Introducción A Los Modelos de Disseño Curricular
Introducción A Los Modelos de Disseño Curricular
Introducción A Los Modelos de Disseño Curricular
Molina, J.P. (1999): Introducción a los modelos de diseño curricular en Educación Física, en
VV.AA: Àgora del Professora 99, Conselleria de Cultura, Educació i Ciència de la
Generalitat Valenciana, Valencia, págs. 150-166.
1. Introducción
El diseño curricular es mucho más que un plan de trabajo porque incorpora una
lógica de intervención, un sentido de la acción mucho más orientador que el simple
hecho de tener previstas las cosas que se quieren hacer.
“La programación es ese camino que recorre cada escuela a partir del Programa para
responder a las necesidades educativas de sus alumnos e incluso para colaborar en el
desarrollo comunitario de todo el grupo social en el que está enclavada” (Zabalza, 1991,
pág. 26)
Planificación
de la Orientaciones
instrucción de aprendizaje
Conocimientos Presentación
del que PLANIFICACIÓN de la Adquisiciones
interviene del alumnos
actividad
Estrategias
de
Práctica
organización
Feedback Feedback
percibido proporcionado
Figura 1. Modelo metodológico de la enseñanza de las actividades física y deportivas (Pieron, 1988a,
pág. 15)
“están relacionadas, en primer lugar, con el objetivo, es decir averiguar adónde se va,
después se trata de saber qué actividades elegir (planning de la instrucción), qué estilos
de enseñanza adoptar y, por último, se trata de determinar las condiciones materiales
para la práctica (estrategias de organización), es decir qué camino tomar” (Pieron,
1988a, pág. 14)
c. Una evaluación que permita saber en qué medida han sido alcanzados los
objetivos específicos definidos.
Este interés por partir de las características motrices de los alumnos se refleja en
un modelo complementario, también elaborado por este profesor de la universidad de
Lieja, que tiene un carácter menos lineal y más abierto a la práctica que tiene como
punto de partida el contexto sirviendo como diagnóstico y en el que destaca, también,
un proceso de evaluación pedagógica que influye en los procesos de planificación
posteriores (ver figura 2).
Feedback
Control del
grupo
Figura 2. Modelo de intervención del maestro (Pieron, 1988b, pág. 57 y 1998, pág. 200)
1. Evaluación inicial
Figura 3. Modelo específico de enseñanza sistemática para la Educación física y el Deporte de Sánchez
Bañuelos (1990, pág. 29)
6
“El contenido de un programa debe ser concebido con el fin de favorecer el logro de
objetivos que influirán en la vida de los participantes (…) El desarrollo de un programa
de educación física precisa de una serie de decisiones concernientes a los objetivos
perseguidos y a las actividades que permitan alcanzarlos. Se requieren habilidades
técnicas para preparar las series de experiencias de aprendizaje con relación a los
objetivos. Algunos educadores físicos no planifican adecuadamente su enseñazna
porque no han fijado los objetivos que sus alumnos deben alcanzar en materia de
aprendizaje” (pág. 208).
Según, este autor, la eficacia de la enseñanza se determina por los efectos que
tiene un programa en los aprendizajes realizados por los estudiantes. En el diseño
curricular existen una serie de factores que influyen como son: la concepción personal
de la educación física, la naturaleza de la institución escolar donde se enseña, el material
y el equipamiento disponible, el programa educativo del centro, las características de los
aprendices (Siedentop, 1998, pág.213 y 214).
Este autor, además indica algunos elementos que deben incluir los profesores
principiantes en su plan de lección:
4. Las directrices que el profesor quiere utilizar para ayudar a los alumnos
“un proyecto de acción educativa y, en tanto que proyecto, su valor depende de que
sirva realmente para guiar la acción pedagógica de los profesores, haciéndola más eficaz
y ayudándoles a enfrentar adecuadamente las múltiples situaciones, siempre distintas
entre sí, que encuentran en su quehacer profesional (…)
Un buen Diseño Curricular no es el que ofrece a los profesores soluciones hechas,
cerradas y definitivas, sino el que les proporciona elementos útiles para que pùedan
elaborar en cada paso las soluciones más adecuadas en función de las circunstancias
particulares en las que tiene lugar su actividad profesional. Estimular la innovación y la
creatividad pedagógicas ofreciendo un marco integrador y coherente es sin lugar a
dudas, la finalidad que debe perseguir todo Diseño Curricular.” (Pág. 160 y 161)
“El trabajo consta de dos partes; la primera contiene, a su vez tres capítulos. El primero
esta referido a toda la problemática curricular de la pedagogía general y a continuación,
a la específica de la Educación Física. En el segundo capítulo, se fundamenta
didácticamente nuestra área elaborando paso a paso, unos fundamentos en relación a
cuatro aspectos: físico, motriz, afectivo y social. En el tercer capítulo, se presenta un
diseño curricular, con su correspondiente desarrollo, que incluye metas, objetivos-
taxonomías de la EFE, selección de contenidos y medios, metodología-estrategias de
enseñanza, evaluación del proceso educativo, y orientaciones. La segunda parte de este
trabajo pretende ser una consecuencia práctica del diseño curricular propuesto. Así,
hemos concretado dicho diseño de forma que sea un vehículo preciso que posibilite al
profesor la labor programadora.” (pág. 15)
9
Comportamiento Comportamiento
del alumno del profesor
Evaluación del
proceso
(registro continuo)
Interrelación de
contenidos
(temporalidad)
Actividades de aprendizaje
Actividades de evaluación
Por su parte, el Grupo Línea Gijón (1993) elabora una guía para el diseño
curricular en educación física de carácter aplicado a la práctica y también dentro del
marco curricular de la L.O.G.S.E.
“El profesor de EF, encontrará en este libro apoyo para construir su personal aportación
desde la EF, al plan de centro de su colegio, dándole a la materia una continuidad a lo
largo de la escolarización obligatoria del alumno. No pretende ser un recetario de
fórmulas hechas sino un modelo que sirva de inspiración a la vez que susceptible de ser
modificado y adaptado” (pág. 13)
Dentro del diseño constructivista del modelo del Grupo Línea Gijón (1993) se
recurre como principal instrumento a la unidad didáctica que constituye el paso previo e
indispensable a la misma práctica docente. La unidad didáctica recoge todos los
elementos curriculares agrupados de tal manera que conecten con la realidad del centro
y los intereses de los alumnos. La unidad didáctica se convierte en punto clave del
diseño curricular y en su elaboración podemos seguir el siguiente esquema (Grupo
Línea Gijón, 1993, págs. 95 y 96):
11
Uno de los trabajos que más ha influido a la hora de transmitir a los profesores el
formato y las nociones constructivistas para el diseño curricular de la educación física
en la reforma educativa es el de Díaz (1994). Desde el planteamiento de este autor,
“la programación debe ser entendida como un proceso continuo, abierto y en constante
revisión y transformación. Este carácter dinámico nos permite un permanente reajuste
de todo el proceso cuando las circunstancias así los requieren. Este reajuste se refiere a
todas y cada una de las fases pro las que atraviesa el proceso” (Díaz, 1994, pág. 19)
“a pesar que cada uno de estos niveles constituye un nivel jerárquico y de decisión
diferente, todos ellos deben relacionarse y actuar en una secuencia interactiva. De esta
forma obtenemos unos porcentajes o niveles diferentes de cada uno de ellos de los
diferentes agentes responsables de su realización. Por ejemplo, el profesor es el
responsable máximo de la programación de aula, es decir de la planificación operativa,
pero a la vez tiene una cierta participación en la planificación táctica y, en un nivel
inferior, en la estratégica” (pág. 23)
“La presente obra se estructura alrededor de siete grandes capítulos que tratan aspectos
concretos de la Educación Física en el nuevo sistema educativo. A partir de los
conceptos básicos sobre programación, y de su incidencia y estructura en el sistema
educativo, siguiendo por la especificación del modelo curricular adoptado por la
LOGSE, se llega al área de Educación Física para realizar un exhaustivo análisis de su
planteamiento en el nuevo sistema. Se afrontan cuestiones tales como el estudio de los
objetivos, contenidos, actividades de enseñanza-aprendizaje y de evaluación, etc., y,
especialmente, se dan las pautas y los criterios más adecuados para su selección,
estructuración y adecuación a cada situación didáctica. se finaliza con el estudio y
articulación de los diferentes elementos que confluyen en el diseño de las unidades
didácticas” (pág. 14).
Los otros dos aspectos a ser tenidos en cuenta en el diseño curricular son los
relativos a las adaptaciones curriculares en educación física y el tratamiento de los
temas transversales en educación física.
14
Las tareas escolares han sido un elemento que ha cobrando especial importancia
dentro del diseño curricular constructivista. En educación física, Blández (1995) utiliza
la organización de los espacios y los materiales como principal estrategia de
intervención para los docentes de Educación Física. El punto de partida de esta autora es
que cada equipamiento provoca determinadas tareas, de manera que el docente puede ir
orientando el aprendizaje de sus alumnos centrando la atención en la organización del
espacio y el material, en lo que denomina ambiente de aprendizaje:
4. Modelos deliberativos
“La idea de que pueden existir reglas bastante específicas para la confección del
currículum, aplicables a una serie de contextos, es un concepto central dentro de la
ideología tecnocrática. El deseo de control y predicción está estrechamente vinculado a
una determinada concepción de escolaridad, aquélla que concibe a las personas como el
producto de los roles específicos que ‘jugarán’ en la sociedad (trabajadores,
consumidores, padres, ciudadanos, etc.). El ‘diseño’ de los currícula forma parte de esta
concepción. (…) Creo que la concepción de la construcción del currículum es bastante
inapropiada en el contexto de una pedagogía crítica y de un concepto de educación
entendida como un proceso emancipatorio. Además, esta concepción tecnicista de la
15
educación es incapaz, por su propia lógica, de cuestionar las ideologías que forman el
‘currículum oculto’ de la educación física (…). Esto se debe a que prefiere utilizar las
preguntas de ‘cómo’ en lugar de ‘por qué’ y proporcionar, de este modo, una estructura
pobre para una pedagogía crítica que busca llevar a los alumnos más allá de lo obvio, a
fin de dejar al descubierto aquellas ideologías que subyacen en los sutiles y escondidos
mensajes que transmite el currículum formal. Pero, ¿cuáles son las alternativas si la
noción de ‘diseño curricular’ es inapropiada para este propósito? ” (pág.133 y 134)
En páginas posteriores, Kirk (1990) aclara que ir más allá del diseño curricular
no significa que se abandone la confección del currículum. Lo que sí resulta innecesario
en este proceso de elaboración es la tecnificación y el cientificismo, que no guardan una
relación directa con el desarrollo de una buena práctica escolar.
Así pues podemos caracterizar los modelos deliberativos por ser diseños
adaptables y modificables según las circunstancias que van apareciendo en el transcurso
de la práctica y que están relacionadas con decisiones morales más que de tipo técnico.
Otro de los autores representativos de estos modelos es Tinning (1992) para quien
también las decisiones de tipo técnico en el diseño quedan supeditadas cuestiones
políticas y morales.
“Por supuesto que parte de la decisión de modificar una lección (o incluso un programa)
debe estar relacionada con el extremo al que puede llegar de cara a alcanzar los
objetivos a través de dichas actividades modificadas. Aunque esto sea esencialmente
una consideración técnica, no deja de ser importante. Sin embargo no es la
consideración más importante. Este punto puede considerarse solamente en el contexto
de otros temas de tipo moral o político.” (pág. 100 y 101)
“La cuestión que se plantea en educación física es hasta qué punto las habilidades y
técnicas que se tienen que aprender deberían ser seleccionadas o escogidas por el
profesor, y hasta qué punto debería ocurrir esto a través de un cierto proceso de
negociación entre profesor y alumnos. Yo creo que en un currículum negociado resulta
más apropiado si tenemos en mente la idea de que negociación no significa que el
profesor no tenga el derecho a decir que algunas habilidades o aprendizajes no son
negociables. Negociación significa que maestros y alumnos llegan a un consenso sobre
el currículum de una manera que refleje los intereses de todos. Si el profesor cree que
todos los niños deberían aprender a nadar, entonces los niños no pueden decidir
simplemente que no van a nadar. Una vez se ha llegado a un acuerdo sobre el
currículum debería ser posible construir una serie de objetivos que articularan las
habilidades y técnicas que los niños van a aprender mientras dure su programa de
educación física. Por supuesto que una vez éste ha sido identificado es importante
recordar que lo que aparece formulado como un objetivo no es ciertamente todo lo que
los niños van a aprender (…) Además, no es posible definir todas las cosas que van a
ser aprendidas. La educación física es más que un aprendizaje de unas pocas técnicas de
un movimiento o la adquisición de una serie de habilidades que pudieran ser resultado
del entrenamiento. Por tanto el modelo por objetivos no debe considerarse una panacea
en el cometido de desarrollar un currículum para educación física” (pág. 106 y 107).
Lo que más destaca del modelo de Tinning (1992), inspirado en las ideas de
Stenhouse, es la repercusión que tiene en el diseño curricular partir de principios de
procedimiento o acción de naturaleza moral y de las particularidades del contexto a la
hora de juzgar y tomar decisiones sobre lo que se pretende realizar en la práctica:
valores y creencias en torno a la actividad física y el deporte entre las que algunos
autores (George y Kirk, 1988; Tinning, 1990; Barbero, 1994; Pascual, 1995; Devís y
Molina, 1998) señalan las relacionadas con la autoridad y la autonomía, la cooperación
y la competición, el sexismo y el igualitarismo, el rendimiento y el recreacionismo, y el
culto a la delgadez y el mesomorfismo.
“más relevante que demostrar conocimientos será tener una actitud abierta y receptiva
para decidir, realizar y analizar el tipo de acción didáctica que se necesita en un
contexto particular. La finalidad no será otra que la de integrar en un mismo proceso la
teoría y la práctica educativa.” (pág. 1)
5. Conclusiones
6. Referencias bibliográficas