El Esoterismo de La Semana Santa
El Esoterismo de La Semana Santa
El Esoterismo de La Semana Santa
Introduccin "La Semana Santa tenemos que vivirla dentro de nosotros mismos, aqu y ahora en la Gran Obra. La Semana Santa es la ms santa de todas las semanas, porque es la semana en la que tiene uno que vivir el Drama Csmico. Cada cual tiene que vivir su Semana Santa; el Hijo del Hombre vive la suya. Cuando el Hijo del Hombre nace en el "pesebre"; debe luego vivir su Semana Santa, hacer todo el trabajo en su Semana Santa". Samael Aun Weor. "La Gran Obra individual se cumple con el dominio zodiacal de las potencias titnicas". "Esto que sucede en lo macrocsmico se repite en el microcosmos-hombre. Tal fue mi caso particular". Samael "Las Tres Montaas". Aun Weor,
Conferencia.
La Semana Santa tenemos que vivirla dentro de nosotros mismos aqu y ahora, en la Gran Obra. El Gnesis de Moiss y el Apocalipsis de San Juan se complementan. Conviene que echemos un vistazo a la Biblia y que estudiemos la coordinacin existente entre el Gnesis y el Apocalipsis. Vamos a abrir, aqu, las sagradas escrituras. En el Gnesis dice. "En el principio cre Dios los cielos y la tierra, y la tierra estaba desordenada y vaca, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espritu de Dios se mova sobre la faz de las aguas. Y dijo Dios: Sea la luz! Y fue la luz, y vio Dios que la luz era buena, y separ Dios la luz de las tinieblas, y llam dios a la luz da, y a las tinieblas llam noche, y fue la tarde y la maana un da". Ese es el primer da del Gran Trabajo de la Semana Santa, en el que hay que "separar la luz de las tinieblas". El Iniciado tiene que bajar entonces a los mundos infiernos y conocer el secreto del abismo: el secreto de Malchut, el secreto de los Klifos y de la "muerte segunda".
"Luego dijo Dios: haya expansin en medio de las aguas, y separ las aguas de las aguas, e hizo Dios la expansin, y separ las aguas que estaban debajo de la expansin de las aguas que estaban sobre la expansin, y fue as, y llam Dios a la expansin cielos, y fue la tarde y la maana el da segundo". Ese es el segundo trabajo que hay que hacer; es el segundo trabajo alqumico y hay que "separar las aguas de las aguas". Tngase en cuenta que cuando habla de "aguas", se est refiriendo el gnesis a esas aguas espermticas del primer instante al "caos metlico" De la alquimia. Es claro que en ese esperma est, dijramos, el Alma del mismo semen, el Alma del Caos, el "Alma" es el Mercurio de la Filosofa Secreta. Hay que "separar las aguas de las aguas", o mejor dicho, separar las aguas superiores. La "leche de gallina" como se dice en alquimia, el Mercurio de la Filosofa Secreta, l "Alma Metlica" del Azogue, debe ser separada de la parte bruta mediante la transmutacin; eso es obvio. Son tres tipos de Mercurio: primero, Mercurio en bruto o esperma; segundo, el "Alma Metlica" del Mercurio, constituida por las corrientes seminales que suben por Id y Pingal, y el tercer Mercurio aparece cuando los tomos solares y lunares del mismo Mercurio hacen contacto en el Tribeni, cerca del coxis, despertando la Kundalini, el Fuego Sagrado, el Azufre, y entonces este fecunda al Mercurio y se forma el tercero que viene a penetrar por Sushumn, es decir, viene a ascender por la columna espinal hasta el cerebro, y es con ese tercer Mercurio -con el excedente de ese tercer Mercurio- con el que viene a cristalizar el Cuerpo Astral, y mucho ms tarde, en una octava superior, el Mental y despus el Causal. As pues, "separar las aguas de las aguas" es indispensable y se hace mediante la transmutacin. Ese es el segundo da de la creacin. "Dijo tambin Dios: jntense las aguas que estn debajo de los cielos en un lugar, y descbrase la seca. Y fue as, y llam Dios a la seca tierra, y a la reunin de las aguas llam mares, y vio Dios que era bueno. Despus dijo Dios: produzca la tierra hierba verde, hierba que d semilla, rbol que d fruto segn su gnero, que su semilla est en l, sobre la tierra, y fue as. Produjo pues, la tierra hierba verde, hierba que da semilla segn su naturaleza y rbol que da fruto, cuya semilla est en l segn su gnero, y vio Dios que era bueno, y fue la tarde y la maana del da tercero". He ah pues, el tercer trabajo: la creacin -el tercer da- del tercer vehculo, del Cuerpo Astral o Vehculo Sideral, el cual debe "llegar a tener fruto". Y cundo tiene fruto? Cuando ya es un vehculo de oro puro, es cuando ya ha tenido fruto el Cuerpo Astral, donde est, dijramos, la semilla.
"Dijo luego Dios: haya lumbreras en la expansin de los cielos para separar el da de la noche, y sirvan de seales para las estaciones, para das y aos, y sean por lumbreras en la expansin de los cielos para alumbrar sobre la tierra, y fue as, e hizo Dios las dos grandes lumbreras: la lumbrera mayor para que enseorease en el da y la lumbrera menor para que enseorease en la noche. Hizo tambin las estrellas y las puso Dios en la expansin de los cielos para alumbrar sobre la tierra, y para seorear en el da y la noche y para separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios que era bueno, y fue la tarde y la maana del da cuarto." Aqu es cuando ya viene uno a darle forma a la Cuarta Iniciacin, cuando cristifica en la Gran Obra, el Vehculo de la Mente, eso es importantsimo. Entonces esas seales que se ven arriba: El Sol, y la luna, las estrellas y toda esa cuestin, est relacionada con la Sabidura Hermtica, porque en el Mundo de Netzah es donde encuentra uno el Conocimiento Hermtico. De manera que resulta muy interesante eso del cuarto da, que tiene que ver con la Cuarta Iniciacin. Continuando, veremos lo siguiente: "luego dijo Dios, produzca la tierra seres vivientes, y aves que vuelen sobre la tierra, en la abierta expansin de los cielos. Y cre Dios los grandes monstruos marinos y todo ser viviente que se mueve, que las aguas produjeron segn su gnero, y toda ave alada segn su especie, y vio Dios que era bueno, y Dios los bendijo diciendo fructificad y multiplicaos, y llenar las aguas de los mares, y multiplquense Las aves en la tierra. Y fue la tarde y la maana del da quinto". Bien se sabe que en la Quinta Iniciacin, que corresponde al Mundo Causal, tiene uno que hacerse amo de los elementos, aprender a manejar todo aquello que tenga vida, hacerse seor del fuego, de los aires, de las aguas y de la tierra; aprender a manejar los poderes de la naturaleza, y esto solamente es posible trabajando sobre uno mismo. Por eso les deca que antes de intentar manejar los elementos de la naturaleza -los elementales del fuego, del aire, del agua y de la tierra-, tiene uno que aprender a manejar los propios: aprender a manejar los elementales atmicos del esperma, aprender a manejar los elementales atmicos del fuego sexual, aprender a manejar los silfos de la propia mente -eso se llama hacerse amo de la propia mente-, y aprender tambin a manejar los gnomos atmicos que forman la carne y los huesos, hacerse amo de los elementales atmicos dentro de s mismo. Tiene uno que hacerse amo de su propio cuerpo para hacerse amo de la Naturaleza. No podra uno llegar a manejar los elementales del Universo si no ha manejado sus propios elementales atmicos, los de su cuerpo. Todo eso se aprende en el quinto da de la creacin. "Luego dijo Dios: produzca la tierra seres vivientes segn su gnero, bestias y serpientes y animales de la tierra segn su especie. Y fue as, e hizo Dios animales de la tierra segn su gnero, y todo animal que se arrastra sobre la
tierra segn su especie, y vio Dios que era bueno. Entonces dijo Dios: hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza, y seoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y cre Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo cre, varn y hembra los cre -es muy importante esto; indudablemente, es bastante importante-. Y los bendijo Dios y les dijo: fructificar y multiplicaos, llenar la tierra y sojuzgadla, y seoread en los peces del mar, en las aves de los cielos y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra. Y he ah que os he dado toda planta que da semilla, que est sobre toda la tierra, y todo rbol en que hay fruto y que da semilla, os sern para comer, y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida y toda planta verde, les ser para comer, y fue as. Y vio Dios todo lo que haba hecho, y he aqu que era bueno en gran manera, y fue la tarde y la maana del da sexto". De manera que, Dios, varn y hembra los cre. Pero, Cundo es que se pasa, verdaderamente, a ser varn y hembra? Cundo es que se fusionan los principios masculinos y femeninos de la Seidad? Tngase en cuenta que ese es el trabajo del sexto da, o sea, el sexto trabajo, en el que el Budhi, la Walkiria, despus de haberse desposado con el Caballero, con el Alma Humana, se fusionan ambos ntegramente mediante el fuego. Entonces queda el Hombre como un andrgino perfecto, como varn y hembra, con poderes sobre el fuego, sobre los aires, sobre las aguas, sobre la tierra y sobre todo lo que es, ha sido y ser. En el ltimo da de la creacin, "fueron acabados los cielos y la tierra, y todo el ejrcito de ellos; acab Dios en el da sptimo la obra que hizo y reposo en da sptimo de toda la obra que hizo. Y bendijo Dios al da sptimo y lo santific, porque en l repos de toda la obra que haba hecho en la Creacin". Cuando se hace el sptimo trabajo, el Sptimo Da de la Semana Santa, la Obra queda consumada: "Consumatum est!" "Todo se ha consumado!"; entonces sucede la suprema entrega del Espritu al Padre. Ms tarde, en el Octavo Da, el padre en el Hijo -en el Hijo resucitado- se levanta de entre su sepulcro de cristal, despus de la Resurreccin de los Muertos; pero ese trabajo todo, en s, forma la Semana Santa. Hemos mirado esto desde el ngulo del Gnesis porque con las mismas leyes que el Logos o Unidad Mltiple Perfecta us para crear este Sistema Solar, esas mismas leyes tiene que usar el Alquimista para crear su Universo Interior, para llegar a tener realidad, para crear el Universo propio, se usan las mismas leyes. Al trabajar uno con la Alquimia, est trabajando con las mismas leyes con las que el Creador cre el Universo. Aun ms: est ampliando la obra del Creador, porque la obra del Creador queda ampliada cuando nace un nuevo
Maestro. De esa manera, pues, se consuma la obra y se llega a donde se quiere llegar. El Gnesis est ntimamente relacionado con el Apocalipsis de San Juan, con los Siete Sellos y con las Siete Trompetas que cada Angel ha de tocar. El Iniciado, cuando recibe la Iniciacin de Malchut, incuestionablemente rompe el Primer Sello; cuando pasa por la de Jesod rompe el Segundo Sello del Libro Sagrado, que es el Hombre. Cuando pasa por la Tercera Iniciacin, rompe el Tercer Sello, cuando pasa por la cuarta, rompe el Cuarto Sello, cuando pasa por la quinta, rompe el Quinto Sello, cuando pasa por la sexta, rompe el Sexto Sello y as se ha consumado la Gran Obra, porque el sptimo es de descanso, de oracin, de meditacin, de splica, como se ve all, en el Apocalipsis de San Juan. Es claro que al romperse el Sptimo Sello, la Obra est ya consumada -el Octavo Da es siempre para resucitar-. Uno tiene que vivir el Gnesis en lo individual o en lo colectivo. Lo vive en lo colectivo con la creacin del Universo, como partcula divina que viene a esta creacin. El Apocalipsis tambin tiene uno que vivirlo individualmente o colectivamente. Colectivamente en el Libro de la Vida, en el Libro de la Sabidura, y a travs de la historia va rompiendo cada Sello. Por estos tiempos est ya para romperse el Sexto Sello; es decir, la humanidad est viviendo colectivamente el Apocalipsis. As como el Alquimista tiene que fabricar Oro -no solamente crear los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser, sino adems convertir esos Cuerpos en Oro puro antes de ser tragado por la Serpiente-, as tambin el Logos tiene una Edad de Oro, y para poder tener el Logos una Edad de Oro tiene que hacer lo mismo que hace el Alquimista en su laboratorio, arrancando Sello por Sello. El Logos tiene que hacerle vivir el Apocalipsis a la humanidad, debe ir arrancando cada Sello. Claro que, cuando termina de romper el Sexto Sello, la Obra queda consumada, viene la catstrofe final, y con la ruptura del Sptimo Sello ya no queda nada de lo que antes haba, viniendo por ltimo la Resurreccin del Logos en todo lo creado, en toda la Naturaleza, y es cuando llega la nueva edad, la Edad de Oro. As como el hombre para poder fabricar Oro -hablando en sentido alquimistanecesita romper los Siete Sellos, as tambin el Logos -para poder hacer una Edad de Oro- necesita que toda la humanidad rompa los Siete Sellos, que toda la Naturaleza los rompa, y entonces nace la Edad de Oro, pero todo esto tiene antes que pasar por un Apocalipsis tremendo y espantoso. De manera que, o vivimos el Apocalipsis individualmente, o nos toca vivirlo colectivamente. Claro que mejor es vivirlo individualmente, porque eso nos da el triunfo: logramos fijar el Oro en nosotros mismos, logramos conseguir el "vellocino de oro" de los antiguos. Y si nos toca vivirlo colectivamente, con el Gran Apocalipsis mundial, debemos ingresar a los mundos infiernos y pasar por la "muerte segunda" para tener derecho, ms tarde, a vivir en la Edad de
Oro como esencias puras de una nueva humanidad. Empero, de ambas maneras tenemos que vivir el Gran Libro y romper sus Sellos. La Semana Santa es la ms santa de todas las semanas, porque es la Semana en la que tiene uno que vivir el Drama Csmico, y cada da de esos equivale a largos perodos de trabajo. Pero, al fin y al cabo, la Gran Obra se resume siempre simblicamente, en el "Libro de Job", a ocho das. Los ocho aos de Job son el summum, el extracto de s, pero en conjunto la Gran Obra se resume en Ocho Das, en Ocho Aos totalmente, junto con la Resurreccin y todo, es decir, la Semana Santa puede durar muchos aos. En todo caso, cada cual tiene que vivir su Semana Santa. El Hijo del Hombre vive la suya, cuando el Hijo del Hombre nace en el "pesebre". El debe luego vivir su Semana Santa, hacer todo el trabajo en su Semana Santa. Al pueblo no se le puede explicar todo esto, porque el pueblo no entiende. Al pueblo se le da la "corteza", la "cscara" de la enseanza, pero a los iniciados se les ensea la "carne de la doctrina", se les da a "comer" la Doctrina. De manera que, el cristianismo tiene dos aspectos: el cristianismo exotrico o pblico, para el pueblo, y el cristianismo esotrico o sagrado para los iniciados.
P. Venerable Maestro, con el propsito de hacer conciencia de nuestro trabajo, quiero preguntar lo siguiente: el Bodhisattwa, aunque est cado, tiene que crear el cuerpo de la Voluntad Consciente para que entre Tiphereth? R. bueno, el Bodhisattwa, siendo Bodhisattwa, no tiene por qu entrar a crear el Cuerpo Causal, puesto que se sabe que es un Bodhisattwa, es decir, el Alma Humana de un Maestro; ya se entiende que esos vehculos los cre en el pasado. Empero, tiene que encender el fuego en sus vehculos, restaurar el fuego en cada uno de sus vehculos, y despus regenerar el oro en sus cuerpos. Conseguido esto, pues el Bodhisattwa se levanta. Ahora bien, no se logra eso sino empezando por la base, diramos; despus de haberse encendido el fuego en cada uno de los vehculos, despus de haberse restaurado, dijramos, el Principio Igneo en los vehculos fsico, Vital, Astral, Mental y Causal. As el Padre, si es su voluntad, puede enviar a Tiphereth para que nazca en el "establo interior". Pero entiendo que esto es una gracia del Altsimo, porque alguien puede haber alcanzado la quinta Iniciacin de Fuego y sin embargo no por eso el Nio -que lleva la Divina Madre en sus brazos- ha de penetrar en sus vehculos, o nacer en su "establo interior". Empero, si se anhela de verdad, si se quiere trabajar por la humanidad, se puede conseguir que el Hijo del Hombre venga al mundo interior, si esa es la voluntad del Padre.
P. Cuando un Iniciado tiene formado el Cuerpo Causal, logra entonces la formacin del Alma Humana? Y otra pregunta: Es Tiphereth la misma Alma Humana? R. Pues el Alma Humana, propiamente, est en el mismo Causal. Una fraccin del Alma Humana es lo que constituye el "Budhata", la Esencia. En el Bodhisattwa, el "Budhata" o Esencia es el "Embrin Aureo" ya organizado. En todo caso, debemos tener en cuenta lo que ya he dicho y que es demasiado sutil: que fcilmente se presta a confusin la cuestin aquella del Cuerpo Causal y el Tiphereth Crstico. Es tan sutil esto, que puede uno equivocarse, puede uno confundir la "gimnasia" con la "magnesia". Tiphereth, o sea, la expresin viva del Cristo Intimo, se halla muy correlacionada con el Causal, con el Alma Humana, viene a formar parte ntegra con el Alma Humana, pero slo cuando es la voluntad del Padre, entonces el Hijo del Hombre viene al mundo. Creo que ya van entendiendo ustedes. Esto es muy fino y se necesita tener una mente muy elstica, muy dctil, para poderlo entender. P. Para lograr la Iniciacin de Tiphereth, es necesario poseer los Vehculos Solares? R. Pues, incuestionablemente, si uno no posee los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser, no podra jams alcanzar la Iniciacin de Tiphereth. P. Quisiera hacerle dos preguntas, Maestro. Primera, cul es el origen de nuestra Esencia? Segunda, si nosotros deseamos levantarnos, por qu no lo hemos hecho antes? R. Bueno, con el mayor gusto voy a dar respuesta a todo eso. La esencia viene de la "Va Lctea" -estoy hablando en sntesis-, llega al Sol y luego, por ltimo, penetra en la Naturaleza. En principio se manifiesta como un simple "elemental" primigenio, asciende a travs de las etapas mineral, vegetal y animal, hasta penetrar por ltimo en el cuerpo del "humanoide" o "mamfero racional". Es claro que la Esencia necesita convertirse en el "Embrin Aureo", necesita trabajar para crearse los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser y transformarse en Bodhisattwa. Cuando la Esencia no logra su cometido en el primer ciclo de manifestacin, que es de 108 existencias, entonces tiene que descender a las entraas de la Tierra en procesos involutivos, con el propsito de eliminar los elementos inhumanos o "agregados psquicos" entre los cuales vino a quedar embotellada debido a los errores. Una vez que ha pasado por la "muerte segunda", ella asciende otra vez a la superficie del mundo para reiniciar nuevos procesos evolutivos a partir del mineral. Incuestionablemente, esos nuevos procesos tienen como punto de partida una espira ms alta dentro de
la gran espiral de la vida. La Esencia empezar, retornar o reiniciar sus procesos evolutivos a partir del mineral, pero en una octava superior, ya no como un simple "elemental" inferior, sino como un gnomo superior, hasta reconquistar otra vez el estado humano, -despus de haber pasado por las escalas vegetal y animal- y se le asignan, como ya sabemos las 108 existencias. Si no logra el triunfo, el proceso se seguir repitiendo as durante 3.000 ciclos, ruedas de manifestacin o edades. Bien, si ustedes no son Bodhisattwas todava, se debe a que no trabajaron en ese sentido, no llegaron a esas alturas en pasados ciclos de manifestacin, pero ahora mismo pueden convertirse en Bodhisattwas si se lo proponen. En todo caso, no olviden el origen de la Esencia; ella viene de la "Va Lctea", pasa por el Sol y por ltimo entra aqu en nuestra Naturaleza, en nuestro mundo. Claro, si pensamos en que la "Va Lctea" tiene como capital central a Sirio, no estn equivocados los esoteristas que piensan que nosotros vamos hacia Sirio. Es verdad: hacia Sirio vamos. P. Cundo sali de la "Va Lctea" nuestra Esencia? R. Eso fue en el amanecer de la vida. Pensemos en que esas Esencias tuvieron que evolucionar e involucionar antes de descender hasta el mineral, formando parte de muchos procesos en las dimensiones superiores del espacio. Al llegar al estado mineral, reiniciaron un ascenso evolutivo, comenzaron como Esencias primigenias. Obviamente, ustedes ya han hecho el ciclo varias veces; han pasado, no solamente por las ruedas del molino, sino tambin por cada una de las muelas de las ruedas del molino. Ahora, naturalmente, tienen que aprovechar este ciclo de manifestacin para lograr su Auto-Realizacin, y sobre todo en estos momentos, en que estamos viviendo las partes finales del Apocalipsis colectivo o mundial. Sera lamentable que ustedes en estos momentos no se auto-realizaran, porque tendran que descender a las entraas de la Tierra y en muy mala hora, junto con toda esta catstrofe mundial. Yo les aconsejo, pues, que de una vez por todas se conviertan en Bodhisattwas. P. Podra usted explicarnos, Venerable Maestro, en una forma ms o menos breve, cmo se origin este Sistema Solar de Ors y quin lo gobierna? R. "En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. Por l todas las cosas fueron hechas, y sin l nada de lo que es hecho, hubiera sido hecho". As pues, el Universo est gobernado por el Verbo; el Verbo es el Ejrcito de la Voz, la Gran Palabra, el Demiurgo Arquitecto, el "Archeus". Cada uno de esos Verbos -hablando ya por separado, puesto que el Logos es Unidad Mltiple Perfecta- tiene su misin, su labor, su ministerio, en relacin con este Sistema Solar de Ors, y todo el conjunto de los Elojim o Elohim que forman el Ejrcito de la Gran Palabra, el Heru-Pa-Kroat, constituyen en s mismos el gobierno de nuestro Sistema Solar de Ors. Esa es mi respuesta...
Introduccin. "No hay duda de que en la Aurora de cualquier creacin, nuestro "Purusha" que es el "Anciano de los Das", el Ser del Ser- se desdobla convirtindose por tal motivo en el Padre-Madre. Tampoco hay duda de que la pareja original Osiris e Isis-, mediante un acto supremo sexual, en la "fragua encendida de Vulcano", dan origen al tercero, es decir, al Fohat, al fuego, y este a su vez hace fecunda a la materia catica para que surja la vida. Ms escrito est que Fohat, la llama que emana de Osiris e Isis, se desdobla a su vez en los siete Radicales, en los Siete Hermanos Igneos que estn dentro de nosotros mismos, aqu y ahora. El uno es el fsico, otro es el Vital; tercero los principios gneos del Astral, el cuarto los del Mental, el quinto los del Causal, el sexto los del Buddhi y el sptimo los de Atman". Samael Aun "Los Siete Radicales del Fuego y el Sello Hermtico". Weor.
Samael Aun Weor / Conferencia. El Cristo Csmico y la Semana Santa. (II) Conferencia dictada por el Maestro Samael Aun Weor en Mxico, D. F., en el ao 1977. Ante todo es necesario comprender a fondo lo que es realmente el Cristo Csmico. Urge saber en nombre de la verdad, que Cristo no es algo meramente histrico. Las gentes estn acostumbradas a pensar en el Cristo como un personaje histrico que existiera hace 1.977 aos. Tal concepto resulta equivocado, porque el Cristo no es del tiempo, el Cristo es atemporal. El Cristo se desenvuelve de instante en instante, de momento en momento. Cristo en s mismo, es el Fuego Sagrado, el Fuego Csmico Universal. Si nosotros rastrillamos un cerillo, brotar el fuego. Los cientficos dirn que el fuego es el resultado de la combustin, ms eso es falso; el fuego que brota del cerillo est contenido en el cerillo, slo que con la frotacin lo liberamos de su prisin y aparece. Podramos decir que el fuego, en s mismo, no es el resultado de la combustin, ms bien la combustin es el resultado del fuego. Conviene entender, mis caros hermanos, que a nosotros lo que ms nos interesa es el Fuego del Fuego, la Llama de la Llama, la Signatura Astral del Fuego. La mano que mueve al cerillo o para que aparezca la llama, tiene fuego, vida; si no, no podra moverse. Despus de que el cerillo se apaga, la llama sigue existiendo en la Cuarta Vertical. Los cientficos no saben qu cosa es el fuego; lo utilizan, pero lo desconocen. Tampoco saben lo que es la electricidad, la usan, pero la desconocen. S, mis queridos hermanos, conviene que ustedes entiendan lo que es el Fuego. Antes
de que la aurora de la creacin vibrara intensamente, el Fuego hizo su aparicin. Recuerden ustedes, mis queridos hermanos, que hay dos Unos. El primer Uno es Aelohim, el segundo Uno es Elohim. El primero Uno es el Inmanifestado, el Incognoscible, la Divinidad que no se puede pintar, ni simbolizar, ni burilar. El segundo Uno brota del primer Uno, y es el Demiurgo Arquitecto del Universo, el Fuego. Quiero que entiendan que uno es el fuego que arde en la cocina, o en el altar, y otro es el Fuego del Espritu como Aelohim o como Elohim. Elohim es pues el Demiurgo, el Ejrcito de la Voz, la Gran Palabra. Cada uno de los Constructores del Universo son llamas vivas, es Fuego vivo. Escrito est que "Dios es un fuego devorador". El Fuego es el Cristo, el Cristo Csmico. Elohim en s mismo, ha brotado de Aelohim. Elohim en s mismo, se desdobla para iniciar la manifestacin csmica en el Dos, en su Esposa, en la Madre Divina, y cuando el Uno se desdobla en Dos, surge el Tres, es el Fuego. Las criaturas del Fuego hacen fecundo al Caos para que surja la vida. Siempre que el Uno se desdobla en Dos, el Tercero aparece: el Fuego. El Fuego hace fecundo las aguas de la existencia y entonces el Caos se convierte en el Andrgino Divino. As conviene entender que el Ejrcito de la Voz, el Ejrcito de la Palabra es Fuego, y que ese Fuego vivo, ese Fuego viviente y filosofal que hace fecunda a la materia catica, es el Cristo Csmico, el Logos, la Gran Palabra. Pero para que el Logos aparezca, para que venga a la manifestacin, el Uno debe desdoblarse en el Dos, es decir, el Padre se desdobla en la Madre, y de la unin de los dos opuestos nace el tercero: el Fuego. Ese Fuego es el Logos, el Cristo, que hace posible la existencia del Universo en la aurora de cualquier creacin. S, mis queridos hermanos, conviene que entendamos mejor lo que es el Cristo, que no nos contentemos con recordar la cuestin meramente histrica, porque el Crestos es una realidad de instante en instante, de momento en momento, de segundo en segundo. El es el Creador; el Fuego tiene poder para crear los tomos y para desintegrarlos, el poder para manejar las fuerzas csmicas universales, etc. El Fuego tiene poder para unir todos los tomos y crear universos, como el poder para desintegrar universos. El mundo es una bola de fuego que se enciende y se apaga segn leyes. As que el Cristo es el Fuego. Por eso sobre la cruz vern ustedes las cuatro letras: I.N.R.I., que significa "ignis natura renovatur integram", el Fuego renueva incesantemente la naturaleza.
Ahora creo que ustedes van entendiendo por qu a nosotros nos interesa la Signatura Astral del Fuego, la Llama de la Llama, lo Oculto, el aspecto esotrico del Fuego. Y es que el Fuego en realidad es crstico, tiene poder para transformar todo lo que es, todo lo que ha sido y todo lo que ser. INRI es lo que nos interesa, sin INRI no es posible que nosotros nos cristifiquemos. Les deca anoche que el Cristo Intimo, el Cristo Csmico, tiene que dar tres pasos de arriba hacia abajo, a travs de las siete regiones del Universo. Tambin les deca anoche que el Cristo debe dar tres pasos de abajo hacia arriba -he ah el misterio de los tres pasos y de los siete pasos de la masonera. Es una lstima que los hermanos masones hayan olvidado esto. En todo caso el Crestos, el Logos, resplandece en el cenit de la medianoche espiritual, como en el ocaso o en el Oriente, y cada una de esas tres posiciones es respetada en las siete regiones. El mstico que se gua por la Estrella de la Medianoche, por el Sol Espiritual, sabe lo que significan esos tres pasos dentro de las siete regiones. Pensemos tambin en el Sol, pensemos en el rayo y en el Fuego, he ah las tres lumbreras, los tres aspectos del Logos en las siete regiones. Cuando el Uno se desdobla en el Dos, surge el Tercero, y este es Fuego que crea y vuelve nuevamente a crear. Ese tercero puede crear con el poder de la palabra, con la palabra solar, con la palabra mgica, con la palabra del Sol Central. As crea el Logos! Es por medio del Fuego como nosotros podemos cristificarnos. Intilmente habr nacido Cristo en Belem si no nace en nuestro corazn tambin; intilmente habr sido crucificado y muerto y resucitado en la Tierra Santa, si no nace tambin en nosotros, y muere y resucita. Necesitamos encarnar al Crestos Csmico, al Espritu del Fuego, hacerlo carne en nosotros. En tanto no lo hayamos hecho, estaremos muertos para las cosas del Espritu, porque El es la Vida, es el Logos, es la Gran Palabra, Heru-PaKroa, El es Vishn. La palabra "Vishn" -les deca anoche-, viene de la raz que es "Vish", que significa "penetrar", El penetra en todo lo que es, ha sido y ser. Necesitamos que penetre en nosotros para que nos transforme radicalmente. Slo por medio del Fuego lograremos nosotros aniquilar al Ego. Quien pretenda aniquilar al Ego nicamente con el intelecto, marcha por el camino del error. Obviamente, necesitamos auto-conocernos si es que queremos cristificarnos, y si queremos auto-conocernos para lograr la cristificacin, necesitamos autoobservarnos, vernos a s mismos, observarnos a s mismos. Slo por ese camino ser posible llegar un da a la desintegracin del Ego. El Ego es la suma total de todos nuestros defectos: ira, codicia, lujuria, envidia, orgullo, pereza, gula, etc., etc., etc. Aunque tuviramos mil lenguas para hablar y paladar de acero, no alcanzaramos a enumerar todos nuestros defectos cabalmente.
Deca que tenemos que auto-observarnos para auto-conocernos, porque si nos observamos a s mismos descubriremos nuestros defectos psicolgicos y podremos trabajar sobre ellos. Cuando alguien admite que tiene una psicologa, comienza a observarse y esto le convierte de hecho en una criatura diferente. Yo quiero que entiendan, mis queridos hermanos gnsticos esta noche, la necesidad de aprender a observarse a s mismos, a verse a s mismos. Pero hay que saberse observar, porque una es la observacin mecnica y otra es la observacin consciente. Alguien, que conociera por primera vez nuestras enseanzas, dira: "Pero qu gano con observarme? Esto es aburridor! He visto que tengo ira, he visto que tengo celos, y qu?" Claro est que as es la observacin mecnica. Nosotros necesitamos observar lo observado. Repito: necesitamos observar lo observado, y esto ya es observacin consciente de nosotros mismos. La observacin mecnica de s mismos no nos conducir jams a nada, es absurda, inconsciente, estril. Necesitamos la auto-observacin consciente de s mismos, slo as verdaderamente, podremos auto-conocernos para trabajar sobre nuestros defectos. Que sentimos ira en un instante dado? Vamos a observar lo observado, -la escena de ira-. No importa que lo hagamos ms tarde, pero vamos a hacerlo. Y al observar lo observado, lo que vimos en nosotros, sabremos si realmente fue ira o no fue ira, porque pudo haberse provocado algn sncope nervioso que tomamos por ira. Que de pronto fuimos invadidos por los celos? Pues vamos a observar lo observado! Qu fue lo que observamos? Tal vez que la mujer estaba con otro tipo? Y si es mujer, tal vez vio a su hombre con otra mujer y sinti celos? En todo caso, muy serenamente y en profunda meditacin, observaremos lo observado para saber si realmente existi o no existi los celos. Al observar lo observado, lo haremos a travs de la meditacin y de la auto-reflexin evidente del Ser. As esa observacin se torna consciente. Cuando uno se hace consciente de tal o cual defecto de tipo psicolgico, puede trabajarlo con el Fuego. Tendra uno que concentrarse en Stella Maris Tonantzin, Rea, Cibeles, Mar, etc.-, ella es una parte de nuestro propio Ser, pero derivado, es la serpiente gnea de nuestros mgicos poderes, la Cobra Sagrada -fuego ardiente-. Ella, con sus poderes flamgeros, podr desintegrar el defecto psicolgico, el agregado psquico que nosotros hayamos autoobservado conscientemente. Es obvio, que a su vez la Esencia o fuego embotellado en el agregado psquico que desintegremos, resplandecer, ser liberado, y a medida que vayamos desintegrando los agregados los porcentajes de Esencia -que es Fuego Crstico-, se multiplicar y un da el Fuego resplandecer dentro de nosotros mismos, aqu y ahora. Necesitamos que el Fuego arda en nosotros; solo INRI -nombre sagrado puesto sobre la cruz del mrtir en el Calvario-, puede quebrar los agregados
psquicos. Aquellos que pretenden desintegrar todos esos agregados psquicos sin tener en cuenta al Fuego, marchan por el camino equivocado, y no solamente andan mal, sino que tambin extravan a los dems. Se dice que el Crestos naci en la aldea de Belem hace mil novecientos setenta y siete aos, lo cual es falso, porque la aldea de Belem no exista en aquella poca. Belem tiene de una raz caldea: "Bel", y "Bel" es el Fuego, la "Torre de Fuego de Caldea". En nuestro cuerpo la torre es la cabeza y el cuello, porque el resto del cuerpo es el templo, y la torre la cabeza y el cuello. Quien ha logrado elevar el Fuego sobre s mismo, quien lo puede levantar hasta la cabeza, hasta el cerebro, hasta el tope, de hecho podr convertirse en el Cuerpo del Crestos, que es Fuego, el Espritu del Fuego. Y es el Espritu del Fuego, ese Espritu original, primigenio, quien podr cristificarnos totalmente. El Fuego, Fohat, ardiendo dentro de nosotros, nos transformar radicalmente. Una vez que el Fuego arda dentro de nosotros, seremos cambiados totalmente, seremos convertidos en criaturas completamente diferentes, seremos convertidos en seres distintos, y entonces gozaremos de la iluminacin plena y de los poderes csmicos. As que entendido esto mis queridos hermanos, debemos trabajar con el Fuego. "Al que sabe, la palabra da poder; nadie la pronunci, nadie la pronunciar, sino solamente aquel que lo tiene encarnado". El Cristo, el Espritu del Fuego, no es un personaje meramente histrico, es el Ejrcito de la Palabra, es una fuerza que est ms all de la personalidad, del Ego y de la individualidad; es una fuerza como la electricidad, como el magnetismo, un poder, un gran agente csmico, universal, es la fuerza elctrica que puede originar nuevas manifestaciones. Ese Fuego Csmico entra en el hombre que est debidamente preparado, en el hombre que tenga la torre esa de Beln, ardiendo. Cuando el Cristo encarna en un hombre, este se transforma radicalmente. El es el Nio-Dios que debe nacer en cada criatura. As como l naci en el Universo hace millones de aos para organizar totalmente este sistema solar, as tambin debe nacer en cada uno de nosotros. El nace en el "establo de Belem", es decir, entre los animales del deseo, entre los agregados psquicos que necesita quebrantar, porque solo el Fuego puede quebrantar tales agregados. As, el fuego aparece donde estn esos agregados para destruirlos, para volverlos polvareda csmica y libertar el Alma, la Esencia. Cmo podra l libertar el Alma si no entrara, penetrara profundamente en el organismo humano? En el Oriente Cristo es Vishn, y repito, la raz "Vish" significa "penetrar". El Fuego, el Cristo, el Logos, puede penetrar profundamente en el organismo humano para quemar las escorias que tenemos dentro. Pero necesitamos amar al Fuego, adorar al Fuego, rendirle culto a la Llama.
Ha llegado la hora de entender que slo el Fohat puede transformarnos radicalmente. El Cristo dentro de nosotros opera quebrantando las races del mal. INRI quebrantando los agregados psquicos es formidable, los reduce a cenizas, pero necesitamos trabajar con el Fuego. Por eso es que en nuestros trabajos de concentracin, invocamos a la Serpiente Ignea de nuestros mgicos poderes, porque solo con el Fuego podemos quebrantar todos los elementos psquicos indeseables que en nuestro interior cargamos. El fro lunar nunca podr quebrantar a los agregados psquicos; necesitamos de los poderes flamgeros del Logos, necesitamos de INRI para transformarnos. S, mis caros hermanos que esta noche estn reunidos conmigo, entiendan que estamos en Semana Santa y la Semana Santa tiene siete das. En los tiempos antiguos todo se rega por el calendario solar: Luna, Mercurio, Venus, Sol, Marte, Jpiter y Saturno, y los das eran: Lunes, Mircoles, Viernes, Domingo, Martes, Jueves y Sbado. Desgraciadamente, ese calendario fue alterado por gentes fanticas medievales. La Semana Santa es profundamente significativa. Recuerden los siete y los tres pasos de la masonera. El Cristo debe arder, primero que todo, en nuestro cuerpo humano; ms tarde la llama debe depositarse en el fondo del Alma y por ltimo en el fondo del Espritu. Estos tres pasos, a travs de las siete esferas, son profundamente significativos. Obviamente, estos tres pasos bsicos, fundamentales, se hallan contenidos en las siete esferas del mundo y del Universo. Incuestionablemente, la Semana Santa tiene races esotricas muy hondas, porque el Iniciado debe trabajar sobre las fuerzas lunares y sobre las fuerzas de Mercurio, y con las fuerzas de Venus y del Sol, y de Marte, de Jpiter y de Saturno. El Drama Csmico se desenvuelve en siete regiones y de acuerdo con los siete planetas del sistema solar. La Llama debe aparecer en el cuerpo fsico, debe avanzar en el Cuerpo Vital, debe proseguir su camino por la senda Astral, debe continuar su viaje por el Mundo de la Mente, debe llegar a la Esfera de Venus en el Mundo Causal, debe continuar o proseguir su viaje por el Mundo Bdhico o Intuicional, y por ltimo, en el sptimo da, habr llegado al Mundo de Atman, al Mundo del Espritu; entonces el Maestro recibir el Bautismo del Fuego que lo transformar radicalmente. Obviamente, todo el Drama Csmico -tal como est escrito en los cuatro Evangelios-, deber ser vivido dentro de nosotros mismos, aqu y ahora. Eso no es meramente histrico, es algo para vivir ahora y aqu. Los tres traidores que crucifican al Cristo, que lo llevan a la muerte, estn dentro de nosotros mismos. Los masones los conocen, los gnsticos tambin
los conocemos: Judas, Pilatos y Caifs. Judas es el demonio del deseo que nos atormenta. Pilatos es el demonio de la mente, que para todo tiene disculpas, y Caifs es el demonio de la mala voluntad quien prostituye el altar. Estos son los tres traidores que entregan al Cristo por treinta monedas de plata. Estas treinta monedas representan todos los vicios y pasiones de la humanidad. Cambian al Cristo por las botellas en la cantina, cambian al Cristo por el prostbulo o por el "lecho de Procusto", cambian al Cristo por el dinero, por las riquezas, por la vida sensual, lo venden por treinta monedas de plata. Hermanos, recuerden que multitudes de personas, multitudes de gentes piden la crucifixin del Seor. Todas esas multitudes que gritan: "crucifixia, crucifixia, crucifixia!", no son las de hace 1.977 aos. No, esas gentes que piden la crucifixin del Cristo, estn dentro de nosotros mismos -repito: aqu y ahora-. Son los agregados psquicos inhumanos que en nuestro interior cargamos; son todos esos elementos psquicos indeseables que llevamos dentro, -los "demonios rojos de Seth"-, viva representacin de todos nuestros defectos de tipo psicolgico. Son ellos los que gritan: "crucifixia, crucifixia, crucifixia!" Y el Seor es entregado a la muerte. Quines le azotan? No son acaso las multitudes que llevamos en nuestro interior? Quines le escupen? No son todos esos agregados psquicos que personifican nuestros defectos? Quines ponen sobre l la corona de espinas? No son acaso todos esos engendros del infierno que nosotros hemos creado? El acontecimiento de la historia crstica no es de ayer, es de ahora, es presente, no meramente un pasado como creen los "ignorantes ilustrados"; pero aquellos que comprendan, trabajarn para la cristificacin. El Seor es llevado al Calvario y sobre las cumbres majestuosas Calvario dir: "El que en m cree nunca andar en tinieblas, ms tendr la lumbre de la vida. Yo soy el pan de vida, yo soy el pan vivo: el que come mi carne y bebe mi sangre tendr la vida eterna y yo le resucitar en el da postrero. El que come mi carne y bebe mi sangre, en m mora y yo en l". El Seor no guarda rencores para nadie. "Padre mo, en tus manos encomiendo mi Espritu!" Pronunciada esta gran palabra, no se escucharn sino rayos y truenos, en medio de grandes cataclismos interiores. Cumplida esta labor del Espritu del Fuego, ser depositado el Cristo o el Crestos, el Christus-Visnh, "el que penetra", en su sepulcro mstico. Y yo les digo en nombre de la Verdad y de la Justicia, que al tercer da -despus de esto-, ser levantado, resucitado en el Iniciado para transformar ste en una criatura perfecta. Quien lo logre se convertir de hecho, en un dios terriblemente divino, ms all del bien y del mal. As el Cristo, Seor Nuestro, el Espritu del Fuego, desciende, quiere entrar en cada uno de nosotros para transformarnos, para salvarnos, para quebrantar
los agregados psquicos que en nuestro interior llevamos, para hacer de nosotros algo distinto, para convertirnos en dioses. Tenemos que aprender a ver al Cristo no desde el punto de vista meramente histrico, sino como el Fuego, como una realidad presente, como INRI, que tena -se dice-, doce apstoles. Esos doce apstoles estn dentro de nosotros mismos, aqu y ahora; son las doce partes fundamentales de nuestro propio Ser, las Doce Potestades. Dentro de cada uno de ustedes, en su propio Ser Interior Profundo, hay un Pedro que se entiende con los Misterios del Sexo, hay un Juan que representa al Verbo, a la Gran Palabra, a Heru-Pa-Kroat. Hay tambin un Toms que nos ensea a manejar la Mente, hay un Pablo que nos muestra el camino de la Sabidura, de la filosofa y de la Gnosis. Dentro nosotros mismos est tambin un Judas; no aquel Judas que entrega al Cristo por treinta monedas de plata, no, un Judas diferente, un Judas que entiende a fondo lo que es la cuestin del Ego, un Judas cuyo Evangelio Secreto nos lleva a la disolucin del "m mismo", del "s mismo". Hay un Felipe capaz de ensearnos a viajar fuera del cuerpo a travs del espacio. Hay un Andrs que nos indica con precisin meridiana lo que son los tres factores de la Revolucin de la Conciencia: Nacer, es decir, cmo se fabrican los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser. Morir, cmo se desintegra el Ego y los factores particulares se relacionan con nosotros, especficamente con cada uno de nos. Sacrificarse por la humanidad. La Cruz de San Andrs, indicando la mezcla del Azufre y el Mercurio -tan indispensables para la creacin de los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser, mediante el cumplimiento del "Deber Parlock"-, es profundamente significativa. Mateo, cientfico cual ninguno, tambin existe en nosotros y nos ensea la Ciencia Pura, desconocida para los cientficos que solamente conocen todo ese podridero de teoras universitarias que hoy estn de moda y maana pasan a la historia. La Ciencia Pura es completamente diferente, slo Mateo puede instruirnos en ella. Lucas, con su Evangelio Solar, es profeta y nos indica lo que ha de ser la nueva vida en la Edad de Oro. Cada uno de los doce est dentro de nosotros mismos, porque nuestro Ser tiene doce partes fundamentales, los doce apstoles, aqu y ahora. As, quienes quieran llegar a ser magos en el sentido trascendental de la palabra, tienen que aprender a relacionarse consigo mismos, con cada una de las doce partes del Ser, y esto solamente ser posible quemando con el INRI los agregados psquicos que en nuestro interior cargamos. En tanto el Ego exista en nosotros, las correctas relaciones con todas y cada una de las partes de nuestro Ser, resultar imposible. Pero si nosotros incineramos el Ego,
entonces s podremos establecer correctas relaciones consigo mismos, con cada uno de los doce que en nuestro interior existen. As que qutense de sus cabezas la idea de los doce apstoles histricos; bsquenlos dentro de s mismos, all estn. Todo est dentro de nosotros mismos, aqu y ahora. Ha llegado la hora de un cristianismo ms esotrico, ms puro, ms real. Ha llegado la hora de salir de la cuestin meramente histrica y pasar a la realidad de los hechos. La cruz misma del Calvario es hondamente significativa. Bien sabemos nosotros que el phalus vertical dentro del ecteis formal, hacen cruz. Con otras palabras enfatizaremos diciendo: el LingamYoni, correctamente conectados, forman cruz. Es con esa cruz que nosotros necesitamos avanzar por el sendero que ha de conducirnos hasta el Glgota del Padre. Esta noche les invito a todos a entrar en el camino de la cristificacin. No olviden ustedes que cada vez que el Seor de Compasin viene al mundo, es odiado por tres clases de hombres. Primero, por los ancianos, por las gentes llenas de experiencia que dicen: "Ese hombre est loco, vean lo que trae, oigan lo que est diciendo, no est de acuerdo con lo que nosotros pensamos, tenemos experiencia; este hombre perjudica, daa!" Segundo, es rechazado por los "escribas", es decir, por los intelectuales de la poca. Cada vez que el Seor de Gloria ha venido al mundo, los intelectuales han estado contra l, lo odian mortalmente, porque no encaja dentro de sus teoras, significa un peligro para sus sistemas, para sus sofismas, etc. Y tercero, es odiado por los "sacerdotes", porque todos ellos ven en l un peligro para sus respectivas sectas. As que en nombre de la verdad les digo que el Cristo es tremendamente revolucionario, rebelde. El es el Fuego, que viene a quemar todas las podredumbres que cargamos dentro. El es el Fuego, que viene a reducir a cenizas nuestros prejuicios, nuestros preconceptos, nuestros intereses creados, nuestras abominaciones, y hasta nuestras experiencias de tipo personal, etc. Creen ustedes acaso, que el Cristo podra ser aceptado por tantos millones de seres humanos que pueblan el mundo? Se equivocan; cada vez que viene se levantan las multitudes contra l. Esa es la cruda realidad de los hechos! En la Semana Santa en la que estoy hablando, digo en nombre de la verdad y de la justicia que slo el Fohat, ardiendo dentro de nosotros, podr salvarnos. Ninguna teora, ningn sistema podr llevarnos a la liberacin. Quienes pretendan quebrantar el Ego a base de puras teoras, con el fro intelecto, son seres meramente reaccionarios, conservadores, retardatarios, marchan por el camino de la gran equivocacin. Esta "Babilonia" que llevamos dentro, esta ciudad psicolgica que en nuestro interior cargamos -donde viven los
demonios de la ira, de la codicia, de la lujuria, de la envidia, del orgullo, de la pereza, de la gula, etc., etc., etc.-, debe ser destruida con el Fuego. Necesitamos levantar ahora dentro de s mismos a la Jerusaln Celestial. Recuerden que los cimientos de la Jerusaln Celestial son doce, y en cada uno de ellos est escrito el nombre de algn apstol, los nombres de los doce apstoles estn en los doce cimientos. Esa Jerusaln debemos edificarla dentro de nosotros mismos, ms solamente ser posible el da en que con Fuego destruyamos a "Babilonia la grande" -la madre de todas las fornicaciones y abominaciones de la Tierra-, la ciudad psicolgica que en nuestro interior cargamos. Cuando lo logremos, edificaremos a Jerusaln, la Gran Jerusaln Celestial aqu y ahora, dentro de s mismos. Repito, la base de esa Jerusaln Celestial son los doce apstoles. No me estoy refiriendo a los que vivieron hace 1.977 aos -que son meramente simblicos-, no, estoy hablando de las doce potestades que existen dentro de nosotros mismos, las doce partes del Ser, auto-conscientes e independientes. Ellos son el fundamento de la Jerusaln que nosotros debemos edificar dentro de s mismos. La ciudad de Jerusaln tiene doce puertas y en cada una de las doce puertas hay un ngel -tiene que haberlo-, que representa a cada uno de los doce dentro de nosotros mismos. Las doce puertas son doce perlas preciosas, son doce puertas de libertad, doce puertas de luz y de esplendor, doce poderes csmicos. La ciudad, toda es de oro puro -sus calles, sus avenidas y sus plazas-, el oro del Espritu que nosotros debemos fabricar en la Forja de los Cclopes. No tiene la ciudad necesidad de lumbrera externa o sol externo, o de luna externa, porque el Seor es su lumbrera y l arder dentro de nosotros mismos, es Fuego. El muro de la Gran Ciudad tiene 144 codos. Si sumamos aquellas cifras entre s: 1+4+4, tendremos 9, la Novena Esfera, el sexo, porque solo mediante la transmutacin de la energa creadora podremos hacer arder el Fuego en nosotros. El tamao de la ciudad es de 12.000 estadios, y nos recuerda los doce trabajos de Hrcules, necesarios para lograr la completa Auto-Realizacin Intima del Ser, se nos recuerda a los 12 Aeones, nos recuerda a los doce apstoles. En el centro de la ciudad est el Arbol de la Vida, los diez sephirotes de la Kbala Hebraica: Keter, Chochmah y Binah, como corona sephirtica, Chesed, Geburah, Tiphereth, Netzah, Hod, Jesod y Malchut, las siete regiones del Universo.
El Arbol de la Vida alegoriza a todas las doce grandes regiones csmicas. Dichoso el que llegue al Aeon Trece, donde debe estar siempre Pistis Sopha! Dentro de la Jerusaln Celestial hallamos tambin a los Veinticuatro Ancianos, quienes prosternados en tierra depositan sus coronas a los pies del Cordero. El Cordero Inmolado es el Fuego que arde en este Universo desde la aurora de la creacin, desde el amanecer de este Universo. Los Veinticuatro Ancianos son tambin Veinticuatro partes importantes de nuestro propio Ser, y el Cordero mismo es el Ser de nuestro Ser. Dichoso quien pueda alimentarse con los frutos del Arbol de la Vida, porque ese ser inmortal! Dichoso aquel que pueda alimentarse con cada uno de esos frutos, aquel que pueda en verdad nutrirse con esa corriente de vida que viene desde el Aen-13 hasta el cuerpo humano, porque jams conocer enfermedades y se har inmortal! Pero para poder uno nutrirse con el Arbol de la vida, necesitar antes que todo, haber eliminado los agregados psquicos. Recuerden ustedes que los agregados psquicos, viva personificacin de nuestros errores, alteran al Cuerpo Vital, y este alterado, daa el cuerpo fsico. As surgen las enfermedades en nosotros. Quin es el que produce las lceras? No es acaso la ira? Quin es el que produce el cncer? No es acaso la lujuria? Quin produce la parlisis? No es acaso la vida materialista y grosera, egosta y fatal? Las enfermedades son producidas por los agregados psquicos, por los "demonios rojos de Seth", viva personificacin de nuestros errores. Cuando todos los "demonios rojos de Seth" hayan sido aniquilados con el Fuego, cuando nuestra mismsima personalidad haya sido quemada, entonces nos nutriremos con el Arbol de la Vida. La vida, descendiendo desde el Absoluto a travs de los Trece Aeones, penetrar en nuestro cuerpo y nos har inmortales, la salud ser recobrada, jams se volvern a tener enfermedades. De nada sirven los cientficos con todas sus ciencias para curar, pues si ellos curan, el paciente se vuelve a enfermar. Es claro que el Ego mete el veneno de sus morbosidades y podredumbres dentro de los rganos y los destruye -he aqu el origen de todas las enfermedades-. Las gentes quieren una panacea para curarse, pero en tanto tengan el Ego vivo, vivirn enfermos. Ha llegado la hora de entender que necesitamos quemar a la "Babilonia" dentro de s mismos y edificar a Jerusaln. Vista Jerusaln Celestial desde lejos, es como una piedra de Jaspe, transparente como el cristal. S, es la Piedra Filosofal. Dichoso el que consiga la Piedra Filosofal, porque se transformar radicalmente y tendr poderes sobre el fuego, sobre el aire, sobre las aguas y sobre la tierra. Cristianismo puro, esotrico, es el que necesitamos, de un cristianismo vivo, no un cristianismo muerto; un cristianismo gnstico que pueda transformarnos radicalmente. El Movimiento Gnstico, la Iglesia Gnstica,
esos estudios gnsticos antropolgicos, mostrarn a la humanidad la senda de la liberacin. Ms as como estamos, con el Ego vivo, fuerte, robusto, marchamos por el camino del error. Necesitamos aprender a amar el Fuego y a trabajar en realidad con los Misterios del Fuego. Hasta aqu mis palabras de esta noche. Paz Inverencial!
P.- Venerable Maestro Samael: al hablar de las partes autnomas y autoconscientes del Ser, usted mencion algunos de los apstoles, pero quisiramos ahora preguntarle cul de ellos nos ensea el camino de la aniquilacin budhista, o aniquilacin del Ego. R.- Judas Iscariote. Pero no pensemos solamente en el Judas aquel de hace 1.977 aos; pensemos en el Judas interior, en ese apstol interior que es una de las doce potestades que en nuestro interior cargamos, que es una de las doce partes fundamentales del Ser. El est vivamente interesado en la aniquilacin budhista; por eso es extraordinario. No niego la existencia de aquel apstol de hace 1.977 aos y que representara realmente a nuestro Judas Intimo; l es una realidad, l existe, l es uno de los grandes, es el ms exaltado Maestro, el ms exaltado Adepto que anduvo con Jess de Nazaret. Pero dentro de nosotros hay un Judas interior, fuera de aquel Judas histrico y fuera de los tres traidores de Hiram Abiff. En nuestro Ser hay alguien que personifica al Judas Iscariote y que realmente est interesado en la destruccin del Ego. P. Cul es el trabajo del apstol Toms dentro de nosotros? R. Bien sabemos nosotros que Toms acusa un poco de escepticismo, de duda y de todo eso, pero llevado al fondo, aquel Toms Intimo que en nuestro interior cargamos obviamente se relaciona con el discernimiento. Es necesario aprender a discernir, es urgente usar el bistur de la auto-crtica para abrir los "valores" y ver qu es lo que tienen de verdad. As es como hay que entender el trabajo del Toms interior, del Toms ntimo. Cada uno de nosotros lleva, pues, a las doce potestades en su propio Ser, y todas esas partes autnomas y auto-conscientes del Ser, en "Pistis Sopha" son llamadas "Regidores" de los Aeones, del Destino y de las Esferas. Ellos se mueven, ellos hacen la Gran Obra entre las escuadras, los tringulos y los octgonos, y esto hay que saberlo entender. P.- Dentro de nosotros, cul es la parte del Ser que nos orienta en el trabajo alquimista?
R.- Incuestionablemente hay uno que se encarga de eso, y es llamado en Alquimia, el Antimonio, pero ste no es una de las doce potestades. P.- Especficamente, quin de los doce apstoles es el encargado de dirigir el trabajo alquimista? R.- S hay un especialista en Alquimia, al cual -estoy seguro- obedece el Antimonio. Ese es, precisamente, Santiago el Mayor, el bendito patrn de la Gran Obra. A l le obedece el Antimonio, en el sentido de que l es el encargado trascendental de la Alquimia, de la Gran Obra. P.- Desde el punto de vista de nuestro Ser Individual, podra explicarnos el sentido esotrico de las tres negaciones de Pedro, el apstol del Cristo? R.- Hay tres purificaciones que debemos hacer, por el hierro y por el fuego. Quien no hace las tres purificaciones no consigue la cristificacin. Pedro, con la cabeza hacia abajo, o crucificado con la cabeza hacia abajo, nos indica que hay que bajar a la "novena esfera" para trabajar con el fuego y el agua, origen de mundos, bestias y dioses. Toda autntica Iniciacin Blanca comienza por all. Eso nos est indicando Pedro con su crucifixin. Ahora bien, las tres purificaciones son las tres negaciones de Pedro. Primera Purificacin: Primera Montaa, la de la Iniciacin. Segunda Purificacin: La Segunda Montaa, la de la Resurreccin. Tercera Purificacin: Cuando brilla la estrella de ocho puntas y el libro de Job sobre la cumbre de la Segunda Montaa. No se podra llegar a la resurreccin del Cristo ntimo en nosotros, sin haber pasado previamente por las tres purificaciones a base de hierro y fuego. Tres veces canta el gallo, que es el Mercurio de la Filosofa Secreta, porque eso representa el gallo, el Gaio o Iao. El Cristo ntimo dice: "y antes de que cante el gallo por tercera vez, me habrs negado tres veces". Por qu? Porque tres veces tiene que bajar el Iniciado a los mundos infiernos para trabajar con el Fuego y el Agua. Son tres purificaciones a base de hierro y fuego; por eso los tres clavos de la Cruz, por eso el Inri sobre la Cruz: Ignis Natura Renovatur Integram -"el fuego renueva incesantemente la naturaleza"-. De manera que el Pedro Intimo Particular, de cada uno de nos, realiza ese trabajo de negar al Cristo tres veces. No es que lo niege, negndolo, sino que, sencillamente, tiene que bajar a trabajar en la "forja de los cclopes", en la "novena esfera", antes de lograr la resurreccin. Tiene que vivir entre los demonios en tres pocas, antes de resucitar de entre los muertos, antes de poder resucitar, porque la resurreccin se hace en vida, aqu y ahora. P.- Aunque es un poco distinto, quisiera preguntar lo siguiente: El demonio de los celos pasionales es un producto del "yo" de la lujuria?
R.- Pues s. Los celos no existiran si no hubiera lujuria. P.- Cmo debemos entender el trabajo del Juan Intimo? R.- Juan es el Verbo, la Palabra. El, obviamente, parlar dentro de nosotros con el Verbo de la Vida. El es la Palabra, el Verbo. As lo debemos entender. P.- El Guardin del Umbral es tambin una parte del Ser? R.- Obviamente, del Guardin el Umbral tiene tres facetas que son tres aspectos del Ser. Samael Aun Weor