Grandes Constructoras Españolas Eugenio Torres
Grandes Constructoras Españolas Eugenio Torres
Grandes Constructoras Españolas Eugenio Torres
Coordinadoras: Gabriela Recio y Andrea Lluch Ponencia: Multinacionales espaolas de la construccin (1960-2008). De empresas locales a operadores globales. Eugenio Torres Universidad Complutense Madrid (Espaa) [email protected]
RESUMEN La internacionalizacin de la empresa espaola es uno de los fenmenos econmicos ms destacados de las dos ltimas dcadas en Espaa. Entre quienes han protagonizado los casos ms llamativos y ms exitosos de este proceso se encuentran media docena de grandes firmas constructoras (ACS, FCC, Acciona, Ferrovial, OHL y SacyrVallehermoso), que en apenas cuarenta aos han pasado de culminar su implantacin en el mercado interior espaol a convertirse en operadores globales capaces de construir y gestionar infraestructuras de todo tipo en cualquier parte del mundo. Desde mediados de la primera dcada del siglo XXI, estas empresas tienen un tamao equivalente a las multinacionales europeas del sector y ocupan, segn la revista Public Works Financing, posiciones destacadas en el mercado mundial en cuanto a obras en ejecucin, concesiones de gestin de infraestructuras de transporte (autopistas, puertos, aeropuertos y ferrocarriles) y obras en proceso de licitacin. El caso de las grandes empresas espaolas de la construccin constituye un buen ejemplo en el que explorar las claves del surgimiento y consolidacin de empresas multinacionales en pases de desarrollo econmico tardo o en los denominados pases emergentes. En trabajos recientes (Torres, 2009a y 2009b) he tratado de mostrar cmo ha sido el proceso de internacionalizacin de estas empresas, qu estrategias han seguido al respecto y cules han sido algunas de las claves (como la acumulacin a largo plazo de capacidades tcnicas, organizativas y financieras) que permiten entenderlo. En la ponencia que propongo ahora, el objetivo sera doble. Por una parte, se tratara de explicar cmo funcionan estas empresas como operadores globales, algo que ha ocurrido slo en la dcada que ahora finaliza, es decir, estamos hablando de una experiencia todava de ciclo corto; y por otra, se tratara de introducir ms elementos explicativos de su proceso de internacionalizacin, fundamentalmente factores externos a las empresas, como las actuaciones del sector pblico a favor de la exportacin e internacionalizacin, la creacin de organizaciones empresariales especficas de apoyo a la salida al exterior, y la creciente apertura exterior e integracin supranacional de la economa espaola desde su entrada en la Unin Europea en 1986.
2 Multinacionales espaolas de la construccin (1960-2008). De empresas locales a operadores globales. Eugenio Torres Universidad Complutense Madrid (Espaa) [email protected] 1. Introduccin 1 . La actividad de construccin, por su propia naturaleza, abarca la realizacin de un amplio y heterogneo tipo de obras que van desde viviendas para residencia de las personas (actividad inmobiliaria) hasta infraestructuras de transporte y comunicacin (ferrocarriles, autopistas, aeropuertos, etc.) e infraestructuras hidrulicas (presas, sistemas de riego, abastecimiento de agua a las poblaciones, etc.), pasando por la edificacin no residencial compuesta esencialmente por todos aquellas edificios destinados a la actividad productiva y comercial de las empresas (fbricas, talleres, almacenes, etc.) y los equipamientos colectivos, donde podemos incluir desde los centros educativos y sanitarios hasta las instalaciones dedicadas a la difusin de la cultura o al ejercicio del deporte. Edificacin, siendo la actividad inmobiliaria un componente especfico y generalmente importante, y obra civil seran, as, los dos grandes segmentos en los que se pueden agrupar todas las actividades constructivas. A esta heterogeneidad del output del sector se aaden otras caractersticas no menos definitorias de la naturaleza de la actividad constructiva. As, tenemos que en casi todos los casos el producto final es nico, tanto por sus caractersticas especficas tcnicas o de cualquier otra naturaleza como porque su ejecucin ha de realizarse en el lugar donde ha de estar ubicado, lo que limita drsticamente la produccin en masa, a diferencia de lo que sucede en la industria. Ocurre tambin que esta especificidad de que el producto final se encuentre ubicado en una determinada parte del territorio hace que la obra a ejecutar exija unas capacidades logsticas que no son fciles de reunir. Y por ltimo, sucede que una gran parte de estas obras, si exceptuamos la construccin residencial ms comn o estandarizada, requiere de unas elevadas capacidades tcnicas, para responder a la complejidad tcnica de los proyectos en los que se sustentan, as como de la disponibilidad y gestin de un elevado volumen de recursos financieros (Alcaide, Fernndez y Rodrguez, 1982; Talltavull, 2001 y Pellicer, 2004). Adicionalmente, los clientes de las empresas constructoras, ya sean particulares, empresas o el sector pblico, adquieren el output en unas condiciones especiales, esto es, en contratos previos a la ejecucin de la obras, en los que estn determinadas las caractersticas que han de tener las mismas (proyecto) y sus precios (presupuesto). Esto hace que, en el sector de la construccin, la competencia entre oferentes llamados tambin contratistas por este motivo no tenga lugar despus de realizada la actividad y obtenido el producto sino antes, mediante la concurrencia de stos a subastas, concursos, licitaciones o cualquier otro procedimiento competitivo mediante el cual el promotor de una obra determine quin ser el ejecutor de la misma. No obstante, es verdad que hay un cierto margen a la adjudicacin libre y directa, sin competencia, por
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Este trabajo forma parte del proyecto de investigacin SEJ2006-15151 del Ministerio de Educacin y Ciencia.
3 parte del promotor, sobre todo cuando ste es un particular o una empresa privada, no as si se trata del sector pblico. Desde el lado de la oferta, el sector suele ofrecer en cualquier pas un gran nmero de empresas de todos los tamaos y caractersticas, muchas de ellas especializadas en tareas especficas para las que son subcontratadas por las firmas adjudicatarias de los contratos. Son stas ltimas las que nos interesan en este estudio y a las que les prestamos atencin. Se trata de empresas a menudo denominadas generalistas, capaces de ejecutar cualquiera de los tipos de obras enunciados al principio, incluidas aqullas que conllevan una gran complejidad (tcnica, logstica o financiera), y que renen una serie de capacidades que les permiten atender y/o controlar todas las fases del proceso constructivo (integracin vertical): diseo de los proyectos, participacin en concursos y licitaciones de obras, y gestin de la ejecucin de los proyectos contratados hasta su liquidacin final con su propietario o promotor 2 . Esta clase de firmas comenzaron a aparecer en Espaa al inicio del siglo XX, aunque la mayor frecuencia de creacin de las mismas se sita entre la Primera Guerra Mundial y los aos cincuenta, perodo que coincide con una acentuacin del proteccionismo y un incremento notable del intervencionismo estatal en la economa, orientado en parte a promover las grandes obras de infraestructura y los equipamientos colectivos necesarios para el desarrollo econmico y la modernizacin del pas. Estas firmas tuvieron un notable protagonismo en el desarrollo econmico espaol de los aos cincuenta y sesenta en consonancia con el papel desempeado por el sector de la construccin, que fue uno de los motores de dicho desarrollo 3 . Durante esos aos, aumentaron su tamao y acumularon de manera acelerada importantes capacidades (tcnicas, financieras y de gestin) para la ejecucin de proyectos de construccin. Sobre esta base, muchas de ellas emprendieron, desde mediados del decenio de 1960, una estrategia de internacionalizacin, modesta al principio, pero continuada en el tiempo, que llega hasta nuestros das con indudable xito. Desde entonces, han combinado en proporciones diversas, segn las coyunturas, su actividad en el mercado interior y en los mercados forneos de una manera que les ha permitido seguir creciendo y aumentando sus capacidades hasta convertirse en organizaciones complejas con presencia estable en un amplio nmero de pases de todo el mundo. Especialmente importante en esta trayectoria de internacionalizacin de las empresas constructoras y de todas las empresas espaolas que se han instalado ms all de las fronteras nacionales ha sido el proceso de apertura al exterior de la economa espaola iniciado en 1959 y acelerado a partir de 1986 con la entrada de Espaa en la Unin Europea (UE). Los procesos subsiguientes de integracin a escala europea, como el Mercado nico en 1993 y la Unin Monetaria Europea en 1999, han constituido impulsos adicionales en esta misma direccin. La trayectoria histrica seguida por las grandes empresas espaolas de la construccin durante los ltimos cuarenta aos constituye un buen ejemplo en el que explorar las claves del surgimiento y consolidacin de empresas multinacionales en pases de desarrollo econmico tardo o en los denominados pases emergentes. El objetivo, pues, de este trabajo es mostrar esta trayectoria y tratar de explicar cules han sido los factores que la han condicionado y/o impulsado. Consideramos tanto factores internos a las empresas (desde la acumulacin a largo plazo de capacidades tcnicas, financieras y
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4 de gestin hasta sus propias estrategias de internacionalizacin), como factores externos a las mismas, ya sean de carcter institucional (polticas gubernamentales de apoyo a la salida al exterior de las empresas), de funcionamiento de los mercados (aumento de la competencia en los mismos, incremento de los flujos comerciales internacionales), o de accin colectiva (aparicin de organizaciones empresariales de apoyo a la internacionalizacin). Desde el punto de vista terico seguimos bsicamente las orientaciones del paradigma eclctico de Dunning, o paradigma OLI (Ownership Advantages, Location Factors and Internalisation Advantages) 4 , que sirve sobre todo para comprender el proceso de internacionalizacin de las empresas. En nuestro caso, ponemos un acento especial en las ventajas de propiedad, particularmente en la creacin y acumulacin de capacidades tcnicas (ingeniera, diseo, servicios tcnicos especializados), financieras y de gestin (organizacin, logstica) por parte de las empresas constructoras, que aparecen como los factores verdaderamente impulsores del proceso de internacionalizacin aqu estudiado, as como de la capacidad competitiva de estas empresas para mantenerse presentes de manera estable y prolongada en los mercados forneos. En cualquier caso, se trata de ventajas dinmicas, es decir, ventajas que se han ido modificando y perfeccionando con el paso del tiempo en funcin de los cambios en el marco institucional y en la tecnologa, as como en las condiciones de competencia en los mercados. Por otro lado, nuestro estudio parte de un hndicap que no puede dejar de mencionarse. En Espaa, a pesar de la indudable importancia socioeconmica que ha tenido y tiene el sector de la construccin por su peso en el PIB y en el empleo agregado, sobre todo, apenas ha sido estudiado acadmicamente desde los aspectos econmicos y empresariales, no as desde su vertiente tcnica (arquitectura, ingeniera), sobre la que s abundan los estudios. En este sentido, estamos muy retrasados respecto a otros pases europeos, donde s se ha analizado ms este sector no slo desde la perspectiva de la Economa sino tambin desde la Historia Econmica y de la Empresa. El trabajo se organiza de la siguiente manera. En el apartado 2 presentamos brevemente el escenario en el que aparecieron y las caractersticas ms significativas de las empresas constructoras espaolas en el momento de su creacin. En el apartado 3 valoramos el impacto que los aos de desarrollo econmico intenso (1956-1975) tuvo en el crecimiento y modernizacin de dichas firmas. En el apartado 4 explicamos la primera fase de su internacionalizacin acaecida entre 1968 y 1984. El apartado 5 lo dedicamos a analizar la coyuntura del decenio de 1990, en el que se reimpuls el proceso de internacionalizacin despus de acometer importantes procesos de concentracin empresarial y de afrontar estrategias de diversificacin. Y en el apartado 6 tratamos de exponer, con carcter general, los rasgos ms llamativos de las grandes empresas constructoras espaolas como empresas multinacionales en el primer decenio del siglo XXI. El trabajo finaliza con unas breves conclusiones.
2. Fundacin y caractersticas de las grandes empresas constructoras espaolas. La gran mayora de las empresas constructoras espaolas que al acabar el siglo XX eran grandes firmas en el sector nacieron entre los aos de la Primera Guerra Mundial y el
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5 decenio de 1950, si bien la mayor frecuencia de fundaciones se dio en los ltimos aos veinte y primeros treinta, y, tras la Guerra Civil, en la primera mitad de los aos cuarenta (Tabla 1). Este marco temporal sugiere que las oportunidades de negocio que incentivaron la creacin de estas empresas estuvieron muy relacionadas con la poltica de obras pblicas que impuls la Dictadura de Primo de Rivera a partir de 1926 (Directorio Civil), y con la reconstruccin del pas y los planes de industrializacin autrquica de los vencedores de la Guerra Civil de 1936-1939. No obstante, durante el primer tercio del siglo XX las nuevas condiciones de la demanda de construccin crearon un caldo de cultivo apropiado a la aparicin de esta clase de empresas. Nos referimos a la demanda de construcciones industriales provenientes de un tejido empresarial en expansin, a la demanda de edificacin residencial como consecuencia del desarrollo de las ciudades y del aumento del nivel de vida de la poblacin, y a la demanda de obra civil procedente del Estado (obra pblica), concentrada, sobre todo, en la ampliacin de la red de carreteras, que entre 1900 y 1935 pas de 35.000 a 61.000 kilmetros de extensin. Menos impacto, sin embargo, tuvo el Plan de Obras Hidrulicas, que, planteado en 1902 en pleno auge del movimiento regeneracionista, no cogi impulso hasta 1926 (Confederaciones Hidrogrficas) y especialmente hasta 193233 con el plan diseado por el ingeniero Manuel Lorenzo Pardo. Aun as, el pas pas de contar con 70 embalses en 1900 a 200 en 1936 5 . Tabla 1: Constitucin de grandes empresas constructoras en Espaa (siglo XX). Empresa Ao de Domicilio Razn social fundacin social en 2000 MZOV(*) 1862 Madrid Acciona Fomento de Obras y Construcciones, S.A. 1900 Barcelona FCC (FOCSA) Sociedad General de Obras y 1911 Bilbao OHL Construcciones, S.A. (OBRASCON) Compaa de Construcciones Hidrulicas y 1915 San (Desaparecida) Civiles, S.A. (Hidrocivil) Sebastin Cubiertas y Tejados, S.A. 1918 Barcelona Acciona Agromn Empresa Constructora, S.A. 1927 Madrid Ferrovial Huarte y Compaa, S. A. 1927 Pamplona OHL Vas y Construcciones, S.A. 1928 Madrid Vas Constructora Internacional, S.A. 1929 Madrid (Desaparecida) Construcciones Colomina, S.A. 1930 Madrid Gins Navarro e Hijos, Construcciones, 1930 Madrid ACS S.A. Entrecanales y Tvora, S.A. 1931 Madrid Acciona S. A. Trabajos y Obras (SATO) 1935 Madrid OHL Dragados y Construcciones, S.A. 1941 Madrid Dragados Obras y Construcciones Industriales, S.A. 1942 Madrid ACS (OCISA) Construcciones Civiles, S.A. (Coviles) 1946 Madrid (Desaparecida) Asfaltos y Construcciones Elsan, S.A. 1944 Madrid OHL Construcciones y Contratas, S.A. 1944 Madrid FCC Empresa Auxiliar de Industria, S.A. 1945 Madrid ACS (AUXINI)
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Nota: Slo se recogen las empresas que han tenido algn protagonismo en el proceso de internacionalizacin de las tres ltimas dcadas del siglo XX, bien de manera individual o bien integradas (fusionadas) en otras empresas. (*) Compaa de los Ferrocarriles de Medina del Campo a Zamora y de Orense a Vigo. Fuente: Anuario Financiero de Bilbao, 1936-37; Anuario Financiero y de Sociedades Annimas de Espaa, 1954-55; Anuario Financiero y de Sociedades Annimas de Espaa, 1971-72; y elaboracin propia.
La Tabla 1 ilustra con claridad, en consonancia con lo antedicho, las caractersticas de otras variables, como el domicilio social y el objeto para el que fueron creadas estas empresas, As, el predominio de Madrid como sede social de la mayora de ellas guarda relacin con que una gran parte de los contratos de construccin de obra civil y de edificacin no residencial (industrial o no) se solventaban en la capital de Espaa, sede de los rganos de la Administracin del Estado as como de la mayora de las grandes empresas industriales, que eran los principales agentes promotores de esta clase de construcciones. Incluso firmas que tenan su domicilio en otra ciudad, como Huarte y Compaa (Pamplona), Hidrocivil (San Sebastin) y FOCSA (Barcelona) establecieron pronto delegaciones permanentes en la capital 6 . Por otro lado, casi todas estas empresas fueron creadas para dedicarse a la obra civil y a la edificacin no residencial, aunque con el paso del tiempo alcanzaron una elevada diversificacin (de carcter horizontal) en casi todos los tipos de actividad constructora. Muy pocas, sin embargo, afrontaron desde el principio una diversificacin de mayor alcance, en concreto hacia la prestacin de servicios urbanos (limpieza viaria, recogida de residuos slidos, etctera). Entre estas ltimas se encuentran la catalana FOCSA, que lo hizo muy tempranamente, y la madrilea Construcciones y Contratas, con la que se fusion en 1992 dando lugar a Fomento de Construcciones y Contratas (FCC). Por lo dems, la creacin de empresas constructoras por parte de importantes grupos empresariales para atender las demandas de construccin de instalaciones industriales por parte de las empresas integradas en ellos, demuestra que esta clase de demanda fue importante en la creacin de algunas empresas constructoras, y que se mantuvo parcialmente cautiva o con pocas posibilidades de ser atendida por constructoras ajenas al grupo. Es el caso de OCISA (Grupo Urquijo), que naci muy vinculada a la demanda de obras de las dos principales empresas de energa del grupo: Unin Elctrica Madrilea y Energa e Industrias Aragonesas; de la Constructora Internacional, fundada en 1929 como Constructora Fierro por el grupo del empresario Ildefonso Gonzlez Fierro; e incluso de la Empresa Auxiliar de Industria (AUXINI), que inicialmente fue un departamento del INI dedicado a la construccin, si bien en los aos cincuenta reforz sustancialmente la actividad de ingeniera 7 . Los mayores requerimientos tcnicos en la construccin de obra civil y en la edificacin no residencial exigieron a estas empresas la disponibilidad de ingenieros y tcnicos cualificados en las artes constructivas. Por esta razn, no es extrao encontrar a ingenieros de caminos e ingenieros industriales, sobre todo, como promotores de muchas de ellas, asociados con frecuencia a contratistas o maestros de obras con amplia experiencia en esta actividad. Son ilustrativos al respecto los casos, entre otros, de Jos Mara Aguirre Gonzalo (Agromn), ingeniero de caminos y profesor de la Escuela de Ingenieros de Caminos de Madrid; de Jos Entrecanales (Entrecanales y Tvora),
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Paredes (1997), Hidrocivil, Memorias, y FOCSA, Memorias. OCISA, Memorias; Garca Ruiz (2000); y Schwartz y Gonzlez (1978), pp. 74-75.
7 tambin ingeniero de caminos y profesor en la misma Escuela; de Enrique Becerril (OCISA), de las mismas caractersticas que los anteriores; de Jos Eugenio Ribera Dutaste (Hidrocivil); de Rafael del Pino (Ferrovial), y de Jos Junquera Blanco, Alfonso Snchez del Ro y Luis Snchez-Guerra (Dragados) 8 . De igual modo, las mayores exigencias de capital para afrontar esta clase de obras guardan relacin con la presencia de bancos en el capital fundacional de algunas de estas empresas. El caso ms destacado es el del Banco Central como principal accionista de Dragados desde su fundacin hasta fechas recientes, pero tambin lo es el Banco Urquijo como promotor de OCISA, la Banca Mas Sard, presente en el accionariado de FOCSA durante casi un siglo, y el Banco Espaol de Crdito (Banesto), accionista de referencia de Agromn en los aos setenta y ochenta 9 . Alternativamente, es destacable la existencia de empresas familiares sin conexin explcita con entidades bancarias, un fenmeno que va ms all de las firmas ms conocidas, como Huarte y Compaa (familia Huarte), Entrecanales y Tvora (familia Entrecanales), Ferrovial (familia Del Pino) y Construcciones y Contratas (familia Koplowitz). En este modelo familiar, por as decir, la autofinanciacin fue clave en el crecimiento de las empresas, al menos hasta que los mercados de capitales espaoles no alcanzaron cierta amplitud y modernizacin, lo que no ocurri antes de los aos setenta. Por el contrario, las empresas con una entidad bancaria en su accionariado contaron con ms posibilidades de acceder, desde fechas ms tempranas, a recursos ajenos captados en los mercados de capitales.
3. El impacto del desarrollo econmico espaol en el crecimiento y modernizacin de las empresas constructoras, 1956-1975. En general, las empresas constructoras que estamos considerando nacieron pequeas, con capitales modestos. Entre uno y cinco millones de pesetas oscilaron las cifras ms frecuentes de capital fundacional, y slo el caso de Dragados con 20 millones (1941) puede considerarse una excepcin. Su tamao creci considerablemente a lo largo del periodo franquista, y especialmente desde mediados de los aos cincuenta hasta mediados de los aos setenta, coincidiendo con el intenso desarrollo de la economa espaola; pero aun as su tamao relativo en esta ltima fecha no era suficientemente grande, si exceptuamos a Dragados, como para poder ser incluidas entre las 200 mayores compaas del pas 10 . La fuerte demanda de construccin del mercado interior, tanto pblica (de la Administracin del Estado, Diputaciones, Ayuntamientos y empresas pblicas) como privada (empresas y particulares) desde el final de la Guerra Civil, pero especialmente desde el decenio de 1950 hasta mediados del de 1970, es el factor principal que explica el gran crecimiento de las empresas constructoras analizadas aqu. Su actividad se concentr en estos aos en la construccin de infraestructuras de comunicaciones (carreteras, autopistas, ferrocarriles, metropolitanos, puertos y aeropuertos), obras hidrulicas (presas, embalses, canales, trasvases, regados y plantas de depuracin de aguas), instalaciones industriales (para la industrias del cemento, la energa, la
Gonzlez Urbaneja (2000); Moreno (2000); OCISA, Memorias; Villar Mir (1999); Cabrera (2000), y Tortella y Garca Ruiz (1999). Una visin global de este fenmeno puede verse en Senz Ridruejo (1996). 9 Dragados y Construcciones, Memorias; OCISA, Memorias; FOCSA, Memorias; y Agromn, Memorias. 10 Segn el ranking de Carreras y Tafunell (1993), elaborado de acuerdo con el activo neto de las empresas.
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8 siderurgia, la petroqumica y la construccin naval, entre otras), equipamientos sociales (sanitarios, educativos y deportivos), edificacin (viviendas y oficinas), y equipamientos tursticos (hoteles, balnearios, puertos deportivos, palacios de congresos y exposiciones, etc.). Una parte destacada de esta demanda de construccin fue la obra civil promovida por las Administraciones Pblicas, y uno de sus componentes ms importantes fue el Plan Hidrolgico, orientado a dar continuidad a la labor realizada antes de la Guerra Civil y a gestionar de manera ms racional los limitados recursos hdricos del pas. Este Plan supuso construir varios centenares de presas y embalses hasta convertir a Espaa en el tercer pas del mundo por el nmero de estas instalaciones a finales del decenio de 1960. Otro componente a destacar fueron las infraestructuras de transporte, donde se incluyen la ampliacin y mejora de la red de carreteras, iniciada en 1950 (Plan de Modernizacin de la Red de Carreteras) y continuada en 1961 (Plan General de Carreteras) y 1967 (Red de Itinerarios Asflticos y Plan Nacional de Autopistas), adems de la modernizacin de la red ferroviaria nacional por impulso de la RENFE, la extensin de la red de los metropolitanos de Madrid y Barcelona, y la construccin, ampliacin y mejora de puertos y aeropuertos en todo el pas. La realizacin de este ingente volumen de obras exigi a las empresas un constante aumento de sus recursos de capital y trabajo, en particular de trabajo cualificado (ingenieros, arquitectos y otros tcnicos de nivel medio), y de sus fuentes de financiacin, as como una constante mejora de las tcnicas constructivas, de la organizacin y de la gestin. Hubo, ciertamente, un largo e intenso proceso de acumulacin de experiencia, que permiti alcanzar a estas empresas un gran conocimiento del negocio, indispensable para su posterior salida al exterior. Este proceso estuvo favorecido por diversos factores. Uno de ellos fue la existencia de uniones temporales de empresas, frmula que permita reunir en la ejecucin de un proyecto (ms o menos complejo) a empresas con distinta especializacin y/o con capacidades complementarias. Aparte de otras ventajas, como la mayor capacidad financiera para acometer el proyecto o el reparto del riesgo, las uniones temporales favorecieron la difusin de las tcnicas constructivas y la acumulacin conjunta de experiencia en el negocio. Otro factor fue la presencia de empresas extranjeras en grandes obras de infraestructura ya en los aos cincuenta, con el consiguiente efecto aprendizaje por parte de las empresas espaolas que participaban con aqullas en uniones temporales o actuaban como subcontratistas de determinadas partes de los proyectos. Esto ocurri, en particular, en la construccin de grandes obras hidrulicas (presas), como muestra la experiencia de Dragados al respecto 11 , pero sobre todo fue patente en la construccin de las bases americanas en Espaa, proyecto gestionado por el consorcio Brown-Raymond-Walsh (USA), que era el contratista principal y el supervisor del trabajo realizado por las compaas subcontratadas: espaolas y americanas. En l participaron todas las grandes constructoras espaolas del momento, lo que les permiti familiarizarse con el potencial tcnico de las firmas americanas y asimilar tcnicas hasta entonces desconocidas en Espaa. Como ms tarde reconocieron los directivos de Dragados, fue en la construccin de las Bases Hispano-Americanas donde nuestra empresa se familiariz con las modernas tcnicas de construccin de
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9 Carreteras y Aeropuertos 12 . Por ltimo, otro factor que influy en el proceso analizado fue la accin colectiva de las grandes empresas constructoras, responsables de la creacin de SEOPAN (Subgrupo de Empresas de Obras Pblicas de mbito Nacional). Esta organizacin, que naci a finales de 1957 para representar a dichas firmas ante las Administraciones Pblicas, asumi despus otras tareas como el estudio de la problemtica general del sector y el asesoramiento a sus asociadas 13 . La actividad constructora se aceler durante los aos sesenta y la primera mitad de los setenta. Adems de las infraestructuras de transportes y de las obras hidrulicas antes citadas, existi una fuerte demanda de construcciones industriales derivadas del intenso proceso de industrializacin de esos aos. Sin duda, las construcciones ms complejas tecnolgicamente estuvieron relacionadas con el sector de la energa (centrales trmicas y nucleares) y el petroqumico (refineras). Fue entonces cuando la mayor parte de las grandes empresas constructoras acab implantndose por todo el territorio nacional, y cuando lleg a su nivel ms alto el grado de diversificacin en las diferentes ramas de construccin emprendida con anterioridad. Ambos procesos hicieron ms compleja la organizacin interna de estas empresas, exigieron una mayor dotacin de directivos en todos los niveles, requirieron la introduccin de mtodos y tcnicas de gestin ms modernas 14 , y llevaron a la creacin de empresas filiales y/o participadas, especializadas en distintas actividades, en particular en la promocin inmobiliaria y en la gestin de autopistas por medio de contratos de largo plazo con el Estado. Por otro lado, la mayor dimensin de los proyectos y su creciente complejidad tcnica obligaron a las empresas a realizar esfuerzos financieros cada vez mayores, destinados en gran medida a ampliar y mejorar constantemente el nivel tcnico de los medios mecnicos utilizados, sujetos a un intenso y rpido desgaste. Tambin les obligaron a incorporar las tcnicas constructivas (prefabricacin, hormign pretensado, grandes chimeneas, plataformas off-shore etc.) ms novedosas mediante la compra de patentes extranjeras, la formacin de equipos de ingenieros en los centros extranjeros ms avanzados 15 , o a travs de la constitucin de empresas especializadas con participacin de socios tecnolgicos forneos. Asimismo, les indujeron a ampliar y mejorar el capital humano cualificado de ingenieros y tcnicos, necesario para el diseo y ejecucin de los proyectos, as como a crear sociedades especializadas en servicios de ingeniera en unin, con frecuencia, de socios extranjeros. Por lo que se refiere a estos dos ltimos aspectos, el personal cualificado representaba, en 1975, el 10,8 % de la plantilla de las empresas integradas en SEOPAN (el 4,1 % de tcnicos superiores y el 6,7 % de tcnicos medios), la proporcin ms alta alcanzada hasta entonces 16 . Y en cuanto a la creacin de filiales de servicios de ingeniera, la mayora de ellas destinadas a impulsar la internacionalizacin de la actividad constructora, deben mencionarse, al menos, a
Dragados y Construcciones (1967). Asimismo, en estas obras se hubo de asimilar sobre la marcha una tcnica muy depurada y rigurosamente nueva para los constructores espaoles (Dragados y Construcciones, 1962). 13 Dragados y Construcciones, Memoria del ejercicio de 1958, y SEOPAN (1977), p. 4. 14 Sirvan de ejemplo al respecto la adopcin del modelo de direccin por objetivos en Huarte y Compaa a mediados de los aos sesenta, o la incorporacin de equipos informticos de procesamiento de informacin en Dragados por las mismas fechas (Huarte y Compaa, Memorias; y Dragados y Construcciones, Memorias). 15 Un buen ejemplo de esto lo constituye el aprendizaje de las tcnicas constructivas de centrales nucleares que hizo en Francia y Estados Unidos un equipo de ingenieros de Entrecanales y Tvora (Moreno, 2000). 16 SEOPAN (1977), p. 21.
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10 EYSER, creada por Huarte en 1969; a Internacional de Ingeniera y Estudios Tcnicos, S.A. (INTECSA), fundada por Dragados en 1974; a Proyectos y Servicios, S.A. (PROSER) e Ingeniera de Servicios Pblicos, S.A. (ISEPSA), constituidas por FOCSA en 1975 y 1976, respectivamente; y a IBERINSA y Euroestudios, S.A. fundadas, respectivamente, por Entrecanales y Ferrovial 17 . En definitiva, la bsqueda de la calidad en la ejecucin de los proyectos a travs de la excelencia tcnica fue una directriz comn en la conducta de la mayora de las grandes empresas constructoras en este periodo de expansin y madurez de su actividad en el mercado interno. Sobre ella trataron de fortalecer su reputacin ante sus principales clientes (la Administracin Pblica y las grandes empresas industriales), pues cada vez ms la reputacin fue una ventaja competitiva especialmente importante en los concursos y licitaciones de grandes proyectos de obras, que eran, a su vez, de una complejidad tcnica creciente.
4. La primera fase del proceso de internacionalizacin (1968-1984). Paralelamente a este intenso proceso de modernizacin productiva, tcnica y corporativa, se inici la salida de las grandes firmas a los mercados exteriores, compitiendo con otras empresas forneas en las licitaciones internacionales de obras. El proceso, como tal, se inici en la segunda mitad de los aos sesenta, aunque hasta principios del decenio siguiente no cobr cierta importancia. Es cierto que en las dcadas anteriores se haban ejecutado algunos proyectos fuera de las fronteras espaolas 18 , pero estas iniciativas no fueron ms que espordicas excursiones sin el necesario carcter de accin permanente 19 . La razn de esto se encuentra, en gran medida, en el enorme esfuerzo que supuso atender a la creciente demanda interna de obras, lo que hizo imposible que las empresas pudieran destinar los recursos y medios con los que contaban a otra cosa distinta. A pesar de todo, algunas de ellas comenzaron a poner en prctica una estrategia de salida al exterior en la segunda mitad de los aos sesenta. As ocurri, entre otras, con Entrecanales y Tvora, y con Huarte y Compaa, que en 1968 traz un plan de expansin en el exterior con cuatro objetivos: 1) diversificar riesgos, 2) conseguir mayor prestigio, 3) mejorar la formacin de sus directivos, y 4) colaborar con el Gobierno espaol, interesado en incrementar las exportaciones para reducir el dficit comercial 20 . No obstante, fue Dragados la compaa que emprendi una estrategia de internacionalizacin ms firme y sostenida, una estrategia que fue madurando desde los primeros aos sesenta sobre la base de la reputacin que haba alcanzado en la construccin de grandes presas (obras hidrulicas) y la evidencia de que en Espaa se haba construido ya un gran nmero de ellas, con la consiguiente saturacin de este segmento del mercado. Entre 1965 y 1966, los directivos de Dragados hicieron gestiones y participaron en licitaciones en dos grupos de pases, en los que el Gobierno
Huarte y Compaa, Memorias; Dragados y Construcciones, Memorias; FOCSA, Memorias; Entrecanales y Tvora (1982); y Ferrovial (1982). 18 Entrecanales y Tvora, por ejemplo, construy a partir de 1948 algunas infraestructuras en Marruecos y Portugal (Moreno, 2000), y Ferrovial, en asociacin con MZOV, ejecut dos proyectos, en Venezuela y Angola, en los aos cincuenta (Cabrera, 2000). Podran aadirse algunos ejemplos ms, pero se trata siempre de realizaciones puntuales, espordicas, no sujetas a una estrategia consistente de internacionalizacin. 19 SEOPAN (1977), p. 138. 20 Huarte y Compaa, Memoria del ejercicio de 1968. El plan pretenda, entre otras cosas, crear filiales en Argentina y Venezuela, y participar en las licitaciones internacionales que tuviesen inters.
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11 espaol tena un claro inters poltico en que estuviesen presentes las empresas espaolas: Hispanoamrica y los pases rabes (desde el Magreb hasta el Golfo Prsico). En 1966, despus de presentarse a numerosas licitaciones, gan el primer concurso internacional: la construccin del Complejo Hidroelctrico de Kadinik (Turqua), obra financiada por el Banco Mundial. A partir de entonces, su proceso de internacionalizacin ya no se detuvo. Adems de concurrir con otras grandes firmas europeas a las licitaciones internacionales, cre sociedades filiales en Argentina y Venezuela, delegaciones en otros pases y form lo que sera despus su divisin internacional con una serie de sociedades filiales especializadas y orientadas a la exportacin de bienes y servicios de construccin 21 (Tabla 2). Tabla 2: Empresas de la divisin internacional (Millones de pesetas) Empresa Ao de Capital fundacin (Participacin de Dragados) Dragados 1970 1 milln de International francos suizos Establishment (50%) MAKIBER, S.A. 1970 20 (100%) Internacional de Ingeniera y Estudios Tcnicos, S.A. (INTECSA) Compaa Internacional de Dragados, S.A, MontubiDragadosPipelines, S.A. DYCVENSA 1974 75 (99%) del grupo Dragados en 1974. Domicilio social Liechtenstein Objeto social
Madrid Madrid
1973
140 (50%)
Madrid
1973
10 (50%)
Madrid
1973
DYCASA
1968
Caracas
Buenos Aires
Construccin
Iniciativas semejantes empezaron a ser tomadas por otras grandes empresas del sector en los primeros aos setenta. Desde 1974, Ferrovial volvi a estar presente en los mercados exteriores, ahora de una manera constante y sostenida, a travs de la participacin en proyectos de obras en el Norte de frica, pases rabes del Golfo Prsico e Hispanoamrica, y creando en 1979 Ferrovial Internacional como instrumento principal de su actividad en el extranjero22 . Agromn, una de las grandes que tuvo una
21 22
12 actitud ms titubeante respecto a su salida al exterior 23 , comenz esta actividad en 1970 en la Repblica Dominicana, construyendo un importante complejo hidroelctrico, as como en Portugal. En 1975, sus cifras de produccin en el extranjero no eran todava significativas, aunque esto empez a cambiar en los dos aos siguientes, tras concurrir a licitaciones en los ms diversos pases del mundo y obtener adjudicaciones importantes en Hispanoamrica y en los pases rabes. Su estrategia se basaba en conseguir fuera de las fronteras nacionales el alto prestigio que tena en el mercado interior 24 . FOCSA, por su parte, fue, de entre las grandes, la que ms tarde emprendi una estrategia de salida al exterior. Con una actividad ms diversificada que sus competidoras y una creciente especializacin en la prestacin de servicios pblicos urbanos mediante convenios de largo plazo con los Ayuntamientos, la firma catalana no sali al exterior hasta 1979, cuando la morosidad de estas corporaciones pblicas en el pago de sus deudas y la contraccin del sector de la construccin en Espaa le empuj a ella y a las restantes grandes empresas del sector a tomarse con ms inters su presencia en los mercados internacionales. Su internacionalizacin se produjo simultneamente en la actividad de saneamiento urbano y en la obra civil, creando filiales propias o estableciendo joint ventures, y se despleg en las reas geogrficas en las que ya estaban presentes sus competidoras espaolas: Hispanoamrica y el Norte de frica 25 . As pues, aunque con formas y ritmos diferentes, las grandes empresas constructoras estaban insertas en una actividad internacional creciente desde mediados de los aos setenta, obligadas a ello en gran medida por la contraccin que experiment el sector de la construccin en Espaa entre 1976 y 1984. La accin colectiva ante el Gobierno se convirti entonces en una estrategia complementaria para favorecer su presencia en el exterior. Entre otras cosas, las firmas constructoras se quejaban de la inexistencia de lneas especficas de financiacin (oficial) a la exportacin de construccin, como ocurra en otros sectores, y de que soportaban un coste de las primas de los seguros de cobertura de los riesgos polticos y econmicos muy superior al que tenan otras empresas europeas con las que competan en el extranjero 26 . Con este propsito, constituyeron en el seno de SEOPAN la organizacin que representaba sus intereses colectivos una Comisin especializada en la actividad internacional (Comisin de Mercado Internacional), con la misin de apoyar y fortalecer su estrategia de salida al exterior. La Comisin se transform en 1976 en la Asociacin de Empresas Constructoras de Actividad Internacional (AECI), y en ella se integraron las 15 empresas (Tabla 3) ms importantes especializadas tanto en obra civil como en edificacin, que ejecutaban obras en Espaa y en el extranjero 27 . La AECI naci, pues, para apoyar los intereses de las empresas constructoras exportadoras; para realizar labores de estudio y prospeccin de mercados en aquellos pases de mayor inters para sus asociadas, canalizando, coordinando y distribuyendo despus esta informacin entre ellas; para centralizar los contactos entre unas y otras; y para velar por su reputacin. Otra funcin de la AECI fue colaborar estrecha e institucionalmente con el Gobierno espaol, ante el que era portavoz de las empresas exportadoras de construccin.
Una de las razones que esgrimi al respecto fue la limitacin de personal directivo de confianza con que contaba. Destinar este personal a la actividad exterior algo necesario para conseguir el xito en la ejecucin de los proyectos comportaba detraerlo de la actividad de la empresa en el mercado interior (Agromn, Memoria del ejercicio de 1977). 24 Agromn, Memorias. 25 FOCSA, Memorias. 26 FOCSA, Memoria del ejercicio de 1979. 27 Las empresas de la AECI representaban el 82 % de la exportacin espaola de construccin en 1981 (AECI, 1982).
23
13 Asimismo, el Gobierno deleg en la AECI las labores de promocin y prospeccin de mercados, organizando las misiones oficiales de carcter sectorial que se llevasen a cabo. Por ltimo, la AECI ejerci tambin la representacin internacional de sus asociadas, participando en el Comit de Contratistas Internacionales, miembro a su vez de la Federacin Internacional Europea de la Construccin (AECI, 1982). Tabla 3: Empresas pertenecientes a la AECI. Empresa Agromn, Empresa Constructora, S.A. Asfaltos y Construcciones Elsan, S.A. Empresa Auxiliar de Industria, S.A. (AUXINI) Caminos y Puertos, S.A. COMYLSA Construcciones Colomina, S.A. Construcciones JOTSA Corsan, Empresa Constructora, S.A. Cubiertas y Tejados, S.A. Cubiertas y MZOV, S.A. Dragados y Construcciones, S.A. Edificios y Obras, S.A. Empresas Constructoras Asociadas (ECA) Entrecanales y Tavora, S.A. Fomento de Obras y Construcciones, S.A. (FOCSA) Hispano-Alemana de Construcciones, S.A. Huarte y Compaa, S. A. Laing, S.A. MZOV Obras y Construcciones Industriales, S.A. (OCISA) S. A. Ferrovial Vegarada, S.A.
Fuente: Torres (2009b).
1975 x x x x x
1981 x x x
x x x x x x x x x x x x x x x x x
x x x x x
En trminos agregados (Grfico 1) la actividad internacional de las constructoras espaolas, medida por su facturacin en el exterior, no dej de crecer a lo largo del decenio de 1970. El aumento fue muy vigoroso a partir de 1979 y alcanz su nivel mximo en 1984, momento a partir del cual tuvo lugar un retroceso que se prolong hasta los primeros aos noventa. As pues, el primer ciclo de internacionalizacin de las empresas constructoras espaolas dur aproximadamente quince aos. Comenz de manera modesta en los ltimos aos sesenta, pero fue muy intenso en el lustro final (1980-84), coincidiendo con la parte final de la crisis del sector de la construccin en Espaa y con el aumento de la demanda mundial de construccin, alimentada en particular por los pases productores/exportadores de petrleo. La posterior contraccin del mercado mundial 28 , en especial en Hispanoamrica y en los pases rabes del Norte
Provocada por el descenso del precio del crudo y de las materias primas, la baja del dlar y el problema de la deuda del tercer mundo (AECI, 1992, p. 11). Todos estos factores restringan fuertemente la posibilidad de que estos pases recibieran, como hasta entonces, flujos de financiacin del Banco Mundial o de los pases desarrollados para nuevos proyectos de obras.
28
14 de frica y de Oriente Medio, regiones donde se haba concentrado la actividad de las firmas espaolas, redujo su actividad en el exterior. A ello contribuy tambin la reactivacin del mercado espaol de construccin desde mitad de los aos ochenta, en particular despus de la incorporacin de Espaa a la Comunidad Econmica Europea en 1986.
Grfico 1: Actividad exterior de las empresas constructoras espaolas, 1974-1991 (Millones de pesetas corrientes)
200.000 150.000 100.000 50.000 0 1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991
Contratacin
Facturacin
Este primer ciclo de internacionalizacin tuvo una trascendencia indudable para las constructoras espaolas por lo que supuso de aprendizaje y de acumulacin de experiencia fuera del pas. Pero la actividad de exportacin de construccin tuvo tambin un gran protagonismo en los flujos de salida de bienes, servicios e inversin directa de Espaa al exterior durante estos aos. Segn la investigacin de Fernndez Otheo (1988) 29 , entre 1968 y 1982, el sector de la construccin export 248 proyectos (el 35 % del total) por importe de 4.842 millones de dlares (el 46,7 % del valor total contratado en el exterior). Es decir, en este periodo, la actividad de inversin en el exterior del sector de la construccin, medida tanto por el nmero de contratos como por el valor de los mismos, fue la ms importante, con diferencia, de las realizadas por el conjunto de la industria, y esta importancia se mantuvo de manera bastante homognea a lo largo de los aos considerados 30 . Comparativamente con otros proyectos de exportacin de tecnologa, los de la construccin entraaban un elevado dominio de capacidades organizativas o logsticas, financieras y de movilidad de personal, adems de capacidades tcnicas especficas (ingeniera, diseo y servicios tcnicos especializados); y tenan un evidente impacto en la imagen exterior de Espaa y en la posibilidad de conseguir nuevos contratos en la medida que se mantuviese la reputacin de las empresas (efectividad, cumplimiento de los plazos, etc.). Los proyectos de las constructoras espaolas fueron aumentando en importancia (valor de cada uno) con el paso de los aos, estuvieron involucradas en ellos cada vez ms empresas, y tambin fueron en aumento los mercados de destino 31 . Adems, estos proyectos se ganaron en un entorno muy competitivo, en el que las
Datos extrados de los registros de la Direccin General de Transacciones Exteriores. Fernndez Otheo (1988), pp. 150-151. 31 En 1981, las empresas asociadas a la AECI estaban presentes en 37 pases en 4 continentes (AECI, 1982).
30 29
15 empresas recibieron pocos apoyos polticos del Gobierno espaol, y hasta 1980 no pudieron acceder a los circuitos de financiacin privilegiada (crdito al comprador) en condiciones de igualdad con el resto de las empresas industriales32 . De manera que hay suficientes indicios para atribuir a las constructoras el mrito de este proceso, debido muy particularmente al elevado grado de autosuficiencia tecnolgica y organizativa, como consecuencia de la dilatada experiencia en el interior, y a la acumulacin y dominio de habilidades especficas en el exterior 33 . De hecho, por lo que se refiere al esfuerzo tecnolgico, puede servir de referencia que, entre 1979 y 1981, tres grandes empresas constructoras concentraran los gastos de I+D del sector, gastos que representaban el 19 % del total del conjunto de la industria nacional, y slo eran superados por los efectuados por las empresas de maquinaria y material elctrico y por las de equipos de transporte. Dragados era tambin en este aspecto la empresa lder, absorbiendo casi las tres cuartas partes del gasto de I+D del sector 34 . Asimismo, su presencia en el exterior, medida por el peso relativo de los ingresos procedentes de los mercados forneos en el conjunto de su facturacin, era la ms intensa de las constructoras espaolas: entre un 30 y un 40 % entre 1981 y 1985, una proporcin similar a los promedios de facturacin exterior de las grandes constructoras europeas.
5. La transicin hacia el actual ciclo de internacionalizacin: concentracin y diversificacin (1986-2003). Durante la segunda mitad de los aos ochenta, el dinamismo del mercado espaol de construccin (obra civil y edificacin residencial y no residencial), impulsado tanto por la demanda privada como por la pblica (obras de la Expo de Sevilla, de las Olimpiadas de Barcelona, infraestructuras de alta velocidad ferroviaria (AVE), red nacional de autovas, etc.) reorient la actividad de las constructoras espaolas al interior de las fronteras nacionales hasta 1990, al menos. La actividad exterior se redujo drsticamente (Grfico 1), aunque no se abandon. De hecho, en estos aos se produjo una fuerte entrada en Portugal, pas que ingres en la UE, como Espaa, en 1986 y que se convirti en una prolongacin del mercado espaol 35 . A partir de entonces, ambos pases comenzaron a recibir recursos financieros de la UE procedentes de los Fondos Estructurales (del Fondo Europeo de Desarrollo Regional, sobre todo) y del Fondo de Cohesin desde 1993, recursos que en su mayor parte deban ser destinados a la ejecucin de diferentes tipos de infraestructuras (obra civil). Tampoco se perdi la reputacin alcanzada por las constructoras espaolas en las obras civiles de gran dimensin, que era alta36 . Por otro lado, la expectativa de creacin del mercado interior en la UE en 1993 elev el nivel de competencia en el mercado espaol y portugus ante la mayor presencia de las constructoras europeas, y oblig a las empresas espaolas a pensar decididamente en el mercado europeo, un reto entonces pendiente, en el que las dificultades para penetrar eran muy elevadas debido al dominio
Los apoyos polticos mejoraron despus. En 1982 se cre la Comisin Interministerial para el Sector Exportador de Construccin, que funcion con eficacia durante tres aos (AECI, 1992, p. 39). 33 Fernndez Otheo (1988), pp. 159-160. 34 Fernndez Otheo (1988), pp. 293-294. 35 Durante la dcada de los aos ochenta, Portugal y Espaa, por este orden, fueron los pases de la UE en los que ms creci el sector construccin, especialmente en el segmento de la obra civil (Carreras, 1990, p. 83). 36 Se haban ejecutado grandes obras hidrulicas en Argentina, Colombia, Venezuela, Ecuador o Chile, y grandes obras portuarias en Marruecos, Argelia y Tnez.
32
16 de cada mercado nacional por las constructoras locales 37 . En cualquier caso, la recuperacin de la actividad internacional de construccin, ya fuera en los mercados conocidos, en los que se tena cierta experiencia (pases menos desarrollados), o en otros nuevos para las constructoras espaolas (Europa, USA, Sudeste Asitico), les obligaba a stas a competir esencialmente con las grandes empresas europeas de Alemania, Francia, Gran Bretaa e Italia 38 , frente a las cuales mostraban dos graves carencias, ambas relacionadas entre s: menor tamao y menor capacidad financiera 39 . En respuesta a estos retos, as como a la contraccin del mercado interno ocurrida entre 1991 y 1994, a la cada de la inversin pblica espaola en obra civil debida a la restriccin presupuestaria (programa de convergencia hacia la moneda nica), y a los cambios en el modelo nacional de licitacin de las obras pblicas (adjudicacin mediante concesin 40 ), las grandes firmas constructoras espaolas acometieron durante los aos noventa una triple estrategia de concentracin, diversificacin y nuevo impulso internacionalizador muy relacionada entre s (Garca Lpez y beda, 1997). El objetivo fundamental fue ganar capacidad competitiva en un entorno cada vez ms abierto, donde las diferencias entre operar en el mercado domstico y en los mercados exteriores tendan a desvanecerse. La estrategia de concentracin, materializada por lo general a travs de operaciones de compra y/o fusin, dio lugar, entre 1990 y 2003, a seis grandes grupos constructores (FCC, ACS, Acciona, Ferrovial, OHL y Sacyr-Vallehermoso), que consiguieron el tamao mnimo necesario para enfrentarse a la competencia por los grandes contratos internacionales de obra civil. Cronolgicamente, el primer gran grupo constructor lo constituy Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), fruto de la fusin en 1992 de la catalana FOCSA y de la madrilea Construcciones y Contratas, dos empresas con una larga tradicin (Tabla 1) y con una estructura de negocio similar, pues ambas se haban diversificado tempranamente hacia actividades no estrictamente de construccin, como la prestacin de servicios urbanos (recogida y reciclaje de residuos slidos, limpieza viaria, suministro de agua y depuracin de aguas residuales, etc.). Durante el resto del decenio de 1990 se formaron los grupos Ferrovial, Acciona y OHL. El primero, controlado por la familia Del Pino (Ferrovial) incorpor, como elemento ms destacado, a una gran empresa de dilatada trayectoria, Agromn, en 1995. El segundo, impulsado por la familia Entrecanales (Entrecanales y Tvora), incorpor a otras dos empresas histricas, Cubiertas y MZOV, en 1997. Y el tercero, liderado por el ingeniero de caminos Juan Miguel Villar Mir, reuni, entre 1996 y 1999 a varias empresas de diferente tamao y trayectoria: Obrascon, Elsan, Sato, Huarte y Lain (Tabla 1). Finalmente, en 2003 se constituy el grupo SACYR-Vallehermoso por fusin de ambas
En 1995 haba 9 constructoras espaolas con 22 inversiones en Europa, mientras que las constructoras europeas tenan 44 inversiones en Espaa (Lleonart, 1996, p. 26). 38 En el Norte de frica, las empresas espaolas ya tenan experiencia por haber competido con las francesas e italianas principalmente. Y en Oriente Medio lo haban hecho, con mucho menos xito, con firmas estadounidenses, britnicas y alemanas (AECI, 1992, pp. 13 y 23-25). 39 Carreras (1990), pp. 69-70. Respecto al tamao, todava en 1995, FCC y Dragados, las dos mayores constructoras espaolas ocupaban los puestos 16 y 18 en el ranking de las grandes constructoras europeas por facturacin (Garca Lpez y beda, 1997, p. 133). 40 Contrato para la gestin a largo plazo por una empresa privada de un bien o infraestructura de titularidad pblica, cuya construccin asume aqulla. De acuerdo con esta modalidad, la empresa constructora asume, total o parcialmente, los costes de la ejecucin de la obra, resarcindose de los mismos mediante los ingresos obtenidos durante el periodo de vigencia del contrato de gestin de la misma.
37
17 empresas 41 , y culmin el proceso de concentracin ms importante del sector con la incorporacin de Dragados la firma con ms experiencia internacional hasta ese momento al grupo ACS (Actividades de Construccin y Servicios), un grupo que haba ido configurndose desde la segunda mitad de los aos ochenta, y que se constituy formalmente en 1997 tras integrar a empresas histricas como OCISA, AUXINI y Gins Navarro, entre otras (Tabla 1). La constitucin de estos seis grandes grupos constructores, todos ellos de capital espaol, hizo posible, por primera vez en todo el proceso de internacionalizacin que estamos analizando, que contaran con un tamao suficiente para abordar con solvencia los proyectos de ejecucin de obras complejas tcnica y financieramente y ampliar su estrategia comercial hacia los nuevos mercados emergentes 42 . El mayor tamao no slo aument su capacidad tcnica sino tambin su fortaleza financiera. Todos ellos cotizaban en Bolsa, tenan un mayor acceso a los mercados internacionales de capital especialmente tras la implantacin del euro en 1999 y eran independientes de los grandes bancos nacionales en el sentido de que stos no formaban parte de su propiedad, al menos no de una manera significativa, si exceptuamos ACS 43 . No obstante, debe sealarse que la fuerte internacionalizacin de los grandes bancos espaoles (Santander y BBVA, sobre todo) represent una ventaja aadida al nuevo impulso internacionalizador de las grandes constructoras por las mayores posibilidades que tuvieron stas para acceder a financiacin in situ all donde ejecutaban proyectos, como ocurri especialmente en Latinoamrica 44 . En definitiva, el nuevo tamao les permiti alcanzar la dimensin de las grandes constructoras europeas. Si utilizamos la variable capitalizacin burstil, muy favorable por la evolucin al alza de la Bolsa espaola a partir de 2001, tenemos que, a finales de 2003, cinco de estas seis grandes constructoras espaolas estaban entre las diez mayores empresas europeas del sector, siendo slo superadas por las francesas Bouygues y Vinci 45 . Considerando, en cambio, la facturacin total, slo tres de ellas (ACS, Ferrovial y FCC) se encontraban, a finales de 2002, entre las diez ms grandes de Europa 46 . En cualquier caso, el avance fue sustancial respecto a la dcada anterior (los aos noventa) y extraordinario respecto a cualquier otro periodo pretrito. Junto con la concentracin, la estrategia de diversificacin result trascendental para el nuevo estatus de multinacionales que alcanzaron las grandes constructoras espaolas en este periodo. Ya se ha dicho que eran tradicionalmente empresas diversificadas en los distintos tipos de obra (diversificacin horizontal dentro de la actividad constructora), incluida la actividad especfica de promocin inmobiliaria. Ahora se trata de una diversificacin de mayor alcance, relacionada pero fuera de la actividad estrictamente constructora: servicios urbanos, medio ambiente, energa, montajes industriales, transporte, entre otras actividades, gestionadas la mayora de ellas por medio de concesiones administrativas. De ah la importancia de esta figura contractual, a la que nos hemos referido ya anteriormente, en la transformacin de la actividad de las grandes
SACYR (Sociedad Annima de Construcciones y Regados) era una empresa relativamente joven, pues haba sido creada en 1986, especializada en obra civil, mientras que Vallehermoso era una empresa con mayor tradicin se fund en 1952 dedicada a la construccin inmobiliaria. 42 Villar Mir (1999), p. 58. 43 La Banca March ha tenido un papel importante en la creacin y consolidacin de esta empresa, manteniendo una participacin estable en su capital en torno al 25 %. 44 Vase, al respecto, el Anuario 2007. Internacionalizacin de la empresa espaola. 45 Galindo (2003). 46 Lleonart y Garola (2004), p. 131.
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18 constructoras espaolas en estos aos. La concesin administrativa para la explotacin de una nueva infraestructura o servicio tuvo un protagonismo creciente en la actividad de estas empresas. Ms tarde, tambin lo tendra la concesin administrativa para la gestin privada de infraestructuras ya construidas y gestionadas hasta entonces por la Administracin pblica. Entre otros, fueron objeto de concesin la gestin de servicios urbanos, la gestin integral del agua, la desalacin de agua del mar, las autopistas de peaje, los aparcamientos urbanos, el mantenimiento de infraestructuras, la cogeneracin, la gestin de aeropuertos y determinadas actividades portuarias (logstica) y aeroportuarias (handling), etc 47 . Si exceptuamos a FCC, que, como ya se ha dicho, haba emprendido mucho tiempo atrs una diversificacin de estas caractersticas, el resto de las grandes empresas constructoras aqu consideradas abordaron esta estrategia a partir de finales del decenio de 1980. Varias son las razones que se hallan detrs de este proceso. Por una parte, el grado de madurez alcanzado por el negocio de la construccin en Espaa y en los pases desarrollados exiga cada vez ms actividades de mantenimiento y rehabilitacin. Especialmente importante, al respecto, era al grado de saturacin alcanzado en el segmento de las infraestructuras (obra civil). Por otra, el carcter altamente cclico de la actividad constructora, incluida la obra civil financiada con fondos pblicos, oblig a las empresas a buscar negocios en mercados con ciclos diferentes o, en todo caso, ms estables. Por ltimo, debe tenerse en cuenta que la diversificacin permita desarrollar sinergias entre varias actividades 48 . El proceso de diversificacin fue en aumento. A mediados de los aos noventa, alrededor de una cuarta parte de la facturacin del conjunto de las grandes constructoras proceda de actividades ajenas a la construccin, si bien la empresa lder de esta estrategia, FCC, casi duplicaba esta cifra con el 43 % 49 . Menos de diez aos despus, en 2002, se haba avanzado hasta el 36 y el 53 %, respectivamente, siendo particularmente rpido e intenso el proceso de diversificacin de ACS-Dragados con el 47 % de su facturacin total 50 . La incorporacin de estas nuevas actividades implic la creacin de empresas con su propia razn social para gestionarlas. En otros casos, la estrategia de diversificacin se materializ adquiriendo empresas ya existentes, especializadas en distintas actividades. De cualquier manera, el proceso de diversificacin comport un fuerte incremento del nmero de sociedades integradas en los grupos empresariales encabezados por las grandes empresas constructoras, aadiendo una gran complejidad a su organizacin 51 . Por ltimo, al tiempo que se desplegaban los procesos de concentracin y diversificacin, se daba un nuevo impulso a la actividad internacional, considerada no slo como un elemento ms de diversificacin (diversificacin geogrfica de mercados) sino, sobre todo, como una estrategia de presencia permanente en los mercados forneos, aprovechando las nuevas capacidades tcnicas y financieras adquiridas y como respuesta a un escenario de creciente apertura e interrelacin econmica entre los
Villar Mir (1999), p. 57. Villar Mir (1999), p. 56. 49 Garca Lpez y beda (1997), pp. 120 y 126. 50 Lleonart y Garola (2004), pp. 29-30, y ACS, Memoria del ejercicio de 2004. 51 Sirva de referencia que el Grupo Dragados, antes de su integracin en ACS en 2003, lo componan 35 empresas contando slo las ms importantes (Dragados y Construcciones, Memoria del ejercicio de 2002).
48 47
19 pases, en especial en Europa (avance en la integracin europea: Mercado nico y Unin Monetaria). En efecto, como se observa en el Grfico 2, tanto la contratacin como la facturacin en el exterior de las constructoras espaolas reiniciaron en 1991, en trminos absolutos, una senda de crecimiento que no se detuvo hasta el ao 2000. De nuevo, fueron los mercados latinoamericanos los que ms contribuyeron a esta expansin, junto con la incorporacin de otros nuevos (asiticos, europeos y africanos). Por el contrario, los mercados del Norte de frica y Oriente Medio no recobraron la importancia que haban tenido en los primeros aos ochenta. Sin embargo, la recuperacin del peso de la facturacin exterior en el conjunto de la cifra de negocio de las grandes constructoras espaolas (en torno al 9 % en 1995) fue ms lenta y tard en alcanzar el nivel de los primeros aos ochenta. En 1995 estaba todava muy alejado de la media de las grandes constructoras europeas (alrededor del 29 %), siendo Dragados la que segua teniendo una actividad internacional mayor (17 %) 52 . Unos aos ms tarde, en 2002, las grandes empresas espaolas haban afianzado su posicin en el exterior, aumentado hasta el 14 % la participacin relativa de su facturacin en el extranjero en su volumen total de negocio, pero esta cifra segua estando distante del promedio de las grandes empresas europeas (37 %). Individualmente, todas haban mejorado, en especial ACS-Dragados con un 33 %, pero la distancia con las grandes empresas europeas (alemanas, francesas y britnicas, sobre todo) con mayor presencia internacional era muy notable, ya que varias de ellas superaban holgadamente el 50 % 53 . Grfico 2: Actividad exterior de las empresas constructoras espaolas, 1974-2008. (Millones de euros corrientes)
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Garca Lpez y beda (1997), pp. 116 y 133; y Lleonart (1996), p. 86. Lleonart y Garola (2004), pp. 135-136.
20 6. Las multinacionales espaolas de la construccin al comienzo del siglo XXI: Una aproximacin general. Tras culminar los procesos de concentracin y diversificacin expuestos en el apartado anterior, las grandes empresas constructoras espaolas de la primera dcada del siglo XXI se asemejan mucho a cualquier multinacional del sector, pero especialmente a las multinacionales europeas de la construccin, con las que, por otra parte, comparten intereses en el seno de la European International Contractors (EIC), una organizacin con amplia experiencia al servicio de la actividad internacional de estas compaas. Se trata de empresas con un alto potencial tcnico y financiero, capaces de ejecutar proyectos complejos en cualquier pas del mundo, lo que supone, entre otras cosas, la contratacin directa con los clientes o la participacin en licitaciones internacionales, la disponibilidad o el acceso a una financiacin suficiente de los proyectos, el diseo de stos en ocasiones, la gestin completa de la ejecucin de los mismos subcontratando partes de obra a otras empresas, y la garanta final del proyecto realizado. La principal diferencia, no obstante, radica en la experiencia como empresa multinacional, pues, mientras en el caso de las grandes constructoras europeas (alemanas, francesas y britnicas, sobre todo) esta experiencia es grande, procede de una dilatada trayectoria histrica y est muy consolidada, en el caso de las espaolas es ms dbil por reciente. De hecho, slo se puede hablar de una experiencia internacional fuerte de stas en los ltimos quince aos, pues el primer ciclo de internacionalizacin (1968-1984), al que nos hemos referido en un apartado anterior, no tuvo el alcance ni la importancia del actual. Las grandes constructoras espaolas han aumentado de manera continuada en la ltima dcada su presencia en los mercados forneos hasta lograr que alrededor del 35 % de su facturacin provenga de ellos 54 . Es una cifra nunca alcanzada, pero todava claramente inferior a la de las grandes constructoras francesas y alemanas, que son las ms activas en los mercados internacionales. No obstante, lo ms meritorio del caso espaol es que el aumento de su cuota internacional se ha hecho en una coyuntura (1996-2007) de fuerte expansin del mercado interno de construccin, que ha sido de una dimensin sin parangn en la historia econmica espaola del ltimo medio siglo. En efecto, la gran expansin del mercado espaol de construccin se ha debido esencialmente al boom de la construccin inmobiliaria y a la puesta en marcha por el Estado del Plan Director de Infraestructuras 2000-2007 (autopistas, ferrocarril de alta velocidad y aeropuertos), que ha representado un nuevo impulso a la dotacin de infraestructuras del pas. Atender a este mercado ha constituido la principal parcela de actividad de las grandes empresas constructoras espaolas durante este tiempo, dada su posicin de dominio en el mismo. Pero esto ha servido, al mismo tiempo, para seguir acumulando experiencia en el negocio y saber hacer, pivotes sobre los que se ha basado, de nuevo, la actual estrategia de internacionalizacin desplegada paralelamente. As pues, el control del mercado nacional y el aprendizaje alcanzado en el mismo han sido la base sobre la que se ha proyectado la nueva fase de internacionalizacin de las grandes constructoras espaolas 55 . La construccin de grandes obras de infraestructura (de transporte, medioambientales, energa, etc) sigue siendo el ncleo principal de su actividad exterior, y no es extrao
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Gmez (2008). Gmez (2008). El resto del apartado se basa esencialmente en los Informes anuales de SEOPN.
21 ver a las grandes empresas espaolas participando o liderando consorcios internacionales para la ejecucin de proyectos de gran envergadura, como el puente sobre el Estrecho de Messina (Italia) o, ms recientemente, el proyecto de ampliacin del Canal de Panam. Es escasa, por el contrario, su participacin en proyectos de edificacin residencial, a pesar de que, desde 2006, se intensificaron las actividades de promocin y construccin inmobiliaria en pases, como Portugal o Polonia, donde las constructoras espaolas controlan firmas locales importantes capaces de responder al aumento de la demanda de vivienda en estos mercados; y algo ms activo es su protagonismo en proyectos de edificacin no residencial (complejos deportivos, instalaciones culturales, educativas o sanitarias, etc.). Por otro lado, la internacionalizacin tambin alcanza a las dems actividades integradas, a las que nos hemos referido anteriormente al hablar de la estrategia de diversificacin. En particular, las empresas espaolas estn siendo, en los ltimos aos, muy activas en la construccin y gestin de infraestructuras de energa (parques elicos y plantas de energa solar y de biocombustibles) en pases desarrollados sobre todo, as como instalaciones medioambientales relacionadas con el ciclo del agua tanto en pases desarrollados como emergentes. Pero donde su presencia internacional adquiere ms relieve es en la gestin por contrato de infraestructuras, sobre todo de transporte (autopistas, ferrocarriles, puertos y aeropuertos), tanto construidas por ellas mismas como privatizadas por el Estado. Desde hace ya ms de una dcada, el ranking publicado por la revista Public Works Financing muestra a las seis grandes constructoras espaolas entre las diez o doce mayores del mundo en esta actividad, dominando este mercado con una cuota muy elevada: entre el 40 y el 45 %. Casos muy significativos al respecto son la gestin de los aeropuertos de Londres por Ferrovial, la del puerto de Jing Tang (China) por ACS o la de algunas autopistas estadounidenses, canadienses o brasileas por stas y por OHL, respectivamente. Adems, su posicin de liderazgo en este mercado les ha llevado a responder a la penetracin que estn llevando a cabo en l las entidades financieras, creando nuevas firmas de gestin de infraestructuras con socios financieros, como ocurre con Global Va, creada por FCC y Caja Madrid 56 .
Tabla 4: Distribucin geogrfica de la facturacin exterior de las constructoras espaolas, 2003-2008. (En porcentaje) 2003 2004 2005 2006 2007 2008 48 67 62 56 68 71 Unin Europea 25 n.d. n.d. 5 5 4 Resto de Europa 17 26 29 27 13 11 Amrica del Sur 3 n.d. n.d. 10 8 9 Amrica del Norte 4 n.d. n.d. 1 1 3 frica 2 n.d. n.d. 1 2 1 Asia 1 n.d. n.d. 0 0 1 Oriente Medio
Fuente: SEOPAN, Informe anuales.
Otro aspecto a destacar de las multinacionales espaolas de la construccin en los aos recientes es su implantacin geogrfica, establecida preferentemente con empresas filiales o con firmas participadas con socios locales en los pases donde su presencia
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22 pretende ser estable. Es muy significativo comprobar cmo ha cambiado a este respecto su presencia internacional desde la dcada de 1970 hasta la actualidad. Durante la primera etapa de internacionalizacin (1968-1984) el destino de su actividad constructora fueron pases menos desarrollados que Espaa (Amrica Latina y los pases rabes del Magreb y de Oriente Medio), donde podan reproducir la tcnica y el saber hacer adquiridos en el mercado interior. Por el contrario, en la ltima dcada son preferentemente pases desarrollados los destinatarios de su actividad, siendo Amrica Latina la nica regin que se mantiene en ambos periodos (Tabla 4). El cambio es muy significativo y la novedad ms destacada es la elevada concentracin de la actividad en Europa y en especial en los pases de la UE. El factor principal que explica esto, como es obvio, es la creciente integracin europea, tanto en intensidad (Mercado nico, moneda nica) como en extensin (ampliacin hasta 27 del nmero de pases integrados). La consecuencia de esto ha sido la creacin de un gran mercado, en el que las firmas espaolas han competido con las mayores constructoras europeas, en primer lugar, por participar en los grandes proyectos de infraestructuras transfronterizos (carreteras y autopistas, tren de alta velocidad, redes de energa y telecomunicaciones, etc,), que la UE ha financiado en el marco de la denominada Estrategia de Lisboa (2000) con el fin de hacer realidad el Mercado nico; y en segundo lugar, por cubrir el dficit de infraestructuras y edificacin de los pases del Este de Europa tras su entrada en la UE en 2004 y 2007, momento a partir del cual estos pases comenzaron a recibir un importante volumen de financiacin procedente de los Fondos Estructurales y del Fondo de Cohesin de la UE. Adems, la posicin estable alcanzada en algunos de estos pases, como ocurre en Polonia y la Repblica Checa, ha permitido proyectarse ms al Este, a los mercados de Ucrania y Rusia sobre todo, aunque la actividad en ellos es todava relativamente pequea (Tabla 4). Fuera de Europa, y dejando de lado la continuidad que se observa en la presencia en los pases latinoamericanos, lo ms significativo es la entrada, desde mediados de la dcada actual, en los mercados de grandes pases desarrollados, como EE.UU. y Canad, donde las firmas espaolas obtienen alrededor del 10 % de su facturacin exterior. Es una cifra pequea en comparacin con la del mercado europeo, pero no deja de ser un buen indicador de su capacidad de penetracin en mercados muy desarrollados. Por el contrario, sigue siendo testimonial su presencia en Asia y Oceana, y slo muy recientemente se han comenzado a dar pasos para entrar en grandes mercados emergentes (China e India) y desarrollados (Australia y Nueva Zelanda). La presencia en frica ha ido perdiendo importancia relativa, y slo en los pases del Magreb (Argelia, Marruecos y Tnez), mercados tradicionales de las constructoras espaolas, se ha mantenido cierta continuidad.
7. Conclusiones. Espaa es un pas que ha carecido de empresas multinacionales hasta hace aproximadamente dos dcadas, lo que ha de achacarse, sin duda, a su tardo desarrollo econmico, pero tambin a factores relacionados con la poltica econmica autrquica de los aos cuarenta y cincuenta del siglo pasado, que aisl al pas de los flujos de comercio e inversin internacionales posteriores a la Segunda Guerra Mundial. Esta poltica no slo liquid el avance de un cierto proceso de internacionalizacin de las empresas espaolas, que, si bien modesto, era perceptible en las dcadas de 1920 y
23 1930, sino que lo pospuso hasta el final de los aos sesenta, cuando el intenso crecimiento econmico, impulsado por el Plan de Estabilizacin de 1959, condujo a una mayor integracin en los mercados internacionales de bienes, servicios y capitales. El desarrollo econmico y la paralela apertura de la economa al exterior, fueron, pues, dos factores fundamentales en el proceso de internacionalizacin de la economa espaola y de sus empresas desde finales de los aos sesenta del siglo pasado. Pero este proceso se aceler a partir de la entrada de Espaa en la UE en 1986 y se ha acentuado paralelamente al aumento de la integracin de los pases miembros y al proceso de globalizacin ms reciente. La trayectoria de las grandes empresas constructoras espaolas, vista desde el largo plazo, como se hace aqu, ilustra bien cmo influyeron esos dos factores desarrollo econmico y apertura al exterior en su crecimiento e internacionalizacin. De entrada, queda en evidencia el retraso con el que aparecieron este tipo de empresas en Espaa en comparacin con pases como Francia o Gran Bretaa. Cuando surgieron las primeras, en el arranque del siglo XX, francesas y britnicas llevaban ya a sus espaldas una amplia experiencia no slo en sus respectivos mercados domsticos sino tambin en sus colonias y en otros mercados forneos, incluido el espaol, pues no debe olvidarse que franceses, sobre todo, fueron los constructores de la red ferroviaria espaola en la segunda mitad del siglo XIX. El atraso econmico mantuvo dbil la demanda privada (empresas y particulares) de construccin durante largo tiempo, y, simultneamente, la demanda pblica de construccin de infraestructuras fue limitada hasta los aos sesenta, debido a la existencia de un presupuesto escaso en una Administracin pblica atrasada. Los intentos de impulsar una poltica de obras pblicas al final de la Dictadura de Primo de Rivera y luego en los aos cincuenta no fueron suficientes para articular el desarrollo de grandes empresas constructoras, y este proceso debi posponerse hasta los aos sesenta y setenta, cuando el fuerte crecimiento econmico estimul intensamente la demanda de construccin de todo tipo (obra civil y edificacin). El control del mercado interno, el aprendizaje del modo de hacer de las constructoras extranjeras que operaban en Espaa, la capacidad tcnica de los ingenieros formados en el pas, la adquisicin de tecnologa exterior y una disponibilidad de capital creciente fueron algunos de los factores principales que impulsaron el crecimiento y la modernizacin de estas empresas entre 1960 y 1975. Durante este tiempo alcanzaron una elevado conocimiento del negocio y acumularon las capacidades (tcnicas, financieras y de gestin) las ventajas de propiedad en terminologa de Dunning necesarias para salir al exterior, como as ocurri. La primera fase de internacionalizacin de las empresas constructoras espaolas (19681984), que coincide con la primera etapa de apertura al exterior de la economa espaola, obedece en gran medida a la capacidad de estas empresas de reproducir en mercados de menor o similar nivel de desarrollo, los conocimientos y habilidades conseguidos en el mercado domstico. Esta etapa supuso un importante aprendizaje del funcionamiento de los mercados exteriores que, sin duda, fue muy til cuando se reimpuls el proceso de internacionalizacin en los aos noventa. Sin embargo, se trata de una experiencia que merece dos comentarios. En primer lugar, estn los condicionamientos polticos del rgimen franquista (hasta 1975), que limitaron el tipo de pases accesibles para las constructoras espaolas a aqullos que mantenan buenas relaciones con el Gobierno de Franco: los pases rabes y las dictaduras de los pases de
24 Amrica Latina. Y en segundo lugar, se trata de una experiencia en la que las empresas espaolas participaron poco en los grandes proyectos financiados por el Banco Mundial, que desde los aos cincuenta fueron una parte importante del mercado mundial de construccin (Linder, 1994). La etapa reciente de internacionalizacin de las grandes constructoras espaolas responde, sin embargo, a unas condiciones ms homogneas y similares a las que marcan el desenvolvimiento de sus competidoras europeas y no europeas. Por una parte, la existencia de un gobierno democrtico, presente en todas las instancias y organismos internacionales con alguna capacidad de influencia en la financiacin de proyectos o en la adjudicacin de grandes contratos internacionales, y con medios para aplicar polticas de apoyo a la exportacin e internacionalizacin de sus empresas. Por otra parte, la mayor apertura al exterior de la economa espaola despus de su integracin en la UE ha impulsado a las empresas constructoras a considerar los mercados exteriores, y en particular el mercado nico europeo, como un objetivo fundamental en la expansin de su actividad. Por ltimo, la importancia que sigue teniendo el control del mercado domstico, sobre todo cuando alcanza un nivel de crecimiento tan intenso como en los ltimos aos, ya que constituye una fuente de acumulacin de saber hacer y una plataforma para fortalecer y expandir la presencia internacional. En definitiva, un siglo despus de aparecer las primeras empresas constructoras en Espaa, algunas de ellas han logrado convertirse en firmas multinacionales. Un largo periodo, ciertamente, si lo comparamos con sus homlogas de los grandes pases europeos, pero un periodo en el que, al fin y al cabo, el crecimiento econmico espaol se retras respecto a las economas ms desarrolladas y la poltica econmica contribuy a postergar durante unas dcadas la insercin del pas en los flujos de comercio e inversin internacional.
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