Comparación Erickson-Rogers
Comparación Erickson-Rogers
Comparación Erickson-Rogers
Este artculo examina algunas creencias fundamentales y supuestos respecto a la condicin humana que pueden ser extrados de la obra de Milton H. Erickson y Carl R. Rogers. Los estudiantes principiantes en consejera y psicoterapia a menudo estn tan inmersos en las tcnicas y estrategias, que excluyen las creencias y los supuestos filosficos que subyacen a esos mtodos. Puede afirmarse que M. H. Erickson y C. R. Rogers se han convertido en gigantes en sus campos relacionados. A pesar de las amplias diferencias en las tcnicas, este artculo argumentar que hay una hebra comn en los valores y creencias respecto a los seres humanos a lo largo del trabajo y los escritos de ambos autores.
Nuestras estrategias, nuestras intervenciones, y nuestros enfoques dan cuenta de nuestras actitudes fundamentales y creencias respecto a la naturaleza humana. Si creo que mis clientes tienen la habilidad para asumir responsabilidades, si confo en sus vastos recursos, aprendizajes y experiencias, y en su potencial para elegir, entonces tender a asumir un enfoque en consejera o terapia que sea congruente con esas creencias. Muchos aos atrs, en un hospital en el servicio militar, estudi la hipnosis tradicional con un psiquiatra. El proceso implicaba hablar en una voz baja montona, y repetir continuamente las sugestiones (las cuales eran similares a rdenes condescendientes), mientras se mantena un objeto (preferentemente brillante) frente a los ojos del sujeto. En grado creciente me fui desencantando y sintindome incmodo. Comenc a ver esta forma de hipnosis como rebajadora e irrespetuosa hacia el cliente. El hipnotista, convertido en autoridad, rara vez tomaba en consideracin el campo perceptual y la singularidad del cliente. Pareca que el hipnotista operaba desde su propio mapa y esperaba que el cliente le obedeciera. En reaccin, comenc a estudiar el trabajo de Carl Rogers. Su obra representaba el opuesto exacto: representaba el cuidado, el respeto y la igualdad con los clientes. Posteriormente, un re-examen de la hipnosis me lleg a travs de los trabajos de Milton H.
Comparisons of Values and Beliefs of M. H. Ericksons Utilization Approach and C. R. Rogerss Person-Centered Approach. In Ericksonian Monographs N 2,New York: Brunner/Mazel, 15-31 (Traduccin: Ps. Mario Pacheco)
1
Erickson. Aunque aun estaba incluida la hipnosis, los clientes eran tratados de acuerdo a un sistema de valores y creencias completamente diferentes de aquel al cual haba estado anteriormente expuesto. El trabajo de Erickson lleg como una bocanada de aire fresco, y las similitudes entre su enfoque de utilizacin y el enfoque centrado en la persona de Rogers, se me hizo evidente.2 Esas observaciones me llevaron a escribir respecto a sus paralelos (Gunnison, 1985). El Dr. Rogers escribi una respuesta a ese primer artculo que escrib respecto a los paralelos entre Erickson y su propio trabajo (Gunnison, 1985): Estoy profundamente impresionado por las similitudes que encontr Gunnison entre mi trabajo y el de Milton Erickson (Rogers, 1985, p. 565). Rogers (1985) indica que posee pocas similitudes personales con el Dr. Erickson, excepto que son graduados de la Universidad de Wisconsin. No ha ledo ninguna proporcin apreciable de los escritos de Erickson, y a su entender, tampoco Erickson tuvo contactos o semejanzas con los escritos de Rogers. Explica, "Hago mencin de estas cosas para indicar que cualquier similitud que exista se desarroll en forma independiente ciertamente no surgi de un contacto estrecho o a travs del conocimiento de los escritos del otro. Las similitudes son, por consiguiente, reales y no simples derivados" (Rogers, 1985, p. 565). Este artculo intentar examinar esos aspectos comunes, as como tambin incluir las reacciones de Rogers (1985, 1986). Esta comparacin estudiar los paralelos en 10 reas. Estas son: la magnitud del impacto de ambos en la psicoterapia; su historia personal y el desarrollo de sus valores; el inters en la persona; el inconsciente; la desconfianza en la teora; ellos mismos como herramienta; la importancia de la empata y el rapport; la comunicacin y la intuicin; el cuidado y el respeto por el cliente; y el uso de metforas para recuperar recursos teraputicos. La magnitud del impacto de ambos en la psicoterapia Cuando comenc a aprender respecto a los procesos de los esfuerzos de Erickson, qued impresionado por su osada individualidad. Me pareci que el trabajo de Erickson exista como un ejemplo exquisito de aprendizaje experiencial y personal. Sus habilidades, la amplitud de su conocimiento, su sensitiva astucia y creatividad dieron origen a que fuera denominado el Seor Hipnosis (Weitzenhoffer, 1976). Emergi como el lder fundador y primer presidente de la Sociedad Americana de Hipnosis Clnica, y el editor fundador de la revista de esa Sociedad. Pareca que poda dejar las teoras a un lado y crear un modelo de los procesos humanos internos a travs de su observacin sensitiva y astuta de si mismo y los otros. Su postura fue radical, y Rogers se movi en una direccin paralela. Ambos podran ser vistos como rebeldes en su profesin, debido a la singularidad de sus creencias y sus mtodos de acercamiento al proceso teraputico. Los dos compartieron una curiosidad similar, y Rogers la describe como la experiencia inmediata del observador. Para Rogers (1980) el punto de inicio de la ciencia ocurre en el momento de una
Araoz (1985) se ha referido a una unin similar en su Nueva Hipnosis. Parece crucial y digno de destacar que los tericos estn comenzando a sintetizar ms, en lugar de construir mapas distanciados y aislados.
2
observacin concentrada y focalizada. Es probable que Erickson, ms que nadie, habra estado de acuerdo con esta afirmacin. Rogers ha obtenido un estatus similar al de Erickson. A partir de su pensamiento, escritos e investigaciones, ha emergido una "escuela" dentro de la psicologa, a pesar de sus deseos por lo contrario. Rogers y Erickson estaban en desacuerdo con la rigidizacin que resulta de las "escuela tericas". No buscaron ser el lder-gur de un movimiento, ni deseaban fundar una "escuela" de terapia. Smith (1982) solicit a psiclogos que hicieran una lista de nombres de aquellos que los haban influenciado ms, y el nombre de Rogers encabezaba la lista. Zeig (1980) escribi que "No es una hiprbola afirmar que la historia demostrar que as como Freud contribuy a la teora de la psicoterapia, Erickson ser conocido por su contribucin a la prctica de la psicoterapia" (p. xix). Los Lankton (Lankton y Lankton, 1983) usan otra analoga, "... muchos pueden pensar la influencia de Erickson como igual a la Freud. As como Freud p uede ser considerado el Einstein de la teora, Erickson ser probablemente reconocido como el Einstein de la intervencin" (p. 6). Y Zeig (1985) report que " los mtodos ericksonianos son los que ms han hecho crecer el campo de la psicoterapia en el mundo occidental" (p. 31). Historia personal y desarrollo de los valores "El nio es el padre del hombre", escribi el laureado poeta William Wordsworth, y las experiencias infantiles de Erickson y Rogers estn inexplicablemente relacionados en su historia y sus valores. Los dos crecieron en una granja en una comunidad rural. Ambos fueron infundidos en forma permanente por el proceso de crecimiento del que eran testigos a diario, "y las experiencias que impregnaron sus valores el optimismo y gozo positivo de la vida, en el mundo simple y siempre cambiante alrededor de ellos. Ambos colocaron nfasis y sintieron la singularidad de cada cosa viviente y la apreciaron por sobre todas las diferencias" (Gunnison, 1985, p. 563). Aunque Erickson enferm de polio en la adolescencia, muy pocos saben que cuando nio Rogers estuvo seriamente enfermo tambin. Rogers relata que "cuando nio estuve muy enfermo y mis padres me haban dicho que se haba predicho que morira joven" (Rogers, 1980, p. 89). Vctor Frankl (1965) argumenta que el sufrimiento puede estimular, enriquecer y motivar a los seres humanos, y, quiz, los tempranos aos de dolor y sufrimiento profundizaron los valores de Erickson y Rogers de sensibilidad y apreciacin del crecimiento y el cambio. Esas experiencias vitales pueden haber conducido al desarrollo de esos valores que otros autores han resaltado.
Milton Erickson ha definido claramente el sistema valrico. Son evidentes en su trabajo: la fuerza de sus convicciones respecto a la integridad de cada ser humano; la importancia de la familia; la necesidad de las relaciones estrechas con otros; y los potenciales positivos internos de cada persona. (Yapko, 1985, p. 280)
Lo mismo puede decirse de Rogers. "Los valores han sido descritos como un filtro perdurable a travs del cual la experiencia subjetiva es creada, interpretada, y cmo se reacciona a aquella" (Yapko, 1985, p. 273). "Los valores del hombre Erickson [ Rogers] subyacen al psiquiatra Erickson [psiclogo Rogers]" [itlicas y parntesis aadido] (Yapko, 1985, p. 268). Inters en la persona-paciente El enfoque de utilizacin de Erickson ha sido descrito como "... centrado en el paciente y muy dependiente de las necesidades del momento del individuo" [itlicas aadidas] (Erickson y Rossi 1979, p. 14). Al igual que Erickson, Rogers tena una visin realista, incluso positiva y optimista de los potenciales del ser humano. El (Rogers, 1980) describi los dos principios principales de un enfoque centrado en la persona.
... Los individuos tienen dentro de si vastos recursos para la comprensin de si mismos y para alterar los conceptos que tienen de si mismos, actitudes bsicas y direccin de su propio comportamiento; esos recursos pueden hacerse accesibles si se suministra un clima definido que facilite las actitudes psicolgicas. (p. 155)
Me pregunto cmo podra haber reaccionado Erickson a esta frase que coloca de relieve el uso de "recursos", "alteracin del concepto de si mismo", "actitudes y comportamiento", as como tambin la idea de esos "recursos que facilitan" el crecimiento y el cambio? Nunca lo sabremos, pero puedo aventurarlo. En un principio, la postura no directiva de Rogers y el enfoque directivo de Erickson pueden parecer como diametralmente opuestos. Sin embargo, con una mayor consideracin, esta contradiccin se disuelve y probablemente se transforme en una diferencia de grado en lugar de una diferencia de fondo. Rogers qued encadenado a la "no direccin", debido a muchas comprensiones equivocadas de las cuales luch para liberarse. Por " no directivo" l simplemente quera decir no interpretar, aconsejar, guiar o explicar, sino que ms bien confiar en la emergencia de la tendencia a hacer realidad [ actualizing]3 de las personas. Rogers (1977) pronto se dio cuenta que su presencia en la relacin teraputica tena un poderoso impacto y tena ciertos resultados "directivos". La direccin y manipulacin pueden ser percibidas como el corazn de la comunicacin.
La manipulacin tiene una connotacin negativa. Sin embargo, un analista de la comunicacin, como Watzlawick, seala que es imposible no manipular [dirigir]. El intercambio personal est basado en la manipulacin. La manipulacin es inevitable; el problema es cmo manipular en forma constructiva y teraputica. (Zeig, 1985b, p. xv)
[N.T.] Ya es una costumb re la traduccin errnea de la tendencia actualizing de Rogers como "tendencia actualizante". El verbo to actualize se refiere a hacer algo real; y en el sentido que le da Rogers est refirindose a "hacer realidad las potencialidades inherentes del ser humano."
3
Y mientras Erickson diriga (manipulaba), evitaba dar lecciones o interpretar, y la gua que haca, invariablemente mova al paciente hacia adelante. Como en el enfoque centrado en la persona de Rogers, el enfoque de utilizacin de Erickson centrado en el paciente, utilizaba y activaba recursos y aprendizajes inconscientes que ya estaban, en lugar de imponerlos desde afuera (Erickson, Rossi y Rossi, 1976). Erickson escribi, "Quin es la persona importante en una situacin teraputica? Es el terapeuta?... No creo que el terapeuta sea la persona importante; creo que el paciente es la persona importante en esta situacin. Tambin creo que debiera darse al paciente la oportunidad para que domine en alguna forma... (Rossi, 1980, Vol. 4, p. 78). "La utilizacin dice bsicamente que las tcnicas se derivan mejor del paciente, no del terapeuta... Su orientacin estaba en la fortaleza de la que estaba bien en el paciente, no en el anlisis de los dficits" (Zeig, 1985b, p. 37-38). En un dilogo con Erickson, Rossi (Erickson, Rossi y Rossi, 1976) observ que: "Los pacientes colocan sobre el terapeuta la responsabilidad para la cura, la magia, el cambio, en lugar de verse a si mismos como el agente de cambio. Usted est devolvindole continuamente al paciente la responsabilidad para el cambio." Erickson replic: "Siempre en ellos" (p. 27). Y no puedo imaginar a Rogers estar en desacuerdo con esto. La motivacin interna de cliente Beahrs (1982) discuti el inconsciente de Erickson no como el temible caldero hirviente de energa animal de Freud, sino que por el contrario, como una fuente de crecimiento, como un depsito de todos los aprendizajes y experiencias p asadas. Erickson afirm adems, "En hipnosis utilizamos a la mente inconsciente. Qu quiero decir por mente inconsciente? Quiero decir la parte de atrs de la mente, el reservorio de aprendizajes. La mente inconsciente constituye un depsito" (Rossi, Vol. 3, 1980, p. 27). Erickson y Rossi discuten otras dimensiones del inconsciente (Rossi, Vol. 1, 1980):
Rossi : Realmente cree en un inconsciente creativo? Erickson: Creo en un nivel diferente de percatarse. Rossi : De modo que podramos decir que el inconsciente es una metfora para otro nivel de percatarse, un meta-nivel? Erickson: Puedo caminar por la calle y no prestar atencin a la luz roja del semforo o al freno. Puedo escalar el Squaw Peak4 y no tengo que imaginarme cada paso. Rossi : Esas cosas estn siendo manejadas en otro nivel de percatarse. (p. 119-120)
Sacerdote (1982) expandi esto y escribi que el concepto del inconsciente de Erickson estaba cercano a los arquetipos de Jung, el inconsciente como poseedor de "atributos de una
[N.T.]Cerro ubicado en Phoenix, Arizona, ciudad en la cual vivi Erickson casi la mitad de su vida, y al cual enviaba a algunos pacientes a escalarlo como una tarea teraputica.
4
sabidura bsica, la cual incluye la capacidad de los rganos y clulas del cuerpo para producir salud fsica y mental" (p. 341). Gilligan (1982) discuti la nocin de Erickson que "Los procesos inconscientes pueden operar en una forma inteligente, autnoma y creativa... Las personas han almacenado en su inconsciente todos los recursos necesarios para transformar sus experiencias" (p. 89). De este modo, la tarea del terapeuta podra ser la de arreglar las condiciones (el clima) y accesar recursos que faciliten y extraigan estos procesos inconscientes. Ahora tenemos un cuadro amplio del inconsciente. Este emerge como una construccin no freudiana en su definicin, y es ms que slo un depsito de memorias y experiencias. En adicin, el concepto del inconsciente traduce y expande la creatividad en una capacidad para una sabidura interna y curacin. Erickson (Haley, 1967, 1973) concibi al inconsciente como el corazn o el centro de la persona (no como el "si mismo" de Rogers) y dio un nfasis significativo al poder positivo del inconsciente. Rogers (1985) usa el trmino "no consciente", el cual realmente no puedo ver como diferente del inconsciente de Erickson. A travs del ejemplo de la retroalimentacin biolgica, Rogers (1985) escribe un ejemplo del funcionamiento de la mente no consciente:
Si usted me pide que eleve la temperatura del dedo del medio de mi mano derecha, mi mente consciente est completamente confundida. No le es posible hacerlo. Si usted me muestra una aguja que indica la temperatura de ese dedo y me pregunta si puedo hacer que suba, encuentro que puedo hacerlo. Cmo hago todos los anlisis y discriminaciones necesarias para lograr este fin? Es completamente inexplicable si nos limitamos a la mente consciente. Pero la mente orgnica no consciente es muy capaz de realizar esa tarea. (p. 565-566)
Sin embargo, Rogers (1985) parece decir que esta forma de no consciencia que l describe difiere del inconsciente de Erickson, puesto que el constructo de Erickson "es m s similar a mi trmino 'la tendencia a hacer realidad'. Sospecho, sin embargo, que Erickson habra encontrado compatible el concepto de mente 'no consciente'" (p. 566). Estoy de acuerdo y, adems, creo que Erickson podra haber identificado el ejemplo de la retroalimentacin biolgica como correcto. Me siento presionado a encontrar alguna diferencia significativa aqu. Me queda claro que cuando Rogers piensa respecto a subir una aguja, altera su estado desde un nivel consciente a "otro nivel", el meta-nivel en el ejemplo anterior de Erickson y Rossi (Rossi, Vol. 1, 1980) sobre el inconsciente creativo; mover la aguja por medio de "otro nivel de percatarse" (p. 119-120). El ejemplo de mover la aguja tambin podra ser explicado a travs de la descripcin de Sacerdote (1982) del inconsciente de Erickson, como poseedor de una especie de sabidura bsica y capacidad del cuerpo para producir salud mental y fsica. La desconfianza en la teora Rogers (1959) crea que el mejor artculo terico que haba escrito respecto al enfoque centrado en la persona fue publicado por Sigmund Koch en su monumental serie Psychology: A
6
Study of a Science. Rogers arga que haba trabajado ms en esta formulacin terica que en cualquier otra cosa que haba escrito antes. Dijo, "A mi juicio, es la teora ms rigurosa del proceso de cambio en la personalidad y el comportamiento que haya sido publicada" (Evans, 1975, p. 135). Este artculo no discutir esa teora porque el mismo Rogers sugiere no hacerlo. En sus propias palabras, dijo "... es lo ms ignorado de todo lo que he escrito. Esto no me angustia particularmente, porque creo que muy a menudo las teoras se transforman en dogma" (Evans, 1975, p. 137). Aunque ha desarrollado una teora rigurosa, Rogers ha advertido repetidamente respecto al peligro de teorizar demasiado, puesto que las teoras pueden convertirse en credos absolutos y rgidos. Dio nfasis a la importancia de dejar la teora a un lado y dejar que la persona emerja. En una discusin en clases en la Universidad de St Lawrence en 1978, nos impuls a estar ah totalmente con nuestros clientes y que "la persona se convierta en su teora". Continu dicindonos lo que "lo ltimo que haba aprendido respecto a las personas fue de las personas mismas." Erickson precava de las limitaciones de nuestros enfoques, debido a la fidelidad a una teora, un mtodo, una escuela, o un mentor. A su vez, sugera que aprendiramos y observramos tanto como fuera posible, practicando solamente aquellas tcnicas y habilidades que nos permitan expresarnos en forma autntica. En una conferencia Erickson les record a los asistentes, "Recuerden que cualquier forma que elijan para trabajar debe ser la suya propia, puesto que realmente no pueden imitar a nadie. Al tratar con las situaciones cruciales de la terapia, deben expresarse en forma adecuada, no como una imitacin" (Haley, 1967, p. 535) Secter (1982) le pregunt a Erickson dnde y cundo haba adquirido su conocimiento en psiquiatra. Respondi, "De los mismos pacientes." Erickson senta que la teora era restrictiva, sofocante, y poda atrapar al paciente y al terapeuta (Zeig, 1980). Stenr (1985) parafrase de la siguiente forma los contenidos de una comunicacin personal con Erickson:
... cada paciente es nico y ninguna teora se acomoda bien a todos. Por esto es que he desarrollado una nueva teora para cada persona... Erickson saba que el mito de Procrusto5 no solamente se refera a alguien con una teora rgida, sino que el resultado de esa rigidez fue el propio fallecimiento de Procrusto. Erickson fue el Teseo moderno que disfrutaba mucho asesinando teoras en sus propios lechos de Procrusto.
Erickson escribi, "En el acercamiento teraputico uno siempre debe tomar en consideracin la personalidad real del individuo... Por consiguiente, mientras ms fluido sea el hipnoterapeuta, usted puede aproximarse realmente al paciente" (Rossi, Vol. 4, p. 78). Erickson enfatizaba las ideas de flexibilidad, indireccin, permisividad, y diferencias singulares. Rogers ha descrito como adecuados a todos esos trminos para describir al terapeuta-consejero efectivo. Rogers (1961) discuti el proceso de la consejera efectiva, como aquel que implica "un cambio en la experiencia del cliente... una prdida de los mapas cognitivos de la experiencia"
5
[N.T.] Mito de origen griego. Procrusto era el sobrenombre de un bandido en Atica. Asaltaba a los viajeros y los tenda en un lecho de hierro, al que los adaptaba estirndoles los miembros o cortndoselos. Fue muerto por Teseo. (Diccionario Enciclopdico Espasa, Madrid, 1998) 7
[itlicas aadidas] (p. 64). Advierta los comentarios paralelos de Erickson: "Los pacientes tienen problemas debido a que su programacin consciente ha limitado en forma muy severa sus capacidades. La solucin es ayudarlos a romper las limitaciones de sus actitudes conscientes para liberar el potencial inconsciente para la solucin de problemas" (Erickson et al., 1976, p. 18). La persona del terapeuta como herramienta Cuando Rogers propuso el principio de crecimiento, pas muchos aos estudiando el clima teraputico que extraa este proceso de crecimiento. Se aproximaba "al fenmeno con los mnimos preconceptos posibles, para obtener una observacin naturalista, una acercamiento descriptivo... Me us a mi mismo como una herramienta" (Rogers, 1961, p. 128) En su estudio de la hipnosis, Erickson tambin se utiliz a si mismo como "una herramienta", ocupando muchas horas cuando joven para observar y reflexionar respecto a los estados alterados6 [de consciencia], y aprendiendo a aliviar su propio dolor al concentrarse en la relajacin, la fatiga, la disociacin, etc. (Rossi, 1980); aprendi a travs de sus propias facilidades increbles de observacin e introspeccin. "Ambos, Erickson y Rogers, fueron capaces de encontrar formas diferentes de verse a si mismos, a los dems, y la relatividad de las visiones de mundo diferentes" (Gunnison, 1985, p. 562). La importancia de la empata y el rapport La empata, junto con la autenticidad, la consideracin positiva incondicional, y la confianza en el potencial de la persona, representan ese clima "definible" tan crtico en el trabajo de Rogers (Rogers, 1957). La empata es una condicin crucial. "Significa entrar en el mundo perceptual privado del otro y meterse a fondo en l... usted deja de lado sus propias visones [de mundo] y valores para entrar en el mundo del otro sin prejuicios" (Rogers, 1980, p. 142-143). Erickson tambin daba nfasis a la empata, particularmente en la fase de preparacin de sus acercamientos teraputicos; el factor ms importante es "el que se asemeja a rapport ese sentimiento positivo de comprensin y consideracin mutua entre el terapeuta y el paciente" (Erickson y Rossi, 1979, p. 1). Erickson crea que una "actitud de empata y respeto de parte del terapeuta es crucial para asegurar el cambio exitoso" [itlica aadida] (Erickson y Zeig, 1980, p. 336). Erickson amplific el concepto de rapport a aquel que surge de una aceptacin autntica del otro (Erickson y Rossi, 1979). Se desarrollaba una poderosa clase de empata cuando Erickson usaba el propio vocabulario y los marcos de referencia (acompaar y dirigir) del paciente, para dar forma a la conexin interpersonal (Grinder y Bandler, 1981). "Acoja al cliente en su propio modelo de mundo" (Lankton y Lankton, 1983, p. 12). Este aspecto fue el que Rossi coment respecto
6
[N.T.] En la tradicin ericksoniana de la hipnosis se prefiere utilizar la denominacin de "estado especial de consciencia" para referirse al estado hipntico, pues se lo considera un estado habitual y normal de consciencia de los seres humanos; mientras que el adjetivo "alterado" se asocia con algo anormal en el lenguaje comn. 8
a las similitudes entre el enfoque de Erickson y el de Rogers: "Este nivel de nuestro enfoque podra parecer similar al enfoque no directivo centrado en el cliente de Rogers (1951)" [itlicas aadidas] (Erickson y Rossi, 1979, p. 51). Comunicacin e intuicin La autenticidad y la congruencia deben destacarse como otra condicin bsica en el clima centrado en la persona. Si la autenticidad no existe en la relacin, rpidamente se desarrollan la toxicidad y la falta de confianza en la relacin. Lankton y Lankton (1983) expandieron la autenticidad del terapeuta-consejero al agregar que "El hipnoterapeuta ericksoniano debe tener un modo personal que d credibilidad y potencia a sus intervenciones. Esto puede ser denominado congruencia, sinceridad, o confianza" (p. 133). Rogers (1986) siente una clase de autenticidad en Erickson cuando lo observa,
Es claramente lamativo que para Erickson, tambin, la terapia era un asunto muy personal, una experiencia muy profunda diferente para cada persona. Pensaba en sus pacientes, reaccionaba ante aquellos en formas muy personales desafiante, abrupto, con paciencia, suavidad, dureza estando interesado en el cliente. A veces reciba individuos en su casa, o usaba mascotas o hablaba de su propia vida haciendo que todo tuviera su toque personal. (p. 132)
Para el terapeuta-consejero, la autenticidad significa estar totalmente con el cliente, comunicndose en forma clara y transparente.
A veces "surge en mi" un sentimiento que parece no tener una relacin particular con lo que est sucediendo. He aprendido a aceptarlo y confiar en este sentimiento e intentar comunicrselo a mi cliente. (Rogers, 1980, p. 14)
Sugiero que esta autenticidad es similar a lo que Erickson describira como un estado alterado de consciencia. De hecho, Rogers realmente usa las palabras "estado alterado de consciencia":
Encuentro que cuando estoy cerca de mi si-mismo intuitivo interno, cuando estoy tocando algo desconocido en mi, cuando quiz estoy en un leve estado alterado de consciencia en la relacin, cualquier cosa que yo haga est plena de curacin [itlicas aadidas] (Rogers, 1985, p. 565)
El uso de "intuitivo", "pleno de curacin", "leve estado alterado de consciencia" y "no consciente", quieren decir para mi que Rogers habla de un proceso que es central en el trabajo de Erickson. Erickson aceptaba y confiaba tanto en su propio inconsciente, as como tambin en el de los pacientes, que se sintonizaba totalmente con el mundo de aquellos. Rossi (1980) reporta cmo Erickson,
... est siempre en rapport completo con el paciente. Nunca se disociaba y perda el contacto con el paciente. Los trances autohipnticos ocurren en forma espontnea y siempre aumentan sus percepciones y la relacin con su paciente. El trance es una atencin intensamente concentrada que facilita su trabajo teraputico. (Vol. 1, p. 117)
Todo esto refuerza mi conjetura que Rogers y Erickson utilizaban el estado de trance para moverse ms profunda y teraputicamente en el encuentro. Zeig (1982) senta que Erickson estaba "en contacto" con sus propias experiencias internas y confiaba tanto en la "sabidura de su inconsciente, que era capaz de comprensiones increbles de los mundos de los pacientes. Creo que Rogers est diciendo esencialmente la misma cosa. Cuidado y respeto por el cliente La consideracin positiva incondicional viene a representar una tercera condicin central. Cuando los clientes o los pacientes se sienten considerados o apreciados como personas, cuando se sienten cordialmente acogidos y en confianza, y, sobre todo, cuando no se sienten juzgados o evaluados continuamente, cambian y se desarrollan sus posibilidades reales. "Esto significa que el [terapeuta] aprecia al cliente en una forma no posesiva" (Rogers, 1961, p. 62). Haley (1967) describe un profundo cuidado similar en el trabajo de Erickson. Erickson habla del trabajo con un cliente que siente que tiene poca oportunidad para cambiar exitosamente. Siempre, a pesar de un mal pronstico, Erickson mantena las dudas "para si mismo y permita que [el paciente] supiera por las maneras, el tono de voz, por todo lo que deca, que l [Erickson] estaba genuinamente interesado en aquel, que estaba genuinamente deseoso de ayudarlo" [corchetes aadidos] (Haley, 1967, p. 516). La brillantez tcnica y metodolgica de Erickson puede eclipsar, a veces, la relacin teraputica que enfatizaba y creaba con sus pacientes. "Es muy fcil dar nfasis, tambin, a las cosas como el ritmo respiratorio de Erickson o su uso de la visin perifrica, a expensas de la apreciacin de la intensidad de la relacin que tena con sus pacientes, la cual no puede ser definida a travs de un anlisis microscpico, as como tampoco puede analizarse y definirse el 'amor'" (Yapko, 1985, p. 268) Los escritos de Erickson podran resumir la importancia de la singularidad de la persona y la relacin teraputica, "la tcnica para la induccin de trances hipnticos es primariamente una funcin de la relacin interpersonal existente entre el sujeto y el hipnotista. Por lo tanto, las tcnicas
10
y procedimientos hipnticos deben variar de acuerdo al sujeto, las circunstancias y los propsitos a los cuales sirven" (Rossi, 1980, Vol. 4, p. 28). La confianza bsica de Erickson en las personas se manifestaba su creencia y respeto en la competencia de las personas para llevar a cabo las cosas en su propia vida. Crea que sus pacientes tenan un deseo natural de "adquirir maestra, obtener comprensin, divertirse, tener certidumbre y resultados inmediatos" (Lustig, 1982, p. 459). El uso de metforas para recuperar recursos teraputicos Una de las estrategias del enfoque de utilizacin indirecto de Erickson implicaba el uso de metforas. Esas historias y ancdotas servan como el tapiz en el cual eran tejidos los temas que utilizaban las experiencias, recursos y mapas mentales, del paciente. A partir de esas metforas la mente inconsciente saca sus propias conclusiones y significados, al utilizar sus propios recursos almacenados en las memorias de las experiencias de toda la vida. Rogers (19859, por otro lado, comparta el gusto de Erickson por las metforas, aunque en un uso distinto. El (Rogers, 1985) estimulaba, con frecuencia, a los clientes a que se expresaran en lenguaje figurativo o metforas, porque a menudo ellos podan expresarse en una forma mucho ms coherente y profunda que a travs de un lenguaje exacto y literal:
De modo que cuando un cliente comienza a hablar de la "pesada mochila que llevo en mi espalda" o habla del miedo de estar "caminando en la oscuridad lejos de la luz y en la oscuridad", me siento seguro que pueden hacerse progresos, y estoy presto a responder en un nivel metafrico... Sin embargo, uso mis propias metforas en algunas respuestas intuitivas, y stas se estn cercanas a las del enfoque de Erickson (Rogers, 1985, p. 566)
Advirtase la exquisita historia de la juventud de Rogers (1961) usada para ilustrar la tendencia al crecimiento.
Recuerdo que cuando era nio, el depsito en el cual estaba almacenada la reserva de papas para el invierno se encontraba en el subterrneo, algunos pies debajo de un pequea ventana. Las condiciones eran desfavorables, pero las papas comenzaban a brotar... Pero esos tristes y delgados brotes crecan dos o tres pies hacia la distante luz de la ventana. Los brotes eran, en su crecimiento bizarro e intil, una especie de desesperada expresin de una tendencia direccional... Pero aun bajo las circunstancias ms adversas, estaban esforzndose por llegar a ser. La vida no se renda, aunque no poda brotar. (p. 118)
El uso de Erickson de las ancdotas, juegos de palabras, metforas, historias y chistes, se ha convertido en legendario (Rosen, 1982a). Enfatizaba que:
... el crecimiento, el disfrute y el gozo... La vida no es algo a lo cual usted pueda dar una respuesta hoy. Usted debiera disfrutar el proceso de esperar, el proceso de convertirse en lo que usted es. No hay nada
11
ms delicioso que plantar semillas de flores y no saber qu tipo de flores crecern. (Rosen, en Prefacio, 1979, p. xii)
El lenguje figurativo de Ericson sugiere en una forma bierta. Estimula a los pacientes a utilizar su mente inconsciente y buscar a travs de sus amplios depsitos de aprendizajes, recursos y experiencias. Erickson utiliza los mapas y campos perceptuales del cliente a travs de las palabras y frases de sus historias que parecen relevantes y apropiadas, y dejan que el inconsciente se haga cargo. Por ejemplo, con el floricultor, Erickson us una metfora de la semilla de tomate en el proceso de convertirse en una planta de tomate (Haley, 1967)7.El paciente, entonces, escucha en el nivel consciente el significado general contextual de una semilla de tomate en el proceso de llegar a ser, mientras las palabras y las frases tienen asociaciones singulares que van ms all del contexto general (Erickson et al., 1976). "En esta tcnica de mezclado, Erickson (1966) insert palabras y frases que estimularon indirectamente una concentracin profunda en las experiencias e intereses del paciente. A travs de las sugestiones indirectas mezcladas, el inconsciente se coloc a trabajar" (Gunnison, 1985, p. 563). Gordon y Myers-Anderson (1981) reportan una metfora favorita, una historia de la juventud de Erickson. Un caballo sin jinete apareci un da en la granja de Erickson. Nadie pudo identificar al propietario. Impertrrito, Erickson se ofreci de voluntario para encontrar el hogar del caballo y se mont en l. A medida que se aproximaban al camino principal, l aflojaba las riendas y esperaba a ver qu direccin tomaba el caballo. Erickson intervino solamente cuando el caballo quera abandonar el camino. Despus de avanzar en esta forma durante unas cuatro millas, lentamente y a veces rpidamente, el caballo s e dirigi a una granja. El sorprendido dueo le pregunt a Erickson cmo haba sabido dnde perteneca el caballo. "No lo saba. El caballo lo supo. Todo lo que hice fue mantenerlo en el camino" (p. 6). Qu extraordinaria descripcin del proceso de una consejera o una terapia! Qu exquisita descripcin de los enfoques de utilizacin y centrado en la persona! Conclusin La discusin de este artculo, est enfocado en el trabajo de Erickson a travs de los lentes del enfoque centrado en la persona de R ogers. Sin embargo, el proceso podra invertirse con facilidad. Gunnison y Renick (1985) describen las pautas ericksonianas sutiles y ocultas que estn invariablemente presentes en la mayora de la terapia y consejera convencional. Ms especficamente, Lankton y Lankton (1983) describen y discuten las pautas hipnticas ericksonianas
7
[N.T.] Aqu el autor est refirindose a un tratamiento que efectu Erickson en una persona con cncer, con grandes dolores que no respondan a los analgsicos, y que no quera ayuda psicolgica. Este paciente resistente era un apasionado de la floricultura; y Erickson, al visitarlo en su casa, se percat de esto, y construy una historia que aluda al crecimiento de las semillas de tomate (un tema atractivo para el paciente, que atrapara su atencin), y en la cual Erickson a travs de cambios en el tono la de voz remarcaba palabras de la historia que se referan a tranquilidad, calma, etc. En forma paulatina Erickson
12
observables en el trabajo de Rogers en la pelcula Gloria. Lo que parecen dos posiciones muy divergentes, despus de una inspeccin ms acuciosa, da lugar a conexiones y similitudes interesantes. A la vez que existen profundas diferencias en los enfoques, Erickson y Rogers tenan creencias y metas similares respecto a sus pacientes-clientes: la utilizacin de sus tendencias direccionales, la evocacin de la "sabidura del inconsciente" y la "sabidura del organismo". Rosen (Prefacio, 1979) describi esto como "...una tpica paradoja ericksoniana. El maestro de la manipulacin [facilitador] permite y estimula una gran libertad" [corchetes aadidos] (p. xiii). Y los dos lo hacan con mucha autenticidad, humanidad y singularidad. No hay otra forma ms adecuada de concluir este escrito que con esta cita de Rogers (1985):
Aunque estoy seguro que hay muchas diferencias en el enfoque de Erickson respecto al mo, y quiz debiera escribirse un artculo respecto a ellas, ste no sera tan importante como las similitudes. En nuestro trabajo, ambos nos apoyamos en la tendencia direccional fundamental del cliente-paciente, si estamos intentando permitir que el cliente elija las direcciones de su vida, si estamos basndonos en la sabidura del organismo para elegir entre opciones, y si vemos nuestro rol como liberadores del cliente de las percepciones limitantes de si mismo para llegar a convertirse en su si-mismo potencial ms completo; entonces las diferencias quiz no son tan importantes como podran parecer. (p. 566)
Referencias Araoz, D. (1985) The new hypnosis: The quintessence of client-centeredness. In J. Zeig (Ed.), Ericksonian psychotherapy, Vol 1: Structures (p. 256-265), New York: Brunner/Mazel Beahrs, J. (1982) Understanding Erickson's approach. In J. Zeig (Ed.), Ericksonian approaches to hypnosis and psychotherapy (p. 58-83), New York: Brunner/Mazel Erickson, M. (1966) The interspersal hypnotic technique for symptom correction and pain control. American Journal of Clinical Hypnosis,8, 198-209 Erickson, M. & Rossi, E. (1979) Hypnotherapy: An exploratory casebook. New York: Irvington Erickson, M.; Rossi, E. & Rossi, S. (1976) Hypnotic realities: The induction of clinical hypnosis and forms of indirect suggestion. New York: Irvington Erickson, M. & Zeig, J. (1980) Symptom prescription for expanding the psychotic's world view. In E. Rossi (Ed.), The collected papers of Milton H. Erickson on hypnosis, Vol 4 (p. 335-337), New York: Irvington Evans, R. (Ed.) (1975) Carl Rogers: The man and his ideas . New York: E.P. Dutton Frankl, V. (1965) The doctor and the soul (2 nd ed.), New York: Knopf Gilligan, S. (1982) Ericksonian approaches to clinical hypnosis. In J. Zeig (Ed.), Ericksonian approaches to hypnosis and psychotherapy (p. 87-103), New York: Brunner/Mazel
logr que el paciente entrara en trance hipntico y su dolor se aliviara. La referencia en castellano de este caso se encuentra en Terapia no convencional, de Jay Haley, Ed. Amorrortu, 1980, p. 272-277. 13
Gordon, D. & Meyesr-Anderson, M. (1981) Phoenix: Therapeutic patterns of Milton H. Erickson. Cupertino, CA: Meta Publications Grinder, J. & Bandler, R. (1981) Trance-formations: Neurolinguistic programming and the structure of hypnosis. Moab, UT: Real People Press Gunnison, H. (1985) The uniqueness of similiraties: Parallels of Milton H. Erickson and Carl Rogers. Journal of Counseling and Development, 63, 561-564 Gunnison, H. & Renick, T. (1985) Hidden hypnotic patterns in counseling and supervision. Counselor Education and Supervision, 25, 5-11 Haley, J. (1967) Advanced techniques of hyonosis and therapy: Selected papers ofMilton H. Erickson, M:D: New York: Grunne & Stratton Haley, J. (1973) Uncommon therapy: The psychiatrics techniques of Milton H. Erickson, M.D. New York: Norton Haley, J. (1985) Conversations with Milton H. Erickson, M.D. (Vols. 1-3) New York: Triangle Press Koch, S. (Ed.) (1959-1963) Psychology: A study of science (Vols 1-6) New York: McGraw-Hill Lankton, S. & Lankton, C. (1983) The answer within: A clinical framework of Ericksonian hypnotherapy. New York: Brunner/Mazel Lustig, H. (1982) Understanding Erickson and Ericksonian techniques. In J. Zeig (Ed.), Ericksonian approaches to hypnosis and psychotherapy (p. 455-461), New York: Brunner/Mazel Rogers, C. (1951) Client-centered therapy. Boston: Houghton-Mifflin Rogers, C. (1957) The necessary and sufficient conditions of therapeutic personality change. Journal of Consulting Psychology, 21, 95-103 Rogers, C. (1959) A theory of therapy, personality and interpersonal relationships, as developed in the client -centered framework. In S. Koch (Ed.), Psychology: A study of a science. Formuations of the person and the social context (Vol. 3, p. 184-256). New York: McGraw-Hill Rogers, C. (1961) On becoming a person. Boston: Houghton-Mifflin Rogers, C. (1977) Carl Rogers on personal power. New York: Dell Rogers, C. (1978) The formative tendency. Journal of Humanistic Psychology, 18, 1-24 Rogers, C. (1980) A way of being. Boston: Houghthon-Mifflin Rogers, C. (1985) Reaction to Gunnison's article on the similarities between Erickson and Rogers. Journal of Counseling and Development, 63, 565-566 Rogers, C. (1986) Rogers, Kohut, and Erickson A personal perspective on some similaties and differences. Person-Centered Review, 1, 125-140 Rosen, S. (1979) Foreword. In M. Erickson & E. Rossi, Hypnotherpay: An exploratory casebook (p. ixxiii). New York: Irvington Rosen, S. (1982a) My voice will go with you: The teaching tales of Milton H. Erickson, M.D. New York: Norton Rosen, S. (1982b) The vaues of philosophy of Milton H. Erckson. In J. Zeig (Ed.), Ericksonian approaches to hypnosis and psychotherapy (p. 462-476), New York: Brunner/Mazel
14
Rossi, E. (E.) (1980) The collected papers of Milton H. Erickson on hypnosis (Vol. 1-4) New York: Irvington Sacerdote, P. (1982) Erickson's contribution to pain control in cancer. In J. Zeig (Ed.), Ericksonian approaches to hypnosis and psychotherapy (p. 336-345), New York: Brunner/Mazel Secter, I. (1982) Seminars with Erickson: The early years. In J. Zeig (Ed.), Ericksonian approaches to hypnosis and psychotherapy (p. 447-454), New York: Brunner/Mazel Smith, D. (1982) Trends in counseling and psychotehrapy. American Psychologist, 379, 802-809 Stern, C. (1982) There's no theory like no-theory: The Ericksonian approach in perspective. In J. Zeig (Ed.), Ericksonian approaches to hypnosis and psychotherapy (p. 77-86), New York: Brunner/Mazel Szent -Gyoergyi, A. (1874) Drive in living matter to perfect itself. Synthesis, Spring, 12-24 Weitzenhoffer, A. (1976) Foreword. In Erickson, M.; Rossi, E. & Rossi, S. Hypnotic realities: The induction of clinical hypnosis and forms of indirect suggestion. (p. xiii-xix) New York: Irvington Yapko, M. (1985) The Ericksonian hook: Values in Ericksonian approaches. In J. Zeig (Ed.), Ericksonian psychotherapy, Vol 1: Structures (p. 266-291), New York: Brunner/Mazel Zeig, J. (Ed.) (1980) Teaching seminar with Milton H. Erickson, M.D. New York: Brunner/Mazel Zeig, J. (Ed.) (1985a), Ericksonian approaches to hypnosis and psychotherapy, New York: Brunner/Mazel Zeig, J. (1985b) Experiencing Erickson: An introduction to the man and his work. New York: Brunner/Mazel
15