Apiano Leon de Valiente El Alqumico Baphomet Templario1

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EL ALQUIMICO BAPHOMET TEMPLARIO.

Apiano Len de Valiente.

Introduccin.

El analizar someramente al Baphomet Templario, nos proporciona una visin global del Arte Real que fuera practicado por algunos Crculos Hermticos de la Orden del Temple, conocimiento oculto que fuera posteriormente trasmitido, de boca a odo, a los picapedreros y constructores libres del medioevo. En apretada sntesis puede decirse que los objetivos de la Gran Obra, Magnum Opus, consistan en: 1. Ensear la necesidad de observar la propia constitucin personal e individual o Piedra Bruta, sin elaborar. 2. Asumir la existencia de defectos o anfractuosidades de la personalidad, y al mismo tiempo, la necesidad de anhelar la Luz o creciente perfeccin de s mismo. 3. Proporcionar los medios, instrumentos o herramientas necesarios para devastar la Piedra Bruta, y 4. Entregar una Sabidura una tcnica para asegurar el constante perfeccionamiento del ser humano. Este plan de trabajo coincide con lo expresado por Oswald Wirth, que al citar una frase atribuida al alquimista del siglo XV, Basilio Valentn, expuso: "Visita Interiora Terra Rectificando Invenies Ocultum Lapidem", es decir, Visita tu tierra o cuerpo interior, y rectificndolo, encontrars la Piedra Oculta, o Piedra Filosofal. Este trabajo de superior orfebrera debe efectuarse con el auxilio de una energa de superior ndole o Vitriol, denominacin que surge al unir las primeras letras de cada palabra de la frase latina, ya citada. Desarrollo:

Los Templarios, caballeros de la tradicin alqumica, esculpieran las principales etapas del desarrollo de la Gran Obra, en un smbolo que denominaron Baphomet, cuya apariencia externa reviste la forma de un triangulo issceles, con el vrtice hacia abajo, que representa al cuerpo del hombre y la mujer. Ese tringulo issceles con el vrtice hacia abajo, es el smbolo del Agua y del ser humano. Los templarios saban que el profano o la profana,, se asemejaban a duros peascos sin esculpir, refractarios a todo desarrollo y contacto con la Luz. Esos seres compactos, deban ser sometidos al Fuego Mercurial liberador y licuar esas duras y metlicas cubiertas de costras duras como pedernal, para tornarse en un Agua de Fuego, susceptible de desarrollarse alqumicamente.

El Baphomet constituye el compendio o apretada sntesis del proceso de la Gran Obra, que importa un largo trabajo de carcter interno, que el hombre o mujer deben realizar por s mismos en su fuero interno, para despertar su fuego o esencia dormida, que es la energa pura, que duerme dentro del cuerpo, y que ha de esculpir y burilar la materia para transformar al Hombre Viejo en un Hombre nuevo. El ser humano, entregado slo a su propia capacidad, no puede impulsar, ni realizar esta Obra de redencin. En ese proceso interno est inscrito secuencialmente, etapa tras etapa, en el Baphomet. Con todo, para poner en movimiento este proceso, se requiere de la influencia, tonalidad, vibracin y ritmo del Mercurio Divinizador, Alkahest, o Vitriol La prctica constante del Adepto, consiste en la diaria ejecucin de un proceso denominado Solve et Coagula, que algunos tratadistas clsicos del Arte Real, como Bernardo el Trevisano, han encubierto con el trmino Verbum Dimisum, Palabra Perdida o Palabra Abandonada, para ocultarlo a los profanos, pues, mediante l, el cuerpo, materia o vaso es inducido a una permanente fermentacin para disolver, trasmutar y espiritualizar lo ms oscurecido y ennegrecido de su naturaleza inferior, a fin de extraer la esencia de su naturaleza o elaboracin de su Mercurio Divinizado, Mercurio Interior, o Fuego Secreto de los Sabios, fundamento de todos los logros alqumicos. Este smbolo, labrado en madera o burilado en plata, constitua una especie de regla nemotcnica, que aluda a todos los segmentos fundamentales de la Gran Obra Alqumica. Cada caballero templario que estudiaba el contenido del Baphomet, guardaba dentro de s el secreto de su interpretacin, proceso que deba desarrollar internamente, mediante rigurosas y estrictas prcticas, hasta alcanzar la gradacin de un miembro de los Crculos Hermticos de la Orden. El smbolo del Baphomet era analizado en determinadas reuniones templarias, y se le respetaba como el resumen del quehacer alqumico, ms no se le adoraba, como afirmaban los ignaros. Era un emblema directamente relacionado con el desarrollo interno del hombre. Formaba parte del ritual, para aludir que esa simbologa era operante en la medida que su significado se desarrollara las facultades latentes dentro del hombre. El sentido y alcance del trmino Baphomet, alude a un "Bautizo de Fuego", debido a que para que el Arte Real se consumara, se precisaba despertar un fuego que yace dormido en el interior del vaso, y para que este alumbramiento tuviera lugar, se requera saber requerirlo, y que la materia tuviera la disposicin de atraer la energa, radiancia e imantacin de un Fuego Mayor, Alkahest o Vitriol que avive ese pequeo fuego interno e inactivo en la materia de la Piedra. Asimismo, Baphomet, significa, Bautismo de la Sabidura, Abridor de la Puerta, Padre del Entendimiento. Cuando se estudia la Alquimia Tradicional de Alto Grado, actuando sobre el Macrocosmos, y especficamente en el proceso de Creacin, siempre actuante, se puede afirmar que la hipotenusa del tringulo issceles externo, est en contacto con lo

Superior, con el Origen, u Oriente, desde all recibe la energa del Alkahest o Vitriol, la cual desciende por los catetos en forma de dos corrientes o energas: Una, la solar, o fuerza, que al descender se tie con los estados limitantes del mundo inferior, estructurando la argamasa del cuerpo. Desde este mismo punto de vista Macroscpico y observando el tringulo issceles externo, la otra energa, la Lunar, mercurial, o Belleza, a medida que desciende por su respectivo cateto, es ahogada por la dureza de la argamasa inferior, materia o tierra no trabajada del hombre, pero no por ello pierde su potencia virtual, mientras queda adormida entre las capas metlicas que envuelven al ser humano. Para abordar el estudio del Baphomet, es de conveniencia considerar, en primer trmino, al tringulo issceles, con el vrtice hacia abajo, que simboliza a la materia de nuestro cuerpo, y la base principal en la cual descansa todo el desarrollo de la Gran Obra, pues all en nuestra materia o cuerpo se anida la materia prima que hay que elaborar, procesar y espiritualizar o Mercurizar. Ahora, al considerar la accin Microcsmica de la Alquimia Tradicional de Alto Grado, que concierne al desarrollo y enaltecimiento alqumico del hombre y de la mujer, deber considerarse el pequeo tringulo issceles, con el vrtice hacia arriba, porque, en este caso, se ha de estudiar el curso ascendente de las mismas energas. (Que tenan un curso descendente en la expresin Macrocsmica de este mismo Arte Real). En la especie, ambas energas la Lunar y la Solar, a raz de la Gran Cada, o Gran Ignicin, ya se encuentran asentadas en el ser humano, o Hipotenusa de este tringulo ms pequeo, entremezcladas de una manera desordenada y enmaraadas, en su descenso, por la contaminacin de abajados planos, los componentes lunares y solares mediante el proceso alqumico, debern ascender para retornar a su Origen. En esta etapa ascendente del proceso, estas dos energas: Luna y Sol son extradas de distintos lugares de la Piedra: El sol desde las placas metlicas y minerales; la Luna desde el Mercurio Coagulado, porque la Luna es el Mercurio Coagulado Ambas energas o fuerzas, Lunar y Solar, estn desordenadamente difundidas en la materia de la Piedra, o cuerpo humano no trabajado, an no sometido al proceso Alqumico. El Sol simboliza a la parte masculina, a la sustancia azufrosa y corrosiva, materia o cuerpo no trabajado en el hombre y la mujer, que posteriormente deber ser irradiado por el Alkahest o Mercurio Divinizador, para ser derretido, volatilizado o evaporad, separado de su hbitat inferior, y ascendido por el cateto respectivo, y ser mejor irradiado por el Mercurio Superior, que se encuentra por encima del vrtice de ese tringulo issceles pequeo, que hace las veces de nariz de la figura. Tambin, debido a la influencia del Alkahest surge desde la base o hipotenusa del pequeo tringulo o nariz, la otra corriente o energa Lunar o mercurial, de origen corporal, que es ahogada por la dureza de la argamasa inferior o materia no laborada de la piedra, es envuelta enquistada y adormida, pero no pierde su potencia y actividad virtual. Finalmente, en la figura, en su parte inferior, aparece una boca en forma de H mayscula. La lnea horizontal alude a la tierra o materia de la piedra, y las dos lneas

verticales representan a los dos Mercurios, el Mercurio Exterior, Divinizador, Alkahest, o Disolvente Universal Los Ojos del Baphomet:

Sus ojos estn diseados como una Luna y Un Sol. Desde el punto de la Alquimia Tradicional de Alto Grado, siempre que se considere la accin del arte Real enfocada hacia el ser humano o Microcosmos, el Sol y la Luna se refieren, a dos energas que se estructuran y desarrollan dentro del cuerpo del hombre y de la mujer, con el auxilio de la influencia o radiacin del Alkahest o Mercurio exterior. Luna y Sol constituyen dos polos antagnicos y, sin embargo, complementarios. Una vez que son tratados, son ascendidos por los catetos del tringulo pequeo, para unificarse en el vrtice, y dar forma a un solo compuesto, nacido de la Luna y el Sol: El Mercurio Divinizado o Mercurio interior del hombre y de la mujer. Todo lo que entendemos por Sol, o materia en estado de no elaborado corresponde a nuestro mundo obscurecido, convulsionado y limitador, integrado por un azufre altamente corrosivo y sujeto a sufrir devastadoras tempestades que arrasan con toda buena siembra. Nuestra tierra no trabajada presenta las caractersticas de una Luna y de un Sol no desarrollados. En efecto, presenta las caractersticas de una materia, a la vez, hmeda y seca, en la que prospera todo tipo de acciones artificiales y artificiosas; representa un medio de conflictos y autodestruccin. Esa es la materia que debe ser trabajada por el alquimista. La unificacin de la Luna y el Sol es posible cuado la materia de la Piedra ha sido laborada y despojada de toda impureza y superficialidad, ocasin en que hombre y mujer alcanzar una alta virtud, que les sita por encima de todas las cosas abajadas de este mundo El sol:

Simboliza al aspecto masculino de la tierra, vaso o cuerpo. El Sol, de origen corporal y no desarrollado, es una sustancia azufrosa, pestilente y obscura, cuyo contenido est diseminado en todo el organismo humano. El Arte alqumico, Arte Real o Gran Obra, elabora a esta materia basta, torpe y daina, transformndola, primero, en una sustancia de aspecto frgil, cuya presencia anuncia la primera elaboracin de la Obra: Un azufre comn y corrosivo, que ha de evolucionar desde un sol no desarrollado o materia infecta, a un Mercurio Divinizado. El Azufre corrosivo surge de las durezas o capas metlicas que cubren la esencia mercurial del ser humano. Estas costras metlicas de formidable dureza, representan el aspecto ms abajado, sin embargo, cobijan, aprisionada, a la sustancia mercurial o Mercurio Coagulado (Adems de la Chispa Divina, Alma o Mnada Pitagrica.)

Este azufre corrosivo o Sol no desarrollado impone un impulso descontrolado, que se percibe como una fuerza obscurecedora que arrastra a constantes conflictos y depresiones internas. Con su presencia no elaborada, nuestra Piedra es agobiado por el peso insondable de incontables aspectos y cualidades inferiores. Quien sufre esta situacin, carece de la distancia y perspectiva necesarias para advertir la gran sequedad que le abruma y consume, por falta del riego de un permanente caudal mercurial o espiritual, carencia que mantiene una aridez enfermiza fuente de acciones negativas y torvas, las ms e las veces disfrazadas con el barniz de lo agradable, para sumir al cuerpo en permanente estado de frustracin, e impulsarlo a un autoaniquilamiento inconscientemente resuelto. El hombre o mujer sumidos en la obscuridad se aferran, para sobrevivir, a lo nico que conocen, a todo lo que es visible y toscamente material, porque en su estado de caos aquello es lo nico que perciben y disciernen y, por contentarse con esa energa artificial e incompleta, que internamente no les brinda una base de sustentacin espiritual que les oriente y dirija hacia un estado superior. Ese estado de falencia se evidencia con mil modalidades diversas, nutridas y fomentadas en las cscaras metlicas, productos que siempre terminan por teir con obscuridad y desolacin a todos los actos humanos. As, se configura y se hacen presente negativas modalidades que desfiguran nuestro vivir, tales como: El Miedo: El miedo paraliza a la materia y le impone un estado de intensa inseguridad. Nubla y entorpece el razonamiento. Debilita todo esfuerzo positivo, y sume a los seres en un malestar aparente pero vivo, les hace vivir pesares dolorosos que no tienen una base real, sino que son proyecciones centuplicadas por falsos temores. El miedo produce en nosotros un vaco negativo que carece de un centro superior de sustentacin mercurial, que contrarreste y cambie el curso de esas crecientes debilidades que nos abruman y aplastan. El estado de miedo se gesta por factores externos e internos, o ambos a la vez. Del medio ambiente que rodea al asustadizo, emerge una fuerza obscura caracterizada por ser la mensajera de figuras emocionales y mentales que, para el miedoso, representan situaciones de alta peligrosidad, catastrficas. Tal fuerza entenebrecida toca las finas fibras del cuerpo emocional o mental de la vctima, y ejercita su capacidad de desencadenar caticas situaciones que distinguimos por su efecto, denominado miedo. Asimismo de un medio solar no desarrollado, surge el envanecimiento, orgullo que puede fundarse en una alta solvencia material, en una destacada belleza, o una inteligencia sobresaliente. Tales condiciones proporcionan un falso estado de seguridad y son la yesca y pedernal que insubordinan, desorientan, y enredan a nuestros sentidos comunes, para llevarnos a situaciones inarmnicas que nos hacen experimentar un marcado avance del natural deterioro, e induce a la materia a un final lamentable. Esa vanidad envuelve con astucia y artificio a los sentidos inferiores, e impone el menosprecio a todo aqul que est bajo nuestro estatus. De la masa tumefacta y hedionda surge, de igual modo, la Angustia, que consume gran parte de la vitalidad y energa de la materia, y la induce a una perturbacin constante. De hecho, tratndose de las energas solares, no sabemos utilizarlas de una manera correcta, eficaz y positiva que nos permita devastar y corregir con ellas a nuestra Piedra Bruta.

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