Este documento resume los agrafa y loguia de Jesús, que son dichos y sentencias atribuidas a Jesús que no aparecen en los Evangelios canónicos. Explica que los Evangelios no pretenden ser exhaustivos. Luego clasifica los agrafa y loguia en tres grupos: 1) de fuentes apócrifas, judías y musulmanas con poco valor histórico, 2) de códices del NT y tradición patrística con mayor garantía de autenticidad, y 3) encontrados en otros libros del NT. Finalmente,
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Este documento resume los agrafa y loguia de Jesús, que son dichos y sentencias atribuidas a Jesús que no aparecen en los Evangelios canónicos. Explica que los Evangelios no pretenden ser exhaustivos. Luego clasifica los agrafa y loguia en tres grupos: 1) de fuentes apócrifas, judías y musulmanas con poco valor histórico, 2) de códices del NT y tradición patrística con mayor garantía de autenticidad, y 3) encontrados en otros libros del NT. Finalmente,
Este documento resume los agrafa y loguia de Jesús, que son dichos y sentencias atribuidas a Jesús que no aparecen en los Evangelios canónicos. Explica que los Evangelios no pretenden ser exhaustivos. Luego clasifica los agrafa y loguia en tres grupos: 1) de fuentes apócrifas, judías y musulmanas con poco valor histórico, 2) de códices del NT y tradición patrística con mayor garantía de autenticidad, y 3) encontrados en otros libros del NT. Finalmente,
Este documento resume los agrafa y loguia de Jesús, que son dichos y sentencias atribuidas a Jesús que no aparecen en los Evangelios canónicos. Explica que los Evangelios no pretenden ser exhaustivos. Luego clasifica los agrafa y loguia en tres grupos: 1) de fuentes apócrifas, judías y musulmanas con poco valor histórico, 2) de códices del NT y tradición patrística con mayor garantía de autenticidad, y 3) encontrados en otros libros del NT. Finalmente,
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agrafa y loguia de Jess
Los Evangelios (v.) cannicos no nos han conservado la
relacin ntegra de todo lo que hizo y habl Jess durante su vida mortl; expresamente nos lo dice as S. Juan: Hay todava otras muchas cosas que realiz Jess, que si se redactaran una por una, creo yo que ni en todo el mundo cabran los libros que se habran de escribir (lo 21, 25). Ciertamente en ellos se contiene toda la sustancia de lo dicho y hecho por Cristo, de manera que son punto clave de referencia de nuestra fe; pero no pretenden ser exhaustivos, sino que presuponen la tradicin que los rodea y completa. Supuesto esto, cabe preguntarse: podemos encontrar testimonios de hechos y dichos del Mesas, al margen del contenido cannico, que no conste en los Evangelios cannicos? La respuesta es afirmativa: la tradicin, de un modo o de otro, nos ha conservado diversas sentencias atribuidas a Jess, las cuales, al menos a primera vista, no aparecen en los cuatro Evangelios, y que se han denominado Agrapha y Loguia de Jess. Agrafa. El primero en usar este trmino fue Krner, en su obra De sermonibus Christi agraphois (1776), donde reuni un buen nmero de sentencias de Jess no escritas: agrapha, en los libros cannicos: grapha. Pero ya antes, en 1642, Hubert, en los prembulos a la Vulgata de Amberes, observaba que los Padres citaban algunas sentencias como de la S. E. o de Jess, que no se encontraban en los libros cannicos. Muchos otros autores siguieron este ejemplo. Pero el que destac fue A. Resch, quien abord el problema desde su base y reuni un arsenal inmenso de a., aunque con escasa crtica en la seleccin. Segn Vaganay, a. son las expresiones aisladas atribuidas a Jess por la. tradicin y que no constan en los Evangelios cannicos. Se descartan los relatos apcrifos de la vida de Jess, las cartas o conversaciones atribuidas a l (v. APCRIFOS BBLICOS II), y aquellas expresiones aisladas, que aunque se pongan en su boca, no son ms que transposiciones, retoques o combinaciones de las ya consignadas en la S. E. Varias son las clasificaciones que los autores han hecho de los a.; partiendo de la definicin dada, podemos distinguir dos grupos: a) El primero est integrado por los que provienen de fuentes apcrifas, judas y musulmanas. Su valor histrico es nulo. Sin embargo, ofrecen el inters de lo curioso y lo pintoresco. P. ej., los de origen musulmn: Dijo Jess (a quien Dios salude): No colguis las margaritas al cuello de los puercos, pues la sabidura vale ms que las margaritas, y quien la despreciare, peor es que los puercos. Este agraphon ha sido recogido por M. Asn Palacios. Para su filiacin cfr. Mt 7, 21 ss. Deca Jess (a quien Dios bendiga y salude), a los hijos de Israel: Os recomiendo el agua pura, las hierbas silvestres y el pan de cebada. Y tened cuidado con el pan de trigo, pues nunca podris dar a Dios cumplidas gracias por l. Recogido tambin por Asn Palacios. b) El segundo grupo est compuesto por los contenidos en las variantes de los cdices del N. T. y en la tradicin patrstica, cuya autenticidad ofrece cierta garanta. P. ej.: Mi secreto, para m y para los hijos de mi casa (S. Clemente, Homila, 19, 20). Ruwet piensa que al citarla S. Clemente la tena por verdadero agraphon (cfr. Ruwet, en Bblica 30, 1949, 138 ss.). Pedid las cosas grandes y os darn por aadidura las pequeas (Orgenes, De Orat. libell., 2 y 14). Ruwet, en el artculo citado, cree que se trata de una frmula catequtica derivada de Mt 6, 33; Le 12, 31 y 33. Un tercer grupo (aunque no les conviene del todo el nombre de agrafa, ya que se encuentran en escritos bblicos) sera el formado por aquellas frases contenidas en libros del N. T. distintos de los Evangelios. El ms conocido es el siguiente: Es necesario (dice S. Pablo) ... recordar las palabras del Seor Jess, pues 1;1 dijo: Mejor dicha es dar que recibir (Act 20, 35). En cuanto a su valor y utilidad, por lo que se refiere a los de origen judo hay poco que decir, ya que lo mismo la Misn que el Talmud (v.) palestinense o el de Babilonia se preocupan muy poco de la persona de Jess, y siempre que lo hacen acusan dependencia de los Evangelios cannicos. Los de fuentes musulmanas son ms abundantes, pero datan casi siempre de poca tarda, lo que es un argumento contra su autenticidad. La coleccin ms importante ha sido publicada por Miguel Asn Palacios (o. c.. en bibl.). Son interesantes en orden al estudio del influjo cristiano en la asctica musulmana. Los que ms inters ofrecen son los del segundo grupo. A pesar de que su valor histrico, en conjunto, ofrece ciertas garantas, son muy pocos los que dan seales de una autenticidad acrisolada. De los 74 a. autnticos que incluy Resch en su primera edicin, slo 36 le merecan esta misma categora en la segunda edicin; de stos, Ropes excluy 22, y Vaganay cree que nicamente son cuatro los autnticos. Habr, pues, que concluir, con la mayora de los crticos, que son poqusimas las palabras originales de Jess llegadas hasta nosotros fuera del Evangelio. Su estudio, sin embargo, proporciona datos interesantes para el conocimiento de la historia del texto evanglico y de las corrien tes espirituales que impulsaban a las cristiandades que nos los transmitieron. Loguia. Papas (v.) de Hierpolis utiliz la palabra logion (dicho, en griego) para referirse a los orculos del Seor tanto si se trataba de frases suyas incluidas en los Evangelios, como si haban sido transmitidas por otra fuente (cfr. Eusebio, Historia eclesistica, 39, 3). Ese uso se conserva en la actualidad y diversos autores hablan de los loguia (o logia) de Cristo en ese sentido. Otras veces se da al vocablo un uso mucho ms restringido para referirse a las sentencias o dichos de Cristo que aparecen en unos papiros descubiertos en el s. XIX y en los que se contenan elencos de dichos de Jess. El primero de esos papiros fue encontrado en elBahnasah (Oxirrinco) en 1897 por B. P. Grenfell y A. S. Hunt. Es una hoja papircea escrita en unciales helensticas a finales del s. u o principios del iil. Contiene ocho dichos o 1. de Jess, introducidos siempre con la frmula legei Jess, dice Jess. Algunos reflejan un acusado paralelismo con los Evangelios Sinpticos. As: ... y entonces vers de quitar la pajita que est en el ojo de tu hermano, como en Mt 7,5; Le 6,42. Otros son ajenos a los libros cannicos y aun contrarios al espritu del Evangelio. Otro papiro de gran inters al respecto es el llamado Egerton Pap. 2, cuyos 1. son muy antiguos, y presentan grandes analogas con los Sinpticos y particularmente con S. Juan. Alguien lleg a ver en l un quinto Evangelio al lado de los cannicos. Pero, como dijo ya Lagrange, es claro que el autor parece haberse propuesto nicamente reunir dichos de Jess, provenientes de conflictos y disputas, prescindiendo de toda ambientacin histrica y doctrinal. P. ej.: ... mas Jess dijo a los legisperitos: castigad a todo delincuente e inicuo, pero no a M; cfr. con lo 5, 39: Examinad las Escrituras en las que vosotros pensis encontrar la vida; ellas son las que dan testimonio de M. El valor de los 1. de todos estos papiros ha sido ltimamente discutido ante los manuscritos gnsticos encontrados en NagHammandi en 1945, entre los cuales aparece un volumen titulado Evangelio de Toms (V. APCRIFOS BBLICOS II), cuya similitud con los logia mencionados es muy acusada. De ah que muchos piensen que esos papiros no sean en realidad sino resmenes de ese apcrifo. El valor de estos logia es; tanto en una como en otra hiptesis, muy escaso. Por lo que se refiere al conocimiento de la verdad de Cristo es prcticamente nulo. Tienen, en cambio, cierto valor para precisar algn detalle histrico. As, los logia que son variantes del N. T. pueden interesar a la crtica actual neotestamentaria; otros, los que deforman textos antiguos, pueden ayudarnos a comprender ciertos modos antiguos de interpretar la S. E. Adems, nos dan testimonio del estado y situacin espiritual de las comunidades cristianas a las que fueron transmitidos, aunque fueran sentencias aisladas b formaran parte de colecciones o relatos de la vida de Jess. V. t.: EVANGELIOS.
D. YBERO GALINDO
BIBL.: A. RESCH, Agrapha, aussercanonische Evangelienfragmente, en Texte und Untersuchungen, V, 4, Leipzig 1889 y 1906; M. AsN PALACIOS, Logia et agrapha Dni. Jesu apud Moslemicos scriptores, Patrologia Orientalis, XIII, 3 (1916); XIX, 4 (1926); L. VAGANAY, Agrapha, en DB (Suppl.), I, 159198; J. J. GMEZ, Loguia o dichos del Seor extraevanglicos, Murcia 1935; A. DE SANTOS OTERO, Los Evangelios apcrifos, Madrid 1956, 115130; M. J. LAGRANGE, Une des paroles atribus a Jsus, Rey. Biblique 30 (1921); 31 (1922); N. NOGUER, Los dichos de Jess llamados Logia y Agrapha, Razn y Fe 51 (1918).