real"
ya no se distingue de la "fingida" y por consiguiente no puede expresar la realidad de una
situacin o ser utilizada para modificar dicha realidad.
8. Cuando a una secuencia de interaccin se la rotula "Esto es imaginario", les resulta
difcil a los participantes volver a un marco rotulado como "Esto es real". El terapeuta
puede usar esta dificultad para confundir y. eliminar la realidad de un sntoma, y para
cambiar el sistema de interaccin en que dicha realidad se basa. En el captulo 3 vimos
que mientras un marido deprimido finga estar deprimido, su esposa y el terapeuta
criticaban su dramatizacin. Luego de varias tentativas para parecer deprimido. el hombre
dijo. exasperado: " Cmo puedo simular estar deprimido si me siento en el mejor de los
mundos!". A lo cual su esposa replic: " Realmente te sientes as?". El sistema de
interaccin entre los cnyuges ha cambiado, y la esposa ya no sabe si la depresin o el
optimismo de su marido son fingidos.
vez son una metfora de los terrores nocturnos de! nio. E! sntoma, corno metfora, ya no
representa un problema "real", sino un problema metafrico. De la misma manera, si los
dolores de cabeza de un nio son metafricos respecto de los "dolores de cabeza" de su
padre. y se pide al padre, en el contexto de la terapia destinada a curar a su hijo los
dolores de cabeza, que simule tener dolores de cabeza -siendo que. de hecho. el padre
los tiene habitualrnente-, el sntoma del nio deja de ser una analoga de los dolores de
cabeza "reales" del padre y se convierte en una analoga de sus dolores de cabeza
"fingidos", que a su vez son una analoga de los "reales". El sntoma del nio deja, pues.
de expresar un problema "real".
5. Un sintorna infantil no slo expresa un problema parental. sino que es adems un
intento de resolverlo, ofreciendo un foco para la inquietud del progenitor y suscitando
atencin benvola o ira punitiva, al par que orienta a los padres respecto de su situacin
como tales y as los aparta de cualquier otra situacin turbadora que pudieran estar
vivenciando. La directiva de que el progenitor simule tener el problema y el nio simule
ayudarlo remplaza la situacin "real", en la que el padre de veras tiene el problema y el
nio ele veras lo ayuda, por un "corno si". Como el padre finge necesitar la ayuda del nio,
con ello est indicando que no necesita "realmente" esa ayuda y que el nio no est
ayudndolo "realmente". Cuando este mensaje es claro, el nio abandona su
comportamiento sintomtico y la simulacin deja de ser necesaria.
137
El terapeuta puede modificar la conducta perturbada de un hijo remplazando su
sntoma por otra accin, de modo tal que la nueva accin metafrica cumpla una funcin
Estrategia 1: El cambio de la accin metafrica
En lo que sigue se describen tres enfoques para modificar el sistema de interaccin
y resolver los problemas del hijo: 1) el cambio de la accin metafrica; 2) el suministro de
una metfora para el xito en lugar del fracaso; 3) el cambio de la solucin metafrica,
Estrategias y ejemplos ele casos
El problema del terapeuta consiste en conseguir que el nio renuncie a su conducta
sintomtica provechosa para los padres, yen conseguir que estos renuncien a un sistema
de interaccin que cumple una funcin til pero desafortunada en la familia, Para resolver
este problema, se expusieron en el captulo 4 varias estrategias paradjicas, Aqu
presentaremos otra perspectiva,
En ciertas familias, no es preciso que un nio tenga efectivamente un "sintoma''
para servir de foco a la preocupacin de sus padres: la misma funcin puede cumplirla un
rasqo de personalidad (timidez extrema, retraimiento, sarcasmo, crueldad, egosmo o
frivolidad). los rasgos de personalidad observados en los llamados "problemas
caracterolgicos" cumplen en la familia idntica funcin que los sntomas aqu descriptos"
y les es aplicable l mismo enfoque teraputico (N, Madanes, comunicacin personal.
1979), El terapeuta debe abordar estos casos pensando que el rasgo del ni'io es una
metfora de la situacin en que se encuentra alguna otra persona de la familia,
la conducta perturbadora de un nio ayuda a sus padres al generar un sistema de
interaccin que es analgico de otro sistema de interaccin familiar, La secuencia de
acontecimientos sera la siguiente, El prcqenitor A se conduce en una forma perturbada o
perturbadora, como parte del Sistema de Interaccin A de la familia, En determinado
momento, un hijo se conduce de una similar manera perturbada o perturbadora. como
pa.te del Sistema de Interaccin B (que es similar al Sistema de Interaccin A), El Sistema
de lnteraccin B remplaza en la familia al Sistema de Interaccin A Si el Sistema B es
abandonado. la familia podra retornar al Sistema A, que a la postre llevar a que se
reinstaure el Sistema B, El mismo sistema de interaccin puede reiterarse varias veces,
con variaciones cclicas en el foco de la interaccin (1. Sojit, comunicacin personal. 1979),
.i"f
c .
CAPTULO 5
Problemas de los padres:
la mod ificacin de las interacciones
entre padres e hijos
Terapia Familiar Estratgica
Amorrourtu editores
L18
~-
La familia volvi a sesin la semana siguiente. Haban hecho todo lo indicado. y el
chico no se haba clavado alfileres en ese lapso ni se los haba clavado a otros. Tras eso.
el sntoma no apareci ms, El prximo paso de la terapeuta era auxiliar a la madre con
sus problemas de salud y sus dificultades econmicas y laborales, orientndola hacia los
organismos de asistencia mdica y social que podran ayudarla. Tambin dedic cierto
tiempo a organizar actividades para el chico y sus hermanos, de modo que no quedaran
tantas horas solos en el departamento. Plane junto con la madre las actividades de esta,
tendiendo a que pasara ms tiempo con sus hijos y por lo menos una vez a la semana
hiciera algo especial con ellos. Se dispuso que los nios fueran directamente de la escuela
a un centro recreativo a practicar deportes durante dos o tres semanas, y luego la
terapeuta abandon el tema,
A la primera entrevista acudieron la madre y los tres hijos. La terapeuta explic a la
madre que el problema del chico consista en que no insertaba los alfileres en el lugar
adecuado: su vientre no era un buen lugar, ya que le provocaba esa horrible herida y que,
corno todo el mundo sabe, hace mal meterse alfileres o metrselos a otros. Pidi a la
madre que la ayudase y se comprometiera a trabajar con el nil10 para que este aprendiera
dnde y cmo deba meter los alfileres, La madre prometi cooperar. La terapeuta le dio
una mueca de goma con aspecto de duende y le dijo que nicamente la utilizara con ese
hijo y no con los otros dos, Le encarg que comprara una caja con cien alfileres .y la
llevara a casa; esa tarde se sentara junto a su hijo mientras este introduca todos los
alfileres en la mueca, uno por uno, contndolos a medida que lo haca. De esta manera.
practicara la insercin de los alfileres en el lugar y la forma apropiados, y a la vez
ejercitara su aritmtica, lo cual sin duda alguna lo beneficiara en sus tareas escolares.
Una vez que hubiera puesto todos los alfileres a la mueca, se los retirara uno por uno y
los volvera a colocar en la caja Madre e hijo haran esto juntos todas las noches en un
cuarto a solas, con las puertas cerradas, para que los otros hermanos no interfirieran. Era
un asunto entre ellos dos.
La madre, una mujer corpulenta y obesa, estaba abrumada por las dificultades
sociales y econmicas y padeca serias dolencias fsicas vinculadas con su obesidad.
Tena tl"es hijos varones, todos los cuales escapaban a su control. Ella trabajaba como
mucama y los chicos se quedaban muchas horas solos en el departamento cuando
regresaban de la escuela, dedicndose a destruir el mobiliario. No viva con ellos ninqn
hombre adulto. El chico de marras no slo se insertaba alfileres en su propio cuerpo sino
que tambin lo haca en el de su madre y en el de otras personas que estuvieran junto a
l. Ya en la escuela se haban quejado de que pinchaba a otros nios. La madre haba
intentado castigarlo de diversas maneras, pero sin lograr modificar su conducta.
Un nio de 8 al10S fue derivado a terapia porque tena en la parte media del cuerpo.
el-' la zona del estmago, una herida de alrededor de cinco centmetros de largo y dos ele
ancho, que no cicatrizaba y estaba continuamente infectada. Era el resultado del hbito
que tena el nio de clavarse alfileres, hbito en e! que persista para consternacin de sus
pediatras.
Caso t t: La herida autoinfiigida
positiva en la familia sin las consecuencias infortunadas del comportamiento sintomtico.
Los ejemplos que siguen ilustran este enfoque.
139
En el tercer paso. la terapeuta ayud a la madre de diversas maneras a mejorar su
situacin. Al modificarse en un sentido positivo la situacin de la familia y al abordar la
madre sus problemas en forma directa, el sistema metafrico de interaccin que inclua al
hijo dejaba de ser necesario.
El segundo paso consisti en cambiar la accin del nino. para que en vez de
clavarse alfileres a s mismo se los clavara a una mueca. Adems, ese acto dejara de
tener la caracterstica solitaria y hostil que tuvo en el pasado, ya que tendra luqar en
presencia de la madre, quien tornara la iniciativa y colaborara con l. Antes, la madre se
diriga a su hijo fundamentalmente para regaarlo; ahora, se estableci entre ambos. en
tomo del clavar alfileres a la mueca, un lazo emocional positivo. El chico seguia
ayudando a su madre al mantener la atencin de ella centrada en l. pero ahora poda
hacerlo a travs de una accin metafrica diferente. La conducta del nio -clavar alfileres a
una mueca cien veces por da- segua siendo anormal, pero ya no se daaba a s mismo
ni a los dems.
El primer paso de la terapia consisti en cambiar el significado de la accin
metafrica, de modo tal que clavar alfileres no significara ya infligir una herida, sino que
fuera una conducta inapropiada, con respecto al lugar en que deban ser clavados los
alfileres.
El sntoma del hijo era beneficioso para su madre porque centraba su atencin en l
ms que en sus propias dificultades fsicas o socales. La madre luchaba contra la
conducta autodestructiva del nio en vez de luchar contra su propa conducta
autodestructiva, y se pona en contacto con mdicos que procuraban cambiar al hijo.
Mientras se iban desarrollando estos planes, se aproxim el verano y se hicieron
nuevos planes para todos los chicos, adecuados a la temporada. Madre e hijo continuaron
clavando y desclavando agujas en la mueca dos o tres semanas ms Al comienzo de la
terapia. la conducta perturbada del chico era una metfora de las dolencias de la madre
El hijo se insertaba alfileres en el vientre causndose una herida: la madre coma
demasiado y se enfermaba. El sistema de interaccin entre el hijo. la madre y los mdicos
era una metfora de la interaccin entre la madre y los mdicos. El hijo se clavaba
alfileres: la madre le deca que no lo hiciera; el hijo lo hacia de todos modos: la madre lo
llevaba al mdico, y el mdico le deca que no lo hiciera. La madre coma en exceso
aunque saba que no deba hacerlo; entonces se enfermaba e iba al mdico. quien le
deca que no deba comer en exceso.
2 la estrategia teraputica ernpleada en este caso tiene alguna similitud con la utilizada por
Milton Erickson (cf. Haley, 1973, pg. 209) con un chico que no dejaba de hurgarse una
llaga que tena en su frente. Erickson sustituy esa lamentable compulsin por la de
escribir sin errores de ortografa, dando as al nio la oportunidad de responder a las
exiqenc.as estrictas de su padre. Aqu la compulsin a clavarse alfileres en el vientre es
sustituida por la cornpulsion de clavrselos a una mueca. permitiendo que este nio
solitario establezca una relacin ms estrecha, afectuosa y positiva con su madre.
140
r J
IL..
Una semana ms tar de, la chica segua sin ataques y se haba r eintegr ado a la
escuela. al par que el padr e estaba tomando los r ecaudos par a volver a tr abajar . La
ter apeuta dijo que tal vez ahor a fuer a posible sacar se las cintas r ojas. dado que la familia
110 par eca seguir estando bajo la influencia del mal de ojo. La familia acept. Volvier on la
La familia volvi a sesin la pr xima semana la madr e haba hecho lo que se le dijo.
y la hija 110 haba tenido ataques. El padr e se senta mejor . Conver sando con la familia. la
ter apeuta compr ob que padr e e hija estaban siempr e juntos. ya que por sus elolencias
tenan que quedar se en casa, en tanto que la madr e, por su ti-abajo. estaba muy apar tada
eleellos yen qr an medida haba r enunciado a su posicin como esposa y como madr e. La
ter apeuta puso de r elieve que los padr es tenan que poner se de acuer do en las decisiones
acer ca de su hija y del hogar , y comenz a or ientar los hacia una funcin ejecutiva
conjunta, en vez de la abdicacin de la madr e en favor de su hija quinceaer a.
La te.apeuta dijo que la madr e deba ir de inmediato a la tienda y compr ar algunos
metr os de cinta r oja, con la cual confeccionar a unos lazos par a cada integr ante (padr e.
madr e. hija y her manos), que coser a por dentr o en su r opa inter ior . Todos tenan que usar
estas cintas r ojas cosidas a su r opa per manentemente, en par ticular cuando salan de la
casa. con esto el mal de ojo ser a neutr alizado.
:
La ter apeuta consult con su super visor a y plane una inter vencin estr atgica. Dijo
a la familia que esa semana haba pasado mucho tiempo r eflexionando sobr e ellos.
llegando a la conclusin de que en efecto estaban bajo el influjo de un mal ele ojo. Slo
esto poda explicar el hecho de que tanto el padr e como la hija estuviesen enfer mos. Les
elijo que haba consultado a su super visor a, una ar gentina ms exper imentada que ella,
quien le cont que en su pas exista par a el mal de ojo una cur a infalible. Les inter esar a
conocer la? Ellos r espondier on que por cier to les inter esaba, y que har an todo lo posible
par a libr ar se de esa influencia maligna.
Los paelr es afir mar on que no quedan que se pr acticase el EEG por que estaban
convencidos de que no se tr ataba de un pr oblema mdico: lo que estaba afectando a la
familia er a la influencia de un mal de ojo. La ter apeuta pr oCUI'per suadir de muchos
modos a la par eja de que su hija tena que someter se a ese examen. per o ellos se
mantuvier on fir mes en su posicin: estaban bajo la influencia del mal de ojo. y la medicina
nada poda hacer .
La ter apeuta conver s con la familia y pudo enter ar se de que la chica faltaba
per manentemente a la escuela por el temor de sufr ir un ataque all. Tambin el padr e
estaba siempr e enfer mo. con dolencias no del todo clar as. y no tr abajaba. La madr e sala
a tr abajar mientr as padr e e hija per manecan en el hogar .
Una par eja por tor r iquea llev al hospital a su hija de 15 ar ios por que tena
fr ecuentes ataques. Se ia someti a examen, y el pediatr a r ecomend un
electr oencefalogr ama (EEG) par a deter minar si er an de or igen epilptico. Los padr es se
neqar on a que se le hicier a esa pr ueba. Se pidi la inter vencin de una ter apeuta
por tor r iquea par a que se comunicar a con la familia en espaol y la convencier a de la
necesidad de pr acticar el EEG. por la pr eocupante posibilidad de que hubier a epilepsia
Caso 12: El mal de ojo
141
El primer paso de la terapia consisti en aceptar la metfora de la familia. seqn la
cual ellos eran vctimas de un poder ms grande que el de la medicina norteamericana. El
segundo paso fue cambiar la accin metafrica de la familia de modo tal que, aunque
continuaban desafiando la cultura circundante, no lo hacan mediante ataques o
misteriosas enfermedades sino venciendo al mal de ojo y tornndolo inocuo. Esto se loqr
cuando la terapeuta les ofreci una cura "infalible" proveniente de una cultura latina como
la de ellos. pero an ms distante de la cultura norteamericana que la de Puerto Rico.
Adems, al encargar a la madre que comprara y cosiera las cintas, la terapeuta puso bajo
su control la accin que condujo a la cura, y de este modo comenz a restaurarla en la
posicin que le corresponda dentro de la familia. La chica segua ayudando a los padres
atrayendo sobre s su atencin, pero a travs de una diversa accin metafrica. El
comportamiento de la familia continuaba siendo anormal -no es normal tener que usar'
cintas rojas en las prendas ntimas para evitar ataques y dolencias-: no obstante, el intento
de cambiarlo por parte del terapeuta result prematuro, ya que provoc un ataque. As. las
cintas debieron ser colocadas de nuevo, y padre e hija mantuvieron su buena salud.
El sntoma de la hija haba sido til a los padres al proveerlos de una metfora
mediante la cual podan desafiar a la cultura sin sufrir las consecuencias que podra haber
acarreado un cuestionamiento ms directo. Su sntoma era, particularmente, una
proteccin para el padre, ya que lo exima hasta cierto punto de ser el eje de ese desafo a
la cultura, por su enfermedad y su renuencia a trabajar. La afeccin de la chica tambin
ayudaba a la madre, permitindole acudir a su trabajo en la certeza de que su hija le hara
compaa al padre y lo atendera,
[_ _
No obstante, el hecho mismo de aliarse con ellos contra el mal de ojo cambi la
metfora expresada por su conducta perturbada, Antes de la terapia. la familia desafiaba
metafricamente la cultura representada por los mdicos, la escuela y la fbrica Con la
terapa, la familia. junto con la terapeuta, desafiaron metafricamente el mal de ojo y lo
derrotaron.
En este caso. los sntomas de la hija y la negativa de los padres a avenirse al
pedido del mdico eran una metfora del desafo a la cultura norteamericana por la familia.
Vale decir que el problema presentado, que no eran slo los ataques de la muchacha sino
tambin la renuencia de los padres frente al EEG, constitua un acto metafrico de desafo
a la cultura: el mal de ojo era ms poderoso que la medicina estadounidense que la
escuela estadounidense a la que se quera enviarla y que la fbrica estadounidense donde
el padre deba trabajar, Al aceptar la interpretacin que la familia haca de su propia
situacin. la terapeuta se les sum en su desafo,
La familia volvi a usar las cintas rojas y los ataques cesaron. La chica retom sus
estudios y el padre su trabajo. La terapeuta se reuni con la familia unas semanas ms.
procurando restaurar la apropiada posicin de la hija en la jerarqua y la posicin superior
de! padre, que parcialmente haba perdido por quedarse enfermo en casa mientras la
mujer trabajaba.
proxima semana y comentaron que haban eliminado las cintas pero que la hija haba
tenido un ataque. La terapeuta replico que evidentemente haba sido un error sacar' las
cintas. y que deban continuar usndolas, ya que a todas luces eran esenciales para
preservarlos del mal de ojo.
Se plane que al comienzo de la sesin el terapeuta redefinira el problema como
una negativa a asistir a la escuela, y la depresin, como una consecuencia de quedarse
en casa sin hacer nada. El terapeuta apelara entonces a la madre en su condicin de
142
t_ _
Como el personal del hospital haba barajado la posibilidad de internar al runo y
someterlo a una terapia individual de largo plazo -con la posible consecuencia de que
iniciara una "carrera" de enfermo mental-, antes de la primera entrevista se resolvi que el
terapeuta aconsejara a los padres que lo obligasen a ir a la escuela cuanto antes. para
retomar as la vida normal de un chico de 13 afias. Se presuma que. por las depresiones
que sufriera la madre en el pasado; la "depresin" de su hijo era una metfora de la de
ella, y que el nio permaneca en la casa hacindole compaa a la madre y suscitando su
inquietud y proteccin porque de ese modo la madre quedaba centrada en los problemas
de su hijo en lugar de ocuparse de los suyos propios, Se ignoraba qu sistema de
interaccin poda haberse desarrollado en torno de los sntomas del nio.
El chico tena accesos de llanto, pasaba la mayor parte del da sentado sin hacer
nada. los dos ltimos meses se haba negado a concurrir a clase, y amenaz con
suicidarse. Haba estado en tratamiento individual con una terapeuta que mantena la
firme opinin de que no deba sometrselo a tensiones, y que pidi la consulta porque le
preocupaba que el chico empeorase, Como parte del plan de tratamiento su madre
tambin haba sido atendida individualmente en la misma agencia.
Se trajo a consulta al departamento de psiquiatra a un nio de 13 alas a quien se
le haba diagnosticado una depresin infantil grave en una agencia de servicios
asistenciales para la familia. En el examen psiquitrico en el hospital se averigu que
tambin su madre y uno de sus primos haban estado qravernente deprimidos Los
miembros del personal inclinados a una terapia biolgica consideraron interesante esta
informacin. pero se aconsej someter el caso a la evaluacin de un terapeuta de familias.
Caso 13: Un nio deprimido
Si U Il hijo ayuda a los padres en formas desafortunadas, el terapeuta puede
procurar otras formas, ms positivas, en que brinde esa ayuda. Un hijo sintomtico
expresa metafricamente los fracasos de un progenitor, El terapeuta puede orqanizar las
cosas de modo que se acredite por adelantado a ese progenitor la mejora de su hijo. Esta
mejora debe definirse, antes de que suceda efectivamente. como un ndice de que el
prcqenitor tiene xito y es una persona idnea, que ha superado las dificultades de su vida
y puede auxiliar a su hijo para que haga lo mismo, Las nuevas conductas apropiadas del
hijo pueden entonces convertirse en metforas de los xitos. y no de los fracasos. del
padre o de la madre. Si el progenitor triunfa, la conducta problemtica del nio pierde su
funcin. ya que deja de ser una analoga de los fracasos del proqenitor
Estrategia 2: El suministro de una metfora para el xito en lugar del fracaso
En el tercer paso de la terapia, la terapeuta junt a la pareja en su doble condicin
de progenitores y de marido y mujer: Al ayudarlos a superar su situacin hoqarea y
laboral, ellos se fueron adaptando mejor a la cultura, y el sistema metafrico de interaccin
que involucraba a la hija dej de ser necesario,
l43
Es probable que la participacin de los profesionales fuera idntica en ambos
sistemas de interaccin. Cuando el padre af1finaba que deba forzarse el hijo para que
asistiera a clase, los profesionales lo sofrenaban. Cuando la madre se deprima, quizs el
padre era tambin refrenado de plantear mayores demandas a la madre por el mdico de
esta, que preocupado por su depresin la tena bajo medicacin. El sistema de interaccin
que abarcaba a madre, padre, hijo y profesionales era una metfora del que abarcaba a
madre, padre y mdico, y lo sustitua,
Insistentemente el padre insistiera entonces en que ella deba mostrase activa y
cuidar' de sus hijos y del hogar, y probablemente la madre replicaba que no poda hacer
eso porque estaba deprimida y no toleraba el stress. El sistema de interaccin en torno de
la depresin del chico er-aidntico al que tena como eje la depresin de la madre. Ambos
desembocaban, probablemente, en que el padre retiraba sus demandas y haca alguna
cosa especial para la madre, tan abrumada por su propia depresin o la de su hijo. Si el
hijo estaba deprimido, la madre no necesitaba deprimirse para que se produjera el mismo
Sistema de interaccin.
En el pasado, cuando el padre propona que obligasen al hijo a ir a la escuela, o
bien la madre planteaba objeciones, o bien intervena alqn profesional (su terapeuta o su
pediatra) para impedir que los padres iniciaran cualquier accin: El sistema de interaccin
er-aeste: el hijo se pona a llorar y deca sentirse apesadumbrado, deprimido, y que no
quera ira a la escuela; el padre afirmaba que deba ir: y la madre vacilaba y al fin
impugnaba esa decisin, agregando que tal vez ellos no deban presionarlo. Es probable
que este sistema de interaccin fuera la analoga de otro sistema de interaccin: el que se
produca en el pasado cuando se deprima la madre. Probable 3 Si en este caso se
hubiera tomado como foco las coaliciones transgeneracionales (Haley, 1976b), se hubiera
visto a madre e hijo como excesivamente involucrados entre s, y al padre como marginal;
en consecuencia, se habra hecho responsable al padre de cuidar que su hijo asistiera a la
escuela. Esto podra haber incrementado el sentimiento de inferioridad de la madre y su
depresin, dando por resultado dificultades conyugales.
Al comenzar la primera sesin el terapeuta dijo que, seqn l lo entend a. el
problema pm el cual lo consultaban giraba en torno de la negativa del hijo a concurrir a la
escuela. La madre lo corrigi de inmediato, replicando qUe lo consultaban por la grave
depresin del hijo, cuya consecuencia era que no iba a la escuela. Sin ernbarqo. el padre
afirm que l pensaba que los llantos y trastornos del chico eran problemas normales en
un adolescente, y que haba que obligarlo a ir a clase. El ter-apeuta aprovech esta
oportunidad para definir el problema: el chico sola estar normalmente triste, pero se
deprima cuando dejaba de asistir a la escuela. Present as la depresin como la
consecuencia, y no la causa, de su negativa a ir a la escuela.
experta en super-ar depresiones, defendindola como una persona competente que, en
vez de seguir deprimida, haba logrado superar su depresin, Basndose en este xito, la
madr-e tendra la responsabilidad de hacer que su lujo fuera a clase. As, si el hijo se
quedaba en la casa, su conducta era una metfora de la depresin de la madre, pero si
iba a la escuela, era el resultado del xito y la competencia de la madre."
144
Esa tarde el chico se escap de la casa y un par de horas despus telefone a su
madre dicindole que slo regresara si ella le prometa que no lo obligara a ir a la
escuela. La madre as se lo prometi, y l volvi. La madre llam al terapeuta y le
pregunt qu deba hacer, ya que ahora haba prometido no llevar al nio a la escuela .EI
Los padres parecan suficientemente motivados, y el terapeuta procedi a fijar un
plan para que el hijo volviera al coleqio. La madre lo interrumpi diciendo que traa un
mensaje de la terapeuta del hijo, que deba trasmitirle en privado: el terapeuta pidi al
chico que abandonara el cuarto. Entonces la madre volvi a plantear las objeciones de los
otros profesionales acerca de presionar al chico. El terapeuta insisti en que su posicin
era diferente, y que ellos deban optar. Agreg que no tena inconvenientes en hablar con
la otra terapeuta, pero que la terapia deba entrar en receso hasta que el chico concurriera
normalmente a clase. Los padres aceptaron este plan, y el terapeuta fue a buscar al chico
para que ingresara a la sesin. Les dio a los padres estas consignas: al da siguiente. los
padres pondran al chico en el auto y lo llevaran a la escuela; si el chico no pona
objeciones en ir a clase, los padres lo dejaran all; en caso contrario. la madre lo
acompanaria a todas las clases sentndose junto l y tomndolo de la ruano todo el
tiempo para infundirle coraje. Se hizo hincapi en que la madre estaba en condiciones de
comprenderlo y reconfortarlo porque ya haba atravesado dificultades similares. El
terapeuta pidi luego que los padres explicaran al hijo este plan para el da siguiente.
Hacia el final de la sesin, mientras los padres hablaban, el chico. que haba permanecido
quieto y slo habl cuando se le pregunt algo, empez a sollozar. El terapeuta dijo que. si
bien es incmodo para los padres ver llorar a sus hijos, hoy en da se considera normal
que los varones expresen sus sentimientos y lloren al par de las nias: de modo que el-a
natural que llorara, y los padres no tenan por qu turbarse por sus lgrimas. El nfasis en
la diferencia entre varones y nias redujo el impacto dramtico de la conducta del chico.
De sbito. lanz un grito con todos sus pulmones de que no quera ir a la escuela. El
terapeuta seal que esa era una tpica conducta adolescente y un buen signo de
desarrollo y madurez.
El plan consisti en utilizar la analoga entre el comportamiento de la madre y el del
hijo. para que pudieran igualarse no slo en su depresin sino tambin en su xito en
vencerla Por esta razn, el terapeuta pregunt a los padres si alguno de ellos haba
tenido problemas semejantes a los del hijo. La madre cont que. luego de haber dado a
luz a mellizos, que eran unos aos menores que este chico, se haba puesto muy
deprimida y se le dio medicacin. Los mellizos estuvieron enfermos en su primera infancia.
y debieron sel- atendidos en forma ambulatoria y con internacin: y ella haba tenido que
hacer frente a todo esto cuando acababan de mudarse a otra ciudad y estaba lejos de sus
parientes, que la haban ayudado a criar a sus hijos mayores. El terapeuta se condoli de
ella y le dijo que sin duda alguna era una experta en superar depresiones, y, pOI lo tanto
nadie mejor que ella poda ayudar a su hijo. Ella saba muy bien lo importante que es
mantenerse activo y cumplir con las propias obligaciones, y que en verdad esa es la nica
manera de salir de una depresin. Ella coincidi.
Los padres describieron la posicin del pediatra, la asistente social y la psicloga
que intervino en el caso, cuyo consejo el-a que no se presionara al hijo para volver a la
escuela. El terapeuta explic que l tena otro punto de vista. Crea que si el chico se
quedaba en su casa sentado sin hacer nada no poda sino intensificarse su tristeza. y que
deba hacer lo que hacen todos los hijos normales de su edad: ir al colegio.
145
La conducta perturbada de un nio es a la vez una metfora y una solucin del
problema de un progenitor. A veces la solucin que da el nio tiene que ver con las
consecuencias que le traera al progenitor la conducta perturbada del hijo, Si el terapeuta
puede cambiar estas consecuencias, de modo que se conviertan en un sacrificio para el
progenitor o en una solucin desagradable para el hijo, su conducta perturbada ya 110
cumplir su funcin y ser desechada.
Un ejemplo ilustrar este enfoque.
Estrateqia 3: El cambio de la solucin metafrica
Al principio de la terapia, la depresin del chico haba sido una metfora de la
depresin de la madi-e. A su trmino, el xito del nio en su concurrencia a la escuela era
una metfora del xito de la madre en la superacin de su depresin. Al principio de la .
terapia, el sistema de interaccin -donde el padre se quejaba de que su hijo no haca lo
que se esperaba de l, el chico estaba triste y la madre sostena que no poda hacer nada
por s mismo y que haba que dejar de presionarlo- era una analoga de las quejas del
padre acerca de la madre y de sus argumentos en cuanto a que ella no poda hacer nada
por s misma y no deba presionrsela. Al trmino de la terapia, el xito de la madre con el
chico era una analoga del xito que ella haba logrado en su propia vida, y el padre se
senta orgulloso de la capacidad de su mujer.
Estas cuestiones ocuparon cuatro o cinco sesiones, tras las cuales se interrumpi la
terapia. Al comienzo del prximo ciclo lectivo, el chico llam al terapeuta y le dijo que no
quera seguir yendo a la escuela, y que le gustara tener una chal-la con l sobre esto. El
terapeuta le respondi que mejor sera que hablara con sus padres, quienes ya lo haban
ayudado antes y lo volveran a hacer ahora. En un seguimiento hecho un ao y medio
despus de la primera entrevista, se averigu que el chico concurra a clase regularmente.
tena amigos y practicaba deportes.
El padre result ser un hombre muy exigente. Quera que su hijo se incorporara a
un qrupo de nios exploradores, y pidi al terapeuta que aplicara para ello el mismo
procedimiento mediante el cual haba logrado que volviera a la escuela. Al chico no le
gustaban los nios exploradores y no tena ninguna gana de realizar esas actividades. El
padre pretenda tambin que asistiera regularmente, a la iglesia. El terapeuta pudo
negociar la decisin del nio de no ser hoy scout argumentando que ello no era necesario.
pero en cambio no pudo negociar la cuestin de la iglesia, y se resolvi que el chico
asistira al servicio religioso cada vez que fuera su familia.
El chico sigui asistiendo a clase normalmente y se dedic mucho a practicar
patinaje. Se reuni con el terapeuta un par de veces para ver de qu manera podia
mejorar sus hbitos de estudio, pues quera hacer sus deberes lo antes posible a fin de
poder ir al parque.
terapeuta le dijo que simplemente le informara al chico que a veces las madres mienten, y
que debia ir. Esa noche el chico llor y vomit, pero a la mariana siguiente concurri a la
escuela sin ofrecer resistencia y la madre no debi quedarse junto a l.
lL
146
~
Se plane una estrategia seqn la cual la terapeuta seguira varias etapas. En
primer lugar, deba alabar al padre por haber criado con xito tantos hijos. Luego le
preguntara por qu motivo nunca se haba vuelto a casar, comentndole que realmente
se mereca la companla de una mujer. Luego, volviendo otra vez al tema anterior. le
repetira qu airoso haba sido como padre, sealndole que todos sus hijos, a excepcin
de Mary, trabajaban o estudiaban. Exarminara junto con el padre y con la hermana de
Mary qu posibilidades de trabajo tena esta dado que no habia completado siquiera el
ciclo bsico secundario; considerara la posibilidad de que trabajase como camarera o
como niera. A continuacin, la terapeuta mencionara la infortunada posibilidad de que se
le impusiera al padre una multa de cincuenta dlares diarios mientras Mary no asistiese a
clase, ya que ella, la terapeuta, no poda testimoniar que sufra una perturbacin
emocional, puesto que no era cierto, y esa era la multa habitual por faltar
injustificadamente a clase el1 el distrito en que viva la familia (padre e hija estaban
enterados de esto desde tiempo atrs.) Por ltimo, la terapeuta retornara el terna del
posible matrimonio del padre, y dira que como Mary no iba a la escuela, lo mejor que
poda hacer su padre era casarse, ya que de ese modo habra en la casa una persona que
cuidara de Mary y esta, a su vez, le hara compaa a la nueva esposa, que por las largas
jo-nadas de trabajo del padre pasara tantas horas sola. Adems, la nueva esposa podra
dividirse con Mary los quehaceres hoqareos, y as no se sentira tan avasallada al
La terapeuta reuni a la familia (padre, hija y hermana mayor) para una consulta
con su supervisora, quien observ la sesin detrs del vidrio de visin unidireccional.
Supervisora y terapeuta examinaron el caso antes de la sesin, y decidieron partir del
supuesto de que la conducta de Mary era una metfora, que ella quera ser la esposa de
su padre. Si no iba a la escuela, poda quedarse en casa y hacer los quehaceres
domsticos para el padre como los hara una esposa. La analoga pareca particularmente
oportuna por la disputa que mantena el padre con la hermana mayor de Mary, quien
haba estado en posicin de esposa y madre y haba ayudado a criarla.
La terapeuta dispuso que el padre llevara a Mary a una reunin a celebrarse en la
escuela. en la que la terapeuta estara presente: luego de la reunin. el padre la
acompaarla a su curso y se sentara junto Ir ella si fuese necesario. No obstante. tan
pronto Mal'y lleg con su padre a la escuela se desprendi de l y ech a correr. La
reunin se hizo sin ella; el padre estaba sumamente perturbado. Nadie entenda en la
escuela por qu motivo la chica no quera asistir, ya que tena buenas calificaciones yera
apreciada. El psicopedagogo coment, empero. que Mary le haba confesado que 110
quera que su padre se casase de nuevo. El pensaba que tal vez esto guardara alguna
relacin con el problema.
Mary. una muchacha de 14 arios, la menor de seis hermanos. se negaba a ir al colegio. Su
madre habla muerto cuando ella tena 5 aos, y el padre la haba criado con ayuda de una
hermana mayor de Mary. Esta hermana asista ahora a una universidad en una ciudad
cercana, y no se hablaba con su padre, desde que este haba descubierto que cohabitaba
con un joven. E! padre. obrero de la construccin, quera mucho a Mary y tenia un gran
apego por ella.
Caso 14: Negativa a ir a la escuela
147
Las pistas que orientan al terapeuta son indicios de que hay similitud entre el
progenitor y el hijo en cuanto al problema de uno y otro, su situacin, sus comportamientos
respectivos, sus fracasos o temores. El terapeuta debe atender a lo que los padres se
El problema del terapeuta radica en lograr que el runo renuncie a su conducta
perturbada y que los padres renuncien a un sistema de interaccin que cumple una
funcin til en la familia, pero desafortunada. Para ello, el terapeuta debe descubrir la
metfora implcita en la conducta perturbada del nio y en la interaccin familiar en tomo
de dicha conducta.
La comprensin elela metfora
Al principio de la terapia, la conducta perturbada de Mary era una metfora <desu
condicin de esposa del padre. En vez de ir a la escuela, como todas las chicas normales
de su edad, se quedaba en el hogar y haca de ama de casa como una esposa. Hasta
cierto punto, tambin estaba sustituyendo a la hermana que haba abandonado el hogar y
con la cual el padre estaba peleado. La terapeuta invirti la situacin, de modo tal que la
conducta perturbada de Mary, su negativa a ir a la escuela, se convirti en una razn por
la cual el padre deba contraer matrimonio. La conducta de Mary no slo haba dejado de
ser una metfora de su condicin de esposa del padre, sino que daba lugar a lo opuesto.
el casamiento del padre. La terapeuta tambin consigui que Mary retornara una situacin
familiar previa que haba sido mejor para ella, al sugerirle que, si asista a la escuela,
podra visitar a su hermana. Eso permiti que Mary instara a su padre a reconciliarse con
su otra hija, y, de ese modo, que recobrara en parte la situacin vivida por ella de chica.
cuando su hermana haba ayudado a criarla.
Al da siguiente Mary fue a la escuela por propia voluntad y continu asistiendo
luego reqularrnente y con buen talante. Ese fin de semana visit a su hermana. Un ano
ms tarde, un seguimiento permiti averiguar que Mary sigui asistiendo a clase y le Iba
bien en su tarea y que el padre se haba reconciliado con la hermana de Mary y no se
haba vuelto a casar.
~.',.'.:'
En un momento, mientras conversaban sobre la hermana que se haba mudado a
otra ciudad. Mary coment que le gustara verla. La terapeuta inquiri al padre si Mary
poda vis.tar a su hermana en caso de que esa semana fuera todos los das a la escuela.
El padre respondi que s, y que la llevara l mismo en su automvil. Al trmino de la
entrevista, la terapeuta hizo hincapi en que el padre deba pensar en la idea de casarse.
Se sigui este plan, y la idea del nuevo matrimonio del padre origin murmullos y
risas en la entrevista. El padre cont que haba tenido citas a menudo, pero que nunca
trajo una mujer a la casa. Mary manifest que no le importaba que se casara o no, pero, a
medida que iba avanzando !a sesin, dio vuelta la espalda a los dems y permaneci as
un largo rato.
ingresar en un hogar donde haba varios hijos crecidos. La terapeuta insistira en que para
el padre, el mejor curso de accin era casarse. Si la hija hasta ese momento se haba
conducido de manera dscola para impedir que su padre se volviera a casar, ahora esa
conducta suya tendra la consecuencia exactamente opuesta: que contrajera matrimonio.
En dos de los casos expuestos en este captulo, el terapeuta redefini el problema
del nio antes de proceder con una estrategia de cambio. En el caso del nio que se
clavaba alfileres en el vientre, se cambi el problema, que ya no fue el de infligirse una
herida, s.no el de clavar los alfileres en un sitio equivocado. En el caso del chico
deprimido, su negativa a ir a la escuela dej de ser la consecuencia de su depresin para
pasar a ser su causa. En ambos ejemplos, el problema no fue tan drsticamente redefinido
como se lo hizo en dos casos de adultos presentados el1 el captulo 3: la mujer con
Ree/efinicin e/e!problema
Cuando el terapeuta cree haber encontrado la clave de la metfora implcita en la
conducta perturbada del nirio. puede obtener ulterior informacin inquiriendo acerca de la
salud de los miembros de la familia y sus relaciones con otros parientes cercanos.
Tambin es til indaqar si alguno de los progenitores o alqn pariente tienen o han tenido
problemas similares a los del nio, Una vez que el terapeuta ha formulado una hiptesis
acerca de la analoga implcita en el problema del nio, su accin metafrica puede ser
modificada, ofrecindole una metfora de xito en vez de una de fracaso, o bien puede
cambiarse la solucin que brinda la accin metafrica del nio.
Por lo general, las analogas entre la situacin del progenitor y la del runo son
bastante evidentes. Una madre obesa tiene un hijo que se clava alfileres en el vientre; un
padre con "dolores de cabeza" en su trabajo tiene un hijo con dolores de cabeza; una
madre deprimida tiene un hijo "deprimido": el hijo de una madre temerosa tiene miedo de ir
a la escuela. La interaccin familiar en tOIllO de la Situacin de los progenitores
reemplazada por la interaccin en tomo del problema del hijo. El foco en las analogas
entre la situacin del progenitor y del nio explica la especificidad de un sntoma -fema
este que otros enfoques de terapia familiar estructural y estratgica no destacan
suficientemente (Haley, 1976b: Minuchin, 1974)-,
Por ejemplo: Una madre pidi una consulta en una clinica de orientacin infantil a
causa de que su hijo le pegaba a las nias o a los varones ms pequeos que l, mientras
que con sus pares se mostraba en cambio inseguro y temeroso, Result que el padre le
haba pegado a la madre en varias oportunidades, y era un hombre inseguro de s mismo
y temeroso, que acababa de perder su trabajo y todo su capital, El comportamiento
agresivo de! hijo hacia las nias y nirios ms chicos perrruti a !a madre consultar en una
clnica de orientacin infantil en vez de tener que sufrir la humillacin de buscar auxilio
como esposa maltratada. A veces la pista la da el contenido de lo que el progenitor dice.
como en este caso. y otras veces las palabras que escoge. su tono de voz y su
comportamiento no verbal, Por ejemplo, una madre declar: "Mi hijo tiene ms dolores de
cabeza de los que creo que debera tener un chico de su edad", al par que haca un vago
ademn en direccin al lugar donde estaban padre e hijo. La comunicacin metafrica es
como la visin doble, en el sentido de que lo visible en un canal lo es tambin en el otro
canal Es como si uno pudiera mirar cierto lugar y obtener una imaqen de lo que acontece
en otro lugar. Las secuencias de interaccin se repiten a s mismas en distintos niveles. y
cada UIlOde estos niveles lleva al otro,
dicen entre s o le dicen al terapeuta con referencia al nio en un plano literal, pero suena
como si pudiera estar referido a uno de los padres en un plano metafrico,
149
En tales casos, el problema del terapeuta radica en cambiar la conducta perturbada
del nio y modificar la participacin de los padres, dentro de un sistema de interaccin que
cumpla una funcin til en la familia. Para ello, el terapeuta debe descubrir la analoga en
la conducta perturbada del nio. Se han descrito en este captulo tres estrategias para
resolver el problema que presenta el nio.
Se ha propuesto aqu que la conducta perturbada de los nios es una analoga de
las dificultades de alguno de sus progenitores, as como una tentativa de resolver esas
dificultades. La interaccin familiar en tomo de los sntomas del nio se convierte en una
metfora de la interaccin en tomo de los problemas de los padres, y sustituye a esta
interaccin. Cuando el nio se conduce en forma perturbada, el sistema de interaccin en
tOIllO ele las dificultades de los padres es remplazado por el sistema de interaccin en
tOIllOdel problema del chico.
c__
Resumen y conclusiones
Tal C0l110se la emplea en este enfoque, la redefinicin elel problema no implica
forzosamente una connotacin positiva o una re-rotulacin positiva de la conducta de
alguien. Su meta es cambiar la definicin de un problema para que se lo pueda solucionar.
La irresponsabilidad es, quizs, algo ms negativo que la depresin, pero ms fcil ele
resolver. Un espasmo muscular se aviene ms al cambio que una parlisis histrica. A un
nio que se niega a ir a la escuela se lo puede manejar con ms facilidad que a un runo
deprimido. As pues, el propsito de la redefinicin debe ser el de definir un problema
resoluble, no subestimar el problema ni interpretar la conducta de manera positiva.
El defecto que tiene la redefinicin del problema es que si el terapeuta no procede
con tacto. respeto y persuasin, puede colocarse en la posicin de un adversario ele la
farniha y no de alguien que coopera con ella. En este enfoque rara vez se apela a la
confrontacin, y la actitud del terapeuta ante las dems personas tiene que ser de respeto.
Este respeto explica, asimismo, por qu los padres no se resisten a esta terapia tanto
COIllOpodra preverse, y por qu no surgen grandes luchas por el poder entre los padres y
el terapeuta. Tampoco se hacen interpretaciones que susciten resistencias Las
trascripciones incluidas en los captulos 7 y 8 ejemplifican el tono y estilo en que debe
conducirse la terapia.
En casos en que est envuelto un nirio sintomtico, los padres pueden estar
apegados a una cierta definicin de un problema, en cuyo caso el cuestionamiento de esa
definicin pOI' el terapeuta debilita la posicin de los padres y es contrario al objetivo que
persigue el terapeuta: reorqanizar la jerarqua para que los padres se hagan cargo de sus
hijos. Esto no significa que no deba recurrirse nunca a la redefinicin del problema, pero s
que debe usrsela con cautela y en circunstancias especiales: por ejemplo, cuando el
rtulo que debe cambiarse no ha sido puesto por los padres sino por otros profesionales. y
cuando la redefmicin implica cambiar la relacin entre causa y efecto, pero sin entrar a
una redefinicin completa del problema. Tambin puede utilizrsela cuando los padres
parecen dispuestos a aceptar la redefinicin sin ofenderse.
parlisis histrica, cuyo sntoma fue re-rotulado como espasmo muscular, y el hombre
deprimido, a quien se le dijo que no estaba deprimido sino que era un irresponsable.
150
.-.
~
L
SegCIrlel modelo propuesto, un sntoma del hijo genera en la familia un sistema de
interaccin que es una analoga del sistema de interaccin en torno ele los problemas de
un progenitor, y sustituye a este ltimo sistema, De ello se infiere lgicamente -aunque no
hay datos que avalen esta hiptesis- que tambin lo inverso puede ser vlido: que la
conducta perturbada de un padre o de una madre puede general' en la familia un sistema
de interaccin que sea una metfora de la interaccin en torno de la conducta perturbada
del nino, y la sustituya, Vale decir que as como el padre puede ser una metfora para el
nio, el nio puede ser una metfora para el padre y puede variar cclicamente el foco de
interaccin, pasando, verbigracia, del hijo a un progenitor, de este al hijo, del hijo a un
problema conyugal, para volver despus al hijo, No obstante, el ciclo seguir siendo
siempre el mismo, en el sentido de que los miembros de la familia se ayudarn unos a
otos mediante conductas que son metafricas entre s,
Especulaciones
Aunque hay ciertos criterios generales sobre los planes teraputicos que pueden
aplicarse a una variedad de familias, no existen dos familias iguales entre s, y pal-a cada
familia es preciso establecer un plan teraputico especfico,
'l. El terapeuta parte de la base de que un sntoma expresa analgica o
metafricamente un problema de los padres y es tambin una solucin, aunque
desafortunada, par-a ellos.
2, El terapeuta determina qu metfora expresa la conducta perturbada del nio, ya
quin est el nio ayudando,
3. El terapeuta determina cul es el sistema de interaccin que gira en torno de los
sntomas del nio, y de qu otro sistema de interaccin es aquel una metfora.
4. El terapeuta planea una intervencin que modificar la accin metafrica. o
suministrar una metfora alternativa, o cambiar las consecuencias que tiene la metfora
para los padres. Por lo general, su intervencin adopta la forma de una explicacin de las
causas del problema, una descripcin de sus consecuencias, y una elirectiva acerca ele
algo que la familia debe hacer -en particular el progenitor con el que se vincula la conducta
metafrica del hijo-,
Para realizar esta terapia, se siguen ciertos pasos:
La ventaja que el nio y su familia extraen de la conducta perturbada de aquel es
que el nio se vuelve el foco de un sistema de interaccin que es una metfora del que
gira en tomo ele las dificultades de los padres, y toma innecesario a este ltimo. Pueelen
asi tener lugar ciertas interacciones entre los familiares con menos peligro de que les
acarreen severas consecuencias. Esta ventaja es la .ganancia interpersonal que el nio y
sus padres elerivan de la conducta sintomtica del primero. En las tres estr-ategias
presentadas aqu, se mantuvo esa ganancia interpersonal de la familia. a! par que
desapareci el comportamiento sintomtico, O sea que el terapeuta logr la preservacin
ele la ganancia interpersonal organizando las cosas de modo que el nio o el terapeuta
pudieran ayudar de otro modo a los padres con sus dificultades,
151
Para empezar, el terapeuta debe formular una hiptesis sobre el problema. y para
ello, debe recoger cierta informacin de la familia. Cundo se produce el sntoma. de qu
manera, dnde y con quin? Qu hace cada integrante de la familia cuando se produce
el sintoma? Cmo desaparece este ltimo? Quin se siente trastornado, preocupado.
triste, colrico, molesto por el problema? Qu otro miembro de la familia tiene o ha tenido
un problema semejante? Qu miembros de la familia se parecen entre s'? Cmo se
desempean cada uno de ellos en su trabajo o en sus estudios? Hay algo que los
inquieta o atribula, o estn envueltos en alguna circunstancia especial? Con qu
parientes tiene cada uno ms relacin, y cmo es esta? La persona que presenta el
Preguntas que el terapeuta debe hacer a fa familia
Hasta ahora hemos hecho hincapi en la comprensin y solucin de los problemas
presentados en la terapia. Una sntesis contribuir a aclarar cul debe ser la postura del
terapeuta al enfrentarse con estos problemas. Qu preguntas le permitirn obtener
informacin para formular una hiptesis sobre el problema? Qu debe preguntarse a s
mismo el terapeuta con el objeto de aclarar sus ideas acerca de la situacin de una
familia? Es raro que la gente presente el problema al terapeuta de un modo tal que la
estrategia que esta ha de seguir sea evidente. El terapeuta debe descubrir los elernentos
de la situacin capaces de conducirlo a enunciar el problema de una manera solucionable.
L: .. _
La postura del terapeuta
Desde el punto de vista aqui expuesto, la terapia puede sel- daina si impide estas
variaciones cclicas. La intervencin de profesionales de la asistencia puede fijar el ciclo
en un cierto punto (con una internacin o una terapia de largo plazo). impidiendo el cambio
espontneo o bloqueando la variacin cclica en el foco. Asimismo, la terapia puede a
veces promover un ms rpido cambio de foco del hijo al progenitor, o de este al hijo. o del
hijo a un problema conyugal, hacindole creer ilusoria mente al terapeuta que est
aconteciendo un cambio efectivo. Si el objetivo perseguido es poner fin a este ciclo
repetitivo, el terapeuta debe disponer las cosas de modo que padres e hijo se ayuden
mutuamente a superar sus dificultades por otras vas; y no mediante un comportamiento
trastrocado.
Si bien estas ideas no estn basadas en observaciones de familias normales. es
razonable formular la hiptesis de que los individuos crecen y se desarrollan dentro de una
familia ayudndose unos a otros mediante acciones que son metafricas de sus conductas
respectivas. O sea que una variacin cclica del foco de interaccin puede ser
caracterstica no slo de la patologa sino tambin del crecimiento y el desarrollo
normales. Por ejemplo, una joven puede luchar con su incertidumbre vocacional hasta
determinado momento, en que a su madre comienza a carcomerla la duda acerca de su
propia can-era. El foco de inquietud de la familia se traslada entonces de las cuitas de la
hija a las de su madre. Cuando esta logra resolver su dilema y. por ejemplo. cambia de
trabajo o retoma sus estudios, la joven puede resolver el suyo y tomar decisiones acerca
de su futuro. Madre e hija habrn, pues. superado sus dificultades y pasado a enfrentar
otros obstculos u oportunidades en su vida. Tal vez la principal diferencia entre la
normalidad y la patologa radique en que las familias normales pasan en este ciclo en
tomo de un atributo positivo, mientras que las perturbadas pasan en tomo de uno
negativo.
g --
F.--
,

u _ o ,
Conviene asimismo inquirir el grado ele poder que tienen sobre la familia otros
profesionales o agentes sociales. El terapeuta necesita planear ele qu manera habr de
mflui. en estas fuentes ele poder para que colaboren con l en vez de oponerse a sus
empeos Necesita determinar quin tiene poder sobre quin en las siquientes esferas: I.i
el manejo elel dinero; 2) el empleo del tiempo (quin decide, ya sea directamente o
mediante exigencias o interferencias. ele qu modo ha de utilizar otra persona su tiempo: o
bien. dentro ele la pareja, quin decide cmo pasarn el tiempo juntos); 3) el intercambio
de mtormacin (quin comunica informacin y quin guarda secretos: quien determina 121
informacin que ser intercambiada).
..- ,
Para' formular el ordenamiento jerrquico de la familia. el terapeuta debe formular
tambin.ciertas prequntas apropiadas: Quin est a cargo ele quin en la familia? Ouill
tiene que pedir permiso a quin, y en qu casos? Cules son las reqlas que imperan el1
el hoqar? Qu consecuencias trae que se las desobedezca? Qu expectativas abriqan
los padres con respecto a sus hijos adolescentes jvenes!
Prequntas que llevan a la formulacin de una jerarqua
A medida que el terapeuta v-a respondiendo .:1 cada uno de estos interoqantes ~e
Vd formulando otros. hasta formarse un cuacro ele la situacin. Si bien este esquema es
una versin harto simplificada de la cornp.eja interaccin de la famiha suministra una
perspectiva a partir ele la cual es posible desarrollar una estrategia teraputica
Al reflexionar sobre el problema presentado. el terapeuta debe hacerse las
siguientes prequntas: 1) Cul es 13 metfora expresada por el sntoma? 2) Cul es el
peclielo o la orden implcitos en la conducta sintomtica? 3) Quin es el foco ele
preocupacin ele la persona sintomtica? Vale decir. a quin ayuda o protege la persona
que presenta el problema. y de qu es proteqida esa otra persona?4) Cul es la
ganancia interpersonal que la conducta sintomtica brinda a la persona que presenta el
sntoma ya la familia? 5) Cmo puede mantenerse la conducta ele ayuda benevolente o
la qanancia interpersonal prescindienelo ele la conducta sintomtica? 6) Oe qu mane.a
es dable orqanizar a los miembros de la familia para que se ayuden ele otro modo Uil0S a
otrcs? 7) Cmo es posible restaurar el1 una familia con hijos una jerarqua nica. en la
que los padres se haqan cargo de sus hijos? 8) Cmo puecle prornoverse un vnculo ms
iguliitario en la pareja de c.iyuqes?
Prequntas que el terapeuta debe hacerse a s mismo
Al responder a estos interrogantes (ya sea en forma directa o a travs cle su
mteraccin). la familia responde, asimismo, a otros: quin es protegido por la persona
sintomtica. quin extrae una ganancia interpersonal de la existencia del sntoma. y cul
es la ndole de esa ganancia. A medida que estas cuestiones se ponen cle rnaniesto
tambin se patentiza la interaccin de los familiares en torno del problema presentado y se
va aclara licio de qu otra interaccin de la familia es esta una metfora.
problema se asemeja a alguno de esos parientes, o su problema es parecido al de ellos?
__Aquines une y a quines aleja el problema dentro de la familia? Qu cosas
cambiaran si el problema desapareciese?
IS~
Una vez diseada una estrategia teraputica, hay que instrumentarla. Deben
anticiparse y responderse las objeciones de los miembros de la familia, redefiniendo y
reforrnulando la situacin e impartiendo nuevas directivas. Estas se basarn en
lnstrumentacin de la estrategia
" a : . . : . . :
Una vez que el terapeuta se ha trazado una estrategia, debe traducirla en acciones
concretas que le permitan ponerla en prctica. Estas acciones son las directivas y las
explicaciones que da a la familia.
Mientras el terapeuta va entendiendo el problema y se lo formula para s, desarrolla
una estrategia tendiente a resolverlo, la que habitualmente consiste en directivas
impartidas a la familia que hagan innecesaria la presencia del sntoma. El nmero de
estrategias teraputicas posibles es igualo mayor que las posibilidades de reforrnular los
problemas presentados,
Planificacin de una estrategia
La manera en que el terapeuta formula el problema no tiene por qu coincidir
necesariamente con la manera en que lo enuncia a la familia. A veces a esta el problema
no le es re formulado en absoluto: simplemente se le indica lo que tiene que hacer, Una de
las razones para que el terapeuta no comunique su formulacin del problema es evitar
polmicas intiles. Cuando se ofrece a la familia una explicacin o redefinicin del
problema, ella ser siempre al menos parcialmente verdadera. La intencin 110 es engallar
a la familia sino proporcionarle una definicin del problema y una explicacin acerca de l
que permita a la familia actuar al respecto, y al terapeuta, promover un cambio,
Formulacin del problema
El problema presentado al terapeuta slo habr sido comprendido cuando se lo
resuelva. Hasta entonces, la respuesta de la familia ante la estrategia teraputica forma
parte de la informacin que contribuye a dicha comprensin,
A medida que se van elucidando las relaciones, suele notarse que es posible
aproximarse a las jerarquas incongruentes desde diversos ngulos; pOI" ejemplo,
centrndose en el uso del tiempo, o en el dinero, o en el sntoma presentado. Para planear
una estrategia, el terapeuta debe aguzar su visin, descartar informacin valiosa y elegil-
entre varias hiptesis posibles, la que parezca ms prctica y econmica,
Si uno de los cnyuges toma las decisiones econmicas, determina qu tiempo
pasar junta la pareja, y no es una persona comunicativa, ese cnyuge tiene un poder
considerablemente mayor que el otro, quien tal vez deba apelar en su impotencia a una
conducta sintomtica para equilibrar la jerarqua matrimonial. Pero si el cnyuge poderoso
pierde su posicin superior, quiz busque poder en un comportamiento sintomtico En
casos de adolescentes y jvenes con perturbaciones graves, la inconqruencia o nversin
jerrquica se vuelve patente cuando el terapeuta descubre de Qu manera gravita el joven
en el uso del tiempo y del dinero por sus padres, comunicndose en formas que estos no
pueden entender y mantenindoles ciertas cosas en secreto.
154
c _
Resueltos los problemas presentados, el terapeuta procurar desengancharse
rpidamente. con la Idea de mantenerse en contacto ocasional con la familia y eJ eponerse
a su disposicin si vuelven a surgir dificultades. Se presume que la terapia introducir
ciertos cambios, y que luego la familia continuar cambiando por su cuenta. Es importante
acreditar el xito a la familia y no esperar de ella ninguna expresin de elogio. Muy a
menudo, en una terapia breve e intensiva, los cambios sobrevienen con tanta rapidez que
a la familia le resulta inconcebible atribuirlos al terapeuta. Tambin es importante
interrumpir la terapia cuando esta ya no es necesaria, ya que lo mejor es que la gente se
halle en situacin de resolver sus propios problemas y de hacer frente a las dificultades de
la vida como personas independientes y no como pacientes.
Si una vez resuelto el problema presentado, existen otros, el terapeuta decidir si
quiere abordarlos de la misma manera o de una manera distinta. Desaparecidos los
sntomas. a veces el terapeuta debe intervenir ulteriormente en la orqanizacin jerrquica
de la familia. En el caso de una pareja, se afanar por establecer entre ellos una relacin
ms igualitaria, para que ninguno de los cnyuges recurra al desvalimiento que le procura
un sntoma a fin de extraer poder. Si el problema lo presenta un nio, alentar a los padres
a que se hagan cargo de l y de los dems hijos, ofrecindoles gua y apoyo y asumiendo
la organizacin de la familia. Con frecuencia, al resolver el problema presentado. se
reorqaniza la jerarqua y 110 se vuelve menester una intervencin separada.
Terminacin de la terapia
Una directiva puede ser una ordalia destinada a disuadir a la persona sintomtica
de que contine con su sntoma. Las directivas pueden ser directas o paradjicas. y .ser
prescrptas a la persona sintomtica para su cumplimiento o bien a un proqenitor o
cnyuge. Por lo comn en una estrategia teraputica se combinan varias intervenciones
cuando una de ellas no tiene xito, se intenta otra. La particular combinacin de
intervencior-es necesarias para producir e! cambio es distinta para cada familia.
reformulaciones del problema que el terapeuta planear con todo cuidado, dedicando su
tiempo y esfuerzo a motivar a .Ia familia para que haga lo que l sugiere.
155
1. Comenzar pidiendo a la madre informacin acerca del problema de Ral.
2. Averiguar de qu manera se distribuan para dormir en el hogar.
3. Inquirir a cada miembro de la familia si tena o haba tenido un problema similar al
de Ral, como un modo de buscar la clave de la metfora expresada por el sntoma ..
4. Pedir al chico que dramatizara el sntoma en la sesin, a fin de incorporarlo y
ponerlo bajo el control de la terapeuta. .
5. Averiguar qu ocurra inmediatamente antes y despus del sntoma, con el objeto
de reunir informacin en torno de la o las personas involucradas con el sntoma del chico.
6. Averiguar de qu manera haba intentado la madre resolver el problema y qu
teora tena ella en cuanto a su causa (pero sin contradecirla o discutir con ella). "
i~
L
Antes de esta entrevista, la terapeuta y la supervisora mantuvieron una reunin en
la que esta ltima sugiri el siguiente plan: .

A la primera entrevista acudieron la madre y sus cuatro hijos; eran chicos delgados,
de cabello lacio y oscuro y aspecto muy espaol. El de 10 aos, Ral, tena una expresin
melanclica y el largo cabello a menudo le cubra el rostro. La madre era algo obesa y....
representaba ms edad. Al comienzo de la entrevista se la vea ansiosa, mascando goma.
La familia se sent en semicrculo; la madre ocup uno de los extremos, Ral el otro, y
Mara y Clara se ubicaron en el medio. Mara, la hija mayor, sostena al beb en sus
brazos. La terapia se realiz en espaol porque era el nico idioma que hablaba la madre,
aunque los hijos hablaban bien el ingls.
"
v-
Una mujer acudi a terapia porque su hijo de 10 aos padeca terrores nocturnos.
La mujer tena otros tres hijos: dos nias de 12 y 14 aos, y un varoncito de 7 meses. Con
excepcin del beb, toda la familia haba nacido en Puerto Rico, y estaban viviendo en
Estados Unidos desde haca ocho aos. La mujer, de 29 aos de edad, profesora de'
danzas, se haba casado en dos oportunidades; divorciada de su primer marido, se separ
del segundo poco antes del fallecimiento de este, el ao anterior a la consulta.
En este captulo se trascriben fragmentos, revisados y con comentarios, de una
terapia completa. El caso fue sintetizado en el captulo 4. Actu como terapeuta Virginia
Lpez, quien a la sazn se estaba capacitando en la Clnica de Orientacin Infantil de
Filadelfia. La supervisin estuvo a cargo de la autora, desde detrs del vidrio de visin
unidireccional; ella plane el enfoque, se comunic telefnicamente con la terapeuta
durante las sesiones o le pidi que saliera de la sesin para comentar juntas algunas
intervenciones, y de este modo la gui a lo largo de la terapia. La finalidad de presentar
esta trascripcin y la que figura en el captulo 8 es familiarizar la lector con el proceso
efectivo de conduccin del tratamiento.
CAPITULO 7. Terrores nocturnos: estudio de un cas.
Terapia Familiar Estratgica-
Amorrourtu editores
L
. ,e,
156
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~-,.
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Lpez: yusted notiene miedo?
Madre (conuna risita): Yo no.
Lpez: Duerme bientoda la noche?
Madre:Aj.
Lpez: Nosuea ni nada?
Madre: Bueno, s, sueo, pero no le hagocaso a nada de eso. (Sofoca
la risa.)
Lpez: Quclase de sueos tiene?
Madre: Bueno, a veces sueo que alguiense mete en la casa, esa clase
de cosas.
Lpez:Aj.
Madre: Tengo esa tendencia, ve? , tengo cierta tendencia... como a veces estoy sola,
pues, oigo cualquier cosa y pienso que alguien se me va a meter. Son cosas que uno
pasa, es natural, no?
Lpez: Discute sus sueos con los nios?
1;_ -,-
~..
La supervisora telefone a la terapeuta y le dijo que averiguara acerca de los ..
temores y sueos de los dems miembros de la familia. Esta indagacin tena dos ...:.
finalidades. En primer lugar, era una manera de nevar a una redefinicin del problema' .
como un suceso ms normal (temores y sueos vinculados con fantasas infantiles); en ,.
vez del "or voces", con su connotacin de locura. En segundo lugar, la respuesta de la
madre y las hermanas podra proporcionar una clave sobre quin estaba involucrado en el .
problema presentado por el nio. Si la madre tena temores semejantes, era razonable
formular la hiptesis de que el sntoma del nio era una metfora de los problemas de s
madre y cumpla unafuncin protectora respectode esta.
Primera sesin
157
Lpez: ycon qu cosas sueas?
Ral: Congente mala.
Lpez: Cmoes esa gente mala? (Silencio.) Conqu sueas?
Cuntameunode los sueos que has soado.
Ral: Unda so con brujas y .....
Lpez:Aj. (Silencio.) Qu te hacan?
Ral: Eh?
Lpez: Qute hicieron?
Ral: Queranmeterse en la casa.
Lpez: Queranmeterse en la casa?
Ral: Enla casa donde vivamos antes, en la calle Catorce.
Lpez: y t de qu tienes miedo? (Silencio.) Cuando te acuestas de noche, te da
miedo?
Ral:Algunas veces.
Lpez: yde qu tienes miedo?
A continuacin, la terapeuta indag a Ral sobre sus sntomas. El chico describi
una pesadilla recurrente en la que era atacado por una bruja, y el subsiguiente terror que
lo invada.
Las hermanas no tenan pesadillas como la madre; y no parecan envueltas en el
comportamiento sintomtico de Ral. Se mostraban amables y solcitas, y se pens que
sera posiblegranjearse su colaboracinen un planteraputico.
"
. . .
t'
l. '
l. pez: Aja. Tsueas, Clara? Qusueas t a veces?
Clara: A veces sueo que encontr unos chavos [dinero] ..
Lpez: Queencontraste unos chavos? (Risas.)
Clara: Siempreencuentro unos chavos. (Risa general)
Lpez: ydnde los encuentras?
Clara: Enla calle.
Lpez: Deveras?
Madre:Aj. .
Lpez:jMira qu bonito! (A Mara:) Cmome dijiste quete llamabas?
Mara: Mara.
Lpez: Mara. No s por qu se me olvida, si yo tengo una hija que tambin se llama
Mara.
Madre:Aj.
Lpez: yt, Mara, no sueas?
Mara: S.
Lpez: S? y qu clase de sueos t sueas?
Mara: Yo no recuerdo lo que sueo.
Esta informacin acerca de los temores de la madre bast para formularla hiptesis
de que el problema del chico era metafrico de los temores de la madre, y tambin para
ella tena utilidad. No obstante, para poder disear una estrategia era menester conocer
un poco ms sobre la funcin que cumpla el sntoma y la involucracin de los hermanos.
Madre: A veces. Ya veces ellos discuten los suyos conmigo.
158
. .'\
~-
,
,
L
r,
a.,
Ral; Una bruja... Una bruja ...
Madre; Viene con un cuchillo por encima de l.
Lpez; Muy bien. Crees que nosotros podramos dramatizar uno de tus sueos?
(Silencio.) Eh? (Silencio.) Una mujer que grita y va a matarte? Una bruja> Bien,
supongamos que mami es la bruja -que viene a matarte. T ests soando. De acuerdo?'
Ral; Yo no puedo hacer as.
Lpez; Porqu?
Ral; Porque la.bruja era ms alta.
Lpez; Bueno, pero supongamos que es ella, s?
Ral; Era ms grande que ella; era una mujer completa.
Lpez; Y qu piensas que es tu madre?
Ral; Quiero decir, una mujer bien alta. (La madre se re.)
Lpez; Una mujer bien alta?
Mara; El dice que se dio cuenta, que vio que cuando vio cmo le vena a meter el cuchillo .
..l no se pudo mover, y se qued.
Madre; Aja, se qued inerte, y
Lpez (al mismo tiempo que Ral); De acuerdo.
<._ _
La familia acudi a consulta presentando el problema de que Ral oa voces de
noche que lo aterrorizaban. En este punto de la sesin, casi inadvertidamente la terapeuta
ha re formulado el problema a la familia como' uno de pesadillas. La cuestin ya no era
que el chico oa voces sino que tena pesadillas, una experiencia normal para cualquiera ..
La supervisora telefone a la terapeuta y le suqiri que madre e hijo dramatizaran el sueo
de la bruja: la madre sera la bruja y atacara al hijo mientras este dorma. E;I sntoma
dejara de ser as algo de lo cual slo se hablaba en la terapia, pero que suceda en la
casa, fuera del control de la terapeuta. Traer un sntoma al consultorio es el primer paso' .
para cambiarlo.
Ral: A veces oigo gritar ....
Lpez: Oyes gritar?
Ral: A veces.
Lpez: y qu oyes? Un hombre, una mujer, o un nene?
Ral: Una mujer ...
Lpez: Eh?
Ral: Una mujer .....
Lpez: Una mujer gritando? (Silencio.) Lo oyes muchas veces? (Ral asiente con la .
cabeza.) Cuntas veces sueas t cada noche? ' \:
Ral: Sueo siempre. A veces, como tres veces, no so. " '
Lpez: Cmo tres veces no soaste? Desde que te mudaste a esta casa? ..'
Ral: No, siempre sueo. En la otra casa tambin.
Lpez:Ah, soabas! y qu sueos tenas ah'?
Ral: El que le cont.
Lpez: El de la bruja? Siempre sueas con la bruja?
Ral: No.
Lpez: Qu ms sueas?
Ral: A veces no he soado, en esta casa hace como tres noches que no he soado.
159
Lpez: As fue que t te despertaste?
Ral: S.
Lpez: Y estabas muy asustado? (Ral hace una seal afirmativa.)
y luego qu pas?
Ral: Se lo dije a mami. Ella me hizo una cruz en la cabeza y despus yo me quedpara
atrs dormido.
Lpez: Aj. Y dormiste ms tranquilo?
Ral: Estaba as. ..Estaba as todava este despus, no me poda mover, sabe?
Lpez: No te podas mover?
Ral: No poda moverlas manos.
Lpez: No podas mover las manos?
Ral: No, ninguna.
Lpez: Estabas as (hace un ademn con sus manos)?
Ral: Como en un shock.
Lpez: Aj. Veamos cmo estabas. Pon las manos como estabas.
Ral: Estaba as (lo demuestra poniendo el cuerpo rgido).
Lpez: Aj.(Y qu pas despus?
Ral: Tampoco poda hablar.
Lpez: No podas hablar. Y despus de eso, qu pas?
Ral: Despus de eso, cuando volv a acostarme, me pas otra vez.
Lpez: Te pas dos veces en la misma noche?
Ral: No, como tres veces.
Lpez: Como tres veces en la misma noche. Las tres veces era la bruja que te iba a
matar?
La terapeuta averigu luego qu suceda en la casa"cuando Ral tena pesadillas.
La madre explic que ella lo llevaba a su cama y le deca que pensara en Dios y rezara,
hacindole la seal de la cruz sobre la frente para protegerlo del demonio. Ella crea que el
problema de Ral se deba a la influencia del-demonio.
Ral (muy excitado); No, era... Me despert y estaba as (aprieta los brazos rgidamente
contra el cuerpo). Despus, cuando todava estaba quieto as, no pude no poda no poda
dormirme despus me despert pero no me poda mover.
Madre; Aja.
Lpez; Muy bien, ese es el que vamos a dramatizar, de acuerdo?
T... Marni ser la bruja, y t te vas a figurar que ella es bien
grande, s? De modo que t nos vas a contar el sueo y luego
lo vamos a dramatizar.
Ral; Pero yo me despert cuando ella me habl, despus ...
Lpez: Bien, entonces, cuando ella venga parada encima de t, t te despiertas. (Risas.)
Madre: Pngala a ella (seala a una de las hijas), pngala a ella, a ver. .. .
Lpez: No, quiero que sea usted, de acuerdo? (Risas.)
Madre: Ella sabe que yo soy artista. (Risas.)
Lpez: Bien. Entonces, usted ser la bruja, l est durmiendo. Usted coja esto (le entrega
un 14piz)como si fuera el cuchillo. S? yl duerme.
(Ral permanece sentado con los ojos cerrados y los brazos cruzados sobre el pecho. La
madre se incorpora lentamente de la silla con el lpiz en la mano como un cuchillo, camina
hacia el hijo y se detiene frente a l, sosteniendo el lpiz con las dos manos sobre
su cabeza. Ral la mira y se sobresalta visiblemente.)
l o _
t..._
f.
160
L
Lpez:Ahora vamos a dramatizar quet (a Mara) eras un ladrn que iba a entrar aqu.
Mara: Unqu?
Lpez: Unladrn. (Se lo explica en ingls.) Alguien que entra a robar en la casa.
Mara: Oh! (Mara ha terminado de dar el bibern al beb, y Clara lo pasea por la
habitacin.)
La primera intervencin teraputica apunt a bloquear la forma especial en que .
Ral protega a su madre y ella lo protega a l. La supervisora llam a la terapeuta fuera
del consultorio y le indic que pidiera a la familia simular que estaban en la casa y que la
madre senta un gran temor porque oa ruidos y pensaba que alguien estaba tratando de .\.
entrar .Una de las hermanas hara el papel de un ladrn que quera entrar, y el hijo.
protegera a la madre atacando al ladrn. De este modo, se le solicitaba a la madre que ..
fingiera necesitar la ayuda de Ral, en vez de necesitarla efectivamente; y al hijo, que
fingiera ayudar a su madre. Entonces estara enjuego la necesidad de ayuda de la madre'
y la necesidaddel hijo de ayudar. Veamos la primeratentativa de dramatizar esta escena.
Laterapeuta no discuti con la madre respectode las ideas que esta tena sobre el' .
diablo, ni procur modificar su punto de vista. Ahora era posible terminar de formular la
hiptesis sobre el problema. Los terrores nocturnos de Ral eran una expresin metafrica:
de los temores de la madre y, a la vez, un intentode ayudarla. Si era l el que tena miedo,
la madre deba ser fuerte y recobrarse para poder tranquilizarlo y protegerlo. No era
posible que tambin ella tuviese miedo. Ahora bien: cuando la madre procuraba ayudar y.
proteger a RaLII, lo amedrentaba an ms. Madre e hijo estaban atrapados en una,'
situacinen lacual se ayudaban de una manera infortunada.
.. . . .
,t. .
Ral: No, este. Las tres veces fue que yo que yo no me poda mover.
Lpez: Pas tres veces que t no te podas mover. Y qu te hizo tu mam?
Madre: Lo acost conmigo. No fue as, que te acost conmigo? (Llora el beb y la madre
se io da a Oara mientras prepara una mamadera. Oara se pasea por la habitacin con el .
beb en brazos.) .
Lpez: Despus que t sueas y viene tu mam, ella habla contigo y se va, yeso se te
quita?
Ral: S, me lo quita.
Lpez: Despus que ella te habla?
Ral: S, algunos sueos.
Lpez. Entonces t te acuestas a dormir.
Ral: Aj.
Lpez: Qu habla usted con l, seora?
Madre: Le digo que rece.
Lpez: Que rece.
Madre: le hablo del pecado y la tristeza, y le digo que piense en Dios, que le pida a Dios: ~
Porque encima de Dios no va nadie, que le pida a Dios, encima de Dios no va lo malo. .
Lpez: Aj.
Madre: Son cosas del diablo.
Lpez: Usted cree que estas son cosas del diablo?
Madre: Claro.
161
Mientras la terapeuta observaba la escena desde detrs del vidrio, la supervisora le
propuso el siguiente plan: 1) La terapeuta discutira la dramatizacin con la familia,
,.
l_;
Lpez: Los voy a dejar solos, y volvern a actuar. Yo los estar mirando desde aqu atrs.
Pero quiero que usted le d vida, se da cuenta? Si usted quiere gritar, grite; sintese
como en su casa, como si fuera verdad. Ral, qu hars t?
Ral: No lo s.
Lpez: Te estar observando, para ver qu haces. (La terapeuta sale del consultorio y la
madre le dice a Mara que salga tambin. Mara sale y vuelve a entrar. La madre alza una
silla por sobre la cabeza de Mara con un gesto amenazador. Ral permanece sentado. )
Ral: Pero ella tiene que coger algo, mami.
Madre (parada en medio del cuarto, con la silla en una mano, le grita a su hijo): Oye, t
tienes que hacer algo. Qu haras si algo me pasa a m?
Ral ( en ingls): Muy bien, muy bien, empiecen, empiecen.
Madre: Yo ya hice todo lo que poda.
(La madre pone la silla en su lugar mientras Mara vuelve a salir. La madre permanece de .
pie y Ral camina hacia la puerta. Cuando Mara entra, la madre corre para coger la
silla,le gana de mano y empuja a Mara fuera del cuarto pegndole en el brazo. ) .
F
L
Varios ensayos de la escena fracasaron, porque la madre atacaba al ladrn antes
de que su hijo pudiera auxiliarla. De esta imposibilidad de dramatizar correctamente la
escena se extrajo el mensaje de que la madre era una persona capaz de defenderse sola,
que no necesitaba la proteccin de su hijo.
Finalmente, cuando la terapeuta avis que observara la escena desde el cuarto
contiguo, la pudieron dramatizar bien.
Lpez (a la madre): Usted va a estar muy asustada, muy nerviosa, de acuerdo? (Los
hijos se ren. ) Bien. (A Mara:) T vas a entrar como si quisieras robar en la casa, s'? y
luego. . . '
Madre: 1\10 tengo la impresin de que van a robar.
Lpez: No, pero eso es lo que quiero ver, comprende? Usted se va a asustar, se va a
asustar mucho. Entonces t, Ral, tratars de ayudar a tu madre, de acuerdo?' .
Mara: Veamos qu pasa. Si alguien entra en casa, qu hars? Te vas a~ (hace un
ademn de esconderse? . . .
Madre: Salo rorriendo (Risas \ IVI \"". '""' VV11I II v. '\.1 J
Lpez: Bien, veremos qu pasa. Est bien? (Los nios hablan todos al mismo tiempo.
Mara se levanta de la silla y va a pararse cerca de la puerta de la habitacin. ) Ral; t vas
a ayudar a tu mam, s?
Ella est muy asustada, le vienen a robar.
Mara: Mam, prate porque.
Lpez: No tiene necesariamente que estar parada.
Mara: Yo slo deca. . . .
Lpez: Sal al pasillo y entra como si fueras a robar. (Mara sale. )
Ral: y yo qu voy a hace?
Lpez: Bien, ve lo que puedes hacer.
(Ral busca algo en sus bolsillos," Mana entra en puntas de pie,. Nadie se mueve, La
madre le dice algo en voz baja a Ral. Despus de unos segundos, Mara y la madre se
miran y sonren. Mara se acomoda el pelo, y Ral se levanta y va a buscar algo en los
bolsillos de su abrigo, que est sobre una silla. Mara se re. ) . .
- . ~.
162
.....
Lpez: Usted me deca que le estaba enseando a Ral a ser responsable, no es cierto?
L
Luego de comentar la dramatizacin durante unos minutos, la terapeuta felicit a la'
madre por todo lo que haba hecho para ayudar a Ral, y le dijo que si quera verlo libre de
los sntomas tena que seguir las instrucciones que iba a darle.
.-
cosa.
Lpez: Aj.
Madre: Comprende? Hago naturalmente lo que creo que debo hacer si. . .
Lpez: Aj.
Madre: Otras personas hasta pierden el conocimento y gritan y todo, pero yo no.
, "
~->. .
. .:
. .
. ~
....
as.
Lpez: Y despus que busca alguna cosa?
Madre: Voy a ver qu pasa, para atacar, me entiende?
Lpez: Pero. . .
Madre: O sea, yo no. . . mi idea es que no tengo que darle chance de hablarme ni de nada . .~' . .
Comprende?
Hijos al unsono: jUy, uy, uy!
Madre: Mi idea es atacar, porque desde clca estaba acostumbrada
a pelear.
Lpez: jAh!, usted peleaba?
Madre: S. (Lpez se rie. )
Madre: Yo tena esa cosa de atacar, se da cuenta?
Lpez: Aj.
Madre: Porque yo soy una persona que me he criado casi sola, y
tuve que defenderne, sabe? , y hasta he defendido a otras personas amigas, y tengo esa' '.
Madre: Pero es que yo no soy naturalmente no soy as. Cuando yo si veo algo, busco con .
qu defenderme y defenderlos a ellos.
Naturalmente, yo no me asusto de ese modo.
Lpez: Cmo se asusta usted?
Madre: Trato de atacar al que llega.
~p~:~. .
Madre: Comprende? Si oigo algo, me paro y salgo a buscar alguna cosa, siempre soy
La terapeuta volvi al consultorio, discuti la dramatizacin con la familia y critic a , .
la madre por su dificultad para expresar su temor. y por contenerse. Lo que sigue mostrar
de qu manera reaccion la madre a estas crticas. Coment que ella era una persona,
capaz de defenderse sola, y que por ese motivo' le resultaba tan difcil dramatizar 'su papel:. . /
ella no precisaba la proteccin de Ral. . . " ; . .
criticando a la madre por su dificultad para expresar su temor y por contenerse de tal.
manera de dar al hijo la posibilidad ladrn. 2) Alabara a la madre por su empeo en
ayudar a Ral lo comprometera a dar instrucciones que le diese. 3) Le dara a la madre
las siguientes instrucciones: a) Ral dormira en su cuarto permanentemente; b) todas las' .
noches la familia simulara, durante unos minutos, que la madre estaba aterrada porque
alguien estaba entrando a la casa, y Ral acudira en su auxilio; e) la semana siguiente, si
Ral se despertaba gritando, la madre despertara a toda la familia para simular la misma ;,
escena que haban practicado todas las noches.
163
~.
Lpez:yQutal, cmo les fue?
Madre: Bien.
Mara: Ms o menos. A ver... El sbado lo hicimos... hicimos el drama, nos fuimos a
dormir, y este no se despert.
Lpez: Nose despert?
Mara: El domingo lo hicimos, peroestaba el programa en espaol.
El lunes no lo hicimos.
Lpez: Por qu?
Mara: Porquenos fuimos... El lunes yo quera ir a dormir ms tarde, y este se fue a dormir
ms temprano. El mircoles lo hicimos, quiero decir el martes,
Lpez: yt Ral, tuviste sueos?
Madre: So, pero no se levant. So, a la maana me lo cont, pero no se levant
comootras veces.
Lpez:Aj. Dime, Ral, entonces, notuviste ningnsueo?
Ral: Tuve, pero no me acuerdo.
Lpez: Eh?
Ral: No me acuerdo.
Lpez: Note acuerdas? iMira qu bien! y.dormiste solo? (Ral hace seas afirmativas.)
Aj. Ni unasola nochetuviste que dormir con rnarni? Magnfico!
c->
" '
t
~doJ
Segundasesin
En primer trmino, Ral deba dormir en su habitacin, y no volver a hacerlo en la
de su madre por motivo alguno. En segundo trmino, la familia se reunira todas las
noches para simular, como lo hicieronen sesin, que alguien quiere entrar a la.casa, que
la madre tiene miedo y Ral la protege. Entercer trmino, en la semana que transcurrira
hasta la prxima sesin, cada vez que la madre oyera desde su habitacin.que Ral
estaba gritando en sueos, el debera levantarse, despertarlo a l y a las hermanas, y
entre todos escenificar lo mismo que practicaron noche tras noche. Esto tendran que
hacerloa cualquier hora de la nochey por ms que estuvieran sumamente cansados. Este
sacrificio estaba destinado a alentar a madre e hijo para que modificasen la manera
infortunadaen que se estaban protegiendo'uno al otro. Se le solicit a Mara que tornase
nota de las oportunidades y maneras en que la familia cumpla estas tareas. Se los cit
paraunasegundasesin cinco das despus.
Lpez: Enese caso, vamos atener que hacertres cosas durante una semana
Lpez: Bien, pero hayotras formas de hacer a los hijos responsables.
Madre:Aj.
Lpez: Si ustedquiere ayudarlo a que sea un hombre.
Madre: S.
Madre: Aj. Lo que quiero es que tenga iniciativa propia, me entiende? Que no bien: se
levanta a la maana deje su cuarto recogido. Siempre le digo que cuelgue la ropa que se
saca; que lo que usa para la escuela no lo use para estar en casa o para jugar.
Lpez: Bueno, es una idea formidable, y si usted quiere ayudar a su hijo para que sea un
hombre ...
Madre: Porque quiero que sea una persona completamente independiente, se da
cuenta? ...Yo s que otros chicos a su edad hasta se lavan las medias y dems cosas. El
todava no, porque yo en casa meto la ropa en la mquina y lavo sus cosas. Yo hago todo.
164
Lafarnilia no concurri a latercera cita. La madre telefone diciendo que el chico ya,
notena problemas y que ellajuzgaba innecesariovenir. Se les pidi que vinieran de todos- .
modos. Entretanto, la psicloga de la escuela a la que asista Ral llam a la clnica para
derivar el caso, diciendo que estaba preocupada por las pesadillas de Ral y porque mi le' '
iba bienen la escuela. Como se haba producido una demora entre el momento en que la
psicloga conoci el problema de Ral y el momento en que llam a la clnica, ella no.'
saba que la familia ya estaba en tratamiento. Se le solicit a la psicloga que viniera a: '
Tercerasesin
t. _
Al trmino de la sesin, la terapeuta pidi a la madre que en las prximas dos
semanas consiguiera algo especial dentro de su profesin y para la sesin siguiente le
trajera alguna sorpresa vinculada con su trabajo. Luego repiti las mismas consignas que
habadado en la primera sesin.
r -
o"
Lpez: Me pareceformidable que ustedpuedaensear. ~.
Madre: S, doy clases de ballet, de flamenco, de batuta sabe lo que es la batuta? (Se.'
refierea la batuta que emplean las personas que encabezan ciertas bandas o cornparsas.j..
Lpez: S, s. =.\
Madre: y bailes orientales, bailes latinos, el tango, y otras cosas por el estilo. ".
Lpez:Aj. "
Madre: Mehe especializado en nios, adolescentes y adultos.
Lpez: Estupendo!
Madre: Esees el campo mo.
Lpez:Aj.
Madre: Porquesiempre anduve en esto, desdeque tena nueve aos de edad.
Lpez: Y encontr usted, habl con alguna persona que pudiera ayudarla?
Madre: Bueno, ellos ya me dieron un lugar. Me dijeron: "Puede hacer all lo que quiera",'
usted sabe...necesitamos un lugar, para dar lecciones, poder hacer lo que uno quiera, .
hastaque uno "se haga", como dice la gente.
Lpez:S.
Madre: Y si tengo alguna vez un grupo grande, bueno, les doy parte a ellos.
Lpez:Ya veo. Tiene usted ungrupo grande? Cuntas personas tiene?
Madre: Bueno, por ahora es mi segunda leccin, la tercera va a ser hoy mismo, esta
noche. Enla clase de batuta de esta nochetengo ocho.
Lpe: Aj.
Madre: Enflamenco tengo cuatro, yen ballettres.
Lpez: Sontodas puertorriqueas?
Madre: Aj, son todas puertorriqueas. Porque me interesa formar un gran grupo de
batuteras puertorriqueas.
Ral no haba presentado sus sntomas. El prximo paso de la terapeuta consista
en alentar y aconsejar a la madre con relacina su trabajo como profesora de danzas. Si
la madre se converta en una persona ms idnea y con xito profesional, el hijo tendra
menos necesidadde protegerla.
Madre: Anoche se levant dicindome ... qu era lo que me decas anoche? jAh! Que se"
haba olvidado una parte del "Padre Nuestro", . '
Lpez: Oh! '. , .
Psicloga: Ral me dijo que le resulta difcil estar en la escuela porque est pensando en
otras cosas.
Lpez:Aj.
Psicloga: y s que ese sueo lo perturbaba, y me pareceque todava lo perturba.
Lpez:Aj.
Psicloga: Ral. ..
Lpez (a la madre): Dice que Ral lecont que cuando est en la escuela piensa en otras
cosas.
Madre: Enqu cosas?
Lpez: Ral, quieres contarle a tu madre?
Ral: Eh?
Lpez: Quieres contarle a tu madre?
Madre: Enqu piensas?
Ral: Enlos sueos que tuve.
Psicloga: So con un hombre...
Madre: iUno suea tantas cosas! iEso de hacerletanto caso a los sueos (La psicloga le
dice algo a Ciara.)
Clara: Oh, ella me dijo que l tuvo sueos, bueno, de un hombre
junto a unpalo, con una capa....
Lpez: Negra.
Qara: Unacapa negra.
( La psiclogasigue expresando su inquietudpor Ral durante unos minutos. Laterapeuta
la tranquiliza asegurndole que ella y la madre se harn cargo del chico, y la psicloga
deja el consultorio.)
Lpez: Bien, cmo andan las cosas de la familia? Se despert Ral gritando alguna
vez?
Madre: No.
Lpez: Ral, te despertaste gritando alguna vez? (Ral sacude la cabeza en seal
negativa.) y por qu piensa ustedque no se despierta gritando?
Madre: Porqueno lo oigo.
Lpez: No lo ha odo? Clara, por qu piensast que Ral no se despierta gritando?
Clara: No s, debe ser porque no tiene ms sueos malos...porque lo nico que me
cuentaes que suea con superhombres, o muequitos, cosas as.
Lpez:Aj.
Qara: Siempresuea con eso.
Ral: Este... a veces oigo gente, como siempre.
Lpez: Oyes gente como siempre; yqu pasacuando oyes gente?
Ral (tose):Veo tambin. (Carraspea mucho.)
Lpez: Quves? (Ral sigue carraspeando.)
165
t.
En esta tercera sesin, mantenida tres semanas despus de la anterior. se not
claramente que Ral comparta sus temores y fantasas con la psicloga, quien estaba
muy interesada y preocupada por l. Al quedar envuelto con una especialista ajena a la '
familia, quien alentaba su conducta sintomtica mediante el inters y preocup.acin que
mostraba, restndole as poder ala madre, Ral volva a definir una jerarqua incongruente
dentro del grupo familiar.
una sesin con la familia, con la idea de facilitar su comunicacin con la madre, ya que
aquella hablaba slo ingls y esta slo castellano.
166
L
Al final de la sesin, esta pidi a la familia que volviera a representar la escena en '
que Ral protega a su madre de un ladrn, y les dijo que si Ral volva a tener pesadillas.'
al da siguiente tenan que representar dicha escena la madre, que no pareca haber
olvidado las consignas que se le haban impartido semanas atrs, en la segunda sesin.: ,.
invit a la terapeuta a concurrir a un espectculo en el que ella iba a bailar. ' '. .
~-
f
L
La supervisora aconsej a la terapeuta que bloqueara esta relacin solicitndole a ,
la psicloga, en privado, que hablase con el chico nicamente sobre cuestiones vinculadas
a su tarea escolar, y evitara todo comentario acerca de sus sueos y temores; esto-le
incumba a la terapeuta.
_ -
Ral: S.
Lpez: Viste eso? Qu fue lo que viste?
Ral: S. Ella me dijo que cerrara los ojos y despus lo vi.
Lpez: Lo viste cuando cerraste los ojos? Y qu fue lo que viste, RaIJ I?
Ral: Un hombre, todo prieto, con la cara prieta.
Lpez: Con la cara prieta? '
Ral: Aj. Yo poda ver bien todo, pero l estaba encima de un palo (se pone muy agitado) ,
para estar alto '
y despus se escondi y, este despus v No lo v a l, y despus abr los ojos 'y los volv
a cerrar, y v mucha gente junto al palo tomando una foto con un hombre o alguien.
Lpez: Aj. Y viste eso estando despierto, mientras charlabas con la seora Violeta?
Ral: No, estaba pensando.
Lpez: Ah, estabas pensando, lo estabas imaginando! Pero no lo viste.
Ral: Eh?
Lpez: No lo viste?
Ral: Este... Yo usted sabe, cuando ella cuando ella me dijo que cerrase los ojos ...
Lpez: Y pensases?
Ral: y despus me dijo s qu haba estado pensando.
Lpez: Aj. Entonces, pensaste en un hombre negro con una capa negra.
Ral: No, no pens en un hombre, ella me dio que "dejara vagar mi mente", no?
Lpez: Aj.
Ral: y despus eso es lo que vi.
Lpez: Aj.
Madre: Dile, dile lo que ves.
Ral: Gente.
Lpez: Cmo las ves?
Rai: ia misma gente que vea en ese sueo.
Lpez: Pero me dices que no has tenido ms ese sueo, no es as?
Ral: S, pero el sueo que la seora Violeta (la psicloga) ... ese que... usted sabe.
Lpez: Aj. Cundo tuviste ese sueo, Ral?
Ral: No tuve un sueo, pero lo vi cuando ...usted sabe.
t.pez: No era un sueo?
Ral: No.
Lpez: Qu era entonces?
Ral: Como cuando la seora Violeta deca que yo cierre los ojos,
bueno, lo vi. Se lo dije a ella.
Lpez: Cuando la seora Violeta. estabas hablando con la serora Violeta?
167
Le viste la cara? La cara color durazno? Quiero quiero que veas un cuerpo (pausa) con
una capa negra. (Ral baja la cabeza, tratando a todas luces de concentrarse) Con una
capa negra... con una capa negra. Lo ves as, y con un gran sombrero? Cmo lo ves?
Lo ests viendo, Ral? i,EI hombre no se re? (Ral mueve la cabeza en seal negativa.)
Tal vez t lo puedas hacer rer, Ral. No quiere rerse? Tiene sombrero, Ral? A ver si
puedes ponerle un sombrero, Ral. Cmo luce con sombrero? (Pausa.) Ponle un gabn
en vez de la capa; veamos si con el gabn luce mejor. Luce un poco mejor con el gabn?
Eh? Luce mejor? Lo ests viendo ahora con el gabn? Tiene sombrero Ral?
Que lo veas Lo ests viendo? (Ral hace una seal negativa.) Dime cmo lo ves. De
qu color tiene la cara? Ral: Color durazno. Lpez: Color durazno. Muy bien. (Larga
pausa. Ral se toma la cabeza entre las manos mientras permanece con los ojos
cerrados. )
Lpez: RaLII, me dijiste que no habas tenido ms pesadillas ni ms sueos. (Ral hace
una seal afirmativa) Ahora quiero que hagas algo para m. Quiero que cierres los 'ojos
(Ral cierra los ojos.) y que imagines al seor ese. A ese con el que sueas, segn dices.
La supervisora instruy luego a la terapeuta para que se centrara directamente en
el chico y tuviera una sesin individual con l, a fin de ayudarlo a controlar mejor sus
fantasas y as liberarlo para que buscara relaciones con las cuales compartir otras cosas
aparte de sus miedos. La terapeuta le indicara al nio que se formara deliberadamente la
habitual imagen aterradora de un hombre, sugirindole luego, en forma repetida y.
paciente, que modificara esa imagen cambindole la ropa, la postura y ademanes, etc.,
hasta convertirlo en un personaje atractivo, del tipo de "Superman" o "Bugs Bunny". l.a
terapeuta le explicara que su mente era corno un aparato de televisin y que l poda
cambiar lo que pensaba e imaginaba de la misma manera en que uno cambia de canal.' Lo
que sigue es un fragmento de la sesin individual con el chico.
..
Quinta sesin
Este individuo, separado de su esposa, con la que haba tenido cuatro bijas, era el
padre del hermanito menor de Ral; tena dos empleos y rara vez se encontraba en la
casa. Cuando finalmente la madre aludi a l, se quej de la forma en que trataba a los
hijos de ella. En esta sesin, la terapeuta procur mejorar la relacin entre' Ral y su
padrastro, y trat de afirmar una jerarqua congruente y estable haciendo que tanto el
padre como la madre cumplieran su funcin parental con Ral. El padrastro. prometi
colabora, pero a regaadientes; dijo que tena poco tiempo, la tentativa result infructuosa .
concurriera a la sesin.
Una semana ms tarde tuvo lugar la cuarta sesin, a la cual concurri el hombre
que en ese momento viva con la familia la madre haba hecho referencia a l por primera
vez en el mencionado espectculo; hasta entonces, haba negado que viviera algn
hombre en la casa. Aparentemente, tema perder sus beneficios sociales si admita que
alguien contribua a mantenerla. La terapeuta debi insistir mucho para que esa persona
Cuarta sesin
168
L
L
r s
L
Lpez: Dime, has s oado?
lVIadr e:Es ta maana s o. Medijo que s o-que s e habatr epado por un palo. (Se r ie.)
Lpez: Soas te, Ral? (Sacudefa cabezaen s eal negativa.)
Lpez: Tuvis te pes adillas , Ral? No te levantas te gr itando? (Ral hace. una s e~1
negativa.) No? y, no volvis te a imaginar a es e hombr e feo? ( Ral hace una s eal ..
negativa. ) y, has podido imaginar cos as lindas ? (Ral hace una s eal negativa.:) No? .
Per o puedes hacer el cambio, no? Cuando piens as que es ts viendo una per s ona fea,:
Puedes cambiar la por una linda, no es ver dad? (Ral as iente.) y us ted (a fa ma~r e),'
cmos e s iente ahor a que Ral no s edes pier ta gr itando?
Madr e: Me s iento mejor , por que es taba pr eocupada, es taba por que s e levantaba s iempr e
con la mis ma ideafija en la cabeza. Veo que es t ms contento. . .
Lpez (aQar a): yt, cmo loves ?
Sextas es in
(Minutos ms tar de, fa ter apeuta le dice a Ral que abr a los ojos .) Lpez: Quier o que en la
es cuela, por ejemplo, cuando te vengan es as ideas , que dices que ves hombr es , ..
r ecuer des lo que te he dicho: t tienes un televis or , y la mente es como un televis or y s e '
puede cambiar . T puedes hacer lo. Entiendes ? (Ral hace una s eal afir mativa.) Qu
te acabo de decir ?
Ral: Que s i en la es cuela ...
Lpez: Aj.
Ral: ...piens o en un hombr e, r ecuer de que la mente es como un televis or . Y lo cambie.
l.pez: S, t puedes hacer es o. Puedes hacer lo, por que aqu lo hicis te; as que en la
es cuela, cuando piens es que tienes una idea como es a bueno, te dir s a ti mis mo:
"Cambiemos a ver qu hayen el otr o canal". Deacuer do?
Pongmos le un s ombr er o a ver cmo le queda. Cmo le queda? Tiene pues ta una
chalina, Ral? Es t bien ves tido? (Ral hace una s eal afir mativa) Cmo par a s alir ?
Muy bien, s aqumos le el s ombr er o, de acuer do? Le s acas te el s ombr er o? Le s acas te
ia chaiina? Le s acas te el gabn? y le vamos a poner un tr aje de Super man, s ? Le
pus is te el tr aje de Super man? Con la capa de Super mn? (Ral hace una s eal
afir mativa.) Ahor a v a volar . (Ral hace una s eal afir mativa.) Vas a imaginar que vuela,
s ? Imagina que tienes un televis or . Ves el televis or ? Ves los botones ? y Super mn
es t volando, no es cier to? (Ral hace una s eal afir mativa.) Veamos qu puedes hacer
moviendo alguno de los botones del televis or . Lo tenemos a Super mn en un lado, s ?
Es t volando. Ves los botones ? Mueve uno, vamos a cambiar a otr o canal. Quin es t
all, el Ratn Mickey? (Ral hace una s eal negativa.) No? Quin es t? (Lar ga paus a.)
A quin ves ahor a? A Super mn? A nadie? (Ral hace una s eal negativa.} Cuando
cambias te de canal, Super mn des apar eci, no? Es o quier e decir que t puedes cambiar
lo que es ts pens ando, no es ver dad? (Ral hace una s eal afir mativa.) Muy bien. Ahor a
vamos a imaginar otr a cos a, de acuer do? (Ral hace una s eal afir mativa.) Per o levanta
la cabeza, por que as no te puedo ver . Ahor a vamos a imaginar nos a Bugs Bunny. (Lar qa
paus a.) Lo ves ? Bueno, piens a que lo es ts viendo, s ? Puedes pens ar que lo .es ts "
viendo, Ral? (Ral hace una s eal afir mativa.) S, de acuer do? Ahor a viene cor r iendo,
no? Es t par ado s obr e un palo? S? (Ral hace una s eal afir mativa.) y va br incando
por el s uelo. Es t br incando, Ral? Eh? Es t por empezar a cor r er ? Es t empezando
a cor r er . Es t tr epado en el palo? No? (Ral hace una s eal afir mativa.) Ahor a imagina
que s e baja del palo y s e va cor r iendo. (Ral hace una s eal afir mativa)
169
El tratamiento estaba tocando a su fin. Como el objetivo era estabilizar el cambio y
facilitar la separacin, tena importancia acreditar a la madre todo el mrito por lo que se
haba conseguido. La terapeuta agradeci, asimismo, a Ral ya sus hermanas por la
Lpez: S. Se ve que usted tiene mucho inters en ayudar a su familia, y con Ral nos ha
ayudado muchsimo.
Madre: S, hice todo lo posible, no? Ahora me encontr con un seor amigo, un seor
que es amigo de l y que toca con l el trombn chato.
Lpez: Ah, s!
Madre: y le diio que alguna vez lo va a llevar a la orquesta.
Lpez: s?
Madre: Para empezar, el sbado ...
Lpez: Te gusta eso, Ral?
Ral: S.
Madre: El sbado, cuando fuimos, tuvimos un espectculo,.porque estaba la orquesta de
los chicos, y l estuvo todo el tiempo en el escenario con ellos. (Se re.) Tuve que sacarlo
porque la msica estaba tan fuerte que...
Lpez: Te gusta eso, Ral? Y, cmo te sientes ahora que tienes un amigo? (Ral se
sonre).
Madre: Despus otro seor americano de por alll se lo llev...
Lpez: Este seor es hispano?
Madre: Uno es espaol y el otro es norteamericano. Vive en la cuadra de casa, y se lleva a
todos los chicos de la cuadra al bisbol. All les dan camiseta, bates, todo eso. Y Ral va.
Le doy dinero, medio peso, y algo para que coma. Se lo doy todos los domingos, y l se
va. Esas cosas, l antes no las tena.
Lpez: Cmo te sientes, Ral, ahora que vas a jugar a la pelota ya tocar?
Ral: Bien. (Se sonre.)
Madre: Aj. Muy contento. (Ral hace una seal afirmativa.) Y yo tambin me siento ms
contenta, porque s que l est bien.
1
Ral estaba participando en nuevas actividades con grupos de nios. En la cuarta
sesin la terapeuta le haba explicado.al padrastro que Ral necesitaba tener amigos; la
madre permaneci en silencio, escuchando. Ahora fue ella la que coment con gran
orgullo cmo consigui que Ral se integrase a una banda de rack ya un equipo de ftbol.
Ral estaba, pues, ms relacionado con chicos de su edad, al par que la madre
continuaba interesada en su propio trabajo.
Clara: Eh?
Lpez: Cmo lo ves a Ral ahora que no tienesueos ni nada de eso?
Clara: Bien, mejor .
Lpez: Lo ves mejor?
Clara: Aj.
Lpez: y por qu crees que no tiene esos sueos?
Clara: No s. Lo nico que s es que no los tiene.
Lpez (a Mara): Por qu piensas que Ral no tiene ms sueos?
Mara: Porque ya no se levanta como antes por la noche para contarle a mam.
Madre: Antes se levantaba ...
Mara: Andaba por toda la casa.
Madre: Hace tiempo que no se levanta.
1'--
170
Madre: Te dar una peseta cuando "egues' a casa si lo haces bien (un baile flamenco).
jVamos!
Ral: Lo dices en serio?
Madre: iLo juro por Dios! Pues mira, tengo aqu algunos chavos, los cambiaremos y te
dar una peseta.
Ral (en ingls): Me lo prometes?
Madre: iSeguro!
Ral (en ingls): De acuerdo.
Lpez: Vamos a ver, vamos a ver. (Ral baila una danza flamenca.)
Madre: Vean, vean cmo lo hace!
Lpez: iS, s! (Aplaude.)Muy bien! Es muy bonito. iMira todo lo que puedes hacer!
Clara: Siempre est practicndolo.
Lpez: S. [Eh, usted tiene una familia de artistas! (La madre se re.)
(Ms adelante, en la misma sesin.)
Madre: Y por eso le digo que puede estar en el bisbol, en la msica, puede hacer todo
estudiar y todo, un poco de cada cosa.
Lpez: Y t qu dices, Ral?
Ral (en ingls): Yo quiero ser cientfico y msico.
Lpez: Quieres ser cientfico y msico?
Ral (en ingls): Msico. Y cantor, y actor.
Lpez.: Y quieres ser cantor y actor?
Ral:. Y quiero jugar al bisbol y quiero ...
Lpez: .oh, Dios mo!
Madre: Cierto.
Lpez: Bueno, tienes mucho tiempo para pensar en esas cosas.
Madre: Seguro.
(Ms adelante, en la misma sesin.)
colaboracin que prestaron.
Lpez: Usted lo trajo a tiempo, de modo que fue posible tratar sus miedos, sus fantasas y
suefios. . "
Madre: Aj.
Lpez: Y con su ayuda .porque su ayuda fue enorme ...
Madre: De veras?
Lpez: ...para el muchacho.
Madre: De veras?
Lpez: Seguro, Yo no hice nada, todo lo hizo usted
Madre: Gracias.
Lpez: Con su ayuda y la de las chicas, bueno, Ral pudo salir adelante con sus sueos.
Madre: Aj.
Lpez: Ya no se despierta gritando, ni tiene pesadillas ni nada de eso, y se '10 debe a
usted. Porque usted hizo todo.
Madre: Aj, todo lo que se pudo, s.
171
Lpez:A Ral se love bastante, cambiado, no?
Madre: S, el cambioes notable.
Lpez: S. Ustedtambin notque cambi mucho?
Madre: S, param es un cambio notable. :
Lpez:Aj. Qucambio not usted?
Madre: Se love ms tranquilo, ms seguro de s mismo. Se acuesta
tranquilo y se levanta tranquilo, no como antes. Se lo ve ms contento. Antes l estaba
siempre, no s, se iba a la cama con ese temor, y se la pasaba de un lado para otro antes
de acostarseporque no quera meterse soja en sucuarto, ytodas esas cosas.
Lpez:Aj.
Madre: Nodormatranquilo, ytodas esas cosas.
Lpez:y ahora s.
Madre:Aj.
Lpez: yustedcmo se siente?
Madre: Eh?
Lpez: Ustedcmo se siente?
Madre: Mire, me siento muy agradecida...
Lpez:Aj.
Madre: Deque ustedse haya tomado un...un real inters, que haya trabajado de corazn,
porque aqu, si vamos a ver, yo he notado que aqu los puertorriqueos no se interesan
por otros puertorriqueos, me entiende? Cuando consiguen ciertos puestos, se tiran para
atrs y les da lo mismo una cosa que la otra. (Daga saliva, emocionada.) yesas cosas,
yo, yo las aprecio.
Enunseguimiento un ao ms tarde se comprob que Ral no haba vuelto a tener
sntomas. Segua en la banda y jugando al bisbol. Haba obtenido las mayores
Lpez: Hacecuntotiempo, me dijo usted, que vive Con su marido?
Madre: Unos ledije unao y medio, unao y ocho meses, a ver.
l.pez: Porque yo estaba pensando que usted es una persona muy responsable y
respetuosa, y ha conseguido tanto Consus hijos, ha habido un cambio tan grande. Tal vez
podra ustedintentar, si le parece queeste seor es la persona que leconviene...
Madre: Enparteme conviene, en parteme conviene.
Lpez: Como ustedtiene un hijo...
Madre: El, en Otros aspectos es tambin muy irresponsable.
Lpez: Tal vez usted quisiera intentar, si es posible conversar o sugerir alguna idea, me
entiende?
Madre:Aj.
Lpez: Intentar, a ver si a ustedse learregla su situacin...
Madre: Yo, este por m, tengo la mejor disposicin para luchar, no? , mi idea es luchar,
me comprende? Yo nunca, cuando yo pienso en romper, pero me digo que mientras
puedaluchar, vaya luchar,
(Mas adelante, en la misma sesin.)
ii.:
""
Fueesta la ltima sesin. Estuvieronpresentes la madre, Clara, Maray Ral, quien
no habatenido ningn sntoma en el nterin. La terapeuta convers primero Con toda la
familiay despus se qued a solas Con la madre.
Sptima sesin
172
r
L
c. Pedido de que la madre simulara tener miedo y el hijo simulara ayudarla. Se le .
pidi a la madre que simulara necesitar la ayuda y proteccin de su hijo, ya este, que la
ayudara. El chico ya no necesitaba recurrir a su conducta sintomtica para proteger a la
madre, ya que ella le peda ayuda expresamente y l la ayudaba abiertamente. Pero la
necesidadde ayuda de la madre era fingida. y tambin lo era la ayuda prestada por el hijo.
Madre e hijo estaban involucrados en forma ldica en un marco de fingimiento. Cuando el
hijo presentabael sntoma, la madre se hallaba manifiestamente en posicin superior a l;
peroencubiertamente estaba en posicin inferior, ya que l era quien en verdad la estaba ;
ayudando. Quedaban definidas as en forma simultnea dos jerarquas incongruentes.
Con la directiva de simular, uno de los aspectos de esa jerarqua, aquel en el cual el,hijo
a. Definicin del problema. La terapeuta se interes por las pesadillas e hizo caso
omiso de las "voces" escuchadas. Examincon la familia sus sueos y pidi a madre e
hijo que actuaran de nuevo una de las pesadillas del chico. De esta manera, el problema
fue definido como pesadillas, problema situado dentro de la gama de las conductas
normales, en mucho mayor medida que el escuchar voces.
b. Incorporacin del problema a la' sesin. La dramatizacin de la pesadilla
incorpor el problema a la sesin, permitiendo que la terapeuta tuviera sobre l mucho
ms control que si se tratara de algo referidoverbalmente por la familia.
2. Las intervenciones
La hiptesis que se formul fue que el hijo ayudaba a su madre a travs de su conducta
sintomtica, suscitando en ella una conducta maternal idnea. Cuando confortaba a su
hijo, la madre no senta miedo; para tranquilizarlo, deba recobrar el nimo ella misma. Sin
embargo, la ayuda que el hijo prestaba a la madre la perturbaba a esta, y la que la madre
le prestaba al hijo lo perturbaba a el. Era preciso ordenar las cosas para que la madre
brindara al hijo una ayuda eficaz, y para que el hijo la hiciera sentir a ella una madre
competenteen otra forma.
La madre present como problema que el hijo escuchaba voces de noche. El hijo
present como problema que tena pesadillas, particularmente una recurrente.en la que
una brujalo atacaba, y que de noche escuchabavoces de mujeres gritando. La madre era,
de todos los dems miembros de la familia, la nica que dijo tener sueos desagradables
y sentir miedo a veces. Se consider que los sntomas del chico eran una metfora de los
temores de su madre. Cuando el hijo tena miedo, la madre lo tranquilizaba y protegfa, al
par que defina el problema como proveniente de la influencia del demonio, lo cual haca
que el chico se sintiera an ms desamparado. '
1. Comprensindel problema
Los elementos fundamentales de esta terapia fueron los siguientes:
Resumen
calificaciones en algunas materias escolares y su madre le compr una bicicleta -como se
lo habaprometido durante el tratamiento si mejoraba en sus estudios- . El padre del beb
continuabaviviendo con ellos. La madre pareca ms contenta, y estaba trabajando como
asistentecomunitaria en un hospital de lazona.
173
La relacin entre madre e hijo fue reorganizada en una jerarqua congruente. Ambos
comenzaron a tomar parte en actividades apropiadas para su edad y su situacin. La
madre estaba en una posicin superior al hijo, no slo porque lo ayudaba a conseguir
cosas interesantes para hacer, sino adems porque lo ayudaba a superar su problema.
4. La reorganizacin
b. El amante de la madre. Al hombre que funcionaba como padrastro en el hogar se
le pidi su colaboracin, tratando de buscar para el chico actividades que estuvieran ms
de acuerdo con su edad. Este intento de conseguir su participacin no tuvo xito.
a. La psicloga de la escuela. La psicloga de la escuela foment la conducta
sintomtica del chico con su benevolente inters y preocupacin por el. Era. una
especialista ajena que, al intervenir, restaba poder a la madre. Su intervencin. fue
bloqueada y se estableci una clara jerarqua, en la cual la encargada del caso era la
terapeuta, en tanto que la psicloga se hara cargo de las cuestiones escolares. Pero
como el chico, como respuesta a la preocupacin de esta psicloga, haba comenzado a
decir que al cerrar los ojos vea personas 'aterradoras, se mantuvo con l una sesin a
solas ensendole a imaginar a voluntad diferentes cosas ya cambiar a voluntad lo que
vea.
3. Los obstculos
d. Impartir la directiva de simulacin para el hogar. Se instruy a la familia para que
repitiera la dramatizacin en su casa todas las noches, y para que en caso de que el chico
se despertara gritando lo hicieran otra vez, aunque fuera en mitad de la noche. As, los
terrores nocturnos del chico generaron un sacrificio para la familia entera, y se le ense a
la madre a responder de otro modo ante los temores de su hijo. Su respuesta habitual se
bloque, adems, indicando que el chico slo debera dormir en su propia cama.
estaba en posicin superior a la madre, se converta en. un juego de imaginacin, y la
incongruencia se resolva.
L
L
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L
.-
.~
: -
174
175
En la primera entrevista, el terapeuta redefini el problema dicindole al
individuo que estaba deprimido porque se haba conducido de manera
irresponsable, descuidando su trabajo; lo defini como un caso de
irresponsabilidad y no de depresin. El problema consista en que reasumiera su
irresponsabilidad. En la segunda entrevista, se encarg a la esposa velar por que
su marido cumpliera con su trabajo.
Hubiera sido posible y razonable formular el problema y planear una
estrategia, no slo en tomo del vnculo conyugal, sino incluyendo tambin a la
madre y las dos hijas, ya que el hombre estaba evidentemente encariado con
ellas y parecan apoyarlo de manera similar. No obstante, el terapeuta y la
supervisora decidieron que iba a ser ms prctico y eficaz intervenir nicamente
en el matrimonio. Pensaban que una vez que se modificase la situacin conyugal,
habra tambin cambios positivos en las otras relaciones.
En esa primera sesin el sujeto se quej de su estado de depresin,
diciendo que era un hombre ineficiente, que haba descuidado su empresa durante
muchos aos perdiendo a toda su clientela, y que no haba pagado su impuesto a
los rditos en los ltimos cinco aos. Estas quejas fueron hechas en un tono de
molestia e irritacin. Tambin se refiri a su esposa, que se haba recibido
recientemente de terapeuta; a su madre, cuyos impuestos tampoco haba pagado
l; ya sus dos hijas, quien segn dijo se preocupaban mucho por l. Una de las
hijas estaba esperando un beb, y la otra, que pronto sera tambin terapeuta,
haba mantenido largas charlas telefnicas con l tratando de ayudarlo a que
superase su depresin.
En este captulo presentaremos fragmentos de una terapia completa,
revisados y con comentarios. Un resumen de este caso se dio en el captulo 3. El
terapeuta fue Richard Belson, quien a la sazn se estaba capacitando bajo la
supervisin "en vivo" de la autora. El cliente, un contador de 60 aos de edad,
haba sido derivado a terapia de pareja luego del fracaso de un tratamiento
anterior; se le haba diagnosticado depresin. Su esposa, una terapeuta, no
acudi a la primera sesin de la terapia de pareja.
CAPTULO 8. Un hombre deprimido: estudio de un caso
Terapia Familiar Estratgica
Amorrourtu editores
IL
176
L
Esposa ( dirigindose a su marido ): Hubo varios das en que empezaste otra vez
con tus viejas patraas, ya sabes a qu me refiero, "lo har", "lo vaya lograr", "no
puedo lograrlo" ...toda la mismafraseologa que usaste en el pasado.
L
l:__
Se parti de la premisa de que la depresin del marido debi coincidir con
un cambio en la relacin conyugal. La esposa haba retornado sus estudios
cuando los hijos ya estuvieron crecidos, y se haba convertido en terapeuta. En los
primeros aos del matrimonio, el esposo haba tenido una posicin predominante,
pero a medida que lar mujer se interesaba ms y ms por su carrera las
dificultades de l fueron en aumento; y cuantas ms dificultades tena l, ms
competente pareca ella y ms centrada eli el desvalimiento y los problemas de su
marido. El se convirti en un individuo "deprimido", problema que perteneca a la
especialidad de su mujer. La depresin del marido era para l una fuente de
debilidad y de poder a la vez; debilidad, por cuanto su mujer tena que apoyarlo y
asesorarlo; poder, porque ella no lograba ayudarlo por ms que se esforzaba. La
jerarqua conyugal era incongruente, dado que marido y mujer eran
simultneamente poderosos y dbiles uno con respecto al otro. Al exaqerar
paradjicamente la posicin superior de la esposa, el terapeuta inst a la pareja a
reorganizarse en la direccin de una mayor igualdad.
La esposa haba seguido las directivas del terapeuta telefoneando a su
marido a la oficina todos los das para vigilar que cumpliera con su trabajo. El
marido se estaba haciendo cargo de sus negocios y haba empezado a ponerse al
da con el trabajo atrasado. Al hacer que la esposa tomara a su cargo el trabajo de
su marido, el terapeuta estaba exagerando su posicinsuperior, con la expectativa
de que el marido reaccionara hacindose cargo l mismo de la tarea. En el
pasado, la esposa se haba condolido de la depresin de su marido y lo haba
apoyado en suestado; ahora lo estaba empujando a cumplir con sutrabajo.
Be/son: Qu pas desde que estuvieron aqu la ltima vez?
Esposa: Finalmente, en la ltima semana antes de que venciera el contrato, David
se ocup de una serie de asuntos de sus clientes a los que se haba
comprometido.
Be/son: Lo llam usted por telfono a sutrabajo y lo control?
Esposa: Lo llamtodos los das y lo control, y lo estaba haciendo muy bien.
Marido: Eso no me pone muyfeliz.
Be/son ( a /a esposa): Bueno, usted hizo lo que haba aceptado hacer. Cuid l
de sus negocios?
Esposa: Por cierto.
Be/son: Muy bien.
Esposa: y luego se ocup de organizar los asuntos de su madre durante la
primera semana, y se meti en un montn de problemas; le nev mucho ms
tiempo del que haba previsto, de modo que no pudo ocuparse del otro negocio; lo
hizo esta semana pasada, as que se sac todo de encima. En relacin con los
asuntos de su madre el trabajo est totalmente terminado.
Tercera entrevista
177
Be/son: A ver, vamos a repasar los hechos. El hecho es que usted (a/aesposa)
en efecto se ocup de l durante la semana, y el otro hecho es que si usted (a/
marido) se volviera ms responsable, ella no tendra que hacer esto. De modo que
esto es una medida slo temporaria, hasta que vuelvan al buen camino. Es
(Ms adelante, en la misma sesin.)
Es importante que el terapeuta ponga de relieve el aspecto benevolente de
la injerencia de la esposa en el trabajo de su marido, ya que el objetivo no es que
el marido se pelee amargamente con su mujer sino que llaga sutrabajo.
Be/son: Lo cierto es que se est haciendo, yeso es lo que importa. Dicho sea de
paso, le agradeci a ella, le agradeci a su esposa por su ayuda?
Marido: No, yo
Esposa (riendo): Por portarme como una canalla?
Marido: Me molesta.
Esposa: Primero le molestaba. Yo me senta como una mamita que tuviera que
decirle: " Hiciste los deberes?".
Be/son: Yo no lo veo as. Para m es una pareja que se ayuda mutuamente.
El estilo ambiguo y humorstico del terapeuta contraatacaba al estilo
obsesivo y deprimido del marido.
Esposa: Bueno, yo podra empezar ya mismo, pero l no me va a permitir que
haga nada al respecto. Diceque eso va a costarnos mucho dinero.
Be/son: Lo s, pero lo que estamos haciendo es abrir un nuevo atajo para salir del
estancamiento.
Esposa: Eso creo.
Be/son: Pienso que lo que ustedes hicieron fue realmente positivo, concuerdan
conmigo? (No hay respuesta.) No estn obligados a concordar. (Marido y mujer
ren.)
En la entrevista anterior, el terapeuta haba amenazado a la esposa con
que debera llenar ella misma su declaracin del impuesto a los rditos, ante la
gran consternacin del marido.
Be/son: Quiere usted decir irresponsabilidad?
Esposa: Exacto, y entonces le dije: "Mira, no volvamos a ese viejo asunto; quiero
que me hagas una lista de todos los compromisos que tienes con tus clientes para
el da 15de este mes, y vaya llamarte todos los das, etc.". Prometi traer la lista
a casa, pero no lo hizo.
Marido: S, la llev, pero la dej en el bolsillo del saco.
Esposa: En ese punto yo le dije: "Mejor te aseguras de que tienes la lista para la
sesin de hoya la maana, as no tenemos que perder ia hora entera prociamando
cules sontus irresponsabilidades".
Be/son (a/aesposa): Tenemos que hablar acerca de cundo se pondr usted a
trabajar en sus propios asuntos financieros.
" .~
178
Be/son (a /a esposa): Me pregunto si no tendra que llenar usted la declaracin de
impuestos, por ms que sea costoso, como una leccin para el futuro .
Marido: Me mandarn a la crcel tambin.
Be/son: De otra manera, seguiramos en lo mismo de antes. Creo que usted debe
vigi)arlo y llamarlo con regularidad. Con qu intervalos estn trabajando?
Esposa: Una vez por da, y lo llamo todas las tardes.
(Ms adelante, en la misma sesin.)
Marido: Bueno, eso es lo que estoy tratando de hacer.
Be/son: Porque tal vez usted sea esa clase de personas que no quieren atribuirse
mritos por lo que han hecho, yen tal caso no tiene ninguna obligacin.
Marido: Simplemente quiero hacerlo.
Be/son: Correcto.
Marido: Correcto. Estoy encantado de haberme sacado eso de- encima.
Be/son (a /a esposa): No le atribuya el mrito.
Marido: 1\10 lo hice como quera.
Be/son: S.
Marido: Pero lo hice. Me lo saqu de la cabeza, y me aplicar a ello.
Be/son: Muy bien. Entonces, qu hay que hacer ahora?
Hbilmente, el terapeuta cambi el blanco de las objeciones del Marido: ya
no se trataba de si hara o no la tarea, sino si se atribuira el mrito por ello.
Marido: Me doy cuenta perfectamente, pero no creo que eso vaya realmente al
fondo del asunto.
Be/son: Exacto, el fondo del asunto es que cuando usted empiece a cuidar de sus
cosas, esto va a terminar.
Marido: Bueno, eso ya lo s, pero a Roma no la construyeron en un da, y no
puedo corregir en una semana cuatro o cinco aos de descuido.
Be/son: Aunque le sorprendan eso es posible.
Marido: Bueno, yo no puedo hacerlo.
Esposa: En una semana lo hemos corregido en un grado enorme.
Marido: S, est bien, pero no puedo hacerlo todo.
Be/son: De paso, por lo que usted dice parecera que le molesta muchsimo
atribuirse el mrito de lo que hizo.
Esposa: Seguro. Hizo una barbaridad.
Marido: Bueno, no me siento inclinado a atribuirme el mrito de lo que hice, ante
todo porque no lo hice en su momento, hace mucho tiempo, y lo que ahora estoy
haciendo no es ms que lo que deb hacer entonces.
Be/son: En ese caso, no debe atribuirse ningn mrito. No se atribuya el mrito,
hgalo simplemente.
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evidente que usted necesita que ella haga esto, as que lo nico que quiero que
179
Be/son (a/ marido): De algn modo siento como que ella no participa lo suficiente
en suvida.
Marido: Bueno, ella no se dedica a las cosas que sola dedicarse, pero eso es
porque yo le contaba ms que ahora sobre lo que me suceda. Pero ahora tiene
sU propia profesin.
(Ms adelante, en la misma sesin.)
Be/son: La idea es que l debe volverse ms responsable, y que esto lo llevar en
esa direccin y una vez que lo logre, el proceso se autoperpetuar, ya que en el
fondo de su alma l lo prefiere as. Quisiera pasar a otro asunto. Quisiera decir
algo, pero s que no va a resultar agradable. As pues, Podr usted aceptar lo
que yo le diga? (mirando al marido). Si"?
Marido: S.
Be/son: Creo que ella ha sido negligente con usted. y no... (a la esposa) no es mi
intencin insultarla.
Esposa: Est bien.
Marido: Quiere usted decir que me ha descuidado?
Be/son: S.
Marido: Que me ha descuidado... qu quiere decir eso?
Be/son: Lo dicho.
Marido: Que me ha descuidado...
Be/son: S, y pienso que esto ocurre porque ambos son personas con muchas
inquietudes culturales, ya menudo en una relacin as las personas no se brindan
una a la otra el tiempo que necesitan para actividades ms sociales. De modo que
(a /a esposa) creo que usted debera dedicar por lo menos dos noches a la
semana a hacer con l ms vida social.
(Ms adelante, en la misma sesin.)
La pareja empezaba a reorganizarse y el marido se estaba conduciendo
con ms idoneidad. El terapeuta sigui encargando a la mujer que planeara las
actividades de l, mientras este protestaba diciendo que estaba cumpliendo con
su trabajo y que lo seguira haciendo. Era hora de alentar a la pareja para que se
reorganizara en una jerarqua congruente, en un mayor pie de igualdad. Como el
terapeuta haba menoscabado antes al marido llamndolo irresponsable, ahora se
volvi hacia la mujer y la acus de ser negligente con l. Hizo que esto pareciera
una grave ofensa disculpndose por haberla insultado. El marido habl entonces
acerca de su soledad y el cambio sobrevenido en la relacin entre ambos desde
que su mujer haba reiniciado su cartera.
Be/son (a/aesposa): En cuntos das y en qu momentos podr preparar la
declaracin de impuestos? Creo que usted debe asumir las prdidas, ya que eso
renovar las cosas para el futuro.
Esposa: Pienso que en la medida en que David siga progresando, haciendo un
poco cada da, o al menos dedicndole cierto tiempo un par de das por semana,
ver que podemos conseguirlo.
180
Marido: Enotras palabras, no veo nada negativo en todo esto. Obviamente, ella no
est tan ntimamente mezclada con mi vida como yo. .'.
Be/son: Como usted qu? Ella no est tan ntimamente mezclada con su vida
como usted qu?
Marido: Iba a decir como yo quisiera que estuviese, pero no s si yo querra que
estuviese.
Be/son: Bueno, creo que debemos probar.
Marido: Porque desde un punto de vista intelectual, me agrada que ella tenga su
propia esfera de inters su empleo, sutarea, su prctica profesional
Be/son: Totalmente de acuerdo.
Marido: ...sus amigos. Eso es magnfico. Yo no he podido no he podido llenar ese
vaco.
Be/son: llenar ese vaco?
Marido: El vaco de notenerla a ella sumamente interesada por mis asuntos.
Be/son: Completamente de acuerdo.
Marido: Por ejemplo, la granja que compramos hace algunos aos. Una escuela
dentro de una granja, que nos dedicarnos a amueblar y acondicionar casi todos
los fines de semana, a expensas de nuestra vida social aqu en Nueva York. Ella
no se ha interesado tanto por eso.
Be/son: Aj.
Marido: No parece interesarle para nada hacer cosas all.
Be/son: Aj.
(Ms adelante, en la misma sesin.)
Be/son: Me gustara conocer ms detalles. Podra usted informarme un poco?
Marido: Bueno, durante muchos, muchos aos yo tuve la costumbre de volver a
casa y desembuchar todo lo que me suceda en la oficina, lo que suceda y lo que
dejaba de suceder, y ella no haca ms que escucharme. Yo me preguntaba si me
comprenda o no; me pareca que s. Crea que ella se condola un poco de m,
yeso ayudaba a que yo me despachase. Pero era... me doy cuenta de que deba
ser muy aburrid9 para ella, porque haba un montn de cuestiones que no
entenda. Yo me entusiasmaba mucho con alqn problema tcnico y trataba de
explicrselo. Despus, en los ltimos cuatro o cinco aos, ella se convirti en
psicoterapeuta y desarroll un montn de intereses propios, y su trabajo pareca
infinitamente ms interesante -desde un punto de vista humanstico, quiero decir-
que el mo, que es muytcnico y muy soso. En consecuencia, ahora ya no hablo
de mi trabajo como antes. Adems, me avergenza un poco quejarme siempre
sobre las mismas cuestiones. Me remito a algunas cartas. Por ejemplo, estaba
leyendo unas cartas que le escrib a mi hermana un par de aos atrs, y son las
mismas ideas que tengo ahora: me siento acosado, no puedo sacarme el trabajo
de encima, debo disculparme por no llegar a tiempo... No he cambiado nada, en
lugar de mejorar empeor. As que ya no comento con ella casos o asuntos, salvo
que sea algo muy fascinante, extraordinario, fuera de serie. y estoy muy
interesado por lo que ella hace, pero tampoco ella me comenta mucho sobre ello.
Piensa que hablar sobre los casos teraputicos es transgredir la reserva, y creo
quetiene razn.
181
Be/son: Le da miedo hacer esta demanda.
Marido: As es.
Be/son: Porque quiere mostrarse amable.
Marido: No, no es porque quiera mostrarme amable. No veo la razn, no veo la
utilidad de esto.
Be/son: La tiene, de todos modos.
Marido: Sabe lo que pienso?, me estoy sometiendo a un montn de locuras,
Creo que son unas pavadas, estas sugerencias. No me parece que vayan al
corazn del asunto.
Be/son: Son locuras.
(Ms adelante, en la misma sesin.)
Be/son: S que usted es un poco renuente a hacerle esta demanda a ella, pero
creo que deberamos llevar esto adelante.
Esposa: Bueno, creo que yo podra a las diez y media de la noche.
Be/son: Muy bien, empecemos entonces; hoyes martes? Esta noche a qu
hora?
Esposa: A las diez y media o a las once.
Be/son: Diez y media u once?
Marido y mujer plantearon diversas objeciones, pero el terapeuta insisti. La
dificultad de la pareja para encontrar media hora de tiempo para pasar juntos
indicaba hasta qu punto se hallabandistantes uno del otro.
Be/son: Me gustara hacerles una recomendacin para la prxima semana.
Comprendo que estn ocupados, etctera, pero quiero que se hagan un tiempo,
media hora cada noche, no como una cosa mecnica; usted ( a/ marido) emplear
esa media hora en conversar con ella acerca de su trabajo, pero sin quejarse por
todo lo que le pasa. Y en cuanto a usted (a /a esposa), quiero que use ese tiempo
para examinar sus casos con l. Veamos en qu momento lo harn.
Marido: Bueno, eso es imposible.
Be/son: Media hora no es imposible. En verdad, les dar a ambos un renovado
impulso vital, porque llenar un vaco de energa. Es muy necesario.
La descripcin que hizo el marido del cambio en la relacin conyugal desde
que su esposa se dedic a su carrera confirm la presuncin sobre la cual se bas
la estrategia teraputica. En el pasado, ambos haban tenido un comn inters por
el trabajo del marido, la vida social que los dos desarrollaban y su granja; luego la
esposa se interes por otras cosas, tuvo nuevos amigos y su vida se fue
apartando de ia de su marido. Este se deprimi, y su depresin lo llev a ingresar
en la nueva esfera de intereses de su esposa como terapeuta. El derivaba poder
de su conducta sintomtica y mantena a su mujer apegada a el. El terapeuta
comenz a reunir de otro modo a la pareja, indicndoles que dedicaran algn
tiempo a charlar juntos.
Marido: A menos que yo la empuje a hacer algo.
182
(Ms adelante, en la misma sesin:)
Esposa: As es.
Be/son; Tienen relaciones sexuales?
Marido: De vez en cuando.
Be/son; Qu quiere decir de vez en cuando?
Marido: Cada quince das.
Esposa: No bromees.
(E/ marido re.)
Esposa: Deja de hacerte el gracioso.
Be/son; Parece haber cierta discrepancia.
(Pausa.)
Esposa: Dijiste cada quince das.
Marido: Est bien, una vez por semana.
Esposa: Dos veces por semana.
Marido: Dos veces por semana?
Esposa: S.
Marido: En tu pensamiento es dos veces por semana?
Esposa: En mi pensamiento? y qu pasa con mi calendario?
Marido: Lo anotas all?
Esposa:. No, pero te dira, no te parece que es as?
Marido: Aproximadamente. Pienso que no ha sido tan malo.
Be/son: Qu pasa? No es suficiente para usted, o es que el sexo no es lo
bastante excitante?
Marido: Pienso que es un poco de ambas cosas.
(La esposa y Belson ren.)
Marido: As es como viven los ingleses. El lunes voy al club, el mircoles
voy al club, el jueves tengo una entrevista, y el jueves y viernes practicamos el
coito.
Marido: Sin duda.
Esposa: Y bien, cui es ei corazn dei asunto?
Marido: Bueno, el corazn del asunto es mi incapacidad para organizar mi tiempo.
Be/son: No me interesa examinar el corazn; lo que quiero es examinar ...
Esposa (riendo): Los pulmones.
Be/son: Los pulmones? Quiero examinar la boca, cuando ustedes dos van a
hablar. De acuerdo?
Esposa: De acuerdo.
Be/son: Ms tarde pasaremos al corazn.
Esposa: Est bien.
Be/son: Bien. El mircoles a qu hora?
Esposa: A las once.
Marido: A las once todas las veces.
Be/son: Eso es organizacin.
183
(Mas adelante, en la misma sesin.)
Marido: Estoy cansado de tener que jugar a excitarla todo el tiempo.
Be/son: Eso es verdad, realmente es algo muy anticuado.
Esposa: Lo es.
Be/son (a /a esposa): Quiero que una vez, durante esta semana, no importa lo que
l est haciendo, que est trabajando o leyendo su novela, consiga por cualquier
medio provocarle un intenso clmax, aunque l la evite a toda costa, una vez
durante la prxima semana.
(E/ marido re.)
Esposa: Vaya anotar: ser persistente.
Be/son: Persistente. En otras palabras, aunque l se escape de usted y corra por
toda la habitacin, tiene que acostarlo.
Esposa: No, l no va a hacer eso, no va a protestar tanto.
Be/son: Bueno, tal vez lo haga, como una manera de tratar de echarla. Pero
entiendo que esta ha sido una cuestin de descuido (a/ marido) de sus
necesidades sexuales, a las que creo que usted tiene absoluto derecho.
Marido: De eso no hay duda, pero, debo tratar de averiguar qu es lo que ella
quiere?
Be/son: Eso lo decide usted. Pienso que realmente ha sido algo unilateral, para
ser francos, y dira que usted no tiene que hacer nada con respecto a ella; ya est
haciendo bastante, no? Esta debe ser tarea de ella.
Esposa: Estoy de acuerdo.
Be/son: Muy bien.
Marido: S, la he estado excitando durante treinta aos. (La esposa re.)
Be/son (a /a esposa): Es en este sentido que usted ha sido, perdneme por
decrselo, descuidada. Puede usted escribir a continuacin, en la lista de las
rdenes ... ? (Be/son se refiere a /a lista, que lleva /a esposa, de las cosas que
tienen que hacer ambos en re/acin con /a terapia.
(Ms adelante, en la misma sesin.)
Marido: Siempre me he lamentado de que, al parecer, no logro excitarla. Tengo
que afanarme para ello, aunque hubo alguna mejora en el pasado. No encuentro
que ella sea acometedora, con alguna excepcin en los ltimos tiempos. Si yo
inicio el juego sexual previo, antes de que vayamos a la cama o cuando ya
estamos en la cama ella parece estar ya satisfecha, ya veces es agresiva.
Esposa (riendo): A veces.
Marido: Y a veces eres agresiva, como anoche; creo que estabas mostrando un
poco de agresividad y yo, por una u otra razn, no tena particular inters.
Esposa: S.
Marido: Renuncias ..
Esposa: Yeso qu tiene de malo?
Marido: Cuando yo quiero acometer, nunca renuncio.
Esposa: Ese es tu estilo.
L
184
Be/son: No le importa si digo algo que puede sonar un poco crtico?
Marido: No.
Be/son: Creo que usted es demasiado clemente con ella.
Marido: Bueno, s, yo... yo... Quotro remedio me queda?
En otras palabras, tengo alguna otra alternativa? Tengo que perdonarla y ser
clemente con ella para poder disfrutar de la vida.
(Ms adelante, en la misma sesin:)
l'__
Be/son: Cmo lo persigui ella sexualmente? Cmo anduvo eso?
Marido: Ah, lo hizo bastante bien, muy bien.
Be/son: Qu hizo ella?
Marido: Bueno, la ltima vez tuvimos relaciones un par de veces, ella estuvo muy
acometedora.
Be/son: Lo persigui hasta el fin?
Marido: S, s, ella mostr una gran acometividad, a la que yo no estaba
acostumbrada.
Be/son: Aj.
Marido: y por lo que a m respecta, fue agradable.
Cuarta sesin
Esta redeficin del marido como persona responsable y protectora, y de la
esposa como negligente en cuestiones sexuales, as como la directiva impartida a
esta para que tomase la iniciativa en la relacin sexual la semana siguiente,
estimul una divisin ms equitativa del poder. Ostensiblemente, la esposa se
encontrara en una posicin superior, la de perseguidora, pero el hecho de ser
perseguido convertira al marido en un hombre deseado e importante. Se
modificara as la vida sexual rutinaria de los cnyuges, que iniciaran un nuevo
tipo de intimidad.
La esposa no asisti a la sesin siguiente por un imprevisto compromiso
profesional. El marido inform acerca de los esfuerzos que ella haba, hecho.
Be/son: Ella ha sido descuidada en una serie de cosas, pero usted le permiti que
lo fuera. En otros trminos, incluso en relacin con el sexo, usted ha carqado
tantas cosas sobre sus hombros que no le da a ella la oportunidad de hacer lo que
se supone que debe hacer.
As que tiene que darle una oportunidad.
Marido: A m no me ha parecido as. No creo que...
Be/son: S, de algn modo usted la alent a que fuera descuidada, y ya es hora de
que ella se haga cargo un poco ms de las cosas importantes. Sea como fuere,
sigamos adelante y permitmosle que se haga cargo del sexo por lo menos una
vez, de acuerdo?
Marido: Ests invitada. (Risas.)
185
Esposa: Por lo que recuerdo, l no se quej ni una sola vez en toda la semana.
Belson: Entoda la semana?
Esposa: Exactamente. Ni siquieratres de cada seis veces. (Risas.)
Marido: Bueno, llegu a la conclusin, francamente, tuve una especie de
percepcin interior de que nadie podra hacerlo por m. Tengo que ir y trabajar,
trabajar, trabajar, pagar el precio, hasta que termine ese maldito asunto. Quiero
decir que no hay terapia en el mundo que me pueda ayudar tengo que hacerlo.
Anoche estuve trabajando en la oficina hasta las doce o doce y media.
Belson: Quiere usted decir que en toda la semana l no se quej de tener que
ocuparse de sus negocios, ni anduvo trastornado, ytoda esa clase de cosas?
(La esposa hace un gesto negativo con la cabeza. Pausa.)
Belson: Eso me decepciona un poco. Tengo que hablar con ellos.
(Se levanta y deja la habitacin para consultar con la supervisora que est detrs
del vidrio de visin unidireccional El marido y la esposa lanzan una carcajada. )
Esposa (al marido): Est decepcionado. Las cosas no estn saliendo como l
quiere.
Sexta sesin
En esta sesin la esposa coment que al marido le iba mucho mejor en su
trabajo; haba estado contento y hasta hizo una importante contribucin dentro de
su especialidad. El marido subestim esto y se lament de que las cosas
anduvieran igual que antes. El terapeuta afirm que sin duda exista un
desentendimiento entre ambos, y necesitaban establecer un nuevo modo de
verificar su comunicacin. Instruy al marido para que en la semana siguiente
fingiera, en tres oportunidades, ser un inepto y un irresponsable, mientras su mujer
se esforzara por averiguar si realmente se senta as. El marido dijo que eso era
una tontera, pero al final acept. El propsito del terapeuta era que, si el marido
pareca inepto e irresponsable, la esposa no sabra si en verdad se senta as o si
estaba siguiendo las directivas del terapeuta; por consiguiente, ella no respondera
segn su costumbre.
0--
~.;
Quinta sesin
El terapeuta estaba instando al marido a que le planteara ms demandas
manifiestas a su mujer, en vez de requerirle encubiertamente que se ligara a l,
como lo hizo en el pasado con sudepresin.
Marido: Bueno, estoy empezando a apreciar el valor de la naturaleza de esta
templa, o como se llame. Ustedest proponiendo cosas...
Belson: Bueno, pienso que lo que sucede es que usted est dndose cuenta...
(Ms adelante, en la misma sesin.)
Belson: Creo que la semana pasada usted adopt una posicin distinta. Y aunque
esto suene un poco fuerte, la puso ms en su lugar, sexualmente hablando,
demandndole lo que es natural que usted le demande.
186
Be/son: Qu ha hecho l, en cuanto a sutrabajo? Se hizo cargo de este?
Esposa: Considerablemente. Termin de catalogar y archivar todo lo que haba
hasta ayer a la noche. Lleg a casa pasadas las doce. Est haciendo esta tarea
de catalogacin por la noche, as que por lo menos una cosa importante ya est
solucionada.
Be/son: En otros trminos, finalmente l se est volviendo ms responsable como
profesional, noes as?
Esposa (riendo): S creo que puedo decir eso.
Be/son: Pienso que el verdadero error fue que no hicieron lo que se supona que
tenlan que hacer tres veces. (Se refiere a /adirectiva de simu/ar.)
Esposa: Qu cosa tres veces?
Be/son: Que ustedes supuestamente no que no saban.
Esposa: iAh! S. ..
Be/son: Me gustara hacer algo... S qu ustedes son dos personas a las que les
gusta un pocojugar, as que quisiera hacerlo con ustedes.
Marido: Que nos gustajugar?
(La esposa se re.)
Be/son: S, as es. Me equivoqu con ustedes; pens que eran siempre serios,
pero ahora veo que ambos tiene sentido del humor. As que ahora vaya pedirles
que lo haganaqu mismo en el consultorio; quiero que lo hagan.
( E/ marido se re. )
Be/son: Quiero que usted (al marido) le hable a ella, como no lo hizo la semana
pasada. Es evidente que usted no fue lo bastante convincente porque se supona
que esas tres veces tena que ser lo bastante convincente como para que ella no
supiese si realmente se preocupaba o no por sutrabajo, si estaba trastornado o no
El terapeuta consult con la supervisora detrs del vidrio. y esta le sugiri
que, dado que el marido no haba simulado su ineptitud e irresponsabilidad
durante la semana, tendra que hacerlo all mismo, en la sesin. El terapeuta
deba criticar su desempeo en esa simulacin y alentar a la esposa para que lo
criticara tambin, diciendo que su actuacin inepta e irresponsable no era muy
convincente. En la interaccin habitual en la pareja, el marido se quejaba siempre
de sus problemas y la esposa lo confortaba y apoyaba; ahora el marido simulara
quejarse, y la esposa le objetara no hacerlo con suficiente realismo. En esta
nueva interaccin quedara implcito que el marido no poda parecer inepto e
irresponsable porque no lo era.
El terapeuta simulaba estar decepcionado porque el marido no haba
acatado su directiva de fingir. De hecho, se senta complacido de que se
estuvieran alcanzando los objetivos de la terapia: el marido no se haba quejado ni
haba estado perturbado, y en cambio trabaj muy duro. Adems, dijo que tuvo la
"percepcin interior" de que tena que cumplir su trabajo. Suele ocurrir que a la
directiva de simular tener la conducta sintomtica le siga algn tipo de insight
sobre lo que "realmente hay que hacer. En este caso lo que realmente haba que
hacer era trabajar. A esta altura hubiera sido prematuro que el terapeuta se
mostrase complacido y no prosiguiera con la directiva de simular.
,
:i :. "
187
Esposa: Esto es algo supuesto... el no se siente as, pero lo est inventando para
parecer que se siente as.
Be/son: S, de acuerdo. S. De manera que cuando durante la semana l habla
as, usted nunca est del todo segura de que realmente se sienta tan as.
Marido: Me parece imposible. Yo... Yo... Me parece imposible.
Be/son: Ve? Acaba de sonrer, lo cual quiere decir que lo puede hacer.
Marido: S, pero no s qu diablos hacer.
Be/son: Probemos a ver cmo nos sienta, ydespus veremos.
Marido: Probar como nos sienta qu? Probar qu? Ni siquiera s cmo
empezar.
Be/son: Eso es porque yo quiero que usted empiece yvea. Quiero que usted hable
acerca de lo disgustado que est consigo mismo por no hacer tal cosa o tal otra.
Ya sabe.
Marido: Bueno, yo pero el asunto es que, como usted sabe, yo... yo...
Be/son: Recuerde que usted debe mostrarse disgustado, pero lo nico que quiero
es que finja.
r
L
La directiva de simular el sntoma tena precisamente como propsito
provocar esa clase de declaracin del Marido: "Realmente no estoy tan
trastornado".
estaba trastornado. Se esperaba que usted ... Me gustara que ahora, durante
algunos minutos, le hable a ella acerca de su oficina y su trabajo como si esto
realmente lo trastornara, aunque no sea real.
Perotiene que ser convincente.
Marido: Que le diga a ella que esto metrastorna...
Be/son: S, pero quiero que lo hagaenforma convincente.
Marido: Bueno. (Pausa.) Estoy verdaderamente disgustado con mi seleccin de
secretaria, teniendo en cuenta el sueldo que resoiv pagar y le ofrec ese sueido
sobre la base de que era inteligente y poda aprender... Creo que podra haber
conseguido alguien con experiencia, a quien no tuviera que entrenar .Estoy
rabioso conmigo mismo por haber hecho eso, por haber querido entrenar a
alguien. Es una chica totalmente inexperta encuestiones jurdicas yfinancieras,
Be/son: 1\10, no. Tiene que ser algo que podra ser cierto, aunque tal vez no lo sea,
pero usted tiene que encararlo como si fuera cierto. Su esposa ya sabe que lo que
usted dice sobre su secretaria es cierto, y usted tambin lo sabe. Me entiende lo
que quiero decir?
Marido: Bueno, me han pasado tantas cosas que son ciertas, que tengo muchas
cosas de las que quejarme.
Be/son: Hablemos de algo que puede ser cierto o puede no ser cierto, para que
ella no sepa a qu atenerse..
Esposa: Bueno, de todos modos yo no lo vaya creer, por las directivas. S que l
est inventando.
Marido: Cmo sabes que estoy inventando?
Esposa: Ests inventando tu trastorno.
Marido: Eso es verdad, porque no estoy tan trastornado. Realmente no estoy tan
trastornado.
L
188
L
i'i -
E
l
Be/son: Pero no la est convenciendo a elen cuanto a lo irresponsable que usted
fue.
Marido: Ella lo sabe, porque volvi a casa a las cinco.
Be/son: La semana prxima ella volver a pensar que usted...
Marido: Volvi a casa a las cinco, y se enoj mucho de verme en casa y no en la
oficina.
Be/son: Vuelva atrs y cuntele a ella cmo fue, pero tiene que ser ms
irresponsable, porque de lo contrario no le va a creer. Lo que digo suena
Nuevamente, esta es la clase de declaraciones que elterapeuta quiere
obtener.
Marido: Eldomingo fuimos a esa comida y volv sintindome, bueno, me sent
verdaderamente mal, muy pesado y un poco mareado por elchampaa; tena
planeado ir a trabajar a la oficina, pero elda estaba tan hermoso y haba tanto
que hacer en eljardn, que pens: "Bueno, me quedar aqu una hora, y luego
... luego mevestir e ir a la oficina". Despus de una hora haba avanzado pocoy
nada, eljardn est hecho undesastre...
Be/son: Use las palabras inepto e responsable.
Marido: Yo estaba...ese arbusto para la piorrea o como se llame...
E sposa (riendo): Mi piorrea (se sea/a /a boca con e/ dedo).
Marido: Esearbusto de bayas, me olvid elnombre.
E sposa: Piracanta.
Marido: Piracanta, estaba enorme y lo cort, estaba tapando elaparato de aire
acondicionado. Pens: "Caraja, tengo que deshacerme de esto porque me temo
que cuando queramos usar elaire acondicionado, no vamos a poder usarlo". Y era
un trabajo enorme. De pronto mir elreloj y haba pasado casi una hora, y pens:
"Maldicin, soy un irresponsable. Me estoy preocupando por elpiracanta cuando
podra sacudirlo a un costado y dejarlo ah, y marchar a la oficina como promet y
hacer mi tarea. Pero est tan lindo aqu, est hermoso, y merezco trabajar en el
jardn, porque lo disfruto y necesito elejercicio. Oh, aldiablo con laoficina".
Be/son: No se presenta lo bastante irresponsable. Noconvencera a nadie.
Marido: Bueno, yo nunca soy deltodo irresponsable, porque cuando no hago algo
que se supone que debo hacer, es que estoy haciendo alguna otra cosa. Yo
siempre...
Elplan consista en que el marido intentara como mnimo cuatro veces
parecer inepto e irresponsable, mientras la esposa y elterapeuta criticaban su
actuacin. Slo entonces dejara de insistir el terapeuta en que continuase
fingiendo.
Marido: Est bien.
Be/son: Porque en elfondo de su corazn, no lo est. Eso es lo que quiero decir,
Marido: Talvez lo est en mi cabeza, pero noen mi corazn.
Be/son: Exacto.
Marido: A eso se refiere usted.
Be/son: Exacto.
189
Marido: El domingo a la noche estbamos en ese asunto sexual. ydespus mir a
mi alrededor, despus que dejamos o cuando fuimos a ese lugar. Yo tena sumo
inters en estar con alguna de esas mujeres. Pareca que no poda pegarme a
ninguna linda chica, y me senta viejo y rechoncho. Tena una rubia encantadora.
Be/son: No, no. Se est sonriendo. No es un buentrabajo.
(E/ marido se re.)
La esposa pareca percatarse en este momento de cul era el propsito del
ejercicio. Se sorprenda de que en vez de sentirse "disgustado e inepto" su marido
se sintiera "en el mejor de los mundos". Las crticas del terapeuta y la esposa
llevaban implcito que el marido no era muy convincente como persona
irresponsable e inepta. La esposa se estaba conduciendo ahora en forma inusual.
En lugar de apoyar y reconfortar al marido, lo criticaba por no fingir con realismo
su irresponsabilidad e ineptitud. El marido hizo una tercera tentativa.
Be/son: Podra dar un ejemplo? Porque l parece desconcertado.
Esposa: No s .Podra pensar en la pilade papeles que tiene en la oficina.
Marido: Ah est el asunto.
Esposa: Bueno, mientras trabajabas con el piracanta, pensabas en todas esas
horribles pilas de la oficina?
Marido: Seguro, pero tambin pensaba en el piracanta, ya quin diablos podra
conseguir para que lo sacara. No es de extraar que ese tipo pidiera ciento
cincuenta dlares para limpiar el J ardn, no? Es un montn de trabajo. Por un
piojoso arbusto y otros pocos rboles, eran cuatro horas de trabajo.
Esposa: Entonces, concntrate en la partetuya que senta...
Marido: S, pero eso no es un invento, a eso voy.
Esposa. Bueno, entonces no s qu quiere l que hagas.
Marido: El quiere que finja estar disgustado y sentirme un inepto, cuando no es
as, me siento en el mejor de los mundos. Es muy difcil para m inventar eso, a
eso voy.
Esposa: De modo que enverdad te sientes as?
El terapeuta estaba esperando esta clase de declaraciones de la esposa.
En lugar de reconfortarlo y decirle que no es inepto, ella le pide que piense y
exprese su sentimiento de ineptitud.
demasiado crtico, pero lo nico que quiero es que usted haga bien las cosas,
nada ms.
Marido: No s qu ms hacer. Yo, esto es, Te digo que... no estoy inventando. Te
estoy diciendo con mi cabeza lo que pas. Cmo me sent. Y no es invento. Y no
s cmo inventar estas cosas. Soy incapaz de inventar.
Be/son: Usted es tan capaz como cualquiera de actuar algunas veces en su vida.
(A le Esposa:) No me importa que l no acte nunca ms en su vida. Lo que
pretendo es que haga esto como corresponde, para que ia semana prxima
resulte eficaz. Se le ocurre algo para que l resulte ms eficaz?
Esposa (a/ marido): Sigue pensando en lo inepto que te sentiste. Y cuntame
hasta qu punto te sentiste inepto.
190
L
Marido: T estabas fuera. Yo estaba charlando con una seora joven que es
clienta, y ella me present a una cosita amorosa, que era profesora de sexualidad.
Y si bien era monsima y todo lo dems, me di cuenta de que me miraba como a
a :
e
La esposa prosigui criticando al marido, quien hizo un nuevo intento.
Be/son: No est haciendo un buentrabajo.
Marido: Bueno, me estoy riendo, pero no porque tenga sentido del humor. Me
estoy riendo de m mismo. Quiero decir que es la situacin lo que me hace rer.
Esta situacin, aqu. Pero, como cosa prctica...
Be/son: Qu quiere usted decir con "esta situacin, aqu"? Este es un asunto
serio.
Marido: Ya s que es serio, pero me resulta raro, en el sentido de que no lo
entiendo, y estoy jugando con una especie de indicacin para decir que significa
algo, pero no s qu.
Be/son (a /a esposa): Podra hacerlo empezar de vuelta con esa cuestin de las
mujeres? Esposa (riendo): Cuntame de esa chicatan bonita, la rubia.
Marido: Bueno, ella no andaba muy seguido por ah, porque ese otro tipo con el
que me viste estaba buscando levantarse a alguna, y ella aparentemente tambin
estaba interesada en levantarse a alguno, pero a m no me interesaba, y no saba
cmo zafarme de eso. Cuando t negaste yo te present, as que ella se dio
cuenta de que no era soltero; yen la primera oportunidad que tuvo, se fue.
Be/son (a /a esposa): A usted no la convence.
Esposa: Noes...
Be/son (a/ marido): No es convincente en cuanto a lo inepto que es usted con las
mujeres. No es convincente.
Esposa: Dijiste que no te gustaba, que pensabas que no era tan buena, y que
queras sacrtela de encima.
Ahora la esposa haba asumido una actitud ms crtica todava hacia el
marido, en lugar de apoyarlo. El hecho de simular ineptitud para el trabajo y para
lo sexual tena que ver con las cuestiones antes examinadas en la terapia. Cuanto
ms infructuosamente intentase el marido fingir su ineptitud en estas esferas, ms
apto sera.
Marido: y bien, estuve charlando con unas chicas bastante jvenes. Haba una
rubia, en particular, entramos en conversacin, y yo pensaba qu interesante sera
ir a la cama con ella, pero ni siquiera me miraba. Se la pasaba mirando a todos
lados como buscando a otro...
Be/son (a/a esposa): Le parece convincente?
Esposa (riendo): Sus labios estn curvados hacia arriba, no hacia abajo. No tiene
cara larga.
Be/son: No, no. Encontramos un buen ejemplo. En el fondo de su corazn, usted
sabe que no es cierto, pero quiero que ponga caa larqa y convenza a s esposa
de que las mujeres no se interesan por usted, que debe estar ponindose viejo.
Encontramos un hermoso ejemplo.
191
Be/son: Pasaron la media hora como se dijo que lo haran?
Esposa: S, lo hicimos, la mayor parte del tiempo.
Be/son:Yen cuanto al sexo? Asumi ella suagresividad sexual?
Marido: S, muy bien.
Be/son: Cuntas veces por semana?
Marido: Bueno, esta semana una sola vez.
Esposa (riendo): Qu? Dos veces.
Marido: Dos veces? Ah, s.
Esposa: Una de las veces se leolvida, l simplemente...
Marido: S, s.
(La esposa se re.)
Be/son: Saben una cosa? Hay algo que en medio de toda la discusin entre
ustedes... Ustedes se quieren mucho. Sedieroncuenta de eso?
Marido: En medio de qu?
Be/son: A veces estoy tan metido en todas las discusiones entre ustedes que me
olvido de que ustedes dos evidentemente se quieren mucho.
Marido: S. No s muy bien qu quiere decir "quererse", pero...
Be/son: Parecen tener la capacidad de hacerse felices en un sentido muy
profundo...
Marido: S, yo estoy, yo estoy...
Be/son: Yo quise simplemente... Por lo general no hago observaciones sobre lo
que hace la gente, pero en este caso resolv hacerlo.
Marido: Esta semana le dije, una vez...
Be/son: Qu le dijo?
Marido: Incluso le dije a Raquel esta semana, no recuerdo en qu ocasin... cmo
disfrutaba de su compaa como amiga, no solamente como esposa y como
El marido fall una y otra vez en simular su depresin e ineptitud. A
continuacin el terapeuta inquiri a la pareja sobre sus otras directivas y averigu
que la mujer haba perseguido sexualmente a su marido.
El objetivo se haba logrado. La esposa criticaba al marido por no parecer lo
bastante deprimido, en vez de apoyarlo en sudepresin.
un viejo, y que ms all de la simpata no tena ningn otro inters. Yo pens ...
"Ya estoy acabado, ya no tengo ningn atractivo para las chicas jvenes".
Be/son: Le pareci convincente?
Esposa: Bueno, no, en realidadno.
Be/son: Estuvo mejor que antes, pero no lo suficiente.
Esposa: Estuvo mejor, aunque nofue tan....
Be/son: Estuvo decididamente mejor. Debo decirle que usted se est esforzando
en esto, peroesta vez le sali mejor.
Marido: Deveras? Esta ltima parte?
Be/son: Estuvo casi convincente. Pero no parece poder hacerlo bien.
Esposa: Tu tono de voz no era lo bastante desanimado, y los labios se te
curvaban hacia arriba.
r
192
b
IL
i.
Be/son: Creo que deberan tener relaciones sexuales tres veces por semana en
vez de dos.
Marido: !\J ome diga? De dnde saco yo la fuerza?
Be/son: No depende de usted, sino de ella.
Marido: Oh.
Esposa: Yo no s si tengo la fuerza.
Be/son: Bueno ...
Esposa: Lo intentaremos. Veremos qu se puede hacer.
Be/son: Respecto del sexo puedo hablarles con toda claridad: cuanto ms se lo
practica, ms ganas se tienen de practicarlo. Para la salud fsica de ambos, es
muy importante que lo hagan tres veces por semana. (Marido y mujer se ren.) Y
tambin (a la esposa) me gustara que usted volviera a tomar la posicin
acometedora.
Marido: Quiero que t...
Be/son: No quiero escuchar lamentaciones acerca de que no tuvieron suficiente
vida sexual.
Marido: Yo no me lamento de no tener suficiente vida sexual.
Los cnyuges han expresado bien a las claras que cuando estn juntos se
sienten ms felices y que el marido cumple con su trabajo. El terapeuta comienza
a desligarlos de la terapia. Si se pretende que el marido ocupe una posicin ms
igualitaria en relacin con su mujer, no puede definrselo como un paciente
necesitado de terapia.
amante, sino como amiga. Me haca bien tenerla cerca y compartir cosas con ella,
sabe?
Esposa: Yeso es algo que yo aprecio mucho.
Be/son: Todo el tiempo sospech que ella llenaba una gran necesidad suya. Por
eso, cuando al comienzo le dije a usted (a /a esposa) que era negligente, ms que
una verdadera crtica, le estaba diciendo hasta qu punto l necesitaba que usted
estuviera junto a l. Hay algo de lo que quiero asegurarme, y se lo volver a
preguntar .Puedo equivocarme, pero mi impresin fue que l se estaba volviendo
ms responsable y se estaba dando cuenta, finalmente, de que poda arreglarse
sin la terapia. Esa fue mi impresin: que l se est haciendo cargo del asunto. Es
correcto?
Esposa: As parece. Parecera que l est haciendo lo que se supone que debe
hacer.
Be/son: Que l se da cuenta de que la terapia es una prdida de tiempo, y que
probablemente podra cuidarse por s mismo. Le entend, correctamente?
Esposa: Eso es lo que le o decir, s.
Marido: En realidad, yo estuve pensando seriamente, y ms de una vez me vino a
la mente, para qu diablos estaba perdiendo el tiempo aqu.
Be/son: Aj.
Marido: No me ayuda a hacer mitrabajo.
Be/son: Bueno, creo que al fi dijo algo cierto; y pienso que deberamos hacer que
l se atenga a eso. Sugiero que no tengamos sesin la prxima semana, y que
nos volvamos a ver dentro de dos semanas.
193
Be/son: Me gustara que fueran tres veces como mnimo. Y que usted adopte la
posicin acometedora, porque aparentemente eso es algo que los excita a ambos.
Punto tercero: es muy importante la charla de media hora sobre lo que deben
compartir .Ahora, punto cuarto: todo es muy importante, decisivo, todo .esto
tendra que estar marcado con doble asterisco; pero como la ltima vez usted no
lo hizo, y yo no vaya verlos durante dos semanas, tiene suprema importancia,
decisiva importancia, todos los adjetivos que quieran ponerle, tiene que ser tres
veces por semana, y io importantsimo es esto: que usted se queje de su ineptitud
y de su irresponsabilidad. Pero ella no...
Marido: Nos acercamos a un punto en que yo no me siento inepto e irresponsable,
y usted pretende que me queje de eso. No logro entenderlo.
Be/son: Pero habr tres veces en que usted lo har, pero ella no se enterar si
usted est o no est. En otros momentos, usted puede realmente estar, pero en
ese nido de tiempo tienen que haber tres pjaros de los que ella no sepa nada.
Pero ustedtendr que actuar como lo hizo aqu cuando terminamos. Haga un gran
aspaviento para que ella no sepa. Usted sabr, pero ella no tiene que saber.
Lamentablemente, hay una cosa ms; estoy tan ocupado que la estaba olvidando.
Me educaron con mentalidadjurdica, quiero decir, ya veces...
Marido: Sigui la carrera de abogado?
Be/son: Segu una carrera parecida, que tena muchsimo que ver con las leyes.
As que tiendo a ser un poco ms razonable. Pero l. ..He descubierto algo. A
veces, soy tan antipsicolgico que paso por alto cosas evidentes. ( A /a esposa. )
Ocurre que l tiene una vena potica, me di cuenta cuando estuvo hablando de la
jardinera. Quiero que usted haga lo siguiente: la prxima semana, en el horario en
que tendran que venir aqu, quiero que escoja un sitio que a l le parezca
romntico y vayan a almorzar en vez de venir aqu.
De acuerdo?
Esposa: Clarsimo. Fantstico.
Be/son: Bien, pero debe hacer algo que no decepcione a los instintos de l, en
relacin con el talante.
Esposa: Eso est muy bien.
Be/son: Le debo una pequea disculpa por haberla subestimado en este sentido
Marido (riendo): Qutiene de potico el trabajo en el jardn?
Be/son: Bueno, hayunas cuantas cosas ms. Usted es muy sensible tambin para
otras cosas. Y esto no es hipocresa, no es hacerle un falso elogio que no tiene
mayor importancia porque yo no los ver muchas veces ms. Pienso que yo haba
subestimado esto... A veces, cuando la gente viene y hablan y hablan sobre sus
cosas, no? , sus problemas y todo eso, a veces uno pasa por alto ciertas partes
de su personalidad que tienden a...
Esposa: As es.
Be/son: De modo que usted sabe lo que quiero decir
Marido: No s lo que quiere decir
Be/son: Oh, creo que s lo sabe.
Marido: No lo s.
Be/son: No quiero que terminemos en tono tan serio, pero creo, me parece que me
parece que era unafalta ma. Y realmente me siento mal por eso.
Esposa (riendo): Se nota.
L
194
Be/son: Cmo les fue en las cosas que les pedimos hacer, creo que hace un mes
y medio?
Marido: Anoche, por primera vez, realmente me sent delante de todo el asunto y
lo analic entero, y me puse a terminar con un ao de trabajo atrasado como
mnimo; el resto ser relativamente sencillo.
Be/son: Creo que se merece una felicitacin.
Mafido: S.
Be/son (a/ marido): Quiero decir que a usted hay que felicitarlo.
Marido: A ella hay que felicitarla.
Be/son ( a/ marido): A usted hay que felicitarlo.
Marido: A los dos hay que felicitarnos.
Be/son: No, no. No s si el perro, no s si es un presagio de algn tipo, el hecho
de que lo hayan trado hoy.
Esposa (riendo): No la trajimos; Vino por s misma.
Be/son: La perra quera sumarse a la sesin para felicitarlo a usted, tambin, pero
creo que eso es fabuloso, realmente.
Marido: Bueno, creo que anoche se produjo un giro radical, sin lugar a dudas. Si
ella no me hubiera dicho: "No vuelvas a casa hasta que termines con un ao de
trabajo atrasado, aunque sea la una de la maana", creo que yo me habra vuelto
Sptima sesin
La sugerencia de que la pareja saliera a almorzar afuera en vez de asistir a
la prxima sesin fue un paso ms en direccin hacia su desligarniento previo a la
terminacin de la terapia. En la sptima y ltima sesin, trajeron consigo a su
perrita faldera blanca y comentaron que las cosas iban mejorando.
Be/son: No, lo digo de veras.
(La esposa se re.)
Marido: No s de qu diablos estn hablando.
Be/son: Bueno, algunas de las mujeres de nuestro grupo sealaron qu linda
pareja que hacen ustedes. y yo estaba pensando que no eran ms que un do de
quejosos.
Marido: Oh, de veras?
Be/son: As es.
Marido: Ya que nos estamos arrojando fiores, quisiera comentar que: anoche le
dije a Raquel: "Si no obtenemos ningn otro resultado de todo esto, al menos
habremos tenido una buena mejora en nuestra vida sexual". Raquel estuvo
anoche tremendamente acometedora. Yo estaba listo para ir a dormir, era la una
de la maana, y ella me estaba incitando a la una de la maana. Fue fabuloso.
(Risas.)
Be/son: Lo importante es que usted ponga cuidado en no desalentarla.
Marido: No, no creo que ella se desaliente. Creo que ella misma se est dando
cuenta de lo bueno que es ser acometedora.
Esposa: S, es divertido.
195
~..~.
a las diez y media, porque me habra dicho a m mismo que estaba demasiado
cansado, que merezco ir a casa; pero lo cierto es que me qued y lo hice.
Be/son: Aj.
Marido: Al menos hasta el punto en que saba que podaterminarlo.
Be/son: Bueno, eso es realmente fabuloso..
Marido: S, creo que ya he avanzado hasta un punto en que lograrterminarlo.
Be/son: Se nota ms seriedad en lo que usted dice; parece una persona ms seria
mientras habla.
Marido: Bueno, tengo ms confianza en que puedo terminarlo.
Be/son (a /a esposa): Suena como que se est haciendo cargo de sus negocios.
Esposa: S.
Be/son: Esa es mi impresin, que l finalmente consigui montar sucaballo.
Esposa: As parece.
Marido: y si yo acabo con el y al mismotiempo...
Be/son: No tiene por qu pedir disculpas por hacerse cargo de sutrabajo. Piensa
acaso que yo lo estaba acusando por hacersecargo de eso?
Marido: No, no. Di a entender eso?
Be/son: Dio a entender que se estaba defendiendo por hacer las cosas tan bien.
No tiene por qu.
Marido: Bueno, yo tengo...yo tengo...
Be/son: Pienso que es fabuloso.
Marido: Tengo una inclinacin a...no una inclinacin, tengo una renuencia a
aceptar que me alaben por hacer algo que tendra que haber hecho mucho tiempo
atrs.
Be/son: Aj. Bueno, usted podratratar de acostumbrarse a eso.
Marido: Cmo dice?
Be/son: Podratratar de acostumbrarse a eso.
Marido: S. .Pero no soy de los que se dan palmaditas en la espalda.
Be/son: Bueno, usted no tiene que...
Marido: Me siento agradecido de estar superando esto.
Be/son: Usted notiene que darse palmadas en la espalda.
Marido: El sentimiento de la enfermedad que me di cuenta que tuve.
Be/son: Perotiene derecho a dejar que lo haganotras personas.
Marido: Derecho a dejar...que haganqu? iAh! , que mefeliciten.
Be/son: S. Quiero decir, es posible que no le guste hacerse cumplidos, pero
puede dejar que se los hagan otros. Quiero decir...
Marido: Eso me hace sentir como un chico.
Be/son: Oh, en ese caso no lo har.
( E/ marido se re.)
Be/son: Pero creo que debera permitir a las personas que lo hagan.
Marido: Deacuerdo.
Be/son: Yo pienso exactamente lo contrario, sabe? Pienso que su... que cuando
uno hatrabajado duro; merece una alabanza sincera.
Marido: Concuerdo con eso.
Be/son (a /a esposa): Est contenta con lo que l hizo? Quiero decir, yo estoy
exagerando, o...?
Esposa: No, no lo creo en absoluto. Creo que l est avanzando.
r..
196
Esposa (a/ marido): Pens que t tenas que ocuparte de tus cosas; nunca pens
que yo tuviera que presionarte.
Be/son: No es presionar, sino interesarse seriamente.
Esposa: Bueno, sin duda algo tena que pasar, porque cuando uno se mete en esa
clase de los, es como rodar pendiente abajo.
Be/son: Saben una cosa? ,la vida es demasiado solitaria si la gente es
excesivamente autnoma. A veces tiene que existir cierta mancomunidad en los
(Ms adelante, en la misma sesin.)
~-
Be/son: Deacuerdo.
Esposa: y que est consiquiendo...
Be/son: Se est trasformando, no? , como corresponde que lo haga.
Esposa: Esttendiendo caminos para incursionar en ese pantano de...
Marido: Hayseis aos de irresponsabilidad all.
Be/son (a /a esposa): y qu pasa con usted? Se ha ocupado de lo que
supuestamente debe ocuparse, en lo que respectaa la vida de sumarido?
Esposa: Por cierto.
Be/son: Cul ha sido sufalta?
Esposa: Cul ha sido mi falta? Vaya tomar en cuenta lo que hice...
Be/son: Deacuerdo.
Esposa: ...no lo que dej de hacer.
Be/son: Muy bien.
Esposa: Lo he estado llamando todos los das, dos veces por da; ayer, sabe? ,
realmente me enardec.
Be/son: Enserio? ,
Esposa: Aj.
Be/son: Esoestuvo bueno.
Esposa: S.
Be/son: Muy bien, dado que l acept terminar el trabajo para el 30 de junio, creo
que usted tiene que continuar enardecida y no descuidarlo, porque, como usted
comprende, las llamadas telefnicas son simblicas, pero necesarias; pero usted
sabe que l necesita saber que cuenta con usted. Creo que eso es importante.
Marido: Mire, curiosamente, yo no estoy reaccionando de ese modo. Estoy
reaccionando de otras maneras. Anoche tena un miedo terrible de volver a casa
sin haber terminado una parte del trabajo.
Be/son: Bueno, eso significa que ustedest en el buencamino.
Marido: Cuando digo miedo, quiero decir que no quiero disgustarla.
No me agrada cuando ella se muestra disgustada. Me gusta que las cosas anden
bieny sintropiezos.
Be/son: Esoes magnfico. Siqnica que hemos trazado un derrotero correcto.
Marido (suspirando): S, pero me molesta, me sigue molestando. 1\10 me gusta, me
siento como un chico.
Be/son: Esas cosas carecen de importancia.
Esposa: Bueno, yo me sent como una harpa. (Se re.)
Be/son: No, no, usted no es una harpa, sino todo lo contrario. No, no lo contrario:
usted es una esposa preocupada.
197
asuntos de las personas. y aunque ustedes estn en mundos laborales separados,
es importante que cada uno se interese un poco por el mundo del otro, de alguna
manera. Pienso que l necesitaba que usted hiciera eso, y que usted era algo.
..algo descuidada al no interesarse en las cosas de l.
Esposa: Bueno, en verdad yo no hice eso.
Be/son: Correcto.
Esposa: No hay ninguna duda de que, en la medida en que l trabaje, yo vaya
seguir ocupndome.
Be/son: Tengo que ser franco con ustedes: no creo que me necesiten ms.
Marido: Cmo te cae eso?
Esposa: Bueno, charlamos acerca de esto esta maana.
Be/son: y creo que es por eso que trajeron a la perrita. No, no, ustedes piensan
que dejaron la puerta del auto abierta; pero yo creo que de algn modo, el hecho
de que la perrita saliera del auto y viniera aqu, es como si ustedes se estuvieran
despidiendo. Pero, qu iba a decir usted?
Esposa: Iba a decir que esta maana David afin que para l era una prdida de
tiempo seguir viniertdo.
Be/son: S, coincido.
Esposa: En cuanto a m, pienso que deberamos seguir viniendo de vez en
cuando, como para mantenemos en el buen camino.
Be/son: Les dir lo que a m me parece. Si ustedes no lo ven mal, yo coincido con
su marido. Creo que tiene razn. Creo que quiz tendramos que vemos una
ltima vez. Tal vez podramos vemos una semana ms, para aseguramos de que
todo marcha bien, y despus, si ustedes quieren, volver a encontramos en el
otoo o en alguna otra fecha, simplemente para aseguramos de que todo anda
bien, no? Porque realmente creo que ustedes han actuado muy bien, y realmente
saben qu es lo que hayque hacer, y lo estn haciendo. y no necesitan que yo se
los siga diciendo. As que pienso que podramos seguir estas sugerencias...
Marido (a /a esposa): El siempre sale con alguna novedad, no? Usted es una
permanente caja de sorpresas.
Be/son: Yo soy el sorprendido, porque usted ya lo sabe. Me sorprende que incluso
diga esto, porque usted mismo est llegando al mismo punto que yo. Prefiere que
lo diga yo y no decirlo usted, porque, si as ocurriera, se figura que yo
probablemente lo habra de felicitar, yeso no le gusta. (La esposa se re.) Es mejor
que lo diga yo, as ustedes me puedenfelicitar a m. Pero esta maana usted lleg
a la misma conclusin que yo.
Marido: S, as es. Me esforc por trasmitrselo a ella esta maana.
Be/son: De acuerdo. Tal vez usted no quiera que lo elogien, pero mientras tanto
esa fue la conclusin.
Marido: S, creo que usted ya no tiene nada ms que hacer. A m me toca sacar
adelante el trabajo, eso es todo. Nadie puede hacerlo en mi lugar, salvo que
contrate a alguien para que me ayude.
Be/son: Correcto.
Marido: y ya es hora de que me decida a gastar algn dinero y contratar a alguien
para...
Be/son: El dinero que usted...
Esposa: Exacto, a algn profesional.
~....
:l
m
198
L_
El marido present como problema que estaba deprimido, y que se haba
sentido as en los ltimos cinco aos, perodo durante el cual descuid por entero
sutrabajo. Enese mismo perodo su esposa retorn sus estudios y se convirti en
una terapeuta exitosa. En el pasado, haba sido ama de casa y madre, apoyando
emocionalmente a su marido y dndole una sensacin de seguridad. La hiptesis
formulada fue que antes de que la esposa retornara a la facultad y las hijas
dejasen el hogar, la relacinde pareja se haba centrado en torno de la carrera del
marido y del crecimiento de las hijas, pero luego la pareja se qued sin metas
comunes, sin algn motivo que los mancomunara. J ustamente la depresin del
marido vino a proporcionar ese motivo. Los preocupaba a ambos, sobre todo
porque afectaba su situacin econmica. La depresin del marido corresponda a
la jurisdiccin de la esposa como terapeuta, ya ella le interesaba ms que el
trabajo de contador que tena l. Pero por ms que la mujer era amable con su
marido y lo apoyaba, no lograba ayudarlo. Su condicin de auxiliadora la dotaba
de poder, pero su imposibilidad de auxiliarlo en forma efectiva la colocaba en
inferior posicin con respecto a l, quien a su vez extraa poder de su
desvalimiento. El sntoma del marido generaba una interaccin benevolente pero
desafortunada entre ambos, y estabilizaba a la pareja en la infelicidad. Era
menester organizarla de manera que la esposa ayudase a su marido a recobrar la
idoneidad, y la relacin mutua fuera ms igualitaria.
1. Comprensin del problema
Los elementos principales de esta terapia fueron los que pasamos a
enumerar:
Resumen
En esta sptima sesin termin la terapia. En seguimientos efectuados
cuatro y ocho meses despus, marido y mujer se mostraban contentos, y l se
habla puesto al da con el trabajo que haba descuidado. Unacontecimiento triste,
la muerte de la madre del marido, yotro que los llen dejbilo, el nacimiento de su
primer nieto, los encontr a ambos unidos y apoyndose mutuamente. El marido
declar que ahora estaba persuadido de que deba hacer frente a sus
responsabilidades ya su trabajo, y coincidi con el terapeuta en que no deba
perder ms tiempo en laterapia.
Be/son: Correcto. No es un paso tan drstico, pero el paso que usted dio indica
~"6 ahora .istedes trabaian e~equipo e~l',~,..~,J,.. :~~,..,J~ cual po~~" lado
yu CI IUI CI U~l l CI ClJClII 11 Y 1 , 11 U!:JClI UI;;; 11 l-ClUCI l-U 1 I;:'U ICI v.
Esposa: Yo me siento mucho ms........
Be/son: Creo que ustedes estn mucho ms ligados, de una manera muy linda.
Esposa: S. Sabe algo? , la ltima vez fuimos a almorzar afuera como usted dijo.
Fue magnfico.
Be/son: Bueno, yo no pretendo decirle a su esposa lo que tiene que hacer, pero
pienso que tal vez a ustedes les gustara hacerlo espontneamente en forma
regular .Yoaconsejara que lo hicieran.
Esposa: Seguro.
199
El terapeuta pidi al marido que simulara ser inepto e irresponsable, ya la
esposa, que criticara su desempeo en tal sentido. Las funciones de esta directiva
eran : 1) Si el marido se mostraba inepto e irresponsable, sera porque el
terapeuta se lo haba requerido, y en consecuencia la esposa ya no podra
responder de la manera habitual cuando el marido fuese espontneamente inepto
e irresponsable. 2) Si la esposa tena que criticar el desempeo del marido, ya no
podra, como en el pasado, reconfortarlo y apoyarlo. 3) En esta interaccin estara
tcito que el marido era poco convincente en su desempeo inepto e
irresponsable porque no era un inepto y un irresponsable. 4) Con su sntoma, el
marido quedaba manifiestamente en posicin inferior a la esposa, pero
encubiertamente en posicin superior, ya que ella no lograba auxiliarlo. Quedaban
as definidas dos jerarquas incongruentes. Con la directiva de simular, un aspecto
de lajerarqua incongruente, aquel en el cual el marido era inferior a la esposa, se
converta en unjuego de imaginacin, y la incongruencia era resuelta.
L _
c. Pedidode simulacin al marido
Al encomendrsele a la esposa que vigilase el trabajo del marido se
cumplan dos finalidades: 1) Se le ofreca a la esposa .una va para que pudiera
ayudar efectivamente a su marido, por contraste con sus infructuosos intentos
previos de reanimarlo. 2) Se exageraba la posicin superior de la mujer hasta un
punto en que el marido se rebelara y se hara cargo de sus propios asuntos.
~- - - ~
b. Medidas para que la esposa se hiciera cargo
Se le dijo al marido que el diagnstico que le haban hecho era equivocado.
Su problema no era depresin, sino irresponsabilidad; y el objetivo de la terapia
consistira en hacerle recuperar su responsabilidad. Por varias razones fue preciso
redefinir el problema: 1) La depresin es un sentimiento interior menos accesible
al cambio que la irresponsabilidad, que puede medirse por actos concretos; si el
foco estaba en la depresin, el hombre quedaba orientado hacia sus estados
interiores; si pasaba a la responsabilidad, se orientara hacia la accin. 2) La
esposa y el terapeuta anterior interferiran menos con el xito de la terapia si este
xito se obtena en un problema diferente del que ellos no haban logrado resolver.
3) Si un profesional descuida su trabajo, es razonable que se deprima; para
solucionar la depresin, antes hay que solucionar el descuido.
a. Definicin del problema
2. Las intervenciones
200
La relacin entre marido y mujer se reorganiz en una jerarqua congruente. A fin
de establecer un mejor equilibrio, se instruy a la pareja para que pasase algn
tiempo dialogando sobre sus respectivas tareas. Se defini a la esposa como una
mujer descuidada en lo sexual, y al marido, como responsable y protector en ese
aspecto. Se le requiri a ella que tomase la iniciativa sexual y persiguiera a su
marido -al ser perseguido, el marido quedaba en posicin superior a ella,
hacindolo sentir deseado e importante-, y se alent al marido para que expresara
ms abiertamente sus exigencias a la esposa. El xito del marido en el trabajo se
defini como un xito conjunto de marido y mujer mancomunados. En todo el
trascurso de la terapia se hizo hincapi en los aspectos positivos y romnticos del
vnculo de pareja, particularmente con la directiva de que en vez de asistir a una
sesin se fueran a almorzar juntos.
3. La reorganizacin
201
Al regresar y enterarse de lo sucedido, la madre qued tan perturbada que llev a los
nios a los servicios de proteccin y pidi asesoramiento. La respuesta de los servicios fue
retirar del hogar a los dos chicos e internarlos, por nueve meses, en una residencia
La familia recurri a los profesionales tras un episodio muy grave durante el cual la casa
familiar pudo haber quedado reducida a cenizas. El incidente ocurri un fin de semana en
que ambos progenitores se haban ausentado del hogar, dejando a los nios a cargo de
una baby sitter. Mientras jugaban, se enzarzaron en una reyerta. La baby setter intervino,
ponindose de parte del gemelo bueno. Los tres discutieron y los nimos se
enardecieron. Por alguna razn, la baby sitter encerr con llave al alborotador en el
garaje. El muchacho verti nafta por todas partes y amenaz con incendiar la casa. Su
hermano llam a la abuela, quien insisti en hablar con el alborotador. Logr calmarlo y
la casa se salv.
r
fr .
La abuela materna tambin estaba involucrada en este drama. El gemelo alborotador
era su favorito. Ante cualquier contratiempo grave, el nio llamaba a su abuela, y ella se
pona de su lado contra la madre.
La madre y el padrastro rean entre s acerca de cmo manejar a los varones, en
especial al alborotador. La violencia constitua un problema grave. Veamos cmo se
desarrollaba la secuencia tpica en esta familia. La madre pugnaba por manejar al gemelo
alborotador, manteniendo apartado al padrastro. Finalmente, le peda ayuda; el
padrastro intentaba disciplinar al nio y este sola perturbarle mucho. Ambos emprendan
una escalada de violencia mutua que cobraba tintes graves: el muchacho rompa objetos
domsticos y atacaba al padrastro. Entonces, la madre se enfadaba con el padrastro y
este volva a replegarse.
Para estos nios, su familia presentaba un cuadro general colmado de rivalidades. La
madre se haba divorciado de su padre biolgico siete aos antes de iniciar la terapia, pero
l nunca acept el divorcio. Mantena un contacto espordico con los gemelos y, cuando
apareca en escena, hostigaba a la madre por haberlo dejado y lanzaba amenazas de
violencia fsica contra el padrastro.
Un padrastro de gemelos Este es el caso de dos gemelos que casi redujeron a cenizas su
hogar familiar. Tenan diez aos y no eran idnticos. Uno era de contextura normal. Era el
mellizo bueno, el preferido de la madre. El otro era enorme. Estaba excedido de
peso, aparentaba ms edad de la que tena y era el alborotador de la familia. Los chicos
vivan con su madre, su padre no biolgico y una baby sitter. El padrastro tena un empleo
mal remunerado; la madre se quedaba en casa, cuidando de los hijos.
CAPTULO 1
Dotar de poder a los padres
Terapia Familiar Estratgica
Conversaciones sobre terapia
David R. Grove, J ay Haley
202
,.
Haley: Cmo llaman los nios a su padrastro?
Grave: Lo llaman por su primer nombre de pila. En cuanto a su relacin con su padre
biolgico,no est claro qu quieren. Dicenestar furiosos con l porque les hace promesas
que luego no cumple.
Haley: Bien,le ha cado un caso complejo.Tiene a los chicos formando untringulo con el
padre biolgico y la madre, otro tringulo con el padrastro y la madre, y un tercero con la
madre y la abuela. Probablemente tambin haya otro tringulo con la escuela y la familia,
y hasta pudo suceder que el programa residencial culpara a los padres por los problemas
de los muchachos. Es una cuestin de prioridades. Por dnde empieza? tiene una
hiptesis sobre cul es el tringulo ms intenso?
Grave: El tringulo ms intenso es el constituido por la madre, el hijo y el padrastro. Una
hiptesis sera que los problemas mantienen al padrastro dentro de la familia. La madre
teme perderlo; pienso, pues, que su incompetencia con los nios es una manera de
ofrecer a su marido una razn de ser dentro de la familia. No conozco con certeza lo que
sucede exactamente entre la madre,la abuela y los chicos. Notengo la menor idea de qu
les dice ella a los muchachos o a la madre.
Haley: Estoyseguro de que culpa a su hija por el modo en que se comportan los nios.
Grove: Enlotocante al pap biolgico,le he hablado de l al alborotador>,a solas.
Haley:-y l qu dice, estando a solas?
Grave: Dice no estar interesado por su pap biolgico.Pero es evidente que se siente muy
herido al respecto.Es untema sensible para l.
Haley: Wice por qu se comporta de ese modo?
Grave: Se limita a presentarse como si quisiera salirse con la suya y punto. Por cierto, se
queja de que su padrastro es demasiado duro con l. Sin embargo, estoy casi seguro de
que el padrastro ha puestofin a la violencia. Le dije a este que, si el muchacho empezaba
a romper cosas o se abalanzaba sobre l como si fuera a pegarle, deba forcejear con l,
derribarlo y sujetarlo contra el suelo. No tena que hacerle dao, sino tan slo sujetarlo
hasta que se calmara.As lo hizoyeso pusofin a la violencia.
Haley: El muchacho vio que su padrastro demostraba que era capaz de refrenarlo.
Grave: Correcto. En la escuela tienen serias dificultades con el chico. Adems, la madre
dice: Estoy deprimida por toda la situacin familiar. Mi plan es convocar a una reunin
consultiva en la escuela. Uno de los problemas escolares del muchacho es que sobresale
como un pulgar inflamado.
Comienza la consulta.
Inmediatamente obtuve del padrastro un acuerdo de no violencia y empec a
tratar de cambiar la pauta de relacin entre la madre y el padrastro. Lo consegu slo en
parte. Tambin quise incluir a la abuela en la terapia, pero la madre se obstin en
excluirla. Cuando consult a Haley, los chicos haban mejorado y se haba eliminado la
violencia domstica; pero la madre segua muy deprimida por !a situacin fami!iar.
Adems, el gemelo alborotador tena serios problemas en la escuela. Lo haban
colocado en una clase especial para nios con problemas de conducta y, en ese entorno,
renda poco. A diario se mostraba belicoso con la maestra, haba tenido varias peleas
graves con otros varones, no haba hecho ningn amigo entre sus compaeros y,
recientemente, lo haban expulsado del mnibus.
especial. Cuando finalmente los devolvieron a su hogar, me derivaron la familia para su
tratamiento, tal como lo haba pedido la madre nueve meses antes.
203
Ha/ey: Es untipo grande.
Grave: S, es muy grande.
Ha/ey: Gordo?
Grave: S, es gordo.
Ha/ey: yel otro gemelo no lo es?
Grave: No. El otro gemelo tiene una contextura COmLIn.Nunca se adivinara que son
hermanos gemelos.
Ha/ey: Sabe usted, los gemelos presentan un problema especial. Es habitual entre
gemelos idnticos, pero quiz suceda tambin en este caso. Luchan por diferenciarse y se
esfuerzan por distinguirse el uno del otro. A veces, pugnan por tener cierta sensacin de
ser ellos mismos. Eso se ve en gemelos idnticos. Son iguales, se visten igual, van a la
misma clase. A veces contraen un problema como una manera de diferenciarse entre s.
La obesidad es unaforma de diferenciacin; armar los es otra.
Grave: El gemelo bueno es el favorito de la madre. Se le cae la baba por l. No s bien
qu hacer con eso.
Ha/ey: Sabe qu intentara hacer yo? Adems de traer a la abuela cuando pudiera, yo
reunira a la madre, al padrastro ya los mellizos y les dira que me doy cuenta de que
tienen
un problema especial por tener que tratar con gemeios. Esto los diferencia de otras
familias. Los gemelos son un problema especial para los padres y tambin lo son el uno
para el otro. Por parecerse tanto, tienen el problema de ser diferentes entre s y de buscar
las maneras de diferenciarse el uno del otro. A los padres les resulta igualmente difcil
tratar con gemelos. Al tener ambos la misma edad, no podemos poner a uno de ellos a
cargo del otro como lo haramos con un hijo mayor y otro menor. No hay modo de que uno
pueda cuidar del otro. Empiece con una explicacin por el estilo. Luego, diga: Ahora
bien, un hombre que llega y se casa con una mujer madre de gemelos tiene un problema
especial, porque no es lo mismo que una familia con dos hermanos. Describa usted la
situacin como una situacin normal pero muy, muy especial.
Grave: Esto trasforma el problema: es un problema entre dos personas, no el de un
gemelo que va por mal camino.
Ha/ey: Correcto. Dgales que ser el gemelo problema ha sido una carga excesiva para el
alborotador y que conviene que su hermano lo remplace por una semana. Hgale
declarar
al mellizo bueno lo que debera hacer para remplazar a su hermano durante una semana.
Tendra que armar algunos los en la escuela. Tendra que darse mucha importancia y
amenazar a la gente. Tendra que rehusarse a obedecer a su madre y padrastro. Recorra
una lista de depredaciones. Aunque estas no se cumplan, esto facilitar las cosas al
mellizo malo porque usted no definir el problema como inherente a su naturaleza. Lo
plantear como el problema de ser gemelos.
Grave: Es desplazar el marco de referencia de su concepcin del problema.
Ha/ey: El padrastro complica an ms las cosas. Usted puede explicar que toda familia no
biolgica tiene el problema de integrar en su seno al padrastro. Dgales: El hombre entra
en la familia y la esposa siente que necesita su ayuda pero, al mismo tiempo, siente que l
no conoce de verdad a estos chicos. As, cuando l empieza a corregirlos, a ella le parece
que l no los comprende de veras. Yo empezara con un discurso de ese tenor.
Grave: Hacerles undiscurso sobre las familias no biolgicas.
Ha/ey: Comenzara viendo a la madre sola y dicindole eso. Luego, una vez reunida esta
familia, creo que convendra subrayar: A ustedes les ha cado en suerte un problema
especial que otras familias no tienen.
~-.
204
/:.._ _ -
Grave: Estando a solas con la madre, le dije que necesitaba la ayuda del padrastro. Ella le
ocultaba todos los problemas del nio porque tema que se pusiera violento. Le dije que
slo necesitaba llegar a un acuerdo con l, en el sentido de no aplicar castigos fsicos. Eso
pareci ayudar.
Haley: Yo dira terminantemente que ella tiene que dejarlo imponer disciplina a su modo,
con la nica condicin de que no hayaviolencia. Todo lo dems vale.
Grave: Ese es su mtodo corriente?
Haley: S.
Grave: Me inquieta la posibilidad de que este muchacho se interese por su padre
biolgico. Experimenta un sentimiento de lealtad hacia l que lo mueve a rechazar al
padrastro.
Haley: Estos nios no han estado con ese hombre desde los dos aos. Por lo general, si
usted integra al padrastro a la familia de manera tal que se comporte como padre, se
presentar el padre biolgico y, a veces, causar problemas. Los he visto aparecer hasta
cuando uno no sabe cmo pudieron descubrir el proceder del padrastro.
Grave: Tengoque prever la aparicin del padre biolgicosi pongo al padrastro a cargo?
Haley: Exactamente. Entonces conviene obtener que l consienta en que el padrastro
desempee la funcin de padre, en tanto que l puede ser una especie de to. Puede
disfrutar de la compaa de los nios si quiere mantenerse involucrado con ellos, pero l
no est a diario en casa para corregirlos. Esotiene que dejrselo al padrastro.
Grave: As es como usted se lo plantea al padre? No est all todos los das, de modo
que debe sentarse en segunda fila. No se resientenalgunos padres cuando les dice eso?
Haley: S, por cierto. Usted dice: tiene que manejar esto porque si sus hijos no pueden
resolver el problema que significa tener dos padres, se vern constantemente en
dificultades. Lo mejor para ellos es que un padre tenga precedencia sobre el otro.
Pregntele al padre biolgico: Prefiere que lo llamena diario cuando se presenten todos
los problemas? Le parece que puedefuncionar como padre sin convivir con sus hijos?.
Grave: Hatenido que hacerles ese discurso?
Haley: Les he dicho: No s cmo pueden hacerlo.
Grave: Rene a todos en esas sesiones o los ve a solas?
Haley: Para discutir ese punto, acostumbro entrevistar a solas al padre biolgico. Del
mismo modo, hablo a solas con la madre y le digo: Sque est asustada; teme que l (el
padrastro) les haga dao a estos chicos porque no los conoce como usted, pero usted se
cas con l para tener una ayuda; entonces, dle cierto espacio. Deje que l lo haga a su
manera. Si intenta decirle eso a la madre delante del padrastro, por regla general ella
responder: Quiere que el se haga cargo? El es el que est haciendo esto y lo otro. y
usted acabar con una reyerta entre manos. Si le dice eso a solas, habitualmente le
resulta ms fcil a ella aceptarlo.
Grave: La madre tomar de otro modo esa sugerencia si se la imparto personalmente, a
solas. Cree que sera conveniente para los chicos que citara a los dos padres y les
hiciera
declarar frente a los hijos, quin ser su cuidador principal?
Haley: Si le parece que uno de ellos incita a los chicos a conducirse mal contra el otro,
renalos sindudar.
Grave: Eneste caso, creo que el padre biolgico incita a los gemelos. Me parece que est
celoso de que el padrastro se haya casado con suexesposa.
Haley: Si esa es su opinin, yo tendra una sesin con la madre, el padre biolgico y los
dos chicos, y tratara de resolver esta situacin entre los adultos. Hay una estrategia para
eso que usted puede probar. Use el tema de la adaptacin de los chicos al divorcio de sus
205
padres como pretexto para plantear estas cuestiones delante de todos los adultos. Diga a
los padres que, a su entender, los chicos no han aceptado el divorcio y que su mala
conducta es, en parte, un intento de volver a unir a sus padres. Luego, para ayudar a los
nios, puede pedir a ambos progenitores que les digan que nunca volvern a unirse.
Aunque obtuviese el divorcio de su actual esposo, la madre nunca volvera junto al padre.
Despus, pida al padre que les diga que, aunque la madre quedara sin pareja, l no
querra regresar a su lado. Si suverdadero deseo es volver junto a ella, quiz diga: bueno,
tal vez volvamos a unirnos algn da. Entonces la madre tiene que replicar: Nunca
volveremos a unirnos. Ahora estoy nuevamente casada. Usted compele a ios adultos a
aclarar sus posiciones delante de los chicos.
Grave: Usted los obliga a decidir la cuestin delante de los chicos. Y, si, en realidad, los
padres son ambivalentes respecto de una nueva unin y lo dicen frente a los hijos?
Ha/ey: Ental caso, usted deber explicar que si alguna vez los padres volviesen a unirse,
tal decisin no se basara para nada en lo que sus hijos hubieran hecho o dejado de
hacer. El hecho de que los muchachos se hayan comportado de manera excelente o
psima no influira en la decisin de sus padres.
Grave: Deacuerdo.
Ha/ey: Lo que yo hara por estos dos nios sera decirles: Saben, el que lleva la casa y
corrige a los nios es el padre, aunque no sea el hombre que provey el esperma y
particip en la concepcin de ustedes. Exprseles su deseo de que, a partir de ese
momento, llamen pap a su padrastro. Quiz les cueste mucho hacerlo en el
consultorio. Usted puede decirles: No es necesario, pero sera bueno.
Grave: Qu busca con esto?
Haley: Elevar el status del padrastro, porque pap es el hombre que est en casa y
desempea lafuncin de padre.
Grave: Quiere decir que en muchos casos poniendo en marcha ese proceso se llama a
escena al padre biolgico?
Haley: En muchos casos sucede que el padre biolgico entre en escena cuando
conseguimos que la madre permita al padrastro corregir a los chicos, y estos empiezan a
aceptarlo y hasta a llamarlo pap. Ah se presenta en escena el padre biolgico. Se
sorprendera si le dijera cuntas veces lo he visto aparecer, y no porque el terapeuta lo
buscara.
Grave: El padre de estos gemelos entra y sale de escena. Segn parece, en su ltima
presentacin amenaz con darle una paliza al padrastro porque tena celos de su ex
esposa.
Ha/ey: Ese gemelo problema quiz tome por modelo a su pap. Es hijode su padre; no se
parece a su madre.
Grave: Si le pido al gemelo problema que llame pap a su padrastro, responder: El no
es mi pap.
Ha/ey: Entonces, chele un discurso sobre qu es un pap: Un pap es un hombre que
vive en casa y est casado con tu madre. Un pap es el hombre de la casa que es
responsable de ti como padre. Un pap provee dinero para la familia. Ahora bien, el
hombre que ayud a engendrarte es tu padre biolgico. Empero, no es tu pap porque no
est viviendo en casa. Si viviera en casa, sera tu pap. Le echara un discurso por el
estilo.
Grave: Qu hace con un nio deseoso de conectarse con el pap biolgico?
Haley: Si hay un rgimen de visitas, dgale: T tienes dos padres; la mayora de los
chicos no tienen dos padres. Ellos no tienen dos regalos de cumpleaos o de Navidad,
recibidos de dos padres diferentes. Usted plantea la situacin de manera tal que ellos
; : . : . . . . . . . . . -
206
~-
Grave: La cuestin es cmo ayudar al padrastro a integrarse ms en la familia.
Haley: Correcto. A esta altura, lo tratan como a un extrao que simplemente est viviendo
con la familia. El problema para este padrastro es que estos dos nios son hijos de su
esposa, y ella le dir: T no los comprendes de veras. El hombre se siente forastero en
su propio hogar. Hayotra cosa que puede hacer con este padrastro. Los padres tienden a
dividir a sus hijos. Uno toma a un hijo y el otro toma a otro. Se dira que en esta familia la
madretiene al gemelo bueno, yel padrastro, al gemelo difcil.
Grave: Exactamente.
Haley: Quiz pueda usted decir que no es justo que el padrastro tenga que cargar con el
hijo difcil, y sugerir que se intercambien los hijos: la madre tomar a su cargo al difcil y
har que el padrastrose encargue del dcil.
Grave: Al orlo hablar de un intercambio, me inquieta untanto el temor de que la madre no
pueda manejar fsicamente al gemelo problema. Ella intimida.
Haley: Sospecho que ella no lo maneja porque quiere que el padrastro se involucre. En
esas situaciones, l interviene en su ayuda. Usted tiene que dejar sentado que si ella se
haoecargo del hijo difcil, tendr que manejarlo por s sola.
Grave: Pase lo que pase? El padrastro dice que cuando el nio se porta mal, la madre lo
trata ineptamente hasta que l debe intervenir. Creo que el padrastro es quien ms se
perturba y enfada a causa del muchacho, por lo que le costara mucho resistir la tentacin
de intervenir.
Haley: El tendra que refrenarse y la madre tendra que enviarle una seal cuando el
muchacho escape a sucontrol.
Grave: Es una buena idea.
Haley: Con un padrastro, la meta es tenerlo como una figura bondadosa en la vida de los
chicos o como unode los adultos responsables de la conducta de los nios.
Grave: Cmodecide qu camino seguir?
Haley: Hable con la madre y el padrastro, y pregnteles: Cul prefieren? Qu
resultado querran obtener dentro de cinco aos?.
Grave: Algunavez habla con los chicos y les pregunta qu desean ellos?
Haley: No me parece. Les impondra una carga excesiva.
Grave: yen lotocante a su padre biolgico?
Haley: Puede usted hablar con los nios sobre la relacin que quieren tener con l, e
intentar luego procurrselas. En el caso de esta familia, parece un personaje poco
confiable.
Grave: Lo es. Siento verdadera curiosidad por ver si se presenta cuando yo consiga
integrar ms al padrastro.
Haley: Si l se presenta realmente, un mtodo es tratar de hacerlo sentirse culpable por
perder de vista lo mejor para los nios. Puededecirle: Usted slo quiere lo mejor para los
nios. Si interfiere en eso, sera una verdadera vergenza. Los chicos pagaran por ello.
Hablemos entonces del rol que podratener usted y quefuera lo mejor para ellos.
salgan beneficiados por tener dos padres. T tienes a tu padre biolgico, al que vers
una vez al mes, y tienes en casa a tu pap. El padre biolgico es padre. El padre que
ejece la funcin de tal es pap.
207
La terapia de esta familia termin poco despus de esta sesin. El gemelo malo corrigi
su comportamiento escolar, no hubo ms violencia domstica y la madre dej de sentirse
deprimida por la situacin de toda la familia. No se hizo ninguna intervencin directa con
el padre biolgico. No s con certeza cmo respondi al hecho de que los nios llamaran
pap a su padrastro. Un problema no fue abordado adecuadamente en la terapia: el del
peso del gemelo malo Sigui siendo gordo. Dos meses despus, en una llamada de
seguimiento, supe que le iba muy bien en la escuela y que su madre estaba de buen
nimo.
La intervencin ms profunda fue, de lejos, la concerniente al rol que desempeara
el padrastro respecto de los nios. l\IIe reun a solas con la madre y le pregunt qu rol
quera que tuviera su esposo en la vida de los nios. Respondi que deseaba que fuera un
padre para ellos. Repliqu que, entonces, ella tendra que dejarlo manejar a su modo a los
varones. Esto significaba que podra corregirlos como lo juzgara conveniente, exceptuada
la violencia. Ella convino en que era una propuesta razonable. A continuacin, hice que la
madre se lo pidiera a su marido, tras lo cual todos nos reunimos con los dos nios. En
presencia de todos, pronunci el discurso sobre Qu es un padre?. Mientras yo
hablaba, el hombre se ergua cada vez ms en su silla, y esposa lo mir con orgullo.
Conclu mi discurso diciendo que el padrastro de los chicos se ajustaba totalmente a la
descripcin, pero faltaba algo muy importante. Los nios no lo llamaban pap. Por
consiguiente, les pregunt si podran llamarlo pap durante la sesin. Ambos se
sonrojaron, se agitaron en sus asientos y se debatieron con mi pedido. Resultaba difcil no
insistir en l y, al mismo tiempo, ingenirmelas para que lo satisficieran. Tras varios
minutos angustiosos, el gemelo bueno llam pap al hombre. El malo dijo que le
gustara llamarlo pap pero no poda pronunciar esa palabra en la sesin. (Esa misma
semana, la madre me llam por telfono para confirmarme que el gemelo malo haba
empezado a llamar pap a su padrastro.) Mientras produca esta intervencin, el estado
de espritu que reinaba en el consultorio puso de manifiesto que eso era, exactamente, lo
que haba que hacer. Caus un impacto muy fuerte en todo el grupo y salt a la vista que
el padrastro ocupaba ahora una posicin ms elevada dentro de la familia.
Si armaba los, sera una dificultad para la madre ms que un medio de mantener al
padrastro dentro de la familia.
Puse en prctica algunas de estas sugerencias. Todas las intervenciones parecieron
tiles, pero una en particular caus un impacto muy profundo. Primero, tuve una reunin
consultiva en la escuela con los padres y varios miembros del personal escolar. Result
que no haba comunicacin entre la escuela y los padres sobre los problemas; unos pocos
acuerdos sencillos entre el hogar y la escuela pusieron fin a algunos de los problemas
escolares del gemelo alborotador. En una reunin con la familia, les hice el discurso
sobre el problema especial que presentan los gemelos y; a continuacin, io encuadr
como si uno de ellos tuviera que ser siempre el alborotador. Esta charla le gust al
mellizo malo y, por supuesto, al bueno no le entusiasm mucho la idea de portarse
mal por una semana. Al parecer, estos dichos los ayudaron. Tambin hice que los padres
se intercambiaran los hijos. La madre tom a su cargo al gemelo problema y el padrastro
al bueno. As se eliminaba la funcin que cumpla la mala conducta del gemelo
problema.
Seguimiento
F
;
208
"-
I
t
El abuso sexual fue descubierto por la madre en una ocasin en que el adolescente se
haba fugado del hogar. En su ausencia, la hija se arm de coraje y le cont a su madre
que su hermano la someta a abusos sexuales. La madre debi esforzarse para obtener
un relato completo de lo sucedido, pues la nia se senta culpable de la fuga del
muchacho. Crea que su hermano haba huido porque se senta mal respecto del sexo. La
haba hecho objeto de caricias sexuales y haba tenido trato sexual con ella en varias
ocasiones. Ya llevaba por lo menos dos aos acaricindola. A la nia no le pareca
correcta esta conducta, pero persisti en ella porque el hermano le dijo que si lo
Un muchacho de quince aos fue derivado para su terapia al descubrirse que abusaba
sexualmente de su hermana de once aos. Adems, siempre andaba en dificultades con
los juzgados de menores y su sistema. El y su hermana vivan con sus padres biolgicos,
quienes recibanasistencia social.
Un padre sin status
b _ _
No recomendamos que en toda familia reconstituida se aliente a los nios a llamar pap
o mam al progenitor no biolgico. Pero partimos de la hiptesis de que las familias
reconstituidas nos plantean este desafo principal: ayudarlas a hallar un modo de
estructurarse compatible con la realidad en que se encuentran. Suponemos tambin que si
todos los adultos, incluidos los progenitores biolgicos y no biolgicos, son capaces de
crear un plan con el que todos puedan convivir y que acepte las realidades de la situacin,
los nios se adaptarn espontneamente a l y aceptarn los diversos roles que
desempearn los adultos en su vida.
Desde un punto de vista jerrquico, la realidad diaria de vivir en una familia reconstituida
puede plantear varias paradojas a nios y adultos. La realidad diaria coloca al progenitor
no biolgico en una posicin de persona encargada de criar a los hijos. Esto puede ser un
problema grave si l no posee, entre los adultos y nios de la familia, el status consistente
con esta realidad. Del mismo modo, la realidad diaria de! progenitor que no tiene en
custodia a los hijos es que ya no est en condiciones de funcionar para ellos como un
cuidador primario. La negacin o desmentida de esta prdida de status y rol impone una
paradoja ms a la familia. Por ejemplo, si el progenitor que no tiene en custodia a los hijos
se involucra en sus problemas cotidianos, como asegurarse de que hagan sus deberes o
se baen, se desarrolla una organizacin incongruente con la realidad diaria de la familia y
cabe prever que habr problemas.
Tanto las familias reconstituidas como los terapeutas especializados en su tratamiento
continan esforzndose por integrar a los padrastros y las segundas familias de un modo
que sea aceptable para adultos y nios por igual. En este enfoque, el problema se aborda
desde el punto de vista jerrquico. Partimos de la premisa de que es preciso resolver dos
cuestiones primordiales: 1) la de! ro! que cumplir e! progenitor no biolgico en la vida del
nio, y 2) la de la posicin que ocuparn en la vida del nio el progenitor que no lo tiene en
custodia y el progenitor no biolgico. Adaptarse a un cambio de status de los adultos
respecto de los nios constituye un desafo emocional para todos los miembros de las
familias reconstituidas.
Discusin del caso
209
L..,:
Tras esta primera sesin, salieron a la luz varios problemas familiares adicionales. Enesta
familia, la madre era muy poderosa y el padre una nulidad completa. Era un hombre
cuarentn que ya haba estado casado anteriormente. Aparentaba mucha ms edad de la
que tena y sola venir a las sesiones vestido como si tratara de parecerse a Elvis Presley.
Usaba camisas negras, desabotonadas hasta la mitad del pecho y con el cuello levantado,
y se alisaba el pelo hacia atrs. En una sesin, la madre expres, refirindoseasu marido
e hijo: Los estoy criando a ambos. Era una pareja profundamente dividida. La relacin
familiar ms intensa se daba entre la madre y el hijo. Por ejemplo, durante aos solan
librar juguetones combates de lucha libre; el padre los censuraba, pero era incapaz de
imponerse. La relacin madre-hijo tena cierto carcter sexual. Su lntensidad posea,
asimismo, una faz destructiva. Madre e hijo se enzarzaban en vivas disputas que se
enardecan hasta terminar violentamente, con el muchacho destruyendo objetos
domsticos. A veces, el desenlace de estas reyertas era la fuga del adolescente y su
huida del hogar por varios das. Procurbamos intervenir en esta dada, pero con poco
xito. Cuando consult a J ay Haley, no haca mucho tiempo que el chico haba vuelto a
fugarse y las autoridades lo haban encontrado. Lo retuvieron temporariamente en un
centro de detencin. Hallndose detenido, el muchacho haba dicho reiteradamente que
no deseaba volver junto a sus padres; si lo obligaban a regresar al hogar, volvera a
fugarse. Los padres dudaban sobre si queran tenerlo con ellos o deseaban su internacin
en una residencia teraputica. Adems de la terapeuta y yo, estaban involucrados con la
familia los servicios de proteccin y un asistente judicial. Los profesionales discrepaban
sobre la respuesta que se dara a la ltimafuga del muchacho.
Haley: Adnde va cuando se fuga?
Grave: Se enred con una pandilla y tiene amigos dispuestos a albergarlo. Sus padres les
temen. En su ausencia, el chico vigil celosamente la casa. Cuando sus padres salan, l
entraba a buscar champ, pasta dentfrica y otras cosas por el estilo. Luego, volva a
marcharse. Aqu tengo dos problemas. Uno es hacerlo regresar al hogar. El segundo es
este: si consigo que regrese all, cmo organizo a esta familia para que cesen las peleas
entre l y su madre y sus fugas?
Haley: Cesaron sus relaciones sexuales con la hermana?
Grave: S, cesaron. Pusimos todo nuestro nfasis en determinar si ella le teme o no. Ese
cerrojo debera quitarse de la puerta cuando ella deje de tenerle miedo. La nia ahora no
,
L
Convocamos a toda la familia a la primera sesin. El chico vena negando ante los
servicios de proteccin y ante sus padres el alcance cabal de lo que le haba hecho a su
hermana. Sin embargo, en esta sesin, obtuvimos una confesin total en presencia de su
familia. Le hicimos pedir disculpas, de rodillas, a sus padres y hermana. La familia se sinti
muy bien con esto y la sesin benefici especialmente a la hija.
La madre inform del caso a los servicios de proteccin de menores. Cuando localizaron
al hermano, lo evaluaron para su tratamiento y recomendaron que recibiera una terapia sin
internacin para sus abusos sexuales. Lo enviaron a su casa y la familia instal un cerrojo
en la puerta del dormitorio de la hija para protegerla de su hermano. Luego, derivaron a la
familia a nuestra clnica, quedando entendido que, si el muchacho no cooperaba con el
tratamiento, sera retirado del hogar por jos servicios de proteccin. Yo supervis ei caso
detrs del espejo.
rechazaba se lo contara a los padres y ambos se veran en apuros. En varias
oportunidades, la nia se le neg y l la oblig.
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le teme sexualmente, pero s teme sus accesos de clera. Teme que la lastime durante
uno de sus berrinches. Por su lado, los padres equiparan su violencia con la explotacin
sexual de la nia. Dicen: No puede dominar sus instintos. No puede dominar su instinto
de ser violento; por lo tanto, tampoco puede dominar sus instintos sexuales. Cada vez
que se muestra violento, dicen: Adems debe de seguir teniendo un problema sexual.
Puede volver a perseguirla. Esa es la posicin de los padres. Ahora, a la nia no le
preocupa en absoluto que l pueda perseguirla sexual mente.
Ha/ey: Sospecho que ella lo sabra.
Grave: Exactamente. Supuse que ella sabra si l la miraba de un modo raro o le deca
algo. Pusimos todo el nfasis en averiguar cmo se senta ella respecto de l.
Ha/ey: Pero, ysi l intentaba violentar el cerrojo? Quin la salvara?
Grave: La madre le rompera los huesos a ese chico.
Ha/ey: La madre?
Grave: iOh, Dios mo!
Ha/ey: El padre no lo hara?
Grave: El padre es uno de esos hombres de voz suave que hablan poco y, si lo hacen,
dicen alguna estupidez. En aquella primera sesin, cuando le preguntamos por qu el
abuso sexual era un acto censurable; su respuesta fue: Bueno, podra haberla dejado
embarazada y entonces ese beb podra haber sido deforme! Esa era, para l, la nica
razn que lo haca censurable. El y su hijo han mantenido conversaciones de este tenor,
acerca de las mujeres: iFjate qu culo tiene esa!. Mi problema general es cmo elevar
a este hombre.
Ha/ey: Su problema es cmo hacerloterciar entre la madre y el muchacho.
Grave: Mi primer mtodo fue tratar de enderezar la relacin madre-hijo, pero fracas. Es
demasiado intensa para que puedan apartarse el uno del otro. Lucho con estos
muchachos violentos que se fugan del hogar. Cmo lograr que los padres se hagan
cargo de eso? No mesobran las buenas ideas sobre esa situacin general.
Ha/ey: El padrees capaz de azotarlo?
Grave: No lo s. La madre lo hara. El padre tiene problemas fsicos y dice: No puedo
aguantar demasiado de esto.
Ha/ey: Ese es un problema. Todos los profesionales se reunirn para tomar una
decisin?
Grave: S.
Ha/ey: Si el chico no regresa al hogar, dnde lo colocarn los profesionales?
Grove; No lo s. Tienen un problema serio. Ahora est en un centro de detencin
inseguro. Puede evadirse un da de estos. El les dice: Si no hacen lo que yo quiero, me
fugar de aqu. Tiene todo el poder y lo usa, no slo con los padres, sino tambin con los
profesionales. Toda la gente del servicio de proteccin me est llamando; me pregunta:
Qudebemos hacer? Puede evadirse este fin de semana.
Ha/ey: La evasin tiene un pero: afuera no se est tan bien que digamos, particularmente
con el inviernoen puertas.
Grave: El tiene, sinduda, varios lugares donde albergarse.
Ha/ey: Pero son casas de familia, verdad?
Grave: S.
Ha/ey: Sus padres no son capaces de llamar por telfono a esa gente y decirle que es
ilegal darle albergue?
Grave: Creo que podramos conseguir que lo hagan si supiramos con quines se aloja el
muchacho, pero l no nos lo dir. Vive en una zona turbulenta. Cuando sale, hace
correras con pandilleros de quince a veinte aos. Adems, aqu hay otro problema. En
211
esta pareja hay una amenaza de separacin. La madre dice: Si no se resuelve el
problema del chico, mi marido y yo tendremos que separarnos. El chico tendr que irse
con su pap. Yo me llevar a la nena. Eso me hace pensar que hubo alguna amenaza de
separacin entre los padres y el muchacho respondi fugndose del hogar. Aqu no hay
en absoluto un marido y una esposa. Me he preguntado si es un chico que se preocupa
por s mismo, por satisfacer sus propias necesidades, y que quiere dejar el hogar para
llevar una vida independiente, o es ms bien un muchacho que responde a la amenaza de
separacin y ha quedado atrapado en esa respuesta.
Haley: Ambas hiptesis son vlidas. Yo preferira la segunda. Todos los profesionaies
tratan con la madre?
Grove: S.
Haley: Deveras la madre est sexualmente envuelta con l?
Grove: Su relacin tiene cierto carcter sexual, pero ignoro si hubo episodios sexuales
concretos. Si l regresara al hogar, podramos ponerlo ms a cargo del padre. Podramos
decir a la madre que ahora su hijo est en una edad en que ella tiene que cambiar su
relacin con l, a causa de sus problemas sexuales.
Haley: Yo hara eso, fuera de duda, pero le dira que es porque l tiene quince aos.
Grove: Porque l tiene quince aos. Pero creo que tambin deberamos darle un matiz
sexual. No habra ms combates de lucha libre entre madre e hijo si ella piensa que l
podra ver en ellos otros tantos encuentros sexuales. Pero si encomiendo realmente su
cuidado al padre, no s a ciencia cierta qu hacer con l. Qu hara usted con ese
hombre inepto?
Cmo le hara involucrarse con este chico? Aqu hay dos problemas. Uno es inducir al
padre a hacer algo razonable; el segundo es persuadir a la madre de que, ante todo,
permita al padre asumir la responsabilidad.
Haley: Yo le dara su custodia.
Grove: Explquese.
Haley: Si los profesionales, como grupo, dijeran de consuno: El padre tiene que hacerse
cargo de este muchacho. Ahora ha salido de la pubertad y es un hombre. Luego, los
profesionales trataran nicamente con el padre.
Grove: yel padre lotrae a hacerterapia sin la madre?
Haley: Puede suceder o el padretrata con la comunidad y concurre al juzgado mientras la
madre se queda en casa.
Grove: Supongo que podramos hacer eso. Pero la madre dir: Mi marido no sabe qu
hacer porque yo tengo que criarlotambin a l. Slo comete desatinos
Haley: Es probable que as sea; ah est el problema. Usted podra indicar cmo podra
afectar esto el desarrollo sexual del muchacho.
Grove: Explyese ms sobre eso.
Haley: Si ella temiese que, si el padre no asume ms responsabilidades, su hijo podra
salirle sexualmente anormal, tal vez lo dejara hacerse cargo del chico. La mayora de las
madres se inquietan por las inclinaciones sexuales del hijo varon. Si ella pensara as, creo
que considerara dejar al padre una mayor responsabilidad.
Grove: S. Podramos decirle algo as: Esta es una poca muy crtica para su desarrollo
sexual.
Haley: S.
Grove: Pero si no conseguimos eso, qu otra cosa podramos decir?
Haley: Bien; si el padre es verdaderamente inepto, ustedes tienen un problema. Si slo es
inepto para que su esposa se ocupe del chico, lo que ustedes pueden hacer,
esencialmente, es impelerlo a hacerse cargo del muchacho. Empero, lo primero que hara
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yo sera no dar por sentado que las fugas son perodos felices para ese chico,
particularmente $ ,i vuelve al hogar en busca de un cepillo dental. [Carece de todo! iFuera
del hogar, no tiene ni un centavo!
Grove: Acert. Lo arrestaron por rateras en comercios.
Ha/ey: iProbablemente trataba de conseguir algo de comer! Supongo que podr salir con
sus amigos pero, despus, todos ellos se van a sus casas. y l adnde va? Tiene que
irsecon alguno de ellos. Por lotanto es un intruso, ytemporario.
Grove: Tiene que hacer ese arreglo cada noche. Pero, obviamente, no lo presenta como
una penuria. Los embauca a todos; a veces, tambin ahi.
Ha/ey: Por supuesto. Suponen que afuera se vive estupendamente.
Grove: Usted les dira simplemente a todos: No me parece que, en realidad, sea tan
estupendo para l?
Ha/ey: Desde luego que s.
Grove: Una idea sera pescar al chico a solas e intentar persuadirlo de que el hogar es el
mejor sitio donde vivir. El dice que el asesoramiento no los est ayudando: Mam no
cambia en absoluto. No hace lo que se pretende. Tal vez yo consiga que deje de
amenazarlos con fugarse si la madre permite realmente que el pap se haga cargo. iEse
es el camino! Creo que tendramos ms probabilidades de inducir a la madre a dar un
paso atrs si lo presentamos como un sacrificio que ella podra hacer para ver si, con eso,
su hijo regresa al hogar.
Ha/ey: Si el muchacho deja de fugarse o de amenazar confugarse.
Grove: Correcto. Si hiciramos eso, cree que sera insultante para ella?
Ha/ey: No me parece. Creo que usteddebera decir que l afirma su hombra fugndose.
Grove: Afirma su hombra. Eso es muy bueno. Podra ser el marco de referencia
general para toda laterapia. Cmo lograr que afirme su hombra de una manera apropiada
que no lo meta en dificultades.
Ha/ey: Sin parecerse al padre en todo lo que concierne a la madre. Ella debe de estar
espoleando a este muchacho, incitndolo a tener un poco de agallas e imponerse para
que no se asemeje a su padre.
Grove: Exactamente. Pero si ella no quiere que se parezca al padre, no sera un
problema ponerlo a cargo de l?
Ha/ey: Puede decirle a ella que, estando a cargo del padre, sU hijo aprender a ser mejor
que l. Tiene que persuadirla de eso. El aprender del padre a no parecrsele. Se
rebelar y ser diferente.
Grove: Esencialmente, estarnos pidindole a la madre que nos deje ayudarla a lograr que
su esposo sea un pap competente, en vez de tener que ayudar al muchacho por s sola.
Haley: Ciertamente.
Grove: Pienso que eso ser un desafo maysculo para esta mujer. Le estarnos pidiendo
que se siente en segunda fila. Es una seora que ha empuado las riendas de esta familia
por largotiempo.
Haley: Sin duda.
Grove: i Ya s qu puede hacer! Podra concentrarse en ayudar a la hija.
Haley: Eso es, precisamente, lo que iba a decirle. La hija debe de tener algunos
problemas.
Grove: Los tiene. An tiene pesadillas en que es atacada por el hermano. Tambin se
siente distinta de las otras nias porque fue vctima de abuso sexual. Piensa: Yo sufr
abuso; ellas no. Se siente extraa; teme que, un da, su maestra le pregunte si alguna
vez le pas eso. Entonces tendra que contarlo delante de todos porque su madre le ha
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enseado a no mentir nunca. Pero ella no quiere que nadie sepa que ha sido vctima de
abuso sexual.
Ha/ey: En estos tiempos, esas cosas pueden suceder en las escuelas! Mantienen ese tipo
de debates.
Grove: Es cierto. Los maestros organizan debates sobre el abuso sexual y ella teme que
pregunten a todos en el aula y, Cuando letoque hablar, tendr que contar lo que le pas.
Ha/ey: La madre debera hallar el modo de resolver ese problema en particular. Puede
decir a la hija que cuando la maestra le pregunte Te sucedi a ti?, ella responda: Mi
madre me dijo que no hable del sexo. Entonces, la escuela tendr que tratar con la
madre.
Grove: S.
Ha/ey: Cmo se gana la vida el marido?
Grove: Notrabaja. Lafamilia recibe asistencia social.
Ha/ey. Oh, est excluido de todo...
Grove: As es.
Ha/ey. El problema est en la gran cantidad de mujeres que llevan la casa, mientras que el
marido trabaja y asume responsabilidades fuera del hogar. Por lo comn, eso no
constituye un problema. Pero si el marido no trabaja fuera del hogar, a menudo tiene un
verdadero problema domstico.
Grove: Notiene unobjetivo.
Ha/ey: No tiene nada. El cheque del subsidio social se libra a nombre de la esposa.
Entonces ella leda una limosna para sus gastos.
Grove: S. Nunca lo pens as. Tiene razn.
Ha/ey: Yo sola pensar que si el Gobierno deseaba realmente generar algunos cambios
entre los pobres, debera dar los cheques del subsidio a los hombres. Con un poco de
optimismo, eso trasformara a los hombres irresponsables ya sus familias.
Grove: He tenido exactamente la misma idea. Esencialmente, no hay razn para que los
hombres se queden en casa.
Ha/ey. Si no pueden trabajar, tienen que unirse a una mujer para conseguir algn dinero.
Ah tiene usted un problema clsico. Tal como estn las cosas, ese padre no aporta nada
a la familia y, por consiguiente, no tiene formalidad alguna en el hogar. Su esposa est a
cargo de los hijos y trae todo el dinero. Una razn para encomendarle a un hombre como
ese que ayude a su hijo es que entonces podr contribuir con algo.
Grove: Hablemos ms de cmo hacer que el muchacho regrese al hogar. He aqu la
cuestin; ahora habr una citacin judicial porque el muchacho ha cometido rateras.
Adems,los padres presentaron cargos de indocilidad contra l.
Ha/ey: El juez puede hacer responsable por l al padre?
Grove: De qu modo? Legalmente?
Ha/ey: Sigo pensando en cmo poner legalmente al chico bajo la custodia del padre.
Grove: Cul es su idea?
Ha/ey. Simplemente, pienso que el padre no es lo bastantefuerte como para oponerse por
s solo a la madre. Por eso necesita coligarse con alguien ajeno a la familia, por ejemplo,
el juez o los profesionales, quienes dirn que l tiene que hacer esto. Luego, podr decir a
su esposa: Bueno, ellos dicen que debo hacerlo'..
Grove: S.
Ha/ey: El juez puede darle la custodia. Sin eso, la madre sencillamente se har cargo del
muchacho.
Grove: Creo que podemos ponerlo a cargo de l.
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Ha/ey: Si lo hacen, me parece que ante todo deberan aclarar la cuestin con la madre y
obtener su permiso. Supongo que tendrn que pasar por el poder o ir hacia l. La madre
tiene poder y el muchachotiene poder. Yo aceptaratambin el poder del muchacho.
Grave: Le pregunto al chico cules seran las reglas si l regresa al hogar?
Ha/ey: Responsabilcelo por su propia conducta, con el permiso de los padres.
Grave: Luego, hago que el padre, y no la madre, corra con las consecuencias.
Ha/ey: La madre tiene que asignar tal responsabilidad al padre. Ese hombre no dar un
paso para asumirla.
Grave: Correcto.
Ha/ey: Eso es lo que acostumbraba decir Erickson. Sola persuadir a la madre de que los
hijos necesitan biolgicamente un padre; si carecen de l, no sern normales. Ninguna
madre quiere tener un hijo anormal. Por consiguiente, entre los deberes de una madre
estar el de velar por que su hijo experimente la influencia del padre. Cuando le planteaba
as la.cuestin, la madre dispona las cosas para que el padre ejerciera su influencia. As
proceda Erickson.
Grave: Bueno, este es un caso muy complejo.
Ha/ey: No lo veo sencillo. Usted tiene la familia clsica con un padre totalmente excluido.
La madre tiene el dinero. El hijo est a cargo de ella. El chico se porta mal.
Probablemente, lo hace para inducir al padre a involucrarse. Usted tiene que hallar el
modode involucrar al padre con el permiso de la madre. A mi entender, un adolescente en
esa situacinemprender una escalada hasta que el padre se haga cargo de l.
Grave: Creo que est sucediendo exactamente eso. Madre e hijo constituyen una dada
inestable. Cuando rien, el padre no se involucra; en consecuencia, madre e hijo
emprenden una escalada hasta llegar a un punto en que tienen que apartarse por decisin
propia, o hasta que intervienen extraos.
Ha/ey: La madre presume que, si se separan, el muchacho se ira con su padre?
Grave: S.
Ha/ey: Si tiene esa idea, yo la vera a solas. Dgale que por simple precaucin, por si
sucediera eso, debera cerciorarse de que el padre puede manejar a ese muchacho.
Grave: Eso suena bien, quiz d resultado. Hay otra cuestin: en estos momentos, los
servicios de proteccin estn por decidir quin har terapia y cul ser el tratamiento;
quierentener una reunin con los padres en el consultorio.
Ha/ey: Si hay una reunin con los profesionales y los padres, es oportuno preguntarles a
estos cmo ven la situacin. Yo le preguntara a la madre qu debera hacer el padre, en
su opinin, para ayudar a enderezar a ese muchacho. Despus, usted podr atraparla con
sus propias palabras.
Grave: Ella lo dir, sin duda alguna. Siempre dice lo que corresponde.
Ha/ey: Estoyseguro de eso.
Grave: Creo que ese es el mejor camino a seguir. Podemos decir todo lo que hemos
conversado usted y yo. Podemos decir que el chico necesita emocionalmente la gua de
un padre. Eso puede decirse en presencia de los profesionales.
Ha/ey: Yo tambin les dira a los profesionales que el muchacho no lo pasa tan bien en la
calle. En verdad, ese es un gambito de poder. El dice: Hombre, qu buena vida me doy
por ah afueral-. Entonces, los padres responden: Oh, por favor, qudate con nosotros!
Grave: Con eso me est diciendo que es pura palabrera. Creo que tiene razn, el
muchacho de veras quiere irse a su casa, solo que quiere hacerlo en otras circunstancias.
Si Podemos arreglar eso, volver ysentar cabeza.
Ha/ey: Si se aloja en casa ajena, qu pasa con la escuela? Va a la escuela desde all?
Se queda en la casa? Si se queda, no objetan loS padres de ese amigo que l est
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215
Grove: Hice un pequeo experimento de campo con esta familia. Cuando el muchacho
recibi, por fin, su citacin policial, la terapeuta y yo nos reunimos con la familia en el
juzgado. Mientras aguardbamos en el vestbulo el momento de comparecer ante el juez,
observ cmo interactuaban entre s los miembros de la familia. Vi algo increble. La
madre y el hijo estaban de pie, frente a frente, con sus rostros a menos de diez
centmetros de distancia. Estaban ah parados riendo y charlando entre ellos. Quien no los
conociera, los habra tomado por una pareja de novios! Mientras suceda esto, el padre
permaneca apartado, en un costado, manifestando su impotente desaprobacin. Al ver
aquello, pens: Muy bien, intervendr e intentar hacer algo. Decid ver qu pasara si
los padres eran capaces de dejarse excitar por un afecto mutuo. Me acerqu y, con aire
indiferente, me puse a conversar con el padre sobre cmo se haba conocido la pareja. La
madre se acerc y los dos empezaron a contar una historia increble: cuando se
Dos meses despus
Pese a estas intervenciones, madre e hijo seguan teniendo violentas reyertas
domsticas y ella continuaba mostrndose recelosa de que el muchacho no hubiera
superado realmente sus problemas sexuales.
Aplicamos este plan de trabajo en los dos meses siguientes. La madre desempe
de manera excelente su tarea de ayudar a la hija. Ambas mantuvieron varias
conversaciones ntimas muy placenteras, y se comprob claramente una disminucin
gradual de la perturbacin de la nia en tomo del abuso sexual. Por su parte, el padre
luchaba con el hijo.
Tambin le dijimos que nos seguan preocupando los problemas que expresaba su
hija en tomo del abuso sexual, y opinamos que ella podra concentrarse ms en ayudar a
su hija si no tuviera que preocuparse tanto por su hijo. La madre se mostr muy conforme
con esto. Luego, nos reunimos con el matrimonio y, a pedido nuestro, la madre le explic a
su marido que, de ah en adelante, el hijo quedara a cargo de l; la terapeuta le ayudara
a determinar lo que debera hacer. El padre se puso nervioso ante esta nueva
responsabilidad, pero se avino a intentarlo. A continuacin, vimos al hijo a solas con el
permiso de sus padres. Le preguntamos bajo qu reglas de conducta estara dispuesto a
regresar al hogar. Formul unas expectativas personales muy razonables. Entonces, nos
reunimos con la familia en pleno. En presencia de todos, hicimos que la madre explicara a
su hijo que el padre lo tomara a su cargo. Le pedimos al muchacho que le propusiera al
padre las reglas que nos haba trazado. Esto sac a la familia del atolladero en que se
hallaba en cuanto a si el chico estara o no dispuesto a volver al hogar. Regres al da
siguiente de esta sesin.
todo el tiempo rondando la casa? Tiene que permanecer afuera? No todos dejan que un
chico problema venga a quedarse en su casa y ande vagando por ella el da entero.
Despus de esta consulta, me reun con la terapeuta y trazamos un plan para que el
muchacho quedara a cargo del padre. Esta sera la principal estrategia que aplicaramos al
caso. Hubo que llevarla a cabo en varias etapas. Primero, entrevistamos a solas a la
madre. Insistimos en la necesidad de ayudar al muchacho a aprender a reafirmar su
virilidad de una manera que no implique violencia o delitos sexuales contra las mujeres. Le
explicamos que para lograr esto a su edad necesitar recibir la influencia paterna;
nosotros guiaramos a su marido sobre lo que debe hacer para ayudarlo.
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conocieron, l tena un empleo prestigioso en una fbrica y un gran auto descapotable.
Ella haba invitado, llevndola a pasear en su gran descapotable. La madre hablaba con el
rostro iluminado por una ancha sonrisa, y el padre estaba ah parado, dndose aires.
Saltaba a la vista que ambos disfrutaban del momento. Ahora escuche esto. El muchacho
dej seguir esta conversacin aproximadamente por un minuto! Luego, se acerc y
empez a zaherir a su padre. Pap, hoyte acordaste de ponerte los dientes postizos? -
le dijo-. Hoy te pareces de veras a Elvis, pap. En unos treinta segundos, no slo
desbarat una conversacin agradable; sino que adems llev a su padre al borde de las
lgrimas.
Ha/ey: iVaya!
Grave: Djemecontarle qu ms descubr y despus le dir qu me desconcierta. Cuando
la pareja se cas por primera vez, l tena ese excelente empleo en la fbrica. Ganaba
mucho dinero y gozaba de gran posicin dentro de su familia. Su familia extensa sola
acudir a l en buscade ayuda econmica. Era el hombre ms poderoso de la familia. Aos
despus, contrajo su famoso y misterioso dolor de espalda. Perdi su empleo y todo su
status. Ahora no tiene nada. Esto es lo que me desconcierta. La ltima fuga del hijo se
produjo inmediatamente despus de que la madre amenazara con abandonar al padre. Yo
pensaba que los sntomas del muchacho mantenan unida a la pareja. Despus, presencio
aquella escena en el juzgado. El chico ni siquiera les deja mantener una conversacin
agradable! Estoyperplejo en cuanto a su motivacin.
Ha/ey: Pareciera que l regula la distancia entre sus padres. Yo supondra que el dolor de
espalda del hombre es su manera de manejar a su esposa. Quiz rieron a causa de su
trabajo, o hubo entre ellos alguna controversia con la que se relaciona su dolor de
espalda. Tambin supondra que tienen algunos problemas sexuales graves.
Grave: Explquemeeso.
Ha/ey: La pareja no puede distanciarse y separarse porque, probablemente, el pap se
desintegrara. Estoy seguro de que el muchacho reacciona para impedirlo. Empero, si
empiezan a encariarse recprocamente ya demostrarse afecto, eso podra llevarlos a
hacer el amor o a preguntarse si lo harn. Si tener trato sexual es un problema, el
muchacho tiene que ayudarlos tambin en eso.
Grave: Cmo resolvemos esta situacin?
Ha/ey: Usted tiene que trazar una frontera alrededor de esa pareja y sacar al muchacho
del rea deslindada.
Grave: Se leocurre algn procedimiento?
Ha/ey: Uno de los mtodos de Erickson sera hacer que los padres, en presencia del hijo,
hablen de cuando l era un beb. Usted les pregunta, delante del muchacho, cmo fue su
crianza. Cmofue su nacimiento? Era llorn cuando pequeo? Quin le cambiaba los
paales? Esa conversacin lo rebajarjerrquicamente respecto de sus padres. Madre e
hijo tendrn dificultad en mantener una relacin ertica si los padres relatan cunta caca
haca l cuando era un beb. Adems, l ni siquiera recuerda aquellos tiempos en que sus
padres constituan una pareja ms unida.
Grave: Eso me gusta. Podemos hacerlo. Pero, le parece que ser suficientemente fuerte
por s solo?
Ha/ey: Probablemente, no.
Grave: Qu ms podemos hacer?
Ha/ey: Podran hacer una intervencin que ha utilizado Clo. Tendran que hallar un
pretexto para pedir a los padres que hagan esto. Puedendecirles, a solas: Hay algo muy
importante para su hijo, y es aprender a tratar afectuosamente a las mujeres. La mejor
217
Hasta ahora, la terapeuta ha fracasado en sus intentos de mejorar la relacin conyugal de
la pareja. El marido sigue estando muy por debajo de su esposa. Si bien la terapeuta ha
logrado sacar al hijo de la triangulacin con sus padres, no ha podido zafarse de su propia
triangulacin con ellos. Le expres mi opinin de que seguira excesivamente apegada a
ellos hasta que consiguiera elevar el status del marido respecto de suesposa.
Los dos hijos haban mejorado notablemente. Ni la hija ni su madre teman ya que el chico
volviera a abusar sexualmente de su hermana. La nia pareca haberse liberado de toda
zozobra relacionada con el abuso sexual. Ya no tena pesadillas ni tema que su maestra
pudiese discutir el tema con ella ni manifestaba en absoluto aquel desasosiego constante.
El varn tambin haba mejorado significativamente. Laterapeuta segua trabajando con l
y con su familia en tomo de cuestiones relativas al delincuente sexual: ofrecer una
reparacin a la vctima, educar sexualrnente al muchacho y ayudarle a sentir ms empata
por su hermana. El chico respondi mejorando su desempeo escolar, encontrando una
simptica amiga de su edad y evitando la violencia, tanto en la escuela como en el hogar.
No ha vuelto a fugarse ni han presentado nuevos cargos contra l como delincuente
juvenil.
El caso tuvo un desenlace ambiguo. Mi involucracin con esta familia, como supervisor de
la terapeuta, termin poco despus de la consulta precedente. Dej la clnica para
dedicarme a la prctica privada. No obstante, a los seis meses me comuniqu con la
terapeuta, que an segua trabajando con la familia, y mantuvimos una larga discusin
sobre la marcha de las cosas. Me enter de que la madre se haba franqueado con ella,
hablndole largo ytendido de sus insatisfacciones conyugales. A raz de esto, la terapeuta
s involucr intensamente con la pareja en cuestiones conyugales. Creo que eso liber al
muchacho de su enmaraada relacin con sus" padres.
Seguimiento
forma en que puede aprenderlo es de ustedes dos. Luego, disponga lo necesario para que
ellos empiecen a abrazarse y besarse delante del chico, cuando l menos lo espere.
Grave: Clo utiliza esa intervencin con parejas jvenes, para ayudarlas a fijar un lmite
frente a parientes polticos intrusivos. Usted me est diciendo que, en este caso, la use
para trazar un lmite entre los padres y el hijo.
Ha ley: Conecto. Ese chico quedara tan desconcertado si los viera haciendo eso.
Probablemente, no sabra qu hacer.
Grove: Efectivamente, no sabra.
Haley: Usted puede decir a los padres que esto es importante para la educacin del chico:
as, aunque se sientan molestos el uno con el otro, quiz puedan fingir afecto cuando su
hijo est cerca.
Gro ve: Eso tiene otro punto a favor. Es otro modo de que el padre intervenga,
interponindose entre su esposa y su hijo. La relacin de la madre con su hijo tiene claras
connotaciones sexuales. Finalmente, me di cuenta de que ella violaba un lmite con su hijo
y, entonces, l violaba un lmite con su hermana. Probablemente eso sucedi despus de
haber cesado el trato sexual entre marido y mujer.
Ha ley: En tanto los padres sigan tan apartados sexualmente, seguir inquietndome la
posibilidad de que el varn vuelva a perseguir a su hermana.
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Grove: Qera pcegntarlealqo acerca de poner al padre a carqo. Tenqo tantos casos
en que es evidente que si el padre interviniera e hiciera algo, el problema se resolvera. En
un momento en que hablaba a los estudiantes del curso, exponiendo unapequea historia
de las ideas sobre terapia familiar, usted les dijo que por untiempo haba puesto a cargo a
los padres perifricos, hasta que se dio cuenta de que eso generaba un conflicto conyugal.
En una poca, usted pensaba que el conflicto conyugal era una mera etapa de la terapia.
Despus, puso a cargo a las madres involucradas e hizo que ayudaran al hijo a resolver
sus problemas, sin la intervencin paterna. Ese procedimiento no generaba una etapa de
conflicto conyugal, por lo que usted aconsej a los terapeutas que siguieran
experimentalmente ese camino. No obstante, ahora tengo la impresin de que, en estos
casos que estamos discutiendo usted y yo, hemos vuelto a poner a cargo al padre. Hay
alguna diferencia en ellos? Sus ideas sobre el tema han cambiado nuevamente? Qu
est pasando aqu?
Haley: Sigo pensando que, a menudo, no obtenemos una etapa de conflicto conyugal
poniendo a cargo a la madre. Pero' evidentemente, tampoco resolvemos as ninguna
cuestin problemtica entre los progenitores.
Grave: en algunas situaciones, si usted ayuda a la madre a resolverlo por si sola todava
quedara algo inconcluso.
Haley: Sin duda. Simplemente, pienso que es u cuestin de jerarqua dual. Cuantas veces
los hombres tienen responsabilidades fuera del hogar y las mujeres las tienen dentro del
hogar. Cuando una mujer est a cargo de los hijos en el hogar, y usted toma al padre y lo
pone a cargo, desorganiza una situacin jerrquica bsica. Los esposos entrarn en
conflicto. Con frecuencia, el marido ha evitado conflictos con su esposa en tomo de los
hijos, por ejemplo, quin se encargar de ellos, quin los harestudiar, etctera.
Grave: Permtame relatarle el caso de una familia con la que estoy trabajando. Es una
familia con un hijo adolescente, drogadicto, con reiteradas fugas del hogar. La madre
siempre ha protegido al muchacho. Cuando est en aprietos, ella se entera y se lo oculta a
su marido. Finalmente, no puede seguir ocultndole las andanzas del chico, viola el
secreto y el marido estalla en clera y echa al hijo del hogar. Comenc por encargarle
exclusivamente a la madre el manejo del hijo, y le ped al padre que se tomara unas
vacaciones. Luego, ella dispuso por su cuenta que el padre se hiciera cargo de l. trabaj
con la madre para que tomara a su cargo a este chico, y ella se resisti. Cuanto ms
trabajaba con ella, tanto ms adverta que cometa un error al hacerla responsable por el
hijo. Dirase que ella tena planeado que su marido resolvera el problema del chico. Le
preocupaba la relacin entre ambos y tema que si ella intervena y resolva el problema,
no cambiara por eso la relacin padre hijo. Entonces, tuve que idear el modo de poner al
padre a cargo despus de haber iniciado el tratamiento como lo haba hecho. Finalmente
lo logr, el padre intervino, tom a su cargo al muchacho e hizo algo positivo con l. La
madre se alegr muchsimo al ver reunidos a su marido y el hijo. Era evidente que en todo
ese tiempo ella haba planeado inducir a su esposo a hacer algo til con el hijo. Cuando,
por fin, lo hizo, qued encantada. Ahora bien, eso me hace pensar que por mucho que me
hubiese esforzado en inducir a la madre a hacer algo, no habra resuelto el problema.
Comprende lo que quiero decir? Ella Solo se sentira satisfecha cuando su marido hiciera
algo til.
Haley: Se dira que hay veces en que eso salta a la vista. El chico tiene un sntoma, lo
intensifica, la madre intenta manejarlo y los dos, madre e hijo, persisten en la escalada
hastaque el padre se ve involucrado.
Discusin del caso
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219
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Grave: Exactamente. Tengo seis casos como ese.
Haley: Cuando la escalada parece cumplir esa nica funcin, usted slo tiene que poner al
padre a cargo.
Haley: Un tringulo problema tradicional es el constituido por un padre, una hija
adolescente y una madre celosa. En esa situacin, solemos tener a un padre y su hija
adolescente en una relacin mutua demasiado ntima, y a una madre celosa. Un sntoma
de ese tringulo es cierto tipo de reyerta por celos entre madre e hija. La idea de que ellas
se estn marchitando mientras sus hijas florecen es un verdadero problema para algunas
madres. Los padres quedan atrapados exactamente en el medio. La hija descubre que su
compaa puede deleitar al padre ms que la de la madre. En ese momento, es posible
que la hija empiece a coquetear con l. De suceder tal cosa, la madre empezar a
encolerizarse con la hija. Sin embargo, no se disputarn abiertamente la atencin del
padre. Reirn por otra cosa.
Grave: Qu ha hecho usted en tales casos?
Haley: Trat de buscar alguna intervencin simple. Una intervencin que puede probar
ocasionalmente, si la juzga apropiada, es hacer que el padre lleve a la hija a almorzar
fuera de casa. Usted encuadra la intervencin ante la familia dicindoles que, puesto que
la hija est empezando a interesarse por los muchachos o tiene un amigo, sera
provechoso para ella tener la oportunidad de salir con un hombre simptico a un lugar
agradable. As, ella tendr una experiencia positiva con la que podr comparar su futuro
trato con amigos. Puede involucrar en esto a la madre, pidindole que ayude a su hija a
escoger un lindo vestido y acicalarse lo mejor posible. Luego, el padre la lleva a un
restaurante agradable.
Grave: Ustedcrea la situacin que encela a la madre.
Haley: Exactamente. Us.ted pensara, tal vez, que si un padre lleva a su hija a almorzar,
su relacin podra estrecharse an ms. Pero, en realidad, sucede lo contrario. Cuando la
gente los mira en el restaurante, ellos sospechan que los toman por un hombre maduro y
sujoven amiga.
Grave: Me est diciendo que si tiene un padre y una hija 1demasiado unidos, en vez de
tratar de hacer palanca para apartarlos, los empuja todava ms el uno hacia el otro.
Entonces, ellos responden apartndose espontneamente.
Haley: Correcto. Adems, el marido suele acercarse a su esposa.
Grave: De modo que la treta est en poner algnfactor repelente entre padree hija.
Haley: As es.
Grave: Entonces el padre regresar junto a su esposa. La esposa podr sentirse feliz de
que l haya hecho eso y madre e hija dejarn de reir.
Haley: Si usted intenta resolver esos celos presentando una interpretacin como la que
acabo de exponer, padre e hija no querrn que nadie piense que intiman demasiado;
entonces quizs intimen encubiertamente, con lo cual suscitarn sospechas an mayores.
Grave: Si usted se limitara a proclamar que padre e hija son demasiado unidos, tampoco
provocara necesariamente el acercamiento espontneo del marido a su esposa. Si acaso
se le acercara, sera porque un terapeuta ha proclamado que l y su hija eran demasiado
unidos, y no por iniciativa propia. Es posible que la esposa rechace sus requerimientos
amorosos.
Haley: Precisamente. Una interpretacin hace que todos se sientan incmodos frente a la
situacin global; en cambio, si usted empuja al padre y la hija hacia una unin ms
estrecha, ellos respondern distancindose. El supuesto es que no podrn tolerar la
intimidad que les pide. Es interesante para m haber hecho que un padre lleve a su hija a
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220
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NOTAS
almorzar y que despus ellos se rieran del episodio, pero no fue tan divertido el modo en
que los miraba la gente durante esa salida.
Grave: La hija se acicaia ytodos se preguntan: Es un hombre maduro que saie con una
jovencita?. Ellos se sienten molestos, y dicen: Oh, Dios mo, no queremos que nadie
nos tome por lo que no somos!.
Haley: Correcto. Usted les hace actuar [act out] en forma explcita la situacin que motiva
implcitamente las reyertas familiares.
Grave: Latarea que usted les fij !ahace explclta.
221
Al da siguiente, una vez que el marido se fue a trabajar, ella reuni a sus hijos y se
march con ellos al refugio para mujeres golpeadas. Era la primera vez que intentaba
abandonarlo yndose a un refugio. Ella haba golpeado a lo largo de su vida conyugal
pero, tras la paliza de la vspera, ya no poda soportarlo ms. Cuando l regres a
almorzar, encontr la casa desierta. Como no tenan telfono, volvi al trabajo y telefone
a su parentela. Al darse cuenta de que ella lo haba abandonado, extrajo un revlver de su
auto, se encerr con llave en una oficina de su lugar de trabajo y amenazo con suicidarse.
Llamaron a la polica y acudieron varios agentes a tratar de calmarlo. Se trab as una
lucha verbal que dur seis horas, con l atrincherado dentro de la oficina, lanzando
amenazas harto serias y apuntando el revlver a su cabeza, y la polica afuera, tratando
de persuadirlo a salir. Cuando, finalmente, sali, lo arrestaron bajo los cargos de violencia
familiar y alteracin del orden pblico, y lo enviaron a prisin. El juez separ a los hijos de
la madre, alegando que no poda protegerlos del padre, y los envi a un hogar de crianza.
Yo recib el caso con los chicos en el hogar de crianza, el hombre en la crcel y sin
trabajo, la esposa viviendo sola en su casa y el vecindario muerto de miedo. Ante todo,
permtame decirle qu he hecho hasta ahora. He tenido varias sesiones a solas con la
esposa. Tambin organic una sesin en la que participaron su madre y sus tres
hermanas, con el fin de trazar un plan para que su familia la protegiera de la violencia del
marido. Este ya sali de la crcel, har un mes. He mantenido separada a la pareja. A ella
la mantengo conectada con su familia, ya l, viviendo con sus padres. An debe
comparecer nuevamente ante el juez para responder por los cargos, de modo que nos
encontramos en una fase intermedia, esperando que el juez dictamine si es culpable o
inocente.
Haley: Alguna vez ha hecho dao a los chicos?
Grave: Nunca les hizo dao. Me lo dijo la esposa, me lo dijo l y me lo dijeron los nios.
Haley: Pero se los han quitado a la madre por temor a que l les haga algo?
Grave: Arguyen que l podra hacerle dao a ella y los hijos quedar atrapados entre dos
fuegos. lo peor que s de l es que una vez, durante una reyerta, le apunt con un
revlver cargado y amenaz con disparar contra ella. Segn parece, lo ha hecho varias
Es una situacin clsica de marido golpeador. Ella no puede decirle nada que lo altere. El
es muy celoso y posesivo. Ella slo puede salir de la casa furtivamente. Hace poco
tiempo, hallndose su marido en el trabajo, la mujer se escabull para comprarle algo a
una de sus hijas. Cuando l regres a casa, el hijo le cont la escapada de la mam. El
marido ietrompe la cara y le dio una paiizaformidable.
Grave: Este es el caso de un hombre que ha sido violento con su esposa durante la mayor
parte de sus diecisis aos de matrimonio. El tiene treinta y ocho aos. Su esposa, treinta
y nueve. Tienen tres hijos: un varn de seis aos, una nia de doce y otra de quince.
Ambos cnyuges son casados en primeras nupcias.
CAPTULO 3
Violencia
Terapia Familiar Estratgica
Conversaciones sobre Terapia
David R. Grave, J ay Ha!ey
222
Ella dice que lo est observando; si se corrige, lo aceptar nuevamente. Quiere quedarse
junto a l, pero no desea la violencia. Dice que si alguna vez volviera a golpearla, lo
abandonara para siempre. Desde que sali de la crcel, l la ha tratado correctamente.
No obstante, ella se pregunta si no lo har tan slo porque debe comparecer ante unjuez.
Empero, ella quiere reelaborar la situacin. Eso es lo que me dice a solas. Mi posicin es
esta: Mire, no estoy tratando de decirle cul de los dos caminos debe tomar. Pero usted
lo conoce a l. Ustedes la que corre peligro.
El dice que quiere tenerla otra vez a su lado y que la separacin le resulta casi
insoportable. Yo le expres: La ha perdido. Si quiere recobrarla, tiene que volver a
ganarse su confianza porque ella le teme. Si quiere que ella regrese a su lado, tiene que
tratarla de maneratal que no le inspiretemor.
Haley: Cuntas veces ha visto a cada uno de ellos?
Grave: A l lo he visto tres veces. Una vez con su madre, otra, a solas y la tercera con su
esposa.
Haley: Ellos se vean por iniciativa propia?
Grave: S. Ella lovisita en la casa de su suegra.
Haley: Esoes importante.
Grave: En un momento de la terapia, tuve una sesin con la esposa, su madre y sus tres
hermanas. Les dije: Yo no aconsejara que ella lo viera pero, si as lo desea, no debe
verlo asolas. Una o varias de ustedes tienen que acompaarla. Procur disponer las
cosas para que su familia la protegiera. La sesin con la pareja me amedrentaba. El me
presionaba para que organizara una entrevista conjunta. Pregunt a la esposa si quera
reunirse con l, y respondi afirmativamente. Le ped que reflexionara sobre las
condiciones que deseara imponerle para una reconciliacin. El marido pensaba as}: Ella
debe de haberme perdido el miedo, puesto que me ver. La verdadera situacin es que
ella no se franquea con l porque letiene mucho miedo.
Haley: Temeque l la mate si intenta abandonarlo?
Grave: Teme su reaccin si ella se viera realmente obligada a abandonarlo. En el refugio
le aconsejaron que, si tena que dejarlo para siempre, se trasladara secretamente a otra
ciudad. Mucho me temo que ese planfracase a la larga. El varoncito ama a su pap y se
enloquece en el hogar de crianza porque no puedeverlo. Si ella se radica en otra ciudad y
este nio de seis aos no ve nunca a su pap, la situacin ser muydura. Si los esposos
se separan, yo deseara que lo hicieran de comn acuerdo. En caso de una eventual
veces a lo largo de su vida conyugal. Me lo contaron los hijos. Mi mayor temor es que ella
regrese a su lado y l le haga dao. O que ella lo abandone definitivamente y l se salte la
tapa de los sesos. Es un caso muy grave.
Haley: Hastaahora no handecidido si se reconciliarno no?
Grave: No.
Haley: Havisto a solas a cada cnyuge?
Grave: S. Al principio, ella haba decidido abandonar a su esposo, pero luego vacil y
ahora no sabe a ciencia cierta qu hacer. Lo ama y quiere que el matrimonio funcione
bien, pero l la aterra. Por un tiempo, l la presion para que mintiera cuando se
presentaran a declarar ante el juez, negando que l la golpeara. Le dije que eso indicaba
que no poda confiar en l. Una de las cosas que l debe hacer para que ella le tenga
confianza es asumir la responsabilidad por los actos cometidos. Estando a solas con l, le
dije: Tiene que ser sincero ante el juez. En estos momentos, ella no confa en usted; si
quiere que confe, tiene que ser sincero con respecto a lo que hizo.
223
Despus de todo esto, decid que, si iba a seguir trabajando con este hombre, necesitaba
imponer algunas condiciones. El tendr que aceptarlas; si no lo hace, no creo que pueda
ayudarlo. Se me ocurrieron cuatro condiciones que desea imponerle. Le inform que lo
ayudara tratar de recomponer su matrimonio si l senta el deseo y la necesidad de recibir
esa ayuda. Si quiere arreglar esto a su manera, iadelantel -le dije-. Pero creo que su
manera es aterrorizando a su esposa. As no la recobrar. Si quiere que lo ayude con su
matrimonio, lo intentar, pero con cuatro condiciones que usted deber aceptar. Las
condiciones son:
'i!-.
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Otro dato igualmente importante. Despus de ha despedido a la esposa, permanec
cuarenta y cinco minutos con l antes de dejarlo ir. Pero la esposa se fue y volvi Cuando
l sali del consultorio, ella lo estaba aguardando en la sala de espera! iAI verlo salir
enfurecido, su reaccin fue inmediata fue levantarse y seguirlo!tuve que interponerme y
detenerla; de lo contrario, se habra ido con l.
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Antes de reunirlos a los dos, le dije a ella a solas: Tiene que decirle sinceramente bajo
qu condiciones estara dispuesta a recibirlo. El tiene que conocer la verdad. Luego lo
reun, tomando todas las precauciones del caso. Los hice hablar de a uno por vez,
mirndome nicamente a m. Fui muy cauteloso. Empero, fue una entrevista muy difcil de
controlar por lo endiabladamente extremoso que es este hombre. Ella le deca: Necesito
tomarme un tiempo. No estoy preparada para regresar simplemente a tu lado. Querra
verte slo de vez en cuando, sin vivir juntos por ahora. Su respuesta era: Bueno,
entonces ser mejor que ya me de por vencido, todo est perdido. Es intil. Daba a
entender que se suicidara. A tales extremos llega.
Ha/ey. El presume que una separacin parcial sera el fin
Grave: Exactamente. Ya no tendra nada. Lo mismo dar que acabara ron todo. Para
proteger a su esposa, hice que retirara tempranamente de la reunin y le ped a l que
quedara conmigo por un rato ms. Entonces se dedic a jugar psicolgicamente conmigo.
Se haba enterado de que expresaba sus intenciones de suicidarse o hacerle dao
alguien, yo estaba facultado para hacerlo hospitalizar. Por lo tanto, me dijo cosas como
estas: S qu puedo y qu no puedo decir. Usted no puede meterme en ninguna parte
por que no vaya lastimar a nadie. Pero luego aada: Sinembargo, sencillamente no s
qu podra hacen. Deca cosas como esas. Puse fin a la sesin, dicindole: Vea, estoy
muy preocupado por usted y no lo dejar salir de aqu sin llamar por telfono, al menos, a
su madre y advertirle que debe vigilarlo a usted porque est alterado. El replic: No
tiene derecho a hacer eso. Yo contest: No me importa. Lo har de todos modos. Lo
hice y l se march enfurecido.
Ha/ey: Su madre vino a buscarlo?
Grave: No, l se march furibundo. Ahora que lo pienso, debera haberla llamado por
-telfono para que viniera por el Despus que l se hubo retirado, la llam y le dije: Est
muy alterado. Creo que hoy no debera perderlo de vista. El respondi: No est alterado
en absoluto. Est sentado en el patio del fondo, charlando con mi esposo. Eso me hizo
pensar que l slo trataba de alterarme a m insinundome que poda hacerse dao a s
mismo.
__ . -
separacin, los padres del marido podran acogerlo en su casa Mis esperanzas son esas,
pero la esposa es muy dbil.
224
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:
Le present estas condiciones y l accedi a cumplirlas en sutotalidad. Mi mayor temor es
que slo est jugando con todo esto para ganar tiempo, y que su esposa corra serio
peligrosi regresa a su lado. No s cmo organizarlo.
Ha/ey: Usted describi un incidente que, apostara, es una metfora de su historia
conyugal. Ella se va; cuarenta y cinco minutos despus, l sale y ella lo est aquardando
en la sala de espera. Le apuesto a que tienen una pauta conforme a la cual ella se va para
luegovolver. Lodeja y, sin embargo, lotienta. Esoforma partede la violencia.
Grave: Les pregunt sobre qu cuestiones solan reir y ellos respondieron que muchas
de sus reyertas giraban en tomo del dinero. Ella recibe las facturas y se las oculta a l.
Teme mostrarle lafactura de consumo de electricidad porque l se enfurecera al verla.
Ha/ey: Cmo se gana la vida el marido?
Grave: Tena un buen empleo, pero lo despidieron por amenazar a la gente. Lo perdi
har un ao y medio; consigui otro empleo, el ms reciente, pero no le gusta. Ella dice
que empeor mucho al perder el trabajo que le agradaba. Lleva quince aos golpendola
pero, despus de haber perdido ese empleo, rod cuesta abajo. La tensin domstica
aument y result ms difcil tratarlo. El atribuye toda su conducta a su adiccin a las
drogas.
Ha/ey: A qu drogas?
Grave: Dijo que fumaba marihuana y cocana, especficamente crack, beba y tomaba
diversas pldoras. Ella dijo estar al tanto de su aficin a la bebida, pero no crea que fuera
un bebedor consuetudinario. El declar que en todos estos aos ha consumido drogas a
hurtadillas, ocultndole a su esposa su adiccin. Adujo que por eso era violento. Por
iniciativa propia, al salir de la crcel ingres en un programa de rehabilitacin para
drogadictos. Lo est siguiendo. En cuanto a aquel da en que se alter a tal extremo,
coment: Puede que haya hechotodas esas cosas; no lo recuerdo. Estaba drogado. As
habla l del tema. Adems, prestando el servicio militar, obtuvo una especie de licencia
absoluta o baja por discapacidad psicolgica. Todava no he averiguado qu fue. Este
hombre tiene esa historia de problemas. Yo tengo es caso y no quiero que nadie resulte
daado.
Tiene varias armas de fuego en su casa; su esposa y los chicos estn nerviosos por tal
motivo, despus de todo lo que ha sucedido.
4. Ustedtiene que entregar todas sus armas a la polica.
Los tres hijos estn preocupados por sus padres. La ltima impresin que tienen de l
data del da en que apunt el revlver a su cabeza. Todava no les permiten verlo, de
modo que all estn los tres, en un hogar de crianza, preguntndose aterrados en qu
estado psicolgico se hallar su padre. Estoytratando de organizar una sesin de terapia
con ellos y su padre, para que l puedatranquilizarlos. Al principio, l convino conmigo en
que as lo hara. Despus, el da en que se enfad conmigo, me dijo: Creo que no ver a
los chicos. No s qu podra decirles.
1- 1. Si le pido que traiga a otros miembros de su familia, por ejemplo a sus padres,
usted los traer.
2-. Si, en el curso de una sesin, usted me dice algo que haga sospechar siquiera que
tiene intenciones de hacerse dao o hacerlo a otros -aun cuando no llegue al extremo de
decirlo explcitamente-, tendr derecho a llama otros miembros de la familia.
3- . Usteddebe comportarse con sus hijos de una manera razonable.
~--
~
Ha/ey: Uno de los problemas que plantea el caso es que, a mi entender, usted le tiene
antipata a ese hombre y se cree perseguido por l. Si piensa as, es un verdadero
impedimento
Groue: Debo confesarle algo. Estoy atendiendo a esta familia en una clnica del sur de
Ohio. Me cost mucho darle al marido mi tarjeta con la direccin de mi consultorio. Le
tengo miedo. No me importa admitirlo.
Ha/ey: Eso lo predispone en cuanto al modo en que lo escucha. Si usted establece como
condicin que l asista a un entrevista conjunta con sus hijos y, al trmino de la sesin
dice no querer reunirse con ellos por ahora, yo no lo tomara como una referencia
personal, como lo hizo usted. Yo entendera que l no quiere ver a los chicos hasta que
pueda decir algo explcito acerca de su relacin conyugal en vez de cae en
ambigedades entomo de lo que harnsuesposa y l.
Groue: Lo apoyar para que pueda visitar a los chicos. Una cosa que har por usted es
abogar por que vea a sus hijos--Ie inform-. Lo pondr por escrito. Lo har porque creo
que, en verdad, necesita verlos y ellos necesitanverlo a usted. Ello apreci.
Ha/ey: Estfacultado paratomar una decisin como esa?
Groue: Puedo recomendrselo a los servicios de proteccin de menores. Ellos me
escucharn.
Ha/ey: Ha visto a los nios por separado?
Groue: Los he visto a todos juntos, como grupo. Pas un rato con ellos, y luego los vi por
separado. No pude entrevistar a solas al ms pequeo porque estaba muy perturbado. Lo
puse a cargo de su hermana de quince aos, para que lo ayude. Los dos se reunieron
conmigo y el nio manej perfectamente la situacin. Dice que su problema es que
extraa a su pap. El pap lo llevaba a ver los partidos de bisbol y haca con l toda
clase de cosas placenteras. Ahora no sabe si alguna vez podr volver a ver a su pap.
Ha/ey. Ha decidido si le gustara ver a la pareja reconciliada o separada?
Groue: Deseara que se mantuvieran separados. El problema de este matrimonio es que
ella mantiene en secreto todas esas cosas porque teme contrselas a su marido y l sabe
que le est ocultando algo. Entonces, se vuelve paranoide.
Cuando finalmente ella le revela el secreto, sea cual fuere, l estalla. Esa es su pauta. Les
expliqu que una de sus metas necesarias, como pareja, era que ella pudiera expresar
sus pensamientos y l pudiera escucharlos y manejarlos sin ponerse violento.
Ha/ey: A usted le preocupa la posibilidadde que l sea incapaz de contenerse.
Grove: As es.
Ha/ey. Por lotanto, otra personatendr que refrenarlo.
Grove: Exactamente.
Ha/ey: Pero l se cree capaz de contenerse.
Grove: S. La violencia se acab -dice--. Nunca volver a golpearla. Estaba equivocado.
Me drogaba, pero ya no lo hago ms. Esaes su posicin.
Ha/ey. Enel centro de rehabilitacin, est bajo rgimende prueba de orina?
Grove: Lo desconozco. Tengo que recabar informacin para ver qu drogas encontraron
en su organismo.
Ha/ey: Oyndolo, se dira que no cree que haya consumido drogas.
Grove: No s qu creer. La esposa no cree que haya sido drogadicto. El afirma que lofue,
pero se lo ocult a su esposa. Estoy manejando la cuestin con cautela. Quiz con
excesiva cautela. No quiero que nadie salga perjudicado.
Ha/ey. No est obligado a tomar el caso.
Grove: iOh, Dios, no! Por eso le impuse condiciones al marido.
Ha/ey: El sabe que usted no est obligado a atenderlo?
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Me dice que en estos momentos no le tiene miedo. Yo le pregunt: Va all porque no
quieretener una reyerta con l o realmente no leteme?. Ella contest: Ahora metrata
bastante bien. Creo que ahora l est bien.
Ha/ey: Por qu motivo apoy l su revlver contra su cabeza? Qu lo impuls a
hacerlo?
Grave: Descubrir que ella haba abandonado el hogar, yndose al refugio. El dice no
recordar siquiera el episodio. Dice haberse drogado esa noche y el da siguiente. No
recuerda algunos de sus actos. Amenaz de muerte a los agentes de polica y al amigo
i:'__
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~-
Grave: Le dije: Si quiere, puede tratarse con otro terapeuta. No est obligado a trabajar
conmigo si no lo desea. Si quiere trabajar conmigo y quiere que lo ayude a reunir a su
familia, estas son las condiciones que le impondra. Tiene que decidir si puede o no
cumplirlas. Si no puede, es libre de recurrir a otro terapeuta. No est obligado a atenderse
conmigo. Se lo expuse exactamente as.
Ha/ey: Muy bien. El se atiene a sus condiciones? Haentregado sus armas?
Grave: Hay trampas a cada paso. La esposa reside en el hogar conyugal. El juez le
orden a l mantenerse alejado de la casa. Esa es una de las razones por las que est
viviendo con su madre. Diceque las armas estn en la casa y que el juez no le permite ir a
buscarlas.
Ha/ey. y por qu no puedeentregarlas la esposa?
Grave: No se me haba ocurrido. Supongo que podra hacerlo. Sera una buena idea,
porque me parece que a l le resultara duro permitirle que lo hiciera.
Ha/ey: Ellatendra que participar en su propiadefensa, deshacindose de las armas.
Grove: Correcto. Conexcepcin de eso, l se atiene a mis condiciones.
Ha/ey: El y su esposa pasan las nochesjuntos?
Grave: No lo creo. Van juntos a las reuniones de AA, a la iglesia, al bingo, y hacen otras
cosas por el estilo. Una de las exigencias de ella, en caso de que se reconcilien, es que le
permita tener amistades, salir de la casa y hacer las cosas que ella desee, como ir a la
iglesia. Esa es una de sus condiciones. Ella ha aceptado.
Ha/ey: Antes no se lo permita?
Grave: No.
Ha/ey: Por celos?
Grave: S, por celos, y graves. Cuando ella sala a hurtadillas, a comprar algo en el
almacn, l supona que iba a una cita con otro hombre. Es celoso y se muestra muy
posesivo con ella. No ledeja tener amistades, ni ir a ninguna parte. Es unode esos...
Ha/ey: Pero ahora ella va adonde se leantoje?
Grave: Slo hasta cierto punto. Habla con l todos los das. Le habla por telfono o se ven.
Ha/ey: Entonces, ciertamente que ella no est separada de l. iQu va!
Grave: Contodo, no duerme con l. El duerme en casa de su madre. Ella duerme en casa
de alguna de sus hermanas o en su propia casa, sola.
Ha/ey: No le importa estar sola en esa casa?
Grave: Aparentemente, no. Cuando entrevist a la madre y a sus tres hermanas, dije a
todas-ellas: Deseara que alguen estuviera con ella las veinticuatro horas del da, salvo
que l cambie yya nadie letema, o hasta que eso ocurra.
Lo hara gustosamente, replic la madre. Pero quien no se aviene a eso es la esposa.
Tiene todas las oportunidades de estar acompaada. Su familia ha accedido a
permanecer a su lado. Pero ella no sigue mi indicacin. Va a verlo por su propia voluntad.
Lo que desconozco es si l la ha presionado para que acte de ese modo y ella cede, o si,
en realidad, ella no leteme.
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~-
que los llam. Habl con uno de los agentes. Le tengo miedo a este hombre -me dijo-.
Llevo veinte aos en la polica y nunca tem a nadie. Perotengo miedo de este hombre.
Haley: Si l no hubiera apuntado el revlver a su cabeza, sera un simple caso de violencia
familiar. El golpe a su esposa y ella se fue al refugio. Pero cuando l se atrinchera en una
oficina y mantiene a raya a la polica por seis horas, el caso cobra tintes harto dramticos.
La cuestin es si ese da en particular l estaba drogado o desesperado, o si forma parte
de su carcter comportarse as.
Grove: Me preocupa que forme partede su carcter.
Haley: Si es as, usted no puede confiar en que se refrene. Puede desmandarse en
cualquier momento; de ahi la necesidad de que otros controlen su conducta. Si no es as,
ahora ha aprendido su leccin y no la golpear. Se portar bien porque quiere
recuperarlos a ella ya los chicos.
Grove: Cmo deduce si eso forma partede su carcter o no?
Haley: (Re.) Ese es el problema. Yo que usted, empezara por convocar a la pareja a las
sesiones de terapia y decirle que tiene serias dudas de que deba reconciliarse, dada la
violencia anterior del marido. Aparentemente, a l le gustara reconciliarse, y quiz
tambin a ella. Pero usted tiene sus dudas. Usted querra que ellos discutieran diversas
cuestiones, y le agradara empezar por la cuestinde los celos de l. Empiece por ah.
Grove: y no por la cuestin del dinero? Segn ellos, era el principal motivo de sus
reyertas. Ustedviene a decir que detrs de eso estaban los celos.
Haley: Exactamente. Enqu gastaba ella el dinero, etc. Pero yo comenzara por los celos.
Tal vez l quiera partir de un problema menor y avanzar gradualmente hacia el de los
celos. Pero, ciertamente, yo que usted llegara a l lo antes posible.
Grove: Los celos son el problema central.
Haley: Este hombre la desea, la necesita, y no quiere que nadie ms la posea; est
desesperado:
Grove: Correcto. Notiene a nadie ms.
Haley: Tambin podra imponerle como condicin que consiga un empleo antes. e la
reconciliacin conyugal. Dequ vive ella?
Grove: iDios, no lo s con certeza! Ignoro de qu vive ella. Es una buena pregunta.
Despus de haber perdido aquel empleo, l consigui otro en una fbrica. Segn dijo,
trabajaba en constante zozobra, temiendo lastimarse. Eso lo pona tenso y regresaba al
hogar terriblemente malhumorado.
Haley: Lo que me preocupa es que no asuma ninguna responsabilidad. Son los otros. Son
las drogas, es el alcohol. Es otra cosa.
Grove: Cmo puedo obligarlo a hacerse cargo de una vez por todas?
Haley: Yo me limitara a hacerle admitir, en presencia de su esposa, que hizo todas esas
cosas. Que l es el responsable.
Grove: Se le ocurre algn modo de decirle eso a un ex drogadicto, de manera tal que se
vea obligado a admitir su responsabilidad? Cmo lo induce a admitir eso?
Haley: Tiene que decirle: La nica forma en que usted puede asumir la responsabilidad
por esto es abandonando definitivamente las drogas.
Grove: Ya ha accedido a hacerlo.
Haley: Entonces, lo felicitara. Ha asumido una posicin responsable, ledira. Si se pone
violento al embriagarse y ha acordado dejar de beber, ese ha sido un acto responsable. El
interrogante es saber si necesita ser controlado. Un modo de abordar la cuestin sera
obtener el acuerdo del juez en el sentido de que ante el primer acto de violencia contra su
esposa, o ante un anlisis de orina con resultado positivo, deber mantenerse separado
de su esposa por ordenjudicial.
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As quedar bajo el control del juzgado y del centro de rehabilitacin.
Grove: Por cunto tiempo?
Haley: Por el que disponga el juez. No creo que l vaya a pegarle a su esposa,teniendo
en mente la posibilidadde perderla para siempre si la golpea. Lo creo capaz de dominarse
hasta ese punto... si sabe que,de lo contrario,el juez impondra la separacin. Yo le
pedira a ella que firmara un convenioal respecto.
Grove: Me temo que si algn da la golpea,sabiendo que con eso la perder,la mate y se
suicide. No le inquietara esa posibilidad?
Haley: Es una preocupacin constante. Pero,al mismo tiempo, el nico medio que
conozco de impedir que un hombre golpee a su esposa es hacer que eso le ocasione
graves consecuencias.
Grove: De acuerdo. Necesito que el juez le diga: O va a la crcel o se somete a un
tratamiento. Despus, los responsables del tratamiento estarn facultados para fijar
condiciones.
Haley: Un recurso a menudo eficaz es obligar al hombre a depositar una fianza,digamos
de mil'-dlares. Si golpea a su esposa,ella le entrega ese dinero a su madre. Pero usted
no puede aplicarlo a este caso porque no hay dinero. Una cosa que hara yo con este
hombre sera decirle que para poder regresar junto a su esposa,antes tiene que ir a
trabajar. Lo incluira entre las condiciones. Tiene que mantener a su esposa e hijos. Un
modo de hacerlo es dicindole: Dado su comportamiento anterior,haya sido causado por
las drogas o por lo que fuere,la gente lo toma por una persona anormal. Lo toma por loco.
En consecuencia,tendr que llevar una vida muy normal durante un tiempo antes de que
la gente comience a aceptarlo.
Grove: Lo cual significa conseguir unempleo,pues eso hace la gente normal.
Haley: Eso significa conseguir un empleo. Significa mantener a su esposa e hijos.
Significa no emborracharse ni drogarse. Significa ser un ciudadano juicioso. Tendr que
ser as por un tiempo bastante largo antes de que la gente le crea. Una forma de
asegurarse de que ser as por un lapso bastante largo es tener una orden judicial que
establezca que golpear a su esposa sera su ruina. Sorprende ver cuntos hombres no
golpearn a la esposa si establecemos cules sern las consecuencias.
Grove: Ojal pudieraver personalmente a este hombre.
Haley: (Re.) [Tan ido est!
Grove:' Fsicamente, lo describira as: no tiene uas, le tiemblan las manos y suda
constantemente.
Haley: Entodas las entrevistas?
Grove: Mientras est ah sentado,temblando y sudando,dice: Estoy mejor,mi estado
nervioso ha mejorado>
Haley: Dndeest su padre?
Grove: Muri. Por qu pregunta por su padre?
Haley: Si un muchacho es violento, presumimos que dos personas estn en conflicto
respecto de cmo manejarlo. Un adulto est de su lado,y otro,en contra de l. Si un
hombre mayor es violento,sigo creyendo que dos personas estn en conflicto por l. Una
est de su lado y la otra est en contra.
Grove: Creo que la madre est de su ladoy la esposa est en contra de l.
Haley: Yo supondra que el padrastro est en contra de l. Sabe cunto tiempo lleva el
padrastro en lafamilia?
Grove: Lleva un tiempo. El padrastro es uno de esos tipos bondadosos,de maneras
suaves. Alguien tiene que estar de su lado. Ya he pensado que esa persona es su madre.
Si ella se le plantara,tal vez l cambiara.
L
229
Haley: La madre debe de estar de su lado; de lo contrario, l i no seratan extremado.
Grove: Su madre es una de esas mujeres afables, de voz dulce, pero s poco de ella.
Aquel da en que l apunt el revlver a su cabeza, la polica trajo a la esposa para que
intentara persuadirlo a salir de all. Trajo a su amigo para que intentara persuadirlo a salir
de alli; trajo a su madre para que intentara persuadirlo a salir de all. Su madre se mostr
preocupada por su propia seguridad.
Haley: Deveras.
Grove: Su preocupacin era hablarle a su hijo sin que l la hiciera.
Haley: En su adolescencia, l debe de haber tenido alguna historia con ella que lo lanz
por este camino.
Grove: Cmo lo remediara usted? Suponga que la hayatenido.
Haley: Yo involucrara a la madre y al padrastro, y les formulara esta pregunta: Qu
hacen ustedes con los hombres que golpean a la esposa?-. Pregnteles si el padrastro
tuvo alguna experiencia de este tipo.
Qrove: Es partidario de sonsacarles sus desacuerdos?
Haley: S, puede sonsacarles algunos de sus desacuerdos pero, en ltima instancia,
quiere que lleguen a un acuerdo y le digan al hijo: Si la golpeas, habremos terminado
contigo Grove: Qu quiere decir con eso de habremos terminado?
Haley: Que no volvern a verlo. Que no lo recibirnen su casa.
Grove: [Santo Dios! Si l la golpea otra vez y la pierde, no querra usted que su familia
pueda acogerlo y ayudarle a rehacerse?
Haley: Si es importante para l involucrarse con su familia, esa sera una consecuencia.
Usted est buscando consecuencias que lo disuadan de golpear a su esposa, amenazarla
o amenazar con suicidarse.
Grove: Usted piensa que la consecuencia debera ser perder todo contacto con sus
padres..
Haley: Yo planteara la cuestin a su madre ya su padrastro. Les dira: A veces l no
. parece ser capaz de controlarse. Otras personas tendrn que hacerlo por l.
Grove: Otras personas tendrn que plantrsele para que deje de golpear.
Haley: Pregnteles: Qu creen que podran hacer si alguna vez volviera a golpear a su
esposa?.
Grove: La respuesta tiene que ser no volverlo a ver jams?
Haley: No necesariamente, pero sera enrgica y eficaz. Si ahora l vive con la madre,
entonces all es donde acude cuando est en apuros. El se matara o ira a la crcel o a un
hospital.
Grove: No me importa que vaya a la crcel o al hospital.
Haley: [Apuesto a que no!
Grove: No quiero crear una situacin en que, si golpea a su esposa, habr perdido
realmente a todos: a su esposa, a su familia, a todos. Temo que se pegue un tiro. Estoy a
favor de establecer una consecuencia, pero no la de que perdera a sufamilia.
Haley: Sin duda. Bueno, tal vez su madre proponga una idea que a usted no se leocurrira
nunca, por ejemplo: Lo encerrara en el stano.
Grove: Pero yo creo que ella es quien lo est apoyando incondicionalmente.
Haley: Tal vez el padrastro la golpea, o la golpeaba el padre biolgico.
Grove: Probablemente fue el padre biolgico.
Haley: Si su padre viviera, usted podra asignarle la tarea de ir a hablar a su hijo.
Grove: Mencionara eso en presencia de la madre, el padrastro y l? Preguntara si el
padrede l la golpeaba?
~-
L
Haley: Mencionara el tema de que algunos hombres golpean" a la esposa. Es un hecho
corriente o extrao e inslito? Si responden que es un hecho corriente, pregnteles:
Conocena alguien que lo haya hecho?.
Grove: Ustedlo expresara as?
Haley: Lagente de clase obrera suelejuzgar aceptable que un marido golpee a su esposa.
Si ellos no pensaran as, diran: iDios mo! Es espantoso que un hombre haga eso.
Entonces usted tendr elementos para pensar que la madre no ha sido golpeada. Pero le
apuesto a que recibi frecuentes palizas. Si piensa a este hombre como un nio de doce
aos, presumira que, posiblemente, se coligaba o identificaba con un padre que
maltrataba a la madre, o se comportaba igual que l. Se modelaba a s mismo, tomando
como paradigma a ese padre. No hay razones que le impidan hacer lo mismo a los treinta
ycinco aos. Yo me preguntara si su padre biolgico nofue untipo bastante violento.
Grove: y usted qu hara para remediar eso? Le hara decir a la madre: Fue algo
terrible para m. No quiero verte haciendo lo mismo?
Haley: Cuando le hable a este hombre para ayudarlo a reconciliarse con su esposa, usted
tiene derecho a decirle: Su historia cobra importancia por el grado de violencia que ha
alcanzado. Me pregunto si en su familia no habr habido alguna persona violenta. Qu
medice de su padre biolgico? Cmoera l?. Despus entre en el tema, si quiere.
Grove: Podra plantear la cuestin estando a solas con l o en presencia de su madre y su
padrastro.
Haley: O podra hacer ambas cosas. Valo y escchelo a solas y, despus, vuelva a
abordar el tema en presencia de la madre y el padrastro.
Grove: La esposa mecont que, de nio, sus padres lo golpeaban -terriblemente.
Haley: Yo les preguntara a los padres: Cuando l era nio, les costaba disciplinarlo?
Tenan que tratarlo con mucha rudeza para enderezarlo?.
Grove: ysi los padres lo golpeaban?
Haley: Entonces hable a solas con l y pregntele: Cree que eso influy en usted?. Yo
le dira: A veces, cuando los chicos son azotados, luego azotan a otros. Uno supondra
que, habiendo vivido esa experiencia, ellos seran bondadosos con los dems, pero a
menudo no lo son. Le dira: Ante todo, usted necesita tener controles externos. Pero
empezaremos a trabajar para que adquiera cierto autocontrol.
Grove: Segn parece, cuando lo echaron del empleo por amenazar a la gente, le
ordenaron ponerse entratamiento.
Haley:"Quin se lo orden?
Grove: El adolece de cierta discapacidad. En el servicio militar lo dieron de baja por
discapacidad psicolgica. Eso le ayud a conseguir su empleo. Es algo que juega aqu
cierto papel que no logro establecer con certeza.
Haley: Ciertamente, yo indagara acerca de eso y le pedira su opinin. Pregntele si cree
haber superado esa discapacidad psicolgica.
Grove: Pero, usted piensa que aquella escenificacin de un libreto en que su esposa
regres a la sesintras haberse retiradoejemplific una pauta compartida por ambos?
Haley: Fue un retrato de su matrimonio.
Grove: Ellada ytoma.
Haley: O ella se va cuando alguien la aparta, pero luego regresa. Pienso que eso deja al
hombre en un estado de incertidumbre. Ella dice: -No quiero que esto contine. Pero
despus vuelve.
Grove: Ellavuelve cuando l est enloquecido.
Haley: A mi entender, hay dos cosas que generan violencia. Una son dos adultos en
conflicto acerca de ella; por ejemplo, si usted logra que dos progenitores se pongan de
230
L
231
acuerdo sobre cmo manejar a un hijo violento, a menudo, este deja de serlo. La otra es
un doble vnculo en el que alguien lo seduce a usted para luego dejarlo; lo seduce y lo
deja, lo seduce y lo deja.
Grave: Me quiere decir que aqu estn sucediendo ambas cosas. Tengo que intervenir en
el matrimonio para bloquear una de las cosas e intervenir con los progenitores para
bloquear la otra.
Haley: As lo creo.
Grave: Hayque sumar al juez como tercer agente.
Haley: El juez pasa a ser su arma coercitiva.
Grave: Tengo que hacer una lista de lo que necesito pedirle al juez, y enviarle una carta.
Haley: A mi juicio, tiene que empezar por resolver la cuestin con l y con ella. Con l
puede estipular un contrato que lo refrene por ahora pero, en ltima instancia, tendr que
autocontrolarse. Luego, haga que el juez lo refrene. Elabore el plan con el marido y
despus consiga el respaldo del juez. Yo procedera as.
Grave: Qucondiciones querra acordar con ella?
Haley: Le hara convenir en que abandonar a su esposo si l la golpea; quiz le hara
firmar undocumento en tal sentido. Ella no regresar, como lo hacaantes.
Grave: Tambin entregara las armas a la polica.
Haley: S, deshgase de ellas. Sabe, sospecho que usted no puede confiar en l en
absoluto, pero creo que tal vez ese hombre ya est ms all de todo esto. Tal vez haya
tenido tiempo
para reflexionar.
Grave: Lo he pensado. Ya lleva un tiempo fuera de la crcel y, si estuviera tan loco, ya
habra hecho algo.
Haley: Es posible que no cometa ms locuras, que ya no est para eso; por consiguiente,
las autoridades podran apartar' se. Pero el problema est en que usted no puede hacer
las cosas a medias. Tiene que ponerlo bajo el control del juez o dejarlo autocontrolarse.
No quiero decir que deba hacer esto. Le estoy diciendo que, tal como usted describe la
situacin, parecera que tal vez l ya ha pasado esta etapa. Ha estado en libertad. La ha
visto a ella a solas. La tiene a mano, si quisiera hacerle dao. Est preocupado por sus
hijos, pero vacila en verlos en las condiciones actuales. Si ha llevado a ese nio a pescar,
etc., buena parte de suvida gira en tomo de estos chicos.
Grave: Pasa mucho tiempo con su hijo. Suponga que est en lo cierto. El ya ha superado
esa etapa. Qu consecuencias acarreara concertar su refrenamiento con el brazo de la
ley?
Haley: Usted no quiere que las medidas que tome para protegerla a ella lo mantengan a l
en su etapa de locuras.
Grave: Las consecuencias seran que tal proteccin mantiene viva la inquietud de la
comunidad y la esposa respecto de l. Eso puede significar una provocacin para l?
Haley: Significa que cada maana se despierta pensando que lleva pegada en su espalda
una ordenjudicial.
Grave: Yo tendra que hacer lo siguiente: convocarlos conjuntamente a l ya sus padres, y
discutir el modo de inducir a su madre a tomar una posicin.
Haley: Yo le hablara de su padre biolgico. Debe de haber alguien en su familia que se
haya comportado en forma similar.
Grave: Si el pap se descontrolaba y los golpeaba, qudebera decirle a este hombre?
Haley: Yo le dira simplemente que tiene que ejercitar ms su autocontrol porque la
propensin a golpear le viene de familia. Debe de haber tenido cierta admiracin por ese
padre golpeador. Es un modo de proporcionarle una excusa para su conducta violenta; la
" - _ -
tL _ _
232
L
Despus, vi al marido a solas y le pregunt por qu lo haban dado de baja los militares.
Eso haba ocurrido diecisiete aos antes de iniciar la terapia. Me cont una historia
L
L a mujer hizo su lista y la pareja empez a ejercitarse en la expansin gradual del
accionar de la esposa sin el conocimiento del marido. Este pudo tolerar el mayor
distanciamiento de ella y ambos manifestaron una mejor disposicin de nimo en su
relacin conyugal. Adems, la esposa firm, delante de su marido, un documento
redactado por m en el que declaraba que si, habindose reconciliado, su marido volva a
golpearla, se divorciara de l. Este simple procedimiento caus un fuerte impacto en la
pareja.
Encuadr el problema como el de un marido que amaba en demasa a su esposa. De este
rnodc.to present como un hombre enloquecido por los celos. Tendra que aprender a
tolerar-cierto distanciamiento de ella. L e ped a la esposa que hiciera una lista de las cosas
que deseara poder hacer libremente sin que su marido la controlara. Respondi: Me
gustara salir a caminar quince minutos sin tener que preguntarme, temerosa, cmo
reaccionar l. Me gustara hablar con alguien en pblico, de vez en cuando, sin que luego
me pregunte quien era esa persona.
Centr mi trabajo con la pareja en los celos del marido. L e pregunt a cada cnyuge en
qu se senta incomprendido por el otro. El marido dijo que su esposa no comprenda
cunto la amaba en realidad y cunto significaba para l. L a esposa dijo, a su vez, que
aun estando separados, ella se senta imposibilitada de dar un paso sin que su esposo
supiera con exactitud dnde estaba o con quin estaba. En toda su vida conyugal, l la
haba controlado constantemente. Para l, ella era la nica persona en el mundo y se
desesperaba por no permitir que nadie se le acercase.
Poco despus de esta consulta, el juez autoriz el regreso de los hijos junto a la madre; el
marido slo podra visitar a su familia bajo supervisin judicial. L uego, el hombre tuvo que
comparecer ante el juez bajo cargos de violencia familiar, por el abuso cometido contra su
esposa. Antes de la fecha de comparecencia, le expliqu que si se avena a cumplir
algunas estipulaciones, hablara con el juez y le recomendara que le ordenara ponerse en
tratamiento en lugar de enviarlo a la crcel. Mis estipulaciones eran estas: seguira
acatando mis cuatro condiciones; si llegaba a golpear nuevamente a su esposa, ira a la
crcel; debera someterse a anlisis de deteccin de drogas tomados al azar, en el
entendimiento de que si volva a convivir con su esposa y alqn anlisis daba resultado
positivo, debera separarse nuevamente de ella hasta que su organismo evidenciara estar
libre de drogas. Acept este plan. Entonces llam por telfono al juez y le expliqu que
para poder ser til en esta situacin, necesitara contar con el respaldo de la autoridad
judicial. L e suger que ordenara al hombre ponerse en tratamiento y cumplir todas las
condiciones propuestas por m. El juez sigui todas mis recomendaciones y el hombre se
mostr mucho ms dispuesto a cooperar en la terapia. Despus de haber comparecido
ante el juez, entreg todas sus armas a la polica. Tambin encontr un empleo de su
agrado. Esto lo ayud enormemente.
excusa viene de usted, no de l. Fueron las drogas, fue la bebida, dice l. Usted dice
que fue su familia. Pero sigue siendo una excusa para esa conducta. Seguramente, l se
pregunta, perplejo:Qu demonios me pasa para que amenace as a mi esposa,
apuntndole con un revlver?
En la siguiente sesin, entrevist a la esposa a solas. Dijo que su marido le haba contado
exactamente la misma historia que me haba relatado. Explic que pese a su pasado
violento, ella se senta mucho mejor respecto de l. Desde su salida de la crcel, no la
haba golpeado ni la haba amenazado verbalmente; ni siquiera le haba lanzado una
233
Al trmino de esta sesin, a solas con mi cliente, le dije que haba reflexionado mucho
sobre su historia de cmo haba matado a un hombre. Le expliqu que, a mi entender, era
preciso que se la contara a su esposa. El se opuso enrgica-ente. Le dije que no poda
ocultarle a su esposa una historia semejante. Si lo haca, una duda roera siempre su
mente: ella lo aceptara realmente si conociese la verdad sobre su pasado? Pese a sus
enrgicas objeciones, se la cont.
Invit a la pareja y sus tres hijos a la proxima sesin. Tras discutir varias cuestiones
familiares, hice que cada hijo se sentarajunto al padre y le dijera que ellos lo amaban y no
queran que se matara. Fue muy fuerte para los nios. Cuando.ernpec a trabajar con la
familia, todos los hijos haban expresado su preocupacin por el posible suicidio del padre.
El hijo quiso repetir su turno varias veces. Luego, rompi a llorar y le dijo a su padre: No
mates a mam. El padre qued muyconmovido por las palabras de sus hijos.
:_ 7 _
Invit a sus padres a coparticipar con l en la sesin siguiente. La madre dijo que no poda
explicarse por qu era tan violento su hijo. Le pregunt si mi cliente le haba causado
serias dificultades en su niez y adolescencia, y si alguna vez haban tenido que corregirlo
a golpes. La madre contest que nunca les haba causado dificultades serias ni haban
tenido que golpearlo. Inquir si alqn otro miembro de la familia haba tenido problemas por
su carcter violento. Los padres respondieron que no haba ninguna persona violenta en la
familia. El padre biolgico, ya fallecido, nunca haba golpeado a la madre y su marido
actual tampoco la golpeaba. Ella coment que el nico problema que haba tenido con su
hijo era que, en los ltimos aos, se haba apartado de la familia. Deseaba que l le
confiara ms sus problemas y mantuviera un contacto ms estrecho con ella. Le ped
entonces que se acercara ms a su hijo, lo tomara de la mano, lo mirara a los ojos y le
dijera que lo amaba y no quera que se matara. La madre repiti esto a su hijo con
expresin muy sincera. Espontneamente, aadi que aun cuando l y su esposa
rompieran su relacin, ella querra que l manejara esa situacin. Fue muy duro para m
perder a mi esposo, pero logr sobreponerme, dijo. Sus palabras conmovieron al
hombre.
Diagnosticaron que era un enfermo mental y lo dieron de baja. Los pormenores
horripilantes de la historia me dejaron atnito. El dijo que yo era la primera persona a
quien la relataba. No la haba contado a ningn miembro de su familia, ni se la haba
contado jams a su esposa. En esta sesin, coment que segua teniendo pesadillas
violentas y preocupndose por el suicidio. Aprob que le hubiera hecho entregar sus
armas a la polica porque, de lo contrario, se podra haber pegado un tiro con alguna de
ellas. Qued muy perturbado por esta nueva informacin y decid reclutar a su familia para
que lo ayudara a superar su ideacin suicida.
increble y complicada: hallndose apostado en un buque, un compaero de armas lo
molestaba constantemente. Dijo que aquel hombre lo acosaba a diario y l perdi la
cabeza. Lo mat golpendolo brutalmente con un bate de bisbol. Le pegu hasta que
se le hundi el crneo, declar.
234
L
,~--
Grove: La situacin general es esta: el marido est cooperando en todo cuanto le pido. Ha
mejorado mucho y trata mucho mejor a su esposa. Se ha esforzado por dominar sus
celos. Ahora le permite dar la vuelta a la manzana sin interrogarla despus. Hallndose a
solas conmigo, la esposa, me cont que se siente mucho mejor en relacincon l y quiere
que regrese al hogar. He llegado al punto en que ellos han hecho todo lo que se me
ocurrira pedirles estando separados y, si ahora ella quiere que l vuelva, tendr que
retirarmey dejarlos que reanuden suvida en comn.
Haley: La esposa ha dicho alguna vez, en presencia de este hombre, que nunca tendr
una aventura?
Grove: No.
Haley: Si l ha accedido a no ser celoso y dejarla salir de casa, me parece que ella
debera acceder a notener una aventura.
Grove: Es una buena idea. He estado pensando en hacer un contrato: si se reconcilian y
ella vuelve a temerle, l tendr que irse a casa de su madre. Tendr que marcharse. Han
vivido conforme a una pauta en la que ella lo abandonaba para luego volver a l. Usted
tena razn. Ese ha sido un retrato de su matrimonio. La pauta era que ella se iba a casa
de su madre. Sola pasar la noche all, y luego retornaba al hogar. Al mes, rean
nuevamente y ella volva junto a su madre. Estoy pensando en hacerles cambiar esa
pauta, de manera tal que l deba irse a vivir con su madre si ella le cobra temor; no es
preciso que l le pegue: bastara que ella se asustara por temor a ser golpeada por l.
Haley: Otro procedimiento sera que ella se marchara a alguna otra parte que no sea el
hogar materno.
Grove: Cambiar adnde va ella, envez de quin se va.
Haley: Una de mis tcticas ha sido obtener de la esposa un convenio: si abandona el
hoqar-se ir a un hotel. Ella no querr irse a un hotel y l tampoco querr que ella vaya a
un hotel, de modo que evitarn llegar al puntoen que eso suceda.
Grove: Cree que producira el mismo efecto si l tuviera que irse a casa de su madre?
Quiero cortar el ciclo de la pareja.
Haley: Eso estara muy bien. El caso en el que estoy pensando es el de una mujer que
sola intensificar una reyerta conyugal para luego irse con su familia de origen. Empez a
trasparentarse que cada vez que haba un da feriado, ella rea con su marido y, de ese
modo, tena que irse con sufamilia.
Grove: Comprendo.
Haley: Le dijimos simplemente que si se peleaba con su esposo no podra irse a casa de
sufamilia; eso pusofin a las rias. Si tena una reyerta, deba irse a un hotel.
Grove: Su marido era un hombre celoso yviolento?
Haley: No, por cierto. Era un hombre agradable. Pero ella tena un problema con sus
familiares: no poda visitarlos, sencillamente. Para visitarlos, tena que estar huyendo de
algo.
Grove: Acaso ellos no queran verla a menos que tuviera un problema?
Dos meses despus
mirada amedrentadora. Le estaba concediendo las libertades que haba solicitado en su
lista y ella estaba dispuesta a recibir lo nuevamente en su hogar.
Cit a los dos cnyuges y les dije que, si bien me alegraba mucho que su relacin
mejorara, abrigaba serias dudas sobre su reconciliacin. Les expliqu que, si ambos
queran reanudar su vida en comn, continuara trabajando con ellos, pero las cosas
deberan ser muy diferentes de lo que haban sido antes.
235
Haley: Creo que en parte era por eso, s. Pero este caso me hizo comprender que
podemos poner fin a la escalada de rias cambiando sudesenlace.
Grove: De acuerdo. Quotros convenios cree que necesito establecer con mi pareja?
Haley: Yo que usted me reunira con ellos y les dira que les he aconsejado separarse y
ellos no parecen estar dispuestos a hacerlo. Puede decirles que pens limitarse a insistir
en su separacin, pero se dio cuenta de que no se separaran. Quieren estar juntos. Por lo
tanto, si van a estar juntos, tendrn que hacerlo en condiciones que imposibiliten
definitivamente la reiteracin de lo sucedido en el pasado. Usted querra que ellos
convinieran en que l no la amenazar de ninguna manera. Ella no despertar sus celos
de ninguna manera ni tendr una aventura con otra persona. Estoy pensando que ella
debe llevarlo de la mano, sabe usted? Despus, les allanara el camino pidindoles que
convivan a prueba por tres meses. Si en ese lapso tienen alguna dificultad, al cabo de los
tres meses se separan.
Grove: Obtendrn el divorcio.
Haley: Correcto.
Grove: Es una buena idea. Establezco un perodo experimental de tres meses. Entonces,
probablemente notendrn ningn problema por tres meses.
Haley: Creo que no. Al cabo de los tres meses, podr renovar el plazo por otro trimestre.
Grove: Ir paso a paso. Es una forma muy buena de hacerlo. Recuerdo y comprendo
claramente todo lo que discutimos la ltima vez que nos vimos, salvo que su reincidencia
como marido golpeador le traiga un castigo de su madre. Estoy realmente indeciso sobre
pedirle o no a la madre que lo repudie por eso. Dije a su madre: Necesito que me ayude
a combatir su violencia. y le pregunt: Puede ir pensando cmo hacerlo?. Saba que
deba darle ejemplos de lo que podra hacer, pero no tena ninguno. Slo quera proponer
primeramente la idea en trminos generales, en el entendimiento de que la madre volvera
para decidir la cuestin. La tengo pensando en qu posicin quiere tomar. Ella despus
me llam por telfono y me dijo: Disfrut esa sesin y estoy dispuesta a volver, si usted
quiere.
Haley: Elladebe de estar desesperada. iPobre seora! Con un hijo as.
Grove: Est tan preocupada por l. ..Adems, su salud no es buena. El no quiere
plantearle sus problemas porqueteme ser una carga para ella.
Haley: Sin duda. Sabe usted, una de las funciones que cumple su conducta extremada es,
quiz, sostener de algn modo a su madre o darle algn objetivo en la vida.
Grove: Si la est ayudando, el motivo inicial debe de haber sido que ella vivi tiempos
difciles al enviudar.
Haley: Me pregunto si cuando ella se deprime, l arma un lo o la asusta. Si hace algo
para sacarla de su depresin.
Grove: Por qu habr dicho ella que l no le caus ningn problema de nio? Plante la
cuestin como si l se hubiera retrado y apartado de ella, y se mostrara reservado acerca
de sus problemas. Eso la perturba. Quiere saber qu leest pasando a l.
Haley: Tal vez sea cierto que su modo de comportarse nada tenga que ver con su madre
pero, a menudo, el hombre que manifiesta una conducta tan extrema est protegiendo a
alguien.
Grove: Supongamos que la est protegiendo a ella, yentonces qu?
Haley: En este trimestre de prueba yo slo tratara de ver cmo logro involucrar, de algn
modo, a la madre de l con su hijo. La pareja podra ir a cenar con ella una vez por
semana.
Grove: Podra sugerirles que la invitena cenar con ellos, ya que la esposa se queja de que
su suegra no ha prestado mucha atencin a sus chicos.
f;':----
236
L
Haley: Tendra que alegar una razn; por ejemplo, decirles que la madre de l necesita
asegurarse de que ellos se llevan perfectamente bien durante este perodo de tres meses.
Por lo tanto, deberan invitarla a cenar semanalmente.
Grove: Me parece una idea excelente.
Haley: Sera conveniente, por si la conducta de l cumple alguna funcin de ayuda a su
madre. El podra comprobar su estado, semanal o quincenalmente, sin armar los.
Grove: Significara uncambio enorme paraesta pareja.
Nunca invitaron a cenar a la madre de l. Me parece una buena idea. Es otra cosa ms
muydiferente de su modode vida anterior.
Haley: Podra decirles que necesitan cambiar su antiguo modo de llevarse entre s y con
los dems. Ahora tienen que hacer las cosas de manera diferente, y esta sera una cosa
diferente.
Grove: S que el marido aceptara esa sugerencia porque quiere que su madre se
tranquilice con respecto al estado de l. Tiene otras ideas acerca de la madre de l,
adems de que la pareja la invite a cenar?
Haley: En este momento no se me ocurre ninguna. Alguna vez se han tomado
vacaciones?
Grove: Lo ignoro. Oyndolos hablar de los celos de l, me di cuenta de que l no sabe
cmo complacerla. No sabe cmo hacer algo romntico con ella, de manera que ella se
sienta realmente complacida y l pueda percibir que le ha dado placer. Si l pudiera hacer
eso, creo que tendra la certeza tranquilizadora de que, en verdad, ella quiere estar a su
lado. Entonces quiz no se pondra tan celoso. Yo le dile: Deseara que hiciera algo
romntico con su esposa. El respondi con palabras vagas y desalentadas; dijo algo as
como que no saba galantearla. Me parece que es un punto muy decisivo. En vez de
galantearla y complacerla como una forma de aferrarse a ella, la golpea y la amenaza.
Despus, teme que lo abandone a causa de su maltrato.
Haley: El marido debe sentir que ella pierde inters por l, y que luego, cuando la golpea,
se reinvolucra con l.
Grove: S.
Haley: Habra que formularles un requisito ms: al trmino de los tres meses de prueba,
tienen que pasar un fin de semana juntos, fuera de casa y sin los chicos. Podran ir a
algn lugar que elegira l, sabiendo que le agradara a ella. El pasara tres meses
tratando de averiguar adnde querra ir suesposa.
Grove: Es una buena idea. Esefin de semanatiene que ser una experiencia inolvidable.
Haley: La madre de l podra hacerse cargo de los chicos durante su ausencia. No
necesita ser unfin de semana demasiado costoso. Podran ir a Virginia Occidental y pasar
la nocheen un hotel.
Grove: Podranalquilar una cabaa.
Haley: Por supuesto. Debe ser un lugar del agrado de ella, preferiblemente donde haya
un pocode msica y baile.
Grove: Ojal l tomara algunas clases de baile con ella. Eso no cuesta mucho dinero.
Haley: Estoyseguro de que a l leaterra no saber bailar y por eso no quiere hacerlo.
Grove: Correcto. Precisamente por eso debera tomar lecciones de baile. Podran
aprender los dos juntos. Tal vez l lo disfrute de veras.
Haley: El podra menearse. (Re.)
Grove: (Re.) S. Podra hacer simplemente eso con naturalidad. De paso, ya no tiembla ni
suda. Est mucho ms relajado. Ha experimentado muchos cambios muy significativos y
est ms relajado, pero no vive en su casa. Eso es lo que me preocupa. Est relajado
mientras no convive con su esposa.
237
Ha/ey: No creo que lo haga. Barrunto que se sorprendera si usted le dijera que no debe
hablar as. Nadie le ha dicho nunca: Tiene que acabar con eso.
Grave: y si me dice noms Qu har usted en ese caso? y lo convierte en una
cuestin de machismo, qu hago?
Ha/ey: No me parece que lo haga. Pero si lo hiciese, podra responderle: No har nada
en ese caso, pero sera mejor que usted hiciera algo porque acabar metindose
nuevamente en dificultades.
Grave: A causa de esto, perdi a su esposa.
Ha/ey: Esoest bien. Pregntele: Qugana ustedcon amenazar a la gente?.
L
Ha/ey: Est relajado mientras vive con su madre.
Groue: Exactamente. Est relajado en casa de su madre. Me parece una buena idea
hacer que la madre vaya a visitarlos semanalmente. Eso indicara que l est preocupado
por su madre, verdad?
Ha/ey: As parece.
Grave: Lo nico que me sigue inquietando respecto de este hombre es que, de vez en
cuando, an recae en excesos verbales. Por ejemplo, el juez le quit todas sus armas por
un ao. Ms vale que las recupere antes de esa fecha, coment l. Luego dijo: Sabe
qu fcil sera matar a alguien? Si quisiera matarlo, slo tendra que manipular su auto de
manera tal que, al ponerlo usted en marcha, vuele por los aires. No habra ninguna
evidencia. Me lo deca a m.
Ha/ey: Qu le respondi usted?
Grave: iEspero que no haga nada semejante!, exclam. Y aad: S que est furioso
conmigo porque le ped que entregara sus armas. A mi juicio, slo deberan devolvrselas
cuando su posesin no ponga nervioso a nadie en su casa. Si todos se sienten tranquilos
aunque usted las tenga, no me opondr a sudevolucin.
Ha/ey: En mi opinin, cuando l lanza algn exabrupto, hay que responderle que debe
acabar con eso. Si l pregunta Acabar con qu?, contstele Acabar con eso de
lanzar amenazas exageradas que inquietan a la gente y lo meten a usted en tantas
dificultades. No debera hablar de volarle el auto a alguien. No diga eso nunca ms.
Grave: Manejo la situacin como si l fuera una persona psictica, como si no supiera a
ciencia cierta cmo responder en laforma que se espera de l ni cmo sern recibidas sus
palabras?
Ha/ey: Maneje la situacin como si l fuera un hombre que no se da cuenta de que asusta
a la gente contndole esas historias, de acuerdo. Dgale que no debe tener ms salidas
como esas.
Grave: Le concedo el beneficio de la duda en el sentido de que no lo hace adrede. y si
persiste?
Ha/ey: Pienso en la situacin en que l lanza una amenaza como esa y usted le dice:
Espero que no lo haga. No me parece bueno que usted responda en el nivel de su
amenaza. Tiene que decirle algo ms fuerte, por ejemplo: Es mejor que termine con esas
amenazas.
Grave: Tengo que responder en el mismo nivel de sus manifestaciones extremas.
Ha/ey: Correcto.
Grave: Estoy seguro de que l me dar otra oportunidad.
Ha/ey: Tal vez le diga: No lo estaba amenazando y otras cosas por el estilo. Usted le
contesta: Bien, entonces ser mejor que piense en su modo de hablar, porque sus
palabras suenan a amenazas ytiene que acabar con eso.
Grave: y si l me dice Qu pasara si no acabo? Qu har usted si vuelvo a decirlo?.
238
L
L
Poco despus de esta consulta, organice una reunin con varios profesionales que
estaban trabajando con este hombre. Participamos su asesor en drogadiccin, su agente
judicial de vigilancia, un psiclogo contratado por el juzgado para que lo sometiera a
diversos tests, y yo. Todos los presentes convinimos en que el hombre haba mejorado
notablemente. El psiclogo, que vena examinndolo desde haca largo tiempo, dijo no
L
Seguimiento
Grave: No puedo creer que haya llegadotan lejos con este hombre.
Haley: Es notable.
Grave: Supongo que estar involucrado con esta pareja por untiempo.
Haley: En algn momento tendra que dejar de verlos semanalmente. No obstante, debe
seguir vindolos de vez en cuando y permanecer por bastante tiempo en su vida como un
control.
Grave:S. Pero, enqu momento empiezo a retirarme?
Haley: Cuando este hombre pueda controlar su conducta violenta, usted habrterminado.
Grave: Correcto. El interrogante es: cundo s que se est autocontrolando? Qu tipo
de indicadores buscara usted?
Haley: Si es capaz de pasar cierto tiempo sin lanzar amenazas contra s mismo o contra
otros, y si sobrevive a alguna crisis conyugal sin ponerse violento.
Grave: Cuando reciban una factura subida y l pueda manejar la situacin sin ponerse
violento.
Haley: -Sabequin paga las facturas?
Grave: Lo habitual es que ella se las presente y l las pague. Ese era otro de los cambios
requeridos por ella para recibirlo en casa.
Haley: Podra establecer simplemente esto: dado que el dinero era un motivo de disputa
entre ambos, usted querra que uno de ellos manejara las facturas y el dinero, y preferir
que esa personafuera la esposa. Que ella paguetodas las facturas.
Grave: Una vez que hayan reanudado su vida en comn, presumo que surgirn varias
cuestiones que hasta ahora no hansalido a luz porque han estadoviviendo separados.
Haley: Sin duda. Puede preverlas con ellos. y si la factura de la electricidad aumenta
demasiado? y si ella sale a comprar algo y, a juicio de l, tarda ms de lo debido en
regresar al hogar?
Grave: Puedoorganizar undebate as con ellos antes de que reanudensuvida conyugal.
Haley: Entonces, cuando surjan algunas de estas cosas, al menos no los tomarn
totalmente desprevenidos. Estoyconvencido de que usted debe hacer algo con respecto a
su manejo actual de las facturas. Si ella le entrega una factura al marido y l tiene que
paqarla, podra protestar por su monto excesivo y achacrselo a ella. Quiz no haya sido
ella quien hizo subir la cuenta de la electricidad. Si proceden a la inversa, si l entrega la
factura a suesposa y ella tiene que pagarla, ella podra protestar.
Grave: El dice que protestaba porque necesitaba ese dinero para comprar drogas.
Hetev: Puede decirle que no lo necesitar ms pero, aun as, necesita este cambio. Me
recuerda un caso que tuvimos en que el marido era adicto al golf. No trabajaba, pero
insista
en pagar las facturas. La esposa le daba el dinero y l no pagaba las cuentas. Lo gastaba
en el golf. Cierta vez, hallndose de visita en la casa los padres de la esposa, les. cortaron
el agua porque l no haba pagado lafactura.
239
Sigo reunindome peridicamente con la pareja y pienso mantenerme involucrado con ella
por bastante tiempo.
En el curso de la terapia, me reun peridicamente a solas con la esposa para verificar la
conducta del marido y cerciorarme de que ella se senta segura cerca de l. Terminados
los tres meses de prueba, la esposa me dijo que continuaba sintindose segura cerca de
l. Ahora puedo discrepar con l sin temor a que me lastime, dijo. Que yo sepa, en los
nueve meses trascurridos desde el comienzo de la terapia hasta el presente, el hombre no
ha golpeado a su esposa, no le ha dirigido ninguna amenaza verbal o gestual, ni le ha
lanzado una sola mirada amedrentadora.
t:_:
Una segunda cuestin importante era la persistencia del hombre en decir cosas que
asustaban a la gente, pues insinuaban que podra ponerse violento. Aunque ya no se las
deca a su esposa, s nos las deca a m ya otros profesionales. Record que, a lo largo de
la terapia, el hombre haba respondido cuando me pona firme con l. Mantuvimos una
conversacin muy franca y muy dura, en la que insist en que abandonara por completo
ese modo de hablar. Para mi asombro, el hombre respondi y dej de usar todo lenguaje
amedrentador.
Me reun a solas con ella y su suegra, y les manifest enfticamente mi gran preocupacin
frente a la posibilidadde que el hombre reaccionara mal si persista esa tensin entre ellas
dos. Destaqu la necesidad de una tregua. Acordaron tratarse, al menos, con respeto.
Despus de una comida familiar al aire libre en casa de la madre de l, a la que asisti la
esposa, las dos mujeres encontraron, al parecer, el modo de llevarse bien.
Uno de los principales problemas result ser el gravsimo conflicto existente entre la madre
de l y la esposa. Mi intuicin inicial acerca de la familia era correcta. El tringulo ms
caliente era el constituido por el hombre, su madre y su esposa. Esto salt a la vista
cuando suger a la pareja que invitara a la madre de l a cenar en su casa. La esposa se
alter mucho ante esta idea y la rechaz.
Acordaron dar por terminado su matrimonio si el hombre golpeaba a su esposa. Durante
ese perodo, el hombre sigui varios consejos y puso en prctica algunas ideas propias
tendientes a mejorar los sentimientos romnticos entre l y su esposa. Concert una
escapada de fin de semana para ellos solos. Ambos la disfrutaron enormemente.
Atenindome a lo sugerido por Haley, establec con la pareja un perodo de prueba de tres
meses.
Todos coincidimos en que ya era tiempo de permitirle regresar al hogar.
haber visto nunca que un hombre as alcanzara una mejora tan impresionante en tan
corto lapso.
240
1_
'"-
NOTAS
241
=-
Paso B
Rehusarse a tratar directamente el problema que se presenta. Ofrecer en
cambio alguna explicacin; decir, por ejemplo, que los sntomas tienen "races'!,
Paso A
Insistir en restar importancia al problema que el paciente trae a la terapia.
Descanarlo como un mero "sntoma" y cambiar de tema. De este modo, el
terapeuta nunca tendr que examinar lo que realmente aqueja al paciente.
1 .EI camino directo hacia el fracaso se basa en un conjunto de ideas que,
si se utilizan combinadas, son casi infalibles.
Presentaremos un esquema que incluye una serie de procedimientos que
permitirn aumentar la probabilidad de fracasar a, cualquier terapeuta. Sin ser
exhaustivo, ste incluye los factores, que la experiencia seal como esenciales y
que incluso pueden ser utilizados por terapeutas sin talento especial.
Todava no tenemos, en el campo de la terapia, una teora del fracaso.
Muchos clnicos suponen que cualquier psicoterapeuta que se lo proponga puede
fracasar. No obstante, estudios recientes 'sobre el resultado de la terapia indican
que los pacientes mejoran espontneamente con mayor frecuencia de lo que se
supona. Estos resultados, a pesar de algunas teoras anteriores, muestran que
entre el cincuenta y el sesenta por ciento de los pacientes anotados en listas de
espera y pertenecientes a listas de control, no slo ya no desean tratarse al
trmino del perodo de espera, sino que adems se han curado realmente de sus
problemas emocionales. Si estos resultados se confirman en estudios posteriores,
un terapeuta incompetente, con slo sentarse y rascarse en silencio tendr xito
por lo menos en un cincuenta por ciento de sus casos. Cmo puede entonces
fracasar un terapeuta? El problema no es irresoluble. Podramos aceptar el hecho
de que un terapeuta tendr xito con la mitad de sus pacientes y hacer lo posible
por suministrarle una teora que le ayude a fracasar con la otra mitad. Tambin
podramos arriesgarnos y ser ms aventurados algunas tendencias sugieren que
el problema puede enfocarse de un modo ms profundo, creando procedimientos
para evitar que mejoren aquellos pacientes que lo hacen espontneamente. Est
claro que este objetivo no se lograr sin hacer nada. Si deseamos que un
terapeuta sea un verdadero fracaso, debemos crear un programa con el marco
ideolgico apropiado que posibilite un entrenamiento sistemtico durante un cierto
nmero de aos.
EL ARTE DE FRACASAR COMO TERAPEUTA
Las Tcticas de Poder de J esucristo
y otros ensayos
J ay Haley
CAPITULO 4
El Arte de Fracasar como Terapeuta
242
L
4 .No poseer una teora sobre el cambio teraputico, a menos que sea
ambigua e indemostrable. No obstante, debe estar claro que resulta
antiteraputico dar a un paciente directivas de cambio; podra seguirlas y cambiar.
Es necesario sugerir que el cambio ocurre espontneamente, siempre que los
terapeutas y pacientes se comporten de acuerdo con las normas apropiadas. Para
3 .Apoyarse en un solo mtodo de tratamiento sin tener en cuenta la
diversidad de problemas que aparecen en el consultorio. A los pacientes que no
se adecuan a este mtodo, se los debe considerar intratables y dejarlos librados a
su suerte. Una vez que un mtodo se ha mostrado reiteradamente ineficaz, no
debe ser abandonado. Las personas que experimentan con variantes deben de
ser juzgados con severidad por estar mal entrenadas e ignorar la verdadera
naturaleza de la personalidad humana y de sus trastornos. Incluso, si es
necesario, se puede decir que "en el fondo" son profanos.
~: .
El lector encontrar ms ejemplos de cmo enunciar un diagnstico que
incapacite al terapeuta, en el Manual de Diagnstico de la Asociacin Americana
de PSiquiatra.
2 .Es particularmente importante confundir el diagnstico con la terapia. Un
terapeuta puede parecer un experto cientfico sin correr el riesgo de tener xito en
los tratamientos; para lograrlo, basta con utilizar un lenguaje diagnstico que le
haga imposible pensar en procedimientos teraputicos. Por ejemplo, uno puede
decir que un paciente es agresivo-pasivo, que tiene profundas necesidades de
dependencia, que tiene un yo dbil o que es impulsivo. Ninguna intervencin
teraputica podr formularse en este lenguaje.
Se podra pensar que este conjunto de ideas hara fracasar a cualquier
terapeuta; sin embargo, los cerebros ms respetados del campo teraputico han
reconocido que existen todava otros pasos necesarios.
Parece que, de seguir estas directivas, cualquier psicoterapeuta ser
necesariamente un incapaz, sea cual fuere su talento natural, ya que no tomar en
serio el problema del paciente, ni tratar de cambiarlo y temer que la mejora del
problema tenga efectos desastrosos.
Insistir en que si un problema se alivia aparecer algo peor. Este mito
ayuda a no saber qu hacer con los sntomas; adems, fomentar la cooperacin
de los pacientes, al crear en stos el temor a mejorar.
Paso e
para evitar enfrentarse al problema que el paciente desea solucionar y por el cual
est pagando dinero para ser tratado. De este modo, aumenta la probabilidad de
que el paciente no mejore, y las futuras generaciones de terapeutas podrn seguir
ignorando la habilidad especfica que se necesita para que la gente supere sus
problemas.
243
6. Como paso posterior para dominar a los pacientes que podran mejorar
espontneamente, es importante advertirles sobre la frgil naturaleza de la gente y
L
5 .Insistir en que slo muchos aos de terapia cambiarn realmente a un
paciente.
Este paso nos remite a algunas acciones especficas que deben efectuarse Con
aquellos pacientes que podran mejorar espontneamente sin tratamiento. Si se
los puede convencer de que no se han Curado, Sino que slo han huido hacia la
salud, es posible ayudarles a recuperar su enfermedad retenindoles en un
tratamiento prolongado. (Siempre se puede sostener que slo un tratamiento a
largo plazo puede curar a un paciente como para que no vuelva a tener ms
problemas en toda su vida.) Afortunadamente, el campo de la terapia no posee
una teora de la sobredosis; por eso un terapeuta hbil puede mantener a un
paciente sin mejorar durante diez aos sin que sus colegas protesten, no importa
lo celosos que estn. Aquellos terapeutas que intentan prolongarlo a veinte aos
deberan ser felicitados por su coraje, aunque se les puede considerar temerarios,
a menos que vivan en Nueva York.
i
L
Si los terapeutas en formacin insuficientemente entrenados insisten en
aprender a propiciar los cambios, y si un gesto de fastidio ante sus preguntas no
los detiene, podra resultar necesario ofrecerles alguna idea general, ambigua e
indemostrable. Se puede decir, por ejemplo, que la tarea teraputica consiste en
hacer consciente lo inconsciente. La tarea teraputica se define entonces como la
transformacin de una entidad hipottica en otra entidad hipottica, lo que hace
imposible lograr algn tipo de precisin en la tcnica teraputica. Es parte de este
enfoque ayudar al paciente a "ver" cosas sobre s mismo, en especial 'las
relacionadas con traumas del pasado; de este modo no se corre el riesgo de que
sobrevenga algn cambio. La regla fundamental consiste en sealar a los futuros ..
terapeutas que el insight y la "expresin de afecto" son los factores originadores
de cambio; as sentirn que algo ocurre en la sesin sin arriesgarse a tener xito.
Si alguno de los estudiantes ms avanzados insiste en obtener conocimientos ms
profundos sobre la tcnica teraputica, resulta til dar una vaga explicacin de
"cmo elaborar la transferencia". Se permite as a los jvenes terapeutas una
catarsis intelectual; adems, pueden hacer interpretaciones transferenciales y esto
los mantiene ocupados.
aumentar la necesaria confusin general, resulta til definir la terapia como un
procedimiento que permite descubrir lo que anda mal en una persona y las
razones por las que eso ocurre. De este modo, no se corre el peligro de que, de
forma impredecible, surjan teoras sobre cmo propiciar el cambio. Tambin se
debera insistir en que el cambio ocurre en el interior del paciente: as pues, como
el fenmeno permanece fuera del campo observable, resulta imposible estudiarlo.
Si se acenta el "trastorno subyacente" (que debe ser claramente distinguido del
"trastorno manifiesto"), no surgirn preguntas sobre los aspectos desagradables
de la relacin terapeuta-paciente" ni ser necesario incluir en el problema del
cambio personajes sin importancia como, por ejemplo, aquellos con los que el
paciente mantiene vnculos estrechos.
244
12. Por ltimo, no podemos dejar de destacar que resulta absolutamente
imprescindible rehuir la evaluacin de los resultados de la terapia. Si stos se
examinan, la gente que no est totalmente entrenada tiende a descartar los
enfoques que no son eficaces ya desarrollar aquellos que lo son. La nica manera
de asegurarse de que la tcnica teraputica no mejore y que no se cuestione lo
que ya se ha escrito, consiste en ocultar los resultados y evitar cualquier
observacin sistemtica y continua de los pacientes. Errar es humano, y en la
profesin es inevitable que unos pocos individuos anormales intenten realizar
11. Es fundamental negarse con firmeza a definir el objetivo teraputico. Si
un terapeuta tiene alguno en mente, alguien podra preguntarle si lo logr;
entonces, la idea de evaluar los resultados surgir de manera ms virulenta. Si es
imprescindible definir algn objetivo, debe planterselo de un modo tan ambiguo y
esotrico que cualquiera que pretenda establecer si se ha cumplido abandone
desalentado la tarea y se lance a un campo menos confuso, como el
existencialismo.
10. Evtense los pobres porque se empearn en obtener resultados y no
se los puede distraer mediante conversaciones profundas. Evtense asimismo los
esquizofrnicos, a menos que estn bien drogados y encerrados en la prisin
psiquitrica. Si un terapeuta encara a un esquizofrnico desde el ngulo familiar y
social, tanto el terapeuta como el paciente corren el riesgo de que ste se cure.
9. Es posible que la regla ms importante sea ignorar el mundo real del
paciente y acentuar en cambio la importancia vital de su infancia, de su dinmica
interna y de sus fantasas. Se consigue as que ni el terapeuta ni el paciente traten
de cambiar la relacin de este ltimo con la familia, los amigos, los estudios, los
vecinos o el tratamiento. Por supuesto que si estas situaciones no se modifican,
no podr mejorar, y as se garantiza el fracaso mientras se cobra por escuchar
interesantes fantasas. Hablar sobre los sueos resulta una manera agradable de
pasar el tiempo, como tambin experimentar con las reacciones a distintos tipos
de pldoras.
8. El terapeuta debera interpretar lo que al paciente le resulte ms
desagradable acerca de s mismo, para que surja en l la culpa y se quede en
tratamiento con el fin de resolver dicha culpa.
7. Otro paso para frenar a los pacientes que podran mejorar
espontneamente consiste en concentrarse en su pasado.
sealar que, si mejoran, podran sufrir crisis psicticas o dedicarse a la bebida.
Cuando "la patologa subyacente" se convierta en el trmino ms corriente de las
clnicas y los consultorios, todos evitarn ayudar a sus pacientes a mejorar e
incluso los mismos pacientes se frenarn si comienzan a independizarse. Los
tratamientos a largo plazo podrn entonces convertirlos en fracasos teraputicos.
Si aun as parecen mejorar, siempre se los puede distraer ponindolos en terapia
de grupo.
245
;-'-
1.
.s . _ '
~.
Sea pasivo
Sea inactivo
Sea reflexivo
Sea silencioso
Sea precavido
--
e .
Los cinco consejos que garantizan el fracaso dinmico:
Evidentemente, este programa de' doce pasos hacia el fracaso, a veces
llamado el dodeclogo cotidiano del campo clnico, no excede la capacidad de'urr
psicoterapeuta corriente bien entrenado. Llevarlo a la prctica tampoco exige
cambios importantes en la ideologa clnica ni en la prctica enseada en nuestras
mejores, universidades. El programa se enriquecera si contramos con un
trmino positivo para describirlo; recomendarnos la palabra "dinmica", porque
tiene un sonido atractivo para la generacin ms joven. El programa podra
llamarse: terapia que expresa los principios bsicos de la Psiquiatra Dinmica, la
Psicologa Dinmica y el trabajo Social Dinmico. En las paredes de todo instituto
que formara terapeutas se podra colocar un cartel que dijera:
estudios de evaluacin. Deben ser cuestionados y condenados de inmediato,
afirmando que esa gente slo posee una comprensin superficial de lo que ocurre
en terapia, que su enfoque sobre la vida humana es tambin superficial y qu el
inters que muestran en los sntomas, en lugar de centrarse en los problemas de
la personalidad profunda, demuestra su tendencia a la simplificacin. Como rutina,
se los debera eliminar de las instituciones respetables y no otorgarles fondos para
investigacin. Como ltimo recurso se los puede colocar bajo tratamiento
psicoanaltico, o fusilar.
246
-
NOTAS
247
Empec mis tareas de investigacin en la dcada de los cincuenta al
estudiar, entre otras cosas, la naturaleza de la esquizofrenia, la hipnosis y la
terapia. En aquella dcada estos tres fenmenos experimentaron un cambio
sustancial, porque los entendidos pasaron de conceptuarlos como individuales, a
considerarlos de ndole interpersonal. Por primera vez, desde que se acu la
palabra que la designa, la esquizofrenia se vio como una respuesta de la conducta
a una situacin social. La familia y el personal hospitalario se definieron como
parte de la enfermedad, lo que determin la aparicin de ambientes teraputicos y
de la terapia familiar. La hipnosis, que siempre se haba entendido como un
fenmeno unipersonal, empez a serlo como una conducta de respuesta a otra
persona. En vez de considerrsela efecto de una imantacin o de una relajacin, o
un fenmeno de sueo, se examin la hipnosis como una respuesta peculiar a la
peculiar conducta de un hipnotizador. Los trabajos de Milton H. Erickson, que
De los tres misterios, la terapia ha llegado a ser el ms importante. Grandes
sumas de dinero se invierten en el arte y la ciencia de modificar a alto nmero de
personas. En el campo cientfico y en lo que podramos llamar el "mercado", se
libran entusiastas disputas sobre los muchos tipos distintos de terapia. Me referir
aqu, en tono poco formal, a mis propias aventuras durante los aos en que me
dediqu a la enseanza de este tema y lo investigu. Mi propia manera de pensar
sobre la terapia y de practicarla se origina en parte en mis maestros,
especialmente Milton H. Erickson, y en parte en investigaciones. Las influencias
ejercidas por la investigacin, que aqu pondr de relieve, me llevaron en el curso
de los aos a incertidumbres y confusiones sobre la terapia y, finalmente, a una
posicin lgica sobre tal fenmeno.
Entre los misterios de la vida humana, hay tres que presentan
caractersticas especiales. En qu consiste la esquizofrenia? Qu es la
hipnosis? Cul es la naturaleza de la terapia? Esos misterios tienen aspectos en
comn. Los tres suponen un proceso de comunicacin paradjica capaz de
exasperar, como dira. Gregory Bateson, el terico deseoso de "poner todo
claramente por escrito". Los tres son discutibles; en relacin con cada uno hay
grupos que debaten sobre su definicin y su naturaleza. En cada uno de los tres
casos se ha planteado incluso la cuestin de su existencia misma.
LA TERAPIA, UI\I FENOMEI\lO NUEVO
Las Tcticas del Poder de J esucristo
yotros ensayos
J ay Haley
CAPITULO 8
La Terapia, un Fenmeno Nuevo
248
~-
Al margen de esto, debo consignar que una influencia muy importante sobre.
quienes empezbamos a ver la terapia como algo interpersonal fue la ejercida por
Harry Stack Sullivan. Don D. J ackson tuvo la tarea de supervisarme y l, a su
vez, fue supervisado personalmente por Sullivan. Para ilustrar el cambio de
mentalidad que se oper en aquel tiempo, mencionar que yo tena a mi cargo,
como terapeuta, a un paciente hospitalizado con diagnstico de esquizofrenia, a
quien vea a diario desde haca varios aos. Un da, este caballero inici la
entrevista conmigo dicindome algo as: "Esta maana sal en mi submarino, y
debamos reunirnos con el barco que nos reabastecera de combustible frente a
Madagascar pero desdichadamente el buque haba recibido el impacto de una
bomba atmica y lleg en el ltimo momento, rengueando y tarde, con sus jarros
chinos a media asta". La respuesta teraputica acostumbrada se habra basado en
la idea de que el paciente, puesto que se encontraba encerrado en un hospital y
no tena un submarino, expresaba la fantasa de una mente desordenada. El
enigma slo habra girado en torno de la posibilidad de que hablara al azar, o en
cambio expresara un significado simblico basado en experiencias de la niez.
Debido a la influencia de Sullivan sobre J ackson, deba hacer frente a otro
problema: el problema de la manera en que el comentario del paciente se
relacionaba conmigo. Advert que esa maana yo haba llegado tarde a la
entrevista. La referencia a un barco de abastecimiento de combustible que llegaba
Resulta curioso que en la dcada de los cincuenta todos hayan empezado a
pensar en trminos ms sociales; Los etlogos estudiaron a los animales en su
ambiente natural, se prest atencin a la organizacin de las empresas y se
popularizaron los grupos de todo tipo. Se observ a las familias en su
funcionamiento real y por primera vez, al utilizarse medios de registro
audiovisuales, la conducta del terapeuta entr a formar parte de la descripcin de
la terapia. La ciberntica, ciencia de los sistemas autocorrectivos, proporcion el
marco de referencia terico para los procesos grupales en estudio.
pusieron su nfasis en la induccin interpersonal del trance, ejercieron su
influencia en esa dcada. Erickson tambin tuvo peso sobre la terapia, que en la
dcada de los aos cincuenta empez a verse por primera vez como un fenmeno
interpersonal. Antes de ese momento era posible leer la bibliografa sobre terapia
y no llegar a saber qu haca el terapeuta durante la entrevista, porque en realidad
no se encontraba presente. La sesin se centraba en el paciente y sus
esperanzas, sus sueos, su pasado y sus proyecciones en el terapeuta. En esa
dcada se estableci que lo dicho por un paciente era una respuesta a lo que
haca el terapeuta, no un mero informe sobre su propia naturaleza interior. Como
lo sostuvo Bateson, un mensaje es al mismo tiempo un informe y una orden, de
modo que involucra a ms de una persona. Segn creo, en 1948, J ohn Rosen
public por primera vez la entrevista completa correspondiente a una sesin de
terapia, no un simple extracto anecdtico. Confeccion entrevistas
mimeografiadas y tambin reprodujo, palabra por palabra, una entrevista
teraputica con un paciente con diagnstico de esquizofrenia. Leer el dilogo de
dos personas durante la terapia, y no un simple resumen del caso, constituy una
revelacin sobre la esquizofrenia y la terapia.
249
Cuando yo empec a investigar, durante dicha dcada, los estudios sobre
los resultados de la terapia empezaban a indicar que sta no determina ningn
cambio. No menos interesante fue la investigacin sobre la remisin espontnea.
Una de las formas que asumi ese estudio consisti en examinar los cambios que
se operan cuando un paciente est en la lista de espera, dispuesto para la futura
Podemos hoy decir que hay, acerca de la existencia efectiva de la terapia,
muchas ms pruebas de las que haba en la dcada de los aos cincuenta? El
nmero de clnicos se ha multiplicado por millares, y tambin aument el nmero
de las escuelas de terapia. Sin embargo, no parece haber una mayor certeza en
cuanto a la teora y la prctica de la terapia. Todava nos enfrentamos con la
inquietante cuestin de si los terapeutas consiguen ejercer alguna influencia.
Ms an, la pregunta que, por primera vez, se formulaba seriamente era la
de si la terapia realmente exista, en el sentido de que sirviera para provocar un
cambio. Haba una correlacin efectiva entre la conducta de un terapeuta y un
cambio que ste procuraba obtener en el cliente, o era la terapia una ilusin? El
hecho de que personas eminentes la hubieran practicado y de que esa prctica ya
llevara varias generaciones no significaba necesariamente que no fuera ilusoria.
Ms de una empresa acometida en la rbita de la ciencia haba terminado por'
decepcionar. Podramos recordar la ciencia de la frenologa, o sea el estudio del
carcter por la forma del crneo y sus protuberancias. Se pens que tal ciencia se .
fundaba en hechos demostrables, por lo que cont con muchos entusiastas entre
los cientficos universitarios. Durante muchos aos se publicaron, en la prensa
especializada nacional e internacional, informes sobre los resultados que
arrojaban las investigaciones frenolgicas. Hoy hemos abandonado todo eso
como ilusorio, pero nos queda, como leccin, el hecho de que muchas personas
inteligentes se engaaron al respecto durante largo tiempo.
Al considerar hoy esos grandes misterios, comprobamos que el ms
revolucionario, en cuanto a produccin de teora e innovaciones, es la naturaleza
de la terapia. Es tambin el punto ms difcil de investigar. Cuando estudiamos un
tema, preferimos un campo definido en relacin con el cual nos resulte posible
reunir datos y formular hiptesis. Al estudiar la terapia, nos agradara conocer de
qu hechos se trata, qu teoras permiten explicarlos y cules son las tcnicas
ms eficaces para determinar cambios bien definidos. Cuando inici mis
investigaciones en este terreno, no estaba del todo claro qu se deba examinar y
cmo.
EXISTE LA TERAPIA?
tarde bien poda tomarse como un comentario corts 'Sobre mi demora. Por
cortesa entiendo, en este caso, que se me ofreca la oportunidad de interpretar en
beneficio del paciente qu simbolizaban para l los submarinos, o bien de
ofrecerle mis disculpas por mi tardanza. Aqullos eran los das en que los
esquizofrnicos eran los grandes maestros de psiquiatra, antes de que se pusiera
de moda administrarles frmacos.
250
L
L
i::._
Vino a verme una mujer de 19 aos, que presentaba temblores de la mano
derecha. Se trataba de un temblor incontrolable e intermitente, que haba
persistido durante un ao de tratamiento y que los exmenes neurolgicos no
explicaban. Me la remitieron para que yo curara su sntoma mediante hipnosis,
mientras el psiquiatra segua trabajando con las races del sntoma en su niez,
todo lo cual configuraba un curioso arreglo que yo, en aquel tiempo, a veces
aceptaba. Le pregunt a la joven sobre lo que sucedera si el sntoma se
agravaba. Dijo que perdera su trabajo, porque tena dificultades cada vez
mayores incluso para sostener un lpiz y escribir. Le pregunt qu ocurrira si
perda su trabajo. Contest que entonces su marido tendra que trabajar. Esto me
ayud a pensar que el sntoma era interpersonal, aspecto que yo estudiaba en ese
preciso momento. Supe que se haba casado poco tiempo atrs y que el marido
no lograba decidirse por ir a la escuela o ir a trabajar. Entretanto, ella lo mantena.
El sntoma poda ser entendido como un problema de la pareja. Sin embargo, al
conversar sobre ese matrimonio, comprob que el problema poda definirse en
funcin de una unidad ms amplia. Sus padres se haban opuesto al casamiento y
seguan hacindolo, pues no aprobaban al joven. La madre telefoneaba a diario
para preguntarle si ella regresara a casa de ellos ese da. Ella le subrayaba a la
madre que ahora estaba casada y tena su propio departamento. La madre
responda: "Eso no va a durar" y segua llamndola, para animarla a abandonar a
su marido y volver a casa de sus progenitores. Me pareci que la mano
temblorosa y el comportamiento del marido no podran explicarse al margen del
panorama familiar. El marido pareca convencido de que nunca conseguira
contentar a los padres de ella por ms que lo intentara. Si optaba por trabajar, el
terapia. Se comprob que del 40 al 60% de las personas incluidas en la lista se
recobraban de sus sntomas. A la luz de la observacin de familia, que
efectubamos en aquel tiempo, se vio que quiz la remisin espontnea llegar a
ser en realidad mayor que lo indicado por dicha proporcin. Se discutieron las
virtudes o ventajas de la lista de espera, pero sobre todo pareci de suma
importancia establecer si un alto porcentaje de personas se recobraban de sus
problemas sin terapia. De ser as, esto habra significado que cuando una persona
ya haba llegado a estar en terapia en el momento de su remisin espontnea, el
mrito iba a ser adjudicado al tratamiento. En el supuesto de que la mitad de los
pacientes de cualquier terapeuta se hubiesen recobrado si el profesional se
hubiera limitado a eclipsarse, aquel terapeuta que no hiciera nada habra sido el
ms eficaz por alcanzar una tasa de curaciones del 50%. Para los profesionales,
en consecuencia, el enfoque ms seguro consistira en no hacer nada. Puesto
que as la mitad de sus pacientes se curaran, el terapeuta no habra podido
menos que confiar en ese punto de vista. y por entender que la terapia consiste en
producir un cambio, el profesional vivira en una ilusin que nicamente los
resultados econmicos hubieran mantenido. Sin embargo, no slo el examen de la
lista de espera, sino tambin el descubrimiento de las familias y de cmo ellas
mismas determinan cambios condujo a incertidumbres sobre el efecto de la
terapia. Permtaseme mencionar un caso -como siempre debera hacerse al hablar
de terapia- para mostrar tanto lo difcil que resulta definir qu es un problema,
como lo es definir la situacin de cambio espontneo.
251
En ese experimento, el doctor Bavelas entreg a los sujetos un panel con
muchos botones y una luz. Les dijo que el experimento consista en un test con
registro del tiempo utilizado. La tarea se reduca a establecer los botones que
deban oprimir para encender la luz. Los sujetos empezaban a pulsar botones ya
vigilar la luz. Al cabo de un rato podan, oprimiendo la serie adecuada de botones,
encender la luz. A continuacin explicaban, por ejemplo, que para ello era
necesario apretar el botn del ngulo superior, despus el del ngulo inferior,
luego dos veces el del medio ya continuacin el tercero a partir de un extremo.
Podan probar sus teoras oprimiendo los botones y encendiendo la luz una y otra
vez.
No slo es posible que la terapia tenga escaso efecto; tambin lo es que la
confianza del terapeuta en su teora no se vea afectada por el resultado.
Preferiramos creer no slo que podemos determinar qu es la terapia y qu no lo
es, sino tambin cundo surte efecto y cundo no. A menudo tomarnos nuestra
certeza de que estamos causando un cambio curativo como prueba de que
efectivamente as ocurre. Cuando empec a investigar la terapia entr en contacto
con un inquietante estudio, efectuado antes, que me impuls a adoptar una actitud
de cautela frente a la confianza en las teoras. En el marco de un programa
experimental sobre la ndole de las familias normales y las anormales, yo recurra
a los servicios de Alex Bavelas, psiclogo social, como consultor. En su propia
lnea de investigaciones, el doctor Bavelas estudiaba las formas en que los seres
humanos construyen teoras. A continuacin resumir un experimento particular
suyo, que no creo que l haya publicado.
Este caso, as como otros, me ayudaron a abandonar el concepto de que
los sntomas-estn profundamente arraigados en el individuo ya considerarlos
adaptativos a un sistema social. (Pueden presentarse y desaparecer tal como
cambia la situacin de una persona en la vida. Naturalmente, cuanto ms tiempo
se encuentra una persona en tratamiento, ms posibilidades existen de haber en
su vida un cambio positivo, independientemente de la accin teraputica.
empleo no era lo bastante bueno para la hija. Si decida ir a la escuela, le
replicaban que ella se vea obligada a trabajar para pagarle los estudios. En
consecuencia, se encontraba imposibilitado de hacer nada. Apliqu en este caso
una variedad de recursos teraputicos, con buen resultado. La mano dej de
temblar, el marido empez a trabajar y los suegros comenzaron a ayudar al
matrimonio. Sin embargo, durante la poca en que me felicitaba a m mismo por
este xito, no pude pasar por alto otro cambio que se haba operado durante la
terapia. La joven haba quedado embarazada. En tales circunstancias, iba a verse'
obligada a dejar su trabajo, de modo que el marido fue a trabajar para mantenerla.
Los progenitores, que la queran de vuelta en casa, no la queran de vuelta con un
beb. Empezaron a ayudar a la pareja. El sntoma desapareci. Como por
entonces ella se encontraba en terapia, el mrito fue atribuido a sta, y el nmero
de pacientes que me eran remitidos aument. No obstante, creo que el cambio
sobrevenido en la joven bien hubiese podido producirse estando ella en la lista de
espera.
252
Los sujetos miraban una clula y formulaban una suposicin; a
continuacin hacan otro tanto con las clulas siguientes, y as empezaban a
construir una teora. Concluan, por ejemplo, que, una clula enferma presentaba
un sector sombreado, y una saludable, no. Como se les deca que acertaban slo
el 60% de las veces, pronto dedujeron que considerar enferma una clula que
presentaba un rea sombreada era errneo. Por lo tanto decidieron que haca falta
algo ms. Entonces a la idea de que haca falta un sector sombreado le aadieron
adems alguna cosa que colgara, eso era una clula enferma. De nuevo
". -
,
c .
Lo que sucedi en la realidad era que las clulas mostradas en las
diapositivas se haban elegido al azar; ninguna estaba, en particular, enferma ni
sana. Adems, el doctor Bavelas aplic un programa. Dijo a cada sujeto que haba
dado la respuesta correcta en el 60% de los casos, sin tomar en cuenta lo que l
hubiera manifestado. O sea, que cuando los sujetos conjeturaban si se trataba de
una clula enferma o sana, el 60% de las veces se les dijo que sus conjeturas
haban sido correctas, y el 40% se les dijo que eran errneas. El refuerzo no
estaba en funcin de lo que dijeran era independiente de sus respuestas.
En mis investigaciones sobre la terapia, trat de establecer si efectivamente
inducamos los cambios que creamos. El hecho de que varias generaciones de
terapeutas hayan credo en la teora y en los resultados no significa que la prueba
fuese slida. Permtaseme mencionar otro experimento de Alex Bavelas que bien
podra retratar la historia de la terapia. En este otro experimento sobre
construccin de teoras, el doctor Bavelas peda a sus sujetos que formularan una
teora en un campo donde ellos no tenan conocimiento alguno. Les mostraba, por
ejemplo, diapositivas de clulas y les deca que algunas estaban enfermas y otras
eran clulas sanas. La tarea consista en observar esas clulas y conjeturar cules
eran unas y Otras. Puesto que los sujetos no saban nada en materia de clulas
enfermas o sanas, no les quedaba ms alternativa que apelar a sus clculos. El
doctor Bavelas les advirti que les informara de si sus conjeturas eran acertadas
o no.
Una vez completada esa tarea, el doctor Bavelas poda decir, o no, a los
sujetos que en realidad la luz se encenda cada 20 segundos cualesquiera que
fuesen los botones que ellos opriman. Haban estado viviendo en la ilusin de que'
sus actos precipitaban un hecho que, en verdad, ocurra independientemente de lo
que ellos hiciesen. As como el terapeuta puede hacerse la ilusin de que con su
tratamiento provoca un cambio que, en realidad, resulta de otras acciones, del
mismo modo los sujetos vivan una ilusin. Algunos de ellos se rehusaron a
creerlo cuando se les dijo que ellos no encendan la luz. Cuanto ms alto era el
nivel de adecuacin y la capacitacin de los sujetos, cuanto ms seguros se
encontraban stos de que haban encendido la luz pulsando los botones correctos.
(Algunos renunciaron a la ilusin slo despus de haber sometido ellos mismos a
otras personas al experimento.) Despus de conocer estos resultados, fui
cauteloso en la bsqueda de pautas mediante el interrogatorio de pacientes y
familias.
253
.........
='"
n
Cuando el doctor Bavelas se diriga a uncuarto sujeto, al que le imparta las
mismas instrucciones, el individuo que estudiaba la teora, ya extraordinariamente
compleja, deca: " Al demonio conesto", y la desechaba. Al empezar todo de
nuevo, fomulaba sus propias conjeturas y construa despus su propia teora,
basada enel 60% de aciertos que se le habanadjudicado. Se le solicitaba que la
pusiera por escrito, y esa teora pasaba entonces a la siguiente generacin de
sujetos, y as sucesivamente. El doctor Bavelas estableci la existencia de una
curva senoidal. En el curso de las generaciones, las teoras aumentaban en
complejidad, hasta que se operaba una revolucin y las teoras anteriores
quedaban descartadas. Los sujetos empezaban de nuevo a acumular una
creciente complejidad al sucederse las generaciones, hasta que alguien haca a
unlado nuevamente la teora. Creo que sta bienpodra ser una narracin de la
historia seguida por la terapia, si no por todas las empresas cientficas. Si
aceptamos la idea de que todo terapeuta alcanzar una tasa del 50 al 60% de
buenos resultados al hacer terapia, conindependencia de la accinejercida enla
terapia; formular, acerca de la forma en que sta funciona, una teora cuya
complejidad aumentar a medida que se presenten fracasos; la transmitir a la
generacinsiguiente, que la encontrar correcta enun60%, aproximadamente, de
los casos, y aadir ms complejidad a la teora conel finde mejorarla, y as la
transmitir a la generacin siguiente. Llegado cierto punto, los jvenes terapeutas
dirn: "Entonces todo de nuevo, y abordemos la cuestinentera enforma distinta".
Formularnentonces una teora ms sencilla, y as sucesivamente.
!~..
Cuando se complet el experimento, el doctor Bavelas pidi a cada sujeto
que formulara por escrito su teora sobre la diferencia entre las clulas enfermas y
las saludables. Despus ofreca a un sujeto nuevo esa explicacin escrita,
dicindole que el anterior sujeto haba elaborado esa teora a partir de sus
conjeturas. Al nuevo sujeto se le indicaba que recibiera esa teora, la utilizara si lo
deseaba y la corrigiera si le pareca necesario. El individuo examinaba la teora y
observaba las diapositivas. Tambin a l se le deca que haba acertado slo en
un60%, de modo que, segn poda comprobarlo, la teora recibida era correcta
slo aproximadamente enun50%. Enconsecuencia, l deba aadir sus propias
complicaciones al formular sus suposiciones. Al hacerlo, creaba una teora ms
compleja an, que deba explicar por escrito. Esa teora pasaba a unnuevo sujeto,
de la tercera generacin, que la examinaba y despus ejecutaba conella la misma
tarea: el sujeto de la tercera generacin estudiaba esa descripcin terica, ms
compleja, y empezaba a aplicarla a su propia tarea de conjeturar cules eranlas
clulas enfermas y cules las sanas. Tambin a l se le adjudicaba slo un60%
de aciertos. Naturalmente, comprobaba que la teora que se le haba
proporcionado no era suficientemente adecuada; entonces le haca sus propias
aportaciones y la converta enuna ms compleja todava.
comprobaronque se equivocaban, pues slo se les dijo que habanacertado enel
60% de los casos. A medida que estudiaron las clulas, debieron acentuar la
complejidad de sus teoras acerca de lo que era una clula enferma y lo que era
una sana.
254
L
Aparte de preguntarnos si la terapia tiene realmente influencia, quienes
realizamos investigaciones al respecto necesitamos detel1ninar qu es terapia y
qu no lo es. As como resulta difcil decir en qu consiste la esquizofrenia y en
qu no, o qu es hipnosis y qu no, se vuelve difcil distinguir entre la terapia y
otras actividades. El buen consejo, es terapia? Lo es la influencia accidental y
aleatoria que tiene efecto positivo? Si tal es el caso, qu ocurre con el criminal
detenido, para su rehabilitacin, en una prisin? Podramos definir la terapia como
el caso de un cliente que se somete por voluntad propia a un tratamiento con el fin
de cambiar, y sin embargo se es slo uno de los contextos en que se da, puesto
que los terapeutas trabajan tambin con pacientes involuntarios tanto dentro como
fuera de instituciones. No podemos examinar la terapia sin considerar su contexto
social, y si hay algo nuevo en el mundo es el empleo de la terapia para restringir y
controlar a personas. En respuesta a una alteracin del orden pblico, el gobierno
proporciona fondos para crear centros de salud mental en vecindarios pobres, y
all un terapeuta se encuentra ante el interrogante de si es agente de control social
o un terapeuta que auxilia a un paciente. Pueden formularse aun otras preguntas
sobre ese papel de agente y para quin se realiza. Es el terapeuta un agente del
Estado? En una familia, es el agente de los progenitores que desean controlar la
conducta de un hijo? En el caso de un matrimonio. Es el terapeuta que trata a
una mujer por sus problemas de ansiedad el agente de un marido dispuesto a
pagar para que otro escuche las quejas de la esposa?
QUE ES LA TERAPIA?
En sntesis, estamos ante la posibilidad de que nuestras teoras de la
terapia se basen en procesos de cambio espontneo y no en nuestras acciones.
Si as ocurre, contaremos con un producto razonablemente bueno, con un alto
nivel de confianza en el hecho de saber que estamos determinando un cambio, y
con el consenso de los colegas y docentes. A medida que se suceden las
generaciones, creeremos que las teoras mejoran, cuando en realidad se limitan a
hacerse ms complejas con el fin de explicar sus fracasos. Adems, todo esto
puede suceder sin que el resultado de nuestros tratamientos dependa de nuestras
propias intervenciones. Tal es el marco de incertidumbre con que me enfrent
cuando enseaba e investigaba la naturaleza y la prctica de la terapia. Esta es
todava hoy la situacin.
Es lcito sostener, a mi juicio, que la terapia conductista empez como un
rechazo de las teoras psicoanaltlcas. que haban llegado a ser cada vez ms
densas y complejas, hasta un punto que dificultaba mucho su comprensin. Ahora
es la terapia conductista la que resulta cada vez ms compleja, al surnrsele
intrincadas teoras del aprendizaje y la cognicin. Del mismo modo, muchos de
nosotros empezamos a hacer terapia familiar como una tentativa de formular una
teora ms sencilla y descartar complejidades anteriores que no tenan pertinencia
para la tarea teraputica. En este momento hay, en la esfera de la terapia familiar,
entusiastas que proponen teoras ms densas y complejas, dotadas de sus
propias aventuras circulares, epistemolgicas.
255
Es posible que la decisin ms importante adoptada en la historia de la
terapia haya sido la de que debe ser pagada por hora. Supongamos que, en.
cambio, se hubiera estipulado que el terapeuta debe cobrar una suma fija por el
tratamiento positivo de un problema. No hubiesen cambiado la teora y la
prctica? Podemos considerar que ese da no est lejano, a medida que las
aseguradoras mdicas, que tanto influyen sobre la ndole de la terapia brindada,
A juicio de los investigadores, cuando la terapia cambia de contexto
tambin debe cambiar de carcter. Si tenemos en cuenta tan slo las condiciones
de financiacin, vemos que el terapeuta que ejerce en privado y el que depende
de una institucin desarrollara diferentes teoras acerca del ritmo de avance y la
profundidad de la terapia. Quisiera citar a un gran terico, l\I1arkTwain: "Si se me
dice dnde obtiene un hombre su pan, yo dir cules son sus opiniones".
Esa teora y ese enfoque estaran fuera de lugar en un organismo de salud
mental que atendiera a trabajadores menesterosos. Cuando se trata de un marido
ebrio o una esposa infiel o un hijo delincuente ninguno de los cuales quiere estar
en terapia pero a los que el tribunal les impone hacerlo cmo puede
contemplarse la posibilidad de explorar tranquilamente las fantasas de la niez?
En tal situacin. un terapeuta debe elaborar una teora en el sentido de que la
terapia debe tomar en cuenta las influencias del momento de que es importante
redistribuir el poder con arreglo a una jerarqua y una organizacin y de que la
accin en vez de la reflexin, es lo que puede aportar un rpido cambio. El
objetivo debe ser ms bien un cambio de la conducta que una modificacin del
contenido de las fantasas.
En alguna poca fue posible investigar la terapia en el entendimiento de
que era ms o menos independiente de su contexto. El caso es que hoy la terapia
se practica en tan distintas formas y en tantos contextos diferentes que esa
simplificacin ya no es posible. Por supuesto la prctica de la terapia diferir
segn los mbitos en que se la ejerza; en consecuencia la teora que la gue
deber adecuarse al contexto. Por ejemplo. en la prctica privada un terapeuta
que tiene clientes adinerados. o cubiertos por un sistema que paga la terapia
aplicar una teora y una prctica determinadas. En esta situacin. el terapeuta
emplea un tratamiento largo y carente de urgencia que explora la naturaleza y los
orgenes del descontento del cliente. La teora apropiada para este caso ofrecer
posibilidades de descubrir ideas sutiles en la psique de la persona contemplar
por anticipado una lenta superacin de la resistencia y supondr que existe una
larga historia de influencias pasadas que determinan el pensamiento actual.
ES LA TERAPIA LA MISMA EN TODAS PARTES?
En la ltima dcada hemos visto que el impacto social de la terapia se
desarrolla en todas las esferas de la comunidad y ya no podemos seguir pensando
que el tratamiento es un proceso entre dos personas. Es una empresa una
profesin as como el agente de muchas fuerzas.
r ..
256
e
Ii._
L
Me inici en el ejercicio de la terapia sin haber recibido una capacitacin
apropiada, cualquiera que hubiese podido ser esa capacitacin, y llegu a formar
a otros a los que ni siquiera se les haba preparado en el college para hacer
terapia. Demostraron ser muy competentes en esa tarea, aun cuando careca no
slo de ttulos de capacitacin, sino tambin de todo cuanto los dems terapeutas
de clase media haban alcanzado, es decir, una educacin universitaria. En la
dcada de los aos sesenta entraron los pobres en el campo de la terapia.
Tuvimos que ensear a los terapeutas de clase media a comprender a los pobres,
o bien, a los pobres a ser terapeutas. Hicimos ambas cosas. Al emprender la tarea
de capacitar a gente de la comunidad para el ejercicio de la terapia, descubrimos
que mucho de lo que se consideraba esencial para un terapeuta en realidad no
era necesario. El ttulo universitario, la formacin en filosofa y psicologa, los
cursos sobre uso de tests: nada de todo eso pareca ser indispensable, ya que la
gente de la calle, si se le brindaba enseanza y supervisin apropiada, poda
desenvolverse eficazmente en la terapia. Resulta claro que, sin importar en qu
consiste la terapia, es posible preparar a terapeutas de muy distintas maneras
yesos profesionales sern competentes, o ms que los que estn en listas de
espera.
En la poca en que estudiaba la terapia, no slo se puso sobre el tapete el
problema de su naturaleza misma, sino tambin, inevitablemente, el criterio acerca
de quin debe ejercerla y de cmo debe ser la preparacin de ese profesional. A
medida que los terapeutas empezaron a agremiarse al obtener sus ttulos
profesionales, tuvieron que demostrar que su capacitacin era de tal ndole que
ellos estaban facultados para introducirse en vidas ajenas, en tanto que otras
personas, carentes de esa formacin, no deban hacerlo. Sin embargo, all est el
curioso problema de que todas las profesiones exigen preparaciones distintas. Si
los psiquiatras aceptan que los psiclogos hagan terapia, admiten que sus propios
aos de estudios de medicina son innecesarios. Si los psiclogos aceptan que los
psiquiatras o los asistentes sociales ejerzan la terapia, reconocen que sus aos de
trabajar con tests e investigar estn fuera de lugar. Si los asistentes sociales dicen
que los psiquiatras y psiclogos pueden hacer terapia, afirman que sus cursos
sobre historia de la asistencia social no son esenciales para un terapeuta.
Mientras se discuta este problema en el crculo de los profesionales establecidos,
hubo una intrusin de nuevas personas que entraron en este campo por la puerta
de la terapia familiar y diversas formas de asesoramiento que se encontraban al
margen de las profesiones establecidas. Si se las autorizaba a hacer terapia, todo
cuanto esas profesiones haban enseado no era necesario.
QUIENES DEBERIAN HACER TERAPIA?
consideren la posibilidad de orientarse hacia la conclusin de contratos breves por
problemas especialmente definidos y resueltos con xito.
257
Hubo aun otra analoga, o metfora, que nos impuso limitaciones a todos y
aun hoyes fuente de confusin. Utilizada para construir una teora, tambin sirvi
como arma polmica contra otras teoras que competan con las propias. En el"
marco de una antigua tradicin, se sostuvo que, en el ser humano, las entidades
importantes desde el punto de vista de la terapia se encontraban distribuidas
verticalmente. Es decir, la parte consciente estaba en lo alto, y la inconsciente en
lo profundo. Esta analoga permita hablar de "elevar" algo hasta el plano de la
Recuerdo a un erudito y distinguido psicoanalista que inici una disertacin
con estas palabras: "Todos sabemos lo que es fuerza y lo que es debilidad. Un
msculo es fuerte, o bien es dbil. Lo mismo sucede con el yo. El yo es fuerte o es
dbil". Esa clase de analoga era tpica de aquel momento. En la actualidad, el yo
es una entidad hipottica, una abstraccin creada en un intento de explicar algn
fenmeno de la conducta. Considerarlo fuerte o dbil, como es un msculo, y
proponerse fortalecerlo, presumiblemente con la ayuda de algn aerobisrno
teraputico, es tomar al pie de la letra, en la ms curiosa de las formas, una
metfora. Lo interesante es que en las tres zonas de misterio a que nos referimos
al principio se produce una confusin entre lo literal y lo metafrico. En la
esquizofrenia, la persona dice con frecuencia cosas como: "Cuando me pongo
nervioso tengo mariposas en el estmago, y son azules y amarillas". En la
hipnosis, las imgenes metafricas son aceptadas como algo natural, como parte
del trance. En terapia, recurrimos a analogas, historias y metforas para influir
sobre los pacientes, que responden a ellas como a un mensaje tomado al pie de la
letra. O bien, creamos una metfora como parte de una estructura terica y la
tomamos literalmente. En el momento en que inici mis investigaciones, no slo el
yo era tomado al pie de la letra; adems, toda la estructura intrapsquica estaba
dotada de tal realidad que pareca posible examinarla mediante una intervencin
quirrgica. Exista tambin la analoga, que impona sus propios lmites, con la
caldera de vapor. Se deca que si un conflicto no estallaba aqu como
consecuencia de las presiones internas, estallara all, bajo la forma de un
sntoma. Es de notar que una analoga mucho ms razonable para la relacin
entre las personas y el motor de vapor fue la idea del "regulador" que lo
controlaba, propuesta por Maxwell por los aos de 1870, y cuya importancia no se
reconoci hasta que los tericos de la ciberntica la adoptaron casi un siglo
despus en una teora de los sistemas.
=
A parte de todas las cuestiones sociales que surgieron durante ese perodo,
desde el principio de las investigaciones sobre la misma terapia hubo un problema
de carcter terico. Las analogas formuladas en el plano de lo terico, es decir,
las metforas, encerraban a cada uno en una manera particular de pensar y
contribuan a impedimos la conceptualizacin de las nuevas formas de terapia en
desarrollo. Parece ser propio, de la naturaleza de la teora su capacidad para
restringir el pensamiento. En esta panicular situacin, las analogas eran
demasiado limitadas como para dar cabida a todas las complejidades y los
cambios que se operan en la misma terapia.
EL EMPLEO DE LA METFORA
258
L
Si contemplamos hoy el campo de las relaciones humanas y vemos cmo
ha sido necesario curvar y estirar las teoras para que llegaran a abarcarlo todo,
nos parece lgico que se necesiten diferentes teoras para distintos fines. Las
teoras etiolgicas de la psicodinmica no conducen a un conjunto de operaciones
teraputicas. Por ejemplo, una persona puede dedicarse a coleccionar zapatos y
tener armarios llenos de ellos. Se la puede diagnosticar como compulsiva y
encontrar el origen del problema en fijaciones de su niez. Anlogamente, una
persona temerosa de salir a la calle puede ser considerada fbica y su temor
Ejemplo de ello es la teora psicodinmica: posea categoras de
diagnstico, creaba para la investigacin hiptesis susceptibles de ser sometidas a
prueba y abarcaba intervenciones teraputicas encaminadas a lograr un cambio.
De igual forma, la teora del aprendizaje proporcionaba todo el marco de
referencia necesario si uno adoptaba ese enfoque en la esfera clnica. Los
terapeutas de la familia supusieron, a su vez, que la teora de los sistemas lo
abarcaba todo y era capaz de explicar tanto la etiologa como el cambio.
Alguna vez se pens que una sola estructura terica poda incluir todos los
aspectos del campo clnico: diagnstico, investigacin y terapia. No se consider
necesario tener una teora para la investigacin y otra para la terapia, o bien una
para explicar la etiologa y otra para describir el cambio.
CUANTAS TEORIAS SE NECESITAN?
Una dificultad con que la investigacin tropez durante aos fue la de
encontrar los medios apropiados para mediar un cambio "profundo" provocado por
la terapia, a diferencia de un cambio "superficial". Ahora estamos en condiciones
de saber que el problema ms serio de la investigacin estriba en escapar de esas
analogas y en reconocer, cuando intentamos describir un cambio, que estamos
hablando de personas reales que hacen cosas en el mundo real.
Me pregunto cuntas horas de seminarios y controversias se han
consagrado a esta metfora de lo que est arriba y 10 que se encuentra abajo. El
examen de otras alternativas permite apreciar lo limitada que es. Supongamos que
se hubiera convenido en que el inconsciente estaba a la izquierda, no abajo, y que
lo consciente estaba a la derecha. Uno habra podido decir: "Mi terapia es ms
izquierdista que la suya", o bien: "He efectuado una interpretacin de extrema
derecha". Una objecin a la terapia podra consistir en acusarla de "derechista", lo
que traera consigo todo un conjunto de connotaciones.
conciencia o de "sepultarlo" en el inconsciente. Tambin era posible ofrecer
interpretaciones "profundas", por entenderse que la zona importante estaba "all
abajo" en las races, no aqu, en el plano superficial. Desde el punto de vista
polmico, resultaba posible decir que la terapia efectuada por otras personas era
"superficial", en tanto que la propia era "profunda". Esto lo dijeron con frecuencia,
acerca de aquellos de nosotros que hacamos terapia breve, los profesionales que
hacian una terapia interminable y la calificaban de profunda.
259
Ejemplo: se puede explicar el maltrato de una mujer como fenmeno
sistmico, en que la mujer provoca al marido, que entonces la golpea, a
continuacin de lo cual la secuencia se repite por s misma. La cooperacin entre
L,
Es interesante que, por efecto de la teora de los sistemas, haya vuelto a
presentarse, bajo una forma distinta, la cuestin del libre albedro. Si se supone
que una persona acta de determinada manera debido a lo que otra persona
hace, no queda margen para la eleccin individual. Se plantea entonces la
cuestin de si esa visin determinista posibilita la terapia: sta supone que una
persona debe ser considerada responsable de sus actos. Cuando se procura
modificar la situacin, una teora que explica por qu alguien ejecuta talo cual
acto no es necesariamente til.
Normalmente, la teora de por qu las personas son tal como son constituye
la teora ms interesante y, en consecuencia, quienes siguen estudios clnicos se
interesan ms por esa perspectiva que por una teora de cmo modificar la
conducta del paciente. En las instituciones donde se estudia es difcil ensear
operaciones teraputicas reales. Lo que se ensea, en general, son las teoras
que explican por qu la gente ha llegado a ser tal como es.
Donde parece demostrarse ms claramente que la teora sobre la causa de
un problema no ayuda, cuando se trata de determinar un cambio en el paciente,
es en la esfera de la teora de sistemas aplicada a la familia. Resulta interesante la
idea de que las personas quedan atrapadas en secuencias, e insisten en reiterar
ciertas conductas debido a la accin de procesos autocorrectivos. Es posible
advertir, por ejemplo, que el hecho de que mejore la conducta de un nio puede
llevar a una amenaza de separacin matrimonial, lo cual conduce a una recada
del nio, seguida por un cambio de actitud de los progenitores, que entonces
vuelven a sentirse unidos. Se trata de una teora excelente para explicar la
estabilidad, pero, cmo funciona en cuanto a teora del cambio? No slo no
conduce a intervenciones claramente aconsejables para lograr un cambio, sino.
que constituye una teora contraria al cambio. Cuando se trata de modificar un
sistema, es preferible pensar en forma lineal y jerrquica, porque as las
operaciones teraputicas aconsejables se hacen evidentes.
! : l .. .
adjudicado a traumas muy anteriores o a deseos ocultos. Sin embargo, la teora
no conduce a un conjunto de operaciones que permitan reducir el nmero de
zapatos que hay en el am1 ario, ni describe cmo debe hacerse para que la
persona fbica salga de su casa. Lo ms que puede hacerse con esa teora es
continuar explorando junto con el cliente la etiologa del problema con la
esperanza de que ste desaparezca. De esa teora no se desprende que existan
siete estrategias para determinar una modificacin de la conducta de coleccionar
zapatos. Estos procedimientos podran derivar de la teora del aprendizaje, pero
sta sera incapaz de ofrecer una idea interesante y seductora de la causa por la
cual la persona colecciona zapatos. La teora psicodinmica tampoco es capaz de
ocuparse de hacer intervenir a un esposo en la terapia de una mujer agorafbica
para lograr que sta consiga salir de casa, tanto como ambos consortes se
permitan.
260
1 .Si vemos que es posible que el cambio se opere con independencia de la
terapia, con riesgo de que el terapeuta se adjudique el mrito cuando no debera
hacerlo, podemos deducir lgicamente que la terapia debe ser breve. Ya que si se
trata a los clientes durante aos, en todo ese tiempo pueden concluir sus estudios,
casarse, tener hijos, divorciarse y pasar por toda clase de cambios que es posible
~-
Quisiera recapitular algunas de nuestras incertidumbres acerca de la terapia
y su relacin con la prctica actual de sta. No podemos tener la seguridad de que
la terapia influya realmente sobre las personas, y el hecho de que anteriores
generaciones estuvieran seguras al respecto no nos infunde la misma seguridad.
Cuando examinamos la terapia dando por supuesto que existe, nos encontramos
en dificultades para decir qu es y qu no es. No slo resulta difcil diferenciarla de
las actividades de control social y de los procesos educativos; adems, parece
diferir, segn los contextos sociales en que se la aplique. No consiste en un solo
tipo de conducta. Cuando intentamos pensar sobre la terapia, nos encontramos
confinados y restringidos por metforas y teoras clnicas ajenas al problema de
cambio que se procura obtener en el paciente. En vista de todas esas dudas e
incertidumbres, cmo puede hoy actuar un terapeuta y docente responsable?
Cmo debemos proceder para no engaar al pblico que paga por nuestros
servicios? En gran medida, tales incertidumbres, derivadas de la observacin y la
investigacin, me condujeron a la particular clase de terapia que he desarrollado y
que enseo. Existen, para una terapia, ciertas lneas de orientacin que me
parecen las ms dignas de confianza. Quisiera bosquejarlas.
LINEA DE ORIENTACION
En sntesis, el campo de la terapia presenta actualmente la dificultad de que
se necesita una teora para el diagnstico, otra para la etiologa, otra para las
operaciones teraputicas encaminadas a lograr una modificacin, y otra para
describir la vida normal.
Se podra aadir aun otra teora por ser necesaria en este campo. Si lo que
los progenitores se proponen es criar a. Nios normales, las teoras clnicas no
ayudan a hacerlo. No parece razonable permitir a un pequeo hacer esto cuanto
se le antoje para que no llegue a ser una persona reprimida, como lo postula la
teora psicodinmica. Ni tampoco parece razonable asignar a los progenitores
firmes papeles que deben cumplir de acuerdo con un orden jerrquico, como se
podra hacer en el caso de una intervencin estructural destinada a un nio que
presenta problemas. Lo que se hace, cuando algo marcha mal, no es
necesariamente lo apropiado para todo lo que se debe hacer en condiciones de
vida normales.
ambas personas constituye una manera de explicar por qu sobrevienen los malos
tratos. Sin embargo, si lo que uno se propone es poner fin a esa violencia, la teora
de la contribucin de ambos no sirve. Se necesita una intervencin de carcter
lineal.
261
3 .Si hay dudas acerca de cmo verificar el resultado de la terapia, podra
considerarse razonable que el terapeuta se centrara en un problema particular. De
esta forma uno puede determinar si el problema subsiste o no. No parece
razonable, en cambio, aceptar para la administracin de terapia problemas de
carcter ambiguo, O problemas de relacin de sistema, cuando resulta imposible
establecer si fueron modificados con xito.
4. Para reunir pruebas acerca de lo que sucede en la vida de un paciente,
as como para determinar si la terapia est provocando un cambio, probablemente
lo mejor sea permitir la intervencin de la familia. Esta no slo puede contribuir al
xito de la terapia, puesto que los parientes inspiran cambios que el terapeuta por
s solo no puede lograr; adems, ayuda al terapeuta a situarse en el contorno real,
donde es posible observar, si lo hay, el cambio. Una mujer que slo ofrece
fantasas sobre el marido no proporciona la informacin que llega cuando se dirige
a su marido. En la actualidad se tiene una clara idea de la desventaja que supona
para los terapeutas de antes su negativa a verse con los parientes, incluso
hablarles por telfono, porque crean que ello interfera en las fantasas del
terapeuta sobre la familia.
5 .Si el terapeuta quiere estar seguro .acerca de si tiene o no influencia, lo
ms sensato parece ser que concentre su atencin en la conducta e imparta
directivas de cambio, en vez de limitarse a hablar sobre ideas. Discutir problemas
a la luz de la introspeccin slo conduce a modificar la capacidad del paciente
para considerar las cosas a esa misma luz, a diferencia de lo que sucede con un
cambio de conducta, que puede ser observado. Este problema se encuentra al
margen del hecho de que las personas adoptan una actitud ms cooperativa y
menos resistente al cambio si uno evita formular interpretaciones o facilitar la
introspeccin.
6 .Si el terapeuta se propone influir sobre la conducta de un paciente para
modificarla, es lgico que organice la terapia con vistas a lograr que suceda eso.
Si se prefiere creer que el pasado de una persona programar su presente, .
parte del propsito de la terapia consistir en cambiar el pasado. Mediante las
diestras tcnicas de remodelacin que hoy utilizamos, y con la ayuda de un
cuidadoso empleo de la amnesia, es posible impedir que la gente tenga los
terribles pasados que alguna vez tuvo. El uso de la amnesia es particularmente
til. Al parecer, podemos llevarnos muy bien unos con otros si hoy olvidamos lo.
que nos hicimos mutuamente ayer. Remodelar el pasado con arreglo a la
ideologa psicodinrnica y, de esta manera, traer a la luz todos sus peores
aspectos traumticos parece ser de menos ayuda que reestructurarlo en forma
ms positiva y recurrir a la amnesia para olvidar su peor parte.
atribuir, errneamente, a la terapia. Las intervenciones breves pueden revelar
mejor si lo que induce el cambio es la terapia o son factores externos.
2 .Cuando existe incertidumbre acerca del cambio, lo ms aconsejable:
parece ser centrarse en la situacin ms fcil de observar y no detenerse en lo
invisible. Lgicamente, entonces, uno debe interesarse por la vida actual y real del
paciente, que puede ser examinada, antes que por el pasado, del que no existen
pruebas, o por las fantasas, de las que no se puede demostrar nada.
262
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Haba aun otro aspecto que muestra una diferencia con la tendencia actual
de la terapia: en aquellos das el terapeuta no se haca responsable de provocar
un cambio en el paciente. Si alguien preguntaba a un analista: " Consiste su
tarea en modificar a las personas?", el analista responda que no. Su tarea era
ayudar a las personas a comprenderse a s mismas; que cambiaran o no era cosa
de ellas. La posicin opuesta parece hoy ms razonable en lo que concierne a la
Las lneas de orientacin que acabamos de exponer se basan en una idea,
cuya claridad se evidencia por s misma, acerca de la terapia, y lo que salta a la
vista es una curiosa comprobacin. Se dira que los procedimientos que
recomiendo para la terapia son precisamente lo opuesto de los que se empleaban
hace treinta aos, en el momento en que inici mis investigaciones sobre el tema.
En aquella poca, y todava hoy, ocasionalmente, en las grandes ciudades,
imperaban cienos supuestos: se entenda que la terapia deba ser de largo plazo y
tratar acerca del pasado y no del presente, que no deba centrarse en un problema
sino en cuestiones de carcter vago, que deba evitarse el contacto con todos los
parientes del paciente y que la introspeccin, la intuicin y la interpretacin
constituan el principal recurso teraputico, en vez de la accin; asimismo, se
ayudaba a la persona a recordar todos los momentos ms desagradables del
pasado, y la capacitacin profesional consista slo en la terapia personal del
terapeuta.
Tal vez, si reflexionamos un poco lo que mayor importancia tenga sea
confiar en las ideas y acciones del propio terapeuta. El nfasis puesto antes en la
terapia personal form a profesionales que se sentan inquietos con sus propios
conflictos inconscientes y sus impulsos internos hostiles y agresivos. En la
actualidad parece ingenuo ensear al terapeuta a desconfiar de s mismo y.a
continuacin esperar que, con la confianza necesaria del caso, ofrezca alimento "y
ayuda al desamparado y al infortunado.
Limitarse a estar sentado detrs, a escuchar y decir: "Cunteme algo ms sobre
ese punto", significa hacer una terapia que no se dirige a nada, no tiene lugar de
destino. Para que la terapia alcance un objetivo, el terapeuta debe fijarlo. Para
llegar all el terapeuta debe, tanto como le sea posible, preparar como mejor
pueda lo que va a ocurrir. Parece ingenuo confiar al cliente la iniciativa de la
conversacin, la conducta y las ideas, cuando l mismo ha acudido a la consulta
porque no sabe cmo cambiar su manera de ser.
7 .Si queremos estar seguros de que no estamos cobrando dinero por
razones falsas y de que nuestra terapia surte efecto positivo, es indudable que
debemos capacitar a los profesionales en la aplicacin de tcnicas de terapia
eficaces. As como el tratamiento debera centrarse en el presente que puede
observarse, la capacitacin debera atender sobre todo a las acciones del
terapeuta que pueden observarse, recurriendo, preferiblemente, a la videocinta o a
la prctica realizada en una habitacin con un espejo unidireccional. Que la
posibilidad de ensearle a un terapeuta cmo se puede influir sobre un paciente
dependa de su terapia personal es lo mismo que evitar que aprenda cmo
modificar a toda persona en general.
263
Si bien hoy los profesionales no poseen una capacidad extraordinaria, la
visin de lo que puede llegar a ser el futuro si contina la tendencia actual merece
alguna reflexin. Habr un grupo de personas expertas que consagraron aos en
capacitarse y practicar la tcnica de influir sobre las dems. Sabrn cmo impartir
directivas que sern seguidas, y cmo influir sobre otros sin que stos se den
cuenta. Sern capaces de movilizar las fuerzas de la familia y la comunidad con
vistas a provocar los cambios que ellos desean. Grupos de terapeutas combinarn
sus ideas en la planificacin de estrategias tendientes al cambio. A medida que
esos profesionales y sus maestros adquieran creciente pericia en sus prcticas,
utilizarn en beneficio propio el poder que ejercen sobre otras personas. Cules
sern los lmites de ese poder? Cuando consideramos los tres misterios, que
mencion al principio, de la vida humana, vemos que la gente siempre ha tenido
miedo a la esquizofrenia ya la hipnosis. Se acerca el tiempo en que la terapia
podr despenar temores y, en rigor, ya los ha despenado. Si capacitamos a
profesionales para que adquieran pericia en la manera de influir sobre los dems,
debemos procurar que confinen el ejercicio de su destreza al logro de objetivos
positivos. Se trata de un problema que los maestros de artes marciales afrontaron
cuando ensearon las maneras ms cientficas de utilizar la fuerza corporal en el
combate. De poco sirve afinar que a los terapeutas no debe interesarles el poder,
puesto que para ayudar a otros a veces es necesario ejercer poder y contar con la
destreza correspondiente. Tampoco parece razonable ensear a los terapeutas a
ser ineptos, como medio para evitar que influyan. Como es lgico, necesitamos a
Hemos llegado a un momento revolucionario en el campo de la terapia.
En vez de preocuparnos con pesimismo por la posibilidad de que los
terapeutas no tuvieran influencia alguna sobre las personas, tal como, segn lo he
sugerido, ocurra al comenzar el ejercicio de esta profesin, lo que ahora nos
preocupa es la perspectiva de que los terapeutas adquieran tal destreza en el arte
de influir, que debemos pensar en la manera de gobernar a los terapeutas.
En resumen, la corriente ms importante de la terapia actual representa lo
opuesto de lo que se haca en el pasado. Algunas personas han cambiado por
influencia de maestros, otras lo han hecho gracias al mtodo de ensayo y error, y
otras, despus de estudiar las investigaciones sobre terapia. Hoy existe una
generacin de profesionales que han adoptado seriamente el camino de
determinar cambios en los individuos. No son asesores ni consultores, ni
observadores objetivos, como tampoco especialistas en la formulacin de
diagnsticos. Son seres cuya tarea consiste en adquirir pericia en el arte de influir
sobre otros. Estn capacitados para lograr que otras personas sigan sus
sugerencias, con inclusin de sugerencias que ellas mismas no saben que estn
recibiendo.
responsabilidad. El terapeuta ya no es slo un consultor, sino alguien que tiene
entre manos la modificacin de una persona y fracasa si el tratamiento fracasa.
Tal como lo dira Erickson, un terapeuta debe aprender muchas maneras distintas
de modificar a muchas clases diferentes de personas, o bien dedicarse a otra
profesin.
264
terapeutas que sean capaces de ayudar a personas acongojadas gracias a que
saben cmo hacerlo. Entretanto, cmo controlaremos a esos individuos que
adquieren pericia en el arte de controlar a otros? Lgicamente, la capacitacin de
tales profesionales en las tcnicas teraputicas debe efectuarse en un marco de
tica y autodisciplina. Nuestro problema se complica cada vez ms a medida que
entran en este campo terapeutas de tantas clases distintas y que la terapia se
transforma en una profesin lucrativa antes que en el ejercicio de una vocacin. La
capacidad tcnica puede servir para transformar a personas en pacientes por
razones de dinero, aunque tambin sirva para curarlas. Posiblemente, el modelo
hacia el que debamos volvernos sea el que desarrollaron otras personas para
controlar a individuos capacitados en el empleo eficaz de la energa y el poder. En
definitiva, podramos adoptar un modelo derivado de las artes marciales y la
religin oriental, que ensean maneras de alcanzar poder dentro de un marco de
armona y control propio. En ese sentido, sera apropiado adoptar preceptos de la
filosofa aikido. Podramos constituir una sociedad donde la terapia se definiese
del siguiente modo: "El arte de defenderse y defender a la sociedad sin
aprovecharse de otras personas ni infligirles dao".
LES F'EDlr,IOS RE:SF-"='NDER ESTA E~J CIjEST,A. HASTA HABER TEmIINADO LA LEI: TUR.M DE SU
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r.ibajo teraputico con parejas gay, hepodido co-
; .iteriores asertos. Si bien escierto queladinrni-
, homosexual masculina esmuy distinta a I n elela
roscxual y a la delarelacin lsbica. tambii I10 e:-
-nuchas similitudes con el modelo preexistente yqn'
rico. Los problemas relacionados con la id.i.rliza-
e o, la relacin entre los gneros, la monogamia d '
; .ligamia de hecho, laincomunicacin, los (,']os y
;~',1 ser inherentes a todo tipo deparejas.
19 iinos aos asesor profesionalmente aun I:.are-
ires que llevaban 17aos devivir juntos, D spu.,
ierun el problema emergente que les confl . \1<11 1
"(iros),uno deellos me dijo: "hedescubierto .iueL~
r )1 ,lle importante, cuando uno secompromete el.
.icpareja, no es no tener problemas, sin i .lesa-
Tamientas para resolverlos juntos".
co: .vencido que as esy que vale lapena un " :uer-
oP: I rasolucionar losproblemas que nevitabl. ,llT\-e
uar.do se establece una relacin de pareja ':.l:J lJ i
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erados, ya no hay nada ms que hacer, EL,otra .
.cn circunstancias enlas que esms conv. .icn .
;" emocional deambos, diluir larel.icin de~nrej::,
, in estoy convencido que larelacin eleparcj.i .ipa -
.TO y la orientacin sexual de sus r.iiembro.; ex '
, "-'n queno esuniversal. Hay personas con la, ,:jP, '
!Idpara emprender esaintensa aventura ( .VI\
, mto que hay otras que no desarrollan l11 \'OC -
i\,iecada ser humano en ste y ol 'OS muei ,-,)S a: -
vida actuase no en funcin d,' los n: lat. s
.n. siguiendo su sabidura interior.
71 Pi. REJ A

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