5 Propuesta5 Valores Sexuales Amuchastegui
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Transformaciones de significados
ANA AMUCHASTEGUI HERRERA En Mxico, la sexualidad y la virginidad se encuentran fuertemente cargadas de significaciones morales y religiosas, diferentes para cada gnero pero complementarias entre s, que han sido construidas durante un largo periodo de relaciones sociales y polticas. El choque entre dos culturas durante la poca colonial ha dado a la sexualidad y a las premisas de gnero caractersticas especiales, provenientes de creencias, mitos y prcticas tanto europeas como indgenas, que se han combinado para formar ciertas configuraciones culturales. Algunos elementos de tales formaciones simblicas permanecen hasta nuestros das. Actualmente, la difusin de la cultura moderna a travs del crecimiento urbano y la comunicacin masiva, parece estar provocando una serie de procesos de transformacin y resistencia de tales formas culturales dominantes. El encuentro entre los valores tradicionales y modernos genera una interaccin compleja y aparentemente dilemtica entre diferentes concepciones y valores de la sexualidad. Aunque Mxico disfruta de tal diversidad y riqueza de sistemas de creencias y de culturas, stas no mantienen una relacin igualitaria. La agresin continua contra los grupos indgenas los ha debilitado y los ha asimilado relativamente a la vida moderna. Sin embargo, tambin existe una fuerte corriente de resistencia contra la imposicin. El presente trabajo pretende describir algunos de los elementos culturales de tal diversidad, que coexisten en nuestro pas como significaciones atribuidas a la virginidad, la sexualidad y la primera relacin sexual. Para ello, se realiz un trabajo de campo, en el cual se eligieron tres localidades: una comunidad zapoteca de Oaxaca, un municipio semirural del estado de Guanajuato y una colonia popular del Distrito Federal1. Se estudiaron ambos gneros; principalmente su relacin durante el primer encuentro coital, y las maneras en que cada uno de ellos participa de las premisas, creencias y prcticas dominantes para el otro. Por fortuna, el investigador difcilmente encuentra lo que originalmente pretende hallar. En el caso que nos ocupa, se in tent en primera instancia hacer una descripcin y anlisis de las significaciones de la primera relacin sexual, esperando que los "resultados" seran diferentes en las tres comunidades elegidas. Sin embargo, el procedimiento inductivo mostr que la clasificacin de los sujetos en grupos por localidad era imposible. Si bien las diferencias fundamentales se pueden agrupar consistentemente por gneros, los datos de campo obligaron a desecharla hiptesis de sociedades "tradicionales" o cerradas en el caso de Oaxaca y Guanajuato opuestas a una cultura claramente urbana 2. Por el contrario, los contenidos de tales significaciones ofrecen una consistencia notable entre los entrevistados de las tres localidades. Es decir, lo que funciona como normatividades para la sexualidad femenina y masculina, as como las creencias y valores asociados a ella, mantienen una gran semejallzaentre todos los sujetos entrevistados. El predominio de la moral catlica se hizo sentir con toda su fuerza a nivel de los discursos dominantes. Qu hacer, entonces, frente ala evidencia de una homogeneizacin de los datos? La decepcin de no poder clasificar fcilmente a los sujetos en virtud de su pertenencia geogrfica y cultural oblig a una explicacin ms compleja que abarcara horizontalmente los contenidos encontrados. La tendencia actual de nuestro pas a la globalizacin de la cultura gracias al intercambio comercial, laboral, educativo y de comunicacin, pareca ser un factor determinante, e imprevisto, para la comprensin de los valores sexuales en estudio. Como parte de esta visin de proceso, la nocin de la modernizacin latinoamericana es un marco fundamental para la comprensin. Este proceso, en lugar de seguir una trayectoria evolutiva "...ms que como una fuerza ajena y dominante, que operara por sustitucin de lo tradicional y lo propio, se concibe como los intentos de renovacin con que diversos sectores se hacen cargo de la heterogeneidad multitemporal de cada nacin" (Nstor Garca Canclini, 1990). Lo sagrado olvid su origen: el significado de la virginidad masculina y femenina
A medida que el trabajo de campo y el anlisis avanzaban de manera simultnea, la sexualidad apareca revestida innumerables veces de atribuciones morales enunciadas como el Bien y el Mal. Asimismo, los significados y valores atribuidos a la virginidad femenina eran sumamente diferentes a los otorgados a la castidad masculina. Mientras que la virginidad femenina apareci con una enorme fuerza simblica, la masculina a cierta edad es signo de identidad viril dudosa y se espera de los hombres que no lleguen vrgenes al matrimonio, en virtud del papel instruccional que deben jugar hacia su esposa. Si bien esta organizacin social de la sexualidad masculina apuntala el saber/poder del varn sobre la mujer en trminos del primer encuentro sexual de la pareja, tambin lo somete a una exigencia de competencia y desempeo sumamente difcil de cumplir. Y, ms all, si su experiencia no concuerda con esta prescripcin normativa del deseo de coito repetido e indiscriminado, o de iniciacin temprana, puede llegar a cuestionar su identidad como varn. La primera relacin sexual con una virgen y el ejercicio del erotismo por parte de las mujeres es condenado como una "maldad". Esta significaciones, aunadas a descripciones mltiples en las cuales atentar contra la virginidad de la mujer era calificado como la transgresin a una prohibicin, sugirieron la posibilidad de que tales construcciones de sentido estuvieran relacionadas con cierta religiosidad y, en especial, con una dimensin de lo sagrado. Esta carga simblica sobre la sexualidad, y en especial de la virgen, parece tener un sustrato en el hecho de que la reproduccin se lleva a cabo en el cuerpo femenino, y en la importancia que el control de aqulla tiene para un grupo social. A decir de De Barbieri (1992), mientras sexualidad y concepcin estn ligadas, el control de la capacidad reproductiva de las mujeres, y por lo tanto tambin de su sexualidad, es fundamental para la permanencia de cualquier cultura. Las formas en que este poder se ejerce pueden variar; pero en todocaso se construye un universo simblico, relativo al gnero, que apuntale las normas y prcticas que aseguren la estabilidad de ciertas relaciones sociales 3. La virginidad femenina aparece entonces como un mbito que posee tal carcter sagrado que es profanado con el primer coito. Adems, el varn aparece como el instrumento de tal transgresin; el emisario de la maldad. La calificacin del erotismo como "malo" aparece con frecuencia en el material de campo. Por ejemplo, Armando, habitante de las rancheras aledaas a San Miguel de Allende, que decidi mantenerse virgen hasta el matrimonio, describe con exactitud estas creencias: Entrevistadora: No le cost trabajo esperarse hasta que conociera a su esposa? Armando: No, no. Es que, como le digo, realmente haba veces que me pona a pensar que... si poda tener relaciones, poda a lo mejor embarazar a la muchacha. Y luego, digo... si no la quiero, pus no tendra caso... hay muchas veces que te dicen, pus que "ora te casas con ella, ya le hiciste la maldad", o algo, verdad? Originaria de la misma localidad, Amanda comparte la metfora de la sexualidad y el erotismo como " maldad": Amanda: Una vez le dijeron ami mam que me haban visto desnuda con un hombre debajo de un puente, a m me dio coraje, le dije "por qu, si yo nunca he hecho eso?" Mi mam todava se traum ms con los chismes y apenas me sala, por ejemplo con mis amigas... Mis amigas no me podan ir a ver porque deca "ah vienen tus compaeras por ti, seguro ya te vas a largar con tus compaeras". O sea que me empezaba a regaar as. "No, mam", le digo, "no es para hacer nada malo." La fuerza de esta construccin es considerable en las tres localidades estudiadas, y permanece, aunque de manera tenue, entre los entrevistados ms educados y con mayor experiencia migratoria. Mientras que en el caso de los oaxaqueos la transgresin contra la prescripcin de virginidad femenina parece menos frecuentemente que entre los guanajuatenses, los capitalinos, por su parte, comienzan a desconstruir el carcter sagrado de la virginidad, de una manera sumamente tmida y sutil. A pesar de su transgresin reiterada entre los informantes de la colonia popular del Distrito Federal, la dimensin sagrada de la virginidad femenina se deja ver en sus testimonios. Por ejemplo, Patricia, una joven de 15 aos que no se ha iniciado sexualmente, originaria del Distrito Federal, sostiene esta posicin: Entrevistadora: Para tu mam t qu pensaras que es la sexualidad?, para tu mam cmo la ve? Patricia: Yo creo que mi mam lo ve como lo ven muchos, lo ms sagrado, por ejemplo, los que dicen que la virginidad es lo que tiene que quedar ms y yo pienso que no. E: Por qu? P: Porque si la virginidad es psicolgica, si por ejemplo hay nias que nacen sin esa membrana y a poco
por eso dejan de ser vrgenes?, como que si se cayeron, si se lastimaron ose les rompi no han dejado de ser vrgenes. E: Y cmo definiras la virginidad psicolgica? P: O sea, yo la definira como la virginidad como es la membrana, como un prejuicio, y la psicolgica como, yo te puedo decir a ti, yo sigo siendo virgen y a lo mejor ya no lo soy (...) nada ms para engaarte, o sea que cuando yo sepa que ya no soy virgen, pues ya no soy. Es frecuente que los discursos modernos con respecto a la libertad sexual se encuentren asimilados por los informantes a nivel de la racionalidad y la informacin, pero no necesariamente en trmint del significado y la prctica; es decir, de la experiencia subjetiva y la accin. A manera de hiptesis, podra decirse que el cuerpo se encuentra preado de significaciones construidas durante largos periodos, de manera que su transformacin requiere de un tiempo igualmente prolongado 4. En todo caso, el efecto de tal transformacin, que si bien es inexorable en virtud de la globalizacin cultural, debe amortiguarse a travs del respeto a las formas que las localidades particulares elijan para llevarla a cabo. Es decir, las polticas poblacionales deben tomar en cuenta de manera central los valores sexuales de las comunidades en cuestin, en lugar de imponer una visin de sujeto individualista y moderno que cuestione o debilite las identidades colectivas locales. 1.- En tales comunidades se realizaron 21 entrevistas individuales a profundidad, con hombres y mujeres de 15 a 30 aos, as como 4
grupales, adems de complementar la informacin con conversaciones con informantes claves, como trabajadores municipales, mdicos y parteras, y promotores de la salud. 2.-La pretensin de la existencia de culturas "puras", diferentes ala "nuestra", tiene ms bien por objeto fortalecer la identidad de quien as las define, adems de mantenerla ilusin de que "nuestra" cultura es el modelo con el que las "otras" deben compararse. "Si ellos tienen un monopolio explcito sobre la cultura autntica, nosotros tenemos una implcita en el poder institucional. Este lado oscuro de la proporcin estima la urgencia de reconstruir el anlisis social en una forma que se considere la interaccin de cultura y poder, y a la vez hacer que nosotros seamos ms visibles culturalmente hablando" (Rosaldo, 1990, p.186). Esta "invisibilidad cultural" del investigador no es ms que la absolutizacin de su cultura, con el consiguiente riesgo de etnocentrismo. 3.-En nuestro pas, y en concreto en las comunidades estudiadas, las imgenes religiosas que prescriben cierto tipo de feminidad y de relacin con ella, provienen principalmente del catolicismo. En concreto, la figura de la Virgen Mara como el modelo femenino divinizado, constituye un elemento fundamental en esta construccin de significados. "En la ideologa dominante de contenido catlico, el cuerpo de la mujer es un espacio sagrado y, por ende, objeto del tab: en l se verifica la creacin de cada ser humano, una y otra vez, como un ritual" (Lagarde, p.187) 4 Por ejemplo, la separacin entre sexualidad y reproduccin facilitada por las campaas de anticoncepcin, es una realidad entre los participantes. Sobra argumentar el sustrato econmico de esta situacin, en el sentido de que efectivamente la regulacin de la reproduccin puede traer un mejoramiento en la calidad de vida, promesa que contribuye a evitar un embarazo temprano y no planeado. Bibliografa: De Barbieri, Teresita. "Sobre la categora gnero. Una introduccin tericometodolgica", en Revista Interamericana de Sociologa, nm.2, mayo, 1992. Garca Canclini, Nstor. Culturas hbridas. Estrategias para entrar y salir de la modernidad. Grijalbo/CNCA, Col. Los Noventa, nm.50, Mxico, 1990. Lagarde, Marcela. Cautiverios de las mujeres: madresposas, monjas, putas, presas y locas. Coord. Gral. de Estudias de Posgrado. Facultad de Filosofa y Letras. Centro de Estudios sobre la Universidad. UNAM, Mxico, 1990. Rosaldo, Renato. Cultura y verdad. Nueva propuesta de anlisis social. Grijalbo/CNCA, Col. Los Noventa, nm.77, Mxico, 1991.
Profesora investigadora de la Universidad Autnoma Metropolitana-Xochimilco, y consultora externa de The Population Council, Mxico. Las reflexiones presentadas aqu provienen de la investigacin Culturas h bridas. El significado de la virginidad y la iniciacin sexual para jvenes mexicanos, realizado con el apoyo de The Population Council, Mxico, y la Universidad Autnoma MetropolitanaXochimilco.