Libro Azul de Chávez

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EL LIBRO AZUL

H U G O C H V E Z F R A S

NICOLS MADURO MOROS

PRLOGO DE

Descargue nuestras publicaciones en: www.minci.gob.ve El Libro Azul Hugo Chvez Fras EDICIONES CORREO DEL ORINOCO Alcabala a Urapal, Edificio Dimase La Candelaria, Caracas-Venezuela www.correodelorinoco.gob.ve - Rif: G-20009059-6 Directorio Nicols Maduro Moros Presidente de la Repblica Bolivariana de Venezuela Delcy Rodrguez Ministra del Poder Popular para la Comunicacin y la Informacin Felipe Saldivia Viceministro de Gestin Comunicacional Mercedes Chacn Viceministra de Estrategia Comunicacional Odry Farnetano Directora General de Prensa y Evaluacin de Contenidos Ramn Medero Director de Publicaciones Edicin y correccin Francisco vila, Ricardo Romero, Michel Bonnefoy, Iris Yglesias Foto portada Gabriel Faras Depsito legal: lf 26920133204430 ISBN: 978-980-7560-75-7 Impreso en la Repblica Bolivariana de Venezuela Segunda edicin, diciembre 2013

EL LIBRO AZUL

H U G O C HV E Z F R A S

EL LIBRO AZUL

N IC OL S M A DU R O M OR O S

P R L O G O DE

NDICE

Prtico a El Libro Azul Por Nicols Maduro Moros Chvez sobre El Libro Azul El Libro Azul Pensamientos Preliminar El rbol de las Tres Races El Sistema EBR El Proyecto Nacional Simn Bolvar El Sistema Ideolgico EBR

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N IC OL S M A D U R O M OR O S

PRT ICO A EL LIBRO AZUL


I Al recorrer las pginas de El Libro Azul, al releerlas con la atencin que ellas merecen, advertimos inmediatamente la presencia del Hugo Chvez pensador: un pensador enteramente libre y enteramente comprometido; un pensador en guerra abierta contra toda forma de dogmatismo. El Libro Azul demuestra una poderosa conviccin del Comandante a lo largo de su vida: pensar antes de actuar; generar pensamiento liberador para iluminar los caminos de la praxis fecunda. El hacerse mundo del pensamiento del Gigante tiene en El Libro Azul su primera etapa: una primera etapa en la que ya sus ideas adquieren singular concrecin. Son ideas nacidas en medio de la batalla histrica de nuestro Pueblo, entraablemente ligadas a la historia del MBR-200.

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A propsito, y valga la digresin, creo que lleg la hora de estudiar a fondo al MBR-200 y el papel determinante que jug en la historia contempornea de Venezuela. Estimo que es un reto para los jvenes historiadores e historiadoras, para quienes en filas militares se incorporaron a l y para quienes lo acompaaron desde el mundo civil. Con todo y su importancia histrica determinante, all est el 4 de febrero de 1992 para corroborarla, su devenir histrico tiene que ser mucho mejor conocido por nuestro Pueblo. Si queremos saber de dnde venimos, necesario es entender el papel que jug el MBR-200 como poderoso factor desencadenante de nuestra Revolucin Bolivariana. Al acercarnos al pensamiento y la obra del Comandante Hugo Chvez advertimos que todo cuanto llev a cabo responda a una doble condicin histrica: contar con un propsito claro y tener una profunda conciencia de sus consecuencias en el tiempo. El Libro Azul no es una excepcin, tambin aqu lo descubrimos hundindose en la historia para trazarnos el horizonte filosfico y poltico que imaginaba para el pas al que condens en el Proyecto Nacional Simn Bolvar. Como pocas veces en la historia venezolana, un hombre ide las bases de un sistema poltico, econmico y social, y se encarg de convertirlo en carne histrica. Y es que Chvez, desde el mismo instante en que advirti para

siempre que su vida se la dedicara por entero a la resurreccin de la Patria, supo que un nuevo proyecto histrico digno de tal nombre deba partir del sustrato tico e ideolgico de la inconclusa lucha heredada. Slo rescatando el carcter afirmativo de la venezolanidad, para decirlo con Augusto Mijares, y luchando sin tregua por la victoria final de todas las luchas de nuestro pasado, podramos tener real y verdaderamente Patria. Nos habamos convertido a lo largo del siglo XX en un Pueblo hurfano de nuestro glorioso pasado, de tal suerte que perdimos toda forma de reconocimiento. Y eso Chvez lo reconoci con soberana claridad, y nos lo hace saber a plenitud en El Libro Azul. Podramos decir que en el espritu de Hugo Chvez, cuando escriba estas pginas, lata el mismo desvelo de don Mario Briceo-Iragorry cuando nos recordaba con dolor:
Alejados de una lgica viva que persiga en nosotros mismos, es decir, en nuestro propio pasado nacional, la sustancia moral de nuestro ser social, hemos sufrido una ausencia de perfiles determinantes. Como corolario, no hemos llegado a la definicin del pueblo histrico que se necesita para la fragua de la nacionalidad.1
1. Briceo-Iragorry, Mario (1952). Mensaje sin destino y otros ensayos. Biblioteca Ayacucho. Caracas, 1988, p. 75.

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Chvez le dio fecunda concrecin a esa lgica viva. Desde un proyecto con races propias y respondiendo a la coyuntura sociopoltica de la Venezuela de finales del siglo pasado, el objetivo trascendente era propiciar, otra vez, el alumbramiento del pueblo histrico, el verdadero y olvidado, el que tantas veces se le neg su esencia y razn: el Pueblo que el Gigante hizo que renaciera de sus cenizas para que pudiese hacerse Revolucin, Patria, Patria ardiendo en llama sagrada. Hoy encarnamos plenamente la categora de pueblo histrico, y hemos venido cumpliendo colectivamente el ms hermoso proceso de fragua de la nacionalidad. Y valga la reiteracin: hoy tenemos Patria como nunca antes en nuestra historia. II
Nuestras leyes son funestas reliquias de todos los despotismos antiguos y modernos, que este edificio monstruoso se derribe, caiga, y, apartando sus ruinas, elevemos el templo de la justicia y, bajo los auspicios de su santa inspiracin, dictemos un Cdigo de leyes venezolanas.2
2. Bolvar, Simn. Discurso de Angostura, 15 de febrero de 1819.

Son las palabras del Padre Bolvar que nunca dejaron de pendular en la mente del joven oficial Hugo Chvez. El Libertador estaba transmitindole un mandato: era impostergable socavar por completo el derruido andamiaje de toda una sociedad que clamaba desde dcadas atrs por una real y verdadera transformacin. Implcita estaba la visin en el genio del Comandante de que el Pueblo venezolano deba agigantarse para hacerse de su destino, de su azimut histrico. Y ello dentro de una estrategia de transformacin que deba abarcar tanto el nivel fenomnico como el genosituacional, enfrentando y confrontando a profundidad la contingencia histrica y sus derivaciones, mientras se las abordaba integralmente, segn el planteamiento expuesto por nuestro Chvez. En este sentido, El Libro Azul hizo de bitcora, y ha sido y es un slido referente que refuta a quienes han insistido y siguen insistiendo en que nuestro Gigante nunca tuvo rumbo cierto o bien una vez hecho del Gobierno, en 1998, traicion sus propuestas iniciales al igual que al proyecto nacional expuesto hasta en el ltimo rincn de nuestro territorio a todos los venezolanos, luego de que saliera de la crcel y hasta el da en que fuera electo Presidente por primera vez. Convencido y claro, desde mucho antes del 4 de febrero de 1992, de la necesidad histrica y poltica de una convocatoria nacional a una Asamblea Constituyente en el caso de que la rebelin triunfara. No en vano, con el

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devenir del tiempo, esta fue su nica propuesta electoral en 1998 y la primera decisin que tom tras ser investido con la primera magistratura nacional. III Para el filsofo Juan David Garca Bacca, gran estudioso del pensamiento robinsoniano, tantas veces citado por Chvez, definir consiste en hacer resaltar lo original que las cosas tienen (diferencia especfica) sobre un fondo comn (gnero prximo) de una realidad, nica forma de determinar lo que esa misma cosa est siendo. Mutatis mutandis, cambiando lo que hubiera que cambiar, algo parecido se presentaba en la sociedad venezolana en el tiempo en que estas pginas fueron escritas: la crisis terminal anunciaba un desenlace heroico, visto el coraje mostrado y demostrado por nuestro Pueblo aquel 27 de febrero de 1989 al colocar contra las cuerdas tanto a la tesis neoliberal como a la tan cacareada muerte de las ideologas. Retrataba fielmente El Libro Azul no slo lo que en cuerpo y alma viva y padeca la sociedad venezolana, lo que entonces estaba siendo, sino que pintara por igual el transfinito mundo de posibilidades a la que quedara abierta en el porvenir, para decirlo tambin con Garca Bacca, asido este de la mano del Maestro Simn Rodrguez y su lapidaria frase de inventamos o erramos, esto es,

lo original como punto nodal de las repblicas a edificar. Dice Garca Bacca: Es, pues, transfinitud tipo originalsimo de invento, originalsimo por secuela de invenciones.3 De all la gnesis de una Revolucin Bolivariana nica e indita, y por secuela los originalsimos procesos constituyente e instituyente que no slo parieron una Carta Magna originalsima, sino que tales procesos siguen definiendo y transformando la realidad venezolana en la misma medida en que nuestros hombres y mujeres se han ido reapropiando felizmente de la misma. Una de las formas para que tal reapropiacin se haga efectiva ha sido la constante convocatoria al Pueblo Legislador, concepto este robinsoniano, para que el Pueblo pueda darse a s mismo un Cdigo de Leyes Venezolanas, como lo pidiera Bolvar en Angostura. La Ley Habilitante contra la corrupcin y la Ley Habilitante para adecentar las reglas del juego econmico nos colocan ante la exigencia insoslayable de legislar tambin sobre nuevos cdigos morales; nos dan certeza de que ese mismo Pueblo Legislador, ahora ms que nunca est en las calles movilizado; es el Pueblo Legislador como expresin viva y efectiva del Poder Popular, participativo y protagnico, de la sociedad original a la que aspiramos.
3. Garca Bacca, Juan David. Infinito. Transfinito. Finito. Anthropos. Editorial del Hombre. Barcelona-Espaa, 1984 p. 159.

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IV En El Libro Azul, Chvez estudia la realidad nacional con pasin: pasin patria y bolivariana que lleva en s una tremenda carga de angustia y, al mismo tiempo, de esperanza. Para Chvez, en esta etapa en que su pensamiento comienza a definirse, el trnsito y la transicin del pas sufriente y oprimido por el rgimen puntofijista, centro generador de angustia, hacia el pas deseado y liberado, pasa necesariamente por el pas insurrecto, sublevado. En su visin, cerrando filas al lado del pas insurrecto y sublevado del Pueblo rebelde, deben estar los militares para cumplir el mandato del Libertador de empuar sus espadas en defensa de las garantas sociales, de los derechos de las grandes mayoras. Al Chvez que escribe El Libro Azul en 1991 podemos verlo a la luz de estas palabras de Michel Foucault: Es la conexin entre el deseo y la realidad(y no su retirada hacia las formas de la representacin) lo que posee fuerza revolucionaria4. Como pensador y como conductor militar y lder poltico, Chvez busca incesantemente la fecunda conexin entre el deseo y la realidad, cosa que, por cierto, la izquierda haba renunciado a hacer en aquel
4. Foucault, Michael: El anti-edipo: una introduccin a la vida no-fascista. En Cuadernos de Marcha (N 38, Tercera poca). 1988, pp. 57-61.

tiempo. De all que El Libro Azul mantenga intacta la fuerza revolucionaria que lo genera y lo proyecta. En este sentido, nosotros debemos estar atentos y vigilantes para que nunca se pierda la conexin entre el deseo colectivo, popular, y la realidad venezolana: nuestro Pueblo tiene todo el derecho a reclamarnos a quienes ejercemos labores de Gobierno, cuando percibe desconexin de nuestra parte. Hoy, tener de verdad verdad fuerza revolucionaria para acelerar la transicin al socialismo significa tener capacidad para or la interpelacin popular: he all la clave para el necesario e irrenunciable reimpulso cotidiano. Quienes somos y nos sentimos chavistas, quienes hemos hecho del Plan de la Patria 2013-2019 nuestra carta de navegacin, no estamos aqu para mantener y administrar el poder, sino para seguir haciendo una revolucin: una revolucin que tiene como base fundamental la praxis del poder obediencial, el ejercicio de gobernar obedeciendo; es la feliz realidad de las comunidades al mando, del Pueblo legislando, del Pueblo Presidente, del Poder Popular que no es administrado por nadie sino por el propio Pueblo Soberano en tanto que Poder Constituyente e Instituyente. Si para Jos Carlos Maritegui el objetivo de un proyecto de liberacin nacional en su tierra se fundamentaba en el principio de peruanizar al Per, es posible verificar en el Chvez de El Libro Azul un objetivo similar, esto

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es, venezolanizar a Venezuela. A tal objetivo trascendente responde la creacin del rbol de las tres races en tanto que audaz reivindicacin y fecunda asuncin de una memoria histrica liberadora, plena de contemporaneidad y preada de porvenir. V Vamos a citar in extenso al Comandante. Oigamos su verbo aclarando el panorama y trazando la ruta genuina hacia la liberacin nacional, hacia nuestra definitiva Independencia:
Cul es la razn por la que estamos aqu y ahora anunciando y promoviendo cambios profundos al comenzar la ltima dcada de este siglo perdido? Pudieran enunciarse infinidad de causas, pequeas y grandes, pasadas y presentes, estructurales y coyunturales, para exponer a los hombres de esta hora tal razn. Sin embargo, todas las que aqu pudieran sealarse seran tributarias de una misma corriente, cuyo cauce viene de muy lejos y cuyo lecho aparece y desaparece de manera intermitente en los recovecos y vueltas, casi siempre oscuros, de la historia patria. Existe entonces, compatriotas, una sola y poderosa razn: es el proyecto de Simn Rodrguez, El Maestro; Simn Bolvar, El Lder; y Ezequiel Zamora, El General

del Pueblo Soberano; referencia verdaderamente vlida y pertinente con el carcter socio-histrico del ser venezolano, que clama nuevamente por el espacio para sembrarse en el alma nacional y conducir su marcha hacia la vigsimo primera centuria. El clamor se hace indetenible por los caminos de Venezuela. Se acerca, se hace torrente y se confunde en el estremecimiento del pueblo venezolano. Este proyecto ha renacido de entre los escombros y se levanta ahora, a finales del siglo XX, apoyado en un modelo terico-poltico que condensa los elementos conceptuales determinantes del pensamiento de aquellos tres preclaros venezolanos, el cual se conocer en adelante como Sistema EBR, el rbol de las Tres Races: la E, de Ezequiel Zamora; la B, de Bolvar y la R, de Robinson. Tal proyecto, siempre derrotado hasta ahora, tiene un encuentro pendiente con la victoria. Nosotros, simplemente, vamos a provocar dicho encuentro inevitable.5

Al releer detenidamente estas palabras, quiero recordar algo que ya he dicho: a muchos de nosotros y nosotras, sus hijos e hijas, sus colaboradores y colaboradoras, Chvez nos sac de la enajenacin exgena que lamentablemente
5. Pginas 43-44 de esta misma edicin.

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marc parte de la historia de la izquierda venezolana, y que la alej irremediablemente del palpitar y del sentir del Pueblo. Chvez fue un autntico maestro, un inigualable pedagogo, a la hora de mostrarnos la necesidad urgente e irrenunciable de hacer cuerpo y conciencia de nuestra historia, de sentirnos y sabernos herederos y herederas, continuadores y continuadoras de todas nuestras luchas. Gracias a sus enseanzas, el Libertador, el Maestro y el General del Pueblo Soberano se convirtieron en nuestros grandes y ejemplares contemporneos; los puso literalmente a batallar con nosotros en nuestro tiempo. Chvez nos puso en la realidad, y para ponernos en la realidad, nos abri las sendas perdidas de la memoria histrica, de su potencia y de su potencialidad; nos convoc a buscar y encontrar los cdigos que nos dan sentido y razn como venezolanas y venezolanos. Chvez rescat nuestras fuentes originarias: Simn Rodrguez, Simn Bolvar y Ezequiel Zamora, las tres races y las tres estrategias para la refundacin de la Repblica. VI Al recorrer nuevamente las pginas de El Libro Azul, he vuelto a confirmar una certeza: Chvez no slo es el mayor reivindicador de Bolvar, tambin lo es de la figura y del pensamiento de Simn Rodrguez.

Qu portentosa manera tiene de descubrirnos el valor fundacional de las ideas de Robinson, de revelarnos la importancia decisiva de lo original robinsoniano. Para Chvez, Robinson no es el inspirado, sino el que inspira a travs de la utopa concreta que se proyecta en su pensamiento. Es por eso que el Comandante reivindica al Robinson audaz, al Robinson revolucionario, al Robinson descolonizador de las conciencias, de las mentalidades, al Robinson que nos plante el ineludible dilema existencial y poltico de inventar o errar, al Robinson que puso todo el nfasis en la necesidad imperiosa de crear una manera de gobernarnos que dejara de mirarse en espejos importados para comenzar a vernos a nosotros mismos. En realidad y en verdad, Chvez extrajo toda la potencia emancipadora de su pensamiento. Robinson encarna en Chvez cuando dice, por ejemplo:
Los hombres no estn en sociedad para decirse que tienen necesidades, ni para aconsejarse cmo remediarlas, ni para exhortarse a tener paciencia sino para consultarse sobre los medios de satisfacer sus deseos porque no satisfacerlos es padecer.6

6. Rodrguez, Simn (1828). Sociedades Americanas. Biblioteca Ayacucho. Caracas, 1990, p. 71.

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Se trata, entonces, de un Robinson que piensa la Revolucin desde el deseo, desde los deseos, y esto hace que el Chvez que lo sigue, que se inspira en l, se aleje de cualquier tentacin dogmtica, de cualquier forma de dogmatismo. Quiero atreverme a formular libremente una intuicin: en muchos y diversos sentidos, Robinson es para nosotros mucho ms importante que Carlos Marx, y lo es porque l pens desde nuestra realidad, enraizando su pensamiento, asimilando todas las ideas que haba que asimilar de Europa, pero pensando desde presupuestos nuestroamericanos, no europeos, teniendo el coraje de formular ideas propias, descolonizndose a la hora de forjar conceptos, descolonizndonos en el pensar y en el hacer. No en vano el Maestro de Maestros de la Patria Grande escribi estas lneas que an nos desafan, nos retan: Ms cuenta nos tiene, entender a un indio que a Ovidio.7 Quienes slo entienden a Ovidio, y no les importa entender a un indio, tienen el colonialismo en la cabeza y actuarn en consecuencia sin el menor sentido de pertenencia. Es lo que ocurre con la colonizada oposicin venezolana: el colonialismo mental les hace despreciar a nuestro Pueblo y ello significa despreciar a la Patria que los vio nacer, la Patria que no sienten, que no aman.
7. Rodrguez, Simn (1845). Consejos de amigo dados al Colegio Latacunga . En Obras completas, tomo II. Ediciones de la Presidencia de la Repblica. Caracas, 2001, p. 35.

El Libro Azul se inscribe singular y plenamente en la corriente histrica, filosfica y poltica del bolivarianismo contemporneo: se trata de un bolivarianismo para el siglo XXI segn la feliz expresin del mismo Comandante. Ciertamente, en el Libertador nos encontramos todas y todos; Bolvar nos da sentido y nos interpela; su pensamiento es una invitacin permanentemente abierta a repensarlo todo. Es as: de Bolvar venimos y hacia Bolvar vamos. Esta Revolucin no habra sido la misma y, ms an, no habra sido posible, si no fuese Bolivariana. Chvez entiende el ideario bolivariano de libertad, igualdad y justicia como sustento primordial para encarnar una tica republicana que respondiera a los desafos de nuestro tiempo. Una tica republicana en el ms riguroso sentido, esto es, nada est por encima del bien comn, del bienestar colectivo, de la suprema felicidad social. Es el Libertador mostrndonos el rumbo cierto del arte de gobernar: yo antepongo siempre la comunidad a los individuos.8 Todo lo contrario fue lo que hicieron las clases dominantes desde 1830: anteponer el ms feroz individualismo y ejercer el poder contra cualquier posibilidad de realizacin comunitaria. El proyecto de la oligarqua no fue otro que constituir una Nacin, entre comillas, s, sin Pueblo, y mantener
8. Bolvar, Simn. En carta al general Antonio Jos de Sucre desde Bogot, el 28 de octubre de 1828.

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a Venezuela en su condicin de colonia. Y con la aparicin del oro negro, nos redujeron a ser una colonia petrolera yanqui: una extensin territorial sin libertad, sin soberana, sin independencia. Desde todo punto de vista, fue necesaria la resurreccin del bolivarianismo para que resucitara la conciencia del Pueblo venezolano y as recuperar el bien de los bienes, el bien que nos permite alcanzar todos los otros bienes: la Independencia. Chvez siempre estar junto a Bolvar en la gesta independentista que retomamos colectivamente en el siglo XXI y que an no ha concluido. Igualmente, Ezequiel Zamora encuentra en Chvez a su gran reivindicador histrico. Siguiendo la huella dejada por el maestro Federico Brito Figueroa en Tiempo de Ezequiel Zamora, Chvez trae al General del Pueblo Soberano al presente para darle continuidad al combate social, a la batalla por la igualdad, por un pas real y verdaderamente de iguales. Incluso, en esta etapa de su pensamiento, Chvez piensa y proyecta el Estado nacional desde la raz zamorana: su propuesta de aquel tiempo era la de un Estado federal zamorano. En fin, Zamora encarna en Chvez como radicalismo: Zamora es un ir a la raz del conflicto social que nos determina desde 1830, es un ir a fondo contra la injusticia, la exclusin y la desigualdad; es un volver a nuestra identidad originaria que tiene como base fundamental la unidad cvico-militar, o si se prefiere, el Pueblo en Armas.
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Chvez trae al presente el espritu zamorano en funcin de que entendiramos la continuidad de la lucha entre los desposedos y los oligarcas que se aduearon del poder, acumulando los ms groseros privilegios. Zamora es la batalla social que no termina: la batalla por la igualdad. VII Hoy estamos afrontando el reto de definir y esculpir en la materia concreta de nuestra sociedad, el modo de existir solidario tal y como nuestro Robinson lo avizor para nuestras repblicas:
No es hacer cada uno su negocio, y pierda el que no est alerta, sino pensar cada uno en todos, para que todos piensen en l. Los hombres no estn en el mundo para entredestruirse, sino para ayudarse .9

De modo que no estamos tallando de cualquier manera: estamos partiendo del alma de nuestra sociedad, de la entraa personal de cada una y cada uno de nosotros en perfecta integracin con el cuerpo social para levantar sobre slidas bases un real y verdadero Poder Moral. Esta es
9. Rodrguez, Simn (1828). Sociedades Americanas. Obras completas, tomo II. Ediciones de la Presidencia de la Repblica. Caracas, 2001, p. 326.

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la batalla ms exigente que nos toca librar en el presente: ello explica las respuestas que como Gobierno Bolivariano estamos dando conjuntamente con nuestro Pueblo a la actual guerra econmica que factores forneos en conchupancia con factores aptridas le han declarado a nuestra Patria; estamos respondiendo y seguiremos respondiendo contundentemente a tantos abusos, tantas tropelas y tantos crmenes contra un Pueblo que desea vivir en paz. Debemos actuar desde lo ms profundo de nuestra subjetividad, pero en ntima consonancia hasta formar una multiplicidad de acordes con el sentir de los otros: no nos est permitida otra opcin. No en vano ante una guerra indita contra nuestra Nacin, nuestras respuestas han sido originalsimas y ello demuestra que vamos a conjurarla: somos un Pueblo que naci para vencer y venceremos. Seguiremos en el camino de inventar e inventarnos para salvar y preservar la preciosa y fecunda vida de nuestra Repblica Bolivariana y Chavista, esbozada y proyectada luminosamente por el Gigante en las pginas de El Libro Azul. VIII S que he dejado por fuera muchas cosas en el proceso de escribir estas pginas, pero las mismas ya se han extendido demasiado y prefiero dejarlas hasta aqu.

Confo en que nuestro Pueblo va a encontrar muchas ideas fecundas a la hora de leer y releer El Libro Azul para seguir ensanchando los caminos de la filosofa popular que abriera la Revolucin Bolivariana. En realidad, estas pginas continan escribindose en la realidad venezolana. Aqu brilla, con luz propia, el proyecto originario del Comandante, el proyecto que nos constituye y al que siempre debemos volver, del que siempre debemos nutrirnos. Nicols Maduro Moros Presidente de la Repblica Bolivariana de Venezuela Noviembre de 2013

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Uno de nuestros instrumentos de trabajo y de lgica (...) que forma parte de una historia muy del proceso venezolano, de la idea bolivariana de un modelo ideolgico que hemos estado readecuando y que hemos llamado El Libro Azul. 15 de septiembre de 1999 Aquellos que estbamos construyendo el Movimiento Bolivariano que condujo a la rebelin militar del 4 de febrero, entonces disebamos, buscbamos ideas. Fue cuando surgi el rbol de las tres races, producto de muchas discusiones, de aos de discusiones. Tenamos escuelas pequeas, pero eran escuelas, y trabajo, especialmente los fines de semana, las madrugadas. Fue cuando sali, despus de muchas discusiones, el pensamiento bolivariano, robinsoniano, zamorano, como raz que hoy debemos tomar con fuerza, que debemos estudiar con mayor profundidad y mayor fortaleza y difundirlo. 15 de septiembre de 2001/ Escuela ideolgica, Mrida
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Un documento que tiene tres partes: una introduccin, la segunda parte que es el enfoque ideolgico, el marco ideolgico, el rbol de las tres races: Bolvar, Rodrguez y Zamora ; y la tercera parte que es una lnea estratgica muy general del Proyecto Nacional Simn Bolvar, que luego se convirti en Agenda Alternativa Bolivariana y luego en el Proyecto Revolucionario que hoy est contenido, en buena parte, en la Constitucin y en un conjunto de leyes, como la de Hidrocarburos, por ejemplo. Est desarrollado el proyecto () Esa madrugada yo estaba muy feliz porque lea estas notas, humildes notas hechas por un teniente coronel por all, apurado, de madrugada, y un teniente pasando en la computadora muchas notas y estudios y recuerdos de discusiones de colectivo, pero llevado a una pastilla () De 1992 para ac, veo la Constitucin, est aqu; y veo la Ley de Hidrocarburos y est aqu; y veo el proyecto de gobierno 2001-2007 y est aqu, aprobado por la Asamblea Nacional y en marcha, con muchas dificultades, pero en marcha. Entonces digo: vali la pena todo aquello, vali la pena incluso el dolor ( ) Estos cuadernitos se quedaron por all. Este se qued en mi maletn y solo pocos oficiales lo tenamos. Sacamos pocas copias por razones de seguridad. 9 de febrero de 2003 Al, Presidente, N 138

La ideologa, vean ustedes, este detallito, que yo estaba recordando esta madrugada del 21 de julio de 1992: rbol de las tres races. Nosotros ah dbamos clases, nos dividamos para dar clases y entonces estbamos estudiando sistemas filosficos, polticos, EBR. El rbol de las tres races: Ezequiel Zamora, Simn Bolvar y Simn Rodrguez. Y hacamos este grfico, estas coordenadas para llevar a un grfico el pensamiento de Bolvar y el de Simn Rodrguez, buscar la coincidencia de las dos races, en torno sobre todo a la igualdad y las formas de gobierno. Igualdad y formas de gobierno. Y aqu nos preguntbamos cmo determinar el valor de cada variable. Estbamos incursionando en la ciencia profunda, llevando las ideas a la matemtica. 17 de abril de 2005 Al, Presidente, N 219 Nosotros, el 4 de febrero, traamos ya lo que llambamos El Libro Azul. Era un folleto muy modesto, pero ah estaban ya planteadas las lneas gruesas de lo que hoy es ya, ahora s, 20 aos despus, el Proyecto Nacional Simn Bolvar. 22 de enero de 2012 Entrevista con Jos Vicente Rangel

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El Libro Azul, este documento, este libro, un modesto trabajo, fue elaborado por nosotros, un grupo de nosotros, antes del 4 de febrero, unos meses antes hicimos este documentos. Bueno, algunas lneas del proyecto, de la estructura econmica, de la estructura social del nuevo Estado, con dibujos y grficos. Miren este dibujo, recuerdo haberlo hecho por all en Maracay. Eran ideas que muchas de ellas estn en plena marcha, hechas realidad, en lo poltico, en lo econmico. 2 de feberero de 2012 Celebracin de 13 aos de la Revolucin Bolivariana

Nota a la presente edicin


La presente edicin est basada en la publicada en 2007 por el Ministerio del Poder Popular para la Comunicacin e Informacin. Se han corregido errores de edicin y agregado algunas notas bibliogrficas con la intencin de que el lector o investigador conozca los detalles de las fuentes citadas por el autor. Estas notas, a pie de pgina, se distinguen entre corchetes aun cuando se mantiene una misma secuencia de numeracin para todas.

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PENSAMIENtOS
Dnde iremos a buscar modelos? La Amrica espaola es original. Originales han de ser sus instituciones y su gobierno. Y originales, los medios de fundar unas y otro. O inventamos o erramos. La Amrica no debe imitar servilmente, sino ser original. Rodrguez, Simn [Sociedades Americanas, 1828] Usted form mi corazn para la libertad, para la justicia, para lo grande, para lo hermoso. Yo he seguido el sendero que usted me seal. Bolvar, Simn Pativilca, 19 de enero de 1824 Al Seor Simn Rodrguez

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La causa que sostenemos, que no es otra que la verdadera causa de los pueblos, la Repblica genuina, la Federacin, vuestro herosmo, debe ser premiada con el triunfo de los principios y el derrocamiento consiguiente de la tirana. Viva la Federacin! Viva la verdadera Repblica! Viva y para siempre, la memoria de los patriotas de nuestra independencia, de los hombres del 5 de julio de 1811, los que en el Acta gloriosa dijeron a los pueblos: Fe deracin! Que se cumpla, pues, despus de tantos aos. Zamora, Ezequiel 23 de febrero de 1859 [Proclama en Coro]

PRELIMINAR
Vivimos, efectivamente, una era donde las ideologas parecieran extinguirse. El fin de las ideologas, as la han llamado no pocos estudiosos de la poca. El fenmeno adquiere mayores proporciones en Amrica, particularmente en Venezuela, donde la gran mayora de los partidos polticos, surgidos paralelamente al proceso de industrializacin, derivaron en organizaciones de corte populista, totalmente vacas de contenido ideolgico. Por otra parte, se ha dado persistentemente la tendencia, en nuestros pensadores contemporneos, de buscar modelos en otras latitudes para importarlos y tratar de implantarlos en nuestras sociedades. Mientras tanto, nuestros pueblos se han ido alejando cada vez ms de sus races histricas, all donde seguramente se encuentran las claves para descifrar el terrible enigma que nos mantiene en un ir y venir por el abismo de la historia, ya a las puertas del siglo XXI. Las ideologas son ayudas de navegacin para surcar los tiempos y los espacios, dndole rumbos precisos a las sociedades y a las naciones.
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Y es, precisamente, en este marco desideologizado y con el propsito de hallar recursos vlidos para que nuestro pueblo avance por el mapa intrincado y complejo del futuro que nos hemos atrevido a invocar un modelo ideolgico autctono y enraizado en lo ms profundo de nuestro origen y en el subconsciente histrico del ser nacional. En la mdula del pensamiento de don Simn Rodrguez se encuentra la simiente de un proyecto de sociedad basado en la educacin popular y en la creatividad. Simn Rodrguez concibe la idea concreta de la Repblica y talla las formas del Estado Nacional y las lneas geohistricas de su proyeccin en el tiempo.

EL RBOL DE LAS TRES RACES


Cul es la razn por la que estamos aqu y ahora anunciando y promoviendo cambios profundos al comenzar la ltima dcada de este siglo perdido? Pudieran enunciarse infinidad de causas, pequeas y grandes, pasadas y presentes, estructurales y coyunturales, para exponer a los hombres de esta hora tal razn. Sin embargo, todas las que aqu pudieran sealarse seran tributarias de una misma corriente, cuyo cauce viene de muy lejos y cuyo lecho aparece y desaparece de manera intermitente en los recovecos y vueltas, casi siempre oscuros, de la historia patria. Existe entonces, compatriotas, una sola y poderosa razn: es el proyecto de Simn Rodrguez, El Maestro; Simn Bolvar, El Lder; y Ezequiel Zamora, El General del Pueblo Soberano; referencia verdaderamente vlida y pertinente con el carcter socio-histrico del ser venezolano, que clama nuevamente por el espacio para sembrarse en el alma nacional y conducir su marcha hacia la vigsimo primera centuria.

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El clamor se hace indetenible por los caminos de Venezuela. Se acerca, se hace torrente y se confunde en el estremecimiento del pueblo venezolano. Este proyecto ha renacido de entre los escombros y se levanta ahora, a finales del siglo XX, apoyado en un modelo terico-poltico que condensa los elementos conceptuales determinantes del pensamiento de aquellos tres preclaros venezolanos, el cual se conocer en ade lante como Sistema EBR, el rbol de las Tres Races: la E, de Ezequiel Zamora; la B, de Bolvar y la R, de Robinson. Tal proyecto, siempre derrotado hasta ahora, tiene un encuentro pendiente con la victoria. Nosotros, simplemente, vamos a provocar dicho encuentro inevitable.

EL SIStEMA EBR
Primera Raz: Raz Robinsoniana
La historia de Amrica Latina () lo dejaron de lado () De ese exilio, olvidado, de intencin o desacierto en las perspectivas, traemos a este Simn Rodrguez, al que la historia slo consiente en legitimarle [como] preceptor de Simn Bolvar. Se nos viene en indumentaria de transente de variados mundos, () viejo observador de las revoluciones de siglo. Se nos viene con sus trazas de inadaptado, y diferente, lcido y estrafalario () filsofo () preavisador y avisador () reiterador de preguntas completas () inventor discrepante y planificador para pasado maana () acompandolos de reflexiones al dia () para el da siguiente. Es el futuro el que carga en sus hombros de solitario impaciente. Su vida es andariega () gozosa () controversial, excedida en gastos de energa () Sabe bien rer. Sabe hacerle

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pretextos a la risa. Sabe correrse a la burla. Su alegra no es ocasional. Era su mtodo de vivir y ensear.1 Dardo Cneo

En la historia de la filosofa poltica venezolana existe un modelo terico primigenio, al cual vamos a llamar en adelante robinsoniano, por haber emergido del pensamiento y de la praxis de aquel compatriota que cambi su nombre original de Simn Rodrguez por el de Samuel Robinson. El Modelo Robinsoniano fue construido en un lapso de poco ms de medio siglo, desde la poca de las mocedades de Robinson, ma estro de los nios caraqueos cuando escribe en 1794 sus re flexiones sobre los defectos que vician la Escuela de Primeras Letras de Caracas y los medios para lograr su transformacin en un nuevo esta blecimiento, hasta su propia ancianidad, cuando, en 1851, publica sus Consejos de Amigo, dados al Colegio de Latacunga. El modelo se fundamenta en un sistema de ideas que puede ser perfectamente enmarcado dentro de una profunda disyuntiva existencial, en la cual se deslinda claramente una dicotoma en movimiento arrollador: inventamos o erramos.
1. [Del prlogo a la obra de Simn Rodrguez Inventamos o erramos, Monte vila Editores Latinoamericana, 1980.]

Como todo sistema ideolgico, el modelo est integrado por un conjunto de elementos conceptuales fuertemente interconectados entre s, los cuales constituyen la estructura sistemtica robinsoniana. El estudio del modelo, desde su gnesis hasta su desarrollo, de muestra que tal estructura permanece inalterable y obedece a la misma disyuntiva de inventar nuevas instituciones para las nacientes repblicas latinoamericanas o de errar el camino cayendo en el simplismo de copiar modelos de otros tiempos, otras actitudes, otros hombres. Es decir, si no inventamos, caemos fatalmente en el error. En Sociedades Americanas (1842), Simn Rodrguez se encarga de delinear la disyuntiva: Dnde iremos a buscar modelos? La Amrica espaola es original. Originales han de ser sus instituciones y su gobierno. Y originales, los medios de fundar uno y otro. O inventamos o erramos.2 Es en este modelo donde se inserta la raz ms profunda del Sistema EBR, precisamente, en la R de la raz robinsoniana.

2. [Rodrguez, Simn. Sociedades Americanas. Biblioteca Ayacucho, 1990, p. 88.]

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Segunda Raz: Raz Bolivariana


As est Bolvar en el cielo de Amrica (...) sentado an en la roca de crear, con el inca al lado y el haz de banderas a los pies, as est l, calzadas an las botas de campaa, porque lo que l no dej hecho, sin hacer est hasta hoy; porque Bolvar tiene que hacer en Amrica todava. Jos Mart

El Modelo Robinsoniano trasciende, sin embargo, el personaje, el maestro, para generar y servir de base a otro de mayores dimensiones, no en lo filosfico, sino en su proyeccin histrica y geogrfica: El Modelo Bolivariano. ste se impulsa sobre aqul y se siembra en un extenso territorio con la misma semilla dicotmica: inventar una nueva sociedad en la Amrica Espaola o errar, tratando de copiar viejos modelos, impertinentes a nuestro escenario. Los elementos conceptuales que forman el Modelo Bolivariano son ms complicados, pero, no por ello es imposible identificar una estructura perfectamente homloga con el modelo robinsoniano. Ambos son producto de una poca y resultan de un proceso de observacin y praxis sobre una misma situacin fenomnica. Simn Bolvar, El Lder, escribe su doctrina en la dicotoma ro binsoniana de manera reiterativa, desde sus primeros

discursos en 1811, cuando seala: Que los grandes proyectos deben prepararse con calma! Trescientos aos de calma, no bastan? (...) Pongamos sin temor la piedra fundamental de la libertad suramericana: vacilar es perdernos.3 En su Discurso ante el Congreso de Angostura, el 15 de febrero de 1819, seala: Tengamos presente que nuestro pueblo no es el europeo ni el americano del norte, que ms bien es un compuesto de frica y Amrica, que una emanacin de la Europa. Ms adelante contina delineando el elemento central de la estructura conceptual del modelo:
Nuestras leyes son funestas reliquias de todos los despotismos antiguos y modernos, que este edificio monstruoso se derribe, caiga y, apartando hasta sus ruinas, elevemos el templo a la justicia y, bajo los auspicios de su santa inspiracin, dictemos un Cdigo de leyes venezolanas.4

sta es la segunda raz, por cuyo pice libertario se alimenta de los siglos el Sistema EBR: la B de la vertiente bolivariana.

3. [Discurso pronunciado el 3 de julio de 1811 en la Sociedad Patritica de Caracas.] 4. [Discurso de Angostura, 15 de febrero de 1819.]

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Tercera Raz: Raz Zamorana


Oigan todos! Alcen en alto las banderas! Que redoble un tambor y traigan por las bridas un potro de plvora y tormenta porque Ezequiel Zamora ya despierta! (...) Y que venga el coro de los vientos! Y el de la madrugada enrojecida! Porque ya Ezequiel Zamora va con el pueblo y hay una tempestad por los caminos! Csar Rengifo [Lo que dej la tempestad, 1961.]

simblicamente al componente sistemtico, con la E de aquel nombre terrible: Ezequiel. La inspiracin del general Zamora viene de las mismas races: robinsoniana y bolivariana. Su discurso lleva el mismo sello de la gran disyuntiva existencial. Invent los mecanismos de la insurreccin campesina de 1846, para errar y volver a inventar la forma de conducir la Revolucin de 1858. En 1846 invita a sus contemporneos a:
Seguir adelante con una imperiosa necesidad, para quitarnos el yugo de la oprobiosa oligarqua y para que opngase quien se opusiere, y cueste lo que costare, lleguemos por fin a conseguir las grandes conquistas que fue ron el lema de la independencia.

Es el modelo que completa la triloga ideolgica del proyecto poltico que ahora resurge de las entraas de la historia patria. Est conformado por una sntesis filosfica orientadora, aquella que estre meci a la oligarqua conservadora, cuando Ezequiel Zamora, El General del Pueblo Soberano, lanz sus tremendas consignas federales: Tierras y hombres libres. Eleccin popular. Horror a la oligarqua. He aqu la tercera vertiente ideolgica que nutre nuestro proyecto poltico: La Raz Zamorana, ubicada en un tiempo histrico ms cercano al presente e incorporada
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Invent, Zamora, el Estado Federal de Barinas, lanzando, el 21 de mayo de 1859,5 una proclama incendiaria:
Sobre las ruinas de la dictadura que el 5 de marzo prximo pasado nos impuls Julin Castro, con la envejecida oligarqua, levantaris el Gobierno Federal que asegura para
5. [Dada en el Cuartel General de Barinas.]

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siempre la libertad, la igualdad y la fraternidad, dogma de la Repblica genuina.

Los elementos conceptuales del modelo ideolgico zamorano guardan estrecha relacin con la invencin robinsoniana y la grandeza de visin geopoltica del modelo bolivariano. Dichos elementos se reflejan en la gran cantidad de documentos producidos por el Ge neral del Pueblo Soberano. Veamos como muestra la Protesta a los ciudadanos cnsules extranjeros residentes en Puerto Nutrias, el 9 de junio de 1859:
La provincia de Barinas, haciendo uso de su soberana radical, se ha separado del gobierno central y ha constituido su Estado Federal para gobernarse a s misma por sus leyes propias, mientras se rene la convencin popular de las provincias unidas de Venezuela. El Estado de Barinas no puede dejar de ser reconocido como miembro de la sociedad de las naciones, pues se gobierna por leyes positivas emanadas de l mismo y ha establecido las autoridades que dirigen a sus miembros y los representan.

2. Eliminacin del sistema de cobro de arriendo por el uso de la tierra para fines agrcolas o pecuarios. 3. Fijar los jornales de los peones de acuerdo con las labores. 4. Que los amos de hatos empotreren diez vacas paridas de modo permanente en las tierras del comn para suministrar diariamente, y de modo gratuito, una botella de leche a los hogares pobres.

Contina inventando al ordenar la aplicacin de medidas destinadas a favorecer las mayoras necesitadas:
1. Cinco leguas de tierra a la redonda y por los cuatro puntos cardinales para uso comn de cada pueblo, villa o casero. [52] [53]


EL PROYECtO NACIONAL SIMN BOLVAR
El proyecto est concebido como una serie encadenada de situaciones dentro de un proceso evolutivo de signo profundamente transformador. Llamemos situacin inicial a la terrible realidad en la cual ha cado la Nacin venezolana actual, marcada por una crisis histrica sin precedentes, generalizada en todos los componentes estructurales: - Sub-estructura econmico-social. - Sub-estructura poltico-jurdica. - Sub-estructura ideolgica. Esta crisis estructural se refleja a diario en todos los rdenes del nivel fenomnico de la situacin: en lo social, econmico, poltico, militar, religioso, moral, ambiental, tecnolgico, etc. La estrategia de transformacin del proyecto debe, por tanto, abarcar tanto el nivel fenomnico como el genosituasional, enfrentando todos los componentes de la situacin, vistos de manera integral.

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Llamemos ahora objetivo estratgico a la situacin futura de la realidad nacional, a la que se llegar como resultado del proceso histrico, de transformacin global, donde las formas estructurales sern totalmente distintas a las imperantes en la situacin inicial. El objetivo estratgico es la aspiracin concebible, alcanzable dentro de un horizonte temporal definido. El Proyecto Nacional Simn Bolvar propone la fijacin de un horizonte de tiempo mximo de veinte aos, a partir del comienzo de las acciones transformadoras de la situacin inicial, para que los actores y las acciones se ubiquen en el objetivo estratgico. Sin embargo, el proyecto admite la existencia de una regin posible que trasciende el horizonte mximo definido, es decir, ubicada ms all del objetivo estratgico y que constituye la razn total del proceso. Llamaremos a esta regin-escenario la utopa concreta ro binsoniana. Utopa concreta porque es la parte del sueo que puede ser trada a la realidad, alcanzable a la vista de las leyes de transformacin situacional. Y robinsoniana porque ya era vislumbrada por el maestro Simn Rodrguez en sus escritos de mediados del siglo pasado: No es sueo ni delirio, sino filosofa, ni el lugar donde esto se haga ser ima ginario, como el que se figur Toms Moro; su utopa ser, en realidad, la Amrica.6
6. Rodrguez, Simn. Sociedades Americanas [Ob. cit. pp. 200-201.]

La Utopa Concreta Robinsoniana El hombre, ese ser de nervio, sangre y razn, debe trascender los lmites de sus propias miserias individuales y ubicarse en el mbito frtil de las relaciones sociales solidarias y con profundas dosis de racionalidad, tal como lo sealaba el maestro Simn Rodrguez en Sociedades Americanas (1842), consecuente con el pensamiento ms avanzado de su tiempo, y an vigente entre nosotros:
Las sociedades tienden a un modo de existir muy diferente al que han tenido y del que se pretende que tengan. Los hombres de estos ltimos tiempos (...) quieren gobernarse por la razn que es la autoridad de la naturaleza. Razn es figura abstracta (...) de pensar.7

El maestro define en sus profundas cavilaciones el fin de sociedad, con una visin teolgica profundamente humanista: Los hombres no estn en sociedad para decirse que tienen necesidades, ni para aconsejarse (...) cmo remediarlas, ni para exhortarse a tener paciencia; sino para consultarse sobre los medios de satisfacer sus deseos porque no satisfacerlos es padecer.
7. Rodrguez, Simn, Inventamos o erramos, pp. 128-129 [Monte vila Editores Latinoamericana, 1980.]

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All estn las lneas fundamentales de la utopa concreta robinsoniana, en el marco de un tipo de sociedad solidaria donde el ser humano sea el elemento fundamental con la trascendencia social ya sealada. Profundizando en el pensamiento del maestro, intentamos sealar un nivel ms all del objetivo estratgico del Proyecto Nacional Simn Bolvar, un nivel donde se encuentra la razn de ser del proceso: un estadio superior de sociedad donde los seres humanos puedan consultarse sobre los medios de satisfacer sus deseos y evitar el padecimiento individual y social. Tal situacin no puede imaginarse fuera del mbito de una sociedad profundamente democrtica y solidaria. Enfoquemos con mayor precisin los conceptos del maestro para definir con la mxima claridad posible la utopa concreta robinsoniana: a) La idea de consultarse es completamente democrtica, con una concepcin profundamente participativa del trmino:
Para tratar de su bienestar, no deben perder consultores, ni medios de consultar, cada hombre excluido del consejo es un voto de menos i un perjuicio, porque hai que pensar en l para que no ofenda, y por l cuando lo necesitan.8
8. Transcripcin textual del escrito de Simn Rodguez. [Sociedades Americanas en 1828. En Obras completas. Tomo I. Ediciones de la Universidad Simn Rodrguez, 1975, p. 324]

b) El fin supremo de la sociedad es satisfacer los deseos de los hombres pero con el condicionante de la consulta previa y gene ral sobre los medios de lograr tal fin. Profundizando en el concepto, tenemos que la accin de satisfacer implica pagar enteramente lo que debe ser y el deseo viene dado por un movimiento enrgico de la voluntad hacia el conocimiento, posesin o disfrute de una cosa. Y la voluntad radica en la potencia del alma, que mueve a hacer o no hacer una cosa.9 Es decir, la sociedad existe para abrir a los hombres el cauce hacia la liberacin de sus fuerzas internas, de manera tal que salga de lo meramente individual, para potenciar su capacidad de pensar, de inventar y de crear sus propios modos de existir, en interaccin constante y solidaria con sus semejantes. El desarrollo de su capacidad creadora le permitir, en ese estadio futuro de sociedad, comprenderse a s mismo y dinamizar su propia cultura, con lo cual se asienta en los terrenos de la racionalidad, en la bsqueda del fin existencial. La utopa concreta robinsoniana constituye el escenario ms alejado, en la perspectiva de la trayectoria estratgica de transformacin. Por tal razn, sus contornos, sus componentes situacionales apenas pueden ser vislumbrados, alargando la proyeccin ms all del horizonte.
9. [Rodrguez, Simn. Inventamos o erramos. Ob. cit., p. 130]

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A medida que el proyecto avance hacia la situacin-objetivo y los planes se vayan transformando en historia, la utopa concreta podr ser definida con claridad creciente, producto de la visin de los actores y la eficacia de las acciones. En la actual situacin, la utopa concreta robinsoniana permite a los venezolanos tomar el azimut histrico, definir el rumbo y comenzar la larga jornada que le corresponder conducir hacia destinos superiores. La Situacin-objetivo
El modelo de sociedad original y el modo de vida solidario

Amrica Latina: Dnde iremos a buscar modelos? La Amrica espaola es original. Original han de ser sus instituciones y su go bierno. Y originales, los medios de fundar unas y otro. O inventamos o erramos.10 Y, solidario porque de esa manera conceptualizaba, El Maestro, el modo de vida a llevar por los hombres en sociedad. Veamos la exactitud de su proyecto:
No es hacer cada uno su negocio, i pierda el que no est alerta, sino pensar cada uno en todos, para que todos piensen en l. Los hombres no estn en el mundo para entredestruirse, sino para ayudarse.11

El Modo de Vida Solidario Modo de vida son las tendencias sociales profundas y persistentes que permiten clasificar los hechos cotidianos y darles un sentido.12 Estudiar el modo de vida significa hacer mencin a la sociologa de la familia, de la educacin del consumo del tiempo libre, de la cultura y del trabajo.13
10. Rodrguez, Simn. Luces y virtudes sociales. [Sociedades Americanas en 1828. En Obras completas. Tomo I. Ediciones de la Universidad Simn Rodrguez, 1975, p. 343.] 11. Rodrguez, Simn, Ob. cit, p. 132. [Inventamos o erramos.] 12. Naumont, H. 13. Duplex, Marc Maurice y Dolomenie, y Pichn P.

El Proyecto Nacional Simn Bolvar visualiza la situacin-objetivo en un horizonte mximo de veinte aos, partiendo de la situacin a largo plazo, la cual lleva implcita la estrategia micropoltica de transformacin. La situacin-objetivo constituye al mismo tiempo una realidad global, un escenario integral: el modelo de sociedad original y el modo de vida solidario, hacia los cuales se orientar el esfuerzo nacional. Original fue el trmino utilizado por el maestro Simn Rodrguez para definir el modelo de sociedad que debe perseguir la

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Y tambin: El modo de vida es en suma la sociedad tal como ella es vivida concretamente.14 La definicin de modo de vida es una tarea sumamente compleja. El Proyecto Nacional Simn Bolvar enfrenta la propuesta en un ni vel de alta generalizacin, con la intencin de abrir el comps para la participacin de la sociedad civil venezolana en el difcil proceso de la definicin y construccin del modo de vida solidario. El modo de vida solidario es el producto social resultante del mo delo de sociedad original, y en su construccin deben enfocarse tres amplios campos de condiciones determinantes: 1. Determinaciones econmicas (condiciones de vida y de trabajo). 2. Determinaciones ideolgicas (sistema de normas socioculturales). 3. Determinaciones polticas (sistema de decisin econmico-poltico).15
14. Fornier J. y N. Questiaux, p. 41. 15. Hemos tomado como basamento terico los planteamientos de E. Maurice, D. Delomenie, Pichn, en: Trabajo, modo de vida, citado por Vctor Crdova, en: El modo de vida, p. 17.

El Modelo de Sociedad Original La estructura del modelo es determinada por los elementos situacionales y la interaccin entre ellos. Los elementos situacionales de carcter estratgico que interactan para definir el modelo de sociedad dentro de una concepcin global, son los siguientes: a) El sistema social. b) La cultura. c) Los factores individuales. El sistema social, si bien lleva una alta carga determinante para el modelo de sociedad, no abarca todo su espectro. Bsicamente, est conformado por la estructura econmico-social y la estructura poltico-jurdica. Ms all del sistema social, existe la cultura como elemento estratgico del modelo de sociedad, entendida dentro de un nivel de conceptualizacin sumamente dinmico, que trasciende la mera nocin patrimonial inventiva y cognitiva, hasta abarcar la estructura ideolgica del cuerpo social. Y en un panorama ms amplio y profundo, todava, el Proyecto Nacional Simn Bolvar asigna a la cultura un rol eminentemente transformador y revolucionario, a

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travs de la promocin y libre desarrollo de la creatividad, recogida de la dicotoma existencial ro binsoniana: Inventamos o erramos. El individuo concreto es resultado de la interaccin con los dos componentes situacionales sealados, proceso en el cual la estructura social determina en alto grado los caracteres individuales. El individuo como actor social ejerce, sin embargo, influencia de significacin variable sobre el sistema social. El modelo de sociedad original debe potenciar la capacidad y su relativa autonoma creadora dentro de la situacin. Dentro del marco terico anterior, el Proyecto Nacional Simn Bolvar aborda el modelo de sociedad original, con un enfoque de globalidad definido por la interaccin del sistema social de la cultura y los factores individuales, visualizando en perspectiva la situacin- objetivo del proceso de transformacin a un nivel principista, en el cual sern definidos los criterios generales que conforman cada elemento estratgico del modelo, es decir, el sistema social, la cultura y los factores individuales. El Sistema Social La estructura poltico- jurdica Todas las fuerzas contenidas y actuantes en la sociedad conforman el poder social. Ahora bien, el Poder Social se

transforma, a travs de la Constitucin, en Poder Estatal. Por tanto, la Constitucin ocupa rango de primer orden en los elementos estructurales, poltico-jurdicos de un Estado concreto. La Constitucin Nacional del modelo de sociedad original debe ser pertinente y perfectamente compatible con los dems componentes de la estructura estatal y social, especialmente en el orden econmico, social, cultural y geopoltico. Ello slo podr lograrse a partir de una Asamblea Nacional Constituyente de carcter plenipotenciario, la cual debe elaborar la Carta Magna en la situacin de provisionalidad, en el marco de una profunda participacin de la sociedad civil, a travs de diversos mecanismos de democracia directa.
1. El Estado

El Estado Federal responde a varias necesidades (...): En primer lugar, hace posible la organizacin poltica racional de grandes espacios bajo el supuesto de relaciones de paridad entre las partes componentes. ... Puede responder tambin a un principio de organizacin estatal que tenga como objeto la mxima autonoma de las unidades componentes, sea ello por motivos de ndole tcnica (mejor funcionamiento de la organizacin)

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(...) sea ello por motivos de ndole axiolgica, como el reconocimiento y el respeto a entidades de mbito local, y como va para la realizacin del ideal de la libertad, que del plano de la persona individual se traslada ahora a personalidades colectivas, aunque no constituyan naciones culturales.16

2. Las normas jurdicas de alcance y competencia federal. 3. Las constituciones de los estados que integran la Federacin, limitadas y enmarcadas por la Constitucin Nacional. La unidad total, independiente y soberana de la Nacin, residir en la sntesis dialctica de los mbitos nacional y estatal. Es decir, el todo trasciende la simple sumatoria de las partes.
2. Los Poderes del Estado

Las necesidades geopolticas internas de la Venezuela del siglo XX requieren de una equilibrada y policntrica arquitectura de po der. El Estado funciona como una unidad de poder. Unidad que no debe ser confundida con la concentracin. Y poder que necesita ser desempeado, ejercido de manera armnica y bien distribuida en todo el territorio nacional. El Estado Federal, que as se constituya, recibir el nombre de Estado Federal Zamorano, en homenaje al General del Pueblo Soberano, Ezequiel Zamora, cuyo proyecto de Federacin fue tergiversado por quienes traicionaron los postulados de la Revolucin Federal. El Estado Federal Zamorano tendr la siguiente estructura jurdica: 1. La Constitucin Nacional, soberana por s sola y norma fundamental de las constituciones de los estados miembros.
16. Garca-Pelayo, Manuel. Derecho constitucional comparado, pp. 216217 [Alianza Editorial, Madrid, 1984.]

El peor enemigo de la libertad, dice Montesquieu, es el poder, ya que es una experiencia eterna que todo hombre que tiene poder tiende a su abuso; mas, como el poder es necesario, slo existe un medio para garantizar la libertad, a saber: encontrar una disposicin de cosas en la que el poder detenga al poder, y ello slo puede lograrse segn su divisin.17

La divisin de poderes del Estado se encuentra dentro de un proceso de racionalizacin de doble vertiente: a) La racionalidad tcnica, la cual provee a los componentes y las acciones del Estado, un alto nivel de coordinacin y eficacia operacional.
17. Ob. cit. p. 155.

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b) La racionalidad axiolgica, es decir, la bsqueda consciente de un coherente sistema de valores. El Proyecto Nacional Simn Bolvar recoge la doctrina de divisin de los poderes del concepto bolivariano del Estado y la sociedad:
Y entonces habr un equilibrio y no habr el choque que embaraza la marcha del Estado, y no habr esa complicacin que traba, en vez de ligar, la sociedad.18

La definicin de las estructuras y atribuciones de cada uno de los poderes ser producto de las deliberaciones que conducir, a tono con la Nacin, la Asamblea Nacional Constituyente durante la etapa de transicin. El Movimiento Bolivariano Revolucionario-200 propone, para abrir la discusin histrica, algunos elementos que pudieran conformar lneas o marcos generales definitorios de los poderes Electoral y Moral, extrados del concepto bolivariano del Estado.
El Poder Electoral

En efecto, la armoniosa divisin de los poderes es un medio imprescindible para garantizar la suprema libertad social. La raz bolivariana del proyecto hace renacer la estructura propuesta por el Libertador, en Angostura (1819); y en Bolivia (1826). De tal manera que el Estado Federal Zamorano estar constituido por cinco poderes pblicos: 1. Poder Ejecutivo. 2. Poder Legislativo. 3. Poder Judicial. 4. Poder Electoral. 5. Poder Moral.
18. Bolvar, Simn. Discurso de Angostura, 15 de febrero de 1819.

El [Poder] Electoral ha recibido facultades que no le estaban sealadas en otros gobiernos que se estiman entre los ms liberales. Estas atribuciones se acercan en gran manera a las del sistema federal. Me ha parecido no slo conveniente y til, sino tambin fcil, conceder a los representantes inmediatos del pueblo los privilegios que ms pueden desear los ciudadanos de cada departamento, provincia o cantn. Ningn objeto es ms importante a un ciudadano que la eleccin de sus legisladores, magistrados, jueces y pastores. Los Colegios Electorales de cada provincia representan las necesidades y los intereses de ellas y sirven para quejarse de las infracciones de las leyes, y de los abusos de los magistrados. Me atrevera a decir con alguna exactitud que

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esta representacin participar de los derechos de que gozan los gobiernos particulares de los Estados Federados. De este modo, se ha puesto nuevo peso a la balanza contra el Ejecutivo y el gobierno ha adquirido ms garantas, ms popularidad y nuevos ttulos, para que sobresalga entre los ms democrticos. 19

El Poder Electoral del Estado Federal ser el componente poltico-jurdico que permita a los ciudadanos ser autnticos depositarios de la soberana, cuyo ejercicio estar realmente, entonces, en manos del pueblo. El Poder Electoral se extender por todo el sistema socio-poltico de la Nacin, estableciendo los cauces para una verdadera distribucin policntrica del poder, desplazando fuerzas hacia la periferia e incrementando la capacidad de decisin y la autonoma en las comunidades y en los municipios. El Poder Electoral ser ejercido por los ciudadanos de manera directa a travs de las asambleas electorales, en las cuales participarn libremente todos los venezolanos en edad electoral (electores). La Asamblea Electoral Municipal elegir los miembros del Consejo Electoral del municipio, en nmero proporcional a la poblacin del mismo.
19. Bolvar, Simn. Mensaje al Congreso Constituyente de Bolivia, 25 de mayo de 1826.

Los consejos electorales de cada municipio se congregarn para conformar el Consejo Electoral del Estado. El Consejo Electoral de cada Estado elegir a sus representantes al Consejo Federal Electoral, organismo que tendr competencia a ni vel nacional. Los ciudadanos que integren los diferentes consejos electorales sern total y absolutamente independientes de los partidos polticos. Los consejos electorales tendrn toda la responsabilidad inherente a los procesos eleccionarios, tanto a nivel local, como estatal y nacional. Al mismo tiempo, fiscalizarn permanentemente el desempeo de los funcionarios electos por el pueblo y podrn iniciar, promover y decidir consultas populares directas (referendums, plebiscitos, etc.) para revocar o aprobar cargos y/o actos pblicos locales y/o nacionales, segn su jurisdiccin. El Poder Electoral permitir a todos los electores venezolanos escoger los funcionarios pblicos de los poderes Ejecutivo, Legislativo, Judicial y Moral, desde el mbito local hasta el nacional. Esta escogencia debe ser uninominal, universal, directa y secreta.

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El Poder Moral

Constituyamos este aerpago para que valga sobre la educacin de los nios, sobre la instruccin racional; para que purifique lo que se ha corrompido de la Repblica; que acuse la ingratitud, el egosmo, la frialdad del amor a la Patria, el ocio, la negligencia de los ciudadanos, que juzgue de los delitos de corrupcin, de los ejemplos perniciosos; debemos corregir las costumbres con penas morales, como las leyes castigan los delitos con penas aflictivas, y no solamente lo que choca contra ella, sino lo que las burla, no solamente lo que las ataca, sino lo que las debilita, no solamente lo que viola la Constitucin, sino lo que viola el respeto pblico. ... Meditando sobre el modo efectivo de regenerar el carcter y las costumbres que la tirana y la guerra nos han dado, me he sentido en la audacia de inventar un Poder Moral, sacado del fondo de la oscura antigedad y de aquellas olvidadas leyes que mantuvieron algn tiempo la virtud entre los griegos y los romanos. Bien puede ser tenido como un cndido delirio, mas no es imposible, y yo me linsojeo que no desdearis enteramente un pensamiento que, mejorado por la experiencia y las luces, puede llegar a ser muy eficaz.20
20. Bolvar, Simn. Discurso de Angostura, 15 de febrero de 1819.

El Poder Moral, conjuntamente con el Electoral, configura la instancia constitucional de un cuarto poder Neutral. Doctrina anunciada por Benjamn Constant (Pouvoir Neutre). Este Poder Neutral, en el Estado Federal Zamorano, proporcionar niveles adecuados de racionalidad tcnica a los poderes clsicos, asegurando su justa y acertada actuacin en el movimiento de la sociedad hacia sus objetivos. De esta manera, la estructura poltico- jurdica mantiene su equilibrio interno y proporciona estabilidad al sistema social. El Poder Moral tendr como misin fundamental asegurar el correcto funcionamiento del estado de derecho, donde se impongan la ley y la razn como principios fundamentales en la relacin entre los individuos, la sociedad y el Estado. El Poder Moral funcionar como una garanta de derecho y contar para ello con los mecanismos necesarios para cumplir con sus funciones de fiscalizacin, atencin, amparo, defensa y salvaguarda de los derechos individuales y sociales y del patrimonio pblico. Los componentes estructurales del Poder Moral sern: a) La Fiscala Federal de la Repblica. b) La Procuradura Federal de la Repblica. c) La Contralora Federal de la Repblica.

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Cada uno de estos rganos tendr sus respectivas instancias regionales (estatales y municipales), las cuales sern autnomas en su organizacin y funciones, reguladas stas por las correspondientes constituciones estatales. Los mximos funcionarios nacionales, estatales y locales de los organismos componentes del Poder Moral sern electos de manera uninominal, universal, directa y secreta por los electores venezolanos, segn lo establezcan las respectivas constituciones y leyes electorales. El fiscal federal, el procurador federal y el contralor federal constituirn el Consejo Moral de la Nacin, totalmente independiente de los dems rganos del Poder Pblico y con la misin constitucional de fiscalizar y posibilitar el adecuado funcionamiento de los dems poderes. En cada Estado de la Repblica, funcionar el Consejo Moral Estatal y en cada municipio, el Concejo Moral Municipal, constituido por el fiscal, el contralor y el procurador de cada instancia correspondiente.
3. El Sistema de Gobierno. La democracia participativa y protagnica

La poltica se ocupa del interrogante clsico de Harold Lasswell: Quin obtiene qu, cundo, cmo?. El gobierno se ocupa del interrogante: Quin controla qu, cundo y cmo?. Karl Deutsch
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A la poltica corresponde la definicin de metas y propsitos de la sociedad. Al Gobierno corresponde la formulacin de polticas, es decir, la toma de decisiones que afectan a la sociedad. Por tanto, el sistema de gobierno debe contar con los mecanismos, los cauces, los organismos y los procedimientos para permitir a las mayoras nacionales ejercer control, participar y protagonizar el proceso de toma de decisiones polticas. Y no solamente a las mayoras; sino, de la misma forma, a las minoras, lo cual precisamente constituye un rasgo inseparable de la sociedad democrtica. El modelo de la sociedad original de la Venezuela del siglo XXI est concebido con el criterio de un sistema de gobierno que abra con amplitud ilimitada los espacios necesarios donde los pueblos, la masa popular, se desplieguen creativa y eficazmente, y obtengan el control del poder para tomar las decisiones que afectan su vida diaria y su destino histrico. Se trata, entonces, de un verdadero y autntico sistema democrtico, cuyas instituciones y procedimientos trasciendan con creces la minusvala y el estado de sobrevivencia al que los gobiernos populistas llevaron la democracia en Amrica Latina. Todo el Poder para el pueblo es una consigna perfectamente vlida que debe orientar el proceso democratizador hacia la sociedad proyectada en el horizonte objetivo.

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Desde esta perspectiva, la llamada democracia representativa no ha sido ms que un artificio a travs del cual se ha dominado a nuestros pueblos. Ya lo sealaba el Libertador: Por el engao se nos ha dominado ms que por la fuerza. El Proyecto Nacional Simn Bolvar debe romper los lmites de la farsa representativa, para avanzar hacia la conquista de nuevos espacios participativos en una primera fase de su desarrollo. Pero el objetivo estratgico debe ser la democracia popular bolivariana como sistema de gobierno. Y ms an, como expresin de vida econmica, social y cultural del modelo de sociedad original robinsoniano.
La Democracia Popular Bolivariana Protagonismo y Autogobierno

Desde el punto de vista de las democracias formales, regidas por gobiernos populistas, la participacin ha sido ideologizada y utilizada por los sectores dominantes como seuelo, tras el cual pierden el rumbo no pocos esfuerzos de intencin transformadora. En efecto, los gobiernos y los partidos populistas predican la participacin con el concepto de propina, de forma tal que la condenan a ser fin de s misma, con lmites tan estrechos y rgidos que impiden a la sociedad civil intervenir en la toma de decisiones de poltica, quin obtie[76]

ne qu, cundo, cmo. Como consecuencia de esto, los pueblos no pueden tomar parte en el diseo y/o seleccin de planes y proyectos que jalonan su marcha histrica. De esta manera, nuestros pueblos han sido condenados a parti cipar en su propia destruccin, en el manejo de su miseria creciente, en el control de las hambrunas y las enfermedades que azotan a casi 300 millones de latinoamericanos. Han participando cavando la tumba histrica en la cual pretenden los sectores dominantes enterrar las esperanzas de la Amrica morena. La democracia popular bolivariana rompe con este esquema de engao y vasallaje, para llevar los lmites de la accin hasta el nivel de protagonizacin en la toma de decisiones. El protagonismo, seala Vctor Martn, implica una libertad y una capacidad ms fuerte y autnoma acerca de cambiar, incluso, las mismas reglas iniciales. Es decir, el pueblo como depositario concreto de la soberana debe mantener su fuerza potencial lista para ser empleada en cualquier momento y en cualquier segmento del tejido poltico, para reparar daos a tiempo, para reforzar algn desajuste o para producir transformaciones que permitan el avance del cuerpo social en la direccin estratgica autoimpuesta. Para ello, el sistema poltico debe instrumentar los canales necesarios, tanto a nivel local como regional y nacional. Canales por los cuales corra el poder popular protagnico.

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En tal sentido, las comunidades, barrios, pueblos y ciudades deben contar con los mecanismos y el poder para regirse por un sistema de autogobierno que les permita decidir acerca de sus asuntos internos por s mismos, a travs de procesos y estructuras generadas en su propio seno. Es decir, el pueblo debe contar con canales de informacin suficientes y rganos de decisin en el interior de su anatoma, que le permitan seleccionar sus metas u objetivos, corregir el rumbo hacia ellos, cuando estuviese desviado y, finalmente, producir los cambios en su composicin interna, a medida que stos sean requeridos por los procesos histricos. La democracia popular bolivariana nacer en las comunidades, y su savia benefactora se extender por todo el cuerpo social de la Nacin, para nutrir con su vigor igualitario, libertario y solidario al Estado Federal Zamorano. Y su follaje abarcar las estructuras del modelo de sociedad robinsoniano. Ser el nuevo tiempo venezolano, bajo el signo del rbol de las tres races. Ya se anuncia con fuerza en el horizonte del siglo XXI venezolano y latinoamericano.

EL SIStEMA IDEOLGICO EBR


1. Fin ltimo: Modelo de Sociedad
Volando por entre las prximas edades, mi imaginacin se fija en los siglos futuros, y observando desde all, con admiracin y pasmo, la prosperidad, el esplendor, la vida que ha recibido esta vasta regin, me siento arrebatado y me parece que ya la veo en el corazn del universo, extendindose sobre sus dilatadas castas, entre esos ocanos, que la naturaleza haba separado, y que nuestra Patria rene con prolongados, y anchurosos canales. Ya la veo servir de lazo, de centro, de emporio a la familia humana; ya la veo enviando a todos los recintos de la Tierra los tesoros que abrirn sus montaas de plata y de oro; ya la veo distribuyendo por sus divinas plantas la salud y la vida a los hombres dolientes del antiguo Universo. Ya la veo comunicando sus preciosos secretos a los sabios que ignoran cun superior es la suma de las luces a la suma de las riquezas, que le ha prodigado la

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naturaleza. Ya la veo sentada sobre el trono de la libertad, empuando el cetro de la Justicia, coronada por la gloria, mostrar al mundo antiguo la majestad del mundo moderno. Bolvar, Simn Discurso ante el Congreso de Angostura 15 de febrero de 1819

El maestro bosqueja en Sociedades Americanas (1842) la terrible rea lidad imperante:


Figurmonos viendo, desde una altura, la sociedad en que vivimos: no sabremos por dnde empezar a observar. El tiempo se nos ir en escoger, entre los caracteres sobresalientes, los que sobresalen ms, y, todos sobresalen a un tiempo, porque todo es exterioridad una confianza general afecta todas las clases unas a otras se temen, sin poder determinar la causa, y no es otra que el egosmo, propio de la ignorancia en que yacen millones de hombres, por la falsa idea que tienen de la sociedad los pocos que la suerte ha puesto a gobernarla.21

En el pensamiento bolivariano ocupa lugar relevante una visin teleolgica, es decir, de largo alcance, cuyo enfoque trasciende el tiempo y se ubica en el fin ltimo de conquistar un modelo de sociedad distinta a la entonces existente. Bolvar habla de las prximas edades, los siglos futuros. Juega con el tiempo y coloca en el otro polo de su visin al antiguo universo, al mundo antiguo. He aqu el primer vestigio de un Proyecto Nacional venezolano. Bolvar parte del enfoque de la realidad que le circunda (el mundo antiguo) y dibuja en un horizonte lejano la imagen de la situacin futura o sociedad anhelada: prosperidad, esplendor, emporio de la familia humana; una sociedad en donde impere la libertad, la justicia, la gloria, la majestad. Esta visin se transforma en elemento filosfico comn, tambin, presente en el pensamiento de Rodrguez, en torno al cual se va conformando el sistema ideolgico y robinsoniano.

Al igual que Bolvar, Rodrguez lanza a los hombres de su tiempo la idea clara de un Proyecto Nacional, a travs del cual las sociedades deberan llegar a estadios superiores de vida: El mrito de los proyectos est en la previsin. Donde no hay previsin no hay mrito.22 La compatibilidad de su proyecto con la idea bolivariana es precisada por l mismo cuando seala con meridiana claridad poltica transformadora:
21. Rodrguez, Simn. Sociedades Americanas. [En Obras completas. Tomo I. Ediciones de la Universidad Simn Rodrguez, 1975, p. 331] 22. [Ob. cit., p. 321]

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Napolen quera gobernar al gnero humano, Bolvar quera que se gobernara por s, y yo quiero que aprendan a gobernarse.23

amos ni tutores, quieren ser dueos de sus personas, de sus bienes y de su voluntad.26

En la sociedad futura, El Maestro construye, junto al concepto bolivariano, la idea poltica del autogobierno, colocando al aprendizaje como vehculo para lograrlo, a travs de su Proyecto de Educacin Popular: No nos alucinemos: sin educacin popular, no habr verdadera sociedad.24 Y con su visin de constructor, Rodrguez modela a grandes rasgos las sociedades americanas y su razn de ser:
Los hombres no estn en sociedad para decirse que tienen necesidades ni para aconsejarse que busquen cmo remediarlas ni para exhortarse a tener paciencia; sino para consultarse sobre los medios de satisfacer sus deseos, porque no satisfacerlos es padecer.25

En la misma figuracin teleolgica de Bolvar, cuando preconcibe a la vasta regin sentada sobre el trono de la libertad, empuando el cetro. Ambos pensadores trascienden con creces el enfoque, mucho ms reciente, segn el cual un proyecto de sociedad debe buscar metas desarrollistas sujetas a simples mediciones economtricas. Bolvar y Rodrguez fijan la utopa realizable en el mbito de la razn humana, de la realizacin de las fuerzas creadoras del hombre y su cultura:
Se nos ver de acuerdo cultivar las virtudes y los talentos que conducen a la gloria; entonces seguiremos la marcha majestuosa hacia las grandes prosperidades a que est destinada la Amrica Meridional; entonces las ciencias y las artes que nacieron en el Oriente, y han ilustrado la Europa, volarn a Colombia libre, que las convidar con un asilo.27 Los hombres se juntan y se entreayudan; pero, entreayudarse para adquirir cosas no es fin social. Entreayudarse para proporcionarse medios de adquirir no es fin social
26. [Ob. cit., p. 322.] 27. Bolvar, Simn. Carta de Jamaica, 1815.

Va mucho ms all, sin embargo, la proyeccin de su pensamiento, al asignar un carcter profundamente humanista al fin ltimo de la sociedad:
Las sociedades tienden a un modo de existir muy diferente del que han tenido y del que se pretende que tengan. Los hombres de estos ltimos tiempos (...) no quieren tener
23. [Ob. cit., p. 313.] 24. [Ob. cit., p. 333.] 25. [Ob. cit., p. 324.]

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tampoco. Proyectos de riqueza, de preponderancia, de sabidura, de engrandecimiento, cualquiera los forma y los propone; pero no son proyectos sociales. Ilustracin! Civilizacin!28

En el pensamiento del General del Pueblo Soberano, Ezequiel Zamora, confluye el mismo elemento donde se proyecta el fin ltimo del Sistema Ideolgico Bolivariano, Robinsoniano y Zamorano. En mayo de 1859 Zamora trata la situacin-objetivo del esfuerzo revolucionario:
Levantaris el Gobierno Federal que asegure para siempre la libertad, igualdad, fraternidad, dogma de la repblica genuina, que proclamaron los patriarcas de vuestra independencia.29 Y veris abierta la nueva era de la federacin colombiana; que fueron los ltimos votos de nuestro Libertador, el Gran Bolvar.30
28. Rodrguez, Simn, Sociedades Americanas. [En Obras completas. Tomo I. Ediciones de la Universidad Simn Rodrguez, 1975, p. 228.] 29. Zamora, E. A los barineses y apureos, 21 de mayo de 1859. 30. Palabras ilegibles, original, p. 36. [Carta a Benito Urdaneta. Dada en el Cuartel General de Barinas, 19 de mayo de 1859.]

A pesar del ritmo fulgurante de la guerra y las innumerables tareas y actividades que deba cumplir como jefe militar, Zamora no pierde el enfoque estratgico y poltico del objetivo revolucionario de transformar radicalmente la sociedad. En junio de 1859, desde Barinas, seala:
Han abierto la era del gobierno propio de este pueblo, para que dependa de s mismo en la direccin y manejo de sus propios intereses, han merecido bien la patria.

Y junto a Bolvar y Rodrguez, invoca al tiempo como factor determinante en el movimiento libertador de los pueblos:
Pero el tiempo que mira lo pasado, mira lo futuro, y por su mano pasa lo presente, los confundir en el abismo de la eternidad y slo quedar en la memoria de la compasin de los que fueron en el movimiento destinado por Dios a la regeneracin y progreso de mi pueblo.

La triloga de pensamientos se hace evidente, conforma un todo coherente, un componente doctrinario, perfectamente definido y homogneo, que seala el objetivo ltimo del Sistema Ideolgico EBR: alcanzar un nuevo modelo de sociedad (participativa, protagnica y solidaria).

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2. La Revolucin como medio para alcanzar el nuevo modelo de sociedad Otro elemento comn en la estructura ideolgica de estos tres hombres es su slida conviccin acerca del proceso revolucionario como un paso necesario para lograr las transformaciones de la vieja sociedad. La historiografa tradicional ha sido dominada por la tendencia reaccionaria de sealar a Bolvar como un hombre pragmtico antes que pensador y actor revolucionario. John Lynch lo ubica, por ejemplo, dentro del reformismo:
Su propia poltica no fue revolucionaria. La abolicin de la esclavitud y la distribucin de la tierra fueron medidas reformistas que habran modificado, pero no transformado las estructuras existentes.

La disposicin a romper definitivamente con tres siglos de dominacin y colocar la primera piedra para la construccin del primer edificio lleva ya una carga significativa de movimiento y accin hacia el logro de profundas transformaciones estructurales. A partir de all se ir radicalizando, consciente del proceso desatado e inmanente:
Es una estupidez maligna atribuir a los hombres pblicos las vicisitudes que el orden de las cosas produce en los Estados, no estando en la esfera de las facultades de un general o magistrado contener en un momento de turbulencia, de choque, y de divergencias de opiniones el torrente de las pasiones humanas que, agitadas por el movimiento de las revoluciones, se aumentan en razn de la fuerza que las resiste.32

En 1811 el joven coronel seala: Trescientos aos de calma, no bastan? (...) Pongamos sin temor la piedra fundamental de la libertad suramericana: vacilar es perdernos.31 La teora poltica seala dos acciones condicionantes de todo proceso revolucionario: el movimiento y el cambio de estructuras.
31. [Discurso pronunciado el 3 de julio de 1811 en la Sociedad Patritica de Caracas.]

Y su filosofa se impregna con las enseanzas de su maestro para encuadrar el empeo revolucionario en la dicotoma existencial robinsoniana Inventamos o erramos, como frmula para dominar La irresistible fuerza de la naturaleza:

32. [Bolvar, Simn. Manifiesto de Carpano, 7 de septiembre de 1814.]

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Todo era extranjero en este suelo. Religin, leyes, costumbres, alimentos, vestidos, eran de Europa; ni nada debamos imitar. Como seres pasivos, nuestro destino se limitaba a llevar dcilmente el freno que con violencia y rigor manejaban nuestros dueos. Igualados a las bestias salvajes, la irresistible fuerza de la naturaleza no ms ha sido capaz de reponernos en la esfera de los hombres; y aunque, todava dbiles en razn, hemos dado ya principio a los ensayos de la carrera a que somos predestinados.33

En Angostura (1819) ratifica su conciencia del proceso y su proyecto transformador de estructuras:


Un hombre, y un hombre como yo! Qu diques podra oponer al mpetu de estas devastaciones? En medio de este pilago de angustias, no he sido ms que un vil juguete del huracn revolucionario, que me arrebataba como una dbil paja. Por otra parte, siendo vuestras funciones la creacin de un cuerpo poltico y an se podra dejar la creacin de una sociedad entera rodeada de todos los inconvenientes que presenta una situacin, la ms singular y difcil, quizs el grito de un ciudadano pueda advertir la presencia de un pe1igro encubierto o desconocido.

Desde Kingston, Jamaica, seala, el 6 de septiembre de 1815, la necesidad de conducir nuestra revolucin hacia la trasformacin de las estructuras polticas y jurdicas del sistema espaol que est en vigor:
Por ltimo, inciertos sobre nuestro destino futuro, y amenazados por la anarqua, a causa de la falta de un gobierno legtimo, justo y liberal, nos precipitamos en el caos de la revolucin. Se establecieron autoridades que sustituimos a las que acabbamos de deponer, encargados de dirigir el curso de nuestra revolucin, y de aprovechar la coyuntura feliz en que nos fue posible fundar un Gobierno Constitucional, digno del presente siglo y adecuado a nuestra situacin.
33. [Bolvar, Simn. Discurso de instalacin del gobierno de las Provincias Unidas de Nueva Granada, 23 de enero de 1815, Bogot.]

Y en Bolivia (1825) recoge su angustia vital en un mensaje de alerta a sus contemporneos:


Legisladores! Vuestro deber os llama a resistir el choque de dos monstruosos enemigos que recprocamente se combaten, y ambos se atacarn a la vez, la tirana y la anarqua forman un inmenso ocano de opresin que rodea una pequea isla de libertad, embatida perpetuamente por la violencia de las olas y de los huracanes, que la arrastra sin cesar a sumergirla. Mirad el mar que vais a surcar con una frgil barca, cuyo piloto es tan inexperto.34
34. Discurso ante el Congreso Constituyente de Bolivia.

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Para proponer seguidamente lneas estratgicas orientadas hacia la metamorfosis estructural, tanto en el mbito jurdico y poltico, as como en el econmico y social:
Se han establecido las garantas ms perfectas: la libertad civil es la verdadera libertad; las dems son nominales, o de poca influencia con respecto a los ciudadanos. Se ha garantizado la seguridad personal, que es el fin de la sociedad, y de la cual emanan las dems. En cuanto a la propiedad, ella depende del Cdigo Civil que vuestra sabidura debiera componer luego, para la dicha de vuestros ciudadanos. He conservado intacta la Ley de las leyes la igualdad, sin ella perecen todas las garantas, todos los derechos. A ella debemos hacer los sacrificios. A sus pies he puesto, cubierta de humillacin, a la infame esclavitud.

obstculos que oponen las preocupaciones a la segunda son enormes. El general Bolvar emprende removerlos, y algunos sujetos, a nombre de los pueblos, le hacen resistencia en lugar de ayudarlo.35

No hay otra va, sostiene El Maestro, para construir repblicas y sociedades, que llevar adelante un amplio y avanzado proceso revolucionario. Entendi la revolucin en el sentido lato del trmino y la dej pendiente en su utopa concreta:
Una revolucin poltica pide una revolucin econmica. ... Si los americanos quieren que la revolucin poltica, que el peso de las cosas ha hecho y que las circunstancias han protegido, les traiga bienes, hagan una revolucin econmica y empicenla por los campos.36

En el modelo de pensamiento de Bolvar encaja el componente ro binsoniano del Sistema Ideolgico de las tres races. En 1830, desde Arequipa, El Maestro viene en defensa de su alumno, incrustado su pensamiento con el mismo perfil revolucionario:
La Amrica espaola peda dos revoluciones a un tiempo, la pblica y la econmica. Las dificultades que presentaba la primera eran grandes, el general Bolvar las ha vencido, ha enseado o excitado a otros ha vencerla. Los [90]

Lleva en su mente, adems, la idea del arquitecto social. En 1850, cuando ya Ezequiel Zamora andaba por los llanos de Venezuela invocando la Revolucin Bolivariana traicionada, el viejo Simn escriba en Latacunga: Empicese el edificio social por los cimientos, no por el techo, como aconsejan los ms: los nios son las piedras.
35. [Rodrguez, Simn. Defensa de Bolvar (1830). En Obras completas. Tomo II. Ediciones de la Universidad Simn Rodrguez, 1975, p. 206.] 36.[Rodrguez, Simn. Sociedades Americanas. Ob. cit., t.I., p. 469.]

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En efecto, ya en 1846, Ezequiel Zamora era el lder de la insurreccin campesina contra e1 gobierno de Carlos Soublette, perfilndose como un autntico revolucionario:
Como sabemos que ustedes estn defendiendo la misma causa que nosotros, tienen un denodado patriotismo y deseos de sacar a la patria de la salvaje y brutal dominacin en la que la tienen los godos oligarcas, sostenidos por el gobierno faccioso y ladrn de Soublette. All diremos con orgullo y bizarra: viva la libertad, viva el pueblo soberano, eleccin popular, horror a la oligarqua, tierras y hombres libres.37

su bien y es dueo de su suerte, y que de hoy en adelante, Venezuela no ser ms patrimonio de ninguna familia ni persona, siendo la mayor recompensa de las victorias alcanzadas contra el centralismo, el establecimiento del Gobierno Federal que da todos los bienes que emanan de la magnfica institucin, aunque la Patria, llena de munificencia, premia los buenos y leales servidores. As hagamos el postrer esfuerzo que pueda necesitar de nosotros para dejar cumplida la gran misin que nos ha confiado, y veris abierta la nueva era de la Federacin Colombiana, que fueron los ltimos votos de nuestro Libertador, el Gran Bolvar.38

Simn Rodrguez invocaba la revolucin econmica como una necesidad para colorar la revolucin poltica dirigida por Simn Bolvar. La primera no lleg ni siquiera a iniciarse. Los logros de la segunda fueron prontamente anulados por la accin de los gobiernos oligrquicos. Ezequiel Zamora, al frente de la masa campesina, contina el proceso revolucionario. Sus ideas engranan de manera exacta en el sistema filosfico EBR, alimentando con ingredientes sociales al rbol de las tres races:
Compaeros de armas: habis probado con vuestra abnegacin y sublime herosmo que slo el pueblo quiere
37. [Zamora, Ezequiel. Estado Mayor, 19 de septiembre de 1846.] 38. [Zamora, Ezequiel. Cuartel General de Barinas, 19 de mayo de 1859.]

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Este libro se termin de imprimir en diciembre de 2013, en los talleres del Servicio Autnomo Imprenta Nacional, La Hoyada, Caracas. Repblica Bolivariana de Venezuela. El tiraje fue de 5.000 ejemplares.

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El Libro Azul es un libro de mandatos y de profecas, la raz primigenia del Proyecto Bolivariano que est en desarrollo en Venezuela. Todo patriota venezolano debe conocer este libro, aqu est proyectado el futuro del siglo XXI. El Libro Azul del Comandante Hugo Chvez marca el nacimiento del poderoso movimiento de la Patria que hoy sigue su rumbo, del poderoso Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 y del Proyecto Nacional Simn Bolvar.
Nicols Maduro Moros Presidente de la Repblica Bolivariana de Venezuela 24 de octubre de 2013

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