T-Tulo Original de La Obra - Metodologia Historia Jerzy Topolski
T-Tulo Original de La Obra - Metodologia Historia Jerzy Topolski
T-Tulo Original de La Obra - Metodologia Historia Jerzy Topolski
Introduccin .......................................................................................................3 La materia de la metodologa de las ciencias ..............................................................................................................................8 II La materia de la metodologa de la historia ............................................................................................................................20 III El alcance de la materia ( rea! de la in"estigacin histrica ............................................................................................................................30 I" #e$le%ion &ragm tica .................................................................................'2 (I #E)LE*I+, erudita - gen.tica ................................................................./0 #E)LE*I1, E2T#34T3#5L...........................................................................80 6. #e$le%in metodolgica en 7ran 8reta9a - 5m.rica ..........................................................................................................................:0/ #E)LE*I+, L+7I45......................................................................................::' *I #e$le%in dialectica ..........................................................................................................................:33 TE#4E# ;5#TE L5 MET0<0L+7I5 +8=ETI(5 <E >I2T+#I5 .........................................................................................................................:'8 *I El &roceso hist6rico (causalidad - determinismo! ..........................................................................................................................:60 *II El &roceso historico (regularidades historicas! ..........................................................................................................................:83 435#T5 ;5#TE L5 MET+<+L+7I5 ;#57M5TI45 <E L5 >I2T+#I5 L5 TE+#I5 <EL 4+,+4IMIE,T+ 8525<+ ? ,+ 8525<+ E, )3E,TE2 ..:00 ;reguntas - res&uestas. 3na reconstruccin general de la in"estigacin histrica ..........................................................................................................................230
2. ;rimeras clasi$icaciones de las $uestes histricas ..............................2/0 '. La lectura de la in$ormacin de una $uente (desci$ramiento! ...............263 *(I Teora del conocimiento basado en $uentes - no basados en $uentes..266 :. Intento de e%&licacin del conce&to de conocimiento no basado en $uentes ..........................................................................................................................266 *(II Las $unciones del conocimiento basado en $uentes - no basado en $uentes ..........................................................................................................................2@/ A3I,T5 ;5#TE ..........................................................................................................................282 L5 MET+<+L+7I5 ;#57M5TI45 <E L5 >I2T+#I5: L+2 MET+<+2 <E #E4+,2T#344I+, <EL ;#+4E2+ >I2T+#I4+ ..........................................................................................................................282 *I* M.todos &ara establecer los hechos histricos ..........................................................................................................................20@ **II 4onstruccin - sntesis ..........................................................................................................................38/ %%" Elementos de las narraciones histricas : e"atuaciones ..........................................................................................................................'23 **(I La estructura metodolgica de la in"estigacin historica...............'36
Introduccin
Ninguna disciplina ha sido ms alabada ni ms criticada que el estudio de la historia. Cicern peda que la historia enseara a los hombres cmo vivir. Aristteles le negaba la calificacin de verdadera ciencia, y consideraba que la mayor sabidura era la poesa. n diversas !pocas, a la historia se le ha asignado una posicin predominante o degradada en la "erarqua de las ciencias. #oy se pueden admirar la precisin y l.a sofisticacin, cada ve$ mayores, de los m!todos usados por los historiadores. %ero, por otra parte, la Historia de la Guerra del Peloponeso, de &ucdides, sirve todava como el me"or modelo para reconstruir el pasado histrico. 'ncluso a aquellos que hiegan la posibilidad de una reconstruccin ob"etiva del pasado les gustara ser recordados, (ob"etivamente) o no, por los historiadores. *a aversin por la historia y el miedo ante su veredicto rio son incompatibles con la reverenda y el temor ante quienes la e"rcen, los historiadores. +e forma que la actitud del hombre hacia la historia es ambigua. *a controversia sobre la historia contin,a. stn en "uego cuestiones muy diversas. -in embargo, son los propios historiadores los menos comprometidos en la disputa. .aramente decide un historiador abrir la puerta de su estudio y unirse a la mle sobre el significado de la historia. *a ma yora de las veces la cierra de uit porta$o y vuelve a sus estudios, olvidando el hecho de que, con el paso del tiempo, el abismo entre su traba"o cientfico y su p,blico puede ensancharse. l historiador ho reh,ye la pelea, simplemente elige su propio campo de batalla. *o que trata de defender es, por supuesto, la v/rdad histrica
y la honrade$ en la presentacin del pasado, ya que cree que este es su me"or modo de servir a la sociedad. %reocupado por este problema, de"a a otros la controversia sobre la historia como disciplina. *as cuestiones se deciden a sus espaldas, aun a pesar de que !l, con su traba"o diario, proporciona argumentos a ambas partes. 'ncluso si decide unirse al conflicto, no logra darse cuenta, a menudo, de que su participacin es limitada porque habla un idioma especial. 0+ebera el historiador cambiar su actitud hacia esta controversia sobre la historia1 No se puede en$ar$ar en un combate con dos frentes2 ars longa, vita brevis. 0Cul debe ser el papel de un historiador que e"erce como profesional, en la controversia sobre la historia como disciplina1 No puede ni ignorarla ni dedicarle todo su tiempo. -in embargo, puede definir su propia posicin en el debate y despu!s e3plicarla con e"emplos de su labor diaria. +e esta forma, puede defender su posicin, mientras, al mismo tiempo, se dedica a su traba"o y construye el cuerpo de conocimientos esenciales sobre el que se apoya la historia. l momento es oportuno para que el que e"erce como historiador ayude a conformar el !3ito del debate sobre historiografa. *as creencias de los 4ie"os tiempos sobre la estructura "errquica de las ciencias e-tn actualmente derrumbndose. 5a no se acepta que haya un modelo para todo traba"o cientfico al que las otras disciplinas est!n necesariamente subordinadas. sta opinin ha tardado mucho en desintegrarse. -u ocaso comen$ a principios del siglo, 3i3, con la demostracin de que incluso en las matemticas hay amplias reas que carecen de precisin y en las que prevalece el pensamiento intuitivo. sta demostracin llev a un amplio estudio de los m!todos matemticos 6cfr. +. #ilbert7. A esto siguieron una serie de pasos, entre ellos el teorema de 8del y otras demostraciones del engao de la creencia de que puede e3istir un lengua"e perfectamente riguroso. l programa radical del fisicalismo tambi!n se desintegr. -e prob que esta idea, en un tiempo atractiva, de construir una ciencia unificada basada en la reduccin de los t!rminos usados en todas las disciplinas a los que se usan en fsica, era impracticable. *a creciente conviccin de que no e3iste la ciencia ideal, y el !nfasis puesto sobre la peculiaridad de cada disciplina, al menos en el nivel actual de desarrollo, ha estimulado la investigacin emprica sobre disciplinas especficas y las relaciones entre ellas. sto ha dado lugar a que podamos abogar por la unidad de las ciencias, e3igir que el lengua"e cientfico sea preciso, pedir que los estudiosos lo mane"en tan cuidadosamente como cualquier otro instrumento, y al mismo tiempo podamos abandonar las proclamas dogmticas en favor de una determinada "erarqua de las ciencias. l inter!s por la investigacin sobre los m!todos cientficos afecta profundamente a la historia. sta disciplina ha sido siempre controvertida. n d!cadas recientes, en un mundo de rpidos cambios 6cfr. 8eoffrey 9arraclough7, los historiadores han estado ocupados con sus investigaciones sustanciales 6cada ve$ ms le"os de la visin de Anatole :rance7, y han
me"orado sus m!todos. -u produccin se ha acumulado rpidamente. Armado con la produccin, cada ve$ mayor, de esta clase de literatura histrica, ms sofisticada metodolgicamente, el historiador es capa$, hoy en da, de entrar en la controversia sobre la naturale$a y el estado de la historia como ciencia con renovada confian$a. -i ignora los ,ltimos m!todos histricos y sus logros, se encontrar con sonrisas condescendientes por parte de cientficos sociales ms e3perimentados y metodolgicamente avan$ados. &odos los historiadores deben estar al tanto de los m!todos ms nuevos, aunque ellos en realidad no los usen. -in este conocimiento general la historia no puede me"orar su posicin. *as primeras afirmaciones de los historiadores sobre sus t!cnicas de investigacin revelan la naturale$a y l grado de sus conocimientos metodolgicos. #ace pocas d!cadas, cuando ;arc 9loch escriba su The Historians Craft y la ciencia del m!todo cientfico no estaba tan avan$ada como ahora, los historiadores se tornaban poco inter!s por los problemas concretos de metodologa. +esde entonces se ha dicho mucho sobre la ciencia histrica sin la participacin de los historiadores. #oy en da, quienes e"ercen la historiografa tienen que estar ms al tanto de las consideraciones metodolgicas. %ersisten todava equvocos sobre la metodologa histrica, y convierten en una tarea difcil el escribir historia con plena conciencia del m!todo de investigacin usado. <na visin bastante com,n de la metodologa histrica es que comprende una red ordenada de frmulas que facilitan la resolucin de casos complicados. *a cuestin de los m!todos slo surge ante problemas especficos= los m!todos particulares se aplican a casos particulares y slo se consideran importantes en la medida en que son directamente (,tiles) para un problema especfico de investigacin. As, el inter!s directo en los m!todos de investigacin, por parte de los historiadores 6corno se ha refle3ionaado en varios libros7, estuvo reducido durante largo tiempo a una esfera de problemas fi"ada en el siglo 3i3 y dominada por cuestiones t!cnicas, como la crtica de las fuentes. ste libro ha surgido a partir de una acumulacin de refle3iones sobre el estado de la ciencia histrica y sobre los peligros reales que amena$an a dicha ciencia. *a historia ha afrontado peligros desde el siglo 3i3, cuando empe$ a abandonar las construcciones tericas de la historiografa de la 'lustracin en favor de la erudicin del siglo XIX y se enfrent a una nueva ciencia, la sociologa. *os socilogos se desenvolvan en los terrenos abandonados por los historiadores, aunque cultivados por ellos en aos anteriores 6por e"emplo, por 'bn >haldun, ;aquiavelo, 4oltaire, :erguson y otros7. *a historia, vie"a y arrogante en sus logros, vio su papel en el rea de las premisas tericas minado por la sociologa, sobre todo en el caso de las de naturale$a estructural. sto signific que la historia se vio privada de uno de los dos elementos indispensables para e3plicar el enigma del desarrollo histrico. %orque para e3plicar el desarrollo de un sistema 6captulos '? y ?7 debemos
saber no slo los diversos estadios por los que pasa este sistema en sucesivos momentos 6ya que esto muestra slo sus cambios7, sino tambi!n la estructura del sistema. %arece que en todas las ciencias es indispensable comprorneterse tanto en la investigacin emprica como en la terica. *a proporcin entre estas dos formas de investigacin no es la misma para cada rama de la ciencia. %ero hay estrechos la$os entre la observacin y la teora en todas las ciencias, y la observacin 6la e3periencia7 no puede estar nunca totalmente separada de la teora. l anlisis de *. 8eymonat hace hincapi! en la claridad de las teoras cientficas. 8eymonat tiene ra$n cuando dice que lo esencial de la ciencia nunca puede ser aprehendido sin consideraciones de naturale$a histrica y pragmtica@. %ara evitar los peligros a los que est e3puesta la historia, el historiador debe ser ms consciente metodolgipamente. sto le ayudar a observar lo que ocurre en la ciencia y a ver lo grandes que son los riesgos. l quid no es que una ciencia domine al resto, sino cul de las ciencias va a proporcionar un acercamiento integral al estudio de la sociedad. 04a a ser la historia1 0A la sociologa1 0A la psicologa social1 *a llamada a la unidad de la ciencia, concebida como una "erarqua de disciplinas, est siendo resueltanente sustituida por la llamada a la integracin de las ciencias, afirmando la igualdad de categora de todas las disciplinas y buscando posibles la$os entre ellas. *a historia debe buscar su "usto lugar entre las diversas ciencias. sste libro puede ser utili$ado para ensear la metodolga de la historia, pero no era !se su propsito en un principio. -u intencin es revisar los principales problemas de la investigacin metodolgica sobre historiografa y sealar los principales resultados obtenidos. l libro hace una propuesta basada en una concepcin definida de la ciencia histrica y sus tareas. -us dos premisas fundamentales, en lengua"e com,n, son2 B7 *a tarea, fundamental de la investigacin histrica es e3plicar Cesto es, describir los medios y causas deCD el desarrollo de los sistemas. E7 s imposible separar la observacin de la teora en la labor de llevar a cabo rina investigacin histrica efectiva sobre el desarrollo de los sistemas. Cuanta ms conciencia nomot!tica tenga un historiador, ms efectiva ser su investigacin. *a /onciencia nornot!tica es una funcin del tipo de conocimiento terico que est a su disposicin. +epender mucho, por supuesto, del alcance y calidad de dicho conocimiento. stas dos afirmaciones son las principales conclusiones sacadas de un anlisis, lo ms completo posible, de los diversos estadios en la evolucin de la historiografa. *a primera se refiere a la historia como materia de la investigacin cientfica, y la segunda, a los procedimientos de investigacin usados por quienes la e"ercen, y sus resultados, formulados en premisas especficas. *a primera parte del libro est dedicada al alcance de la metodologa de la historia y los diversos significados de este t!rmino. #emos afirmado aqu que la
metodologa histrica puede ser interpretada de una forma estricta o de una forma amplia. Concebida estrictamente, cubre slo la (ciencia) de la (ciencia de la historia7F, interpretada como una serie de m!todos y una serie de afirmaciones. n una concepcin amplia, cubre adems consideraciones generales sobre la materia de la investigacin histrica. ste libro prefiere la segunda y ms amplia concepcin. *a segunda parte saca a colacin las principales lneas generales de la evolucin de las consideraciones sobre la historia y la literatura histrica. -e toman en cuenta varios tipos de opiniones2 pragmtiCa- crticas, eruditasD gen!ticas, estructurales, lgicas y dial!cticas. Cada tipo se concentra sobre aspectos particulares de la investigacin histrica. *os tipos lgico y dial!ctico van estrechamente unidos a la materia del libro. l tipo dial!ctico, se afirma aq<, se refiere a la comprensin del proceso histrico, mientras que el tipo lgico proporciona instrumentos formales para un anlisis metacientifico, por medio de la descripcin del traba"o investigador de los historiadores y de la estructura metodolgica de la historiografa. *a demanda de que la observacin y la teora no pueden distinguirse da lugar al concepto del conocimiento que no est puramente basado en fuentes Cuna idea nueva para los historiadores tradicionales, con su e3cesiva consideracin hacia las fuentesC. l conocimiento no basado en fuentes es tratado en la tercera parte, que sobre todo aporta comentarios sobre la materia de la investigacin histrica. *as conclusiones en ese campo, llamado a veces la filosofa de la historia, son consideradas aqu como el elemento ms imprtante del conocimiento no basado en fuentes, requerido en la investigacin histrica. +e aqu el estudio, en esta seccin del libro, de (qu!) es el (hecho) histrico. *as partes cuarta y quinta se enfrentan con el procedimiento de reconstruir el proceso histrico, un procedimiento en el que el historiador recurre al conocimiento basado y no basado en fuentes. Aqu se anali$an la teora de las fuentes histricas, el estudio de su fiabilidad y autenticidad, los m!todos de restablecer hechos histricos y los problemas de la e3plicacin y la sntesis. *a se3ta parte, la ,ltima, se ocupa de un anlisis de la estructura metodolgica de la ciencia histrica. -e ha intentado dar un principio de respuesta a la vie"a cuestin de la naturale$a idiogrfica de la ciencia histrica, esto fue debido, sobre todo, a la contribucin de A. ;aleGsHi, que demostr una habilidad e3cepcional para el anlisis metodolgico de datos histricos. n mi opinin, este libro se queda corto, en parte, porque no es posible para un solo autor combinar satisfactoriamente la competencia como metodologista con l de un historiador profesional, la competencia en dos disciplinas que se estn desarrollando ahora tan turbulentamente. -oy consciente, adems, de que mi competencia debe de quedar cada ve$ ms re$agada ante los ,ltimos avances en la ciencia. Cuando, a pesar de tales dificultades, decid llevar adelante la tarea de escribir un esbo$o de la metodologa de la historia, saba que poda confiar en la
benevolencia de mucha gente que me ha ayudado a lo largo de mi traba"o. sto se refiere, especialmente, a la ayuda en una formulacin de ideas ms rigurosa. *a ayuda de I. 8iedymin, empe$ando por el primer esbo$o del libro, fue de particular importancia. ;e refiero no slo a sus recientes estudios sobre la metodologa de las ciencias sociales 6en particular la metodologa de las preguntas y respuestas y de los anlisis histricos, a la que me he acercado muchas veces7, sino tambi!n a su generoso asesoramiento personal y a la resea de este libro que escribi para el editor. +oy mi reconocimiento a &. JaGad$Hi por las discusiones sobre todos los captulos del libro. ;e ayud especialmente para l reconstruccin de las afirmaciones metodolgicas de los historiadores antiguos. &ambi!n me proporcionaron libros y comentarios &. >o$anecHi y otros colegas. stoy en deuda con la seccin de %o$nan de la -ociedad :ilosfica %olaca, donde se discutieron varias de las cuestiones que aqu tratamos. Kuisiera dar las gracias, especialmente, a los profesores 8. *abuda y el difunto ;. #. -ere"sHi, que fueron tan amables de leer el manuscrito y ofrecieron su precioso tiempo para hacer sus comentarios. Aunque menciono a todos estos estudiosos y su benevolencia, no quiero decir que ellos compartan la responsabilidad de las opiniones mantenidas en este libro. &odas las crticas y ob"eciones deben dirigirse al propio autor. +ebo una e3plicacin final al lector2 0debe ser considerado el autor como un historiador o como un metodologista1 %retendo ser considerado como un historiador que quiere poner en funcionamiento un programa para la integracin de la ciencia. -i soy demasiado atrevido al penetrar en los dominiAs de renombrados e3pertos, que mi deseo de considerar la posible integracin de la ciencia sirva como e3cusa. A lo largo de mi traba"o he avan$ado estimulado por una afirmacin encontrada en una vie"a obra, bien conocida, de Ch. *anglois y Ch. -eignobos2 En ralit., lhistoire est sans doute la discipline o !i est le plus ncessaire "ue #es travailieurs aient une conscience claire de la inthode dont !is se servent$ E *a plena conciencia de este hecho acercar grandemente el estudio de la historia al p,blico y producir una participacin efectiva de la historia, una de las disciplinas ms vie"as pero siempre "oven, en la interpretacin y el cambio del mundo. %o$nan, septiembre de BLMM.
1. Los principales aspectos y ramas de la metodologa de las ciencias La materia de la metodologa general de las ciencias, disciplina a la que se ha llamado a menudo la lgica, la filosofa o la teora de las ciencias, no tiene lneas exactas de demarcacin. Sera tambin intil, como es evidente, buscar una definicin de la
materia de la metodologa de las ciencias en la que estuvieran de acuerdo todas las personas implicadas. Seguramente es m s apropiado indicar la clase de problemas que interesan a la metodologa general de la ciencia, as como los problemas que, en opinin de los cientficos, deberan interesarle. !e este modo podemos llegar a una serie de cuestiones indiscutibles que son especficas de la investigacin metodolgica. Slo a la lu" de este an lisis ser posible sugerir una interpretacin de la metodologa de las ciencias que pueda ser usada en el estudio de los problemas metodolgicos de la historia. #lobalmente, no ha$ ninguna controversia sobre el hecho de que la metodologa general de las ciencias abarca dos clases de inters% 1. &nters en las operaciones cognoscitivas usadas en la investigacin cientfica. '. &nters en los resultados de dichas operaciones cognoscitivas. La primera de estas dos ramas de la metodologa se refiere a la ciencia entendida como un proceso cognoscitivo que, en ltimo an lisis, consiste en la formulacin $ comprobacin de teoremas, mientras que la segunda se refiere a la ciencia entendida como el producto de ese proceso cognoscitivo (o sea, en ltimo an lisis, una serie de teoremas o, en otras palabras, una serie de afirmaciones). *n la terminologa sugerida por +. ,-ctu.ie/ic", la rama de la metodologa cu$o tema es la ciencia como oficio de los estudiosos, es decir, la ciencia como actividad, por tanto, el primer tipo citado m s arriba, se llama metodologa pragm tica, mientras que el estudio de la ciencia, concebida no como el oficio de los estudiosos, sino como el producto de sus operaciones cognoscitivas, es llamada metodologa apragm tica . 0a$ que advertir, adem s, que tanto las operaciones cognoscitivas como los productos de dichas operaciones pueden ser estudiados de dos maneras, que Sirven como base para separar1 no dos ramas de la metodologa, sino dos formas de la investigacin metodolgica dentro de esas ramas. !esde este 2unto de vista podemos hablar de% La metodologa descriptiva se reduce a una descripcin de las operaciones cognoscitivas $ sus productos, mientras que la metodologa normativa se esfuer"a por registrar las reglas que rigen los procesos cientficos racionales $ por indicar el grado de desarrollo de una disciplinadada. 3ormalmente, las definiciones corrientes de la metodologa de las ciencias hacen hincapi de varias formas en sus interpretaciones pragm ticas o apragm ticas, descriptivas o normativas. *n la pr ctica investigadora, muchas veces, estos puntos de vista est n unidos. !ebemos mencionar otra divisin interna de la metodologa, que tambin es esencial para nuestras consideraciones, en concreto, la distincin entre la metodologa general de las ciencias $ las metodologas especiali"adas de las diversas disciplinas. *stas ltimas pueden interpretarse de un modo estricto o amplio. 2or e-emplo, podemos tomar, como un e-emplo de metodologa especiali"ada, la metodologa de todas las disciplinas no formali"adas (es decir, las ciencias naturales $ sociales), o la metodologa de las ciencias sociales aisladas, o la metodologa de las ciencias histricas, o, finalmente, las metodologas de las diversas disciplinas histricas . La mtodologa general puede ser considerada como un an lisis de las operaciones cognoscitivas $ como un an lisis de los productos de dichas operaciones . '. La metodologa de las ciencias y la semitica 4uando reflexionamos sobre la materia de la metodologa de las ciencias $, por tanto, tambin, de la metodologa de la historia, nos encontramos a cada paso con el concepto de semitica (o 5sem ntica6, en el m s amplio sentido del trmino), que a veces se
identifica con el terreno de inters de la metodologa de las ciencias. !e aqu viene la cuestin de la relacin entre la metodologa de las ciencias $ la semitica, en particular el papel de esta ltima en la investigacin en el campo de la metodologa de las ciencias, tanto general como especiali"ada. La materia de la semitica (cu$o patrocinador es 7. Loc.e8 $ cu$o fundador es 4h. 9orris 6) consiste en todos los signos, o, para decirlo con m s precisin, todos aquellos procesos en los que algo funciona como signo. 9uchas veces, la semitica se interpreta como la ciencia general de los signos, la ciencia general de los signos $ los lengua-es o la teora general de los signos . *l concepto de signo est limitado al conocimiento especfico. 2 :na distincin estricta entre estos aspectos la hace 7. #ied$min, que habla de metodologa descriptiva (el estudio del lengua-e de la ciencia $ las operaciones reali"adas en la investigacin) $ de metodologa normativa (la serie de reglas $ teoremas que rigen los procedimientos de investigacin), $ de dos significados de la palabra metodologa, desde ese punto de vista. (;er su 50ipote"$, metodologia opiso/a, /$-asnianie6 (0iptesis, metodologa descriptiva, explicacin), en Kwartalnik Historyczny, nm. <=1>?', p g. >1>, $ Problemy, Zalozenia, Rozstrzigniecia (2roblemas, supuestos, decisiones), 2o"nan, 1>?<, p gs. 1@ $ l@@. 1. Loc.e, An Essay on H man !nderstanding, vol. &&, cap. A&, lib. &;. 6 4h. 9orris, 5Boundations of the Cheor$ of Signs6, en "nternational Enc#clopaedia o$ !ni$ied %cience, vol. 1, nm. '=1>DE1 %igas, Lang age and &e'a#io r, 3ueva For., 1><?. *n relacin con esto, tnganse en cuenta las obras escogidas de +. ,-da.ie/ic", uno de los fundadores de la metodologa de las ciencias, (ezyk i poznaaie (Lengua-e $ conocimiento), vol. 1, ;arsovia, 1>?G, vol. C&, ;arsovia, 1>?8. 2ara los no especialistas ha$ una exposicin divulgativa de los PrinCipios de la semitica por 0. Stonert, (ezyk i na ka (Lengua-e $ ciencia), ;arsovia, 1>?<. 4ualquier ob-eto (o estado de cosas) es un signo relativo a un 4uerpo especfico de conocimiento, si se usa o produce de un modo regular $ si este uso o produccin de l puede ser reconstruido racionalmente desde el punto de vista de los propsitos de comunicacin dentro de ese cuerpo especfico de donocimientos6. !entro de la semitica, concerniente a todos los signos, tenemos la semitica lgica, interesada por un determinado tipo de signos solamente, en concreto por el lengua-e, que podemos restringir incluso al estudio del lengua-e de las ciencias. *n la semitica, el estudio del lengua-e, cientfico es, al menos tericamente, bastante amplio, puesto que la semitica est dividida en tres ramas% a) Sintaxis, que es la teora de las propiedades formales de las expre siones lingHsticas $ se ocupa de las relaciones entre las expresiones lingHsticas. b) Sem ntica (en el sentido m s estricto del trmino), que se ocupa de las relaciones entre las expresiones lingHsticas $ el campo (es decir, ob-etos $=o estados de cosas) que estas expresiones describen. c) 2ragm tica, que se ocupa de las relaciones entre el lengua-e $ los usuarios del lengua-e (o sea, entre los hombres $ el lengua-e que usan). !e este modo, la semitica tiene un doble contacto con la realidad% de una parte, por medio de contactos con el ob-eto estudiado, $ de otra, con el investigador. *sto puede ser esquemati"ado como sigue%
4omo puede verse, la sintaxis Ique fue una ve" el terreno de las esperan"as ilusorias acariciadas por los positivistas lgicos es la nica que limita sus intereses a un an lisis lgico del lengua-e de la ciencia. Si la metodologa de las ciencias se limitara a esto, quedara eliminada su verdadera materia, que debe tener en cuenta el ob-etivo b sico de la ciencia% la descripcin $ la explicacin de los hechos (en lo que se refiere a la ciencia como oficio de los cientficos). , esta conclusin llegaron incluso los positiJ;istas lgicos, que se ocuparon cada ve" m s de investigaciones extralin E7. #ied$rnin $ D. +mita, *yklady " logiki $ormalne+, teorii konz ni+ac+i Z nsetodologi+ na k (4onferencias sobre lgica formal, teora de la comunicacin F metodologa de las ciencias), 2o"nan, 1>?8, p g. 18. *n su definicin modificada del signo, +mita prescinde de la condicin de regularidad en la comunicacin por una accin cultural determinada o un producto cultural de un estado de cKsas especfico. 4fr. su *yklady z logiki metodologli na k (4onferencias sobre logica formal $ metodologa de las ciencias gHsticas 1G, lo cual, como es bien sabido@ ha dado lugar al desmembramiento de aquel grupo que una ve" estuvo estrechamente unido. , pesar de la importancia de los estudios en el campo de la sintaxis, los an lisis metodolgicos extraen mucho m s de las investigaciones sem nticas, que se ocupan de la relacin entre el ob-eto de estudio $ el lengua-e de la ciencia 11L *sto significa una relacin entre dos terrenos% ob-etivo $ lingHstico. 4uando lo anali"amos no podemos evitar el tener en cuenta las caractersticas de estos dos campos. *sta es la ra"n de que las diversas corrientes en la investigacin ontolgica, que se ocupan de las propiedades de la realidad, tengan estrechos la"os con la sem ntica. Cal duda no existe respecto a la investigacin sint ctica, que forma parte indiscutible de la semitica. !entro de los an lisis estrictamente sem nticos, es decir, aquellos que se ocupan de las relaciones entre el mundo de los ob-etos $ estados de cosas, por un lado, $ los nombres $ afirmaciones, por otro, los conceptos b sicos son los de denotacin, representacin, designacin, metalengua-e $ verdad, $ tambin los conceptos correspondientes de campo, isomorfismo $ modelo. hora bien, stos componen las categoras fundamentales de la metodologa %le las ciencias, sin las cuales, pr cticamente, no se puede imaginar la investigacin metodolgica. *sto ha$ que aplicarlo tanto a la metodologa general % como a las especiali"adas. 2uesto que estos conceptos ser n tiles en la iscusin de los problemas metodolgicos de la investigacin histrica, merece la pena anali"arlos brevemente ahora para facilitar las consideraciones posteriores. La denotacin significa referir los nombres, predicados $ otras categoras sint cticas a ob-etos $ estados de cosas. ,s, por e-emplo, el trmino (nombre) 5La corte de Luis A&;6 denota una serie definida de ob-etos (en este aso, un colectivo1 ver m s aba-o)1 el trmino 5gente polaca6 denota otra serie (en este caso, una distributiva1 ver m s aba-o), $ el nombre 5Stefan Mator$6, un determinado re$ de 2olonia, es decir, un ob-eto individual. 2or tanto, estos trminos (nombres) tienen sus denotaciones. Los predicados, ) sea, las expresiones del tipo 5es largo6, 5vino6, etctera, que al lado de os nombres, interpretados como trminos singulares, forman la parte m s .mportante en la sintaxis lgica, tienen tambin sus denotaciones, concretamente series (en el caso de predicados con un tema cada uno), $ las relacioes de dos o m s miembros (en el caso de predicados de dos o m s temas %ada uno) 1' La representacin se aplica a las variables, se decir, a ciertos smbolos como x) que sustitu$en a todos los elementos de la serie, segn los cuales lucta una variable dada, sin indicar a qu elemento sustitu$e. 2or e-emplo, n la oracin 5Si x fuera un noble, entonces x tendra privilegios especficos6,
1G ;er N. 4arnap, 5Che 9ethodological 4haracter of Cheoretical 4oncepts6, n ,innesota %t dies in t'e P'ilosop'y o$ %cience, vol. 1, 9inneapolis, 1>8?. 11 Su desarrollo est relacionado con el nombre del lgico polaco ,. Cars.i. Oer su documento 5Che *stablishment of Scientific Semantics6, en Logic, %enantics, ,etamat'ematics (!ocumentos de ,. Cars.i, 1>'D a 1>DE), Kxford, 1>8?. 1' :na afirmacin con un predicado de un argumento% 53apolen muri n 1E'161 una afirmacin con un predicado de dos argumentos% 5Pellington lerrot a 3apolen.6 Las categoras sint cticas las trata de forma divulgativa 1. Stonert (ver nota @ m s arriba). 3o incluiremos la 4uestin de las funciones em nticas (denotativas) de los smbolos, variables, nexos oracionales, cuantiicadores, etc., $a que esto no afecta al problema que ahora tratamos. 2or sumesto, tambin los smbolos de funcin tienen su denotacin. la variable x no se refiere a ningn ob-eto en el sentido de denotarlo, sino que representa ob-etos dados. Las variables no aparecen frecuentemente en la narracin. La designacin se aplica slo a los nombres interpretados como trminos singulares. *n el caso de los nombres individuales, la denotacin de un nombre es una serie de un elemento, $ ese nico elemento es el designado del nombre en cuestin (por e-emplo, 5&saac 3e/ton6). *sto es distinto en el caso de los nombres generales (o sea, trminos que tienen m s de un designado cada uno, como 5emba-ador6), $ los nombres vacos (es decir, equellos que no tienen designado $ cu$as denotaciones son series vacas% 4clope6, 2egaso6, etctera) Ktros conceptos sem nticos fundamentales est n unidos a la distincin, mu$ importante desde el punto de vista metodolgico $ que se remonta a #. Brege $ !. 0ilbert, entre lengua-e ob-eto $ metalengua-e. *l lengua-e ob-eto es el lengua-e en el. que se describen los ob-etos $ estados de cosas investigados en un caso concreto 14, mientras que el metalengua-e es simplemente un lengua-e que sirve para hablar sobre el lengua-e ob-eto. Si decimos que 5la falta de un gobierno fuerte fue una de las causas de la particin de 2olonia6, usamos un lengua-e ob-eto, $ cuando decimos que 5la afirmacin de Mobr"$ns.i (historiador polaco, 1E<>Q1>D8), de que la falta de un gobierno fuerte fue una de las causas de la particin de 2olonia, es correcta6, entonces usamos un metalengua-e. *l metalengua-e (un lengua-e de orden secundario), por tanto, consiste en afirmaciones sobre otras afirmaciones1 el metaQmetalengua-e (un lengua-e de orden terciario), entonces, consiste en afirmaciones sobre otras afirmaciones que a su ve" se refieren a otras afirmaciones. Se puede ver f cilmente que los conceptos de verdad $ falsedad ataRen al metalengua-e, puesto que afirman algo sobre expresiones formuladas en un lengua-e ob-eto. 2ara explicarlos tenemos que recurrir a los conceptos de dominio $ modelo sem ntico. *l concepto de dominio hace posible definir Ien metalengua-eI la materia de la investigacin. :n dominio puede estar representado simblb camente por (el par ordenado) :, 4, donde : (denominado el universo del discurso) sustitu$e a una serie no vaca de individuos $ 4 representa lo dis. tintivo de ese universo, o sea, las subseries de :, las relaciones entre los elementos de : $ los individuos particulari"ados especficamente en : 18 *ste simbolismo es lo bastante general como para abarcar cualquier dominio, inclu$endo, por e-emplo, el terreno de la investigacin histrica (que, en lengua-e ob-eto, puede ser definido como la totalidad de los hechos pasados). *s obvio que en un lengua-e dado podemos hablar sobre un terreno dado Si, $ slo si, ha$ una relacin de isomorfismo (correspondencia) entre ese lengua-e $ ese terreno, es decir, si ese terreno puede ser descrito en ese lengua-e. *sta afirmacin es de enorme importancia en los an lisis metodolgicos.
La definicin sem ntica de la verdad es una formulacin m s rigurosa de lo que se ha llamado la definicin cl sica de la verdad1 esta ltima dice que una afirmacin es cierta si est de acuerdo con la realidad. La definicin sem ntica de la verdad, adem s, se restringe a un lengua-e $ un terreno dados. :na misma inscripcicn (secuencia de smbolos escritos) puede ser una afirmacin (expresin correctamente formada) en un lengua-e, pero no en otro. !el mismo modo, una misma afirmacin en un lengua-e dado puede ser cierta en un terreno (es decir, para una interpretacin especfica de aquehas constantes extralgicas que aparecen en esa afirmacin) $ falsa en otro (es decir, para otra interpretacin de las constantes extralgicas que aparecen en esa afirmacin). Las afirmaciones slo pueden ser verdaderas o falsas, lo que significa que las afirmaciones slo pueden tener uno de los dos valores lgicos% la verdad $ la falsedad. Ktra cuestin es que, muchas veces, nuestra ignorancia nos impide decidir cu l es el valor de una afirmacin dada. 4ada afirmacin, en un lengua-e ob-eto dado, tiene un correspondiente metalingHstico que asegura que lo que dice la afirmacin en el lengua-e ob-eto es v lido en un terreno dado. Se puede decir que una afirmacin en un lengua-e ob-eto determinado es verdadera en un terreno concreto si, $ slo si, su correspondiente metalingHstico es verdadero (es decir, si, $ slo si, ha$ una correspondencia entre las dos afirmaciones). Cambin ha$ que mencionar que las llamadas tautologas son afirmaciones que son ciertas en cualquier terreno, $ las llamadas afirmaciones contradictorias son afirmaciones que son falsas en cualquier terreno. *l concepto de modelo va unido al de la verdad de una afirmacin o serie de afirmaciones. 4ualquier terreno en el que una afirmacin dada es verdadera es un modelo sem ntico de esa afirmacin. 2or tanto, una tautologa tiene un modelo en todos los terrenos, $ una afirmacin contradictoria no tiene ningn modelo. :n terreno en el que los axiomas de una teora determinada son verdaderos es un modelo de esa teora. Se puede ver f cilmente que en la ciencia nos interesan aquellos terrenos que son modelos de las diversas disciplinas (considerando una disciplina como una serie de afirmaciones sobre ob-etos especficos) 17, puesto que las ciencias se basan sobre afirmaciones verdaderas $ no sobre las contradictorias. 4omo puede verse, las reflexiones sem nticas se refieren a cuestiones que son de inters vital para la metodologa de las ciencias, al margen de si esa metodologa investiga operaciones cognoscitivas o los resultados de dichas operaciones. La pragm tica, que es la tercera rama de la semitica, estudia las relaciones entre los seres humanos $ sus lengua-es, $, por tanto, de algn modo, entra en los lmites de la psicologa. 0asta el momento, esa rama de la semitica no tiene todava su propia teora. Sin embargo, puede decirse que la pragm tica se interesa por los -uicios como correspondientes mentales de las afirmaciones hechas 18, :na afirmacin, una ve" hecha, adem s de indicar una expresin lleva una carga mental que se refiere a la actitud del hablante hacia su afirmacin, una carga que merece ser anali"ada. *sta carga es de gran inters para la metodologa de las ciencias, en particular las metodologas de aquellas disciplinas que, como la historia, hacen uso, en sus investigaciones, de afirmaciones hechas por otros. 0a$ que saber cu l es la actitud del hablante hacia la afirmacin que ha hecho. *sto se debe a que en la ciencia incluimos aquellas afirmaciones que aceptamos como ciertas, $ los fundamentos sobre los que las aceptamos como tales pueden ser de diversas clases% puede ser nuestra creencia incondicional en la verdad de una afirmacin dada, o la aceptacin de una afirmacin concreta en ra"n de nuestra aceptacin de otras afirmaciones. *s nicamente en el proceso de su verificacin donde las afirmaciones presumiblemente ciertas se convierten en afirmaciones admitidas corno ciertas. *l an lisis de los llamados cdigos psicolgicos es mu$ importante en el estudio de los procedimientos de investigacin $
sus resultados. 2ara resumir, se puede decir que la semitica (que utili"a varias disciplinas, sobre todo la lgica) est estrechamente conectada con la metodologa de las ciencias, tanto en el aspecto pragm tico como apragm tico de esta ltima. Si se interpreta mu$ ampliamente la metodologa de las ciencias, se puede afirmar que la semitica es un componente de la metodologa. *sta es, por e-emplo, la opinin de #. +laus, tal como la formula en su %erniotik nd Erkenntnist'eorie (1>?'). 2ero puede decirse tambin que en la metodologa utili"amos los logros de la semitica. Ktra cuestin es que los semiticos (corno 9orris) solan esperar que los problemas del lengua-e cientfico podran ser completamente resueltos por una disciplina separada, que ellos aseguraban haber aislado $ que iba a permanecer como estaba, fuera de la investigacin cientfica. 2ero, como bien seRal L. #e$monat, un an lisis de los lengua-es usados en la ciencia, $a que es el foco de inters de la semitica, debera ir unido al estudio de la historia de las ciencias. 5!eberamos insistir IescribiI sobre la necesidad de la"os estrechos entre el an lisis de los lengua-es cientficos $ el estudio de su historia (...) (puesto que) slo dichos la"os pueden evitar que el an lisis lingHstico se vuelva abstracto $ dogm tico6 *sto har posible, precisamente, formular los la"os de unin entre el leRgua-e usado en una disciplina concreta $ el lengua-e cotidiano, $ por tanto, resolver un problema que es de vital importancia para las reflexiones metodolgicas, tambin en el caso de la historia, que, adem s, globalmente, usa un lengua-e cotidiano. D. La metodologa de las ciencias y la 'istoria de la ciencia 3o puede dudarse de la importancia del estudio de la historia de la ciencia para los an lisis metodolgicos, incluso aunque las opiniones de los estudiosos no son las mismas. !ichos an lisis adquieren, de ese modo, un 2unto de vista no formal que toma en consideracin el desarrollo especfico de cada disciplina. 4omo se sabe, la historia de la ciencia puede tocar varios temas $ puede. ser e-ercida de varias maneras. 2odernos ocuparnos de la historia de los conflictos entre las opiniones de los estudiosos sobre una determinada cuestin (por e-emplo, la historia de la controversia sobre las causas de la cada del &mperio Nomano) $ de la historia de los modos en que se ha investigado un campo concreto. La metodologa general se interesa, sobre todo, por este ltimo aspecto del estudio de la historia de la ciencia. La historia de la ciencia en el primer sentido (llammosla ob-etiva) se e-erce m s bien como parte de una disciplina dada. 2or e-emplo, la historia de la historiografa (si no se interpreta como la historia de los mtodos de investigacin) es tratada como una rama de la investigacin histrica, conectada con la historia en el sentido estricto del trmino1 del mismo modo, la historia de la qumica se considera como una rama de la qumica, etc. 2ara la metodologa general, una investigacin as (sobre los avances reales en una disciplina concreta) es de importancia secundaria. 2ero puede ser discutible si la historia de la ciencia en el segundo aspecto (llammoslo metodolgico), r pidamente desarrollada, e interpretada como un estudio de los cambios en los mtodos $=o maneras 20 de investigar los campos de las diversas disciplinas, est o no est dentro de la esfera de la metodologa de las ciencias. Si interpretamos la metodologa de las ciencias de un modo amplio, entonces tenemos que incluir dichas reflexiones en su mbito1 si decidimos interpretarla en un sentido m s estricto, tenemos que decir que la metodologa de las ciencias se e-erce, o puede e-ercerse, confiando, entre otras cosas, en la historia de la ciencia. 2arece que cuanto m s especiali"ada es la metodologa en cuestin, m s importante es la investigacin sobre la historia de la ciencia en cuestin para los diversos an lisis metodolgicos. Sera difcil, por e-emplo, imaginar el estudio de la metodologa de la historia sin una investigacin sobre la
historia de dicha disciplina. ,dem s, en estos casos, son m s necesarios los la"os de unin con el primero de los dos aspectos destacados m s arriba. -. La metodologa de las ciencias y la teora del + ego y de la decisin La semitica $ la lgica matem tica, por un lado, $ la historia de la ciencia en su aspecto metodolgico, por otro, son Ide acuerdo con el punto de vista ele cada unoI o componentes de la metodologa general de las ciencias o disciplinas sobre las que se basa la investigacin metodolgica. Lo mismo se puede aplicar a la teora de la decisin $ la teora del -uego 21 La investigacin cientfica puede considerarse como una clase de comportamiento racional (que es un tipo ideal de comportamiento orientado a una mcta especfica), $ los procedimientos de investigacin, por tanto, pueden ser examinados desde ese punto de vista. La metodologa de las ciencias puede quedar satisfecha ($ esto es lo que ocurre con la versin descriptiva) con simples descripciones de cmo llevan a cabo los cientficos las operaciones de investigacin, sin examinar la efectividad de las decisiones que hacen o, para usar el lengua-e de la teora del -uego, la eficacia de las estrategias que eligen. 2ero podemos ir m s le-os ($ esto es lo que ocurre cuando nos refermos a la versin normativa) e intentar encontrar las reglas ocultas por las que se guan los cientficos cuando intentan alcan"ar sus ob-etivos cognoscitivos, $ a partir de aqu, en lo posible, definir la me-or estrategia para cada ope'G *n relacin con esto, tngase en cuenta la definicin del mtodo dada racin investigadora. 4uando los problemas de decisin est n incluidos en las reflexiones metodolgicas, estas ltimas se trasladan del nivel de la des. cripcin al de la explicacin $ la %afirmacin. ,l mismo tiempoS el an lisis metodolgico se coloca m s cerca de la cuestin valorativa, lo que a su ve" acaba sacando a relucir sus la"os con disciplinas como la axiologa, la teora de la moral $ la sociologa de la ciencia. Codas stas est n tambin estrecha. mente conectadas con la metodologa de las ciencias, 4ada una de ellas tiene ramificaciones m s amplias, lo cual, por otra parte, es bastante natural en el terreno de la ciencia. 4iertos conceptos surgidos de la teora de la decisin $ la teora del -uego est n introducidos m s tarde, en conexin con an lisis m s especiali"pdos $ relacionados directamente con la metodologa de la historia. ,qu merece la pena seRalar su considerable utilidad, precisamente en esa rama de la metodologa, puesto que el historiador se ocupa de las acciones de los seres humanos en el pasado, $ al hacerlo no quiere slo describirlasS sino tambin explicarlas. La teora del -uego puede usarse, por tanto, en dos niveles% puede servir como un instrumento en la investigacin sobre los procedimientos usados por los propios historiadores, pero tambin en la investigacin sobre el comportamiento de aquella gente en la que se interesan los historiadores. 2or tanto, como instrumento metodolgico puede traba-ar de dos maneras. 8. La metodologa de las ciencias y la teora de la in$ormacin *l caso de la teora de la informacin, en lo que respecta a sus la"os de unin con la metodologa de las ciencias, se parece al de la semitica. 2uesto que, como escribe D. #ied$min, 5resolvemos los problemas cognoscitivos con la adquisicin $ el an lisis de unidades de informacin, el concepto de informacin $ el de informanteS especialmente el observador $ su fiabilidad, debe incluirse entre los conceptos metodolgicos fundamentales, -unto a aquellos que se usan tradicionalmente6 22 3o hace falta subra$ar que estas cuestiones son de importancia primordial para la historia, una ciencia en la que, como hemos dicho antes, se utili"an los resultados de las observaciones reali"adas por otros. Si decidimos interpretar la metodologa en un Sentido amplio, la
teora de la informacin puede incluirse como parte de ella1 tambin podemos afirmar que en la metodologa de las ciencias la investigacin se reali"a, adem s, sobre la base de categoras que son especficas de la teora de la informacin. La teora de la informacin ha proporcionado a la metodologa de las ciencias numerosos conceptos sin los cuales las investigaciones metodolgicas apenas podran imaginarse actualmente 23, 7unto a los conceptos de informacin e informante, mencionados m s arriba, tenemos que en numerar lugar, los de mensa-e, cdigo, canal $ entropa. Se hace una distincin entre informacin selectiva e informacin sem ntica. La informacin selectiva puede transmitirSe por smbolos no sem nticos, mientras que la informacin sem ntica slo puede transmitirSe por medio de afirmaciones verdaderas o falsas. 7. #ied$rnin sugiere la siguiente definicin de informacin% 52or informacin, en general, entendemos una reduccin de variedad, esto es, una restriccin de una serie (universo) de posibilidades de acuerdo con ciertos criterios, $ con informacin sem ntica querernos decir una reduccin de la variedad que es la serie de valoraciones (interpretaciones binarias) de afirmaciones en una serie especfica6 '< *l concepto de informacin no coincide con el signo, al estar este ltimo mu$ restringido por varias condiciones. !e este modo, la teora de la informacin ha abierto, en muchos an lisis, puntos de vista cercanos a la semitica. :na unidad de informacin preparada para llegar (a travs del canal) al receptor se llama mensa-e. *sta preparacin significa una codificacin. Si un mensa-e (unidad de informacin) se va a recibir, debe ser descifrado, es decir, el receptor debe conocer el cdigo. *n trminos m s generales, un cdigo es una funcin que asigna un contenido definido a un mensa-e concreto *n el caso de la informacin sem ntica, el cdigo b sico es el cdigo lingHstico, es decir, un lengua-e comprendido tanto por el emisor como por el receptor. *n la ciencia usamos un cdigo que podra &larnarse cdigo lingHstico ob-etivo, pero tambin nos interesarnos por lo que podra llamarse un cdigo lingHstico psicolgico $ un cdigo metafrico, e incluso tenemos ra"n al acentuar el papel creativo de este ltimo. *l cdigo escrito va unido al cdigo lingHstico. *l canal de informacin es aquel a travs del cual pasa un mensa-e del emisor al receptor (por e-emplo, el papel en el caso de la escritura ordinaria, el aire en el caso del habla). La entropa es la medida del desorden, la indefinicin, el caos. 2or tanto, la informacin reduce la entropa. La cantidad de informacin recibida equivale a la diferencia entre la entropa de un sistema dado antes $ despus de recibir dicha informacin. '< #ied$min, cit., p gs. 'GQ'1. *sta es su explicacin del concepto de rnformacion semantica. 2ara poder hablar de tal informacin necesitarnos los siguientes datos% a) :na serie F de afirmaciones (falsas o verdaderas). b) :na serie $ de las combinaciones posibles de los valores lgicos% verdad (designada por 516) $ falsedad (designada por 5GSJ) atribuidos a las diversas afirmaciones (esta es la serie de valoraciones, es decir, el campo de no certe"a). c) :na subserie / 0y) de 1, que reduce la variedad de casos $ se designa segn criterios especificos. , menudo se dice que la metodologa de las ciencias (sin embargo, aqu el acento no est puesto sobre las metodologas especiali"adas) forma parte de la teora del conocimiento (gnoseologa, epistemologa). *sta opinin tiene un buen apo$o% el conocimiento cientfico es simplemente una variante del conocimiento humano en general, $ los problemas fundamentales del conocimiento cientfico pueden resolverse solamente sobre la base de los resultados de las reflexiones gnoseolgicas generales. *s cierto que la semitica $ la teora de la informacin se ocupan de las relaciones entre los
hechos $ lo que se afirma sobre ellos, pero no anali"an el proceso que tiene lugar entre los hechos $ el hombre que adquiere el conocimiento de ellos, es decir, de qu modo llega el hombre a conocer el mundo que le rodea. *stas disciplinas se interesan por el grado de acuerdo entre una afirmacin $ la conviccin del hablante, $ el grado de acuerdo entre el mensa-e enviado $ el mensa-e recibido . Si pretndemos anali"ar a fondo estas operaciones cog Qnoscitiva que aparecen en la labor investigadora, tenemos que referirnos a la epistemologa. !el mismo modo, cuando anali"amos el conocimiento cientfico como efecto del aprendi"a-e cientfico ha$ que recurrir a las reflexiones gnoseolgicas generales sobre el conocimiento humano. La opinin de que la metodologa de las ciencias tiene la"os de unin mu$ fuertes con la epistemologa, o de que basa su investigacin sobre los logros de esta ltima disciplina, est bien fundamentada. Cambin podra decirse que la metodologa de las ciencias, en su interpretacin m s amplia, inclu$e parte de los an lisis gnoseolgicos. 2. La metodologa de las ciencias y las in#estigaciones ontolgicas y psicolgicas Codas las disciplinas tratadas hasta aqu podan considerarse corno partes de las investigaciones metodolgicas generales o como disciplinas sobre las que se basan las investigaciones metodolgicas. *sto era as porque se ocupaban, sobre todo, de los campos de inters indiscutibles de la metodologa de las ciencias% las operaciones cognoscitivas $ sus resultados (ver seccin 1). 2or tanto, cHando el alcance de la metodologa se extenda hasta abarcar dichas disciplinas (semitica, teora de la decisin $ teora del -uego, teora de la informacin, la historia de la ciencia en su aspecto metodol gico, la epistemologa), no iba m s all de esos dos terrenos. 2ero si miramos el esquema modificado, que podramos representar ahora corno sigue% ,firmaciones entonces isos darnos cuenta de que la metodologa de las ciencias ha llegado a abarcar, as, las relaciones Iinvestigadas por diversas disciplinas, no slo por la semiticaI entre el ob-eto de la investigacin $ las afirmaciones sobre l, entre las afirmaciones sobre el ob-eto de la investigacin $ el investigador, $ las afirmaciones como tales (el an lisis lgico del lengua-e), pero las investigaciones sobre el ob-eto de investigacin como tal $ sobre el investigador como tal han sido descuidadas. Las primeras son, la materia de diversas corrientes en el an lisis ontolgico, $ las ltimas, de reflexiones psicolgicas. Surge la cuestin de si se puede postular la inclusin de estos an lisis $ reflexiones en la metodologa de las ciencias, $ hasta qu punto. :na respuesta afirmativa producira la distincin entre% 1) 9etodologa en el sentido estricto del trmino. ') lT<etodologa en el sentido m s amplio del trmino. 2ero al margen de cualquier opinin sobre este punto, es evidente que Icomo se ha subra$ado en relacin con los principios b sicos de la sem ntica (ver m s arriba, seccin ')I, si se quieren obtener resultados apropiados, la investigacin metodolgica es conducida, $ debe serlo, con referencia a la materia de la investigacin, es decir, al campo de una ciencia determinada. *l modo de llevar una investigacin depende en gran medida de nuestra opinin sobre su materia. Las cuestiones m s fundamentales se refieren, primero, a qu clases de ob-etos $ relaciones entre ellos (en otras palabras% categoras ontolgicas, clases de hechos), son designados por los nombres $ otras expresiones que aparecen en un lengua-e concreto (cuando este ltimo se interpreta sem nticarnente, es decir, cuando se asignan ob-etos apropiados a sus trminos). *n segundo lugar, cu l es la naturale"a de dichos ob-etos. Se han hecho esfuer"os para contestar estas preguntas desde el mismo principio de las reflexiones filosficas (por e-emplo, las categoras ontolgicas de ,ristteles), pero los avances a este respe oto han sido hechos recientemente. *n lo que se refiere a la primera
cuestin, el orgullo de la posicin est en la teora de los grupos $ disciplinas nacientes, como la mereologa $ la ciberntica. La teora de los grupos, creada por 4antor '@, ha tenido un enorme impacto en muchas disciplinas en los tiempos modernos. Sus conceptos b sicos son los de grupo $ pertenencia al grupo. La teora de los grupos se ocupa de los llamados grupos distributivos. *l concepto de grupo distributivo se refiere a la totalidad de ob-etos (que son elementos de ese grupo) que tienen una propiedad comn determinada. 2or e-emplo, el grupo 5humanidad6 sustitu$e al grupo 5Los seres humanos que viven en el mundo61 los re$es de 2olonia forman el grupo de los re$es que han reinado alguna ve" en 2olonia1 la gente polaca forma un grupo de un tipo parecido. La naturale"a abstracta de los grupos distributivos debe ser subra$ada. 4ada uno de estos grupos es un ob-eto general, aparte de los ob-etos que forman los elementos de un grupo determinado 'E *n la teora de los grupos se reali"an varias operaciones sobre los grupos, mientras que el concepto de grupo tambin se usa menudo en metodologa. !ichos an lisis $ operaciones han dado lugar a una divisin en subgrupos (partes de grupos), sistemas ordenados (e decir, grupos en los que se guarda un orden determinado de elementos), $ los conceptos de relaciones binarias (grupos de pares ordenados de individuos), relaciones ternarias, etctera. Las categoras ontolgicas de la teora de los grupos son% un individuo, un grupo (distributivo) $ un nmero infinito de relaciones, funciones, etctera, que son grupos de clases especiales. La mereologa se ocupa de los grupos del segundo tipo, es decir, grupos colectivos '> *stos, al contrario que los distributivos, son individuos, en el sentido de la teora de los grupos, $ una suma abstracta de propiedades de ob-etos determinados. Son e-emplos de grupos colectivos% un bosque, la corte de la reina ;ictoria, un montn de piedras (que debe distinguirse de un grupo distributivo de piedras cuando se refiere a piedras 5en general6 $ no a un montn especfico de ellas), etctera. La ciberntica tiene una visin del mundo algo diferente de la teora de los grupos $ de la mereologa. *sta -oven disciplina usa los conceptos de sistema $ de unin como conceptos b sicos de interpretacin ontolgica . ,s como en la teora de la informacin el contenido de la informacin es irrelevante, as en la ciberntica el concepto de sistema est unido a los de elementos de una estructura, nocin $ desarrollo del sistema, conceptos que son de importancia extraordinaria en la investigacin histrica. Sus significados no se tratan aqu, $a que ser n tratados m s tarde, en el curso de an lisis detallados. La teora de los grupos, la mereologa, la ciberntica, al usar trminos como individuo, grupo, relacin, sistema, unin, etctera, caracteri"an el ob-eto de la investigacin cientfica de un modo general. Cambin se consiguen respuestas a las preguntas sobre las caractersticas m s generales de aquellos ob-etos que son campos de investigacin de las diversas disciplinas, por medio de an lisis ontolgicos unidos a la filosofa de la ciencia natural (interpretada amphamente, de modo que l hombre $ la sociedad son considerados tambin como parte de la naturale"a). *stos an lisis abarcan cuestiones como la unidad material del mundo, el proceso ntico (dialctica), el concepto de tiempo $ el de espacio. *stas cuestiones, bien conocidas, no ser n descritas aqu, ni siquiera de manera general, porque ser n tratadas en secciones especiales del libro. *stos temas son de gran importancia en las reflexiones metodolgicas sobre la historia 9ientras puede dudarse si vamos a aceptar incluso algunas consideraciones ontolgicas (formuladas en metalengua-e o en lengua-e ob-eto) como partes de la metodologa general de las ciencias, el caso es distinto cuando se trata de metodologas especiali"adas. *n estas ltimas, cuando nos ocupamos de ciertos grupos de ciencias o de disciplinas individuales, tenemos
mereologa parte de S. Lesnie/s.i (cfr. 1. Slupec.i, 50acia una mereologa generali"ada de Lesnie/s.i61 %t d3a logica, vol. ;&&&, 2o"nan, 1>8E. Sobre la lgica de Lesnie/s.i en general, ver *. 4. Luschei, Los sistemas lgicos de Lesniewsk+ ,msterdam, 1>?'. *n la mereologa de Lesnie/s.-, el nico trmino primitivo especficamente mereolgico es la relacin x $, que se interpreta Si: un ob-eto x es parte (adecuada o no) de un ob-eto $. *l nivel nosiolg-co (metodolgico) est representado por la teora de la informacin con una rama de la ciberntica. La ciberntica fue creada por 3. Piener, /ybernetics 3ueva For., 1><E. ;er tambin P. N. ,shb$, An mirodttctzo 4 to /ybernetics Londres, 1>8E, $ K. Lange, *'oles and Paris (Codos F 2artes), Kxford I;arsovia, 1>?8. *sto se refiere, en particular, a los problemas del tiempo. que admitir que la opinin general sobre la estructura de un campo dado, al formar parte del cuerpo general de cnocimientos del investigador, ba-o cu$a lu" conduce su investigacin, afecta esencialmente al curso de esa investigacin, capacit ndole para distinguir los hechos esenciales de los menos importantes. *sta es la ra"n por la que un an lisis de su opinin sobre la estructura del campo en cuestin debera incluirse hasta cierto punto en las reflexiones metodolgicas. Segn se inclu$an o no estas reflexiones en una metodologa especiali"ada concreta, nos referiremos a una metodologa (especiali"ada) en un sentido m s amplio o m s estricto. *stas conclusiones se aplican, obviamente, a la metodologa de la historia. Sin ese conocimiento ontolgico no sera posible ir m s all de una descripcin ordinaria del pasado. Uueda tratar el problema de la inclusin de las reflexiones psicolgicas en el mbito de la metodologa de las ciencias. Si excluimos, por el momento, la esfera de inters de la semitica pragm tica, esto, obviamente, slo de-a la psicologa de la actividad cientfica Iun campo de gran intersI. Vsta, sin embargo, es una rama indiscutible de la psicologa, pero sus resultados seran de inters para el metodologista que investiga operaciones cognoscitivas (investigadoras) $ el metodologista que investiga los resultados de dichas operaciones. E. /oncl siones 5tiles para las metodologas especializadas Siguiendo nuestras reflexiones sobre la materia de la metodologa de las ciencias, hemos llegado a la conclusin de que, para reali"ar sus principales tareas, es decir, para estudiar las operaciones cognoscitivas $ sus resultados, la metodologa general se aprovecha de los logros de otras disciplinas. ,lgunas se han desarrollado hace poco $ avan"an r pidamente, lo que Iaunque slo sea por esta ra"nI nos permite predecir un progreso considerablemente ma$or en la metodologa. !e acuerdo con nuestros ob-etivos, podemos considerar estas disciplinas, o algunas de ellas, o sostener algunas ramas de ellas, como partes de la metodologa de las ciencias, o podemos considerar que la investigacin metodolgica sobre la ciencia est siendo reali"ada sobre la base de estas disciplinas. La ltima visin corresponde me-or a la pr ctica investigadora actual, *l an lisis precedente da lugar a ciertas conclusiones tiles para las metodologas especiali"adas% el terreno de sus investigaciones (que se parece normalmente al rea de inters de la metodologa general) aparece en sus lneas generales, $ las diferencias en los instrumentos de investfacin se hacen hasta cierto punto manifiesto. *stas divergencias son debidasobre todo, a diferencias en la naturale"a del rea de las distintas disciplinas. 4uando se trata de la metodologa general, ese rea coincide con la realidad
global (en otras palabras, todas las reas posibles o todos los universos posibles). 2ero cuanto m s nos acercamos a las metodologas de las diversas disciplinas (o incluso sus grupos), m s claramente notamos las diferencias entre las reas estudiadas por ellas. 2or e-emplo, la materia de investigacin en la fsica difiere mucho de la materia de investigacin en la historia, incluso aunque pueden ser estudiadas de un modo seme-ante, utili"ando los instrumentos proporcionados por la metodologa general. *sto da origen al problema, que no ha sido resuelto hasta el momento, de hasta qu punto estos instrumentos, llammosles generales, pueden usarse en las metodologas especiali"adas, $ hasta qu punto $ cmo deben a-ustarse a las necesidades de estas ltimas. W0asta qu punto, finalmente, vamos a usar instrumentos que son solamente especficos de una disciplina o grupo de disciplinas concretasX WK qui" s vamos a construirlos de caso en casoX WSon estos instrumentos meras variaciones de los instrumentos generales tratados m s arribaX Se puede decir, de cualquier modo, que en lo que se refiere a metodologas especiali"adas deberamos definir sus respectivos mbitos de inters metodolgico $ los tipos de instrumentos de investigacin usados, con referencia a la metodologa general $ a los an lisis de las diversas reas especiali"adas de investigacin. II La materia de la metodologa de la historia
1. Ramas de la metodologa de la 'istoria *n vista de lo que se ha dicho m s arriba sobre el terreno de la metodologa general de las ciencias $ las conclusiones que resultan de ello para las metodologas especiali"adas, podemos enumerar estos tres campos de inters para la metodologa de la historia% 1) Neflexiones sobre las operaciones cognoscitivas en la investigacin histrica, es decir, sobre la ciencia histrica interpretada como el oficio de los historiadores, ') Neflexiones sobre los resultados de la investigacin, es decir, sobre la ciencia histrica interpretada como una serie de afirmaciones sobre el rea de la investigacin. D) Neflexiones sobre la materia de la investigacin histrica, es decir,, sobre la historia en el sentido de 5los hechos pasados6. Las reflexiones sobre los hechos pasados podran, por supuesto, ser consid eradas como un campo de investigacin tan especiali"ado que no estara -ustificado considerarlas como parte de la metodologa de la historia. *sto, sin embargo, parece ser una cuestin secundaria. 3inguna clasificacin de los intereses comprometidos en la investigacin puede acabar negando la importancia, para la labor metodolgica, de las reflexiones sobre la materia de la investigacin. Si se afirma que el ob-etivo de la ciencia histrica (interpretado desde el punto de vista interno de la propia ciencia) es llegar a afirinaciones verdaderas, entonces tenemos que conocer no slo el mtodo de llegar a dichas afirmaciones, o sea, el medio de formularlas. *sta parte del traba-o la reali"a la primera rama de la metodologa de la historia. 2ero para poder apo$ar estas afirmaciones debemos estar en posicin de confrontarlas con lo que sabemos del terreno de investigacin. 3uestro conocimiento de los hechos, como se ha dicho antes, no va m s all de lo que se ha establecido cientficamente sobre ellos1 en otras palabras, el modo como vemos un ob-eto est formado por nuestro conocimiento de ese ob-eto. 4uando sustentamos una afirmacin (en un terreno dado), ante todo la confrontamos con el conocimiento que tenemos (sobre ese terreno), $ normalmente la recha"amos si nos parece que difiere o contradice ese conocimiento $ si al mismo tiempo no tenemos ra"ones para modificar nuestro conocimiento sobre ese punto. Slo m s tarde tiene
lugar la confrontacin con el comportamiento actual 2or tanto, desde el punto de vista de la metodologa de la historia, el conocimiento de aquello con lo que el historiador confronta sus afirmaciones no es indiferente. *n lo que se refiere a la metodologa interpretada normativamente, decimos que tenemos que esfor"arnos para me-orar en lo posible nuestro conocimiento del ob-eto en cuestin Ies decir, el sistema de referencia con el que comparamos nuestras afirmaciones sobre el ob-eto de estudioI. 2odra decirse metafricamente que el conocimiento del ob-eto de estudio sirve como un espe-o que usamos para refle-ar nuestras afirmaciones1 por tanto, el punto importante es que este espe-o revela todas las distorsiones posibles en la imagen del pasado tal como la reconstruimos. 2uesto que en la pr ctica investigadora la formulacin de las premisas $ su sustentacin est n interconectadas, $ la formulacin relativamente final de una premisa slo tiene lugar despus de los intentos de sustentacin en varios niveles, puede decirse que nuestro conocimiento del ob-eto de estudio -uega un importante papel tambin en el proceso de formulacin de las premisas. 4omo se demostrar m s tarde, esto cuenta para todos los niveles del proceso investigador del historiador. *n la literatura de la materia no ha$ uniformidad en las definiciones de las diversas ramas de estudio que han sido llamadas aqu metodolgicas ni en la totalidad de dicho estudio. La primera de estas ramas, interesada en el estudio de las operaciones cognoscitivas, es (ver, por e-emplo, *. Mernheim) a veces excluida de la metodologa de la historia, mientras que la segunda, interesada en la ciencia interpretada corno una serie de afirmaciones, es llamada frecuentemente metodologa. Las reflexiones sobre el procedimiento de investigacin histrica, incluso comprendiendo los problemas de tcnicas de investigacin (ver, por e-emplo, 9. 0andelsman), $ las investigaciones que resultan de los an lisis llevados a cabo en las dos primeras ramas de la metodologa de la historia, como se ha apuntado arriba, e interesadas en establecer la naturale"a metodolgica de la ciencia histrica $ el lugar de esa disciplina en el sistema de las ciencias, son lo que se considera, la ma$ora de las veces, como metodologa. *l trmino teora de la 'istoria, que encontramos bastante a menudo, vara de significado de un autor a otro. *n su sentido m s amplio se refiere a las reflexiones sobre el lengua-e de la ciencia histrica, -unto con an lisis (pero no interpretados normativamente) de las operaciones de investigacin, $ con la exclusin de todo aquello que podra clasificarse como tcnicas de investigacin. Bue en este sentido en el que el trmino fue usado por 2. #ardiner, cuando dio el ttulo 6'eories o$ History (publicado en 1>8>) a su famosa coleccin de autores que se haban ocupado de las reflexiones sobre la ciencia histrica. Las reflexiones sobre la materia de la investigacin histrica reciben muchas veces la etiqueta de $iloso$a de la 'istoria. La us ;oltaire 1, 0egel, F la usaron otros, en el sentido de las reflexiones sobre los acontecimientos pasados. Su significado est todava evolucionando% quiere decir, como antes, las reflexiones sobre el pasado, pero ha adquirido tambin un mati" derogatorio que indica que tenemos que tratar con las especulaciones no su-etas a control cientfico, principalmente sobre el curso de los acontecimientos futuros. 2ara ale-arse de estas implicaciones, ,. 4. !anto titul su interesante obra An Analytical P'ilosop'y o$ History (edicin inglesa 1>?8), que apunta tambin a las conexiones con la tendencia (o diversas tendencias) de la llamada filosofa analtica. Ktros representantes de esa filosofa, $ tambin muchos autores que est n fuera de esa corriente, usan el trmino $iloso$a de la 'istoria, no n el sentido de reflexiones sobre el curso de los acontecimientos, sino sobre la ciencia histrica,
interpretada como operaciones cognoscitivas $ como sus resultados 2 ,quellos autores que limitan la metodologa de la historia a un cierto tipo de reflexiones solamente, pero cu$as reflexiones, por otr lado, tratan de los problemas de las tcnicas de investigacin, sienten la necesidad de encontrar un trmino general, integrador, para todas sus investigaciones. *n relacin con esto encontramos los trminos 'istrica (usado en su forma polaca por los historiadores polacos 7. Le/elel $ 9. 0andeisman), enciclopedia y metodologa de la 'istoria, introd ccin a la in#estigacin 'istrica (estudios) (4h. Langlois, 4h. Seignobos, L. 0alphen) , etctera. 2ara evitar esta confusin terminolgica sugerimos, aqu, considerar todas las reflexiones sobre las operaciones cognoscitivas $ los resultados de dichas operaciones, $ la materia de la investigacin histrica, como cuestiones de la metodologa de la historia, con los siguientes trminos de traba-o referidos a las diversas reas de dichas reflexiones% 1. 9etodologa pragm tica de la historia. '. 9etodologa apragm tica de la historia. D. 9etodologa ob-etiva de la historia. '. La metodologa pragm8tica de la 'istoria 2ara indicar cu les son las tareas de la metodologa de la historia concebida como un an lisis de las operaciones cognoscitivas reali"adas por los historiadores, acudimos a una definicin de las tareas de la metodologa pragm tica, tomada de un libro de +. ,-du.ie/ic". 4uando menciona el punto de vista descriptivo $ normativo, dice que 5las tres principales tareas de la rama de la metodologa interesada en la ciencia como profesin de los cientficos, es decir, la ciencia como actividad, son% 1) la separacin de los tipos de traba-o llevados a cabo en la tarea investigadora $ el an lisis de dichos tipos de traba-os, llegando a definiciones que expliquen en qu consisten estos traba-os1 ') descripcin (en lneas generales) de los procedimientos de investigacin usados en varias disciplinas1 D) descubrimiento de las metas que persiguen, conscientemente o no, los investigadores en las diversas reas, $ la consiguiente codificacin de los modelos de procedimientos de investigacin correctos6 . ,s, la parte principal de esta clase de consideraciones metodolgicas se refiere a la reconstruccin $ posible valoracin de mtodos (esquemas, principios) de deduccin $ todas las dem s clases de ra"onamientos usados para resolver problemas (contestar preguntas) planteados en la ciencia8. 2 !e un modo bastante caracterstico, la publicacin History and 6'eory tiene un subttulo explicativo% %t dies in "'e P'slosop'y o$ History. 3 Los autores cu$as 5introducciones a la investigacin histrica6 se adaptan a las necesidades de la enseRan"a de la historia, se rigen por consideraciones algo diferentes. Seleccionan los problemas relacionados con las ramas anteriormente indicadas, $ tienen en cuenta los aspectos tcnicos de la investigacin histrica (cfr. P. 9os"c"ens.a, *step do badan 'istorycznyc' (&ntroduccin a la investigacin histrica), ;arsovia, 1>?G, $ la obra de M. 9is.ie/ic" del mismo ttulo 2o"nan, 1>?<Y. *l alcance de tales aproximaciones es discutido. +. ,-du.ie/ic", Lgica pragm8tica, cd. cit., p g. 1EE. *n este sentido, tngase en cuenta la definicin de inferencia que usare mos de ahora en adelante% 5La inferencia es un proceso mental por el cual, apoDE L s tres tareas principales indicadas m s arriba valen plenamente para la historia. *n el caso de las dos primeras tenemos que tratar con un an lisis $ descripcin de las siguientes operaciones (que no en todos los casos necesitan ser tenidas en consideracin)% 1) *leccin del campo de investigacin. ') 2lanteamiento de una cuestin en ese campo.
D) *stablecer las fuentes sobre las que se va a basar el estudio (si la cuestin planteada va a tener respuesta). <) 4rtica (externa e interna) de las fuentes. 8) !escripcin Isiempre selectivaI de lo que ocurri $ de aquello a lo que se refiere la pregunta. ?) *xplicacin (por qu ocurri asX). @) 4onsecucin de premis s tericas. E) Bormulacin sinttica de los resultados (es decir, respuesta a la pregunta dentro del terreno en consideracin). >) ;aloracin de las personas $ los sucesos del pasado. 4uando se llega a la tercera de las tareas de la metodologa pragm tica, tal como las enumera ,-du.ie/ic", los intereses de la ciencia histrica se centran en definir los ob-etivos que guan a los historiadores en su investigacin1 a este respecto, ha$ que darse cuenta de que estos ob-etivos pueden cambiar en el curso de la historia. Masta recordar que no fue siempre el deseo de dibu-ar un autntico cuadro del pasado lo que gui a los historiadores. 4omo sabemos, al principio el ob-etivo principal era proporcionar modelos de conducta. 4uando la persecucin de la verdad se ha hecho patente, ha quedado abierta una pregunta, si el historiador debe describir meramente el pasado 5con fidelidad6 o si va a intentar sacar a relucir las regularidades que gobiernan la vida social. La pregunta consiguiente ha sido% WUu hace l frente a esta alternativaX WLa bsqueda de la verdad impide la funcin did ctica de la historiaX W*l historiador debe valorar las personas $ los sucesosX La consecucin de cada uno de estos ob-etivos requiere modos $ modelos de procedimientos comple-os. *l ob-etivo primario Illegar a afirmaciones ciertasI exige la capacidad de sustentar $ comprobar formalmente las afirmaciones. *sto est unido a un sistema de conceptos de operaciones cognoscitivas especficas, que, ante todo, inclu$e el concepto de comprobacin de una hiptesis. *s obvio que la mcta de una investigacin afecta directamente a la naturale"a del procedimiento cientfico implicado, porque si una persona, por e-emplo, no se impone la tarea de dar ra"n de las regularidades que gobiernan el proceso histrico, entonces no est interesado en llegar a afirmaciones tericas ciertas. F fldonos en una aceptacin m s o menos categrica de las premisas, llegarnos a la aceptacin de la conclusin que anteriormente no acept bamos o acept ba. Onos menos categricamente1 el grado de certe"a de aceptacin de la conclusin es m s alto que el grado de certe"a de aceptacin de las premisas6 La segunda parte, m s aba-o, estar totalmente dedicada a un an lisis histrico de estos ob-etivos $ a un an lisis de los cambios en los procedimientos de investigacin usados por los historiadores, cambios que surgen de las modificaciones de los ob-etivos de la investigacin. Las partes cuarta $ quinta se ocupar n de una reconstruccin (an lisis $ valoracin) de los procedimientos usados de hecho en la investigacin histrica. Los conceptos fundamentales en la metodologa pragm tica de la historia adoptados en este libro inclu$en% 1) observacin1 ') conocimiento basado en las fuentes1 D) conocimiento no basado en las fuentes1 <) fuente histrica1 8) informacin basada $ no basada en las fuentes1 ?) autenticidad de las fuentes1 @) fiabilidad de los informadores1 E) modelo metodolgico (seleccin de hechos)1 >) establecimiento de los hechos1 1G) explicacin1 11) sustentacin $ comprobacin1 1') hiptesis1 1D) aceptacin1 1<) probabilidad1 18) valoracin1 1?) construccin $ sntesis. D. La metodologa apragm8tica de la 'istoria
La metodologa de la historia que se ha llamado aqu apragm tica est estrechamente unida a la pragm tica. La metodologa apragm tica, en nuestro caso, se ocupa de los resultados del traba-o de los historiadores $, por tanto, de anali"ar las afirmaciones que formulan. *s obvio que cuando se investigan los procedimientos cientficos no podemos de-ar de discutir las afirmaciones hechas por los historiadores. 2uesto que, en con-unto, nos ocupamos de estructuras enteras, series o secuencias de afirmaciones de varias clases (afirmaciones de observacin, afirmaciones tericas), que est n lgicamente interconectadas, nos enfrentamos con la tarea de reconstruir un sistema formado por la ciencia histrica1 sta es la ra"n de que estas reflexiones puedan ser llamadas sistem ticoQmetodolgicas. 0asta el momento, la teora de los sistemas deductivos (matem ticamente) es la m s desarrollada en este rea de la ciencia, pero nada nos impide intentar sistemati"ar tambin otras disciplinas. 9ientras que la metodologa pragm tica no puede e-ercerse sin una preocupacin simult nea por las cuestiones que pertenecen a la metodologa apragm tica, podemos imaginarnos la investigacin en este ltimo campo sin referirse a los resultados obtenidos en el primero. La importancia de los an lisis en el campo de la metodologa apragm tica es particularmente visible cuando tratamos de seRalar los rasgos caractersticos de la ciencia histrica (en otras palabras, su estructura metodolgica), para definir su lugar en el sistema de las ciencias. !e este modo podemos establecer los rasgos comunes a varias disciplinas $ as avan"ar en la investigacin sobre la clasificacin de las ciencias. 2or lo que se refiere a la historia, la metodologa apragm tica abarca, sobre todo, las reflexiones sobre las afirmaciones histricas, generali"aciones histricas, afirmaciones $ le$es estrictamente generales $ el concepto de narracin. 2ero, como se ha dicho m s arriba, el papel de los diversos tipos de afirmacioncs cs tambin preocupacin de la metodologa pragm tica. Las reflexiones en el rea de la metodologa apragm tica ser n tratadas en la parte ? del libro. 2ara aplicar Ya metodologa apragm tica de la historia es indispensable, por tanto, adoptar, como se ve, los conceptos de% 1) afirmacin histrica1 ') generali"acin histrica1 D) le$, en el sentido sem ntico del trmino1 <) le$ cientfica1 8) -uicio de valor1 ?) narracin histrica1 @) lengua-e ob-eto $ metalengua-e1 E) verdad1 >) isomorfismo. -. La metodologa ob+eti#a de la 'istoria *l trmino metodologa ob+eti#a de la 'istoria no es qui" el m s afortunado 0metodologa de la 'istoria orientada 'acia la materia sera qui" m s preciso, pero extremadamente tosco), pero se ha adoptado aqu para subra$ar que no hablamos de una transferencia 5ordinaria6 a la metodologa de la historia de aquellas disciplinas que se llaman filosofa de la historia o teora del desarrollo social o ciberntica, o finalmente, aquellas disciplinas que est n relacionadas con la materia de los estudios histricos, sino una reflexin especial sobre esa materia, una reflexin que hace uso de las disciplinas mencionadas m s arriba ($ posiblemente de otras) para los propsitos de la investigacin histrica. 2or el momento, esto es un postulado, pero estara bien que en el futuro tales reflexiones entren en la metodologa de la historia en ma$or escala $ all sean transformadas apropiadamente. *sto hara posible adaptar a las necesidades de la investigacin histrica $ al estudio de dicha investigacin los logros tericos $ metatericos de la ontologa filosfica, la ciberntica e incluso la teora de los grupos, mereologa, $ otras disciplinas, tanto las que existen como las que todava tienen que surgir. La importancia del conocimiento del terreno estudiado, en el curso de Zas
investigaciones histricas conducidas por los historiadores, para la seleccin de los hechos, se ha seRalado m s arriba. Se podra aRadir aqu que, cuando usamos la definicin sem ntica de la verdad, dada m s arriba, no es posible calificar las afirmaciones como verdaderas o falsas sin tener algn conocimiento del rea en cuestin. 4omo se sabe, una premisa p (formulada en lengua-e ob-eto) es verdadera en un terreno 6 si, $ slo si, las cosas son tal como afirma su correspondiente P en el metalengua-e 6 La cuestin que se plantea es qu conocimiento sobre 6 debemos tener para poder hacer intentos de asignar a las premisas los valores lgicos de verdad o falsedad. 4omo es sabido, los terrenos son los modelos para las afirmaciones, series de afirmaciones, o disciplinas enteras. 2ero esos terrenos slo sirven como modelos tales que, en ellos, esas afirmaciones, series de afirmaciones o disciplinas enteras, son verdaderas, es decir, tienen en s mismos sus correspondientes metalingfisticos *l historiador se interesa en cmo caracteri"ar el 4ampo que es modelo de sus afirmaciones1 una respuesta a esta cuestin debe proporcionarla la metodologa ob-etiva ontolgica de la historia. :na pregunta sobre la verdad de ciertas afirmaciones es, por tanto, una pregunta sobre si tienen un modelo, es decir, si ha$ un campo en el que son verdaderas $ si es un campo que sea ob-eto de investigacin (esfera de inters) de la ciencia histrica. *ntonces el conocimiento de ese terreno debe ser Sistemati"ado de forma que sirva a los historiadores. *se conocimiento, adquirido por los diversos historiadores, debe revelar el ma$or nmero posible de modos convergentes de denotacin. ,dem s de posibilitar el uso del conocimiento de la materia (campo) al asignar a las afirmaciones valores lgicos especficos (lo que hace un historiador casi autom ticamente), las reflexiones Sobre la materia de investigacin proporcionan numerosas directrices heursticas, como hacia la cuestin cCe qu debe estudiarse (el problema de la La segunda parte, m s aba-o, estar totalmente dedicada a un an lisis histrico de estos ob-etivos $ a un an lisis de los cambios en los procedimientos de investigacin usados por los historiadores, cambios que surgen de las modificaciones de los ob-etivos de la investigacin. Las partes cuarta $ quinta se ocupar n de una reconstruccin (an lisis $ valoracin) de los procedimientos usados de hecho en la investigacin histrica. Los conceptos fundamentales en la metodologa pragm tica de la historia adoptados en este libro inclu$en% 1) observacin1 ') conocimiento basado en las fuentes1 D) conocimiento no basado en las fuentes1 <) fuente histrica1 8) informacin basada $ no basada en las fuentes1 ?) autenticidad de las fuentes1 @) fiabilidad de los informadores1 E) modelo metodolgico (seleccin de hechos)1 >) establecimiento de los hechos1 1G) explicacin1 11) sustentacin $ comprobacin1 1') hiptesis1 1D) aceptacin1 1<) probabilidad1 18) valoracin1 1?) construccin $ sntesis. D. La metodologa apragmdtica de la 'istoria La metodologa de la historia que se ha llamado aqu apragm tica est estrechamente unida a la pragm tica. La metodologa apragm tica, en nuestro caso, se ocupa de los resultados del traba-o de los historiadores $, por tanto, de anali"ar las afirmaciones que formulan. *s obvio que cuando se investigan los procedimientos cientficos no podemos de-ar de discutir las afirmaciones hechas por los historiadores. 2uesto que, en con-unto, nos ocupamos de estructuras enteras, series o secuencias de afirmaciones de varias clases (afirmaciones de observacin, afirmaciones tericas), que est n lgicamente interconectadas, nos enfrentamos con la tarea de reconstruir un sistema formado por la
ciencia histrica1 sta es la ra"n de que estas reflexiones puedan ser llamadas sistem ticoQmetodolgicas. 0asta el momento, la teora de los sistemas deductivos (matem ticamente) es la m s desarrollada en este rea de la ciencia, pero nada nos impide intentar sistemati"ar tambin otras disciplinas. 9ientras que la metodologa pragm tica no puede e-ercerse sin una preocupacin simult nea por las cuestiones que pertenecen a la metodologa apragm tica, podernos imaginarnos la investigacin en este ltimo campo sin referirse a los resultados obtenidos en el primero. La importancia de los an lisis en el campo de la metodologa apragm tica es particularmente visible cuando tratamos de seRalar los rasgos caractersticos de la ciencia histrica (en otras palabras, su estructura metodolgica), para definir su lugar en el sistema de las ciencias. !e este modo podemos establecer los rasgos comunes a varias disciplinas $ as avan"ar en la investigacin sobre la clasificacin de las ciencias. 2or lo que se refiere a la historia, la metodologa apragm tica abarca, sobre todo, las reflexiones sobre las afirmaciones histricas, generali"aciones histricas, afirmaciones $ le$es estrictamente generales $ el concepto de narracin. 2ero, como se ha dicho m s arriba, el papel de los diversos tipos de afirmaciones es tambin preocupacin de la metodologa pragm tica. Las reflexiones en el rea de la metodologa apragm tica ser n tratadas ep la parte ? del libro. 2ara aplicar la metodologa apragm tica de la historia es indispensable, por tanto, adoptar, como se ve, los conceptos de% 1) afirmacin histrica1 ') generali"acin histrica1 D) le$, en el sentido sem ntico del trmino1 <)J le$ cientfica1 8) -uicio de valor1 ?) narracin histrica1 @) lengua-e ob-eto $ metalengua-e1 E) verdad1 >) isomorfismo. <. La metodologa ob+eti#a de la 'istoria *l trmino metodologa ob+eti#a de la 'istoria no es qui" el m s afortunado 0metodologa de la 'istoria orientada 'acia la materia sera qui" m s preciso, pero extremadamente tosco), pero se ha adoptado aqu para subra$ar que no hablamos de una transferencia 5ordinaria6 a la metodologa de la historia de aquellas disciplinas que se llaman filosofa de la historia o teora del desarrollo social o ciberntica, o finalmente, aquellas disciplinas que est n relacionadas con laQ materia de los estudios histricos, sino una reflexin especial sobre esa materia, una reflexin que hace uso de las disciplinas mencionadas m s rriba ($ posiblemente de otras) para los propsitos de la investigacin histrica. 2or el momento, esto es un postulado, pero estara bien que en el futuro tales reflexiones entren en la metodologa de la historia en ma$or escala $ all sean transformadas apropiadamente. *sto hara posible adaptar a las necesidades de la investigacin histrica $ al estudio de dicha investigacin los logros tericos $ metatericos de la ontologa filosfica, la ciberntica e incluso la teora de los grupos, mereologa, $ otras disciplinas, tanto las que existen como las que todava tienen que surgir. La importancia del conocimiento del terreno estudiadoS en el curso de las investigaciones histricas conducidas por los historiadores, para la seleccin de los hechos, se ha seRalado m s arriba. Se podra aRadir aqu que, cuando usamos la definicin sem ntica de la verdad, dada m s arriba, no es posible calificar las Qafirmaciones como verdaderas o falsas sin tener algtmn conocimiento del rea en cuestin. 4omo se sabe, ,una premisa p (formulada en lengua-e ob-eto) es verdadera en
un terreno 6 si, $ slo si, las cosas son tal como afirma su correspondiente P en el metalengua-e 6 La cuestin que se plantea es qu conocimiento sobre 6 debemos tener para poder hacer intentos de asignar a las premisas los valores lgicos de verdad o falsedad. 4omo es sabido, los terrenos son los modelos para las afirmaciones, series de afirmaciones, o disciplinas enteras. 2ero esos terrenos slo sirven como modelos tales que, en ellos, esas afirmaciones, series de afirmaciones o disciplinas enteras, son verdaderas, es decir, tienen en s mismos sus correspondientes metalingHsticos. *l historiador se interesa en cmo caracteri"ar el campo que es modelo de sus afirmaciones1 una respuesta a esta cuestin debe proporcionarla la metodologa ob-etiva ontolgica de la historia. :na pregunta sobre la verdad de ciertas afirmaciones es, por tanto, una pregunta sobre si tienen un modelo, es decir, si ha$ un campo en el que son verdaderas $ si es un campo que sea ob-eto de investigacin (esfera de inters) de la ciencia histrica. *ntonces el conocimiento de ese terreno debe ser Sistemati"ado de forma que sirva a los historiadores. *se conocimiento, adquirido por los diversos historiadores, debe revelar el ma$or nmero posible de modos convergentes de denotacin. ,dem s de posibilitar el uso del conocimiento de la materia (campo) al asignar a las afirmaciones valores lgicos especficos (lo que hace un historiador casi autom ticamente), las reflexiones Sobre la materia de investigacin proporcionan numerosas directrices heursticas, como hacia la cuestin de qu debe estudiarse (el problema de la de su libro seRala lo que l piensa que son los problemas de investigacin en la historia econmica, $ revisa crticamente las soluciones ofrecidas hasta ahora. *l libro comien"a con un captulo sobre la historia de la historia econmica. , continuacin vienen una serie de captulos sobre la materia de la historia econmica, fuentes para la historia econmica de la 2olonia moderna (inclu$endo el perodo m s reciente), $ la divisin de la historia econmica en perodos. Binalmente, en el captulo 8, P. +ula subra$a las que considera como principales tendencias en el estudio de los problemas de la historia econmica, uniendo este problema a la cuestin de los mtodos de sntesis en la historia econmica. Los otros captulos son los que tratan de la estadstica histrica, demografa histrica, investigacin histrica sobre las estructuras sociales, sobre los estudios de precios $ mercados, metrologa histrica, dependencia del hombre respecto de la naturale"a, el mtodo comparativo $ las generali"aciones en la historia econmica, $ las predicciones basadas en la historia econmica. *ste breve repaso al contenido de la obra de P. +ula pretende demostrar cmo se ha ido conformando la esfera de problemas metodolgicos en la historia econmica. Nespecto a las reflexiones tericas sobre la historia de la ciencia, ha$ que mencionar 6'e %tr ct re o$ %cienti$ic Re#ol tion (1>?'), de C. S. +uhn, que se ocupa de la materia de la historia de la ciencia, en particular los rasgos caractersticos del desarrollo de la ciencia. +uhn intenta sustentar la afirmacin de que la ciencia se desarrolla sobre todo a travs de revoluciones que, al recha"ar los vie-os mtodos, fabrican modelos nuevos de procedimientos cientficos. La ciencia, segn pretende +uhn, no se desarrolla por una simple acumulacin de pequeRos descubrimientos como contribuciones a todo el sistema, tal como crean, por e-emplo, los seguidores de N. 4arnap 11 Las reflexiones sobre la historia de la historiografa, que nos interesan aqu de forma particular, est n bastante avan"adas $ han crecido ltimamente a un paso mu$ vivo. 2ueden mencionarse cientos de estudios sintticos, en varios idiomas $ de diversos alcances 1' :n grupo aparte lo forman los libros dedicados a un solo historiador% el estudio de P. +aegi sobre 1. Murc.hard puede mencionarse como e-emplo &D Las cuestiones en la historia de la historiografa son tratadas por 9. 0. Sere-s.i, que escribe lo siguiente% 5La tarea b sica de un historiador de la historiografa (...) es descubrir las
relaciones entrete-idas entre el desarrollo de las ideas histricas $ la vida, es decir, el sistema de relaciones sociales, la cultura de una poca dada, sucesos polticos, etctera6, e inmediatamente sigue con la pregunta% la metodologa especiali"ada, una disciplina que en el caso que consideramos es un miembro de la familia de las ciencias histricas. 4uando responden a esta pregunta los autores interesados en la historiografa, si van m s all de sus tareas puramente histricas $ reflexionan sobre la labor que hacen, lo primero que anali"an es la materia de su disciplina. *n la metodologa de la historia militar, todava naciente, ha$ que mencionar los comentarios de S. 0erbst $ M. 9is.ie/ic" 18 Las actas de un simposio celebrado en Lod" ilustran las discusiones sobre la metodologa de la historia de la educacin 1? 2odemos esperar que el desarrollo posterior de las disciplinas histricas dependa en gran medida del progreso en las metodologas especiali"adas. Las esferas de inters de estas ltimas carecen todava de una formulacin precisa. *stas metodologas se interesan principalmente por las peculiaridades de las materias de sus respectivas disciplinas, aunque, corno muestra el caso de la historia econmita, se en"ar"an en reflexiones cada ve" m s penetrantes sobre la solucin de los problemas especficos de una disciplina dada $ sobre la estructura metodolgica de estas disciplinas especiali"adas. ?. La metodologa general de la 'istoria en relacin con la 'e rstica y la crtica de $ entes. El l gar de las disciplinas 'istricas y a 9iliares La divisin entre metodologa general de la historia, por un lado, $ metodologas especiali"adas de determinadas disciplinas histricas, por otro, est unida al problema de si la metodologa de la historia debe ocuparse, $ hasta qu punto, de la heurstica $ la crtica de fuentes (externa e interna), es decir, de temas que est n en el campo de inters de las llamadas disciplinas histricas auxiliares 1@ La meta de las disciplinas histricas auxiliares fue definida $a por 1. Lele/el (1E''), que estableci que su tarea era a$udar a la comprensin de las fuentes 1. Ktra formulacin similar ha permanecido como v lida hasta soviaQ4racovia, 1>?8, p gs. 1'Q1D. ;er especialmente los ensa$os sobre [\Los problemas en la historia de la historiografa6 $ 5La historia de la historiografa $ la ciencia de la historia6. 18 S. 0erbst, (\0istoria /o-s.o/a, tresc, d"ie-e, metoda, metodologia6 (0is. torua militar, su significado, historia, mtodo $ metodologa), en Zeszyty :a ko#;e *AP, Historia, vol. ;&&, nm. 8, ;aisovia, 1>?1, p gs. DGQD>1 M. 9is.ie/ic" en su obra < metodyce badan ' story;czno=wo+skowyc' (9todos en el estudio de la historia militar), 2o"nan, 1>?1, se ocupa de las siguientes cuestiones% la guerra tal como la entiende la historia militar1 las relaciones entre guerra, e-rcito $ arte militar1 tendencias en el estudio de la historia militar1 las competencias necesarias del historiador militar1 logros $ tareas de la historia militar. *sta lista muestra que el autor se ocupa principalmente de la materia de la historia militar. 1? Z zagadnien metodologicznyc' 'istonii wyc'owania (2roblemas metodolgicos en la historia de la educacin), Lod", 1>?8. 1@ *ntre las ciencias histricas auxiliares se inclu$en tradicionalmente% la ciencia de las fuentes, la ciencia de los archivos $ las bibliotecas, paleografa > fleografa, diplom tica, sigilografa, cronologa, genealoga, her ldica, numism flca, metrologa $ estadstica histrica (es decir, las disciplinas que se relacionan 4Kn las fuentes $ se ocupan de su crtica externa e interna). 4fr. ,. von Mrandt, *erkze g des Historikers. Eme Ein$ii'r i=zg ini die 'istonisc'en Hil$wissensc'a$ ten, ntuttgart, 1>8E (D. ed. 1>?D).
1? *l ttulo del libro de Lele/el es :a ki da+ace poznac zrodla 'istoryc.tic (Las ciencias que permiten adquirir el conocimiento de las fuentes histricas). .l terrn-Q'istonisc'en Hil$wissensc'a$ten fue introducido por Clieodor Sic.el. historiador $ palegrafo austriaco, de la segunda mitad del siglo xix. ho$ . Sin embargo, no todos los problemas de la comprensin de las fuentes histricas pueden unirse a las ciencias histricas auxiliares. P. Sem.o/ic" dice que estas disciplinas 5sirven al historiador al ser indispensables para identificar, comprender, establecer el tiempo $ el lugar de los sucesos, $ al valorar crticamente la fuente histrica6 20 2uede notarse f cilmente que en su afirmacin la valoracin crtica de las fuentes est bastante claramente separada de las operaciones preliminares que debe reali"ar un historiador. *stas operaciones preliminares se llaman normalmente crtica externa o erudita de una fuente1 fueron mencionadas por Sem.o/ic" en la primera parte de su afirmacin, mientras que en la segunda se ocupaba de la crtica interna, llamada hermenutica, cu$a tarea principal es establecer el grado de fiabilidad de la informacin proporcionada por las fuentes concretas. Las disciplinas histricas auxiliares tradicionales son indispensables, pero no suficientes para esa tarea. La metodologa general de la historia debe excluir totalmente de sus reflexiones la disciplina llamada heurstica, que 9. 0anclelsman define como el conocimiento de los materiales histricos, su distribucin, el modo de encontrarlos $ reunirlos (la ciencia de las fuentes, $ la ciencia de los archivos, bibliotecas $ bibliografas) . Coda esta informacin sirve como punto de partida de la investigacin histrica1 la informacin de este tipo debe indicar dnde deben ser buscados los datos requeridos sobre el pasado $ de dnde se va a sacar el conocimiento no basado en fuentes, $ tambin debe indicar la tcnica para reunir $ ordenar ls datos que van a servir para reconstruir sucesos concretos. La crtica externa de las fuentes est basada en reglas de procedimiento establecidas por las disciplinas auxiliares (paleografa, diplom tica, cronologa, genealoga, etc.), pero no puede ser totalmente irteQ levante desde el punto de vista de la metodologa general de la historia. La metodologa debe ocuparse del valor cognoscitivo de dichas regias $ de su estructura lgica. *sta afirmacin vale para las reglas de naturale"a general $ no para la informacin especfica o para el conse-o tcnico, que debe encontrarse en los libros de texto sobre las disciplinas histricas auxiliares. 9ientras la crtica externa slo tiene inters para la metodologa general de la historia en su formulacin b sica, la crtica interna, que no saca sus reglas de las disciplinas histricas auxiliares, sino que slo utili"a los logros de la crtica externa, es terna para reflexiones metodolgicas en todos sus aspectos. *s evidente que las metodologas especiali"adas pueden incluir la heurstica $ una serie de reglas m s detalladas de la crtica externa. Cambin ha$ que seRalar la naturale"a relativa del concepto \[disciplinas histricas auxiliares6. *n una interpretacin amplia, toda disciplina cu$os resultados o mtodos son usados por el historiador en su investigacin puede ser llamada auxiliar. La necesidad de integracin de la ciencia, de la que somos cada ve" m s conscientes, explica el hecho de que la ciencia se convierta en un comple-o de disciplinas interrelacionadas que se a$uden entre s, de forma que cada disciplina sea auxiliar en relacin con alguna otra. disciplina. !e esta manera, la historia (no hablamos aqu de la metodologa de la historia) tiene sus disciplinas auxiliares en la economa, sociologa, psicologa, lgica, etctera, e incluso, cada ve" m s, en las matem ticas $ la ciberntica (incluida la teora de la informacin). P. Sem.o/ic"J haca una distincin, con fines de clasificacin, entre las disciplinas que a$udan a la historia $ las disciplinas histricas auxiliares1 en el caso de las ltimas, se refera a las disciplinas histricas auxiliares
tradicionales conectadas con la heurstica $ la crtica externa de las fuentes. *n trminos generales, se puede decir que las disciplinas histricas auxiliares est n conectadas con la heurstica 22 $ la crtica externa de las fuentes, es decir, con los estadios preliminares del traba-o del historiador, mientras que las disciplinas que a$udan a la historia, proporcionando informacin no basada en fuentes $ seRalando nuevas posibilidades de mtodos de investigacin, est n conectadas con pasos posteriores de la labor investigadora, o sea, la hermenutica (crtica interna) $ la llamada sntesis (principalmente, explicaciones causales $ valoraciones). 3o ha$ necesidad de subra$ar que, con el desarrollo de la ciencia, tanto el concepto de disciplinas auxiliares histricas como lo que Sem.o/ic" llamaba las disciplinas que a$udan a la historia est n sufriendo una evolucin.
1. :otas preliminares 2ara hacer m s reflexiones sobre la metodologa de la historia se requiere una orientacin preliminar sobre el alcance de los intereses atribuidos a la ciencia histrica. *sto significa un marco general sobre el que siempre se pueda obtener un consenso generali"ado. ,s se perfilar el terreno para las reflexiones detalladas sobre la materia de la historia. 4omo en el caso de otras disciplinas, las opiniones sobre el terrenoL de la iRvestigacin histrica han variado a lo largo de los siglos, de modo que incluso ho$ no pueden ser tomadas como definitivas. La segunda parte de este libro se ocupa de un an lisis de esos cambios. 2or el momento, nuestra tarea no es tan amplia% esbo"ar los lmites generales de la materia de la investigacin histrica para proporcionar un punto de referencia para otras reflexiones sobre el ob-eto de la historia, en su aspecto histrico (parte ') $ terico (parte D). !os caminos nos van a llevar a nuestro destino. 2rimero, estudiaremos las evoluciones etimolgicas $ sem nticas del trmino 'istoria? despus anali"aremos algunas de las definiciones de ese trmino, tal como lo han usado los historiadores, filsofos de la historia $ metodologistas. *sto nos dar datos para una definicin precisa de un significado moderno de dicho trmino, tal como se usa en este libro. '. La e#ol cin etimolgica y semdntica del t@rmino historia ,l contestar la pregunta sobre el significado del trmino 'istoria, es mu$ til tener en cuenta los resultados del an lisis etimolgico. *l trmino procede de la palabra griega 'istoria, que significa encuesta, entrevista, interro. gatorio de un testigo ocular, $ tambin se refiere a los resultados de dichas acciones. *n 0erodoto aparece cinco veces precisamente con ese significado 1, *-emplos an logos nos proporciona *foro, el autor de Historia Koino$l? Pra9eon. *l an lisis de otros textos griegos, comen"ando con los de 0omero, hecho por B. 9Hller, conduce a una afirmacin similar. 9Hller demuestra que. en los textos de la ,ntigua #recia el trmino 'istoria tiene tres significados% investigacin e informacin sobre la investigacin1 una historia potica1 una1 descripcin exacta de los hechos 2 ,dem s del trmino 'istoria encontramoS tambin en los griegos la palabra 'istor, que significa testigo, -ue", una persona que sabe, $ tambin la palabra 'istoreo, interpretada como buscar, inquirir, examinar. Se
cree que todas estas palabras est n relacionadas con la ra" indoeuropea #id, de la que deriva #ideo en latn, #oir $ sa#oir en francs, wissen en alem n, widziec $. wiedza en polaco, #ideti en checo, $ otra serie de palabras en muchos idiomas. !el griego, el trmino 'istoria pas a otras lenguas, sobre todo por medio del latn, adquiriendo gradualmente un significado m s preciso en el proceso. History, 'istorie, 'istoire, storia, istoria, 'istoria, son algunas de las formas actuales de la palabra en cuestin. *n latn cl sico, 'istoria significa todava lo mismo que en griego, de modo que lo que se acenta es la observacin directa, la investigacin $ los informes resultantes. *sto se puede ver claramente en el caso de C cito, quien, no por casualidad, us el trmino Historiae para los informes sobre la poca que l observ personalmente (?> al >? d. 4.), mientras que sus obras sobre el perodo anterior (1< al ?E d. 4.) se titulan anales 0Annales). La traduccin de las 0istoriae de Cito por dzie+e (hechos pasados), que es corriente en 2olonia, es inexacta, por supuesto, $a que en la antigHedad, e incluso en la *dad 9edia, el trmino 'istoria no se usaba an para determinar hechos pasados. 9 s an, en aquella poca el trmino implicaba algo est tico $ no demasiado extenso en el tiempo, $ no se reduca a las acciones humanas (cfr. la Historia nat ralis de 2linio). *ste hecho refle-aba la conviccin de que el conocimiento de los vie-os tiempos no poda tener el mismo grado de precisin que la investigacin basada en el testimonio de testigos que hablaban sobre hechos conocidos. Se crea que tales averiguaciones eran imposibles respecto a perodos anteriores, e incluso cuando se hacan, esto iba acompaRado de una conciencia de que las situaciones eran diferentes, lo que se refle-aba en una distincin de trminos. *l trmino anales., $ el posterior crnicas, acuRados en la antigHedad, siguieron siendo en la *dad 9edia los trminos para indicar, m s corrientemente, tanto un recuerdo de hechos importantes como una narracin escrita de historia. Los anales medievales, $ tambin, indirectamente, las crnicas, estaban unidos a la pr ctica de la &glesia de hacer ciclos de 2ascua $ calendarios (incluidos en breviarios $ misales). Las relaciones hechas en los anales eran insertados en los calendarios $ los ciclos. Crminos como anales $ crA= meas inclu$en un elemento temporal que faltaba en el griego 'istoria $ era escaso en las narraciones $ relaciones 0'istoriae) de C cito. Ma-o el impacto del nuevo acercamiento al pasado $ al futuro, el concepto de historia poda adquirir un nuevo significado, pero esto requera una amalgama de la crnica estrictamente cronolgica con las narraciones histricas libres, que en la *dad 9edia se conocan como biografas, #itae (por e-emplo, 1ita /aroli ,agna, de *inhard, siglo &x) o hechos $ ha"aRas, gesta (por e-emplo, Res gestae %a9onicae, de Pidu.ind). 2ero hasta el final de la *dad 9edia el trmino 'istoria fue usado en el sentido especfico indicado m s arriba. Si recordamos que en latn medieval, 'istoriare era lo mismo que narrare o que dicere, nos parece obvio que el trmino se usara en donde no se pretenda una estricta observacin de :na estructura cronolgica, tpica de los anales $ las crnicas. 3o podemos tomar en consideracin ttulos como Historia Bot'or m (7ordanes, siglo vi), Historia Ci;ancor in (#regoro de Cours, siglo vi) o Historia Polonica (!lugos" de 2olonia, 1<88QEG), puesto que stas tenan normalmente adiciones de copistas $ editores posteriores. 2ero a veces el trmino 'istoria se usaba realmente (normalmente, con la forma 'istoriae, como en C cito). 2ero en tales casos las obras en cuestin deben clasificarse como gasta, o sea, narraciones, m s que crnicas en el sentido estricto de la palabra. #regorio de Cours, padre de la historiografa francesa, no dio probablemente ningn ttulo a su obra. *n la primera versin impresa, fechada en 181', o sea, unos ochocientos afios despus de la fecha original, el ttulo es el siguiente% Bregorii 6 ronensis episcopi 'istoriar in praecip e Ballicar in lib. A. *l nombre de
Historia Crancor rn no aparece hasta la edicin de 18?1. *l propio autor usa el trmino 'istoriae (en plural) cuando afirma, en la conclusin, que escribi, entre otras cosas, die" libros de historias al estilo de C cito, pero es evidente que se refiere a narraciones histricas del tipo de las gesta . Lo mismo puede decirse sobre Krosio (siglo $), el autor de Historiar rn ad#ers s paganos libri, el historiador m s eminente de la ,ntigHedad tarda (o la primera *dad 9edia), -unto con Meda e &sidoro de Sevilla. !lugos" no se tom la libertad de usar el trmino 'istoria, que todava no era bastante preciso en aquel tiempo $ careca de un sentido propiamente histrico, $ titul su obra al modo tradicional, Arenales seo cronicae incliti Regni Poloniae. 3o fue hasta la primera edicin de S. 0erburt, fechada en 1?1< $ no basada en la versin autgrafa, cuando el trmino Historie Polonica se empe" a usar $ lleg a incluirse en el lengua-e vulgar, pero con una impresin de anacronismo (lo mismo vale para la traduccin polaca Dzie+e Polski). *l trmino 'istorio., o m s bien kis$oriae, adem s de usarse espor dica mente para indicar res gestae en general, fue ampliamente usado en la *dad 9edia para referirse a los sucesos 5sagrados6 descritos en el ,ntiguo $ 3uevo Cestamento . Cambin ocurri en la literatura polaca escrita en latn 9o hace falta subra$ar que la historia bblica estaba m s cerca de las #itae o las geste que de los anales o las crnicas. *n la *dad 9edia tarda los idiomas germ nicos desarrollan un trmino propio, que corresponde al latino geste o res gestae. *l trmino en cuestin tiene en alem n la forma Besc'ic'te 0gesc'iedenes), que procede de gesc'ec'en, 5ocurrir, suceder6. *n las lenguas rerm nicas este trmino ha evolucionado hasta ser el trmino m s importante e que me-or comprende la palabra 'istoiia en todos los sentidos de esto ltima palabra. *n muchos otros idiomas este papel lo -uega 'istoria, o su@ variaciones gr ficas o fonticas. *n polaco, el trmino dzie+e (sucesos pasados) se us cada ve" m s para indicar sucesos fuera dci mbito de la historia bblica. *sta cvoluci4 se complet en la Ma-a *dad 9edia. :n momento caracterstico en esK evolucin puede verse en la fusin del trmino medieval roczniki (anale e ci m s tardo dzie+e en trminos tales corno dzie+e roczne (sucesos regio trados anualmente) (por e-emplo, 9. +rorner), $ tambin (coscielne dEie+e roczne (sucesos eclesi sticos registrados anualmente) (2. S.arga), aunque el trmino dzie+e es de uso comn desde el siglo xvi (por e-emplo, L. #rnic.i). Sin embargo, todava en el siglo xviii, -unto a 'istoria, cada ve" m s usado desde el siglo xvi, enconttarnos trminos como dzie+opisrno, dzie+opisarstwo (literatura histrica) (por e-emplo, ,. 3arus"e/ic"). *l ltimo trmino mencionado se usa corrientemente en polaco hasta nuestros das. *n el siglo xvi los vie-os anales $ crnicas declinaron gradualmente, e 3=eistoriae, es decir, las narraciones histricas del tipo de las gesta $ #itae, hicieron frente a exigencias cada ve" m s crticas. ,s surgieron las bases para aunar todas estas tendencias $ desarrollar un tipo bastante uniforme de literatura histrica, que evolucionaba hacia la literatura histrica cientfica, $ para darles un nombre necesariamente comn, como Besc'ic'te o 'istoria. *ste trmino se vio pronto libre de las restricciones medievales $ abarc la propia historia $ el proceso de su reconstruccin por medio de una narracin apropiada. *s evidente que en aquellos idiomas que (como el francs) no tenan un equivalente del trmino dzie+e, un trmino del tipo de 'istoria tena que extenderse antes, incluso en textos latinos. 2ero vale la pena anotar, a modo de e-emplo, que autores corno Modin $ Mruni 0Historiar m Clorentini libri pop li libri F"") $ otros lo usaban todava en plural. *l cambio al singular coincidi con la aparicin de la ciencia histrica. Siguiendo esa evolucin, algunas lenguas desarrollaron la oposicin entre dzie+e $ similares, por una
parte, e historia, por otra, mientras que las otras lenguas tuvietmn que abarcar los dos significados con una palabra. La evolucin del trmino 'istoria se muestra en el diagrama que presentamos m s aba-o. Se puede ver claramente cmo en el perodo renacentista los conceptos de 'istoria $ Besc'ic'te llegan a unir las dos tendencia. b sicas en el inters humano por los acontecimientos del pasado. :na de ellas estaba marcada por el elemento narrativo, que se desarrollaba sobre la base de la mitologa antigua, $ la Zeitgesc'iclz$e, las gesto., #itae e historias \[sagradas6 medievales1 la otra, basada sobre todo en los anales medievales $ las crnicas $ la corografa de la &glesia, con el elemento tiempo, tan importante para el desarrollo de la literatura propiamente histrica. La evolucin posterior condu-o a una claoQa dist-iic-n entre la historia como acontecimientos pasados e historia como una narracin sobre los acontecimientos pasados. 2ero el trmino 'istoria adquiri su aspecto metodolcico slo cuando la literatura histrica se hi"o cientfica. *l esquema presentado rn aba-o no hace una distincin cronolgica estricta entre la ,ntigHedad $ la *dad 9edia. Codos los tipos de escritos SO tratados de farola con-unta, a pesar de que es bien sabido que, por e-emplo la Zeitgesc'ic'te. griega, desde 0erodoto en adelante, signific un paso en comparacin con la genealoga 0mitogra$a) de 0ecateo $ las 4ronicus locales romo la dc 4aronte de Lampsa.os. Cambin iea que seRalar algo que no ha sido indicado en el esquema, 8Ge lOS diversos pos de obras antiguas, ouc despus cootribus croo, de un modo : otro, a rerisar 1lis el concepto de literatura hit?iQicJ, hicieron Q:& ele aderrSs otras disciplinas (como i4 etnografa, geografa, etctera). 3. Definiciones generales de la materia de la historia (corno ciencia) Lo que se ha dicho en la seccin 2 muestra que la opinin, al parecer evidente, de que el inters por los hechos pasados cae en el mbito de la literatura histrica, surgi gradualmente a travs de los siglos. Primero, el trmino historia estaba ms fuertemente unido a los hechos presentes relatados por un testigo ocular, o sea, a la narracin de la historia, que a la tarea de reconstruir los hechos pasados. Slo la consolidacin de la creencia de que la historia significa reconstruccin de los hechos pasados puso las bases para la refle in sobre cmo deben entenderse estos hechos pasados que van a ser el ob!eto de inters de los historiadores. "ue convenido que la investigacin deber#a cubrir todos los aspectos de los hechos pasados$ pol#tico, social, cient#fico, art#stico, etctera. %lobalmente, se lleg tambin a un acuerdo sobre el punto de que tales hechos pasados son los del hombre o, en otras palabras, las sociedades humanas &diferenciadas del mundo de 'd naturale(a). *stos elementos convergentes pueden ser vistos claramente en las definiciones de historia contenidas en las numerosas obras citadas en este libro. Pero las diferencias tambin son notables. +ta,en, sin embargo, no tanto al mbito de la materia de la investigacin histrica como a las metas de la ciencia histrica. Pero trataremos estos problemas ms tarde. *. -ernheim dice que .la historia es una ciencia sobre el desarrollo de la humanidad/ . las cuales la historia es algo ms que simplemente la ciencia del pasado. n
definiciones ms e3tendidas, que no nos interesan ahora, la atencin Ccomo se ha dicho antesC se dirige tambi!n a los ob"etivos de la ciencia histrica. *as principales divergencias entre ellos se deben a diferencias de opinin sobre si la historia debe informar sobre las regularidades del proceso histrico o quedar satisfecha con un simple informe de sucesos. *a respuesta afirmativa a la primera cuestin presupone, obviamente, la afirmacin de que los hechos forman un proceso regular. %ara mostrar que este tipo de definiciones de la historia, especialmente las definiciones que subrayan que la historia se ocupa de las acciones sociales en el pasado, pertenecen a un estadio avan$ado del desarrollo de esa disciplina, se puede recordar la definicin de historia de 4oltaire, que se refiere a otros problemas de esta ciencia, problemas que en aquel momento todava estaban en primer plano2 (*a historia es una narracin de hechos considerados como ciertos, distinta de una fbula, que es una narracin de hechos que son falsos o inventados) N n tiempos de 4oltaire la cuestin era acentuar la necesidad de separar la historia de las fbulas, que entonces no era tan evidente para el hombre medio, incluyendo algunos historiadores. %. Historia como res gestae e historia corno historia rerum gestarum A trav!s de los siglos el t!rmino historia adquiri al menos dos significados bsicos2 B7 hechos pasados &res geslae', y E7 narracin sobre los hechos pasados &historia rerum gestarum'. *a historia como hechos pasados tiene a su ve$ varias interpretaciones. -i el t!rmino se usa sin un modificador que indique su alcance cronolgico o verdadero, podemos interesarnos por los hechos pasados en general, interpretados como la totalidad de los hechos que tuvieron lugar en el pasado, o con una antropornorfi$acin de ese concepto, manifestada en afirmaciones que se refieren a (los veredictos de la historia), (el Darma daina) de la historia, etc!tera. %uesto que imaginamos los hechos pasados siempre sobre la base de lo que sabemos de ellos, el contenido que varias personas 6o grupos de personas7 asocian con el t!rmino historia 6usado para indicar los hechos pasados7 puede variar enormemente, desde las ideas inspiiDadas por la ciencia y aquellas penetradas por leyendas y mitos. l anlisis de esta cuestin es la materia de la investigacin sobre la conciencia histrica manifestada por los individuos y los grupos, y por tanto, sobre el papel de la historia como la suma de ideas sobre lOS acontecimientos pasados y las conclusiones que resultan de ello. l uso del t!rmino historia, con un modificador que limite su alcance, por e"emplo, la historia de %olonia, la historia medieval, la historia de *ondres, la historia del movimiento obrero, etc!tera, muestra claramente que el t!rmino se usa en el sentido de sucesos pasados. l t!rmino historia, cuando se usa en el sentido de una narracin sobre sucesos pasados &histor#a reium gestarum', tiene por lo menos dos signifi cados, hecho que no siempre se recuerda. n primer lugar,, puede indicar el procedimiento investigador que reconstruye los hechos pasados (la
ciencia innerpretada como el oficio de ius estudiosos7, y C# scguiidu icuar, el resol lado de tal reconstruccin en forma de una serie de utirinacBcnc de los historiadores sobre los hechos pasados 6la ciencia interpretada como los resultados de la investigacin7. %ero en las lenguas contemporneas hay normalmente una diferenciacin entre la historia como hechos pasados y la historia como ciencia, o conocimiento, ya que "unto al t!rmino historia se usa tambi!n el t!rmino historiograf#a &historio graph(., historiographie, storiografia, etc!tera7. n alemn el par de t!rminos equivalente es Geschichte frente a Geschichtsschreibung. -in embargo, esto no menoscaba el carcter general del t!rmino historia, puesto que historiograf#a tiene slo un significado au3iliar. sta ,ltima es dominante slo en la e3presin la historia de la historiograf#a, y esto, seg,n parece, es debido en gran parte a ra$ones eufnicas, en concreto el. intento de evitar la e3presin la historia de la historia, como la usaba %opelinire. n franc!s podemos encontrar a menudo la oposicin entre Histoire e histoire, en la que el nombre escrito con H may,scula se reserva para indicar los sucesos pasados. l significado unvoco de la palabra historiograf#a puede verse claramente en relacin con esto, puesto que slo se refiere al resultado de la investigacin, es decir, el producto de lo que escriben los historiadores. sto se mantiene tambi!n para la historio graphia tal y como la usaban en griego BM No indica ning,n procedimiento de investigacin. Kui$ por eso el t!rmino historiografa no ha encontrado una aplicacin universal, ni siquiera en su sentido ms estricto. *a tendencia a usar el t!rmino historia, ms uniforme, es obvia, a pesar de que supone una cierta falta de claridad. *a diferenciacin sugerida parece evidente2 cuando usamos el t!rmino historia podemos referirnos solamente al proceso investigador. n la famosa divisin de #egel entre res gestae e historia reruin gestarum BO, que ms tarde se e3tendi a la ciencia, no todo estaba claro, y la cuestin no se intrinc hasta ms tarde. n esas interpretaciones, historia rerum gestarum significa narracin histrica. No se sabe bien hasta dnde podemos incluir en ello el contenido iibciado al proceso investigador mismo, es decir, la ciencia interpretada como actividad. ste problema surge slo con el desarrollo del m!todo cientfico de investigacin histrica 6siglo 3i37, cuando la transicin de los sucesos pasados a una narracin de esos sucesos se complic a medida que tuvo que satisfacer las condiciones cada ve$ ms rigurosas de la crtica de fuentes y de la precisin de la narracin. sto fue, sobre todo, un logro del positivismo, que quera elevar la historia al nivel de una verdadera ciencia. l concepto de historia rerun) gestarum, cuando se e3cluye lo que atae a los procedimientos de investigacin, corresponde a la interpretacin de la historia como una serie de afirmaciones sobre los acontecimientos pasados, o sea, historia como resultado de la labor de un historiador. Cuando Designa tanto los sucesos como las narraciones, es decir, la anotacin de dichos sucesos. *a palabra polaca d)ie!e parece corresponder a los sucesos sobre los que -e habla, ( puede sustituir tambi!n el significado de la palabra historia (,,,) los -ucesos &die!e' e3puestos de este modo 6es decir, erudito, *.
+,', suelen llevar C' augusto nombre de historia en su sentido ms noble ( e3altado, 3cepto el dBcioa alemn, que, en este sentido, usa la palabra ,eschiclitc, todas lu= dems '@oguas europeas@ adoptan la palabra griega -i,stoia, -i# n=r=o@uaa otia intcrpre. tcion La atleta poLea puede aceptarla ianib!n prontainenies. 6I. *cleGel, el t!rmino historia se usa en este sentido, normalmente va acompaado de un modificador que describe su mbito= decimos, por e"emplo, una historia deIa .evolucin :rancesa, una historia de :lorencia, una historia del capitalismo. *a mterpretacin del t!rmino historia como un procedimiento de investigacin no viene al caso aqu, pero t!rminos como historia econ.mica, historia militar, historia de la cultura material, etc!tera, sugieren hasta cierto punto el procedimiento usado para reconstruir los hechos pasados en la esfera de la economa, arte y operaciones militares, cultura material, etc!tera. As, historia econ.mica se refiere a los hechos pasados en la esfera de la economa y a la disciplina que se ocupa de esos hechos pasados, interpretada como un procedimiento de investigacin y una serie de afirmaciones sobre esos hechos pasados. Hemos desmembrado as tres si!ni"icados b#sicos del t$rmino historia: historia como hechos pasados, historia como operaciones de investigacin reali$adas por un historiador e historia como resultado de dichas operaciones de investigacin= es decir, una serie de afirmaciones sobre los hechos pasados. n los dos ,ltimos significados nos referimos a la historia como una disciplina cientfica. sta interpretacin de la historia ha evolucionado gradualmente, como se ha mencionado ms arriba, siguiendo el desarrollo de la refle3in sobre los hechos pasados y el desarrollo de la disciplina que debe reconstruir esos sucesos. *a clasificacin de las reas de inter!s de la metodologa de la historia SE%&'() P)RTE adoptada ms arriba se corresponde con estas tres interpretaciones de la historia. Cada rama de la metodologa se ocupa de cada una de estas interpretaciories. 9ases para la clasificacioon Como *. 8eymonat@ ha dicho, con ra$n, y como ya hemos indicado ms arriba, la investigacin metodolgica sobre la ciencia no puede reali$arse si no incluye la (dimensin histrica). Cualquier anlisis metodolgico, subray!moslo una ve$ ms, que no tome en cuenta este punto de vista, no puede producir soluciones suficientemente amplias en lo referente al lengua"e de una disciplina dada y a BNP problemas de esa disciplina, ni puede proponer ning,n medio de resolver tales problemas. -lo cuando abarcamos una disciplina dada como un todo histrico, es decir, cuando la abordamos como un
sistema que sufre cambios constantes, podemos advertir la dial!ctica de su desarrollo y sus problemas especficos. sto sacar a relucir tambi!n las tendencias del desarrollo de esa disciplina. -i llegamos a conocer cmo encontramos su manifestacin en los ob"etivos pretendidos, ms o menos conscientemente, por los estudiosos, entonces podemos considerar lo que esa mcta, reconstruida por nosotros, ha permitido o permite obtener, y qu! impide su obtencin, n lo que respecta a la historia, el problema subrayado antes puede ser investigado en dos aspectos2 B7 prctica investigadora de los laistoriadores 6en el sentido de los procedimientos de investigacin y los resultados obtenidos7= E7 refle3iones sobre esa prctica investigadora. As podemos estudiar cmo han investigado los historiadores la materia de su disciplina y qu! resultados obtuvieron 6resultados que sean de inter!s metodolgico7, y qu! han pensado de esa disciplina como tal. n el ,ltimo caso, los metodologistas estn, por supuesto, interesados no slo por las opiniones de los historiadores, sino igualmente por las opiniones de los filsofos, socilogos, metodologistas, y tambi!n los posibles representantes de otras disciplinas. sto ocurre porque las refle3iones de los historiadores sobre su investigacin se reducan normalmente a la heurfstica y a la crtica de fuentes, con un acento especial en las t!cnicas de investigacin. -i combinamos esta conclusin con la clasificacin de las ramas de la metodologa de la historia, podemos decir que, por lo que respecta a la hstoiia de la ciencia historica ios mc uo og s as se ocupan de a7 cules fueron las opiniones sobre Ia materia 6dominio7 de la inD t gacion #i/to icQ 6su a mc i so mractcr sto os7 fi7 cmo se estudi esa matcria5qufi pens sobre esa cuestin= c7 Bu! se pens sobre los icuIt 1u ibtcnidos par la incrati acin. *n ve( de tratar estos puntos uno por uno, parece ms apropiado sacar a relucir ciertos modelos de investigacin histrica que fueron dominantes en varias pocas, 0 las refle iones metodolgicas correspondientes +doptamos la mcta adscrita a la investigacin histrica 2 como criterio de distincin entre los diversos tipos, de refle in &el trmino reflexin abarca tanto el modelo de investigacin como las opiniones sobre l). Los instrumentos de investigacin estaban subordinados a este ob!etivo, 0, por otra parte, esos instrumentos 0 la formulacin precisa del ob!etivo depend#an de lo que se cre#a que era la materia de investigacin. Por tanto, la adopcin del ob!etivo como criterio de distincin entre los diversos modelos de investigacin histrica permite describir esos modelos de una forma sinttica. Podemos valorar los diversos modelos de investigacin histrica tomando en consideracin los ob!etivos que gu#an esa investigacin en un modelo dado o los ob!etivos que fueron fos1mulados por la ciencia histrica a medida que esa disciplina se iba desarrollando. 2e aqu# que ciertas accio1i nes, bastante lgicas a la lu( de un modelo determinado, pueden mostrarse3 bastante
irracionales cuando se confrontan con un ob!etivo formulado en un estadio posterior. *stos dos puntos de vista no siempre se distinguen claramente4 por otro lado, deben considerarse los dos de forma unida. 'ncluso aunque, de manera ms general, los diversos modelos de investigacin histrica cambiaron a lo largo de los siglos 0 siempre ocurri que uno de ellos se hac#a dominante a una escala ms amplia, ninguno de ellos se desvaneci nunca completamente, 0a que todos ellos encontraban apo0os 0 condiciones para revivir. 5o es mu0 e agerada la afirmacin de que el n6mero de esos modelos creci !unto con el desarrollo de la ciencia histrica. *n un momento dado, el ms ambicioso cient#ficamente se har#a el patrn de valoracin para modelos obsoletos o redivivos. 7ada modelo aportar#a valores definidos a la investigacin histrica. *l siguiente, a pesar de que muchas veces se desarrollaba como negacin de su predecesor, se beneficiar#a por lo menos de los logros tcnicos del 6ltimo. + veces, cuando un modelo concreto dominaba todav#a, aparecer#an eminentes precursores de nuevas soluciones, 0 formular#an ob!etivos nuevos. *ntre estos precursores ha0 que incluir, por e!emplo, a 'bn 8haldun, cu0as ideas nos parecen notables incluso ho0, 0 a 8arl 9ar , el autor del modelo ms avan(ado de investigacin histrica. "ormularon nuevos modelos o ampliaron los 0a e istentes, entre otros, L. :alla, :oltaire, L. ;an<e 0 =. -err. ;esulta que los ob!etivos establecidos para la investigacin histrica pueden reconsruirse como sigue. La +ntig>edad 0 una gran parte de la *dad 9edia estuvieron dominadas por el ob!etivo prctico &pragmtico) de la literatura histrica. Los antiguos no atribu0eron a la historia como principal tarea la formulacin de afirmaciones verdaderas sobre el pasado, 0 por tanto no la ve#an como una ciencia, sino como una forma de actividad prctica, orientada para la vida. 7omo ?. 9. "inle0 ha demostrado hbilmente, en %recia, hasta el final del siglo vi a. 7, la forma dominante de manifestacin de la conciencia histrica de los griegos fue el mito, pero 2 La interpretacin de ese ob!etivo, como se ha afirmado de acuerdo con 8. +!du<iesvic( (J,c1ricci Preu,incutica, cd. cit., pg. @AA). usl un el rea de la meto dolog#a pi1agnitica, es decir, una rama de la nictodoloefa que se trata muchaS veces !unto a la mnuiodnlnmda apragmlica. *sta clasi f*act!i no est hecha desde el punto de vista de la historia de la historiograf#a, 0 por tanto no coincide con ella en algunas cuestiones. el mito estaba e preBado en la poes#a, 0 no en la literatura histrica. Los hroes de =omero no actuaban en ninguna dimensin temporal , 0 la pica no ten#a nada en com6n con una descripcin histrica. 5o fue hasta el desarrollo pol#tico de las polis griegas cuando se estimul la transicin de los mitos 0 la tradicin oral a la literatura histrica . Para ganar su lugar ba!o el sol, la literatura histrica antigua tuvo que competir con la poes#a, 0 no slo en %recia. La cuestin era que la poes#a ten#a que ser privada su funcin, hasta entonces e clusiva, de formular afis1maciones generales, 0 de su misin de establecer verdades vitales que resumieran la e periencia de la humanidad. Los adagios, ocupados de la sabidur#a prctica, en aquel momento se pod#an encontrar ms en la poes#a que en la historiograf#a naciente. Por eso +ristteles C ten#a ra(n cuando, desde la ptica de la teor#a de la ciencia, clasificaba@a poes#a, 0
especialmente la tragedia, ms rriha que la historia. *n aquella poca las descripciones de los sucesos a3sados estaban dominadas por narraciones de hechos singulares 0 separados, 0 no hab#a ning6n intento de investigar las causas de los sucesos 0 de valorar estos 6ltimos. La famosa afirmacin de =erodotm. al comien(o de sus Histories apodexis se,ala la asuncin, por D literatura histrica naciente, de la tarea de describir los acontecimientos pasados para que no se olviden, de aves1iguar 'a causas de un giro concreto de los hechos, 0 Ede valorar el pasado 7. *sto era ms de lo que pod#a proporcionar la poes#a, que inclu#a una precisin en el informe de los hechos 0 un anlisis causal . La poes#a iba a continuar satisfaciendo las necesidades estticas, a pesar de que la lucha con la poes#a iba a hacer que los historiadores se esfor(aran en formular correctamente sus afirmaciones. +lgunos de ellos ir#an hasta el punto de borrar la diferencia entre una descripcin potica y una histrica. *sto llev a discusiones sobre los l#mites de la dramati(acin permitida en las descripciones histricas Se hac#a una distincin entre historia .trgica/ 0 .retrica/. +lgunos historiadores, como Duc#dides, opon#an la historia potica/, que ten#a la vista puesta en tareas principalmente estticas @F %lobalmente, la historiograf#a griega intent poner en prctica aquellos principios que +ristte@es hab#a codificado para la tragedia, tralaudo de sacar Gpor medio de desci1 ipciones 0 e plicaciones de las acciones homanas.,.H conclusiones e tra#das del pasado h@ Por tanto, no es una coinc Idencia que tCda las grande,s, obras histricas de la +ntig>edad, las de Salustio, 0 !#tica &como Duc#dides &probablemente el ma0or de todos), Dirneo, Polibio? cupados en Dcito, eran en realidad ensa0os pol#ticos, introducciones a la poJa preceptos ha sido denominada la obra de Duc#dides por ". 7hatelet), K&da pol#tica, los sucesos contemporneos 0 en sus autores, 0 abundantes el apropiados 12, + la ve( que introduc#an diversos conceptos de la V La avaneran tambin modelos de narracin histrica. Jmpetir con +s#, la ciencia histrica naci de un conflicto con @a poes#3L la historio(ada la *dad 9edia, cuando 0a no hab#a obras que pudieran ctomo se ha las de Duc#dides 0 Dcito, la poes#a pica reempla( o a0ud a ito. +sumir graf#a enferma. Las tareas de la narracin histrica fueron, 7!bilidad de mencionado ms arriba, formuladas al principio de ese conflironto para el papel de snagistra vitae era en aquel momento la 6nica PKque hiciera desarrollo de los escritos histricos. *ra todav#a demasiado @J !strica era pedir a la narracin histrica que estableciera la verdad L Eado, no en de esto su tarea. Por eso el modelo prgmtico de literatura h! euronea. el 6nico camino, 0 sta es la ra(n de que =erodoto sea han@ esit siclos, vano, el padre de la historiograf#a, al menos en el rea cultural n histrica La escasa tradicin de la escritura de anales 0 crnicas nec@ drica deben como se ha mencionado previamente, para aportar a la narracit la conciencia de nuevas tareas. Pero los or#genes de la ciencia hist rnente. 0 a ser buscados en otro lugar. Msueda de la *l nuevo modelo de literatura histrica se form laborioscipal de la lo largo de muchos siglos. %radualmente, sin embargo, la b6Stos morales. verdad sobre el pasado llega a formularse como la tarea prii@ eso este historiograf#a, reempla(ando as# la tarea de proporcionar precept&iuiac!n de La informacin sobre el pasado era estudiada cr#ticamente, Prud!tos del nuevo modelo de literatura histrica se llama cr#tico. La fornJ coisfiesai afirmaciones verdaderas,
tan acentuada enfticamente por lOS la falsedad siglo vii, se convierte en la tarea que todos los historiadora como ms importante, que, por tanto, consideran el error de Nr supuesto como el ma0or insulto. Jue cambiar *sta nueva tarea de la literatura histrica no puso fin, pd aelo cr#tico al vie!o pragmatismo. Podr#amos pensar, incluso, si no ha0 5iebuhr la cesura entre la poca del modelo pragmtico 0 la del mo!eron sino decimos, cambiarla de :ahla, donde todav#a la situamos, a %ibbda ve( que 0 ;an<e, porque las tendencias pragmticas no slo permaned a ser Oit que a menudo dominaron, durante un largo per#odo. Pero UI/e un nuevo la s erdad paso de su ePistencla de ci isalida de la antigoedad / os o aama insecto visto por todos, deb#a estar garanti(ado el nacimiento d?$cidio3eS4 modelo de literatura histrica. 2esde ese momento, los principra histricfl ticos, todav#a no desaparecidos, se propagaron en diferentes e la admisin del hecho de que el pipcipal ob!etvo de la literatu las formas es la b6squeda de la verdad a era unnime por aquel entonces la valoracin de ese nuevo pragmatismo, y tambin de todas SI.j( &es la actividad posteriores de pragmatismo, debe ser distinta4 depende de si una actitud pragmtica dada dificulta el descubrimiento de la verdad o no, o qui(s incluso lo facilita. Pero esta regla no debe inducirnos a valorar equivocadamente la labor de los historiadores antiguos. *l hecho de que el principal ob!etivo de sps narraciones fura prctico no implica que difundieran afirmaciones falsas. *l hecho de que una persona pretenda que la literatura histrica tenga propsitos prcticos no equivale a que oculte la verdad. +unque a veces se olvida, 7icern un#a su famoso adagio historia magistra vitae a la recomendacin de que el historiador debe buscar la lumen veritatis 0 cuidarse de las falsedades 7uando surgi el modelo de investigacin histrica, comen(aron las controversias sobre el significado del descubrimiento de la verdad. Puesto que se sab#a mu0 poco sobre la materia de la investigacin histrica, ese nuevo modelo de estudio histrico se basaba en dbiles fundamentos, 0 lo 6nico que hab#a eran demasiadas ideas de la verdad que hab#a que descubrir. *n el primer per#odo de la hegemon#a de ese nuevo modelo en *uropa, se pod#an distinguir por lo menos cuatro ideas de ese tipo$ dos de ellas de orientacin eclesistica &catlica 0 protestante), una de orientacin cortesana 0 una .culta/, es decir, procedente de los historiadores imbuidos de las ideas de la respublica docta. La imagen de los sucesos pasados obtenida de este modo no pod#a ser fcilmente confrontada con nada. *sto fue advertido por pensadores como :oltaire, Durgot, 7ondorcet, 9ontesquieu 0 =erder, que pidieron una ampliacin de la investigacin histrica e introdu!eron en la historia una serie de conceptos generales sacados de la evolucin de las sociedades humanas. Podemos ver el punto de partida de estos intentos en el famoso La icle de Louis !"# &@NBC) de :oltaire, que fue tambin el autor del art#culo Historia en la $ncvclopdie. *l modelo cr#tico de investigacin histrica dio lugar a dos tendencias$ la erudita &que subra0aba la necesidad de acunaulacin de datos sobre el pasado) 0 la filosfica &as# llamada por =egel), que subra0aba la intencin de averiguar las regularidades de los sucesos pasados4 esto deb#a lograrse usando, en la investigacin histrica, el conocii1iiento general sobre la sociedad, 0 se hac#a, por supuesto, con :istas al descubrimiento de la verdad. La tendencia erudita ten#a al principio la hegemon#a. +centuaba la necesidad de ampliar las tcnicas de investigacin del historiador para poder acumular un
conocimiento lo ms comprensivo posible de la materia de estudio. *ste deb#a ser, ante todo, un conocimiento de los hechos, aunque tampoco faltaban audaces ideas de s#ntesis. *l concepto de nacin, que dirig#a la atencin a la necesidad de estudiar el pasado de un pueblo concreto, sirvi de motivo importante para esa investigacin. Los historiadores, como registradores de hechos o como autores de s#ntesis, estaban Onidos por un mismo esfuer(o en acumular informacin sobre los acontecimientos pasados &principalmente de sus respectivas naciones), 0 por eso se pueden clasificar corno representantes de la misma tendencia erudita. Los vie!os sabios tambin acumulaban hechos, pero se era el per#odo en el que ten#an en meute, sobre todo, qUe deb#an considerar la verdad como obs.ti0F 7uando das siclos ms tarde ;an<e dec#a lo mismo, @F pretensin de la 1trdad hab#a siclo oc entonces una vie!a inlucla, a repetir entonces e incluso en pocas posteriores, 0 la nueva mcta era preferiblemente averiguar muchos sucesos. *l modelo erudito tuvo su ma0or logro en la refle in gentica, es decir, prestando atencin a la necesidad de unir hechos establecidos en secuencias cronolgicas. %lobalmente, el modelo erudito, en sus variantes, la llamada romntica, la positivista &orientada genticamente) 0 la .coleccionista de arte/, atribu#a gran importancia a los hechos &la calificacin de llamada romntica es aconse!able, debido a la naturale(a ine acta del trmino). Pero los hechos eran siempre demasiado pocos. 7ada estudio abr#a reas nuevas e ine ploradas. *l elemento nuevo, que era el acento puesto por algunos historiadores &por e!emplo, =. D. -uc<le) sobre la necesidad de buscar regularidades en los hechos pasados, estaba, corno veremos, mu0 poco relacionada con el anlisis de los hechos, por su interpretacin espec#fica de las regularidades. La tendencia creciente hacia un acercamiento integral a la materia de estudio, es decir, hacia la revelacin de la estructura total de esa materia de la investigacin histrica, era una reaccin contra el modelo erudito1 gentico de investigacin. *sto contribu0 a intensificar las diversas tendencias hacia la integracin del estudio histrico, 0 dio lugar a un nuevo tipo de refle in sobre la investigacin histrica 0 a un nuevo modelo de dicha investigacin, que se podr#a llamar estructural. *l modelo dialctico de investigacin histrica se propon#a tareas incluso ms ambiciosas. +barcaba todos los logros de las tendencias anteriores 0 contemporneas en la historiograf#a, que integr convirtiendo el estudio del desarrollo de la sociedad en la tarea primordial de la investigacin histrica. Slo en este modelo se introdu!o la categor#a de desarrollo en la ciencia histrica para sustituir al concepto cartesiano de progreso. *l estudio del desarrollo significa la integracin del acercamiento gentico 0 el estructural. *sto hace posible eliminar aquellos factores que permanecen fuera del proceso histrico &la deidad, el esp#ritu de la nacin, el progreso interpretado en trminos de le0 de la naturale(a, los factores raciales 0 geogrficos interpretados de un modo determinista, etc.). *l modelo dialctico de investigacin histrica presupone, sin embargo, un conocimiento amplio que permita estudiar simultneamente la estructura 0 los cambios temporales. 7ada uno de estos modelos dio como resultado su propio tipo de narracin histrica. La estructura de esa narracin cambiaba a medida que se desarrollaba la investigacin histrica, o sea, a medida que la historiograf#a se planteaba nuevas tareas. Los fundamentos de la narracin histrica se
configuraron, globalmente, en el momento en que los dos primeros modelos prevalecieron. @. %ntig&edad Iv Reflexion pragmtica 5o es correcto unir, como se suele hacer, el origen del pragmatismo, o sea, del propsito de atribuir tareas prcticas a la literatura histrica, con los nombres de Polibio 0 Duc#dides, porque, como ha mostrado ?. 2obias, la literatura histrica dirigida a proporcionar recomendaciones 0 valoraciones para las actividades p6blicas 0 privadas, puede remontarse, en su forma original, a la historiograf#a hitita &siglo iv a. 7.) 0 hebrea &esta 6ltima relacionada con la edicin del +ntiguo Destamento) i, *l trmino pragm'ti(os se debe en realidad a Polibio &siglo '' a. 7.), pero todos los escritos de Duc#dides &siglo 0 a. 7.), el fundador de la historiograf#a pol#tica, que eran escritos destinados a instruir a hombres de estado, ten#an 0a la marca de un pragmatismo avan(ado 2 *l hecho de que la musa de la historia se llamara 7l#o testifica la temprana influencia del pragmatismo en la historiograf#a griega, que ha sido subra0ada en varias ocasiones . *l nombre )l*o viene seguramente de (leio,. .glorificar, venerar/. *sta opinin sobre los ob!etivos de la literatura histrica impregn la historiograf#a durante largo tiempo, determinando as# las tareas de cualquier historiador consciente de su papel, incluso aunque dicho historiador cre0era, cmo Polibio, que la historia pod#a escribirse de otra manera para los .sabios/, es decir, sin fe ni temor de los dioses (deisdaii+nonia). +unque los historiadores de orientacin pragmtica se atribu#an la tarea de buscar las causas de los sucesos, 0 en la prctica, de las acciones humanas &lo cual se considera a menudo como el rasgo caracter#stico de la listoflograf#a pragmtica), sin embargo sus Qogros reales en ese aspecto fueron bastante peque,os. La b6squeda de causas4 sin embargo, se ha convertido desde entonces en un elemento de la narracin histrica. La intervencin divina 0 la providencia fueron destacadas en la +ntig>edad &cfr. =erodoto), el conflicto lo fue ms tarde en la *dad 9edia, pero el papel del hombre &individuo) como factor histrico, un individuo cu0as acciones estaban siendo valoradas todo el tiempo &cfr. Duc#dides), era acentuado con ms fuerza que en la *dad 9edia4 en la +ntig>edad esto significaba abandonar los Dlitos para pensar en trminos histricos. PoQibio, uno de los ma0ores his ? 2oblas, op. cit., pgs. 3C, RS1BF. Los comentarios ms incisivos sobre la narractn ci-, los histuiiadorcs antiguos so cncuentrao n L. 7anfui a, ,oLaiiid . sele-io. un/a storioeraf 0a classica. -ari, @SN2. toriadores antiguos, superior a muchos otros por su sentido metodolgico, aunque mu0 controvertido en otros aspectos, elimin los factores sobrenaturales de su anlisis, pues pensaba que, al referirnos a tales factores, slo tratamos de disimular nuestra ignorancia. *n l#nea con su acercamiento human#stico, la historiograf#a griega 0 romana daban prioridad, entre los factores naturales, a las acciones individuales, pero anotaban tambin, hasta cierto grado, el efecto del contorno sobre el hombre, fundamentalmente el clima . *n 6ltima instancia, por lo que se refiere al problema de la e plicacin, la
+ntig>edad adelant varios factores que har#an entender los hechos pasados. *l primer lugar se daba a las actividades de un individuo influido por su contorno natural, es decir los motivos psicolgicos de tales actividades &interpretados estticamente)4 el factor divino tambin era tenido en cuenta en diversos grados. Por otra parte, en la historiograf#a antigua no se encuentran refle iones sobre el concepto de causa. Puesto que el concepto de desarrollo histrico a6n no se comprend#a, no se hac#an e plicaciones de ese mecanismo. Slo el concepto de cambio lleg a ser incluido en el repertorio bsico de las categor#as de las construcciones histricas. +unque la narracin inclu0e una descripcin, una e plicacin 0 una valoracin, el marco estructural de tal narracin, en concreto la referencia al tiempo 0 el espacio, estaba slo naciendo. - Ls historiadores antiguos griegos 0 romanos no eran tan buenos al enfrentarte con el tiempo como lo fueron ms tarde sus colegas medievales. 'ncluso se puede decir que retrocedieron, porque los egipcios 0 los babilonios, conocidos por sus logros en astronom#a, sab#an medir el tiempo meor que los griegos 0 romanos, cu0os problemas cronolgicos no terminaron hasta la introduccin del calendario !uliano, en el R a. 7. . Los egipcios ten#an tambin un me!or sentido de la duracin del tiempo. *n =erodoto, el ?iempo 0 el espacio, como elementos que ordenan las descripciones 0 a0udan a hacer afirmaciones histricas completas, no !ugaron ning6n papel importante. 'ntent introducir la secuencia temporal de hechos 0 la datacin, pero esta 6ltima se basaba en diferentes sistemas &tales como los reinados de los re0es persas, etc.) 0 por tanto resultaba un acercamiento desigual en cuanto al tiempo. =ellinicos de 9itilene (c. 479-e. 3SB a. 7.), que es el fundador de la cronograf#a griega, trat de unificar las bases de la datacin histrica tomando como referencia la lista de las sacerdotisas de @1?era en +rgos. Ktros intentos &tomando como referencia la cronolog#a de los ?uegos Kl#mpicos) se deben a Dimeo de Daorrnina &2BB13RFT - 2RB12FFT a. 7.), 0 especialmente a +ratste nes de 7irene &2NBT1@SBT a. 7.). Pero, globalmente, no hubo un acercamiento claro a la cronolog#a hasta el final del per#odo antiguo. Sr subra0a que los romanos tuvieron, en general, un sentido ms des arrollado del paso del tiempo que @FB griegos4 estos 6ltimos estuvieron marcados por una refle in anterior 0 ms comprensiva sobre el espacio L Pero, como ocurr#a tambin en el caso del tiempo, esa refle in fio era de naturale(a filosfica$ era ms bien tcnica, con el propsito de ordenar la narracin 0 hacerla ms precisa. *n relacin con esto, mencionemos sobre todo a =ecateo de 9ileto &siglo vi a. 7.), el autor del 1apa del mundo (2es periodes) 0 de descripciones geogrficas, que en su Perigesis pint por primera ve( una l#nea de demarcacin entre *uropa 0 +sia, e inici as# esta tendencia en la literatura histrica. 2esde aquel momento vemos que el sentido espacial arraig en la historiograf#a griega 0 romana. Las obras de *ratstenes, que a0udaron a delimitar 0 comprender el espacio, fueron un logro importante. *n 6ltima instancia, la debilidad de la refle in cronolgica, perpetuada por la idea de los .retornos eternos/, que estaba fuertemente desarrollada en la filosof#a griega, se encontraba unida a un dbil sentido del cambio en la historia 0, por otra parte, a su continuidad. *sta opinin no debe e agerarse, porque incluso en =omero podemos notar un sentido de unidad entre el pasado 0 el presente. *n la filosof#a antigua, el concepto preciso de camb!U 0 movimiento se
manifiesta visiblemente, por e!emplo, en +ristteles, pero apenas se introduce en la historiograf#a. 9erece la pena a,adir tanabin que, pese a todo el avance hecho por los historigrafos medievales en la sensacin del paso del tiempo, los antiguos indicaban los cambios pasados con ms fuer(a que los medievales, puesto que estos 6ltimos se ocupaban sobre todo de los modelos, 0, por tanto, de elenaentos invariables. *n la historiograf#a antigua dichos n1 iodelos eran ms fle ibles 0 estaban ms estrechamente conectados con las acciones humanas, a pesar de que los seres humanos ten#an sus destinos determinados por el =ado, que estaba en manos de los dioses. Las opiniones precedentes concern#an a la refle in de los antiguos sobre el mtodo de describir el pasado. 7omo hemos visto, refle!aban, sobre los valores estticos deseables de tal descripcin, su papel social, la necesidad de interpretaciones causales lo ms comprensivas posible, 0 la ordenacin de las descripciones desde el punto de vista del tiempo 0 del espacio. Dambin se ocupaban de la necesidad de ser ob!etivos 0 de buscar la verdad &Pohbio). + pesar de la enorme fuer(a del individualismo metodolgico que dominaba la historiograf#a antigua, encontramos tambin tra(as de acercaKStento sinttico que, sin embargo, prestaba poca atencin a las causas de las diferencias entre las situaciones de diversas gentes, aunque se dieron los primeros pasos en ese sentido. *sto vale sobre todo para la historiograf#a romana, desarrollada en el ambiente de la e pansin pol#tica de ;oma, que ten#a en cuenta la historia universal, sin la cual no pod#a ser entendida la historia de ;oma. *n la historiograf#a griega, el primer lugar desde este Punto de vista corresponde a =ellinicos de 9itilene, el autor de una historia universal 0 varias monograf#as, menospreciado como historiador seg6n =. @. 9arrou . *n un per#odo posterior, la tendencia hacia acercamientos ms amplios puede verse en muchos historiadores, entre ellos, sobre todo, Poseidonio &@3B1BF a. 7.). =ab#a, sin embargo, mucha menos refle in sobre el conocimiento histrico mismo, o sea, sobre los fundamentos de la narracin basados en fuentes, aunque los antiguos &por e!emplo, Duc#dides) en la prctica hab#an dominado casi por completo la heur#stica 0 muchos mtodos de reconstruccin del pasado. 5ecesariamente, esto dio lugar Ga pesar de la carencia de estudios tericosG al desarrollo de la heur#stica prctica. *l progreso cci ese campo puede ohscrvarse a partir del hecho de que =erodoto, en contraste con los loggrafos, revelaba sus fuentes, hasta cierto punto. Sin embargo, sta no era la regla4 con lo preciso que era, ni siquiera Dacito anot sus fuentes . *n general, no hab#a un clima que impuisara a agrupar e investigar las fuentes. Los historiadores no se preocupaban de reunir fuentes 0 conservarlas4 usaban los testimonios que encontraban, e incluso esto lo hac#an de un modo ms literario que estudioso. *sta valoracin general no se ve refutada por ciertas e cepciones, en particular la apro imacin inductiva de +ristteles 0 su recomendacin de reunir datos sobre los hechos. Dodo esto se deb#a a la circunstancia de que el acercamiento estudioso a los sucesos pasados apenas se pod#a encontrar a6n, 0 lo mismo vale para la *dad 9edia. *l sentido cr#tico hacia las fuentes puede verse 0a en los elementos de una interpretacin racional de los vie!os mitos cuando se les considera fuentes, elementos que encontramos en la 2enealog*a de ;ecateo de 9ileto &vid. supra). Pero ms tarde, a pesar de que aument la conciencia hacia el estudio de las fuentes, los historiadores no consiguieron reali(ar la cr#tica interna 0 e terna de las mismas.
2. La $dad 1edia *n 6ltimo trmino, la *dad 9edia hered de la +ntig>edad, por lo que se refiere al mtodo histrico, ciertos elementos de la teor#a de la descripcin histrica, y sobre todo una inmensa e periencia prctica en la literatura histrica, marcada por altos valores estticos. Pero esa e periencia prctica no se us debidamente, 0 slo en el 6ltimo per#odo medieval, ba!o el impacto del humanismo, la historiograf#a europea alcan( el vie!o nivel de narracin, cuidadosa en su forma, pero ms precisa en cuanto a la situacin de la materia en el tiempo 0 en el espacio. La refle in sobre el tiempo representaba tambin la principal fuer(a del pensamiento medieval, tanto sobre la filosof#a de la historia como sobre las tcnicas de literatura histrica. Para los cristianos, el tiempo est claramente delimitado$ desde la creacin del mundo hasta el ?uicio "inal. *n la +ntig>edad, especialmente para los griegos, ci tiempo no ten#a direccion 0 coma ciclicamente. *l cambio de opinin sobre el tiempo en la *dad 9edia ten#a que refle!arse en las maneras de interpretar los sucesos pasados. La ms importante para, la literatura histrica fue la introduccin, por +urelio +ugustino &San +gust#n, 3BR1R3F d. 7.), de la interpretacin dci pagado corno una secuencia de pocas determinadas, cada una de las cuales era la reali(acion de un ob!etivo divino espec#fico. La interpretacin lineal de sucesos fue refor(ada por las concepciones cristolgicas &las pocas del Padre, del =i!o 0 del *sp#ritu Santo), 0 ms tarde, por la divisin, introducida por ?oaqu#n de "iore &siglo xH , en pocas (status) 0 per#odos (aetates), marcados por generaciones sucesivas 0 tambin, a eces, por las actividades de personas prominentes, como ?uan el -autista, 7onstantino el %rande, etctera. 2espus har esto -ossuct &@C2N1@NFR), 0 a6n ms tarde lo harn los filsofos de la *ra de la 'lustracin, quienes combinaron estas concepciones con elementos seculares. *n la prctica histrica medieval fueron mucho ms importantes, dada la poca, los avances en la medida del tiempo. +dems de anteriores logros de los crongrafos Se to ?ulio +fricano &siglo iii 0 *usebio de 7esarea &siglo 'v) @F, los fundamentos generales fueron puestos por el eminente historiador eclesistico -eda el :enerable &CN3T1N3B), autor de De ,emporuin 3atione, en su obra sobre las tablas pascuales que sirvieron para computar las fechas de la Pascua. -eda not la diferencia creciente entre el a,o astronmico 0 el a,o del 7alendario ?uliano e inici el estudio de una reforma del calendario, que no tuvo lugar hasta el siglo vi, con la introduccin del 7alendario %regoriano, 0 que, de cualquier manera, la 'glesia vet en un principio. Sin embargo, fue de enorme importancia prctica su tabla pascual en la que el tiempo se contaba a partir del nacimiento de 7risto. *ste mtodo de computar fue creado por un mon!e romano llamado 2ionisio el 7orto &siglo vi), pero -eda fue el primero en introducir el mtodo de 2ionisio en la historiograf#a. La obra de -eda 0 la de los tabuladores cristianos tard#os contribu0eron a la unificacin del sistema cronolgico usado en la literatura histrica medieval europea. Sin embargo, esto sirve slo para los anales 0 las crnicas &en el estricto sentido de estos trminos), puesto que los autores de las obras que eran mucho ms narrativas o picas &hablamos del per#odo anterior al siglo !III , como las gesto, no
atribu#an tanta importancia a la precisin cronolgica, 0a que centraban su atencin en la descripcin de sucesos, de la forma ms colorida e instructiva posible. Puede decirse en general, no demasiado concisamente, que la primera tendencia estaba ms unida a los centros eclesisticos &monasterios y cabildos), mientras que la 6ltima representaba ms bien la literatura hiatrica de tipo cortesano. La refle in sobre el elemento espacial, que dirigi la atencin de los historiadores hacia las diferencias entre territorios 0 pueblos, 0 por tanto e igi e plicaciones de tales diferencias, se hi(o ms pronunciada en la *dad 9edia. Por otra parte, los rabes consiguieron grandes logros en el 7ampo de la geograf#a, en especial +l 9ussudi &siglo ) e 'bn 8haldun &siglo lv), probablemente los ms importantes via!eros medievales, a0udados por la relativa unidad del mundo musulmn 11 Sus obras no influ0eron, sin embargo, sobre los autores cristianos. +s# pues, no ha0 que pensar que, a pesar del avance en la precisin de las descripciones, la historiograf#a cristiana no hi(o ning6n progreso en las refle iones sobre las causas de las diferencias 0 los cambios. La antigua Y fuerte teosdencia hunan#at!ca en la presentacin de los sucesos pasado provoc una combinacin de las fuentes de los cambios con las accione humanas. *n la *dad 9edia cristiana, esta tendencia se hab#a debilitado much *l individualismo de! paso al universalismo4 el hombre se convirti e un instrumento en manos de 2ios, que asigna a la historia su ob!etiv 0 asegura al mundo su proteccin divina, mientras que el hombre, por mismo, no est en posicin de hacer ning6n cambio esencial en el mundo *sta interpretacin de los hechos debe de haber dado lugar a una actitu metodolgica definida hacia la descripcin de esos hechos. La observaci en las descripciones de la secuencia temporal de los hechos hi(o que lo historiadores buscaran un ne o causal, pero el omnipresente pragmatism por otro lado, les hi(o buscar en los hechos pasados modelos que en 6ltirn instancia ven#an de 2ios, 0 as# bloqueaban el camino a los procedimiento de e plicacin, respecto a los factores determinantes de los cambios 0 las refle iones sobre el autntico concepto de causalidad en lo historico +lg6n progreso en las e plicaciones histricas se deb#a a los historicografo rabes, pero ellos tambin carec#an de la categor#a de desarrollo histrico La historicoograf#a medieval era pragmtica, tanto en su versin eclesi tica &e!ecucin de ideas cristianas) como en su versin laica &servicio a lo monarcas 0 estados), pero, siguiendo una hegemon#a ms fuerte de los el mentos religiosos en la vida intelectual, ten#a efectos de ms largo alcanc que en Qa +ntig>edad en lo referente a la seleccin de los hechos, 0 pF@ tanto una pluralidad 4 ob!etividad relativas. Por otro lado el universalism cristiano contribu0 al desarrollo de las tendencias universalistas en historicoograf#a, que intentaban abarcar todo el pasado en el conte to geo orfico ms amplio posible, incluso aunque la adopcin del factor divin que e plicaba todo no dirig#a la atencin hacia otros factores que pod#a ser la base de cambios y diferencias. Se pueden encontrar e!emplos en las obras de Krosio &mencionado previamente), Ktto de "riesingen &siglo ii) 0 9artin de Kpava &Droppau), llamado 9art#n el Polaco, autor de la )rnica de los Papas 4 $mperadores &siglo iii). Por tanto, para todas las tenden cias hacia apro imaciones integrales, la falta de refle iones sobre los con ceptos de
diferencia, cambio, 0 desarrollo, impidi una transformacin de la literatura de crnicas medieval, bsicamente compiladora. *s obvio que ni la utili(acin ms precisa del tiempo 0 el espacio, como elementoS de descripcin basta para que esa descripcin se un cuadro coherente, *sto requiere una refle in avan(ada sobre la e plicacin de las diferencias de situaciones, cambios en el tiempo y desarrollo4 tales e plicaciones slo pueden surgir de una apro imacin e ploratoria a los hechos pasados, y esi apro imacin era ine istente en la *dad 9edia, como tambin lo hab#a sido en la +ntig>edad. Pero las descripciones pod#an me!orarse basndose ero fundamentos lo ms fiables posible. La *dad 9edia, especialmente en la historicoograf#a bt (antina 0 rabe, s# marc alg6n progreso en el anlisis de fuentes. Pero, nos concentramos en la literatura cristiana, esa cr#tica era e tremada3 mente t#mida. Se deb#a a ciertos avances en la heur#stic$s, la atencin pees3 tada a la recogida de fuentes, 0 una documentacin ms cuic'dosa 7rec#a la demanda de obras que fueran de naturale(a laica 0 pol#ticamente comprometidas en la misma medida en la que fueran religiosas. La cuestin era tener obras que correspondieran a la creciente manifestacin de los sentimientos nacionalistas4 los anales tradicionales 0 la hagiograf#a, basados en dbiles fundamentos heur#sticos 0 0a en decadencia por aquel tiempo, no pod#an estar al nivel que la ocasin e ig#a. La tendencia comen( en los siglos i 0 ii, tanto en *uropa occidental como en ;usia &en este Eltimo caso, ba!o la influencia de la historiograf#a bi(antina), pero alcan( su auge despus, en el siglo v. *n Polonia el intento de escribir una gran crnica nacional se manifest en el siglo iv en la forma de la )rnica 1agna seu Longa Polonorum, que parece haber sido el resultado de una obra preparatoria &heur#stica) escrita probablemente por ?un<o de 7(arn<V 12, que ten#a en mente el escribir una historicoa nacional 1"# La idea fue puesta en prctica por ?an 2lugos(. Sus %nnales atestiguan un considerable progreso en las tcnicas heur#sticas, incluso teniendo .en cuenta que 2lugos( fue uno de los historicoadores ms eminentes de su poca. ?. 2abroVs<i asegura que en la poca de actividad de 2lugos( .ning6n historicoador en *uropa pod#a igualarle, ni por supuesto, superarle/ 1$ Dambin asegura que ni siquiera los primeros escritores 0 humanistas, incluido el famoso *nneas Silvio Piccolomini, produ!eron una obra que puediera competir con la de 2lugos(, a pesar de que ste escrib#a todav#a con el esp#ritu pragmtico de la 'glesia. Otili(ando las fuentes, 2lugos( mostraba su tendencia a basar sus conclusiones en los "undamentos ms variados posibles 0 a obtener fuentes primarias, cosa que has3 que subra0ar, es decir, no slo compilaciones posteriores, sino tambin aquellos documentos .que estn desperdigados en las 'glesias, los archivos 0 otros lugares/. *scribi que no quer#a .quedar satisfecho con la repeticin de lo que hab#an escrito antes historicoadores e tran!eros, sino que intentaba dar un paso adelante/ @B =a0 que advertir, puesto que el hecho suele pasar desapercibido, que por medio de la 0u taposicin de varias fuentes &crnicas polacas, 0 datos bohemios, rusos, h6ngaros 0 de los caballeo3FB teutnicos, cartas, tradicin oral, sus propias observaciones e informaciones de sus contemporneos), 2lugos( mostr elementos de su cr#tica e terna e interna. Seg6n la costumbre de su poca, 2lugos( no citaba sus fuentes, pero un anlisis cr#tico de su traba!o muestra que cuando describ#a un hecho concreto prefer#a basarse en
aquellos testimonios que hieran lo ms originales posible, 0 lo ms cercanos al hecho en cuestin. La fiabiQidad del traba!o de 2lugos(, debido al avance que represent en la heur#stica, ha sido demostrada recientemente, a pesar de que en sus narraciones confund#a las informaciones sobre los hechos con invenciones de su propia imaginacin, con las que quer#a llenar las lagunas de las "uentes 0 ofrecer e plicaciones causales. Su cr#tica de fuentes no pod#a ser todav#a moderna porque a6n no e ist#an unas ciencias au iliares bien desarrolladas$ no aparecieron hasta ms tarde, a partir de la refle in sobre OS fundamentos del conocimiento histrico. Pero el nacimiento de las ciencias histricas au iliares podr#a situarss en la poca de la actividad de 2lugos(. 7orno era de esperar, estas disci plinas surgieron !unto a la cr#tica de documentos, tan importantes en K *dad 9edia 0 que a menudo eran falsos. L. :alla &@RFN1@RBN), secretarh papal de mente e cepcionalmente interesante, fue uno de los primeros estu diosos que mostr sospechas de este tipo. 7uando anali( la llamada dona cin de 7onstantino, que consideraba como mito, intent usar la cr#ticr e terna e interna. On historicoador, pensaba, debe ser ob!etivo 0 tener clan que su imagen del pasado no debe distorsionarse por el studium, odium vanitas *n la ba!a *dad 9edia, uno de los que aport valores e cepcionales a la interpretacin de la literatura histrica fue 'bn 8haldun &+bd ar1;ahrnan 'bn 8haldun, @3321@RFC), el historicoador ms eminente del mundo rnusu@mn autor de un traba!o sobre la historicoa de los rabes, los persas 0 los bere beres, 0 de sus Prolegmenos a la historicoa, que hicieron poca. *n sus obras anticip claramente los avances de la refle in sociolgica posterior sobre lo histrico a, se,alando la necesidad de tener en cuenta los cambios de la estructura social en el proceso histrico. +nali(ando, sobre todo, lar diferencias entre los pueblos nmadas 0 los sedentarios, subra0 factores que provocan los cambios sociales &en especial el factor geogrfico). 'nter pret la materia de la historicoa de una forma mu0 amplia, como un estudio de .la cultura del mundo/, anticipndose as# a la poca de la 'lustracin. *n sus obras podemos encontrar destellos de una distincin entre historicos cient#fica e historicoa descriptiva &la primera consiste en el estudio de los cambios de la estructura social). Dambin combin un conocimiento amplio 0 comprensivo de las fuentes con una gran cantidad de cr#tica@N. @. $l desarrollo del modelo cr*tico de investigacin 0 el erudicionismo temprano *ra destacable en la ba!a *dad 9edia 0 claramente marcado en los tiempos modernos que el centro del inters de un historicoador era rnoverse de la narracin misma a los fundamentos de esa narracin. *l resultado fue un enorme desarrollo de las tcnicas cr#ticas del historicoador. La preciSin cada ve( ma0or de esas tcnicas es el signusn specificuen del buen traba!o de un historicoador, y las mismas son consideradas por algunos historicoadores interesados en la metodolog#a &por e!emplo. L. *. =al<in) como el criterio de la naturale(a cient#fica de la investigacin histrica, incluso ho0, que los modelos de investigacin histrica estn en un nivel ms alto 0 la calidad de las tcnicas de investigacin est garanti(ada. *ste criterio, que minimi(aba la cuestin de los hechos pasados, fue enriquecido Ga la lu( del modelo cr#tico de investigacinG por la e igencia de que las narraciones histricas fueran no slo ciertas, sino tambin acomodadas a la teor#a &filosof#a). *sta e igencia fue mantenida principalmente por filsofos 0 tericos de la ciencia, aunque los
historicoadores destacados coipcid#an en las consideraciones generales de la misma. *l modelo cr#tico de investigacin estaba dominado por la refle in Ginspirada por varios motivosG sobre los mtodos de establecer las fuentes ero las que se basa la investigacin, 0 por la cr#tica hacia tales fuentes. *sa cr#tica tambin cubr#a, por descontado, varias obras previamente escritas por historicoadores. Dal fue el esp#ritu que inspir la primera historicoa m%&er'a 0 general de la historicoograf#a, escrita por La Popelinire . Las muchas e interesantes propuestas que se encuentran en esa obra Gque propon#a la idea de .historicoa acabada/ (histoire accomplie)5 inclu0en la condena de las narraciones que atribu0en a sus hroes monlogos 0 dilogos inventados por los historicoadores. La Popelinire se opone a la e cesiva emisin de veredictos sobre el pasado, y compara a los historicoadores que lo hacen con los estudiantes que nada ms de!ar la sala de lectura tratan de .cambiar/ las le0es de Licurgo o Soln. Subra0a que la historicoa no debe escribsrse para beneficio de nadie. La narracin debe ser verdadera y tener la intencin de derrumbar las le0endas 0 los mitos. Su naturale(a cient#fica debe ser establecida por el esfuer(o en descubrir las .causas naturales/ invetigacin histrica. 7abr#a la posibilidad de apuntar muchas ms obras que propagaron ese modelo de investigacin. Su equivalente filosfico se encontraba en las obras de "rancis -acon &@BC@1 @C2C), que llamaba la atencin hacia el cuidado en la formulacin de opiniones 0 quer#a reformar la ciencia se,alando el papel dominante de la i,duccin. *n el caso de la historicoa, esto significaba la recomendacin de seguir estrictamente las fuentes. Pero no postulaba una renuncia total a las hiptesis que no estuvieran basadas en fuentes. Su intento de sistemati(ar aquellas ideas que acechan a las mentes humanas 0 estorban, por tanto, al historicoador en su reconstruccin cr#tica del pasado, se hi(o clebre. *sas ideas son las que llama idola theatri &aceptacin ciega de la doctrina), idola fon &tomar las palabras como cosas), idola specus &creencias individuales) e idola tribus &mitos de un grupo). Pero el induccionismo de -acon no iba a encontrar plena confirmacin hasta el positivismo del siglo i . *s evidente que, en comparacin con la cr#tica moderna de las fuentes, ese tipo de cr#tica promovida 0 practicada con referencia a los testimonios del pasado ten#a todav#a un alcance limitado 0. ms a6n, ten#a sus or#genes, especialmente durante el ;enacimiento, no en los esfuer(os independientes para lograr la verdad del historicoador, sino en fines prcticos. La referencia a los !emplos histricos como argumentos para dirimir conflictos se hi(o cada ve( ms popular. L esto fue estimulado por la escalada sin precedentes de conflictos religiosos en el per#odo de la ;eforma. Los promotores de la ;eforma buscaban apo0os en el pasado e intentaban demostrar &en un terreno determinado) la falsedad del cuadro del pasado dibu!ado por la vie!a historiograf#a de la 'glesia 0 por su literatura histrica papal contempornea. *stos intentos comen(aron en el siglo v 0 se intensificaron en el vi. *n cone in con esto, el anlisis de fuentes ir#a muchas veces ms all de la cr#tica e terna, formando as# el n6cleo de la hermenutica. Pero los resultados del inters anal#tico en las fuentes se iban a manifestar de forma ms amplia slo en el siglo !VII. *l ;enacimiento e igi un e amen cr#tico de las fuentes, pero Gsi consideramos la cuestin desde el punto de vista del desarrollo de la
refle in sobre la historicoaG dio lugar a la e tensin de la filosof#a social 0 pol#tica &la primera podr#a 'lamarse tambin sociolog#a histrica), de enorme importancia para la evolucin, entonces en sus principios, de las opiniones sobre la materia de la investigacin histrica. *n 5. 9aquiavelo &@RCS1@B2N), ". %uicciardini &@RA31@BRF), ?. -odin &@B3F1@BSC) 0 otros, esa filosof#a, que hasta el momento hab#a sido deductiva 0 teolgica, entr en contacto con la historicoa. Sin embargo, el punto de partida no era una b6squeda estudiosa de la verdad que fuera de naturale(a pura. mente cognoscitiva, sino ms bien las necesidades de conocimiento social 0 pol#tico, para lo cual se buscaba apo0o en el pasado, incluso aunque los autores en cuestin estuvieran apartados de una intencin morali(adora. La importancia e cepcional de las obras de 9aquiavelo para el des arrollo de la refle in sobre la historicoa no puede menos que ser subra0ada. 9aquiavelo, a quien, por cierto, sus contemporneos consideraban sobre tocin un hisioriarlor aporc a la pol#tica G11despus de un intervalo que duraba desde +risttelesG un acercamiento laico 0 cient#fico. *n sus obras liis tricas, 9aquias r'o, sieuicndo un sendero parcialmente recorrido, si cofl s d#namos a los :i llanis 0 sus )rdiiicas 6lore*i &FJ3B KKruo sus prcde7eS&r7S directas, accntu las cuestFJfleS sociales 0 los confiictoJ en la sociedad, lo trrrr r ci origen del retado & !o) nacimico to de) concepto de coriirai socialI), por el papel social de la religin 0 la le0 0 por la vida econmica. La ampliacin de la materia de investigacin histrica se relacionaba con las ideas filosficas &tericas) no teolgicas, que a0udaron a organi(ar la descripcin histrica de los sucesos, 0 que eran ine istentes en la historicoograf#a pragmtica 0 en la del tipo de las crnicas. *sta ampliacin de materia inclu#a tambin una seleccin apropiada de datos sobre los hechos. 5o es casualidad, entonces, que la refle in sobre este asunto se remonte al ;enacimiento. + pesar de las diferencias entre los dos historicoadores, ". %uicciardini represent tendencias metodolgicas en la literatura histrica similares a las de su gran predecesor 2 *n el desarrollo de la metodolog#a de la literatura histrica el punto crucial debe verse en el 1ethodus ad facilem "-istoniaruin cognitionem de (. -odin &@BCC), nacido de las controversias mencionadas ms arriba sobre la ;eforma 0 dedicada e clusivamente a las refle iones sobre la historicoa, aunque se refer#a ms a los hechos pasados que a los mtodos para reconstruirlos . (. -odin subra0 que el desarrollo de la literatura histrica requer#a un me!or anlisis 0 una cr#tica ms e haustiva de las fuentes. *n su refle in sobre la historicoa fue el primero en subra0ar con tanta firme(a la necesidad de los historicoadores de tener un conocimiento no basado en fuentes, sobre todo en cuanto a las cuestiones geogrficas 0 cronolgicas. *n su anlisis de la .historicoa humana/, que caracteri(aba como el origen de la sociedad 0 el estado, 0 por tanto como aquellos factores que e plican las diferencias en las situaciones de los distintos pueblos, -odin prest atencin a los rasgos geogrficos 0 climticos del entorno 0 a los rasgos antropolgicos de los seres humanos &factores estticos), pero tambin advirti el papel de los factores sociales, principalmente los conflictos que surgen en las sociedades, 0 por tanto, los hechos relacionados con las acciones humanas &factores dinmicos). 9uchas de sus conclusiones recuerdan las obtenidas previamente por su brillante predecesor 'bn 8haldun, cu0os escritos podr#a haber le#do -odin. -odin mostr tambin un sentido ms preciso del tiempo histrico 0 del
proceso de la historicoa que el que hab#an tenido los historicoadores anteriores. La aparicin del concepto de .progreso/ $, no mu0 claramente comprendido a6n en aquel tiempo, atestigua tambin una evolucin general de las Kpiniones del ;enacimiento. *l progreso se ha convertido desde entonces en una categor#a permanente del pensamiento histrico, 0 puede considerarse como el principal logro de los escritores renacentistas en este terreo *l estadio inicial de esa evolucin lo marcaron las obras de ". -acon @. -odin, el 6ltimo de los cuales trat adems de tener en cuenta ha cierto punto la historicoograf#a anterior. +quel intento tuvo un continuad destacado en la persona de La Popelinire. *l intenso sentido cr#tico manifestado en la literatura histrica del @ nacimiento dio lugar a las ciencias histricas au iliares, en primer lug la diplomtica, en el sentido amplio de este trmino. *sto fue acompa,a por grandes avances en la cronolog#a, a partir de las controversias mc vadas por la reforma del Papa %regorio W''' ((. Scalinger, @BRF1@C@ ,hesauius ,enoporuno7 2. Petavius, @BA31@CB2, De doctrina ,emporum, @C2 Scalinger propuso la divisin del tiempo, en relacin con la literatura 'i trica, seg6n principios matemticos 0 astronmicos, mientras que Petavi fue el primero que consigui fechar sucesos dividindolos entre los q tuvieron lugar antes o despus del nacimiento de 7risto. *ste sistema datacin se hi(o com6n durante el siglo vii. 'gual que el estudio de cronolog#a, tambin la diplomtica se desarroll en el ambiente monsti de las abad#as de St. %ermain1des1Prs 0 St. 2enis, pero no naci hasta @C con la aparicin del libro 1 de De re diplomdtica libri #", de ?. 9abillc *l mismo per#odo vio tambin la publicacin del diccionario de lat#n n dieval de 2u 7ange, que ha conservado su valor hasta ho0. *l siglo W:'', que se caracteri( sobre todo por el progreso en tcnica de establecer los hechos, vio la publicacin de las primeras cols ciones de fuentes, a veces mu0 amplias, en las que los principios cr#tic iban siendo gradualmente aplicados. *n @C23, %. (. :oss public en Le0d su .4rs histrica, que fue el n6cleo de los tratados futuros sobre la literatu histrica. i3o encontrarnos en l ning6n anlisis metodolgico riguroso, su simplemente una lista de reglas de la tcnica de la literatura histrica, relacin con lo que :oss llamaba la capacidad de distinguir la falsed de la verdad. La capacidad de escribir historicoa es llamada aqu# .arte hists rica/, un arte cr#tico . La opinin, subra0ada por ". -acin, de que es neo sacio liburarse del pragmatismo 0 escribir narraciones ob!etivas sobre it hechos pasados, iba ganando terreno entre los estudiosos. Las discusion sobre el tema se intensificaron, lo que dio #mpetu a las tendencias cr#tica de una parte de los estudiosos que dispon#an de tcnicas cada ve( rne!ore Los sucesos que tuvieron lugar en el siglo vii, 0 en parte tambi en el siglo vi, en la esfera de la literatura histrica, merecen atenciX especial ) "ue en aquel tiempo cuando se form por primera ve(, sobo todo en "rancia, un c#rculo de historicoadores 0 estudiosos en general co3S cientes de su identidad 0 concentrados en una reconstruccin ob!etiva d los hechos pasados. Uuer#an considerar la historicoa como una ciencia, 0 opon#an por tanto a las tendencias pragmticas, especialmente las inSP radas por la 'glesia 0 los grupos dirigentes. *n este sentido, recha(aba3 totalmente las especulaciones, comunes anteriormente, sobre los hecho pasados, 0 centraban la atencin en una me!ora de los mtodos de investigacin, principalmente la cr#tica de fuentes. *n las discusiones se empe( a prestar atencin a la
necesidad de ipo0ar las afirmaciones. Ona muestra interesante la ofrece sobre todo el t8cta arsctorum, obra del grupo de estudiosos llamados -ollandistas, seguidores de ?ean -olland, el iniciador de la publicacin. *n su obra se aplica un pensamiento cient#fico riguroso a un terreno tan poco cultivado por la cr#tica corno la hagiograf#a. La manifestacin ms clara de las nuevas tenadencias de la literatura histrica pod#a verse en las obras de 9abillon l0 2u 7ange, antes mencionadas. "ue 9abillon quien estableci las reglas ifundamentales para investigar la autenticidad 0 fiabilidad de las fuentes, $iiorrnas que iban a conservar su valor durante largo tiempo . *n resumen, podemos hablar dci nacimiento de la primera fase del .erudicionismo en la historicoograf#a. Su primera funcin consisti en intentar Econvertir la investigacin histrica en algo cient#fico. Los defensores del erudicionismo se enfrentaron a la historicoograf#a dirigida por la 'glesia o por la noble(a. Por supuesto, la historicoograf#a erudita no desapareci en el siglo viiY sino que continu e istiendo 0 enriquecindose regularmente con valores nuevos que despus se convirtieron en los rasgos caracter#sticos de las obras histricas. + pesar de estos intentos cr#ticos, la literatura histrica continu siendo un arte que no profundi(aba en la cr#tica, sino que intentaba !ugar, !unto con la filosof#a, 0 a veces incluso por s# sola, el papel de magistra vitae. +s# puede entenderse que no lograra ganar la aprobacin del riguroso 0 escptico 2escartes &@BSC1 @CBF), como antes no hab#a logrado la aprobacin de +ristteles. 2escartes, que postulaba un modelo deductivo de conocimiento, reprochaba a la historicoa su escasa cr#tica, demasiada imaginacin, e incapacidad de seleccionar los hechos. +l hacerlo ten#a bastante ra(n, 0 esta situacin de la historicoa, !unto con el hecho de que la ciencia natural, anteriormente recha(ada, se iba haciendo cada ve( ms cient#fica, pod#a agrandar la distancia entre los estudios sobre la naturale(a, amplios 0 rigurosos, 4 los estudios sobre la sociedad. La influencia de 2escartes en la metodolog#a de la investigacin histrica fue doble. *n primer lugar, promovi una atmsfera filosfica que favoreci la lucha en favor del rigor, la claridad 0 el esp#ritu cr#tico. *n segundo lugar, al proponer la idea del progreso constante, fi!ado de una ve( por todas hasta que el conocimiento humano, basado en el a ioma del orden natural del universo, llegue al estado de perfeccin, 2escartes fue el vercladero autor de la idea, desarrollada en la poca de la 'lustracin, de las le0es de la naturale(a consideradas corno a iomas de los que se puede deducir todo el conocimiento humano &por un proceso de deduccin anlogo al de la geometr#a). *sto implicaba una idea definida de progreso$ a partir de 2escartes el progreso se convirti en algo ahistrico, como un .proceso natural/, que es la reali(acion de las le0es inmutables de la naturale(a que hacen felices a los seres humanos 0 pueden ser abarcadas por la ra(n. l carc inmutable de estas leves iba unido, obviamente, a la afirmaEK@l de que la naturale(a humana es tambin inmutable. *n esta interPletacinel progreso supon#a la posibilidad de aveliguar las le0es que lo . ?ean 9ab!ilon Z@C3S1lNKN) fue UI* muflie de la abadia benedictina de St. %erBam des1Prs en Paris. *stableci las sectas para e aminas la autenticidad de roS .funt es &diplomas medieP ales) cuando estudiaba docuisme!itos del per#odo cnn ngmo. ?ean 2otland, @BSC1@CCB, un lesuil a belSa, lleno al mnisi @B) 1
esultacio ml Esar documeimt os pertinentes a la biopra#ma cte santos &Las dr tn nsmctormmni Emelonadas ms as m iba) 0 al preparar cmi .. riren, como principios a priori que son independientes del curso real d los aconteirnientos. =asta la poca de la 'lustracin no llegaron a bu carse dichas le0es en serio 2. La variante filosfica del modelo cr*tico de investigacin histrico Desarrollo posterior de los instrumentos de cr*tica histrica en siglo !#""" *l peligro de una desproporcin entre el desarrollo de la investigaci. histrica 0 el de la ciencia natural fue evitado por el desarrollo posterio de las ideas pol#ticas 0 sociales antifeudales, nacidas durante el ;ena miento 0 unidas a la decadencia del feudalismo 0 al crecimiento de @ ideolog#a correspondiente a las necesidades de la burgues#a, que iba gananci fuer(a. *sto ocurr#a porque estos hechos daban a la historicoa la oportunida de convertirse, a su debido tiempo, en la ciencia que investiga el origei 0 desarrollo de la sociedad humana, 0 e plica la formacin de las institu nones sociales, sobre todo la institucin del estado. *sto fue demostra primero por las refle iones de %rocio, =arrington, =obbes, Loc<e &entr otras cosas, en relacin con el problema del contrato social), 0 ms taroi por el vasto panorama del pensamiento filosfico, social 0 pol#tico de siglo siii. *sto, sin embargo, requer#a un inmenso traba!o paralelo sobr la metodolog#a de la investigacin histrica. Pero esta 6ltima no logn ir a la velocidad de los logros en la e plicacin del proceso histrico logros relacionados con el progreso en la conversin de la investigacin histrica en .filosficaY, es decir, con la gran irrupcin de las ideas socialeY *l inters por la e plicacin causal, o sea, por e plicar sobre todas las diferencias entre las situaciones reales de los diversos pueblos, indu! a los estudiosos a desarrollar el mtodo comparativo las apro imaciones genticas. 9ientras que la heur#stica 0 la cr#tica de fuentes, 0 por tant el establecimiento de los hechos pasados, se desarrollaban cada ve( ms la epoca de la 'lustracin e!erci una ma0or influencia sobre la definicir de la materia de la investigacin histrica, sobre el anlisis de los factore que a0udaban a e plicar los hechos pasados, 0 sobre las le0es del progresK en la historicoa. *n la refle in sobre la naturale(a de la narracin histrica la historicoa comen( a aparecer, de forma incierta al principio, como Ufl disciplina cient#fica que describe los sucesos pasados &interpretados a parto del ;enacimiento de forma cada ve( ms amplia) con cierta actitud cr#tica e plica los hechos, e intenta predecir Gpor medio de generali(acioneSlas posibles cone iones mutuas de los sucesos. 7omo resultado de todo esto las importantes lagunas de los tiempos antiguos en la refle in metodolgiti sobre la historicoa iban cubrindose, a veces de forma superficial, pero est3 no significaba que hubieran desaparecido las desproporciones en la refle i[F metodolgica. La enorme tarea de hacer de la historicoa una disciplina totalmente fl dura cont con la colaboracin de los filsofos &en el sentido que entonelK se daba a este trmino) 0 de los escritores de historicoa. "' rasgo cara7t[ Edstico ruc el vivo intors mostrado en la invcstigacidn histrica prctl[3 gor o3 lilusofos, incluidas las go asiolos socoles de aquella poca &como l'soF :oltaire 4 otros), un hecho cu0a importancia para el desarrollo de la ciencia histrica 0 de la refle in sobre ella merece ser destacada.
*n cuanto a la heur#stica 0 la cr#tica de fuentes, es digno de subra0arse can cierto escepticismo cognoscitivo. *n @N22, Lavesque de Pouil0 escribi ur l9iucertitude de l9histoire des :uatres prerniers sicles de 3ome7 un estudio parecido fue publicado en @N3A por Louis de -eaufortS. 9s confian(a en la posibilidad de encontrar la verdad con el apo0o de las fuentes mostraba 5icols Lenglet de "resno0, autor de La 1'thode pour tudier l9l-istoire &@N@3, versin aumentada en @NRF), que fue el libro de te to sobre la tcnica de investigacin histrica que sigui al %rs histrica de :oss. Ona comparacin de los libros de te to de :oss 0 "resno0 muestra que la cr#tica progresaba 1+ "resno0 intent ordenar los criterios de fiabilidad de las fuentes &observaciones hechas por el propio autor de una fuente, imparciatidad, claridad 0 precisin de las afirmaciones) 0 las causas de los defectos en las fuentes procedentes de diversos per#odos. Se,al, de acuerdo ron la opinin que entonces nac#a4 las diferencias entre los originales, ms valiosos para los investigadores, 0 las copias de las fuentes. Subra0 la importancia del conocimiento no basado en fuentes para establecer los hechos &conocimiento de varias religiones 0 costumbres). 5umerosas 0 ambiciosas ediciones de fuentes proporcionaron prctica 0 al mismo tiempo un est#mulo para desarrollar la heur#stica 0 la cr#tica de fuentes, 0 por tanto, las ciencias histricas au iliares. Los siguientes t#tulos pueden servir dC e!emplo. "ranreses$ Palaeograpl.ia graeca, de -ernard de 9ontfaucon &@NFA)4 3erum 2allicarum et ;ranciscarum scriptores, de 9. -ouquet &a partir de @N3A, en 3@ vol6menes)4 acrorusn )orscillorun+a nova et amplissisna collectio, de *n vista de este vivo inters por la heur#stica 0 la cr#tica de fuentes, la e igencia de una nueva publicacin como la de 9abillon parec#a natural4 fue satisfecha por Doustain 0 Dassin, que publicaron Le nou+o9eau trait de deplomati:ue (6 vol6menes, @NBF1@NCB). *l desarrollo de la diplomtica fue acompa,ado por el de la paleograf#a, que se convirti gradualmente en una disciplina histrica au iliar aparte. Lo mismo ocurri con la cronolog#a4 SU origela como disciplina histrica au iliar se remonta a los estudios hechos Por los benedictinos franceses, quienes en @NBF comen(aron a publicar L9art de i.9rifier les dates et les 0anis historico:ues. Las dcadas siguientes vieron la publicacin de gran n6mero de libros de te to sobre las distintas disci. punas histricas au iliares. *l desarrollo gradual de la ling>#stica aport tambin instrumentos cada ve( ms precisos para la comprensin 0 la cr# tica de las fuentes. Las primeras refle iones tericas sobre el establecimiento de los hechos no lograron tampoco ponerse a la altura de los avances en la prctica de investigacin. *l progreso en ese campo, en comparacin con la obra de "resnov, fue mostrado sobre todo por los estudios de ?. lPR. 7hladenius (%llgen-eine 2eschichtsniissensc<=><t, @NB2) 0 %. -. de 9abl0 (De la manirc d9crire l9histoire, @NA2), 0 despus por los numerosos libros de @. C. %atterer 0 +. L. Schl(er. La obra de 7hQadenius estaba dominada por la cuestin de la fiabilidad de las fuentes. *l grado de fiabilidad de una unidad de informacin basada en fuentes, o sea, su concordancia con los hechos, lo indica la .calidad/ del informador, el grado de universalidad del suceso en cuestin, la confirmacin por otras fuentes, las conclusiones que deben sacarse del anlisis del estado real de las cosas. Las otras obras, !unto a los problemas de la cr#tica de fuentes, prestaban ms atencin a las nuevas apro imaciones a los hechos sociales 0 pol#ticos, tan caracter#sticas de la poca de la 'lustracin4 la
tendencia a escribir historicoa universal4 las refle iones sobre la clasificacin, el esfuer(o para conseguir una interpretacin integral de los sucesos pasados 4 de los la(os entre la historicoa 0 las dems disciplinas. *n Polonia, estas ideas fueron brevemente e puestas en 9emorial ?-gledem pisania iris toriL narodorr9e/ &9emorandurn sobre cmo es cribir historicoa nacional) &@NNB), de +. 5arus(eV!c( &@N331@NSC). *ste eminente historicoador subra0 la importancia de una tcnica correcta para alcan(ar fa verdad. *scribi$ \ELa cr#tica nos dice cmo discernir lo bueno de fc malo, las apariencias de la verdad, cmo pesar los asuntos humanos en la escala de ?a ra(n, cmo descubrir sus causas, anali(ar los mtodos 4 s3alorar los efectos/ , aunque, preocupado por las ideas de la poca de la 'lustracin, represent ms el erudicionismo naciente que la historicoa .filosofi(ante,Y *n su esfuer(o por .filosofar/ la historicoa, ese erudicionisnio, marcado por el acento puesto en una e posicin sistemtica 0 acadmica de la materia, fue propuesto por representantes de la escuela de %ttingen. ]undada por =. 7. %atterer &@N2N1 @NSS) 0 +. L. Schl>(er &@N3B@AFS), clebres autores de algunos esbo(os de historicoa general @2, *sta escuela se convirti en el precedente o precursor directo del modelo erudito de investigacin histrica, que se desarroll en el siglo i , pero no debe confundirse con esta 6ltima corriente, La lucha en favor del erudicion!srno 0 de la cr#tica fue al principio mu0 limitada &por e!emplo, %atterer 0 Schl(er no sab#an a6n cmo separar la historicoa b#blica de la laica), x9, por otro lado, las relaciones con el giro volteriano eran demasiado estrechas. Los cambios en las visiones sobre la materia de la investigacin histrica estaban mu0 relacionados con el progreso en la e plicacin causal Q +. 5arus(cVic(, .9emorial V(gledem pisania liistorii narodoVc!/ &9ene i1nduni sobre cmo esci ibir una historicoa nacional), ?unto al desarrollo de la apro imacin cr#tica a las fuentes histricas, ste fue el ma0or logro de la refle in metodolgica moderna sobre la historicoa. La influencia de los problemas sociales en el estudio de la historicoa, 0 por tanto, la e tensin esencial de la materia de la investigacin histrica Go el nacimiento de la ciencia social dentro del estudio de la historicoaG data slo, como hemos dicho, del ;enacimiento. *s significativo que son los historicoadores G'bn 8haldun 0 "erguson, el autor de $ssa4 on the Histor4 of )ivil ociet4 &@NCN) a quienes se suele mencionar corno padres de la sociolog#a. *n sus obras histricas anali(aban dinmicamente las diversas categor#as sociolgicas relacionadas con la vida de los grupos sociales 0 con los cambios sociales. ?unto a las obras pioneras de estos dos estudiosos 0 los estudios anteriormente mencionados del ;enacimiento, la evolucin de las opiniones sobre la materia de la historicoa fue estimulada por las obras de la poca de la 'lustracin$ sobre todo las de :oltaire 0 adems las de 9ontesquieu , +. "'. L. =eeren , ?. 9>ller * %ibbon 0 otros muchos. :oltaire afirmaba que el hacer una historicoa3 cient#fica depend#a del desarrollo de las tcnicas de cr#tica 0 de la amplitud de los puntos de vista del historicoador sobre el pasado. *l conocimiento creciente del pasado como un todo, en todas sus manifestaciones, apo0ado por la filosof#a, iba a a0udar a conseguir un cuadro verdadero del pasado Gcosa que los historicoadores de la poca de la 'lustracin vieron claramente, La obra de *. %ibbon sobre la ca#da del 'mperio ;omano sirve como un e!efnplo e celente de este tipo de literatura histrica. *n
general, en las obras de este tipo, unidas a la e pansin intelectual del pensamiento laico moderno, social, pol#tico, legal 0 econmico, obras que adems surg#an a partir del conocimiento geogrfico cada ve( ma0or &por e!emplo, los descubrimientos de nuevas tierras), la materia de la narracin histrica aparece claramente como el estudio de toda la cultura humana en sus formas ms variadas 0 evolucionadas4 la historicoa abarcaba reas cada ve( ma0ores de las actividades humanas, que aparec#an en las formulaciones ms dispares. Por otro lado, sin embargo, sabemos @3 *sto se refiere, sobre todo, a la obra Le icle de Lotds !"#, -erl#n, @NB@, rn la que :oltaire trataba muchos problemas econmicos. *stos intereses nos los muestran tambin otras obras su0as, especialmente $ssai sur les 1oeurs e $sprit des @atioris &@NB31@NBA). Los autores posteriores difieren ampliamente en SOs opiniones sobre el papel de :oltaire en la historicoa de la investigacin histrica. *s alabado por "uoro 2ia( (#oltaire storico, Durba, @SBA), mientras que @ "'. -runf!tt (#oltaire Historicoan, Londres, @SBA) es mucho ms cr#tico, y se,ala que en algunas cuestiones las interpretaciones de 9ontesquieu son me!ores, L que :oltaire daba todav#a demasiada importancia a los individuos sobresal@entes Para la edicin modelo de las obras histricas de :oltaire, ver #oltaire, Aeuvres hrstor-:ues, -ibliothque de la Pliade, Par#s, con una introduccin de ;ene Pomeau :er tambin "deas /o Histor+B9. $ssa4s presented to Louis 2ottschal(, 2urham 5. 7.. @SCB &con documentos sobre :oltaire 0 7ondorcet de 8. ^eintraub que incluso las ms consistentes formulaciones de un problema iban seguir siendo meras e igencias durante unos cincuenta a,os4 era demasiad fuerte la inercia de las vie!as tradiciones en la literatura histrica. 2e cualquier modo, iba ganando terreno una apro imacin cada ve( ms integral a las tareas de la historicoograf#a, lo cual dio lugar a un inters por la historicoa universal, siempre en aumento. *ste tipo de integracionismo se basaba en fundamentos bastante diferentes de los de la 'glesia 7ristiana, cu0o u'i,ersalism% se integraba por la idea de 2ios. =o0 es dif#cil decir si esa introduccin de factores cada ve( ms diversos en la busca de las causas de las diferencias entre las situaciones de distintos pa#ses 0 pueblos dio lugar a una ampliacin de la materia de la investigacin histrica, o si la relacin fue la contraria. Pero no ha0 duda de que estas dos tendencias fueron concomitantes, aunque ambas se ve#an obstaculi(adas por la idea de la naturale(a humana iaqsutable, una idea que ten#a bastante fuer(a en la poca de la 'lustracin.& *ntre los factores apuntados para e plicar las diferencias 0 los cambios, el mundo sobrenatural iba perdiendo su papel &obviamente, slo en las mentes de los que segu#an el esp#ritu de su tiempo, e incluso no sin e cepciones),Nrnientras que factores tales como el entorno geogrfico 0 el clima, el nivel intelectual de los diversos pueblos 0 las caracter#sticas culturales de los grupos sociales, e incluso los factores econmicos &principalmente comerciales) iban siendo anali(ados con ma0or precisin, lo cual puede considerarse como el nacimiento de muchas disciplinas especiali(adas, como la antropogeograf#a, etnolog#a, historicoa econmica, e incluso la sociolog#a. *sto dio ma0or importancia a los factores dinmicos, relacionados con las actividades humanas, pero las dife rencias 0 los cambios en los factores estticos, independientes de las acciones humanas, como el clima, el entorno geogrfico, 0 las diferencias raciales, siguieron dominando por un tiempo la
refle in histrica. Ser#a dif#cil enumerar todos los historicoadores importantes que tu. vieron en cuenta los factores mencionados. Se pueden ver en general en todas aquellas obras que intentaban considerar la materia de la descripcin histrica de un modo ms amplio, 0 que rompieron con la interpretacin l!teolgica de la historicoa, que todav#a ten#a fuer(a 0 cu0o modelo fue dado en el siglo vii por -ossuet. Pero algunas de las obras fueron de especial importancia para el desarrollo de las refle iones sobre la naturale(a 0 las relaciones internas en la historicoa. Pertenec#an a dos tendencias$ una que prestaba ms atencin a los factores f#sicos 0 biolgicos, 0 la otra que buscaba la e plicacin del carcter nacional 0 de las situaciones de los grupos sociales en los factores socio1 psicolgicos. *n este sentido, 9ontesquieu anali(aba sobre todo los factores climticos, que seg6n l ten#an la m ima importancia, 0 a continuacin el comercio 4 los contactos entre los pueblos, la densidad de poblacin el nivel intelectual 8 %ibbon ve#a las causas de la ca#da del 'mperio ;omano en el desarrollo del 7ristianismo. 2. =ume, filsofo, pero tambin el autor de Historv of 2reat Critain, en @S vol6menes &a partir de @NBR), llamado determinista cultural por "'. -ac<er 0 1-1. *. -arnes, fue ms all en su anlisis de las diferencias y los cambios. Pensaba que antes de tener en cuenta los posibles efectos de los factores climticos 0 biolgicos, debemos investigar ante todo los efectos de los factores culturales. *ntre stos se pueden incluir los diversos procesos de congregacin, imitacin 0 educacin, contactos entre diversos grupos e intercambio de ideas, 0 una ruptura revolucionaria de las relaciones estables en el rea de las ideas, poder pol#tico 0 sociedad 1- Durgot sigui la misma direccin 2+, .er%, como en el caso de 9ontesquieu 0 =ume, la afirmacin de que la naturale(a humana no cambia &considerando al hombre ahistricamente) privaba de profundidad histrica a sus intentos de e plicacin de las situaciones en las diversas comunidades, convirtindolos en esquemas annimos aplicables a cualquier per#odo de la historicoa. 7re#a que el hombre es siempre el mismo, en todas las pocas 0 en /%&%s l%s lu0ares 2i *n su opinin, el cambio social nace sobre todo como resultado de las migraciones 0 de los contactos culturales, especialmente por medio del comercio 22 Los factores sociales, 0 en grau medida tambin los factores econmicos, fueron tenidos en cuenta por ?. %. =erder, quien, aunque prestaba atencin al papel del entorno geogrfico, 0 al clima sobre todo, como un factor permanente, no sucumbi al determinismo geogrfico, evitando as# los errores cometidos por 9ontesquieu. Si considerarnos toda la historicoograf#a de la poca de la 'lustracin, =erder mostr probablemente la me!or comprensin de la interaccin de los diversos factores en la historicoa, pero la significacin e cepcional de esa mente consisti en romper con la idea de una naturale(a humana inmutable, a pesar de la actitud diferente adoptada por 8ant. Si consideramos la actitud similar de "erguson, y la de 7ondorcet, que al hablar del progreso constante en la historicoa de la humanidad, pensaba que se deb#a a los progresos de la mente humana 0 de la educacin 23, 1%&em%s decir que los pensadores de la poca de la 'lustracin desarrollaron una *narcada corriente que consideraba la literatura histrica como un refle!o del efecto dialctico &esto, especialmente, en el caso de =erder) de factores constantemente cambiantes del progreso del hombre, es decir, una corriente en la investigacin histrica que intentaba enla(ar el estudio del progreso con el estudio del proceso real de los sucesos histricos. *n esta corriente Se
inclu0e tambin +. L. =eeren, que pon#a el acento en fenmenos como el comercio, el transporte, las migraciones 0 los conflictos 2R Dodos estos autores, como no comprend#an el concepto de progreso, pero quer#an averiguar los elementos de las diferencias entre las situaciones humanas, ten#an que referirse a datos de otros campos, lo cual dio lugar al mtodo compa rativo en la investigcin histrica. On inters creciente por el pasado 0 unos anlisis histricos cada ve( ms profundos contribu0eron a la refle in sobre la naturale(a metodolg#ca de la ciencia histrica. *sto no se refer#a a la literatura histrica tal como estaba en un per#odo concreto, sino ms bien al lugar que la historicoa deber#a ocupar en el terreno de las ciencias. =asta cierto punto esta refle in era una variedad concreta de la reaccin anti1cartesiana. ;. %. 7ollingVood escribi que =ume, en su ,reatise co Human @ature &@N3R1RF), .puso a la historicoa en su lugar/ *n realidad, las contribuciones de =ume &como las de Loc<e 0 parcialmente las de -er<ele0) a las refle iones sobre la historicoa como ciencia son grandes, pero el \&poner a la historicoa en su lugar/, es decir, el considerarla no slo como una narracin, sino como una ciencia de un tipo concreto, fue la obra colectiva de una gala ia de mentes brillantes, La primera de ellas fue la de %. -. :ico &@CCA1@NRR), el autor de la precursora cien-a @ueva, publicada por primera ve( en @N2B, 0 e haustivamente revisada 0 publicada en una versin nueva en @N3A. ;eprochaba a 2escartes su errnea tendencia a seguir el modelo geomtrico para toda investigacin, cuando las distintas ciencias requieren diferente tratamiento, seg6n su mate ria. La historicoa, que se ocupa del estudio de lo que ha hecho el hombre, tiene un mtodo distinto de la ciencia natural. 7omo el hombre tiene una ma0or oportunidad de abarcar las acciones humanas que la naturale(a, el carcter de la historicoa, seg6n su contenido human#stico, se define con bastante claridad 2S La historicoa era concebida por :ico como el estudio del pasado de la sociedad. ;especto al alcance del proceso cognoscitivo, la opinin de 8ant era parecida, 0a que aseguraba que el conocimiento del hombre alcan(a los l#mites de sus propias acciones, pero 8ant estaba preocupado por la ciencia natural, en la que estaba introduciendo la idea de cambio 0 variabilidad &que no iba a afectar al pensamiento histrico hasta una fecha ms tard#a), 0 por tanto no se interesaba demasiado por la historicoa. 9ientras que las ideas de :ico formularon el punto de partida en el anlisis metodolgico de la investigacin histrica en la poca de la 'lustracin, las ideas de +. 5. 7ondorcet &@NR31SR) marcaron su culminacin. Pero las obras de estos dos autores, que a6n pertenec#an a una misma tendencia de renacimiento, caracter#stica de la poca de la 'lustracin, iban acoifl pa,adas de la diversidad naciente de puntos de vista sobre la posibilida_ de aplicar patrones usados en la ciencia natural a la investigacin histrica, 0 a la investigacin en las ciencias sociales en general. :ico, obviamente, no ve#a el problema como una opcin entre dos modelos metodolgicos$ lo buscaba un lugar para la historicoa en el mapa de la ciencia, del que hab#a sido apartado por 2escartes. Por el contrario, 7ondorcet, que segu#a las ideas cartesianas, ten#a su propia visin del problema$ quer#a formular una ciencia universal del hombre, siguiendo el modelo de las matemticas, que a su ve( determinaban su opinin sobre los problemas metodolgicos de la historicoa. 7omo en el caso de la naturale(a, la historicoa de la humanidad se rige por le0es que pueden ser descubiertas en el proceso de la investigacin. Ona ve( que conocemos estas le0es, la corriente del desarrollo se puede predecir de
manera cient#fica 2N Pero stas son a6n le0es deductivas basadas en la aceptacin del orden predeterminado por la naturale(a. Ona ve( descubiertas estas le0es, la actividad prctica debe crear las condiciones adecuadas Gpor medio de una apropiada conformacin de las mentesG para asegurar un curso .natural/ de los sucesos 0 para apartar todos los obstculos que puedan impedirlo. *n resumen, el per#odo que hemos denominado de la refle in cr#tica sobre la historicoa, 0 que Gpor lo que respecta al siglo viiiG podr#a llamarse igualmente el per#odo de la refle in filosfica o de la deduccin, estuvo marcado por importantes cambios en la historicoograf#a. ?unto al gran progreso hecho en la heur#stica 0 en la cr#tica Gen el campo del pensamiento metodolgicoG, que dieron lugar a apro imaciones tericas a estas ramas del procedimiento del historicoador, la narracin histrica se vio imbuida de elementos de la teor#a social, lo cual se debi a una creciente demanda social para la literatura histrica. La estructura de las apro imaciones histricas empe( a sur.gir de estos elementos. 5uevas partes de esa estructura, en forma de categor#as sociolgicas, antropo1geogrficas, e incluso, hasta cierto punto, econmicas, fueron a,adidas a las partes antiguas, mientras tanto refor(adas por los intentos de periodi(acin de los elementos temporal 0 espacial que contribu0eron a organi(ar las descripciones histricas. *sto hi(o surgir la conviccin de que era neceario un conocimiento terico definido que guiara la investigacin histrica. *stos cambios en las Kpiniones sobre la investigacin histrica se combinaron con una evolucin en las miradas hacia el pasado. La gente empe( a ver en el proceso histrico la labor de ciertas le0es universales, 0 no slo .la mano de 2ios/, aunque esas le0es se interpretaran de modo cartesiano. *sto permiti indicar, en relacin con las le0es de la naturale(a, la posibilidad de que la historicoa fuera un instrumento de prediccin &sobre todo 7ondorcet). Dodo esto, por Supuesto, se refiere a los logros ms importantes, que estaban cuantitativamente perdidos en un mar de literatura histrica tradicional, no cr#tica L regida por las ancdotas, que era una continuacin de la historicoograf#a pragmtica tradicional. VI REFLE I!" erudita # gen$tica @. Las bases para distinguir este modelo de reflexin. La tercera fase de la narracin histrica + efectos prcticos, tenemos que dudar si la historicoograf#a del siglo W?W, tan abundante en tendencias &las ms descriptivas contra las ms filosficas, las menos comprometidas contra las ms vividas), cumpl#a las e igencias de alg6n modelo 6nico. La cuestin es incluso ms complicada, 0a que, desde que la busca de la verdad se hab#a convertido en la tarea principal de la investigacin histrica, la historicoograf#a se iba desarrollando continuamente, por lo que respecta a las tcnicas de investigacin. 2esde ese punto de vista, la historicoograf#a del siglo !I! era una continuacin de las tendencias ante riores, eruditas 0 filosficas, especialmente si tenemos en cuenta la escuela de %ttingen 0 la historicoograf#a alemana posterior. Pero toda esta literatura histrica anterior slo estaba llegando laboriosamente a separar los hechos de los mitos, las le0endas 0 las fbulas. 'ncluso Schlb(er comen(aba el primer per#odo de la historicoa con +dn 0 lo terminaba con 5o. La historicoograf#a
consist#a en una recoleccin de hechos, era de carcter erudito, pero sobre todo ten#a que hacer ms slido el sentido cr#tico que permite separar la verdad de la falsedad. *n la historicoograf#a pragmtica, este sentido pod#a encontrarse de forma nuclear, pero no pod#a desarrollarse, por las otras tareas que la investigacin histrica ten#a ante s#. Por parte del siglo viii, esa labor bsica Gpor lo que respecta a esta blecer fundamentos para las afirmaciones histricasG hab#a sido completada1 La no hab#a una necesidad sistemtica de subra0ar que en la literatura histrica se deben basar las propias afirmaciones en lo que las fuentes testifican4 ahora que los historicoadores hab#an asumido ese hbito, pod#an proceder a formular todas las afirmaciones posibles. La tarea principal, que por supuesto absorb#a las anteriores, era aumentar el conocimiento del pasado, es decir, buscar la erudicin. Sin embargo, no ha0 que olvidar que esta corriente pod#a tener varias motivaciones, en particular las ideas nacionales, en la poda en la que la conciencia nacional hab#a despertado 0 estaba consolidndose. La erudicin, interpretada bien como anticuarios o coleccionistas de arte, bien como literatura sinttica, bien como esteticismo, se convirti en el patrn obligatorio 0 al mismo tiempo en ob!eto de orgullo - de los historicoadores. *ste patrn aunaba diversas corrientes, algunas de ellas, incluso, incompatibles en cuanto a las actitudes pol#ticas 0 las opiniones sobre las tareas de la historicoa. Ktro rasgo de la historicoograf#a del siglo W' &oc a configuracin fi al do la narracin histrica. ?unto a la e clusifl dci las afirmaciones no cofirmadas "uera de las narraciones &en teor#a por supuesto). su princlani luam fue el intento de descripcin gentica, es decir, la e posicin ele la niatee!a cori la reconstruccin de secuencias eronolgica B de hechos4 esto es, los sucesivos estadios de los procesos que se investigan. Los eruditos anteriores se hab#an conformado con unas formas ms simples de descripcin. *l punto de vista gentico estaba inspirado, en primer lugar, por las distintas concepciones teleolgicas, 0 adems por la idea positivista de progreso 0 evolucin. -astante diferentes desde el punto de vista filosfico, ambas tendencias estaban consolidando la refle in diacrnica, es decir, regida por el tiempo. Los avances cient#ficos del modelo erudito de literatura histrica deben valorarse de dos formas. La dominacin de la historicoograf#a erudita no signific la e tincin de la tendencia filosfica en la literatura histrica. *l siglo !I! era demasiado comple!o para que los historicoadores pudieran describir todos los fenmenos sobre la base de frmulas no ambiguas. *se siglo dio a la historicoograf#a puntos de vista fuertes 0 dbiles que pueden verse actualmente. 7omo las condiciones sociales estaban cambiando, a causa de la industriali(acin, las divergencias en la interpretacin del mtodo histrico 0 en la concepcin de la historicoa como una rama del conocimiento humano, que 0a e ist#an en forma embrionaria, aumentaban cada ve( ms. Lo que anteriormente se pod#a contar como una tendencia, en concreto el intento de combinar la literatura histrica con el deber de e plicar el pasado, 0 no slo de describirlo, se convirti ahora en un variado mosaico de opiniones en conflicto. La moderacin del siglo viii en el tratamiento de los factores, descubiertos poco a poco, que e plicaban las diferencias entre las situaciones sociales, se convirti, en el caso de muchos autores, en una tendencia hacia formulaciones radicales que e ageraban el papel de un factor determinado &entorno geogrfico, factor biolgico, papel de los individuos, etctera). *se conglomerado de opiniones, que sol#an ser
miradas con inters por la comunidad educada, un conglomerado cu0a comple!idad aumentaba constantemente, proporcion a los filsofos relacionados con los diversos grupos pol#ticos 0 de clase una buena cantidad de material para refle ionar sore el pasado 0 sobre la forma de reconstruirlo, al combinarse con un aumento sin precedentes de la produccin de obras histricas, en forma de cientos 0 miles de publicaciones de muchos vol6menes, en su ma0or#a, lo cual nos hace admirar los esfuer(os de aquellos individuos. *n el siglo viii el l#mite entre los historicoadores 0 los filsofos prcticamente no e ist#a, pero ms tarde, con el desarrollo de la educacin formal 0 el nacimiento de la ense,an(a de la historicoa en los seminarios universitarios &primero en +lemania, 0 despus en otros pa#ses), e incluso el nacimiento de una escuela de cr#tica de fuentes ($cole de )hantes, @A23), los historicoadores profesionales, que confiaban en U'a serie de reglas cr#ticas, en el conocimiento filolgico 0 en las disciplinas histricas au iliares, comen(aron a e tenderse. + partir de ese momento, de!aron el pensamiento no basado en fuentes a los filsofos, quienes, de S7uerdo con la especiali(acin cada ve( ma0or, no se dedicaron a la investigacin histrica, al contrario que en el pasado. *sto ten#a que afectar a la literatura histrica 0 a la refle in sobre ella. *l estudio de los hechos Pasados no pod#a suetituir al estudio de las estructuras sociales. *sta laguna en la ciencia social, d@adn por la bistoriopiaf#a erudita, fue llenada 0ra&ualme'/e por la s3ciiolog#a, que ant es se hab#a desarrollado dentro de la husturia,0 por a reunin un fuerlc tnpOtiK de +. 7omie *n general, la historiograf#a del siglo i 2 no perdi ninguno de los rasgos principales del anlisis metodolgico que la hab#a caracteri(ado en pocas anteriores. Sigui siendo cr#tica, 0 desarrollando este rasgo de una manera notable. 5o olvid la refle in terica, aunque ste no era su punte furte. Proclamaba su ob!etividad, pero era todav#a pragmtica, con la dife. rencia de que su pragmatismo estaba a menudo hbilmente oculto &cripto pragmatismo). La tendencia erudita que le atribuimos significaba solamente un acento algo ms fuerte sobre la recogida 0 el e amen de informacin basada en fuentes. La debilidad terica de la literatura histrica erudita la manten#a en el nivel de las e plicaciones genticas, es decir, descripciones de secuencias de hechos, que no se,alaban ninguna causa ms profunda de dichos sucesos ni las le0es del desarrollo histrico4 e incluso las e plicaciones genticas las hac#a ms fciles el evolucionismo =egeliano, 0 ms tarde el positivista. Por eso se le ha denominado historicoograf#a gentica4 a menudo se llamaban as# ellos mismos. *n el desarrollo de la refle in metodolgica sobre la literatura histrica del siglo i Gque =. -err llam, correctamente, 0 seg6n la conviccin predominante entonces, .la era de la historicoa/, como +. Dhierr0G vemos una l#nea divisoria clara en los a,os @ABF1@ANF, cuando la reaccin contra la narracin erudita esteticista 0 contra las implicaciones nacionalistas deQ ;omanticismo, 0 tambin contra las ideas democrticas, empe( a adoptar diversas formas que imprimieron a las 6ltimas dcadas del siglo el rasgo caracter#stico de las apro imaciones metodolgicas estrechamente unidas a actitudes sociales 0 pol#ticas espec#ficas. *n ese momento la historicoa consolid su posicin como ciencia 0 consigui tener un lugar importante entre
las disciplinas human#sticas. Los historicoadores se convirtieron en las principales figuras de las universidades de la poca. 2. 3eflexin metodolgica en el 3omanticismo *n la primera mitad del siglo i las observaciones metodolgicas 0 las prescripciones que se encontraban en las obras histricas pod#an derivar de dos principios hasta cierto punto opuestos$ la teleolog#a, idealista 0 evolucionista, que se consolidaba, 0 la creencia en la posibilidad de reconS truir totalmente el pasado por medio de una enumeracin cronolgica de sucesos establecidos a travs de un anlisis cr#tico de las fuentes. *l primero de estos principios contribu0 a que la investigacin histrica asimilan gradualmente la categor#a de cambio 0 progreso, una categor#a que iba siendK comprendida de un modo cada ve( me!or, mientras que el segundo principio que, como hemos dicho, era una continuacin directa de las tendencias cr#ticas anteriores, desarrollaba las tcnicas de investigacin moderna de los historicoadores, pero, a causa de su enorme empirismo &induccin) les imped#a asimilar categor#as sociales tericas que guiaran sus observaciones basadas en fuentes. Slo algunos historicoadores, inclu0endo al polaco LeleVel, consiguieron basar su investigacin en los 6ltimos avances del pensamiento filosfico de la poca, avances que empu!aban hacia adelante la metodolog#a de las ciencias &por e!emplo, los de 8ant), 0 al mismo tiempo consiguieron usar tcnicas de investigacin que a6n ho0 nos sorprenden por su precisin, 0 tuvieron en cuenta categor#as 0 directrices tericas conscientemente adoptadas. *stos principios se manifestaban en diversos grados, en las obras de los distintos historicoadores. +lgunos historicoadores pon#an ms empe,o en mostrar el desarrollo de ciertas ideas sociales o ciertos principios pol#ticos &por e!emplo, ?. 9ichelet o D. 9acaula0), mientras que otros, con unos ob!etivos ms imparciales &por e!emplo, L. ;an<e), se preocupaban sobre todo de hacer un pleno uso de todos los datos, 0 de establecer el ma0or n6mero posible de hechos. *l primer grupo hac#a formulaciones sintticas regidas en gran medida por las necesidades propias de las aspiraciones 0 los conflictos pol#ticos, 0 pretend#an mostrar que el mundo, de acuerdo con una cierta lgica de la historicoa, hab#a estado 0ndo en una direccin determinada &por e!emplo, hacia la implantacin de las ideas de libertad 0 democracia), mientras que el segundo grupo reali(aba s#ntesis eruditas que enumeraban secuencias cronolgicas de muchos sucesos. Los dos grupos estaban le!os de hacer s#ntesis cient#ficas, a pesar de que el primero representaba a los historicoadores que, sin distanciarse de las e igencias de la vida prctica 0 de las luchas ideolgicas 4 pol#ticas, ten#an un sentido ms apropiado de las necesidades de la ciencia. +mbos grupos se ocupaban mucho ms de la belle(a de la forma literaria de la narracin histrica, hecho que, !unto con su desarrollo com6n de las tcnicas modernas de la cr#tica de fuentes, era el principal la(o de unin entre los dos grupos. Sus obras tienen psicolog#a intuitiva 0 la capacidad de reconstruir vivamente el pasado. Los historicoadores de esa poca recurr#an en sus obras a las tcnicas de las belles lettres, 4 ese mtodo cubr#a la laguna causada por la falta de categor#as tericas que convirtieran las descripciones de los hechos pasados en s#ntesis histricas. 2urante muchas dcadas no hubo necesidad de hacer accesibles SOS libros$ su propia habilidad literaria les permit#a ganarse al p6blico 0 conforn1iar actitudes concretas en sus lectores, de una forma que probablemente no ha
sido superada desde entonces . =. -err llama a +. Dhierr0 L a ?. 9ichelet poetas Dau seos pro fooid du motE . L el mismo Dhierr0, al indicar las bases metodolgicas de la historicoograf#a de su poca, di!o$ \ER FG>>G avis., toute composition historico:ue est un travail d9art autani :ue d erud/t/osiE B. Las discusiones sobre la cuestin de cmo la historicoograf#a estatali(ada 3 nacionalista alemana hab#a preparado el camino para el 5a(ismo suelen apuntai a .an<e cu,as obras hab#an tenido un enorme efecto4 en este sentido, advirtase Oe ;an<e muri en @AAC, a la edad de noventa 0 un a,os, 0 fue un autor prol#fico el fin de sus d#as. *stos historicoadores hicieron grandes mritos en el campo de la cr#tic erudita, lo cual estaba relacionado con un rpido desarrollo de las disci plinas histricas au iliares, cu0os conceptos se han e tendido desde aqueli poca. Las bases fueron puestas no slo por las e igencias internas de @ investigacin histrica, sino tambin, en una medida equivalente, por lo avances en otras disciplinas como filolog#a &la ling>#stica comparada, sobr todo), geograf#a, econom#a pol#tica, etctera. *s cierto que hab#a una diver. gencia de opiniones considerable sobre el alcance de las disciplinas histricas au iliares, pero 0a comen(aron a dividirse entre disciplinas au iliares en el sentido estricto del trmino &que a0udan a adquirir un conocimiento de las fuentes histricas) 0 disciplinas relacionadas con la historicoa, clasificacin que se sigue aceptando ho0 &ver cap. ''). ;asgos caracter#sticos del des arrollo de la historicoograf#a erudita fueron los numerosos tratados sobre mtodos de investigacin histrica en los que encontramos las diferencias de opiniones, una b6squeda de clasificaciones claras, 0 la confusin termina lgica a que daba lugar. Los tratados estaban llenos de refle iones sobre el concepto 0 los tipos de fuentes histricas, 0 de informacin sacada de las disciplinas au iliares, que ms tarde se convertir#an en materia de compendios separados. Las cuestiones generales eran sobre todo las del concepto de historicoa 0 la divisin interna de esta disciplina. Los que me!or nos ilustran sobre esto son los tratados alemanes &que adems, eran los ms valorados), tanto los tempranos$ 7. ?. %atterer, Handbuch der Hniversaihistoricoe, @NCB4 8. D. K. Schbnemann, 2rundriss einer $i-c4(lopddie der historicoschen Iissenschaf ten, @NAA1@NSS, como los posterio res$ ?. *. "abri, $nc4(lopdie der historicoschen Haupt?issenschafen und deren Hilfsdo(trinen, @AFA4 7. ". ;>hs, $nt?urf einer Propddeuti( des "-istorisci-en tudien, @A@@4 *. ^. %. ^achsrnuth, $nt?urf einer ,heorie der 2eschicl-te,, @A2F, etctera. Las obras metodolgicas del polaco ?. LeleVel, sobre todo Histor4(t &*l estudio de la historicoa), @A@B, 0 A historicoi, /e/ ro-gale-ienieacl- i nau(ach r?ia-e( z nia s--a/ac4ch &Sobre la historicoa 0 sus ramificaciones 0 las disci punas relacionadas, @A2C), que refle!aban el acercamiento filosfico a la literatura histrica, eran mu0 diferentes de los manuales mencionados ante niormente. Los tratados se ocupaban de los principios de una historicoograf#a .descriptiva/ 0 .narradora/, considerada como un arte, mientras que LeleVel se ocupaba igualmente de la e plicacin causal. *l ve#a los siguientes paso@ en el traba!o de un historicoador$ heur#stica &en el sentido actual del trmino) cr#tica, e plicacin causal &.se,alar los caminos que llevan a la comprensi de
las causas 0 los efectos de los asuntos humanos/), 0 los mtodos dK e posicin, descripcin 0 narracin, que llamaba historicoograf#a. Den#a ra([ al asegurar que la e plicacin requiere una teor#a social Gcosa que no er mu0 comprendida en aquel tiempoG, que l inclu#a en sus anlisis metodN lgicos. 2eliberadamente sustitu#a el trmino ars i-istorica por el trrnifl[) polaco l-istor4(a &que acu, l mismo, 0 que puede definirse corno .el estu7lK4 de la historicoa/), para liberar de asociaciones con el arte a las consideraciofl metodolgicas. Ktros autores de manuales se refer#an SXlK &por medio varios trminos acu,ados por ellos) a la heur#stica, cr#tica e histoniograK3 &descripcin, e posicin). ^achsmutts, al hablar de teor#a de la historicoa, refer#a a la hcurYstica &toda la investigacin) 0 e posicin. 2entro de @A$ heur#stica se interesaba por las fuentes &entre las cuales valoraba sobre t000 las escili so) 0 por el anlisis del tiensoo r el lugar 7KmK las formas de lo3, sucesos histricos. Su interpretacin de la heur#stica, por tanto, era m0 amplia. *l concepto de fuente histrica 0 la clasificacin de las fuentes progresaron considerablemente en aquella poca. Para LeleVel, todo lo que pudiera contribuir a la reconstruccin del pasado era una fuente histrica. 2ivid#a las fuentes histricas entre$ tradicin oral, fuentes no escritas &silenciosas) 0 fuentes escritas. Dambin comprendi que, desde el punto de vista de un problema concreto de investigacin, puede haber fuentes directas e indirectas &es decir, unidades de informacin). Los avances de la historicoograf#a en la primera mitad del siglo i por lo que respecta a la cr#tica permitieron que se desarrollara el mtodo de un establecimiento indirecto de los hechos. *l est#mulo fue el gran inters por la historicoa antigua 0 medieval, que e ig#a un establecimiento indirecto de sucesos. Los datos para la inferencia indirecta empe(aron a buscarse en las disciplinas histricas au iliares 0 en el conocimiento general proporcionado por el desarrollo de la ciencia en ese per#odo. *n general, la teor#a de la descripcin histrica avan( mucho. Los historicoadores de mente erudita consideraban la materia de tal descripcin de un modo tan amplio como sus predecesores de la poca de la 'lustracin, pero no consiguieron avan(ar hacia una interpretacin integral de los hechos sociales. *n los per#odos iniciales, los polihistoricoadores &eruditos) pod#an conseguir combinar los diversos puntos de vista$ pol#tico, econmico, antropolgico, etctera. 9s tarde, como resultado de una especiali(acin avan(ada, la tarea se hi(o cada ve( ms dif#cil, para mostrarse finalmente irreali(able. + pesar de los intentos de apro imaciones integrales, los estudios histricos C estaban todav#a dominados por la historicoa pol#tica, tanto en el caso de los estudiosos .de mente ob!etiva/ como en el de los que estaban 7omprometidos pol#ticamente. *l estudio de la historicoa pol#tica refle!aba tambin de modo clar#simo los principios metodolgicos caracter#sticos de la historicoograf#a en el per#odo ;omntico. *l primer grupo se interesaba sobre todo por la historicoa antigua, que reinterpretaban cada cierto tiempo, 0 por la historicoa medieval, inclu0endo los siglos vi 0 vii. *l 6ltimo grupo estaba inclinado tambin hacia estudios de inters ms local. *ntre los historicoadores que fueron los ms representativos del per#odo romntico en la primera mitad del siglo !I!, el primero en publicar sus Kbras fue ?. 7h. L. S!monde de Sismondi &@NNR1@AR2), un economista a historicoador progresista al que Lenin llam ms tarde representante del ;omanticismo
econmico. *mpe( a publicar en @AFN. ;epresentaba los intereses de la clase media ba!a, 0 en sus obras sobre historicoa pol#tica le interesaba el desarrollo de las ideas de libertad pol#tica, democracia 0 el sistema par#annentario. *n la misma poca &@AFA) aparecieron las obras de 8. ". *ichhorn &lNANlABR) !unto con las de 8. ". Savign0 &@NNS1@AC@), el fundador de la escuela histrica en el estudio del derecho. Savign0 era un representante de la escuela que interpretaba la historicoa como la ciencia que retrata progreso constante de la humanidad. *se per#odo vio tambin la publica cin &@A@@1@A@2) de los dos primeros vol6menes de la renombrada 3misch 2esclrichte de -. %. 5iebuhr &@NNC1@A3@), quien, !unto con L. ;an<e &@NSB1@AAC) se considera como el padre de la historicoograf#a verdaderamente .cient#ficaY Sin despreciar la contribucin de estos historicoadores a la formacii del modelo erudito 0 gentico de literatura histrica, tenemos que subra0a que las opiniones antes mencionadas son mu0 e ageradas, lo cual se dedue claramente de lo que se ha dicho. La actividad de ;an<e 0 otros historicoa dores que sosten#an ideas similares no indicaba ning6n giro crucial en i desarrollo general de los mtodos de investigacin en 'r historicoa. La famosr afirmacin de ;an<e en el prlogo a la primera edicin de 2eschichte de ro7nanischen und germanischen #bl(ea9 &@A2R), de que l no quer#a morali(ar sino slo mostrar .Vie es eigentlich geVesen/ &.lo que realmente fue/) supon#a no slo su acento en una actitud anti1pragmtica &que no era na nuevo), sino tambin, en contradiccin con este principio de ob!etividad una condena de la historicoograf#a filosfica de la poca de la 'lustracir comprometida en la lucha por el progreso social 0 pol#tico, a pesar de qn en otras ocasiones ;an<e cog#a elementos de la poca de la 'lustracir &por e!emplo, al valorar en gran medida las posibilidades de la historico como mtodo de investigacin). Las discusiones sobre la obra de ;an< se fueron convirtiendo en la base de la opinin formulada, entre otra por 2ilthe0, de que en la filosof#a de la historicoa de ;an<e no hab#a m# que la conviccin de que un estudio desapasionado de los hechos mdlvi duales &es decir, describirlos .tal como fueron/) era el ob!etivo de la inves tigacin histrica. ;an<e subra0aba la importancia de la comprensin intOi tiva de la voluntad de los individuos sobresalientes, del esp#ritu de la poca 0 de instituciones como el estado, que en 6ltima instancia es un product de la voluntad de 2ios. Dodos los cambios en la historicoa son manifestacione de la voluntad divina, 0 \Ecada poca/, como subra0 ;an<e en otra famos afirmacin su0a, .est cercana a 2ios/ . ;an<e recha(aba las especulacionet filosficas, 0 no estaba tan fero(mente en favor de la pol#tica nacionalista alemana como luego estuvieron sus disc#pulos &l era ms conformista) pero ten#a su idea de historicoa, cu0o significado resulta ser un conservadO rismo 0 la fe en la Providencia. 2espus de todo, hab#a estudiado teolog#a lo cual influ0 en sus escritos, 0 especialmente en su actitud hacia la e pl" cacin en la historicoa. *ntre los contemporneos de ;an<e se inclu#an historicoadores tan fanlt, sos como los franceses +. Dhierr0 &@NSB1@ABC) 0 ?. 9ichelet &@NSA1@ANR4. los ingleses Dh. 7arl0le &@NSA1@AA@) 0 Dh. 9acaula0 &@AFF1@ABS), el holand %. van Prinsterer &@AF@.@ANC) s3 el checo ". Palac<0 &@NSA1@ANC). *ntre los q; eran algo ma0ores estn ?. LeleVel &@NAC1@AC@), ". %ui(ot &@NAN1@ANR), 0 sob J 7fr. 8. %r(0boVs<i, .K mie!scu niemiec<ie! s(<ol0 histor0c(ne! V ro(VU)) nau<i praVa/ &*l papel de la escuela alemana de historicoa en el desarrollo de
!urisprudencia), -asop-snao Pra?n+Histor4c-ne, vol. VIII, n6m. 2, @SBC. Sevig se ocup tambin de la historicoa del 2erecho ;omano3, en este sentido, ver 2esc/i/c/ite deK 3d/in/sclrerr 3echts ini 1ittelalter, =eidelberg, @ AlC1 @A@A. *sto lo subra0a P. %e0l. La cuestin es tratada tambin por %. %. @ggB@ .Dhe imane of ;an<e in +merican arid %erman Dh31ught3Y, Lli iAr4 arad ,"ae>9 volumen "i, n6m. @, @SC2, pgs. @N1RF, 0 por K. Schilfcrt, tdie t*ber d/e deOts7# %escJoiel(tu3issenschaft, -erl#n, @SC3, pgs. 2R@ 0 os. :er tambin la opinin +cton sobre ;an<e en =. -uttcrfieQd, 1an ora Mhs post, pgs. A 4 *l cara7t3 ideogrfico de los escritos de ;an<e fue subra0ado por @8. 9ar . todo 5. 9. 8aram(in &@NCB1@A2C), cu0a "stori4a gosudarstva 3ossi4s(ogo &=istoricoa del *stado ;uso) comen( a aparecer en @A@A. Dodos ellos de!aron en la historicoograf#a de su poca una impronta qui( ms fuerte que la de ;an<e. 9uchos de ellos &lo cual vale tambin para 7arl0le, en el primer per#odo de su actividad), promov#an las ideas de democracia o liberalismo. pesar de sus intentos de una apro imacin universal, estaban todos marcados por un etnocentrismo de diversos tipos. "ue en ese per#odo cuando el vocabulario de trminos histricos empe( a incluir conceptos como nacin, pueblo, clase social, 0 lucha de clases. 9ichelet, que Gha0 que recordarloG estaba hasta cierto punto influido por las lecturas de +. 9ic<ieVic( en el 7ollge de "rance, alababa la ;evolucin "rancesa @B, pero alababa sobre todo a "rancia. Su pre1 riacionalismo &de!emos el trmino nacionalismo para un per#odo posterior) le hi(o afirmar que la nacin francesa era .la primera nacin de *uropa/ @@ Ktros historicoadores de esa poca sosten#an unas opiniones similares sobre sus naciones respectivas$ 9acaula0 llamaba al pueblo ingls \Eel ms grande 0 ms civili(ado/ @2, 0 ;an<e pensaba lo mismo sobre los alemanes. *stas opiniones eran de lo ms peligroso cuando las propagaban historicoadores cu0os pa#ses estaban oprimiendo a otras naciones, especialmente si iban unidas &como era el caso de ;an<e) a una afirmacin consistente de ese pa#s concreto 0 de su poder. 8aram(in revivi el inters por la historicoa de ;usia. Palac<0 defend#a el derecho de la nacin checa a su independencia pol#tica @3 Sin embargo, en tales intentos fue superado por LeleVei @R, que, ms a6n, sab#a cul deb#a ser el camino real a la libertad pol#tica. %ui(ot 0 Dhierr0 !ustificaron el papel histrico del tercer estado como la fuer(a principal de la nacin. LeleVel combinaba una inmensa obra histrica con grandes intereses en la metodolog#a de la historicoa, que va hemos descrito anteriormente. + pesar de su gran erudicin, no era un historicoador del tipo erudito. Se opon#a a la literatura "i= tr!ca narrativa dominante entonces, 0 luchaba por una apro imacin filcsfica a la historicoa, que deb#a basarse en los logros ms avan(ados de la epistemolog#a 0 en un sistema de categor#as sociolgicas &concebido por el propio LeleVel), un sistema que ofrec#a una visin estructural de la materia de investigacin. *sto no ten#a nada que ver con una concepcin teleolgica del esp#ritu de una nacin, que ve#a con escepticismo 0 de la que incluso se distanciaba e pl#citamente, al margen de que viniera de 7ondorcet, 8ant, "ichte o los romnticos polacos. +l igual que 9ichelet, %ui(ot 0 Dhierrv, LeleVei ve#a el principal motor de los cambios histricos en la actividad de las masas, una idea puramente laica 0 altamente democrtica. Deniendo en cuenta las opiniones que prevalec#an en su pocaY LeleVel iba mu0 le!os. los hechos pasados de una forma integral, 0 subra0aba su .unidad 0
universalidad/, pero, por supuesto, no pod#a a6n anali(ar con ma0or detalle los factores que contribu#an al desarrollo, de modo que pudiera se,alar las causas de los cambios en esa universalidad. *ra mu0 e igente sobre la e actitud 0 precisin en la in estigacin, 0 mu0 puntilloso en ese aspecto, *n su acercamiento metodolgico era, en muchas cuestiones, superior a los historicografos posteriores, positivistas, que prolongaron la vida del idiogra. hsrno en la literatura histrica rompiendo por completo con el concepto de una historicoograf#a .filosficaY, guiada por afirmaciones generales espec#ficas 2. Las primeras dcadas del siglo W'W vieron estudios e haustivos en el lerreno de la historicoa econmica, enormemente influida por los avances en la econom#a pol#tica. *sto ocurri en todos los pa#ses, pero sobre todo en %ran -reta,a, donde el capitalismo hab#a avan(ado 0 donde las primeras series ele estudios de historicoa econmica llegaron incluso a adelantarse al naci` miento de la escuela histrica en econom#a *ntre docenas de nombres 0 cientos de publicaciones, mencionemos a los franceses L. ;e0nier &historicoa econmica antigua) 0 +. +. 9onteil &una historicoa socio1econmica de "rancia en die( vol6menes, a partir de @A2A)4 los ingleses 2. 9acpherson &una historicoa del comercio, la industria 0 la navegacin inglesa en cuatro vol6menes, @AFB), D Doo< 0 ^. 5eVnlarch &los precios 0 la moneda en 'nglaterra, @NS31@ABF, publicado en @A3A1@ABN) 0 %. ;. Porter &una historicoa econmica del 'mperio -ritnico en tres vol6menes, @A3C1@AR3)4 los alemanes %. =ansen &historicoa agraria) 0 %. L. 9aurer, historicoador de la antigua marca &comunidad) alemana, que fue mu0 valorado por 9ar 0 *ngels @N *se per#odo vio tambin el comien(o de estudios del nivel econmico de los estratos ms pobres &". *den, ,he rare of tile Poor, @NSN), 0 de la creciente clase obrera &P. %as<ell, 2. Duchett, *. -uret, P. :inZard 0 otros), lo cual coincidi con los comien(os de los estudios sociolgicos sobre la situacin de la clase obrera dirigidos por L. ;. :ilierm, Le Pla0 0 otros. La historicoa de la cultura tambin tuvo estudiosos propios. 2e modo que la materia de las narraciones cra grande. *stas obras, como las de historicoa pol#tica, estaban inspiradas, muchas eces, por la tendencia a !uslificar la necesidad de modificar la situacin d os campesinos 0 traba!adores. +dems, estos estudios refle!aban las ideas de cambio 0 progreso. ?unto a los criterios pol#ticos de progreso &tales como la libertad), comen( a surgir t#midamente una refle in sobre los criterios econmicos del progreso, ba!o la influencia de la revolucin industrial que estaba teniendo lugar en ese momento. *n esa poca, el progreso era interpretado por los historicoadores como un proceso continuo cu0o motor no eran las le0es de la naturale(a, sino unas fuer(as espirituales internas igualmente oscuras, ms variables, sin embargo,3 que la naturale(a humana. *l concepto de progreso esttico que puede comprenderse por deduccin 0 que tiene un l#mite, invariable, 0 al que se puede llegar en todas las pocas @A, fue sustituido por el concepto de un progreso cu0a naturale(a ha0 que descubrir, 0a que no se nos da a priori. *sto significaba una ampliacin de las tareas inductivas de una descripcin histrica, 0 tambin ciertos avances en el anlisis del concepto de cambio. Sin embargo, ese concepto estaba todav#a le!os de las posibilidades cognoscitivas de la narracin gentica. *ste tipo de historicoograf#a no adoptaba ni las sugerencias dialcticas hechas por =erder ni la dialctica ampliada 0 el hoQismo de =egel &@NNF1@A3@), holismo que era un acercamiento integral al pasado 0 ofrec#a
alguna oportunidad de interpretar el progreso como un proceso de desarrollo 0 de e plicarlo causalmente. 7omo la burgues#a, que primero se consolid 0 despus empe( a sentir el creciente peligro de las nuevas fuer(as sociales, este tipo de historicoograf#a, relacionado con la burgues#a, perdi poco a poco sus posibilidades ob!etivas de formular interpretaciones atrevidas sobre el pasado, 0a que estas interpretaciones difer#an de sus intereses de clase. Por tanto, la referencia a los motivos de accin de los individuos continu siendo dominante en el rea de las e plicaciones causales, por lo que se refiere a los hechos menores. L el curso general de los hechos no necesitaba ninguna e plicacin, porque, seg6n las opiniones de (. -. "ichte &@NC21@A@R) 0 ". ^. (. Schelling &@NNB1@ABR), las concepciones hegelianas de la idea absoluta, 0 las opiniones de otros pensadores &entre ellos, ". Schiller), que fueron asimiladas por los historicoadores, el proceso histrico se interpretaba como un auto1desarrollo sui genei Li de una idea, 0 la historicoa, en su globalidad, era, en 6ltima instancia, la historicoa de esa idea, que ten#a que ser comprendida 1- *l origen de esa idea no pod#a ser penetrado si no se asum#a el poder director de 2ios. *sto lo hicieron algunos. ;an<e aceptaba la omnipotencia absolutoria de 2ios en ?a historicoa &0 por eso fue acusado de un relativismo que ?ustificaba los actos histricos de ilegalidad) 2a Ktros cre#an en la idea de progreso que se mater!ali(a en el curso de la historicoa, 0 lo buscaban en sus lnvestigac! Pal1a ambos grupos, la idea se manifestaba en las acciones de los seres humanos que la apo0aban. Sobre esta cuestin encontramos grandes diferencias de opinin$ desde la identificacin, caricaturesca, de la historicoa slo con las acciones de los individuos destacados, que hac#a Los comentarios de @. ?. Deggart en su ,=-eor4 and Proecsscs of H/Ktorr9, edicion catada, pgs. SC.FA. son mu0 instiuctivos a este respecto. :er en particular la introduccin de =egel a su fhicsofia de la Historicoa ,laeorieN of Hietor4, cd. cit., pags. CF 0 ss). *l comentario caracter#stico de acerca ele la idca de Piehte sobre la historicoa es digno ci,3 ,nendiFFFrse$ La istoria .es una idB a Ldiailaineotc progresis a, la encarnacin (. @ do un ideal (. erocua,ic'o olceu(at ci ideal al que se acerca no se puc le itid cae tu pua1 la Dh. 7arl0le 21, hasta las concepciones ms equilibradas pero tambin dominadas por los hroes de ;an<e 0 otros 22; la opinin de Sismondi, que atribu#a las diferencias en el pasado de las naciones a sus sistemas de gobierno, hasta las avan(adas concepciones de %ui(ot, Dhierr0, Docqueville 0 L. von Stein 23, que consideraban que la accin del tercer estado como clase era el motor del progreso. *sta no era todav#a una apro imacin terica que introdu!era las categor#as de clase 0 lucha de clases en la historicoograf#a, sino una atribucin concreta de caracter#sticas espec#ficas a una clase particular que se enfrent al feudalismo. *ste marcado refuer(o de la estructura de la narracin no fue adoptado ms tarde por las ideas metodolgicas de los historicoadores relacionados con los intereses de la burgues#a. *stas apro imaciones, a pesar de las profundas diferencias entre ellas, no asum#an ninguna necesidad de establecer le0es histricas, porque, en la interpretacin de los historicoadores activos en la primera mitad del siglo !I!, la realidad &la materia de investigacin) no permit#a, por su propia naturale(a, establecer ninguna le0 sobre ella. *sos historicoadores, por tanto,
representaban el idiografismo ob!etivo 24, que les hac#a permanecer en el nivel de la descripcin de los hechos aislados, que, en su opinin, eran de naturale(a 6nica. *n comparacin con los avances metodolgicos de la poca de la 'lustracin, que establecieron la e istencia de le0es histricas &a pesar de que fueron establecidas en relacin con la inmutabilidad de la categor#a de ra(n), notamos un paso atrs, que, sin embargo, encierra un embrin de progreso metodolgico. Las le0es del progreso fueron siendo sustituidas por las ideas o corrientes que gobernaron las diversas pocas del pasado 0 que eran los temas que hab#a que descubrir en las investigaciones. La ma1, 0or#a de las veces se hac#an referencias al esp#ritu de la nacin, mu0 popular entre los historicoadores del per#odo ;omntico. 7uando estaban intentando vencer las limitaciones de los conceptos de le0es del progreso, tal como las hab#an formulado en la poca de la 'lustracin, todav#a no sab#an cmo sustituirlas por las le0es del desarrollo4 por tanto, decidieron arreglrselas sin las le0es formuladas por los historicoadores ilustrados 0 continuar con un anlisis del concepto de cambio, aunque lo hicieron al precio de meterse de lleno en la metaf#sica. La separacin entre ciencia natural 0 ciencia social contribu0 a6n ms a la b6squeda del lugar de la historicoa en el sistema de las ciencias. La reaccin anticartesiana de %. -. :ico, un siglo antes, era una manifestacin de que el historicoador se consideraba a s# mismo cada ve( ms, 0 demostraba que su traba!o era tan cient#fico como eQ de los cient#ficos naturales, aunque de diferente manera. *n la primera mitad del siglo i , la interpretacin de la ciencia histrica camin por esta direccin, abandonando, por tanto, el acercamiento integral que caracteri(aba a 23+lembert 0 7ondorcet. Schelling 0 sobre todo =egel, hac#an una distincin mu0 estricta entre fenmenos naturales e histricos. *l concepto de desarrollo no val#a para los primeros 0a que los cambios de la naturale(a son c#clicos. Por tanto, la investigacin en la ciencia natural 0 la investigacin histrica pertenecen a mundos diferentes, regido, cada uno de ellos, por principios propios. =a0 que advertir que los historicoadores activos en la primera mitad del siglo !I! no adoptaron ni la apro imacin integral a la historicoa, con su holismo metodolgico, ni la dialctica que prepar el camino hacia la comprensin del mecanismo del desarrollo. Pero, en comparacin con los per#odos posteriores, las diferencias de los acercamientos a la materia de la investigacin histrica, que hemos descrito ms arriba, no estaban mu0 avan(adas. *l papel unificador lo !ug, hasta cierto punto, el concepto idealista de teleolog#a. 3. Las peculiaridades de las reflexiones positii.9istas sobre la historicoa La segunda mitad del siglo i vio una serie de cambios en la refle in metodolgica sobre la historicoa. +qu# tambin tenemos que buscarlos en las acciones prcticas de los historicoadores, aunque tambin su conocimiento metodolgico iba creciendo cada ve( ms. +l mismo tiempo, la historicoa como disciplina se convirti, como nunca antes lo hab#a hecho, en una fuente inagotable de refle iones, tanto para los filsofos como para los socilogos. Sus discusiones se basaban, en realidad, en el rpido crecimiento de las diversas disciplinas, cada una de las cuales intentaba definir su lugar en el mundo de la ciencia, de una forma bastante comprensible, 0 hacer ese lugar lo ms importante posible. *n la segunda mitad del siglo i , la historicoograf#a ten#a la influencia predominante del positivismo 25 la corriente que, recha(ando la metaf#sica 0
e igiendo un e amen desapasionado de los hechos, consigui dominar el pensamiento filosfico 0 cient#fico 0 entr profundamente en los modos cotidianos de pensamiento. Pero, al e igir que los historicoadores se atuvieran a los hechos 0 no fueran ms all de los datos basados en fuentes, el positivismo 7onsolid la tendencia erudita en la ciencia histrica 0 le dio unos fundamentos ms modernos. La apro imacin .filosfica/ a la historicoa, tal como la 7omprend#ali en la poca de la 'lustracin, o, por e!emplo, LeleVel, comen( a eliminarse de la ciencia, aunque siguieron desarrollndose residuos considerables de las opiniones especulativas 0 teleolgicas del tipo del .esp#ritu de la nacin/, especialmente en la escuela nacionalista, llamada Prusiana, de historicoa. 5o ha0 que olvidar tampoco que las imprentas siguieron vindose EflOndadas de escritos sobre historicoa cu0o nivel les hac#a quedar mu0 retrasados respecto a los me!ores avances de la poca, avances que, por supuesto, SKn lo que ms nos interesa aqu#. +l hablar del efecto de las ideas positivistas en las refle iones metodolgicas sobre la historicoa, que lleg a ser mu0 importante en *uropa, 0 tambien fuera de *uropa, sobre @ABF, como factor caracter#stico en el desarrollo de esas refle iones 0 ccimcs medida de sus logros, tenemos que advertir que a e tincin de las vicias ideas 0 el nacimiento de otras nuevas ocurrieron de On modo que hace dif#cil se,alar el proceso cronolgicamente. Los representantes de la escuela antigua estaban todav#a vivos 0 activos, e influ#an, poi1 tanto, a sus disc#lulos, que no adoptaron automticamente las nuevas 'deas. *ntre los representantes ele la nueva generacin de historicoadores, la ma0or#a de ellos nacidos cii el segundo cuarto del siglo W'W o alrededor de @ABF, algunos se inclinaban ms hacia la tendencia ob!etiva &representada 25 o ha0 que ols i!ar que el positisismo estaba representado por sus diverS3l por ;an<e). 0 otros, hacia la tendencia teleolgica &representada por los his toriadores franceses). + pesar de las apariencias, esta 6ltima fue, en grai medida, la predecesora de la primera en cuanto al positivismo en la historicoa 9s a6n, los historicoadores sacaban diversas inspiraciones del positivisma que por su parte era una doctrina eclctica. Podernos hablar tambin d Earios tipos de positivismo 2), que influ0eron en la investigacin histrica dt diversas formas. La tendencia positivista en la filosof#a 0 en la ciencia la inici +. 7oas te &@NSA1 @ABN) en su )ours de pl9-ilosoplsie positive &@A3F1@AR2), que se convirti en el punto de partida de las diversas sariedades de la escuela francesa positivismo &=. Daine, @A3A1SN4 *. ;enan, @A231S2, 0 otros). La misma poc vio el nacimiento del positivismo emp#rico ingls, basado en sus propia fuentes 0 formulado de fbrma ms plena en las obras de ?. S. 9ill &@AFC1@AN3)4 su impacto e traordinariamente fuerte sobre la mentalidad de sus conteni porneos se debi a la famosa Histor4 of )ivili-atiori in $nglai-d &@ABN1lACl de =. D. -uc<le &@A2F1@AC2), traducida a muchos idiomas &sta era tambir la opinin del propio ?. S. 9ill). La obra de -uc<le fue tambin una fuenti de inspiracin para la metodolog#a positivista de la historicoa. +l construi su empirismo epistemolgico 0 la teor#a de la induccin, 9ill recha(aba toda las premisas a priori &inclu0endo la realidad de los conceptos generales 0 afirmaba la e istencia, solamente, de cosas 0 hechos individuales. +firrnabr que el ra(onamiento inductivo debe preceder al deductivo, 0 que ambos a basaban en los principios descubiertos por l en el estudio de la ciencia na toral 2N 7omte
consideraba adems que slo los ob!etos 0 hechos emp#rica. pod#an ser materia de la ciencia. *sta opinin contribu0 a los avances de las tcnicas de narracin pr medio cia la disociacin final, al menos en teor#a, de la historicoa 0 la literatura de la que se hab#a considerado que la historicoa era una rama. +lgunos esta diosos que se envuelven en la vie!a discusin sobre la cuestin de cund e convirti la historicoa en una disciplina cientfica consideran este hechi como el s#ntoma ms importante, 0 se inclinan, por tanto, a considerar @ historicoa como una ciencia a partir de @3BF. ms o menos. Sin embargo, )f a1calidad todo esto tuvo una importancia secundaria4 una obra sobre histora cu0o lengua!e se eleva hasta el nivel del arte literario se puede mostrar con algo mucho ms cient#fico que una e poicion sobria pero superficial. *l positivismo elimin de las narraciones histricas las acumulaciones todav#a grandes, de fantas#a &por e!emplo, al buscar el .origen/ de la nacior el estado, diversas instituciones, etc.), y dehilit fuertemente los elementK3 de la metaf#sica religiosa. Subra0 la renuncio a todo pragmatismo inclusi, con ms fuer(a de lo que lo hab#a hecho anteriormente. +filo ios instrumea tos de la cr#tica histrica de un modo hbil 0 sigui me!orando la complicail tcnica de la demostracin indirecta. Los libros 0 publicaciones sobre 'ii toria, los congresos de historicoadores, que aumes,taron, se convirtieron el terreno de agudas controversias sobre ia corracia intcrpreiacin de 't3 fuentes. Sin embargo, el cripto1pragmatismo continu siendo un fenonv.?l universal. *n Polonia esto dio lugar a la controversia entre las llamadas *scuela de :arsovia 0 *scuela de 7racovia de historicoa. ?u(gadas seg6n los patrones de su tiempo, las dos eran ms o menos positivistas, 0 la 6nica diferencia entre ellas era el grado de apo0o a la 'glesia 7atlica 0 la actitud hacia cuestiones sociales 0 pol#ticas locales. Sus discusiones no aportaron ninguna idea metodolgica nueva 23 Los avances en la cr#tica 0 en la heur#stica, que consist#an en la c igeoda de una apreciacin estricta de los hechos 0 de una precisin en ci mane!o de las fuentes, eran evidentes en la serie de nuevos tratados sobre el mtodo histrico &metodolog#as, introducciones, principios de cr#tica histrica, etctera). Derminaron con la constante b6squeda anterior de terminolog#as 0 clasificaciones$ en esa poca, debido a los avances de la refle in lgica, esas cuestiones hab#an sido 0a discutidas 0 codificadas. Por supuesto, a este respecto hab#a una diferencia entre las apro imaciones de mitad de siglo 0 las de las 6ltimas dcadas. Las primeras publicaciones son las de P. (. -. -uche( en @A33 ("n" roductioso O la sciei-ce de l9histoire), con algunos tonos positisistas, veinte vol6menes de estudios de P. 7. ". 2aunou ()ours d$ludes l9-istori:ues, @AR21@ARS), 0 Gcon algunas reservasG las obras de los historicoadores alemanes, como ?. %. 2ro0sen ($ir-4(lopdie und 1ethodologie dei 2escloiclile, @ABA, 0 2rundriss der Hislor(., @ACA) 2- +lg6n tiempo despus, varios paises vieron la aparicin de muchas obras parecidas de estilo positivista, en concreto las de 7h. de Smedtal &@AA@), 5. D. 8are0ev &@AA31@S@3), *. +. "reeman &@ASC), P. Lacombe &lSFR)[, %. -. +ndreVs &@ASN), 0 45. 6a'0l%is 0 7h. Seignobos &@ASN), siendo este 6ltimo el ms conocido. + pesar de que los enumeramos a todos aqu#, todos ellos difer#an, a veces consi2S *n la refle in metodolgica, que no estaba demasiado avan(ada, se
ha1 cian referencias a la e igencia de ob!etividad &especilmente la escuela de :arsovia, con @, 8or(on 0 7. ^o!ciechoVs<i), al empirismo 0 a la induccin &+. PaVins<i, 9. -obr(0ns<i, D. 8or(on 0 otros). a las regularidades3Y en el desarrollo Social &^. Smolens<!, 9. -obr(vns<i 0 otros), a la unidad de los mtodos de la crcncia natural 0 de la historicoa a9. -obr(vns<i, D. ^o!ciechoVs<i). @. S(u!s<i que represcniaba las opiniones anti1positivistas, .e opon#a ante todo al acerca1 amento anticlerical 4 laico caracteristico de esa tendencia.. S. Smol<a se opuso larnbsen en gran medida a esa corriente. Las afirmaciones hechas por los bstonadores po3acos de esa poca se encuentran en 9. @1@. Sere!s<i, Historycy % l9ristorii &=istoricoadores sobre historicoa), ed. cit., pgs. @3S1RFF &ron comrntarios del editor en las pgs. @3F1A@. Uueda sin e aminar la postura de 8. Pot<ans<i. *l manuscrito de la segunda de estas dos obras estaba fechado en lArA &2. cd. en @ANB. 3.3 en @AA2). 9s tarde ambas obras fueron publicadas !untas 7oiPo falsan3i 2ustav Dro4seia Historico( &@S3C1@SR3). La 6ltima edicin &@SBA) lleva el titulo ;listori(. #orlesungen 66cr $n-v(mopddie raid 1ethodologie der 2eschsclite. Kbre ?. %. 2ro0sen &@AFA1@AAR) ver ". 9eineche, .?ohann %ustav 2rovsen. Sesn - rrefVechsel und seine %escliichtsschresbungY3, en =+lisiorisclie Peirscl-iift, n6meK @R@, @S3A, pgs. 2RS12A3. 2rovsen, que se ocup sobre todo de la historicoa tigua, escribio tambin una particularmente tendenciosa. 2esc*sicltie der EseusSrsdlieTb Politi(, en iB vols., que llega hasta la %uerra de los Siete +,os POblicada eotr3e @ACA1@AAC@. ?. %. 2rovsen no aceptaba @as le0es en el sentido P[/itivnsta del trmino4 era un intuitivo 0 rl promotor, !unto con otros, de la ea de . icsalsQefiAhl en +lemania, la idea nue infliu de modo esencia) sobre .OS/uras metodolgicas de los historicoadorcs alemancs e impidi el desarrollo suh1B idct noritivislas. por ;an<e), y otros, hacia la tendencia teleolgica &representada por los bit toriadores franceses). + pesar de las apariencias, esta 6ltima fue, en grao medida, la predecesora de la primera en cuanto al positivismo en la historicoa 9s a6n, los historicoadores sacaban diversas inspiraciones del positivismo que por su parte era una doctrina eclctica. Podemos hablar tambin d varios tipos de positivismo 2), que influ0eron en la investigacin histrica d diversas formas. La tendencia positivista en la filosof#a 0 en la ciencia la inici +. 7om te &@NSA1 @ABN) en su Cor-irs de philosophie positive &@A3F1@AR2), que se convirtil en el punto de partida de las diversas variedades de la escuela francesa C positivismo &'1c. Daine, @A3A1SN4 *. ;enan, @A231S2, 0 otros). La misma poco vio el nacimiento del positivismo emp#rico ingls, basado en sus propia fuentes 0 formulado de forma ms plena en las obras de 3. S. 9ill &@AFC1@AN3)4 su impacto e traordinariamente fuerte sobre la mentalidad de sus conteis porneos se debi a la famosa Histor4 of )ivili-ation in $nglai-d &@ABN1@AC@) de =. D. -uc<le &@A2F1@AC2), traducida a muchos idiomas &sta era tambiui la opinin del propio 3. S. 9ill). La obra de -uc<le fue tambin una fuenil de inspiracin para la metodolog#a positivista de la historicoa. +l constru# su empirismo epistemolgico 0 la teor#a de la induccin, 9ill recha(aba toda las premisas a priori &inclu0endo la realidad de los conceptos generales 0 afirmaba la e istencia, solamente, de cosas 4 hechos individuales. +firmabo que el
ra(onamiento inductivo debe preceder al deductivo, 0 que ambos s basaban en los principios descubiertos por l en el estudio de la ciencia no tural 2N 7omte consideraba adems que slo los ob!etos 0 hechos emp#rico pod#an ser materia de la ciencia. *sta opinin contribu0 a los avances de las tcnicas de narracin po? medio de la disociacin final, al menos en teor#a, de la historicoa 0 la @iteratur de la que se hab#a considerado que la historicoa era una rama. +lgunos esto diosos que se envuelven en la vie!a discusin sobre la cuestin de cund se convirti la historicoa en una disciplina cient#fica consideran este heclii como el s#ntoma ms importante, 0 se inclinan, por tanto, a considerar @ historicoa como una ciencia a partir de @ABF, ms o menos. Sin embargo, A o1calidad todo esto tuvo una importancia secundaria4 una obra sobre historicot cu0o lengua!e se eleva hasta el nivel del arte literario se puede mostrar coisK algo mucho ms cient#fico que una e posicin sobria pero superficial. *l positivis,o elimin de las narraciones histricas las acumulacioneS. todav#a grandes, de fantas#a &por e!emplo, al buscar el .origen/ de la nacit el estado, diversas instituciones, etc.), y dehilit fuertemente los elemento de la metaf#sica religiosa. Subra0 la renuncia a todo pragmatismo incluS[, con ms fuer(a de lo que lo hab#a hecho anteriormente. +fil los instrOno7 tos de la cr#tica histrica de un modo hbil 0 sigui me!orando la complicadKI tcnica de la demostracin indirecta. Los libros 0 publicaciones sobre bK! toda, los congresos de historicoadores, que aumeoctaron, se convirtieron el terreno de agudas controversias sobre la correcla interpretacin de @) fuentes. Sin embargo, el cripto1pragmatisrno continu siendo un fenrfleil[) universal. *n Polonia esto dio lugar a la controversia entre las llamadas *scuela de :arsovia 0 *scuela de 7racovia de historicoa. ?u(gadas seg6n los patrones de su tiempo, las dos eran ms o menos positivistas, 0 la 6nica diferencia entre ellas era el grado de apo0o a la 'glesia 7atlica 0 la actitud hacia cuestiones sociales 0 pol#ticas locales. Sus discusiones no aportaron ninguna idea metodolgica nueva 28 Los avances en la cr#tica 0 en la heur#stica, que consist#an en la e id gencia de una apreciacin estricta de los hechos 0 de una precisin en el mane!o de las fuentes, eran evidentes en la serie de nuevos tratados sobre el mtodo histrico &metodolog#as, introducciones, principios de cr#tica histrica, etctera). Derminaron con la constante b6squeda anterior de terminolog#as 0 clasificaciones$ en esa poca, debido a los avances de la refle in lgica, esas cuestiones hab#an sido 0a discutidas 0 codificadas. Por supuesto, a este respecto hab#a una diferencia entre las apro imaciones de mitad de siglo 0 las de las 6ltimas dcadas. Las primeras publicaciones son las de P. ?. -. -uche( en @A33 ("ntroductin O la science de l9histoire), con algunos tonos positivistas, veinte vol6menes de estudios de P. 7. ". 2aunou ()ours d9tudes l9-istori:ues, @AR21@ARS), 0 Gcon algunas reservasG las obras de los historicoadores alemanes, como ?. %. 2ro0sen ($n-4(lopdie und 1ethodologie der 2escl-ichf e, @ABA, 0 2rundriss der Historico(., @ACA) 28 +lg6n tiempo despus, varios pa#ses vieron la aparicin de muchas obras parecidas de estilo positivista, en concreto las de 7h. de Smedtal &@AA@), 5. D. 8are0ev &@AA31@S@3), *. +. "reeman &@ASC), P. Laconobe &@SFR)[, %. -. +ndreVs &@ASN), 0 45. 6a'0l%is 0 7h. Seignohos &@ASN), siendo este 6ltimo el ms conocido. + pesar de que los enumeramos a todos aqu#, todos ellos difer#an, a veces consi2C -is la refle in rnetodoli(ica, que no estaba demasiado avan(ada, se hacian referencias a la
e igencia de ob!etividad &especilmente la escuela de :arsovia, con @. 8or(on y D. ^o!ciechoVs<i), al empirismo 0 a la induccin &+. PaVons<i, 9. -obr(0ns<1i, @. 8or(ori 0 otros), a las /regularidades,Y en el desarrollo social &^. Smolens<i, 9. -obr(vns<i 0 otros), a la unidad3 de los mtodos de la 7iencia natural 0 de la historicoa &9. -obr(vns<i, D. ^o!ciechoVs<i). ?. S(u!s<i, que representaba las opiniones anti1positivistas, se opon#a ante todo al acerca1 intento anticlerical 0 laico caracter#stico de esa tendencia. S. Smol<a se opuso lambien en gran medida a esa corriente. Las afirmaciones hechas por los histoiiadores polacos de esa poca se encuentran en 9. =. Sere!s<i, Histor4c4 o "=Gistortl &historicoadores sobre historicoa), cd. cit., pgs. @3S1RFF &con comentarios del editor el titulo Historico. #orlesungen &ber $n-4(lop'die uod 1ethodologie der 2eschiciote. Sobre ?. %. 2ro0sen &@AFA1@AAR) ver ". 9einec<e, .?ohann %ustav 2ro0sen. Sein riefn3eclssel und seine %esch!chtsschresbOng/Y, en M+Misiorische Peitscl-rif K, n6noclo @R@, @S3e, pgs. 2RS12A3. 2rovscn, que se ocup sobre todo de la historicoa antigua escribi tambin una particularmente tendenciosa. 2escloic/ste ,ler p9)uss"se"ieR> Politi(, en @B vols., que llega hasta la %uerra de los Siete +,os &publicada entre @ACA1@AAC). ?. %. 2ro0sen no aceptaba las leves en el senlido Positivista del trmino4 era un intuitivo 0 el promotor, !unto con %/r%s, de la idea de . tciafsKe<l-l en +lemania, la idea que influ0 d modo esenciaQ sobre S Posturas rnetudolgocas de los historicoadores. alenoanes e impidi el desarrollo Su las i&eas nKsi tivistn.s. La influencia de ?. %. 2r#0seo +1+ ^. derablemente, en su opinin filosfica. Sin embargo, era com6n a todo ellos el intento de ser precisos en los problemas del mtodo histrico. Pode mos ver nuevas ideas sobre la clasificacin de las fuentes. Los diverse pasos de la labor del historicoador se fi!aron 0a como heur#stica, cr#tica, siste mati(acin &construccin) 0 descripcin. Las consignas que refle!aban los mtodos nuevos fueron la base pan la aparicin de publicaciones peridicas histricas. La 3evue Historico:us que ahora cumple !usto un siglo, fue fundada en @ANC, con %. 9onod como director, para consolidar el positivismo histrico en "rancia. Danto los esto dios interesados estrictamente en la refle in sobre la ciencia histrica come las numerosas grandes monograf#as o las peque,as colabdraciones estaban inspiradas por la famosa afirmacin$ DL9Histoire se fait avec des documes9ttst hecha por Langlois 0 Seignobos. Los documentos &en el sentido de fuentes) que conten#an informacin sobre los hechos iban a ser la base de observa ciones parecidas a las que se hac#an en la ciencia natural. 7uanto ms nume rosas fueran las observaciones &es decir, cuanto ms numerosos los hechos establecidos), ms fiable era la investigacin. Se cre#a que ste era el 6nico modo posible de obtener conocimiento del pasado, un proceso en el que la personalidad del historicoador deb#a interferir lo menos posible. *l punto fundamental era el hecho, como en el caso del estudio de la naturale(a *l positivismo, que Gcomo se,al *. 2ur<heim, el socilogo francsG creci a la sombra de la ciencia natural, traspas en ese momento a la esfera de la historicoa el concepto de hecho, que ms tarde iba a ser forta lecido por la influencia de la sociolog#a post1positivista &especialmente la de 2ur<heim), como una de las categor#as fundamentales de la refle in histrica .
*n la metodolog#a de la historicoa actual 0a no ha0 referencias al origen, de ese concepto, lo cual, en opinin de este autor, es la ra(n de muchos puntos oscuros en su interpretacin. Pero es obligatorio subra0ar el sentido3 marcadamente esttico del trmino, debido a la interpretacin positivista del hecho histrico. Su sentido no se puede aprehender si ignoramos la concepcin entera de la metodolog#a positivista, una metodolog#a que, aQ. referirse claramente a las ideas vigentes en la poca de la 'lustracin, adopt sus valores importantes 0 sus puntos dbiles 32 Sobre la refle in sobre la historicoa, el positivismo &sobre todo a travs de +. 7omte) transmiti tan bin ideas caracter#sticas de la poca de la 'lustracin G0, hasta ciertoQ punto, de la filosof#a cartesianaG al siglo i [3. + cambio de abandonanQ la apro imacin teleolgica, que supon#a una metaf#sica pero que introduc#a al hombre, e incluso a las clases sociales, como elementos activos en la historicoa, los historicoadores obtuvieron una claridad ma0or en el estableci miento de los hechos, pero retrocedieron en el camino hacia una me!en comprensin de las categor#as de cambio 0 desarrollo, categor#as que sKK esenciales para toda refle in sobre el curso de la historicoa. 31 *l trmino que se sol#a usar anteriormente era suceso, pero la cuestiXn no es importante, pues tanto hecho como suceso pueden interpretarse dinm'ca o estatscarnes0te. 32 *l esquema de historicoograf#a de 7omte refle!a la influencia de la escOd de Samt1Simon. de vista dificult un pleno desarrollo de la 7omo resultado, ese punto es decir, la sociolog#a, postulada por 7omte. historicoa 0 de la .f#sica social/, abstractas, o sea, las que descubren le0es 7omte clasificaba las ciencias e sea, descriptivas Glas que formulan afirsobre loshechos, 0 concretas, inaciones sobre los hechos *ceptF la sociolog#a, todas las dems ciencias sociales, incluida la historicoa, lo situaba en la 6ltima clase de disciplinas la concepcin de 7omte, toda ciencia abs1 secundarias, descriptivas. Seg6rt una parte esttica 0 una parte dinmica. tracta, incluida la sociolog#a, tl7esa parte dinmica recuerda una sociolog#a *n el rea de la f#sica social histrica, 0 se ocupa del estab.ecimtF de una secuencia ideal de maniistoria de la humanidad. *sto requiere, sobre festaciones del progreso en la h. asado en la observacin de sociedades con1 todo, un mtodo comparativo, s diversos niveles del desarrollo4 el mtodo temporneas que representen lc, importancia secundaria, porque las secuenhistrico se convierte en algo dP cias ideales de 7omte no necesit3 ninguna coordenada temporal ni espacial. *l progreso, que debe verse e el paso de la humanidad de un nivel al siguiente, es algo natural 0 tiea lugar al margen de los sucesos histricos. travs de cambios lentos cu0o avance lo Se materiali(a continuamente, a os hechos o sucesos histricos no son sus determinan sus propias le0es. considerarse de modo esttico, como ele1 portadores, 0 por tanto pueden como man(anas de edificios situadas por mentos pasivos de la historicoa,
alguien de un modo arreglado on anterioridad. +s# recuerdan a los hechos de la naturale(a, igualmente fstticos$ a pesar del nacimiento, a partir una apro imacin evolucionista a la natude mediados del siglo viii, dc =utton), la postura de 7omte sigui siendo rale(a &8ant, Laplace, Lamarc<, la de considerar los hechos naturales corno totalmente estticos. *l acerca,i0aba la continuidad de los cambios pequemiento evolucionista, que subr,@F en relacin con las disciplinas dinmicas ,os, fue adoptado por 7ornte Sd en el progreso abstracto. *l concepto en las ciencias abstractas, inter# esttico de hecho histrico fue apo0ado ms tarde po# la sociolog#a post7omtiana, que abandon la por[ convincente idea de 7omte sobre el progreso 0 se centr en la apro in cion esttica, es decir, era el estudio de la eStructrira de la sociedad conterFnea. *stos estudios, llenos, al principio, evolucionaron gradualmente hacia una aprode constcciones especulativas, Wimacin emp#ricaB. de inspiracin evolucionista en el siglo !I!, Las dos fuentes principales tropolog#a 0 el evolucionismo en la ciencia KS decir, el evolucionismo en a3@@i histrica, tampoco, porque las dos, ]natural, no pod#an estimular la Eomte, consideraban los cambios como algo influidas en gran medida por ( independiente de los hechos. Los antroplogos, en .tentoS de construcciones tericas, no se ocuechos histricos, 0 se limitaban a recha(ar paban de un estudio de los h desarrollo uniforme de la humanidad . Se la opinin de 7ornte sobre un interesaban$ sobre todo en el etudio de las seme!an(as, 0 esto condu!o a algunos a discusiones ahistricas sobre el .comien(o/ de algunos fenmenos, 0 Ea otros al .difusionismo/, o sea, a prestar e cesiva atencin a la busca de influencias de los cruces de culturas. La cuestin fundamental era, sin embargo, que abarcaban con su investigacin los per#odos que anteriormente se hab#a considerado .legendarios/, 0 que iban ms all del rea conven cional de la cultura europea. La revolucin en la ciencia natural, debida a la formulacin por 7h. 2ar. Vin &@AFS1@AA2) de su teor#a de la evolucin &@ABS), dio una historicoa a la naturale(a, pero era una historicoa evolucionista que cumpl#a el principio, formuQad en el siglo viii 0 adoptado ms tarde por 7omte 0 aplicado a la naturale(a, de que natura non facit saltum Por eso, la concepcin del positivismo evolucionista de @1@. Spencer &lA2F1@SF3), aunque se,al un progreso en el desarrollo del evolucionismo, al abarcar con ese principio todos los fenmenos sociales 0 naturales, no abri nuevos terrenos a la historicoograf#a &e cepto para ofrecer me!ores asociaciones derivadas de la apro imacin orgnica). 2esde el punto de vista d un historicoador, los anlisis de =. Daine &@A3A1@AS3) eran ms interesantes. *l acercamiento de Daine a las ciencias sociales era, como el de Spencer 0 el de 7omte, fuertemente naturalista4 pensaba que los principios metodolgicos observados en las ciencias naturales eran vlidos para las ciencias sociales 3A, 0 aseguraba que tanto los hechos naturales como los histricos ten#an un carcter recurrente ;echa(aba el evolucionismo en relacin con ambos tipos de hech 0 por tanto se enfrentaba a la tarea de e plicar de otro modo las diferencias entre los estadios de civili(acin, lo cual le hac#a interpretar la historicoa de un modo mucho ms profundo que 7ornte, porque no se refer#a a un concepto abstracto de progreso independiente de la interaccin de los hechos.
La idea de 7omte, que no ten#a en cuenta ese estado real de los estudios histricos 0 limitaba los hechos a simples descripciones, no fue nunca total@ mente aceptada por los historicoadores. Los que sol#an refle ionar sobre @FL problemas de la metodolog#a de la investigacin histrica no quer#an :'ti las tareas de la literatura reducidas a descripciones4 quer#an que los histK riadores formularan generali(aciones 0 descubrieran las le0es que rigen @FB@ acontecimientos, como se hace en las .ciencias abstractas/. La obra de. @1@. D. -uc<le mencionada anteriormente T fue el manifiesto ms consistentt de esas ideas. Provoc muchas discusiones, sobre todo a causa de su antil clericalismo, pero no pudo afectar mucho a la historicoograf#a, en primer lugar, porque las tradiciones de la corriente erudita eran demasiado fuertes, 0 en! segundo lugar, porque el concepto positivista de le0es histricas estaba@ demasiado influido por ideas ahistricas que se remontaban al siglo W:''' 0 a la 'lustracin, ideas que conduc#an a la concepcin de le0es de l naturale(a 0 de caracter#sticas intelectuales inmutables en el hombre. pod@ mos encontrar ideas parecidas incluso en (. S. 9ill, que criticaba a su padr
&?ames 9ill) 0 a ?. -entham por tener una interpretacin demasiado estrecha de la idea de le0es inmutables de la naturale(a que rigen la conducta humana, 0 que comprend#a la historicoa me!or que 7omte. + pesar de la e igencia de que los diversos niveles de la evolucin de la sociedad fueran estudiados emp#ricamente 0 de que se formularan le0es emp#ricas, dichas le0es no pod#an e plicarse sin una referencia a los principios fundamentales de la psicolog#a del individuo &le0es de la naturale(a humana) *n esta interpretacin, estas le0es no eran leves de desarrollo histrico, sino le0es de rogreso. La evolucin se,alaba la naturale(a pasiva de su propio ob!eto4 el desarrollo implicaba cambios en el ob!eto, sin detbrminar previamente la naturale(a de esos cambios, continuos o dialcticos. *sta es la ra(n de que las opiniones corrientes que afirman que el evolucionismo donvirti a la historicoa en una ciencia no tengan demasiada base., Para convertirse en una disciplina separada la historicoa necesit la combinacin del estudio de los hechos con el estudio de los cambios, en la forma de un estudio integral del proceso del desarrollo, 0 no del progreso, ni metaf#sico ni posi1, tivista &es decir, como una evolucin de la mente o del conocimiento humano). J 9ill se,al el hecho de que desde el punto de vista lgico una le0 es#ina afirmacin estrictamente general. 2istingu#a entre le0es causales 0 le0es de concurrencia. 7omte no relacionaba el concepto de causa directamente con las le0es, 0a que para l la causa ten#a su raison d9tre en el estudio de la secuencia de hechos, 0 no en el estudio de los cambios R@` 9ill pensaba que la naturale(a causal de las acciones humanas era un resultado de la interaccin de las le0es mencionadas, pero admit#a alg6n papel de la voluntad libre del hombreR2. La aceptacin de la e istencia de le0es liber a la historicoograf#a de la carga del idiografismo ob!etivo, a pesar de que, como hemos visto, la interpretacin de las le0es, en realidad, era ahistrica. *n la prctica, sin embargo, sigui e istiendo la literatura histrica idiogrfica4 ese idiografismo no se deb#a a ninguna imposibilidad de investigar las le0es en cuestin, sino a las dificultades prcticas para buscarlas, porque la concepcin de le0es positivistas era artificial 0 no derivaba de las necesidades reale.s de la ciencia histrica,
que debe interesarse sobre todo en el mecanismo del desarrollos *l e!emplo de -uc<le mostraba que incluso las tcnicas de investigacid3 de un historicoador tan destacado pro1 [ 7fr. ,lieories of Histor4, cd. cit., pgs. A31AR. Las tesis de ?. S. 9ill estn e puestas en su % 4srenm of Logic &libro :', caps. W 0 W') &reeditado en ,heoles of H-stor4, pgs. AR1@FB). R@ Y7omo hemos visto, la primera caracter#stica de la "ilosof#a Positiva es que 7onsidera que todos los fenmenos estn su!etos a le0es naturales invariables. Lo que nos interesa es Gviendo lo 0ana que resulta cualquier investigacin Sobre las llamadas causas, tanto primeras como finalesG conseguir un descu urimienio preciso de estas Leves, con la intencin de reducirlas al n6mero menor PKSib@e. +. 7omte, )o-ui9s de la plBilosoplmie ositive, v'. 1, c&. mt., cap. @ encionado en +. 7ointe, .*l carcter de la "ilosof#a Positiva/, en ,lmeortes of i tAr4, P. %ardiner &cd.), %Qencoe, @SBS, pg. NC). R2 .=e tratado esta cuesticmn, en lo que parec#a a!ustarse a la situacion, en [.7aP@tulo anterior4 0 no creo necesario repetir ms que la doctrina de la 7ausalidad de las acciones3 imernanas, llamada impropiamente la doctrina de la 5esida d, SO)FY?F iicu$%S mis)crieoos, o una fatalidad omnipotente$ afirma nada mas oe!as acciones hiiuianas son el resultado de le0es generales 0 de las circuns$l aas d la KiKtllr,,'7J.a @ urnana, 0 de sus caracteres particulares./ (. S. ducan resultados triviales en la b,squeda de taiIales leyes. sto significab= que el modo de vencer las consecuencias cada *1 ve$ ms alarmantes de erudicin evolucionista 6gen!tica7 deba buscarse e en otro lado. n el anlisis de los factores que contribua2 a crear las diferencia en el nivel de las distintas sociedades, las dbser3I@aNnes ms importante solan surgir como resultado de apartarse de los principios del positivisnr estricto. *a serie de factores que se tenan en cosBderacin como influea cias sobre la historicoa sigui siendo la misma. -e daBlR demasiada importanci al factor geogrfico 6influencia de 9ucHle y la esca%RD@ geogrfica, :. I. &ui ner7, el factor demogrfico, el desarrollo del conocmitN humano, el pape del estado 6-. ;. -olovyev y otros7, mientras qi4iue Caunque no en tode los casosC se negaba a la religin y a la 'gle-i=iim ning,n apel histrico importante. l desarrollo de la historicoa econmica como a una disciplina histrica separada contribuy a un me"or entendimiento iel factor econmico. *as comple"as circunstancias que dieron lugar a su nac%m"entN incluan la escue la histrica de economa poltica, que se desarroBl a partir de la Aposicin a las concepciones clsicas de -mith y .icardo. &i*os principales logros no fueron afirmaciones tericas, sino innumerables vo@@NB,mene- de estudios de historicoa econmica. l nacimiento de la escuela his ostrica estaba relacionado con las concepciones gen!ticas 6o sea, con un historicocismo sui generis' caractersticas del perodo romntico 6pensemos en las ideas de -avigny, .anHe y otros7 y de la filosofa positivista de SComte. l mayor avance terico de esta escuela lo constituyeron las diverBrsas concepciones de los pasos en el desarrollo econmico de la humanidat. Nacidas del evolucie nismo positivista, relacionadas a menudo con una interpretacin que tenda a considerar la sociedad como un organismo, esa- concepciones adolecan de
una apro3imacin ahistrica2 al sealar los dPtiiintos pasos del desarrollo. econmico no descubran el mecanismo de transiciai de un paso al siguiente. %or tanto, en la interpretacin de la escuela historica, los diversos niveles aparecen como algo completo y totalmente formadIN, sin perodos de trae sicin. T. .oscher 6BUBODBULV7 y 9. #ildebrand 6lUBEDlUUM7 distinguan la economa natural, la monetaria y la de cr!dito, pR@R para ello no se ape vaban en un estudio de los cambios histricos, P",no de las analogas en la historicoa de los distintos pases. Kui$ !sa fue la ra$n de que >. >nies 6BUEBDBULU7, el ms avan$ado en la refle3in NdAbNlgica, subrayara el ca rcter nacional de las actividades humanas abstuviera de referirse2 a dichos estadios de desarrollo universalmente coo?ncebidos. Afirmaba que, la tarea principal de la economa era descubrir las causas concretas, hist@ ricamente condicionadas, de la actividad econmi.Ba del hombre= dichacausas podan ser de naturale$a variable, y las importantes eran las condiciones naturales y la mentalidad humana. *ad analogas, que seg,< >nies son el contenido de las leyes histricas 6econm7, tienen lugar S hay un paralelismo, no slo en las propiedades de los fenmenos en cucN tin 6cosa que asuma la concepcin de los niveles o en el desarrollo [email protected]= mico7, sino tambi!n en las causas de tales fenm@iN-. n su desarrollo posterior, la escuela histricm tom dos direccioneP diferentes. <na de ellas continu con la idea de los niveles en el desarrollR econmico 6por e"emplo, >. 9Wcher7, sustituvendoR con ello la b,squrd tle regularidades en el desarrollo econmico= la otra, por e"emplo, 8. -chmol@2 leo@, fue ms all 6aunque las apariencias pudierarBBX sugerir lo contrario7@ pero aunque dio un paso adelante en la b6squeda de le0es, no traspas los l#mites de la causalidad 0 de la descripcin gentica. Sin embargo, como hemos mencionado anteriormente, incluso las interpretaciones ms avan(adas tericamente del positivismo &de 7omte 0 de 3. S. 9ill) no consiguieron enla(ar la causalidad con la idea de las regularidades universales. Las le0es se conceb#an como si fueran una fuer(a e terior a las actividades del hombre$ en el me!or de los casos &3. B. 9ill) las acciones humanas se interpretaban como un resultado de dichas le0es 0 de la .naturale(a humana/ La apro imacin positivista, que gradualmente result ser un freno para las e plicaciones, estuvo, en la investigacin histrica, relacionada con una desintegracin creciente de los estudios histricos. La historicoa pol#tica &aunque interpretada de diferentes modos) dominaba a6n, aunque ve#a su monopolio amena(ado por la historicoa econmica, pero el desarrollo de las diversas disciplinas histricas dio lugar, cada ve( ms, a la especiali(acin. Los historicoadores, como individuos, estrecharon gradualmente sus respectivos campios de visin, lo cual les condu!o o a abandonar los intentos de formular e plicaciones o a sobrevalorar las cuestiones sobre las que se centraba su investigacin. Las discusiones estaban llenas de argumentos sacados de la heur#stica, la cr#tica e terna 0 la pol#tica, 0 no de la teor#a social o econmica. La animacin a la que diolugar el nacimiento de la metodolog#a positivista fue seguida, en la ma0or#a de los historicoadores, por un reflu!o alarmante del inters por la metodolog#a. Slo unos cuantos historicoadores vieron que la
investigacin histrica, interesada por su propia .corriente de hechos/, iba acompa,ada del nacimiento de muchas disciplinas interesadas por el hombre 0 la sociedad, que se,alaban una situacin nueva para las ciencias sociales en general. +6n menos numerosos eran los que consegu#an apreciar las oportunidades ofrecidas por el mtodo dialctico, la teor#a del materialismo histrico, 0 la econom#a pol#tica de 9ar , que entonces 0a hab#a sido formulada. Por eso3 ls mar istas !ugaron un papel mu0 peque,o en la reaccin contra la metodolog#a positivista4 pero la actitud hacia la teor#a 0 el mtodo nuevos fue la materia de un numero cada ve( ma0or de discusiones, 0a que los estudiosos rio pod#an pernianecer indiferentes a las nuevas ideas que promov#an soluciones para muchos problemas vitales de la humanidad. =a0 una enornac cantidad de obras sobre el concepto de niveles en el csarrollo econmico (y en el desarrollo de la humanidad en general). Las ms recientes inclu0en -. *. =oselit(, .Dheories of Stages of *conornic %roVth/, en heories of $conoii-/c Groiitlz, @SCF, ^. 8ula, Probleisa4 / metod4 historicoi gosPAdarc-e/ &Problemas 0 mtodos de =istoricoa *conmica). cd. cit., pgs. 2R133. fltre las obras anteriores estn, sobre todo, 8. -i,icher, Dic $satslelouiig der Al(s?irtncllaf 1 @AS3, 4 8. -re0sios, Der tufenbana usad dic 2esct-e dra9 IeltgeBcllarlite @SFR. La obra de -re03sig ser mencionada ms tarde. REFLE I%" E&'R()'(R*L
@. $l nacimiento de un modelo estructural de investigacin histrica La reflexin metodolgica antipositivista en los estudios histricos estaba marcada sobre todo por la negacin 0 el escepticismo. *se escepticismo ten#a tres aspectos. Las ideas antipositivistas nac#an de las dudas sobre los valores cognoscitivos de la acumulacin inductiva de hechos, es decir del proceso cognoscitivo anal#tico. e dudaba, con mucha ra(n, si el conocimiento humano de los hechos pasados aumenta proporcionalmente al n6mero de hechos establecidos. *n el nacimiento de esa nueva refle in, un papel no menos importante lo !ug el escepticismo ante la idea positivista de una evolucin constante de los valores intelectuales 0 morales del hombre, evolucin que segu#a, supuestamente, las le0es natura@e del progreso, que traba!an al margen de los hechos4 esta forma de escepticismo se refer#a a la propia e istencia de esas le0es. "inalmente, el escepticismo ante el tratamiento optimista de la historicoograf#a como una disciplina mu0 parecida a las ciencias naturales 0 ante la correccin del principio de una historicoograf#a .ob!etiva/, separada de las e igencias prcticas, tuvo tambin una gran influencia sobre la refle in antipositivista. *ste escepticismo, en sus tres caras, al afectar directa o indirectamente a todas las esferas de la refle in metodolgica, condu!o a diversas pro puestas, a menudo incompatibles. *l primer aspecto dio lugar a un pesimismo cognoscitivo en la investigacin histrica 0 a un enriquecimiento del proceso cognoscitivo histrico, con intentos de acercamientos integrales, *Q segundo condu!o, por un lado, a una nueva negacin de cualquier le0 histrica 0 a un regreso al icliografismo ob!etivo 0 al indeterminismo, 0 por @ otro, a un ma0or progreso en las refle iones sobre las le0es histricas U @, sobre las e plicaciones en la historicoa. *l tercero produ!o una negacin total de la naturale(a cient#fica de la historicoa 0 argumentos nuevos en favor de la
aflrmacin de que la investigacin histrica es una disciplina e acta *n resumen, algunas de las nuevas tendencias pueden interpretarse ahor/ como una continuacin 0 ampliacin cr#tica de las ideas bsicas del positi3 vismo &en su versin ms o menos evolucionista), 0 otras como una negaciofl de esas ideas 0 una vuelta a concepciones anteriores. La caracter#stica dominante, 0 valiosa, de la refle in metodolgica nacida de la cr#tica cscdptica ante el positi3.3ismo del siglo so0 fue que se ad3drti Gaunq desde distintas posturas PlosficasG111 de la importancia de un acercamient[ integral proa la inveslieaeia histrica, cosa que la historicoograf#a cruclF hab#a negado m6ltiples veces.. *sto produ!o unos intentos, reali(ados diversos modos, @) ele integrar intevie1, mente 4i anlisis histrico del pron[[ de avesirnacin de 5e45OS 0 de relacionarlo con las interpretaciones sifl iUu ficas4 2) de combinar los distintos puntos de vista, pol#tico, econmico, etctera, de la materia de investigacin, 3) de usar otras disciplinas al llevar a cabo la investigacin histrica. Dodo esto contribu0 a la adopcin de una nueva postura, estructural, que de alg6n modo establec#a la(os de unin entre los hechos separados, interpretados de modo positivista4 a la investigacin histrica le hac#a falta una postura as#, que ata,e a todo el desarrollo social, un proceso en el que todos los elementos estn ms o menos interrelacionados. Lo que todav#a faltaba era una tendencia ms clara a integrar el estudio de los hechos con el estudio de los cambios, es decir, a hacer la apro imacin ms dinmica, 0 no ha0 que olvidar que slo esta combinacin dio la oportunidad de hacer una descripcin total 0 una e plicacin del proceso de desarrollo en la historicoa. La cr#tica al evolucionismo consisti en recha(arlo totalmente, pero no se indic ninguna solucin me!or. + pesar de estos defectos, podemos llamar estructural a la refle in metodolgica nacida de la cr#tica al acercamiento erudito, 0a que staha dominada por un intento de interpretacin estructural del con!unto. Pero, como veremos, dichas interpretaciones eran muchas veces puramente especulativas. 2e modo que, otra ve(, un avance en un rea de la refle in metodolgica significaba un retroceso o un estancamiento en otra. 2. "nspiraciones filc9s ficas de la historicoa anti+positii9ist "ue principalmente de la filosof#a, que a finales del siglo i renac#a, sobre todo en gnoseolog#a 0 metodolog#a, de donde la investigacin histrica sac la inspiracin para su oposicin al dominio del modelo metodolgico de la ciencia natural, la desintegracin positivista de la materia de investigacin, su interpretacin esttica 0 la actitud pasiva del historicoador, que slo ten#a que percibir los hechos separados tal como los registraban las fuentes. Los filsofos, muchos de los cuales consideraban la ontolog#a como metaf#sfca, no slo pusieron las nuevas bases para una teor#a gereral del conocimiento, sino que tambin abarcaron el conocimiento histrico 0 la estructura metodolgica de la historicoa con sus anlisis, por primera ve( en u nivel tan amplio. La refle in metodolgica llevada adelante por lKS historicoadores en esta nueva atmsfera filosfica consist#a, como en el siglo !I!, en aplicaciones ms o menos precisas de esos anlisis a las e igencias prcticas de la investigacin histrica. 7omo en aquel tiempo la historicoa como ciencia comen(aba a afrontar ciertos problemas comunes a todas las disciplinas sociales y human#sticas, no de! de recibir la influencia de las tendencias predominantes
en esas disciplinas, principalmente en la sociolog#a, antropolog#a, econom#a y psicolog#a. Pero adems, por supuesto, la historicoa, con sus propios problemas, se convirti cci una dei3as .iler,tes generales para la b6squeda de soluciones nuevas en la filosr f#a en humanidades 0 ciencias sociales en general. *n gnoseolog#a, se propon#a el conocimiento intuitivo para sustituir al emp!risin inductivo, 0 se atribu#a el papel principal 0 activo ca dicho Proceso a la mente del investigador corno factor de organi(acin. La importancia de su pa3?ei Z fl+,+ rVa n0/i!tcstrr sobre todo en las cie3rcis de la O'tura L por tanto tarnbin en la Pistos !a, porque, para abaicar 1 eri'a /%s ELectFB de la cultura como un producto humano coniple!e, cm neceaciio esta era la opinin dos EPnanl c11 comprenderla directarneni e3, v111o r*s, e plicarla se,alando la causa &que es un procedimiento suficiente en la ciencia natural). 'nterpretada como muchas variedades del conocimiento puramente intuitivo, que es una e periencia cognoscitiva que no se presta a ning6n anlisis ms estricto, esta e igencia era formulada por los neo1 8antianos de las escuelas de -aden 0 9arhurg, los neo1=egelianos, la escuela de la .filosof#a de la vida/, 0 los fenomenologistas =. -ergson &@ABS1@SR2), cu0a influencia sobre las ideas filosficas en la historicoa en esa poca fue, probablemente, ms fuerte que la de ning6n otro, quer#a interpretar el mundo como una totalidad en movimiento &en contraposicin a los positivistas) 0 en este sentido escribi que .La evolucin requiere que el presente sea realmente una continuacin del pasado, e ige que la duracin sea un la(o de unin/ 2, 0, al criticar a Spencer, escribi que en su evolucionismo .no se hac#a referencia ni al devenir ni a la evolucin/, porque .el truco del mtodo de Spencer sol#a ser reconstruir la evolucin a partir de fragmentos de lo que 0a hab#a evolucionado/ La fenomenolog#a de *. =usserl &@ABS1@S3S), representante de la refle in lgica anti1empirista sobre la ciencia, se relacionaba tambin con la intuicin, es decir, no con la induccin o la deduccin, sino con un conocimiento .directo/ independiente de la psicolog#a 0 de la teor#a, pero esta relacin era diferente. Seg6n =usserl, son accesibles a esa intuicin, que llamaba eidtica, no slo los ob!etos individuales &hechos), sino tambin las esencias generales de las cosas &abstracciones). *n relacin con tal intuicin, ha0 que renunciar a toda construccin conceptual, incluso a las latentes. .*sta suspensin universal de toda actitud hacia el mundo ob!etivo, llamada epoch fenomenolgica, se convierte en el medio metodolgico por el que me interpreto a m# mismo como el Lo 0 como esa vida de la conciencia en 0 a travs de la cual e iste para m# el mundo ob!etivo precisamente como es para m#/ . Por tanto, el ob!eto cognoscitivo no es algo que puede ser aprehendido pasivamente, sino algo constituido por el papel .creativo/ de un acto cognoscitivo. Se puede advertir fcilmente que es en este punto donde se manfiesta claramente el nivel final idealista del proceso cognoscitivo fenomenKlgico integral. *. 7assirer &@ANR1@SRB), de la escuela de 9arburgo, que tuvq tambifl mucha influencia, e amin la cuQtura, no como una acumulacin de hechos 0 fenmenos individuales, sino como un todo que tiene una estructura lgica espec#fica. +seguraba Gal contrario que =usserlG que el conocimiento requiere unos elementos &s#mbolos) a priori, que, sin embargo, no se inter1) pretan de una manei1a definitiva, sino considerando su variabilidad en
curso de la historicoa. *stos s#mbolos nos permiten combinar los hechos para formar globalidades, pero cualquiera de estas globalidades no es algo reaL) 1 ?` LegoVic( habla de una E\filosof#a positivista de la vida/ &ver su ZarY3 h(storti fsloeofi- &*sbo(o de la historicoa de la filosof#a), cd. cit., pgs. 3@C 0 SS. 9 Pero 0o no me inclino a clasificarla como una rama del positivismo 0 encOe tro ms convincente la clasificacin de ^. Datar<ieVic( &ver su Historicoa ;ilo-WfW &=istoricoa de la "ilosof#a), vol. ''', :arsovia, @SBA, pgs. 2BA 0 ss). 2 7fr. =. -ergson, L9volnfion cratrice, Par#s, @S@2, pg. 2R$ /L3volutiK 7l'7 imphque une conhinuation i3elle du pass par le prsent, une dure qus un trait d3union./ 7fr. =. -ergson, op. cd., pg. 3S3$ .*n raiit, @ n0 tait question nl devenir ni d3c3volution & , , ). Lan ifice urdinaire de la rnthode de Spencer C0< siste K reconstituer l3volution a0ee les fragnienis de l3volue./ :er *. =usserl, .2ic 8risis dcc euiopdischen ^issenschaften ur\cl @ trans(endentale PhFnomenologic,,, Philosopliia, S3B, pg. @R. un ser en el sentido ontolgico de la palabra, sino una construccin de la mente1 *sta combinacin de hechos es lo 6nico que hace posible la comprensin de un elemento concreto de la cultura. *n contraposicin a la formulacin de ;an<e, 7assirer escribi que .lo que la memoria conserva de los hechos 0 procesos se convierte en una recoleccin histrica slo cuando sabemos transformarlo 0 meterlo en nuestro .interior/ . 3. La filosof*a anti+positii9ista de la historicoa Las investigaciones filosficas generales ten#an su e tensin directa en la filosof#a de la historicoa que estaban desarrollando rpidamente, sobre todo, los filsofos que se ocupaban tambin de la investigacin histrica . 7omo resultado, se produ!o una avalancha de opiniones que en muchas cuestiones chocaban, pero que en con!unto se opon#an a la opinin erudita, que era optimista en el problema del conocimiento 0 determinista &o ms bien fatalista) en otras cosas. *sa filosof#a se interpreta ahora desde varios puntos de vista 0 se subra0an sus distintas caracter#sticas. @. S. 8on la anali(aba como .una crisis del pensamiento histrico/ . :e#a esa crisis en la filosof#a no mar ista a partir del nacimiento del mar ismo. 7uesta defender su opinin. Las ideas de 9ar , que eran mu0 avan(adas para su tiempo, no tuvieron oportunidad de e tenderse ampliamente cuando surgieron, 0 no slo por las ra(ones de clase mencionadas anteriormente. *n esa poca, la refle in sobre la historicoograf#a estaba en el estadio de la apro imacin erudita gentica4 su paso adelante .natural/ era prestar atencin a los problemas estructurales. Por tanto, la historicoograf#a, en general, no estaba todav#a en condiciones de adoptar modelos dialcticos &que unificaban los acercamientos gentico 0 estructural) sin atravesar primero el nivel estructural. Por eso la refle in en ese estadio no se puede considerar como una manifestacin general del pensamiento histrico$ en muchos problemas signific un importante progreso &en el anlisis de los procedimientos de investigacin) en comparacin con las soluciones propuestas por el acercamiento erudito genetico, a pesar de que no se elev al nivel del modelo dialctico de investigacin. 9uchas corrientes de la filosof#a post1positivista de la historicoa han sido denominadas .filosof#a cr#tica de la historicoa/ por ;. +ron, que considera que su rasgo fundamental es el recha(o del sistema de =egel ), es decir, Ona
concepcin que es ms .direccional/ que unilateralmente estructural, $. 7assirer, Zui Logi( der Xultur?issenscl=aften, ;&nf tudieVs, %iBte borg, @SR2, pg. AB. .^as das %edchtnis an Datsachen und :orgbrgen aufbeVahrt, das ^ird (ur historicoschen *rinnerung esrt dadurch. dab Vir es in unser 'nneres elnbe(iehen und in dasselbe (u verVandeln vermgen./ %. Santa0ana &@AC31@SB2) 'mitaba el simbolismo a la contemplacin potica, presentando as# una visin rracional del mundo. 6 2e las obras sobre la filosof#a post1positivista que he usado, las ms imortantes son$ 9. 9andelbaum, ,he problem of Historicocal Xno?ledge, 5ueva Or, @S3A &entre los autores tratados por 9andelbaum estn 7roce, 2ilthe0, annh@ Simmel, ;ic<ert, Scheler, Drocitsch)4 ;. +ron, La philosophie cViti:ne iStO1 Par#s, @SBF &2.3 cd.)4 @. S. 8on, Dic 2esc".ic<Glsph-lo.sopllie des G>. Mo<ir+ O ert , vol. @, -erl#n @SCR3 ". 8aufmann, 2esc<iicl-tsp<iilosophie dei1 %eSe$ui3nY1t. erlin, iS3?
1. $l nacimiento de un modelo estructural de investigacin histrica La refle in metodolgica antipositivista en los estudios histricos estaba marcada sobre todo por la negacin 0 el escepticismo. *se escepticismo ten#a tres aspectos. Las ideas antipositivistas nac#an de las dudas sobre los valores cognoscitivos de la acumulacin inductiva de hechos, es decir, del proceso cognoscitivo anal#tico. Se dudaba, con mucha ra(n, si el cono cimiento humano de los hechos pasados aumenta proporcionalmente al n6mero de hechos establecidos. *n el nacimiento de esa nueva refle in, un papel no menos importante lo !ug el escepticismo ante la idea positivista de una evolucin constante de los valores intelectuales 0 morales del hombre, evolucin que segu#a, supuestamente, las le0es naturales del progreso, que traba!an al margen de los hechos4 esta forma de escepticismo se refer#a a la propia e istencia de esas le0es. "inalmente, el escepticismo ante el tra tarniento optimista de la historicoograf#a como una disciplina mu0 parecida a las ciencias naturales 0 ante la correccin del principio de una historicoograf#a .ob!etiva/, separada de las e igencias prcticas, tuvo tambin una gran influencia sobre la refle in antipositivista. *ste escepticismo, en sus tres caras, al afectar directa o indirectamente3 a todas las esferas de la refle in metodolgica, condu!o a diversas pro puestas, a menudo incompatibles. *l primer aspecto dio lugar a un pesimismo cognoscitivo en la investigacin histrica 0 a un enriquecimiento del proceso cognoscitivo histrico, con intentos de acercamientos integrales. *l segundo condu!o, por un lado, a una nueva negacin de cualquier le0 histrica 0 a un regreso al idiografismo ob!etivo 0 al indeterminismo, y pKt otro, a un ma0or progreso en las refle iones sobre las le0es histricas L sobre las e plicaciones en la historicoa. *l tercero produ!o una negacin totat de la naturale(a cient#fica de la historicoa 0 argumentos nuevos en favor de la aflrmacin de que la investigacin histrica es una disciplina e acta *n resumen, algunas de las nuevas tendencias pueden interpretarse ahora como una continuacin 0 ampliacin cr#tica de las ideas bsicas del positB vismo &en su versin ms o
menos evolucionista). 0 otras como una negaciofl de esas ideas 0 una vuelta a concepciones anteriores. La caracter#stica dominante, 0 valiosa, de la refle in metoclolgica nacida cte la cr#tict eaeptica anta al positi3.3ismo del risPo c fue que se advirti Haunque desde dist!ntas posturas fi@osficasG11 de la importancia de un acercamient[ litcfiai para la iovcsticacin hsstrica, cosa que la historicoograf#a erudit@ hab#a negado miultiplcs vecc3s. *sto produ!o OnKS intentos, reali(adas diversos modos, @) de intee3rar iotesi3.anienle el anlisis histrico dci !7BS te avelg3s'ac'n de hechas 0 de relacionarlo con las interpretaciones 8ifl @FC ideas4 2) de combinar los distintos puntos de vista, pol#tico, econmico, etctera, de la materia de investigacin, 3) de usar otras disciplinas al llevar a cabo la investigacin histrica. Dodo esto contribu0 a la adopcin de una nueva postura, estructural, que de alg6n modo establec#a la(os de unin entre los hechos separados, interpretados de modo positivista4 a la investigacin histrica le hac#a falta una postura as#, que ata,e a todo el desarrollo social, un proceso en el que todos los elementos estn ms o menos interrelacionados. Lo que todaP#a faltaba era una tendencia ms clara a integrar el estudio de los hechos con el estudio de los cambios, es decir, a hacer la apro imacin ms dinmica, 0 no ha0 que olvidar que slo esta combinacin dio la oportunidad de hacer una descripcin total 0 una e plicacin del proceso de desarrollo en la historicoa. La cr#tica al evolucionismo consisti en recha(arlo totalmente, pero no se indic ninguna solucin me!or. + pesar de estos defectos, podemos llamar estructural a la refle in metodolgica nacida de la cr#tica al acercamiento erudito, 0a que estaba dominada por un intento de interpretacin estructural del con!unto. Pero, como veremos, dichas interpretaciones eran muchas veces puramente especulativas. 2e modo que, otra ve(, un avance en un rea de la refle in metodolgica significaba un retroceso o un estancamiento en otra. 2. "nspiraciones filosficas de la historicoa cut*+positivista "ue principalmente de la filosof#a, que a finales del siglo i renac#a, sobre todo en gnoseolog#a 0 metodolog#a, de donde la investigacin histrica sac la inspiracin para su oposicin al dominio del modelo metodolgico de la ciencia natural, la desintegracin positivista de la materia de investigacin, su interpretacin esttica 0 la actitud pasiva del historicoador, que slo ten#a que percibir los hechos separados tal como, los registraban las fuentes. Los filsofos, muchos de los cuales consideraban la ontolog#a como metaf#sfa no slo pusieron las nuevas bases para una teor#a general del 7onocimiento, sino que tambin abarcaron el conocimiento histrico 0 la estructura metodolgica de la historicoa con sus anlisis, por primera ve( en un nivel tan amplio. La refle in metodolgica llevada adelante por los historicoadores en esta nueva atmsfera filosfica consist#a, como en el Siglo !I!, en aplicaciones ms o menos precisas de esos anlisis a las e igencias prcticas de la investigacin histrica. 7omo en aquel tiempo la historicoa como ciencia comen(aba a afrontar ciertos problemas comunes a todas las disciplinas sociales 0 human#sticas, no de! de recibir la influencia de las tendencias predominantes en esas disciplinas, principalmente en la sociolog#a, antropolog#a, econom#a 0 psicolog#a. Pero adems, por supuesto, la historicoa, con sus propios problemas, se convirti eaY una de las fuentes generales para la b6squeda de
soluciones nuevas en la filosof#a 0 en S humanidades 0 ciencias sociales en general. *n gnoseolog#a, se propon#a el conocimiento intuitivo para sustituir al empirismo inciiacti 3o, 0 se atribu#a el papel principal 0 activo co dicho Proceso a la mente del investigador corno factor de organi(acin, la importancia de su papel se iba a roaniteslar sobre todo en las eienLias de la d@ltOra, 0 por tanto tambin srl la histo ia, porque, para abaiom tenas iFB BBPectos cte la rut tul1a 7KflBK Kil producto hOlflS=7) 7Knlp'7'K, era acrecer#a eF era la opinin cloi3rsanteG1 comprenderla directamente, @F B#3K) * plicarla se,alando la causa &que es un procedimiento suficiente en la ciencia natural). 'nterpretada como muchas variedades del conocimiento puramente intuitivo, que es una e periencia cognoscitiva que no se presta a ning6n anlisis ms estricto, esta e igencia era formulada por los neo1 8antianos de las escuelas de -aden 0 9arhurg, los neo1=egelianos, la escuela de la .filosof#a de la vida/, 0 los fenomenologistas. =. -ergson &@ABS1@SR2), cu0a influencia sobre las ideas filosficas en la historicoa en esa poca fue, probablemente, ms fuerte que la de ning6n otro, quer#a interpretar el mundo como una totalidad en movimiento &en contraposicin a los positivistas) 0 en este sentido escribi que .La evo lucin requiere que el presente sea realmente una continuacin del pasado, e ige que la duracin sea un la(o de unin/ 2, 0, al criticar a Spencer, escribi que en su evolucionismo .no se hac#a referencia ni al devenir ni a la evolucin/, porque .el truco del mtodo de Spencer sol#a ser reconstruir la evolucin a partir de fragmentos de lo que 0a hab#a evolucionado/ . La fenomenolog#a de *. =usserl &@ABS1@S3S), representante de la refle in lgica anti1empirista sobre la ciencia, se relacionaba tambin con la intuicin, es decir, no con la induccin o la deduccin, sino con un conocimiento .directo/ independiente de la psicolog#a 0 de la teor#a, pero esta relacin era diferente. Seg6n =usserl, son accesibles a esa intuicin, que llamaba eidtica, no slo los ob!etos individuales &hechos), sino tambin las esencias generales de las cosas &abstracciones). *n relacin con tal intuicin, ha0 que renunciar a toda construccin conceptual, incluso a las latentes. .*sta suspensin universal de toda actitud hacia el mundo ob!etivo, llamada epoch* fenomenolgica, se convierte en el medio metodolgico por el que me intel3 preto a m# mismo como el Lo 0 como esa vida de la conciencia en 0 a travs de la cual e iste para m# el mundo ob!etivo precisamente como es para m#3Y . Por tanto, el ob!eto cognoscitivo no es algo que puede ser aprehendido pasivamente, sino algo constituido por el papel .creativo/ de un acto cog noscitivo. Se puede advertir fcilmente que es en este punto donde se manifiesta claramente el nivel final idealista del proceso cognoscitivo fenomeno3 lgico integral. *. 7assirer &@ANR1@SRB), de la escuela de 9arburgo, que tuvq tambifl mucha influencia, e amin la cultura, no corno una acumulacin de hechos 0 fenmenos individuales, sino como un todo que tiene una estructura lgica espec#fica. +seguraba Gal contrario que =usserlG que el conocimiento re quiere unos elementos &s#mbolos) a priori, que, sin embargo, no se interpretan de una manera definitiva, sino considerando su variabilidad en
curso de la historicoa. *stos s#mbolos nos permiten combinar los hechos para formar glohalidades, pero cualquiera de estas globalidades no es algo real, @ ? LegoVic( habla de una .filosof#a positivista de la vida/ &ver su Par)9B histor/i filo-ofii &*sbo(o de la historicoa de la filosof#a), cd. cit., pgs. 3@C 0 ss.) Pero 0o no me inclino a clasificarla como una rama del positivismo 0 encO!) tro ms convincente la clasificacin de ^. Datar<ieVic( &ver su Hisioria ;ilo-A,N &=istoricoa de la "ilosof#a), vol. ''', :arsovia, @SBA, pgs. 2BA 0 ss). 2 7fr. =. -ergson, L9volution cratrice, Par#s, @S@2, pg. 2R$ .L3volutlKl3 elle implique LUir continuation relle clu pass par le prsent, une dure qui ea un ti1alt d3union./ 7fr. =. -ergson, op. cii., pg. 3S3$ .*n raiit, @ n3v tait question nl devenir ni d3volution (. ). Lar ifice occiiiairc de la r0ithode de Spcncer )D Siste K reconstituer l3volu]ion a0ee les @cments de l3voiucd.. :er *. =usserl, /2ie 8risis Kcr curoph3schcn ^issenschaften und trans(endeniaie PhKnomenologie., Philosophia, @S3C, pg. @R. @FA un ser en el sentido ontolgico de la palabra, sino una construccin de la mente. *sta combinacin de hechos es lo 6nico que hace posible la comprensin de un elemento concreto de la cultura. *n contraposicin a la formulacin de ;an<e, 7assirer escribi que .lo que la memoria conserva de los hechos 0 procesos se convierte en una recoleccin histrica slo cuando sabemos transformarlo 0 meterlo en nuestro .interior/ . 3. La filosof*a anti+positivista de la histoi+ia Las investigaciones filosficas generales ten#an su e tensin directa en la filosof#a de la historicoa que estaban desarrollando rpidamente, sobre todo, los filsofos que se ocupaban tambin de la investigacin histrica 7omo resultado, se produ!o una avalancha de opiniones que en muchas cuestiones chocaban, pero que en con!unto se opon#an a la opinin erudita, que era optimista en el problema del conocimiento 0 determinista &o ms bien fatalista) en otras cosas. *sa filosof#a se interpreta ahora desde varios puntos de vista 0 se subra0an sus distintas caracter#sticas. @. B. 8on la anali(aba como .una crisis del pensamiento histrico/ . :e#a esa crisis en la filosof#a no ma 1 ista a partir del nacimiento del mar ismo. 7uesta defender su opinin. Las ideas de 9ar , que eran mu0 avan(adas para su tiempo, no tuvieron oportunidad de e tenderse ampliamente cuando surgieron, 0 no slo por las ra(ones de clase mencionadas anteriormente. *n esa poca, la refle in sobre la historicoograf#a estaba en el estadio de la apro imacin erudita gentica4 su paso adelante .natural/ era prestar atencin a los problemas estructurales. Por tanto, la historicoograf#a, en general, no estaba todav#a en condiciones de adoptar modelos dialcticos &que unificaban los acercamientos gentico 0 estructural) sin atravesar primero el nivel estructural. Por eso la refle in en ese estadio no se puede considerar como una manifestacin general del pensamiento histrico$ en muchos problemas signific un importante progreso &en el anlisis de los procedimientos de investigacin) en comparacin con las soluciones propuestas por el acercamiento erudito genetico, a pesar de que no se elev al nivel del modelo dialctico de investigacin. 9uchas corrientes de la filosof#a post1positivista de la historicoa han sido denominadas .filosof#a cr#tica de la historicoa/ por ;. +ron, que considera que
su rasgo fundamental es el recha(o del sistema de =egel A, es decir, una concepcin que es ms .direccional/ que unilateralmente estructural, *. 7assirer, Pur Logi( dcc Xultuns9isseV-schaften, ;&nf tudien, %Kteborg, @SR2 pg. AB. /^as das %ed3chtnis an Datsachen und :orgfirgen aufbeVahrt, S ^'rd (ur historicoschen *rinnerung esrt dadurch, dab Vir es in unser 'nneres elflbe(lehen und !a dasselbe (u verv\3andeln vermgen./ %. Santa0ana &@AC31 @SB2) .mltaba el simbolismo a la contemplacin potica, presentando as# una visin u ra? del mundo. 6 2e las obras sobre la filosof#a post1positivista que he usado, las ms imZortantes son$ 9. 9andelbaum, ,he problern of Historicocal Xno?/edge, 5ueva @S3A &entre los autores tratados por 9andelbaum estn 7roce. 2ilthev, anh3 Simmel, ;ic<ert, Scheler, Di1oeltsch)4 ;. +ron, La philosaphie crili:ile 0 su relativismo gnoseolgico .9. 9endelbaurn clasifica las diversas concep. ciones desde el punto de vista de su actitud hacia la posibilidad de un conocimiento histrico ob!etivo &verdadero), 0 se,ala a los relativistas, por un lado, 0 los anti1relativistas, por otro. Ona postura diferente, que se refiere sobre todo a los filsofos alemanes, consiste en clasificarlos come defensores del historicocismo 0 del anti1historicocismo &P. *ngel1?anosi, P. ;ossi, 8. Popper, 0 otros) . para no hablar de las numerosas variantes .naciona les/ de la refle in filosfica que estarnos tratando. 5o trataremos el historicocismo aparte, sino slo en relacin con cuestiones importantes 0 ms amplias. *sto se debe a que el concepto de historicocismo es uno de loS ms ambiguos en la metodolog#a de la historicoa. Sus principales significados se pueden enumerar de este modo$ a) =istoricocismo general, es decir, el acento puesto en el movimiento coas tante 0 el cambio en el curso de los acontecimientos &que no niega nadie)4 el acento sobre los cambios var#a, obviamente, seg6n el modelo de investigacin histrica. b) =istoricocismo absoluto &llamado tambin relativismo), corriente, sobre todo, en las obras de los historicoadores alemanes, que ". 9einec<e consideraba corno el principal producto del .esp#ritu alemn/ desde la ;eforma4 se caracteri(a, romo resultado de la afirmacin de que todos los hechos histricos son unicos por un relativismo absoluto respecto a la verdad &es imposib@e alcan(ar ?a ama gen ob!etiva, es decir, cierta, de los sucesos pasados) 0 a los valores &0a que no ha0 modelos eternos 0 leves eternas de la naturale(a, ninguna corriente tea lgica de sucesos, etc.)4 el historicocismo absoluto se opone totalmente a la idea de la invariabilidad de la naturale(a humana4 seg6n los seguidores de esa ten dencia, se supon#a que era el *stado la medida de los valores &ver %. %. 'pgers, [he Germen Conception of Histor+i9. ,ice @ational ,radition of Historicocal ,i-oi9ht froin Herder to tire Preseni, 9iddletoVn, @SCA). c) *l historicocismo de Popoer pretend#a abarcar las dittintas filosof#as de$ a historicoa cue aspiran a descubrir las le0es histricas que hacen predicciones sobre el posible futuro de los sucesos, 0 que Popper critica &ver 8. Popper, Dui open ociet4 and its $nemies, vol. '', pg. 2R2). d) =istoricocismo como sinnimo de .la filosof#a de la historicoa) &usado en, este sentido por 9. ). 23+rcv en ,ire 1eaning and 1atter of Histor4, 5u,eva Lor<, @SBS).
e) =istoricocismo e istencial, como parte de la doctrina general del e isten3$ cialismo, que subra0a la E\historicocidad,Y del hombre &=eidegger, Krtega 0 %asset Sartre en sus primeros escritos) &ver ?. Krtega 0 %asset. Historicoa coiEao sisteiiia) esta interpretacin tambin se opone totalmante a la idea de la naturale(a bu mano inmutable &comparar, en este sentido, el dicho de Krtega de que el honibrK no t)ene naturale(a, 0 lo que tiene es historicoa). f) =istoricocismo dialctico, que parte de 8. 9ar 0 ". *ngels, como doctranh que afirma que es posible alcan(ar una imagen verdadera del pasado, porque4 rl inundo es cognoscible, 0 se,ala el hecho de que los sistemas de v_ores no ni totalmente absolutos &eternos, inmutab@es) ni totalmente relativos. La cate3 gc.r#a bsica del historicoc'smo mar ista en su versin ontolgica es la del deid si1rollo dialctico, 'nterpretado de este modo, el desarrollo no se rige P[ ninguna fuer(a e terna, ni es una secuencio de sucesos con una direccaofl cambios predeterminada4 es un proceso que afecta a los sistemas 0 tiene logas por medio de interacciones, variables en fuer(a 0 direccin, de los eienrcntFit nc forman esos sistemas. ;especto a la sociedad 0 su desarrollo, el conceptK) &le historicocismo ontolgico se concreto cuando se te une la categor#a c?e nrFFFF 4nmaoa, que nos qermite tanes3 un ooercaanienbo actiP o al piocc3so li\s)oi iOU. Le si a @ @ai Son @ mc nr n st o a u ci sion mc todolo lea co lcc en po o o r?irci,ac0oncs$ cinc E@ valor e nlicat!vo ele las teor#as ccnivYo E$ab3s oc al oea1reo fas c?!i3crr3Ycircs eoaliocstivas cutre los sstcmas &epcY3in'nrY3nlc las fv. F F&@ @ ) o o o > ui e u e \is o 0 &luL = r @Y @ @ unY3ersnlc3s e3$ p3acdcri rcdocir a irmacioiies sobre sistemas $oa'itatdY denia disfinPYs co nro3,3 neqocca nieclida solanaenie. *n la cr#tica del conocimiento histrico positivista &gra(n hisLrica/) las principales &aunque diferentes) concepcione fueron las de ^. 2ilthe0 &@A331 @S@@), -. 7roce &@ACC1@SB2), %. Simmel &@ABA1@S@A), =. ;ic<ert &@AC31@S3C) 0 9. ^eber &@ACR1@S2F). Dodos ellos se,alaron el hecho de que los positivistas hab#an ignorado las diferencias entre el conocimiento de la naturale(a 0 el conocimiento de la vida social &el mundo de los valores, el esp#ritu 0 la actividad humana), 0 la formulacin ms radical fue la de 2ilthe0, que di!o que .e plicamos la naturale(a 0 comprendemos la vida espiritual/. *n 2ilthe0 se desarroll al m imo, 0 tambin se complic hasta el e tremo, la doctrina de la comprensin histrica (#erstelren) +l criticar la induccin por no ser completa, 2ilthe0 aseguraba que cuando tenernos que .aprehender/ ciertas totalidades, 0 por tanto tambin en el caso del conocimiento histrico, no llegamos a ese acercamiento integral &que, seg6n l, es la manifestacin principal de la naturale(a ob!etiva del conocimiento histrico) sin una e periencia cognoscitiva apropiada. +s#, en la teor#a de 2ilthe0, el conocimiento histrico es relativo 0 depende de la naturale(a de esa e periencia4 un historicoador se forma una imagen sub!etiva del pasado al mirarlo a travs de un sistema de valores actuales. *l conocimiento histrico se. basa en datos histricos, que son una forma de manifestacin de la actividad espiritual4 la investigacin histrica se dirige, por tanto, hacia el conocimiento de .diversas manifestaciones ob!etivas del esp#ritu/. *sto implica dos mtodos de adquisicin del conocimiento de lKS hechos, que se usan con!untamente$ la e periencia &que se refiere a uno mismo) 0 la comprensin &que se refiere a otros). La comprensin (#erstehera)
es una operacin en la que, sobre la base de nuestras propias e periencias espirituales, vivimos a travs de las e periencias de alguien. Slo la e periencia, sin combinarla con la comprensin, no producir#a ms que nuestra propia biograf#a. Pero puede verse fcilmente que los l#mites de la comprensin estn marcados por las fronteras de nuestra propia biograf#a espiritual, 0a que no podemos .comprender/ e periencias a!enas que no ha0amos sentido nosotros mismos. 2ilthe0 pensaba que las beograf#as eran la forma ms importante del traba!o ele historicoador, 0 para el las autobiograf#as eran las fuentes ms valiosas. Los seres humanos cu0as acciones tienen un ob!etivo pero son espontneas &e presan la vida), son los Principales todos que los historicoadores deben estudiar. f.7roce, con su intuicionismo, estaba cercano a 2ilthe0. +seguraba que solo podemos reconstruir las cadenas de causas 0 efectos con referencia a la naturale(a, basndonos en el concepto de causa, que no es propio de la historicoa. *n la ciencia natural usamos trminos tericos, pero la historicoa se caracteri(a por la narracin. *n sus narraciones, un historicoador, evidentemente, usa construcciones tericas, pero esto es slo una forma necesaria de pensamiento cu0a sustancia es la intuicin como fuente de todo el conocamaento histrico decir, ideas), ms que conceptos. La intuicin es anterior a la produccin de conceptos 0 a la actividad prctica, porque &como e plica 9. 9andelbaurn cuando anali(a la teor#a de 7roce) es independiente de ellas, mientras que la situacin inversa no e iste. La en su primer ensa0o sobre la filosof#a deL lengua!e, La storia ridotta sotto it concetto generale dell9arte &@AS3), 7roce se refer#a a una .visin intuitiva/ por medio de la cual llegamos a conocer los hechos individuales &0 son stos los que se estudian en la investigacin histrica), 0 que recuerda a la intuicin art#stica. 2esarroll su idea, sobre todo, en ,eoria e storia della storiografia &@S@N). Para conocer los hechos se necesita una .empat#a/ 0 una .identificacin mental con los hechos/. La idea de la historicoograf#a como un producto sub!etivo de la mente viva, que anima los hechos histricos que .vibran/ en l e imprime, por tanto, la marca de la contemporaneidad en todos los sucesos pasados, la podemos encontrar tambin en La storia come Pensiero e come %-ione &@S3A). 5o ha0 rasgos de nada .e terno/ al .esp#ritu/. Los hechos pasados 0 presentes slo se pueden comprender como hechos espirituales, de modo que, en el nivel espiritual, el pasado se me(cla con el presente. Los hechos reales registrados en las fuentes se hacen verdaderos slo cuando se convierten en elementos del presente variable, como resultado de su animacin espiritual. Las conclusiones que se sacan de esa concepcin del conocimiento histrico se parecen algo a las de 2ilthe0. *s imposible adquirir el conocimiento de lo que realmente tuvo lugar en el pasado si todos los sucesos pasados tienen que ser .contemporneos/, es decir, animados por la mentalidad del historicoador que vive en el presente. Si la intuicin fabrica los hechos, hace hechos presentes 0 no pasados. Por tanto, de la doctrina de 7roce se deduce que es imposible adquirir ning6n conocimiento ob!etivo del pasado. Para cvitar la ob!ecin del relativismo total, 7roce introduce, como criterio m imo de veracidad, el incomprensible concepto del Eabsoluto/. 9. 9andelbaum, al sacar conclusiones de la teor#a de 7roce, escribi, en @S3A, que, seg6n su propia teor#a, \E7roce no tiene derecho a criticar la prctica corriente de la literatura histrica en +lemania &es decir, la que dominaba en lS3A.G?. ,.), puesto que esta literatura responde a una necesidad verdadera (...) ha surgido una
cuestin que slo puede responder el +bsoluto 0 no el se,or 7roce/ %. Simmel bas su teor#a de la historicoa en las e periencias de la historicoa de la cultura. +unque l tambin aseguraba que la literatura histrica es un producto de la intuicin del historicoador, no se opon#a al relativismo + pesar de sus reservas, las consecuencias de su acercamiento son de natO1 rale(a relativista. @. S. 8on llam a la concepcin de Simmel una s#ntesis de la #crst chan &comprensin) de 2ilthe0 0 la apro imacin a priori 8antiana aplicada a la historicoa. 9andelbaurn daba una interpretacin similar @2 Sirnmel aseguraba que la histor#a, tal como la conocemos, es un producto de nuestras mente, que en su accin creadora se relaciona con la e periencia mental inte4 rior del historicoador4 pero flK nos encontramos con una interpretacin pura1 mente sub!etiva de la historicoa, aunque el conocimiento histrico no es Hfl espe!o del pasado. Su naturale(a ob!etiva est garanti(ada por las categor#as mentales .universales 0 necesarias/, que organi(an la e periencia interna *l historicoador slo describe hechos mentales$ pensamientos, emociones, actKs ?' 9. 9andelhaum, ]he P,obleYn of llistorical Xnoii"edg, ecl. cit., pe. 2 1. S. 8on, op. cit., pg. @N@4 9. 9andelbaum, op. cit.. pgs. @F2 0 ss La opiniones de Simmel sobre las cuestiones de inters fueron e puestas en NVG libro publicado en @AS2 (Die Probleo9e iier 2escl-icl*tspliilosophie). de voluntad, pero esto, asegura Simmel, no significa una invasin del terreno de la psicolog#a, porque la narracin histrica se ocupa de hechos individuales 0 de su descripcin, mientras que la psicolog#a GqueY seg6n Simmel, es una disciplina naturalG utili(a el procedimiento que generali(a 0 da e plicaciones. *l historicoadr puede utili(ar esos datos psicolgicos individuales 0 presentarlos corno un todo integral, a0udndose de la capacidad suprasub!etiva (&bersubie(tive) de abarcar estados mentales de otros, tanto individuales como colectivos. *sa capacidad consiste, por un lado, en una comprensin a travs de la pro0eccin de las e periencias mentales propias en otros 0, por otro lado, en la .sensacin directa de lo suprasub!etivo/. *sta sensacin de lo suprasub!etivo garanti(a, supuestamente, que en esta pro0eccin el historicoador slo utili(a las e periencias que pueden considerarse e periencias de otras personas tambin4 garanti(a, por tanto, la naturale(a ob!etiva del conocimiento. Uue es posible cualquier e periencia interna .t#pica/ es algo que se deduce de la e istencia de las categor#as comunes mencionadas del pensamiento humano. + pesar de estas reservas, la concluSin final es que en el conocimiento histrico la e periencia interna de cada historicoador !uega un papel creativo, que impide adquirir un conocimiento ob!etivo del pasado. La teor#a de la historicoa de ;ic<ert es mucho ms sutil 0 precisa4 evita una metaf#sica tan clara como la que marca los anlisis de 7roce, 2ilthe0 0 Simmel. *n realidad, estaba dirigida, en gran medida, contra 2ilthe0 0 su escuela. ;ic<ert no estaba interesado en la naturale(a de la materia de la investigacin histrica &el proceso histrico) @3, sino en la metodolog#a de esa investigacin, que se supone dirigida hacia los hechos &que a su ve( son e clusivamente individuales 0 no recurrentes). ;ic<ert tambin hablaba de la comprensili (#erstehen) en la historicoa, pero anali(aba ese concepto con ms detalle. 9ostr que comprendemos los hechos individuales al combinarlos en
Secuencias de causas 0 efectos &lo cual hace que la operacin #erstehen lflclu0a un procedimiento de e plicacin) o al integrarlos en ciertas totalidades &es decir, estructuras), actuando como elemento de unin una referencia a los valores. *sta referencia a los valores convierte un ob!eto &hecho, proceso) dado en una .individualidad3Y histrica. Por e!emplo, 5apolen 0 %oethe Son individualidades histricas, pero un hombre de la calle no lo es. *sto ocurre porque 5apolen 0 %oethe encarnaron ciertos valores, aunque una persona relacionada con 5apolen tambin se convirti en una individualidad asi, Pero una valoracin efectuada por un historicoador no basta por s# sola para imprimir un nivel histrico a los ob!etos de los que se ocupa4 esto tiene lugar slo cuando se refieren a los valores sociales &humanos) universales, 7omo los llamaba ;ic<ter, es decir, valores aceptados por todos. On histo1 liador puede dar un gran valor a un amigo su0o, pero este hecho no tiene Por qu bastar para .referirlo3Y a esas categor#as a iolgicas universales. *stas categor#as a iolgicas son valores culturales (Xultui+?erte), lo cual, a su ve(, da a la historicoa el rango ele una ciencia individuali(adora de la cultura. @3 ;ic<ei1t no consigui observar consistenternente el principio de la clasii7iKn formal de las disciplinas que se ocupan de la misma serie de hechos, 7':iSmK m're las qne slcOen el procedinsicnlo usado cci la ciencia natural &toe&Olacion Para ;ic<ert. la peculiaridad de las humanidades, en comparacin con las ciencias naturales, consiste en que todas las acciones humanas &0 sus pro$ ductos) no pueden ser separadas de la valoracin. *sa referencia a los valores es, para l, la base para establecer relaciones causales que, sin embargo, se limitan a las causas que motivan las acciones humanas. Para e plicar las acciones humanas, el investigador debe unir una accin concreta &o sus re cu'tados) con el sistema de valores del agente, que motiva tal accin. ;especto a la metodolog#a de las ciencias sociales &incluida la historicoa) la refle in estructural alcan( su m imo nivel en las obras de 9. ^eber3R, Sus anlisis de los instrumentos del conocimiento cient#fico &incluido el histrico) 0 del papel de la valoracin en la ciencia han servido como fuentes de importantes inspiraciones metodolgicas. Se opon#a a los intuicionistas, 0 con ;ic<ert slo compart#a la opinin de que las ciencias de la cultura se ocupan de fenmenos de importancia cultural, 0 de que esa importancia se determina en relacin con los valores de la cultura universal, que son caracter#sticos de una poca concreta. La e igencia de ^eber de que en la ciencia ha0 que hacer una estricta distincin entre el establecimiento de los hechos emp#ricos 0 las valoraciones iba ms all de las ideas de ;ic<ert Si esa e igencia se cumple, es posible adquirir un conocimiento verdadero de la sociedad con la aceptacin simultnea del papel de la valoracin en la investigacin. La valoracin se manifiesta sobre todo en la seleccin de los hechos. Ktra forma de adquirir un conocimiento ob!etivo es la e plica3 cin causal, que no puede sustituirse con la comprensin intuitiva. Pero a causa de la interdependencia de los fenmenos, que hace dif#cil describir las secuencias de causas 0 efectos en toda su comple!idad, el historicoador debe$ recurrir a ciertas simplificaciones 0 a indicar las cone iones que tienen ma0or importancia en un conte to dado. *sto da lugar a una seleccin deri vada del sistema de valores que rige a un historicoador concreto. ^eber quer#a que la historicoograf#a inclu0era afirmaciones ms generales@ de lo qu_ quer#a ;ic<ert. 'ntent conseguirlo constru0endo lo que llamaba)$
tipos ideales, su ma0or logro metodolgico. Los tipos ideales son ideali(acio) ncc &conocidas en metodolog#a), conceptos de casos l#mite, modelos tericos,' etctera4 es decir, medidas sui ger-eris con las que se compara la realidad$ @R :er. ". 8aufmann, 2eschichtsplrlosoplsie der 2egenis9art, -erl#n, @S3@, pg. NA * iste una gran cantidad de estudios sobre las ideas metodolgicas de 9a ^eber) +dems de los va mencionados, se consultaron los siguientes4 1ax Ieber iii th 1ethodolog4 of the ocial ciences, *. +. Sbus and fi. +. "inch &eds.), %lencoe, lSRS ;. -endi , 1ax Ieber. %n "ntiiectual Portraot, 5ueva Lor<, @SCF &desgraciadansefl\ te, mo pudimos conseguir "nterpretatioro of )onduce asid Histor4 &@SRC), del rnisPK# autor)4 1a- Ieber ueid o-iologie Heute, Dsabinga, @SCB4 8. -osi, .2er ESo(lKlKl gische3 %spe(t /o der 2escliichte. Ialt freie 2eschicl-ts?issenschaft ur-d "dealt4puW ;listorisclie Peotschrift, vol. G>=, n6m. 3. @SCB, pes. C@31CBF4 *. Pit(, .%eschac tliche Stru<tur. -etrachtungen (ur angeblichen %rundlagen<rise der %eschichtsVli senschaftY3$ Historicosclie Peitsci-rif 1, vol. lAB, n6m. 2, @SBA, pgs. 2CB13FB4 S. e Vals<i, Se frman sobre la base de un conocimiento de los hechos, pero son solamente una categor#a gnoseolgica 0 metodolgica que nos sirve para adquirir un conocimiento de la realidad sin ser un producto de dicho conocimiento. ^eber subra0aba con fuer(a la naturale(a instrumental de sus tipos ideales. La tarea del historicoador consiste en comparar la realidad con los topos ideales, como forma de percibir la realidad. 5o son, como en las obras de 9ar , una clase concreta de descripcin de los hechos que utili(a conceptos ideali(adores &abstractos), sino solamente un instrumento que se usa para ordenar los hechos 0 comprender las acciones humanas. *l papel creativo 0 cognoscitivo del historicoador que, al recurrir a la operacin #erstel-en, constru0e una imagen de los sucesos pasados 0 no los reproduce simplemente, como pretend#an los positivistas, fue subra0ado por muchos fillogos de ese per#odo,. que representaban todas las tradiciones filosficas mencionadas ms arriba$ en "rancia, por Paul :alr0 &@AN@1@SRB), que acu, el famoso dicho de que la historicoa es .el producto ms peligroso de la qu#mica del intelecto/4 en +lemania, por K. Spengler &@AAF1@S3C), quien, en su famosa Der Hntergang des %bendiandes &@S@A1@S22), recha(aba la induccin 0 las generali(aciones como forma propia del conocimiento histrico4 en %ran -reta,a, por el neo1hegeliano ". =. -radle0 &@ARC1@S2R)3[, 0 en *stados Onidos, por ^. ?ames &@ARB1@S@F). *ste 6ltimo estudioso, disc#pulo de 7h. S. Peirce, el fundador del pragmatismo, subra0 que l realidad 0 el conocimiento son dos realidades separadas$ el conocimiento no reproduce la realidad, sino que proporciona hiptesis como instrumentos de accin, que a continuacin son comprobadas por el grado de utilidad de los resultados que producen. *l recha(o de una relacin siihiple 0 directa entre la realidad histrica proceso cognoscitivo cambi las interpretaciones del concepto de hecho histrico. *l s#mbolo positivista de la ecuacin10a no se situaba entre el hecho 4%r'% un fragmento de la realidad 4 el hecho tal como informa sobre l un historicoador On hecho es considerado como una construccin hecha por un historicoador, cuando su e periencia cient#fica, guiada por su situacin real de un modo sub!etivo, crea un hecho histrico que no e iste fuera de su EDiente4 o si una construccin :ua de un hecho est unida a la realidad emp#rica concebida corno una totalidad y no a un fragmento1hecho :ua de una realidad.
Dales opiniones inclinaron a los estudiosos a considerar los hechos hnstorscos corno mentales 0 no como materiales. Se hac#an referencias a los :alores ms que a los hechos. Los estudiosos de!aron de hablar sobre la 7Kncordancia entre los resultados de la investigacin 0 los hechos, porque el Problema hab#a perdido su raison d9treZ lo que s convert#a en un hecho historicoeF era slo la e periencia cognoscitiva de uno, que tiene en cuenta 1+S hechos, pero no slo estos hechos. *sto, por supuesto, no significaba una arbitrariedad completa en la construccin del pasado. 'ncluso 7roce, que comparaba la historicoa con el arte, di!o que era un arte de un tipo especial, O Sea, uno en el que los principios de la cr#tica estn unidos. *s unarte Porque, seg6n 7roce, no puede e istir una ciencia de algo que es individual, decir, no recurrente. *n la historicoograf#a erudita la cr#tica de te tos era SOsiclente4 en palabras de 7roce esto era una pseudo1historicoa, una historicoograf, .filolgica/, escritura de crnicas que no estaba animada por ninguna 7 persencla viva del historicoador. *. %. 7oilingVood, uno de los mas1ores defensores de 7roce, llamaba a los que escrib#an, de acuerdo con estas reglas, .historicoadores de ti!eras 0 engrudo/. *l acento puesto sobre el factor .human#stico/ en el conocimiento hist. rico pretend#a se,alar la posicin independiente de la historicoa en el sistema de la ciencia, es decir, liberarla del dominio de las ciencias naturales, que, aparentemente, carec#an, todas ellas, de ese factor. Los modelos metodol gicos aportados por la ciencia natural eran considerados como inaceptables para los historicoadores, porque la historicoa lucha por abarcar su propio mundo a travs de la operacin #erstehen. *s, en primer lugar, un mundo de hechos que son individuales 0 no recurrentes, 0 en segundo lugar, adems, un mundo de valores en el que es imposible disociarse de las valoraciones sobre los sucesos pasados. *l acento sobre la naturale(a individual 0 no recurrente de esos hechos que forman la materia de la investigacin histrica sol#a producir conclusiones que derivaban del anlisis del estado real de la literatura histrica &idiografismo metodolgico), que por entonces era, casi e clusivamente, descriptiva 0 concentrada en hechos individuales. *n muchos casos dio lugar a postulados que limitaban los intereses de la investigacin histrica 0, por tanto, las tareas de los historicoadores, a descripciones de hechos individuales 0 no recurrentes, es decir, postulados de idiografismo metodolgico. La defensa de dichos postulados no ten#a por qu, pero pod#a ser asociada con el idiografismo ob!etivo, es decir, con atribuir a la realidad$ histrica la naturale(a de algo que puede abarcarse slo a travs de un4 estudio de hechos individuales que tienen que ser .entendidos/, porque .estos hechos no pueden subsumirse en le0es generales, 0a que tales le0es no e isten. 2e la inmensa literatura &ver las obras mencionadas en las notas de pie de pgina de la obra de *. -ernheim) que se ocup, a finales del si gb !I!, del problema de la estructura meto dolgica de la historicoograf#a,Y los ms conocidos fueron los neo18antianos de la *scuela de -aden, 0 espe cialmente ^. ^indelband &@ARA1@S@B) 0 =. ;ic<ert. ^indelband, en @ASR@ sugiri sustituir la clasificacin de las ciencias en ciencias naturales (@aturi ?issenschaf ten) 0 ciencias del esp#ritu (2eistes?issenschaf ten), que predom naba en la ciencia alemana &cf r. 2ilthe0) 0 que tomaba como criterio de4 divisin la materia de investigacin, por la clasificacin en ciencias qut describen lo que es individual &ciencias idiogrficas) 0 ciencias que intentan
establecer le0es &ciencias nomotticas), es decir, por una clasificacin que4 diferencia las ciencias por sus ob!etivos . =. ;ic<ert 18, aunque conservaba la idea principal de ^indelband, de disciplinas individuali(adoras 0 gener li(adoras, a,adi la clasificacin de las ciencias basada en la materia de la investigacin$ las ciencias de la naturale(a 0 las ciencias de la cultura, siendF su criterio de distincin la relacin con los valores. La naturale(a est librel de esa relacin (?ertfrei), en oposicin a los productos del hombre, o sea la cultura, porque el hombre, cuando act6a, intenta alcan(ar un ob!eti:oi *sta visin fue e puesta por ^indelband en su conocida conferencia de rector .%eschichte und 5aturVissenschaft/, publicada en Priil-edien, B.3 ed., 50 lumen '', Dubinga, @S@B, pgs. @3C1@CF, en particular, pgs. @R21@R3, @RB, @B@. #e9 tambin +. 9aleVs<i 0 3, Dopols<i, . tndVa ( netodoioi t-iKtorii (Estudios sobt metodolog#a de la historicoa), cd. cit., pgs. 2R12C4 %. 8laus ; =, SchuQ(e, ,,E:ifl band und clic 9ethodologie dcr %eschichtsVissenschaft//, Histv,+i.Kch -eitsclVr:9 volumen 2F@, n6m. @3, @SCB, pgs. @@2B1@@RN. > :er, en particular, sus obras Dic 2rcn-e.n der @ntc,VuisoeR/sc)-nfl=ecfl Ce g, [f/sbeldung @ARC @SF2 &la edacion consult1ida lue la B f b!ni @S2S) 4 turac9issenschaft uud 5aturVissenschuft, @ASS &la cdicin consultada fue la Dubinga, @S2C). 0 sus ob!etivos dependen de sus sistemas de valoracin &valores), es decir, de su a iolog#a. *n este sentido, la historicoa es una ciencia individuali(adora de la cultura, relacionada con la valoracin. *s cierto que en la literatura histrica se hace, ocasionalmente, referencia a conceptos generales, pero stos sirven para mostrar hechos individuales, mientras que en las ciencias generali(adoras ellos son el ob!etivo. La valoracin pone las bases para la construccin de conceptos en historicoa 0 para la seleccin de los hechos, como tarea que fue fuertemente subra0ada en la metodolog#a anti1positivista4 se cre#a &por e!emplo, ^indelband) que era la base de las humanidades. La aceptacin de hechos sub!etivamente individuales, construidos por medio de una relacin con los valores, como materia de la investigacin histrica, tuvo consecuencias metodolgicas mu0 definidas. Los neo18antianos, que intentaban poner las bases para una ciencia de los hechos individuales, no dudaban que la historicoa es una ciencia, a pesar de que a menudo la comparaban con un arte. Lo mismo hab#an hecho 2ilthe0 0 Simmel. *stas comparaciones eran frecuentes$ las encontramos incluso en ;an<e. Pero, !unto con esta opinin, la negacin de la posibilidad de e istencia de una ciencia de los hechos individuales condu!o a la visin de 7roce, mencionada anteriormente, que hasta cierto punto identificaba la historicoa con el arte. Para 7roce, esta visin estaba relacionada con un fuerte acento en la naturale(a individual de la materia de la investigacin histrica4 no slo se un#a al postulado del idiografismo metodolgico, sino tambin al del idiografismo ob!etivo. Se supon#a que el historicoador slo narraba los hechos, aprovechndose de conceptos generales proporcionados por la filosof#a. *sta opinin, por supuesto, es considerar la literatura histrica como una rama de las belles lettres 19, donde no hace falta atenerse a los hechos. *l idiografismo ob!etivo, que subra0a que los hechos individuales son de naturale(a no recurrente, ten#a que unirse a la negacin de la e istencia de le0es sin e cepciones en la historicoa4 el idiografismo metodolgico se,alaba la
falta de inters Gpor parte de los historicoadores que describ#an hechos lfldiv!duales por descubrir le0es, pero no negaba la posibilidad de que tales le0es pudieran descubrirse4 sus postulados apartaban a los historicoadores de la anvestigacin nomottica, pero sin pre!u(gar si una investigacin as# en las ciencias sociales es posible o no. Dodo esto supon#a romper con la idea PKSitivista de las le0es del progreso, que en la *poca de la 'lustracin era LYfla novedad inspirada, pero que, por su sentido ahistrico, ten#a que progKcar gradualmente ob!eciones por parte de los historicoadores. La idea de las le0es del progreso no de!aba ning6n lugar al papel activo del hombre$ SU tarea consist#a en .descubrir/ las le0es inmutables de la naturale(a 0 comPKrtarse de modo que no impidiera la auto1materiali(acin de esas le0es a travs de una lenta evolucin. Kbviamente, si el hombre iba a !ugar ese Papel, ten#a que desarrollarse intelectualmente, lo cual le permitir#a comprender las le0es de la naturale(a, 0 esto, a su ve(, e plica por qu se Subra0a tanto el papel configurador de la historicoa que han tenido los cambios en el nivel intelectual de las sociedades. mecanismo del desarrollo, 0 por eso suger#a que nos refiriramos a una .evolucin creativa/ que, si esta interpretacin es correcta, tendr#a en cuenta tanto el desarrollo como la estructura. La transicin de una estructura a otra supon#a l, tiene lugar como resultado de una .gu#a vital/ (dian vital), que pod#a interpretarse como la .le0/ ms general del desarrollo. Por supuesto, no ser#a una le0 de desarrollo en el estricto sentido del trmino, porque no se refiere a ninguna relacin definida entre los hechos, relacin que e plicar#a sus cambios en el curso del tiempo. *l problema, que los evolucionistas 0 los defensores de la idea de las le0es del progreso no hab#an notado, no se solucionaba as#, sino que entraba en la esfera de la metaf#sica. On tipo de e plicacin parecida sobre el desarrollo, en el que las le0es histricas son sustituidas por categor#as idealistas interpretadas de forma intuitiva, era el representado por 9. Scheler &lANBiS2A)2F, que sugiri la idea de una .gu#a/ configuradora de la historicoa (Drang) que no est su!eta a ninguna le04 por ". 5iet(sche &@ARR1@SFF), que se refer#a a una .voluntad de poder/, 0 por otros. Dodo esto mostraba una clara relacin con las ideas metaf#sicas que mar caron la refle in metodolgica sobre la historicoa en el per#odo romntico, en particular con las ideas defendidas por +. Schopenhauer &@NAA1@ACF), que aseguraba que .la voluntad de vivir/ es la fuer(a que gobierna el mundo 2@, Dodas estas propuestas fallaban totalmente al querer enla(ar el aspecto de la estructura con el de cambio en la historicoa. *l recha(o de las le0es histricas &le0es del desarrollo) imped#a a los historicoadores ir ms all de la interpretacin de los sucesos pasados como una secuencia cronolgica de estructuras no recurrentes. =usserl, en su intento de conseguir una precisin lgica 0 una eliminacin de las afirmaciones metaf#sicas, subra0 claramente$ la superioridad del pensamiento estructural sobre el gentico &que segu#a una direccin), 0 pensaba que este 6ltimo era un mal necesario dentro de$ la ciencia 22 2ilthe0 tambin se refer#a a las le0es estructurales 0 negaba la e istencia de las genticas 23 9. ^eber intentaba superar la dicotom#a entre estructura 0 cambios temporales, introduciendo su categor#a de los tipos ideales, que pretend#an servir para una apro imacin integral a la materia de la investigacin histrica. ^eber consideraba sus tipos ideales como le0es
histricas sui generis 2R sobre el comportamiento humano 4 necesarias para e plicar dicho comportamiento. Las le0es de Sirnmel, que seg6n l erari .generali(aciones hipotticas de fenmenos t#picos en la historicoa/ 2B, eran parecidas. ;ic<ert estudiaba el problema de las le0es en detalle. +l anali(arlas desde un punto de vista formal, mostr que las le0es son afirmaciones generales de valide( universal 2C, formulacin que lleg a ser aceptada de modo ms o menos general en la ciencia. Pero en la historicoa no e isten tales le0es$ flomo aseguraba ;ic<ert, ha0 una contradiccin interna incluso al hablar de le0es en relacin con hechos individuales 2N La negacin de la e istencia de le0es, en general &entre ellas, el principio de causalidad), 0 el nfasis puesto en la naturale(a individual de los sucesos histricos &es decir, el idiografismo ob!etivo) se encuentra en K. Spengler 2A, en la filosof#a e istencialista que subra0a la autonom#a del individuo r la carencia de condicionamientos histricos 2S, 0 en los personalistas neo1tomistas que intentan poner de acuerdo los dos factores que subra0an, es decir, el libre albedr#o del hombre 0 la libre accin de 2ios 3F Los convencionalistas &=. Poincar, P. 2uhem, *. le ;o0 0 otros) ten#an mucha ra(n al subra0ar el papel de las convenciones en la ciencia 0 suger#an la aceptacin de la e istencia de le0es cient#ficas, pero no como meros refle!os de lo que e iste realmente, sino como un simple resultado de la convencin adecuada, adoptada en nombre del desarrollo de la ciencia &por e!emplo, las le0es1 de Le ;o0 suelen ser definiciones que estipulan) 3@, 0, por tanto, interpretaban las le0es como las propias construcciones del cient#fico. 2esde el punto de vista de la historicoa esto significaba un apo0o filosfico pal1a el relativismo 0 el intuicionismo, 0 tambin para el idiografismo en la apro imacin a la materia de conocimiento. Ktro tipo de intento de poner de acuerdo la apro imacin idiogrfica a los hechos 0 la aceptacin de la categor#a de le0es cient#ficas, intento que quiere !ustificar la naturale(a cient#fica de la historicoa como un estudio de hechos individuales, es el concepto de le0es estad#sticas, relacionado con el concepto de probabilidad. *s evidente que el se,alar ciertas regularidades 2S Ona de las principales ob!eciones presentadas contra el e istencialismo es su historicocismo radical &que en realidad resulta en ahistoricocismo)4 esto se manifiesta, sobre todo, en la afirmacin de que la sociedad es una suma de individuos cada uno de los cuales es una entidad auto1abarcada cu0a e istencia tiene una historicoa propia. ?. Krtega 0 %asset escribi$ .La historicoa es una ciencia sistemtica de esa realidad radical. *s, por tanto, una ciencia del presente en el sentido nis riguroso 0 real de la palabra. Si no fuera una ciencia del presente, fdonde podr#amos encontrar ese pasado que se suele atribuir nl temaT La interPretac n opuesta Gv habitualG equivale a hacer del pasado un abstracto, irreal, que permanece ohi vida precisamente donde ocurri en el tiempo, mientras que el Pasado, en realidad, es la vida, la fuer(a activa que sostiene nuestro ha. 5o ha0 accin en la distancia. *l pasado no est all#, en la fecha en la que ocurri, no aqu#, dentro de m#. *l pasado es 0o, por lo que do0 sentido a mi vida.3Y a historicoa como sistema). :er tambin 8. ?aspers, Hrs prung and Prel des escllichte, b>rich, @SRS, traduccin francesa publicada en Par#s, 1954. ?. 9aritain &@AA21@SN3) aseguraba que .2ios es absolutamente inocente K es
de ning6n modo la causa del mal moral/. *l hombre, al hacer la historicoa, Puede elegir ios medios, 0 por tanto puede hacer bien o ni mal. estad#sticas 0 el valorar, por tanto, la probabilidad de ciertos sucesos concretos no tiene por qu combinarse con la aceptacin de la e istencia de le0es que sirven para el mundo real, aunque, habr#a que pensar con fundamento, deber#a llevar a una aceptacin de dichas le0es 32 Pero trataremos esta cuestin ms tarde, en un conte to ms amplio. *l recha(o ole las le0es positivistas del progreso, que no de!aban lugar para un papel activo de los individuos o de las masas, no ha dado lugar, por tanto, en los anlisis filosficos anti1positivistas, a la resolucin de la categor#a de le0es histricas interpretadas como le0es del desarrollo que se,alan el mecanismo interno de los cambios en las estructuras. Se suger#an varias soluciones sustitutivas$ o se dec#a a los historicoadores que abandonaran toda b6squeda de le0es o se negaba la posibilidad de descubrir ninguna regularidad en el curso de los acontecimientos. Pero todo esto se relacionaba, en ma0or medida que anteriormente, con un nfasis en el papel activo del hombre como hacedor de la historicoa. Pero la falta de cualquier concepto de le0es del desarrollo produ!o una sobreestirnacin del papel de los individuos 0 de los sucesos casuales en la historicoa, e incluso el atribuirles el papel de factor decisivo. 8. Las caracter*sticas de la reflexin estructural era la investigacin histrica La refle in metodolgica del per#odo, cuando se limitaba estrictamente al rea de la historicoograf#a, manifestaba claramente elementos de las nuevas concepciones del conocimiento histrico, basadas en la operacin #erstehee 0 en la apro imacin estructural &integral). Dodo esto se pod#a ver en la serie de nuevos tratados anti1positivistas sobre la metodolog#a de la historicoa 0 en la obra de algunos historicoadores. Pero las tcnicas de investigacin de los historicoadores medios ten#an todav#a mu0 poca influencia de estas nuevas ideas. *l positivismo, que preconi(aba el basarse en los hechos, 0 por tanto en las fuentes, ten#a el ma0or reclamo para los historicoadores, para quienes la apro imacin erudita, que tend#a hacia la produccin de .aportaciones/, segu#a siendo el modelo de investigacin, de modo que en la prctica combinaban las e igencias tanto del positivismo como del anti1positivismo. Su ba!a nivel de formacin terica 0 la atmsfera pol#tica en la que ten#an queG traba!ar contribu#an al hecho de que en sus tcnicas de investigacin no hubiera penetrado el principio de los acercamientos integrales, tan importante desde el punto de visto cognoscitivo 0 metodolgico, tanto como oscuras visiones de la historicoa, inspiradas por una ideolog#a pol#tica reaccionaria *n este sentido, lo ms caracter#stico fue el comentario de =. -err, quien al publicar en @SB3 La s4nth'se en histoire, que resum#a sus cuarenta a!SoB de actividad, escribi que su e igencia de acercamientos integrales era vlida todav#a$ en particular, todav#a no se hab#a establecido el puente entre la historicoa 0 la sociolog#a. *n el campo de la refle in sobre la heur#stica 0 la cr#tica e terna, los historicoadores siguieron desarrollando los logros del per#odo anterior. Sus numerosas obras hac#an aportaciones a la cantidad de hechos establecidos, pero nr3 se formularon postulados metodolgicos cualitativamente nuevos. *n & B et sta o de csla Lndcncm fue P :andics D la pi ohahilite e )sistoii e, Paris, @SRS. *ste intento de hacer ms precisa la historicoa por referen7S el conceplo
de probabilidad va fue observado cS7pticamenle por "i. '3err ]a 4s9t/lGse )"" li" tA/<) &@SB3), pg. W. rea de la e plicacin se hicieron avances en el anlisis estructural, es decir, en se,alar el lugar 0 el papel de diversos elementos en ciertos todos, pero se progreS poco en el anlisis dinmico, que e plica el desarrollo de las estructuras. *n la investigacin, la apro imacin evolucionista esttica fue.sustitOida por una apro imacin estructural esttica. *n una estructura dada era posible destacar el papel de un solo factor o considerar que todos los elementos de esa estructura ten#an la misma importancia. Los factores que se destacaban como elementos que e plicaban el curso de los sucesos pasados pod#an tomarse realmente, como hab#a ocurrido en el per#odo precedente, como e plicaciones de las diferencias entre sociedades concretas en ciertos momentos, es decir, corno e plicaciones de los cambiosN pero no como e plicaciones del desarrollo histrico. *stos factores se consideraban como elementos especiales de una estructura determinada, que dominaba a todos los dems elementos de esa estructura. Los factores seleccionados de este modo no pod#an servir como gu#a para la comprensin del mecanismo del desarrollo, porque los procedimientos e plicativos abarcaban principalmente los factores que estn fuera de la esfera de la influencia decisiva del hombre, en particular el factor geogrfico &el clima, la situacin geogrfica, etc.) 0 las caracter#sticas biolgicas del hombre. Son, sobre todo, factores natuiales 0 no sociales, 0 el acento puesto unilateralmente en ellos dio lugar, en muchos casos, al determinismo geogrfico 0 biolgico, interpretado como una teor#a general del desarrollo social. 'ncluso cuando se hac#a referencia al papel fundamental del factor econmico, ste se intei1 pretaba no como un comple!o de actividades econmicas de una sociedad dac'a, sino corno una situacin econmica espec#fica, por as# decirlo, prefabricada, lo cual slo pod#a e plicar el estado e istente de la estructura en cuestin &este procedimiento produ!o el llamado economismo). *s obvio que tener en cuenta todos los factores en un anlisis estructural 0 dinmico &es decir, un anlisis a la ve( sincrnico 0 diacrnico) liberar#a a la investigacin histrica del determinismo unilateral, mostrando que el factor natural &0 por tanto esttico) slo puede e plicar la orientacin otiginal de una estructura concreta, pero al ser de carcter pasivo no basta para e plicar lo que sucede ms tarde con la estructura en cuestin. Por e!emplo, una situacin geogrfica favorable puede e plicar que una sociedad concreta disfrute de la oportunidad de dedicarse al comercio, pero no e plica por qu se utili( esta oportunidad ni por qu, posiblemente, sigui siendo as# durante mucho tiempo, 0a que este tipo de e plicacin no abarca el mecanismo de los cambios. *sto muestra que el tener en cuenta el elemento del desarrollo, es decir, el combinar el factor diacrnico con el sincrnico, evita el peligro de atribuir un papel unilateralmente determinante a un solo factor. On determinismo tan errneo slo es posible en el caso de las apro imaciones estticas, en las que el desarrollo se considera como una serie de estructuras nuevas cada ve( 0 no como un proceso interno de transicin de una estructura a otra. La interpretacin ct desarrollo cono un progreso L:olutivo condicionad por le0es naturales independientes favorec#a tambin el alrol)u'r una importancia absoluta a ios diecesos factores geogrficos L blologicos *sta es la ra(n de que las apro imaciones positivista 0 antiPositivista se fueran acercando. +s#, !unto a @@. Daine, como
representante del determinismo geoe3rl seo, tenemos que situar a ". ;at(el &@ARR1@SFF), el fundador ele esa apro imacin - 0 muchos otros ciue su inspiraron en la antropogeograf#a Lo mismo se puede decir sobre el determinismo biolgico, iniciado por ?. +. de %obineau &@A@C1@AA2), que produ!o concepciones racistas. La tendencia simultnea a basar las e plicaciones en el factor demogrfico &densidad de poblacin) rnarc una cierta dinami(acin del acercamiento, 0a que la densidad de poblacin es un factor variable . Lo mismo ocurre con el factor econmico, que ciertos historicoadores econmicos &por e!emplo D. ;ogers) tend#an a sobrevalorar, puesto que no consegu#an abarcar todo el desarrollo econmico. *l acento puesto sobre el papel especial de un solo factor dentro de una estructura concreta, interpretada estticarnente, era una manifestacin de lo que +. Labriola 0 L. Ple!nov llamaban la teor#a de los factores a *sa teor#a encontraba su apo0o en los avances hechos en las diversas disci. punas que se ocupaban de los factores aislados4 como manifestacin de la apro imacin anal#tica, contradec#a las e igencias de una interpretacin integral 0 dinmica de los hechos histricos. *l tratamiento equivalente de todos los elementos de una estructura dada dio lugar al llamado interaccionismo, popular en sociolog#a &cfr. +lfred ^eber 0 9a ^eber) 0 corriente en la investigacin histrica estructural, que trataremos ms tarde. "ormas menos radicales del interaccionismo eran las marcadas por un cierto acento puesto sobre uno de los factores &normal. mente, el geogrfico), que, sin embargo, no se consideraba como la causa incondicional de efectos concretos, sino slo como una posibilidad que pod#a conducir a dichas consecuencias. *ste interaccionismo posibil#stico estaba representado por la escuela de los %nuales en "rancia, en particular, con relacin al factor geogrfico \, *n 6ltimo anlisis, el interaccionismo conduc#a o a una apro imacin determinista a factores concretos o a la demostracin de la comple!a 0 dif#cilmente anali(able red de relaciones entre los diversos elementos de una estructura dada, un anlisis que, sin embargo, no e plica las transiciones de una estructura a otra. *l interaccionismo posibi lista, de todos modos, marc un progreso en los procedimientos de e plicacin en comparacin con la teor#a pura de los factores, que no afirmaba, corno bac#a la teor#a nacida del positivismo, la e istencia de ninguna fuer(a determinante e interpretada de modo fatalista &o sea, independiente de las acciones humanas), que guiara el proceso de la historicoa, sino que de!aba espacio para la accin de los seres humanos, que pod#an aprovecharse de los factores adecuados. Pero el de!ar esos factores fuera de las acciones humanas, lo cual era un rasgo del positivismo, en lugar de situar al hombre en una relacin mutua con un factor determinado, !unto con el atribuir la misma importancia a todos esos factores, era un obstculo para la e pllca cin del desarrollo de las estructuras 0 para un estudio total de las le0es del desarrollo histrico. Los motivos psicolgicos de la conducta de los indi viduos, surgidos especialmente en las obras de historicoa pol#tica, se usaban tambin como factores e plicativos. *l descubrimiento de dichos motivoB [ *ntre muchos autores, ha0 que mencionar a *. 2emolins, L. @. 9ecnilcov 0 *. ;eclus. a0udaba a la comprensin de un suceso dado. La oposicin a esta opinin
produ!o ideas que intentaban unir las acciones de los individuos con las caracter#sticas generales de la mentalidad t#pica de un per#odo o un grupo concreto. *ran simplemente ideas, moderni(adas, del .esp#ritu de los tiempos/, .el esp#ritu de la nacin/, etc., como factores e plicativos. *n muchos casos, la teor#a de los factores 0 el interaccionismo daban lugar a una eleccin sub!etiva por parte de los historicoadores de factores espec#ficos como elementos e plicativos. Por eso no hab#a que e tra,arse de que un pensador tan riguroso como, por e!emplo, +. +. 7ournot &@AF@1@ANN) asegurara que cuando la historicoa busca e plicaciones se convierte en filosof#a ms que en ciencia a3 La literatura histrica estaba marcada, por consiguiente, por una arbitrariedad total en los procedimientos de e plicacin, 0 la confusin se hi(o n1la0or por el hecho de que los historicoadores no consegu#an darse cuenta de los diversos significados del trmino causa &en el sentido de factor, condicin, etc.), que ellos no anali(aban con ma0or profundidad. Pero las vivas discusiones sobre los procedimientos de e plicacin aumentaron el inters de los historicoadores por ese aspecto del estudio del pasado. Las nuevas tendencias hacia una integracin estructural de la investigacin histrica, manifestadas, por e!emplo, en la resurreccin de la teor#a de los factores en los procedimientos de e plicacin, se uni a la fuerte corriente de sugerencias anti1positivistas sobre la interpretacin de la naturale(a de la ciencia histrica, avan(ada por los historicoadores 0 nacida de las tendencias filosficas mencionadas ms arriba. Los postulados preconi(ados por la escuela de s#ntesis de =. -err &@AC31@SBR) en "rancia 0 el c#rculo de 8. Larnprecht en +lemania consiguieron la ma0or fama. + su lado hubo, casi en cada pa#s, la aparicin de estudios notables, caracter#sticos de la nueva tendencia en la teor#a de la investigacin histrica. EB. H. Cerr 0 la escuela de los +nnales. Atras corrientes en ;rancia =. -err, que ten#a una gran influencia de -ergson 0 la escuela de 2ur<heim, sugiri que las s#ntesis eruditas, que eran simples listas de hechos, fueran sustituidas por una s#ntesis cient#fica. +seguraba que esta s#ntesis Se mostraba como imposible si los historicoadores iban a seguir las opiniones 'diogrficas de ;ic<ert 0 7roce, que consideraban la historicoa como un estudio de. hechos individuales 3A, mientras que .el campo de la historicoa 0 el campo de las le0es es el mismo/ (Dle terrain de l9histoire et des bis est le mineE) -err, al contrario que sus contemporneos &por e!emplo, 7h. Seignobos 0 +. 2. Wnopol), sosten#a que el problema de las le0es no pod#a separarse del Problema de la e plicacin causal en la historicoa. *n gran medida, se llega n =. Se, .Uuelques remarques sur la philosophie de l3histoire de 7ournot3Y, 3evire de vnthse Historico:ue, vol. WL:', Par#s, @S2C, pgs. @B1@A. La teor#a e los factores abarcaba los principales intentos de .e plicacin3Y. Por e!empo x. -ruc< relacionaba el desarrollo consecutivo de varios centros de civili(acin co los cambios en la actividad magntica &cfr. @1@. -err, La s4nthse en insione, Paris, @S@@, pg. 33). a una s#ntesis a travs de una comprensin intuitivaRF de los la(os de unin entre los hechos, es decir, a travs de una e plicacin &descubrimiento deL las causas) que, en parte, consiste en la operacin #ersteiien. Den#a ra(n al asegurar que un ma0or progreso en la investigacin histrica consistir#a en me!orar, no la teor#a de la narracin, sino la de la investigacin .general/, en la que la cuestin central es el concepto de causa, que requiere profundos anlisis semnticos, filosficos 0 lgicos. -err distingu#a tres clases de hechos3
histricos 0 relaciones causales unidas a ellos$ sucesos de a(ar (la contingence) unidos por determinacin ordinaria, por una secuencia temporal $1, sucesos necesarios &la necessit), unidos por relaciones constantes en forma de condiciones necesarias $2, y sucesos en la esfera de .la lgica de la historicoa/, unidos racionalmente en los modos dictados por las e igencias de esa lgicaR3. 5o ha0 le0es establecidas en el primer grupo de hechos, al que se limitar#a la historicoa idiogrfica. Por tanto, en ese terreno ser#a imposible e plicar la estructura 0 la evolucin, es decir, pasar a una apro imacin general. *l segundo grupo muestra le0es estructurales que son t#picas de la investigacin$ sociolgica, 0 el tercero Gaqu# inclu#a -err las, por entonces, obsoletas ideas de la apro imacin teleolgicaG inclu0e las le0es de la evolucin 0 del progreso, que se diferencian de las le0es estructurales porque se,alan el nacimiento de elementos nuevos, le0es que previamente hab#an sido anali(a das por la filosof#a de la historicoa de la poca de la 'lustracin o la de los positivistas. +qu# podemos ver claramente la inspiracin de la e igen1 cia de -err sobre una apro imacin integral, es decir, la e igencia de que los historicoadores se ocupen de la sociolog#a 0 de la filosof#a. La idea de pro greso, retomada por -err, que se rige por su lgica espec#fica &que es el resultado de un acercamiento a priori 0 no de una investigacin histr#ca), hac#a, supuestamente, que sus s#ntesis se hicieran dinmicas 0 se convirtieran en el criterio de seleccin de los hechos. Pero en realidad no iba ms all# de los conceptos de le0es abstractas del progreso o de evolucin, sin revelar el secreto del desarrollo. Se supon#a que la mencionada .lgica de la historicoa/ ten#a su 6nica fuente en la causa principal o motor de la historicoa, que -en identificaba con la voluntad creadora de los individuos, es decir, con un factor que se parec#a mucho al dian vital de -ergson . La vie!a idea de progreso, por tanto, se ve#a unida al nfasis en la voluntad activa de los individuoS. *n la opinin de -err, la historicoa &en el sentido del curso de los aconte7' nsientos) es, en 6ltimo anlisis, el desarrollo del factor espiritual (l9esprit). -err intentaba restaurar la unidad de la ciencia natural 0 social, 0 de) fend#a, con este fin, una unificacin del lengua!e de la ciencia . 9ostraba aS i una amalgama sui generis del positivismo 0 el intuicionismo estructural 2e este modo criticaba la creencia, inherente a la opinin evolucionista L populari(ada por las obras tericas de +. 2. Wnopol &@ARN1@S2F), de que la@ historicoa se diferencia de la ciencia natural porque estudia secuencias de hechos 0 no hechos recurrentes. *sas secuencias de hechos son resultado de ' accin de E\fuer(as histricas/ no especificadas, es decir, factores que estn fuera de los datos histricos (,i-atriel de l9histoii9e). Las le0es histricas, por tanto, pueden interpretarse como una manifestacin de esas fuer(as *n "rancia ste fue el programa de la historicoa estructural, originada por L. "ebvre 0 9.3 -loch &@AAC1@SRF) 0 su escueDide los %nuales que pretend#a liberar la, refle in histrica de las implicaciones de la s#ntesis de -err, aunque ese programa derivaba de dicha s#ntesis. La historicoa se conceb#a como una ciencia que lucha por conseguir formulaciones generales 0 pluralistas, 0 se opone, especialmente en la esfera de la historicoa econmica, al idiografismo prctico &rnctodolgico 0 a veces tambin ob!etivo), es decir, a la historicoa que se ocupaba de los sucesos (histoire vnementielle) 0 no de las e plicaciones. *l mtodo pri,fpal de esa cr#tica consist#a en prestar atenci, omo hab#a postulado3 tambin -err, a los fenmenos duraderos de la historicoa, es decir, a
las estructuras. *sto, a su ve(, suger#a cone iones con disciplinas ms tericas, sobre todo la econom#a 0 la sociolog#a *n trminos concretos, esto significaba caer ba!o la influencia de la escuela de. 2ur<heim10 post2ur<heirn, en sociolog#a, 0 de la econom#a pol#tica sub!etiva. *sto e plicaba tambin el vivo inters mostrado por la escuela de los +nnales tanto en la historicoa econmica como en la historicoa de las \Eideas colectivas/, es decir, la historicoa de la mentalidad social &%. 2ub0)RS. La apro imacin teleolgica de -err fue sustituida por el interaccionismo, en el que los diversos elementos de las estructuras son considerados de modo seme!ante. Las estructuras estn configuradas dentro de marcos construidos por las llamadas fuer(as permanentes (les forces permanents, les pernianences), sobre todo por el entorno natural. Las propias estructuras &o sea, las condiciones econmicas, sociales, psicolgicas) forman hechos y fuer(as de larga duracin (de longue dure). Dambin destacan los sucesos (vnements), es decir, las actividades humanas, que estn relacionadas causalmente 4 su!etas al a(ar. Las estructuras se comparan, metafricamente, a un lien(o, 0 la forma de lo que est bordado sobre el depende del a(ar. Las actividades humanas encuentran manifestaciones en las \Eco0unturas/, es decir, en los datos sobre los cambios de poblacin, la cantidad de mercanc#as producidas, los precios, etc. La separacin de los Sucesos &co0unturas) de las estructuras, que aparece a menudo en las obras de los historicoadores de la escuela de los %nuales, revela tra(os de las dificultades positivistas para enla(ar los hechos con los cambios. La novedad de este acercamiento consist#a en centrar la atencin sobre el estudio de las - Las relaciones con la escuela 4O 2ur<'cim tueron anali(adas por W:. 8ula SU l'ltroduecio,) a la versin polaca de la ubia de 9. -loch, =pologie pAH" iZStOIre ou ni/ier d9l,islcVrieo- &:arsovia, @SCF). estructuras 0 en interpretar los sucesos a travs de per#odos largos, lo qu& permite tra(ar la .forma/ de los cambios, o sea, una co0untura dada. *l acer carniento a la cuestin de las le0es fue un resultado de esa postura. Por supuesto, se supon#a que las le0es actuaban en la esfera de las estructuras 0 no en la de los sucesos. L. "ebvre aseguraba que el concepto de le0 no pod#a abarcar ni las le0es a travs de las cuales pesa el pasado sobre los hombres ni las que fuer(an al hombre a actuar &es decir, le0es directoras)4 slo pod#a abarcar las que se interpretan como .frmulas generales que agrupan hechos que hasta entonces estaban aislados/ La atencin prestada a las estructuras supon#a una apro imacin ms terica e interdisciplinar 0, por tanto, el recha(o de la frmula, que "ebvre llamaba peligrosa, que establece que Dl9his. toire se fait cree des documents, porque la investigacin histrica ten#a que ir ms all de los documentos. *sto supon#a la valide( de las hiptesis en la investigacin histrica. Denernos que subra0ar tambin el carcter sub!etivo de las apro irnacio. n.es estructurales. Se manifestaba en la refle in sobre la materia de la historicoa interpretada por lvi. -loch &consciencia humana) 0 en la considera cin ele los hechos histricos .que son esencialmente hechos psicolgicos/B& La conducta humana, muchas veces, est dictada .por las misteriosas pro. fundidades de la vida espiritual del hombre/ B2 7omo puede verse, el puente que une esa opinin con el -ergsonismo no estaba destruido. *n comparacin con el grupo de -err 0 la escuela de los %nuales, las1 otras
propuestas para la interpretacin de la historicoa corno una ciencia, que surgieron en "rancia, no suger#an novedades ms importantes, sino que, mS bien, se rlacionaban con la idea de la historicoograf#a tradicional, .compren dida/ de mudo intuitivo. Podernos mencionar aqu#, por un lado, a ;. +ron, un sofisticado filsofo que escribe seg6n el esp#ritu de =usserl 0 9. ^eber, 4 por otro lado, "'. '.9arrou, un e celente historicoador eclctico que utili(h =>N sistemas filosficos ms especulativos. Danto +ronB3 corno 9arrou sef ocupan sobre todo del proceso cognoscitivo histrico. +ron se inclina a limitar] la investigacin al estudio de los hechos aislados 0 sus causas 0 a de!ar panal les socilogos el estudio de las relaciones generales entre los hechos a *n sil BL."ehvre, )ombats peor l.sisroire, Par#s, @SB3, pgs. @B1@C$ (...) ces fol moles conimuncs qui, groupant des faits !usque lb spars, en formerit des series/. 9. -loch, op. cit., pg. @F@. :er el documento de .@. Dopols<i sobre el libro de 9. -loch en taim$ lzistoryczriy, n6m. 2, @SC@, pgs. RCF1RC@. Las tendencias a combinar O estud$o de las \Eco0unturas/ con el de las .estructuras/ se,alando los diversoB !$rocesos de desarrollo se maniflestan en la conferencia que dio ". -raOd cuando recibi el doctorado honoris causa por la Oniversidad de :arsovia. .;e cha(o, por tanto Gdi!o1G. tanto la historicoa de los sucesos como la historicoa das co0unturas. L entonces, en lo que queda, es decir, en mi historicoa sele7t\ y privilegiada, son los sistemas los que aparecen$ sociales o socio1econmqt cu*urales o demogrficos, sistemas cu0o ritmo de vida es lento 0 cu0a durado,t rs iarga, (...) Los sistemas socio1econmicos son los que forman el problema moS imnortante. Denemos que distinguir en ellos, sobre todo, las fluctuaciones a cort[ ,:c% de los procesos ele desarrollo de lares \tu racin. (, .) PoTende nfaslS 7 ls sistemas3. ucio1ceonmicoa, creo que inc refiero a los logros ms duracleiFB e,, co mar ista/ &7itado en la versin polaca publicada en el seiBm e> (<Y4, cm. 2t, 2B d,d B\FF@@) de @SeN). opinin, la e plicacin causal implica leves, es decir, la aceptacin de relaciones constantes entre los hechos, relaciones que son de naturale(a probable &estad#stica) a` Para l, el conocimiento histrico supone la necesidad de adoptar ciel1tas construcciones tericas, una de las cuales es la de un hecho histrico n "'. 1. 9arrou, en una ocasin, describi su propia genealog#a filosfica n, que inclu0e a -ergson, los neo18antianos, los neo1=egelianos, =usserl, los e istencialistas 0 tambin ;. +ron. La armadura anti1positivista de su libro est hecha de una aleacin de teor#as gnoseolgicas seleccionadas espec#ficamente, contenidas en esas filosof#as. *l papel central se lo asigna a la categor#a fenomenolgica de =usserl de epoch, pero 9arrou ha vulgari(ado esa categor#a, que pretend#a designar una suspensin sud generis de la propia apro imacin al mundo ob!etivo, liherndose de las convicciones en el proceso cognoscitivo u` +doptaba la empat#a, una identificacin gradual de la propia personalidad con la de la persona estudiada, como medio principal de conocimiento, que no es e acto, por consiguiente, sino slo intuitivo, 0a que .slo 2ios)Y puede conocer plenamente el pasado[S. *l conocimiento, por tanto, es para l un acto sub!etivo de acuerdo con el principio de San +gust#n nenio nisi pee amicitias9n cognoscitur. *l proceso cognoscitivo tiene la a0uda
de ciertas categor#as pi1educidas por la mente, tales como tipos ideales, trminos tcnicos, etctera *?. conocimiento histrico es totalmente una construccin del historicoador4 cuanto ma0or sea .la calidad del alma/ 0 .la apertura de la mente (esprit) del historicoador/, me!or ser la construccin mencionada . 9arrou considera que los todos estructurales son ficticios$ para l, el individuo es eh 6nico organismo verdadero )2 La e plicacin en la historicoa no consiste en buscar las causas, 0a que eso significar#a una simplificacin de la realidad, sino en una comprensin intuitiva de todos los comple!os la(os de unin entre los hechos. Sobre la historicoa, 9arrou acepta la unicidad de los fenmenos 0 niega la e istencia de le0es del desarrollo. Podr#an rnenc!onarse muchas otras obras Gmenos conocidasG sobre las refle iones histricas4 por e!emplo, @SB@ vio la aparicin de "nitiation ' la criti:ue historico:ue, de L. *. =al<in &ha0 dos ediciones posteriores), mu0 valiosa en las secciones sobre cr#tica te tual, pero Gcomo -err tuvo todav#a Kportunidad de se,alarG .irritante/ 0 .deprimente/ en sus secciones filosficas )" Seg6n =al<in, la historicoa se hace cient#fica si es cr#tica 0 no por ser un estudio de .lo general/ 0 del establecimiento de le0es del desarrollo sociaQ. La historicoa se ocupa de hechos 6nicos que ha0 que entender .sub!eti.vamente3Y. *ntre otras obras ha0 que nombrar las de P. +ris CR, L. =alphenC 0 +. 7houlguin[C. *l famoso estudio de ?. 9. ;omein[N, que intent imbuio teor#a en la investigacin histrica, difiere de los mencionados ms arriba por su ambicin.
CC +. 7houlguine, L9l+dstoire el la nc. Les bis. Le Roasard. La voboilc bnmR aL ) Par#s, @SBN. *ntre las obras de este grupo tambin est P. ;icoeur, Histoire eR cerote, Par#s, =TNN. CN ?, 9. ;omein, ,heoretiscb-e 2escisiedeiies, %roningen, @SRC. CB @. *. +cton, % lecture ori 7he tud4 of Histor4, 7amhridge, @ASB. *ntre <f disc#pulos de +cton estaba %. 9. Drevel0an &@ANC1@SC2), que tambin defendit una retirada del positivismo. On historicoador, en SO opinin, deber#a ,,entcndeic. el pasado 0 compartir sus pasiones. Sobre +ctoii, ver =. -utterfield, 1an ni H$ Paso, cd. cit., pgs. C21CS. CS Pensamos en su ensa0o Darn9inism asid Histor4 &@SFS), en el que ci3iticab! la idea de las le0es del progreso 0 la evolucin. Llegaba al individualismo totB 0 a la aceptacin del a(ar como factor decisivo en la historicoa. NF "amoso por su $xperience asid lis 1odes, 7ambridge, @S33. en el que Si declaraba en favor de una diferencia entre la estructura metodolgica de la@ ciencias e actas 4 la de la historicoa. 5o interpretaba la historicoa como el mOflhYi de los hechos ob!etivos, sino como un mundo de ideas reales, 0 aseguraba qO. estos dos acercamientos, que los positivistas no hab#an advertido, deb#an difel renciarse el uno del otro. 7omo -. 7roce, sosten#a que los hechos histricos s1 contemporneos. N@ ;. %. 7ollingVood, Pie "dea of "+"istor4, cd. c*., pgs. 2FB 0 ss. en P ticular, pgs. 2@B12@A 0 22A. Sobre 7oliingVood, ver 9. =cit(man, .7oQlingVoF oconia po(nania histor0c(nego/ &La teor#a del conocimiento histrico de 7ollii!t SYFF&@), ,el$ Histor4c-ne, vol. D', n6m. 8, l.FFcires, @SRA, pgs. 23312BB4 *. *. Oar*3t )o= @ guY od s Dhois uf =istoY Pl iii g = [cal )ia )ci ti nl @@ @SN3 j @ nos 3B1RS4 5. ;otenstreich, .,"rom "act s @) Dia)ught$ 7ollinsVood3s :icies F H9V iP .tui e & f ilisto WliiboKoplii @ ! \\ @ YCS p sos @22 @3S Y) estos @ comento de =eit($nan es el ms precuo. :er tanobin ,iteories of ]listoV , eY3 clon citada, pgs. 2RS12B@. mimos que ambos estn determinados por 2ios N2 7omo un historicoador investiga actos de pensamiento, no puede adquirir ning6n conocimiento de ellos por observacin, sino que tiene que recurrir al conocimiento intuitivo &basado en una categor#a de imaginacin a priori que recuerda a 8ant), lo cual significa que debe rehacer el pasado en su propia mente. *l traba!o de un historicoador difiere mu0 poco de la actividad literaria, teniendo en cuenta que su imagen del pasado debe estar de acuerdo con las fuentes, ser coherente 0 locali(ado en el tiempo 0 el espacio 4+V. Para l, los hechos no eran nada4 la interpretacin lo era todo. 7omo bien se,al 9. =eit(man, la opinin de 7ollingVood conduc#a a la aceptacin de un acto de pensamiento primario, e tra temporal 0 e tra espacial, que puede revivir en las mentes de los distintos individuos n "ue de este modo como 7ollingVood intentaba oponerse al acercamiento erudito, que, como l di!o, era una simple lista de hechos, de modo que, por e!emplo, sobre las descripciones de la %uerra del Peloponeso, no hab#a un acercamiento diferente entre ,ite )asnbridge %ncient Histor4 0 Duc#dides. Sobre la postura de 7oliingVood se han formulado muchas opiniones contradictorias, que, sin embargo, estaban de acuerdo sobre las afirmaciones generales de su metodolog#a. Podemos encontrar ideas menos radicales, pero parecidas, sobre la interpretacin de la investigacin histrica &individualismo, relativismo, anti1naturalismo), en las obras de 7h. KmanNB, %. ?. ;el*erNC 0 muchos otros. Ona de las ms interesantes es la de *. =allet
7arrNN, que evita formulaciones e tremas. - *l medio americano ha sido ms activo en cuanto a las refle iones sobre la investigacin histrica. Surgieron algunas opiniones nuevas de 3. =. ;obinson, *. P. 7lie0ne0 0 ". 3. Deggart, que en alg6n caso recuerdan a la escuela de -ern4 por otro lado, las propuestas europeas sobre una historicoograf#a 7omprometida &por e!emplo, la de 7roce), han sido llevadas al e tremo, dando como resultado un relativismo mu0 abierto que fue llamado preSeflt!smo 3. ?i ;obinson, en su idea de una .nueva historicoa/ NA, uger#a una ampliacin de la materia de inters del historicoador, ms all de la tradicional hisloria pol#tica. Pero, en su opinin, para seleccionar adecuadamente los hechos que ha0 que investigar es necesario .reconstruir/ nuestras propias mentes, lo cual, a su ve(, e ige el desarrollo deQ conocimiento adecuado de la sociedad para cambiar el propio acercamiento .conservador/ 0 convertirlo en uno &radical/ *l radicalismo interno de la naturale(a &una especie de .gu#a/ hacia los cambios 0 el progreso) impulsa las me!oras, da impulsos que traba!an incluso independientemente de la posible actitud pasiva del hombre. Por eso, una persona cu0o acercamiento es radical &en este caso, identificado 7on el cient#fico) puede mover rocas, en el camino hacia el progreso. *ste acercamiento muestra ciertas referencias a las ideas cartesianas, de ?a poca de la 'lustracin 0 positivistas , teniendo en cuenta que se ha a,adido un rne canismo de progreso en forma de impulsos misteriosos. *. P. 7he0ne0 V se opon#a a las opiniones que consideraban que el curso de los acontecimientos era un !uego de a(ar. +seguraba que todos los cam bios parecen tener lugar como resultado de estar totalmente determinados! 0 que parece que ha0 una secuencia independiente de sucesos, una necesidad inevitable que controla el progreso de los asuntos humanos. ;6a historicoa, el gran curso de los asuntos humanos, no ha sido el resultado de esfuer(os voluntarios por parte de individuos o grupos de individuos, 0 mucho meioos del a(ar, sino que ha estado su!eta a ciertas le0es/ Y. +unque aceptaba la e istencia de le0es, 7he0ne0 quer#a conservar plenamente el principio del libre albedr#o. +seguraba que el hombre puede actuar .libremente/, pero los resultados de sus acciones depend#an del acuerdo entre sus acciones 0 las le0es. Dambin formul algunas de esas le0es &continuidad, variabilidad, interdependencia, democracia, contrato social libre, 0 progreso moral) F2, que recuerdan a los anteriores conceptos de progreso, especialmente, tal como lo interpretaba -uc<le. Seg6n estas teor#as, la historicoa es una ciencia que no se limita a las descripciones, sino que se ocupa adems de descubrir le0es. *sta opinin fue defendida tambin por ". B. Deggart, autor de uno de los ms profundos estudios sobre la metodolog#a de la historicoa que ha0a sido !ams escrito Y@ 2efiende los principios de la historicoa integral 0 quiere que los historicoadores combinen el estudio de los cambios con el estudio de los hechos, ofreciendo as# nuevos anlisis de los fundamentos de la historicoograf#a en esta cuestin Piensa que el problema se podr#a resolver con una diferenciacin entre la creencia en el progreso corno una herencia cartesiana 0 la creencia en la posibilidad de progreso V8. La primera implica una actitud pasiva 0 fatalista, mientras que la segunda supone un papel activo del hombre 0 conduce a la verdad de que para asegurar el progreso tenemos que promover el conoci miento. L el conocimiento `no se adquiere por un acto de buenos deseos solamente, sino haciendo pleno uso de los recursos acumulados por la
sociedad en las instituciones cient#ficas N. +s# ofrece una e plicacin del desarrollo social por el desafrollo del conocimiento. Deggart, que a pesar de toda su erudicin era programticamente incapa( de comprender la dialctica, no pudo vencer la separacin del estudio de los hechos 0 el estudio de ?os cambios, aunque e plicaba los cambios no en trminos de progreso abstracto sino en trminos de una inclinacin de ?a naturale(a humana, en concreto, una .creencia en la posibilidad de progreso/. . Las opiniones positivistas, evidentemente, tienen todav#a defensores, a sar de que no han sido t#picas de la refle in metodolgica en el siro . f.c "rancia, +. Piganiol, en su .Uuest1cuque c3est l3histoire/, 3evue de stahvso^A9 et morate, @SC@, se opuso a las opiniones de =. @. 9arrou. Dngase )A tambin el anlisis anti1relativista de las leves de la naturale(a por L. StraY3 &5atural ;ight and =istor0, 7hicago, @SB3). *l presentismo, preconi(ado por muchos historicoadores en diversos pa#ses &". =. -radle0, %. Simmel, 9. -. Ka<eshott, 3. Krtega 0 %asset, ;. %. 7ollingVood, 3. =. ;obinson 0 otros), 0 que parte fundamentalmente de -. 7roce &que aseguraba que toda la historicoa es historicoa actual), encontr un gran apo0o en el pragmatismo arneridano, que med#a la importancia del conocimiento seg6n su eficacia para conseguir ob!etivos espec#ficos. Los presentistas sacaban sus conclusiones de la interpretacin de la historicoa como una ciencia de los hechos individuales que no estn gobernados por ninguna le0 general, son comprendidos intuitivamente 0 construidos, por tanto, por los historicoadores FC` Para ellos, la historicoa era un producto sub!etivo de los historicoadores 0 era, por tanto, parte del presente construido por los historicoadores. Se pueden encontrar muchos elementos de estas opiniones en 7h. =. -eard, que en @S3R public su estudio Iritten Histor4 as an %ct of ;aith W, en 7. L. -ec<er, autor de $ver4man His A?n Historicoan &@S3B), en 7. ;ead/ 0 muchos otros. =asta el presente podernos ver una cantidad de diversas formas de literatura histrica que, tienen un tinte presentista. Seg6n los representantes de esta corriente, la historicoa est siendo. escrita3sie3re de1 nuevo,1 no porque adquiramos, a travs de procesos cognoscitivos, un conocifihiento cada ve( me!or de los hechos histricos ob!etivos, sino porque los h6toriadores, al ser, ellos mismos, productos de condiciones 0 necesidades espec#ficas, estn produciendo historicoa en su propio modo sub!etivo permanentemente. .. ,endencias metodolgicas cts la historicoograf*a alemana *l presentismo de intrusin pol#tica fue particularmente activo a lo largo del siglo i en la historicoograf#a alemana, al margen de sus tendencias, es decir, comen(ando con L. ;an<e/ 0 %. 2ro0sen, hasta 8. Lamprecht 0 ". 9einec<e, hasta muchos historicoadores contemporqeos de +lemania Kccidental, que intentan rehabilitar las vie!as ideas &idealismo 0 nacionalismo) 0 al mismo tiempo buscar la responsabilidad del na(ismo fuco1a de la nacin alemana. Danto en la refle in terica como en la actividad prctica, la ciencia histrica no ha sido considerada casi nunca en +lemania como una disciplina Su!eta a un e amen ob!etivo, como lo es la ciencia natural. 2e un modo bastante caracter#stico, los historicoadores alemanes han sufrido mu0 poca influencia del positivismo$ en sus tendencias filosficas derivaron casi directamente del ;omanticismo al anti1positivismo, al que, corno hemos visto, han contribuido
mucho desde el punto de vista filosfico. *sto muestra ciertas caracter#sticas distintas en el desarrollo en +lemania de la refle in metodolgica sobre la historicoa. Para abarcar estas caracter#sticas vale la pena anotar las dos controversias metodolgicas bsicas entre los historicoadores alemanes$ sobre el acercamiento colectivista al pasado 0 sobre el historicocismo. *n cada una de estas ideas vemos manifestaciones del pensamiento positivista 0 tambin, ms claramente, varias formas de refle in estructural. 8. Larnprecht &@ABC1@S@B) SF, aprovechando los logros de la psicolog#a social &especialmente los de ?. ". =erbart), sugiri, como hi(o =. -err en "rancia, un acercamiento integral que fuera ms all de la historicoa pol#tica, un acercamiento en el que los sucesos se e plicar#an por motivos de accin de los grupos 0 no de los individuos. 5o ser#a una descripcin 6nica de hechos individuales, sino una ciencia que establece las le0es que rigen el curso de los acontecimientos. *stas le0es tendr#an la naturale(a de las que son vlidas en psicolog#a social. Los cambios en el pasado dependen de los cambios en las actitudes psicolgicas de las masas. Larnprecht pensaba que de este modo estaba e plicando el desarrollo histrico. *n realidad, no dio ms que un peque,o paso en esa direccin$ ni siquiera consider el problema del origen de los cambios en las actitudes de las masas, a las que, por cierto, consideraba simplemente como sumas de individuos. Su idea ofrec#a un mtodo de e plicar los cambios, pero no el desarrollo. Sustitu0 la frmula de ;an<e$ ?ie es eigentlich ge?esen. por su propia frmula$ ?ie es eigentiich ge?orden, que se,ala su inters por las causas de los cambios, La cr#tica de las opiniones de Larnprecht uni a los defensores 0 a los oponentes de lo que se llamaba el historicocismo alemn. *l historicocismo, que ten#a sus ra#ces en la historicoograf#a de principios del i , era Gseg6n la interpretacin de *. Droeltsch &@ACBlS23)S@H una amalgama del evolucionismo gentico 0 el acercamiento ideogrfico a la historicoa. *l historicocismo subra0a la variabilidad constante de los sucesos 0 la unicidad de los hechos no recurrentes. Por tanto, todo es relativo en la historicoa. 5o ha0 modelos absolutos de valoracin, lo cual se e pi1a con11la1frmula ventas et virtus filiae temporis S2` +s#, el curso de los acontecimientos no est regido por le0es, aunque el principio de causalidad opera4 los cambios son resultado S[ 7fr. 8. Lamprecht, .^as ist 8ulturgeschichteT/, Deutsche PeitscloniLt f&, l 2eschichts?issenschaft, vol. @, @ASB4 $inf&hrung /o das l=istorische Den (en, Leip (ig, @S@2. Las opiniones de Lamprecht fueron criticadas por L. Ple!rsov, vbe die 3olle den Persnlich(eit /o den 2escl-ichte, -erl#n, @SRB, pgs. @N 4 ss. *l pro blema ha sido tratado recientemente por %. %. 'ggers. La idea de Lamprecht se desarrollaba a partir del positivismo, pero parece ms oportuno clasificarla coFF un modelo estructural de investigacin histrica. =a0 gran cantidad de pubis caciones sobre el historicocismo alemn. +leunas importantes se mencionan varios lugares de este libro. Sobre Droeltsch, ver 9. 9andelhaum, ,he Probleit = of Histonical Xno?ledge, cd. cit., pgs. @BB1@BC. +l defenderse contra el relativiS mo de lKS .historicocistas/, Droeltsch llegaba al historicocismo absoluto de 7rFSC *n su sistema, el criterio definitivo debe verse en .la verdad de 2ios/, es dec'r, algo parecido al .absoluto/ de 7roce. La .conciencia/ del historicoador debe aLB darle a comprender esa verdad. Sobre la escuela neo1;an<iana, ver tudien uh9 dic deutsche 2escl-ichts?isseiiscliaft, ed. eit., pgs. 2CR12NF.
de las acciones de los individuos 0 de los *stados, de la ra(n de estado, del entorno geogrfico, etctera. *l historicocismo, de este modo, se declaraba opuesto a las ideas de la poca de la 'lustracin 0 positivistas sobre el progreso, sin sustituirlas por otras le0es directrices. "ue defendido vigorosamente, sobre todo, por ". 9einec<e 0 8. 9annheim *l relativismo histrico fue criticado, entre otros, por Droeltsch 0 8. =eussi S, pero ellos tambin se opon#an a la aceptacin de la e istencia de le0es del desarrollo. Se opon#an a las visiones positivistas, e plicando el curso de los acontecimientos por el desarrollo de las ideas. Dambin cambiaron el centro de inters de la ontolog#a a la gnoseolog#a, defendieron el acercamiento intuicionista 0 pensaron que la historicoa era un producto sub!etivo de un historicoador concreto. 2e este modo, en +lemaniaY tanto el historicocismo como el anti1 historicocismo favorecieron el crecimiento del relativismo cognoscitivo, preconi(ado por toda la escuela prusiana &?. %. 2ro0sen, =. S0bel, =. Dreitsch<e) 0 los neo1;an<ianos, cu0o ob!etivismo les hac#a abandonar la estrecha visin prusiana de la historicoa alemanaY pero que, de todos modos, en la prctica,., segulan la vie!a tendencia de la historicoografia politicamente comprometida Las opiniones positivistas que comparaban la historicoa1 con11la ie,di natural , recomenc@3iB*h la busqueda de le es 0 por tanto evidentemente las opibibnes de Lamprecht, fueron atacadas con vehemencia, especialmente por *. -ernheirn T6, *n vista de la popularidad de su tratdo sobre los mtodos histricos, esto tuvo grandes repercusiones en la configuracin de las opiniones populares sobre la historicoa. La visin de *. 9ever, que defend#a las ideas del libre albedr#o en el comportamiento humano, la labor del a(ar, 0 la naturale(a 6nica de los sucesos histricos S[, iba en una direccin similar. +l tratar de las ideas antipositivistas en +lemania tenemos que subra0ar la influencia de ". 5iet(sche, que defend#a el principio de la investigacin histrica no ob!etiva, que tuviera como fin ob!etivos prcticos La influencia de ?. -urc<hardt, que fue uno de los primeros en poner en duda la idea positivista, de progreso continuo, tambin fue fuerte. +lgunas ideas de Lamprecht fueron defendidas por *. %othein, 8. -re0sig 0 K. =int(e, 0 ho0 en d#a, los historicoadores que han de!ado algunos conceptos tradicionales 0 apo0an el de tru(turgeschichte se refieren tambin a l. -revsig aceptaba la unidad como una serie de estados socio1psicolgicos en el desarrollo de la humanidad, que puede estudiarse, por tanto, como una entidad *sa entidad pasa de un estado a otro 0 produce as# una serie de niveles o tipos. *l paso de la sociedad a travs de los diversos niveles es la le0 histrica ms general. -re0sig enumer tambin otras le0es, que en realidad eran generali(aciones histricas ms o menos fundadas. +l contrario que Lamprecht, manten#a que son los individuos, 0 no las masas, los que !uegan el papel creativo en la historicoa S[. Los economistas que eran miembros de la escuela histrica tambin se levantaron en contra del status dominante de la historicoa pol#tica 0 adelantaron la idea 0a mencionada de los niveles de desarrollo, ahora en el campo econmico 100 *videntemente, la teor#a de los niveles de desarrollo econmico sustitu#a a la idea de progreso por el concepto de cambio, pero no comprend#a todav#a la categor#a de desarrollo. Sus defensores no e plicaban mu0 bien
cmo se supon#a que ten#an lugar las transiciones de un nivel a otro, 0a que para ellos los distintos niveles surg#an como .prefabricados/, sin per#odos de transicin. Para imbuir alguna vida al proceso se usaban a veces elementos de un acercamiento teleolgico 2<. A. Historicoograf*a estructural en otros pa*ses. )onclusiones Las ideas inherentes al acercamiento erudito, tal corno las hemos descrito ms arriba, han tenido respuestas en casi todos los pa#ses. *n ;usia ha0 que mencionar la difusin del mtodo comparativo, el intento de enla(ar la investigacin histrica con los estudios sociolgicos 0 los importantes avances de la historicoa econmica. La escuela rusa de historicoa social ha sido amplia. mente conocida4 su 6ltimo representante fue P. +. Soro<#n, un socilogo, economista e historicoador, que traba! durante muchos a,os en *stados Onidos 0 llev a cabo un programa de integracin de las ciencias. Ono de sus primeros representantes fue 99. 8ovalevs<0 &@AB@1@S@C), cu0as obras us ". *ngels @FF Soro<in intent construir una sociolog#a histrica4 al hacerlo se inclinaba hacia acercamientos tipolgicos. *n su opinin, la fuer(a decisiva en el curso de los acontecimientos es el desarrollo de la ciencia 0 la tecnolog#a 0 no los factores econmicos *n Polonia, a principios del siglo , hubo poco inters en el terreno de la refle in metodolgica sobre la historicoa. Se podr#a mencionar la cr#tica que hi(o. L. %umploVic( de las ideas de Larnprecht @FR, las controversias sobre Larnprecht entre su oponente &-. 2embins<i) 0 sus defensores &^. Sobies<i 0 otros) 1+8, 0 las numerosas afirmaciones marginales, mu0 especulativas, que @ hac#an los historicoadores en relacin con sus estudios fundamentales &por e!emplo, ?. 8. 8ochanoVs<i 0 ". 8onec(n0), pero el lugar principal, desde BF :er nota R3 en el cap. :', 0 el importante fragmento de ese cap#tulo. 101 Los alemanes han publicado muchos tratados sobre el mtodo histrico. 7fr. ^. -auer, $inf&ht9ung /o das tudium der 2escloichte, Dubinga, @S2@4 +. 9eto ter, 2rundrib der geschichts?issenscliaftlichen 1ethodi(. @S234 +. "eder, Lehrbu)h der gescl-ichlllchen 1ethode, ;atisbona, @S2R4 ^. %rlit(, "dee und 2eschichte 1 Pie $nt?ic(lur-g des historicosci-en Den(dens, "riburgo, @SRS4 P. 8irn, $inf&hruflg in die 2esclsichts?issenschaf ten, -erl#n, @SRN4 8. %. "aber, ,heorie der 2esch-cllt s?-ssenschaf @, 9unich, @SNR. *ste es un intento de escribir sobre la teor#a de la historicoa en su significado actual. @F2 *ntre las obras de 9. 9. 8ovalevs<0 ha0 que mencionar, sobre todo $(onoinices(/4 rost $vrop4 do vo-ni(not9enia (apitalistices(ogo <ho(iasti3a & 1 crecimiento econmico de *uropa hasta la llegada de la econom#a capitalistas volilmenes @1@@@, @ASA1@SF3. Sobre 8ovalevs<0, ver . @. 8randievs<0, AcerMoistorii e(ooomtces(o4 istorii (Notas sobre la historicoa de la historicoa econrnlcah edicin citada, p/s. 2CC 0 os. luego, es el de la Histor4(a &9etodolog#a de la historicoa) de 9. =andeisman *sta 6ltima obra fue, 0 en gran medida sigue siendo, el principal tratado sobre metodolog#a de la historicoa en Polonia. ;ecuerda al libro de 9arrou. *minente historicoador, 9. =andeisman &@AA21@SRB) daba una e celente introduccin a la heur#stica 0 al anlisis histrico, pero, atrapado en varias teor#as filosficas especulativas, en los cap#tulos sobre el proceso cognoscitivo histrico daba una e posicin de la materia dif#cilmente aceptable. ;efle!aba, sobre todo, la visin de los intuicionistas alemanes del tipo de las de Simmel 0 2ilhe0$ as#, es la .comprensin/, es decir, una .visin indirecta del todo/ @FN o
una .:isin creativa del todo individual/ @FA, lo que es el factor decisivo en el proceso cognoscitivo histrico. =andelsman distingu#a entre el proceso de .e amen/, interesado por las fuentes histricas, 0 el de .conocimiento/, interesado por el proceso histrico. *l conocimiento consiste en construir la realidad por parte del historicoador, el cual .da vida/ a los resultados de su estudio. Los principales elementos de construccin son$ el tiempo 0 el espacio &interpretados ambos como formas de la conciencia) 0 el acercamiento gentico, que consiste en la .comprensin/ de las relaciones entre los hechos. *n la investigacin histrica la cuestin no es obtener una respuesta a la pregunta de por qu algo ocurri as#, sino slo una respuesta a la pregunta de cmo ocurri algo, es decir, la cuestin es ofrecer .e plicaciones genticas/ +=. Siguiendo a ;ic<ert, =andeisman distingu#a entre causalidad geobral &como la relacin del tipo de una condicin suficiente), como est establecida en la ciencia natural, 0 causalidad individual, cuando se refiere a .una causa espec#fica 0 un efecto espec#fico/. La relacin gentica es E\una forma ms plena de causalidad individual/, 0 se,ala todo aquello sin lo cual no habr#a podido tener lugar un hecho, es decir, una serie de condiciones necesarias. 7omo en la investigacin histrica estudiamos fenmenos individuales, una investigacin as# no est interesada por la causalidad general, sino sobre todo por la b6squeda de relaciones genticas. La e plicacin gentica, sin embargo, slo es una parte del proceso cognoscitivo en la investigacin histrica, cu0o efecto debe scr .la comprensin histrica/. Dodo lo que est relacionado con el hombre debe ser aprendido .en s# mismo/ como .algo 6nico/, es decir, e perimentado a travs de .una visin directa del todo/. Para =andelsman, la realidad histrica es1a, sobre todo, de naturale(a mental, 6nica 0 no recurrente en cada uno de sus elementos. 5o puede abarcarse en trminos teleolgicos ni deterministas, 0 es bsicamente diferente de los hechos naturales. *n sus obras, =andelsman subra0 la gran importancia del desarrollo de las nacionalidades como E\factor histi1ico/, pero ms tarde se inclin, cada ve( ms, a adscribir el papel decisivo en la historicoa a los individuos destacados &ver su estudio de +. 7(artor0s<i). *stas opiniones le condu!eron a un tratamiento anti1naturalista de la 7iencia histrica, 0 a interpretar el mtodo histrico como opuesto al mtodo usado en la ciencia natural, va que el primero se Kcupa del estudio deel origen individual de los fenmenos/, 0, ms a6n4 la historicoa inclu0e mucho elementos del arte &aunque "landelsman no fue tan le!os como 7roce a este respecto) Pero =ande!sinan no cre#a que la historicoa fuera una disciplina puramente idiogrfica, 0a que, !unto a descripciFB corrientes, busca tambin .formulaciones vlidas para Secuencias en desarrollo/ Pero, por otro lado, estas formulaciones no establecen ninguna causalidad .general/ 0 son slo una forma ms plena en la que se manifiesta la causalidad .individual/. *stas formulaciones pueden incluir tambin le0es, qe =andelsman interpretaba de modo posibil!sta como ciertas .tendencias causales/ que e presan la Posibilidad de recurrencia de ciertos fenmenos en circunstam cias espec#ficas no *n esta situacin, destacan por su precisin e cepcional los anlisis metodolgicos reali(ados por ?. ;utlcoVs<4 &@AAC1@SRC) 0 ". -u!a< &@ANB1 @SB3). Sus estudios se ocupaban tanto de las cuestiones espec#ficas de los mtodos
de investigacin usados en la historicoa econmica como de los problemas ms amplios de la metodolog#a de la historicoa en general. *n su docunento Pagadii/en/ s4nte-v u9 hisrori/ &*l problema de la s#ntesis en la historicoa) 152 -u!a< se mostraba en contra de limitar la historicoa a la descripcin, 0 postulaba una ampliac!!s de los anlisis generales, cosa que defend#an tambin algunos positivistas Pensaba que no ha0 una diferencia esencial entre la historicoa 0 otras ciencias sociales$ los fenmenos histricos son fenmenos sociales, 0 stos, a su ve(, son fenmenos psicolgicoS 0, puesto que los fenmenos psicolgicos estn regidos por regularidades la historicoa tambin debe tenerlas -u!a< las conceb#a de modo estad#stico$ los sucesos histricos no pueden predecirse, pero se pueden se,alar sus respectis,as probabilidades Las opiniones de -u!a<, por tanto, correspon d#an a las tendencias dominantes en la metodolog#a antipositi!Yista La refle in que hemos llamado integr o estructural encontr apo0o en las tendencias que comen(aban entonces a prZ0alec sobre todo, en antropolog#a, sociolog#a 0 economia *l .evolucio'iBmoque hab#a dominado en antropolog#a 0 sociolog#a de! Sitio al funcionalismo *l anlisis fun * la Polonia Posterior a @SRB poden2os encontrar todav#a una propuesla programti de la idea de literatura histrica ideogrficB 7fr. 8. %rs<i, A iii. terpretac/i i ?artoscio?an/u historicoi &'nterpretac! 0 valoracin en la investigacin histrica), Lublin, @SRA4 . SVie(aVs<i g8oniec(nosc i Volno V d(ie!ach/ &5ecesidad U libertad en historicoa) 3oc-n-(i @au( Huss.-an/stsc,io4c/o n6m. R, @SCR, pgs. 31@2, en particular pg. N &\E*n historicoograf! el nomotetis!o no slo est' fuera de lugar, sino que incluso es peligrosa (. .), 0a que crea la ilusin de predecir el futuro/)4 9. ^achoVsg!, /Pr(edm!ot pedagog!<! PorVna@c(e!/ &La materia de la pedagog#a comparatiPa) X?arra/fl/( Pedagogic, n6m. @, @SCB &asegura que .los modelos historicoogrf!FB corrientes,, 00 postulan el principio obsoleto,, de establecer las gllamadas le4esE), 7. -obins<a (op. cd.) tambin se acerca al idiografisF cuando Postula :ue la literatura histrica debe ser .con1 creta/, y que las afirmaciones generales no deben de!ar de lado ning6n rasgo particular de los SU44S>S pasados concretos *n este sentido, ver f. 8mita, g7elin0 -obins<ie! SHistor4 "a<t, 9etoda3,, &La obra de 7elina -obins<a g=istoricoador. =echo. 9todo/), @urt, n6m. @, @SCB, pgs. N31NR cional se ocupa sobre todo de establecer las funciones respectivas de los diversos elementos de un todo concreto, sin importarle el desarrollo de ese todo en el tiempo. *l acercamiento funcional se suele relacionar con -. 9alinoVs<i, 0 a continuacin con ;. -roVn 0 ;. 9erton, pero, por supuesto, adopta formas, diversas, algunas de carcter ms radical 0 otras menos 11" *n la sociolog#a, el funcionalismo Gque predomina en muchos gruposG se puede encontrar en la influ0ente teor#a de la labor de los sistemas sociales, formulada por D. Parsons un disc#pulo de 9alinoVs<i. + causa de la e cepcional popularidad de las opiniones antropolgicas formuladas por 7. Lvi1Strauss 115, tenemos que se,alar su inspiracin estructuralista, que se remonta a la oposicin &que parti sobre todo de ". -oas) al evolucionismo en la teor#a de la cultura. Lvi1Strauss, fascinado por las sociedades primitivas que estaba investigando, 0 que son incapaces de pensar en trminos histricos, pero que act6an sobre l bise3de Ecirtos sistemas
&estructuras) duraderos, lleg a la conclusin de que esta actitud de la mente es natural 0 fundamental. Por tanto ha0 que ver el curso de los acontecimientos como una secuencia de estructuras que carece de continuidad 0 como un desarrollo que es una ilusin sui generis. Lvi1Strauss sugiere que \Enos liberamos/ de la historicoa considerndola como un mtodo$ la historicoa no es ms que un mtodo en nuestro intento de estructurar los hechos. Las teor#as estad#sticas tambin se inSpiraron en la econom#a, incluso aunque los intentos de dinami(ar la investigacin, emprendidos sobre todo por la escuela sueca, no se desarrollaran realmente hasta despus de la Segunda %uerra 9undial, en relacin con la teor#a del crecimiento econmico. La influencia de esas teor#as en la investigacin en el terreno de la historicoa econmica aumenta sistemticamente. "acilitan la introduccin en esa investigacin de varios anlisis que e plican los cambios en los sistemas. +s#, nos hacen esperar que el acercamiento estructural a la historicoa econmica producido en "rancia se har ms variado 11)# La refle in estructural en la investigacin histrica se ha manifestado en consideraciones metodolgicas, ms que en escritos reali(ados por los historicoadores. 7omo se ha dicho anteriormente, la ma0or#a de los estudiosos no han mostrado inters por las discusiones tericas, y han estado practicando, de modo espontneo, el.ldiograflsmo, s>cumbiendo a la filosof#a especulativa / REFLE I!" L!-I)* @. $l nacimiento de la reflexin lgica sobre la ciencia 2. Los tipos de refle in metodolgica sobre la historicoa, es decir, sobre los hechos pasados 0 sobre la investigacin histrica &e pl#citamente formulados o aplicados en la prctica por los historicoadores), que hemos tratado hasta ahora, se ocupaban principalmente de cuestiones ontolgicas 0 episternolgicas. La clara prioridad dada a los anlisis de los rasgos caracter#sticos de los hechos pasados, vista en la refle in pragmtica, cr#tica, erudita 0 gentica, se vio seguida Gba!o la influencia de la refle in estructuralG por un ma0or inters ante el proceso cognoscitivo histrico. Pero el estudio de los problemas metodolgicos en el sentido ms estricto del trmino, es decir, los modos de llegar a las afirmaciones hechas por los historicoadores, la naturale(a formal de dichas afirmaciones 0 los tipos de relaciones entre ellas, era slo, todav#a, una cuestin marginal. Pero esto e ig#a la aceptacin del hecho de que era necesario un anlisis lgico de la ciencia. *l nacimiento del anlisis lgico de la ciencia hab#a sido preparado por un desarrollo gradual de la propia lgica, 0 tambin por el inters, manifestado en varios sistemas filosficos, por el lengua!e de la ciencia 0 por los modos de produccin de la ciencia. Pero el surgimiento de una investigacin especiali(ada sobre las bases lgicas de la ciencia, de modo independiente respecto a cualquier escuela filosfica, fue un asunto de las 6ltimas dcadas, 0 se debi, sobre todo, a la inspiracin del convencionalismo, el pragmatismo, las tendencias a a iomati(ar 0
formali(ar las matemticas, la filosof#a anal#tica, 0 el positivismo lgico. *stas inspiraciones, como puede verse, bastante distintas en su naturale(a, dieron lugar a un inters cada ve( ma0or por la lgica, 0 al nacimiento de la metodolog#a moderna de las ciencias 0 los mtodos de investigar la propia ciencia, mtodos que, a su ve(, estn basados en conceptos lgicos. 9s adelante, slo en a,os recientes, podemos ver el impacto que en la metodolog#a de las ciencias han tenido disciplinas nuevas como la teor#a de la informacin, la ciberntica, la teor#a del !uego 0 de la decisin, 0 sobre todo ia semitica, que se ha convertido en un punto de encuentro de cient#ficos que representan diversas tradiciones de la ciencia de la ciencia. La principal embestida, que en 6ltima instancia iba a proporcionar informacin sobre ci estado real de la ciencia, vino Gcomo se sabeG de las ciencias e actas. Los defensores del convencionalismo se ocupaban, pnudnaimeute, de la investigacin matemtica 0 f#sica, mro crearon un modo ge acusar cine, con su raicndsino en destruir los lasos de unin entre tos bedes, por un Ln.to, 0 $or#as 0 afiriuacioiics tericas, por otrK &estas 6ltimas se consideraban como convenciones cient#ficamente convenientes, 0 por tanto, ni verdaderas ni falsas), fue importante para la pro1 = mocin de la investigacin en la ciencia. 7uando estudiamos la historicoa del convencionalismo vemos que no surgi con =. Poincar. La actitud cr#tica hacia las afirmaciones .absolutamente/ evidentes hechas en las diversas disciplinas se hab#a manifestado anteriormente, 0 cada ve( ten#a ms fuer(a. *l descubrimiento de que la geometr#a, que aparentemente hab#a sido tan slida como una roca, pod#a tener varios sistemas adems del de *uclides, contribu0 de modo particular a la refle in sobre la ciencia. Dodo esto hi(o que los historicoadores dominaran los fundamentos lgicos de la ciencia, a pesar de que el hecho de que los convencionalistas terminaran en un estudio estricto de la sinta is de los lengua!es usados en la ciencia indicaba que hab#an llegado a un calle!n sin salida, ms que al final de la carrera. Los aspectos positivos del convencionalismo produ!eron la lucha por la investigacin de las bases lgicas de las matemticas, que demostraron ser mu0 importantes para configurar la refle in lgica sobre la ciencia. Los logros estn relacionados fundamentalmente con 2. =ilbert &@AC21@SR3), %. Peano &@ABA1@S32), -. ;ussell &@AN21@SNF) 0 otros. Se,alaron el gran papel !ugado en la ciencia por la estructura formal de las teor#as 0 por el estudio del problema de la consistencia, 0 subra0aron el hecho de que las preguntas sobre la veracidad o falsedad de las afirmaciones no son de naturale(a absoluta, 0 slo se pueden plantear dentro de una teor#a concreta. *l hecho de que la labor de purificacin del lengua!e cient#fico comen(ara con las matemticas, es decir, con la disciplina que ofrec#a las ma0ores dificultades a este respecto, result ser fruct#fero para el progreso en la metodolog#a general. 5aci un amplio campo de estudios, que =ilbert denomin metamatemtica, 0 que en realidad contribu0 al nacimiento de la metodolog#a apragmtica &en la terminolog#a de 8. +!du<ieVicb). Sus logros fundamentales inclu#an el uso de lengua!es artificiales &simblicos) en los anlisis metodolgicos, 0 la distincin, debida principalmente a =ilbert, entre lengua!e ob!eto 0 metalengua!e. La aportacin de -. ;ussell fue la reduccin de los conceptos fundamentales de las matemticas a los de la lgica.
On papel importante en el estudio de la lgica . la metodolog#a de las 7iencias fue el !ugado por los polacos S. LesnieVs<i &@AAC1@S3S), +. Dars<i &F. @SF2), 8. +!du<ieVic( &@ASF1@SC3), ?. Lu<asieVic( &@ANC1@SBC), L. 7hViste< &@AAR1@SRR), 0 D. 8otarbins<i &n. @AAC), que fundaron lo que lleg a conocerse como la escuela polaca de lgica, 0 que hicieron muchas aportaciones Kriginales a la sintctica 0 a la semntica. Dambin la filosof#a anal#tica inspir la refle in lgica sobre la ciencia a partir de %. *. 9oore &@AN31@SBA). +lgunos de los autores de los fundamt, de las matemticas &por e!emplo, -. ;ussell) estaban, fllosficamente, situados en esa tendencia, que a veces se considera la caracteristica de la filosof#a no mar ista actual. Los representantes de diferentes acercamientos. a la filosof#a anal#tica estn unidos por la inmensa importancia que atribu0en al anlisis del lengua!e &cient#fico 0 corriente), area que, seg6n los 6is e tremistas, es la principal de la filosof#a. *ste Fflalisis, muchas veces, se identihca simplemente con la filosof#a. 2e este EKKdo, las consideraciones esencialmente leicas, que se ocupan de ciertos obiernas estrictos &slo sintcticos) de la ciencia, se ven adscritas ci papel e filoslico, con la conviccin &t#pica de todos los sistemas 0, en realidan nsctafisica) deru funcin crucial en la historicoa intelectual. l'd :''' ;efle in lgica 2urante unos veinte a,os la filosof#a anal#tica tuvo su manifestacin ms famosa en el positivismo lgico, que, al perder gradualmente las caracter#sticas de sistema separado 0 las ilusiones de una reconstruccin e haustiva de la ciencia, se ha difuminado en varias corrientes. Pero, al mismo tiempo, muchos positivistas lgicos, librndose de su sentido de misin reformadora de la cien7ia, se han concentrado en varias cuestiones tcnicas de la metodolog#a de las ciencias, 0 han implantado en la investigacin de ese terreno los principios de rigor conceptual, precisin 0 discernimiento . *l positivismo lgico parti, como es sabido, de 9. Schlic< &@AA21@S3C), el fundador del 7#rculo de :iena, quien tom, como punto inicial, los postulados &mal interpretados) formulados por L. ^ittgenstein en su ,raetatus Logicus pliilisophicus &@S22). Schlic< pensaba que al adoptar los mtodos del anlisis lgico participamos en la revolucin final en filosof#a 0 estamos totalmente !ustificados para considerar como terminado el estril conflicto de los sistemas filosficos 2 2. $l problema de la demarcacin lgico+positivista de la ciencia 4 la metaf*sica 2e las tendencias, mencionadas anteriormente, que han desarrollado la refle in lgica sobre la ciencia, el positivismo lgico fue la 6nica en comprometerse en la ma0or#a de las incursiones de largo alcance, aunque raras 0 normalmente fortuitas, en el terreno de las humanidades. *sto era debido a la principal demanda positivista, de que se eliminara toda metaf#sica de la filosof#a, 0 por tanto de cualquier disciplina especiali(ada. *videntemente, los e!emplos de afirmaciones oscuras, llenas de metaf#sica, se pueden encontrar, sobre todo, en las ciencias que utili(an un lengua!e corriente. +l formular esta idea los positivistas lgicos han adelantado muchas afirmaciones que desde entonces se han incluido en el estudio de la metodolog#a de las
ciencias sociales. *n las obras de los fundadores del positivismo lgico &9. Schlic<, ;. 7arnap, K. 5eurath, 0 otros), el problema de la separacin entre ciencia 0 metaf#sica ten#a, al principio, una formulacin mu0 radical. Domando como referencia el empirismo de -acon, =ume, Loc<e, 0 especialmente de los positivistas del siglo W'W, llegaban a la conclusin de que el 6nico conocimiento que cuenta es el que se adquiere por la e periencia &observacin), 0 que la materia de la e periencia, que no anali(ar#an ms, son las impresiones &en la apro imacin sub!etiva que conduce directamente a -er<ele0) o los hechos &en la apro imacin ob!etiva que conduce al materialismo mecanicista). *sto restitu#a la opinin positivista de que lo cognoscible se divide en hechos, como elementos que lo componen. Los positivistas lgicos sol#an formular afirmaciones sobre esos hechos, es decir, afirmaciones que se pueden comprobar emp#ricamente, llamadas a menudo afirmaciones de protocolo o de observacin, sin e plicar con mas detalle cmo se comprueban esas afirmaciones. Dodas las afirmaciones maS generales &tericas) estn construidas con trminos 0 afirmaciones de observacin, de modo que la totalidad de las afirmaciones &0 trminos) de la Sobre la historicoa de la lgica, ver el esbo(o, breve pero instructivo, dc @1@. Schol(, 2escli-clste der Logi(, -erlin, @S3@. 2 9. Schlic<, HmsclGn9ong su der Philosophie, DM.r(enntnis,, n6m. @, 1930 ciencia se puede dividir en las que estn basadas en la observacin 0 las que son tericas &0 por tanto se pueden reducir a la primera categor#a). 7omo la construccin de afirmaciones est basada en la lgica, el estudio de los resultados del proceso cognoscitivo debe consistir en un anlisis lgico del lengua!e de la ciencia, es decir, en un anlisis de las relaciones entre las afirmaciones &anlisis metaling>#stico). *ste anlisis puede producir una simple descripcin del procedimiento lgico utili(ado, o puede ir ms all, formulando modelos de procedimientos cient#ficos. Los positivistas lgicos difer#an entre s# por el tratamiento de las tareas de dicho anlisis. *l programa del positivismo lgico, esbo(ado aqu# muestra que sus representantes consideraban como metaf#sica todo aquello que no pod#a reducirse a afirmaciones de protocolo , es decir, todas las afirmaciones que no pueden comprobarse emp#ricamente. *l criterio de comprobacin de la l#nea de demarcacin entre la ciencia 0 la metaf#sica ha demostrado ser peligrosa para el desarrollo de la ciencia, 0a que eliminaba de esta 6ltima, considerndolas metaf#sicas, varias series de afirmaciones tericas que van ms all de simples con!untos de afirinaciones de observacin4 para empeorar las cosas, no teh#a en cuenta la e istencia de un cierto conocimiento inicial &que, en el caso de la historicoa, sugerimos que se llame conocimiento no basado en fuentes), que es indispensable, sobre todo, para una seleccin de hechos o sucesos que debe preceder a las observaciones. *videntemente, esto no tiene por qu ser ning6n conocimiento a priori &por e!emplo, como lo interpretaba 8ant)4 el mencionado conocimiento inicial, en 6ltima instancia, es tambin emp#rico, pero slo respecto al conocimiento en general &o al proceso cognoscitivo), 0 no respecto a ninguna parte concreta de ese conocimiento, es decir, aquellas observaciones que acaban de ser reali(adas por un investigador dado. Los positivistas lgicos empe(aron a darse cuenta de esta dificultad bastante pronto. La e igencia de comprobacin, es decir, la b6squeda de una confirmacin
7ompleta, basada en la observacin, de las afirmaciones tericas &o sea, la e igencia de que se redu(can a afirmaciones de observacin) ha ido acompa,ada por la e igencia de falsacin, es decir, capacidad negativa de decidir, propuesta por 8. Popper $. *n lugar de buscar confirmaciones Positivas, los investigadores deber#an, de acuerdo con esta 6ltima e igencia, buscar, en sus datos basados en la observacin, casos negativos que refuten, &falseen) una afirmacin terica dada. Si se hace una observacin negativa, la falsacin de dicha afirmacin ser#a una ra(n para recha(arla como falsa. Popper, que se opon#a al induccionismo unilateral, fue bastante e pl#cito al decir que una teor#a no puede construirse sobre la base 6nica de afirmaciones de observacin3. La investigacin debe comen(ar1 con la , 7fr. el famoso documento de ;. 7arnap sobre E\Oebervidung der 9ctaPh0s!< durch die logische +nal0se dcc SpracheY, $r(enntnis, vol, @2, @S324 ver tambien Plislosoph0 asid Logical 4ntox del mismo autor, Londres, @S3B. 8. Popper, ,he logic of csentific Dsscoverv, 5ueva Lor<, @SBS. *n relacin fl esto, ver 3. %iedvmin, .Ooglnienic postulatu roNstr(vgalnosci hipote(/, isidia >)AfPc-ne, n6m. R, @SBS, pgs. @3S1@CF. :er tambin ^. 9e!baum, "als0fi<ac!a iPote-,, &;e, Ecia(o de las hiptesis), ludsa ,ilo-ofic-iie, n6m. B, @SCR, pgs. RSBN. - Ln la investigacin metudolgica reciente, la divis!n catre trminos ? de observacin 0 trminos 0 abumaciones tericos ha sido criticada. @ sta cntha ha siclo planteada, entre otros, por @. %ied0min &etc. ci informe sobre a ccinfcrenc! sobre .teor#a 0 c pcricncia., , *udio ;iloroficene, n_m. 3, @SC3, Pag@n3 22S123F4 se se,alaba, en la discusion, que \Een cualquier caso, los trminos formulacin de una hiptesis, que tiene que ser ra(onada. *n la prctica, la falsacin fue sustituida, a menudo, por el principio de e!emplificacin como mtodo de probar las hiptesis$ para comprobar una hiptesis, bastar#a enumerar una serie de cases emp#ricos que estn de acuerdo con ella Los propios fundadores de la comprobacin inductiva han modificado su opinin desde entonces <, de modo que, ho0 en d#a, probablemente, no tiene muchos defensores. Para ilustrar esta evolucin, mencionemos Mntroduction to e,nantics , del propio 7arnap, que se refiere a entidades abs tractas que van ms all de las aflrmaciones de observacin, 0 !ustifica su e istencia en la ciencia. 3. )uestiones metodolgicas en la filosof*a anal*tica +ctualmente se reali(an avan(ados anlisis metodolgicos en la filosof#a anal#tica =>, que en gran medida proviene del positivismo lgico. Sus repre. sentantes sugieren varias soluciones, a menudo opuestas. Las diferencias de opinin dentro de la filosof#a anal#tica3@ ata,en a cuestiones tan funda. mentales como el mtodo de acercamiento a la materia de investigacin, el mtodo de construccin de la ciencia, la unidad metodolgica de la ciencia, 0 los l#mites de los anlisis lgicos. La opinin sobre la primera cuestin enumerada es de gran importancia pal1a el acercamiento a la investigacin histrica. Dodas estas diferencias, por supuesto, afectan directamente al acercamiento a los problemas metodolgicos de la histo,1ia. Por tanto, respecto a la naturale(a metodolgica de la materia de investigacin, !unto a la apro imacin individualista @2, que se deduce naturalmente del empirismo
0 afli1maciones que en la prctica corriente de investigacin se consideran como de observacin, por regla general, contienen elementos tericos ms o menKS latentes/). 6 7fr. =. +lbert, \EProbieme der ^issenschaftslehre in der So(ialforschungs en Handbuclo der eil piriscilen o-iaforscMung, cd. cit., pgs. B21BR. 7fr. ?. %iedvmin, /'ndu<c!oni(m i ant0indu<c!oni(niY\, tudia ;ilo-ofic-fle, adinero 2, @SBS, pg. A. 8 ;. 7arriap. "ntrodact-on to enoa,-tics, 7ambridge, @SR2. 9 La evolucin posterior de las opiniones de 7arnap se refle!a en su obra .Dhe 9ethodological 7ha,1acter of Dheoretical 7oncepts., 1innesota tudies t/,e Philosoph4 of cience, vol. @, Oniversidad de 9innesota, 9inneapolis, @SNC, prinas 3A1NB. @F *l trmino filosof#a anal#tica pretend#a se,alar la separacin de .todaa metaf#sica. 2@ Sobre los presupuestos generales de la filosof#a anal#tica, ver ,Mie %gt of %nat4sis, 9orton ^hite &cd.), @.3 cd., @SBB, R.3 cd., @SBA. @2 *n cuanto a la historicoa, la postura del indidivualisnio i1netodolgico 8 defendida, por e!emplo, por *. +. =ave<, ?. ^. 5. ^at<ins &.'deal L0pes all# =istoricocal * planation <; Ci9itisll .lourno/ Mor doe Philosopl+n9 of cier-ce), @. -erlK 8. Popper. :ase esta instructiva dcscripcin del individualismo todoog@7K dada por +. 2anto$ .2e modo que vemos que el 'ndividualismo todoiKg^K no tiene nada que ver con una serie de posiciones interesantes 0 e c,t.nnt a las que se podr#a pensar que se parece. 2e modo mu0 breve parece scttenul a) que las oraciones sobre les inedviduos sociales son lgicamente independ@F[ tes de las oraciones sobre l%s individuos hmur.anos$ b) c\ue l%s individuos s%41a1 ron ontolgicamente distintos de les individuos colKo ocres liuiiaoos4 que marca a los positivistas lgicos 0 subra0a que en las ciencias sociales &sociolog#a, historicoa) estudiamos acciones humanas individuales, 0 cualquier posible regularidad ata,e slo al comportamiento de los individuos, tambin tiene sus defensores la apro imacin hol#stica. *sta 6ltima apro imacin se,ala los .todos/ sociales, 'rreductibles a actos individuales de comportamiento, 0 los considera como la verdadera materia de investigacin 1", e indica el hecho de que las afirmaciones sobre hechos sociales no se pueden reducir totalmente a afirmaciones sobre el comportamiento de los individuos. Sobre la cuestin de los modos en que se constru0e la cienciaY el positivismo lgico ha atestiguado, desde sus comien(os, una marcada diferencia entre el programa de los induccionistas &7arnap) 0 el de los antiinduccionistas &Popper). ;efirindonos a un anlisis reali(ado por 3. %ied0mm 1$, podemos describir el induccionismo, de un modo amplio, como el acercamiento basado en el mtodo individual &la mente refle!a la realidad a travs de la acumulacin de observaciones)4 las generali(aciones basadas en observaciones individuales deben comprobarse por medio de la b6squeda de los hechos que las confirmen. Por tanto, este acercamiento est relacionado con la e igencia de consprobacin mencionada anteriormente. *l anti1iriduccionismo &o hipotetismo) se opone a la idea que sugiere que la mente es slo un recogedor 0 clasificador pasivo de observaciones4 se asegura que ni el conocimiento cient#fico ni el pre1cient#fico consisten en recolectar datos obtenidos por una observacin no dirigida, 0 en generali(ar los resultados. La ciencia slo se
puede desarrollar sobre la base del mtodo de criticar las hiptesis$ tenemos que formular las hiptesis, que no tienen por qu ser generali(aciones de observaciones, 0 criticarlas, intentando recha(arlas constantemente por medio de pruebas rigurosas. Los anti1induccionistas se,alan el hecho de que el induccionismo e tremista puede, mu0 individuos humanos no se puede enmarcar en los trmins del comportamiento de los individuos sociales4 a) es una tesis sobre el significado4 b) 0 e) son tesis sobre el mundo, 0 d) 4 e) son tesis sobre la forma ideal de una ciencia socialY,. (.mial4ticai Phuloshph4 of Histor4, 7ambridge, @SCB, pgs. 2CN12CA). Los individua listas metodoQgicos han sido particularmente aficionados a demostrar que el materialismo histrico &mal interpretado) es .lgicamente imposible/, pero no han tenido ito al respecto, va que incluso los cr#ticos que no estn a favor ml materialismo han desacreditado el individualismo desde el punto de vista n3etodollF *l holismo metodolgico es defendido, entre otros, por 9. 9andelbaurn &Societal "acts/, Critislo Mournal for the Phulosoph4 of cience, @SBB, reeditado Cfl ,heones of Historv, cd. cit., pgs. RNC1RAA), 0 L. %oldstein &.Dhe 'nadequac0 t')e Principie of 9ethodological 'ndividualisn3 in =istor0 and Sociolog0/, Proc9 e ==Bgs of doe %ristotelian ocoet4, @SBC, reeditado en ,loeories of Histor4, edicin itada, pags.BU!1BSS1 esta 6ltima publicacin contiene tambin su rplica a V,9a/&99 *l concepto ms conocido es el de .hecho social/, formulado por 9. 9ande uauns, que diceque los hechos sociales SOl* E\hechos que ata,en a la organi(acin a Sociedad/ &cfr. Dheories of Histor4, cd. cit., pg. RA@). *l holismo metodo nicK recha(a el psicologismo puro &es decir, las e plicaciones que slo se refieren noe motivos que gu#an a los individuos), inherente a la teor#a del individualismo KdKlogi pile subra0a que las afirmaciones psicoIeicas (es decir, ls afir.a4i%i%es sobre el cornportanQiento humano) no se pueden deducir de las no s%c-+ ogica &os decir, les afirmaciones sobre @BB torneas de Krgani(acin c7e la meda +. u* b\1Yo,1a u,e u1,*%m' acei-crm,u'i% %r/% a&ccua&a'ler,/c fu'&a @.Qlado L por /O'/O s%cicre ,el clesarmncr lgico 0 ia cuc islcocia pac#fica iilos@R Ylt P[. 2NNL flle+ @0rn %, .Dndu<c!oni(ro i antvindu<c!ucl(n$Y\, tidia <ilo-oficPne. 3@61 @R3 1 fcilmente, admitir para la ciencia, incluso la metaf#sica ms brillante, espe cialmente en el caso de la investigacin histrica. La naturale(a rnetodolgiea de las ciencias sociales 0 las humanidades, 0 por tanto, tambin de la historicoa, tiene diferentes interpretaciones en la filosof#a anal#tica. Los defensores de esta tendencia no comparten de modo unnime la opinin de los positivistas lgicos de que la ciencia es una, es decir, de que no ha0 divergencias bsicas entre las ciencias sociales 0 naturals @B` Los anti1
naturalistas, o sea, los defensores de la opinin de que las ciencias sociales tienen sus caracter#sticas distintas 0 ole que los mtodos usados en la ciencia natural no se les pueden aplicar, han surgido con la serie de argumentos, 0a conocidos 0 esencialmente anti1positivistas &la naturaleNa no recurrente e individual de los hechos, la imposibilidad de evitar las valoraciones, etctera). Los naturalistas, que disponen de argumentos mucho ms fuertes, parecen ser ma0or#a. +ceptan la unidad metodolgica de las ciencias 0 consideran la historicoa como una ciencia que puede formular le0es, a pesar de que, al referirse a la investigacin histrica, su postura se puede relacionar con el programa metodolgico del idiografismo. Dambin son importantes las discrepancias sobre los l#mites de aplica. cin de los mtodos lgicos. +unque todos los representantes de la filosof#a anal#tica consideran que la tarea primaria de la investigacin filosfica es un anlisis del lengua!e, sin embargo, podemos ver &vanse, en este sentido, los estudios de ?. 8otarbins<a) @C que ha0 una diferencia de acercamiento entre los reconstruccionistas 0 los descripcionistas. Los primeros &;ussell, 7arnap 0 otros) consideran el anlisis del lengua!e, principalmente, corno un mtodo de me!orar el lengua!e desde el punto de vista lgico, de modo que, !unto a una reconstruccin de los tipos de ra(onamiento, sugieren taflN bin un programa de firme transformacin lgica de la ciencia. Los 6ltc mos &^ittgenstein, en su 6ltima poca de actividad, 0 la escuela de K ford) se muestran escpticos ante el programa para hacer ms preciso el lengua!e natural &0 ante el uso de lengua!es artificiales en los estudios meto dolgicos), 0 piensan que tenernos que limitarnos al e amen de los modos en que se utili(a realmente ese lengua!e en las funciones de la ciencia, sin intentar me!orarlo lgicamente, siendo la 6nica concesin posible su apo0o i a los trminos .6tiles3Y. Ponen en cuestin, sobre todo, la utilidad de las definiciones, 0 sugieren que se sustitu0an por .reglas de uso/ &es decir, r descripciones de las funciones semnticas). Sostienen que las le0es de la 1 lgica formal no se pueden aplicar a los ra(onamientos prcticos formulados en lengua!e natural. 8. )onfusiones sobre les india de la filosof*a anal*tica contra la metaf*si)A en la historicoa. X. Popper e =. Cerlin *l individualismo metodolgico era propugnado sobre todo por las teo r#as que afirman que la suerte del hombre no la decide l mismo, sifl fuer(as que son independientes de l, es decir, una .necesidad histrica3 7fi @ lLuP miii Pi ohl, isi Yilu8e"< u r<j4 it r necia Pi obQem i se pOL tos, soluciones), Po(nan, @SCR, pgs. 2RS12NF. La unidad metodolgica de la ciefl73 es defendi\la con tuerca por *. 5agel en S,ice Striiciute of cience, Proi/ieo-s dic Logic of eien-ific $xp=anutioi, Londres, @SC@. C ?` 8otarhins<a, .\Spr o gran!ee CBFcm, ainosc! nietod 'ocic(ovch,, &La CiJ7 troversia sobre los limites &te aplicacin de lKS mtodos lgicos), t-,diu ;i=AW9 Jic(nc, n6m. 3, @SCR, pgs. 2B1RN. @RR seq cual sea su interpretacin. Los oponentes del individualismo metodolgico. en este caso otros representantes de la filosof#a anal#tica, se oponen tambin a las teor#as fatalistas del desarrollo social, teor#as que hablan de una .inevitabilidad/ histrica. +unque se hace referencia a muchas concepciones,
se puede ver fcilmente que el principal adversario es el materialismo histrico. La discusin resultante inclu#a muchas afirmaciones fruct#feras 0 comentarios profundos, que hicieron avan(ar la refle in sobre la historicoa, pero, al mismo tiempo, muchas formulaciones sobre el materialismo histrico se basaron en simplificaciones 0 concepciones errneas. +l materialismo histrico se le atribu0eron tres afirmaciones a las que en realidad se opon#a 0 que difieren del concepto dialctico de curso de los acontecimientos. *l error bsico 0 flagrante es el considerar la interpretacin materialista de la historicoa como una continuacin del concepto de .progreso/, como factor independiente de las acciones humanas, que ten#an los cartesianos, la poca de la 'lustracin 0 los positivistas. 7asualmente, esta identificacin nunca se ha demostrado con un anlisis sobre la teor#a mar ista. La teor#a de 9ar se enumera en el mismo c#rculo que las concepciones de Durgot, 7ondorcet, 7omte, Spencer 0 otros, concepciones basadas en la idea de progreso .inevitable3Y 7omo la idea de progreso .inevitable/ se suele criticar al lado de las diversas interpretaciones c#clicas del curso de los acontecimientos &K. Spengier, +. Do0nbee mal interpretado, =. -. +dams, :. Pareto 0 otros), entonces el materialismo histrico, a causa de su contenido supuestamente metaf#sico, se pone en el mismo saco que las teor#as mencionadas. 7omo es sabido, la idea de progreso sustitu0 a la interpretacin providencial de los hechos, 0 !ug as# un importante papel al hacer cient#fica la investigacin histrica. *n otras palabras, era un concepto racionalista 0 laico de Providencia, ba!o el cual el hombre estaba en posicin &e incluso ten#a el deber moral) de contribuir con su propia actividad &especialmente el desarrollo de la ciencia) a poner en marcha ese progreso @C, La unin del concepto de progreso con el concepto biolgico de evolucin &Spencer, %umPloVic(, ;at(enhofer), que atribu#a a la sociedad la propiedad de desarrollarse, como hace un organismo, .por s# solo3Y, no cambi la naturale(a metafisica de la idea de progreso, que, igual que antes, era incapa( de e plicar por qu era la historicoa como era. Dampoco daba esta e plicacin lo que proporcionaban las diversas teor#as de un curso c#clico de los hechos, teor#as que no estaban libres de varias implicaciones irracionales. Los antiguos griegos hab#an desarrollado un modelo astronmico de dichas teor#as, que, en los tiempos modernos, comen( a basarse en analog#as biolgicas. Las interpretaciones c#clicas se pusieron de moda, ten#an apariencia de e plicaciones, 0 le permit#an a uno ser pesiL@N *sto hacen, por e!emplo, ; . +roic, @. -ern, ;. von 2aniels, +. 2anto, - %Kttsclial<, %. %. 'ggers, 8. Popper. *n todas sus obras encontramos la opinin, incorrecta basada en interpretaciones esquemticas, que no consigue ver la natuiale(a dialctica del materialismo histrico, que recha(a todo fatalismo. g *sto fue dicho 0a por ?. -ue0 en ,ice "dea of Progress, 5ueva Lor<, @SBB, capitulo 'W et passin-. :er tambin 8. LdVith, 1eaniiig 0u "listorvZ ,he ,heologicat "HiLclicafir,cs nf lic Pliilosophv of Historv, 7hicago, @SRS. -uri3 distingue tres i:eles en la interpretacin del concepto de progreso$ @) anterior a la ;eolucin Yiancesa4 2) anterior a 2arVin4 B) despus de 2arVin +dmite cp.e sta es una casslicaclon te m @\@@ s' :er tornbien & & 'oei s D' e 'd o nl Pi >Y so + fi it isi cas eSslncnt = lic Rni te en HiKlorre al ; tseY, ncc a @ < fi po , @ @N *. -oc<, ,Dhcorics of Pcogres.s and *volutior/, Fo o,Z i9lg4 a,,9,` Hist&rQ,
- L. 7ahnrnan 0 +. -os<off &cdc.), %lencoe, @SCR, parc. 2@1R@. @RB mista u optimista sobre la historicoa. P. Soro<in dibu! una larga lista de .ciclos sociales/, apo0ndose en los cuales asegur que la historicoa se mov#a como un pndulo iLa concepcin dialctica de desarrollo social es una continuacin de la idea de progreso slo en la misma medida que cualquier teor#a nuevaGque e plica los hechos me!or que las anterioresG es una continuacin de sus predecesoras. La idea de progreso pod#a tratarse de dos maneras$ 1 los investigadores pod#an intentar liberarla de sus elementos metaf#sicos 4 valorativos &el progreso como algo que se materiali(a independientemente del hombre, 0 el progreso corno cambios constantes que producen una me!ora moral, la regla de la ciencia, etctera)4 2) pod#an construir un concepto nuevo del proceso histrico, una concepcin libre de fatalismos. 7orno mostraremos en el pr imo cap#tulo, el mar ismo fue la 6nica teor#a que ha sugerido la segunda de estas dos soluciones. + la interpretacin del curso de los acontecimientos ha aportado la categor#a de desarrollo autodinmico, sin recurrir a fuer(as e ternas a los hechos histricos. *n esta interpretacin, el desarrollo se puede e plicar completamente como un proceso dentro de los sistemas sociales que se estn investigando. 5i los representantes de la filosof#a anal#tica, ni muchos otros autores que se opon#an a la metaf#sica intentaron ver la naturale(a dialctica de esa concepcin de historicoa, 0 quedaron satisfechos con algunas formulaciones metafricas usadas por 9ar . La liberacin del concepto de progreso de sus aspectos metaf#sicos, !unto con la taita de sugerencias sobre ninguna interpretacin nueva del curso de los acontecimientos, dio lugar a una situacin en la que los autores mencionados slo ten#an que aceptar los cambios en la historicoa, sin buscar ning6n apo0o de esos cambios en las regularidades permanentes del desarrollo. Sin embargo, el mar ismo s# sugiri un apo0o, se,alando una serie de regularidades universales, confirmadas por numerosos estudios ®ularidades de este tipo$ si a ocurre, b tambin ocurrir, y no de este tipo$ a o h ocurrirn inevitablemente). Pero los defensores directos e indirectos de la teor#a que aceptaba los cambios se limitaban a se,alar la e istencia de ciertas tendencias o corrientes en el curso de los Sucesos. Dal como las interpreten varios autores 2+ dichas tendencias parecen ser solamente secuencias ele sucesos observables 0 permanentes que indican la direccin de los cambios en la historicoa. 5o tienen nada que ver con las regularidades en forma de afirmaciones condicionales, cu0o conocimiento permite predecir los hechos futuros4 slo informan ex post facto sobre ciertos aspectos de lo que ha ocurrido hasta el momento. Por tanto, se,alan los procesos de .racionali(acin/ 0 laici(acin de la vida humana, el papel cada ve( ma0or de la ciencia 0 la tecnolog#a, etctera. Se puede advertir lc men/e >6 e el /oiL etn c o as tei dencias no esta cii coi\tradicciKfl con la aceptacin del concepto de desarrollo en la historicoa. Los historicoadores mar istas han hecho muchas generali(aciones parecidas. Las e trapolaciones de ias tendencias han permitido formular ciertas predicciones, pero entonces tenemos que aceptar une las regularidades e isten. +lgunos autores &espe coalumute los socilogos, por e!emplo
8. 9annheirn) se han dado cuenta de que los descubrimientos de tendenc!ats resultan .inevitables/ &lo cual, sin embargo, es una .inevitabilidad/ lgica, 0 no histrica) en la aceptacin de regularidades en el curso de los aconteG ucimientos. 'ncluso se,alan una .tercera fase/ en el desarrollo de la teor#aa del cambio social, que consiste en la busca de un mecanismo interno de losis cambios 21 Las afirmaciones hechas por X. Popper 22, -erlin 2" 0 ". +. =a0e< 2$@2$ son las formas ms conocidas de la cr#tica de la interpretacin metaf#sicam de la historicoa, trmino con el que, errneamente, han abarcado tambin ri la teor#a mar ista. Por lo que concierne a la historicoa, el problema ha sido o tratado sobre todo por *. Popper. =a aplicado el trmino historicocismo o a todo lo que l describ#a como .metaf#sica/ en historicoa, 0 as# ha tratado o de desacreditar el conglomerado artificial de opiniones 28 que, !unto con ` los propios a,adidos de Popper, es una me(cla de diversas opiniones &las de 9ar , Spencer, Do0nbee. 9annheim 0 otros), cu0a caracter#stica com6n L es un acercam!ei0o hol#stico a la sociedad 0 la aceptacin de le0es hist1 - ricas, tendencias .ritmos/ histricos, etctera, en una interpretacin fatalista. *n realidad, tal como lo concibe Popper, sta es bsicamente una cr#tica del punto de vista mar ista, que se puede ver tambin en su otro libro, ,he Apen oc/etv a!id "ts $nemies &@SRB), que desarrolla sus ideas an teriores *l modelo de historicocismo reconstruido por Popper 0 criticado a continuacin por l nsism`o es a!eno a la teor#a mar ista, 0 por tanto, el conflicto tiene lugar !o vaco o. *n primer lugar, el historicocismo no necesita ser relacionado, contrariaBepte a lo que sugiere Popper, con afirmaciones que l llama anti1 nafuralistas tales como$ la no recurrencia 0 comple!idad de los hechos sociales 0 la imposibilidad resultante de formular afirmaciones generales ap mbes a per#odos largos4 la imposibilidad de predecir los hechos futuros &0a que las acciones deliberadas del hombre pueden impedir que el hecho predicho tenga lugar)4 la interpretacin i,tuitiva de los hechos Sociales &indicac!ll de sus causas, indicacin de su papel dentro de un todo 7oncreto su ralos1a5n desde el punto ele vista de las regularidades histKcas)4 i imposibilide,d de hacer e perimentos4 0 el holismo que se,ala el hecho de que los g$upos sociales no son series ordinarias de elementos, lo 7ual, segn se dice, elimina ?a posibilidad de usar mtodos cuantitativos 0 hace que los iovestigador busquen metaf#sicamente la .esencia/ de un todo social concreto &\Eesencialismo/ en la terminolog#a de Popper). 2e tKdas estas afirmaciones la teor#a mar ista est en favor del acercamieito hKliSticK L del esencialisrno, que, sin embargo, interpreta dialcticamente, es decir, emp#rica 0 dinmicarnente. Popper dice que los defensores del historicocismo estn equivocados al referirse a e!emplos sacados de la ciencia natural 0 destinados a apo0ar sus aseveraciones de que es posible hacer predicciones basadas en el conocimiento de las le0es histricas, considerando esas predicciones como la principal tarea prctica de las ciencias sociales. Lo mismo ocurre con el principal ob!etivo de la investigacin social, que consiste en la deteccin de las fuer(as que causan el cambio social. Dodo esto se alega como resultado de una interpretacin errnea de la ciencia natural. Se puede ver claramente que el principal ataque de Popper al historicocismo se dirige a la consideracin de la historicoa social como un todo que est su!eto a le0es espec#ficas histricas que rigen sus cambios. Piensa que una afirmacin ontolgica como esta sobre la realidad histrica va en detrimento de la
investigacin histrica, porque introduce en ella elementos de la metaf#sica &fatalismo), mientras que, seg6n Popper, la principal tarea de la historicoa es establecer hechos individuales. Popper acepta el establecimiento, en las ciencias sociales, de le0es interpretadas corno afirmaciones estrictamente universales &sin determinantes espaciales ni temporales), pero como una apro imacin puramente metodolgica, que no implica ninguna opinin concreta sobre los hechos histricos. Seg6n Popper, no ha0 le0es` histricas que e pliquen el mecanismo del curso de los acontecimientos. Si el proceso histrico revela una tendencia de desarrollo en el pasado, esto es una afirmacin de hecho, 0 no una afirmacin universal que permita sacar la conclusin de que ocurrir si tienen lugar las condiciones apropiadas 2C, .5o e iste ninguna le0 de la evolucin/ Gdice PopperG .slo el hecho histrico de que las plantas 0 los animales cambian, o ms precisamente, que han cambiado. La idea de una le0 que determina la direccin 0 el carcter de la evolucin es un error t#pico del siglo i , que surge de la tendencia general a atribuir a la gle0 naturala las funciones tradicionalmente adscritas a 2ios/ 27, *sto es perfectamente correcto, pero Gcomo hemos dichoG esta cr#tica no se puede aplicar a las le0es mar istas de desarrollo histrico, que e plican el mecanismo interno de los cambios 0 no tienen nada en com6n con el fatalismo. La cr#tica de @. -erlin, formulada en su Historicocal "nevitabulit4, que aprueba e pl#citamente las opiniones de Popper, est dirigida sobre todo a las afirmaciones naturalistas de la teor#a positivista. Ono puede estar de acuerdo con -erlin cuando escribe que .la nocin de que la historicoa obedece a unas leves, tanto naturales como sobrenaturales, de que todo hecho en la vida humana es un elemento en un modelo necesario, tiene 2C 8. Popper, .Prediction and Prophec0 in the Social Sciences/, en TIieori65 of Histor4, ed. cit., pg. 2CC. 2N 8. Popper, op. clt., pg. 2AF. 2. *. Lee 0 ;. 5. -ec< &\EDite 9eaning of E=istoricocism3/, %merican Historicocal 3ei9ie?, vol. CS, @SBR, pgs. BCA1BNA) tampo7K consigue notar las diferencias entre el mar ismo 0 ci fatalismo. Por otro lado +. Stern (Phlosoph4 of Histor4, cd. cit., en particular pag. @CS) s# las adviert7 ;. 2. -radic0, en su /7ausalit0, "atalism and 9oralit0s, Miad, vol. N3, octuht& de @SC3, pgs. BS@1BSR, tambin se indio/ a hacer esta distincin. Poppcr colneO[ e) mencionado error, aunque se hab#a interesado por la dialctica &ver su Mst 2ialc<ti<3/, en Logi( dei1 o-ialforscli-9ag, *. Dopitsch &cd.), 7olonia1-erf#n, lSC pginas 2C212SF, que era una reimpresin de 1iad, @SRS, 0 fue tambin reeditadl ero )oa/ccmnres mi 3efetatioi-s, Londres, @SC3, pgs. 3@2133N). profundos or#genes metaf#sicos/ 2A si tenemos en cuenta la interpretacin positivista de las le0es. Pero si consideramos las le0es mar istas del desarrollo. dialctico, entonces esa conclusin resulta ser una confusin obvia. -erlin, que era un e celente e perto en las obras de 9ar 2S, que ha demostrado que aprecia, en gran medida, la grande(a de 9ar 3F, no enla(a el positivismo con el mar ismo en la cuestin de las le0es de un modo tan e pl#cito como Popper. Sus ob!eciones son ms bien de naturale(a moral$ todas las filosof#as de la historicoa que tienen un substrato determinista son incompatibles con la idea del libre albedr#o, 0 si un individuo est su!eto a las le0es que rigen los .todos/, entonces no se le puede considerar responsable
de su conducta *s evidente que tampoco esta opinin reba!a la posicin mar ista, puesto que la teor#a mar ista tambin se opone a las valoraciones relativistas que de!an toda la carga de la responsabilidad a las .fuer(as histricas/ que son independientes del hombre 0 traba!an de modo fatalista 32 *sta es la ra(n de que un seguidor del mar ismo suscriba totalmente esa cr#tica al hitoricismo, una cr#tica que revivi despus de la Segunda %uerra 9undial !unto con el problema de la responsabilidad moral por Eos atroces cr#menes del nacismo. *ntre las formulaciones ms conocidas de esta cr#tica ha0 que mencionar, sobre todo, el e celente libro de %. -arraciough 33, que se opone al historicocismo relativista. 1. -erlin, en sus otras obras, propugna un ideografismo ob!etivo 0 defiende el programa idiogrfico de la investigacin histrica B. ,endencias en el an'lisis lgico de la historicoa *l fuerte crecimiento de la refle in metodolgica sobre la ciencia fue seguido por un inters general, cada ve( ma0or, por la ciencia de la historicoa, lo cual, !unto con los avances en la metodolog#a general de las ciencias, produ!o resultados cada ve( ms tangibles en diversos campos. Podemos hablar, en este sentido, del estudio de la relacin3 entre el lengua!e de la 'nvestigacin histrica 0 los hechos que se investigan &semntica), el lengua!e de la prapia literatura histrica &sintctica), 0 la actitud del investigador hacia sus afirmaciones &pragmtica). La refle in lgica dirigi su atencin hacia el hecho de que, estudiando las Suposiciones que sub0acen ba!o los Procedimientos de investigacin, llegamos a investigar los sistemas de valores representados por los diversos estudiosos. 5os ha dado, por tanto, nuevos 'nstrumentos para el estudio de la materia de investigacin 0 para los proced! mn!entos investigador 0 cognoscitivo. *n favor de la refle in lgica ha0 que decir que ha consolidado nuestra conviccin de que es imposible hablar de ob!etos &por e!emplo, el proceso histrico) sin anali(ar el lengua!e utili(ado. Slo podemos tomar en cuenta io que se puede describir en un lengua!e. +hora indicaremos slo algunos problemas concretos, que son importantes para los historicoadores 0 han tenido avances por parte de la refle in lgica. 7omo hemos visto, la cr#tica de la metaf#sica en las opiniones sobre el curso de los acontecimientos 0 sobre la ciencia histrica, que, en gran medida, estaba destinada a desacreditar el historicocismo, ha revivido, sobre todo, las afirmaciones de que los hechos histricos son no recurrentes, 0 que es por tanto imposible establecer le0es del desarrollo histrico4 esto ha dado l6gar a la conclusin de que la historicoa es una ciencia de .lo 6nico/. La refle in lgica sobre la historicoa, que se desarroll a partir del empirismo de los positivistas lgicos, intentaba Gen la parte negativa de su programaG privar a la historicoa de los logros de otras formas de refle in, en concreto los del estructuralismo &holismo), el concepto de le0es del desarrollo &por supuesto en su interpretacin no fatalista), 0, en general, las creencias de que es posible aplicar en la investigacin histrica modelos sacados de la ciencia natural. 7iertamente, no todos los representantes de la refle in lgica han compartido estas opiniones, que, despus de todo, corresponden a las numerosas diferencias dentro de la fliosof#a anal#tica Las investigaciones se centraron sobre todo en lo que era ms controvertido, el problema de la e plicacin en historicoa, es decir, la cuestin fundamental de la s#ntesis histrica. *l estudio de esa cuestin estaba destinado tambin a establecer el status metodolgico de la historicoa. Por tanto, no ha0 que
e tra,arse de que la reconstruccin de las e plicaciones reali(ada en la historicoa se coiivirtiera en la cuestin mds ardientemente discutida en relacin con la refle in lgica sobre la historicoa. Se lleg a la conclusin de que el estudi de la comprensin (#erstelien), que seg6n 1+8 intuicioniStaS era el rasgo caracter#stico del proceso cognoscitivo en las ciencias sociales 0 las humanidades, pertenece al terrena de la psicolog#a, 0 no al de la lgica, que se debe ocupar de los procedimientos de e plicacin ") Dambin se dice que uno llega a etender los hechos cuando los e plica a` Los primeros estudios sobre la lgica de la investigacin histrica n aparecieron poco antes de la Segunda %uerra 9undial. *sta afirmacin se refiere sobre todo a los estudios generales de 9. 9andelbaum (,ire Probleifl of i+-istorical Xno?ledge, 5ueva Lor<, @S3A) 0 de =. 7ompare( ("nterpretetion. Logial %nal4sis of a 1ethod of Hislorical 3esearch, La =a0a, @S3S) a +lguna de estas cuestiones sar analirada cori ma0or detalle en los capC tulos correspondientes de este libro. ") "ue formulado e piscitamente ocr *. ;cieheubaeh en Lxpeiiecce ad PrW diction. %n %nal4sis of d=e ;ouoda*ian mrd dm trnciure of Xr-o?iedge, 7an' bridge, =TBJ. =ac#a una distincin entre el .cF$teeo de descubrimiento/ para la comprensin) 0 el .conte to de !ustiticaciXii/ ¶ la e plicacin). @ 7fr. ^. =. 2ra0, Phdosopi-4 of Historg, @SCR, pg. B. "8 *sto de!a de lado estudios ms generales que van ms all de la metK dolog#a de la historicoa, como la obra de 8. Poppet, tasis der ;orsclr-mg, @S3B *n el a,o @SR2 se public ,he ;unction of 2eneral Laves in+ Histor4, de 7. %. =ernpel RF, que ha iniciado la mencionada discusin del problema de la e plicacin en la historicoa. =a dado lugar, hasta ho0, a un gran n6mero de documentos que se refieren a las cuestiones ms intrincadas de s#ntesis histrica. *l problema de las le0es surgi desde el mismo principio de la discusin$ la cuestin apareci &incluso hab#a aparecido espordicamente antes, por e!emplo con "'. -err) sobre la posibilidad de formular e plicaciones en la historicoa si se acepta firmemente que la historicoa es una ciencia de hechos 6nicos, 0 por tanto una ciencia que no se ocupa ni de establecer le0es ni de utili(ar le0es establecidas por otras disciplinas4 es decir, sobre si, o hasta qu punto, se puede incluir la categor#a de le0es dentro de las carcter#sticas metodolgicas de la historicoa. *n otras palabras, a0ud a resolver el problema de hasta qu punto es aplicable a la historicoa el modelo deductivo de e plicacin, caracter#stico de la ciencia natural, en el que los hechos singulares se e plican subsumindolos en una le0 apropiada que establece una relacin general. *l mencionado modelo deductivo traba!a de modo que un investigador, apo0ndose en su conocimiento de una le0 dada @) afirma que los hechos aV,..., au, 2) e plican la ocurrencia de los hechos b b, 3). La afirmacin 3) se deduce de la con!uncin de las afirmaciones @) 0 2). *ste esquema de e plicacin, que fue dado por 8. Popper &@S3R, @SRB) como esquen1ia general de e plicacin de la ciencia, fue transmitido por 7. %. =empci &@SR2) al campo de la investigacin histrica. *ste acercamiento, que en la literatura de habla inglesa sobre la materia se llama la .covering1laV theor0/ &teor#a de la le0 abarcadora), ha sido aceptado por algunos participantes en la discusin &por supuesto, con propuestas de ciertas modificaciones), 0 recha(ado por otros, que aseguraban que los
modelos metodolgicos de la ciencia natural no son aplicables a la historicoa. *videntemente, el acercamiento mencionado debe resultar inaceptable para los tericos abiertamente idealistas de la historicoa, como 9. Ka<esirott &que no acept ni el concepto de causa en la historicoa, para no hablar del de le0es) 0 ;. %. 7ollingVood. "ue aceptado por 9. 9andelbaum en su obra, mencionada anteriormente, de @S3A. *n @SC@, el mismo 8 autorR@ clasific a los participantes de la discusin como .tericos de la covering!aurY, es decir, defensores del modelo deductivo de e plicacin, .reaccionarios/ e .idealistas/. *n el 6ltimo grupo inclu0 a tericos como 7roce, Ua<eslrott 0 7ollingVood, 0 a,adi que ten#an mucho en com6n con el Segundo grupo. +pro imndonos a la cuestin desde otro punto, podr#a'nos clasificar a los .reaccionarios/ como representantes de la tendencia descripthra dentro de la filosof#a anal#tica, es decir, como los que tienden a describir el estado actual de cosas, 0 a los .tericos de la covering1iaV/ 7orno reconsti1uccionistas, que tienden a imprimir a las e plicaciones en la 7iencia &en nuestro caso, en la historicoa) el ma0or grado posible de precisin. r*es of Historo, P. %ardiner &cd.), 5ueva Lor<, @SC@, can una 7W77Ifl@ri hiblioZ(raL ,"se P"ilosopMs4 of Histor4 tu Onr Tinze, *. +doptan el modelo de e plicacin de la ciencia natural para imitarlo en el caso de cualquier tipo de e plicacin. 7on una gran simplificacin, podr#amos decir tambin que los .idealistas/ tienden a e plicar refirindose a una descripcin gentica, los .reaccionarios/ aceptan relaciones causales sin ninguna referencia a las le0es, 0 los defensores del modelo deductivo enla(an el concepto de causa con el de le0. *ntre los defensores del modelo deductivo se inclu#an, sobre todo, 9. ^hite, ?. ^. 5. ^at<ins, 9. 9andelbaum. ^. W:. -artle0R2, 0 Gcon muchas reservasG P. %ardiner *l modelo de =empel fue ms o menos criticado por W:. 2ra0, ^. -. %allie, +. 7. 2anto, ". +. %eliner, +. 2onagan, +. L. ;0le, 5. ;otenstreich, ?. +gassi, 0 otros u` Los .reaccionarios/ buscaron el apo0o para su acercamiento fundamentalmente ideogrfico a la materia 0 las tareas de la investigacin histrica en las actividades prcticas de los historicoadores. +seguraban que en los escritos histricos no se encuentran formulaciones de le0es, 0 que, incluso aunque a veces estn ah#, entonces tienen la forma de afirmaciones que carecen de precisin, 0 por tanto difieren de las formulaciones usadas en la ciencia natural. Drataremos esta cuestin ms tarde, en un conte to ms amplio. *l problema de las generali(aciones, que en cierto modo surgi en la controversia sobre la e plicacin en la investigacin histrica, tambin fue e aminado al margen de dicha controversia. Lo ms interesante, en este sentido, es la coleccin &que edit L. %ottschal<) de documentos de los propios historicoadores . La cuestin era darse cuenta, en primer lugar, de cmo introducen los historicoadores conceptos generales en sus escritos, 0 cules son los tipos de dichos conceptos generales. *sto condu!o a la cuestin sobre las generali(aciones en la historicoa, si revelan ciertas propiedades *stas cuestiones, incluido el problema de la e plicadoF sern tratadas ms adelante en este libro. Son, sobre todo, historicoadores americanos &en el orden de las afirmadK nes)$ 7h. %. Starr, 9. ?. "inle0, +. ". ^right, 2. -odde, ;. ;. Palmer, W:. P. 9ee(ger, Dh. 7. 7ochran, L. %ottschal<, ;. ". 5ichols, ^. K. +0delotte, 2. 9.
Potter, 9. 8lein. =. 9e0erhoff, el filsofo, tambin fue consultado4 en su opinin, no ha0 problemas espec#ficos de las generali(aciones en la investigacin histrica en oposicin a otras ciencias4 slo e iste la cuestin de la generali(aciones coroF tales. Las generali(aciones, la e plicacin la causalidad, vistas desde una postfliv lgica, forman un solo s#ndrome, 0 por eso los filsofos han tratado estas rna#f r#as con!untamente &cfr. (leneralisation di ide Iriting of Historv, 7hicago, lSC pgina :i). *ste libro inclu0e una bibliograf#a de obras sobre la metodolog#a de la historicoa. peculiares, es decir, si e iste un problema separado de las generali(aciones en la historicoa o se reduce al de las generali(aciones en todas las ciencias. L. %ottschal< divid#a a los historicografos en descriptivos 0 tericos, 0 a,ad#a que, seg6n el tipo de traba!o, un historicoador pertenece predominante1 mente a uno de estos dos grupos 7ada 6no de ellos tiene que enfrentarse al problema de las generali(aciones. 2esde ese punto de vista, %ottschal< los clasificaba en seis grupos$ @) los que evitan las generali(aciones &.la escuela de lo 6nico/), 2) los que introducen las generali(aciones deliberadamente pero con cautela &el acercamiento narrativamente descriptivo), 3) los que intentan generali(ar apo0ndose en su conocimiento de las tendencias, es decir, genticamente, comparando los hechos con sus antecedentes &en un acercamiento gentico), R) los que hacen generali(aciones comparando los hechos en diferentes pocas diferentes lugares &acercamiento comparativo), B) los que hacen generali(aciones en forma de le0es &acercamiento nomottico), 0 C) los que hacen generali(aciones que abarcan todo el curso de los sucesos &filsofos de la historicoa). *n este 6ltimo grupo, %ottschal< inclu#a a 7ondorcet, =egel 0 9ar . +,ad#a tambin que, respecto a esta clasificacin, un mismo historicoador puede pertenecer a varios grupos, 0 cada grupo !uega su papel propio 0 distintivo, 0 es indispensable en la investigacin histrica 7. La discusin se,alaba las dificultades para separar las generali(aciones de los informes sobre los hechos, pero de!aba sin e aminar el problema de las le0es en historicoa. ?unto al anlisis lgico de la naturale(a de la e plicacin, la cuestin de las valoraciones, es decir, la cuestin de la ob!etividad de la investigacin histrica, se convirti tambin en un punto de inters universal por parte de los metodologistas de la historicoa, Para los positivistas, el hecho de que los escritos histricos inclu0eran afirmaciones valorativas no era un obstculo para considerar la historicoa corno una ciencia .ob!etiva/ que recuerda a las ciencias e actas. La refle in anti1positivista consideraba que el factor valor era el elemento que distingue a la historicoa &0 a otras ciencias de la cultura) de la ciencia natural. *n cuanto a la refle in lgica, especialmente la que tuvo su origen en la tradicin positivista lgica &a partir de 9. Schlic<), las valoraciones histricas, tan cargadas de pensamientos especulativos, se ve#an con grandes sospechas. "ue surgiendo la e igencia poco realista de liberar la investigacin histrica de valoraciones, si no se lleg a afirmar que los historicoadores deber#an intentar separar la descripcin de hechos de las valoraciones. La opinin que prevaleci fue la de que .una ciencia social desinteresada es (...) totalmente absurda/ 48, 0 la eliminacin de la metaf#sica del 2eneralisatio/i ira t"re Iriring of Historv. cd. cit., pg. y.
ib*dem, pgs. @@31@2S. de ob!etos &por e!emplo, el proceso histrico) sin anali(ar el lengua!e utili(ado. Slo podemos tomar en cuenta @F que se puede describir en un lengua!e. +hora indicaremos slo algunos problemas concretos, que son importantes para los historicoadores 0 han tenido avances por parte de la refle in lgica. 7orno hemos visto, la cr#tica de la metaf#sica en las opiniones sobre el curso de los acontecimientos 0 sobre la ciencia histrica, que, en gran medida, estaba destinada a desacreditar el historicocismo, ha revivido, sobre todo, las afirmaciones de que los hechos histricos son no recurrentes, 0 que es por tanto imposible establecer le0es del desarrollo histrico4 esto ha dado l>gar a la conclusin de que la historicoa es una ciencia de .lo 6nico3Y. La refle in lgica sobre la historicoa, que se desarroll a partir del empirismo de los positivistas lgicos, intentaba Gen la parte negativa de su programaG privar a la historicoa de los logros de otras formas de refle in, en concreto los del estructuralismo &holismo), el concepto de le0es del desarrollo &por supuesto en su interpretacin no fatalista), 0, en general, las creencias de que es posible aplicar en la investigacin histrica modelos sacados de la ciencia natural. 7iertamente, no todos los representantes de la refle in lgica han compartido estas opiniones, que, despus de todo, corresponden a las numerosas diferencias dentro de la filosof#a anal#tica n Las investigaciones se centraron sobre todo en lo que era ms controvertido, el problema de la e plicacin en historicoa, es decir, la cuestin fundamental de la s#ntesis histrica. *l estudio de esa cuestin estaba destinado tambin a establecer el status metodolgico de la historicoa. Por tanto, no ha0 que e tra,arse de que la reconstruccin de las e plicaciones reali(ada en la historicoa se convirtiera en la cuestin ms rrdientemente discutida en relacin con la refle in lgica sobre la historicoa. Se lleg a la conclusin de que el estudio de la comprensin (#ersceiVcn), que seg6n los intuicionistas era el rasgo caracter#stico del proceso cognoscitivo en las ciencias sociales 0 las humanidades, pertenece al terreno de la psicolog#a, 0 no al de la lgica, que se debe ocupar de los procedimientos de e plicacin 2. Dambin se dice que uno llega a ehtender los hechos cuando los e plica 2. Los primeros estudios sobre la lgica de la investigacin histrica3F aparecieron poco antes de la Segunda %uerra 9undial. *sta afirmacin se refiere sobre todo a los estudias oeneraies de 9. 9andelbaum (,ite Problein of historicocal Xno?ledge, 5ueva Lor<, @S3A) 0 de =. 7ompare( ("nterpretation. Logical %nal4sis of a 1etl-od of Historicocal 3esearch, La =a0a, =TBT) 2. +lguna de estas cuestiones srr anali(ada con ma0or detalle en los cap#tulos correspondientes de este libro. ") "ue formulado e piicitarnersrc ocr @@. ;tictie,sbach en Lxperience aci Pro cliction. %n %nalBs-s O) th.e c00000sou and tJce iructure of Xno?ledge, 7aso bridge, @S3A. =ac#a una distincin entre cc) \ccccce $o de descubrimiento/ para lo comprensin) 0 el .conte to de !ustificacin/ ¶ la e plicacin). *n el a,o @SR2 se public ,he ;unct/os of 2eneral La?s in Histor4, 7. %. =empel que ha iniciado la mencionada discusin del problema de e plicacin en la historicoa. =a dado lugar, hasta ho0, a un gran n6me de documentos que se refieren a las cuestiones ms intrincadas de s#nte histrica.
*l problema de las le0es surgi desde el mismo principio de la disc sin$ la cuestin apareci &incluso hab#a aparecido espordicamente anti por e!emplo con =. -err) sobre la posibilidad de formular e plicacion en la historicoa si se acepta firmemente que la historicoa es una ciencia hechos 6nicos, 0 por tanto una ciencia que no se ocupa ni de establec le0es ni de utili(ar le0es establecidas por otras disciplinas4 es decir, sob si, o hasta qu punto, se puede incluir la categor#a de le0es dentro de @ caracter#sticas metodolgicas de la historicoa. *n otras palabras, a0ud a solver el problema de hasta qu punto es aplicable a la historicoa el mode deductivo de e plicacin, caracter#stico de la ciencia natural, en el qi los hechos singulares se e plican subsurnindolos en una le0 apropiada qs establece una relacin general. *l mencionado modelo deductivo traba!a de modo que un investigado apo0ndose en su conocimiento de una le0 dada @) afirma que los h chos a, aE, 2) e plican la ocurrencia de los hechos b= b, 3). @ afirmacin 3) se deduce de la con!uncin de las afirmaciones @) 0 2). *s esquema de e plicacin, que fue dado por 8. Popper &@S3R, @SRB) corr esquema general de e plicacin de la ciencia, fue transmitido por 7. %. =en pci &@SR2) al campo de la investigacin histrica. *ste acercamiento, que en la literatura de habla inglesa sobre la maten se llama la .co 3ering1laV theor0/ &teor#a de la le0 abarcadora), ha sid aceptado por algunos participantes en la discusin &por supuesto, con prc puestas de ciertas modificaciones), 0 recha(ado por otros, que aseguraba que los modelos metodolgicos de la ciencia natural no son aplicables a @ historicoa. *videntemente, el acercamiento mencionado debe resultar inacel table para los tericos abiertamente idealistas de la historicoa, 7KSDK 9. Ka<eccbott &que no acept ni el concepto de causa en la historicoa, par fK hablar del de le0es) 0 ;. %. 7ollingVood. "ue aceptado por l8. 9ao delbaurn en su obra, mencionada anteriormente, de @S3A. *n @SC@, el misrn autorR3 clasific a los participantes de la discusin como .tericos de @ 7K:eringlaY/ es decir, defensores del modelo deductivo de e plicacir .reaccionarios/ e .idealistasY. *n el 6ltimo grupo inclu0 a tericos com 7roce, Ka<eshott 0 7ollingVood, 0 a,adi que ten#an mucho en com6n co$ el segundo grupo. +pro imndonos a la cuestin desde otro punto, podr#o 'D'KS clasificar a los .reaccionarios/ como representantes de la tendenci. descript!.A,a dentro de la filosof#a anal#tica, es decir, como los que tiendes a describir el estado actual de cosas, 0 a los .tericos de la coveringdaV como reconstruccionistas, que tienden a imprimir a las e plicaciones en @$ 7iencia &en nuestro caso, en la historicoa) el ma0or grado posible de precisin ncN of Historv P. %ardiner &ccl.), 5ueva Lor<, @SC@, con una e celcntc hihliogra pensamiento histrico no debe tener lugar por medio de eludir las valora. ciones, sino a trav!s de su uso deliberado. *a aceptacin de dichas Apiniones fue facilitada por los anlisis cada ve$ ms frecuentes que demostrab que las ciencias naturales tampoco estn libres de valoraciones . Los his. toriadores que se ocupaban fundamentalmente de la literatura histrica han contribuido mu( poco a la controversia sobre las valoraciones. #an hecho una serie de comentarios generales en favor de diversos acercamientos, pero el !nfasis
sobre la posibilidad de convertir la historicoa en una ciencia ob"e. tiva fue puesto por los filsofos, y no por los historicoadores ;ientras que la refle3in lgica se ha desarrollado e3cepcionalmente en la esfera de la sntesis histrica, los problemas del anlisis en la investigacin histrica, es decir, los m!todos de establecer los hechos, no se han comen$ado a investigar ms estrechamente 6desde el punto de vista metodolgico7 hasta aos recientes . #asta ahora, los mayores logros en el anlisis lgico del conocimiento basado en fuentes, es decir, el tipo de conocimiento especfico de los historicoadores, se deben a I. 8iedymin, que se ha ocupado de la clasificacin lgica de las fuentes, la lgica de la inferencia basada en fuentes y la cuestin de la fiabilidad de los informantes PEY / 4er el anlisis de estos problemas en la Kuinta %arte de este libro. PN sto ha sido advertido por muchos autores= cfr. T. +rav, Philosoph( of Histor(, cd. cit., pg. ES, que menciona, en relacin con esto, la opinin de H+ ;everhoff. Cfr. A. ;aleGsHi y J+ &opolsHi, 0tudia ) rnetodologii l)istorii 6 studios sobre metodologa de la historicoa7, cd. cit., caps. '' y '''. *a falta de tales anlisis fue sealada por este autor en su artculo (A rnetodach badaGc$ych historicoi gospodarc$e") 6;todos de investigacin usados en la historicoa econmicaF, ledo en el 4''' Congreso de #istoricoadores %olacos e incluido en Historicoa gospoclare)a Pols1i 6#istoricoa econmica de %olonia7, 4arsovia, BLMN, pgs. BS y -s, n ese artculo tambi!n se mencionaba 2so 3ntroductsou to 4ogic asid 0c)eflttttc 1 5etlsod, de ;. . Cohen y . Nagel 6ediciones de BLSV, BLVL, BLPB7, como ufl6 e3cepcin en este campo. 4er tambi!n I. 8iedymin, (%robiemy logic$ne anah$5 historyc$ne7F 6%roblemas lgicos de los anlisis histricos7, -t$idia 78od*ona,9C7t volumen '', BLPU, pg. EE, donde se encuentra una opinin parecida. PE J 8iedymin, Z prohlesno: logic)n(ch ana*i( liistor(c)ne! 6Algunos pro@ blensas lgicos de los anlisis histricos7, %o$nan, BLMB= (Tiarogodnosc informa@ tora. %roba eHspliHac"i dGoch po"ec $ anali$v i HrvtyHi $rdel historyc$nych) 6:iabilidad del informante, 'ntento de e3plicacin de los dos conceptos en el anlisis y crtica de las fuentes histricas7, 0tudia 7r.dlo)na:c)e, vol. 4'', BLME, pginas BDBS= (%rohlemy logic$ne anali$v histors@c$ne"iF 6%roblemas lgicos de Ios anlisis histricos7, 0tudia 7r.dlo)na:c)e, vol. '', BLPU, pgs. BDSL. ;s adelafltC daremos ms datos bibliogrficos. #ay que advertir que, desde que este libro fue escrito 6BLMV.BLMM7, la investigacin sobre la metodologa general de las neoD cias, fundamental para la refle3in metodolgica sobre los estudios histriCA-, se ha desarrollado mucho en el crculo de %o$nan. sa investigacin ha abarcado, en particular, los principios de abstraccin y concrecin y, por tanto, los probl@ mas de construccin de modelos 6*es$eH NoGaH7 y el procedimiento de e3plB@, cacin de las acciones humanas, es decir, la llamada interpretacin humani-t 6Ier$ >mita7. +e las numerosas publicaciones recientes hay que mencionar, sobr todo, 7alo)enra metodolog)c)ne ;apitalui9 5ar1sa 6*os presupuestos
metodoi lgicos en ) l capital) de ;ar37, de varios autores, 4arsovia, BLON= *. NoTiX ti podsta: n)ar1s)st:s1re! metodologii #!au1 &4os fundamentos de la NoiogBa mar3ista cte las ciencias7, 4arsovia, BLOB= I. >mita. J oietoc*cPogic)o(c<s pi.o=,len>.li res " e#ac!) S NB cB l) cia 8 ,Pi b m is me *A sZogscos csc !i Ius dv sotes protP cr)n *umanisl a7, 4arsovr,, BLOB= E?eroeot( inar4sisloiC0i,! oietodologii h:naflt0
I Reflexin dialectica
1. !n repaso de los primeros tipos de re$le9in sobre la 'istoria Codos los tipos de reflexin sobre la historia que han sido anali"ados hasta ahora estaban marcados por formulaciones de lneas ele avance especficas en la ciencia histrica. 4omo hemos mostrado m s arriba, el proceso fue extremadamente comple-o, $ no sigui un camino constantemeflte ascendente. 3ormalmente un desarrollo de la reflexin sobre la historia en un rea iba acompafiado por un estancamiento en las restantes, lo que a su ve" daba lugar a una concentracin excesiva de la atencin en aquellos campos que haban sido abandonados antes. 2odra decirse que la reflexin metodolgica sobre la reflexin histrica se desarrollaba de acuerdo con los principios de la dialctica% las desproporciones en la reflexin sobre los diversos campos impedan el progreso general de la reflexin metodolgica sobre la investigacin histrica, $ esto a su ve" produca una tendencia a igualar las desproporciones, lo cual significaba un desarrollo a travs de 4ontradicciones internas. *l desarrollo de los diversos tipos de reflexin dio lugar a una serie de reglas de descripcin histrica, es decir, a un modelo especfico de descripcin. Las caractersticas de dicho modelo podran reconstruirse as% referencia de la descripcin al tiempo $ al espacio coordinados, uso crtico de las fuentes, terminologa apropiada que facilite la descripcin, aproximacin integral, en lo posible, a la materia de estudio, que revele su estructura, $ esfuer"o por lograr una precisin lgica. ,s, en cuanto a las descripciones, los historiadores disponan de una serie de resultados de los tipos de reflexin antiguos que, en con-unto, formaban un cuerpo comple-o de 4onocimientos especiali"ados, $ ofrecan amplias oportunidades para G81 establecimiento preciso de los hechos. *n particular, los historiadores reciban una serie de mtodos que indicaban cmo anali"ar las fuentes $ qu tecmcas usar en la descripcin de los hechos, apo$ ndose en las fuentes. Ma-o las afirmaciones de la historia cientfica, que se propone metas una descripcin es slo, sin embargo, una parte de las tareas del historiador. La otra parte, que es mucho m s difcil, $a que quiere ir mas all de las fuentes, consiste en explicar los hechos revelados por ellas. !esde el nacimient de la reflexin pragm tica se ha comprendido que las 4xpli4acioneS entran dentro de las tareas del historiador. *se tipo de reflexin, Sm embargo, no favoreca el desarrollo dci pensamiento Sobre las cxplica 4lones cc i :( fl hiSt 8 i 41K mo lelHs e Tpl7L iclou 1 norrnallnonte aparecan unidos% ci pi oviclencial $ el psicolgico. Segn el modelo providencial, la transicin dci stado (8 al estado a era explicado 2or la intervencin divina, $a que la (iei4lSi.1, de acuerdo con su naturale"a,
traba-a de un modo especfico en situaciones concretas% por e-emplo, castiga o recompensa un cierto tipo de comportamiento. Segn el modelo psicolgico, el comportamiento humano se explica por estar t citamente incluido en una le$ psicolgica s i generis que establece que el hombre (o posiblemente un hombre con determinados rasgos de car cter), en determinadas circunstancias, acta normalmente de un modo especfico. 9 s an, hasta la decadencia de la idea de una naturale"a humana invariable, el hombre era considerado como un elemento inmutable $ pasivo. Sus actos deban cumplir ese modelo, por tanto. 2ero estos dos modelos de explicacin no aclaraban el mecanismo del proceso histrico. *n la poca de la reflexin pragm tica, que contemplaba unos patrones de conducta, las reflexiones sobre el curso del tiempo pasado $ sobre los sucesos que realmente tuvieron lugar estaban mu$ poco desarrolladas, lo que afect de manera adversa el progreso de la cuestin de las explicaciones, *sto ocurra porque en el caso de la explicacin, que exige ir m s all de las fuentes, se necesitaba m s el conocimiento de la materia de investigacin, sin basarse en fuentes, que en el caso del establecimiento de los hechos. La conviccin, desarrollada por la reflexin moderna sobre los sucesos pasados, de que el curso de los acontecimientos tiene una direccin $ es continuo, ampli la cuestin de las explicaciones en la historia, $ al mismo tiempo la hi"o m s comple-a, $a que -unto a la pregunta sobre la causa de la transicin del estado a, al estado a, surge la pregunta sobre los fao tores de las transiciones constantes de estado a estado, es decir, sobre el mecanismo del curso de los acontecimientos. Los vie-os modelos, que no fueron abandonados, fueron unidos por los diversos modelos de explicacin gentica, por explicaciones a base de factores de cambio (sobre las transiciones de estado a estado), $ por modelos de explicacin del curso de los acontecimientos por medio de varias leves (interpretadas de diversas maneras). *n el modelo gentico, la explicacin consiste simplemente en una descripcin de los estadios consecutivos de un sistema, que sigue a otro en el tiempo. La explicacin relacionada con los factores del cambio saca a la lu" el papel de uno o m s factores (por e-emplo, el clima), considerados como externos al sistema en cuestin, lo cual dio lugar al peligro de una sobreestirnacin de la influencia de ese factor (de aqu, por e-emplo, el determinismo geogr fico). 2ero, como se ha mostrado antes, todos esos modelos no ofrecan oportunidad para explicar el desarrollo del curso de los acon tecimientos, es decir, el mecanismo de las transiciones de estado a estado (a*au). Los modelos de explicacin relacionados con las le$es, como se apunt en los tipos de reflexin tratados m s arriba, eran de dos clases% basado en la adopcin de un concepto de progreso, que es evolutivo, indo pendiente de cualquier suceso especfico, $ que tiene lugar segn alg:flh le$ de la naturale"a, o basado en la asuncin de unas fuer"as internas O especificadas, que ponen un sistema concreto en movimiento (por e-emp1]J el @lan #ital, el espritu de la nacin, etctera, es decir, le$es s i genel;i%); *n ambos casos, el problema no fue resuelto, sino simplemente desviado hacia el rea de la metafsica (en el ltimo caso, nos encontramos en realidad con una variedad mec nica del modelo basado en factores de cambio porque incluso el lan vital presupone un motor externo primario)Q OI supuesto, aquellos historiadores que no aceptaban la existencia de ningun] le$ que rigiera la historia se limitaban a las explicaciones por medio descripciones C) indicando las causas de los hechos aislados. 2or tanto, /< todos los tipos de reflexin sobre la historia tratados hasta aqu, la cuestin de la explicacin permaneca abierta. *sto quera decir que el desarrollo de la ciencia histrica exiga, primero, que se constru$era un modelo universal que explicara tanto las transiciones de un estado a otro como el mecanismo de todo el curso de los
acontecimientos, $ segundo, que ese modelo se constru$era sin recurrir a especulaciones metafsicas. *stas tareas fueron asumidas por representantes de la reflexin dialctica sobre el pasado $ sobre el mtodo de reconstruirlo, pero el modelo para una solucin total a estos dos problemas ha sido construido por los fundadores del materialismo dialctico. Los otros tipos de reflexin dialctica dieron slo, como veremos, soluciones parciales. *n la esfera de la reflexin dialctica la pregunta que se planteaba primero era% Wcu l es el mecanismo de su desarrolloX *sto era necesario para la construccin de un modelo (en el sentido de una teora) que un historiador pudiera aplicar en todos los casos de la labor investigadora. Los intentos de respuesta a esa pregunta general dados por los representantes de la reflexin dialctica diferan de un caso a otro, pero sus intentos de modelos de explicacin del desarrollo (movimiento) en el curso de los acontecimientos tenan un elemento comn, en concreto, el autodinamismo (relativo o completo) $ el holismo (idealista o materialista), como componente indispensable del primero. *l autodinamisnYo significa la bsqueda de la explicacin del proceso de cambios (movimiento) en el mecanismo interno de tiQansformaciones de los sistemas en cuestin, es decir, de las transiciones de un estado a otro. ,s, en la aproximacin dialctica, la materia de investigacin adopta la forma de un todo din mico que est en estado de desarrollo $ movimiento condicionado internamente. *s una aproximacin tal que slo establece hechos histricos en movimiento, esto es, los convierte en elementos activos del proceso histrico. ,qu surge una oportunidad de unir el estudio de los hechos con el de los cambios, $ el problema de la explicacin en la investigacin histrica adquiere, por tanto, un nuevo significado ($a que lo que se explica son los cambios)% se traslada desde una posicin, en cierto sentido, externa respecto al proceso histrico, a una posicin interna, lo cual significa que la explicacin del secreto del movimiento $ el desarrollo se busca en el proceso histrico mismo. 2uesto que, como hemos visto, el autodinamisnio Supone el conocimiento del mecanismo interno que causa el movimiento $ el desarrollo, el Mergsonismo no se inclu$e entre las teoras autodin micas, ni el concepto de espritu de una nacin, $a que estas teoras quedan satisfechas 4on la afirmacin de la existencia de fuer"as no especificadas que influ$en en un movimiento espont neo. *stas fuer"as, se supone, son de algn modo inherentes a los 1echos histricos, pero no se sabe cmo ponen esos he4hKS en movimiento. *stas teoras afirman, normalmente, que interviene :n factor divino ($ si rio lo hacen explcitamente, conducen a dicha con4l:SlKfl) de modo que en realidad ofrecen un modelo 5me-orado6 de ex2licacim relacionada con la 2rovidencia. !icho modelo es tambin teolgico. *l autoclinamismo espont neo se encuentra $a en la concepcin de Leihnm" sobre la variabilidad de las mnadas, pero en su tiempo esta idea tema Una impronta de rofeca inspirada. SeRalar un mecanismo dado de desarrollo interno, es decir, un autodinaflSmo, 2uede dar loar a lo niismno si el modelo inclu$e un factor sobrenapor elemplo, un 0acedor de tal mecanisnio que vigila que todas las Losas 2uestas en niovimiento por CSC mecanismo se mdievan en la direccin 2u tal caso, el autodinamisno se vuelve relativo y siempre es de naturale"a idealista. 9 s an, tal operacin cambia radicalmente ese concepto de autodinamismo idealista, porque I tanto si sus autores lo quieren (cfr. ,. Co$nbee) como si noI le da al modelo un car cter teolgico o incluso fatalista. Si, en ltima instancia, todo est siendo guiado por un 5relo-ero6 supremo, entonces podemos de-ar mu$ poco espacio, en ese modelo, para un papel real de los hechos histricos en la configuracin del proceso hist. rico. Sin embargo, aparte de estas consecuencias irrealistas, las concepciones dialcticas inclu$en los resultados de mochas investigaciones penetrantes que atestiguan el esfuer"o
constante de la mente humana para buscar la solucin del problema, extremadamente difcil, del cambio $ el desarrollo en la historia, '. La aparicin de la re$le9in dial@ctica en la 'istoria Las ideas dialcticas en las oponiones sobre el pasado ($ sobre la natu. rale"a) tomaron forma bastante despacio, de modo que antes de que hubieran tomado su forma plena, en las obras de +. 9arx $ B. *ngels, solan aparecer en su forma nuclear, a menudo relacionadas con las visiones opuestas. !e esta forma podan observarse en las obras de &bn +haldun, $ despus, m s claramente, en las concepciones histricas $ filosficas de 7. #. 0erder. *l mecanismo del movimiento $ el desarrollo, tal como lo interpretaba &bn +haldun, consiste en apo$ar que el desarrollo social se basa en los conflictos $ en particular en la oposicin entre el modo de vida nmada $ el urbano. 4omo escribieron 1Q1. Mec.er $ 0. *. Marnes, los procesos cclicos de la din mica social de &bn +haldun tenan lugar entre estos dos polos . *n las obras de 0erder encontramos tanto elementos de la teora del progreso constante de la poca de la &lustracin como fuertes elementos de una interpretacin dialctica del curso de los acontecimientos. ,tribua un gran papel a las diversas fuer"as rivales e interpretaba e) proceso histrico como 5un resultado del traba-o de fuer"as antpodas que luchan una contra otra $ producen una unidad nueva $ me-or6 2, 4omo es sabido, la filosofa de los procesos dialcticos no fue fundada hasta #. P. 0egel (1@@GQ1ED1). La ciencia histrica, que, en aquel tiempo, despus de haber sido tratada bastante superficialmente en el perodo de la reflexin crtica, entraba en el perodo dominarlo por la aproximacin erudita, no estaba todava preparada para asimilar las ideas que indicaban el modo de resolver el problema m s difcil de la historia, es decir, el del desarrollo. *n aquel tiempo pareca m s urgente adquirir capacidad y pr44S sin cientfica para establecer los hechos. 2ero el positivismo, que dirig1] la atencin de los historiadores, sobre todo, a la tarea de establecer los hechos, $ al mismo tiempo proclamaba la fe en el progreso constante de la historia, levant, sin embargo, dudas en las mentes de los estudiosos mas penetrantes sobre lo correcto de una explicacin del curso de 1G8 GGonter nsientos como sa, tanto m s cuanto que los datos proporcionaban, al parecer pruebas de lo contrario. Bue J. . 9ill quien seRal por primera ve" las regresiones temporah8 en la historia de la humanidad, $ la tendencia pesimista en ci positivimbo tuvo su origen en D. Murc.harclt (1E1EQ1 E>@). el autor de Dic Ktlt r dcc Re nciissance in lialio;n (1E?G). La crtica del supuesto funcionamiento de las le$es del progreso, independientes de los hechos, como una fuer"a desviable, crtica procedente de los representantes de la reflexin estructural, era indispensable para trasladar ese problema, desde un terreno externo a los hechos histricos, al interior del curso de los acontecimientos. *ste traslado del problema, a su ve", era necesario si se queran resolver las, cuestiones de la explicacin del curso de los acontecimientos. *sta crtica no equivala a la adopcin del punto de vista dialctico sobre el desarrollo de la historia. Simplemente introduca el holismo como un elemento necesario, pero no suficiente, en la interpretacin de la sociedad humana. 4omo hemos visto (cfr. captulo ;&), el holismo, o las diversas aproximaciones estructurales, podran servir de base para varios tipos de explicaciones, tomando corno patrn o el modelo ele explicacin relacionada con la 2rovidencia, o el modelo psicolgico (por e-emplo, en el espritu de la psicologa social, como en el caso de Laniprecht), o el modelo de explicacin relacionada con los factores. *l modelo dialctico, construido primero por 0egel $ modificado despus por 9arx $ *ngels, e incluido por ellos ntegramente en la filosofa materialista, serva entonces como modelo de explicaciones slo para un pequeRo grupo de historiadores relacionados con el movimiento obrero naciente.
2arece lgico que la oposicin poltica o enemistad hacia toda la concepcin marxista, que seRalaba el hecho de que las contradicciones, cada ve" ma$ores, obraban hasta hacer visible el ocaso del capitalismo, era el principal obst culo para la adopcin, por parte de crculos m s amplios de historiadores, del modelo de explicacin dialctica en las tcnicas de investigacin $ en an lisis m s generales. La dialctica hegeliana repela a los historiadores tradicionales por sus conclusiones racionalistas $ progresistas (desde el punto de vista social $ poltico), cu$o alcance llegaron a comprender m s tarde los i"quierdistas hegelianos. Ktra ra"n del hecho de que el pensamiento dialctico fuera pobremente asimilado por los historiadores debe verse en el estado general de la ciencia histrica, como se ha mostrado m s arriba, marcado por un ba-o nivel de reflexin terica, explcitamente atestiguada por los libros de texto sobre investigacin metodolgica, escritos por 9arrou, 0andeisman, 0al.in $ otros, incluso aunque stos revelaban un alto nivel de tcnicas de investigacin. 0egel, al indicar el camino para la solucin del enigma del desarrollo enel curso de los acontecimientos, no poda prescindir del concepto rnetabssco de espritu absoluto. Segn 0egel, tanto la naturale"a del ser como la del pensain-eirto es lgica. *l ser slo puede abarcarse como un todo. *l ser sufre cambios incesantes su-etos a le$es lgicas, de forma que cada estado sigue lgicamente al precedente. 2osQ tanto, en 0egel, el desarrollo histrico es el desarrollo del pensamiento, el desarrollo de la idea absoluta 3, $ no slo una coleccin de hechos casuales. 2retende su ob-etivo ltimo, que es la ;ictoria de la ra"n . Segn 1QCegel, esa victoria significara la conciencia de a libertad 0egel crea que el *stado era 5la encarnacin de la libertad racional6, aceptando plenamente, como es sabido, las condiciones existentes en el *stado prusiano, porque para l lo que era real era necesario $ racioqaL Los estadios del desarrollo histrico son estadios del desarrollo del espritu 0egel subra$aba cuatro estadios en la historia de la 0umanidad% el oriental, el griego, el romano $ el germ nico, que, aseguraba, era el estadio del des. arrollo gradual del espritu ob-etivo. Klvidemos toda esta superestructura idealista historiosfica $ concentrQ monos en la lgica dialctica de 0egel. 2ara 0egel, la tesis principal de esa lgica era el principio dialctico que establece que toda premisa verdadera tiene como correspondiente su no menos verdadera negacin. *sto significa que una cosa, a la ve", es $ no es. 0egel destac dos direcciones opuestas del 1 proceso ontolgico, que son el llegar a ser y el terminar, las cuales, -untas, i forman la unidad de ese proceso . La contradiccin es la fuente del auto. dinamismo, es decir, del autoQdesarrollo. *n 0egel, la afirmacin sobre las contradicciones cmo fuente de movimiento aparece con una formulacin clara, aunque slo los fundadores del materialismo dialctico llegaron a sub ra$ar que las contradicciones son la fuente principal ole movimiento $ des arrollo. :n interesante estudio sobre ese principio de la lgica de 0egel es el escrito por L. S. Nogo/s.i 6, que seRal la diferencia entre la concepcin hegeliana del movimiento $ las teoras est ticas del movimiento formuladas por Mergson $ Nussell . *s obvio que no podemos aceptar el principio de autodinarnismo sin aceptar el principio, igualmente importante, de condicionamiento $ causalidad (que es un caso especial de condicionamiento), lo cual significa que el autodinamisrflo se basa tanto sobre la contradiccin como sobre el condicionamiento O La combinacin de estos dos principios se ha hecho posible por la apro. xmacin bolista, en la que los todos son considerados como series de elemeo tos relacionados entre s. 4omo escribi L. Nago/s.i sobre las ideas de 0egel el movimiento als %elbstbeweg ng es un movimiento de un todo considerado de ese modo. 2or e-emplo, el
hecho de que un cuerpo, C, de-e de estar en un lugar, L, es una condicin del hecho de que el cuerpo C comience a estar en un lugar distinto de L. *n este caso, dos estados de un solo cuerpo fsico se condicionan mutuamente1 advirtase que estos dos estados no van :no detr s del otro, sino Ipuesto que cada uno de ellos est en el estadio de llegar a serI son simult neos, de modo que cada uno de ellos, por mediK de su llegada (en direcciones opuestas), \[llena6 el mismo momento preseflt Si ese condicionamiento, que en cierto sentido es interno, es a su ve" condicionado por algo m s, entonces tenemos que tener en consideracin un todo m s amplio, $ as sucesivKmente. !e este modo, las diversas formas de movimiento relativamente espont neo pueden considerarse, en ltima instan cia, como manifestaciones del movimiento en el sentido m s general dei trmino, es decir, el proceso autodin mico par e9ce$lence, el autodinarnism] del mundo . La causalidad, como forma especial de condicionamiento, eS interpretada por 0egel no como cosas o sucesos separados que van :GG detr s de otro, sino de modo que la causa se desvanece en el efecto, mientras que el efecto est en la causa 1G 0egel seRal tambin el hecho de que el desarrollo no es (uniformemente) continuo% perodos relativamente tranquilos son seguidos por otros caracteri"ados por cambios m s violentos. ,s, pues, en las obras de 0egel encontramos, en forma m s o menos amplia, la ma$ora de los principios de la dialctica que m s tarde iban a ser incluidos en un solo cuerpo por los fundadores del materialismo dialctico, el tratamiento del todo corno unidad de los contrarios, la relacin mutua de los elementos de un mismo todo $ de diferentes todos1 la aceptacin de las contradicciones internas de un todo corno fuente del movimiento autodin mico, la consideracin del movimiento $ el desarrollo como procesos no continuos, en los que los cambios cuantitativos producen nuevas cualidades. *stos principios son, adem s, una serie de reglas metodolgicas. La influencia de 0egel sobre el desarrollo de la reflexin sobre el pasado fue polifactica, pero, en general, los mismos historiadores fueron incapaces de usar las oportunidades de una aproximacin integral, inherente a los principios dialcticos1 se referan m s veces al idealismo de 0egel que a su mtodo de aproximacin al ob-eto de estudio. *n el pensamiento histrico actual, probablemente es la propuesta de ,. Co$nbee (1EE>Q1>@8) la m s ampliamente extendida $ la idea m s ambiciosa sobre un autodinamismo idealista dialctico. 0a dado lugar, desde la publicacin de los primeros volmenes de su A %t dy o$ Clistory, en 1' volmenes, a discusiones mu$ amplias, o me-or, intentos de interpretacin de las afirmaciones contenidas en la obra de Co$nbee]. 0o$ estamos en una situacin conveniente, desde que en 1>?1 apareci el volumen A&& de la obra, titulado Reconsiderat+ons, en el que el propio Co$nbee escribe sobre los comentarios a su libro, $ en algunos casos corrige sus opiniones anteriores, corno resultado de la crtica o de investigaciones subsiguientes. *l. volumen mencionado ofrece tambin la ltima formulacin de las opiniones metodolgicas de Co$nbee. , pesar de que sus opiniones Itanto las formuladas explcitamente como las que se deducen de sus an lisis de las diversas civili"acionesI muestran ciertas inconsistencias o qui" , simplemente, omisiones que permiten sacar diferentes conclusiones de sus afirmaciones, en general, la vasta concepcin de Covnbee debe ser interpretada como la manifestacin de una reflexin dialctica sobre el pasado $ sobre los mtodos de reconstruir ese pasado. 2arece que muchos malentendidos entre Co$nbee sus crticos e intrpretes se deben al hecho de que (por lo que puede entender este autor) los que lo 1G#.P. B. 0egel, *issensc'a$t der Logik, p g. 1>1. ^ ,. Co$nbee, A %t dy o$ Histor#, [ols. 1Q111, en 1>D<1 ^ols. &; y $, en 1>D>1 [ols. ;&&Q A. en 1>8<1 vol. A&, en 1>88, $ vol. A&&, en 1>?.1. La serie de obras sobre el traba-o de
Covnbee es inmensa, bastante ma$or de 'GG (el propio Co$nbee, en S:S Recons#+e,= ations, menciona '1G). V.stas son las principales% 6oynbee and "'story /i;itical Essays and Re#iews, 9. B. ,shlev (cd.), Moston, 1>8? (inclu$e irma de historiadores $ metodologistas, entre ellos 2. #e$l, P. +aufmann, ,., Soro.in P. *. Palsh, 0. CrevorQNoper, L. Pal.er, #. Marraclough, *. MarQ nr)1 L Histoire c/ %es interpretations. Eniretiens aoto r d;Arrzold 6oynbee sons a d+recte432 de Ra;mond Aron, 2arsQLa 0a$a, 1>?1 (2rocedimientos de la mnfcrencia nrraiQi,d,, por la dcole 2ratique des 0auter *tudes1 inclu$e aportaciones K 9. 4rubellier, N. ,ron, *. 9arrou. L. #oldrnann $ otros)1 *. B. .C. _ahn, 6oy bee discuten no han logrado notar el sentido dialctico de la obra de Co$nbee. ,lgunos puntos que Co$nhee tiene en comn con O. Spengler 12, pero que son de importancia secundaria para el problema de la explicacin en la investigacin histrica, hacen que mucha gente asocie a Co$nbee con Spengler, contra lo que el propio Co$nbee ha protestado firmemente 1!, F en realidad, la idea ele Spengler no tiene nada que ver con el concepto de autodinamismo, que caracteri"a el sistema de Co$nbee. *s cierto que en las interpretaciones de Spengler las civili"aciones surgen $ perecen, $ en el proceso pasan a travs de determinados estadios, como hacen los animales $ las plantas, pero todo esto tiene lugar segn un destino inevitable 1" que recuerda las le$es positivistas. Co$nhee, al protestar porque se le relacione con Spengler, se disociaba explcitamente, sobre todo, del fatalismo de Spengler. Subra$aba que no esQa un determinista (en el sentido de fatalismo) $ que, al contrario que Spengler, no aceptaba la idea de que las civili"aciones existan aisladas. Co$nbee admita indirectamente haber sido inspirado por 0egel, $ se refera explcitamente al efecto que haba tenido sobre l el profundo estudio de Ceggart (cfr. captulo ;&) 1 4uando explicaba su concepto b sico de 5reto $ respuesta6, que podemos tomar como una interpretacin especfica de la lucha de los contrarios en un todo concreto, esto es, la fuente del autodinamismu, Co$nhee escribi% \[La idea del reto $ la respuesta, que -uega un papel fundamental en mi cuadro del curso de los asuntos humanos, no es slo una ^interpretacin privada` ma. La pare-a de palabras me vino del poeta ingls Nobert Mro/ning, aunque haba olvidado que no fui $o quien acuR la expresin hasta que redescubr su fuente por casualidad, despus de publicar mis seis primeros volmenes. La idea que expresan las palabras me vino, como he sabido siempre, del ,ntiguo Cestamento1 $ teniendo en cuenta la extraordinaria influencia de la Miblia en todo el pensamiento occidental, incluso el pensamiento que se ha rebelado conscientemente contra la dominacin de la Miblia, no tengo ninguna duda de que sta fue la fuente de la que tambin Mro/ning recibi la idea, $ fue tambin la fuente de la que 0egel obtuvo su concepto de dialctica. 9althus su concepto de lucha por la existencia $ !ar/in, a travs de 9althus, su concepto de evolucin6 1?, Segn Co$nhee, lo ene es nuevo en la historia ha nacido exactamente de las respuestas del hambre a los diversos retcs que vienen del mbito natural o de otra gente . Co$nhee rompi completamente con la interpretacin posb tisJista riel progreso # comen" a interpretasQlo (al crecimiento) como desarrollo. 5Lo he visto como una serie de actos en el drama del reto $ respuesta, en el que cada acto da lugar a una respuesta con xito al reto con el que se ha abierto ese acto, mientras que cada una de estas respuestas logradas da lugar a la presentacin de un nuevo reto que produce un nuevo acto)S . La dialctica de Co$nbee est profundame-te imbuida por la metafsica religiosa, lo cual es la ra"n principal de que sea considerado m s corno poeta que como un estudioso, o
incluso como un visionario y profeta, contra lo que l tambin protestaba. Co$nbee aseguraba que su principio de reto $ respuesta, que es la fuente del desarrollo, es una manifestacin de !ios, incluso aunque el reto venga del hombre o de la naturale"a Sobre este punto, Co$nbee encontraba dificultades para conciliar el autoclinam-snQio la voluntad de !ios $ l.a libre voluntad del hombre. 0ablaba sobre la voluntad parcialmente libre '8 $ al mismo tiempo estableca que este comple-o de relaciones es probablemente algo m s all de la comprensi1 humana. *l caso de Co$nbee muestra claramente las consecuencias de la dialctica idealista, que se convierte en misticismo religioso $ se acerca al gnosticismo. D. Los n e#os elementos otoldgicos y episteinolgicos en la dial@ctica materialista *l nuevo elemento dialctico en el sistema de 0egel, que revolucion las interpretaciones anteriores sobre el pasado, fue plenamente apreciado por +. 9arx (1E1EQ1EED) $ B. *ngels (iE'G<E>8) 2ero ellos trasladaron esa dialctica desde el nivel de la idea o el espritu al nivel del mundo material de la naturale"a $ la sociedad es decir, transformaron la dialctica idealista en dialctica matealista 5!e este modo I como escribi *ngelsI, la propia dialctica de los conceptos se convirti simplemente en el refle-o consciente del movimiento dialctico del mundo real, $ as la dialctica de 0egel se Sit$% &n su cabe"a1 o m s bien, desvi la cabe"a sobre la que se apo$aba $ se coloc sobre SUS pies6 '1, *sto implicaba tambin abandonar las opiniones del grupo de la i"quierda hegeliana, al que 9arx $ *ngels haban estado unidos al 2rincipio1 ese grupo recha" el idealismo de 0egel, pero tambin recha" el mtodo dialctico porque no logr ver que el mate?ialismo sin la dialctica que explica el mo$imienG $ el desarrollo, debe conducir a $n interpretacin &dealista del pasado. !esde el punto de vista epistemolgico, adem s, el mater aaismo rnecan-cista era, en realidad, m s primitivo que el idealismo dialctico, 2uesto que interpretaba el mundo de forma pasiva, sin asumir el papel activo de la materia cognoscitiva. 9arx, al criticar el materialismo de Beueroach pero inspirndose al mismo tiempo en sus opiniones, subra$aba el hecho de que era el 2rincipal defecto de las aproximaciones materialistas anteriores. *scribi que 5eY principal defecto de todo el materialismo existente hasta ahora Iincluido el de Beuerbachb es que la cosa realidad, sensualidad slo es 4oncebida en forma de ob-eto o de contemplacin, pero no como actividad ensible humana, no sub-etivamente. ,s ocurra que el lado activo, en contra 8pG81G1?G al materialismo, fue desarrollado por el idealismo Ipero slo de fasQusa abstracta, puesto que, desde luego, el idealismo no conoce la acti[Ydad real, sensible, como tal6 '' *l materialismo dialctico, al unir integralmente el materialismo con la dialctica, uni en un mismo sistema la tesis sobre la realidad material como ob-eto de conocimiento con la tesis sobre el papel activo de la materia cognoscitiva, que en cierto modo 5configura6 el ob-eto de conocimiento en el curso del proceso cognoscitivo. Lo que los intuicionistas trataban de alcan"ar de forma mstica, sugiriendo una 5comprensin6 de los hechos, especialmente los sociales, que hara posible 5penetrar en la esencia de los hechos6, fue resuelto de un modo plenamente racionalista por el mtodo del materialismo dialctico. *l materialismo dialctico evitaba, por un lado, el acercamiento caracterstico del positivismo, que asume un refle-o pasivo del mundo real en la materia cognoscitiva, $ por otro lado, la opinin que afirma que la realidad es creada por la materia cognoscitiva en el proceso del conocimiento. Cal como lo interpreta el materialismo dialctico, el conocimiento es un proceso en el que ha$ una contradiccin constante entre el su-eto $ el ob-eto del conocimiento, contradiccin que es la fuente del desarrollo del proceso
cognoscitivo. Llegamos a conocer el mundo real en el curso de la actividad pr ctica, es decir, cuando transformarnos el mundo real, que es el ob-eto de nuestro conocimiento. 4ada estado real del mundo real es un estmulo que hace que el hombre emprenda una actividad cognoscitiva, $ al mismo tiempo sirve como criterio sobre la valide" de los actos de conocimiento anteriores. 2ara el conocimiento histrico esto significa que adquirimos el conocimiento de los hechos pasados en el curso de transformaciones constantes de las im genes consecutivas de esos hechos (hechos historiogr ficos, ver captulo 'I), producidas por el proceso cognoscitivo, porque los hechos pasados no pueden transformarse por s mismos. Cambin adquirimos el conocimiento de los hechos pasados cuando comprobamos las lneas maestras basadas en el estudio del pasado $ pro$ectadas para transformar las condiciones ahora existentes. Si nuestra actividad, basada en el conocimiento del pasado, produce los resultados esperados, esto seRala la fiabilidad de ese conocimiento nuestro1 si no lo hace, entonces este hecho es un estmulo m s para afrontar estudios que modifiquen (globalmente o en parte) la imagen del pasado obtenida hasta el momento. !e este modo, la idea dialctica de la superacin de las contradicciories como fuente de movimiento $ desarrollo ha permitido, en el nivel ontolgico, cambiar totalmente el modelo de explicacin de la historia como resultado de una nueva interpretacind ls hechos pasados $ as explicar el enigma del desarrollo. *n el nivel episternolgico ha permitido evitar los errores del induccionismo mecanicista $ del deduccionismo a priori, preparando aS& el camino hacia una aproximacin integral que combine la induccin con la deduccin. La reflexin dialctica ha combinado, en un todo, las exigencias contradictorias de varios tipos de reflexin metodolgica sobre el pasado1 la me"cla de esos distintos tipos de reflexin, cada uno nacido de su propia tradicin filosfica particular, ha producido una clase de reflexin enteramente nueva sobre la investigacin histrica. ,parte de las tradiciones filosficas mcncicnadas, slo algunas pueden considcrarsc dircctarnente celada nadas con el origen de la dialctica materialista. ,l referirse a las fuentes del materialismo dialctico, *ngels, en su AOts DG'ring, suhra$ las tradiciones materialistas e idealistas de la poca la &lustracin1 las ideas utpicas de 4. L&. SaintQSimon (1@?GQ1E'8), 4h. fK: rrier (1@@'Q1ED@) $ N. K/en (1@@1Q1E8E), que proclamaban el reino de la ra_Gr $ de la -usticia eterna (interpretado de formas diferentes $ ahistricamente por todos ellos), que poda ser inmediatamente hecho realidad, una ve" comprendido, $ que poda convertirse en el pensamiento materialista moderno. Cambin mencionaba, en relacin con esto, la tendencia dialctica en filosofa, que tuvo su origen en la ,ntigHedad $ sus cimas en las concepciones de 0egel 'D *n esta concepcin, todo el mundo de la naturale"a, la historia $ el espritu se mostraba como un proceso, o sea, su-eto a cambios, transformaciones, un movimiento constante $ un desarrollo. 5!esde esta base, la historia de la humanidad (...) apareca (..) como el proceso de desarrollo de la propia humanidad. ,hora se converta en una tarea del pensamiento seguir los estadios graduales de este proceso a travs de todos sus caminos tortuosos $ tra"ar las regularidades internas que corren a lo largo de todos sus fenmenos aparentemente fortuitos6 24, Codava queda otro problema, que es de importancia considerable para establecer la estructura metodolgica de la investigacin histrica1 en concreto, el problema de la interpretacin del proceso de la naturale"a, por un lado, $ el de la historia, por otro. (a postura sobre este prblerna influa sobre las opiniones en torno a la historia como una ciencia que difiere metodolgicameiQite de la ciencia natural o que revela similitudes
esenciales con la ltima. *l rnaterial-snQio dialctico tambin ha establecido la"os entre estas dos posturas. *l resultado es una visin uniforme del desarrollo en la naturale"a $ en la sociedad que admite los rasgos especficos del desarrollo histrico $, por otro lado, no implica las consecuencias fatalistas de la opinin que ve en el desarrollo histrico la labor de le$es 5implacables6 que recuerdan a las le$es de la naturale"a '8 52ero lo que es cierto de la naturale"a (...) es del mismo modo cierto de la historia de la sociedad en todas sus ramas (.) La historia del desarrollo de la humanidad demuestra ser esencialmente diferente de la de la naturale"a. n la naturale"a QIen la medida en la que ignoramos la reaccin del hombre Stcb la naturale"aI slo ha$ agentes ciegos, inconscientes, actuando uno Sobre otro, con una le$ general que opera fuera de su interaccin. 3ada de todo lo que ocurre Isea en los innumerables accidentes aparentes que 2odemos observar en la superficie o en los resultados finales que confirman , lare inherente a estos accidentesI ocurre como un ob-etivo deseado conscientemente *n la historia de la sociedad, por el contrario, los actores est n todos dotados de conciencia1 son hombres que actan con deliberacin o con pasin, traba-ando para conseguir metas definidas1 nada Kcurre sin un propsito consciente, sin un ob-etivo pro$ectado. 2ero esta distincin, con ser importante para la investigacin histrica, particularmente Sobre hechos $ pocas particulares, no puede alterar el hecho de que el curso de la historia est gobernado por le$es internas generales6 '? 2uesto que el desarrollo histrico, a pesar de sus peculiaridades, es en 2rincipio un proceso natural que tiene lugar en cada caso de acuerdo con lKs princ-pi de la dialctica, es decir, puesto que la historia de la sociedad es considerada en ltima instancia, corno la historia de la naturale"a, los metodos de estdiar la historia de la sociedad no necesitan diferir esencialmente de los que se utili"an para estudiar la naturale"a. *sto apo$a de un modo nuevo la opinin de que todas las ciencias son uniformes desde el punto de vista metodolgico. 9arx escribi que 5en el futuro, la ciencia natural absorber la ciencia humana del mismo modo que la ciencia humana absorber la ciencia natural% se convertir n en una sola disciplina6 '@ Los principios de la dialctica Ientendida esta ltima como la teora del desarrollo del mundo real $ como el mtodo de interpretar esa teoraI fueron desarrollados, sobre todo, por 9arx $ *ngels 'E $ m s tarde por los representantes m s eminentes del pensamiento marxista% $. Lenin '>, F. 2le- nov, ,. Labriola, ,. #ramsci $ otros. 3ormalmente, los libros de texto enumeran varios principios, rasgos o le$es de la dialctica, pero en la ma$ora de los casos slo los nombran, sin ofrecer ningn intento de distinguir los m s importante $ los que dependen del primer grupo. 2ero las obras de los fundadores de la dialctica nos autori"an explcitamente a afirmar algo que se deduce tambin de un an lisis de la dialctica de 0egel, que lo que es nuevo en la teora $ el mtodo de la dialctica es la solucin del problema del movimiento $ el desarrollo. *sto significa que el principio de autodinamismo (que dice que el movimiento $ el desarrollo tienen lugar a travs de contradicciones) $ el principio del desarrollo saltan al primer plano La condicin necesaria de tal interpretacin del movimiento es, como hemos dicho previamente, la consideracin del mundo real como urs todo (un sistema) cu$os elementos est n unidos unos con otros $ afectan unos a otros. *ste es, por tanto, el principio del holismo. Los principios del autodinamismo $ el holismo, estrechamente relacionados, que afirman que 5el todo6 se mueve $ desarrolla como resultado de contradicciones internas, subra$an el hecho de que dichos 5todos6 contienen 5partes6 contradictorias (subsisternas, elementos) que se condicionan recprocamente la existencia. Su lucha causa el movimiento $ el desarrollo. *sto se denomina el principio de unidad de los contrarios. Los principios del autK dinamismo $ del holismo dan lugar
directamente a otro principio, tambin, en concreto el que afirma que, en el curso del movimiento $ del desarrollo, los cambios cuantitativos producen cambios cualitativos, es decir, el nacimiento de nuevas cualidades. Si aceptamos el autodesarrollo, asumimos que los fenmenos nacen, toman forma $ se desvanecen, $ por tanto, asumimos que en cierto momento un fenmeno que toma forma alcan"a un estado en el que est totalmente formado $ aparece como una nueva cualidad. *sa nueva cualidad puede ser la negacin de una cualidad anterior, $ la negacin de esta nueva calidad puede recordar de algn modo esa cualidad anterior. *stas cuestiones ser n tratadas de nuevo en la siguiente parte del libro, cuando se analicen las caractersticas de la materia del estudio del pasado. Lo mismo ocurre con los problemas del materialismo histrico, que forman el centro de las subsiguientes reflexiones sobre la historia $ el mtodo de explicarla. -. El nacimiento del materialismo 'istrico *l mtodo de la dialctica materialista, aplicado al estudio d la historia social, dio lugar a la teora $ al mtodo del materialismo histrico ,l referirnos al materialismo histrico como teora querernos decir la serie de afirmaciones generales sobre los hechos pasados, afirmaciones que explican el movimiento $ el desarrollo en la sociedad, $ al referirnos al materialismo histrico como mtodo queremos decir la serie de lneas maestras de investigacin que forman un modelo especfico de explicacin del pasado; La teora $ el mtodo del materialismo histrico, igual que la dialctica materialista, fueron creadas por 9arx $ *ngels D', cu$as tesis fueron desarrolladas m s tarde por $. Lenin $ F. 2le- nov, principalmente. 9 s an, muchas tesis fueron desarrolladas tambin por +. +auts.$, ,. Labriola, 0. 4uno/, 3. Mu.harin, L. +r"$/ic.i, +. +ellesQ+rau", ,. #ramsci, #. Luc. cs, L. #oidman $ otros ], quienes, aun usando los mismos conceptos, han 'E *l principal papel lo cumplen +. 9arx $ B. *ngels, Dic de tsc'e "deo3< gie (1E<8Q 1E<?)1 +. 9arx, ,is@re de la P' losop'ie, 1E<@1 +. 9arx, Postscript 3.4 t'e End. edition o$ /apital, 1E@D1 B. *ngels, .-nti=DG'ring, 1E@E1 B. *ngels, L dwig Ce erbac' am" i'e < tcome o$ /lassical Bernzan P'ilosoplzy, 1EE?1 B. *ngels Dtaleciics o$ :at re, 1E@DQ1EEE1 entre los escritos marxistas sobre el mtodo cba lctico est n P. +ra-e/s.i, <ntologa, ;arsovia, 1>?81 9. 4ornforth, Dialectica materiaitsm, vol. 1, Londres, 1>8'. La dialctica del proceso histrico (en la nata rale"a $ en la sociedad) es anali"ada por ,. #rushin, <cerki logiki istoriceskogH issledowania (*sbo"o de lgica de la investigacin histrica), 9osc, 1>?1. ;aSe tambin 7. 2. Sartre, /ritiI e de la raison dialecsiI e, 2ars, 1>?G, que se ocupa de la sociedad (grupo social) como un todo, desde el punto de vista bolista. Lenin escribi explcitamente que la esencia de la dialctica conSistt ca 7a comprensin de los cienientos contradictorios ile todo fenmenK luir. i. (dolori A, Doleclical ,aterialisnE, cd. ci2, p g. E<). La formulacin de sal a pi .s,ip;a l na se Seficic a laS tencion=laS en conflicto) no invalida el pral cio 3pm A; la coniradiccin% el Leche de que algo se desarro2e de un mo1] 1 m)dica un par de attrnaciuncs co-itmaclictorias (efr. +. ,-dul1] @ ssaa, \_o aa i siartec"nosc6 (4ambio $ contradiccin), en 7e"$. 1)Kr=SliflSe (LKl guae $ culloclii&lcntK). vol. &&, ;arsovia, 1>?8, p gs. >(1Q1 G?. 1?? *ngels, pr cticamente, en todas sus obras. *ntre las obras de 9arx, veanse Z r Ki=itik der Hegeisc'en RecJ;ztsp' losop'ie, 1E<<1 ,isbre de la piLlo%<p'ie, 1E<@1 Z r Kritik
der politisc'en <ekonornie, 1E8>, $ las obras que eran aplicacio-es pr cticas de los principios del materialismo histrico al estudio cia la &nstosla 6+ze 3K037 &r ina+re o$ Lo zs &onaparte, 1E811 6'e /i#il 1<a@Q in Brance, 1E@1, $ El capital (vol. 1, 1E?@1 vols. && $ &&&, publicados por *ngels en 1EE8 8J 1E><) que es la obra ndarnental de la teora marxista. *ntre las obras de *ngels, T[eanse L dwig Ce erbac' and t'e < tcome o$ /lassical Berinall P'iiosop'#, 1EE?1 $lti=D83sring, 1E@E1 <rigin o$ t'e Camily, Pri#ate Property and 0'e %tate? 2c De#elopnzent o$ %ocial ism $rom !topia lo %cience, $ 6'e Peasant l1ar in BernEany, donde se aplican en la pr ctica lOS principios del materialismo histrico. Las obras escritas con-untamente por 9arx $ *ngels son, entre otras, Ese de tsc'e "deologie, 1E<8Q1E<?, $ 6'e /omns nist ,am$esto, 1E<@. Cambin se encuentran muchas afirmaciones en la correspondencia de 9 rx $ *ngels. a *ntre las obras de Lenin, vanse 6'e De#elo pment o$ /anitaiisni R ssia, 1E>>1 The %tate and /ae Re#ol tion, 1>1@. F. 2le- nov, /ontrib cin al problema del desarrollo de la interpretacin 3$l<nistica de la 'istoria, 1E><1 La interpretacin materialista de la 'isoria, 1E>@1 fil papel del indi#id o en la 'istoria, 1>G81 +. +auts.$, Die materialistisclae Besclzzc'ts4$$4LMg Merln, 1>'@1 la obra m s importante de ,. Labniola rs )el N$lareriolisisio storico, 1E>?1 *. 4uno/, Dic ,ar9sc'e Besc'ic'ts=/rse$lsc'a$ts !nd %taatstl744r+e OE7 3 lDn.hnnin, 6a; 63enr3; o$ Historie: ,atar iaiian", 1>'a. m"tre las aportad(ones pKlacas est n muchas olras de L. +r"xeic.i, con afirmarlo=Dm 'GJ 8 D tuol 1E dci cies rc introducido muchos elementos controvertidos. Los ltimos se relacionan, entre otras cosas, con la definicin del lugar del materialismo en el sistema de las ciencias $ en la teora marxista . *l siguiente esquema muestra las relaciones mutuas entre el materialismo histrico $ el dialctico% Los fundadores del materialismo histrico llegaron a la conclusin de que el desarrollo de la sociedad es de naturale"a dialctica, despus de haber examinado la historia de la humanidad.c*sto se afirma claramente en ,ani$iesto /om nista, que resuma el estado de formacin del materialismo histrieo. *l estado posterior es de desarrollo de las ideas que explican la historia. La teora del desarrollo social como desarrollo que tiene lugar a travs de la lucha de las contradicciones ha adquirido as una amplia base factual, $ una serie de afirmaciones sobre las cuestiones m s variadas de la historia humana Los problemas especficos ser n tratados m s tarden, por el momento seRalemos las manifestaciones fundamentales de las contradicciones que son la fuente del autodinamismo en la historia, $ que haban sido indicadas por los fundadores del marxismo. 2ara evitar las asociaciones con el desarrollo histrico interpretado como un proceso 5autom tico6, es decir, que tiene lugar independientemente de las acciones humanas, usaremos el trmino 5activismo marxiano6 para el propsito de estudiar la sociedad. 4on referencia al mundo real como un todo (es decir, naturale"a $ sociedad), podemos, por supuesto, conservar el trmino 5autodinarnismo6, que indica que todo el sistema traba-a 5independientemente6. *l desarrollo lisrn, 9osc, 1>8G1 7. 0ochfeld, %t dia o zarksisto#;skie+ teorii spolecz.enst3aa, ;arsovia, 1>?D1 G. Lange, 2olitical *conom$, vol. 1, cap. &&, Kxford, 1>?D1 7. 7. Piatr, %zkic o rnaterzaltznsie lsistorycz d#m i soc$oPogii, ;arsovia, 1>?'1 ,. 9ale/s.i, 5*mpir$c"n$ sens materiali"mu histor$c"nego6, %t dia Ciloso$iczne, nmero ', 1>8@, p gs. 8EQE11 la aplicacin del mtodo del materialismo histricK en los
estudios histricos se anali"a en% ,. 9ale/s.i, 7. Copols.i, [\9etoda materiali"mu historvc"nego / pracach histor$./ pols.ichS6, %t dia Cilozo$iczlle; nmero ?, 1>8>. La funcin integradora del materialismo histrico es seRalada en .1. Copols.i, 5&ntegracv-nv sena matcriali"mu historve"nego6, %lztdia ,etod<; logzczne, nm. 1, 1>?8. ;er tambin K. 9onter, 5!ic philosophischen #rundiagelY des historisehen 9aterialismusSJ, ,Saeeul"iin, 1>?G, p gs. 1Q'?, $ 2ounn St1,dtes iii tlPe Pliilosop'# o$ t=ie %cieizces a d t'e "=(zn aozizes. Arnter darn. D? :n buen an lisis de esta cuestin se encuentra cii 7. 0ochfc.l, ,,9atriaaii-l histor$c"n$ a soe-ologiaS, incluido en el libro de 1IdnelXfeld rnene%onado cr1 a 11G18 anterior. 8X ,dem s, la terminologa usada ser ligeramente diferente. de la sociedad a travs de las contradicciones no slo no se de-a de lado, sino que afirma explcitamente la formacin de la imagen del pasado por la sociedad misma. !esde luego, dicha actividad slo puede tener lugar en condiciones naturales especficas, que no son constantes, pero Ide acuerdo con la dialcticaI est n en el proceso constante del movimiento $ el desarrollo, proceso que en este caso, tambin, tiene lugar por la superacin de las contradicciones. Los todos naturales $ sociales est n, como subra$aron 9arx $ *ngels, relacionados mutuamente. 7unto a la suma de las contradicciones que 5ponen a la naturale"a en movimiento6, $ la suma de las contradicciones que 5ponen a la sociedad en movimiento6, debe haber un punto de contacto de estos dos subsistemas. > es en ese punto de contacto donde los fundadores del materialismo histrico descubrieron el estmulo b sico de desarrollo de la historia de la humanidad. *sto ocurre porque la principal contradiccin que condiciona el desarroOno social est situada -usto en el lmite entre la naturale"a $ la sociedad. la contradiccin entre el hombre $ la naturale"a la solucin que da Olugar al desarrollo de las fuer"as productivas DE lrale"a 0ombre -arrollo de las fuer"as product1 ,dvirtase, en este sentido, la siguiente afirmacin de 9arx que explica el proceso del traba-o (es decir, el de la actividad del hombre)% 5*l traba-o es, en primer lugar, un proceso en el que participan tanto el hombre como la naturale"a, $ en el que el hombre, por propia decisin, empie"a, ; regula $ controla las reacciones materiales entre l $ la naturale"a. Se enfrenta a la naturale"a corno una fuer"a perteneciente a ella, poniendo en movimiento bra"os $ piernas, cabe"a $ manos, las fuer"as naturales de su cuerpo, para utili"ar los productos de la naturale"a de una forma adecuada a sus propios deseos. 4on este actuar sobre el mundo externo $ cambiarlo, cambia al mismo tiempo su propia naturale"a. !esarrolla sus poderes adormecidos $ los obliga a actuar obedeciendo su poder6 . La contradiccin entre el hombre $ la naturale"a es din mica, puesto que las fuer"as prod-lctivas que surgen corno resultado de esa contradiccin tienden a desarrollarse continuamente. La segunda contradiccin, que condiciona el desarrollo social $ est unida a la primera, concierne a la relacin entre las fuer"as 2roductivas $ las relaciones de produccin. 5*n la produccin social de su ;ida, los hombres entran en relaciones definidas que son indispensables e &ndependientes de su deseo, relaciones de produccin que corresponden a un estado definido de desarrollo de sus fuer"as productivas materiales6 T fltonces surge una contradiccin entre las fuer"as de produccin, que son mas din micas, $ las relaciones de produccin, que son m s inertes, $a que aquellos grupos
sociales que tienen a su disposicin la propiedad $ el 2odeiJ $ por tanto determinan la naturale"a de la produccin, $ consiguien 4r 7. Cupols.i, S[,.i vseisi ocena .onc\Jpa proceso d"ie-o/egoS\ (*l con4ipto actis isla de proceso histrico), %zidia leilozo$zczne, nm. ', 1>@', paglas 1'1.1D8
temente, las relaciones sociales, se oponen a los cambios que les seran desfavorables. La superacin de esta contradiccin da lugar al desarrollo de las relaciones de produccin (1) que, al adecuarse al nivel de las fuer"as de produccin, se convierten en relaciones de produccin nuevas )II). ivas La contradiccin entre las fuer"as productivas $ las relaciones de pro. duccin adopta varias formas. Su forma m s manifiesta es la lucha de clases, es decir, el conflicto entre grupos de personas, algunos de los cuales est n interesados en cambiar las relaciones de produccin existentes, en asfaltar el camino para el desarrollo de nuevas fuer"as productivas, mientras que los otros se esfuer"an en conservar el estado actual de cosas. rLa tercera contradiccin fundamental en el macrosistema que es la sociedad tiene lugar entre las relaciones de produccin $ la denomnada superestructura social, es decir, la 5superestructura legal $ poltica a la que corresponden formas definidas de conciencia social6 <i 9arx escribi que el estado de las instituciones, opiniones e ideas, tal como existe en una] sociedad dada, esto es, en general, el estado de la conciencia humana, 5debe explicarse m s por las contradicciones de la vida material, por el conflicto existente entre las fuer"as productivas sociales $ las relaciones de produccin6 <' 9ientras que las relaciones de produccin son marcadamente est ticas, en comparacin con las fuer"as de produccin, la superestructura (como un todo) revela a su ve" este rasgo, en comparacin con las relaciones de produccin. Los cambios en las relaciones de produccin dan lugar a cambios de adaptacin en la superestructura, porque la vie-a superestruo tura (1) impide las transformaciones de las relaciones de produccin. ,s O ha$ un conflicto, a nivel superestructural, entre aquellos elementos que sirven a las relaciones de produccin existentes $ aquellos que favorecen los cambios. *sto da lugar a la formacin de una nueva superestructura (&&), que, sin embargo, conserva muchos elementos vie-os. sdesuperestructira&estructura&& *stas tres contradicciones pueden ser interpretadas tambin como las le$es b sicas del desarrollo social. *sta cuestin ser tratada m s adelante. La teora del materialismo histrico, al descubrir el mecanismo del desarrollo, prop!r4iKfla un modelo especfico para explicar la historia. *ste modelo es dialctico (con vistas al desarrollo), $ por tanto, bolista $ difla l inico (o estructural $ gentico). *ste modelo indica el camino para la solK cin de uno de los problemas m s
desconcertantes de las ciencias sociah8J <1 "'demQ,R.. /orauf sich rin -uristischer und politichcr &7ebeebru cr'ebt iind /elcher hestirsmte cese llschattliche 7De/uhtseinformen S1nlsp lechen.6 TTCderspruchen d.c materlellKn Lobeas, rus dom vorhandcnen +ontli.t "iS4l gesellsciialtllclicfl irodukt>vkrtiften un p-odu.tionsverhti1tniS en cr.biren.` ema de uno de los problemas m s uesconcertantes de las ciencias socia&4S [en concreto el de la unin del estudio de la estructura con el estudio de los cambios. !ebe subra$arse, sin embargo, que todo esto es todava, en gran parte, un postulado metodolgco. *n la pr ctica, la investigacin metodolgica slo tiene, todava, una orientacin estructural, o slo gentica, $ se ha hecho mu$ popo, hasta el momento, para combinar estas dos aproximaciones en un=2uesto que la aproximacin gentica parece lgica para los historiadores, parece que, para unir el estudio de la estructura con el de la gnesis origen, es necesario integrar la investigacin histrica con la sociolgica $ con otras investigaciones (por e-emplo, econmica), promovidas por las ciencias sociales que tienen una ma$or orientacin terica. Las ltimas disciplinas mencionadas proporcionan categoras conceptuales que son indispensables para una aproximacin metodolgica de orientacin estructural=Se afirma, por supuesto, que el modelo dialctico, o sea, el modelo que indica que las explicaciones deben buscarse en las contradicciones de los sistemas (estructuras) que se investigan, es tomado como punto de partida, es decir, como hiptesis heurstica. *l lugar donde deben buscarse esas contradicciones en el estudio del pasado de la humanidad, lo indica la teora del materialismo histricoi Las investigaciones basadas en el modelo dialctico de explicacin est n ganando un reconocimiento cada ve" ma$or en todo el mundo. 7unto a los aistoriadores de los pases socialistas, grupos considerables de historiadores de otros pases, tambin, est n en favor de la interpretacin marxista de la historia $ del mtodo dialctico. Los primeros en escribir una historia segn el modelo del materialismo dialctico fueron lderes de la clase obrera, de quienes Lenn fue el m s importante. 9. 2o.rovs.$ fue uno de los. primeros historiadores profesionales que desarroll la reflexin terica sobre el pasado inspirada por la dialctica materialista . !espus de la Segunda #uerra 9undial ha habido un destacado aumento de este tipo de investigacin, estimulado adem s por el recha"o del culto a la personalidad (asociado con 7os Stalin), que supona el dogmatismo en las ciencias sociales. *l intento de reconstruir los diversos tipos de reflexin metodolgica en la investigacin histrica hecho ns arriba muestra que cada uno de ellos estaba en favor de una forma especfica de ciencia histrica. 4ada :no de ellos, consiguientemente, dio su propio modelo de narracin $ explicacin, normalmente considerada como racional desde el punto de vista de las. exigencias planteadas por los historiadores en un perodo concreto. 2ero, al margen del tipo de modelo, que para un historiador concreto Signifi4a una serie especfica de reglas para los procedimientos cCe investigaci reglas lgicas desde el punto de vista de un ob-etivo determinado de investigacin, podernos hablar de ciertos elementos b sicos, pasos o fornas de dichos procedimientos, que son caractersticos de cualquier reconstruccin del pasado. ,s, en cada modelo, los resultados dependen, aparte de las fuentes, del ob-etivo $ del conocimiento no basado en fuentes. La Situacin ideal sera aquella en la que el ob-etivo no slo no estuviera en contradiccin con las exigencias de la investigacin cientfica, sino que estirnulara dicha investigacin, $ en la que rl hisoriJtor tuviera tal 4GGGGiQ iento no basado en fuentes
que facilitara su OnvoJ8tigaeill, en el m ximo gradG posible. Si afirmamos que el ob-etivo de todo cientfico, $ por tanto, tambin de la investigacin histrica, es adquirir el conocimiento del mundo real para satisfacer el vie-o inters del hombre por el mundo que le rodea, del que forma parte, $ para modificar ese mundo real, entonces podemos decir, en trminos generales, que el grado en el que se puede obtener ese ob-etivo depende del conocimiento, basado $ no basado en fuentes, que tenga el historiador, $ de su capacidad para utili"ar todo ese conocimieflt 'ER)ER 0*R'E L* 1E'232L!-I* !.4E'IV* 3E 5I&'!RI*
x 0echos histricos 1. :otas preliminares 4uando un historiador se dispone a estudiar un fragmento elegido del pasado, tiene a su disposicin, entre otras cosas, un conocimiento general especfico del proceso histrico $ un conocimiento m s detallado de los problemas de la poca $ la regin que investiga. *se conocimiento general, cualquiera que sea su modelo $ comoquiera que le a$ude en su investigacin, es uno de loS principales elementos de lo que se llama el conocimiento no basado en fuentes de un historiador. Su estructura $ funciones ser n investigados con ma$or detalle en la 4uarta 2arte, cuando estudiemos los procedimientos en la investigacin histrica. *n la Cercera 2arte centraremos la atencin en el mbito de ese conocimiento general del proceso histrico que es indispensable para cualquier historiador. *ste proceso debe entenderse de modo que abarque los cambios de direccin $ los problemas de estructura, o sea, de modo que use el 4oncepto de desarrollo, que es la sntesis de los cambios $ la estructura $ que es fundamental en toda investigacin histrica. 9 s an, el concepto de desarrollo debe interpretarse de modo que lo di.ociemos, no slo de todas las concepciones que ven en el pasado el caos $ nada m s, sino tambin, e incluso qui" m s firmemente, de muchas teoras sobre un curso ciclico de los acontecimientos, una evolucin $ un progreso que son independientes de las acciones humanas. Sin olvidar que el hecho del desarrollo en el curso de los aconteci1 nlentos es crucial en nuestras investigaciones, reali"aremos el an lisis de la materia de la investigacin histrica en dos niveles% 1) el primer nivel, m s abstracto, ataRe al concepto de hecho histrico, que, corno se afirma normalmente, es el elemento primario del inters de Un historiador1 ') el segundo nivel es el de un acercamiento directo a los problemas del proceso histrico $ su mecanismo. 2ara el an lisis que vamos a reali"ar nos ser n tiles ciertos conceptos obernticos '. La co?+t?=o;crL0 soSn=r el concepto de 'ec'o 'istrico 9ucha8 veces nos encontramos con un concepto nada claro de hecho 1Sto11co : mai rl e, interesados comprenden las dificultades rdacon la e herido del trmino, pero no se deciden a sustituirlo ning11 utn. *J hecho histrico se considera como parte del proceso lStKricc ceno un clennnlu de la nsatcria da a irivest-eaciri bisQ 1@D
trica. Lo que se ha conseguido hasta el momento en el an lisis del concepto de hecho histrico no va m s all de la esfera de ciertos problemas tradicionales. *n general, se limitan a algunas propuestas de clasificacin, gene. rales # a veces contradictorias 1 / O:n hecho histrico se, interpret.a 8- dos maneras en la literatura de la materia. La interpretacin ontolgicaJ seRala que un hecho histrico es 5un ob-eto de investigacin hi trQica6 que .qx-te ob-etivamente, es decir, mdc. pendientemente de la materia de conocimiento, como 5un suXso en s mismoJS, como 5lo que realmente fue6, etctera. *n estK sentido, la historia, que es la materia de la investigacin histrica, es una serie especfica de hechos, que ur historiado,r reconstru$e 5refie- ndolos6 en su conciencia=La interpretacin pisterno1gica $ rnetodolgica concierne precisamente a ese proceso de recobstruccin del,iasado, o sea, se refiere a un hecho histrico como 5una constiucqin cidntflca6 o 5una interpretacin de un suceso6 por un historiador. 2ara distinguirlo de un sucesoQhecho, esta reconstruccin hecha por un historiador (no una afirmacin histrica, sino m+s bien 5la materia prima6 con la que se puede formar esa afirmacin) comen" a hamarse hecho historiogr fico= La interpretacin de la relacin entre estos dos aspectos de la comL prensin de un hecho histrico tiene a su ve" dos caras. , veces un hecho histrico se considera como una categora ontolgica $ como una episte molgica, es decir, de modo que un hecho historiogr fico se toma como un refle-o m s o menos aproximado de un hecho considerado como una materia ob-etiva de conocimiento. 2ero, por otro lado, ha$ tambin una fuerte tendencia a considerar el concepto de hecho histrico exclusivamente como una constr$cci%n cientfica, o sea, a relacionarlo slo con un hecho historiogr fico, sin buscar sus equivalencias directas entre los hechos pasados. *l primer acercamiento es caracterstico de los positivistas, que fueron los primeros en introducir el concepto de hecho histrico en la metodologia de la historia. *l ltimo est relacionado con la reaccin estructural ant8 positivista que se dio en la reflexin sobre el conocimiento histrico, una reaccin que subra$aba el papel activo de la materia de conocimiento en el proceso de 5crear6 el pasado. .[La interpretacin positivista del hecho histrico es la m s popular entre los historiadores1 posiblemente, esto ocurre porque, a primera vista, es la m s cercana al sentido comn.Q, *ntonces se supone que el pasado esta formado por un nmero adecuado de hechos Ielementos del pasadoI que un historiador, simplemente, reconstru$e. *sta reconstruccin debe estar de acuerdo con esos hechos, $ ese acuerdo, a su ve", es el criterio de veracidad de esa reconstruccin. = *l acercamiento que veen el hecho histrico, nada m s, una constru cin cientfica, es criticada a veces corno una manifestacin de sub-etivlSflDGJ es decir, una tendencia del historiador a 5crear6 su propia realidad hi trica 2 *sta cr*tica es correcta slo si la aceptacin de un hecho his como una simple construccin cientfica va unida a la negacin de la tencia de la realidad ob-etiva independiente de la materia de conocim porque en tal caso nos encontramos, en realidad, con una constru sub-etiva del pasado hecha por un historiador. Sin embargo, es posible aceptar la existencia de la realidad ob- independiente de la materia de conocimiento, $ al mismo tiempo, sos que esta realidad no es en absoluto una serie de hechos $a listos. slo necesitan refle-arse en la conciencia de uno $ ser reconstruidos d forma. Se puede sugerir una interpretacin del concepto de hecho hist que acepte la existencia de una realidad histrica ob-etiva como o de estudio $ la
funcin cognoscitiva creativa de la mente de un histori Llamemos a esta interpretacin dialctica. ,firma que los hechos bist son tan comple-os $ variados en su diversidad $ relaciones mutuas la construccin de los hechos (basada en afirmaciones simplificadora un mtodo inevitable para adquirir un conocimiento simplificado de (que pueden adoptar la forma de modelos), de modo que nos acere% a la verdad absoluta a travs de verdades relativas $ aproximadas. no tiene nada que ver con el sub-etivismo. 2or el contrario, es la po% opuesta la que es una manifestacin de un sub-etivismo s i gei=zeris int&rpr&taci%n de los hechos histricos, puesto que nos hace ver una ma de investigacin comple-a $ no totalmente conocida por medio de reconstruccin de los hechos que coincide con esa materia de investige slo en opinin del investigador. *n la interpretacin dialctica, ha$ confrontacin constante entre las realidades histricas, cu$o conocim invariableiQiQiente aumenta, # los hechos histricos tal corno los const el investigador *sto significa que, sobre la base de un depsito de c que cr&c& o cambia, modificamos nuestras construcciones, que pasan d tesis menos concretas o menos firmemente apo$adas, a ser otras tentadas m s fuer"a. :n hecho histrico, tal como lo interpretar 2ositivistas, es decir, como un fragmento del pasado, pierde su raison d en la interpretacin dialctica, porque un hecho historiogr fico no se re a un hecho histrico como equivalente su$o o como modelo original, a toda la comple-a realidad que intentamos llegar a conocer constru$S los hechos (recurriendo a procedimientos que, qui" , no son los me-o La interpretacin dialctica exige que, si se va a conservar el conceptS hecho histrico como materia de investigacin en el proceso de cons clon de hechos historiogr ficos, entonces debemos dar a ese cKflcept( significaG propio. *sto lo anali"aremos posteriormente. la interpretacin dialctica del concepto de h historieG puede representarse como sigue% 1acrpca en este suil irlo ha silo planteada poiQ 4. lDoiiins.g op. cf=. La clasificacin de los hechos histricos levanta controversias solamente en lo que respecta a su divisin entre simples (unitarios, parciales) $ comple-os (fenmenos, hechos a gran escala, hechos como procesos). Los hechos simples se consideran a veces como naturales (fsicos, biolgicos), que forman el contenido natural de un hecho histrico m s o menos comple-o, $ a veces como aquellos hechos histricos que son menos comple-os en comparacin con otros. Slo parece ser til la divisin entre hechos simples $ comple-os, si no olvidamos que esto es relativo. *l que un soldado fuera herido en un campo de batalla durante la Segunda #uerra 9undial sera clasificado, por tanto, como un hecho simple, mientras que la Segunda #uerra 9undial como un todo sera un hecho comple-o. La referencia a los hechos naturales como elementos simples de hechos histricos, en los que estos ltimos se pueden 5descomponer6, no me-ora la clasificacin desde el punto de vista del historiador. WUu beneficio puede sacar de la afirmacin de que un hecho comple-o como la batalla de #run/ald $ Cannenberg entre los 2olacos $ los 4aballeros Ceutnicos en 1<1G inclua una serie de hechos 5simples6 como las diversas deformaciones de los ob-etos de metal cuando las espadas chocaban con los escudosX 2or tanto, la interpretacin naturalista de los hechos simples no parece til en la investigacin histrica, 0a$ otras formas, mucho m s evidentes, de clasificar los hechos segn las esferas a las que pertenecen, que no requieren ninguna explicacin m s profunda% nos referimos a la clasificacin de los hechos en econmicos, polticos, culturales, etctera. *s obvio que cada una de estas categoras puede dar lugar a varias discusiones. Cambin surgen controversias cuando ha$ que clasificar los hechos segn su
importancia. Las diferencias de opinin se centran en la cuestin de si todos los hechos del pasado son 5histricos6, es decir, si todo lo que ha ocurrido pertenece a la historia, o si slo son histricos aquellos que sofl de algn modo m s 5importantes6. La postura de nue ciertos hechos del pasado deberan ser eliminados como no histricos discrepa de las exigencias b sicas de la ob-etividad en la investigacin cientfica. :n hecho m s pe. queRo, oue no es de ningn modo conspicuo. es parte de uno \[m s amplio6 que s tiene importancia a los o-os de todos. Cambin tenemos que seRalar el concepto de hecho basado en fuentes, que a veces nos encontramos en el an lisis metodolgico. *l trmino significa un refle-o de un hecho histrico er6 una fuente histrica. *ste coK repto slo se puede adoptar bas ndose en un convenio, puesto que en el caso cte una fuente histrica no tratamos con un hecho como tal% una fuente solamente proporciona datos sobre un hecho histrico que nosotros construimos usando adem s nuestros datos no basados en fuentes. *stas relaciones se pueden esquemati"ar como sigue% raj Llegamos as a la conclusin de que un hecho histrico (historiogr fico) se basa en el uso hecho por el historiador de datos basados $ no basados en fuentes cuando emprende una reconstruccin cientfica del pasado. 2ero esta reconstruccin, por definicin, no puede ser la misma en el caso de codos los historiadores, $a que los historiadores se diferencian unos de otros por su conocimiento no basado en fuentes. Las reconstrucciones se ocupan de los hechos pasados. Se puede decir que el pasado consiste en hechos histricos, pero slo con la condicin de que esos hechos sean entendidos apropiadamente. 2or tanto, un historiador reconstru$e el pasado por medio de la construccin de hechos histricos, pero, de algn modo, l es el 5fabricante6 de los hechos histricos% constru$ndolos los trae a la vida de la sociedad, es decir, a la existencia en forma de una narracin histrica que sea accesible a la sociedad. Si no hubiera sido por el traba-o del historiador no conoceramos nada del pasado, excepto una vaga informacin transmitida por la tradicin oral. *l pasado, aunque en un tiempo tuvo su existencia ob-etiva, permanecera desconocido, $ en ese sentido no existira para nosotros. Codo traba-o histrico, tanto si reconstru$e hechos histricos que eran desconocidos como si arro-a una lu" nueva $ diferente sobre hechos que $a se conocen, no slo describe el pasado, sino que lo 5crea6. *l verbo crear est escrito entre comillas para indicar que esta forma de creacin no tiene nada que ver con las concepciones sub-etivas idealistas del conocimiento. Binalmente est la cuestin de la relacin entre el hecho histrico $ el hecho social. La interpretacin positivista de los hechos histricos, que es la que predomina, es b sicamente est tica, $ por tanto en contradiccin con la autntica naturale"a del proceso histrico $ de la investigacin histrica. *l concepto de hecho histrico es una concrecin, aplicada a la historia, del concepto de hecho social, difundido sobre todo por la escuela de !ur.heim $ la sociologa estructuralista (funcional). La sociologa se ocupa de los hechos sociales, $ del mismo modo la historia se ocupa de los hechos histricos. 2ero esta afirmacin no ha sido seguida de un an lisis de la diferencia entre los acercamientos estructurales (funcionales) en sociologa, $ la necesidad de acercamientos din micos en la investigacin histrica. W4u l es la relacin entre los hechos histricos $ los hechos socialesX !e cualquier modo es obvio que todo hecho histrico, simple o comple-o, es :n hecho social, $ m s an si nos damos cuenta de que slo existen el pasado $ el futuro\(ver m s aba-o),
mientras que el presente es un 4oncepto convencional62or tanto, podemos abarcarlo con la definicin formulada por S. 4"arno/s.i, que dice que un hecho social es un hecho que 5efl su origen, proceso o resultado, est condicionado por la existencia de :na comunidad humana6 . ,s, por e-emplo, la muerte de 3apo1n 1, como la muerte de cualquier otra persona, es un hecho social (e histrico), porque aqu- nos ocupamos no slo del hecho biolgico de la muerte de un ser humano, sino de laQ muerte de una persona que tena un nombre, un apellido, :8 profp61, o emp&co, ctctcrr, a qccpa r tanto era mienibro de una corriu4GGGrota. 4ada lQiecla6i social os tambin histrico en el sentido de *sta clase de 5historicidad6 es inherente a cualquier hecho social. 2ero un hecho social no es necesariamente un hecho histrico, si lo examinamos slo corno elemento de la estructura social, sin tener en cuenta el factor desarrollo. *n conclusin, podernos decir que el concepto de hecho histrico requiere una reflexin sobre su lugar en una estructura $ su papel en el proceso de cambio. *sto es m s que una simple referencia al espacio $ el tiempo, puesto que la locali"acin en el espacio $ el tiempo no es equivalente por si sola al movimiento $ el desarrollo. D. /aractersticas principales de la interpretacin dial@ctica del 'ec'o 'istrico. Un 'ec'o como sistema 2ara modificar el esquema anterior como sigue% para unir el hecho histrico con el hecho historiogr fico de modo que se conserve toda la omple-idad de la realidad histrica como / todo estructural que est enLestado de movimiento $ desarrollo constant- tenemos que interpretar, como se ha dicho antes, los hechos dialcticamente *l hecho est tico, tal corno lo interpreta la teora positivista, debe estar lleno de significado din mico $ holstico, es decir, un significado que integre los diferentes puntos de vista. *sta interpretacin del hecho histrico ha sido permitida por los conQ coptos proporcionados por el materialismo histrico, con el apo$o de los conceptos proporcionados por la ciberntica. 2odemos distinguir las siguientes caractersticas de la construccin dialctica del hecho histrico, basada en el materialismo histrico% 1) el holismo $ el dinamismo, ') la naturale"a relativa de los determinantes temporales $ espaciales, D) la naturale"a material de un hecho dado. *stos rasgos ser n tratados uno por uno, pero tenemos que subra$ar sus interrelaciones, $a que todos ellos est n basados en la dialctica materialista. *l materialismo histrico puede describirse corno un caso particular de una teora que se ocupa del desarrollo de ciertos todos estructuraleS La sociedad humana, que va de un estado de desarrollo a otro, es ese todo estructural anali"ado por la teora del materialismo histrico. La importancu del holismo para los procesos integradores, que permiten unir resultados de varias investigaciones, es evidente si para contrastar indicarnos las carac tersticas principales de la tendencia opuesta, es decir, el atomismo o md vidualismo metodoleico en la investigacin social. *ste individualismo est representarlo principalmente por varios detefl sores del empirismo lgico $ de la fsiosofa analtica. ,sceuran que hablo de 5todos6 que son algo m s cine la 1p&e suma de su componentes r4s pectivos es meterse en el terreno de la ca. 1.fsica, es decir) discutir probleflP
falso-2Kr tanto, en el caso del individualismo metodolgico no puede haber ninguna referencia a le$es aplicables a los 5todos6, ni a predicciones cientficas aplicables a esos todos. Segn el individualismo metodolgico, 5los constitu$entes ltimos del mundo social son personas individuales que actan m s o menos adecuadamente, a la lu" de sus disposiciones $ su comprensin de la situacin. 4ada situacin social comple-a, cada institucin, cada suceso, es el resultado de una configuracin particular de los individuos, sus disposiciones, situaciones, creencias, recursos fsicos $ medio ambiente6 . *n esa teora, se asegura que los todos no pueden observarse, pero se olvida el hecho de que tales todos pueden tener naturale"a terica, $ por tanto ser 5reales6, aunque no observables. Los defensores del holismo $ del dinamismo han encontrado recientemente un fuerte aliado en la ciberntica% la serie de conceptos que usa esta disciplina, desarrollada principalmente corno una manifestacin de la necesidad de amplios acercamientos integrales, traba-a sobre el principio de la realimentacin, facilitando as la integracin de la ciencia. 2ero mientras que la ciberntica puede cooperar perfectamente con ese holismo caracterstico del materialismo histrico, supone un golpe tanto para el individualismo como para el holismo idealista (metafsico), que la ma$ora de las veces adopta la forma de un acercamiento teolgico que afirma que todo est gobernado por una fuer"a no material (la &dea, !ios, etctera). *n ciberntica, el concepto de todo tiene su equivalente en el concepto de sistema, que significa una serie de elementos que traba-an $ se relacionan mutuamente, $ en el concepto de estructura de un sistema, es decir, la red de conexiones entre los elementos. *n el acercamiento ciberntico, el. hecho de que un sistema pueda incluir elementos heterogneos no es un obst culo, $ por tanto no se tiene en cuenta una de las principales ob-eciones puestas por el individualismo contra el holismo. 4orno ha demostrado K. Lange , lo cual Ien opinin de este autorI merece ser apuntado al menos en trminos generales, el an lisis ciberntico ofrece una prueba matem tica del hecho de que ni el funcionamiento ni las 2ropiedades de un sistema dado pueden inferirse del funcionamiento $ las proiiiedades de cada uno de sus elementos. 2or tanto, para averiguar el LuncionanYiento de un sistema rio basta conocer la matri" que muestra el fun4ionalu-ento de sus elerneistos (la matri" de transformacin, 6), sino que es &nd&spensable conocer tambin la matri" de la estructura de ese sistema, es decir, la red de conexiones (uniones) entre los elementos (la matri" de estructura, E), porque el funcionamiento del sistema corno un todo depende de ese factor tambin ,s, si llamanios A al vector combinado de las condiclones de entrada de los elementos de un sistema concreto, consistente en los vectores de entrada de los diversos elementos, $ llamarnos > al vector correspondiente a las condiciones de salida, el funcionamiento de ese sistema, segun K. Lange, es mostrado por las frmulas%
La introduccin en el funcionamiento del sistema $ de sus elementos del frctor tiempo (llamado intervalo de tiempo para la respuesta), $ por tant. de un an lisis del desarrollo de ese sistema en el tiempo, muestra que la explicacin del concepto de desarrollo no necesita ninguna referencia a fuer"as no materiales ni a ningn factor teolgico inmanente de desarrollo *l acercamiento ciberntico define estrictamente el concepto de contradiccin dialctica inherente a un sistema dado (en el sentido de la contradiccin entre ciertas condiciones de entrada $ de salida de determinados elementos) $ proporciona una explicacin que afirma que tal contradiccin es la fuente del
movimiento $ del desarrollo espont neo del sistema en cuestin. La le$ matem tica del movimiento de un sistema, con la consideracin del factor tiempo, adopta la forma de ecuaciones vectoriales que determinan las relaciones entre las condiciones de entrada $ de salida en un momento, t, $ las correspondientes condiciones de entrada $ de salida en momentos posteriores. *n el caso de un solo proceso en el tiempo, las ecuaciones son% donde t representa el momento inicial $ tJ el intervalo de tiempo para la respuesta. Si el proceso, tanto continuo como discontinuo, es prolongado, la le$ del movimiento de un sistema dado con la consideracin del factor tiempo adopta una forma m s complicada, en concreto la de ecuaciones de vectores diferenciales de grados superiores, que ilustran la serie de transformaciones, o en el caso de procesos continuos prolongados, la forma de ecuaciones de vectores integrales. Las soluciones, que muestran el proceso de desarrollo de un sistema dado, son denominadas por Lange la le$ del desarrollo de ese sistema. *n el proceso del desarrollo los diversos todos se combinan para formar sistemas m s comple-os que son cualitativamente nuevos en comparacin con los anteriores. *l concepto de sistema, que es crucial en la ciberntica, puede compararse al de hecho histrico cuando este ltimo se interpreta est ticamente, :n hecho histrico interpretado din rnicamente, o sea, un hecho histrico en el verdadero sentido del trmino, tendra su equivalente en un sistema en proceso de transformacin, o sea, que est $endo de un estado a otro. *s evidente que el concepto de sistema din mico es mu$ general% un sistema puede ser comparativamente pequeRo, o enormemente grande, caracteri"ado por la abundancia $ comple-idad de sus elementos Cenemos e-emplos de sisterna histricos en una formacin socioQeconmica concreta, o en la #uerra del 2eloponeso, en una manufactura concreta del siglo xviii o en una determinada gran-a de campesinos. Los cambios constantes en las condiciones de un sistema corresponden al proceso de su desarrollo. *l concepto de proceso de desarrollo est estrechamente unido al autntico concepto de sistema din mico. 4uando seRalamos el proceso del desarrollo de un sistema, esto supone que vernos la constafltS transformacin de sus condiciones. :na formacin socioQeconmica pueda ser vista como un hecho histrico interpretado como un estado $ corno :fl hecho histrico nterpretado croen un proceso. 2or tanto, el concepto SS isterna permite combinar la interpretacin est tica $ din mica de un hecho histrico. *sto reduce considerablemente la dificultad para abarcar los hechos histricos, dificultad que resulta de su cambio constante. 2arece que la interpretacin de los sucesos en trminos de sistemas es m s frtil que la que se hace en trminos de hechos, a no ser que interpretemos un hecho histrico corno un sistema, lo que se sugiere en este libro. 2arece que la distincin entre el estado de un sistema $ el desarrollo de ese sistema refle-a la distincin entre los hechos interpretados como estados $ los hechos interpretados como procesos. :n sistema no es una entidad homognea, $ esa propiedad corresponde a los hechos histricos interpretados como sistemas, cada uno con una estructura mu$ comple-a. :n sistema puede denominarse corno una serie de elementos que traba-an relacionados mutuamente. 4ada elemento de un sistema est influido por otros elementos (el medio ambiente del sistema) $ a su ve" influ$e sobre ese entorno. Los elementos, influidos por el entorno, adoptan varias condiciones especficas, denominadas condiciones de entrada. *stas condiciones, a su ve", influ$en sobre el entorno de un elemento dado por las llamadas condiciones de salida . *s obvio que los sistemas m s pequeRos funcionan
como elementos de sistemas m s grandes. As, si algo se llama sistema o elemento, este trmino debe ser considerado en relacin con el punto de referencia. La clasificacin en sistemas $ elementos podra equivaler a la clasificacin en hechos simples $ comple-os. 2arece que si el concepto de hecho est fabricado para abarcar un sistema $ sus elementos, entonces el concepto es lo suficientemente amplio para abarcar los 5todos6 $ sus componentes, $ tambin el universo como el ma$or macrosistema. *l concepto de hecho histrico podra reservarse para elementos activos nada m s, pero eso no sera conveniente ni adecuado. *n primer lugar, porque la clasificacin er, elementos $ sistemas es relativa, $a que un sistema puede funcionar como elemento en un caso concreto, $ viceversa, $ en segundo lugar, porque aunque trat ramos de distinguir los elinentos, no podramos abarcar todo lo que interesa a la historia. Lo interpretaramos de un modo lfldiv-duaSista Qe no bolista. Las le$es del desarrollo $ movimiento de los 5todos,S, como nos muestra tambin la ciberntica, no se pueden deducir de elementos observables como la suma de sus acciones. Slo es posible una interpretacin dinrnica si abarcamos un \[todo6 teniendo en cuenta la estructura $ el desarrollo de un sistema. 2or tanto, la comparacin entre elementos y hechos todava de-a hechos en un nivel est tico. *l mecanismo del desarrollo de sistema muestra que algunos sistemas o elementos dominan a otros. *sta dominacin ocurre cuando el efecto de realirnentacin del otro elemento es dbil o inexistente. ,l mirar el proceso histrico encontramos a menudo que algunos elementos o sistemas influ$en Sobre otros m,s fuertemente de lo que a su #ez son influidos por ellos. *stos elementos o sistemas m s fuertes se suelen llamar factores de desarrollo. *n la interpretacin sugerida cci este libro esto vale tambin para los hechos historicos. 2uede haber equivalentes, por lo menos, de algunos de lKS llamados hechos importantes. *stos factores a menudo se consideran como algo m s que 1Y4eCJQ hirtricci1. ocre lesee ecients aducidos neJ arriba no aoosJan esta interpretacin *n 4esumen, tc r,csior es favor able a una rileepretacin mu$ ampl&a de Ksheceios histricos, teSS roeles oJSe aharpue toda la S[ealidacl histrica en 4. aoge, ap ciS.. pan. < su existencia est tica $ din mica. !e este modo, los hechos histricos equi valdran a la materia de la investigacin histrica, $ tomando la forma de los llamados hechos historiogr ficos, a un intento de reconstruccin de esa materia. 2ero, a su ve", dicha materia de la investigacin histrica no sera slo una suma de hechos, como muchas veces se ha asegurado, sino un macrosistema enormemente comple-o $ complicado de sistemas m s pequeRos $ elementos que cambian sin cesar $ se desarrollan en toda su comple-idad e innumerables relaciones mutuas, de acuerdo con las le$es de la dialctica. Si adopt ramos cualquier otra interpretacin, el concepto de hecho histrico en la metodologa carecera de argumentos en su favor. <. Determinantes espacio=temporales de los 'ec'os 'istricos ,l margen de cmo interpretemos los hechos histricos (de forma positivista, estructural, dialctica), cada hecho tiene sus determinantes espacioQ temporales que le asignan un espacio $ un tiempo como caractersticas inseparables. 2or tanto, en el cuerpo de conocimientos de un historiador debe incluirse algn conocimiento de los problemas filosficos de espacio $ tiempo ,l referirnos al tiempo $ al espacio centraremos nuestra atencin en% la naturale"a material $ ob-etiva del tiempo $ el espacio ,, la direccin del curso del tiempo E $ los lmites temporales de un hecho histrico. *l principio de que el tiempo $ el espacio tienen un car cter material $ ob-etivo ha
encontrado nuevo apo$o, como es sabido, en la teora de la relatividad, que es una transformacin dialctica de la teora cl sica del tiempo $ el espacio. La afirmacin de que un intervalo de tiempo entre dos sucesos cualesquiera es constante ha sido sustituida por la afirmacin de que dicho intervalo es as solamente en un sistema concreto% en el universo corno :fl todo no es absoluto, sino relativo. Sucesos que parecen ser simult neos, S& 1G8 observamos desde un determinado sistema, pueden mostrarse como no simult neos si los observamos desde otro sistema. La distancia espacial entre los sucesos tambin es relativa. Las distancias, tanto en el espacio como en el tiempo, dependen de la velocidad con la que se mueven los cuerpos en cuestin. ,dem s de la afirmacin de que el tiempo $ el espacio dependen de la velocidad con que se mueven los cuerpos fsicos, la teora de la relatividad seRala la interdependencia entre el intervalo de tiempo $ la distancia espacial. *sto se refle-a en el concepto de un espacioQtiempo (cuatridimensional) en el que el tiempo tiene una dimensin $ el espacio, tres1 es decir, en el que se conservan las caractersticas distintivas del espacio $ del tiempo. ,dem s del nmero diferente de dimensiones, el espacio es isotrpico $ el tiempo es anisotrpico (corre en una direccin especfica). *n la teora de la relatividad, la unin del tiempo $ el espacio con los cuerpos materiales, sin los cuales G podran existir ni el tiempo ni el espacio, $ la indicacin de la relacin mutua 4fr. _. ,ugust$ne., 54"as i pr"estr"en a materia6 (Ciempo $ espacio 4Kotra materia), ero (ednosc inaterzaina swiata (La unidad material del mundo). ;ir sovia, 1>?1, p?gs. 205-254. :tr. 1. S"umile/ic", < kier nl plyw craso (La direccin del curso tiempo), ;arsovia, 1>?<. ;er tambin Z. _asvisr si, 6No"/o- po-ecia c"asu` e;olucifn riel 4KlireptK de tieflipo), K ;artoliiils CiPozo$iczny, vol. 1', 1>D?, $ fd. [*l cioenhach, P'iloop'ie der Rooon=Je+i=T chic, MerlnQLeip"ig. 1928, $, dci nlls&a] autor, i'e Dzrectzoo o$ 6ime, Mer.ele$, 1>8?. *sta ltima obra supone ci maFG avance de la filosofa actual en la cuestin deY tiempo. ntre el tiempo $ el espacio, dan un apo$o dialctico a la naturale"a ob-etiva de estas categoras. *l tiempo $ el espacio existen ob-etivamente, pero slo -unto con ob-etos materiales (los sucesos)1 por tanto, soq.de naturale"a material $ ob-etiva (respecto a la materia de conocirniento):na interpretacin diferente de la naturale"a ob-etiva del espacio $ el tiempo es la que daba, por e-emplo, 1. 3e/ton, que sostena que el tiempo existe ob-etivamente, pero independiente de los sucesos1 su concepcin $a fue criticada por #. P. Leibni". La teora de la relatividad ha confirmado, por tanto, la conviccin materialista de que el tiempo $ el espacio son atributos de la materia. 3o ha$ que olvidar, sin embargo, que en la investigacin histrica, que se ocupa slo de un sistema (nuestro mundo, qui" s con su 5entorno m s piQximo6), usamos en la pr ctica las categoras absolutas de tiempo $ espacio, caractersticas de la mec nica cl ca $ v lidas en el entorno que conocemos por nuestra experiencia cotidiana.Y 2ero tambin podemos hablar de la relatividad del tiempo $ el espacio = en cuanto al estudio del pasado en un sentido mu$ diferente. *n esta interpretacin, la velocidad con la que se mueve el tiempo $ las dimensiones del espacio dependen del criterio utili"ado para valorar la duracin de un proceso dado $ la distancia espacial entre sucesos concretos. *n tal caso, ese criterio se apo$a sobre el conocimiento no basado en fuentes del historiador, que forma sus criterios de valoracin. Segn estos criterios, puede resultar que en algunos perodos el tiempo 10 transcurre 5m s r pidamenteSJ $ en otros m s despacio, porque en algunas pocas los cambios que tienen lugar en la direccin que el historiador valora positivamente son
bastante r pidos, mientras que, en otras, los cambios no son claramente visibles. *n general, los historiadores est n de acuerdo en que los cambios se acumulan en ciertos perodos, puesto que est n de acuerdo en que el tiempo (llammoslo tiempo histrico) flu$e m s r pidamente durante las revoluciones, las guerras, etctera, cuando cada hora puede traer sistemas nuevos. *n general, se puede decir que la aceleracin del tiempo histrico se siente on relacin a aquellos intervalos de tiempo en los que los pequeRos cambios cuantitativos se convierten en sistemas cualitativamente nuevos. *sto vale, sobre todo, para aquellos sistemas que modifican claramente las condiciones de existencia Social precedentes. *n dichos perodos, el paso del tiempo se nota casi en el Sentid literal de la palabra. La unin del tiempo histrico con el ritmo de desarrollo que resulta del choque de contradicciones supone la sensacin de que el paso del tiempo no transcurre uniformemente, que late, -unto con los Sucesos, en la imagen del pasado. *sta presencia se refle-a incluso en la forma exterior de la narracin% comparemos el nmero de p ginas dedicadas en los libros de texto de historia a la Nevolucin Brancesa o a la NevoI l:4&Kfl de Kctubre (si el autor de un libro de texto concreto sabe apreciar 1.I papel en el pasado) con el nmero de p ginas dedicadas a los tiempos tranquilos $ comparemos los resultados con la duracin real de ambos 2eriodos. *l problema del tiempo histrico desde el punto de vista del estudio de la estructura de la conciencia social tiene una literatura mu$ amplia sobre lO J-J-- gue hacer ulia distincin entre los distintos significados del trmino K. ,-du.ie/ic" distingue cuatro significados% a) tlcmpm como un mobi GtG, un suceso puntual1 ?) perodo de tiempo (por ejemplo, el perodo de goQ mo dc 4i hom O.[iC) c our iCl0.l rs dcou la 1on.otod 2o un p4& 11)G1(> de 1 lcll]pO de tiempo clifercoiles pueden tener la misma duracin); rl) el perodo .tlempG (&L&4 comprende todo, el e-e temporal infinito. *n las narraciones bisQ ricas se poeclen encontrar lodos estos conceptos. la materia, principalmente con un acercamiento sociolgico , pero tambin los historiadores han estudiado la sensacin del paso del tiempo en distintas pocas $ en distintos grupos sociales 1' *stas cuestiones est n mu$ relacio. nadas con la conformacin de las ideas sociales sobre la direccin del curso del tiempo, pero su estudio recae m s sobre el campo de la historia de la conciencia histrica que en el de la metodologa de la historia. La sensacin del espacio no es tampoco un simple equivalente de sus dimensiones ob-etivas. *l historiador tiene que tener plena conciencia del hecho de que el papel de la distancia entre los sucesos ha variado de una poca a otra $ de un territorio a otro. P. +ula tiene ra"n al afirmar que 5si debemos entender el aspecto espacial de las relaciones cambiantes, pasa. das $ presentes, entre los individuos $ los grupos humanos, no podemos conformarnos con contar la distancia en .ilmetros a partir de mapas actuales. La tarea es mucho m s comple-a6 u Los avances en las comunicaciones $ los transportes han dado lugar a un relativo acortamiento de las distancias, que de algn modo ha estrechado el espacio. Si, por e-emplo, hablamos de los comerciantes que solan visitar las ferias de 4hampagne en la Brancia medieval, debemos recordar que algunos tenan que transportar sus mercancas a la feria durante un buen nmero de semanas. :na visita a una ciudad a pocas millas de distancia equivala a una expedicin, $ enviar noticias a una persona era un problema, a pesar de algunos sistemas postales que fueron surgiendo en los tiempos modernos. *l acortamiento de distancias supona la sensacin de que el tiempo corra m s drisa. La ma$or facilidad de contactos entre la gente aumeptaba la vida social $ contribua, por tanto, a una acumulacin de cambios. *n res:Q 1 men, para el hombre moderno el
tiempo corre m s r pido $ el eSpacio es 5m s pequeRo6 (a pesar de todas sus conquistas en la exploracin del globo) que para sus antecesores, quienes solan tener una expectativa de vida m s corta, pero cu$o ritmo era m s lento. 3o ha$ que olvidar tampoco que incluso los propios mapas pueden sugerir distintas ideas sobre la distribucin espacial de los ob-etos $ sucesos (por e-emplo, si difieren en las escalas)% un mapa a pequeRa escala puede dar la impresin de una concentracin de sucesos ma$or de lo que en realidad es. *n trminos generales, los hechos histricos interpretados como eq:t valentes de los sucesos pasados remiten al pasado. *l concepto de pasado presupone nuestra opinin de que el tiempo corre solamente en una direo cin $ el pasado queda siempre restringido para una persona concreta. 2ara un hombre que vivi en el siglo xviii, la 2rimera #uerra 9undial no existiK en el pasado. 2ara un hombre nacido, pongamos por caso, en 1>G8, este hecho perteneca a su futuro, al principio, pero despus se convirti en un elemento de su pasado. 2or tanto, toda persona tiene su lugar en el tiempo. *n el caso de las predicciones cientficas, el historiador cru"a el punto que separa el pasado del futuro $ empie"a a ocuparse de este ltimo. *l concepto de pre sente es igualmente relativo. *l presente no tiene ningn punto propio en e1 e-e temporal, a no ser que lo consideremos como un punto sin dimensiones o lo definamos por medio de un convenio que puede ser, por e-emplo, que consideremos el aRo pasado, o los cinco ltimos aRos, o los die" ltimos aRos, como presente. *sto muestra que dicho convenio puede ser bastante arbitrario. Cambin significa que la divisin entre pasado $. futuro es convencional (una convencin que no adopta una sola persona, sino un grupo social). 2or lo que concierne al conocimiento no basado en fuentes del historiador, su postura ante los argumentos en favor de una direccin del paso del tiempo no es diferente, $a que el problema est relacionado con el de la reversibilidad o irreversibilidad de los procesos histricos. La sensacin de que el tiempo pasa solamente en una direccin es una de las m s fundamentales del hombre, pero est basada exclusivamente en su experiencia, limitada a la aproximacin delentido comn. Sin embargo, resulta que ho$ no estamos todava en condicionJsIJdeQdarna respuesta que no sea ambigua a la cuestin de si el tiempo forma pJcontinuo abierto o cerrado. 1. S"umile/ic" clasific las terJas sobre un curso dirigido del tiempo en tres grupos% las teoras` causales, las teoras relacionadas con la entropa $ las teoras basadas sobrQ..tuci,e*rs cosmolgicos especficos !ice que las teoras del primer grupo, basadas en el principio de causalidad, que afirma que la causa es anterior al efecto, no bastan para decidir cu l es la direccin del curso del tiempo1 slo permiten definir la relacin 5estar entre6, que ordena las series de sucesos simtricamente, sin ninguna direccin. Las teoras causales actuales sobre el cutso del tiempo tienen sus principales representantes en 0. Pe$l $ 0. Ne-chenbach (en sus primeras pocas de actividad). ,rgu$en u\ue.7 d-visin entre pasado $ futuro est condicionada por las propiedadec ob-etis del mundo, cu$a estructura es causal. Las teoras basadas en la etropa parten de la afirmacin de que la entropa tiende a aumentar en los tsteas (lo afirma el segundo principio de la termodin mica)% esto significa una tendencia a desperdigar la energa en los sistemas $, por tanto, tambin en el universo. *n fsica, el concepto de entropa se usa para describir (medir) ese desperdicio de energa. *n ltimo an lisis, nos encontramos 4on el proceso de desperdicio de la energa trmica, un proceso que es irreversible. 2ero el desarrollo de las ciencias naturales ha dirigido la atencin a 2rocesos que no est n basados en la entropa. *n el estado actual de los analisis parece -ustificado adoptar la divisin entre pasado $ futuro, asumiendo el concepto de una direccin 5local6 del tiempo, que basta para estudiar la historia de la humanidad. D-amos a tener en cuenta aqu las teoras basadas en los rnodeio<osmolgico, $a que
esto nos llevara a una red de opiniones extremadameht,ontrover.tDdas 18 Los deteri-nantes espacioQtempD8iJales de un hecho histrico concreto 2ueden definirse con un grado de precisin variable. Los avances en la medida del tiempo $ del espacio (cf r. captulos &; $ ;) han hecho posible definir dichos determinantes con bastante exactitud. *stas cuestiones pertenecen a la OSfera de la cronologa (medida del tiempo) $ la geografa histrica $ la metroQ logia (medida del espacio) como disciplinas histricas auxiliares, de las que 11G nos ocuparemos mucho aqu. 3o es f cil definir 1G8 lmites cronolgicos (4i comien"o $ el final) de :n hecho histrico, es decir, relacionar ese hecho con su determinante tem2oral hechos simples) como un sistema que sufre constantes transformaciones, *ntonces, Wcu ndo termina un hecho $ comien"a otro que qui" puede ser el resultado del anteriorX i? *sto depende de cmo constru$amos un hecho historiogr fico, que es la simplificacin de un hecho (sistema) histrico desconocido, es decir, de cmo dibu-amos nosotros mismos esos lmites. Slo podemos pedir atencin para el hecho de que la demarcacin de esos lmites se ve facilitada si estudiamos los procesos de transicin, en el pasado, de cambios cuantitativamente pequeRos a cualidades nuevas. *l concepto de una nueva cualidad es relativo, desde luego. :n hecho puede ser una nueva cualidad respecto a otros hechos 5menores6, pero puede ser, a su ve", una manifestacin de un cambio cuantitativo visto desde el punto de vista de cualidades 5ma$ores6 . 2or e-emplo, la Matalla de Stalingrado, en 1><'Q1><D, fue una nueva cualidad comparada con sus diversas etapas, pero en relacin con la Segunda #uerra 9undial fue uno de sus cambios m s importantes, un cambio cuantitativo que dio lugar a la victoria sobre el na"ismo. 0a$ hechos cu$os lmites cronolgicos son mu$ f ciles de definir. ,bar. can, por e-emplo, el perodo del reinado de un determinado gobernante, que est limitado normalmente por la fecha en que tom el poder $ la fecha en que muri o fue privado del poder. 2ero, por otro lado, no podemos decir con precisin cu ndo empe" el capitalismo en *uropa o cu ndo termin la *poca de la ilustracin. *n la pr ctica, los historiadores hacen referencia a tres clases de tiempo% corto (medido con un relo-), mediano (medido con un calendario) $ largo (medido por aRos) . La consideracin del tiempo $ el espacio como atributos de la materia implica la aceptacin de los hechos histricos como algo que tiene naturale"a material. :n hecho histrico es una partcula del universo. La consideracin del universo como algo material, que es el principio fundamental del mate rialismo dialctico, implica tambin la aceptacin de los hechos histricos como algo material. *n este sentido es fundamental comprender exactamente lo que quiere decir el concepto de materia. 4uando anali"arnos el concepto de materia, especialmente tal corno lo encontrarnos en las obras de *ngels $ Lenin, podemos llegar a la conclusin de que la materia tiene una existencia ob-etiva que est en relacin especfica con las materias de conocimiento $ que tiene sus propiedades ontolgicas especficas que nos permiten deducir que su existencia tiene un car cter fsico. 4uando reflexionamos sobre la materia como algo que tiene una existencia fsica solemos subra$ar el hecho de que sus propiedades est n dadas sub-etivamente en datos de interpretacin $ que la existencia fsica de la materia se refiere tambin a sus rasgos espacioQtemporales $ din micos, $ que los diversos fragmentos de la materia tienen una interaccin mutua. *sta naturale"a din mica de la materia, $ por tanto del universo, determina la aproximacin del historiador al concepto de hecho histrico, que es entendido como un sistema din mico $ holstl4] que sufre un proceso de cambios constantes. *n esta interpretacin se subraFa m s la naturale"a holstica de los sistemas de lo que se suele subra$ar en la literatura marxista de la
materia. ] *sta diticultad ha sido seRalada por [,. +ola en su $azeaaiiia o UiiMi< edicin citada, p g ?<. 1@ *ste autor irai la cuestin con mas detalle ca l(isT<rPa #o pOOOi Pnlski. (Hisioiia econmica de 2o1ona), ;&&& 4onreo de 1G8 ilisturiadores lacos, 1>?G, p gs. @D8. :na clasificacin seme-ante se encuentra en ,. 4ordolani, 54omput, 4hrnfl] logie, 4alencirier`, ea L;(lisloire es sss ?n@iods, cd. ciL, p1gs. D@Q8'. La naturale"a din mica de la materia, $ por tanto de los hechos histricos, que ha sido tratada con ma$or detalle antes, hace difcil establecer su identidad en las etapas respectivas de sus transformaciones, es decir, en los momentos t-, t' t,,. *l problema es hasta qu etapa de transformacin sigue siendo el mismo hecho $ desde cu ndo es uno nuevo, o sea, dnde termina un hecho, por e-emplo, en el t1' o en el tD8 o en algn otro momento. La relacin gentica habla en favor de la identidad de un hecho concreto, a, en los momentos t1, t,,..., t, mientras que las diferencias en las caractersticas de ese hecho en las diversas etapas del proceso de transformacin hablan contra dicha identidad. *n general, se puede decir que un hecho, a, en la pr ctica (es decir, para los propsitos de la investigacin histrica), sigue siendo un hecho a mientras conserve una serie de propiedades sin las cuales no puede existir como hecho a desde el punto de vista del problema que tratamos. 2or e-emplo, l feudalismo como sistema socioQ econmico (hecho a) existe mientras,onserva sus propiedades fundamentales (la propiedad de la tierra por parte de la noble"a o clase media $ la servidumbre de los campesinos). *n cuanto las transformaciones acaban COtI estas dos caractersticas, el feudalismo de-a de existir como feudalismo $ se transforma, por e-emplo, en el capitalismo% el hecho a (un sistema socioQeconmico concreto) se ha convertido en el hecho b. *n este caso $a no podernos hablar de identidad, a pesar de la relacin gentica entre los dos hechos. *n trminos generales, en 7a investigacin histrica, el considerar un hecho histrico cambiante como una entidad nica es una simplificacin necesaria. La tarea del historiador es no sobrepasar los lmites de dicha simplificacin, lmites que est n indicados por las caractersticas esenciales de un hecho concreto, adoptadas para lKS fines de la investigacin determinada. I El proceso hist+rico (causalidad # determinismo)
1. El principio de ca salidad corno base para la a$irmacin sobre la reg laridad de los 'ec'os 'istricos La consideracin de la materia corno una entidad /in+mica $ la consiguiente consideracin similar de los hechos histricos da lugar a la aceptacin del principio de causalidad, que afirma que todo cambio en la nat$ral&0a $ en la sociedad es un resultado de la labor de causas especficas 1 *l principio de causalidad, a su ve", es la base ele laJ afirmacin sobre el car cter regular (nosnolgico) del universo. La ltima afirmacin significa que no existen hechos que no estn condicionados. *n una formulacin m s radical, ese condicionamiento va unido a la aceptacin de las regularidades que gobiernan los cambios en la naturale"a $ la sociedad (las afirmaciones sobre las regularidades se llaman le$es, ver captulo A&&). :na formulacin menos radical se reduce a la aceptacin de un condicionamiento causal. La ltima afirmacin, menos radical, resulta ser, en la pr ctica, una negacin de la regularidad de los hechos,
como puede verse en muchas filosofas de la histora. Sin embargo, la afirmacin de que los hechos est n regidos por regularidades tiene un fuerte apo$o en los resultados de la investigacin cientfica. Le que queremos decir es que los resultados de la investigacin se pueden [rlterpretar, realmente, en trminos de regularidad. *sto nos permite sacar conclusiones sobre las regularidades que rigen la materia de investigacin u. por tanto, que rigen tambin los hechos histricos. 2ero esto no significa que la aceptacin de las regularidades en sentido gnoseolgico suponga para todos los investigadores la aceptacin de todas las conclusiones ontolgicas que se derivan. *l paso necesario, a continuacin, es un intento de explicacin de trflP nos como cambio, desarrollo, condicionamiento (dependencia) $ causa (factor), que son de enorme importancia para el 1istoria/or. Para .orm$lar co.l trecisin el significado de la palabra cambio debemos introducir primero el concepto de la diferencia entre los hechos que se combinan para forma la imagen de las condiciones reales de un perodo concreto (en la poca t). *l concepto de diferencia entre situaciones sociales (hechos histricos) es esttico u se refiere al registro de las diferencias entre sociedades concretas (hechos hictricos) observadas en un tiempo concreto, i. Si a esos hechos (st-ciadacs) los llamamos a. , c,.., las diferentes condiciones predoniiflafl cci la 1pooa , pueden flarnarse a *n los primeros tiempos la reflexin sobre los hechos sociales prestaba atencin, sobre todo, a las diferencias entre las condiciones reales de las diversas sociedades, etctera. !e aqu los intentos de explicacin de los antiguos por medio del factor clim tico (cfr. 2latn, ,ristteles). Las diferencias entre las condiciones de las diversas sociedades se mostraron como las m s sorprendentes de todas. *l concepto de cambio implica adem s el de direccin% cuando atendemos a los cambios hacemos observaciones sucesivas de los mismos hechos histricos en momentos sucesivos. #r ficamente, son vectores que de forma extendida dan lugar a una matri" de cambios, que llamaremos _% a3, b3, e3, aE, bE, eE, a7, b7, e7, a, b, c, 2ero el simple registro de un cambio no explica de ningn modo la transicin de a3, b4 e4..., a a,, bE, e' es decir, el mecanismo de transformacin. La descripcin de los cambios m s la indicacin de su mecanismo forman una descripcin del desarrollo, como se ha dicho antes. ,l intentar una explicacin del desarrollo, el primer paso consiste en asumir que los elementos de un sistema en desarrollo concreto se condicionan mutuamente. *ste condicionamiento implica alguna forma de unin de un elemento con otro $ qui" s es un equivalente del concepto ciberntico de unin. *l conocimiento de la red formada por dichas uniones (es decir, el conocimiento de la estructura del sistema en cuestin) permite averiguar el funcionamiento de ese sistema $,por tanto, su movimiento $ su desarrollo. *l conocimiento del funcionamiento de sus elementos, exclusivamente, no basta para este fin ' *l condicionamiento puede valer slo para dos elementos o dos sistemas, $ entonces el conocimiento de ello basta para describir el funcionamiento de un elemento, pciQo no para describir el movimiento $ el desarrollo de todo el sistema. *l 4oncepto de condicionamiento, que corresponde al de unin, no es idntico, evldentelsleflte, al de la red de uniones, aunque es su componente esencial. *l proceso de desarrollo de un sistema puede interpretarse, segn K. Lange, como un producto de la matri" de transformaciones (el modo de f:ncionar de los elementos) $ la matri" de estructura (la red de uniones entre 1>S elementes). *sto se expresa uniendo a
la matri" de cambios una regia adecuada, que, segn O. Lange, llamaremos el operador de transformacin% 6FZ *n ciberntica se distinguen varios tipos de uniones, que podemos tomar 22mo e-emplos de la clasificacin de los condicionamientos de diversos tipos. flclu$en% uniones consecutivas (directas e indirectas), uniones de realimenlac GG (neoativas $ positivas), que pueden ser directas o indirectas, $ uniones 2a-d&elm En 01 coas, s&c las uniones consecutivas, la %[elaein c0iLe los dos Sisteni implicados tiene una sola direccin. *n el caso de las uniones do realimentacin (o simplemente% realirnentacin), no slo ha$ una unin consecutiva de un sistema a con un sistema b, sino tambin al revs. 2odemos esquemati"ar una realimentac-n directa como sigue% 2or tanto, una realirnentacin puede patirse en, por lo menos, dos uniones consecutivas, de modo que cada una enla"a algunos sistemas o sus elementos en una sola direccin% :na unin de realirnentacin de ciertos elementos puede designar tambin una unin paralela, que trataremos m s tarde. Las uniones consecutivas 1 representan la situacin en la que, por lo menos, una salida de un sistema (elemento) a es al mismo tiempo una entrada de un sistema (elemento) b. La conexin de a $ b significa aqu una accin de a sobre b $ supone una transicin de a a b $, por tanto, un paso del tiempo. Las uniones consecutivas son el tipo de condicionamientos entre los que tenemos que buscar el nexo causal, es decir, donde tenemos que buscar las interacciones entre los hechos que van de acuerdo con la direccin del curso del tiempo. Los cond-c-onal-stas han intentado identificar las condiciones con las causas, defendiendo, por tanto, la eliminacin del concepto de causa del lengua-e cientfico1 esto fue el resultado de que aseguraran que todas las condiciones para que ocurra un hecho son igualmente importantes. 2ero tenemos que distinguir entre un condicionamiento $ un nexo causal, $ no slo en la investigacin histrica. *l concepto de condicin es m s amplio que el de causa, $ no se puede llamar nexo causal a toda labor de un fragmento del universo material sobre otro fragmento (de un hecho histrico sobre otro) . *l concepto de causa, tanto principal como accesoria (lo cual, en su m s amplio sentido, abarca el concepto de regularidad1 ver captulo A&&&), debe reservarse para los condicionamientos (uniones) que son m s necesarias para que ocurra un hecho posterior (efecto), aunque ha$ grados de necesidad. La bsqueda de dichos condicioisamieritos esenciales es tarea e inters de la investigacinJ Los mtodos para encontrarlos ser n tratados en la Uuinta 2arte del libro. *ste concepto ele causa concuerda, en general, con los procedimientKS usados en la pr ctica por los historiadores m s interesados en averiguar las causas llamadas principales, esenciales, etctera. La eficacia de tal bsqueda $ de las opiniones de los diversos historiadores que est n dispuestos a -urar que son ellos quienes han descubierto la causa real de un hecho concreto, es una historia diferente. 9. Mloch distingui, entre los antecedentes de los hechos (efectos) especficos, los m s generales $ m s constantes (comK la le$ de gravedad oua determina la tra$ectoria de los misiles en una batalla, que debe tenerse en cuenta aY investigar las causas de la victoria ele un bando), <, a continuacin, las condiciones $ las causas. 5Los antecK 4i co nl1% caismo tielle corno fundador a 9. ;erTGGGG (1E?DQ1>'1). *l concepto materialista de causa se refiere a una nocin de un ebie( matcrial sobre otro en la noe est mpf
denteS m s detallados, pero que tienen una cierta durabilidad, forman lo que s llama normalmente condiciones. La condicin m s especfica, que en la serie de fuer"as generadoras representa los factores diferenciadores, es lo que se suele llamar causa. Se dice, por e-emplo, que en la poca de la Le$, la inflacin fue la causa del al"a general de los precios. La existencia del medio econmico francs, homogneo $ bastante consolidado por aquel entonces, fue simplemente una condicin% facilit la circulacin del dinero, proceso que, al distribuir papel moneda por todas partes, provoc el al"a, lo precedi $ le sobrevivi6 ,s, el historiador separa la causa de la red de condiciones, traba-ando sobre el principio de la unin consecutiva. Los condicionamientos o uniones paralelas, distintos de las uniones o los condicionamientos consecutivos, en los que debernos buscar las causas, suelen ser (o por lo menos lo son algunos de ellos), -unto con las uniones de realimentacin, equivalentes a las relaciones simult neas que podemos llamar estructurales o morfolgicas. *sas relaciones refle-an la estructura del mundo. 3o seRalan condicionamientos causales, sino que slo subra$an el hecho de que no pueden existir elementos o sistemas especficos aislados, sino que es necesaria la concurrencia de otros sistemas o elementos. 2or e-emplo, en el sistema capitalista, la existencia de la clase traba-adora no es una causa de la existencia de la clase capitalista, ni viceversa, aunque ninguna de las dos clases puede existir sola. *l siguiente esquema muestra una unin paralela simplificada (de dos elementos)% 4omo puede verse, la concurrencia de a sJ b en este tipo de unin se debe a (o se ve afectada por) un factor adicional . *n la terminologa ciberntica el esquema mostrado es el de un sistema de rplica. Se puede notar f cilmente que nos encontramos con uniones consecutivas, que ocurren simult neamente, entre a $ p x entre p $ h. La unin paralela slo se da entre a $ '. *n otras palabras, la existencia de una determinada estructura de ese fragmento del universo que Se investiga es eJocada por causas especificas. La concurrencia de la clase traba-adora $ la clase capitalista, por e-emplo, tiene su causa en aquellos factores que produ-eron el nacimiento del capitalismo. La existencia de una unin paralela entre a $ b no exclu$e la existe-icia simult nea de una unin de realimentacin entre ellos% por e-eflKplo, tal unin de realimentacin existe entre la clase traba-adora $ la clase capitalista, $ se manifiesta, por e-emplo, en la lucha de clases. 3o todas las uniones paralelas son condicionamientos estructurales. ,qu es de nuevo tarea del historiador (o qui" del socilogo), encontrar, en la masa de uniones paralelas sin importancia, las uniones que tienen una im2ortancia tundamental1 debe hacer@o para poderlas clasificar adecuadamente, 1 para poder, por tanto, estructurar adecuadamente los hechos histricos de los que se ocup. *Y indicar ci S&S&KKi1\ Oi saca a relucir Oa unidad ltima d las uniones consecutivas u paralelas, es decir, su unidad, cuando las exansinainos desde el plinto [-o Ts1i 1ro 1iK11l 1 u estructural. *sta es una o dhrecp1G de investigacin nuv ha sido tenida plenamente en cuenta por el modelo dialctico de investigacin histrica. La mencionada unidad de uniones, sin embargo, implica I e lKS condicionamientos consecutivos son los principales, $ entre ellos ha$ que dar prioridad a los m s fuertes de ellos, es decir, a los causales. *sto parece apo$ar la afirmacin anterior de que el principio de causalidad es la ra"n fundamental para decir que el universo se rige por regularidades. Las uniones de realimentacin, subra$adas en la ciberntica, son mu$ tiles en la investigacin histrica, $a que permiten a los historiadores interpretar de una forma m s completa los hechos. *ste concepto saca a relucir el car cter activo de todos los
elementos de un sistema concreto, $ elimina de ese modo la inclinacin a interpretar el efecto como algo pasivo. 0e aqu un e-emplo. *l rdito monetario, que en el siglo xviii empe" a sustituir a los deberes que tenan los campesinos por su condicin de siervos, nos plantea la pregunta sobre las causas de ese interesante hecho. :na de las causas que normalmente se apunta en este sentido es el desarrollo de la economa monetaria $ de la produccin comercial. 2ero, a su ve", cuando explicamos el desarrollo de esa clase de economa en el siglo A;70, nos referimos al hecho de que en las reas rurales el dinero comen" a reempla"ar a las prestaciones derivadas de la condicin servil de los campesinos. 2arece que el problema puede explicarse si consideramos una unin paralela que muestra que tenemos que buscar una causa comn que dio lugar a la concurrencia de la economa creciente basada en el dinero $ en los productos comerciales, $ a la importancia creciente del rdito en dinero, $ tambin a una realimentacin entre el crecimiento de los rditos $ el mencionado tipo de economa% 4rccino de la economa 4rccimicato de la importancia deseco en el dinero $ lKS del rdito monetario 4ausas del ciniento1 de la economa basada en el dinero $ los productos comerciales $ LIm dinero ,l seRalar el papel da la realimentacin subra$amos de nuevo que los condicionamientos causales SKfl la manifestacin principal de las relaciones en la naturale"a $ la sociedad. *l principio de causalidad demuestra ser una parte integral de la interpretacin din mica de la materia. 3o ha$ que olvidar cine incluso los hechos m s casuales tienen sus causas $ son maflJ festaciones de las regularidades que los gobiernan. *sto ocurre porque ] suceso casual es un concepto relativo% slo es un hecho casual en relaciHfl con un hecho concreto, $ en relacin con otros hechos puede mostrarse COJO0 una manifestacin normal de una regularidad. Crataremos esta cuestmo] m s adelante. ci Ja !ce del (le rmio*rto, es dccr, e del rincipio quS afircia gro cdcs los Lacrar iaos del utirec cap cii condicionomictul]J - est estrechamente unido al principio de causalidad como fundamento de la afirmacin de que los hechos (tanto naturales como sociales) se rigen por regularidades. *l principio de causalidad es la esencia o la principal manifestacin del determinismo. Se puede decir, sin embargo, que el determinismo implica m s que la causalidad, porque -unto a la propia causalidad, acepta tambin la existencia de regularidades que determinan el funcionamiento de las causas. 2or tanto, es un concepto que une el problema de las causas con el de las le$es, es decir, la causalidad con la interpretacin nomottica. La afirmacin, hecha al principio de este captulo, de que los condicionamientos implican la aceptacin de la causalidad $ la existencia de regularidades es determinista. La afirmacin, reducida a la aceptacin de los condicionamientos causales, es causalista. *n este caso nos enfrentamos con el determinismo ontolgico $ el causalismo ontolgico. 2ero surge una cuestin, si el causalismo que no acepta las regularidades supone siempre un indeterminismo, $, en general, cu les son los lmites entre el determinismo $ el indeterminismo. *sto exige ciertas explicaciones preliminares, con las que comen"aremos nuestro an lisis. !espus procederemos a examinar, uno por uno, los
problemas particulares del determinismo en la explicacin de los sucesos pasados. Slo con todos estos an lisis podremos formular, en lneas generales, nuestra postura sobre el problema del determinismo en la historia. +. ,-du.ie/ic" distingua entre el determinismo ambiguo $ el determinismo no ambiguo . *n lengua-e corriente, nos encontramos con el determinismo ambiguo cuando, para cada caso de comportamiento especfico de un ob-eto x (o sea, un suceso x), siempre tenemos uno o m s sucesos $ cu$a existencia va siempre acompaRada de la existencia de x, pero de forma que en los distintos casos de existencia de x pueden existir diferentes sucesos $. *l principio del determinismo no ambiguo exige que los sucesos $ dependan slo de x $ no varen, al margen de las diferentes formas de existencia de x . 2arece que esta distincin, m s el hecho de que un determinista afirma que todos los sucesos se rigen por algunas regularidades O por conriic-onaniientos causales bastante constantes (interpretados como no ambiguos o estadsticos) nos permite seRalar otra diferencia entre el determinismo ambiguo $ el no ambiguo% el determinismo no ambiguo afirma la existencia de regularidades no ambiguas que exclu$en las regularidades estadsticas (posibilistas O), mientras que el determinismo ambiguo no exclu$e el hltimo grupo de regularidades. Surge la cuestin de si podemos hablar tambin de causalismo ambiguo F 00 ambiguo. La respuesta parece ser afirmativa. F si las diferencias en las interpretaciones del determinismo van unidas a los tipos de regularidades aceptados, la diferenciacin del causalismo debe ir unida a los tipos de accin causal especfica, que puede ser ambigua o no ambigua. , este respecto, el deteiQm-i-smro ambiguo se ve refor"ado en combinacin con el causalismo fo ambigG, *l causalismo no ambiguo (que utili"a el concepto de causa corno una accin fsica de un sistema sobre otro) afirma que las acciones fsicas (por e-emplo, usando la energa) a las que est expuesto un sistema en un momento t1 de una forma no ambigua determina el estado de ese sistema en un momento t2. *l causalismo no ambiguo admite una determinacin probabilista en tales casos. ,s, podemos distinguir entre el determinismo ambiguo $ el io ambiguo en combinacin con el causalismo ambiguo $ el no ambiguo. *stas cuatro afirmaciones pueden formularse como afirmaciones metodolgicas u ontolgicas. ,lgunos investigadores que aceptan el determinismo en sentido metodolgico, no lo aceptan como una afirmacin sobre la estructura del universo. *l acercamiento materialista consiste en aceptar el determinismo en sus dos formas. *l determinismo no ambiguo, combinado con el causalismo no ambiguo, puede denorninarse determinismo radical 1O *l determinismo ambiguo, especialmente cuando se combina con el causalismo ambiguo, puede llamarse, en opinin de este autor, indeteiminismo moderado, con la condicin de que dicho indeterminismo acepte el causalismo. La interpretacin que niega que el universo se rige por regularidades, es decir, que no acepta la existencia de las regularidades $ le$es no ambiguas, ni siquiera la de las regularidades estadsticas, puede ser llamado indeterminismo radical. 2ara un indeterminista radical el universo es un con-unto de sucesos que no est n su-etos a ninguna regularidad. Suele aceptar el principio de causalidad, aunque slo sea por el hecho de que es uno de los principios de conocimiento basado en el sentido comn (ver captulo A), pero muchas veces lo limita a las causas inmediatas $ se niega a aceptar el condicionamiento causal indirecto. ,s, un indeterminista radical dir que la 2rimera #uerra 9undial fue causada por el asesinato de Sara-evo, $ qui" s llegar un poco m s le-os en su an lisis, pero se negar a buscar las causas, por e-emplo, en los conflictos econmicos $ polticos entre las grandes potencias. *n la pr ctica, encontramos varios grados de indeterminismo radical. , menudo, este hecho se debe a que el historiador no
tiene suficiente conocimiento no basado en fuentes, especialmente el conocimiento del mecanismo del proceso histrico. La investigacin espont nea, bastante frecuente en el estudio de la historia, se limita necesariamente al descubru miento de las causas directas, que son de poca importancia $, normalmente, de pequeRo inters. 3o es posible un progreso en la cadena de causas sin la lu" que arro-a el autntico conocimiento no basado en fuentes. *l indeterminismo radical suele aparecer en sus dos versiones conbi nadas, la ontolgica $ la gnoseolgica. 2or el contrario, el indeterminismo moderado puede aparecer, en su versin gnoseolgica, con la versin onto lgica del indeterminismo radical. !e cualquier modo, el principio del ind terminismo radical en su versin gnoseolgica $ ontolgica combinadas no ha avan"ado en la ciencia contempor nea, $a que sera incompatible cKfl el principio de que la investigacin cientfica no debe lirnitarse a simples descripciones de los hechos. ,hora bien, si recha"amos el indeterminismo radical, como se ha re4lli "ado universainiente en su nivel epistemolgico, queda una cuestin, cual de las restantes orientaciones, el determinismo $ el indeterminismo moderado a La deBinic?n de *. 3agel es% 5Bi dctermini`rro en ialg` t01j j5 siS cn que, para toda serie de acciones Y1nrJnas, iiidiviciuaYrs e coaccuJa (..) h un sis tema que es determinante respecto a esi as accionesJ. (Tl?c Striictitrc ,%cietice, Londres, 1>?1, pg. 8>8). 1>? [(que es el que admite las regularidades estadsticas -unto a las regularidades no ambiguas), refle-a me-or la estructura del mundo. *n el materialismo dialctico, la cuestin provoca controversias. 9uchos autores est n a favor de un indeterminismo moderado, al cual incluso llaman determinismo, por e-emplo, #. ,. Svechni.ov. Su postura se debe sobre todo a los ltimos avances de la ciencia natural en el estudio de los procesos microscpicos, en particular la mec nica cu ntica, que es de naturale"a estadstica, $ tambin al principio de indeterminacin de P. 0eisenberg, que establece que al estudiar las micropartfculas es imposible hacer mediciones que no afecten a la partcula en cuestin. La cuestin debe quedar abierta, porque no es posible excluir la existencia, en la naturale"a $ en las sociedades humanas, de interacciones ambiguas, es decir, situaciones en las que las mismas causas, ba-o las mismas circunstancias, producen efectos diferentes. La investigacin futura, especialmente la que se ocupa de los procesos fsicos, demostrar si est -ustificado dar tal libertad a los hechos. *l problema es m s claro que lo que respecta a las acciones humanas% las dificultades que se encuentran en la investigacin social consisten en los constantes cambios de las condiciones sociales, lo cual, -unto con lo intrincado de la vida social que inclu$e las acciones humanas conscientes, nos impide estar seguros de que comparamos exactamente las mismas situaciones. *l conocimiento del mundo se adquiere gradualmente, aunque C. S. +uhn no se equivoca al asegurar que el desarrollo de la ciencia tiene lugar sobre todo a travs de revoluciones sucesivas. La abundancia de hechos no se manifiesta inmediatamente in tota, $ probablemente nunca lo har . 2or eso no ha$ que extraRarse de que un progreso en nuestro conocimiento del mundo nos revele amplias reas que parecen indeterminadas para nosotros, pero que en realidad no tienen por qu serlo. Nespecto al estudio de hechos sociales, parece necesario distinguir entre el determinismo radical $ el moderado. *n la versin radical nos encontramos con un determinismo absoluto de todas las acciones humanas1 esto &ndica la naturale"a
necesaria de todo acto humano, $ tambin, por tanto, de todo hecho histrico, $a que cada hecho histrico es efecto de una accin humana. *n su forma m s radical, esta opinin puede caer en el fatalismo, que tiene dos versiones, una materialista $ otra idealista. *n su ;ersin moderada, el determinismo subra$a el condicionamiento general de las acciones humanas, sin determinar de antemano la forma definida de las acciones de un hombre concreto. D. Reg laridad y azar en la 'istoria 0emos llegado as a la cuestin, mu$ discutida, del a"ar. 3uestra postura sobre el asunto se deduce de la opinin, descrita m s arriba, sobre el determinismo $ el indeterminismo. *l problema puede resumirse como Sigue, con especial referencia a la cuestin de los sucesos casuales% tesis 1 indeterminismo radical% no har sucesos regulares, $ por tanto todos los sucesos son sucesos casuales, aunque estn provocados por unas 4ausas. tesis ' indeZcrminisrno modecado% ha$ sucesos regulares, que est n de i.na forma no ambigua, $ sucesos casuales, es decir, no deterfls-flttds que llenan el margen catre la probabilidad considerable $ la 4erte".i. 1>@ tesis DI determinismo radical% todos los sucesos son regulares, no ha$ sucesos casuales1 tesis < determinismo moderado (dialctico)% existen tanto los sucesos regulares corno los casuales, pero los sucesos casuales slo lo son aparentemente, en realidad est n determinados1 esto significa que cada suceso es a la ve" un suceso regular $ un suceso casual1 es regular porque est unido a regularidades especficas1 es un suceso casual porque puede no aparecer en la 5superficie6 de los hechos como un resultado del efecto de factores perturbadores, o porque puede manifestarse de forma desfigurada. La tesis <, que le parece la m s convincente de todas a este autor, exige m s elaboracin. *n favor de la afirmacin de que los sucesos casuales en la historia lo son slo aparentemente, se puede aducir el siguiente ra"onamiento% en primer lugar, se subra$a la naturale"a relativa del concepto de a"ar. *l punto de partida es la afirmacin de que la existencia de un hecho concreto (hecho histrico) tiene que deberse a unas causas (en su sentido m s amplio), que se pueden clasificar como principales (significativas) $ secundarias. Las causas principales o factores (que inclu$en las regularidades, ver captulo A&&) son necesarias para la existencia de una determinada clase de hechos, individuales o colectivos, porque determinan las caractersticas esenciales de un hecho $ as -ustifican su inclusin en una clase concreta. 2or e-emplo, ha$ una serie de causas principales que condicionan la aparicin de las huelgas de los traba-adores en el sistema capitalista. 2ero cualquier huelga cQoncreta, es decir, su existencia, el momento de su aparicin $ su historia individual, que le hacen distinguirse en algo de todas las dem s huelgas, dependen de una serie de causas que 5cooperan6 con las principales $ que podemos llamar secundarias. *stas causas secundarias no aparecen nunca solas respecto a una clase concreta de hechos1 van unidas a un hecho determinado por la causa principal o por una serie de causas principales. *s evidente que las causas principales tampoco aparecen aisladas, $ su funcionamiento se manifiesta en la superficie en la accin recproca de las causas secundarias. Los fundadores de la filosofa marxista formularon esto en la escueta frase que afirma que 5la necesidad se manifiesta a travs de los sucesos casualesJ). Las causas principales -untan una serie de hechos especficos, que son eslabones en las diversas cadenas de causas, $ as hacen posible que un hecho concreto apare"ca como elemento de una determinada clase de
hechos. 2ero puede ocurrir que una causa principal concreta (o una serie de causas principales) no logre -untar esos hechos especficos, proceso que es necesano para que ocurra un hecho histrico determinado. *sto sucede si las diversas causas sedundarias, que son potenciales en el caso del hecho en cuestin, consiguen superar la labor de las principales. *n tal caso, el suceso en cuestin no aparece. 2or tanto, slo aparece si los factores perturbadores no impiden a la causa principal que se manifieste. Si un hecho concreto .l aparece, podemos sospechar que otra causa principal, m s fuerte, $ consigui evitar las causas accidentales que, en potencia, a$udaran a la causa rival. !icha causa principal se denomina impedimento. 4omo puede verse, la llamada necesidad se relaciena con el a"arQ causas accidentales son sucesos casuales respecto a las causas principabS pero son igualineni e indispensables para la existencia de un hecho detet minado. Se puede decir que el estallido de una huelga en un da con4reS] es un suceso casual, que, sin embargo, manifiesta la necesidad de la lucha de los traba-adores para conseguir un me-or nivel de vida o unos derechos polticos. La forma de dicha lucha, su duracin, etctera, son tambin sucesos casuales. Llegamos as a la conclusin de que todos los hechos (tanto las causas como los efectos) son sucesos regulares (necesarios) $ casuales. Son hechos casuales porque las caractersticas individuales son efectos de la labor de las causas accidentales, que son eslabones en varias cadenas de causas1 su regularidad consiste en que son manifestaciones de la labor de la causa principal, que condiciona la verdadera existencia de un suceso de una categora concreta, $ tambin en el hecho de que las causas accidentales tambin est n condicionadas por causas principales especficas. 9uchas veces se dice que los sucesos que se deben a causas principales son necesarios, $ los que se deben a causas accidentales son sucesos casuales. Lo que se ha dicho m s arriba demuestra que esta distincin es incorrecta. Las llamadas causas (factores) principales (significativas) nunca se manifiestan en su forma pura% provocan los sucesos a travs, solamente, de las llamadas causas accidentales. *n otras palabras, las causas indirectas (o 5escondidas6), con las cuales podemos comparar las causas principales, traba-an slo por medio de relaciones m s directas, que hemos llamado aqu accidentales, aunque qui" sera me-or llamarlas m s directas. *n ltimo an lisis, para que exista un hecho histrico dado, es necesario $ suficiente que% 1) existan las causas principales1 ') que existan las causas accidentales, que traba-an en nombre de las causas principales mencionadas. La serie de causas accidentales puede ser de varias clases. *l punto de encuentro de las diversas cadenas causales, que inclu$en las distintas causas accidentales, condicionadas por la labor de la causa principal, produce un hecho histrico especfico, que por tanto es neceario desde un punto de vista $ un suceso casual desde otro. *sa naturale"a doble de los hechos histricos no se ha advertido muchas ;eces. Los materialistas activos en la poca de la &lustracin (por e-emplo, 0olbacli) defendan el determinismo mec nico, $ crean que todas las causas eran igualmente necesarias, sin hacer ninguna distincin entre principales $ accidentales. *l resultado obvio fue que subra$aban el papel del a"ar. 9uchos representantes del ideografismo ob-etivo, que recha"aban el deterflnflismo (por e-emplo, *. 9e$er), pensaban que todos los sucesos histricos eran sucesos casuales, que deban situarse en los puntos de encuentro de ;arias cadenas independientes de causas $ sucesos. *sta oscilacin de puntos de vista entre los extremos refle-a la naturale"a relativa del concepto de a"ar, $ al mismo tiempo
aRade ambigHedad al concepto. !esde el punto de ;ista sub-etivo, cuanto menos esperado es un hecho, o sus consecuencias, flQs casual es. 2or tanto, el concepto de a"ar est su-eto a una gradacin. - l proble de la libre #ol ntad del indi#id o *l siguiente problema que aparece es cmo conciliar el punto de vista aplicado a le hechos sociales (histricos) con la naturale"a consciente de la actividad [nana. La formulacin tradicional del problema CO.lSlSt0 en preeuntar el alcance del efecto de 7a libre voluntad del hombre Sobre el curso de los acontecimientos $ sobre el papel del individuo en la historia. La primera de estas dos preguntas es la m s importante% $a que si no admitimos ningn efecto de la libre voluntad humana sobre el curso de los acontecimientos, est fuera de lugar hablar sobre el papel del mdi. viduo en la historia, puesto que en tal interpretacin la libre voluntad de ese individuo no puede manifestarse. *l problema de la libre voluntad del hombre ha acosado a los seguidores de diversos sistemas religiosos durante siglos. *n particular, los filsofos cristianos han encarado el dilema de la aceptacin de la libre voluntad del hombre ($a que ha$ que dar al hombre una oportunidad para elegir su conducta correcta) $ la omnipotencia de la voluntad de !ios, que determina las acciones humanas. Se han sugerido varias soluciones a ese dilema1 abarcan desde la doctrina de San ,gustn sobre la predestinacin hasta la opinin de Santo Com s de ,quino, que admite un cierto grado de libre albedro humano. *l punto de vista de 7. 9aritain fue mencionado antes (captulo ;&&). La posicin adoptada por 0. Mutterfield es claramente determinista. Los filsofos cristianos suelen aceptar la libre voluntad del hombre, a pesar de las contradicciones internas mencionadas m s arriba1 al hacerlo, acusan al materialismo histrico de tener conclusiones fatalistas1 en concreto, de eliminar la responsabilidad moral del hombre por sus actos% el hombre no debe ser responsable de lo que la 5irremediabilidad histricaJS le obliga a hacer. *l determinismo moderado (dialctico) se separa firmemente de estas implicaciones fatalistas. *sta es una clara consecuencia del modelo dialctico de desarrollo histrico, un modelo que atribu$e a todos los elementos del sistema que se desarrollan venciendo todas sus contradicciones internas. Las acciones humanas tienen un margen concreto de libertad% por un lado, ese margen es lo suficientemente grande como para permitir ver en el hombre al 5hacedor6 de la historia, $ por otro lado, es lo suficientemente pequeRo como para limitar las acciones humanas dentro del marco de las condiciones ob-etivas (que, en su parte social, son los resultados de las acciones humanas). ,l establecer las metas de las acciones debemos tener en consideracin estas condiciones ob-etivas (ver capitulo AA&). Las restricciones de la libre actividad del hombre tienen dos caras% natural $ social. Las primeras se deben al hecho de que el hombre es parte de la 3aturale"a, $ por tanto est su-eto a sus diversas le$es. Si quiere vivir, tiene que comer, beber, etctera. *n sus actividades debe tener en cuenta la fuer"a de la giavedad, el hecho de que la radiactividad (por encima de un cierto nivel) es peligrosa para la salud e incluso para la vida, etctera1 todo esto se relaciona con un nmero enorme de casos. *s bien sabido que a lo largo de la historia el hombre va aumentando su domifli] de las fuer"as de la 3aturale"a, pero esto no consiste en cambiar sus le$es sino en adquirir un me-or conocimiento de esas leves $ en usarlas para los propsitos humanos. ,s, la creciente independencia del hombre respect] a la 3aturale"a (que consiste en el hecho de que el hombre adq:P un me-or conuSimientu de la 3aturale"a $ puede evitar iri s efica"&fl4flh4 muchas sorpresas) se combina con una dependencia creciente del hoiflb
respecto a la naturale"a, puesto que cada ve" la esa m s $ la encuefl`] m s indispensable. Las restricciones sociales sobre la actividad libre del hombre varan car cter, pero en primer plano est n dos tipos% en primer lugar, el lomb1e tiene que actuar ba-o condiciones que ha recibido $ que no puede escoger. 5s, ni siquiera el m s ingenioso habitante de la antigua Noma tena la < oportunidad de construir un avin, o incluso inventos mucho m s simples, p rque el nivel de produccin social en aquel tiempo no proporcionaba <as condiciones necesarias para ese empeRo. *n segundo lugar, eLhombre, ji al ser miembro de la sociedad, no acta nunca aislado, sino que siempre ptenece a un determinado grupo social1 el m s imprtante, la clase social la que pertenece. ,s, las actividades del hombre est n condicionadas en )( gran medida por su pertenencia a un grupo o clase. *sto confirma simQ / plemente que las opiniones $ la conducta de un hombre dependen de su situacin social . > m s an, el hombre, como ciudadano de un determinado *stado, tiene que cumplir las le$es que est n en vigor en ese *stado. *stas restricciones no son absolutas. *l hombre se ve mucho m s limitado por las condiciones naturales que por las sociales, especialmente las segundas mencionadas m s arriba. *l hombre puede de-ar de lado muchas de estas coacciones. Si acta contra las le$es de la 3aturale"a, lo cual es posible en un caso dado, se arriesga a sufrir daRos en su salud, sufrimientos / $ aniquilacin. 2uede olvidarse del fro exterior $ salir sin ropa adecuada, pero se arriesga a empeorar la salud. 2uede intentar hervir agua mientras echa tro"os de hielo dentroS pero no conseguir su propsito. ,s, el libre deseo del hombre se podr manifestar incluso respecto a ciertas restricciones que le impone la 3aturale"a. *n cuanto a las restricciones sociales, la libre voluntad del hombre tiene pocas oportunidades para manifestarse sobre las condiciones de vida que ha heredado. 2uede ir en cabe"a de su poca, pero la distancia recorrida no ser larga. *s ma$or su oportunidad cuando trata de luchar contra una clase o un grupo, es decir, contra los intereses de dicha clase o diI cho grupo. 2ero aunque nosotros, por supuesto, tenemos que recordar que la libre ;olunt del hombre no se manifiesta de manera absoluta, sino de forma que est determinada por las restricciones mencionadas, no debemos creer que el principal campo de accin de la libre voluntad del hombre es el estado incompleto de las restricciones naturales $ sociales. La principal esfera de accin del libre deseo del hombre ha$ que buscarla en el campo de las 4ausas accidentales, en relacin con lo anterior, es decir, el campo del a"ar. Los condicionarnie-Qoj sociales $ naturales forman el substrato de las accioQ nes humanas. *ste substrato consiste en varias le$es de la 3aturale"a (m s O menos universales) $ leves sociales (histricas), $ tambin en las causas 3 2rincipl, mencionadas m s arriba, que, por supuesto, pueden formar tambien un sistema propio. ,s resulta que el libre albedro del hombre ha quedadG como una gama CiC acciones a travs de las cuales las causas 2rincipales ($ por medio de ellas, tambin las leves histricas) se maniflestai . !e qu modo se manifiestan esas causas, $ lo que qui" es el proble a, cu les de ellas se manifiestan, son cuestiones que dependen de las acciones hum-nas drfin-das. *n este caso, la labor del deseo libre es como 8tgue Las acciones del hombre tienen un fin. 2or tanto, la primera decisin quehace es sobre la eleccin de ese fin. !espus, al intentar alcan"ar ese fin, afronta muchas veces la posibilidad de elegir distintas estrategias, es decir, -uega una partida en el mundo. *n las mismas situaciones, diversas personas pueden elegir diferentes fines $ adoptar distintas estrategias para conseguirlos. 4uanto m s conocemos el mundo, $, sobre todo, las regularidades que
rigen el mundo, m s posibilidades tenemos de elegir una estrategia me-or, es decir, la que tenga en cuenta esas regularidades. 2or tanto, nuestra libertad es ma$or, $a que es difcil decir que la libertad de andar a tientas en la oscuridad es una libertad plena. Llegamos as a la conocida formulacin de que la libertad significa una necesidad comprendida. *sta afirmacin, que encontramos en las obras de Spino"a $ 0egel, fue elaborada por 9arx $ *ngels, que la inclu$eron en un modelo dialctico del proceso histrico. *n resumen, podemos decir que las acciones humanas revelan el efecto de las causas principales $ de las regularidades que centran dichas acciones. 2ero Wla posibilidad que tiene el individuo de tomar varias decisiones, como hemos dicho, no niega el principio del determinismo dialcticoX Se puede responder que no. 2orque, aparte del hecho de que las acciones humanas est n unidas a las causas principales $ a las regularidades, cada decisin es resultado de motivos especficos, o, me-or dicho, la resultante de una larga serie de diversos motivos. Las decisiones humanas son regulares $ est n basadas en el a"ar% son regulares porque est n relacionadas con una red de condicionamientos, $ est n basadas en el a"ar porque pueden variar de individuo a individuo. Cambin ha$ otra restriccin sobre la libre voluntad% al intentar alcan"ar sus respectivos fines, los individuos no suelen ser capaces de predecir las consecuencias sociales de sus acciones. Sus predicciones, la ma$ora de las veces, se limitan a los resultados de las acciones individuales, $, m s an, a los resultados que no estn mu$ ale-ados en el tiempo. *n un largo recorrido, $ a escala social, los individuos pierden el control de las consecuencias de sus acciones. 2or tanto, los efectos sociales de las acciones se convierten en una de las condiciones fundamentales de las acciones nuevas de los mismos u otros individuos 1' ,s podemos decir que cada accin humana tiene sus componentes sub-etivos (fines $ conocimiento) F ob-etivos (resultados). 8. El papel de los indi#id os destacados en la 'istoria , la lu" de los an lisis hechos hasta aqu, Wcu l es el papel de los individuos destacados, es decir, la funcin del deseo de tales individuosX !e-ando aparte, por el momento, las caractersticas que nos hacen distinguir a esos individuos destacados de entre la totalidad de los miembros 1' Los problemas del a"ar $ la necesidad $ el libre albedro fueren am2&iD mente tratados por +. 9arx $ B. *ngels, que subra$aron las relaciones entre las acciones humanas $ las condiciones existentes. Las acciones humanas con propsito producen resultados que, a su ve", influ$en en esas acciones. stK resultados de las acciones humanas, a escala de masas son, en otras palabl'8J las caucas princcpales mencionadas $ las regularidades (le$es) que intau$efl cii las acciones humanas posteriores. *n Sol?re Ve erbacl;z (lE@), 9arx escribi 4 \la doctrina materialista de que lu hombres son productos %c las circuntaGJ8 &t rdrcacnn $ que r i tanto lKs 1 S ics cs1,idi s 8(11) mdiii s K circunstancias $ oc cducacion cambiada, olvida que son los homb res 1G8 8i. cambian las c&rcunstancias $ que el educador debe ser a su ve" educado`. S ted no,a s soY 7& cd cct i ? fi c t rin do e e 1 8 t 1 118 1 regularidades por medio de los sucesos de asar, 'G' de ma sociedad concreta, comencemos con la afirmacin de que su papel es grande, $, sobre todo, definido estrictamente $ adem s indispensable para el curso de los acontecimientos. *n la literatura no marxista sobre la materia las apreciaciones sobre ese papel han oscilado entre dos extremos, uno, el concepto de hroes de Ch. 4arl$le, $ el otro, la opinin fatalista de historiadores como #ui"ot, 9ignet $ Chierr$, quienes se
oponan a las interpretaciones, corrientes en la poca de la &lustracin, que afirmaban, como dice 2le- nov, que 5las opiniones (es decir, la actividad consciente del individuo) gobiernan el mundo6. 3inguno de estos acercamientos mostraban una comprensin del proceso histrico. *n esa poca el mecanismo del desarrollo fue comprendido solamente por 0egel, que inici la interpretacin dialctica del papel de los individuos destacados. 2ero uni su papel excesivamente a la labor de las condiciones heredadas $ a las funciones de las le$es del desarroilX, de-ando mu$ poco espacio a la iniciativa creadora de dichos individuos.=Slo 9arx $ *ngels vencieron la contradiccin entre la aceptacin del principio del determinismo $ el reconocimiento del papel de los individuos en la historia. Los autores marxistas que desarrollaron los puntos de vista de 9arx $ *ngels (F. 2le- nov, +. +auts.$, 3. Mu.harin, ,. #ramsci, $ otros) est n de acuerdo en dos cuestiones b sicas% el condicionamiento de las acciones de los individuos destacados $ el reconocimiento de su influencia, considerable $ definida, en el curso de los acontecimientos. 2or otro lado, ha$ diferencias de opinin sobre si se reconoce esa funcin a los individuos destacados en general, o a personas especficas. *n otras palabras, algunos (que son ma$ora) 1D sostienen que no es esencial saber qu individuos aparecen en el escenario de la historia, $a que, de cualquier modo, las regularidades histricas encontrar n siempre un instrumento de accin en :n individuo, sea el que sea. ,s, aunque 4rom/ell no hubiera aparecido en un momento determinado de la historia, su papel habra sido interpretado por otra persona1 del mismo modo, aunque 3apolen hubiera perdido la vida pronto, por e-emplo, en la batalla de ,rcole, el giro fundamental en la historia de Brancia hubiera permanecido. Ktros tienden a atribuir ma$or importancia a las personas especficas, $ aseguran que fueron exactamente 4rom/ell $ 3apolen quienes lucieron que los hechos tomaran un rumbo determinado. Sin ellos, el curso de los acontecimientos podra haber sido bastante distinto. *sta interpreta1Kfl atribu$e un papel importante a las personas particulares $ no slo a los flidividuos destacados en general. *n los escritos de los fundadores del marxismo encontramos una confir[4id G de la postura que combina estas dos interpretaciones. 2uede describirse as% 9ientras que las acciones cotidianas de la gente, es decir, de todos los Kllembros de una sociedad dada, refle-an las causas accidentales, a travs k&e las cuales se manifiestan las causas principales, las acciones de los individuos destacados tienen adem s una funcin centradora. !e este modo, los rnd-v-duos destacados son como organi"adores que inician, en ma$or o menor graG :nen las acciones de las otras personas. *videntemente, ni los -nd-v-:os destacados ni ci resto de la gente actan aislndanec te, sino corno 1D 4fr 7 ; se lou e 1 2i toi a (0ombre e 1 Ini i 1 1 (1 1 1 8 agin8 'GD $ ss *l 112m es de caricrcr divulgativo, pero iflell1$e G\1 1G lcreSaiire Sumen de las opiniones #1) o ci papel de los individuos destacados. 'GD miembros de ciertos grupos sociaYes, de los cuales el m s importante es la clase social. La suma de sus acciones constitu$e la accin de la clase respectiva. 4omo escribi Lenin, 5las acciones de los individuos vivos dentro de cada formacin socioQeconmica, acciones que son infinitamente variadas $ aparentemente no su-etas a ninguna sistemati"acin, han sido generali"adas $ reducidas a acciones de grupos de individuos (...), acciones de clase (...)14, Y. 2le- nov llam a los grandes hombres 5iniciadores6 , subra$ando as una de las dos funciones, como hemos mencionado, que cumplen los individuos destacados en la
historia. *ste papel de iniciadores, que tambin unen las acciones de los otros, se les atribu$e a los individuos destacados en general. Sin ellos, la sociedad estara condenada a un estancamiento, $ el desarrollo (o sea, las transformaciones de los sistemas) sera enormemente lento, especialmente de acuerdo con el ritmo de las le$es de la 3aturale"a. 2ero el hecho de que el hombre debe abastecer sus necesidades elementales le enfrenta con la 3aturale"a, es decir, le hace intentar utili"ar sus fuer"as. , medida que la lucha del hombre con la 3aturale"a intensifica la organi"acin (o sea, la iniciativa $ el concierto de esfuer"os), se hace cada ve" m s importante, $a que sin organi"acin es imposible la satisfaccin de las necesidades elementales del hombre, incluso en el estadio m s temprano de Ya historia de la humanidad. 0a$ una demanda de organi"adores que pueden ser predorninantemente iniciadores o=sobre todo, coordinadores, o pueden combinar por igual las dos funcionesJ *n el curso de la historia siempre ha$ que llenar sus lugares, $a que de otro modo la sociedad no podra funcionar $ estara su-eta a una autoQdestruccin. *l modo de reclutar a los dirigentes difiere, sin embargo, de un perodo a otro. , veces se abrieron oportunidades para los individuos dotados de talento, que as pudieron ascender en la escala social, pero muchas veces la sociedad puso freno a sus manifestaciones de talento $ contribu$ as a hacer m s lento el paso del desarrollo. *ste ltimo proceso poda consistir no slo en evitar que la gente sobresaliente ocupase los lugares de los dirigentes,bsino en abriiQ mu$ pocos de dichos lugares en un sistema social concreto. Las barreras de clase son el principal obst culo al ascenso de los individuosJcon talento hasta las funciones de organi"adores1 es decir, que las barreras de clase son un obst culo para la seleccin de los individuos m s tiles. 2or otro lado, el [rado de control del hombre sobre la 3aturale"a, es decir, el grado de desarrollo de la produccin $, consiguientemente, de toda la vida social, ha sido la condicin m s importante para la apertura de nuevos puestos de organi"adores. *stas dos condiciones% el tipo de seleccin de los individuos para las posiciones dirigentes $ el grado de control del hombre sobre la 3aturale"a, que aumenta el nmero de esas posiciones, est n estrechamente relacionadas1 una es una funcin de la otra, de modo que una me-or capacidad de los organi"adores a$uda a aumentar el nmero de puestoS para los organi"adores. *sto puede mostrarse por medio de los siguientes esquemas, que muestran la realimentacin% 4alidad de lo 3mero cte puestos 3mero de puestos 3mero de organiradores are los organi"adore para los ani"adoreL or.ctni"adKrcs 14 ;. Lenin, 5*l sentido econmico de 7a Ceora de 3arodni.i $ so CU1t por Struve\S, en <bres, vol. 1. 5 0-. 2le- nov, tW3,ey die (Pnllc dei Pers5nSiclskeii +o der Xesali+eJite, edl4l4tm citada, p g. <D. 'G< , esta realimentacin podramos llamarla le$ del progreso en la historia. ;olveremos sobre esta cuestin, $ por el momento nos limitamos a seRalar el mencionado papel de los organi"adores en el proceso histrico 1?, es decir, el papel de aquellos cu$a funcin es m s importante que las de los otros miembros de la sociedad. Nesulta que el acometimiento $ la coordinacin de las capacidades de los otros, es decir, el progreso interpretado como el surgimiento de sistemas cada ve" m s comple-os, dirigidos a una satisfaccin cada ve" m s amplia de las necesidades humanas, depende exactamente de los organi"adores, suponiendo que stos tengan buenas oportunidades para actuar, es decir, que sean bastante numerosos $ sus normas sean las adecuadas 1@ 2or tanto, este progreso puede ser m s r pido o m s lento segn el nivel de los organi"adores. *sto nos acerca a subra$ar el papel de los individuos especficos $ no slo el papel de
los organi"adores corno grupo. Los individuos m s o menos importantes, es decir, los que SKn m s o menos eficaces para reali"ar sus funciones de organi"adores $ aunar las acciones de otros individuos, pueden subir a los puestos de organi"adores, puestos cu$o nmero aumenta a medida que la sociedad se desarrolla. ,hora bien, cuanto m s destacados sean los individuos que ascienden a tales posiciones, ma$or ser el desarrollo de la actividad social $ m s fuerte la concentracin de dicha actividad, que recibe as una gua me-or. La fuer"a del efecto social de una concentracin as es a menudo enorme, corno saberno.s por la historia (por e-emplo, la Nevolucin de Kctubre). Las actividades de diferentes individuos, orientadas hasta ese momento en varias direcciones, son sustituidas por una actividad ordenada, orientada hacia una sola direccin, lo cual marca el principal elemento nuevo de la nueva situacin. La suma de fuer"as representadas por las actiiJidades pluridireccionales de los diversos individuos, antes de que un individuo destacado se convierta en organi"ador, no necesita ser menor que la Suma reali"ada despus de que l apare"ca en escena1 como hemos dicho, el efecto consiste en el hecho de que la direccin es slo una. *sta direccin, 4u$a fuer"a est en proporcin con lo destacado que sea el individuo en 4uestin, cambia la red de enlaces en una parte concreta del sistema $ hace que el sistema desarrolle nuevas contradicciones internas, que a su ve" ha$ que vencer, $ esto, como hemos visto, es la fuente de movimiento $ desarrollo del sistema *s evidente que la actividad de cada individuo, $ no slo de uno destacado, da lugar a cambios en los sistemas, pero los sistemas afectados en esos casos son relativamente pequeRos, de modo que las contradicciones tienen menos importancia. 2or otro lado, las decisiones sobre organi"acin hechas por individuos destacados ponen en movimiento sistemas enteros, suponiendo claro est , que sus decisiones consigan atraer a las masas $ las hagan adoptar como propias las metas formuladas por rin in/i2i/$o destacado. *sto implica que las masas deben adoptar la ideologa que sirve para 4onseg-1 esa mcta (entendiendo la ideologa como la formulacin de la meta de la accin $ la -ustificacin de esa mcta), $ aceptar esa ideologa corno el Sistema que gue sus acciones. :n sistema as asegura el entendimiento 4utre los erpani"adores $ el resto de la sociedad. 4uanto m S dure $ me-or Ktfl@&7ado est un sistema, m s largo mr me-or ser ese entendimiento. 2or supuesto, no ha$ abismos como los cine stneria 4arl$le entre las as 1KS indis iduos dcstaeadoe, *n pli mar lug/ , 7a actividad c7e los indi Cate concepto es rtcrpieledo aqu de indo n1@1; iupt1o. *l concepto c7e 5calidad,, de un organi"ador celo esplicado m s adelante viduos destacados es imposible sin la actividad de las masas. Los individuos deben tener en cuenta la actividad de las masas $ no pueden contradecirla en su largo tra$ecto. *n segundo lugar, los individuos destacados provienen de todos los estratos de la sociedad, en gran nmero. 4uando, al referirnos a individuos destacados, hablamos solamente de 4sar, 4arlomagno, 4rom/ell, 3apolen Monaparte $ 4arlos 9arx, estamos simplificando. *s cierto que stos est n entre las personalidades m s eminentes de la historia de la hunsa. nidad, $ que sin ellos la historia social habra sido bastante distinta% se puede dudar si la 5epope$a6 napolenica habra tenido lugar sin 3apolen $ si la transicin de la revolucin democr ticoQburguesa a la socialista en Nusia habra sido tan r pida sin Lenin. ,l lado de aquellos que son los m s visibles en la arena de la historia debemos advertir que ha$ grandes huestes de individuos destacados, de diversas capacidades (incluso m s cercanos a las masas), que aparecen en la sociedad. *ntre ellos, por supuesto, no se inclu$en todos los organi"adores de la vida social, $a que algunos de ellos pueden no contribuir a nada, sino simplemente seguir a otros. 2ero si esto es as, buscaremos a estos individuos entre los organi"adores de la produccin, los estudiosos $ cientficos,
los polticos $ los militares. *n tercer lugar, tenemos que subra$ar el significado relativo del concepto 5individuo destacado6. :na persona puede ser destacada (en el sentido de que inicia u organi"a las acciones) en un sistema especfico, mientras que en otros sistemas puede ser guiado por otros organi"adores. *n cuarto lugar, el hecho de que una persona se haga destacada en la historia se debe normalmente a la existencia de condiciones especficas. Biguras mediocres e incluso grotescas han conseguido entrar a menudo en el feudo de la historia. 9arx, en El 3K &r mario de L is &onaparte, escribi que quera mostrar 5cmo la lucha de clases en Brancia haba creado las circunstancias $ re7a clones que permitieron que una mediocridad grotesca representara el papel de un hroe6 . Las condiciones que favorecen la formacin de un rea de accin de un individuo destacado son la labor de la sociedad como un todo, $ m s an, ese individuo se desarrolla en el curso de la accin, es decir, en el curso de su cooperacin con las masas. Sera absurdo afirmar que ufl individuo est totalmente formado $a antes de que comience a actuar. !e que modo se vea afectado por sus acciones es algo que, evidentemente, depende en gran medida de las caractersticas de ese individuo. 3o se ha dicho nada hasta ahora sobre por qu ciertos individuos destaJ cados son grandes, es decir, pueden actuar como iniciadores $ coordinadores ,qu seRalaremos su propiedad b sica, cu$o grado, alcan"ado por una persona determinada, es la ra"n de su ascenso entre el trmino medio. 3os rafe rimos a la capacidad de prever las consecuencias sociales de sus propias acciones -unto con las acciones de aquellos sobre quienes trata de influilJ 4omo hemos dicho antes, suele ocurrir que los individuos prevn las coflSe cuencias m s o menos directas de sus acciones, sin darse cuenta de cuales ser n los efectos sociales. :n individuo destacado, sin embargo, debido a su capacidad, m s desarrollada, de predecir los desarrollos futuros, puede tofl decisiones apropiadas sobre sus acciones, $ al reali"arlas puede elegir loS estrategias m s eficaces. *s evidente que ci grado que ticnen diversos II1U viduos destacados de ccc conaciclad pa ea predecir rlesaecellos festucas de una persona a otra. Si el grado es ma$or, un individuo destacado, en sus acciones, sigue las tendencias (o sea, las le$es $ causas principales) que tienen m s probabilidad de ganar, incluso aunque su victoria pare"ca en un principio problem tica. *n este grupo se inclu$en, sobre todo, los dirigentes de las revoluciones victoriosas, como 4rom/ell, Nobespierre $ Lenin. *llos se asociaron con aquellas fuer"as que podan proporcionarles victorias o, por lo menos, xitos histricos enormes. *st claro que si las decisiones las hubieran hecho otras personas el curso de los acontecimientos podra haber sido diferente. Si su capacidad para predecir los desarrollos futusQos no es tan grande, $ m s an, si no es capa" de ir m s all de los intereses de su clase, puede unirse a tendencias que parecen desarrollarse visiblemente, pero que no tienen oportunidad de un triunfo permanente. *n este caso, la persona en cuestin acta, hasta cierto punto, contra las masas, cu$as actividades cotidianas determinan las tendencias de los sucesos. *l pasado ofrece muchos e-emplos de estos individuos que silQvieron a intereses que diferan de los intereses de las masas. Cales personas contribu$en a la materiali"acin de ciertos procesos que m s tarde, enfrentados con la ma$or fuer"a de las masas, tienen que ser modificados. 2odemos indicasQ otra caracterstica de los individuos destacados% comprenden cu ndo es el momento m s venta-oso para la accin $ saben cmo beneficiarse de esto. *sta propiedad se debe a su capacidad para comprender las situaciones existentes con sus implicaciones a largo pla"o. 4omo puede verse, la naturale"a de las caractersticas que buscamos en los individuos destacados consiste, sobre todo, en su capacidad para unir
sus acciones con las de las triases. 0emos llegado as a las fuentes del mecanismo de ese autodinamismo de desarrollo al que nos hemos referido $a en muchas ocasiones. 2odernos ver que el autodinamismo dialctico aplicado a la sociedad est estrechamente unido al nfasis sobre el papel activo de todos los (ndividuos, asignando un papel especial a los individuos destacados (organi"adores). Sin esta ltima 4ategora de personas, las acciones de diversos individuos podan estar tan desperd-gad que el desarrollo $ el progreso seran enormemente lentos. La actitud activa de las masas $ de los individuos destacados nos hace sustituir, en lo cuc se refiere al desarrollo social, el trmino autodinamismo (que se reserva para el inundo en general) por el de activismo, que evita todas las alusiones al automatismo en la vida social. Nesulta que, a pesar de todas las restricciones, la libre voluntad del hombre tiene un margen tan amplio que no exageramos al asegurar que la historia est hecha por seres humanos que no est n suetos a ninguna \[necesidad inevitableSJ. opinin puede incluir una actitud activa si va acompaRada por la conviccin de que las acciones especficas son una necesidad predeterminada, o pasiva (quietista) si va acompaRada por la conviccin de que las personas tienen que acatar pasivamente la labor de una voluntad superior. La primera opinin da lugar, por e-emplo, al fanatismo religioso (por e-emplo, el de los seguidores de 9ahoma), $ la ltima, a las diversas ideologas contemplativas. *l teleologismo asegura que todas las cosas de la 3aturale"a $ de la sociedad han sido dispuestas por una fuer"a superior (por e-emplo, !ios), con arreglo a ciertos propsitos. Se le ha asignado estrictamente un lugar a cada elemento del mundo, $ los seres humanos slo pueden adquirir el conocimiento de ese orden de cosas, pero no pueden cambiarlo. *n 7a pr ctica, sta es tambin la base del fatalismo, aunque de forma qui" s menos extrema, La opinin teleolgica puede tener varias versiones. La m s extremista (2latn, San ,gustn, Santo Com s de ,quino $ otros) asegura que la interven cin de la fuer"a superior en el curso del mundo es constante1 segn la postura menos extremista (!escartes), un 5primer paso6 bast para que funcionara por s mismo el mecanismo dirigido a un fin. *l espacio entre estas dos opiniones est ocupado por las opiniones 5fatalistas6 de los historiadores (ver captulo VI) que aseguran que el curso de los acontecimientos est guiado por un 5espritu de la poca6 o un 5espritu de la nacin6. *n biologa, los vitalistas formularon una teora parecida, diciendo que el factor que gua el desarrollo de los organismos es lo que ellos llamaban la fuer"a vital. *l fatalismo (-unto con el teleologismo) fue, durante siglos, la visin dominante en la historia, $a que estaba inevitablemente conectada con la op1 nin espiritualista que acepta la omnipotencia de las fuer"as espirituales. 2ero el materialismo mecanicista tambin llevaba, en ltimo an lisis, a conclusiKoes fatalistas que podernos ilustrar con la teora de las le$es del progresK expuesta por los materialistas del siglo xvtii (cfr. captulo ;&)% en esa leona no quedaba espacio para un papel activo de los individuos en la historia. 2ero no ha$ que subra$ar estas materias, que son m s o menos conocidas. ;amos a tratar ahora el problema del determinismo en la explicacion de los hechos pasados refirindonos a varios factores (geogr fico, biolgico $ determinismo econmico), Codas estas variedades de determinismo, si GG son parte integrante del modelo dialctico de proceso histrico, Son en realidad manifestaciones del fatalismo. 3uestros an lisis abarcar n slo el determinismo geogr fico $ hasta cierto punto recordar n $ ampliar n los comentarios hechos en la Segufl 2arte. Sobre el determinismo geogr fico ha habido muchos malentendidKi $ cosas pasadas por alto, en
silencio, *n primer lugar, tenemos que distinguir entre el determinismo geograJ fico, que es sinnimo de fatalismo, el posibilismo geogr fico, $ el detern1J nismo geogr fico dialctico, que es parte de la teora del desarrollo histfr1] *ste ltimo se opone al fatalismo. mientras que las implicaciones del pK8J 1.ismo pueden variar segn las opiniones de sus representantes sobre el curo] de la historia. 1Qla$ que prestar tambin atencin al papel variable del deteK minismo gcogratico en los diversos perodos del desarrollo de las 1de sociales e ocuoricas, 3uestro punto de partida ser la clasificacin (cte. captulo A) de laS categoras% diterciicias (entre sistcma.s observados al mismo tierripo), caY1YG] 0Ns isternas observados en distintos momentos), $ desarrollo (que t1 en coma el factoi cambio). *l nfasis puesto en el factor geogr ticK palG jxplicar las diferencias en las situaciones de las sociedades ha -ugado un papel especial. *l seRalar el entorno geogr fico, $ especialmente el clima, como un factor que explica las diferencias entre las situaciones $ caractersticas de diversas sociedades, ha tenido los antecedentes m s antiguos $ prolongados. 0ipcrates (<?GQD@@ a. 4.) suple ser el primer autor anotado en relacin con esto. *l pensaba que las personas que habitan territorios marcados por amplias variaciones en el clima son m s cambiables que las que habitan territorios m s tranquilos. 2odernos encontrar referencias al efecto del clima sobre la poblacin en 2latn (<'@QD<@ a. 4.), en su Rep5blica, $ en particular en la Poltica de ,ristteles (DE<QD'' a. 4.), donde se usa el factor clim tico para explicar las supuestamente excepcionales cualidades intelectuales $ polticas de los griegos . 0a$ que anotarS sin embargo, que incluso en la ,ntigHedad se vio el surgimiento del punto de vista opuesto, que adelantaba en siglos a las ideas sociales predominantes. Bue *strabn 0c. A7=c. '8 d. 4.), el gegrafo tan penetrante intelectualmente, quien, a la ve" que tomaba el factor geogr fico en cuenta, recomendaba buscar otras causas que explicaran las diferencias en el arte, formas de gobierno, costumbres $ maneras, car cter nacional, etc. 9 s an, crea que esas diferencias se deban a ciertas 5fuentes internas6 20 *n ese momento, casi toc el enigma del desarrollo. *strabn consideraba el factor geogr fico como uno de los muchos elementos de una estructura concreta, un factor que tiene su papel en el proceso del desarrollo, pero no cnrno una fuer"a geogr fica exterior cu$o impacto sobre la sociedad adopta varias formas, sino corno unidireccional e inevitable. , pesar de todas estas limitaciones, la propuesta, en la ,ntigHedad, del factor geogr fico como una explicacin de las diferencias en las situaciones de las diversas sociedades fue un avance considerable del pensamiento cientfico. *ra un testimonio a favor de la formulacin de preguntas racionales sobre las causas de las diferenciaciones en el mundo humano. *s evidente que cuando, al buscar respuestas para las preguntas mencionadas, no se hicieron referencias a la historia social $ a la explicacin de las condiciones 2osteriores por medio de las situaciones anteriores, se prest atencin, comprensiblemente, al entorno del hombre como la (o al menos na) explicacin. *n la *dad 9edia se vea una explicacin final en los factores sobrenaturales. *ncontramos ideas interesantes en las obras de los autores rabes solamente, en particular &bn +haldun (cfr. captulo &;). *n opinin de este autor, l anticip el llamado posibilismo geogr fico, en concreto la teora que considera ue el entorno geogr fico forma la serie decondiciones $ posibilidades que el hombre puede utili"ar. !eterminan que el hombre eli-a un determinado comportamiento, que, sin embargo, puede tener muchas varia GGGnjs. *sto significaba un recha"o de las
implicaciones fatalistas del antiguo determinismo geogr fico. 4omo en el caso de los autores mencionados prev amente &bn +haldun se interesaba principalmente por el clima. *n su opifliKn, un buen clima era una condicin sine I a non de la existencia de la ;ida social, pero no una explicacin suficiente de las formas que esa vida Social asume. *n la poca moderna, la discusin sobre el papel del factor geogr fico G la historia fue iniciada por D. Modin. *se factor atra-o la atencin de los 6 ;er ci an lisis de esas Sarte.s cte obras antiguas cii *. 1. Ceggarl, 6locory 'Groccscu o$ Histor#, md, cit., p g. 1@<. [Ks 2ara un an lisis de las opiniones de *strabn (pero que no saca a relucir Sacturcs indicados aqu), ver 0. Mec.er, 0. *. Mornes, op. cii., p gs. '8GQ'8'. estudiosos como resultado de la expansin europea $ del perodo de los grandes descubrimientos. 4uando los estudiosos se dieron cuenta de la existencia, fuera de *uropa, de gentes diferentes con sus variados modos de vida, intentaron explicar las diferencias que vean. 2ensaban tambin que era lgico $ racional asociar esas diferencias a las diferencias del entorno geogr fico, m s an, porque se ocupaban, sobre todo, de las diferencias en la civili"acin material, tipos de consumo, as como caractersticas tnicas $ nacionales, m s que de los tipos de modos de produccin. Modin sigui el mismo modelo 'i Subra$ principalmente las diferencias de mentalidad entre los habitantes del 0emisferio 3orte $ los del 0emisferio Sur. , partir de su poca, el entorno geogr fico gan importancia en las explicaciones de las diferencias en las situaciones $ car cter de varios pueblos. *sto significaba una oposicin a la interpretacin providencialista de la historia, $ en ese sentido tuvo una significacin considerable en la evolucin de las opiniones sobre la sociedad $ la historia social. , partir del Nenacimiento, la terminologa usada en las reflexiones sobre los sucesos pasados incorpor gradualmente el concepto de progreso, $ m s tarde, en el perodo de dominacin de las ideas positivistas, el de evolucin. !ei primer desarrollo son caractersticas las obras de 4h. 2errault (siglo xvii) $ 7. ,. 4ondorcet (siglo xviii), $ del ltimo, las de ,. 4omte, 4h. !ar/in, 0. Spencer $ muchos antroplogos culturales, como *. M. Ca$lor. 9ientras que la teora de la evolucin revolucion el desarrollo de la ciencia natural, $a que se haba pensado anteriormente que la 3aturale"a no tena historia, en el rea de la ciencia social, especialmente en la historia, supuso la resurreccin de la &lustracin con su concepto de progreso. 2ero en la segunda mitad del siglo A&A, ese concepto era mucho menos estimulante de lo que haba sido antes. La hegemona, en las ciencias sociales, de los modelos de metodologa sacados de la ciencia natural, supuso un paso atr s, especialmente en lo referente a la adopcin, en la investigacin histrica, del concepto de desarrollo. *l problema de la explicacin del curso concreto de los acontecimientos permaneca abierto. La gente saba que los sucesos siguen el camino del procreso, pero no saba de qu dependan los sucesivos cambios en las situaciones sociales. *sto dio lugar al problema de la explicacin de aquellos cambios que haban surgido como resultado de unos estudios. Codas estas circunstancias contribu$eron gradualmente a la formulacin de la teora de los factores '' en la explicacin del pasado (cfr. captulo ;&). *sa teora consista en seRalar un factor concreto (el entorno geogr fico, la ra"a, la densidad de poblacin, la poltica del *stado, la economa, etc.) como la causa latente de los cambios. La teora de los factores fue un aRadido importante al concepto de progreso, pero tambin supona el peligro de dar demasiada importancia a esos factores $, por tanto, el peligro del determinismo geogr fico en la explicacin de los cambios *sto ocurra porque, adem s de poner nfasis sobre alguno de los factores no se haca
un acercamiento integral a la sociedad como una estructura cofl creta, internamente coherente. 9ontesquieu era un eminente defensor de la teora de los factores, $ pona el acento en el clima. Sus comentarios sobre el efecto del clima en el hombre $ su historia estaban basados en la amplia literatura de la materia. 4omo escribi B. 7. Ceggart, \[en las discusiones de la teora de la influencia del clima se suele pasar directamente de la obra de Modin a la de 9ontesquieu. Sin embargo, este procedimiento pasa por alto el importante hecho de que la teora fue mantenida comnmente, $ frecuentemente adelantada, en los siglos xvii $ xviii, por personas como Monhours, 4hardin, Bontenelle, 9adarne !ecier, $ m s especialmente por el ,bad du Mos6 'D , esa lista podramos aRadir los nombres de 9ontaigne, Macon $ ;ico. 9ontesquieu us como fuente b sica Essay /oncerning t'e E$$ects o$ A+e or" H man &odies, de 7. ,rbuthnoth (1@DD), $ en su Esprit des bis (1@<E) se ocup m s de anali"ar las diferencias en los rasgos caractersticos de la gente que vive en diferentes climas que en averiguar las causas de los cambios. !espus de todo, esto era, aunque en grado variable, tpico de los representantes de la teora de los factores. *n los an lisis de 9ontesquieu, las explicaciones de los cambios estaban unidas, principalmente, a las le$es del progreso, $ las explicaciones de las diferencias, al efecto de los factores. 9ontesquieu se refera al clima para explicar las religiones inmutables, las costumbres $ le$es del Kriente, porque el clima no inclina a la gente a hacer esfuer"os Caiiibiii advirti la influencia de otros factores, pero sostena que el clima era el m s importante de todos. 0asta cierto punto, advirti las relaciones entre el entorno geogr fico $ el tipo de produccin, pero no elabor esa nueva idea su$a '< *l determinismo climatolgico, animado por 9ontesquieu, se hi"o mu$ 2opular entre los autores de la *poca de la &lustracin. 2or supuesto, haba referencias directas a los autores antiguos, con 0ipcrates en primer lugar. *l acercamiesito unilateral de 9ontesquieu tambin fue criticado, $ esa crtica 4ontribu$ a una me-or comprensin del papel del factor geogr fico en las explicaciones histricas. La crtica vino, sobre todo, de ,. N. 7. Curgot, que SeRal el hecho de que el entorno geogr fico cambia mu$ poco, mientras que las sociedades pueden cambiar mu$ r pidamente. *stos cambios se deben a los contactos entre pueblos de un nivel ba-o de cultura $ otros que han alcan"ado un ma$or nivel de desarrollo intelectual. !. 0ume (1@@11@@?)'8 adelant ideas parecidas. 9ontesquieu fue criticado tambin por 4. ,. 0elvetius (1@18Q@1) $ 2. 0. !. 0olbach (l@'DE>)'?, que pensaban que otros factores distintos del entorno geogr fico eran decisivos para los cambios sociales. La clitica de 7 : 0erder'@ slguio un camino diferente no solo anali"aba ql clima corno causa posible de los cambios, sino, como hemos mencionado mas arriba anticip la interpretacin dialctica del progreso, que m s tarde seria desarrollada por 9arx $ *ngels. ,cept el importante papel del clima que contribu$e al hecho de que \[la fortuna del mundo, todo lo que el hombre hace $ sostiene, cambie6 'E, pero tambin seRal el influ-o del hombre sobre el entorno geogr fico. ,po$ un posibilismo cuando escriba que 5el clima no obliga, sino que induce $ desarrolla una disposicin ligera en los seres humanos6 '> *n resumen, en las obras de 0erder encontramos una me"cla de la aceptacin de las le$es del progreso que funcionan como las 9oiras, de la teora de los factores aplicada a un an lisis del cambio social, $ de una formulacin nuclear de la teora del desarrollo dialctico de las sociedades humanas. &Qderder no comprendi que abarcar el curso de los acontecimientos no basta para conocer el estado de sociedades concretas en cierto
momento I-unto al conocimiento de los factores del cambio $ las le$es del progresoI, $a que el investigador debe tener consideracin, ante todo, la historia global de las sociedades en cuestin.=*n el siglo xix, el materialismo histrico fue la nica teora que tom $ desarroll los elementos dialcticos formulados en la *poca de la &lustracin.= *l perodo positivista estuvo marcado por l hegemona de la teora de los factores en su forma pura, corno complemento a las le$es del progreso, estas ltimas interpretadas ahistricamente. 2odran anotarse muchos e-emplos. *l caso caracterstico es el de 0. Caine, en el estudio de la historia cultural, $ el de 0. C. Muc.le, en cuanto a la civili"acin (material). Su History o$ /i#ilization in England, corno es sabido, influ$ considerablemente en la literatura histrica por su racionalismo $ su optimismo epistemolgico. ,parte de formular le$es del progreso, que, en ltimo an lisis, en su opinin, depende de los avances de la ciencia, Muc.le tuvo en consideracin el efecto de varios factores1 el factor geogr fico (clima) sobre todo. Muc.le no era un determinista geogr fico en el pleno sentido del trmino, no como B. Nat"el, el fundador de la antropogeografa $ la geopoltica 0Ant'ropogeogi=ap'ie, lEE' 1E>11 Politisc'e Beograp'ie, 1E>@). !esde el punto de vista cientfico, sus opiniones sobre la explicacin de los hechos en aquella poca marcaron un paso atr s, mientras que polticarnente se convirtieron en la cobertura terica del imperialismo alem n, con su lucha por el Lebensra rn La geopoltica se introdu-o en muchas obras estudiosas1 seRalaba las consecuencias pr cticas de la teora de los factores, $a que el papel de los diversos factores puede exagerarse de una forma incontrolada por otras consideraciones histricas. *sto ocurri porque los factores quedaban, como si di-ramos, fuera de la corriente de los hechos histricos. La reaccin antiQpositivista consisti, sobre todo, en seRalar los problemas de estructura, evitados hasta entonces. *n comparacin con el evolucionismo, esto marc un progreso claro en la comprensin de los hechos histricos. 2ero, como hemos mostrado, en la interpretacin de los historiadores estr:4 turalistas, el curso de los acontecimientos forma una serie de estructuras, $ su investigacin en el orden cronolgico de aparicin se convierte en la observacin de varios estados en diferentes perodos de tiempo. 2or tanto, es todava un estudio de los cambios, no un estudio del desarrollo. *l factor geogr fico explica una configuracin concreta de los elementos de una estr:c tura, pero no explica el desarrollo. *n este caso, como en el caso del acercamiento evolucionista, se le puede atribuir excesiva importancia al factoJ geogr fico, de modo que una interpretacin posibilista tiende hacia ci dete1 binismoQ *stas consecuencias se pueden encontrar en muchas obras que postulan un estudio histrico de las condiciones clim ticas D1L *n Brancia, es *. LeNo$ Ladurie quien se ha hecho recientemente mu$ conocido en relacin con esto D' *l nfasis puesto por los historiadores franceses en la importancia del entorno geogr fico en el curso de la historia se debe, en parte, a su estrecha cooperacin con los gegrafos que representan la llamada g@ograp'ie ' maine (opuesta al determinismo de Nat"el) $ propone el posibilismo. *sto se refiere, sobre todo, a 2. ;idal de la Mlache 06ablea de la g@ograp'ie de la Crance, l>GD). *l enigma del desarrollo, cu$a resolucin intuitiva se ha alcan"ado muchas veces, casi, desde la antigHedad (esto se refiere, sobre todo, a 0erder), no lleg a ser resuelto, como es sabido, hasta 0egel, 9arx $ *ngels. *n su visin del papel del entorno geogr fico, 0egel se acerc al materialismo histrico . *n su interpretacin, el entorno geogr fico es una serie de posibilidades que el hombre puede convertir en condiciones reales especficas. Su acercamiento podra denominarse
posibilismo dialctico, distinto del posibilismo evolucionista o estructural. SeRalaba una constante interaccin entre el hombre $ su entorno geogr fico. *sta interaccin puede demostrarse con la condicin de que se abandonen las consideraciones puramente climatolgicas $ que los recursos naturales, que condicionan la produccin de mercancas, se confirmen como el elemento importante del entorno geogr fico. *sto lo cumpla 0egel. *l posibilismo no dialctico no vea en esta interaccin la fuente del desarrollo, sino solamente un factor que condiciona los la"os entre los elementos de una estructura concreta en un momento determinado. La concepcin de 0egel estaba bloqueada por la opinin de que la 3aturale"a es inmutable $ no tiene historia. 2ero, por otro lado, esa opinin poda haberse convertido en un estmulo que a$udara a desarrollar la concepcin dialctica de la relacin mutua entre el hombre $ la 3aturale"a. 9 s tarde, cuando Isiguiendo el advenimiento de la teora evolucionistaI la 3aturale"a se convirti tambin en un fenmeno histrico, la idea de que el cambio social debe ser explicado por factores naturales se hi"o m s evidente. *l materialismo dialctico e histrico, al unir la interpretacin direccional $ estructural de la historia, $ al vencer as la visin unilateral del estructuralisino $ del evolucionismo, ofreca una interpretacin que no de-a espacio al determinismo geogr fico, porque se supone que los elementos de cada Sistema est n unidos entre s% los elementos se influ$en mutuamente $, al Surgir las contradicciones dan lugar a un desarrollo del sistema 2or tanto en eita interpretacin, el entorno geogr fico no se puede considerar como un factor externo $ autnomo1 en relacin con todo el sistema es siempre un ob-eto de accin constante de un hombre que, de ese modo, lo configura dentro del sistema. *n una interpretacin est tica esta situacin externa del entorno geogr fico era posible, porque no atafla a ninguna interaccin constante de los elementos. La dependencia del hombre respecto a la 3aturale"a es resultado de su necesidad de satisfacer sus propias necesidades, $ consiste, por tanto, principalmente, en el proceso de produccin. La dependencia del hombie respecto a la 3aturale"a es dialctica, lo cual quiere decir que cuanto m s controla la 3aturale"a, m s la necesita $ m s depende de ella. *n este sentido, la opinin remanente del determinismo geogr fico, que establece que cuanto menor es el nivel de desarrollo social, ma$or es la dependencia humana de la 3aturale"a, no es correcta. *l hombre utili"a gradualmente las diversas esferas de su entorno natural, lo cual, a su ve", da lugar a una ampliacin del concepto de entorno geogr fico n La contradiccin dialctica entre 4i hombre $ su entorno natural se manifiesta en el desarrollo constante de la produccin, desarrollo que es el fundamento del desarrollo social $ la fuente de contradicciones posteriores, que se refle-an Ipor el principio de realimentacinI en el proceso de produccin $, a travs de ello, en el entorno geogr fico. *sto muestra que el entorno geogr fico -uega un papel esencial en la teora del desarrollo social, pero que no es un factor independiente, $a que est envuelto en el funcionamiento de un sistema tan vasto como la sociedad. 4omo muestran los an lisis precedentes, el entorno geogr fico ha sido interpretado de varios modos por los pensadores sociales. !urante mucho tiempo se us (sobre todo, el clima) para explicar las diferencias entre las culturas $ las caractersticas de diversas sociedades. *sto fue, ciertamente, un logro del pensamiento humano, $a que la explicacin de los hechos sociales refirindolos a los fenmenos naturales libra al hombre de pensar en trminos sobrenaturales. *sta opinin era tambin una consecuencia natural de haber olvidado, en la explicacin de las diferencias, el proceso histrico. , medida que la gente empe" a darse cuenta de que el proceso histrico significa cambios constantes $que8 por tanto, el curso de los acontecimientos debe interpretarse
din micamente Ia pesar de que todava carecan del concepto de desarrollo histrico I, empe"aron a considerar el entorno geogr fico (incuidos otros elementos aparte del clima) como un factor que explica los cambios sucesivos. *sta fue una de las manifestaciones de la teorla de los factores. *n su versin evolucionista (direccional) esa teora una las le$es a priori del progreso con los an lisis de formas concretas del proceso histrico. La consideracin de los factores como entidades autnomas creo el peligro de atribuir excesiva importancia a algunos de esos factores $, por tanto, el peligro del determinismo geogr fico. *n la versin estructural, en la que el entorno geogr fico se interpretaba en relacin con la actividad del hombre, se aseguraba que no determina las acciones humanas fataliSt mente, sino que slo define las condiciones en las que se desarrolla la actividad humana. *n esta interpretacin, la valoracin del impacto del entorno geogr fico vara de un caso a otro, pero, en general, se inclina hacia el posibilismo. Slo cuando se acept la teora del desarrollo social se hi"o complet mente imposible apo$ar el determinismo (fatalismo) geogr fico. *l desarrollo, considcrado como el movimiento del sistema causado por constantes K11t7 dicciones internas de sus elementos, nos impide atribuir demasiada im2ortancia a ningn factor aislado. Codos los factores est n interrelacionados, el hombre acta sobre todos ellos $ todos ellos actan sobre el hombre. *l papel del entorno geogr fico es importante, pero no independiente. *se entorno consigue influir sobre el hombre de modo esencial slo cuando comien"a el proceso social de produccin 36 7unto al determinismo geogr fico $ econmico, que explica las acciones humanas en relacin con factores externos, los historiadores han aceptado a menudo determinismos de otros tipos. 3os referimos aqu a las teoras que usan un modelo de hombre guiado por mecanismos psicolgicos que no comprende (efe. S. Breud $ sus seguidores, los psicohistoriadoiQes americanos) o por estructuras de la mente humana v lidas universalmente (cfr. 4. LviStrauss). La primera de estas tres categoras corresponde a las uniones paralelas, que indican las relaciones mutuas entre hechos histricos simult neos $ tambin condicionan la existencia de una red especfica de uniones entre los elementos del sistema. Las regularidades diacrnicas (causales, direccionales) pueden interpretarse como uniones consecutivas, que suponen un lapso de tiempo entre la salida del elemento que es la causa, $ la entrada del elemento que es el efecto. 4orno hemos demostrado anteriormente, estas regularidades se pueden reducir a las causales. La tercera categora de regularidades, que combina las propiedades de las dos primeras, es la m s importante en el curso de los acontecimientos, $a que consiste en las le$es que determinan el desarrollo histrico. 2or eso las hemos llamado regularidades de desarrollo (le$es estructuralesQdireccionales). *stas son las regularidades que ponen en movimiento el sistema $ que son la base del desarrollo, o sea, muestran el mecanismo del dinamismo de la historia. Se manifiestan como realimentaciones (cfr. captulo A&). *n dichas realirnentaciones, el impacto de a en b causa cambios en b, lo cual significa que surge una contradiccin entre a $ b. Si se quiere vencer tiene que haber, a su ve", un cambio en a, etctera. 4omo puede verse f cilmente, es, como si di-ramos, una sntesis de una realirnentacin positiva $ una negaiiva. ,qu observarnos la tendencia a conservar un estado que se acerca al de equilibrio, como en el caso de una realimentacin negativa ', pero al mismo tiempo tenemos el efebto de una realimentacin positiva% esos estados de equilibrio se elevan hasta niveles m s altos, de modo que se ale-an del estado de equilibrio original .
Las regularidades sincrnicasQdiacrnicas (o sea, las regularidades de desarrollo) tienen un nivel superior al de los otros dos grupos, $a que pertenecen al autntico mecanismo de la historia. Son, por tanto, los m s generales, $ su operacin es la m s variada. '. Las reg laridades 'istricas $ las ca sas principales *l concepto de causas principales introducido en este libro (ver captulo 'I) impone una delimitacin entre esas causas $ las regularidades. La estructura de los condicionamientos de Ya realidad histrica parece tener muchos niveles. *l trmino reg laridades $ leyes, en este sentido, debera reservarse para las relaciones en las estructuras m s profundas de la reabclad, $ por tanto, de especial importancia para el curso de los acontecifluentos. Las causas generales, a su ve", se aplicaran a las estructuras menos profundas (5internas6 en la terminologa de L. 3o/a., ver captu[K ;&&&) mientras que las causas accidentales se aplicarian a los fenornenos 1) Negularidades smncionicas (estructuiales) de superficie Uueda una cuestion abie`ta si ha$ que llamar le$es solo a ') Negularidades diacrnicas (causales, direccionales). fq:e1las afirmaciones que se refieren a las regularidades del nivel m s D) Negularidades smncron\cas diacronicas (regularidades de desarrollo f profundo regularidades estructuiales dneccionales) 1 Las relaciones universales que siguen siendo validas en relacion con toda la histo- ma humana conocida pucden clasificarse sin duda corno reuu II El proceso historico (regularidades historicas)
1. El concepto de reg laridades 'istricas y n intento de clasi$icacin *l determinismo dialctico en la interpretacin de los hechos supone, como hemos visto, un causalismo que afirma la existencia de regularidades, o sea, de condicionamientos m s profundos, a los cuales est n subordinadas las causas principales de los hechos histricos1 a travs de estas ltimas, esa subordinacin llega a las cadenas de causas directas o accidentales (que hemos llamado tambin ad#enticias). ,qu ha$ que subra$ar que el concepto de regularidades se relaciona directamente con el proceso histrico, $ las afirmaciones sobre esas regula ridades se llaman le$es. La postura que acepta slo los condicionamientos causales directos ha sido llamada causalismo de sentido comn (o fenomenalista). Si el principio de causalidad abarca las causas principales, es decir, los condicionamientos m s fundamentales, pero que est n [\escondidos ba-o las superficie6, de los hechos histricos visibles, podemos hablar de un causalismo antiQpositivista va que esa postura permite ir m s all del ideografismo en la descripcin de los sucesos pasados. 2ero, como hemos dicho, slo podemos decir que es la postura del determinismo dialctico la afirmacin de que el curso de los acontecimientos est regido por regularidades, combinada con el cau8a lismo que acepta el papel activo de las acciones humanas en la historia. La clasificacin de las regularidades estar unida a la sistemati"acin de los condicionamientos sugerida en el captulo A&, o sea, uniones entre los elementos de un sistema $ los sistemas (es decir, entre los hechos hiStiS ricos, simples $ compuestos). 2odemos distinguir los siguientes tipos de regularidades histricas% laridades. *stas relaciones universales (de las tres categoras especificadas La primera de las cuatro tiene naturale"a universal, mientras que las m s arriba) son, por as decirlo, los fundamentos de la historia, $ su invesQ UtraS tres
pueden formularse con algn grado de limitacin histrica. tigacin es la base de la teora del desarrollo social. 7unto a las universales La le$ de la macroestructura se refiere al sistema histrico m s grande podemos mencionar las relaciones que aparecen durante perodos m s cortos (m s amplio), en concreto el macrosistema que forma la humanidad. La de duracin variable $ de diferente importancia. ,qu tambin podemos red basica de uniones en ese sistema fue descubierta por 9arx $ *ngels, buscar regularidades, pero en nuestra bsqueda nos tendremos que parar, F mas tarde investigada por muchos representantes de la teora del mateQ probablemente, en una divisin m s fundamental, dentro de una formacin r-alism' historico. social dada . Las relaciones universales abarcan hechos que se pueden obQ 9 mencionado macrosistema tiene los siguientes elementos% las fuer"as servar en todos los niveles de desarrollo de la humanidad. *stos hechos po>HctiJ las relaciones de produccin1 la superestructura. -inclu$en, por e-emplo, el uso de herramientas, la produccin (en el sentido iras fuer"as productivs sociales consisten en tres elementos% herra m amplio del trmino, que abarca, por e-emplo, la recoleccin de ahQ entas1 seres humanos que saben usarlas1 $ ob-etos a los que se aplican rnentos), la procreacin, etctera. Las relaciones de un nivel m s ba-o abarQ esas herramientas, es decir, materias primas $ terreno . Las fuer"as proQ can hechos que slo se pueden observar en ciertos perodos, $ con la ductivas no pueden existir sin relaciones de produccin, con las que tienen caracterstica de que algunos de estos hechos pueden ocurrir slo en ciertas siempre una union paralela, $ con la condicion de que en ese caso la unin reas. 2or e-emplo, las clases sociales no aparecen hasta un cierto estadio paralela traba-a segun el principio de realimentacin, puesto que Ial ser del desarrollo social, la demanda slo es posible cuando existe el mercado la union fundamental en el mecanismo del desarrollo histrico (el punto y el intercambio de mercancas, la servidumbre de los campesinos aparece de partida del autodinansismo)I no depende de ningn sistema de rplica. en el perodo feudal, etctera. 2or supuesto, todas las relaciones que ataRen (2ara el espiritualista que no acepta el autodinamismo suele ser !ios quien a esta clase de hechos tienen un alcance, en el tiempo, m s o menos limitado, acua como sistema de rplica, es decir, como un sistema que activa el lo cual significa que se limitan a perodos especficos. sistema de fuer"as productivas $ el de las relaciones de produccin.) *stas regularidades se llaman histricas, no slo porque ataRen a los Las relaciones de produccion son un concepto mu$ amplio. *n trminos hechos histricos, sino tambin porque (excepto las universales) son apliQ generales, son relaciones (uniones) entre seres humanos que se desarrollan cables a un marco espacioQtemporal estrictamente especfico, puesto que en el curso de los procesos de produccin. Borman el elemento principal se refieren a hechos que tienen determinantes espacioQtemporales. 2ero inQ de los la"os sociales , o sea, un rnacrosistema cu$o desarrollo es la materia cluso las regularidades universales resultan ser histricas en su ltimo senQ e la investigacion histrica% *ntre esas uniones que se combinan para tido, aunque su marco espacial $ temporal es mucho m s amplio. Sin embargo, acer relaciones de produccion $ que forman una red mu$ complicada, ese marco existe% est determinado cronolgicamente por el surgimiento uiStiflguimos
aquellas que tienen importancia primordial para determinar de la humanidad $ espaciaimente por nuestro globo, que no es el nico a naturale"a de las relaciones de produccin.f Son aquellas uniones que planeta en el Lnnerso 1\ oue puede demostrarse que es solo uno de los se refieren a la propiedad de los medios de produccion las herramientas muchos planetas habitados por seres inteligentes que tienen su propia Los ob-etos a los que se aplican en el proceso productivo, es decir, las historia. 7rfaterias prlmas $ el terrend. 4omo escribi K. Lange% [\La propiedad de , continuacin procederemos a tratar las principales regularidades KS medios de produccin es la relacin social sobre la que se basa todo crnicas, diacrnicas $ sincrnicasQdiacrnicas, es decir, las que forman el >omp-o de relaciones humanas desarrolladas en el proceso social de cuerpo principal de la teora materialista dialctica del desarrollo social duccion. 2uesto que es la propiedad de los medios de produccin lo que decide los modos de usarlos, $ por tanto determina las formas que D. Reg laridades sincrnicas .Kpta la cooperacin $ la divisin del traba-o. 9 s an, la propiedad los medios de produccin determina la cuestin de quin posee los. Los problemas de estructura no se suelen tratar en trminos nomoli - :ctos, $ por tanto decide cmo se distribu$en6 . , su ve", la propiedad gicos lo que significa que al describir las uniones sociales $ economicas sur OS medios de produccion es definida por el asi 5La relacion basica baicas los imestigadores no senalan el hecho de que son reoularidad8 es ge de la piopiedad de los medios de produccion *sta piopiedad no sincrnicas (estructurales). -:- mera posesin. *s una propiedad, es decir, posesin reconocida Las tesis sobre las regularidades estructurales b sicas se conocen, en miembros de la sociedad, protegida por medidas sociales generalQ el analisis del proceso histonco como 4 tenJ e respetadas en forma de le$es $ costumbres # guardada por la exis ia de sanciones contra la violacion de estas reglas sociales6 E 1) la le$ de la maci oes i ictaia de Ovoientras que las fuor"as pioductivas no pueden existir sin las relaciones E) la lev de la estructuia reunan ica 2ioduccion cstas ioltinn igualmente no puedon existir sin las piirn\ D) la le$ de la estructura social1 . <) la ic$ do la i u 1 & E cc s p resti uctu manosui 3 scces se 1lacc ,nci c Kil cSe los insK un ci tos los Lrcs u
ras, $a que el proceso de produccin no puede tener lugar sin las fuer"as productivas. La necesaria coexistencia de las fuer"as productivas $ las rela. ciones de produccin se refle-a en la categora de modo de produccin introducida por 9arx . *l modo de produccin significa la unidad de fuer"as productivas $ relaciones de produccin. *n la historia humana se distinguen cinco modos de produccin, tomando como criterio la propiedad de los medios de produccin% comunidad primitiva, esclavitud, feudalismo, capi. talismo $ socialismo. *sta clasificacin la trataremos m s adelante. Ktro elemento del macrosistema, es decir, la superestructura, ha sido% definida con suma precisin $ claridad por 9arx, quien escribi que 5la suma total de
estas relaciones de produccin constitu$e la estructura eco nmica de la sociedad, el fundamento real, sobre el que se al"a una super. estructura legal $ poltica $ al que corresponden formas definidas de con. ciencia social6 *n la parte institucional de la superestructura es el *stado el que -uega el papel principal. Kbra como regulador de las relaciones sociales, o sea, funciona de modo que conserva el orden social a la ve" que defiende los intereses de la clase dominante . 4onsigue ese ob-etivo, entre otras cosas, por medio de normas legales, es decir, ese elemento de la superestructura que est estrechamente unida al estado. 7unto al estado $ la le$, en la parte institucional de la superestructura se inclu$en la familia $ la nacin 1', as como la serie de normas morales por las que se guan los individuos al tornar parte de la vida social. *s evidente que dichas normas morales se desarrollan precisamente en el proceso de la interacciK social entre los individuos, dentro de la sociedad. ] +. 9arx, 5, contribution to the 4ritique of 2olitical *conom$6, %ele/td *o,ks, vol. 1, ecl. cit., p g. 7EO. 10 "bdem. Los an lisis marxistas posteriores de la cuestin de la base $ lo superestructura tendan a reducir el concepto de esta ltima a los elementos que est n relacionados con una base concreta1 esto implicaba la exclusin de% a) l elementos constantes que se transmiten de una poca a otra (por e-emplo e lengua-e, la familia, las relaciones, la ciencia)1 b) las reliquias de la supereStrc tura antigua1 c) los elementos que anticipan una nueva superestructura. sle acercamiento fue marcado particularmente en 1. Stalin, ,arksizm i #oprost yazykoznaniya (*l marxismo $ los problemas de la lingHstica), 9osc, 1>'G. Las discusiones sobre la inclusin de ciertos elementos (por e-emplo, la 4it cia) en la superestructura fueron amplias. *l problema puede abordarse de doJ modos. :no consistira en aceptar que la superestructura abarca todo lo que en la conciencia social $ las instituciones sociales, sirve a un modo de prod:4cl]] concreto (cfr. K. Lange, Poli% ical Economy, vol. 1, ed. cit., p g. '?), pero entKflfJ nos encontraramos con la superestructura de un modo concreto de produ4GG] $ no con la superestructura que se observa en un perodo o poca hiStKr concretos. *l ltimo acercamiento, representado por +. 9arx, parece mas oitJ desde el punto de vista de un historiador, $a que no rompe un sistema que de ser estudiado como un todo. 2or supuesto, esto no exclu$e otras subdi;1S1G= 1 de la superestructura concebida de este modo, subdivisiones que podran ten] ero cuenta los elementos constantes mencionados, las reliquias de una superes 1 tructura vie-a x las anticipaciones de una nueva. asta es la frmula presentada por #. +laus en su K=s;bernetik nd BeMH3H cloa$t, Merln, 1>?<, p gs. ?GQ?1. - 1 La distincin frecuente entre nacionalidades (que, supuestamente, 4A1S desde antes u$ ia liegada riel capitalismo) $ las naciones (a partir del ca2i. horno) es considerada, tor este autor, como algo que da lugar a una conft` inn4c4saria en la &nvestigacin histrica. Si aceptamos que una nacin 4S inststuc>osi historica, tambin aceptamos el Lecho de que sus elementos uto conhgurando gradualmente. 3o est claro por qu debemos hablar de nalaad polaca, durante el reinado de Segismundo Augusto (siglo A;&), F naci!a poa, aunque nos darnos perfecta cuenta de las diferencias de 4KS Codas estas instituciones est n estrechamente unidas a la conciencia social, que es un concepto mu$ heterogneo. *n trminos generales, $ con algunas reser$as, se puede dividir en ideologa $ ciencia. ,qu nos ocupamos de dos interpretaciones de la ideologa% a).=la serie de puntos de vista que son tiles para. que un grupo social dado consiga sus ob-etivos1bb)Jla serie de visiones que indican para qu ha$ que esfor"arse,
qu ob-etivos ha$ que buscar, $ qu valores ha$ que apreciar D. !ichas opiniones pueden ser de los m s variados tipos% econmicas, legales, filosficas, religiosas, artsticas, etctera. *stas opiniones, que valoran los hechos, desarrollan en los seres humanos actitudes especficas que determinan sus acciones, inclu$endo sus decisiones en la actividad cientfica. La ideologa no puede separarse de forma estricta de la ciencia, $ sta es la ra"n de que los intentos para separar la ciencia del resto de la conciencia social (la superestructura), para incluirla, por e-emplo, en las fuer"as productivas, no pare"can -ustificados, aunque la ciencia podra interpretarse como un elemento de la capacidad en las fuer"as productivas $ como una parte de la superestructura. 4orno hemos mencionado m s arriba (confrntese captulo &A), el proceso de tornar lasQdecisiones, que es el punto de partida para toda la accin, $ no slo para la actividad cientfica, est estrechamente conectado con la valoracin. *sto se refiere no slo a las ciencias sociales, sino, aunque en un plano algo diferente, tambin a las ciencias naturales 2or eso est totalmente -ustificado considerasQ la ciencia como parte de la superestructura, al margen de su posible inclusin en las fuer"as productivas. !e momento nos olvidamos del difcil problema de la definicin de la ciencia, que no necesitamos aqu, pero que ser tratado m s tarde (confrntese captulo 'III). *n resumen, la le$ de la macroestructura podra formularse as% ningn elemento del macrosistema (o sea, de la totalidad de los hechos sociales), daci ninterlYa de esa nacin en ambos perodos. La cuestin de las caractersticas que debe tener un grupo concreto para merecer ser llamado nacin no se anali"a aqu, $a que es demasiado comple-o $ queda fuera de las necesidades de nuestras consideraciones. Slo advirtamos que mantenemos que la conciencia 5e fronteras especficas, conciencia formada por un pasado comn, es el elemento principal ($ necesario) para la existencia de una nacin. *ste es el nico eleQ - eento observable en todos los casos en los que podemos hablar de naciones. i el factor lingHstico ni el territorial es necesario o suficiente para ello. :n e-emplo interesante lo ofrece el Atlas no rodee; mis-a (,tlas de las naciones del [2indo), 9osc, 1>?<, que utili"a el criterio del idioma $ la conciencia para dife rendar las naciones $ los grupos tnicos. *sta distincin fue introducida por ,. 9ale/s.i (ver su 5K ro"bie"nosciach ,Q[a%2ogladach soc-ologic"n$ch i o ro"bie"nosciach / pojmowaniu nauki (!iferen T1.s fl las opinionesQ sociolgicas $ en el concepto de ciencia). %t dia Ciloczo$oczne, ero ', 1>8E). Cambin distingua una tercera interpretacin del concepto de 1lKgia, en concreto, todas aquellas afirmaciones que slo tienen apariencia eoremas $ eniociones que carecen de valores cognoscitivos. *sta es tambin efln,1G de idcologia piopuesta pos P Slar. (r nota 1< mas [ciehntc1 [iatr usa la definicin que se parece a la primera formulacin de 9ale/s.i% - sdeologa es una serie de opiniones $ creencias (8114 sirven a las clases as1ales, movimientos polticos, grupos nacionales Ia de G1,Qas clasesI corno $ Q> 2ara la fundamentacin de sus actividades> (4ir. &deo=o%a W 4)c se spolecz?ee, arsovia 1965, p g. 2.) es decir, las fuer"as productivas, las relaciones de produccin $ la super. estructura, pueden existir independientemente unos de otros1 slo pueden funcionar relacionados sincrnicamente. 4omo de aqu en adelante descr biremos ciertas regularidades por medio de afirmaciones sobre ellas, usare. mus alternativamente el trmino ley $ el
trmino reg laridad. !ebemos recordar que cuando usamos trminos como $ erzas prod c. $i#as o relaciones de prod ccin $ cuando hablamos sobre las relaciones entre ellos, usamos formas abreviadas que encubren lo complicadq de la accin humana. Codas las le$es pueden formularse en trminos de procesos histricos $ en trminos de acciones humanas orientadas a un fin. Cambin podemos proceder a formular le$es estructurales sobre sistemas m s pequeRos, es decir, elementos del macrosistema descrito arriba, La le$ que hemos denominado de la estructura econmica seRala la coexistencia de des esferas de relaciones econmicas% relaciones de produccin 18 $ de distribucin 1? ,unque no tenemos en cuenta, aqu, la dependencia de las relaciones de distribucin respecto de las de produccin, tenemos que decir que ha$ una relacin estructural entre las dos, 9arx escribi que las relaciones de distribucin son 5la otra cara6 de las de produccin 1@, *st n relacionadas por ob-etos materiales que sirven para satisfacerJ las necesidades humanas, es decir, mercancas (medios de produccin $ productos). La satisfaccin de las necesidades es el ob-etivo de la acti vidad econmica del hombre, *l intento de satisfacer las necesidades es en este caso un sistema de rplica que enla"a estos dos elementos de las relaciones econmicas, como muestra el siguiente esquema% &ntento de satisfacer las necesidades 3o ha$ una unin paralela 5pura6% como en el caso de las uniones en el macrosistema, tenemos una combinacin de uniones paralelas 4on realimentaciones, de modo que las fuer"as de accin de los diversos elementos difieren entre s 1E Lo.s problemas de estas uniones son estudiados por la economa polt14a que Lange define as% 5La economa poltica, o economa social, es el estudio de las le$es sociales que rigen la produccin $ la distribucin de los medioS materiales para satisfacer las necesidades humanas6 u ,dvirtase que aqu el trmino 3=elaciones de prod ccin, unido al t1i811G,l relaciones de distrib cin, tiene una extensin menor que el trmino relacio i/ de prod ccin usado anteriormente para referirse a la base. 1? U, Lange dice que 5ha$ dos clases de relaciones econmicas. Las de primera case aparecen en el proceso de produccin $ se llaman relaciones produccin, las de la segunda clase aparecen en el proceso de distribucifn > llaman relaciones, de distribucin1 cuando, en un paso particular del desar i,istrico, la isribucin adupta la turnia de inicrcainbiu, las ieiaJaiuilcS de, ti ibiscioi se 11 a an i ciar iones de mK mil o *l problema de las le$es de la estructura social nos trae al terreno de la socaologa 'GL Sin embargo, de momento slo nos interesa la le$ b sica de la estructura social, que afirma que en el proceso de la produccin social los seres humanos son mutuamente dependientes, lo cual significa que ese proceso no podra tener lugar sin su accin simult nea. Si nos reducimos a situaciones modelo, la naturale"a de esa dependencia mutua puede tener dos caras% slo en el rea de la tecnologa de la produccin (cooperacin), o tanto en el rea de la tecnologa productiva como en el del aspecto social de la produccin (propiedad), Las relaciones sincrnicas de cooperacin slo tienen lugar cuando los medios de produccin pertenecen por igual a todos los que participan en el proceso social de la produccin, es decir, cuando ha$ una posesin pblica de los medios de produccin. *sto ocurre en la comunidad primitiva $ en el sistema socialista, Si las diversas personas tienen diferentes relaciones con la propiedad (o sea, con el elemento b sico de las relaciones de produccin), lo cual significa que ha$
una propiedad pidvada de los medios de produccin, tenemos que tener en cuenta, -unto a las relaciones que resultan de la cooperacin, las relaciones de propiedad. *sto significa que las personas se distinguen unas de otras, no slo por su lugar en el proceso de produccin (o sea, por su profesin u oficio), sino tambin por ser o no ser propietarios de los medios de produccin, *ste ltimo criterio hace posible distinguir los dos grupos sociales, o clases, b sicos ($ opuestos), que podemos llamar las clases sociales b sicas '8 La le$ de la estructura social se convierte entonces en la le$ de la estructura de clases. ,firma que en una sociedad en la que ha$ una propiedad privada de los medios de produccin existen dos clases b sicas $ opuestas, cu$a existencia depende la una de la otra. 2odemos mostrarlo por medio del siguiente esquema% 'G Las opiniones sobre la materia de la sociologa son mu$ diferentes, tanto en la literatura marxista como no marxista de la materia. *sto se refle-a en numerosas obras $ documentos sobre la cuestin. Codas las definiciones, tanto las que se refieren al estudio de la estructura de grupo de la sociedad como las que subra$an que la sociologa es la ciencia de las le$es de la estructura SociaY $ el desarrollo social, carecen de claridad. Sin embargo, esto es consecuencia del r pido crecimiento de esta disciplina $ las consiguientes interpretac&ones variadas de su materia. *n 2olonia, la situacin existente queda refle-ada en el amb-to de problemas tratados en %t dia %oc+ologicz?ie. 2ero, cualquiera que sea la definicin que se adopte, la cuestin de la estructura social es uno K los 2untos principales de inters de la sociologa. *n 2olonia, ElementanQe PE(ecia soc+oJogii, ;arsovia, 1>@G, de 7. S"c"epans.i, es el esbo"o de sociologa resulta m s til para un estudiante de historia. 7. S"c"epans.i dice que . materia de 7a sociologa abarca 5las manifestaciones $ los procesos de la - rnacsn de los diversos aspectos de la vida corcunitaria de los seres l>umaQ >s1 la estructura de las diversas formas de las comunidades humanas1 los fenJ KS $ los procesos que tienen lugar en dichas comunidades como resultado las interacciones entre los seres humanos1 las fuer"as que unen tales corno 1dades $ 1G>1 que las rompen1 los cambios $ las transformaciones que tienen en esas comunidades6 0<p. cit., p g. 1').
La le$ de la estructura de clases fue descubierta por 9arx $ *ngels $ tratada por ellos, en detalle, en muchas obras, desde el ,ani$iesto /o. monista a L dwig Ce erbac' y el $in de la Ciloso$a cl8sica alemana '', La interpretacin cCe la estructura social como una dicotoma, descrita m s arriba, tiene intencionalmente la naturale"a de modelo, $a que eso nos permite destacar las cuestiones fundamentales $ simplificar hechos altamente comple-os. La historia humana no proporciona e-emplos de una estructura social que sea una simple dicotoma. Suele estar llena de matices, de modo que una descripcin m s detallada de ella exige la adopcin de una serie de criterios de diferenciacin, adem s de los $a expuestos. *sto se refiere, en particular, al problema de las llamadas clases intermedias $ de las divi siones dentro de cada clase (divisiones en estratos, grupos, etctera). Las condiciones predominantes en varias sociedades $ en varios pedo dos se combinan para formar un mosaico excepcionalmente rico de mltiples estructuras posibles. 9 s an, pueden sobreponerse divisiones tpicas de diferentes pocas histricas. 2ara distinguirlo del modelo de la estructura social b sica, llamaremos a la estructura
real (que, sin embargo, se basa en esa dicotoma) estructural de clases ampliada, como 7. 0ochfeld 'D La estructura de dicotoma, a la lu" de los modos especficos de produccin, basados en la propiedad privada de los medios de produccin, da lugar a los siguientes pares de clases b sicas% *n la teora marxista de las clases, la naturale"a funcionalmente integral de las divisiones de la sociedad es fuertemente subra$ada. *sto es debido, entre otros factores, al acercamiento bolista en los estudios sociales dialcticos. '' *n la literatura polaca sobre la materia, la teora marxista de las clases ha sido tratada mu$ ampliamente por 7. 1QCochfeld en 59ar.so/s.a teoria proba s$sternat$"acli6, %t dia %oc+ologiczne, nm. 1, 1>?1, p gs. '><@, [e 1>?1, p gs. 88.E8, $ en %t dia o inarksowskie+ teorii spoleczeristi;a, ;arsovia ;er tambin S. Ksso/s.i. %tr kt ra klasowa w swiadomosci spoSe/Zrre? (L 4 iructura de clases refle-ada en la conciencia social), &.od", 1>8@. *n cuan%o a no polacas ier N Mendix $ S 9 Lipsct (eds ) +arl 9arx heor nf 4lasses Ktra le$ estructural fundamental se ocupa de las uniones entre los diversos elementos de la superestructura. *l problema es complicado, sobre todo por la naturale"a heterognea de esos elementos. *n trminos generales, se puede decir que ha$ una unin paralela (completada en algunos casos con realimentaciones de fuer"a variable) entre la parte institucional de la superestructura $ aquellos elementos de ella que est n basados en la conciencia. Si todos los elementos que est n poco conectados con las relaciones de produccin son eliminados de la superestructura (nos referimos sobre todo a la familia, la nacin $ la ciencia), entonces podemos sugerir el siguiente esquema de la estructura interna de la superestructura% Ktras le$es estructurales se refieren a los diversos elementos (sistemas). 2or e-emplo, dentro del sistema 5*stado6 nos encontramos con la existencia simult nea de los que gobiernan $ los que son gobernados, con diversas relaciones entre ellos $ las autoridades como un hecho social definido'<. <. Reg laridades diacrnicas 4omo todo nexo causal, las regularidades diacrnicas indican el paso del tiempo necesario para que llegue un estmulo de un elemento o un sistema a (en trminos cibernticos, unas condiciones de salida de a) $ pro[oque una respuesta en un elemento o sistema b (unas condiciones de entrada cCe b). *st claro que en esta interpretacin ha$ que recha"ar la teora causal del paso del tiempo (cfr. captulo A), que intenta explicar el principio de causalidad simplemente por el paso del tiempo. 2ero, por la misma co--strucc-n del concepto de causa, es necesario adoptar el concepto de un paso direccional del tiempo1 esta decisin debe -ustificarse de alguna otra forma, por e-emplo por la entropa. !e otro modo, como hemos dicho, una causa es un concepto que se refiere slo al hecho de que Un elerneito (o un sistema) est situado entre otros sistemas1 entonces 2uede actuar igualmente bien en cualquiera de las dos direcciones, o simultaneamente sobre el elemento \[a la i"quierda6 de l o sobre el elemento a la derecha6. Lo ilustraremos con este diagrama% Si a eso aRadirnos el principio de que el tiempo corre en una direccin l)dicada, el diagrama se convierte en% 4lase de lKS propicia. bCse de las personas nos de los medios desposedas de los medios de produccin de produccin
2ropietarios de esclavos SeRores feudales 4apitalistas *sclavos Siervos Craba- adores *l 2roblema del poder ha sido ansplrrrmerste tral,,do en has obras de mmN4 Las dic cm cas posturas son oua 1i"oda ci AT. YY, sobas s.i, Kb 8$ soiad o (4lases esti abo $ poder), ;as srs a, 1>?(. Se pueden encontrar hin serie de lc es ecli uctur ales cii , 9a e/s.i, <ci mps rius sens mates ialSinsu ][Fc=iiego,, %i dia "=rboo$+ccre, nhm. '. 1>8@, p gs. ?> s.
,qu se exclu$e al pasado del sistema que funciona como causa, pero permanece conectado con ella, por el principio de interdependencia de los hechos histricos. Las regularidades diacrnicas (causales) describen los modos en que ciertas clases de hechos son direccionalmente dependientes de otras clases de hechos 25 *n otras palabras, afirman que los hechos especficos (sistemas) siempre dan lugar a otros hechos (sistemas), o que los cambios dentro de ciertos hechos (sistemas) son estmulos que provocan respuestas en otros hechos especficos (sistemas). *n el primer caso, un hecho (sistema) causa una transformacin del primer sistema de alcance tan largo que podemos hablar del surgimiento de un sistema nuevo. *n el ltimo caso, un cambio en el estado de las conexiones dentro del sistema a produce una transformacin de otro sistema '. *sto tiene lugar por el nacimiento, en b, de nuevos elementos, cu$o proceso se debe a la influencia de elementos de a. *n el caso de las regularidades direccionales, pensamos que atafie principalmente a un sistema que produce transformaciones en otro sistema. 2or e-emplo, si decimos que un al"a de los precios causa un descenso de la demanda del producto cu$o precio ha subido, es decir, si formulamos esa regularidad dfreccional, nos encontramos con un sistema a (un sistema de precios) que produce una transformacin en un sistema h (demanda). *videntemente, en cierto momento, la transformacin llega a un punto en el que el sistema transformado se convierte en uno nuevo (una nueva cualidad). *l ma$or crdito del descubrimiento de las regularidades sociales direccionales se debe a 9arx $ *ngels, cu$as obras inclu$en muchas afirmaciones sobre las le$es (regularidades) de ese tipo. Las dos m s importantes son% 1) la le$ de los cambios en las relaciones de produccin1 ') la le$ de los cambios en la superestructura. Segn la primera, cada cambio en el sistema de las fuer"as productivas da lugar a un cambio en el sistema de las relaciones de produccin, lo cual muestra que las relaciones
de produccin son direccionalmente dependientes de las fuer"as productivas. Su mutua dependencia paralela ha sido tratada anteriormente. La segunda le$ afirma que los cambios en la superestructura depefld de las relaciones de produccin es decir, carla cambio en el sistema de las relaciones de produccin da lugar a un cambio en el sistema de la superestructura. *stas dos le$es direccionales son parte de las le$es de desarrollo (excepto la le$ del desarrollo de las fuer"as productivas) que tratare/]8 m s tarde. 9erece la pena anotar las formulaciones de las le$es extradas de lK escritos de los fundadores del marxismo, tal como las dio ,. 9aleP8ld1 Sobre las relaciones entre las situaciones de vida de la gente $ las opifl1G8 $ comportamiento de dicha gente (presentado en una escala temporafl ,. 9ale/s.i menciona las siguientes le$es% 5Si la adopcin, por parte de un grupo, de una ideologa especfica exige la renuncia a ciertos privilegios que disfruta ese grupo, la ma$ora de los miembros de ese grupo recha"ar esa ideologa.6 5Si los seguidores de un sistema poltico propagan, como programa, una ideologa definida en lo religioso, filosfico o artstico, aumentar el porcenta-e de seguidores de ideologas opuestas entre los oponentes del sistema.6 \[Si ha$ un conflicto entre los intereses $ la ideologa profesada, durante un largo perodo la gente en masse tender a actuar de acuerdo cori los intereses, $ no de acuerdo con la ideologa.6 5Si, durante un perodo largo de tiempo, ha$ n conflicto entre los intereses de un grupo $ su ideologa, la ideologa en masse ser modificada para a-ustarse a los intereses del grupo.6 *stas le$es son m s bien e-emplos especficos de la le$ mencionada de los cambios en la superestructura. La siguiente le$ entra en la misma categora% 5Si una clase (o cualquier otro grupo social) que est ganando fuer"a se enfrenta con condiciones polticas $ legales que restringen sus aspiraciones $ que difieren de sus intereses, aquellas ideologas que -ustifiquen la nece ) sidad de cambiar esas condiciones se har n populares.6 La siguiente formulacin se refiere a la le$ de los cambios en la estrucI tura social, $ procede tambin de ,. 9ale/s.i% 5Si los propietarios de los medios de produccin, guiados por sus intereses a corto pla"o, introducen nuevas fuentes de energa que sustitu$en el traba-o humano $ desarrollan nuevas ramas de la produccin, causan cambios en la estratficacin social1 estos cambios consisten en que algnas clases crecen en nmero $ en importancia, mientras que otras clases pierden SU importancia anterior.6 8. Las reg lai=idades del desarrollo 'istrico 0reg laridades sincrnicasdiacrn+cas) 4omo hemos dicho al1t1 iSr/. nc, las reJularidades del desarrollo bisQ 1 1Pco son a la ve" sincrnh rs # dc; nicas, se pueden interpretar como realimentacioi.es. *l dinamismo dci desarrollo s& pro/$c& s%lo c$an/o s& Subra$a la naturalcia dual [/ csl,.s 1 erulasidades. :na regularidad direccional pura pone en mo24,.lin1 1 m -stSQp, nna ve"1 para decirlo metafricamente, admite una corriente co istante e energa que asegura una operacin prospectis,a (en el sentido de iiriuida iJacia el futuro) de ese sistema. La le$ del desarrollo de las fuer"as productivas es primaria% sus efectos se manifiestan en la labor de todas las otras le$es de desarrollo. 9 s an, es la nica le$ ele desarrollo que no puede dividirse en le$es direccionales, $a que en su caso nos encontramos con
un e-emplo especial de realimen. tacin, una autoQunin de un sistema '@ La le$ del desarrollo de las fuer"as productivas muestra cmo las contradicciones entre el hombre $ la 3aturale"a (cfr. cap. I') dan lugar a un desarrollo dialctico constante (por supuesto, con posibles cambios regresivos) de las fuer"as productivas 'E 2odemos formular la le$ como sigue. Codo cambio en el entorno natural del hombre, es decir, todo paso destinado a conseguir el control sobre su entorno, estimula otras acciones humanas, en otras palabras, otro cambio en ese entorno. !e este modo, para usar la formulacin de L. +r"$/ic.i, aumentan las posesiones materiales de la humanidad. La energa que se necesita para ese proceso se saca de esa gran reserva que es la 3aturale"a. !e esta forma el equilibrio entre el hombre $ la 3aturale"a se establece cada ve" a un nuevo nivel, $ las relaciones entre los dos se hacen cada ve" m s comple-as. 4onsideremos un simple e-emplo% se constru$e un canal para enla"ar un mar con la cuenca de un ro que hasta entonces estaba separado del mar. *l canal puede usarse para transportar cosechas de cultivos de esa cuenca. *sto aumentar el cultivo de ciertas plantas1 se traba-ar n nuevas "onas, etctera. La nueva situacin puede inducir a la gente a construir silos para almacenar el grano o una planta que produ"ca medios de transporte para llevar la cosecha, etctera. *ste ra"onamiento podra extenderse pr cticamente hasta el infinito. La le$ del progreso histrico, a la que nos hemos referido antes en este captulo, est estrechamente conectada con la del desarrollo de las fuer"as productivas. 0abla de la contradiccin. constantemente vencida, entre el nmero de puestos para los organi"adores, es decir, los que de algn modo guan el proceso de control de la 3aturale"a, $ el nmero de los que se ocupan de ese proceso. 4uanto m s capaces sean esas personas, m s r pido ser el proceso mencionado, lo cual significa que el nmero de puestos para los organi"adores, $ por tanto su demanda, aumentar . La le$ que consideramos indica que el progreso histrico est en manos de los seres humanos% no es, como crean los pensadores de la *poca de la &lustraciofl una fuer"a cu$o lugar en la 0istoria es independiente de las acciones humanas. 2ara conseguir el control sobre la 3aturale"a, el hombre se ve a$udado por la ciencia. La calidad de un organi"ador depende cada ve" m s de S: capacidad para utili"ar los avances de la ciencia. *l conocimiento cient] se convierte as en un factor importante del progreso histrico. *ste esquema muestra las relaciones implicadas. 4omo puede verse, es una ampliacin de la le$ del desarrollo de las fuer"as productivas en la parte que se refiere a la actividad humana. 2or tanto, la ciencia resulta ser un factor estrechamente unido con las fuer"as productivas. ,fecta al desarrollo de aquellas fuer"a a travs de las habilidades humanas, $ por tanto pueden considerarse como parte del sistema 5fuer"as productivas6, con la condicin de que al mismo tiempo tengamos en cuenta su papel como un factor en la conciencia social. *l lugar de la ciencia en el proceso histrico es bastante excepcional. 2or eso no ha$ que asombrarse de que los racionalistas del siglo xvii $ del xviii, confiando en el poder de la ra"n, pensaran que la ciencia era independiente $ el factor principal del progreso histrico (el concepto de desarrollo histrico no se conoca an). La ciencia est conectada con las relaciones de produccin $ con las fuer"as productivas, en ambos casos segn el principio de realimentacin, como mostramos aqu% uer"as La le$ del desarrollo de las relaciones de produccin se define a veces como la le$ de la conformidad necesaria entre las relaciones de produccin $ el car cter de las fuer"as
productivas '> (a le$ afirma sobre todo que las relaciones de produccin dependen de las fuer"as productivas. 9etafricamente, 9arx la formul al decir que el molino manual dio lugar a la Sociedad de los seRores feudales, $ el molino de agua a la sociedad de los capitalistas industriales. *s cierto que existe una realimentacin entre las fuer"as productivas $ las relaciones de produccin, pero la unin fuer"as 2roductivasrelaciofles de produccin traba-a con mucha m s fuer"a que la 4ontraria *sto da lugar a contradicciones entre el estado de las fuer"as 2roducti@as $ el car cter de las relaciones de produccin. Las fuer"as productivas est n siempre por delante de las relaciones de produccin $ estas ltimas se adecan constantemente al nivel de las primeras - La le$ del desarrollo de las relaciones de produccin podra formularse asi% 4ada cambio en el sistema 5fuer"as productivas6 da lugar a cambios e el Sistema 5relaciones de produccin6, de tal modo que el car cter de las relaciones de produgcin est hecho para corresponder al nivel de las fuer"as productivas *sto ocurrira si todas las entradas $ salidas de los sistemas ]2hcados estuvieran operando, pero esto no ocurre en la realidad. La le$ del desarrollo de la superestructura se llama la le$ de la conformidad necesaria entre la superestructura $ la base econmica, o la segunda le$ b sica de la sociologa. ,firma que los cambios en el sistema 5fuer"as productivas6 da lugar a los cambios correspondientes en el sistema 5superestructura6. *stos ltimos cambios van a adecuar la superestructura a la situacin en las relaciones de produccin de modo que no impida el desarrollo de esas relaciones. La adecuacin puede consistir en un cambio en una serie de elementos de la superestructura1 dicho cambio puede consistir en el nacimiento de nuevos elementos o en una transformacin m s o menos esencial de los existentes. ,lgunos elementos de la vie-a superestructura pueden permanecer iguales, mientras estn a la altura de las exigencias del desarrollo de las relaciones de produccin1 en tal caso son adoptados en su forma previa (aunque, por supuesto, en desarrollo) por la nueva superestructura. *sto vale sobre todo para la ciencia, las relaciones familiares, la institucin nacional, aunque esta carencia de cambios no se puede interpretar en un sentido absoluto. 4omo resultado, la superestructura es un sistema que inclu$e vie-os elementos $ otros cualitativamente nuevos (en comparacin con la superestructura caracterstica del perodo anterior), que se necesita para la conservacin de las relaciones nuevas de produccin. *ntre los elementos tomados de la vie-a superestructura se inclu$en los que se desarrollan continuamente $ sirven a los sistemas sucesivos de relaciones de produccin (por e-emplo, la ciencia, $ Ihasta cierto puntoI la religin), $ aquellos que permanecen en la superestructura nueva por inercia, aunque las relaciones de produccin nuevas podran desarrollarse libremente sin esas formas obsoletas. :n e-emplo nos lo proporciona el rea de las costumbres en los diversos terrenos de la vida social. Canto los elementos vie-os como los nuevos pueden incluir ideas que estn por delante del nivel actual de desarrollo de una sociedad concreta. 2ueden ser ideas que no tengan oportunidad de hacerse efectivas (utopas) por su contenido o por los mtodos que sugieren. 2or e-emplo, el socialismo utpico propona ideas que, en trminos generales, dominaran el futuro, pero que al mismo tiempo sugeran que necesitaban, para ser efectivas, mtodos sin la menor oportunidad de implantacin. 2ero entre esas ideas que est n por delante de S: tiempo se pueden incluir tambin otras que tienen oportunidad de materiali"arse $ por tanto de 5acelerar6 el desarrollo histrico. 2onemos el verbo entre comillas porque sin ellas parecera que el desarrollo histrico tiene lugar, en principio, 5normalmente6, $ que en ciertos casos
puede 5acele rarse6. 2ero, si afirmamos que la historia est hecha por seres humanos, todo 1G que hagan en ese rea ser 5normal6, $a que no ha$ desarrollo histrico sin sus acciones. 0ablar de aceleracin del desarrollo es un resto de la opinin de que el progreso tiene lugar independientemente de las acciones humanas. Las ideas se pueden convertir en un elemento activo del proceso histrico slo a travs de las acciones humanas1 pero esto requiere gente que sepa formular dichas ideas (reali"ables) $ convertirlas en directri4 de accin para grandes grupos sociales o en (algn otro) sistema que guiG las acciones humanas. :n e-emplo sobresaliente lo proporciona la activid (1G Lenin $ los comunistas rusos que supieron llevar adelante la revol:eiKfl socialista que comen" la expansin del sistema socialista en el m:&1]J Za esencia de su xito fue un sistema de ideas que, en determinadas Cm constancias histricas, tuvo oportunidad de materiali"arse, con la condiGfl evirlen e sic que la ael isiclad social se intensifleara enormenaente. Los conflictos de intereses entre las clases sociales antagonistas, que se manifiestan en el hecho de que estos conflictos surgen constantemente en forma de lucha de clases, no se suelen considerar como le$es de desarrollo histrico. Se suele decir que la lucha de clases HH es un factor de desarrollo social, $ que la lucha de clases refle-a la contradiccin entre las fuer"as productivas $ las relaciones de produccin. *stas afirmaciones son correctas, pero parece que subra$an demasiado poco el papel de la lucha de clases en el proceso histrico. 0a$ que elevar este nfasis en el papel activo de la lucha de clases en el desarrollo histrico hasta el nivel de una le$ de desarrollo histrico, aunque base su existencia en la labor de la le$ del desarrollo de las fuer"as productivas $ de las relaciones de produccin. La formulacin podra ser como sigue. *n una sociedad que est formada por clases opuestas que representan intereses en conflicto se desarrollan actitudes antagnicas. *n ltimo an lisis, resulta que una de las clases tiende a mantener el tipo de relaciones de produccin existente, mientras que la otoQa clase intenta cambiarlo, lo cual significa que una de las clases tendr acciones que provocar n contraQacciones de la otra, que a su ve" dar lugar a cambios sociales. 3os encontramos aqu con una realimentacin combinada con una unin paralela, un fenmeno tpico del desarrollo histrico. 2odemos ilustrar esto con el siguiente diagrama, que es simplemente otra versin del ofrecido anteriormente% eexplotadoreexp&otada 4onflicto de intereses resultante de las relaciones de produccin *ste esquema, por supuesto, vale para la situacin modelo de una sociedad de dicotoma, $ no para cualquier sociedad real con una estructura de clases desarrolladas. *l esquema pretende solamente mostrar que las acciones de una clase incitan a la otra clase a actuar. !e este modo, en las Sociedades clasistas, la lucha de clases se convierte en una fuente de carnbios. Sin embargo, ha$ que subra$ar explcitamente que no es la fuente fundamental% esta ltima est relacionada con la le$ del desarrollo de las Buer"as productivas. *sta le$ refle-a la lucha del hombre para satisfacer SUS necesidades. La obligacin de satisfacer las necesidades es un estmulo para los intentos de controlar la 3aturale"a. *sta lucha fundamental da lugar a una accidental la de satisfacer las necesidades de uno tan plena HH *n su prlogo a la tercera edicin alemana de 6*& 1E Mrumario de Luis hE1tG6, de +arl 9arx, B. *ngels escribi% 6Bue precisamente 9arx quien avio descubici o primero la gran lev del rio/moento de la 1 istcii4 Sun la cual todas las
luchas histricas, tuvieran lugar en el terreno poltico, igioso filosfico o cualquier otro, son en realidad, solamente, la cxnresiJn as O fliGGGs clara de las luchas c-e las clases sociales, $que la existencri [2Kr tanto, tambin los choques entre esas clases est n a su ve" condicionados1 r ci grado de demriQoilo ile ato posicin econmica, so modo de o-oriih del intercambio del errrinado por ella6. %clecte$l *orks, vol. 1, cd. 2agir a6 ias b['1. *n la soctalomna no niamicta, les es L:d&KS de la lucha oc ciesaQ1 qual 4oaLcai0o. o son sustituidos por los estudios de la movilidad [rostro e C (&ii Quncepto m s amplio que el de la locha de clases. L mente como sea posible. *n una sociedad basada en clases, se manifiesta en el conflicto de intereses, mencionado m s arriba, que da origen a actitudes antagonistas $ a la lucha de clases. 2ero las contradicciones de clase no son un factor universal de desarrollo social. *n una sociedad basada en clases son una fuente secundaria, en el sentido de que finalmente a$udan a vencer la lucha de la clase propietaria para conservar el stat s I o. La lucha de clases tiene lugar en varios niveles, que se pueden reducir a los tres principales% econmico, ideolgico $ poltico. , menudo ocurre que el conflicto se desarrolla en los tres niveles, pero a veces podemos observar un claro predominio de un conflicto en un solo nivel. :n e-emplo de lucha de clases en el nivel econmico se puede ver en la resistencia de los campesinos a pagar las rentas feudales1 el conflicto entre los -acobinos $ los girondinos, entre 7a &glesia $ los grupos herticos, entre los positivistas lgicos $ los marxistas, etctera, pueden servir como e-emplos de luchas ideolgicas. La lucha en el nivel poltico es la forma superior de lucha de clases, $a que ataRe al autntico ncleo del conflicto entre las clases, es decir, a la posesin del poder, $ por tanto es una manifestacin de un nivel de conciencia de clase de altura equivalente. *sa es una lucha en la que est en -uego la obtencin, consolidacin o recuperacin del poder. 4omo dice D. D. Piatr, la contribucin del marxismo al estudio de los movimientos polticos consiste en 5una adopcin determinada $ consistente de la perspectiva sociolgica, o sea, en enla"ar la interpretacin de esos movimientos con fenmenos de masas de larga duracin, en particular con los cambios que tienen lugar en la estructura de clases de la sociedad. *n la interpretacin marxista, todo movimiento poltico es una cristali"acin m s o menos clara de las luchas $ demandas de una clase social concreta, un grupo de clases aliadas, o parte de una claseSJ D1, La lucha de clases puede adoptar formas diferentes en niveles distintos. ,lgunas de ellas son tranquilas, mientras que otras son violentas. 2or e-emplo, en el caso de la lucha de clases sostenida por los campesinos en el perodo feudal podemos distinguir sus formas latentes $ manifiestas1 mientras que la huida del traba-o en los campos del seRor era una de las formas latentes, los levantamientos de los campesinos eran la m s alta de las formas manifiestas. *n el nivel poltico, la revolucin es la forma m s violenta de lucha% consiste en luchar para abolir la clase dominante $ tomar el poder por la fuer"a. :na revolucin indica que la contradiccin entre el desarrollo de las fuer"as productivas $ el de las relaciones de produccin era de largo alcance $ no haba forma de vencerla. , menudo ocurre que el estado consigue, por medio de una poltica reformista, difuminar una situacin revolucionaria $ por tanto posponer el planteamiento del conflicto
fundamental. La teora de las revoluciones fue desarrollada por los fundadores del marxismo. *l proceso tuvo lugar en dos niveles% el marxiano $ el leninista. 9arx estudi el mecanismo de las revoluciones sobre todo a partir de los datos proporcionados por la situacin en Brancia en 1E<EQ81 $ 1E@1, $ formulK D1 4ir. 1. 7. Piatr, %zkice o ezaterializnzie llistorycz+#n3 i soc+ologii, cd. dl. p gina 11<. ,lgunos halla"gos de ese autor ser n utili"ados m s tarde, en iK comentarios sobre la revolucin. muchos teoremas importantes en relacin con las revoluciones socialistas. La teora de las revoluciones socialistas fue desarrollada m s tarde por Leflin, cu$a contribucin consiste sobre todo en demostrar el importante papel -ugado por el partido de la clase obrera en la lucha por el poder $ en formular el concepto de los dos niveles Iel demcrataQburgus $ el socialistaI de las revoluciones en aquellos pases retrasados en su desarrollo capitalista. Cambin subra$ el hecho de que en ambos niveles es la clase obrera la que -uega el papel dominante. Se puede decir, en gengral, que la le$ de la lucha de clases indica el papel sobresaliente de las masas en la historia% las masas forman los grupos m s numerosos que luchan para cambiar las condiciones existentes $ promover as el desarrollo histrico. *n resumen, tenemos que subra$ar la fuerte dependencia mutua de las regularidades del desarrollo histrico. La historia es tan rica $ comple-a que la formulacin de le$es $ sus dependencias implica siempre una cierta simplificacin (abstraccin). *stas le$es se aplican siempre a hechos en sus formas simplificadas. Superestructura *ste esquema es tambin una simplificacin del mecanismo de desarrollo (la direccin% de las fuer"as productivas a las relaciones de produccin a la superestructura, indica una influencia m s fuerte que en las otras direcciones). *l esquema sirve para una sociedad clasista, o sea, el tipo de sociedad que m s a menudo ha sido estudiado por los historiadores. ?, :i#eles en el proceso 'istrico 0$onnacio es sociales) D' La totalidad de las fuer"as productivas, relaciones de produccin $ Superestructura, consideradas en un perodo concreto, constitu$en una for[fl 4in social (cfr. - el esquema superior). *n otras palabras, una formacin *l trmino corriente es $ormacio3les soci<=ec<nmicas. *l trmino usado aq:8 .sSrd $ormaciones ,ocmles. va que en opinin de este aul.or el desarrollo [K4al eiiS a tod) el desarrollo 0istrico. WSi prestamos atencin especial lKS p rrlrlenias econmi4os, por qu debemos de-ar de lado las cuestiones 2]S1t14as, ideolgicas, sr de otros clases, que son tarnbil) elementos de una forniactn concretaX *l trmino $<H324/344 social tanihen es usado por K. Lange.
social es un macrosistema social visto desde el punto de vista del desarrollo. K. Lange defini una formacin social como 5el modo de produccin -unto con la superestructura6 u, pero como l no identifica superestructura con la totalidad del fenmeno de la conciencia social, en su interpretacin la formacin social no inclu$e ciertos elementos de la conciencia. J. 0ochfeld escribi lo siguiente% 5lo que $o llamo una formacin socioQeconmica es la totalidad de las relaciones sociales en un lugar $ tiempo especifico, que se distingue por su sistema econmico especfico (llamado tambin su base econmica) $ por su superestructura ideolgica e institucional, que est funcionalmente subordinada a ese sistema. :n sistema econmico est dominado por un modo de produccin que es caracterstico de una formacin concreta6 <. *sto est de acuerdo con la opinin de K. Lange, que escribi% 5*l modo de produccin -unto con su superestructura se llama la formacin social o sistema social, $ las relaciones de produccin propias de una formacin social dada se llaman su base econmica6. Y la superestructura 5abarca slo aquellas relaciones sociales conscientes (...) $ aquellas ideas sociales $ actitudes socioQpsicolgicas que son necesarias para la existencia de un modo de produccin concreto (...) *sto no est claro, $a que no sabemos si la permanencia de la conciencia social e-erce la funcin auxiliar referida m s arriba. La posicin de 7. J. Piatr es intermedia% critica a Stalin por sus limitaciones del concepto de superestructura, pero por su parte no inclu$e en el concepto de superestructura 5las opiniones e instituciones que son neutrales en relacin con la base econmica existente6 u *n opinin de este autor, el concepto de formacin social, si queremos que sea til a los historiadores, que intentan un acercamiento integral al desarrollo histrico, debera incluir Isegn la opinin de 9arx sobre el problemaI la totalidad de los fenmenos de la conciencia social6 u Los estudios histricos reali"ados por los fundadores del marxismo, $ confirmados por las investigaciones posteriores, han mostrado cinco formaciones sociales en la historia, que en sus formas 5puras6 son modelos tericos de las relaciones m s comple-as que en realidad existen. Su comple-idad se debe al proceso constante de transformacin (desarrollo) de un sistema social concreto, que es la causa de que, dentro de una formacin dada, desapare"can elementos de la formacin anterior $ empiecen a aparecer elementos de la nueva. 2ara facilitar la comprensin de ese dinamismo constante del desarrollo los historiadores marxistas han hecho una distincin entre los dos niveles de creacin de una nueva formacin dentro de una vie-a. *n el primero, slo aparecen elementos sueltos de la formacin nueva1 en el segundo, esos elementos se combinan para formar un sistema nuevo que gradualmente ahoga al vie-o. *n cuanto al desarrollo de una formacin nueva, los historiadores ven dos o tres niveles en ese proceso. *n el
primer caso, se refieren al perodo de una tendencia ascendente $ al de una tendencia descendente (en el que la formacin que consideramos declina) u *n el ltimo caso, se suele hacer referencia a los perodos de aparicin, estabili"acin $ Wlclive. 2ero la adopcin de cualquiera de estos conceptos es una cuestin de convenios, $a que cada uno de ellos est igualmente bien sustentado. gi ltimo, sin embargo, permite una me-or traduccin al lengua-e de la ciberntica $ de la teora de la informacin. ,hora bien, si una formacin social es considerada como un sistema estable a travs del, cual luchan enrgicos procesos para lograr un estado de equilibrio, podemos estudiar la resistencia de esa formacin a los disturbios en su desarrollo en los diversos niveles de existencia. :n sistema naciente muestra poca resistencia a los disturbios1 se hace resistente en el perodo de estabili"acilJ, para perder esa resistencia en el perodo de declive. :na formacin puede ser anali"ada tambin desde el punto de vista de la ordenacin de sus elementos, es decir, la entropa de esa formacin considerada como un sistema. *n el primer nivel el grado de entropa es considerable1 disminu$e con el proceso de ordenacin interna del sistema (perodo de estabili"acin) para aumentar otra ve" en el perodo de declive de la formacin. Las cinco formaciones mencionadas, observadas en la investigacin histrica, $ que permiten una generali"acin adecuada de los hechos, son% comunidad primitiva1 esclavitud1 feudalismo1 capitalismo1 socialismo. (a teora del materialismo histrico define los lugares respectivos de las diversas formaciones en el proceso del progreso histrico (es decir, el control cada vez ma$or del hombre sobre la 3aturale"a). *l orden de las formaciones dado m s arriba refle-a S: orden real en el pasado. ,s, las formaciones son los principales niveles del proceso histrico, $ por tanto pueden tomarse como criterio b sico para dividirlo en perodos (cfr. captulo ''II). *sto no implica que toda sociedad pase por todas las formaciones% una opinin as bordeara el fatalismo. *n la ma$ora de los casos, el desarrollo consiste en realidad en el paso de una determinada formacin a la siguiente, pero muchas veces se salta una formacin. 2or e-emplo, los pueblos eslavos no atravesaron la formacin de esclavitud, aunque algunos elementos de la esclavitud fueron a veces mu$ fuertes. La transicin de una formacin a otra es la esencia del proceso histrico. *l proceso histrico, como hemos delineado en este captulo, es la materia del conocimiento histrico, que tiene como ob-etivo su reconstrucc S8 > 4fSJ. K. Lange, "t doJes aisd Paris, cd. cit., p gs. 8E $ 1. E7M )(*R'* 0*R'E L* 1E'!3!L!-I* 0R*-1*'I)* 3E L* 5I&'!RI* L* 'E!RI* 3EL )!"!)I1IE"'! .*&*3! 6 "! .*&*3! E" F(E"'E& La naturale"a del conocimiento histbiico 1. Descripcin general ceS proceso cognosciti#o Las reflexiones sobre los fundanQientos del conocimiento histrico, interpretado aqu corno el conocimiento de los sucesos pasados en la historia de la humanidad 1, debe comen"ar con una descripcin general del proceso cognoscitivo. ,dquirir el
conocimiento del pasado, cosa que ocurre a travs de la investigacin histrica, es QIal margen de las propiedades que se le puedan atribuirI parte del proceso cognoscitivo humano. *l conocimiento puede ser abordado desde dos puntos de vista% corno el proceso en el que el su-eto del conocimiento (el su-eto conocedor) adquiere informacin del ob-eto de conocimiento, o corno el resultado de ese proceso. *n el ltimo caso, el proceso cognoscitivo se convierte en conocimiento. *l conocimiento del ob-eto cognoscitivo es por tanto un resultado del proceso (acto) cognoscitivo, que, sin embargo, supone un sistema de memoria. *ntre el proceso cognoscitivo $ el conocimiento ha$ una relacin de realirnentacin. el conocimiento depende del proceso cognoscitivo, $a que Sin ese proceso (es decir, la suma de actos aislados de conocimiento) no ha$ ningn resultado1 por otro lado, el propio proceso cognoscitivo tiene lugar sobre la base del conocimiento existente. 2ero esta ltima relacin no es aceptada un nime ni igualmente en epistemologa. 2or tanto, en este 2unto, entrarnos en el rea de las controversias entre las diversas formas de abordar el conocini-eito. *n general, las diferencias entre las opiniones filosficas sobre el problema del proceso cognoscitivo se pueden reducir irlas que existen en la interpretacin del ob-eto de conocimiento, de la relann entre proceso cognoscitivo $ conocimiento, $ del alcance de las 2Ulbilidades cognoscitivas del hombre. *l ob-eto cognoscitio se consideca o bien como algo que existe mdc 2,2dientemente del su-eto conocedor $ fuera de ese su-eto (es decir, como dice a menudo, ob-etivamente existente), o bien como un producto de mente del su-eto conocedor. La primera opinin es la que sostienen .materialisrno (que acepta el mundo material como ob-eto cognoscitivo) el idealismo ob-etivo (que acepta la naturale"a espiritual del ob-eto cogpscit-vo, pero acepta la existencia de este ltimo independientemente del 7eto conocedorJ). La segunda postura la sostiene el idealismo sub-etivo. controversia se sita en la esfera de la ontologa, y su sentido forma Ufl puente entre la ontologa y la epistemologa.
dos situaciones b sicas% 1) *n primer lugar tenemos un conocimiento a priori, que es independiente de la experiencia, $ una mente adecuadamente estruc. t rada, y el proceso cognoscitivo parte de esa base. :na ve" que ha corneo. "ado, empie"a a operar la realirnentacin entre el proceso cognoscitivo $ el conocimiento. ') *s la experiencia la que sirve como punto de partida1 nos da un conocimiento que a su ve" se contJierte en ,una condicin m s o menos indispensable del proceso cognoscitivo posterior<J*1 primer caso es aceptado por el apriorismo (platonismo cartesiano, +antismo, convencionalismo), $ el ltimo, por el empirismo episternolgico (Macon, Loc.e, 0ume, 9ill), que suele aparecer -unto con el sensualismo (4ondillac). *l empirismo epis. temolgico tiene dos versiones% positivista (que considera al su-eto conocedor como un mero receptor pasivo) $ dialctica, que acepta un papel activo del su-eto conocedor en el.proceso cognoscitivo $ un conocimiento creciente del ob-eto cognoscitivo.= 3o nos ocuparemos aqu de lo que se llama conocimiento intuitivo, $a que en ese caso no aceptaramos que tuviera lugar a travs del su-eto conocedor ni un proceso
cognoscitivo a priori ni uno a posteriori. Se dice que ese proceso cognoscitivo consiste en una visin directa intuitiva del ob-eto cognoscitivo, obtenida por medio de una 5penetracin6 en ese ob-eto. La epistemologa marxista, que afirma la existencia de un mundo ma terial, ob-etivo, que es independiente del su-eto conocedor, adopta la postura del empirismo materialista (sensualista) en su versin dialctica, es decir, la versin que subra$a la relacin dialctica entre el proceso cognoscitivo $ el conocimiento $ acepta as el papel esencial del conocimiento en el pro. ceso cognoscitivo. Las opiniones sobre el alcance $ la calidad del conocimiento que los seres humanos pueden tener varan tambin, segn las posturas. *l agnosticismo niega la posibilidad de cualquier conocimiento completo del ob-eto col noscitivo. Su versin .antiana afirma que slo adquirimos el conocimiento de los fenmenos, sin aprehender 5la esencia de las cosas6 0no!mella) mientras que el escepticismo radical filosfico subra$a la imposibilidad de llegar a la verdad. *l positivismo (o realismo ingenuo), que se opone al agnosticismo, no consigue advertir la comple-idad del proceso cognoSc1t1J] $ afirma que la percepcin sensorial nos puede dar un refle-o inmediatX $ fiel del ob-eto cognoscitivo, resolviendo as el problema de la cognosK bilidad del mundo. ,. 7. ,$er tiene ra"n al subra$ar que la afirmaGG de que 5los ob-etos fsicos que percibimos comnmente son, por as eAp& carlo, ^dados a nosotros`6, significa en realidad un acercamiento intuitivJ. *stas dos visiones extremas son recha"adas por el materialismo aia lctico, que al"a contra el agnosticismo la afirmacin de que el mundo es cognoscible, pero subra$a que esto no debe implicar que $a est pleo] mente conocido ni que su conocimiento se puede adquirir en un nunieG finito de actos de conocimiento . Si adquirimos algn conocimiento de mundo $ actuamos efica"mente sobre la base de ese conocimiento, esSG significa que el mundo es cognoscible, aunque el proceso cognoscitflJ] comple-o $ difcil. ,cusa al positivismo de negar el papel activo de la mene dci su-eto concSccuur $ destaca que ci ooouncio es cognoscible slo si t4KiG en cuenta ese factor. La mente humana permite a los hombres adquirir un conocimiento del mundo aportando formas de percepcin de los hechos corno resultado de la experiencia, $ libera el contenido del conocimiento humano de deformaciones debidas a la imperfeccin de los sentidos humanos. *sta opinin encuentra refle-o en la distincin hecha entre el nivel de la percepcin sensorial $ el del pensamiento abstracto, en el cual el lengua-e se usa como instrumento del pensamiento . , pesar de todas las diferencias de opinin sobre el proceso cognoscit sJo $ sus resultados, ha$ una aceptacin corriente de la postura de que el conocimiento depende del proceso cognoscitivo, lo cual significa que el conocimiento se adquiere en el proceso cognoscitivo. '. /aractersticas del conocimiento cient$ico Nespecto al proceso cognoscitivo cientfico (para el que valen las afirmaciones anteriores), deberamos preguntarnos la diferencia entre el conocimiento cientfico $ el 5ordinario6 o 5cotidiano6. *specificando m s, podramos preguntar si la diferencia consiste en el proceso cognoscitivo o se hace manifiesta slo ero el rea del conocimiento adquirido a travs del proceso cognoscitivo. La respuesta resulta difcil, pero el punto de partida parece simple. 2uesto que la diferencia principal entre el proceso cognoscitivo en general $ el proceso cognoscitivo cientfico es que el ob-etivo del ltimo no es adquirir conocimiento del mundo en general, sino un conocimiento cientfico de l, podramos definir el proceso
cognoscitivo cientfico como aquel cu$o ob-etivo es adquirir un conocimiento cientfico. 2ero entonces surge un problema, qu es el conocimiento cientfico, y cu l es, o debera ser, el proceso para adquirirlo. La ciencia, o el conocimiento cientfico, se ha definido de varias formas ]. B. Macon (en su >\T01>1411.0 <rgan m) subra$ su aspecto pragm tico al afirmar que la ciencia a$uda al hombre a controlar la 3aturale"a $ satisface su intento de conocerse a s mismo. !esde ese punto de vista, el conocimiento cientfico se puede definir por su ob-etivo. *l mismo criterio se :Sa para distinguir el conocimiento cientfico si este ltimo se define como el conocimiento verdadero (es decir, el conocimiento basado en 5la verdad 4Kntra la falsedadJS como principio) . *n el ltimo caso, el ob-etivo del 2roceso cognoscitivo cientfico consiste en adquirir conocimiento verdadero. Se subra$a que dicho conocimiento debe tener ciertas caractersticas, que, ]] 4on-unto, pueden describirse como la exigencia de precisin. :na de las prlmeraS definiciones que indic la estructura metodolgica del conocimiento r>entfico fue la que dio P. 8. 7evoros en 6'e Principies o$ %cience. *scribi que el conocimicoito cientfico es conocimiento generali"ado, distinto del conocimiento sensorial de los hechos, $ dichas generali"aciones se hacen La dostoncoon entre estos niveles ha sido hccha por XJ Lenon 0a$ una diferencia evidente entre la ciencia $ el conocimiento cieootico% a 2rimera abarca los resultados acumulados (le la investigacin $ los mtodos 2ra obteoieoQ-os, $ es, por tanto, un concepto din mico, mientras que el segundo asQca solamente lKS resultados de la investigacin, $ es -ior tanto un concepto eslatoco o 6 Zlo Kjov si o sohi ms soS re NOM d oS sp S? ibo e 1 ScntS&c < e 1 U 4i 4l7b4#4sciocJ? oNaak spolccznyeio (Sobre las peculiaridades de las ciencias sSa es), ;acsovia, 1>?', p gs. 'ED $ Ss. Las observaciones l1ccloas aqu se rc ercr1 las disciplinas empricas. '<1 detectando la identidad $ clasificando. 5La ciencia (...) es la deteccin de la identidad, $ la clasificacin es poner -untos, en el pensamiento o en la proximidad espacial real, aquellos ob-etos entre los que se ha detectado la identidad6 . Los autores contempor neos subra$an tambin la naturale"a general $ abstracta del conocimiento cientfico . *l conocimiento se ciasifica a veces como conocimiento cientfico e ideologa. 2ero la divisin no puede dibu-arse claramente. *sto no ocurre slo porque la valoracin (o sea, la clasificacin segn el criterio% bueno contra malo, $ no segn el criterio% verdadero contra falso) sub$ace ba-o todas las decisiones, incluidas las cientficas, sino m s bien porque lo que se considera normalmente como ciencia puede funcionar en algunos casos como ideologa, es decir, como conocimiento que sirve a los intereses de grupos especficos. 2or e-emplo, la teora copernicana -ug durante mucho tiempo un papel ideolgico, al mirar el sistema predominante de valoracin religiosa . *n vista de los fuertes la"os entre la ciencia $ la ideologa se subra$a a menudo que el conocimiento cientfico es (o debera ser) neutral en relacin con los intereses de diversos grupos sociales. *sto slo es correcto en parte, $ con la condicin de que no se nieguen las relaciones entre la ciencia $ la ideologa, $ que se distinga entre las relaciones que facilitan el camino a la verdad $ las que lo dificultan. Los intentos de definicin del conocimiento cientfico hacen resaltar fuertemente el
aspecto sociolgico de la cuestin. !esde ese punto de vista, el conocimiento cientfico sera el que se adquiere por un grupo de gente apropiadamente reclutado que se ocupan profesionalmente de la ciencia (hombres de ciencia, estudiosos). Se guan por ciertas normas de conducta especiali"adas que est n destinadas a obtener un conocimiento verdadero. !ichas normas pueden interpretarse como existentes o como postuladas. Se han hecho muchos intentos de formularlas, siendo el punto comn el principio de la supervisin de la investigacin por la totalidad de los cientficos. *l conocimiento cientfico sera as un conocimiento su-eto a la aprobacin pblica de los especialistas, o sea, su-eto a una supervisin. *l proceso cognoscitivo cientfico, es decir, el proceso cognoscitivo que da lugar al conocimiento cientfico (descrito arriba), es una variante del proceso cognoscitivo en general. 4omo todo proceso cognoscitivo, tiene SU origen en la experiencia sensorial, en la cual, corno hemos dicho antes, adquirimos un conocimiento del mundo externo no directamente, Sino sol] como la causa de nuestra experiencia sensorial u, es decir, como una serle de datos sobre ese mundo. *n el proceso cognoscitivo cientfico, un hombre de ciencia dispone de instrumentos especiali"ados que le permiten descifrar la informacin normalmente inaccesible a la gente ordinaria. ,lgunos de estos instrumentos vencen las limitaciones de nuestros sentidos. :n e-efli2&K de un instrumento que permite descifrar informacin que es inaccenb @ P. %. 7evons, 6"ie Principies o$ ,%cience, vol. &&, 3ueva For., 1E@@, paginas ?@D ?@<. /$r. <. #ibson, 6'e Logic o$ %ocial EnI ir#, Lendres, 1>?G, p g. D. 7al term&no ideologa tiene muchas interpretaciKflcs diferentes .L ro1-iai7- p e e 1 >ra a uitaIo1oIa enS tici ii a u i i olla fi a la gente ordinaria nos lo proporciona el microscopio1 el conocimiento de la paleografa, que permite leer textos antiguos reales, -uega tambin el papel de un instrumento as. 2ero las principales caractersticas del proceso cognoscitivo cientfico no ha$ que buscarlas en el nivel del conocimiento sensorial% consisten en la naturale"a abstracta del proceso cognoscitivo cientfico, manifiesta en gran medida incluso en el nivel del conocimiento especial para ser comprendidos. *n ese nivel de conocimiento no podemos, como hemos dicho anteriormente, arregl rnoslas sin el lengua-e. *l lengua-e se convierte, por tanto, en un instrumento necesario del proceso cognoscitivo cientfico $ de la descripcin del mundo 1. Las reglas de investigacin indican que el lengua-e cientfico debe facilitar al m ximo el trasvase de informacin, dentro $ fuera del medio cientfico. *l proceso cognoscitivo cientfico no es un acto aislado, sino que forma parte del proceso general de desarrollo de la ciencia $ en ese sentido es enormemente indirecto, $a que requiere que se tornen en cuenta los resultados obtenidos por otras personas, tanto dentro como fuera del medio cientfico. Si queremos que el proceso cognoscitivo cientfico cumpla su tarea principal, que es proporcionar conocimiento verdadero, entonces tiene que incluir el procedimiento de apo$ar las afirmaciones por medio de comprobaciones. Slo el conocimiento comprobado puede ser cientfico. 9ientras que en el conocimiento cotidiano la cuestin de sustentar el conocimiento adquirido es claramente de importancia secundaria, en el conocimiento cientfico ese paso del proceso cognoscitivo est claramente marcado $ se convierte en una de las partes principales de la metodologa de las ciencias o epistemologa interpretada de un modo amplio. D. La contro#ersia sobre la nat raleza del conocimiento 'istrico ,unque aparentemente no provocara protestas el asegurar que el conocimiento cientfico es una variedad del conocimiento en general $ que la investigacin histrica supone una investigacin cientfica, surgen serios problemas de interpretacin cuando se hace referencia al conocimiento bistrico La
ra"n parece evidente% el conocimiento histrico tiene como ob-eto daersos sucesos pasados que como se coincide universalmente no podemos obsersar a causa de nuestra situacion en el tiempo es decir en cierto sen tido no podemos recuperarlos 2or el contrario en relacion con el conoci iruento de los hechos presentes (observables) si que los vernos o por lo flienos podemos hacerlo porque nuestra posicion en el tiempo es simultanea a la apalicion de esos hechos Los problemas de interpretacin implicados aqu se pueden agrupar en torno a diversas iespuestas a las dos preguntas basicas 1) *s posible hacer afirmaciones con significado sobi e el pasado o sea afirmaciones con .l valor lgicoX ') &ncluso si asumimos que es posible (es decir, que nuesas afirmaciones sobre el pasado se refieran realmente al pasado), Wes posile dar una descripcin verdadera (ob-etiva) del pasadoX nc fS l idu.ics cr (c j i pozilanie (LeS L ic $ GGGGcm ic 1>1G) E 1 KiL eS:ds ir 1 >1 1>?G l]?> ;ci lamhicn 6" e (4 loo 3 i o$ 303O 334e rsueva For., 1>?< (con bibliografa b sica). Nespecto a la primera cuestin han surgido dos tipos de dudas i2 Los positivistas lgicos, o al menos los defensores del comprobacionismo (que asegura Icfr. captulo ;&&&I que una afirmacin no analtica slo puede tener significado si puede ser comprobada empricamente), se vieron obligados a hacer la parad-ica aseveracin de que las afirmaciones sobre el pasado est n m s all de la lnea divisoria que separa las ciencias de la metafsica. ;arias ideas, m s o menos ingeniosas, han sido adelantadas para evitar esa conclusin. :na de ellas es que las afirmaciones histricas son en realidad afirmaciones sobre el futuro, porque predicen cu les ser n los resultados de la investigacin (comprobaciones)1 esas afirmaciones, por tanto, adquieren (tanto en su versin positivista como en la pragm tica) significado por estar dirigidas hacia el futuro $ no dirigidas hacia el pasado. *sto salva el criterio de comprobacin (porque podemos comprobar en el futuro lo que ocurrir ), pero, como puede verse f cilmente, el la"o de unin con el pasado corno algo real se ha roto. *n esa interpretacin, las afirmaciones histricas no se refieren al pasado, sino a los fundamentos de nuestro conocimiento de ese pasado. 2or eso, si un historiador afirma% ((*n 1E?8Q@1, Blorencia fue la capital de &talia6, no se refiere, secn esa interpretacin, al pasado, sino que solamente predice que las fuentes histricas (la investigacin posterior) apo$ar n esta hiptesis. La afirmacin, por tanto, adquiere un sentido de prediccin, $ no adquiere el significado por su concordancia con el pasado. 4omo puede verse, el hecho de si Blorencia existi o si fue la capital de &talia en el perodo mencionado m s arriba no necesita ser tenido en consideracin. *sta solucin, al ser tan parad-ica, no satisface tampoco a los comprobacionistas. Ktra idea ha sido la de reducir las afirmaciones sobre el pasado a afirmaciones sobre el presente. 4. 7. Le/is dice que cualquier hecho pasado puede ser anali"ado como extensible en el tiempo, de modo que sus conSecuencias continan hasta el presente, $ stas pueden comprobarse. ,. 4. !anto seRal lo absurdo de esa opinin. Si la batalla de 0astings, que evidentemente no es su propia consecuencia, no es cognoscible porque no podemos comprobarla, entonces, Wcmo podemos conocer las consecuencias de ella, de algo que no es cognoscibleX 9 s an, pregunta, Wen qu basamos nuestra creencia de que un suceso anterior est unido a un suceso que es observado por el historiador $ que forma un todo con otros sucesos anteriores (si retrocedemos hasta el suceso original), si todas las partes anteriores de ese todo Son rio cognosciblesX Le/is trat de sosla$ar esta cuestin diciendo que las ((mareas del pasado6 que tienen los ob-etos existentes nos a$udan a encontrar el camino hacia sus partes anteriores, pero !anto seRal, correctamente, la insuficiencia de tal explicacin 1!
,. D. ,$er recha" los intentos de reducir las afirmaciones sobre el pasado a afirmaciones sobre el futuro o a afirmaciones sobre el presente $ asegura que los hechos pasados son comprobables 5por principio6. *r1 el presente tambin observarnos sucesos que slo tienen lugar cerca de pG8 otros, pero no los que ocurren en otro lugar. 2ero nuestra situacin en el espaci.o no convierte estos ltimos sucesos en no comprobables. *sto muest-n, como afirma ,$er explcitamente, que los sucesos no son pasados ni presentes1 son sucesos, en general, privados de su dimensin temporal 1" $ por Fo no esto$ c! acuerdo con 4i muchas cuestiones, pero coincido con muchos de sus an lisis. tahto, las afirmaciones sobre los sucesos se refieren a ellos como tales $ no como pasados, presentes o futuros. Sin embargo I$ esto tambin fue aducido por !antoI, el valor lgico de las afirmaciones no es independiente del momento en el que se formulan. 4onsideremos el siguiente e-emplo 1 : las afirmaciones 1) 4sar morir 1 ') 4sar est muriendo1 D) 4sar muri, son 5factogr ficamente6 sinnimas $, por tanto, son todas ciertas si una de ellas es cierta, o todas falsas si una de ellas es falsa. 2ero pierden esa propiedad cuando las anali"arnos segn quin las hi"o $ cu ndo. Si Mruto hace la afirmacin ') $ en ese momento 4sar $a ha muerto, la afirmacin ser falsa. 2or tanto, este argumento tampoco vale como argumento en favor del comprobacionismo (o fenomenalismo metodolgico), que parece ser m s vuineQable exactaniente en lo que se refiere a las reflexiones metodolgicas sobre la investigacin histrica (no limitada a lo que se acaba de decir). *l escepticismo sobre las posibilidades del conocimiento histrico ha encontrado tambin una formulacin diferente, en concreto el segundo tipo de los escepticismos a los que nos hemos referido antes. &ncluso si aceptamos que podemos hacer afirmaciones verdaderas sobre el pasado, surgen dudas (encabe"adas sobre todo por M. Nussell) sobre si podemos estar seguros de que en realidad se refieren al pasado. 2orque una afirmacin que describe un estado de cosas ficticio (por e-emplo1 5Nobespierre fue re$ de 2olonia6) no difiere mucho de una afirmacin formulada por un historiador $ referida a hechos (por e-emplo, 5*stanislao ,ugusto 2oniato/s.i fue re$ de 2olonia6)1 ni difiere mucho de las afirmaciones que se refieren a sus fuentes. *sto, aparentemente, nos impide llegar a aquello sobre lo que trata la afirmacin, es decir, alcan"ar el pasado. *ste tipo de escepticismo es criticado por !anto. *n su an lisis del lengua-e hace una distincin entre los trminos $ afirmaciones que se refieren al pasado, aquellos que son neutrales en relacin con su referencia temporal, $ aquellos que se refieren al futuro. 2or e-emplo, la afirmacin 5esto es una cicatri"6 se refiere a una herida anterior $ seRala un determinado nexo causal. 3uestro lengua-e, corno bien seRala !anto, est lleno de predicados que se refieren al pasado 16 9encionemos, en este sentido, que su nmero es probablemente m s grande de lo que afirma !anto, $a que, para l, la afirmacin 5ste es un hombre6 es neutral respecto a su referencia temporal, mientras que para este autor la afirmacin en cuestin F el trmino 5hombre6 est n condicionados temporalmente $ se refieren al 2asado. 2or otro lado, el predicado 5es ro-o6 parece ser temporalmente neutral. 2ero la restriccin del lengua-e sobre el tiempo no niega totalmente el escepticismo sobre si las afirmaciones que se refieren al pasado hablan realmente sobre el pasado $a que ese escepticismo puede abarcar el concepto de 4ausalidad al referirnos al principio de 0ume de que post 'oc non est propter 'oc. !anto demuestra que, al contrario de lo que asegura Nussell, lKS predicados que se refieren al pasado no se pueden reducir totalmente a predicados que sean neutrales iespec o a su referenc a tempoial lo que Nusse0 llama conocimiento del pasado eta cops
utuido por afirmaciones que SO0 lgicamente independientes del pasado $ pueden, por tanto, ser anali_adas desde el punto de vista presente como si el pasado nunca hubiera de este tipo de crtica, !anto sugiere que se neutralice el escep. ticismo sobre si las afirmaciones histricas se refieren realmente al pasado, extendiendo el acercamiento instrumentalista 1E hasta abarcar la afirmaciones histricas. *n su opinin, las afirmaciones que se refieren al p sado -uegan Ia la lu" del instrumentalismo en la investigacin histricaI un papel similar al de las afirmaciones tericas que ordenan (nuestro conocimiento de) los hechos. 2or tanto, el trmino 57ulio 4sar6 -uega en una labor histrica un papel que es similar al -ugado por el trmino 5electrn6 en un documento sobre fsica o el trmino 5comple-o de *dipo)S en un estudio psicoanaltico 1. *s simplemente un instrumento Ime-or o peorI utili"ado para ordenar los hechos, $ no es esencial que se refiera a nada real, $a que las afirmaciones histricas no son afirmaciones sobre hechos. ,s, el problema de la verdad $ falsedad de las afirmaciones histricas desaparece. Se puede ver f cilmente que el instrumentalismo no proporciona una solucin satisfactoria del problema. *l instrumentalismo neutrali"a la controversia sobre el valor lgico de las afirmaciones histricas por medio de la eliminacin de su marco de referencia, es decir, el pasado que es su modelo1 por tanto, elimina algo real que el historiador no quiere perder. 2or tanto, l recha"a el escepticismo en cuento a la posibilidad de hacer afirmaciones sobre el pasado $ acepta esa posibilidad, $ considera parad-ico reducir las afirmaciones sobre el pasado a afirmaciones sobre el presente o sobre el futuro, o neutrali"ar el valor temporal de dichas afirmaciones, o abandonar la aseveracin de que el pasado fue algo real. -. Arg mentos contra el escepticismo. Rasgos caractersticos del conocimiento 'istrico 3os vamos a ocupar ahora del an lisis de dos clases de escepticismo mencionadas anteriormente% sobre la posibilidad de hacer afirmaciones sobre el pasado $ sobre si el pasado es realmente el ob-eto de nuestras reflexiones. *l argumento m s radical contra el escepticismo sobre la posibilidad de hacer afirmaciones sobre el pasado consiste en demostrar que epistemK lgicamente no ha$ diferencia entre el conocimiento actual $ el histrico, puesto que si no existe dicha diferencia, las dudas surgidas sobre el conK4 miento histrico abarcaran todo el conocimiento en general. *n nuestro caso, dicha conclusin es suficiente, porque nos interesa, sobre todo, demostrar que no existen caractersticas especficas del conocimiento histrico, lo cual es mu$ importante para las reflexiones sobre la ciencia histrica. 2ara apo$ar la aseveracin cte que no ha$ diferencia entre el conocimiento actual $ el conocimiento histrico tenemos que escrutar, en primer lugar la naturale"a indirecta del conocimiento de los sucesos pasados, que se debe a la imposibilidad de hacer observaciones directas del pasado $ que causa la inquietud de los comprobacionistas. Surgen dos cuestiones% WNealmente estamos privados por completo de la posibilidad de una observacin directa del pasadoX $ W*sta imposibilldaa es una peculiaridad del conocimiento histrico solamenteX *n la metodologa de las ciencias, ci instrumentalismo es la postura S8 e7 los lee cientifico, as icoJ 1 is 1 u son chi mcc1one ci cladc o ialss sobre los hechos, sino slo instrumentos usados para ordenar $ predci lKS hechos observados`. (4fr. 7. #ied$min, Probteoz#, caPoz4 ia, rozstrzygmeo edicin citada, p g. 1@8.)
,ntes de seguir adelante es necesario hacer dos distinciones% el conocimiento histrico en el sentido amplio del trmino frente al conocimiento histrico cientfico, $ conocimiento histrico en general (tanto cientfico como en el sentido amplio del trmino) frente al conocimiento del pasado que tiene un individuo (tanto historiador como no). *l conocimiento histrico en senQ ido amplio puede ser interpretado corno cualquier conocimiento del pasado, $ por tanto, adem s del conocimiento cientfico, como todos los tipos de conocimiento a los que recurrirnos muchas veces en nuestra vida corriente cuando necesitamos un conocimiento de lo que haba sido. *l conocimiento cientfico de los sucesos pasados pretende proporcionarnos un conocimiento cientfico de esos sucesos, en el sentido explicado previamente. 2odemos dar una caracterstica m s que distingue el conocimiento cotidiano del pasado del conocimiento histrico cientfico1 esta caracterstica ha$ que aRadirla a las diferencias $a conocidas entre el conocimiento en general (menos el cientfico) $ el cientfico. *n lo que llamamos conocimiento cotidiano usamos casi exclusivamente la memoria, que en este caso sirve como canal de informacin. Ktras fuentes, como cartas $ dem s documentos personales, -uegan un papel meramente auxiliar. Nespecto al conocimiento cientfico ocurre lo contrario% el uso de la propia memoria de los sucesos pasados tiene importancia secundaria. *n el an lisis que sigue nos ocuparemos del conocimiento histrico cientfico. La opinin de que la aproxinQ,acin indirecta es una peculiaridad de la adquisicin del conocimiento sobre el pasado est mu$ extendida entre los historiadores 'i W2ero est tan roto el la"o entre el pasado $ el presente que no tenernos posibilidad de hacer observaciones directas del pasado aunque las acciones de los seres humanos que se combinaron para formar el pasado ha$an terminadoX *l la"o 8f1G estara completamente roto si fuera posible hacer una distincin consistente entre la percepcin de los ob-etos $ los Sucesos que son las causas directas de nuestras experiencias sensoriales $ la pbservacin de los hechos pasados (que se pueden observar). 2ero esta distlfl4i no se puede reali"ar totalmente, $a que el conocimiento del pasado &nclu$e la observacin de los ob-etos fsicos todava existentes, inclu$endo leres humanos, $ no SflK en forma de restos humanos, sino tambin sus accio8 actuales. :n historiador puede observar a la gente viva, cu$as accios incorporan, m s o menos claramente, la experiencia del pasado transmi'G *l hecho de que el conocimiento historico es especificameitc indirecto ha sido subra$ado (adem s de los vie-os manuales de 4h. ;. Langlois $ Qjh. Seignobos, 9. 0andeisman, $ el m s reciente de S. +osciaY.o/s.-) por .#ie$s"tor Zarys pomocniczyc$l na k Psisiorn, ;arsovia, 1>8G1 *. Lutman, [\2odStas metodologic" e histoiiogiaf uS (Los funstamentos metodologicos de la hu tor1ogafia) Aco del 1"66 2ong eRo de ' to,mdoies po3aco sol 1 ;m 1K;ia 3O-K. p g. 1>1 *. 4. 0oc.ett, 6'e /ritical ,et'od in Historical ReX6c' and *riting, 3ueva For., 1>8E, p g. E1 - 0. 7. 9arrou, De la connaisonce "nstorzI e 2aris 1>o? pag 1<D *ste u1timo autor opina que o cacus que el conocimiento histrico es indirecto, no podemos hablar de la l1Storia como una ciencia en el sentido total del trmino, $a que nos enconra G8 aqu con el donocimientu hasapo en la te (connarssance de $ol). E. Lutmnan Ser be aiubicii que 4li &d listoStida de generacin en generacin. Se dice a menudo que un hombre vivo es un portador de la tradicin o una imagen del pasado. La observacin del comportamiento de las personas que viven en unas condiciones poco propicias a los cambios (comunidades rurales, pueblos primitivos, etctera) es especialmente instructiva en este aspecto. *stas observaciones son la principal fuente de muchos estudios reali"ados en antropologa cultural. *sto abarca el estudio del lengua-e usado
por los grupos ba-o observacin1 el lengua-e se interpreta aqu no slo como una forma especfica de comportamiento (en concreto, comunicacin), sino tambin como secuencias de frases emitidas $ emisiones de significados concretos. Si dichas frases $ emisiones se refieren al pasado, la memoria de la persona emisora se convierte en una fuente (histrica). 2ero puede ocurrir tambin que aprendamos algo sobre el pasado a partir de frases que se refieren a situaciones actuales. *n tal caso, el hombre cu$o comportamiento est siendo observado acta apo$ado en la memoria habitual, que procede m s bien, autom ticamente, de la experiencia pasada. La observacin de las acciones humanas puede tener como ob-etivo slo una informacin sobre el comportamiento real de las personas en cuestin, sin ningn intento de descubrir en ese comportamiento restos del pasado, $ ser, por tanto, una fuente de conocimiento del pasado, o puede ser tambin un me-or conocimiento del pasado. Los antroplogos culturales, durante mucho tiempo, se han limitado al primer tipo de observaciones, $ los historiadores, normalmente, no han querido incluir las observaciones de la conducta humana en la serie de fuentes que les permiten reconstruir el pasado. Slo los avances en la integracin de la ciencia han acercado mutuamente estas dos aproximaciones a la observacin de la conducta humana. 2or ahora, se ha extendido la comprensin del hecho de que estas dos aproximaciones pueden acercarse. ,l hablar de observaciones de la conducta humana tenemos que recordar que las tcnicas de grabacin nos permiten or la vo" de un hombre muerto como omos las de los que todava viven1 del mismo modo, las pelculas $ las fotografas nos permiten hacer observaciones (m s o menos exactas) sobre los hechos pasados $ sobre personas que $a no viven. !ichas observaciones, que al mismo tiempo son observaciones de restos del pasado, van desde las observaciones de gente viva hasta las observaciones, a las cuales recurren a menudo los historiadores, de ob-etos inanimados (especialmente los arquelogos $ los historiadores de la civili"acin material), de ob-etos fsicos inanimados que son restos del pasado '1 *ntre ellos se puede incluir todo tipo de ob-etos materiales que son producto del traba-o human] (por e-emplo, un vie-o arado guardado en un museo o todava usado por los campesinos) $ todos los dem s restos de la existencia del hombre en el globo. *sta ltima categora abarca restos de todas las actividades que nK son traba-o en el sentido econmico de la palabra (por e-emplo, restos de '1 9. Mloch sostiene que, cuando nos encontramos con ob-etos fsicos que son restos del pasado, el conocimiento es directo% 5Uuelque -ugerncnt qu Kfl porte sur elle, cJest indniablement une induction du t$pe le plus classlquS elle se fonde sur la constatatlon dJun fait et la parole dJautrui nJv inter;1>t en rien.6 (Cfr. Apologie po r i;'istoire oit in@tier d;'is $or+en, p g. 'G.) Su optfl&Khi ha io criticada una ve" por el presente autor, pero no en cuanto a las forn' de conoci miento histrico, sino sobre los mtodos de estableccr los hechos. LKS datos diiccfos cc pi cdcQo usar para el establecimiento directo o indirecto de 1G' hechos. *l c(empio dado oc Mloch es :n 4SK tpico de establecimiento 1fl recto de inc hechos (es decir, por deduccin). Ch. Kwnrtalnik 8$is$oryczily 1>& mero E, 1>?1, p g. <8E. uegos, entretenimientos, etctera) $ de restos humanos (por e-emplo, esqueletos en tumbas). *ntre los ob-etos fsicos inanimados que pueden ser la materia de observacin de los historiadores puede haber restos de sustancias org nicas, $ su conocimiento puede contribuir al conocimiento, por parte del historiador, de la actividad humana. ,s, por e-emplo, un an lisis del polen nos puede a$udar a reconstruir el entorno vegetal del hombre, dentro del cual podemos distinguir las plantas que el hombre cultivaba, *l conocimiento del modo de crecer de los rboles nos da informacin sobre los cambios
de clima, $ los esqueletos de animales nos permiten reconstruir las ocupaciones del hombre (la relacin entre ca"a $ crian"a de animales) $ su alimentacin. Los lmites de la observacin directa de los ob-etos fsicos que puede hacer un historiador son difciles de definir. Masta mencionar, en este sentido, las enormes oportunidades proporcionadas por la fotografa area, que revela tra"os de ob-etos fsicos (o regiones) que de otro modo permaneceran inadvertidos, $ nos permite as reconstruir los vie-os lmites entre los campos $ la situacin de los poblados. 0a$ que mencionar tambin que la observacin de las vie-as fuentes del derecho (por e-emplo, actas de parlamentos), significa tambin conocimiento directo si tales fuentes se han conservado en la forma de documentos originales. *n estos casos ninguna persona acta como intermediario. *sto muestra que los historiadores del derecho basan su investigacin, en gran medida, en el conocimiento directo. Codas las formas de conocimiento histrico anotadas hasta ahora consisten en una observacin directa de los ob-etos fsicos $ apuntan una posibilidad de observacin directa del pasado. *l nico argumento contra este ra"onamiento se ha encontrado en el libro de ,. 7. ,$er. 3o niega la existencia de restos del pasado (que tienen la etiqueta de pertenecientes al pasado), pero asegura que es imposible adquirir ningn conocimiento de ellos como fuentes de informacin sobre el pasado, sin tener un concepto del pasado '' Sin embargo, sta no es la cuestin, pues se podra decir que no 2odemos adquirir ningn conocimiento de los sucesos presentes sin tener un concepto del presente, es decir, sin tener algn conocimiento que nos permita clasificar adecuadamente los ob-etos que observamos. 2ero sera errneo negar la gran importancia del conocimiento histrico indirecto, aunque a menudo el conocimiento indirecto est claramente unido al directo. 0a$ tambin, hasta cierto punto, una observacin directa de ob-etos fsicos, en el caso de las fuentes cu$o valor cognoscitivo consiste no tanto en el propio hecho de su existencia, como restos de sucesos pasados, como en lOS datos que contienen. 2or e-emplo, un vie-o arado es un ob-eto directo de conocimiento histrico slo corno un ob-eto fsico especfico del pasado, pero un documento tiene inters para nosotros, sobre todo, como portador rde un contenido determinado, $ mucho menos como una ho-a de papel con4reta, O un pergamino, cubierto con escrituras $ con un sello fi-ado a l. Las caractersticas externas mencionadas, sin embargo@ pueden ser muchas .eces importantes para descifrar o interpretar el contenido del documento en cuestin. 2ueden ser tambin la materia de una investigacin especial que se Kcupe de la produccin del papel, organi"acin de las cancilleras, el modelo cQe escribas $ los tipos de escritura. *n estos casos, por supuesto, nos enfrenamos con la observacin directa de un ob-eto fsico. Codas las autopsias son observaciones direcas de este tipo. 2ero, en cuanto a los succsos pasados a loS que se refiere el documento, a observacin riel historiador es indirecta. Lo mismo ocurre con otras fuentes aue registran, sern nticamente o no, miento cientfico. *s indiscutible que los fsicos $ los qumicos tambin basan las observaciones hechas por otras personas. *n todos estos casos, el histoQ u investigacin en observaciones hechas por otras personas. 2or supuesto, riador no adquiere informacin sobre el propio hecho, sino sobre una infor. la ra"n directoQindirecto puede variar de un tipo de investigacin a otro, macin que le ataRe. *stas pueden ser informaciones hechas intencional. pero entonces el conocimiento histrico resulta ser slo un poco m s mdiQ mente para reconstruir el pasado (una cronica) u observaciones registradas recto de lo que son otros tipos de conocimiento cientfico.
con algn propsito pr ctico (una carta privada, unas listas de 0acienda, ,parte de lo que se ha dicho arriba, ha$ que apuntar que los argumentos etctera). 0a$ que subra$ar que, muchas veces, el historiador se encuentra utili"ados hasta ahora se reducan a los ob-etos $ sucesos que se podan en una situacin en la que tiene que confiar en informaciones hechas por observar. 2ero es bien sabido que no todos los sucesos presentes se pueden otras personas. ,lgunos autores, por e-emplo 9. Mloch, afirman que la exisQ observar directamente (al menos en el estado actual de los instrumentos tencia de intermediarios entre un hecho pasado $ el historiador es el criterio mtodos de investigacin). 2or tanto, son observados a travs de indicaQ de distincin entre conocimiento directo e indirecto. 4omo veremos mas tarde, dores ilativos (para usar la terminologa sugerida por S. 3o/a.). ,s, un esta distincin parece til. *n el caso del conocimiento indirecto, basado en ciru-ano dental deduce del comportamiento de su paciente si ste sufre informaciones hechas por otros, podemos distinguir varios grados. 4uanto dolor1 :n qumico puede deducir que est n teniendo lugar ciertas reacciones m s ale-ado est el informante del hecho sobre el que informa, ma$or sera por medio del estudio de ciertas caractersticas externas de las sustancias el grado de tortuosidad. *ste tipo de conocimiento inclu$e el uso de las que est n investigando1 un fsico deduce ciertos procesos intraQatmicos miQ observaciones cientficas hechas, directamente o no, por otros historiadores. rando una fotografa hecha en condiciones especficas, etc. 2ara los historiaQ Fa que, como hemos dicho anteriormente, es normal examinar las fuentes dores, tambin, por lo menos algunas fuentes en las que basan sus investi sl parcialmente, basando algunas afirmaciones en el conocimiento adqui. gaciones sirven de indicadores ilativos s i generis de los que sacan conclu rid por otros. .. siones sobre determinados sucesos. :n contrato de arriendo que ha escapado *l conocimiento basado en la memoria de otros es tambien de natuQ a la destruccin es uii indicador de la transaccin que se hi"o1 restos de casas rale"a indirecta. , menudo nos referimos a lo que recuerdan los otros, $ soleQ Son un indicador de que en cierta poca el territorio estuvo habitado1 las mes combinar eso con observaciones de la conducta de personas vivientes 'D monedas romanas encontradas en el territorio actual de 2olonia testifican La cuestin se hace m s complicada cuando aRadimos nuestra propia meQ que en el pasado hubo actividad mercantil, etc. *n todos estos casos, el modo mona, que, despus de todo, es tambin una fuente de conocimiento historico. de ra"onar es el mismo, aunque en el primer grupo de e-emplos sacamos ,l contrario de ,. 7. ,$er, este autor sostiene que en dicho caso podemos deducciones sobre hechos presentes, $ en el ltimo grupo, sobre hechos paQ hablar de conocimiento directo. *sto es as porque nosotros somos la persona sados. 2ero todos ellos comparten un rasgo comn% la naturale"a indirecta que ha observado un suceso concreto en un momento dado $ simplemente de su conocimiento. *sto se puede deber a la circunstancia de que unos lo recordamos en un momento adecuado. *stos recuerdos pueden estar hechos no se pueden observar por su naturale"a, otros por dificultades tc distorsionado por nuestras experiencias posteriores al suceso en consideraQ ficas $ otros, en principio, se pueden observar, pero despus no, por el lapso cien de modo que no sean tan directos pero aun asi predomina lo directo de tiempo transcurrido *ste ultimo grupo de hechos es estudiado no solo sobre lo indirecto. por los historiadores, $a que un suceso que ocurri en un momento tG
de-a 2or tanto, el conocimiento histrico es una combinacin del conocimiento de ser observable para un fsico o qumico en el momento t1 aunque su natu direct e indirecto. 4uando el conocimiento se basa en datos proporcionaQ rale"a no exclu$e la capacidad de ser observado en general. 4uando el suceso dos (de varias formas) por otros, podemos hablar, como 9. Mloch, de conoQ ha terminado puede haber de-ado nada m s un resto (el rastro de un electrn cimiento indirecto. 4omo esto ocurre mu$ a menudo, $ es tipico en el caso esQregistrado por una fotografa). de 1os historiadores que traba-an piincipalmente sobre fuentes escritas 2or tanto el conocimiento indirecto aunque es frecuente en la investi parece adecuado seRalar lo indirecto del conocimiento historico corno SU gacioG historica no es especifico de ella ;arios autores que lo notaron p opiedad principal senalaroi otios aspectos del conocimiento historico que ellos sostienen que 2ero preguntemos de nue o son los historiadores los unicos ;estiga especificos de el Se refiei en a la incapacidad del historiador nara crear doras que en su traba-o confian principalmente (o en gran medida) en las las fuentes es decir el caracter lnrntado de sus fuentes de conocimiento lo fuentes (interpretadas como datos de observaciones hechas por otros), ,F Qcal queda en parte compensado por su conocimiento de los efectos $ con seQ en su propia observacin directaX 4uando examinamos el problema mas - 4uencias consiguientes, cosa que un estudioso del presente no tiene. ce ca la naturale"a indirecta del conocimiento historico no es en absol:t La afirmacion de que los historiadoies no pueden crear fuentes porque exclusiia de los procedimientos de investigacion usados por los historiadore 4omo # 9 Crevel$an obserio coriectamente el pasado es implacable en su P +ula ha mostrado que el estudio de los hechos sociales contemporaneo silencio seria tan le-ana a la verdad si se foimulara de un modo radical que es tambien indirecto o sea hasQido en el uso de fuentes'< 2odemos dai Ga fladie adehnta esa foimulacion P +ola la relaciona con la hisloiia anterior nsn rns $ rin our 1>8 situar uraQles en lj ci#iles unnto nuesti 1 0!0pi 1fbie la cor& porau 4K7&) 11 cKcKnh&r ncc as icentes u inteipictri observacion utili"amos lac que han hache otios sen tipicas de todo co2K4 de : modo nueso ls $a ci tentesJ 7a hmsioiia anterioi coirn"inia en eY -- 1 - omentci en ci que $a no ha$ tcsligos (IC los sucesos de los que nos ocupamos. hechos, el proceso de fabricacin de las fuentes es una de las tareas m s importantes de los historiadores que estudian un pasado bastante reciente. !e aqu se deduce que la incapacidad para crear las fuentes es slo una limitacin parcial, $ sera errneo, por tanto, verla como una caracterstica especfica de todo el conocimiento histrico. 2or otro lado, es un rasgo caracters. tico del estudio histrico de perodos remotos, pero incluso en ese caso pueden surgir ciertas dudas si intentamos definir el concepto de 5fabricacin de fuentes6 con ma$or precisin. !espus de todo, una entrevista con una persona viva muestra simplemente un conocimiento que ha sido acumulado anteriormente $ no registrado todava, pero no crea de ningn modo un conocimiento nuevo de hechos concretos. Sea como sea, la cuestin per. manece abierta. La aseveracin de que el conocimiento de los efectos (consecuencias) de los hechos es especfico del conocimiento histrico, especialmente en oposicin al estudio de la poca presente, requiere tambin una explicacin. , causa del lapso de tiempo transcurrido, el
historiador (cfr. captulo AA&&&) tiene un conocimiento de las consecuencias de determinados sucesos que le permite adquirir un conocimiento m s completo de los hechos, al poder proveerse de una perspectiva temporal. *s cierto que los procedimientos de investigacin en el estudio de la historia suelen ser postQgnsticos% la cuestin es averiguar las causas de ciertos hechos que nosotros consideramos como efectos. 2or el contrario, un procedimiento prognstico intenta averiguar las relaciones de las que podemos, con un alto grado de probabilidad predecir los efectos de un hecho que nosotros afirmarnos que es la causa. *ste procedimiento se encuentra en las disciplinas tericas que tienen como ob-etivo la formulacin de le$es cientficas. Sin embargo, ni la historia puede permanecer indiferente al procedimiento de formular le$es (cfr. captulo ;&), ni otras disciplinas pueden ser indiferentes al procedimiento postgnStico La averiguacin de las causas de los hechos, apo$ ndonos en otros hechos que llamamos efectos, es bastante comn en la ciencia. *l historiador no puede asegurar que un conocimiento ordinario de las consecuencias (efectos) de los sucesos anteriores es especfico de su disciplina. *l esquema inferior seRala los problemas metodolgicos especficos de la postgnosis $ de la prognosis. La cantidad de informacin requerida para la postgnosis no tiene por qu ser menor que en el caso de la prognosis, $ m s an, para explicar un hecho (es decir, para indicar su causa o causas) tenemos que referirnos a una afirmacin prognstica (le$ cientfica). (postgnosis) (prognosis) *n el procedimiento prognstico podemos hablar del conocimiento de los hechos slo en la medida que conocemos las causas, porque el cKnce2tK de efecto adquiere significado slo cuando es un elemento del par ordenado., causaQefecto. 2ero solamente buscamos las causas, $ raramente podemos sabi con seguridad si ci suceso que examinamos $ consideramos como efecto K4 alguna causa o causas ha sido enla"ado correctamente por nosotros otro(s) suceso(s), si, por tanto, podemos decir que el conocimiento de &] efectos es una prerrogativa especial del conocimiento histrico. 2odriam] hacerlo, pero slo con una considerariri explcita (id factor tiempo (G6 frontar captulo Axiii). 'D' *l siguiente esquema nos muestra una descripcin general del conocimiento histrico% 4omo todo conocimiento cientfico, el conocimiento histrico cientfico slo puede comen"ar con una cantidad adecuada de conocimiento acumulado, $ no se puede imaginar un progreso en el proceso cognoscitivo si ese conocimiento no es, en parte, cientfico, como mnimo. *sto significa que el proceso cognoscitivo cientfico es, en cierto sentido, un proceso a priori, puesto que su punto de partida es siempre un conocimiento acumulado previamente, que en este caso es una categora necesaria del proceso cognoscitivo (que, en ltirno an lisis, tiene su origen en la induccin). *n el proceso cognoscitivo histrico, el papel del conocimiento (que hemos denominado no basado en fuentes) adopta varias formas, segn los orgenes de ese conocimiento. Si usamos nuestra propia memoria, el proceso cognoscitivo consiste en nuestra reconstruccin de un fragmento dado de nuestro conocimiento, adquirido en una poca anterior, o sea, nuestras propias observaciones directas1 esta reconstrucciiQi, sin embargo, tiene lugar con la participacin del conocimiento que hemos adquirido
despus. *se conocimiento, por un lado, facilita el recuerdo porque facilita la formulacin de preguntas, pero, por otra parte, al estar permanentemente presente en el proceso cognoscitivo, puede hacernos difcil distinguir el fragmento deseado de conocimiento de forma que est lo m s conforme posible con nuestras primeras observaciones (o sea, que no est distorsionado por las experiencias subsiguientes). Slo en el caso de la observacin de los ob-etos fsicos procedentes del 2asado nos encontramos con un conocimiento totalmente directo, aunque difiera del conocimiento directo cotidiano por el hecho de que tenemos que c:rrir a una gran cantidad de conocimiento acumulado previamente. Sin :fl conciiniento adecuado somos totalmente incapaces de clasificar un ob-eto cKncreG o, aunque recono"camos en l algo como un arado, somos incapaces extraer de l ninguna informacin sobiQe el pasado. *l conocimiento historieo indirecto, es decir, el que se basa o en la memoria de otras personas en obsericiones hechas por otios registradas en las fuentes exige rnbin una gran cantidad de conocimiento no basado en fuentes. La memoria e otras personas slo puede 5revivir6 por nuestras preguntas, $ stas no 2uedeG (cfiQ. captulo A&;) formularse sin algn conocimiento previo. Lo ocurre con otras fuenies de cenocimiento histrico, que Slo pueden ar onforoacitJ-- SKmos capaces de interpretarlas extraer L&4 ellas los tos que nos interesan. Liegas as a la cone1uin cte que todos los problemas del conocimiento istorico son al mismo tiempo problemas de odo el conocimiento en geneQ 'DD
cal. *l historiador no carece totalmente de la posibilidad de observar direc. tamente el pasado, porque, como hemos visto, ha$ muchas categoras de fuentes para el conocimiento histrico que son partes del pasado $ a la ve" se prestan a ser directamente observadas. 2or otro lado, el conocimiento del presente implica en gran medida una observacin indirecta (podemos usar las observaciones de otras personas o deducir sobre la base de indicadores ilativos). 2or tanto, la naturale"a indirecta del conocimiento, que a menudo se atribu$e al conocimiento histrico, resulta no ser ninguna peculiaridad de este ltimo. Codo conocimiento es a la ve" histrico $ relacionado con el presente. 0a$ que anotar tambin que todos los sistemas que observamos est n en constante movimiento, de modo que una afirmacin sobre un suceso contempor neo que tuvo lugar en un momento t no puede comprobarse por obser vacin de ningn modo, $a que tal observacin slo podra darse en un momento t Z k, es decir, de cualquier modo, despus de t. 4omprobaramos as una afirmacin sobre un sistema A, confront ndolo
con otro sistema AtZk ,s, la comprobacin por medio de la experiencia directa es imposible en el caso de todas las afirmaciones sobre hechos, al margen de que se refieran a sucesos pasados o contempor neos (en relacin con el investigador). 2or eso, en ambos casos tenemos que recurrir a diversas formas de comproba cin indirecta, que trataremos m s tarde. 2ero surge otra cuestin, en relacin con los argumentos usados contra el escepticismo sobre si las afirmaciones sobre el pasado se refieren realmente a lo que ocurri, es decir, sobre si ha$ un nexo lgico entre esas afirmaciones $ los hechos pasados. 4omo hemos mencionado antes, ningn historiador que se ocupe de la pr ctica investigadora duda que tuvieron lugar en el pasado los hechos de los que se ocupa, $ considera parad-icas todas las afirmaciones que sealan la falta de nexo lgico entre las afirmaciones sobre el pasado $ su substrato real. *sta opinin de sentido comn, que recha"a las ideas excesivamente sofisticadas, parece totalmente apo$ada. *l concepto de lengua-e temporal, desarrollado en detalle por ,. 4. !anto, es un argumento importante a favor de la imposibilidad de romper el neAo entre los hechos pasados $ las afirmaciones sobre ellos. 52or un trmino relacionado con el pasado me referir a un trmino cu$a aplicacin correcta a un ob-eto o suceso presente implica lgicamente (cursiva, ,. 4. !.) una referencia a algn ob-eto o suceso anterior que puede no estar causalrnefltK relacionado con el ob-eto al que se aplica el trmino6 '? ,. 4. !antK se interesa solamente por Yos ob-etos $ sucesos que est n causalmente unidos a ob-etos $ sucesos a los que se aplican los trminos relacionados cKfl el pasado. Si nosotros decimos 5destruidos durante la guerra6, o simplemente 5destruidos6, es evidente que esos predicados son ciertos slo si afirmamos que eY pasado fue algo real. *n nuestro lengua-e cotidiano, que describe los ob-etos $ sucesos contempor neos, siempre asumimos t citamente la exie tencia de ciertos hechos $ sucesos en el pasado. 4omo hemos dicho, el argumento basado en el lengua-e temporal piei] su importancia si adoptamos la opinin de 0ume de que el cofl4e2 fcrtono ticoc ifnica 4Kn ci de causa. 2asa no enredarnos aquJ fl especulaciones lioss eQ6 obre el concepto de causa (m s tarde ser trata] e cuanto afecta a s%Jen hi%,trica), iGGGciKile7nKS que pa1JG eador 4i s%GGe%pt.) aso mrd estrechamente unido al de pasado. 3] ,. 4. !ono, i eSerical P(liioo#(y o$ Hi[i ,o;, cd. cii., p gS mafmente no considera las causas $ efectos como una secuencia ordinaria de hechos, sino que ve en ellos un nexo m s estrecho (material o espiritual) que consiste en un intercambio s i generis de energa. La sugerencia de ,. 4. !anto de que las afirmaciones histricas sean consideradas como teoras $ no como refle-os de la realidad, slo porque no tenernos acceso epistemolgico al pasado, est tan le-os de la incesante lucha del historiador para corregir su imagen del pasado (por medio de la confrontacin de varias observaciones directas e indirectas $ del conocimiento no basado en fuentes), que no puede ser una propuesta interesante. *s cierto que el proceso de correccin es siempre algo abierto, lo cual significa que las afirmaciones especficas nunca pueden tornarse como totalmente confrontadas con los hechos, pero ha$ diferencias en sus grados de sustentacin. Si todas ellas fueran consideradas como instrumentos que ordenan el proceso cognoscitivo sin relacionarse con el e-e verdadQ falsedad, las diferencias mencionadas no tendran lugar. 2ara defender su punto de vista de que las afirmaciones histricas se refieren normalmente a hechos $ sucesos pasados pero reales, el historiador puede anotar el argumento general sobre la eficacia de nuestras acciones emprendidas con el apo$o de la experiencia adquirida en el proceso cognoscitivo $ en la actividad pr ctica. La
pr ctica nos dice que para conseguir un efecto determinado tenernos que reali"ar una accin especfica (condicin suficiente) o que la falta de ciertas acciones exclu$e la aparicin de ciertos efectos (accin corno condicin necesaria). *sto se puede interpretar como algo que ocurre sin excepcin (si existe a existe siempre b? b slo existe si a ha existido) o estadsticamente (si existe a, b tiene una probabilidad especfica de existir1 1, no tiene una probabilidad especfica de existir si a no ha existido). Codo esto indica unos la"os reales entre los hechos. La pr ctica -ustifica as la opinin de que ha$ un la"o entre el concepto de pasado $ el de 4usalidad% $a que si querernos pasar del efecto a la jausa, procedimiento tipico de la investigacin histrica, como hemos destac do, $ si afirmamos que entre la causa $ el efecto ha$ algo m s que una simple secuencia de Sucesos, entonces tenemos que afirmar que aunque hablemos del presente flps estamos ocupando tambin del pasado considerado como hechos. !e otro [nodo, tendramos que recha"ar la afirmacin de que cuando reflexionamos Kbre los sucesos presentes nos ocupamos de hechos presentes. Si una perSKsia dice 5un automvil est pasando ahora6, acepta tambin un pasado, 2orque el automvil debe haber partido de un lugar, debe haber sido fabrido antes de partir, etctera (siendo las posibilidades de regresin pr cti4ainente ilimitadas) 2oe tanto si aceptarnos que tal afirmacion sobre un 4oche que pasa se refiere a algo real , si al mismo tiempo recha"amos el bceptic-srno de 0ume sobre la causalidad, tenemos que aceptar lgicamente que las afirmaciones que se refieren a los pasos anteriores del suceso men4 2flado en la afirmacin se refieren tambin a algo real. Si no tuviramos e 4uenta el cnterio practico nos condenariarnos al instrumentalismo El cia, 2) 5010 epzstemologsco y el pi oblcnia de la oo?cti#idad en el cono 4t1Giii,G lis stoi co e 4Kmo hemos dicho, ms historiadores no son escdplicoi sobre si pueden acer aflrmnaQ iorscs con sionificadn sobre ci pasado r, al mismo tiempo, aiirse Gh1es que tengan como materia el pasado1 sin ci$sbarsJo muchos de ellos 16mon &i cii l mcY [mr ma, o Ls i p u i 1 i ,i b i o nopul ir enti e el E[N
gran pblico, en su forma m s vulgari"ada. *n el ltimo caso adopta la forma de un conflicto entre la propia visin del pasado, basado en el cono. cimiento $ la experiencia propios, $ el cuadro ofrecido por la ciencia histi rica. Si estas dos difieren, la gente suele hacer comentarios escpticos sobre la falta de veracidad en las narraciones hechas por los historiadores, lo cual, curiosamente, no les impide creer, a la ve" que son escpticos sobre las posibilidades cognoscitivas de los historiadores, que su propia visin de una parte del pasado, aunque est basada en una experiencia mu$ limitada, es cierta. *sto ocurre la ma$ora de las veces con la historia contempor nea, sobre la que los comentarios los hacen aquellos que todava viven $ que de algn modo participaron en los hechos. :n relativista, mientras que no se plantea la posibilidad de hacer afir. maciones con significado (verdadero o falso) sobre los hechos pasados $ al mismo tiempo afirmaciones que tengan corno materia el pasado, es escptico sobre si estamos en situacin de llegar a un grado importante de veracidad en dichas afirmaciones o sus secuencias (narraciones histricas). *n otras palabras, un relativista no niega que los historiadores hacen afirmaciones sobre los sucesos ob-etivos pasados (es decir, sucesos
que fueron o son independientes de los historiadores), pero tiene en poca estima la ob-etividad (es decir, acuerdo con los hechos) de esas afirmaciones, $ acusa a las narraciones histricas de falta de ob-etividad (o sea, de sub-etividad). *sa sub-etividad de la que se acusa a la literatura histrica $ que no se refiere a los hechos pasados sino a las afirmaciones sobre ellos, debe interpretarse de dos maneras% a) corno un grado de falsedad, introducido por el historiador que pinta su imagen del pasado, en sus afirmaciones sobre el, o m s bien, falsedad del cuadro pintado por l en su narracin histrica, $ b) como la imposibilidad de comprobar tales afirmaciones o sus secuencias de una manera intersub-etiva satisfactoria 27 2odramos decir que nos encootramos aqu, por un lado, con un sub-etivismo episternolgico ($ un ob-i tivismo), en concreto el problema de la verdad, $ por otro, con un sub-etivismo )# ob-etivismo) metodolgico, en concreto el problema de la sustentacin $ comprobacin. *s evidente que el ltimo deriva del primero% a los o-os de los relativistas la atribucin de la sub-etividad a la investigados histrica se debe al hecho de que los efectos del proceso cognoscitivo 3s trico dependen en gran medida del su-eto conocedor. *ste punto dbil del conocimiento, atribuido al conocimiento histrico, $ que no se puede ehnP nar, es el responsable de que la investigacin histrica produ"ca un /O.locimi&nto no ob-etivo1 sta, aseguran los relativistas, es la ra"n de que los resultados de la investigacin histrica no puedan ser ob-etivos. *l elernefll] sub-etivo que aporta el historiador al proceso cognoscitivo es lo suficiente mente fuerte como para dar lugar a una diferencia considerable entre los hechos $ sus descripciones contenidas en las narraciones histricas. 3ormalmente se enumeran cuatro factores que son la ra"n de la depeodencia de los resultados del proceso cognoscitivo histrico respecto del su-eto conocedor% la posicin social del historiador, que determina su perspect de investigacin1 la referencia a los valores1 el conocimiento general rico que tiene el historiador al comen"ar su investigacin1 la perSKfl ,dvirease que el modificador ob+ctico se usa aqu en das sentidG -entes% cuando decimos que os heeho.s son de naturale"a ob (diva, // 3 a los hechos ($ aparece en expresiones cte lengua-e ob-eto)1 en el segundo sefl se refiere a las afirmaciones sobre los hechos ($ aparece en expresiones 7C] 1 ingtisti cas). 256 del historiador. *stos factores, estrechamente relacionados entre s, se suelen examinar separadamente. 2or lo que concierne a todo el conocimiento cientfico, son estudiados por la sociologa del conocimiento (e-ercida de varios modos), la teora $ filosofa de los valores, $ la metodologa $ psicologa. La sociologa del conocimiento, que contina la idea marxista del condicionamiento social de la conciencia humana, puede verse, tanto en interpretaciones anteriores (por e-emplo, +. 9annheim) 2, como en otras m s recientes (por e-emplo, P. Star.) 25 corno la ciencia que imJestiga el condicionamiento social del conocimiento humano. 2ero, mientras que 9arx no pensaba que este condicionamiento fuera un factor que impeda a los seres humanos llegar a una descripcin verdadera de los hechos, 9annheim es pesimista a ese respecto, es decir, relativista en el sentido definido previamente, $a que asegura que la sub-etividad es inherente a las ciencias sociales, mientras que las naturales est n libres de ella, al menos en su aspecto cuantitativo 7. Los la"os entre el conocimiento histrico $ el problema de los valores, es decir, la influencia de las opiniones mantenidas por el su-eto conocedor sobre los resultados de su investigacin, sobre lo que en su opinin debera ser (lo que es bueno o malo, til o
un estorbo, progresivo o regresivo, etctera), es decir, los la"os entre el conocimiento $ la ideologa (en uno de los sentidos del trmino) se subra$an mu$ a menudo. ,lgunos autores piensan que ste es un mal necesario s i generis, especfico, en gran medida, de las ciencias sociales, $ piden una investigacin 5pura6, 5ob-etiva6, que Ien el caso de la historiaI debera guiarse, en lo posible, slo por las fuentes realmente usadas. Ktros no se alarman porque sostienen que en las ciencias naturales tampoco ha$ investigacin pura1 por tanto, al plantear cualquier exigencia, no sugieren que se elimine la valoracin, $a que eso es imposible, sino que se use conscientemente. La aceptacin de la influencia de la valoracin sobre los resultados de la investigacin histrica, en el Sentido de que dichos resultados no pueden ser ob-etivos porque se inter2retan a la lu" del sistema de valores que tiene un investigador concreto, significa un relativismo epistemolgico. 2ara resumir lo que se ha dicho sobre la sociologa del conocimiento, 2odemos encontrarnos con un relativismo que tiene en cuenta o la posicin Social del su-eto conocedor o su sistema de valores como factor que deforma el conocimiento Nespecto al conocimiento general que el historiador tiene al comen"ar : iflvestigaci $ que tambin afecta a su narracin, los autores que Subra$an ese factor no siempre llegan a conclusiones relativistas. Se suele decir q.ue la seleccin de los hechos dependeJde las categoras generales de 2ensamiento $ de las categoras especficas de pensamiento histrico (confrontese ,. Stern), de la teora que represente el historiador (cfr. N. ,ron), la visin del mundo o del pasado que tenga. 9 s o menos, ocurre , la vista de lo dicho, surgen dos problemas estrechamente relacionados% 1) *l hecho de que el conocimiento histrico dependa de la posicin social del historiador, de su sistema de valores, de los principios tericos que guan su proceso cognoscitivo, $ de su personalidad, Wda lugar inevitablemente a un relativismo epistemolgico que niega la posibilidad de llegar a la verdad en la historiaX ') *sta situacin, que es caracterstica del conocimiento histrico, Wes una peculiaridad de ese tipo de conocimiento, o es simplemente una variedad de una situacin episternolgica generalX La dependencia del conocimiento histrico respecto de la posicin (clase) social del historiador, de su sistema de valores, de los principios tericos que guan su proceso cognoscitivo, $ de su personalidad, est fuera de duda, $ los relativistas tienen ra"n cuando aseguran eso. 2ero en este sentido ha$ que hacer tres reservas. 2rimero, la relacin entre los factores mencionados $ los resultados de la investigacin asumida por los relativistas es mucho m s comple-a de lo que parece a primera vista. Segundo, la relacin no es una peculiaridad del conocimiento histrico (o sociolgico) nada m s, $ tercero, no tiene por qu dar lugar a una negacin de la ob-etividad ele ese tipo de conocimiento, suponiendo que no nos refiramos a una ob-etividad absoluta. :n an lisis de estas tres cuestiones nos dar argumentos contra el escepticismo sobre la posibilidad de alcan"ar la verdad en el cuadro del pasado, $ as contestar las preguntas planteadas m s arriba. La posicin social del su-eto conocedor, su sistema de valores, los prin cipios tericos que le guan en su proceso cognoscitivo, $ su personalidad, forman una complicada red que ha$ que mostrar con algn detalle para revelar el papel de estos cuatro factores. *sto es mostrado por el siguiente esquema1 las flechas muestran la direccin de las influencias. Se pueden advertir f cilmente numerosas realirnentaciones e influeflci88 indirectas. La posicin social del su-eto conocedor afecta a los resultados de la investigacin
(conocimiento) a travs de su sistema de valores conformado por esa posicin social, el conocimiento de que dispone $ S: perS] nalidad. ,s, no es ninar factor independiente que pueda anali"arSe Zerice en cuenta el conocimiento adquirido hasta el momento por el his&] riatior $ sus caractersticas mentales. *n csie sentido, se puede decir breic ni4ntc que, si por el murieo G 11G tenemos en cuenta el ob-eto cte cimiento $ la influencia diiccta de la personalidad sobre eY resultado peoceso coenoscitivo, los G8G1 Lados de la -nvestiacin histrica (p1GG cognoscitivo) dependen del cuerpo general de conocimiento del historiador $ de su sistema de valores1 evidentemente tenemos que recordar que ese sistema de valores est en funcin de la posicin social del historiador $ de su conocimiento general, o slo en funcin de su conocimiento general, $a que su posicin social, antes de afectar a su sistema de valores, debe encontrar un refle-o en el cuerpo general de conocimiento del historiador. Se puede asegurar por tanto que los resultados del proceso cognoscitivo dependen del conocimiento que tiene el historiador al comen"ar su investigacin. *s obvio que dicho conocimiento debe interpretarse de una forma mu$ amplia, de modo que abarque su sistema de valores, es decir, sobre todo, su sistema de normas axiolgicas (o modelos). 4ada acto cognoscitivo, aRadido a su conocimiento, afecta a su sistema de valores $ al sistema de valoraciones consiguiente. *l proceso cognoscitivo resulta ser as un proceso continuo de interacciones de varios factores. Se puede ver claramente que la influencia del su-eto conocedor sobre los resultados del proceso cognoscitivo es considerable, lo cual da una imagen del proceso cognoscitivo mu$ distinta de la creencia positivista de que el su-eto conocedor refle-a pasivamente el mundo exterior. 2ero esto no ocurre solamente con el conocimiento histrico. *l defecto b sico de la opinin positivista (cfr. 4h. Meard) no era tanto una exageracin al subra$ar el papel del su-eto conocedor en el caso del conocimiento histrico, como la opinin errnea sobre la situacin epistemolgica $ metodolgica de las ciencias exactas% en la interpretacin relativista, el conocimiento histrico era considerado separadamente del proceso del conocimiento humano en general. 2ero todo el conocimiento humano, corno hemos subra$ado repetidamente, est guiado, hasta cierto punto, por el cuerpo general de conocimientos del su-eto conocedor, lo cual, evidentemente, inclu$e las valoraciones. 3o adquirimos ningn conocimiento de lo que nos est excluido por nuestro cuerpo general de conocimiento, demasiado limitado a un rea pequeRa. Codo lo dem s se adquiere por medio de ese conocimiento general que, al darnos las reglas de seleccin en el proceso cognoscitivo, nos muestra el mundo, pero como un mundo algunas de cu$as partes est n m s destacadas $ otras menos. ,s, el cuadro que obtenemos no se muestra ni detallado ni uniformemente% es un cuadro interpretado por nuestro conocimiento previo, $ por tanto lleno de tro"os oscuros e iluminados. *sto no ocurre slo porque es mu$ difcil adquirir un conocimiento adecuado del mundo > porque nuestro cuerpo de conocimientos est lleno de lagunas, sino tambin porque no todo lo que nos rodea en el mundo parece ser igualmente - importante I$ por tanto [@aliK8KI, $ es bien sabido que aquellas cosas que por alguna ra"n consideramos de menor importancia no atraen mucho nuestra atencin. *n ete sentido, no ha$ diferencia entre el estudio del 2asado $ el del presente nuestro cuerpo oc conocimientos preJios interviene en ambos casos. 2ara un hombre que care"ca de un conocimiento adecuado, :fl cuadro de #iotto, a pesar de su papel en la historia de la pintura europea1, ser simplemente un peda"o de lien"o cubierto de pintura. !el mismo modo, un ciclotrn ser para d& slo un instrumento rio descrito. *sto tiene
consecuencias en la esfera de las valoraciones, aunque sta 4S una funcin de todo el cuerpo ele conocimientos que liene ci su-eto 4onocedor, $ no slo de la parte de ese cuerpo ccncraY de conociniicritos <:e se usa activamrnte en el estudio de un ob-eto determinado. 2or e-emplo, a cacisa do una laguna que tenga en su conocimiento, una persona puede EoO
pensar que el ciclotrn que tiene oportunidad de mirar tiene mu$ poca importancia para los seres humanos1 pero le puede atribuir un inmenso papel si su conocimiento anterior le hace dar una importancia grande, o incluso excesiva, a los ob-etos desconocidos $ 5misteriosos6. !el mismo modo, en el conocimiento histrico, el cuerpo de conocimientos de una persona, especialmente su conocimiento histrico, le hace dar ma$or o menor importancia a los ob-etos, individuos, grupos o sucesos concretos. :n historiador cu$o conocimiento comparativo es m s bien pequeRo, $ que por tanto tiene un sistema de valoracin 5distorsionado6, se inclina a dar demasiada importancia al pasado de la regin, pas, individuo o suceso que investiga. 0a$ que destacar que, en cuanto a la investigacin histrica, la opinin relativista no basa su escepticismo en la aseveracin de que el proceso cognoscitivo es 5relativo6 (sub-etivo, condicionado) porque depende de alguna manera de ese cuerpo general de conocimientos, sino, sobre todo, en la aseveracin de que dicho conocimiento no es ob-etivo, porque es interpretado por el sistema de valores que tenga el su-eto conocedor. Se puede decir que la opinin relativista, mientras que subra$a Ien el conocimiento histrico $ en cualquier otroI el papel del conocimiento entendido como una serie de afirmaciones sobre los hechos (que tienen cada una un valor lgico dado, es decir, est n situadas en el e-e verdadQfalsedad), afirma que el proceso cognoscitivo histrico (como especficamente distinto del proceso cognoscitivo de las ciencias exactas) se gua adem s por un sistema de valores, es decir, por reglas situadas en el e-e buenoQmalo (tilQestorbo, progresistaQreaccionario, etctera), lo cual da al conocimiento histrico un tinte de predisposicin *l hecho de que estos dos e-es, como si di-ramos, se crucen en el proceso cognoscitivo (lo cual, se asegura, es especfico de este tipo de conocimiento) es un obst culo, segn los relativistas, para nuestra llegada a un conocimiento, en la investigacin histrica, que podarnos llamar verdadero. 2uesto que el conocimiento de los hechos es, corno hemos dicho, dependiente en gran medida de la posicin del su-eto conocedor en la vida social, $ constitu$e as la base para la foiQmacin de su sistema de valores, los relativistas hablan a menudo de una deformacin del proceso cognoscitivo causada por las condiciones de vida, o, de un modo m s abstracto, de una distorsin del pasado causada por el presente, lo cual, como hemos visto, les lleva a afirmar que toda
la historia es historia presente (M. 4roce). *sta postura fue un resultado de la opinin antiQpositivista sobre la naturale"a especfica de la investigacin histrica, en contraposicin a la investigacin en el rea de las ciencias exactas. *n realidad, los relativistas, al subra$ar (con ra"n, pero demasiado radicalmente) la dependencia del proceso cognoscitivo histrico respecto del sistema de valores mantenido por el su-eto conocedor, llegaron a afirmar que un problema que es comn a todas las disciplinas era especfico de la investigacin histrica. La opinin (defendida, entre otros, por 0. Nicbert) de que algunas ciencias son depe/ dientes de los valores mientras que otras est n libres de ellos, que es un e-emplo de esa postura, fue mu$ corriente en una poca, $ se puede encontrar todava ahora. Sin er.bargo, la valoracin est en 1G8 fundamentos sic la ciencia, de toda, la natural $ la social D1, $ esto no puede ser de otro modo, i orq: 81 0a$ que mencionsr aqu las impcrtanl es observaciones \le ti T[,bcr vShK rl valor en la ciencia. 4omo es sabido, dl deBenda una estricta lino -do enlu las ata \ncc ns (\&le ti neo un li lobncc 1 .l)3 3U 303 a, n ni falsas. /$r. 9. Peber, Besannnnelte A $s\ze znr *lssensciio$ ?sJedre, 1G1)1G la ciencia es un producto de un hombre que vive en la sociedad. *n primer lugar, el hombre debe haber llegado a la conclusin de que merece la pena buscar la verdad, $ esa conclusin (es decir, una valoracin especfica) se convierte en el punto de partida para emprender la investigacin cientfica. ,s, todos los intentos de dibu-ar una lnea de divisin estricta entre el mundo de la ciencia (sea la disciplina que sea) $ el mundo de los valores, o de contrastar uno $ otro, cae por su propio peso. ,lgunos metodologistas subra$an este hecho con mucha fuer"a. 2or e7emplo, +. +aufrnann dice que la actividad cientfica se puede interpretar corno la lucha por ciertos ob-etivos que no se pueden 5definir exclusivamente en trminos de un procedimiento cientfico6. *ste ob-etivo debe ser para un cientfico me-orar los niveles de vida $ la felicidad de la humanidad, asegurar beneficios materiales $ prestigio social para s mismo, o conseguir una satisfaccin de la investigacin D' Codas las decisiones en la investigacin cientfica, incluso aquellas que parecen estar completamente libres de valoraciones, pueden, en ltimo an lisis, reducirse a un ob-etivo general como se, debido al cual se emprende la investigacin, sea cual sea la descripcin de ese ob-etivo. &ncluso una persona que est haciendo un experimento qumico $ decide provocar una reaccin para obtener el resultado deseado, si se le pregunta por la base de su decisin, tiene que rernontarse a la decisin b sica que le hi"o emprender una investigacin de un tipo concreto *ste punto de partida comn no significa que no ha$a diferencias entre las diversas disciplinas en su relacin con los valores1 sin embargo, esas diferencias no consisten en el hecho de que algunas est n libres de los valores $ otras (por e-emplo, la historia) dependen de ellos, sino simplemente en el grado en el que esa valoracin se hace visible. 2ara anali"ar me-or el problema tenemos que seRalar en primer lugar que la toma de una decisin en la investigacin (que, en la pr ctica, se reduce sobre todo a los problemas de seleccin) se ve influida simult neamente por varios sistemas de valores, que se diferencian entre s por el grado de generali"acin. Son el sistema de valores universales, el de los valores de grupo (entre los que destacan los valores de clase), $ el de los valores individuales Los valores universales (que no ha$ que identificar ga, 1>'', que inclu$e \[!er Sinn der Pertfreiheit der so"iologischen und d.onorrnschen Pissenschaften6. ;er tambin ;. +raft, !ic Br ndiagen einer *issen%/Jza$$l+c+ Ee,.z *ertle're, ;iena, 1>D@. La literatura sobre el problema de los
valores en la ciencia es muJ abundante. 9encionarnos aqu dos publicaciones que, en cierto modo, resumen. la cuestin1 en concreto, #. 9$rdal, 1al e +o %ocial l'eory 3ueva For., 1>8E (sobre las ciencias sociales en general), $ ,. Stern, P'zlosop+Ry o$ History and t'e Problein o$ 1al es, La 0a$a, 1>?' (sobre la historia). 9vrdal asegura que la valoracin es parte de la ciencia, $ que no 2odemos imaginar ningn conocimiento social 5desinteresadoSJ, lo cual, subra$a, iO est en contradiccin con la bsqueda de racionalidad en el pensamiento. La Kpinin de Srern sobre la historia es mu$ parecida1 tambin se opone al Klvido radical de las diferencias entre las ciencias sociales $ las naturales. Sin embargo, tenemos que subra$ar que la valoracin aparece en ambas clases 5e disciplinas. !2 +aufniann, fi=ie ,etliodolog# o$ t'e %ocial %cienceL, E; cd., Kr., 1>8E, p g. ?@. *l tiinino &oseneotsc'eid ngen se encuentra en 7&. ,lbert, 52robicmc cler ;iSSensclsa Ztslelirc i1 clcr So"ialtorscl\ungSJ, $londJsnicli dcr ern?si,dsc+,e,R %o, iS$orsc+ 22R,R,, pdnJ <E. ;er tanibin &t. Nudncr. 5;alue 7uclgcnicn ts o dinJ ,cceplance lhcor-,s,, ni 3J?; 1alidoJion o$ %cienti$ic fi=Qmeones, 3ueva For., i n !na 1 s licobnon scrnet U67 & SC &n ricnti Ci 1 08) cIt fi tn4 1D' 1 &salores uniicrss,les, valores colectivos, valores individuales), L.as diversas obras con los valores absolutos, $ por tanto ahistricos, propuestos, como hemos mencionado, por 0. Nic.ert en su campaRa contra el historicismo alem n) en general son aceptados por todos, lo cual, evidentemente, no significa que todos acepten todos los valores en todas las pocas1 es decir, simplemente, que los acepta en general, al margen de su grupo o status de clase. :na persona puede aceptar que la lucha por un me-or nivel de vida es un ob-etivo m s importante que la lucha por satisfacerse con el propio traba-o1 otra persona puede sostener el principio de que proteger la propia salud es m s importante que luchar por un me-or nivel de vida, lo cual no nos impide incluir todas estas normas de conducta en el sistema de valores universales. Los ob-etivos de la investigacin enumerados antes est n tambin dentro de este sistema. *n el caso de los valores universales en los que se basan tanto las decisiones en las ciencias sociales ($ por tanto en la historia), como las de las ciencias naturales, las valoraciones convergen, $ sta es la causa de que no apare"can a simple vista como valoraciones Si se quieren materiali"ar los valores universales ha$ que emprender acciones especficas. 2uesto que en una sociedad dividida en clases $ niveles las diferentes situaciones de esas clases $ niveles inducen a sus miembros a emprender acciones que a menudo son diferentes aunque qui" s orientaa un mismo ob-etivo general, entonces surgen ciertos valores que pueden ser aceptados por un grupo (o sea, por la ma$ora de sus miembros), pero que son distintos de los aceptados por otro grupo. Si consideramos el siguiente valor universal (es decir, un ob-etivo general determinado)% 5cada uno debe me-orar su propio nivel de vida, $ por lo menos no empeorarlK)J entonces un capitalista acepta el valor de grupo que le hace defender el sistema capitalista, mientras que un empleado acepta el valor de grupo que le hace atacar ese sistema. Los valores de grupo (e incluso de clase) no tienen por qu estar en conflicto entre s% la implantacin del valor $ni2&rsal 5protege tu saludJS hace que la gente emprenda distintas acciones mu$ parecidas (cultivo de h bitos personales adecuados, etctera), al margen de la pertenencia a un grupo. ,s, entre los valores de grupo podemos distinguir aquellos que indican una simple aceptacin, por parte de un grupo determinado, de los valores universales (valores de grupo1) $ aquellos que son transformaciones de valores universales, necesarias si un grupo concreto quiere implantar en su situacin particular los valores universales en cuestin (valores de grupo'). *n con-unto, los valores de grupo1 $ los valores de grupo' forman un sistema de valores de grupo que es la base de las valoraciones hechas por los miembros del
grupo. :n cientfico que sea ob-etiva o sub-etivamente un miembro de un determinado grupo social suele aceptar el sistema de valores de ese grupo. 4uando los cientficos que son miembros de varios grupos sociales implantan los valores de gr: sobre el problema de los valores, empe"ando por la Etica a :icrnaco $ la Po tca, hacen divisiones en varias clases de valores. 2or el momento, nos ifltere slo las clasificaciones basadas en ci alcance de la aceptacin social. 0. :. LJ lince la distincin entre 5la predileccin personal $ los 5presupuestos gcfle1es (cfr. Creedom anal Hi;story, Londres, 3OAE, pKes. 'G'Q'G?). 2Ki, nos encontramos con valoraciones convergentes, como en el caso de los valores universales. 2or otro lado, la lucha para implantar los valores de grupo' puede combinarse con valoraciones distintas de los mismos hechos por cientficos que son miembros de varios grupos sociales, lo cual puede influir de algn modo (m s o menos advertido por el investigador, $ a veces pretendido deliberadamente por l) en los resultados de la investigacin n Si un cientfico cree que el sistema capitalista debe ser conservado (porque lo valora positivamente), mientras que otro cree que ese sistema debe ser abolido (porque lo valora negativamente), entonces estas distintas valoraciones de grupo (en este caso, de clase) tienen muchas posibilidades de afectar a su traba-o de investigacin, incluso en la eleccin de los problemas. 2ero en el intento de implantar los valores de grupo, no todos los hechos se valoran de forma distinta. Las valoraciones suelen converger en cuanto a los fenmenos naturales (por e-emplo, las inundaciones, que empeoran las condiciones de vida de la gente, son valoradas negativamente por varias clases, lo que les hace ocuparse todos en medidas preventivas), $ suelen ser divergentes en cuanto a los hechos sociales (por e-emplo, un oponente $ un defensor del sistema capitalista tendr n distintas apreciaciones de una huelga). 2ero tambin ha$ fenmenos naturales que son valorados de forma distinta por las diversas clases. 2or e-emplo, las cosechas abundantes que hacen ba-ar los precios. Cambin ha$ hechos sociales que son valorados de forma convergente (por e-emplo, en muchos casos, un al"a en la renta nacional par capita, o una victoria en una guerra sostenida en defensa del propio pas). La creencia de que lKS sucesos del mundo de la 3aturale"a Son valorados de forma convergente mientras que los hechos sociales son valorados de forma divergente ha dado lugar a la opinin de la posicin diferente respecto a los valores en la ciencia natural, por un lado, $ la ciencia social (a la que la historia tiene el orgullo de pertenecer) por el otro. *sta opinin est mu$ -ustificada, como vemosJ. 9 s an, puesto que los valores del grupo' ($ los valores de clase en particular) se suelen referir a hechos sociales, la identidad de la materia de investigacin proporciona me-ores oportunidades para que influ$an sobre la investigacin en las ciencias sociales que en las naturales. 2ero, en general, no se puede dibu-ar una lnea divisoria, basada en la valoracin, entre estos dos grupos de disciplinas. ,mbos grupos tienen la influencia de las valoraciones de grupo convergentes $ divergentes. *l sistema de valores individuales es todava m s comple-o $ complicado que el de los valores de grupo. &nclu$e los valores universales aceptados un individuo concreto (a travs de los valores de grupos), los valores <egrupo', $ aquellos valores individuales especficos de la persona en cuesLiKn. *sos valores individuales est n relacionados con la experiencia $ la nJlentalidad de esa persona. Suelen derivar de los valores universales F de 3O%, valores de grupo', pero a veces difieren de estos ltimos. 2or e-emplo, [a apreciacin negativa del hecho de fumar
tabaco se clasificar como 011 ;alor individual relacionado con la experiencia de una persona (lgicabente tiene por que sci su piopia cxpc&1i1cla tumadosa) mientias D? 7.ss manifestaciones de la re1 i loK [a Drativa en la investigacin histrica tratadas mds adelante, al hablar de as mdoracioncs en la historia, los 1t8 iG8 0$. valoracin (va locacin ahsoluta. valoracin i%adiealmeiitc nelativis a - lKraci?n inodciJadanicnte rclativisLi) scSJ=in tratados en ci mismo lugar. '?D con los valores absolutos, $ por tanto ahistricos, propuestos, como hemos mencionado, por 0. Nic.ert en su campaRa contra el historicismo alem n) en general son aceptados por todos, lo cual, evidentemente, no significa que todos acepten todos los valores en todas las pocas1 es decir, simplemente, que los acepta en general, al margen de su grupo o status de clase. :na persona puede aceptar que la lucha por un me-or nivel de vida es un ob-etivo m s importante que la lucha por satisfacerse con el propio traba-o1 otra persona puede sostener el principio de que proteger la propia salud es m s importante que luchar por un me-or nivel de vida, lo cual no nos impide incluir todas estas normas de conducta en el sistema de valores universales. Los ob-etivos de la investigacin enumerados antes est n tambin dentro de este sistema. *n el caso de los valores universales en los que se basan tanto las decisiones en las ciencias sociales ($ por tanto en la historia), como las de las ciencias naturales, las valoraciones convergen, $ sta es la causa de que no apare"can a simple vista como valoraciones Si se quieren materiali"ar los valores universales ha$ que emprender acciones especficasQ 2uesto que en una sociedad dividida en clases $ niveles las diferentes situaciones de esas clases $ niveles inducen a sus miembros a emprender acciones que a menudo son diferentes aunque qui" s orientaa un mismo ob-etivo general, entonces surgen ciertos valores que pueden ser aceptados por un grupo (o sea, por la ma$ora de sus miembros), pero que son distintos de los aceptados por otro grupo. Si consideramos el siguiente valor universal (es decir, un ob-etivo general determinado)% 5cada uno debe me-orar su propio nivel de vida, $ por lo menos no ernpeorarlKJS entonces un capitalista acepta el valor de grupo que le hace defender el sistema capitalista, mientras que un empleado acepta el valor de grupo que le hace atacar ese sistema. Los valores de grupo (e incluso de clase) no tienen por qu estar en conflicto entre s% la implantacin del valor universal 5protege tu salud6 hace que la gente emprenda distintas acciones mu$ parecidas (cultivo de h bitos personales adecuados, etctera), al margen de la pertenencia a un grupo. ,s, entre los valores de grupo podemos distinguir aquellos que indican una simple aceptacin, por parte de ufl grupo determinado, de los valores universales (valores de grupo1) $ aquellos que son transformaciones de valores universales, necesarias si un grupo concreto quiere implantar en su situacin particular los valores universales en cuestin (valores de grupo'). *n con-unto, los valores de grupo1 $ los valores de grupo' forman un sistema de valores de grupo que es la base de las valoraciones hechas por los miembros del grupo. :n cientfico que sea ob-etiva o sub-etivamente n miembro de un determinado grupo sociaJ suele aceptar el sistema de valores de ese grupo. 4uando los cientficKS que son miembros de varios grupos sociales implantan los valores de gr:J sobre el problema de los valores, empe"ando por la Etica a ATicmaco $ la Potr twa, hacen divisiones en varias clases de valores. 2or el momento, nos intere88@ so,o \as clasincaciuRes basadas en el alcance de la aceptacin social. B&. !. LGP18 hace la distincion entre 5la predileccin personal6 $ lKS 6presiipuestos generalesJ (cfr. Creedom ariel ilistory, Londres, 3OAE, pdgs. 2O22U6). i pioblc na d la coni ri cnua $ la dieeieneia o 1S lc ic7 n r% 11 Lado por 7. ilan.ei,
"deologiii i <Alllki "P malQistcz c, 2ublicaciones de la pKi, nos encontramos con valoraciones convergentes, como en el caso de los valores universales. 2or otro lado, la lucha para implantar los valores de grupo' puede combinarse con valoraciones distintas de los mismos hechos por cientficos que son miembros de varios grupos sociales, lo cual puede influir de algn modo (m s o menos advertido por el investigador, $ a veces pretendido deliberadamente por l) en los resultados de la investigacin Si un cientfico cree que el sistema capitalista debe ser conservado (porque lo valora positivamente), mientras que otro cree que ese sistema debe ser abolido (porque lo valora negativamente), entonces estas distintas valoraciones de grupo (en este caso, de clase) tienen muchas posibilidades de afectar a su traba-o de investigacin, incluso en la eleccin de los problemas. 2ero en el intento de implantar los valores de grupo, no todos los hechos se valoran de forma distinta. Las valoraciones suelen converger en cuanto a los fenmenos naturales (por e-emplo, las inundaciones, que empeoran las condiciones ele vida de la gente, son valoradas negativamente por varias clases, lo que les hace ocuparse todos en medidas preventivas), $ suelen ser divergentes en cuanto a los hechos sociales (por e-emplo, un oponente $ un defensor del sistema capitalista tendr n distintas apreciaciones de una huelga). 2ero tambin ha$ fenmenos naturales que son valorados de forma distinta por las diversas clases. 2or e-empl, las cosechas abundantes que hacen ba-ar los precios. Cambin ha$ hechos sociales que son valorados de forma convergente (por e-emplo, en muchos casos, un al"a en la renta nacional pa,J capita, o una victoria en una guerra sostenida en defensa del propio pas). La creencia de que lKS sucesos del mundo de la 3aturale"a son valorados de forma convergente mientras que los hechos sociales son valorados de forma divergente ha dado lugar a la opinin de la posicin diferente respecto a los valores en la ciencia natural, por un lado, $ la ciencia social (a la que la historia tiene el orgullo de pertenecer) por el otro. *sta opinin est mu$ -ustificada, corno vemos. 9 s an, puesto que los valores del grupo' ($ los valores de clase en particular) se suelen referir a 1echos sociales, la identidad de la materia de investigacin proporciona me-ores oportunidades para que influ$an sobre la investigacin en las ciencias sociales que en las naturales. 2ero, en general, no se puede dibu-ar una lnea divisoria, basada en la valoracin, entre estos dos grupos de disciplinas. ,mbos grupos tienen la influencia de las valoraciones de grupo convergentes $ divergentes. *l sisten-a de valores individuales es todava m s comple-o $ complicado que el de los valores de grupo. &nclu$e los valores universales aceptados 2or un individuo concreto (a travs de los valores de grupo1), los valores egrupo', $ aquellos valores individuales especficos de la persona en enestion. *sos valores individuales est n relacionados con la experiencia $ la entalidad de esa persona. Suelen derivar de los valores universales $ de 8 valores de grupo', pero a veces difieren de estos ltimos, 2or e-emplo, 1na apreciacin negativa del hecho de fumar tabaco se clasificar corno :p ;alor individual relacionado con la experiencia de una persona (lgicaQ u tiene pon que sen su copia cspasmiiela tursY sdoi a) mientras x 1',8 manifestaciones de la ncJ ilud e arativa en la invcatieaci a histrica lretadas ms adelante, al habLar de as vaLoraciones en la historia. 7cs ele valoracin (valoracin absolu La. valoracmri radicainsente rciutivie8a - tlKraj-, inoderadaniente relativista) accn [etanos en el mismo lugar. '? que una apreciacin positiva de empresas arriesgadas es un valor individual relacionado con su mentalidad. *os valores individuales tienen el mismo efecto
sobre la investigacin en la ciencia natural y en la social. %or e"emplo, la apreciacin negativa del hecho de fumar tabaco por un e3perto en medicina puede afectar a su interpretacin de los datos sobre la incidencia del cncer de pulmn, y la valoracin positiva 6o condenacin7 del riesgo puede afectar la valoracin de un historiador sobre una personalidad que vivi en el pasado. n ,ltimo anlisis, todos los valores universales y de grupos, y los propios valores individuales, se combinan para formar un sistema de valores individuales. Al resumir la discusin sobre la dependencia del proceso cognoscitivo histrico respecto de los valores, tenernos que llegar a la conclusin de que dicha dependencia no es ninguna peculiaridad de la investigacin histrica, ya que es caracterstica de todo conocimiento cientfico. *a ciencia natural no difiere a ese respecto de la ciencia social, esencialmente. n el caso de la primera, el hecho de estar libres de valoraciones ocurre slo con una parte de los valores de grupo, en concreto los valores de grupoE divergentes, mientras que los valores universales, los valores de grupoB, los valores convergentes y los propios valores individuales son tpicos de todas las disciplinas. &enemos que aadir que en una sociedad dividida en clases toda ciencia, tanto la social como la natural, "uega un papel de clase, ya que cada disciplina es un instrumento de clases o grupos especficos. n este caso, la ciencia funciona corno una ideologa, y en este sentido no hay diferencia entre las diversas disciplinas. %or e"emplo, en nuestra !poca somos testigos del enorme papel ideolgico del desarrollo de las ciencias tecnolgicas. Nuestras conclusiones, dirigidas contra el relativismo episternolgico atribuido slo a las ciencias sociales 6y en particular a la investigacin histrica7 no pretenden, como hemos dicho anteriormente, hacer que el relativismo abarque todo el proceso cognoscitivo cientfico, y eliminar as el problema por medio de la negacin de la naturale$a ob"etiva de ese procesoD *os argumentos contra el ielativismo, enumerados ms arriba, se refieren en todo momento a lo que podramos llamar relativismo absoluto. -eg<fl esta interpretacin, la historia siempre resulta ser (un producto) del his toriador que construye el pasado, su (confesin de fe)= supone siempre una historia presente, etc!tera, y no puede alcan$ar la verdad. No se puede admitir la sustitucin del relativismo absoluto por el positivismo, porque como hemos visto, este ,ltimo simplifica demasiado el proceso cognoscitl@Q&R %ero, a la lu$ de lo que hemos dicho, podemos esbo$ar una opinin qu podramos llamar moderada, o relativismo dial!ctico. ste tipo de relatB vismo, admitiendo una relacin entre el proceso cognoscitivo cientfico y el mundo de los valores 6y el cuerpo general de conocimientos que tiene un su"eto conocedor concreto7, no es tan pesimista como el relativismo absAlutA respecto aZ hecho de que la relacin mencionada distorsiona irreversBb mente los resultados del proceso cognoscitivo, es decir, respecto a la bilidad de una investigacin histrica ob"etiva que dara lugar a narracBNP que seran a la ve$ verdaderas y comprobables intcrsub"etivamente n estA
no niega el hecho de que, en la pr ctica. encontramos dichos casos de literatura histrica que siguen el modelo atribuido por los relativistas absolutos a la historiografa en general. 2odemos aducir estos tres argumentos para apo$ar las aseveraciones del relativismo moderado1 todas ellas seRalan el hecho de que la 5fluide"6 de los factores variables del conocimiento tiene sus lmites. Son% 1) la no uniformidad de la influencia de la posicin social del investigador sobre los resultados de su investigacin1 ') los valores de grupo especficos de los cientficos1 D) la expansin $ la uniformidad creciente del conocimiento no basado en fuentes de los historiadores. 9ientras que el relativismo absoluto asegura que la posicin social del investigador deforma siempre los resultados de su investigacin, los relativistas dialcticos mantienen que el efecto puede ser positivo o negativo, segn su posicin social. Las clases que promueven el progreso social cambian en los diversos niveles del desarrollo histrico. *l cambiar las condiciones existentes va en beneficio de esas clases ascendentes, $ esto les lleva a investigar los hechos lo m s exhaustivamente posible. 2or eso no basta decir que la posicin social de uno afecta a los resultados de su investigacin% tenemos que averiguar si el investigador (como miembro de una clase concreta) est interesado en descubrir la verdad o en ocultarla. 54uanto m s insensible e imparcial sea la ciencia, m s cumplir las aspiraciones e intereses de los traba-adores.6 +arl 9arx fue el primero en formular esta idea Las valoraciones divergentes basadas en las clases mencionadas anteriormente pueden suavi"arse, en gran medida, respecto a la investigacin% los estudiosos $ cientficos forman un grupo social especfico que tiene sus propios valores de grupo especficos. 4iertas valoraciones generales dentro de ese grupo dan lugar a sistemas especficos de valores de grupo que Son tpicos de los investigadores que traba-an en las diversas disciplinas, F por tanto, tambin, de los historiadores. La resp blica docta, aunque todaQ ;sa desperdigada entre las clases, produce un nmero gradualmente ma$or de normas que son comunes a todos sus miembros $ que no pueden ser de-adas de lado si un investigador no quiere arriesgar su reputacin. *stas normas se refieren a la honestidad en la investigacin, basando todos los casos de deduccin en bases comprobables por otros, claridad $ precisin d formulaciones, competencia en el rea de la propia investigacin, aproxirnacin crtica a los datos, etctera. ,unque no eliminan las diferencias tfl la seleccin de los problemas que deben ser estudiados, marcan bastante bien el lmite m s all del cual nos encontramos con distorsiones intenKorsadas de los hechos. 2or supuesto, esto no exclu$e la posibilidad de que - [a 2roduc cuasiQcientfica m s all de este lmite pare"ca, a primera vista, Ser cientfica, pero de ello no se puede echar la culpa a los ustoriadores de mente ob-etiva. 9ientras que el primer argumento se diriga contra la interpretacin atabsta de la posicin de clase, $ la segunda seflalaba ciertas circunstancias que suavi"an las divergencias de los valores de erupo, el terceto tiene un mbito de aplicacin m s amplio. Se ha dicho que los resultados del proceso cognoscitivo histrico (por el momento no nos preocupamos de la calidad de las
fuentes) depende de un cuerpo de conocimientos anapliamente concebido (inclu$endo un sistema de valores) que tiene el historiador cuando empie"a una investigacin1 lo hemos llamado, de un modo convencional, conocimiento no basado en fuentes. *ste cuerpo de conocimientos se puede extender casi hasta el infinito, $ puede convertirse en algo cada ve" m s uniforme para personas diferentes, proceso que asegurar una convergencia creciente de los resultados de la investigacin. 4uando los historiadores se apo$an en los logros de otras disciplinas $ los aRaden a la serie de conceptos con los que comien"an la investigacin, desarrollan as ciertas estructuras tericas comunes a todos, que impedir n excesivas divergencias en los resultados de la investigacin. *n algunas ciencias naturales (por e-emplo, la fsica) $a se ha desarrollado esa serie de conceptos tericos comnmente aceptados. *sto no significa que su nivel de desarrollo sea superior% simplemente atestigua el hecho de que la materia de investigacin en las ciencias sociales es mucho m s comple-a $ exige diferentes procedimientos de investigacin $ tiene una forma de desarrollo propia. 2or tanto, en opinin de este autor, el conocimiento no basado en fuentes es el apo$o principal de la ob-etividad en la investigacin histrica. 4omo veremos m s tarde, al anali"ar el concepto de veracidad en la historia (o sea, el ob-etivo de la historiografa ob-etiva) $ el de conocimiento no basado en fuentes, no ha$ obst culos irrernontables que nos puedan impedir hacer una literatura histrica ob-etiva. Su ob-etividad nunca ser absoluta, $a que sera absurdo afirmar que el conocimiento no basado en fuentes de todos los historiadores es uniforme. Las gafas a travs de las cuales miran los historiadores los colores $ las formas del mundo siempre permanecer n diferenciadas, aunque slo sea por las diferencias en la experiencia individual. *sto significa que la descripcin de un hecho o de un sistema hecha por A sera diferente, al margen de su conocimiento no basado en fuentes b sicamente comn, de la descripcin correspondiente hecha por el historiador &. !esde un cierto punto en el desarrollo de la ciencia histrica, este hecho ser cKfls derado como bueno, $ contribuir gradualmente a un cuadro ob-etivo (verdadero) del pasado. Siempre tendremos que escribir la historia de un nuevo modo, pero no porque la historia sea 5un producto sub-etivo del historiadoiS que es incapa" de descubrir la verdad1 lo haremos porque el conocimiento no basado en fuentes, el individual $ el que es comn a todos los historn dores $ que nos acerca a la verdad, se acumular con el paso del tiem2> :- 4omo escribi ,. #ramsci% 5Kb-etivo significa siempre ^humanamente ob-etivo`, lo cual corresponde estrictamente a ^histricamente sub-etivoJJ de forma que ^ob-etivo` quiere decir lo misnio que ^universalrnente sub -etivo`6 a Surge una cuestin, qu es la verdad en la interpretacin del relativi8X dialctico $ cul es 1G relacin entre el concepto de verdad el de probK i lidad. que a menudo se usa en relacin con la inv.rt iacin histrica Lo relativistas moderados afirnian que el historiador i Svesl -G'1ffl, lidJ a una verdad relativa (verdades parciales), que es %ni rrdo rK 8>1 canlP] hacia el acuerdo absoluto de sus afirmaciones con los hechos (isomorfismo perfecto) es decir, hacia la verdad absoluta. La verdad absoluta es una especie de concepto lmite, de ideali"acin. Ceniendo en cuenta la infinita comple-idad del inundo en constante cambio, slo podemos intentar la verdad relativa. *l acuerdo con los hechos es tambin el criterio para medir la verdad relativa, pero adelantamos que ese acuerdo, en todas las formas de conocimiento, es solamente relativo, $ no absoluto, porque vale tanto para las regularidades $ causas principales como para sus manifestaciones superficiales. *l concepto metodolgico de verdad (no modificado por ningn ad-etivo) abarca as el concepto de verdad absoluta $ el de verdad relativa. Se necesita en metodologa como
formulacin del ob-etivo del proceso cognoscitivo cientfico. :no de los principios metodolgicos $ lgicos b sicos, que dice que el concepto de verdad se aplica solamente a las afirmaciones (es decir, slo las afirmaciones pueden ser verdaderas o falsas, de acuerdo o no con los hechos), exige una cierta modificacin en la historiografa. *n lo que respecta a la literatura histrica, en el caso de las consideraciones metodolgicas penetrantes, es necesario no slo tratar la verdad o falsedad de las afirmaciones aisladas, sino tambin la verdad o falsedad de las narraciones histricas, o sea, secuencias de afirmaciones que en con-unto forman cuadros del pasado (cf r. captulo AA&&&). ,hora nos interesa no slo la verdad de afirasaciones aisladas como 5La Mastilla fue tomada el 1< de -ulio de 1@E>6, 5La 4onstitucin de 1@>1 marc una victoria de las ideas revolucionarias6, etclera, sino tambin la verdad (acuerdo con los hechos) de todo el cuadro dela Nevolucin Brancesa (o un fragmento) mostrado en la obra de un historiador concreto. Sabernos perfectamente que en una narracin histrica la suma de una serie de afirmaciones verdaderas no necesariamente da un cuadro general verdadero de los sucesos. 2or otro lado, puede ocurrir tambin e afirmaciones aisladas falsas, coexistiendo era una narracin con otras verdaderas no invaliden necesariamente la verdad de esa narracin corno ][todo. *sto crea el problema del concepto de valor lgico de las narraciones, que ha$ que usar en los an lisis metodolgicos -unto al del valor lipeo de las afirmaciones La literatura histrica ob-etiva intenta no slo la verdad de las afirmaciones, sino, sobre todo, la verdad de las narraciones% 4:estin es que la estructura de los hechos $ de los procesos histricos lea reconstiuida de acuerdo con lo que ocuirio *videntemente no todos se-dan cuenta de la importancia de esta tarea, $ sta es la ra"n de que 8uhas revisiones de estudios histricos se ocupen a menudo solamente del lgico de las afirmaciones aisladas, $ no de la narracin corno un todo, 1 4ual hace imposible una apreciacion coriecta de importantes contribu . *st claro que en cada caso habra que comprobar la verdad de las e1aciones aisladas $ de la narracin, $a que slo esto nos permite apreciar iontribucion de un estudioso determinado a la irnestigacion hastorica entonces surge la pregunta b sica% WUu es una narracin verdaSi mantenernos la definicin cl sica de verdad, la respuesta sera Icomo 4aso de las afirnlacionesI que una narracin debe estar de acuerdo con hecho8 e o que signatica esto en el ciso de una nairacion historie 8) Balo rs slo sria suqercocia, que tiene que ser elaborada aparte. vl problena !1(K444 una investigacin detallada1 en realidad debe con 1S a : 8 > tSotl o 111 Ss nipi o 1 de los marcido de as u tic ion 1) Kfrece una descripcin fiel de los hechos (es decir, una que es deta. liada $ est formada por afirmaciones verdaderas). ') 3o ofrece una descripcin totalmente detallada, pero no inclu$e afir. maciones que difieran de los hechos. D) 3o ofrece una descripcin detallada, pero no slo no inclu$e afirma clones que difieran de los hechos, sino que ofrece una interpretacin integral de los hechos que muestra la estructura $ el movimiento de un sistema concreto en total o en parte (cfr. captulo A&;). La primera explicacin debe ser recha"ada, no slo por la imposibilidad fsica (al
margen de la falta de fuentes) de dar una descripcin totalmente detallada de los hechos, sino tambin porque la historiografa (como ciencia) no es escribir crnicas (cfr. captulo AA&&&). Las exigencias formuladas en la segunda explicacin son demasiado limitadas1 pueden ser consideradas suficientes por los que apo$an la investigacin de tipo erudito, que subra$a la formulacin del ma$or nmero posible de afirmaciones rigurosamente establecidas corno ciertas. La tercera explicacin ha sido redactada en tr minos necesariamente mu$ generales. 4omo se puede ver f cilmente, inclu$e la exigencia de que la historiografa preste atencin a la estructura $ al mK;i miento de los sistemas, es decir, explique el desarrollo ($ cumpla, por tanto, el modelo dialctico, ver captulo &A). Cina narracin que se ocupe de los sistemas (que pueden ser de distinto tamaflo) $ de sus elementos tiene que tener en cuenta las fuer"as que ponen en movimiento el sistema $ la poSi4iKfl de los diversos elementos de ese sistema. *sta exigencia, para ser satisfecha, necesita un conocimiento no basado en fuentes m s amplio $ unos niveles m s altos de dicho conocimiento, $a que slo as pueden surgir cuadros ; daderos a partir de afirmaciones verdaderas. *sto conduce a una conclutJ]] de algn modo parad-ica% es posible que a medida que me-ora el prKce] cognoscitivo histrico, afirmaciones que se solan aceptar corno verdademt lleguen a ser recha"adas por falsas1 del mismo modo, las descrip4iGfl histricas que se solan clasificar como verdaderas pueden bsiguiendo e desarrollo de la ciencia histrica, que significa, sobre todo, el desarrollo de conocimiento no basado en fuentesI mostrarse como falsas en virtud de cambio de perspectiva temporal. Cambin es posible admitir la veracida simult nea de una serie de descripciones (narraciones) del mismo fragmen del pasado, suponiendo que dichas descripciones (narraciones) sean 4KK;2G tibies entre s. *n tal caso, todas esas descripciones, en con-unto lfldi#er. un paso hacia el alcance de la verdad, si satisfacen la condicin de n a4 carniento integral. *sto ocurre tambin con otras disciplinas, o4 *n resumen, podernos decir que el concepto de 5estar de acuerdo 4ta loe hechosS6, aplicado a una narracin histrica, no significa siapieifl, etiqueta 5cmo fue realmente6 (lo cual es posible en el caso de airmacb]G, aisladas), sino tambin una explicacin de cmo deben interprctaiS4 4 G 5hechosS6. *n este punto vemos una relacin entre las reflexiones en el ele a metodologa pragm tica ele 7a historia las del campo de la rnetodo r ob-etiva. La explicacin de cmo ha$ que entender los 5hechosJS (en 268 2ero entonces, Wcmo sabemos si una afirmacin histrica concreta es verdadera o falsa o, en una terminologa un poco diferente, que tiene significadoX 3os ocupamos todava del estudio del pasado, de modo que Wcmo podernos demostrar Ien el curso del estudioI que una afirmacin dada est de acuerdo con los hechos (exigencia de la definicin cl sica de verdad) si todava no conocemos esos hechosX 2or otro lado, si conociramos esos hechos no tendramos que estudiarlos. Las reglas para averiguar directa o indirectamente el valor lgico de las afirmaciones se llaian tambin criterios, es decir, mtodos para distinguir las afirmaciones verdaderas de las falsas, se han desarrollado en el curso de la investigacin cientfica $ son totalmente aplicables a la investigacin histrica, tambin. !e ellas no nos interesan aqu las reglas sem nticas (como las tablas de verdad) que muestran cmo el valor verdad de las afirmaciones compuestas depende del valor verdad de las afirmaciones simples que las componen. Buera de las reglas que nos interesan aqu, la ma$or importancia se debe atribuir al criterio de la pr ctica, $a que ste es el nico criterio que nos permite averiguar cu l es
la relacin entre una afirmacin sobre un hecho $ el propio hecho. 2odemos llamarlo, por tanto, criterio sem ntico. Codos los dem s criterios son o sint cticos o pragm ticos1 los primeros se refieren a las mismas afirmac-ooies o a las relaciones entre ellas, mientras que los ultimos describen la relacin entre las afirmaciones $ los que las hacen, $ en :ltima instancia deben ser confirmados por el criterio de pr ctica. *l criterio de la pr ctica, que es la nica prueba directa de verdad, $a que llega m s all de las afirmaciones $ establece un 5contacto6 directo con los hechos, puede entenderse como general, que con el conocimiento de la eficacia de las acciones humanas nos permite averiguar la verdad de las afirmaciones sobre los hechos, $ corno algo tcnico, ara ser usado en la 2ractica investigadora cotidiana. *l criterio general de pr ctica es el fundamental en todas las disciplinas. *l hombre va transformando gradualmente el mundo, utili"ando igualmente los logros de las disciplinas sociales $ los de las naturales, $ su xito en la transformacin del mundo significa que confa en un conocimiento que es uasicamente verdadero $ que ha sido adquirido en el curso del proceso (tanto en el rea de la ciencia natural como de la ciencia social). Sq2odemos imaginar el violento desarrollo de la tecnologa de ho$ en da ir. la existencia de una sociedad organi"ada que base sus acciones en el ocimiento de los hechos sociales $ que recuerde sus acciones en el pasado. de la historia en dichas transformaciones es excepcionalmente gran[ coop con otras disciplinas sociales en el proceso de adquirir el cono1ento de la sociedad $ de averiguar las regularidades, $ m s an, sirve de ;itioria social. &maginemos por un momento que el mundo, tal como lo 1cmos, ha existido desde hace slo cinco minutos, de modo que ni tiene tKr1a propia ni los historiadores nos pueden contar nada sobre el pasado. ir5 en1es humanas se volveran huecas. Codos lKS conceptos fcrnaados a de los t&empos perderan su sirnit codo% no habra bases para ninguna tert]] exceplo las aciividoclcs diarim1 vilal(Js para la exisSeueia humana, oteS 1 lo anal id asnos m s venamos el ruad ro apocalptico (le (7K niurida GGGado. 2or tanto, el beci so da ([1 nsJ,sncto no sea curro) esa visin es criterso entre 01 ros, a favor dc la vcrdad riel 4onocimiento histrico. '?> *l problema no plantea dudas en relacin con las afirmaciones aisladas, pero estadio concreto del desarollo de la ciencia) est en la esfera de la metodoen lo referente a las narraciones da luear a problemas enormemente compli. loa ob-etiva. (;er Cercera 2arte.) cados. 2odemos dar, por lo menos, tre explicaciones posibles ($ abreviadat del concepto de 5narracin de acuerdo con los hechos histricos6. Sera una narracin que%
2ero nos encontrarnos con un criterio mu$ general que no puede consi. derarse absoluto. 0a$ que recordar que Lenin escribi% (...) el criterio pr ctico no puede nunca confirmar ni recha"ar ninguna idea humana, 4ofl pletamente, en la naturale"a de las cosas. *ste criterio es lo suficientemente ^indefinido` corno para no permitir que el conocimiento humano sea ^ab. solutoJJ6 "2
*n las actividades investigadoras cotidianas (esto ocurre con la historia $ con otras disciplinas) usamos el criterio no profesional de la pr ctica de forma casi universal1 nos permite averiguar (aunque no absoluta o definitivamente) si una afirmacin dada es verdadera o falsa. *se criterio se ideo tifica con la llamada capacidad emprica, o de observacin, de las afirma. ciones, para recibir decisiones, aunque tenernos que advertir que el criterio en cuestin es relativo. *n este sentido podernos anotar lo que escribi *ngels, que 5desde el momento en que dirigimos estos ob-etos para nuestro propio uso, segn las cualidades que percibimos en ellos, ponemos a prueba, una prueba infalible, la correccin o no de nuestra percepcin sensorialSJ< *l criterio tcnico es, por supuesto, el m s ampliamente usado en las disciplinas experimentales, pero resulta que tambin se encuentra a menudo cc otras ciencias, incluida la historia. *l historiador lo usa (la ma$ora de las veces, -unto con otros criterios) cuando ha$ una posibilidad de conocimiento directo o, en otras palabras, de decidir empricamente el valor verdad de una afirmacin. 2or supuesto, las afirmaciones sobre las que se podan tomar decisiones empricas en el pasado no son susceptibles de ello ho$ en da 2ero, bastantes veces, cuando el ob-eto balo observacin no cambia, se pueden seguir tornando decisiones empricamente sobre las afirmaciones que se refieren a l. !icho ob-eto, incluso, con un cambio en la extensin del concepto de observable (por e-emplo, un cambio as tuvo lugar con la llegada del microscopio electrnico), puede mostrar posibilidades, hasta el momento ocultas, de decidir el acuerdo entre Yas afirmaciones $ los hechos. ,s, por e-emplo, la afirmacin 5este documento fue hecho en 1?'<6 puede estar su-eta al criterio profesional de pr ctica (criterio de deciS1GG emprica) si examinarnos el documento $ comprobarnos la fecha, el papel sobre el que est manuscrito o impreso, el tipo de escritura o de imprenta etctera. !el mismo modo, la afirmacin 5la 4onstitucin polaca de 1@>1 sol inclu$e un artculo sobre los campesinos6 puede confirmarse como cierta 8 leernos el texto de esa 4onstitucin. :na visita a un museo nos permite determinar el valor verdad de muchas afirmaciones sobre civili"acin matefl 4omo sabemos, los defensores del empirismo lgico (llamado tamb1GG comprobacionismo) se limitan a ese criterio $, por tanto, consideran faJt]] de significado todas las afirmaciones que no est n su-etas a una comprG cin emprica positiva, lo cual, se ha demostrado, ha resultado fatal para el desarrollo de la ciencia. 0a resultado que si ha$ que resolver proble8 difciles, la ciencia no puede entrar en la camisa de fuer"a de la observa] $ de la comprobacin emprica en cada paso. *s especialmente irnpGrta subra$ar este punto en la investigacin histrica, para la cual s:p:S] grave peligro la opinin empirista. Los mtodos indirectos de averiruar i4 vordad (o falsedad) de las aeJ mociones, mtodos cloe -uegan un papel fundamental, se pueden def] Len,, ;a=S 1S 44 2 E N32N42 2$t/L%2220 9oscS _ &i 19 1<' c2 *. Engels, prefacio a la edicin inlesa cte ,[Socialism% *logian and L*leS, cd. cit. de un modo general corno una sustentacin de las afirmaciones a base de confrontarlas mutuamente1 en otras palabras, las afirmaciones formuladas recientemente se confrontan con el cuerpo de conocimientos (la serie de afirmaciones $a aceptadas) de que disponemos con anterioridad. Las afirmaciones formuladas recientemente pueden deducirse de las $a aceptadas, o pueden ser reconocidas en vista de otras afirmaciones aceptadas, en conformidad con un procedimiento cientfico. !e este modo, las afirmaciones apo$adas as pueden ser aceptadas al principio por un solo cientfico $ m s tarde por un grupo o la totalidad de los estudiosos. *n la investigacin histrica se ha
desarrollado un procedimiento bastante complicado de apo$ar las afirmaciones (un procedimiento estrechamente unido al de formular afirmaciones), que discutiremos con detalle m s adelante. &nclu$e el examen de la autenticidad $ la fiabilidad de las fuentes, una gama de mtodos directos e indirectos de encontrar hechos $ una explicacin causal, acompaRada constantemente por el conocimiento no basado en fuentes. 2or el momento, limilmonos a averiguar qu etiquetas ha$ que poner a aquellas afirmaciones que en la investigacin histrica demuestran ser ciertas slo de modo indirecto. 2ara hacerlo, tenernos que anali"ar el concepto de probabilidad tal como se ha interpretado en la historia. 2. El concepto de probabilidad en la irn;estigacn histrica *l trmino probabilidad, que es materia de vivas discusiones, tiene varios significadas, cada uno de ellos interpretado de diferentes maneras La clasificacin fundamental es la que distingue entre probabilidad aplicada a las afirmaciones $ la probabilidad aplicada a los sucesos. *n el primer caso nos encontramos con la probabilidad lgica (en la terminologa de N. 4arnap% 2robabilidad), que establece (en la interpretacin que adoptamos aqu) con qu grado de certe"a (o sea, certe"a racional, en la terminologa de 7. 9. +e$fl cs o certe"a epSGten@ologica en la leanunologaa de M Nussell) puede aceptar :na persona la afirmacin A si ha aceptado la &? o nos encontrarnos con la Kbabilidad psicolgica, que indica el grado de certe"a con el que una 2tSona acepta realmente una afirmacin dada (posiblemente, sin relacionarla el cucoQpo de conocimientos que tiene). La probabilidad logica puede coincidir con la psacologica pero la ma$oria <las veces las afirmaciones probables (no slo las que hacen los historiaG8L 0asta ahora, el concepto de probabilidad en la investigacin histrica ha tratado m:$ ampliamente por 1. #ied$men, Prc'lemy logiczne analiz# UctssP >/zne+, pgs. 26-38. *ntre las obras generales (excepto las matem ticas), las [mpoitante son 7 M +esnes A 6reatzLe Un Pml c'zlzty LoJdoes 1948 4amap @a e 6 o /a ic Ns o$ Proabr[t Readcngs en P'rlosoplz cal Analys s bueia Forl ]6 [a i@a n> o$ ProLel+elm Londies o]i 0 Necebe ach 6'eo[ ol D3 44 @ Me .ele 1><> * son 9ises Piob]',l,tM %talesJ[cs 6rt' ' e7 Lo idJ es lKa * Morel Pi ooabNl,$e c$ ceN leJ dc 2mcs 1>?1 QQdQQQQ. 4ohen, Reaso,s and ANat re, Londres, i>?<, p gs. 1'8Q1D8. *ntre las obras < autores pc locos esK ca L ldu.1eu1c@ (ogiN a Pc cgo oJoca cd cet pngs 1'G 1DG Los 8sian " e rcpre"entxc-e pi a/clop uenst s ramo u teorisch +4Oa3ezo#,s, clN4 (Ncgrcseniaciones sem nticas de la probabilidad de las frnscJ m i, 1S, cia lo c N3 s ) R<Z<, < 2 "<Z"/N e p ces >1 1G' Los bac uS n&tre 7a pi ohahi idad de la ocurrencia de ur nexo causal $ la proboQ de a:St/;i:< (lK eQ a so. *sta llima S1G 4K QQcoa,sclo se trola /& S S2079 d d.ha,[email protected] mooi,7ud, por e-emplo, que .< ca una eauea Ci4 *QI trG Sprngah- nao n> =p2rN aul-J,l,S r&el tdrmine (lo cual percnitiiQs lOS i1@iJ@@8Q *l prS,bl,nosnS <S ii pS1ehahiinlacl ca predornoante como es ,aisido. ciN eceh,@, *,,SJ o$ .%ena ;i$ic Piiil4M4piP#, MjSiS de$, 1>81. 8 / 7) dores) muestran un refuer"o de la primera probabilidad por la segunda. La probabilidad de un suceso de una clase determinada de sucesos es igual al cociente del nmero de sucesos favorables por el nmero de todos los hechos de esa clase posibles. Si re representa el nmero de hechos favorables de tipo A (por e-emplo, sacar un as de un
montn de cartas) $ : el nmero de hechos posibles (por e-emplo, el nmero de cartas que se pueden sacar del montn), entonces la probabilidad de A es representada por la frmula% La medida de la probabilidad dada por esta frmula est en el intervalo cerrado G,1 (el modificador 5cerrado6 significa aqu que la medida puede tener tambin cualquiera de los valores lmites K $ 1), lo cual significa que el valor 1 de A indica certe"a (es decir, la certe"a de que A tendr lugar). La probabilidad de sacar un as de un montn de 8' cartas, por tanto, sera% *sta es la llamada definicin cl sica de probabilidad. Sin embargo, ha$ otra definicin de la probabilidad de los sucesos que se llama definicin estadstica o de frecuencia de probabilidad. *n este ltimo caso no se hace referencia al concepto de suceso favorable $ suceso posible, $a que no son conocidos en principio. *n tal caso, la probabilidad de un suceso A slo se puede fi-ar experimentalmente (por e-emplo, por pruebas mltiples). La probabilidad de frecuencia, por tanto, es la base de la frecuencia relatna de la aparicin de un suceso * entre un nmero grande de otros suceSos 2uesto que, segn la opinin predominante entre los expertos, la probabilidad de frecuencia se refiere solamente a los sucesos que aparecen a gran escala, o sea, que pueden estar su-etos a operaciones estadsticas, algunos expertos (por e-emplo, N. von 9ises) Ien concreto, los que aseguran que la lnvestn gacin histrica se ocupa slo de los hechos aisladosI restringen la proba bilidad de frecuencia a la ciencia natural ($ las matem ticas). *sto revela una asimetra claramente marcada en la clasificacin de los tipos de probabilidad% la probabilidad lgica $ psicolgica son aplicables a las afirmaciones sobre todos los sucesos $, por tanto, indirectamente, a todos los sucesKS mientras que la probabilidad estadstica (emprica) slo es aplicable a los sucesos que aparecen a gran escala. *l comportamiento lingHstico caract4 ristico de los historiadores, que en este caso se a-usta al uso cotidiaG muestra la laguna que consiste en la falta de un concepto de probabllidae que se pueda aplicar a los hechos aislados. 2ero, como se ver des2ues, concepto de probabilidad que se aplica a afirmaciones singulares $ tan comn a la investigacin histrica est tambin su-eto a la inter2retacbdi de frecuencia. Los historiadores han senicio usando todos los conceptos de proha3l ifl4li4K)flSdKS ms arriba1 todos esos conceptos, adem s. parecen en 18 mmscstigacin lii strica. 2een ahora, al anali"ar los mntodos de as eim os T1aiorcs lgicos de las ira1a4iKi1eS, oes ocuparemos principaimY@GGt4 K Li probabilidad lgica cii relacin 4Kfl las ato lliit4JiGGGS $ no con los hc41] Cambin se intentar demostrar que la probabilidad lgica est estrechamente relacionada con la probabilidad emprica. *n la ciencia ha$ dos interpretaciones diferentes de la probabilidad lgica. :na de stas (usada, por e-emplo, por 0. Neichenbach) afirma que la probabilidad lgica es una categora sem ntica (concepto sem ntico), como la verdad $, por tanto, que es la medida (grado) de verdad de las afirmaciones, es decir, la medida de su aproximacin a los hechos. *n este sentido, los conceptos $alsedad=probabilidad=#erdad forman una sola secuencia. 2or eso, la certe"a de la valide" de una afirmacin A a la lu" de otras afirmaciones, es decir, un cuerpo de conocimientos concreto, o sea, la certe"a de su veracidad, se identifica con la verdad. *sta confusin de conceptos se evita en la otra interpretacin (7. 9. +e$nes, M. Nussell, N. 4arnap, J. 3icod, +. ,-du.ie/ic"), que considera la probabilidad lgica no como un
grado de verdad (de una afirmacin), sino como un grado de la certe"a racional de la verdad (sustentacin inductiva) de una afirmacin dada. *n esta interpretacin, el e-e falsedadQverdad es distinto del e-e de los varios grados de probabilidad. 2or tanto, la aceptacin de una afirmacin como cierta no tiene por qu dar lugar autom ticamente a la etiquetacin como verdadera. 4omo se deduce de la definicin de probabilidad lgica, dada en el primer p rrafo de esta parte, este autor considera la segunda interpretacin m s a-ustada. La cuestin ser tratada m s tarde. Las dos interpretaciones dicen que un grado definido de la probabilidad de una afirmacin depende del grado de su sustentacin, con la condicin de que en el caso de la primera interpretacin inmediatamente vamos a demostrar el grado correspondiente de verdad de esa afirmacin, mientras que en el ltimo caso slo llegamos al grado correspondiente de certe"a de su veracidad. !e cualquier modo, se puede decir que, al margen de su interpretacin, el concepto de probabilidad lgica est relacionado con la demostracin indirecta de la verdad de las afirmaciones $ es, as, una medida del xito de esa demostracin. 2ero si aceptamos la segunda interpretacin, Westamos entonces condenados a llamar siempre slo ciertas a afirmaciones sustentadas hasta algn grado, el mismo grado que para su veracidad, $ a guardar la etiqueta de ;erdad slo para las afirmaciones que han sido directamente confrontadas CO los hechosX *n otras palabras, Wno ha$ posibilidad de pasar del nivel 2uramente pragm tico ($ sint ctico) al sem ntico, que considera las relaciofles entre las afirmaciones $ los hechosX *n opinin de este autor, esa posiblhdad existe, $ su consideracin nos permite evitar los intentos de hacer a la 4iencia en general, $ a la historia en particular, m s 5exacta6 por medio : la eliminacin del concepto de verdad en favor del de probabilidad, cosa que han sugerido algunos defensores de la primera interpretacin. La seg 1nd interpretacin no advierte esa posibilidad, $ subra$a la naturale"a flalmtica de las afirmaciones probables (lo cual significa que dichas afirma QKofle se supone, no se refieren a los hechos). r 0a$ dos argumentos para no hacer distinciones, por parte de los histo ladores entre las aiim nsaciones cu$a verdad est demostrada directamente Y aq:i- casa verdad est demostrada indirectamente, es decir, para llamar erdadera a aq mellas afirmaciones que son ciertas respecto a su verdad. L& prmii ero de estos dos argunici tos seRala la esi rcc1a elacin entre 4KiY@efltnr-,s pmobahilistms sobre las afirmaciones, por un lado, $ los a los que se reteren las afirmaciones, i@Ki otro1 es decir, la relacin entre probabilidad lgica $ probabilidad emprica. 4onsideremos las siguientes afirmaciones, que hasta el momento no hemos conseguido apo$ar con datos sacados de fuentes% 5_$ndram de 9as".o/ice no era el -efe polaco en la Matalla de #run/ald6 (la batalla, en 1<1G, en la que los polacos vencieron a los 4aballeros Ceutnicos1 tambin llamada la Matalla de Cannenberg). *sta afirmacin tiene su grado de certe"a de ser verdadera, es decir, su probabilidad lgica. Su aceptacin se basa en su confrontacin con otras afirmaciones, tales como% 5*n la *dad 9edia, la gente de ba-a condicin $ pequeRa fortuna no sola e-ercer el mando de sus superiores sociales6, 5_$ndrarn de 9as".o/ice era de condicin relativamente ba-a6, 53o fue recompensado despus de la batalla6, 5los -efes solan ser recompensados despus de las batallas victoriosas6, etctera. La hiptesis mencionada m s arriba sobre _$ndram de 9as".o/ice se deduce de estas afirmaciones con alguna probabilidad (el e-emplo que consideramos ser anali"ado de nuevo con m s detalle, pero en otro contexto). 2ero el teorema sobre la probabilidad lgica de una afirmacin no se basa slo en una confrontacin tal de afirmaciones, de la que se deduce que nuestra hiptesis H tiene, a la lu" de esas afirmaciones, una probabilidad @@. *sta confrontacin no sera posible sin
ciertos hechos que hacen improbable que un hombre de ba-a condicin fuera, en la *dad 9edia, un -efe de sus superiores sociales. *sta estructura de hechos es la base de nuestra posibilidad de encontrar argumentos en su favor% los hechos proporcionan argumentos en favor de s mismos. La afirmacin 5La Matalla de 4rc$ fue ganada por gnomos6 no tiene un testimonio aceptable de su veracidad, simplemente porque es incompatible con (la estructura de) los hechos. , veces formulamos una hiptesis sin ningn apo$o especial (posible de algn otro modo, pero sin fuertes argumentos en su favor sacados de las fuentes) $ la consideramos aceptable1 m s an, no provocamos protestas de otros investigadores. , simple vista, la estructura comnmente conocida de los hechos relacionados hace que esa hiptesis sea bastante probable. 2or tanto, estamos convencidos de que ha$ un gran grado de probabilidad de que sea verdadera, es decir, formulamos una afirmacin con una probabilidad psicolgica correspondiente. La discrepancia entre la probabilidad lgica $ la psicolgica se debe en este caso a la falta de una serie adecuada de afirmaciones necesarias para una confrontacin con la hiptesis. Se puede decir en general que toda afirmacin que tiene su probabilidad lgica (o psicolgica) puede tener su equivalente (modelo) en la probabilidad emprica, lo cual, evidentemente, no significa que en cada caso nuestra averiguacin de su probabilidad lgica corresponda a la probabilidad desconocida de los sucesos. *n otras palabras, la probabilidad se puede expresar en lengua-e ob-eto y en metalengua-e. La afirmacin% 5Los argumentos aducidos por el autor apo$an, con una gran probabilidad la afirmacin de que _$ndram de 9as".o/ice no fue el -efe en la Matalla de #run/ald6, se refiere a la probabilidad (grado de certe"a de la verda de una efsrmacin dada, $ no a lKS hechos. 2or tanto, es ursa meta.afirmacbofl Su equivalente en lengua-e ob-eto es% 5*s altamente probable que _$ndraJ11 de iT<ase.o/ice no fuera el -efe en la Matalla de #run/ald6, o NO es probable (es improbable) que _$ndrain de 9as".o/ice fuera el -efe la Matalla de #run/aYd.6 Cambin se ciede decir que su equivalente rico es 5_vndram de 9as".o/ice fue el -efe en la Matalla de on una probabilidad p6, $a que slo ha$ dos posibilidades% o fue el -efe 0p;^l) o no lo fue 0p^<)? pero esto confirma la diferencia entre el grado real de probabilidad, que no cnocemos, $ el grado de probabilidad que atribuimos a la afirmacin en cuestin. *sa diferencia es la medida de nuestra ignorancia. La relacin entre la probabilidad que se refiere a las afirmaciones $ la que se refiere a los hechos se puede ver claramente en la definicin de probabilidad estadstica, transformada por +. ,-du.ie/ic" para relacionarla con la probabilidad de las afirmaciones% 5La probabilidad de una afirmacin que dice que un ob-eto es A, en relacin con una afirmacin que dice que ese ob-eto es &, equivale a la frecuencia relativa de ob-etos A entre ob-etos &N *n muchos casos, esa definicin permitira computar la probabilidad de las afirmaciones. *l concepto de probabilidad lgica, que se refiere a varios hechos histricos ($ al mismo tiempo a las afirmaciones sobre los hechos), se puede interpretar en trminos de frecuencia, lo cual, por supuesto, no significa que la frecuencia relativa de la aparicin de los ob-etos (o las afirmaciones) A en la clase de ob-etos (o afirmaciones) & pueda establecerse en cada caso. Los historiadores siguen esta interpretacin intuitiva usando a menudo formulaciones como S\improbable6, \mu$ probableS\, casi cierto6, etctera, que 7. #ied$min llama cuasiQmtricas. 2odramos exigir una ma$or precisin en estas. formulaciones, a algunas de las cuales se podra dar una interpretacin
numrica. 3uestra aseveracin de que la probabilidad de los sucesos aislados se puede interpretar en trminos de frecuencia se basa en el hecho de que, como 7. #ied$min apunt correctamente, un historiador est en situacin de establecer la probabilidad de un suceso slo si se puede referir a una afirmacin general sobre una clase de sucesos, en la que se incluira el suceso en cuestin. 0emos dicho que era improbable que _$ndram de 9as".o/ice fuera el -efe en la Matalla de #run/ald porque si hubiera e-ercido el nQiando esto diferira de nuestro conocimiento sobre la *dad 9edia. *sta confrontacin es, como podemos ver f cilmente, algo basado en las consideraciones de frecuencia% no nos referimos m s que a la fret:encia relativa de que los -efes en las grandes batallas de la *dad 9edia fueran gente de ba-a condicin $ pequeRa fortuna, frecuencia que es pequena, $ a que la frecuencia relativa de -efes recompensados en la clase de los -efes de las batallas vistoriosas es grande, etctera. La interpretacin de la veracidad de una afirmacin sobre un hecho (en nuestro caso sobre _$ndram de 9as".o/ice) en trminos de frecuencia se basa en la interpretacin de frecuencia de los sucesos mencionada m s Qnba. *s esta ltima la que, como si di-ramos, cede su grado de prouabilldad a la primera. :na afirmacin sobre un hecho slo es probable la medida en que lo sea el hecho al que se refiere. Las afirmaciones fl sustentadas slo se pueden referir a hechos que ocurrieron o no. -.hecho improbable de que un -efe medieval en una batalla importante un hombre de ba-a condicin $ pequeRa fortuna, que tendra que ar ordenes a seRores $ prncipes, SKKfl4 que es improbable enconirar que apo$en la afirmacin de que un hombre de ba-a ecoclicin 1[2equeRa fortuna mand a sus superiores sociales en una in portante atalla mccl Oeral. 2or tanto, la deduccin, a partir del hecho de <.IUC una 2ersona era de ba-a co-idicin, de que l no fue e) -efe en una le alta importante, producira unas conclusiones con bastante probabilidad de ser verdaderas. La posibilidad de sustentacin de una afirmacin determinada por los hechos no significa sustentacin real. *l grado de una sustentacin real (o sea, de la probabilidad de una afirmacin) depende de nuestro coraoc-. miento, con el que confrontamos ese hecho. *sto se puede referir a lo que sabemos sobre el informante (su fiabilidad), sobre la fuente implicada (su autenticidad), $ al conocimiento general histrico, psicolgico, sociolgico, etctera. 2odemos imaginar as una afirmacin verdadera cu$o grado de apo$o (certe"a de su veracidad) es nru$ pequeRo. , medida que nuestro conocimiento ampla esa afirmacin, puede cambiar, en ciertas circunstancias, $ estar me-or sustentada. La referencia a nuestro conocimiento consiste en buscar el apo$o determinado por los hechos1 esta referencia, como hemos dicho, est basada en la frecuencia. 2ero una referencia a una fuente o a un informante se puede interpretar en trminos de frecuencia, tambin. *n este caso, nos interesa la frecuencia con la que procede informacin verdadera de una fuente concreta (o de un tipo concreto de fuentes) o de un informante concreto, en relacin con el total de unidades de informacin implicadas. *l segundo argumento que -ustifica la pr ctica de aceptar que afirmaciones que son ciertas sean verdaderas consiste en la referencia al criterio no profesional de la pr ctica. 4omo hemos seRalado antes, este criterio nos demuestra que adquirimos el conocimiento verdadero de forma gradual1 esto da valor al criterio profesional de pr ctica $ a nuestras formas de demostrar indirectamente la verdad de las afirmaciones. #aranti"a que Sr aceptanYos una afirmacin que es (racionalmente) cierta como verdadera no cometemos ningn error pr cticamente importante. 4omo hemos dicho esto concuerda con la pr ctica observada por los historiadores. WUu afirmaciones, entonces, son las que los historiadores aceptan 4GG1G probables, si
las que son ciertas las aceptan como verdaderasX ,qu flKS interesan las formulaciones positivas ($ no las comparativas) en las que aparece el concepto de probabilidad, $ por tanto, no las afirmaciones 4Gfl1G una afirmacin A es m s probable que una afirmacin &? sino aflrrnac1om del tipo% es probable una afirmacin A (segn nuestro conocimiento basado $ no basado en fuentes). 2odemos incluir en la clase de afirmaciones probables aquellas que dudamos si llamar ciertas o verdaderas, pero que de ningn modo podemos aceptar como suficientemente sustentadas (sta tambin es la pr ctica seguida por los historiadores). *sto se refiere a las afirmaciones sobre el pasado que est n basadas en datos indirectos exhaustivos $ m s o menos numerosos, aflrmaciG que se ocupan del establecimiento de los hechos, $ afirmaciones bipoteticas sobre el pasado, que se ocupan de las leves $ -Q elaciones causales, pero no a las afirmaciones sobre el pasado que est n bien establecidas $ basadaS en datos directos sobre los hechos a los que se refieren. ,s, por eeflh2l]J ningn historiadosQ dir que es simplemente nrobable la afirmacin de 1Ge la 2astilla fue destruida ci 1< de -ulio de 1@E>, o de que la Segunda #ue pos, [elrerlio, o de que #uillermo el 4onquistaaoi. ario la Matalla de L aQ Bo esos casos los 0echos a los que se isfisreri afir n1aicJn4S 0all SJ establecidos basar dore en datos de 1 Lleates auf leo1 es $ dicQetas, es den datos que transmiten informacin directa sobre rau s 0echos. *l historia entonces, acepta esas afirmaciones como ciertas, $ las inclu$e en eJ c;KL de las (relativamente) verdaderas. *ste es el estado de la enorme ma$ora de las afirmaciones histricas, o sea, las que forman una base inductiva, observa4ional o emprica sud generis de las consideraciones histricas en general. 2or el contrario, como no ha$ pruebas directas de que 9artin Mormann muriera en Merln en 1><8, el historiador llega a la conclusin de que sa u otra hiptesis sobre el asunto puede ser, como mucho, probable. Sin embargo, no ha$ que olvidar que si basamos las afirmaciones sobre el pasado en datos directos, tenemos que establecer la autenticidad de la fuente en cuestin $ la fiabilidad de la informacin, antes de proceder a extraer de esa fuente los datos directos sobre los hechos que nos interesan. Si dicha autenticidad o fiabilidad se puede establecer slo con una probabilidad menor de 1, la etiqueta de probabilidad vale tambin para la afirmacin basada en los datos contenidos en esta fuente cu$a autenticidad o fiabilidad no es bastante cierta. 2uesto que la fiabilidad de los datos basados en fuentes se establece, a menudo, por la inferencia de probabilidad (cfr. captulo 'I'), algunas afirmaciones, a pesar de estar basadas en datos directos, pueden tener :fl margen de incertidumbre. *n la pr ctica, sin embargo, si un historiador acepta determinados datos directos de l acuerdo con las reglas del procedimiento cientfico en la investigacin histrica (o sea, de acuerdo con las reglas adecuadas de la crtica de fuentes), el conocimiento que obtenga de ese modo estar lo suficinternente apo$ado como para ser considerado como cierto. 2or otro lado, el concepto de probabilidad es totalmente aplicable a las afirmaciones basadas en datos indirectos derivados de las fuentes $ a los datos no basados en fuentes que se refieren tanto al establecimiento de los hechos como a las explicaciones causales. Solemos llegar a dichas afirmaK ones a travs de la inferencia de probabilidad, que no es fiable1 esto significa que las conclusiones pueden no ser consideradas como ciertas. Los h&storiadores l&anan a esas conclusiones de varias maneras1 muchas veces 11G dudan en llamarlas ciertas, totalmente ciertas, m s que ciertas, indudables, irrefutables, correctas, verdaderas, etctera. *s bien sabido que unas 2artes en disputa, excitadas por la controversia, definen construcciones mu$ &mples como ciertas. 0a$ que anotar adem s que incluso la ma$or certe"a mSsolo relativa, $a que se basa en nuestro
conocimiento, que puede cambiar coG el paso del tiempo. *l concepto de probabilidad lgica (interpretado como el grado de erte"a de la veracidad) se puede aplicar a las afirmaciones aisladas $ a las KJacaones histricas m s largas. Si decimos que la descripcin de la Matalla #run/ald hecha por el historiador : es probable, queremos decir que descr-pain est debidamente sustentada, a la lu" del conocimiento que emos, o, en otras palabras, que el equivalente ob-etivo de esa afirmacin 2tobable formulada en metaiengua-e (N*s probable que la Matalla de #runsiguiera el curso ofrecido por el historiador :[) no difiere mucho de afirmacin o m s bien que la afirmacin no difiere mucho de su cquiG GGte ob-ethio (modelo). La probabilidad de una narracin histrica se de lflterpretar como la suma de las de los sucesos individuales que se SiG unasQo para formar parte del suceso compuesto abarcado por la narracin. - enb el problema es m s comple-o, teniendo ero cuenta las enes qu hemos 1 mt alio en relacin con la verdad de ursa narracin, $ sera Seguro corlsidlerarlo una cuestin abierta. -i ]G se deduce de esto, el concepto de probabihdacl lgi a es mu$ 2ara earactrr O"ar los efectos del 2roceso cognoscitivo en la incestigacin histrica ($ en la investigacin en general). 2ermite caracteri"ar las afirma. ciones que consideramos verdaderas con un grado especfico de certe"a (que se establece por la confrontacin de esas afirmaciones con el conoc- miento que tenemos). *n otras palabras, la probabilidad lgica nos informa sobre el grado de sustentacin de unas afirmaciones concretas, $ sirve de base para su aceptacin o recha"o. 3os permite tambin hacer una distincin entre las afirmaciones (relativamente) verdaderas (es decir, las conQ, frontadas con los hechos) $ aquellas sobre las que tenemos una certe"a racional (es decir, las confrontadas con nuestro cuerpo de conocimientos). 2ero, como hemos mencionado m s arriba, la probabilidad lgica puede, en cierto modo, traducirse a probabilidad emprica, $ al mismo tiempo, al combinarse con la probabilidad de los hechos aislados (por lo menos en un gran nrncro de casos que son importantes en la investigacin histrica), pueden interpretarse en trminos de probabilidad de frecuencia. 4omo tambin hemos dicho, nos interesa mucho menos el concepto de probabilidad emprica. *n su versin estadstica no es usado explcita. mente por los historiadores mu$ a menudo, excepto en aquellos casos en que les interesa la estadstica histrica ($ especialmente la demografa), $ tienen que considerar la probabilidad de que una persona alcan"ara una cierta edad en una poca determinada. 2ero parece que, aunque la inves tigacin histrica consiste sobre todo en la postgnosis, $ no en la prognosis, m s estudios sobre la probabilidad de aparicin de ciertos sucesos en el pasado podran ampliar de forma interesante el campo de la descripcin $ la explicacin histrica <? 2or otro lado, los historiadores usan con bastante frecuencia el concepto de probabilidad emprica en relacin con los sucesK8 1 aislados, especialmente cuando adelantan sugerencias sobre la existencia de ciertos sucesos en el pasado. *n tales casos, si el lengua-e no se distingue del metalengua-e, dichas sugerencias significan tambin afirmaciones sobre la probabilidad lgica. *n las obras histricas podemos encontrar muchas veces afirmaciones como% 5*s probable que 7ulio 4sar visitara MretaRa6, 5*s improbable que 9ies".o 1 (el primer gobernante de 2olonia) quedara satisfecho con sus conquistas $ se retirara sin ocupar el rea del estuafl] del Kder6, 5*s improbable que las cosechas de cereales en 2olonia en la primera mitad del siglo xvii fueran tan pobres6, etctera. 4omo puede ver se f cilmente, expresan las siguientes opiniones% 5La probabilidad de la afir macin de que 7ulio 4sar visit MretaRa est sustentada en un grado P[ 5La probabilidad de la afirmacin de que 9ies".o 1 qued satisfecho con sus conquistas $ se retir sin ocupar
el rea del estuario del Kder es mcl pequeRa6. 53o ha$ una probabilidad importante en la afirmacin de que las cosechas de cereales en 2olonia en la primera mitad del siglo )\ fueran tan pobres6. *sto seRala, una ve" m s, el hecho de que el conce2tK. de probabilidad lgica $ el de probabilidad de los hechos individuales, mu$ usados en la historia, $ seRala por tanto la necesidad de un analJ posterior de estas interpretaciones de las probabilidades, tan usadas en a humanidades. 0reguntas # respuestas, Una reconstruccin general de la investigacin histrica B. El problema de las decisiones #asta ahora nos hemos ocupado sobre todo del proceso cognoscitivo histrico, y ahora nos concentraremos cada ve$ ms sobre el concepto de investigacin histrica, lo cual no quiere decir que esta ,ltima se oponga al primero. *a cuestin es que cuando hablarnos de proceso cognoscitivo histrico tratamos problemas ms generales. que, por su misma naturale$a, sirven para cualquier tipo de conocimiento humano, mientras que el e3amen de la investigacin histrica nos acerca a los problemas prcticos, o incluso puramente t!cnicos, a los que se tiene que enfrentar un historiador cuando se dispone a contestar una pregunta que ha planteado !l mismo o que le han planteado otros. sta pregunta se podra llamar una pregunta de investigacin, no slo porque debe distinguirse de las preguntas de diag nstico 6entre ias que se incluyen, por e"emplo, las preguntas de e3amen7, -ino, priiscinaimente, porque e3ige una respuesta que debe ir precedida de una inves<gacin conducida seg,n unas reglas obligatorias en el mundo de los isistoriadore. sto e3ige., sobre todo, una reconstruccin general del proceso que podra simboli$arse de este modo2 (preguntaC[respuesta), y por tanto, una e3plicacin de los conceptos de pregunta y respuesta. <na decisin hecha en condiciones especficas es el punto de partida d toda accin humana. *o mismo ocurre con los procedimientos usados en la ciencia, qui$s teniendo en cuenta que en los procedimientos cientficos PN- soieyics dar mucha ms cuenta de que hacemos constantemente dcci PBAnes que en la vida diaria, en la que normalmente no advertirnos que fl cada paso elegimos uno de los muchos caminos de accin posibles. *a metodoloma de tas ciencias puede conformarse Cy lo hace en su versioi %<rarflent desciiptiaC con una simple descripcion de las opelaciones de lfl4estigBN e"ecetadas por las cientificos sin considerar la eficacia de las Ci-ione- que *acen, o, para usar el lengua"e de la teora del "uego, la a de las estrategias que eligen B, %ero tambi!n puede ir ms all, Cso hace en su versin normativa2 al aceptar que la investigacin cientfica 2 <na variedad de la accin racional en general 6es decir, una accin en hacia un obletivo7, puede intentar averiguar las reglas latentes las ccc se r*@Den los cientficos en su lucha por lograr sus ohetivos *emoici/os, y, ocasionalmente, definir una estrategia pt'ma para una
pechn decir que en el primer caso ci huctociologista cucrcsponil7rntes, -CC H. A. *uce e A. 8Gne <s,8., i 5orH, BLPO. se queda en el nivel descriptivo, y es corno si fuera un idegrafo de la metodologa cientfica. n el ,ltimo, utili$a los resultados de las descrip. clones, pretendiendo e3plicar los procesos cognoscitivos en la ciencia, es decir, contestar a la pregunta 0por qu! un investigador 6por e"emplo, un historiador7 torna unas decisiones y no otras1 Al incluir el problema de la decisin en las consideraciones metodolgicas pasa del nivel de la descrip. cin al de la e3plicacin y la apreciacin. #aciendo esto, acerca el anlisis metodolgico al problema de las valoraciones. -i se toma una decisin para reali$ar una accin en relacin con cierto ob"etivo 6suponiendo una accin racional, o sea, orientada hacia un ob"etivo, lo cual abarca la actividad cientfica7, se deduce que hay una decisin latente bsica, relacionada con el sistema de valores del investigador 6los a3iomas sobre los problemas filosficos, sociales, polticos, etc!tera, fundamentales, corrientes en esa !poca7, que define ese ob"etivo. As, la eleccin del terreno de investigacin, enormemente condicionado por el sistema de valores del investigador, es el punto de partida de toda investigacin. *a decisin sobre la eleccin del terreno de investigacin es el primer paso en el proceso de planteamiento de las preguntas 6formulacin de frases interrogativas7, siendo esta ,ltima la accin esencial en la investigacin histrica E, una accin que podra denominarse el conductor. %or tanto, la investigacin cientfica se podra reconstruir como el proceso de planteamiento de las preguntas ( de b,squeda de respuestas para ellas. E. Conceptos b.sicos en la teor#a de las preguntas ( respuestas hist.ricas n la investigacin histrica, todas las preguntas que se plantea un historiador se pueden reducir a estos tres tipos fundamentales2 B7 0Ku! ocurri1 6preguntas factogrficas7= E7 0%or qu! ocurri1 6preguntas e3plicativas7= S7 0Ku! leyes cientficas se deducen del estudio del pasado1 6preguntas tericas7. Al contestar las preguntas del primer grupo, un historiador hace una descripcin 6narracin7, y al contestar las del segundo grupo ofrece una e3plicacin. -in embargo, el resultado de esta e3plicacin tambi!n adopta la forma de una descripcin. +esde el punto de vista formal, estos dos grupos de preguntas 6distinguidos seg,n las diversas tareas a las que hace frente un historiador7 son preguntas abiertas, a las que, al contrario que en las preguntas cerradas, (ni podemos dar una lista e3haustiva 6finita7 de respuestas aceptables, ni podemos ofrecer un esquema o un m!todo efica$ E l anlisis de las preguntas y respuestas en los procedimientos de tigacin es una de las ramas de la metodologa ms ampliamente tratada. *nN de sus piKueros fue >. A"duHieGic$ &7dania pvta!ne \:rases interrogatni
4arsovia, BLSV, reeditada en <e)(1 i po)nanie, 4arsovia, BLMN7, a partir del surgieron una serie de t!rminos. studios especiales sobre eZ problema han -lVB elaboradus por B. 6iedymin &Prohlern(, c@aAc)ccnic, ro)atr)(g i!ieCici, %o$nafl, cmos resultados estarnos utili$ando en este libro. *o mismo ocurre con I. non 3 * >rnita B * *ad ] loc!1i ?o9 Aal*Ae< 4eo "i omtuneac p i n)ctod,lC cc oH %uocan BLMM, Cap. &4. 4er B amb"!n 7. CaeHoGsHi, Problemv i P D p9obleio(, 4arsovia, BLMV, que es ms filosfica que inetodulgica, nte las cm lengua inglesa, hay que hacer mencin especial de +. 'D'arrah, ComuOnFuC@ ci 4ogicul ,T@3oDi*, Cacubridee 6;assacl"ussei"s7, BLMS. E6C para construir dichas respuestas aceptables) . n el caso de una pregunta cerrada, estamos en posicin de dar una lista e3haustiva de respuestas o un esquema de respuestas, o incluso un m!todo efica$ para construir respuestas a esa pregunta . <n historiador que sigue el ideografismo 6sea metodolgico, ob"etivo, o ambos7 se lirnita a estos dos grupos de preguntas 6factogrficas y e3plicativas7, interpretando el segundo grupo de un modo especfico . *as preguntas del tercer grupo, estrechamente relacionadas con las del segundo grupo, tambi!n son abiertas. %ero, mientras que las respuestas a las de los dos primeros grupos adoptan la forma de narraciones histricas 6es decir, referidas al tiempo y al espacio7, en el caso del tercer grupo esperarnos respuestas en forma de afirmaciones generales, es decir, de naturale$a terica. ;ientras que esas narraciones histricas se pueden componen de muchos modos, tericamente, de infinitos modos, las formulaciones de las leyes 6o sea, las respuestas a las preguntas tericas7, se espera que sean lo ms precisas posible. -lo son abiertos los modelos ms generales de preguntas 6qu! fue1, 0por qu! fue as1, 0qu! leyes se deducen de los resultados de la investigacin17, para las que no se puede dar ni una lista completa de respuestas directas ni un esquema de respuesta directa. +entro de este grupo, muchas veces, formulamos preguntas cerradas 6que proporcionan un esquema de respuesta7. %or e"emplo, al formular la pregunta abierta, B7 (U%or qu! se al$ #itler con el poder en Alemania1), preguntarnos, entre otras cosas2 *7 (iKu! grupos sociales apoyaron al N-+A% en BLSS1). *as preguntas factogrficas a las que contestamos por medio de una narracin 6por e"emplo, 0cmo lleg a eso1 0Cmo ocurri17, las preguntas e3plicativas 6dpor qu! ocurri17 y las preguntas sobre leves son preguntas abiertas, y las preguntas factogrficas que requieren una respuesta de una sola frase son cerradas. Iunto a las preguntas abiertas y cerradas, la teora de las preguntas distingue la segunda clasificacin fundamental, o sea, entre preguntas de decisin y preguntas de complementacin. n el primer caso, se toma <na decisin entre dos respuestas 6o entre un n,mero finito de respuestas7, que son mutuamente
e3cluyentes, de modo que slo una de ellas es cierta 6%reguntas con (hacer)7. *as preguntas de m,ltiple decisin se pueden dividir 6por el procedimiento binario7 en series de binarias. *as preguntas de decisin se %lantean cuando adelantamos una hiptesis 6es decir, una suposicin -re la respuesta aceptable7. Al contestar a dicha pregunta, elegimos entre o ms7 respuestas rivales, una de las cuales es siempre una negacin ela otra.. #e aqu un e"emplo de pregunta de decisin en la investigacin BiPtArica2 E7 0*as gran"as seoriales se desarrollan siempre que hay un &t mercado para los productos agrcolas y un sistema de estricta servi) bre de los campesinos1 n este caso, se formula una hiptesis= prel uiitamos si tiene un buen apoyo, y si se demuestra que es as, obtenemos de las,afirrnaciones $B,..., $) -on e3actamente todas las verdaderas1) 6A partir de ahora utili$aremos, respectivamente, los smbolos AFu, AFa, AFe'. As, podemos preguntar2 S7 0:ue -uecia, o .usia, o %olonia, la victoriosa en la 9atalla de %oltava1 6hay que indicar la ,nica afirmacin cierta7= V7 0&omaron parte en la 8uerra de los &reinta Aos %olonia, -uecia, Alemania, .usia1 6hay que indicar por lo menos una afirmacin cierta7= P7 0 n el siglo 3vii, los campesinos polacos traba"aban como siervos, o pagaban rentas, o pagaban un tributo en especies, o estaban libres de obligaciones hacia su seor feudal1 6hay que indicar todas las afirmaciones que sean ciertas7. *as preguntas complementarias 6o preguntas con (qui!n)^ ( qu!)_FQ cul)7, o Qpor_para qu!..1), se plantean cuando no tenemos hiptesis sobre la respuesta= son esenciales cuando buscarnos soluciones 6se llaman tambi!n preguntas dd b,squeda7. *a respuesta a tal pregunta consiste en hacer una eleccin de entre una serie de muchos 6o infinitos7 elementos. n la investigacin histrica, esta categora se puede representar por preguntas como2 M7 (Cules fueron las causas de la 8uerra de los &reinta Aos1)= O7 (Kui!n fue el "efe de las tropas polacas en la 9atalla de 8runGald1)= U7 (Cundc termin la superioridad comercial de #olanda sobre 'nglaterra1)= L7 (iCul era la estructura de la sociedad polaca antes del levantamiento de BUMS1)= BN7 (Cul es la importancia del ;anifiesto del Comit! %olaco de *ibera cin Nacional1)= BB7 (%or qu! era tan numerosa la clase media polaca1F= etc!tera. Al buscar respuestas a las preguntas complementarias, podemos formular preguntas de decisin, con la condicin necesaria de que la serie de respuestas posibles sea finita y conocida. %or e"emplo, al contestar a la pregunta O7 podemos formular una serie de preguntas de decisin2 O)7 (:ue Jvndram de ;as$HoGice el "efe polaco en la 9atalla de 8runGald1)= Or7 (:ue el rey Iagello el "efe polaco en la 9atalla de 8runGald1)= etc!tera. n el caso de la pregunta L7 podernos preguntar2 L)7 Q` 3ista en esa !poca una ]intelligentsiaX1)= Li7 ( ran ms numerosos los campesisos arrendatarios que los siervos1)= etc!tera. %or tanto, dividirnos las preguntas de corn%lc
mentacin en preguntas de decisin. *os tipos de preguntas complementarias son los siguientes2 (qu! afirmacin, en una serie concreta de afirmaciones, es la ,nica verdadera1)= (qu! afirmacin Cpor lo menos unaC, en una serie concreta, es cierta1)= (cules son todas las afirmaciones ciertas Ci una serie concreta1). *as preguntas de complernentacin tienen parte de lis preguntas factogrficas, preguntas e3plicativas 6preguntas de (por que7@7 5 preguntas sobre las leyes. n la investigacin histrica, son las preguntas abiertas y las preguntas de complernentacin las que "uegan el papel fundamental 6estas ,ltimas PNe len dividirse, en el proceso de investigacin, en preguntas de cornplemi tacin cerradas y preguntas de decisin= !stas son preguntas cerradas por su propia naturale$a, mientras que las preguntas de cornpZerrcntacin pued ser abiertas \cfr. preguntas B7, M7, L7, BN7Z, o cerradas \cfr. pregi.uZtas O7, `` a pesar de que no siempre se puede dibu"ar una lnea de d,2aiarcacifl ClCB *as respuestas a las preguntas tic romplemcntacin De E *!o saIas a la lu$ de la te `ra de la comunicacinC se cta2 iic , o@ oc adir) ci is e EF B FB B nl)7 6c s i como corn,@) t 6 lacin deI. 8iedyinia7. *oa rc-pucta directa a una peo o Fc ClA@D@ viene implcita, en cierto modo, por la pregunta de `Qhacer). -i la pregunta est aislada, la respuesta es una aseveracin afirmativa o negativa2 por e"emplo, la respuesta directa a la pregunta E7 es (siempre ocurre que las gran"as seoriales se desarrollan...), o Q`no siempre ocurre que las gran"as seoriales se desarrollan...). -i es una pregunta m,ltiple, la respuesta a una pregunta A Fu es el con"unto de las negaciones de todas las afirmaciones e3cepto una, mientras la respuesta a los dos restantes tipos de preguntas de decisin 6preguntas AFa, AFe' es, respectivamente, una afirmacin implcita en una parte de la pregunta m,ltiple o un con"unto de estas afirmaciones. sto ocurre porque en el primer caso tenemos que indicar la ,nica afirmacin cierta en una serie concreta de afirmaciones= en el segundo caso, al menos una afirmacin verdadera, y en el tercero, todas las afirmaciones verdaderas. ;ientras que en el caso de las preguntas de decisin sealamos una respuesta directa especfica, en el caso de las preguntas de complementacin slo podemos dar un esquema de la respuesta &daturn "ucestionis', que incluir lo desconocido de la pregunta 6una variable7. l esquema de la respuesta a la pregunta B7 es2 ( n BLSS, el N-+A% obtuvo el apoyo de los partidos 3B 3)). Al buscar una respuesta para una pregunta de complementacin, intentamos definir el alcance de lo desconocido, y despu!s lo reducimos gradualmente. <na respuesta indirecta es una respuesta indirecta completa o una respuesta parcial. -i la pregunta es2 (Kui!n mat al %residente >ennedy1), entonces, una respuesta indirecta completa puede ser2 Q` l %residente >ennedy fue muerto por una persona que era un tirador). Como puede verse, esto nos acerca a una respuesta directa. <na respuesta parcial es la que se deduce lgicamente
6qui$s en unin de una afirmacin aceptada7 de una respuesta directa. .educe, por tanto, el campo de lo desconocido de la respuesta. %or e"emplo, la afirmacin2 ( l documento se reali$ en el BBEO d. C.), es <na respuesta directa a la pregunta sobre la fecha de cierto documento= pero si no conocemos la fecha e3acta, construimos una respuesta parcial 2D6que seala un perodo de tiempo del post "ueui ( ante "uesn'G ( l documento se reali$ entre el BBEV d. C., y el BBSN d. C.), y buscamos, en lo %o-ible, una respuesta directa. -e puede advertir fcilmente que la respuesta e %arcial en consideracin es una consecuencia de una respuesta directa 6que, en nuestro caso, requiere una estimacin de cuestin7. *a distincin entre las respuestas directas e indirectas es importante E%ara la metodologa de la historia, ya que est relacionada con el problema del establecimiento d).. hechos d,iecto e indirecto 6cfr capitulo ?'?7 -i tene os informacin directa sobre los hechos que nos ocupan tendremos ms !%osibilidades de dar una respuesta directa desde el principio, pero si nuestros datos 6unidades oc informacion7 son solo indirectos entonces intentamos encontrar una respuesta duecta 6hipotetica7 a base de formular series de respuestas parciales, indirectas e intermedias. l caso de la datacin de un documento 6cfr. el e"emplo del prrafo anterior7 se refiere a una situacin e la que no se puede conseguir una informacin directa 6fiable7 sobre los datos del aublcrna. Corno la e3plicacin causal scte tener lugar tambi!n a trav!s de un procedimiento de comprobacin, una respnesta a una pregunta e3plicatiF se utle constrair por medio de respuestas indirectas. %or e"ena Ab, al plantear la prenanta2 (0%or qu! adebant 'nglaterra a BDblanda en el ,ltima es una hiptesis de construccin. sto se resume en el siguiente esquema2 C #iptesis formuladas en la lectura de la informacin de la fuente C #iptesis formuladas en el curso de la crtica e3terna e interna de la fuente #iptesis formuladas en el establecimiento de los hechos 6simples o incluidas en secuencias gen!ticas7 C #iptesis que e3plican los hechos :liptesis que formulan leyes C BDliptesis que integran los datos sobre el pasado #iptesis de 6periodi$acin y clasificacin de los datos7 construccin. %or supuesto, la clasificacin en hiptesis factogrficas y e3plicativas no significa que al leer las fuentes, ocuparse de la crtica de fuentes y establecer los hechos no se recurra a procedimientos tpicos de la e3plicacin causalU. *a clasificacin anterior se usa para destacar la tarea de un procedimiento concreto. n el primer caso nos ocupamos de establecer los hechos, y en el segundo, de las e3plicaciones causales. *a segunda clasificacin de las hiptesis histricas adopta como criterio los
tipos de pregunta a los que intenta contestar una hiptesis dadaL. n esta clasificacin, las hiptesis ms frecuentes son2 #iptesis (qui!n_qu!). #iptesis (dnde). #iptesis (cundo). #iptesis (cmo). #iptesis (por qu!). 6Cada grupo incluye tambi!n sus derivados.7 #ay que advertir, adems, que los historiadores constantemente formu lan y comprueban hiptesis en el curso de la investigacin, pero slo usan e3plcitamente el t!rmino hip.tesis o sus anlogos en ciertos casos. *o hacen, sobre todo, cuando se ocupan de establecer 6menos frecuentemente, ele e3plicar7 hechos que son ms importantes, en el proceso histrico, para un estudio dado, pero sobre los que no hay suficientes datos en fuentes. +e este modo, numerosas afirmaciones sobre la autora de diversos te3tos, cartas, etc., han sido incluidas en la ciencia histrica con la etiqueta de hs%o tesis= en otros casos, esto se refiere a hiptesis que atribuyen ciertas acciones a ciertas personas, establecen la naturale$a de ciertos grupos PR@ ciaes, sugieren descripciones de sucesos sobre los que faltan datos, etc!tera. A veces se llama aseveraciones a tales afirmaciones, d!bilmente sustent das, o untos de vista. opiniones. suposiciones, etc!tera, usando estos t sic iscFdo alternativo. Normalmente, una afirmacin que se ha claP como hiptesis, es decir, muy d!bilmente sustentada, sigue si!ndolo durante mucho tiempoF aunque aumente el grado de sustentacin. l descubrimiento de fuentes que den informacin nueva y esencial ofrece la mayor oportunidad para que tal afirmacin se libere de la etiqueta de hiptesis. -i esto no ocurre, permanecemos en la esfera de hiptesis nuevas cada ve$, que tienen varios argumentos en su favor, pero que siguen siendo hiptesis. ste es el caso, por e"emplo, de las hiptesis que intentan e3plicar el significado del t!rmino naroc)ni1, encontrado en algunos registros medievales polacos, o de las que intentan establecer cul era la poblacin de %ars antes de la 8uerra de los Cien Aos. l t!rmino, frecuentemente usado, hip.tesis de traba!o, es una variedad especfica del t!rmino hip.tesis, usada cuando un investigador desea subrayar su carcter heurstico, es decir, cuando no la considera 6o no pretende considerarla7 como una hiptesis fundada. V. 4a estructura de las teor#as hist.ricas ( los modelos metodol.gicos *os historiadores usan el t!rmino teor#a muy a menudo. %or e"emplo, se refieren a tal o cual teora de la formacin de las ciudades, la aparicin de la tierra desocupada en los pueblos medievales europeos o el nacimiento de la economa seorial y de servidumbre. ;ientras que las hiptesis se formulan, muchas veces, sin ser llamadas de ese modo, al lado de afirmaciones menos
numerosas que son llamadas hiptesis de modo e3plcito, en el caso de las teoras slo nos ocupamos de las series de afirmaciones que los histodadores llaman teoras. %or tanto, slo nos interesan aqu las teoras que los historiadores clasifican como tales. %odran llamarse simplemente teoras histricas. l problema de las tareas tericas de la investigacin histrica y el papel de las teoras dentro de ella se discutir en otro lugar 6cfr. captulo ??4'7. n general, pero con una reserva que anali$aremos ms tarde, las teoras histricas son una subclase de las hiptesis. s cierto que los historiadores no suelen llamar hiptesis a las teoras, pero la estructura formal de las teoras histricas y de las hiptesis es la misma. %or tanto, todos los comenD topos sobre las hiptesis valen para las teoras. 0Ku! distingue entonces a las teoras de otras hiptesis histricas1 A partir de un detallado anlisis deun n,mero bastante grande de teoras e3tradas de los estudios histricos de diversas clases, tenemos que llegar a la conclusin de que no es posible senalar unas propiedades de las teoras que permitan distinguirlas de otras hlpotesis con precisin adecuada. -lo podemos sealar los tres rasgos que suelen caracteri$ar las teoras histricas. l primero de ellos se refiere al contenido de las afirmaciones= el segundo a su estructura, y el tercero, al nivel de la investigacin histrica que representan. n primer lugar, las teoras se refieren a ciertos sucesos r son ms importantes desde el punto de vista del proceso histrico. & grado de sustentacin, en comparacin con las hiptesis 6incluso en Arnparain con las que se llaman as de modo e3plcito7, no es mucho malcr, 5 en pinchos casos resulta ser moy pequeo, incluso menor uuc en ci Caso de las hiptesis fundadas que se llaman as e3plcitamente. l segundo a-gN se refiere a una estructura de las teoras ligeramente diferente, que atareiS,oP ms tarde. l tercero es que nielen ser hiptesis que ofrecen ?plicacicnes Cau-ales o conduces 6es decir, sealan causas o describen Leuencias de sucesos desconocidas7, aunque aigDunas se refieren a un simple establecimiento de los hechos. %or tanto, las teoras suelen ser respues6as a las preguntas de (por qu!) o (cmo), y a veces, tambi!n, a preguntas de (qui!n_qu!), (dnde), (desde, dnde), etc!tera, preguntas que conciernen a problemas importantes en el proceso histrico. sto sugiere una clasificacin de las teoras histricas como factogr. ficas, gen!ticas y causales, es decir, una clasificacin que se acerca a la aplicada a las hiptesis. &odos estos tipos de teoras ofrecen una descripcin hipot!tica de lo que ocurri en un lugar * en el tiempo tP t,,, qui$s con un ob"eto o, si nadie vio o pudo ver los sucesos o si no e3isten los informes fiables que se podran haber hecho sobre las observaciones. *a formulacin (qu! ocurri) significa, en este caso, o la descripcin de un sistema concreto en el perodo t* a@F, solamente, o la definicin de la6s7 causa6s7 de la diferencia entre el estado del sistema en el momento fi y en el momento *,, &ambi!n puede incluir tanto una descripcin de la transformacin del sistema como una definicin de las
causas de esa transformacin. *as opiniones sobre el lugar de origen de los pueblos indoeuropeos pueden servir como e"emplo de una teora factogrfica. *a teora asitica que aseguraba que el lugar de origen haba estado en Asia, predomin hasta mediados del siglo 3i3. :ue seguida por otra teora, en la que la opcin AsiaD uropa se sustituy por la opcin $ona de bosquesD$ona de estepas= en este ,ltimo caso poda ser uropa, o Asia, o las dos BN. n el caso de la segunda teora, nos encontramos con un establecimiento indirecto 6ya que no e3isten datos dire!tos del lugar de origen de los indoeuropeos7 de un hecho histrico especfico. *a cuestin no es contestar la pregunta de por que se establecieron los indoeuropeos en la regin esteparia de uropa o de Asia, sino averiguar dnde haba estado su lugar de origen. D *os intentos de e3plicacin de la formacin de las ciudades en %olonia 6y en otros muchos pases7 se pueden sealar como e"emplos de una teArla gen!tica, es decir, una que sugiere una descripcin hipot!tica de los estadios sucesivos de un suceso, o slo de su primer estadio. l desarrollo de los estudios de gran alcance, especialmente los arqueolgicos, de la formadoN de las ciudades, haba sido precedido por el predominio de la teora colonial &;olonialtheorie' del origen de las ciudades, fomentada por los historiadores alemanes. sa teora relacionaba el origen de las ciudades polacas con los asentamientos basados en la ley alemana 6es decir, la ley de uropa occidee tal, que lleg a %olonia a trav!s de Alemania7, lo cual significaba que < ciudad se originaba en los derechos concedidos a los colonos &locatio civitatel y en una afluencia de poblacin alemana. sta teora comen$ a ponerso en duda cuando se averiguaron hechos que eran incompatibles con ella se demostr que las ciudades haban e3istido en %olonia mucho antes de asentamiento de los alemanes, y que la difusin de la ley municipal alernaR no se poda identificar con el proceso, mucho ms restringido, de la afluefl de colonos alemanes. sto significaba que la teora colonial no deseas BN apropiadamente los estadios de desarrollo en la historia de las caud polacas, en especial los estadios iniciales de su formacin. %or tanto, la colonial Comen$a a ser sustituida por diversas variantes de la tcoiDa origen nativo de las ciudades, de las que se pueden aplicar a %olonia la tenD@P de los lunares cte mercado 6que resiala las ferias CAillA prinler votumen B, 4arsovia, BLMV, prs .SL y rs. -u autor est en favor clc la R`` nr C-tvnas 6vn su verdn curoasi-tica7 6cfr. pg. VL7. desarrollo de las ciudades7 y la teora de las pla$as fuertes 6que seala como n,cleos de las ciudades a los asentamientos alrededor de las pla$as fuertes7. astas no son teoras rivales, sino complementarias. n la investigacin histrica nos solemos encontrar, la mayora de las veces, con teoras causales que formulan las ra$ones hipot!ticas de ciertos sucesos histricamente importantes. Nos proporcionan e"emplos los intentos de e3plicacin de la revolucin de los precios en una uropa del siglo 3vi,
originados en BPMU por la famosa pol!mica entre I. 9odin y ;. ;alestroit. Algunos estn en favor de la teora metlica, que relaciona la revolucin de los precios, sobre todo, con el flu"o de metales preciosos de Am!rica a uropa, mientras que otros se inclinan a subrayar el papel del auge econmico de uropa como causa principal del al$a general de los precios B. Atro e"emplo de teoras causales se puede ver en las e3plicaciones del nacimiento de la economa seorial y de servidumbre en uropa central y del este. *a discusin ha durado unos cien aos 1-. y las causas de la economa seorial y de siervos se han visto en un cambio de naturale$a de los e"!rcitos, que, supuestamente, for$ a la clase media a dedicarse a la agricultura 6teora militar7= en la cada del valor de las rentas de los terrenos en la dad ;edia, que redu"o los ingresos de la clase media 6teora de las rentas7= en la e3istencia de $onas desocupadas en los pueblos, que tenan que, o podan, cultivarse 6teora de las $onas desiertas7= en las buenas condiciones naturales para la produccin agrcola 6teora de las condiciones naturales7= en la situacin del mercado, que era favorable a la e3portacin de cosechas de cereales 6teora del mercado7, y, con"untamente, en la naturale$a de la servidumbre y la situacin del mercado 6teora de .utHoGsHi7. -e puede decir que bastantes de esas e3plicaciones causales que se refieren a sucesos importantes sobre los que falta informacin precisa, son llamadas teoras. *a estructura de algunas teoras histricas se desva de lo que se conoce Como teoras en el sentido de la metodologa general. n esta ,ltima, una teora se entiende corno2 B7 un sistema deductivo 6cornP la teora de la serie7= E7 una serie coherente de teoremas, en Ia que todas, o al menos una hiptesis es una afirmacin estrictamente general 6es una lev o tiene forma de ley7. n este sentido, las teoras histricas son una variedad de las teoras empricas, pero esto se refiere slo a las teoras histricas que se pueden incluir en el ,ltimo grupo. se grupo, por tanto, slo puede incluir las teoras histricas que estn formadas estrictamente por afirmaciones generales 6cfr. captulo ??47, pero en Ia investigacin histrica encontramos tambi!N teoras 6es decir, afirmaciones denominadas as por los historiadores7 que son con"untos de afirmaciones de observacin 6histrica7, y no D`ACluyen afirmaciones estrictamente generales 6cfr. captulo ??47. +e los grupos de teoras mencionados anteriormente, las teoras factogrficas 5 gen!ticas 6o sea, las que formulan sugerencias sobre el establecimiento e ciertos hechos7 pueden estar formadas por afirmaciones histricas solamente mientras que las teoras causales deben incluir Caunque slo sea Como supuestos latentesC afirmaciones que sean leyes 6esto no se refiere la e3plicacin causal que omo ce cienomina teora, ele acuerdo con las do las cp#ciienc cansaba= ctr. captulo ??'7. -in embargo, as leyes pneclen tflCil nraDe ssnhin dentro rio las teoras factoprficas y gen!B l prctblcni2s vr anD,pM=tticr@P@ tratado por P4. >nla, Prclclcniv n)alodv
ticas. %or tanto, las teoras histricas tienen un carcter variado2 van desde series de afirmaciones histricas solas, hasta con"untos de afirmaciones histricas con otras estrictamente generales, sin que, sin embargo, se conviertan en series de, solamente, afirmaciones generales estrictas. sto se puede ilustrar con el siguiente esquema, que muestra la e3tensin de las teoras empricas en el sentido de la metodologa general, por un lado, y las teoras histricas, por otro.
6profundas7, o a las relaciones y los hechos descritos en t!rminos que se acercan a los fenmenos superficiales, o a la propia superficie. ;ientras que las teoras histricas nos. permiten reconstruir diversos fragmentos del pasado, al margen de su lugar y su papel en la estructura entera del pasado, el modelo se ocupa del descrbrimiento de las relaciones 6y hechos7 que son esenciales desde el punto de vista de un fragmento concreto del pasado. l procedimiento, por tanto, consiste en la reconstruccin de una estructura de muchos niveles 6"errquica7 del mundo, en la que hemos distinguido las clases de hechos histricos que sirven para e3plicar el proceso histrico como regularidades, causas primarias y causas secundarias 6cfr. captulos ? y ?''7. sto se consigue por medio de una seleccin especfica 6que >. ;ar3 llam abstraccin, y para la que *. NoGaH ha populari$ado el t!rmino ideali$acin7, que se rige por el sistema de valores del investigador y por su conocimiento general 6cfr. captulo ?4''7= en el curso de esa seleccin de"amos de lado la labor de las causas secundarias 6e incluso de algunas causas primarias7, es decir, adoptamos una serie de presupuestos ideali$adores. sto produce una serie de afirmaciones sobre un fragmento del pasado 6un hecho histrico7 que se ve privada de algunas de sus caractersticas. ste hecho se llama a menudo un tipo ideal, y la serie de afirmaciones 6teoremas7 sobre !l es un modelo. n flotacin simblica, se podra registrar as2 donde T representa una descripcin de un fragmento del pasado despu!s de de"ar de lado sus caractersticas secundarias 6un tipo ideal7 y aB. a) representan los diversos tipos de comportamiento de ese tipo ideal. -in embargo, hay que notar que estamos hablando aqu de modelos realistas, es decir, modelos que Cen la intencin del investigadorC deben ser isomorfos respecto a los hechos. sta es la naturale$a del m!todo de 'C;ar3 de la abstraccin, tan e3plotado por !l en su Capital. %ero tambi!n encontramos modelos que son denominados instrumentales, y que sirven solo para ordenar los hechos. n su caso, el refle"o isomorfo de la estructura del mundo cambiante no es importante. stos modelos pueden consirse intencionalmente= esto vale para los tipos ideales de ;. Teber 6confrontese captulo 4''7 y las (estructuras) de *!viD-trauss 6cfr. captulo 4''7, illie clasifican los hechos seg,n ciertos criterios convencionales. %ero tambd fl pueden derivar de la falta de una teora que se adec,e a los hechos= -o vale, por e"emplo, para los intentos que hi$o I. ;arc$eGsHi 6cfr. ca<lo ??7 de comprimir la economa del siglo 3viii en el marco de un RAdelo que refie"ara las condiciones predominantes en el capitalismo actual. n la investigacin histrica, nos encontramos tambi!n, cada ve$ ms, % los llamados modelos contrafactuales 6cfr. captulo ??'''7. *os sugieprincipalmente, historiadores econmicos americanos que representan Nueva #istoria conmica 6.. T. :ogel, -. *. ngerman, %. &emin, ] :i@hBNy.= y otros7. n su caso, lA- afrrr,ac.iones hechas sobre las reguaridades contin,an siendo realistas= slo suponen que ciertos hechos 6por Iepo la
e3istencia de ferrocarriles en Norteam!rica en el siglo 3i37 no 5Beron lugar, e investigan cul habra siclo el ioceso histrico sin esos ichos sto les permite destacar me"or el papel ce esos factores cii rl asado. *os historiadores que son miembros deZ grupo llamado Nueva #isELB &eoras histricas Afirmaciones de observacin 6histricas7 Afirmaciones estrictamente generales OLN
toria conmica no se limitan, por supuesto, a utili$ar modelos contra. factuales. -us obras ofrecen una amplia variedad de modelos de diversos tipos, inspirados por la teora econmica. +e este modo, contribuyen tambi!n al desarrollo actual de los m!todos cuantitativos 6cfr. captulo **! /+ P. Es"uemas de procedimientos hipotticos en la investigaci.n hist.rica <na hiptesis, al ser planteada, adquiere el status de afirmacin cientfica, es decir, comien$a a incluirse en el cuerpo de conocimiento cientfico aceptado, slo corno resultado de un proceso de sustentacin. *os problemas de la crtica, comprobacin, decisin, confirmacin, y sustentacin 6tambi!n llamada fundamentacin7 de las hiptesis estn entre los ms cruciales de la metodologa cientfica general, y han sido muy tratados ,ltimamenteBV. n la investigacin histrica, ese procedimiento se identifica con la crtica histrica o el m!todo crtico. *os problemas detallados de la sustentacin de las hiptesis pertenecen, por supuesto, a las t!cnicas de la crtica de fuentes, los m!todos de establecimiento de los hechos y la e3plicacin causal, y sern tratados en los captulos correspondientes del libro. Iunto a los estadios en el mane"o de las hiptesis tenemos que distinguir los m!todos y esquemas para su mane"o. *os m!todos, de modo muy amplio, incluyen2 adquisicin de datos nuevos 6el principio de ampliacin del conocimiento propio7 e inferencia, es decir, aceptacin de ciertas afirmaciones 6conclusiones7, basada en la aceptacin de otras 6premisas7 6el principio de inferencia7. n los diversos estadios se usan los m!todos adecuados, que forman la estructura general de los esquemas. n el mane"o de las hiptesis 6no slo en la investigacin histrica7 tenemos que distinguir tres niveles2 la formulacin de una hiptesis, -< sustentacin, y su comprobacin. l t!rmino (sustentacin) se puede entender de modo ms amplo, de modo que incluya el proceso de comprobacin@ 0 Cfr. *. NoG@aH, H podsta: n)ar1so:s1ie! metodologii uau1, 6*os fundamP@ tos de la metodologa de las ciencias mar3istas7, 4arsovia, BLOB, pgs. BODBNL= *.
NPs vaH, 5odel e1onom)c).ri( 6;odelo econmico7, un estudio sobre la etodolAgBa de la economa poltica, 4arsovia, BLOE= I. &opolsHi, (;ar3 et la m!thode des mod!les), 5tliodologie de lhistoic@e et des sciences liumaines, ;!lan,ges el l@honneur de :ernand 9raudel, &oulouse, BLOE, 1#!s+ VSPDVVE= I. &opolsHi,, ;odel ;ethod in conomic #istory), The <ournal of Europeau Ecor)omcc Hl0tC, volumen B, n,m. S, BLOE, pgs. OBSDOEM= #. 4an +er Tee 6con la colaboradNP #. +rems y . CauGenberghe7, 5thodes et techni"ues nonvelles en h)0t,IhhC conomi"ue "uar)titative, en 5thodologie de lliistoire el des sciences hufl*a**fJ ;!langes en l@honneur de :ernand 9raudel, pgs. VVSD VPE= .. T. :ogel, -. '. e1 germann 6eds.7, The Keinterpretation of 2merican Histor(, Nueva 5orH, van-tN -an :rancisco, *ondres, BLOB. *a literatura de la materia se ha hecho act< mente muy amplia, y las publicaciones enumeradas slo sirven de e"em%lo % las discusiones sobre la Nueva #istoria conmica, ver .. *. Andreano 6cd.7, D. NeG Economic Histor(G Kecent Papers Ln 5eehodologv, Nueva 5orH, *ofl,,@ -ydney, &oronto, BLON. -obre las nuevas tendencias metodolgicas en las 23. :. punas histricas, aparte de la historia econmica, ver .. %. -Gierenga 6ed.7, tification !o 2merican Histor(, Theor( aud Kesearch, Nueva 5orH, BLON *as dones de historiadores de varios nases sobre el estado actual de la metR e^ loga de la investiracin histrica estn recogidas en :, 8ilbert, -. .. 8iat 6editores7, M<)slor)cal 0tudies Todav, Nueva 5orH, BLOE. 4 sto re ve co el Coloquio 'nternacional sobre ;elodo^oga CIefl celebrado en 4arsovia del BU al ES de septiembre de BLMB. *as poiieocl--. 7 all fueren publ icarios en El fnodemeoto de irsa of irocaciooes y 5OS PCC304, 4arsovia, BLMP. *a cuestin eonesDal fue presentada por >. A"duHicsvlc_, &I artculo Q` l problema del fundamento,F, pgs. BDii. ELE Los esquemas de mane-o de las hiptesis en la investigacin histrica difieren entre s, por un lado, segn busquemos una respuesta a una pregunta de decisin o de complementacin, $ por otro, segn nos encontremos con un establecimiento de los hechos directo o indirecto (cfr. captulo A&A). 4orno las fuentes no se refieren directamente a las causas de los hechos, $, si proporcionan esos datos, suelen tener una importancia secundaria para el historiador, las explicaciones causales est n incluidas, -unto con el establecimiento indirecto de los hechos, entre los procedimientos indirecQ. tos de construccin de narraciones histricas. *n el caso de las preguntas de decisin (sean simples o mltiples), el esquema de mane-o de las hiptesis (que no supone, por supuesto, el orden de los pasos) es como sigue% 1) Bormulamos una pregunta que ataRe a un terreno dado. ') *stablecernos el tipo de pregunta 0PD , ?Da, ?De). D) 4omprobamos, a la lu" del cuerpo de conocimientos que tenemos (con respecto a ? Da $ PDe), si es cierta por lo menos una respuesta directa (es decir, si queda satisfecha la aseveracin positiva de la pregunta) $ si es falsa por lo menos una respuesta directa (es decir, si queda satisfecha la aseveracin negativa de la pregunta), $ con respecto a P
D , si podemos esperar que slo sea cierta una respuesta directa (la aseveracin de la unicidad). *sto significa que comprobarnos si la pregunta ha sido planteada correctamente1 tal comprobacin puede ser de naturale"a hipottica. 2uede ser que la respuesta obtenida anule la aseveracin positiva de la pregunta (cuando no satisface esa aseveracin)1 puede anular tambin la pregunta. <) *legimos la respuesta (bas ndonos en datos directos o indirectos). 8) Sustentamos $ comprobamos la hiptesis averiguando si sus consecuencias son aceptables a la lu" del cuerpo ele conocimientos que tenemos. Los puntos 1), ') $ D) corresponden al estadio de la formulacin de las hiptesis en cuestin, $ los puntos <) $ 8) a sH sustentacin $ com probaci Q *n el caso de las preguntas de complernentacin, los puntos 1), ') $ D) son [Ks mismos. 2ero entonces no elegimos una pregunta de entre las muchas 2osibles, sino que <) averiguamos lo desconocido de la pregunta (si obtene&liKs informacin directa completa sobre ello) o intentamos acercarnos a eso desconocio (Si no podernos adquirir esa informacin directa). *ste 5acerum ito6 se basa en los datos que seRalan qu valores puede adoptar lo desconocido de la pregunta. *stos datos pueden reducir el campo de lo &esconG4-G, $ son respuestas parciales a la pregunta planteada. Si slo 2odemos conseguir datos indirectos, las respuestas parciales son hiptesis. respuestas a ellas no significan la certe"a de que el problema se ha eSuelto correctamente. 2ero tal hiptesis, distinta de la que se formul _` un primer momento de nuestro proceso, podra denominarse una hiptesis sustentada *n la investigacin histrica, las preguntas de decisin $ de compler)Sentacin se plantean alternativamente, a medida que se est resolviendo )ln 2roblS1S. 1'1 grado de certe"a de la respuesta a la que llegamos $ &4 Kdifieaci n de los esquemas generales de mane-o de las hiptesis dependen, Sobre todo, de si las fuentes proporcionan datos directos, o slo -udit ecl sic, Sobre ci (los) hecho(s) que nos interesan. La naturale"a ile tales datos eteinsiua tambin, en gran medida, 1G8 esquemas cte inferencia (fiable o =a>l&) que usamos en la sustentacin. Si establecemos hechos que est n sustentados $ comprobados princi. palmente por referencia a los datos directos contenidos en las fuentes, tenemos que examinar la autenticidad de las fuentes, $ la fiabilidad de los datos que proporcionan (cfr. captulo A;&&&). 4omo esto suele tener lugar antes de formular la hiptesis, se puede incluir el examen de la autenticidad $ fiabilidad (de las fuentes $ de los datos, respectivamente) en el nivel de la formulacin de la hiptesis (esto es lo que se inclina a hacer J. #ied$mm). *ste autor se inclina m s bien a considerar el examen de la autenticidad $ de la fiabilidad como elementos del proceso de sustentacin. Si estamos convencidos de que la fuente que contiene datos pertinentes se remonta realmente al perodo del pasado que corresponde, $ por tanto puede contener los datos mencionados, $ si esos datos son relativamente ciertos, entonces aceptamos que los hechos a los que se refieren son igualmente ciertos. Cenemos que reunir las siguientes afirmaciones, que se reconstruir n total. mente porque la inferencia implicada es de naturale"a entirnern tica (es decir, inclu$e premisas que se asumen t citamente)% 2remisas% 1) Si la fuente es autntica $ contiene datos fiables, podemos (o, en una versin m s dbil, solemos poder) aceptar que los hechos sobre los que informa ocurrieron (la premisa t cita). ') La fuente .9 es autntica $ contiene datos fiables ($ los datos que ataRen especficamente al hecho A son fiables).
4onclusin% D) *l hecho A, al que se refiere la fuente x, ocurri (o% ocurri con una probabilidad adecuadamente alta, de modo que la afirmacin sobre ello est adecuadamente sustentada). 4orno puede verse f cilmente, esto es inferencia deductiva (tambin puede aparecer la llamada deduccin debilitada) ]. Las premisas son, obvia mente, conclusiones sacadas de una serie de casos de inferencia m s o menos comple-os. *l examen de la autenticidad de la fuente $ de la fiabilidad de las datos es un procedimiento m s complicado, que se tratar de modo separado (cfr. captulo A;&&&). 2or el momento, mencionemos que los pro. cesos mentales envueltos son similares a los implicados en el establecimiento indirecto de los hechos $ en la explicacin causal. Si el examen de la auten ticidad de la fuente o de la fiabilidad de los datos produce un resultado negativo, el hecho que nos ocupa debe ser establecido de modo indirecto. *n el caso de un establecimiento indirecto de los hechos $ de las explicaciones causales, las hiptesis se sustentan $ se comprueban en dos pasos. *l primero ataRe al examen de la autenticidad de las fuentes F la fiabilidad de los datos que proporcionan, $ es, por tanto, idntico al anali"ado anteriormente, suponiendo que los hechos sustentados en ese paso se refie 1 K La inferencia deductu a entre otras cosas puede adop ar la forn1 dci mod s ooi codo ponens $ del mod s tollendo tollens La deduccin ser tratada m s adelante (ver captulo A&A). '>< ren slo indirectamente al hecho que nos ocupa, es decir, son Icomo hemos decidido llamarlosI sus sntomas. *l segundo paso del examen de la autenticidad $ fiabilidad consiste en averiguar las consecuencias de la adopcin de una hiptesis dada 1? (si fuera como afirma la hiptesis H, entonces tendramos que aceptar que a u) $ en asegurar que esas consecuencias tuvieron lugar realmente o al menos con ui gran grado de probabilidad. Si ocurrieron, $ si no est n en contradiccin con otros datos basados en fuentes $ el conocimiento que aceptarnos (la serie de afirmaciones que aceptamos como verdaderas), entonces la hiptesis se suele aceptar. *sta ltima condicin no es absoluta% los investigadores audaces no dudan, muchas veces, en aceptar hiptesis que les obligan a modificar las partes correspondientes de su conocimiento no basado en fuentes (actuando as contra el llamado principio del conservadurismo)1 dichas hiptesis, normalmente, estimulan el desarrollo de la ciencia histrica. *n el caso del examen de las consecuencias de las hiptesis el ra"onamiento suele adoptar la forma de inferencia reductiva, o el esquema del mod s $ollando tolle s en la inferencia deductiva 1@ 0e aqu un esquema de inferencia reductiva aplicada al mane-o de una hiptesis histrica. 2remisas% 1) Si suponemos que un hecho A ocurri en un lugar 3 $ en un tiempo t (o que fue la causa de un suceso), tenemos que suponer que los hechos a u tambin ocurrieron. ') Los hechos a u ocurrieron (o es mu$ posible que ocurrieran). 4onclusin% D) *s bastante probable que ha$a ocurrido el hecho A. Si no se satisface la premisa '), no podemos sacar la conclusin de que ocurri el hecho A, lo cual significa que la hiptesis es contrarrestada. 0e aqu un e-emplo de la aplicacin del esquema del mod s toliendo t<llens en la
sustentacin de la hiptesis que dice que _$ndram de 9as".oPice era el -efe polaco en la batalla de #run/ald. 2remisas% 1) Si suponemos que _$ndrarn de 9as".o/ice era el -efe polaco en &a batalla de #run/ald, tenemos que suponer tambin que, en la *dad 9edia una persona de ba-a condicion $ pequena fortuna que no tenia flinguna ho-a de servicios militar importante, que no fue premiado despus de la batalla $ que no era un miembio del conse-o de guerra podia ser Qn<J2 -efe en una gran batalla. 1? ,lgunos e-emplos de fundamentacin de las hiptesis histricas por la de sus consecuencias nos los presenta 7. #icdvrnin en Z pi=oblemw <giczn2 ch analzzy 'isto? y cne+ ( dgunos pJQoblcmas de los anatisis flitoi icos) cus 4lon citada pags <G <D 1@ B& esquema de la inicie e i icd ictn s es ci ipu ense Si o? K ti por lauto (nicsnie%catc) i 1 L) ?)G 1) Ck ole 434) G 1 1 ?) @ 1 1 fl 1 ni,Kil( lii ei K 8 iii u TT i( 1 ) 0 2 @(?) 1) 811 1 11 ' 1@G i ')8 por tanto q ') *n la *dad 9edia, una persona as no tena muchas posibilidades de haber sido el -efe en una gran batalla. 4onclusin% D) _$ndram de 9as".o/ice no fue (o% lo m s probable es que no fuera) el -efe polaco en la batalla de #run/ald 4omo vemos, la hiptesis ha sido recha"ada, como resultado del proceso de comprobacin, por la incompatibilidad de sus consecuencias con el cuerpo de conocimientos que tenemos. Los estudios medievales proporcionan e-emplos de sustentacin $ comprobacin de hiptesis, que son mu$ interesantes $ a veces mu$ comple-os. *n la ma$ora de los casos, la comprobacin (para refor"arse) se une al intento de recha"o de las hiptesis contrarias. La falsedad de las consecuencias de dichas hiptesis se demuestra para sefialar la probabilidad ma$or de las consecuencias de la hiptesis en cuestin. ,l anali"ar la descripcin del rea tnica polaca que encontramos en Bermania, de C cito, 0. Lo/mians.i escribi que el hecho de que los antiguos conocan mu$ poco el ro Kder, que tena mu$ pocos atractivos a lo largo de su curso, $ la falta de mencin de los burgundios, que en esa poca vivan -unto al ro Kder, exclu$e la posibilidad de que la descripcin de C cito siga el curso del ro Kder1 del mismo modo, no es probable que siga el curso del *lba, $a que no encontraramos a los Muros $ a los 4otinos, $, por el contrario, oiramos hablar de los Semnonios $ los Longobardos, que, sin embargo, C cito describe en otra ocasin. 2arece por tanto que la ruta del mbar, que va desde la 2uerta de 9oravia (o el 2aso de +lod".o) a lo largo del ba-o ;stula es el nico curso posible de la descripcin de C cito 19, *sta ltima hiptesis, por supuesto, est apo$ada de modo mucho m s exhaustivo por 0. Lo/mians.i. 4omo se puede advertir f cilmente, la adopcin de la hiptesis de la ruta del mbar no implica la aceptacin de ninguna consecuencia incKnl patible con hechos conocidos de otro modo. *sto no ocurre en el caso de las o(ras hiptesis% La 'iptesis del <derQ tendramos que suponer que, a) el Kder era bien conocido por los
antiguos1 b) que ofreca atractivos a lo largo , de su curso, $ e) que C cito tendra que haber mencionado a los burgufldlo8 que vivan en ese ro ($a que menciona otras tribus). *l conocimiento 11G basado en fuentes muestra que las consecuencias a) $ b) son inaceptab8 mientras que el conocimiento basado en fuentes muestra que c) C cito 11 menciona a los burgundios. La 'iptesis del ElbaQ tendramos que esperar que C cito mencioflalu a los semnonios $ a los longobardos, mientras que l menciona a los boros $ a los cotinos. La 'iptesis de la r ta del mbarQ no acepta las consecuencias que se deducen de las hiptesis anteriores, $ est de acuerdo con la descrl2cto` de C cito sobre las diversas tribus (es decir, est de acuerdo con nuestro cuerpo de conocimiento). Los e-emplos de tal comprobacin indirecta de las hiptesis histor1cS no deben buscarse exclusivamente en los estudios que se ocupan de . historia antigua. Masta recordar el asesinato del presidente +enned$ $ la controversia subsiguiente sobre la persona del asesino. La sustentacin $ la comprobacin de las hiptesis histricas tiene lugar en dos niveles, por lo menos. *l primer nivel (cu$a terminacin se puede indicar $ definir) coflsiste en la sustentacin $ la comprobacin reali"adas por un investigador concreto. La precisin $ perfeccin de esa sustentacin $ esa comprobacin dependen de su conocimiento $ su tica de estudioso. !e cualquier modo, un investigador debe presentar los resultados de su labor, de modo que puedan sorneterse a inspeccin, sobre todo por parte de la comunidad de estudiosos. :na ve" que los resultados de la investigacin se han hecho pblicos, comien"a el segundo nivel de la comprobacin de la hiptesis, $, tericamente, no termina nunca. 9ientras que incluso el m s consciente de los historiadores se ocupa m s de acumular argumentos en favor de su hiptesis que de buscar sus posibles consecuencias falsas, $ centra sus esfuer"os en la sustentacin de sus aseveraciones tericas, en el segundo nivel la atencin de los crticos se dirige a la bsqueda de posibles consecuencias falsas de la hiptesis en cuestin, es decir, al recha"o de esa hiptesis. Canto la formulacin de una pregunta como la formulacin de una respuesta a ella necesitan datos. La informacin se puede definir de varios modos. 2ara las necesidades de la investigacin histrica es mu$ til interpretar el concepto de informacin del modo m s amplio posible, para que abarque la informacin sem ntica $ la no sem ntica (no lingHstica), interpretacin que es caracterstica tambin de la teora de la informacin. :n e-emplo tpico de informacin sem ntica nos lo ofrecen las formulaciones que encontraanos en las fuentes escritas, $ uno de informacin no sem n&lca, los ob-etos obtenidos en las excavaciones arqueolgicas o. La informacin 5se anima6 slo despus de plantear una pregunta. Se puede decir que la cantidad de unidades 5inanimadas6 de informacin es enorme1 el problema suele ser la falta de preguntas adecuadas. *n la 4&encia en general, $ en la investigacin histrica en particular, las pre7untas se formulan segn cdigos tradicionales, $ es obvio, por tanto, que naentras no cambie el cdigo utili"ado, es difcil esperar cambios visibles n las unidades de informacin, lo cual bloquea el progreso en la invest&gaca *s evidente que una pregunta es una unidad de informacin en s pero esto es lo que podramos llamar una informacin pauta, que fl8&ste en la formulacin de una tarea de investigacin especfica. 2or tanto, en trminos mu$ generales, el proceso investigador del his]flador consiste en formular preguntas en un campo concreto $ en buscar asrespuestas adecuadas para ellas. 4omo ninguna de estas operaciones Qes 2osible sin unidades de informacin (es decir, datos), es tarea esencial, ando reconstruimos el procedimiento investigador del historiador, estaQ (4rer la fuente de sus
datos, el lugar de los datos en su proceso investi6ador, $ la naturale"a de dichos datos. *n su investigacin (o sea, en el flteamiento de preguntas $ en la bsqueda de respuestas a ellas), los iKr1adores usare (&K tipos de datos, que podramos llamar, respectivate,basados $ no basados en fuco Zes. [tenemos que reflexionar, por lauto, - re los conceptos de fuente 118<1G1 leK, conoc&m&ento basado era fuentes, tt basaos 4&& fS-4fllKS, GG1G1 fli4at&) nr) basado en faenicJs ; ilatos 1G) asG8 en fuentes. #ied$mii\, Prob/eazy =ct=c"nc ( .), oil. oil, L E43
xv 'eora del conocimiento 7asado en fuentes 1, El concepto general de $ ente 'istrica *l conocimiento basado en fuentes se extrae de fuentes histricas, en el sentido de fuentes para un problema concreto. Sin embargo, ha$ un concepto general de fuente histrica, adem s del que se limita a un problema determinado 1 *l concepto general es utili"ado por los historiadores cuando intentan definir una fuente histrica en general. *. Mernheim dio dos defi niciones diferentes de fuente histrica, la primera de las cuales ha sido de-ada de lado hasta ahora (excepto por parte de 7. #ied$min)1 se refiere a las fuentes en general como 5el material del que extrae conocimientos nuestra cienciaJS 2 La segunda, m s extendida, dice que las fuentes son \resultados de la actividad humana que, por su destino o por su propia existencia, origen u otras circunstancias, son particularmente adecuados para informar sobre hechos histricos $ para comprobarlos6 . :na defini4iKn parecida es la que dan muchos estudiosos alemanes, que, en ese sentido, siguen a Mernheim de un modo bastante obvio . 4h. ;. Langlois $ 4h. Seig mohos siguen su famosa afirmacin de que \lJhistoire se fait avec des doca rnents6 con la formulacin de que 5son restos de-ados por el pensamiento humano $ las necesidades del pasado (dJautreQfois)6 . *ntre los autores polacos, 9. 0andeisman dice que una fuente es 5: resto fi-o $ conservado del pensamiento, la actividad, o, de modo mas general, la vida, de los hombres6 . S. +oscial.o/s.i asegura que una fuente es 5cualquier resto de la experiencia o la actividad humana en el pasado en otras palabras, cualquier resto de un hecho histrico que sirve parG adquirir informacin sobre el hecho $ para reconstruirlo6 . :na defin1cGfl m s amplia es la que da #. Labuda, que dice que% 5:na fuente histKri puede ser cualquier reliquia psicofsica $ social que, al ser producto 1 traba-o humano $ participar al mismo tiempo en el desarrollo de la v social, adquiere por eso la capacidad de refle-ar ese desarrollo. , caSa de estas propiedades (es decir, por ser un producto del traba-o $ por 2K6] refle-ar los fenmenos), una fuente es un medio de conocimiento que flG, permite reconstruir cientficamente el desarrollo de la sociedad en tO a 4fr. 1. #ied$min, Z probiemdw logicznyc' (,), cd. ch., p gs. <8<?, '8'. sus manifestaciones,S . !os nuevos elementos se han aRadido aqu a la definicin de
Mernheim% la 5participacin6 de las fuentes en el desarrollo de la sociedad $ su 5capacidad6 de reconstruir cientficamente ese desarrollo. *l primero refuer"a simplemente la afirmacin de que una fuente es 5un producto del traba-o humano6, $ el ltimo, al ser una consecuencia de la propiedad 5producto del traba-o humano6 (mostrada por 7. #ied$min), no destaca ninguna otra propiedad por la que podamos distinguir una fuente histrica de todo lo que no es una fuente, $ por tanto resulta superfluo en la definicin . Codas esas definiciones, $ tambin muchas otras que en relacin con su contenid se pueden dividir en las de una parte $ las de dos partes, seRalan (en el caso de las de una parte) slo los 5restos6, 5resultados6, 5productos6, 5reliquias6 de la actividad humana (o slo de la existencia humana), o seRalan tambin (en el caso de las definiciones de dos partes) el hecho de que los 5restos6 $ 5resultados6 5a$udan6 o 5permiten6 el proceso cognoscitivo (reconstruccin) de los hechos histricos. *sto significa que, de acuerdo con las definiciones de dos partes, slo esos 5restos6 $ 5resultados6 son fuentes que contribu$en (o contribu$en significativamente) al conocimiento del pasado. *n la definicin de #. Labuda, el mismo hecho de que una 5reliquia6 es un 5producto6 del traba-o humano le imprime autom ticamente la capacidad de 5refle-ar6 el desardollo de la sociedad. *n otras definiciones no sabemos cmo separar esos 5restos6, etctera, que no se prestan al proceso cognoscitivo histrico, de aquellos que a$udan aese conocimiento. 2or tanto, esta parte de las definiciones es mu$ oscura. 2or eso parecen me-ores las definiciones de una parte. *ntre ellas est , por e-emplo, tambin, la definicin de Labuda, cuando sta de-a sus eleentos superfluos $ sefiala el hecho de que todos los resultados del traba-o humano adquieren autom ticamente la capacidad de 5refle-ar6 el pasado. *stas definiciones tanto las de una parte como las de dos pueden tenel 2rolongaciones m s amplias o m s estrechas. Las m s estrechas (la segunda definicin de Mernhcim $ las propuestas por Langlois $ Seignobos, $ por &.abuda) se refieren exclusivamente a los 5restos6, 5resultados6, etctera, de las actividades humanas (el traba-o humano), $ de-an de lado amplios 4ampos de fenmenos naturales, como esqueletos humanos o animales, restos c plantas, anillos anuales de los rboles, etctera. Las m s amplias abarcan %Ks los datos que nos a$udan a adquirir algn conocimiento del pasado (la primera definicion de Mernheim) o Ien el caso de las definiciones mas plias pero incompletasI limitan los datos a los restos de la existencia Qfibana (0andelsman, +oscial.o/s.i), $ exclu$en, por tanto, otros fenmenos /sturales Las limitaciones impuestas por las definiciones mas estrechas $ por las rS amplias pero incompletas no est n -ustifiadas. teniendo en cuenta lo que se ha dicho sobie el conocimiento historico y sus fuentes tampoco se a-us E # Labuda 2i oha noss e- s$stemats.i 1 nms e- interpi ctac-i 91 oclel di t i c"fl$ch,, (3uevo intento de sistemati"acin $ nueva interpretacin de las fuentes tr1eas), Stdia tan a los procedimientos de investigacin actualmente usados por los histo. riadores, quienes, como es sabido, tambin hacen uso de las fuentes naturales, !e aqu que unas reflexiones posteriores deban partir de una definicin amplia. 0a$ que decir claramente, en este sentido, que el concepto de datos debe abarcar no slo las cosas (en el sntido de ob-etos materiales), Sino tambin las propiedades de las cosas, $, qui" , las relaciones entre las cosas 111 la memoria humana (la tradicin) debe incluirse tambin en el concepto de fuente histrica. *sto nos lleva a la conclusin de que el concepto de fuente histrica abarca todas las fuentes del conocimiento histrico (directas o indirectas), es decir, toda la informacin (en el sentido de la teora de la
informacin) sobre el pasado humano, dondequiera que se encuentre esa informacin, -unto con los modos de transmitir esa informacin (canales de informacin). *l pasado humano se interpreta de forma amplia, $ abarca, por tanto, las condiciones naturales en las que viva la gente. *s decir, el concepto de fuente histrica abarca toda informacin sobre la vida humana en el pasado, inclu$endo los canales de informacin. 2or eso, tanto la informacin de que un suceso s ocurri en un lugar 3 $ en un tiempo t, como el documento (crnica) por medio del cual pudo recibirse esta informacin, son fuentes. !el mismo modo, tanto la informacin de que los aRos x1,..., x, tuvieron inviernos rigurosos, que se deduce de la observacin de los anillos anuales de los rboles, como los troncos de esos rboles que contienen la informacin, son fuentes. *n el caso de la memoria humana (la tradicin) son los seres humanos los que constitu$en el canal de informacin. Cambin ha$ que introducir la diferenciacin entre las fuentes potenciales $ las efectivas (en relacin con el concepto general de fuente histrica). *n nuestros an lisis hemos usado el concepto de fuente efectiva (informacin sobre el pasado m s canales de informacin), mientras que Mernhelfll se refiere a todos aquellos datos de los que el historiador 5extrae su conocimiento6. 2or tanto, por un lado, tenemos un mar de datos, $ por el otro, slo lo que se puede sacar de l. *l concepto de fuente histrica reducido a un problema concreto es todava m s limitado, $a que slo se refiere a una pequeRa parte de todo lo que se puede sacar del mencionado mal de datos. :na fuente potencial es cualquier cosa de la que un historiador puede extraer informacin sobre el pasado, $ una fuente efectiva, la serie de :r11 dades de informacin $a sacadas por l, o listas para ser sacadas. ,hora nos referirmos principalmente al concepto de fuente histr efectiva, necesario en el estudio del problema de la clasificacin de fuentes histricas, que es, en este caso, una extensin de los anallSlS o definicin. 3o es exagerado decir que el problema fue mu$ discutido (cm en el caso ele los problemas de clasificacin en general), especialmente Clan literatura alemana sobre la materia, y en los escritos histricos que esta influidos por los autores alemanes. !iversos estudiosos solan elaborar i1, ;SS elasifieciones, e intentaban persuadir a 0 co7eras $ lctor4S de [1Q recia nueva suerencia era me-or o m s til por todas las .enteflOrds
clasificacioll hechas por 9. 0andelsman $ 8. +oscial.o/s.i, tenemos un estudio crtico de #. Labuda, que sistemati" de una forma enteramente nueva las fuentes. 7. #. !iJo$sen clasific las fuentes en tres clases tambin, pero de un modo mucho menos claro que lo haba hecho Lele/el. Sus tres categoras son% 1) monumentos 0Derzkindler)? ') restos 0!eberreste)? D) fuentes 0X ellen). Los restos significaban para l todos los signos materiales (escritos $ no escritos) de los seres humanos $ de los sucesos, con la excepcin de las informaciones hechas a propsito, que l llamaba fuentes. Los monumentos abarcaban los restos hechos a propsito para ser transmitidos a las generaciones 2osteriores, pero no con la intencin de dar testimonio de los hechos pasados, Sano de servir a las necesidades de individuos especficos, familias, etctera (por e-emplo, documentos legales, medallas, l pidas) 1D - *. MenQnheim divida las fuentes en dos grupos% 1) restos, $ ') tradicin 7.#ied$min, al anali"ar su clasificacin, seRal la carga de manierisnios termlnolg-e s, pero subra$ que era una clasificacin valiosa porque seRalaba, por un lado, las fuentes que usan signos convencionales para presentar hechos 2asados que $a no existen (tradicin), $, ponQ otro, las que no los usan (restos)%s 0a$ que indicar tambin la sustitucin que hi"o Merheim del trmino \fuentes,S de !ro$sen por el trmino 5tradicinSJ, que adquiere as un sentido DF amplio, el de transfusin de la informacin. La clasif-cac-,u de Mernheinu ha sido criticada, especialmente por estulK8K alemanes (,. Beder, P. Mauer, *. +a$ser $ otros) 1?, pero su crtica aport m s confusin que me-ora a la teora=de las fuentes histricas. Las gerenc- de 9. 0andelsman @ derivaban d las ideas de !ro$sen $ Mern[S]fln Sustitu$ la 5tradicinSJ de Mernheim por el traFlino 5fuentes indirec1 as,S 51cjt8,S por el termino 5fuentes diicctas6 ] Segun 0andelsman las fuentes directas son (\restos directos conservados de la existencia $ las act-. vidades pasadas del hombre6, que abarcan los restos materiales (monumen. tos) $ los no materiales (reliquias), mientras que las fuentes indirectas son 5documentos destinados a conservar la memoria del pasado6. 2or tanto 0andeisman, corno Mernheim, seRala la diferencia entre las fuentes que esta. ban destinadas a transportar informacin (es decir, por medio de terceros) $ las que transmiten informacin sobre el pasado sin ningn intermediario de ese tipo. *ntre las fuentes indirectas, diferenciaba la tradicin oral, icnica $ escrita, usando el trmino 5tradicin6 (como Mernheim) en el sentido amplio del trmino (transmisin de datos). 7unto a su divisin entre fuentes directas e indirectas, 0andelsman introdu-o tambin la divisin entre fuentes escritas $ no escritas. *sta ltima divi. sin es tan importante como la primera, aunque basada en diferentes criterios. 0andelsman la llamaba pr ctica, en oposicin a la primera, que llamaba cientfica. 2ero no ha$ ra"n para que la divisin en fuentes escritas $ no escritas sea menos cientfica que la divisin en directas e indirectas. S. +oscial.o/s.i consideraba que la segunda divisin de 0andeisman era la fundamental. 4lasificaba las fuentes en% 1) no escritas (ob-etos reales, restos fsicos), $ ') escritas, que subdivida en% documentales o directas, narrativas o indirectas, $ epistolares Su clasificacin refle-a, por tanto, tambin, la divisin en fuentes directas e indirectasS pero la aplica slo a las fuentes escritas. #. Labuda rompi con las clasificaciones existentes $ sugiri la divisin en% ergotcnicas, sociotcnicas, psicotcnicas $ tradicin 'G *l criterio de divisin se basa en el grado en el que determinadas fuentes 5refle-an6 formas especficas de las actividades humanas. ,s, las fuentes ergotcnicas 5refle-an` directamente las actividades econmicas del hombre, e indirectamente, sus actividades sociales $
mentales1 por tanto, inclu$en principalmente monumentos de la civili"acin material, pero tambin monumentos que se relacionan con el desarrollo demogr fico de la humanidad. Las fuentes sociKtG nicas son las que 5surgieron como resultado de las interacciones sociales entre los seres humanosJS, $ pueden 5refle-arS\, por tanto, directamente, eSKS procesos, mientras que [\refle-an6 indirectamente las actividades econmicas $ mentales. Las fuentes psicotcnicas se definen como 5todos los restos resultantes de las manifestaciones materiales de la conciencia, destinados a registrar o transmitir las ideas de una persona1 refle-an de modo ob-etivo las contradicciones que se encuentran en la 3aturale"a, en la sociedadS $ efl el pensamiento individual61 por tanto, son \[capaces de refle-ar directamefltt el papel de la conciencia en la transformacin de las condiciones materiales $ sociales de la existencia humanaJS. La cuarta categora destacada por K. Labuda combina las caractersticas de las tres primeras categoras, DG que refle-a los fenmenos fsicos, sociales $ mentales. *sa cuarta categoria la denomina tradicin, $ abarca por tanto [\slo lo que es inherente a los seres humanos vivos en ferma de reliquias $ memoria del pasado6. Las clasificaciones de las fuentes histricas que se han sugerido hasta el momento adolecan de una serie de errores en la clasificacin% errores formales (que consisten en que tales clasificaciones eran desarticuladas e inadecuadas), errores sem nticos (debido a la no adecuacin del lengua-e) y errores materiales (que consisten en que dicha clasificacin no se adaptaba a ciertos propsitos) 21 Campoco se ha advertido que son aceptables simult neamente varias clasificaciones, para usarlas segn las tareas que les asignemos. !el mismo modo, es desagradable observar la constante lucha para populari"ar la clasificacin de cada uno como 5la me-orS, -unto con la destitucin de otros por 5errneos6. 9 s an, los que entraban en disputa no podan resignarse con la idea de que ciertas fuentes pueden considerarse desde diferentes posturas $ pertenecer, por tanto, simult neamente, a diversos grupos de clasificacin. 2or e-emplo, si las fuentes se dividen en escritas y no escritas, una l pida con una inscripcin es, por esa inscripcin, una fuente escrita, pero, por su importancia como monumento de la civili"acin material (o como obra de arte), se inclu$e en la categora de las fuentes no escritas. :na crnica se clasifica como una fuente directa por la informacin que transmite, $ como un resto, $ por tanto, como una fuente indirecta, si se mira como una obra literaria. Si interpretamos las clasificaciones m s frecuentes para liberarlas, por la menos, de los errores formales $ sem nticos (las clasificaciones que adolecen de errores materiales no se pueden corregir de este modo)S tenemos que dar prioridad a las dos clasificaciones siguientes% 1) Buentes directas e indirectas1 fuentes con destinatario $ sin l1 ') Buentes escritas $ no escritas. *stas clasificaciones parecen tener una base firme% se relacionan plenaillente con las peculiaridades del proceso cognoscitivo histrico $ con los 2rocedimientos de investigacin usados por los historiadores. La primera de ellas, que podra denominarse epistemolgica o metodolgica, refle-a las dos clases b sicas de conocimiento histrico% directo e indirecto. La divisin entre 5restos,S $ \[fuentes6 (o 5tradicin6) seRala tambin el hecho de que Suentes que est n destinadas a transmitir informacin slo se pueden 4ofltrar en el grupo de las indirectas. *n la clasificacin de !ro$sen se ,aaban precisamente 5fuentesJS 0X ellen), lo cual muestra que vea en ellas &mucha ra"n) las fuentes ero el sentido estricto del trmino. 0a$ que (ar adem s que las fuentes indirectas presentan los hechos histricos por )mo de signos convencionales
(escritura, lengua-e $ otros signos convencio$ por tanto son tambin indirectas desde ese punto de vista. 2or otro rP las fuentes directas, muchas veces, los presentan sin signos convencioporque ellas mismas son hechos histricos. (2ero el texto de una consde 1Kn se clasificar como una fuente directa.) Ktro problema es que, al 2nv otras rnucb%Q\s clasificaciones de las fuentes, basadas en puntKS diar las fuentes directas que funcionan sin signos convencionales, un Slo en el caso de las fuentes indirectas, cuando van a ser descifradas. el cdigo del intrprete debe adecuarse al del autor. 9 s an, las fuentei indirectas implican el enorme problema del examen de la fiabilidad del informante, que no ataRe a las fuentes directas (es decir, consideradas cono directas), que se examinan respecto a su autenticidad. ,s, la clasificacin en fuentes directas e indirectas es til por muchas ra"ones $ principalmente desde el punto de vista metodolgico. *sto se ve en el siguiente cuadro% C ente.s directas C entes indirectas 4onocimiento directo. 0echos. Sin intervencin de un tercero. Sin problemas de examen de la fiabilidad (ha$ que examinar la autenticidad). 8) Signos convencionales. 3o ha$ que olvidar tampoco que el conocimiento directo lo es slo en un sentido relativo% la observacin de los sucesos a travs del cristal de una ventana o a travs del aire es indirecta. La clasificacin de las fuentes en directas e indirectas ha tenido como defensores a 7. #. !ro$sen, *. Mernheim, M. Schmeidler, 9. 0andelsrnafl $ otros. Las divisiones internas posteriores de las fuentes directas e mdi rectas pueden diferir entre s. 2or e-emplo, en el grupo de las fuentes directas podemos sugerir su divisin entre escritas $ no escritas, entre restos nata cales $ hechos por el hombre, entre naturales $ resultantes de la actividad humana, etctera. :n hombre vivo cu$o comportamiento se est observando (tambin puede incluirse el comportamiento lingHstico, suponiendo que por lengua-e queremos decir un cdigo $ no la informacin que transmite) seria una fuente directa, mientras que su relato oral de ciertos sucesos sera :na indirecta. Las fuentes indirectas se pueden dividir tambin, sobre todo, en escritas $ no escritas (estas ltimas se subdividen en icnicas $ orales), entre las destinadas a transmitir informacin $ las que lo hacen sin que estuvieran destinadas a ese fin. Cambin sera til introducir otra clasificacin de las fuentes% 1) Buentes con destinatario. ') Buentes sin destinatario. 2ara un historiador es mu$ importante saber si una fuente concrdla estaba destinada o no a influir sobre las opiniones de algunas per8G1JJJ incluidos los propios historiadores. *n el primer caso, los destinatarios den ser personas contempor neas a los autores respectivos (esto oc:ri 4! las cartas, anuncios, etc.), 7a posteoQidad (inscripciones, etc.) $ los liiStouiJ clares (esto ocurre con las memorias, etc.). *ntre ambos tipos de fuentcs pueden encontrar fuentes d rectas e indirectas. La se oid i clast tic ocian que podi aamos &t imai 1 os ir dr las fpcflt seRala la gran importancia de las fuentes escritas (decisiva para los dotes S4flStt st riclioi+). *sta clasificacin toma como criterio ele divisioli
existencia de la escritura, 3o hace falta subra$ar que las ciencias histricas auxiliares se ocupan en gran medida del estudio de la escritura (paleografa, neografa). Las fuentes no escritas son las que transmiten informacin por medio de smbolos distintos de la escritura, $ tambin las que son en s mismas hechos histricos. La divisin en fuentes escritas $ no escritas se encuentra en 7. Lele/el, 2. 4. B. !aunou, 9. 0andelsman (segunda clasificacin) $ S. +oscial.o/s.i. Cambin se ve apo$ada por la teora de la informacin, que habla de signos registrados $ no registrados. La estructura b sica de ambas clasificaciones se ve en este esquema% La divisin en fuentes directas e indirectas, como la divisin en conocimiento directo e indirecto, parece ser fundamental para los an lisis metodolgicos en la investigacin histrica.
tos de un director de orquesta no transmiten mucho a un hombre de le$es, porque este ltimo no sabe sus significados. *n el lengua-e de 7uan, la expresin 5no lo har6 puede tener m s signi. ficado que en el lengua-e de 7os si este ltimo es menos firme en sus decisiones. Si no conocemos esas discrepancias entre los cdigos, podemos cometer errores en la lectura (el desciframiento) de una unidad de informacin determinada. 2ara leer (descifrar) las unidades de informacin que contienen las fuentes ($ tambin cualquier otra informacin), tenemos que conocer diversos cdigos. 4uantos m s cdigos cono"ca un historiador, $ cuanto me-or los cono"ca, me-or preparado est para su tarea de investigacin. *stos cdigos, por supuesto, forman parte de su conocimiento no basado en fuentes. 2ara usar la terminologa introducida en el captulo A; tenemos que interpretar el conocimiento de esos cdigos que permiten descifrar la informacin contenida en una fuente para un problema concreto como una parte de la informacin no basada en fuentes, es decir, la informacin que, -unto con la basada en fuentes, permite contestar a la pregunta planteada, o sea, asociar unidades de informacin concretas con esa pregunta. *l primer paso, evidentemente, debe ser la comprensin de unidades concretas de informacin por medio de su desciframiento. WUu cdigos son los m s importantes para el historiadorX La respuesta es difcil de encontrar, porque depende, sobre todo, del asunto del que se ocupe, del perodo que estudie $ el territorio abarcado por su investigacin. 2ero, en cualquier caso, ha$ que considerar como esencial el conocimiento de estos cdigos% 1) *l cdigo del lengua-e tnico del informante (cdigo ling4istico). ') *l cdigo del lengua-e del perodo (cdigo terminolgico). D) *l cdigo psicolgico. <) *l cdigo de un sistema de escritura concreto $ de otros signos registrados posibles (cdigo gr fico). *n el caso de un cdigo lingHstico nos referimos simplemente al 4KflK4 miento del lengua-e (idioma) en el que se ha escrito una fuente determinada (latn, francs, polaco antiguo, etc.). *ste cdigo se complementa con el terminolgico. 4uando se usa este ltimo para descifrar la informadoGJ la posibilidad de que ha$a errores es grande, $ estos errores son frecuentes en la investigacin histrica. 4omo ha dicho 9. Mloch, el lengua-e suele quedarse re"agado respecto a los cambios de los ob-etos, de sus propiedadeS $ de las relaciones entre ellos. 9uchas veces, la misma palabra se usa durante generaciones para referirse a cosas distintas. 2or e-emplo, lo que las fuenteS del siglo xviii llamaban un arado difiere considerablemente del arado que conocemos ho$1 el trmino latino ser# s, que se refera a un esclavo, fue adoptado por las fuentes
medievales cuando la esclavitud haba desapar4] $ naca la servidumbre. , veces, un historiador ha tenido que modificarla terminologa recibida para adecuar el lengua-e a los hcchos. 2or esta raso&1 *l cdigo psicolgico presenta, algunas veces, ma$ores dificultades. 4ada autor tiene sus modos peculiares de formular las afirmaciones $, en cierto sentido, su propio lengua-e1 en otras palabras, cada persona tiene sus propios usos mentales $ lingHsticos que determinan su comportamiento lingHstico $ no lingHstico. *se uso mental $ lingHstico, por supuesto, tiene mucha influencia del lengua-e de la poca, pero no se puede identificar plenamente con l. Los modismos concretos usados por un autor, el orden de las palabras (en el caso de idiomas en los que el orden de las palabras es flexible), la estructura de las frases, etc., normalmente seRalan los estados mentales del autor. *l conocimiento del cdigo psicolgico implcito tiene particular importancia cuando se anali"a la fiabilidad del informante $ de las unidades de informacin que transmite. *l conocimiento del cdigo gr fico implicado es, -unto al conocimiento del cdigo lingHstico, uno de los instrumentos fundamentales del historiador, sin el que sera incapa" de leer un documento antiguo escrito en ma$sculas o minsculas romanas, o en minsculas, cursivas o ma$sculas gticas. La incapacidad de leer los mapas, para lo que se requiere el conocimiento de los cdigos adecuados, privara tambin al historiador de una informacin mu$ valiosa. , veces se encuentra tambin con cdigos en el sentido de claves1 el conocimiento de esas claves puede ser necesario para descifrar documentos diplom ticos. *ncontramos comentarios interesantes sobre la importancia de poder descifrar el lengua-e de una poca concreta en 9. Mloch, que dice que 5los documentos tienden a imponer su propia terminologa1 el historiador que recibe su influencia escribe de una forma dictada por un perodo concreto, cada ve" de una manera diferente. 2or otra parte, sin embargo, piensa en los trminos de su poca $ usa el lengua-e de su tiempo6 'D La tarea no es f cil. 54uando las instituciones, las creencias $ las costumbres especficas de una comunidad determinada est n implicadas, su trasposicin a otro lengua-e, configurado por una comunidad totalmente diferente, est llena de Qpeligros, $a que la eleccin de un equivalente significa la suposicin de un parecido6 . *l conocimiento de los cdigos usados en la lectura de la informacin de las fuentes no es f cil de adquirir. 3o es posible, como entre los contempor neos, comparar los cdigos usados por las dos partes $ corregir directa2uente la informacin recibida por medio de una consulta al informante. Slo f 2uede decir que, cuanto m s amplio sea nuestro conocimiento no basado il fuentes (especialmente el conocimiento del perodo estudiado), me-or ddquir-rernos un conocimiento de los cdigos implicados. 4omo los cdigos Q12ugusticos son los m s importantes de todos, la competencia filolgica tiene Gfla importancia enorme. 2or eso hablamos, muchas veces, del mtodo a 9 Mloch -pooLie y oto 3 'istorie o metre? d "nstoN ien cd cit pm EG es docurner,ts tendent it imposer leur nornenciature1 lJhistorien, sil les coute, SK:S la dictc dKne poclue cLaque fois diff rente .9ais -i pense dJautre 1Gt, naiurellcnient, selon les catgories de sun propre temps1 par suite, avcc iuot de celuiQci filolgico en la investigacin histrica para referirnos al procedimiento que da lugar a la lectura de la informacin de las fuentes utili"ando cdigos lingHsticos. 8. El concepto de conocimiento basado en $ entes y datos basados en $ entes
2ara explicar con m s detalle el concepto de datos basados en fuentes tenernos que recordar las diversas definiciones de fuente histrica. *ste concepto se puede interpretar en un sentido general $ en un sentido relativo. *n sentido general, una fuente histrica es simplemente cualquier cosa de la que podemos sacar (fuente en el sentido potencial) o realmente sacamos (fuente en el sentido efectivo) informacin sobre los hechos histricos. *n sentido relativo nos referimos a las fuentes que nos sirven (sentido efectivo) o pueden servirnos (sentido potencial) para estudiar un problema concreto que nos interesa en ese momento. *n otras palabras, una fuente potencial para un problema concreto que se est investigando significa todo lo que contiene datos sobre los hechos histricos que ha$ que establecer, segn el conocimiento de un historiador dado, para formular una respuesta a la pregunta planteada. *stas explicaciones conducen al concepto de conocimiento basado en fuentes como la serie de datos sobre los hechos histricos, $a que esos datos slo los pueden proporcionar las fuentes histricas. *sa serie se puede interpretar de cuatro formas% 1) La totalidad de los datos posibles sobre los hechos histricos, acumulados en todas las fuentes (conocimiento general basado en fuentes en el sentido potencial del trmino)1 ') La totalidad de los datos sobre los hechos histricos extrados de las fuentes (conocimiento basado en fuentes, general, en el sentido efectivo del trmino)1 D) La totalidad de los datos sobre los hechos histricos que pueden a$udar a formular una respuesta a una investigacin concreta (conocimiento relativo basado en fuentes en el sentido potencial)1 <) La totalidad de los datos sobre los hechos histricos extrados de la fuente para aportar una respuesta a una pregunta concreta de la investigacin (conocimiento relativo basado en fuentes en el Seot.ido efectivo del trmino).
7asado en fuentes
# no 7asados en
hasta ahora, 2r cticamente, ninguna atencin, $a que se han ocupado, principalmente, de aos datos basados en fuentes como los m s representativos de la investigacin histrica. 2ero, como hemos intentado demostrar actualmente, la principal 4ondicin del progreso en la investigacin histrica no es tanto una me-ora en las tcnicas de desciframiento de los datos basados en fuentes $ de la 4litica de fuentes, como un cambio $ una expansin del conocimiento no basado en fuentes. *l progreso en la capacidad que se espera por parte de r buen historiador tambin depende de los cambios mencionados. *l modelo dialectico de mnestsgacmon historica es decar la imestigacion que tiene en 4uenta la estructura $ el desarrollo, no puede ponerse en funcionamiento sin fl elevado conocimiento global. *sta exigencia implica adem s un estudio uK&)Stante de los logros de otras disciplinas para poder usarlas plenamente la investigacin histrica, de acuerdo con la recomendacin de la integra4 de la ciencia. *n nuestro intento de explicacin del concepto de conocimiento no asado en fuemes nos referiremos directamente a la dcfiYtic1i del coiiocicnto basado en fuentes que hemos dado en el captulo precedente. La extendel concepto de conociniieiito no basado en fuentes, sin enarcu, cambia gun la interpretacin del cnnc-nh-entK basado en fuentes, al cual se opone. cGGs enumerar as las siguientes extensiones posibles del concepto de ]flKcim-en&o no basado co fuenles% DG> 1) 4onocimiento no basado en fuentes, como todo aquello que podemos conocer adem s de% a) Ls datos sobre los hechos histricos en general1 b) Los datos sobre los hechos histricos que se han extrado de las fuentes1 Vste se puede llamar conocimiento no basado en fuentes, general, en sentido potencial. ') 4onocimiento no basado en fuentes, como todo aquello que conocemos adem s de% a) Los datos sobre los hechos histricos1 b) Los datos sobre los hechos histricos que se han extrado de las fuentes1 Vste se puede llamar conocimiento no basado en fuentes, general en sentido efectivo. D) 4onocimiento no basado en fuentes, como todo aquello que podemos conocer adem s de% a) Los datos sobre los hechos histricos1 b) Los datos sobre los hechos histricos que se han extrado de las fuentes $ que sirven para formular una respuesta a una pregunta concreta de la investigacin1 Vste se puede llamar conocimiento no basado en fuentes, relativo, en sentido potencial. <) 4onocimiento no basado en fuentes, como todo aquello que CO.lOCC mos adem s de% a) Los datos sobre los hechos histricos1 b) Los datos sobre los hechos histricos que se han extrado de las fuentes $ que sirven para formular una respuesta a una pregunta concreta de la investigacin1 Vste se puede llamar conocimiento no basado en fuentes, relati;K en sentido efectivo. 0a$ que advertir tambin que las expresiones 5todo aquello que CO.l cernes6 $ 5todo aquello que podemos conocer6 se pueden referir a un histK riador individual (aqu se anali"a el concepto de conocimiento no basadX fuentes, principalmente, en este sentido del trmino) o a la entera com:fha de historiadores. 2or tanto, en el caso dci conocinieuto general, S4 a un investigador concreto o a un grupo de investigadores, $ en el casK jSocimic-itK relativo, -unto a so limitacin a un problema dado, tanlbl se ccince a un investigador concreto o a un grupo de. investigadoreS [ai8n ha$ cine
subra$ar que, como parece bastante obvio, la cin no basado en fuentes6 es tarubiDn relativa por otra razn. ,1gG es basado en fuentes slo si aceptamos que al mismo tiempo ha$ algo que, en una interpretacin dada, aceptamos como basado en fuentes, es decir, proveniente de una fuente. 2or tanto, esta definicin no tiene nada que ver con el conocimiento a priori interpretado de modo absoluto, es decir, las categoras de pensamiento innatas s i generis (por e-emplo, como las .antianas). *n ltima instancia, todo el conocimiento humano se basa en fuentes, siendo su fuente la observacin. *sta afirmacin, que eliminara el concepto de conocimiento no basado en fuentes, no est en contradiccin, sin embargo, con un acercamiento al problema desde el punto de vista del procedimiento investigador del historiador, procedimiento cu$o punto fundamental es, como es sabido, el an lisis de las fuentes histricas. *n la pr ctica investigadora, la ma$ora de las veces, usarnos los conceptos general $ relativo de conocimiento no basado en fuentes en el sentido efectivo del trmino. ,dvirtase, en este sentido, que el conocimiento no basado en fuentes en el sentido general del trmino no inclu$e, por definicin, ninguna afirmacin sobre los hechos histricos. *l conocimiento no basado en fuentes puede no limitarse slo a un problema concreto de investigacin% podemos dar un paso m s $ relacionarlo con un acto concreto de conocimiento de una sola unidad de informacin basada en fuentes. Si una fuente tiene la siguiQente anotacin fechada en el >?? d. 4.% 59esco dux baptisatur6 (que se refiere al primer dirigente de 2olonia), entonces, en la poca en la que se lee esa unidad de informacin, todo el conocimiento (potencial o efectivo) del historiador en cuestin est no basado en fuentes, en relacin con esa unidad de informacin sobre un hecho histrico aislado. *sto indica la naturale"a din mica del conocimiento no basado en fuentes% una ve" extrada de una fuente con la a$uda del conocimiento no basado en fuentes, una unidad concreta de informacin sobre Un hecho histrico se convierte, tan pronto como entra en la conciencia del historiador, en parte de su conocimiento no basado en fuentes, que utili"ar en el estudio posterior de las fuentes. ,dem s de ser constantemente aumentado, el conocimiento no basado en fuentes vive, como si di-ramos, en la mente del historiador, $ sufre varias transformaciones, sobre todo las que 2odramos llamar teori"adoras. *stos procesos son enormemente importantes, especialmente para las explicaciones causales, cuando el historiador tiene que referirse a una afirmacin estrictamente general, incluso trivial, sacada del 4onocimiento corriente. La estrtict ra del conocinz+e?ito no basado en $ entes. Datos no basados en $ entes Los elementos del conocimiento no basado en fuentes son afirmaciones ;iertas o falsas, o valoraciones que establecen que, en opinin de una persona es 5bueno6 (valoracin positiva) o 5malo6 (valoracin negativa). Las %lKraciones pueden servir de base para formular las lneas maestras del 2roceso investigador del historiador. 2ueden ser tambin materia de afirmaKfles falsas o ciertas, pero slo si son elementos de una descripcin de la )ersona que forniula valoraciones% por e-emplo, podemos decir que Stas"ic social polaco, 1@88 1E'?) pensaba que el sistema social de la 2olonia el siglo v1sC era malo, lo cual, sin embargo, significa algo m s que 18 lKraci-i 5el sistema social (le la 2olonia del siglo xviii era malo6 consierada corno un elemento del conocimiento de Stas"ic.
4onocimiento no basado en fuentes sacado de las fuentes histricas como el que se saca de fuera de las fuentes histricas. Binalmente, consiste en coi6 cimiento corriente $ cientfico. *sta ltima divisin parece ser la m s isa portante para nosotros en este momento. Los orgenes del conocimiento no basado en fuentes se pueden reducir a% 1) Las observaciones hechas por el propio historiador (su experiencia general). ') Los resultados de las investigaciones histricas reali"adas por otros historiadores $ por l mismo. D) Los resultados obtenidos en otras disciplinas. Se puede ver f cilmente que ') $ D) representan el origen cientfico del conocimiento no basado en fuentes, $ 1), el origen que podramos llamar corriente. *sta clasificacin, cu$o criterio es el modo en el que llega un historiador a conclusiones especficas, sugiere la divisin del conocimiento no basado en fuentes en corriente $ cientfico. *l primero, que a veces se llama basado en el sentido comn, se acumula corno resultado de la actividad pr ctica cotidiana del investigador como miembro de una sociedad, $ puede ser de naturale"a mu$ variable, segn su tipo de actividad, su implicacin en la vida social $ muchos otros factores. *l ltimo tambin puede ser variable, $, por supuesto, de diversa calidad1 m s an, puede ser de naturale"a terica o descriptiva. *l conocimiento histrico no basado en fuentes se usa, sobre todo, para describir los sucesos pasados1 las explicaciones, es decir, los intentos de respuesta a la pregunta por qu ocurri, exigen, -unto al conocimiento histKJ rico no basado en fuentes, una gran cantidad de conocimiento extra.histrl4i exhaustivo. -. /onocimiento corriente y sentido com5n *l problema de esas numerosas afirmaciones cientficas que se basan en el conocimiento corriente $ en el sentido comn (afirmaciones mu$ frecuentes en la historiografa) no se ha tratado hasta ahora mu$ ampliamente en la metodologa cientfica. *l problema consiste en averiguar esos supueStG latentes de las afirmaciones cientficas en los que, como podemos ver tanJ mente, tienen considerable importancia la informacin corriente $ la opiflJ]] del sentido comn. :na distincin entre conocimiento corriente $ cono4im1e basado en el sentido comn no parece necesaria, aunque se podra sug sobre bases cientficas, $a que el sentido comn -uega el papel priflci21 la aceptacin de ciertas afirmaciones $ en su inclusin en el cuerpo conocimiento corriente, de 0a$ que recordar que en la metodologa de L. 4h/iste. el concelto.t sentido comn -uega un papel inrnportante. 4h/iste. se ocup de los del sentido comnJS en el captulo 1 de su Bran+ee na ki. Zarys logiki 8 dologii nassk (Los lmites de la ciencia. *sbo"o de lgica $ metodologa de ciencias) ', !ice que 5[el sentido comn debe clistinguirse ele la visin pG2] ' La edicin posterior a la guerra est incluida en L. 4hsviste., zo(iczize i logiczne (*scritos lgicos $ filosficos), vol, &C, ;arsosia, 1>?D daccin y comentarios de +. Bascn.ie/ic". del mundo, que abarca todo aquello que, en un ambiente concreto, se considera obvio e inevitable. La visin popular del mundo es un sistema metafsico s i generis., cu$os principios, probablemente, no est n mu$ precisamente formulados, pero sin embargo funcionan de modo efica" por medio de respuestas autom ticas. *s comnmente sabido que la visin popular del mundo se combina siempre con el conservadurismo, $ es
sinnimo de lugares comunes $ mediocridad6 . Segn 4h/iste., \[el sentido comn significa la capacidad que nos proporciona verdades independientes de cualquier revolucin en el sistema conceptual6 , es decir, verdades que no ponemos en duda. \:na persona puede guiarse por una gran pasin o esperar que ocurra un milagro, pero esto no significa que no tenga que tener en cuenta el tr fico cuando cru"a una calle o el hecho de que su coche se parar sin gasolina. Codas estas cosas son mu$ triviales, $ ocuparse de ellas parece una prdida de tiempo, pero podemos averiguar f cilmente que son la base de todas nuestras actividades intelectuales6 . *sta ltima formulacin de 4h/iste. parece ser la cuestin. 2or otra parte, el concepto de visin popular del mundo parece bastante oscuro. *n el caso del sentido comn tambin nos referimos a lo que es obvio e inevitable para los miembros de un ambiente concreto, si no suponemos que en el caso del sentido comn nos encontramos con esas verdades que son independientes de la pertenencia a la sociedad (ambiente, en la terminologa de 4h/iste.). La concepcin de 4h/iste. podra servir de inspiracin para diferenciar, dentro de lo que llamamos conocimiento corriente (es decir, todo conocimiento que no se basa en el conocimiento cientfico), el conocimiento basado en el sentido comn, que abarca las verdades m s fundamentales que no se ponen en duda por parte de nadie $ son independientes de la pertenencia a la sociedad de una persona determinada. 2ero, sin embargo, podra ser ifcil oponer la visin popular del mundo de 4h/iste. al conocimiento basado en el sentido comn. La visin del mundo, tal como la entiende este autor, es, como si di-ramos, una sntesis de todos los tipos de conocimiento que tiene una persona, incluido el conocimiento basado en el sentido comn (en el caso de un historiador, esa visin del mundo se convierte, en gran fliedida, en su visin sobre el pasado). Sin embargo ha$ que dudar si el sentido cornun por si solo subraado lfltichas veces como criterio de conocimiento, puede servir de base para la fl4ia, incluida la ciencia histrica. *l sentido comn parece haberse basado dos principios fundamentales% uno de ellos es el principio de contradici fl (que dice que dos afirmaciones contradictorias no pueden ser ciertas ve"), $ el otro es el de causalidad, que hace que el hombre busque las ttsas de los sucesos. *ste ltimo principio se relaciona con la tendencia, [m2ortante en el caso de la investigacin histrica, a interpretar las causas humano en relacin con sus intereses (sobre todo anar )ales) . *se principio se podra llamar tambin causalQpsicolgico1 tiene 4iones bastante claras con el llamado materialismo ingenuo en la interi etaciG del mundo. *l sentido comn, al basarse en la experiencia cotidiana, generali"ada en forma del principio de contradiccin $ no en experimentos cientficos, no puede servir de base para la ciencia. *ngels escribi en Anti=DGlsring que 5el sentido comn, ese conse-ero venerable pero hogareRo dentro de las cuatro paredes de Ya propia habitacin, experimenta aventuras mu$ peculiares cuando osa entrar en el vasto mundo de la investigacin6 . *l segundo principio llena la investigacin de un materialismo espont neo s i generis, que es visible en los estudios histricos de tericos $ fil sofos de la historia, incluso de los de mente m s idealista. :n buen e-emplo nos lo da la comparacin de las obras filosficas de M. 4roce con sus obras estrictamente histricas (es decir, las que se ocupan de la historia de &talia). 0a$ tambin otros peligros graves inherentes a ese principio. *l conocimiento basado en el sentido comn, al combinarse con el principio causal psicolgico, es, en la pr ctica, una serie de datos sobre el com portamiento individual, $
hasta cierto punto, qui" s, tambin de comporta miento de grupo, pero no tiene apo$o en los avances de la ciencia psicolgica. *n realidad, se refiere a la obsoleta idea de la naturale"a humana inmutable% algn conocimiento de la psicologa humana, basado en el comportamiento de las personas que viven actualmente $ que son las que me-or conoce un historiador concreto, es pro$ectado en el pasado, lo cual, en muchos casos, no tiene por qu dar lugar a conclusiones errneas, pero es peligroso como principio. La necesidad de tener en cuenta la mutabilidad de la naturale"a humana ha sido subra$ada por P. +ula, que peda una ma$or integracin de la historia $ la psicologa . Cenemos que deducir, por tanto, que el conocimiento corriente de un historiador, -unto con su conocimiento basado en el sentido comn, no ase gura condiciones suficientes para la investigacin cientfica, aunque es reai mente el punto de partida de dicha investigacin. *sto significa que no puede proporcionar una serie de datos no basados en fuentes que, -unto con las unidades extradas de fuentes,, basten para formular una respuesta a U.l problema concreto de investigacin. 2uede demostrar que es insuficiente, en el mismo grado, para la formulacin de un problema concreto, e incluso antes, para elegir el campo en el que ha$ que formular esa pregunta. *l conocimiento corriente se usa para establecer hechos $ en las explic ciones. 4uando se establecen los hechos sobre la base de datos directamente hallados en fuentes sobre ellos, se necesita el conocimiento corriente para decidir si aceptamos o recha"amos una unidad de informacin coflcreta 4uando los hechos se establecen de modo indirecto (cfr. captulo A&A) sirve, muchas veces, como premisa en la inferencia probabilista, aunque nK basta para ese fin. 1 0a$ una gran diferencia entre el papel del conocimiento corriente en C estudio del perodo que un historiador conoce por experiencia propia SU papel en el estudio de perodos anteriores. *n el primer caso, en4uentr en l la fuente del conocimiento general del perodo $ se libera as del riesg de anacronismos psicolgicos. Cambin facilita el desciframiento de las tes. *n cuanto al estudio de perodos anteriores, un historiador no 2.1QJG hacer nada sin conocimiento ciersdfico. Si no dispone de l, el CO=?C1m1(0 corriente pnerle mostraiJsc como nada m s que sin obst culo. lfn genei historiador que estudia la historia reciente est , metodolgicamente, en una poSiciffl excepcionalmente venta-osa . *sta es la ra"n I$a que el conocimiento corriente que proviene de la propia experiencia del investigador puede intervenir con gran fueoQ"a en su laborI de que se niegue una naturale"a plenamente cientfica al estudio de la historia contempor nea. 2ero el conocimiento corriente, aunque proporciona al historiador de la poca contempor nea un conocimiento general del perodo $ facilita as (a veces, slo de modo aparente) su investigacin, no puede sustituir al conocimiento cientfico del perodo si quiere desarrollar plenamente la investigacin histrica. *ste ltimo tipo de conocimiento lo proporcionan disciplinas como la sociologa, economa, demografa $ todas las otras disciplinas que se ocupan de la poca actual. 8, /onocimiento cient$ico no basado en $ entes 3o ha$, por tanto, ninguna duda de que es el conocimiento cientfico el m s importante para tener xito en la interpretacin de los datos de las fuentes $ para usarlos en las respuestas a los problemas de investigacin. *se conocimiento es el nico que puede
controlar el conocimiento corriente e impedir que el sentido comn 5experimente aventuras ero el vasto mundo de la investigacin6. 2arece que es tambin aqu donde est la llave del progreso en la ciencia histrica. *l alcance del conocimiento cientfico no basado en fuentes de un historiador es enormemente vasto, como muestran los an lisis de sus proced* intentos investigadores $ las consideraciones normativas destinadas a determinar cu l debe ser ese alcance. &nclu$e, por tanto, sobre todo, el conocimiento histrico, es decir, el 4onocimiento de los hechos $ procesos histricos1 este conocimiento se puede asimilar como resultado de su propia investigaciR o a partir de los resultados obtenidos (con rigor cientfico) por otros. *sto est relacionado CO.l S conocimiento terico de la estructura $ el desarrollo de la sociedad, que un historiador no puede adquirir sin a$udarse de los logros de otras dsscipliias, sobre todo la sociologa $ la economa. *l conocimiento estrictamente histrico proporciona bases palQa que un historiador use el mtodo comparativo, que es tan importante para l $ que > a$uda a establecer los hechos $ a encontrar explicaciones causales de ellos (dr, captulo AA&) $ tambin le da el conocimiento general del perodo sin f& cual le es difcil comprorneterse en la tarea investigadora. *se conocimiento ifleral del perodo es, por supuesto, el punto de partida, tambin, para la li4acii1 del mtodo comparativo. *l cGGGcins-ento terico, sobre todo, inspira al historiador para plantear 4 2egru # le a$uda a formular respuestas, proporcion ndole categoras fX(iceptlm ,bandonando los estrictos lmites de la historia como disciplina, 1 ern11 a los historiadores modificar los cdigos tradicionales de preguntas. s resultados de estas modificaciones dependen, supuesto, de la calidad 4Kfl-p.1@ terico que ha$a asimilado un historiador concreto. La serie te 2c las que puerle sacar inspiracin un &sisloriaclor es pr ctica*n tonemos en cuenta auu et acceso a las fuentes $ la necesidad de contar la cas de estado. mente ilimitada, $ depende, en gran medida, del campo especiali"ado de inestigacin de ese historiador. *n cuanto al conocimiento cientfico no basado en fuentes de un histo. riador, ha$ que hacer mencin aparte de las disciplinas histricas auxiliares, la metodologa de la historia $ la metodologa general de las ciencias. 9ientras que las disciplinas histricas auxiliares, en su interpretacin tradicional (es decir, relacionadas con la crtica externa de fuentes), se necesitan princi. palmente para el estudio de los perodos m s remotos, el estudio de la his. toria moderna $ contempor nea exige, como principales disciplinas histricas auxiliares, la sociologa, psicologa, economa, estadstica, demografa, etctora. *l conocimiento de la metodologa de la historia adquiere una importancia particular. Las fuentes para las pocas recientes suelen ser m s numerosas que las del pasado remoto, $ el problema no es cmo descifrarlas, sino cmo usarlas adecuadamente. Sin un uso apropiado de las ciencias enuL meradas anteriormente $ sin una reflexin metodolgica exhaustiva, el est: dio de la historia presente 0Zeitgesc'ic'te) se convierte en periodismo, reporta-e o elaboracin de memorias, etc. *l siguiente cliagrama esbo"a la estructura interna del conocimiento no basado en fuentes (corriente $ cientfico) de un historiador. *l hecho de que el conocimiento cientfico no basado en fuentes tifle una importancia esencial para el progreso en la investigacin histrim 1 plrca que la insestgaein histrica tien que estar fuertemente imbu1 conocimiento cxtradiist"cuQ 2aiccu co e e.ta exirelicia slo se pucde sat] facer en relacin con la c1ccicn te tendencia hacia la integracin de la cienG 2or tnifK, las
eileiore miste loJ1 caminos cte la integracin tic la ciefl] dI be tu c O)) / 5 1 1 i &>& 5 IQfl( se e nln_)i is dCI hlstouado especialmente en ci [smJ%ia actual de la investigacin. A. Problemas tericos de la integracin de la ciencia Si aceptamos que el desarrollo de la ciencia debe consistir cada ve" m s en explicaciones penetrantes sobre los procesos naturales $ sociales, la -ustilicacin de la utilidad, e incluso necesidad, de la integracin de la ciencia parece superflua. La creencia en su necesidad est cada ve" m s arraigada en las mentes de representantes de disciplinas especiali"adas, que se alarman por el derroche de energas de un nmero creciente de investigadores, un derroche que rodea la explosin de publicaciones cientficas que ofrecen una inmensa cantidad de datos empricos, que en este momento son difciles de mane-ar. Se dan cuenta de que esto debe producir que los investigadores se queden encerrados en los lmites estrictos de sus respectivas reas. Sin embargo, no podemos de-ar de lado el hecho de que el buscar refugio dentro de un campo estrecho hace que los investigadores se sientan competentes e importantes, $ a pesar de que tiene un efecto desintegrador en el desarrollo de las ciencias, tiene tambin muchos defensores, que no suelen advertir las consecuencias de su actitud. Los cientficos $ estudiosos no se asombran, por tanto, demasiado, de ver gente que limita su investigacin a un campo mu$ estrecho, $ no muestran ningn inters en tomar contacto con otras disciplinas. ,s, por e-emplo, un socilogo se puede ocupar slo de un grupo profesional, o slo de la delincuencia $ un historiador, de una pequefia regin dentro de un perodo bastante breve, o slo de una persona, sin ninguna tendencia a ir m s all de tales lmites estrictos. La alarma causada por el creciente aislamiento de los investigadores F una entropa s i generis de la investigacin, que tambin aumenta constantemente, ha sido suficientemente fuerte como para hacer que la gente reflexione sobre el proceso de integracin de la ciencia, es decir, sobre todo, Sobre los factores que lo condicionan, $ sobre sus formas $ grados. 2ero la interpretacin del concepto de integracin de la ciencia todava hace surgir numerosos malentendidos. *n primer lugar, tenemos que subra$ar que los procesos que tienden a integrar varias ciencias no significan su eliminacin tGio disciplinas separadas% por el contrario, las diversas ramas de 7a invesligacin pueden encontrar me-ores condiciones de desarrollo exactamente 2or su implicacin en los procesos integradores. &ncluso si de-amos de lado problema de las facilidades tcnicas que son indispensables para nstegracin de la ciencia (principalmente las diversas formas de informaQ Knu cientfica) $ el papel de disciplinas como la lgica matem tica en su egracin podemos distinguir varias formas de procesos de integracin. lista, que daremos posteriormente, ser en parte descriptiva (que informa lo que observamos) $ en parte normativa (que sugiere caminos posibles la integracin tic la ciencia). Los comentarios se reducir n a las ciencias Sitiales en general, sin diferenciar la historia de ningn modo particular. La manifestacin m s corriente de las tendencias integradoras es el uso, FS explicaciones de una disciplina dada, de hechos o teoras establecidos [tKtras disciplinas. Las teoras, e incluso los hechos, establecidos en una )i)flade la ciencia, pueden estimular a los investigadores a plantear preguntas Ktro campo. 4uanto m s piensan sobre la necesidad de integracin los
representantes de las diversas ramas de la ciencia, m s fructfera restilta esa. clase de referencia para la investigacin en otras disciplinas. *n trmbQo8 m s generales, esa forma de acabar con la compartimentacin del CO.lOCi. miento acumulado # cada ve" ma$or parece ser la base de todos los procesos de integracin. Sin embargo, esto requiere facilidades en la transmisin de los resu1t dos de la investigacin de una disciplina a otra. Cenemos que subra$ar aqu la necesidad de una ordenacin $ codificacin constante de los datos empi. ricos acumulados en una disciplina especiali"ada concreta, lo cual se logra por la formulacin de afirmaciones generales de diversos niveles $ tipos. *sto es mu$ importante, especialmente en los campos donde ha$ una cantidad creciente de datos. *n este sentido, no deberamos temer una r pida modificacin o incluso recha"o de las conclusiones sacadas de esos datos, cosa que puede ocurrir bastante frecuentemente porque el cuerpo de datos implicado puede ser incompleto. *l desarrollo de la ciencia consiste en un acercamiento gradual a la verdad. *ste tipo de traba-o, indispensable para el desarrollo de la forma comparativa de integracin, que estimula las pre. guntas $ explicaciones dentro de una disciplina concreta, es an m s necesario cuando pasamos al siguiente paso de los procesos de integracin. *sta ltima formulacin se refiere a la forma de integracin de la ciencia en la que nos encontramos con la unificacin $ unin ($ no slo con una simple comparacin) de los resultados obtenidos en varias disciplinas de un modo que va m s all de la sugerencia de nuevas ideas $ explicaciones en el campo de una ciencia concreta. *sta forma de integracin puede tener, por lo menos, tres variantes. La primera se manifiesta por el surgimiento, a partir de la unin de los resultados $ mtodos de investigacin, de disciplinas limtrofes que abarcan reas lmites de dos o m s disciplinas cada una. La segunda consiste en la construccin de series de teoremas (teoras) de un alto nivel de generalidad, que unen los puntos de vista de varias cienQ cias (por e-emplo, la teora del comportamiento). La tercera, estrechamente relacionada con la segunda, adopta la forma del surgimiento de disciplinas separadas que est n por encima de otras a causa de la generalidad de SUS teoremas1 esto vale, por e-emplo, para la ciberntica, respecto a la teora de la informacin, $ palQa la teora de la comunicacin. Las mencionadas teoras disciplinas no se pueden considerar simplK mente como resultados de los procesos de integracin. 2ara usar el leng:ai] ciberntico, podemos decir que ha$Qun efecto de realimentacin entre esas teoras generales $ disciplinas.
*sas realimentaciones son parte del esquema general que refle-a un intento de ilustracin de los procesos integradores en la ciencia. La importancia en este esquema de las teoras cu$os teoremas est n marcados por un gran nivel de generalidad se puede ver f cilmente. *s posible redecir que los procesos de integracin en la ciencia usar n o har n surgir nuevas teoras que enlacen los puntos de vista de varias ciencias, $a que tales teqras son un punto de encuentro necesario de dichas disciplinas diferentes. Si una teora o una disciplina dada se llama, metafricamente, plataforma de integracin, esto significa que produce tales lneas maestras metodolgicas, que dirigen la investigacin especiali"ada reuniendo la informacin dispersa $ confirmando o modificando, o incluso recha"ando las teoras de las que parti la investigacin en un caso concreto. 4uanto m s amplia es una teora, formulada en un nivel cte generali"acin cosQrespondiente, m s vasta es la plataforma que proporciona para tal encuentro. *l grado de hiptesis de las teoras implicadas puede variar1 evidentemente, es me-or que no sea mu$ grande. La cuestin es, por tanto, seleccionar las teoras que se basen suficientemente en los resultados obtenidos en las disciplinas especiali"adas $ construidas de modo que sirvan de plataforma para una integracin real, $ no slo formal, del ma$or nmero posible de discipunas, contribu$endo as a un me-or conocimiento del mundo. *n cuanto a las ciencias sociales, es sobre todo la teora del materialismo dialctico la que, entre las teoras con alto nivel de generali"acin, satisface las condiciones mencionadas. *sto se ver m s tarde, cuando trateQ nos los diversos conceptos relacionados con la interpretacin del pasado.
ha$ que hacer una enorme reserva contra la consideracin de esta afirmacin como un modo de empequeiiecer el papel de las fuentes en la investigacin histrica. Las fuentes seguir n siendo siempre el ma$or tesoro del historiador, sin el que simplemente no podra existir. La cuestin, aqu, es poner fin a la consideracin de las fuentes $ del conocimiento basado en fuentes como fetiches, opinin bastante corriente entre los historiadores, pero que no es m s que una manifestacin de la actitud antiintegradora de los estudiosos $ una defensa del acercamiento puramente erudito. La cosa esencial es, sin olvidar la importancia fundamental (en cierto sentido) de las fuentes, darse cuenta de que las fuentes solas no bastan, como no basta sola la erudicin histrica. Cene mos que advertir que la informacin extrada de las fuentes es m s instructiva si planteamos preguntas m s variadas, $ esto requiere unos amplios conocimientos. Lstc dicgrana inucstra el papel del conocimiento basado $ no basado en fuentes, La eleccin del campo de investigacin $ el planteamiento de las preguntas se relacionan principalmente con el problema de la seleccin, $ los criterios de seleccin est n, a su ve", mu$ relacionados con un sistema de valores concreto (que es una funcin del conocimiento humano). :n cambio en el sistema de valores como regla da lugar a cambios en los criterios de sleccin aceptados, $ tambin a cambios en los supuestos de las preguntas $ los mtodos de explicacin. ,l elegir un campo de investigacin no procedmos an a estudiar el problema en cuestin. *se problema (pregunta) ni siquiera ha sido todava formulado. ,l formularlo nos referimos tambin a nuestros criterios de seleccin basados en nuestro sistema de valores, pero tambin usarnos, en una medida al menos igual, nuestro conocimiento de los hechos histricos $ tambin nuestro conocimiento terico general. :na ve" que se ha planteado la pregunta, el papel exclusivo del conocimiento no basado en fuentes llega a su fin, $ al buscar una respuesta a esa pregunta debemos recurrir a los datos basados en fuentes. Su papel, sin embargo, vara segn el nivel $ el tipo de procedimiento usado para encontrar una respuesta a la pregunta planteada. *n el curso de la crtica de fuentes (el estudio de la autenticidad $ fiabilidad de las fuentes implicadas), nos referimos, principalmente, o al menos en igual medida, a nuestro conocimiento derivado de fuera de las fuentes estudiadas, $a que podemos sacar conclusiones sobre su autenticidad $ fiabilidad slo por comparacin. &ncluso aunque no salgamos de una fuente concreta, los datos que contiene (sobre los hechos $ sobre s misma) slo se aceptan debido a ciertas afirmaciones que son parte del cuerpo de conocimientos que tenemos. Si estos datos est n en contradiccin con nuestro conocimiento, continuamos nuestra investigacin para decidir si ha$ que modificar nuestro conocimiento no basado en fuentes acerca de ese punto. *l papel del conocimiento basado en fuentes es el ma$or en el momento en el que establecemos los hechos, $a que los establecemos apo$ ndonos en las fuentes, a pesar de que, como podemos darnos cuenta, seramos incapaces de extraer datos concretos de las fuentes sin un conocimiento no basado en fuentes adecuado. :na de las tesis fundamentales de la teora de la informacin es que cada unidad de informacin debe ser 5pagada61 en otras palabras, cada unidad de informacin cuesta. lT< s an, la lectura de una unidad de informacin concreta exige el conocimiento de los cdigos apropiados. Cambin ha$ que recordar que la aceptacin de algo como fuente importante 2ara un problema determinado slo ocurre en relacin con el conocimiento del investigador. 4orno bien deca 7. #ied$min% 5:n ob-eto es una fuente luStrica slo si ha$ una persona para quien no sea simplemente un ob-eto 5ordinario6, sino tambin un signo, es decir, si esa persona tiene un conocimiento apropiado que le permita
relacionar ese ob-eto con ob-etos o sucesos dci pasado6 *n cuanto a las explicaciones causales, el conocimiento no basado en (tientes salta a primer plano, $a que raramente encontramos en nuestras fuentes una indicacin de las causas de los sucesos que nos interesan, $ aunai la encontremos, esa informacin no tiene autoridad desde nuestro 2:nto [7o vista. 2ara hacer explicaciones causales neceastamos un complicado proceso de iilvestioacin, que utili"a sobre todo el mtodo comparativo. *stablecimiento de los hechos histricos basadenu&eflt(u
4omo ha mostrado, en particular, 4. #. 0empel 2, para averiguar que ciertas circunstancias son la causa del hecho que estudiamos, debemos referirnos a una le$ cientfica. *n la eaplicacin relacionamos los hechos entre s, $ lo hacemos recurriendo a las le$es, es decir, al conocimiento (terico) no basado en fuentes,. Los diversos hechos que conocemos sugieren la pos)bihdad de recurrir a ciertas le$es especficas. *l conocimiento no basado en fuentes tambin nos permite formular le$es $ sinteti"ar los resultados de la investigacin. !el mismo modo, los hechos histricos se valoran a la lu" del conocimiento no basado en fuentes, que en este caso funciona como un sistema de valores. 2ara ilustrar el papel del conocimiento basado $ del no basado en fuentes, damos m s aba-o una tabla en la que el smbolo 5o6 se inserta en la lnea que indica ura proceso investigador concreto $ en la columna que seRala si en el proceso prevalece el conocimiento basado o el no basado en fuentes. Si ambas clases de conocimiento tienen la misma importancia, el smbolo + se coloca en las dos columnas, en esa lnea. *s evidente que la importancia de los diversos niveles de la tarea del historiador se puede valorar de modo distinto desde el punto de vista del ob-etivo de su investigacin, paro, por otra porte, todos los procedimientos enumerados en la tabla son indispensables para lograr los ob-etivos de la investigacin. 4K3K4&9&*3CK M,S,!K > 3K M,S,!K *3 B:*3C*S *3 LKS 2NK4*!&9&*3CKS &3;*SC&#,!KN*S !*L 0&SCKN&,!KN. ". Las $ nciones del conocimiento no basado en $ entes3. El problema del modelo nominal de preg ntas
*l conocimiento no basado en fuentes, es decir, la observacin $ las afirmaciones tericas sobre el mundo, aceptadas por un investigador concreto, puede considerarse I si lo vernos en urs sentido relativo, o sea, limitado a una pregunta concretaI corno un an logo de lKS presupuestos de esa pregunta. Segn la distincin de 7. #ied$min, es lo que l llama el modelo nominal de la pregunta, que es la serie o el sistema de presupuestos, en oposicin al modelo real (sem ntico) de la pregunta, es decir, la clase de los ob-etos que satisfacen el sistema de presupuestos que hace el modelo nominal . *l conocimiento no basado en fuentes, que desde el punto de vista lgico est formado por premisas nuevas, reglas de inferencia, etctera, aumenta el repertorio de los modos de inferencia que permiten la resolucin de un problema determinado. 4orno es sabido (cfr. captulo A&;), en un sistema de presupuestos de una pregunta tenemos que distinguir, sobre todo, el presupuesto positivo, el presupuesto negativo, el presupuesto de unicidad, el presupuesto positivo restrictivo, $ qui" s, tambin, el presupuesto de capacidad de decisin $ los criterios de una respuesta satisfactoria. 4omo se ha dicho anteriormente, el presupuesto positivo corresponde a la conviccin, que es parte del conocimiento no basado en fuentes1, de que ha$ una respuesta cierta a la cuestin planteada. *l presupuesto negativo, que tambin forma parte del conocimiento no basado en fuentes1, tambin es de naturale"a general% afirma que no todas las respuestas son ciertas. *l conocimiento no basado en fuentes1 proporciona tambin las bases para el posible presupuesto de unicidad, que afirma que una $ slo una respuesta directa es cierta. *l presupuesto afirmativo restrictivo, que necesita un conocimiento no basado en fuentes m s especfico, $ en muchos casos se reiaciona con los avances en nuestra utili"acin de los datos basados en fuentes, nos acerca a la respaesta que buscarnos. 4uanto me-or sea nuestro conocimiento no basado en fuentes, con ma$or precisin indicar ese presupuesto en qu Subserie ha$ que buscar la respuesta a la pregunta. :na serie determinada &de posibles respuestas) se estrecha hasta su subserie determinada. *ste 2resupuesto es tambin uno de los criterios de aceptacin de la respuesta% afirma que una respuesta que venga de fuera de la subserie mencionada O del campo de lo desconocido no se debe aceptar. *sto vale para las 2reguntas de decisin $ de complementacin, igualmente. *s obvio que este 2resupuesto, como cualquier otro, puede demostrarse como falso. Los pre8 :2uestos son slo un sistema de hiptesis iniciales, necerarias para una formulacin determinada de la pregunta. Los presupuestos falsos de una 2regunta, que se deben a un conocimiento no basado en fuentes insuficiente O errneo, dificulta muchas veces, en gran medirla, la labor investigadora. 2ero raramente podernos hablar de la certe"a absoluta de los presupuestos desde ci momento inicial de la investigacin (por verdad absoluta de los 2resuisiestos querernos decir aqu su verdad confirmarla niss tarde en el tuiQEG de la investigacin). 2ero podemos exigir poe [%1 en neimiento no *leccin del campo de investigacin. Bormulacin de la pregunta (problerna) *stablecimiento de las fuentes para ese problema. Lectura de los ciatos basados ni fuentes *studio de la autenticidan de las fuentes (crtica externa). *studio de la fiabilidad de las fuentes (crtica interna). *stablecimiento de los hechos sobre los que las fuentes proporcionan informacin directa. *stablecimiento de los hechos sobre los ene las fuentes no proporcionan infcrma,ItSn directa (incluida la cora11rc hacin). *xiieacin causal (incluida la comprobacin)*stobiecirniento de leves (incluida lo comprobacin).
CntsrQcrerein sintdtictJ (resnuesta o e a m. rl cci s basado en fuentes que tiene un historiador se ample constantemente, $a que es un elemento indispensable de su tarea. Las preguntas capciosas son un buen e-emplo de preguntas con presu. puestos falsos latentes. Si pregunt ramos, por e-emplo, qu territorios polacos fueron anexionados por ,ustria en la Segunda 2articin de 2olonia, no po. dramos esperar una respuesta directa a esta pregunta, $a que ,ustria no particip en la Segunda 2articin de 2olonia. *l presupuesto de capacidad de decisin, es decir, la conviccin de que la respuesta a la pregunta planteada se puede comprobar por medio de la observacin, es de naturale"a comple-a. *n la mente del investigador suele aparecer con-untamente con el presupuesto positivo. D. Las $ nciones del conocimiento no basado en $ entes,. El problema del modelo metodolgico 0seleccin) *l sistema de valores que sostiene un investigador concreto, que en nuestra clasificacin se denomina conocimiento no basado en fuentes', funciona como una serie de lneas maestras que ese investigador sigue en su traba-o. Sobre todo, la valoracin es una de las principales fuentes de nspiracin en cuanto a la distincin entre los factores principales $ los secundarios. Las valoraciones suelen ser lneas maestras mu$ generales del tipo% 5como A es bueno, ha$ que subra$ar sus aspectos buenos, para propagar el conocimiento de A[, etctera. *stas lneas maestras son tambin, en cierto sentido, un sistema de presupuestos de una pregunta determinada. Se podran llamar presupuestos axiolgicos de esa pregunta. *n muchas ocasiones, pueJ dh estorbar al investigador para llegar a la respuesta correcta a la pregunta que ha planteado. 2or e-emplo, su conviccin de que la 4ontrarreforma -ug un papel positivo en la historia de 2olonia, conviccin que saca de su Qconocimiento no basado en fuentes $ que forma parte de su sistema de valores (conocimiento no basado en fuentes,), puede restringir enormemente S: campo de visin. :n presupuesto axiolgico traba-a como un filtro s i generas que selecciona los datos que llegan al investigador, $ que, por tanto, le gul4 en su esfuer"o por adquirir nueva informacin. 4omo se ha dicho, las lneas maestras que proceden de un sistema de valores abren, en muchos casos, nuevas perspectivas a la investigacin, al sefialar nuevos campos que hablan pasado inadvertidos hastaQ el momento. ,s, los avances en la investigacin est n determinados no slo por la parte del conocimiento no basado en fuentes que se ocupa de la form` lacin de una pregunta concreta, sino tambin por m s conocimiento latente, en concreto el que sub$ace en la decisin sobre el planteamiento de esa pregunta. ,fortunadamente, ha$ un acuerdo entre los estudiosos sobre fli chas cuestiones fundamentales, de modo que las decisiones sobre el planteamiento de preguntas se hacen de modo efica"1 m s an, ciertas diferencias entre los sistemas de valores, es decir, los sistemas de conocimientK no basado en fuentes', dan lugar a una variedad en las preguntas, que prod: una visin del mundo nids plena. *sa visin m s plena se alcan"a, 4KflG - es sabido, en el dsariol1o dialctico de la investigacin. decisiones sobre el planteamiento de preguntas en un terreno determinado. *sto significa que, incluso en ese nivel, influ$e en los procesos de seleccin, que son de enorme importancia en cualquier clase de investigacin histrica. - :n cambio en el sistema de valores, que se produce por los cambios en nuestro cuerpo
de conocimientos no basados en fuentes, suele implicar cambios en los criterios de seleccin. *s evidente que los cambios dn el cuerpo de conocimientos no basados en fuentes1 dan lugar a modificaciones de los presupuestos en las preguntas que planteamos. 2or e-emplo, los cambios que derivaron de la adopcin de la teora $ el mtodo del materialismo histrico fueron cambios en los criterios de seleccin, presupuestos de las preguntas (preguntas factogr ficas, preguntas explicativas, $ preguntas sobre le$es), $ en los mtodos de explicacin. *n el rea de la seleccin, se comen" a prestar una atencin incomparablemente ma$or a los cambios en la tecnologa de la produccin, la relacin de propiedad, el nivel de propiedad de las distintas clases, los intereses de dichas clases $ sus subdivisiones, las luchas de clases (por e-emplo, las diversas formas de resistencia por parte de los campesinos $ la luchas entre los patricios $ la poblacin urbana pobre), la funcin clasista del estado, la legislacin del estado, las ideologas $ organi"aciones que las proponen (como la &glesia), las relaciones entre las luchas para abolir los privilegios sociales $ las luchas por la independencia, las tradiciones de lucha igualitaria $ las protestas contra los privilegios de los ricos $ los poseedores del poder, etctera . La interpretacin de los presupuestos que sub$acen en la seleccin es mu$ f cil, a veces. 2or e-emplo, los problemas relacionados con la actitud patriota del clero se abordaron, muchas veces, por parte de los historiadores que estaban en relacin con los grupos catlicos. 2or otra parte, los temas que tendan a sacar a la lu" casos de traicin, opresin de los campesinos F lu-uria en el modo de vida de los dignatarios de la &glesia, eran abordados muchas veces por los historiadores convencidos del papel negativo del catolicismo en 2olonia. Sin embargo, con ma$or frecuencia, esto ocurre con preguntas m s fundamentales (problemas de investigacin). *n el caso de preguntas simples, los presupuestos que motivan la seleccin (es decir, el 4onocimiento no basado en fuentes latente en un investigador concreto) Solo se aclara si podemos situar esa pregunta en un sistema de preguntas que se combinen para formar un problema m s amplio. - 2or e-emplo, la pregunta 54mo era de numeroso el e-rcito de 3apolen en la Matalla de PaterlooX6 puede formar parte de una pregunta m s iiriplia sobre las causas de la derrota de 3apolen en esa batalla, $ esta tiltima pregunta se plantea por su importancia (al menos desde el punto de ;ista de un investigador concreto). :na persona puede estar convencida e la importancia de esa pregunta al margen de que crea que 3apolen 7ug un papel importante en la historia humana (positivo o negativo) o no QQlo 4rea. 2or tanto, los presupuestos que sub$acen en la decisin de plantear pregunta sefialan las valoraciones inherentes a la visin general de la historia de la 0umanidad por parte de la persona que la plantea, $ dicha ;iSifG general es resultado de su 4onocimiento no basado en fuentes1. 4i a ,. 9ale/s.- $ D. Copols.i, 69etoia ma terialiemu histor$c"nea"o / pca4ach [n n 2G1 7al u (1 [ mc o ccl m` ci 1 lJustou leo cmi 1 as 1 de los bistoiiaclores polacos), %l dia i=;iiozo$icene, nm. ?, i>8>, p g. 1DG. *ste procedimiento iterativo parece ser una regla respecto a un an lisis de los presupuestos de las decisiones interrogativas. , veces se necesita un nmero bastante grande de pasos para averiguar cu les son esos presupuestos, pero, en general, en la investigacin histrica, el nmero de pasos es menor que, por e-emplo, en la cienia natural. ,nalicemos el e-emplo anterior con m s detalle% 2aso 1% *ncontramos una laguna en nuestro conocimiento no basado en fuentes, $, por
otro lado, estarnos convencidos de la importancia del problema global. 0emos elegido ese problema porque creernos que las acciones de 3apolen son mu$ importantes para la comprensin de la historia del mundo. 2aso '% !ecidimos formular una pregunta destinada a llenar la laguna mencionada (apo$ ndonos en el conocimiento no basado en fuentes1 $ en el conocimiento no basado en fuentes,). 2aso D% 2lantearnos la pregunta% W4u l era la fuer"a numrica del e-rcito de 3apolen en la Matalla de PaterlooX Lo hacemos poniendo en funcionamiento nuestro conocimiento no basado en fuentes1. *sta es parte de una pregunta m s amplia, por e-emplo, sobre las causas de la cada de 3apolen. 2resupuesto positivo% estamos convencidos de que se puede encontrar una respuesta a la pregunta m s estricta (porque 3apolen existi, porque la batalla de Paterioo tuvo lugar, etctera). 2resupuesto negativo% estamos convencidos de que no todas las respuestas seran ciertas (por e-emplo, no nos inclinamos a aceptar las respuestas que indiquen una superioridad numrica de 3apolen en esa batalla). 2resupuesto de unicidad% sabemos que slo una respuesta directa seria exacta, posible dentro de un perodo (a no ser que pensemos en el e-rcito de 3apolen en los diversos momentos de la batalla). 2resupuesto positivo restrictivo% buscaremos la respuesta en la subseriu el e-rcito de 3apolen era menos numeroso que el de sus adversarios1 su fuer"a numrica no poda ascender a millones, etctera. 2aso <% La pregunta formulada de acuerdo con los presupuestos ante riores se inclu$e en nuestro programa de investigacin. -. Los $ nciones de los datos no basados en $ entes *n la formulacin de las respuestas, los datos no basados en fuentes -uegan, sobre todo, un papel deductivo, que consiste en que sirven cornK premisas en los casos de inferencia de la investigacin histrica. *sa fundoG se manifiesta muchas veces, especialmente en el establecimiento deductivo de los hechos $ en la construccin de las explicaciones causales.. Los e-em2loS no vamos a mencionarlos aqu, $a que los trataremos en los capitulG adecuados. 2or el momento, nos limitaremos a mostrar el papel de los datos no basados en fuentes de un modo puramente esquem tico. Supongamos que (para tornar en cuenta un caso mu$ simple) nos encon tramos con una serie de diversas situaciones que cc dcihco por loJ1 .imii4flt4S pregunta s cte decisin% PE 122 23 < Cenemos datos basados en fuentes que afirman que Pi $ P2 es decir, que Pi ocurri, mientras que 2' flK. !espus, el conocimiento no basado en fuentes nos dice que existe la siguiente relacin general% pI D, que significa que un hecho del tipo Pi implica la carencia de hechos del tipo 3. Si hacemos uso slo de los datos basados en fuentes, limitamos as la serie de preguntas% Las respuestas enmarcadas son las que se pueden eliminar. Si a esto aRadimos la informacin no basada en fuentes mencionada, la serie se puede reducir an m s% Nesulta, por tanto, que las respuestas a las preguntas de decisin anteriores son% 2 p'1 P7 Ktra fufld-lD de los datos no basados en fuentes en la construccin de respuestas
narrativas $ explicativas es la de unir los datos basados en fuentes en un cuadro coherente. 4onsideremos, por e-emplo, la siguiente aftrmacin de Religion and t'e Risc o$ /apitaiism, de N. 11. Ca/ne$% 5,nte las artes por las que los hombres amasan rique"as $ poder, $ ante la previsin ansiosa que acumula para el futuro, Lutero tena toda la desconfian"a de :n campesino $ de un mon-e6 . *n este e-emplo, Ca/ne$ us el concento de 5desconfian"a de un campesino $ un mon-e6, que es un caso tpico de informacin no basada en fuentes $ asequible por nuestro conocimiento de los rasgos caractersticos de los campesinos $ los mon-es. *se concepto le permite unir los diversos datos basados en fuentes sobre la actitud de Lutero hacia las tendencias econmicas que marcaron al capitalismo naciente. 1=. Bi, Canner, Re"iai li a,t3 6"ze Pise of ( /iPRitolr/l3, Londrce, 11'=, p o. >'. ;(I"'* 0*R'E
A;&&& La autenticidad de las fuentes y la fiabilidad de los informantes 1. El concepto general de crtica de $ entes Los libros de texto sobre la investigacin histrica suelen hacer una distincin entre la crtica externa $ la interna, en cuanto a las fuentes. La primera se denomina, a menudo, crtica erudita (siguiendo a Langlois $ Seignobos), o crtica inferior (siguiendo a Mernheim)1 la segunda se llama crtica superior o, corno se ha dicho anteriormente, hermenutica. La asimilacin de los principios de la crtica, especialmente los de la crtica externa, fue, durante largo tiempo Idesde el nacimiento de la opinin erudita en el siglo xviiI el componente principal de la formacin metodolgica de los historiadores. 0a seguido siendo as hasta ahora, pero a medida que nos ale-arnos del acercamiento positivista e ideogr fico, que concede excesiva importancia al conocimiento basado en fuentes, los historiadores deben tener cada ve" m s elementos de la metodologa general de la historia. *l estudio de las caractersticas externas de una fuente (o sea, todo menos el significado de la informacin que transmite), como se define normalmente la crtica externa, puede interpretarse en un sentido amplio o estricto. Si esa tarea se interpreta ampliamente, tiene que incluir la lectura (desciframiento) de los datos contenidos en una fuente concreta, $ la investigacin de la propia fuente, que sirve corno canal de informacin (en el Sentido de la teora de la informacin). *n el sentido m s estricto, la crtica externa slo se ocupa de las caractersticas externas de una fuente determinada, interpretada como un canal de informacin, lo cual exclu$e, por tanto, los procedimientos de desciframiento. 2uede suceder, sin embargo, que al anali"ar las caractersticas externas de una fuente sea necesario anali"ar el cdigo (por e-emplo, cuando querernos establecer la fecha de un documento a partir de la escritura o identificar al autor a partir del estilo literario). *n tal caso, el estucho del cdigo queda incluido en la crtica externa, pero el proceso de desciframiento corno tal no est involucrado. *l concepto de crtica externa no ha sido definido hasta ahora con Soflc-eme claridad. Lo mismo ocurre con la divisin entre crtica externa e interna. Si consider ramos como ob-etivo principal de la crtica de fuentes la consecucin de etiquetas para los datos
provenientes de las fuentes, que establecieran cu nto se acercan estos datos a los hechos histricos, entonces, muchas afirmaciones, (&:4 11G est n relacionadas directamente con el proQ Liorna ir la certe"a de Li ichos dat os, tendran I L&4 ser excluidas de la crtica 1 fuentes concebida de ese modo. !ichas afirmaciones, sin embargo, se La lec tuca se interricia aq i de modo &3LF amplio, abarcando la extraeti 011 md u $ccion cc de nlc als no cnt mo (o, c-cmplo rc tos nc :n eclil&-o antiguo). inclu$en en el procedimiento normal de establecimiento de los hechos histricos. 2uesto que una crtica de fuentes profunda exige, a menudo, proce. dimientos mu$ complicados, durante los cuales, a veces, tenemos que establecer hechos que, de otro modo, estaran vagamente relacionados con los ob-etivos de la crtica de fuentes, tradicionalmente se aborda la operacin entera como un todo. 2arece que la crtica de fuentes, en el sentido estricto del trmino, podra definirse con ma$or precisin si adopt ramos las cuatro afirmaciones siguientes% 1) La crtica de fuentes, tanto externa como interna, debe contestar a la pregunta% WLos datos proporcionados por una fuente concreta est n de acuerdo con los hechosX *sto implica que salte a primer plano la cuestin de la fiabilidad del informante. ') *l primer paso en la crtica de una fuente consiste en investigar su autenticidad (crtica externa). D) *l segundo paso en la crtica (esto ataRe a las fuentes indirectas) de una fuente consiste en averiguar si el informante es fiable o no (crtica interna). <) 2ara determinar la fiabilidad del informante, primero tenemos que examinar la autenticidad de la fuente1 sin embargo, el estudio de esta autenticidad exige tambin, a veces, informacin sobre la fiabilidad del informante, o sea, sobre la veracidad de los datos que transmite. *sto supone que el estudio de la fiabilidad de la informacin se considera como la meta principal de la crtica de fuentes, externa e interna, $ que la crtica externa se identifica con el estudio de la autenticidad de las fuentes, $ la crtica interna, con l estudio de la fiabilidad de la informacin. Los principios de la crtica de fuentes, que han sido logrados traba-osamente a partir del siglo xvii, cuando los benedictinos $ los bolandistas comen"aron sus investigaciones, hasta que los positivistas los elevaron, forman ho$ en da una vasta reserva de conocimientos, que usan sobre todo los estudiosos de la historia medieval. 2ero es obvio que ni el m s detallado conocimiento de esos principios puede sustituir el conocimiento general $ completo (no basado en fuentes) que debe tener un historiador. Los principios mencionados indican solamente cmo debe usarse ese cKflK cimiento. ,qu nos ocuparemos de los principios $ reglas m s generales especialmente de los problemas de la autenticidad de las fuentes $ la fiabilidad de los informantes. '. La a tenticidad de tas $ entes *l estudio de la autenticidad de las fuentes es el punto de partida de todas las operaciones de investigacin emprendidas por un historiador que se remite a los fuentes. 2ero el concepto de autenticidad no ha sido definido con claridad. Los libros de texto de los mtodos crticos usados en la iG vestigacin lii strica se suelen referir, por un lado, al establecimientK del tiempo $ el lugar de ocie ti cte una fuente concrela $ al estabYecimfutD de su autor, FJ por otro, al estudio de su autenticidad, que se inter2rdt normalmente, de un modo estricto, corno el establecimiento del lctG G1; DD<
ginal de una fuente concreta . ,qu conviene hacer una distincin entre varios conceptos de autenticidad. ,hora bien, una fuente se llamar autntica en el sentido de la autenticidad 1 si se conoce el tiempo de su origen $ el lugar al que se refiere, porque slo una fuente as puede proporcionar datos sobre hechos histricos con sus determinantes temporal $ espacial, que son las caractersticas fundamentales de esos hechos. *n este sentido, autenticidad significa el conocimiento del tiempo $ el lugar de origen de la fuente. &nterpretadas as, todas las fuentes cu$o tiempo $ lugar de origen conocemos son autnticas . 4uanto m s extenso $ fiable sea ese conocimiento, m s autntica ser la fuente. Si una fuente, que globalmente da informacin verdadera, informa, directa o indirectamente, sobre su propio tiempo $ lugar de origen ($ si el establecimiento del tiempo $ el lugar de origen de este tipo de fuentes no suele implicar dificultades), entonces puede clasificarse como autntica (en el sentido de la autenticidad1), con un alto grado de probabilidad. 2ero, -unto a la autenticidad1, debemos destacar, para estar de acuerdo con el comportamiento lingHstico de los historiadores, los conceptos de autenticidad' (autenticidad pragm tica), autenticidadD (autenticidad exacta), $ autenticidad< (autenticidad en el sentido del conocimiento de las fuentes). 9ientras que en el sentido de la autenticidad1, toda fuente que tiene asignados con fiabilidad su tiempo $ su lugar de origen es autntica, esto no basta en el caso de los restantes tipos de autenticidad, puesto que puede haber fuentes que tengan sus fechas $ lugares de origen correctamente indicados, $ sin embargo no sean autnticas en otro sentido. La autenticidad' se limita a la naturale"a de la informacin que busca&nos en la fuente. *n este sentido, una fuente que es autntica para la resolucin de un problema puede no serlo para la resolucin de otro. 9uchos documentos medievales espreos (por e-emplo, concesiones de tierras F derechos) no son autnticos para el estudio del estado original de varias 2ropiedades $ las cesiones de tierras $ derechos, porque n estos documentos ispreos las donaciones reales se extendan hasta abarcar las ltimas adquisiciones, obtenidas de una forma no siempre legal1 sin embargo, son p&eflaniente autnticas si nos ocupamos del estudio de la expansin de las 2ropiedades mantenidas por los patrocinadores de esas falsificaciones, o del estudio de las condiciones socioQ econmicas o de otro tipo que prevalecan e el momento en el que el documento se sac. *n relacin con la auten' %. +oscial.o/s.i (cfr. Historyka, cd. cit., p g. @>) limita el estudio de la :tentic-dad de las fuentes a establecer si una fuente concreta 5transmite el texto en su contenido, forma $ vocabulario originales, sin cambiar ni contaminar, 1D1 como los dio su verdadero autorSJ. 9. 0andeisman distingue I-unto al estudio el lugar $ tiempo de origen $ la autora de una fuente concretaI la crtica la naturale@a de una fuente (si un documento concreto es genuino o no, 2agifl <8 $ ss) $ lo que l llama el an lisis de las fuentes (p gs. 18> $ ss.), elt1nado a diferenciar las fuentes originales, secundarias, dependientes, etctera. onh1amos 7o mismo en Mernheim (p gs. D'< <<?). Langlois $ Seignobos dis< tnguen dentro de la crtica externa, crttiIne de restit tion (p gs. 81 $ ss.) 1 cnt nJ li/ yo#ena ce (p gs. ?? $ ss.). La primera significa establecer el ver (7ero tcxtc, (pce -cmp7o, comparando varias cotilas), $ la segunda, avei ignue e orici rN3 i te dterminnd i !atos SiluSus mbi e lo ceitica cxtern 3 -tier rao en Stncict ioclloZ aice. 3 3 t ro1 ten I ir ti ro ir i de nuesti o cGGGr nmento obiS 4poci )edtr e G111GG, todas tas fuentes son autnticas. B,sle sera un al < tun ro u genl i ti G imitado pelo inutil p iro nuestr es
ticidad,, tenemos el concepto del alcance de la autentidad, o sea, la suma. de aquellas cuestiones (problemas) a las que una fuente concreta puede proporcionar respuestas verdaderas. La autenticidadD (ste es el sentido que se adopta normalmente en los libros de texto sobre historiografa) se refiere a la cuestin de la, posible falsedad de tina fuente concreta, $ la autenticidad< se distingue por el pro. blema de si una fuente determinada es primaria o secundaria. *n relacin con la autenticidadD tenemos el concepto de grado de autenticidad, que, en cierto modo, es el inverso del grado de falsedad. *n lo que respecta a la autenticidad,, son posibles tres casos% una fuente determin a da puede probarse como plenamente autntica, parcialmente autntica o no autntica. :na fuente primaria es aquella que es un documento original (es decir, sacado por la persona especificada en la fuente)1 una fuente secundaria es aquella que, en cierto modo, depende del original (por e-emplo, una copia, un extracto, etctera)1 una fuente original es, en este sentido, plena. mente autntica, mientras que, respecto a aquellas fuentes que no son documentos originales, slo podemos hablar de un cierto grado de autenticidad. D. Las reglas del e9amen de a tenticidad 0crtica e9terna) 4ada uno de los conceptos de autenticidad mencionados m s arriba, que han sido distinguidos de acueiQdo con los procedimientos usados realmente por 1G8 historiadores, hace surgir a su ve" problemas de investigacin. La experiencia antigua, estimulada por el principio del escepticismo, que se remonta por lo menos a L. ;alla, ha a$udado a los historiadores a discernir un gran nmero de aeglas que se usan en ra"onamientos mas o menos sofisticados. Son las reglas no formales que, -unto con las reglas de la lgica, posibilitan que se lleven a cabo los ra"onamientos que finalmente producen conclusiones definitivas sobre la autenticidad de fuentes concretas . *l estudio de la autenticidad1 (autenticidad en sentido general), que 4K muchos casos significa el estudio de la autenticidad de una fuente concreta que se va a publicar, se reduce al establecimiento de su fecha $ lugar de origen. *l establecimiento de su autora, que normalmente se considera como un procedimiento de crtica externa, no se inclu$e, $a que es :fl problema aparte, que debe relacionarse, sobre todo, con la determinadoG de la fiabilidad del informante, $, por otro lado, pertenece al proceso de establecimiento de los hechos histricos. *l establecimiento de la autorla no es una condicin indispensable para ci estudio de la autenticidad, a peSn de que puede ser necesario (dci nhisriiu modo que un estudio del cKnteiY7dG, $ por tanto de la fiabilidad de los datos 1. 3adie dira que la 4rnica escrita -or #alius ,non$mus (la crnica polaca m s antigua, escrita en latn por un mon-e de origen probablemente francs) no es autntica (en el scntdG de Oa autenticidad1) ni dudara su autenticidad (en el sentido de la aiite7 de la autora est estrechamente unida al estudio de la autenticidad. , veces, el averiguar quin fue el autor puede responder a la pregunta sobre la legitimidad de una fuente dada. *l famoso manuscrito procedente de 0radec +ralove debi perder la categora de documento autntico (aunque su auten.ticidad era cuestionada por !obrovs.$ desde el principio) cuando se identific a ;aclav 0an.a como su autor. 2ero, en general, la cuestin de la autora es algo diferenciado, $ va m s all de los problemas de la autenticidad de las fuentes, lo suficiente como para ser estudiada separadamente.
La fecha $ el lugar de origen de un documento se establecen por un procedimiento directo o indirecto, o tambin directo en parte $ en parte indirecto. *l examen directo del documento consiste en los dos pasos siguientes% 1) la lectura de la informacin directa sobre el tiempo $ lugar de origen que establece la propia fuente1 ') la comprobacin de la afirmacin obtenida. La lectura es una cuestin mu$ simple, a no ser que el establecimiento de la fecha requiera el uso de cdigos complicados (que son la materia de la cronologa histrica), $ la identificacin de un nombre de lugar, el uso de procedimientos especiales de investigacin. &ncluso una lectura directa exige comprobacin, en la que usamos Icomo correctamente ha sefialado 9. MlochI los mismos procedimientos que nos sirven para establecer la fecha o el lugar de origen de forma indirecta ? :no de los mtodos consiste en asegurar si ha$ contradiccin o no entre la fecha $ el lugar, establecidos previamente, $ otros elementos de la fuente en cuestin. Si se encuentra dicha contradiccin (por e-emplo, entre la fecha del documento $ el tipo de escritura o la poca de origen del papel), esto nos pone en cuestin de veracidad del documento, $ por tanto indica que el documento no es autntico (en el sentido de la autenticidadD). *n tal caso, debe investigarse por procedimiento indirecto, que puede consistir en formulaciones $ apo$os de hiptesis apropiadas. Ktro medio de comprobar las hiptesis sobre la fecha $ el lugar de origen de una fuente concreta consiste en compararla con otras fuentes. :n establecimiento indirecto de la fecha $ lugar de origen de una fuente se basa en la deduccin por aumento de probabilidades (cfr. captulo A&A), usando corno premisas datos basados $ no basados en fuentes, F varias reglas extraQlgicas. Los datos implicados, basados $ no basados &n fuentes, pueden ser de varias ciases, $ su naturale"a depende de la naturale"a de la fuente. *n lo que se refiere a los datos no basados en fuentes, los m s valiosos de todos son los que usamos para hacer comparaciones con otras fuentes. Las seme-an"as o diferencias que encontramos 2ueden, llegado el caso, recha"ar o confirmar una hiptesis concreta. Las reglas extraQ lgicas, que forman directrices formuladas sobre la base de 4iertas relaciones generales, $ confirmadas en la vie-a pr ctica investigadora cte los historiadores, inclu$en las siguientes% 1) si un documento est externamente relacionado de forma estrecha con otros (por estar todos l:fltos en un mismo cdice), entonces su fecha puede establecerse com2ar ndolo cKlY los otros documentos del cdice, $ tambin es necesario examinar la propia - historia del documento, o sea, averiguar cmo lleg a (mirar con los otros docunientos1 ') las curactemsZicas externas de L&&D documento refle-an el estado de civili"acin de un perodo concreto, $ por tanto pueden servir de base para un intento de establecer su fecha1 D) un an lisis del contenido del documento, combinado con el conocimiento no basado en fuentes, permite establecer su fecha, o por lo menos, algunas fechas lmite 0post I ern y ante I eni) entre las que debe locali"arse la fecha del documento. Lo mismo ocurre con el lugar de origen de un documento. , menudo, tratamos de reconstruir la fecha de un documento, u otra fuente, que se haban perdido, pero que sabemos con seguridad que haban existido. 2ero en tales casos entramos m s bien en la esfera del establecimiento de hechos histricos. Sin embargo, el procedimiento es el mismo que en el caso de la tercera regla mencionada anteriormente. Cenemos un e-emplo en el intento de establecer la fecha del documento de cesin de los derechos municipales 0locatio ci#itatis) a #nie"no. *l documento se perdi en un incendio de 181'. *l ra"onamiento reali"ado por el historiador puede reconstruirse de
este modo% 1) *l documento para la ciudad de 2o/id", fechado en 1'<D, afirma que los derechos concedidos a esa ciudad son similares a los derechos concedidos a #nie"no. 2or eso sabemos que la fecha que corresponde a #nie"no debe de haber sido anterior a 1'<D, aRo que es el terrnin s ante I ein (o termin s post I ern non). ') *l '? de febrero de 1'D8, Ladislao, hi-o de Kdo, consigui del 4aptulo de #nie"no un tro"o ele tierra ad$acente al pueblo, $ se sabe que una transaccin parecida fue un paso preliminar para la locatio de 2o"nan, por lo que podemos adoptar el aRo 1'D8 como la fecha m s temprana, antes de la cual no debe buscarse la fecha de la locatio, es el teriizin s a I o. D) Se sabe que en 1'D<Q1'D@ Ladislao estaba constru$endo un edificio de piedra $ ladrillo en el Lago 7elone., que probablemente estaba relacionado con la mencionada locatio ci#itatis. 2or tanto la fecha de esa locatio debera estar entre 1'D<=8 $ 1'<D. <) *l '8 de abril de 1'D>, Ladislao public un documento para el 4laustro en Lubia", in Bnieznensi ci#itate. *l trmino cintas debe de referirse a la reciente locatio., puesto que ese trmino no aparece en documentos anteriores, ni los publicados por el mismo Ladislao ni por los otros duques de la #ran 2olonia. Ladislao muri en 1'D> $ no public m s documentos. 8) ,s, las fechas limtrofes del documento de la locatio ci#itatis de #nie"no seran 1'DE, el '8 de abril de 1'D> $ 1'<D, pero si afirmamos que la locatio ci#itatis fue concedida por Ladislao, entonces el aRo 1'DE o principios de 1'D> es la fecha m s probable (segn el cuerpo de conocimientos que tenemos) . 4omo puede verse f cilmente, el procedimiento del historiador 4KflSiSP en una restriccin gradur.1 del espacio de lo desc nerita (en este casG la fecha de 7a locatio ci#itatis de #nie"no), que le acerca a una re8lDul coniplcta que l, sin embarro, no podra obtener, La c&en acila ha pcrcl1 su indefinicin original para eslar limitado dentro 7c en intervalo cs2J itc-cniplo est extrado de Dzie+e Bnienoa (0i1rri e #alerno). ;si sonia, 1>?8, captulo escrito por 11. 4hlopoc.a, pns. 1 D 1.DD. - cfiio. *l procedimiento en cuestin corresponde al usado en la bsqueda de una respuesta a una pregunta complementaria (Wen qu aRoX). ,l buscar la respuesta, el historiador recurra a datos apropiados, $ as obtena respuestas parciales sucesivas (consideradas como lo que se llama confirmaciones en potencia), que estrechaban el mbito de lo desconocido. Sin embargo, no estaba en posicin de dar una respuesta completa. :n procedimiento similar se utili"a cuando queremos definir el lugar de origen de un documento 3ormalmente, los datos contenidos en una fuente dada proporcionan premisas m s o menos valiosas para la conclusin final. Los datos m s importantes son la mencin especial, hecha por el autor de la fuente, en relacin con ciertas localidades $ regiones, $ la presencia en esa fuente de datos especficos de algunas regiones $ lugares solamente. *l halla"go de tales indicaciones se convierte, muchas veces, en el punto de partida de posteriores investigaciones. 4uando estudiarnos la fecha $ el lugar de origen de una fuente determinada, tenemos que hacer una distincin entre establecer la fecha de origen de esa fuente $ las fechas de las diversas unidades de informacin contenidas en la fuente. :na fechacin exacta de los datos es de enorme importancia en la investigacin histrica. *l estudio de la fecha de origen de una fuente, si no es un ob-etivo en s mismo (por e-emplo, a causa de la importancia histrica de esa fuente), est subordinado al ob-etivo principal, que es
establecer las fechas de los datos proporcionados por esa fuente. 9uchas veces tenemos que enfrentarnos con fuentes cu$as fechas de origen no pueden establecerse con suficiente precisin, $ que sin embargo son mu$ valiosas, porque los datos que contienen tienen suficientes determinantes espacioQtemporales. 2or e-emplo, el editor de Kronika *ielkopolska (La crnica de la #ran 2olonia) hace el siguiente comentario% 5La poca de origen es discutible. - - su autor o autores son desconocidos, la transmisin del texto en manuscritos es parcialmente oscura. F sin embargo, no ha$ nada que pueda reempla"ar esa cantidad de donocimiento sobre la 2olonia medieval6 . *l estudio de la autenticidad' (pragm tica), esto es, limitada a la cuest&n que se investiga, raramente se une a la crtica externa de una fuente 4oncreta. 3ormalmente ocurre de modo que el historiador usa una fuente autntica (en el sentido de la autenticidad1) para decidir si esa fuente (o una informacin basada en fuentes, en el caso de las fuentes indirectas, pero entonces el concepto de autenticidad coincide con el de fiabilidad) es autntica para las exigencias especficas de la investigacin. *n la ma$ora de los Q4asos, una decisin as se toma de forma autom tica, como si di-ramos1 el historiador sabe, por experiencia, que una fuente de un tipo concreto 2uede no ser autntica en cuanto a unas cuestiones especficas. 2ero a ;eces, al ocuparse de la crtica externa, el historiador llega a ciertas connlusiones que restringen el alcance de la autenticidad de esa fuente, $ %forrnula as una unidad de informacin para otros investigadores. Se puede ;er un e-emplo en los halla"gos de #. Labuda sobre 7a autenticidad de las Sag8 (por e-emplo, 1QCervarasaga) como fuentes para el estudio de la historia oltica primitiva de 2olonia. Lleg a la conclusin de que, a causa de las clitnicultades encontradas en la separacin cronolgica $ territorial de 1o datos contenidos en ms sagas, su autenticidad para el estudio de la cuestin anteriormente mencionrla es problem tica 1O 2or otra parte, esas sagas son totalmente autnticas para el estudio de los diversos aspectos de la mentalidad en el perodo en el que fueron escritas. ,. !opsch ha probado que s famosos capitulares atribuidos a 4arlo. magno son ordenan"as para el 1obierno de propiedades, originales, no de 4arlomagno, sino de su hi-o 2ino, $ no se refieren a todos sus estados, sino a las propiedades reales de ,quitania 11 ,s ha determinado la autenticidad de esa fuente en el senido de la autenticidad1, $ ha definido el alcance de su autenticidad en e sentido de la autenticidad'. Nesulta que esa fuente no puede considerarsecomo verdadera para las respuestas a unas preguntas especficas (las que e refieren a la actividad de 4arlomagno, $ las que rebasan los problemas de las propiedades reales en el territorio de ,quitania). *l estudio de la autenticiddD, o sea, el establecimiento del acuerdo entre 1G8 datos contenidos en /a fuente (refirindonos m s a sus caractersticas externas que a su contnido) $ los hechos, es, como se ha dicho, la esencia de la comprobacin uando queremos averiguar la fecha o el lugar de origen de una fuente drecta. *l problema nos ha proporcionado, en la historia de la historiograa, un nmero inmenso de casos interesantes. Si lo que 5dice6 una fiente sobre s misma concuerda con los hechos, tratamos con una genuLa fuente autntica. 4ualquier desacuerdo con los hechos puede deberse so a una accin intencionada de una persona que quera sacar partido a tal desacuerdo. Son posibles dos casos% 1) :na fuente es no autnca en parte (falsificacin1). ') :na fuente es no autntra en su totalidad, o sea, es ficticia (falsificacin '). Los xitos en el halla"go d falsificaciones de las fuentes histricas, logros que dieron lugar al naciniento $ el desarrollo de la diplom tica dependen del grado de precisin son el que se ha$a falsificado una fuente, $ del conocimiento del que disporfa un historiador concreto. !e-ando aparte las falsificaciones f ciles de descurir, $ que, por tanto, no
presentan ma$or problema para un investigador ccn una formacin adecuada en su terreno, podemos decir que, en general, s falsificaciones1, que turban la armoflla de una fuente totalmente uniforne con varias modificaciones del original (omisiones, alteraciones, interpolaiones), son m s f ciles de descubrir que las falsificaciones', que presentan on-untos completamente falsificados, fabro cados $ uniformes. Sabemos duraite cu nto tiempo se cre$ que eran textos autnticos las falsificaciones de ;lc2herson 06'e woi=ks o$ <ssian) $ de ;. 0an.a (especialmente el mauscrito de 0radec +ralove). Lo mismo acurre con cartas falsificadas d personalidades eminentes (por e-emplo las fabricadas por el famoso ;rcnQ Lucas $, para anotar un caso reciente, las cartas, mu$ discutidas, supuetarnente escritas por B. 4hopin a !elfina 2otoc.a). 4asos igualmente intereantes nos los proporcionan las falsifi4 siories de fuentes no escritas, siento las m s clebres la tiara de Saitafet1S el cr neo de 211 to/n1 la prinira lleg al Louvre, $ el segundo al 9il8e lo 4i 4 Lb id D odie mgi ie el lo iopa nic vii o fBiicntes, saas $ le$endas sobre la istoria tvlnpi ana de 2olonia), ;arsovia, 19o, p ginas Mrit nico. La tiara ha resultado haber sido falsificada a finales del xix, $ el cr neo, fabricado con huesos de simio. Las reglas para descubrir falsificaciones forman un amplio cuerpo de conocimiento especiali"ado1 pueden dividirse en preliminares $ b sicas. Las reglas preliminares inclu$en la que recomienda precaucin si se descubre una nueva fuente inesperadamente $ en circunstancias oscuras, $ tambin si slo se conoce una copia $ el original no ha sido visto nunca por nadie. Las reglas b sicas pueden reducirse a las siguientes 12: 1) las carac. tersticas externas del documento no deben ser anacrnicas (lo cual, a veces, slo puede averiguarse con el uso de los mtodos de investigacin m s modernos)1 ') el contenido del documento (anali"ado desde el punto de vista de lo que contiene $ lo que no contiene) no debe diferir de lo que conocemos por fuentes indudablemente autnticas $ de lo que podemos esperar en una fuente de ese tipo. *n este sentido, ha$ que prestar especial atencin a los posibles anacronismos en el contenido del documento. ,l buscar falsificaciones parciales podemos encontrarnos en dos situaciones% que exista el original, o que se ha$a perdido. *n el primer caso, cualquier alteracin puede encontrarse por simple escrutinio, $ adem s est el an lisis de contenido1 en el segundo caso, SflK tenernos un an lisis detallado del contenido corno fundamento posible para la conclusin sobre la autenticidad del documento. *l gran nmero de falsificaciones que surgen continuamente ha agudi"ado el sentido crtico de los historiadores, pero esto, a menudo, les vuelve hipererticos. *sto hace surgir falsificaciones aparentes, o sea, fuentes autnticas que han sido consideradas como falsificaciones por su naturale"a excepcional. *l descubrimiento de pinturas paleolticas de belle"a inesperada hi"o que algunos historiadores dudaran al principio de su autenticidad i! 9uchas reglas se han desarrollado tambin en e1 estudio de la naturale"a primaria ($ secundaria) de las fuentes, o sea, de la autenticidad<. tJlo siempre es f cil decir qu copia de una fuente dada es autntica en este sentido, es decir, es el original. Si averiguarnos que una copia determinada es el original, esto tiene una importancia considerable para el estudio de la autenticidad. 2ero puede haber tambin originales, o sea, fuentes que son autnticas en el sentido de la autenticidad<, pero no son autisticas en el sentido de la autenticidadD (las copias se pudieron hacer de un original que era una falsificacin). Si podernos establecer qu copia es la original, el problema est reSuelto1 si el original
no existe, tenemos que establecer el texto origen (en el caso de las fuentes escritas) a partir de textos secundarios existentes (copias, extractos, etctera)1 en el caso de fuentes no escritas, tenemos que Stablecer cmo eran originalmente. *sto se suele hacer comparando las 4opias existentes. Las publicaciones de fuentes nos ofrecen e-emplos de 4omplicados procedimientos en este terreno. *l principio general observado 2or los historiadores consiste en conceder prioridad a aquellas copias que est n m s cercanas, cronoig4amcr1t4, al original. 2iLado en 9. C<andeasrnan, op. cia., p gs. O *l e -cinpYo dado por 1>1. Mledo, Apologie pone i;iozstozrc, cd. ci t., p g. 1<>. -. El concepto de $iabilidad :na de las primeras cuestiones que salta a la vista es la de los tipos de fuentes a los que es aplicable el concepto de fiabilidad (de la informacin $ de los informantes). 0asta ahora, el estudio de la fiabilidad se ha limitado a las fuentes escritas, $ en particular a las que deban transmitir informacin. *sto era debido al hecho de que toda la crtica externa e interna se ocupaba slo de las fuentes escritas, con especial preferencia por algunos tipos de ellas. 9ientras que no es correcto limitar la crtica a las fuentes escritas, $ por tanto casi olvidar, en los tratados sobre metodologa de la investigacin histrica, los an lisis de las fuentes no escritas, parece mu$ -ustificada cierta restriccin en el uso del concepto de fiabilidad de un modo demasiado amplio. 3o se suele decir que las disposiciones del cdigo de 0ammurabi son fiables o no fiables, porque una norma no puede ser falsa ni verdadera . 2ero podemos investigar si la norma de la que nos ocupamos es autntica en el sentido de la autenticidadD, si puede unirse con un lugar $ un perodo del pasado que pueda deducirse del an lisis del contenido $ de otras caractersticas de una fuente dada. Kbviamente, el uso del modificador 5fiable6 tambin es posible, en cierto sentido, respecto a los datos obtenidos de fuentes directas, si suponemos el hecho de que la fuente, $ por tanto, los datos que contiene, son autnticos, es decir, nos permite adquirir el conocimiento de hechos especficos. *n otras palabras, son datos en los que se puede 5confiarJS respecto a hechos especficos. *n este sentido, una informacin fiable quiere decir una informacin extrada de una fuente autntica. *sto ocurre tanto con las fuentes directas como con las indirectas, pero, en el caso de las ltimas, el estudio de su autenticidad no basta para garanti"ar el conocimiento sobre la fiabilidad de la informacin. Las referencias a la fiabilidad de la informacin, a pesar de que est n de acuerdo con el comportamiento lingHstico de los historiadores, no parecen -ustificadas, $a que el concepto de fiabilidad debe restringirse al informante, no a la informacin. 2or eso es correcto hablar de la fiabilidad de los informantes. *l concepto de fiabilidad del informante es esencial, no slo en la investigacin histrica, sino en todos los casos en los que se usan relatos de los informantes (por e-emplo, estudios con cuestionarios, relatos de observadores en varias disciplinas, etctera). Si, de acuerdo con S. 3o/a., ordenamos los enlaces en la cadena de comunicacin de este modo% hechos1 el contenido de la visin de esos hechos que tiene el informante1 la formulacin del mensa-e del informante1 el contenido de la iSiKfl de los hechos que tiene el receptor, $ si nosotros, respectivamente, deflomJ narnos a las relaciones de conformidad de los diversos enlaces as% relaclofl cognoscitiva (que se refiere al grado de acuerdo entre el contenido de l visin de los hechos que tiene el informante $ los hechos mismos), relaclofl 1< *l concepto de fiabilidad ha sido ampliamente tratado por 7. #ied$flJ>` numerosos documentos. *l resumen se encuentra en Prob1cnz, zal0Zn31
rozstrcygniecia (2roblemas, supuestos, decisiones), cd. cit., p gs. 105 y SSJ nurnerois sugerencias $ soluciones son utili"adas en este libro1 se generalJ` hasta abarcar todas las fuentes, no slo las destinados a 1 ranslDiitir infoiJn1a de expresin (que se refiere al grado de acuerdo entre el contenido del mensa-e del informante $ su visin de los hechos) $ relacin de comunicacin (que se refiere al grado de concordancia entre el mensa-e del informante $ el que llega al receptor) 1?, entonces podemos decir que la fiabilidad del informante es o la relacin entre los hechos $ su mensa-e, o la relacin entre la visin de los hechos que tiene el informante $ su mensa-e. *n el primer caso, investigamos el grado de acuerdo entre el mensa-e $ los hechos (el grado de veracidad del mensa-e, que podemos llamar fiabilidad completa), $ en el segundo, la relacin de expresin, es decir, investigamos si el informante intent transmitir informacin cierta (esto puede llamarse fiabilidad propiamente dicha de la veracidad del informante). 4uando nos ocupamos del grado de verdad del mensa-e (fiabilidad completa) podernos considerar% los medios a disposicin del informante para adquirir el conocimiento de los hechos (si estaba en posicin de adquirir ese conocimiento)1 la intencin por la que se gui (si quera contar la verdad)1 $, si es posible, la frecuencia de los datos falsos o verdaderos obtenidos a partir del informante en un terreno concreto. 4uando investigamos la intencin del informante de transmitir la verdad (fiabilidad propiamente dicha), nos ocupamos slo de la intencin por la que se guiaba, para averiguar si en vista de sus intenciones sera ra"onable de su parte contar la verdad. 4uando hablan de la fiabilidad de la informacin, los historiadores quieren decir lo qtle aqu llamamos fiabilidad completa1 el concepto de fiabilidad del informante se reduce a menudo a la fiabilidad propiamente dicha. 7. #ied$min introdu-o dos conceptos de fiabilidad en la ciencia histrica% fiabilidad $ fiabilidad ' La fiabilidad, va unida a la frecuencia de los datos falsos $ verdaderos obtenidos de un informante concreto en un campo determinado. *n este caso, nuestra opinin sobre la fiabilidad est basada en nuestra valoracin de los mensa-es del informante desde el punto de vista de su veracidad. 2or el contrario, la fiabilidad ' se refiere a las intenciones $ los medis del informante. 3os planteamos la cuestin de si l intent, deliberadamente, transmitir la verdad, $ si estaba en posicin de obtener informacin verdadera1 por tanto, al revs que en el caso de la fiabilidad,, nos interesamos m s por el propio informante que por sus mensa-es. *s obvio que los dos conceptos de fiabilidad est n estrechamente unidos entre s *l informante slo transmite informacin verdadera si puede acceder a la ;erdad $ si quiere transmitirla. *n general, los conceptos de fiabilidad completa $ fiabilidad propiamente dicha (sugeridos por este autor) $ de fiabilidad $ fiabilidad ' (sugeridos por .3. #ied$rnin) abarcan diferentes interpretaciones del concepto de fiabilidad del informante en la investigacin histrica ($ tambin en muchas otras disciplinas) . El est dio de la $iabilidad 0crtica interna). !e lo que se ha dicho sobre el estudio de la autenticidad de las fuentes se deduce que la opoticin entre crtica externa $ crtica interna puede ser Solo una cuestin de convenio. *s bien sabido que, ronchas veces, para estabb cer la autenticidad de una fuen te, tenemos que introducirnos profunda on ; tndia z mi todolog 1 1 i 0 St:J1i]s oh e 1 d is en i soci [e ) i o <1 mente en el contenido de los datos que transmite, $ en tal caso la cuestin de la autenticidad est interrelacionada con la de la fiabilidad. 2ara establecer la fiabilidad de
un informante tambin tenemos que tener un conocimiento adecuado de una fuente dada, que entonces se considera como un canal de informacin. &ncluso aunque los datos pare"can verdaderos, no los tomamos en cuenta para nuestra investigacin si resulta que la fuente de la que han sido extrados no es autntica. ;olviendo a los manuscritos de ;aclav 0an.a, sabemos hasta qu punto fueron usados por los historiadores como fuentes de informacin sobre el sistema social en la Mohemia del siglo ix. Los datos fueron considerados como ciertos mientras los historiadores estaban convencidos de la autenticidad de los manuscritos. _.-- *l estudio de la autenticidad de una fuente determinada (que debe abarcar todos los tipos de autenticidad, porque la falta de autenticidad en un sentido no impide su autenticidad en otro), como paso preliminar en el examen de la fiabilidad del informante, vale para cualquier categora de fuente, por tanto, lo mismo para las fuentes directas que para las indirectas. *n el caso de las fuentes directas, este proceso es suficiente $ no ha$ ningn problema de fiabilidad del informante. 4omo se ha mencionado, la cuestin es mucho m s complicada cuando nos referimos a las fuentes indirectas. ,qu, el examen de la fiabilidad del informante se divide en% 1) el examen de la autenticidad de la fuente1 ') exaroen de la fiabilidad del informante en el sentido exacto del trmino. 2uesto que el primer estadio lo cubre un procedimiento separado, la cuestin central de la crtica interna de una fuente (slo en el caso de las fuentes indirectas) es la del examen de la fiabilidad del informante. 7. #iedvmin fue el primero en adoptar el an lisis metodolgico de ese problema . !c acuerdo con la distincin que hi"o, existe la fiabilidad del informante, 1) con referencia a nuestro conocimiento sobre la verdad o falsedad de sus afirmaciones sobre un problema determinado, $ ') con referencia a nuestro conocimiento sobre el propio informante, es decir, lo que sabemos acerca de si l quera, o estaba en posicin de, transmitir informacin cierta. *n el primer caso, decidimos considerar fiable al informante si suele dar informacin verdadera (en el sentido relativo de la palabra), o sea, s la posibilidad de obtener informacin verdadera de l es alta o, por lo menos, mucho ma$or de& G,8. *n la pr ctica, los historiadores son precavidos $ exigen una probabilidad cercana al 1. Masta con que los datos falsos (:Km siones) no puedan considerarse incidenta1es para que los investigadores tengan en descrdito la fiabilidad del informante. Sin embargo, ha$ que ti ner en cuenta que slo un informante ideal podra ser plenamente fiable (para seiQlo, tendra que informar de todos los hechos importantes $ no omitJ ninguno)1 pero un informante as slo puede tomarse como un modelo M34 generis, o sea, el punto de partida en la escala de valores de los informantes fiables $ no fiables. *n la pr ctica, tenemos que vrnoslas con informantes reales [, cu$os datos Iaunque slo sea por la falta de medios para alcane la verdadIQ inclu$en, Ounto a unidades relativamente ciertas, otras distorsl] abetos faiscis. *n el segundo caso, el examen de la fiabilidad del informante no se basa en un an lisis de la veracidad de sus afirmaciones, sino en nuestro conocimiento sobre ese informante. 2uesto que un informante que desea $ puede transmitir informacin verdadera es fiable, si interpretamos esa fiabilidad como la frecuencia con la que transmite informacin verdadera, nuestra adquisicin del conocimiento de un informante significa el examen de la probabilidad (que puede interpretarse en trminos de frecuencia) de que transmita informacin verdadera. *sto significa, adem s, que ambos mtodos de examen de la fiabilidad del informante se interrelacionan 'K *n la investigacin histrica solemos examinar la fiabilidad del informante con los dos mtodos, de modo que un mtodo apo$a al otro. 2or elemplo, al examinar la fiabilidad de la 4rnica de 7. !lugos" Iun proceso que dur dcadasI, los historiadores estudiaban la personalidad del historiador
$ simult neamente comprobaban los datos que haba transmitido. *sto dio lugar a una opinin especfica sobre su fiabilidad, que a su ve" fue til para un an lisis posterior de su informacin. 4uando result que !lugos" era relativamente fiable, los historiadores comen"aron a aceptar su informacin con m s confian"a. 4omo se puede ver, el examen de la fiabilidad del informante $ el de la fiabilidad de la informacin est n estrechamente unidos. ,l examinar la fiabilidad de unidades concretas de informacin, relacionamos dichas unidades con el conocimiento que hemos sacado de la fuente en cuestin $ con el conocimiento no basado en fuentes. *l conocimiento que necesitamos tener sobre el informante para poder determinar su fiabilidad se relaciona, en otras palabras, con los ob-etivos que el informante quera conseguir al transmitir una informacin especfica $ con los medios de adquisicin $ transmisin que tena. *stos medios deben ser interpretados potencial $ efectivamente. Fa que puede haber medios que poda haber usado, pero, por alguna ra"n, no us (por e-emplo, a causa de Su negativa a decir m s sobre un asunto determinado). Codos esos medios Su$os pueden reducirse a los tcnicos (como el acceso del informante a ciertos documentos, el uso de sus propias observaciones o las de otras personas, la posesin de ciertos instrumentos de medicin precisa, etctera), el cuerpo general de conocimientos del informante $ la posicin $ el nivel social (o sea, 2oltico, de clase, etc.) del informante. La posicin social del informante, F especialmente su stat s de clase, determina en gran medida su sistema de valores (aunque sus experiencias individuales $ emocionales -uegan un 2apel considerable), que a su ve" est detr s de los ob-etivos que le guan fl su comportamiento informativo '1 ,s, el contenido de la informacin que transmite depende de su posicin social ampliamente considerada, de S: 4onocimiento general, $ de los medios que ha usado. *stos factores pueden aumentar o reducir el valor de su informacin. *s obvio que el nivel de clase de un hacendado, propietario de un pueblo, debe impedirle describir adecuadamente las condiciones de vida $ el nivel de sus siervos. *l cuadro que 1flcontraramos en una que-a presentada por esos siervos contra su seRor Sena diferente, aunque en este caso tambin deberamos ser crticos en cuanto S: fiabilidad. - *n eY caso de aquella.J1 fuentes que no pretenden transmitir informacin las generaciones sucesivas, el examen de la fiabilidad del informante 'G *ste hecho tamlaidn fue aciveil ido poiJ 7. #icdmin, op. !it., pilo. 1GE. bo Bse aspecto dci problema es tratado de mudo n1ois amplio 2KY 4. ZDoQ [s.a un. cii., p?gs. ?> # as. muestra ciertas caractersticas distintas que, sin embargo, no difieren mucho, en general, del procedimiento usado en el estudio de las fuentes indirectas, n este tipo de fuentes, la identificacin del pretendido destinatario de la informacin es m s importante que en el caso de las restantes fuentes mdi. tectas. ,qu, el mbito de los destinatarios est cerrado $ definido de un modo m s o menos estricto, mientras que, en el caso de los datos destinados i las generaciones futuras est abierto e indefinido, a pesar de que en cada taso concreto el investigador se convierte tambin en un destinatario impre. isto. :n e-emplo extremo de una fuente pro$ectada para un crculo cerrado 1e receptores es una carta privada dirigida a una sola persona. Kbviamente, im imposibilidad de identificar al destinatario hara m s difcil el examen de fiabilidad de los datos contenidos en dicha carta. *s comnmente conocido, tmbin, que incluso en el caso de las fuentes que parecen casi tpicas para haber sido destinadas a las generaciones sucesivas, hubo destinatarios espe. contempor neos al autor de la fuente. , veces prevalece la considera. 4g de esos destinatarios especficos, $ en tal caso, una fuente
concreta debe clasificarse m s bien entre aquellas que no pretenden transmitir informacin a las generaciones futuras. :n e-emplo nos lo ofrece la 1ita /aroli ,agni, 4Scrita por *inhard, que la destin, sobre todo, al propio 4arlomagno. *l conocimiento de los receptores pro$ectados facilita la comprensin de los ob-etivos que guiaban al informante al transmitir esas unidades de mnlormacin $ no otras. *l conocimiento de los receptores pro$ectados es de gr importancia para el historiador, adem s, por el hecho de que muchas f:entes estaban destinadas a transmitir informacin a los contempor neos F bo a la posteridad. *n estos casos, el historiador es un receptor involun tatiG de la informacin en cuestin. !e cualquier modo, l sabe que los datos 4Kbtenidos en una fuente concreta no estaban destinados a l, $, por tanto, S< en posicin de establecer me-or el grado de fiabilidad de dichos datos, usapdo a la ve", su conocimiento sobre el informante $ su conocimiento sobre los destinatarios (este ltimo conocimiento a$uda aqu al propsito de anali"ar los ob-etivos $ las intenciones del informante). *ste an lisis es :i pro4edimiento tpico de la investigacin histrica. :n historiador tiene que reclrr-r a l cada ve" que examine la honrade" de la informacin periodtS tca, la evidencia dada a la polica ($ tambin los informes policiales), las d4Seripciones de los bienes races $ las listas de impuestos. :na ve" que hemG8 averiguado quines fueron los lectores iniciales de un peridico deten ^'bdo obtendremos nmediatamente un conocimiento mucho me-or de la 1flfKmmacin que transmita. 2or ahora se han desarrollado algunos esquemas de [biloracin de los receptores de la informacin. ,s, por e-emplo, los hiStG rvadrres se dan cuenta de que los datos destinados a las autoridades fiscales para ser usados por estos ltimos como base para los impuestos, etctera, esta distorsionados de un modo concreto1 de que la prensa est destinada, 2oe informadores, no slo a difundir informacin entre receptores es2e. cifi.co8 sino tambin a e-ercer muchas otras tareas que dependen de la clase de receptores1 de que el poseedor de bienes que quiere venderlos K en Kfltibr un arrendatario para ellos intenta describirlos 7o m s favorablemente pusvhD etctera. * problema del propio informante evestra tambin ciertas pec:l1` en cuani o a la fiabilidad de las fue , cuando transmiten informad1 y conternporneos 22 i9ientmas que, e. %1 caso de las fuentes destmna8 22 ()bviarnci1e, la contemporaneidad debe intcrpreterse de modo 4p'fl;41Sma a transmitir informacin a la posteridad, la identificacin del infor. es de la m xima importancia (puesto que queremos saber de quin nc llegado determinadas unidades de informacin), en el caso de las ft destinadas a sus contempor neos solemos conformarnos con la identific e la clase de informantes a la que pertenece uno concreto, a pesar d muchas veces llegamos a establecer datos m s detallados en relacir ese informante. Si debemos valorar la fiabilidad de los datos transmi por determinado peridico, debemos, ante todo, saber quin (o sea, d partido poltico, grupo social, etctera) patrocinaba su publicacin1 la i macin sobre el editor tiene menos importanca. !el mismo modo, si enfrentamos con los datos sobre una aldea feudal, primero queremos si los informantes eran los campesinos o sus seRores. 2or supuesto, caso de fuentes destinadas a transmitir informacin a la posteridad, debe saber tambin cmo identificar al informante con un grupo social conc% pero en tales casos no solemos quedarnos ah $ buscamos datos m s liados sobre el propio informante. , veces la identificacin del autor se vierte en una tarea emocionante por s sola que, como hemos dicho, se 1 independiente de la crtica de fuentes en el sentido estricto del trm $ puede considerarse como un procedimiento de establecer hechos histri
Cambin tenemos que subra$ar que el examen de la fiabilidad de informantes que son autores de fuentes indirectas no escritas no muem diferencias metodolgicas en comparacin con el examen de las fuer escritas. La nica diferencia es la de los cdigos. Las fuentes cartogr fh iconogr ficas $ de otros tipos (incluidos ob-etos materiales como mode a escala de edificios, noticiarios, etc.), aunque no se consideran como resi es decir, fuentes directas, tambin pueden anali"arse a veces en trminos fiabilidad del informante (es decir, si inclu$en datos destinados a servir informacin sobre el pasado). *ntonces nos planteamos la cuestin de el informante quena o podia transmitir uformacion fidedigna tambien r preguntamos a quin estaba destinada su informacin. Las investigaciones histricas proporcionan muchos e-emplos de es) n lisis. *ntre las fuentes de informacin no escritas m s conocidas po tilos mencionar una de las obras de arte medievales m s fascinantes, el ta- de Ma$eux, que est formado por varias docenas de paneles que lustr 1 historia de #uillermo el 4onquistador. *s evidente que, respecto a dici fuentes, aplicamos todas las reglas para examinar la fiabilidad del informan tncluido el examen de autenticidad 23, que se usan respecto a las fuen i4ritas. 2or tanto, pretendemos averiguar las intenciones que guiab 1nforrnante $ los nedios que tena a su disposicin. ,qu ha$ un e- em 1an l-s-8 de la fiabilidad del famoso dibu-o de un arado (incluido en K# >/erskie (*l crculo de los caballeros), de Martos" 2aproc.i, en el que :edas est n situadas detr s de las partes del arado que traba-aban, lo ci ta en desacuerdo con lo que sabemos sobre ese instrumento. ,l anal' tiproblema de la fiabilidad de esa informacin intentamos encontrar algur tKs sobre el informante para poder decidir si modificamos nuestro conc bento sobre el vie-o arado o si despreciamos la informacin transmiti 2Kr el dibu-o. *sto es lo que un estudioso de tas pinturas tradicionales de 1 Klonia antigua dice sobre la cuestin% 5La escena de labran"a incluida til. :na serie de proJisiones legales contiene informacin destinada a los e 2or neos ca la medida en que mmo sea mediticada. - 'D *xiste una interesante &icratura cte la mate ra. Kolo Rycerskie, de 2aproc.i (18@8), debe e@ laber sido dibu-ada por alguien de la ciudad que nunca haba arado F .mca se haba interesado por la labran"a, $a que se olvid de dibu-ar la iJma $ el bra"o, o sea, las partes m s importantes del arado, $ coloc mal esteva $ la re-a. 3ingn campe. sino habra cometido seme-antes erroresJ'< ?. Problemas de la a tora de las $ entes Los estudios sobre la autora pertenec1 a la crtica de fuentes (externa e interna) $ al establecimiento 5ordinario6 le hechos histricos. *n la crtica de fuentes, el historiador se ocupa del autj., sobre todo, a causa del examen de la fiabilidad de la informacin. Los daG8 sobre el autor son, por tanto, datos sobre el informante. *l autor puKle transmitir informacin sobre hechos que ha observado por s mismo c tambin registrar observaciones hechas por otro. *n este ltimo caso, ha$ tna cuestin aparte, la del examen de las fuentes especficas de conocimientc del autor (la transmisin $ las fuentes de informacin que t$2o), # &st& &@am&n forma parte del an lisis de la fiabilidad de la informacin. 4omo los problemas de los datos sobre el informante han surgido antes, $ el procedimiento de establecer los hechos se tratar en el prximo captulo, aqu nos limitaremos a ciertos problemas relacionados con el concepto de autora (de una fuente concreta). *ste concspto puede interpretarse de varias maneras. 2odernos definir al autor como el creador de fuentes escritas nicamente, o como cualquier persona queL tra%ismite informacin intencionada mente, o como cualquier creador de cualqui, fuente directa o indirecta. *sto es una cuestin de convenio. Cambin 2cdemos hablar de autor
nominal $ autor real, lo que implica la necesidad de averiguar si estos dos conceptos coinciden en un caso concreto. !esde otro 2into de vista podemos interpretar el concepto de autor como una descripci de una persona determinada $ como un nombre propio. 2ara valorar la fiabilidad de un informante CO.lS1 derarnos m s importante tener datos bien fundados sobre l que saber su nombre propio, a pesar de que el conocer su nombre propio puede aRadir algo a los datos sobre su ambiente, etcter. 2or tanto, cuando examinamos la autora ele las fuentes tenemos que diStiliguir dos procedimientos% 1) La construccin de un descripcin 11e1 autor1 ') *l establecimiento del nombre pro8-G del autor. Si el nombre propio del autor est concretado en la fuente o si no ha$ dificultad para establecerlo, o sea, si no es becesario enredarse en una tn;e tigacin especial con ese fin, entonces el examen (una ve" que se ha C0.l1 probado el nombre del autor) se limita a 1a construccin de la descri2clGfl del autor (usando el trmino descripcin en su sentido lgico). *ste es el 4aSK de la crnica de !lugos", en la cual, al nonbre propio, que conocernos, afla dimos una serie de caractersticas que tena el autor. Cenemos que hacer esto porque un nombre propio corno se no tiene ninguna connotacin (com] $S seRal 7. S. 9ill), es decir, no supone ning1-8 caracterstica que pued8 Se vii atributo de uii individuo '8 4orno dice ,. ,$er, la dci otacin es la :S1 i-ncpn de los nombres propios '? *n la investigacin histrica, corno hemos nencionado anteriormente, nuestra ignorancia del nombre propio del autor Ro tiene por qu afectar esencialmente al valor informativo ele una fuente toncreta, 2or eso, si no se conoce el nombre propio del autor, el proceso de examen de la autora comien"a con la construccin de una descripcin que atribu$a al autor annimo ciertas caractersticas especficas. 3o intentamos establecer el nombre propio del autor hasta el siguiente estadio. La investigacin sobre esos asuntos se limita normalmente a los autores m s importantes, $, por tanto, los estudios sobre la autora han sido clasificados aqu, al menos en parte, como un procedimiento para establecer hechos histricos. Los esfuer"os para establecer la nacionalidad de #allus ,non$mus (ver m s arriba), que hasta el momento han dado lugar a varias hiptesis, pertenecen al procedimiento para construir la descripcin del autor. 0a$ muchos mtodos especiales para establecer el nombre propio de un autor. *sto vale tambin para los seudnimos $ los nombres cifrados, en aquellos casos en los que no se conoce el nombre propio (real) de un autor. *n trminos m s generales, el procedimiento para establecer el nombre propio de un autor puede dividirse en las siguientes operaciones% 1) *sbo"o de una lista de los rasgos caractersticos de la persona del autor, lo cual. supone la adopcin de afirmaciones que redu"can el mbito de lo desconocido'@ (bsqueda del nombre propio)1 ') 4omparacin de esa serie de rasgos caractersticos con descripciones de autores cu$os nombres propios conocemos, lo cual puede dar lugar a la formulacin de una hiptesis sobre la identidad del autor, o sea, a la identificacin del autor con una persona conocida de otro modo, un autor concreto, la ma$ora de las veces1 D) 4omprobacin de la hiptesis por medio de una comparacin m s estricta de ambas personas $ sus obras. ,dvirtase que, cuando examinamos la fiabilidad de la informacin, son &tas importantes los datos sobre el autor que su nombre propio, $ cuando queremos identificar al autor usarnos, en gran medida, su obra, para enconnr en ella el ma$or nmero posible de sus rasgos caractersticos. Los an &sis textuales, especialmente en el caso de textos literarios (corno los an lisis d frecuencia), que son tambin importantes
para la investigacin histrica, han hecho enormes avances recientemente 'E, 2ero si la lista de los rasgos (afactersticos del autor $ su obra no pueden compararse con nada (como e1 caso de la crnica de #allus ,non$mus, mencionada m s arriba), entonlos esfuer"os para establecer el nombre propio del autor son normalt ente una tarea sin esperan"a, a no ser que se haga algn nuevo descubriflto importante.
sobre hechos. *l historiador debe saber formular una afirmacin real apo$ada sobre los diversos datos basados en fuentes, por Hn lado, $ sobre su 4oaoci-Qnieito no basado en fuentes, por otro. 2or tanto, su traba-o, en cierto Sentido, es estructural, $ esto explica, en parte, por qu los expertos en el mtodo histrico incluan el establecimiento de los hechos en el procedimiento 2ara conseguir formulaciones sintticas. - La mencionada conversin de los datos basados en fuentes en afirma4iones reales es mu$ simple, la ma$ora de las veces. *sto ocurre cuando tratamos con los llamados hechos simples, que se extraen de las fuentes que Se refieren a ellos directamente. Sin embargo, incluso en los casos m s sim2aes suele ser necesario reformular lo que se dice en las fuentes1 este proceimiento coincide con el desciframiento de una fuente sobre la base del cKnocimiento no basado en fuentes (nivel D de desciframiento). 2or e-emplo, lina breve entrada en el registro de nacimientos se formula con la afirmacin% F naci en el aRo tiS. Codo esto se hace m s complicado cuando se trata 4ombinar hechos, e incluso aquellos hechos simples sobre los que no existe informacin directa en las fuentes. 2ero esto entra en el terreno de las orm1-laciones sintticas $ la nareacin histrica. K sea, el proceso de toe:lar respuestas a les piubieiiias c-e -a investigacin, lo cual requiere Sin tratamiento aparte (ver captulos
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, -
!esciframiento de los datos basados en fuentes (nivel 1). .-- - ,_.--_ --- -- ----- ,__
4rtica de fuentes% 1) *xamen de la autenticidad1 ') !esciframiento (nivel ')1 D) *xamen de la fiabilidad.
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--- -*stablecimiento de los hechos% 1) !esciframiento (nivel D)1 ') *stablecimiento de los determinantes espacioQQtemporales de los hechos1 D) 4onstruccin de afirmaciones sobre los hechos1 <) 4omprobacin.
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tener lugar por medio de la combinacin de afirmaciones sobre hechos simples hasta crear combinaciones m s amplias (por e-emplo, afirmaciones sobre hechos combinados) $ por medio de operaciones estilsticas apropiadas. *s evidente que en la pr ctica no podemos separar estos dos niveles. Las afir. maciones suelen adquirir la forma pretendida en el momento en el que Son formuladas. *sto es, hasta cierto punto, una manifestacin de la personalidad del autor. '. La ind ccin $ la ded ccin en la in#estigacin La opinin general de los historiadores es que los hechos se establecen por induccin o por deduccin. *stos conceptos nos llevan a la esfera de problemas bastante intrincados, $a que pocas cuestiones en la historia de la filosofa de la ciencia $ la lgica han estado su-etas a controversias tan fuertes como el problema de la deduccin $ la induccin, con las consiguientes soluciones, mu$ diferentes. ,parte de las cl sicas posturas de !escartes $ Macon, mencionemos a 7. S. 9ill $ a su oponente implacable, P. S. 7evons1 los gran. des defensores de la induccin, 0. Neichenhach $ N. 4arnap, $ el defensor de la deduccin, +. 2oper, $ la continua discusin entre los induccionistas $ los deduccionistas (cfr. captulo ;&&&). *stas discusiones, sin embargo, han dado lugar a formulaciones m s precisas del concepto de induccin $ deduccin $ de la relacin entre los dos. La interpretacin tradicional de la deduccin 5como un ra"onamiento desde lo universal a lo particular, $ la induccin exactamente como lo contrario6, se ha hecho m s precisa por el nfasis puesto en su posicin lgica $ metodolgica ' Cambin se ha prestado atencin a la necesidad de distin guir entre una interpretacin estricta $ amplia de la induccin $ la deduccion*n sentido estricto, son ciertas clases de inferencia, $ en sentido amplio, son i trminos an logos de mtodos de investigacin que est n seRalados por el uso de la inferencia deductiva o inductiva (para establecer hechos simples o compuestos $ para apo$ar las afirmaciones sobre ellos). 3o se ha llegado a ninguna visin uniforme sobre la relacin mutua entre la deduccin $ la induccin. !e cualquier modo, existe un acuerdo sobre ci hecho de que, generalmente, la induccin no es opuesta a la deduccloflLa importancia de la induccin (interpretada corno mtodo cientfico), que 1 haba predominado desde el perodo positivista, ha sido disminuida1 el gran papel de los procedimientos deductivos en el aprendi"a-e cientfico ($ no solK en el cientfico) ha sido subra$ado, lo cual se debe, sobre todo, a 7evofl8 *l lugar de la inferencia inductiva en el sistema de los tipos de inferencla se ha definido de varios modos% desde la negacin total del 5status6 de -nfn rcncia para la induccin, hasta la aceptacin de la induccin como un t&2K de inferencia reductiva, con la conclusin de que la deduccin (o la dedu4clKhl debilitada) $ la reduccin (o la reduccin debilitada) son los nicos tipos de inferencia, hasta la interpretacin de que todos los tipos no deductivos de inferencia son inductivos (como ha sugerido 4arnap) . Sin embargo, como sucede tras algunas disputas, an no est todo claro. ,parte de los problemas de clasificacin, que requieren estudios posteriores, se debe subra$ar que la aceptacin de la deduccin corno la clase m s importante de inferencia en la ciencia no tiene que ver, necesariamente, con el acercamiento a priori, o sea, con la separacin entre el aprendi"a-e $ los hechos ob-etivos. *sto ocurre porque debe hacerse una distincin (que no siempre ha sido totalmente hecha por los historiadores) entre el modo de adquirir el conocimiento de los hechos $ el mtodo de construccin de un sistema cientfico. *n todas las disciplinas empricas, incluida la historia, el conocimiento de los hechos se obtiene por la observacin (directa o indirecta). *ste procedimiento se
identifica a veces con el procedimiento inductivo, lo cual es fuente de malentendidos, porque aqu nos encontramos con el uso equivocado de los trminos ind ccin o ind cti#o, en lugar de est dios empricos, e9periencia, emprico, obser#acin, etctera. La controversia entre los deduccionistas $ los induccionistas consiste, sobre todo, en el hecho de que los primeros subra$an la importancia de las afirmaciones tericas, o sea, las que van m s all de los datos de observacin, mientras que los ltimos sugieren principalmente generali"aciones precavidas sobre las afirmaciones de observacin. ,s, la opinin de que la induccin es el mtodo fundamental de adquisicin del conocimiento de los hechos resulta ser verdadera slo si identificamos induccin con observacin. 2ero incluso la afirmacin de que la inferencia inductiva 8 es el modo principal de adquirir conocimiento de los hechos parece difcilmente aceptable. _iembins.i divide la inferencia en deductiva $ basada en la probabilidad (reductiva, inductiva, por analoga)1 ver su Logika praktyczna (Lgica pr ctica). ;arsovia, 1>?D, p gs. ?8 $ ss. 0a$ varias sugerencias sobre la clasificacin de los tipos de inferencia. Se suele distinguir entre% 1) induccin por enumeracin incompleta1 ') induccin por enumeracin completa1 D) induccin por eliminacin. La primera se muestra en el esquema 1), $ la segunda, en el esquema '). La segunda difiere de la primera por ser un resultado de observaciones comptetas (exhaust-x,as) lo cual significa que todo S, 1 i >n u, ha sido examinado. La pciiciera tiene un elemento de riesgo en la conclusin, porque, como no todo S8 ha Sido examinado (el examen slo ha abarcado de M a Se), puede resultar que :n Sm, u Sil 5a k, no sea P. La induccin por enumeracin completa (es decir, el upu 1), no tiene este riesgo. La induccin por eliminacin es una serie de reg8. para averiguar las relaciones entre los hechos (reglas basadas en la obser[acin de la concurrencia de los hechos) que se remite a los principios de 9ill, fprmuiados por l en 1E<D. *l principio de concordancia establece que si A aparece SlenQ1prc acompaRado de &, es probable que A sea una causa de &. *l principio ? diferencia ci3ca establece roe si A va siempre acompaRado de E, $ si cncon tramos que, si no ha$ A, no ha$ 37, podemos suponer que es probable que A sea :lla causa de 8. *l 2rincipio de las variaciones coneonYilar1tcs es una variedad d8l de la diferencia niea. 0a$ varios pasos importantes en el procedimiento cientfico (por e-emplo, la sustentacin de las hiptesis1 cfr. captulo A&;), en los que hacemos uso de la inferencia deductiva ? &ncluso podramos ir m s all $ decir que todas las clases de inferencia inductiva exigen algn conocimiento de los hechos que pueda utili"arse como premisa. *n este sentido, todos los tipos de inferencia inductiva (induccin por enumeracin e induccin por eliminacin) pueden presentarse en forma deductiva . WUu clasificacin de los tipos de inferencia podernos sugerir para las necesidades de un an lisis metodolgico en la investigacin histrica ($ tambin en otras ciencias empricas) si la oposicin entre inferencia inductiva $ deductiva es problem ticaX 2arece que la clasificacin m s til para este propsito es la que distingue entre tipos de inferencia fiables $ no fiables 8 *s de enorme importancia darse cuenta de cu ndo puede esperarse una conclusin cierta, si las premisas son ciertas, $ cu ndo no est garanti"ada la veracidad de la conclusin. ,hora bien, si las premisas son ciertas, entonces las clases fiables de inferencia aseguran la veracidad de la conclusin, mientras que no la aseguran las clases no fiables. 2uede decirse, en general, que la
inferencia fiable es la que da lugar a una conclusin que se deduce lgicamente de las premisas, de modo que si las premisas son ciertas, la conclusin debe ser cierta tambin. *n el caso de la inferencia no fiable, la veracidad de las premisas no garanti"a la veracidad de la conclusin. Los tipos fiables de inferencia inclu$en la deduccin con su variante, la deduccin completa, puesto que en esta ltima las premisas verdaderas producen una conclusin verdadera. *s obvio que los tipos fiables de inferencia se hacen en cierto sentido 5no fiables si las premisas que consider bamos ciertas resultan ser falsas. Sin embargo, ste es un problema del valor material de las premisas. 6 La inferencia deductiva sigue un esquema que siempre conduce, a partir de premisas verdaderas, a una conclusin verdadera. 7unto a los esquemas mod s paneado ponens (si (pq) q) $ p, entonces I) $ mod s tollendo tollens (si (p ) q) $ > q, entonces Y p), $a mencionados anteriormente, tenernos que enumerar las siguientes le$es elementales del c lculo oracional, usado por los historiadores en la pr ctica% [Los tipos no fiables de inferencia inclu$en la induccin por enumeracin, la inferencia reductiva], los tipos debilitados de inferencia (deduccin debilitada $ reduccin debilitada) 1G, $ toda la inferencia estadstica (cfr. captulo AA). Codos estos tipos de inferen1ia, que son las formas de procedimientos ilativos utili"ados por los historiadores de todas las pocas, son materia de vivas discusiones entre los expertos. *ste autor no desea unirse a dichas discusiones debido a su falta de competencia. Codos estos tipos, sin embargo, suelen considerarse corno no fiables. La veracidad de la conclusin, en este caso, depende igualmente de la veracidad de las premisas $ del conocimiento de los hechos relacionados, lo cual afecta a la eleccin de las prenlisas, puesto que slo la veracidad de. las premisas no es suficiente. 0a$ que advertir que la inferencia por analoga es un caso especial de induccin por enumeracin, pero mientras que en el caso de la induccin por enumeracin la conclusin tiene la forma% todo S, es P (ver nota 8), en el caso de la inferencia por analoga querernos decir que el prximo elemento de la serie S ser P (tendr la propiedad P), $ por tanto la conclusin tiene la forma% S,, es P. *l esquema de este tipo de inferencia es el que sigue% La inferencia por analoga -uega un papel fundamental cuando un historiador aplica el mtodo comparativo *n la investigacin usarnos varios tipos de inferencia1 la eleccin depende de la clase de preguntas $ de ) los datos de los que disponemos para contestar esas preguntas, $ tambin de la naturale"a del procedimiento de investigacin usado en un caso concreto. La ciencia avan"a por mtodos basados en tipos fiables de inferencia F por otros basados en los no fiables. Sin embargo, el valor heurstico de los tipos no fiables de inferencia tiene que ser subra$ado. Las conclusiones que sacamos de los casos de inferencia no fiable est n dentro de las hiptesis (tanto las heursticas como las que est n bien sus. ;er nota 1? del captulo A&;. S *sta denominacin para los tipos de inferencia que siguen esquemas 5de hilitados ha sido sugerido por _. 4"er/ins.i (,SKn the Nelation of Statistical ]flference to Craditional &nduction and !eduction6, %t dia Logica, vol. ;&&, 1>8E). *n estos tipos de inferencia, las premisas se 5debilitan,S, aRadindoles modifica Gores tales como 5norn@almente6, 5en generalSJ, \[en la ma$ora de Yos casosJS, < \probablemente6, etc. *l grado de debilitamiento puede variar1 se manifiesta 4fl expresiones cuasiQmtricas, $ en el caso de la inferencia estadstica, en modicuantitativos u otras frmulas.
>0 ,lgunas propuostas nuevas sobre la inferencia por analoga han sido hechas 2Kr 1. !ambs.a en su ,\+il.a uxvag o oJo"umo/aniach na podsta/ie analogiiS (.G unas observaciones sobre los ra"onamientos basados en la analoga), cr1 Roo. tentadas) 12A confrntese captulo A&;. La opinin sobre el papel de los tipos no fiables de inferencia (aquellos que aumentan la probabilidad de determinadas conclusiones) en la ciencia no es uniforme. ,lgunos investigadores no reh$en el riesgo $ desean ir m s all de los datos de observacin (en tales casos se dice que los historiadores 5van m s all de las fuentes6), mientras que otros, por diversas ra"ones, entre las que podemos incluir la falta de un adecuado conocimiento no basado en fuentes, se niegan a ale-arse de los datos de observacin (las fuentes). *sto significa que algunos no tienen miedo de formular hiptesis atrevidas, mientras que otros se sienten seguros cuando no van m s all de los lmites de las descripciones basadas en datos de observacin. D. La ind ccin $ la ded ccin en la in#estigacin 'istrica La divisin de los tipos de inferencia entre fiables $ no fiables se relaciona con conceptos que son tan a-enos a los usos lingHsticos de los historiadores convencidos de que la induccin es fiable $ la deduccin no, que debe tratarse esta discrepancia de opiniones. ,l enumerar varias docenas de casos en los que, en diversas obras histricas, se han usado los trminos ind ccin, ded ccin, ind cti#o, ded cti#o, m@todo ind cti#o, m@todo ded cti#o, llegamos a la conclusin de que en esos casos podemos distinguir por lo menos dos im genes de significado% 1) La deduccin consiste en pasar de 5lo universal6 a 5lo particularJS, mientras que la induccin consiste en el procedimiento inverso (lo cual significa una interpretacin tradicional de estos trminos). *n otras palabras, deduccin significa sacar conclusiones de ciertas verdades generales (o sea, conocimiento no basado en fuentes), mientras que induccin significa limitarse a las fuentes $ formular afirmaciones basadas en ellas. ') La induccin es algo recomendable, mientras que la deduccin (o el mtodo deductivo) supone especulaciones dudosas que un historiador debe evitar. *n el primer caso, la cuestin es distinguir entre dos procedimientos de investigacin especficos, $ en el segundo, valorarlos. Kbviamente, no toda la deduccin ha sido -u"gada crticamente% la crtica apunt sobre todo a aquellos casos de deduccin que 0. Lo/mians.i llama 5deduccin que no est dominada por la referencia a los datos de las fuentes6 1D LoS comentarios hechos m s arriba no son ninguna explicacin de la induccin $ la deduccin en la investigacin histrica, sino que solamente forman un panorama general de las posturas de los propios historiadores. Sin embargo, parece que podemos dar la siguiente explicacin de lo que en la investigacin histrica se llama deduccin (o mtodo deductivo) e induccin (o mtodo inductivo). ,s, el llamado mtodo deductivo en la investigacin histrica% 1) es usado para establecer aquellos hechos a los que las fuentes no se refieren directamente, o sea, aquellos que no pueden establecerse con el nico apo$o del desciframiento de la informacin de las fuentes apropiadas1 ') recurre a los tipos no fiables de inferencia para establecerse los hechos. 2or otro lado, el llamado mtodo inductivo en la investigacin histrica se usa para establecer los hechos si stos tienen una referencia directa en las fuentes $ recurre a los tipos de inferencia fiables $ no fiables. *n relacin con esto, parece -ustificado abandonar, en la investigacin histrica, el uso de los trminos 5mtodo inductivo6 $ 5mtodo deductivo6 para establecer los hechos, $ guardar estos trminos slo para los tipos de inferencia apropiados. Sugerimos que se reemplace, tambin estos trminos como sigue% 5el mtodo deductivo6 por 5el mtodo
indirecto6 (o 5mtodo indirecto para establecer hechos6), $ 5el mtodo inductivo6 por 5el mtodo directo6 (o 5mtodo directo para establecer hechos6) i< *ste ltimo mtodo produce conclusiones que son (relativamente) ciertas, mientras que el primero produce conclusiones que son probables. <. El m@todo directo e indirecto de establecer 'ec'os Si establecemos un hecho apo$ ndonos en la informacin de las fuentes que se refieren directamente a ese hecho (es decir, si tratamos con un hecho confirmado por fuentes), entonces el procedimiento es relativamente simple. La formulacin de una hiptesis $ su sustentacin $ comprobacin se unen en un solo proceso% el desciframiento de la informacin es la base para la formulacin de una hiptesis, lo cual se comprueba refirindose a la autenticidad de la fuente $ a la fiabilidad de la informacin, $ tambin a nuestro conocimiento no basado en fuentes. ,l hacer todo esto, recurrimos tambin a la inferencia deductiva, que ha sido reconstruida en coQ flexin con la comprobacin de las hiptesis (cfr. captulo A&;). *n este tipo de inferencia usarnos la le$ que suma la experiencia del historiador F lo que afirma que si una fuente es autntica $ si las unidades de infor1< *sta terminologa fue sugerida por ,. 9ale/s.i $ m s tarde usada por l F por el presente autor en %todia " metodologi 'istorii, cd. cit., p gs. 8EQ?G. *n su reseRa de esa obra (publicada en %t dm Zrodloznawcze, vol, ;&l, 1>?'), 7. #ied$min prestaba atencin al hecho de que decir que una fuente concreta 4ontiene informacin directa o indirecta no es algo claro. 3o se sabe, en particular, si las fuentes no escritas pueden contener informacin directa1 si no pudie ra no podramos decir que un arquelogo usa el mtodo inductivo. ,hora bien, debe decirse que las fuentes rio escritas tambin pueden contener informacin directa sobre los hechos. 2or e-emplo, una urna encontrada por un arquelogo < %2&oporciona informacin directa sobre su forma, ornamentos, etc.1 por otro lado, fo contiene ninguna informacin directa sobre la vida social de su.s fabricantes fi Sobre la estancia de mi pueblo concreto en un territorio determinado. 4uando :fl aiJqsielogo describe una :rna iii \lan el mtodo indnctivo1 pero i\Jipdo afiriv\D iX &C&?S, apo$ ndose cii su halla"go, se remite tambin a su cJonocii$iento 1DG bisad s en iu OI( y boL e uso pos i in o di 1 inclooo \1\ 1\ ci 1 > B #i dr n SeRaY,G tambin 7 hecho de oue esta clasificacin de los iiiodos sugerida 8itaha en conti [ido cion ,on Sa 1 i iCic 1 1G O o.Q 1 s f cnts macin importantes son fiables, entonces los hechos a los que se refieren los datos tuvieron lugar, o es mu$ probable que tuvieran lugar. *n el caso de un establecimiento directo de los hechos, las reglas de comprobacin son, a menudo, m s estrictas% exigen que el investigador encuentre otras unidades (por lo menos una) de infrmacin directa que se refieran aQl mismo hecho, $ de modo que cada unidad venga de una fuente distinta $ fiable, $ que todas esas fuentes sean independientes entre s . ,lgunos tratados de historiografa, escritos por personas que vean la investigacin histrica desde el punto de vista de un historiador de la *dad 9edia, reivindicaban que un hecho no puede considerarse como establecido si no est confirmado por otra fuente independiente 16 Si tomamos literalmente esta regla de confirmacin, tendramos que recha"ar la ma$ora de las conclusiones sobre los hechos que encontramos en los estudios de historia. *n general, un historiador no puede permitirse el lu-o de comparar dos o m s series de fuentes para un nico problema, porque tendra que abandonar el estudio de muchos problemas. 2or eso la regla debe interpretarse como auxiliar en comparacin con la regla general de confirmacin, que afirma que los datos basados en fuentes deben tener relacin con nuestra informacin
sobre la fuente en cuestin $ con nuestro conocimiento no basado en fuentes. :n historiador acepta un hecho descrito en una sola fuente, para establecerlo, si considera que dicho procedimiento es ra"onable (racional). 2or supuesto, lo hace si se da cuenta de que no tiene ra"ones para dudar de que los datos basados en fuentes sobre un hecho est n marcados por lo que realmente ocurri. D. #ied$min interpreta la comprobacin de las hiptesis en trminos de la teora del -uego , lo cual reduce los principios de la metodologa de las ciencias a las condiciones generales del comportamiento racional. *n algunos casos, sin embargo, es realmente necesaria la confirmacin por otra fuente independiente. 3os enfrentamos con tales casos si% 1) la fuente de la que hemos sacado nuestros datos tiene un ba-o grado de fiabilidad (esto vale para todo tipo de memorias, aunque slo sea por la falibilidad de la memoria humana) 18; ') los datos informan sobre un hecho que por alguna ra"n se considera mu$ importante1 D) el hecho que est siendo establecido est en disparidad o en 4ontradiccin con el conocimiento del pasado que tenamos hasta el momento. 1 Bue 7. #ied$min quien anali" el concepto de la independencia de las fuentes (cfr. Problerny, zalozenia, rozstrzygncecia, cd. cit., p g. 11E). 16 Segn 9. 0andelsman, Ufl testimonio slo aporta el conocimiento de BU un hecho es probable, mientras que la certe"a slo puede proporcionarse pKr medio de la confirmacin con otros testimonios (cfr. Historyka, cd. cit., pagl; nas 1>@Q1>E). 1@ 4fr. su 5:ogiruenie postulatu ro"sr"$galnosci hipote"S\ (:na general1 cin de la exigencia de decidibilidad de las hiptesis). en %t dia Cilozo+i/Z$le, : mero 8, 1>8>. 1E :n caso inleresanle fue mencionado al presente autor por Zygl$lcmt 9an.o/s.i. *n una ele sur nlriQas sobre el movirnCento dr la resistencia duraflt la ocupacin na"i en 2olonia, enumeraba los participauces en una confere1>% entre los que rndncicia 2a a :Jia determinada persona. *sta persona, al sus memorias, sc red- el cstudio ele 9an.o/s.i, a eo1firrn su as&Ste11e 9 s tarde result que la iisa de r\articipantes de 9ari.o/s.i era mesada, $ DS *sto vale, por e-emplo, para la 4uestin del caudillo polaco en la batalla de #run/ald (al que hemos hecho referencia en este libro anteriormente). *s cierto que !lugos" afirma que fue _$ndram de 9as".o/ice quien iba al mando, pero por ra"ones descritas en el ') $ el D) arriba mencionados, no nos conformarnos con esa nica informacin directa, lo que da lugar a la necesidad de establecer el hecho de un modo indirecto. La descripcin de los hechos pasados sobre la base de aquellas fuentes que contienen informacin directa sobre esos hechos es el procedimiento m s frecuentemente usado por los historiadores, $ como tal no merece ninguna atencin especial. ,qu damos como e-emplo un fragmento de un estudio histrico que es resultado de un establecimiento directo de los hechos% (...) 2o"nan no obtuvo su primer enlace ferroviario hasta 1E<E. Kcho aRos m s tarde, fue el primer tren de 2o"nan a Procla/, en 1E@G a #ubin $ en 1E@1 a M$dgos"c" $ Corun. !e este modo, en el pla"o de veintitrs aRos, 2o"nan consigui varios enlaces ferroviarios importantes)S 15 *n este caso, el autor del estudio constru$ su descripcin de los hechos sobre la base de datos basados en una fuente directa. 2or supuesto, en muchos casos los datos sobre los hechos que nos interesan est n escondidos de algn modo en las fuentes. *sto sucede, por e-emplo, si, bas ndonos en los datos genealgicos sobre familias medias,
establecemos el nmero (trmino medio) de personas en la familia o en una generacin, loS aRos de vida de los diversos miembros de esas familias, etctera. *l procedimiento es mucho m s difcil si queremos establecer un hecho sobre el que no tenernos los datos basados en fuentes adecuados. *n tal caso debemos recurrir a los mtodos de establecimiento indirecto de los hechos, o sea, a establecerlos con referencia a datos m s indirectos 2O La frmula 5datos m s indirectos6 exige una explicacin% con esto queremos decir los datos basados $ no basados en fuentes que no hablan sobre el hecho mismo, pero que de algn modo son sus indicios. *stos indicios cumplen la funcin de indicadores que nos permiten, por as decirlo, traducir hechos que no son visibles en las fuentes a otros que son confirmados de algn modo, o a ciertas propiedades de esos hechos, *stos indicadores se utili"an como premisas en los tipos no fiables de inferencia usados para establecer hechos. *stas seRales, en el procedimiento de establecimiento indirecto de los hechos, cambian de naturale"a. Los extraemos de las fuentes que tenemos de cualquier modo, la persona mencionada no haba asistido a la conferencia, - 4omo fue confirmado m s tarde por el propio 9ari.o/s.i. 2ero la persona en 4:estf, al escribir sus memorias, confirmaba ci error de 9ans.o/s.i. Las i memorias deben escribirse, pero ha$ que ser excepcionalmente precavido al utili_arlas. #. C. Lampedusa tena ra"n, desde luego, al escribir que \[mantener un diario o escribir los propios recuerdos debera ser una obligacin impuesta por las autoridades estatales1 as, el material recogido durante una serie de geneQ rac1 seria de salor incalculable sa oue muc2os problemas psico1ogico e bis QtfricG8 que torturan a Ya humanidad podran resoiverse. 3inguna memoria, aun escrita por gente no importante, est libre de grandes valores sociales $ des 15 *". Luc"a., Zcie gospodarczo=spoieczne w Poznani 3K3M=3O3K (;ida eco flomica $ social en 2o"nan, o, muchas veces, de nuestro conocimiento no basado en fuentes, tanto cientfico como corriente. Siguiendo el estudio de los indicadores en las ciencias sociales hecho por S. 3o/a.m, en la investigacin histrica nos enfrentamos, principalmente, con indicadores empricos, como son el indicatum, o sea, el hecho indicado, $ el indicador. *n el establecimiento indirecto de los hechos en la investigacin histrica un indicador emprico se refiere a un hecho visible, pero que todava no ha sido observado en las fuentes que encontramos. 2or e-emplo, unos restos de madera quemada son un indicador emprico del hecho, desconocido de otro modo, de la destruccin del poblado de Mis.upin (un poblado prehistrico de la #ran 2olonia, que data del 8GG antes de 4risto). Si inferirnos, del comportamiento conocido de una persona $a desaparecida, sus experiencias o actividades mentales que no nos son conocidas, utili"amos un indicador ilativo. 2or e-emplo, si un grupo de soldados cambia de bando $ se une al que antes era su enemigo, esto es un indicador de una 5experiencia mental6, que no conocemos directamente (en este caso, no est registrada en las fuentes). Los indicadores definicionales (que forman el tercer tipo de indicadores adoptado por 3o/a.) no est n relacionados con un establecimiento indirecto de los hechos, sino que est n incluidos en el procedimiento para establecer directamente los hechos. *n tal caso, un indicador definicional define un hecho que no se puede observar o una caracterstica que no se puede observar de ese hecho. 2or e-emplo, cuando sacamos conclusiones sobre la popularidad de una persona bas ndonos en lo que se ha escrito sobre l, no establecernos ningn hecho indirecto, sino que simplemente definimos el concepto de popularidad por la naturale"a de las afirmaciones sobre la persona en cuestin '' *n una ocasin, C. Po-ciecho/s.i quiso averiguar el hecho de origen de los anales m s antinuos conservados en 2olonia, $ la poca en la que llegaron a 2olonia. Las fuentes
que tena a su disposicin carecan de datos que pudieran proporcionar una respuesta directa a esa pregunta. 2ero, siguiendo urs detallado an lisis de las anotaciones hechas en el anal que examinaba, sac la conclusin de que las ltimas anotaciones hechas en ,lemania databan del >?> $ el >@G d. 4. Se referan a la sucesin de tres ar"obispos de 9ain", Pilhelm, Ktto $ Nobert. 5*sto es una indicacinSJ, escribi, 5de que el lugar de origen del anal debe buscarse en la provincia de 9ain"6 'D !e entre una docena de dicesis en esa provincia, se conservaban restos de contactos con 2olonia en dos catedrales episcopales (Mrandenburgo F 0alberstadt) $ en dos monasterios (Bulda $ +orbea). !e estas cuatro localidades, C. Po-ciecho/s.i pens que +orbea era el origen m s probable del anal, porque encontr en l varias anotaciones de +orbea. 5Su nmero es mu$ pequeRo, es ciertoSJ, escribi, 5pero como estas anotaciones se encuentran en la tercera, es decir, la ltima parte del anal, la nica en la que se puede esperar una labor original del autor, la suposicin m s probable '8 ;er su ,%todia " rnetodologii rsacsk spolec,;z#c3s, cd. cit., capsulo ,\2o-e4D i /s.a"ni.i,, (4onceptos e ndices). es que la fuente de la que haba sacado sus datos, es decir, el anal de +orlea, debe de haber estado cercano a l $ en sus manos6 '< C. Po-ciecho/s.i not tambin que una de las dos anotaciones anacrnicas, en concreto la que se refiere al halla"go del cuerpo de San *steban, 5parece ser de +orbea, porque es sabid que San *steban fue el patrono del monasterio de +orlea, $ la anotacin, al ser anacrnica, es mucho m s importante, $a que es, evidentemente, intencional, o sea, artificial6 '8L Ktros hechos indicaban tambin los contactos entre 2olonia $ el monasterio de +orbea. 2or e-emplo, las m s antiguas iglesias polacas tenan patronos de +orbea, $ es sabido que los misioneros solan dar a las iglesias el nombre de su iglesia original1 m s an, Pidu.ind, mon-e de +orbea, fue el autor de los primeros datos sobre 2olonia, $ la formulacin de su informe sobre la muerte de Pichman seRala el hecho de que el cronista deba de haber conseguido esta informacin por parte polaca. 5,s, de toda la provincia de 9ain"6, continuaba Po-ciecho/S.i, 5la evidencia circunstancial apunta, en su ma$or parte, a los mon-es de +orbea, $ no sera mu$ osado deducir que +orbea fue probablemente ese lugar inidentificado de donde partieron los misioneros hacia 2olonia con las enseRan"as cristianas, $ con los primeros misales, entre los que haba un cdice con un ciclo pascual $ un anal en sus m rgenesS) '? ,l describir este proceso, ,. #ie$s"tor escribi, siguiendo la costumbre comn en la reflexin metodolgica de los histoiQiadores, que Po-ciecho/s.i 5intentaba usar aqu el mtodo deductivo6 '@ *n el ra"onamiento de Po-ciecho/s.i, las premisas varan de naturale"a. Se basaban en la experiencia del investigador (si una fuente inclu$e datos detallados especficos de un rea determinada, es bastante probable que tenga su origen en ella), $ en el conocimiento general de la poca (los misioneros que fundaban iglesias en territorios recientemente convertidos las llamaban segn el patrono de su iglesia origipal). *stas premisas se encuentran mu$ frecuentemente. 2ero tambin son bastante corrientes las premisas basadas en un conocimiento psicolgico de una personalidad dada. 2or e-emplo, 7. Pida-e/ic" lleg a la conclusin, apo$ ndose en los datos de fuentes sobre las batallas en las que luch 9ies".o (el primer dirigente polaco), en >?D $ >?@ d. 4., que l deba de haber conquistado \a _ona del estuario del Kder. *scribi que 5sera inconcebible que, desQ 2ues de la gran victoria que el dirigente de 2olonia consigui en >?@, el estuario del Kder quedara an fuera de las fronteras de su estado. 9ies".o no era un hombre que se de-ara tomar el pelo1 si saba cmo (afrontar su situacin en el momento de su reciente derrota, Wcmo poda haber perdido la oportunidad que se le
ofreca por su brillante victoria, F no traer de cabe"a a los derrotados PolinianosX 3o aceptaramos una 4ontingencia que simplemente nos choca, por ser tan improbable6 'EL Cambin son corrientes las premisas sacadas del sentido comn. 3os encontrarnos con ellas, por e-emploS cuando +uc"$ns.i quiere demostrar que _$ndram de 9as".o/ice no fue el -efe polaco en la batalla de #run/ald $ afirma, en relacin con ello, que a un vencedor se le sola recompensar * ($ a _$ndram no se le recompens). 0e aqu una reconstruccin de tales casos de ra"onamiento. 4onsideremos uno de los de Po-ciecho/s.i% 1) Si un anal inclu$e datos sobre las condiciones locales de una provincia, ese anal suele proceder de esa provincia1 ') en el anal en cuestin, ha$ anotaciones que se ocupan de la sucesiva ocupacin de la sede por tres ar"obispos de 9ain", Pilhelm, Ktto $ Nobert1 D) el anal procede de la provincia de 9ain" (conclusin). *l anterior es un caso de inferencia no fiable (deduccin debilitada), que hace que la conclusin sea probable1 se podra generali"ar de este modo% 1) si p, normalmente q, ') p, D) luego (probablemente) q. *ste es un caso de deduccin debilitada del tipo mod s ponendo pone ns Su falta de fiabilidad es evidente, $a que las premisas pueden ser ciertas, $ sin embargo la conclusin falsa. , pesar de la manifiesta falta de fiabilidad de este tipo de inferencia, los estudios histricos describen, a menudo, las conclusiones a las que conduce como mu$ 5ciertas6, lo cual, muchas veces, es inversamente proporcional a su grado de sustentacin. ,lgunos tipos de inferencia indirecta utili"an premisas de clases concretas. Su papel dominante en tales tipos de inferencia dio lugar a la formacin de mtodos especiales de un establecimiento indirecto de los hechos. La lista de dichos mtodos es abierta, pero sus unidades m s ifl portantes son el mtodo filolgico, el geogr fico, el genealgico, el comparativo $ el regresivo. Crataremos brevemente uno por uno. 0a$ que hacer * mencin aparte de la inferencia a partir del silencio de las fuentes (argu * ment m e9 silentio). *l establecimiento indirecto de los hechos que tiene lugar a gran escala (estimaciones estadsticas) ser materia de un captulo especial. 0a$ que advertir, adem s, que los historiadores combinan muchas veces varios mtodos, o por lo menos combinan el mtodo directo $ el indirecto. 8. El m@todo $ilolgico 0l@9ico) *l trmino $ilolgico (o me-or, l@9ico) se usa, para el mtodo, con dos significados, por lo menos% en primer lugar, como mtodo de descifrar e interpretar el lengua-e de las fuentes escritas '>, $, en segundo lugar, conlo una variedad del mtodo para establecer los hechos de modo indire!tK ,qu nos interesa el ltimo significado. *n este sentido, el mtodo filolfg4K que preferimos llamar lxico, consiste en establecer los sucesos pasadoS bas ndose en datos lingHsticos, en particular los relacionados con nombres de lugar, que se anali"an a la lu" del conocimiento lingHstico general a 4fr. la formulacin de Ch. 9ornmsen, EilEleitztng +o dic Aitertzims*i%s<l% clzaJt, DE cd., Merln, 1>'@, pg. 1E.
2olonia, este mtodo tuvo uno de sus pioneros en C. Po-ciecho/s.i, que, n su estudio /'robac+a (1E@D) intent basar sus conclusiones sobre los primeros establecimientos eslavos en los datos que proporcionaban los nombres de lugar. F he aqu un e-emplo de una aplicacin m s sofisticada del mtodo -xico. +. 9os"$ns.i intent contestar a la pregunta sobre qu territorios fueron el origen de los 2rotoQ*slavos, $ cu l era el mbito de la lengua protoQeslava alrededor del aRo 1 d. 4. 3. Lleg a la conclusin de que, sobre el aRo 8GG a. 4., los protoeslavos vivan en la regin occidental de la depresin central del !niper, $ que comen"aron a moverse hacia el oeste mucho m s tarde, para ocupar la depresin del ;stula $ del ,lto !nister. ,po$ sus conclusiones refirindose a la geografa de plantas $ a la paleobot nica, $ especialmente a los datos aportados por esas disciplinas sobre el mbito de las diversas especies de rboles. 9os"$ns.i de-i8 de lado los nombres de los frutales, que, segn averigu, pasaban con facilidad de un idioma a otro, $ distingui, en los restantes nombres de rboles, los siguientes grupos de trminos% 1) nombres mu$ antiguos, que tienen an logos relacionados en otras lenguas indoeuropeas1 ') nombres que eran innovaciones eslavas, $ que no tienen an logos en otras lenguas indoeuropeas, $ D) nombres que ni tienen an logos relacionados en otras lenguas indoeuropeas ni son innovaciones eslavas, $ que son palabras relativamente tardas. :n an lisis lingHstico detallado le llev a la conclusin de que el tercer grupo de palabras inclu$e siete nombres de rboles, b k, cis, +awor, modrzew, brzekinia, +odia, trzesnia (los equivalentes espaRoles son% ha$a, te-o, sicomoro, alerce, acerolillo, abeto, cere"o). *ste tercer grupo es decisivo para el problema en cuestin. +. 9os"$ns.i estableci, con los datos proporcionados por la geografa de plantas $ la paleobot nica, que Ial contrario que los rboles de los grupos uno $ dosI los rboles del tercer grupo GG crecan en las depresiones del !niper central $ del 3iemen, sino que 4recan, $ en mucha m s cantidad que ho$ en da, en las depresiones del Kder, ;stula $ ,lto !nister. 4omo los nombres de los rboles del grupo tercero no existan en protoeslavo, los eslavos no los conocan originalbente, $a que 5vivan fuera del rea donde suelen crecer, aunque sea espo.dicamente (...). 2arece excluirse que el terreno original de los protoeslavos abarcara, varios siglos antes de la *ra cristiana, los valles del ;stula $ del ,lto !nister, $ se extendiera, desde ah, hasta abarcar el valle del bnipe. aparece m s probable que el mbito de esa lengua estuviera hacia el este de los valles del ;stula $ el ,lto !nister6 Ktro e-emplo del uso del metodo filologico (en el sentido adoptado cn este libro) lo ofrece el estudio de 0. Lo/mians.i sobre los fundamentos - econmicos de la formacin de los estados eslavos, en el que anali"a, entre >tras cosas, los trminos eslavos para los meses, como indicadores que de DG l* 9os"vns.i, Pierwotny zasieg +ezka praslowianskiego (*l alcance origlKal de la lencJua protoQeslava), Procla/, 1>8@. Sobre sus conclusiones, #er C&. LoJ,vG fllans&G Por atl Polske (los oricn de 2olonia) ol 1 ; >1SK1' 1>e< p a fas >@dE. +. 9os"$ns.i, op. cit., p g. '?G. muestran que la economa eslava primitiva se basaba en la agricultura $ ganadera 32 A. El m@todo geogr@$ico *l mtodo geogr fico es corrientemente usado por los historiadores, 2odemos distinguir, al menos, dos significados del trmino%
1) establecimiento de los hechos o de las relaciones entre los hechos, refirindose a la distribucin de esos hechos sobre el mapa1 ') la utili"acin del conocimiento geogr fico para establecer ($ expli. car) los hechos. Se dice, muchas veces, que un historiador usa el mtodo geogr fico simplemente porque presta atencin al factor geogr fico, es decir, a la influencia del entorno geogr fico. *n tales casos, no pretendemos el uso del conocimiento geogr fico para pre. sentar me-or los resultados de la investigacin. :n e-emplo del uso del mtodo geogr fico 1) lo ofrece un estudio de P. Sem.o/ic", que intent locali"ar en el mapa los pueblos de la regin de 4racovia en los que viva una gran clase media ba-a a finales del si. gb xcv. !e este modo, ilustraba el hecho de que esos caballeros se concentraban a lo largo de la frontera, especialmente en elL 3ordeste, $ cerca de las posiciones fortificadas. Sem.o/ic" lleg a la conclusin de que era resultado de un asentamiento intencionado de los caballeros. 5*sta situacin de muchos caballeros a lo largo de la frontera $ cerca de las posiciones fortificadas6, escribi, 5despe-a toda duda de que nos encontramos con un asentamiento planeado con fines militares6 2odramos reconstruir as su ra"onamiento% 1) si vemos en el mapa una concentracin de posiciones militares cerca de la frontera de un estado o cerca de otros centros de defensa, podemos suponer que era probablemente resultado de una accion planeada $ e-ecutada por las autoridades del estado1 ') la situacin de la clase media ba-a en la regin de 4racovia t finales del siglo xiv revela tales caractersticas1 D) probablemente, nos encontramos ante un asentamiento de los caballeros planeado con fines militares. !el mismo modo, podramos reconstruir el ra"onamiento de 9. M-S.:2, que se bas en la distribucin territorial de las propiedades de los ex2Kr tadores de grano para formular conclusiones sobre los territorios desde los que se exportaba , $ podramos reconstruir tambin todos los dem s casot parecidos de establecimiento de los hechos. !2 0. Lo/rnians.i, Podstawy gospodarcze $ornzowania sic panstw slowia$l%; edicin citada, p gs. '@ # ss. P. Sem.o/ic", 5Plod$c$ polsc$ na tic por/na/c"vm slo/-anS1]S`J Ke;artalrzik Hzstor#czny, vol. AA&&, 1>GE, pdo. D>@. *ste e-emplo es tratado de modo m s amplio por ,. 9alc/s.i C pu .S op cii ps\ ?@ Sobrc 1 rnctodo moci sfr o .er 7 Nut.osss.i "'i%bni g spo(ai424 Pol.ski, vol. 1, 2o"nan, 1><?, pGps. 1GQ11. La fotooiQafa area, precisSfn ha aumentado enormemente, precie ser mu$ instructiva 1G8 toriadores. Sobre dote asunto, ver la amplia literatura geogr fica. *l mtodo geogr fico ') se utili"a por parte de los historiadores que, lt partir de su conocimiento del suelo $ las condiciones clim ticas dom-1 cantes en una regin, sacan conclusiones sobre las cosechas m s probables, sobre la naturale"a de la economa local, o la cronologa relativa de lo asentamientos, a partir de las caractersticas geogr fidas de un rea concreta. *l mtodo geogr fico est indirectamente relacionado con muchas lcuestiKnes discutidas sobre la relacin entre la historia $ la geografa, que surgir n de nuevo, m s adelante. El m@todo genealgico 1 *l mtodo genealgico, cu$a diferenciacin como mtodo de investigacin aparte produce muchas dudas, se usa cuando nos apo$amos en nues1ro conocimiento genealgico para establecer un hecho sobre el que no nos informan las fuentes. 2ero, en la ma$ora de los casos, esto ocurre con las situaciones en las que, como si di-ramos,
extraemos informacin ide una fuente en la que est escondida, en cierto modo, $ no en aquellos len los que carecemos por completo de datos sobre un hecho concreto. 2or e-ernplo, cuando P. !/or"ac"c. plante la pregunta sobre quines eran los 'etenans (-efes militares) polacos en los siglos xvi $ xvii, Qno encontr datos directos basados en fuentes sobre el tema 2ero la falta de datos es slo aparente, $ no real, va que tenemos datos genealgicos directos sobre [.[arios 'etmans, que podemos usar con este fin. *l problema, en este caso, 4onsista en reformular la pregunta% Wquines fueron los 'etmans polacos en los siglos xvi $ xviiX, como% Wquin fue el Hetman A, el Hetn;zan &, el Cletmamz /, etcteraX, $ as llegar a una respuesta a la primera pregunta. *l mismo procedimiento se puede aplicar al mtodo filolgico $ geogr fico. [*n realidad, ste es un mtodo de establecimiento directo de los hechos. *1 historiador tiene aqu una gran oportunidad de exhibir su ingenio, $a que has fuentes pueden incluir muchos datos directos sobre los hechos, pero alguflo de estos datos est n, como si di-ramos, en forma latente. *-emplos 2arecidos nos los ofrece el establecimiento del nmero de personas en una :i1ia media a partir de los datos genealgicos (C. Burta.) $ el establecirn1ento de la composicin del e-rcito romano a partir de las inscripciones S4pfllcrales existentes (C. _a/ad".i). < *l mtodo genealgico se us en el sentido estricto de la palabra, que general, mucho menos corriente, es decir, para establecer de modo rtdlrecto los hechos, por parte de P. Sem.o/ic", en relacin con el siguiente roblema. ,l estudiar la historia de la familia polaca ,/daniec, encontr que t: antecesor llexJaba el nombre normando Anda, que significa 5tesoro6, $ que, t2Kr tanto, los nombres polacos %karb, %karbek, %karbimir eran tambin Daractersticos o especficos de la familia ,/daniec 0skarb, en polaco, signialta tambin 5tesoro6). *se nombre forma parte tambin de un asentamiento ,[aniado S.arhno, situado cerca de +r"$/in, en la #ran 2olonia. Sem.o/ic" establecido anteriormente que +r"$/in $ sus alrededores eran el centro 1 a cDi 1 mini se h>bla Dsentdo 1 i 1 nniiiia ,udaniec $ que S.m hno PCI lerieclG a esa familia e incluso, probablemente, haba siclo la primera sedal de la familia ,/dan-ecQS.arb% su antecesor, S.arbQ,uda, se estableci all, aparentemente, a finales del siglo A *l ra"onamiento de Sern.o/ic" se puede reconstruir as% 1) Si conocemos el nombre del antecesor de una familia medieval $ si, en el rea donde se asent esa familia, encontramos un lugar cu$a nombre inclu$e (como componente morfolgico) el nombre de esa persona, ese lugar ha sido, probablemente, el lugar de origen de esa familia1 ') Los estudios genealgicos muestran que el nombre del antecesor de la familia ,/daniec era S.arb o S.arbe. o S.arbimir, $ que el rea donde se asent esa familia inclua un lugar que tena ese nombre como componente morfolgico1 D) *l lugar llamado S.arbno, situado en el rea donde se asent la familia ,/daniec fue, probablemente, el lugar de residencia del antecesor de la familia. 4omo puede verse f cilmente, la inferencia de Sem.o/ic" segua el esquema del mod s ponendo ponens debilitado. ,dvirtase, adem s, que en este caso se combinaba el mtodo genealgico con el lxico. E. El m@todo comparati#o 0en s #ersin territorial) *l mtodo comparativo es uno de los instrumentos m s indispensables de la
investigacin histrica. 3o slo sirve para establecer hechos sobre los que no ha$ datos directos en las fuentes, sino tambin para apo$ar hiptesis sobre explicaciones causales $ para sacar conclusiones generales sobre los hechos $ las le$es de la historia. 7. Nut.o/s.i, al tratar el mtodo comparativo, escribi que, para algunas personas, una simple enumeracin de fenmenos an logos observados en los diversos pases era ra"n para usar el mtodo comparativo, mientras que, para otros, es simplemente una operacin preliminar para utili"ar tales comparaciones en el establecimiento $ la explicacin causal de los hechos Se supone aqu que la comparacin de los hechos, por s sola, si no se usa para establecer o explicar los hechos, no se puede denominar mtodo comparativo. Cambin encontramos el mtodo comparativo como opuesto a la infe rencia por analoga DEL *sto es correcto hasta cierto punto, pero la cuestlK] requiere m s explicaciones. La inferencia por analoga (o sea, una variedad de la induccin por enumeracin) es slo uno de los tipos de inferencia (por e-emplo, -unto a la induccin por eliminacin), que se usa para establecer o explicar los hechos por referencia a los datos comparativos, $ que, aunque Slo fuera por eso, no se puede identificar con el mtodo comparativo, aunque no se puede oponer a este ltimo. 9 s an, la inferencia por analoga se puede interpretar de varios modos% slo como un esquema lgico formal o -unto con la regla extraQlgica que recomienda que las comparaciones abarquen las series que son similares estructuralmente1 por e-emplo, los pueblos (o territorios) que tienen un nivel parecido de desarrollo histrico. *n este ltimo sentido, la inferencia por analoga no basta para ser mtodo comparativo, sino que es slo una de las bases lgicas de este ltimo. *l siguiente problema tambin necesita una explicacin. W2odemos llamar a una comparacin del mismo territorio en diferentes perodos, con las conclusiones resultantes sobre ciertos hechos, la aplicacin del mtodo comparativo, es decir, podelnos llamar al mtodo regresivo comparativoX Segn la pr ctica de algunos historiadores, que llaman al mtodo regresivo comparativoQretrospectivo, este autor lo acepta como una variante del mtodo comparativo. 2resentamos un esquema que muestra la posicin del mtodo compa(rativo en la investigacin histrica, como conclusin de lo anterior% mtodo comparao comprobacin de las hiptesis sobre los hechos $ sus relaciones (bas ndose en la deduccin) bsqueda de relaciones causales (por induccin por eliminacin) *l diagrama muestra claramente el lugar de la inferencia por analoga fltro del concepto m s amplio de mtodo comparativo. , continuacin dedicaremos algunos comentarios al mtodo comparativo, Z&& el estricto sentido del trmino, en el establecimiento de los hechos. 4onsi1 clereG8 la obra de #. Labuda sobre el estado de Samo. Labuda formul la \]2Ktesis de que el gran *stado 9oravio era el sucesor directo de un estado Samo anterior. 2ero no ha$ datos basados en fuentes sobre estos estados (entre la segunda mitad del siglo ;&& $ comien"os del siglo ix, que permitan ]2U$ar de modo directo esta hiptesis. 2or eso, Laboda recurre a una susi fltaci?n indirecta. Sefiala ci hecho de que 5en la segunda mitad tiel siglo ;ii 8fuentes mencionan prncipes obodricios $ velecias. :n prccipe servio, l1du.li, probablemente, un descendiente directo dci pr cipm% l)crvan, con2or neo de Sama, fue
muerto el EG? d. 4. :&& Sf1G atcs, un prncipe alnado Le.h fue muerto en Mohemia. *n la poca de 8Q epeKr, un 5prncipe establecimiento de los hechos anteriores sobre la base de los posteriores establecimiento dc los hechos por inferencia por analoga P. Sem.o/ic", [\Nd ,/danc/ / /ie.ach srednich6 (La famda ,/daniec en la *dad 9edia), ,ctas de la Sociedad de ,migos de la 4iencia 2o"nan, vo-. AL&;, 2o"nan, 1>1@, p gs. '8@ $ si. 7. Nut.o/s.i, op. cit., p gs. 11Q1D. DE ;er, por e-emplo, 1. Mardach, 5K roli 3orman/ P4 /c"esnosredn1o c"neSlo/ians"c"$snie /schodnie-61 Kwartalriik Histor#cz y, nm. ', 1>8E, rina D?>. *l mtodo comparativo en la investigacin histrica se caracteri"a, oodo general, por P. +amieniec.i de esta forma% 5*l conocimiento del pasa de cualquier nacin debe completarse con un estudio comparativo de los nivrLG de vida, especialmente los desarrollados por otras naciones. *l mtodo :,, en una investigacin as se llama comparativo6J. (P. +anieniccld 5K nP]J i,olo lna/c=e8 / histoi 1 K# ( 1 "niS S"ntoi cena N ; 1\11E < ) * mcc.i tiene tambin ra"n al imitar la aplicacin del mtocl\) couipaEat1] fr\ el sentido que utili"a) a hechos que 5pertenecen al mismo estadio de dcsafl] (op. eit., p g. lK).
comparaciones cronolgicas mtodo comparativo serzsu stricto (mtodo retrogresivo) (comparaciones territoriales) uJ
mu$ poderosoJS rigi a los ;istulanianos, $ el prncipe 2ribin fue el -efe de 3itra alrededor del aRo EDG d. 4. (...) 4omo, segn se suele aceptar, esos estados se remontan a la poca de Samo, no ha$ ra"ones para pensar que debera ser distinto en el caso del estado de 9oravia6 Su ra"onamiento se puede reconstruir as% 1) *l estado de los obodricios $ los velecios se desarroll desde la poca del estado de Samo hasta el siglo ix. ') *l estado servio se desarroll desde la poca del estado de Samo hasta el siglo &x. D) *l estado de Mohemia se desarroll antes del siglo &x. <) *l estado de los vistulanianos se desarrollo antes del siglo ix. 8) *l estado eslovaco, con centro en 3itra, se desarroll antes del siglo ix. ?) *l estado de Samo tambin se desarroll entre la segunda mitad del siglo vii $ comien"os del siglo ix, dando origen al #ran *stado de 9oravia. *n otras palabras%
1) *l proceso Z tuvo lugar en el territorio ,. ') *l proceso Z tuvo lugar en el territorio M. D) *l proceso Z tuvo lugar en el territorio 4. <) *l proceso _ tambin tuvo lugar en el territorio A, que, en ciertos aspectos, se parece a los territorios A, &, /. *n el caso en cuestin, el proceso representa la formacin de un estado corno unidad poltica. *ste ra"onamiento es, obviamente, no fiable. *l grado de certe"a aumenta a medida que aumenta el nmero de casos an logos, $ depende, sobre todo, del grado de parecido entre los casos an logos abarcados por la comparacin. Las comparaciones deben hacerse con precau47KK7. Mardach tiene ra"n al afirmar que si 5no ha$ seme-an"as en las cuestiones fundamentales, la aplicacin de este mtodo (es decir, el comparativo) se puede poner -ustificadamente en duda6 o. O. El m@todo regresi#o 0#ersin cronolgica del m@todo comparati#o) *l mtodo regresivo se usa bastante a menudo en los estudios del vie-o campo, los vie-os asentamientos $ la organi"acin de una parte de la ecoflKn] nacional1 en trminos generales, en todos aquellos casos en los que sabemos que ciertos fenmenos tienden a desaparecer, $ al mismo tiempo podcm]8 esperar legtimamente que hallaremos en las fuentes algn registro del aflt rior estado de cosas. 2odemos aprender, por e-emplo, que en un momento el estado de desarrollo de un fenmeno era al menos el mismo que dde : momento posterior t,N N. *sto ocurre en los casos de estancamiento1 si S:2] nemos que el fenmeno en cuestin tiende a desaparecer, ha$ que esperar que las condiciones en t,,3 slo ilustren en parte las de t. B. 2erso/s.i, en un estudio sobre los asentamientos en el valle medio del San, intent reconstruir el paisa-e de esa "ona en el siglo xv. Para &llo, examin tanto las fuentes del siglo xv corno los mapas contempor neos Si se hubiera remitido slo a las fuentes del siglo xv, el estado de repoblacin forestal de esa "ona que habra reconstruido adoptara la forma de fragmentos dispersos, identificados con referencia a las fuentes existentes. La referencia simult nea a las condiciones actuales, es decir, a la repoblacin como se poda observar en el siglo xx, permite reconstruir el alcance de las reas repobladas en el siglo xv de un modo mucho m s completo. Cal reconstruc.. ciri utili"a nuestro conocimiento del hecho de que la 2olonia del siglo xv estaba mucho m s cubierta de bosques que la del siglo xx, $ que las reas que est n repobladas ahora estaban tambin cubiertas de bosques en el siglo xv, con mu$ pocas excepciones La reconstruccin del ra"onamiento seguido aqu es sta% 1) Si aceptamos que el alcance de un fenmeno A disminu$e con el paso del tiempo, el alcance de ese fenmeno es un momento (que se puede observar en las fuentes) es m s limitado de lo que era en un momento tu, sobre el que no tenemos suficientes datos basados en fuentes. D) *l alcance de A fue disminu$endo a lo largo de los siglos. D) *l alcance de A, observado en el momento t,b, es parte del alcance de ese fenmeno cuando exista en un momento tu. *ste caso de inferencia sigue el esquema del mod s pariendo ponens. 4omo puede verse, el mtodo regresivo slo a$uda a establecer ciertos hechos, pero no se puede usar para establecerlos de forma independiente. 3ormalmente aparece a la ve" que elementos del mtodo del establecimiento directo de los hechos. *n el caso anteriormente anali"ado, las fuentes que se referan al siglo xv servan para establecer directamente ciertos hechos.
Las aplicaciones del mtodo regresivo no se limitan al estudio del vie-o paisa-e $ los vie-os asentamientos. 2or e-emplo, +. 2otrans.i intent reconstruir las actividades de los recolectores de miel de las abe-as del bosque de +urpie en la *dad 9edia, usando fuentes que databan de los Siglos xvi $ xvii. Supuso que las fuentes de los siglos xvi $ xvii alumbraran en parte las condiciones anteriores. *n este caso, la aplicacin del mtodo Degresiio result fallar% los estudios posteriores han demostrado que la recoleccin de miel en el bosque de +urpie comen" en una poca relativaflJiente tarda, corno costumbre trada por colonos relativamente recientes. .l este caso, las asunciones exigidas para la aplicacin del mtodo retrogreSivo no fueron satisfechas <' *n esta ocasin ha$ que hacer una breve mencin de lo que se llama mtodo progresivo. Se suele referir a l slo para oponerlo al mtodo retro. gresivo, $a que, por otra parte, es el procedimiento normalmente usado por los historiadores. 4uando un historiador estudia un perodo concreto, utili"a sobre todo fuentes que datan de ese perodo $ no las que datan de pocas posteriores. *sto no se suele mencionar por las mismas ra"ones por las que, al informar sobre una conversacin, no subra$amos que los participantes hablaban en prosa. *videntemente, el mtodo de investigacin debe diferenciarse del de presentacin de los resultados. *sto significa que los hechos estudiados por el mtodo regresivo pueden presentarse, $ se suelen presentar, de acuerdo con su orden cronolgico 0 1G. "n$erencia a partir de la $alta de datos (argumenturn ex silentio) La inferencia a partir de la falta de datos (el silencio de las fuentes) es una variedad del mtodo de establecimiento indirecto de los hechos1 se usa cuando, en vista de la falta de datos basados en fuentes, afirmamos algo sobre un hecho que no se confirma por medio de las fuentes. 7. #ied$min anali" el problema de por qu, en tales casos, solemos llegar a conclusiones / falsas, a pesar de que la inferencia sigue el esquema del mod s tollendo tollens . Lleg a la conclusin de que si usamos una premisa del tipo% 52ara todo HQ si ocurri un hecho H, las fuentes histricas inclu$en una mencin que confirma la existencia de H[, cometemos siempre un error material, porque esta premisa es falsa. 2or tanto, sugiri el siguiente esquema de inferencia% 2remisas% inferencia que nos interesa ahora se puede reconstruir as (segn el modelo sugerido por 7. #ied$min)% 2remisas% 1) 2ara todo HQ s en un hecho H, que entra en la categora de hechos que son tan corrientes que no se registran, ocurri, entonces no fue registrado. ') H no fue registrado. 4onclusin% D) *l hecho 0 ocurri. *sto muestra la extraordinaria no fiabilidad de la inferencia basada en la carencia de datos en las fuentes, $a que, a partir de que un hecho no ha sido registrado, se puede deducir tanto su ocurrencia como su no ocurrencia. 2oi\ eso, por e-emplo, 7. 9. 2eset $ *. Le No$ Ladurie, al informar sobre los estudios franceses de los pueblos desiertos en la poca feudal, plantearon la pregunta% WLa falta de datos sobre los pueblos
abandonados atestigua el hecho de que no hubo pueblos abandonados, o el hecho de que eran tan corrientes que no merecan registrarseX 1) 2ara todo HQ si ocurri un hecho H, del tipo de hechos que se suelen registrar, H fue registrado. ') *l hecho H no fue registrado. 4onclusin% D) *l hecho H, probablemente, no ocurri. ,s, tenemos que saber no slo si el hecho estaba en la categora de los que se suelen registrar, sino tambin si se registr (aunque las fuentes pueden haberse perdido). *n el caso tratado m s arriba, la cuestin era establecer la no ocurrefl4a de ciertos hechos, apo$ ndonos en el silencio de las fuentes. 2ero el arg!Pne t m e9 silentio tambin se usa para afirmar que ciertos hechos s ocurrleroflJ Se suele decir, entonces, que la falta de informes atestigua lo comn de Gue ocurran hechos de ese tipo. La no fiabilidad de esta forma de ra"onam1e] es incluso ma$or que cuando sacamos conclusiones sobre la no ocurre\] de ciertos hechos a partir de la falta de c&atos en las fuentes. *l ide xx 9todos cuantitativos en la investigacin histrica 1. Esbozo del desarrollo de los an8lisis c antitati#os en la in#estigacin 'istrica 4uando los historiadores comen"aron a darse cuenta de que 5tenan que contar6 Icosa que, de un modo visible, slo ha ocurrido durante los ltimos cincuenta aRosI los an lisis cuantitativos se convirtieron en un elemento legtimo de las narraciones histricas. *stos an lisis se necesitaban urgentemente, $a que conocemos los asombrosos errores en los textos escritos por historiadores anteriores, que no estaban acostumbrados a mane-ar cifras $ no se daban cuenta de qu precisin se requera en esa cuestin. 9andaban a las batallas e-rcitos tan enormes, que toda la poblacin adulta de un estado determinado no bastaba para poblanos1 hacan que las ciudades estuviesen habitadas por masas enormes, $ enviaban a miles de personas a la muerte al describir los efectos de las plagas. Lele/el aseguraba que 1>DGGG personas murieron en 4racovia en 1?8' como resultado de una epidemiaJ, $ ese nmero era por lo menos die" veces ma$or que la poblacin entera que poda tener esa ciudad en aquella poca. Supona que, en el perodo de auge, solan exportarse de dos a cinco millones de toneladas de grano, que salan de 2olonia a travs de !an"ig'. 2ara co&flprender como exageraba, advirtase que en 2olonia, en 1>?1Q1>?D, las cuatro cosechas anuales totali"aron 1< millones $ medio de toneladas1 en la poca - relatada por Lele/el, podan totali"ar 1,< milln de toneladas , del cual se exportara no m s del die" por ciento. *stos datos ilustran el grado de trastorno en la investigacin histrica en las ltimas dcadas. Los que quieren usar el trmino re#ol cin podran llamar a ese trastorno la revolucion cuantitativa en la investigacin histrica. *ste cataclismo cuantitativo no ha cesado an. 3o hace mucho se podia llamar una revolucin estadstica, pero, con el advenimiento de las computadoras, la teora de la informacin $ los sistemas de procesamiento de datos, $ las perspectivas de aplicacin de las matem ticas en las ciencias sociales, parece fundamental usar un trmino m s amplio, que va$a m s all de la estadstica en el sentido estricto de la palabra, $ abarque todos los mtKdX8 cuantitativos. Sin embargo, aunque es legtimo hablar de la gran importanc&a del acercamiento cuantitativo en la investigacin histrica, $a que significa
destacar los hechos interpretados en nzasse (como una variedad de los lic chas compuestos), no sera correcto dar excesiva importancia a las perspectivas de convertir en matem tica la investigacin histrica, por lo menos en un futuro prximo. 2robablemente, se har mucho en ese campo, pero de todos modos, parece que el acercamiento cualitativo no puede ser eli minado de los estudios histricos. &ncluso se puede asegurar que el acerQ 1 camiento cuantitativo a$udar a me-orar, en una medida cada ve" ma$or, los an lisis cualitativos. 0o$ tenemos que subra$ar Ino demasiado fuerte, $a que este autor da gran importancia al desarrollo de los mtodos cuantitativos, que est n an pobremente arraigados en la investigacin histricaI que no debemos ilusionamos con las apariciones de la precisin, porque, de otro modo, quedaremos tan fascinados por ellas como un novato al que se le da un instrumento moderno $ no consigue valorar sus posibilidades reales. ,. Soboul se refiri al peligro de rendirse a 5la magia de las cifras6, $ seRal el hecho de que los resultados cuantitativos -uegan un papel secundario en la investigacin histrica% Wpara qu recogemos $ clasificamos datos numricos, si no es para obtener respuestas a preguntas especficasX . La introduccin de los mtodos cuantitativos en la investigacin histrica se debi principalmente al desarrollo de la historia econmica (incluida la demografa) que, si no quera convertirse en una coleccin de ancdotas $ curiosidades, tena que estudiar los fenmenos de masas (utili"ando fuenles que no hubieran sido estudiadas previamente), $ eso exiga mtodos cuantitativos. La base filosfica de esos intentos la proporcion, sobre todo, el positivismo. 2odramos anotar docenas de nombres de historiadores en varios pases, que, especialmente, a partir de la segunda mitad del siglo 'I', centraron su atencin en el estudio estadstico $ la interpretacin de los datos numricos. *l primer perodo estuvo dominado por el proceso de los datos recin descubiertos. Se puede mencionar a los siguientes investigadores, como e-emplo caracterstico de ese nivel en el que los mtodos cuantitativos estaban incorpo' ndose a la investigacin histrica, pero trat ndose todava Sin la crtica adecuada% J. Ch. Nogers, autor de una historia en seis volmenes de la agricultura $ los precios en &nglaterra (cd. de 1E?? a 1EE@)1 (' !J,venel, cu$o estudio en ocho volmenes (1E><Q1>D1) subra$aba los 4ambios de los precios $ los salarios en Brancia del siglo 'III al xviii1 ,. 2a/ins.i, que, -unto con ,. 7ablono/s.i, proporcion las bases estadsticas para la historia de 2olonia en el siglo xvi 0Polska F1" wiek Pod wzgledem geogra$iczno - %tatystycZny?$lQ 2olonia en el siglo xvi, #eo1 grafa $ *stadsticas, 1EEDQ1E>@). , fines del siglo xix hubo tambin un nmero cada ve" ma$or de estudios sobre la relacin entre la estadstica ha investigacin histrica. *l concepto de estadstica histrica naci tam1 bin en esa poca. *n 1EE' +. C. &naniaQSternegg escribi su documento tica histrica 6, $ al hacerlo, centraba su atencin, al contrario que llamaSternegg, en los datos demogr ficos. *n resumen, el primer nivel de la cuantificacin de la historia 4onsisti en utili"ar datos nuevos $ en procesarlos estadsticamente, de una forma todava elemental. *sto ocurri sobre todo con los precios (donde los resultados eran menos chocantes) $ con los datos demogr ficos (donde los datos eran, cientficamente, m s interesantes). *l segundo paso del desarrollo de los mtodos cuantitativos en la investigacin histrica estuvo marcado por un progreso plurilateral, sobre todo en el halla"go de fundamentos tericos (especialmente en el terreno de la economa poltica) para los an lisis
cuantitativos, en la ampliacin del alcance de dichos an lisis (ampliando los cmputos de correlacin), $ en utili"ar, como intentos, halla"gos numricos en las explicaciones genticas $ causales de hechos colectivos que no ocurren en masse, e incluso de sucesos aislados, es decir, en intentos de poner las bases cuantitativas de la historia social $ poltica, $ de otras ramas de la historia, tradicionalmente cualitativas. Las bases tericas $ las inspiraciones para los nuevos acercamientos las ofrecieron, por un lado, la economa poltica marxista, $, por otro, su equivalente no marxista, que iba gradualmente ganando fuer"a. La obra m s importante, inspirada por la teora marxista, pero que a la ve" sirvi para su expansin, fue El desarrollo del capitalismo en R sia (1E>>) de Lenin, que inclua un an lisis estadstico de la estructura social (el problema de la estratificacin social) $ una descripcin din mica cronolgica de los fenmenos, lo cu l, -unto con una constante combinacin de an lisis cuantitativos $ cualitativos, dio lugar a un modelo de uso de la estadstica en el estudio del desarrollo de un fenmeno determinado (en el caso en cuestin, del sistema capitalista), $ por tanto, el estudio de la estructura $ la din mica a la ve"@. *sta combinacin no se alcan" en los estudios inspirados por las teoras no marxistas (principalmente el estudio de 7. 9. +e$nes sobre los ciclos de los negocios $ su acercamiento macroeconmico a la vida econmica). Los estudios de los procesos din micos, excesivamente fascinados por los cambios en la circulacin del dinero, los precios $ los salarsos, no se relacionaban de modo integral con los estudios cualitativos de las estructuras. *ste defecto se vea sobre todo en las obras de uno de los promotores del acercamiento cuantitativo a la historia (cfr. captulo ;&&), en concreto, B. Simiand ,, un economista, historiador econmico $ socilogoJ todo en uno, autor de Le salaire, l;e#ol tion sociale et la monnaie (tres volmenes, 1>D'), que estableci estadios en el desarrollo econmico seg:fl los cambios en la circulacin cCe monedas. 2ero los avances hechos en 1G8 6 Z. !as"$ns.aQ#olins.a, \,9etoda stat$st$.i histor$c"ne- i -e- dot$chc"aSKJ "dob$c"e6, en Ekonomista Polski, vol. A&, 1E>'. *sta obra, que fue una pionera, es a menudo minusvalorada al tratar las aplicaciones de los mtodos cuantitativos en el. estudio de las estructuras sociales ,igunos historiadores franceses exageran enormemente al valorar el papi pee haba iugado B. Simiand al dar precisin a los mtodos de la invest1gaGfl histrica. edast 1J. ;i;ir escribi en relacin con su crtica, correcta por otia rarc. de h. ,see, que no consigue conYpreZlder la investigacin histrica decae), que %im aud, al poneJ las bases para la ecenometra histrica, 5,avait fai pasJcr 1 [K;iJ aire clu stade de la rlescripiion un rinde de la mesureSJ (1X. ;i1@ 1 i 1 1S str re ci le de cJoppenen t dcs u orn s 0urnaines e rJ rzcr ci. i, n&co. 8, 1>8>1>?G, pg. 1G1?). mtodos de cmputo (un aumento en el nmero de tipos de an lisis) en la investigacin histrica eran importantes por s mismos. Cericamente, un gran paso adelante lo dio *. Labrousse, que prest m s atencin cada ve" a los estudios din micos de las estructuras sociales. :na afirmacin hecha por ,. Soboul sobre la historia social se puede usar para mostrar las races tan profundas que tenan los estudios autnomos sobre los ciclos econmicos (la configuracin de los cambios a largo pla"o) $ las estructuras (todos org nicos con relaciones internas) en la literatura que se 1 inspiraba en los estudios econmicos de los ciclos de negocios. La historia social, aseguraba, supone 5un conocimiento exhaustivo de las estructuras sociales $ de los mecanismos que lentamente conducen la onda de los ciclos evolutivos econmicos6 . &ndicando los mecanismos sociales -unto a las estructuras, seRalaba claramente, en su afirmacin, el
acercamiento dialctico, con el que, sin embargo, sera difcil reconciliar la formulacin que afirma que tales mecanismos $ estructuras mane-an la onda de los ciclos econmicos que se desarrollan solos. F el hecho es que las ondas de cambios en el pasado no eran m s que resultados de los cambios en las estructuras. 7unto a B. Simiand, *. Labrousse $ otros historiadores franceses, los promotores m s penetrantes de los mtodos cuantitativos en la historia social $ econmica incluan% 1. Nut.o/s.i, autor de muchos estudios sobre historia agraria (a partir de 1>1G), $ en particular de una de las me-ores obras basadas en la estadstica, &adania mead podzialein doc'odw w czasac' nowozytnycli (*studios sobre la distribucin de los ingresos en la poca moderna) (1>DE)1 7. 0amilton, iniciador de los estudios modernos sobre l las revoluciones de precios (1>D<)1 muchos otros estudiosos de los precios (P. Meveridge, 0. 0auser, ,. *. 2ribram, 9. 3. *lsass, S. 0os"o/s.i, $ otros)1 $ muchos otros, que no podran mencionarse aqu. La estadstica se ha convertido as en un inseparable compaRero de la investigacin histrica1 tambin comen" a abrirse camino gradualmente en la historia 2oltica (por e-emplo, la estadstica electoral), la historia de la cultura (estadstica de colegios), $ otras ramas de la investigacin. *l tercer estadio del uso de los an lisis cuantitativos en la investigacin histrica, al que estamos asistiendo ahora, comen" a finales de la Segunda #uerra 9undial. Las bases tericas de los estudios cuantitativos me-oraron, 4omo resultado de una ma$or cooperacin entre las diversas disciplinas, F en particular, entre la historia, la economa $ la sociologa. Los economistas emprendieron la investigacin cuantitativa, por su cuenta, para 2enetrar en el pasado (nos referimos sobre todo a la investigacin llevada a cabo por el "nstit t de %cience EconorniI e AppliI @e en 2ars), e incluso Sugirieron que se llamara historia cuantitativa 0'istoire I antitati#e) lo cual iba a significar la forma m s avan"ada del acercamiento cuantitativo la historia econmica en una poca concreta. La comprensin de la necesidad de usar mediciones precisas en la historia se generali", lo cual, evidentemente, no significaba ir mucho m s all del cmputo corriente de 1GS precios medios, nmeros relativos, etctera, a pesar de que las diversas medidas de concentr cin, cmputos de tendencias, correlacin, coeficientes de regresin, $ elementos de estadstica matem tica (pruebas representativas, ests de imprtancia, etctera) comen"aron a usarse cada ve" m s. 2ero el rasgo caracterstico de este tercer paso de la cuantificacin de la investigacin histrica no se limit a la penetracin de los mtodos estadsticos en las distintas disciplinas histricas 11, sobre la base de funda. inentos tericos me-ores (por e-emplo, la teora del crecimiento econmico), sino que consisti tambin en el surgimiento de nuevas fuentes de an lisis cuantitativos. *ntre estas nuevas fuentes se inclu$en, sobre todo, las posibilidades, advertidas recientemente por los historiadores, que ofrece la mecani"acin de la recoleccin, almacena-e $ proceso de datos, $ la utilidad de los estudios estadsticos de textos aplicados a la lingHstica (an lisis de frecuencia $ de estilo). Las discusiones sobre las nuevas perspectivas son superiores a las aplicaciones pr cticas, a pesar de que en este ltimo campo ciertos pases han logrado algunos avances. *n resumen, hemos estado viendo una creciente cuantificacin de la investigacin histrica, basada sobre todo en la estadstica, al menos durante un siglo. !urante el primer paso, el preliminar, vimos slo los contactos iniciales entre la investigacin histrica $ la estadstica. Las dificultades en la aplicacin de los nuevos mtodos se manifestaron en esa poca. 0aba algunos miedos -ustificados ante una deshumani"acin de la historia, $a que los estudiosos no conseguan todava darse plena
cuenta de que los resultados de una investigacin cuantitativa se pueden integrar en un cuadro del proceso histrico slo por medio de un an lisis cualitativo, un an lisis basado en una teora del desarrollo social bien fundada, $ que tenga un vasto campo de visin. *l segundo estadio confera al an lisis cuantitativo en la investigacin histrica el status de legitimidad, pero an no consegua sugerir una relacin satisfactoria entre los estudios cualitativos $ cuantitativos. 2ero contribu$ a desarrollar la crtica respecto a las fuentes estadsticas $ permiti distinguir entre sus diversas clases ($ dio lugar a una serie de publicaciones valiosas, como los registros de aduanas de Sund). *l nivel tres, el integrador, testimoni una ma$or me-ora de los an lisis cuantitativos en la investigacin histrica, que sigui a una ma$or aplicacin de los an lisis en la ciencia en general. Los avances en la teora exigan estudios m s amplios, que adem s tenan que hacer frente a los datos masivos. Las cuestiones de los mtodos cuantitativos se convirtieron en algo cada ve" m s comn en la historia, la economa, la sociologa $ la 11 0e aqu algunas publicaciones importantes sobre la estadstica genera1 e histrica% S. S"ulc, ,etody statystyczne, vol. 1, ;arsovia, 1>8'1 vol. &&. ;arso ^ia, 1>8<1 ,. 2iader, %tatistiI e et obser#ation @conomiI e, vol. 1, 2ars, 1>?l, *. 2. 0ec.scher, 5Uuantitative 9easurement in *conomic 0istor$SJ, QuartedY (o rnai o$ Econornics, vol. L&&&, 1>D>1 P. +ula, 5Stat$st$.a histor$c"na6 4fl 2roblem$ i metod$ historii gospodarc"e-, ed. cit., p gs. D<DQ<G?1 S. +u"net", 5S&n tistics and *conomic 0istor$JS, (oarnal o$ Econonzic History, vol. 1, 1><11 7. N:- .o/s.i, [\9etoda stat$st$c"na6, en Historia gospodarcza Polski, vol. 1, cd. c-t., paginas EQ111 7. Copols.i, [:/agi o rnetodach stat$st$.i hislor$c"ne-SJ, en %ta dia " nzetodologii 'istorG, cd. cit., p gs. @>Q11D1 ,. 2. :sher, 5[&he ,pplicatlKn O the Uuantitative 9ethod to *conomic 0istor$6, (oz3rnal o$ Political Econ<2c); volumen AL, 1>D'1 N. 9ois, "ntrod ction 5 la d@rnograp'ie 'istoriI e des #illes dJ*ioSe d F"1; a F1T""; siAcle, vols. 1 y C&, Lovaina, 1>88. S, llnro/.s.i, ,,4bara.ter 1 .lasvfi.acia "rdel stat$st$c"n$chJ (La naturale"a de las luenteS esJ1 (listicas $ siS clasificacin), %india Zrdloznawcze, iJol. &A, 2o"nan, 1>?<, 1J, 111 11G uti-i ti u a.t 1 1 .n oc4fl u i)d7 stntvt c"nsch (1 a na&L ra1 O1 de las fuentes estadsticas $ crtica de su valoracin), %t d t _rd=o"uaP4_4, [X -umen A, 2o"nau 1>?8. *n este captulo nos interesan slo las apYlcacioncs fl)J generales # elementales de la estadstica en la investigacin histrica, cspc(] mente las relacionadas con la historia econmica. ;er tambin nota 8D. psicologa social (al margen de las peculiaridades mostradas por los datos 1 en algunas de estas disciplinas). , continuacin nos ocuparemos de las aplicaciones de los mtodos estadsticos en la investigacin histrica (estadstica histrica) $ de algunos otros l mtodos de an lisis cuantitativo, todos ellos estrechamente relacionados con la estadstica. '. El concepto y los ob+eti#os de la estadslica 'istrica *n trminos generales, los mtodos de la estadstica histrica no son m s que mtodos estadsticos generales aplicados al estudio de los hechos (fenmenos) que ocurrieron en el pasado a escala masiva $ de-aron restos propios en las fuentes que todava existen. Los presupuestos fundamentales son comunes a ambas, $ las peculiaridades de la estadstica histrica en comparacin con la estadstica general son slo de importancia secundaria. La seme-an"a de los presupuestos consiste, en primer lugar, en el hecho de que en ambos casos consideramos las poblaciones estadsticas, que son series de un nmero de elementos contables (unidades, hechos) cada una. 2ero no toda serie de elementos es un ob-eto de estudio estadstico. 2or e-emplo, un estadstico no se interesa
por una serie de pelotas idnticas 1', porque no puede decir nada sobre ellas m s que contarlas% cualquier cosa que diga sobre una pelota ser aplicable a las restantes. *l estudio sera as parecido a un estudio de un fenmeno nico. :n estadstico, al definir una poblacin, indica las caractersticas que deciden si un ob-eto determinado es un elemento de esa poblacin, pero slo le interesan las poblaciones que tienen elementos diferentes entre s en algn aspecto. La definicin de una poblacin depende de los ob-etivos de la investigacin. *n el caso de un censo general, la poblacin (en el sentido estadstico del trmino) est formada por todos los habitantes de un rea concreta, a que forman 1a clase especfica de elementos, pero si el registro abarca nada m s a aquellos hombres que est n en la edad anterior a la edad militar, entonces la poblacin es slo >na subserie de la serie de toda la gente. *n algunos estudios, un pueblo puede ser una poblacin, $ en otros, una sola gran-a1 en el primer caso, estudianos estadsticamente los pueblos, mientras que, en el segundo, lo hacemos con las gran-as. Los elementos de una poblacin (estadstica) difieren entre s por ciertas 4aractersticas secundarias (por e-emplo, por tenerlas o no tenerlas, o por tenerlas en distinto grado). Supongamos que estudiamos estadsticamente las gran-as campesinas% nos interesa, por tanto, su extensin de acres, $ el t nmero de animales de gran-a, edificios $ mano de obra que tiene cada - :na. Codas stas son caractersticas secundarias de un elemento concreto de la poblacin de gran-as campestres estudiada (por e-emplo, dentro de tifl determinado pueblo o distrito)1 la caracterstica b sica es la de 5ser una gra campesina6. *s evidente que los elementos de las poblaciones estadsticas pueden ir dedc lKS m s simples (por e-emplo, un empleado en tina factora A) hasta los m s comple-os (tina ciudad). 4uanto m s comple-o es un elemento, < 1' 5&dentidad,S es, -mr supuesto, un concepto limitativo, o lo que se llama 8fla &ilc 111= icion fl tcm Kic is in coi ccJno ihstiar to la pi lcl lea nos encoflhl.ainc-s con la idenl-dad limitada a un determinado ob-eto en considera5&Kfl, ce decir, con la incanaciilad de ser distinguido. m s rasgos caractersticos suele tener, $, por tanto, ms detallado es el an lisis al que se somete. Las peculiaridades de las estadsticas histricas est n relacionadas sobre todo con los datos que se pueden conseguir, es decir, con las fuentes estadsticoQhistricas. Las fuentes estadsticas como tales no forman ningn grupo distinto que implique un cambio en la clasificacin de las fuentes que hemos introducido previamente en este libro. Slo podernos recurrir a una clasificacin m s dicotmica% 1) las fuentes que proporcionan datos para la formacin de las poblaciones estadsticas, $ ') las que no proporcionan tales datos. !entro del primer grupo, podemos distinguir las fuentes estadsticas sens siricto, es decir, las que han sido intencionadamente preparadas para la investigacin estadstica (por e-emplo, los datos del censo). *l hecho de que una fuente concreta pueda clasificarse como estadstica es, a veces, una cuestin casual. Si no se conservara m s que un documento notarial, tal documento no tendra ningn valor estadstico, aunque un gran nmero de dichos informes podra considerarse como fuentes estadsticas. *n cualquier caso, tenernos que hacer una distincin entie 5la naturale"a estadstica6 de una fuente determinada en el momento en el que esa fuente comien"a a existir, $ en el momento en el que un historiador pretende extraer informacin de ella% las dos no tienen por qu coincidir. 9 s an, una fuente, si la consideramos corno una unidad aislada, puede no tener naturale"a estadstica1 slo la adquiere si tenemos en cuenta un gran nmero de dichas unidades.
*l historiador debera darse cuenta de qu fuentes se prestan a ser usadas corno datos estadsticos. P. +ula ha clasificado las fuentes estadsticas dividindolas en las de origen estadstico (por e-emplo, los datos del censo de poblacin), fuentes institucionales que se ocupan de fenmenos de masas (por e-emplo, listas de impuestos), $ fuentes que se ocupan de hechos individuales que ocurren a escala masiva 1D, $ dedu-o, con ra"n, que el futuro de la investigacin estadstica histrica pertenecera al grupo mencionado en ltimo lugar, que, hasta ahora, ha sido el menos explotado. *l historiador puede buscar fuentes estadsticas en todas las categoras previamente diferenciadas, $, por tanto, tanto en las fuentes directas como en las indirectas, as como en las escritas $ las no escritas. :na lista de impuestos, una serie de documentos sobre las ventas de propiedades inmuebles, $ una serie especfica de artefactos, todos ellos se pueden usar corno fuentes estadsticas. Los artefactos son anali"ados por los arquelogos $ por los historiadores de la civili"acin material en general. *n anoS recientes, hemos visto grandes avances en esas disciplinas $ otras rela4lK nadas, haciendo uso de mtodos mu$ sofisticados 1< *n la crtica de ese 1D *ste autor acepta esa clasificacin, aunque la terminologa de P. +ub carece de precisin. *n primer lugar, es difcil notar una diferencia entre los fenmenos de masas $ los fenmenos individuales que aparecen a escala maSi& fl W3o est n hechos los fenmenos masivos de fenmenos individualesX La dife1en cia debe buscarse en el origen de esos dos tipos de fuentes. 1< ;er las obras de 7. 4"e.ano/s.i. :n e-emplo lo ofrece P. +oc.a, 5KblSc nie po-emnosci nar"$n metoda .crelac-:, Savia AntiIoa, vol. 1, pgs. 2392. ;ase tambin *. ;ieYrose, [S_miaSQi$ uJ od"$/ianiu sic r$ba./ gda$lsk3 / ssSc.o A 1 S AC&C 2rob occn$ s t$tv, ie, (( 1 o nos en la Scl de lo u acores de 4d ns. en os 81 los T 1 rl lo LenJ,S nc apS oxS 1 aci )fl dstica), Kn;artalnrk (iistorii KrN"lnr# ,alerialee+, nm. 2, 1956; los afl?l1818 ;ieltose se diricen a los SQcstos de alimentos cnconirados <al los lomees de racin, para establecer los cambios ciS las pScJpKr4ioneS de los liveCSK 1c de alimento. tipo de fuentes, aplicamos todas las reglas del examen de las fuentes directas (estudios de autenticidad). La crtica de las fuentes estadsticas indirectas necesita, adem s, el estudio de la fiabilidad de los datos, siguiendo la aplicacin de las reglas que hemos tratado anteriormente. *n comparacin con los estadsticos del presente, que est n en posicion de poder sacar a la existencia las fuentes que necesitan para una investigaclon especifica, los historiadores se deben limitar a lo que ha quedado del pasado. !epende de su ingenio el uso que se haga de las fuentes todava existentes con fines estadsticos. Las limitaciones a las que est n su-etas las fuentes histricas pueden ser de naturale"a cronolgica $ real. 2or un lado, normalmente, cuanto m s temprano es el perodo que estudiamos, de menos datos disponemos. *n el caso de 2olonia, el nmero de datos aumenta m s o menos a partir del siglo xvi. 2or otro lado, las fuentes pueden proporcionar respuestas a ciertas preguntas que planteamos, a pesar de dar poca informacin, o ninguna, sobre otros problemas, que pueden ser esenciales para el asunto en cuestin. ,dvirtase, adem s, que el uso de mtodos estadsticos est mu$ relacionado con el desarrollo de las diversas ramas de la metodologa de la historia ($ tambin de otros tipos de investigacin), lo cual permite reducir a comn denominador datos numricos sobre el pasado, expresados en medidas, pesos, etctera. Los datos numricos que se renen deben ser comparables1 si no se da esa condicin, los resultados obtenidos por los mtodos estadsticos pueden mostrarse carentes de valor
cientfico. Las limitaciones mencionadas que influ$en en las fuentes tienen ciertas consecuencias que contribu$en a la naturale"a especfica de la estadstica histrica. La principal es la importancia considerable, en la estadstica histrica, del establecimiento indirecto de los hechos, en otras palabras, de las estimaciones estadsticas, un procedimiento por el que usamos ciertos datos basados $ no basados en fuentes para sacar deduccionps sobre hechos que no est n registrados en las fuentes. ,s, la estimacin estadstica $ los procedimientos resultantes hacen que la estadstica histrica sea diferente de la estadstica basada en datos contempor neos. Ktras cnsecuencias ataRen a los modos de aplicacin de los mtodos estadsticos% las exigencias son menos restrictivas que en los casos de estadsticas contempor neas, $a que la definicin de una poblacin concreta, a veces, no puede ser tan precisa como cuando usamos datos contempor neos. , veces, una serie concreta de datos resulta ser suficientemente homog, o no, slo en el curso de su examen. Las exigencias sobre la Kmogeneidad cronolgica de los datos tambin pueden ser menos riguroS. 3. Nut.o/s.i, uno de los me-ores expertos en estadstica histrica, escribi que, respecto a la estadstica histrica, 5la cuestin de la hornogenei cronolgica debe considerarse mucho m s libremente que en los estudios de hechos contempor neos. , veces, al preparar tablas que ilustren ciertG8 fenmenos, tenemos que usar fuentes esparcidas por varios aRos, una 1 docena o incluso m s6 18 Los historiadores usan el mtodo (o los mtodos) de la estadstica histrica para sJarios fines. *l primero es establecer hechos que ocurren en Nnasse. *n esto -umo 2apel importante Oa est-rnacir. en cuanto al establecimiento de hechos relatados por las fuentes $ en el de hechos que las fuentes no mencionan directamente. *l segundo es sugerir ideas sobre las relaciones causales entre los hechos $ establecer le$es estadsticas. 2or e-emplo, las medidas de correlacin computadas durante la labor investigadora pueden ser tiles para averiguar las relaciones causales $ los efectos de los diversos factores. *sto no ocurre solamente con las medidas de correlacin. *l tercero es permitirnos o facilitarnos la descripcin de hechos que tienen lugar en snasse. Segn 7. 2. L#uilford, 5las matem ticas $ la estadstica son slo una parte de nuestro lengua-e descriptivo, un resultado de nuestros smbolos verbales6 . D. Agrt.ipacin estadstica de datos La agrupacin estadstica de los datos, es decir, la construccin de series $ subseries $ su ordenacin, es uno de los pasos m s difciles, $ al mismo tiempo m s importantes, de la aplicacin del mtodo estadstico a la investigacin histrica 1@ *n la ma$ora de los casos, tenemos que modificar la agrupacin que podemos encontrar en las fuentes, para que est de acuerdo con los presupuestos tericos que hemos adoptado. 2or e-emplo, si, al estudiar estadsticamente la influencia de las diversas religiones, nos conform ramos con las declaraciones de fidelidad, obtendramos un conocimiento mu$ superfluo de la vida religiosa. 2or eso, nos interesara una serie diferente% una solucin me-or sera distinguir la serie de los que observan los ritos religiosos, $, dentro de estos ltimos, las series de los que lo hacen regularmente u ocasionalmente. Uu difcil es establecer lo que es una gran-a pequeRa, mediana o grande. WUu significaba realmente el concepto de hogar, que encontramos en muchas fuentes (en polaco, dym)P W!nde debemos tra"ar la lnea de demarcacin entre el taller de un artesano $ lo que podramos llamar una f brica pequeRaX W4mo vamos a clasificar a un propietario de una gran-a que, adem s, traba-a en una f bricaX (*sta cuestin se refiere a las condiciones de la 2olonia posterior a 1><8% la solucin consisti en la introduccin de la categora denominada 5traba-adores campesinos6).
9uchas veces no basta con agrupar los datos en el sentido de la diferenciacin de una serie determinada. 4uando consideramos los cambios en eY tiempo (es decir, cuando nos encontramos con series cronolgicas) tenemos que tener mucho cuidado con el perodo durante el cual podemos usar las caractersticas de pertenencia a la serie que hemos adoptado. 2or e-emplo, en cuanto a las estadsticas de ganadera, cien vacas en 11G 1? 7L 2. #uilford, C ndamental %tatistics in Psyc'ology asul Ed cati<ll, Lo1? dres, 1><'. 1@ Sobre la acumulacin de datos en la estadstica histrica, ver P. +ula, Problesn; i mctodv 'istorii gospodarcze+, cd. cit., p gs. D?>QD@D, $ el ensa] de 7. 9euvret en L;lzistoire et ses m@t'odes, cd. cit., p gs. >1<Q>'<. P. +ula distiob la ac\irnnlacin institucional (referente o lina institucin ospecfica), comK clasificacin de los campesinos segn su relacin 4Kfl la granja seJnoriL < acumulacin convencional (por e-emplo, la clasificacin de las gral1 as or 1 11@1 (11@) 8 iilituc ? (teour e) es d44&1 la hcch e pG1 1 \11 1 G 1G1 d,sde el pll de vista de as necesidades dc su investigacin. Supone tKulhifl rice la aud.,, locin terica debe Sor comprobada por el mtodo de dispesi?n, que ticuu cuenta los grupos de datos $ extrae los lmites de claSliica4ln a traJ,cS de _ fi e cari boa ci fin. pueblo del siglo xviii significa algo m s (teniendo en cuenta la calidad $ el peso de las vacas) que el mismo nmero de vacas en un pueblo actual, lina comparacin de estos datos necesitara una transformacin previa de los datos (adoptando, por e-emplo, el principio de que dos vacas del siglo xviii equivalen a una vaca en la segunda mitad del siglo xx). *n resumen, podemos decir que el xito en el establecimiento de series estadsticas (es decir, en la definicin de poblaciones estadsticas) depende, principalmente, del conocimiento no basado en fuentes del historiador, $, en particular, de su conocimiento terico. La cuestin es reunir datos que sean bastante homogneos (6aditivos6, segn dice +ula)1 m s an, la distincin de una serie debe conducir, lo m s posible, a la reconstruccin del pasado. :na poblacin mal construida puede oscurecer, en gran medida, el pasado. Sabemos de muchos casos as1 por e-emplo, en la estadstica de propiedades rsticas. :na ve" que se ha definido la serie (poblacin), tenemos que registrar los datos sobre sus miembros. Las tcnicas de registro pueden variar1 muchas veces, registramos datos numricos (o hacemos, nosotros mismos, cmputos) para insertarlos en tablas especialmente preparadas para ese fin. *n tales casos, podemos hablar de la tabulacin de los datos, 2ero ha$ que hacer una distincin entre esta tabulacin preliminar $ las tablas ($ diagramas) que se usan para ilustrar los datos de modo m s claro. Sucede, a menudo, que, al descifrar los datos, tenemos que volver a calcularlos (por e-emplo, de medidas antiguas a medidas contempor neas). , veces tenemos que conformarnos con nmeros aproximados .Si obtenemos resultados parciales, de los que algunos son precisos $ otros son aproximados, el total debe presentarse como aproximado% la estadstica no debe crear ilusiones de precisin aparente si esto est infundado. La reconversin de vie-as unidades de medida a contempor neas, o inclu[so la reduccin de las unidades antiguas a comn denominador, sera imposible, muchas veces, sin una referencia a los resultados de los estudios metrolgicos especiales. 5*s comnmente sabido Iescribi P. +ulaI que las medidas antiguas, aunque lleven todas un mismo nombre, representan cantidades enorneemente variadas, segn la regin, la poca $ el ob-eto que se :lde. (..,) QCc basta con saberlo1 ni siquiera basta saber convertirlas cada ve" e SUS equivalentes mtricos% tenemos que comprender, adem s, el significado social que sub$ace ba-o esas variedades6 , causa de los lentos
avantes en la metrologa histrica (a pesar del gran nmero de documentos 2:blicados, que, sin embargo, son en su ma$ora contribuciones de poco alcance), los historiadores se tienen que ocupar, ellos mismos, de estudios metrolgicos para resolver sus propios problemas. *stos numerosos suplebentos metrolgicos hacen avan"ar nuestro conocimiento sobre las medidas F los pesos antiguos, acerc ndose, por tanto, probablemente, al da en el que apare"ca un valioso compendio de metrologa. La metrologa histrica se bflSidera una ciencia histrica auxiliar. :na poblacin estadstica que est formada por elementos homogneos tariables en cuanto a sus caractersticas secundarias debe ser ordenada, lo - 4ual dar- el elemento b sico de an lisis, es decir, una serie estadstica, que toYa o en combinacin con otras series, nos permite couestauir tablas estadse mm f si co u nc ?8 cc identc di apile memo dl inotodo esladistaco E 1 nl u G1@ (\1 pa 8E> * st lii maclun ni oc une de su excelente usah818 de os prublemas de la metrologa histrica (cap. A&&& de su obra). 0a$ que recordar que, tanto en la estadstica moderna como en la inves. tigacin histrica, podemos distinguir cinco clases de series estadsticas% 1) series enumerativas1 ') series estructurales basadas en caractersticas mensurables (por e-emplo, la clasificacin de los traba-adores bas ndonos en sus salarios)1 D) series estructurales basadas en caractersticas no mensura. bies (por e-emplo, la divisin de los campesinos en siervos $ arrendata. nos)1 -) series territoriales, $ 8) series cronolgicas, que ilustran la secuencia de los sucesos en el tiempo. *n los estudios histricos encontramos muchos e-emplos de series estadsticas, ordenadas, en su ma$or parte, en tablas1 por raro que pare"ca, las series cronolgicas no son, ni mucho menos, las m s frecuentes, $a que necesitan datos homogneos de aRos o perodos sucesivos. :n e-emplo tpico de series cronolgicas son las listas de precios de aRos consecutivos. Los datos para fabricar series estadsticas se tornan directamente de las fuentes, o bien algunos elementos de esa serie son estimados, es decir, obtenidos de forma indirecta. :na serie concreta que se est investigando puede estar enteramente formada por elementos sobre los que encontrarnos datos en nuestras fuentes, o slo por algunos de esos elementos, que representan a la totalidad. *sto necesita un an lisis de los mtodos de estimacin estadstica $ del problema de las muestras representativas en la investigacin histrica. -. /8lc los por estimacin y c8lc los directamente basados en las $ entes , los c lculos por estimacin se recurre cuando no se pueden conseguir datos directos basados en fuentes sobre los hechos que nos interesan. *n tal caso, ha$ tres posibilidades% 1) Neconversin de ciertos datos que valen para toda la serie en otros datos (deseados) que sirvan para toda la poblacin (estimacin por multiplicadores)1 ') ,mpliacin de los datos que abarcan parte de la serie ($ que conocemos) hasta cubrir toda la serie en cuestin (estimacin estr:o tural)1 D) Llenar las lagunas en las series cronolgicas bas ndonos en nuestro conocimiento de los datos de perodos anteriores $ posteriores (1fl terpolacin) o slo de perodos anteriores (extrapolacin). *stos tres tipoe de estimacin estadstica ser n brevemente tratados, poS teriormente. *n pocas anteriores, las enumeraciones numricas solan tener pura $ directamente utilitarios% servan, sobre todo, a ob-etivos fiscales o militares. 2ara hacer un uso adecuado de los datos en la bsqueda de rcpuestas a problemas que nos interesan ho$ en da, tenernos que recuroJ
a varias estimaciones, es decir, a la reconstruccin de esos datos que aparecen en las fuentes $ que nos gustara conocer. Los c lculos hechos por ,. 2aJvins.i $ ,. .7ahfono/s.i, incluidos en s: serie de estudios titulada Poiska F1" wiek pod /"gledein geogia$i/H; statyst#cznyin (2olonia en ci siclo xvi% geografa $ estadstica) p:4d]1 15 ,. 2a/ins.i, Polska F1S a;. pod Qas3ede,n geoKra$icz,zos3aSrst#cMl1a ) lon-a en el siglo xvi. #eogiJai a $ estadstica), vols. 1 y 11. La #rau gobi ;arsovia, 1EED1 vois. &ii $ &;, 2olonia 9enor, ;arsovia, 1EE?% vol, F, 9aSGJ1 servir de e-emplo de las investigaciones, bastante frecuentes en la estadstica historica, que hacen uso de tales datos. ,l calcular la poblacin de 2olonia tal como era alrededor de 18@E despus de 4risto, 2a/ins.- utili" los registros de impuestos1 estas fuentes proporcionaron los siguientes datos directos sobre todo el rea que tena en cuenta% 1) *l nmero de lanei que tenan los campesinos (un lane s es una medida de superficie equivalente a unos <G acres)1 ') *l nmero de familias de campesinos $ labradores sin tierras1 D) *l nmero de familias de comerciantes $ artesanos1 -) *l nmero de lanei que tena la pequeRa burguesa1 8) *l nmero de gran-as seRoriales que tena la burguesa1 A) *l nmero de parroquias. 4omo puede verse, estos datos no informan directamente sobre el nmero de habitantes1 slo se sabe el nmero de familias en cuanto a algunos grupos. 2ara pasar de estos datos al nmero de habitantes, 2a/ins.i adopt los siguientes supuestos, apo$ ndose en datos fragmentarios basados en fuentes, obtenidos como resultado de otras investigaciones, el conocimiento histrico general de la poca $ el conocimiento corrientes 1) :n lane s en manos de fos campesinos mantena a dos familias de labradores, que, -unto con sus sirvientes, sumaban, por trmino medio, once personas1 ') :na familia de labradores sin tierras tena unas cuatro personas Zesta categora provea de sirvientes a las familias de 1)Y1 D) Se supone que la familia de un artesano o un comerciante tena unas cinco personas1 <) :n lane s en manos de la pequeRa burguesa mantena (como en el caso de los campesinos) a once personas1 8) :na gran-a seRorial estaba habitada, por trmino medio, por quince personas (cinco personas que eran miembros de la familia del propietario m s die" sirvientes)1 ?) *l edificio de una parroquia albergaba a seis personas (un sacerdote m s otras cinco personas). *stos supuestos permitieron a 2a/ins.i establecer el nmero de personas .l los diversos grupos de la poblacin, multiplicando los indicadores adoptados por los datos tomados directamente de sus fuentes. Los indicadores eran% el nmero de campesinos mantenidos por un lane s $ el nmero de 2ersonas por familia en los diversos grupos de poblacin. Se puede ver f cilmente que el valor de los c lculos esbo"ados anteriortiente depende, principalmente, del grado de veracidad de los supuestos tdoptados que, en el caso anterior, tomaban la forma de multiplicadores. o ha$ que extraRarse, pouQ tanto, de que las estimaciones de 2a/ins.i dieran :gar a $lla a-flui-a discLlsi?n, que, en algunos pusitos, apo$aban sus supues&KS incYuso me-or do 1G u<uc Si lo haba hecho, mientras que, en otros, planarxo$- G 1E>81 la an %ac;n 8L ,. 7ablono/s.i abarca el vol. ;&, 2odbasie, arsG$g> 1>GE.1G1 T,,l. 8J Z1, Noo% cia Noia, ;arsovia, 3O4E? vol. ;&&&. ;olin-a $ 2ot ol-a ;arsovia, iE8cJ,JJsols. lo. al Ai, :crania, ;arsovia, 1S><QlE>@,
teaba dudas sobre sus multiplicadores. *sto es lo que suele ocurrir en el caso de estimaciones como stas. :n e-emplo parecido lo proporciona el c lculo de la poblacin de 2olonia en el siglo xcv, hecho por 1. Ladogors.i 'G Sus resultados tambin dieron luear a muchas controversias. Ladogors.i utili" registros que daban informacin Sobre la cantidad de las donaciones para la curia romana conocidas como los peniques de San 2edro, es decir, datos que no eran una respuesta directa a la pregunta sobre la poblacin del pas. Cambin l tuvo que hacer una serie de supuestos bas ndose en datos fragmentarios basados en fuentes, $ en su conocimiento general sobre el problema en cuestin. La cuestin oscura era si los peniques de San 2edro se pagaban por persona o por casa, o por persona en unas regiones $ por casa en otras. Si esta cuestin estuviera claramente explicada en las fuentes, el procedimiento de estimacin sera relativamente simple% la suma total recogida como peniques de San 2edro se tendra que dividir segn la base de imposicin. Si los peniques de San 2edro se recogan por persona, el resultado sera inmediato1 si se recogan por casa, se tendra que adoptar adem s el indicador del nmero de habitantes por casa. Las personas que no fueran abarcadas por las donaciones seran, por supuesto, un problema aparte $ su nmero tendra que estimarse por un procedimiento separado. *n los e-emplos anteriores, los datos numricos encontrados en las fuentes $ aplicables a toda la poblacin implicada se usaban para intentar reconstruir hechos sobre los que no. informan las fuentes. 4omo hemos visto, estas estimaciones exigen la adopcin de ciertos multiplicadores estadsticos, que permiten calcular datos que no aparecen en las fuentes, has ndose en los que aparecen, por e-emplo, el nmero de personas de una categora determinada a partir del nmero de larzei, el Rmero de familias, el nmero de casas, el nmero de gran-as seRoriales, etc. !esde luego, estos c lculos no tienen por qu aplicarse slo a las personas. 4onocemos estimaciones del tamaRo de las gran-as seRoriales basadas en la cantidad de semillas usadas para sembrar 2or unidad de superficie. *n este caso, el paso de la cantidad conKcida de Semillas a la superficie desconocida necesitaba la adopcin de indicadores apropiados de la cantidad de semillas por unidad de superficie. *stos indicadores se basaban en datos disponibles sobre ciertas gran-as seRoriales, incluso de otras regiones, completados con datos de los modelos actuales etctera. 3ormalmente, estas estimaciones son mu$ discutibles. Las estimaciones antes descritas se basaban en reconversiones de ciertos datos, sobre una poblacin total, a otros datos, tambin sobre toda la pobli cin. Sin embargo, sucede que no existen datos basados en fuentes, ni siquiera indirectos, de una parte de la poblacin, mientras que se dispone de tales datos, directos o indirectos, con respecto a las restantes partes. 2or e-em2lo 7. Nut.oJs al calcular, en su estudio sobre estadsticas de ocupacin de la poblacin rural polaca en la segunda mitad del siglo xvi, el nmero de apicultores, has ndose en los datos sobre el impuesto especial de cKl]] nao en a regin de 0aiic", us el siguiente procedimiento para obtener datos sobre los pueblos en los que no se cobraba el impuesto $ 8obre provincia de 2odole, de la que faltaban ciatos% 5*l nmero de api4:ltKi J asl\ tobci Zaindsircn PoRscs a p c alS 3 En30<3l a,isa Ka isll&Ll && 8 !ual o io 1 (l 1 o os\i o o cc ma nios dci rs nado de 4a sosa o ci / 1 1 < 51 '1 i2 cii 1 1 adooi s.i 8 ludza siad aludnzi oicm Pais ti <5011 jLsi.8iGs sobre la poblaci de 2olonia cii el siglo xiv), Pro4iaoJ, 1 1 en los pueblos en los que no se cobraba el impuesto se calcul de tal 1 nodo que el promedio de colmenas por apicultor, calculado en los pueblos que
pagaban el impuesto, se tom separadamente para cada distrito1 como se conoca el nmero de colmenas en los pueblos restantes, el nmero de apicultores se calcul sobre esa base. *n el caso de la provincia de 2odole, donde no se pagaba el impuesto, se adopt el promedio de la regin de 0alic"6 '1 *l cmputo del nmero de apicultores en los pueblos donde se conoca la cantidad de impuestos recaudados era el caso m s simple, $ representaba el tipo de estimaciones m s f ciles de reali"ar. La estimacin del nmero de apicultores en los pueblos en los que no se cobraba el impuesto necesitaba el supuesto adicional de que en los pueblos que no pa1 gaban el impuesto el trmino medio de colmenas por apicultor era el misQ 1 mo que en los pueblos que pagaban el impuesto. Vstos son procedimientos del tipo tratado anteriormente. 2ero, respecto al c lculo del nmero de 1 apicultores en la provincia de 2odole, nos encontramos con una estimacin en la que la ra"n encontrada para parte de una poblacin determinada (en el sentido estadstico del trmino) se tiQ aspasa a las partes sobre las que no ha$ datos disponibles. *n el caso en cuestin tenemos que hacerlo con una regin (la provincia de 2odole) para la que no se conocan datos sobre el problema que investiganoos. *n algunos casos puede tratarse de llenar lagunas cronolgicas de datos . estadsticos, que slo se pueden aplicar a datos para perodos sucesivos. *n tales casos nos encontramos con el procedimiento llamado interpolacin. 4onliste en encontrar los valores hipotticos de una caracterstica que no aparece j en una serie estadstica determinada, apo$ ndonos en nuestro conocimiento de los valores que aparecen con anterioridad $ posterioridad en esa serie. *sto exige la adopcin del presupuesto de que no funcionaba, en el perodo en el que faltan los datos, ningn factor que diera Yugar a desviaciones del 1 estado sugerido por los estados anterior $ posterior conocidos. Las interpolaciones, por tanto, slo se pueden hacer en el caso de series suficientemente 3 :niformes1 el procedimiento no es legtimo en el caso de las series que mues ra numerosos giros $ que son, por tanto, mu$ irregulares. Los c lculos basados en la interpolacin son a veces mu$ complicados $ exigen un exce . lente conocimiento del perodo estudiado. :n e-emplo nos lo proporciona a obra de S. 0os"o/s.- sobre el crecimiento de la poblacin en la 2olonia - feudal. *n su obra llenaba, por estimacin, ciertas lagunas de los registros 2arroquiales de nacimientos, muertes $ matrimonios, abarcando varias sernalas $ meses, para llegar a completar los datos anuales $ poder, por tanto, hacer comparaciones apropiadas $ c lculos posteriores. 3os encontramos, 2or tanto, con un relleno por estimacin de los datos que no se encuentran las fuentes '' La interpolacin se usa muchas veces en los estudios de los arnbios de los precios en algunos perodos, si faltan datos sobre determi2dos fragmentos de tiempo dentro de la serie estadstica en cuestin. *l procedimiento que corsiJiste en sustituir los datos perdidos por datos de 2eriodos adaccntcs flK so consicicia como mnleipolacmon La interpolacin se puede hacer de modo analtico o gr fico. *n el ltimo caso, el procedimiento recuerda al de a-uste de curvas, suponiendo que no hubo perturbaciones importantes en el perodo para el que no existen datos. La extrapolacin consiste, gr ficamente, en prolongar la lnea que ilustra la tendencia de un fenmeno. *sto, obviamente, slo es posible si suponemos que la tendencia encontrada en el perodo precedente sigui igual en el perodo para el que se hace la extrapolacin. *ste autor recurri a una extrapolacin as (en un libro publicado en 1>8E) al estudiar los problemas agrcolas en las posesiones de la archidicesis de #nie"no del siglo xvi al A;&&&, intentando contestar a la pregunta sobre cu ndo se haba, completado la reconstruccin despus de la guerra de 1?88Q?G si no hubiera sido
por las nuevas devastaciones a comien"os del siglo xviii. *n este caso, la lnea que mostraba la tendencia hasta comien"os del siglo xviii se ampli hasta los aRos que abarc la #ran #uerra del 3orte * $ los posteriores. 4omo puede verse f cilmente, las estimaciones se reali"an cuando faltan datos numricos directos. &ntentamos establecer los hechos que nos interesan por medio de la adopcin de varios supuestos basados en datos parciales apo$ados en fuentes que ataRen a una parte de la regin en cuestin, o a otras regiones, $ tambin fundados en el conocimiento histrico general e incluso en el corriente (es decir, no basado en fuentes). *l lector advertir que este procedimiento es un caso especial del mtodo deductivo en la investigacin histrica, tratado en el captulo precedente, $ que hemos sugerido que se denomine mtodo indirecto. Fa que, en el caso de las estimaciones estadsticas, intentamos establecer los hechos (que tienen lugar a una escala masiva) sin referirnos a las fuentes que informan directamente sobre esos hechos. , veces sacamos deducciones sobre hechos de un cierto tipo apo$ ndonos en los datos basados en fuentes sobre hechos de un tipo diferente. , veces nos encontramos con datos basados en fuentes que ataRen slo a algunas partes de la poblacin que investigamos, $ establecemos relaciones dentro de toda la poblacin apo$ ndonos en nuestro conocimiento de las relaciones dentro de las partes conocidas de la poblacin. *n el caso de la investigacin basada en fuentes que se refieren directamente a los hechos que estudiamos Iun caso que aqu no tratarnos con ma$or detalleI nos encontrarnos ante el mtodo directo, anali"ado en el capitulo anterior. Lo hemos llamado el mtodo inductivo, es decir, aquel que consiste en establecer los hechos bas ndonos en fuentes que contienen informarlofl directa sobre esos hechos. 2or supuesto, como en el caso de toda investigacin basada en inform cin directa apo$ada en fuentes, los hechos que nos interesan se nos ofrecen en las fuentes, a menudo, de una forma m s o menos 5velada6. 2or e-em2lo nos ocupamos de las cosechas (la cantidad de cereal cosechado en com2ara. cin con la cantidad sembrada), $ las fuentes slo informan sobre las sielfl bras $ las cosechas. *n tal caso, debemos saber cmo extraer el hecho q:4 nos interesa% en el caso ofrecido, basta, simplemente, con dividir las cosechas por las siembras (suponiendo que est n expresadas en las mismas unidades). *n la pr ctica, muchas veces, nos encontramos con casos mucho m S cKfl plicados. -, !esde el $unto de vista del modo de inferencia usado en la estiflacbK`J algunos e-emplKS mencionados anteriormente incluan la inferencia G1 alYJ8 #uerra mantenida m4i e !iiarnarca, Sa-oniaQ2olonia $ Nusia contra entre los aros 1101-1721. (IV, del 2.) loga.J *sto ocurra cuando se aplicaban los indicadores de reconversin, establecidos sobre la base de los datos de una regin determinada a otras reglones, suponiendo, t citamente, que las condiciones eran, m s o menos, las mismas (por e-emplo, el cultivo de abe-as en la provincia de 2odole se pareca al de la regin de 0alic"). Nuth.o/s.i recurri al mismo tipo de inferencia cuando supuso que el promedio de cultivadores de abe-as era el mismo en los pueblos en los que no se recoga el impuesto de colmenas $ en los que se recoga. 8. /dlc los e9'a sti#os contra m estras representati#as. La pr eba de los c adrados *n la estadstica histrica, las posibilidades de describir las caractersticas concretas de una poblacin dada bas ndose en un examen exhaustivo de los datos adecuados sobre esa poblacin como un todo son mu$ limitadas a causa del estado de las fuentes1 estas limitaciones aumentan a medida que es una poca m s remota. *n la ma$ora de los
casos, estas series bastante completas de datos deben anali"arse con una crtica mu$ precisa, porque las tcnicas de recoleccin de datos me-oran constantemente, $, por tanto, #is datos de, por e-emplo, la primera mitad del siglo xv, difierep mucho de un censo u otros registros estadsticos de ho$ en da. *-emplos de estudios bastante exhaustivos nos los ofrecen el estudio de _. +ir.orQ +iedronio/a sobre las condiciones agrcolas $ demogr ficas en 3 la. 2olonia 4entral de la primera mitad del siglo A&A 'D, el estudio de 11. #rossrnan sobre la estructura social $ econmica del #ran !ucado de ;arsovia (basado en los censos reali"ados de 1EGE a 1E1G)'< $ los an lisis de C. Ladogors.i sobre los datos numricos basados en las llamadas tablas estadsticas generales de Silesia de 1@E@, que eran un registro enormemente ;alioso de datos econmicos $ demogr ficos '8 *n su obra,, Ladogors.i calcul la% poblacin urbana $ rural de las diversas partes de Silesia, estableci su - d,fferenciacin vocacional $ social, el nmero de talleres de artesanos, edifi4iKS, etctera. 1Q Los estudios mencionados como e-emplos tenan un rasgo en comn% )>s autores usaron datos numricos apropiados que, en cada caso, abarcaban ltda la poblacin en cuestin. *stos datos se haban iQegistrado, normalmente, ilguiendo las instrucciones de las autoridades del territorio, a medida que - elestado moderno en desarrollo necesitaba datos cada ve" m s amplios sobre 8 condiciones econmicas, sociales $ demogr ficas, datos que slo podan 2Kporcionar los estudios estadsticos. , , veces ocurre que por diversas ra"ones no podemos o no queremos ihar todos los datos basados en fuentes que ataRen a una poblacin dada Fque tenernos a nuestra disposicin, $, al mismo tiempo, pro$ectarnos los Sultados de la investigacin basada en parte de los datos sobre toda la p _. +ir.orQ+iedronio/a, *loscianie i lela sprawa ; dobie organizacy+3 konstyt cy+ne+ Kr8lestwa Polsiciego (Los campesinos $ su causa en la Kpoca 8 iKrgan-"ac-fn del Neino del 4ongreso de 2olonia), 4racovia, 1>1'. Qi . '< 0. #rossman, cJStru.tura spolec"na i gospodarc"a +siestsva Pars"a/s.iego t 2odsta/ie spis/ lndnosci 1EGEQ1E1GSJ. (*structura social $ econmica del !o de so a ctlc-adQa en los cc osos de 1EGE 1h1G) B,ci, d zik t la S# mero ', 1>'E. - oblacin estudiada *sto exige el presupuesto, con una fundamentacin que 1Duede variar, de que las condiciones que dominan en esta parte de los datos se ha estudiado representan a las que dominan en la poblacin entera. 7. Bierich, en su obra sobre agricultura, rotacin de los cultivos $ cose. chas registradas en el 4atastro -osefino de 1@E8QE@, recurri a ese tipo de estudio estadstico. 3o tuvo en cuenta todas las fuentes disponibles, porque eran mucho m s de lo que poda abarcar un solo investigador, $ recurri a un muestreo, reduciendo su estudio a la muestra. La regin que investig (que era Oa parte meridional de 2olonia, llamada en aquella poca #alicia) fue dividida por l en rect ngulos, con lados paralelos de unos D? .ilmetros cada uno, $ lados meridianos de unos 1E .ilmetros cada uno, $ slo abarc con su estudio los pueblos que se encontraban en los cruces de estos paralelos $ meridianos. *sto supuso una limitacin considerable de los datos incluidos en el estudio. *l hecho de tener en cuenta m s pueblos a lo largo de los meridianos que a lo largo de los paralelos se -ustificaba por el hecho de que en #alicia, pas montaRoso, las condiciones topogr ficas $ fisiogr . ficas cambian mucho m s en una lnea 3orteQSur que en un e-e *steQKeste. Su estudio se basaba en datos de 1DG pueblos, que sumaban el ',D por 1GG de las localidades incluidas en el 4atastro '?
*n los e-emplos anteriores nos encontramos con muestras fortuitas. 2ero en los estudios representativos hallarnos tambin otro modo de mues treo. *n las obras sobre historia econmica, si no se usan todos los datos disponibles, se dice, a menudo, que se examin una serie de pueblos, gran-as, distritos, talleres, ciudades, etc., 5a modo de e-emplo6, sugiriendo claramente que el resultado obtenido ilustra las relaciones en toda la poblacin o, al menos, en la poblacin sobre la que se han conservado fuentes. 3ormalmente, los principios segn los cuales se seleccionan los datos no se describen. 2ero ocurre, a veces, que no estamos en posicin de plantear ninguna hiptesis fundada sobre el mtodo de seleccin de los datos en el caso de estudios incompletos. 3os encontrarnos, entonces, con estudios basados en datos cuasiQrepresentativos. . Codos los estudios parciales que no se basan en un mtodo adecuado de muestreo (que puede ser, obviamente, el de muestreo estratificado, en el que toda la serie se divide en subseries, $ se reali"a un muestreo al a"ar dentro de cada subserie), se parece a las estimaciones estructurales menda nadas m s arriba. 2ero en el caso en cuestin podemos tener datos sobre toda la serie, aunque, por alguna ra"n concreta, slo estudiamos una parte. 2or el contrario, en el caso de la estimacin estructural, no conocernos toda la serie. 2arece que el mtodo de seleccin representativa de datos puede aplicarse a las pocas para las que se han conservado relativamente pocos datos sobre hechos que ocurrieron en n-zasse. 2or e-emplo, respecto a las condiciones sociales $ econmicas medievales, extraemos detalladamente de las fuentes las unidades de informacin que se refieren a las cargas impositivas de lKS campesinos o al tamaRo de las gran-as. Surge una cuestin, que odria11 contcstaiQ los expertos en estadstica% si no sera posible considerar tales :na dades de informacin como una muestra de una poblacin total que flK conoce en detalle. Fa que, 011 tal caso, la muestra se elige al a"ar $ en C 1 i ic' Nuituiv roinicie "mi SGG T 1 i11 1 O3oi a + itasti ie * fi ' 1 1= 1 / E@ (LuiS KS 1 otacion ci cobix os 8 uloinen da 44) 44 iS n>LJstra ci 4alastiQo -osefino, 1@E8Q1@E@), Rocetzik Deze(ow %poleccp;clz 1 dei=ce=reN, va). Ali, 2o"nan, 1>8G. pasos% el primer paso fue que un hecho concreto. seleccionado de entre un amplio nmero de hechos similares, fue registrado en un documento. La importante tarea que se presenta al investigador es explicar por qu fue exactamente ese hecho el que fue registrado. Los siguientes pasos se relacionan con la propia historia del documento, que permiti que se conservara hasta nuestros das 29 *l uso del mtodo representativo en la investigacin histrica requiere algn comentario. *n primer lugar, parece que la aplicacin de ese mtodo todava es demasiado reducida. *sto es un defecto, especialmente teniendo en cuenta el hecho de que el problema tiene una larga tradicin en la investigacin estadstica% los estudios representativos fueron usados incluso por los fundadores de la estadstica, 7. #raunt $ P. 2ett$, $a en el siglo @2ii. *l uso del mtodo representativo podra facilitar la explotacin de ciertas fuentes que, hasta el momento, no se han examinado en toda su extensin, precisamente por su car cter de masas. *n segundo lugar, parece que tenemos que definir precisamente los mtodos de muestreo en cada caso de estudio basado en datos incompletos. La cuestin es que deberamos poder averiguar si nos encontramos ante un estudio basado en un muestreo al a"ar o ante un estudio basado en una seleccin premeditada de los datos. *sto tiene una importancia especial en los estudios basados en el muestreo premeditado, donde los resultados dependen, sobre todo, de una seleccin intencionada I$ no fortuitaI hecha por el investigador en la parte de los datos que, consiguientemente, es anali"ada.
*n la estadstica moderna, el trmino 5mtodo representativo6 se aplica muchas veces, nicamente, a los estudios basados en el muestreo fortuito 'E, $ se dice que tales estudios son una forma de estudio parcial. *n este captulo hemos utili"ado ese trmino para referirnos tanto a los estudios basados en un muestreo fortuito como a los que se basan en muestreos intencionados de diversos tipos. *sto no quiere decir que este autor pretenda criticar los logros de la teora estadstica moderna. 9e do$ cuenta de que ha$ una enorme diferencia entre el muestreo representativo, en el sentido estricto del trmino, es decir, el muestreo fortuito, $ los datos parciales que no se basan en el muestreo fortuito. Slo en el caso de los estudios basados en el primero es posible, aplicando la teora de la probabilidad, definir la precisin de los resultados obtenidos. *sto se logra por medio del procedimiento que los estadsticos llaman &nferencia estadstica $ que consiste en% 1) 2lantear una pregunta sobre la estructura de una serie concreta1 - ') *xamen de una parte de esa serie (muestreo)1 D) 4omprobacin del resultado (aceptacin o recha"o de una hiptesis estadstica dada). '@ *sta suiecrencia se hi"o por primera ve" en el ;&&& 4ongreso de histoaadU Ses polacos, celebrado en 4racovia en 1>8E (ver Historia #ospodarc"a PoSski, La comprobacin de las hiptesis tiene una importancia especial en el caso de los estudios representativos, porque nuestra carencia de conocirnientG de toda la poblacin aumenta el riesgo de un error '> *l riesgo de un error ma$or o menor se debe a que nuestra suposicin de que la pate en cuestin representa a toda la serie es slo probable. Se supone, segn la teora de la probabilidad, que aquellos elementos de la serie que son los m s frecuentes son los m s idneos para extraerse como parte ($, por tanto, para ser incluidos en la muestra). ,dem s de la posibilidad Ia pesar del supuesto mencionadoI de extraer como parte un tro"o nada representativo de la serie (aunque el procedimiento de muestreo sea correcto), debemos contar con el hecho de que los errores en el muestreo pueden tambin influir en el resultado. 2or e-emplo, podemos haber recurrido a un muestreo estratificado, mientras que la muestra tena que ser extrada por toda la serie, o viceversa, lo cual ha producido una dudosa precisin de los resultados ,l comprobar las hiptesis estadsticas nos guiamos por los principios generales de la toma racional de decisiones D1, $ procedemos de modo que disminu$a la probabilidad de errores. Los autores que escriben sobre la metodologa de la estadstica (7. 3e$man, 7. 2. #uilford $ otros) se refiere a los errores del primer tipo, que consisten en el recha"o de una hiptesis verdadera, $ los errores del segundo tipo, que consisten en la aceptacin de una hiptesis falsa. W4mo podernos evitar los errores del primer tipo, es decir, no recha"ar una hiptesis cierta sin la debida consideracinX 2ara esto tenemos que fi-ar (preferiblemente antes de comen"ar nuestra investigacin) la llamada rea crtica, es decir, la serie de resultados que considerarnos improbables, segn nuestro conocimiento de los hechos (en el caso de la investigacin histrica, nuestro conocimiento no basado en fuentes). :na ve" que hemos fi-ado el rea crtica estamos en posicin de averiguar la probabilidad de que ha$a errores del primer tipo, que significa la suma de las probabilidades de los resultados en el rea crtica (llamado tambin nivel de importancia1 cu ntas veces por 1GG casos pueden aparecer tales resultados). 4uanto menor sea esa probabilidad, menor ser el riesgo de que rechacemos una hiptesis cierta.
2ero si disminuimos la probabilidad de los errores del primer tipo fi-ando un nivel ba-o de importancia (es decir, un rea crtica pequeRa), aumer& tamos as la probabilidad de errores del segundo tipo, es decir, la aceptacifl de una hiptesis falsa. 2or tanto, tenemos que decidir qu nos interesa m s1 evitar el recha"o de una hiptesis verdadera o evitar la aceptacin de una falsa. #uilford dice que los investigadores precavidos evitan los errores del primer tipoD'. 2odemos decir tambin lo mismo en el otro sentido% cuanto '> 3o nos interesan aqu las bases matem ticas del mtodo de representacin, $a que ello requerira comentarios $ explicaciones m s amplios1 remitiflJ]8 al lector a los manuales de estadstica, tales como la 2arte ; del vol. -- de libro de S"ulc mencionado en la nota 'n. Los problemas de la probabilidad en relacin con el mtodo estadstico son tratados por 1. *. #uiitord 0#er nota ;er tambin Bi. +r$ns.i, Matemalykce da ekonomistii;, ;arsovia, D>?<, 2 nas D8<Q D?@. DG *n los muestreos al a"ar se pueden usar tablas de ndncQros al a"ar e D1 4fr. K..T. ,rroDv, \[9athenDatical 9odeis in the Social S cicnccs6, 4fl Paliey %ciei7ces, !. l,emneiQ $ B&. &&. Lass/ell (eds.), Stanfomd, 1>8@. D' 7 *. #uilford, op. cit., p g. ''?. m sJ estrictos sean los criterios de aceptacin de una hiptesis, ma$or ser el riesgo de un error del primer tipo. La probabilidad de los errores se valora sobre la base de pruebas estadsticas de las hiptesis, que son reglas que indican si el valor del par metro calculado a partir de la muestra est , o no, dentro del rea crtica. La prueba tambin nos dice qu fiabilidad ha$ que atribuir a los resultados dados. La prueba del chiQcuadrado DD es una de las m s tiles $ comnmente aplicadas, $a que nos permite comprobar de una ve" una hiptesis que ataRe a m s de una serie (es decir, a tablas estadsticas). *l valor del chiQcuadrado se calcula como la suma de las ra"ones entre los cuadrados de la diferencia de la frecuencia observada $ la frecuencia esperada, por un lado, $ la frecuencia esperada, por otro. *n otras palabras, intentamos expresar numricamente la discrepancia entre nuestro conocimiento no basado en fuentes $ el resultado obtenido de una muestra dada, $ deducir, a partir de ello, cu l es la probabilidad de que el resultado sea accidental. *n tal caso, nos encontramos con dos hiptesis que comparamos% la hiptesis de comprobacin (la estructura esperada) $ la hiptesis comprobada (la estructura observada)% donde f0 representa la frecuencia observada (hiptesis comprobada), $ f0, la frecuencia esperada (la hiptesis de comprobacin). *l nmero as obtenido debe compararse con las tablas de chiQcuadrados (que se encuentran en los manuales de estadstica). 2ara ello debemos introducir el concepto de [grados de libertad. *l nmero de grados de libertad es el producto de las lneas en la tabla, menos uno, por el nmero de las columnas, menos uno, o, en smbolos% - glQr^0$d 3) (e 3.). (gl grado de libertad f filas o lneas c columnas) :na ve" que hemos hallado los grados de libertad, encontramos en las tablas el valor del chiQcuadrado para un nivel de importancia concreto (su2uesto), por e-emplo, G,G1. Lo comparamos con el valor del chiQcuadrado Kbtenido de la frmula dada anteriormente.
Si el valor que hemos obtenido es ma$or que el que encontramos en la tabla, la diferencia entre las dos structuras, la comprobada $ la de comprobacin, debe aceptarse como im2ortante para el valor supuesto de importancia1 de otro modo, dicha diferencia debe interpretarse como accidental (fortuita). ?. El an8lisis n m@rico de las estr ct ras !esde ci puoto de visa de las necesidades de la estadstica histrica, lKS flitodos m s importantes de descripcin de la estructura numrica de una ] La prueba del chiQcuadrado fue usada por *. *circ se cus u ducunDcn4o 4itado en la nota l<. *l presente autor est aumadccids ni u%ofcsJr T=ieirosc por 1:S amplias explicaciones en una carta personal. serie inc1u$ los promedios (que se dividen en medias $ promedios de posicin) llamados tambin medidas de tendencia central1 las medidas de dispersin $ concentracin, llamadas tambin medidas de variacin1 los nrne ros relativos que describen una estructura dada, $ las medidas de correlacin. Codos ellos se usan ampliamente por parte de los historiadores, $ ser n descritos, por tanto, uno por uno, brevemente. ,edias. *n los estudios histricos, la media aritmtica ordinaria es lo que aparece m s a menudo. ,s, cuando, en un estudio de los precios, intentamos encontrar el precio medio, bas ndonos en un gran nmero de anotaciones de precios de una serie de artculos, $, para ello, sumamos los precios que muestran las diversas anotaciones $ a continuacin dividinos esa suma por el nmero de anotaciones, nos encontramos 4Kn una media aritmtica. 3os encontramos con la misma media cuando, al calcular el nmero de unidades de tierra, o el de caballos o reses por gran-a, dividimos el rea total, o el nmero total de caballos o reses, por el nmero de gran-as en cuestin. *ncontrarnos esa media tambin en muchos otros casos, por e-emplo, en los estudios que se ocupan del tamaRo de una familia media (se divide el nmero de la poblacin por el nmero de familias), al valorar el nmero de habitantes por casa en las reas urbanas o rurales, etctera. La caracterstica secundaria que tenemos en cuenta (el precio de unos artculos, el tamaRo de una gran-a, etc.), es decir, la variable, adopta diferentes valores, que intentarnos expresar poi un solo nmero. La media aritmtica se puede expresar con la frmula% u donde x representa una medicin nica (el valor de la caracterstica en cuestin)1 u, el nmero de mediciones, $ es el smbolo de la adicin. La media aritmtica acumulada, que es simplemente una forma abreviada de calcular la media aritmtica cuando las diversas caractersticas de la variable se repiten, se usa mu$ a menudo. Se puede expresar con la frmula% fx donde x representa el valor de la caracterstica, $ f, las frecuencias de la aparicin de sus valores separados. es decir, los pesos. Se puede ver mente que, en la frmula presentada, en el denominador, u. 0e acl:l un e-emplo. Supongamos que tenemos 1G gran-as de G,? hect reas cada una, 'G gran-as de G,< hect reas cada una $ 1GG gran-as de G,' hect reas cada una, F q:K remos calcular el tamaflo medo de una gran-a. 2ara ello, usamos la frmula anterior obtenemos% Cambin se aplican, muchas veces, mtodos simplificados de calcular la media aritmtica. P. +ula tiene ra"n al subra$ar que el historiador debe saber usar los mtodos de
c lculo de medias que eliminan el efecto de los valores extremos, que puede ser de naturale"a accidental. Su desconocimiento de las circunstancias en las que se hi"o un determinado registro o anotacin le obliga a ser precavido% es me-or olvidarse completamente de los nmeros que difieren claramente del resto que correr el riesgo de tener c lculos deformados por ellos. La media geomtrica es una de las que nos permite evitar el efecto excesivo de los valores extremos. S. 0os"o/s.i escribi en 1>D< (en su /eny we Lwowie / latac' 3243=3O3- ZLos precios en Lvov, 1@G1Q1>1<Y, p g. ??) que 5al calcular los ndices de 1 precios solemos usar la media aritmtica $ la geomtrica, pero, en los ltimos aRos, esta segunda tiende a predominar. La venta-a de la media geomtrica consiste en que, en su caso, la influencia de los valores extremos es mucho menor que en el caso de la media aritmtica6. La media geomtrica se usa en particular cuando los valores de la caracterstica en cuestin est n expresados en forma de cambios relativos (por e-emplo, en porcenta-es), porque, entonces, la influencia de los valores extremos podra ser demasiado deformante. 9atem ticamente, la media geomtrica es igual a la ra" con el grado del nmero de observaciones del producto de los valores de esas observaciones, o, brevemente, equivale a la ra" del grado u del producto de n valores de la variable% donde u representa el nmero de mediciones, $ x ,...,9 son los valores de la caracterstica en cuestin. Si queremos usar logaritmos, la frmula anterior adopta esta forma% 0e aqu un e-emplo del c lculo de la media geomtrica nL La extraccin de carbn (en miles de toneladas mtricas) en 2olonia en 1><?Q1><> $ su aumento en un aRo concreto en porcenta-es, en comparacin con los datos del aRo anterior, fue como sigue%
1>
*n este caso, # q[;'<x1>x? 1?, lo cual significa que el promedio anual de aumento era del 1? por 1GG. La media armnica, que se podra usar en la investigacin histrica co7a m s frecuencia que actualmente, tambin inerec una mencin. Su frmula es% Si, por e-emplo, se pagaron 1GG francos por el trigo, al precio de 'G francos por unidad, $ otros 1GG francos se pagaron por el trigo al precio de 1G francos por unidad, el precio medio no era ('Gr 1G) / ' = 18 francos por unidad, $a que, en total, se gastaron 'GG
francos por 18 unidades. *n este caso la media es% ' / (1/20+1/10) = 1D 1=D. Promedios de posicin. Mientras que la media aritmtica $ la media geomtrica son medidas abstractas (las magnitudes que expresan no tienen por qu aparecer en la serie en cuestin), los promedios de posicin Ila mediana $ la dominante, llamada tambin el modoI son nmeros tomados de la serie que se considera. La mediana es el valor medio equidistante del comien"o $ el final de la serie, que, por supuesto, debe ordenarse por la relacin 5menor que)S (o 5ma$or que6). 2or e-emplo, si tenemos la siguiente serieordenada% 1@, '1, 'E, D<, D@, <G, 8', la mediana es el nmero D<. 2arece que las descripciones de las series estadsticas podran me-orarse si, -unto a la media aritmtica, diramos la media tpica (es decir, la que aparece con m s frecuencia en la serie), o sea, la dominante o dominantes (modoZsY), $a que una serie puede tener m s de una dominante. Sera til indicar la dominante, por e-emplo, cuando calculamos el nmero de reses o el nmero de unidades de tierra por gran-a. *n su estudio de las gran-as campesinas en las posesiones de la &glesia en 2olonia del siglo ixVI, L. _$t.o/ic" encontr que el tamaRo medio de la gran-a iba de 1 a 1J< laceS, de modo que este intervalo era el dominante o tpico. *ste c lculo muestra, sin necesidad de m s an lisis, hasta qu punto describe un valor abstracto, como la media aritmtica, la poblacin en cuestin% resulta que, en este caso, lo hace tan bien que no ha$ diferencia significativa entre la media aritmtica (1JD?) $ el intervalo dominante (1I 1J<). ,edidas de dispersin y concentracin. Las medias $ los promedios de posicin describen una serie concreta de un modo bastante unilateral. 2ero tambin queremos saber las desviaciones de los valores que aparecen en las series, a partir de las tendencias centrales de esas series, es decir, el grado de variacin de una serie concreta. [*n la estadstica, las medidas de variacin inclu$en% 1) el campo de varsaclon o el alcance, que equivale a la diferencia entre el ma$or $ el menor valor en la serie1 ') relacin entre cuadrados, que, tras la particin de una serie cada ve" ma$or en cuatro cuadrados, equivale a la mitad de la distancia entre el primer $ el tercer cuadrado (es decir, equivale a la mitad del rea del 8G por 1GG central de las observaciones)1 D) desviacin del promedio (calculado as% la media aritmtica de la serie se resta de cada valor en la serie, las diferencias se suman sin tener en cuenta si son positivas o negativas, $ la suma se divide por el nmero de trminos en la serie)1 <) desviacin del modeloS lo m s preciso de todo (calculado as% los cuadrados de las diferencias, calculadas como en D), se suman, $ la suma se divide por el nmero de trminos en la serie). &lustraremos con e-emplos la desviacin de promedio $ la desviacin de modelo. Supongamos que, al estudiar las cosechas recogidas en diversas gran-as, obtenemos la siguiente serie, donde los nmeros representan quintales mtricos por 0a.% <, 8, 8, @, @, E, E, 1G, 11, 18. *n este caso, la desviacin del promedio se calcula como sigue% (x representa el valor de cualquier trmino en la serie, $ S, la media aritmtica de la serie)% 2ortanto% xqEG, SqE, xIS q'<, donde las indican el valor absoluto. La desviacin del promedio se calcula con la frmula% *n el caso de las series distributivas tenemos que acumular los diversos valores de la variable multiplic ndolos por sus frecuencias de aparicin en la serie. 2ara comparar las desviaciones de series diferentes, no tenemos m s que usar el cuadrado de las desviaciones de modelo, de modo que no hace falta extraer las races. 0e aqu un e-emplo del c lculo de la desviacin del promedio.
L. _$t.o/ic", en su estudio antes mencionado, calcul la media aritmtica del nmero de reses $ caballos por gran-a, en 188<, como EJ' $ 8>, respectivamente. Las medias para las reses en los diversos pueblos eran% 'JE, <JE, 8J?, 8J@, ?JD, ?JE, @, @JD, @@, E1, EJ<, >J', >J', >D, >J<, 1G', 1G@, 1GE, 1<1, 1<J<, 1<J@. 4orno puede verse, el intervalo de medias es bastante grande. La suma de los cuadrados en las diferencias entre cada valor $ la media aritmtica es 18<E<, de modo que la desviacin de modelo equivale a% - / l8<JE< = ________ = @J<q'%@ '' 2or tanto, la desviacin de la media para los diversos pueblos, que era de E' cabe"as de ganado por gran-a, equivale a unas 'J@ cabe"as. :n c lculo similar para los caballos da la desviacin del modelo de alrededor de 1E. La desviacin del modelo calculada as no se puede comparar direo tamente, va que el nmero de cabe"as de ganado por gran-a era ma$or que el nmero de caballos por gran-a, $, por tanto, la desviacin en cifras absolutas puede ser tambin ma$or. 2or eso calculamos los coeficientes de variacin usando los datos obtenidos anteriormente% los coeficientes de variacin son% 'J@ 1JE ganado = GJDD caballos = GD1 EJ' 8J> *sto muestra que las fluctuaciones relativas en el nmero de caballos F reses de los distintos pueblos eran casi las mismas, siendo un poco ma$or la cifra para las reses. *so nos permite deducir que las gran-as se caracteri"aban ior ciertas ra"ones constantes entre las clases de animales qrn tenan. *n muchas ocasiones, las medidas de variacin no describen la cstrrlc. tura de tina serie concreto con precisin adecuada. Se basan en desviaciG8 del promedio, $ se pueden interesar por la direccin de dichas des;iacX ncc, es decir, por la asimetra (obYicuiclad) de la serie, que puede ser hac7S la i"quierda o hacia la derecha. 2ara encontrar la oblicuidad, debemoS cocer la media aritmtica, la mediana $ el modo. *n una serie sin1etin las tres equivalen entre s (S ,e = ,o) 0% = media aritmtica). *n el caso de una oblicuidad hacia la derecha, la mediana es ma$or que el modo, $ la media aritmtica es ma$or que la mediana1 sucede al contrario cuando la oblicuidad es hacia la i"quierda. La oblicuidad se puede medir con la siguiente frmula% *s, por tanto, la ra"n entre la diferencia de la media aritmtica $ el i modo, por un lado, $ la desviacin de modelo, por otro. *n el e-emplo anterior sobre la desviacin de modelo, la oblicuidad hacia las reses sera de IGJDD. La oblicuidad negativa indica una oblicuidad hacia la i"quierda, mientras que la oblicuidad positiva indica una oblicuidad hacia la derecha. ,edidas de concentracin. Las medidas de dispersin $ oblicuidad tienen una naturale"a general, $ se pueden aplicar a la ma$ora de las series estadsticas. Sin embargo, en algunos casos, tenernos que calcular las medidas de concentracin, que nos permiten describir el grado de conceritracin de los valores que aparecen en una serie concreta (por e-emplo, la distribucin de los ingresos, la distribucin de la tierra, la concentracin de la poblacin, etctera). Las medidas de concentracin aparecen en los
estudios histricos cada ve" en ma$or nmero. *n 2olonia, 1. Pisnie/s.i intent anali"ar la distribucin de los ingresos en 2olonia en 1>'> D? 2ara ello, describi la concentracin de parte de la suma total de los ingresos en manos de diversas partes de la poblacin. *l documento de S. Moro/s.i n sobre la creciente mecani"acin de la agricultura en la #ran 2olonia en el perodo 1E>GQ1>1E ilustra el uso de las medidas de concentracin en la investigacin sobre historia econmica. Moro/s.i intent averiguar 1 la concentracin de la tierra en la #ran 2olonia, en el perodo indicado, era m s fuerte que el proceso de disgregacin de las propiedades, $, con ese fin, calcul las medidas de concentracin de Yas propiedades inmuebles en los aRos 1EE', 1E>8 $ 1>G@. Ktro e-emplo nos lo ofrece un estudio de 1 ,. 7e"iers.i, que compar la concentracin de los territorios en las diversas regiones de 2olonia a comien"os del siglo xx. *sa medida de concentracin -a :tili" corno punto de partida para su an lisis de la estratificacin de la 2oblacin rural en esa poca 38 Los ndices de concentracin (cu$o c lculo se describe en todos los manuales de estadstica pero es demasiado com 2licad para exponerlo aqu) permitieron a estos autores comparar convintente los datos contenidos en series estadsticas de gran tamaRo. *n la ma$ora de los casos, dibu-amos una curva de concentracin, conocida < tambin como curva de Loren". Supongamos que queremos examinar el grado de concentracin cte los territorios en propiedad. 2ara ello, cons% 7. Pisnie/s.i, Razklad docliodw iiQedlrig wysokosci a; rokzi 3OEO, ;arSG81a 1>D<. H S. Morovs.i, ,,No"sv niechani"ac-i prac$ sv rolnictv.ic T;%cl.opols.i v7 isch 1E>G 1>1S en Ro 711 1) -o 9 oP ,c c$i Co odai u ul \\ 1 Knan 1>D@. ,. 7e"icishi, 52rKbo anal izv staLv.stc"nc- rotsva rstTsieria Tcai ca pociat.u A T;ie.u,, (1ncnto de anKl-s-s estadstico le a cslratiicaci n de la poh1cion rural a comien"os del siclo xxi, cii (Pocniki Dzic+dw %poic;cZi2#clz i #ospoarc"vc-i vol. A;C&&, 2o"rin, 1>8@. 397 5 ,edia aritm@tica Des#iacin de modelo
ganado
EJ' '@ 1E
caballos 8>
truimos dos series acumulativas% una de ellas muestra los porcenta-es de las gran-as o posesiones clasificadas por su rea, $ la otra indica el por. centa-e del rea total cubierta por esas gran-as. !espus, en el e-e de las abscisas, marcarnos los porcenta-es de las gran-as (territorios), $ en el e-e de las ordenadas, el porcenta-e de la tierra dentro de determinadas gran-as, $ a continuacin dibu-amos el esquema que ilustra el porcenta-e
del rea total dentro de un determinado porcenta-e de gran-as (territorios) a :5meros relati#os I e describen la estructuraILas estructuras de las series se pueden caracteri"ar no slo por los promedios $ medidas de variacin, oblicuidad $ concentracin. Los nmeros relativos, que son bien conocidos por los historiadores, $ que indican las ra"ones entre los valores numricos, pueden servir bastante bien para ese fin. *sta categora inclu$e% 1) nmeros estructurales, es decir, porcenta-es $ ra"ones que indican las relaciones entre las partes de una poblacin concreta1 ') ndices de intensidad que slo muestran, por e-emplo, la densidad de poblacin por .ilmetro cuadrado, cosecha por hect rea de tierra, renta per c8pita, etctera. *stos ndices pueden ser individuales o colectivos (comple-os)% los primeros indican una ra"n entre dos nmeros, $ los ltimos, una ra"n entre m s de dos nmeros. Si x representa cualquier elemento de una serie dada, $ .x1 el elemento preciso en cuestin, el ndice estructural que muestra qu parte de la serie representa x1 (en porcenta-es), se calcula con la siguiente frmula% Codas estas operaciones son mu$ simples, pero los historiadores se reducen, muchas veces, en su traba-o. $ especialmente en el caso de las tablas estadsticas, a nmeros absolutos, solamente, no acompaRados de los relativKS. Los ndices colectivos de intensidad facilitan la comparacin de las estructuras de series diferentes. 2ara construirlos, a veces, debernos tener un conocimiento mu$ amplio de los hechos pasados que investigarnos. La venta-a de esos ndices consiste en el hecho de que nos permiten sustituir las cantidades no aditivas por otras aditivas. :n e-emplo interesante de este ndice se encuentra en el estudio de S. Moro/s.i sobre la estratificacifl de la poblacin rural en la #ran 2olonia entre 1EG@ $ 1>1<. ,l investigar mecani"acin de las gran-as en 1EE1Q1EE', encontr que era caractcriSt1J del grado de mecani"acin una serie de ocho m quinas. ,s, si una gran-a slo tena una m quina se coisidcaba que estaba mecani"ada en oria octaJ parte1 si tena dos se e iideraha que cslaha niecani"ala cmi dos octa;HM etctera. Si tena ocho se conidcraha plenamente mecani"ada. 4fiQ. K. Lange $ . 7Dainsqi, 6eoria sJat#s$#ki, cci. cil., plgs. 1@'1 =D D>E 1A estos ndices,, el Linvestigador poda comparar el grado de mecani"acin de los diversos distritos, $, modificando adecuadamente su ndice, poda tambin anali"ar el desarrollo de la mecani"acin en el curso del tiempo ". 2. An5lisis n m@rico de los cambios Los historiadores est n particularmente interesados por el estudio ae los cambios en las series de datos en el curso del tiempo, es decir, por las operaciones sobre series cronolgicas, que proporcionan informacin sobre las tendencias del desarrollo. *s en ese terreno donde debemos registrar los principales logros $ los errores m s graves de la estadstica histrica. La fascinacin ante las posibilidades de construir curvas de diversos tipos, que ilustran fluctuaciones econmicas que no siempre son reales (este tipo de investigacin es el que predomina), ha contribuido mucho a la precisin en las narraciones histricas, perotambin ha dado lugar, en algunos ambientes, a lo que se podra llamar 5culto a la curva6. Se han encontrado muchos tipos de fluctuaciones en la vida econmica (o slo fluctuaciones de curvas)1 se han clasificado como fluctuaciones a corto pla"o, estacionales, medias, a largo pla"o, seculares, etctera "1, *sto ha puesto las bases para los an lisis de los factores que causan los cambios. 4orno, normalmente, varias fluctuaciones reales han sido influidas por varios factores, la diferenciacin de tales
fluctuaciones muestra el efecto de dichos factores. La cuestin m s importante consiste en la posibilidad de eliminar 1 ciertos factores $ anali"ar el desarrollo de un determinado fenmeno si un factor concreto no existiera. *sto, a su ve", es el fundamento para establecer las tendencias de desarrollo de los hechos $ procesos que se investigan, lo cual tiene una importancia enorme para los historiadores. Sin embargo, a causa de la naturale"a limitada de las fuentes histricas, $ de la consiguient necesidad de usar datos que pueden aceptarse slo como ndices de las variables que nos interesan, pero sobre las que no tenemos informacin directa, existe un peligro real de que se saquen conclusiones de un alcance demasiado largo a partir de los cambios en lo que podemos observar. La aceptacin de las fluctuaciones de precios como ndice de las fluctuaciones en la vida econmica en general, es decir, como medida del desarrollo econmico, da lugar a errores que son particularmente molestos. Los cambios en las series estadsticas se miden principalmente por medio de% 1) medidas de las tendencias de desarrollo1 ') ndices simples $ com2uestos1 D) a-uste mec nico de series estadsticas1 <) averiguacin de las tendencias de desarrollo por mtodos matem ticos. Las tendencias de desarrollo pueden mediiQse en trminos de aumento absolutG o relativo. :n aumento puede ser positivo o negativo. :n aumento absoltG es simplemente la diferencia entre los valores de una variable en Gfla serie, en dos perodos sucesivos. :n aumento relativo es la ra"n entre aumento absoluto si ci valor en el perodo anterior. ,l multiplicarlo por 1GG 2roduce el aumento en porcenta-e. 2or e-emplo% 4orno puede verse f cilmente, las nedidas de crecimiento pueden describir la tendencia slo de manera limitada. , menudo nos interesa una comparacin m s completa de los valores de una serie cronolgica. *n tal caso recurrimos a ndices de tendencias de referencia aislada o en cadena (simples o comple-os). *n el caso de un ndice de referencia aislada elegimos, en primer lugar, el perodo para el que el valor (de una variable concreta) se usar como base de comparacin (referencia) para otros valores en la serie. 4omo ese ndice se suele expresar en porcenta-es, lo podemos escribir as% donde x. es la base de comparacin (referencia), $ x1 ,x,,..., x son los valores sucesivos de la variable en la serie. Sin embargo, los historiadores encuentran que los ndices de referencia en cadena son m s tiles porque les permiten evitar el efecto de un error 4fl todo el ndice si el valor de referencia es accidental o proviene de una fuente no fiable que anteriorfnente se consideraba como fiable, etc. ,l mismo tiem2]J dichos ndices ponen m s de relieve los cambios en una serie concreta de lo que lo hacen los ndices de referencia aislada<'. *n el caso de un ndice de referencia en cadena, comparamos cada perodo con el anterior, lo cual significa que la base de referencia cambia cada vez. La frmula (en porcenta-es) es la siguiente% IQIQQQQQQxlKK,ILQQQQQQIxlKK, IQIQQIxlKK IIxiKK 2or e-emplo, el ndice de referencia en cadena para la poblacin de 2olonia (ver m s arriba) sera% Los ndices comple-os, sean de referencia aislada o en cadena, que son los m s usados en los estudios sobre los precios, tienen un valor extraordinario para los historiadores.
2ara describir los cambios en el nivel general de precios tenemos que tomar en cuenta simult neamente los cambios en los precios de, al menos, varios artculos representativos en un lugar concreto y en un momento concreto, para hacer las comparaciones apropiadas. *sto es posible gracias al ndice comple-o, que se caicula con las siguientes frmulas% E. 1GG x E donde e representa las cantidades de los diversos artculos, $ p sus precios, para i 1, ' u. 0e aqu un e-emplo% 2or tanto, E c0p0= Ex@o<x?r'x<@q1@<("lot$s) E cGpGq1Gx@o8x?r'x<@q1><("lot$s) de modo que el ndice equivale a 11181 por tanto, el nivel de precios se elev u ,8 por 1GG para las cantidades del perodo de referencia . *l a-uste de la serie estadstica (normalmente combinado con el a-uste de la 4urva) es importante para los historiadores, $a que s permite eliminar .lKresextiemos registrados (que pueden no a-ustarse a los hechos) $ conL& e-emplo ese sacado de K. Lange $ ,. Manasins.i, 6eora sJatyslyki, d)c&on citada, p gs. 'G1Q'G'. <G1 Ji La frmula para el aumento absoluto es% x' x1, xD A', A A . La frmula para el aumento relativo es% x' IA1 xDIx' xii xGb1 (referencia aislada) E q1 A p, lGGx E 1 1 (referencia en cadena) [ 1 -<' Las venta-as de los ndices en cadena son subra$adas por P. +ola Prcib1eiiy metod# 'istorii gospodarcze+, cd. c-t., p gs. D@EQDEG. <GG
,Ro 3mero ,umento 1>8G ........ 1>88 1>?G ..... '8.GD8 ,bsoluto Nelativo 2orcenta-e '@.88G '.818 G,GE1 1G,GG '.D<1 G,1GG E,1G '>.E>1
11G 1GE
2recio en 4antidad "lot$s "lot$s 1 && &&& e4 E @m. < ?.g. ' <@ 1. Pi 1G 8 '
4antidad
e lKm. 1E.g. 88 1.
f@rmar en ese nivel del estudio, la tendencia de desarrollo riel fen. n. Se pueden usar varios procedimientos. :no mu$ simple desmenu"ar la serie estadstica en segmentos cronolgicos de lie" o m s aRos (o, si hace falta, en otras unidades de tiempo, tera), $ en calcular las medias aritmticas o geomtricas de *n lugar de una serie de valores reales obtenemos as una de medias peridicas. *ste acercamiento se puede encontrar dios sobre la historia de los precios.
de series por medio de un promedio mvil es un procedimiento que se afecta como sigue% apo$ ndonos en las obserios la longitud del perodo para el que ha$ que calcular cuanto m s largo sea el perodo, m s uniformes ser n las A, pero, al mismo tiempo, m s trminos de la serie, sin den al comien"o $ al final de la serie. 2odemos calcular el para perodos de tres, cinco, siete, nueve aRos (el nmero unidades debe ser siempre impar). :na ve" que la longitud ha determinado, calculamos el promedio aritmtico de tantos os de la serie (empe"ando por el primero) como abarque cuestin, $ olvidamos el primer valor, sumando el valor sucedo otra ve" la media aritmtica, $ repetimos el procedimiento avan"ando de uno en uno, con todos los trminos (sucesile. Si llamamos a los trminos sucesivos de una serie x1, x', formula para calcular el promedio mvil en perodos de tres *l a-uste de la serie por rnediQ de los promedios es un procedimiento mecarnco. 2odriamos recurrir tambin a mtodos matem ticos de a-uste mas sofisticados, que consisten en a-ustar una funcin matem tica a toda una serie estadstica1 sin embargo, estos mtodos no se encuentran en los estudios historicos con frecuencia. Si una serie se puede representar por medio de una linea recta, esa lnea recta se puede a-ustar me-or a las desviaciones de los terminos que aparecen realmente en la serie por el mtodo de los cuadrados mnimos. *ste mtodo hace la suma de los cuadrados de las desviaciones de los valores reales en la serie a partir de la lnea recta que representa la tendencia menor de todas las posibles. Si a los valores sucesivos en la Serie real los llamamos x1, x', xD, - . , x, $ a los valores en la serie a-ustada correspondiente, ,..., x, $ a los perodos de tiempo sucesivos, t, tE, t7,,,,, t,,, la ecuacin de la lnea recta que ilustra la tendencia es a r bt donde a representa la ordenada del valor para t = G, $ b, la tangente de la lnea recta al e-e de las abscisas 2ara simplificar sus tareas, los histodadores, muchas veces, encuentran una tendencia lineal por el mtodo gr fico, lo cual, aunque tambin se haga, es menos preciso. La curva logstica ha sido mu$ usada en relacin con los estudios de las tendencias en el pasado. La curva se eleva lentamente al principio1 despus, precipitadamente, # despus, su elevacin se invierte basta reducirse casi a cero, lo cual convierte a la curva en asntota de la lnea hori"ontal que seRala el lmite superior de la tendencia. ,unque puede ilustrar la tendencia real de ciertos fenmenos durante perodos cortos, la inclinacin de algunos investigadores (normalmente, no historiadores) a usarla para ilustrar el desarrollo demogr fico (N. 2earl) 46 o econmico (S. +uro/s.i) de la humanidad debe interpretarse corno casos del 5culto a la curva6 mencionado anteriormente, que hace que los investigadores eli-an sus datos de modo que aprueben6 un desarrollo que siga una curva ogstica. *ste acercamiento se ha visto mu$ influido por los estudios biolgicos sobre el crecimiento de OS organismos vivos. E. An8lisis de correlacin *l mtodo estadstico nos permite no slo describir las estructuras $ las tendenc-as, sino tambin ilustrar los grados de relacin entre los hechos F qui"as incluso descubrir esas i elaciones *s evidente que la averiguacion 1 de una correlacin estadstica positiva no tiene por qu implicar en cada caso >na relacin real. *n muchas ocasiones, esta relacin puede ser aparente tu ficticia. 4onsideramos como una relacin aparente (de acuerdo con O La"arsfeld) un caso en el qe una correlacin estadstica positiva de dos serles no refle-a ninguna relacin causal entre ellas, sino slo el hecho de que ambas
tienen una causa cornun mJss o menos duecta lo cual sigrn 2or problemas de espacio no ofrecemos clemplos del cmpul n de 1 emitimos Qs& nos a 01 i s .. ci ni ini i or c lo K 4 - iii Kdtciiiiu lo Eco ometrics, KxfordQ;arsovia, 1>?'. fica que una de estas series puede estar relacionada, por alguna ra"n, con la causa real de la otra serie <E :na relacin ficticia es simplemente :na coincidencia estadstica accidental de dos fenmenos que, en realidad, Son independientes entre s. *n la investigacin histrica, donde no ha$ posibilidad de hacer experimentos durante los que se pueda observar una variable de control, las relaciones aparentes se pueden eliminar a travs de la observacin de otras series, diferentes de las dos que se investigan en un caso concreto. La averiguacin de las relaciones aparentes puede incluirse a raeQ nudo en nuestros programas de investigacin, $a que nos interesa descubrir el grado (la fuer"a) de los la"os de unin entre varios fenmenos. *videntemente, es un error considerar una relacin aparente como una causal. *l estudio estadstico de las relaciones utili"a las medidas de correlacin, que inclu$en los coeficientes de correlacin $ las lneas de regresin, $ que se usan en 1GD estudios histricos con m s frecuencia cada ve". *ntre los coeficientes m s frecuentemente usados (tambin por los historiadores) est el coeficiente de correlacin de 2earson, que se expresa por medio de la siguiente frmula%
donde r,, representa la correlacin entre las series x e $, A e > representan las diferencias respectivas entre las medias aritmticas $ los valores de los trminos cte x e y, F> representa la suma de los productos de esas desviaciones, in $ m. son las desviaciones de modelo de x e $, respectivamente $ n es el nmero de trminos en cada serie (suponiendo que x e $ tienen el mismo nmero de trminos). 0e aqu un e-emplo% *l coeficiente calculado as indica una correlacin positiva mu$ alta. Los historiadores tambin calculan correlaciones mltiples, que indican una relacin entre m s ele dos series. 2or e-emplo, P. +ula dio una correlacin de los precios del centeno en varias ciudades polacas en el siglo 'CIII . :na correlacin se puede ilustrar gr ficamente como la dispersin de los puntos cu$as coordenadas corresponden a los valores de los trminos en las series implicadas, o por una tabla de correlacin, donde los valores de los trminos de una serie se muestran, en intervalos de orden, a lo largo de la lnea hori"ontal, $ los de la otra serie, a lo largo de la lnea vertical. La dispersin de los puntos es una imagen gr fica de la tabla de correlacin. Las lneas de regresin son m s informativas. *xpresan los valores medios de una caracterstica para los valores cambiantes de la otra. 0a$ que advertir que, en el caso de una relacin funcional, la curva sigue un curso diferente, $a que corresponde a los valores reales de una variable para los valores reales de la otra, $ no a los valores medios de la primera. 9ientras que el coeficiente de correlacin ($ tambin la relacin de correlacin para las correlaciones curvilneas) seRala una posible relacin (positiva o negativa) entre las series en cuestin, el curso seguido por las lneas de regresin muestra la naturale"a de esa relacin. Se puede hacer una distincin entre 1 las lneas de regresin emprica, es decir, una simple presentacin de los valores medios adoptados por una caracterstica para los valores cambiantes de la otra, $ las lneas de regresin
a-ustadas. 2ara a-ustarlas podemos usar el mtodo de los cuadrados mnimos mencionado anteriormente. La aplicacin de las medidas de correlacin exige un buen 5sentido6. 1 Si se usan incorrectamente, seRalan relaciones aparentes, o son un e-emplo de cuas-Qmatemati"acin que sugiere precisin pero no aporta nada a nuestro tne-or conocimiento de la materia. :n e-emplo del examen de las relaciones aparentes (en el sentido del - trmino que le da La"arsfeld) lo ofrece un estudio de L 2urs, que compar la produccin de m quinas de vapor (que caracteri"a el desarrollo de la produccin de artculos) con el nmero de huelguistas (1E8'Q1E>G) en Mohemia ! $ ,lemania Kbtuvo un alto coeficiente de correlacin positiva (G>?88), pero su resultado no aRadi nada a nuestro conocimiento de las relaciones mutuas predominantes en el capitalismo. *s evidente que la creciente lucha de clases de los traba-adores dependa de muchos factores, $ los mismos factores generales contribuan al desarrollo del capitalismo $ la industria 4apitalista., por un lado, $ el crecimiento de los movimientos huelguistas. S Ksso/s.i menciona un estudio de 9 No.eache 0 Coch $ C Nottman < que se ocupa de las correlaciones entre el peligro para la &glesia, la seve<% ridd de las sanciones, $ el grado de absolutismo refle-ado en las decisiones D tomadas en doce concilios de la &glesia 4atlica, elegidos entre los dieci, ,fluee que tuxieron lugar desde el 4oncilio de 3icea (en el D'8) hasta el 1 w +uYa, 6eoria ekononiczna stro+ $e dalnego, ;arsovia, 1>?', p g. 1G8. $er tanbidr 1. N$chli.o/a, ,,9ie.tre "agadnienia metocW#czne / badaniach eri i rxes.u / drugicpolo/ie xviii /ie.u6 (2roblemas metodotgicos en el 1t:dio de los precios $ mercados en la segunda mitad del siglo xviii), Kwar [at4". (Petal;i !"ltnrv ,aterialne+, odia. D, 1>?<, p gs. 3754U5. 1 2m s T odet = xih sti iu tu staxl ox cho hunli o i ro x op lo aral xx obdGpG predmoiopoiniho .apitalismu ( :n modelo del efecto de las huelgas tec1efltei en el desarrollo de la produccin industrial en el capitalismo 1e&nG ^EGGlista< /eskoslo#ensk7; /asopis "lisloricky, vol. A&, 1>?D, p gs. D<Q<8.
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4oncilio de Crento (18<8Q?D)J. *l resultado (X) de su estudio fue el halla"go de que la correlacin entre el peligro para la &glesia $ la severidad de las sanciones es GJ8', $ entre el peligro $ el grado de absolutismo, G??. Nesulta, como dice Ksso/s.i, que la frmula c m Dei gratia, que encontramos en las decisiones conciliares, fue considerada por los autores como uno de los ndices de alto grado de absolutismo 8' Los coeficientes de correlacin $ regresin se pueden calcular por computadora. *l acercamiento fue usado por algunos historiadores soviticos (por e-emplo, F. !. +ovalchen.o) en sus estudios de las gran-as en Nusia en el siglo 'I', $ produ-o algunos resultados mu$ interesantes. >. Aplicaciones de las comp tadoras en la in#estigacin 'istrica Las bases tericas para una ordenacin $ un proceso de los datos his. tricos partiendo de las matem ticas las proporciona la teora de la informacin, mientras que las computadoras proporcionan las posibilidades pr cticas en ese terreno La superacin de los mtodos tradicionales en las ciencias sociales fue necesaria por el r pido crecimiento de la investigacin cientfica, con la consiguiente explosin de la informacin. *sta ltima es la ra"n de que muchas unidades de informacin no lleguen a los investigadores. *n su investigacin, los historiadores no se limitan a los datos de archivo (donde tambin son necesarios cambios que faciliten el acceso a dichos datos), sino que utili"an, cada ve" m s, la literatura de la materia. *sa literatura no puede usarse nunca m s que en parte, a no ser que tenga lugar una revolucin en la extraccin, ordenacin $ proceso de los datos. *n tal situacin, slo los me-ores $ m s eruditos estudiosos pueden evitar graves errores. ,l margen de esto, la elaboracin de los datos sobrepasar incluso en ma$or medida, las posibilidades de los investigadores individuales, para no mencionar el hecho de que, en muchos casos, no es posible descubrir todas las relaciones implicadas, a menos que se usen computadoras. *n vista de la experiencia actual con la mecani"acin, almacenamiento $ proceso de datos, podemos distinguir los siguientes pasos b sicos del proceso en cuestin% 1) formulacin de un problema de investigacin1 ') fi-acin de la serie de textos (fuentes o resultados de la invest1gs 81 S. Ksso/s.i, < osobliwosciac' na k spolecznyc' (Sobre las peculiaridades de las ciencias sociales), ed. cit., p gs. '8DQ'8<. 8' Las aplicaciones (principalmente relacionadas con el nombre de 7. 4"e.iS no/s.i) de los coeficientes de correlacin a los estudios sobre la historia de la cultura fueron tratadas por 8. +lime., [\9etoda iloscio/a / badaniach nad liie toria .ultur$6 (*l mtodo cuantitativo en el estudio de la histora de la cultura) Roczniki Dzie+w %poleczizyc' i Bospodarczyc', vol. &&&, 2o"nan, 1>D<, p gS. 8@Q@? 8D Los libros $ documentos sobre las aplicaciones de la teora de la infK macin $ las computadoras a la investigacin histrica son demasiados para Sa citados aqu. 9encionaremos slo las guas para el uso de computadoras en investigacin histrica que consideramos m s tiles para lKS historiadG. 4h. lvi. follar, N. 3. 7ensen, His#rian;s Bide -o Siutislies. QUU,SLi1ULiCe Ai*3>M an Historical Researc', 3ueva For., 4hicago, San Brancisco, ,tlanta, !all 9ontreal, Coronto, Londres, S$dne$, 1>@11 L. %bortcr, _Tlic Historian and /omp teP A pracizcal / id 3 n cxood tin &r ucs j ;oil 1>@1 Tem la introduccin elemental a la estadstica para historiadores% N. Blood, 811D d c'en $o X anlitati#e ,etlzods $or iiistorians, 2iQinceton, 1>@D. La Kb Nollar $ 7ensen presenta bibliografa sobre la flictena. <G?
cin) cu$os datos se introducen en la computadora para ser procesados1 D) formacin de los datos, codificacin $ alimentacin en la memoria de la computadora1 <) elaboracin de un programa de computadora $ codificacin1 8) operaciones efectuadas por la computadora1 ?) desciframiento de los datos procesados por la computadora1 @) elaboracin rigurosa de los datos obtenidos de este modo, $, posiblemente, formulacin de un nuevo problema de investigacin, o elaboracin de un programa de computadora modificado. 2ara poder formular un problema de investigacin que se utilice con la a$uda de una computadora ($a que no podemos asignar a la computadora un papel independiente), debemos tener un conocimiento preliminar del material del que disponemos (consultas con matem ticos) $ de los datos disponibles, $ tambin la conviccin de que el problema necesita realmente una formulacin en trminos matem ticos. La fi-acin del material del que vamos a extraer los datos debe, adem s de las otras tareas que le son usuales en toda investigacin histrica, mostrar que los datos que se pueden extraer de l pueden formali"arse $ codificarse en lengua-e de computadoras. 9encionemos los estudios numism ticos de ;. ,. :stinov para dar un e-emplo de formali"acin $ codificacin. *l caso es el de una moneda antigua su-eta a investigacin (por supuesto, se pueden examinar de este modo miles de monedas). GD 11 Los datos sobre la moneda fueron codificados en primer lugar en el Sistema decimal (segn las convenciones adoptadas para los cinco ndices - enumerados en la cabecera de la tabla anterior, $ afirmando que, por e-emplo, el oro G1, plata = GD, un crculo irregular = 11, un dibu-o de un Kb-eto inanimado = '1, un dibu-o de un animal = '', etctera), $ despus traducidos (en la ma$ora de los casos, autom ticamente) al sistema binario (en el que todos los nmeros naturales deben presentarse en secuencias de 4elos $ unos)8<. 4omo iniorrnacin, s nl ico, o < os equivalentes binamios de lcr nc1G8 numel os del R tema 414r l&S i. GG, 1, 'Q1G, DQ11, 1Q1GG, 1(< GQ11, , , ii, it 1G)G, lnol. 1G 1G1G, 11 mli, 4iI 4etera. 2os c-emp1o, E en el si1ci a cc o < reescribe en el sir Ir ma 1 ,iO,, .0 <G@
,nverso D
4rculo irregular, !ibu-o completo 2lata convexo en ambos lados 11 de un toro que mira hacia atr s '' ;aco 3inguna
D1
<1
1G11 .
1G11G
11111
1G1GG1
Los datos as codificados e introducidos en la computadora (normalmente como tar-etas perforadas o cintas) se llaman datos de entrada. 2ara que la computadora realice su tarea, debe ser guiada por un programa, que es un esquema de los modos de mane-o (proceso) sucesivo de los datos de entrada. 2or supuesto, el programa debe formularse en lengua-e de computadoras $ ser registrado en su memoria. *l procedimiento es bastante complicado, $ debe ser conducido por un matem tico especiali"ado en programacin de computadoras. :stinov dice que en el terreno de la numism tica se puede esperar que las computadoras% 1) clasifiquen las monedas segn principios cientficos1 ') indiquen la clase a la que pertenece una moneda concreta recientemente descubierta1 D) observe las regularidades en el material que mane-a1 <) pruebe las hiptesis. :na ve" programada, la computadora traba-a autom ticamente, $ produce datos de salida codificados, que tienen que ser descifrados, puestos en un lengua-e natural $ anali"ados. ,ctualmente tenemos resultados de muchas investigaciones basadas en el uso de computadoras $ llevadas a cabo en varios pases. 7unto a la investigacin a gran escala reali"ada en la rama siberiana de la ,cademia Sovitica de las 4iencias, entre otros, por :stinov, otros estudios se ocupan de la estructura social de Nusia en los siglos A;&&& al xx, la industria en el ;alle de +u"nets, problemas demogr ficos, etctera. 2arecida investigacin ha sido reali"ada en Brancia, ,ustria, Suecia, 2olonia, 4hecoslovaquia $ otros pases n 1G. Anlisis c antitati#os de te9tos Los estudios cuantitativos de textos, que se han llevado a cabo en gran medida en lingHstica $ literatura , se han abierto camino tambin en la as% ' = 1 E G '], es decir, como una secuencia de potencias de ' multiplicadaS por e-emplo, por 1. H 7. 4. #ardin $ 9. 2. #arelli usaron una computadora &M9 para procesal matemfiticamente los datos proporcionados por las numerosas tablas cunclf2r mes del siglo xix a. 4., encontradas en 9esopotamia1 contienen datos sobre transacciones comerciales entre unos '.GGG comerciantes durante unos cincuenta aflos. *l estudio pretenda establecer los lugares de origen de los comercianteS, las mercancas en las que se especiali"aban, etctera. (4fr. \*tude sur les et blissements ass$riens en 4appadoceJS, An ales E%/, vol. 1?, nm. 8, 1>?1, pa ginas ED@QE@? ) 7. de Launu$ us tambin una computadora &M9 para eSt:dlat las opiniones que se encuentran en la literatura histrica sobre muchas ceeS tiones de historia econmica (cfr. Les grandes contro#erses de l;'istozre CO tesnporazne, Lausana, 1>?<). *l progreso en las aplicaciones de las computadGr en la invesligacin histrica hasta 1>@G fue tratado en el xiii 4ongreso /)M 4iencias 0istricas en 9osc. 0a$ que mencionar, especialmente, los siguieflt) documentosQ% !. ;. !eopi., #. 9. !obrov, 7. 7. +ah., 1. !. +ovalchen.o, 0. *. pal: \i ,. :stinov, X asititati#e and ,ac'ine ,et'ods o$ Processing Historical ($l$<P l$latton, 9osc, 1>@G1 7. Schneider, La mac'ine et l;'istoire. De l;empl<i dt snoyens 3Pl@caiiIiies ct @lectroniI es dans la rcc'erc'e 'istoriI e, 9KS4h, 1>@ :. #. ,ndrae, Ss en Lund.vist, 6'e !se o$ Historical ,as.s Dala. E9perie'3s= $ronz a
Pro leer on %ieedis' Pop lar ,o#enients, 9osc, 1>@G. Los avances, los o;todos cuantitativos modernos son tratados por Hialorical ,ct><ds 3e1& s1t0cr, cuhilcacia por el 4ciitio universitario de estudios internacionales F e (le historia de 7a :niversidad de 2ittsburgh. 8 sKis ci dc esi 3 lflT4St (L G8 (S rnosida 2G1 MY( T 8 i 3 'e 01ic'e. o$ l2 r+eo. A [1550) no ";e9t al /;riticism, Oxford, 1>'@. ;er t<m ,%;ciM He_ i o2EJrlisatyl.Qa, 9. N. 9a$eno/a (ecl.), ;arsovia, 1965 (reseRadK p1 4K .atiidia 3$eiodoJogiczne, nrn. D). investigacin histrica. Cales estudios tambin utili"an las computadoras, que, en muchos casos, son indispensables. *n esos casos, el procedimiento debe cumplir las exigencias planteadas por la computadora que se use. !esde el punto de vista del historiador, tienen importancia primordial dos tipos de estudios% 1) estudios de autora basados en un an lisis comparativo de los textos 8@1 ') estudios estructurales con una orientacin sem ntica 8EL 2ara ilustrar a los lectores la aplicacin de ese mtodo a la investigacin histrica nos referiremos al intento de *. Nost/oro/s.i de contestar a la pregunta sobre si el re$ *stanislao Les"c"$ns.i fue realmente el autor de Blos woiny (;o" libre, tratado poltico polaco del siglo A;&&&) a La cuestin era, en particular, contestar a la pregunta sobre si la primera versin tena 1 el mismo autor que la posterior, escrita, SilY ninguna duda, por el re$. Si se encontraban variaciones en el estilo, se interpretaran como un ele1 mento de prueba de la hiptesis sobre que el re$, al escribir la versin posterior, slo estaba modificando la anterior. Las dos versiones se denominaron, respectivamente, como A $ &. *n primer lugar, para caracteri"ar los textos de una manera general, el investigador tom muestras de <.GGG palabras cada una, de las secciones sem nticamente paralelas de ambas versiones (muestras A9 $ &9). Se toinaron otras muestras de textos cu$o autor incuestionable es el re$ *stanislao (correspondencia poltica de la misma poca), a las que se llam L. Las muestras de las versiones A $ & fueron m s tarde ampliadas 0Al=-, &3=-). Se encontr que & tena algunas palabras m s en comn con L que A, pero, ) en general, el lengua-e de L estaba mu$ conectado con el de A. 2ara averiguar si esa relacin era slo accidental o no, se hicieron comparaciones ton cartas de otros individuos contempor neos del r$. Nesult que las cartas de *stanislao 2oniato/s.i, Belipe Krli. $ Ceodoro 2otoc.i tenan el mismo parecido con el lengua-e de A. , continuacin, las muestras de i S:S cartas $ de las del re$ Les"c"$ns.i se compararon con el vocabulario de M. Nesult que el lengua-e de L se acerca m s al de & que al de A. La versin A era m s rica en lxico. *. Nost/oro/s.i no se conform 4on esto, sino que calcul los ndices de Fule para los textos A $ &, lo cual 1Z2rodu-o el resultado de que los ndices de A sefialan un vocabulario m s ;ariado en el texto. !espus se hi"o una conparacin de la frecuencia 7de las preposiciones $ pronombres reflexivos (que se haban de-ado de lado en los estudios anteriores), $ se encontr que las diferencias entre Qlas muestras, estadsticansente, no eran accidentales (por el nivel de sigfl lficancia de GGG1). 2or e-emplo, la coniparacin de las apariciones de las n :n e-emplo lo ofrece el estudio de la autora de las epstolas de San 2ablo. ;er M. 7e/sie/ic.i, 5\:/agi o "astoso/anlu mas"$n c$fro/$ch / badaniach hiStor$c"n$cls,, (Kbservaciones sobre las aplicaciones de las computadoras digitales en la investigacin histrica), KwartaJnik ,is=toril Knltnr# ,aterialoe+, nufliro <, 1>?8, p g. @D<.
:n e-emplo lo ofrece un an lisis dci 4or n. ;er +. P$ciJans.a, \2race flad rnechanitac-a informad i / nao.ach spolecQQinvcbSJ (9ecani"acin de la intorinc 1GG c lis Lic scias son 11cs) i c ici' l &bsloo ls=iiS 0Hl llaisHa"n/( lo ae8G <, 1G?8, 2 g. @<1. 1 Nost/oro/s.i, Legend# i Uc'is; F1"SS oJ. (Le$endas $ hechos dci si lo Aviii), ;arsovia, 1>?D, 2*1Q ?EQl3 <G> formas zeby y aby (ambos significan 5para6, pero aby es m s refinado, en el polaco actual, aunque no tena que ser as en el polaco del siglo A;&&&) dio los siguientes resultados% *n el estudio se sigui este camino% los textos globales A $ & se examinaron segn la aparicin de zeby $ aby, $ se compararon sobre este tema con L. *l resultado fue% Las distribuciones en L $ & se pueden considerar corno homogneas, lo cual es subra$ado por *. Nost/oro/s.i, que dice que fPN GJE, lo cual significa que ha$ m s de EG ocasiones por 1GG de que la desviacin entre L $ & sea puramente accidental. 2or el contrario, la diferencia en la frecuencia de aparicin de las palabras geby $ aby en A $ & no puede ser accidental, $a que 2 \ GGG1, lo cual significa que ha$ menos de una probabilidad entre 1.GGG de que la desviacin sea accidental6 ?G *l e-emplo anterior seRala uno de los muchos procedimientos posibles en el. an lisis de textos. , causa del muestreo fortuito usado (a menudo, en el sentido de muestreo estratificado), es necesario recurrir a los meQ todos de inferencia estadstica, basados en la teora de la probabilidad. 11. Perspecti#as de las aplicaciones de las maten ticas en la in#estigaci'i 'istrica Se deduce de los comentarios anteriores que, ifl4i:SK actualmente, 8 usan varios mtodos de an lisis estadsticos $ matem ticos en la invest gacin histrica1 sin embargo, parece que la estadstica moderna $ los nuevos procedimientos matem ticos tienen a su disposicin muchos mtodKS que nos permiten describir mu$ bien los datos su-etos a an lisis1 dichoS mtodos podran aplicarse, por tanto, a la investigacin histrica, en maFKJ medirla. 2arece, por consiguiente, imperativo seguii cuidadosamente los nfleJ vos avances en las matem ticas (incluida la estadstica) e cntar aplicadG8 al estudio de datos especficamente histricos. "bdem, p g. 1'<. <1G [La aplicacin de las matem ticas a la investigacin histrica es parte del problema de su aplicacin a las ciencias sociales $ las humanidades en general. Se puede decir que las matem ticas pueden usarse dondequiera que a$uden a resolver un problema o a formular los resultados de la investigacin con ma$or precisin1 la investigacin histrica ofrece tales oportunidades. Las matem ticas entran en las ciencias sociales en generala $ en la investigacion histrica, en particular, en forma de mtodo estadstico, principalmente, especialmente en aquellos casos donde se usa una muestra representativa -unto con la valoracin del grado de probabilidad de los resultados obtenidos. Las grandes oportunidades ofrecidas a un muestreo representativo por el estudio de los fenmenos de masas significan ma$ores avances de las matem ticas en la investigacin histrica. 4omo el muestreo representativo se ha usado poco, hasta ahora, en los estudios histricos, los resultados son en cierto modo difciles de valorar, pero la aplicacin creciente de los mtodos estadsticos no de-a ninguna duda sobre la expansin de las matem ticas en la
investigacin histrica. *n cuanto a la historia econmica, la capacidad de aplicacin de las matem ticas es subra$ada por los an lisis hechos en la economa, especialmente en relacin con la teora del crecimiento econmico. 3o ha$ ra"ones aparentes por las que un historiador econmico, al basar su investigacin en la economa terica, tenga que abstenerse de presentar sus resultados de un modo similar al de un economista1 esto se refiere en particular a la exposicin de las relaciones entre varias magnitudes de forma matem tica. !e entre los mtodos matem ticos cu$as aplicaciones pueden tener un lugar preeminente en la investigacin histrica, en opinin de este autor, ha$ que destacar el lgebra lineal (que permite anali"ar, por e-emplo, las relaciones entre las diversas ramas de una economa, nacional concreta), el an lisis matem tico (c lculo diferencial e integral) la geometra analtica. Cambin se puede esperar que los historiadores adaptar n a sus necesidades la teora del -uego $ de la decisin (por e-emplo, para anali"ar las estrategias elegidas por varios individuos $ organismos sociales), la teora topolgica de los diagramas (para anali"ar estructuras complicadas), $, preSumiblernente, tambin. otras ramas de las matem ticas. Sin embargo, todo esto ser slo un instrumento que depender totalmente del investigador que lo use, $ una superestructura simblica sobre el lengua-e ordinario de la ciencia histrica. *sto no cambiar el hecho de que el conocimiento del desarrollo de la humanidad seguir siendo para el historiador el prin4ipal sistema de gua $ el principal espe-o (me-orado en el curso del tiempo) que refle-a los estadios sucesivos de su investigacin. *sta me-ora depender , fl cierto modo, de la aplicacin, cada ve" ma$or, en la investigacin histrica, de los mtodos cuantitativos de otras ramas de las matem ticas. s 3os pioporcionan e-emplos la econornia la geografia economica $ la SK4iologa, que usan el lengua-e de las matem ticas cada ve" m s, al ocu[2arse del estudio de problemas sociales complicados. Sin embargo, ha$ que <rse cuenta de que I al revs que en las ciencias naturalesI en las ciencias Sociales no es fcil encontrar una serie aceptada generalmente de conceptos fcilnYe&-fe mensurables. Se ha encontrado en la economa, lo cual, a su 1e", bre ciertas perspectivas para la historia econmica. 2ara utili"ar las l4flerai-"ae-nnes de 1. S. 4oleman para la sociologa, podemos decir que las flateni ticas se pueden usar para% 1) descripciones cuantitativas de ciertos b tos. ') construccin de ndices1 D) elaboracin de generali"aciones cuan AA& s empricas que unen dos o m s variables1 <) impresin de una titatna atem tica formal a las teoras sociales. 2or tanto, el historiador i . . nfrentaa todas estas ($ qui" otras) posibilidades. 2or el momento, *l proceso de expiicacion en ia &nvestigacion historica sin embargo es an demasiado pronto para resumir los primeros intentos, muchos de los cuales tienen una naturale"a mu$ tcnica. 1. Las di#ersas interpretaciones de la e9plicacin 'istrica 0emos dicho que a una pregunta factogr fica (qu fueX) contestamos estableciendo los hechos, $ a una pregunta explicativa (por qu fue asX), ofreciendo una explicacin causal. ,unque los procedimientos de investigacin del historiador se pueden reducir a respuestas a estos dos tipos de preguntas (si de-amos de lado, por el momento, las preguntas sobre le$es), las diversas interpretaciones intuitivas relacionadas con el trmino 5explicacin6 necesitan algunas observaciones. *l an lisis de muchos estudios histricos muestra que la tarea de la explicacin histrica se puede interpretar, al menos, de las siguientes
maneras% 1) explicacin por descripcin (descriptiva)1 ') explicacin por indicacin del origen de un fenmeno concreto (gentica)1 D) explicacin por indicacin del lugar de un fenmeno en una estructura dada (estructural)1 <) explicacin por definicin de un fenmeno (definitoria)1 8) explicacin por indicacin de una causa (causal). *l concepto de explicacin descriptiva es el m s amplio de todos, $a que puede abarcar todos los restantes tipos de explicacin. *sto ocurre 2orque, si una persona dice% por favor, explcame las 4ru"adas o el sistema < 2oltico ingls en la segunda mitad del siglo xvii o la poltica americana 4 de Brancia despus de la Segunda #uerra 9undial, puede esperar una simple <escripcin de los hechos implicados, o informacin sobre los niveles de desarrollo (origen) de esos hechos, o la formulacin de sus definiciones, O la indicacin de sus causas. *stos diversos tipos posibles de explicacin 2ueden incluir tambin una simple descripcin, sin ningn intento de serular las causas, una descripcin en la que sera difcil encontrar una fldicac-n metdica del origen del hecho en cuestin o su lugar en una estructura *ste es el caso al que nos referimos cuando diferenciamos la explicacin descriptiva. ,dvirtase, adem s, que, en ltima instancia, todas as formas de explicacin suelen adoptar la forma de una descripcin liislorica (narracin histrica). La explicacin gentica (que trataremos nis ampliamente despus) conQ liste en seRalar los SLi44Si;KS estadios de desarrollo de un hecho histrico 4oncreto. ,l hacer :na explicacin gentica respondemos a la pregunta (4$ ocurriX ,dvirtase que sta es una pregunta distinta de Wpor c1u <1' <1D ocurriX, a pesar de que al contestar ambas preguntas podemos tener en cuenta los mismos hechos. 2or e-emplo, cuando preguntamos% Wcmo estall la 2rimera #uerra 9undialX $ Wpor qu estall la 2rimera #uerra 9undialX (o Wcu les fueron las causas de la 2rimera #uerra 9undialX) podemos pres. tar atencin a los mismos problemas, pero cuando planteamos una pregunta gentica deseamos, sobre todo, tener una descripcin de los hechos sucesivos que condu-eron al estallido de la 2rimera #uerra 9undial. ,s, respondemos a una pregunta sobre una explicacin gentiqa al enumerar una secuencia gentica de los hechos implicados. ,lgunos autores, que aseguran que la investigacin histrica se ocupa de 5lo nico6 $, por tanto, no ofrece ninguna explicacin causal (al revs que en las ciencias naturales), mantienen que, al contestar con una descripcin de lo que ocurri, ofrecemos, al mismo tiempo, una explicacin del tipo 5por qu6 (4olling/ood). Sucede a menudo que la persona que pregunta sobre el origen de un suceso no se da cuenta, claramente, de si quiere saber los estadios sucesivos (especialmente los primeros) del desarrollo de un hecho concreto, o las causas de su existencia (sus caractersticas, los cambios en su estructura, etctera). 4uando se nos pregunta, por e-emploS sobre el origen del e-rcito polaco Qdespus de la Segunda #uerra 9undial, es evidente que la pregunta se refiere a los pasos del desarrollo que dio lugar a la situacin predominante en un perodo dado. 2ero si una persona pregunta, por e-emplo, acerca del origen de la poltica exterior de Mec., quiere saber, indudablemente, algo sobre los factores que explican sus movimientos (es decir, quiere saber alguna cosa sobre las causas), incluso, qui" s, algunas caractersticas mentales de ese poltico. *sto muestra que una pregunta que tiene forma gentica puede ser, a veces, una pregunta sobre las
causas. :na explicacin gentica pura es una respuesta a una pregunta 5cmo6. :na explicacin estructural (o funcional) seRala las funciones de :n elemento especfico de un todo concreto. Si una persona pregunta% por favor, explcame el papel de la !ieta en 2olonia, entonces, con toda proba hilidad, quiere que le contemos de qu modo funciona esa institucin dentro de la estructura entera de las autoridades estatales polacas. *n tales casos, una explicacin responde a una pregunta 5cmo6. :na de las principales tareas del historiador es seRalar el papel de determinados hechos dentro de estructuras m s amplias. 2or e-emplo, al describir la importancia cada ve" menor de 2olonia en el ruedo internacional a comien"os del siglo A;&&&, ofrecemos una explicacin tpicamente estructural. Cambin nos encontramos con dichas explicaciones cuando situamos ciertos procesos dentro de una serie ma$or (por e-emplo, cuando interpretamos las huelgas en Nusia en 1>G8Q1>G? como componentes de la revolucin de 1>G8Q1>G@). :na explicacin definitoria es, en cierto modo, complicada. !e cuah quier modo, nos encontramos con dos ciases de dicha explicacin% 1) respuestas a preguntas 5qu (quin) es esoXJS1 ') respuestas a preguntas [\por quX6. *n el primer caso, la pcona que plantea una pregunia quiere qu4 eaoliqueinos, por e-emplo, Wqu era la 7nquisicin que mand a #iornnl] [o a la hogueraX, W qu era 4i #ran 2arlamentoX, W qu fue la #uerS rimenX, Wquines fueron los #racos (o #iuseppe 9a""ini, o uniu&D f-je cran los plebe$os ronianos (o &SS moriscos, o los budistas)X, W(7 es t ruQneo del genocidioX, Wqu era el fcudaiisnoX, Wqu era el tifli 1 salismo papalX, etctera ,l contestar a tales preguntas, recurrimos a ciertas descripciones que adoptan la forma de definiciones nominales (si explicamos el significado de un trmino concreto refirindonos a los significados de los i terminos que esa persona conoce $a) o definiciones reales (si intentamos caracteri"ar un ob-eto concreto de un modo no ambiguo). ,s, cuando digo que las le$es fundamentales en la 2olonia de los siglos xvii $ xviii eran 5las disposiciones de le$ que sentaron los principios fundamentales del sistema politico polaco $ eran superiores a otras le$es6 , ofre"co una explicacion definitoria que es a la ve" una definicin nominal $ real. Lo mismo - ocurre con la formulacin% 5la campaRa de Libia consisti en las operaciones reali"adas en Libia durante la Segunda #uerra 9undial, especficamente en los aRos 1><GQ1><D, por el e-rcito brit nico $ las tropas del *-e. $ que condu-eron a las tropas del *-e a Cunicia6 . *n este ltimo caso, una explicacin definitoria es una respuesta a la pregunta Wpor quX 3os referimos aqu a preguntas del tipo% Wpor qu se llam a ,dam 9ic.ie/ic" (poeta rom ntico polaco), en cierto perodo de su vida, Co/ians.ianoX Las preguntas de este tipo se contestan por medio de la formulacin de una definicin adecuada o de algunas consecuencias directas de tal definicin. ,s, por e-emplo, decimos que 9ic.ie/ic" fue llamado Co/ians.iano porque estuvo ba-o la influencia de Co/ians.i $ su secta mesi nica. - *n este caso, nuestro punto de partida es una definicin del concepto 5Co/ians.iano6, es decir, 5un hombre que acepta las opiniones de Co/ians.-6, o, m s estrictamente, 5un miembro de la secta de Co/ians.-6. ,l contestar a la pregunta mencionada sobre 9ic.ie/ic", ofrecemos como explicacin una definicin del concepto de 5Co/ians.iano6. 3os encontramos aqu con el siguiente caso de inferencia% 2remisas%
1) un Co/ians.iano es una persona que acepta as opiniones de Co/ians.i1 ') 9ic.ie/ic" aceptaba las opiniones de Co/ians.i. 4onclusin% D) se puede llamar Co/ians.iano a 9ic.ie/ic". Ktro e-emplo. La definicin que establece que el concepto de pariente abarca a un hi-o del hermano de mi padre me lleva a deducir que 7uan es pariente mo, $a que su padre es hermano de mi padre. Slo la explicacin causal se puede considerar explicacin en el sentido estr.t del trmino. La propuesta de explicaciones causales es el procedifliiento fundamental que adopta el historiador, por encima de las simples descrnpciopes de los hechos $ que une su investigacion con el estudio de i las le$es cientfficas $ teoras. !e ahora en adelante, nos ocuparemos sobre todo de las explicaciones causales, $, hasta cierto punto1 de las explica4iones genticas, que se relacionan con las anteriores. 2ero, en primer lugar, debemos hacer algunas observaciones sobre el problema de la comprensin e la investigacin histrica, para poder definir la relacin entre com2ren iQ $ explicacin. ([ir. ll2ielkci Enc#klopedia 2o,iJs"echiSn P*: (*nciclopedia universal), ([diQ lores cientficos polacos, vol. ?, p g. <>?. ' "bdem, vol. 8, p g. <?@. '. /ompren%in e9plicacin La formulacin, aparentemente simple, de que, para explicar algo, primero ha$ que 5comprender6 ese algo, nos introduce en el meollo de las vivsimas discusiones sobre losJ rasgos especficos de la investigacin histrica, $ pone de relieve uno de los puntos de encuentro m s importantes entre las ciencias sociales naturales. W2uede sustituir plenamente el concepto de historiografa 5explicativa6, que acaba con los principios introspectivos de la intuicin, al principio de historiografa 5comprensiva6, que seRala la necesidad de 5comprender6 los hechos pasados (es decir, a la gente que actu en el pasado1 cfr. captulo ;&&), principio propuesto por los historiadores intuicionistas (como N. #. 4olling/ood, P. !ilthe$, 0. 7. 9arrou, 0. Mutterfield, 2. Nicoeur, B&. #. #adamer $ otros)X WLa comprensin de los hechos pasados significa su explicacinX La respuesta depende del significado que nos inclinemos a dar a los trminos 5comprensin6 $ 5explicacin6. 2ara los intuicionistas, 5empata6 significa 5explicacin6. 2or tanto, interpretan la explicacin en un sentido mu$ estricto, como un acto de empata $ un informe de sus resultados. *n su opinin (en su versin radical) no es posible otro tipo de explicacin, sea en la investigacin histrica o en cualquier otro lado donde nos enfrentemos a seres humanos cu$as acciones ha$ que 5entender6. Los representantes del acercamiento emprico niegan al mtodo de la empata cualquier valor cognoscitivo1 en su interpretacin, el concepto de comprensin pierde su sentido psicolgico $ se identifica con la explicacin (por la descripcin o por la explicacin sens stricto) hecha por el historiador sin ninguna referencia a su propia experiencia interior, que los otros no pueden observar. *stos dos acercamientos dieron lugar a una gran discusin, $ si la incluimos en la crtica por parte de los positivistas lgicos sobre la metafsica 5intuitivaJS, tenemos que decir que esa discusin es una de las m s activas en la historia de la ciencia. ,qu nos interesa menos esa crtica, va que, de acuerdo con los principios de toda metodologa cientfica, no aceptamos plenamente el punto de vista intuicionista (aunque no negamos su importancia como opositor del positivismo). Sin embargo, es una cuestin abierta, que requiele m s an lisis, el hecho de si no estara -ustificado aceptar, contrariamente a los empiristas radicales, una determinada importancia del mtodo de la empata (lo cual, despus de todo, significara solo una descripcin parcial de lo que realmente tiene lugar
en los procesos de investigacin). *sta formulacin implicara una cierta ampliacin del significado ernpJ rista de la comprensin, $a que ira m s all de una mera descri2clo6 o explicacin de los hechos. !espus de todo, el trmino 5explicacin6 podria conservarse, pero entonces tendra que abarcar ciertos elementos de la experiencia interna . La explicacin formara una combinacin de proces]S extrospectivos e introspectivos. La aceptacin $ apreciacin de la valide" del mtodo de la em2atP en el estudio de los seres humanos (no nos ocupamos aqu de las cont1] versias entre los psic iogosl, cuino hemos dicho, ha Lecho surgir nsncb dcscus1ones en el rea de la metodologa cientfica ($ por tanto ann.liltP %conista), Las posturas adoptadas por las paes co disputa relielail, 118uS *sta iii Lerpretacin se encuentra en S. Kssosvs.i, < oso'Picroscc/"P )"/<Zi2/lP, ;arsovia, 1>?', p gs. 'D' y as. cier punto, sus opiniones sobre el nivel metodolgico de las ciencias sociales $ las humanidades, incluida la historia. Los naturalistas m s radicales se inclinan a disminuir $ restringir el papel de la introspeccin en los procesos cientficos1 otros reconocen la naturale"a especfica de las ciencias sociales $ las humanidades, o de la historia sola, $ est n dispuestos a hacer ma$ores concesiones en favor del mtodo de la empata1 en cambio, otros preferiran conseguir una conciliacin entre estas dos posturas, interpretando el concepto de comprensin de modo que fuera aceptable para un gran nmero de representantes de ambas posiciones. 2ero entonces Wcu l es el concepto de comprensin en cuestinX W*l de los intuicionistasX 2orque, presumiblernente, no es el de los empiristas radicales, que lo identifican slo con la extrospeccin. ,l anali"ar las actitudes de los socilogos, algunos de ellos de formacin humanista $ otros de formacin emprica, S. 3o/a. intent algn comentario sobre los diversos significados de la palabra 5comprensin6 $ seRal un significado que pudiera ser aceptado en los intentos de dar valide" al mtodo introspectivo en la metodologa de las ciencias sociales . 9ientras que exclu$e de sus consideraciones los tipos no psicolgicos de comprensin, subra$ que lo podramos considerar como sacar conclusiones, a partir del comportamiento humano, sobre los estados mentales sub$acentes1 al hacer esto, - slo se ocupaba del comportamiento humano que es consciente $ se dirige a un fin (instrumental), con la exclusin de lo que se podra llamar comportamiento sintom tico. *n tales casos, el comportamiento instrumental humano -uega el papel de ndice de inferencia, que nos permite determinar la experiencia interna de una persona concreta. 2ero Wcmo vamos a pasar de dichos indices de inferencia, proporcionados por las fuentes, a determinar los estados mentales de los individuos implicadosX *n este punto, S. 3o/a. se refera a la distincin de Neichenbach entre 5abstractaSJ e 5illata6, de los que el primero se refiere a los fenmenos observables, $ el segundo, a los no observables, paro de lOS que se supone la existencia. Cambin se apo$aba en la concepcin de 4arnap (ci lengua-e de las observaciones contra el lengua-e de la teora) e introduca el concepto de construccin hipottica introspectiva (psicolgica) como instrumento para traspasar los resultados de la propia introspeccin a otros . *ste programa Isuponiendo, claro est , que la mentalidad del investigador es 5pura6, $a que, de otro modo, su propia experiencia interior enfermi"a podra distorsionar grandemente los resultados de su investigacinI 2uede proporcionar m s resultados al estudio de los fenmenos contempoinneos, pero, en la investigacin histrica, la confian"a en la introspeccin al buscar los motivos t&c las acciones emprendidas por los individuos ($ a for1 Pon las emprendidas por grupos) sera demasiado arriesgada. 2or
supuesto, sera mu$ tentadora para dar valide" a lo que hace normalmente el 1isto.ia/or, pero que suele ocultar para no ser culpado de sub-etividad o 5acercamiemsto psicolgicoJ. 2ero utili"ar las experiencias propias para \[traducir6 los actos de comportamiento de personas anteriores a sus motivaciones dara S:gar a anacronismos 9ientras la investigacin histrica permane"ca tan Lios de la psicoiogia eomo lo est actualmente, es decir, mientras no ha$a %dn,ic? _o=;,?o, ; oo%,. #oiecizcci,, cd. cd., p s. 1,8D $ siQ o ci 1 \1 1 coolpra \11SS &t,, O n,, o a Sos i u \le la construcci,S dcocn 1cora6l. -oS la te, nui%oSlc,cJia cal,Q .<ito4, a comprensin extraQpsicolgica abarca% 18 coYnprcnsio cslro1l/ai (cocop%ensin del papel de un elemento en un una psicologa histrica s i generis ? que ofre"ca a los historiadores modificadores que les permitan pro$ectar sus propias experiencias sobre gente que vivi en pocas anteriores, el programa de una investigacin histrica comprensiva (modelada segn la sociologa comprensiva) significara el regreso al concepto de la naturale"a humana inmutable. ,l menos el presente, cuando reconstruimos el substrato mental que explica las acciones humanas por medio de los motivos humanos, debemos fiarnos m s de los datos del comportamiento (que los historiadores deberan estudiar m s exhaustivamente), que en el mtodo de la empata. Sin embargo, no es la intencin de este autor recha"ar totalmente ese mtodo, ni siquiera en el nivel actual de integracin de la investigacin histrica $ la psicologa. *l uso de la introspeccin en la investigacin histrica se fundamenta en la simple afirmacin de que el conocimiento que de s mismo tiene un historiador es un elemento de su conocimiento no basado en fuentes. Si utili"amos nuestro conocimiento no basado en fuentes respecto al mundo exterior, no ha$ ra"n por la que no ha$a que usar los resultados del conocimiento interno. 2ero la cuestin es que Icomo se ha dichoI es enormemente difcil hacer un uso adecuado del propio conocimiento al describir $ explicar las acciones de los que vivieron anteriormente (excepto las reacciones mentales b sicas, comunes a todas las personas, llamadas motivaciones primitivas, tales como la necesidad de acallar el hambre, etc.). *ste autor, por tanto, no est de acuerdo con S. Ksso/s.i, que, al referirse a una discusin entre los metodologistas de la histeria, no se puso de parte de 4. #. 0empel , restringiendo la aplicacin de la empata al papel heurstico de un instrumento de sugerencia de hiptesis psicolgicas, sino quesuscribi la opinin de P. !ra$E, que aseguraba que el historiador debe recurrir a la empata siempre que quiera descubrir los motivos que rigen las acciones humanas destinadas a un ob-etivo. Ksso/s.i fue incluso m s all que !ra$, $a que pensaba que la introspeccin tambin puede a$udamos a descubrir las causas de las acciones irreflexivas dictadas por motivos subconscientes . Ksso/s.i aseguraba que en las ciencias sociales $ en las humanidades la experiencia interna reali"a, al menos, cuatro funciones% 1) heurstica, cuando la intuicin psicolgica nos a$uda a formular hiptesis1 ') interpretati;as cuando las expresiones humanas $ otras respuestas externas se consideran como ndices de ciertos estados mentales1 D) explicativa, cuando explica las relaciones en el comportamiento humano, averiguando las motivaciones por las que se guan las personas en ciertas cuestiones1 <) sustentadora, cuando apo$a afirmaciones generales en situaciones donde los datos de observacion no bastan para hacer comprobaciones que respondan a las exigencias ciefltisistema concreto)1 ') comprensin reductiva (reduccin de una serie determaG de soluciones a las soluciones b sicas)1 D) comprensin en cuanto a la info& macin (comprensin del cdigo del informador, es decir, el lengua-e de fuente concreta)1 <)
comprensin causal1 8) comprensin gentica (com2reG8G de la secuencia de sucesos). ficas1G. *n cuanto a la investigacin histrica, al menos, con el nivel actual de enlace con la psicologa, este autor se inclina a adoptar una postura claramente, aunque no radicalmente, empirista, es decir, a aceptar como legtima, nicamente, la funcin heurstica de la empata (o sea, a subra$ar la importancia de lo que se llama intuicin en la investigacin) en cualquier nivel de la investigacin, es decir, en la averiguacin de hechos, explicacin causal, $ construccin de conceptos sintticos1 por otro lado, se inclina a recha"ar la utilidad de la empata en el proceso de explicacin $ sntesis, o sea, en el proceso de sustentacin $ comprobacin de las hiptesis. *sto significa que la comprensin de las acciones humanas I$a que son ellas las nicas implicadas en el problema de la comprensinI supone su explicacin, en la cual admitimos la empata como factor heurstico. 7unto a la comprensin considerada como explicacin, podemos interpretar la comprensin en la investigacin histrica como una especie de -ustificacin de las acciones humanas, relacion ndolas con el sistema de valores obligatorio en un grupo social concreto o una cultura dada. D. 6ipos de e9plicacin ca sal en la in#estigacin 'istrica 0emos llegado as a la conclusin de que, en la investigacin histrica, el proceso de la comprensin se puede identificar con el de la explicacin. Sin enQibargo, su extensin es, en cierto modo, m s limitada, $a que el trmino slo se refiere a las acciones humanas o, de un modo m s preciso, al comportamiento humano destinado a fin. 2ero Wno prestaron atencin los historiadores intuicionistas (para quienes no exista el problema de la explicacin de consecuencias impensadas de acciones emprendidas por mucha gente) a un problema esencial, el de la naturale"a especfica de la explicacin de la acciones humanas destinadas a un fin, aunque, evidentemente, no usaban una terminologa de este tipoX Cenemos que responder afirmativamente a esta pregunta $, por consiguiente, distinguir entre% 1) La explicacin de las acciones humanas destinadas a un fin que i supone acciones racionales1 ') La explicacin de las consecuencias impensadas de acciones emprendidas por mucha gente, es decir, de los procesos. % 7unto a la clasificacin anterior, podemos seRalar otras clasificaciones 7.de la explicacin causal, basadas en criterios distintos. !istinguiremos 1efltKnces% 1) *xplicacion con refesencia a las disposiciones ') *xplicacin estrictamente causal. *n el primer caso nos referimos a una indicacion de la disposicion Zilel sistema, cu$os cambios examinamos, para experimentarlos1 aqu no nos referimos a nongun factor externo al sistema en cuestion *n esta liflterpretacifl, la causa es. como si di-ramos, inherente al sistema. *n el 4as cte una explicac-n estrictamente causal, seRalamos factores externos al SlSicrn s lui os ulares no lacen distinciones entre lo explicacion de las ace or s li iJ a o os rletnoaclQis a un fi o lo cxplicacion poi referencia ibis disposiciones. La siguiente clasificacin de la explicacin causal en la investigacin causal es la que se refiere a la naturale"a lgica de la fundamentacin. 4orno suponernos que el modelo deductivo, construido por 4. #. 0empel, es un modelo ideal s i generE de la
explicacin causal en la investigacin histrica, intentaremos averiguar hasta qu punto se acercan a esb modelo los diversos tipos de explicaciones que hallamos en los estuc-ios histricos, !istinguiremos por tanto% 1) *xplicacin con referencia a las le$es que dictan la condicin suficiente o necesaria (o ambas)1 ') *xplicacin que dicta una de las condiciones suficientes alternativas (una condicin que, en determinadas circunstancias, es necesaria)1 D) *xplicacin con referencia a las condiciones favorables. *sta clasificacin vale tambin para las enumeradas anteriormente ($, por tanto, tambin las explicaciones de las acciones humanas destinadas a un fin $ las explicaciones con referencia a las disposiciones). !esde otro punto de vista, nos podernos referir, por un lado, a las le$es sin excepcin, $, por otro, a las de naturale"a estadstica (es decir, las que indican un grado de probabilidad), como base de las explicaciones causales en la investigacin histrica. Ktra clasificacin de las le$es es la que las divide en m s $ menos abstractas1 la primera categora se aplica a los tipos ideales (como el capitalismo o el feudalismo), en los que el historiador slo toma los rasgos esenciales de los conceptos en cuestin, construidos sobre la base de aceptacin de una serie de presupuestos ideali"adores. Ktra clasificacin presta atencin a la explicacin por indicacin de las causas directas e indirectas% se relaciona con la clasificacin en explicaciones monoQcausales $ multiQ causales (esta ltima es tpica de la &nvestigacin histrica). , continuacin trataremos la explicacin de las acciones humanas destinadas a un fin $ la explicacin por referencia a las disposiciones. 3o vamos a diferenciar como temas aparte la explicacin de las consecuencias impensadas de acciones emprendidas por muchas personas ni la explicado11 estrictamente causal, va que se mencionar n en los captulos sobre la explicacin desde el punto de vista de su sustentacin lgica. -. E9plicacin de las acciones ' manas destinadas a n $in 0interpretacin ' manista) 3os interesan aqu las acciones humanas que tienen un ob-etivo, ha madas tambin racionales. *ste tipo de explicacin, que los int:iciGnhstS queran obtener por actos especficos de empata, se puede describir en te minos de la reconstruccin de la actividad racional del hombre. La eflPatla intuitiva se puede explicar totalmente con conceptos metodolgicos que no dan lugar a ob-eciones sobre su naturale"a cientfica. 2ara ello, podmfos < los Luiieeplus generales osados en la teora cid -uego, -K qJse denoinina la lgica de la situacin, que se relacione con 1os ioblenies de la explicacin histrica, $ a los 1ogros de la teora de la cosdoctKQ LS&L acercamienio abarca las melones destinadas a un un, ciiip-cfldidaShitK por los inclhicloos como ior los crupos sociales, pero, orno hemoS GG Sirve para la explicacin de las consecuencias de las acciones et1i2J1 didas por muchas personas ;. *sto se debe a que estas personas no pretendan tales consecuencias, $, por tanto, no se pueden explicar por medio de los conceptos usados en la teora del -uego $ de la decisin. (os proc&sos 1ist%ricos que son resultado de tales acciones se parecen a los procesos que tienen lugar en la 3aturale"a. Nespecto a ellos, igual que respecto a la ma$ora de las consecuencias de acciones emprendidas por grandes grupos de personas, no necesitamos suponer un comportamiento racional. *sto no quiere decir, por supuesto, que en el futuro el hombre no ser capa" de guiar acciones de masas emprendidas por los seres humanos en ma$or medida de lo que es capa" actualmente, $ conseguir los ob-etivos pretendidos. Sin embargo, es dudoso que tales predicciones pudieran abarcar un futuro remoto.
*n cuanto a la explicacin de las acciones humanas, al margen de que nos refiramos a acciones emprendidas por individuos o por grupos, la tarea del historiador es bastante m s difcil que en el caso de la explicacin de las consecuencias impensadas de acciones emprendidas por grandes grupos de seres humanos, $a que, en el primer caso, tiene que reconstruir tambin las actitudes mentales del (de los) agente(s). *sto significa que, adem s de reconstruir la serie de factores externos que, en un caso determinado, influ$en en el comportamiento humano, tiene que reconstruir tam%bin los procesos internos de los seres humanos. Fa que es evidente que slo la integracin de los estmulos externos con los internos, es decir, la infiltracin de los estmulos externos en sistemas mentales humanos concretos da lugar a un determinado comportamiento humano, en este caso, :na accin orientada hacia un ob-etivo dado. *l esquema anterior puede ser una muestra del condicionamiento del 4omportamie-ito humano. *ste esquema muestra como una situacion especifica al producir ciertos 18tmulos para las acciones adecuadas (por e-emplo, la opresin social como n estmulo para la resistencia contra ella) $ al confrontarse con la experienda previa de un individuo o una serie de individuos, causa Ipara un estado mental o una actitud concretosI la formulacin de un ob-etivo $de la accin, $, por consiguiente, esa accin (por e-emplo, el abandono de t18 resistencia, porque la experiencia nos habla de crueles represiones). ,l explicar las aLciones humanas, los historiadores no siempre han htado igualmente interesados por la cadena cte relaciones mostrada antehi piobicifla ha Sido cxllaustivalnefltc tratado pr riencia socondiciones &sp&c*.ico s estmulos externos
riormente. !urante largo tiempo, se limitaron a explicar las acciones emprendidas por los individuos ($, generalmente, slo los individuos destacados), teniendo en cuenta su vida interna (normalmente reconstruida por medio de la introspeccin), es decir, el proceso interno de los estmulos externos, a la lu" de la experiencia anterior, proceso que, en ltima instancia, dara lugar a una determinada clase de comportamiento. *l progreso en la explicacin de las acciones humanas en el pasado consisti en un tratamiento m s equilibrado de la funcin explicativa de la experiencia previ $ de los estmulos externos, $ tambin en el examen del sustrato de dichos estmulos. *sto supona una explicacin de las acciones humanas relacion ndolas con un sistema adecuadamente considerado, dentro del cual tena lugar esa accin. *n la literatura histrica $ metodolgica de la materia encontramos numerosas
referencias al hecho de que explicar las acciones humanas consiste en descubrir los motivos de esas acciones (aqu, los motivos se pueden interpretar corno ob-etivos) 12 La llamaremos la estructura motivacional de una accin destinada a un fin. *l concepto de motivacin puede interpretarse de modo que implique un an lisis del sustrato de los estmulos externos que a$ude a configurar los ob-etivos de las acciones humanas. Si, para limpiar la investigacin histrica de un acercamiento ingenuamente psicolgico, limitarnos el papel de la introspeccin a sugerir ciertas hiptesis que puedan a$udar a reconstruir dichas motivaciones (ob-etivos), nos encontrarnos con el problema de cmo va a relacionar un historiador las acciones humanas con sus estructuras motivacionales sub$acentes. *n algunos casos, tiene a su disposicin, corno es sabido, los informes del individuo que le interesa, sobre los motivos que han guiado a ese individuo en sus acciones. Sin embargo, tales afirmaciones deben ser consideradas por el historiador con un cuidado extremo, teniendo en cuenta que la gente, muchas veces, no se da cuenta de los motivos de sus propias acciones ]1 por tanto, estas afirmaciones deben considerarse como un determinado tipo de conducta que todava ha$ que explicar. *l esquema m s general de la interpretacin de las acciones humanas como un -uego sai generis destinado a conseguir un ob-etivo concreto, es decir, resultados tiles para el agente, lo proporciona la teora del -uego 12 Sobre la motivacin en la psicologa social, ver Assessment o$ Hi3$l!m ,otit;es, B. Linde$ (cd.), #rove 2ress, 1>?G. * 3agel 06'e %tr ct re o$ %cieP3ct, p ginas 881 $ ss.) dice que, para explicar el comportamiento humano, tene1n> que encontrar las ra"ones por las que un individuo concreto se comporto ) un modo particular en circunstancias especficas, $ trata las clases de esas ra"ones. . 1! ,. 9ale/s.i 0< "as tosowanzac' te<rrz zac'owania ZSobre las aplicaciG de la teora de la conductaY, ;arsovia, 1>?<. pdgs. 1@8Q1@?), da un e-emplo l.lt resante. 4uando un historiador quiere valorar los datos contenidos en las monas, debe tener en cuenta si las memorias estaban destinadas a publicais $ en eseJ caso, si deban ser publicadas en vida de su autor o SflK deS2S de su muerte. *stas consideraciones se basaban en el supuesto de que memorias destinadas a la publicacin pueden caracicri"arse por m s oifliSiGh1 ,lpliboadnic e mds tergiversaciones que las que encontraramos en las rn]. is i e t , o 5 itoi pa i s mal sos *s e upuesto nr cdc fund u se 1U05 eanLeiltc e cQmt$,os de la teche de la mr docta. *n el caso de las niefl]J >8 omiSiKY&4S K distorsiones pn parte (id autor de lo ,orlria csaei c4Jtare le pe08111e1 evitar la pena que co-isiste en su prKpi4 Se aprcie.lv e conluctri $ la pci a que consiste en la ,7esaproba4lofl do oc rJrio sic ocres, *a el caso de las memorias secretas, este 4KK>24 Dam reto ic %1 le. [er e todo, coitar su oropia dcsaprobaccn.6 <'' la decisin. *sta teora puede decir al historiador cu les son los principios de los diversos tipos de -uegos $ cmo se toman las decisiones, con certe"a e incertidumbre (conocimiento incompleto) por parte de los individuos $ los grupos, etctera. Los presupuestos b sicos del -uego $ la toma de decisiones los formulan N. !. Luce $ 0. Na-ffa, corno tres postulados que ha$ que mencionar% 1) 4ada -ugador tiene un modelo de preferencias, en la serie de resultados, que satisface los axiomas de la teora de la utilidad1 ') 4ada -ugador conoce plenamente las reglas del -uego $ las funcioclones de utilidad de cada uno de los -ugadores1 D) :n -ugador intentar aumentar al m ximo la utilidad esperada 1<L
*n otras palabras, al actuar orientada hacia un ob-etivo, una persona intenta conseguir al m ximo sus ob-etivos esperados, $ su xito depende de su conocimiento de las reglas del -uego $ de los ob-etivos de los otros -ugadores1 es evidente que los hechos o las situaciones se pueden interpretar como uno de los -ugadores. 3o hace falta subra$ar que la gente se decide a participar en el -uego (es decir, a actuar, o sea, a comportarse de una manera especfica) por sus ob-etivos, que refle-an sus escalas de valores respectivas. La teora del -uego, que se da en una interpretacin matem tica, se podra considerar como una formali"acin del concepto de lgica de la situacin 18, que se acerca m s a lo que hace un historiador en su pr ctica investigadora. Los trminos fundamentales de esa lgica son% 1) :na persona1 ') Su ambiente1 D) :na serie de elecciones alternativas de medios1 <) :na serie de resultados posibles1 8) 2referencias por resultados especficos% ?) *l conocimiento de las relaciones (probabilsticas o deterministas) entre los medios $ los resultados. 2or tanto, para explicar una accin humana destinada a un fin, es decir, para responder a la pregunta de por qu actu de tal forma una persona concreta, tenemos que conocer todos los elementos antes enumeirados. 4uanto me-or los cono"camos, m s satisfactoria ser nuestra expli4aci . 2or consiguiente, no necesitamos recurrir a la empata, aunque la exnpt,, en muchos casos, puede parecer m s f cil que la autntica inveslitigacin Los seis elementos enumerados anteriormente se pueden traducir ,il lengua-e de la investigacin histrica de este modo% para explicar las caeciones humanas destinadas a un fin debemos conocer% 1< N ! Luce $ 0 Na ffa Boines and Decisions cd cit pags <@ al Las explicacions en trminos de la lgica de la situacin han sido mu$ titadas 1)G1 2 isa) diner 6ne aa3 ? e o$ Wstoi g/<L f rpt 0lalLon 1 onures 1>8') Q%l:e distingue la explicacin de acuerdo con el modelo de 0empel (en trminos dcci s 4K:Sales) # la exp icaco o iacionil (co K minos d &s 1o1ea dc &s Situocio1>) Li o st nc e e 1 1 1 nc sss nc ion muque el pi esentc /tc i no 4uerclo 4Kfl #cirdiner cuando este diltinio opone un tipo de explicacin al otro F dice cG e ci is es 1 ccioi c s en tsi nucos de 1 i lo ira de la silu icion no l 1D1> G &i e 1 cfci ci 1> D 1 t,, 1e,es 1) Las caractersticas mentales del (de los) agente(s)1 ') Las condiciones en las que l (ellos) actu (actuaron) (certe"a, riesgo, incertidumbre)1 D) Los medios que tuvo (tuvieron) a su disposicin1 4) *l ob-etivo que pretenda(n) (-unto con la escala de valores del (de los) agente[s]); 8) *l conocimiento que tena(n) a su disposicin (especialmente sobre ' $ D). *l agente, que quiere conseguir un ob-etivo determinado (en condiciones especficas, usando los medios de los que dispone $ apo$ ndose en su conocimiento de las condiciones existentes $ la eficacia de los medios) emprende acciones destinadas a hacerle conseguir ese ob-etivo. !eberamos poder, por tanto, reconstruir ese ob-etivo, los medios usados $ el cuerpo de conocimientos del agente. Supongamos que preguntamos por qu mand un comandante a su e-rcito que se retirara del campo de batalla, $ que nos inclinamos a censurarle por ello. 2ara llegar a una exphcacin, debemos reconstruir, en primer lugar, el ob-etivo que deba conseguir
como resultado de su accin. Su ob-etivo poda no ser ganar la batalla, sino reservar a sus tropas para poder derrotar espectacularmcnte a su enemigo en otras condiciones. Luego tenemos que anali"ar las condiciones en las que el comandante tuvo que actual. *ntre ellas pueden incluirse el terreno, las provisiones, la fuer"a relativa de las tropas, el ob-etivo final de la guerra, su dependencia de otros, etctera. Cambin es importante conocer los medios que el coman dante tena a su disposicin para conseguir su ob-etivo. 2odran existir opciones alternativas (por e-emplo, un armisticio). Binalmente, es mu$ importante averigualQ cu l era el conocimiento. W4onoca la supuesta eficacia de sus mediosX W4onoca todos los medios que podra haber usadoX W*staba informado de las condiciones en las que tena que actuarX 2or e-emplo poda haber decidido la retirada porque no saba que estaban llegando refuer"os inesperados. *l historiador, a menudo, tiene unas posibilidades mu$ reducidas de adquirir suficiente informacin sobre todos los elementos de la lgica de la situacin. *ste conocimiento completo se puede considerar como :K estado ideal determinado (ideali"acin) por el que lucha en el curso de su proceso explicativo. ,dvirtase que la explicacin por medio de una reconstruccin de los elementos de la lgica de la situacin est formada por dos partes% 1) &ndicacin del ob-etivo (motivo) de la accin1 ') ;aloracin de si la accin fue racional desde el punto de vista de ese ob-etivo. Si preguntamos% 52or qu orden el comandante A a su e-rcito que se rctiraraX, podemos contestar% 52orque quera reservar a sus tropas psis un ataque posterior $ m s importante6 $ aceptar esta explicacin 4Kfl suicicnle. 2ero liudemos iB nis all e intentar avenicuar si la retirada cl1 ra"onable. *sa ra"onabilidad puede valorarse, a su ve", desde ci purKK de vista del conocimiento (incompleto $ qui_ S errneo) del eomandan o desde el punto de vista de nuestro conocimiento (el del investigadol) de las condiciones en las que tuvo que actuar, los medios que tena a su disposicin, $ la eficacia de esos medios. ,lgunos estudiosos (2. Gardiner, P. !ra$, $ otros) sostienen que, al explicar el pasado con referencia a la lgica de la situacin, el historiador no se refiere a las le$es. Ktros (0empel $ sus seguidores, *. 3agel) aseguran que no es posible explicar las acciones de los individuos sin considerar afirmaciones generales de varios tipos. La postura de este autor es que es indispensable referirse a las le$es, que son siempre afirmaciones sobre una accin racional (es decir, sobre la e-ecucin de actos especficos en condiciones concretas). 4onsideremos dos situaciones% 1) cuando el ob-etivo de la accin est indicado en una fuente fiable1 ') cuando tenemos que reconstruir ese ob-etivo nosotros. *n el primer caso, si seguimos las fuentes $ afirmamos que la retirada estuvo motivada por la intencin de reservar las tropas, nos referimos t citamente a una afirmacin general del tipo% muchas veces, es me-or reservar las tropas que ganar en una victoria priica. :n an lisis de los diversos elementos de la lgica de la situacin confirmara nuestra creencia de que se fue el caso en la batalla en cuestin. *l comandante debe haber sabido que no poda reservar las tropas sin parar las operanones. 4omo quera iQeservar las tropas, actu consecuentemente. Si reconstruimos el ob-etivo de la accin (motivo) podemos necesitar, incluso m s, una referencia a una afirmacin general adecuada. ,s, a partir del hecho de que el comandante mand que su tropa se retirara, a pesar de que tena alguna oportunidad de ganar la batalla, hacemos deducciones sobre los motivos de su decisin $ buscamos la confirmacin en una reconstruccin de los elementos de la lgica de la situacin. La deduccin sigue este modelo%
2remisas% 1) 4uando un comandante quidQe reservar sus ttQopas suele ordenar que el e-rcito se retire, deteniendo as las operaciones. ') *l comandante A orden a su e-rcito que detuviera las operaci ones. Conclusin: 3) X, probablemente, quera reservar sus tropas. Este es un caso de reduccin debilitada con una premisa, la 1) que es una afirmacin general. La afirmacin 1) se puede deducir de una afir1 macin todava m s general del tipo% las tropas slo se reservan si existen las condiciones para que los soldados no pierdan sus vidas. 3o anali"aremos aqu la reconstruccin de todos los elementos de la logica de la situacin con ma$or detalle. Sobre la ma$ora de ellos nos refenimos a una afirmacin general. 2or e-emplo, si queremos enumerar KS medios que tiene a su disposicin una persona concreta, debemos referirnos, en cada caso, a nuestro conocimiento de que un objeto o situacin 4oncretos, etctera, se puede considerar cuino un medio, en una accin 4Uflcreti La teora de la conducta (cnie - SL%rge de los estudios precursores de 1. 2avlov $ flL L. Cborndi.e) puede ser, para un historiador, una eran reserva de afirmaciones generales sobre los mecanismos de la condueLa Strumental (los mecanismos de as respuestas a los estmulos segn las <' consecuencias de tales respuestas) $ sobre las regularidades del condiciona. miento cl sico (las respuestas, no slo a los estmulos, sino tambin a las seRales). 3os permite subsumir acciones humanas especficas en ciertas le$es que han sido comprobadas empricamente en grado suficiente, $ evitar la referencia a varias generali"aciones corrientes que slo se comprueban en la propia experiencia interna ,civirtase adem s que la teora de la conducta explica cmo se forman tanto los modelos de conducta normales como los neurticos uL 2odemos usar, por tanto, la teora de la conducta para reconstruir las actitudes mentales de personas que actan en circunstancias especficas, con la condicin evidente de reconstruir tales circunstancias adecuadamente $ acumular la ma$or cantidad ele datos posible sobre las experiencias previas de las personas cu$a conducta investigamos. *n otras palabras, ste es un mtodo para descubrir las motivaciones de las acciones humanas. *n nuestro esquema, las motivaciones significan los estmulos que inducen a la gente a actuar (o a abstenerse de actuar). *s evidente que la teora de la conducta slo nos ofrece esquemas de explicacin sumamente abstractos% afirma que ciertos tipos de estmulos provocan ciertos tipos de conducta, segn que una persona concreta (apo$ ndose en su experiencia) sepa que una clase de comportamiento determinada produce algo bueno para l (es decir, una recompensa o la evitacin o reduccin de un castigo, para usar la terminologa de la teora de la conducta). La tarea del liistoriador es describir esos estmulos $ ese sistema de recompensas $ castigos, cada ve", en trminos concretos, para mostrar cmo se convierte un estmulo, proveniente de una situacin externa a la persona, en su accin, por medio de su respuesta (actitud) mental. La teora del materialismo histrico seRala que, respecto a las acciones emprendidas por las clases sociales, el inters de clase es el principal estmulo (motivacin) n *l concepto de inters de clase, que tiene una naturale"a mu$ general, debe recibir siempre su sentido adecuado, $a que, como correctamente nos advierte P. +ula, puede llevar f cilmente a
grandes deformaciones de los an lisis histricos. 4uando se usa como construccin terica explicativa, su uso debe ir acompaRado Ien opinin de este autorI por el conocimiento que el historiador tenga de las recompensas $ los castigos que siguen a determinadas acciones. ,s, tal accin est de acuerdo con los intereses de una clase determinada si 48 posible que acarree muchas recompensas $ pocos castigos para la clase como un todo (es decir, para la ma$ora de sus miembros). La valoraclofl de dichas recompensas $ dichos castigos debe provenir de la experiencia anterior de una clase concreta, $ no del punto de vista de los ob-etivos que el historiador quiera atribuir a esa clase e9 post Tacto. Sin embargo, ha$ que tener en cuenta que la teora de las recompensas $ 1G8 castigos, que se basa en la psicologa conductista, no tiene en coJY8G deracin las acciones orientadas hacia un ob-etivo a largo pla"o. 8. E9plicacin por re$erencia a las disposiciones La discusin sobre la naturale"a de las explicaeiuxies causales, nicia principalmente i] 4. #. OQlempel (cfr. captulo ;&C&) $ que ha durado 4fr. ,. 9ale/.s.i, 4) astoon?cneie3Q UcorP Zac'o ooin, d. ct. ibden, p gs. 1<Q18, Ci piob.m e 18 1 0 cfl c po +n& 1 1 1 ai a orJi, cd. dL, pags. @< $ SS. treiflta aRos, ha quedado desfigurada por la confusin del problema de reconstruir el modelo de explicacin en la investigacin histrica con la pr ctica real de los historiadores, que, muchas veces, se desvan de la situacin modlica. 9uchos autores que recha"aban el modelo de 0empel, por no ser tpico de la investigacin histrica, intentaron oponerle otros mtodos de explicacin causalX que, segn ellos, s eran tpicos. ,s, entre los modelos considerados como tpicos de la explicacin en la investigacin histrica, comen"aron a incluirse la explicacin por referencia a las disposiciones (limitada a la explicacin de una accin emprendida por individuos) $ la explicacin gentica (limitada a la explicacin de sucesos aislados). :n an lisis m s exhaustivo de la discusin nos permite acercar entre s las diversas posturas, aunque slo sea considerando separadamente los an lisis del modelo $ los procedimientos estrictamente empricos, e incluso refirindonos a las afirmaciones hechas por los propios historiadores, cosa que hasta el momento no se ha hecho, $ refirindonos tambin a los hechos que describen. Los hechos muestran que tanto el modelo basado en la referencia a las disposiciones, que no se puede considerar como una cuasiQexplicacin, como el modelo que seRala una relacin incondicional o estadstica entre A $ B, es decir, causa $ efecto, son igualmente v lidos. Si observamos los cambios que tienen lugar en un sistema, nos puede interesar principalmente, un sistema en el cual las interacciones constantes entre sus elementos hagan pasar al sistema continuamente de un estado a otro. ,l hacer esto, permanecemos, como si di-ramos, dentro del sistema, que puede ser un pas (por e-emplo, 2olonia) $ un individuo. ,l investigar dicho sistema llegarnos a la conclusin de que tiene sus disposiciones especficas, $ por tanto, en otras palabras, es susceptible de un cierto tipo de cambios o comportamiento. *xplicamos as los cambios en el sistema por sus disposiciones especficas, o sea, por su estructura. Los historiadores, a menudo, actan de este modo, no slo, como se suele creer, respecto a las disposiciones mentales (estructura mental) ele los individuos, sino tambin respecto a muchos otros sistemas (aunque, obviamente, no todos). *n este tipo de explicacin sera difcil recurrir a la frmula de que un hecho A causa un hecho &, porque la aparicin de & se considera aqu
4omo una transformacin de un estado anterior de ese &. Se puede ver f cilmente que esta explicacin se adapta perfectamente al estudio de los sistemas que cambian de manera continuada. 9 s adelante daremos @ e-emplos. @ ,l investigar un sistema podernos, por el contrario, no estar interesados 8 2or su estructura interna, sino por la influencia de factores externos a ese sistema o de elementos de otros sistemas, es decir, nos interesa establecer relaciones entre los hechos. *n otras palabras, en este caso nos ocupamos de seRalar las relaciones entre diferentes sistemas o entre elementos de difeiQentes sistemas. 2ara mostrar la diferencia entre la explicacin por referencia a las disposiciones $ la explicacin estrictamente causal, veamos los Sigu-efe e-emplos. , la pregunta de por qu fue destruido por el fuego 4ierto pueblo, podernos 4Kfi testar que orquc estaba hecho d ecl1fictos de madera, K 2]`dJ un pirmano haba comenzado el incendio. !el mismo iriKdo, al contestar a la prepon a de por qu oprimi &v n el Cerrible a los bo$ardos, podemos contestar que lo haca porque era cruel, porque su terror iba a traer un fenmeno diferente, el refor"arniento de su estado. <'@
*lemplos parecidos nos los dan las discusiones sobre las causas de las prticiones de 2olonia, donde las partes en disputa seRalan causas internas (interpretadas de diversos modos), por un lado, o factores externos, por otro. *l an lisis de la estructura del proceso histrico muestra que podemos preruntar las causas de ciertos sucesos (o cambios continuos), es decir, estados $ procesos (cfr. captulo A&) teniendo en cuenta diferentes problemas. 3os puede interesar la estructura de un sistema (interpretando esa estructura, segn el caso, corno mental, econmica, etctera) con la intencin de seRalar su susceptibilidad (o no susceptibilidad) a ciertos cambios, o nos pueden interesar aquellos hechos (dentro o fuera del sistema) que, segn ciertas regularidades generales, hacen que las disposiciones de ese sistema hacia ciertos cambios hagan efectivos dichos cambios. *n otras palabras, si nos referimos a la distincin hecha en el captulo 'II en relacin con el estudio de la estructura del proceso histrico, nos pueden interesar los condicionamientos de un nexo causal o las verdaderas causas (directas o indirectas) de un hecho conocido (o sus caractersticas) considerado como el efecto. ,dvirtase, en este sentido, el e-emplo dado por 9. Mloch sobre el al"a de precios en Brancia en tiempos de la Le$, en el que Mloch distingua entre causas $ condiciones% Zoc%siderable de uniformidad econfmica de Brancia, que facilit la circulacion (condicionamiento) SeRalar el 1), el condicionamiento, significa una explicacin por referencia a las disposiciones1 seRalar el '), las causas, es una explicacin estrictamente causal. 0a$ que advertir tambin que, al proponer explicaciones por referencia a las disposiciones, nos puede interesar la estructura del sistema sobre el que se supone que ha actuado una causa concreta. *n otras paiabras preguntamos si un sistema determinado, con probabilidad, desarroll ciertos cambios dentro de s mismo, o si, con probabilidad, desarroll ciertos caflibios en otro sistema. 2or e-emplo, si hablamos de la
agresividad de los vecinos de 2olonia como causa de las particiones de 2olonia, esto quiere decir lo mismo que si habl ramos de la debilidad de 2olonia. *n ambos casos explicamos los hechos por referencia a las disposiciones, seRalando las condiciones, $ no proponemos ninguna explicacin estrictamente causal. que seRale las causas. ,unque el an lisis de la estructura de los hechos da valide" a la expio cacin por referencia a las disposiciones, $a que indica su papel especifico en nuestra adquisicin de un conocimiento de los hechos, sin embargo, corno puede verse por los e-emplos anteriormente aducidos, slo forma parte del procedimiento de explicacin, una parte que, respecto a la bus queda de las causas en el sentido estricto del trmino, puede ser til, < incluSo, en algunos casos, indispensable. Los historiadores, muchas vc44s sr iitC)itan en sus eaplicacioucs a las referencias a las disnosicioneQ1, cSpcJ calmente cuando las indican corno causas del comportamiento dr lKS sduos *n ci modelo psicolgico de explicacin, que predoniin en Ya 11G vestigacin histrica durante mucho tiempo $ que todava tiene algiiK8 1 seguidores entre los historiadores que se guan por el \[sentido comn6 m s que por el conocimiento cientfico, las referencias a las disposiciones, $, por tanto, la indicacin de caractersticas como la ambicin, la exigencia, la bondad, la perversin, etctera, bastaba para explicar el comportamiento de un individuo concreto. Sin embargo, ha$ que subra$ar que, en una explicacin plena de las acciones de un individuo, sus disposiciones mentales (formadas segn su experiencia anterior) deben ser tenidas en cuenta, a pesar de que la indicacin de las disposiciones no significa un descubrimiento de las causas S *n la literatura metodolgica la explicacin por referencia a las disposiciones (llamada racional por P. !ra$) se considera como un tipo no causal, aparte, de explicacin histrica, que se basa en el supuesto de que los estados mentales de los individuos no se interpretan como hechos o procesos, como causas, por tanto (2. #ardiner, #. N$le), o como una variedad de explicacin causal que no sigue el modelo cl sico de 0empel (es decir, la referencia a las le$es, efe. P. !ra$) 'G, o como una variedad que se puede reducir a ese modelo (4. #. 0empel, P. 0. Palsh). La postura de este autor es la siguiente% las explicaciones por referencia a las disposiciones se consideran como un tipo especial de explicaciones, que no es caracterstico de la investigacin histrica solamente, $ que entra dentro del procedimiento de explicacin causal1 es una parte, $ no una variedad, de este ltimo. *ste autor sostiene que la opinin de que la explicacin por referencia a las disposiciones se puede reducir al modelo general de explicacin, corresponde m s bien a lo que se hace realmente en la investigacin histrica, lo cual no significa que la explicacin por referencia a las disposiciones sea satisfactoria. *n vista de lo anterior se asegura que, en las explicaciones por referencia a las disposiciones, nos referhros tambin a ciertas le$es que afirman que determinadas disposiciones (no slo las mentales, $a que no nos ocuparnos slo de las acciones humanas), en circunstancias especficas, producen (siembre o normalmente) 4iertos estados en clases de ob-etos concretas (no slo en los seres humanos). P. !ra$, al anali"ar el e-emplo de N$le sobre el cristal roto, dice que la afirmacin% 1) 5*l cristal se rompi cuando lo golpe la piedra6 se puede reducir al modelo de 0empel 5porque siempre que una piedra golpea un cristal, ste se rompeS 2ero la afirmacin% ') ]*ste autor, sin embargo, no comparte la opinin de #. *v&e, que asegura tfl 6'e 4oncc7@t o$ ,md, cd. cit., p g. 11D) que los estados mentales (motivos)
1G se pueden considerar como hechos o procesos, ni por tanto como causas tros hechos determinados. *n este sentido, #er P. !ra$. La s ond E9pio= S@ Q7 tau cd cK 1seS 1G1 3-M s @G 166 N1 tui t ( do i 1\ #t &t r K [it s en SS b&t s toe BuSlo\ e \ah 1 sol iii ilion -i SeS u \S tti 3 URe 1)111S8G 33) E333 S t"zc Pi lo lis nf ScSeSi sol 11 niS 19, 1962, nr. 22. \o qoS lo di )Kt K GS1G8 Son coSJ S1 1S 1 8 nLS (8 1SS 88 de las G cSonc [1 Sn s (cf LK: ai CN pJnnc Xn oN Ulisio, psi lSl 1 i'1 nhrc 1 \ ant 1fl4S necesarias, ser las secciones posteriores en este captulo. [\*l cristal se rompi cuando lo golpe la piedra porque es fr gil6 no se puede interpretar del mismo modo, porque la explicacin por referencia al hecho de que el cristal sea fr gil no significa nin
guna referencia a una le$. !ra$ aRade, sin embargo, que nos encontramos aqu con una referencia a una generali"acion explicativa que es como una le$ '1 *n opinin de este autor Ro ha$ una diferencia esencial entre la referencia a las le$es en el primer caso $ en el segundo% en la explicacin por referencia a la fragilidad del cristal suponemos t citamente que 5los ob-etos fr giles se rompen cuando los golpea una piedra6. La operacin consiste en incluir el cristal dentro de la clase de los ob-etos fr giles (es decir, los ob-etos que son f cilmente rompibles). Se puede ver f cilmente, sin embargo, que en el caso '), es decir, en la explicacin por referencia a las disposiciones, el golpe de la piedra en el cristal debe ser tenido en cuenta, dentro del ra"onamiento, como un todo. Si di-ramos slo que el cQistal se rompi porque era fr gil, tendramos que clasificar esa afirmacin como inaceptable, incompleta, $ con poco que ver con la explicacin. *sto muestra claramente que la explicacin por referencia a las disposiciones, aunque sigue el modelo general de 0empel, que refle-a las regularidades dominantes en el mundo, no abarca el nexo fundamental entre causa $ efecto. !ra$, que, en general, acepta que la explicacin por referencia a las disposiciones se puede comparar con el modelo de 0empel, no extiende su afirmacin, sin embargo, hasta el punto de abarcar los procedimientos usados por los historiadores que, despus de todo, se ocupan de las disposiciones humanas. !ice que, si un historiador explica el comportamiento de una persona en el pasado por su ambicin (porque era ambicioso), est prestando atencin a una caracterstica posible de un individuo, mientras que la fragilidad es una propiedad general del cristal. Su crtica nK viene al caso, porque podemos averiguar, como hacen tambin los psicKlogos, qu respuestas est n relacionadas normalmente con determinadas disposiciones de los seres humanos. *s cierto que no todos los hombres son ambiciosos, pero la relacin entre la ambicin $ ciertos tipos de conducta, como han averiguado los psiclogos, es de naturale"a general. !espus de todo, no todos los cristales son fr giles, $a que existen muchas clases de cristal refor"ado. *n cuanto a la ambicin como disposicion humana, tenernos que establecer, en primer lugar, si una persona concreta fue ambiciosa, si es que queremos sacar conclusiones adecuadas del hecho. !el mismo modo, cuando nos encontramos con un cristal roto, debemos averiguar, primero, si es una clase de cristal f cilmente rompible. Si resulta que el cristal no era de un tipo fr gil, $ a pesar de todo, fue rotK,
nK podemos decir que su fragilidad fue la causa de que se rompiera. *n tal caso, no bastara, seguramente, que hubiera sido golpeado por una piedra. 2or tanto, respecto a los ob-etos inanimados $ a los seres humanos nKS encontramos con varias diferencias de grado% puede ser que un ser humano tenga m s disposiciones individuales (es decir, disposiciones que no sKfl caractersticas de todo ser humano) que un ob-eto inanimado. 2ero podemKS decir que, en nuestras explicaciones, nos referimos a la clase de las persKniS ambiciosas del mismo modo que nos referimos a la clase de los ob-rt hechos de cristal rompible. *sto no cambia ci hecho de que, dcsde algofl otro punto de vista (por e-emplo, la resistencia al calor), los ob-etoS cristal puccien constituir una sola clase (lo ene sirniticara que todG8 los 'i P. !ra$, op. cit., p8g. 7<8. 1 ob-etos de cristal son resistentes al calor, es decir, slo ha$ una clase de cristal por lo que respecta a la resistencia al calor). *n nuestra interpretacin, la explicacin por referencia a las disposiciones no equivale a su concepto tal como lo encontramos en la literatura de la materia, por e-emplo, en 2. #ardiner. *n nuestro caso, no se limita a una explicacin de los motivos de las acciones humanas, $ afirmamos que es una clase dentro de un procedimiento general en el an lisis de las causas, que puede incluirse en el modelo de 0empel. ,dvirtase adem s - que la explicacin por referencia a las disposiciones (en el sentido de estados mentales) no agota todos los tipos de explicacin de las acciones humanas. 7unto a las explicaciones por referencia a los estados mentales (cu$o alcance es mu$ limitado para el historiador actual, $a que slo indican una relacin, que puede resultar tener mu$ poco inters), las acciones emprendidas por los individuos se pueden explicar, como se ha mencionado anteriormente, por la reconstruccin de la lgica de la situacin, $, en particular, la reconstruccin de los ob-etivos (humanos). Si decimos que !israeli atac a 2eel en el 2arlamento en 1E<? porque (!israeli) era ambicioso, no agotamos as las posibilidades de explicar la accin de !israeli. 2odemos intentar, como deben hacer las historiadores, reconstruir el ob-etivo de ese - ataque. *n esta explicacin m s completa el factor ambicin -ugar un papel secundario. *n las explicaciones por referencia a las disposiciones, la inferencia sigue este modelo% 2remisas% 1) La ambicin suele hacer que una persona sea agresiva. ') !israeli era ambicioso. 4onclusin% D) La actitud agresiva de !israeli ($, por tanto, su ataque a 2eel) estuvo causada (probablemente) por su ambicin. 3o nos importa aqu si la le$ establecida en 1) se a-usta a los halla"gos de los psiclogos1 lo que nos interesa es el esquema de inferencia que, cKrno podemos ver, es de deduccin debilitada, que se refiere a una le$ de naturale"a estadstica. A. El procedimiento general de e9plicacin ca sal. ,odelo de Hempel 4on relacion al modelo de 0empel (que hemos tratado mas amplia mente en el capitulo ;&&&) podemos distingun estas posturas 1.) '1 D) ,ceptamos que su modelo slo se puede aplicar a la ciencia natural (donde no se anali"an las acciones humanas1 en la investigacin histrica no ha$ ninguna explicacin
causal)1 ,ceptamos que ha$ una unidad fundamental del mtodo de explicacin en las diversas ciencias, lo cual implica una posibilidad chi mtcrprctar lar1 explicaciones caumles en la investigacin histrica de acuerdo con el modelo de 1Q1 impel ,ceptamos que es posible bablcr sobre rl modelo de 1Qlempel ci relacin con la irvestinacin histrica, pero su modelo debe ser modincado (en rieneral, o slo en ci ecco de las explicaciones histricas)1 <) ,ceptamos que los historiadores proponen explicaciones causales, pero que rio lo hacen de acuerdo con ningn modelo que se refiera a las le$es (o no lo hacen casi nunca), es decir, no lo hacen segn el modelo de 0empel. La postura 1) slo la defenderan los intuicionistas, quienes, en cuanto a la explicacin de las acciones humanas, son promotores del mtodK de la comprensin por empata, $ no por una reconstruccin de los ob-etivos. Uuienes discutieron sobre el modelo de 0empel se ale-aban, en la ma$ora de los casos, de ese tipo de metafsica. La postura '), defendida, entre otros, por 2opper $ 0empel, supone que el modelo es una ideali"acin s i generis de la pr ctica real de expli cacin. 2or e-emplo, como dice 0empel, los historiadores no se refieren explcitamente a las le$es, pero las aceptan entimem ticamente. 2or eso, las explicaciones en 7a investigacin histrica, aunque pueden interpretarse como procedimientos que siguen el modelo deductivo, deberan denomiflarse m s bien esbo"os de explicacin. 0enspel menciona tambin los esbo"os casiQexplicativos, que ni siquiera ofrecen una indicacin sobre dnde ha$ que buscar las le$es implicadas. La postura D), representada, entre otros, por 9. Scriven, tiene mas en cuenta la pr ctica real. *n primer lugar, presta atencin a la naturale"a de las le$es a las que se refieren los historiadores ($ no slo los historiadores) en el proceso de explicacin. 3o son (o no slo son) le$es incGfl cionales (le$es basadas en una condicin suficiente), sinG tambin le$es estadsticas (que llevan a conclusiones que son slo probables, $ rio se4:ras, como en el caso de la deduccin). ,dem s, los historiadores se refie muchas veces a ciertas afirmaciones generales, pero que no tienen la categora de leves cientficas1 son verdades incontestables en forma de afirrn ciones sobre las relaciones (5frases normativas6, segn las llama 9. Scio ven) '' o 5generali"aciones restringidas)S (3. Nescher, K. OQlelmer, $ Gt1os), $ otros nombres por el estilo. ,. !anto supone que los historiadores se refieren a leves, pero que esas le$es son de naturale"a bastante especl -. #. N$le introdu-o la modificacin (que tambin aprueban otros) de que los historiadores no deducen la causa a partir de la con-uncin del efecto $ las le$es, sino que deducen el efecto apo$ ndose en ciertas reglas 1Ggicas de acuerdo con las le$es 2" Su opinin puede criticarse por la oscur1d del concepto de \[acuerdo con las le$es6. *n ltima instancia, la int4r2 tacin de N$le es, en cualquier caso, digna de incluirse en el esqucfl] de inferencia, es decir, el modelo de 0empel. La postura <) se puede interpretar de modo menos o m s iaca *n el primer caso se hace una distincin entre la explicacin causal en La explicacin de +. 2opper sobre la primera particin de 2olonia p:4 servir censo un buen e-emplo. *scribi que 5Si explicamos, 2or e-emplo, 7a 1QJ. osera divisin de 2olonia en 1@@' sedalando que era imposible resistir 7a combinada de Nusia, 2rusia y ,ustria, entonces estamos usando t citameiatc >.,,> le$ uro al LS S mmo Si de doJ, e-eicitos que esten lgualrn, He oiLSS 7 iris > ilihidus, uro 1 rescriCK tremenda superioridad CTS hombres, el otro la listoria, basada en las referencias a las le$es, $ la explicacin sin referencia a las le$es. *sta opinin es mantenida, como sabemos, por 2. #ardiner, que distingue entre
explicacin por la lgica de la situacin $ explicacin causal. La postura radical niega cualquier relacin entre el procedimiento de explicacin en la historia $ las le$es, de modo que un historiador traba-a completamente sin le$es 2 *ste autor recha"a las dos posturas extrensas, es decir, 1), $a que no se puede poner de acuerdo con una interpretacin cientfica de la explicacin, $ la versin extrema de <), que difiere de lo que hacen realmente los historiadores. ,cepto por tanto el esquema de 0empel como modelo de explicacin en la investigacin histrica. 0a$ que admitir que, en la pr ctica, nos encontramos m s bien con esbo"os de explicacin, con referencias latentes a las le$es, aunque tambin se pueden encontrar casos de explicacin cl sica. 0a$ que hacer dos observaciones sobre la naturale"a de las le$es a las que se refieren los historiadores (explcita o entimem ticamente). *n primer lugar, si consideramos la cuestin desde el punto de vista de la metodologa normativa, podramos expresar el deseo de que, a medida que el conocimiento no basado en fuentes de un historiador - ampla sus explicaciones, se refiera a afirmaciones generales a las que se pueda otorgar la categora de autnticas le$es cientficas. Si interpretamos de este modo el problema, podemos aceptar el modelo de 0empel como algo que corresponde plenamente a la estructura de la investigacin histrica. *n segundo lugar, se deduce de la pr ctica real de la explicacin en la investigacin histrica que las le$es autnticamente cientficas no suelen sub$acer en las explicaciones histricas. *n el caso de una gran parte de las explicaciones no sera necesario, despus de todo, referirse a tales le$es autnticamente cientficas, $a que podemos extraer fundamentos de un conocimiento corriente. 2or tanto, tenemos que estar de acuerdo con los que sefialan el hecho de que los historiadores hacen un uso [\descuidado6 de las le$es a las que se refieren, 1G cual, sin embargo, no describe como tal toda la invesligacin histrica, sino que, corno mucho, arro-a lu" sobre su estado actual, 2or lo que respecta a algunas tareas de investigacin. - 3uestras observaciones, basadas en an lisis de estudios hechos por historiadores polacos $ extran-eros, nos hacen llegar a la conclusin de que, al recurrir a las explicaciones causales, los historiadores, en la ma$ora de los casos (aunque no lo hagan explcitamente) se refieren a% 1) Nelaciones que son condiciones suficientes1 ') Nelaciones que son condiciones necesarias1 D) Nelaciones que son a la ve" condiciones suficientes $ necesarias1 <) Nelaciones que indican un elemento de una condicin suficiente (una condicin que es necesaria en una situacin concreta). *l conocimiento de esas relaciones puede adoptar la forma de le$es cientficas1 de afirmaciones que slo cumplen formalmente las exigencias 2lanteadas a l%ss1 leS,JJ,, pero que ro infieren de 1(18 resultados de la flvesiioa<-i>,u (nlirXnaeiunes que aspi rau a ser &cees, afirmaciones parecidas le$es)1 $ dcaiirinaciorses genecaics eco naturale"a de frases normativas LSeiQNeu ) *s ta-Qea (le la neiodoao confirmar esa variedad de formas. 25 4&r P. !snv, Los (20(1 ExpIa,iotio>s jis E1is!oi, ed. nt., pg. 8@. <DD ,ntes de proceder a hacerlo, este autor querra ampliar el modelo deductivo de 0empel en un punto. *s importante para los historiadores que ese modelo abarque tambin las referencias a las le$es estadistacas. Fa que, frecuentemente, al explicar alguna cosa, no llegarnos a una conclusin segura, sino slo a una probable. *l mismo 0empel (en sus
otras obras) distingua la explicacin inductiva del tipo% 2remisas% 4asi todos los C son #, x es un C. 4onclusin% 4asi con toda seguridad (con gran probabilidad) x es un #. *ste es el ra"onamiento (la inferencia) que hemos llamado deduccin debilitada '? 2rocedamos ahora a tratar el modelo $ sus supuestos. *n general, un historiador tiene mu$ poca oportunidad de averiguar las relaciones causales reales, pero debernos prevenir a los lectores de que ni siquiera ese mtodo le protege contra la posibilidad de llegar a conclusiones que slo aparentemente sean ciertas. 2ara usar una met fora, una causa no puede ser 5cogida in $ragantiN. 3i siquiera en las situaciones m s simples $ que, aparentemente, pueden observarse por completo, podemos tener la certe"a de un nexo causal presumiblemente indudable. Codos recordamos situaciones, descritas en las narraciones de crmenes, en las que resultaba que una persona no haba muerto por un golpe en el cr neo (aunque esto fue contemplado por unQ testigo ocular que estaba dispuesto a -urar que la muerte haba sido causada por el golpe), sino que mora de un ataque cardiaco que haba precedido en algunos segundos al golpe. Q*n la ma$ora de los casos, nos aprovecharnos de esa pequeRa oportunidad, $ podernos, de todos modos, llegar a resultados interesantes *l procedimiento usado se puede reconstruir en trminos mu$ generales del siguiente modo% 1) 3os referirnos a la le$ del condicionamiento general como base de la afirmacin de que los hechos se rigen por regularidades (confrntese captulo A&), para llegar a la conclusin de que determinadas regularidades gobiernan la secuencia de los sucesos. Son la ra"n de que los sucesos del tipo A sean siempre (o norma1men si se trata de tina regularidad estadstica) seguidos por sucesos del tipo &. ') Se deduce, por tanto, que, para explicar causalmente un hecho histrico (simple o comple-o), es decir, para enla"ar ese hecho cofl otro, que se interpreta como causa del primero, tenemos que refa rirnos (t cita o explcitamente) a una regularidad, o una serie de regularidades, que estable"can que los tipos de hechos est n condicionados mutoamante. 4omo. segn sabemos, las flrr' ciones sobre las regularidades se llaman le$es, tenemos que rec cienos a le$es que establecen ciertas regularidades. ti t en f ni ci ni de Li m d ti -ili t o en u lo dc 1:81 1 G en 9. Mrodbec., Mionesota St ndie,L U glic P'zlosopliy o$ %cience, VOl. C 1. ,s es corno 0empel se acerca al problema. *scribe que 5La explicacin de que ocurra un suceso de una clase especfica E en un lugar concreto $ en un tiempo concreto consiste, corno se suele expresar, en indicar las Qcausas o los factores determinantes de E. La afirmacin de que una serie Qde sucesos Idigamos, de las clases C1, C2,..., C han causado el suceso que ha$ que explicar significa afirmar que, segn ciertas le$es generales, una serie de sucesos de las clases mencionadas, que suele ir acompaRada Qdel suceso en cuestin, est formada por% 1) :na serie de afirmaciones sobre la aparicin de ciertos sucesos /3,..., C, en ciertos lugares $ momentos1 ') :na serie de hiptesis universales, de modo que a) las afirmaciones de ambos grupos son ra"onablemente confirrnadas por la evidencia
emprica1 b) de los dos grupos de afirmaciones se puede deducir lgicamente la frase que afirma la existencia de un suceso E. 5*n una explicacin fsica, el grupo 1) describira las condiciones iniciales $ lmites para la existencia del suceso final1 generalmente, diremos que el grupo 1) establece las condiciones determinantes (bastardilla de 0empel) para el suceso que ha$ que explicar, mientras que el grupo ') contiene las le$es generales en las que se basa la explicacin1 implican la afirmacin de que, cuando aparecen sucesos del tipo descrita en el primer grupo, tendr lugar un suceso del tipo que se va a explicar6'@. *sto signi Q%fic que la afirmacin sobre el suceso que ha$ que explicar se deduce lgicamente de la con-uncin de afirmaciones sobre todos los sucesos nteripretados como causas $ todas las le$es. *n una notacin simblica, el moelo se puede presentar as% ondc e es una afirmacin sobre el explicando (efecto), L3, L,, .... son e$es (parte de la explicacin), e, C, cm son afirmaciones sobre las causas (es decir sobie las condiciones mnieia1es en otrus palabras la segunda d2arte de la explicacin). La secuencia L3, LE L debe tener por lo menos fl trmino. *l historiador, al conien"aiQ su investigacin, slo conoce e por sus f:entes (es decir. una afirmacin sobre el efecto), $ plantea una pregunta SKbre e1,..., e,,, (es decir, afirmaciones sobre las causas). 4omo muestran loS piocedimientos seguidos en la piactiea puede tomai dos rumbos 1) Nelaciona e (la afirmacin sobre el efecto) con e3 e,,, (las afir1 naciones sobre las causas) porque sabe, a partir de su conocimiento no bosado en fuentes, que e est dentro de una clase fi (en smbolos% e (- *) $ Otun la clase de atirmaciones pd cc puede relacionar sieinpi e con la clase de afirmaciones fi (fi ,... L,)% es decir, /. ? - 7i cincel, 6i=re Concioi of general laos ; "lisiori;, ed. dL, id5, 545745 que L es una condicin suficiente de E 0LdE) o que L es una condicin necesaria de E ( LdE). ') , veces no se puede referir a ninguna le$ general o a ninguna que sea suficientemente precisa. *ntonces debe buscar por s mismo esas relaciones generales. *sto se hace por medio del mtodo comparativo% a) se formula una hiptesis de traba-o sobre la relacin c1,..., b) se pone a prueba, compar ndola con otros datos (qui" s de otros territorios) para asegurar que tambin en otros casos e se puede inferir de c1,..., Cm. *n este procedimiento, la explicacin causal consiste, simult neamente, en afirmar la relacin de valor m s general (qui" una le$ en el sentido estricto del trmino). *ste procedimiento fue usado, por e-emplo, por 7. Nut.o/s.i, cuando investig las causas del desarrollo de la economa seRorial $ de servidumbre. ,nali"aremos este e-emplo m s tarde. *s evidente que, en ltima instancia, ambos procedimientos significan una explicacin de acuerdo con el modelo de 0empel. 2ero en la pr ctica, la situacin seRalada por el modelo no tiene lugar siempre, porque la explicacin nos lleva pocas veces a la conclusin de que a es una condicin suficiente de b. :n an lisis de los procedimientos de investigacin realmente usados muestra que los
historiadores establecen relaciones condicionales o incondicionales entre los hechos. 2or tanto, para averiguar lo que quieren decir al usar el trmino 5causa6 (5factor6, etctera), tenemos que ver, si una afirmacin dada es lo suficientemente clara '8, qu clase de relacin causal relaciona los hechos que, segn ellos, son tales que uno de ellos depende del otro. *xplicaremos, en primer lugar, algunos conceptos fundamentales. 1) A es condicin s $iciente de & quiere decir que siempre que aparece A, & aparece tambin. *n interpretacin estadstica% la probabilidad relativa de & respecto a A es igual a la unidad 0PT&JAW) ') A es una condicin necesaria de & significa que & aparece sol< si A tambin aparece1 en otras palabras, & nunca aparece si 7i no aparece. *stadsticarnente% P0&JA)R^<. D) A es condicin suficiente y necesaria de & signflca que & aparece si y slo si aparece A. *stadsticarnente% P0&JA)^l $ P0&J;A)4 <) A no es condicin ni necesaria ni suficiente de *, pero es un coinponente necesario de una condicin suficiente. *n otras palab8J es una condicin necesaria en una situacin dada. Las frmulas est` dsticas son combinaciones de las que hemos mencionado, ten1e] en cuenta otras condiciones u otro componente de la condino11 cuestin. ,s, A, en una situacin concreto, es condicin ncc a&i c7e 1] si los otros componentes de esa situacin (sin A) no hastu, para clic ocuria *. !e aiGGG m s prccso, .<, en una sitnaciofl 8 C eL iK se os en e \s eTplie 0 i es e su les que 1 e 1 1) 0 1 1 1 1 S1 8 P @ <.- 1 es una condicin necesaria de &, o un componente necesario de una condicin suficiente de & si% a) & aparece siempre que A $ A aparecen -untos1 b) ni A sin A ni A sin A bastan para que apare"ca B. 8) A es condicin favorable a & 0PT&JAW > PT&J;=cAW) si A no Us condicin suficiente ni necesaria de & ni es necesaria en una situacin dada, sino que slo es un componente (no necesario) de una situacin A que est envuelta en una condicin que es necesaria en una situacin concreta. 0a$ que advertir, respecto a 1), que si A es una condicin suficiente, pero no necesaria, de &, esto significa que ha$ otras condiciones (alternativas) que son suficientes para que & apare"ca. Si decimos que siempre que llueve se mo-a la carretera, esto no exclu$e afirmaciones del tipo% siempre que traba-a un camin de riego, se mo-a la carretera, etctera. !el mismo modo, la afirmacin de que, normalmente, si uben los impuestos, la gente est descontenta, no exclu$e la afirmacin de que, normalmente, si los precios suben, la gente est descontenta, etctera. *n cuanto a ') dA es una condicin necesaria pero no suficiente de &d ha$ que advertir que ha$, por lo menos, una categora de sucesos que, -unto con A, constitu$e una condicin suficiente de &, de modo que un suceso de esa categora es un elemento necesario de &. S. 3o/a. la llama la categora de los sucesos complementarios '>L 2or e-emplo, tener armas adecuadas es una condicin necesaria para la victoria en una batalla, pero no basta para lograr el ob-etivo. La condicin de tener armas adecuadas se puede complementar con condiciones como un nmero apropiado de soldados, la gran calidad del mando, la buena moral de las tropas, provisiones adecuadas, etctera. 2odemos intentar averiguar cu les de stas $ otras condiciones complementan a la condicin necesaria mencionada hasta crear una condicin suficiente para ganar una batalla. 2reguntamos si una batalla se gana siempre que un e-rcito tiene armas
adecuadas $ un nHmero de soldados apropiado. La respuesta es negativa, $a que sabemos que no siempre es as. ,Radimos entonces la condicin de un buen mando, aRadirnos otras condiciones, $ qui" quitamos algunas de ellas, $ as nos acercarnos gradualmente a la afirmacin del tipo% una batalla se gana siern Qpr que se satisfacen las condiciones a a6. 2uede verse f cilmente que de este modo hemos llegado a una afirmacin que formula una condicin a la ve" necesaria $ suficiente. *sto 1 Significa que una batalla se gana si $ slo si se satisfacen las condiciones a1 a,, ,si hemos llegado a una exphcacion me-or de D) <) tambin requiere algunas explicaciones. *s m s comple-o que los conceptos 1), ') $ D), que, alternativamente, valen para la explicacin por referencia a las disposiciones o para la explicacion estrictamente causal *l concepto de condicin que es necesaria en una situacin dada, que 2tanto se acerca a las explicaciones histricas, abarca simult neamente los dos tinos de explicacin mencionados antes. lina condicin que es neceSaria en una situacin 7ada seRala tanto la estructura de un sistema (situacin ciada) corno un factor nue es, en cierto modo, estcrno a es sistcma. sto ocurre, por e-emplo, con la afirmacin ele que en la sitsoscin de 2Gloiiiacn el siglo srm (es decir, la de un estado que era dbil poltica ] 4fr. S. 3o/a., %t dia z nietodologii 00174 p4(eczi2#c,;z, cd. ch., p gs. DQiKD. $ econmicamente $ estaba rodeado por estados cu$a fuer"a estaba creciendo), las tendencias agresivas de los estados vecinos fueron la causa de las particiones. *s de conocimiento general que un estado no cae siempre que, ni slo si, sus vecinos son agresivos. 2olonia ca$, cuando se convirti en ob-eto de la violencia de los estados vecinos, porque como estado era dbil. 2ara describir me-or la condicin favorable 8) volvamos al e-emplo de las condiciones para ganar una batalla. ,l anali"ar las condiciones antes mencionadas en ese sentido, encontramos algunas que no clasificaramos como suficientes ni como necesarias. Cener armas adecuadas puede considerarse como una condicin necesaria (un e-rcito slo puede ganar una batalla si est adecuadamente equipado, lo cual no quiere decir que, si est adecuadamente equipado, siempre ganar )1 lo mismo se puede decir sobre un nmero apropiado de soldados. 2ero podemos tener dudas sobre si una alta calidad del mando (evidentemente, me-or que la media, o satisfactoria), buenas provisiones, etctera, son condiciones necesarias para ganar una batalla. *s sabido que las batallas no slo se han ganado cuando el mando del bando vencedor era particularmente bueno, la moral de las tropas mu$ alta, o las provisiones buenas. La influencia de esos factores (si se establece su aparicin) en la victoria de una batalla est fuera de duda, aunque podemos estar convencidos de que algunas batallas se habran ganado sin ellos, de todos modos, a pesar de que la victoria adoptara una forma algo diferente. 4omo puede verse, las condiciones favorables son componentes de A que no son necesarios para que ocurra &. *n una situacin A, dichas condiciones pueden no existir, $ aun as ocurre &, aunque de una forma un poco distinta a la que habra tenido si se hubieran dado esas condiciones. ,s, aunque no son necesarias para la aparicin de un suceso concreto como tal, sin ellas ese suceso sera algo diferente. *n este sentido, las condiciones favorables tambin son necesarias. 2or tanto, las condiriones favorables, igual que las que son necesarias en una situacin dada, est n relacionadas con esa situacin. *n una situacin diferente, podran traba-ar de modo mu$ distinto (por e-emplo, la diversa influencia de las malas cosechas en los ingresos de un capitalista $ en los de un productor feudal).
,dvirtase tambin que todo suceso tiene sus condiciones suficientes F necesarias. *sto significa que los sucesos (hechos) se consideran, en esta interpretacin, slo como elementos de ciertas clases. Si acept ramos que los hechos histricos son absolutamente nicos, no tendramos posibilidad de relacionarlos con ninguna condicin necesaria o suficiente. Las le$es formuladas en trminos estadsticos indican que no conocemos plenamente esas condiciones, o que somos incapaces de formularlas de otro odK, a causa de la estructura de los hechos. 2or ltimo, surge una cuestin, en qu condiciones podemos hablar de una explicacin (relativamente) completa de un hecho histrico, o Ufla regularidad histrica. Se deduce de lo que hemos dicho anteriormente en este libro que una exolicacin as debera satisfce al neo dos conda clones, que ha$ que tener en cuenta% 1) a no iiJaic"K sub-etiva $ oh1ctva (lKY proceso histrico1 ') La cstruciura -er rquica de los hechos, *n el primer caso, lo importante es que una explicacin debe abarcar las acciones humanas (guiadas por ob-etivos sub-etivamente fi-ados $ el conocimiento del mundo por parte de los agentes, conocimiento basado en el principio de ra"onabilidad) $ los resultados, en gran medida impensados, de dichas acciones (el proceso histrico). ,s, por e-emplo, si preguntamos - por que el sistema seRorial $ de servidumbre se desarroll en 2olonia en una epoca determinada, necesitamos una explicacin en trminos de procesos histricos. Cal explicacin no nos dice, sin embargo, por qu el pueblo (la clase media polaca, en el caso mencionado) actu como lo hi"o, lo cual dio lugar al nacimiento del sistema econmico relatado. Slo la relacin cntre ambos tipos de explicacin nos puede dar un conocimiento suficientemente amplio de la cuestin. 2ero en la pr ctica los investigadores se suelen conformar con un intento de explicacin de uno u otro tipo, sin pretender relacionar los dos tipos. Nespecto a la segunda condicin, la cuestin es que las explicaciones del proceso histrico $ de las acciones humanas deberan tener en cuenta, del modo m s pleno posible, la secuencia de regularidades, causas primarias, $ hechos que son condiciones iniciales (causas directas), es decir, las relaciones $ los hechos unidos, como ha mostrado L. 3o/a., por la relacin de concrecin. *n dicha cadena de concreciones, los la"os m s cercanos al hecho que se est explicando at Ren a las estructuras m s externas de los hechos, mientras que los m s le-anos del hecho ataRen a lar estructuras m s profundas. *sto lo muestra L. 3o/a.D] en una notacin simblica% 6k 6M=3 . . 6; 6H L E, donde P representa las condiciones iniciales del teorema 6H, E, la afirmacin que ha$ que explicar (explicando), 6k, la le$ implicada, 6k.l a 6;, las concreciones sucesivas de la le$ ideali"adora 6k, e la relacin de concrecin, =T , la con-uncin de c lculo de frases, $ L la consecuencia lgica. *l hecho al que se refiere el explicando puede considerarse Icomo bien subra$a L. 3o/a.I como explicado slo cuando los factores secundarios $ primarios que causan su aparicin est n establecidos. Se puede ver f cilmente que el modelo anterior de explicacin es una ampliacin s i gen eris del modelo de 0empel. 4onsiste en especificar una secuencia de le$es del modelo de 0empel 0L3, LE,..., L) como una secuencia de le$es unida por la relacin de concrecin. *sto, por supuesto, se relaciona con :na interpretacion concreta del mundo real 2. E9plicacin por indicacin de las condiciones I e son a la #ez s $icientes $ necesarias Las explicacione completas por medio de la indicacion de las condi 4iones que son a laQ
ve" suflcientes $ necesarias son poro frecuentes en la historiogiQafa . :na de ellas, ofrecida por 7. Nut.osvs.i (historiador ocon SK7Co1s,a. Zasad# mar.sistonJs.ic- fi/oaofii nonJsi (2rincipios de filosofa rna T
mico polaco Z1EE?1><> menc'ionado en ocasiones anteriores), merece ser mencionada como e-en8 buscar las causas del desarrollo de la economa de seRoro $ ser en la epoca moderna en la region al este del *lba, Nut.oPS.i an a8 circunstancias que bastan para el desarrollo de las eran-as seRoriald cXD mano de obra formada por siervos. Necha" como iosible causa la facilidad de venta del cereal, porque 5la facilidad de vender cereales no pasta lXara que se desarrollen las gran-as seRoriales basadas en el traba-o rxil6 [' 2or las mismas ra"ones dcsech las exportaciones de cereal a i8e8 le-anos, 5porque en *uropa Kccidental haban existido reas bastante grand8 que exportaban cereal a centros urbanos remotos, como MretaRa F la [regin de Krleans en Brancia, Sicilia, ,pulia $ las 9arcas en &talia, en las que no se desarroll la servidumbreSJ. BinalQ merite, tambin clesech la 4Kfllversin de la antigua milicia feudal en tropas mercenarias, lo cual d1a falcilitar que la clase media reorgani"ara sus propiedades, porque 5i glarfl-as seRoriales basadas en el traba-o servil no se desarrollaron en [X2a Kccidental, donde tuvo lugar ese cambio en la organi"acin del e-ercitcG6 4omo puede verse, ninguna de las circunstancias mencionada anter'-ormente era suficiente, por s sola, para que se desarrollara la econ4m S4Roria& $ de servidumbre, $a que conocernos situaciones en las que mlssmas circunstancias existan, pero en las que no se desarroll dicho tipo 8de sistema agrario. 4omo resultado de sus estudios comparativos, Nut.oT,8i, lleg a la conclusin de que slo la concurrencia de un bue2 4Sado para el cereal $ un agravamiento de las condiciones de servidui8ibm 0g2e$iae adscriptio, restriccin de los derechos del campesino sobre la tiema, $ ma$ores prerrogativas -urisdiccionales de los propietarios de las tierras8) bast para el surgimiento de las gran-as seRoriales basadas en el traba7G servil, $a que, siempre que se daban esas circunstancias, se desarGlba este tipo de agricultura. *n el an lisis de casoG Nut.o/s.i escribi que, mientras que la facilidad de vender el ceieal m s la servidumbre bastaban para que se desarrollara la economt mGrial $ de servidumbre, cada uno de estKS factores es necesario p2 4& 4desarrollo de tal economa. 5La facilidad de vender los productos ag24G >, escribi, 5es una condicin necesaria para el nacimiento de gran-c8 g1an(18S,, $ aRadi que 5para que se desarrolle una gran-a seRorial ba2a, 4m el traba-o servil es necesario que exista ia otra de las dos co iKfl4es mencionadas antes, es decir, un agravamiento de las condiciofS de servidumbre6 n *sto significa que sJ F sollG si, es f cil vender grandes cantidades de cereal, # si existe la se2imbbre, se desarrolla un sistema agrario basado en gran-as seRoriales ql.iJ 4ifl2l,lean mano de obra servil. *n la explicaci1 anterior, 7. Nut.o/s.i eslDec1fic las circunstancias, o las condiciones G444 sanas, para que ocurrieiJt el S:liceso en cuestin, es decir, el desarrollo de la economa seRorial $ de servidurnbre Cambin formul la condicin suficiente del suceso. Su explicacin segu el ]1nodelo% 1) 1 c$% Si, $ 8?18) facilidad de vender los procluetos agr/4lM concurre 4on agraviG-111G de la servidumbre, se desarrKllK la
economa seRori)1 F de servidumbre. < . frS NA3 E M)N M)E4-4EM 0E (Nol < > o i 1' < 327\-E2RH, p gs. 1 '?Ql H ibdem, p gs. l'8l ') 4ondicin inicial% en la poca moderna, las regiones al este del *lba se caracteri"aron por su facilidad para vender productos agrcolas $ por una forma agravada de servidumbre. D) *fecto% la economa seRorial $ de servidumbre se desarroll en la poca moderna en las regiones al este del *lba. *n este caso, 7. Nut.o/s.i formul una le$ por su cuenta $ llev a cabo un procedinDiento que satisface explcitamente el modelo de 0empel. :n historiador ha demostrado ser un creador de le$es, $ no slo un usuario, cosa de la que se les acusa a menudo. La ob-ecin, estadsticaQ mente, es correcta, pero no tiene base para considerarla de modo general. *l caso recin anali"ado es una prueba excelente de que los historiadores pueden dedicarse a formular le$es $ teoras, $ de que lo hacen. E. E9plicacin por indicacin de las condiciones s $icientes *n el caso antes tratado, 7. Nut.o/s.i us de modo explcito el trmino 5condicin suficiente6, de modo que no hubiera duda de qu tipo de relacin le interesaba. Los historiadores, a veces, no usan este trmino, pero podemos imaginar que se refieren a ese tipo de relacin. Se puede suponer una condicin as, por e-emplo, cuando nos encontramos con la formulacin, hecha por Nut.o/s.i, de que, para los propietarios que atem dan personalmente sus gran-as, los ingresos obtenidos por una gran-a seRorial basada en un traba-o servil deban ser, por lo general, ma$ores que los que habran obtenido obligando a los siervos a pagar una renta, en lugar de prestarse como mano de obra servil, $ por eso (en opinin de Nut.o8.Js.i), la reforma, en 2olonia en el siglo xviii, que propona la sustitucin del traba-o servil por un arrendamiento pagado por los exQ Siervos, no alcan", en general, las gran-as de tamaRo medio. 2arece, en realidad, que, cuando un grupo de terratenientes puede sufrir prdidas 4omo resultado de una reforma en sus propiedades, la ma$ora de sus miembros no reali"a esa reforma por propia voluntad. Las interpretaciones de las causas como condiciones suficientes se hallan menudo en los an lisis que critican explicaciones propuestas por otros. ,S, por e-emplo, B. Mu-a. escribi que la servidumbre de los campesinos no fue una causa de la cada de 2olonia a finales del siglo xviii, porque la sesidun,bie existia en otios >. si 5en esos paises la opreSiKn del campesinado no fue un obst culo para su supervivencia poltica, en) Kflces (...) no poda serlo tampoco en el caso de 2olonia6D8. *n otras palabras en opinin de B. Mu-a., la servidumbre de los campesinos no 2oda ser la causa de la cada poltica de 2olonia, porque podemos seRalar Ktros pases en los que exista la servidumbre $ que sobrevivieron polticamente. La crtica de Mu-a. slo es convincente teniendo en cuenta que iilterpreta la causa como una condicin suflciente. :na interpretacin parecida de cauni la encontramos en 7. Ca"hir, que 4S4nibe que la capacidad $ el alto nivel i1tclcSctuaY de los -esuitas no fueron a ra"n de las reconversiones nasivas de la clase inedia polaca al catonoique los 0e S1111G8 2S 0 < 10K 118G
2olonia en los siglos xvi $ xvii) tambin tenan dirigentes capaces $ excelentes escritores, $, sin embargo, slo les segua un pequeRo grupo de gente. 2or tanto, conclu$e Ca"bir, Yas cualidades personales de los dirigentes catlicos no fueron la causa del triunfo de la iglesia de Noma $ la derrota de la Neforma en la 2olonia del siglo xvii a Ktra ve" aqu, como en muchos otros casos, la conclusin slo es correcta aceptando que se interprete la causa como condicin suficiente. 2ara otra interpretacin del trmino 5causa6, el mismo ra"onamiento no sera correcto. La explicacin por medio de la indicacin de las causas interpretadas como condiciones suficientes de los sucesos en cuestin se encuentra pocas veces en los estudios histricos. Sin embargo, se pueden hallar en aquellos casos en los que se explican procesos de masas, tales como la espont nea reali"acin de reformas econmicas por parte de un gran nmero ele propietarios de terrenos, o la amplia difusin de una ideologa. *n general, se puede decir que la explicacin por indicacin de las condiciones suficientes, si rSo va acompaRada del conocimiento sobre las condiciones necesarias, es poco convincente, $a que no seRala otras condiciones suficientes alternativas nL O. E9plicacin por indicacin de las condiciones necesarias *n el e-emplo de Nut.o/s.i sobre las causas del desarrollo de las gran-as seRoriales basadas en el traba-o servil nos encontramos tambin con una explicacin por referencia a las condiciones necesarias. *n general, sin embargo, la determinacin del papel explicativo de tales condiciones implica dificultades considerables. 9ientras que una condicin suficiente, al seRalar una relacin positiva, proporciona siempre mucha informacin sobre las relaciones en cuestin, el conocimiento de algunas de las condiciones necesarias slo es interesante para el investigador, al que proporciona informacin importante. *sto ocurre porque todo suceso requiere un nmero infinito de condiciones necesarias, mientras que el nmero de condiciones suficientes de tal suceso es limitado. ,s, el historiador de-a de lado a limine grandes grupos de condiciones necesarias, $ slo se ocupa de las que est n 5m s cercanas6 al efecto que estudia. !e este modo, al buscar las condiciones necesarias, se acerca al descubrimiento de las 4Gfl diciones suficientes. *sta situacin se poda observar, en su forma cl sica, en el e-emplo de Nut.o/s.i anali"ado antes. La bsqueda de las condiciKflca necesarias del nacimiento de laQ economa seRorial $ de servidumbre dio lugar al descubrimiento de la condicin suficiente, que result ser la con-uncin de las dos condiciones necesarias (facilidad de venta del cereal F agravamiento de las condiciones de servidumbre). 3ormalmente, sin embargo, el historiador no se acerca tanto a las cKfl diciones suficientes. *n general, las condiciones necesarias que meflcEG esbo"an el rea de recha"o de las condiciones que tienen poco, o niflgufl inters para su estudio. 2or e-emplo, si aseguamos que el desarrollo de las ciudades fue una condicin necesaria para el nacimiento del capitalism]J oo queremos decir que ce oca 4ondicin suficicntc ($a que sabemoS que 7Cubn Sr S1 " niel Ui pok 3 * 7 8 > 1 cn26 /d <S Li Nt1orn e u 2olorna) j i o i N ;er las interesantes obscreacio-ic de , 9ontefiore. ,,2rotcssor #alll4 3:ec se y NSuflS i4ia os itS as 2 3 1 Sa 9 o oit c lai p g @,E te br i ,tt b 1 1J S1SJS 23 22 2 32 2 e N 1 7 (1 ,i '1G el desarrollo de las ciudades no siempre iba seguido de la aparicin del capitalismo), sino que slo reducimos, a la condicin necesaria que es el desarrollo de las ciudades, condiciones tales corno la existencia de una divisin social del traba-o, la existencia de un exceso de produccin, &tcEt&ra, hasta la existencia de vida en nuestro planeta, que,
despus de .todo, es tambin una condicin necesaria del nacimiento del capitalismo. *sto queda patente en este esquema% existencia existencia existencia desarrollo nacimiento de vida en de producQ - de la diviQ de las ciuQ ...> del capitanuestro plaQ tos sobranQ sifn d dades lismo J *n esta cadena, cada eslabn es una condicin necesaria del que le sigue. *l historiador que anali"a estas cadenas causales corta cada una de ellas lo m s cerca posible del suceso en cuestin. *sto muestra que la explicacin por referencia a las condiciones necesarias recuerda a la explicacin gentica. 4omo ilustracin, ofrecemos un e-emplo sacado de un estudio de *. Nost/oro/s.i, que, al escribir sobre la reforma emprendida por 2a/el Mr"osto/s.i en la segunda mitad del siglo 'CIII, dice que 5una condicin ob-etiva que permite que los siervos se conviertan en arrendatarios es que los campesinos deban de tener algo que vender $ deban de tener un mercado donde vender6, $ que, por tanto, 5los campesinos deban de tener parcelas de terreno m s grandes de lo que necesita la manutencin de una familia campesina en rgimen de servidumbre, $ que sus gran-as deban de estar bien provistas de herramientas $ tiles61 los campesinos 5deban de tener una cantidad adecuada de mano de obra6 $ 5estar en contacto con un mercado6DE. ,l leer el texto de Nost/oro/s.i podemos supone$ que, en su opinin, los siervos slo podan convertirse en arrendatarios si los campesinos tenan algo que vender $ un mercado donde venderlo, $ que, por tanto, la produccin comerciali"able en las gran-as campesinas era una condicin necesaria para que los siervos se convirtieran en campesinos. 2ara decirlo con m s cuidado, una condicin necesaria de la permanencia de las reformas que convirtieron a los siervos en arrendatarios era que los colonos pudieran pagar la renta, $ para ello deban producir una cantidad adecuada de meicancia comerciali"able $ tener una oportunidad de venderla 0emos tratado as, brevemente, la explicacin por referencia a las con) diciones necesarias $ a las condiciones suficientes para los sucesos en 4uestin. *stas distinciones, sin embargo, no nos permiten abarcar el sig Q flificado de muchas explicaciones causales que aparecen en la investigacin histrica. 4 1G E9plicaczon pca re $e? encia a las condictones necesarias en na szttia cin dada *n la historiografa nos encontrarnos, con una frecuencia mucho ma$or. con explicactoiics que no se ocupan ni de seRalar una condicin suficientc fi de seRalar una condicin necesaria1 consisten en seRalar las circunsQ * Nnsto1oro/s.i, 5Neforma pa/louJs.a 2a/la +sa/ersvgo Mrvosto/s.icgn6, tzeglci- Hieion;czny, nms. 1Q', 1>8D, p g. 1G8. --7
tancias que son necesarias para la existencia de un suceso concreto, no en cualquier situacin, como en el caso de la condicin necesaria, sino slo en una situacin histrica especfica. 3os encontramos aqu con una causa que se interpreta como condicin necesaria en una situacin dada1 se llama tambin componente necesario de una de las condiciones suficientes alternativas. La diferencia entre este tipo de condicin $ la condicin necesaria es mu$ importante, aunque no siempre se ve. Lo mostraremos me-or con un e-emplo. ,l explicar el proceso de reunificacin poltica de 2olonia en el siglo xiii, 7.
Mas".ie/ic" a escribi que el desarrollo econmico del pas, que produ-o la superacin del aislamiento econmico de los diversos ducados $ una ampliacin del comercio entre ellos, era una condicin necesaria de esa unificacin. , primera vista, podra parecer que se refera a lo que aqu llamamos la condicin necesaria (ordinaria), $ afirmaba por tanto que la unificacin poltica slo tiene lugar cuando un pas concreto se desarrolla econmicamente. 2ero Mas".ie/ic" se daba perfecta cuenta de que, a veces, los estados unificados se desarrollaban mientras sus distintas regiones permanecan econmicamente aisladas, de modo que un estado unificado puede surgir no slo si el desarrollo econmico acaba con el aislamiento econmico de las diversas provincias. *n lo que l pensaba realmente no era la afirmacin de que el surgimiento de condiciones comerciales favorables es indispensable, en cada caso, para la unificacin poltica de un pas, sino slo que, en las condiciones que predominaban en la 2olonia del siglo xiii, el desarrollo econmico era necesario para la reunificacin poltica del pas, de modo que, si no hubiera existido ese desarrollo econmico, el pas no se hubiera unido. 3o existe contradiccin entre afirmar que, en una situacin dada, un hecho especfico es una condicin necesaria para que ocurra cierto suceso, $, al mismo tiempo, comprender que (en otras ocasiones) un suceso del mismo tipo puede ocurrir, no slo si va acompaRado o precedido por dicho hecho especfico. *sta relacin fue indicada por 7. Not.o/s.i, que, al escribir sobre los violentos levantamientos campesinos en 2olonia (como el motn de 1@?E), sacaba la conclusin de que 5la principal causa de la intensidad de esas rebeliones deba verse en el hecho de que los antagonismos de clase inherentes al sistema agrario polaco fueron utili"ados por una potencia vecina para debilitar a 2olonia $ facilitar as las particiones6 "0 2or supuesto, es bien sabido que los movimientos campesinos antifeudales no se desarrollan slo por inspiracin extran-era, pero, en opinin de Nut.o/s.i, si no hubiera existido una inspiracin extran-era, en la situacin dominante en la "ona sudoriental de 2olonia, en el siglo xviii, estos movimientos no habran adquirido una dimensin tan grande. 3os encontramos aqu, por tanto, con la indicacin de la condicin que es necesaria en una situado1D especfica. F he aqu otros e-emplos, que no de-an tampoco duda sobre las inte1 ciones de sus autores respectivos. S. _achoro/s.i expuso su opinin que ci desarrollo de un sentido de solidaridad nacional era, en la situadoG polaca dci siglo xii, una condicin nacional 2olonia no habra podido surgir intacta, por no decir victoriosa, de todos los desastres a los que iba a hacer frente en las dcadas siguientesSJ . 2or ltimo, es lgico pensar que, cuando S. ,rnold escribi que en *uropa Kccidental 5la formacin de un mercado nacional (...) fue la base para los cambios en la superestructura poltica $ para el nacimiento de los estados centrali"ados6 42, deba referirse a que, aunque los estados centiQali"ados solan surgir sin un mercado nacional, en las condiciones dominantes en *uropa Kccidental estos estados no habran surgido sin un mercado nacional, de modo que, en la situacin existente en *uropa Kccidental, la formacin de mercados nacionales fue una condicin necesaria para el nacimiento de los estados centrali"ados. ,qu de-amos de lado, por supuesto, la veracidad $ el grado de fundamentacin de las afirmaciones hechas en los e-emplos anteriormente aducidos. *n muchos casos, parecen mu$ discutibles, pero el tipo de relacin implcita en esas afirmaciones no suele entraRar ninguna dificultad de interpretacin. ,l anali"ar algunas explicaciones causales no tenemos la m s ligera duda de que sus autores, a veces, intentaban descubrir la condicin suficiente, a veces, la condicin
necesaria, $ a veces, la condicin que era necesaria en una situacin dada. La terminologa usada en tales explicaciones vara, pero en muchos casos no ha$ duda sobre cmo interpretar la relacin en cuestin. 2odemos enredarnos en controversias sobre cu ntas veces buscan la condicin suficiente los historiadores que proponen explicaciones causales, o cu ntas veces buscan la condicin necesaria, o la condicin que es necesaria en una situacin dada, pero el hecho de que plantean dichas preguntas parece indudable. 11. E9plicacin por re$erencia a las condiciones $a#orables Las explicaciones que encontramos en la historiografa indican, muchas veces, como causas, las circunstancias que se pueden interpretar como condiciones favorables (trmino sugerido por 1. 2ele $ ,. 9ale/s.i) en el sentido mencionado antes. *sto est mu$ claro en aquellos casos en los que los historiadores describen un promso determinado e indican muchos factores que deben explicarlo. ,s, por e-emplo, S. +ienie/ic", al explicar por qu en el perodo entre las particiones de 2olonia (a lihales del siglo xviii) $ la concesin de la tierra a los campesinos en la parte ocupada por Nusia (1E?<) se intensific la lucha campesina, escribe que 5las acciones efectuadas por los campesinos se hacan cada ve" m s numerosas $ de alcance cada ve" m s amplio, definiendo cada vez me-or sus mtodos de actuacin, cada ve" m s variados, $ sus ob-etivos6, $ aRade que \[este cambio cualitativo se explica por muchas causas6. *ntre estas causas enumera, por e-emplo, una ma$or explotacin de los campesinos # el nacimiento de nuevos mtodos de explotacin, -unto a los vie-os, ma$ores contactos de los campesinos con los mercados. con los beneficios subsiguientes para los campesinos, el colapso de los Ksecanisinos del estado a finales del siglo xvi-i, el surgimiento de grupos sociales de orientacin antifeudal fuera de las reas rurales, etctera 2arece que la intencin de +ienie/ic" no era asegurar que, siempre que ocurra alguna de estas circunstancias, se intensificaba la lucha de los campesinos contra sus seRores1 tampoco afirmaba que la lucha de los campesinos slo se intensificaba si exista alguna de estas circunstancias1 tampoco deca, por ltimo, que sin alguna de estas circunstancias no se habra intensificado la lucha de los campesinos, en la situacin dominante en la 2olonia del siglo xix. 2arece que la relacin entre algunas de estas circunstancias (consideradas corno causas) $ el efecto debe interpretarse de un modo m s libre. *l aumento de la explotacin, el colapso del mecanismo estatal, la intensificacin de las actividades mercantiles, la ma$or fuer"a de los posibles aliados, todo esto pudo animar a los campesinos a al"arse contra sus seRores, pero es bien sabido que tales situaciones provocan reacciones diferentes. 2or tanto, una de las interpretaciones posibles de la relacin que investigamos sera suponer que nos encontramos ante condiciones que eran favorables a la aparicin de un suceso concreto. !ichas explicaciones, que se pueden considerar como la enumeracin de las muchas circunstancias que, en opinin de un investigador concreto, pudieron influir en la existencia de un suceso especfico, se encuentran mu$ a menudo. ,s, Mas".ie/ic", al explicar por qu algunos seRores feudales polacos apo$aron la reunificacin poltica a finales del siglo xiii, indica muchos factores que pudieron favorecer la unificacin $ muchos que pudieron funcionar corno obst culos para la unificacin. *ntre los primeros menciona los la"os de muchos seRores seculares con el prncipe que tom las riendas de la reunificacin, la dispersin de las propiedades de muchos seRores feudales por les diversos ducados, lo cual dificultaba su gobierno, los peligros externos $ un determinado factor psicolgico% el de la esperan"a de que en un estado unificado los seRores feudales encontraran m s facilidades para explotar a los campesinos. ,qu, de nuevo, parece que Mas".ie/ic" no quiere decir que una de estas circunstancias fuera suficiente, ni siquiera necesaria, en la situacin concreta, para que los seRores feudales
apo$aran la reunificacin. 2odemos suponer que quiere enumerar las circunstancias que, en cierto modo, pudieron influir en ci efecto en cuestin, es decir, enumerar las condiciones que podemos llamar favorabYes. 1'. &zsI eda de $actores pert rbadores ,l revisar el traba-o de ,. 9ale/s.i $ 1. Copols.i, J. #ied$min prest atencin, correctamente, al hecho de que valdra la pena diferenciar las explicaciones en las que los historiadores intentan descubrir por qu no ocurri :fl .suceso &, aunque haba ocurrido un suceso A, que suele ir seguido de & *n estos casos, un historiador se ocupa de la causa de que & no ocurriera, es decir, quiere indicar lKS factores que, en terminologa metodolgi4a, 8 llaman perturbadores (ver captulo A&). #ied$rnin sostena la opinin de que, en muchos casos, el procedimiento recuerda al del descubrimiento de las condiciones favorables. 2odemos estar de acuerdo con ello $ aceptar que una condicin favorable es un contrario "ni generis de un factor perturbador. evidnte que cada una ele estas condiciones favorables o perturbadoras tiene su fundamento en una le$ general que refle-a una regularidad concreta. Si decimos que a favoreca la aparicin de b, lo hacemos slo porque sabemos, por otro lado, que los sucesos del tipo A (entre ellos a.) favorecan (siempre o norrnainlente) la aparicin de sucesos del tipo & (entre ellos b). Si un suceso A no ocurri, a pesar de que debera haber ocurrido, segn - las regularidades que conocernos, esto significa que la influencia de alguna otra regularidad debe de haber sido m s fuerte. *sto no quiere decir que las regularidades que deban haber causado A de-aran de funcionar1 simplemente, no se manilestarcas en el caso en cuestin. 0e aqu un e-emplo de la referencia a los factores perturbadores. 5Se puede destacar que, de acuerdo con Yos principios de la economa poltica deductiva, la derogacin de las Le$es del cereal debe de haber tendido a producir una constante cada del precio del trigo en &nglaterra. 2ero esa cada no ocurri inmediatamente. La explicacin ele la aparente discrepancia se debe encontrar en la interferencia de circunstancias tales corno el fracaso de la cosecha de patatas, la guerra de 4rimea $, especialmente, la depreciacin del oro, que cc.itrihu a mantener los precios hasta 1E?', a pesar del comercie libre6 . 1D . E.spiicacin por re$erencia a las cansas incs cl+rectas y menos directas ,l buscar las causas de un suceso, los historiadores no siempre seRalan las circunstancias que est n directamente relacionadas con l. 9uchas veces mencionan circunstancias cu$a relacin con el suceso en cuestin es slo indirecta. *sto se puede ver me-or en el siguiente esquema% 4omo e- nplo, tlotaiemo6 olpunls esplicaciones del desarrollo de la ecoflomfo 1l $ de e\ dunh e en el cate del *lba en el siglo xJ\i. romo hemos i$icpciondo antericamentc, D. Nut.o/s.i esciibi oue la concuriencia d la BJ<\7&-ci, d do [e nder cereales $ ele la servidumbre em, al u mismo tiempo, erneicir sutucieute $ nenesamia para que se desairoliara el S&stema de scoQ . ^14i;,8 e M. _ientara escribi recientemente que 5la principal causa del nacimiento del sistema seRorial $ de servidumbre en el este del *lba ha$ que verlo en el equilibrio de fuer"as de clase existente. Los mercados extran-eros, que ofrecan condiciones favorables a la clase media, $ la consiguiente expansin del capital de *uropa Kccidental, slo a$udaron a convertir en realidad para la clase media la oportunidad de someter a los campesinos6 <E, ,l hablar del equilibrio de las fuer"as de clase, _ientara se refera a la situacin
caracteri"ada, sobre todo, por la debilidad de las ciudades. *stas explicaciones se pueden ver en el siguiente esquema% Se puede ver f cilmente que el primero de los autores antes mencionados explica el nacimiento del sistema seRorial $ de servidumbre por las circunstancias llamadas A $ & en este esquema1 el segundo menciona & $ / como factores decisivos, mientras que el tercero se refiere a D como la causa principal. 1<. E9plicacin gen@tica y descripcin gen@tica :no de los tipos de explicacin en la investigacin histrica, mencionados anteriormente, es la explicacin gentica, en cu$o caso nos ocupamos de una respuesta a una pregunta 5cmo6 $ no a una pregunta 5por qu6. ,lgunos autores, que se oponen a la opinin de que el modelo hipotticodedu4t1vK cCe explicacin es mu$ usado en la historiografa, aseguran que la expli4ac1o gentica es el tipo fundamental (P. M. #allie) o uno de los tipos (P. !ra$) de la explicacin histrica, especialmente en lo que respecta a hechos simples, $ por tanto, tambin a las acciones emprendidas por los individuos. ,firman que, para explicar tales hechos, basta con dar una secuencia ininterrumpida de sucesos, reconstruida a partir de las fuentes, cosa que IaseguranI los historiadores suelen hacer. *stas opiniones van a proporcionar tambin uflG de los fundamentos tericos para la explicacin de las acciones emprend1d por individuos por medio del mtodo de la empata% una secuencia de mnterde las eran-as seRoriales basadas en la servidumbre), Prcglad History/r$l); fl6 acciones $ reacciones, conocidas de nosotros por nuestra experiencia interna se compara con la secuencia observada en las fuentes (por supuesto, con algunos enlaces perdidos) $ relacionada con otra persona1 llenamos entonces esos enlaces perdidos, sin ninguna referencia, supuestamente, a las le$es Si, w !ra$ ($ tambin ,. !onagan $ otros) incluso piensa que ste es el modo adecuado de explicar los sucesos, $a que ofrece una explicacin completa 8', *l mecanismo de explicacin gentica se suele interpretar de modo que cada hecho en la descripcin de la serie de hechos que se siguen cronolgicamente uno tras otro es una condicin necesaria de la existencia del siguiente hecho en la serie (P. #allie, *. 3agel). P. !ra$ es el nico autor que exclu$e la explicacin en trminos de condiciones necesarias1 asegura que contestamos a la pregunta 5cmo ocurriX6 indicando (por referencia a la secuencia de sucesos) que no poda haber sido de otro modo n 2arece que deberamos distinguir dos tipos de la llamada explicacin gentica en historiografa. *l primer tipo consistira en explicar un hecho (un suceso), indicando cmo lleg a ocurrir ese hecho, es decir, enumerando sus estadios de desarrollo sucesivos. *sto da lugar a una secuencia del tipo CR I'Q CE ds= do= C- do= ... IoQ C, (donde C[ representa el hecho que ha$ que explicar genticamente). *n esta secuencia, cada hecho sucesivo se considera como una condicin necesaria del siguiente1 se supone, por tanto, que un hecho posterior no habra ocurrido sin la existencia del precedente. 0e aqu un fragmento de un libro de P. Co.ar" que explica cmo tomaron ;arsovia los rebeldes en abril de 1@><. (...) tras la retirada de &gelstrm, los rusos se defendieron en la calle 9iodo/a hasta las cinco de la tarde. Su resistencia, larga $ extramadamente tena", incluso desvi la atencin de los polacos del hecho de que grupos desperdigados de rusos estaban retir ndose del 2alacio 3acional, e hicieron la tarea m s f cil para estos ltimos. La resistencia rusa se centr en dos focos% en el 2alacio _alus.i, que fue tomado alrededorJ de las cinco de la tarde, $ en el monasterio de los capuchinos, que fue asaltado una o dos
horas antes6 !el mismo modo, cuando presentamos los estadios sucesivos de una 4iudad o de una batalla, contestaremos a las preguntas5cmo ocurri el desarrollo de la ciudad AX6, 5Wcmo fue que el e-rcito A venci $ el e-rcito B fue derrotadoX6, etctera, *stas preguntas son importantes, pero no pueden S:stituir a las preguntas 5fpor qu se desarroll la ciudad AbS, 5por qu gan el e-rcito AP[. *sto se debe a que las primeras son preguntas factogr ficas, que se pueden a-ustar al modelo 5fqu fueX6, $ no preguntas explicativas 5por qu fue asX6. *n otras palabras, este tipo de explicacin genKlica debe incluirse en el proceso de descripcin (establecimiento) de los hechos, reserv idole la categora de descripcin gentica, es decir, una descripcin de los hechos unidos pom una iclacion de condicion necesaria 2roporcionar E1 81 Sobre esta cuestin, ver mi ieseRa de 6Studia " metodologii nau. spoJ lee"n$cliS,, de S. 3ossa., ctuc apareci en %i#dia PilozoTiczirL, nRm. ?, 1>?8.
!) *quilibrio I l4) de las fuer"as de clase marcado por la debilidad de las ciudades,
Kbtencin Ia,) ,gravamien por parte de la clase media de la influencia decisiva en la poltica. M) Bacilidad para vender los productos agrcolas, sobre todo cereales. to de la servidumbre. 3acimiento de las gran-as Ia seRoriales basadas en el traba-o servil.
estas descripciones es una de las principales tareas de la sinteti"acin en la historiografa (cfr. captulo AA&&), $ da corno resultado un caso concreto de narracin histrica. *l segundo tipo de explicacin gentica, tal corno lo hemos diferenciado antes, consiste en que un historiador que ha establecido una secuencia de sucesos intenta llenar las lagunas existentes en ella% - F2 ... . F - .. *ste es, pr cticamente, un fragmento del primer tipo, pero en aqul, el historiador se interesaba por el ltimo hecho de la secuencia, el hecho al que subordinaba la
descripcin, mientras que aqu la cuestin puede ser la misma, pero el historiador tiene que responder antes a preguntas del tipo% 5qu pudo ocurrir tras el ensimo hechoX6 o 5qu hecho pudo preceder al ensimoX6. ,s, en la secuencia anterior el historiador tiene que establecer los siguientes hechos% C7 hasta Cnm, inclusive, $ CZE hasta Cb,h3, inclusive. Llenar las lagunas consiste en% 1) Neferirse a una le$ que afirme que un hecho del tipo C4 va seguido, siempre o normalmente, de un hecho del tipo C Z o que un hecho del tipo C es necesario para la ocurrencia de un hecho del tipo C,a (en el caso de prognosis)1 ') Neferirse a una le$ que afirme que para que ocurra un hecho del tipo C es necesario que primero ocurra un hecho del tipo C,, , o rererirse a la condicin necesaria que establece que, normalmente, C, no ocurre sin Ch3 D) 4omparar los enlaces conocidos m s cercanos en la serie, $ referirse a la le$ que afirme que el camino de C a C conduce, siempre o normalmente, a travs de C,, . Se puede ver f cilmente que esto lleva a contestar la pregunta factogr fica 5qu fueX6. ,l revs que en el primer tipo de explicacin gentica, adem s de la indicacin de la secuencia de los hechos destinados a mostrar cmo lleg a ocurrir el ltimo suceso de la secuencia, aqu tambin G8 importante establecer hechos sobre los que no ha$ datos en las fuentes, es decir, establecer los hechos de modo indirecto. *ste rellenar lagunas es til para el historiador, especialmente, respecto a la construccin de un cuadro total de un tro"o determinado del :na confusin fundanentol es llamar a ia explicacin gentica la fornu fundamental, o una de las formes fundamentales de explicacin en la ivestigacin histrica, $a que esto confunde el hecho de que las narra41Gn histricas se constru$en, en eran madida, paca describir adecuadamt8 secuencias ordenadas de hechos, lo cual origina la naturale"a genticK ch cm ,mrrecioo, orn la 4plir'4iJ8C1 eSrea1 como tal. 4omeJ se hSm de 1G8 numerosos e-emplos rneflciolYadKs, los historiadores suelen dame c:4K1D e ta di fc i c ncm en tic 4 1 ( 1 && :S) c lv Los 7 -i tados de la explicacin causal e ra o, muchas veces, en las isoiicas po e-emplo 1 D b 1 1 &i 1 K 1 nicimiontK do &s 1 11 1 u l- o , pasado. pus procede a describir el desarrollo de ese tipo de agricultura en 2olonia, en forma de narracin gentica. ,s indica primero la facilidad de vender (exportar) cereales $ la situacin en el terreno de la mano de obra, $ despues trata las consecuencias de esos hechos. Slo la ignorancia de los problemas reales en la investigacin histrica puede explicar la aceptacin de una descripcin gentica como equivalente de una explicacin causal. La explicacin causal, aunque no se manifieste de otros modos, est , implcitamente, en las descripciones de las secuencias genticas propuestas por los historiadores. 2or tanto, el problema de la explicacin gentica no existe como cuestin aparte de la explicacin causal en la investigacin histrica. 2odemos hablar slo de descripciones genticas o explicaciones genticas, sin aRadir que est implicada la explicacin causal. ,qu no incluimos los casos, anteriormente anali"ados, en los que una persona que pregunta el origen de algunos sucesos quiere recibir una explicacin causal. La descripcin gentica est relacionada con la formulacin de sntesis en la historiografa.
II )onstruccin y sntesis
1. Preg ntas de in#estigacin b8sicas y sec ndarias 0a$ que distinguir el establecimiento de los hechos $ la explicacin causal de la construccin del texto, es decir, la formulacin de respuestas a las preguntas b sicas de la investigacin1 en este ltimo proceso, las explicaciones $ las afirmaciones sobre los hechos establecidos se usan como elementos estructurales con los que se constru$e el edificio que es la respuesta a una pregunta concreta de investigacin. La pregunta b sica de investigacin, diferente de las secundarias o derivadas, es aquella a la que est n, en cierto modo, subordinadas todas las otras preguntas planteadas durante una determinada labor investigadora. *n un caso concreto, puede haber m s de una pregunta b sica1 la principal entre ellas es la pregunta incluida en la formulacin del ttulo (final o de traba-o) del estudio. 3o es necesario, $ es raro, que dicho ttulo va$a seguido de un signo de interrogacin1 en la ma$ora de los casos, el ttulo es slo L;Age de Lonis F"1 (;oltaire), Dei= ac'tze'nte &r rnaire des Lo is &onaparte (9arx) o La /ite AntiI e (Boustel de 4oulanges), etctera, porque cada uno de estos ttulos se puede convertir en una oracin interrogativa (factogr fica o explicativa) Nespecto a la formulacin de una respuesta a la pregunta b sica, el primer paso consiste en dividir esa pregunta en otras derivadas, de modo que las respuestas a estas ltimas, al reunirse, proporcionen una respuesta a la primera. *sta divisin de la pregunta b sica en derivadas no es m s que hacer el plan de investigacin. *n un principio, este plan es mu$ general $ de naturale"a mu$ hipottica. Slo se transforma en el curso de la investigacin, de modo que se puedan modificar no slo las preguntas derivadas, sino incluso la b sica. *l siguiente esquema muestra de manera simplificada el proceso% ,l construir la primera versin del plan de investigacin, flKS servK mus principalmente de nuestro conocimiento no basado en fuentrn e papel del conocimiento basado co fuentes suele aumentar en 1G8 :ltimes pasos de la taea investicadora. 4omo puede verse, el plan es, por tanto, una especie de mi generis en el proceso de formular las respuestas. *sto sigiiilica (t:1Q la construccin del texto comien"a en el momento en el que se emprende la labor de investigacin, es decir, en el momento de la formulacin de las preguntas que forman un sistema m s o menos coherente destinado a proporcionar una respuesta a la pregunta b sica. *l proceso de establecimiento de los hechos $ propuesta de explicaciones causales no se puede separar, en la pr ctica, de la construccin del texto. Codas las soluciones separadas son simplificaciones necesarias de un an lisis metodolgico. '. /onstr cciones simples y sint@ticas La divisin de la pregunta b sica en sistemas de preguntas derivadas, $, por tanto, la formulacin de respuestas parciales a la pregunta b sica, destinadas a conseguir una respuesta amplia, se puede reali"ar de varias formas. !e cualquier modo, podernos hacer una distincin entre construcciones simples $ sintticas. *n el caso de las construcciones simples, el agrupamiento de respuestas parciales ($ por tanto, generalmente, el agrupamiento de las preguntas parciales) se determina, de forma
satisfactoria, segn estos tres criterios% cronolgico, territorial $ obletivo, que se usan en diferentes construcciones $ en grado variable. *n algunas obras, es el ctiterio cronolgico el que -uega el papel fundamental1 en otras, es el territorial o el ob-etivo. Segn el criterio adoptado corno principal, los restantes -uegan un papel auxiliar. *n la ma$ora de los casos, de acuerdo con una de las caractersticas esenciales de la investigacin histrica, el criterio cronolgico se considera como principal, $ las divisiones basadas en el criterio territorial $ ob-etivo se reali"an dentro del marco cronolgico. *ste es el caso de la Historia Polski (0istoria de 2olonia), patrocinada por el &nstituto de 0istoria de la ,cademia 2olaca de las 4iencias. *l criterio territorial se encuentra muchas veces en los estudios que se limitan a un marco cropolgico estrecho1 lo mismo ocurre con el criterio ob-etivo, que adem s es mu$ usado en los estudios sobre la historia de la cultura material. Nespecto a las construcciones simples, esos criterios se interpretan formalmente. *sto significa que las divisiones cronolgicas se basan en un principio formal1 lo mismo ocurre con las unidades territoriales, $ tambin, aunque de forma m s complicada, con los elementos ob-etivos. 2or e-emplo, las respuestas se formulan de modo que los datos se agrupan por siglos, por unidades territoriales formales (por e-emplo, distritos administrativos) $ por clasificaciones sub-etivas aceptadas. *s evidente que, en la pr ctica, no encontrarnos construcciones puras de este tipo. 4ada una inclu$e elementos de un acercamiento sinttico, $a que ci conocimiento basado co fuentes no se puede sepalQar totalmente del no basado en fuentes l *sta es una manifestacin del principio general, subra$ado por +arl 9arx, de que 5no haJ historia sin teora6. La comprensin de esto se ha hecho :niversal, $ el principio es subra$ado por todos los tericos $ todos los historiadQres que se ocupan de cuestiones tesicJ.s 4fr. 2nron, Q[las corlas los hechos est n unidos de tal modo que sera - vano el intenta de senararlos ripie rosamente,, en ezdeice 40(& T $ere ee -is fistorv, !. 2ernee NeconCransfornacin de datos del plan
Las construcciones sintticas, por tanto, son caractersticas de la investigacin histrica. 2ero, siempre que la construccin del texto se determina por los criterios mencionados, interpretados formalmente (lo cual puede ser tambin una manifestacin de un programa de investigacin ob-etiva, es decir, investigacin en la que el punto de vista del autor no se rige por ningn sistema de valores), tenemos que hablar m s bien de construcciones simples, $ reservar el trmino 5construcciones sintticas6 para los resultados de las investigaciones conscientemente guiadas por un sistema de opinin especfico. :na construccin sinttica, por tanto, es un modo de formular una respuesta a la pregunta b sica de investigacin, una respuesta en la que se usan los criterios cronolgico, territorial $ ob-etivo, pero de modo que depende de una visin concreta del pasado, que, como sabemos, es el componente m s importante del conocimiento no basado en fuentes de un historiador. *l valor de una construccin sinttica determinada depende del valor de ese conocimiento1 de aqu que no podamos decir de antemano que toda construccin sinttica es m s valiosa que una simple, $a que sta, en el peor de los
casos, proporciona una cantidad determinada de datos, mientras que una construccin sinttica errnea puede ofrecer una respuesta completamente deformada a la pregunta b sica de investigacin. 3o queremos referirnos con esto a las construcciones que pasan deliberadamente en silencio sobre los hechos inconvenientes o incluso deforman los datos, ni nos referimos al pobre periodismo histrico $ a los libros populares, ledos de buena gana por el gran pblico, $ que se aprovechan de la falta de conocimientos del lector $ de la corriente de sentido comn (en el peor sentido del trmino) que, corno mucho, sirve para condensar los mitos $ estereotipos populares sobre el pasado. *l problema de las construcciones sintticas nos lleva al vasto terreno de las discusiones sobre la sntesis de la historia de la nacin de cada uno, que se encuentran, probablemente, en la historiografa de todos los pases, $ tambin a las vie-as discusiones sobre los diversos acercamientos que intentaaQi sinteti"ar la historia universal. *sto abarca tambin las discusiones sobre los criterios de sntesis en las distintas disciplinas histricas. D. El problema de la sntesis en la in#estigacin 'istrica Las sntesis histricas pueden ser mu$ distintas de naturale"a, $ as nos proporcionan respuestas de recapitulacin mu$ variadas a las respectivas preguntas de investigacin. *s normal que las respuestas a las preguntas detalladas (derivadas) se pare"can en sntesis diferentes, pero las respuestas de recapitulacin difieren entre s. *sto se debe a que casi nadie pone en cuestin hechos fundamentales, sino que combinan esos hechos en series genticas de varios modos, $ los ve unidos por varias relacines causales. 4omo se ha dicho, en ltima instancia esto se relaciona Con el sistema de valores que representa un historiador concreto. La cuestin ;Gl ver a ser tratada m s tarde. !e las muchas sntesis distintas de la historia de las diversas naciGnJ soflalaremos, por e-emplo, las historias conservadoras o laboristas de ingla terca, las diversas interpretaciones sinteti"adoras de la Nevolucin BraflcuJ las sntesis de historia polaca presentadas por Lcle/cl $ S"u-s.i, rcS2e4 tivamente, $ las sntesis basadas en la teora del materialismo histrico, o las que, en ma$or o menor grado, se oponen a esta corriente. &ncluso aunque los historiadores compartan el mismo sistema de valores, las diferencias en sus conocimientos no basados en fuentes hacen que Sus construcciones sintticas no coincidan plenamente. 2ero eso es un fenmeno normal, que acerca entre s a las diversas posturas. F no es una peculiaridad de la investigacin histrica, o de las humanidades, o de las ciencias sociales en general1 hasta en la ciencia natural encontramos que la visin sinttica de hechos especficos difiere, a menudo, seRaladamente, de un iiivestigador a otro. La historia de la sntesis de la historia universal es mu$ interesante 2 La historiografa 5filosfica6 en la poca de la &lustracin aport opiniones enteramente nuevas, en comparacin con las sntesis anteriores, $ no slo las que seguan el e-emplo de Mossuet. *l famoso dicho de ;oltaire de que las compuertas de un canal que une dos mares, una pintura de 2oussin, una tragedia maravillosamente escrita, o una verdad recientemente descubierta, son mucho m s valiosas que los informes de la 4orte $ las historias de batallas, seRal un corte entre las sntesis unilaterales basadas en la historia poltica o inspiradas en la Miblia. *n cuanto a las disciplinas histricas especiali"adas, las propuestas de 1. Nut.o/s.i sobre las sntesis en la historia econfnica han alcan"ado gran renombre . Nut.o/s.i sugiri que la divisin de los ingresos se considerara corno la cuestin b sica en la historia econmica, lo cual poda producir un acercamiento sinttico a toda la historia socioQeconmica. P. +ula sustituira la divisin de los ingresos por el problema de los niveles de vida, que permitira a los historiadores relacionar me-or las diversas
cuestiones en la historia socioQeconmica. *ste autor es de la opinin de que podemos reali"ar sntesis m s coherentes si anali"amos, en cada poca, la relacin entre las fuer"as productivas $ las relaciones de produccin, es decir, si aceptarnos el papel din mico de las contradicciones en la historia. *stos problemas, como el problema general de los supuestos que $acen ba-o lKS diversos tipos de sntesis, son mu$ discutibles. ,dem s, caen fuera del terreno de este libro. !esde el punto de vista de nuestras necesidades, tenemos que distinguir tres tipos fundamentales de sntesis1 son% 1) Sntesis estructurales1 ') Sntesis genticas1 D) Sntesis dialcticas. Las sntesis estructurales se caracteri"an por el dominio de la estmctura de un sistema dado, es decir, las relaciones especficas entre sus eleiCientos. Los autores de estas sntesis se interesan, sobre todo, por la reproduccin de ciertos modos estructurales en su forma intacta, $, por tanto, formulan con ese espritu sus respuestas a las preguntas de investigacin b sicas. 4omo e-emplo de sntesis estructural podemos mencionar la conocida obra de B. Mraudel sobre Belipe && $ la cuenca del 9editerr neo (1><?). 9uchos estudios sobre la historia de la cultura material resultan ser sntesis estructurales. *l entorno geogr fico es tambin el factor que funciona muchas veces como la"o estructural. Las sntesis estructurales, en su forma pura, son caractersticas de la sociologa, m s que de la investigacin histrica. Si una sntesis est dominada por el intento del autor de perturbar lo menos posible las secuencias cronolgicas (causales), nos encontramos con una sntesis gentica. *ste tipo de sntesis, que es la principal manifestacin del mtodo gentico en la investigacin histrica, domin durante mucho tiempo. *n dichas sntesis, el acento no se pone slo en la secuencia simple de sucesos Ilo cual era tpico de los anteriores pasos de esa corriente de la historiaI, sino, sobre todo, en la indicacin de los la"os causales. *l hecho de que estas sntesis eran incompletas, durante mucho tiempo, fue notado slo en la literatura polaca de la materia por 7. Nut.o/s.i, que escribi, en relacin con la historia econmica% 5Los intentos de acercamiento sinttico a la historia econmica pueden ir en varias direcciones. , primera vista, el acercamiento causal es el mtodo m s simple $ m s apropiado% mientras que los estudios analticos daran lugar a las simples afirmaciones de que ciertos sucesos tuvieron lugar en un territorio concreto $ en un momento concreto, los estudios sintticos buscaran explicaciones causales del origen de esos hechos.6 ,seguraba que, en los estudios monogr ficos, dedicado cada uno a un solo problema, podemos llegar, qui" , de este modo, a construcciones homogneas1 sin embargo, ese mtodo no es el correcto en el caso de interpretaciones de 5todos m s amplios6 (es decir, sistemas). Si queremos llegar a construcciones homogneas en tales casos, tenemos, como l escribi, 5que establecer la existencia de un SKlK factor que condiciona totalmente todos los elementos)) . *l camino indicado por Nut.o/s.i puede referirse a las sntesis estructurales o a las dialcticas. *l propio Nut.o/s.i se inclinaba hacia este ltimo tipo. 2ensaba que las teoras que atribu$en la ma$or importancia al entorno geogr fico o a la ra"a no pueden aceptarse como solucioneS correctas. ,unque no di-o que esas teoras indicaban factores que est n, como si di-ramos, fuera de la actividad humana (factores naturales), $, por tanto, no mostraban cmo se mueve un sistema dado $ cmo tiene lugar el desarrollo (a pesar de que, en cierto modo, pudieran suponer :&) movimiento de los sistemas), su postura nos lleva a esta conclusin. Las sntesis dialcticas son las que unen el aspecto de secuencias gei1 ticas con el de estructura, es decir, las que muestran las secuencias ge11 ticas sin romper las
estructuras. Los tres tipos de estructuras podran verse en esta met fora% supongamos que el sistema que investigamos es una telaraRa. 2odemos mostrar, enroll ndola en un ovillo, cmo se hil, es decir, cmo se alarg cada ve" m s el hilo. *sto muestra el procedimiento usado en la formulacin de una sntesis gentica. ,l hacer una sntesis estr:4t1J tendramos que indicar la forma de la tiarafia, dibu- ndola o fotKgra)uJ dolo en un paso determinado de su fonnacin. Si consiguiramos demK8t por e-emplo, pilsnando eY proceso de hilado, cmo cambia la telarafla, .1. Nut.o/s.i, op. cit., p gs. 18Q1?. ser un solo hilo a un ob-eto cada ve" m s comple-o, esto mostrara qu busca la sntesis dialctica. L *n la historiografa actual el tipo m s importante de sntesis dialctica es el que se basa en la teora del materialismo histrico. *sto ha sido admitido por 7. Nut.o/s.i, que escribi que dicha teora puede ser la base para un acercamiento sinttico a toda la historia humana, aunque la historia econmica $ los fenmenos incluidos en la base econmica deberan ser descritos, en su opinin, por algn mtodo especial de construccin sinttica, como hemos mencionado anteriormente. 0. 1. 9arrou seRal la necesidad de ir m s all de las sntesis estructurales corrientes1 haca una distincin entre las estructuras est ticas $ las din micas, pero, en su interpretacin, estas ltimas eran m s bien sntesis estructurales me-oradas, $ no sntesis dialcticas, que explican el proceso de desarrollo. ,l hablar de los problemas de las sntesis ha$ que subra$ar las consideraciopes de S. Ksso/s.i sobre el concepto de aspecto en las ciencias sociales. SeRal el hecho de que la imagen del mundo, tal como la fabrica el investigador, est condicionada por las caractersticas de su ob-eto de estudio $ sus propias disposiciones. *stas ltimas 5recuerdan las diferencias entre los diversos prismas, a travs de los cuales miramos los ob-etos $ vemos sus colores $ formas $ no recuerdan a la rethia, que es una condicin indispensable de toda percepcin de colores $ formas68. ,qu llegarnos otra ve" al concepto de conocimiento no basado en fuentes, $a que los instrumentos pticos a travs de los cuales vemos los hechos configuran esa imagen del mundo que tenemos en nuestras mentes $ que modificarnos gradualmente. -. La periodizacin cii la 'istoria *n todas las construcciones histricas, excepto en las que se ocupan de sistemas est ticos, o de cortos perodos de tiempo, o de sistemas que cambian poco en el curso del tiempo, el problema de una divisin cronolgica de la pregunta b sica de investigacin, es decir, el problema de la periodi"acin, se convierte en algo crucial. 3o es una coincidencia que la divisin del pasado en perodos ha$a Sido materia de tantas controversias% el criterio cronolgico adoptado por un historiador est determinado por la totalidad de sus opiniones sobre el pasado, es decir, su conocimiento no basado en fuentes, que le gua en su construccin de la sntesis. *l acercamiento del historiador a la divisin de un fragmento concreto del pasado en perodos m s cortos depende de si intenta encontrar construcciones simples o sintticas. *n el primer caso, puede conformarse con una periodi"acin formal, que P. +ula llama convencional A, mientras que en el segundo caso intenta descubrir los perodos cu$a diferenciacin se basa en el proceso histrico. , estas periodi"aciones, P. +ula las llama oh - eti ;as *s difcil decidir de antemano qu periodi"acin es me-or. :na peno4li"acisi obietiva basada en u ca imagen errnea del pasado puede dificultar la reconstruccin dci proceso histrico mucho m s que una convencional.
P. +ula tiene ra"n al afirmar que los manuales tradicionales sobre metodologa de la historia se ocupaban mu$ poco de los problemas de la periodi"acin. *sto era una muestra del acercamiento idiogr fico de ios autores o una manifestacin del evolucionismo gentico, es decir, un acercamiento que impide que la gente vea que los sistemas sufren constantes transformaciones $ se convierten en sistemas nuevos, $ por tanto en cualidades nuevas (en este sentido, ver, por e-emplo, *. Mernheirn). Si nos darnos cuenta de que una buena periodi"acin nos puede a$udar a comprender los cambios esenciales en los sistemas que estudiarnos, esto pone de relieve la importancia del problema de la periodi"acin. Las frecuentes discusiones sobre la periodi"acin son, en realidad, discusiones b sicas sobre los mtodos de reconstruccin del proceso histrico. *l progreso en el acercamiento a la periodi"acin refle-aba el progreso en la investigacin histrica. 3o nos ocuparemos aqu de las periodi"aciones convencionales, que, despus de todo, pueden ser muchas veces tiles si se consideran como auxiliares, pero no presentan problemas interesantes1 seRalaremos ciertos tipos de periodi"aciones ob-etivas. *stos tipos dependen de la visin del pasado que represente un autor concreto. *n general, podernos distinguir los siguientes tipos de periodi"aciones ob-etivas% 1) 2eriodi"aciones cclicas1 ') 2eriodi"aciones direccionales1 D) 2eriodi"aciones irregulares. Las periodi"aciones cclicas suelen referirse a largos perodos $ a la historia de unidades territoriales grandes. Sin embargo, se pueden aplicar a perodos bastante cortos, si ha$ fluctuaciones cclicas (de precios, pro. duccin, etctera) que sirvan corno base para la divisin en perodos. *n estos casos estas periodi"aciones pueden refle-ar el curso real de ciertos sucesos o procesos. 2ero en un aspecto m s amplio, las periodi"acioneS cclicas se suelen relacionar con ideas que encontramos difciles de aceptar. :n e-emplo de periodi"acin cclica lo ofrece, por e-emplo, la obra de *. 0untington, que vea cmo la evolucin de la humanidad segua una sinusoide . *n la literatura polaca de la materia podemos seRalar un libro de S. +uro/s.i, que aseguraba que el crecimiento en el curso de un milenio segua ciclos logsticos sucesivos (cfr. los anteriores comentarios en esta obra sobre la curva logstica) . Las ideas sostenidas por &bn +haldufl, #. M. ;ico, K. Spengler, 2. Lacombe (procesos dicotmicos, movimiento pendular) $ la idea del eterno retorno, conocida desde la ,ntigHedad, pertenecen a este grupo 1K *l acercamiento cclico al proceso histrico se suele Sobre la *dad 9edia, ver C. 9anteuffel, %redriiowiecze powseclme, ;arsovia, 1>?1, &ntroduccin. ;er tambin 0. Se, 5La clivision de lJhistKire 4fl priodes6, Re# e de la %ynt'@se HistoriI e, vol. AL;&, serie xvi, 2ars, 1>'?, p ginas ?1Q?@1 cita a *. Croeltsch 0Der Historism s izd seiize Probleine, Cub1fl ga, 1>''), que sostiene que la periodi"acin refle-a la filosofa de valores de un historiador concreto. Se piensa que la periodi"aci n contribu$e a explicar los hechos. ,s, la opinin de que la periodi"acin -uega un papel en las interpDeQ taciones histricas ha ido ganando terreno en las diversas escuelas de l1iStKht grafa. Se encuentran muchas observaciones sobre a periodi"acin en *. 4a:m, i tbigrtil@s el ontinon=ties de l;lsistoire, 2ars, 1>?', pis. 1G>Q11?. *. 0untirigton, Pse Pulse of Pt=ogress, 3ueva For., 1>'?. S. +uru/s.i, Mistoryczisy proces tZrosto ,qospoclarezel4o (Bi procesK 0< t r-eo deY crecimiento econmico), ;arsovia, 1>?D, p o. D@D. Cf e linde [e \#tli dr l CI (9011 le 71 2aris 7 C49 1 s miSniKs c<O nones aunque en un contexfo ligeramente diferente, son iratadas por S. KSSKPS St, <DE
combinar con el direccional, dando lugar, as, a una visin espiral del pasado (cfr. SaintQ Simon, +. +ellesQ+rau"). Las periodi"aciones direccionales son tpicas de las opiniones que ven un limite (como el 7uicio Binal cristiano) al que se acerca la historia - humana, nos guste o no. *ste grupo inclu$e tambin las visiones sobre un progreso constante en la historia, que tiene lugar independientemente de la causa de los hechos histricos concretos. *stos ltimos fueron, en particular, los acercamientos iniciados por los historiadores en la poca de la &lustracin, que se oponan a los modelos teolgicos anteriores. :n e-emplo es 4h. *ll/ood, que pensaba que el desarrollo de la humanidad segua una par bola% desde el nivel de la vida animal hasta el pleno triunfo de la ra"n *ntre las periodi"aciones m s antiguas de este tipo ha$ que mencionar la divisin en perodos reali"ada por San ,gustn, que mencionaba cinco pocas anteriores a la venida de 4risto, $ la sexta, que comen"aba en ese momento, e iba a terminar, corno se interpret m s tarde, con el 7uicio Binal. La autntica historia de la humanidad, por tanto, se vea como algo inmutable $ homogneo. Las periodi"aciones direccionales est n bastante caducas ho$ en da. *l tipo actualmente dominante es el de las periodi"aciones irregulares, que no imponen ningn esquema geomtrico. Las periodi"aciones irregulares se pueden aceptar para perodos m s cortos por parte de aquellos que est n en favor de las cclicas o las direccionales en relacin con la totalidad de la historia humana. Las periodi"aciones irregulares se caracteri"an por una estrecha unin de los perodos que se distinguen con los hechos histricos especficos. *sos hechos son comple-os $ suelen seguir curvas poco regulares, que esas periodi"aciones intentan mostrar (por supuesto, con aproximacin). *stas periodi"aciones pueden variar grandemente segn el factor que determina ma division concreta en peisodos *n las sintesis historicas anterioses solia ser el factor poltico (la historia poltica de un estado) la que sala a relucir. La atencin prestada por los fundadores del marxismo al factor 1econmico lo integraba plenamente como un elemento del procedimiento de periodi"acin. Los historiadores marxistas han llegado a considerarlo como el factor fundamental de periodi"acin, pero que slo sirve para la divisin de la historia humana en sus etapas b sicas1 respecto a perodos 12. s cortos, se usan en la misma medida otros factores, especialmente el 2oltico. La divisin en los pasos fundamentales del desarrollo de la humanidad - 2rocede de las le$es b sicas del desarrollo social, $ da lugar a la tipologa e formaciones socioeconmicas anali"ada en &l cap*t$lo 'III 1' *n este Sentido, las formaciones socioeconmicas forman el esbo"o principal de las 2eriodi"aciones del proceso histrico. Las divisiones dentro de las formaciones (o sea las divisiones en periodos en el sentido mas estricto del termino) suelen relacionar con los pasos generales del desarrollo interno de una formacin concreta en el territorio en cuestin. Sra/a ^Ysistorvc"nc` ve soc-ologii6 (Leves 5histricas en sociologa), PiMegi d vol. AAA;&&&, 1>D8, p gs. DQD'. - *sta idea es anali"ada por 8. ()ssustJ.i, opL nt, p gs. DQ1'. 1' 2odemos hablar de una ieora de 11 fumtttacidn socioQeconmica slo si 8KS referimos a un mecanismo de tma% slciun de una formacin a la sigllienie S' 00 00 ener np sisios con ui 1 o i o 1G en (1 ripion de lis dis L&S ss Zos tflaciones (qui" s en el orden en ci que te sus1u suceder), SflK podemoS hablar su tipologa. <Q8>
*n general, los criterios de periodi"acin son uno de los principales ndices de las construcciones sintticas, configur ndose estas ltimas, 4orno sabemos, tambin, por un uso adecuado de los, criterios territoriales $ ob-etivos. 8. Alcance territorial $ ob+eti#o $ clasi$icacin de los tipos de in#estigacin La divisin en unidades territoriales concretas abarcadas por la investigacin puede ser tambin convencional u ob-etiva% por e-emplo, puede tener en cuenta los distritos administrativos o algunas otras regiones, diferenciadas de algn modo. *n la pr ctica, las divisiones convencionales aplicadas al territorio son mucho menos criticadas que las aplicadas al tiempo. La unidad b sica territorial que se suele estudiarJ es un estado o una nacin en su alcance territorial. *sto produce diversas historias de naciones, que pueden ser m s o menos integrales si abarcan toda la historia, es decir, qui" s, todos sus aspectos, o especiali"adas, cuando abarcan un solo aspecto de la vida de una comunidad nacional dada en el pasado (por e-emplo, la historia econmica de 2olonia). Si la aproximacin trasciende las fronteras de un estado o los lmites de un territorio habitado por una nacin, adquiere un car cter universal. *s un rea ma$or, por e-emplo, un continente o todo el mundo, lo que se convierte en la unidad geogr fica abarcada por el estudio. Si slo se estudia una parte de un continente o un estado, nos encontramos ante la historia regional. Los criterios para distinguir una regin concreta pueden ser de varios tipos, segn las exigencias de la investigacin. 2ero advirtase que una delimitacin errnea de una regin puede tener efectos negativos en los resultados del estudio. La historia regional inclu$e, por e-emplo, el estudio de los territorios relacionados con el 9ar M ltico, la "ona de la cuenca del 9editerr neo, los Malcanes, etctera. Los estudios relacionados con la historia de la #ran 2olonia, la 2icarda, 4ataluRa o Mielorrusia Kriental tambin se inclu$en en la categorla de los estudios regionales. Las monografas regionales se pueden caracteri"ar por un acercamiento integral o especiali"ado. *n el caso de la historia econmica regional los historiadores deben servirse, m s que en otros estudios, de los resultados de los estudios de los gegrafos econmicos que se ocupan de las regiones. *l historiador debe tener en cuenta que no puede separar la historia universal, nacional $ regional. ,l traba-ar en un estudio de historia naclonaJ o regional debe darse cuenta de que. es parte de un estudio de historia universal. *l acercamiento comparativo debera ser una condicin sine I a non en la investigacin histrica. ,l mismo tiempo, al traba-ar en la liiS tana universal o nacional, debe tener una opinin bien fundada sobre la regionali"acin del territorio cu$a historia est estudiando. *n este SeG tido, los historiadores deberan me-orar su conocimiento no basado en fuentes, $a que tienen mucho que completar en esta cuestin (especialme1Dt en el rea de la historia econmica). Las aproximaciones efectuadas hasta ahora pecan de un tratamiento demasiado ecncraY de los territorics. Kcurre, mu$ a menudo, que las ideas basadas en la reeirn me-or conocida dominan urs estudio 8iGtti4G L secuencias genil icas $ las diversas generali"aciones se caracteri"an, veces, por un acercamiento unilateral, que es tpico, en particular de 4M estudios cte mandes sistemas a lo largo de grandes perodos. La fragmentacin ob-etiva de los datos tambin est mu$ relacionada con el concepto de sntesis de un historiador concreto, con su modo de unir los hechos en todos m s amplios $ con la importancia que atribu$e a diversos hechos. Sin extendernos en los problemas de la divisin geogr fica $ ob-etiva de los datos, seRalaremos los principales tipos de sntesis, basando la clasificacin a la ve" en el criterio geogr fico $ ob-etivo. 3os encontramos con dos tipo%
1) ,proximaciones microsintticas. ') ,proximaciones macrosintticas. lina microsntesis es el resultado final de los estudios microanalticos. 2or otro lado, sin embargo, los estudios microanalticos, como el estudio de los presupuestos familiares, puede servir de base para una macrosntesis, como una descripcin de todo un grupo social. *l acercamiento microsinttico es una respuesta a una pregunta b sica de investigacin sobre un elemento aislado que no se puede descomponer o sobre pequeRos sistemas sociaYes. *n el primer caso, un estudio se puede centrar en un solo ob-eto material (pero visible en el asentamiento de un determinado sistema social, $a que, de otro modo, no nos encontraramos ante un estudio histrico) o en un individuo como miembro de la sociedad. 4omo e-emplos de estudios sobre un solo ob-eto, podemos mencionar nurnerasos estudios sobre la historia del arte que anali"an una obra concreta (por e-emplo, el altar de Pit St/os" en 4racovia o la puerta de la catedral de #nie"no), sobre arqueologa, sobre la historia de la cultura material. *sto tambin vale para los estudios que se refieren a una serie de ob-etos similares, pero en los que el centro de gravedad no est en el an lisis de los propios ob-etos, sino en el estudio de su papel en un determinado sistema social m s amplio. *stos estudios se pueden ocupar no slo de ob-etos materiales, sino tambin de elementos de la cultura espiritual (por e-emplo, el estudio del canto gregoriano en la 2olonia medieval). Las monografas sobre personas son e-emplos de estudios centrados cii individuos como miembros de la sociedad. *stos estudios microsintticos pueden ser de naturale"a mu$ distinta, segn la atencin dedicada por el investigador a la persona en cuestin $ a los sistemas (grandes o pequeRos) en los que viva esa persona. Si se limita slo a la persona, escribe una [biografa, que se puede considerar de varias formas. :n buen e-emplo de este [iJacercamiento son las entradas incluidas en los diccionarios biogr ficos Zpor [f-emplo, Polski %lownik &iogra$iczny (!iccionario biogr fico polaco)Y, $ malos e-emplos, los artculos conmemorativos 1D, etc. Las biografas modernas prestan cada ve" m s atencin a los sistemas en los que actuaba un individuo, para mostrar la influencia que un sistema concretn tuvo sobre ese individuo $ tambin la influencia que ese individuo tuvo sobre el sistema. [[*n todos estos casos, eY individuo se considera como un elemento del sistensa . 1J1eDYn-dtodo hiogiJ lico en sociolerra fue tratado por .1. S"c"epans.i1 ufr, [!ie biograpYpscgc 9et,liodc6, en Hridbnc' den ernpirisci;ien %ozial$or.sc'ri g, edicin G (4& do ri ui 1 1J1& 1 D i oinhr K hs pr iiicmlcs obi as Gl) iJoiitUrJ-a 1 o hi -siioriah p KJci i.r &ni S 1111 clemplK clc iniio.- ili &nc (&til Lii aY 0hr o de , . +ersten sobre SIefan (7"ainiec.i (;arsorJia. >?D). Sm& obra dio 14ir<i. a una in ta-esante discusin sobre las monografas de individuos. <?1 3o est claramente esbo"ado el concepto de sistema social pequeRo, que es, -unto a los ob-etos e individuos aislados, la segunda materia de los acercamientos microsintticos. 3o ha$ duda de que una familia, el taller de un artesano, e incluso un pueblo, son sistemas sociales pequeRos1 Wpero entra en esta categora una ciudad, especalmente una grandeX 2ara definir, por lo menos aproximadamente, el alcance del concepto de sistema social pequeRo, tenemos que diferenciarlo del de grupo social, concepto mu$ corriente en sociologa. Slo se llamar n sistemas sociales aquellos grupos que son todos funcionales $ en los que el funcionamiento de los diver. sos elementos est
relacionado, de modo que esos elementos no pueden existir aisladamente. :n sistema puede ser pequeRo o grande de acuerdo con el punto de referencia. :n pueblo es un sistema grande en comparacin con una sola gran-a, pero es pequeRo en comparacin con la sociedad entera. 2or tanto, si una persona quiere averiguar con qu sistema social se encuentra, debe buscar la respuesta a esta pregunta i8 Las monografas sobre plan. tas industriales, pueblos, instituciones sociales (por e-emplo, organismos de caridad), instituciones polticas (por e-emplo, el 2arlamento), instituciones educativas (por e-emplo, una escuela concreta), instituciones culturales (un determinado teatro), etctera, son e-emplos de resultados de los estudios sobre sistemas sociales pequeRos. 4omo en el caso del estudio sobre individuos, los an lisis de pequeRos sistemas sociales se pueden relacionar, en diversos grados, con el estudio de sistemas m s amplios, de los que son elementos los m s pequeRos n *l acercamiento macrosinttico se ocupa de sistemas sociales grandes. *sto inclu$e estudios integrales de dichos sistemas (por e-emplo, monografas sobre ciudades grandes, estados o grupos de estados), estudios de ciertos elementos en sistemas concretos (por e-emplo, el estudio del comercio corno una 1Qama de la actividad econmica1 la cuestin campesina en el levantamiento de 1E?D en 2olonia1 la idea universalista en la *uropa medieval1 la participacin de las tropas polacas en la Segunda #uerra &vlundial, etctera) $ an lisis de la influencia que determinados factores externos tuvieron en un sistema concreto (por e-emplo, las influencQias orientales en el arte europeo del siglo xviii). Los me-ores e-emplos de acercamientos macrosintticos son los estudios sobre toda la historia de un estado concreto durante un perodo extenso Zpor e-emplo, Dzie+e :iemiec do poczatk ery rzwozytrzej (0istoria de ,lemania hasta el comien"o de la *dad 9oderna), de +. C$mieniec.i, 2o_ flan, 1><EY, o sobre una serie de estados Zpor e-emplo., %redtziowiecze 1JOt4S zec'ize (0istoria medieval universal), de C. 9anteuffel, ;arsovia, 1>?1, que presenta una sntesis de historia europea% Historia Powszeclina 32KO=3K24), de 9. _$/c"$ns.i, ;arsovia, 1>?<Y, o los amplios estudios sobre toda la historia universal publicados en muchos pases. Sobre los sistemas sociales pequeos, ver it. Neducid, .6(se /iU!e /<(!!SL" city. Chicago 1>8. $ taxnbiRn 1. Copols.i, Brab1err$imitoi G,Gnogia I1( "nrh h tUi u (11 obli TU 15 tiitodo1uo ros d to o 1 si i 1111G 8G pus hh s su ci fc/tu "ii sto 1 Kz di 14 fi mli t ' Pu a Ufl ti itt i 1 )1 i1K SiL 1 1 IFt ud 1 8 1 1 ils (L -acchunos siY ubos) L al K8 is 1 (iD Li ti po G 1 1 9 G 1 :i 2: 1111 1 Ijp s( i u JS(C 11 9 ) O1 )1 1 LSiiKdKl s.i 1 u ir cc truchos sistemas i ores *n aY caso, un a44rcaniYdii tu 4&S4 81dL l 1 trt cc 4 ha c ti :i 1 1 :& @ lo o S*AC, 2,NC* L, 9*CK!KLK#&, ,2N,#9,C&4, !* L, =ISFOHII
AA&&& La naturale"a y los instrumentos de la narracin histrica 1. El problema de la narracin en la metodologa de las ciencias *l problema de la narracin surge cuando pasamos de las consideraciones sobre la
metodologa pragm tica, centradas en los procedimientos de investigacin, a la reflexin sobre los resultados de la investigacin (es decir, reflexiones apragm ticas). *n muchas ciencias, una respuesta a una pregunta concreta de investigacin adopta la forma de una estructura verbal coherente y completa. *sa estructura verbal podra llamarse narracin, aunque el trmino puede resultar chocante aplicado a ciertas disciplinas. , pesar de las diferencias en las estructuras de las narraciones en las diversas ciencias, toda narracin es un informe sobre los resultados de la investigacin, es decir, una secuenc-a coherente de afirmaciones sobre hechos especficos. !esde ese punto de vista no ha$ diferencia entre la historia $ la geologa, pero tampoco entre la historia $ la fsica o la musicologa. :n fsico, un musiclogo $ un historiador deben informar igualmente sobre los resultados de su investigacin, conducida por distintos mtodos, en un cierto orden que se acepta en sus respectivas disciplinas. *sto significa que deben componer ciertos fragmentos para formar un todo legible (que se puede mostrar como legible slo palQa aquellos que conocen el lengua-e especfico de una disciplina concreta), en el que los resultados de la propia investigacin, el propio 4onocimiento y algunos resultados de las investigaciones conducidas por otros se me"clan en un informe estructurado de la me-or forma posible. Lo que en la metodologa pragm tica se puede interpretar como establecimiento $ explicacin de los hechos $ corno sntesis del traba-o, en la metodologa apragm tica adopta la forma de narracin (como formulacin de narraciones). La narracin ofrece numerosos problemas. Se puede decir que, anali"ando las narraciones, es decir, los sistemas de afirmaciones que forman respriestas a las preguntas planteadas en la investigacin, conseguimos definir el lugar de una disciplina concreta en el sistema de las ciencias. 2or tanto, el problema de la narracin es una cuestin brucial en la metodologa apragifl tica de las ciencias $, del mismo modo, en la metodologa apragm tica de la historia. - A) anali"ar las narraciones tenernos que tener en cuenta los tres grupos S1gutcrte d imhlemas 1) Cipos de narraciuc, en una d&scipl&na cuncrrta)1 ') &nstrumento de la narracin1 D) *lerner-i os de la narracin. <?8 Se tratar n en relacin con la narracin en la investigacin histrica $ los relatos histricos (como productores de la nar1acin), comen"ando por las caractersticas generales de las narraciones histricas. '. :arraciones 'istricas $rente a narraciones en general ,lgunos autores se inclinan a ver la tendencia a describir el curso de los acontecimientos como la caracterstica que diferencia las narraciones histricas de las narraciones en otras muchas disciplinas, donde la posible descripcin de los hechos est subordinada a la tarea de formular o recha"ar teoras. *sta postura, aunque refle-a las pr cticas reales de la ma$ora de los historiadores, no es correcta, porque entre las muchas clases de narraciones histricas podernos distinguir narraciones que se subordinan a ciertas tareas tericas. 2or e-emplo, la rebelin campesina dirigida por Pat C$ler se puede anali"ar no por pura curiosidad histrica (qu ocurriX), sino en relacin con un estudio de la teora de las rebeliones campesinas o de la lucha de ciases en general. *n estas narraciones, la descripcin slo es un componente de un todo. 2ero ha$ que admitir que las afirmaciones tericas claramente formuladas no son un elemento necesario de una narracin histrica. Campoco son un elemento necesario de una narracin en el rea de ninguna disciplina emprica% ha$ estudios de fsica que slo
describen ciertos hechos1 del mismo modo, un qumico puede producir un documento en el que se limite a describir una reaccin qumica1 o un astrnomo, un documento en el que describa los movimientos de un planeta. 2or supuesto, nos referirnos aqu a narraciones hechas por investigadores individuales $ no a narraciones en general, $a que, en este ltimo caso, las referencias a la teora son indispensables en la fsica, la qumica $ la astronoma. 2ero incluso la investigacin histrica, especialmente la que nos gustara tener en un futuro prximo, debe buscar narraciones que inclu$an componentes tericos. :na narracin interpretada como la serie de respuestas a una pregunta concreta de investigacin en una disciplina dada es inconcebible sin relacionarse con una teora 2uesto que tanto la descripcin como un componente terico (o la referencia a una teora dentro de la misma discipYina) son condiciones necesarias de cualquier narracin cientfica (considerada de modo general, $ no desde el punto de vista de un investigador concreto), esto significa que dichas condiciones no bastan para caracteri"ar las narraciones histricas de :n modo m s preciso. Son condiciones necesarias pero insuficientes. *ntonces, Wqu elemento -uega el papel de la condicin que basta para considerar una narracin determinada como histrica si, como hemos visto, una descripciofl $ una referencia a la teora no bastan por s solas para dar a una narracioul la naturale"a histricaX *se elemento debe hallarse en el tiempo (para usar una formuladGG mu$ general), que tambin es una condicin necesaria de una narracin 111s trica. 2or tanto, podemos sugerir las siguientes caractersticas b sicas iSi las narraciones histricas% 1) 4ondiciones necesalQine% elcseripei n de becl1os1 referencia D teora1 referencia al tiempo1 - i Sobre las narraciones histricas con impQo rlancia teQrica. ver ,Q i)anh0 @he $in<l$ leal Pieilosopliy o$ HsLoy, mas. 1DDQ1D<. ') 4ondicin suficiente% referencia al tiempo1 D) 4ondicin necesaria $ suficiente% referencia al tiempo. 3o ha$ historia sin el elemento tiempo ($ esto no slo ocurre con la historia humana, sino tambin con la historia natural). *l tiempo es el factor que da a la historia su sentido de existencia $ su fuer"a vital. *l tiempo en la investigacin histrica fue tratado m s ampliamente al reflexionar sobre el concepto de hecho histrico (captulo A). 2ero entonces se puso iQnas nfasis en la naturale"a relativa del tiempo en la historia $ en la direccin de su curso, $ aqu nos interesa m s el aspecto del tiempo que difiere del tratamiento que se le da en las ciencias no histricas. *l tiempo al que se refieren los historiadores no es el tiempo en general, que se podra llamar tiempo puro ' (que puede definirse suficientemente por los conceptos de duracin moment nea $ sucesin), sino el tiempo fechado, en cu$o caso tenemos que indicar algn lugar en la escala cronolgica. *s ese tiempo fechado el que da a las narraciones histricas su rasgo nico% sita cada una en su espacio de tiempo adecuado, dentro de la escala temporal, $ le imprime la direccin que se a-usta al curso del tiempo . ,unque no necesitemos, por diversas ra"ones, seguir la direccin del curso del tiempo al construir una narracin (esto e lo que ocurre en el caso del mtodo regresivo), en ltima instancia, la direccin del curso del tiempo da una orientacin a esa narracin, como recordando que es inseparable de la historia. , pesar de los xitos que se esperaban de la investigacin histrica terica, centrada en la formulacin de teoremas, la propia historia desaparecera si se separara del concepto del tiempo. *n comparacin con muchas otras ciencias, las disciplinas histricas est n muchsinQso m s saturadas de tiempo fechado. ,unque el tiempo fechado se puede encontrar en otras
disciplinas, no es, ciertamente, ninguna peculiaridad su$a. 4uando un fsico dice que la lu" via-a a unos DGG.GGG .ilmetros por segundo, no relaciona ese proceso con la escala temporal, $ cuando hace :n experimento que implica la medicin del tiempo, dice que un proceso determinado comen" en un momento =D $ teiQmin en un momento t3, $, por tanto, utili"a el tiempo fechado, pero inmediatamente, como si di-ramos, 7o olvida, $ slo permanece interesado por el espacio entre t$ $ tD. 2or tanto, en ltima instancia, usa el tiempo en general $ no un tiempo fechado. Se puede ver f cilmente que, cuando un historiador dice que 5la primera particin de 2olonia tuvo lugar en 1@@'6 o que 5la Segunda #uerra 9undial dur desde el 1 de septiembre de 1>D> hasta el > de ma$o de 1><86, se interesa por el tiempo de un modo distinto al del fsico% especifica la fecha de la primera particin de 2olonia $ la fecha del comien"o $ el final de la Segunda #uerra 9undiai. , veces, no slo los historiadores utili"an el tiempo fechado, sino ' *sto no quiere decir que el tiempo se considera corno algo que existe aparte de una realidad intemporal. ;er 7. Copols.i, ,,4"as / narrac-i histor$c"ne-6 (*l tiempo en la riaiQiQacin histrica), %t dza ,etodologiczne, nm. 1G, 1>@D, pa2oas DQ'D. 4e 1 1cQ.tnnsircieh ,,7Ilistoriciia Tiene, re> (Prtii;rep P<%t aNdPresetit, i<es, llaveo, 1>8E, pps. 81Q1D<. Las observaciones riel presente autor difieren en cierto S&iK47K de la opinin de Notensi reicli, que esnl ica el enes o del tiempo efl rSiinos causales. ;er tarobitmn 4i. Simmel, Probletn der =Slstorise=ieu Zezt, Merln, 1>1?. Notenstrcieh, que considera el tiempo histrico como una concre4lon riel tiempo cap carral, no est de acuerdo con Simrnel, que sostiene que el tiempo ciS la hiQtSria es una determinada relacin entre los hechos, mientras que a historia copio 1\11 1G(1G es intemporal <?@J tambin los paleontlogos, gelogos, paleo"ologos, bot nicos que se interesan por los cambios en el reino vegetal, etc. 4omo resultado de sus investigaciones, todos ellos fabrican narraciones histricas. 9ientras que un representante de las ciencias no histricas puede usar tiempo fechado, los historiadores, a veces, usan el concepto de tiempo en general. *sto ocurre, por e-emplo, cuando un historiador dice que en el siglo xviii los campesinos polacos estaban obligados a aportar traba-o servil tres das por semana. Se puede advertir inmediatamente que el tiempo histrico 5en general6 se refiere aqu a un espacio de tiempo marcado en la escala cronolgica. 2or tanto, la generalidad del tiempo tiene una naturale"a relativa. *l tiempo en general slo aparece, en las narraciones, en afirmaciones estrictamente generales, explcitas o implcitas. D. 6ipos de narraciones 'istricas cient$icas. Literat ra de crnicas $rente a 'istoriogra$a La referencia al tiempo, que basta para distinguir las narraciones histricas entre todas las narraciones, no basta para caracteri"ar las narraciones histricas cientficas. 3o toda secuencia fechada (explcita o implcitamente) de afirmaciones sobre el pasado podra clasificarse como producto del proceso investigador de un historiador, ni incluirse, por tanto, en la categora de conocimiento histrico cientfico. 2ero Wdnde debemos tra"ar la lnea de divisin entre las narraciones cientficas $ las que no cumplen la anterior condicinX 2arece que podemos comen"ar nuestra bsqueda de respuestas a esta pregunta en la distincin entre literatura, crnicas e historiografa, o, en otras palabras, entre las narraciones de los cronistas $ narraciones histricas, distincin que se encuentra en algunos estudios de filosofa de la historia. Las narraciones histricas, excepto las narraciones histricas corrientes, que no son productos de la investigacin estudiosa $ que no nos interesan aqu, pueden identificarse, a su ve", con las narraciones histricas cientficas La conocida distincin de M. 4roce entre la literatura de crnicas $ la historiografa no
es lo suficientemente precisa como para permitirnos describir su postura con claridad. *n cualquier caso, en su opinin, la historiografa es informar sobre los hechos que nos interesan (de modo que toda la historia es historia actual), mientras que una crnica, aunque est escrita de modo contempor neo, es 5historia muerta6, que informa sobre hechos histo ricos, sin relacionarlos con nuestros intereses. *sto puede interpretarse de modo que M. 4roce ve la diferencia entre la literatura de crnicas $ la historiografa en el problema de la seleccin. ;&. 0. Palsh distingue las narraciones simples de las significativas $ cree que la investigacin histrica se puede concebir de dos nsafler8s. ,. !anto ? tiene ra"n al seRalar que una narracin (interpretada como res: tado de la investigacin de un historiador) puede ser slo significativa, de lo que se deduce que las narraciones simples de Palsh deben considerarse cK crnicas. *s cierto que Palsh e-Q 4c que era precisamente el programa de :i1J narracin simple lo que 2.an.e incl:$ en su famosa formulacin que exig 5una descripcin exacta ele lo que ocurriJ\ ($ as es como define Pals1 \\ @,, 0 % 0 = \ \(\ @ = i\ i\ 1\ [ ii o [e drJle, sroriorr $+nl, ;e,J nnnbitn ,. !ante, 42E. cit., 11 (. , 1 ,\ G J, 0idi 3 4,3 @) 11 @ l"/ O E 3) ) O = > = 1 e @!ina Dl. !ante, op. /it,, p gs. 11? $ ss. narraciones simples), pero se puede demostrar f cilmente que minusvalor el programa de Nan.e al atribuirle el recha"o de las narraciones significativas. Si especificamos los siguientes significados posibles (aunque no son todos) de las narraciones histricas% pragm tico, terico, gentico $ explicativo , sera correct decir que Nan.e slo se opona a las narraciones pragm ticas (aunque, como hemos dicho, en la pr ctica no las evitaba) $ no se interesaba por las narraciones tericas, pero prestaba atencin especial a la reconstruccin de las secuencias genticas, es decir, agrupaba los hechos por su importancia en esas secuencias $, por tanto, no quera romper con la narracin significativa, que, despus de todo, da sentido a la labor de un historiador. 2ero ni la seleccin de los hechos ni Ci rebasar la exacta definicin de Palsh (dos caractersticas que est n estrechamente relacionadas) abarcan la diferencia entre una crnica $ una narracin histrica cientfica. *videntemente, podramos elaborar el concepto de 4ronista &deal (4. 1.) E $ atribuirle una serie de caractersticas adem s de la b sica1 en concreto, la bsqueda de una informacin verdadera de los sucesos, es decir, un registro indiscriminado de los sucesos observados, que cta lugar a una narracin que no tiene significacin m s que como una descripcin de los hechos tal $ como ocurrieron. *l producto de esa operacin estara mu$ le-os de lo que realmente sucede. 3o podemos ni imaginar un 4. 1. como se, porque todo acto cognoscitivo implica una seleccin. &ncluso el registro del suceso m s simple ($ un 4. 1. no puede registrarlos todos) es un acto selectivo. 3o podemos, por tanto, privar a un 4. 1. de la facultad de seleccionar, de donde se deduce que no podernos imaginar una crnica escrita por un 4. 1. que no va$a m s all de una simple descripcin. 0asta el registro de un suceso en algunos anales va m s all de la sola descripcin% un anal slo transmite informacin sobre alg nos sucesos, es dcciiQ, sobre los sucesos que un cronista cre$ suficientemente importantes (5significativos6). 3i siquiera la elapracin de un 4. 1., si no queremos que sea totalmente artificial, puede supondr que un 4. 1. fabrica una descripcin exacta, $ slo una descripcin exacta. F sin embargo, parece que la lnea fronteri"a entre la literatura de crnicas $ la historiografa, si un 4. 1. est dotado de la facultad de seleccionar, ha$ que buscarla en alguna otra parte, lo cual significa que la seleccin no basta, por s sola, para dar a una narracin histrica la categora de
cientfica. *n lugar de elaborar un 4. 1., elaboraremos el concepto de 4ronista Neal (4. N.) e intentaremos enumerar las caractersticas que p ede tener $ las que, necesariamente, no p ede tener. 2odemos imaginar que un 4. N. no slo busca la verdad $ clabora :fl informe selectivo, sino que adem s intenta (en lo posible) explicar los Sucesos que describe, ordenarlos en secuencias genticas (por supuesto, no m s largas que el perodo de sus observaciones) e incluso puede interesarse por sus aspectos tericos, como demuestran las obras de &bn +haldun . :n 4. N., evidentemente, describe slo lo que tiene lugar durante su vida $ lo que puede registrar por s mismo, aunque sea indirectamente, bas ndose en los relatos de sus contempor neos. Limitar a un 4. N. a sus propias observaciones sera solame,itc una ficcin mu$ le-ana de los hechos. Se puede ver que i ncCuso un 4. *. mu$ inteli en te vper tectauien e culti s& 11 11 1 i [> && ci 1 , -, ., J2 1) j<) 3 J 2 4 3 J 3 ! =11\D) (lii eren te 2ero tJenrmor 4K rncnlet toc1 1G) &KJe@=7\i=44@?>@ 1u ilD,rK1rai&ee fi=ti4 b-cn un historiador. <?> vado tiene, necesariamente, un campo de visin mu$ reducido, teniendo en cuenta que registra los hechos corrientes (que, despus de todo, es el significado de la palabra cronista). 4orno esta limitacin no vale para un historiador, slo este ltimo tiene oportunidad de fabricar narraciones histricas cientficas. La limitacin del campo de visin de un 4. N., que es la lnea diferenciadora entre la literatura de crnicas $ la historiografa, resulta del hecho de que un 4. N., una ve" que ha registrado un suceso, no sabe lo que sucede a continuacin, $ no sabe sus consecuencias. 2or supuesto, un 4. N. puede describir hechos pasados (es decir, pasados respecto a su situacin en el tiempo), cu$os efectos, hasta cierto punto, puede valorar, pero entonces de-a de actuar corno un cronista $ comien"a a actuar como un historiador. 2or tanto, un 4. N. no habra podido escribir en 1<8< que la #uerra de los Crece ,Ros acababa de comen"ar (una guerra entre 2olonia $ la Krden Ceutnica), o registrar, el '' de abril de 1E@G, que ese da haba nacido ;ladimir Lenin, dirigente de la Nevolucin de Kctubre. :n historiador, por el contrario, al escribir la historia de la #uerra de los Crece ,Ros o una biografa de Lenin, utili"a su conocimiento de ese hecho total desde el principio de su narracin. *scribe, por tanto, como si di-ramos, ba-o la carga de ese conocimiento o, en otras palabras, desde la perspectiva de un suceso pasado. Sabemos perfectamente que el concepto de 5hecho vitalJS (un sistema) es relativo, $a que los sistemas m s pequeRos son elementos de otros m s amplios, que, a su ve", son elementos de macrosistemas, etctera (ver captulo A), pero, e9 post $acto, se suele saber dnde tra"ar el lmite de un hecho, aunque stos son los problemas m s discutidos entre los historiadores. *n la investigacin histrica, slo un hecho pasado puede ser materia de an lisis cientfico1 por tanto, cuanto m s in stat nascendi est todava un suceso descrito, m s se parecer un historiador a un cronista. 2ara un historiador, la perspectiva temporal es una condicin necesaiQia para abarcar el desarrollo de sistemas concretos, es decir, sus relaciones que indican sus papeles respectivos en el proceso histrico. 3o podernos anali"ar cientficamente un suceso, no slo antes de que termine, ni siquiera antes de que produ"ca resultados. 2ara el 4. N. el futuro es algo desconocido1 como mucho, puede prever de algn modo el curso de los acontecimientos, lo cual puede aRadir un tinte especial a su crnica, pero
su prediccin no puede sustituir al conocimiento de lo que ocurri m s tarde. *se conocimiento, que es patrimonio del historiador, constitu$e la principal diferencia entre un 4. 1. $ un 4 .N., por un lado, $ un historiador, por otro, $ por tanto, tambin, entre la literatura de crnicas $ la historiografa. :na crnica est necesariamente escrita desde la perspectiva de un topo, mientras que la historia debe escribirse desde el punto de vista de un guila. *sta met fora, por supuesto, no pretende minusvalorar la importancia de las crnicas o exagerar el papel de la historiografa% slK quiere mostrar las condiciones reales. *n este sentido, ha$ que rnenciofl a algunos historiadores que se aprovechan de las oportunidades que les ofrece su perspectiva temporal en mu$ pequeRo grado, $ constru$en sus narracioneS como si no conocieran el curso posterior de los acontecimientos1 4on ello actan m s como cronistas que como historiadores1 se interesan m s pt los hechos que por su significado lustrico. ,s, un historiador que va a construir una narracin histrica est dotado, arierns de las caractersticas que podemos atribuir a un 4. , d&4 7d posibilidad de utili"ar la dimenciu tc`ora1 mientras que un 4. N. ve, /<43< si di-ramos, todo al mismo mcci. *n este punto es indispensable referirnos a nuestro concepto de conocimiento no basado en fuentes. *s ese conocimiento el que permite, principalmente, que un historiador utilice la dimensin temporal. 4uanto me-or $ m s completo sea su conocimiento no basado en fuentes, me-or cumplir sus taras en una narracin histrica cientfica. Los an lisis metodolgicos m s antiguos, que no usaban el concepto de conocimiento no basado en fuentes, no estaban en posicin de definir m s estrictamente la diferencia entre literatura de crnicas e historiografa. *videntemente, el conocimiento basado en fuentes (relativo en sentido efectivo), que ilumina un hecho concreto, participa tambin, plenamente, en la utili"acin, por parte del historiador, de su perspectiva temporal. 0e aqu un e-emplo de utili"acin de la perspectiva temporal sobre la base de un conocimiento histrico no basado en fuentes $ amplio% 5*n comparacin con las corrientes que haba en &talia o ,lemania, o en los 2ases ba-os, la vida inglesa estaba econmicamente atrasada. 2ero incluso sus lagunas estancadas fueron revueltas por los remolinos $ torrentes del torbellino continental. 4uando *nrique ;&& lleg al trono, la organi"acin econmica del pas difera poco de la poca de P$cliff. 4uando muri *nrique ;&&&, lleno de aRos $ de pecados, se podan distinguir $a algunas de las principales caractersticas que iban a diferenciarlo hasta l,a llegada del vapor $ de las m quinas, aunque todava dbilmente. La puerta que segua cerrada era la de la expansin colonial, $ cuarenta aRos m s tarde comen"aron los primeros experimentos de expansin colonial6 \K N. 0. Ca/ne$ describe as la situacin econmica en &nglaterra en el momento de la ascensin de *nrique ;&& (1<8EQ18G>) al trono, $ valora su lugar en el desarrollo econmico de &nglaterra1 para ello, utili"a explcitamente su conocimiento sobre los tiempos que vinieron m s tarde. *s evidente que estas referencias no siempre son explcitas1 basta con que la narracin, globalmente, est escrita desde una perspectiva temporal especfica. 9 s an, el mismo hecho de que los historiadores emprendan ciertos estudios muestra que est n convencidos de la necesidad de tales estudios, $ eso, a su ve", es un resultado de la valoracin de la importancia de determinados hechos en el proceso histrico. 4onsideremos ahora un texto que se ocupa de hechos con un alcance temporal menor que los tratados por Ca/ne$ en el pasa-e mencionado anteriormente. 0. 9aduro/ic", al investigar los precios de los cereales en la parte occidental de la 2olonia 9enor en la segunda mitad del siglo xviii, escribi% [\*n 1@E8 comen" una r pida al"a. (...) Los precios que subieron m s fueron los del trigo, centeno $ echada1 se doblaron en los cuatro aRos siguientes. (..) >a e 1@E> se
observ una cada de los precios (...), pero los precios no ba-aron hasta el nivel de 1@EGQ 1@E8, $ su cada no dur mucho. Los precios en 1@>', cuando eran m s ba-os, eran un 8G por 1GG m s altos que en una ba-a similar durante 1@EGQ1@E86 K ,unque ciertos hechos del mismo tipo se registran aqu aRo por aRo, por orden cronolgico, se puede advertir que uro cronista que hubiera estado haciendo sus informes en 1@E8 no habra podido escribir en ese momento que 'aba comenzado una r pida al"a, que los precios Se haban elevado al m ximo durante los cuatro aRos siguientes $ que 1@>' liabta visto la mayor cada c-e precios, etctera. ,qu, tambin, la ecroacin R Ji a %le mli & ' o Nu Z / ,( 1 > Si = )) 7 9adurn/icilirhar\s.a, <(*ol)+ #,oza '-) Za/ll<dille+ ,elo,b.Q o 3l<l<rQ, F1""" wiekn (2recios de los cereales en la prrt@ oceicico =@1 c.+ ,L )$) s\ u el o n "t 1 la iii) Amo s\ 3O07 i <@G
se constru$e desde la perspectiva de :fl 4onocimiento bastante conpleto de los hechos en cuestin La perspectiva temporal es el criterio m s general que diferencia las narraciones histricas de las crnicas. Ktros criterios, secundarios, definen los tipos de narraciones. ,dvirtase que estos tipos han sido ampliamente tratados en la segunda parte de este libro, donde se distinguieron la narracin pragm tica, crtica, eru ditaQgentica, estructural $ dialctica. -. "maginacin 'istrica La elaboracin de narraciones histricas, es decir, narraciones con una perspectiva temporal, requiere varios instrumentos, que son componentes o funciones del conocimiento no basado en fuentes. *ntre estos instrumentos est n, en primer lugar% 1) &maginacin histrica1 ') Lengua-e1 D) 4lasificacin $ ordenacin de conceptos1 <) !educcin contraQob-etiva. La imaginacin histrica, que interviene en la construccin de sntesis $ en la narracin, es decir, en la construccin de narraciones como manifestacin externa de los resultados de la investigacin his.trica, tiene que estudiarse an en detalle. !e cualquier forma, es sabido que una serie de hechos establecidos $ de explicaciones propuestas no bastan para la construccin de una narracin coherente. Si se quiere convertir todo eso en un todo verlo desde una perspectiva temporal, el historiador debe ser capa" de hacer un uso pleno del conocimiento que ha acumulado1 ese conocimiento acumulado supone una cierta saturacin de su memoria, que aumenta con su experiencia de estudioso $ su erudicin creciente (incluida la erudicin en problemas tericos). *sta capacidad consiste en relacionar el conocimiento basado $ no basado en fuentes, lo cual da lugar a
una visin integral m s o menos clara de las estructuras. *n este punto es donde se pueden manifestar la personalidad de un historiador $ sus propias contribuciones al procesamiento de los datos que ha recogido. 4uando en el pasado la gente discuta si la historiografa es un arte o una ciencia, los que vean elementos de arte en la labor de un historiador los atribuan a su imaginacin $ a sus contribuciones individuales al traba-o. *sta capacidad de los estudiosos que eran famosos por sus amplias conocimientos se llamaba, muchas veces, intuicin. *ste autor la llamara m s bien imaginacin histrica, $ la interpretara corno una fu cin del conocimiento no basado en fuentes de un historiador. *se conocimiento no basado en fuentes, que satura su memoria, le permite formar :] cuadro m s o menos apropiado de los hechos pasados que le interesan. *se cuadro, a su ve", le permite pensar constantemente, mientras elabo una narracin, en el todo reconstruido que es un refle-o de ese cuadro. 8. El leng a+e de las narraciones *l lengua-e es el instrumento fundamental de la narracin. :n lenguale inclu$e un vocabulario (es decir, la serie de palabras de las que est orinadas las oraciones), una gram tica (que establece las reglas para CO1 ti uir las oraciones a partir de las alabras) $ las funciones sem nticas de lsS palabras, funciones que atribu$en significados especficos a las palabras $ a las oraciones. 2ara usar un lengua-e concreto correctamente ha$ que conocer no slo el vocabulario $ la gram tica, sino tambin sus reglas sem nticas (es decir, comprender los significados de las palabras $ las oraciones). *n la metodologa de las ciencias se hace una distincin entre los lengua-es naturales (tnicos) $ los artificiales. La historia es una de las disciplinas que usan los lengua-es naturales. *videntemente, esto implica grandes peligros, $a que los significados de las palabras en los lengua-es naturales son vagos $ las reglas gramaticales no evitan las ambigHedades, pero en el nivel actual del desarrollo de la ciencia sera difcil imaginar que pudiera ser de otro modo. *sto sugiere la exigencia de que el lengua-e usado en la investigacin histrica $ en la historiografa debera facilitar al m ximo la comunicacin entre los investigadores, por un lado, $ entre los investigadores $ el pblico, por otro1 esto tambin vale para las obras populares 1' ,qu surgen dos cuestiones% el uso de palabias lo menos vagas posible, desde luego, hasta donde lo permita la materia de una narracin concreta $ el uso de diversos conceptos con los significados que han sido elaborados en las disciplinas donde se usan profesionalmente. ,s, por e-emplo, si un historiador usa conceptos como 5grupo social6 o 5inversiones6 debe darse cuenta de que son la materia de inters terico de la sociologa $ la economa, respectivamente, $ que, por tanto, puede obtener la informacin m s precisa sobre ellos de socilogos $ economistas. La observancia de esto es una condicin sine I a non de toda actividad integradora en las ciencias sociales $ en las humanidades 0y no slo en ellas, aunque en los dos grupos mencionados de disciplinas la cuestin es particularmente crucial). 2or el momento, ha$ demasiada regligencia en estos asuntos, debida a un conocimiento no basado en fuentes insuficiente. 2or e-emplo, si un historiador confunde la propiedad con la posesin, esto muestra que carece de una educacin legal fundamental. 2or tanto, las exigencias planteadas al historiador son grandes. :n historiador no puede excusarse por no consultar a socilogos, psiclogos, economistas, e incluso cientficos naturales, en lo que puedan ser necesarios. La vida humana es comple-a, $ la aproximacin del historiador a ella debe ser, en lo posible, multilateral. La investigacin histrica es un proceso integral por propia definicin, $ todas sus divisiones internas son simples manifestaciones del hecho de que los investigadores se especiali"an en diversos campos,
lo cual no les exclu$e del deber de hacer un acercamiento integral a todos los problemas. *l lengua-e de cualquier narracin histrica no es slo uno de los lengua-es naturales, sino que adem s es de naturale"a emprica% se descifra sobre la base de nuestro conocimiento de un cdigo sem nticoQob-etivo concreto que se apo$a en un sistema dado de conocimientos empricos i<L *l conocimiento del vocabulario las reglas de ese lengua-e $ de la orientaQ 1' *l lengua-e de las obras divulgativas es un problema importante pero aparte, que rio trataremos aqu. 4fr. M. Lcsnodors.i, [\0istoria i spolec"enst/o. 2roblern$ infosQmae-i i poro"umienia6 (0istoria $ sociedad. 2roblemas de informacin $ comunicacin), Kwartalnik ""istoi=yeny, nm. D, 1>?8, p gs. 8D>8?D. :ne la divulgacin del conocimiento histrico con la difusin del modo de pensamiento cientfico, $ taiiibl\Dn cerato ci &D44&DK (fc >114 (1 piJoi)lciiia 4K&tK 4li cacto pas. 1D 4fr 9. Mloch , Apologie peer l;'istoire en Riz5lier d;'istorie?z, rS\gs. @> >@. 14 L7 #icd$min y 1. +miia, lt;ik"acl# z. loiki Jol;l=nall"e+, t/orii 3Rc;e ,icoe?i a a+;e$odoPogii nan., cd. e 3., p gs. @D $ SS. <@D
cidn en ese sistema de conocimiento emprico es suficiente $ necesario para la comprensin del lengua-e de la investigacin histrica. *n las narraciones histricas, -unto al lengua-e emprico, encontramos muchas veces met foras i8 2ueden ser trminos aislados, tales como las sincdoques (por e-emplo, 5*l duque de hierro6, por Pellington) o perfrasis (por e-emplo, 5el autor de El /apital[, por +arl 9arx) o pueden ser oraciones completas. *ntre las oraciones metafricas (no empricas), que se descifran segn un cdigo sem nticoQficticio, $ no sem nticoQ ob-etivo, ha$ que distinguir entre las afirmaciones contraQob-etivas $ ficticias. Las primeras discrepan de un sistema concreto de conocimientos empricos (si se toman literalmente), pero de todas formas, cuando se descifran, afirman algo. 4onsideremos,
corno e-emplo, este pasa-e, lleno de met foras, que entendernos bastante bien, e incluso me-or que si no las tuviera. 5*l poder econmico, que en &talia haba estado en casa durante mucho tiempo, estaba filtr ndose por mil agu-eros $ bocas a *uropa Kccidental desde haca un siglo1 con el auge de los grandes descubrimientos, la marca lleg hasta el pecho. 4ualquiera que sea su certe"a como -uicio sobre la poltica del siglo xv, el veredicto convencional sobre su futilidad hace escasa -usticia a su importancia econmica. Bue en una poca de anarqua poltica cuando las fuer"as destinadas a dominar el futuro pusieron a prueba sus alas. La poca de 4oln $ de ;asco de #ama fue preparada por la paciente labor de los cartgrafos italianos $ los marinos portugueses, as corno la poca de 4rompton $ Patt lo fue por los oscuros experimentos de precursores annimos. Lo que plante el problema que iban a resolver los hroes de la poca fue la necesidad material6 16 Lo mismo se puede decir de las siguientes afirmaciones. 5*l la"o que mantena unidas a las organi"aciones laboristas $ conservadoras, respectivamente (...) no eran la teora o los principios (...), sino las permanentes hendiduras religiosas $ sociales a las que los dos partidos daban expresin poltica6 1@, $ 5!urante los ocho aRos siguientes, no slo la rgida estructura antiQ -acobina de los tiempos anteriores, sino incluso la 4onstitucin brit nica, comen"aron a romperse $ someterse en lugares inesperadosJS 1E Las ancdotas, muchas veces, funcionan como met foras Sin embargo, ambas pueden ser slo aRadidos que iluminen las narraciones, aRadidos que slo son legtimos cuando se han formulado las ideas b sicas en el lengua-e emprico, $ sin ancdotas. Las afirmaciones sobre los hroes de las novelas de Palter Scott son e-emplos de afirmaciones ficticias, que no tienen sitio en las narraciones histricas. Se ha preguntado muchsimas veces si la literatura histrica deberla incluir (o inclu$e) elementos de arte. *n vista de la falta de afirmaciones ficticias, en los estudios histricos no se inclu$en obras literarias en el sentido total del trmino, pero ha$ muchos e-emplos de historiadores que cran magnficos estilistas, $ que muestran que la precisin cientfica puede 1E 4fr. 7. 2clc, 5Semictic Bnncricns as ,pplied to thc ,nal$sis of 2ie 4Ki12t nf 9etaphor6, en %t dies in Czinctionai Logical Serniotics o$ Natural LcEiE-3Sag/ La 0aJ.a, 1>@1, p gs. 1<'Q1><. N 1QYJ Cav.nev Relcio, Riii oc 7>s> o$ 0N3N il!li sin 5K c it p 0 L& fi es cl$an untoS c U , cii 3 o Yd1 es ucx 1 FoS 1 Sq 2 E ('+,+ein p g. ?'<. 3O Sobre el papel de las ancdntas, ser el interesante comentaS dr S6brL& op. eLN., p g. '@@. irJ de la mano de la belle"a en el lengua-e. 2ero no nos referimos aqu al estilo de muchos autores, especialmente del siglo xrx, que era pomposo $ cuasiQliterario, sino al estilo claro que tiene la transparencia $ la simplicidad del cristal. ?. /lasi$icacin y ordenacin de conceptos ;arios conceptos sobre clasificacin $ ordenacin son corrientes en las narraciones 'E Se usan para resumir $ ordenar nuestro conocimiento. :n concepto (trmino) clasificador es cualquier predicado de un argumento 0es n 'ombre, es n noble, es rojo). :n predicado, por tanto, indica la propiedad atribuida a un ob-eto x. SeRala la serie de todos los ob-etos que satisfacen la funcin P09), es dcciiJ, todos los x que tienen la propiedad P. Si, por e-emplo, la funcin P09) se interpreta como 5x particip en la Nevolucin de Kctubre6, el contenido de P es la propiedad de participar en la Nevolucin de Kctubre. 4ualquier concepto clasificador divide la serie de todos los ob-etos en dos subseries% la de los ob-etos que tienen una propiedad P concreta, $ la de
los que no tienen esa propiedad. *l criterio de clasificacin es una relacin de equivalencia definida en una serie conQ creta. Los predicados 5tiene la misma posicin legal que (...), 5tiene los mismos ingresos que (...)>, etctera, son e-emplos de este tipo de relaciones. :na relacin de equivalencia nos permite, para volver al e-emplo anteriormente mencionado, agrupar todos los ob-etos en las dos subseries% la de los participantes $ la de los no participantes en la Nevolucin de Kctubre. 2ara hacer una clasificacin debemos conocer bien la estructura de un ob-eto concreto, para averiguar si se caracteri"a realmente por el trmino clasificador implicado. 4c.mo los trminos de clasificacin se desarrollan gradualmente en el curso de la investigacin, lo cual significa que muchos trminos que se encuentran en las fuentes deben sustituirse por trminos de clasificacin modernos, la tarea de clasificar un ob-eto determinado como elemento de una serie dada encuentra, muchas veces, grandes dificultades. 2or e-emplo, podemos tener que considerar si un partido poltico determinado debe clasificarse como progresista o conservador, si una unidad de produccin concreta es $a una f brica o todava el taller de un artesano, si una localidad que en ur,a fuente concreta es denominada ciudad debe clasificarse como ciudad o como un establecimiento agrcola, etctera. *sto muestra claramente que en cada caso debemos usar, mentalmente, ciertas definiciones o trminos explicativos (los de partido poltico progresista, ci dad, $brica, etctera). ,l clasificar ciertos ob-etos formulamos estas definiciones $ trminos explicativos nosotros mismos, o usamos unos que $a existen. Los conceptos (trminos) que ordenan una serie concreta son predicados de dos argumentos cada uno, tales como 5es m s alto que (...), 5es m s avan"ado que (...), 5es menos moderno que (...)>, 5es anterior a '> Sobre esta cuestin, x\Jr 7. #ied$min $ +mita, op. cit., p gs. '1G $ ss. C. 2aSs1o/.i, \[2n-ccia Q[rpnLticcnr \e nau.ach histor$c"n$ch6 (4erSccptcs 2po loS cos ' las di,,S i ci n -r ds) _= i Pci _#e,odoloi Z/, c nurn 1U?@ 7 E [aS i P / loasi a (D < i "n ni 1E 2oro r S S [$cc (4 KS 4\ KS [[2Kt <) E1 1 / lun fli, s i ) ti e 3 N33 1 2D p / D 1 1 G\1 1 t;0 rmas < 3 is al 1 (,, 0 0,, p7 1 Kp`sc ii j / y iJ$ no LicRiie p 1 u N ci 1 >D( < 1 un $ co Kc l O1 E i6 (abstraccione$ en lar rl=; d 9ccx c anali"ado por L 3o/a. en sSi xccarllCn 4SS din ti n<d"J< 3 3 3 3 2N 03 2to i nJl = [G sos 1 ) 1 <@< 47,3
etctera. Son, por tanto, ciertos todos formados por dos partes, una que es una formulacin del criterio de precedencia (en un cierto orden), $ otra, el criterio de igualdad en algn aspecto. Los conceptos de ordenacin no nos permiten dividir una serie en dos subseries, pero nos permiten ordenar sus elementos segn la intensidad de una determinada propiedad. 4ada uno de estos conceptos se puede describir lgicamente por las dos funciones oracionales siguientes% a) 9Py 09 precede a $ en algn aspecto)1 b) ny 09 es igual que $ en algn aspecto). Los trminos de ordenacin deben usarse muchas veces en las narraciones histricas. Si los usamos, nos interesa principalmente si los ob-etos en cuestin se pueden distinguir o no respecto a una relacin determinada, por e-emplo, si a o ' tienen los mismos ingresos, es decir, si se pueden incluir en la misma subserie, diferenciada por referencia a los ingresos, etctera. Los conceptos de clasificacin $ ordenacin nos acercan a los conceptos tipolgicos, que han sido tan discutidos en la metodologa cientfica. Son conceptos (predicados) sin los que difcilmente podramos imaginar las narraciones histricas, ni, pr cticamente, todas las narraciones de las humanidades $ las ciencias sociales. C. 2a/lo/s.i, al anali"ar los conceptos tipolgicos en la investigacin histrica, dice que cada uno de estos conceptos est formado por 1) un concepto de clasificacin1 ') un sistema de ordenacin de conceptos relacionado con el primero. Sera difcil, muchas veces, marcar el lmite entre los conceptos de clasificacin $ los tipolgicos. Los conceptos tipolgicos (tipos) nos permiten describir ci mundo, comparando ciertos fenmenos con esos tipos. 2odemos distinguir dos clases de tipos ideales ($ tambin afirmaciones que inclu$en conceptos de tipo ideal). *n 9ax Peber esos conceptos no se refieren a hechos empricos1 su papel es slo heurstico $ clasificador, $a que sirven como medidas s i generis. 2or el contrario (ver captulo ''I), en +. 9arx son de naturale"a realista (emprica)% nos informan sobre el mundo emprico $ pretenden a$udarnos a explicar los hechos. Se forman de-ando de lado las propiedades del ob-eto ideal construido que, en nuestra opinin, son secundarias1 llegamos as a conceptos como la democracia en general un capitalista que acta siempre racionalmente, etctera. 3o ha$ duda de que los tipos ideales realistas pueden desempeRar m s funciones en la ciencia (especialmente en la investigacin histrica) que los tipos ideales instrumentales. *l historiador tiene como principio que, a pesar de las sifl plificaciones que no puede evitar, de todos modos, debe informar siempre sobre el curso real de los acontecimientos. 4on lo que se ha dicho anteriormente, podemos ver bastante claro el problema de los llamados conceptos propios de la investigacin hiStG rica '7 La afirmacin de que la investigacin histrica, necesariamente, debe formar sus propios conceptos, parece errnea desde el punto de vista del desarrollo de la ciencia. *s mucho m s adecuado exigir que los historla (lores se beneficien de ios logros de otras disciplinas. *sto vale, sobi [> S, para los trminos que podramos llamar ahistricos% gr po socaO, prc111(cft50, iueer.siones, dinero, c lt ra re#otocmn, 02991(020, cliiiio, (G/Q '1 4fr. 7. !ut.ie/ic", 52o-ecia /lasne nau.i histor$c"ne- , Rocoik LodQic e1irn,a ;, 1>?', p gs. EM=7E. d5cta, a to=reg lacin social, sistema, etctera. Ktra cosa es lo que sucede con los trminos que se llaman histricos. *stos conceptos suelen elaborarse por parte de los propios historiadores, que proporcionan as datos para los estudiosos de los conceptos ahistricos. Los conceptos histricos (es decir, los conceptos propios de la ciencia
histrica) incluir n as trminos como $e dalismo, Renacimiento, l c'as de liberacin nacional, i"quierda social, +acobinos, etctera. 9uchos de ellos, desarrollados primero en la investigacin histrica, se han convertido en materia de an lisis tericos en otras disciplinas, para volver m s tarde, de forma 5procesada6, al rea de la investigacin histrica. Se puede esperar, por e-emplo, que 5feudalismo6, que es todava un concepto histrico, se pueda convertir en materia de an lisis econmicos, como ocurri con 5capitalismo6, $ as pierda su categora de algo propio de la ciencia histrica. Se puede decir que no ha$ una serie constante de conceptos que sean propios de la historia% ha$ un intercambio incesante de avances entre las diversas disciplinas, que se manifiesta tambin en la tarea unida de dar precisin a varios conceptos. Los historiadores deberan participar en esa colaboracin en ma$or medida de lo que lo han hecho hasta ahora, $a que ello aumentara la precisin de las narraciones histricas. 2. El papel de la ded ccin contra=ob+eti#a 2arece que *. 3agel '' $ J. #ied$min ] tienen ra"n al seRalar la importancia cognoscitiva de la inferencia contraQob-etiva en la ciencia. 7. #ied$min dice que 5una condicin necesaria de una valoracin positiva de la funcin cognoscitiva de la inferencia contraQob-etiva es que una disciplina concreta tenga n amplio cuerpo de conocimientos nomolgicos que sea m s o menos universalmente aceptado por sus representantes, quienes, adem s, deberan profesar una filosofa de la ciencia que suponga que todas las afirmaciones cientficas (en las disciplinas empricas) tienen naturale"a hipottica, $ que las tareas de la ciencia no se limitan a registrar los resultados de las observaciones6 '< 2or tanto, los representantes de la concepcin positivista de la ciencia (fenomenalistas, induccionistas, idiografistas) se opondr n a la inferencia contraQob-etiva, porque, para ellos, las afirmaciones de observacin son los componentes finales de la ciencia $ los criterios finales de veracidad, lo cual no admite la consideracin de afirmaciones que contradigan la observacin. *. 3agel seRala tambin el papel considerable de la inferencia contraQob-etiva en la investigacin histrica. 0a$ que hacer una distincin entre las preguntas contraQob-etivas (preguntas de decisin $ de complementacin) $ los condicionales contraQob-etivos. La pregunta% 1) WSi no hubiera existido la 4onfederacin de Mar, habra ocurrido de todos modos la primera particin de 2oloniaX *s un e-emplo de pregunta contraQob-etiva de decisin. *stas preguntas son un elemento (normalmente implcito) de las explicaciones listricas. Fa que si aceptamos que la 4onfederacin de Mar (una accin orinada de la clase media, organi"ada en 1@?E, que complic *. 3acel, 6(e %Jroctztre o$ S4X4Xlc4, cd. cii., n s .88D y SS. 'D 7, 4icd$rndn, [\4hara.ei$st$.a pD1DG 1 Pn-oS.l7uo1 .outrafa.vc$n$ch`, ''=1SS1- 7detodologiczne, atirn. 1, p gs. 'D <8. '< "bidem, p gs. D8QD?. tJa -22
enormemente la posicin poltica de 2olonia) fue una de las causas de la primera particin de 2olonia, preguntamos de este modo si la particin habra ocurrido sin la 4onfederacin de Mar ($ en este caso, contestamos negativamente a la pregunta). ,l mismo tiempo, planteando una pregunta contraQob-etiva de decisin, intentamos averiguar la importancia histrica del hecho cu$a existencia pasada negamos en un experimento mental (en este caso, la existencia de la 4onfederacin de Mar). *sto muestra el doble papel de la pregunta contraQob-etiva% por un lado, apo$a una hiptesis determinada sobre un nexo causal entre dos hechos, $ por otro (suponiendo que se niega un hecho 'istrico que realmente s ocurri), subra$a la importancia histrica (es decir, el papel en el desarrollo de un sistema concreto) del hecho que se niega en el
experimento mental. 9 s o menos, ocurre lo mismo con las preguntas contraQob-etivas de complementacin, tales como% ') WUu habra ocurrido en *uropa si 0itler hubiera vencidoX ,l anali"ar nuestra respuesta a esta pregunta queremos subra$ar an m s el terror $ la naturale"a inhumana de la poltica na"i. *n este caso, esta pregunta no est relacionada con ninguna explicacin histrica. 2ero, por e-emplo, la pregunta% D) W4u l habra sido el destino de *uropa si las potencias occidentales no hubieran firmado los acuerdos de 9unichX Se puede relacionar con las explicaciones. 2or e-emplo, podemos creer que el 2acto de 9unich fue una de las causas de la Segunda #uerra 9undial, $ reflexionar, en relacin con ello, sobre lo que habra ocurrido (por e-emplo, que hubiera estallado la Segunda #uerra 9undial) si el 2acto de 9unich no se hubiera firmado. ,l mismo tiempo, al utili"ar la pregunta D) aumentamos o disminuimos la importancia histrica que atribuimos al 2acto de 9unich. Los condicionales contraQob-etivos difieren de los condicionales ordinarios (implicaciones) del tipo 5si p, entonces qS, porque tienen el antecedente formulado gramaticalmente, de tal modo que se niega p. Si p es un elemento aceptado de nuestro cuerpo de conocimientos, su negacin es un supuesto hecho contra los hechos (de aqu el trmino 5contraQob-etivoJS). 0e aqu e-emplos% <) Si *spaRa no se hubiera envuelto en la expansin colonial, habria evitado la regresin econmica1 8) Si no hubiera sido por las le$es de 3apolen, la descomposicil del sistema feudal en algunos pases habra sido an m s lenta. *n estos casos, tambin, la inferencia contraQob-etiva nos a$uda a s: ra$ar la importancia histrica de un hecho, persona u ob-eto concretoS. 9ientras que las preguntas contraQob-etivas suelen aparecer en las narda nones histricas de forma latente, los condicionales contraQob-etivos son a menudo explcitos% inclu$en algunas formulaciones que comien"an con pongamos que (...), 5si aceptamos que (...), etctera, aunque en ci S] de este grupo nos encontramos tambin con condicionales ordinarios. Los elementos de la inferencia contraob-etiva se encuentran ce u 1 u tentacion de ls hipul u unuue aqus el aspdcto d 1 fl1 licma es algo diferente del de 1G8 %asos tpicos de -a Berencia GGt,11u i 7 e d l 1 po csi G 1 1 00 s 1 2]` u a a1eini 44& 4i li-entK i44 r ) 1 fl K4 K t ifl)( s aun co ci K4 ompl ir nuestro eonoc%i miento. Supo,nunos si oc consideramos las bip?&48 e $ no a, $ que incluim,s 4K fl8448 4K 4:44K de conocimientos, coroG 444S 1%Srobada, la hiptesis a. *n este caso la inferencia del tipo 5si aceptamos que rio a (...), usada en el proceso de comprobacin, demuestra e9 post Tacto ser contraob-etiva, porque su antecedente niega una afirmacin aceptada. 4uanto m s amplio sea nuestro conocimiento general de las relaciones entre los hechos, ma$or ser la importancia pr ctica de la inferencia contraob-etiva en el proceso investigador. Fa que, al modificar una afirmacin aceptada que es un elemento de nuestro conocimiento, solemos usar nuestro conocimiento inmutable de las relaciones generales. 2or tanto, <) slo tiene sentido en el proceso investigador si conocemos las relaciones entre el crecimiento econmico de un pas $ determinadas actividades, o sea, si conocemos las regularidades del crecimiento conmico en el perodo de la expansin colonial. &gualmente, con 8), debemos conocer las relaciones entre la legislacin $ otros
hechos. Cambin necesitamos un conocimiento adecuado de la configuracin real del proceso histrico con referencia a las partes de ese proceso que estudiamos. <J=S <@> @@i2 4omponentes de las flarraciones% afirmaciones $ le$es list?ricas 1. /ategoras de a$irmaciones 'istricas :na afirmacin histrica es el componente b sico de las narraciones histricas. Se suele definir con la indicacin de que contiene un determinante espacioQtemporal, es decir, que se refiere a un lugar $ un tiempo especficos. Sin embargo, en la historiografa, una afirmacin estrictamente histrica, si va a formar palQte de una narracin, debe afrontar una condicin adicional, es decir, se debe referir a un (unos) hecho(s) histrico(s). *sta condicin no se refiere a las regularidades histricas formuladas como afirmaciones estrictamente generales. :na afirmacin histrica es, por tanto, el resultado final (en el caso de un historiador concreto) del proceso de establecimiento de los hechos, o, en otras palabras, el ltimo enlace de la cadena% hecho histrico informacin ba- hecho historioQ afirmacin es gr fic trictamente La condicin de que una afirmacin histrica debe referirse a un hecho histrico exclu$e las afirmaciones sobre sucesos que en realidad no ocurrieron (principalmente afirmaciones que encontramos co las novelas histricas), que llamaremos cuasiQ histricas, $ las afirmaciones que tienen determinantes espacioQtemporales, pero que se refieren a sucesos futuros IS1, no incluiremos en las narraciones histricas varias afirmaciones ficticms sobre el pasado, tales como% 1) !espus de su victoria en Paterloo 3apolen devolvi a 2olonia su independencia poltica1 o ') *n el aRo 'GGG la cosecha de cacao ser doce veces ma$or que en 1>?G (una afirmacin sobre un hecho futuro). *sto dara lugar a une definiramos una afirmacin histrica como una afirmacin cierta que se refiere a hechos que pertenecer a clases ontolgicamente cerradas. 2ero la segunda categora de afirmaciones implica algunas dificu1tad va que, entre las afirmaciones sobre los sucesos futuros, podemos d-stnigrm P =ICOJS calan tras grupos% ,l%r-iaconas Con 4l4teifliXN(: Les esY) neioQientpoi lea de oodc) <t cada ab rinacin se rehere a la sa" al pnsadc $ al 1 aturo, y la da la afirmacin que se reilare ni futuro se puede deducir del 4K1l cimiento que aceptamos (obviamente, no nos referimos a abi ma ciones comple-as, que consideramos como agrupaciones de afirmaciones simples)1 b) ,firmaciones con determinantes espacioQtemporales que se refieren a sucesos futuros, pero que no se pueden deducir del conocimiento que aceptamos1 e) ,firmaciones con determinantes espacioQtemporales que se refieren a sucesos futuros $ pueden (con una probabilidad especfica) deducirse del conocimiento que aceptamos (este grupo coincide en cierta medida con el grupo a)). Ble aqu un e-emplo de afirmacin del tipo a)% \[La tasa de crecimiento de los pases en vas de desarrollo, que se ha observado durante los ltimos aRos, aumentar seRaladamente durante la prxima dcada6. *-emplo de afirmacin del tipo b)% la afirmacin ') dada anteriormente, que no se basa en nuestro conocimiento actual. *-emplo de afirmacin del tipo c)%
\[*n 1>EG, el nmero de estudiantes en las facultades polacas ser alrededor de 18G.GGG.6 Se parece a '), pero se diferencia en que se refiere a nuestro conocimiento actual aceptado (el nmero de estudiantes en 1>EG debe ser realista en comparacin con las condiciones de 1>@G). !e estas categoras de afirmaciones que se refieren a hechos futuros, las afirmaciones del tipo a) pueden (aunque raramente) encontrarse en las narraciones histricas. *n vista de lo anterior, podramos clasificar las afirmaciones histricas, es decir, las afirmaciones con determinantes espacioQtemporales, as% 1) ,firmaciones cuasiQhistricas (sobre hechos pasados)1 ') ,firmaciones histricas sens largo? D) ,firmaciones estrictamente histricas. *sta ltima categora, que aparece en las narraciones histricas, abarcara por tanto las afirmaciones histricas con la exclusin de las cuasiQ histricas $ las afirmaciones de los tipos b) # e), que se refieren a hechos Buturos, $ las regularidades histricas. Si aceptamos esta interpretacin, suponemos que las afirmaciones estrictamente histricas, que en principio se refieren al pasado, se pueden referir tambin a hechos que pertenecen a ciases ontolgicamente abiertas. *sto vale, en la pr ctica, para ciertos 2rocesos sobre el curso posterior acerca del cual los historiadores expresan alguna opinin. '. Determinantes espacio=te;nporaes Los determinantes espacioQtemporales suelen aparecer unidos, pero in(luso la indicacin ci con dmQterminan Ze (el del tiempo o ci del espacio) Loplica alguna informacin sobre el otro Sin embarso, frecuentemente, dicha mntormacin no basta para relatar adecuadamente un lecho concreto ro el pasado. 2or eaenlpl\), si decimos que 6[2olonia inc gobernarla polla clase media6S, nuestro conocimiento sobre el perodo en el qne existi la clase media como clase nos acerca a un determinante temporal. 2ero <E1
si decimos que 5la situacin de los campesinos en 2olonia era mala6, el marco cronolgico de esta afirmacin es tan amplio que la afirmacin pierde su valor informativo. Kbviamente, el determinante espacial 52olonia6 inclu$e un determinante temporal (eno antes de que 2olonia surgiera corno pas especfico o estado6),. pero esto no basta para la formulacin de una afirmacin histrica correcta. La indicacin de un determinante temporal implica por s sola un determinante espacial que a menudo abarca todo el mundo. 2or e-emplo, si decimos que 5la vida humana cambi en el siglo xviii6, slo podemos relacionarlo con el mundo entero. Los determinantes espacioQtemporales pueden estar contenidos en las afirmaciones explcita o implcitamente. *n el primer caso nos podemos encontrar con afirmaciones como 51@E> vio el comien"o de una revolucin en Brancia6, 5la ,lemania na"i fue derrotada en 1><86, 5las epidemias eran frecuentes en la *uropa medieval6. *n el
segundo caso podemos tener, por e-emplo, 5la toma de la Mastilla empe" la Nevolucin Brancesa6, 5+oscius".o inici la poca de las reformas agrarias en 2olonia al publicar la !eclaracin de 2olaniec6, 5Carnerl n fund un estado poderoso con capital en Samar.anda6, etc. *n el caso del ltimo grupo, otros hechos conocidos nos a$udan a definir los determinantes implicados. La aparicin de un nombre propio en una afirmacin indica su marco espacioQ temporal. 2or otro lado, cada determinante se puede reducir a un nombre propio. 4omo el tiempo se cuenta a partir de un hecho relacionado con una persona especfica (no influ$e en el proceso el hecho de que se dude la existencia de dicha persona)% a partir de la huida de 9ahoma de la 9eca a 9edina, a partir del nacimiento de 7ess, etctera, o se cuenta a partir de un suceso especfico (por e-emplo, desde el perodo glacial), normalmente tenemos que reducirlo a algn otro sistema de datacin. :na afirmacin histrica puede desempeRar varias tareas en las formulaciones de los resultados de la investigacin histrica. 2uede ser un elemento de una descripcin simple, de una descripcin gentica (esto sucede con las afirmaciones factogr ficas), $ de las expYicaciones causales (esto sucede con las afirmaciones causales). 2or e-emplo, si decirnos que 5la cada del &mperio Nomano fue motivada por el desarrollo interno de las provinciasJS, hacemos una afirmacin histrica causal, que se refiere a un tiempo $ un lugar especficos. ,nteriormente hemos presentado e-emplos de afirmaciones histricas factogr ficas. D. La contro#ersia sobre les generalizaciones 'istricas Las dificultades para atribuir a las generali"aciones histricas su sitiK exacto entre las afirmaciones histricas, por un lado, $ para distinguirlas de las afirmaciones estrictamente generales $ de las le$es cientficas, por otro, han dado lugar a muchas controversias sobre ese concepto. Sin embargo, estas discusiones suelen referirse al ltimo punto, mientras que el primero, es decir, en qu condiciones se convierten las afirmaciones histo ricas en generali"aciones, ha sido poco estudiado hasta ahora. ,mbos problemas merecen atencin. *n primer lugar, recordemos (con cecas mod.i Oraciones) la elasit14 e las afiun o iones que cci tS 9 oc ,. 9alc/s.i $ 7. Copols.i Codas a e%,ees cientficas (no X(< [,.9alesvs.i $ D. Copols.i, op. c", 1:1 $ en la investigacin histrica) se puedenJ clasificar segn el siguiente esquema, usando como criterio su grado de generalidad. *l esquema muestra que las generali"aciones histricas son, a la ve", una subclase de las afirmaciones histricas (como las afirmaciones singulares) $ una subclase de las afirmaciones generales (corno las le$es cientficas). *sto hace ver las dificultades que encierra el describirlas de modo no ambiguo ' 3o es f cil responder a la pregunta de cu ndo se convierte en generali"acin una afirmacin histrica. *s comnmente sabido que una afirmacin as puede variar mucho en cuanto a su generalidad. 4uando se refiere a un hecho aislado (por mu$ 5amplio6 que sea), es una afirmacin histrica singular, o una afirmacin sobre un hecho singular, tal como 5la primera particin de 2olonia tuvo lugar en 1@@'6, 5en la batalla de #run/ald, 2olonia venci a la Krden Ceutnica6, o 5el re$ 4asimiro el #rande muri en 1D@G6. 4uando una afirmacin histrica se refiere a una serie de hechos que se parecen en algn aspecto, $ resalta sus caractersticas comunes (que nos interesan por alguna ra"n para la investigacin), se convierten en una generali"acin histrica. *l problema de la lnea fronteri"a entre las generali"aciones histricas $ las le$es
cientficas, que es la explicacin del concepto de generali"acin histrica, est estrechamente relacionado con las opiniones sobre la estructura de las le$es cientficas. 4orno este problema se tratar m s adelante, esos comentarios subsiguientes (ver 8, m s aba-o) se deben considerar como una continuacin de lo que digamos ahora. Se distinguen, en la metodologa de las ciencias, estas propiedades principales de las generali"aciones histricas (norrnalmet te, en oposicin a las afirmaciones estrictamente generales)% i) #eneralidad numrica (o limitada), distinta de ia generalidad estricta (o especfica) de las le$es cientficas (+. 2opper, 0. 9ehlbcrg, ,. 9aimvs.i)1 ' SolaQe los esquemas oiJacicJnales, K4r +. tldu.ie/ict, L [[$a4 2E,/g cmi. cii., pK4s. '@QDG. afirmaciones cientficas afirmacioQ le$es de la nes estricta ciencia $ universal ment geneQ aflrmac ra7es parecidas a - una le$ <ED
') La aparicin, en ellas, de determinantes espacioQtemporales o de nombres propios o trminos que no pueden definirse sin referencia a nombres propios (+. 2opper, 7. #ied$min, ,. 9ale/s.i S. 3o/a.)1 D) ,barcar una clase cerrada de designados, al revs que las afirmaciones estrictamente generales, que siempre se refieren a clases abiertas de sucesos, es decir, a las que se pueden aRadir nuevos elementos (7. 2ele, ,. 9ale/s.i)1 <) Ser igual, en cada caso, que una secuencia finita de afirmaciones histricas singulares, lo cual no ocurre con una le$ (+. ,-du.ie/ic", 1. La"ariQ2a/lo/s.a)1 8) *l hecho de que las generali"aciones, al revs que las le$es, no proporcionan informacin que permita las predicciones (7. S. 9ill, +. 2opper, 7. 2ele, 7. #ied$min, ,. 9alc/s.i)1 A) Neferencia, en cada caso, a una serie de hechos histricos (secuencias genticas) determinada por la influencia de un suceso (sucesos, persona), es decir, a un sistema relativamente aislado (S. Ksso/s.i).
Sin meternos en an lisis detallados, advertimos que los criterios 1), '), D) $ -), en principio, coinciden, $ se pueden reducir a '), de modo que definen la misma propiedad. La aparicin en una generali"acin de determinantes espacioQtemporales (criterio '), es decir, la indicacin del alcance de la valide" de esa generali"acin (respuestas a las preguntas gc dndoP # gdndeP), implica que una generali"acin, en la pr ctica, abarca un nmero finito de hechos (criterio 1), lo cual significa que abarca una clase cerrada de designados (criterio D), de modo que, formalmente, equivale a una secuencia finita de afirmaciones histricas singulares (criterio -). *l hecho de que una generali"acin no permita las predicciones (criterio 8) es independiente del criterio ', va que, como veremos m s tarde, ha$ le$es que tienen determinantes espacioQtemporales $ sin embargo permiten las predicciones. 2or otro lado, no podemos de-ar de ver las relaciones entre generali"aciones # predicciones% las generali"aciones proporcionan el material para formular las le$es $, por tanto, tambin, las predicciones. La categora de generali"aciones histricas, introducida por Ksso/s.i , se acerca a las afirmaciones estrictamente generales. Slo cuando podemos decidir que un sistema relativamente aislado concreto est cerrado (es decir, que la secuencia de hechos comen"ada por un suceso est pr cticamente terminada), slo entonces, la generali"acin de Ksso/s.i que se refiere a ese sistema, aunque no tenga determinantes espacioQtemporales, corresponde a los criterios 1, D) $ <). Si dicha secuencia no est cerrada (cfr. la secuencla de sucesos relacionados con la Nevolucin de Kctubre), $ se extiende, por tanto, hacia el futuro, no se satisfacen los criterios 1), '), D), <) $ 8). La idea de Kssoxvs.i puede tener aplicaciones en ci estadio de la historia de las culturas $ las ideologas (cfr. el sistema relativamente aislado determinado por el &slam o el Nenacimiento). *n conclusin, se puede dcciiQ que una generali"acin histrica es una afirmacin neneral que% 1) Se refiere a hechos pasados1 &&) 4ontiene determinantes espacioQteniporales o nombres propioS o t rmmos que se pueden cletinir por referencia a nombc propKS &&&) 3o proporciona informacin que baste para lincee piQed oriones. 8. Kssn/s.i, ,,!vie .onccpe hislorvc"n$ch ioginien, OtQdia %r,c(o;R OM4Z3Pe, nm. E, 1>?D, p gs. 8DQ?1. *stas caractersticas slo indican las condiciones necesarias a las que tiene que hacer frente una generali"acin histrica% 1) !istingue una generali"acin histrica de una afirmacin singular, mintras que II) $ &&&) la disQ. tinguen de una afirmacin estrictamente general. *sta distincin no es mu$ precisa, porque, corno veremos, podemos hablar de le$es que tienen las propiedades 1 $ &&. Sin embargo, toda le$ carece necesariamente de la propiedad III, es decir, debe servir de base posible de predicciones. !e aqu se deduce que, de las condiciones enumeradas, la propiedad &&& tiene el ma$or valor diagnstico. 2or tanto, una generali"acin histrica es una afirmacin general que se refiere a una serie de hechos pasados $ contiene determinantes espacioQtemporales, pero no proporciona la informacin necesaria para hacer predicciones. &gual que las afirmaciones histricas, las generali"aciones estrictamente histricas (es decir, las propias de la investigacin histrica) no se refieren a hechos futuros, a no ser que se refieran, a la ve", al pasado $ al futuro (el tipo a) de afirmaciones histricas mencionadas m s arriba). <. 6ipos de generalizaciones 'istricas Se pueden distinguir muchos tipos de generali"aciones histricas. 9. D. BinQ le$
menciona las generali"aciones de clasificacin (por e-emplo, comercio, campesino), las relativas a la periodi"acin (cl sico, helenstico), $ referentes a las relaciones entre los hechos . Si mantenernos que las generali"aciones son afirmaciones $ no trminos, sus dos primeros tipos no pueden considerarse conQ\o generali"aciones. 2arece lgico no confundir los trminos de clasificacin con las generali"aciones. 8. 3o/a. clasifica las generali"aciones (tomando como criterio el riesgo de error) as% las que informan (en cu$o caso la valide" de una afirmacin concreta no va m s all del alcance de los datos estudiados) # las histricas (en cu$o caso la valide" de una afirmacin concreta se extiende m s all de los datos estudiados1 pueden ser datos de los que sea posible valorar hasta qu punto son representativos o de los que no sea posible esta valoracin) . La clasificacin es importante, con la condicin de que las generali"aciones que informan, que se encuentran frecuentemente en las narraciones histricas (tales como 1), 5todos los levantamientos polacos del siglo 'I' terminaron en derrota6), quedan fuera del alcance de las generali"aciones histricas. Se pueden distinguir los siguientes tipos de generali"aciones, de acuerdo con los criterios de clasificacin adoptados en un caso concreto% a) #enerali"aciones que varan por su grado de generalidad, segn el alcance del conocimiento generali"ado de hechos especficos1 b) #enerali"aciones factogr ficas (que indican hechos establecidos)1 e) #enerali"aciones causales que formulan los resultados de las explicaciones causales1 d) #enerali"aciones sin excepcin1 e) #enerali"aciones que informan% f) #enerali"aciones hipotticas1 it) #encraYi"aoionss estadsi *n cuanto al grado de generalidad, las diferencias entre las generali"aciones pueden ser enormes. Canto '), 5*n ese pueblo, todos los campesinos tenan una gran-a ma$or de G,8 laneiN;, como 3), 5La conquista por Noma tra-o al machacado mundo mediterr neo la pa", pero, al principio, no la prosperidad6 ($. #ordon 4hilde), son generali"aciones. Las generali"aciones factogr ficas establecen hechos, por e-emplo, <), 5*n el siglo A;&& las ciudades polacas deca$eron6, mientras que las generali"aciones causales proponen explicaciones causales, por e-emplo, 8), 5Las particiones de 2olonia se debieron a su debilidad interna $ a una situacin internacional desfavorable6, La afirmacin D) tambin es una generali"acin causal. *ntre las generali"aciones sin excepcin suelen incluirse (explcita o implcitarnente) formulaciones 4omo 5todos6, 5cada6, etc.S de modo que, para decirlo formalmente, son afirmaciones con cuantificadores universales (5para todo x6). La afirmacin 1) es un e-emplo de esta generali"acin. *n la divisin de las generali"aciones entre informadoras e hipotticas, el criterio de clasificacin se basa en el grado de riesgo de error. Las generali"aciones informadoras se refieren slo a hechos establecidos ($, por tanto, son una clase de generali"aciones factogr ficas), $ son simplemente con-untos de afirmaciones sobre hechos establecidos aislados. :n e-emplo es ?), 5!e los cuarenta $ ocho pueblos estudiados, slo en dos casos el traba-o servil supona menos de cuatro das por semana $ lencas[, que se obtiene de la unin de las afirmaciones 5*n el pueblo a1, el traba-o servil sumaba x1 dasSJ, etctera, hasta 5*n el pueblo a<E el traba-o servil sumaba x<E das6. Las generali"aciones hipotticas siguen siendo hipotticas. Son el elemento m s creativo de toda la investigacin cientfica, $a que muestran el camino para la investigacin posterior. 8. 3o/a. tiene ra"n al asegurar que la estructura de la ciencia
no se puede comparar a la de una pir mide, en la que el primer piso de piedras es necesario para poder poner el m S alto. *n la ciencia, muchas veces, construimos los pisos superiores proponiendo hiptesis generales fecundas $ comprob ndolas m s tarde, poniendo bases duraderas que est n formadas por afirmaciones menos generales ? Las generali"aciones hipotticas se pueden referir al establecimiento de hechos o a las explicaciones causales. *n el primer caso, son un tipo de hiptesis factogr ficas, $ en el segundo, un tipo dehiptesis explicativas (cfr. captulo A&;). 9uchas veces, para subra$ar la naturale"a hipottica de una generali"acin $ el alcance de su valide", los historiadores usan frmulas como 5indudablemente6, 5probablementeS\, 5segn parece6, 5se puede suponer que6 etctera. *l valor restrictivo de estas frmulas no se ha definido con precisin hasta ahora. *l problema parece interesante como materia de reflexiones futuras $ m s detalladas. 0e aqu e-emplos de generali"aciones hipotticas% @) 5*stos tres factores, es decir, la distribucin de los colonos, la organi"acin de las ventas $ el factor racial tuvieron, indudablemente, una fuerte influencia en la formacin de las gran-as seRoriales1 pero si nos redu-ramflb8 a estos fa. ctorc, no podramos. explicar fodo el proceso del nacimientK $ desarrollo de las gran-as seRoriales en 2olonia, $a que tamhn Kt1 factores actuaron6 . (4enerali"aciun explicativa.) Las generali"aciones estadsticas pueden ser de naturale"a informadora o probabilista. :n e-emplo de la primera es ?), $ de la segunda, E), 5*l cambio del traba-o servil a los arrendamientos slo favoreci, globalmente, al campesino6. *n estos casos, los historiadores no usan frmulas mtricas (a no ser que hagan los c lculos apropiados), sino que los suelen sustituir por expresiones como 5en principio6, 5hasta cierto punto6, 5en cierto grado6, 5normalmenteSJ, 5 en generalS, \frecuentemente6, 5 con poca frecuencia6, 5parcialmente6, 5casi6, 5globalmente6, etctera. 0e aqu otro e-emplo% 5Los protestantes, no menos que los catlicos, subra$aban la idea de una civili"acin eclesial, en la que todos los aspectos de la vida, el *stado $ la sociedad, la educacin $ la ciencia, la le$, el comercio $ la industria, seran regulados de acuerdo con la le$ !ivinaJS . *n resumen, podemos decir que las generali"aciones d) pueden adoptar la forma de d), e), f) $ g)1 las generali"aciones c), la forma de f)1 las generali"aciones d), la forma de b), e) $ g)1 las generali"aciones e), la forma de b), e) $ g)1 las generali"aciones f), la forma de b), e) $ e), $ las generali"aciones g), la forma de b), d), e) $ f), $ que todas ellas pueden variar en cuanto al grado de generalidad. 8. La contro#ersia sobi=e las leyes de la ciencia ,ntes de responder a la pregunta sobre si las le$es de la ciencia tambin son, -unto a las afirmaciones singulares $ las generali"aciones histricas, elementos de las narraciones histricas, debemos definir nuestra posicin en el problema, mu$ debatido, de qu condiciones (suficientes $ necesarias) deben cumplir las afirmaciones para ser aceptadas como le$es cientficas. La opinin m s corriente es que todas $ slo aquellas afirmaciones estrictamente generales que est n bien fundadas $ pertenecen a una disciplina concreta son le$es cientficas . *sta definicin,, al imponer a una le$ cientfica las exigencias de que est bien fundamentad $ pertene"ca a alguna disciplina ($ sea, por tanto, aceptada por los cientficos), $ de que sea adem s una afirmacin estrictamente general, de-a fuera de ese concepto, explcitamente, las afirmaciones que no cumplen la condicin de ser estrictamente generales ($ por tanto, afirmaciones histricas) $ las que son, formalmente
(sint cticamente), generales, pero que todava no han sido fundadas o son demasiado triviales para ser incluidas en una disciplina concreta (afirnianones parecidas a una le$). 9ientras que existe un acuerdo sobre el hecho de que las le$es cientficas deben distinguirse de las le$es puramente sint cticas (que se llaman simplemente le$es), cada ve" m s estudiosos (por e-emplo, *. 3agel $ los metodologistas marxistas anteriores a l) subra$an que la exigencia de generalidad estricta va demasiado le-os, $a que priva de la categora de le$ a muchas afiiQnsaciones que se suelen llamar le$es cientficas. 2uede ser oportuno recordar que una afirmacin estrictamente general es la que tiene un cuantificador universal prefi-ado (5para todo xJS) $ no contiene ningn nombre propio ni determinante espacioQtemporal. 2or tanto, una afirmacin estrictamente general se refiere a una clase abierta de S:Q4aKS, $ no equivale (al contrario \&ncuria generali"acin histrica) a un iQKni%7to de afirmaciones histricas sinrulares. *-emplos% 1), 5Codos los cuervos son negros61 '), 5*l hombre es mortal61 D), 5*l hierro es un buen conductor de electricidad61 <), 5*l dinero malo de-a al bueno fuera de circulacin61 8), 5:n e-rcito fuerte suele derrotar a otro m s dbil6, etctera. *s evidente que todos los fenmenos a los que se refieren [estas afirmaciones est n situados en un espacio $ un tiempo, pero esa situacin no est indicada. Se puede advertir f cilmente que la condicin b sica para ser una afirmacin estrictamente general Ique no apare"ca en ella ningn nombre propioI no es cumplida por afirmaciones como la siguiente le$ de +epler% ?), 5Codo planeta sigue una rbita elptica, en uno de cu$os focos est situado el Sol6, porque (como todas las le$es sobre heliocentrismo $ geocentrismo) contienen nombres propios (en este caso, [\el Sol6). La afirmacin ?) no es estrictamente general, pero es universalmente general (general sin restricciones). 2ara una afirmacin universalmente general basta que la aparicin de los ob-etos a los que se refiere ($ que pueden estar indicados por nombres propios) no se limite a una cierta regin o perodo. La universalidad, aqu, significa apertura. 2arece que, una ve" que se ha suavi"ado la exigencia de generalidad estricta con referencia a las le$es cientficas (lo cual no cambia el hecho de que en las ciencias sociales las leves suelen ser afirmaciones estrictamente generales), $, por tanto, una ve" que se ha recha"ado la condicin de que no apare"can (de forma directa o indirecta) nombres propios ($ manteniendo la condicin de apertura), podemos indicar una caracterstica determinada de las le$es cientficas que comparten las afirmaciones estricta $ universalmente generales, en concreto su valor predictivo. *se valor, es decir, la capacidad ile proporcionar datos para hacer predicciones cientficas, se considerar como la principal caracterstica para diagnosticar las le$es cientficas. *st directamente relacionada con su apertura, en contraste con el hecho de que las afirmaciones histricas son cerradas $ no pueden servir, por tanto, CornO base para predicciones. ,po$ ndonos en la afirmacin 1), podemos predecir que todos los cuervos que encontremos en cualquier momento $ en cualquier sitio resultar n ser negros1 bas ndonos en '), que todos los hombres morir n alguna ve", etctera, $ bas ndonos en ?), que todos los planetas (mientras exista el sistema solar) seguir n una rbita elptica $ tendr n al Sol en uno de los focos de esa elipse. La capacidad de servir como base de predicciones, el sentido real de la ciencia $ el instrumento para su influencia en la sociedad, tiene una importancia tan enorme que se puede utili"ar como criterio para distinguir las le$es cientficas de las afirmaciones histricas. Las afirmaciones que nos permitan decir que el cumplimiento de ciertas condiciones (ser un cuervo, ser un ser humano, ser hierro, poner en circulacin moneda
falsa, mandar un e-rcito m s dbil o m s fuerte que el enemigo, etctera) provoca ciertos efectos (teflel plumas negras, ser mortal, buena conduccin de la electricidad, de-ar a la moneda buena fuera de circulacin, derrota o victoria probable, etctera), mnececen riiferc icial se del icito, aunque slo sea porque proporcionan los datos necesarios para cambiar el mundo que nos rodea. 5*sta es la ra"on escribi , 9c4J /si\iQQ de que los que sumieren que la ciencia no describa ([1 lvufl(lu, cus) cLc propoccione ademas el conocimiento para trae8 formarlo in cneionctlcmentc SO puedan 1 imitarse a fundamentar cualqiiPJ afirmacin guacal, sico que intenten fundamentar las afir niaciones estrmet ntente generales (universalmente generales, en la terminologa que hemos adoptado aqu), $ establecer le$es, por tanto6 . !ebe advertirse, porque es mu$ importante para los historiadores, que en la metodologa cientfica la prediccin se suele interpretar de modo amplio, como prognosis $ postgnosis, $ que una misma le$ no tiene por qu desempeRar ambas funciones 11 3os encontramos con la postgnosis cuando usamos las le$es en las explicaciones causales. 4uando hacemos la explicacin, conocernos el efecto (el consecuente de un condicional), $ no conocemos la causa (el antecedente de ese condicional), $ cuando hacernos una prediccin a partir de un antecedente conocido, afirmarnos algo sobre el consecuente. La diferencia slo estriba en la direccin del procedimiento usado. *n resumen, decirnos que las condiciones suficientes $ necesarias para que una afirmacin sea una le$ cientfica son% 1) Su valor predictivo (que se deduce de la generalidad universal de una afirmacin que es una le$)1 ') Su fundamentacin suficiente (su aceptacin por, al menos, una gran ma$ora de investigadores). :na le$ cientfica se puede formulaiQ corno una afirmacin (e-emplos 1, ', D, ?) o como un condicional. 2ero ha$ que advertir que toda afirmacin que en la lgica tradicional se formulaba como 5Codo S es PNR (es decir, como las afirmaciones mencionadas en los e-emplos), en la lgica actual se ha transformado en% 52ara todo x% si x es S, entonces x es PN, que, en flotacin simblica, se escribe as% u *S(x) P09)W. y :na le$ formulada como condicional puede representar una condicin suficiente o necesaria. *n el primer caso, se presenta en la forma% 52ara todo x% si x es .D en un momento m1, entonces a es P en un momento m2, $ en el segundo, 52ara todo x% si x es S en un momento m1, entonces x no es P en un momento mu,6. *n todos estos casos obtenemos algn conocimiento que permite las predicciones. !e-amos de lado aqu el problema de si slo las afirmaciones sobre regularidades 5profundas6 se pueden denominar le$es, o si ese trmino debe abarcar las afirmaciones ob-etivas sobre la concurrencia constante de ciertos fenmenos, o slo las que se refieren a las relaciones reales entre los hechos. !esde el punto de vista lgico, la afirmacin que dice que todas las piedras caen cuando se de-an caer $ la lev de la gravedad se deben considerar como le$es que explican el hecho de que una determinada piedra ca$ cuando se la de- caer. ?. Las le#es en las narraciones 'istricas La falta de estudios sobre las narraciones histricas $ la opinin de que el nn.mdo histrico es una coleccin de hechos aislados $ nicos dict a muchos autores la 4ies le mqm los histomiadores no establecen le$es. 2ero
"bdem, p g.1>. la conviccin, cada ve" ma$or, de que el proceso histrico es regular, as corno los avances en los estudios metodolgicos sobre la investigacin historica, han cambiado seRaladamente las opiniones sobre las relaciones entre la investigacin histrica $ el problema de las le$es cientficas. *stas opiniones se acercan ahora mucho m s a lo que aseguraban 9arx $ *ngels $a en el siglo XIX. 0a resultado que no puede haber un an lisis con xito de las explicaciones causales sin aceptar que el mundo se rige por regularidades $, por tanto, sin referencia a las le$es, que son simplemente afirmaciones sobre tales regularidades. *sto ha indicado el hecho de que los historiadores no pueden de-ar de interesarse por las le$es, aunque su inters debe ser el de consumidores $ no el de productores. 2ero un an lisis m s estricto de las narraciones histricas muestra que los historiadores formulan por s mismos, muchas veces, le$es. , veces lo hacen casualmente, como si di-ramos, haciendo una observacin general sin fundarnentarla1 con m s frecuencia, formulan le$es (a menudo mu$ bien fundadas) para sus fines explicativos. Slo en algunos casos se pueden aceptar esas afirmaciones como le$es cientficas, pero el mismo hecho de que en las narraciones histricas se inclu$an afirmaciones universalmente generales (mu$ pocas, hasta ahora) muestra que la investigacin histrica contiene tambin en su estructura ciertos elementos nomolgicos (trataremos la cuestin m s adelante). *sto puede servir de punto de partida para los intentos de reconstruir la investigacin histrica, de modo que muestre sus tareas tericas en ma$or medida. :n la"o de unin estrecho entre la investigacin histrica $ las le$es es una consecuencia necesaria del hecho de que el mundo que estudian los historiadores se rige por regularidades. Si ese mundo muestra las regularidades, es decir, tiene una estructura propia concreta, sera la muerte de la investigacin histrica que se limitara al estudio del material del que est hecha la estructura $ recha"ara la configuracin de esa estructura $ los factores que la motivaron, $ m s an en cuanto que ninguna otra disciplina tiene tantas oportunidades para estudiar esas estructuras (sistemas) durante perodos largos de tiempo. 0e aqu e-emplos de le$es, sacados de los estudios histricos, que han siclo su-etas a una fundamentacin sistem tica ($ que, por consiguiente, se pueden llamar le$es cientficas)% 1) \[4uando la seme-an"a de condiciones naturales va acompaRada, en ias diversas regiones, por diferencias de cultura, los factores que causan esas diferencias deben buscarse en sustratos tnicos diferentesSJ (B&. Lo/mians.i) 1' ') La concurrencia de buenos mercados para los productos agrcolas con la servidumbre de los campesinos es una condicin necesaria $ suficiente para el nacimiento de las gran-as seRoriales basadas en el traba-o servil (7. Nut.o/s.i) iD D) 5*l mercado interior surge cuando se desarrolla la economa de mercado1 el mercado comien"a a existir por la economa comercial, $ el grado de divisin social del traba-o determina su desarrollo1 el m cado se ampla a medida que la economa comercial se extiend4 de las mercancas a la mario de obra, $ slo cuando esta ltima se convierte en incicarica ci capitalismo abarca toda la producciKfl en ' 7f Lo/niians.i, Pocza$ki Polski, vol. 1, cd. cit., p gs. 11)Q&&. u\l < s.i $",i toN a opOc1a> 1 a PoN s1 W vol T nt o 7 1 [0 en E) no es lila cita liturnl del libro de Nnih.o/s.i.
un pas concreto, desarroll ndose, sobre todo, en la esfera de la produccin de medios de produccin, cu$a importancia en la sociedad capitalista aumenta cada ve" m sJS ($. Lenin)1<. 4on m s frecuencia, podemos encontrarnos con le$es que est n formuladas de modo marginal o metafrico. 0e aqu algunos e-emplos% <) 5La humanidad, parece, no odia nada tanto como su propia prosperidad. ,mena"ada por un aumento de las rique"as que aliviaran sus penas, hace que el odio redoble su traba-o $ ale-e el peligro de quitar veracidad a la que-a de que es pobre6 (N. 0. Ca/ne$) 8) 5:na de las formas m s comunes que asume la tragedia de la violencia $ las ruinas es la intoxicacin con la victoria, al margen de si la lucha en la que se gan el premio de con-urar la muerte era un conflicto armado o un choque de fuer"as espirituales6 (,. Co$nbee) >6 ?) 5Slo una coordinacin de los esfuer"os individuales por medio de una poltica socioQeconmica que tenga en cuenta los intereses generales puede salvar a una nacin de las diversas calamidades secundarias que, durante un perodo indeterminado, pueden intensificar las consecuencias de una derrota militar6 (7. Nut.o/s.i) >7 La generalidad universal (o estricta) de las le$es no est en contradiccin con el hecho de que el alcance de las le$es puede variar grandemente. Las le$es se aplican a los perodos $ a las regiones en los que se satisfacen las condiciones formuladas en dichas le$es. 2or e-emplo, la le$ '), que afirma que la facilidad para vender productos agrcolas $ la existencia de traba-o servil van seguidas del nacimiento del sistema de gran-as seRoriales basadas en el traba-o servil, sirve para aquellos perodos $ regiones en las que fue una realidad la concurrencia de las dos exigencias. !el mismo modo, la afirmacin de que un al"a en los precios da lugar a una ba-a de la demanda slo es aplicable al perodo en el que, por lo menos, predomina la economa de mercanca $ dinero. 2arece que el trmino 5le$es estrictamente histricas6 sirve para aquellas le$es que, corno la afirmacin '), se refieren a las condiciones que se han satisfecho en un momento del pasado $ cu$a aparicin en el futuro es improbable. *n cuanto al establecimiento de otras le$es, los historiadores deben compartir la tarea con los representantes de otras disciplinas, tales como la sociologa, la economa $ la psicologa. Comando como criterio de clasificacin su alcance, podemos dividir las le$es en% a) Le$es universales (que describen las regularidades $ son v lidas en todas las formaciones socioQeconmicas)1 b) Le$es histricas generales (que son v lidas en una sola formacin socioQeconmica, o en m s de una formacin, o dentro de una sola 14 ;. Lenn, Rar#ite lcapitalizma o Rosli (*l desarrollo del capitalismo vn Nusia), i><@, p g. <D. poca, o slo para ciertas condiciones que prevalecen en, al menos, dos formaciones, por e-emplo, slo ba-o el feudalismo o capitalismo, o slo ba-o el sistema de economa de mercado)1 c) Le$es histricas derivadas (que slo son v lidas en algunos perodos de una formacin concreta o poca histrica). Las le$es de desarrollo, sincrnicas $ diacrnicas fundamentales, tratadas en la tercera parte de este libro, son e-emplos de a). Las afirmaciones 1) $ D) anteriores son e-emplos de b), mientras que la afirmacin ') es un e-emplo de c). Las le$es a) $ b) son estudiadas por los historiadores en colaboracin con representantes de otras ciencias
sociales, mientras que las le$es c) son formuladas por los propios historiadores, lo cual no exclu$e su deseosa colaboracin con economistas, socilogos, etctera. 4omo en el caso de otras ciencias sociales, los historiadores Icomo se di-o al comien"o de este libroI deben tener conciencia de su actividad nomottica, que es el principal la"o de unin entre la investigacin histrica $ otras ciencias sociales. 2ara que todas estas ciencias realicen sus tareas de investigacin, deben considerarse el factor emprico $ el terico como uno solo. Las posibles diferencias entre las diversas disciplinas slo pueden provenir de una divisin -ustificada del traba-o en el estudio de una misma materia de investigacin que es la sociedad, pero la conciencia de las tareas nomotticas debe acompaRar a toda investigacin en la misma medida. 2. El concepto de reg laridades en alg nos est dios 'istricos *l trmino reg laridad ha sido mu$ usado por los historiadores. 4omo en nuestros an lisis (cfr. captulo 'II) ese trmino representa el equivalente ob-etivo de una le$ (le$es que son afirmaciones sobre las regularidades), parece til averiguar cmo se ha usado ci trmino en las narraciones histricas . :no de los significados m s corrientes de esa palabra, normalmente relacionada con el concepto antinmico de 5caractersticas especficas6, es que un fenmeno concreto es comn en un perodo determinado (o en una regin determinada en un perodo concreto). 2odemos encontrar as formulacioneS de que en los siglos xvi $ 'CII el sistema de gran-as seRoriales basadas en traba-o servil era una regularidad en los pases situados al este del *lba 1 que a finales deY siglo xvi los pueblos pertenecientes a la ciudad de 2o"nan mostraban ciertas 5regularidades nacionales, es decir, fenmenos que marcaron el nacimiento de las gran-as seRoriales en toda 2olorna6 $ \ciertas caractersticas especficamente distintas6, condicionadas por fac lores locales 20; que el desarrollo de #dans. muestra ciertas 5caracterstl cas especficas6 en comparacin con otras ciudades polacas u, 4omo puede verse, las regularidades se interpretan aqu en un sentido algo distinto de los equivalentes ob-etivos de las leves, $a que no se refieren a ninguna relacin constante entre los hechos, sino que slo indican ciertos sucesos o procesos observados en varias regiones de un rea conQ creta. *l concepto de regularidad se encuentra muchas veces -unto a afirmaciones sobre que el desarrollo de una regin determinada fue regular, o que un perodo concreto (por e-emplo, la desintegracin poltica de 2olonia en el siglo xii) fue un 5perodo regular $ normal de desarrollo6. *n este caso, el concepto de regularidad parece implicar no slo que una regin concreta se desarrollaba segn lo 5normal6, sino tambin que ese desarrollo cumpla alguna regularidad ontolgica. *sta regularidad no se describe ni se formula como una le$1 slo se afirma que una parte del proceso histrico sigui un curso de acuerdo con una regularidad determinada que debemos conocer, en cierto modo, 5de antemano6. ,l hablar de regularidades $ caractersticas especficas los historiadores pensaban muchas veces en modelos. *n ese sentido, los fenmenos regulares corresponderan a ob-etos ideales, mientras que las caractersticas especficas corresponderan a concreciones territoriales, cronolgicas o reales de estos ob-etos ideales.
que los sistemas ile valores de los autores respectivos est n reconstruidos (lo cual suele requerir, adem s de algn conocimiento adicional, tambin el conocimiento de otras afirmaciones hechas por los mismos autores), podemos volver a la pregunta sobre la informacin de tipo a), es decir, la informacin sobre los hechos. ,hora bien, 1) no slo nos dice que las reformas agrarias revolucionarias motivaron algunos cambios que afectaron de modo diferente el curso de los acontecimientos que una reestructuracin de los sistemas agrarios iniciada por las autoridades, sino tambin que las reformas agrarias revolucionarias contribu$eron con ma$or rapide" a la igualdad social $ mitigaron la Qexplotacin m s que la reestructura de los sistemas agrarios iniciada por las autoridades. F, del mismo modo, ') no slo nos dice que la libertad es buena, sino tambin (-unto con algn conocimiento adicional) que tiene ciertas propiedades, comprobables intersub-etivamente, que el autor en cuestin considera que son buenas. 2or tanto, una afirmacin valorativa (excepto las puramente emocionales, que slo expresan aprobacin o desaprobacin) tiene, en comparacin con una descriptiva, una doble referencia a los hechos, o, en otras palabras, un modelo doble (una de cu$as partes est superpuesta sobre la otra). La primera referencia se dirige a algunos hechos que ocurrieron, por as decirlo, fuera del autor de una afirmacin valorativa, $ la otra se dirige a su sistema de valores. *n el caso de cada una de las dos referencias podemos decir si concuerda con (o es coherente con) el modelo, norque ambas son referencias a hechos, La dificultad consiste en la necesidad de separar un sistema de referencias del otro al anali"ar los valores lgicos de las evaluaciones. Sobre 1), podemos preguntar si las reformas agrarias revolucionarias tra-eron realmente la igualdad social $ mitigaron la explotacin con ma$or rapide" que las reformas iniciadas por las autoridades, $ si averiguamos que fue realmente as, podernos decir que la afirmacin 1) es cierta en su parte descriptiva. , continuacin, podemos preguntar si la valoracin que contiene (la declaracin del autor en favor de los cambios r pidos que contribu$en a la igualdad social $ la eliminacin de la explotacin) concuerda con todo el sistema (le valores del autor1 si averiguamos que es as, podemos decir qise 1) es adecuada en su parte moral (o emocional). *n la pr ctica, una afirmacin puede ser cierta en su parte descriptiva e inadecriada co so pa\1e c,re.uinnol r< olc$&&rs& \ee concordar con lee hechor $ con ei sistenin. devalares del autor1 o puede diferir de ambos. Sin cmbar`s )/1 33REQ7 \lDlce=84i4 abnnial entre las rioJ, clases de coneoiQdancin 3 \[el 1d (o falsedad) de 11Q parte deserintiva es iriclepeiid ientc del al ltK4 de e e>riiac\on, orqie si reiaciondniosCon los hechas1 por el contraria, 1'' ade,uee\n de ia par te emocional la re setenamos con el autor de una afirmacin concreta. *sta es la ra"n de que, en el primer caso, una afirmacin concreta se valore como verdadera o falsa (en un punto concreto de la investigacin, porque nuestro conocimiento de los hechos puede #ariar), $ en el segundo caso, puede ser adecuada e inadecuada, segn la personalidad de su autor. Si un defensor constante de la msica concreta, que la ha alabado insistentemente $ ha seRalado sus numerosos mritos, dice una ve" que la msica concreta es mala, podemos decir (suponiendo que no ha cambiado su sistema de valores repentinamente) que la afliQmacin en cuestin es falsa (en un sentido especfico de la palabra) en su propio lengua-e. Si la misma afirmacin la hace un defensor de la msica tradicional, podemos decir que su valoracin es cierta (en un sentido especfico de la palabra). *n la pr ctica, raramente hacemos esas afirmaciones sobre afirmaciones valorativas, $ por eso nos extraRa algo que se atribu$a a estas ltimas veracidad o falsedad. *sto se debe a que no solemos comparar las evaluaciones hechas por otros con los hechos o con los sistemas de valores de los autores de esas afirmaciones, sino slo con nuestro propio sistema de valores, que
no es un sistema de referencia para hacer afirmaciones sobre la verdad (o adecuacin) de las afirmaciones valorativas hechas por otros. 2odemos estar dispuestos a decir sobre 1) o ')% 5 S, es ciertoa 6, pero no recordamos casi nunca, en esos casos, que al decirlo slo expresarnos nuestras propias valoraciones. *sta actitud, evidentemente, no basta para un an lisis de las evaluaciones en ciencia. La naturale"a relativa del valor lgico del nivel emocional de las afirmaciones valorativas -ustifica que se las considere de modo diferente, dentro de la metodologa cientfica, $ al mismo tiempo nos lleva a formular la siguiente exigencia general. 4omo parece fuera de toda duda que, en ltima instancia, slo las afirmaciones sobre las que podemos decidir si son ciertas o falsas pueden ser elementos de la ciencia, es enormemente importante que las afirmaciones valorativas va$an acompaRadas (directa o indirectamente) por informacin sobre los sistemas de valores de sus autores respectivos. 4omo hemos visto, el conocimiento de ese sistema nos permite subra$ar adecuadamente la parte descriptiva de una afirmacin valorativa (cCe modo que estamos en posicin de averiguar si esa parte descriptiva es verdadera o falsa), $ tambin nos permite averiguar si la parte emocional de ella es adecuada o no. !e este modo, sin oponernos a las evaluaciones en las afirmaciones cientficas, que resultara probablemente una tarea intil $ un requerimiento innecesario, podernos defender la precisin $ claridad del lengua-e cientfico en general, $ del lengua-e de la investo gacin histrica en particular. ,unque una actitud valorativa sub$ace ba-o todas las decisiones en la ciencia, su grado de manifestacin en los informes sobre los resultados obtenidos vara enormemente de una disciplina a otra, $ de un investigador a otro. Si buscamos, desde este punto d vista, las diferencias entre las ciencias naturales $ las sociales, vemos que no se van a encontrar en el hecho de que las primeras est n libres de valoraciones $ las segundas flK, sino en el hecho de que Ien vista de los modelos normales de valoracifl las afuQmaciones valorativas, es decir, las manifestaciones lingHsticas de una actitud valorativa, no suelen aparecer en las narrnciones que se ocupan de las ciencias naturales, mientras que, en las que se ocupan de las ciencias sociales, $ en las narraciones histricas, en particular, las afirmaciones val]rativas eonst-tu$en uno cCe sus elementos. La diferencia, por tanto, es ma ecterna que esencial, $a que se refiere a las formas de manifestacin de las valoraciones. '. Las di#ersas $ormas de la actit d #alorati#a de los 'istoriadores !e lo dicho anteriormente se deduce que las afirmaciones valorativas son slo una de las manifestaciones de la actitud valorativa de un historiador. *sas formas se han mencionado anteriormente, especialmente en los captulos A;& $ A;&&. ,hora intentaremos enumerarlas para mostrar el lugar de las evaluaciones entre esas manifestaciones de una actitud valorativa. !iferenciamos seis formas , en dos grandes grupos% no lingHsticas $ lingHsticas. La primera de las manifestaciones no lingHsticas de la actitud valorativa de un historiador hacia el pasado es la misma eleccin de la materia (o el campo) de investigacin. :na persona decide estudiar un determinado problema porque piensa que lo merece, por alguna ra"n. ,s, el papel patritico de los obispos $ ar"obispos polacos fue gustosamente considerado por los historiadores relacionados con el catolicismo, mientras que aquellos hechos que mostraban que los obispos traicionaban a su pas, opriman a los campesinos $ vivan con grandes lu-os fueron gustosamente tomados por los historiadores que sostenan que el catolicismo fue per-udicial para 2olonia. La segunda manifestacin puede consistir en guardar silencio o disminuir hechos que
son inconvenientes para un autor concreto, aunque debiera tratarlos una ve" que ha elegido una materia dada. ,s, por e-emplo, algunos historiadores polacos, relacionados con la clase media, al escribir una historia de los campesinos polacos, subra$aban, sobre todo, las reformas emprendidas en el pasado por los propietarios de grandes terrenos, $ las describan como manifestaciones de magnanimidad, asegurando que 5al contrario que en otros pases, los campesinos polacos nunca recurran a las rebelionesJS. La tercera forma de manifestacin de una actitud valorativa en la historiografa consiste en el modo de explicacin. ,l anali"ar los factores que un historiador considera importantes para explicar un hecho concreto, podemos saber mucho sobre el sistema de valores por el que se rige. Sus criterios est n a veces explcitamente relacionados con sus ideas polticas. *-emplos de diferencias en las explicaciones nos los ofrecen los an lisis de los estudios histricos relacionados con las diversas tradiciones metodolgicas $ con distintos grupos polticos. Los historiadores marxistas adoptan la teora materialista del desarrollo social (materialismo histrico) como el principio por el que se rigen en sus explicaciones. *lY cuarto lugar, la actitud personal hacia los hechos que se estudian se puede manifestar en el diferente grado de importancia que los diversos historiadores atribu$en a los mismos hechos, o en la indicacin de algunos hechos, solamente (los que enca-an con la propia interpretacin) $ el olvidc- o la minusvaloracin de otros. *n una discusin entre los historiaciores polacos sobre la ifliportaiY4ia poltica $ militar cCe la afortunada defensa del monasterio paulino cerca de 4"csoclYosva durante la invasin D 4& r. ,. [da1evs.i $ 7. Copols.i, 59eloda matriQiali"mu liistorvc"ncgo 2racach histoiQv.oJ,v pols.ichSJ, 8'iidza 3= i3o.o$ic nc. nm. ?, 1>8>. ,leunas trrnu ln $ algunos e-cmp7os usados aqu proceden cCe ese artculo. <>@
sueca en 2olonia, a mediados del siglo xvii, un historiador decida que la defensa 5haba -ugado un papel importante en el curso de las operaciones militares6 , mientras que otro autor, famoso por su apreciacin crtica de ciertas interpretaciones de la historia polaca, subra$aba 5la importancia -uramente militar $ local6 de la defensa del monasterio . Las formas lingHsticas de manifestacin de una actitud valorativa inclu$en 1) el vocabulario, con un tinte aprobatorio $ derogatorio, $ &&) las afirmaciones valorativas. *n el caso del vocabulario, que rara ve" es completamente neutral, la valoracin est escondida en la descripcin misma, Cambin en las afirmaciones valorativas las evaluaciones son rara ve" explcitas. ,dvirtase que la narracin en general, por poco emocional que sea, da tambin alguna impresin de la actitud valorativa del autor.
0e aqu e-emplos extremos de un vocabulario aprobador $ derogatorio (subra$ados de D. C.). D) P. +onopc"$ns.i, que desaprobaba la lucha de los campesinos contra los seRores feudales, al describir la situacin de la vspera de la batalla de Merestec".o escribi que 5cientos de agentes instigaban a los campesinos a que se unieran a las Usordas cosacas $ mataran a los terratenientes6, pero todo esto slo dio resultado en la regin de los 4 rpatos, donde f n tal +ost.a )...), acompaRado por una banda de montaReses, captur la fortale"a de 4"ors"t$n6 ?L <) ,. 9. S.al.o/s.i, manifestando una actitud desaprobatoria similar, escribi sobre el e-rcito de +oscius".o que 5se arrastraba con sus manadas de campesinos sin ninguna utilidad, que slo estaban de-ando el campo desnudo (..) . *l vocabulario no es siempre tan explcito, $, adem s, las valoraciones pueden ser positivas. 8) 5La accin emprendida por el pueblo fue d gran importancia, tanto poltica, al probar que las masas apo$aban la lucha de liberacin nacional, como militar (...) E. o ?) 5F sin embargo, en la misma 2olonia haba existido durante dcadas una magn$ica labor en el campo de las ideas polticas, una labor que fue un logro original polaco $ un resumen de la experiencia constitucional polaca, en concreto, 5Sobre los debates pblicos eficaces6, de Stanisla/ +onars.i6 . D. /lases de e#al aciones en las narraciones 'istricas *n la ciencia podemos distinguir dos clases de evaluciones% las propiamente dichas $ las utilitarias 1G :na clasificacin parecida se puede aplicar a las que aparecen en las narraciones histricas, Simplificando, podemos decir que las evaluaciones utilitarias son afirmaciones valorativas aplicadas a ob-etos que se pueden observar $ relacionadas con otras evaluaciones C. iJto/a., 5Spr o role d"ie-o/a obronv 7asne- #r$ / 1?88\J, Przet3d Histor#czna; nm. 1, 1>8E p 6. 1?<. 1 1 r/<_ -- --- ,jji<c. w I&.Cy;k<a<c,o Jl<t)iLV <c1<L,c,,OI< 1 ;,,r<L ci da a iicchs -bia la dcfensa de 4"eto1 a n l?31 ;ei o a l]a@ p T it ea pci ns.s Diye3. (;olLki fl\-ii H 17 1G p i 11 ' / I.aJl ia, .- ._ d e oir O i n$S 3 J3 1 '< 1 j ola ki _it -i u \e ' u o 1J) U p <'( 1 b c+e z irit 1, p g. D?> > 1 u .a K da la Ool 3j = i o e ki 0 1(1/1 iii 1,1) (fH / 1 iii. 1 - E 1 (' ic G> 3O-3E 2 ' ia s primitivas (aqu, el trmino primiti#as no est usado en sentido pe$orativo, sino, como en lgica, en el sentido de $ ndamental). &ndican que algo es bueno en relacin con otra cosa, o es necesario para otra cosa, o es me-or que otra cosa. *stas comparaciones se hacen segn un modelo general que hemos aceptado como bueno, o segn otro elemento de la misma clase (lo cual, en ltima instancia, es tambin una comparacin con un patrn o modelo) Si decimos que un libro de historia no debera ser aburrido, lo comparamos con algn modelo que hemos aprobado $ al que deben corresponder los libros de historia. > si decimos que el mdico A es me-or que el mdico &, hacemos nuestra comparacin dentro de una clase determinada, pero debemos tener alguna idea de lo que, en nuestra opinin, es un \[buen6 mdico. *n esta interpretacin, las evaluaciones utilitarias se llamar n comparativas. Las evaluaciones propiamente dichas, a las que se pueden reducir, en ltima instancia, las evaluaciones comparativas, son m s primitivas (es decir, fundamentales). Sin embargo, no es m s que una diferencia de grado, de modo que no se debe atribuir una
gran importancia pr ctica a la distincin entre las dos clases de evaluaciones. ,qu presentamos algunos e-emplos caractersticos de ambos tipos. 2rimero, he aqu algunas evaluaciones comparativas (subra$ados de 1. C.). @) 5La tendencia $a#orable al campesino se intensific, tras la aprobacin de la 4onstitucin de 1@>1, ba-o la influencia de los sucesos de Brancia, $ como resultado del hecho de que la 4onstitucin no consegua colmar las esperan"as6 1', *l autor de este pasa-e compara esa 5tendencia6 de las actividades sobre los canapesinos con un cierto naodelo de 5favorabilidad6 hacia los campesinos en aquel tiempo. *sta evaluacin, por tanto, se refiere a un patrn (de favorabilidad hacia los campesinos). E) 5*l propio ,le-andro era un discpulo de ,ristteles. Su e-rcito estaba aconQipaRado de peritos $ observadores para hacer mapas del pas $ anotar sus recursos. Su flota fue mandada expresamente a explorar el 9ar de ,rabia. *stas tradiciones fueron dignamente mantenidas por sus sucesores en *gipto $ ,sia (...) . *sta evaluacin se refiere tambin a un modelo (de digna continuacin). *n estos dos casos, las evaluaciones se pueden reducir f cilmente a otras. ,s, en @) podemos llegar a la pregunta de por qu un comportamiento concreto es 5favorable6 a los campesinos, $ entonces podemos averiguar gradualmente ios criterios fundamentales de las evaluaciones hechas. !el mismo modo, en E) llegamos a la pregunta de por qu la conducta de ,le-andro era digna de continuacin $ aprobacin. ,lgunas afirmaciones parecen encerrar evaluaciones comparativas, pero, cia un examen m s estricto, resultan ser sinaplernente descriptivas. 0e aqu algunos e-emplos% >) 50asta donde podemos renaontarnos, es decir, hasta el siglo x&s, podemos vesQ concesiones en gran escala de terrenos, por parte de los gobernantes, a los caballeros. &ncluso hicieron concesiones de asentamientos fortif,cados enteros, por e-emplo, Lcl1no. P$s"oprod, S.r"$no, $ no Yaav duda de q ie, si no fuera por la escase" de hie-ites, podramos anotar na s e-emQ /1 L&c, el '=itp4iilK de 1 +usila ,1e =1=,) cia a Raota 1. ' 1, 0 1 dT O >(1 \,k 2 &d al 1 1 &= > D 4i 1 s >1> (2 1Qma am 9/( U 3 1 \D> [t ( A&& 1 u , 1 1\ o 1Q Y,(io O T )8l Oa O 9/ 1 (1 ('>, 1 1< ci Hapi \aiJ / / O 1 4 ', a i <>> pies. 9 s tarde, en los siglos @iii $ @i2, las concesiones fueron menores, porque ni los gobernantes de los ducados (en los que se dividi 2olonia en aquella poca), ni incluso los dos ltimos re$es de la dinasta 2iast, Ladislao el 4orto $ 4asimiro, podan permitirse el hacer grandes concesiones, pero stas, de todos modos, continuaron% a ste o a ese caballero se les concedan uno o m s pueblos por los servicios prestados al gobernante)S . *n este caso, no se hace referencia a evaluaciones, pero el tamaRo de las concesiones hechas en los diversos perodos s se compara. Lo mismo ocurre con frmulas como% en un pas A, la renta per c pita es ma$or que en un pas >. 2ero la afirmacin 5en un pas 1 la gente vive me-or (peor, etctera) que en un pas Y2 es una evaluacin comparativa, $a que las condiciones de vida en A e Y s& comparan con n$&stros patron&s /& 5buenas6 condiciones de vida. 0e aqu otro e-emplo% 1G) 5(*n ,lemania), comparado con Brancia (Chierr$ $ 9ichelet), el concepto de nacin lleg a relacionarse mu$ poco con el de pueblo, el de las amplias masas, e incluso Nan.e lo interpretaba en el sentido de los estratos superiores, educados6 1 *n
este caso, la intensidad de un mismo fenmeno en distintos pases es lo que se compara, pero no implica una evaluacin% nos encontramos slo con una descripcin de los hechos. *n las obras histricas las evaluaciones propiamente dichas se formulan pocas veces e9pressis #erbis. 3ormalmente, est n m s o menos profundamente ocultas en afirmaciones aparentemente descriptivas, de modo que la separacin del nivel descriptivo $ el emocional no se indica sin un an lisis apropiado del texto. 0e aqu e-emplos de evaluaciones propiamente dichas que est n ocultas profundamente% 11) &3..,) en 1>'1, la primera tarea de los traba-adores en 2olonia fue conseguir reformas socialesJS 16 *sta afirmacin, que puede parecer descriptiva, es una evaluacin. *n su parte descriptiva dice que los traba-adores polacos, en esa poca,. vivan en unas condiciones que necesitaban me-orarse. *n su parte emocional, muestra las valoraciones del autor% sostiene que la lucha por las reformas que me-oraran las condiciones de vida de los traba-adores era un buen pro$ecto, que mereca apo$o y, por consiguiente, asegura que el pueblo tena que luchar por esas reformas, porque una me-ora en las condiciones de vida de los traba-adores es algo bueno (progresista). 1') 5*l levantamiento de 1E?D en 2olonia fue un hito en los movimientos sociales, porque los intentos de los campesinos polacos comen"aron a relacionarse con las acciones, m s amplias, de los campesinos en Nusia` 0e aqu un e-emplo de evaluacin propiamente dicha, formulada de forma m s expresa% 1D) 5*l levantamiento polaco de 1EDG tuvo una gran importancia internacional. Su papel ob-etivo era progresista, sin ninguna duda. *l levantamiento, ano fue una de las manifestaciones de los movimientos burgueses " + 2al .a m.i, [\Studia nad A&; /ie.iem6, en Lecliiai. PoJa,iir i;olsS<t ;arsovia, 1)?8, i) 4 ?DG. )/ Si. fi SeiSs.i, Koecepa lastare powscdiaej Joacbuno Tcalende, ;an serle O.aS, a nQ 1(181. . Ua P 4a si i pminato2c _e PoIr? i NNicpodlcc+ )1 os )"U7O(C 2 .llCiUS ai+O)s "c KOl&na independiente). ;arsovia, 3OM;S, pu. lii WTiJ rie PoJ; 2.Qi. vol. JI, parte III, ;aranvia, 1>8>, p g. 8'<. democr ticos $ de liberacin nacional, cada ve" m s intensos, en *uropa, protegi a los pases de *uropa Kccidental de una intervencin armada del rgimen "arista6 S& puede ver f cilmente que la opinin de un investigador concreto sobre el proceso histrico $ace sobre toda evaluacin, sea formulada explcitamente o no1 su conocimiento no basado en fuentes se manifiesta de este modo &n su funcin de sistema de valores. <. El criterio de progreso como elemento principal de las e#al aciones pro piamerl te dic'as en la b sto riogra$ la :l criterio de progreso se usar aqu para referirse al criterio por el que un historiador valora los hechos que describe. *l trmino pro5reso, tal como lo usamos aqu, est , evidentemente, libre de toda implicacin que lo una con la afirmacin de que es inevitable, es decir, que tiene Yugar al margen de las acciones humanas. *n el sentido usado aqu, todo lo que aprueba $n historiador (todo lo que considera bueno, adecuado, -usto, merecedor de apo$o, etctera) es progresista, $ todo lo que desaprueba (todo lo que considera malo, in-usto, contestable, etctera) es reaccionario. 2or tanto, este criterio es primitivo, $a que corresponde a los calificativos (usados como predicados en el sentido lgico del trmino) \[bueno6 $ 5malo6, a los que se pueden reducir todas las evaluaciones 15 Se puede ver qu criterios de progreso sub$acen en las evaluaciones
propiamente dichas mencionadas anteriormente. *n 11), su autor piensa que el aumento de la igualdad en las relaciones sociales significa progreso. *n 1'), segn vemos, los factores que combatieron el feudalismo $ facilitaron as la llegada de una nueva formacin socioQeconmica se consideran progresistas. La afirmacin 1D) expresa una aprobacin de la lucha contra el sistema feudal $ los polticos reaccionarios, $ por tanto considera como progresista todo lo L$ a$uda a la liberacin del hombre. Las afirmaciones ') # E) se pueden reducir a evaluaciones fundamentales similares. Los estudiosos, muchas veces, no conseguan darse cuenta de que las diferencias en sus discusiones no se referan a los hechos, sino a las evaluaciones, es decir, a los criterios de progreso, que eran distintos para los diversos participantes en esas discusiones. Necordemos la controversia sobre las gran-as seRoriales basadas en traba-o servil. 1<) S. 0os"o/s.i escribi que, en su primer estadio, la naturale"a progresista de las gran-as seRoriales se deba a varios factores, tales como 5un rea ma$or de tierra cultivada, continuidad de cultivo, me-or organi"acin de grandes gran-as, una organi"acin competente de la venta de productos agrcolas, un me-or aprovechamiento de los bosques, praderas, ;iveros, cra de animales, un ma$or nmero de gente empleada en la agricultura, una ma$or comple-idad de la divisin del traba-o, un ma$or porcenta-e de productos comerciali"ables, un crecimiento de las industrias agrcolas (molinos, cerveceras) $ otros tipos de industrias relacionadas con las fincas, satisfaccin de las necesidades de los consumudores en las erandes ciudades un crecimiento de las exportaciones e importaciones, $, sobre todo, "bdem p8g. <EE. i 03Qr, %", 0 1So/s.a, Pods0n ;,c,; nanki o inoraliNosci, cd. cii., p gs. 1GQ&i. 2ara un an lis8s detallado de los ad-etivos b eno y nielo, ver oSos. 1<Q8D. 8G(1 gol una intensificacin de la economa monetaria, como resultado de una balan"a venta-osa del comercio, $ una entrada de dinero desde el extran-ero6 20 18) Las formulaciones de 7. Mardach eran similares. 52ersonalmente, me pondra del lado de quienes advierten el papel moderadamente progresista de las gran-as seRoriales en el primer perodo de su existencia, sobre todo, porque hubo un aumento del cereal cornerciali"able6 21 *n ambos casos, vemos que se adoptan como criterio de progreso el desarrollo econmico $ el aumento de produccin. 1?) :n criterio de progreso distinto sirve para la afirmacin hecha por S. S"c"ot.a. *n su opinin, la naturale"a progresista de las gran-as seRoriales se debi al hecho de que 5contribu$eron a una intensificacin $ exacerbacin de la lucha de clases6 22 Segn este criterio, son progresistas aquellos fenmenos que aceleran la cada de una formacin concreta $ la llegada de la siguiente. Cambin se ha usado otro criterio en la controversia sobre las gran-as seRoriales. 2or e-emplo, S. ,rnold consideraba las gran-as seRoriales como reaccionarias desde su mismo nacimiento. *scribi 1@) que el papel de las gran-as seRoriales era reaccionario 5porque empu- a los campesinos, SKcialmente, hasta el nivel de esclavos que tenan que vivir en completa pobre"a6 2!M *n este caso, el criterio de progreso se relaciona con las condiciones de vida de los traba-adores. !el mismo modo, S. &nglot asegur que 1E)
5la llegada de las gran-as seRoriales, vista en cuanto a las relaciones de produccin, no se puede considerar como un fenmeno progresista6 2" 4orno puede verse, en la controversia sobre las gran-as seRoriales se usaron al menos tres criterios (crecimiento egonrnico, aceleracin de la llegada de la nueva formacin, condiciones de las masas). *videntemente, estos criterios no son siempre contradictorios. 2uede ocurrir as cuando un autor sostiene que toda actividad que condu"ca al crecimiento econmico de un pas debe ser aprobada, mientras que otro autor piensa que, antes de todo, ha$ que prestar atencin a las condiciones de vida de las masasQ ,dem s podernos encontrarnos con una contradiccin slo si examinamos la cuestin durante un corto perodo de tiempo, $a que, en un perodo largo, estos criterios pueden coincidir. 2or e-emplo, el crecimiento econmico, a largo pla"o, puede resultar un medio m s efica" para me-orar Yas condiciones de vida de la poblacin. 2or eso los criterios de progreso suelen necesitar un an lisis mu$ preciso. *n los e-emplos anteriores los hechos valorados no se describan como acciones humanas, $ slo se discuta la naturale"a progresista o reaccionaria de esos hechos. 2ero puede suceder que tambin se valoren las acciones $ aspiraciones humanas en el pasado. Cales planes no se podran haber llevado nunca a cabo, aunque slo fuera por el hecho de que no se podan materiali"ar 7 %. 0os"o/s.i, Rola $olwark p/llisz/Z1zniaHego, ,ctas de la 2rimera 4onferencia sobre 9etodologa de los 0istoriadores 2olacos, vol. 1, ;arsovia, l>!&. p oinas <E>Q <>G. "bdem, p g. <D'. 22 Tb$deNn, p8g. <>1. S. ,m, ><, Podloz.e gepodarc2ospoleczNEe J743Mk3ei;< <drodzcoia, ;arso;S1\J 7M;S, 289. > &nL&c t &n& 1 oGi c S-n . ch& i L C+ +lu. (D 0inici< Ue (n\ !2. 1 7 cultura), ;arsovia, 1>8<, p g. AL&&. ea las condiciones histricas en las que se hicieron. *n el caso de las acciones planeadas, puestas en funcionamiento o no, los historiadores las valoran de dos modos% las comparan con otros programas diversos de accin vigentes en el mismo perodo (criterio histrico, o de pasado) o con diversos programas contempor neos (criterio de presente). !e este modo, un programa de accin que se puede valorar como mu$ progresista segn un criterio, puede considerarse mu$ pobre segn el otro. *n el primer caso, la evaluacin es comparativa, $ en el segundo, una evaluacin propiamente dicha. 0e aqu un e-emplo de evaluacin de un programa segn el criterio histrico% 1>) 5La ideologa de los 0ermanos 2olacos, $ especialmente su corriente plebe$a, era, desde el punto de vista social, la m s progresista Ia pesar de la :topaI en la poca del Nenacimiento en 2olonia6 2 F he aqu un caso de evaluacin basada en el criterio de presente% 'G) 5Las opiniones sociales $ polticas de +amiens.i eran antiQfeudales, $ unan la lucha por la independencia de 2olonia con una concesin incondicional de la tierra a los campesinos que la traba-aban. *l programa fue expuesto en Pi=awdy Zywotne (;erdades vitales), pero era cuestin de t ctica poltica% de-aba intocadas las gran-as seRoriales $ a los obreros agrcolas sin tierras. *n sus formulaciones b sicas, estaba de acuerdo con el programa de la Sociedad !emocr tica 2olaca (fundada por los emigrados polacos en Brancia a mediados del siglo xix), $ era, en las condiciones polticas de la poca, ciertamente progresista, aunque no exiga una revolucin agraria6 26 Las evaluaciones basadas en el criterio de presente (aceptado por un autor concreto) pueden convertirse a veces en caricaturas. 2or eso P. +ula escribi sobre ellas al
anali"ar las obras de historiadores anteriores. 5La valoracin del pasado hecha por los historiadores era, por regla general, de criterio de piQeronte. 2rovena de la lucha de un historiador en favor de algo que defenda, $ de su actitud hacia la sociedad. :n historiador antiQalem n que viviera durante la Cercera Nepblica en Brancia acusara a los polticos anteriores que hubieran hecho alian"as con ,lemania $ exonerara a los que hubieran dirigido guerras contra ,lemania. :n radical francs elevara estatuas de !anton $ escondera (e incluso destruira) documentos que mostraban que !anton haba recibido dinero de agentes brit nicos. :n socialista francs disfrutara acusando a !anton $ defendiendo al 5&ncorruptible6. *n este pas, +or"on, ,s.ena"$ $ S.al.o/s.i consideraban a +oscius".o, el prncipe 7"ef 2oniato/s.i $ !abro/s.i, respectivarnente, de un modo similar6 29 8. Los 'istoriadores $rente a las e#al aciones 0a$ que reflexionar sobre cu l debe ser la actitud de un historiador hacia la valoracin en general, $ las evaluaciones en las narraciones en particular. 2odemos encontrar dos acercamientos extremos. :no es que un historiador no puede separarse de las evaluaciones, $ el otro apo$a la ilusin de que la investigacin histrica libre de valoraciones sera plenamente $inN )9 ! 7 [o=s.\ 1 pi fc 1 [u o u 1)8@ r ig D8S 26 "bdem, COl. +i, parte &&&, 2>1i% 1DG. 24 P. +ola. Roo;aaiia ) 323M3433S, cd. cit., pag. 1D>, ob-etiva $ neutral. ,. 2rchni. expres su opinin, cercana a la primera postura, cuando escribi que \(al expresar sus opiniones, elegir los hechos, valorar los sucesos, un historiador no se puede separar de la plataforma en la que se apo$a. *s incapa" de olvidar su *eltansc'a ng, aunque pretenda que s lo olvida6'E. :na postura similar ha sido formulada por P.+ula, que sostiene que la necesidad de liberar a la historia de valoraciones es impracticable, e incluso per-udicial para la investigacin histrica 25 ,unque sostenemos que la valoracin es inseparable de toda actividad cientfica, podemos considerar, de todas formas, qu formas de manifestacin de una actitud valorativa son compatibles con la conducta de un historiador, $ cu les son incompatibles con ella, $, por tanto, deben rech a"arse. La manifestacin de la actitud de un historiador en la eleccin de la materia de investigacin es legtima e inevitable. Segn los diversos factores implicados algunos investigadores plantean ciertas preguntas, mientras que otros investigadores plantean otras preguntas, $ en esto rio reside ningn peligro para la ciencia. ,lgunos efectos incmodos posibles se pueden mitigar, en parte, por la pr ctica, cada ve" ma$or, de coordinar $ planificar el traba-o investigador. 2ero es distinto lo que ocurre con las restantes formas de seleccin. Cenemos que criticar cualquier actitud valorativa que se manifieste en de-ar de lado los hechos inconvenientes aunque tengan que tratarse en relacin con la materia estudiada. !el mismo modo, tenemos que desaprobar toda seleccin unilateral de las consecuencias de los hechos abarcados por la investigacin. *sta seleccin incorrecta se debe, a veces, slo a una preparacin inadecuada de un historiador concreto para su labor. *n tal caso, la solucin es simple% tiene que aumentar su conocimiento no basado en fuentes. WF las evaluacionesX ,qu se podran formular dos exigencias% 1) *liminacin de ciertas formas de evaluaciones1 ') 9odificacin de las restantes formas. *n el caso de 1) nos referirnos a que el vocabulario usado en historiografa debera elegirse para que sea lo m s preciso $ no ambiguo posible1 en la ciencia, las palabras deben informar, sobre todo, sobre los hechos estudiados, $ no sobre las emociones del investigador. Las exigencias radicales mencionadas anteriormente seran impracticables,
# por eso, este autor sugiere moderacin. *n el caso de ') nos referimos a las evaluaciones formuladas corno afirmaciones valorativas. Cenemos que ver que las evaluaciones sean ciaras, $ eso slo se puede asegurar si los sistemas de valores usados en la evaluacin se muestran tan plenamente como sea posible. Si se cumple esa condicin, cuando un historiador diga que un fenmeno es progresista podemos averiguar si tiene ra"n, es decir, podemos averiguar si su evaluacin es verdadera en su parte descriptiva. *ste autor no recomienda 4&:4 se eliminen las evaluaciones 2or ci contrario, cree que, glacias a ! evoil aS% tSnes, la bistoiQiograra contribu$e a las transforniaciones del mundK que nos rodeo. 2ero la tarea de vaioraeion no debe estar cr1 aboii%o , 2rcbiii., np. )Dit., p4CS. <Q8. ] P. +ula, op. cii., p g. 144. contradiccin con las tareas estrictamente cientficas, es decir, no debe dar lugar a formas indeseables de valoracin, tal como se ha mencionado anteriormente. W2ero qu criterio de valoracin, es decir, de progreso histrico, ha$ que adoptarX , travs de los tiempos, los historiadores manifestaron sus posturas en lo que hicieron como historiadores $ en lo que declararon. !e cualquier forma, probablemente en cualquier perodo de la historia de la investigacin histrica $ la historiografa ha existido una divisin entre los activistas, que siempre queran apo$ar los fines de un grupo social determinado, $ los escpticos, que se mostraban crticos ante los diversos modelos. A;. +ula ha denominado a los primeros 5aclitos6 ($a que 5a$udan a misa en las iglesias de su poca6), $ a los segundos, 5iconoclastas6 ($a que 5intentan abrir los o-os de sus contempor neos para que vean que ^el re$ no tiene vestidos`6) !0 4uando predominaba el modelo pragm tico en la investigacin histrica, la principal tarea de los historiadores era promover ciertos patrones de conducta. Los principios axiom ticos para la construccin de dichos patrones los proporcionaban la mitologa, el estado $ la religin. 4uando el racionalismo comen" a sustituir a la religin en la investigacin histrica, o al menos a tener una posicin equivalente, la naturale"a humana inmutable con sus necesidades inmutables se convirti en el sistema de referencia para las evaluaciones. *n la interpretacin cartesiana, el conocimiento del hombre, como la geometra, deba deducirse de una serie de axiomas. *sto significaba refor"ar el estudio del hombre desde el punto de vista de las especies humanas (aunque la historiografa segua dedicando su atencin al hroe $ la personalidad), con la prdida total de los elementos de la consideracin individual del ser humano que se pueden encontrar hasta en los autores antiguos. La oposicin a los sistemas absolutos de referencia en el rea de la valoracin, sistemas promovidos por la religin $ por la idea de la naturale"a humana inmutable, dio lugar a un relativismo histrico total, principalmente en la historiografa alemana. 2riv a los historiadores de todo criterio de valoracin, al proclamar el principio #irt s $ilia temporis, lo que significa que, al recha"ar todos los valores absolutos a los que se podan referir las evaluaciones, lleg a defender un relativismo extremado en ese aspecto. La sntesis dialctica de las posturas extremas, es decir, una sntesis que nos lleva a la aceptacin de ciertos criterios de valoracin mientras que subra$a que tienen una naturale"a histrica, evita los dos extremos. Las propuestas me-or fundadas sobre esta sntesis se encuentran en los autores marxistas, especialmente en 9arx $ *ngels, $ m s tarde, por e-emplo, en #ramsci $ Lu. cs. Sus ideas deben interpretarse de este modo% aY evaluar el proceso histrico, tenemos que hacer una distincin entre
1) evaluaciones de sucesos que no se interpretan como acciones humanas1 ') evaluaciones de acciones humanas (acciones emprendidas por individuos, grupos e instituciones). *sta )liSti.lci%ll, que es esencial para el problema en cuestin, no fue adecuadamente observada, lo cual produ-o muchos lFialcnlendidr,s. *l historiactur que entere valorar ci nacimiento dci capitalismo en los siglKs que van del 'CI al Avii 1, # el que quiere valorar hi "t ide[, p g. '1>. 8G8 conducta de los pioneros de la industriali"acin capitalista que explotaban sin piedad a sus traba-adores, se enfrentan a dos problemas diferentes. *n el primer caso, el historiador, probablemente, dir que el nacimiento del capitalismo fue un hecho progresista, mientras que en el segundo, mostrar seguramente simpata por los sufrimientos humanos. WSignifica esto una dualidad de evaluacionesX W4mo podemos evitar esta dualidadX !e cualquier modo, parece incorrecto subordinar las evaluaciones de las acciones humanas a las evaluaciones de los procesos, es decir, absolver a los individuos, grupos e instituciones, de ciertas acciones, slo porque esas acciones originaron o contribu$eron a ciertos procesos que evolucionaron positivamente. 2ero tambin sera incorrecto caer en el otro extremo, es decir, olvidar, al evaluar las acciones humanas, el proceso histrico $ sus consecuencias para la vida humana. :n historiador debe encontrar cada ve" un camino medio entre estos dos extremos. La teora marxista propaga el acercamiento antropocntrico, segn el cual, el hombre debe considerarse como valor ltimo $ supremo. *ste acercamiento, adem s, tiene la me-or oportunidad de convertirse en criterio b sico para las valoraciones histricas, $ de a$udar a los historiadores a encontrar modos de valoracin. 9ientras que en el proceso de establecimiento de le$es, es decir, relaciones generales, un historiador debe separarse del hombre como individuo, en el proceso de evaluacin debe, segn lo que recomienda el principio de antropocentrismo, tener siempre en cuenta el individuo $ sus necesidades. ,dvirtase que el antropocentrismo, tal como lo interpreta la teora marxista, no considera al hombre unilateralmente, en la esfera de su existencia1 no separa su existencia individual de la esfera social, $ a $ortiori no opone ambas, como hacen algunas filosofas existencialistas $ personalistas. :n individuo no se toma en aislamiento, ni slo como producto social, sino como un factor creativo en el proceso histrico. 3o vamos a detenernos m s en este problema, $a que es marginal respecto a las cuestiones que tratamos en este libro. *l acercamiento antropocntrico formulado anteriormente supone el punto medio entre el concepto abstracto d naturale"a humana inmutable $ el relativismo que defenda el historicismo. Se deduce de ello que tenemos que admitir la existencia de un fundamento comn de la naturale"a humana por lo que respecta a diferentes pocas $ diferentes territorios. Lo que queremos decir aqu no es slo el nivel biolgico (aunque en ese aspecto parece estar m s claro el fundamento comn), sino tambin el nivel psicolgico. Codo historiador est convencido de que ciertos rasgos de la naturale"a humana $ ciertas necesidades humanas son constantes, $ basa muchas de sus afirmaciones en esa conviccin. 1. /riterios de clasi$icacin de las ciencias Seguramente hemos acumulado bastantes datos para responder a la pregunta sobre la estructura metodolgica de la investigacin histrica, o, en otras palabras, sobre la clase o familia de ciencias en la que se debe incluir la historia. Lo m s urgente es contestar si
(como aseguran los representantes de la concepcin fenornenalista, es decir, induccionista, de la ciencia) la investigacin histrica es idiogr fica, o sea, de naturale"a descriptiva, $ no cumple ninguna funcin terica $ nomolgica. Las clasificaciones de las ciencias suelen recurrir a tres criterios b sicos% el de la materia de investigacin, el del (de los) mtodo(s) de investigacin, $ el de la estructura metodolgica del lengua-e de una disciplina concreta. Segn el primer criterio, las ciencias se clasifican como resultado del an lisis de la materia de estudio, lo cual significa que las disciplinas que tienen una materia de estudio comn se sitan en una clase. Segn el segundo criterio, las ciencias se clasifican de acuerdo con los mtodos que utili"an, $ segn el tercero, de acuerdo con los modos de formular $ sustentar los resultados de la investigacin, es decir, de acuerdo con la naturale"a metodolgica de los teoremas $ las afirmaciones obtenidos (en otras palabras, el ob-etivo de la investigacin). Las clasificaciones de las ciencias suelen tener en cuenta dos o incluso tres criterios simult neamente, pero uno de ellos -uega el papel principal. ,dvirtase tambin que las personas que clasifican las ciencias adoptan a veces un acercamiento descriptivo, es decir, consideran una disciplina concreta tal como es, pero a veces, adoptan un acercamiento normativo, o sea, la consideran desde el punto de vista de lo que, en su opinin, tendra que ser. *l no darse cuenta de esa diferencia es la ra"n, a veces, de controversias aparentes, en las que cada una de las partes en disputa piensa en algo distinto. 2or tanto, el modo de clasificar una disciplina dada se puede determinar por las opiniones sobre su materia, sus mtodos, $ sus resultados1 adem s, en cada caso, un criterio determinado se puede referir al estado real de esa disciplina o a su imagen ideal. La clasificacin de las ciencias en naturales $ sociales, que es la m s comn $ la m s fundamental, utili"a como criterio la materia de investigacin. , primera vista, esta clasificacin parece mu$ clara, pero, en la 2r ctica, ahora que las investigaciones interQ discipliriares se han multiplicado, es difcil, muchas veces, clasificar una disciplina concreta, sin emhigileclad, en uno dc 1G8 dos grupos . ,dems, tanto las disciplinas formales 1 4fr. ,. l,c/ic.i. sus reflexiones sobre la psicoloea 5[2s$clYoloeia rvohec nai-( nr < Qcli - lQ,uinan-slvc"nsJcli6, %t dia ,eodologiczne, nm. 1, p gi na << as.
Pindelband estableciera la clasificacin que divide a las ciencias en las que intentan establecer le$es (ciencias nomotticas), $ las que describen hechos aislados en sus formas histricamente determinadas (ciencias ideogr ficas)6 2 La historia comen" a incluirse entre las ciencias ideogr ficas. Las ideas de Pindelband fueron desarrolladas por 0. Nic.ert (cfr. captulo ;&&) cu$a clasificacin de las ciencias hace una distincin, por un lado, entre las ciencias de la cultura $ las ciencias de la naturale"a (coh la materia de investigacin como criterio), $, por otro lado, entre las ciencias individuali"adoras (ideogr ficas) $ las generali"adoras (nornotticas). !esde un punto de vista, la historia se inclu$ en las ciencias de la cultura (es decir, las que recurren a la valoracin), $ desde el otro, en las individuali"adoras. Canto Pindelband como Nic.ert tomaban corno base para su clasificacin el estado real de la investigacin histrica, $ no un tipo de investigacin histrica que se pudieran imaginar. 0. Nic.ert subra$aba claramente que 5todos los tipos de hechos, incluidos los hechos mentales, se pueden considerar (...) de manera generali"adora6 . *ntre otras clasificaciones de las ciencias ha$ que mencionar la distincin de las disciplinas experimentales, es decir, las que recurren a los experimentos de laboratorio. *ntre ellas no est n las ciencias sociales, sobre todo, la historia, que se ocupa de sucesos pasados. +. ,-du.ie/ic" ofreci una amplia fundamentacin de la divisin de todas las ciencias en deductivas e inductivas. *scribi que 5todas las ramas de las matem ticas $ la lgica formal son ciencias deductivas, mientras que todas las restantes ciencias, naturales o humansticas, son de naturale"a inductiva6 . ,qu se adopta como criterio de clasificacin el mtodo de obtener los teoremas. *n las ciencias deductivas, una afirmacin que no es un axioma en una disciplina concreta se acepta como teorema slo si se puede deducir a partir de axiomas. *sto no quiere decir, por supuesto, que en las ciencias inductivas los teoremas no se dedu"can nunca. 4omo hemos visto, en la investigacin histrica la inferencia deductiva se usa con hastate frecuencia. La cuestin es que, en las ciencias inciuct,Jas, la induccion st al mismo nivel que la deduccin, mientras que en las deductivas, el papel de la induccin es marginal $ subordinado. Codo esto muestra que la historia est clasificada de varias formas% se inclu$e entre las ciencias sociales, idiogr ficas, valorativas, no experimentales e inductivas. *xcepto la inclusin, normalmente sin discusiones, de la historia. en las ciencias sociales e inductivas, todas las dem s clasificaciones son materia de controversia. ,s, no ha$ acuerdo sobre si la historia es una disciplina idiogr fica, ni, por tanto, sobre si la valoracin $ la falta de experimentacin son realmente sus rasgos caractersticos. 4omo hemos visto anteriormente, la controversia sobre la naturale"a idiogr fica de la investigacin histrica salta a primer plano. F, para considerar el problema m s ampliamente, la controversia sobre el idiografismo, la valoracin $ la experimentacin en la investigacin histrica es una manifestacin de la controversia m s general entre los defensores del tratamiento naturalista de las ciencias sociales $ los defensores del tratamiento antiQnaturalista de esas disciplinas. '. La #isin amiti=nat ralista $ nat ralista de las ciencias sociales Los antiQnaturalistas est n convencidos de que ha$ una diferencia esencial (en la estructura de los mtodos de investigacin) entre las ciencias naturales $ las sociales, $ piensan que es imposible que estas ltimas lleguen al nivel de precisin metodolgica $ falta de ambigHedad en los resultados que caracteri"a a las ciencias naturales. ,seguran que las ciencias sociales se ocupan de hechos (sucesos) u ob-etos nicos, no recurrentes,
que slo se pueden describir factogr ficamente. 2or tanto es imposible, en la esfera de las ciencias sociales, establecer leves cientficas, $, consecuentemente, hacer predicciones cientficas. Campoco es posible, aseguran, obtener resultados que estn libres de valoraciones $ sean por thnto plenamente ob-etivos, $ toda valoracin es un factor no cientfico o extraQcientfico. ,dem s, en su opinin, la falta de oportunidades para hacer experimentos priva a los cientficos sociales de la posibilidad de reali"ar comprobaciones verdaderamente cientficas, lo cual reduce considerablemente la utilidad de los resultados. Los naturalistas, que defienden la unidad de la ciencia, sostienen las opiniones contrarias. SeRalan la seme-an"a fundamental de la matesQla de investigacin, tanto en el caso de las ciencias naturales como en el de las sociales1 en ambos casos nos ocupamos de hechos que son esencialmente individuales, porque un hecho concreto, como la Matalla de 4rc$, un eclipse de sol concreto, $ la descomposicin de un tomo determinado en un momento dado, ocurre slo una ve", $ no puede volver a ocurrir en las mismas condiciones, lo cual, evidentemente, no quiere decir que no pueda haber hechos que pertene"can a la misma clase de sucesos. *stos ven la base para establecer le$es cientficas $ hacer todo tipo de generali"aciones, tanto en las ciencias naturales corno en las sociales, en la posibilidad de combinar lieclicSs en clases de extensiones variadas, apo$ndose en la seme-an"a cte ciertas chi sima pmopcdades. Carnhin seRa lan que la misma existencia de nombres de 2echos # ob-etos -ustifica las olio raciones c&a clasificacin. 4uando dcci cias: \atoo, nii eclipse de sol esto es una guerra, esto es una mesa, etctera, incluimos un hecho (suceso) u ob-eto concreto dentro de una clase determinada? *ntre los hechos naturales $ los sociales puede haber, como mucho, una diferencia de grado, solamente%, los hechos sociales parecen mostrarnos (lo cual no significa que realmente lo hagan) una ma$or variedad de caractersticas secundarias que los hechos naturales. La estructura similar de la materia de investigacin en ambos tipos de ciencias significa que todos los hechos, naturales o sociales, son nicos desde un punto de vista, $ recurrentes (al menos, en potencia) desde otro. *sto, a su ve", implica una situacin similar respecto al establecimiento $ la formulacin de le$es $ predicciones, aunque (corno vemos en el actual nivel de desarrollo de la ciencia) los la"os entre los hechos naturales $ la esfera de la libre voluntad del hombre (ver captulo A&) forman un nmero ma$or de combinaciones. *n las ciencias sociales esto da lugar a complicaciones especficas en la tarea investigadora, $ dificulta una formulacin no ambigua e incondicional de los resultados. F, sin embargo, en las ciencias sociales llegamos a afirmaciones del mismo tipo que en la ciencia natural. *n ambas, la sustancia consiste en afirmaciones de observacin, es decir, afirmaciones del tipo% 5:n hecho Z ocurri en un lugar 1. $ en un tiempo 6[ o 5lo que esto$ viendo ahora es P[. afirmaciones basadas en observaciones directas o indirectas. :na afirmacin de observacin est en forma de oracin, pero como las oraciones de este tipo raras veces se convierten en constitu$entes finales de las formulacicnes de los resultados de la investigacin, se diferencian de .aqullas por medio de las cuales informamos sobre los resultados. *sta ltima categora, como hemos visto (cf r. captulo AA&;) inclu$e los dos tipos principales% afirmaciones sobre hechos singulares $ afirmaciones generales. *n este grupo distinguimos las afirmaciones estrictamente generales $ las afirmaciones universalmente generales. *s entre las afirmaciones estrictamente generales $ universalmente generales (estas ltimas contienen nombres propios, pero son ontolgica $ epistemolgicamente abiertas) donde tenemos que buscar las le$es cientficas1 $ el problema de establecer
le$es es el centro de la controversia sobre la posibilidad de construir las ciencias sociales segn el modelo sacado de las ciencias naturales. 2ero todas las partes en disputa est n de acuerdo en cuanto al hecho de que ha$ distintas categoras de le$es. ,parte de ser universales (es decir, v lidas en cualquier lugar $ en cualquier tipo) o restringidas a algunas partes del espacio $ el tiempo, las le$es pueden ser tambin libres de excepcin o estadsticas. *n el caso de las le$es libres de excepcin, si la condicin descrita en el antecedente se satisface, el hecho descrito en el consecuente ocurre siempre, mientras que las le$es estadsticas (que refle-an la naturale"a de los hechos o nuestro conocimiento inadecuado de ellos) slo afirman que el hecho descrito en el consecuente ocurre en un porcenta-e de casos suficientemente alto, es decir, con una probabilidad especfica $ adecuadamente alta. 4orno es sabido, las le$es estadsticas se formulan en las ciencias naturales $ en las sociales1 en cuanto a las prinieras, baste mencionar las le$es de la mec nica cu ntica. La posibilidad de formular le$es (en sentido general, $ le$es cientficas, en particular), tanto en el rea de las ciencias sociales como en el de las ciencias naturales, es un resultado inmediato del hecho de que en ambas utili"arnos $ llegamos a afirmaciones estrictamente generales. *s evidente que en las diversas disciplinas el papel de las afirmaciones que carecen de valide" estrictamente general, por un lado, $ las que son estrictamente generales, por otro, difieren de un caso a otro. 2or e-emplo, la geologa $ la historia se interesan m s por establecer hechos descritos en afirmaciones que carecen de valide" estrictamente general que la fsica $ la sociologa terica. ,l ser abiertas, es decir, no restringidas en cuanto a su valide", por lo menos en el tiempo, las afirmaciones estrictamente generales $ universalQ mente generales pueden servir de base para las predicciones. Cales afirmaciones son el constitu$ente m s importante de nuestro conocimiento, $ nos guan en todas nuestras acciones conscientes. 2or e-emplo, si no toco una estufa caliente para no quemarme, me guo por la afirmacin estrictamente general (sacada de la experiencia acumulada por otros $ complementada por mi propia experiencia) 5todas las estufas calientes causan quemaduras6. 2redigo que si toco una estufa caliente con mi mano desnuda me quemar la mano, $ como no quiero quemarme no la toco. Las afirmaciones estrictamente generales ($ qui" s, tambin, las universalmente generales) son nuestra base para buscar las causas de los hechos que consideramos como efectos. 4omo las afirmaciones estrictamente generales nos permiten las explicaciones causales, sirven tambin como base para las predicciones *n el caso de la explicacin conocemos el efecto (descrito por el consecuente de una afirmacin condicional) $ no conocemos la causa (que debe describir el antecedente de esa afirmacin condicional), mientras que, en el caso de la prediccin, conocemos lo que se afirma en el antecedente $ queremos formular el consecuente de modo que sea una afirmacin cierta. La diferencia est en la direccin en la que nos movemos. 2ero la sene-an"a entre el procedimiento progn stico $ el postgnstico en las diversas disciplinas no significa que todas las disciplinas tengan igual xito en ambos terrenos. 3o ha$ duda de que en muchas ciencias sociales, incluida la historia, la prediccin $ la explicacin causal son, teniendo en cuenta el papel -ugado por las acciones libres del hombre, m s difciles que en las ciencias naturales. 2ero la diferencia es de grado, no de esencia. *l gran nmero de factores implicados hace que muchas predicciones en las ciencias sociales tengan un grado mu$ ba-o de fiabilidad1 pero si reflexionamos, por e-emplo, sobre las predicciones meteorolgicas, vemos que la no fiabilidad de las predicciones no es una peculiaridad de las ciencias sociales. Los antinaturalistas subra$an que, de. todos modos, las oportunidades cCe las predicciones en las ciencias sociales son pr cticamente nulas, porque las acciones
conscientes del hombre hacen que se cumplan o se destru$an las predicciones que los humanos conocen (el efecto de *dipo), $ adem s, el mismo acto de investigar influ$e en la actitud de los seres humanos a los que .%ibarca la Ooneslipacin. La opinin de *. 3agel es que la formulacin de le$es romo afirmaciones condicionales recha"a 7a ob-ecin de su ba-o valor predictivo E1 en cuanto a la segunda cuestin, podemos indicar el principio de 0eisenberg sobre la indeterminacin en fsica, que tambin se refiere a la influencia que tiene un observador sobre los result dos de la investigacin. Lo mismo ocurre con la valoracin $ la experimentacin. La diferencia no es estructural sino de grado, o se debe a una interpretacin demasiado estricta de ciertos conceptos. 4orno hemos dicho (ver captulo 'IC), la toma de decisiones sub$ace en todas las acciones humanas, $, por consiguiente, tambin en la actividad investigadora, $ la torna de dicisiones se basa en un sistema especfico de valores o valoraciones. La diferencia est en el hecho de que en las ciencias sociales nos encontramos, a menudo, con valoraciones distintas, mientras que en las ciencias naturales las evaluaciones seme-antes son la regla $ crean la ilusin de que en la investigacin no ha$ valoraciones implicadas. Se puede decir que en las ciencias sociales los experimentos son imposibles, pero slo si entendemos los experimentos del mismo modo que en la fsica o en la qumica, es decir, como controlados. Sin embargo, ha$ muchas ciencias naturales (como la paleontologa) en las que tales experimentos no son tampoco posibles, $, por otro lado, en algunas ciencias sociales (por e-emplo, la psicologa) la experimentacin es posible hasta cierto punto1 adem s, la gente tiende a olvidar que los llamados experimentos mentales tienen mucho en comn con los experimentos controlados, a pesar de que ha$ grandes diferencias entre las dos categoras. *n ltima instancia, resulta que el contraste metodolgico entre las ciencias naturales $ las sociales provoca muchas dudas. *n ambos grupos de ciencias, los investigadores formulan afirmaciones estrictamente generales $ le$es cientficas que sirven corno base para la explicacin $ la prediccin1 ningn grupo est libre de valoraciones, $ en ambos grupos, los experimentos son posibles en algunos casos, pero imposibles en otros. *l acercamiento naturalista a las ciencias sociales, sin embargo, no significa una opinin universalQ mente aceptada sobre la estructura metodolgica de la historia como una ciencia social. Las diferencias de opinin sobre este punto se refle-an, sobre todo, en las diversas opiniones sobre el idiografismo. 2or supuesto, lo que aqu se ha dicho no pretende suponer que las ciencias sociales no tienen sus propias peculiaridades. *ntre las m s importantes est el procedimiento especfico de explicacin de la conducta humana poi, S: interpretacin humanista. 9ientras que en las ciencias naturales basta tener en cuenta la estructura $ la din mica de los hechos, en las ciencias sociales $ en las humanidades la din mica $ la estructura deben contemplarse a travs de las acciones humanas. D. "dioera$ismo en c anto a la materia pragm8tico 4uando decimos que la historia es una disciplina idiogr fica, nos podeJ mos referir a la materia de estudio $ a los mtodos resultados de la investigacin. *sto significa que podemos clasificar la historia como una disco p&La idiuKiQ f1ca $ pretender la clasificacin de las ciencias por la estructura d suueicria de investigacin, por los mtodos de investigacin, por los uQal LcdoJ1 a los que llegan $ oc los tres criterios tolCiados 4olS-illYlcfllcut4 Li crccncus 2u que la materia de investigacin histrica es &al que NK *. *agct, 6'c %tr ct re o$ %cience, cd. cii., p gs. <??Q<@D, ea pariL 1)u11a <=ti.
iueden formular afirmaciones estrictamente universales, no le$es cientficas, en el curso de la investigacin, significa la aceptacin del idiografismo en cuanto a la materia. La distincin de este tipo de idiografismo se debe a ,. 9ale/s.i . 7unto al idiografismo en cuanto a la materia, seRal tambin un idiografismo metacientfico que se ocupa de los mtodos de investigacin usados $ de los resultados obtenidos en una disciplina dada. *n este libro lo llamaremos idiografismo pragm tico. 9ale/s.i distingui tambin el programa del idiografismo metacientfico, que Ien cuanto a la investigacin histrica I establece qu mtodos deberan usar los historiadores $ en qu lengua-e deberan formularse los resultados de la investigacin. *l idiografismo en cuanto a la materia implica, obviamente, el idiografisnao pragm tico $ un programa adecuado para la investigacin histrica posterior. 2ero la afirmacin de que la investigacin histrica conducida en un tiempo o un lugar concretos tiene naturale"a idiogr fica no tiene por qu unirse a la aceptacin del idiografismo en cuanto a la materia ni a la propuesta de un programa de idiografismo pragm tico. !esde luego, se puede proponer un programa de idiografismo pragm tico combinado con la aceptacin del idiografismo en cuanto a la materia. *l idiografismo en cuanto a la materia parte dci presupuesto de que los hechos histricos son nicos. 4omo todos los dem s hechos, los hechos histricos son nicos (es decir, no recurrentes) desde un punto de vista determinado, porque cada hecho ocurre slo una ve", pero los hechos se pueden agrupar por ser similares. 4uando los historiadores usan conceptos como% re$, estado, revolucin, feudalismo, me-oras agrcolas, etctera, seRalan seme-an"as entre diferentes hechos individuales 1G *stos conceptos $ otros parecidos son usados tambin por los seres humanos en su vida cotidiana. 0emos visto varios intentos de eliminar dichos conceptos del lengua-e de la historiografa (cfr. 7. 0. 4lapham), pero ni siquiera los mismos que lo proponan conseguan ser consistentes en ese punto, porque resulta imposible. 4ada hecho, segn las propiedades que tengamos en cuenta en una ocasin concreta, puede incluirse en diversas clases. 2or e-emplo, la rotacin de cultivos (en un tiempo $ un lugar especficos) puede clasificarse como% a) sistema de labran"a, o b) manifestacin del progreso tcnico en la agricultura1 una guerra (en un tiempo $ un lugar especficos), como% a) una victoria1 ') una derrote1 c) motivo de devastaciones, etc. *n cada caso, se toma en cuenta otra caracterstica de un hecho concreto. *l mismo hecho de que los hechos se puedan clasificar quita fundamento a la principal afirmacin del idiografismo en cuanto a la materia, es decir, la afirmacin de que los hechos histricos son nicos (no recurrentes), $ como se ha seRalado en ocasiones anteriores, invalida la opinin de que en la investigacin histrica no se pueden establecer leves cientficas ni, por tanto, afirmaciones estrictamente generales. 4orno los hechos, en realidad, vuelven a ocurrir, esto significa Isi aceptamos el principio de causalidad (ver captulo A&)I que est n motivados por otros hechos seme-antes (causas) $ esto nos permite descubrir regularidades, es decir, averiguar qu hechos de una clase determinada causan hechos de otra clase. La aceptacin del principio de causalidad, que poca gente recha"a, da lugar a la aceptacin de la posibilidad de formular afirmaciones estrictamente generales (tales como% un hecho del tipo A causa un hecho &, siempre o con una frecuencia especfica) $ le$es cientficas en el sentido m s estricto del trmino. 4omo, segn hemos visto, la investigacin histrica sera imposible sin las referencias a las le$es, los historiadores, en sus obras, se refieren a las le$es, e incluso formulan le$es, ellos mismos. *l idiografismo en cuanto a la materia encuentra un apo$o en el hecho de que la materia de la investigacin histrica es mu$ comple-a, lo cual causa considerables dificultades
en la explicacin $ la prediccin. *s evidente que la solucin m s f cil consiste en describir simplemente esa materia de investigacin, pero esto no debera suponer el abandono de tareas m s difciles, aunque no siempre se pueda esperar un xito total. La situacin descrita anteriormente es slo un rasgo de un nivel concreto de desarrollo de la investigacin histrica, $ no, como puede verse por los argumentos antes aducidos, un resultado de la naturale"a especfica de la materia de la investigacin histrica. *l acercamiento defendido por el idiografismo en cuanto a la materia resulta demasiado daRino para el desarrollo de la ciencia histrica. &mpide que la historia trascienda la descripcin de hechos singulares $ consiga generali"aciones que redu"can la variedad de hechos. 2ero, por otro lado, presta atencin a la necesidad de formular, en el curso de la investigacin histrica, explicaciones $ predicciones con una aproximacin crtica. *l idiografismo pragm tico parte de un an lisis del estado actual de la investigacin histrica, es decir, sus mtodos $ ob-etivos, $ demuestra que difiere considerablemente de muchas otras ciencias (que, en esa terminologa, se llaman tericas). Se subra$a tambin que los historiadores, en la pr ctica, muestran mu$ poco inters por establecer le$es cientficas, $ que lo que realmente hacen es describir los hechos. ,lgunas personas sostienen que este estado de cosas es el correcto, es decir, proponen el programa de idiografismo pragm tico $ asignan los ob-etivos tericos a la sociologa, economa $ otras disciplinas. Ktros creen que dicho estado de cosas es slo un rasgo de un estado determinado de desarrollo de la ciencia histrica, que debera crear un ma$or inters por las cuestiones tericas, sin de-ar de lado, evidentemente, las tareas descriptivas. ,dvirtase que la estructura metodolgica de la historia que caracteri"aba el perodo en el que se hi"o la clasificacin de las ciencias en idiogr ficaS $ nomotticas se compuso refle-ando el respeto a los hechos $ al conocimiento no basado en fuentes. *l predominio de las descripciones simples, -unto con los primeros pasos hacia descripciones genticas deliberadamente planeadas fue una base excelente para las afirmaciones del idiografismo pragm tico. 2ero esas afirmaciones, incluso en el fomente de su formulacin, $a no refle-aban la estructura metodolgica de la historia, que no se limitaba a las descripciones puras hechas como afirmacions singulares o con un grado de generalidad mu$ ba-o. Campoco conseguan tener en cuenta la tendencia nomottica de la historiografa marxista, iniciada por las obras de 9arx $ *ngels ,s, incluso en esa poca, la historiografa utili"aba toda ciasc de atirmaciones conocidas en la ciencia% afirmaciones sobre hechos singulares oanc1sih"aciones histricas, afirmaciones estrictamente generales $ le$es. 2or tanto, ha$ argumentos poderosos (incluido ci que seRala la eficc18 sic la1 accionas humanas que se basan en las regularidades observadas) c1u4 obran contra las afirmaciones del idioardfismo en cuanto a la materia *l idiografismo pragm tico es, en gran medida, el refle-o de los procedimientos usados por los historiadores en la pr ctica, pero si se interpone de modo radical (es decir, como una negacin de las contribuciones de los historiadores al establecimiento de le$es) es evidentemente falso. *l desarrollo de la ciencia histrica, que se interesa cada ve" m s por las narraciones que tienen ob-etivos tericos, recha"a el programa del idiografismo pragm tico, que, por ahora, ha sido pr cticamente abandonado. Codo esto no quiere decir, sin embargo, que la historia se ha$a liberado de sus modelos tradicionales. -. Historia $rente a sociologa. La necesidad de desarrollo de la 'istoria social Si los historiadores formulan le$es $ las usan en las explicaciones causales, Wcu l es la diferencia entre la historia $ la sociologa, a la que nunca se ha llamado idiogr ficaX
*sta cuestin parece ser el punto fundamental en el an lisis general de la relacin entre la historia $ otras disciplinas. *ntre la historia $ la sociologa no ha$ diferencia en la materia, $a que ambas se ocupan del estudio de las sociedades humanas. Slo se podra decir que los historiadores se interesan por las sociedades en el pasado, mientras que los socilogos se ocupan del presente, pero esto es slo una cuestin de grado. 3o ha$ obst culos para que un historiador trate la materia de sus estudios de un modo cronolgicamente abierto (es decir, ampli ndola hasta el presente), ni para que un socilogo o un economista miren hacia el pasado. ,unque, en la pr ctica, los historiadores est n m s interesados en el pasado $ los socilogos en el presente, la diferencia de alcance cronolgico en la materia de la historia $ la sociologa, respectivamente, no es m s que secundaria 11 Se dice a menudo que la diferencia consiste en la naturale"a de las fuentes, subra$ando que un socilogo puede fabricar fuentes por s mismo, mienI tras que un historiador no puede hacerlo. ,qu, de nuevo, la diferencia es de grado, $a que podemos mencionar muchas obras histricas cu$os autores usaban numerosos datos que haban obtenido por observacin directa, entrevistas $ cuestionarios. !esde luego esto se refiere a la historia reciente. *n los debates sobre la relacin entre la sociologa $ la historia se presta m s atencin, actualmente, a las diferencias en los mtodos de investigacin que a las diferencias en la materia de estudio o la estructura metodolgica de los resultados obtenidos. *s cierto que los socilogos intentan formular $ comprobar afirmaciones estrictamente generales $ le$es en ma$or medida que los historiadores, pero esto slo ocurre con la sociologa terica $ no con cualquier tipo de traba-os de campo, que se diferencian de la investigacin histrica, principalmente, por la naturale"a de las fuentes (observaciones, entrevistas, cuestionarios) $, hasta cierto punto, por el alcance de las cuesI tiones planteadas. La principal diferencia entre el acercamiento histrico $ el sociolgico consiste, posiblemente, en el hecho de que, en la interpretacin del historiador, el tiempo se caracteri"a por su continuidad, que en la inves11 Sobre las relaciones entre la historia $ otras disciplinas, .ar B.draudsi, 0istoire et sociologie6, en 6rait@ de socioiogie, 2ars, 1>881 ,. +loaio/slsa S c-oloa t Ru Socm Ka arta'zik H tal i a nr nuin o 8 1 %otsyologi + Oa=oria, 9osc, 1>?<1 %ociloLy ansi History, rda=a= aa=s Ra aQaQK=i, P. 7. 4ahuman $ ,. Lios.off (cds.), #lencoc, 1>?<. N. ,ren astaQ SQus 1 socioQ logia 0 oci pa rS las i i ira nos gcnei les riti e 4 3 ,( IT duction ? la p'osop3iie de l;'istoire, 2ars, 1>8E, p g. 1>G. ;aQa 1QS. Mub, / lt re cosi Histoar, Londres, 1>8E. 818 tigacin histrica debe ser perturbada lo menos posible. La atribucin de un inters por las secuencias genticas a la historia, $ de un inters por la conservacin de las estructuras a la sociologa, se remonta a un antiguo nivel de desarrollo de las dos disciplinas. 0o$, los historiadores quieren estudiar tambin las estructuras, $ los socilogos no pueden evitar los an lisis genticos. *s verdad que, en la investigacin histrica, nos encontramos an con el respeto al orden gentico, $ en sociologa, con un respeto a la estructura, pero este estado de cosas no tiene por qu avan"ar indefinidamente. ,unque los historiadores, durante mucho tiempo, continuar n estudiando los hechos histricos (que se pueden considerar como sucesos relativamente cerrados), $ aunque los socilogos se interesar n por las interacciones sociales, esa diferencia tender , seguramente, a desvanecerse, con el curso del tiempo. *se contacto entre los dos acercamientos es fecundo, $ esto lo demuestra, sobre todo, el
creciente nmero de estudios hechos por investigadores que se acercan a la investigacin histrica desde un punto de vista sociolgico, o se acercan a la sociologa desde un punto de vista histrico. *l proceso ha tenido dos estadios% en el primero, los historiadores comien"an a usar ciertos conceptos elaborados en la sociologa, $ los socilogos comien"an a usar datos histricos para ilustrar las construcciones $ teoras sociolgicas1 en el segundo, la integracin de los dos tipos de investigacin avan"a an m s. *n general, por el momento, tenemos m s e-emplos en busca de relaciones mutuas por parte de los socilogos que por parte de los historiadores, que est n an cargados de tradicin de la corriente erudita. Los cursos universitarios sobre historia se dirigen, desgraciadamente, todava, segn el espritu de ese acercamiento erudito, lo cual es un mal presagio para los avances en la investigacin terica dentro de la historia. *ntre los socilogos polacos, L. +r"$/c.i $ S. 4"arno/s.i tienen excelentes resultados en sus estudios de orientacin histrica. Los historiadores piensan an en el an lisis sutil de las causas del triunfo de la 4ontrarreforma en 2olonia. presentado por 4"arno/s.i en su ponencia leda en el ;&& 4ongreso &nternacional de 0istoriadores, celebrado en ;arsovia en 1>DD 1' :tili"ando datos histricos conocidos de otro modo, pero apo$ ndose tambin en una visin sociolgica de la estructura social, sugiri una explicacin que, por su amplitud de interpretacin, sobrepasaba a todos los intentos anteriores $ posteriores de explicar ese difcil problema histrico. Nevisando los diversos factores que se haban tenido en cuenta, conclua% 5Sin embargo, hasta mirar los hechos, aunque slo sea los m s evidentes, para ver que la participacin en la 4ontrarreforma coincidi con el desarrollo de la clase media como tal6 GL 2restando atencin a los cambios en la estructura social, seRalaba el camino para los an lisis, que resultaran ser mu$ tiles para los historiadores. Los e-emplos se pueden multiplicar. *ntre los socilogos que han hecho me-ores $ m s famosas contribuciones a la investigacin histrica est n 9ax *ntre los historiadores que han hecho un uso original del acercamiento sociolgico ha$ que mencionar a 9. Mloch 0Les caractres origina 9 de 4 l;'istoire r ,;ale, 1>D1)1 N. 0. Ca/ne$ (en particular, Religion and t'e Risc o$ /apitalisni), mencionado en este libro en varias ocasiones, 7. Nut.o/s.i, ,. Banfani, L. Bebvre 1E, *. Labrousse, 2. ;ilar, ,. Soboul, B. Lefebvre $ otros muchos. La ma$ora de las aproximaciones a los problemas de las estructuras sociales han sido hechas por los historiadores econmicos. 3o es una exageracin decir que cuanto m s xito tenan en combinar un an lisis econmico con uno social, me-ores resultados conseguan. 2or eso la historia econmica $ la social se unen muchas veces en el trmino historia socioQeconmica. 0o$, la historia social est surgiendo como una rama relativamente independiente de la investigacin histrica. Se puede esperar que se convierta en fuente de inspiracin no slo para la historia econmica, sino para todas las ramas de los estudios histricos, $ en particular para la historia poltica, que actualmente es la disciplina histrica m s retrasada. 2or supuesto, la historia social puede interpretarse de modo m s descriptivo o m s terico1 este acercamiento se aproxima a lo que algunos socilogos llaman sociologa histrica, $ que promueven dentro de la esfera de la investigacin sociolgica 1> 8. Las tareas de la 'istoria ,unque la distancia entre la historia $ la sociologa u otras disciplinas se est acortando (el estudio de las relaciones entre la investigacin histrica $ esas 5otras6 disciplinas es la labor de ramas especiali"adas de la metodologa de la investigacin histrica), la historia conserva su importante papel en la construccin integral de las ciencias
sociales. *s la tarea que la historia haba desempeRado hasta la llegada de la corriente erudita del siglo 'I', que se mostraba crtica ante el 5tipo filosfico6 de estudios histricos. :n socilogo, un economista, un psiclogo social, cada uno de ellos estudia la sociedad desde un punto de vista concreto, $ ningno de ellos considerara obvio tener que integrar los resultados de las diversas ramas $ ofrecer cuadros sintticos del desarrollo social en sus distintos niveles. 2or el contrario, un historiador slo estudia las sociedades tal como eran en el pasado, $ no reduce su inters a ningn campo especfico. *l hecho de que, dentro de la historia, ha$a muchas disciplinas especiali"adas no cambia la situacin. *sta es la ra"n de que la labor del historiador sea contribuir al acercamiento integral al estudio de la sociedad. La tarea es difcil, $ a menudo nos referimos a ella m s en trminos de exigencias que de logros. 2ero si esta tarea se formula como una exigencia, Wcu les son las tareas de la investigacin histrica si tenemos en cuenta sus funciones normalesX La funcin b sica es la contribucin al descubrimiento de las regularidades en 7a vida social. *l descubrimiento $ conocimiento de las le$es del desarrollo social slo es posible con la a$uda de los estudios histricos. *sta es la tarea fundamental de todas las ciencias sociales. 3o podemos organi"ar la vida social $ supervisar sus diversos factores si no conocemos las le$es que rigen el desarrollo social, tanto las que se aplican a perodos cortos como las que valen a lo largo de varias pocas. Slo podemos organi"ar la vida social si tenemos bases para predecir los efectos de nuestras acciones intencionadas. *l conocimiento de las le$es que rigen la vida social ofrece la posibilidad de hacer dichas predicciones $, por tanto, la oportunidad de actuar de una forma pr ctica $ efica" de acuerdo con nuestros ob-etivos. ,s, si no podemos dudar de la importancia de la vida social organi"ada, entonces no podemos dudar de la importancia de la funcin que desempeRa la investigacin histrica en ese aspecto. La tecnologa, con sus ciencias sub$acentes, slo se puede desarrollar en una sociedad organi"ada. WSeran posibles los emocionantes avances en la conquista del espacio sin una organi"acin moderna de la sociedad que inclu$a el complicado aparato del estado modernoX La falta de relaciones entre la investigacin histrica $, por e-emplo, los aluni"a-es, es, por tanto, slo aparente. *n realidad, estas relaciones resultan ser fuertes $ estrechas. !e este modo es como tenemos que interpretar la antigua m xima 'istoria inagistra #itae 'GL La siguiente funcin social de la historia, que se deduce de la anterior, es satisfacer el deseo humano de conocerse a s mismo. 2odemos ver cmo el desarrollo de la cultura ha ido acompaRado de la necesidad de autocmprensin histrica. ,unque las fuentes de ese inters en la historia del propio pas variaban de un caso a otro, cada ve" refle-aba m s el progreso en el nivel cultural de la vida de la sociedad. *s evidente que slo una ciencia histrica con un desarrollo adecuado, puede desempeRar estas funciones cognoscitivas con responsabilidad. *l historiador debera saber cmo llegar a los diversos destinatarios de los resultados de su investigacin% no puede limitarse al crculo de los m s iniciados, sino que debe populari"ar el conocimiento de la historia. La funcin cognoscitiva de la historia est relacionada con su funcin educativa, que hasta ahora se ha subra$ado, sobre todo, en cuanto a la utilidad social de los estudios histricos. *l papel educativo de la historia ha sido aceptado por varios grupos de historiadores $ dirigentes sociales. La educacin histrica es una de las bases principales para configurar la conciencia ideolgica $ poltica de una sociedad. ,l descubrir la verdad cientfica, la historia debe colaborar activamente en la conformacin de la conciencia social. *n este terreno, las tareas son enormes, teniendo en cuenta la cantidad de le$endas que todava nvaden la conciencia social. ,l contribuir a la formacin de la conciencia social, la historia consolida los la"os que unen una sociedad con las otras. La historia $ su conocimiento son uno de los principales elementos de la
conciencia nacional $ una de las condiciones b sicas para la existencia de cualquier nacin. Si la ciencia histrica quiere e-ecutar sus funciones, cada ve" ma$ores $ m s responsables, debe cambiar adecuadamente. &gual que la revolucin industrial de los siglos xviii $ A&A desvi el rumbo de la investigacin histrica, la actual revolucin tcnica exige m s cambios esenciales en los estudios histricos. La historia se enfrenta ahora a una reconstruccin $ expansin de largo alcance en sus mtodos. Sus instrumentos se hacen cada vez m s precisos, $ debe utili"ar, cada ve" m s, rnrodos de investiga41K& $ resultados de otras disciplinas si quiere desempeRar sus tareas -t4 radloras. L 0a$ una necesidad cada ve" ma$or de que se promueva la investigacin terica en la historia. *sto no quiere decir que los procedimientos usados hasta ahora deban ser abandonados. 3o, pero algunos historiadores deben formarse como tericos, $ su tarea principal no ser elaborar narraciones factogr ficas, sino presentar textos que se ocupen de buscar las regularidades, hacer construcciones tericas $ formular le$es. !eben ir acompaRados por historiadores que se centren en una imagen internamente coherente del pasado, que no est separada, tampoco, de una inspiracin terica. La investigacin histrica terica tendra que ser, simplemente, m s terica. Uui" lKS estudios seguir n un camino de desarrollo distinto. 2ero, de todos modos, la labor es enorme, $ no pueden de-ar de hacer vibrar el cora"n del historiador con m s fuer"a.