Monografía Historia Roberto Sanchez - Fascismo y Nazismo
Monografía Historia Roberto Sanchez - Fascismo y Nazismo
Monografía Historia Roberto Sanchez - Fascismo y Nazismo
CARACTERSTICAS POLTICAS, ECONMICAS, SOCIALES E IDEOLGICAS DE LOS PROCESOS TOTALITARIOS DEL PERODO DE ENTREGUERRAS. FASCISMO EN ITALIA Y NACIONALSOCIALISMO ALEMN
NDICE
INTRODUCCIN...1
Conceptualizacin del Fascismo como fenmeno poltico..6 Italia. La ruta hacia el Fascismo...8 2.1.Los antecedentes a la llegada del Fascismo al poder en Italia8 2.2. Causas del Fascismo en Italia.9 2.2.1. La decepcin por los resultados de la Primera Guerra Mundial.....9 2.2.2. La debilidad institucional del gobierno italiano10 2.2.3. La crisis econmica y sus repercusiones sobre la sociedad italiana11 3. Alemania. De la derrota al ascenso de los Nacionalsocialistas al poder11 3.1. Antecedentes del Nacionalsocialismo alemn. La Repblica de Weimar y el ascenso de los Nacionalsocialistas al poder12 3.2. Causas de la llegada del Nacionalsocialismo a Alemania14 3.2.1. Los efectos de las sanciones impuestas por el Tratado de Versalles..............................................................14 3.2.2. Los problemas econmicos en Alemania entre 1923 y 193214 CAPTULO 2. CARACTERSTICAS DEL FASCISMO EN ITALIA Y EL NACIONALSOCIALISMO EN ALEMANIA 1. Aspectos polticos16 1.1. La Omnipotencia del Estado16 1.2. La supresin de toda oposicin...17 1.3. El control de los medios de comunicacin y la propaganda estatal...18 1.4. Gobierno de las minoras, partido nico y darwinismo social19 1.5. El Nacionalismo devenido en Imperialismo...20 2. Aspectos econmicos y sociales21 2.1. La instauracin del Estado Corporativo..21 2.2. El dirigismo estatal en una economa autrquica22
1. 2.
2.3. El hombre nuevo en la sociedad fascista y nacionalsocialista23 2.4. El Nacionalismo cultural.24 3. Aspectos ideolgicos..24 3.1.Voluntarismo y accin.24 3.2. El primado de la irracionalidad...25 3.3. Una ideologa fascista en el futuro..26 CONCLUSIN..28
BIBLIOGRAFA40
INTRODUCCIN
El Siglo XIX en Europa se observaba como una poca de grandes convulsiones caracterizado a lo interno de los Estados por un constante movimiento en su constitucin territorial, en algunos casos y en otros por la aparicin de nuevas formas de gobierno y sentimientos derivados del Nacionalismo. Y a lo externo de los Estados un proceso marcado por pretensiones hegemnicas de parte tanto de Estados ya existentes como de los nuevos Estados constituidos bajo la gida del Nacionalismo, conflictos blicos entre Estados y alianzas tanto pblicas como secretas cuyas finalidades variaban en funcin de las naciones firmantes y sus intereses.
Es de esta manera cmo es posible observar que la Primera Guerra Mundial en cierta medida puso fin a la manera de hacer poltica heredada del siglo XIX ya que entre sus causas y antecedentes se puede contar el ambiente de conflictividad constante que rein en Europa en los 50 aos anteriores al conflicto blico una vez finalizados los procesos nacionalistas de unificacin tanto en Italia como en Alemania, entre los que se pueden mencionar las pretensiones alemanas de erigirse como Estado Hegemnico Mundial con los sistemas internacionales bismarckianos, el inicio de la carrera por el dominio en frica, Asia y Oceana, conocido como Carrera hacia el Campanario o ms formalmente como procesos de Colonialismo e Imperialismo, la hostilidad entre Estados por el dominio econmico y los procesos nacionalistas en otros lugares de Europa amenazando la estabilidad de imperios histricamente constituidos para crear nuevos estados. Sin embargo el nuevo orden mundial creado posterior a la Guerra con la Conferencia de Pars y el Tratado de Versalles donde ms que firmar, se impuso la paz a marchas forzadas sirvi de caldo de cultivo para la aparicin de las realidades que por 20 aos a partir de 1919, marcaran la dinmica poltica mundial an eurocntrica.
Es por ello que algunos autores consideran que el Siglo XX comienza realmente a partir de la finalizacin de la Primera Guerra Mundial, justificando tal afirmacin en la presentacin de nuevas realidades en la poltica de los Estados tanto internas como externas. Externamente el papel de una Sociedad de Naciones cuyo propsito ideal era establecer una Liga de Estados tendientes a resolver y evitar los conflictos y que en realidad se constituy en un grupo de pases vencedores buscando repartirse el botn de los vencidos, situacin que vista desde la ptica tanto italiana como alemana justificaran la creacin de los procesos polticos que regiran a ambos pases durante los 20 aos de lo que se conoce como entreguerras. Pero el perodo de entreguerras tambin crea un nuevo ordenamiento que debate a los Estados en tres sistemas de gobierno: el Socialismo, que devendr en Comunismo cuyo representante es la Unin Sovitica producto de la Revolucin bolchevique de 1917, la Democracia en los pases de Europa Occidental y los Estados Unidos y el Totalitarismo, representado en el fascismo italiano al que posteriormente se le unir Alemania a partir de 1933. Una trada que se convertira en la realidad poltica en la que el mundo pasa a integrarse al siglo XX.
En 1919 entra en escena el personaje que regir los destinos de Italia en los aos subsiguientes. Benito Mussolini, quien se hace del poder aprovechando la debilidad institucional del sistema parlamentario italiano, la crisis econmica de una potencia en atraso industrial y el descontento de un pas que estando entre los vencedores de la guerra, considera que fue burlado en sus pretensiones de obtener lo que les corresponda en territorios conquistados. Este personaje dirigir Italia en un proceso que pasar a la historia como Fascismo, una forma de gobierno claramente totalitario con fines definidos y procesos destinados a devolverle a Italia, al costo que sea su lugar histrico en el mundo con el propsito de emular la grandeza y gloria del Imperio Romano.
Mientras tanto en Alemania, pas golpeado por las sanciones o castigos de guerra que la Sociedad de Naciones le impusiera como nacin vencida en la Primera Guerra Mundial que tenan por propsito la anulacin de Alemania como
potencia y con un gobierno republicano dbil y desacreditado por sus propios ciudadanos quienes sufran en carne propia los efectos de tales sanciones y la imposibilidad de hacer frente a ellas, hace su aparicin un personaje cuyas ideas se iran incubando con el paso de los aos en la idiosincrasia alemana hasta convertirse en la esperanza de retomar la hegemona mundial que Alemania experiment en los 50 aos previos a la Primera Guerra Mundial. Este personaje llamado Adolf Hitler, plasmara en un libro escrito durante su estancia en prisin las ideas del Nacionalsocialismo, tambin conocido como Nazismo, que pondra en prctica a partir de 1933 para regir y sellar el destino de Alemania en su pretensin de convertirse en conductora del orden mundial.
Dentro del campo de la Historia Universal siempre ha existido un inters por describir a los procesos polticos de Italia y Alemania en funcin de lugares comunes y ya conocidos basados ms en hechos y nmeros (como por ejemplo, el exterminio nazi de los judos y los seis millones de fallecidos durante el III Reich), pero pocos se detienen en indicar los antecedentes que originaron estos procesos totalitarios en Italia y Alemania y sealar las caractersticas de ambos procesos. Por lo tanto esta investigacin tiene como propsito general estudiar al Fascismo en Italia y al Nacionalsocialismo alemn cuyo punto de partida es a) identificar los antecedentes y las causas que hacen que se origine el Fascismo en Italia y el Nacionalsocialismo en Alemania, b) Identificar las caractersticas polticas, econmicas, sociales e ideolgicas del Fascismo italiano y el Nacionalsocialismo alemn presentando sus puntos en comn y sus diferencias y c) Identificar los elementos que del Fascismo en Italia y el Nacionalsocialismo en Alemania se pueden encontrar en el proceso poltico venezolano que se inici en 1999 hasta la actualidad.
Para ello, se plantean las siguientes interrogantes: a) Cules son los antecedentes y las causas que conllevan a que en Italia y Alemania se produzcan durante el perodo de entreguerras los procesos totalitarios del siglo XX, b) Cules fueron las caractersticas polticas, econmicas, sociales e ideolgicas del Fascismo italiano y el Nacionalsocialismo alemn?, c) Cules fueron las
principales semejanzas y diferencias entre las caractersticas del proceso Fascista italiano y Nacionalsocialista alemn? d) Qu particularidades se pueden encontrar en cada proceso?, y e) Qu elementos del Fascismo italiano y el Nacionalsocialismo alemn se pueden encontrar en el proceso poltico venezolano en el perodo comprendido entre 1999 y la actualidad?
Si se toma en cuenta que esta investigacin se realiza mientras que en Venezuela se est llevando a cabo un proceso poltico al cual se le ha considerado revolucionario por parte de sus ejecutores, pero que en reiteradas ocasiones ha sido sealado como un proceso fascista por parte de analistas y (mayoritariamente) opinadores de oficio en los medios de comunicacin, la idea es llegar a presentar los aspectos sealados con anterioridad despojndole de los cristales pasionales para con ellos poder estudiar con mayor aproximacin cul es la naturaleza del proceso poltico que vive Venezuela en el perodo iniciado en 1999 y que pervive hasta la actualidad. Es proveer al anlisis herramientas que permitan argumentar con ms firmeza la naturaleza del proceso y no caer en la ligereza habitual en la que se incurre desde los opinadores de oficio de utilizar trminos rimbombantes que sirven ms de adorno para la galera, que para un anlisis serio que permita la comprensin de la realidad poltica actual de Venezuela. All reviste su importancia.
Para describir las caractersticas de los totalitarismos del siglo XX, as como sealar sus causas y antecedentes se recurre a una investigacin de carcter documental tomando en cuenta inicialmente los elementos histricos que pondrn al lector en el contexto del perodo de entreguerras y la razn de ser del totalitarismo como camino seguido por algunas naciones para luego ir construyendo a partir de la historiografa de los autores los aspectos caractersticos en los mbitos tradicionales del anlisis histrico: poltico, econmico y social aadiendo el componente ideolgico como factor aglutinante de los dems mbitos y establecer de manera intuitiva las comparaciones en las caractersticas de ambos procesos.
Se entiende que cada proceso, tiene particularidades propias de cada uno de los pases involucrados en su contexto fsico-temporal de la poca pero que obedecen a un fenmeno poltico denominado Totalitarismo, el cual es definido por Gentile (2001) como un experimento de dominacin poltica que aspira al monopolio del poder, que una vez conquistado, destruye y transforma el rgimen preexistente y lo sustituye por un nuevo Estado fundado sobre un rgimen de partido nico cuyo objetivo principal es la total conquista de la sociedad. A su vez esa conquista de la sociedad busca modelar al individuo de manera antropolgica para regenerar al ser humano y crear un hombre nuevo en procura de crear una nueva civilizacin supranacional. Se puede decir a partir de esta definicin que todo proceso totalitario busca en primer lugar desmontar la estructura del Estado tal como se conoca y cambiarlo por otra estructura cuyos aspectos principales sean el monopolio del poder mediante un partido nico y crear un nuevo hombre con propsitos imperiales en la nueva sociedad. Y en segundo lugar la sacralizacin del Estado como religin ante la cual se rinde culto y se justifica el propsito dominador de quienes encabezan el Estado, cuyo brazo poltico es el partido nico.
El presente trabajo comprende un primer captulo que presenta una conceptualizacin del Fascismo y que contina con una exposicin de los antecedentes y causas que originaron los procesos totalitarios en Italia y Alemania para luego tratar en un segundo captulo sobre los aspectos caractersticos del totalitarismo durante el perodo de entreguerras, que sern revisados separadamente en los mbitos poltico, econmico, social e ideolgico donde se procurar sealar los puntos de comparacin que permitan al lector entender que si bien el totalitarismo tiene unas caractersticas comunes es una manera de hacer poltica que se adapta y mimetiza al pas o sociedad donde se implementa o se ha implementado. Finalmente se abordar en una conclusin la manera en cmo se pueden encontrar elementos totalitarios similares a los encontrados en Italia y Alemania en la realidad venezolana actual, considerando como ya se mencion con anterioridad en qu circunstancias se encuentra Venezuela en los ltimos 12 aos.
Polticamente hablando, el final de la Primera Guerra Mundial, y hasta que ocurra la Segunda Guerra Mundial entre 1939 y 1945, presenta una oferta tricotmica en formas de ejercer el poder y dar carcter al gobierno de los Estados: Por un lado, la Democracia, sistema adoptado en las naciones vencedoras de la Primera Guerra Mundial, especialmente en las potencias de Europa Occidental y Estados Unidos, quienes tambin forman parte de la Sociedad de Naciones Libres, creada a partir de la Conferencia de Pars y cuyo resultado ms relevante fue la firma del Tratado de Versalles. En segundo lugar la aparicin del
sistema Comunista, a partir de los hechos ocurridos en el interior de Rusia entre 1904 y 1917, este ltimo ao como estallido final de lo que se conoci como la Revolucin Rusa y que llev al poder a los bolcheviques encabezados entre otros personajes por Vladimir Lenin y Len Trotsky, hechos que por cierto, obligaron a Rusia a retirarse del frente de guerra, en el que combatan como parte de la Triple Entente desde 1914. Y en tercer lugar la aparicin del Totalitarismo, que en Italia se presenta con el nombre de Fascismo y en Alemania, a partir de 1933 como Nacionalsocialismo, o tambin Nazismo. Martnez Carreras (1996) apunta que la utilizacin del trmino fascismo en el contexto actual asimila dos sistemas que comparten analogas en varios de sus aspectos (fascismo y nazismo), sin embargo al surgir en contextos diferentes y siendo expresados con variable amplitud, se hace necesario estudiar a ambos sistemas por separado asumiendo a su vez que sus aspectos comunes permite inscribir a ambos procesos en una categora denominada Totalitarismo.
Pero a todas estas, Qu es el fascismo? Para intentar dar respuesta a esa pregunta se puede tomar la definicin construida por Gentile (2002) y que se presenta de esta manera: Se intenta definir al fascismo como un fenmeno poltico moderno, nacionalista y revolucionario, antiliberal y antimarxista organizado en un partido milicia con una concepcin totalitaria de la poltica del Estado con una ideologa activista y antiterica, con fundamento mtico, virilista y antihedonista, sacralizada como religin laica que afirma el primado absoluto de la nacin, entendida como una comunidad orgnica tnicamente homognea, jerrquicamente organizada en un Estado Corporativo con una vocacin poltica de grandeza, de potencia y de conquista con miras a la creacin de un nuevo orden y una nueva civilidad. De alguna manera esta definicin busca encerrar todos los caracteres del Estado Fascista Italiano, pero todo parece indicar que la misma definicin aplica igualmente para hablar del Estado Nacionalsocialista alemn cuya concepcin no podra sino entenderse como aplicacin de la frmula italiana a la realidad alemana durante los dcada de los 30, claro est, con algunas diferencias caractersticas respecto del proceso italiano.
Entre 1922 y 1924 Italia finalmente pasa a ser el Estado Fascista con Mussolini a la cabeza. Martnez Carreras (1996) indica que el Congreso Fascista en Npoles organiza la Marcha sobre Roma y a finales del mes el Rey Vctor Manuel III le encarga el gobierno, que va a ser de derechas, en oposicin al comunismo crendose al final de 1922 el Gran Consejo Fascista en diciembre. En las elecciones de 1924 los fascistas se hacen de la mayora parlamentaria ganando 374 diputados de 535, se produce el asesinato del diputado socialista Matteoti y la barrida de la oposicin para imponerse el fascismo. Hayes (1968) indica que Italia segua teniendo la forma de una monarqua constitucional. Nominalmente el rey era an el soberano. El parlamento continuaba existiendo. Pero de hecho el gobierno entero estaba dominado por el Partido Fascista, (p. 654). Sencillamente se estaba produciendo el desmontaje del Estado liberal, tal como se le conoca para ser sustituido de oficio por la dictadura del partido nico y la
estructura del Estado Corporativo. Y en esa direccin apuntar el ejercicio del poder del Estado fascista eliminando cualquier vestigio de oposicin.
el fascismo naci a causa de la necesidad de autoridad, disgregada por el gobierno italiano desde el final de la guerra en lo poltico, econmico y social, con progresivas crisis, y del ultranacionalismo, muy extendido entre los excombatientes y la pequea burguesa, y muy bien expresado por el poeta G. DAnnunzio; a la cabeza de este movimiento nacido de la exasperacin nacionalista y social, se encuentra B. Mussolini. El fascismo y el nacionalsocialismo nacieron de la guerra. Fueron en primer lugar una reaccin de humillacin nacional ante la derrota. Expresaron tambin la desorientacin de los antiguos combatientes en quienes la guerra dej una profunda huella y que se sentan extraos en su propio pas. (p.178) Este apunte de la situacin en Italia por parte de Martnez Carreras da pie para presentar cules fueron esas causas que llevan al hundimiento del sistema poltico existente y a la ascensin al poder de Mussolini.
En lo poltico es fundamental sealar la decepcin italiana por los resultados de la Primera Guerra Mundial, en especial los relacionados con el reordenamiento territorial ocurrido a partir de la Conferencia de Pars. Este resultado, al cual Martnez Carreras denomina victoria mutilada y otros 9
historiadores lo considera victoria perdida, no solo le cost el cargo al Primer Ministro Orlando, sino que gener resentimientos entre los patriotas y una respuesta ultranacionalista que culpabiliza al Gobierno de la relativa debilidad mostrada en la guerra y evidentemente del fracaso en la Conferencia de Pars al sufrir el rechazo de parte de sus reivindicaciones territoriales en territorios austracos, en particular el Fiume, Tirol Sur, Trieste y el Trentino, segn Martnez Carreras (1996), y en la expansin territorial en frica y Prximo Oriente para Hayes (1968). Italia, con Orlando al frente, reclamaba los territorios anteriormente descritos y esas reivindicaciones no son atendidas por los Aliados, lo que hace que se produzcan choques entre Orlando y Wilson e incluso que Italia se retire de la Conferencia de Pars el 22 de abril de 1919 para volver el 6 de mayo. Finalmente se le reconocen a Italia parte de sus reivindicaciones pero ya se haba consumado la victoria mutilada con sus consecuencias para el gobierno italiano.
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Hasta ahora solamente se ha hablado de Italia y aqu convendra preguntarse, si esto estaba pasando en una nacin vencedora de la guerra, qu quedaba para las naciones derrotadas? Alemania, sin haber sido la provocadora de la Primera Guerra Mundial fue la gran derrotada ya que entre las consecuencias del conflicto se cuentan las fuertes sanciones que recibi de parte de la Conferencia de Pars y el Tratado de Versalles y que en realidad tenan por objeto buscar la anulacin alemana como potencia y en lo posible, limitar su posibilidad de defensa y crecimiento. Se puede considerar que tales sanciones constituan la 11
hegemnica destinada a convertir a Alemania en la gran conductora del mundo y que comenz con los sistemas bismarckianos y sigui respaldada por un gran podero militar e industrial, detenido forzosamente en 1919 debido a las sanciones impuestas.
Antecedentes del Nacionalsocialismo alemn. La Repblica de Weimar y el proceso ascendente de los Nacionalsocialistas
Hayes (1968) seala que en 1918 se produce el derrocamiento del Imperio de los Hohenzollern que Bismarck cre en 1871 y fue sustituido por un gobierno republicano encabezado por Ebert. Un gobierno que comenz con oposicin de los antiguos Liberales Nacionales y los antiguos conservadores (Nacionalistas), ambos constitutivos de una derecha monrquica. Tambin tuvo oposicin socialista de extrema izquierda, que buscaban emular la experiencia revolucionaria sovitica, incitando a motines y rebeliones obreras (similares a las rebeliones obreras italianas de la poca). Sin embargo fueron contenidos por Ebert, que pese a su condicin socialista estaba decidido a mantener al pas en su tradicin socialdemcrata.
En 1919 se convocaron elecciones por sufragio universal para una asamblea constituyente con mayora socialdemcrata y conformada tambin por los Centristas Catlicos y los Progresistas. Reunidos en Weimar ratificaron en junio el Tratado de Versalles (Cabe la siguiente aclaratoria: Aunque Hayes se refiere simplemente a ratificar el Tratado de Versalles, no se puede obviar que a Alemania no se le permiti la entrada a la Conferencia de Pars ni a la Sociedad de Naciones, y que la paz de Versalles fue impuesta por los vencedores con fuertes sanciones contra la vencida Alemania y que la tal ratificacin fue simplemente un acto de fuerza) y en julio comenzaron a redactar una Constitucin democrtica donde se mantuvo la distribucin geogrfica del Imperio, se cre un Parlamento
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bicameral con representacin tanto del pueblo (Reichstag o Cmara baja) como de los estados (Reichsrat o Cmara alta) y el ejecutivo ejercido por un Presidente electo por siete aos y un Canciller, ambos responsables ante el Reichstag.
El 9 de octubre de 1923, un cabo que particip en la Primera Guerra Mundial llamado Adolf Hitler, ahora convertido en lder del Partido Nacionalsocialista alemn del trabajo, constituido en 1920 como movimiento radical y nacionalista, junto al general Ludendorff intentan dar un golpe de estado (putsch, en alemn) en Munich contra la Repblica. El golpe fracasa, ambos son encarcelados pero Hitler y sus ideas ya se han dado a conocer. Hitler escribe en su estada en la prisin Mein Kampf (Mi lucha), especie de Biblia del Nazismo, donde se recoge la prdica nacionalista de su partido, la condena del Tratado de Versalles, sus ataques al liberalismo y la democracia, el pangermanismo, idea encarnada en la tesis del Espacio Vital y la propuesta de reformas econmicas dirigidas a captar el favor de las clases media y obrera. Tambin muestra su animadversin hacia los judos alemanes, quienes pese a reconocer su organizacin eficiente, seran considerados extranjeros sin derecho a ciudadana por ser ellos con su poder poltico y econmico quienes podran atentar con su proyecto hegemnico. Tambin Mein Kampf describe que el partido deba estructurarse, al igual que en la Italia Fascista y en la Unin Sovitica en comits de lucha y accin, que al igual que en Italia posteriormente se daran a la tarea de emprender acciones violentas y de terror que llegaron a asesinar a dirigentes tachados de moderados.
En un principio Hitler tuvo la ventaja de que los xitos del partido Nazi electoralmente hablando fueron modestos (32 diputados en 1924 y 14 en 1928) antes de 1929 lo que hizo pensar a la Repblica que no representaban mayor amenaza, ya que el peligro a la vista era la ascensin comunista. Sin embargo Hayes (1968) apunta que la eleccin de Hindenburg como Presidente en 1925 fue el primer gran xito nacionalista, si bien en su primer perodo actu con lealtad a la Repblica, una vez reelecto en 1932 y ante el ascenso nacionalsocialista (107
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diputados electos en 1930 y 320 en 1932 para constituirse en mayora), para evitar la llegada de los comunistas al poder, se le recomend apoyar a los nazis con lo cual decidi nombrar Canciller a Hitler, nombramiento ocurrido el 30 de noviembre de 1933.
Al igual que el fascismo italiano, el nacionalsocialismo alemn naci de la insatisfaccin por los resultados de la guerra, pero a diferencia del fascismo que fue un proceso de reaccin rpida, ste tard 14 aos en llegar al poder pero fue un proceso ascendente que lleg a calar hondo en los sentimientos nacionalistas del alemn que vea a su vez como la Repblica de Weimar se haba sometido a las sanciones de Versalles, y que en el fuero interno de los nacionalistas haba un deseo de volver al poder para devolver a Alemania al lugar que mereca como potencia y que se haba logrado antes por obra de Bismarck. Estas sanciones limitaron el arsenal militar y nutico (hasta un mximo de 10.000 toneladas en la flota naval, con la confiscacin de los excedentes por parte de Gran Bretaa) de Alemania, as como el nmero de efectivos de su Ejrcito (reducidos a 100.000 efectivos y un mximo de 4.000 oficiales), entre otros aspectos. Es comprensible que en esos 14 aos se incubara en los alemanes un sentimiento cada vez mayor de revanchismo donde a su vez se responsabilizaba a la Repblica de Weimar de ser causante de los males de Alemania.
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Estas medidas influyeron negativamente en el desarrollo econmico alemn una vez finalizada la Primera Guerra Mundial. De hecho, a partir de 1923 cuando se produce la ocupacin francesa del Ruhr y durante el resto de la dcada de los 20 se producir un aumento de la inflacin con el consecuente hundimiento del deutschmark, cuyo punto culminante sera en 1929 a raz de la crisis econmica que afect a los Estados Unidos inicialmente y que luego se extendi a los mercados financieros de Francia y Reino Unido, crisis que cuestion seriamente al sistema liberal democrtico y al capitalismo por parte de los sistemas totalitarios existentes en ese momento en la Unin Sovietica (Comunismo) e Italia (Fascismo). Esta crisis golpea mucho ms fuerte a Alemania y decreta el hundimiento definitivo de la moneda y su precaria economa, ya que supuso el fin de las ayudas financieras estadounidenses que durante los aos 20 haban servido para evitar una cada mayor de la moneda alemana, un leve mejoramiento de la situacin econmica y una mejora en la capacidad de satisfacer los compromisos de pago en reparaciones de guerra y que se agrav con el retiro del respaldo en oro de parte de los Estados Unidos para poder atender a su propia crisis.
Hayes (1968) indica que la situacin de paro forzoso que ya en 1928 afectaba a 1.350.000 obreros, subi en 1930 a 3.150.000 y a 5.600.000 en 1932 (p. 658). Para ser exactos el desempleo se increment en 133% para 1930 y a 336% para 1932 y sign en su momento la paralizacin de la economa alemana con la prdida de poder adquisitivo del alemn promedio debido a la alta inflacin. Evidentemente la Repblica de Weimar con semejante depresin econmica mostr su debilidad y sus aliados fueron pasando a la oposicin desintegrndose as la coalicin que desde 1919 la mantuvo a flote.
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CAPTULO 2
Tanto el fascismo en Italia como el nacionalsocialismo en Alemania se inscriben dentro de la corriente totalitaria y se asumen a s mismas como la respuesta al liberalismo democrtico de los pases de Europa Occidental y los Estados Unidos y al comunismo emprendido por la Unin Sovitica y que en los momentos de crisis de ambas naciones fueron la gran amenaza. Ya desde 1924 el fascismo gobierna Italia con Mussolini a la cabeza ejerciendo una frrea dictadura eliminando todo tipo de oposicin y el nazismo en Alemania hara lo propio desde 1934 cuando Hitler asume la plenitud de los poderes del Ejecutivo tras la muerte de Hindenburg quedando como el nico gobernante de Alemania, pero Qu caracteriza a ambos procesos? Esto es un intento por presentar los aspectos caractersticos y emblemticos de ambos procesos.
Aspectos Polticos
parlamentario liberal y democrtico que caracteriz a Italia hasta el final de la Primera Guerra Mundial al cual se le responsabiliza de diversos aspectos adversos para los italianos en todos los mbitos para lo cual el Fascismo propone que el Estado en su mxima extensin sea el que rija los destinos del pas y donde se requiere el concurso de todos para que funcione. Sin embargo es un signo caracterstico que del Estado tome primaca la parte que corresponde al Gobierno, que se hace muy fuerte y una estructura que ejercer el poder con mano de hierro pero que promete llevar bienestar a sus gobernados con un lder carismtico cuya obediencia sea sin titubeos y con fe ciega.
El Estado es visto entonces como instrumento de los fuertes y garanta de los dbiles. En el primer caso para un ejercicio eficaz del poder que le permita al Estado cumplir con sus objetivos de grandeza y primaca y en el segundo caso, para proveer de bienestar a sus pobladores con la garanta de que no vivirn las mismas penurias de las que responsabiliza a la democracia del rgimen anterior. Tambin en Alemania se cumple este signo del Estado Omnipotente con base al control total del partido nazi en todas las actividades del Estado logrando un frreo control sobre todas las regiones utilizando personas claves en los puestos de direccin estadal lo que se tradujo en un mayor centralismo y en consecuencia una mayor influencia de Hitler sobre todos los mbitos de la cotidianidad alemana.
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comunistas. Luego siguieron otras medidas que implementadas con el terror por delante impidieron que los adversarios polticos del fascismo se aliaran en contra del rgimen, especialmente despus del asesinato de Matteoti. Se increment la censura y la aplicacin de medidas policacas que hizo que los adversarios fueran encarcelados o exiliados y la crtica reducida al silencio. Finalmente se ilegalizaron todos los partidos polticos de Italia con la sola excepcin del Partido Nacional Fascista, que de ahora en adelante sera brazo ejecutor de las polticas del gobierno y nica manera posible de acceder a las instancias de poder.
Hitler tard menos tiempo para eliminar a la oposicin y se vali para ello tanto de las milicias del Partido, tan disciplinadas y violentas como los Fascios italianos como del aparato policial del Estado, que fueron utilizadas sin medida para aterrorizar a los adversarios y asegurarse la victoria en las elecciones de 1933. Todo este proceso le permitira progresivamente romper con sus aliados nacionalistas a los cuales consideraba un frgil vnculo con Hindenburg y la legalidad republicana. Factor clave fue el incendio de 1933 sobre el Reichstag poco antes de las elecciones que si bien fue perpetrado por los nazis, Hitler lo utilizara en la propaganda para responsabilizar a los comunistas y as buscar sacarlos del juego. El resultado de todo esto lo resume Hayes (1968) de la siguiente manera: De los 39 millones de votos depositados, los nazis obtuvieron 17 millones y sus aliados nacionalistas unos 3 millones. No era una victoria aplastante, pero s suficiente para Hitler (p.662).
Otra forma de censura ejercida por los regmenes fascista italiano y nacionalsocialista alemn es el relacionado con el control de los medios de comunicacin, las lneas editoriales y el aparato de propaganda estatal. A partir de este trabajo de propaganda poltica Mussolini y los fascistas no dejaron de recordar las glorias del pasado al cual se buscaba emular, especialmente el relacionado a la grandeza y gloria del Imperio Romano. Con fervor patritico no
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solamente se reseaban los mensajes nacionalistas sino las obras pblicas de gran envergadura que se iban construyendo, la reparacin de los antiguos monumentos romanos y la paulatina salida de las crisis unido a la reactivacin industrial sin olvidar que todo era obra del Estado y su buen gobierno.
Ms conocidas eran las actividades propagandsticas en Alemania, un aparato llevado eficientemente de manos de Joseph Goebbels, ministro de propaganda. Con mensajes que exacerbaban la histeria colectiva y sin informacin imparcial que le contrastara la propaganda goebbeliana fue tan efectiva que los alemanes empezaron a dar crdito de su contenido y depositar en Hitler la responsabilidad del xito. De hecho se le ha atribuido a Goebbels la sentencia Una mentira dicha mil veces se convierte en verdad. Entre los temas que sirvieron para la propaganda se destacan los mensajes antisemitas contra la raza juda, la superioridad de la raza aria en todos sus aspectos (y que lleg al paroxismo en 1936 con motivo de realizarse los Juegos Olmpicos en Berln) y el xito en la reactivacin econmica alemana.
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la presuncin de desigualdad se ponen de manifiesto derivaciones racistas donde Mussolini se ampara en la superioridad de los gobernantes, es decir de quienes militan en su partido y Hitler en la superioridad de la raza aria. La mujer, a diferencia de los sistemas democrticos de la poca en la cual haban logrado importantes progresos en la consecucin de sus derechos civiles, quedaba reducida en Italia y Alemania al mero rol de procreadora del nuevo hombre y a los oficios del hogar.
Otro aspecto caracterstico del fascismo y el nazismo es la visin imperialista, entendida esta como un expansionismo territorial con imposiciones sobre la soberana de los territorios conquistados, que terminaron anexionados al gobierno fascista y que de una u otra manera estuvieron signados por actos de fuerza. En Italia el Nacionalismo iba de la mano con un militarismo evidente celebrndose desfiles militares espectaculares, adiestrndose a nios en el uso de las armas y un encendido discurso en elogio de la guerra que avivaba el fervor marcial. Pero detrs de todo ese militarismo se prevea una intencin imperialista. Para Mussolini el Nacionalismo tena races histricas ya que donde se encontraba Italia haba residido el mayor imperio de la antigedad: El Imperio Romano o imperii mundi, cuya grandeza y gloria haba servido de razn histrica para la unificacin italiana en el siglo XIX y Mussolini buscaba emplear las mismas razones para emular tal grandeza, recuperar el prestigio internacional perdido tras la guerra y, especialmente volver a tener control del Mar Mediterrneo al cual se refera como Mare Nostrum (Nuestro Mar), trminos tomados de los romanos. Con eso se permiti tomar acciones expansionistas en los Balcanes el Norte de frica y Libia. En 1935 encabez una accin en Etiopa la cual domin, anexndose el territorio etope a Italia, dejando a su vez en evidencia la incapacidad de la Sociedad de Naciones.
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En Alemania la poltica exterior de Hitler busc recuperar su lugar en el mundo en abierta desobediencia al Tratado de Versalles y la Sociedad de Naciones, de quienes se separan en 1933 va plebiscito e iniciando un proceso de rearme en principio secreto y luego pblico para recuperar el podero militar que Alemania ostent hasta la Primera Guerra Mundial. A su vez territorialmente se puso en prctica la tesis del Espacio Vital o Lebensraum, en el cual sostena que los alemanes necesitaban expandir sus fronteras para canalizar su crecimiento demogrfico y su desarrollo econmico, buscando en lo posible expandirse hacia el este. Con el asesinato del Canciller Dolfuss en Austria en 1835, Hitler logr la anexin de Austria al Tercer Reich por medio de un plebiscito en 1938 (Anschluss) al Espacio Vital y busc expandirse hacia el este en especial hacia Polonia y los estados eslavos, especialmente los Sudetes (Checoslovaquia) y otros territorios perdidos tras la Primera Guerra. En 1936 se produce el acercamiento final con el rgimen fascista italiano con la creacin del Eje Roma-Berln por medio de un acuerdo secreto. Tambin el Reich tuvo un importante acercamiento con la Unin Sovitica y el Rgimen de Stalin con quien firm un pacto de No Agresin que supuso la reparticin de Polonia y que se mantuvo hasta 1941 cuando se produjo la invasin alemana durante la Segunda Guerra Mundial.
Importante es la participacin de Hitler y Mussolini en la Guerra Civil Espaola y la instauracin del Generalsimo Francisco Franco que permiti una expansin del totalitarismo y la aparicin de fascismos residuales en claro desafo a las democracias occidentales.
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privados, organizados en confederaciones obreras y patronales al Estado en pro del inters colectivo y tendi la economa a un dirigismo estatal en materia laboral donde el propio Estado serva a su vez de planificador y rbitro de las disputas y relaciones laborales dentro del territorio, esto ltimo con la creacin del Consejo Nacional de las Corporaciones en 1926. Alemania sigui el ejemplo italiano una vez eliminados los sindicatos obreros y crendose los Frentes de Trabajo Alemn controlados por el Partido y poniendo la economa nacional bajo control del Estado.
El control estatal deriv en importantes momentos del fascismo italiano en una planificacin de la economa que deriv necesariamente en una orientacin autrquica y nacionalista destinada a incrementar la productividad agrcola, reactivar la industria y disminuir el nmero de desocupados en la fuerza laboral italiana. De esta concepcin autrquica se puede decir que provienen las dos batallas de ndole econmica que caracterizaron al rgimen y que con el aparato de propaganda cobraron mayor relevancia. La primera fue La batalla del trigo en 1925 que se caracteriz por un fuerte proteccionismo estatal para frenar las importaciones y promover as la modernizacin de la produccin agrcola, realizado gracias a subsidios estatales a la agricultura y fuertes impuestos a la importacin. La segunda fue la Batalla de la lira ocurrida entre 1927 y 1932, que si bien perjudic al comercio exterior, produjo el auge de importantes sectores industriales, increment el PIB italiano y provey estabilidad monetaria al pas reduciendo la inflacin.
En Alemania el proceso productivo se orient a la produccin industrial, especialmente de la industria pesada y militar dedicndose las importaciones a almacenar materiales que serviran para hacer frente a una eventual guerra y se potenciaron las exportaciones hacia sus vecinos, especialmente a los Balcanes. Asimismo los avances industriales de Alemania sirvieron de sustento a la
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propaganda nazi que haca mostrar los signos del progreso y la recuperacin econmica. Es importante sealar a su vez que la reactivacin econmica generada a lo interno de Italia y Alemania, en el primer caso con la construccin de obras pblicas y en el segundo con la industrializacin por el inters nacional, sirvi para poner freno al problema del paro forzoso que haba sido un signo secular de las crisis econmicas de ambos pases antes de la llegada de Mussolini en Italia y Hitler en Alemania al poder, lo que permiti una mejora en las condiciones de vida del habitante comn y un incremento de la fe y el fervor nacionalista en el totalitarismo.
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Inclusive para los alemanes exista una bsqueda constante de ese nuevo hombre permitindose incluso la intervencin cientfica para mejorar los rasgos hereditarios de la raza, tanto fenotpicos como genotpicos mediante experimentos con seres humanos que sirvieron tambin para lograr el exterminio de las minoras, siguiendo la filosofa de la eugenesia. Los experimentos del Dr. Joseph Mengele son ilustrativos en este particular.
El Nacionalismo cultural
Culturalmente se busca una exaltacin de los valores nacionalistas en lo artstico, literario y musical, protegiendo ciertas formas artsticas y ciertos creadores que encajaban con la manera de pensar del gobierno. En el caso de Italia se restauraron obras de arte y monumentos pertenecientes a la era romana como una manera de recordar la grandeza imperial y el destino al cual deba ir el fascismo. En Alemania la segregacin cultural previ la eliminacin y quema de libros extranjeros, judos y marxistas y declarar como formas degeneradas de arte las provenientes de artistas extranjeros tales como Picasso, Van Gogh, etc. Un ejemplo de exaltacin de los valores culturales alemanes est en el apoyo de Hitler al Festival Wagner de Bayreuth, organizado por los herederos del compositor alemn nacionalista Richard Wagner y el auspicio a la obra cinematogrfica de Leni Riefenstahl, utilizada con fines propagandsticos.
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ambos procesos se puede identificar ese enemigo que se les hace comn que es el comunismo encarnado en los obreros y sindicalistas a quienes tanto Hitler como Mussolini se encargarn de barrer. Incluso, de acuerdo a Martnez Carreras (1996) Mussolini insiste tanto en 1919 como en 1924 que la doctrina es el hecho, que la accin prima sobre la palabra y que el fascismo no necesita dogmas sino disciplina. Que hasta 1929 es cuando se hace necesario dar al fascismo una doctrina y sin embargo es poco precisa y s oportunista.
Tampoco el Nacionalsocialismo tiene una verdadera ideologa sino que igualmente se mueve por el voluntarismo y la accin. Que Martnez Carreras aludiendo a Touchard seala la negativa de Hitler a presentar un programa indicando que todos los programas son intiles, lo que importa es la voluntad humana (p. 187). Algunos pensaran que Mein Kampf sera el basamento ideolgico del Nazismo, sin embargo, no pasa de ser una autobiografa de Hitler que en su segunda parte enumera las acciones a ejecutar por parte del nazi para llegar y ejercer el poder, aunque en el caso de este libro s aparecen algunas pinceladas ideolgicas, que recogen ms el sentir y pensar de Hitler que la postulacin de una ideologa nacionalsocialista, especialmente orientadas a justificar tanto el nacionalismo y el antisemitismo, este ltimo como requisito para que se imponga la raza aria como raza superior. Sin embargo, esto ltimo, tal como ya se ha descrito, no pasa ms all de ser una extensin del darwinismo social.
El primado de la irracionalidad
No es de extraar que siendo el fascismo un fenmeno antiliberal se comporte con predominio de la irracionalidad. El individuo en fascismo (y por extensin en totalitarismo) es un ente subordinado al Estado, no un ser autnomo y pensante como en el pensamiento liberal, donde impera la razn y el hombre comienza a cuestionar incluso al poder absoluto y universal, tal como ocurri a partir del Renacimiento y en mayor medida durante el siglo XIX. En este caso
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para el fascismo el hombre es un ser voluntarista cuyas acciones obedecen a los designios del Estado que aspira a su vez en convertirse en una religin laica, y en consecuencia, en un nueva forma de poder universal con obediencia ciega, ya no de Dios sino del lder, considerado predestinado para conducir a la sociedad y al cual no solo se le obedece, sino tambin se le admira, se le presenta como ejemplo a seguir y quintaesencia del hombre nuevo para la sociedad.
Ahora bien, ambos procesos s dejan para la posteridad una ideologa basada en sus propias acciones que son adoptadas por grupos que no dejan de ser activistas y voluntaristas, y que hoy en da enfrentan dificultades para alcanzar el poder ya que las sociedades de sus propios pases les van poniendo coto a sus actuaciones. Toro Hardy (1993), citado por el Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Simn Bolvar (1998) lo seala as:
Las migraciones masivas provenientes de los pases pobres o con conflictos tnicos comienzan a dar lugar al surgimiento de importantes movimientos de ultraderecha y neonazis En Europa, de su lado, el listado de partidos y movimientos no hace sino crecer cada da. En Alemania el Partido Republicano, liderado por el ex oficial de la SS Franz Schnhuber, cobra fuerza creciente, y las bases de este partido se imbrican con las bandas de cabezas rapadas que siembran destruccin y muerte entre los extranjeros En Francia, el frente nacional de Jean Marie Le Pen, obtiene nuevos adeptos cada da y de no ser por la naturaleza del sistema electoral francs que tiende a privilegiar a los partidos mayoritarios, este Frente Nacional estara controlando parte importante de la Asamblea Nacional Francesa Por doquier los fantasmas de Hitler y Mussolini asoman sus cabezas. (p. 38)
Sin embargo no necesariamente se trata de una explosin de tipo ideolgica, a menos que se asuma el activismo como ideologa tal como lo dice Gentile en su definicin del fascismo. Posiblemente algunos aspectos caractersticos como el antisemitismo sean asumidos como ideologa, pero no deja
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de seguir una orientacin voluntarista tal y como de manera primigenia permiti la llegada del fascismo a Italia y del Nazismo a Alemania.
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CONCLUSIN
La ascensin al poder de Mussolini en Italia y de Hitler en Alemania configur una nueva realidad poltica, incmoda para el desarrollo del sistema democrtico mundial, cuyos representantes eran los Estados Unidos, el Reino Unido y Francia y que pudo sumir al mundo en una escalada totalitaria caracterizada no solamente por la supresin de las libertades individuales y colectivas, el monopolio del poder ejercido por un nico partido, el control total de la economa, y un nacionalismo exacerbado con dimensiones imperialistas. Sin embargo la Segunda Guerra Mundial puso fin a ese estado de cosas y el totalitarismo, salvo excepciones residuales como las registradas en Portugal y Espaa, desapareci como amenaza al orden poltico mundial. Sin embargo en tiempos de globalizacin algunos nacionalismos nacidos en oposicin a la era global han engendrado movimientos polticos que tienen orientaciones fascistas pero que an no han podido llegar al poder ya que los mecanismos de autorregulacin y el sistema de pesos y contrapesos en cada Estado ha servido para poner freno a estos movimientos, no obstante siguen en funcionamiento.
En Venezuela se vive desde 1999 un proceso poltico, autodenominado revolucionario encabezado por un militar ex golpista, que entre los analistas polticos y los opinadores de oficio se han empeado en calificar de Fascista, en especial cuando se encuentran frente a un micrfono de un medio de comunicacin o en entrevistas de prensa y que sin embargo, esa palabra, precisamente por seria y rimbombante, se utiliza ms como adorno para la galera que con la seriedad que corresponde. El propsito es llegar al fondo de esta problemtica y contribuir al debate determinando crticamente si el proceso poltico que vive Venezuela entre 1999 y 2011 se puede enmarcar dentro de lo que se conoce como Fascismo, Nacionalsocialismo o Totalitarismo.
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Para estudiar los orgenes de este proceso habra que remontarse al menos a unos 8 aos antes de la ascensin de Hugo Chvez al poder y se podran encontrar durante ese perodo, algunas similitudes con la situacin italiana al final de la Primera Guerra Mundial. Especialmente en el aspecto econmico donde Venezuela desde febrero de 1983 viva un proceso de crisis econmica caracterizado por un elevado endeudamiento externo y que en 1988 durante la presidencia de Carlos Andrs Prez se encontraba en un estado comprometido para el pas. Su gobierno emprendi una serie de medidas de corte neoliberal siguiendo las recetas del Fondo Monetario Internacional que aunque para algunos expertos eran medidas necesarias tuvieron un costo social aunque se exhiban para 1992 algunos resultados econmicos. Solamente que en 1992, el 4 de febrero, un teniente-coronel del Ejrcito llamado Hugo Chvez intent junto a otros oficiales medios un golpe de estado contra el gobierno democrticamente electo, fracasando y purgando pena de prisin por rebelin militar. Algo similar a las circunstancias en las que Hitler perpetr su intento de golpe de estado en 1924.
Sin embargo la situacin econmica de Venezuela fue empeorando, con signos especficos tales como el derrumbe del sistema financiero en 1994 cuando ocho bancos fueron intervenidos, la cada en el valor de las importaciones por la baja del precio del petrleo, principal producto de exportacin en Venezuela, devaluacin de la moneda y alta inflacin. Y en lo poltico el pas se hallaba en una situacin de debilidad institucional caracterizada por la desconfianza de la gente ante la poltica, el abstencionismo creciente en los procesos electorales de 1993 y 1995, y la corrupcin en todo el aparato de la administracin pblica. En esas circunstancias, con promesas de cambio en la forma de llevar las riendas del pas y un cambio en el sistema poltico mediante una Asamblea Nacional Constituyente, es elegido Hugo Chvez Presidente de la Repblica de Venezuela en 1998, para tomar posesin el 2 de febrero de 1999.
Es necesario entonces observar si existen similitudes en las caractersticas del fascismo italiano y el nacionalsocialismo alemn con las que se pueden
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encontrar en el proceso venezolano actual y para ello se estarn realizando las comparaciones correspondientes utilizando como base las caractersticas polticas, econmicas y sociales de los procesos italiano y alemn como punto de partida.
El primer aspecto poltico al cual hacer referencia es a la Omnipotencia del Estado que se puso de manifiesto en Italia y Alemania y que signific la sumisin del hombre a los designios de un Estado Fuerte, con la desaparicin de la separacin de los poderes, principio del Liberalismo, al cual se pretende atacar y convertido en un instrumento de los fuertes y garanta de los dbiles para alcanzar los objetivos de grandeza nacional y la superacin de los problemas que aquejaron a la sociedad italiana y alemana de la poca. En Venezuela a la llegada de Hugo Chvez al poder en 1999 se pone en marcha un proceso de cambios cuyo punto de partida fue la instalacin de una Asamblea Constituyente que produjo una nueva Constitucin, aprobada por Referendo en diciembre de ese mismo ao. Es una constitucin de tipo liberal que permite la ampliacin de los derechos, en especial de los derechos humanos. Sin embargo, a lo largo de los aos en los que ha perdurado el proceso revolucionario se ha hecho notable la acumulacin de poder del Presidente de la Repblica erigindose como ese Lder nico e infalible que dicta las pautas y el destino del Pas.
A pesar de que an se mantiene en vigencia la Constitucin de 1999, cada vez se ve ms lejana y ajena en su cumplimiento y observancia mientras el Presidente de la Repblica se coloca en esa posicin de Hombre Fuerte, al cual llegaron a colocarse Hitler y Mussolini en esa calidad de lder indiscutido del proceso poltico al que se le debe obediencia ciega y sin titubeos, tal como lo presentaba Nietzche en El Superhombre. Venezuela sigue teniendo una estructura de Estado al estilo liberal con cinco poderes constitucionalmente bien definidos y en teora autnomos e independientes. Sin embargo es destacable la sumisin de los Poderes Pblicos a la voluntad del Ejecutivo Nacional quien de manera pblica propone proyectos de Ley, instruye a los diputados de la Asamblea Nacional para la discusin de ciertas normas e inclusive da rdenes a los rganos
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de administracin de justicia en determinadas circunstancias. Inclusive es de sealar que en los 12 aos del proceso revolucionario ha recibido de manos de la Asamblea Nacional cuatro Leyes Habilitantes, incluyendo una que est en vigencia que lo han convertido en legislador en determinadas reas, en especial en el rea econmica.
Algunas organizaciones de defensa de los Derechos Humanos y la Democracia, tanto nacionales como internacionales como Human Rights Watch (2011), han consignado en sus informes anuales algunas seales de sumisin de los Poderes a la voluntad del Ejecutivo Nacional, en especial del Poder Judicial cuyos signo prncipal es la accin rpida de los rganos judiciales en casos donde el imputado pertenece a la oposicin pero la accin es lenta o hay inaccin cuando los casos involucran a personas del aparato gubernamental, amn de otros signos como la partidizacin del sistema de justicia y el cumplimiento de rdenes directas o indirectas emitidas desde la Presidencia de la Repblica. El informe de Human Rights Watch se refiere a la detencin de un conocido lder opositor y a la pena de prisin sufrida por una juez del Poder Judicial que segn el informe actu conforme a derecho en un caso puntual y fue pblicamente condenada por el Presidente de la Repblica, quien pidi en su contra la pena mxima de 30 aos de prisin. El Estado Venezolano ha sido enftico y vehemente en rechazar y descalificar tales informes acusndolos de ser parcializados y actuar segn los designios de potencias extranjeras y por ende contrarios a la soberana nacional.
El segundo aspecto poltico al cual se hace referencia en este trabajo corresponde a la supresin de toda oposicin al gobierno, la cual se considera perturbadora del buen gobierno. Tanto el Fascismo italiano como el Nazismo alemn fueron particularmente eficaces para quitar del medio a la oposicin poltica, por un lado ilegalizando a todos los partidos polticos, excepto el Partido Nacional Fascista en Italia y el Partido Nacionalsocialista del Trabajo en Alemania, y por otro lado utilizando los grupos activistas de sus partidos para ejercer la violencia contra opositores que fueron asesinados en una parte (por ejemplo el asesinato de Matteoti) y los dems encarcelados o exiliados. En 31
Venezuela an no se ha logrado suprimir en su totalidad a la oposicin, sin embargo ha sido signo gubernamental la descalificacin y la minimizacin de la oposicin no solamente desde la Presidencia de la Repblica con un verbo encendido contra sus adversarios, sino desde otras instancias institucionales, el uso de los aparatos de seguridad e inteligencia y en el activismo poltico de los correligionarios del Gobierno.
Si bien la relacin Gobierno-Oposicin ha sido conflictiva en extremo desde el comienzo del proceso revolucionario, su pugnacidad a lo largo de los aos fue en aumento, presentndose en Venezuela un brote de un mal con races histricas y de la cual el pas tiene una larga tradicin que es el fenmeno del sectarismo como forma de exclusin poltica. A raz de los sucesos de Abril de 2002, an no aclarados ni estudiados en su justa dimensin, el Gobierno Nacional no ha tenido empacho en descalificar a sus adversarios polticos con eptetos como golpistas, fascistas e incluso terroristas, arsenal de trminos que utiliza discrecionalmente en unos casos e indiscriminadamente en otros para atacar y minimizar a la oposicin. Existen otros elementos sistemticos de anular a la oposicin como por ejemplo, la prohibicin de financiamiento oficial para llevar a cabo campaas electorales, las limitaciones en el envo de recursos por va del situado constitucional en jurisdicciones gobernadas por la oposicin, la politizacin del sistema de justicia contra dirigentes opositores, y la ms recientemente utilizada disminucin de atribuciones y competencias en el marco del proceso de descentralizacin que regresan al gobierno central, en especial las referidas a la seguridad, infraestructura, educacin y asistencia mdica, entre otras.
Sin embargo, s existi en Venezuela un perodo donde el Gobierno pudo ejercer prcticamente sin oposicin. Ese perodo se inici en octubre de 2004 cuando la oposicin solamente pudo ganar las gobernaciones de los estados Zulia y Nueva Esparta, debido entre otros factores, a la desunin de la disidencia en algunos lugares y en otros a la abstencin que castig a los liderazgos opositores de algunas zonas del pas y continu en 2005 con el retiro de los partidos de 32
oposicin de las elecciones parlamentarias de diciembre de ese mismo ao que sirvi para que resultara de ello una Asamblea Nacional monocolor y completamente al servicio del Poder Ejecutivo. Sin embargo desde 2008 la oposicin ha retomado por va electoral algunos espacios en el Poder Pblico y se ha reiniciado con eso la pugnacidad entre sectores con una alta polarizacin.
Esto ha servido de manera poltica para minimizar a una oposicin que no solamente se conforma de partidos polticos sino de organizaciones gremiales tanto de empresarios como de trabajadores y Organizaciones No Gubernamentales en diferentes reas desde la Contralora Social como los Derechos Humanos. Pero activsticamente se ha recurrido a la violencia en contra de los opositores. A partir de 2001 con la creacin de los crculos bolivarianos se crearon fuerzas de choque armadas y organizadas estratgicamente para desbaratar violentamente cualquier manifestacin y extender su accin a personas y propiedades referentes de adversarios polticos del Gobierno. Estos grupos concebidos como organizaciones comunitarias con el fin de lograr objetivos en sus comunidades actuaron el mejor estilo de los fasci para lograr temor y sumisin. Sin embargo estos grupos han sido sustituidos por organizaciones de naturaleza paramilitar cuyas acciones en contra de la oposicin han sido ms contundentes. Ejemplos de estos grupos se pueden hallar en Colectivos como el del Sector La Piedrita en el barrio 23 de Enero o en las Fuerzas Bolivarianas de Liberacin.
Un tercer elemento caracterstico de los regmenes en Italia y Alemania es el Control de los Medios de Comunicacin y la instauracin de aparatos de propaganda estatal. En especial el Nazismo se sirvi de la propaganda para presentar a los alemanes los smbolos del progreso y el avance econmico en el Nacionalsocialismo, la superioridad de la raza aria, la exaltacin de los valores nacionales y la exaltacin de Hitler como lder, todo ello unido a un control estatal de la totalidad de los medios de comunicacin aislando a los alemanes de informaciones provenientes del exterior, especialmente de las democracias occidentales. En Italia ocurrira algo similar con los Medios de Comunicacin aprovechando cualquier circunstancia para exaltar el destino histrico de Italia. Y 33
en Venezuela no ha sido muy distinta la situacin. Durante este proceso se ha ejercido una constante presin sobre los medios de comunicacin independientes que en la mayora de los casos han generado o la censura abierta en determinados contenidos, o la autocensura en el fuero interno de los medios. Mientras tanto se han aprobado legislaciones que tienden a limitar el trabajo de los medios de comunicacin (entre ellas la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisin, reformada parcialmente en diciembre de 2010) e incluso ha rechazado en varias ocasiones la renovacin en concesiones vencidas de algunas emisoras de radio y televisin (por ejemplo, el caso de Radio Caracas Televisin que ces sus transmisiones en seal abierta en mayo de 2007), decretando ex oficio, el cierre de los medios afectados.
Paradjicamente
mientras
han
ido
desapareciendo
los
medios
independientes y privados el Gobierno ha auspiciado la creacin de nuevas emisoras en Venezuela a su servicio comprendidas entre emisoras y televisoras comunitarias surgiendo a su vez la Red de Medios Pblicos, y el Ministerio del Poder Popular para la Comunicacin y la Informacin ha emprendido un aparato de propaganda obligatorio para todos los medios, con constantes apariciones en Cadena de Radio y Televisin del Primer Mandatario dedicado no solamente a exhibir los logros del Gobierno nacional sino a exaltar la figura presidencial como Jefe del Gobierno, en donde no se ha ocultado el fin de lograr la Hegemona Comunicacional, un evidente signo de los regmenes totalitarios.
Tambin con fines propagandsticos se presenta de manera cultural el auspicio y mecenazgo oficial de algunas estructuras en lo literario, musical, artstico e incluso deportivo de personalidades de estas actividades que sirven para intentar exaltar un nacionalismo que ha servido en los momentos de menor popularidad del Presidente Chvez para buscar apoyo. Sin embargo no deja de ser un momento para la exposicin pblica del Lder apalancada en la imagen de estas personalidades que son consideradas, hroes y ejemplos para la construccin del nuevo hombre en la sociedad, similares al mecenazgo cultural en Italia y Alemania por las manifestaciones nacionalistas. 34
Otro signo importante del Fascismo y el Nazismo es la necesidad de un Partido nico que gobierne en todos los mbitos del pas y que sea encabezado por el Lder. Tanto Mussolini como Hitler llegaron al poder como lderes de sus respectivos partidos polticos, que por va de la ilegalizacin de los dems partidos se fue erigiendo como partido nico legal en el pas y brazo poltico del rgimen que controlaba todos los mbitos de la vida nacional y se converta en nica manera de acceder a las instancias del Gobierno. Debido a que en Venezuela la supresin de la oposicin no fue total, no se puede decir que exista un partido nico, no obstante, desde el seno del oficialismo s parece existir una tendencia a establecerse una figura nica de partido poltico. Mientras Hitler y Mussolini llegaron al poder con su propio partido, Hugo Chvez en 1998 llega de la mano de un movimiento poltico que a su vez estuvo apalancado por un grupo de partidos, mayoritariamente de izquierda coaligados bajo el nombre de Polo Patritico. El Polo Patritico con sus altibajos ha sido el factor de unificacin de fuerzas que le ha permitido a Hugo Chvez y al proceso revolucionario salir victorioso en la mayora de las elecciones realizadas. Sin embargo, tras su victoria en las Elecciones Presidenciales de 2006 estuvo incubando la necesidad de crear un partido nico de la Revolucin. En el ao 2007 el Presidente de la Repblica solicit a los partidos del llamado Polo Patritico el cese de sus funciones para la creacin de un partido nico, cosa a la que accedi la mayora de los grupos oficialistas, con las excepciones de los partidos Comunista de Venezuela (P.C.V.), Movimiento Electoral del Pueblo (M.E.P.), Por la Democracia Social (PODEMOS) y Patria Para Todos (P.P.T.) que rechazaron disolverse a favor del Partido Socialista Unido de Venezuela (P.S.U.V.). Hoy en da los dos ltimos partidos forman parte de la oposicin/disidencia del pas. Sin embargo es el P.S.U.V. quien capitaliza aproximadamente ms del 90% de los votos oficialistas y ya es de todos conocido que es el partido de Chvez.
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Dentro de las actividades del Partido de Gobierno se encuentra el control efectivo de una estructura orgnica de carcter comunal que amenaza con socavar los cimientos del Estado. Desde 2007 el Gobierno ha estimulado la creacin de grupos sociales denominados Consejos Comunales sin un gobierno propio pero con vocera y responsabilidades propias, lo que ha sido el germen para la creacin de las Comunas, figura que si bien no tiene rango constitucional, ya que fue rechazada electoralmente en una propuesta de Reforma a la Constitucin en el ao 2007, ya empiezan a aparecer instrumentos legales que las regulan, se cuentan como parte de la distribucin poltico-administrativa en otras leyes e incluso tienen un ministerio propio. La estructura comunal parece poner en prctica una democracia directa pero en la realidad supone un mayor centralismo en torno a la figura presidencial y obedece al control del partido de gobierno. Con esa estructura se estaran dando los primeros pasos de la corporativizacin del Estado, con la anuencia de los Poderes Pblicos, en especial de la actual Asamblea Nacional, cuya mayora oficialista promueve el concepto del pueblo legislador. Es similar a lo puesto en prctica por Mussolini, que a pesar de existir los rganos de ejercicio del poder constitucionalmente establecidos, el poder real y el control estatal resida sobre el Estado Corporativo, aunque en Venezuela no es a nivel econmico (como en Italia) sino a nivel poltico.
Al igual que en el Fascismo italiano y el Nazismo alemn existen procesos de segregacin y exclusin social en Venezuela. Pero a diferencia de ellos en Venezuela no se produce bajo la filosofa del darwinismo social, sino bajo la concepcin del sectarismo poltico en el cual se considera enemigo todo aquel que no comulgue con las ideas del Gobierno. Miles de venezolanos se han visto impedidos desde 2002 de ejercer la plenitud de sus derechos ciudadanos, tener acceso a trabajar desde la Administracin Pblica y tener posibilidades de acceder a crditos, contribuciones o ayudas estatales por el solo hecho de manifestar su desacuerdo con el Gobierno. A partir de 2002 las Listas Tascn, Maisanta y Santa Ins han sido utilizadas por el Gobierno y las instancias de la Administracin Pblica para anular de manera ciudadana a las personas que ejerciendo un derecho constitucional intentaron la solicitud de un Referendo Revocatorio al Presidente
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de la Repblica (que se realiz en 2004), y al que Jatar (2006) ha considerado uno de los casos de apartheid poltico ms emblemticos en lo que va de siglo XXI.
En el plano econmico tanto el Fascismo como el Nazismo haban puesto en prctica un dirigismo estatal que estaba destinado a poner al sistema econmico a disposicin del Estado que funcionara productivamente de una manera autrquica y nacionalista. Para ello lograron que burgueses y capitalistas se pusieran a la orden del Estado. En Venezuela el Estado ha intentado ejercer el control del sistema econmico bajo un esquema socialista con planificacin de la economa. Sin embargo los resultados a nivel econmico no han podido rendir lo esperado y ms all de los nmeros es importante describir cul es la situacin: para llevar a cabo el esquema socialista se han aprobado leyes destinadas al desarrollo productivo de una gran cantidad de rubros, en especial los de las necesidades bsicas promoviendo el eslogan de la soberana alimentaria, as como ha llevado a cabo procesos de expropiacin y confiscacin de propiedades, tierras e industrias pertenecientes originalmente a capitales privados tanto nacionales como extranjeros con el fin de incrementar una produccin nacional. A diferencia de Mussolini y Hitler, que lograron concitar al capital privado. Sin embargo se ha incrementado la dependencia del petrleo, que sigue siendo la principal industria del pas y al cual se le apuesta reiteradamente al incremento del precio del barril en el mercado internacional para obtener recursos financieros y aunque la propaganda oficial d cuenta de resultados de productividad los rendimientos no corresponden con la realidad. An queda en algunos sectores una competencia privada que intenta satisfacer el mercado alimentario y los diferentes gremios econmicos dan cuenta de una economa que, despus de Hait, fue la de mayor crecimiento negativo de Amrica en el ao 2010, pese a contar con precios del petrleo altos, con una moneda sometida a control de cambio y reconversin monetaria en aos recientes.
Sin embargo con todas estas caractersticas sera muy aventurado asegurar la existencia del totalitarismo en Venezuela y aunque hay personas que inclusive ya piensan en la existencia del fascismo en el pas es preciso hacer algunas 37
salvedades. La primera de ellas es que no se puede olvidar que el tanto el Fascismo como el Nazismo son considerados movimientos de derecha y el proceso venezolano se ha querido inclinar a una tendencia izquierdista enmarcada en el Socialismo del siglo XXI, una tendencia que an no tiene una ideologa definida en el papel, que se menciona en cuanto instrumento legal se aprueba desde el Poder Legislativo y que parece ms orientada al voluntarismo que a las ideas propiamente dichas. Que si bien toma algunos aspectos del socialismo, en otros aspectos tales como la recaudacin fiscal pareciera ser capitalista y ms an neoliberal.
Al remitirse a las apreciaciones de Martnez Carreras (1996) que definen los caracteres del totalitarismo se pudiera decir que an Venezuela no se encuentra en ese estado de su sistema poltico. Martnez Carreras seala lo siguiente:
Tambin se utiliza para designar a ambos (fascismo y nazismo como sistemas) en conjunto el trmino de totalitarismo, cuyos caracteres diferenciadores ha sealado C. J. FRIEDRICH: 1.o) Una ideologa oficial, es decir, un cuerpo oficial de doctrina que cubre los aspectos de la vida humana; 2.o) un sistema de partido nico dirigido por un dictador; 3.o) Un sistema de control policiaco; 4.o) la concentracin de todos los medios de propaganda; 5.o) la concentracin de todos los medios militares, y 6.o) el control central y la direccin de toda la economa. (p. 171)
Al menos los aspectos 2 y 4 de los elementos sealados en la cita anterior muestran que no existe an un factor totalizante de poder fctico en lo que se refiere al partido nico, que en el caso de Venezuela se convierte en el partido predominante, pero no el nico ante la existencia de oposicin. Y en el caso de la propaganda sta concentracin no es total ya que existen medios de comunicacin independientes, que si bien deben disponer obligatoriamente de segmentos para la difusin de los mensajes del Gobierno, an presentan las visiones contrarias, eso s con dificultades para ejercer su labor. En el aspecto 6 an no han logrado la direccin de toda la economa ante la existencia de una competencia privada an 38
no sometida al Gobierno central. Sin embargo s se podra afirmar en base a los hechos que hay una tendencia a ir hacia el totalitarismo, no que se haya llegado a l an.
Causa especial inters entonces que a 12 aos de haber iniciado el proceso revolucionario an no se hayan manifestado en su totalidad los signos que marcan a un proceso totalitario, toda vez que las experiencias de Italia y Alemania, as como el ejemplo comunista sovitico muestran que la llegada al totalitarismo debe ser necesariamente un proceso rpido desde la ascensin del lder al poder y en Venezuela parece tardar mucho tiempo para enseorearse y que en un futuro podran derivar en una nueva realidad poltica.
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BIBLIOGRAFA
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