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REVISTA VENEZOLANA DE TECNOLOGÍA Y SOCIEDAD

INSTITUTO UNIVERSITARIO DE TECNOLOGIA DE MARACAIBO


VOL. 1 Nº 2 JULIO-DICIEMBRE (2008) pp. 159 - 172

Fisicoquímica de Surfactantes usadas


en recuperaciones mejoradas de crudos

Nelsón Márquez, Belgica Bravo, Gersón Chavez


y Freddy Ysambertt

Resumen
Los crudos pesados de Venezuela poseen elevadas viscosidades
(extrapesados), lo cual dificulta su manejo y transporte. Sin embargo,
mezclando este crudo con el agua mediante la ayuda de un surfactante es
posible reducir esta viscosidad y las tensiones superficiales a grados de fácil
manejo y operación con estos crudos. Las sustancias anfifilicas conocidas bajo
el nombre de surfactantes poseen una doble afinidad, que se define desde el
punto de vista fisicoquímico como una dualidad polar-apolar. El grupo polar
contiene heteroátomos como O, S, P O N que se encuentran en grupos
químicos tales como: alcohol, ácido, sulfato, sulfonato, fosfato, amina,
amida, etc., y el grupo apolar o poco polar es, en general, una cadena
alquilica o de alquil benceno, el cual puede contener, eventualmente, átomos
de halógeno u oxigeno.Los barridos de formulación se realizan variando el
numero de oxido de etileno (EON), mezclando surfactantes polietoxilados
con 4 y 9 EON hasta obtener la transición Winsor II (micro emulsión en la
fase oleica), Winsor III (micro emulsión en la fase media) y Winsor I (micro
emulsión en la fase acuosa). La cromatografía liquida de alta precisión
(HPLC) permitió fraccionar mezclas de surfactantes permitiendo cuantificar
los oligómeros presentes en mezclas de surfactantes. A través de esta técnica
se pudo determinar la concentración del surfactante en la fase oleica, micro
emulsión y fase acuosa de un sistema de Winsor III a formulación óptima.
Esta información permite determinar el coeficiente de partición del
surfactante entre la fase acuosa y oleica de un sistema a formulación óptima.
Palabras clave: Fisicoquímica de surfactantes, recuperación de crudos,
cromatografía liquida.

1 Laboratorio de Petroquímica y Surfactantes, Dpto. de Química, Facultad de Ciencias, Universidad del Zu-
lia. E-mail: [email protected]; [email protected]; [email protected];
[email protected]

Recibido: 18-04-08 ~ Aceptado: 04-10-08


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The physiochemistry of surfactants used in improved


recoveries of crude oil

Abstract
Heavy crude oil from Venezuela possess high viscosities (extra heavy),
that hinders their handling and transport. However, mixing this crude with
water by the help of a surfactant, it is possible to reduce this viscosity and the
superficial tensions to grades of easy handling and operation. The amphiphi-
lic substances well-known as surfactants possess a double likeness that is de-
fined from the physiochemical point of view as a duality polar-apolar. The po-
lar group contains heteroatoms like OR, S, P OR N that are present in chemi-
cal groups as: alcohol, acid, sulphate, suplhonate, phosphate, amina, amide,
etc., and the apolar group or not very polar is in general, an alquilic chain or
alquil benzene, which may contain halogen or oxygenate atoms. The formu-
lation scan were carried out by varying the number of ethylene oxide (EON),
mixing polyethoxylated surfactants with 4 and 9 EON until obtaining the
transition Winsor II (micro emulsion in the oleic phase), Winsor III (micro
emulsion in the half phase) and Winsor I (micro emulsion in the watery pha-
se). High performance liquid chromatography (HPLC) allowed to fraction
surfactants mixtures, allowing to quantify the oligomers present in the mixtu-
res. Through this technique we can determine the concentration of the sur-
factante in the oleic phase, micro emulsion and watery phase of a system at
Winsor III at optimum formulation. This information allows determining the
partition coefficient of the surfactant among the water and oil phase of a sys-
tem at optimum formulation.
Key words: Physiochemical as surfactants, heavy crude, liquid
chromatography.

Physiochimique de Surfactants Utilisés Dans Des


Récupération Améliorées du Pétrole Brut Lourd

Resumé
Le pétrole brut lourd du Venezuela possèdent des viscosité élevées
(lourd supplémentaire), cela gêne leur manipulation et transport. Cepen-
dant, mélangeant ce brut avec de l’eau par l’aide d’un agent tensio-actif, il
est possible de ramener cette viscosité et les tensions superficielles aux caté-
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gories de la manipulation et de l’opération faciles. Les substances amphiphi-


lic bien connues comme agents tensio-actifs possèdent une double similari-
té qui est définie du point de vue physiochimique comme dualité polaire-a-
polaire. Le groupe polaire contient les heteroatoms comme O, S, P O N qui
sont présents dans les groupes chimiques comme : l’alcool, l’acide, le sulfa-
te, le suplhonate, le phosphate, l’amina, l’amide, etc., et le groupe apolaire
ou pas très polaire est généralement un benzène alquilic de chaîne ou d’al-
quil, qui peut contenir l’halogène ou oxygéner des atomes. Le balayage de
formulation ont été effectués en variant le nombre d’oxyde d’éthylène
(ÈRE), mélangeant les agents tensio-actifs polyéthoxylés à l’ÈRE 4 et 9 jus-
qu’à obtenir la transition Winsor II (émulsion micro dans la phase oléique),
Winsor III (émulsion micro dans demi de phase) et Winsor I (émulsion mi-
cro dans la phase aqueuse). La chromatographie liquide de haute perfor-
mance (CHROMATOGRAPHIE LIQUIDE SOUS HAUTE PRESSION) a laissé
fractionner des mélanges d’agents tensio-actifs, laissant mesurer les oli-
gomères actuels dans les mélanges. Par cette technique nous pouvons déter-
miner la concentration du surfactante dans la phase oléique, l’émulsion mi-
cro et la phase aqueuse d’un système chez Winsor III à la formulation opti-
ma. Cette information laisse déterminer le coefficient de cloison de l’agent
tensio-actif parmi la phase de l’eau et du pétrole d’un système à la formula-
tion optima.
Mots Clef: Physiochimique de surfactants, récupération du pétrole brut
lourd, chromatographie liquide.

Introducción
Los crudos pesados de venezuela poseen elevadas viscosidades (extra-
pesados), lo cual dificulta su manejo y transporte. Sin embargo, mezclando
este crudo con el agua mediante la ayuda de un surfactante es posible redu-
cir esta viscosidad y las tensiones superficiales a grados de fácil manejo y
operación con estos crudos, según lo afirmado por Márquez (2000) y Sala-
ger et al. (2002).
Las sustancias anfifilicas conocidas bajo el nombre de surfactantes po-
seen una doble afinidad, que se define desde el punto de vista fisicoquímico
como una dualidad polar-apolar. El grupo polar contiene heteroátomos
como O, S, P O N que se encuentran en grupos quimicos tales como: alcohol,
ácido, sulfato, sulfonato, fosfato, amina, amida, etc., y el grupo apolar o
poco polar es, en general, una cadena alquilita o de alquil benceno, el cual
puede contener, eventualmente, átomos de halógeno u oxigeno. Salager et
al. (2000).
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La parte polar en opinión de Salager et al. (2000), posee afinidad por


los solventes polares en particular el agua y se denomina, en este caso la
parte hidrófila o hidrofilita (H). Por el contrario el grupo apolar se denomi-
na parte hidrófoba o hidrofóbica, del griego “probos”, el miedo y “lipos” la
grasa, o bien lipofilica (L). En la figura 1 se observa la estructura general de
un surfactante.

Figura 1. Estructura general de un surfactante.

Debido a su doble afinidad, la molécula de surfactante “no se siente


bien” en el seno de un solvente, sea éste polar o apolar, puesto que existirá
siempre una interacción que no será satisfecha. Es por esto que las molécu-
las de surfactantes muestran una fuerte tendencia a migrar a las interfases,
de forma tal, que su grupo polar se encuentre dentro del agua y su grupo
apolar este orientado hacia un solvente orgánico en la superficie. Los surfac-
tantes son capaces de ubicarse en una interfase según el fenómeno llamado
adsorción y de asociarse para formar polímeros de agregación llamados mi-
celas. Todas las aplicaciones de los surfactantes están basadas según Sala-
ger et al. (2000) en estas dos propiedades: 1. Capacidad de adsorberse en la
interfase. 2. Tendencia a asociarse para formar estructuras organizadas.
Cuando una molécula de surfactante se ubica en forma orientada en
una interfase o una superficie, se dice que se adsorbe. La adsorción es un fe-
nómeno espontáneo impulsado por la disminución de energía libre del sur-
factante al ubicarse en la interfase y satisfacer parcial o totalmente su doble
afinidad. Tal adsorción ocurre también cuando una sola afinidad esta satis-
fecha, como en el caso de la absorción en la superficie aire-agua o liquido-
sólido. En tal caso el llamado efecto hidrófobo es la principal fuerza motriz,
ya que remueve el grupo apolar del agua. La adsorción es un fenómeno di-
námico que esta contrarrestado por la desorción.
El equilibrio adsorción-desorción se establece entre la interfase y la
fase liquida, pero típicamente esta muy desplazado hacia la adsorción en la
interfase donde el surfactante posee una energía libre menor. En conse-
cuencia, se llega muy rápidamente a una saturación de todo el espacio dis-
ponible en la interfase, denominado comúnmente monocapa. En dicho es-
pacio las moléculas de surfactantes están arregladas apropiadamente en
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forma geométrica (de acuerdo a su orientación polar-apolar y a las atraccio-


nes o repulsiones). La figura 2 muestra la adsorción de un surfactante en
una superficie.

Figura 2. Ubicación de la molécula de surfactante en la interfase aceite/agua.

La segunda propiedad fundamental de los surfactantes en solución


acuosa es su capacidad de auto-asociación. La formación de una monocapa
más o menos densa de surfactante en una interfase es la primera manifesta-
ción de la tendencia a asociarse. Cuando la concentración de surfactante au-
menta en la fase acuosa, se produce rápidamente la saturación del área in-
terfacial, y como consecuencia el número de moléculas disueltas tiende a
aumentar. A partir de cierta concentración, denominada concentración mi-
celar critica, el surfactante produce estructuras poliméricas de asociación
llamadas micela. Estas son a menudo esféricas y contienen varias decenas
de moléculas, orientadas de tal forma que la parte apolar del surfactante se
sustraiga al ambiente acuoso.

Figura 3. Micela y otras estructuras de autoasociación de moléculas de surfactantes.


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Clasificación de los surfactantes


Desde el punto de vista comercial, los surfactantes se clasifican según
su aplicación: en jabones, detergentes, dispersantes, emulsionantes, espu-
mantes, bactericidas, inhibidores de corrosión, antiestático, etc., o dentro
de las estructuras de tipo membrana, como microemulsion, cristal liquido,
liposomas o gel. Sin embargo, se observa que muchos surfactantes son sus-
ceptibles de ser utilizados en aplicaciones diferentes, lo que provoca confu-
siones al momento de una clasificación. Por tanto, se prefiere clasificarlos
de acuerdo a la estructura de su molécula, o más exactamente según la for-
ma de disociación de los surfactantes en el agua, Márquez (2000), Salager
et al. (2002), Salager et al. (2000).

Clasificación según la estructura de su molécula


Los surfactantes aniónicos (1) se disocian en un anión anfifilico y un ca-
tión, el cual es en general un metal alcalino o un amonio cuaternario. A este
tipo pertenecen los detergentes sintéticos como los alquil benceno sulfonatos,
los jabones (sales de sodio de ácidos grasos), los agentes espumantes como el
lauril sulfato, los humectantes del tipo sulfosuccianato, los dispersantes del
tipo lignosulfonatos, etc. Los surfactantes no-iónicos (2) en solución acuosa
no se ionizan, puesto que ellos poseen grupos hidrofilitos del tipo alcohol, fe-
nol, éter o amida. Una alta proporción de estos surfactantes pueden tornarse
relativamente hidrofilitos, gracias a la presencia de una cadena polieter del
tipo polióxido de etileno. El grupo hidrófobo es generalmente un radical al-
quilo o alquil benceno, y a veces, una estructura de origen natural como un
acido graso, sobre todo cuando se requiere una baja toxicidad.
Los surfactantes catiónico (3) se disocian en solución acuosa en un ca-
tión orgánico anfifilico y un anión generalmente del tipo halogenuro. La
gran mayoría de estos surfactantes son compuestos nitrogenados del tipo
sal de amina grasa o de amonio cuaternario. La fabricación de estos surfac-
tantes es mucho más costosa que la de los anteriores y es por esta razón que
no se les utilizan, salvo en casos de aplicación particular, por ejemplo, cuan-
do, se hace uso de sus propiedades bactericidas o de su facilidad de adsor-
ción sobre sustratos biológicos o inertes que poseen una carga negativa.
Esta última propiedad hace que sean excelentes agentes antiestáticos, hi-
drofobantes, así como inhibidores de corrosión, y puedan ser utilizados tan-
to en productos industriales como para uso domestico. La combinación den-
tro de una misma molécula de dos caracteres: aniónico y catiónico (4) pro-
ducen un surfactante llamado anfótero, como por ejemplo los aminoácidos,
las botainas o los fosfolípidos; ciertos anfóteros son resistentes al pH, otros
son de tipo catiónicos a pH ácidos y de tipo aniónico a pH alto. Los anfóteros
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son, en general, tan costosos como los catiónicos y por esta razón su utiliza-
ción se reduce a aplicaciones particulares. Los surfactantes poliméricos: se
producen por asociaciones de estructuras polimerizadas de tipo hidrofílico
o lipofilicos, en forma de bloques o injerto. Algunos de estos surfactantes
son indispensables en procesos donde están involucradas macromoléculas
naturales como en la deshidratación del petróleo.

Surfactantes no-ionicos
Los surfactantes no-iónicos son buenos detergentes, humectantes y
emulsionante. Algunos poseen excelentes propiedades espumantes. Otros
presentan muy bajo nivel de toxicidad y se utilizan en la fabricación de fár-
macos, cosméticos y alimentos. Existen numerosos tipos de surfactantes
no-iónicos, sin embargo, el mercado lo dominan los productos etoxilados,
aquellos donde el grupo hidrofílico es una cadena polioxido de etileno fija-
da por la función hidroxilo o amina. Dependiendo de la acidez relativa de la
molécula RXH y de la molécula etoxilada RX-CH2-CH2-OH se obtendrá una
condensación diferente. Independientemente de la acidez de los productos
comerciales; estos presentan una distribución del numero de oxido de etile-
no del tipo Poisson.
Los alquilfenol etoxilados se producen por dos métodos, dependiendo
de la materia prima disponible. El primer método consiste en alquilar el fe-
nol con una cloro parafina, si es posible lineal, gracias a una reacción de
Friedel-Crafts de tipo clásico.

El segundo método consiste en sustituir una olefina de tipo trímero o


tetrámero de propileno o dímero del isobutileno en el núcleo aromático
para producir respectivamente los nonil, dodecil y octal fenoles. Estos pro-
ductos son evidentemente ramificados y por tanto poco biodegradables.
Uno de los más utilizados ha sido durante largo tiempo el eter-octil fenol
que se obtiene por reacción de Friedel-Crafts entre el fenol y el dímero del
isobutileno.
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Los productos comerciales corrientes son los octal, nonil y dodecilfenol


etoxilados con 4 a 40 grupos oxido de etileno. En los detergentes, se prefieren
los octil y nonil fenoles con 8-12 grupos de oxido de etileno. Si se colocan me-
nos de 5 grupos óxidos de etileno, se obtienen agentes antiespumantes y de-
tergentes o dispersantes liposolubles. Si se colocan 12 y 20 grupos oxido de
etileno se obtienen agentes humectantes y emulsionantes. Por encima de 20
grupos se tienen detergentes que soportan altas temperaturas.
Los alcoholes lineales, con cadenas hidrocarbonadas desde C12 hasta
C16, se utilizan para fabricar los ester-sulfatos empleados como detergentes
o agentes espumantes en los champúes, las pastas dentríficas y los produc-
tos lavaplatos. Además se les utiliza cada vez mas como grupo lipofílico en
los surfactantes no-iónicos que no contienen benceno, ya que la industria
trata de eliminar el núcleo aromático de la molécula de surfactante, porque
se ha demostrado que éste presenta propiedades cancerigenas y contamina-
ción ambiental.
El consumo principal de estos surfactantes es como detergentes domés-
ticos y comerciales. La aplicación mas importante en Venezuela es el acondi-
cionamiento emulsionado de los crudos pesados. Con el propósito de encon-
trar una forma económica de fluidizar los crudos extra-pesados de la faja del
Orinoco, el INTEVEP S.A con elLaboratorio FIRP desarrollaron el producto
llamado OrimulsiónTM, emulsión O/W (70/30) de bitúmen estabilizada por
un surfactante no-iónico fabricado en el país por la empresa Etoxyl.
El Laboratorio de Petroquímica y Surfactantes de La Universidad del
Zulia en conjunto con el Laboratorio FIRP-ULA y el Laboratorio LTEMPM-U-
niversitè de Pau-Francia enmarcados en el Programa de Cooperación Post-
graduada (PCP) han realizado numerosas experiencias con estos surfactan-
tes no-iónicos tratando de conocer su comportamiento en función de varia-
bles de formulación como son, el efecto de la parte hidrofílica del surfactan-
te, efecto de la parte lipofílica, efecto de la salinidad, efecto del ACN del
aceite, efecto de la temperatura, efecto del alcohol, etc.

Análisis según la estructura del tipo de membrana


Barridos de formulación
Los barridos de formulación se realizan variando el numero de oxido
de etileno (EON), mezclando surfactantes polietoxilados con 4 y 9 EON
hasta obtener la transición Winsor II (microemulsion en la fase oleica),
Winsor III (microemulsion en la fase media) y Winsor I (microemulsion en
la fase acuosa). Se preparan docenas de tubos los cuales contienen surfac-
tante, agua y aceite en iguales cantidades, pero variando la naturaleza de
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uno de los componentes progresivamente de un tubo al próximo. Típica-


mente los tubos contienen heptano, agua destilada y desionizada y el sur-
factante. El surfactante se introduce solubilizado en agua o en el aceite de-
pendiendo de su EON. Los tubos se sellan con tapas de rosca y se colocan en
un baño de agua a temperatura constante. Los tubos se agitan suavemente
cada dos horas durante las primeras 12 horas, luego se dejan en reposo por
dos semanas para el equilibrio de fases. Obtenidos los sistemas trifásicos
(Winsor III) a formulación óptima, se toman alícuotas de la fase acuosa,
fase oleica y microemulsion para ser analizadas por cromatografía liquida
de alta precisión (HPLC) Marquez et al. (2002), Lohateeraparp et al.
(2003), Seppänen-Laakso et al. (2002).

Estudios por cromatografía liquida de alta presicion (HPLC)


La cromatografía liquida de alta precisión permitió fraccionar mezclas
de surfactantes permitiendo cuantificar los oligómeros presentes en mez-
clas de surfactantes. Diferentes fases estacionarias (columnas) y fases móvi-
les se usaron tratando de fraccionar la mezcla de surfactantes usados en
este estudio. Se aplico tanto cromatografía en fase reversa como cromato-
grafía en fase normal, tomando como referencia los trabajos de los siguien-
tes especialistas: Helaleh et al. (2002), Tanaka et al. (2002), Nimura et al.
(2003), Rimmer et al. (2002), Kazakevich et al. (2000), Rustamov et al.
(2001), Shinoda et al. (1968), Menge et al. (2000), Balcan (2002),
Donghyun et al. (2003), Wen et al. (2001).
La cromatografía liquida en fase reversa fue poco efectiva separando so-
lamente las series homologas de acuerdo a las cadenas lipofílicas del surfactan-
te, mientras que la cromatografía liquida en fase normal fue muy efectiva sepa-
rando estas mezclas de surfactantes de acuerdo al numero de óxidos de etile-
nos del surfactante. Las cadenas cortas etoxiladas (EON) se separaron usando
columnas de sílice (Lichrosorb Si 60) y la mezcla heptano-cloroformo-metanol
como fase móvil. Las cadenas largas etoxiladas (EON10) se separaron usando
columnas de amino (µbondapak-NH2) aplicando elusión con gradiente de sol-
vente. Para separar mezclas de surfactantes muy hidrofilitos con muy lipofili-
cos se usaron columnas en serie con gradiente de solvente. La figura 4 muestra
la separación de una mezcla de surfactantes por HPLC en fase normal.

Análisis de la fase acuosa, fase oleica y microemulsion


por HPLC
Las fases acuosa, oleica y microemulsion del sistema trifásico a formula-
ción optima se secaron usando un rotavapor o en la estufa. Los surfactantes
en cada fase se redisolvieron en metanol y 10 µL de la alícuota se inyectaron
en el cromatógrafo. Los resultados se muestran en la figura 5 y tabla 1.
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Figura 4. HPLC de una mezcla de surfactantes usando cromatografía en fase normal

(A) Fase oleica (B) Microemulsión (C)Fase acuosa

Figura 5. HPLC de las fases acuosa, oleica y microemulsion.

Puede observarse como los surfactantes con cadenas cortas de EON


(EON<6) se reparten preferencialmente en la fase oleica mientras que los
surfactantes con cadenas largas de EON (EON<8) se reparten en la fase
acuosa. El reparto del surfactante en las tres fases es la siguiente: 78.22% en
la microemulsion, 21.5% en la fase oleica y 0.28% en la fase acuosa. Puede
observarse como la proporción del surfactante en la fase oleica es mucho
mayor que la proporción en la fase acuosa en exceso. Además, se encontró
que la concentración del surfactante en la fase acuosa en exceso correspon-
de a la concentración micelar critica (CMC).
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Tabla I
Partición selectiva de surfactantes entre las fases
aceite/agua/microemulsion. Sistema de Winsor III
a formulación optima

EON Fase Oleica Fase Microemulsión Fase Acuosa


Fracción Molar Fracción Molar
x 100 Fracción Molar x 100
x 100
1 2.68 0.27 0.06
2 4.10 1.37 0.18
3 50.10 21.97 9.21
4 29.55 15.46 8.62
5 8.98 17.82 10.05
6 3.39 14.79 7.39
7 0.94 11.04 20.17
8 0.23 7.12 9.03
9 – 4.18 14.05
10 – 2.74 13.74
11 – 1.98 5.65
12 – 1.06 2.08
Av. EON = 3.52 Av. EON = 5.43 Av. EON = 7.19

Variación del coeficiente de partición (Ki) del


surfactante en funcion de variables de formulacion
El coeficiente de partición (Ki) de un surfactante entre la fase acuosa y
oleica se toma como la relación entre la concentración del surfactante en la
fase acuosa (Cw) sobre la concentración del surfactante en la fase oleica
(Co) en excesos de un sistema trifásico a formulación optima. [ Chi-yu et al.
(2000), Newman et al. (2000), Van et al. (2001), Toshio et al (2001)].
C
K =
w

j
C o

La figura 6 muestra la variación del log decimal del Ki en función del


grupo de EON para las diferentes familias de surfactantes
Los datos en la figura 6 muestran la variación del log decimal del Ki es
una función lineal del EON (grado de etoxilación) del surfactante e inde-
pendiente de la longitud de la cadena alquílica (o cadena lipofóbica).
log Ki = log Ko + 0.45EON
Se observó que la pendiente es la misma para todas las familias de sur-
factantes, mientras que la ordenada en el origen (log K0) depende de la ca-
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dena alquílica. Se observo también que el coeficiente de partición para los


alquilfenol etoxilados decrece cuando la cadena alquílica crece. Este efecto
puede ser ilustrado por la variación en el log K0 en función del numero de
átomos de carbono de la cadena alquílica (numero de carbonos alquílicos
del surfactante SACN). La figura 6 muestra la variación del log K0 para las
tres series de cadenas alquilitas reportadas en este estudio, la cual puede ser
expresada como:

Figura 6. Variación del log Ki en función del EON.

log Ko = -3.54 – 0.0425 SACN


La influencia de la cadena alquílica es perfectamente lineal para cade-
nas de especies simples, mientras que se desvía para especies de doble cade-
nas (2 x C9). Estos datos muestran que los grupos dinonilo son equivalentes
a C16 en vez de cadenas simples de C18.

Conclusiones
Los crudos pesados venezolanos poseen elevadas viscosidades, lo cual
dificulta su manejo y transporte. Sin embargo, mezclando este crudo con el
agua mediante la ayuda de un surfactante es posible reducir esta viscosidad
y las tensiones superficiales a grados de fácil manejo y operación.
Los surfactantes son sustancias anfifilicas que poseen una doble afini-
dad, que se define desde el punto de vista fisicoquímico como una dualidad
polar-apolar.
Los barridos de formulación se realizan variando el numero de oxido
de etileno (EON), mezclando surfactantes polietoxilados con 4 y 9 EON has-
ta obtener la transición Winsor II (microemulsion en la fase oleica), Winsor
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III (microemulsion en la fase media) y Winsor I (microemulsion en la fase


acuosa).
La cromatografía liquida de alta precisión permitió fraccionar mezclas
de surfactantes y cuantificar los oligómeros presentes en mezclas de surfac-
tantes. La cromatografía liquida en fase reversa fue poco efectiva separando
solamente las series homologas de acuerdo a las cadenas lipofílicas del sur-
factante, mientras que la cromatografía liquida en fase normal fue muy
efectiva separando estas mezclas de surfactantes de acuerdo al número de
óxidos de etilenos del surfactante.
Las fases acuosa, oleica y microemulsion del sistema trifásico a formu-
lación optima se determinaron por cromatografía liquida en fase normal y
se cuantificaron el numero de oligomeros presentes lo cual permitió calcu-
lar el coeficiente de partición del surfactante en el sistema.

Referencias
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REVISTA VENEZOLANA DE TECNOLOGÍA Y SOCIEDAD
INSTITUTO UNIVERSITARIO DE TECNOLOGIA DE MARACAIBO
VOL. 1 Nº 2 JULIO-DICIEMBRE (2008) pp. 173 - 189

La exclusión: Estigma social.


Un desafío para el subsistema de educación
superior en Venezuela

Gloria Carrillo Ventrella*

Resumen
El ensayo tiene como objetivo describir la exclusión como un fenómeno
ancestral que responde exclusivamente a la naturaleza humana, pues es la
persona, en su dimensión individual y colectiva, quien dispone de libertad
para optar entre alternativas de vida, pasando por un periodo que lleva
desde la auto organización hasta la autopoiesis, e incluso, a la destrucción
como producto de la pérdida del status; y que en materia de educación
superior, coloca barreras insoslayables a la conformación de una sociedad
del conocimiento, por lo que el Estado como principal actor en la
problemática debe consolidar políticas que busquen erradicar el estigma
social, favoreciendo el acceso de todos a las Instituciones de Educación
Superior venezolanas , lo que representa un desafío para el Subsistema de
Educación Superior en Venezuela, el cual se enfrenta a través de las
denominadas Misiones, las cuales esperan su evaluación en el tiempo como
instrumentos estratégicos de lucha contra uno de los males sociales del
continente como lo es la exclusión.
Palabras clave: Exclusión, sociedad del conocimiento, políticas educativas,
misiones.

1 URBE. E-mail: [email protected]; [email protected]

Recibido: 30-04-08 ~ Aceptado: 28-11-08


174 Revista Venezolana de Tecnología y Sociedad
Año 1 Nº 2 Julio-Diciembre (2008) pp. 173 - 189

Exclusion: Social stigma. A challenge for the higher


education subsystem in Venezuela

Abstract
The objective of this study is to describe exclusion as an ancestral
phenomenon that responds exclusively to human nature, because it is the
person, in the individual and collective dimension, who has the freedom to
choose between life alternatives, passing through a period that goes from
auto-organization to auto-poiesis, and even to destruction as a product of
the loss of status. In the area of higher education, exclusion places
unavoidable barriers for the conformation of a knowledge society; for this
reason, the State, as the main actor in the problem, must consolidate
policies that seek to eradicate social stigma, favoring access for all to
Venezuelan institutions of higher education, which represents a challenge
for the higher education subsystem in Venezuela, currently confronted
through the so-called Missions, which await evaluation over time as
strategic instruments in the struggle against exclusion, one of the
continent’s social evils.
Key words: Exclusion, knowledge society, educational policies, missions.

L’exclusion: Stigmate Social.


Un Défi pour le Sous-Système d’Éducation
Supérieure au Vénézuéla

Résumé
Cet essai a pour but écrire sur l’exclusion comme un phénomène ancestral qui
répond exclusivement à la nature humaine, parce qu’elle est la personne,
dans sa dimension individuelle et collective, qui dispose de liberté pour opter
entre des alternatives de vie, en passant par un période qu’elle mène depuis
l’auto-organisation jusqu’à l’autopoiesis, et même, à la destruction comme
produit de la perte du status; et qu’en matière d’éducation supérieure, il place
des barrières inéluctable à la conformation d’une société de la connaissance,
ce pourquoi l’État comme principal acteur dans la problématique doit
consolider des politiques qui cherchent à déraciner le stigmate social, en
La exclusión: Estigma social
Carrillo Ventrella, G. 175

favorisant l’accès de tous aux Instituions d Education supérieur, ce qui


représente un défi pour le Sous-système d’Éducation Supérieure au
Vénézuéla, à la quelle on fait face par le biais des Missions et que à la fois
attendent leur évaluation comme instruments stratégiques de lutte contre
un des maux sociaux du continent comme l’est l’exclusion.
Mots Clef: Exclusion, société de la connaissance, politiques éducatives,
missions.

Introducción
Son diversos y numerosos los análisis acerca de la globalización, en los
cuales con gran frecuencia, se subrayan sus cualidades como uno de los fenó-
menos más relevantes de la contemporaneidad, debido al impacto que tiene
en la sociedad del conocimiento y la información. Sin embargo, su dinámica
conlleva a la aparición de complejidades culturales y sociales, las cuales difi-
cultan el entender a la persona en su dimensión individual y colectiva, dando
lugar a barreras que dificultan el diálogo cultural en cuanto a su actuación
como mediación, favoreciendo la aparición de profundos desarraigos en el
comportamiento íntimo, ciudadano y profesional del individuo.
En este escenario altamente complejo, la exclusión es quizás, el más
sobresaliente de los males sociales, el cual como estigma resulta complejo,
al tiempo de acusar directamente a las naciones cuyo modelo de desarrollo
resulta excluyente para hombres y mujeres de diversas edades, raza y credo,
a quienes se les niega el acceso a participar de beneficios ciudadanos, el de-
recho a entrar y sentarse para participar en el banquete de los atributos de
un mundo globalizado, cuyos beneficios no se encuentran a la orden del día
para todos.
Este es precisamente el tema desarrollado en el presente ensayo, cuyo
propósito consiste en abordar teóricamente la exclusión como estigma so-
cial y analizar lo que este fenómeno representa como desafío para el subsis-
tema de educación superior en Venezuela.
Para ello, se atiende de manera particular las contradicciones de la ex-
clusión en el individuo como persona y como parte de un colectivo, al asu-
mir la naturaleza humana como un sistema estable, no lineal en la Teoría de
lo Complejo y que en materia de educación superior tiene su epicentro en la
figura del Estado, quien establece y normaliza patrones de interacción que
modelan las conductas colectivas, las cuales pueden resultar para un núme-
ro significativo de individuos, ciertamente excluyentes.
176 Revista Venezolana de Tecnología y Sociedad
Año 1 Nº 2 Julio-Diciembre (2008) pp. 173 - 189

Asimismo, se abordan los factores socioculturales y demográficos vin-


culados al fenómeno de la exclusión, haciendo hincapié en la importancia
de las racionalidades que participan en el hecho social, y consecuentemente
en el desarrollo endógeno a escala humana, contrastando con la realidad de
las Instituciones de Educación Superior venezolanas (IES), las cuales du-
rante décadas han sido escenarios de la exclusión.
Por último, se abordan las iniciativas del Estado venezolano a partir del
año 2005, en el marco del Plan de Desarrollo Nacional, con la creación del Vi-
ceministerio de Políticas Estudiantiles, adscrito al Ministerio de Educación
Superior, constituyéndolo como elemento clave en el proyecto de innovación
de la estructura estatal, y donde las descentralización de las políticas parecen
constituir la vía para hacer frente con éxito al fenómeno de la exclusión.

Globalización: Una Oportunidad para la Exclusión?


Uno de los aspectos más relevantes de la contemporaneidad lo constitu-
ye sin duda alguna el fenómeno de la globalización, el cual no solo ha modifi-
cado la dinámica de los mercados internacionales, sino además, la noción
que se tiene de un mundo, el cual aspira a consolidarse como sociedad del co-
nocimiento, marcando diferencias entre quienes se encuentran insertados en
éstas y los que aún no lo están de manera activa o protagónica.
Indiscutiblemente, en este panorama cargado de innovación e informa-
ción, se presentan dificultades para entender a la persona individual y colecti-
va en escenarios concretos, debido a que todo diálogo cultural puede dar lu-
gar en su desarrollo a profundos desarraigos en el comportamiento íntimo,
ciudadano y profesional del individuo, impactando en mayor o menor medi-
da en el seno de la comunidad u organización a la cual pertenece, pues como
lo refiere Delors (1997), difícilmente en el marco de la globalización e inter-
cambio de informaciones y experiencias puede concebirse un escenario mun-
dial y consecuentemente sociedades, sin los contrastes de la interdependen-
cia económica, científica, cultural y política, en el cual la persona, requiere
asumir la responsabilidad del propio destino al tiempo que el de generaciones
futuras, en otras palabras, las exigencias del desarrollo sostenible.
A este respecto, existen tendencias o corrientes de pensamiento que
tienen como propósito analizar e interpretar la panorámica mundial actual,
las cuales resultan contrapuestas. Así, por un lado se tiene a Bunge (2002),
quien afirma que el individuo en su expresión colectiva y debido a su confi-
guración mental/espiritual, se encuentra sumergido en un ambiente consti-
tuido por valores, los cuales condicionan sus ideas y acciones; mientras que
otros pensadores como Kornhauser (2000), sostienen que los cambios verti-
La exclusión: Estigma social
Carrillo Ventrella, G. 177

ginosos que sacuden a la sociedad contemporánea imposibilitan la perma-


nencia de un sistema de valores, por lo que en todo caso, los pueblos están
llamados a practicar la tolerancia; posición esta que sin duda puede resultar
dramática cuando la historia aporta ejemplo de luchas por razones étnicas e
ideológicas.
Precisamente los resultados del proceso global pueden ser dramáticos,
porque la exclusión no es un fenómeno aislado, sino producto de la configu-
ración de escenarios en los cuales convergen y proliferan diversidad de con-
ceptos no necesariamente vinculados entre sí: posicionamiento de merca-
do, competitividad y acciones estratégicas por un lado; y por el otro, inclu-
sión, justicia social, desarrollo humano, desarrollo endógeno, éste último,
según lo indica Vázquez – Barquero (2000), parte de la tesis según la cual,
la acumulación del capital y el progreso tecnológico son sin lugar a dudas
factores claves para el crecimiento económico, y consecuentemente, se re-
conoce “la existencia de rendimientos creciente de los factores acumula-
bles”, así como el papel de los actores económicos de los sectores tanto pú-
blicos como privados, lo que debe orientarse a proporcionar calidad de vida
a los ciudadanos.
Por ello, citando a Maillat (1995), Freeman y Soete (1997), Pérez
(2001), Vázquez (2000), los autores explican que la difusión de las innova-
ciones y el conocimiento son factores determinantes para el desarrollo en-
dógeno, donde los actores involucrados en los sistemas productivos a nivel
local deben tomar las decisiones más adecuadas en materia de ciencias e in-
novaciones en métodos, así como en nuevas formas de organización, con
mejoras en los cambios radicales e incrementales, los cuales deben favore-
cer cada vez más, la participación del gobierno y los entes sociales los cuales
abarcan desde las instituciones, incluyendo las más tradicionales, hasta los
actores locales.
La sinergia que teóricamente se genera a partir de esta integración de
participación de racionalidades en el contexto del desarrollo endógeno,
dando lugar al denominado Efecto Hanoi, el cual a través de un plan de de-
sarrollo articulado hace que todos los factores actúen conjuntamente, refor-
zando su efecto sobre la acumulación de capital, permitiendo multiplicar
sus efectos, los cuales como se ha afirmado, deben orientarse a incrementar
los niveles de calidad de vida de los ciudadanos.
De allí, la importancia de las políticas públicas en el logro del desarro-
llo humano en su concepción endógena, las cuales como lo indica Vázquez
(2000), presentan un comportamiento que las define como un instrumento
catalizador del efecto Hanoi a través de las iniciativas locales al fomentar la
difusión de las innovaciones y el conocimiento, facilitando simultáneamen-
178 Revista Venezolana de Tecnología y Sociedad
Año 1 Nº 2 Julio-Diciembre (2008) pp. 173 - 189

te la creación de redes de organizaciones con las más diversas razones so-


ciales, mejorando la diversidad urbana y estimulando la densidad del tejido
institucional.

La Exclusión: Realidad Humana


La panorámica que dibuja teóricamente la globalización para las so-
ciedades podría resultar utópica, debido a la presencia de un fenómeno que
acusa directamente la naturaleza humana, la cual debate al individuo an-
cestralmente entre el bien y el mal: la exclusión, de la que señala Cabrera
(2004, p. 6):
[…] es un hecho insoslayable. Una realidad que ni se puede, ni se debe intentar
ocultar porque a todos nos afecta e incumbe como seres humanos y como
miembros de la sociedad a la que pertenecemos. Frente a la exclusión no sirve
de nada la estrategia del avestruz, al final, siempre nos acaba alcanzando. Pre-
cisamente porque se trata de un problema que no podemos dejar de intentar
mirar de frente, es importante saber de antemano que, afortunadamente, no es-
tamos ante una realidad fatal e inevitable ante la que no cabe otra actitud que
no sea la de rendirse con resignación, sino que por el contrario existen a nues-
tra disposición herramientas, metodologías y posibles soluciones con las que
podemos tratar de encararla.

A pesar de las herramientas mencionadas por el citado autor, debe te-


nerse claro que la exclusión se constituye en un desafío de orden antropoló-
gico intrínseco a la naturaleza misma del ser humano, quien dispone de li-
bertad para optar entre alternativas de vida, en lo que Morin (2000) deno-
mina “reducir la libertad a una ilusión subjetiva”; en la cual se sufren las
coacciones del medio natural que exige modelamiento de las conductas, se
somete al individuo al patrimonio genético que produce y sustenta sin cesar
la anatomía, la fisiología, y el cerebro con la consecuente capacidad de inte-
ligencia y de consciencia.
La exclusión es entonces un fenómeno sociocultural real y altamente
complejo por los múltiples elementos constitutivos, que requiere de accio-
nes concretas, pues en su primera acepción, el verbo excluir, indica como lo
define la Real Academia de la Lengua (2000), “quitar a una persona o cosa
del lugar que ocupaba”. Es decir, alude a la ubicación espacial o territorial
como factor demográfico y a la acción mediante la cual, un individuo o un
grupo, son desplazados del sitio que ocupaban, del lugar que le correspon-
día y se ven en la necesidad de trasladarse geográficamente a otro lugar,
porque de una u otra forma, son enviados afuera, generando cambios en el
comportamiento individual y social.
La exclusión: Estigma social
Carrillo Ventrella, G. 179

Asimismo, las implicaciones de la exclusión como lo afirma Cabrera


(2004), amenazan y ponen en entredicho a las sociedades en materia de de-
sarrollo endógeno a escala humana, por cuanto los excluidos son aquellos a
quienes se les niega el acceso a participar de beneficios ciudadanos, el dere-
cho a entrar y sentarse para participar en el banquete de los atributos de un
mundo globalizado, imposibilitándolos según la cita que hace de la Unión
Europea (2004), de gozar de los derechos sociales sin ayuda, desvalori-
zando la imagen que se tiene de sí mismo y de la capacidad individual para
hacer frente a las obligaciones propias, relegando al ser humano de forma
duradera al status de persona asistida; en otras palabras, estigmatizando
profundamente a hombres y mujeres.
En este sentido, resulta innegable que la exclusión se encuentra vincu-
lada al término estigma, objeto igualmente de diversidad de acepciones
como lo refiere Pedersen (2005), citando el ensayo de Goffman (1963), en
el cual es definido como un atributo personal negativo y denigrante de un
individuo, ubicándole en una categoría inferior o bien, en una clase deni-
grante; o como lo señala el mismo Goffman (2006), el estigma tiene que ver
con las relaciones y no con los atributos, aunque estos último sirvan a la so-
ciedad para establecer los medios que le permitan categorizar a los indivi-
duos y consecuentemente, a las comunidades.
Definido de esta forma, ciertamente el estigma social da lugar a la ex-
clusión, enmarcando al individuo fuera de los sistemas constitutivos de una
sociedad, lo que exige atender a los procesos de interrelación humana en el
marco de escenarios culturales, es decir, a la dimensión colectiva de la ex-
clusión como producto de las estigmatizaciones, las cuales se traducen en
comportamientos vinculados a la segregación, la degradación como pérdida
del status, la inadaptación, la marginación, la vulnerabilidad y el desarrai-
go, a lo que se adicionan en el proceso de exclusión factores demográficos
que se vinculan a las ubicaciones espaciales de los grupos sociales, la cons-
trucción de las diferencias de género, la edad, la condición étnica, la nacio-
nalidad, el acceso a servicios básico y de plataforma tecnológica.

Las Contradicciones de la Exclusión


Aunque suene contradictorio, los criterios de igualdad terminan por
establecer diferencias a partir de las semejanzas entre individuos, condu-
ciendo a la discriminación, a la pérdida del status y de allí, a la exclusión.
Para entender esta realidad, debe asumirse al ser humano en su doble
dimensión: una colectiva que le asemeja a fractales, los cuales se pierden en
un continuo; y otra individual, en la cual, cada vida se convierte en un poema
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Año 1 Nº 2 Julio-Diciembre (2008) pp. 173 - 189

único, incomparable e inigualable, pues como lo describe Morin (2000), la


posibilidad de elección puede ser interior, es decir, subjetiva o mentalmente
posible; concretándose en libertad de espíritu; o bien, ser exterior, tradu-
ciéndose en objetiva o materialmente posible como libertad de acción. Am-
bas dimensiones conviven en el individuo, y en el pensamiento del autor,
entre más sean los dominios que se posean, mayores las posibilidades de
elección, y consecuentemente, mayores las posibilidades de libertades, de
establecer criterios de diversidad para distinguirse de los otros, lo que no
debe confundirse con procesos excluyentes.
Ciertamente, en lo individual, la persona no es un sistema estable
como señala Sotolongo (2003), no es un sistema lineal en el pensamiento
de Prigogine, citado por Morielo (2005); sin embargo, en su proceso de in-
teracción social y desde el enfoque de la Teoría de lo Complejo, el individuo
posee una dimensión colectiva regida por regimenes de prácticas, producto
de escenarios, momentos, contenidos, fines, circunstancias y modos, a los
que se unen los “otros”, lo que en el marco de la reflectividad encuentra sis-
temas lineales, estables, y consecuentemente, predecibles.
Este sistema lineal en cuanto a educación superior tiene su epicentro en
la figura del Estado, quien establece y normaliza patrones de interacción que
modelan las conductas colectivas, las cuales pueden resultar para un número
significativo de individuos, excluyentes en lo individual al no poseer las com-
petencias requeridas para el ingreso o egreso de las instituciones; o bien, las
habilidades requeridas para permanecer con éxito en las mismas.
Es aquí precisamente, donde las políticas del Estado en materia de
educación superior deben servir de atractores, por cuanto están llamadas a
actuar articulando sus instituciones con el individuo y validando sus con-
ductas en la medida en que los procesos de autoorganización y autopoiesis
se abren hacia un proceso dialéctico, el cual solo puede ser modificado,
siempre y si, los actores se aproximen al borde del vértice, es decir, en la me-
dida en que procesos de intropía y entropía, den viabilidad en tiempo y es-
pacio a nuevas formas de entender la exclusión y combatirla.

Sumando Factores
La exclusión como fenómeno social es producto de diversidad de fac-
tores socioculturales y demográficos, los cuales implican necesariamente la
responsabilidad que en términos de acciones tienen cada una de las racio-
nalidades que participan en el hecho social, y consecuentemente en el desa-
rrollo endógeno a escala humana, pero de manera particular al Estado, por-
que desde el punto de vista de políticas públicas, la exclusión debe conducir
La exclusión: Estigma social
Carrillo Ventrella, G. 181

al diseño de políticas de inserción, las cuales requieren de los gobiernos na-


cionales, regionales y locales estrategias dinámicas y estructurales, no
emergentes, puesto que teóricamente como lo indicara la cita que se hiciera
de Cabrera (2004), existen en la actualidad instrumentos, técnicas y méto-
dos para actuar sobre la exclusión modificándola, alterándola y erradicán-
dola progresivamente de manera efectiva si se atienden las actitudes, moti-
vaciones y conductas de naturaleza axiológica, y por ende, culturales de
quienes son excluidos, visionando además, los fundamentos sobre los cua-
les reposa la sociedad excluyente.
El panorama se hace complejo en la medida en que se reflexiona críti-
camente acerca de las realidades que implican los procesos de exclusión, so-
bre todo al considerar que el modelo de desarrollo endógeno a escala huma-
na busca la construcción y progresiva consolidación de una sociedad del co-
nocimiento o del saber, porque la misma como lo señala Burch (2005), citan-
do las palabras de Waheed Khan, subdirector general de la UNESCO:
[…] incluye una dimensión de transformación social, cultural, económica, po-
lítica e institucional, así como una perspectiva más pluralista y desarrolladora
(…).expresa mejor la complejidad y el dinamismo de los cambios que se están
dando. (...) el conocimiento en cuestión no sólo es importante para el creci-
miento económico sino también para empoderar y desarrollar todos los secto-
res de la sociedad.

La complejidad del tema de la exclusión se acentúa en la medida en que


conocimiento e información marcan diferencias entre excluidos y excluyentes,
dando lugar a la construcción conjunta de este fenómeno social, caracterizada
no solo por conductas individuales, sino también colectivas, que se acentúa en
la medida en que las nuevas tecnologías delinean la configuración de las comu-
nidades nacionales y locales, de cuyos beneficios no gozan las mayor parte de
la población mundial, lo que ciertamente resulta excluyente.
En este sentido resulta interesante los aportes de Castell (2002), en cuan-
to a que si bien, el conocimiento y la información son elementos decisivos en
todos los modos y nociones de desarrollo, el término informacional hace refe-
rencia al atributo de una forma específica de organización social en la cual, la
generación, el procesamiento y la transmisión de información se convierten en
las fuentes fundamentales de la productividad y el poder, donde lo que caracte-
riza la revolución tecnológica no es el carácter central del conocimiento y la in-
formación, sino la aplicación de dicho conocimiento e información a aparatos
de generación de conocimiento y procesamiento de la información/comunica-
ción, en un círculo de retroalimentación acumulativo entre la innovación y sus
usos, lo que orienta cualquier análisis al desarrollo de competencias para más
allá de contar con los recursos, hacer uso de estos..
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La problemática contextualizada cobra entonces especial interés en el


escenario educativo y más concretamente, en las Instituciones de Educación
Superior, en las cuales el conocimiento, sin menoscabo de las TICs,
deberían servir de eje articulador entre el “saber” y la realidad del colectivo,
favoreciendo que la sociedad del conocimiento en el marco del desarrollo
endógeno a escala humana para que avance gracias a la difusión, asimila-
ción, aplicación y sistematización de conocimientos creados u obtenidos lo-
calmente, o bien, abordados desde el exterior a través de un proceso
dinámico como es la globalización, fenómeno que posibilita superar las dis-
tancias y la dispersión geográfica, para poner en contacto grupos sociales de
todo el mundo a un mismo tiempo, dando lugar a un diálogo entre culturas,
con nuevos valores, actitudes y formas de concebir las instituciones sociales.
Sin embargo, las Instituciones de Educación Superior son escenarios
en que se hace tangible la exclusión en la medida en que como lo define Ca-
brera (2004, p. 8): “infraposiciona a quienes no tienen una cualificación
rentable para el mercado de trabajo”; y ciertamente, en el contexto del capi-
talismo avanzado la educación es la llave para el acceso tanto al empleo
como a la propiedad; mientras que en la sociedad de la información y del sa-
ber emerge como un mecanismo fuerte de integración, donde el acceso a los
conocimientos científicos y técnicos se han convertido en criterios de dife-
renciación social como lo demuestran diversos estudios señalados por el au-
tor, los cuales han puesto de manifiesto la interiorización de logro diferen-
cial según la clase social de procedencia.
En modo alguno se pretenden establecer culpabilidades instituciona-
les, pues las conductas colectivas inherentes a la exclusión se derivan del
sistema de valores de la persona que se hacen tangible primero en lo indivi-
dual. Sin embargo, nuevamente la problemática apunta hacia el diseño de
políticas educativas que en el caso concreto de Venezuela vienen siendo mo-
deladas por los conceptos de globalización, desarrollo endógeno, sociedad
del conocimiento y la información, con las cuales según lo indica el Ministe-
rio de Poder Popular para la Planificación y Desarrollo (2007), se busca arti-
cular el conocimiento, la tecnología y la innovación que se producen en el
país y el mundo para que estén al servicio de la población, de la solución de
problemas de desarrollo que confronta la nación, en el contexto de un pro-
ceso de incorporación masiva de actores e instituciones por medio de redes
económicas, sociales, académicas y políticas que a través de la apropiación
social de la ciencia, la tecnología y sus aplicaciones contribuyan a que los
sectores más amplios de la sociedad puedan alcanzar niveles óptimos de ca-
lidad de vida.
La exclusión: Estigma social
Carrillo Ventrella, G. 183

Iniciativas del Estado Venezolano


El problema de la exclusión condujo al Estado venezolano en el año
2005, en el marco del Plan de Desarrollo Nacional, a la creación del Vicemi-
nisterio de Políticas Estudiantiles, adscrito al Ministerio de Educación Supe-
rior, constituyéndolo como elemento clave en el proyecto de innovación de
la estructura estatal para dar prioridad al “estudiante, sujeto y objeto del pro-
ceso educativo”, y vigilante de la función formadora de las IES a través de
funciones de gestión como planificar, dirigir, coordinar, asesorar, ejecutar,
evaluar, controlar y difundir las políticas formuladas por el órgano ministe-
rial, fortaleciendo la calidad, equidad y pertinencia social del subsistema..
Por ello, de conformidad con el Plan de Desarrollo Nacional, se da naci-
miento el 18 de junio de 2003, mediante Decreto Presidencial No. 2.517, a la
Universidad Bolivariana de Venezuela, como una alternativa al sistema de
educación tradicional para vincular la universidad con la realidad nacional y
latinoamericana; y en septiembre del mismo año, el Plan Extraordinario “Ma-
riscal Antonio José de Sucre”, popularmente conocido como Misión Sucre,
con el censo nacional realizado en todas las plazas Bolívar del país, el cual
arrojó la cifra de 470 mil estudiantes excluidos de la educación superior.
Es importante indicar que el fundamento esencial de la Misión Sucre
como lo refiere el Ministerio del Poder Popular para la Comunicación e Infor-
mación (2006), es iniciar un proceso de movilización social para promover la
sinergia institucional y la participación comunitaria para cambiar la condición
de bachilleres excluidos de las IES, favoreciendo a través del Programa de Ini-
ciación Universitaria (PIU), su tránsito a la educación superior; para actuar si-
multáneamente en un segundo escenario como lo señala el citado órgano mi-
nisterial (2007), a través de la Misión Ciencia con el propósito de incorporar
masivamente a los actores sociales a la vida nacional mediante la utilización in-
tensiva del conocimiento y la articulación interinstitucional mediante el accio-
namiento de redes económicas, sociales, académicas, tecnológicas y políticas
para el desarrollo y la integración latinoamericana.
Esta misión, concebida como política social y educativa, operando
como estrategia emergente, contempla en la actualidad tres programas: el
Plan Nacional de Alfabetización Tecnológica, cuyo objetivo es propiciar es-
pacios de encuentro de aprendizaje a las ciudadanas y los ciudadanos, pro-
porcionándoles herramientas que permitan el acceso a la información como
mecanismo de apropiación social del conocimiento apoyándolos con las
Tecnologías de Información y Comunicación (TIC); el sistema de becas
FUNDAYACUCHO, y el Programa de Becas Postgrado; los que en conjunto
deberían minimizar el fenómeno de la exclusión en el subsistema de educa-
ción superior en Venezuela.
184 Revista Venezolana de Tecnología y Sociedad
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Posteriormente se sumarian las denominadas “Aldeas Universitarias”,


definidas por el Ministerio de Comunicación e Información (2006) como el
producto de los planes de desarrollo constructivo de edificaciones educacio-
nales, concebidas por el Ministerio de Educación Superior, a través de la
Fundación Misión Sucre, para incrementar las plazas estudiantiles a nivel
tecnológico universitario en toda la geografía nacional, en el marco del Plan
Nacional para el Desarrollo Educacional y Social, el cual contempla como
objetivo la municipalización de las instituciones de educación superior.
Cifras concretas en esta materia fueron aportados por el Ministerio del
Poder Popular para la Comunicación e Información (2006), según el cual,
se ha favorecido a través de los diversos programas de formación un total de
296.781 personas, de las cuales, 80.297 cuentan con becas del Estado;
mientras que 316.097 estudiantes finalizaron el Programa de Iniciación
Universitaria (PIU); cifras éstas, que deben actualizarse por cuanto en el
caso concreto de la Misión Ciencia, es en el año 2007, cuando se otorgan las
primeras becas para estudios de postgrado.
Las interrogantes con base a lo reseñados se orientan a la permanencia
de los estudiantes que han logrado ingresar en el subsistema de educación su-
perior en Venezuela, pues si bien, el número de aspirante se ha incrementado
en los últimos años a través de las misiones, como lo señala Piña (2007), ci-
tando datos de la Oficina de Planificación del Sector Universitario, por cuanto
se experimentó una inscripción record en la Prueba de Actitud Académica al
superar los 450 mil bachilleres; los resultados obtenidos han sido amplia-
mente cuestionados al obtenerse un 90% de aplazados.
Estos resultados más allá de apuntar hacia la necesidad de eliminar
una prueba cuestionada desde hace décadas en el país y ciertamente exclu-
yente, acusan directamente a la efectividad de las misiones como políticas
educativas de inclusión e inserción y en este sentido, debe atenderse como
lo afirma Marquiegui (2007), director de la Asociación Venezolana de Edu-
cación Católica (AVEC), estudiar a estudiar las causas de los resultados de la
Prueba de Actitud Académica, siendo preciso:
[…] establecer si el 30 por ciento del estudiantado que superó la PAA, no aten-
dió los cursos de preparación. Lo ideal es que los jóvenes egresen de los liceos
con suficiente capacitación y preparación que les facilite su recorrido por las
aulas universitarias. No serían necesarios los citados cursos propedéuticos. La
Prueba de Aptitud Académica es un reflejo del deterioro educativo del país.
Existe una gran disparidad entre el sistema educativo y esta prueba de sufi-
ciencia. Lo cierto es que los muchachos están acostumbrados al caletre, sólo
para pasar de un año a otro. No están entrenados para trabajos mentales de asi-
milación de contenido, de objetivos, ni de crecimiento personal los que luego
le serán exigidos al presentar la PAA.
La exclusión: Estigma social
Carrillo Ventrella, G. 185

Por ello, el reto para el Estado venezolano y sus Instituciones de Edu-


cación Superior como racionalidades llamadas a construir conjuntamente
en el país una sociedad del conocimiento en el marco del desarrollo endóge-
no a escala humana, va más allá de establecer canales para la inclusión de
jóvenes y adultos al subsistema de educación superior como forma de lucha
contra la exclusión. El reto, implica el despliegue de esfuerzos para garanti-
zar la permanencia de los estudiantes en las universidades y su egreso con
calidad; lo que implica el diagnóstico preciso de los factores excluyentes,
tanto socioculturales como demográficos.

Exclusión e Inclusión: La Vía de la


Descentralización
Una herramienta jurídica y estratégicamente operativa para favorecer
al erradicación de la exclusión es la denominada descentralización, consis-
tente según lo indica Fraga (2004), en el traspaso del poder y toma de deci-
sión hacia núcleos periféricos de una organización o sistema, lo que supone
transferir el poder de un ente central a autoridades no jerárquicamente su-
bordinadas para que tomen decisiones propias sobre sus competencias, bien
sean políticas o administrativas, reforzando el carácter democrático y la ne-
cesidad de establecer vínculos de participación en el seno de una sociedad;
contraponiéndose a la centralización, caracterizada porque todos los órga-
nos que la integran están ligados por la relación jerárquica, la cual implica
una serie de poderes superiores respecto de los actos y de los titulares de los
órganos inferiores.
En el contexto de la problemática abordada, la descentralización polí-
tica se visualiza como el escenario más idóneo o pertinente para erradicar
progresivamente el fenómeno de exclusión de quienes aspiran a ingresar a
las Instituciones de Educación Superior en Venezuela, porque no opera en
el ámbito del Poder Ejecutivo, por el contrario, como lo explica Fraga
(2004), implica una independencia de los poderes estatales frente a los po-
deres federales, participando en la formación de la voluntad del Estado y su
competencia en términos jurídicos no es derivada, sino originaria en el sen-
tido que las facultades son atribuidas expresamente al Estado, el cual re-
quiere de un ente que disponga el proceso de diseño de políticas educativas
para el subsistema de educación superior de conformidad a lo establecido
en leyes y decretos.
Ciertamente, se hace necesario de una instancia, que respetando la
autonomía de gobierno de las universidades, preste servicios como lo señala
Vallina (2001), y desarrolle acciones en distintas regiones del territorio na-
186 Revista Venezolana de Tecnología y Sociedad
Año 1 Nº 2 Julio-Diciembre (2008) pp. 173 - 189

cional con el doble propósito de acercar la prestación del servicio educativo


a los estudiantes, independientemente de los factores demográficos, y des-
congestionar al poder central, confiriendo con carácter exclusivo las compe-
tencias inherentes a la naturaleza de las IES, haciendo posible la inclusión
en la medida en que se de atención a las necesidades básicas de las comuni-
dades.
Ambos escenarios: descentralización y descongestión pueden dar lu-
gar al diseño de políticas para el subsistema de educación superior que con
vistas a la inclusión, favorezca la dimensión relacional que debe entre el Es-
tado y las Instituciones de Educación Superior, por cuanto favorecen el esta-
blecimiento de redes de apoyo y sostén, al tiempo que permitan que la di-
mensión política hunda sus raíces en la cuestión de la ciudadanía y los dere-
chos de igualdad, como expresión efectiva y real de los demás derechos
constitucionales para dar frente a un fenómeno que en palabras de Estivill,
citado por Cabrera (2004, p. 13): es producto de la “acumulación de proce-
sos confluyentes con rupturas sucesivas que, arrancando del corazón de la
economía, la política y la sociedad, interiorizando a personas, grupos, co-
munidades y territorios con respecto a los centros de poder”.

Conclusiones
La exclusión es un fenómeno social y cultural vinculado a la naturale-
za humana, producto de sistemas en los cuales se busca minimizar las indi-
vidualidades para hacer énfasis en lo colectivo; estigmatizando a la perso-
na, quien en consecuencia pierde su status en su grupo, en su comunidad,
siendo desplazado, eliminado, execrado.
Ciertamente, el tema de la exclusión no es nuevo; sin embargo, pocas
veces ha obtenido respuestas válidas en el discurso de las naciones, aun
cuando es usado como bandera política e ideológica para justificar cambios
en la orientación de una sociedad.
Por ello, en materia de política pública, y más concretamente en cuan-
to a las acciones estratégicas del Estado en el ámbito de la educación supe-
rior, se requiere de un plan de desarrollo nacional, el cual debe fundamen-
tarse en una visión de nación y de sociedad compartida por todos sus acto-
res en atención a la naturaleza del género humano, a los esfuerzos indivi-
duales y colectivos sobre el destino último de las cosas, y en el cual, resulta
esencial un sistema de valores que responda a los elementos culturales fun-
damentales, considerando varios niveles de generalidad y especificidad:
principios básicos, fines y modelos de desarrollo.
La exclusión: Estigma social
Carrillo Ventrella, G. 187

En este sentido, el trabajo parte de considerar la exclusión como un fe-


nómeno que impide el desarrollo de las sociedades, que no puede ni debe
ser evadido, por cuanto su persistencia actúa impidiendo el acceso al desa-
rrollo humano como sostenibilidad de oportunidades, las cuales dependen
del mantenimiento de una base factible de recursos físicos, humanos, finan-
cieros, sociales y medioambientales para subrayar la importancia que para
la sociedad globalizada del siglo XXI tiene el desarrollo con rostro humano,
atendiendo a indicadores de producción y crecimiento económico, así como
a criterios sociales y culturales para dar lugar a una concepción de desarro-
llo endógeno sui generis a través del cual, el Estado venezolano debe busca
erradicar progresivamente males sociales enquistados en el país como la ex-
clusión.
Ciertamente, es a través de las políticas como mecanismos que accio-
nan los componentes del Plan de Desarrollo Nacional, como se busca erradi-
car del país males heredados década tras década como la exclusión, hacien-
do necesario retomar el sentido bolivariano de hacer de la educación el ins-
trumento para enfrentarla, y precisamente es esta concepción de desarrollo
endógeno la que debe visualizar en las IES el escenario ideal para ejecutar
estrategias que favorezcan el proceso de construir en Venezuela una socie-
dad del conocimiento y la información, lo que será posible en la medida en
que todas las racionalidades en calidad de actores sociales se integren al
proceso de diseño y ejecución de las políticas educativas.
Por ello, en Venezuela se parte estratégicamente de establecer las de-
nominadas “misiones”, concretamente la Misión Sucre y la Misión Ciencia,
como programas destinados a la formación de talento humano que en el
tiempo, se constituyan en agentes multiplicadores para transformar la so-
ciedad venezolana desde las IES, extra-muro, en una sociedad en la cual, el
conocimiento y la información convivan para dar satisfacción a las necesi-
dades, intereses y expectativas de los ciudadanos, en articulación armónica
con las políticas de educación superior de los entes de gobierno regional y
local, requiriendo en tal sentido, la noción de desarrollo vinculado con el
Plan de Desarrollo Nacional.
Sin embargo, aún parece ser temprano para evaluar los resultados de
estas misiones en términos de efectividad a mediano y largo plazo. Se re-
quiere iniciar procesos de investigación para determinar los aspectos críti-
cos que experimenta la sociedad venezolana; estudios para conocer acerca
de los factores que en el país actúan como excluyentes, afectando el ingre-
so a las Instituciones de Educación Superior de miles de jóvenes y adultos;
y sobre todo, afrontar los desafíos representados en la evaluación institu-
cional.
188 Revista Venezolana de Tecnología y Sociedad
Año 1 Nº 2 Julio-Diciembre (2008) pp. 173 - 189

Solo así, podrá el Estado venezolano, y con éste, la sociedad, dar ope-
ratividad con éxito a las políticas de educación superior y hacer de las misio-
nes instrumentos estratégicos de lucha contra uno de los males sociales del
continente como lo es la exclusión.

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REVISTA VENEZOLANA DE TECNOLOGÍA Y SOCIEDAD
INSTITUTO UNIVERSITARIO DE TECNOLOGIA DE MARACAIBO
VOL. 1 Nº 2 JULIO-DICIEMBRE (2008) pp. 190 - 208

Conducta ética del contador publico ante


el acto de fiscalización tributaria

Alberto Matos y Sahilys Urdaneta

Resumen
La motivación del presente trabajo, tiene como objetivo analizar la
Conducta Ética del Contador Público ante El Acto de Fiscalización
Tributaria, sustentándose para ello en los criterios de Fernández, J (1994),
Guedez, V (2006), Guedez, V (2004), entre otros. Para alcanzar este
propósito, se realizó un estudio descriptivo documental, ya que se usaron
documentos tales como: leyes, códigos y reglamentos, como base de
sustentación teórica orientado a examinar la conducta ética del Contador
Público y demostrar la responsabilidad que tiene éste al asistir al
contribuyente ante el acto de fiscalización tributaria y la conducta ética que
debe existir por parte de la administración tributaria y el Contador Público.
La responsabilidad del Contador Público en su ejercicio profesional debe
convertirse en el medio a través del cual el contribuyente y el Estado logren
que se cancelen los impuestos o tributos causados de acuerdo a la veracidad
de la información financiera y contable para evitar sanciones, multas e
ilícitos fiscales, es decir, enfocado al cumplimiento de los deberes formales
establecidos en el Código Orgánico Tributario, en este sentido, el contador
público debe desarrollar habilidades que le permitan transformar su
mentalidad basado en el códigos de ética profesional. En este sentido la
conducta ética del Contador Público, al momento de asesorar al
contribuyente debe contribuir con el bienestar de éste.
Palabras clave: Ética, conducta, contador público, fiscalización tributaria,
ilícitos fiscales, código orgánico tributario.

1 Magíster en Gerencia Tributaria. Lcdo. en Contaduría Pública. Profesor de la URBE. Asesor de proyectos
de Investigación. E-mail- alberto_matos2@ hot mail.com, Tlf. 0416-6616675.
2 Magíster en Gerencia Empresarial. Lcdo. en Contaduría Pública. Docente del IUTM. Asesora de proyectos
de Investigación. E-mail- sahilys7@ hot mail.com. Tlf. 0416- 6668745.

Recibido: 06-11-08 ~ Aceptado: 21-11-08


Conducta ética del contador publico ante el acto de fiscalización tributaria
Matos, A. y Urdaneta, S. 191

Ethical behavior of the public accountant in the act


of tax inspection

Abstract
The objective of the following report is to analyze the ethical behavior of the
public accountant in the act of tax inspection, based on the theories of
Fernández, J (1994), Guedez, V (2006), Guedez, V (2004), and others. To
achieve this objective, a descriptive-documentary study was made using
documents such as laws, codes and regulations, as the basis for theoretical
support oriented toward examining the ethical behavior of the public
accountant and demonstrating the responsibility he/she has in helping the
taxpayer through the act of tax inspection and the ethical behavior that
should exist on the part of the tax administration and the public accountant.
The responsibility of the public accountant in his/her professional exercise
should become a medium through which the taxpayer and the state achieve
the payment of taxes or tributes imposed according to the truth of the
financial and accounting information in order to avoid penalties, fines and
illicit taxes, that is, focused on fulfilling the formal duties established in the
Organic Tax Code. In this sense, public accountants ought to develop abilities
that allow them to transform their mentality based on codes of professional
ethics. In this sense, the ethical conduct of the public accountant when
advising a taxpayer, should contribute to this person’s well-being.
Key words: Ethics, behavior, public accountant, tax inspection, illicit taxes,
organic tributary code.

Conduite Éthique du Comptable Public Devant L’acte


De Contrôle Fiscal

Résumé
Le présent travail, a pour but analyser la Conduite éthique du Comptable
Public devant l’Acte de Contrôle Fiscal, le cadre général sur lequel se base
cette étude sont les critères de Fernández, (1994), Guedez, V (2006),
Guedez, V (2004), entre autres. Pour atteindre ce but, on a effectué une
étude descriptive documentaire, on a utilisé des documents comme: lois,
192 Revista Venezolana de Tecnología y Sociedad
Año 1 Nº 2 Julio-Diciembre (2008) pp. 190 - 208

codes et règlements, comme base de sustentation théorique orienté à


examiner la conduite morale du Comptable Public et démontrer la
responsabilité qui a celui-ci en assistant au contribuable devant l’acte de
contrôle fiscal et de la mème façon être vigilant de la conduite morale qui
doit avoir l’administration fiscale. La responsabilité du Comptable Public
dans son exercice professionnel doit être le moyen à travers lequel le
contribuable et l’État obtiennent qu’on régle les impôts causés en accord
avec la véracité de l’information financière et comptable pour éviter des
sanctions, des amendes et illicites fiscales, pour l’accomplissement des
devoirs formels établis dans le Code Organique Fiscal, en ce sens, le
comptable public doit développer des habilités qui lui permettent de
transformer leur mentalité basé dans les codes d’éthique professionnelle. En
ce sens la conduite morale du Comptable Public, au moment de conseiller
au contribuable, c’est de veiller sur le bien-être du celui–ci.

Most Clef: Éthique, comptable public, contrôle fiscale, illicites fiscales,


code organique fiser.

Introducción
Con la entrada en vigencia de la Ley del Ejercicio de la Contaduría Pú-
blica en septiembre de 1973, los contadores han tenido un auge en todo el
territorio nacional relacionado al desempeño de éstos en los campos econó-
mico, contable, financiero y tributario tanto para las actividades realizadas
en las empresas públicas como privadas, donde sus actuaciones no se limita
a la competencia relacionada sólo en materia contable basada en los princi-
pios de contabilidad generalmente aceptados y a las normas de auditorias
de aceptación general, sino a la permanente asesoría financiera y tributaria,
brindándole así al cliente o patrono las herramientas y conocimientos nece-
sarios para cumplir con los preceptos legales conjuntamente con los objeti-
vos y metas de la organización.
En este sentido la ética, la responsabilidad, la integridad y la objetivi-
dad son factores determinantes en la función que ejerce el contador público
ante el contribuyente y la administración tributaria con la finalidad de lo-
grar una independencia en su actuación acatando las normas para el ejerci-
cio profesional utilizando para ello el Código de Ética del Contador Público,
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, la Ley del Ejerci-
cio de la Contaduría Pública, el Código Orgánico Tributario conjuntamente
con la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos.
Conducta ética del contador publico ante el acto de fiscalización tributaria
Matos, A. y Urdaneta, S. 193

Reglamentaciones estas que establecen sanciones sobre la actuación


del contador público en materia tributaria, así como también se toman en
cuenta en estas disposiciones la solidaridad que éste debe tener en el cum-
plimiento de sus labores profesionales.
En este sentido, la finalidad del presente articulo es analizaré a través
de un estudio documental la conducta ética del contador público ante el
acto de fiscalización tributaria en el Estado Zulia; al igual que brindar una
orientación en torno a cuales son los mecanismos que la Constitución, el Có-
digo Orgánico Tributario y otras leyes ponen a disposición de los contribu-
yentes para que defiendan sus derechos subjetivos e intereses legítimos
frente a cualquier acto, omisión o vía de hecho de la Administración Tribu-
taria Nacional que pueda suponer lesión o quebranto de tales derechos e in-
tereses que puedan ser utilizados por los contadores públicos en función de
la defensa de su cliente sobre todo ante los actos arbitrarios emitidos por los
funcionarios de la administración nacional y municipal en fiscalizaciones
efectuadas a los contribuyentes tanto formales, ordinarios como especiales.
Es oportuno el momento, para señalar que este tópico a pesar de ser
de gran interés no ha sido estudiado con gran profundidad producto de la li-
mitación existente para obtener información relevante, oportuna y confia-
ble, en virtud de esta situación el presente articulo se basa en una investiga-
ción documental mas las experiencias vividas por los autores.

Fundamentación Teórica
1. Ética
Fernández, (1994 p. 53) expone que “la ética es una tematización del
ethos, es el poner en cuestión los postulados sobre los cuales se basa la ac-
ción moral”, a un determinado proyecto de sociedad.
Una doctrina ética elabora y verifica afirmaciones o juicios, esta senten-
cia ética, juicio moral o declaración normativa es una afirmación que conten-
drá términos tales como ‘malo’, ‘bueno’, ‘correcto’, ‘incorrecto’, ‘obligatorio’,
‘permitido’, entre otros., referido a una acción o decisión. Cuando se emplean
sentencias éticas se está valorando moralmente a personas, situaciones, cosas
o acciones. De este modo, se está estableciendo juicios morales cuando, por
ejemplo, se dice: “Ese político es corrupto”, “Ese hombre es impresentable”,
“Su presencia es loable”, etc. En estas declaraciones aparecen los términos ‘c-
orrupto’, ‘impresentable’ y ‘loable’ que implican valoraciones de tipo moral.
La ética según Escobar (2004), son reflexiones internas de cada indivi-
duo acerca de normas o código ya existente, la moral esta palabra proviene
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Año 1 Nº 2 Julio-Diciembre (2008) pp. 190 - 208

del latín moralis que significa costumbre, son principios, criterios, normas y
valores impuesto por la sociedad, para regular el comportamiento y deter-
minar qué es lo bueno y, desde este punto de vista, cómo se debe actuar. Es
decir, es la teoría o la ciencia del comportamiento moral. Entre Moral y ética
no existe diferencia insalvables, pues ambas se ocupan de lo mismo, ambas
son normas, percepciones y el deber ser. Ambas disciplinas buscan el bien
para el hombre, no obstante la moral hace referencia a lo vivido y la ética se
refiere a lo pensado. Asimismo, la moral se acuña a los problemas religiosos
pues al pasar el vocablo ethos del griego al latín, la iglesia se lo apropia y de
esta manera se convierte en la doctrina sobre las acciones buenas o malas
del hombre, al hacer parte de un discurso religioso que las juzga entre bue-
nas o malas.

2. Ética Profesional
La Ética como una disciplina filosófica según Guèdez (2004 p. 45) es
“la ciencia que estudia la bondad o maldad de los actos humanos”, que ella
es intrínseca al ser humano, a fin de mejorar nuestra existencia, nuestro
proyecto de sociedad, a tal fin es necesario regirse por mecanismos de accio-
nar ético, siendo una exigencia para la responsabilidad social en el ejercicio
de las profesiones.
Al respecto, toca definir lo que es Profesión para enlazarla al accionar
ético de los profesionales en contaduría, ésta puede ser definida según Con-
treras (2000, p 17) como “la actividad personal, puesta de una manera esta-
ble y honrada al servicio de los demás y en beneficio propio, a impulsos de la
propia vocación y con la dignidad que corresponde a la persona humana”.
Ahora bien, es necesario diferenciar esta palabra que en un sentido estricto
designa solamente las carreras universitarias y en un sentido más amplio,
abarca también los oficios y trabajos permanentes y remunerados, aunque
no requieran un título universitario.
En virtud de su profesión, el sujeto ocupa una situación que le confiere
deberes y derechos especiales, los cuales son referidos como se verá a conti-
nuación por Ortiz (2002 p. 21).
2.1. La Vocación. La elección de la profesión debe ser completa-
mente libre. La vocación debe entenderse como la disposición que hace al
sujeto especialmente apto para una determinada actividad profesional.
Quien elige de acuerdo a su propia vocación tiene garantizada ya la mitad
de su éxito en su trabajo. En cambio, la elección del estudio de una profe-
sión sin tomar en cuenta las cualidades y preferencias, sino, por ejemplo,
exclusivamente los gustos de los padres, o los intereses de la familia, fácil-
mente puede traducirse en un fracaso que, en el mejor de los casos, consisti-
Conducta ética del contador publico ante el acto de fiscalización tributaria
Matos, A. y Urdaneta, S. 195

ría en un cambio de carrera en el primero o segundo año, con la consiguien-


te pérdida de tiempo y esfuerzo.
2.2. Finalidad de la Profesión. La finalidad del trabajo profesio-
nal es el bien común. La capacitación que se requiere para ejercer este tra-
bajo, está siempre orientada a un mejor rendimiento dentro de las activida-
des especializadas para el beneficio de la sociedad. Sin este horizonte y fina-
lidad, una profesión se convierte en un medio de lucro o de honor, o simple-
mente, en el instrumento de la degradación moral del propio sujeto.
2.3. Propio beneficio. Lo ideal es tomar en cuenta el agrado y utili-
dad de la profesión; y si no se insiste tanto en este aspecto, es porque todo el
mundo se inclina por naturaleza a la consideración de su provecho perso-
nal, gracias a su profesión. No está de más mencionar el sacrificio que entra-
ñan casi todas las profesiones: el médico, levantándose a media noche para
asistir a un paciente grave; el ingeniero, con fuertes responsabilidades fren-
te a la obra, etc. La profesión también gracias a esos mismos trabajos, deja,
finalmente, una de las satisfacciones más hondas.
2.4. Capacidad profesional. Un profesional debe ofrecer una pre-
paración especial en triple sentido: capacidad intelectual, capacidad moral
y capacidad física:
a. La capacidad intelectual consiste en el conjunto de conocimientos
que en su profesión, lo hacen apto para desarrollar trabajos especiali-
zados. Estos conocimientos se adquieren básicamente durante los es-
tudios universitarios, pero se deben actualizar mediante las revistas,
conferencias y las consultas a bibliotecas.
b. La capacidad moral es el valor del profesional como persona, lo cual
da una dignidad, seriedad y nobleza a su trabajo, digna del aprecio de
todo el que encuentra. Abarca un ámbito amplio relacionado con la
honestidad en el trato y en los negocios, es decir traspasa la frontera
del sentido de responsabilidad en el cumplimiento de lo pactado.
c. La capacidad física se refiere principalmente a la salud y a las cuali-
dades corpóreas, que siempre es necesario cultivar, como buenos ins-
trumentos de la actividad humana.
2.5. Los Deberes Profesionales. Es bueno considerar ciertos debe-
res típicos en todo profesional. El secreto profesional es uno de estos, este le
dice al profesionista que no tiene derecho de divulgar información que le fue
confiada para poder llevar a cabo su labor, esto se hace con el fin de no perjudi-
car al cliente o para evitar graves daños a terceros. El profesional también debe
propiciar la asociación de los miembros de su especialidad. La solidaridad es
uno de los medios más eficaces para incrementar la calidad del nivel intelectual
y moral de los asociados. En fin, al profesional se le exige especialmente actuar
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Año 1 Nº 2 Julio-Diciembre (2008) pp. 190 - 208

de acuerdo con la moral establecida. Por tanto, debe evitar defender causas
injustas, usar sus conocimientos como instrumento de crimen y del vicio,
producir artículos o dar servicios de mala calidad, hacer presupuestos para
su exclusivo beneficio, proporcionar falsos informes, etc. Cuando un profe-
sional tiene una conducta honesta, dentro y fuera del ejercicio de su profe-
sión, le atraerá confianza y prestigio, lo cual no deja de ser un estímulo que
lo impulsará con más certeza en el recto ejercicio de su carrera.

3. La Responsabilidad Ética
Es la primera obligación del contador según el código de ética de esta
profesión. Ella surge de la observancia de los principios y de las reglas de
conducta ética. La falta de observancia puede consistirse en una Acción o
una Omisión; acción cuando se realiza algo en posición a los principios y
omisión cuando no se hace lo que se debe de acuerdo con los mismos.
Es importante comprender lo señalado por Martín (2002, p. 18) que la
responsabilidad ética no se circunscribe sólo al campo de la moral, ella pue-
de sobrepasar tal campo para penetrar en los fueros legales, ya sea civil o
penal. En consecuencia, la ética nos exige una conducta irreprochable, pero
voluntariamente, de acuerdo con nuestra conciencia moral.
Los Gremios Profesionales, deberían de vigilar el cumplimiento de las
reglas de ética y establecer mecanismos de implementación y aplicación de
las sanciones de acuerdo con los reglamentos. Las sanciones que se impon-
gan han de ser de orden moral. Sin embargo, cuando las faltas cometidas
son de tal gravedad que configuran delitos castigados por las leyes comu-
nes, las sanciones aplicables no serán únicamente de orden moral, sino se-
rán también de orden profesional y eventualmente civil y penal.

4. Responsabilidades del contador público


De acuerdo a Cabanella (2001), la responsabilidad es; “La Obligación
de reparar y satisfacer por uno mismo o, en ocasiones especiales, por otra
parte, la pérdida causada, el inferido o el daño originado”. “Deuda Moral”.
“Cargo de conciencia por un error”. “Debe sufrir las penas establecidas para
los delitos o faltas por dolo o culpa”. “Capacidad para aceptar las conse-
cuencias de un acto consciente y voluntario”
Las dos categorías básicas de la responsabilidad jurídica, lo integran la
responsabilidad civil y la penal. La primera se divide en contractual y extra-
contractual. La segunda es genuinamente criminal, que lleva aparejada una
Conducta ética del contador publico ante el acto de fiscalización tributaria
Matos, A. y Urdaneta, S. 197

pena o medida de seguridad, y la civil nacida de delito, para reintegrarle los


daños y perjuicios a la victima del delito y sus bienes y valores.
La pena que apareja la responsabilidad criminal, se traduce en una
pena privativa de libertad, en una pena pecuniaria (multa equivalente en
bolívares, con base en el valor de la unidad tributaria), penas limitadoras de
derechos: ejemplo, suspensión del ejercicio profesional durante cierto tiem-
po, pena de índole moral y de otras clases (gremial).
Ahora bien, una vez presentada la definición del concepto de respon-
sabilidad desde un punto de vista jurídico y desde su aspecto general, se
pasa a definir la responsabilidad profesional. Según la Federación Interna-
cional de Contadores Públicos (F.I.C.P., 1999), la responsabilidad profesio-
nal se deriva de que los otros o usuarios de los servicios profesionales del
contador público acudan a éstos como expertos, para que con su maestría,
conocimientos, habilidades y destrezas lleguen a conclusiones sin errores
sobre los problemas que ellos tienen.
De hecho, el profesional toma las decisiones por los clientes o los indu-
ce, asesora o aconseja; no obstante los errores o consecuencias los sufren los
clientes, por ser los responsables directos ante terceros: organismos públi-
cos y privados; los cuales pueden perder la libertad o la empresa sufrir que-
brantos económicos producto de la insolvencia de la sociedad, por falsear la
información financiera.

5. Código de Conducta
Según Guedez (2004) un código de conducta o un código de comporta-
miento hace referencia siempre al “buen” o “correcto” funcionamiento de una
organización, en forma general de una práctica organizacional determinada.
Bajo la luz de lo expuesto ésta puede estar comprendida desde una guía profe-
sional hasta la actuación de una multinacional, pasando por las obligaciones y
derechos de los empleados, los códigos éticos establecen las reglas y principios
que definen el sentido de la institución y por tanto, establecen el marco norma-
tivo, el criterio de orientación para lo que es correcto o no lo es.

6. La incentivaciòn de la Conducta Ética


Apoyado en las ideas de Autrey (2000), quien desarrolla interesantes
consideraciones acerca de las maneras de influir en el comportamiento ético.
Según Autrey existen dos maneras básicas de lograrlo: los anteceden-
tes y las consecuencias:
198 Revista Venezolana de Tecnología y Sociedad
Año 1 Nº 2 Julio-Diciembre (2008) pp. 190 - 208

Los antecedentes, tienen que ver con lo que se dice a los otros que
deben hacer, con las órdenes, con las declaraciones, en fin, con las instruc-
ciones verbales o escritas.
Las consecuencias, por su parte, se relacionan con los reconoci-
mientos o recompensas, así como con las penalizaciones y castigos. Las in-
fluencias ejercidas mediante los antecedentes es por un tiempo y muy bre-
ve, generan aceptaciones poco arraigadas y promueven un control poco li-
mitado sobre el comportamiento. En cambio, el impacto de las acciones asu-
midas como resultado del comportamiento de la gente, es decir las conse-
cuencias, varía de acuerdo con sus diversos tipos.
Además de los antecedentes y de las consecuencias, debemos añadir
otro medio fundamental de incentivar conductas éticas. Nos referimos al
modelaje, el cual representa el recurso más poderoso para reforzar, repo-
tenciar y expandir el comportamiento ético en las organizaciones. Mediante
el ejemplo se genera una contagiosa atmósfera que trasciende lo simple-
mente receptivo o reactivo. Las convicciones las fidelidades y la innovación
son las expresiones mas notables que proceden de los modelajes.

7. Competencia y honestidad
El desempeño profesional y gerencial resultan, en una significativa
proporción, de la combinación de dos variables clave, las cuales son según
Benavides (2001): la competencia técnica por un lado, y la honestidad inte-
lectual y ética, por otro. Aquí entendemos por competencia técnica al domi-
nio de informaciones, conocimientos, habilidades y destrezas asociadas con
una determinada profesión o con un particular rol. La honestidad ética, por
su parte, la interpretamos como aquellas creencias, actitudes, conductas y
valores que fundamentan y orientan las decisiones.
Los cruces entre estos aspectos producen fuertes impactos organiza-
cionales. Los resultados podrían ser de cuatro tipos, según se establezcan
las siguientes relaciones:
La desagregación planteada permite percibir que cuando se dispone de
baja competencia técnica y de baja honestidad se promueven resultados ne-
gativos propios de un perdedor. Por el contrario, cuando los dos factores se
expresan en sus mayores niveles se aprecia el comportamiento de un triunfa-
dor, aparecen las otras dos opciones. Una es aquella en la cual se conjuga un
elevado grado de competencia técnica con una débil honestidad, con lo cual
se revela la conducta de un intimidador que envuelve en sus conocimientos
sus intenciones de manipulación y de aprovechamiento desconsiderado. La
Conducta ética del contador publico ante el acto de fiscalización tributaria
Matos, A. y Urdaneta, S. 199

otra posibilidad está representada por el caso de una persona con baja com-
petencia técnica pero con un significativo nivel de honestidad.
Basado en lo antes expuesto, pudieran surgir conductas inocentes que,
al ser aparentemente inofensivas, pueden promover mayores desajustes or-
ganizacionales. En este sentido, se tiene entonces, inténtalo citado por Alder,
(2002) define que nuestra conducta es el resultado del estado en que nos en-
contramos. Para nuestro caso, un estado puede definirse como la suma de los
millones de procesos neurológicos que se producen en nuestro interior o en
otras palabras, la suma total de nuestra experiencia en cualquier momento
dado. Hay estados como la confianza, el amor, la seguridad interior, la ale-
gría, la fe, que potencian, que liberan fuentes inagotables de poder personal.
Y hay estados que paralizan y que nos dejan impotentes, como la confusión,
la depresión, el miedo, la angustia, la tristeza y la frustración.
Muchos de nuestros estados ocurren sin ser dirigidos conscientemente
por nosotros. Vemos algo, y frente a ello reaccionamos cayendo en un esta-
do determinado, que puede ser de los estimulantes y útiles, o de de los que
nos incapacitan y nos limitan, pero en todo caso, la mayoría de las personas
poco pueden hacer para controlarlos. De allí que la diferencia entre los que
fracasan en sus objetivos vitales y los que triunfan, es la disparidad, que hay
entre los que obtienen un estado afirmativo y los que habitualmente consi-
guen un estado que contribuye a sus logros.

8. Defensa del Contribuyente Durante


la Fiscalización
La siguientes palabras nacen de las experiencias vividas por los auto-
res: Sin la menor duda la fiscalización tributaria es el evento de mayor ten-
sión entre la Administración y el administrado y ello por la sencilla razón de
que, en la mayoría de los casos, esta actuación tan importante se convierte
en una especie de contienda entre el fiscal y el contribuyente, quien se tiene
por evasor mientras no demuestre lo contrario.
Bajo la luz de lo expuesto, se infiere que esta relación poco productiva
y que normalmente desemboca en conflictos totalmente inútiles para ambas
partes puede originarse:
a. Como consecuencia de una mala aplicación de las leyes, tanto del
funcionario actuante como del ciudadano fiscalizado.
b. Como resultado de un desconocimiento de las garantías y derechos
del ciudadano fiscalizado por parte del ente fiscalizador o de la igno-
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Año 1 Nº 2 Julio-Diciembre (2008) pp. 190 - 208

rancia del ciudadano fiscalizado en cuanto a cuales son las competen-


cias del funcionario que fiscaliza.
8.1. La fiscalización es un procedimiento administrativo y como tal so-
lamente puede iniciarse y conducirse por un funcionario debidamente auto-
rizado para ello. La primera fase de la fiscalización consiste en cerciorarse
de que el funcionario actuante es quien dice ser y cuenta con una credencial
suscrita por el Gerente Regional del Servicio Integrado de Administración
Aduanera y Tributaria (SENIAT) o cualquier otro órgano fiscal como el Ser-
vicio Autónomo Municipal de Administración Tributaria (SAMAT) tratán-
dose de una fiscalización de impuestos municipales mediante el cual se le
autoriza para realizar la fiscalización al contribuyente respectivo.
Ese nombramiento, de acuerdo con lo previsto en el artículo 178 del
COT, debe identificar al funcionario actuante, al contribuyente o responsa-
ble, el tributo que será objeto de fiscalización, los periodos fiscales a ser re-
visados, así como cualquier otra información que permita individualizar las
actuaciones fiscales. Si este documento falta, la fiscalización no puede lle-
varse a cabo y si a pesar de ello el funcionario se insiste en ejecutarla, el su-
jeto fiscalizado debe dejar constancia de lo que ocurre, preferiblemente a
través de un juez. En adición a esto se puede interponer contra el funciona-
rio un reclamo con fundamento en los artículos 3 de la Ley Orgánica de Pro-
cedimientos Administrativos y el articulo 6, numeral 2do., de la Ley Orgáni-
ca de la Administración Pública además puede acudir ante cualquier juez
para que reciba una información de nudo hecho contra el funcionario, de
acuerdo con lo previsto en el articulo 939 del Código de Procedimiento Ci-
vil, con miras a exigir a posteriori la responsabilidad administrativa, civil y
penal del mismo
8.2. La fiscalización es un procedimiento administrativo, por lo tanto,
todo lo que ocurra dentro del mismo debe constar por escrito. Por esa razón
en la segunda fase de fiscalización el contribuyente debe velar porque las
actuaciones de la Administración Tributaria, sean realizadas bien sea por el
SENIAT o el SAMAT de manera escrita y sean anexadas al expediente admi-
nistrativo que ordena abrir el articulo 179 del COT, al cual tendrá acceso el
sujeto fiscalizado en todo momento de acuerdo con los artículos 49 de la
Constitución y 151 del C.O.T.
8.3. Asimismo, la tercera fase de la defensa del contribuyente o res-
ponsable en el curso de una fiscalización, consiste en precisar si el funciona-
rio actuante está facultado legalmente para hacer lo que pretende hacer y
en caso contrario, debe dejar constancia escrita de ello. Esta constancia pue-
de realizarse: a) Mediante una comunicación dirigida al Gerente Regional o
en su defecto si se tratara de Impuestos municipales a la Intendencia Muni-
cipal que autorizó la fiscalización; b) A través del escrito de descargos que
Conducta ética del contador publico ante el acto de fiscalización tributaria
Matos, A. y Urdaneta, S. 201

en su oportunidad se presente contra el acta fiscal. En los dos supuestos, la


constancia respectiva deberá ser anexada en el expediente del caso y servirá
para fundamentar mas adelante el vicio de incompetencia manifiesta pre-
visto en el artículo 240, numeral 4 del COT.

9. Normativa Legal
Dentro del marco jurídico de nuestro país se contemplan varios artícu-
los que vinculan esta investigación. Si bien es cierto que, la Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela dispone lo siguiente: “na-
die puede ser obligado a declarar contra si mismo”, todos estamos obligados
al cumplimiento de la ley, en tanto que, la Ley Impositiva presume la culpabi-
lidad del contribuyente y de los terceros de quienes se presuma que han inter-
venido en la comisión de infracciones tributarias, salvo prueba en contrario.
Nuestra Legislación Penal (artículo 178), castiga el suministro de
datos falsos o incompletos sobre hechos relevantes para la determinación
de un impuesto, cuando con ello se declarare al fisco una suma inferior a la
debida u omitir información que afectaría la cantidad a pagar al fisco. Esto
implica la presunción de culpabilidad del contador, ya que el mismo es la
persona idónea para la preparación de los datos que deben ser proporciona-
dos a la hacienda pública.
Ahora bien, en el derecho penal, la participación en el suministro de
datos falsos, es un hecho punible de acción dolosa y se relaciona con tres ca-
tegorías:
1. Autor
2. Instigador
3. Cómplice
A los efectos de la participación en calidad de autor, no se toma en cuenta
sólo la clasificación de los sujetos pasivos de la obligación tributaria, sino que
además puede reunir la calidad de tal, cualquier persona que materialmente
proporcione datos fraudulentos en representación del contribuyente.
Cabe destacar, que la disposición enmarcada dentro del código penal
también se aplica en los casos que la persona actué en nombre y representa-
ción del contribuyente, aunque no cuente con un poder de representación
por escrito, sino simplemente con un mandato del mismo. En efecto, me-
diante un contrato o un intercambio de notas, el contribuyente puede solici-
tar a esa persona que lo represente a los efectos de proporcionar y presentar
la declaración jurada de impuestos que contenga datos falsos y que produz-
ca el resultado previsto en la norma penal.
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Año 1 Nº 2 Julio-Diciembre (2008) pp. 190 - 208

Basado en lo ante expuesto, y en virtud de las vivencias de los autores


puede formularse la siguiente interrogante a modo de ejemplo ¿Puede el
contador ser clasificado como autor o co-autor del delito de evasión, en re-
presentación de personas jurídicas contribuyentes?
La respuesta es afirmativa. En virtud a las disposiciones de la ley, es al
representante a quien se le impone la obligación de proporcionar datos. Sin
embargo, en este caso particular, no se debe realizar declaraciones falsas,
sino que se vale del contador.
Siendo así, se debe señalar que no se puede hablar de que los contado-
res sean un instrumento, puesto que los mismos saben que están proporcio-
nando información falsa. Por ello los contadores son autores, y el contribu-
yente podría, según las circunstancias, ser cómplice o instigador.
En la realidad profesional, muchas veces la declaración jurada del
contribuyente es firmada por el contador. Lo anteriormente citado, conlleva
al contador hacer suya la declaración, porque la firma y por ello debe sopor-
tar las consecuencias de sus actos.
En el caso de existir una declaración conjunta del contador y del con-
tribuyente, ambas personas estarían declarando o informando falsamente.
Este seria un caso de co-autoría y uno y otro serian considerados como re-
presentantes de la persona jurídica contribuyente.
Cabe destacar, que no se trata de sancionar al contador por inexactitu-
des o irregularidades consistentes en faltas normales que puedan ser come-
tidas, sino solamente por aquellas declaraciones falsas, con entidad sufi-
ciente como para causar daño o perjuicio, derivado de la información eco-
nómica que se presenta.
Falsear la contabilidad, es falsear a la verdad en la narración y en el re-
gistro de los hechos económicos, cabe señalar que la contabilidad hoy en día
se debe realizar conforme a los principios contables generalmente acepta-
dos razón esta por la cual, el contador público debe tener el conocimiento
de los mismos y así poder respetar las reglas tributarias.
Esto tiene una consecuencia directa con la proporción de datos falsos
sobre hechos relevantes para la determinación de la obligación tributaria y
que, en la mayoría de los casos, produce un déficit entre el impuesto liqui-
dado total o parcialmente y el impuesto ingresado al fisco, lo cual configura
la existencia de una evasión de impuestos, de acuerdo al Código Penal.
Si se diera el hecho, que el contador en forma conciente y voluntaria,
proporcione al contribuyente comprobantes falsificados, dicho acto integra-
ría un agravante y seria responsable del delito de producción de documen-
tos no auténticos previsto en el Código Penal.
Conducta ética del contador publico ante el acto de fiscalización tributaria
Matos, A. y Urdaneta, S. 203

Cuando el contador por ejemplo, no tenga conocimiento o informa-


ción que los documentos proporcionados por su cliente son falsos o se ha-
llan adulterados, no puede ser responsable del hecho, puesto que el mismo
no ha obrado con “dolo”, requisito este exigido para sancionar la conducta.

10. Aspectos Constitucionales y Legales


de la Función Pública y de la Administración
Tributaria
La Administración Tributaria, como entidad que forma parte de la Ad-
ministración Pública, está sometida a los principios rectores que orientan el
accionar de este sector. Al referirnos a las facultades de la Administración
Tributaria, no se puede pasar por alto que su actuación debe regirse, en pri-
mer lugar por las disposiciones que de manera muy clara y expresa, están
consagradas en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de
1999. Así, cualquier acto que contrarié el espíritu y propósito de estas nor-
mas fundamentales estaría viciado de nulidad.
De la misma manera, es importante acotar que las facultades de la Ad-
ministración Tributaria son muy extensas y en consecuencia es notable el
abuso de las mismas en perjuicio de los administrados y contribuyentes, de
igual forma se puede observar lo especificado en el artículo 141 de la Cons-
titución que establece que “La Administración Pública está al servicio de los
ciudadanos y ciudadanas y se fundamenta supuestamente en los principios
de honestidad, participación, celeridad, eficacia, transparencia, rendición
de cuentas y responsabilidad en el ejercicio de la función en este sector, so-
metido de pleno derecho.
En este mismo orden de ideas, el articulo 25 de la Constitución prevé
que “Todo acto dictado en ejercicio del poder público que viole o menosca-
be los derechos garantizados por esta Constitución y la ley es nulo y los fun-
cionarios o funcionarias que desarrollen actividades en este sector y orde-
nen o ejecuten incurren en responsabilidad penal, civil y administrativa”.
Los funcionarios y demás personas que presten servicios en la Admi-
nistración relacionada con el sector antes citado están en la obligación de
tramitar los asuntos cuyo conocimiento les corresponda y son responsables
por las faltas en que incurran los interesados, éstos podrán reclamar ante el
superior jerárquico inmediato, el retardo, omisión, distorsión o incumpli-
miento de cualquier procedimiento, diligencia o plazo en que incurrieren
los funcionarios responsables, según lo establecido en el Articulo 6 de la Ley
Orgánica de Procedimientos Administrativos.
204 Revista Venezolana de Tecnología y Sociedad
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11. Facultades Durante el Proceso de Fiscalización


y las Opiniones del Contribuyente
Corresponde analizar con detenimiento las facultades que nuestro or-
denamiento jurídico concede a la Administración Tributaria, particular-
mente el análisis de las previsiones contenidas en el COT-2001, desarrolla-
das en sus artículos del 128 al 136.
El Código inicia la sección reconociendo que: “La Administración Tri-
butaria dispondrá de amplias facultades de Fiscalización y Determinación
para comprobar y exigir el cumplimiento de las obligaciones tributarias”
(Art. 127).
El COT asimila los conceptos de “fiscalización” y “determinación”,
para referirse al proceso administrativo que traerá como resultado precisar
la existencia y cuantía de la obligación tributaria. A pesar que el concepto de
determinación no aparece en el nuevo COT, se considera que la definición
que traía el COT (1994) era precisa y no ha debido omitirse. Durante ese
proceso administrativo de investigación o “fiscalización”, la administración
se encuentra facultada para realizar o ejecutar las siguientes acciones:
1. Practicar y ejecutar las fiscalizaciones propiamente dichas
El inicio del proceso de fiscalización debe autorizarse mediante provi-
dencia administrativa la cual debe estar firmada por la máxima autoridad
tributaria de la región o jurisdicción (Gerente de Tributos Internos o Geren-
tes de Aduana). Las providencias delimitan el campo de acción de los fun-
cionarios fiscales y como bien lo expresa el COT, autoriza a que las fiscaliza-
ciones puedan “efectuarse de manera general sobre uno o varios periodos
fiscales o de manera selectiva sobre uno o varios elementos de la base impo-
nible” (Art. 127, ordinal 1).
La necesidad de la providencia para el inicio del proceso administrati-
vo de determinación indica que la fiscalización es un proceso solemne, re-
vestido de formalidades de obligatoria observancia, que se inicia precisa-
mente con la providencia. Este documento debe ser cuidadosamente elabo-
rado por la administración tributaria y analizado por los propios contribu-
yentes.
En cuanto, a la Providencia autorizatoria, ésta debe contener, al
menos, los siguientes elementos:
a) Oficina emisora del acto (Gerencia operativa del SENIAT).
b) Lugar y Fecha de emisión.
c) Contribuyente al cual va dirigida la fiscalización, con indicación de
su dirección y número de Registro de Información Fiscal (RIF).
Conducta ética del contador publico ante el acto de fiscalización tributaria
Matos, A. y Urdaneta, S. 205

d) Funcionarios autorizados para el proceso de investigación.


e) Impuestos a ser fiscalizados.
f) Periodos de imposición objeto de la fiscalización.
g) Identificación y firma del funcionario que autorizo el acto.

12. Los Derechos del Contribuyente


A la par de las facultades amplísimas del cual está dotado el ente tribu-
tario, existen derechos y garantías constitucionales que protegen a los suje-
tos pasivos de la obligación tributaria, particularmente a los contribuyentes.
Estas normas se encuentran en nuestra Constitución de la Republica
Bolivariana de Venezuela al igual que en el ordenamiento jurídico en general.
Tal como lo señala Pittaluga (1999), en el sentido que todo contribuyente tie-
ne el Derecho a ser oído, derecho a la notificación, derecho a la formación del
expediente administrativo y acceso al mismo, derecho a la determinación so-
bre base cierta, garantía de la presunción de inocencia, derecho a la motiva-
ción de la decisión, derecho a la caducidad del procedimiento determinativo,
derecho a invocar la prescripción y garantía de la irretroactividad.
A pesar de la claridad de las normas y principios que hemos esbozado,
es importante destacar que no existe aun en Venezuela una Ley que proteja
los derechos de los contribuyentes o una enunciación expresa de los mis-
mos, como existe en España.
Por eso en algunas oportunidades se ha hecho referencia a la impor-
tancia de que exista una consagración formal de tales derechos en el orde-
namiento jurídico del país. Esta es una necesidad inminente, sobre todo en
momentos en que el SENIAT goza de amplias facultades sobre las cuales se
ha hecho referencia en el contenido de este articulo y además existe en el
país una presión tributaria cada vez mayor, reforzada con declaraciones de
los mas altos voceros del Ejecutivo Nacional en las que se amenaza con ac-
ciones agresivas y poco usuales por parte del SENIAT.
Por otra parte, la facultad de actuar o de obrar que la Carta Magna le
confiere al Estado, para la consecución del bien común como meta, confor-
ma el concepto jurídico del Poder Público, surgiendo como una de sus mani-
festaciones el poder tributario, el cual alude a la facultad atribuida a los ór-
ganos legislativos de cada uno de estos niveles, de crear un conjunto de nor-
mas jurídicas destinadas a imponer tributos.
Es importante destacar, que ese poder de exacción del Estado sobre el
patrimonio del contribuyente, no es omnímodo ni ilimitado, sino que cono-
ce unas restricciones derivadas de los principios constitucionales que for-
206 Revista Venezolana de Tecnología y Sociedad
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man el sistema tributario venezolano, constituyendo verdaderas garantías a


favor de aquellas personas consideradas sujetos pasivos de la relación jurí-
dica tributaria.
Del mismo modo, la carta magna establece dentro de las sanciones tri-
butarias las siguientes: multa, decomiso de bienes, destrucción de los efec-
tos materiales objeto del ilícito o utilizado para cometerlo, clausura tempo-
ral del establecimiento, inhabilitación para el ejercicio de oficio y profesio-
nes, suspensión o revocación del registro y Autorización de industrias y ex-
pendios de especies gravadas y fiscales; y en algunos casos, la pena privati-
va de libertad.
En este sentido, la clausura del establecimiento se presenta como una
sanción al incumplimiento del contribuyente al mandato contenido en una
norma jurídica, específicamente al incumplir dos (2) tipos de deberes for-
males, incurriendo en ilícitos formales.
El primero relacionado con la obligación de emitir y exigir compro-
bantes, será sancionado además de la multa, con la clausura de uno (1) has-
ta cinco (5) días continuos de la oficina, local o establecimiento en que se
hubiere cometido tal ilícito, todo de conformidad con el artículo 101 del
mencionado instrumento legal.
Paralelamente, el segundo ilícito formal sancionado con la clausura
del establecimiento, es el atinente a la obligación de llevar libros, registros
especiales y contables en los impuestos indirectos, presentándose tal ilícito
en los casos señalados en el articulo 102 del Código Orgánico Tributario, el
cual su comisión acarrea tanto la sanción pecuniaria (multa), así como la
clausura de la oficina, local o establecimiento, por un plazo de tres (3) días
continuos.
El problema se plantea que desde el punto de vista constitucional y
ante la responsabilidad del contador publico ante el acto de la fiscaliza-
ción de la administración tributaria es inconstitucional ya que se violan los
artículos 87, 112 y 115 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela.
La carta Magna establece que se debe garantizar a todos los ciudada-
nos el derecho al trabajo, al libre ejercicio de la actividad económica de su
preferencia; y a la propiedad respectivamente, por una parte, pero por la
otra, la aplicación de la sanción de la clausura , trae como consecuencia in-
mediata la inhabilitación de la actividad tanto mercantil del comerciante,
como laboral de este y sus trabajadores, por varios días de manera continua,
trayendo efectos no sólo al comerciante, sino también al publico consumi-
dor en general, e inclusive a la actividad de la Administración Tributaria, al
ver mermada su labor de recaudación.
Conducta ética del contador publico ante el acto de fiscalización tributaria
Matos, A. y Urdaneta, S. 207

En el mismo orden de ideas, Guedez (2006) expone que la conciencia


asumida antes tales experiencias ha permitido que tanto los aspectos de la
ética gerencial como los de la responsabilidad social empresarial sean asu-
midos de manera proactiva, pues no sólo dejan de sentir el riesgo y las con-
secuencias de sus ausencias, sino que también promueven las evidencias de
sus ausencias, sino que también promueven las evidencias beneficiosas de
su presencia.
Por esta vía se ha experimentado la redimensión y revitalización de
ambos conceptos, así como una conjugación de ellos en la perspectiva de un
mismo compendio: la ética se entiende como el origen esencial de la respon-
sabilidad social empresarial o, si se quiere, la responsabilidad social empre-
sarial es la expresión social de la conducta ética.

Consideraciones Finales
La ética, la responsabilidad, la integridad y la objetividad son factores
determinantes en la función que ejerce el contador público en su actuación
profesional definida por las actividades y comportamientos que trascienden
desde una simple asesoría hasta actuaciones múltiples ejercidas con la fina-
lidad de defender al contribuyente durante y en la culminación del proceso
de fiscalización realizado por parte de la Administración Tributaria respec-
tiva, acatando los códigos éticos establecidos en reglas y principios en la ley
del ejercicio de la contaduría pública, el código orgánico tributario conjun-
tamente con la ley orgánica de procedimientos administrativos, con la pro-
pósito de establecer un criterio de orientación para lo que es correcto o no lo
es, en la defensa del contribuyente.
De allí, la importancia de concientizar a estos profesionales para que
actúen en una forma justa y puedan enmarcarse en el ejercicio de la profe-
sión, con un grado de responsabilidad ética, cuya perspectiva debe ser la de
un asesoramiento integral, digno de nuestra ocupación.

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INSTITUTO UNIVERSITARIO DE TECNOLOGIA DE MARACAIBO
VOL. 1 Nº 2 JULIO-DICIEMBRE (2008) pp. 209 - 220

La ética periodística, responsabilidad


profesional

Jacinta Barrios

Resumen
Este ensayo tiene como finalidad hacer referencia sobre la ética periodística
como responsabilidad profesional, lo que significa para un comunicador
social responder ante él mismo, ante su conciencia y ante la sociedad por
sus actos y sus consecuencias. Ser responsable como profesional es el
máximo compromiso humano y debe estar marcada por una
responsabilidad social de mayúscula exigencia. De la misma manera los
profesionales de la comunicación tienen la obligación de cumplir sus
labores de manera responsable y evitar trastocar sus funciones de servidor a
la sociedad en la que está inserto. Su oficio es informar, orientar y
entretener tomando en consideración el compromiso, el respeto, la
credibilidad, la imparcialidad y de otros aspectos que comprenden la
disposición del comunicador social en función del público a quien va
dirigida la información. En la medida que no se cumplan los preceptos
comunicacionales o valores periodísticos se pierde la verdadera misión de
orientar e informar. El periodista debe comprometerse públicamente a
cumplir los deberes y normas propias en su desempeño profesional. La
función de informar radica esencialmente y en última instancia, en
convertir una responsabilidad social en objetiva, dado que la sociedad
global es la que juzgará la conducta del informante.
Palabras clave: Ética periodística, responsabilidad, valores, compromiso,
respeto, credibilidad.

1 Especialista en Administración de Personal. IUTM, Departamento de Cultura Comunicacional.


E-mail: [email protected]

Recibido: 11-11-08 ~ Aceptado: 20-11-08


210 Revista Venezolana de Tecnología y Sociedad
Año 1 Nº 2 Julio-Diciembre (2008) pp. 209 - 220

The journalistic ethic, professional responsibility

Abstract
The purpose of this study is to refer to the journalistic ethic as a professional
responsibility, which for social communicators means responding to
themselves, to their consciences and to society for their acts and their
consequences. Being responsible as a professional is the maximum human
commitment and ought to be marked by a social responsibility of capital
demands. In the same manner, communications professionals have the
obligation to complete their jobs in a responsible manner and avoid
disrupting their functions as servants of the society in which they live. Their
job is to inform, guide and entertain, taking into account commitment,
respect, credibility, impartiality and other aspects that constitute the
placement of the social communicator in terms of the public to whom the
information is directed. To the measure that the communicational precepts
or values are not fulfilled, the true mission of guiding and informing is lost.
The journalist should be publically committed to fulfilling the desires and
norms that are part of his/her professional performance. The function of
informing is rooted essentially and finally in converting a social
responsibility into an objective, given that global society is the one that
judges the conduct of the informant.
Palabras clave: Journalistic ethic, responsibility, values, commitment,
respect, credibility.

Éthique du Journalista et da Responsabilité


Professionnelle

Résumé
Cet essai a pour but de faire référence sur l’éthique journalistique comme
responsabilité professionnelle et ce qui signifie pour un communicateur
social répondre devant lui même,ainsi comme devant sa conscience et
devant la société par ses actes et ses conséquences. Être responsable comme
professionnel cé est le compromis humain qui doit être marquée par une
responsabilité sociale d’exigence capitale. De cette façon les professionnels
de la communication ont l’obligation d’accomplir ses tâches de manière
La ética periodística, responsabilidad profesional
Barrios, J. 211

responsable et éviter se détourner de ses fonctions comme employé de la


société dans laquelle il est inséré. Son office est d’informer, d’orienter et
entretenir en prenant en considération le compromis, le respect, la
crédibilité, l’impartialité et d’autres aspects qui comprennent la disposition
du communicateur social en fonction du public auquel est dirigée
l’information. Dans la mesure qu’on n’accomplit pas les préceptes
communicationnels ou valeurs journalistiques, on perd la véritable mission
d’orienter et informer. Le journaliste doit se engager à remplir
publiquement les devoirs et les normes propres dans son exercice
professionnel. La fonction d’informer est située essentiellement et en
dernier ressort, en convertir une responsabilité sociale en objetive, puisque
ce sera la société globale qui jugera la conduite de l’informateur.
Mots clef: Ethique journalistique, responsabilité, valeurs, compromis,
respect, crédibilité.

Introducción
Dentro del ejercicio profesional diario en la comunicación, uno de los
deberes que actualmente ha servido como tema de debate para diversas so-
ciedades es la ética periodística, más todavía bajo el contenido democrático
de las sociedades latinoamericanas de las últimas décadas que han convoca-
do, especialmente para este sector profesional.
Por eso, en el ámbito conceptual de la ética, la función de informar y
de opinar con responsabilidad profesional periodística ha adquirido un ras-
go de primer orden para la ciudadanía. Los comunicadores sociales están
sometidos a una amplia responsabilidad social y profesional con ética, si es
que desean responder a los deberes asumidos con la colectividad.
La ética informativa en estos tiempos, si bien hay que asumirla, debe
presentar los hechos de forma veraz, con la responsabilidad enmarcada por
un compromiso social de máxima exigencia, además con un grado de im-
parcialidad donde prevalezcan los deberes, que son muy superiores a los de-
rechos, dado a que el informador transfiere los hechos, en forma de noticias
a la conciencia social y éste se convierte en la “conciencia crítica” de la socie-
dad como lo refiere (Vázquez 1995).
Además en esa presentación de los hechos es necesario tomar en con-
sideración los aspectos formales de la narrativa, con el manejo de técnicas
que permitan utilizar un lenguaje académico, a fin de ejercer una de las ver-
daderas funciones del comunicador que es la de educar y por ende influir en
la cultura del público lector.
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1. La ética y la responsabilidad periodística


Uno de los aspectos fundamentales que rige el comportamiento huma-
no en sociedad es la ética, dado a que es el fundamento de la praxis, la raíz
donde brotan todos los actos del individuo. En este sentido el hombre como
periodista es una ventana abierta al mundo o el espejo de la realidad, en el
cual deben reposar las normas de carácter ético y moral como manera de
asegurar a través de las notas informativas una práctica de las verdaderas
funciones del comunicador, como lo es de informar y educar con responsa-
bilidad ética.
Los periodistas deben estar conciente de la responsabilidad social y la
ética que tiene esta profesión, su labor deriva de su condición de servidor
público y ante tales circunstancias se necesitan, profesionales que laboren
en función de un colectivo, es el representante de comunidades y es propul-
sor del bien común. Pero no sólo es responsable en este sentido, ya que va-
rios autores mencionan otros aspectos que son de suma importancia.
Para Mc Quail, (1998) La ética periodística se entiende en líneas gene-
rales, como un conjunto de preceptos, valores y fundamentos estructurados
en función de la posición y de la producción social que realizan los periodis-
tas para su acción profesional. Siendo así que los comunicadores sociales se
encargan de la formalización de los hechos de la realidad, bajo determina-
das reglas y formatos, filtrados por categoría tales como la novedad, la rele-
vancia, la actualidad o lo inusual, las normas, preceptos que se refieren, pre-
cisamente a la densidad de esta labor, la cual no sólo informa, sino que tam-
bién interpreta y enjuicia.
Desde la perspectiva general, la ética y la responsabilidad profesional
es un factor vital para la redacción comunicacional y los elementos correla-
cionados que de ella se desprenden, como el compromiso, el respeto, la cre-
dibilidad, la imparcialidad, de otros aspectos que comprenden la disposi-
ción del comunicador social en función de los usuarios del cualquier medio
de comunicación.
Para Huarcaya, (2004) el periodista no sólo es responsable ante la so-
ciedad de lo que dice, también de cómo lo dice y del procedimiento por el
cual ha obtenido la información. Para la autora un buen periodista debe te-
ner puesta la camiseta de la ética periodística a toda hora y “sudarla” con
pasión, para preservar lo más valioso que tiene su independencia.
Es preciso señalar que todos los medios de comunicación social tienen
sus propios lineamientos como por ejemplo los manuales de estilos que dan
características propias de la labor periodística. Con respecto a los manuales
de estilo Nava et al. (2008) al refieren que son “un conjunto de normas in-
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Barrios, J. 213

ternas de cada publicación que establecen como debe escribirse para ese
medio informativo”. También es relevante destacar la formación ética mo-
ral, académica – intelectual que del mismo modo, deben de tener los perio-
distas, los dueños de los medios informativos, pues la interacción e integra-
ción de ambos (empresa – comunicador social) es vital para el ejercicio ca-
bal de la profesión y un mejor funcionamiento de los medios de comunica-
ción como empresa periodística.
Nava (2002) menciona que de allí, los deberes éticos de un periodista
con su empresa deben basarse en aptitudes naturalmente derivadas de li-
neamientos deontológicos como: El deber de la disponibilidad, donde el pe-
riodista debe dar lo mejor de sí mismo a su empresa. Deber de lealtad, pues
así como se espera que el medio de comunicación, sus directivos y propieta-
rios tengan respeto por la identidad intelectual y profesional, también éste
debe ser leal con la empresa para la cual trabaja.
Sin embargo, la obligación moral de lealtad con la empresa periodísti-
ca en la que labora el periodista tiene sus límites, ya que éste no puede hacer
por solicitud de la empresa, nada que desvirtúe los principios de la ética pe-
riodística, dado a que la responsabilidad en el comunicador social está mar-
cada por un compromiso social de máxima exigencias. Ese compromiso no
tiene paragón, solo debe realizar su labor con su doble plano de responsabi-
lidad profesional y social.

2. Ética y lenguaje académico


El comunicador social de hoy no sólo debe buscar la formación en las
escuelas académicas de la profesión, sino que se debe destacar por su ho-
nestidad en el trabajo. La educación en el periodista es esencial para hacer
de esta profesión un alto espíritu de servicio a la sociedad con un lenguaje
culto que oriente e informe a la colectividad.
Al respecto, Márquez (1996) y Quesada (2005) defienden la importan-
cia que tiene el periodismo impreso, en relación, con el resto de los medios de
comunicación al ocuparse de la prensa escrita, ésta ha sido una enorme tarea
cuyo resultado se mide cualitativamente por lo extenso del volumen. Para el
primer autor (1996) no hay duda acerca de la importancia del lenguaje como
instrumento de comunicación y como medio de expresión.
Para Márquez (1996), el lenguaje paralelamente con su natural desa-
rrollo y con el impresionante perfeccionamiento de los medios de comuni-
cación de masa se ha convertido en arma de doble filo por la penetración
hacia las masas puesto que llega a la inmensa mayoría.
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El autor antes citado señala que un ligero examen de los periódicos vene-
zolanos nos proporciona una serie de muestras de graves errores de lenguaje,
que no son sino el producto de la ignorancia, y muchas veces aún de la falta de
sentido común y de la ética profesional. El lector rehuye de todo aquello que
carece de valor genuinamente humano, de nobleza aunque algunos piensen lo
contrario y en el supuesto que le gustara, la función y responsabilidad del co-
municador sería apartarlo de los niveles de mal gusto y establecer cuales temas
son importantes dignos de captar el interés del lector.
Sobre este punto Jáquez (2001) refiere que un periodismo atrasado,
no educado hace un periodismo inmoral. Cada periodista deberá aprender a
escribir con ética e inteligencia para asumir el liderazgo y la tarea social que
la profesión le exige. En el texto Jaquez (2001) refiere el informar al público
es una tarea difícil. Muy pocos pueden tener éxito en la actividad periodísti-
ca sin el dominio de un lenguaje y de los principios éticos y prácticos de las
amplias y especializadas áreas del conocimiento.
Los mensajes deben ser expresivos, sin presentar problemas de ideas o
de contenidos informativos mal redactados, puesto que, uno de los fines de
la redacción periodística es contribuir a enriquecer la cultura del público
lector.

3. Valores
Los valores positivos según Vázquez (1999), que tiene presente el ser hu-
mano: son la utilidad, la belleza y la justicia, mientras que, los valores de los
polos negativos corresponden a la inutilidad, maldad, fealdad y la injusticia.
Los valores requieren, por consiguiente como condición necesaria, la
existencia de ciertas propiedades reales, sean estas naturales o físicas que
contribuyan de acuerdo a Sánchez (1999), al soporte necesario de las pro-
piedades que se consideran valores.
Como seguimiento de esta actividad Gillezcan (2002), señala que los
valores parten su estudio de la ética, la moral, definición que se extiende
hasta la actualidad, en su concepción etimológica, ética responde al sustan-
tivo griego ezos, costumbre, hábito que deriva a su vez de los verbos ezos,
tener costumbre, estar acostumbrado y ezidso, acostumbrarse, habituarse.
Cortina (2001) plantea la crisis de valores que afecta al mundo, y más
que crisis señala una “inversión” de valores, lo que ha producido una confu-
sión entre la vocación de servicio al público, más bien se trata según Gonzá-
lez (2008), el mostrar transparencia en su operar, siendo capaz de hacer lle-
gar este comportamiento ético a todas las partes interesadas y no la búsque-
da del éxito desde el punto de vista comercial. Al respecto, Cortina (2001)
La ética periodística, responsabilidad profesional
Barrios, J. 215

sostiene que lograr “éxito” es el equivalente a obtener dinero. Sostiene que


con esto ha ocurrido un enorme descuido con el proceso de “auto – realiza-
ción”, que necesariamente no es la obtención del dinero, aún cuando, no
considere que el tener dinero sea dañino.
En relación con las implicaciones salariales, la investigadora mencio-
na uno de los planteamientos de Eleazar Díaz Rangel, Ex-Presidente de la
Asociación Venezolana de Periodistas e Investigador, el cual opinaba que en
lugar de facilitarles a los comunicadores los medios económicos para alcan-
zar la felicidad, tal como lo pregona la ética aristotélica que señala que el
bien es el fin último de las cosas y el bien supremo es la felicidad, al contra-
rio se le remunera con sueldos irrisorios, lo cual desvaloriza la profesión.

4. La responsabilidad ética
Responsabilidad significa responder, ante nosotros mismos, ante nues-
tra conciencia y ante la sociedad, por nuestros actos y sus consecuencias ser
responsable es el máximo compromiso humano (INCE Construcción).
Para Vázquez (1995) ser responsable consiste, en tener que responder
de nuestros actos (responsabilidad individual o ética), ante los demás (res-
ponsabilidad colectiva o social) ante la ley (responsabilidad legal y jurídica) y
ante su grupo de pertenencia (Responsabilidad deontológico o profesional).
Desde la perspectiva general, Vázquez (1995) sostiene que la respon-
sabilidad en el comunicador social debe estar marcada por un compromiso
social de máxima exigencia. Tal compromiso no tiene parangón con rela-
ción a otras personas, solo puede realizar su diario quehacer con un buen
grado de imparcialidad, a condición de que se comprometa en su doble pla-
no de responsabilidad profesional y social.
Cabe recordar que el ejercicio profesional en general se cimenta en el
respeto de ciertos valores, y siguiendo determinadas normas de conducta.
Además, existe consenso sobre la existencia de unos valores que distinguen
a una determinada profesión y le dan fisonomía propia. En el Periodismo, a
ese valor distintivo lo constituye la veracidad.
Buscar sólo la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad, es la
actitud diaria que toda comunidad humana reclama al profesional de la co-
municación, consciente de que las mentiras o medias verdades difundidas
por diversos medios les impiden conocer la realidad, lo que realmente está
sucediendo.
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Sólo en la medida en que las reacciones humanas se fortalecen por la


verdad de las palabras y de las actitudes, crece la necesidad de veracidad y
ésta se convierte en valor.
Así, la verdad constituye la base ética del medio, su razón de ser, de
esta manera, la libertad de información estará más protegida si los periodis-
tas concientizados acerca de su responsabilidad profesional, al tratar de lle-
gar a ella lo hacen informando oportuna, y objetivamente.
Sin embargo, la irresponsabilidad con que se conducen muchos de los
profesionales de la comunicación demuestra que esa concientización está
muy lejos de alcanzar. La veracidad, la aceptación de prebendas, el someti-
miento a intereses económicos, el culto al dinero, son actitudes que se evi-
dencian hoy en día, afectando la credibilidad del público lector, contribu-
yendo al desprestigio general de la profesión, y haciendo perder de vista
que el último fin del periodismo es la búsqueda del bien común.
Considerando que dentro de los sectores económicos mundiales, el de
la Comunicación es el que más rápido desarrollo y crecimiento ha tenido,
ocupando los medios masivos un lugar preponderante en cuanto empresa.
Es importante hacer una breve reflexión de la responsabilidad social que le
compete al periodista frente a la información considerada como una mer-
cancía desde una perspectiva empresarial.
Ante el hecho de que los medios de comunicación además de efectuar
un servicio que es público son también una industria que debe ser económi-
camente rentable para seguir funcionando, cabe esperar el surgimiento de
conflictos entre los profesionales y las empresas, debido a la dificultad de
compaginar los intereses y las convicciones morales.
Este problema moral que afecta a los deberes y derechos de los profe-
sionales debe ser resuelto en el contexto de una ética de los profesionales de
la información, en cuanto concierne a sus fidelidades y lealtades para con la
empresa a la que pertenecen y para con la sociedad a la que sirven, de esta
manera Cortina (1998) determina la responsabilidad ética como la capaci-
dad de respuesta del ser humano a través de sus actos y del contenido ético
de sus efectos.

5. La Credibilidad
La credibilidad del comunicador social está ligada al compromiso con
la verdad, a la búsqueda de la precisión, imparcialidad, equidad y la clara
diferenciación entre los mensajes comerciales, de opinión y la información
periodística.
La ética periodística, responsabilidad profesional
Barrios, J. 217

La credibilidad del comunicador la constituye la objetividad con la


que se maneja la información, como se cuentan los hechos en todas las di-
mensiones por parte de ellos.
Para Wagner (2001) a la credibilidad del comunicador se le denomina
“prueba ética pragmática” por que consiste en enviar mensajes con atribu-
ciones éticas, por parte del emisor y que le son asignadas por el receptor.
En su sentido plenario, el citado autor se refiere a la conducta ética del
emisor mensaje-credibilidad de la fuente, que consiste en un conjunto de
actitudes y creencias que un auditorio tiene respecto a las fuentes basadas
en tres rangos esenciales: buena intensión, confiabilidad y competencia o
experiencia
Por su parte para Quesada (2005) lo preocupante del tema es que la
pérdida de credibilidad en la prensa es un problema que provendría, en mu-
chos casos, de ella misma y la solución a este desvió deberá venir de adentro.
Se plantea entonces para el autor antes citado el problema, de la pren-
sa escrita sería, aquella que tiene como misión orientar e informar y no pro-
pagar el escándalo o el chisme, como en los diarios populares informales, un
pérfido demoledor de su credibilidad, y las eventuales malas prácticas de
los diarios informales llegan a toda la sociedad que tiende desapercibida-
mente, a englobar a toda la prensa cuando la juzga.
En todo caso, el autor no es contrario a la existencia de una prensa po-
pular que atienda a un mercado que busca ese tipo de producto, pero siem-
pre y cuando no se aleje ésta de los valores periodístico como lo son la ho-
nestidad, independencia en la redacción, valor, imparcialidad, equilibrio y
credibilidad que es lo esencial para informar a la comunidad en la que está
inserto.
Por consiguiente, el oficio de la prensa es informar, orientar y entrete-
ner a la población acerca de los hechos o noticias para hacer. La interpreta-
ción de lo visto, leído o escuchado, para transformarlo en material intere-
sante y novedoso dirigido al colectivo.

6. Compromiso ético o experiencia


El periodista, además de su misión de informar, lo cual hace en primer
término, puesto que su compromiso consiste en orientar al público lector
mediante sus opiniones sobre los más diversos campos de la actividad hu-
mana. Además, expone sus propios puntos de vista sobre los tópicos que re-
quieren doctrina, convicción, claridad y consistente posición frente a cuanto
interese a la colectividad a la cual orienta. Sobre este punto Cuenca (1996)
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manifiesta que la comunicación, esencial de las actividades del ser humano,


necesita regularse en el plano de lo ético y lo jurídico.
Por otra parte, Ramírez (2004) en cuanto al sistema político de las na-
ciones, asegura que no se puede hablar de democracia “en ausencia de una
prensa que no tenga garantías suficientes para desarrollar su labor”. El au-
tor considera que los medios de comunicación tienen la obligación de cum-
plir sus funciones de manera responsable y evitar trastocar sus funciones de
comunicadores a manipuladores de la información.
En lo esencial, para el investigador y editor, la importancia de que los
periodistas asuman su responsabilidad es dado a que sin información sufi-
ciente se abona el terreno de la especulación. Sin embargo, los profesiona-
les representan el sujeto cualificado encargado de la realización de los
medios, cualificación que ha sido oportunamente avalada mediante la pre-
paración y formación correspondientes durante mucho tiempo.
Son ellos pues, quienes están especialmente obligados a conocer los
aspectos valorativos y normativos de la actividad comunicativa, así como
también a tener una especial sensibilidad acerca de los efectos derivados de
su actividad, tal y como han podido ser acreditados, a través de una larga
experiencia histórica de actividad mediática y de estudios sobre ésta.
De modo que si bien los destinatarios y aún más los empresarios de la
comunicación tienen su parte fundamental de responsabilidad y compromi-
so ético es evidente que quien ha estudiado, se ha preparado y ejerce como
sujeto cualificado de la actividad comunicativa, es el profesional de la co-
municación Es él quien debe conocer todo lo referente a ese saber hacer
ejercido con compromiso social y responsabilidad ética

Conclusiones
A través de este artículo no es que se trata de imponer reglas a los co-
municadores, pero si mover la conciencia de quienes ven en el periodismo la
oportunidad de servir a la comunidad, en verdad los conceptos son univer-
sales, están presentes, pero que muchos no quieren asumirlos.
El periodista de hoy, en todos los renglones de su profesión, se debe
destacar por su honestidad en el trabajo, desempañar un verdadero perio-
dismo, capaz, despojado de intereses, socialmente orientado, con alto espí-
ritu de la moral, la ética, inteligencia, tolerancia, discernimiento para reco-
nocer lo justo y con coraje para hacer lo correcto en la justicia.
El desafío es grande y claro, el periodista de hoy y del mañana debe-
rá estar entre los ciudadanos más educados y responsables. Cada profe-
La ética periodística, responsabilidad profesional
Barrios, J. 219

sional de la comunicación en este contexto debe aprender a leer en el verda-


dero sentido de la palabra, escuchar, analizar, inferir, observar, escribir con
ética e inteligencia, para asumir el liderazgo y la tarea social que la profe-
sión le exige.
Muy pocos profesionales de la comunicación social pueden tener éxito
en la actividad periodística sin el dominio de los principios éticos y las prác-
ticas de las amplias y especializadas áreas del conocimiento. Hay que resal-
tar que el poder para moldear el futuro de las comunidades estará en manos
de los periodistas de las generaciones futuras, siempre y cuando esta forma-
ción lleve implícito en cada mensaje, por menos relevante que sea la respon-
sabilidad, el respeto, la credibilidad con un lenguaje sencillo y culto los as-
pectos éticos del periodismo.

Referencias
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REVISTA VENEZOLANA DE TECNOLOGÍA Y SOCIEDAD
INSTITUTO UNIVERSITARIO DE TECNOLOGIA DE MARACAIBO
VOL. 1 Nº 2 JULIO-DICIEMBRE (2008) pp. 221 - 233

Lexematización de siglas y acrónimos


de un corpus recogido del diario panorama

Urcania Semprun y Ovelia Fuenmayor

Resumen
El objetivo de esta investigación consistió en señalar el proceso de
lexematización por los cuales transitan las siglas y acrónimos para convertirse
en lexemas o palabras, para realizar este estudio documental se analizó un
corpus del Diario Panorama de la ciudad de Maracaibo La muestra o corpus
fue recogido en el período del 12 de julio al 10 de agosto de 2004, quedo
conformado por 121 entradas o abreviaturas. La metodología es de tipo
descriptiva, documental y fundamentada en los procesos de lexematización
propuesto por Guilbert (1975), Casado (1985) y Almeda (1999). Los
resultados del análisis fueron los siguientes, de las 121 entradas o ítems que
sirvieron de muestra de este estudio, 78 fueron siglas y 43 acrónimos,
observándose que las siglas tuvieron un 65% de preferencia, mientras que en
los acrónimos fue de 35%. Se constató que la formación de las siglas y los
acrónimos es más común en entidades gubernamentales o públicas que en
entidades privadas. En cuanto, a las abreviaturas que sufrieron el proceso de
lexematización fueron: Informática-PDVSA- Cantv. Se concluye, que el uso
de siglas y acrónimos empleados en los medios impresos, para minimizar la
enunciación de largos nombres de instituciones, se hace en forma repetitiva,
difundiéndose como unidades de lenguaje práctico para el hablante, hasta el
momento en que el individuo pierde el significado del sintagma base de estos
tipos de abreviaturas, acelerando de esta manera su lexematización.
Palabras clave: Lexematización, siglas, acrónimos.

1 Coordinación de Lenguaje y comunicación. Instituto universitario de tecnología de Maracaibo.


E-mail: [email protected].
2 Profesora de Lenguaje y Comunicación. Instituto Universitario de Tecnología de Maracaibo (IUTM).
E-mail: [email protected]

Recibido: 22-10-08 ~ Aceptado: 15-11-08


222 Revista Venezolana de Tecnología y Sociedad
Año 1 Nº 2 Julio-Diciembre (2008) pp. 221 - 233

Lexematization of abbreviations and acronyms


in a body of text collected from the newspaper,
Panorama

Abstract
The objective of this study consisted of indicating the lexematization process
through which abbreviations and acronyms pass to become lexemes or words.
To perfom this study, a body of text from the Panorama newspaper, city of
Maracaibo, was collected during the period of July 12 through August 10,
2004, consisting of 121 entries or abbreviations. The methodology is of a
descriptive, documentary type, based on the lexematization processes
proposed by Guilbert (1975), Casado (1985) and Almeda (1999). Results of
the analysis were the following: of the 121 entries or items constituting the
sample for this study, 78 were abbreviations and 43 acronyms, observing a
65% preference for abbreviations, while acronyms had 35%. It was shown that
the formation of abbreviations and acronyms is more common in
governmental or public entities than in private entities. The abbreviations that
underwent the lexematization process were: Informática-PDVSA- Cantv.
Conclusions were that the use of abbreviations and acronyms, employed in the
printed media to minimize the enunciation of long institutional names, is done
in a repetitive manner, disseminated as practical language units for the speaker
up to the moment that the individual loses the meaning of the syntagma, basis
for these types of abbreviations, thereby accelerating their lexematization.
Key words: Lexematization, abbreviations and acronyms.

Lexematización des Sigles et Acronymes d’un Corpus


Rassemblé du Quotidien Panorama

Résumé
L’objectif de cette recherche a consisté en indiquer le processus de
lexèmatización par lesquels transitent les sigles et les acronymes pour se
transformer en lexemas ou mots, pour effectuer cette étude on a analysé un
corpus du Panorama Quotidien de la ville de Maracaïbo l’échantillon a été
conformé par 121 entrées ou abréviations, rassemblés dans la période du
Lexematización de siglas y acrónimos de un corpus recogido del diario panorama
Semprun, U. y Fuenmayor, O. 223

12 juillet au 10 août 2004. La méthodologie est de type descriptive,


documentaire et fondée DANS les processus de lexematización proposé par
Guilbert (1975), Marié (1985) et Almeda (1999). Les résultats de l’analyse
ont été les suivants, des 121 entrées qui ont servi d’échantillon de cette
étude, 78 ont été des sigles et 43 acronymes, en observant que les sigles ont
eu 65% de préférence, tandis que les acronymes on eu moins de utilisation
(35%). On a constaté que la formation des sigles et les acronymes sont plus
communes dans des organismes gouvernementaux ou publics que dans des
organismes privés. Au sujet des abréviations qui ont souffert le processus de
lexematización on peut signaler les suivantes: Informática-PDVSA- Cantv.
On conclut, que les sigles et acronymes employés dans les moyens
imprimés, pour diminuer l’énonciation de longs noms d’institutions, sont
faites de manière répétitive, se considerant comme unités de langage
pratique pour le, locuteur - locutrice jusqu’au présent l’individu perd la
signification du syntagme de base de ces types d’abréviations, en accélérant
de cette manière son lexematización.
Mots Clef: Lexematización, sigles, acronymes.

Introducción
El propósito que ocupa este estudio es señalar el proceso de lexemati-
zación que sufren las siglas y los acrónimos encontrados en un corpus del
Diario Panorama, mediante la metodología de investigación documental, la
cual se fundamenta en responder incógnitas a través del análisis de fuentes
impresas, recogidas tal cual como se presentaron.
El aporte de este estudio consiste en marcar la lexematización de si-
glas y acrónimos encontrados en el corpus, mediante lo planteado por Guil-
bert (1975), Casado (1985) y Almeda (1999), quienes mencionan cómo se
da el proceso de lexematización en las siglas y los acrónimos. Se suele seña-
lar su atipicidad dentro de los patrones tradicionales de formación de pala-
bras (derivación-composición-flexión), puesto que no se trata de ninguno
de ellos, pero es necesario que se estudie en el campo de los neologismos
como parte de la morfología moderna.
La difusión de siglas y acrónimos se constata mediante el elevado uso
por parte de los hablantes, actualmente bastaría con observar las que apare-
cen en cualquier Diario, cada sector de información muestra un conjunto de
siglas y acrónimos, donde el redactor sólo explicita aquellas que considera
que son desconocidas para el lector. Este hecho convierte a las siglas en uno
de los fenómenos más característicos del uso del lenguaje moderno, pues
afecta a dominios tales como deportes, economía ,negocios, ocio, transpor-
te, educación, política, derecho, geografía, entre otros.
224 Revista Venezolana de Tecnología y Sociedad
Año 1 Nº 2 Julio-Diciembre (2008) pp. 221 - 233

El aumento en el número de siglas se debe por un lado, al empleo fre-


cuente y abundante de largos enunciados constituidos por nombres comu-
nes referidos a conceptos en uso de los lenguajes técnicos especializados; y
por otro lado, opera el principio del lenguaje que evita la laboriosa y repe-
titiva enunciación de títulos, nombres de instituciones sobradamente co-
nocidas . Por ejemplo, no es extraño que en vez de ácido desoxirribonu-
cleico, se diga ADN.
El estudio se desarrolló en cuatro fases que consistieron en
1. Fase I. Recolección de un corpus del Diario Panorama.
2. Fase II. Fundamentación teórica.
3. Fase III. Determinación del proceso de lexematización.
4. Fase IV. Análisis de los procesos de lexematización de siglas
y acrónimos.

Metodología
La metodología de este estudio está enmarcada en la investigación docu-
mental, la cual define Chávez (2004), como el estudio que se orienta a recolec-
tar información relacionada con el estado real de la situación, tal cual como se
presentaron en el momento de su recolección, para responder interrogantes
mediante el análisis de fuentes impresas. La población objeto de estudio estuvo
constituida por un corpus, recogida en el Diario Panorama de la ciudad de Ma-
racaibo del Estado Zulia, durante el período el 12 de Julio al 10 de Agosto de
2004. Las fuentes impresas se conformaron de 121 entradas. Los criterios apli-
cados para la misma, se fundamentó en: a) los ítems (siglas o acrónimos), de-
ben ser leídos como palabras y no traducidos a palabras, como modo de dife-
renciarlos de las abreviaturas. Su lectura puede ser por deletreo o silábica,
siempre y cuando no se traduzca al sintagma base original; b) se tomó en cuen-
ta para la recolección de la muestra los despachos periodísticos de economía,
política, opinión, ciudadanos. No se tomó en cuenta entradas registradas en los
cables internacionales de escasa circulación y significación del español en Ve-
nezuela. Admitiéndose sólo siglas y acrónimos internacionales cuando estuvie-
ron presentes en despachos nacionales como ONU – OPEP – OEA – FARC.

Fundamentación teórica
El académico Seco (2002), en su diccionario de dudas y dificultades de
la lengua española, explica claramente como distinguir abreviaturas y siglas.
Una y otras sirven para abreviar lo que se escribe; pero la abreviatura se lee
Lexematización de siglas y acrónimos de un corpus recogido del diario panorama
Semprun, U. y Fuenmayor, O. 225

traduciendo lo escrito por lo que en ello se representa (así lic. se lee forzosa-
mente “Licenciado”, EE.UU. se lee “Estados Unidos”), mientras que las si-
glas no se traducen sino que se leen tal como están escritas (bien como una
palabra como en el caso de LUZ o IVA, bien deletreándolo como en (b.o.d).
Las abreviaturas no son más que formas acortadas en la escritura; las siglas
son verdaderas palabras usadas tanto en la escritura como en el habla.
Las abreviaturas y las siglas se diferencian también en su escritura: las
abreviaturas siempre se escriben con punto al final (Pág., Apdo), las siglas y
los acrónimos se escriben mayoritariamente sin punto (ONU- OEA); las
abreviaturas tienen plural (Págs. Sres.) las siglas son invariables; las abre-
viaturas conservan la tilde en la palabra que representan (Pág., admón) las
siglas nunca llevan tilde.
Muchas personas caen en el error recogido en algunos diccionarios, de
creer que la diferencia entre una abreviatura y un acrónimo estriba en que la
palabra que conforma sea o no pronunciable en sí misma, pero como se ha
visto, esto no es así. El indicio para saber si una abreviatura utilizada, es un
acrónimo o una sigla está en ver si se traduce o si se pronuncia directamente.

Abreviaturas
Son representaciones escritas de la palabra, haciendo uso sólo de sus
sílabas o letras. No se lee la palabra que se crea con la forma abreviada, se
traduce su significado, por ejemplo cuando encontramos “etc” no leemos
/e-te-ce/, leemos “etcétera“. Por su parte, Almela (1999), plantea cuatro
observaciones de interés: a) la abreviatura no se lexicaliza, porque lo que se
lee no son las letras escritas, sino la palabra o las palabras que se abrevia,
que de esa forma se conservan en su estado originario. b) la corresponden-
cia entre abreviaturas y palabras originarias puede variar según los contex-
tos, por ejemplo: n. puede equivaler a neutro- nombre- nacido o m. puede
equivaler a masculino- modo- muerte. c) a la inversa, un mismo lexema
puede corresponder a más de una abreviatura. Por ejemplo factura >
fra/fact. Teléfono > tel/ teléf/tf. d) En la abreviatura nunca se suprime la
primera letra de la palabra o de los componentes del grupo de palabras.

Siglas
Según, Guilbert (1975), cuando se crea una sigla intervienen dos fuer-
zas: por un lado, el deseo de conseguir la reducción gráfica y fonética de
una secuencia sintáctica que resulta demasiado larga, es decir, el deseo de
conseguir una forma más económica; y por otro lado, el cuidado por mante-
ner la relación sintáctica entre los elementos mediante la referencia a todos
y cada uno de los elementos sintácticos de esa secuencia sintáctica.
226 Revista Venezolana de Tecnología y Sociedad
Año 1 Nº 2 Julio-Diciembre (2008) pp. 221 - 233

Por su parte, Martínez de Sousa (1984), menciona que en las siglas,


los grafemas que la componen se independizan con frecuencia de la unidad
de la que formaban parte inicialmente. Las letras iniciales adquieren la au-
tonomía que en ocasiones pueden llegar a adquirir valores fonológicos dife-
rentes de los que tenían en un principio, en función de su nuevo contexto
gráfico y debido a la lectura integrada de las siglas silábicas.
Por su parte Mariner (1972), refiere que antes de llegar a la etapa
mencionada por Martínez de Sousa, debe superarse dos etapas previas; un
primer momento en el que, aunque se escriban sólo las iniciales, al leerlas se
reconstruyen todas las palabras, (de este modo las siglas se comportarían
como una abreviatura, es decir, como un acortamiento que no trasciende al
plano oral; y un segundo estadio, en el que se leen sólo las iniciales, una de-
trás de otra, pero sin pronunciar la sigla como una unidad léxica.
Sin embargo, Casado (1985:19), afirma que en el español “se prefiere
la verbalización a la deletración, si el sistema fonético lo admite”. La lectura
de las siglas, como si se tratara de una palabra, constituye un rasgo caracte-
rístico de la lengua española. En otras lenguas, como el francés o el inglés en
cambio, parece que se da más la segunda etapa, es decir, la lectura de las
iniciales una tras otra.

Acronímia o acortamiento
La acronímia la define Almeda (1999), como la combinación de un le-
xema nuevo, es decir, se estructura tomando el fragmento inicial (llamado
apócope) de una unidad léxica y de un fragmento final (llamado aféresis)
de otra unidad léxica, esta combinación afecta a dos unidades léxicas y da
como resultado un nuevo producto léxico. Un claro ejemplo de este fenóme-
no, es el que acostumbran los padres para darles el nombre a sus hijos, el
cual consiste en combinar el nombre del padre y de la madre, dando origen
a un nuevo nombre.
Estas combinaciones, muchas veces se dan por la unión entre el frag-
mento inicial del nombre del padre y el fragmento inicial del nombre de la
madre, lo que representa un caso de apócope, por ejemplo, el nombre Jos-
mari, es el resultado de la combinación de los nombre (José – María), por
otro lado, la combinación del fragmento inicial del nombre del padre con el
fragmento final del nombre de la madre, por ejemplo, Maribeth, resultado
de la combinación de los nombres ( Mario y Lisbeth) en esta unión se dio
apócope y aféresis. Otro ejemplo de acronímia, es la abreviatura ENELVEN,
En relación con las implicaciones mencionadas anteriormente, Casado
(1985), menciona que la palabra primitiva consta de tres o más sílabas y el re-
sultante suele ser bisilábico, las palabras que se someten a acortamiento sue-
Lexematización de siglas y acrónimos de un corpus recogido del diario panorama
Semprun, U. y Fuenmayor, O. 227

len ser sustantivos: al acortarse conservan la categoría gramatical y el géne-


ro de la base, aunque la terminación de la forma acortada no sea la caracte-
rística de su género gramatical; el acento de la base se mueve y buscará una
acentuación en el término acortado, se suele acortar respetando la división
silábica de la base; los casos de aféresis son muy poco frecuentes, aunque al
final de la forma acortada se oponga a la tendencia morfológica del español.

Lexicalización
La lexicalización de las siglas y los acrónimos, son definidos por Alme-
da (1999, p. 220), como el “proceso por el cual las siglas y los acrónimos se
convierten en lexemas, donde se impone el pragmatismo que es la causa
real que hace que una combinación síglica recorra el camino de la lexicaliza-
ción”. Esto significa, que estos tipos de abreviaturas adquieren un valor úni-
co de significación, por lo que pasan a ser un elemento comunicativo nítido.

Proceso de Lexicalización
A continuación se hace mención de tres autores que plantean cómo se da
el proceso de lexematización de las siglas y los acrónimos. Guilbert (1975,
p.275), afirma que este proceso, está integrado por tres “subprocesos”:
1. A una mayor integración fonética se produce un borrado más inten-
so de la motivación sintagmática inicial.
2. Un borrado más intenso de la motivación sintagmática inicial origi-
na una más completa integración de la sigla en el léxico.
3. A una más amplia integración de la sigla en el léxico corresponde
una mayor disponibilidad morfolexémica.
Estos tres subprocesos ni tienen que estar separados entre sí por cortes
cronológicos, ni su ontogenia sucesiva es real, es metodológica, ni afecta a
todas las siglas por igual.
El proceso de lexicalización de las siglas y acrónimos mencionado por Casa-
do (1985, p. 24), señala que existen cuatro fenómenos que denotan que una sigla
ha dado lugar a una nueva formación léxica, las cuales se hace referencia a:
1. Admite un sufijo que la convierte en sustantivo, adjetivo o verbo.
2. Admite la categoría gramatical de número.
3. Manifestación gráfica de elementos vocálicos procedentes del de-
letreo.
4. Representación gráfica de la sigla, donde ya no se utilicen las ma-
yúsculas o sólo se escriba con mayúscula la letra inicial.
228 Revista Venezolana de Tecnología y Sociedad
Año 1 Nº 2 Julio-Diciembre (2008) pp. 221 - 233

Fases en el proceso de lexematización


Cabe señalar según Almeda (1999, p. 221), que en el proceso de lexe-
matización hay que distinguir dos fases:
Fase transparente: Consiste en la conciencia de índole siglar del
nuevo lexema, así como de su disponibilidad morfosintáctica, manifestán-
dose de cuatro maneras.
1. Gráficas: Empiezan por perder los puntos suspensivos y los espacios
entre letra y letra, luego pasan de tener todas mayúsculas a tener sólo la ini-
cial: Ejemplo. U. N. I. C. E .F. > U.N.I.C.E.F. > UNICEF > Unicef.
2. Fonéticas: Al principio son interpretadas, luego son deletreadas
(lectura por literación), y finalmente son leídas(lectura por sílabación) :
FMI> Fondo Monetario Internacional > efe-eme- i >efemi.
3. Morfosintáctica: Admiten sufijos, prefijos, moción de género, entre
otros. Ejemplo: Anti (prefijo)-otan (sigla). Antiotan.
4. Lexémica: Desarrollan semas como cualquier otra palabra, sobre
todo cuando se emplean como nombres comunes.
Fase opaca: Consiste en la desaparición de la conciencia del hablan-
te sobre el origen compuesto del lexema siglar. Al desarrollo de la fase opa-
ca de la lexicalización de una sigla, contribuyen dos factores. Uno diacróni-
co y otro sincrónico. El factor diacrónico se concreta en el desconocimiento
de la correspondencia entre siglas, acrónimos y lexema base; el factor sin-
crónico es la conciencia que tiene el hablante acerca de la normalidad y fre-
cuencia de las siglas, lo cual “no lleva al hablante medio a la necesidad de
plantearse la solución analítica y le permite quedarse tranquilamente como
si de lexemas unitarios se tratara”.
Este mismo autor, menciona otro elemento que determina la lexica-
lización de siglas y acrónimo, se basa en el grado de dificultad que se pre-
senta en reconstruir el sintagma base original y termina percibiéndose
realmente como un nombre propio, fenómeno que se produce con mucha
más intensidad que en el caso de los préstamos síglicos, puesto que resul-
ta más difícil reconstruir el significado real de la sigla y se interpreta
como una palabra. Cuando se llega a este estadio en el que ya no se reco-
noce la sigla como tal, nos encontramos realmente ente un nuevo lexema
que puede actuar como una nueva base sobre la que podrán formarse
nuevas palabras.
Lexematización de siglas y acrónimos de un corpus recogido del diario panorama
Semprun, U. y Fuenmayor, O. 229

Análisis e Interpretación de los Datos


1. Fase 1. Recolección del corpus del diario Panorama.
El período de recolección del corpus se llevó a cabo desde el 12 de ju-
lio al 10 de agosto del 2004, el cual quedó constituido por 121 entradas, de
los cuales 78 son siglas y 43 acrónimos. Se observó en el corpus, que la for-
mación preferida fue el de las siglas, representando un 65 % y los acrónimos
fueron de 35% del total de los ítems. Por otro lado, se constató que la cons-
trucción de siglas y acrónimos es más común en entidades gubernamentales
o públicos que en entidades privadas, en cuanto a la formación de estos ti-
pos de abreviaturas, en entidades privadas fue en Universidades (URBE –
UNICA) y en entidad bancaria (b.o.d.).
2. Fase 2. Fundamentación teórica.
Se realizó una revisión bibliográfica referida a los procesos de lexema-
tización de siglas y acrónimos planteada por diversos autores, de los cuales,
se seleccionó para este estudio los manifestados por Guilbert (1975), Casa-
do (1985) y Almeda (1999).
3. Fase 3. Determinación del proceso de lexematización
Para determinar el proceso de lexematización del corpus, se tomó en
cuenta los planteados por los autores citados.
4. Fase 4. Análisis e interpretación de los procesos de lexematización
de las siglas y acrónimos. Para el análisis e interpretación de los procesos de
lexematización de las siglas y los acrónimos se tomó en cuenta recortes del
Diario Panorama.
En la siguiente gráfica tomada del Diario Panorama de fecha
25/07/2004 del cuerpo “política”, página 5, se muestra una sigla (PDVSA),
donde no se observa la construcción del significado de la misma, lo que hace
tener un significado designativo único, o sea el hecho de que la sigla pueda
ser un elemento comunicativo nítido, es decir, se emplea como un nombre
común. En este orden de ideas, Guilbert (1975, p. 275), manifiesta que ha
ocurrido un borrado de los sintagmas iniciales, originando una completa in-
tegración de las siglas en el léxico.
230 Revista Venezolana de Tecnología y Sociedad
Año 1 Nº 2 Julio-Diciembre (2008) pp. 221 - 233

Fuente: Diario Panorama (2004), 25 de julio, cuerpo “política”, página 5.


Gráfica 1. PDVSA.

Puede observarse en la siguiente gráfica del periódico Panorama


25/07/2004 del cuerpo “política”, página 5, un acrónimo (ENELVEN), don-
de se muestra la construcción de los sintagmas bases, identificada con letras
diminutas. Este proceso se ubica en la fase transparente (tipo gráfica), que
significa la primera manifestación de la lexematización mencionado por Al-
meda (1999).

Fuente: Diario Panorama (2004), 25 de julio, cuerpo “política” página 5.


Gráfica 2. ENELVEN.

Así también, se puede observar en los sobres de pago emitidos por la


empresa telefónica Cantv, el proceso en su totalidad de la fase transparente
(tipo gráfica), mencionada por Almeda (1999), cuando la sigla pierde los
puntos suspensivos y los espacios entre letras, después pasa de tener todas
las letras mayúsculas a tener en mayúscula sólo la letra inicial.
En este aspecto coincide con lo mencionado por Casado (1985), en su
definición del proceso de lexematización. Por su parte Guilbert (1975),
plantea que a una mayor integración fonética, se produce un borrado más
intenso de la motivación sintagmática inicial, observándose que no aparece
por ningún lado la construcción del sintagma base. Cabe acotar, que se en-
contró en el corpus la sigla Cantv, pero para demostrar su lexematización
las investigadoras tomaron los sobres de pago de la empresa. Por esto es que
no se muestra la gráfica del diario Panorama.
Lexematización de siglas y acrónimos de un corpus recogido del diario panorama
Semprun, U. y Fuenmayor, O. 231

Fuente: Sobre de pago de la empresa (2004).


Gráfica 3. CANTV.

En la Gráfica 4, de fecha 30/07/2004 del cuerpo “ciudadano”, página


12 se identifica un acrónimo (informática) combinación de apócope y afére-
sis, cuyo sintagma base significa información automática. Almeda (1999),
menciona la fase opaca, la cual, consiste en la desaparición de la conciencia
del hablante sobre el origen compuesto del lexema siglar, donde contribuye
dos factores, uno diacrónico y otro sincrónico; el factor diacrónico de con-
creta en el desconocimiento de la correspondencia entre el acrónimo y lexe-
ma base, en cuanto al factor sincrónico es la conciencia que tiene el hablan-
te acerca de normalidad y frecuencia del uso del mismo.

Diario Panorama (2004), 30 de julio, cuerpo “ciudadano” página 12.


Gráfica 4. Informática.

Se observó que de las 121 entradas del corpus, sólo se identificó en la


sigla del Banco Occidental de Descuento (b.o.d.) el uso de letras minúsculas
y puntos suspensivos (Gráfica 5).
232 Revista Venezolana de Tecnología y Sociedad
Año 1 Nº 2 Julio-Diciembre (2008) pp. 221 - 233

Fuente: Diario Panorama (2004), 30 julio, cuerpo “ciudadano” página 12.


Gráfica 5. b.o.d.

Conclusiones
Las siglas y los acrónimos en el lenguaje escrito, preceden a la expre-
sión oral, pero a medida que las siglas se difunden como unidades del len-
guaje establecen con éste una relación dialectal, imponiéndose el pragma-
tismo y por consiguiente su lexematización. Hay que tener en cuenta que su
productividad no puede ser medida con los mismos parámetros con que se
mide la de los procedimientos tradicionales de formación de palabras (deri-
vación-composición-flexión), puesto que no se trata de ninguno de ellos.
Pero éste, necesita ser estudiado en el campo del neologismo como parte de
la morfología sincrónica.
• Se observó la preferencia por la formación de siglas, con un resultado numéri-
co de 78, en comparación con los acrónimos que fueron 43, de un total de 121
entradas.
• Se constató en el corpus, que muchas siglas de formación reciente no incluyen
los puntos suspensivos, excepto la sigla del Banco Occidental de Descuento
(b.o.d),como contraposición a las demás formaciones se identifica con letras
minúsculas, que por lo general se construyen sólo con mayúsculas.
• La formación de estos tipos de abreviatura es más común en entidades guber-
namentales que en instituciones privadas.
Como conclusión general, el uso de siglas y acrónimos que hacen los
medios impresos para minimizar la enunciación de largos nombres de insti-
tuciones, se hace en forma repetitiva, difundiéndose como unidades de len-
guaje práctico para el hablante, hasta el punto en que el individuo pierde el
significado del sintagma base de estos tipos de abreviaturas, acelerando de
esta manera su lexematización.
Lexematización de siglas y acrónimos de un corpus recogido del diario panorama
Semprun, U. y Fuenmayor, O. 233

Referencias
Almeda Pérez, R. (1999). Procedimiento de formación de palabras en es-
pañol. Barcelona España. Editorial Ariel, S.A.
Casado, M. (1985). Tendencias en el léxico español actual. Madrid. Colo-
quio.
Chávez, N. (2004). Introducción a la investigación educativa. Maracaibo –
Venezuela. Taller de ARS Gráfica, A.A.
Guilber, L. (1975). La creatividad léxica. Paris. Francia. Editorial Larousse.
Mariner, S. (1972). Diferenciación gráfica de lexema. Revista española de
Lingüística. Nº. 2 (1), 1 -15.
Martínez de Sousa, J. (1984). Diccionario internacional de siglas y acróni-
mos. Madrid. España. Editorial pirámide.
Panarona (2004). Siglas y acronismo. Julio-Agosto de 2004. Diario. Maracaibo,
Venezuela.
Seco, M. (2002). Diccionario de dudas y dificultades de la lengua espa-
ñola. Madrid España. Editorial Gredos.
REVISTA VENEZOLANA DE TECNOLOGÍA Y SOCIEDAD
INSTITUTO UNIVERSITARIO DE TECNOLOGIA DE MARACAIBO
VOL. 1 Nº 2 JULIO-DICIEMBRE (2008) pp. 234 - 241

Consideraciones sobre la ética


del ingeniero

Orlando Pérez

Resumen
El objeto de la siguiente reflexión es analizar la razón de ser y hacer de la
ingeniería, desde el punto de vista ético, puesto que, por la especificidad de
su objeto de estudio ésta no es capaz de autoanalizarse, en consecuencia se
hace imperativo acudir a otros conocimientos que ayuden a iluminar y
orientar esta reflexión, a través de la Filosofía, la Ética, la Psicología, la
Economía, entre otros, para ir construyendo un paradigma que permita
comprender la naturaleza de esta profesión en el contexto de un mundo
multipolar y más humano.
Palabras clave: Ingeniería, ética, profesión, dependencia tecnológica.

Considerations regarding the ethics of the engineer

Abstract
The object of the following reflection is to analyze engineering’s reason for
being and doing from the ethical viewpoint, given that due to the specificity
of its object of study, it is not able to analyze itself. Consequently, it is
imperative to recur to other types of knowledge that serve to illuminate and
guide this reflection: philosophy, ethics, psychology and economics, among
others, to thereby construct a paradigm that permits understanding the
nature of this profession in the context of a multi-polar, more human world.
Key words: Ingeniería, ética, profesión, dependencia tecnológica.
1 Centro de Estudios de Corrosión. Facultad de Ingienería. LUZ. Instituto Universitario de Tecnología de
Maracaibo. E-mail: [email protected]

Recibido: 25-11-08 ~ Aceptado: 01-12-08


Consideraciones sobre la ética del ingeniero
Pérez, O. 235

Réflexion Sur L’ Éthique de L’ingénierie

Résumé
L’objet de la réflexion suivante c ‘est d’analyser la raison d’être et faire de
l’ingénierie, du point de vue de l’èthique, puisque, par la spécificité de son
objet d’étude, celle-ci n’est pas capable de faire une introspection, en
conséquence il est impératif faire appel à d’autres connaissances qu’aident à
illuminer et à orienter cette réflexion, à travers de la Philosophie, l’Éthique,
la psychologie, la Economie, parmi autres disciplines, pour construire un
paradigme qui permet de comprendre la nature de cette profession dans le
contexte d’un monde multipolaire et plus humain
Mots clef: Ingénierie, éthique, profession, dépendance technologique

Introducción
En pleno siglo XXI, la ingeniería como profesión ha alcanzado un gran
desarrollo, diversidad y complejidad, que se manifiestan en las múltiples re-
laciones que los ingenieros tienen al “profesar” su actividad. Con el objeto
de entender lo más fielmente posible estas relaciones, en su dimensión éti-
ca, es necesario, en primer lugar, tener un concepto claro de lo que significa
la ingeniería. Existen variadas definiciones de la ingeniería, pero una que
consideramos la mejor es: la acción profesional de aplicar la ciencia y la técni-
ca a la conversión óptima e innovadora de los recursos de la naturaleza en
obras de beneficio humano. Esta profesión requiere una extensa, profunda y
sistemática preparación teórica y práctica, con el objeto de contribuir a su
avance y de afrontar los retos planteados por las necesidades humanas. Por
esta razón se considera una profesión de elevado status social, la cual es ob-
jeto de la enseñanza universitaria, implicando el máximo nivel de conoci-
mientos, y por consiguiente una elevada calidad de la docencia, de la inves-
tigación, y de la aplicación en nuevos problemas; actividades que están diri-
gidas a la producción de obras (estructuras, procesos y dispositivos), que
contribuyan al bienestar humano.
Siendo la ingeniería la responsable de producir todas las obras que sir-
ven de infraestructura material para el desarrollo de las actividades de los
seres humanos, es una profesión eminentemente humana; basta observar a
nuestro alrededor los edificios, aparatos electrónicos, automóviles, aviones,
vías de comunicación, vestidos, acondicionadores de aire, plantas petroquí-
236 Revista Venezolana de Tecnología y Sociedad
Año 1 Nº 2 Julio-Diciembre (2008) pp. 234 - 241

micas, sustancias químicas, etc., que buscan mejorar la calidad de vida ma-
terial de la gente.
Sin embargo, a pesar del gran desarrollo científico tecnológico experi-
mentado por la raza humana, donde eminentes científicos e ingenieros han
aportado conocimientos y soluciones a diversos problemas planteados, mu-
chos analistas sociales coinciden en afirmar que en la naturaleza humana
no ha habido tal evolución.
El ser humano continúa siendo víctima del egoísmo, de la vanidad, de
los sentimientos y acciones violentas, del irrespeto a su raza y a la naturale-
za, de la rapacería y voracidad de los bienes, y de muchas otras taras del
comportamiento humano. ¡Tanta inseguridad interior! ¿Dónde está la cer-
teza y el abrigo religioso?. Es así como, en este sentido, la ingeniería ha su-
frido, y sufre, estas calamidades. Todo lo cual hace que nuestra profesión
obtenga resultados insatisfactorios, y muchas veces contradictorios con el
fin último cual es: la felicidad humana.
Tal es el caso de las destrucciones ocasionadas a la naturaleza y de la
llamada ingeniería militar, al servicio de la guerra y del exterminio humano
y material, lamentablemente justificadas, muchas veces en nombre de “la li-
bertad y la paz”, incluso, por prominentes jerarcas religiosos los cuales, si
no apoyan tal irracionalidad, se hacen “la vista gorda”, al estar al servicio o
“temblar” ante “el poder”, pareciera que “el fin justifica los medios”.
Es dentro de esta perspectiva, que la vida pareciera no tener un desa-
rrollo “feliz”, y donde la ingeniería podría estar, cada vez más, al servicio de
los más oscuros propósitos de las locuras que implican la economía de mer-
cado y las luchas por el poder, donde, se requiere una reflexión profunda
acerca de su proceder, es decir, de sus fines, medios, planes, acciones, etc.
Pero la ingeniería por si misma, y en razón de su especificidad, no es capaz
de autoanalizarse, se hace imperativo entonces, acudir a otros conocimien-
tos que ayuden a iluminar y orientar esta reflexión, uno de estos conoci-
mientos es la Ética, disciplina filosófica tradicionalmente, aunque existen
intenciones de convertirla en una disciplina científica, que ha sido objeto de
innumerables tratamientos teóricos y prácticos, y controversiales discusio-
nes a lo largo de la historia de la filosofía y del conocimiento humano.

1. Ética
Lo que se entiende por ética ha tenido y tiene diversos modos de inter-
pretación, en otras palabras, existe un marcado subjetivismo en numerosas
obras que pretenden ser una ética, y no estamos exento de ello; es así, por
Consideraciones sobre la ética del ingeniero
Pérez, O. 237

tanto, que las consideraciones que estamos esbozando deben ser interpreta-
das dentro de esta visión.
Etimológicamente ética según Ferrater (1971) y Guedez (2006) pro-
cede del griego ethos (“modo de ser” o “carácter”), en cuanto a forma de
vida adquirida por el hombre; y moral, proviene del latín mos o mores (“cos-
tumbre” o “costumbres”), en el sentido de conjunto de normas o reglas ad-
quiridas por hábito. Ambas expresiones se utilizan en nuestro medio como
equivalentes, sin embargo, al consultar obras de estudiosos de la ética, en-
contramos que no significan lo mismo. Por considerarla acertada, nos aco-
geremos a la definición de Sánchez Vázquez (1977), para este autor ética
“es la teoría o ciencia del comportamiento moral de los hombres en sociedad”,
en este sentido la ética es el tratamiento científico de los problemas mora-
les, la moral sería entonces el objeto de estudio de la ética.
Los problemas morales son particulares, atañen a unos individuos, a
un contexto particular. La ética busca su explicación en un contexto más ge-
neral. La ética no puede reducirse a un conjunto de reglas, normas o pres-
cripciones morales, pero si puede servir para fundamentar una moral en
particular. Así la ética se relaciona con la moral, como una ciencia en parti-
cular, se relaciona con su objeto de estudio.
Valga decir, comparativamente, la física, cuyo objeto de estudio son
los fenómenos físicos, es la responsable de construir los enunciados de vali-
dez general: leyes, hipótesis y teorías, de descubrir los principios generales
acerca de los cambios físicos; pero un cambio físico en particular no puede
pretender erigirse en un planteamiento de validez universal, para eso está
la física, al estudiar todos los fenómenos en un contexto más amplio, encon-
trar relaciones, semejanzas, diferencias, es decir informaciones que contri-
buyan al saber universal que ilumine cada vez mejor el entendimiento hu-
mano, es una ciencia, siendo el fenómeno físico su objeto.
Por esto la ética no es la moral, la ética estudia el comportamiento mo-
ral de los hombres, sus actos conscientes y voluntarios que afectan a otros, a
la sociedad. La moral tiene que ver, más que con el ordenamiento jurídico
social, con el mundo interno, con las valoraciones internas, con el fuero in-
terno, con los ideales de los individuos, grupos y sociedades, por lo tanto, no
es fácil emitir “sanos y justos” juicios acerca de la conducta de los hombres.
Ahora bien, ¿cuál sería un comportamiento moral?, la respuesta im-
plica una calificación: moral, inmoral, amoral, o cualquier posición inter-
media; por lo tanto hace falta un sistema de referencia que sirva para emitir
el juicio correspondiente, es así como en las sociedades, grupos, individuos,
instituciones, surgen conjuntos de normas, códigos, etc., que intentan regu-
lar las actuaciones de sus miembros dentro de lo que ellos consideran, lo
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Año 1 Nº 2 Julio-Diciembre (2008) pp. 234 - 241

justo, lo adecuado, lo moral, lo conveniente, en definitiva, normas que in-


tentan preservar la existencia de ellos mismos dentro del contexto socio-his-
tórico vivido.
Si se examinan en el tiempo, y en el espacio estas normas, observamos
que ellas se han formulado para resolver problemas concretos de la época y
del lugar donde aparecen, sin embargo, muchos de estos códigos han pre-
tendido ser de validez universal y eterna.

2. Los códigos
Los códigos, así, han servido como mecanismo de autorregulación de
los individuos, grupos y sociedades desde donde han emergido, algunos se
han transplantado a otras realidades socio-culturales-históricas diferen-
tes, con las consiguientes malformaciones culturales, tal fue el caso de la
dominación por la vía de la fuerza bruta en la época de la conquista de
América, donde implantaron los códigos morales, principalmente religio-
sos, desconociendo, avasallando y exterminando las culturas de los pue-
blos invadidos.
Históricamente, estos códigos, han sido fruto, y han sido usados por
los sectores dominantes, constituyéndose en la “moral dominante”, como
contrapartida, han surgido las “morales opositoras”, tal es el caso de las so-
ciedades esclavistas, las cuales, incluso, han contado con la justificación de
las élites pensantes de la época, tal y como ocurrió en la antigua sociedad
griega, donde los más grandes filósofos, justificaron la opresión esclavista.
Por todo lo anterior las llamadas “morales” se nos presentan como un pro-
ducto relativo, dependen de situaciones muy particulares, por eso la imposi-
bilidad de construir una moral absoluta basada en la realidad socio-históri-
ca de una época determinada.
En nuestro país existe el llamado Código de Ética Profesional del Cole-
gio de Ingenieros de Venezuela (CIV) (2008). Casi todo lo conocido respec-
to al comportamiento moral de los ingenieros venezolanos es con respecto a
este código, el cual incorpora argumentos éticos como la virtud, la legali-
dad, la responsabilidad, el honor, la justicia, la reputación, el deber, etc.,
cuyo incumplimiento demostrado da lugar a sanciones de tipo gremial.
Hace unos años el CIV publicaba en PARAL (1970-1980) casos de sanciones
a sus miembros por violación al código.
En la indagación documental que se realizó en 1983 por el autor sobre
la Ética del ingeniero en Venezuela, se encontraron violaciones a cada uno
de los artículos del código vigente para la época, las sanciones eran de sus-
pensión del ejercicio profesional, siendo la máxima, una suspensión de un
Consideraciones sobre la ética del ingeniero
Pérez, O. 239

año. Este código en sí es como todos los códigos, un instrumento de carácter


normativo. Sin embargo, en la práctica diaria del ejercicio profesional se ob-
servan actuaciones que lo contravienen, tales como, recibo y pago de comi-
siones ilícitas, violaciones a las ordenanzas municipales, decisiones sobre
negocios y licitaciones para favorecer intereses particulares, daños irrepara-
bles al ambiente, negligencia visible en la inspección de obras, etc.
Sin embargo, el código no debe verse como un instrumento perfecto, ne-
cesita siempre evolucionar y reformarse, pero hace falta un estudio más pro-
fundo como el que expone más adelante, con el fin de mejorar significativa-
mente la actuación moral de los ingenieros. En la Web se encuentran casos de
violaciones al código de ética de los ingenieros de los Estados Unidos de Améri-
ca, pueden consultar la dirección electrónica de Ethics Center for Engineering,
onlineethics.org/.online, donde podrán constatar que existe un Centro de Ética
para ingeniería y Ciencias. También pueden navegar en la red para establecer
contactos con personalidades e instituciones interesados en este tema, así
como conocer la numerosa información bibliográfica al respecto.
Los códigos morales, entonces, han servido para propósitos definidos,
para preservar el predominio de los sectores dominantes, llámense grupos polí-
ticos, económicos, militares, religiosos. Con el desarrollo de la industrialización
y la creciente complejidad de las tareas humanas, han surgido las profesiones,
dentro de éstas: la ingeniería. Una profesión, entre otras características, debe
tener funciones claramente definidas, que la diferencien de otras, conocimien-
tos, habilidades y actitudes (como lo establecen los diferentes perfiles profesio-
nales), técnicas que le son propias, usuarios dispuestos a recibir sus servicios,
preferiblemente formación a nivel universitario, organización gremial, y, un
conjunto de reglas que intentan regular su ejercicio profesional, es decir, un có-
digo moral, llamado generalmente un “código de ética”.
Estos códigos morales profesionales, históricamente, se han inserta-
do en la estrategia de dominación de los sectores privilegiados de las so-
ciedades, aunque pretenden ser neutrales, sin embargo, es necesario un
examen científico y periódico de los mismos, tanto de su formulación, de
su validez socio-histórica, como de sus resultados a la luz de su uso y apli-
caciones en situaciones concretas, con el objeto de contribuir a construir
una nueva realidad de superación moral de sus miembros, y de superación
de su propia profesión.

Interdisciplinariedad de la ingeniería
Para caminar firmemente en lo planteado, es necesario el concurso
de la interdisciplinariedad, estudiar la evolución histórica de la ingenie-
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Año 1 Nº 2 Julio-Diciembre (2008) pp. 234 - 241

ría, y las relaciones con el poder de turno en las diferentes latitudes geográ-
ficas del planeta, la ingeniería es un producto social, y como tal deben estu-
diarse las condiciones sociales y el nivel de progreso económico y científico
que la hace posible, estudiar sus obras y los efectos que éstas han tenido en
el mundo, tratar de generar una “Teoría de la Ingeniería”, que sirva como
marco de referencia para darle validez de sistema y elevar su análisis al má-
ximo nivel científico, tal como fue la intención del Dr. Justo Márquez (s/f)
estudiar el desarrollo actual visualizado en los grandes avances científicos
tecnológicos, en la proliferación de las normas técnicas de ingeniería, que
intentan optimar los procesos; en otras palabras, analizar la conducta moral
de los ingenieros, implica tener una visión global, tanto de preparación con-
ceptual como de información fidedigna de lo que acontece en la profesión.
Es necesario deslindar la actividad eminentemente profesional del in-
geniero, de aquellas actividades de naturaleza muy elemental, rutinarias,
de bajo nivel, de bajo perfil, que tienen que ver más con la cotidianidad de
sobrevivencia que con la innovación, la creatividad y el ingenio, con el estar
actualizado del conocimiento científico mundial, con el enfrentarse a nue-
vas situaciones a nuevos retos, con tener una clara consciencia de preserva-
ción y mejora del medio ambiente.
Sin embargo, aún si existiese un claro entendimiento de lo última-
mente planteado, estaría incompleta la visión ética del ingeniero si no acu-
diésemos a la psicología, como ciencia del comportamiento de los hombres,
esto significa comprender los procesos individuales, grupales y sociales en
su dinámica de lucha por obtener un mejor nivel de vida, conocer explícita-
mente las contradicciones que surgen y desaparecen permanentemente,
para entender que siempre se ha originado y originan diferentes, y hasta
opuestas visiones morales, producto de la aplicación de las conocidas “le-
yes”: del embudo, del talión y de la selva, las cuales son producto del egoís-
mo e inseguridad existencial y social de la humanidad.
Ante esta situación indeseable, que produce tantas calamidades en el
planeta, hay que prepararse también desde el punto de vista psicológico,
educativo y comunicacional, para tratar de contribuir a la paz y a la cordura
planetaria.

Reflexiones finales
Es necesario que diversos profesionales relacionados con la ingeniería
se dediquen a sentar las bases, y a construir un paradigma, que sirva como
sistema de referencia, en base a la realidad latinoamericana de dependencia
tecnológica, en el contexto de un mundo multipolar, que ilumine el futuro de
Consideraciones sobre la ética del ingeniero
Pérez, O. 241

esta profesión, insertando el comportamiento moral de los ingenieros y téc-


nicos, en esta perspectiva, al servicio d de los seres humanos planeta, para
contribuir a contrarrestar los grandes desequilibrios sociales.
No es indispensable realizar estudios previos para generar una rápida
respuesta más racional y humana ante tanta problemática, pensemos un
poco en los demás y tratemos de comportarnos siempre de una manera soli-
daria y cooperativa. Si tratamos de orientar nuestra acción mediante la soli-
daridad y la cooperación, seguro estoy que estamos contribuyendo a dar pa-
sos hacia un mundo mejor.

Referencias
Colegio de Ingenieros de Venezuela (CIV), (2008). Código de Ética Profesional
del Venezuela. Disponible: htpp: //www.fimp-civ.org.ve/index.asp?spg_
id=47.
Ethics Center for Engineering. National Academy of Engineering (2003-2007). USA.
Disponible en: http:www.onlineethics.org/. Online
Ferrater, Mora (1971). Diccionario de Filosofía. Buenos Aires. Edit. Sudameri-
cana.
Guedez, V. (2006). Ética y Práctica de la Responsabilidad social empresa-
rial. Caracas. Editorial Planeta.
Marquez, J.(s/f). Elementos para una Doctrina de la Ingeniería. Venezuela.
Paral. Revista del CIV. Fecha indeterminada.
Paral (1970-1980). Revista del Colegio de Ingenieros de Venezuela. Sanciones a
miembros. Varios números de la década de 1970 a 1980.
Pérez, O. (1983). Estudio documental sobre la Ética del Ingeniero. Trabajo
de curso efectuado por alumnos de la cátedra: Introducción a la Teoría del Di-
seño. Facultad de Ingeniería. Maracaibo. Universidad del Zulia.
Sánchez Vázquez, A. (1977). Ética. México. Editorial Grijalbo, S.A. XVII edición.
REVISTA VENEZOLANA DE TECNOLOGÍA Y SOCIEDAD
INSTITUTO UNIVERSITARIO DE TECNOLOGIA DE MARACAIBO
VOL. 1 Nº 2 JULIO-DICIEMBRE (2008) pp. 242 - 253

Dinámica de sedimentación del lecho


lacustre en la franja costera occidental
del Lago de Maracaibo para la extracción
de arena1

Pedro Emiro Machado y Jorge Luís Martiniere!

Resumen
El estudio representa un paso de avance significativo para la identificación de
nuevas zonas de extracción de arena. El objetivo de este estudio, fue la de
evaluar a través del estudio batimétrico y sedimentológico, el comportamiento
general de la dinámica del depósito de arenas, verificar el volumen de
sedimentos y relieve del fondo lacustre en la franja costera del municipio
cañada de Urdaneta del estado Zulia. La zona abarca una área de
aproximadamente 684,52 hectáreas, dividida en dos zonas. Según el nivel de
conocimiento, el tipo de investigación es explicativa y experimental. De Los
resultados sedimentológico el fondo lacustrino, presenta dos litologías
principales: Arena Tipo A; cuarzosa gruesa a muy gruesa y Arena tipo B; grano
medio a fina. El volumen es de 855.360 m3. Batimétricamente, presenta una
morfología caracterizada por una superficie relativamente plana y zona de
pequeñas fosas, una pendiente moderada de 3 a 18% hasta los 13 metros de
profundidad. Como conclusión, se tiene que existe una recuperación del
depósito de arena en la zona, debido al ciclo anual y patrón de sedimentación
del lago, la migración y distribución de los sedimentos están relacionadas con
el tipo de granulometría y litología de los sedimentos transportados.
Palabras clave: Sedimentación, lecho lacustrino, batimetría.

1 Proyecto Financiado por la Asociación de Productores de Minerales No Metálicos del Estado Zulia.
2 Profesor de Geología del Instituto Universitario Tecnológico de Maracaibo.
E-mail: [email protected]
3 Técnico Superior Universitario en Geología del IUT de Maracaibo. E-mail: [email protected]

Recibido: 20-10-07 ~ Aceptado: 01-12-08


Dinámica de sedimentación del lecho lacustre en la franja costera occidental
Machado, P.E. y Martiniere, J.L. 243

Dynamics of sedimentation in the bed lacustrino


western coast of Lake Maracaibo to extract sand

Abstract
The study represents a significant step forward for the identification of new
areas of sand. The aim of this study was to evaluate through the
sedimentological and bathymetric survey, the overall dynamics of the
reservoir sands to verify the volume of sediments and relief fund lacustrino
in the coastal municipality of Urdaneta glen state Zulia. The zone covers an
area of approximately 684.52 hectares, divided into two zones. Depending
on the level of knowledge, the type of research is experimental and
explanatory. The results of the sedimentological lacustrino fund, has two
main lithologies: Arena Type A, a very coarse quartz sand and gravel type B;
fine to medium grain. The volume is 855,360 m3. Bathymetric presents a
morphology characterized by a relatively flat area and small pits, a
moderate slope from 3 to 18% to 13 meters deep. In conclusion, there is a
recovery of the deposit of sand in the area because of the annual cycle and
pattern of lake sedimentation, migration and distribution of sediments are
related to lithology type and size of sediment transported.
Key words: Sedimentation, lacustrino bed, bathymetry.

Dynamique de la Sédimentation Dans le lit


Lacustrino Côte Occidentale du lac de Maracaibo
Pour Extraire Sable

Résumé
L’étude représente un pas d’avance significative pour l’identification de
nouvelles zones d’extraction de sable. L’objectif de cette étude, a été celle
d’évaluer à travers des études bathymétrique et de sédimentation, le
comportement général de la dynamique du réservoir de sables, ainsi
comme, vérifier le volume de sédiments et le relief du fond lacustre dans la
bande côtière de la commune Cañada d’Urdaneta du département Zulia. La
zone comprend un secteur d’ environ 684.52 hectares, divisées en deux
zones. Selon le niveau de connaissance, le type de recherche est explicative
244 Revista Venezolana de Tecnología y Sociedad
Año 1 Nº 2 Julio-Diciembre (2008) pp. 242 - 253

et expérimentale. De aprés les résultats de la sédimentation le fonds


lacustre, présentent deux litologías principaux : Sable Type À ; quartzeuse
lourde à très lourde et du Sable type B ; de grain moyen à fin. Le volume est
de 855.360 m3. Bathymétriquement, présente une morphologie
caractérisée par une surface relativement plate et de petites fosses, à pente
modérée de 3 à 18 % jusqu’aux 13 mètres de profondeur. Comme
conclusion, on a constaté qu’il existe une récupération du réservoir de sable
dans la zone, étant donné le cycle annuel et patron de sédimentation le lac,
de la migration et de la distribution des sédiments qui sont en rapport avec
le type de granulométrie et la litología des sédiments transportés.
Mots Clef: Sédimentation, lit lacustre, bathymétrie.

Introducción
El auge de la industria de la construcción en la región, ha llevado con-
sigo la creciente demanda de materias primas, tal es el caso de la arena en el
lago de Maracaibo. En la zona conocida como Punta de Palma del Sur, loca-
lizada en la costa occidental del Lago de Maracaibo (Figura 1), se tiene co-
nocimiento de la extracción de arenas desde hace más de 52 años de acuer-
do a los datos de Asoprominmzu (2005). En la actualidad, se tiene una área
permisada de 684,52 hectáreas, en la cual, se vienen explotando bancos de
arena en el lecho, que representa una arena de muy buena calidad para el
mercado regional de la construcción.

Fuente: Geoproyect, (2008).


Figura 1. Mapa con la ubicación del área permisada para la extracción de arenas.
Dinámica de sedimentación del lecho lacustre en la franja costera occidental
Machado, P.E. y Martiniere, J.L. 245

De acuerdo a lo planteado y mencionado por el informe de Ingonca,


(2005); durante el desarrollo de la actividad de extracción, podría existir el
riesgo de alterar al entorno y por lo tanto, es de fundamental importancia
controlar que no se produzcan degradaciones en el medio ambiente físico,
social, biológico y el hábitat en general. De acuerdo a la Gaceta Oficial,
(1992); se debe tener en cuenta que, si bien el impacto ambiental y las audi-
torías definen el tipo y la frecuencia de los análisis a realizar, el plan de mo-
nitoreo debe contar con el aval de la autoridad de aplicación y estar sujeto a
su contralor natural.
De esta manera, surge la necesidad de realizar el presente estudio con
la finalidad de tener en cuenta el monitoreo de las profundidades o estudio
de batimetría en la zona de extracción de arenas, permitiendo tener una
evaluación actual de los procesos de la dinámica de sedimentación en la
zona. Puesto que, en la medida que se mejore el conocimiento de dichos
procesos, se reducirán altos costos en las técnicas de extracción y se mejora-
rá la eficiencia del mismo, al respecto el informe Bomdeco, (2001) señala
que el desconocimiento de dicho fenómeno tiene un alto costo económico y
de tiempo para las operadoras.
Igualmente, los monitoreos o controles periódicos de los parámetros
ambientales son, hoy por hoy, un arma imprescindible en la defensa de la
naturaleza y la vida en general. El conocimiento de la dinámica de sedimen-
tación es destacada por Geoproyect, (2005) para la solicitud de la renova-
ción del permiso de extracción, la cual, será de gran utilidad para el Estudio
de Impacto Ambiental (EIA) y Sociocultural, del lugar donde se realiza la
actividad.
La investigación está estructurada tomando en cuenta los siguientes
aspectos: Identificación del fenómeno, diagnosis de la situación en función
del objetivo del estudio, fundamentación teórica, recopilación de la infor-
mación en el campo, análisis y discusión de los resultados, por último, se
tiene el planteamiento de las conclusiones.

Metodología
Según el nivel de conocimiento, el tipo de investigación es explicativa
con un diseño experimental de campo. Para la recopilación de la información
de campo se elaboró una metodología y técnicas adecuadas a las Geociencias.
Atendiendo al plan diseñado para el estudio batimétrico como parte del mo-
nitoreo, se dividió en las siguientes etapas: una etapa previa de oficina, otra
de campo, una de laboratorio y posteriormente una etapa final de oficina.
246 Revista Venezolana de Tecnología y Sociedad
Año 1 Nº 2 Julio-Diciembre (2008) pp. 242 - 253

La primera fase de oficina consistió en organizar, planificar la metodo-


logía y la logística necesaria para su ejecución. A partir de la carta marina
(previamente digitalizada y geo-referenciada), escala 1: 35.000 del Canal de
Maracaibo (La Salina a Maracaibo), se plotean los cuatro vértices del polígo-
no de la concesión con las coordenadas UTM (Universal Transversal Merca-
tor) determinadas por las hojas de cartografía (Cuadro 1). Esto permitió dise-
ñar sobre el mapa una cuadricula o plantilla base representada por doscien-
tos nodos espaciados a 200 metros entre sí. Este montaje se realizó en una
computadora portátil (Lap-Top), utilizando la aplicación Ozi Explorer, que
consiste en un programa informático diseñado para la navegación marina.
De igual manera se procedió a realizar una cuadricula base para la toma
de sedimentos del fondo lacustrino, pero en este caso los nodos fueron espa-
ciados cada 600 metros, dando como resultado un total de 18 de muestras.

Cuadro 1
Coordenadas UTM de los vértices del área, donde se realiza el
estudio para la extracción de arena en el Lago de Maracaibo.

Vértices Coordenadas
Norte Este
V1 1.156.274,00 215.748,00
V2 1.153,994,00 218.796,00
V3 1.152.500,00 217.870,00
V4 1.154.884,00 214.668,00
Fuente: Asoprominzu, 2008.

La etapa de campo, tuvo su propósito básicamente en la recopilación


de la información de la batimetría o relieve del fondo del lago en sitio, y re-
colectar las muestras de arenas para realizarles sus respectivos análisis de
granulometría y calidad industrial.
Para la realización del estudio batimétrico, se contó con un equipo de
ecosonda (sonar) y un sistema de posicionamiento global (GPS), integrados
a un computador portátil en el cual, se encontraban instalados aplicaciones
especializadas para el posicionamiento y la navegación en tiempo real. Pre-
vio al levantamiento batimétrico, se procedió a la realización de una retícu-
la o rejilla sobre un mapa de la zona de interés; el cual, sirvió de guía para
posicionar la lancha que transportaría a los instrumentos y personal técnico
sobre los puntos de medición. Luego de optimizar los instrumentos, se pro-
cedió al levantamiento batimétrico siguiendo la ruta preestablecida, son-
Dinámica de sedimentación del lecho lacustre en la franja costera occidental
Machado, P.E. y Martiniere, J.L. 247

deando la profundidad a cada doscientos metros aproximadamente de un


punto de medición con respecto a otro hasta abarcar toda la zona de interés.
Es importante resaltar, que se realizaron medidas con una vara, ya que la
profundidad del fondo en la zona lo permitió, el propósito perseguido era
de verificar la confiabilidad del aparato de ecosonda.
La extracción de las muestras de arena se realizó, mediante la utiliza-
ción de una gabarra propulsada con la ayuda de un remolcador, ya ubicados
en la zona de extracción, el remolcador desplaza la gabarra en círculos de
doscientos metros de diámetro aproximadamente, en cuyo centro se ha co-
locado previamente una boya de referencia. Utilizando una bomba de suc-
ción sobre la gabarra, se vierte arena del fondo del lago sobre la cubierta, el
exceso de agua cae al lago mientras que la arena se almacena hasta alcanzar
unos trescientos metros cúbicos aproximadamente, según la capacidad de
la gabarra (Figura 2).
Posteriormente en la etapa final de oficina, se integraron toda los da-
tos e información recopilada, las mismas son procesadas e interpretadas
para generar, como resultados los modelamientos numérico y digitales; que
permiten arrojar las conclusiones y recomendaciones técnicas, que involu-
cra la actividad de extracción de arenas en el lago, específicamente en la
zona estudiada. En especial, se consideraron los planos batimétricos recopi-
lados, lo que permitió observar la variación de las profundidades en la zona
con respecto a los datos medidos en campo. A partir de la cual, se calculó el
volumen de material acumulado, así como, la interpretación de la influen-
cia en la zona de los otros parámetros estudiados.

Resultados y Discusión
A partir del monitoreo continuo y del estudio batimétrico, se tiene los
siguientes resultados: (Figura 2).

1. Área de extracción
En la actualidad, se ha verificado las características de las arenas, ba-
sadas en la calidad de los sedimentos y morfología del fondo lacustrino, que
permite que para el área total permisada de 684,52 ha, sea clasificada en
dos zonas: zonas de extracción y zonas de maniobras, la cual puede ser mo-
vida o desplazada de acuerdo al sitio de extracción.

2. Volumen de los sedimentos de arena


El volumen del material de arena, fue estimado en la categoría de pro-
badas en el orden de los 855.360 m3, considerando un espesor promedio del
248 Revista Venezolana de Tecnología y Sociedad
Año 1 Nº 2 Julio-Diciembre (2008) pp. 242 - 253

Fuente: Geoproyect, 2008.


Figura 2. Proceso tradicional de extracción de arena en Punta de Palma Sur.

lecho lacustrino para la extracción de 0,60 m. al momento del estudio. La


relación del volumen de material extraído y depositado, son relacionadas
con la renovadas anualmente con el ciclo estacional de lluvias y de acuerdo
a la dinámica de sedimentación. Estas observaciones permitieron estimar
que la recuperación del volumen de arena que se pueda extraer, estará re-
flejada por la morfodinámica del fondo lacustre de la zona estudiada, esti-
mándose la recuperación en el orden del 70% en un periodo de dos ciclos.

3. Calidad de los sedimentos de arena


El material presente acumulado en el fondo lacustrino, presenta dos
(2) características principales y se determinó la calidad de arena, a saber:
Tipo “A”: Considerado como arena de granulometría gruesa cuyo mayor vo-
lumen de partículas queda retenido en el tamiz Nº 60 (Cuadro 2), descrita
como arena cuarzosa gruesa a muy gruesa, en parte media, de color amari-
llo ocre claro, de granos angulosos a sub angulosos, en parte sub redondea-
dos, mal seleccionadas, con presencia de fragmentos líticos y minerales de
feldespatos dispersos, con escaso contenido de material orgánico visible,
observándose pocos moluscos de pequeño tamaño (2 a 3 mm), y algunos
fragmentos de conchas de bivalvos (Gráfico 1).
Dinámica de sedimentación del lecho lacustre en la franja costera occidental
Machado, P.E. y Martiniere, J.L. 249

Cuadro 2
Material retenido en los tamices del sedimento tipo “A”.

Sedimento Tipo “A”


No. Tamiz % Retenido
60 60
80 40
100 ——
Fuente: Geoproyect, 2008.

Fuente: Geoproyect, 2008.


Gráfico 1. Representación en pastel de los porcentajes de material retenido para el sedi-
mento tipo “A”. En rojo la fracción más fina, en azul la fracción más gruesa.

En cuanto a la arena,tipo “B”, de color gris (húmeda), a amarillo ocre cla-


ro (seca), de grano medio a fina, en parte gruesa, quedando el mayor volumen
retenido en el tamiz 80 (Cuadro 3), de olor fétido, granos sub angulares a sub
redondeados, mal seleccionados, con presencia de fragmentos líticos y minera-
les dispersos de feldespatos, el contenido orgánico visible es escaso (menos de
5%), y está constituido por pequeños moluscos, restos de conchas de bivalvos
partidas y trazas de fragmentos vegetales de aspecto carbonoso (Gráfico 2).
El material presenta excelentes características de calidad para la ela-
boración de concreto, presentando tamaño de grano medio a fino en más de
35 % del peso, el contenido de materia orgánica es bajo con 0,14 % del
peso, y los contenidos de cloruro y sulfatos también son bajos con valores de
99,6 mg/kg y 79,5 mg/kg para ambos componentes.
Sedimentos clásticos de diversos granos, arenas de grano grueso, me-
dios, finos, limos, arcillas, presencia de bioclástos. Presenta diversos colo-
res, principalmente colores rojizos de material oxidados.
Abundante material clástico fino no oxidado, de colores oscuros y
claros, presenta limos y arcillas bien oxidados de colores amarillentos,
provenientes de los sedimentos aportados por los ríos que desembocan en
el Lago.
250 Revista Venezolana de Tecnología y Sociedad
Año 1 Nº 2 Julio-Diciembre (2008) pp. 242 - 253

Cuadro 3
Material retenido en los tamices, sedimento tipo “B”.

Sedimento Tipo “B”


Nº Tamiz % Retenido
60 20
80 60
100 20
Fuente: Geoproyect, 2008.

Fuente: Geoproyect, 2008.


Gráfico 2. Representación en “pastel” de los porcentajes de material retenido para el
sedimento tipo “B” En verde la granulometría más fina, en rojo la fracción
de grano medio, y en azul la fracción más gruesa.

4. Fuentes de sedimentación
Considerando el marco regional de las fuentes de sedimentación, la
misma, está relacionada a los aportes de los sedimentos provenientes de zo-
nas positivas que circundan a la hoya hidrográfica del Lago de Maracaibo
(rocas fuentes o rocas madres). Luego, estos sedimentos pasan al ciclo del
patrón de sedimentación de la cuenca. Es importante señalar, que la zona
de extracción vigente, corresponde con sedimentos de origen fluvial, deltai-
cos, de estuarios y paludal. De igual manera, las fuentes de sedimentación y
líneas de costas está muy relacionada a la transportación y acumulación de
arena en el fondo lacustrino, donde interviene los siguientes variables:
• Flujo de sedimentos en las cercanías
• Barras o bancos de arena en el fondo lacustre
• Canales o surcos en el fondo lacustre
Dinámica de sedimentación del lecho lacustre en la franja costera occidental
Machado, P.E. y Martiniere, J.L. 251

5. Influencia del canal de navegación


Para este estudio, se considero la cercanía del canal de navegación del
Lago de Maracaibo, y su correspondiente relación con la actividad de ex-
tracción de arena en la zona de Punta de Palma Sur. Al respecto Font,
(1982) menciona que no representa en manera alguna, un riesgo para la in-
tegridad física, funcionalidad y eficiencia de las operaciones que se realizan
sobre el canal de navegación. Este canal, se ubica a dos mil cuatrocientos
metros al este del área de interés. Se verifica que la labor de extracción resta
una cantidad importante de sedimentos en metros cúbicos que son movili-
zados por la corriente lacustre hacia su interior, de tal manera, que repre-
sentan un ahorro anual importante al estado, en labores de dragado y man-
tenimiento del canal de navegación en este sector.

6. Restitución de sedimentos en la zona de extracción


La capacidad de la rata de sedimentación está relacionada a la subsi-
dencia soterramiento de la cuenca, la cual es mayor hacia la parte este y su-
reste, la tasa en esta parte es igual o ligeramente mayor que la tasa de subsi-
dencia. Este fenómeno hacia la costa o franja occidental de la cuenca del lago,
presenta la siguiente dinámica: el área se va rellenando o acumulando de se-
dimentos, produciendo extensos planos con bancos en el fondo lacustre.
La rata de sedimentación de acuerdo a la documentación y las estima-
ciones arrojadas en este estudio indican que podría estar en el rango de 19,6
a 25,0 cm/mes, Molero, (1986). Este rango está interpretado por la varia-
ción de las profundidades medias existentes en la zona, para ello se tomo en
cuenta las mediciones realizadas en campo, así como, los datos comparati-
vos de la batimetría de los años 2000 y 2005, Geoproyect, (2005).

Conclusiones
El volumen del material de arena, es estimado en la categoría de pro-
badas en el orden de los 855.360 m3, considerando un espesor promedio del
lecho lacustrino para la extracción de 0,60 m. al momento del estudio.
De acuerdo a los resultados de la batimetría y el modelamiento obtenido,
el lecho lacustre en el área, presenta una morfología caracterizada por una su-
perficie relativamente plana y zona de pequeñas fosas producto de la extrac-
ción, que luego son rellenadas por la constante reposición de los sedimentos a
consecuencias de las corrientes del fondo lacustrino y los procesos de sedimen-
tación. Se aprecia una moderada pendiente de 3 a 18% (Figura 3).
252 Revista Venezolana de Tecnología y Sociedad
Año 1 Nº 2 Julio-Diciembre (2008) pp. 242 - 253

Fuente: Geoproyect, 2008.


Figura 3. Modelado en 3D de la batimetría para el año 2007, donde se destaca el relie-
ve lacustrino desde la línea de costa hasta el área de interés. Sector Punta de
Palma del Sur.

Se evidencia que existe una recuperación del depósito de arena en la


zona, debido al ciclo y patrón de sedimentación del lago; observándose que
la migración y distribución de los sedimentos, están relacionadas con el tipo
de granulometría y litología de los sedimentos transportados, lo cual, se re-
fleja en la formación de surcos y canales en el fondo.

Agradecimiento
A la Asociación de Productores de Minerales No Metálicos del Estado Zu-
lia y a la consultora Geoproyect, por el financiamiento de esta investigación.

Referencias
Asoprominmzu (2005). Estudio de Nuevas Áreas, Extracción de Arenas.
Asociación de Productores Mineros No Metálicos del Zulia. Maracaibo, Vene-
zuela.
Bomdeco (2001). Extracción de Arena en el Lago de Maracaibo. Sector
Punta de Palma Sur. Memoria Descriptiva. Bombeo de Concreto. Maracai-
bo, Venezuela.
Font, J. (1982). Importancia de la Evolución Geomorfológico Litoral en los
Proyectos de Dragado. Incostas, S.C. Maracaibo, Venezuela.
Geoproyect (2005). Estudio de la Dinámica de Sedimentación. Extracción
de arena en la franja costera del Lago de Maracaibo. Sector punta
de palma del sur. Maracaibo, estado Zulia.
Dinámica de sedimentación del lecho lacustre en la franja costera occidental
Machado, P.E. y Martiniere, J.L. 253

Gaceta Oficial (1992). Ley de Piedras No Preciosas y Minerales No Metáli-


cos. Gaceta Oficial del estado Zulia, 29 de marzo de 1992 – año 93 extraordi-
naria n° 184 Maracaibo – Venezuela – depósito legal pp. 76-0425.
Ingonca (2005). Extracción de Arena en el Lago de Maracaibo. Sector Pun-
ta de Palma Sur. Estudio de Impacto Ambiental. Maracaibo – Venezuela.
Molero, A. (1986). Informe Sobre Fenómeno del “Fluff”. Instituto Nacional
de Canalizaciones. Gerencia Canal de Maracaibo. Maracaibo, Venezuela.

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