CARL SAGAN

EL MUNDO Y SUS DEMONIOS

LA CIENCIA COMO UNA LUZ EN LA OSCURIDAD ________
Traduccin de DOLORS DINA

PLANETA

Coleccin: La Lnea del Horizonte Ttulo original: The Demond-haunted Worid Cari Sagan, 1995. Por la traduccin, Dolors Udina, 1997 Editorial Planeta, S. A., 2000. Crcega, 273-279, 08008 Barcelona (Espaa) Diseo de la coleccin: Joan Batall Ilustracin de la sobrecubierta: foto Steven Puetzer/Photonica Agradecemos el permiso para reimprimir material previamente publicado a: ADDISON-WESLEY extracto de Lectures on Physics: Commemorative Issue 3 Volume Package de Richard P. Feynman, Robeit B. Leighton y Matthew Sands. Copyright California Instituto of Technology, 1964. Reimpreso con permiso de Addison-Wesley Publishing Company, Inc. CROWN PUBLISHERS INC.: extracto de The Enciclopedia of Witchcraft ana Demonology de Rossell Hope Robbins. Copyright Crown Publishers, Inc., 1959. Reimpreso con permiso del editor. DOVER PUBLICATIONS, INC.: extracto de On the Electrodynamics of Moving Bodies de Albert Einstein, de The Principie of Relativity: A Collection of Original Memoirs on the Special and General Theory of Relativity de H. Lorentz, A. Einstein, H. Minkowski y H. Wey. Reimpreso con permiso. ENCYCLOPAEDIA BRITANNICA, INC .: Percepcin en Encyclopaedia Britannica, 15.a edicin. Copyright Enciclopaedia Britannica, Inc., 1985. Reimpreso con permiso. FMS FOUNDATTON: extracto de Memory with a Grain of Sait de Ulric Neisser (FMS Foundation Newsletter, vol. 2, no. 4). Reimpreso con permiso. INTERNATIONAL ASSOCIATION OF CHIEFS OF PLICE: extracto de Satanic, Occult and Ritualistic Crime de Kenneth V. Lanning (The Police Chief, vol. LVI, no. 10, octubre de 1989). Copyright en poder de la International Association of Chiefs of Plice, 515 N, Washington Street, Alexandria, VA 22314. Est estrictamente prohibida una nueva reproduccin sin el permiso escrito ex profeso de IACP. Reimpreso con permiso. Joumal of Abnormal Psychology: extracto de Cise Encounters: An Examination of the UFO Experience de Nicholas P. Spanos, Patricia A. Cross, Kirby Dixon y Susan C. DeBreul (vol. 102, 1993, p. 631). Reimpreso con permiso. Journal of American Folklore: extracto de UFO Abduction Reports: The Supernatural Kidnap Narrative Retums in Technological Guise de Thomas E. Bullard (vol. 102, no. 404, abril-junio de 1989). Reimpreso con permiso de la American Anthropological Asociation. No se permiten ms reproducciones. HAROLD OBER ASSOCIATES, INC .: extracto de The Fifty-Minute Hour de Robert Lindner (Holt, Rinehart). Copyright Robert Lindner, 1954. Reimpreso con permiso de Harod Ober Associates, Inc. PENGUIN UK: extracto de Buddhist Scriptures, traducido al ingls por Edward Conze (Penguin Classics, 1959). Copyright Edward Conze, 1959. Reimpreso con permiso. POINT FOUNDATION c/o BROCKMAN, INC .: extracto de Confessions of a Parapsychologist de Susan Blackmore y extracto de The Science of Spirituality de Charles Tart; ambos extractos de The Fringes of Reason: A Whole Earth Catalog. Copyright Point Foundation, 1989. Reimpreso con permiso de Point Foundation. PRINCETON UNIVERSITY PRESS: extracto de Appa-ritions in Late Medieval and Renaissance Spain de William A. Christian, Jr. Copyright Prin-ceton University Press, 1981. Reimpreso con permiso de Princeton University Press. RUTGERS UNIVERSITY PRESS: extracto de las pginas 33 y 78 de Science and Its Critics de John Passmore. Copyright Rutgers, Universidad Estatal de Nueva Jersey, 1978. Reimpreso con permiso de Rutger University Press. TICKSON Music: tres lneas de CTA-102 de Roger McGuinn y Robert J. Hippard. Copyright Tickon Music (BMI), 1967. Todos los derechos reservados. Reimpreso con permiso.
PUBLISHING COMPANY INC.:

Primera edicin en esta presentacin: marzo de 2000 Depsito Legal: B. 7.474-2000. ISBN 84-08-03515-0 Composicin: Vctor Igual, S. L. Impresin: A&M Grfic, S. L Encuademacin: Servis Grafios 106, S. L. Printed in Spain - Impreso en Espaa Este libro no podr ser reproducido, ni total ni parcialmente, sin el previo permiso escrito del editor. Todos los derechos reservados

ndice ________________

Prefacio: Mis profesores .............................................................................. 7 1. LO MS PRECIADO .................................................................... 12 2. CIENCIA Y ESPERANZA ............................................................ 33 3. EL HOMBRE DE LA LUNA Y LA CARA DE MARTE................ 49 4. EXTRATERRESTRES .................................................................. 67 5. ARGUCIAS Y SECRETOS ........................................................... 83 6. ALUCINACIONES ..................................................................... 100 7. EL MUNDO POSEDO POR DEMONIOS .................................. 114 8. SOBRE LA DISTINCINENTRE VISIONES VERDADERAS Y FALSAS ... 134 9. TERAPIA .................................................................................... 148 10. UN DRAGN EN EL GARAJE................................................... 164 11. LA CIUDAD DE LA AFLICCIN .............................................. 183 12. EL SUTIL ARTE DE DETECTAR CAMELOS ........................... 194 13. OBSESIONADO CON LA REALIDAD ...................................... 212 14. ANTICIENCIA............................................................................ 237 15. EL SUEO DE NEWTON........................................................... 256 16. CUANDO LOS CIENTFICOS CONOCEN EL PECADO........... 270 17. UN MATRIMONIO ENTRE EL ESCEPTICISMO Y EL ASOMBRO .. 281 18. EL VIENTO LEVANTA POLVO ................................................ 294 19. NO HAY PREGUNTAS ESTPIDAS ......................................... 305 20. LA CASA EN LLAMAS.............................................................. 323 21. EL CAMINO DE LA LIBERTAD................................................ 339 22. ADICTOS DEL SIGNIFICADO .................................................. 353 23. MAXWELL Y LOS BICHOS RAROS1 ................................... 365 24. CIENCIA Y BRUJERA1 ............................................................ 386 25. LOS VERDADEROS PATRIOTAS HACEN PREGUNTAS1 ...... 404 Agradecimientos..................................................................................... 417 Referencias ............................................................................................. 420 Indice temtico (sin actualizar) ............................................................... 428

A Tonio, mi nieto

Te deseo un mundo Libre de demonios y lleno de luz,

Esperamos luz, y he ah tinieblas. Isaas 59, 9

Es mejor encender una vela que maldecir la oscuridad. Refrn

PREFACIO

MIS PROFESORES ___________

Era un da de tormenta en el otoo de 1939. Afuera, en las calles alrededor del edificio de apartamentos, las hojas caan y formaban pequeos remolinos, cada una con vida propia. Era agradable estar dentro, a salvo y caliente, mientras mi madre preparaba la cena en la habitacin contigua. En nuestro apartamento no haba nios mayores que se metieran con uno sin razn. Precisamente, la semana anterior me haba visto envuelto en una pelea... no recuerdo, despus de tantos aos, con quin; quiz fuera con Snoony gata, del tercer piso... y, tras un violento golpe, mi puo atraves el cristal del escaparate de la farmacia de Schechter. El seor Schechter se mostr solcito: No pasa nada, tengo seguro, dijo mientras me untaba la mueca con un antisptico increblemente doloroso. Mi madre me llev al mdico, que tena la consulta en la planta baja de nuestro bloque. Con unas pinzas extrajo un fragmento de vidrio y, provisto de aguja e hilo, me aplic dos puntos. Dos puntos!, haba repetido mi padre por la noche. Saba de puntos porque era cortador en la industria de la confeccin; su trabajo consista en cortar patrones espaldas, por ejemplo, o mangas para abrigos y trajes de seora de un montn de tela enorme con una temible sierra elctrica. A continuacin, unas interminables hileras de mujeres sentadas ante mquinas de coser ensamblaban los patrones. Le complaca que me hubiera enfadado tanto como para vencer mi natural timidez. A veces es bueno devolver el golpe. Yo no haba pensado ejercer ninguna violencia. Simplemente ocurri as. Snoony me empuj y, a

continuacin, mi puo atraves el escaparate del seor Schechter. Yo me haba lesionado la mueca, haba generado un gasto mdico inesperado, haba roto un cristal, y nadie se haba enfadado conmigo. En cuanto a Snoony, estaba ms simptico que nunca. Intent dilucidar cul era la leccin de todo aquello. Pero era mucho ms agradable intentar descubrirlo en el calor del apartamento, mirando a travs de la ventana de la sala la baha de Nueva York, que arriesgarme a un nuevo contratiempo en las calles. Mi madre se haba cambiado de ropa y maquillado como sola hacer siempre antes de que llegara mi padre. Casi se haba puesto el sol y nos quedamos los dos mirando ms all de las aguas embravecidas. All fuera hay gente que lucha, y se matan unos a otros dijo haciendo una seal vaga hacia el Atlntico. Yo mir con atencin. Lo s contest. Los veo. No, no los puedes ver repuso ella, casi con severidad, antes de volver a la cocina. Estn demasiado lejos. Cmo poda saber ella si yo los vea o no?, me pregunt. Forzando la vista, me haba parecido discernir una fina franja de tierra en el horizonte sobre la que unas pequeas figuras se empujaban, pegaban y peleaban con espadas como en mis cmics. Pero quiz tuviera razn. Quiz se trataba slo de mi imaginacin; como los monstruos de medianoche que, en ocasiones, todava me despertaban de un sueo profundo, con el pijama empapado de sudor y el corazn palpitante. Cmo se puede saber cuando alguien slo imagina? Me qued contemplando las aguas grises hasta que se hizo de noche y me mandaron a lavarme las manos para cenar. Para mi delicia, mi padre me tom en brazos. Poda notar el fro del mundo exterior contra su barba de un da. ---ooo--Un domingo de aquel mismo ao, mi padre me haba explicado con paciencia el papel del cero como punto de origen en aritmtica, los nombres de sonido malicioso de los nmeros grandes y que no existe el nmero ms grande (Siempre puedes aadir uno ms, deca). De pronto me entr una compulsin infantil de escribir en secuencia todos los nmeros enteros del uno al mil. No tenamos ninguna libreta de papel, pero mi padre me ofreci el montn de cartones grises que guardaba cuando le traan las camisas de la lavandera. Empec el proyecto con entusiasmo, pero me sorprendi lo lento que era. Cuando me encontraba todava en los cientos ms bajos, mi madre anunci que era la hora del bao. Me qued desconsolado. Tena que llegar a mil. Intervino mi padre, que toda la vida actu de mediador: si me someta al

bao sin rechistar, l continuara la secuencia por m. Yo no caba en m de contento. Cuando sal del bao ya estaba cerca del novecientos, y as pude llegar a mil slo un poco despus de la hora habitual de acostarme. La magnitud de los nmeros grandes nunca ha dejado de impresionarme. Tambin en 1939, mis padres me llevaron a la Feria Mundial de Nueva York. All se me ofreci una visin de un futuro perfecto que la ciencia y la alta tecnologa haban hecho posible. Haban enterrado una cpsula llena de artefactos de nuestra poca, para beneficio de la gente de un futuro lejano... que, asombrosamente, quiz no supiera mucho de la gente de 1939. El mundo del maana sera impecable, limpio, racionalizado y, por lo que yo poda ver, sin rastro de gente pobre. Vea el sonido, ordenaba de modo desconcertante un cartel. Y, desde luego, cuando el pequeo martillo golpeaba el diapasn apareca una bella onda sinusoide en la pantalla del osciloscopio. Escuche la luz, exhortaba otro cartel. Y, cuando el flash ilumin la fotoclula, pude escuchar algo parecido a las interferencias de nuestra radio Motorola cuando el dial no daba con la emisora. Sencillamente, el mundo encerraba una serie de maravillas que nunca me haba imaginado. Cmo poda convertirse un tono en una imagen y la luz en ruido? Mis padres no eran cientficos. No saban casi nada de ciencia. Pero, al introducirme simultneamente en el escepticismo y lo asombroso, me ensearon los dos modos de pensamiento difcilmente compaginables que son la base del mtodo cientfico. Su situacin econmica no superaba en mucho el nivel de pobreza. Pero cuando anunci que quera ser astrnomo recib un apoyo incondicional, a pesar de que ellos (como yo) slo tenan una idea rudimentaria de lo que hace un astrnomo. Nunca me sugirieron que a lo mejor sera ms oportuno que me hiciera mdico o abogado. Me encantara poder decir que en la escuela elemental, superior o universitaria tuve profesores de ciencias que me inspiraron. Pero, por mucho que buceo en mi memoria, no encuentro ninguno. Se trataba de una pura memorizacin de la tabla peridica de los elementos, palancas y planos inclinados, la fotosntesis de las plantas verdes y la diferencia entre la antracita y el carbn bituminoso, Pero no haba ninguna elevada sensacin de maravilla, ninguna indicacin de una perspectiva evolutiva, nada sobre ideas errneas que todo el mundo haba credo ciertas en otra poca. Se supona que en los cursos de laboratorio del instituto debamos encontrar una respuesta. Si no era as, nos suspendan. No se nos animaba a profundizar en nuestros propios intereses, ideas o errores conceptuales. Al final del libro de texto haba material que pareca interesante, pero el ao escolar siempre terminaba antes de llegar a dicho final. Era posible ver maravillosos libros de astronoma, por ejemplo, en las bibliotecas, pero no en la clase. Se nos

enseaba la divisin larga como si se tratara de una serie de recetas de un libro de cocina, sin ninguna explicacin de cmo esta secuencia particular de divisiones cortas, multiplicaciones y restas daba la respuesta correcta. En el instituto se nos enseaba con reverencia la extraccin de races cuadradas, como si se tratara de un mtodo entregado tiempo atrs en el monte Sina. Nuestro trabajo consista meramente en recordar lo que se nos haba ordenado: consigue la respuesta correcta, no importa que entiendas lo que haces. En segundo curso tuve un profesor de lgebra muy capacitado que me permiti aprender muchas matemticas, pero era un matn que disfrutaba haciendo llorar a las chicas. En todos aquellos aos de escuela mantuve mi inters por la ciencia leyendo libros y revistas sobre realidad y ficcin cientfica. La universidad fue la realizacin de mis sueos: encontr profesores que no slo entendan la ciencia sino que realmente eran capaces de explicarla. Tuve la suerte de estudiar en una de las grandes instituciones del saber de la poca: la Universidad de Chicago. Estudiaba fsica en un departamento que giraba alrededor de Enrico Fermi; descubr la verdadera elegancia matemtica con Subrahmanyan Chandrasekhar; tuve la oportunidad de hablar de qumica con Harold Urey; durante los veranos fui aprendiz de biologa con H. J. Muller en la Universidad de Indiana; y aprend astronoma planetaria con el nico practicante con plena dedicacin de la poca, G. P. Kuiper. En Kuiper vi por primera vez el llamado clculo sobre servilleta de papel: se te ocurre una posible solucin a un problema, coges una servilleta de papel, apelas a tu conocimiento de fsica fundamental, garabateas unas cuantas ecuaciones aproximadas, las sustituyes por valores numricos probables y compruebas si la respuesta puede resolver de algn modo tu problema. Si no es as, debes buscar una solucin diferente. Es una manera de ir eliminando disparates como si fueran capas de una cebolla. En la Universidad de Chicago tambin tuve la suerte de encontrarme con un programa de educacin general diseado por Robert M. Hutchins en el que la ciencia se presentaba como parte integral del maravilloso tapiz del conocimiento humano. Se consideraba impensable que un aspirante a fsico no conociera a Platn, Aristteles, Bach, Shakespeare, Gibbon, Malinowski y Freud... entre otros. En una clase de introduccin a la ciencia se nos present de modo tan irresistible el punto de vista de Tolomeo de que el Sol giraba alrededor de la Tierra que muchos estudiantes tuvieron que replantearse su confianza en Coprnico. La categora de los profesores en el programa de Hutchins no tena casi nada que ver con la investigacin; al contrario a diferencia de lo que es habitual en las universidades norteamericanas de

hoy, se valoraba a los profesores por su manera de ensear, por su capacidad de transmitir informacin e inspirar a la futura generacin. En este ambiente embriagador pude rellenar algunas lagunas de mi educacin. Se me aclararon muchos aspectos que me haban parecido profundamente misteriosos, y no slo en la ciencia. Tambin fui testigo de primera mano de la alegra que sentan los que tenan el privilegio de descubrir algo sobre el funcionamiento del universo. Siempre me he sentido agradecido a mis mentores de la dcada de 1950 y he hecho lo posible para que todos ellos conocieran mi aprecio. Pero cuando echo la vista atrs me parece que lo ms esencial no lo aprend de mis maestros de escuela, ni siquiera de mis profesores de universidad, sino de mis padres, que no saban nada en absoluto de ciencia, en aquel ao tan lejano de 1939.

CAPTULO 1

LO MS PRECIADO

Toda nuestra ciencia, comparada con la realidad, es primitiva e infantil... y sin embargo es lo ms preciado que tenemos.
ALBERT EINSTEIN

(1879-1955)

Cuando baj del avin, el hombre me esperaba con un pedazo de cartn en el que estaba escrito mi nombre. Yo iba a una conferencia de cientficos y comentaristas de televisin dedicada a la aparentemente imposible tarea de mejorar la presentacin de la ciencia en la televisin comercial. Amablemente, los organizadores me haban enviado un chofer. Le molesta que le haga una pregunta? me dijo mientras esperbamos la maleta. No, no me molestaba. No es un lo tener el mismo nombre que el cientfico aquel? Tard un momento en comprenderlo. Me estaba tomando el pelo? Finalmente lo entend. Yo soy el cientfico aquel respond. Call un momento y luego sonri. Perdone. Como se es mi problema, pens que tambin sera el suyo. Me tendi la mano. Me llamo William F. Buckiey. (Bueno, no era exactamente William F. Buckiey, pero llevaba el nombre de un conocido y polmico entrevistador de televisin, lo que sin duda le haba valido gran nmero de inofensivas bromas.) Mientras nos instalbamos en el coche para emprender el largo recorrido, con los limpiaparabrisas funcionando rtmicamente, me dijo que se alegraba de que yo fuera el cientfico aquel porque tena muchas preguntas sobre ciencia. Me molestaba? No, no me molestaba. Y nos pusimos a hablar. Pero no de ciencia. l quera hablar de los extraterrestres congelados que languidecan en una base de las Fuerzas Areas cerca de San Antonio, de canalizacin (una manera de or lo que hay en la mente de los muertos... que no es mucho, por lo visto), de cristales,

de las profecas de Nostradamus, de astrologa, del sudario de Turn... Presentaba cada uno de estos portentosos temas con un entusiasmo lleno de optimismo. Yo me vea obligado a decepcionarle cada vez. La prueba es insostenible le repeta una y otra vez. Hay una explicacin mucho ms sencilla. En cierto modo era un hombre bastante ledo. Conoca los distintos matices especulativos, por ejemplo, sobre los continentes hundidos de la Atlntida y Lemuria. Se saba al dedillo cules eran las expediciones submarinas previstas para encontrar las columnas cadas y los minaretes rotos de una civilizacin antiguamente grande cuyos restos ahora slo eran visitados por peces luminiscentes de alta mar y calamares gigantes. Slo que... aunque el ocano guarda muchos secretos, yo saba que no hay la ms mnima base oceanogrfica o geofsica para deducir la existencia de la Atlntida y Lemuria. Por lo que sabe la ciencia hasta este momento, no existieron jams. A estas alturas, se lo dije de mala gana. Mientras viajbamos bajo la lluvia me di cuenta de que el hombre estaba cada vez ms taciturno. Con lo que yo le deca no slo descartaba una doctrina falsa, sino que eliminaba una faceta preciosa de su vida interior. Y, sin embargo, hay tantas cosas en la ciencia real, igualmente excitantes y ms misteriosas, que presentan un desafo intelectual mayor... adems de estar mucho ms cerca de la verdad. Saba algo de las molculas de la vida que se encuentran en el fro y tenue gas entre las estrellas? Haba odo hablar de las huellas de nuestros antepasados encontradas en ceniza volcnica de cuatro millones de aos de antigedad? Y de la elevacin del Himalaya cuando la India choc con Asia? O de cmo los virus, construidos como jeringas hipodrmicas, deslizan su ADN ms all de las defensas del organismo del anfitrin y subvierten la maquinaria reproductora de las clulas; o de la bsqueda por radio de inteligencia extraterrestre; o de la recin descubierta civilizacin de Ebla, que anunciaba las virtudes de la cerveza de Ebla? No, no haba odo nada de todo aquello. Tampoco saba nada, ni siquiera vagamente, de la indeterminacin cuntica, y slo reconoca el ADN como tres letras maysculas que aparecan juntas con frecuencia. El seor Buckiey que saba hablar, era inteligente y curioso no haba odo prcticamente nada de ciencia moderna. Tena un inters natural en las maravillas del universo. Quera saber de ciencia, pero toda la ciencia haba sido expurgada antes de llegar a l. A este hombre le haban fallado nuestros recursos culturales, nuestro sistema educativo, nuestros medios de comunicacin. Lo que la sociedad permita que se filtrara eran principalmente apariencias y confusin. Nunca le haban enseado a distinguir la ciencia real de la burda imitacin. No saba nada del funcionamiento de la ciencia.

Hay cientos de libros sobre la Atlntida, el continente mtico que segn dicen existi hace unos diez mil aos en el ocano Atlntico. (O en otra parte. Un libro reciente lo ubica en la Antrtida.). La historia viene de Platn, que lo cit como un rumor que le lleg de pocas remotas. Hay libros recientes que describen con autoridad el alto nivel tecnolgico, moral y espiritual de la Atlntida y la gran tragedia de un continente poblado que se hundi entero bajo las olas. Hay una Atlntida de la Nueva Era, la civilizacin legendaria de ciencias avanzadas, dedicada principalmente a la ciencia de los cristales. En una triloga titulada La ilustracin del cristal, de Katrina Raphaell unos libros que han tenido un papel principal en la locura del cristal en Norteamrica, los cristales de la Atlntida leen la mente, transmiten pensamientos, son depositarios de la historia antigua y modelo y fuente de las pirmides de Egipto. No se ofrece nada parecido a una prueba que fundamente esas afirmaciones. (Podra resurgir la mana del cristal tras el reciente descubrimiento de la ciencia sismolgica de que el ncleo interno de la Tierra puede estar compuesto por un cristal nico, inmenso, casi perfecto... de hierro.) Algunos libros Leyendas de la Tierra, de Dorothy Vitaliano, por ejemplo interpretan comprensivamente las leyendas originales de la Atlntida en trminos de una pequea isla en el Mediterrneo que fue destruida por una erupcin volcnica, o una antigua ciudad que se desliz dentro del golfo de Corinto despus de un terremoto. Por lo que sabemos, sa puede ser la fuente de la leyenda, pero de ah a la destruccin de un continente en el que haba surgido una civilizacin tcnica y mstica preternaturalmente avanzada hay una gran distancia. Lo que casi nunca encontramos en bibliotecas pblicas, escaparates de revistas o programas de televisin en horas punta es la prueba de la extensin del suelo marino y la tectnica de placas y del trazado del fondo del ocano, que muestra de modo inconfundible que no pudo haber ningn continente entre Europa y Amrica en una escala de tiempo parecida a la propuesta. Es muy fcil encontrar relatos espurios que hacen caer al crdulo en la trampa. Mucho ms difcil es encontrar tratamientos escpticos. El escepticismo no vende. Es cien, mil veces ms probable que una persona brillante y curiosa que confe enteramente en la cultura popular para informarse de algo como la Atlntida se encuentre con una fbula tratada sin sentido crtico que con una valoracin sobria y equilibrada. Quiz el seor Buckiey debera aprender a ser ms escptico con lo que le ofrece la cultura popular. Pero, aparte de eso, es difcil echarle la culpa. l se limitaba a aceptar lo que la mayora de las fuentes de

informacin disponibles y accesibles decan que era la verdad. Por su ingenuidad, se vea confundido y embaucado sistemticamente. La ciencia origina una gran sensacin de prodigio. Pero la pseudociencia tambin. Las popularizaciones dispersas y deficientes de la ciencia dejan unos nichos ecolgicos que la pseudociencia se apresura a llenar. Si se llegara a entender ampliamente que cualquier afirmacin de conocimiento exige las pruebas pertinentes para ser aceptada, no habra lugar para la pseudociencia. Pero, en la cultura popular, prevalece una especie de ley de Gresham segn la cual la mala ciencia produce buenos resultados. En todo el mundo hay una enorme cantidad de personas inteligentes, incluso con un talento especial, que se apasionan por la ciencia. Pero no es una pasin correspondida. Los estudios sugieren que un noventa y cinco por ciento de los americanos son analfabetos cientficos. Es exactamente la misma fraccin de afroamericanos analfabetos, casi todos esclavos, justo antes de la guerra civil, cuando se aplicaban severos castigos a quien enseara a leer a un esclavo. Desde luego, en las cifras sobre analfabetismo hay siempre cierto grado de arbitrariedad, tanto si se aplica al lenguaje como a la ciencia. Pero un noventa y cinco por ciento de analfabetismo es extremadamente grave. Todas las generaciones se preocupan por la decadencia de los niveles educativos. Uno de los textos ms antiguos de la historia humana, datado en Sumeria hace unos cuatro mil aos, lamenta el desastre de que los jvenes sean ms ignorantes que la generacin inmediatamente precedente. Hace dos mil cuatrocientos aos, el anciano y malhumorado Platn, en el libro VII de Las leyes, dio su definicin de analfabetismo cientfico:
El hombre que no pudiera discernir el uno ni el dos ni el tres ni en general los pares y los impares, o el que no supiera nada de contar, o quien no fuera capaz de medir el da y la noche o careciera de experiencia acerca de las revoluciones de la Luna o del Sol o de los dems astros... Lo que hay que decir que es menester que aprendan los hombres libres en cada materia es todo aquello que aprende en Egipto junto con las letras la innumerable grey de los nios. En primer lugar, por lo que toca al clculo, se han inventado unos sencillos procedimientos para que los nios aprendan jugando y a gusto... Yo... cuando en tiempos me enter tardamente de lo que nos ocurre en relacin con ello, me qued muy impresionado, y entonces me pareci que aquello no era cosa humana, sino propia ms bien de bestias porcinas, y sent vergenza no slo por m mismo sino en nombre de los helenos todos.1

No s hasta qu punto la ignorada de la ciencia y las matemticas contribuy al declive de la antigua Atenas, pero s que las consecuencias del
1

Versin de Jos Manuel Pabn y Manuel Femndez-Galiano, Madrid, 1984.

analfabetismo cientfico son mucho ms peligrosas en nuestra poca que en cualquier otra anterior. Es peligroso y temerario que el ciudadano medio mantenga su ignorancia sobre el calentamiento global, la reduccin del ozono, la contaminacin del aire, los residuos txicos y radiactivos, la lluvia cida, la erosin del suelo, la deforestacin tropical, el crecimiento exponencial de la poblacin. Los trabajos y sueldos dependen de la ciencia y la tecnologa. Si nuestra nacin no puede fabricar, a bajo precio y alta calidad, los productos que la gente quiere comprar, las industrias seguirn desplazndose para transferir un poco ms de prosperidad a otras partes del mundo. Considrense las ramificaciones sociales de la energa generada por la fisin y fusin nucleares, las supercomputadoras, las autopistas de datos, el aborto, el radn, las reducciones masivas de armas estratgicas, la adiccin, la intromisin del gobierno en la vida de sus ciudadanos, la televisin de alta resolucin, la seguridad en lneas areas y aeropuertos, los trasplantes de tejido fetal, los costes de la sanidad, los aditivos de alimentos, los frmacos para tratar psicomanas, depresiones o esquizofrenia, los derechos de los animales, la superconductividad, las pldoras del da siguiente, las predisposiciones antisociales presuntamente hereditarias, las estaciones espaciales, el viaje a Marte, el hallazgo de remedios para el sida y el cncer... Cmo podemos incidir en la poltica nacional o incluso tomar decisiones inteligentes en nuestras propias vidas si no podemos captar los temas subyacentes? En el momento de escribir estas pginas, el Congreso est tratando la disolucin de su departamento de valoracin tecnolgica, la nica organizacin con la tarea especfica de asesorar a la Casa Blanca y al Senado sobre ciencia y tecnologa. Su competencia e integridad a lo largo de los aos ha sido ejemplar. De los quinientos treinta y cinco miembros del Congreso de Estados Unidos, por extrao que parezca a finales del siglo XX, slo el uno por ciento tiene unos antecedentes cientficos significativos. El ltimo presidente con preparacin cientfica debi de ser Thomas Jefferson.2 Cmo deciden esos asuntos los americanos? Cmo instruyen a sus representantes? Quin toma en realidad estas decisiones, y sobre qu base? ---ooo--Hipcrates de Cos es el padre de la medicina. Todava se le recuerda 2500 aos despus por el Juramento de Hipcrates (del que existe una forma modificada que los estudiantes de medicina pronuncian cuando se licencian).
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Aunque puede afirmarse lo mismo de Theodore Rooseveit, Herbert Hoover y Jimmy Crter. Gran Bretaa tuvo una primera ministra as con Margaret Thatcher. Sus estudios de qumica, en parte bajo la tutela de la premio Nobel Dorothy Hodgkins, fueron la clave de la fuerte defensa por parte del Reino Unido de la prohibicin mundial del CFC reductor del ozono.

Pero, principalmente, se le recuerda por sus esfuerzos por retirar el manto de supersticin de la medicina para llevarla a la luz de la ciencia. En un pasaje tpico, Hipcrates escribi: Los hombres creen que la epilepsia es divina, meramente porque no la pueden entender. Pero si llamasen divino a todo lo que no pueden entender, habra una infinidad de cosas divinas. En lugar de reconocer que somos ignorantes en muchas reas, hemos tendido a decir cosas como que el universo est impregnado de lo inefable. Se asigna la responsabilidad de lo que todava no entendemos a un Dios de lo ignorado. A medida que fue avanzando el conocimiento de la medicina a partir del siglo IV, cada vez era ms lo que entendamos y menos lo que tenamos que atribuir a la intervencin divina: tanto en las causas como en el tratamiento de la enfermedad. La muerte en el parto y la mortalidad infantil han disminuido, el tiempo de vida ha aumentado y la medicina ha mejorado la calidad de vida de millones de personas en todo el planeta. En el diagnstico de la enfermedad, Hipcrates introdujo elementos del mtodo cientfico. Exhortaba a la observacin atenta y meticulosa: No dejis nada a la suerte. Controladlo todo. Combinad observaciones contradictorias. Concedeos el tiempo suficiente. Antes de la invencin del termmetro, hizo grficas de las curvas de temperatura de muchas enfermedades. Recomend a los mdicos que, a partir de los sntomas del momento, intentaran predecir el pasado y el probable curso futuro de cada enfermedad. Daba gran importancia a la honestidad. Estaba dispuesto a admitir las limitaciones del conocimiento del mdico. No mostraba ningn recato en confiar a la posteridad que ms de la mitad de sus pacientes haban muerto por causa de las enfermedades que l trataba. Sus opciones, desde luego, eran limitadas; los nicos frmacos de que dispona eran principalmente laxantes, emticos y narcticos. Se practicaba la ciruga y la cauterizacin. En los tiempos clsicos se hicieron avances considerables hasta la cada de Roma. Mientras en el mundo islmico floreca la medicina, en Europa se entr realmente en una edad oscura. Se perdi la mayor parte del conocimiento de anatoma y ciruga. Abundaba la confianza en la oracin y las curaciones milagrosas. Desaparecieron los mdicos seculares. Se usaban ampliamente cnticos, pociones, horscopos y amuletos. Se restringieron o ilegalizaron las disecciones de cadveres, lo que impeda que los que practicaban la medicina adquirieran conocimiento de primera mano del cuerpo humano. La investigacin mdica lleg a un punto muerto. Era muy parecido a lo que el historiador Edward Gibbon describi para todo el Imperio oriental, cuya capital era Constantinopla:
En el transcurso de diez siglos no se hizo ni un solo descubrimiento que exaltara la dignidad o promoviera la felicidad de la humanidad. No se haba aadido ni una sola idea a los sistemas especulativos de la antigedad y toda una serie de pacientes discpulos se convirtieron en su momento en los maestros dogmticos de la siguiente generacin servil.

La prctica mdica premoderna no logr salvar a muchos ni siquiera en su mejor momento. La reina Ana fue la ltima Estuardo de Gran Bretaa. En los ltimos diecisiete aos del siglo XVII se qued embarazada dieciocho veces. Slo cinco nios le nacieron vivos. Slo uno sobrevivi a la infancia. Muri antes de llegar a la edad adulta y antes de la coronacin de la reina en 1702. No parece haber ninguna prueba de trastorno gentico. Contaba con los mejores cuidados mdicos que se podan comprar con dinero. Las trgicas enfermedades que en otra poca se llevaban un nmero incontable de bebs y nios se han ido reduciendo progresivamente y se curan gracias a la ciencia: por el descubrimiento del mundo de los microbios, por la idea de que mdicos y comadronas se lavaran las manos y esterilizaran sus instrumentos, mediante la nutricin, la salud pblica y las medidas sanitarias, los antibiticos, frmacos, vacunas, el descubrimiento de la estructura molecular del ADN, la biologa molecular y, ahora, la terapia gentica. Al menos en el mundo desarrollado, los padres tienen muchas ms posibilidades de ver alcanzar la madurez a sus hijos de las que tena la heredera al trono de una de las naciones ms poderosas de la Tierra a finales del siglo XVII. La viruela ha desaparecido del mundo. El rea de nuestro planeta infestada de mosquitos transmisores de la malaria se ha reducido de manera espectacular. La esperanza de vida de un nio al que se diagnostica leucemia ha ido aumentando progresivamente ao tras ao. La ciencia permite que la Tierra pueda alimentar a una cantidad de humanos cientos de veces mayor, y en condiciones mucho menos miserables, que hace unos cuantos miles de aos. Podemos rezar por una vctima del clera o podemos darle quinientos miligramos de tetraciclina cada doce horas. (Todava hay una religin, la ciencia cristiana, que niega la teora del germen de la enfermedad; si falla la oracin, los fieles de esta secta preferiran ver morir a sus hijos antes que darles antibiticos.) Podemos intentar una terapia psicoanaltica casi ftil con el paciente esquizofrnico, o darle de trescientos a quinientos miligramos de clozapina al da. Los tratamientos cientficos son cientos o miles de veces ms eficaces que los alternativos. (E incluso cuando parece que las alternativas funcionan, no sabemos si realmente han tenido algn papel: Pueden producirse remisiones espontneas, incluso del clera y la esquizofrenia, sin oracin y sin psicoanlisis.) Abandonar la ciencia significa abandonar mucho ms que el aire acondicionado, el aparato de CD, los secadores del pelo y los coches rpidos. En la poca preagrcola, de cazadores-recolectores, la expectativa de vida humana era de veinte a treinta aos, la misma que en Europa occidental a finales de la poca romana medieval. La media no ascendi a cuarenta aos hasta alrededor del ao 1870.

Lleg a cincuenta en 1915, sesenta en 1930, setenta en 1955 y hoy se acerca a ochenta (un poco ms para las mujeres, un poco menos para los hombres). El resto del mundo sigue los pasos del incremento europeo de la longevidad. Cul es la causa de esta transicin humanitaria asombrosa, sin precedentes? La teora del germen como causante de la enfermedad, las medidas de salud pblica, las medicinas y la tecnologa mdica. La longevidad quiz sea la mejor medida de la calidad de vida fsica. (Si uno est muerto, no puede hacer nada para ser feliz.) Es un ofrecimiento muy valioso de la ciencia a la humanidad: nada menos que el don de la vida. Pero los microorganismos se transforman. Aparecen nuevas enfermedades que se extienden como el fuego. Hay una batalla constante entre medidas microbianas y contramedidas humanas. Nos ponemos a la altura de esta competicin no slo diseando nuevos frmacos y tratamientos, sino avanzando progresivamente con mayor profundidad en la comprensin de la naturaleza de la vida: una investigacin bsica. Si queremos que el mundo escape de las temibles consecuencias del crecimiento de la poblacin global y de los diez mil o doce mil millones de personas en el planeta a finales del siglo XXI, debemos inventar medios seguros y ms eficientes de cultivar alimentos, con el consiguiente abastecimiento de semillas, riego, fertilizantes, pesticidas, sistemas de transporte y refrigeracin. Tambin se necesitarn mtodos contraceptivos ampliamente disponibles y aceptables, pasos significativos hacia la igualdad poltica de las mujeres y mejoras en las condiciones de vida de los ms pobres. Cmo puede conseguirse todo eso sin ciencia y tecnologa? S que la ciencia y la tecnologa no son simples cornucopias que vierten dones al mundo. Los cientficos no slo concibieron las armas nucleares; tambin agarraron a los lderes polticos por las solapas para que entendieran que su nacin cualquiera que sta fuera tena que ser la primera en tenerlas. Luego fabricaron ms de sesenta mil. Durante la guerra fra, los cientficos de Estados Unidos, la Unin Sovitica, China y otras naciones estaban dispuestos a exponer a sus compatriotas a la radiacin en la mayora de los casos sin su conocimiento con el fin de prepararse para la guerra nuclear. Los mdicos de Tuskegee, Alabama, engaaron a un grupo de veteranos que crean recibir tratamiento mdico para la sfilis, cuando en realidad servan de grupo de control sin tratamiento. Son conocidas las atrocidades perpetradas por los mdicos nazis. Nuestra tecnologa ha producido la talidomida, el CFC, el agente naranja, el gas nervioso, la contaminacin del aire y el agua, la extincin de especies e industrias tan poderosas que pueden arruinar el clima del planeta. Aproximadamente, la mitad de los cientficos de la Tierra trabajan al menos a tiempo parcial para los militares. Aunque todava se ve a algunos cientficos como personas

independientes que critican con valenta los males de la sociedad y advierten con antelacin de las potenciales catstrofes tecnolgicas, tambin se considera que muchos de ellos son oportunistas acomodaticios o complacientes originadores de beneficios corporativos y armas de destruccin masiva, sin tener en cuenta las consecuencias a largo plazo. Los peligros tecnolgicos que plantea la ciencia, su desafo implcito al saber tradicional y la dificultad que se percibe en ella son razones para que alguna gente desconfe de la ciencia y la evite. Hay una razn por la que la gente se pone nerviosa ante la ciencia y la tecnologa. De modo que el mundo vive obcecado con la imagen del cientfico loco: desde los chiflados de bata blanca de los programas infantiles del sbado por la maana y la pltora de tratos faustianos de la cultura popular, desde el epnimo doctor Fausto en persona al Dr. Frankenstein, Dr. Strangelove y Jurassic Park. Pero no nos podemos limitar a concluir que la ciencia pone demasiado poder en manos de tecnlogos moralmente dbiles o polticos corruptos enloquecidos por el poder y decidir, en consecuencia, prescindir de ella. Los avances en medicina y agricultura han salvado muchas ms vidas que las que se han perdido en todas las guerras de la historia.3 Los avances en transportes, comunicacin y espectculos han transformado y unificado el mundo. En las encuestas de opinin, la ciencia queda clasificada siempre entre las ocupaciones ms admiradas y fiables, a pesar de los recelos. La espada de la ciencia es de doble filo. Su temible poder nos impone a todos, incluidos los polticos, pero desde luego especialmente a los cientficos, una nueva responsabilidad: ms atencin a las consecuencias a largo plazo de la tecnologa, una perspectiva global y transgeneracional y un incentivo para evitar las llamadas fciles al nacionalismo y el chauvinismo. El coste de los errores empieza a ser demasiado alto. ---ooo---

Recientemente, en una cena, pregunt a los comensales reunidos cuya edad calculo que iba de los treinta a los sesenta cuntos de ellos estaran vivos si no hubieran existido los antibiticos, marcapasos y el resto de la parafernalia de la medicina moderna. Slo uno levant la mano. No era yo.

Nos interesa la verdad? Tiene alguna importancia?

... donde la ignorancia es una bendicin es una locura ser sabio,

escribi el poeta Thomas Gray. Pero es as? Edmund Way Teale, en su libro de 1950 Crculo de las estaciones, plante mejor el dilema:
Moralmente es tan malo no querer saber si algo es verdad o no, siempre que permita sentirse bien, como lo es no querer saber cmo se gana el dinero siempre que se consiga.

Por ejemplo, es descorazonador descubrir la corrupcin y la incompetencia del gobierno, pero es mejor no saber nada de ello? A qu intereses sirve la ignorancia? Si los humanos tenemos, por ejemplo, una propensin hereditaria al odio a los forasteros, no es el autoconocimiento el nico antdoto? Si ansiamos creer que las estrellas salen y se ponen para nosotros, que somos la razn por la que hay un universo, es negativo el servicio que nos presta la ciencia para rebajar nuestras expectativas? En La genealoga de la moral, Friedrich Nietzsche, como tantos antes y despus, critica el progreso ininterrumpido en la autodesvalorizacin del hombre causado por la revolucin cientfica. Nietzsche lamenta la prdida de la creencia del hombre en su dignidad, su unicidad, su insustituibilidad en el esquema de la existencia. Para m es mucho mejor captar el universo como es en realidad que persistir en el engao, por muy satisfactorio y reconfortante que sea. Qu actitud es la que nos equipa mejor para sobrevivir a largo plazo? Qu nos da una mayor influencia en nuestro futuro? Y si nuestra ingenua autoconfianza queda un poco socavada en el proceso, es tan grande la prdida, en realidad? No hay motivo para darle la bienvenida como una experiencia que hace madurar e imprime carcter? Descubrir que el universo tiene de ocho mil a quince mil millones de aos y no de seis mil a doce mil4 mejora nuestra apreciacin de su alcance y grandeza; mantener la idea de que somos una disposicin particularmente compleja de tomos y no una especie de hlito de divinidad, aumenta cuando menos nuestro respeto por los tomos; descubrir, como ahora parece posible, que nuestro planeta es uno de los miles de millones de otros mundos en la galaxia de la Va Lctea y que nuestra galaxia es una entre miles de millones
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Ninguna persona religiosa lo cree, escribe uno de los consultores de este libro. Pero muchos cientficos creacionistas no slo lo creen, sino que realizan esfuerzos cada vez ms agresivos y exitosos para que se ensee en las escuelas, museos, zoolgicos y libros de texto. Por qu? Porque sumando las genealogas, las edades de los patriarcas y otros en la Biblia, se alcanza esta cifra, y la Biblia es inequvoca.

ms, agranda majestuosamente el campo de lo posible; encontrar que nuestros antepasados tambin eran los ancestros de los monos nos vincula al resto de seres vivos y da pie a importantes reflexiones aunque a veces lamentables sobre la naturaleza humana. Sencillamente, no hay vuelta atrs. Nos guste o no, estamos atados a la ciencia. Lo mejor sera sacarle el mximo provecho. Cuando finalmente lo aceptemos y reconozcamos plenamente su belleza y poder, nos encontraremos con que, tanto en asuntos espirituales como prcticos; salimos ganando. Pero la supersticin y la pseudociencia no dejan de interponerse en el camino para distraer a todos los Buckiey que hay entre nosotros, proporcionar respuestas fciles, evitar el escrutinio escptico, apelar a nuestros temores y devaluar la experiencia, convirtindonos en practicantes rutinarios y cmodos adems de vctimas de la credulidad. S, el mundo sera ms interesante si hubiera ovnis al acecho en las aguas profundas de las Bermudas tragndose barcos y aviones, o si los muertos pudieran hacerse con el control de nuestras manos y escribirnos mensajes. Sera fascinante que los adolescentes fueran capaces de hacer saltar el auricular del telfono de su horquilla slo con el pensamiento, o que nuestros sueos pudieran predecir acertadamente el futuro con mayor asiduidad que la que puede explicarse por la casualidad y nuestro conocimiento del mundo. Todo eso son ejemplos de pseudociencia. Pretenden utilizar mtodos y descubrimientos de la ciencia, mientras que en realidad son desleales a su naturaleza, a menudo porque se basan en pruebas insuficientes o porque ignoran claves que apuntan en otra direccin. Estn infestados de credulidad. Con la cooperacin desinformada (y a menudo la connivencia cnica) de peridicos, revistas, editores, radio, televisin, productores de cine y similares, esas ideas se encuentran fcilmente en todas partes. Mucho ms difciles de encontrar, como pude constatar en mi encuentro con el seor Buckiey, son los descubrimientos alternativos ms desafiantes e incluso ms asombrosos de la ciencia. La pseudociencia es ms fcil de inventar que la ciencia, porque hay una mayor disposicin a evitar confrontaciones perturbadoras con la realidad que no permiten controlar el resultado de la comparacin. Los niveles de argumentacin, lo que pasa por pruebas, son mucho ms relajados. En parte por las mismas razones, es mucho ms fcil presentar al pblico en general la pseudociencia que la ciencia. Pero eso no basta para explicar su popularidad. Naturalmente, la gente prueba distintos sistemas de creencias para ver si le sirven. Y, si estamos muy desesperados, todos llegamos a estar de lo ms dispuestos a abandonar lo que podemos percibir como una pesada carga de escepticismo. La pseudociencia colma necesidades emocionales poderosas

que la ciencia suele dejar insatisfechas. Proporciona fantasas sobre poderes personales que nos faltan y anhelamos (como los que se atribuyen a los superhroes de los cmics hoy en da, y anteriormente a los dioses). En algunas de sus manifestaciones ofrece una satisfaccin del hambre espiritual, la curacin de las enfermedades, la promesa de que la muerte no es el fin. Nos confirma nuestra centralidad e importancia csmica. Asegura que estamos conectados, vinculados, al universo.5 A veces es una especie de hogar a medio camino entre la antigua religin y la nueva ciencia, del que ambas desconfan. En el corazn de alguna pseudociencia (y tambin de alguna religin antigua o de la Nueva Era) se encuentra la idea de que el deseo lo convierte casi todo en realidad. Qu satisfactorio sera, como en los cuentos infantiles y leyendas folclricas, satisfacer el deseo de nuestro corazn slo desendolo. Qu seductora es esta idea, especialmente si se compara con el trabajo y la suerte que se suele necesitar para colmar nuestras esperanzas. El pez encantado o el genio de la lmpara nos concedern tres deseos: lo que queramos, excepto ms deseos. Quin no ha pensado slo por si acaso, slo por si nos encontramos o rozamos accidentalmente una vieja lmpara de hierro qu pedira? Recuerdo que en las tiras de cmic y libros de mi infancia sala un mago con sombrero y bigote que blanda un bastn de bano. Se llamaba Zatara. Era capaz de provocar cualquier cosa, lo que fuera. Cmo lo haca? Fcil. Daba sus rdenes al revs. O sea, si quera un milln de dlares, deca serald ed nllim, n emad. Con eso bastaba. Era como una especie de oracin, pero con resultados mucho ms seguros. A los ocho aos dediqu mucho tiempo a experimentar de esta guisa, dando rdenes a las piedras para que se elevasen: etavle, ardeip. Nunca funcion. Decid que era culpa de mi pronunciacin. ---ooo--Podra afirmarse que se abraza la pseudociencia en la misma proporcin que se comprende mal la ciencia real... slo que aqu acaba la comparacin. Si uno nunca ha odo hablar de ciencia (por no hablar de su funcionamiento), difcilmente ser consciente de estar abrazando la pseudociencia. Simplemente, estar pensando de una de las maneras que han
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Aunque para m es difcil ver una conexin csmica ms profunda que los asombrosos descubrimientos de la astrofsica nuclear moderna: excepto el hidrgeno, todos los tomos que nos configuran el hierro de nuestra sangre, el calcio de nuestros huesos, el carbn de nuestro cerebro fueron fabricados en estrellas gigantes rojas a una distancia de miles de aos luz en el espacio y hace miles de millones de aos en el tiempo. Somos, como me gusta decir, materia estelar.

pensado siempre los humanos. Las religiones suelen ser los viveros de proteccin estatal de la pseudociencia, aunque no hay razn para que tengan que representar este papel. En cierto modo es un dispositivo procedente de tiempos ya pasados. En algunos pases, casi todo el mundo cree en la astrologa y la adivinacin, incluyendo los lderes gubernamentales. Pero eso no se les ha inculcado slo a travs de la religin; deriva de la cultura que los rodea, en la que todo el mundo se siente cmodo con estas prcticas y se encuentran testimonios que lo afirman en todas partes. La mayora de los casos a los que me refiero en este libro son norteamericanos... porque son los que conozco mejor, no porque la pseudociencia y el misticismo tengan mayor incidencia en Estados Unidos que en otra parte. Uri Geller, doblador de cucharas y psquico que se comunica con extraterrestres, saluda desde Israel. A medida que crecen las tensiones entre los secularistas argelinos y los fundamentalistas musulmanes aumenta el nmero de gente que consulta discretamente a los diez mil adivinos y clarividentes (de los que cerca de la mitad operan con licencia del gobierno). Altos cargos franceses, incluido un antiguo presidente de la Repblica, ordenaron la inversin de millones de dlares en una patraa (el escndalo Elf-Aquitaine) para encontrar nuevas reservas de petrleo desde el aire. En Alemania hay preocupacin por los rayos de la Tierra carcingenos que la ciencia no detecta; slo pueden ser captados por experimentados zahones blandiendo sus palos ahorquillados. En las Filipinas florece la ciruga psquica. Los fantasmas son una obsesin nacional en Gran Bretaa. Desde la segunda guerra mundial, en Japn han aparecido una enorme cantidad de nuevas religiones que prometen lo sobrenatural. El nmero estimado de adivinos que prosperan en el Japn es de cien mil, con una clientela mayoritaria de mujeres jvenes. Aum Shirikyo, una secta que se supone implicada en la fuga de gas nervioso sarn en el metro de Tokyo en marzo de 1995, cuenta entre sus principales dogmas con la levitacin, la curacin por la fe y la percepcin extrasensorial (PES). Los seguidores beban, a un alto precio, el agua del estanque milagroso... del bao de Asahara, su lder. En Tailandia se tratan enfermedades con pastillas fabricadas con Escrituras Sagradas pulverizadas. Todava hoy se queman brujas en Sudfrica. Las fuerzas australianas que mantienen la paz en Hait rescatan a una mujer atada a un rbol; est acusada de volar de tejado en tejado y chupar la sangre a los nios. En la India abunda la astrologa, la geomancia est muy extendida en China. Quiz la pseudociencia global reciente de ms xito -segn muchos criterios, ya una religin es la doctrina hind de la meditacin trascendental (MT). Las soporferas homilas de su fundador y lder espiritual, el Maharishi Mahesh Yogi, se pueden seguir por televisin.

Sentado en posicin de yogui, con sus cabellos blancos veteados de negro, rodeado de guirnaldas y ofrendas florales, su aspecto es imponente. Un da, cambiando de canales, nos encontramos con esta cara. Sabis quin es?, pregunt nuestro hijo de cuatro aos. Dios. La organizacin mundial de MT tiene una valoracin estimada de tres mil millones de dlares. Previo pago de una tasa, prometen que a travs de la meditacin pueden hacer que uno atraviese paredes, se vuelva invisible y vuele. Pensando al unsono, segn dicen, han reducido el ndice de delitos en Washington, D.C. y han provocado el colapso de la Unin Sovitica, entre otros milagros seculares. No se ha ofrecido la ms mnima prueba real de tales afirmaciones. MT vende medicina popular, dirige compaas comerciales, clnicas mdicas y universidades de investigacin, y ha hecho una incursin sin xito en la poltica. Con su lder de extrao carisma, su promesa de comunidad y el ofrecimiento de poderes mgicos a cambio de dinero y una fe ferviente, es el paradigma de muchas pseudociencias comercializadas para la exportacin sacerdotal. Cada vez que se renuncia a los controles civiles y a la educacin cientfica se produce otro pequeo tirn de la pseudociencia. Liev Trotski lo describi refirindose a Alemania en vsperas de la toma del poder por parte de Hitler (pero la descripcin podra haberse aplicado igualmente a la Unin Sovitica de 1933):
No slo en las casas de los campesinos, sino tambin en los rascacielos de la ciudad, junto al siglo XX convive el XIII. Cien millones de personas usan la electricidad y creen todava en los poderes mgicos de los signos y exorcismos... Las estrellas de cine acuden a mdiums. Los aviadores que pilotan milagrosos mecanismos creados por el genio del hombre llevan amuletos en la chaqueta. Qu inagotable reserva de oscuridad, ignorancia y salvajismo poseen!

Rusia es un caso instructivo. En la poca de los zares se estimulaba la supersticin religiosa, pero se suprimi sin contemplaciones el pensamiento cientfico y escptico, slo permitido a unos cuantos cientficos adiestrados. Con el comunismo se suprimieron sistemticamente la religin y la pseudociencia... excepto la supersticin de la religin ideolgica estatal. Se presentaba como cientfica, pero estaba tan lejos de este ideal como el culto misterioso menos provisto de autocrtica. Se consideraba un peligro el pensamiento crtico excepto por parte de los cientficos en compartimentos de conocimiento hermticamente aislados, no se enseaba en las escuelas y se castigaba cuando alguien lo expresaba. Como resultado, con el poscomunismo, muchos rusos contemplan la ciencia con sospecha. Al levantar la tapa, como ocurri con los virulentos odios tnicos, sali a la

superficie lo que hasta entonces haba estado hirviendo por debajo de ella. Ahora toda la zona est inundada de ovnis, poltergeist, sanadores, curanderos, aguas mgicas y antiguas supersticiones. Un asombroso declive de la expectativa de vida, el aumento de la mortalidad infantil, las violentas epidemias de enfermedades, las condiciones sanitarias por debajo del mnimo y la ignorancia de la medicina preventiva se unen para elevar el umbral a partir del cual se dispara el escepticismo de una poblacin cada vez ms desesperada. En el momento de escribir estas lneas, el miembro ms popular y ms votado de la Duma, un importante defensor del ultranacionalista Vladimir Zhirinovski, es un tal Anatoli Kashprirovski: un curandero que, a distancia, con la luz deslumbrante de su rostro en la pantalla del televisor, cura enfermedades que van desde una hernia hasta el sida. Su cara pone en funcionamiento relojes estropeados. Existe una situacin ms o menos anloga en China. Despus de la muerte de Mao Zedong y la gradual emergencia de una economa de mercado, aparecieron los ovnis, la canalizacin y otros ejemplos de pseudociencia Occidental, junto con prcticas chinas tan antiguas como la adoracin de los ancestros, la astrologa y las adivinaciones, especialmente la versin que consiste en arrojar unas ramitas de milenrama y examinar los viejos hexagramas del I Ching. El peridico del gobierno lamentaba que la supersticin de la ideologa feudal cobre nueva vida en nuestro pas. Era (y sigue siendo) un mal principalmente rural, no urbano. Los individuos con poderes especiales atraan a gran nmero de seguidores. Segn decan, podan proyectar Qi, el campo de energa del universo, desde su cuerpo para cambiar la estructura molecular de un producto qumico a dos mil kilmetros de distancia, comunicarse con extraterrestres, curar enfermedades. Algunos pacientes murieron bajo los cuidados de uno de esos maestros de Qi Gong, que fue arrestado y condenado en 1993. Wang Hong-cheng, un aficionado a la qumica, afirmaba haber sintetizado un lquido que, si se aada al agua en pequeas cantidades, la converta en gasolina o un equivalente. Durante un tiempo recibi fondos del ejrcito y la polica secreta pero, cuando se constat que su invento era una patraa, fue arrestado y encarcelado. Naturalmente, se propag la historia de que su desgracia no era producto del fraude sino de su negativa a revelar la frmula secreta al gobierno. (En Norteamrica han circulado historias similares durante dcadas, normalmente con la sustitucin del papel del gobierno por el de una compaa petrolera o automovilstica importante.) Se est llevando a los rinocerontes asiticos a la extincin porque dicen que sus cuernos, pulverizados, previenen la impotencia; el mercado abarca todo el este de Asia.

El gobierno de China y el Partido Comunista chino estaban alarmados por estas tendencias. El 5 de diciembre de 1994 emitieron una declaracin conjunta que deca, entre otras cosas:
Se ha debilitado la educacin pblica en temas cientficos en aos recientes. Al mismo tiempo han ido creciendo actividades de supersticin e ignorancia y se han hecho frecuentes los casos de anticiencia y pseudociencia. En consecuencia, se deben aplicar medidas eficaces lo antes posible para fortalecer la educacin pblica en la ciencia. El nivel de educacin pblica en ciencia y tecnologa es una seal importante del logro cientfico nacional. Es un asunto de la mayor importancia en el desarrollo econmico, avance cientfico y progreso de la sociedad. Debemos prestar atencin y potenciar esta educacin pblica como parte de la estrategia de modernizacin de nuestro pas socialista para conseguir una nacin poderosa y prspera. La ignorancia, como la pobreza, nunca es socialista.

As pues, la pseudociencia en Estados Unidos es parte de una tendencia global. Sus causas, peligros, diagnstico y tratamiento son iguales en todas partes. Aqu, los psquicos venden sus servicios en largos anuncios de televisin con el respaldo personal de los presentadores. Tienen su canal propio, el Psychic Friends Network, con un milln de abonados anuales que lo usan como gua en su vida cotidiana. Hay una especie de astrlogoadivino-psquico dispuesto a aconsejar a altos ejecutivos de grandes corporaciones, analistas financieros, abogados y banqueros sobre cualquier tema. Si la gente supiera cuntas personas, especialmente entre los ms ricos y poderosos, van a los psquicos, se quedara con la boca abierta para siempre, dice un psquico de Cleveland, Ohio. Tradicionalmente, la realeza ha sido vulnerable a los fraudes psquicos. En la antigua China y en Roma la astrologa era propiedad exclusiva del emperador; cualquier uso privado de este poderoso arte se consideraba una ofensa capital. Procedentes de una cultura del sur de California particularmente crdula, Nancy y Ronald Reagan consultaban a un astrlogo para temas privados y pblicos, sin que los votantes tuvieran conocimiento de ello. Parte del proceso de toma de decisiones que influyen en el futuro de nuestra civilizacin est sencillamente en manos de charlatanes. De todas formas, la prctica es relativamente baja en Amrica; su extensin es mundial. ---ooo--Por divertida que pueda parecer la pseudociencia, por mucho que confiemos en que nunca seremos tan crdulos como para que nos afecte una doctrina as, sabemos que est ocurriendo a nuestro alrededor. La Meditacin

Trascendental y Aum Shin-rikyo parecen haber atrado a gran nmero de personas competentes, algunas con ttulos avanzados de fsica o ingeniera. No son doctrinas para mentecatos. Hay algo ms. Ms an, nadie que est interesado en lo que son las religiones y cmo empiezan puede ignorarlas. Aunque parece que se alzan amplias barreras entre una opinin local pseudocientfica y algo as como una religin mundial, los tabiques de separacin son muy delgados. El mundo nos presenta problemas casi insuperables. Se ofrece una amplia variedad de soluciones, algunas de visin mundial muy limitada, otras de un alcance portentoso. En la habitual seleccin natural darwiniana de las doctrinas, algunas resisten durante un tiempo, mientras la mayora se desvanecen rpidamente. Pero unas pocas a veces, como ha mostrado la historia, las ms descuidadas y menos atractivas de entre ellas pueden tener el poder de cambiar profundamente la historia del mundo. El continium que va de la ciencia mal practicada, la pseudociencia y la supersticin (antigua y de la Nueva Era) hasta la respetable religin basada en la revelacin es confuso. Intento no utilizar la palabra culto en este libro en el sentido habitual de una religin que desagrada al que habla. Slo pretendo llegar a la piedra angular del conocimiento: saben realmente lo que afirman saber? Todo el mundo, por lo visto, tiene una opinin relevante. En algunos pasajes de este libro me mostrar crtico con los excesos de la teologa, porque en los extremos es difcil distinguir la pseudociencia de la religin rgida y doctrinaria. Sin embargo, quiero reconocer de entrada la diversidad y complejidad prodigiosa del pensamiento y prctica religiosa a lo largo de los siglos, el crecimiento de la religin liberal y de la comunidad ecumnica en el ltimo siglo y el hecho de que como en la Reforma protestante, el ascenso del judaismo de la Reforma, el Vaticano II y el llamado alto criticismo de la Biblia la religin ha luchado (con distintos niveles de xito) contra sus propios excesos. Pero, igual que muchos cientficos parecen reacios a debatir o incluso comentar pblicamente la pseudociencia, muchos defensores de las religiones principales se resisten a enfrentarse a conservadores ultras y funda-mentalistas. Si se mantiene la tendencia, a la larga el campo es suyo; pueden ganar el debate por incomparecencia del contrario. Un lder religioso me escribe sobre su anhelo de integridad disciplinada en la religin:
Nos hemos vuelto demasiado sentimentales... La devocin extrema y la psicologa barata por un lado, y la arrogancia e intolerancia dogmtica por el otro, distorsionan la autntica vida religiosa hasta hacerla irreconocible. A veces casi rozo la desesperacin, pero tambin vivo con tenacidad y siempre

con esperanza... La religin sincera, ms familiar que sus crticos con las distorsiones y absurdidades perpetradas en su nombre, tiene un inters activo en alentar un escepticismo saludable para sus propsitos... Existe la posibilidad de que la religin y la ciencia forjen una relacin poderosa contra la pseudociencia. Por extrao que parezca, creo que pronto se unirn para oponerse a la pseudorreligin.

La pseudociencia es distinta de la ciencia errnea. La ciencia avanza con los errores y los va eliminando uno a uno. Se llega continuamente a conclusiones falsas, pero se formulan hipotticamente. Se plantean hiptesis de modo que puedan refutarse. Se confronta una sucesin de hiptesis alternativas mediante experimento y observacin. La ciencia anda a tientas y titubeando hacia una mayor comprensin. Desde luego, cuando se descarta una hiptesis cientfica se ven afectados los sentimientos de propiedad, pero se reconoce que este tipo de refutacin es el elemento central de la empresa cientfica. La pseudociencia es justo lo contrario. Las hiptesis suelen formularse precisamente de modo que sean invulnerables a cualquier experimento que ofrezca una posibilidad de refutacin, por lo que en principio no pueden ser invalidadas. Los practicantes se muestran cautos y a la defensiva. Se oponen al escrutinio escptico. Cuando la hiptesis de los pseudocientficos no consigue cuajar entre los cientficos se alegan conspiraciones para suprimirla. La capacidad motora en la gente sana es casi perfecta. Raramente tropezamos o caemos, excepto de pequeos o en la vejez. Aprendemos tareas como montar en bicicleta, patinar, saltar a la comba o conducir un coche y conservamos este dominio para toda la vida. Aunque estemos una dcada sin practicarlo, no nos cuesta ningn esfuerzo recuperarlo. La precisin y retencin de nuestras habilidades motoras, sin embargo, nos da un falso sentido de confianza en nuestros otros talentos. Nuestras percepciones son falibles. A veces vemos lo que no existe. Somos vctimas de ilusiones pticas. En ocasiones alucinamos. Tendemos a cometer errores. Un libro francamente ilustrativo, titulado Cmo sabemos que no es as: la falibilidad de la razn humana en la vida cotidiana, de Thomas Gilovich, muestra cmo la gente yerra sistemticamente en la comprensin de nmeros, cmo rechaza las pruebas desagradables, cmo le influyen las opiniones de otros. Somos buenos en algunas cosas, pero no en todo. La sabidura radica en comprender nuestras limitaciones. Porque el hombre es una criatura atolondrada, nos ensea William Shakespeare. Aqu es donde entra el puntilloso rigor escptico de la ciencia. Quiz la distincin ms clara entre la ciencia y la pseudociencia es que la primera tiene una apreciacin mucho ms comprensiva de las

imperfecciones humanas y la falibilidad que la pseudociencia (o revelacin inequvoca). Si nos negamos categricamente a reconocer que somos susceptibles de cometer un error, podemos estar seguros de que el error incluso un error grave, una equivocacin profunda nos acompaar siempre. Pero si somos capaces de evaluarnos con un poco de coraje, por muy lamentables que sean las reflexiones que podamos engendrar, nuestras posibilidades mejoran enormemente. Si nos limitamos a mostrar los descubrimientos y productos de la ciencia no importa lo tiles y hasta inspiradores que puedan ser sin comunicar su mtodo crtico, cmo puede distinguir el ciudadano medio entre ciencia y pseudociencia? Ambas se presentan como afirmacin sin fundamento. En Rusia y China sola ser fcil. La ciencia autorizada era la que enseaban las autoridades. La distincin entre ciencia y pseudociencia se haca a medida. No haca falta explicar las dudas. Pero en cuanto se produjeron cambios polticos profundos y se liberaron las restricciones del libre pensamiento hubo una serie de afirmaciones seguras o carismticas especialmente las que nos decan lo que queramos or que consiguieron muchos seguidores. Cualquier idea, por improbable que fuera, consegua autoridad. Para el divulgador de la ciencia es un desafo supremo aclarar la historia actual y tortuosa de sus grandes descubrimientos y equivocaciones, y la testarudez ocasional de sus practicantes en su negativa a cambiar de camino. Muchos, quiz la mayora de los libros de texto de ciencias para cientficos en ciernes, lo abordan con ligereza. Es mucho ms fcil presentar de modo atractivo la sabidura destilada durante siglos de interrogacin paciente y colectiva sobre la naturaleza que detallar el complicado aparato de destilacin. El mtodo, aunque sea indigesto y espeso, es mucho ms importante que los descubrimientos de la ciencia.

CAPITULO 2 _______

CIENCIA Y ESPERANZA

Dos hombres llegaron a un agero en el cielo. Uno le pidi al otro que le ayudara a subir... Pero el cielo era tan bonito que el hombre que miraba por encima del margen; lo olvid todo, olvid a su compaero al que haba prometido ayudar y sali corriendo hacia todo el esplendor del cielo. De un poema en prosa inuit igllik de principios del siglo XX, contado por Inugpasugjuk a Knud Rasmussen, el explorador rtico de Groenlandia

Yo fui nio en una poca de esperanza. Quise ser cientfico desde mis primeros das de escuela. El momento en que cristaliz mi deseo lleg cuando capt por primera vez que las estrellas eran soles poderosos, cuando constat lo increblemente lejos que deban de estar para aparecer como simples puntos de luz en el cielo. No estoy seguro de que entonces supiera siquiera el significado de la palabra ciencia, pero de alguna manera quera sumergirme en toda su grandeza. Me llamaba la atencin el esplendor del universo, me fascinaba la perspectiva de comprender cmo funcionan realmente las cosas, de ayudar a descubrir misterios profundos, de explorar nuevos mundos... quiz incluso literalmente. He tenido la suerte de haber podido realizar este sueo al menos en parte. Para m, el romanticismo de la ciencia sigue siendo tan atractivo y nuevo como lo fuera aquel da, hace ms de medio siglo, que me ensearon las maravillas de la Feria Mundial de 1939. Popularizar la ciencia intentar hacer accesibles sus mtodos y descubrimientos a los no cientficos es algo que viene a continuacin, de manera natural e inmediata. No explicar la ciencia me parece perverso. Cuando uno se enamora, quiere contarlo al mundo. Este libro es una declaracin personal que refleja mi relacin de amor de toda la vida con la ciencia. Pero hay otra razn: la ciencia es ms que un cuerpo de conocimiento, es una manera de pensar. Preveo cmo ser la Amrica de la poca de mis hijos o nietos: Estados Unidos ser una economa de servicio e informacin; casi todas las industrias manufactureras clave se habrn desplazado a otros pases; los temibles poderes tecnolgicos estarn en manos de unos pocos y nadie que represente el inters pblico se podr acercar siquiera a los asuntos importantes; la gente habr perdido la capacidad de establecer sus prioridades o de cuestionar con conocimiento a los que ejercen la autoridad; nosotros, aferrados a nuestros cristales y consultando nerviosos nuestros horscopos, con las facultades crticas en declive, incapaces de discernir entre lo que nos hace sentir bien y lo que es

cierto, nos iremos deslizando, casi sin darnos cuenta, en la supersticin y la oscuridad. La cada en la estupidez de Norteamrica se hace evidente principalmente en la lenta decadencia del contenido de los medios de comunicacin, de enorme influencia, las cuas de sonido de treinta segundos (ahora reducidas a diez o menos), la programacin de nivel nfimo, las crdulas presentaciones de pseudociencia y supersticin, pero sobre todo en una especie de celebracin de la ignorancia. En estos momentos, la pelcula en vdeo que ms se alquila en Estados Unidos es Dumb and Dumber. Beavis y Buttheadi siguen siendo populares (e influyentes) entre los jvenes espectadores de televisin. La moraleja ms clara es que el estudio y el conocimiento no slo de la ciencia, sino de cualquier cosa son prescindibles, incluso indeseables. Hemos preparado una civilizacin global en la que los elementos ms cruciales el transporte, las comunicaciones y todas las dems industrias; la agricultura, la medicina, la educacin, el ocio, la proteccin del medio ambiente, e incluso la institucin democrtica clave de las elecciones dependen profundamente de la ciencia y la tecnologa. Tambin hemos dispuesto las cosas de modo que nadie entienda la ciencia y la tecnologa. Eso es una garanta de desastre. Podramos seguir as una temporada pero, antes o despus, esta mezcla combustible de ignorancia y poder nos explotar en la cara. Una vela en la oscuridad es el ttulo de un libro valiente, con importante base bblica, de Thomas Ady, publicado en Londres en 1656, que ataca la caza de brujas que se realizaba entonces como una patraa para engaar a la gente. Cualquier enfermedad o tormenta, cualquier cosa fuera de lo ordinario, se atribua popularmente a la brujera. Las brujas deben existir: Ady citaba el argumento de los traficantes de brujas: cmo si no existiran, o llegaran a ocurrir esas cosas? Durante gran parte de nuestra historia tenamos tanto miedo del mundo exterior, con sus peligros impredecibles, que nos abrazbamos con alegra a cualquier cosa que prometiera mitigar o explicar el terror. La ciencia es un intento, en gran medida logrado, de entender el mundo, de conseguir un control de las cosas, de alcanzar el dominio de nosotros mismos, de dirigirnos hacia un camino seguro. La microbiologa y la meteorologa explican ahora lo que hace slo unos siglos se consideraba causa suficiente para quemar a una mujer en la hoguera. Ady tambin adverta del peligro de que las naciones perezcan por falta de conocimiento. La causa de la miseria humana evitable no suele ser tanto la estupidez como la ignorancia, particularmente la ignorancia de nosotros mismos. Me preocupa, especialmente ahora que se acerca el fin del

milenio, que la pseudociencia y la supersticin se hagan ms tentadoras de ao en ao, el canto de sirena ms sonoro y atractivo de la insensatez. Dnde hemos odo eso antes? Siempre que afloran los prejuicios tnicos o nacionales, en tiempos de escasez, cuando se desafa a la autoestima o vigor nacional, cuando sufrimos por nuestro insignificante papel y significado csmico o cuando hierve el fanatismo a nuestro alrededor, los hbitos de pensamiento familiares de pocas antiguas toman el control. La llama de la vela parpadea. Tiembla su pequea fuente de luz. Aumenta la oscuridad. Los demonios empiezan a agitarse. ---ooo--Es mucho lo que la ciencia no entiende, quedan muchos misterios todava por resolver. En un universo que abarca decenas de miles de millones de aos luz y de unos diez o quince miles de millones de aos de antigedad, quiz siempre ser as. Tropezamos constantemente con sorpresas. Sin embargo, algunos escritores y religiosos de la Nueva Era afirman que los cientficos creen que lo que ellos encuentran es todo lo que existe. Los cientficos pueden rechazar revelaciones msticas de las que no hay ms prueba que lo que dice alguien, pero es difcil que crean que su conocimiento de la naturaleza es completo. La ciencia est lejos de ser un instrumento de conocimiento perfecto. Simplemente, es el mejor que tenemos. En este sentido, como en muchos otros, es como la democracia. La ciencia por s misma no puede apoyar determinadas acciones humanas, pero sin duda puede iluminar las posibles consecuencias de acciones alternativas. La manera de pensar cientfica es imaginativa y disciplinada al mismo tiempo. sta es la base de su xito. La ciencia nos invita a aceptar los hechos, aunque no se adapten a nuestras ideas preconcebidas. Nos aconseja tener hiptesis alternativas en la cabeza y ver cul se adapta mejor a los hechos. Nos insta a un delicado equilibrio entre una apertura sin barreras a las nuevas ideas, por muy herticas que sean, y el escrutinio escptico ms riguroso: nuevas ideas y sabidura tradicional. Esta manera de pensar tambin es una herramienta esencial para una democracia en una era de cambio. Una de las razones del xito de la ciencia es que tiene un mecanismo incorporado que corrige los errores en su propio seno. Quiz algunos consideren esta caracterizacin demasiado amplia pero, para m, cada vez que ejercemos la autocrtica, cada vez que comprobamos nuestras ideas a la luz del mundo exterior, estamos haciendo ciencia. Cuando somos autoindulgentes y acrticos, cuando confundimos las esperanzas con los hechos, caemos en la pseudociencia y la supersticin.

Cada vez que un estudio cientfico presenta algunos datos, va acompaado de un margen de error: un recordatorio discreto pero insistente de que ningn conocimiento es completo o perfecto. Es una forma de medir la confianza que tenemos en lo que creemos saber. Si los mrgenes de error son pequeos, la precisin de nuestro conocimiento emprico es alta; si son grandes, tambin lo es la incertidumbre de nuestro conocimiento. Excepto en matemtica pura, nada se sabe seguro (aunque, con toda seguridad, mucho es falso). Adems, los cientficos suelen ser muy cautos al establecer la condicin verdica de sus intentos de entender el mundo que van desde conjeturas e hiptesis, que son provisionales, hasta las leyes de la naturaleza, repetida y sistemticamente confirmadas a travs de muchos interrogantes acerca del funcionamiento del mundo. Pero ni siquiera las leyes de la naturaleza son absolutamente ciertas. Puede haber nuevas circunstancias nunca examinadas antes sobre los agujeros negros, por ejemplo, o dentro del electrn, o acerca de la velocidad de la luz en las que incluso nuestras loadas leyes de la naturaleza fallan y, por muy vlidas que puedan ser en circunstancias ordinarias, necesitan correccin. Los humanos podemos desear la certeza absoluta, aspirar a ella, pretender como hacen los miembros de algunas religiones que la hemos logrado. Pero la historia de la ciencia sin duda la afirmacin de conocimiento accesible a los humanos de mayor xito nos ensea que lo mximo que podemos esperar es, a travs de una mejora sucesiva de nuestra comprensin, aprendiendo de nuestros errores, tener un enfoque asinttico del universo, pero con la seguridad de que la certeza absoluta siempre se nos escapar. Siempre estaremos sujetos al error. Lo mximo que puede esperar cada generacin es reducir un poco el margen de error y aumentar el cuerpo de datos al que se aplica. El margen de error es una autovaloracin penetrante, visible, de la fiabilidad de nuestro conocimiento. Se puede ver a menudo el margen de error en encuestas de opinin pblica (una inseguridad de ms o menos tres por ciento, por ejemplo). Imaginemos una sociedad en la que todo discurso en el Parlamento, todo anuncio de televisin, todo sermn fuera acompaado de un margen de error o su equivalente. Uno de los grandes mandamientos de la ciencia es: Desconfa de los argumentos que proceden de la autoridad. (Desde luego, los cientficos, siendo primates y dados por tanto a las jerarquas de dominacin, no siempre siguen este mandamiento.) Demasiados argumentos de este tipo han resultado ser dolorosamente errneos. Las autoridades deben demostrar sus opiniones como todos los dems. Esta independencia de la ciencia, su reluctancia

ocasional a aceptar la sabidura convencional, la hace peligrosa para doctrinas menos autocrticas o con pretensiones de certidumbre. Como la ciencia nos conduce a la comprensin de cmo es el mundo y no de cmo desearamos que fuese, sus descubrimientos pueden no ser inmediatamente comprensibles o satisfactorios en todos los casos. Puede costar un poco de trabajo reestructurar nuestra mente. Parte de la ciencia es muy simple. Cuando se complica suele ser porque el mundo es complicado, o porque nosotros somos complicados. Cuando nos alejamos de ella porque parece demasiado difcil (o porque nos la han enseado mal) abandonamos la posibilidad de responsabilizarnos de nuestro, futuro. Se nos priva de un derecho. Se erosiona la confianza en nosotros mismos. Pero cuando atravesamos la barrera, cuando los descubrimientos y mtodos de la ciencia llegan hasta nosotros, cuando entendemos y ponemos en uso este conocimiento, muchos de nosotros sentimos una satisfaccin profunda. A todo el mundo le ocurre eso, pero especialmente a los nios, que nacen con afn de conocimiento, conscientes de que deben vivir en un futuro moldeado por la ciencia, pero a menudo convencidos en su adolescencia de que la ciencia no es para ellos. S por experiencia, tanto por habrmela explicado a m como por mis intentos de explicarla a otros, lo gratificante que es cuando conseguimos entenderla, cuando los trminos oscuros adquieren significado de golpe, cuando captamos de qu va todo, cuando se nos revelan profundas maravillas. En su encuentro con la naturaleza, la ciencia provoca invariablemente reverencia y admiracin. El mero hecho de entender algo es una celebracin de la unin, la mezcla, aunque sea a escala muy modesta, con la magnificencia del cosmos. Y la construccin acumulativa de conocimiento en todo el mundo a lo largo del tiempo convierte a la ciencia en algo que no est muy lejos de un meta-pensamiento transnacional, transgeneracional. Espritu viene de la palabra latina respirar. Lo que respiramos es aire, que es realmente materia, por sutil que sea. A pesar del uso en sentido contrario, la palabra espiritual no implica necesariamente que hablemos de algo distinto de la materia (incluyendo la materia de la que est hecho el cerebro), o de algo ajeno al reino de la ciencia. En ocasiones usar la palabra con toda libertad. La ciencia no slo es compatible con la espiritualidad sino que es una fuente de espiritualidad profunda. Cuando reconocemos nuestro lugar en una inmensidad de aos luz y en el paso de las eras, cuando captamos la complicacin, belleza y sutileza de la vida, la elevacin de este sentimiento, la sensacin combinada de regocijo y humildad, es sin duda espiritual. As son nuestras emociones en presencia del gran arte, la msica o la literatura, o ante los actos de altruismo y valenta ejemplar como los de Mohadma Gandhi o Martn Luther King, Jr. La idea de que la ciencia y la

espiritualidad se excluyen mutuamente de algn modo presta un flaco servicio a ambas. ---ooo--La ciencia puede ser difcil de entender. Puede desafiar creencias arraigadas. Cuando sus productos se ponen a disposicin de polticos o industriales, puede conducir a las armas de destruccin masiva y a graves amenazas al entorno. Pero debe decirse una cosa a su favor: cumple su cometido. No todas las ramas de la ciencia pueden presagiar el futuro la paleontologa, por ejemplo pero muchas s, y con una precisin asombrosa. Si uno quiere saber cundo ser el prximo eclipse de sol, puede preguntar a magos o msticos, pero le ir mucho mejor con los cientficos. Le dirn dnde colocarse en la Tierra, para verlo, cundo debe hacerlo y si ser un eclipse parcial, total o anular. Pueden predecir rutinariamente un eclipse solar, al minuto, con un milenio de anticipacin. Una persona puede ir a ver a un brujo para que le quite el sortilegio que le provoca una anemia perniciosa, o puede tomar vitamina B12. Si quiere salvar de la polio a su hijo, puede rezar o puede vacunarle. Si le interesa saber el sexo de su hijo antes de nacer, puede consultar todo lo que quiera a los adivinos que se basan en el movimiento de la plomada (derecha-izquierda, un nio; adelante-atrs, una nia... o quiz al revs) pero, como promedio, acertarn slo una de cada dos veces. Si quiere precisin (en este caso del noventa y nueve por ciento), pruebe la amniocentesis y las ecografas. Pruebe la ciencia. Pensemos en cuntas religiones intentan justificarse con la profeca. Pensemos en cunta gente confa en esas profecas, por vagas que sean, por irrealizables que sean, para fundamentar o apuntalar sus creencias. Pero ha habido alguna religin con la precisin proftica y la exactitud de la ciencia? No hay ninguna religin en el planeta que no anse una capacidad comparable precisa y repetidamente demostrada ante escpticos redomados para presagiar acontecimientos futuros. No hay otra institucin humana que se acerque tanto. Es todo eso adoracin ante el altar de la ciencia? Es reemplazar una fe por otra, igualmente arbitraria? Desde mi punto de vista, en absoluto. El xito de la ciencia, directamente observado, es la razn por la que defiendo su uso. Si funcionara mejor otra cosa, la defendera. Se asla la ciencia de la crtica filosfica? Se define a s misma como poseedora de un monopolio de la verdad? Pensemos nuevamente en este eclipse futuro a miles de aos vista. Comparemos todas las doctrinas que podamos, veamos qu predicciones hacen del futuro, cules son vagas y cules precisas, y qu

doctrinas cada una de ellas sujeta a la falibilidad humana tienen mecanismos incorporados de correccin de errores. Tomemos nota del hecho que ninguna de ellas es perfecta. Luego tomemos la que razonablemente puede funcionar (en oposicin a la que lo parece) mejor. Si hay diferentes doctrinas que son superiores en campos distintos e independientes, desde luego somos libres de elegir varias, pero no si se contradicen una a otra. Lejos de ser idolatra, es el medio a travs del que podemos distinguir a los dolos falsos de los autnticos. Nuevamente, la razn por la que la ciencia funciona tan bien es en parte este mecanismo incorporado de correccin de errores. En la ciencia no hay preguntas prohibidas, no hay temas demasiado sensibles o delicados para ser explorados, no hay verdades sagradas. Esta apertura a nuevas ideas, combinada con el escrutinio ms riguroso y escptico de todas las ideas, selecciona el trigo de la cizaa. No importa lo inteligente, venerable o querido que sea uno. Debe demostrar sus ideas ante la crtica decidida y experta. Se valoran la diversidad y el debate. Se alienta la formulacin de opiniones en disputa, sustantivamente y en profundidad. El proceso de la ciencia puede parecer confuso y desordenado. En cierto modo lo es. Si uno examina la ciencia en su aspecto cotidiano, desde luego encuentra que los cientficos ocupan toda la gama de emociones, personalidades y caracteres humanos. Pero hay una faceta realmente asombrosa para el observador externo, y es el nivel de crtica que se considera aceptable o incluso deseable. Los aprendices de cientficos reciben mucho calor e inspirado aliento de sus tutores. Pero el pobre licenciado, en su examen oral de doctorado, est sujeto a un mordaz fuego cruzado de preguntas de unos profesores que precisamente tienen el futuro del candidato en sus manos. Naturalmente, el doctorado se pone nervioso; quin no? Cierto, se ha preparado para ello durante aos. Pero entiende que, en este momento crtico, tiene que ser capaz de responder las minuciosas preguntas que le planteen los expertos. As, cuando se prepara para defender su tesis, debe practicar un hbito de pensamiento muy til: tiene que anticipar las preguntas, tiene que preguntarse: En qu punto flaquea mi disertacin? Ser mejor que lo identifique yo antes que otros. El cientfico participa en reuniones y discusiones. Se encuentra en coloquios universitarios en los que apenas el ponente lleva treinta segundos hablando cuando la audiencia le plantea preguntas y comentarios devastadores. Analiza las condiciones para entregar un artculo a una revista cientfica para su posible publicacin, lo enva al editor y luego ste lo somete a rbitros annimos cuya tarea es preguntarse: Lo que ha hecho el autor es una estupidez? Hay algo aqu lo bastante interesante para ser publicado? Cules son las deficiencias de este estudio? Los resultados

principales han sido encontrados por alguien ms? El argumento es adecuado, o el autor debera someter el informe de nuevo despus de demostrar realmente lo que aqu es slo una especulacin? Y es annimo: el autor no sabe quines son los crticos. Esta es la prctica diaria de la comunidad cientfica. Por qu soportamos todo eso? Nos gusta que nos critiquen? No, a ningn cientfico le gusta. Todo cientfico siente un afecto de propietario por sus ideas y descubrimientos. Con todo, no replicamos a los crticos: espera un momento, de verdad que es buena idea, me gusta mucho, no te hace ningn dao, por favor, djala en paz. En lugar de eso, la norma dura pero justa es que si las ideas no funcionan, debemos descartarlas. No gastes neuronas en lo que no funciona. Dedica esas neuronas a ideas nuevas que expliquen mejor los datos. El fsico britnico Michael Faraday advirti de la poderosa tentacin de buscar las pruebas y apariencias que estn a favor de nuestros deseos y desatender las que se oponen a ellos...
Recibimos como favorable lo que concuerda con [nosotros], nos resistimos con desagrado a lo que se nos opone; mientras todo dictado del sentido comn requiere exactamente lo contrario.

Las crticas vlidas te hacen un favor. Hay gente que considera arrogante a la ciencia, especialmente cuando pretende contradecir creencias arraigadas o cuando introduce conceptos extraos que parecen contrarios al sentido comn. Como un terremoto que sacude nuestra fe en el terreno donde nos hallamos, desafiar nuestras creencias tradicionales, zarandear las doctrinas en las que hemos confiado, puede ser profundamente perturbador. Sin embargo, mantengo que la ciencia es parte integrante de la humildad. Los cientficos no pretenden imponer sus necesidades y deseos a la naturaleza, sino que humildemente la interrogan y se toman en serio lo que encuentran. Somos conscientes de que cientficos venerados se han equivocado. Entendemos la imperfeccin humana. Insistimos en la verificacin independiente hasta donde sea posible y. cuantitativa de los principios de creencia que se proponen. Constantemente estamos clavando el aguijn, desafiando, buscando contradicciones o pequeos errores persistentes, residuales, proponiendo explicaciones alternativas, alentando la hereja. Damos nuestras mayores recompensas a los que refutan convincentemente creencias establecidas. Aqu va uno de los muchos ejemplos: las leyes de movimiento y la ley de cuadrado inverso de gravitacin asociadas con el nombre de Isaac Newton estn consideradas con razn entre los mximos logros de la especie humana. Trescientos aos despus, utilizamos la dinmica newtoniana para predecir los eclipses. Aos despus del lanzamiento, a miles de millones de kilmetros de la Tierra (con slo pequeas correcciones de Einstein), la nave espacial llega de manera magnfica a un punto predeterminado en la rbita

del objetivo mientras el mundo va movindose lentamente. La precisin es asombrosa. Sencillamente, Newton saba lo que haca. Pero los cientficos no se han conformado con dejarlo como estaba. Han buscado con persistencia grietas en la armadura newtoniana. A grandes velocidades y fuertes gravedades, la fsica newtoniana se derrumba. ste es uno de los grandes descubrimientos de la relatividad especial y general de Albert Einstein y una de las razones por las que se honra de tal modo su memoria. La fsica newtoniana es vlida en un amplio espectro de condiciones, incluyendo las de la vida cotidiana. Pero, en ciertas circunstancias altamente inusuales para los seres humanos al fin y al cabo, no tenemos el hbito de viajar a velocidad cercana a la de la luz simplemente no da la respuesta correcta; no es acorde con las observaciones de la naturaleza. La relatividad especial y general son indistinguibles de la fsica newtoniana en su campo de validez, pero hacen predicciones muy diferentes predicciones en excelente acuerdo con la observacin en esos otros regmenes (alta velocidad; fuerte gravedad). La fsica newtoniana resulta ser una aproximacin a la verdad, buena en circunstancias con las que tenemos una familiaridad rutinaria, mala en otras. Es un logro esplndido y justamente celebrado de la mente humana, pero tiene sus limitaciones. Sin embargo, de acuerdo con nuestra comprensin de la falibilidad humana, teniendo en cuenta la advertencia de que podemos acercarnos asintticamente a la verdad pero nunca alcanzarla del todo, los cientficos estn investigando hoy regmenes en los que pueda fallar la relatividad general. Por ejemplo, la relatividad general predice un fenmeno asombroso llamado ondas gravitacionales. Nunca se han detectado directamente. Pero, si no existen, hay algo fundamentalmente errneo en la relatividad general. Los pulsares son estrellas de neutrones que giran rpidamente, cuyos perodos de giro pueden medirse ahora con una precisin de hasta quince decimales. Se predice que dos pulsares muy densos en rbita uno alrededor del otro irradian cantidades copiosas de ondas gravitacionales... que con el tiempo alterarn ligeramente las rbitas y los perodos de rotacin de las dos estrellas. Joseph Taylor y Russell Hulse, de la Universidad de Princeton, han usado este mtodo para comprobar las predicciones de la relatividad general de un modo totalmente nuevo. Segn sus hiptesis, los resultados seran inconsistentes con la relatividad general y habran derribado uno de los pilares principales de la fsica moderna. No slo estaban dispuestos a desafiar la relatividad general, sino que se los anim a hacerlo con entusiasmo. Al final, la observacin de pulsares binarios da una verificacin precisa de las predicciones de la relatividad general y, por ello, Taylor y Hulse recibieron conjuntamente el Premio Nobel de de Fsica en 1993. De modos diversos, otros muchos fsicos ponen a prueba la relatividad general: por ejemplo

intentando detectar directamente las elusivas ondas gravitacionales. Confan en forzar la teora hasta el punto de ruptura y descubrir si existe un rgimen de la naturaleza en el que empiece a no ser slido el gran avance de comprensin de Einstein. Esos esfuerzos continuarn siempre que haya cientficos. La relatividad general es ciertamente una descripcin inadecuada de la naturaleza a nivel cuntico, pero, aunque no fuera as, aunque la relatividad general fuera vlida en todas partes y para siempre, qu mejor manera de convencernos de su validez que con un esfuerzo concertado para descubrir sus errores y limitaciones? Esta es una de las razones por las que las religiones organizadas no me inspiran confianza. Qu lderes de las religiones principales reconocen que sus creencias podran ser incompletas o errneas y establecen institutos para desvelar posibles deficiencias doctrinales? Ms all de la prueba de la vida cotidiana, quin comprueba sistemticamente las circunstancias en que las enseanzas religiosas tradicionales pueden no ser ya aplicables? (Sin duda es concebible que doctrinas y ticas que funcionaron bastante bien en tiempos patriarcales, patrsticos o medievales puedan carecer absolutamente de valor en el mundo tan diferente que habitamos.) En qu sermn se examina imparcialmente la hiptesis de Dios? Qu recompensas conceden a los escpticos religiosos las religiones establecidas... o a los escpticos sociales y econmicos la sociedad en la que navegan? La ciencia, apunta Ann Druyan, siempre nos est susurrando al odo: Recuerda que eres nuevo en esto. Podras estar equivocado. Te has equivocado antes. A pesar de toda la prdica sobre la humildad, me gustara que me enseasen algo comparable en la religin. Se dice que las Escrituras son de inspiracin divina, una frase con muchos significados. Pero y si han sido fabricadas simplemente por humanos falibles? Se da testimonio de milagros, pero y si en lugar de eso son una mezcla de charlatanera, estados de conciencia poco familiares, malas interpretaciones de fenmenos naturales y enfermedades mentales? No me parece que ninguna religin contempornea y ninguna creencia de la Nueva Era tenga en cuenta suficientemente la grandeza, magnificencia, sutileza y complicacin del universo revelado por la ciencia. El hecho de que en las Escrituras se hallen prefigurados tan pocos descubrimientos de la ciencia moderna aporta mayores dudas a mi mente sobre la inspiracin divina. Pero, sin duda, podra estar equivocado. ---ooo---

Vale la pena leer los dos prrafos que siguen, no para entender la ciencia que describen sino para captar el estilo de pensamiento del autor. Se enfrenta a anomalas, paradojas aparentes en fsica; asimetras, las llama. Qu podemos aprender de ellas? Es sabido que la electrodinmica de Maxwell tal y como se entiende actualmente conduce a asimetras que no parecen inherentes a los fenmenos, cuando se aplica a cuerpos en movimiento. Tmese, por ejemplo, la accin electromagntica dinmica recproca entre un imn y un conductor. El fenmeno que aqu se observa depende nicamente del movimiento relativo entre el conductor y el imn, mientras que la visin habitual establece una bien definida distincin entre los dos casos en que uno u otro de esos cuerpos est en movimiento. Ya que si el imn est en movimiento y el conductor en reposo, aparece en los alrededores del imn un campo elctrico con una cierta energa definida, que produce una corriente en aquellos lugares donde se sitan partes del conductor. Pero si el imn est estacionario y el conductor en movimiento, no surge ningn campo elctrico en los alrededores del imn. Sin embargo, en el conductor encontramos una fuerza electromotriz, para la que no existe la energa correspondiente, pero que da lugar suponiendo que el movimiento relativo sea el mismo en los dos casos discutidos a corrientes elctricas de la misma direccin e intensidad que las producidas por las fuerzas elctricas en el caso anterior. Ejemplos de este tipo, junto a los intentos que sin xito se han realizado para descubrir cualquier movimiento de la Tierra con respecto al ter, sugieren que los fenmenos de la electrodinmica lo mismo que los de la mecnica no poseen propiedades que corresponden a la idea del reposo absoluto. Ms bien sugieren que, como se ha demostrado en el primer orden de pequeas cantidades, sern vlidas las mismas leyes de electrodinmica y ptica para todos los marcos de referencia en que sean aplicables las ecuaciones de mecnica. Qu intenta decirnos aqu el autor? Ms adelante tratar de explicar los antecedentes. De momento, quiz podemos reconocer que el lenguaje es ahorrativo, cauto, claro y sin un pice ms de complicacin que la necesaria. No es posible adivinar a primera vista por la redaccin (o por el poco ostentoso ttulo: Sobre la electrodinmica de los cuerpos en movimiento) que este artculo representa la llegada crucial al mundo de la teora de la relatividad especial, la puerta del anuncio triunfante de la equivalencia de masa y energa, la reduccin de la presuncin de que nuestro pequeo mundo ocupa algn marco de referencia privilegiado en el universo, y en varios aspectos diferentes un acontecimiento que marca una poca en la historia humana. Las palabras que abren el artculo de 1905 de Einstein son caractersticas del informe cientfico. Su aire desinteresado, su

circunspeccin y modestia son agradables. Contrastemos su tono contenido, por ejemplo, con los productos de la publicidad moderna, discursos polticos, pronunciamientos teolgicos autorizados... o, por qu no, con la propaganda de la solapa de este libro. Ntese que el informe de Einstein empieza intentando extraer un sentido de unos resultados experimentales. Siempre que sea posible, los cientficos experimentan. Los experimentos que se proponen dependen a menudo de las teoras que prevalecen en el momento. Los cientficos estn decididos a comprobar esas teoras hasta el punto de ruptura. No confan en lo que es intuitivamente obvio. Que la Tierra era plana fue obvio en un tiempo. Fue obvio que los cuerpos pesados caan ms de prisa que los ligeros. Fue obvio que algunas personas eran esclavas por naturaleza y por decreto divino. Fue obvio que las sanguijuelas curaban la mayora de las enfermedades. Fue obvio que exista un lugar que ocupaba el centro del universo, y que la Tierra se encontraba en ese lugar privilegiado. Fue obvio que hubo un sistema de referencia en reposo absoluto. La verdad puede ser confusa o contraria a la intuicin. Puede contradecir creencias profundas. Experimentando, llegamos a controlarla. Hace muchas dcadas, en una cena, se pidi al fsico Robert W. Wood que respondiera al brindis: Por la fsica y la metafsica. Por metafsica se entenda entonces algo as como la filosofa, o verdades que uno puede reconocer slo pensando en ellas. Tambin podan haber incluido la pseudociencia. Wood respondi aproximadamente de esta guisa: El fsico tiene una idea. Cuanto ms piensa en ella, ms sentido le parece que tiene. Consulta la literatura cientfica. Cuanto ms lee, ms prometedora le parece la idea. Con esta preparacin va al laboratorio y concibe un experimento para comprobarlo. El experimento es trabajoso. Se comprueban muchas posibilidades. Se afina la precisin de la medicin, se reducen los mrgenes de error. Deja que los casos sigan su curso. Se concentra slo en lo que le ensea el experimento. Al final de todo su trabajo, despus de una minuciosa experimentacin, se encuentra con que la idea no tiene valor. As, el fsico la descarta, libera su mente de la confusin del error y pasa a otra cosa.6 La diferencia entre fsica y metafsica, concluy Wood mientras levantaba su vaso, no es que los practicantes de una sean ms inteligentes que los de la otra. La diferencia es que la metafsica no tiene laboratorio. ---ooo--6

Como lo expres el fsico Benjamn Franklin: En el curso de esos experimentos, cuntos bellos sistemas construimos que pronto nos vemos obligados a destruir? Al menos, pensaba Franklin, la experiencia bastaba para ayudar a hacer un hombre humilde de un vanidoso.

Para m, hay cuatro razones principales para realizar un esfuerzo concertado que acerque la ciencia por radio, televisin, cine, peridicos, libros, programas de ordenador, parques temticos y aulas de clase a todos los ciudadanos. En todos los usos de la ciencia es insuficiente y ciertamente peligroso producir slo un sacerdocio pequeo, altamente competente y bien recompensado de profesionales. Al contrario, debe hacerse accesible a la ms amplia escala una comprensin fundamental de los descubrimientos y mtodos de la ciencia. A pesar de las abundantes oportunidades de mal uso, la ciencia puede ser el camino dorado para que las naciones en vas de desarrollo salgan de la pobreza y el atraso. Hace funcionar las economas nacionales y la civilizacin global. Muchas naciones lo entienden. sa es la razn por la que tantos licenciados en ciencia e ingeniera de las universidades norteamericanas todava las mejores del mundo son de otros pases. El corolario, que a veces no se llega a captar en Estados Unidos, es que abandonar la ciencia es el camino de regreso a la pobreza y el atraso. La ciencia nos alerta de los riesgos que plantean las tecnologas que alteran el mundo, especialmente para el medio ambiente global del que dependen nuestras vidas. La ciencia proporciona un esencial sistema de alarma. La ciencia nos ensea los aspectos ms profundos de orgenes, naturalezas y destinos: de nuestra especie, de la vida, de nuestro planeta, del universo. Por primera vez en la historia de la humanidad, podemos garantizar una comprensin real de algunos de esos aspectos. Todas las culturas de la Tierra han trabajado estos temas y valorado su importancia. A todos se nos pone la carne de gallina cuando abordamos estas grandes cuestiones. A la larga, el mayor don de la ciencia puede ser ensearnos algo, de un modo que ningn otro empeo ha sido capaz de hacer, sobre nuestro contexto csmico, sobre dnde, cundo y quines somos. Los valores de la ciencia y los valores de la democracia son concordantes, en muchos casos indistinguibles. La ciencia y la democracia empezaron en sus encarnaciones civilizadas en el mismo tiempo y lugar, en los siglos VII y VI a. J.C. en Grecia. La ciencia confiere poder a todo aquel que se tome la molestia de estudiarla (aunque sistemticamente se ha impedido a demasiados). La ciencia prospera con el libre intercambio de ideas, y ciertamente lo requiere; sus valores son antitticos al secreto. La ciencia no posee posiciones ventajosas o privilegios especiales. Tanto la ciencia como la democracia alientan opiniones poco convencionales y un vivo debate. Ambas exigen raciocinio suficiente, argumentos coherentes, niveles rigurosos de

prueba y honestidad. La ciencia es una manera de ponerles las cartas boca arriba a los que se las dan de conocedores. Es un bastin contra el misticismo, contra la supersticin, contra la religin aplicada errneamente. Si somos fieles a sus valores, nos puede decir cundo nos estn engaando. Nos proporciona medios para la correccin de nuestros errores. Cuanto ms extendido est su lenguaje, normas y mtodos, ms posibilidades tenemos de conservar lo que Thomas Jefferson y sus colegas tenan en mente. Pero los productos de la ciencia tambin pueden subvertir la democracia ms de lo que pueda haber soado jams cualquier demagogo preindustrial. Para encontrar una brizna de verdad ocasional flotando en un gran ocano de confusin y engao se necesita atencin, dedicacin y valenta. Pero si no ejercitamos esos duros hbitos de pensamiento, no podemos esperar resolver los problemas realmente graves a los que nos enfrentamos... y corremos el riesgo de convertirnos en una nacin de ingenuos, un mundo de nios a disposicin del primer charlatn que nos pase por delante. ----ooo--Un ser extraterrestre recin llegado a la Tierra si hiciera un examen de lo que presentamos principalmente a nuestros hijos en televisin, radio, cine, peridicos, revistas, cmics y muchos libros podra llegar fcilmente a la conclusin de que queremos ensearles asesinatos, violaciones, crueldad, supersticin, credulidad y consumismo. Insistimos en ello y, a fuerza de repeticin, por fin muchos de ellos quiz aprendan. Qu tipo de sociedad podramos crear si, en lugar de eso, les inculcramos la ciencia y un soplo de esperanza?

CAPTULO 3

EL HOMBRE DE LA LUNA Y LA CARA DE MARTE

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La luna salta en la corriente del Gran Ro. Flotando en el viento, qu parezco? Du Fu, Viaje nocturno (China, dinasta Tang, 765)

Cada campo de la ciencia tiene su propio complemento de pseudociencia. Los geofsicos tienen que enfrentarse a Tierras planas, Tierras huecas. Tierras con ejes que se balancean desordenadamente, continentes de rpido ascenso y hundimiento y profetas del terremoto. Los botnicos tienen plantas cuyas apasionantes vidas emocionales se pueden seguir con detectores de mentiras, los antroplogos tienen hombres-mono supervivientes, los zologos dinosaurios vivos y los bilogos evolutivos tienen a los literalistas bblicos pisndoles los talones. Los arquelogos tienen antiguos astronautas, runas falsificadas y estatuas espurias. Los fsicos tienen mquinas de movimiento perpetuo, un ejrcito de aficionados a refutar la relatividad y quiz la fusin fra. Los qumicos todava tienen la alquimia. Los psiclogos tienen mucho de psicoanlisis y casi toda la parapsicologa. Los economistas tienen las previsiones econmicas a largo plazo. Los meteorlogos, hasta ahora, tienen previsiones del tiempo de largo alcance, como en el Almanaque del campesino que se gua por las manchas solares (aunque la previsin del clima a largo plazo es otro asunto). La astronoma tiene como pseudociencia equivalente principal la astrologa, disciplina de la que surgi. A veces las pseudociencias se entrecruzan y aumenta la confusin, como en las bsquedas telepticas de tesoros enterrados de la Atlntida o en las previsiones econmicas astrolgicas. Pero, como yo trabajo con planetas, y como me he interesado en la posibilidad de vida extraterrestre, las pseudociencias que ms a menudo aparecen en mi camino implican otros mundos y lo que con tanta facilidad en nuestra poca se ha dado en llamar extraterrestres. En los captulos que siguen quiero presentar dos doctrinas pseudocientficas recientes y en cierto modo relacionadas. Comparten la posibilidad de que las imperfecciones perceptuales y cognitivas humanas representen un papel en nuestra confusin sobre temas de gran importancia. La primera sostiene que una cara de piedra gigante de eras antiguas mira inexpresivamente hacia el cielo desde la arena

de Marte. La segunda mantiene que seres ajenos de mundos distantes visitan la Tierra con despreocupada impunidad. Aunque el resumen sea escueto, no provoca cierta emocin la contemplacin de esas afirmaciones? Y si esas viejas ideas de ciencia ficcin en las que sin duda resuenan profundos temores y anhelos humanos llegaran a ocurrir realmente? Cmo pueden no producir inters? Ante un material as, hasta el cnico ms obtuso se conmueve. Estamos totalmente seguros de poder descartar esas afirmaciones sin ninguna sombra de duda? Y si unos desenmascaradores empedernidos son capaces de notar su atractivo, qu deben sentir aquellos que, como el seor Buckiey, ignoran el escepticismo cientfico? ---ooo--La Luna, durante la mayor parte de la historia antes de las naves espaciales, antes de los telescopios, cuando estbamos todava prcticamente inmersos en el pensamiento mgico era un enigma. Casi nadie pensaba en ella como un mundo. Qu vemos realmente cuando miramos la Luna a simple vista? Discernimos una configuracin de marcas irregulares brillantes y oscuras, no una representacin parecida a un objeto familiar. Pero nuestros ojos, casi de manera irresistible, conectan las marcas subrayando algunas e ignorando otras. Buscamos una forma y la encontramos. En los mitos y el folclore mundial se ven muchas imgenes: una mujer tejiendo, bosques de laureles, un elefante que salta de un acantilado, una chica con un cesto a la espalda, un conejo, los intestinos lunares salpicados sobre su superficie tras ser destripados por una ave irritable sin alas, una mujer que machaca una corteza para hacer tela, un jaguar de cuatro ojos. A los de una cultura les cuesta creer cmo los de otra pueden ver esas cosas tan raras. La imagen ms comn es el Hombre de la Luna. Desde luego, no parece un hombre de verdad. Tiene las facciones ladeadas, alabeadas, torcidas. Tiene un bistec o algo parecido encima del ojo izquierdo. Y qu expresin transmite su boca? Una o de sorpresa? Una seal de tristeza, quiz de lamentacin? Un reconocimiento lgubre de la dureza de la labor de la vida en la Tierra? Ciertamente, la cara es demasiado redonda. Le faltan las orejas. Supongo que por arriba es calva. A pesar de todo, cada vez que la miro veo una cara humana. El folclore mundial pinta la Luna como algo prosaico. En la generacin anterior al Apolo se deca a los nios que la Luna estaba hecha de queso verde (es decir, oloroso) y, por alguna razn, este dato no se consideraba maravilloso sino hilarante. En los libros infantiles y cmics , a

menudo se dibuja al Hombre de la Luna como una simple cara dentro de un crculo, no muy diferente de la cara feliz con un par de puntos y un arco invertido. Bondadosa, baja su mirada hacia las travesuras nocturnas de animales y nios. Consideremos nuevamente las dos categoras de terreno que reconocemos cuando examinamos la Luna a simple vista: la frente, mejillas y barbilla ms brillantes, y los ojos y la boca ms oscuros. A travs de un telescopio, las facciones brillantes se revelan como antiguas tierras altas con crteres que, ahora lo sabemos (por la datacin radiactiva de muestras proporcionadas por los astronautas del Apolo), datan de casi 4500 millones de aos. Las facciones oscuras son flujos algo ms recientes de lava basltica llamados maa (singular, mare, ambas de la palabra latina que significa mar, aunque segn sabemos la Luna est seca como un hueso). Los mana brotaron en los primeros cientos de millones de aos de historia lunar, inducida en parte por el impacto de alta velocidad de enormes asteroides y cometas. El ojo derecho es el Mare Imbrium, el bistec inclinado sobre el ojo izquierdo es la combinacin del Mare Serenitatis y el Mare Tranquilitatis (donde aterriz el Apolo 11) y la boca abierta descentrada es el Mare Humorum. (La visin humana ordinaria no puede distinguir los crteres sin ayuda.) El Hombre de la Luna es en realidad un registro de antiguas catstrofes, la mayora de las cuales ocurrieron antes de la existencia de los humanos, de los mamferos, de los vertebrados, de los organismos multicelulares y, probablemente, incluso antes de que surgiera la vida en la Tierra. Es una presuncin caracterstica de nuestra especie darle una cara humana a la violencia csmica aleatoria. ---ooo--Los humanos, como otros primates, somos gregarios. Nos gusta la compaa de los dems. Somos mamferos, y el cuidado paternal de los jvenes es esencial para la continuacin de las lneas hereditarias. El padre sonre al nio, el nio devuelve la sonrisa y se forja o fortalece un vnculo. En cuanto el nio es capaz de ver, reconoce caras, y ahora sabemos que esta habilidad est bien conectada en nuestro cerebro. Los bebs que hace un milln de aos eran incapaces de reconocer una cara devolvan menos sonrisas, era menos probable que se ganaran el corazn de sus padres y tenan menos probabilidades de prosperar. Hoy en da, casi todos los bebs identifican con rapidez una cara humana y responden con una mueca. Como efecto secundario involuntario, la eficiencia del mecanismo de reconocimiento de formas en nuestro cerebro para aislar una cara entre un montn de detalles es tal que a veces vemos caras donde no las hay.

Reunimos fragmentos inconexos de luz y oscuridad e, inconscientemente, intentamos ver una cara. El Hombre de la Luna es un resultado. La pelcula Blow up de Michelangelo Antonioni describe otro. Hay muchos ms ejemplos. A veces es una formacin geolgica, como la del Hombre Viejo de las Montaas en Franconia Notch, New Hampshire. Sabemos que, ms que un agente sobrenatural o una antigua civilizacin que, por lo dems, no se ha descubierto en New Hampshire, es producto de la erosin y los desprendimientos de una superficie de roca. En todo caso, ya no se parece mucho a una cara. Estn tambin la Cabeza del Diablo en Carolina del Norte, la Esfinge en Wastwater, Inglaterra, la Vieja en Francia, la Roca Varan en Armenia. A veces es una mujer reclinada, como el monte Ixtaccihuatl en Mxico. A veces son otras partes del cuerpo, como los Grand Tetons en Wyoming: un par de picos de montaa bautizados por exploradores franceses que llegaban por el oeste. (En realidad son tres.) A veces son formas cambiantes en las nubes. A finales de la poca medieval y en el Renacimiento, las visiones en Espaa de la Virgen Mara eran confirmadas por personas que vean santos en las formaciones nubosas. (Zarpando de Suva, Fiji, vi una vez la cabeza de un monstruo realmente aterrador, con las quijadas abiertas, dibujada en una nube de tormenta.) En algunas ocasiones, un vegetal o un dibujo de la veta de la madera o la joroba de una vaca parecen una cara humana. Hubo una clebre berenjena que tena un parecido enorme con Richard Nixon. Qu deberamos deducir de este hecho? Intervencin divina o extraterrestre? Intromisin republicana en la gentica de la berenjena? No. Reconocemos que hay gran nmero de berenjenas en el mundo y que, habiendo tantas, tarde o temprano encontraremos una que parezca una cara humana, incluso una cara humana particular. Cuando la cara es de un personaje religioso como, por ejemplo, una tortilla que parece exhibir la cara de Jess los creyentes tienden a deducir rpidamente la intervencin de Dios. En una era ms escptica que la mayora, anhelan una confirmacin. Sin embargo parece improbable que se produzca un milagro en un medio tan evanescente. Teniendo en cuenta la cantidad de tortillas que se han hecho desde el principio del mundo, sera sorprendente que no saliera alguna con unas facciones al menos vagamente familiares.7

Estos casos son muy diferentes al del llamado Sudario de Turn, que muestra algo demasiado parecido a una forma humana para interpretarlo como una forma natural y que, segn sugiere ahora la datacin por carbono-14, no es el sudario de la muerte de Jess sino una mistificacin piadosa del siglo XIV, una poca prspera y provechosa para la industria artesana de fabricacin de reliquias religiosas fraudulentas.

Se han adscrito propiedades mgicas a las races de ginseng y mandragora, debido en parte a un vago parecido con la forma humana. Algunos brotes de castao muestran caras sonrientes. Hay corales que parecen manos. El hongo oreja (tambin impropiamente llamado oreja de judo) parece realmente una oreja, y en las alas de ciertas polillas puede verse algo as como unos ojos enormes. Puede ser que haya algo ms que mera coincidencia; quiz sea menos probable que criaturas con cara o criaturas que tienen miedo de depredadores con cara engullan plantas y animales que sugieren una cara. El palo es un insecto con un disfraz de rama espectacular. Naturalmente, tiende a vivir sobre los rboles y alrededor de ellos. Su imitacin del mundo de las plantas le salva de pjaros y otros depredadores y casi seguro que es la razn por la que esta forma extraordinaria fue lentamente moldeada por la seleccin natural darwiniana. Esos cruces de lmites entre los reinos de la vida son enervantes. Un nio pequeo que vea un insecto palo puede imaginarse fcilmente un ejrcito de palos, ramas y rboles avanzando con algn ominoso propsito vegetal. Se describen e ilustran muchos ejemplos de este tipo en un libro de 1979 titulado Parecido natural, de John Michell, un britnico entusiasta de lo oculto. Toma en serio las afirmaciones de Richard Shaver, quien como describir ms adelante represent un papel importante en el origen del entusiasmo por los ovnis en Norteamrica. Shaver practic cortes en las rocas de su granja de Wisconsin y descubri, escrita en un lenguaje pictogrfico que slo l poda ver, aunque no entender, una historia total del mundo. Michell acepta tambin a pies juntillas las afirmaciones del dramaturgo y terico surrealista Antonin Artaud, quien, en parte bajo la influencia del peyote, vea en las formas del exterior de las rocas imgenes erticas, un hombre torturado, animales feroces y cosas as. Todo el paisaje se revelaba a s mismo dice Michell, como la creacin de un nico pensamiento. Pero hay una cuestin clave: este pensamiento estaba dentro o fuera de la cabeza de Artaud? Artaud lleg a la conclusin, aceptada por Michell de que aquellas formas tan aparentes en las rocas haban sido fabricadas por una civilizacin antigua y no por su estado de conciencia inducido en parte por alucingenos. Cuando Artaud volvi de Mxico a Europa, se le diagnostic una locura. Michell deplora el punto de vista materialista que recibi con escepticismo las formas de Artaud. Michell nos muestra una fotografa del Sol tomada con rayos X que parece vagamente una cara y nos informa que los seguidores de Gurdjieff ven la cara de su Maestro en la corona solar. Deduce que innumerables caras en los rboles, montaas y cantos rodados son producto de una antigua sabidura. Quiz algunas lo sean: es una buena broma, adems de un smbolo

religioso tentador, apilar piedras de modo que, de lejos, parezcan una cara gigante. Michell considera que la opinin de que la mayora de esas formas son naturales en los procesos de formacin de rocas y la simetra bilateral de plantas y animales, ms un poco de seleccin natural todo procesado por el filtro parcial humano de nuestra percepcin es materialismo y una ilusin del siglo XIX. Condicionados por creencias racionalistas, nuestra visin del mundo es ms insulsa y limitada de lo que pretenda la naturaleza. No revela mediante qu procesos ha sondeado las intenciones de la naturaleza. De las imgenes que presenta, Michell concluye que su misterio permanece esencialmente inalterado, una fuente constante de maravilla, deleite y especulacin. Todo lo que sabemos con seguridad es que la naturaleza las cre y al mismo tiempo nos dio el aparato para percibirlas y la mente para apreciar su ilimitada fascinacin. Para mayor provecho y disfrute, deberan ser contempladas como pretenda la naturaleza, con el ojo de la inocencia desprovisto de teoras y preconcepciones, con la visin mltiple que nos es innata, que enriquece y dignifica la vida humana, y no con la visin nica cultivada por los insulsos y obstinados.
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Quiz la declaracin espuria ms famosa de formas portentosas sea los canales de Marte. Observados por primera vez en 1877, al parecer fueron confirmados por una sucesin de astrnomos profesionales que miraban a travs de grandes telescopios en todo el mundo. Se deca que exista una red de lneas rectas nicas y dobles que se entrecruzaban en la superficie de Marte con una regularidad geomtrica tan misteriosa que slo poda tener un origen inteligente. Se sacaron conclusiones evocadoras sobre un planeta abrasado y moribundo poblado por una civilizacin tcnica antigua y sabia dedicada a la conservacin de los recursos de agua. Se plasmaron en mapas y se bautizaron cientos de canales. Pero, extraamente, se evitaba mostrarlos en fotografas. Se sugera que mientras el ojo humano poda recordar los breves instantes de transparencia atmosfrica perfecta, la placa fotogrfica promediaba indiscriminadamente los pocos momentos claros con los muchos borrosos. Algunos astrnomos vean los canales. Otros muchos no. Quiz algunos observadores eran ms hbiles que otros para verlos. O quiz todo el asunto fuera una suerte de ilusin perceptiva.

En gran parte, la idea de que Marte albergaba vida, as como la prevalencia de los marcianos en la ficcin popular, deriva de los canales. Yo, por mi parte, me empap de pequeo de esta literatura, y cuando me encontr como experimentador en la misin del Mariner 9 a Marte la primera nave espacial en rbita alrededor del planeta rojo estaba muy interesado en ver, naturalmente, cules eran las circunstancias reales. Con el Mariner 9 y el Viking pudimos trazar el mapa del planeta de polo a polo, detectando caractersticas cientos de veces ms pequeas que las que mejor se podan ver desde la Tierra. No encontr ni rastro, aunque no me sorprendi, de los canales. Haba unas cuantas caractersticas ms o menos lineales que se haban discernido con el telescopio; por ejemplo, una falla de cinco mil kilmetros de largo que habra sido difcil no ver. Pero los cientos de canales clsicos que llevaban agua desde los casquetes polares a travs de los desiertos ridos hasta las ciudades ecuatoriales abrasadas simplemente no existan. Eran una ilusin, una disfuncin de la combinacin humana mano-ojo-cerebro en el lmite de resolucin cuando miramos a travs de una atmsfera inestable y turbulenta. Toda una sucesin de cientficos profesionales incluyendo astrnomos famosos que hicieron otros descubrimientos ahora confirmados y celebrados con justicia pueden cometer errores graves, incluso persistentes, en el reconocimiento de formas. Especialmente cuando las implicaciones de lo que creemos que estamos viendo parecen ser profundas, quiz no ejerzamos una autodisciplina y autocrtica adecuadas. El mito de los canales marcianos constituye una importante leccin histrica. En el caso de los canales, las misiones de las naves espaciales proporcionaron el medio de corregir nuestras malas interpretaciones. Pero tambin es cierto que algunas de las afirmaciones ms persistentes de la existencia de formas inesperadas surgen de la exploracin de las naves espaciales. A principios de la dcada de 1960, insist en que debamos prestar atencin a la posibilidad de encontrar artefactos de civilizaciones antiguas, tanto procedentes de nuestro mundo como construidos por visitantes de otra parte. No pensaba que eso pudiera ser fcil o probable y, desde luego, no sugera que, en un tema tan importante, valiera la pena considerar algo que no contara con pruebas rigurosas. Empezando con el evocador informe de John Glenn sobre las lucirnagas alrededor de la cpsula espacial, cada vez que un astronauta deca ver algo que no se entenda inmediatamente, haba quien deduca que eran extraterrestres. Las explicaciones prosaicas partculas de pintura de la nave que se soltaban en el entorno del espacio, por ejemplo se rechazaban despectivamente. El seuelo de lo maravilloso embota nuestras

facultades crticas. (Como si un hombre convertido en luna no fuera maravilla suficiente.) Durante la poca de los aterrizajes lunares del Apolo, muchos aficionados propietarios de pequeos telescopios, defensores de los platillos volantes, escritores para revistas aeroespaciales estudiaron detenidamente las fotografas aportadas en busca de anomalas que hubieran pasado inadvertidas a cientficos y astronautas de la NASA. Pronto hubo informes de letras latinas gigantes y nmeros rabes inscritos sobre la superficie lunar, pirmides, caminos, cruces, ovnis resplandecientes. Se hablaba de puentes en la Luna, antenas de radio, huellas de enormes vehculos reptantes, y de la devastacin provocada por mquinas capaces de partir los crteres en dos. Cada uno de esos fenmenos, sin embargo, resulta ser una formacin geolgica lunar natural mal interpretada por analistas aficionados, reflejos internos en la ptica de las cmaras Hasselblad de los astronautas y cosas as. Algunos entusiastas lograron discernir las largas sombras de misiles balsticos... misiles soviticos, decan en inquieta confidencia, dirigidos hacia Norteamrica. Resulta que los cohetes, descritos tambin como agujas, son las montaas bajas que proyectan una larga sombra cuando el Sol est cerca del horizonte lunar. Con un poco de trigonometra se disipa el espejismo. Estas experiencias tambin proporcionan una buena advertencia: en un terreno complejo esculpido por procesos no familiares, los aficionados (y a veces incluso los profesionales) que examinan fotografas, especialmente cerca del lmite de resolucin, pueden encontrarse con problemas. Sus esperanzas y temores, la emocin de posibles descubrimientos de gran importancia, pueden vencer el enfoque escptico y precavido propio de la ciencia. Si examinamos las imgenes disponibles de la superficie de Venus, de vez en cuando aparece a la vista una forma peculiar del paisaje, como por ejemplo un retrato de Stalin descubierto por gelogos norteamericanos que analizaban las imgenes de radares orbtales soviticos. Nadie mantiene, supongo, que unos estalinistas recalcitrantes hubieran manipulado las cintas magnticas, o que los antiguos soviticos estuvieran involucrados en actividades de ingeniera a una escala sin precedentes y hasta ahora sin revelar sobre la superficie de Venus... donde toda nave espacial que ha aterrizado ha quedado frita en el plazo de una o dos horas. Todos los indicios sealan que este fenmeno, sea lo que sea, se debe a la geologa. Lo mismo ocurre con lo que parece ser un retrato de Bugs Bunny sobre la luna de Urano, Ariel. Una imagen del telescopio espacial Hubble de Titn en el infrarrojo cercano muestra nubes configuradas de modo que parecen una cara

sonriente de las dimensiones del mundo. Cada cientfico planetario tiene su ejemplo favorito. La astronoma de la Va Lctea tambin est repleta de similitudes imaginadas: Cabeza de Caballo, Esquimal, Lechuza, Homnculo, Tarntula y Nebulosa Norteamrica, todas nubes irregulares de gas y polvo iluminadas por estrellas brillantes y cada una de ellas a una escala que empequeece nuestro sistema solar. Cuando los astrnomos fijaron en el mapa la distribucin de las galaxias hasta unos pocos cientos de millones de aos luz, se encontraron perfilando una rudimentaria forma humana que se ha dado en llamar el hombre del bastn. La configuracin se entiende como algo parecido a enormes burbujas adyacentes de jabn, con las galaxias formadas en la superficie de las burbujas y casi ninguna en el interior. Eso hace bastante probable que tracen una forma de simetra bilateral parecida al hombre del bastn. Marte es mucho ms clemente que Venus, aunque las sondas de aterrizaje Viking no proporcionaron ninguna prueba convincente de vida. Su terreno es extremadamente heterogneo y variado. Con ms de cien mil fotografas disponibles, no es sorprendente que a lo largo de los aos se hayan observado fenmenos inusuales en Marte. Por ejemplo, hay una alegre cara feliz dentro de un crter de impacto de Marte que tiene ocho kilmetros de lado a lado, con una serie de marcas radiales por fuera que hacen que parezca la representacin convencional de un Sol sonriente. Pero nadie afirma que eso haya sido construido por una civilizacin avanzada (y excesivamente ingeniosa) de Marte, quiz para atraer nuestra atencin. Reconocemos que cuando objetos de todos los tamaos caen del cielo, la superficie rebota, se desploma y vuelve a configurarse despus de cada impacto, y cuando el agua antigua, los torrentes de barro y la arena moderna transportada por el viento esculpen la superficie, deben de generarse una gran variedad de paisajes. Si analizamos cien mil fotografas, no es raro que en ocasiones encontremos algo parecido a una cara. Considerando que tenemos el cerebro programado para eso desde la infancia, sera sorprendente que no encontrramos una de vez en cuando. En Marte hay algunas montaas pequeas que parecen pirmides. En la alta meseta del Elisio hay un grupo de ellas la ms grande mide varios kilmetros en la base, todas orientadas en la misma direccin. Esas pirmides del desierto tienen algo fantasmagrico y me recuerdan de tal modo la meseta de Gizeh en Egipto que me encantara examinarlas ms de cerca. Sin embargo, es razonable deducir la existencia de faraones marcianos? En la Tierra tambin se conocen caractersticas similares en miniatura, especialmente en la Antrtida. Algunas llegan hasta la rodilla. Si

no supisemos nada ms acerca de ellas, sera razonable concluir que han sido fabricadas por egipcios enanos que vivan en las tierras yermas antarticas? (La hiptesis podra adaptarse vagamente a las observaciones, pero la mayora de lo que sabemos sobre el entorno polar y la fisiologa de los humanos habla en contra de ello.) En realidad son generadas por erosin del viento: la salpicadura de partculas finas recogidas por vientos fuertes que soplan principalmente en la misma direccin y, a lo largo de los aos, esculpen lo que anteriormente eran montecillos irregulares como pirmides perfectamente simtricas. Se llaman dreikanters, una palabra alemana que significa tres lados. Es el orden generado a partir del caos por procesos naturales, algo que vemos una y otra vez en todo el universo (en galaxias espirales en rotacin, por ejemplo). Cada vez que ocurre sentimos la tentacin de deducir la intervencin directa de un Hacedor. En Marte hay pruebas de vientos mucho ms intensos que los que ha habido nunca en la Tierra, con velocidades que llegan a la mitad de la velocidad del sonido. Son comunes en todo el planeta las tormentas de polvo que arrastran finos granos de arena. Un golpeteo constante de partculas que se mueven mucho ms de prisa que en los vendavales ms feroces de la Tierra, a lo largo de las eras de tiempo geolgico, debe de ejercer cambios profundos en las caras de las rocas y formas orogrficas. No sera demasiado sorprendente que algunas figuras incluso las ms grandes hubieran sido esculpidas por procesos clicos en las formas piramidales que vemos. ---ooo--Hay un lugar en Marte llamado Cidonia donde se encuentra una gran cara de piedra de un kilmetro de ancho que mira hacia el cielo sin pestaear. Es una cara poco amistosa, pero parece reconociblemente humana. Segn algunas descripciones, podra haber sido esculpida por Praxteles. Yace en un paisaje con muchas colinas bajas moldeadas con formas extraas, quiz por alguna mezcla de antiguos torrentes de barro y la erosin del viento subsiguiente. Por el nmero de crteres de impacto, el terreno circundante parece tener al menos una antigedad de cientos de millones de aos. De manera intermitente, la Cara ha atrado la atencin tanto en Estados Unidos como en la antigua Unin Sovitica. El titular del Weekiy WorIdNews del 20 de noviembre de 1984, un peridico sensacionalista no conocido precisamente por su integridad, dice: SORPRENDENTE DECLARACIN DE CIENTFICOS SOVITICOS: SE ENCUENTRAN TEMPLOS EN RUINAS EN MARTE... LA SONDA ESPACIAL DESCUBRE RESTOS DE UNA CIVILIZACIN DE 50000 AOS DE ANTIGEDAD.

Se atribuyen las revelaciones a una fuente sovitica annima y se describen con estupefaccin los descubrimientos realizados por un vehculo espacial sovitico inexistente. Pero la historia de la Cara es casi enteramente norteamericana. Fue encontrada por una de las sondas orbitales Viking en 1976. La desafortunada declaracin de un oficial del proyecto desestimando la figura por considerarla un efecto de luces y sombras provoc la acusacin posterior de que la NASA estaba encubriendo el descubrimiento del milenio. Unos cuantos ingenieros, especialistas informticos y otros algunos de ellos contratados por la NASA trabajaron en su tiempo libre para mejorar digitalmente la imagen. Quiz esperaban revelaciones asombrosas. Es algo permisible, incluso alentado por la ciencia... siempre que los niveles de prueba sean altos. Algunos de ellos se mostraron bastante precavidos y merecen un elogio por haber avanzado en el tema. Otros se sentan menos limitados y no slo dedujeron que la Cara era una escultura genuina monumental de un ser humano, sino que afirmaron haber encontrado una ciudad cercana con templos y fortificaciones.8 A partir de argumentos falsos, un escritor anunci que los monumentos tenan una orientacin astronmica particular aunque no ahora, sino hace medio milln de aos de la que se derivaba que las maravillas de Cidonia fueron erigidas en aquella poca remota. Pero, entonces, cmo podan haber sido humanos los constructores? Hace medio milln de aos, nuestros antepasados se afanaban por dominar las herramientas de piedra y el fuego. No tenan naves espaciales. La Cara de Marte se compara a caras similares... construidas en civilizaciones de la Tierra. Las caras miran hacia el cielo porque miran a Dios. O se dice que fue construida por los supervivientes de una guerra interplanetaria que dej la superficie de Marte (y la Luna) picada de viruelas y asolada. En cualquier caso, qu es lo que causa todos esos crteres? Es la Cara un resto de una civilizacin humana extinta hace tiempo? Los constructores eran originarios de la Tierra o de Marte? Poda haber sido esculpida la Cara por visitantes interestelares que se detuvieron brevemente en Marte? La dejaron para que la descubriramos nosotros? Podra ser que hubieran venido a la Tierra a iniciar aqu la vida? O al menos la vida humana? Fueran quienes fueran, eran dioses? Se producen discusiones de lo ms ferviente. Ms recientemente se ha especulado acerca de la relacin entre los monumentos de Marte y los crculos en las cosechas de la Tierra; la
La idea general es bastante antigua; se poda encontrar hace un siglo en el mito del canal marciano de Percival Loweil. Como uno de muchos ejemplos, P. E. Cleator, en su libro de 1936 Cohetes a travs del espacio: el alba del viaje interplanetario, especulaba: Se pueden encontrar en Marte los restos desmoronados de antiguas civilizaciones, testigos mudos de la gloria de otras pocas de un mundo moribundo.
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existencia de suministros inextinguibles de energa en espera de ser extrados de mquinas marcianas antiguas, y el intento de encubrimiento de la NASA para ocultar la verdad al pblico americano. Esos pronunciamientos van mucho ms all de la mera especulacin imprudente sobre formaciones geolgicas enigmticas. Cuando, en agosto de 1993, la nave espacial Mars Observer fracas a poca distancia de Marte, hubo quienes acusaron a la NASA de simular el contratiempo con el fin de poder estudiar la Cara en detalle sin tener que publicar las imgenes. (De ser as, el engao era bastante elaborado: todos los expertos de geomorfologa marciana lo desconocen, y algunos hemos trabajado con ahnco para disear nuevas misiones a Marte menos vulnerables a la disfuncin que destruy el Mars Observer.) Se montaron incluso piquetes a las puertas del Laboratorio de Propulsin a Chorro, alarmados por este supuesto abuso de poder. El Weekiy World News del 14 de septiembre de 1993 dedic su portada al titular Nueva fotografa de la NASA demuestra que los humanos vivieron en Marte!. Una cara falsa, supuestamente tomada por el Mars Observer en rbita cerca de Marte (en realidad parece que la nave espacial fracas antes de entrar en rbita), demuestra, segn un importante cientfico espacial inexistente, que los marcianos colonizaron la Tierra hace doscientos mil aos. La informacin se oculta, segn declara, para impedir el pnico mundial. Dejemos de lado la improbabilidad de que esta revelacin pueda provocar realmente un pnico mundial. Cualquiera que haya sido testigo de un descubrimiento cientfico portentoso en proceso me viene a la mente el impacto en julio de 1994 del cometa Shoemaker-Levy 9 con Jpiter ver claro que los cientficos tienden a ser efervescentes e incontenibles. Sienten una compulsin irrefrenable a compartir los descubrimientos. Slo mediante un acuerdo previo, no ex post facto, acatan los cientficos el secreto militar. Rechazo la idea de que la ciencia sea secreta por naturaleza. Su cultura y su carcter distintivo, por muy buenas razones, son colectivos, colaboradores y comunicativos. Si nos limitamos a lo que se sabe realmente e ignoramos la industria periodstica que fabrica de la nada descubrimientos que hacen poca, dnde estamos? Cuando sabemos slo un poco sobre la Cara, nos provoca carne de gallina. Cuando sabemos un poco ms, el misterio pierde profundidad rpidamente. Marte tiene una superficie de casi 150 millones de kilmetros cuadrados, alrededor del rea slida de la Tierra. El rea que cubre la esfinge marciana es aproximadamente de un kilmetro cuadrado. Es tan asombroso que un pedazo de Marte del tamao de un sello de correos

(comparado con los 150 millones de kilmetros de extensin) nos parezca artificial, especialmente dada nuestra tendencia, desde la infancia, a encontrar caras? Cuando examinamos el rea circundante, un amasijo de altozanos, mesetas y otras superficies complejas, reconocemos que la figura es semejante a muchas que no parecen en absoluto una cara humana. Por qu este parecido? Es posible que los antiguos ingenieros marcianos trabajaran solamente esta meseta (bueno, quiz algunas ms) y dejaran todas las dems sin alterar mediante la escultura monumental? O deberamos concluir que hay otras mesetas esculpidas con forma de cara, pero de caras ms extraas que no nos son familiares en la Tierra? Si estudiamos la imagen original con ms atencin, encontramos que un orificio de la nariz colocado estratgicamente que aumenta en gran medida la impresin de una cara es en realidad un punto negro que corresponde a datos perdidos en la transmisin de radio de Marte a la Tierra. La mejor fotografa de la Cara muestra un lado iluminado por el Sol, el otro en sombras profundas. Utilizando los datos digitales originales, podemos potenciar severamente el contraste en las sombras. Cuando lo hacemos, encontramos algo bastante impropio de una cara. La Cara, en el mejor de los casos, es media cara. A pesar de la falta de aire y de las palpitaciones de nuestro corazn, la esfinge marciana parece natural... no artificial, no una imagen muerta de una cara humana. Probablemente fue esculpida mediante un lento proceso geolgico a lo largo de millones de aos. Pero podra estar equivocado. Es difcil estar seguro de un mundo del que hemos visto tan poco en un primersimo plano. Esas figuras merecen mayor atencin con mayor resolucin. Seguramente, unas fotos mucho ms detalladas de la Cara resolvern dudas acerca de la simetra y ayudarn a esclarecer el debate entre geologa y escultura monumental. Los pequeos crteres de impacto que se encuentran sobre la Cara o cerca de ella pueden establecer la cuestin de su edad. En el caso (de lo ms improbable desde mi punto de vista) que las estructuras cercanas hubieran sido realmente en otro tiempo una ciudad, este hecho tambin sera obvio con un examen ms atento. Hay calles rotas? Almenas en el fuerte? Zigurats, torres, templos con columnas, estatuas monumentales, frescos inmensos? O slo rocas? Aunque esas afirmaciones fueran extremadamente improbables (como yo creo que son), vale la pena examinarlas. A diferencia del fenmeno de los ovnis, aqu tenemos la oportunidad de realizar un experimento definitivo. Este tipo de hiptesis es desmentible, una propiedad que la introduce perfectamente en el campo cientfico. Espero que las prximas misiones americanas y rusas a Marte, especialmente orbitadores con cmaras de televisin de alta resolucin, realicen un esfuerzo especial para entre

cientos de otras cuestiones cientficas mirar ms de cerca las pirmides y lo que algunas personas llaman la Cara y la ciudad. ---ooo--Aunque quede claro para todo el mundo que esas figuras de Marte son geolgicas y no artificiales, me temo que no desaparecern las caras monumentales en el espacio (y las maravillas asociadas). Ya hay peridicos sensacionalistas que informan de caras casi idnticas vistas desde Venus hasta Neptuno (flotando en las nubes?). Los descubrimientos se suelen atribuir a naves espaciales ficticias rusas y a cientficos espaciales imaginarios, lo que desde luego dificulta la comprobacin de la historia por parte de un escptico. Un entusiasta de la Cara de Marte anuncia ahora:
AVANCE DE LA NOTICIA DEL SIGLO CENSURADA POR LA NASA POR TEMOR DE AGITACIN RELIGIOSA Y DEPRESIONES. EL DESCUBRIMIENTO DE ANTIGUAS RUINAS DE EXTRATERRESTRES EN LA LUNA.

Se confirma la existencia en la bien estudiada Luna de una ciudad gigante, de las dimensiones de la cuenca de Los ngeles, cubierta por una inmensa cpula de vidrio, abandonada hace millones de aos y hecha aicos por meteoros, con una torre gigante de ms de cinco kilmetros de altura y un cubo gigante de ms de un kilmetro cuadrado encima. La prueba? Fotografas tomadas por las misiones reboticas de la NASA y el Apolo cuya significacin fue ocultada por el gobierno e ignorada por todos los cientficos lunares de muchos pases que no trabajan para el gobierno. El Weekly WorId News del 18 de agosto de 1992 informa del descubrimiento por un satlite secreto de la NASA de miles, quiz incluso millones de voces que emanan del agujero negro del centro de la galaxia M51 y cantan al unsono Gloria, gloria, gloria al Seor en las alturas una y otra vez. En ingls. Incluso hay un artculo en un peridico, repleto de ilustraciones, aunque oscuras, de una sonda espacial que fotografi a Dios en las alturas, o al menos sus ojos y el puente de la nariz, en la nebulosa de Orion. El 20 de julio de 1993, el WWN luce en grandes titulares: Clinton se rene con JFK!, junto con una fotografa falsa de John Kennedy, con la edad que tendra si hubiera sobrevivido al atentado, en una silla de ruedas en Camp David. En pginas interiores se nos informa de otro

aspecto de posible inters. En Asteroides del da del juicio final, un documento supuestamente de mximo secreto cita las palabras de supuestos cientficos importantes sobre un supuesto asteroide (M-167) que supuestamente chocar con la Tierra el 11 de noviembre de 1993, y podra significar el fin de la vida en la Tierra. Se asegura que el presidente Clinton recibe informacin constante de la posicin y velocidad del asteroide. Quiz fue uno de los temas que discuti en su reunin con el presidente Kennedy. En cierto modo, el hecho de que la Tierra escapase a esta catstrofe no mereci ni siquiera un prrafo de comentario despus de haber pasado sin noticias el 11 de noviembre de 1993. Al menos qued justificado el buen juicio del escritor de titulares de no cargar la primera pgina con la noticia del fin del mundo. Algunos consideran que todo eso es una especie de diversin. Sin embargo vivimos en una poca en la que se ha identificado una amenaza estadstica real a largo plazo del impacto de un asteroide con la Tierra. (Esta realidad de la ciencia es desde luego la fuente de inspiracin, si sta es la palabra adecuada, de la historia del WWN.) Las agencias gubernamentales estn estudiando qu hacer al respecto. Bulos como ste tien el tema de exageracin y extravagancia apocalptica, dificultan que el pblico pueda distinguir entre los peligros reales y la ficcin del peridico, y es concebible que obstaculicen nuestra capacidad de tomar medidas de precaucin para mitigar el peligro. A menudo se presentan demandas contra los peridicos sensacionalistas a veces por parte de actores y actrices que niegan rotundamente haber realizado actos reprobables y en ocasiones se barajan grandes sumas de dinero. Esos peridicos deben de considerar estas demandas como el precio de su provechoso negocio. En su defensa, suelen decir que estn a merced de sus reporteros y que no tienen responsabilidad institucional para comprobar la verdad de lo que publican. Sal Ivone, editor jefe del Weekiy WorIdNews, comentando las historias que publica, dice: No descarto que sean producto de imaginaciones activas. Pero, dado el tipo de peridico que hacemos, no tenemos por qu poner en duda una historia. El escepticismo no vende peridicos. Escritores que han desertado de este tipo de periodismo han descrito las sesiones creativas en las que escritores y editores se ponen a inventar historias y titulares sacados de la nada, cuanto ms escandalosos mejor. Entre su gran cantidad de lectores, no hay muchos que se lo creen todo a pies juntillas, que creen que no podran editarlas si no fueran verdad? Algunos lectores con los que he hablado insisten en que slo leen esta clase de peridicos para entretenerse, como si miraran un espectculo de lucha libre en la televisin, que no se creen nada, que, tanto para el editor

como para el lector, esos peridicos son extravagancias que exploran lo absurdo. Simplemente, existen fuera de cualquier universo atenazado por la norma de las pruebas. Pero mi correspondencia sugiere que un gran nmero de americanos se los toman francamente en serio. En la dcada de los noventa se expande el universo de peridicos de este tipo y va engullendo con voracidad a otros medios de comunicacin. Los peridicos, revistas o programas de televisin que se atienen meticulosamente a las restricciones de lo que realmente se conoce pierden clientela en favor de publicaciones con estndares menos escrupulosos. Podemos verlo en la nueva generacin de conocidos programas sensacionalistas de televisin, y cada vez ms en lo que pasa por programas de noticias e informacin. Esos reportajes persisten y proliferan porque venden. Y venden, creo, porque muchos de nosotros deseamos fervientemente una sacudida que nos saque de la rutina de nuestras vidas, que reviva aquella sensacin de maravilla que recordamos de la infancia y tambin, en alguna de las historias, que nos permita ser capaces, real y verdaderamente, de creer... en alguien ms viejo, ms listo y ms sabio que nos cuide. Est claro que a mucha gente no le basta la fe. Buscan evidencias, pruebas cientficas. Anhelan el sello cientfico de aprobacin, pero son incapaces de soportar los rigurosos estndares de pruebas que imparten credibilidad a ese sello. Qu alivio sera la abolicin de la duda por fuentes fidedignas! As se nos liberara de la fastidiosa tarea de cuidarnos a nosotros mismos. Nos preocupa y con razn lo que significa para el futuro humano que slo podamos confiar en nosotros mismos. Esos son los milagros modernos que proclaman con desvergenza aquellos que los hacen surgir de la nada, eludiendo cualquier escrutinio formal, y que se pueden comprar a bajo coste en todos los supermercados, grandes almacenes y tiendas. Una de las pretensiones de esos peridicos es hacer ciencia, precisamente el instrumento en el que se basa nuestra incredulidad, confirmar nuestras antiguas fes y establecer una convergencia entre pseudociencia y pseudorreligin. En general, los cientficos abren su mente cuando exploran nuevos mundos. Si supiramos de antemano lo que bamos a encontrar, no tendramos necesidad de ir. Es posible, quiz hasta probable, que en misiones futuras a Marte o a los otros mundos fascinantes de los parajes csmicos tengamos sorpresas, incluso algunas de proporciones mticas. Pero los humanos tenemos talento para engaarnos a nosotros mismos. El escepticismo debe ser un componente de la caja de herramientas del explorador, en otro caso nos perderemos en el camino. El espacio tiene maravillas suficientes sin tener que inventarlas.

CAPTULO 4

EXTRATERRESTRES
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Sinceramente, lo que me hace pensar que no hay habitantes en esta esfera es que me parece que ningn ser sensato estara y dispuesto a vivir aqu. Bueno dijo Micromegas quiz los seres que la habitan no tienen sentido comn. Un extraterrestre a otro, al acercarse a la Tierra, en Micromegas: una historia filosfica (1752), de VOLTAIRE

Fuera todava est oscuro. Ests tendido en la cama, totalmente despierto. Descubres que ests completamente paralizado. Notas que hay alguien en la habitacin. Intentas gritar. No puedes. A los pies de la cama hay varios seres grises y pequeos, de apenas un metro de alto. Tienen la cabeza en forma de pera, calva y grande para su cuerpo. Tienen unos ojos enormes, las caras inexpresivas e idnticas. Llevan tnicas y botas. Confas en que se trate de un simple sueo. Pero la impresin que tienes es que est ocurriendo realmente. Te levantan y, misteriosamente, ellos y t atravesis la pared de tu cuarto. Flotas en el aire. Subes muy alto hacia una nave espacial metlica en forma de platillo. Una vez dentro, te llevan a una sala de revisin mdica. Un ser ms grande pero similar evidentemente, una especie de mdico se encarga de ti. Lo que sigue es todava ms aterrador. Te exploran el cuerpo con instrumentos y mquinas, especialmente las partes sexuales. Si eres un hombre, puede que te saquen muestras de esperma; si eres mujer, pueden extraerte vulos o fetos, o implantarte semen. Te pueden obligar a mantener relaciones sexuales. Despus te pueden llevar a una habitacin diferente donde unos bebs o fetos hbridos, en parte humanos y en parte como esas criaturas, te devuelven la mirada. Puede ser que te amonesten por la mala conducta humana, especialmente por la expoliacin del medio ambiente o por permitir la pandemia del sida; se te ofrecen cuadros de devastacin futura. Finalmente, esos emisarios grises y melanclicos te conducen fuera de la nave espacial y atraviesan la pared para depositarte en tu cama. Cuando recuperas la capacidad de moverte y hablar... ya no estn. Puede ser que no recuerdes el incidente de inmediato. Quiz simplemente eches en falta un perodo de tiempo inexplicablemente perdido y te devanes los sesos pensando en l. Como todo eso parece tan raro, te preocupa un poco tu salud mental. Naturalmente, no sientes ninguna

inclinacin a hablar de ello. Por otro lado, la experiencia es tan perturbadora que es difcil mantenerla callada. Todo sale a la luz cuando oyes relatos similares, o cuando un terapeuta simptico te hipnotiza, o incluso cuando ves una fotografa de un extraterrestre en uno de los muchos libros, revistas populares o documentales especiales de televisin sobre los ovnis. Hay gente que dice poder recordar experiencias as desde la ms tierna infancia. Piensan que sus propios hijos estn siendo abducidos por extraterrestres. Ocurre por familias. Es un programa eugensico, dicen, para mejorar la raza humana. Quiz los extraterrestres han hecho eso siempre. Quiz, dicen algunos, se es el origen de los humanos. Segn se revela en repetidas encuestas a lo largo de los aos, la mayora de los americanos creen que nos visitan seres extraterrestres en ovnis. En una encuesta Roper de 1992 especialmente encargada por los que aceptan la historia de la abduccin extraterrestre a pies juntillas el dieciocho por ciento de casi seis mil adultos americanos dijeron que a veces se despertaban paralizados, conscientes de la presencia de uno o ms seres extraos en su habitacin. Un trece por ciento declara extraos episodios de tiempo perdido (detencin del tiempo), y el diez por ciento declara haber volado por el aire sin asistencia mecnica. Slo con esos resultados, los promotores de la encuesta concluyen que el dos por ciento de los americanos han sido abducidos, muchos de ellos repetidas veces, por seres de otros mundos. La cuestin de si los encuestados haban sido secuestrados realmente por extraterrestres no se plante nunca. Si creysemos la conclusin alcanzada por los que financiaron e interpretaron los resultados de esta encuesta, y si los extraterrestres no son parciales con los americanos, el nmero de abducidos en todo el planeta sera superior a cien millones de personas. Eso significa una abduccin cada pocos segundos durante las ltimas dcadas. Es sorprendente que no lo hayan notado ms vecinos. Qu ocurre aqu? Cuando uno habla con los que se autodescriben como abducidos, la mayora parecen muy sinceros, aunque sometidos a fuertes emociones. Algunos psiquiatras que los han examinado dicen que no encuentran ms pruebas de psicopatologa en ellos que en el resto de la gente. Por qu una persona declarara haber sido abducida por criaturas extraterrestres si no fue as? Podran equivocarse todas estas personas, o mentir, o alucinar la misma historia (o similar)? O es arrogante y despreciable cuestionar siquiera el sentido comn de tantas personas? Por otro lado, sera posible que hubiera realmente una invasin extraterrestre masiva, que se realizaran procedimientos mdicos repugnantes sobre millones de hombres, mujeres y nios inocentes, que se utilizara a los humanos como reproductores durante muchas dcadas y que todo eso no

fuera conocido en general y comentado por medios de comunicacin, mdicos y cientficos responsables y por los gobiernos que han jurado proteger la vida y el bienestar de sus ciudadanos? O, como han sugerido muchos, hay una conspiracin del gobierno para mantener a los ciudadanos alejados de la verdad? Por qu unos seres tan avanzados en fsica e ingeniera que cruzan grandes distancias interestelares y atraviesan paredes como fantasmas son tan atrasados en lo que respecta a la biologa? Por qu, si los extraterrestres intentan llevar sus asuntos en secreto, no eliminan perfectamente todos los recuerdos de las abducciones? Demasiado difcil para ellos? Por qu los instrumentos de examen son macroscpicos y recuerdan tanto lo que podemos encontrar en el ambulatorio del barrio? Por qu tomarse la molestia de repetidos encuentros sexuales entre extraterrestres y humanos? Por qu no robar unos cuantos vulos y esperma, leer todo el cdigo gentico entero y fabricar luego tantas copias como se quiera con las variaciones genticas que se quiera? Hasta nosotros, los humanos, que todava no podemos cruzar rpidamente el espacio interestelar ni atravesar las paredes, podemos clonar clulas. Cmo podramos ser resultado los humanos de un programa de cra extraterrestre cuando compartimos el 99,6% de genes activos con los chimpancs? Nuestra relacin con los chimpancs es ms estrecha que la que hay entre ratas y ratones. La preocupacin por la reproduccin en estos relatos alza una bandera de advertencia, especialmente teniendo en cuenta el inestable equilibrio entre el impulso sexual y la represin social que ha caracterizado siempre a la condicin humana, y el hecho de que vivimos en una poca repleta de espantosos relatos, verdaderos y falsos, de abuso sexual de nios. A diferencia de muchos medios de comunicacin,9 los encuestadores de Roper y los que escribieron el informe oficial no preguntaron nunca a los encuestados si haban sido abducidos por extraterrestres. Lo dedujeron: los que alguna vez se han despertado con presencias extraas alrededor, que alguna vez inexplicablemente crean volar por el aire, etc., han sido abducidos. Los encuestadores ni siquiera comprobaron si notar presencias, volar, etc., formaba parte de un mismo incidente o de otro distinto. Su conclusin que millones de americanos han sido abducidos es espuria, basada en un planteamiento poco acertado del experimento. Con todo, al menos cientos de personas, quiz miles, que afirman haber sido abducidas han acudido a terapeutas simpatizantes o se han unido a grupos de apoyo de abducidos. Quiz haya otros con problemas similares

9 Por ejemplo, el Publishers Weekly del 4 de septiembre de 1994: Segn una encuesta Gallup [sic], ms de tres millones de americanos creen haber sido abducidos por extraterrestres.

pero, temerosos del ridculo o del estigma de enfermedad mental, se han abstenido de hablar o de pedir ayuda. Se dice tambin que algunos abducidos se resisten a hablar por temor a la hostilidad y rechazo de los escpticos de lnea dura (aunque muchos aparecen encantados en programas de radio y televisin). Se supone que su desconfianza incluye tambin a las audiencias que ya creen en abducciones por extraterrestres. Pero quiz haya otra razn: podra ser que los propios sujetos no estuvieran seguros al menos al principio, al menos antes de contar la historia repetidas veces de si lo que recuerdan es un acontecimiento externo o un estado mental? ---ooo--Una seal inequvoca del amor a la verdad escriba John Locke en 1690, es no mantener ninguna proposicin con mayor seguridad de la que garantizan las pruebas en las que se basa. En el tema de los ovnis, cul es la fuerza de las pruebas? La expresin platillo volante fue acuada cuando yo empezaba el instituto. En los peridicos haba cientos de historias de naves de otros mundos en los cielos de la Tierra. A m me pareca bastante creble. Haba otras muchas estrellas y, al menos algunas de ellas, probablemente tenan sistemas planetarios como el nuestro. Muchas eran tan antiguas como el Sol o ms, por lo que haba tiempo suficiente para que hubiera evolucionado la vida inteligente. El Laboratorio de Propulsin a Chorro de Caltech acababa de lanzar un cohete de dos cuerpos al espacio. Estbamos claramente camino de la Luna y los planetas. Por qu otros seres ms viejos y ms inteligentes no podan ser capaces de viajar de su estrella a la nuestra? Por qu no? Eso ocurra pocos aos despus del bombardeo de Hiroshima y Nagasaki. Quiz los ocupantes de los ovnis estaban preocupados por nosotros e intentaban ayudarnos. O quiz queran asegurarse de que nosotros y nuestras armas nucleares no furamos a molestarlos. Mucha gente miembros respetables de la comunidad, oficiales de polica, pilotos de lneas areas comerciales, personal militar pareca ver platillos volantes. Y, aparte de algunas vacilaciones y risitas, yo no consegua encontrar argumentos en contra. Cmo podan equivocarse todos esos testigos? Lo que es ms, los platos haban sido detectados por radar, y se haban tomado fotografas de ellos. Salan en los peridicos y revistas ilustradas. Incluso se hablaba de accidentes de platillos volantes y de unos cuerpecitos de extraterrestres con dientes perfectos que languidecan en los congeladores de las Fuerzas Areas en el suroeste.

El ambiente general fue resumido en la revista Life unos aos ms tarde con estas palabras: La ciencia actual no puede explicar esos objetos como fenmenos naturales, sino nicamente como mecanismos artificiales, creados y manejados por una inteligencia superior. Nada conocido o proyectado en la Tierra puede dar razn de la actuacin de esos mecanismos. Y, sin embargo, ni un solo adulto de los que yo conoca senta la menor preocupacin por los ovnis. No poda entender por qu. En lugar de eso, se preocupaban por la China comunista, las armas nucleares, el maccarthismo y el alquiler de su vivienda. Yo me preguntaba si tenan claras sus prioridades. En la universidad, a principios de la dcada de los cincuenta, empec a aprender un poco sobre el funcionamiento de la ciencia, sobre los secretos de su gran xito, el rigor que deben tener los estndares de prueba si realmente queremos saber algo seguro, la cantidad de falsos comienzos y finales bruscos que han infestado el pensamiento humano, lo fcil que es colorear la interpretacin de la prueba segn nuestras inclinaciones y la frecuencia con que los sistemas de creencia ampliamente aceptados y apoyados por jerarquas polticas, religiosas y acadmicas resultan ser no slo ligeramente errneos sino grotescamente equivocados. Encontr un libro titulado Extraordinary Popular Delusions and the Madness of Crowds [Engaos populares extraordinarios y la locura de la multitud] escrito por Charles Mackay en 1841 y todava en venta. En l se podan encontrar las historias de repentina prosperidad y posterior quiebra econmica de chifladuras como las burbujas del Mississippi y el mar del Sur y la extraordinaria demanda de tulipanes holandeses, patraas que embaucaron a ricos y titulados de muchas naciones; una legin de alquimistas, incluyendo la conmovedora historia del seor Kelly y el doctor Dee (y el hijo de ocho aos de Dee, Arthur, inducido por su desesperado padre a comunicarse con el mundo de los espritus observando un cristal); dolorosos relatos de profecas incumplidas, adivinaciones y predicciones de la suerte; persecucin de brujas; casas encantadas; la admiracin popular de grandes ladrones y muchas cosas ms. Estaba tambin el entretenido retrato del conde de St. Germain, que sali a cenar con la alegre pretensin de que haba vivido durante siglos, si no era realmente inmortal. (Cuando, durante la cena, alguien expres su incredulidad ante el relato de sus conversaciones con Ricardo Corazn de Len, se volvi hacia su criado para que lo confirmase. Olvida, seor fue la respuesta, que yo slo llevo quinientos aos a su servicio. Ah, es verdad dijo St. Germain, esto fue antes de su tiempo.) Un llamativo captulo sobre las Cruzadas empezaba as:

Cada poca tiene su locura particular; un plan, proyecto o fantasa al que se lanza, espoleada ya sea por amor de la ganancia, necesidad de excitacin o mera fuerza de imitacin. Si le falta eso, sufre cierta locura, a la que se ve aguijoneada por causas polticas o religiosas, o ambas combinadas.

La edicin que le la primera vez iba adornada con una cita del financiero y consejero de presidentes Bemard M. Baruch, atestiguando que la lectura del libro de Mackay le haba hecho ahorrar millones. Hay una larga historia de declaraciones falsas de que el magnetismo poda curar enfermedades. Paracelso, por ejemplo, usaba un imn para aspirar las enfermedades del cuerpo y enterrarlas dentro de la Tierra. Pero la figura clave fue Franz Mesmer. Yo haba entendido vagamente que la palabra inglesa mesmerize quera decir algo parecido a hipnotizar. Pero el primer conocimiento real que tuve de Mesmer vino del libro de Mackay. El mdico viens pensaba que las posiciones de los planetas influan en la salud humana, y qued seducido por las maravillas de la electricidad y el magnetismo. Atenda a la nobleza francesa en declive en vsperas de la Revolucin. Se reunan en una habitacin oscura. Mesmer, vestido con una tnica dorada de seda floreada y blandiendo una varita mgica, haca sentar a sus pacientes alrededor de una cuba con una solucin de cido sulfrico. El magnetizador y sus jvenes ayudantes varones miraban a los pacientes fijamente a los ojos y les frotaban el cuerpo. Ellos se agarraban a unas barras de hierro que sobresalan de la solucin o se daban la mano. En un frenes contagioso, se curaban aristcratas a diestro y siniestro, especialmente mujeres jvenes. Mesmer caus sensacin. l lo llamaba magnetismo animal. Sin embargo, como perjudicaba el negocio de los practicantes de una medicina ms convencional, los mdicos franceses presionaron al rey Luis XVI para que tomara enrgicas medidas contra l. Mesmer, decan, era una amenaza para la salud pblica. La Academia Francesa de las Ciencias nombr una comisin que inclua al qumico pionero Antoine Lavoisier y al diplomtico americano y experto en electricidad Benjamn Franklin. Realizaron el experimento de control obvio: cuando los efectos magnetizadores se realizaban sin el conocimiento del paciente, no se produca la curacin. La conclusin de la comisin fue que las curaciones, si las haba, estaban en la mente del que las esperaba. Mesmer y sus seguidores no se dejaron desanimar. Uno de ellos preconizaba ms tarde la siguiente actitud para obtener los mejores resultados:
Olvida durante un rato todos tus conocimientos de fsica... Aleja de tu mente cualquier objecin que se te ocurra... No razones durante un perodo de seis

semanas... S muy crdulo, muy perseverante, rechaza toda la experiencia pasada y no escuches a la razn.

Ah, s, y un consejo final: Nunca magnetices ante personas preguntonas. Otra sorpresa fue Caprichos y falacias en nombre de la ciencia de Martn Gardner. All estaba Wilheim Reich revelando la clave de la estructura de las galaxias en la energa de los orgasmos humanos; Andrew Crosse creando insectos microscpicos elctricamente con sales; Hans Hrbiger, bajo los auspicios nazis, anunciando que la Va Lctea no estaba hecha de estrellas sino de copos de nieve; Charles Piazzi Smyth descubriendo en las dimensiones de la Gran Pirmide de Gizeh una cronologa del mundo desde la creacin hasta el segundo advenimiento; L. Ron Hubbard escribiendo un manuscrito capaz de volver locos a sus lectores (lo comprob alguien?, me preguntaba yo); el caso Bridey Murphy, que hizo creer a millones que tenan al menos una prueba seria de reencarnacin; las demostraciones de PES (percepcin extrasensorial) de Joseph Rhine; la curacin de la apendicitis con enemas de agua fra, de enfermedades bacterianas con cilindros de latn y de la gonorrea con luz verde... y, entre todos esos relatos de autoengao y charlatanera, para mi sorpresa, un captulo sobre ovnis. Desde luego, Mackay y Gardner, por el mero hecho de escribir libros catalogando las creencias espurias, me parecan un poco displicentes y superiores. No aceptaban nada? A pesar de todo, me sorprendi la cantidad de declaraciones discutidas y defendidas con pasin que haban quedado en nada. Lentamente me fui dando cuenta de que, existiendo la falibilidad humana, podra haber otras explicaciones para los platillos volantes. Me haba interesado la posibilidad de vida extraterrestre desde pequeo, mucho antes de or hablar de platillos volantes. He seguido fascinado hasta mucho despus de haberse apagado mi entusiasmo primitivo por los ovnis... al entender mejor a este maestro despiadado llamado mtodo cientfico: todo depende de la prueba. En una cuestin tan importante, la prueba debe ser irrecusable. Cuanto ms deseamos que algo sea verdad, ms cuidadosos hemos de ser. No sirve la palabra de ningn testigo. Todo el mundo comete errores. Todo el mundo hace bromas. Todo el mundo fuerza la verdad para ganar dinero, atencin o fama. Todo el mundo entiende mal en ocasiones lo que ve. A veces incluso ven cosas que no estn. Esencialmente, todos los casos de ovnis eran ancdotas, algo que afirmaba alguien. Los describan de varias formas, como de movimiento rpido o suspendidos en el aire; en forma de disco, de cigarro o de bola; en movimiento silencioso o ruidoso; con un gas de escape llameante o sin gas; acompaado de luces intermitentes o uniformemente relucientes con un matiz plateado, o luminosos. La diversidad de las observaciones indicaba que no

tenan un origen comn y que el uso de trminos como ovnis o platillos volantes, slo serva para confundir el tema al agrupar genricamente una serie de fenmenos no relacionados. Haba algo extrao en la mera invencin de la expresin platillo volante. En el momento de escribir este artculo tengo delante una transcripcin de una entrevista del 7 de abril de 1950 entre Edward R. Murrow, el clebre locutor de la CBS, y Kenneth Arnold, un piloto civil que vio algo peculiar cerca de Mount Rainier, en el estado de Washington, el 24 de junio de 1947 y que en cierto modo acu la frase. Arnold afirma que:
los peridicos no me citaron adecuadamente... Cuando habl con la prensa no me entendieron bien y, con la excitacin general, un peridico y otro lo embrollaron de tal modo que nadie saba exactamente de qu hablaban... Esos objetos ms o menos revoloteaban como si fueran, oh, algo as como barcos en aguas muy movidas... Y cuando describ cmo volaban, dije que era como si uno cogiera un platillo y lo lanzara a travs del agua. La mayora de peridicos lo interpretaron mal y tambin citaron esto incorrectamente. Dijeron que yo haba dicho que eran como platillos; yo dije que volaban al estilo de un platillo.

Arnold crea haber visto una sucesin de nueve objetos, uno de los cuales produca un extraordinario relmpago azul. Lleg a la conclusin de que eran una nueva especie de artefactos alados. Murrow lo resuma: Fue un error de citacin histrico. Mientras la explicacin original del seor Arnold se ha olvidado, el trmino "platillo volante" se ha convertido en una palabra habitual. El aspecto y comportamiento de los platillos volantes de Kenneth Arnold era bastante diferente de lo que slo unos aos despus se caracterizara rgidamente en la comprensin pblica del trmino: algo como unfrisbee muy grande y con gran capacidad de maniobra. La mayora de la gente contaba lo que haba visto con toda sinceridad, pero lo que vean eran fenmenos naturales, si bien poco habituales. Algunos avistamientos de ovnis resultaron ser aeronaves poco convencionales, aeronaves convencionales con modelos de iluminacin poco usuales, globos de gran altitud, insectos luminiscentes, planetas vistos bajo condiciones atmosfricas inusuales, espejismos pticos y nubes lenticulares, rayos en bola, parhelios, meteoros, incluyendo blidos verdes, y satlites, morros de cohetes y motores de propulsin de cohetes entrando en la atmsfera de modo espectacular.10 Es concebible que algunos pudieran ser pequeos cometas que se disipaban en el aire. Al menos, algunos informes de radar se debieron a la propagacin anmala: ondas de radio que viajan por
10

Hay tantos satlites artificiales por los cielos que siempre se producen exhibiciones llamativas en alguna parte del mundo. Todos los das se desintegran dos o tres en la atmsfera de la Tierra y a menudo los restos llameantes son visibles para el ojo humano.

trayectorias curvadas debido a inversiones de la temperatura atmosfrica. Tradicionalmente, tambin se llamaban ngeles de radar: algo que parece estar ah pero no est. Puede haber apariciones visuales y de radar simultneas sin que haya nada all. Cuando captamos algo extrao en el cielo, algunos de nosotros nos emocionamos, perdemos la capacidad de crtica y nos convertimos en malos testigos. Exista la sospecha de que aqul era un campo atractivo para picaros y charlatanes. Muchas fotografas de ovnis resultaron ser falsas: pequeos modelos colgados de hilos finos, a menudo fotografiados a doble exposicin. Un ovni visto por miles de personas en un partido de ftbol result ser una broma de un club de estudiantes universitarios: un trozo de cartn, unas velas y una bolsa de plstico fino, todo bien preparado para hacer un rudimentario globo de aire caliente. El relato original del platillo accidentado (con los pequeos extraterrestres y sus dientes perfectos) result ser un puro engao. Frank Scully, columnista de Variety, coment una historia que le haba contado un amigo petrolero; fue el espectacular reclamo del exitoso libro de Scully de 1950, Tras los platillos volantes. Se haban encontrado diecisis extraterrestres de Venus, de un metro de altura cada uno, en uno de los tres platillos accidentados. Se haban recogido cuadernos con pictogramas extraterrestres. Los militares lo ocultaban. Las implicaciones eran importantes. Los estafadores eran Silas Newton, que dijo que utilizaba ondas de radio para buscar oro y petrleo, y un misterioso doctor Gee, que result ser un tal seor GeBauer. Newton present una pieza de la maquinaria del ovni y tom fotografas de primer plano del platillo con flash. Pero no permita una inspeccin detallada. Cuando un escptico preparado, haciendo un juego de manos, cambi el engranaje y envi el artefacto a analizar, result estar hecho de aluminio de batera de cocina. La patraa del platillo accidentado fue un pequeo interludio en un cuarto de siglo de fraudes de Newton y GeBauer, que vendan principalmente mquinas de prospeccin y contratos petroleros sin valor. En 1952 fueron arrestados por el FBI y al ao siguiente se los acus de estafa. Sus proezas de las que Curts Peebles hizo la crnica deberan haber servido de advertencia a los entusiastas de los ovnis sobre historias de platillos accidentados en el suroeste americano alrededor de 1950. No cay esa breva. El 4 de octubre de 1957 se lanz el Sputnik 1, el primer satlite artificial en rbita alrededor de la Tierra. De las mil ciento dieciocho visiones de ovnis registradas ese ao en Estados Unidos, setecientas una, o sea, el sesenta por ciento y no el veinticinco por ciento que se poda esperar, ocurrieron entre octubre y diciembre. Es evidente que el Sputnik y la publicidad consiguiente haban generado de algn modo visiones de ovnis.

Quiz la gente miraba ms el cielo de noche y vea ms fenmenos naturales que no entenda. O podra ser que miraran ms hacia arriba y vieran ms las naves espaciales extraterrestres que estn ah constantemente? La idea de los platillos volantes tena antecedentes sospechosos que se remontaban a una broma consciente titulada Recuerdo Lemuria!, escrita por Richard Shaver, y publicada en el nmero de marzo de 1945 de la revista de ciencia ficcin Amazing Stories. Era exactamente el tipo de lecturas que yo devoraba de pequeo. Se me informaba que haca ciento cincuenta mil aos los extraterrestres espaciales se haban establecido en continentes perdidos, lo que llev a la creacin de una raza de seres demonacos bajo tierra que eran responsables de las tribulaciones humanas y de la existencia del mal. El editor de la revista, Ray Palmer que, como los seres subterrneos sobre los que adverta, meda poco ms de un metro, promovi la idea, mucho antes de la visin de Arnold, de que la Tierra era visitada por naves espaciales extraterrestres en forma de disco y que el gobierno ocultaba su conocimiento y complicidad. Con las portadas de esas revistas en los quioscos, millones de americanos estuvieron expuestos a la idea de los platillos volantes bastante antes de que fuera acuado el trmino. Con todo, las pruebas alegadas parecan pocas, y a menudo caan en la credulidad, la broma, la alucinacin, la incomprensin del mundo natural, el disfraz de esperanzas y temores como pruebas, y un anhelo de atencin, fama y fortuna. Qu lastima, recuerdo haber pensado. Desde entonces he tenido la suerte de estar involucrado en el lanzamiento de naves espaciales a otros planetas en busca de vida y en la escucha de posibles seales de radio de civilizaciones extraterrestres, si las hubiere, en planetas de estrellas distantes. Hemos tenido algunos momentos seductores. Pero si la seal deseada no llega a cada uno de los escpticos gruones, no podemos llamarlo prueba de vida extraterrestre, por muy atractiva que encontremos la idea. Simplemente, tendremos que esperar a disponer de mejores datos, si es que algn da llegamos a tenerlos. No hemos encontrado pruebas irrefutables de vida ms all de la Tierra. Pero slo estamos al principio de la bsqueda. Quiz maana pueda surgir informacin nueva y mejor. No creo que nadie est ms interesado que yo en saber si nos visitan o no. Me ahorrara mucho tiempo y esfuerzo poder estudiar directamente y de cerca la vida extraterrestre en lugar de hacerlo indirectamente y a gran distancia. Aun en el caso que los extraterrestres sean bajos, tercos y obsesos sexuales... si estn aqu, quiero conocerlos. ---ooo---

Una prueba de lo modestas que son nuestras expectativas de los extraterrestres y de lo zafio de los estndares de prueba que muchos de nosotros estamos dispuestos a aceptar puede encontrarse en la historia de los crculos en los cultivos. Originados en Gran Bretaa y extendidos por todo el mundo, era algo que superaba lo extrao. Los granjeros o transentes descubran crculos (y, en aos posteriores, pictogramas mucho ms complejos) impresos sobre los campos de trigo, avena, cebada y colza. Empezando con crculos simples a mediados de la dcada de los setenta, el fenmeno fue progresando ao tras ao hasta que, a finales de la dcada de los ochenta y principios de los noventa, el campo, especialmente en el sur de Inglaterra, se vio embellecido por inmensas figuras geomtricas, algunas de las dimensiones de un campo de ftbol, estampadas sobre el grano de cereal antes de la cosecha: crculos tangentes a crculos, o conectados por ejes, lneas paralelas inclinadas, insectoides. Algunas de las formas mostraban un crculo central rodeado por cuatro crculos ms pequeos colocados simtricamente... claramente causados, se concluy, por un platillo volante y sus cuatro trenes de aterrizaje. Una broma? Imposible, deca casi todo el mundo. Haba cientos de casos. A veces los hacan en slo una o dos horas en plena noche, y a gran escala. No se pudieron encontrar huellas de bromistas que se acercaran a los pictogramas. Y adems, qu motivo verosmil poda haber para una broma as? Se ofrecieron muchas conjeturas menos convencionales. Personas con cierta preparacin cientfica inspeccionaron los lugares, hilaron argumentos, fundaron revistas dedicadas en su totalidad al tema. Eran causadas las figuras por extraos remolinos llamados vrtices columnares, o unos an ms raros llamados vrtices de anillo? Y por rayos en bola? Los investigadores japoneses intentaron simular, en el laboratorio y a muy pequea escala, la fsica de plasma que crean se abra camino en el lejano Wiltshire. Pero a medida que las figuras en los cultivos se hacan ms complejas, las explicaciones meteorolgicas o elctricas se volvan ms forzadas. Sencillamente, los causantes eran los ovnis, extraterrestres que se comunicaban con nosotros en un lenguaje geomtrico. O quiz era el diablo, o la Tierra sufriente que se quejaba de las depredaciones infligidas por la mano del hombre. Llegaron manadas de turistas de la Nueva Era. Todas las noches los entusiastas montaban vigilancia equipados con grabadoras y sistemas de visin de infrarrojos. Los medios de comunicacin impresos y electrnicos de todo el mundo seguan las huellas de los intrpidos cerealogistas. Un pblico admirado y estupefacto compraba libros de gran

xito sobre los extraterrestres deformadores de cosechas. Es cierto que no se lleg a ver ningn platillo colocndose sobre el trigo ni se film ninguna figura geomtrica en el curso de ser generada. Pero los zahores autentificaron su carcter extraterrestre y los canalizadores establecieron contacto con las entidades responsables. Dentro de los crculos se detect energa orgnica. Se formularon preguntas en el Parlamento. La familia real llam a consulta especial a lord Solly Zuckerman, antiguo consejero cientfico del Ministerio de Defensa. Se dijo que haba fantasmas implicados; tambin los caballeros templarios de Malta y otras sociedades secretas. Los satanistas estaban involucrados. El Ministerio de Defensa ocultaba todo el asunto. Se consider en algunos crculos ineptos y poco elegantes que eran intentos de los militares de quitarse a la gente de encima. La prensa sensacionalista sali a escena. El Daily Mirror contrat a un granjero y su hijo para que hicieran cinco crculos con la esperanza de tentar al peridico rival, el Daily Express, a informar de la historia. El Express, al menos en este caso, no cay en la trampa. Las organizaciones cerealgicas crecieron y se dividieron. Los grupos en competencia se mandaban comunicaciones intimidatorias. Se acusaban de incompetencia o algo peor. El nmero de crculos creci por millares. El fenmeno se extendi hasta Estados Unidos, Canad, Bulgaria, Hungra, Japn, los Pases Bajos. Los pictogramas especialmente los ms completos empezaron a citarse cada vez ms como argumentos a favor de la visita de extraterrestres. Se trazaron forzadas relaciones con la Cara de Marte. Un cientfico al que conozco me escribi que en estas figuras se ocultaban unas matemticas extremadamente sofisticadas; slo podan ser el resultado de una inteligencia superior. En realidad, un aspecto en el que coincidan casi todos los cerealogistas contendientes es que las ltimas figuras en las cosechas eran demasiado complejas y elegantes para haber sido causadas por la intervencin humana, menos todava por algunos bromistas harapientos e irresponsables. La inteligencia extraterrestre era evidente a simple vista... En 1991, Doug Bower y Dave Chorley, dos amigos de Southampton, anunciaron que llevaban quince aos haciendo figuras en las cosechas. Se les ocurri un da mientras tomaban una cerveza en su pub habitual: el Percy Hobbes. Haban encontrado muy graciosos los informes de ovnis y pensaron que podra ser divertido engaar a los crdulos. Al principio aplanaron el trigo con la pesada barra de acero que Bower utilizaba como mecanismo de seguridad en la puerta trasera de su tienda de marcos de cuadros. Ms adelante utilizaron placas y cuerdas. Los primeros dibujos slo les costaron unos minutos. Pero, como adems de bromistas inveterados eran artistas de

verdad, la dimensin del desafo empez a aumentar. Gradualmente fueron diseando y ejecutando figuras cada vez ms elaboradas. Al principio nadie pareci darse cuenta. No sala ninguna noticia en los medios de comunicacin. La tribu de ufologistas no tena en cuenta sus formas artsticas. Estuvieron a punto de abandonar los crculos en los cultivos para pasar a otra broma ms satisfactoria emocionalmente. De pronto, los crculos en los cultivos se hicieron muy populares. Los ufologistas se tragaron anzuelo, hilo y plomada. Bower y Chorley estaban encantados, especialmente cuando los cientficos empezaron a propagar su considerada opinin de que no poda ser responsable de ellos una inteligencia meramente humana. Planeaban cuidadosamente todas las salidas nocturnas, a veces siguiendo meticulosos diagramas que haban preparado con acuarelas. Seguan de cerca los pasos de sus intrpretes. Cuando un meteorlogo local dedujo que era una especie de remolino porque todas las cosechas estaban desviadas hacia abajo en un crculo en el sentido de las agujas del reloj, le confundieron haciendo una nueva figura con un anillo exterior aplanado en el sentido contrario. Pronto aparecieron otras figuras en el sur de Inglaterra y en todas partes. Haban aparecido los bromistas imitadores. Bower y Chorley grabaron un mensaje en el trigo como respuesta: WEARENOTALONE [No estamos solos]. Algunos llegaron a considerar que era un mensaje extraterrestre genuino (aunque hubiera sido mejor si hubieran puesto YOUARENOTALONE [No estais solos]). Doug y Dave empezaron a firmar sus obras de arte con dos D; incluso eso se atribuy a un misterioso propsito extraterrestre. Las desapariciones nocturnas de Bower levantaron las sospechas de su esposa Ilene. Slo con grandes dificultades acompaando a Dave y Doug una noche, y unindose luego a los crdulos para admirar su trabajo al da siguiente pudo convencerse de que las ausencias del marido, en este sentido, eran inocentes. A la larga, Bower y Chorley se cansaron de aquella broma cada vez ms elaborada. Aunque estaban en condiciones fsicas excelentes, los dos tenan ya sesenta aos y estaban un poco viejos para operaciones de comando nocturno en campos de granjeros desconocidos y a menudo poco comprensivos. A lo mejor los molestaba la fama y fortuna que acumulaban los que se limitaban a fotografiar su arte y anunciar que los artistas eran extraterrestres. Y los empez a preocupar que, si esperaban mucho, nadie creera ninguna declaracin que hicieran. As pues, confesaron. Hicieron una demostracin ante los informadores de cmo hacan las formas insectoides ms elaboradas. Se podra pensar que ya nunca ms se volvera a argir que es imposible

mantener una broma durante muchos aos, y que no volveramos a or que es imposible que alguien tenga motivos para engaar a los crdulos y hacerles creer que los extraterrestres existen. Pero los medios de comunicacin prestaron poca atencin. Los cerealogistas los conminaron a callar; al fin y al cabo, estaban privando a muchos del placer de imaginar acontecimientos maravillosos. Desde entonces, ha habido otros bromistas de crculos en los cultivos, pero la mayora de un modo ms inconexo y menos inspirado. Como siempre, la confesin de la broma se ve muy eclipsada por la excitacin inicial. Muchos haban odo hablar de los pictogramas en campos de cereales y su supuesta relacin con los ovnis, pero corrieron un tupido velo cuando surgieron los nombres de Bower y Chorley o la simple idea de que todo el asunto poda ser una broma. Se puede encontrar un expos informativo del periodista Jim Schnabel (Round in Greles, Penguin Books, 1994), del que he sacado la mayor parte de mi relato. Schnabel se uni pronto a los cerealogistas y al final hizo l mismo unos cuantos pictogramas con xito. (l prefiere un rodillo de jardn a una placa de madera, y encontr que simplemente pisando los tallos con los pies se consigue un trabajo aceptable.) Pero la obra de Schnabel, que un crtico calific de el libro ms divertido que he ledo desde hace aos, tuvo slo un xito modesto. Los demonios venden; los bromistas son aburridos y de mal gusto. ---ooo--No se necesita un nivel muy avanzado para dominar los principios del escepticismo, como demuestran la mayora de los usuarios de coches de segunda mano. La idea general de una aplicacin democrtica del escepticismo es que todo el mundo debera tener las herramientas esenciales para valorar eficaz y constructivamente las afirmaciones de conocimiento. Lo nico que pide la ciencia es que se apliquen los mismos niveles de escepticismo que al comprar un coche usado o al juzgar la calidad de un analgsico o una cerveza a travs de los anuncios de la televisin. Pero las herramientas del escepticismo no suelen estar al alcance de los ciudadanos de nuestra sociedad. Casi nunca se menciona en las escuelas, ni siquiera en la presentacin de la ciencia, su ms ferviente practicante, aunque el escepticismo tambin surge espontneamente de las decepciones de la vida cotidiana. Nuestra poltica, economa, publicidad y religiones (nuevas y viejas) estn inundadas de credulidad. Los que tienen algo que vender, los que desean influir en la opinin pblica, los que mandan, podra sugerir un escptico, tienen un inters personal en no fomentar el escepticismo.

CAPTULO 5

ARGUCIAS Y SECRETOS _____

Confe en un testigo en todo aquello en lo que no est fuertemente involucrado ni su propio inters, ni sus pasiones, ni sus prejuicios, ni su amor por lo maravilloso. Si lo estn, exija una prueba que lo corrobore en proporcin exacta a la contravencin de la probabilidad por la cosa atestiguada.
THOMAS HENRY HUXLEY

(1825-1895)

Cuando se inform a la madre del clebre abducido Travis Walton de que un ovni haba fulminado a su hijo con un rayo y luego se lo haba llevado al espacio, contest con poca curiosidad: Bueno, as es como ocurren las cosas. Es as? Aceptar que en nuestros cielos hay ovnis no es comprometerse a mucho: la palabra ovni son las siglas de objeto volador no identificado. Es un trmino que incluye algo ms que platillo volante. Que haya cosas que el observador ordinario, o incluso el experto, no entiende, es inevitable. Pero por qu, si vemos algo que no reconocemos, llegamos a la conclusin de que es una nave de las estrellas? Se nos presenta una gran variedad de posibilidades ms prosaicas. Una vez eliminados de la serie de datos los fenmenos naturales, los engaos y las aberraciones psicolgicas, queda algn residuo de casos muy crebles pero extremadamente raros, sobre todo casos sustentados por pruebas fsicas? Hay una seal oculta en todo este alboroto? Desde mi punto de vista, no se ha detectado ninguna. Hay casos de los que se informa con fiabilidad que no son raros, y casos raros que no son fiables. No hay ningn caso a pesar de ms de un milln de denuncias de ovnis desde 1947 en que la declaracin de algo extrao que slo puede ser una aeronave espacial sea tan fidedigna que permita excluir con seguridad una mala interpretacin, tergiversacin o alucinacin. Todava hay una parte de m que dice: Qu lstima. Se nos bombardea regularmente con extravagantes declaraciones sobre ovnis que nos venden en porciones digeribles, pero muy rara vez llegamos a or algo de su resultado. No es difcil de entender: qu vende ms peridicos y libros, qu alcanza una mayor valoracin, qu es ms divertido de creer, qu es ms acorde con los tormentos de nuestra poca: un accidente de naves extraterrestres, estafadores experimentados que se aprovechan de los crdulos, extraterrestres de poderes inmensos que juegan con la especie humana o las declaraciones que derivan de la debilidad y la imperfeccin humana?

A lo largo de los aos he dedicado mucho tiempo al problema de los ovnis. Recibo muchas cartas al respecto, a menudo con relatos detallados de primera mano. A veces, el escritor de la carta me promete revelaciones trascendentales si le llamo. Despus de dar una conferencia casi sobre cualquier tema se me pregunta a menudo: Cree en los ovnis? Siempre me sorprende la manera de plantear la pregunta, la sugerencia de que se trata de un asunto de fe y no de pruebas. Casi nunca me preguntan: Hasta qu punto son fiables las pruebas de que los ovnis son naves espaciales extraterrestres? Por lo que he visto, la manera de proceder de mucha gente est altamente predeterminada. Algunos estn convencidos de que el testimonio de un testigo ocular es fiable, que la gente no inventa cosas, que las alucinaciones o tergiversaciones a esta escala son imposibles, y que debe de haber una vieja conspiracin gubernamental de alto nivel para ocultamos la verdad a los dems. La credibilidad en el tema de los ovnis prospera cuando aumenta la desconfianza en el gobierno, que se produce de forma natural en todas aquellas circunstancias en que en la tensin entre bienestar pblico y seguridad nacional el gobierno miente. Como se han revelado engaos y conspiraciones de silencio del gobierno en tantos otros asuntos, es difcil argumentar que sera imposible encubrir un tema tan extrao, que el gobierno nunca ocultara informacin importante a sus ciudadanos. Una explicacin comn de la razn de tal encubrimiento es evitar el pnico a nivel mundial o la erosin de la confianza en el gobierno. Yo fui miembro del comit del Consejo Asesor Cientfico de las Fuerzas Areas de Estados Unidos que investig el estudio de los ovnis llamado Proyecto Libro Azul, aunque antes, significativamente, se haba llamado Proyecto Grudge [Fastidio]. Nos encontramos con que el esfuerzo que se estaba realizando era desganado y desechable. A mediados de la dcada de los sesenta, el cuartel general del Proyecto Libro Azul se encontraba en la base de las Fuerzas Areas Wright-Patterson de Ohio, donde tambin estaba la base de la Inteligencia Tcnica Extranjera (dedicada principalmente a averiguar qu armas nuevas tenan los soviticos). Contaban con una sofisticada tecnologa para la consulta de expedientes. Uno preguntaba por un incidente de ovnis determinado y, como si se tratara de jerseys y trajes de la lavandera, le iban pasando resmas de expedientes por delante hasta que la mquina se paraba al llegar ante el demandante el expediente solicitado. Pero lo que haba en esos expedientes no tena gran valor. Por ejemplo, ciudadanos respetables declaraban haber visto flotar luces sobre una pequea ciudad de New Hampshire durante ms de una hora, y la explicacin del caso era que haba una escuadrilla de bombarderos estratgicos de una

base cercana de las Fuerzas Areas en ejercicios de instruccin. Podan tardar una hora en atravesar la ciudad los bombarderos? No. Sobrevolaban los bombarderos la ciudad en el momento en que se deca que haban aparecido los ovnis? No. Nos puede explicar, coronel, cmo puede ser que se describa que los bombarderos estratgicos flotaban? No. Las negligentes investigaciones del Libro Azul tenan un papel poco cientfico, pero servan para el importante propsito burocrtico de convencer a gran parte del pblico de que las Fuerzas Areas se aplicaban a la tarea y que quiz no haba nada tras las denuncias de ovnis. Desde luego, eso no excluye la posibilidad de que en alguna otra parte se desarrollara otro estudio de los ovnis ms serio, ms cientfico (dirigido, por ejemplo, por un general de brigada en lugar de un teniente coronel). Creo que incluso es probable que fuera as, no porque crea que nos visitan extraterrestres sino porque, ocultos en el fenmeno de los ovnis, debe de haber datos considerados en otros tiempos de importante inters militar. Desde luego, si los ovnis son como se dice aparatos muy rpidos y maniobrables, los militares tienen la obligacin de descubrir cmo funcionan. Si los ovnis eran construidos por la Unin Sovitica, las Fuerzas Areas tenan la responsabilidad de protegernos. Teniendo en cuenta las notables caractersticas de actuacin que se les adjudicaba, las implicaciones estratgicas de que hubiera ovnis soviticos sobrevolando impunemente las instalaciones militares y nucleares norteamericanas eran preocupantes. Si, por otro lado, los ovnis eran construidos por extraterrestres, podramos copiar la tecnologa (si pudiramos apoderarnos de un solo platillo) y conseguir una clara ventaja en la guerra fra. Y, aunque los militares no creyeran que los ovnis fueran fabricados por soviticos ni extraterrestres, tenan una buena razn para seguir los informes de cerca. En la dcada de los cincuenta, las Fuerzas Areas utilizaban ampliamente los globos-sonda, no slo como plataformas de observacin meteorolgica, como se anunciaba de manera destacada, y como reflectores de radar, algo que se reconoca, sino tambin, secretamente, como aparatos de espionaje robtico, con cmaras de alta resolucin e intercepcin de seales. Mientras los globos en s no eran muy secretos, s lo eran la serie de reconocimientos que hacan. La forma de los globos de gran altitud puede parecerse a la de un platillo cuando se ve desde el suelo. Si no se calcula bien la distancia en la que se encuentran, es fcil imaginar que llevan una velocidad absurdamente grande. En ocasiones, propulsados por una rfaga de viento, hacen un cambio de direccin abrupto, poco caracterstico de un avin y en aparente desafo de la ley de la inercia... si uno no atina a ver que son huecos y no pesan casi nada.

El sistema de globos militares ms famoso, que fue probado ampliamente en todo Estados Unidos a principios de los cincuenta, se llamaba Skyhook. Otros sistemas y proyectos de globos se denominaron Mogul, Moby Dick, Grandson y Genetrix. Urner Lidell, que tena cierta responsabilidad sobre esas misiones en el Laboratorio de Investigacin Naval, y que posteriormente fue funcionario de la NASA, me dijo una vez que crea que todos los ovnis denunciados eran globos militares. Aunque decir todos es ir demasiado lejos, creo que no se ha apreciado suficientemente su papel. Que yo sepa, no ha habido ningn experimento de control sistemtico y deliberado en el que se lanzaran secretamente globos de gran altitud, se hiciera un seguimiento y se anotaran las visiones de ovnis por parte de observadores visuales y por radar. En 1956, globos de reconocimiento estadounidenses empezaron a sobrevolar la Unin Sovitica. En su momento culminante, haba docenas de lanzamientos de globos al da. A continuacin, los globos fueron sustituidos por aeronaves de gran altitud, como las U-2, que a su vez fueron reemplazadas en gran parte por satlites de reconocimiento. Es evidente que muchos ovnis que datan de este perodo eran globos cientficos, como lo son algunas veces desde entonces. Todava se lanzan globos de gran altitud, incluyendo plataformas que llevan sensores de rayos csmicos, telescopios pticos e infrarrojos, receptores de radio que sondean la radiacin csmica de fondo y otros instrumentos por encima de la mayor parte de la atmsfera de la Tierra. En 1947 se arm un gran revuelo con uno o ms platillos volantes supuestamente accidentados cerca de Roswell, Nuevo Mxico. Hay algunos informes iniciales y fotografas de peridicos del incidente que son totalmente coherentes con la idea de que eran los restos de un globo de gran altitud accidentado. Pero algunos residentes de la regin especialmente dcadas despus recuerdan materiales ms extraos, jeroglficos enigmticos, amenazas del personal militar a los testigos si no callaban lo que saban y la historia cannica de que se meti en un avin la maquinaria extraterrestre y partes del cuerpo y se envi al Comando de Material Areo de la base de las Fuerzas Areas de Wright-Patterson. Algunas de las historias del cuerpo extraterrestre recuperado, aunque no todas, estn asociadas con este incidente. Philip Klass, un escptico que se ha dedicado a los ovnis desde hace mucho tiempo, ha revelado una carta posteriormente desclasificada de fecha de 27 de julio de 1948, un ao despus del incidente Roswell, del general de divisin C. B. Cabell, entonces director de Inteligencia de las Fuerzas Areas (y posteriormente, como oficial de la CIA, una figura central en la fracasada invasin de Cuba en baha de los Cochinos). Cabell preguntaba a

los que le haban informado qu podan ser los ovnis. l no tena ni idea. En una respuesta resumida de 11 de octubre de 1948, que inclua informacin explcita en posesin del Comando de Material Areo, vemos que se dice al director de Inteligencia que tampoco nadie de las Fuerzas Areas tiene ninguna pista. Eso hace improbable que el ao anterior hubieran llegado fragmentos de ovnis y sus ocupantes a Wright-Patterson. La principal preocupacin de las Fuerzas Areas era que los ovnis pudieran ser rusos. Ante el enigma de por qu los rusos probaban los platillos volantes sobre Estados Unidos, se propusieron cuatro respuestas: 1) Socavar la confianza de Estados Unidos en la bomba atmica como el arma ms avanzada y decisiva en la guerra. 2) Realizar misiones de reconocimiento fotogrfico. 3) Comprobar las defensas areas de Estados Unidos. 4) Realizar vuelos de familiarizacin [para bombarderos estratgicos] sobre el territorio de Estados Unidos. Ahora sabemos que los ovnis no eran ni son rusos y, por mucho inters que tuvieran los soviticos por los objetivos 1 a 4, no los perseguan con platillos volantes. Gran parte de las pruebas relativas al incidente Roswell parecen apuntar al lanzamiento de un grupo de globos de gran altitud, quiz desde el campo areo de la Armada de Alamogordo o del campo de pruebas de White Sands, que se estrellaron cerca de Roswell; el personal militar recogi apresuradamente los restos d instrumentos secretos, y en seguida aparecieron artculos en la prensa anunciando que era una nave espacial de otro planeta (La RAAF captura platillo volante en un rancho de la regin de Roswell) y una serie de recuerdos que van fermentando a lo largo de los aos y se avivan ante la oportunidad de un poco de fama y fortuna. (En Roswell hay dos museos que son puntos importantes de la ruta turstica.) Un informe encargado en 1994 por el secretario de las Fuerzas Areas y el Departamento de Defensa en respuesta a la insistencia de un congresista de Nuevo Mxico identifica los residuos de Roswell como restos de un sistema de deteccin acstica de baja frecuencia que llevaban los globos, de largo alcance y altamente secreto, llamado Proyecto Mogul: un intento de captar explosiones de armas nucleares soviticas a altitudes de la tropopausa. Los investigadores de las Fuerzas Areas, tras registrar meticulosamente los archivos secretos de 1947, no encontraron pruebas de un aumento de trfico de mensajes:
No constaban indicaciones ni avisos, observacin de alertas, ni un mayor ritmo de actividad operativa que lgicamente se generara si un aparato extraterrestre, con intenciones desconocidas, entrara en territorio de Estados Unidos... Los registros indican que no ocurri nada de eso (o, si ocurri, fue controlado por un sistema de seguridad tan eficiente y estricto que nadie, de Estados Unidos ni de ninguna otra parte, ha podido repetir desde entonces. Si en aquella poca

hubiera habido un sistema as, tambin se habra usado para proteger nuestros secretos atmicos de los soviticos, pero la historia ha demostrado claramente que no fue se el caso).

Los objetivos de radar que llevaban los globos fueron fabricados en parte por compaas de juguetes de Nueva York, cuyo inventario de motivos decorativos parece propiciar que muchos aos despus se recuerden como jeroglficos extraterrestres. El apogeo de los ovnis corresponde a la poca en que comenzaba a cambiarse el principal vehculo de lanzamiento de armas nucleares de los aviones a los misiles. Un problema tcnico importante era la entrada en la atmsfera: hacer volver un morro (de cohete) a travs de la atmsfera de la Tierra sin que se queme en el proceso (como se destruyen los pequeos asteroides y cometas al pasar a travs de las capas superiores de aire). Algunos materiales, geometras de morro y ngulos de entrada son mejores que otros. La observacin de las entradas (o los lanzamientos ms espectaculares) podan revelar muy bien el progreso de Estados Unidos en esta tecnologa estratgica vital o, peor, sus defectos de diseo; todo eso podra sugerir a un adversario qu medidas defensivas deba tomar. Como es comprensible, el tema se consideraba altamente delicado. Es inevitable que hubiera casos en que se ordenara al personal militar no hablar de lo que haba visto, o que observaciones aparentemente inocuas fueran clasificadas repentinamente de mximo secreto con criterios limitados a la necesidad de conocimiento. Los oficiales de las Fuerzas Areas y los cientficos civiles, al pensar en ello aos despus, podan concluir perfectamente que el gobierno haba decidido encubrir los ovnis. Si se considera ovnis a los morros de cohete, la acusacin es justa. Analicemos la argucia. En la confrontacin estratgica entre Estados Unidos y la Unin Sovitica, la adecuacin de las defensas areas era un tema vital. Era el punto 3 de la lista del general Cabell. Si se poda encontrar una debilidad, podra ser la clave de la victoria en una guerra nuclear incondicional. La nica manera segura de probar las defensas de un adversario es hacer volar un avin por encima de sus fronteras y ver cunto tiempo tarda en constatarlo. Estados Unidos lo haca de manera rutinaria para probar las defensas areas soviticas. En la dcada de los aos cincuenta y sesenta. Estados Unidos tena sofisticados sistemas de defensa de radar que cubran las costas del este y del oeste, y especialmente sus accesos del norte (por los que seguramente llegara un ataque de bombarderos o misiles soviticos). Pero haba una parte ms vulnerable: no haba ningn sistema de aviso eficaz para detectar el acceso desde el sur, mucho ms complicado geogrficamente. Esta informacin, desde luego, es vital para un adversario potencial. Sugiere inmediatamente

una argucia: digamos que uno o ms de los aviones de alto rendimiento del adversario salen del Caribe, por ejemplo, hacia el espacio areo de Estados Unidos y penetran por el ro Mississippi unos cientos de kilmetros hasta que los capta un radar de la defensa area. Entonces, los intrusos salen inmediatamente de all. (O, como experimento de control, se comisiona una unidad de aviones de alto rendimiento y se enva en salidas no anunciadas para determinar la porosidad de las defensas areas americanas.) En este caso, puede haber avistamientos de observadores militares y civiles y gran nmero de testimonios independientes. Lo que se relata no corresponde a ninguna aeronave conocida. Las autoridades de las Fuerzas Areas y de aviacin civil declaran sinceramente que ninguno de sus aviones era responsable. Aunque hayan estado pidiendo al Congreso que financiara un sistema de alarma eficaz en el sur, es improbable que las Fuerzas Areas admitan que no han captado la llegada de aviones soviticos o cubanos hasta que estaban en Nueva Orleans, menos todava en Memphis. Tambin aqu tenemos todas las razones para creer que se debi de ordenar a un equipo investigador tcnico de alto nivel, a los observadores de las Fuerzas Areas y a los civiles que mantuvieran la boca cerrada, y que se diera no slo la apariencia sino la realidad de la supresin de datos. Tampoco aqu esta conspiracin de silencio tiene por qu tener nada que ver con naves aeroespaciales de extraterrestres. Dcadas ms tarde, todava hay razones burocrticas para que el Departamento de Defensa siga guardando silencio sobre aquellos problemas. Hay un conflicto potencial de intereses entre las preocupaciones localistas del Departamento de Defensa y la solucin del enigma de los ovnis. Adems, algo que preocupaba entonces tanto a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) como a las Fuerzas Areas era que los ovnis fueran un medio de obstruir los canales de comunicacin en una crisis nacional y confundir las observaciones visuales y de radar de aeronaves del enemigo: un problema de seal/ruido que es en cierto modo lo que busca la argucia. En vista de todo esto, estoy perfectamente dispuesto a creer que al menos algunos informes y anlisis de ovnis, y quiz voluminosos archivos, se han hecho inaccesibles al pblico que paga los impuestos. La guerra fra ha terminado, la tecnologa de misil y de globo ha quedado prcticamente obsoleta o est al alcance de todos, y los que podran sentirse turbados ya no estn en el servicio activo. Lo peor, desde el punto de vista militar, es que sera reconocer de nuevo que se confundi o minti al pblico americano en inters de la seguridad nacional. Ya es hora de que los archivos dejen de ser reservados y se pongan a disposicin general. Otra interseccin instructiva del temperamento de conspiracin y la cultura de secreto afecta a la Agencia Nacional de Seguridad (ANS). Esta

organizacin controla el telfono, radio y otras comunicaciones tanto de amigos como adversarios de Estados Unidos. Subrepticiamente, lee todo el correo del mundo. El trfico que intercepta diariamente es considerable. En pocas de tensin, gran nmero del personal de la ANS con conocimiento de los idiomas ms importantes se pone los auriculares para escuchar en directo desde las rdenes cifradas del Estado Mayor de la nacin objetivo hasta conversaciones ntimas. Para otro tipo de material, los ordenadores destacan palabras clave que reclaman atencin humana a mensajes especficos o conversaciones importantes. Se almacena todo, de modo que sea posible volver a revisar las cintas magnticas: rastrear la primera aparicin de una palabra cdigo, por ejemplo, o exigir responsabilidad en una crisis. Algunas intercepciones se hacen desde puestos de escucha en pases cercanos (Turqua para Rusia, India para China), desde aviones y barcos que patrullan por la zona, o desde satlites de observacin en la rbita de la Tierra. Hay un baile continuo de medidas y contramedidas entre la ANS y los servicios de seguridad de otras naciones que, como es comprensible, no desean ser escuchadas. Ahora aadamos a esta mezcla, ya dura de por s, la Ley de Libertad de Informacin (LLI). Se formula una demanda a la ANS de toda la informacin que tenga disponible sobre los ovnis. La ley le exige una respuesta, aunque desde luego sin revelar mtodos y fuentes. La ANS tambin tiene la obligacin seria de no alertar de sus actividades a otras naciones, amigas o enemigas, de un modo inoportuno y molesto polticamente. As, un informe ms o menos tpico de los que entrega la ANS en respuesta a una demanda de la LLI tiene tachado un tercio de la pgina, un fragmento de una lnea que dice inform de un ovni a baja altitud, seguido de dos tercios de pgina tachados. La ANS sostiene que comunicar el resto de la pgina comprometera potencialmente las fuentes y mtodos, o al menos alertara a la nacin en cuestin de lo libremente que se intercepta su trfico de radio de aviacin. (Si la ANS comunicara transmisiones circundantes, aparentemente inocuas del avin a la torre, sera posible que la nacin en cuestin constatara que se escuchan sus dilogos de control de trfico areo militar y pasaran a modos de comunicacin saltos de frecuencia, por ejemplo que dificultaran las intercepciones de la ANS.) Pero es comprensible que los que sustentan la teora de la conspiracin de los ovnis, al recibir en respuesta a sus demandas de la LLI docenas de pginas de material con casi todo tachado, deduzcan que la ANS posee amplia informacin sobre los ovnis y que participa en una conspiracin de silencio. Hablando extraoficialmente con oficiales de la ANS me contaron la siguiente historia: los informes ms tpicos son de aviones militares o civiles que comunican por radio que ven un ovni, lo que quiere decir que ven un

objeto no identificado en el espacio areo circundante. Puede ser incluso un avin estadounidense en misin de reconocimiento o en misiones de distraccin. En la mayora de los casos es algo mucho ms ordinario, y la aclaracin tambin se comunica en posteriores informes de la ANS. Puede usarse una lgica similar para hacer que la ANS parezca parte de cualquier conspiracin. Por ejemplo, segn dicen, se le pidi una respuesta a una demanda de la LLI sobre lo que supiera del cantante Elvis Presley. (Se haban comunicado apariciones del seor Presley con resultado de curaciones milagrosas.) Bien, la ANS saba varias cosas. Por ejemplo, que un informe sobre los recursos econmicos de cierta nacin comunicaba cuntas cintas y discos compactos se haban vendido all. Esta informacin tambin apareca en un par de lneas rodeadas de un vasto ocano de oscuridad censurada. Estaba implicada la ANS en un encubrimiento de Elvis Presley? Aunque desde luego no he investigado personalmente el trabajo de la ANS relacionado con los ovnis, esta historia me parece verosmil. Si estamos convencidos de que el gobierno nos oculta visitas de extraterrestres, deberamos enfrentarnos a la cultura de secreto de las fuerzas militares y de inteligencia. Como mnimo podemos presionar para que la informacin relevante de hace dcadas de las que es un buen ejemplo el informe de las Fuerzas Areas sobre el Incidente Roswell de julio de 1994 deje de ser reservada. Puede captarse el estilo paranoico de muchos uflogos, adems de la ingenuidad de la cultura de secreto, en el libro de un antiguo reportero del New York Times, Howard Blum (Out There', Simn and Schuster, 1990):
Por mucha inventiva que pusiera en el intento, siempre acababa chocando repentinamente con puntos muertos. Toda la historia se perda siempre, deliberadamente, segn acab creyendo, un poco ms all de mi alcance. Por qu? Era la gran pregunta, prctica, imposible que se balanceaba ominosamente en la alta cima de mis sospechas crecientes. Por qu todos aquellos portavoces e instituciones se aplicaban con tal connivencia a obstaculizar y obstruir mis esfuerzos? Por qu haba historias que un da eran ciertas y al siguiente falsas? Por qu todo aquel afn de secreto tenso e inquebrantable? Por qu los agentes de la inteligencia militar extendan la desinformacin y hacan volver locos a los que crean en ovnis? Qu haba encontrado all el gobierno? Qu intentaba ocultar?

Desde luego hay resistencia. Hay informacin legtimamente reservada; como con las armas militares, a veces realmente el secreto es de inters nacional. Adems, las comunidades militar, poltica y de inteligencia tienden a valorar el secreto por s mismo. Es una manera de silenciar a los

crticos y eludir acusaciones de incompetencia o algo peor. Genera una lite, un grupo de hermanos a los que se puede conceder de manera fiable la confianza nacional, a diferencia de la gran masa de ciudadanos en representacin de los cuales presumiblemente se hace secreta la informacin. El secreto, con pocas excepciones, es profundamente incompatible con la democracia y la ciencia. Una de las intersecciones ms estimulantes que se han comentado entre los ovnis y el secreto son los llamados documentos MJ-12. A finales de 1984, segn cuenta la historia, apareci un sobre que contena un rollo de pelcula expuesta pero no revelada en el buzn de un productor de cine, Jaime Shandera, interesado en los ovnis y el encubrimiento del gobierno (no deja de ser curioso que ocurriera justo cuando sala para ir a comer con el autor de un libro sobre los supuestos acontecimientos de Roswell, Nuevo Mxico). Cuando revelaron la pelcula, result ser pgina tras pgina de una orden ejecutiva altamente reservada, slo para lectura, con fecha de 24 de septiembre de 1947, en la que el presidente Harry S. Truman aparentemente nombraba un comit de doce cientficos y oficiales del gobierno para examinar una serie de platillos volantes accidentados y pequeos cuerpos de extraterrestres. La formacin del comit MJ-12 es destacable, porque en l constan exactamente los nombres de los miembros militares, de inteligencia, de ciencia e ingeniera que habran sido convocados a investigar estos accidentes si hubieran ocurrido. En los documentos MJ-12 hay sugestivas referencias a apndices sobre la naturaleza de los extraterrestres, la tecnologa de sus naves y cosas as, pero no se incluyen en la misteriosa pelcula. Las Fuerzas Areas dicen que el documento es falso. El experto en ovnis Philip J. Klass y otros encuentran inconsistencias lexicogrficas y tipogrficas que sugieren que todo es un engao. Los que compran obras de arte se preocupan por la procedencia de sus cuadros, es decir, quin fue el ltimo propietario y quin el anterior, y as hasta el artista original. Si faltan eslabones en la cadena si slo se puede seguir el rastro de un cuadro de trescientos aos de antigedad durante sesenta y despus no tenemos ni idea de en qu casa o museo estaba expuesto surgen seales de aviso de falsificacin. Como el beneficio para los falsificadores de arte es muy alto, los coleccionistas deben ser especialmente cautos. El punto ms vulnerable y sospechoso de los documentos MJ-12 radica precisamente en esta cuestin de procedencia: una prueba dejada milagrosamente en el umbral, como salida de una historia de cuento de hadas, quiz El zapatero y los duendes. Hay muchos casos similares en la historia humana: sbitamente aparece un documento de procedencia dudosa con informacin de gran importancia que sostiene con contundencia la argumentacin de los que han

hecho el descubrimiento. Despus de una cuidadosa, y en algunos casos valiente, investigacin se demuestra que el documento es falso. No cuesta nada entender la motivacin de los embaucadores. Un ejemplo ms o menos tpico es el libro del Deuteronomio: lo descubri el rey Josas en el Templo de Jerusaln y, milagrosamente, en medio de una importante lucha de reforma, encontr en l la confirmacin de todos sus puntos de vista. Otro caso es lo que se llama la Donacin de Constantino. Constantino el Grande fue el emperador que hizo del cristianismo la religin oficial del Imperio romano. El nombre de Constantinopla (hoy Estambul), ciudad capital durante miles de aos del Imperio romano oriental, viene de l. Muri en el ao 337. En el siglo IX empezaron a aparecer referencias a la Donacin de Constantino en los escritos cristianos; en ella, Constantino lega a su contemporneo el papa Silvestre I todo el Imperio romano occidental, incluida Roma. Este pequeo presente, segn contaba la historia, se deba a la gratitud de Constantino, que se cur de la lepra gracias a Silvestre. En el siglo XI, los papas se referan con regularidad a la Donacin de Constantino para justificar sus pretensiones de ser gobernantes no slo eclesisticos sino tambin seculares de la Italia central. A lo largo de la Edad Media, la Donacin se consider genuina tanto por parte de los que apoyaban las pretensiones temporales de la Iglesia como de los que se oponan. Lorenzo de Valla era un polgrafo del Renacimiento italiano. Un hombre controvertido, brusco, crtico, arrogante y pedante, que fue atacado por sus contemporneos por sacrilegio, impudicia, temeridad y presuncin... entre otras imperfecciones. Tras concluir que, por razones gramaticales, el credo de los apstoles no poda haber sido escrito realmente por los doce apstoles, la Inquisicin le declar hereje y slo la intervencin de su mecenas, Alfonso, rey de Npoles, impidi que fuera inmolado. Inasequible al desaliento, en 1440 public un tratado demostrando que la Donacin de Constantino era una burda falsificacin. El lenguaje del documento equivala al latn cortesano del siglo IV como el cockney de hoy al ingls normativo. Gracias a Lorenzo de Valla, la Iglesia catlica romana ya no reclama el derecho a gobernar las naciones de Europa por la Donacin de Constantino. Se cree en general que esta obra, cuya procedencia tiene un vaco de cinco siglos, fue falsificada por un clrigo adscrito a la curia de la Iglesia en la poca de Carlomagno, cuando el papado (y especialmente el papa Adriano I) defenda la unificacin de la Iglesia y el Estado. Asumiendo que ambos documentos pertenecen a la misma categora, los MJ-12 son un engao ms inteligente que la Donacin de Constantino. Pero tienen mucho en comn en el aspecto de la procedencia, el inters concedido y las inconsistencias lexicogrficas.

La idea de un encubrimiento para mantener oculto el conocimiento de vida extraterrestre o de las abducciones durante cuarenta y cinco aos, sabindolo cientos, si no miles de empleados del gobierno, es notable. Es cierto que los gobiernos guardan secretos rutinariamente, incluso secretos de un inters general sustancial. Pero el objetivo ostensible de tanto secreto es proteger al pas y sus ciudadanos. Sin embargo, en este caso es diferente. La supuesta conspiracin de los que controlan la seguridad es impedir que los ciudadanos sepan que hay un ataque extraterrestre continuo sobre la especie humana. Si fuera verdad que los extraterrestres abducen a millones de personas, sera mucho ms que un asunto de seguridad nacional. Tendra un impacto en la seguridad de todos los seres humanos de la Tierra. Con todo eso en juego, es verosmil que ninguna persona con un conocimiento real y pruebas, en casi doscientas naciones, se decida a tocar las campanas y hablar para ponerse del lado de los humanos y no de los extraterrestres? Desde el final de la guerra fra, la NASA ha tenido que dedicar grandes esfuerzos a la bsqueda de misiones que justificaran su existencia: particularmente, una buena razn para enviar humanos al espacio. Si la Tierra fuera visitada diariamente por extraterrestres hostiles, no se aferrara la NASA a esta oportunidad para aumentar su financiacin? Y si hubiera una invasin de extraterrestres en curso, por qu las Fuerzas Areas, dirigidas tradicionalmente por pilotos, iban a abandonar los vuelos espaciales tripulados para lanzar todas sus cpsulas en cohetes sin tripulacin? Consideremos la antigua Organizacin de Iniciativa de Defensa Estratgica, responsable de la guerra de las galaxias. Ahora pasa un mal momento, especialmente en su objetivo de establecer defensas en el espacio. Se han degradado su nombre y sus perspectivas. Actualmente es la Organizacin de Defensa contra Misiles Balsticos. Ya ni siquiera informa directamente al Ministerio de Defensa. La incapacidad de esta tecnologa de proteger a Estados Unidos contra un ataque masivo mediante misiles con armas nucleares es manifiesta. Pero, si nos enfrentramos a una invasin extraterrestre, no intentaramos al menos desplegar defensas en el espacio? El Departamento de Defensa, como los ministerios similares de todas las naciones, prosperan con enemigos, reales o imaginarios. No tiene ningn sentido pensar que la existencia de un adversario como ste sea ocultada por la organizacin que ms se beneficiara de su presencia. La posicin general posterior a la guerra fra de los programas espaciales militar y civil de Estados Unidos (y otras naciones) hablan poderosamente contra la idea de que haya extraterrestres entre nosotros... a no ser, desde luego, que tambin se oculte la noticia a los que planifican la defensa nacional. ---ooo---

Igual que hay quien acepta a pies juntillas cualquier informe sobre ovnis, los hay que descartan la idea de visitas extraterrestres de entrada y con gran pasin. Dicen que es innecesario examinar las pruebas y acientfico considerar siquiera el tema. En una ocasin colabor en la organizacin de un debate pblico en la reunin anual de la Asociacin Americana para el Avance de la Ciencia entre cientficos partidarios y oponentes de la propuesta de que algunos ovnis eran naves espaciales; despus de ello, un distinguido fsico, cuya opinin en muchos otros asuntos yo respetaba, me amenaz con denunciarme al vicepresidente de Estados Unidos si insista en tal locura. (Con todo, el debate se mantuvo y se public, los temas quedaron un poco ms aclarados y no recib noticias de Spiro T. Agnew.) Un estudio de 1969 de la Academia Nacional de Ciencias, aunque reconociendo que haba informes no fcilmente explicables, conclua que la explicacin menos probable de los ovnis es la hiptesis de visitas de seres extraterrestres inteligentes. Pensemos en cuntas explicaciones distintas puede haber: viajeros del tiempo, demonios de la tierra de las brujas; turistas de otra dimensin como el seor Mxyztpik (o era Mxyzptik?, siempre lo olvido) de la tierra de Zrfff en la Quinta Dimensin en los antiguos cmics de Superman; las almas de los muertos, o un fenmeno no cartesiano que no obedece a las normas de la ciencia o ni siquiera de la lgica. En realidad, cada una de esas explicaciones se ha propuesto con seriedad. Decir menos probable no es poco. Este exceso retrico es una muestra de lo desagradable que ha llegado a ser el tema en general para muchos cientficos. Es significativo que un asunto del que en realidad sabemos tan poco provoque tantas emociones. Especialmente es as en el frenes de denuncias de abducciones por extraterrestres ms reciente. Al fin y al cabo, de ser ciertas, ambas hiptesis la invasin de manipuladores sexuales extraterrestres o una epidemia de alucinaciones nos ensean algo que deberamos saber. Quiz la razn de que las reacciones sean tan fuertes es que las dos alternativas tienen implicaciones desagradables.

Aurora
El nmero de informes y su consistencia sugieren que la base de estas observaciones puede ser distinta de las drogas alucingenas. Aeronave misteriosa, informe, Federacin de Cientficos Americanos, 20 de agosto de 1992

La Aurora es una aeronave de gran altitud, extremadamente secreta, sucesora del U-2 y el SR-71 Blackbird. Puede ser que exista o que no exista. En 1993, los informes de observadores cerca de la base Edwards de las Fuerzas Areas de California y en Groom Lake, Nevada, y especialmente en una regin de Groom Lake llamada rea 51 donde se prueban las aeronaves experimentales del Departamento de Defensa, parecan en general coherentes unos con otros. Se recogieron informes de confirmacin de todo el mundo. A diferencia de sus predecesoras, se dice que la aeronave es hipersnica, que viaja a una velocidad mayor, quiz de seis a ocho veces, que el sonido. Deja una extraa estela descrita como donuts en una cuerda. Quiz tambin sea un medio de poner en rbita pequeos satlites secretos, desarrollados, se especula, despus de que el desastre del Challenger indicara la poca fiabilidad del transbordador para cargas explosivas de defensa. Pero la CIA jura categricamente que no existe este programa, dice el senador y antiguo astronauta John Glenn. El principal diseador de algunas de las aeronaves ms secretas de Estados Unidos dice lo mismo. Un secretario de las Fuerzas Areas ha negado con vehemencia la existencia de un avin as, o de un programa para construirlo, en las Fuerzas Areas o en ninguna otra parte. Ha mentido? Hemos analizado todas esas visiones, como hemos hecho con los informes de ovnis, dice un portavoz de las Fuerzas Areas, en palabras quiz cuidadosamente elegidas, y no podemos dar una explicacin. Mientras tanto, en abril de 1995, las Fuerzas Areas se hicieron con cuatro mil acres ms cerca del rea 51. La zona a la que se niega el acceso pblico va creciendo. Consideremos pues las dos posibilidades: que la Aurora exista y que no exista. Si existe, es asombroso que se haya intentado encubrir oficialmente su existencia, que el secreto pueda ser tan efectivo y que el avin pueda ser probado o repostar en todo el mundo sin que se publique una sola fotografa o alguna prueba fehaciente. Por otro lado, si la Aurora no existe, es asombroso que se haya propagado un mito de manera tan vigorosa y haya llegado tan lejos. Por

qu las insistentes negativas oficiales han tenido tan poco peso? La mera existencia de una designacin la Aurora en este caso puede servir para poner una etiqueta comn a una serie de fenmenos diversos? En cualquier caso, la Aurora parece ser pertinente para los ovnis.

CAPITULO 6

ALUCINACIONES

Como tiemblan los nios y lo temen todo en la ciega oscuridad, as nosotros en la luz tememos a veces lo que no es ms temible, que lo que los nios en la oscutidad contemplan con terror...
LUCRECIO,

De la naturaleza de las cosas (60 a. J.C. aprox.)

Los anunciantes tienen que conocer a su pblico. Se trata de un simple asunto de supervivencia del producto y la empresa. Por tanto, si examinamos los anuncios que se publican en revistas dedicadas a ovnis, podemos saber la visin que tiene la empresa comercial y libre de Norteamrica del entusiasmo por los ovnis. A continuacin, una lista de titulares de anuncio (francamente tpicos) de un ejemplar de UFO Universe: Un cientfico investigador descubre un secreto de dos mil aos de antigedad para obtener riqueza, poder y amor romntico. Reservado! Ms que top-secret. Por fin, un oficial militar retirado revela la conspiracin gubernamental ms sensacional de nuestra poca. Cul es tu misin especial en la Tierra? Ha empezado el despertar csmico de los pocos trabajadores, paseantes y representantes natos de las estrellas! Llega lo que esperabas hace tiempo: veinticuatro magnficos sellos de los espritus ovnis que te ofrecern una mejora de vida increble: Yo tengo chica. Y t? No te lo pierdas! Consigue chicas ya! Suscrbase hoy mismo a la revista ms asombrosa del universo. Deje que entre en su vida la buena suerte, el amor y el dinero milagrosos! Esos poderes han funcionado durante siglos! Pueden funcionar para usted! Avance sorprendente en la investigacin psquica. Bastan cinco minutos para demostrar que los poderes mgicos psquicos funcionan realmente! Se atreve a ser afortunado, amado y rico? Le garantizamos que la buena suerte se cruzar en su camino! Consiga todo lo que quiera con los talismanes ms poderosos del mundo. Hombres de negro: agentes del gobierno o extraterrestres? Aumente el poder de piedras preciosas, hechizos, sellos y smbolos. Mejore la eficacia de todo lo que hace. Aumente su poder y capacidad mental con el MAGNIFICADOR de poder mental. El famoso imn del dinero: le gustara tener ms?

 Testamento de Lael, Escrituras Sagradas de una civilizacin perdida. Un nuevo libro del Comandante X desde la luz interior: identificados los controladores, los gobernantes ocultos de la Tierra. Somos propiedad de una inteligencia extraterrestre! Cul es el hilo comn que une todos esos anuncios? No son los ovnis. Seguramente es la expectativa de una credulidad ilimitada de la audiencia. Por eso aparecen en revistas de ovnis: en general, el simple hecho de comprar una revista de ese tipo define al lector. Sin duda, hay compradores moderadamente escpticos y totalmente racionales de revistas as que se ven seducidos por las expectativas de anunciantes y editores. Pero, si aciertan con el grueso de sus lectores, qu podra significar eso para el modelo de la abduccin por extraterrestres? De vez en cuando recibo una carta de alguien que est en contacto con los extraterrestres. Me invitan a preguntarles algo. Y as, a lo largo de los aos, he confeccionado una pequea lista de preguntas. Los extraterrestres son seres muy avanzados, recordemos. As pues, pido cosas como: Le ruego que me proporcione una pequea prueba del ltimo teorema de Fermat. O de la conjetura Goldbach. Y luego tengo que explicarles qu es, porque no creo que los extraterrestres le llamen ltimo teorema de Fermat. As pues, escribo la simple ecuacin con los exponentes. Nunca consigo una respuesta. Por otro lado, si pregunto algo as como: debemos ser buenos?, casi siempre consigo respuesta. A estos extraterrestres les encanta contestar cualquier pregunta vaga, sobre todo si entraa juicios morales. Pero, en cosas especficas donde cabe la posibilidad de descubrir si realmente saben algo ms que la mayora de los humanos, la respuesta es el silencio.11 Quiz pueda deducirse algo de esta diferente capacidad de responder preguntas. En los viejos tiempos anteriores a la abduccin por extraterrestres, a las personas que suban a bordo de un ovni, segn informaban ellas mismas, les ofrecan lecturas edificantes sobre los peligros de la guerra nuclear. Ahora que ya estamos instruidos, los extraterrestres parecen concentrados en la degradacin del medio ambiente y el sida. Cmo es, me pregunto, que los ocupantes de los ovnis estn tan sujetos a las preocupaciones o urgencias de este planeta? Por qu ni siquiera una advertencia ocasional sobre los CFC y la reduccin del ozono en la dcada de los cincuenta, o sobre el virus del VIH en la de los setenta, cuando realmente hubiera podido ser til? Por qu no alertarnos de una amenaza a la salud pblica o el medio ambiente que an no hayamos imaginado? Puede ser que
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Es un ejercicio estimulante pensar preguntas de las que ningn humano sabe actualmente la respuesta pero que se podra reconocer inmediatamente de ser sta la correcta. An es ms desafiante formular estas preguntas en campos distintos de las matemticas. No estara mal

los extraterrestres sepan slo lo que saben los que informan de su presencia? Y si uno de los objetivos principales de las visitas de extraterrestres es advertirnos de los peligros globales, por qu decirlo slo a algunas personas cuyos relatos son sospechosos en todo caso? Por qu no ocupar las cadenas de televisin durante una noche, o aparecer con vividos audiovisuales admonitorios ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas? Sin duda, no sera tan difcil para seres que vuelan a travs de aos luz. ---ooo---

El primer contactado por los ovnis que tuvo xito comercial fue George Adamski. Tena un pequeo restaurante en la falda del monte Palomar de California y mont un pequeo telescopio en el patio trasero. En la cima de la montaa se encontraba el mayor telescopio de la Tierra; el reflector de doscientas pulgadas de la Institucin Carnegie de Washington y del Instituto de Tecnologa de California. Adamski se adjudic el ttulo de profesor Adamski del Observatorio de monte Palomar. Public un libro que caus sensacin, lo recuerdo en el que describa que en el desierto cercano haba encontrado a unos extraterrestres bien parecidos con largos cabellos rubios y, si no me falla la memoria, con tnicas blancas, que le advirtieron de los peligros de una guerra nuclear. Hablaban desde el planeta Venus (cuyos 900 Farenheit de temperatura de superficie se alzan ahora como barrera a la credibilidad de Adamski). En persona era francamente convincente. El oficial de las Fuerzas Areas nombrado responsable de las investigaciones sobre los ovnis de la poca describi a Adamski con estas palabras:
Al escuchar su historia cara a cara, tenas una necesidad inmediata de creerle. Quiz fuera su aspecto. Llevaba un mono gastado pero limpio. Tena el pelo ligeramente gris y los ojos ms sinceros que he visto en mi vida.

La estrella de Adamski se fue apagando con los aos, pero public algn libro ms por su cuenta y durante mucho tiempo fue una gran atraccin en las convenciones de creyentes en platillos volantes. La primera historia de abduccin por extraterrestres del gnero moderno fue la de Betty y Barney Hill, una pareja de New Hampshire: trabajadora social ella y empleado de Correos l. Un da de 1961 atravesaban a altas horas de la noche las White Mountains cuando a Betty le pareci ver un ovni brillante, inicialmente como una estrella, que pareca seguirlos. Ante el temor de Barney de ser vctimas de un ataque, abandonaron la carretera principal y se metieron por estrechos caminos de montaa, llegando a casa dos horas ms tarde de lo previsto. El experimento incit a Betty a leer un
organizar un concurso para recoger las diez mejores respuestas a Diez preguntas para plantear a un extraterrestre.

libro que describa a los ovnis como naves espaciales de otros mundos; sus ocupantes eran hombres pequeos que a veces abducan a humanos. Poco despus experiment repetidas veces una pesadilla aterradora en la que ella y Barney eran abducidos y llevados a bordo de un ovni. Barney escuch cmo describa el sueo a unos amigos, compaeros de trabajo e investigadores voluntarios de ovnis. (Es curioso que Betty no comentara el tema directamente con su esposo.) Algo as como una semana despus de la experiencia, describieron el ovni como una torta con figuras uniformadas que se vean a travs de las ventanillas transparentes del aparato. Varios aos despus, el psiquiatra de Barney le envi a un hipnoterapeuta de Bostn, Benjamn Simn, doctor en medicina. Betty le acompa para ser hipnotizada tambin. Bajo hipnosis, ambos describieron por separado los detalles de lo que haba ocurrido durante las dos horas perdidas: vieron aterrizar el ovni en la carretera y, parcialmente inmovilizados, los llevaron al interior del aparato... donde unas criaturas pequeas, grises, humanoides de nariz larga (un detalle discordante con el paradigma del momento) los sometieron a exmenes mdicos no convencionales, incluyendo la introduccin de una aguja en el ombligo de ella (antes de que se hubiera inventado la amniocentesis en la Tierra). Ahora hay quien cree que sacaron vulos de los ovarios de Betty y esperma de Barney, aunque eso no forma parte de la historia original.12 El capitn ense a Betty un mapa del espacio interestelar con las rutas de la nave marcadas. Martn S. Kottmeyer ha demostrado que muchos de los motivos del relato de los Hill pueden encontrarse en una pelcula de 1953, Invasores de Marte. Y la historia de Barney sobre el aspecto de los extraterrestres, especialmente sus enormes ojos, surgi en una sesin de hipnosis slo doce das despus de la emisin de un episodio de la serie de televisin The Outer Limits en la que sala un extraterrestre as. El caso Hill fue ampliamente comentado. En 1975 se hizo una pelcula de televisin que introdujo la idea de que hay abductores extraterrestres bajitos y grises entre nosotros en la psique de millones de personas. Pero hasta los pocos cientficos de la poca que crean que algunos ovnis podan ser realmente naves espaciales extraterrestres se mostraron cautelosos. El supuesto encuentro brillaba por su ausencia en la sugerente lista de casos de ovnis recopilada por James E. McDonaId, un fsico meteorlogo de la Universidad de Arizona. En general, los cientficos que han estudiado los ovnis en serio han tendido a mantener los relatos de abduccin por extraterrestres a distancia... mientras que los que aceptan a
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En tiempos ms recientes, la seora Hill ha escrito que en las verdaderas abducciones por extraterrestres no se muestra ningn inters sexual. Sin embargo, con frecuencia se quedan algunas pertenencias [del abducido], como caas de pescar, joyas de distintos tipos, gafas o un poco de detergente.

pies juntillas las abducciones ven pocas razones para analizar simples luces en el cielo. El punto de vista de McDonaId sobre los ovnis no se basaba, segn l, en pruebas irrefutables, sino que era una conclusin como ltimo recurso: todas las explicaciones alternativas le parecan an menos crebles. A mediados de la dcada de los setenta organic una presentacin por parte de McDonaId de sus mejores casos en una reunin privada con importantes fsicos y astrnomos que nunca haban apostado por el tema de los ovnis. No slo no consigui convencerlos de que recibamos la visita de extraterrestres; ni siquiera consigui provocar su inters. Y era un grupo con una capacidad de asombro muy alta. Era simplemente que donde McDonaId vea extraterrestres, ellos encontraban explicaciones mucho ms prosaicas. Me agrad tener la oportunidad de pasar unas horas con el seor y la seora Hill y con el doctor Simn. La seriedad y sinceridad de Betty y Barney eran indudables, como su temor de convertirse en figuras pblicas en unas circunstancias tan extraas y difciles. Con el permiso de los Hill, Simn me permiti escuchar (y, a peticin ma, a McDonaId conmigo) algunas de las cintas de sus sesiones bajo hipnosis. Lo que ms me impresion, sin comparacin, fue el terror absoluto de la voz de Barney cuando describa reviva sera una palabra ms adecuada el encuentro. Simn, aunque prominente defensor de las virtudes de la hipnosis en la guerra y en la paz, no haba cado en el frenes pblico por los ovnis. Comparta generosamente los derechos de autor del exitoso libro de John Fuller, El viaje interrumpido, sobre la experiencia de los Hill. Si Simn hubiera declarado la autenticidad de su relato, las ventas del libro se podan haber disparado y l habra aumentado considerablemente sus ganancias. Tambin rechaz al instante la idea de que mentan o, como sugiri otro psiquiatra, que se trataba de una folie deux: una ilusin compartida en la que, generalmente, el miembro recesivo sigue el delirio del dominante. Qu queda entonces? Los Hill, dijo el psicoterapeuta, haban experimentado una especie de sueo. Juntos. ----ooo--Es perfectamente posible que haya ms de una fuente de relatos de abduccin por extraterrestres, igual que las hay para observaciones de ovnis. Consideremos algunas posibilidades. En 1894 se public en Londres El Censo Internacional de Alucinaciones en vigilia. Desde entonces hasta ahora, en repetidas encuestas se ha mostrado que del diez al veinticinco por ciento de las personas normales han experimentado al menos una vez en su vida una alucinacin

vvida: normalmente, or una voz o ver una forma inexistente. En casos ms raros, perciben un aroma que los persigue, oyen una msica o tienen una revelacin que les llega independiente de los sentidos. En algunos casos se convierten en acontecimientos que transforman a la persona o en profundas experiencias religiosas. Las alucinaciones podran ser una puertecita olvidada en el muro que llevara a una comprensin cientfica de lo sagrado. Probablemente, desde que murieron, he odo una docena de veces la voz de mi madre o mi padre, en tono de conversacin, diciendo mi nombre. Desde luego, cuando vivan me llamaban a menudo: para hacer una tarea, para recordarme una responsabilidad, ir a cenar, entablar una conversacin, hablar sobre un acontecimiento del da. Los echo tanto en falta que no me parece nada extrao que mi cerebro capte un recuerdo lcido de sus voces. Este tipo de alucinaciones pueden afectar a personas perfectamente normales en circunstancias perfectamente ordinarias. Tambin pueden provocarse: por una hoguera en el campo por la noche, por estrs emocional, durante ataques de epilepsia, migraas o fiebres altas, ayunos prolongados o insomnio13 o privacin sensorial (por ejemplo, en confinamiento solitario), o mediante alucingenos como LSD, psilocibina, mescalina o hachs. (El delrium trmens, el temible DT inducido por el alcohol, es una manifestacin conocida de un sndrome de abstinencia del alcoholismo.) Tambin hay molculas, como las fenotiazidas (tioridazina, por ejemplo), que hacen desaparecer las alucinaciones. Es muy probable que el cuerpo humano normal genere sustancias incluyendo quiz las pequeas protenas del cerebro de tipo morfina como las endorfinas que causan alucinaciones, y otras que las eliminan. Exploradores tan famosos (y poco histricos) como el almirante Richard Byrd, el capitn Joshua Slocum y sir Ernest Shackieton experimentaron vividas alucinaciones cuando se vieron sometidos a un aislamiento y soledad poco habituales. Cualesquiera que sean sus antecedentes neurolgicos y moleculares, las alucinaciones producen una sensacin real. En muchas culturas se buscan y se consideran una seal de ilustracin espiritual. Entre los nativos americanos de las praderas del Oeste, por ejemplo, o en muchas culturas indgenas de Siberia, la naturaleza de la alucinacin que experimentaba un hombre joven despus de una bsqueda de visin con xito presagiaba su
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Los Sueos se asocian a un estado llamado REM, abreviacin habitual de rapid eye movement. (Bajo los prpados cerrados, los ojos se mueven, quiz siguiendo la accin en el sueo, o quiz de manera aleatoria.) El estado REM est fuertemente relacionado con la excitacin sexual. Se han realizado experimentos en los que se despierta a los sujetos dormidos cada vez que emerge el estado REM, mientras a los miembros de un grupo de control se los despierta con la misma frecuencia todas las noches pero no cuando suean. Pasados unos das, el grupo de control est un poco tambaleante, pero el grupo experimental al que se impide soar alucina durante el da. No es que se pueda hacer alucinar de ese modo a algunas personas con una anormalidad particular; cualquiera es capaz de alucinar.

futuro; se discuta su significado con gran seriedad entre los ancianos y chamanes de la tribu. Hay ejemplos incontables en las religiones del mundo de patriarcas, profetas y salvadores que se retiran al desierto o la montaa y, con la ayuda del hambre y la privacin sensorial, encuentran dioses o demonios. Las experiencias religiosas de induccin psicodlica eran la marca de la cultura juvenil occidental de la dcada de los sesenta. La experiencia, como quiera que haya aparecido, se describe a menudo respetuosamente con palabras como trascendental, sobrenatural, sagrada y santa. Las alucinaciones son comunes. Tenerlas no significa estar loco. La literatura antropolgica est repleta de etnopsiquiatra de la alucinacin, sueos REM y trances de posesin que tienen muchos elementos comunes transculturalmente y a travs de los tiempos. Las alucinaciones se suelen interpretar como posesin de espritus buenos o malos. El antroplogo de Yale Weston La Barre llega incluso a argir que podra defenderse sorprendentemente bien que gran parte de la cultura es alucinacin y que toda la intencin y funcin del ritual parece ser... el deseo de un grupo de alucinar. Incluimos a continuacin una descripcin de alucinaciones como un problema de relacin seal/ruido de Louis J. West, antiguo director mdico de la clnica Neuropsiquitrica de la Universidad de California, Los ngeles. Est tomada de la decimoquinta edicin de la Enciclopedia Britnica:
...imaginemos a un hombre de pie ante el cristal de una ventana cerrada que se encuentra delante del hogar encendido, mirando hacia el jardn a la puesta de sol. Est tan absorto por la visin del mundo de fuera que no consigue visualizar el interior de la habitacin donde est. Sin embargo, a medida que en el exterior va oscureciendo, en la ventana puede verse el reflejo de imgenes de la habitacin detrs de l. Durante un rato puede mirar al jardn (si mira hacia la distancia) o el reflejo del interior de la habitacin (si fija la vista en el cristal a pocos centmetros de su cara). Cae la noche, pero la llama del fuego sigue brillando en el hogar e ilumina la habitacin. Ahora el observador ve un vivido reflejo en el cristal del interior de la habitacin que tiene detrs, que parece estar al otro lado de la ventana. Esta ilusin se va atenuando al irse apagando el fuego y, finalmente, cuando est oscuro tanto fuera como dentro, no se ve nada ms. Si se reaviva la llama del fuego de vez en cuando, reaparecen las visiones en el cristal. De un modo anlogo, las experiencias alucinatorias como las de los sueos normales ocurren cuando se reduce la luz del da (input sensorial) mientras la iluminacin interior (nivel general de excitacin cerebral) sigue siendo brillante y las imgenes que se originan dentro de las salas de nuestros cerebros pueden ser percibidas (alucinadas) como si vinieran de fuera de las ventanas de nuestros sentidos.

Otra analoga podra ser que los sueos, como las estrellas, siempre estn brillando. Aunque de da no suelen verse las estrellas porque el sol brilla demasiado, si hay un eclipse de sol durante el da, o si un espectador decide estar atento un rato despus de la puesta o antes de la salida del sol, o si se despierta de vez en cuando en una noche clara para mirar al cielo, las estrellas, como los sueos, aunque a menudo olvidadas, pueden ser vistas siempre. Un concepto ms relacionado con el cerebro es el de una actividad continua de procesamiento de informacin (una especie de corriente preconsciente) que recibe continuamente la influencia de fuerzas tanto conscientes como inconscientes y que constituye el suministro potencial de contenido del sueo. El sueo es una experiencia en la que, durante unos minutos, el individuo tiene cierta conciencia de la corriente de datos que se procesan. Las alucinaciones en estado de vigilia implicaran tambin el mismo fenmeno, producido por una serie algo distinta de circunstancias psicolgicas o fisiolgicas... Parece ser que toda la conducta y experiencia humana (tanto normal como anormal) va acompaada de fenmenos ilusorios y alucinatorios. Mientras la relacin de estos fenmenos con la enfermedad mental ha sido bien documentada, quiz no se ha considerado bastante su papel en la vida cotidiana. Una mayor comprensin de las ilusiones y alucinaciones entre gente normal puede proporcionar explicaciones para experiencias relegadas de otro modo a lo misterioso, extrasensorial o sobrenatural.

Seguramente perderamos algo importante de nuestra propia naturaleza si nos negramos a enfrentarnos al hecho de que las alucinaciones son parte del ser humano. Sin embargo, eso no hace que las alucinaciones sean parte de una realidad externa ms que interna. Del cinco al diez por ciento de las personas somos extremadamente sugestionables, capaces de entrar en un profundo trance hipntico a una orden. Aproximadamente, el diez por ciento de los americanos declara haber visto uno o ms fantasmas. Este nmero es superior al de los que dicen recordar haber sido abducidos por extraterrestres, aproximadamente igual al de los que han afirmado haber visto uno o ms ovnis, e inferior al nmero de los que la ltima semana de presidencia de Richard Nixon antes de que dimitiera para evitar el enjuiciamiento pensaban que su tarea como presidente era de buena a excelente. Al menos el uno por ciento de todos nosotros es esquizofrnico. Esto suma ms de cincuenta millones de esquizofrnicos en el planeta, mas, por ejemplo, que la poblacin de Inglaterra. En su libro de 1970 sobre pesadillas, el psiquiatra John Mack sobre el que dir algo ms escribe:
Hay un perodo en la ms tierna infancia en que los sueos se consideran reales y el nio considera los acontecimientos, transformaciones, gratificaciones y amenazas que los componen como una parte de su vida cotidiana real, igual que

las experiencias vividas durante el da. La capacidad de establecer y mantener distinciones claras entre la vida de los sueos y la vida en el mundo exterior es difcil de alcanzar y se tarda unos aos en dominarla, no completndose ni siquiera en nios normales antes de los ocho o diez aos. Es particularmente difcil que el nio, dada la vividez y la apremiante intensidad afectiva de las pesadillas, las juzgue de manera realista.

Cuando un nio cuenta una historia fabulosa haba una bruja haciendo muecas en la habitacin a oscuras; un tigre debajo de la cama; la vasija se rompi porque entr un pjaro multicolor por la ventana y no porque, contra las normas de la familia, alguien jugaba a la pelota dentro de la casa, miente consciente o inconscientemente? Sin duda los padres actan a menudo como si el nio no pudiera distinguir plenamente entre fantasa y realidad. Algunos nios tienen una imaginacin activa; otros estn peor dotados en este aspecto. Algunas familias pueden respetar la capacidad de fantasear y alentar al nio, dicindole al mismo tiempo algo as como: Oh, eso no es real; es slo tu imaginacin. Otras familias pueden mostrar impaciencia ante la fabulacin dificulta al menos marginalmente el gobierno de la casa y la resolucin de disputas y no fomentar las fantasas de sus hijos, quiz inculcndoles incluso que es algo vergonzoso. Algunos padres pueden tener poco clara por su parte la distincin entre realidad y fantasa, o incluso entrar seriamente en la fantasa. A partir de todas esas tendencias contrapuestas y prcticas de educacin infantil, algunas personas pueden tener una capacidad de fantasear intacta, y una historia, hasta bien entrada la edad adulta, de fabulacin. Otros crecen creyendo que el que no conoce la diferencia entre realidad y fantasa est loco. Muchos de nosotros estamos en algn lugar entre ambos. Los abducidos afirman con frecuencia haber visto extraterrestres en su infancia: entrando por la ventana o escondidos bajo la cama o en el armario. Pero los nios cuentan historias similares en todo el mundo, con hadas, elfos, duendes, fantasmas, brujas, diablillos y una rica variedad de amigos imaginarios. Debemos pensar que hay dos grupos diferentes de nios; uno que ve seres terrenos imaginarios y el otro que ve extraterrestres genuinos? No es ms razonable pensar que los dos grupos estn viendo, o alucinando, lo mismo? La mayora de nosotros recordamos haber tenido miedo a los dos aos o ms de monstruos totalmente imaginarios pero que parecan reales, especialmente por la noche o en la oscuridad. Yo todava recuerdo ocasiones en que me senta tan absolutamente aterrorizado que me esconda bajo las mantas y, cuando no lo poda soportar ms, corra hacia la seguridad del cuarto de mis padres, si es que consegua llegar antes de caer en las garras

de... la Presencia. El dibujante americano Gary Larson, que trata el gnero de terror, escribe en uno de sus libros la siguiente dedicatoria:
Cuando era pequeo, nuestra casa estaba llena de monstruos. Vivan en los armarios, debajo de la cama, en el desvn, en el stano y cuando oscureca en todas partes. Dedico este libro a mi padre, que me mantuvo a salvo de todos ellos.

Quiz los terapeutas de abducciones deberan sacar ms provecho de eso. Parte de la razn por la que los nios tienen miedo de la oscuridad puede ser que, hasta hace poco en nuestra historia evolutiva, nunca han dormido solos, sino acurrucados y seguros bajo la proteccin de un adulto... usualmente la madre. En el Occidente ilustrado los dejamos solos en una habitacin oscura, les deseamos buenas noches y nos cuesta entender por qu a veces lo pasan mal. Evolutivamente es totalmente lgico que los nios tengan fantasas de monstruos que asustan. En un mundo con leones y hienas al acecho, esas fantasas contribuyen a impedir que los nios pequeos sin defensas se alejen demasiado de sus protectores. Cmo puede ser eficaz este mecanismo de seguridad para un animal joven, vigoroso y curioso si no provoca un terror de dimensiones industriales? Los que no tienen miedo de los monstruos no suelen dejar descendientes. A la larga, supongo, en el curso de la evolucin humana, casi todos los nios acaban teniendo miedo de los monstruos. Pero, si somos capaces de evocar monstruos terrorficos en la infancia, por qu algunos de nosotros, al menos en alguna ocasin, no podramos ser capaces de fantasear con algo similar, algo realmente horrible, una ilusin compartida, como adultos? Es significativo que las abducciones por extraterrestres ocurran principalmente en el momento de dormirse o despertarse, o en largos viajes en automvil, cuando existe el peligro bien conocido de sumergirse en una especie de ensoacin hipntica. Los terapeutas de abducidos se quedan perplejos cuando sus pacientes cuentan que gritaron de terror mientras sus cnyuges dorman pesadamente a su lado. Pero no es eso tpico de los sueos... que no se oigan nuestros gritos pidiendo ayuda? Podra ser que esas historias tuviesen algo que ver con el sueo y, como propuso Benjamn Simn para los Hill, fueran una especie de sueo? Un sndrome psicolgico comn, aunque insuficientemente conocido, bastante parecido al de la abduccin por extraterrestres se llama parlisis del sueo. Mucha gente la experimenta. Ocurre en este mundo crepuscular a medio camino entre estar totalmente despierto y totalmente dormido. Durante unos minutos, quiz ms, uno se queda inmvil y con una ansiedad aguda. Siente un peso sobre el pecho como si tuviera a alguien sentado o tendido encima. Las palpitaciones del corazn son rpidas, la respiracin trabajosa.

Se pueden experimentar alucinaciones auditivas o visuales, de personas, demonios, fantasmas, animales o pjaros. En la situacin adecuada, la experiencia puede tener toda la fuerza y el impacto de la realidad, segn Robert Baker, un psiclogo de la Universidad de Kentucky. A veces, la alucinacin tiene un marcado componente sexual. Baker afirma que esas perturbaciones comunes del sueo son la base de muchos, si no la mayora, de los relatos de abduccin de extraterrestres. (l y otros sugieren que hay otras clases de declaraciones de abduccin realizadas por individuos con tendencia a las fantasas, dice, o a las bromas.) De modo similar, el Harvard Mental Health Letter (septiembre de 1994) comenta:
La parlisis del sueo puede durar varios minutos y a veces va acompaada de vividas alucinaciones como de sueo que dan pie a historias sobre visitas de los dioses, espritus y criaturas extraterrestres.

Sabemos por los primeros trabajos del neurofisilogo canadiense Wilder Penfield que la estimulacin elctrica de ciertas regiones del cerebro provoca verdaderas alucinaciones. La gente con epilepsia del lbulo temporal que implica una cascada de impulsos elctricos generada naturalmente en la parte del cerebro detrs de la frente experimenta una serie de alucinaciones casi indistinguibles de la realidad, incluyendo la presencia de un ser extrao o ms, ansiedad, flotacin en el aire, experiencias sexuales y una sensacin de haberse saltado un perodo de tiempo. Tambin existe lo que parece una gran comprensin de las cuestiones ms profundas y una necesidad de comunicarlas. Parece trazarse una lnea continua de estimulacin espontnea del lbulo temporal desde la gente con epilepsia grave a los ms normales de entre nosotros. Al menos en un caso presentado por otro neurocientfico canadiense, Michael Persinger, la administracin de un frmaco antiepilptico, la carbamazepina, elimin la sensacin recurrente de una mujer de experimentar el caso tpico de abduccin por extraterrestres. As, estas alucinaciones, generadas espontneamente o con asistencia qumica o experimental, pueden representar un papel quiz centralen los relatos sobre ovnis. Pero es fcil parodiar un punto de vista as: los ovnis explicados como alucinaciones masivas. Todo el mundo sabe que no existe lo que se llama una alucinacin compartida. No? ----ooo--A medida que se empez a popularizar ampliamente la posibilidad de vida extraterrestre especialmente con los canales marcianos de Percival Lowell a finales del siglo pasado la gente empez a declarar que estableca

contacto con los extraterrestres, especialmente marcianos. El libro del psiclogo Theodore Flournoy. De la India al planeta Marte, escrito en 1901, describe un mdium de habla francesa que en estado de trance dibuj retratos de los marcianos (son iguales que nosotros) y present su alfabeto y lenguaje (con un notable parecido al francs). El psiquiatra Carl Jung, en su disertacin doctoral en 1902, describi a una mujer joven suiza que se agit al descubrir, sentado en un tren delante de ella, a un habitante de las estrellas de Marte. Los marcianos estn desprovistos de ciencia, filosofa y almas, le dijo, pero tienen una tecnologa avanzada. Hace tiempo que existen mquinas voladoras en Marte; todo Marte est cubierto de canales, y cosas as. Charles Fort, un coleccionista de informes anmalos que muri en 1932, escribi: Quiz haya habitantes en Marte que enven secretamente informes sobre este mundo a sus gobiernos. En la dcada de 1950, un libro de Gerald Heard revel que los ocupantes del platillo eran abejas marcianas inteligentes. Quin sino ellas podran sobrevivir a los fantsticos giros de ngulo recto que se dice que hacen los ovnis? Pero cuando en 1971 el Mariner 9 demostr que los canales eran ilusorios y, al no encontrar los Viking 1 y 2 ninguna prueba clara siquiera de la existencia de microbios en Marte en 1976, el entusiasmo popular por el Marte de Loweil se apag y no se habl ms de visitas de marcianos. Entonces se dijo que los extraterrestres venan de otra parte. Por qu? Por qu no ms marcianos? Y cuando se descubri que la superficie de Venus era lo bastante caliente como para derretir el plomo, no se produjeron ms visitas de Venus. Se ajusta alguna parte de estas historias a los cnones de creencia actuales? Qu implica eso sobre su origen? No hay duda que la alucinacin de los humanos es comn. La duda sobre si existen extraterrestres, si frecuentan nuestro planeta o si nos abducen y molestan es considerable. Podramos discutir sobre los detalles, pero probablemente una categora de explicacin se sostenga mejor que otra. La principal reserva que se puede formular es: Por que tanta gente declara hoy en da esa serie particular de alucinaciones? Por qu seres pequeos y sombros, platillos volantes y experimentos sexuales?

CAPTULO 7

EL MUNDO POSEDO POR DEMONIOS

Hay mundos posedos por demonios, regiones de total oscuridad. Upanisad de Isa (India, 600 a. J.C. aprox)

El temor de las cosas invisibles es la semilla natural de lo que cada uno llama para s mismo religin.
THOMAS HOBBES,

Leviatn (1651)

Los dioses velan por nosotros y guan nuestros destinos, ensean muchas culturas humanas; hay otras entidades, ms malvolas, responsables de la existencia del mal. Las dos clases de seres, tanto si se consideran naturales como sobrenaturales, reales o imaginarios, sirven a las necesidades humanas. Aun en el caso que sean totalmente imaginarios, la gente se siente mejor creyendo en ellos. As, en una poca en que las religiones tradicionales se han visto sometidas al fuego abrasador de la ciencia, no es natural envolver a los antiguos dioses y demonios en un atuendo cientfico y llamarlos extraterrestres?

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La creencia en los demonios estaba muy extendida en el mundo antiguo. Se los consideraba seres ms naturales que sobrenaturales. Hesodo los menciona casualmente. Scrates describa su inspiracin filosfica como la obra de un demonio personal benigno. Su maestra, Diotima de Mantineia, le dice (en el Symposio de Platn) que todo lo que es genio (demonio) est entre lo divino y lo mortal... La divinidad no se pone en contacto con el hombre contina sino que es a travs de este gnero de seres por donde tiene lugar todo comercio y todo dilogo entre los dioses y los hombres, tanto durante la vigilia como durante el sueo. Platn, el estudiante ms clebre de Scrates, asignaba un gran papel a los demonios: Ninguna naturaleza humana investida con el poder supremo es capaz de ordenar los asuntos humanos dijo y no rebosar de insolencia y error...
No nombramos a los bueyes seores de los bueyes, ni a las cabras de las cabras, sino que nosotros mismos somos una raza superior y gobernamos sobre ellos. Del mismo modo Dios, en su amor por la humanidad, puso encima de nosotros a los demonios, que son una raza superior, y ellos, con gran facilidad y placer para ellos, y no menos para nosotros, dndonos paz y reverencia y orden y justicia que nunca flaquea, hicieron felices y unieron a las tribus de hombres.

Platn negaba decididamente que los demonios fueran una fuente de mal, y representaba a Eros, el guardin de las pasiones sexuales, como un genio o demonio, no un dios, ni mortal ni inmortal, ni bueno ni malo. Pero todos los platonistas posteriores, incluyendo los neoplatonistas que influyeron poderosamente en la filosofa cristiana, sostenan que haba algunos demonios buenos y otros malos. El pndulo iba de un lado a otro. Aristteles, el famoso discpulo de Platn, consider seriamente la idea de que los sueos estuvieran escritos por demonios. Plutarco y Porfirio proponan que los demonios, que llenaban el aire superior, venan de la Luna. Los primeros Padres de la Iglesia, a pesar de haberse empapado del neoplatonismo de la cultura en la que nadaban, deseaban separarse de los sistemas de creencia pagana. Enseaban que toda la religin pagana consista en la adoracin de demonios y hombres, ambos malinterpretados como dioses. Cuando san Pablo se quejaba (Efesios 6, 14) de la maldad en las alturas, no se refera a la corrupcin del gobierno sino a los demonios, que vivan all:
Porque nuestra lucha no es contra la carne y la sangre, sino contra los Principados, contra las Potestades, contra los Dominadores de este mundo tenebroso, contra los Espritus del Mal que estn en las alturas.

Desde el principio se pretendi que los demonios eran mucho ms que una mera metfora potica del mal en el corazn de los hombres. A san Agustn le afligan los demonios. Cita el pensamiento pagano prevaleciente en su poca: Los dioses ocupan las regiones ms altas, los hombres las ms bajas, los demonios la del medio... Ellos poseen la inmortalidad del cuerpo, pero tienen pasiones de la mente en comn con los hombres. En el libro VIII de La ciudad de Dios (empezado en 413), Agustn asimila esta antigua tradicin, sustituye a los dioses por Dios y demoniza a los demonios, arguyendo que son malignos sin excepcin. No tienen virtudes que los rediman. Son el manantial de todo el mal espiritual y material. Los llama animales etreos... ansiosos de infligir males, completamente ajenos a la rectitud, henchidos de orgullo, plidos de envidia, sutiles en el engao. Pueden afirmar que llevan mensajes entre Dios y el hombre disfrazndose como ngeles del Seor, pero su actitud es una trampa para llevarnos a nuestra destruccin. Pueden asumir cualquier forma y saben muchas cosas demonio quiere decir conocimiento en griego,14 especialmente sobre el mundo material. Por inteligentes que sean, su caridad es deficiente. Atacan

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Ciencia significa conocimiento en latn. Aun sin profundizar, se nos revela aqu una disputa jurisdiccional.

las mentes cautivas y burladas de los hombres, escribi Tertuliano. Moran en el aire, tienen a las estrellas por vecinas y comercian con las nubes. En el siglo XI, el influyente telogo bizantino, filosofo y turbio poltico Miguel Psellus, describa a los demonios con estas palabras:
Esos animales existen en nuestra propia vida, que est llena de pasiones, porque estn presentes de manera abundante en ellas y su lugar de residencia es el de la materia, como lo es su rango y grado. Por esta razn estn tambin sujetos a pasiones y encadenados a ellas.

Un tal Richalmus, abad de Schnthal, alrededor de 1270 acu un tratado entero sobre demonios, lleno de experiencias de primera mano: ve (aunque slo cuando cierra los ojos) incontables demonios malevolentes, como motas de polvo, que revolotean alrededor de su cabeza... y la de los dems. A pesar de las olas sucesivas de puntos de vista racionalista, persa, judo, cristiano y musulmn, a pesar del fermento revolucionario social, poltico y filosfico, la existencia, gran parte del carcter e incluso el nombre de los demonios se mantuvo inalterable desde Hesodo hasta las Cruzadas. Los demonios, los poderes del aire, bajan de los cielos y mantienen ayuntamiento sexual ilcito con las mujeres. Agustn crea que las brujas eran fruto de esas uniones prohibidas. En la Edad Media, como en la antigedad clsica, casi todo el mundo crea esas historias. Se llamaba tambin a los demonios diablos o ngeles cados. Los demonacos seductores de las mujeres reciban el nombre de ncubos; los de los hombres, scubos. Hay algunos casos en que las monjas, con cierta perplejidad, declaraban un parecido asombroso entre el ncubo y el cura confesor, o el obispo, y al despertar a la maana siguiente, segn contaba un cronista del siglo XV, se encontraban contaminadas como si hubieran yacido con varn. Hay relatos similares, pero no en conventos, sino en los harenes de la antigua China. Eran tantas las mujeres que denunciaban ncubos, segn argumentaba el religioso presbtero Richard Baxter (en su Certidumbre del mundo de los espritus, 1691), que es impudicia negarlo.15 Cuando los ncubos y scubos seducan, se perciban como un peso sobre el pecho del soador. Mare, a pesar de su significado en latn, es la antigua palabra inglesa para designar al ncubo, y nightmare (pesadilla) significaba originalmente el demonio que se sienta sobre el pecho de los que duermen y los atormenta con sueos. En la Vida de san Antonio de Atanasio
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Igualmente, en la misma obra: Son tantos los que atestiguan que las brujas provocan tormentas que creo innecesario nombrarlos. El telogo Meric Casaubon en su libro de 1668, De la credulidad y la incredulidad arga que las brujas deban existir porque, al fin y al cabo, todo el mundo cree en ellas. Cualquier cosa en la que cree un gran nmero de personas tiene que ser cierta.

(escrita alrededor del 360) se describa que los demonios entraban y salan a voluntad de habitaciones cerradas; mil cuatrocientos aos despus, en su obra De Daemonialitae, el erudito franciscano Ludovico Sinistrari nos asegura que los demonios atraviesan las paredes. Prcticamente no se cuestion la realidad externa de los demonios desde la antigedad hasta finales de la poca medieval. Maimnides negaba su existencia, pero una mayora aplastante de los rabinos crean en dybbuks. Uno de los pocos casos que he podido encontrar en que incluso se llega a insinuar que los demonios podran ser internos, generados en nuestras mentes, es cuando se le pregunt a Abba Poemen, uno de los Padres del Desierto de la primera Iglesia: Cmo luchan contra m los demonios? Los demonios luchan contra ti? pregunt a su vez el padre Poemen. Son nuestras propias voluntades las que se convierten en demonios y nos atacan. Las actitudes medievales sobre ncubos y scubos estaban influenciadas por el Comentario sobre el sueo de Escipin de Macrobio, escrito en el siglo XIV, del que se hicieron docenas de ediciones antes de la Ilustracin europea: Macrobio describi los fantasmas que se vean en el momento entre la vigilia y el sopor. El soador imagina a los fantasmas como depredadores. Macrobio tena un sesgo escptico que los lectores medievales tendan a ignorar. La obsesin con los demonios empez a alcanzar un crescendo cuando, en su famosa Bula de 1484, el papa Inocencio VIII declar:
Ha llegado a nuestros odos que miembros de ambos sexos no evitan la relacin con ngeles malos, ncubos y scubos, y que, mediante sus brujeras, conjuros y hechizos sofocan, extinguen y echan a perder los alumbramientos de las mujeres, adems de generar otras muchas calamidades.

Con esta bula, Inocencio inici la acusacin, tortura y ejecucin sistemtica de incontables brujas de toda Europa. Eran culpables de lo que Agustn haba descrito como una asociacin criminal del mundo oculto. A pesar del imparcial miembros de ambos sexos del lenguaje de la bula, las perseguidas eran principalmente mujeres jvenes y adultas. Muchos protestantes importantes de los siglos siguientes a pesar de sus diferencias con la Iglesia catlica, adoptaron puntos de vista casi idnticos. Incluso humanistas como Desiderio Erasmo y Toms Moro crean en brujas. Abandonar la brujera deca John Wesley, el fundador del metodismo es como abandonar la Biblia. William Blackstone, el clebre jurista, en sus Comentarios sobre las Leyes de Inglaterra (1765), afirm:

Negar la posibilidad, es ms, la existencia real de la brujera y la hechicera equivale a contradecir llanamente el mundo revelado por Dios en varios pasajes tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento.

Inocencio ensalzaba a nuestros queridos hijos Henry Kramer y James Sprenger que, mediante Cartas Apostlicas han sido delegados como Inquisidores de esas depravaciones herticas: Si las abominaciones y atrocidades en cuestin se mantienen sin castigo, las almas de las multitudes se enfrentan a la condena eterna. El papa nombr a Kramer y Sprenger para que escribieran un estudio completo utilizando toda la artillera acadmica de finales del siglo XV. Con citas exhaustivas de las Escrituras y de eruditos antiguos y modernos, produjeron el Malleus Maleficarum, martillo de brujas, descrito con razn como uno de los documentos ms aterradores de la historia humana. Thomas Ady, en Una vela en la oscuridad, lo calific de doctrinas e invenciones infames, horribles mentiras e imposibilidades que servan para ocultar su crueldad sin parangn a los odos del mundo. Lo que el Malleus vena a decir, prcticamente, era que, si a una mujer la acusan de brujera, es que es bruja. La tortura es un medio infalible para demostrar la validez de la acusacin. El acusado no tiene derechos. No tiene oportunidad de enfrentarse a los acusadores. Se presta poca atencin a la posibilidad de que las acusaciones puedan hacerse con propsitos impos: celos, por ejemplo, o venganza, o la avaricia de los inquisidores que rutinariamente confiscaban las propiedades de los acusados para su propio uso y disfrute. Su manual tcnico para torturadores tambin incluye mtodos de castigo diseados para liberar los demonios del cuerpo de la vctima antes de que el proceso la mate. Con el Malleus en mano, con la garanta del aliento del papa, empezaron a surgir inquisidores por toda Europa. Rpidamente se convirti en un provechoso fraude. Todos los costes de la investigacin, juicio y ejecucin recaan sobre los acusados o sus familias; hasta las dietas de los detectives privados contratados para espiar a la bruja potencial, el vino para los centinelas, los banquetes para los jueces, los gastos de viaje de un mensajero enviado a buscar a un torturador ms experimentado a otra ciudad, y los haces de lea, el alquitrn y la cuerda del verdugo. Adems, cada miembro del tribunal tena una gratificacin por bruja quemada. El resto de las propiedades de la bruja condenada, si las haba, se dividan entre la Iglesia y el Estado. A medida que se institucionalizaban estos asesinatos y robos masivos y se sancionaban legal y moralmente, iba surgiendo una inmensa burocracia para servirla y la atencin se fue ampliando desde las brujas y viejas pobres hasta la clase media y acaudalada de ambos sexos.

Cuantas ms confesiones de brujera se conseguan bajo tortura, ms difcil era sostener que todo el asunto era pura fantasa. Como a cada bruja se la obligaba a implicar a algunas ms, los nmeros crecan exponencialmente. Constituan pruebas temibles de que el diablo sigue vivo, como se dijo ms tarde en Amrica en los juicios de brujas de Salem. En una era de credulidad, se aceptaba tranquilamente el testimonio ms fantstico: que decenas de miles de brujas se haban reunido para celebrar un aquelarre en las plazas pblicas de Francia, y que el cielo se haba oscurecido cuando doce mil de ellas se echaron a volar hacia Terranova. En la Biblia se aconsejaba: No dejars que viva una bruja. Se quemaron legiones de mujeres en la hoguera.16 Y se aplicaban las torturas ms horrendas a toda acusada, joven o vieja, una vez los curas haban bendecido los instrumentos de tortura. Inocencio muri en 1492, tras varios intentos fallidos de mantenerlo con vida mediante transfusiones (que provocaron la muerte de tres jvenes) y amamantndose del pecho de una madre lactante. Le lloraron sus amantes y sus hijos. En Gran Bretaa se contrat a buscadores de brujas, tambin llamados punzadores, que reciban una buena gratificacin por cada chica o mujer que entregaban para su ejecucin. No tenan ningn aliciente para ser cautos en sus acusaciones. Solan buscar marcas del diablo cicatrices, manchas de nacimiento o nevi que, al pincharlas con una aguja, no producan dolor ni sangraban. Una simple inclinacin de la mano sola producir la impresin de que la aguja penetraba profundamente en la carne de la bruja. Cuando no haba marcas visibles, bastaba con las marcas invisibles. En las galeras, un punzador de mediados del siglo XVII confes que haba causado la muerte de ms de doscientas veinte mujeres en Inglaterra y Escocia por el beneficio de veinte chelines la pieza.17 En los juicios de brujas no se admitan pruebas atenuantes o testigos de la defensa. En todo caso, era casi imposible para las brujas acusadas presentar buenas coartadas: las normas de las pruebas tenan un carcter especial. Por ejemplo, en ms de un caso el marido atestigu que su esposa estaba durmiendo en sus brazos en el preciso instante en que la acusaban de estar retozando con el diablo en un aquelarre de brujas; pero el arzobispo, pacientemente, explic que un demonio haba ocupado el lugar de la esposa. Los maridos no deban pensar que sus poderes de percepcin podan exceder
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Por lo visto, la Santa Inquisicin adopt este tipo de ejecucin para acatar literalmente una frase bien intencionada de la ley cannica (Concilio de Tours, 1163): La Iglesia abomina del derramamiento de sangre. 17 En el tenebroso terreno de los cazadores de recompensas e informadores a sueldo, la corrupcin vil suele ser la norma, en todo el mundo y a lo largo de toda la historia humana. Para tomar un ejemplo casi al azar, en 1994, a cambio de una cantidad, un grupo de inspectores de correos de Cleveland decidi actuar en secreto para descubrir a delincuentes; a continuacin inventaron casos penales contra treinta y dos trabajadores de correos inocentes.

los poderes de engao de Satans. Las mujeres jvenes y bellas eran enviadas forzosamente a la hoguera. Los elementos erticos y misginos eran fuertes... como puede esperarse de una sociedad reprimida sexualmente, dominada por varones, con inquisidores procedentes de la clase de los curas, nominalmente clibes. En los juicios se prestaba atencin minuciosa a la calidad y cantidad de los orgasmos en las supuestas copulaciones de las acusadas con demonios o el diablo (aunque Agustn estaba seguro de que no podemos llamar fornicador al diablo) y a la naturaleza del miembro del diablo (fro, segn todos los informes). Las marcas del diablo se encontraban generalmente en los pechos o partes ntimas, segn el libro de 1700 de Ludovico Sinistrari. Como resultado, los inquisidores, exclusivamente varones, afeitaban el vello pbico de las acusadas y les inspeccionaban cuidadosamente los genitales. En la inmolacin de la joven Juana de Arco a los veinte aos, tras habrsele incendiado el vestido, el verdugo de Ran apag las llamas para que los espectadores pudieran ver todos los secretos que puede o debe haber en una mujer. La crnica de los que fueron consumidos por el fuego slo en la ciudad alemana de Wurzburgo en el ao 1598 revela la estadstica y nos da una pequea muestra de la realidad humana:
El administrador del senado, llamado Gering; la anciana seora Kanzier; la rolliza esposa del sastre; la cocinera del seor Mengerdorf; una extranjera; una mujer extraa; Baunach, un senador, el ciudadano ms gordo de Wurtzburgo; el antiguo herrero de la corte; una vieja; una nia pequea, de nueve o diez aos; su hermana pequea; la madre de las dos nias pequeas antes mencionadas; la hija de Liebler; la hija de Goebel, la chica ms guapa de Wurtzburgo; un estudiante que saba muchos idiomas; dos nios de la iglesia, de doce aos de edad cada uno; la hija pequea de Stepper; la mujer que vigilaba la puerta del puente; una anciana; el hijo pequeo del alguacil del ayuntamiento; la esposa de Knertz, el carnicero; la hija pequea del doctor Schuitz; una chica ciega; Schwartz, cannigo de Hach...

Y as sigue. Algunos recibieron una atencin humana especial: La hija pequea de Valkenberger fue ejecutada y quemada en la intimidad. En un solo ao hubo veintiocho inmolaciones pblicas, con cuatro a seis vctimas de promedio en cada una de ellas, en esta pequea ciudad. Era un microcosmos de lo que ocurra en toda Europa. Nadie sabe cuntos fueron ejecutados en total: quiz cientos de miles, quiz millones. Los responsables de la persecucin, tortura, juicio, quema y justificacin actuaban desinteresadamente. Slo haba que preguntrselo.

No se podan equivocar. Las confesiones de brujera no podan basarse en alucinaciones, por ejemplo, o en intentos desesperados de satisfacer a los inquisidores y detener la tortura. En este caso, explicaba el juez de brujas Pierre de Lancre (en su libro de 1612, Descripcin de la inconstancia de los ngeles malos), la Iglesia catlica estara cometiendo un gran crimen por quemar brujas. En consecuencia, los que plantean estas posibilidades atacan a la Iglesia y cometen ipso facto un pecado mortal. Se castigaba a los crticos de las quemas de brujas y, en algunos casos, tambin ellos moran en la hoguera. Los inquisidores y torturadores realizaban el trabajo de Dios. Estaban salvando almas, aniquilando a los demonios. Desde luego, la brujera no era la nica ofensa merecedora de tortura y quema en la hoguera. La hereja era un delito ms grave todava, y tanto catlicos como protestantes la castigaban sin piedad. En el siglo XVI, el erudito William Tyndale cometi la temeridad de pensar en traducir el Nuevo Testamento al ingls. Pero, si la gente poda leer la Biblia en su propio idioma en lugar de hacerlo en latn, se podra formar sus propios puntos de vista religiosos independientes. Podran pensar en establecer una lnea privada con Dios sin intermediarios. Era un desafo para la seguridad del trabajo de los curas catlicos romanos. Cuando Tyndale intent publicar su traduccin, le acosaron y persiguieron por toda Europa. Finalmente le detuvieron, le pasaron a garrote y despus, por aadidura, le quemaron en la hoguera. A continuacin, un grupo de pelotones armados fue casa por casa en busca de ejemplares de su Nuevo Testamento (que un siglo despus sirvi de base de la exquisita traduccin inglesa del rey Jacobo). Eran cristianos que defendan piadosamente el cristianismo impidiendo que otros cristianos conocieran las palabras de Cristo. Con esta disposicin mental, este clima de convencimiento absoluto de que la recompensa del conocimiento era la tortura y la muerte, era difcil ayudar a los acusados de brujera. La quema de brujas es una caracterstica de la civilizacin occidental que, con alguna excepcin poltica ocasional, declin a partir del siglo XVI. En la ltima ejecucin judicial de brujas en Inglaterra se colg a una mujer y a su hija de nueve aos. Su crimen fue provocar una tormenta por haberse quitado las medias. En nuestra poca es normal encontrar brujas y diablos en los cuentos infantiles, la Iglesia catlica y otras Iglesias siguen practicando exorcismos de demonios y los defensores de algn culto todava denuncian como brujera las prcticas rituales de otro. Todava usamos la palabra pandemnium (literalmente, todos los demonios). Todava se califica de demonaca a una persona enloquecida o violenta. (Hasta el siglo XVIII no dej de considerarse la enfermedad mental en general como adscrita a causas sobrenaturales; incluso el insomnio era considerado un castigo infligido por demonios.) Ms de la mitad de los norteamericanos declaran en las encuestas

que creen en la existencia del diablo, y el diez por ciento dicen haberse comunicado con l, como Martn Luther afirmaba que haca con regularidad. En un manual de guerra espiritual, titulado Preprate para la guerra, Rebecca Brown nos informa de que el aborto y el sexo fuera del matrimonio, casi siempre resultarn en infestacin demonaca; que el carcter de la meditacin, el yoga y las artes marciales pretenden seducir a cristianos confiados para que adoren a los demonios; y que la msica rock no "surgi porque s", sino que era un plan cuidadosamente elaborado por el propio Satans. A veces, tus seres queridos estn cegados y dominados por tendencias diablicas. La demonologa todava sigue formando parte de muchas creencias serias. Y qu hacen los demonios? En el Malleus, Kramer y Sprenger revelan que los diablos... se dedican a interferir en el proceso de copulacin y concepcin normal, a obtener semen humano y transferirlo ellos mismos. La inseminacin artificial demonaca en la Edad Media se encuentra ya en santo Toms de Aquino, que nos dice en De la Trinidad que los demonios pueden transferir el semen que han recogido para inyectarlo en los cuerpos de otros. Su contemporneo san Buenaventura lo expresa con mayor detalle: los scubos se someten a los machos y reciben su semen; con astuta habilidad, los demonios conservan su potencia, y despus, con el permiso de Dios, se convierten en ncubos y lo vierten en los depositarios femeninos. Los productos de esas uniones con mediacin del demonio tambin reciben la visita de los demonios. Se forja un vnculo sexual multigeneracional entre especies. Y recordemos que se sabe perfectamente que esas criaturas vuelan; ciertamente, viven en las alturas. En esas historias no hay nave espacial. Pero se hallan presentes la mayora de los elementos centrales de los relatos de abduccin por extraterrestres, incluyendo la existencia de seres no humanos con una obsesin sexual que viven en el cielo, atraviesan las paredes, se comunican telepticamente y practican experimentos de cra en la especie humana. A no ser que creamos que los demonios existen de verdad, cmo podemos entender que todo el mundo occidental (incluyendo a los que se consideran ms sabios entre ellos) abrace un sistema de creencias tan extrao, que cada generacin lo vea reforzado por su experiencia personal y sea enseado por la Iglesia y el Estado? Hay alguna alternativa real aparte de una ilusin compartida basada en las conexiones del cerebro y la qumica comunes? ---ooo--En el Gnesis leemos acerca de ngeles que se emparejan con las hijas de los hombres. Los mitos culturales de la antigua Grecia y Roma hablan de dioses que se aparecen a las mujeres en forma de toros, cisnes o

lluvias de oro y las fecundan. En una antigua tradicin cristiana, la filosofa no derivaba del ingenio humano sino de la conversacin ntima de los demonios: los ngeles cados revelaban los secretos del cielo a sus consortes humanos. Aparecen relatos con elementos similares en culturas de todo el mundo. En correspondencia con los ncubos estn los djinn rabes, los stiros griegos, los bhuts hindes, los hotua poro de Samoa, los dusti clticos y muchos otros. En una poca de histeria demonaca era bastante fcil demonizar a aquellos a quienes se tema u odiaba. As, se dijo que Merln haba sido engendrado por un ncubo. Como Platn, Alejandro Magno, Augusto y Martn Lutero. En ocasiones se acus a un pueblo entero por ejemplo, los hunos o los habitantes de Chipre de haber sido engendrado por demonios. En la tradicin talmdica, el scubo arquetpico era Lilit, a quien cre Dios del polvo junto con Adn. Fue expulsada del Edn por insubordinacin... no a Dios, sino a Adn. Desde entonces, pasa las noches seduciendo a los descendientes de Adn. En la cultura del antiguo Irn y muchas otras se consideraba que las poluciones nocturnas eran provocadas por scubos. Santa Teresa de vila relat un vivido encuentro sexual con un ngel un ngel de luz, no de oscuridad, aseguraba ella, como hicieron tambin otras mujeres posteriormente santificadas por la Iglesia catlica. Cagliostro, el mago y estafador del siglo XVIII, dio a entender que l, como Jess de Nazaret, era producto de la unin entre los hijos del cielo y de la tierra. En 1645 se encontr en Cornualles a una adolescente, Anne Jefferies, tendida en el suelo, inconsciente. Mucho ms tarde, la chica record que haba sufrido un ataque de media docena de hombres pequeos, que la haban paralizado y llevado a un castillo en el aire y, despus de seducirla, la haban enviado de vuelta a casa. Defini a los hombrecitos como hadas. (Para muchos cristianos piadosos, como para los inquisidores de Juana de Arco, esta distincin era indiferente. Las hadas eran demonios, pura y simplemente.) Volvieron a aterrorizarla y atormentarla. Al ao siguiente fue arrestada por brujera. Tradicionalmente, las hadas tienen poderes mgicos y pueden provocar parlisis con un simple toque. En la tierra de las hadas, el tiempo transcurre ms despacio. Como las hadas tienen un deterioro reproductor, mantienen relaciones sexuales con humanos y se llevan a los bebs de las cunas (a veces dejando un sustituto, un nio cambiado). Ahora la cuestin parece clara: si Anne Jefferies hubiera vivido en una cultura obsesionada con los extraterrestres en lugar de las hadas, y con ovnis en lugar de castillos en el aire, algn aspecto de su historia tendra un significado distinto con respecto a las que cuentan los abducidos? En su libro de 1982, El terror que se presenta por la noche: Un estudio centrado en la experiencia de tradiciones de amenazas sobrenaturales, David Hufford describe el caso de un ejecutivo con educacin universitaria de poco ms de treinta aos que recordaba haber pasado un verano en casa de

su ta cuando era adolescente; Una noche vio que se movan unas luces misteriosas en el puerto. A continuacin se durmi. Desde la cama vio una figura blanca y resplandeciente que suba la escalera. Entr en su habitacin, se detuvo, y luego dijo con muy poca inspiracin, me parece: Eso es linleo. Algunas noches, la figura era una vieja; otras, un elefante. A veces el hombre estaba convencido de que todo era un sueo; otras veces estaba seguro de que estaba despierto. Se quedaba hundido en la cama, paralizado, incapaz de moverse o de gritar. Le palpitaba el corazn. Le costaba respirar. Le ocurrieron acontecimientos similares en muchas noches consecutivas. Qu ocurre aqu? Esos acontecimientos ocurrieron antes de que se describieran ampliamente las abducciones por extraterrestres. De haber sabido algo de ellas, le habra puesto una cabeza ms larga y unos ojos ms grandes a la vieja? En varios pasajes famosos de Historia de la decadencia y ruina del Imperio romano, Edward Gibbon describa el equilibrio entre credulidad y escepticismo a finales de la antigedad clsica:
La credulidad ocupaba el lugar de la fe; se permita que el fanatismo asumiera el lenguaje de la inspiracin y se atribuan los efectos de accidente o ingenio a causas sobrenaturales... En tiempos modernos [Gibbon escribe a mediados del siglo XVIII], hasta las disposiciones ms piadosas destilan un escepticismo latente e incluso involuntario. Su admisin de verdades sobrenaturales es mucho menos un consentimiento activo que una aquiescencia fra y pasiva. Acostumbrada desde tiempo atrs a observar y respetar el orden invariable de la naturaleza, nuestra razn, o al menos nuestra imaginacin, no est suficientemente preparada para sostener la accin visible de la Deidad. Pero en las primeras eras del cristianismo, la situacin de la humanidad era absolutamente diferente. Los ms curiosos, o los ms crdulos entre los paganos, se vean convencidos a menudo de entrar en una sociedad que haca una afirmacin real de los poderes milagrosos. Los cristianos primitivos pisaban perpetuamente un terreno mstico y ejercitaban la mente con el hbito de creer los acontecimientos ms extraordinarios. Sentan, o as les pareca, que los atacaban demonios incesantemente por todas partes, que las visiones los reconfortaban y las profecas los instruan, y se vean sorprendentemente liberados de peligro, enfermedad y de la propia muerte a travs de las splicas de la Iglesia... Tenan el firme convencimiento de que el aire que respiraban estaba poblado de enemigos invisibles; de innumerables demonios que aprovechaban toda ocasin, y asuman todas las formas, para aterrorizar y, por encima de todo, tentar su virtud desprotegida. Engaaban a la imaginacin, e incluso a los sentidos, con las ilusiones del fanatismo desordenado; y el ermitao, cuya oracin de medianoche se vea apagada por el sueo involuntario, poda

confundir fcilmente los fantasmas de terror o maravilla que haban ocupado sus sueos de noche y despierto... La prctica de la supersticin es tan apropiada para la multitud que, si se los despierta por la fuerza, an lamentan la perdigan de su agradable visin. Su amor por lo maravilloso y sobrenatural, su curiosidad con miras a acontecimientos futuros y su fuerte propensin a ampliar sus esperanzas y temores ms all de los lmites del mundo visible, fueron las principales causas que favorecieron el establecimiento del politesmo. Tan apremiante es la necesidad del vulgo de creer, que la cada de cualquier sistema de mitologa ser sucedida muy probablemente por la introduccin de algn otro modo de supersticin...

Dejemos de lado el esnobismo social de Gibbon: el diablo tambin atormentaba a las clases altas, e incluso un rey de Inglaterra Jacobo I, el primer monarca Estuardo escribi un libro crdulo y supersticioso sobre demonios (Daemonologie, 1597). Tambin fue el mecenas de la gran traduccin al ingls de la Biblia que todava lleva su nombre. El rey Jacobo opinaba que el tabaco era la semilla del diablo, y una serie de brujas se pusieron al descubierto por su adiccin a esta droga. Pero en 1628, Jacobo se haba convertido en un perfecto escptico, principalmente porque se haba descubierto que algunos adolescentes simulaban estar posedos por el demonio y de este modo haban acusado de brujera a personas inocentes. Si pensamos que el escepticismo que segn Gibbon caracterizaba a su poca ha declinado en la nuestra, y aunque quede un poco de la gran credulidad que atribuye al final de la poca clsica, no es normal que algo parecido a los demonios encuentre un destacado lugar en la cultura popular del presente? Desde luego, como se apresuran a recordarme los entusiastas de las visitas extraterrestres, hay otra interpretacin de esos paralelos histricos: los extraterrestres, dicen, siempre nos han visitado para fisgonear, robarnos esperma y vulos y fecundarnos. En tiempos antiguos los reconocamos como dioses, demonios, hadas o espritus; slo ahora hemos llegado a entender que lo que nos acechaba durante tantos siglos eran extraterrestres. Jacques Vallee ha planteado estos argumentos. Pero entonces por qu prcticamente no hay informes de platillos volantes antes de 1947? Por qu ninguna de las principales religiones del mundo usa los platillos como iconos de lo divino? Por qu no transmitieron entonces sus advertencias sobre los peligros de la alta tecnologa? Por qu este experimento gentico, cualquiera que sea su objetivo, no se ha completado hasta ahora... miles de aos o ms despus de haber sido iniciado por criaturas con un nivel tecnolgico

supuestamente superior? Por qu nos preocupa tanto si el fin de su programa de reproduccin es mejorar nuestras capacidades? Siguiendo esta lnea argumental, podramos esperar que los adeptos actuales de las viejas creencias entendieran que los extra-terrestres son como hadas, dioses o demonios. En realidad hay varias sectas contemporneas los raelianos, por ejemplo que mantienen que los dioses, o Dios, vendrn a la Tierra en un ovni. Algunos abducidos describen a los extraterrestres, por repulsivos que sean, como ngeles o emisarios de Dios. Y los hay que todava creen que son demonios. En Comunin, Whitley Strieber escribe un relato de primera mano de abduccin por extraterrestre:
Fuera lo que fuera, era de una fealdad monstruosa, sucia, oscura y siniestra. Desde luego eran demonios. Tenan que serlo... Todava recuerdo aquella cosa en cuclillas, tan horriblemente fea, con los brazos y piernas como las extremidades de un gran insecto, con sus ojos mirndome fijamente.

Segn dicen, ahora Strieber admite la posibilidad de que esos terrores nocturnos fueran sueos o alucinaciones. Entre los artculos sobre ovnis en La Enciclopedia de noticias cristianas, una recopilacin fundamentalista, se encuentran: Obsesin fantica anticristiana y Los cientficos creen que los ovnis son obra del diablo. El Proyecto de Falsificaciones Espirituales de Berkeley, California, advierte que los ovnis son de origen demonaco; la Iglesia Acuaria de Servicio Universal de McMinnville, de Oregn, dice que todos los extraterrestres son hostiles. Una carta publicada en el peridico en 1993 sobre comunicaciones de conciencia csmica nos informa de que los ocupantes de los ovnis consideran que los humanos somos como animales de laboratorio y quieren que los adoremos, pero suelen desanimarse ante el padrenuestro. Algunos abducidos han sido expulsados de sus congregaciones religiosas evanglicas; sus historias se parecen demasiado al satanismo. Un panfleto de 1980, La explosin del culto, de Dave Hunt, revela que:
los ovnis... es evidente que no son fsicos y parecen ser manifestaciones demonacas de otra dimensin con el fin de alterar la manera de pensar del hombre... las supuestas entidades ovni que al parecer se han comunicado fsicamente con humanos Siempre han predicado las mismas cuatro mentiras que la serpiente present a Eva... esos seres son demonios y se preparan para la llegada del Anticristo.

Cierto nmero de sectas mantienen que los ovnis y las abducciones por extraterrestres son premoniciones de tiempos finales.

Si los ovnis vienen de otro planeta u otra dimensin, son enviados por el mismo Dios que nos ha sido revelado en cualquiera de las religiones principales? No hay nada en el fenmeno de los ovnis, arguye la denuncia fundamentalista, que exija la creencia en el Dios nico y verdadero, mientras que en su mayor parte contradice al Dios retratado en la Biblia y la tradicin cristiana. En La Nueva Era: una crtica cristiana (1990), Ralph Rath habla sobre ovnis y, como es tpico en esta literatura, lo hace con extrema credulidad. De ese modo sirve a su propsito de aceptar la realidad de los ovnis para envilecerlos como instrumentos de Satans y del Anticristo, en lugar de usar el rasero del escepticismo cientfico. Esta herramienta, una vez afilada, podra conseguir mucho ms que una simple erradicacin limitada de la hereja. El autor fundamentalista cristiano Hal Lindsey, en su exitoso libro religioso Planeta Tierra. Ao 2000, escribe:
He llegado al pleno convencimiento de que los ovnis son reales... Los hacen funcionar seres extraterrestres de gran inteligencia y poder... Creo que esos seres no son slo extraterrestres sino de origen sobrenatural. Para ser sincero, creo que son demonios... parte de un complot satnico.

Y cul es la prueba para llegar a tal conclusin? Principalmente, los versculos 11 y 12 de San Lucas, captulo 21, en los que Jess habla de grandes seales del cielo no se describe nada parecido a un ovni en los ltimos das. Desde luego, Lindsey ignora el verso 32, en el que Jess deja muy claro que habla de acontecimientos en el siglo I, no en el XX. Tambin hay una tradicin cristiana segn la cual no puede existir vida extraterrestre. En Christian News del 23 de mayo de 1994, por ejemplo, W. Gary Crampton, doctor en Teologa, nos comenta por qu:
La Biblia, ya sea explcita o implcitamente, se refiere a todos los aspectos de la vida; nunca nos deja sin respuesta. La Biblia no afirma ni niega explcitamente en ningn lugar la vida extraterrestre. Sin embargo, implcitamente, las Escrituras niegan la existencia de esos seres, negando as tambin la posibilidad de los platillos volantes... La Escritura ve la Tierra como el centro del universo... Segn Pedro, est fuera de lugar un Salvador que vaya de planeta en planeta. sta es la respuesta a la existencia de vida inteligente en otros planetas. Si existieran, quin los redimira? Cristo no, desde luego... Se debe renunciar siempre a las experiencias que no se ajustan a las enseanzas de las Escrituras por falaces. La Biblia tiene un monopolio sobre la verdad.

Pero muchas otras sectas cristianas la catlica romana, por ejemplo estn completamente abiertas, sin objeciones a priori y sin ninguna insistencia, a la realidad de extraterrestres y ovnis.

A principios de la dcada de los sesenta argument que las historias de ovnis se acuaban principalmente para satisfacer anhelos religiosos. En una poca en que la ciencia ha complicado la adhesin aerifica a antiguas religiones, se presenta una alternativa a la hiptesis de Dios: los dioses y demonios de la antigedad, con el disfraz de la jerga cientfica y la explicacin de sus inmensos poderes con terminologa superficialmente cientfica, bajan del cielo para atormentarnos, ofrecernos visiones profticas y tentarnos con visiones de un futuro de esperanza: una religin misteriosa naciente en la era espacial. El folclorista Thomas E. Bullard escribi en 1989 que:
las declaraciones de abducciones parecen refritos de tradiciones ms antiguas de encuentros sobrenaturales en las que los extraterrestres cumplen el rol funcional de criaturas divinas.

Concluye:
Es posible que la ciencia haya expulsado a fantasmas y brujas de nuestras creencias, pero con la misma rapidez se ha llenado el vaco con extraterrestres que cumplen la misma funcin. Slo los atavos exteriores extraterrestres son nuevos. Todo el temor y los dramas psicolgicos del trato con ellos parecen haber encontrado un nuevo camino, donde es tan habitual como en el reino de la leyenda que las cosas, de noche, empiecen a moverse.

Es posible que personas de todas las pocas y lugares experimenten ocasionalmente alucinaciones vividas realistas, a menudo con contenido sexual, sobre abducciones por parte de criaturas telepticas y areas que brotan de las paredes... y que los detalles sean suministrados por el lenguaje cultural prevaleciente que emana del Zeitgeist? Otras personas que no han vivido la experiencia personalmente la encuentran conmovedora y en cierto modo familiar. La cuentan a ms personas. Pronto toma vida propia, inspira a otros para comprender sus propias visiones y alucinaciones y entra en el reino del folclore, el mito y la leyenda. En esta hiptesis, la relacin entre el contenido de alucinaciones espontneas del lbulo temporal y el paradigma de la abduccin por extraterrestres es coherente. Quiz cuando todo el mundo sabe que los dioses descienden a la Tierra, alucinamos sobre dioses; cuando todos estamos familiarizados con los demonios, son ncubos y scubos; cuando las hadas son ampliamente aceptadas, vemos hadas; en una poca de espiritualismo, encontramos espritus; y, cuando los viejos mitos se apagan y empezamos a pensar que es plausible la existencia de seres extraterrestres, nuestra imaginera hipnaggica va hacia ellos.

Podemos recordar en detalle dcadas despus pedazos de canciones o idiomas extranjeros, imgenes y acontecimientos que presenciamos, historias que escuchamos en nuestra infancia, sin tener conciencia de cmo nos llegaron a la cabeza. En las fiebres agudas, gente completamente ignorante hablaba en lenguas muertas dice Hermn Melville en Moby Dick; y al investigarse el misterio result que en su lejana niez las haban odo hablar realmente a algunos eruditos. En nuestra vida cotidiana incorporamos sin esfuerzo e inconscientemente normas culturales y las hacemos nuestras. En las alucinaciones de rdenes de la esquizofrenia se encuentra presente una asimilacin similar de motivos. Los afectados sienten que una figura imponente o mtica les dice lo que tienen que hacer. Se les ordena que asesinen a un lder poltico o a un hroe popular, o que derroten a los invasores britnicos, o que se lesionen ellos mismos, porque es la voluntad de Dios, de Jess, del diablo, o de demonios, ngeles y ltimamente extraterrestres. El esquizofrnico se siente traspasado por una orden clara y profunda de una voz que nadie ms puede escuchar y que l ha de identificar de algn modo. Quin podra emitir una orden as? Quin podra hablar dentro de nuestra cabeza? La cultura en la que hemos nacido y vivido nos ofrece una respuesta. Pensemos en el poder de la imagen repetitiva en la publicidad, especialmente para televidentes y lectores impresionables. Nos puede hacer creer casi cualquier cosa... hasta que fumar cigarrillos imprime carcter. En nuestra poca, los extraterrestres putativos sirven de tema de innumerables historias de ciencia ficcin, novelas, telefilmes y pelculas. Los ovnis son una caracterstica habitual de los semanarios sensacionalistas dedicados al engao y la mistificacin. Una de las pelculas de cine con mayor recaudacin bruta de todos los tiempos trata de extraterrestres muy parecidos a los descritos por los abducidos. Los relatos de abducciones por extraterrestres eran relativamente raros antes de 1975, cuando se emiti por televisin una crdula dramatizacin del caso Hill; dieron otro salto a la atencin pblica despus de 1987, cuando el relato de primera mano de Strieber, con el retrato en portada de un extraterrestre de ojos grandes, se convirti en xito de ventas. En contraste, ltimamente se oye hablar muy poco de ncubos, elfos y hadas. Dnde han ido a parar? Lejos de ser globales, el localismo de esas historias de abduccin por extraterrestres es decepcionante. La gran mayora proceden de Estados Unidos. Apenas trascienden a la cultura americana. En otros pases se habla de extraterrestres con cabeza de pjaro, insecto, reptil, robot, y rubios con ojos azules (el ltimo, es fcil predecirlo, del norte de Europa). Se dice que

cada grupo de extraterrestres se comporta de manera diferente. Es evidente que los factores culturales juegan un papel importante. Mucho antes de que se inventaran los trminos platillo volante y ovnis, la ciencia ficcin estaba llena de hombrecillos verdes y monstruos con ojos de insecto. De algn modo, durante mucho tiempo, nuestros extraterrestres clsicos han sido seres pequeos y lampios con grandes cabezas (y ojos). Se los poda ver habitualmente en las revistas de ciencia ficcin de la dcada de 1920 y 1930 (y, por ejemplo, en la ilustracin de un marciano que enva mensajes a la Tierra en el ejemplar de diciembre de 1937 de la revista Short Wave and Televisin). Quiz el tema venga de nuestros remotos descendientes, tal como los pintara el pionero britnico de la ciencia ficcin H. G. Wells. Wells arga que los humanos haban evolucionado de primates de cerebro ms pequeo pero ms peludos con un aire atltico que superaba con creces el de los acadmicos Victorianos; extrapolando esta tendencia hacia el futuro lejano, sugiri que nuestros descendientes seran casi lampios, cot cabezas inmensas, aunque apenas capaces de andar por s mismos. Los seres avanzados de otros mundos podran estar dotados de manera similar. El tpico extraterrestre moderno del que se habla en Estados Unidos en la dcada de los ochenta y principios de los noventa es pequeo, con la cabeza y los ojos desproporcionadamente grandes, facciones subdesarrolladas, sin cejas ni genitales visibles y con la piel gris suave. A m me parece tan horripilante como un feto en la duodcima semana de embarazo o un nio muerto de hambre. Es una cuestin interesante por qu tanta gente puede obsesionarse por unos fetos o nios malnutridos e imaginarlos atacndonos y manipulndonos sexualmente. En aos recientes, en Norteamrica, han empezado a surgir extraterrestres distintos del tipo pequeo y gris. Un psicoterapeuta, Richard Boylan, de Sacramento, dice:
Hay tipos de un metro a un metro veinte; los hay de metro cincuenta a metro ochenta; de dos metros a dos cuarenta; hay tipos de tres, cuatro y cinco dedos, almohadillas en las yemas de los dedos o ventosas; hay dedos con membrana interdigital o sin ella; hay ojos grandes en forma de almendra inclinados hacia arriba, hacia abajo u horizontales; en algunos casos, grandes ojos ovoides sin inclinacin; hay extraterrestres con pupilas partidas; hay otros tipos de cuerpo diferentes el llamado tipo mantis religiosa, los reptiloides... Son los que encuentro con ms asiduidad. Hay algunos informes de casos exticos y nicos sobre los que prefiero mostrar cierta cautela hasta disponer de corroboracin.

A pesar de esta aparente variedad de extraterrestres, me parece que el sndrome de la abduccin ovni retrata un universo banal. La forma de los

supuestos extraterrestres muestra una gran falta de imaginacin y preocupacin por los asuntos humanos. Ni un solo ser presentado en todos esos relatos es ms asombroso de lo que sera una cacata para quien no ha visto nunca un pjaro. Cualquier libro de texto de protozoologa, bacteriologa o micologa est lleno de maravillas que superan en mucho las descripciones ms exticas de los abductores extraterrestres. Los creyentes toman los elementos comunes de sus historias como pruebas de verosimilitud ms que como una prueba de que las han inventado a partir de una cultura y biologa compartidas.

CAPTULO 8

SOBRE LA DISTINCIN ENTRE VISIONES VERDADERAS Y FALSAS

Una mente crdula... encuentra el mayor deleite en creer cosas extraas y, cuanto ms extraas son, ms fcil le resulta creerlas; pero nunca toma en consideracin las que son sencillas y posibles, porque todo el mundo puede creerlas.

SAMUEL BUTLER,

Caracteres (1667-1669)

Durante un breve instante noto una aparicin en la habitacin en penumbra: podra ser un fantasma? O hay un movimiento; lo veo por el rabillo del ojo pero, cuando vuelvo la cabeza, no hay nada. Est sonando un telfono o es slo mi imaginacin? Asombrado, me parece oler el aire salado del verano a orillas del mar en Coney Island de cuando era pequeo. Giro por una esquina en una ciudad extranjera que visito por primera vez y encuentro ante m una calle tan familiar que siento que la conozco de toda la vida. En esas experiencias habituales, normalmente nos mostramos inseguros sobre qu hacer a continuacin. Me engaan mis ojos (u odos, nariz o memoria)? O es que, real y verdaderamente, soy testigo de algo fuera del curso ordinario de la naturaleza? Debera callrmelo, o decirlo? La respuesta depende en gran medida del entorno, los amigos, las personas queridas y la cultura. En una sociedad de una rigidez obsesiva y de orientacin prctica, seguramente yo mostrara prudencia a la hora de admitir estas experiencias. Me pueden tildar de frvolo, demente, poco fiable. Pero en una sociedad que se apresura a creer en fantasmas, por ejemplo, o concesiva, relatar este tipo de experiencias podra merecer aprobacin e incluso prestigio. En el primer caso, yo tendra la grave tentacin de suprimirlo todo; en el segundo, quiz incluso exagerara o lo elaborara un poco para darle un aire ms milagroso todava. Charles Dickens, que vivi en una cultura racional floreciente en la que, sin embargo, tambin prosperaba el espiritualismo, describi el dilema con estas palabras (de su cuento: Para no tomarlo muy en serio):
Siempre he percibido la prevalencia de una falta de coraje, incluso en personas de inteligencia y cultura superiores, para comunicar sus propias experiencias psicolgicas cuando han sido de un tipo extrao. Casi todos los hombres temen no encontrar un paralelo o respuesta en la vida interior del que escucha, que podra tomar su relato con sospecha o burla. Un viajero veraz que hubiera visto una criatura extraordinaria parecida a una serpiente marina no tendra temor de mencionarlo; pero si el mismo viajero hubiera tenido algn presentimiento singular, impulso, extravagancia de pensamiento, visin

(as llamada), sueo u otra impresin remarcable, tendra grandes dudas para reconocerlo. A esta resistencia atribuyo yo gran parte de la oscuridad en la que estn implicados tales sujetos.

En nuestra poca todava se ridiculiza y descarta a menudo con risas, pero hay ms posibilidades de, vencer la reserva y la ocultacin; por ejemplo, en el entorno de apoyo que proporcionan un terapeuta o hipnotizador. Por desgracia y por increble que sea para algunos, la distincin entre imaginacin y memoria a menudo es poco clara. Algunos abducidos dicen recordar la experiencia sin hipnosis; muchos no pueden. Pero la hipnosis es una manera poco fiable de refrescar la memoria. Suele provocar imaginacin, fantasa y juego adems de recuerdos verdaderos, y ni el paciente ni el terapeuta son capaces de distinguir unos de otros. La hipnosis parece implicar, de manera central, un estado de sugestibilidad intensificada. Los tribunales han prohibido su uso como prueba o incluso como herramienta de investigacin criminal. La Asociacin Mdica Americana considera menos fiables los recuerdos que surgen bajo hipnosis que los que aparecen sin ella. Un libro de texto mdico estndar (Harod I. Kaplan, Textos generales de psiquiatra, 1989) advierte de una gran posibilidad de que las creencias del hipnotizador sean comunicadas al paciente e incorporadas en lo que el paciente cree que son recuerdos, a menudo con una fuerte conviccin. As pues, el hecho de una persona, al ser hipnotizada, relate historias de abduccin por extraterrestres tiene poco peso. Se corre el peligro que los sujetos estn al menos en algunos asuntos tan dispuestos a complacer al hipnotizador que respondan a sugerencias sutiles de las que ni siquiera ste es consciente. En un estudio de Alvin Lawson, de la Universidad del Estado de California, en Long Beach, un mdico someti a una sesin de hipnotismo a ocho sujetos, con un cribado previo para eliminar a los entusiastas de los ovnis. Les inform de que haban sido abducidos y, tras ser llevados a una nave espacial, examinados. Sin ms instigacin, les pidi que describieran la experiencia. Los relatos, la mayora obtenidos sin mayor problema, eran casi indistinguibles de los que presentan los que se declaran abducidos. Es cierto que Lawson haba dado indicaciones breves y directas a sus sujetos; pero, en muchos casos, los terapeutas que tratan rutinariamente las abducciones por extraterrestres dan indicaciones a sus pacientes... a algunos con gran detalle, a otros ms sutil e indirectamente. El psiquiatra George Ganaway (tal como lo refiere Lawrence Wright) plante en una ocasin a una paciente altamente sugestionable bajo hipnosis que haba perdido el recuerdo de cinco horas de un da determinado. Cuando mencion una luz brillante sobre su cabeza, ella inmediatamente le habl de

ovnis y extraterrestres. Tras insistir el psiquiatra en que haban experimentado con ella, apareci una detallada historia de abduccin. Pero, cuando sali del trance y analiz el vdeo de la sesin, ella misma reconoci que haba notado la emergencia de algo como un sueo. Durante el ao siguiente, sin embargo, volvi repetidas veces al material del sueo. Elizabeth Loftus, psicloga de la Universidad de Washington, ha encontrado que se puede hacer creer a sujetos no hipnotizados que vieron algo que no vieron. Un experimento tpico es que los sujetos vean una pelcula de un accidente de coche. En l curso de la interrogacin sobre lo que vieron, se les da casualmente informacin falsa. Por ejemplo, se hace referencia a una seal de stop, a pesar de no haber ninguna en la pelcula. Muchos recuerdan entonces obedientemente haber visto una seal de stop. Cuando se les revela el engao, algunos protestan con vehemencia e insisten en que recuerdan la seal vividamente. Cuanto mayor es el lapsus de tiempo entre la visin de la pelcula y la recepcin de la informacin falsa, ms aceptan la desnaturalizacin de sus recuerdos. Loftus arguye que los recuerdos de un acontecimiento tienen mayor parecido a una historia sujeta a revisin constante que a un bloque de informacin original. Hay muchos ms ejemplos, algunos el falso recuerdo de haberse perdido de pequeos en unos grandes almacenes, por ejemplo de mayor impacto emocional. Una vez sugerida la idea clave, el paciente a menudo da cuerpo de manera verosmil a los detalles que la avalan. Es fcil inducir recuerdos lcidos pero totalmente falsos con una serie de claves y preguntas, especialmente en el contexto teraputico. Los recuerdos se pueden contaminar. Se pueden implantar recuerdos falsos incluso en mentes que no se consideran a s mismas vulnerables ni acrticas. Stephen Ceci, de la Universidad de Cornell, Loftus y sus colegas han encontrado, sin sorpresa, que los preescolares son excepcionalmente vulnerables a la sugestin. Un nio que, cuando se le pregunta por primera vez, niega que una trampa de ratones le hubiera pillado la mano, ms tarde recuerda el acontecimiento con vividos detalles que ha ido generando. Cuando se le habla ms directamente de cosas que te pasaron cuando eras pequeo, con el tiempo llega a consentir con bastante facilidad los recuerdos implantados. Los profesionales que miran las cintas de vdeo de los nios slo pueden aventurar qu recuerdos son falsos y cules verdaderos. Hay alguna razn para pensar que los adultos son totalmente inmunes a las falibilidades que muestran los nios? El presidente Ronald Reagan, que pas la segunda guerra mundial en Hollywood, describi vividamente su papel en la liberacin de las vctimas de los campos de concentracin nazi. Como viva en el mundo del cine, parece que confunda una pelcula que haba visto con una realidad que no

haba visto. En sus campaas presidenciales, el seor Reagan cont en muchas ocasiones una historia pica de coraje y sacrificio, motivo de inspiracin para todos nosotros. Slo que nunca ocurri; era el argumento de la pelcula A Wing and a Prayer... que tambin a m me impresion mucho cuando la vi a los nueve aos. Es fcil encontrar muchos ms ejemplos de este tipo en las declaraciones pblicas de Reagan. No es difcil imaginar los serios peligros pblicos que entraan los casos en que lderes polticos, militares, cientficos o religiosos son incapaces de distinguir la realidad de la ficcin vivida. Cuando preparan el testimonio en el juzgado, los testigos reciben consejos de sus abogados. A menudo se les hace repetir la historia una y otra vez hasta que la dicen bien. Entonces, en el estrado, lo que recuerdan es la historia que han estado contando en el despacho del abogado. Los matices se han ensombrecido. O quiz ya no correspondan, ni siquiera en sus caractersticas principales, a lo que ocurri realmente. Los testigos pueden haber olvidado oportunamente que sus recuerdos fueron reprocesados. Esos hechos son relevantes en la evaluacin de los efectos sociales de la publicidad y la propaganda nacional. Pero aqu sugieren que, en los asuntos de abduccin por extraterrestres donde las entrevistas suelen realizarse aos despus del supuesto acontecimiento, los terapeutas deben cuidarse mucho de implantar o seleccionar accidentalmente historias que sugieren ellos. Quiz lo que realmente recordamos es una serie de fragmentos de recuerdos cosidos a una tela de nuestra propia imaginacin. Si cosemos con la suficiente inteligencia, conseguimos hacernos una historia memorable fcil de recordar. Los fragmentos por s mismos, sin el vnculo de la asociacin, son ms difciles de salvar. La situacin es bastante parecida al mtodo propio de la ciencia, con el que se pueden recordar, resumir y explicar muchos datos en el marco de una teora. Entonces recordamos mucho ms fcilmente la teora y no los datos. En la ciencia siempre se estn volviendo a valorar y confrontar las teoras con nuevos hechos; si la discordancia de los hechos es seria ms all del margen de error, quiz debera revisarse la teora. Pero, en la vida cotidiana, es muy raro que nos enfrentemos a nuevos hechos sobre acontecimientos de hace tiempo. Nuestros recuerdos no se ven casi nunca desafiados. En cambio pueden quedar fijos, por muy defectuosos que sean, o convertirse en una obra en continua revisin artstica. ---ooo---

Mejor atestiguadas que las apariciones de dioses y demonios son las de santos, especialmente de la Virgen Mara en la Europa occidental desde finales de la poca medieval hasta la moderna. Aunque el aire de las historias de abduccin por extraterrestres es mucho ms profano y demonaco, se puede ver el mito de los ovnis con mayor perspicacia a partir de visiones descritas como sagradas. Quiz las ms conocidas sean las de Juana de Arco en Francia, santa Brgida en Suecia y Girolamo Savonarola en Italia. Pero son ms adecuadas a nuestro propsito las apariciones vistas por pastores, campesinos y nios. En un mundo azotado por la incertidumbre y el horror, esas personas anhelaban el contacto con lo divino. William A. Christian Jr., en su libro Apparitions in Late Medieval and Renaissance Spain (Princeton University Press, 1981), proporciona un registro detallado de esos acontecimientos en Castilla y Catalua. Un caso tpico es el de una mujer o una nia campesinas que dicen haber encontrado a una nia o mujer extraamente pequea algo as como de un metro de altura que se le revela como la Virgen Mara, la Madre de Dios. sta le pide a la sorprendida testigo que vaya a las autoridades civiles y de la Iglesia locales y les ordene decir plegarias por los muertos, obedecer los mandamientos o construir un santuario en aquel mismo lugar. Si no acceden, los amenaza con temibles castigos, quiz una plaga. Otras veces, en pocas de epidemia, Mara promete curar la enfermedad, pero slo si se cumplen sus demandas. La testigo intenta hacer lo que le dicen. Pero cuando informa a su padre, su marido o el cura, le ordenan que no cuente la historia a nadie; es una tontera femenina, una frivolidad o una alucinacin demonaca. As, ella no dice nada. Das despus se le vuelve a aparecer Mara, un poco molesta porque no se ha honrado su peticin. No me creern se lamenta la testigo. Dame una seal. Se necesita una. prueba. As, Mara que por lo visto no haba previsto que tendra que proporcionar una prueba le da una seal. Los del pueblo y los curas se convencen en seguida. Se construye el santuario. Ocurren curaciones milagrosas en la vecindad. Llegan peregrinos de todas partes. La economa local mejora. Se nombra a la testigo original guardiana del sacro santuario. En la mayora de los casos que conocemos, se cre una comisin de investigacin, formada por autoridades civiles y eclesisticas, que atestiguaban si la aparicin era genuina... a pesar del escepticismo inicial, casi exclusivamente masculino. Pero el nivel de las pruebas no sola ser alto. En un caso se acept seriamente el testimonio delirante de un nio de ocho aos dos das antes de morir por una epidemia. Algunas comisiones siguieron deliberando durante dcadas o incluso hasta un siglo despus del acontecimiento.

En Sobre la distincin entre visiones verdaderas y falsas, un experto sobre el tema, Jean Gerson, alrededor del ao 1400, resumi los criterios para reconocer la credibilidad del testigo de una aparicin: uno era la disponibilidad a aceptar consejo de la jerarqua poltica y religiosa. As, aquel o aquella que tuviesen una aparicin molesta para los que estaban en el poder era ipso facto un testigo poco fiable, y se poda hacer decir a santos y vrgenes lo que las autoridades queran or. Las seales que supuestamente proporcionaba Mara, las pruebas que se ofrecan y que se consideraban irresistibles eran cosas como una vela ordinaria, un trozo de seda o una piedra magntica; un pedazo de ladrillo de color; huellas; una recoleccin extraordinariamente rpida de cardos por parte de la testigo; una sencilla cruz de madera hincada en la tierra; verdugones y heridas en la testigo; y una variedad de contorsiones una nia de doce aos con la mano en extrao gesto, o las piernas dobladas hacia atrs, o una imposibilidad de abrir la boca que la deja muda temporalmente que se curan en cuanto se acepta la historia. En algunos casos es posible que los relatos se compararan y coordinaran antes de dar testimonio. Por ejemplo, en una ciudad pequea poda haber mltiples testimonios de la aparicin de una mujer alta y reluciente la noche anterior, toda vestida de blanco, con un nio en el regazo y envuelta en una luz que iluminaba la calle. Pero, en otros casos, personas que estaban fsicamente junto a la testigo no pudieron ver nada, como en este informe de una aparicin en Castilla en 1617:
Ay, Bartolom, la dama que me ha venido a ver esos das pasados se acerca a travs del prado, y se arrodilla y abraza la cruz.; mira, mrala! Aunque el joven puso toda su atencin en ello, no vio ms que unos pjaros que volaban por encima de la cruz.

No es difcil encontrar motivos posibles para inventar y aceptar estas historias: trabajo para los curas, notarios, carpinteros y mercaderes, y otros estmulos a la economa regional en una poca de depresin; el ascenso de condicin social de la testigo y su familia; nuevas oraciones para familiares enterrados en cementerios que fueron abandonados ms tarde a causa de la plaga, la sequa y la guerra; exaltacin del espritu pblico contra los enemigos, especialmente los moros; mejor urbanidad y obediencia a la ley cannica, y confirmacin de la fe de los piadosos. El fervor de los peregrinos en esos santuarios era impresionante: no era raro que mezclaran fragmentos de roca o barro del santuario con el agua y se la bebieran como medicina. Pero no pretendo sugerir que la mayora de testigos inventaban la historia. Haba algo ms.

Es de destacar que casi todas las apremiantes peticiones de Mara fueran de lo ms prosaico, como por ejemplo en esta aparicin de 1483 en Catalua:
Te exhorto por tu alma que exhortes a las almas de los hombres de las parroquias de El Tom, Milleras, El Sallent y Sant Miquel de Campmaior a exhortar a las almas de los curas para que pidan a la gente que pague los diezmos y todos los impuestos de la iglesia y restituya lo que poseen encubierta o abiertamente que no sea suyo a sus verdaderos propietarios en el plazo de treinta das, porque ser necesario, y que observen la santificacin del domingo. Y segundo que dejen de blasfemar y ejerzan la charitas correspondiente ordenada por sus antepasados muertos.

A menudo el testigo ve la aparicin justo despus de despertar. Francisca la Brava atestigu en 1523 que se haba levantado de la cama sin saber si tena el dominio de sus sentidos, aunque en un testimonio posterior declaraba estar totalmente despierta. (Era la respuesta a una pregunta que permita una serie de posibilidades: totalmente despierta, adormecida, en trance, dormida.) A veces la ausencia de detalles es total, como en el aspecto de los ngeles acompaantes; o se describe a Mara alta y baja a la vez, madre e hijo a un tiempo... caractersticas que indudablemente sugieren el material de un sueo. En el Dilogo sobre milagros, escrito alrededor de 1223 por Caesarius de Heisterbach, las visiones clericales de la Virgen Mara ocurran con frecuencia durante los matins, que se rezaban a medianoche. Es natural sospechar que muchas de esas apariciones, quiz todas, fueran una especie de sueo, en vigilia o dormido, compuesto por mistificaciones (y por engaos; haba un negocio floreciente en milagros inventados: pinturas y estatuas religiosas halladas por casualidad o por orden divina). Se hablaba del tema en Siete Partidas, el cdice de ley cannica y civil compilado bajo la direccin de Alfonso X el Sabio, rey de Castilla, alrededor de 1248. En l podemos leer lo siguiente:
Hay hombres que descubren o construyen fraudulentamente altares en campos o ciudades, diciendo que son reliquias de ciertos santos en esos lugares y con la pretensin de que realizan milagros y, por esta razn, gente de muchos lugares se ve inducida a ir en peregrinaje a fin de llevarse algo de ellos; y hay otros que, influidos por sueos o fantasmas vacos que se les aparecen, erigen altares y simulan descubrirlos en las localidades antes citadas.

Al enumerar las razones de las creencias errneas, Alfonso traza una lnea continua que va desde la secta, la opinin, la fantasa y el sueo hasta la alucinacin. Una suerte de fantasa llamada antoianga se define de este modo:

Antoianca es algo que se detiene ante los ojos y luego desaparece, como si uno lo viera u oyera en trance, y por consiguiente sin sustancia. Una bula papal de 1517 hace una distincin entre las apariciones que aparecen en sueos o por inspiracin divina. Est claro que las autoridades seculares y eclesisticas, incluso en pocas de extrema credulidad, estaban alerta a las posibilidades de mistificacin e ilusin. A pesar de todo, en la mayor parte de la Europa medieval, estas apariciones eran recibidas gratamente por el clero catlico romano, especialmente porque las admoniciones marianas eran muy convenientes para el sacerdocio. Bastaban unas cuantas seales patticas como prueba, una piedra o una huella, y nunca algo que no fuera susceptible de fraude. Pero, a partir del siglo XV, en los albores de la Reforma protestante, la actitud de la Iglesia cambi. Aquellos que declaraban tener un canal independiente con el cielo burlaban la cadena de mando de la Iglesia hasta Dios. Adems, algunas apariciones por ejemplo, las de Juana de Arco tenan desagradables implicaciones polticas o morales. Los inquisidores describieron los peligros que representaba la visin de Juana de Arco en 1431 en estos trminos:
Se le mostr el gran peligro que corre quien tiene la pretensin de creer que tiene apariciones y revelaciones as y, en consecuencia, miente sobre asuntos que conciernen a Dios, expresando falsas profecas y adivinaciones no conocidas por Dios, sino inventadas. De lo que puede derivarse la seduccin de personas, el comienzo de nuevas sectas y muchas ms impiedades que subvierten a la Iglesia y los catlicos.

Tanto Juana de Arco como Girolamo Savonarola fueron quemados en la hoguera por sus visiones. En 1516, el quinto Concilio Laterano reserv a la sede apostlica el derecho a examinar la autenticidad de las apariciones. Para los campesinos pobres cuyas visiones no tenan contenido poltico, los castigos no alcanzaban la mxima severidad. La aparicin mariana que tuvo Francisca la Brava, una madre joven, fue descrita por el licenciado Mariana, el seor inquisidor, como en detrimento de nuestra fe catlica y para disminucin de su autoridad. Su aparicin era todo vanidad y frivolidad. En derecho la podamos haber tratado con ms rigor, segua el inquisidor,
pero en deferencia a ciertas razones justas que nos mueven a mitigar el rigor de las sentencias, decretamos como castigo a Francisca la Brava y ejemplo para que otros no intenten cosas similares la condena de ser puesta sobre un asno para recibir cien latigazos en pblico por las calles acostumbradas de Belmente, desnuda de cintura para arriba, y el mismo nmero en la ciudad de El Quintanar del mismo modo. Y de ahora en adelante no dir ni afirmar en

pblico o en secreto mediante palabra o insinuacin lo que ha dicho en sus confesiones o en otro caso ser perseguida como impenitente y persona que no cree o no est de acuerdo con lo que ordena nuestra sagrada fe catlica.

A pesar de los castigos, asombra la frecuencia con que los testigos se mantenan en sus trece e ignorando los estmulos que se les ofrecan para confesar que estaban mintiendo o soando o confusos insistan en que real y verdaderamente haban tenido aquella visin. En una poca en la que prcticamente todo el mundo era analfabeto, antes de los peridicos, la radio y la televisin, cmo es posible que los detalles religiosos e iconogrficos de estas apariciones fueran tan similares? William Christian cree que la respuesta se halla en la dramaturgia religiosa (especialmente en las representaciones de Navidad), en los predicadores itinerantes y peregrinos, en los sermones de las iglesias. Las leyendas sobre los santuarios se extienden con rapidez. A veces llega gente que vive a cien kilmetros de distancia o ms con el fin, por ejemplo, de curar a su hijo enfermo con un guijarro pisado por la Madre de Dios. Las leyendas influan en las apariciones y viceversa. En una poca acosada por la sequa, las epidemias y la guerra, sin servicios sociales o mdicos disponibles para la mayora, que desconoca la ilustracin pblica y el mtodo cientfico, el pensamiento escptico era raro. Por qu las admoniciones son tan prosaicas? Por qu es necesaria la aparicin de un personaje tan ilustre como la Madre de Dios para que en un pequeo lugar poblado por unos miles de almas se reconstruya un santuario o el populacho se abstenga de maldecir ? Por qu no entregan mensajes importantes y profeticos cuya significacin se pueda reconocer en aos posteriores como algo que slo poda haber emanado de Dios o los santos? No habra potenciado esto en gran manera la causa catlica en su lucha a muerte contra el protestantismo y la Ilustracin? Pero no se sabe de apariciones que adviertan a la Iglesia, por ejemplo, contra la ilusin de un universo centrado en la Tierra, o que censuren la complicidad con la Alemania nazi, dos temas de gran importancia moral adems de histrica en los que, meritoriamente, el papa Juan Pablo II ha reconocido el error de la Iglesia. Ni un solo santo critic la prctica de la tortura y quema de brujas y herejes. Por qu? No eran conscientes de lo que ocurra? No eran capaces de captar su maldad? Y por qu Mara siempre da rdenes al pobre campesino de informar a las autoridades? Por qu no las amonesta ella misma? O al rey. O al papa. En los siglos XIX y XX, es cierto, algunas apariciones han adquirido gran importancia: en Ftima, Portugal, la Virgen mostr su clera en 1917 por la sustitucin del gobierno de la Iglesia por un gobierno secular, y en Garabandal, Espaa, en 1961-1965, amenaz con el fin

del mundo si no se respetaban a partir de entonces doctrinas polticas y religiosas conservadoras. Creo ver muchos paralelos entre las apariciones marianas y las abducciones por extraterrestres; aunque, en el primer caso, los testimonios no son llevados al cielo a gran velocidad ni sufren intromisiones en sus rganos reproductores. Las criaturas que se declaran ver son diminutas, casi siempre de apenas un metro. Vienen del cielo. El contenido de la comunicacin, a pesar del supuesto origen celestial, es mundano. Parece haber una clara relacin con el hecho de dormir y soar. A las testigos, normalmente mujeres, les da apuro hablar, especialmente despus de enfrentarse a la ridiculizacin por parte de los varones en posiciones de autoridad. A pesar de todo, persisten: insisten en haber visto realmente lo que dicen. Hay distintas maneras de transmitir las historias; se comentan con afn y eso permite hacer coincidir los detalles entre testigos que no se han visto nunca. Otras personas que estaban presentes en el momento y lugar de la aparicin no ven nada inusual. Las seales o supuestas pruebas, sin excepcin, no son algo que los humanos no puedan adquirir o fabricar por su cuenta. Ciertamente, Mara parece contraria a la necesidad de pruebas y, ocasionalmente, est dispuesta a curar slo a los que haban credo el relato de su aparicin antes de proporcionar seales. Y mientras no hay terapeutas, se extiende por la sociedad una influyente red de curas parroquiales y jerarcas que tienen un inters personal en la realidad de las visiones. En nuestra poca todava hay apariciones de Mara y algunos ngeles, pero tambin como lo resume G. Scott Sparrow, un psicoterapeuta e hipnotizador de Jess. En I Am with You Al-ways: True Stories of Encounters with Jess (Bantam, 1995) se presentan relatos de primera mano, algunos conmovedores, otros banales, de encuentros as. Curiosamente, la mayora son sueos directos, reconocidos como tales, y se dice que las llamadas visiones difieren de los sueos slo en que las experimentamos cuando estamos despiertos. Pero, para Sparrow, el hecho de valorar algo como slo un sueo no compromete su realidad externa. Segn l, cualquier ser en el que se suea y cualquier incidente existen realmente en el mundo exterior a uno mismo. Niega especficamente que los sueos sean puramente subjetivos. Las pruebas no tienen nada que ver. Si uno suea algo, si le sienta bien, si le produjo asombro, es que ocurri realmente. Sparrow no es en absoluto escptico. Cuando Jess le dice a una mujer con problemas por un matrimonio intolerable que eche de casa al pobre diablo, Sparrow admite que eso plantea problemas a los defensores de una posicin coherente con las Escrituras. En este caso quiz se podra decir que prcticamente toda presunta gua se genera en el propio interior. Y si alguien contase un sueo en el que Jess aconsejaba, por ejemplo, el aborto o

la venganza? Y si, ciertamente, es necesario hacer distinciones entre sueos y concluir, pues, que algunos sueos son un invento del soador, por qu no todos? ---ooo--Por qu la gente inventa historias de abducciones? Por qu se presenta en programas de televisin con participacin de pblico que se dedican a humillar sexualmente al invitado: la pasin de moda en el erial americano de la pequea pantalla? Descubrir que uno es abducido por extraterrestres sirve al menos para romper la rutina cotidiana. Se consigue la atencin de los dems, de los terapeutas e incluso de los medios de comunicacin. Produce una sensacin de descubrimiento, alegra, respeto. Qu ms podr recordar uno a continuacin? Empieza a creer que puede ser el precursor o incluso el instrumento de acontecimientos trascendentales que se precipitan hacia nosotros. Y no quiere decepcionar al terapeuta. Busca su aprobacin. Creo que convertirse en abducido puede reportar buenas recompensas psquicas. Con nimo comparativo, podramos pensar en casos de productos en mal estado que no generan el sentimiento de asombro que rodea a los ovnis y las abducciones por extraterrestres: alguien declara haber encontrado una jeringa hipodrmica en una lata de refresco. Como es comprensible, el asunto es preocupante. Se informa de ello en los peridicos y especialmente en las noticias de televisin. Pronto se produce un torrente, una epidemia virtual de informes similares en todo el pas. Pero es muy difcil imaginar que pueda meterse una jeringa hipodrmica en una lata en la fbrica y en ninguno de los casos hay testigos presentes cuando se abre una lata intacta y se descubre dentro la jeringa. Lentamente va tomando consistencia la hiptesis de que se trata de imitadores. La gente simula encontrar jeringas en latas de refrescos. Por qu? Qu posibles motivos haba? Algunos psiquiatras dicen que los principales motivos son la avaricia (denunciar al fabricante por daos), afn de atencin y la necesidad de ser retratado como vctima. No hay terapeutas que insinen que en realidad hay agujas en las latas y apremien a sus pacientes sutil o directamente a informar pblicamente de la noticia. Adems se imponen penas severas por desprestigiar un producto, e incluso por alegar falsamente que un producto ha sido manipulado. En cambio, hay terapeutas que animan a los abducidos a contar sus historias a audiencias masivas, y no hay multas por declarar falsamente haber sido abducido por un ovni. Sea cual sea la razn para emprender este camino, sin duda debe de ser mucho ms satisfactorio convencer a los dems de que uno ha sido elegido

por seres superiores para sus propsitos enigmticos que de haber encontrado por mera casualidad una jeringa hipodrmica en un refresco.

CAPITULO 9

TERAPIA

Es un error capital teorizar antes de tener datos. Sin darse cuenta, uno empieza a deformar los hechos para que se adapten a las teoras, en lugar de adaptar las teoras a los hechos. Sherlok Holmes en Escndalo en Bohemia, de ARTHUR CONAN DOYLE (1891)

Los recuerdos verdaderos parecan fantasmas, mientras los falsos eran tan convincentes que sustituan a la realidad.
GABRIEL GARCA MRQUEZ,

Extraos peregrinos (1992)

John Mack es un psiquiatra de la Universidad de Harvard al que conozco hace muchos aos. Hay algo en este asunto de los ovnis?, me pregunt hace tiempo. No mucho, contest yo. Excepto en el aspecto psiquitrico desde luego. l lo estudi, entrevist a abducidos y se convirti. Ahora acepta los relatos de abducidos a pies juntillas. Por qu? No buscaba eso, dice l. Nada en mis antecedentes me preparaba para la historia de la abduccin por extraterrestres. El poder emocional de estas experiencias las hace totalmente convincentes. En su libro Abducciones, Mack propone explcitamente la peligrosa doctrina de que el poder o intensidad con que se siente algo es una gua para saber si es verdad. Yo puedo dar testimonio personalmente del poder emocional. Pero las emociones fuertes no son acaso un componente habitual de nuestros sueos? No nos despertamos a veces helados de terror? No conoce Mack, autor por su parte de un libro sobre pesadillas, el poder emocional de las alucinaciones? Algunos pacientes de Mack dicen que han alucinado desde la infancia. Los hipnotizadores y psicoterapeutas que trabajan con abducidos han intentado sumergirse a conciencia en el conjunto de conocimientos sobre alucinaciones y disfunciones perpetuas? Por qu creen a esos testigos y no a los que, con una conviccin comparable, declaran encuentros con dioses, demonios, santos, ngeles y hadas? Y los que escuchan exigencias irresistibles de una voz interior? Son verdad todas las historias que se sienten profundamente? Una cientfica que conozco dice: Si los extraterrestres se quedaran a todos los que abducen, nuestro mundo sera un poco ms cuerdo. Pero es un juicio demasiado severo. No parece ser un problema de cordura. Es algo ms. El psiclogo canadiense Nicholas Spanos y sus colegas llegaron a la conclusin de que no haba patologas obvias en los que declaraban ser abducidos por ovnis. Sin embargo,
es ms probable que las experiencias intensas de ovnis ocurran en individuos que se inclinan hacia creencias esotricas en general y creencias extraterrestres en particular y que interpretan las experiencias sensoriales e

imaginarias inusuales en trminos de hiptesis sobre extraterrestres. Entre los que creen en ovnis, los que tenan una mayor propensin a la produccin de fantasa eran particularmente proclives a generar estas experiencias. Adems, lo ms probable es que estas experiencias se generasen e interpretasen como acontecimientos reales ms que imaginados cuando se asociaban a entornos sensoriales limitados... (por ejemplo, experiencias que tuvieron lugar por la noche y en asociacin con el sueo).

Lo que una mente crtica podra reconocer como alucinacin o sueo, una ms crdula lo interpreta como una visin de una realidad externa elusiva pero profunda. ---ooo--Es concebible que algunos relatos de abducciones por extraterrestres puedan disfrazar recuerdos de violacin y abuso sexual en la infancia con el padre, padrastro, to o novio de la madre representado como un extraterrestre. Seguramente es ms reconfortante creer que fue un extraterrestre quien abus de uno que pensar que fue alguien en quien uno confa y a quien ama. Los terapeutas que creen a pies juntillas las historias de abducciones por extraterrestres niegan este extremo, alegando que seran capaces de reconocer si sus pacientes fueron vctimas de abusos sexuales o no. Algunas encuestas de opinin estiman que una de cada cuatro mujeres estadounidenses y uno de cada seis hombres han sido vctimas de abusos sexuales en la infancia (aunque probablemente las estimaciones sean demasiado altas). Sera asombroso que un nmero significativo de los pacientes que se presentan a los terapeutas de abduccin por extraterrestres no hubieran sido vctimas de abuso, quiz incluso en proporcin mayor que la poblacin general. Tanto los terapeutas de abuso sexual como los dedicados a la abduccin por extraterrestres emplean meses, a veces aos, en animar a sus pacientes a recordar los abusos cometidos contra ellos. Sus mtodos son similares y sus objetivos en cierto sentido los mismos: recuperar recuerdos dolorosos, a menudo de hace tiempo. En ambos casos, el terapeuta cree que el paciente est traumatizado por un acontecimiento tan terrible que lo reprime. Me parece asombroso que los terapeutas de abducciones por extraterrestres encuentren tan pocos casos de abuso sexual, y viceversa. Por razones comprensibles, los que se han visto sometidos a abusos sexuales o incesto en la infancia son muy sensibles a cualquier cosa que parezca minimizar o negar su experiencia. Estn enfadados, y tienen derecho a estarlo. En Estados Unidos, al menos una de cada diez mujeres ha sido violada, casi dos tercios de ellas antes de los dieciocho aos. Un informe reciente expone que una sexta parte de todas las vctimas de violacin

declaradas a la polica estn por debajo de los doce aos. (Y ste es el tipo de violacin que se suele declarar menos.) Una quinta parte de esas nias fueron violadas por sus padres. Han sido vctimas de una traicin. Quiero dejar esto muy claro: hay muchos casos reales de depredacin sexual macabra de los padres o de los que actan en su lugar. En algunos casos ha salido a la luz una prueba fsica irresistible: fotos, por ejemplo, o diarios, o gonorrea o infecciones en el nio. Se ha sugerido que el abuso infantil es una probable causa importante de problemas sociales. Segn una encuesta, el ochenta y cinco por ciento de todos los internos violentos de la crcel fueron vctimas de abusos en la infancia. Dos tercios de las madres adolescentes fueron violadas o vctimas de abusos sexuales de nias o adolescentes. Las vctimas de violaciones tienen diez veces ms probabilidades que las dems mujeres de usar en exceso el alcohol y otras drogas. El problema es real y urgente. Sin embargo, la mayora de estos casos trgicos e incontestables de abuso sexual infantil se han tenido en la memoria continuamente hasta la edad adulta. No es un recuerdo oculto que deba restablecerse. Aunque hoy en da hay mayor informacin que en el pasado, parece haber un aumento significativo anual de casos de abuso infantil. Los hospitales y autoridades declaran un aumento de diez veces en Estados Unidos (hasta 1,7 millones de casos) entre 1967 y 1985. El alcohol y otras drogas, adems de las tensiones econmicas, se sealan como la razn por la que los adultos tienen ms tendencia a abusar de los nios hoy que en el pasado. Quiz el aumento de la publicidad de casos contemporneos de abuso de nios alienta a personas adultas a recordar el abuso que sufrieron en una ocasin y a pensar en l. Hace un siglo, Sigmund Freud introdujo el concepto de represin, la supresin de acontecimientos a fin de evitar el dolor fsico, un mecanismo esencial para la salud mental. Pareca darse especialmente en pacientes diagnosticados con histeria, entre cuyos sntomas se encontraban alucinaciones y parlisis. Al principio Freud crey que detrs de cada caso de histeria haba un caso reprimido de abuso sexual infantil. Con el tiempo alter la explicacin para decir que la histeria era causada por fantasas no todas desagradables de haber sido sometido a abusos sexuales en la infancia. El peso de la culpabilidad pas de padre a hijo. Hoy en da causa furor un debate parecido. (Todava se discute la razn por la que Freud cambi de idea: las explicaciones van desde la clera que provoc en sus colegas varones de Viena hasta el reconocimiento por su parte de que se tomaba en serio las historias de los histricos.) Los ejemplos de la emergencia repentina del recuerdo a la superficie, especialmente en la consulta de un psicoterapeuta o hipnotizador, y de la calidad fantasmagrica o de sueo de los primeros recuerdos son

altamente cuestionables. Hay muchas denuncias de abuso sexual que resultan ser inventadas. El psiclogo de la Universidad de Emory, lric Neisser, dice:
Existe el abuso de los nios y lo que se llama recuerdos reprimidos. Pero tambin existen los falsos recuerdos y fabulaciones, y no son nada raros. Los recuerdos errneos son la norma, no la excepcin. Ocurren todo el tiempo. Ocurren incluso cuando el sujeto est absolutamente seguro, incluso cuando un recuerdo es una bombilla de flash aparentemente inolvidable, una de esas fotografas mentales metafricas. Ocurre de forma todava ms probable en casos en que la sugestin es una posibilidad viva, donde los recuerdos pueden ser modelados y remodelados para satisfacer las fuertes demandas interpersonales de una sesin de terapia. Y una vez el recuerdo ha sido reconfigurado de este modo es muy difcil, mucho, cambiarlo. Esos principios generales no nos pueden ayudar a decidir con certeza dnde radica la verdad en cada caso individual. Pero, en general, est bastante claro dnde deberamos colocar nuestras apuestas ante un gran nmero de declaraciones as. El recuerdo errneo y la reconstitucin retrospectiva del pasado son parte de la naturaleza humana; se hallan en la misma esfera y ocurren constantemente.

Los supervivientes de los campos de la muerte nazis proporcionan la demostracin ms clara que puede imaginarse de que hasta el abuso ms monstruoso se puede llevar continuamente en la memoria humana. Ciertamente, el problema para muchos supervivientes del Holocausto ha sido conseguir una distancia emocional entre ellos y los campos de la muerte, olvidar. Pero si en algn mundo alternativo de maldad inexpresable se vieran obligados a vivir en la Alemania nazi por ejemplo una prspera nacin posthitleriana con su ideologa intacta, excepto en el antisemitismo imaginemos cul sera entonces la carga psicolgica de los supervivientes del Holocausto. Quiz entonces seran capaces de olvidar porque el recuerdo les hara la vida insoportable. Si existe algo as como la represin y recuperacin posterior de recuerdos desagradables, quiz requiera dos condiciones: 1) que el abuso haya ocurrido realmente, y 2) que se exija a la vctima simular durante largos perodos de tiempo que nunca ocurri. El psiclogo social de la Universidad de California Richard Ofshe explica:
Cuando se pide a los pacientes que cuenten cmo recuperaron los recuerdos, declaran que han reunido fragmentos de imgenes, ideas, sentimientos y sensaciones para dar coherencia a la historia. Como lo que se llama trabajo de la memoria dura algunos meses, los sentimientos se convierten en imgenes vagas, las imgenes se convierten en figuras y las figuras en personas conocidas. Una vaga incomodidad en ciertas partes del cuerpo se reinterpreta como una violacin en la infancia... Las sensaciones fsicas originales,

aumentadas a veces por la hipnosis, se etiquetan entonces como recuerdos del cuerpo. No hay mecanismo concebible por el que los msculos del cuerpo puedan almacenar recuerdos. Si esos mtodos no consiguen persuadir, el terapeuta puede recurrir a prcticas an ms duras. Algunos pacientes se inscriben en grupos de supervivencia en los que deben soportar la presin de los compaeros y se les pide que demuestren una solidaridad polticamente correcta colocndose a s mismos como miembros de una subcultura superviviente.

Una cauta declaracin de 1993 de la Asociacin Psiquitrica Americana acepta la posibilidad de que algunos de nosotros olvidemos el abuso infantil como medio de seguir adelante, pero advierte:
No se sabe cmo distinguir, con total precisin, los recuerdos que se basan en acontecimientos verdaderos de los que derivan de otras fuentes... La interrogacin repetida puede llevar a los individuos a declarar recuerdos de acontecimientos que nunca ocurrieron. No se sabe qu proporcin de adultos que declaran recordar un abuso sexual fueron realmente vctimas de l... Si el psiquiatra tiene una creencia previa fuerte de que el abuso sexual, u otros factores, son o no la causa de los problemas del paciente es muy probable que interfiera en la valoracin y tratamiento apropiado.

Por un lado, ignorar insensiblemente acusaciones horripilantes de abuso sexual puede ser una injusticia despiadada. Por otro lado, manipular los recuerdos de la gente, infundir falsas historias de abuso infantil, destrozar familias intachables e incluso enviar a la crcel a unos padres inocentes, es una injusticia despiadada. El escepticismo es esencial en ambos casos. Puede ser muy complicado elegir el camino entre esos dos extremos. Las primeras ediciones del influyente libro de Ellen Bass y Laura Davis (The Courage to Heal: A Guidefor Women Survivors of Child Sexual Abuse, Perennial Library, 1988) advierten de manera iluminadora a los terapeutas:
Creer al superviviente. Debe creerse que la paciente fue vctima de abuso sexual aunque lo dude ella misma... Ella necesita que usted crea con firmeza que fue vctima de abuso. Participar en la duda de un paciente sera como transmitir al paciente suicida que el suicidio es la mejor solucin. Si un paciente no sabe seguro si sufri un abuso pero cree que podra haber sido as, trabaje como si fuera as. Hasta ahora, entre los cientos de mujeres con quienes hemos hablado y los cientos ms que hemos odo, ninguna de las que ha sospechado que poda haber sido vctima de abuso decidi que no era as despus de investigar.

Pero Kenneth V. Lanning, agente especial supervisor de la Unidad de Instruccin e Investigacin Cientfica de Comportamiento de la Academia del

FBI en Quantico, Virginia, un destacado experto en la victimizacin sexual de los nios, se pregunta: Estamos compensando ahora los siglos de negacin aceptando ciegamente toda declaracin de abuso infantil, por muy absurda e improbable que sea? Si es as, me da igual responde un terapeuta de California entrevistado por The Washington Post. Lo que ocurri realmente me parece irrelevante... Todos vivimos en el engao. Creo que la existencia de cualquier acusacin falsa de abuso sexual infantil especialmente las creadas bajo la tutela de una figura de autoridad es relevante en lo referente al tema de la abduccin por extraterrestres. Si hay personas que con gran pasin y conviccin pueden ser llevadas a recordar que han sido vctima de abuso por parte de sus padres sin ser verdad, no podran otros, con una pasin y conviccin comparables, ser llevados a recordar que han sido vctima de abusos de extraterrestres sin ser verdad? Cuanto ms examino las declaraciones de abduccin por extraterrestres, ms similares me parecen a los informes de recuerdos recuperados de abuso sexual en la infancia. Y hay una tercera clase de declaraciones que tambin estn relacionadas: los recuerdos reprimidos de cultos rituales satnicos, en los que la tortura sexual, la coprofilia, el infanticidio y el canibalismo parecen ser la norma. En una encuesta de dos mil setecientos miembros de la Asociacin Americana de Psiclogos, el doce por ciento contest que haban tratado casos de abuso ritual satnico (mientras el treinta por ciento declar casos de abusos realizados en nombre de la religin). En Estados Unidos se han declarado unos diez mil casos anuales en los ltimos aos. Un nmero significativo de los que plantean el riesgo del satanismo creciente en Amrica, incluyendo las fuerzas del orden que organizan seminarios sobre el tema, resultan ser fundamentalistas cristianos; sus sectas necesitan explcitamente la intromisin de un mal literal en la vida humana cotidiana. La relacin queda trazada limpiamente en el dicho: Ni Satans, ni Dios. Parece haber un claro problema de credibilidad policial en este tema. A continuacin, citar unos extractos del anlisis del experto del FBI Lanning sobre delitos satnicos, ocultos y rituales, basado en su amarga experiencia, y publicado en el nmero de octubre de 1989 de la revista profesional The Plice Chief:
Prcticamente toda discusin sobre satanismo y brujera se interpreta a la luz de las creencias religiosas de los que se hallan entre el pblico. La fe, no la lgica ni la razn, gobierna las creencias religiosas de la mayora de la gente.

Como resultado, los agentes de la ley con un escepticismo normal aceptan la informacin diseminada en esas conferencias sin evaluar crticamente o cuestionar las fuentes... Para algunos, el satanismo es cualquier sistema de creencia religioso distinto del suyo propio.

Lanning ofrece a continuacin una larga lista de sistemas de creencia que ha odo describir personalmente como satanismo en esas conferencias. Incluye el catolicismo romano, la Iglesia ortodoxa, el islam, el budismo, el hinduismo, el mormonismo, la msica rock and roll, la canalizacin, la astrologa y las creencias de la Nueva Era en general. No es una clara indicacin de cmo empiezan las cazas de brujas y los pogroms? Dentro del sistema de creencia religioso personal de un agente del orden, sigue,
el cristianismo puede ser bueno y el satanismo malo. Segn la Constitucin, sin embargo, ambos son neutrales. Este concepto es importante, aunque difcil de aceptar para muchos agentes de la ley. Se les paga para defender el Cdigo penal, no los diez mandamientos... El hecho es que se han cometido muchos ms delitos y abusos de nios por fanticos en nombre de Dios, Jess y Mahoma que en nombre de Satans. A muchos no les gusta esta afirmacin, pero pocos pueden discutirla.

Muchos de los que alegan esos abusos satnicos describen grotescos rituales orgisticos en los que se matan y comen bebs. A lo largo de toda la historia europea, ciertos grupos han sido injuriados por sus detractores por medio de este tipo de declaraciones (entre ellos, los conspiradores catilinos en Roma, el libelo de sangre de Pascua contra los judos y los caballeros templarios cuando se les desmantelaba en la Francia del siglo XIV). Irnicamente, se encontraban informes de infanticidio canbal y orgas incestuosas entre los pormenores que utilizaron las autoridades romanas para perseguir a los primeros cristianos. Al fin y al cabo, se cita al propio Jess diciendo (San Juan 6, 53): Si no comis la carne del Hijo del hombre, y no bebis su sangre, no tenis vida en vosotros. Aunque el verso siguiente aclara que habla de comer su propia carne y beber su propia sangre, crticos poco favorables podan haber interpretado que el griego hijo del hombre quera decir nio o infante. Tertuliano y otros padres de la primera Iglesia se defendan como podan de estas acusaciones grotescas. Hoy en da, la falta de correspondencia entre el nmero de bebs y nios pequeos perdidos en los archivos policiales se explica con el pretexto de que en todo el mundo se cran nios con este propsito... lo que recuerda sin duda la declaracin de los abducidos en el sentido de que los experimentos extraterrestre-humano estn muy extendidos. Se dice tambin, como en el paradigma de la abduccin por extraterrestres, que el abuso del culto satnico pasa de generacin en generacin en algunas familias. Que yo

sepa, como en el primer caso, tampoco aqu se ha ofrecido nunca una prueba fsica en un tribunal de justicia que sustente estas declaraciones. Sin embargo, su poder emocional es evidente. La mera posibilidad de que ocurran cosas as incita a los mamferos, es decir, a nosotros, a actuar. Cuando damos credibilidad al ritual satnico, tambin elevamos la condicin social de los que nos advierten del supuesto peligro. Consideremos estos cinco casos: 1) Myra Obasi, una maestra de escuela de Luisiana, estaba poseda por demonios, segn crean ella y sus hermanas tras consultarlo con un curandero vud. Las pesadillas de su sobrino eran parte de la prueba. Partieron pues hacia Dallas, abandonaron a sus cinco hijos y luego las hermanas le sacaron los ojos a la seora Obasi. En el juicio, ella defendi a sus hermanas. Ellas dijeron que haban intentado ayudarla. Pero la religin vud no adora al diablo; es un cruce entre el catolicismo y la religin original haitiana. 2) Unos padres matan a su hija a palos porque no quiere abrazar su rama del cristianismo. 3) Un pederasta justifica sus actos leyendo la Biblia a sus vctimas. 4) A un chico de catorce aos le arrancan el globo del ojo en una ceremonia de exorcismo. Su atacante no es un satanista, sino un ministro fundamentalista protestante con compromisos religiosos. 5) Una mujer piensa que su hijo de doce aos de edad est posedo por el diablo. Despus de una relacin incestuosa con l, le decapita. Pero no hay contenido ritual satnico en la posesin. El segundo y tercer caso vienen de los archivos del FBI. Los dos ltimos son de un estudio que realizaron la doctora Gail Goodman, psicloga de la Universidad de Davis, California, y sus colegas, para el Centro Nacional de Abuso y Abandono Infantil. Examinaron unas doce mil denuncias de abuso sexual que implicaban cultos rituales satnicos y no pudieron encontrar ni uno solo que resistiera el escrutinio. Los terapeutas hablaban de abuso satnico basndose slo, por ejemplo, en la revelacin del paciente mediante la hipnoterapia o el temor a los smbolos satnicos de los nios. En algunos casos se hizo el diagnstico en base a la conducta comn a muchos nios. Slo en algunos casos se mencionaba una prueba fsica, normalmente "cicatrices". Pero en la mayora de los casos, las cicatrices no existan o eran muy leves. Incluso cuando haba cicatrices, no se determinaba si las haban causado las propias vctimas. Eso tambin es muy similar a los casos de abduccin por extraterrestres descritos ms abajo. George K. Ganaway, profesor de psiquiatra de la Universidad de Emory, propone que la causa probable ms comn de recuerdos relacionados con cultos puede resultar perfectamente un engao mutuo entre el paciente y el terapeuta. Uno de los casos ms molestos de recuerdo recuperado de abuso ritual satnico fue relatado por Lawrence Wright en un interesante libro Remembering Satn (Knopf, 1994). Se trata de Pal Ingram, un hombre al

que el hecho de ser demasiado crdulo, demasiado sugestionable, demasiado inexperto en escepticismo le pudo haber arruinado la vida. En 1988, Ingram era presidente del partido republicano en Olympia, Washington, el principal delegado civil en el departamento local de polica, bien considerado, muy religioso y encargado de advertir a los nios en reuniones escolares sobre el peligro de las drogas. De pronto lleg el momento de pesadilla en que una de sus hijas despus de una sesin de gran emotividad en un retiro religioso fundamentalista hizo la primera de una serie de acusaciones, cada una de ellas ms espantosa que la anterior, en el sentido de que Ingram haba abusado sexualmente de ella, la haba dejado embarazada, torturado, ofrecido a otros agentes de la polica, la haba introducido en ritos satnicos, haba desmembrado y comido bebs... Eso haba ocurrido desde su infancia, deca ella, casi hasta el da en que empez a recordarlo todo. Ingram no era capaz de entender qu razn poda tener su hija para decir una mentira as... aunque por su parte no tena ningn recuerdo de todo aquello. Pero tanto los investigadores policiales como un psicoterapeuta consultor y su ministro de la Iglesia del Agua Viviente le contaron que los infractores sexuales siempre repriman los recuerdos de sus delitos. Ingram, con una sensacin extraa pero al mismo tiempo ansioso por colaborar, intent recordar. Despus de que un psiclogo le aplicara una tcnica de hipnosis con los ojos cerrados para inducir el trance, Ingram empez a visualizar algo similar a lo que describa la polica. Lo que le vena a la cabeza no eran recuerdos reales, sino algo as como pedazos de imgenes en la niebla. Cada vez que produca una imagen cuantas ms vea, ms odioso era el contenido le animaban y fortalecan. Su pastor le asegur que Dios se encargara de permitir que slo surgieran los recuerdos genuinos en sus sueos. Bueno, era casi como si lo inventara dijo Ingram, pero no es as. Sugiri que quiz el responsable fuera un demonio. Bajo el mismo tipo de influencias, al circular rumores en la iglesia de los horrores que Ingram estaba confesando, sus otros hijos y su esposa tambin empezaron a recordar. Se acus a ciudadanos prominentes de participar en ritos orgisticos. Las fuerzas del orden de toda Amrica empezaron a prestar atencin. Eso era slo la punta del iceberg, decan algunos. Cuando el ministerio fiscal convoc a Richard Ofshe de Berkeley, ste realiz un experimento de control. Fue un soplo de aire fresco. Con la simple sugerencia a Ingram de que haba obligado a su hijo e hija a cometer incesto, y pidindole que usara la tcnica de recuperacin de memoria que haba aprendido, obtuvo inmediatamente un recuerdo as. No hizo falta ninguna presin ni intimidacin: bast con la sugerencia y la tcnica. Pero los supuestos participantes, que haban recordado tantas cosas, negaron que

eso hubiera ocurrido jams. Enfrentado a esta evidencia, Ingram neg con vehemencia que inventara nada o que estuviera influido por otros. Su recuerdo de este incidente era tan claro y real como todos los dems. Una de sus hijas describi las terribles marcas que tena en el cuerpo por las torturas y abortos a que la haban obligado. Pero, cuando por fin se le hizo una revisin mdica, no se encontraron las cicatrices correspondientes. El ministerio fiscal no juzg a Ingram por las acusaciones de abuso satnico. Ingram contrat a un abogado que nunca haba trabajado en un caso penal. Siguiendo el consejo del pastor, ni siquiera ley el informe de Ofshe: le dijeron que slo servira para confundirle. Se declar culpable de seis cargos de violacin y finalmente fue enviado a la crcel. Mientras esperaba la sentencia, encerrado, alejado de sus hijos, sus colegas de la polica y su pastor, reconsider el caso. Pidi retirar su declaracin de culpabilidad. Sus recuerdos haban sido coaccionados. No haba distinguido los recuerdos reales de una especie de fantasa. Le denegaron la alegacin. Ahora est cumpliendo una sentencia de veinte aos. Si estuviramos en el siglo XVI en lugar del XX, quiz toda la familia hubiera muerto en la hoguera... junto con una buena parte de los ciudadanos principales de Olympia, Washington. La existencia de un informe altamente escptico del FBI sobre el tema general del abuso satnico (Kenneth V. Lanning, Investigator's Guide to Allegations of "Ritual" Child Abuse, enero de 1992) es ampliamente ignorada por los entusiastas. Igualmente, un estudio de 1994 del Departamento Britnico de Salud sobre denuncias de abusos satnicos concluy que, de ochenta y cuatro ejemplos alegados, ni uno solo soportaba el escrutinio. Cul es pues la causa de todo este furor? El estudio explica:
La campaa cristiana evanglica contra los nuevos movimientos religiosos ha ejercido una poderosa influencia alentando la identificacin de abusos satnicos. Igualmente importantes, si no ms, para la extensin de la idea del abuso satnico en Gran Bretaa son los especialistas americanos y britnicos. Pueden tener poca o incluso ninguna cualificacin como profesionales, pero atribuyen su pericia a su experiencia en casos.

Los que estn convencidos de que los cultos del diablo representan un serio peligro para nuestra sociedad tienden a ser impacientes con los escpticos. Consideremos este anlisis del doctor Corydon Hammond, antiguo presidente de la Sociedad Americana de Hipnosis Clnica:
Les dir que esa gente [los escpticos] son, primero, ingenuos y con limitada experiencia clnica; segundo, tienen el tipo de ingenuidad que la gente tiene sobre el Holocausto, o son tan intelectuales y escpticos que lo dudan todo; o, tercero, ellos mismos son gente de culto. Y puedo asegurar que hay personas que se encuentran en esta posicin... Hay personas que son mdicos, profesionales de la salud mental, que estn implicados en los cultos, que estn

formando cultos transgeneracionales... Pienso que la investigacin es realmente clara: tenemos tres estudios, en uno se encontr que el veinticinco por ciento y en otro el veinte por ciento de pacientes mltiples no internados [con trastornos mltiples de personalidad] parecen ser vctimas de abuso de culto, y en el tercero, realizado en una unidad especializada de pacientes internos, ascenda al cincuenta por ciento.

En algunas de sus declaraciones parece creer que la CIA ha realizado experimentos de control mental de carcter nazi y satnicos sobre decenas de miles de confiados ciudadanos americanos. El motivo global, piensa Hammond, es crear una orden satnica que gobernar el mundo. Hay especialistas en las tres clases de recuerdos recuperados: de abduccin por extraterrestres, de culto satnico y para recuperar recuerdos reprimidos de abuso sexual en la infancia. Como es comn en la prctica de la salud mental, los pacientes seleccionan o son enviados a un terapeuta cuya especialidad parece relacionada con la dolencia. En las tres clases, el terapeuta ayuda a desempolvar imgenes de acontecimientos que, segn se cree, ocurrieron tiempo atrs (en algunos casos, unas dcadas); en las tres, los terapeutas se ven profundamente conmovidos por la inequvoca y genuina agona de sus pacientes; en las tres, sabemos que al menos algunos terapeutas hacen preguntas importantes que el paciente sugestionable recibe prcticamente como una orden de una figura de autoridad que le insta a recordar (he estado a punto de escribir confesar); en las tres, hay redes de terapeutas que intercambian historias de clientes y mtodos teraputicos; en las tres, los profesionales sienten la necesidad de defender su prctica ante colegas ms escpticos; en las tres, se despacha la hiptesis yatrognica; en las tres, la mayora de los que informan sobre abusos son mujeres. Y en ninguna de las tres clases con las excepciones mencionadas hay prueba fsica alguna. As pues, es difcil no preguntarse si las abducciones por extraterrestres podran formar parte de un cuadro mayor. Cul podra ser este cuadro mayor? Plante esta pregunta al doctor Fred H. Frankel, profesor de psiquiatra de la Escuela de Medicina de Harward, jefe de psiquiatra del hospital Beth Israel de Bostn y destacado experto en hipnosis. Su respuesta fue:
Si las abducciones extraterrestres son parte de un cuadro mayor, cul es en realidad este cuadro? Me da miedo precipitarme y entrar en un terreno donde los ngeles no se aventuran; sin embargo, todos los factores que usted perfila alimentan lo que en el fin de siglo se describi como histeria. Por desgracia, el trmino se lleg a usar con tal amplitud que nuestros contemporneos, con sus conocimientos titubeantes... no slo lo perdieron, sino que tambin perdieron de vista el fenmeno que representaba: altos niveles de sugestibilidad, capacidad imaginativa, sensibilidad a claves y expectativas

contextuales y el elemento del contagio... Hay un gran nmero de profesionales clnicos que no parecen apreciar bastante todo esto.

Frankel apunta que, del mismo modo que hacen retroceder a la gente para que recupere recuerdos supuestamente olvidados de vidas anteriores, los terapeutas tambin pueden hacer que avancen bajo hipnosis para recordar su futuro. As se obtiene la misma intensidad emocional que en la regresin o la hipnosis de abducidos de Mack. Esas personas no tienen intencin de engaar al terapeuta. Se engaan ellos mismos dice Frankel . No pueden distinguir sus fabulaciones de sus experiencias. Si no conseguimos vivir en paz, si nos abruma el peso de la culpabilidad por no hacer algo ms con nosotros mismos, no recibiramos encantados la opinin profesional de un terapeuta con un diploma en la pared de que no es culpa nuestra, que estamos en un apuro, que los responsables son los satanistas, los que cometen abusos sexuales o extraterrestres de otro planeta? Y no nos resistiramos a los escpticos enterados que nos dijeran que todo es imaginacin nuestra o que nos lo han inculcado los mismos terapeutas que nos han hecho sentir ms felices con nosotros mismos? Qu preparacin han recibido estos terapeutas en cuanto al mtodo cientfico y el escrutinio escptico, la estadstica o incluso la falibilidad humana? El psicoanlisis no es una profesin muy autocrtica, pero al menos muchos de sus practicantes tienen el ttulo de doctores en medicina. La mayora de los programas de medicina incluyen una exposicin significativa a los resultados y mtodos cientficos. Pero muchos de los que tratan casos de abuso sexual parecen tener un conocimiento slo relativo de la ciencia. La probabilidad de que los proveedores de salud mental en Amrica sean trabajadores sociales y no psiquiatras o psiclogos doctorados es de dos a una. La mayora de estos terapeutas arguyen que su responsabilidad es ofrecer apoyo a sus pacientes y no cuestionarlos, mostrarse escpticos o plantear dudas. Aceptan todo lo que se les presenta, por extrao que sea. A veces, la incitacin de los terapeutas no es sutil en absoluto. Aqu tenemos un informe (del FMS Newsletter de la Fundacin del Sndrome de Falsa Memoria, vol. 4, nm. 4, p. 3, 1995) que no tiene nada de atpico:
Mi antiguo terapeuta ha atestiguado que todava cree que mi madre es satanista, [y] que mi padre me molest... El delirante sistema de creencias y las tcnicas de mi terapeuta a base de sugestin y persuasin me llevaron a creer que las mentiras eran recuerdos. Cuando yo dudaba de la realidad de mis recuerdos, l insista en que eran verdad. No slo insista en que eran verdad, sino que me informaba de que, para recuperarme, adems de aceptarlos como reales deba recordarlos todos

En un caso de 1991 en Allegheny County, Pennsylvania, una adolescente, alentada por un maestro y un trabajador social, acus a su padre de haber abusado sexualmente de ella, lo que desemboc en su detencin. Nicole tambin declar que haba dado a luz tres nios y su familia los haba matado, que haba sido violada en un restaurante lleno de gente y que su abuela volaba montada en una escoba. Nicole se retract de sus acusaciones al ao siguiente y se retiraron todos los cargos contra su padre. Nicole y sus padres formularon una denuncia contra el terapeuta y la clnica psiquitrica a la que haba sido enviada ella despus de haber hecho las acusaciones. El jurado encontr que el doctor y la clnica haban actuado con negligencia y concedi casi un cuarto de milln de dlares a Nicole y sus padres. Cada vez hay ms casos de este tipo. Podra ser que la competencia para conseguir pacientes, y el inters financiero obvio de una terapia prolongada, disminuyera la inclinacin de los terapeutas a ofender a sus pacientes manifestando cierto escepticismo ante sus historias? Hasta qu punto son conscientes del dilema de un paciente ingenuo que entra en un despacho profesional y oye que su insomnio u obesidad se deben (en orden aumentativo de rareza) a un abuso paterno, un ritual satnico o una abduccin por extraterrestres totalmente olvidados? Aunque hay limitaciones ticas y de otro tipo, se necesita algo parecido a un experimento de control: quiz enviar al mismo paciente a especialistas de los tres campos. Alguno de ellos dice: No, su problema no se debe a un abuso olvidado en la infancia (o a un ritual satnico olvidado, o a una abduccin por extraterrestres, lo que se tercie)? Cuntos de ellos dicen: Hay una explicacin mucho ms prosaica? En lugar de ello, Mack llega a decir a uno de sus pacientes con admiracin y para tranquilizarlo que ha emprendido un viaje heroico. Un grupo de abducidos cada uno de ellos con una experiencia distinta pero similar escribe:
... varios de nosotros habamos reunido por fin la suficiente valenta para presentar nuestras experiencias a consejeros profesionales y lo nico que conseguimos es que evitaran nerviosos el tema, fruncieran el entrecejo en silencio o interpretaran la experiencia como un sueo o alucinacin para tranquilizarnos con condescendencia y asegurarnos que esas cosas pasan, pero no se preocupe, bsicamente su salud mental es buena. Perfecto! No estamos locos, pero si nos tomamos en serio nuestras experiencias, es muy probable que acabemos locos.

Con gran alivio, encontraron un terapeuta favorable que no slo acept sus historias a pies juntillas sino que conoca cientos de historias sobre cuerpos

extraterrestres y el encubrimiento a alto nivel de los ovnis por parte del gobierno. Un tpico terapeuta de ovnis encuentra pacientes de tres maneras: le escriben cartas a la direccin que sale al final de sus libros; se los envan otros terapeutas (principalmente los que tambin se especializan en abducciones por extraterrestres); o se presentan a l despus de dar una conferencia. Dudo que llegue algn paciente a su puerta totalmente ignorante de los relatos populares de abducciones y los mtodos y creencias propios del terapeuta. Antes de intercambiar la primera palabra, saben ya mucho el uno del otro. Otro destacado terapeuta da a sus pacientes sus propios artculos sobre abducciones por extraterrestres para ayudarlos a recordar sus experiencias. Se siente satisfecho cuando lo que finalmente recuerdan bajo hipnosis se parece a lo que l describe en sus estudios. La similitud de los casos es una de las principales razones para creer que las abducciones ocurren realmente. Un importante estudioso de los ovnis comenta que cuando el hipnotizador no tiene un conocimiento adecuado del tema [de abduccin por extraterrestres] puede que no se llegue a revelar nunca la verdadera naturaleza de la abduccin. Podemos discernir en esta afirmacin cmo podra ser guiado el paciente sin que el terapeuta fuera consciente de que le gua? ---ooo--A veces, al caer dormidos, tenemos la sensacin de tambaleamos desde una altura y que nuestras extremidades se agitan por su cuenta. Se llama reflejo de sobresalto. Quiz sea un remanente de cuando nuestros antepasados dorman en los rboles. Por qu tenemos que imaginar que rememoramos mejor (maravillosa palabra) que cuando estamos en tierra firme? Por qu suponer que, entre el vasto tesoro de recuerdos almacenados en nuestras cabezas, no hay nada que nos haya sido inculcado despus de ocurrir... por la manera de expresar una pregunta cuando estamos en un marco mental sugestionable, por el placer de contar o escuchar una buena historia, por confusin con algo que lemos u omos en una ocasin?

CAPTULO 10

UN DRAGN EN EL GARAJE

..la magia, recordarlo es importante, es un arte que exige la colaboracin entre el artista y su pblico. E. M. BUTLER, El mito del mago (1948)

En mi garaje vive un dragn que escupe fuego por la boca. Supongamos (sigo el mtodo de terapia de grupo del psiclogo Richard Franklin) que yo le hago a usted una aseveracin como sa. A lo mejor le gustara comprobarlo, verlo usted mismo. A lo largo de los siglos ha habido innumerables historias de dragones, pero ninguna prueba real. Qu oportunidad! Ensemelo me dice usted. Yo le llevo a mi garaje. Usted mira y ve una escalera, latas de pintura vacas y un triciclo viejo, pero el dragn no est. Dnde est el dragn? me pregunta. Oh, est aqu contesto yo moviendo la mano vagamente. Me olvid de decir que es un dragn invisible. Me propone que cubra de harina el suelo del garaje para que queden marcadas las huellas del dragn. Buena idea replico, pero este dragn flota en el aire. Entonces propone usar un sensor infrarrojo para detectar el fuego invisible. Buena idea, pero el fuego invisible tampoco da calor. Se puede pintar con spray el dragn para hacerlo visible. Buena idea, slo que es un dragn incorpreo y la pintura no se le pegara. Y as sucesivamente. Yo contrarresto cualquier prueba fsica que usted me propone con una explicacin especial de por qu no funcionar. Ahora bien, cul es la diferencia entre un dragn invisible, incorpreo y flotante que escupe un fuego que no quema y un dragn inexistente? Si no hay manera de refutar mi opinin, si no hay ningn experimento concebible vlido contra ella, qu significa decir que mi dragn existe? Su incapacidad de invalidar mi hiptesis no equivale en absoluto a demostrar que es cierta. Las afirmaciones que no pueden probarse, las aseveraciones inmunes a la refutacin son verdaderamente intiles, por mucho valor que puedan tener para inspiramos o excitar nuestro sentido de

maravilla. Lo que yo le he pedido que haga es acabar aceptando, en ausencia de pruebas, lo que yo digo. Lo nico que ha aprendido usted de mi insistencia en que hay un dragn en mi garaje es que estoy mal de la cabeza. Se preguntar, si no puede aplicarse ninguna prueba fsica, qu fue lo que me convenci. La posibilidad de que fuera un sueo o alucinacin entrara ciertamente en su pensamiento. Pero entonces por qu hablo tan en serio? A lo mejor necesito ayuda. Como mnimo, puede ser que haya infravalorado la falibilidad humana. Imaginemos que, a pesar de que ninguna de las pruebas ha tenido xito, usted desea mostrarse escrupulosamente abierto. En consecuencia, no rechaza de inmediato la idea de que haya un dragn que escupe fuego por la boca en mi garaje. Simplemente, la deja en suspenso. La prueba actual est francamente en contra pero, si surge algn nuevo dato, est dispuesto a examinarlo para ver si le convence. Seguramente es poco razonable por mi parte ofenderme porque no me cree; o criticarle por ser un pesado poco imaginativo... simplemente porque usted pronunci el veredicto escocs de no demostrado. Imaginemos que las cosas hubieran ido de otro modo. El dragn es invisible, de acuerdo, pero aparecen huellas en la harina cuando usted mira. Su detector de infrarrojos registra algo. La pintura del spray revela una cresta dentada en el aire delante de usted. Por muy escptico que se pueda ser en cuanto a la existencia de dragones por no hablar de seres invisibles ahora debe reconocer que aqu hay algo y que, en principio, es coherente con la idea de un dragn invisible que escupe fuego por la boca. Ahora otro guin: imaginemos que no se trata slo de m. Imaginemos que varias personas que usted conoce, incluyendo algunas que est seguro de que no se conocen entre ellas, le dicen que tienen dragones en sus garajes... pero en todos los casos la prueba es enloquecedoramente elusiva. Todos admitimos que nos perturba ser presas de una conviccin tan extraa y tan poco sustentada por una prueba fsica. Ninguno de nosotros es un luntico. Especulamos sobre lo que significara que hubiera realmente dragones escondidos en los garajes de todo el mundo y que los humanos acabramos de enterarnos. Yo preferira que no fuera verdad, francamente. Pero quiz todos aquellos mitos europeos y chinos antiguos, sobre dragones no eran solamente mitos... Es gratificante que ahora se informe de algunas huellas de las medidas del dragn en la harina. Pero nunca aparecen cuando hay un escptico presente. Se plantea una explicacin alternativa: tras un examen atento, parece claro que las huellas podan ser falsificadas. Otro entusiasta del dragn presenta una quemadura en el dedo y la atribuye a una extraa manifestacin fsica del aliento de fuego del dragn. Pero

tambin aqu hay otras posibilidades. Es evidente que hay otras maneras de quemarse los dedos adems de recibir el aliento de dragones invisibles. Estas pruebas, por muy importantes que las consideren los defensores del dragn, son muy poco convincentes. Una vez ms, el nico enfoque sensato es rechazar provisionalmente la hiptesis del dragn y permanecer abierto a otros datos fsicos futuros, y preguntarse cul puede ser la causa de que tantas personas aparentemente sanas y sobrias compartan la misma extraa ilusin. ---ooo--La magia requiere la cooperacin tcita de la audiencia con el mago: una renuncia al escepticismo o lo que se describe a veces como la suspensin voluntaria de la incredulidad. De ello se deduce inmediatamente que, para penetrar en la magia, para descubrir el truco, debemos dejar de colaborar. Cmo se puede progresar en este tema cargado de tantas emociones, controvertido y fastidioso? Los pacientes deberan ejercitar la precaucin ante los terapeutas que deducen o confirman rpidamente abducciones por extraterrestres. Los que tratan a los abducidos podran explicar a sus pacientes que las alucinaciones son normales y que el abuso sexual infantil es bastante comn. Podran tener en cuenta que ningn cliente est totalmente libre de la contaminacin extraterrestre de la cultura popular. Podran ensear escepticismo a sus clientes. Podran cargar de nuevo sus propias reservas de escepticismo, que van disminuyendo. Las declaraciones de abducciones por extraterrestres molestan a muchas personas y en ms de un aspecto. El tema es una ventana hacia las vidas internas de nuestros compaeros. Si mucha gente dice haber sido abducida y no es verdad, es como para preocuparse. Pero es mucho ms preocupante que haya tantos terapeutas que aceptan esas declaraciones a pies juntillas, prestando una atencin inadecuada a la sugestibilidad de sus pacientes y a las indicaciones inconscientes de sus interlocutores. Me sorprende que haya algunos psiquiatras y otras personas con una mnima preparacin cientfica, que conocen las imperfecciones de la mente humana, y que rechacen al mismo tiempo la idea de que esos relatos puedan ser algn tipo de alucinacin o de falsa memoria. Todava me sorprenden ms las afirmaciones de que la historia de la abduccin por extraterrestres es verdadera magia, que es un desafo a nuestra comprensin de la realidad o que constituye una base para una visin mstica del mundo. O, tal como plante el asunto John Mack: Hay fenmenos lo bastante importantes para que se garantice una investigacin seria, y la metafsica del paradigma cientfico occidental dominante puede ser inadecuada para sostener

plenamente esta investigacin. En una entrevista con la revista Time, sigue diciendo:
No s por qu hay tanto celo por encontrar una explicacin fsica convencional. No s por qu la gente tiene tantos problemas para aceptar simplemente el hecho de que aqu ocurre algo inusual... Hemos perdido toda la capacidad de conocer un mundo ms all de lo fsico.18

Pero sabemos que las alucinaciones surgen por privacin sensorial, drogas, enfermedades y fiebres, falta de sueo REM, cambios en la qumica cerebral, y as sucesivamente. E incluso si, como Mack, tomsemos los casos a pies juntillas, sus aspectos notables (como deslizarse a travs de las paredes y otras cosas) son ms fcilmente atribuibles a algo dentro del reino de lo fsico tecnologa extraterrestre avanzada que a la brujera. Tengo un amigo que dice que la nica cuestin interesante en el paradigma de la abduccin por extraterrestres es: Quin estafa a quin? Es el cliente quien engaa al terapeuta, o al revs? No estoy de acuerdo. Para empezar, hay muchas cuestiones interesantes sobre las declaraciones de abducciones por extraterrestres. Adems, esas dos alternativas no son mutuamente excluyentes. Durante muchos aos me rondaba algo en la memoria sobre los casos de abduccin por extraterrestres. Por fin lo record. Era un libro de 1954 que haba ledo en la universidad: La hora de cincuenta minutos. El autor, un psicoanalista llamado Robert Lindner, haba sido llamado por el Laboratorio Nacional de Los lamos para tratar a un brillante y joven fsico nuclear cuyos delirios estaban empezando a interferir con su investigacin gubernamental secreta. Result que el fsico (al que se puso el pseudnimo de Kirk Alien) tena una vida paralela a la de crear armas nucleares: confes que, en el futuro lejano, pilot (o pilotar... los tiempos verbales chirran un poco) una nave espacial interestelar. Le encantaban las estimulantes aventuras de bravucones en planetas de otras galaxias. Era seor de muchos mundos. A lo mejor all le llamaban capitn Kirk. No slo poda recordar esa otra vida; tambin poda entrar en ella cuando quera. Slo con pensar de la manera correcta, desendolo, poda transportarse a s mismo a travs de los aos luz y de los siglos.
De una manera que yo no poda comprender, solo con desear que fuera as, haba cruzado las inmensidades del espacio, haba salido del tiempo y me haba mezclado lleg a ser as literalmente con el ego distante y futuro... No me pidan que lo explique. No puedo, aunque sabe Dios que lo he intentado.

18

Y luego, en una frase que nos recuerda lo cerca que est el paradigma de la abduccin por extraterrestres de la religin mesinica y milenarista, Mack concluye: Yo soy un puente entre esos dos mundos.

Lindner le encontr inteligente, sensible, agradable, educado y perfectamente capaz de enfrentarse a las vicisitudes humanas cotidianas. Pero, al reflexionar sobre lo excitante que era la vida entre las estrellas. Alien se haba dado cuenta de que estaba un poco aburrido con su vida en la Tierra, aunque se dedicara a construir armas de destruccin masiva. Cuando los supervisores de su laboratorio le amonestaron por distraccin y soolencia, l se disculp; les asegur que intentara pasar ms tiempo en este planeta. Fue entonces cuando se pusieron en contacto con Lindner. Alien haba escrito doce mil pginas sobre sus experiencias en el futuro y docenas de tratados tcnicos sobre geografa, poltica, arquitectura, astronoma, geologa, formas de vida, genealoga y ecologa de los planetas de otras estrellas. Unos cuantos ttulos monogrficos dan una idea del material: El desarrollo cerebral nico de los cristpedos de Srom Norba X, Adoracin del fuego y sacrificio en Srom Sodrat II, La historia del Instituto Cientfico Intergalctico y La aplicacin de la teora de campo unificada y la mecnica de propulsin estelar al viaje espacial. (Este ltimo es el que me gustara ver; al fin y al cabo, segn decan. Alien era un fsico de primera categora.) Fascinado, Lindner estudi detenidamente el material. Alien no dio muestras de ninguna timidez a la hora de presentar sus escritos a Lindner o comentarlos en detalle. Imbatible y formidable intelectualmente, pareca no ceder ni una pulgada a los servicios psiquitricos. Cuando fall todo lo dems, el psiquiatra intent algo diferente:
Intent... evitar que pensara que yo entraba en liza para demostrarle que era un psictico, que se trataba de una lucha a muerte sobre la cuestin de su salud mental. En lugar de eso, puesto que era obvio que tanto su temperamento como su educacin eran cientficos, me plante capitalizar la cualidad que haba demostrado durante toda su vida... la cualidad que le llev a seguir una carrera cientfica: su curiosidad... Eso significaba... que al menos de momento yo aceptaba la validez de sus experimentos... En una oleada sbita de inspiracin, se me ocurri que, para alejar a Kirk de su locura, era necesario que yo entrase en su fantasa y, desde esta posicin, liberarlo de la psicosis.

Lindner seal algunas contradicciones aparentes en los documentos y pidi a Alien que las resolviera. Para ello, el fsico tema que volver a entrar en el futuro con el fin de encontrar las respuestas. Sin hacerse de rogar, Alien llegaba a la siguiente sesin con un documento aclarador escrito con su letra. Lindner se encontr esperando ansiosamente cada entrevista para sentirse cautivado una vez ms por la visin de la abundante vida e inteligencia en la galaxia. Entre los dos fueron capaces de resolver muchos problemas de coherencia. Entonces ocurri algo extrao: Los materiales de la psicosis de Kirk y el taln de Aquiles de mi personalidad se encontraron y encajaron como el

engranaje de un reloj. El psicoanalista se convirti en co-conspirador en el delirio de su paciente. Empez a rechazar las explicaciones psicolgicas de la historia de Alien. Qu seguridad tenemos de que no pueda ser realmente verdad? Se encontr a s mismo defendiendo la idea de que se poda entrar en otra vida, en la de un viajero del espacio en el futuro lejano, mediante un simple esfuerzo de voluntad.
A un ritmo sorprendentemente rpido... la fantasa iba ocupando reas cada vez ms grandes de mi pensamiento... Con la ayuda de Kirk, asombrado, yo participaba en aventuras csmicas y comparta la emocin de aquella extravagancia envolvente que l haba maquinado.

Pero, finalmente, ocurri algo an ms extrao: preocupado por el bienestar de su terapeuta, y acumulando una reserva admirable de integridad y coraje, Kirk Alien confes: lo haba inventado todo. Todo vena de su infancia solitaria y su poco xito en las relaciones con las mujeres. Haba ensombrecido, y posteriormente olvidado, los lmites entre la realidad y la imaginacin. Incorporar detalles plausibles para ir tejiendo un rico tapiz sobre otros mundos era un desafo emocionante. Se disculpaba de haber llevado a Lindner por aquel camino de rosas. Por qu? le pregunt el psiquiatra. Por qu simulaba? Por qu insista en decirme...? Porque senta que deba hacerlo contest el fsico. Porque senta que era lo que usted quera. Kirk y yo intercambiamos los papeles, explic Lindner,
y, en uno de esos desenlaces que hacen de mi trabajo una dedicacin impredecible, maravillosa y llena de compensaciones, la locura que compartamos se desmoron... Utilic la racionalizacin del altruismo clnico para fines personales y de ese modo ca en la trampa que acecha a todos los terapeutas de la mente incautos... Hasta que Kirk Alien entr en mi vida, yo nunca haba dudado de mi estabilidad. Siempre haba pensado que las aberraciones mentales eran cosa de los otros... Me avergenza esta superioridad. Pero ahora, cuando escucho desde mi silln detrs del divn, soy consciente de algo nuevo. S que la lnea que separa el silln del divn es muy fina. S que, al fin y al cabo, lo que determina finalmente quin debe tumbarse en el divn y quin debe sentarse detrs no es ms que una feliz combinacin de accidentes.

No estoy seguro a partir de este relato que lo de Kirk Alien fuera realmente una alucinacin. Quiz slo sufra algn trastorno de personalidad que le haca deleitarse inventando historias a expensas de otros. No s hasta qu punto Lindner puede haber adornado o inventado parte del relato. Nada sugiere que, cuando escriba sobre compartir y entrar en la fantasa de Alien, el psiquiatra se imaginase viajando hacia el futuro lejano y

participando en la gran aventura interestelar. Tampoco John Mack y los dems terapeutas de abduccin por extraterrestres sugieren que hayan sido abducidos; slo sus pacientes. Y si el fsico no hubiera confesado? Se habra convencido Lindner a s mismo, ms all de toda duda razonable, de que realmente era posible deslizarse a una era ms romntica? Habra dicho que, a pesar de haber empezado como un escptico, se haba convencido por el peso de la prueba? Poda haberse ofrecido como experto para asistir a los viajeros del espacio del futuro que estn perdidos en el siglo XX? La existencia de un especialista psiquitrico as animara a otros a tomarse en serio las fantasas o alucinaciones de este tipo? Tras unos casos similares, habra podido rebatir Lindner todos los argumentos del tipo de s razonable, Bob y deducir que estaba penetrando en un nuevo nivel de realidad? Su preparacin cientfica ayud a Kirk Alien a salvarse de la locura. Hubo un momento en que terapeuta y paciente haban intercambiado sus papeles. A m me gusta verlo como el paciente que salva al terapeuta. Quiz John Mack no tuvo tanta suerte. ----ooo---

Consideremos una aproximacin muy diferente a la bsqueda de extraterrestres: la bsqueda por radio de vida inteligente. En qu se diferencia de la fantasa y la pseudociencia? En Mosc, a principios de la dcada de los sesenta, los astrnomos soviticos dieron una conferencia de prensa en la que anunciaron que la intensa emisin de radio de un misterioso objeto distante llamado CTA-102 variaba regularmente, como una onda sinusoide, con un perodo de unos cien das. No se haba encontrado antes ninguna fuente distante peridica. Por qu convocaron una conferencia de prensa para anunciar un descubrimiento tan misterioso? Porque pensaron que haban detectado una civilizacin extraterrestre de poderes inmensos. Sin duda, vale la pena convocar una conferencia de prensa para eso. La noticia caus una breve sensacin en los medios de comunicacin y el grupo de rock de los Byrds incluso compuso y grab una cancin sobre ello. (CTA-102, we're over here receiving you. / Signals tells us that you 're there. / We can hear them loud and clear...)19 Emisin de radio desde CTA-102? Sin duda. Pero qu es CTA102? Hoy sabemos que CTA-102 es un quasar distante. En aquel momento, la palabra quasar ni siquiera haba sido acuada. Todava no sabemos muy bien qu son los quasars; y hay ms de una explicacin de ellos en la literatura cientfica. Sin embargo, ningn astrnomo hoy en da incluyendo
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CTA-102, aqu estamos, te recibimos. / Las seales nos dicen que estas ah. / Las podemos or altas y claras...

los implicados en aquella conferencia de Mosc opina seriamente que un quasar como el CTA-102 es una civilizacin extraterrestre a billones de aos luz con acceso a inmensos niveles de energa. Por qu no? Porque tenemos explicaciones alternativas de las propiedades de los quasars que son coherentes con las leyes fsicas conocidas y no invocan la vida extraterrestre. Los extraterrestres representan una hiptesis de ltimo recurso. Se recurre a ella slo cuando falla todo lo dems. En 1967, cientficos britnicos encontraron una fuente de radio mucho ms cercana que se encenda y apagaba con precisin asombrosa, con un perodo constante en diez o ms figuras significativas. Qu era? Su primera idea fue que era un mensaje para nosotros, o quiz un radiofaro de navegacin interestelar y medida del tiempo para naves que hacen el trayecto entre las estrellas. Incluso le dieron, entre ellos, en la Universidad de Cambridge, la extraa designacin de LGM-1 (iniciales de Little Green Men: hombrecillos verdes). Sin embargo fueron ms listos que sus colegas soviticos. No convocaron una conferencia de prensa. Pronto qued claro que lo que observaban era lo que ahora se llama un pulsar, el primero, el pulsar de la Nebulosa Cangrejo. As, qu es un pulsar? Un pulsar es el estado final de una estrella masiva, un sol encogido hasta el tamao de una ciudad, con su estructura mantenida de un modo distinto a las otras estrellas, no por presin de gas ni por degeneracin de electrones sino por fuerzas nucleares. En cierto sentido es un ncleo atmico de ms de diez kilmetros de extensin. Bien, sostengo que eso es una idea al menos tan extraa como la del radiofaro de navegacin interestelar. La respuesta de lo que un pulsar es tena que ser algo terriblemente raro. No es una civilizacin extraterrestre. Es algo ms: pero un algo ms que nos abre los ojos y la mente y nos indica posibilidades insospechadas en la naturaleza: Anthony Hewish gan el Premio Nobel de Fsica por el descubrimiento de los pulsares. El experimento Ozma original (la primera bsqueda intencional por radio de inteligencia extraterrestre), el programa META (Megachannel Extraterrestrial Assay) de la Universidad de Harvard/Sociedad Planetaria, la investigacin de la Universidad Estatal de Ohio, el proyecto SERENDIP de la Universidad de California, Berkeley, y muchos otros han detectado seales anmalas del espacio que hacen palpitar un poco el corazn del observador. Por un momento pensamos que hemos captado una seal genuina de origen inteligente ms all de nuestro sistema solar. En realidad no tenemos la menor idea de qu es, porque la seal no se repite. Unos minutos despus, al da siguiente, o aos despus, uno gira el mismo telescopio hacia el mismo punto del cielo con la misma frecuencia, ancho de banda, polarizacin y todo

lo dems y no se oye nada. No se deducen, menos an se anuncian, extraterrestres. Quiz haya habido una sobretensin electrnica estadsticamente inevitable, o una disfuncin del sistema de deteccin, o una nave espacial (de la Tierra), o un avin militar volando y emitiendo por canales que se suponen reservados para la astronoma por radio. Quiz puede ser incluso un mecanismo para abrir la puerta del garaje al final de la calle o una estacin de radio a unos cientos de kilmetros. Hay muchas posibilidades. Uno debe comprobar sistemticamente todas las alternativas y ver cules puede eliminar. No puede declarar que ha encontrado extraterrestres cuando la nica prueba es una seal enigmtica no repetida. Y, si la seal se repiti, lo anunciara entonces a la prensa y al pblico? No creo. Quiz alguien le est engaando. Quiz es algo que ocurre en su sistema de deteccin y usted no ha sido lo bastante listo para descubrir. Quiz sea una fuente astrofsica desconocida. Lo que hara es llamar a cientficos y otros observadores de radio y les informara de que en este punto particular del cielo, en esta frecuencia y ancho de banda y todo lo dems, parece haber algo curioso. Les molestara ver si pueden confirmarlo? Slo si varios observadores independientes todos plenamente conscientes de la complejidad de la naturaleza y la falibilidad de los observadores consiguen el mismo tipo de informacin del mismo punto en el cielo, podr usted considerar seriamente que ha detectado una seal genuina de seres extraterrestres. Todo esto implica cierta disciplina. No se puede salir gritando hombrecillos verdes cada vez que detectamos algo que al principio no entendemos porque, si resulta ser otra cosa, vamos a parecer francamente tontos... como los astrnomos soviticos con CTA-102. Es necesario tomar precauciones especiales cuando el precio es alto. No estamos obligados a dar nuestra opinin hasta que no haya alguna prueba. Es permisible no estar seguros. Con frecuencia me preguntan: Cree usted que hay inteligencia extraterrestre? Yo doy los argumentos habituales: hay muchos lugares por ah fuera, hay molculas de vida en todas partes, utilizo las palabras miles de millones, y todo eso. Entonces digo que me sorprendera muchsimo que no hubiera inteligencia extraterrestre pero, desde luego, de momento no hay prueba convincente de ello. A menudo, a continuacin, me preguntan: Pero qu piensa realmente? Yo digo: Le acabo de decir lo que pienso realmente. S, pero cul es su sensacin visceral? Pero yo intento no pensar con las vsceras. Si me planteo entender el mundo con seriedad, pensar con algo que no sea el cerebro, por tentador que

sea, me puede meter en problemas. Realmente, est bien reservarse el juicio hasta que se tiene la prueba. ---ooo--Me hara muy feliz que los defensores de los platillos volantes y los que creen en abducciones por extraterrestres tuvieran razn y contramos con pruebas reales de vida extraterrestre para poderlas examinar. Sin embargo nos piden que tengamos fe. Nos piden que los creamos basndonos en la fuerza de sus pruebas. Sin duda nuestra obligacin es examinar la prueba ofrecida al menos con tanta atencin y escepticismo como los astrnomos que buscan seales de radio extraterrestres. Ninguna declaracin anecdtica por muy sincera y profundamente sentida que sea, por muy ejemplares que sean las vidas de los ciudadanos que la atestiguan tiene gran peso en una cuestin tan importante. Como en los casos ms antiguos de ovnis, los relatos anecdticos estn sujetos a error. Eso no es una crtica personal a los que dicen que han sido abducidos o a los que los interrogan. No equivale a menospreciar a los supuestos testigos.20 No es o no debera ser un desprecio arrogante de un testimonio sincero y conmovedor. Es simplemente una respuesta renuente a la falibilidad humana. Si se pueden atribuir los poderes que sea a los extraterrestres por su avanzada tecnologa, entonces podemos explicar cualquier discrepancia, incoherencia o inverosimilitud. Por ejemplo, un acadmico uflogo sugiere que tanto, los extraterrestres como los abducidos se vuelven invisibles durante la abduccin (aunque no lo son entre ellos); sa es la razn por la que no lo han notado ms vecinos. Este tipo de explicaciones que lo pueden explicar todo, en realidad no explican nada. Los casos de la polica americana se concentran en las pruebas y no en ancdotas. Como nos recuerdan los juicios de brujas europeos, se puede intimidar a los sospechosos durante el interrogatorio; la gente confiesa crmenes que nunca ha cometido; los testigos pueden equivocarse. Ese tambin es el eje de mucha ficcin detectivesca. Pero las pruebas reales, no fabricadas quemaduras de plvora, huellas dactilares, muestras de ADN, pisadas, pelo bajo las uas de la vctima que lucha, tienen mucho peso. Los criminalistas emplean algo muy parecido al mtodo cientfico, y por las mismas razones. As, en el mundo de los ovnis y abducciones por extraterrestres, es razonable preguntarse: dnde est la prueba, la prueba real, inequvoca, los datos que convenceran a un jurado que todava no ha decidido su opinin?
20

No se les puede llamar simplemente testigos porque a menudo el tema en cuestin es si han sido testigos de algo (o, al menos, de algo en el mundo exterior)

Algunos entusiastas arguyen que hay miles de casos de tierra removida donde se supone que aterrizaron ovnis, y por qu motivo no se considera suficiente? No es suficiente porque hay maneras de remover la tierra sin necesidad de extraterrestres ni ovnis: una posibilidad que aparece fcilmente en la mente es la de humanos con palas. Un uflogo me acusa de ignorar 4400 casos de rastros fsicos en 65 pases. Pero, que yo sepa, ninguno de esos casos ha sido analizado, con los resultados publicados en una revista y los artculos revisados por colegas de fsica o qumica, metalurgia o ciencia del suelo que demuestren que los rastros no podan ser generados por personas. Es una patraa bastante modesta... si se compara, por ejemplo, con los crculos de los cultivos de Wiltshire. Adems, las fotografas no slo se pueden falsificar fcilmente, sino que es indudable que hay grandes cantidades de fotografas falsas de ovnis. Algunos entusiastas salen noche tras noche al campo en busca de luces brillantes en el cielo. Cuando ven una, encienden sus flashes. A veces, dicen, hay un relmpago de respuesta. Bueno, quiz. Pero los aviones de baja altitud hacen seales luminosas en el cielo y los pilotos, si lo desean, pueden devolver un destello con sus luces. Nada de eso constituye algo parecido a una prueba seria. Dnde est la prueba fsica? Como en las declaraciones de abuso ritual satnico (y como eco de las marcas del diablo en los juicios de brujas), la prueba fsica ms comn apuntaba a cicatrices y marcas de cuchara en el cuerpo de los abducidos, que dicen no tener conocimiento de dnde proceden sus cicatrices. Pero este punto es clave: si generar cicatrices entra dentro de la capacidad humana, no pueden ser pruebas fsicas convincentes de abuso por extraterrestres. Ciertamente, hay trastornos psiquitricos bien conocidos en los que la gente se hace marcas, se corta, se araa y se mutila a s misma (o a otros). Y algunos de nosotros con umbrales altos de dolor y poca memoria podemos herirnos accidentalmente sin que nos quede ningn recuerdo del acontecimiento. Una paciente de John Mack declara que tiene cicatrices por todo el cuerpo que dejan totalmente perplejos a sus mdicos. Cmo son? Oh, no puede ensearlas; como en la persecucin de brujas, estn en lugares ntimos. Mack lo considera una prueba irrefutable. Ha visto l las cicatrices? Podramos contar con fotografas de las cicatrices tomadas por un mdico escptico? Mack dice que conoce a un tetrapljico con marcas de cuchara y considera que eso es una reductio ad absurdum de la posicin escptica; cmo puede hacerse las cicatrices un tetrapljico? El argumento slo es bueno si el tetrapljico est hermticamente encerrado en una habitacin a la que no tiene acceso ningn otro ser humano. Podemos ver sus cicatrices? Puede examinarlo un mdico imparcial? Otra paciente de Mack dice que los

extraterrestres le han estado quitando vulos desde que alcanz la madurez sexual y que su sistema reproductivo tiene desconcertado a su gineclogo. Es tanto el desconcierto como para enviar un artculo de investigacin a The New England Journal of Medicine'7 Por lo visto no. Luego tenemos el hecho de que uno de sus pacientes lo haba inventado todo, como inform la revista Time, y Mack no tena ni idea. Se trag anzuelo, lnea y plomada. Cules son sus niveles de escrutinio clnico? Si pudo ser engaado por un paciente, cmo sabemos que no le ocurri lo mismo con todos? Mack habla de estos casos, los fenmenos, como si plantearan un desafo fundamental al pensamiento occidental, a la ciencia, a la propia lgica. Probablemente, dice, las entidades abductoras no son seres extraterrestres de nuestro propio universo, sino visitantes de otra dimensin. Aqu hay un pasaje tpico y revelador de su libro:
Cuando los abducidos llaman sueos a sus experiencias, cosa que hacen a menudo, un escrutinio atento puede revelar que eso podra ser un eufemismo para encubrir lo que estn seguros de que no puede ser, es decir, un acontecimiento del que no despertaron que ocurri en otra dimensin.

Ahora bien, la idea de otras dimensiones no surgi del cerebro del uflogo de la Nueva Era, sino que es parte integrante de la fsica del siglo XX. Desde la relatividad general de Einstein, una verdad de la cosmologa es que el espacio-tiempo est doblado o curvado a travs de una dimensin fsica ms alta. La teora de Kaluza-Klein postula un universo de once dimensiones. Mack presenta una idea totalmente cientfica como la clave de fenmenos que estn ms all del alcance de la ciencia. Sabemos cmo se vera un objeto de otra dimensin al encontrarse con nuestro universo tridimensional. Para mayor claridad, bajemos a una dimensin: una manzana que pasa a travs de un plano debe cambiar la forma tal como la perciben los seres bidimensionales confinados al plano. Primero parece ser un punto, luego secciones de manzana mayores, luego menores, otra vez un punto... y finalmente, puf!, desaparece. De modo similar, un objeto cuatridimensional o ms siempre que no sea una figura muy sencilla como un hipercilindro pasando a travs de tres dimensiones a lo largo de su eje alterar violentamente su geometra mientras lo veamos atravesar nuestro universo. Si los extraterrestres fueran definidos sistemticamente como seres que cambian de forma, al menos podra entender que Mack pudiera seguir con la idea de un origen de otra dimensin. (Otro problema es intentar entender lo que significa un cruce gentico entre un ser tridimensional y uno cuatridimensional. Los descendientes sern de la dimensin tres y media?)

Lo que Mack quiere decir realmente cuando habla de seres de otras dimensiones es que a pesar de las descripciones ocasionales de sus pacientes de las experiencias como sueos y alucinaciones no tiene ni la ms remota idea de qu son. Pero es significativo que, cuando intenta describirlas, busca la fsica y las matemticas. Quiere las dos cosas: el lenguaje y la credibilidad de la ciencia, pero sin verse ligado por sus mtodos y normas. Parece no darse cuenta de que la credibilidad es una consecuencia del mtodo. El principal desafo que plantean los casos de Mack es el ya viejo problema de cmo ensear ms amplia y profundamente el pensamiento crtico en una sociedad que incluye a los profesores de psiquiatra de Harward impregnada de credulidad. La idea de que el pensamiento crtico es el ltimo capricho de Occidente es una tontera. Si uno compra un coche usado en Singapur o Bangkok o un carro usado en la antigua Susa o Roma le servirn las mismas precauciones que en Cambridge, Massachusetts. Cuando uno compra un coche usado desea creer de todo corazn lo que le dice el vendedor: Tanto coche por tan poco dinero! Y, en cualquier caso, cuesta trabajo ser escptico; se ha de saber algo sobre coches y es desagradable que el vendedor se enfade con uno. A pesar de todo, sin embargo, uno reconoce que el vendedor podra tener un motivo para ocultar la verdad y ha odo hablar de engaos a otros en situaciones similares. Por tanto, da una patada a los neumticos, mira bajo la capota, da una vuelta con l, hace preguntas perspicaces. Incluso podra ir acompaado de un amigo con conocimientos de mecnica. Uno sabe que se necesita cierto escepticismo. Y es comprensible. Suele haber al menos un pequeo grado de confrontacin hostil en la compra de un coche usado y nadie dice que sea una experiencia especialmente alegre. Pero, si no se ejercita cierto escepticismo mnimo, si uno tiene una credulidad absolutamente ilimitada, ms adelante tendr que pagar el precio. Entonces se lamentar de no haber hecho antes una pequea inversin de escepticismo. Muchas casas de Norteamrica tienen ahora sistemas de alarma moderadamente sofisticados contra los ladrones, incluyendo sensores infrarrojos y cmaras que se disparan con el movimiento. Una cinta de vdeo autntica, con la hora y la fecha indicados, que mostrase una incursin de extraterrestres especialmente cuando atraviesan las paredes podra ser una prueba muy buena. Si millones de americanos han sido abducidos, no es raro que ni uno de ellos viva en una casa as? Algunas mujeres, segn cuenta la historia, son fecundadas con esperma de uno o varios extraterrestres; a continuacin, stos retiran el feto. Se habla de nmeros ingentes de casos de este tipo. No es raro que no se

haya visto nunca nada anmalo en las ecografas habituales de estos fetos, o en la amniocentesis, y que nunca haya habido un aborto que fuera un hbrido extraterrestre? O es que los mdicos son tan idiotas que echan una ojeada al feto, ven que es medio humano y medio extraterrestre y pasan al siguiente paciente? Una epidemia de fetos perdidos es algo que sin duda causara revuelo entre gineclogos, comadronas, enfermeras de obstetricia, especialmente en una poca de intensa conciencia feminista. Pero no se ha producido ni una sola denuncia mdica que d credibilidad a esas informaciones. Algunos uflogos consideran un punto significativo, que mujeres que declaran inactividad sexual acaben embarazadas y atribuyan su estado a la fecundacin extraterrestre. Un buen nmero de ellas parecen ser adolescentes. Creer sus historias a pies juntillas no es la nica opcin al alcance del investigador serio. Sin duda, es fcil entender por qu, en la angustia de un embarazo no deseado, una adolescente que vive en una sociedad inundada de relatos de visitas extraterrestres pueda inventar una historia as. Tambin aqu hay posibles antecedentes religiosos. Algunos secuestrados dicen que les hicieron pequeos implantes, quiz metlicos, en el cuerpo: por la nariz, por ejemplo. Esos implantes, segn los terapeutas de extraterrestres, a veces se sueltan accidentalmente, pero excepto en algunos casos, el artefacto se ha perdido o eliminado. Esos abducidos parecen tener una falta de curiosidad pasmosa. A uno le cae un objeto extrao posiblemente un transmisor que enva datos telemtricos sobre el estado de su cuerpo a una nave espacial extraterrestre en algn lugar de la Tierra de la nariz, lo examina vagamente y lo tira a la basura. Algo as, nos dicen, ocurre en la mayora de los casos de abduccin. Los expertos han sacado y examinado algunos implantes de ese tipo. No se ha confirmado que ninguno de ellos fuera de manufactura extraterrestre. Ningn componente est hecho con istopos inusuales, a pesar de saberse que otras estrellas y otros mundos estn constituidos por proporciones isotpicas diferentes a las de la Tierra. No hay metales de la isla de estabilidad transurnica, donde los fsicos creen que debera haber una nueva familia de elementos qumicos no radiactivos desconocidos en la Tierra. El caso que los entusiastas de las abducciones consideraban el mejor era el de Richard Price, que afirmaba que los extraterrestres le abdujeron cuando tena ocho aos y le implantaron un pequeo artefacto en el pene. Un cuarto de siglo despus, un mdico confirm la existencia de un cuerpo extrao all. Ocho aos despus, el objeto cay. De apenas un milmetro de dimetro y cuatro de longitud, fue examinado con atencin por cientficos del MIT y el hospital General de Massachusetts. Su conclusin? Colgeno

formado por el cuerpo en puntos de inflamacin ms fibras de algodn de los calzoncillos de Price. El 28 de agosto de 1995, las estaciones de televisin propiedad de Rupert Murdoch emitieron lo que segn decan era la autopsia de un extraterrestre muerto tomada en pelcula de 16 milmetros. Patlogos enmascarados con modelos anticuados de trajes de proteccin contra la radiacin (con ventanas de vidrio rectangulares para mirar fuera) abrieron a una figura de ojos grandes y doce dedos y le examinaron los rganos internos. Aunque la pelcula estaba desenfocada en muchos momentos y la visin del cadver bloqueada a menudo por los humanos que lo rodeaban, algunos espectadores consideraron que el efecto era escalofriante. El Times de Londres, tambin propiedad de Murdoch, no saba cmo enfocarlo, aunque citaba a un patlogo que crea que la autopsia haba sido realizada con una celeridad impropia y poco realista (aunque ideal para verla por televisin). Se dijo que haba sido rodada en Mxico en 1947 por un participante, que tena a la sazn ms de ochenta aos y deseaba guardar el anonimato. Lo que pareci ser el argumento decisivo fue el anuncio de que la cabecera de la pelcula (los primeros metros) contena informacin codificada que Kodak, el fabricante, fechaba en 1947. Sin embargo, resulta que no se present a Kodak toda la pelcula, sino slo la cabecera cortada. Es evidente que se poda haber cortado de un noticiario de 1947, de los que hay un abundante archivo en Amrica, y que la autopsia podra haber sido escenificada y filmada por separado y recientemente. Hay una huella de dragn, de acuerdo, pero falsificable. Si es una broma, no requiere mucha ms inteligencia que los crculos del cultivo y el documento MJ-12. En ninguna de estas historias hay nada que sugiera con fuerza un origen extraterrestre. Ciertamente no hay ninguna recuperacin de maquinarias ingeniosas que superen en mucho la tecnologa actual. Ningn abducido ha hurtado una pgina del cuaderno de bitcora o un instrumento de examen ni ha tomado una fotografa autntica del interior de la nave o ha vuelto con informacin cientfica detallada y verificable de la que no se dispona hasta ahora en la Tierra. Por qu no? Esas carencias deben decirnos algo. Desde mediados del siglo XX, los que proponen la hiptesis extraterrestre nos han asegurado que tenan pruebas fsicas ni mapas de estrellas recordados de hace aos ni cicatrices ni tierra removida, sino tecnologa extraterrestre real a mano. Se iba a publicar el anlisis de un momento a otro. Esas declaraciones se remontan a la poca de la antigua patraa del platillo accidentado de Newton y GeBauer. Han pasado ya algunas dcadas y seguimos esperando. Dnde estn los artculos publicados en la literatura cientfica, en las revistas de metalurgia y cermica, en las

publicaciones del Instituto de Ingeniera Elctrica y Electrnica, en Science o Nature Un descubrimiento as sera impactante. Si hubiera artefactos reales, los fsicos y los qumicos lucharan por el privilegio de descubrir que hay extraterrestres entre nosotros, que usan, por ejemplo, aleaciones desconocidas o materiales de una resistencia, ductilidad o conductividad extraordinarias. Las implicaciones prcticas de un descubrimiento as adems de la confirmacin de una invasin extraterrestre seran inmensas. Los cientficos viven para hacer descubrimientos como ste. Su ausencia debe decirnos algo. ---ooo--Mantener la mente abierta es una virtud... pero, como dijo una vez el ingeniero espacial James Oberg, no tan abierta como para permitir que a uno se le caiga el cerebro. Desde luego, debemos estar dispuestos a cambiar de idea cuando nuevas pruebas lo exijan. Pero la prueba tiene que ser convincente. No todas las declaraciones tienen el mismo mrito. El nivel de las pruebas en la mayora de los casos de abduccin por extraterrestres es aproximadamente el que se encuentra en los casos de la aparicin de la Virgen Mara en la Espaa medieval. El pionero del psicoanlisis Carl Gustav Jung tena muchas cosas que decir con sensatez en temas de este tipo. Arga explcitamente que los ovnis eran una especie de proyeccin de la mente inconsciente. En un comentario sobre regresin y lo que hoy se llama canalizacin, escribi:
Podemos perfectamente... tomarlo como un simple informe de hechos psicolgicos o una serie continua de comunicaciones desde el subconsciente... Eso es algo que tienen en comn con los sueos; porque los sueos tambin son declaraciones sobre el inconsciente... El estado actual de la cuestin nos da razn suficiente para esperar tranquilamente hasta que aparezcan fenmenos fsicos ms impresionantes. Si, despus de dejar un margen para la falsificacin consciente o inconsciente, el autoengao, los prejuicios, etc., encontrramos todava algo positivo tras ellos, las ciencias exactas conquistaran sin duda este campo mediante experimento y verificacin, como ha ocurrido en todos los dems reinos de la experiencia humana.

Sobre los que aceptan un testimonio as a pies juntillas, deca:

Esas personas carecen no slo de actitud crtica sino del conocimiento ms elemental de psicologa. En el fondo no quieren que se les ensee nada, slo quieren seguir creyendo... una presuncin sin duda de lo ms inocente en vista de nuestros defectos humanos.

Quiz algn da haya un caso de ovni o de abduccin por extraterrestres que est bien atestiguado, acompaado de pruebas fsicas irrebatibles y slo explicable en trminos de visita extraterrestre. Es difcil pensar en un descubrimiento ms importante. Hasta ahora, de momento, no ha habido casos as, nada parecido. El dragn invisible, hasta ahora, no ha dejado huellas que no sean falsificables. Qu es pues ms probable: que estemos sometidos a una invasin masiva pero ignorada en general de extraterrestres que cometen abusos sexuales o que la gente experimente algn estado mental interno poco familiar que no entiende? Debe admitirse que somos muy ignorantes tanto en lo referente a los seres extraterrestres, si los hay, como en lo que toca a psicologa humana. Pero si estas dos fueran realmente las nicas alternativas, cul elegira usted? Y si los relatos de abduccin por extraterrestres tratan principalmente de fisiologa del cerebro, alucinaciones, memorias distorsionadas de la infancia y bromas, no tenemos ante nosotros un asunto de suprema importancia que afecta a nuestras limitaciones, la facilidad con que podemos ser desorientados y manipulados, la modelacin de nuestras creencias e incluso quiz los orgenes de nuestras religiones? Hay un genuino filn cientfico en los ovnis y las abducciones por extraterrestres... pero creo que el carcter que los distingue es casero y terrestre.

CAPTULO 11

LA CIUDAD DE LA AFLICCIN

... ay!, qu ajenas son, las calles de la ciudad de la afliccin.

RAINER MARA RILKE,

La dcima elega (1923)

En la revista Parade de 7 de marzo de 1993 se public un pequeo sumario del argumento de los siete captulos precedentes. Me sorprendi la cantidad de cartas que gener, lo apasionado de las respuestas y la agona que se asociaba con esa extraa experiencia... sea cual sea su verdadera explicacin. Los relatos de abduccin por extraterrestres proporcionan una ventana inesperada para ver las vidas de algunos compatriotas nuestros. Unos corresponsales razonaban, otros aseveraban, otros arengaban, otros estaban francamente perplejos, otros profundamente turbados. El artculo tambin se interpret bastante mal. Un invitado a un programa de televisin, Geraldo Rivera, anunci esgrimiendo un ejemplar de Parade que yo crea que recibamos visitas. Un crtico de vdeos del Washington Post me cit diciendo que haba una abduccin cada pocos segundos, ignorando el tono irnico y la frase siguiente (Es sorprendente que no lo hayan notado ms vecinos). Raymond Moody destac en el New Age Journal y en la introduccin de su libro Encuentros mi descripcin (captulo 6) de que en ocasiones me pareca or las voces de mis padres muertos lo que describ como un recuerdo lcido como prueba de que sobrevivimos a la muerte. El doctor Moody ha dedicado la vida a buscar pruebas de vida despus de la muerte. Si mi testimonio es digno de ser citado, creo que est claro que no ha encontrado gran cosa. Muchos corresponsales llegaron a la conclusin de que, como yo haba trabajado en la posibilidad de vida extraterrestre, deba de creer en los ovnis; o, a la inversa, que si me mostraba escptico ante los ovnis, deba suscribir la creencia absurda de que los humanos son los nicos seres inteligentes del universo. Hay algo en este tema que no parece propiciar la claridad de pensamiento. Aqu, sin ms comentarios, hay una muestra representativa de mi correo sobre el tema: Me pregunto cmo pueden describir nuestros animales sus encuentros con nosotros. Ven un objeto grande flotante que hace un terrible estruendo sobre ellos. Empiezan a correr y sienten un dolor agudo en el costado. De pronto caen al suelo... Se acercan varias criaturas humanas cargadas con instrumentos de aspecto extrao. Te examinan los rganos sexuales y los

dientes. Te colocan una red debajo y luego te elevan por el aire con un extrao mecanismo. Despus de todas las revisiones, te sujetan un objeto de metal extrao en la oreja. Entonces, tan repentinamente como haban aparecido, desaparecen. Al rato, se recupera el control muscular y la pobre criatura desorientada sale tambalendose hacia el bosque, sin saber [si] lo que acaba de suceder es una pesadilla o una realidad. De pequea me violaron. Durante la convalecencia dibuj muchos seres espaciales y sent muchas veces que me vencan y me reducan, y la sensacin de haber dejado mi cuerpo flotando por la habitacin. Ningn relato de abducidos es una gran sorpresa para alguien que ha vivido algn tipo de abuso sexual en la infancia. Crame, preferira culpar del abuso a un extraterrestre del espacio que tener que afrontar la verdad de lo que me pas con adultos en los que en principio poda confiar. Me saca de mis casillas or hablar a mis amigos de sus recuerdos como si hubieran sido abducidos por extraterrestres... No dejo de decirles que eso es adoptar un papel esencial de vctimas en el que como adultos no tenemos poder cuando esos hombrecitos grises se nos acercan mientras dormimos! Eso no es real. El papel esencial de la vctima es el que se da entre un padre abusivo y la nia victimizada. No s si esa gente son una especie de demonios o si verdaderamente no existen. Mi hija dice que le pusieron sensores en el cuerpo cuando era pequea. No s... Tenemos las puertas cerradas y con pestillo y realmente estoy asustada. No tengo dinero para enviarla a un buen mdico y, por culpa de todo eso, no puede trabajar... Mi hija oye una voz en una cinta. Esos salen por la noche y se llevan nios para abusar sexualmente de ellos. Si no haces lo que dicen, alguien de tu familia sufrir. Quin podra hacer dao a nios pequeos estando en sus cabales? Saben todo lo que se dice en la casa... Alguien dijo hace mucho, mucho tiempo que alguien haba echado una maldicin a nuestra familia. Si es as, cmo se elimina la maldicin? S que todo eso parece extrao y raro, pero crame que asusta. Cuntas hembras humanas que tuvieron la desgracia de ser violadas tuvieron la previsin de cogerle el carnet de identidad a su atacante, una fotografa del violador o cualquier otra cosa que pudiera ser usada como prueba para alegar una violacin? Est claro que a partir de ahora voy a dormir con mi Polaroid al lado con la esperanza de poder aportar la prueba necesaria la prxima vez que me abduzcan... Por qu son los abducidos los que deben demostrar lo que ocurre? Soy una prueba viviente de la afirmacin de Carl Sagan sobre la posibilidad de que las abducciones por extraterrestres ocurran en la mente de personas que sufren parlisis de sueo. Creen ciertamente que es real.

 En el 2001, naves espaciales de los treinta y tres planetas de la Confederacin Interplanetaria aterrizarn en la Tierra cargadas con treinta y tres mil hermanos! Son maestros y cientficos extraterrestres que nos ayudarn a ampliar nuestra comprensin de la vida interplanetaria, ya que nuestro planeta Tierra se convertir en el miembro nmero treinta y tres de la Confederacin! Se trata de un terreno que plantea un desafo grotesco... estudi los ovnis durante ms de veinte aos. Al final acab desencantado por el culto y los grupos marginales del culto. Soy una abuela de cuarenta y siete aos que ha sido vctima de este fenmeno desde la ms tierna infancia. No lo acepto nunca lo he hecho a pies juntillas. No declaro nunca lo he hecho entender qu es... aceptara gustosamente un diagnstico de esquizofrenia o cualquier otra patologa comprensible a cambio de esta desconocida... Estoy totalmente de acuerdo en que la falta de una prueba fsica es de lo ms frustrante, tanto para las vctimas como para los investigadores. Lamentablemente, la presentacin de pruebas se ve dificultada en extremo por el modo en que son abducidas las vctimas. A menudo se me llevan con el camisn (que despus me quitan) o ya desnuda. En estas condiciones es casi imposible esconder una cmara... Me he despertado con cuchilladas profundas, heridas cosidas, pieles levantadas, lesiones en los ojos, la nariz y las orejas sangrando, quemaduras y marcas de dedos que duran unos das despus del hecho. Me he sometido a revisiones de mdicos cualificados, pero ninguno ha podido dar una explicacin satisfactoria. No se trata de una automutilacin, no son estigmas... Le ruego que recuerde que la mayora de los abducidos afirman no haber tenido inters en los ovnis anteriormente (yo soy una de ellos), que no tenan un historial de abusos en la infancia (yo tampoco), que no desean publicidad o notoriedad (yo tampoco) y, en realidad, han hecho un gran esfuerzo para evitar reconocer la implicacin que fuera, presumiendo que estn experimentando una depresin nerviosa u otro trastorno psicolgico (como yo). De acuerdo, muchos de los que se proclaman abducidos (y contactados) buscan publicidad para ganar dinero o para satisfacer su necesidad de atencin. Yo sera la ltima en negar que esa gente existe. Lo que niego es que TODOS los abducidos se imaginen o falsifiquen estos acontecimientos para colmar sus propias aspiraciones personales. Los ovnis no existen. Creo que eso exige una fuente de energa eterna, y eso no existe... He hablado con Jess. El comentario de la revista Parade es muy destructivo y disfruta asustando a la sociedad, le ruego que piense con la mente ms abierta porque nuestros seres inteligentes de espacios exteriores existen y son nuestros creadores... Yo tambin fui abducido. Para ser sincero, esos seres queridos me han hecho ms bien que mal. Me han salvado la

vida... El problema de los seres de la Tierra es que quieren pruebas, pruebas y ms pruebas! En la Biblia se habla de cuerpos terrestres y celestiales. Eso no equivale a decir que Dios aprueba el abuso sexual o que estamos locos. Tengo una fuerte telepata desde hace ya veintisiete aos. No recibo, transmito... Vienen ondas de alguna parte del espacio exterior que rebotan en mi cabeza y me transmiten pensamientos, palabras e imgenes de la cabeza de cualquier persona al alcance... Me aparecen imgenes en la cabeza que yo no puse ah, y se desvanecen con la misma rapidez. Los sueos dejan de ser sueos para parecerse ms a producciones de Hollywood... Son criaturas listas y no cedern... Quiz esos enanitos slo quieren comunicarse... Si finalmente toda esa presin me hace volver psictico o tengo otro infarto , desaparecer conmigo la ltima prueba segura de que existe vida en el espacio. Creo que he encontrado una explicacin cientfica terrestre plausible para las numerosas denuncias de ovnis. [El escritor se pone aqu a comentar los rayos de bola.] Si le gusta lo que escribo, me podra ayudar a publicarlo? Sagan se niega a tomar en serio lo que dicen las vctimas de cualquier cosa que la ciencia del siglo XX no pueda explicar. Ahora los lectores tendrn la libertad de tratar a los abducidos... como si no fueran vctimas de una simple ilusin. Los abducidos sufren el mismo tipo de trauma que una vctima de violacin, y ver que las personas que tienen ms cerca rechazan sus experiencias es una segunda victimizacin que los deja sin sistema de apoyo. Es difcil encajar un encuentro con extraterrestres; la vctima necesita apoyo, no racionalizaciones. Mi amigo Frankie quiere que al volver le traiga un cenicero o una caja de cerillas, pero creo que, probablemente, esos visitantes son demasiado inteligentes para fumar. Tengo la sensacin de que el fenmeno de la abduccin por extraterrestres es poco ms que una secuencia de sueos recuperada indirectamente del almacn de la memoria. No hay ms hombrecitos verdes ni platillos volantes que imgenes de las cosas que tenemos almacenadas en nuestro cerebro. Cuando los supuestos cientficos conspiran para censurar e intimidar a los que se esfuerzan por ofrecer nuevas hiptesis perspicaces sobre teoras convencionales... deberan dejar de ser considerados cientficos para ser los impostores inseguros que son realmente y que slo se sirven a s mismos a... Con el mismo criterio, debemos seguir creyendo tambin que J. Edgar Hoover fue un buen director del FBI y no la herramienta homosexual del crimen organizado que era?

 Su conclusin de que una gran cantidad de personas de este pas, quiz tantas como cinco millones, son vctimas de una alucinacin masiva idntica es estpida. Gracias al Tribunal Supremo... Amrica est abierta de par en par a las religiones paganas orientales, bajo los auspicios de Satans y sus demonios, y ahora tenemos unos seres grises de un metro que secuestran a los terrcolas y realizan toda suerte de experimentos con ellos, y estas ideas son propagadas por personas con una educacin superior a su inteligencia y que deberan saber ms... Su pregunta [Nos visitan?] no es ningn problema para los que conocemos la palabra de Dios, somos cristianos renacidos y buscamos a nuestro Redentor en los cielos para que nos salve de este mundo de pecado, enfermedad, guerra, sida, crimen, aborto, homosexualidad, adoctrinamiento de la Orden Nueva-Era-Nuevo-Mundo, lavado de cerebro de los medios de comunicacin, perversin y subversin en el gobierno, educacin, negocios, finanzas, sociedad, religin, etc. Los que rechazan al Dios Creador de la Biblia estn condenados a creer el tipo de cuentos de hadas que su artculo trata de propagar como cierto. Si no hay razn para tomar en serio el asunto de las visitas extraterrestres, por qu es el tema ms reservado del gobierno de Estados Unidos? Quiz alguna raza extraterrestre mucho ms antigua, de un sistema estelar relativamente deficiente en metales, intenta prolongar su existencia apoderndose de un mundo mejor y ms joven y mezclndose con sus habitantes. Si me gustaran las apuestas, apostara que su buzn debe de rebosar de historias como la que acabo de relatar. Sospecho que lo psquico [la psique] presenta esos demonios y ngeles, luces y crculos como parte de nuestro desarrollo. Son parte de nuestra naturaleza. La ciencia se ha convertido en la magia que funciona. Los uflogos son herejes que deberan ser excomulgados o quemados en la hoguera. [Varios lectores escribieron para decir que los extraterrestres eran demonios enviados por Satans, que es capaz de nublarnos la mente. Una propone que el insidioso propsito satnico es que nos preocupemos por una invasin extraterrestre de modo que cuando Jess y sus ngeles aparezcan sobre Jerusaln, en lugar de ponernos contentos nos asustemos.] Espero que no me despache [escribe ella] como otra chiflada religiosa. Soy bastante normal y conocida en mi pequea comunidad. Usted, seor, est en posicin de hacer dos cosas: saber algo de las abducciones y encubrirlo, o sentir que, como no ha sido abducido (a lo mejor no estn interesados en usted), no ocurren. [Se celebr] un juicio por traicin contra el presidente y el Congreso de Estados Unidos por un pacto realizado a principios de la dcada de los

cuarenta con los extraterrestres, que posteriormente se mostraron hostiles... El pacto acordaba proteger el secreto de los extraterrestres a cambio de parte de su tecnologa [aeronaves invisibles para el radar y fibras pticas, revela otro corresponsal]. Algunos de esos seres son capaces de interceptar el cuerpo espiritual cuando viaja. Me comunico con un ser extraterrestre. Esta comunicacin empez a principios de 1992. Qu ms puedo decir? Los extraterrestres pueden estar uno o dos pasos por delante del pensamiento de los cientficos y saben cmo pueden dejar tras ellos claves insuficientes que puedan satisfacer a los del tipo de Sagan, hasta que la sociedad est mejor preparada mentalmente para enfrentarse a todo ello... Quiz usted comparta la opinin de que si lo que ocurre con respecto a ovnis y extraterrestres se creyera real, sera demasiado traumtico pensar en ello. Sin embargo... se han manifestado desde hace unos 5000-15000 aos o ms, cuando estuvieron aqu durante largos perodos engendrando la mitologa de dioses y diosas de todas las culturas. Y a fin de cuentas, en todo ese tiempo no han ocupado la Tierra; no nos han dominado ni echado de ella. El Homo sapiens se model genticamente, creado inicialmente como sustituto de trabajadores y criados de los DIOSES DEL CIELO (DINGIR/ELOHIM/ ANUNNAKI). La explosin que vio la gente era carburante de hidrgeno de un crucero de las estrellas que tena que aterrizar en el norte de California... La gente que iba en el crucero se pareca a Mr. Spock de la serie de televisin Star Trek. Tanto si son del siglo XV como del XX, hay un hilo comn en todos estos informes. Los individuos que han experimentado traumas sexuales tienen grandes dificultades para entenderlos y aceptarlos, Los trminos que usan para describir las alucinaciones [resultantes] pueden ser incoherentes e incomprensibles. Encontramos que no somos tan inteligentes como creamos, aunque todava somos testarudos y nuestro mayor pecado es el orgullo. Y ni siquiera sabemos que nos estn llevando a Harmagedn*. La estrella sealaba una pequea cabaa, atraves el cielo guiando a los sabios hacia aquella cabaa, asust a los pastores con las palabras No temis. Su proyector era la gloria de Dios de Ezequiel, la luz de Pablo que temporalmente le ceg... Era el barco en que unos pequeos hombrecitos se llevaron al viejo Rip, hombrecitos llamados duendes, hadas, elfos, esas creaciones de creadores que tienen deberes especficos... El Pueblo de Dios todava no est preparado para darse a conocer a nosotros. Primero, Harmagedn, luego, cuando ya

Armagedn?

SEPAMOS,

podremos ir solos. Cuando seamos humildes, cuando no les disparemos. Dios volver. La respuesta a esos extraterrestres del espacio exterior es sencilla. Vienen del hombre. Del hombre que usa drogas con la gente. En instituciones mentales de todo el pas hay gente que no tiene control sobre sus emociones y comportamiento. Para controlarlos, les dan una variedad de frmacos antipsicticos... Si uno toma frmacos a menudo... empieza a tener lo que se llama filtraciones: aparecen imgenes como un flash en la mente de personas con aspecto extrao que se acercan a tu cara. As empieza la bsqueda de la respuesta de qu le han hecho a uno los extraterrestres. Ser uno de los miles de abducidos por ovnis. La gente le llamar loco. La razn de las extraas criaturas es que la torazina distorsiona la visin del subconsciente... Se rieron del escritor, le ridiculizaron, amenazaron su vida [por presentar esas ideas]. La hipnosis prepara la mente para la invasin de demonios, diablos y hombrecitos grises. Dios quiere que vayamos vestidos y con la mente sana... Todo lo que puedan hacer sus hombrecitos grises, Cristo puede hacerlo mejor! Espero no sentirme nunca tan superior como para no reconocer que la Creacin no est limitada a m misma sino que abarca al universo y todas sus entidades. En 1977, un ser celestial me habl de una lesin que tuve en 1968 en la cabeza. [Una carta de un hombre que tuvo veinticuatro encuentros distintos con] un vehculo flotante en forma de platillo silencioso [y que en consecuencia] experiment un desarrollo progresivo y una ampliacin de funciones mentales como la clarividencia, la telepata y la estimulacin [canalizacin] de la energa de vida universal con el objetivo de curar. A lo largo de los aos he visto y hablado con fantasmas, he recibido la visita de extraterrestres (aunque de momento no me han abducido), he visto cabezas tridimensionales flotando junto a mi cama, he odo llamar a mi puerta... Esas experiencias parecan reales como la vida misma. Nunca haba pensado en estas experiencias como algo ms de lo que son en realidad: un juego de mi pensamiento.21 Una alucinacin podra explicar el 99% de los casos, pero puede explicar jams el 100%? Los ovnis son... un asunto de profunda fantasa que no tiene NINGN TIPO DE BASE FACTUAL. Le ruego que no preste crdito a un engao. El doctor Sagan form parte del comit de las Fuerzas Areas que evalu las investigaciones del gobierno sobre los ovnis y, a pesar de ello, quiere que
21

De una carta recibida por The Skeptical Inqurer; cortesa de Kendrick Prazier.

creamos que no hay ninguna prueba sustancial de que existen los ovnis. Le ruego que explique por qu necesitaba el gobierno que fueran evaluadas. Voy a ejercer presin sobre el diputado que me representa para que intente cancelar los fondos de ese programa de escucha de seales extraterrestres del espacio porque es tirar el dinero. Ya estn entre nosotros. El gobierno gasta millones de dlares de impuestos para investigar los ovnis. El proyecto SETI (bsqueda de inteligencia extraterrestre) sera una prdida de dinero si realmente el gobierno creyera que los ovnis no existen. Personalmente me excita el proyecto SETI porque muestra que nos movemos en la direccin correcta; hacia la comunicacin con extraterrestres, en lugar de ser unos observadores poco dispuestos. Los scubos, que yo identificaba como una especie de violacin astral, aparecieron del 78 al 92. Fue duro para un catlico serio, moralista y practicante; fue desmoralizante, deshumanizador, y me tuvo muy preocupado por las consecuencias fsicas de los efectos de la enfermedad. Viene gente del espacio! Esperan llevarse a quien puedan, especialmente a los nios, que son los retoos de la prxima generacin de la humanidad, junto con sus padres, abuelos y otros adultos cooperantes a un lugar seguro antes de la prxima conjuncin principal planetaria mxima de manchas solares, que est ya en el horizonte. La Nave Espacial aparece todas las noches y se acerca para asistirnos cuando lleguen las Grandes Llamaradas del Sol, antes de que empiece la turbulencia en la atmsfera. El cambio polar ocurrir ahora que se acerca a su nueva posicin para la Era de Acuario... [El autor tambin me informa de que estn] trabajando con el Comando Ashtar, donde Jesucristo se rene con los que van a bordo para dar instrucciones. Hay muchos dignatarios presentes, incluidos los arcngeles Miguel y Gabriel. Tengo amplia experiencia en trabajo de energa teraputica, que implica eliminar pautas cuadriculadas, ataduras negativas de la memoria e implantes extraterrestres de cuerpos humanos y sus campos de energa circundantes. Mi trabajo se utiliza principalmente como ayuda adicional a la psicoterapia. Entre mis clientes tengo hombres de negocios, constructores, artistas profesionales, terapeutas y nios... La energa extraterrestre es muy fluida, tanto dentro del cuerpo como cuando se retira, y debe ser contenida lo antes posible. Las redes de energa suelen estar cerradas alrededor del corazn o en una formacin triangular a travs de los hombros. Despus de una experiencia as, no creo que hubiera podido darme la vuelta para seguir durmiendo y ya est. Creo en los finales felices. Siempre he credo en ellos. Despus de haber visto una figura tan alta que llegaba hasta el techo con el pelo dorado y reluciente como un rbol de Navidad encendido, elevando al nio pequeo junto a nosotros, cmo puede uno no creer? Entend el mensaje que

transmita la figura al nio pequeo y era yo. Siempre habamos hablado. Cmo podra haber sido soportable la vida de otro modo... en un lugar como ste?... Estados mentales poco familiares? Ha dado en el clavo. Quin es realmente el responsable de este planeta?

CAPTULO 12

EL SUTIL ARTE DE DETECTAR CAMELOS

La comprensin humana no es simple luz sino que recibe infusin de la voluntad y los afectos; de donde proceden ciencias que pueden llamarse ciencias a discrecin. Porque el hombre cree con ms disposicin lo que preferira que fuera cierto. En consecuencia rechaza cosas difciles por impaciencia en la investigacin; silencia cosas, porque reducen las esperanzas; lo ms profundo de la naturaleza, por supersticin; la luz de la experiencia, por arrogancia y orgullo; cosas no credas comnmente, por deferencia a la opinin del vulgo. Son pues innumerables los caminos, y a veces imperceptibles, en que los afectos colorean e infectan la comprensin.
FRANCIS BACON
*

Novum Organon (1620)

Bagon en el original

Mis padres murieron hace aos. Yo estaba muy unido a ellos. Todava los echo terriblemente de menos. S que siempre ser as. Anhelo creer que su esencia, sus personalidades, lo que tanto am de ellos, existe real y verdaderamente en alguna otra parte. No pedira mucho, slo cinco o diez minutos al ao, por ejemplo, para hablarles de sus nietos, para ponerlos al da de las ltimas novedades, para recordarles que los quiero. Hay una parte de m por muy infantil que suene que se pregunta dnde estarn. Os va todo bien?, me gustara preguntarles. La ltima palabra que se me ocurri decirle a mi padre en el momento de su muerte fue: Cudate. A veces sueo que hablo con mis padres y, de pronto, inmerso todava, en el funcionamiento del sueo, se apodera de m la abrumadora constatacin de que en realidad no murieron, que todo ha sido una especie de error horrible. En fin, estn aqu, sanos y salvos, mi padre contando chistes malos, mi madre aconsejndome con total seriedad que me ponga una bufanda porque hace mucho fro. Cuando me despierto emprendo un breve proceso de lamentacin. Sencillamente, algo dentro de m se afana por creer en la vida despus de la muerte. Y no tiene el ms mnimo inters en saber si hay alguna prueba contundente de que exista. As pues, no me ro de la mujer que visita la tumba de su marido y habla con l de vez en cuando, quiz en el aniversario de su muerte. No es difcil de entender. Y, si tengo dificultades con el estado ontolgico de la persona con quien habla, no importa. No se trata de eso. Se trata de que los humanos se comportan como humanos. Ms de un tercio de los adultos de Estados Unidos cree que ha establecido contacto a algn nivel con los muertos. Los nmeros parecen haber aumentado un quince por ciento entre 1977 y 1988. Un cuarto de los americanos creen en la reencarnacin. Pero eso no significa que est dispuesto a aceptar las pretensiones de un mdium que declara comunicarse con los espritus de los seres queridos difuntos, cuando soy consciente de que en esta prctica abunda el fraude. S hasta qu punto deseo creer que mis padres slo han abandonado la envoltura

de sus cuerpos, como los insectos o serpientes que mudan, y han ido a otro sitio. Entiendo que esos sentimientos pueden hacerme presa fcil de un timo poco elaborado; como tambin a personas normales poco familiarizadas con su inconsciente o aquellas que sufren un trastorno psiquitrico disociativo. De mala gana recurro a mis reservas de escepticismo. Cmo es, me pregunto, que los canalizadores nunca nos dan una informacin verificable que no se pueda alcanzar de otro modo? Por qu Alejandro Magno nunca nos habla de la localizacin exacta de su tumba, Fermat de su ltimo teorema, John Wiikes Booth de la conspiracin para asesinar a Lincoln o Hermann Gring del incendio del Reichstag? Por qu Sfocles, Demcrito y Aristarco no nos dictan sus libros perdidos? Acaso no desean que las generaciones futuras tengan acceso a sus obras maestras? Si se anunciara alguna prueba consistente de que hay vida despus de la muerte, yo la examinara ansioso; pero tendra que tratarse de datos cientficos reales, no meramente anecdticos. Como con la Cara de Marte y las abducciones por extraterrestres, repito que es mejor la verdad por dura que sea que una fantasa consoladora. Y, a la hora de la verdad, los hechos suelen ser ms reconfortantes que la fantasa. La premisa fundamental de la canalizacin, el espiritualismo y otras formas de necromancia es que no morimos cuando morimos. No exactamente. Alguna parte del pensamiento, de los sentimientos y del recuerdo contina. Este lo que sea una alma o espritu, ni materia ni energa, sino algo ms puede, se nos dice, volver a entrar en cuerpos de humanos y otros seres en el futuro, y as la muerte ya no es tan punzante. Lo que es ms, si las opiniones del espiritualismo o canalizacin son ciertas, tenemos la oportunidad de establecer contacto con nuestros seres queridos fallecidos. J. Z. Knight, del estado de Washington, afirma que est en contacto con alguien de 35000 aos de edad llamado Ramtha. Habla muy bien el ingls, a travs de la lengua, los labios y las cuerdas vocales de Knight, produciendo lo que a m me suena como un acento del Raj indio. Como la mayora de la gente sabe hablar, y muchos desde nios hasta actores profesionales tienen un repertorio de voces a sus rdenes, la hiptesis ms sencilla es que la seora Knight hace hablar a Ramtha por su cuenta y no tiene contacto con entidades incorpreas de la era glacial del pleistoceno. Si hay alguna prueba de lo contrario, me encantara orla. Sera bastante ms impresionante que Ramtha pudiera hablar por s mismo, sin la ayuda de la boca de la seora Knight. Si no, cmo podramos comprobar la afirmacin? (La actriz Shirley McLaine atestigua que Ramtha era su hermano en la Atlntida, pero sa es otra historia.)

Supongamos que pudiera someterse a Ramtha a un interrogatorio. Podramos verificar que es quien dice ser? Cmo sabe que ha vivido 35 000 aos, aunque sea aproximadamente? Qu calendario emplea? Quin mantiene el hilo de los siglos intermedios? Treinta y cinco mil ms o menos qu? Cmo eran las cosas hace 35 000 aos? O bien Ramtha tiene realmente 35 000 aos, en cuyo caso descubrimos algo sobre aquella poca, o bien es un farsante y meter la pata (aunque en realidad ser ella quien lo haga). Dnde viva Ramtha? (S que habla ingls con acento indio, pero dnde hablaban as hace 35 000 aos?) Qu clima haba? Qu coma Ramtha? (Los arquelogos tienen alguna idea de qu coma entonces la gente.) Cules eran las lenguas indgenas y la estructura social? Con quin viva Ramtha: esposa, esposas, hijos, nietos? Cul era el ciclo de vida, la tasa de mortalidad infantil, la esperanza de vida? Tenan un control de natalidad? Qu ropa llevaban? Cmo se fabricaban las telas? Cules eran los depredadores ms peligrosos? Utensilios y estrategias de caza y pesca? Armas? Sexismo endmico? Xenofobia y etnocentrismo? Y si Ramtha viniese de la gran civilizacin de la Atlntida, dnde estn los detalles lingsticos, histricos, tecnolgicos y dems? Cmo escriban? Que nos lo diga. En cambio, slo se nos ofrecen homilas banales. Aqu hay, para tomar otro ejemplo, una serie de informaciones canalizadas no a travs de una persona anciana muerta, sino de entidades no humanas desconocidas que hacen crculos en los cultivos, tal como la registr el periodista Jim Schnabel:
Nos produce ansiedad esta nacin pecadora que esparce mentiras sobre nosotros. No venimos en mquinas, no aterrizamos en vuestra tierra en mquinas... Venimos como el viento. Somos la Fuerza de Vida. Fuerza de Vida que procede de la tierra... Venid... Estamos slo a un soplo de aire... a un soplo de aire... no a un milln de kilmetros... una Fuerza de Vida que es mayor que las energas de tu cuerpo. Pero nos encontramos en un nivel de vida superior... No necesitamos nombre. Somos paralelos a vuestro mundo, junto a vuestro mundo... Los muros han cado. Dos hombres se levantarn del pasado... el gran oso... el mundo estar en paz.

La gente presta atencin a esas fantasas pueriles sobre todo porque prometen algo parecido a la religin de otros tiempos, especialmente vida despus de la muerte, incluso vida eterna. Un panorama muy diferente de algo parecido a la vida eterna es el que propuso en una ocasin el verstil cientfico britnico J. B. S. Haldane que, entre muchas otras cosas, fue uno de los fundadores de la gentica de poblaciones. Haldane imaginaba un futuro lejano en el que las estrellas se habran apagado y el espacio estara lleno principalmente de gas fro y poco denso. Sin embargo, si esperamos lo suficiente, se producirn fluctuaciones

estadsticas en la densidad de este gas. Durante inmensos perodos de tiempo, las fluctuaciones sern suficientes para reconstituir un universo parecido al nuestro. Si el universo es infinitamente viejo, habr un nmero infinito de reconstituciones as, sealaba Haldane. As pues, en un universo infinitamente viejo con un nmero infinito de apariciones de galaxias, estrellas, planetas y vida, debe reaparecer una Tierra idntica en la que nos reuniremos con nuestros seres queridos. Podr volver a ver a mis padres y presentarles a los nietos que nunca conocieron. Y todo eso no ocurrir una vez, sino un nmero infinito de veces. De algn modo, sin embargo, eso no llega a ofrecer el consuelo de la religin. Si ninguno de nosotros va a tener ningn recuerdo de lo que ocurri esta vez, del tiempo que estamos compartiendo el lector y yo, las satisfacciones de la resurreccin corporal suenan huecas, al menos a mis odos. Pero en esta reflexin he infravalorado lo que significa la infinidad. En el cuadro de Haldane habr universos, ciertamente un nmero infinito de ellos, en el que nuestros cerebros tendrn un recuerdo pleno de muchos combates previos. La satisfaccin est a nuestro alcance, aunque templada por la idea de todos los otros universos que tambin entrarn en existencia (nuevamente, no una sino un nmero infinito de veces) con tragedias y horrores que superarn en mucho todo lo que hemos experimentado esta vez. La Consolacin de Haldane depende, sin embargo, del tipo de universo en que vivimos, y quiz de arcanos tales como si hay bastante materia para invertir la expansin del universo y el carcter de las fluctuaciones del vaco. Los que tienen un deseo profundo de vida despus de la muerte pueden dedicarse, por lo que parece, a la cosmologa, la gravedad cuntica, la fsica de las partculas elementales y la aritmtica transfinita. ---oooo---Clemente de Alejandra, padre de la primera Iglesia, en su Exhortacin a los griegos (escrita alrededor del ao 190) despreciaba las creencias paganas con palabras que hoy podran parecer un poco irnicas:
Lejos estamos ciertamente de permitir que hombres adultos escuchen este tipo de cuentos. Ni siquiera cuando nuestros propios hijos lloran lgrimas de sangre, como dice el refrn, tenemos el hbito de contarles historias fabulosas para calmarlos.

En nuestra poca tenemos criterios menos severos. Hablamos a los nios de Pap Noel y el ratoncito Prez por razones que creemos emocionalmente slidas, pero los desengaamos de esos mitos antes de hacerse mayores. Por

qu retractarnos? Porque su bienestar como adultos depende de que conozcan el mundo como realmente es. Nos preocupan, y con razn, los adultos que todava creen en Pap Noel. En las religiones doctrinales, los hombres no osan reconocer, ni siquiera ante su propio corazn, escriba el filsofo David Hume,
las dudas que abrigan sobre esos temas. Convierten en mrito la fe implcita; y disimulan ante ellos mismos su infidelidad real a travs de las ms fuertes aseveraciones y la intolerancia ms positiva.

Esta infidelidad tiene profundas consecuencias morales, como escribi el revolucionario americano Tom Paine en La edad de la razn:
La infidelidad no consiste en creer o no creer; consiste en profesar que se cree lo que no se cree. Es imposible calcular el perjuicio moral, si se me permite expresarlo as, que ha producido la mentira mental en la sociedad. Cuando el hombre ha corrompido y prostituido de tal modo la castidad de su mente como para someter su profesin de fe a algo que no cree, se ha puesto en condiciones de cometer cualquier otro crimen.

La formulacin de T. H. Huxiey* era:

La base de la moralidad es... dejar de simular que se cree aquello de lo que no hay pruebas y de repetir propuestas ininteligibles sobre cosas que superan las posibilidades del conocimiento.

Clement, Hume, Paine y Huxiey hablan de religin. Pero gran parte de lo que escribieron tiene aplicaciones ms generales... por ejemplo, al omnipresente fastidio de los anuncios que dominan nuestra civilizacin comercial. Hay unos anuncios de aspirina en los que los actores que hacen de mdicos revelan que el producto de la competencia slo tiene tal cantidad del ingrediente analgsico ms recomendado por los mdicos... no dicen cul es este misterioso ingrediente. Su producto, en cambio, tiene una cantidad espectacularmente mayor (de 1,2 a 2 veces ms por tableta), por lo que hay que comprarlo. Pero por qu no tomar dos pastillas de la competencia? O consideremos el analgsico que funciona mejor que el producto de efecto regular de la competencia. Por qu no tomar entonces el producto competitivo de efecto extra? Y, desde luego, no nos hablan de las ms de mil muertes anuales en Estados Unidos por el uso de la aspirina, o los posibles cinco mil casos anuales de insuficiencia renal por uso de acetaminofeno, del que la marca ms vendida es Tyienol. (Aunque eso podra
*

T. H. Huxley?

tratarse de un Caso de correlacin sin causacin.) O qu importa que un cereal de desayuno tenga ms vitaminas cuando podemos tomarnos una pastilla de vitaminas con el desayuno? Igualmente, qu incidencia tiene que un anticido contenga calcio si el calcio sirve para la nutricin pero es irrelevante para la gastritis? La cultura comercial est llena de informaciones errneas y evasivas a expensas del consumidor. No se espera que preguntemos. No piense. Compre. La recomendacin (pagada) de productos, especialmente por parte de expertos reales o supuestos, constituye una avalancha constante de engaos. Delata su menosprecio por la inteligencia de sus clientes. Presenta una corrupcin insidiosa de actitudes populares sobre la objetividad cientfica. Hay incluso anuncios en los que cientficos reales, algunos de distincin considerable, aparecen como cmplices de las empresas. Ellos revelan que los cientficos tambin son capaces de mentir por dinero. Como advirti Tom Paine, acostumbrarse a las mentiras pone los cimientos de muchos otros males. Tengo delante de m mientras escribo el programa de una de las exposiciones de Vida Sana que se celebran anualmente en San Francisco. Como es de rigor, asisten decenas de miles de personas. Expertos altamente cuestionables venden productos altamente cuestionables. He aqu algunas presentaciones: Cmo producen dolor y sufrimiento las protenas bloqueadas en la sangre. Cristales, son talismanes o piedras? (Yo tengo mi propia opinin.) Sigue: Del mismo modo que un cristal refleja ondas de sonido y de luz para radio y televisin sta es una interpretacin burda e inspida de cmo funcionan la radio y la televisin, tambin puede amplificar las vibraciones espirituales para los humanos armonizados. O aqu hay otra: Retorno de la diosa, ritual de presentacin. Otro: Sincronizacin, la experiencia del reconocimiento. Esta la da el Hermano Carlos. O, en la pgina siguiente: T, Saint-Germain y la curacin mediante la llama violeta. As sigue sin parar, con profusin de anuncios sobre las oportunidades que recorren la corta gama de discutible a falsa que uno puede encontrar en esas muestras. Enloquecidas vctimas del cncer emprenden un peregrinaje hacia las Filipinas, donde cirujanos psquicos, despus de haber manoseado trozos de hgado de pollo o corazn de cabra, dicen que han llegado a las entraas del paciente para retirar el tejido enfermo, que luego es expuesto triunfalmente. Algunos lderes de las democracias occidentales consultan con regularidad a astrlogos y msticos antes de tomar decisiones de Estado. Sometidos a la exigencia pblica de resultados, los policas que tienen entre manos un asesinato no resuelto o un cuerpo desaparecido consultan a expertos de PES (que nunca adivinan nada ms de lo que puede dictar el

sentido comn pero, segn ellos, la polica no deja de llamar). Se anuncia que naciones enemigas estn ms adelantadas en cuestiones de clarividencia y la CIA, por insistencia del Congreso, invierte dinero pblico para descubrir si pueden localizarse submarinos en las profundidades ocenicas concentrando el pensamiento en ellos. Un psquico armado con pndulos sobre unos mapas y varillas de zahori en los aviones pretende encontrar nuevos depsitos de minerales; una compaa minera australiana le paga una gran cantidad de dlares de entrada, que no deber devolver en caso de fracaso, y una participacin en la explotacin del mineral en caso de xito. No se descubre nada. Estatuas de Jess o murales de Mara muestran manchas de humedad, y millones de personas de buen corazn estn convencidas de haber visto un milagro. Todo eso son casos de camelo presunto o demostrado. Aparece un engao, a veces inocentemente pero en colaboracin, a veces con cnica premeditacin. Normalmente la vctima se ve sometida a fuertes emociones: maravilla, temor, avaricia, pesar. La aceptacin crdula de un camelo puede costarle dinero; eso es lo que quera decir P. T. Barnum cuando dijo: Nace un primo cada minuto. Pero puede ser mucho ms peligroso que eso y, cuando los gobiernos y las sociedades pierden la capacidad de pensar crticamente, los resultados pueden ser catastrficos... por mucho que lo sintamos por los que han cado en el engao. En ciencia, podemos empezar con resultados experimentales, datos, observaciones, medidas, hechos. Inventamos, si podemos, toda una serie de explicaciones posibles y confrontamos sistemticamente cada explicacin con los hechos. A lo largo de su preparacin se proporciona a los cientficos un equipo de deteccin de camelos. Este equipo se utiliza de manera natural siempre que se ofrecen nuevas ideas a consideracin. Si la nueva idea sobrevive al examen con las herramientas de nuestro equipo, concedemos una aceptacin clida, aunque provisional. Si usted lo desea, si no quiere comprar camelos aunque sea tranquilizador hacerlo, puede tomar algunas precauciones; hay un mtodo ensayado y cierto, probado por el consumidor. De qu consta el equipo? De herramientas para el pensamiento escptico. El pensamiento escptico es simplemente el medio de construir, y comprender, un argumento razonado y especialmente importante reconocer un argumento falaz o fraudulento. La cuestin no es si nos gusta la conclusin que surge de una va de razonamiento, sino si la conclusin se deriva de la premisa o punto de partida y si esta premisa es cierta. Entre las herramientas: Siempre que sea posible tiene que haber una confirmacin independiente de los hechos.

 Alentar el debate sustancioso sobre la prueba por parte de defensores con conocimiento de todos los puntos de vista. Los argumentos de la autoridad tienen poco peso: las autoridades han cometido errores en el pasado. Los volvern a cometer en el futuro. Quiz una manera mejor de decirlo es que en la ciencia no hay autoridades; como mximo, hay expertos. Baraje ms de una hiptesis. Si hay algo que se debe explicar, piense en todas las diferentes maneras en que podra explicarse. Luego piense en pruebas mediante las que podra refutar sistemticamente cada una de las alternativas. Lo que sobrevive, la hiptesis que resiste la refutacin en esta seleccin darwiniana entre hiptesis de trabajo mltiples tiene muchas ms posibilidades de ser la respuesta correcta que si usted simplemente se hubiera quedado con la primera idea que se le ocurri.22 Intente no comprometerse en exceso con una hiptesis porque es la suya. Se trata slo de una estacin en el camino de bsqueda del conocimiento. Pregntese por qu le gusta la idea. Comprela con justicia con las alternativas. Vea si puede encontrar motivos para rechazarla. Si no, lo harn otros. Cuantifique. Si lo que explica, sea lo que sea, tiene alguna medida, alguna cantidad numrica relacionada, ser mucho ms capaz de discriminar entre hiptesis en competencia. Lo que es vago y cualitativo est abierto a muchas explicaciones. Desde luego, se pueden encontrar verdades en muchos asuntos cualitativos con los que nos vemos obligados a enfrentarnos, pero encontrarlas es un desafo mucho mayor. Si hay una cadena de argumentacin, deben funcionar todos los eslabones de la cadena (incluyendo la premisa), no slo la mayora. El rasero de Occam*. Esta conveniente regla emprica nos induce, cuando nos enfrentamos a dos hiptesis que explican datos igualmente buenos, a elegir la ms simple. Pregntese siempre si la hiptesis, al menos en principio, puede ser falsificada. Las proposiciones que no pueden comprobarse ni demostrarse falsas, no valen mucho. Consideremos la gran idea de que nuestro universo y todo lo que contiene es slo una partcula elemental un electrn, por ejemplo en un cosmos mucho ms grande. Pero si nunca podemos adquirir informacin de fuera de nuestro universo, no es imposible refutar la idea? Ha de ser capaz de comprobar las aseveraciones. Debe dar oportunidad a

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Este problema afecta a los juicios con jurado. Estudios retrospectivos demuestran que algunos miembros del jurado deciden su opinin muy pronto quiz durante los discursos de apertura y luego se quedan con la prueba que parece encajar con sus impresiones iniciales y rechazar la prueba contraria. No les pasa por la cabeza el mtodo de hiptesis alternativas de trabajo. * la navaja de Ockham?

escpticos inveterados de seguir su razonamiento para duplicar sus experimentos y ver si se consigue el mismo resultado. La confianza en los experimentos cuidadosamente diseados y controlados es clave, como he intentado subrayar antes. No aprenderemos mucho de la mera contemplacin. Es tentador quedarse satisfecho con la primera explicacin posible que se nos ocurre. Una es mucho mejor que ninguna. Pero qu ocurre cuando inventamos varias? Francis Bacon proporcion la razn clsica:
Puede ser que la argumentacin no baste para el descubrimiento de un nuevo trabajo, porque la sutileza de la naturaleza es muchas veces mayor que la del argumento.

Los experimentos de control son esenciales. Si, por ejemplo, se dice que una medicina nueva cura una enfermedad en el veinte por ciento de los casos, debemos asegurarnos de que una poblacin de control que toma una pastilla de azcar que los pacientes creen que podra ser el nuevo medicamento no experimente una remisin espontnea de la enfermedad en el veinte por ciento de los casos. Deben separarse las variables. Supongamos que usted est mareado y le dan una pulsera de metal y 50 miligramos de dimenhidrinato. Descubre que le desaparece el malestar. Qu ha sido: la pulsera o la pastilla? Slo puede saberlo si la vez siguiente toma una cosa y no otra y se marea. Ahora supongamos que usted no tiene tanta devocin por la ciencia como para permitirse estar mareado. Entonces no separar las variables. Tomar los dos remedios a la vez. Ha conseguido el resultado prctico deseado; se podra decir que no le merece la pena la molestia de conseguir ms conocimientos. A menudo el experimento debe ser de doble ciego a fin de que los que esperan un descubrimiento determinado no estn en la posicin potencialmente comprometedora de evaluar los resultados. Cuando se prueba una nueva medicina, por ejemplo, quiz se quiera que los mdicos que determinan qu sntomas de los pacientes se han visto aliviados no sepan qu pacientes han recibido el nuevo frmaco. El conocimiento podra influir en su decisin, aunque slo fuera inconscientemente. En cambio, la lista de los que experimentaron remisin de sntomas puede compararse con la de los que tomaron el nuevo frmaco, realizada cada una con independencia. Entonces se puede determinar qu correlacin existe. O cuando hay un reconocimiento policial o una identificacin de foto, el oficial responsable no debera saber quin es el principal sospechoso [para] no influir consciente ni inconscientemente en el testigo. ---ooo---

Adems de enseamos qu hacer cuando evaluamos una declaracin de conocimiento, un buen equipo de deteccin de camelos tambin debe enseamos qu no hacer. Nos ayuda a reconocer las falacias ms comunes y peligrosas de la lgica y la retrica. Se pueden encontrar muchos buenos ejemplos en religin y poltica, porque sus practicantes a menudo se ven obligados a justificar dos proposiciones contradictorias. Entre esas falacias se encuentran: ad hominem: latn contra el hombre, atacar al que discute y no a su argumentacin (p. ej.: El reverendo doctor Smith es un conocido fundamentalista de la Biblia, por lo que sus objeciones a la evolucin no deben tomarse en serio); argumento de autoridad (p. ej.: El presidente Richard Nixon debera ser reelegido porque tiene un plan secreto para terminar la guerra en el sudeste de Asia... pero, como era secreto, el electorado no tena ninguna manera de evaluar sus mritos; el argumento equivala a confiar en l porque era presidente: craso error, como se vio); argumento de consecuencias adversas (p. ej.: Debe existir un Dios que d castigo y recompensa porque, si no, la sociedad sera mucho ms ilegal y peligrosa, quiz incluso ingobernable.23 O: El acusado en un juicio de asesinato con mucha publicidad recibi el veredicto de culpable; en otro caso, habra sido un incentivo para que otros hombres matasen a sus esposas); llamada a la ignorancia; la declaracin de que todo lo que no ha sido demostrado debe ser cierto, y viceversa (es decir: No hay una prueba irresistible de que los ovnis no estn visitando la Tierra; por tanto, los ovnis existen... y hay vida inteligente en todas partes en el universo. O: Puede haber setenta mil millones de otros mundos pero, como no se conoce ninguno que tenga el avance moral de la Tierra, seguimos siendo centrales en el universo.) Esta impaciencia con la ambigedad puede criticarse con la frase: la ausencia de prueba no es prueba de ausencia; un argumento especial, a menudo para salvar una proposicin en un problema retrico profundo (p. ej.: Cmo puede un Dios compasivo condenar al tormento a las generaciones futuras porque, contra sus rdenes, una mujer indujo a un hombre a comerse una manzana? Argumento especial: no entiendes la sutil doctrina del libre albedro. O: Cmo puede

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Una formulacin ms cnica del historiador romano Polibio: Como las masas del pueblo son inconstantes, plagadas de deseos desenfrenados e indiferentes a las consecuencias, se las debe llenar de terror para mantener el orden. Los antiguos hicieron bien, por tanto, en inventar los dioses y la creencia en el castigo despus de la muerte.

haber un Padre, Hijo y Espritu Santo igualmente divinos en la misma persona? Argumento especial: no entiendes el misterio divino de la Santsima Trinidad. O: Cmo poda permitir Dios que los seguidores del judasmo, cristianismo e islam obligados cada uno a su modo a medidas heroicas de amabilidad afectuosa y compasin perpetraran tanta crueldad durante tanto tiempo? Argumento especial: otra vez, no entiendes el libre albedro. Y en todo caso, los caminos de Dios son misteriosos); pedir la pregunta, llamado tambin asumir la respuesta (p. ej.: Debemos instituir la pena de muerte para desalentar el crimen violento. Pero se reduce la tasa de delitos violentos cuando se impone la pena de muerte? O: El mercado de acciones sufri ayer una cada debido a un ajuste tcnico y la retirada de beneficios por los inversores... pero hay alguna prueba independiente del papel causal del ajuste y retirada de beneficios; nos ha enseado algo esta explicacin implcita?); seleccin de la observacin, llamada tambin enumeracin de circunstancias favorables o, como lo describi Francis Bacon, contar los aciertos y olvidar los fallos24 (p. ej.: Un Estado se jacta de los presidentes que ha tenido, pero no dice nada de sus asesinos en serie); estadsticas de nmeros pequeos, pariente cercano de la seleccin de la observacin (p. ej.: Dicen que una de cada cinco personas es china. Cmo es posible? Yo conozco cientos de personas" y ninguna de ellas es china. Suyo sinceramente. O: He sacado tres sietes seguidos. Esta noche no puedo perder); incomprensin de la naturaleza de la estadstica (p. ej.: El presidente Dwight Eisenhower expresa asombro y alarma al descubrir que la mitad de los americanos tienen una inteligencia por debajo de la media);

24 Mi ejemplo favorito es esta historia que se contaba del fsico italiano Enrico Fermi cuando, recin llegado a las costas americanas, se enrol en el Proyecto Manhattan de armas nucleares y se encontr cara a cara en plena segunda guerra mundial con los almirantes estadounidenses: Fulano de tal es un gran general, le dijeron. Cul es la definicin de un gran general?, pregunt Fermi corno era tpico en l. Se supone que es un general que ha ganado muchas batallas consecutivas. Cuntas? Despus de sumar y restar un poco, se fijaron en cinco. Qu fraccin de generales americanos son grandes? Despus de sumar y restar un poco ms, se fijaron en un pequeo tanto por ciento. Pero imaginemos, replic Fermi, que no existe algo as como un gran general, que todos los ejrcitos son iguales y que ganar una batalla es puramente un asunto de posibilidades. Entonces, la posibilidad de ganar una batalla es una de dos, o 1/2, dos batallas 1/4, tres 1/8, cuatro 1/16, y cinco batallas consecutivas 1/32... que es cerca del tres por ciento. Es lgico esperar que un pequeo tanto por ciento de generales americanos venzan en cinco batallas consecutivas, por pura casualidad. Ahora bien, alguno ha ganado diez batallas consecutivas?...

 inconsistencia (p. ej.: Prepararse con toda prudencia para lo peor de que sea capaz un adversario militar potencial, pero ignorar las proyecciones cientficas en peligros medioambientales para ahorrar porque no estn demostrados. O atribuir el descenso de la esperanza de vida en la antigua Unin Sovitica a los defectos del comunismo hace muchos aos; pero no atribuir nunca la alta tasa de mortalidad infantil de Estados Unidos (ahora la ms alta de las principales naciones industriales) a los defectos del capitalismo. O considerar razonable que el universo siga existiendo siempre en el futuro, pero juzgar absurda la posibilidad de que tenga una duracin infinita hacia el pasado); non sequitur: no sigue, en latn (p. ej.: Nuestra nacin prevalecer porque Dios es grande. Pero casi todas las naciones pretenden que eso es cierto; la formulacin alemana era: Gott mit uns), A menudo, los que caen en la falacia non sequitur es simplemente que no han reconocido posibilidades alternativas; post hoc, ergo propter hoc: en latn, despus de esto, luego a consecuencia de esto (p. ej.: Jaime Cardinal, arzobispo de Manila: Conozco... a una mujer de veintisis aos que parece tener sesenta porque toma pildoras {anticonceptivas}. O: Cuando las mujeres no votaban, no haba armas nucleares); pregunta sin sentido (p. ej.: Qu ocurre cuando una fuerza irresistible choca con un objeto inamovible? Pero si existe algo as como una fuerza irresistible no puede haber objetos inamovibles, y viceversa); exclusin del medio o falsa dicotoma: considerar slo los dos extremos en un continuo de posibilidades intermedias (p. ej.: S, claro, ponte de su parte; mi marido es perfecto; yo siempre me equivoco. O: El que no quiere a su pas lo odia. O: Si no eres parte de la solucin, eres parte del problema); corto plazo contra largo plazo: un subgrupo de la exclusin del medio, pero tan importante que lo he destacado para prestarle atencin especial (p. ej.: No podemos emprender programas para alimentar a los nios desnutridos y educar a los preescolares. Se necesita tratar con urgencia el crimen en las calles. O: Por qu explorar el espacio o seguir la ciencia fundamental cuando tenemos un dficit de presupuesto tan enorme?); terreno resbaladizo, relacionado con la exclusin del medio (p. ej.: Si permitimos el aborto en las primeras semanas de embarazo, ser imposible impedir la muerte de un beb formado. O al contrario: Si el Estado nos prohbe abortar aunque sea en el noveno mes, pronto nos empezar a decir lo que tenemos que hacer con nuestro cuerpo en el momento de la concepcin); confusin de correlacin y causa (p. ej.: Una encuesta muestra que hay ms homosexuales entre los licenciados universitarios que entre los de menor

educacin; en consecuencia, la educacin hace homosexual a la gente. O: Los terremotos andinos estn correlacionados con aproximaciones ms cercanas del planeta Urano; en consecuencia a pesar de la ausencia de una correlacin as para el planeta ms cercano y ms imponente, Jpiter, lo segundo causa lo primero25 hombre de paja: caricaturizar una postura para facilitar el ataque (p. ej.: Los cientficos suponen que los seres vivos se formaron juntos por casualidad, una formulacin que ignora deliberadamente la principal idea darwiniana: que la naturaleza avanza conservando lo que funciona y descartando lo que no. O, y eso tambin es una falacia a largo/corto plazo, los defensores del medio ambiente se preocupan ms por los caracoles y los buhos moteados que por las personas); prueba suprimida, o media verdad (p. ej.: Aparece en televisin una profeca sorprendentemente precisa y ampliamente citada del intento de asesinato del presidente Reagan, pero detalle importante fue grabada antes o despus del acontecimiento? O: Estos abusos del gobierno exigen una revolucin, aunque sea imposible hacer una tortilla sin romper antes los huevos. S, pero en esta revolucin morir ms gente que con el rgimen anterior? Qu sugiere la experiencia de otras revoluciones? Son deseables y en inters del pueblo todas las revoluciones contra regmenes opresivos? palabras equvocas (p. ej.: La separacin de poderes de la Constitucin de Estados Unidos especifica que este pas no puede entrar en guerra sin una declaracin del Congreso. Por otro lado, los presidentes tienen el control de la poltica exterior y la direccin de las guerras, que son herramientas potencialmente poderosas para conseguir la reeleccin. Los presidentes de cualquier partido poltico podran verse tentados por tanto a disponer guerras mientras levantan la bandera y llaman a las guerras otra cosa: acciones de polica, incursiones armadas, golpes reactivos de proteccin, pacificacin, salvaguarda de los intereses americanos, y una gran variedad de operaciones, como las de la Operacin Causa Justa. Los eufemismos para la guerra forman parte de una gran clase de reinvenciones del lenguaje con fines polticos. Talleyrand dijo: Un arte importante de los polticos es encontrar nombres nuevos para instituciones que bajo sus nombres viejos se han hecho odiosas al pueblo).
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O: Los nios que miran programas de televisin violentos tienden a ser ms violentos de mayores. Pero es la televisin lo que causa la violencia, o es que los nios violentos disfrutan preferentemente viendo programas violentos? Es muy probable que los dos enunciados sean verdad. Los defensores comerciales de la violencia en la televisin arguyen que cualquier persona puede distinguir entre televisin y realidad. Pero el promedio actual de los programas infantiles de los sbados por la maana es de veinticinco actos violentos por hora. Cuando menos, eso insensibiliza a los nios pequeos ante la agresin y la crueldad sin ton ni son. Y, si pueden implantarse recuerdos falsos en los cerebros de adultos impresionables, qu estamos implantando en las mentes de nuestros hijos cuando los exponemos a unos cien mil actos de violencia antes de que acaben la escuela elemental?

Conocer la existencia de esas falacias retricas y lgicas completa nuestra caja de herramientas. Como todas las herramientas, el equipo de deteccin de camelos puede usarse mal, aplicarse fuera de contexto o incluso emplearse rutinariamente como alternativa al pensamiento. Pero, si se aplica con juicio, puede marcar toda la diferencia del mundo, y nos ayuda a evaluar nuestros propios argumentos antes de presentarlos a otros.

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La industria del tabaco americana factura unos cincuenta mil millones al ao. Admiten que hay una correlacin estadstica entre fumar y el cncer, pero no una relacin causal, dicen. Aaden que se est cometiendo una falacia lgica. Qu podra significar eso? Quiz las personas con propensin hereditaria al cncer tienen una propensin hereditaria a tomar drogas adictivas, por lo que el cncer y el fumar podran estar correlacionados, pero el cncer no sera provocado por fumar. Pueden inventarse relaciones cada vez ms inverosmiles de este tipo. Esta es exactamente una de las razones por las que la ciencia insiste en los experimentos de control. Supongamos que pintamos los lomos de gran nmero de ratones con alquitrn de cigarrillo y supervisamos tambin la salud de grandes nmeros de ratones casi idnticos que no han sido pintados. Si el primer grupo contrae cncer y el segundo no, se puede estar bastante seguro de que la correlacin es causal. Si se inhala humo de tabaco, la posibilidad de contraer cncer aumenta; no se inhala, y la tasa se mantiene al nivel bsico. Lo mismo ocurre con el enfisema, la bronquitis y las enfermedades cardiovasculares. Cuando en 1953 se public el primer trabajo en la literatura cientfica que demostraba que cuando se pintan las sustancias del cigarrillo en los lomos de roedores producen resultados malignos (cncer), la respuesta de las seis principales compaas de tabaco fue iniciar una campaa de relaciones pblicas para impugnar la investigacin, patrocinada por la Fundacin Sloan Kettering. Eso es similar a lo que hizo la Du Pont Corporation cuando en 1974 se public la primera investigacin que demostraba que sus productos de fren atacan la capa protectora de ozono. Hay muchos ms ejemplos. Sera normal pensar que antes de denunciar descubrimientos que no les gustan, las empresas principales dedicaran considerables recursos a comprobar la seguridad de los productos que se proponen fabricar. Y, si se olvidaron de algo, si los cientficos independientes sealan un riesgo, por qu protestan las compaas? Preferiran matar a la gente que perder beneficios? Si, en un mundo incierto, debiera cometerse un error, no se

inclinara hacia la proteccin de los clientes y el pblico? Y, a propsito, qu dicen estos casos sobre la capacidad de la empresa privada de vigilarse a s misma? No demuestran que al menos algunas intervenciones del gobierno son en inters del pblico? Un informe interno de 1971 de la Brown and Williamson Tobacco Corporation enumera como objetivo corporativo eliminar de la mente de millones de personas la falsa conviccin de que fumar cigarrillos causa cncer de pulmn y otras enfermedades; una conviccin basada en presunciones fanticas, rumores falaces, denuncias sin fundamento y conjeturas de oportunistas en busca de publicidad. Se quejan del
ataque increble, sin precedentes e infame contra el cigarrillo, que constituye la mayor difamacin y calumnia que se ha perpetrado jams contra un producto en la historia de la Ubre empresa; una difamacin criminal de proporciones e implicaciones tan importantes que uno se pregunta cmo una cruzada de calumnias puede reconciliarse... cmo la Constitucin puede ser tan burlada y violada [sic].

Esta retrica es slo ligeramente ms encendida que la que ha publicado de vez en cuando la industria del tabaco para consumo pblico. Hay muchas marcas de cigarrillos que anuncian ser bajas en alquitrn (diez miligramos o menos por cigarrillo). Por qu es eso una virtud? Porque es en los alquitranes refractarios donde se concentran hidrocarburos policclicos aromticos y otros carcingenos. No son los anuncios de bajo en alquitrn una admisin tcita por las compaas de tabaco de que los cigarrillos causan realmente el cncer? Healthy Buildings International es una organizacin con nimo de lucro que ha recibido millones de dlares a lo largo de los aos de la industria del tabaco. Realiza investigaciones sobre el fumador pasivo y atestigua a favor de las compaas de tabaco. En 1994, tres tcnicos se quejaron de que antiguos ejecutivos haban falsificado los datos sobre partculas de cigarrillo inhalables en el aire. En cada caso, los datos inventados o corregidos hacan que el humo del tabaco pareciera ms sano que lo indicado por las mediciones de los tcnicos. Encuentran alguna vez los departamentos de investigacin corporativos o los contratados del exterior que un producto es ms peligroso de lo que la corporacin de tabaco declara pblicamente? Si es as, siguen con su puesto de trabajo? El tabaco es adictivo; segn muchos criterios, ms todava que la herona o la cocana. Hay una razn para que uno, como deca un anuncio de la dcada de los cuarenta, ande una milla en busca de un Camel. Ha muerto ms gente por el tabaco que en toda la segunda guerra mundial. Segn la Organizacin Mundial de la Salud, fumar mata a tres millones de personas al

ao en todo el mundo. Eso se elevar a diez millones anuales en el 2020, en parte a causa de una ingente campaa publicitaria que presentaba el fumar como progresista y de moda para las mujeres jvenes en el mundo de hoy. Parte del xito de la industria del tabaco en suministrar esta elaboracin de venenos adictivos puede atribuirse a la escasa familiaridad con la deteccin de camelos, el pensamiento crtico y el mtodo cientfico. La credulidad mata.

CAPTULO 13

OBSESIONADO CON LA REALIDAD

Un armador se dispona a echar a la mar un barco de emigrantes. Saba que el barco era viejo y que no haba sido construido con gran esmero; que haba visto muchos mares y climas y se haba sometido a menudo a reparaciones. Se haba planteado dudas sobre si estaba en condiciones de navegar. Esas dudas lo reconcoman y le hacan sentirse infeliz; pensaba que quiz sera mejor revisarlo y repararlo, aunque le supusiera un gran gasto. Sin embargo, antes de que zarpara el barco consigui superar esas reflexiones melanclicas. Se dijo a s mismo que el barco haba soportado tantos viajes y resistido tantas tormentas que era ocioso suponer que no volvera a salvo a casa tambin despus de este viaje. Pondra su confianza en la Providencia, que difcilmente podra ignorar la proteccin de todas esas familias infelices que abandonaban su patria para buscar tiempos mejores en otra parte. Alejara de su mente toda sospecha poco generosa sobre la honestidad de los constructores y contratistas. De este modo adquiri una conviccin sincera y reconfortante de que su nave era totalmente segura y estaba en condiciones de navegar; contempl cmo zarpaba con el corazn aliviado y con los mejores deseos de xito para los exiliados en su nuevo hogar en el extranjero; y recibi el dinero del seguro cuando la nave se hundi en medio del ocano y no se supo nada ms. Qu podemos decir de l? Desde luego, que era verdaderamente culpable de la muerte de esos hombres. Se admite que crea sinceramente en la solidez de ese barco; pero la sinceridad de su conviccin de ningn modo puede ayudarle, porque no tena derecho a creer con una prueba como la que tena delante. No haba adquirido su fe honestamente en investigacin paciente, sino sofocando sus dudas... WILLIAM K. CLIFFORD La tica de la fe (1874)

En los lmites de la ciencia y a veces como atavismo del pensamiento precientfico hay una serie de ideas al acecho que son atractivas, o al menos modestamente intrigantes, pero que no han sido tamizadas a conciencia con el equipo de deteccin de camelos, al menos por parte de sus defensores: la idea, por ejemplo, de que la superficie de la Tierra est en el interior, no en el exterior de una esfera; o la aseveracin de que se puede levitar mediante la meditacin y que los bailarines de ballet y los jugadores de baloncesto dan unos saltos tan altos por levitacin; o la propuesta de que yo tengo algo que se llama alma, no hecho de materia o energa, sino de otra cosa de la que no hay pruebas, y que despus de mi muerte podra volver a animar a una vaca o a un gusano. Ofrecimientos tpicos de la pseudociencia y la supersticin se trata de una lista meramente representativa, no completa son la astrologa; el tringulo de las Bermudas; Big Foot y el monstruo del Lago Ness; los fantasmas; el mal de ojo; las auras como halos multicolores que segn dicen rodean la cabeza de todos (con colores personalizados); la percepcin extrasensorial (PES) como telepata, prediccin, telequinesis y visin remota de lugares distantes; la creencia de que el trece es un nmero desafortunado (razn por la que muchos edificios de oficinas serios y hoteles de Amrica pasan directamente del piso doce al catorce... por qu arriesgarse?); las estatuas que sangran; la conviccin de que llevar encima una pata de conejo da buena suerte; las varitas adivinas, los zahores y los hechizos de agua; la comunicacin facilitada en el autismo; la creencia de que las cuchillas de afeitar se mantienen ms afiladas si se guardan dentro de pirmides de cartn y otros principios de piramidologa; las llamadas telefnicas (ninguna de ellas a cobro revertido) de los muertos; las profecas de Nostradamus; el supuesto descubrimiento de que los platelmintos no amaestrados pueden aprender una tarea comiendo los restos triturados de otros platelmintos ms adiestrados; la idea de que se cometen ms crmenes cuando hay luna llena; la quiromancia, la numerologa; la poligrafa; los cometas, las hojas de t y los nacimientos monstruosos como anuncio de futuros acontecimientos (ms las adivinaciones de moda en pocas anteriores, que se conseguan mirando entraas, humo, la forma de las llamas, sombras, excrementos, escuchando el ruido de los estmagos e incluso, durante un breve perodo, examinando tablas de logaritmos); la fotografa de hechos pasados, como la crucifixin de Jess; un elefante ruso que habla perfectamente; sensitivos que leen libros con la yema de los dedos cuando se les cubre los ojos sin rigor; Edgar Cayce (que predijo que en la dcada de

los sesenta se elevara el continente perdido de la Atlntida) y otros profetas, dormidos y despiertos; charlatanera sobre dietas; experiencias fuera del cuerpo (es decir, al borde de la muerte) interpretadas como acontecimientos reales en el mundo externo; el fraude de los curanderos, las tablas de Ouija, la vida emocional de los geranios revelada por el uso intrpido de un detector de mentiras; el agua que recuerda qu molculas solan disolverse en ella; describir la personalidad a partir de caractersticas faciales o bultos en la cabeza; la confusin del mono nmero cien y otras afirmaciones de que lo que una pequea fraccin de nosotros quiere que sea cierto lo es realmente; seres humanos que arden espontneamente y quedan chamuscados; biorritmos de tres ciclos; mquinas de movimiento perpetuo que prometen suministros ilimitados de energa (todas ellas, por una u otra razn, vedadas al examen minucioso de los escpticos); las predicciones sistemticamente fallidas de Jeane Dixon (que predijo una invasin sovitica de Irn en 1953, y que en 1965 la Unin Sovitica se adelantara a Estados Unidos en colocar al primer humano en la Luna)26 y otros psquicos profesionales; la prediccin de los Testigos de Jehov de que el mundo terminara en 1917 y muchas profecas similares; la diantica y la cienciologa, Carlos Castaeda y la brujera; las afirmaciones de haber encontrado los restos del Arca de No; el horror de Amityville y otras obsesiones; y relatos de un pequeo brontosaurio que atraviesa la jungla de la Repblica del Congo en nuestra poca. (Puede encontrarse un comentario en profundidad de muchas de esas afirmaciones en Encyclopedia of the Paranormal, Gordon Stein, ed., Buffalo, Prometheus Books, 1996.) Muchas de estas doctrinas son rechazadas de plano por fundamentalistas cristianos y judos porque la Biblia as lo ordena. El Deuteronomio (18, 10-11) dice (en traduccin de la Biblia de Jerusaln): No ha de haber en ti nadie que haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, que practique adivinacin, astrologa, hechicera o magia, ningn encantador ni consultor de espectros o adivinos, ni evocador de muertos. Se prohbe la astrologa, la canalizacin, las tablas de Ouija, la prediccin del futuro y muchas cosas ms. El autor del Deuteronomio no dice que esas prcticas no sirvan para dar lo que prometen. Pero son abominaciones... quiz adecuadas para otras naciones pero no para los seguidores de Dios. E incluso el apstol Pablo, tan crdulo en tantos otros asuntos, nos aconseja comprobarlo todo.
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Violando las normas para Orculos y Magos fijadas por Thomas Ady en 1656: En cosas dudosas, daban respuestas dudosas... En lo que haba probabilidades ms seguras, daban respuestas ms seguras.

El filsofo judo espaol del siglo XV. Moiss Maimnides, va ms all del Deuteronomio porque explcita que esas pseudociencias no funcionan:
Est prohibido implicarse en astrologa, echar hechizos, susurrar conjuros... Todas esas prcticas no son ms que mentiras y engaos que los pueblos paganos antiguos usaban para engaar a las masas y llevarlas por mal camino... La gente sabia e inteligente no se deja engaar. [De la Mishneh Torah, Avodah Zara, captulo 11.]

Hay algunas declaraciones difciles de comprobar: por ejemplo, que una expedicin no consiga encontrar el fantasma del brontosaurio no quiere decir que no exista. La ausencia de prueba no es prueba de ausencia. Otras son ms fciles: por ejemplo, el aprendizaje canbal de los platelmintos o el anuncio de que colonias de bacterias sometidas a un antibitico en un plato de agar prosperan cuando se reza (en comparacin con la bacteria de control no redimida por la oracin). Se pueden excluir algunas por ejemplo, las mquinas de movimiento perpetuo en base a la fsica fundamental. Aparte de ellas, no sabemos antes de examinar la prueba que las ideas son falsas; cosas ms extraas se incorporan habitualmente en el corpus de la ciencia. La cuestin, como siempre, es: es buena la prueba? El peso de la demostracin cae sobre los hombros de los que avanzan tales declaraciones. Es revelador que algunos proponentes sostengan que el escepticismo es un estorbo, que la verdadera ciencia es investigacin sin escepticismo. Quiz estn a mitad de camino. Pero el medio del camino no es la meta. La parapsicloga Susan Blackmore describe uno de los pasos en su transformacin a una actitud ms escptica sobre los fenmenos psquicos:
Una madre y su hija de Escocia afirmaban que podan captar imgenes de la mente de la otra. Para someterse a las pruebas, decidieron jugar a las cartas, que es lo que solan hacer en casa. Yo las dej elegir la habitacin en la que se hara la prueba y me asegur de que la receptora no viera las cartas de la otra. Fracasaron. No pudieron acertar ms de lo que predeca la casualidad y se quedaron terriblemente decepcionadas. Haban credo sinceramente que eran capaces de hacerlo y yo empec a ver qu fcil es que nos engae nuestro propio deseo de creer. Tuve experiencias similares con varios zahones, nios que afirmaban que podan mover objetos psicoquinticamente, y otros que decan tener poderes telepticos. Todos fallaron. Ahora mismo tengo un nmero de cinco dgitos, una palabra y un objeto pequeo en la cocina de mi casa. El lugar y los objetos fueron elegidos por un joven que pretende verlos cuando viaja fuera de su cuerpo. Hace tres aos que estn all (aunque cambiados regularmente de sitio). De momento, sin embargo, no lo ha conseguido.

Telepata significa literalmente sentir a distancia, igual que telfono es or a distancia y televisin, ver a distancia: la palabra no sugiere la comunicacin de pensamientos sino de sentimientos y emociones. Alrededor de un cuarto de milln de estadounidenses creen haber experimentado algo as como la telepata. Las personas que se conocen bien unas a otras, que viven juntas, que conocen mutuamente el tono de sus sentimientos, el tipo de asociaciones y la manera de pensar a menudo pueden anticipar qu dir la otra. En eso entran en juego simplemente los cinco sentidos habituales, ms la empata, sensibilidad e inteligencia humanas en funcionamiento. Puede parecer extrasensorial, pero no es en absoluto lo que implica la palabra telepata. Si alguna vez se demostrara realmente algo as de manera concluyente, creo que habra causas fsicas discernibles, quiz corrientes elctricas en el cerebro. La pseudociencia, bien o mal etiquetada, no es de ningn modo lo mismo que lo sobrenatural, que por definicin es algo de algn modo fuera de la naturaleza. Es poco probable que algunas de esas declaraciones paranormales puedan ser verificadas un da con datos cientficos slidos. Pero sera una locura aceptar algunas de ellas sin la prueba adecuada. Con el mismo espritu que con los dragones del garaje, como esas afirmaciones todava no han sido desaprobadas o explicadas adecuadamente, es mucho mejor contener nuestra impaciencia, alimentar la tolerancia de la ambigedad y esperar o, mucho mejor, buscar pruebas que lo confirmen o lo refuten. ---ooo--En una tierra lejana de los mares del Sur corri el rumor que haba un hombre muy sabio, un curandero, un espritu personificado. Poda hablar a travs del tiempo. Era un Maestro Ascendido. Vena, decan. Vena... En 1988, los peridicos australianos, revistas y canales de televisin empezaron a recibir la buena noticia a travs de equipos de prensa y cintas de vdeo. Un folleto deca:
CARLOS APARECER EN AUSTRALIA

Los que lo han visto jams lo olvidarn. De pronto, el artista joven y brillante que les est hablando parece titubear, se le reduce el pulso peligrosamente y prcticamente se detiene hasta la muerte. El auxiliar mdico asignado para mantener una vigilancia constante est a punto de hacer sonar la alarma.

Pero entonces, con un latido poderoso, le vuelve el pulso... ms rpido y fuerte que antes. Es evidente que la fuerza de la vida ha regresado al cuerpo... pero la entidad dentro de este cuerpo ya no es Jos Luis lvarez, un hombre de diecinueve aos cuyas singulares cermicas pintadas se exhiben en las casas ms lujosas de Norteamrica. Dentro de su cuerpo ha ocupado su lugar Carlos, una alma antigua cuyas enseanzas sern al mismo tiempo un trastorno y una inspiracin. Un ser que atraviesa una forma de muerte para dar paso a otra: ste es el fenmeno que ha hecho de Carlos, canalizado a travs de Jos Luis lvarez, la nueva figura dominante de la conciencia de la Nueva Era. Como dice incluso un crtico escptico de Nueva York: El primer y nico caso de canalizador que ofrece una prueba tangible, fsica, de un cambio misterioso dentro de su fisiologa humana.

Ahora Jos, que se ha sometido a ms de ciento setenta de esas pequeas muertes y transformaciones, ha recibido la orden de Carlos de visitar Australia: en palabras del maestro, la vieja tierra nueva que va a ser la fuente de una revelacin especial. Carlos ya haba presagiado que en 1988 las catstrofes barreran la tierra, moriran dos lderes mundiales importantes y, ms tarde, ese mismo ao, los australianos seran los primeros que veran elevarse una gran estrella que influira profundamente en el futuro de la vida en la tierra. DOMINGO 21 3.00 p.m. CASA DE LA PERA TEATRO DRAMTICO Despus de un accidente de moto en 1986, se explicaba en el dossier de prensa, Jos lvarez que tena a la sazn diecisiete aos sufri una conmocin cerebral suave. Cuando se hubo recuperado, los que le conocan se dieron cuenta que haba cambiado. A veces emanaba de l una voz muy diferente. Asustado, lvarez busc la ayuda de un psicoterapeuta, un especialista en trastornos mltiples de personalidad. El psiquiatra descubri que Jos canalizaba una entidad distinta a la que llamaron Carlos. Esta entidad se apodera del cuerpo de lvarez cuando la fuerza de vida del cuerpo est en el grado de relajacin correcto. Carlos, por lo visto, es un espritu desencarnado de hace dos mil aos, un fantasma sin forma corporal que invadi un cuerpo humano por ltima vez en Caracas, Venezuela, en 1900. Lamentablemente, ese cuerpo muri a los doce aos al caer de un caballo. Esa puede ser la razn, explic el terapeuta, por la que Carlos pudo entrar en el cuerpo de lvarez despus del accidente de moto. Cuando lvarez entra en trance, entra en l el espritu de Carlos, enfocado por un cristal grande y raro, y pronuncia la sabidura de los siglos.

En el dossier de prensa se inclua una lista de las principales apariciones en ciudades americanas, una videocinta de la tumultuosa recepcin de lvarez/Carlos en un teatro de Broadway, su entrevista en la emisora de radio WOOP de Nueva York, y otras indicaciones de que aquello era un formidable fenmeno norteamericano de la Nueva Era. Dos detalles sustanciosos: un artculo de un peridico del sur de Florida deca: NOTA DE TEATRO: La estancia de tres das del canalizador CARLOS se ha ampliado al War Memorial Auditorium... en respuesta a la peticin de ms apariciones, y un extracto de una gua de programas de televisin comentaba la emisin de un especial sobre LA ENTIDAD CARLOS: Este estudio en profundidad revela los hechos tras una de las personalidades ms populares y controvertidas del da. lvarez y su manager llegaron a Sydney en un vuelo de primera clase de Qantas. Viajaron a todas partes en una enorme limusina blanca. Ocuparon la suite presidencial de uno de los hoteles ms prestigiosos de la ciudad. lvarez iba ataviado con una elegante tnica blanca y un medalln de oro. En su primera conferencia de prensa apareci rpidamente Carlos. La entidad era vigorosa, letrada, imponente. Los programas de televisin australianos se sumaron rpidamente a la cola para conseguir apariciones de lvarez, su manager y su enfermera (para comprobar el pulso y anunciar la presencia de Carlos). En el Today Show de Australia fueron entrevistados por el anfitrin, George Negus. Cuando Negus les plante algunas preguntas razonables y escpticas se mostraron de lo ms susceptibles. Carlos maldijo al presentador. El manager acab tirndole un vaso de agua a Negus y salieron los dos del plat con aire majestuoso. El asunto caus sensacin en la prensa, se repitieron las imgenes muchas veces en la televisin australiana. Arrebato en TV: ducha de agua para Negus era el titular de primera pgina del Daily Mirror del 16 de febrero de 1988. Las emisoras de televisin recibieron miles de llamadas. Un ciudadano de Sydney aconsej que se tomaran muy en serio la maldicin sobre Negus: el ejrcito de Satans ya haba asumido el control de las Naciones Unidas, deca, y Australia poda ser la prxima. La siguiente aparicin de Carlos fue en la versin australiana de A Current Affair, Se invit a un escptico, que describi el truco de magia para detener brevemente el pulso de una mano: te pones una bola de goma en el sobaco y aprietas. Cuando se cuestion la autenticidad de Carlos, ste se ofendi: La entrevista ha terminado!, dijo con voz de trueno. El da sealado, el teatro Dramtico de la Casa de la pera de Sydney estaba casi lleno. Se haba reunido una multitud expectante de jvenes y viejos. La entrada era libre... lo que anim a los que sospechaban vagamente que poda ser algn tipo de patraa. lvarez se sent en un sof

bajo. Le controlaron el pulso. De pronto se detuvo. Aparentemente, estaba casi muerto. Emita graves sonidos guturales desde muy dentro de l. La audiencia esperaba boquiabierta con respeto y reverencia. De pronto, el cuerpo de lvarez recuper el poder. Su postura irradiaba confianza. De la boca de lvarez flua una amplia perspectiva humana, espiritual. Carlos estaba all! Entrevistados al salir, muchos miembros del pblico describieron que se sentan conmovidos y maravillados. El domingo siguiente, el programa de televisin ms popular de Australia llamado Sixty Minutes como su equivalente norteamericano revel que la historia de Carlos era una broma, de principio a fin. Los productores haban pensado que sera instructivo explorar la facilidad con que poda crearse un curandero o gur para embaucar al pblico y los medios de comunicacin. Por eso, naturalmente, se pusieron en contacto con uno de los principales expertos del mundo en engaar al pblico (al menos entre los que no ocupan o asesoran a ningn cargo poltico): el mago James Randi. ---ooo--...habiendo tantos trastornos que se curan solos y tanta disposicin en la humanidad a engaarse a uno mismo y a otros, escribi Benjamn Franklin en 1784,
y como mi largo tiempo de vida me ha dado frecuentes oportunidades de ver ensalzados algunos remedios como si lo curasen todo para ser dejados a continuacin totalmente de lado por intiles, no puedo sino temer que la expectativa de gran beneficio del nuevo mtodo para tratar enfermedades resultar una ilusin. Sin embargo, en algunos casos esta ilusin puede ser de utilidad mientras dure.

Se refera al mesmerismo. Pero cada poca tiene su locura particular. A diferencia de Franklin, la mayora de los cientficos consideran que no es su tarea exponerse a engaos pseudocientficos, mucho menos a autoengaos sostenidos apasionadamente. Adems, tampoco tienden a ser muy buenos en ello. Los cientficos estn acostumbrados a lidiar con la naturaleza que, aunque quiz ofrezca sus secretos con renuencia, lucha de manera justa. A menudo no estn preparados para esos practicantes sin escrpulos de lo paranormal que siguen normas diferentes. Los magos, por otro lado, estn en el negocio del engao. Practican una de las muchas ocupaciones como la actuacin, la publicidad, la religin burocrtica y la poltica en que lo que un observador ingenuo podra interpretar como mentira es aceptado socialmente como si fuera en servicio de un bien mayor. Muchos magos dicen que no engaan y sugieren que sus poderes les son

transferidos por fuentes msticas o, ltimamente, por generosidad extraterrestre. Algunos usan sus conocimientos para poner en evidencia a los charlatanes que hay entre sus filas y fuera de ellas. Un ladrn se dispone a cazar a otro ladrn. Pocos reaccionan a este desafo con tanta energa como James Randi, el asombroso, que se describe a s mismo con precisin como un hombre enfadado. La supervivencia hasta nuestros das del misticismo antediluviano y la supersticin no le enoja tanto como la aceptacin acrtica de las obras de misticismo y supersticin que pueden defraudar, humillar y a veces incluso matar. Como todos nosotros, Randi es imperfecto: a veces es intolerante y condescendiente y no siente ninguna simpata por las fragilidades humanas que fundamentan la credulidad. Le suelen pagar por sus conferencias y actuaciones, pero nada comparable a lo que recibira si declarase que sus trucos derivan de poderes psquicos o divinos, o de influencias extraterrestres. (La mayora de prestidigitadores profesionales de todo el mundo parece creer en la realidad de los fenmenos psquicos... segn los sondeos de sus opiniones.) Como prestidigitador, Randi ha trabajado mucho para desenmascarar a videntes remotos, telpatas y curanderos que han estafado al pblico. Hizo una demostracin de los sencillos engaos y apreciaciones errneas mediante los cuales los psquicos que doblan cucharas haban conseguido que fsicos tericos prominentes reconocieran la existencia de nuevos fenmenos fsicos. Ha recibido un amplio reconocimiento entre los cientficos y es poseedor de una beca de la Fundacin MacArthur (llamada de genio). Un crtico le acus de estar obsesionado con la realidad. Ojal pudiera decirse lo mismo de nuestra nacin y nuestra especie. Randi ha hecho ms que nadie en pocas recientes para poner al descubierto la simulacin y el fraude en el lucrativo negocio de la curacin mediante la fe. Examina las pruebas. Comenta los cotillees. Escucha la corriente de informacin milagrosa que llega al curandero itinerante... no por inspiracin divina, sino por radio, a 39,17 megaherzios de frecuencia, transmitida por su esposa entre bastidores.27 Randi descubre que los que se levantan de las sillas de ruedas y, segn se afirma, han sido curados, nunca haban estado confinados a sillas de ruedas: un acomodador los invit a sentarse en ellas. Desafa a los curanderos a proporcionar pruebas mdicas serias para dar validez a sus reclamaciones. Invita a las agencias locales y federales del gobierno a aplicar la ley contra el fraude y la mala prctica

27

Cuyos secuaces haban entrevistado a los crdulos pacientes slo una hora o dos antes. Cmo podra conocer el predicador sus sntomas y las direcciones de sus casas si no era a travs de Dios? Esa patraa del curandero fundamentalista cristiano Peter Popoff, denunciada por Randi en su momento, fue llevada al cine con poca ficcin aadida en 1993: Leap ofFaith.

mdica. Critica a los medios de informacin por su estudiado alejamiento del tema. Revela el desprecio profundo de esos curanderos hacia sus pacientes y parroquianos. Muchos son charlatanes intencionales que usan el lenguaje y los smbolos evanglicos cristianos o de la Nueva Era para aprovecharse de la fragilidad humana. Quiz algunos de ellos tengan motivos no venales. O soy demasiado severo? En qu se diferencia el charlatn ocasional del curanderismo del fraude ocasional en la ciencia? Es razonable sospechar de toda una profesin porque hay algunas manzanas podridas? Me parece que, como mnimo, hay dos diferencias importantes. Primero, nadie duda de que la ciencia funciona de verdad, aunque de vez en cuando pueda ofrecerse una afirmacin errnea o fraudulenta. Pero que haya alguna curacin milagrosa gracias a la fe, independientemente de la capacidad de curarse propia del cuerpo, es francamente dudoso. En segundo lugar, la ciencia pone al descubierto sus fraudes y errores casi exclusivamente por s misma. Es una disciplina que se vigila a s misma, lo que significa que los cientficos son conscientes del potencial de charlatanera y error que existe. Pero casi nunca son los curanderos quienes revelan el fraude y error en la curacin por la fe. Ciertamente, es sorprendente la resistencia de las Iglesias y sinagogas a condenar el engao demostrable entre sus filas. Cuando fracasa la medicina convencional, cuando tenemos que enfrentarnos al dolor y la muerte, desde luego estamos abiertos a otras perspectivas de esperanza. Y, al fin y al cabo, hay algunas enfermedades psicognicas. Muchas pueden ser cuando menos mitigadas con una mentalidad positiva. Los placebos son frmacos ficticios, a menudo pastillas de azcar. Las compaas de frmacos comparan rutinariamente la eficacia de sus frmacos con los placebos administrados a pacientes con la misma enfermedad sin posibilidad de reconocer la diferencia entre el frmaco y el placebo. Los placebos pueden ser asombrosamente efectivos, especialmente para resfriados, ansiedad, depresin, dolor y sntomas que es verosmil que estn generados por la mente. Es concebible que el hecho de creer pueda producir endorfinas: pequeas protenas del cerebro con efectos como la morfina. Un placebo slo funciona si el paciente cree que es una medicina efectiva. Dentro de lmites estrictos, parece que la esperanza puede transformarse en bioqumica. Como ejemplo tpico, consideremos la nusea y vmitos que suelen acompaar a la quimioterapia en pacientes de cncer y sida. Ambas cosas pueden ser causadas psicognicamente: por ejemplo, por miedo. El frmaco hidrocloruro ondansetron reduce en gran medida la incidencia de esos sntomas; pero, en realidad, es el frmaco o la expectativa de alivio? En un estudio de doble ciego, el noventa y seis por ciento de los pacientes

calificaron el frmaco de efectivo. Lo mismo hicieron el diez por ciento de los pacientes que tomaban un placebo de aspecto idntico. Casi la mitad de los norteamericanos cree que existe lo que se llama curacin psquica o espiritual. A lo largo de la historia humana se han asociado las curas milagrosas a una amplia variedad de curanderos, reales o imaginarios. La escrfula, una especie de tuberculosis, se llamaba en Inglaterra el mal del rey y se supona que slo poda ser curada mediante la mano del rey. Las vctimas guardaban cola pacientemente para que el rey las tocara; el monarca se someta brevemente a otra pesada obligacin de su alto cargo y aunque no parece que se curara nadie la prctica continu durante siglos. Un famoso curandero del siglo XVII fue Valentino Greatracks. Descubri, con cierta sorpresa, que tena poder para curar enfermedades, incluyendo resfriados, lceras, picores y epilepsia. La demanda de sus servicios aument de tal modo que no tena tiempo para nada ms. Afirmaba que todas las enfermedades eran causadas por espritus malos, a muchos de los cuales reconoca y llamaba por su nombre. Un cronista contemporneo, citado por Mackay, apunt que
alardeaba de estar mucho ms al corriente de las intrigas de los demonios que de los asuntos de los hombres... Tan grande era la confianza en l, que el ciego crea ver la luz que no vea, el sordo imaginaba que oa, el cojo que andaba bien y el paraltico que haba recobrado el uso de sus extremidades. La idea de salud haca que el enfermo olvidara por un tiempo sus males; y la imaginacin, que no era menos activa en los meramente atrados por curiosidad que en los enfermos, daba una falsa visin a una clase, por el deseo de ver, as como realizaba una falsa cura en la Otra por el fuerte deseo de ser curado.

Hay innumerables informes en la literatura mundial de exploracin y antropologa no slo de enfermos curados por fe en el curandero sino tambin de gente que se consume y muere por la maldicin de un brujo. lvar Nez Cabeza de Vaca que, con algunos acompaantes y en terribles condiciones de privacin vag por mar y tierra, desde Florida hasta Texas y Mxico entre 1528 y 1536, cuenta un ejemplo ms o menos tpico. Todas las comunidades de nativos americanos que encontr en su camino deseaban creer en los poderes sobrenaturales para curar del extrao forastero de piel clara y barba negra y su acompaante de Marruecos, Estevanico* el Negro. Pueblos enteros se acercaban a ellos para conocerlos y depositaban todas sus riquezas a los pies de los espaoles implorando humildemente la curacin. Empez con bastante modestia:
*

Estebanico en el orig

...nos quisieron hacer fsicos sin examinarnos ni pedirnos los ttulos, porque ellos curan las enfermedades soplando al enfermo, y con aquel soplo y las manos echan de l la enfermedad, y mandronnos que hicisemos lo mismo y sirvisemos en algo... La manera con que nosotros curamos era santigundolos y soplarlos, y rezar un Pater Noster y un Ave Mara... luego que los santiguamos decan a los otros que estaban sanos y buenos...

Pronto empezaron a curar tullidos. Cabeza de Vaca dice que levant a un hombre de entre los muertos. Despus,
por todo ste camino tenamos muy gran trabajo, por la mucha gente que nos segua... porque era muy grande la prisa que tenan por llegar a tocarnos; y era tanta la inoportunidad de ellos sobre esto, que pasaban tres horas que no podamos acabar con ellos que nos dejasen.

Cuando una tribu suplic a los espaoles que no se marcharan. Cabeza de Vaca y sus acompaantes fingieron enojarse. Entonces
sucedi una cosa extraa, y fue que este mismo da adolescieron y otro da siguiente murieron ocho hombres. Por toda la tierra donde esto se supo hobieron tanto miedo de nosotros, que paresca en vernos que de temor haban de morir. Rogronnos que no estuvisemos enojados, ni quisisemos que ms de ellos muriesen, y tenan por muy cierto que nosotros los matbamos con solamente quererlo.

En 1858 se inform de una aparicin de la Virgen Mara en Lourdes, Francia; la Madre de Dios confirm el dogma de su concepcin inmaculada que haba sido proclamado por el papa Po XI slo cuatro aos antes. Algo as como cien millones de personas han ido desde entonces a Lourdes con la esperanza de curarse, muchas de ellas con enfermedades que la medicina de la poca no poda vencer. La Iglesia catlica romana rechaz la autenticidad de gran cantidad de las curaciones llamadas milagrosas: slo acept sesenta y cinco en casi un siglo y medio (de tumores, tuberculosis, oftalmitis, imptigo, bronquitis, parlisis y otras enfermedades, pero no, por ejemplo, la regeneracin de una extremidad o una columna vertebral partida). De las sesenta y cinco curaciones, hay diez mujeres por cada hombre. Las posibilidades de una curacin milagrosa en Lourdes, por tanto, son de una entre un milln; hay tantas posibilidades aproximadas de curarse despus de una visita a Lourdes como de ganar la lotera, o de morir en el accidente de un vuelo regular de avin... incluyendo el que va a Lourdes. La tasa de remisin espontnea de todos los cnceres, agrupados, se estima entre uno por cada diez mil y uno por cada cien mil. Si slo el cinco por ciento de los que van a Lourdes fueran a tratarse un cncer, debera de haber entre cincuenta y quinientas curaciones milagrosas slo de cncer.

Como slo tres de las sesenta y cinco curaciones atestiguadas son de cncer, la tasa de remisin espontnea en Lourdes parece ser inferior que si las vctimas se hubieran quedado en casa. Desde luego, si uno se encuentra entre los sesenta y cinco curados, ser muy difcil convencerle de que su viaje a Lourdes no fue la causa de la remisin de la enfermedad... Post hoc, ergo propter hoc. Algo similar parece ocurrir con los curanderos individuales. Despus de or hablar a sus pacientes de supuestas curaciones por la fe, un mdico de Minnesota llamado William Nolen pas un ao y medio intentando analizar los casos ms asombrosos. Haba alguna prueba mdica de que la enfermedad estuviera realmente presente antes de la curacin? Si era as, haba desaparecido realmente despus de la curacin, o era slo lo que decan el curandero o el paciente? Descubri muchos casos de fraude, incluyendo la primera revelacin de ciruga psquica de Amrica. Pero no encontr ningn ejemplo de curacin de ninguna enfermedad orgnica seria (no psicognica). No haba casos de curacin, por ejemplo, de clculos biliares o artritis reumatoide, mucho menos de cncer o enfermedades cardiovasculares. Cuando se rompe el bazo de un nio, apuntaba Nolen, la recuperacin es completa sometindole a una sencilla operacin quirrgica. Pero si se lleva al nio a un curandero muere en un da. La conclusin del doctor Nolen:
Cuando los curanderos tratan enfermedades orgnicas graves son responsables de una angustia e infelicidad inauditas... Los curanderos se convierten en asesinos.

Incluso en un libro reciente que defiende la eficacia de la oracin en el tratamiento de la enfermedad (Larry Dossey, Palabras que curan) se plantea la preocupacin de que algunas enfermedades se curan o alivian ms fcilmente que otras. Si la oracin funciona, por qu no puede curar Dios un cncer o hacer que crezca una extremidad perdida? Por qu tanto sufrimiento evitable que Dios podra impedir tan fcilmente? Por qu Dios necesita que se le rece? No sabe ya qu curaciones debe realizar? Dossey tambin empieza con una cita del doctor Stanley Kripner (descrito como uno de los investigadores ms autorizados de la variedad de mtodos de curacin heterodoxa que se usan en todo el mundo):
...los datos de investigacin sobre curaciones a distancia, basadas en la oracin, son prometedores, pero demasiado dispersos para permitir sacar una conclusin firme.

Eso despus de muchos billones de oraciones a lo largo de los milenios. Como sugiere la experiencia de Cabeza de Vaca, la mente puede causar ciertas enfermedades, incluso enfermedades fatales. Cuando se hace

creer a pacientes con los ojos vendados que se les est tocando con una hoja de hiedra o roble venenoso, generan una desagradable dermatitis de contacto roja. La curacin por la fe puede ayudar en enfermedades placebo o mediatizadas por la mente: un malestar en espalda y rodillas, dolores de cabeza, tartamudeo, lceras, estrs, fiebre del heno, asma, parlisis histrica y ceguera, y falso embarazo (con cesacin de perodos menstruales e hinchazn abdominal). Hay enfermedades en las que el estado mental puede jugar un papel clave. La mayora de las curaciones de finales del Medievo que se asocian con apariciones de la Virgen Mara eran parlisis sbitas, de poco tiempo, parciales o de todo el cuerpo. Adems, se mantena en general que slo se podan curar de este modo los creyentes devotos. No es sorprendente que la apelacin a un estado mental llamado fe pueda aliviar sntomas causados, al menos en parte, por otro estado mental quiz no muy diferente. Pero hay algo ms: la fiesta lunar de la cosecha es una celebracin importante en las comunidades chinas tradicionales de Norteamrica. En la semana precedente a la fiesta, la tasa de mortalidad de la comunidad cae un treinta y cinco por ciento. En la semana siguiente sube el treinta y cinco por ciento. Los grupos de control no chinos no muestran este efecto. Se podra pensar que se debe a los suicidios, pero slo se cuentan las muertes por causas naturales. Se podra pensar que la causa es el estrs o el exceso de comida, pero eso difcilmente explica la cada de la tasa de mortalidad antes del festival. El mayor efecto se produce en personas con enfermedades cardiovasculares, en las que se conoce la influencia del estrs. El efecto sobre el cncer era pequeo. En un estudio ms detallado result que las fluctuaciones de la tasa de mortalidad ocurran exclusivamente entre mujeres de setenta y cinco aos o ms: como la fiesta lunar de la cosecha est presidida por las mujeres ms ancianas de las casas, eran capaces de postergar la muerte una o dos semanas para ejercer sus responsabilidades ceremoniales. Se encuentra un efecto similar entre los hombres judos las semanas dedicadas a la Pascua juda una ceremonia en la que los ancianos desempean un papel central y, de modo parecido, en todo el mundo por cumpleaos, ceremonias de graduacin y cosas parecidas. En un estudio ms controvertido, los psiquiatras de la Universidad de Stanford dividieron en dos grupos a ochenta y seis mujeres con metstasis de cncer de pecho: animaron a un grupo a examinar sus temores ante la muerte y a intervenir en sus vidas mientras el otro no reciba ningn tipo de apoyo psiquitrico especial. Para sorpresa de los investigadores, el grupo receptor de apoyo no slo experimentaba menos dolor, sino que tambin viva ms: un promedio de dieciocho meses ms. El director del estudio de Stanford, David Spiegel, especula que la causa puede ser el cortisol y otras hormonas del estrs que perjudican el

sistema inmunoprotector del cuerpo. Las personas gravemente deprimidas, los estudiantes durante perodos de examen y los deshauciados tienen un nmero reducido de glbulos blancos. Un buen apoyo emocional quiz no tenga mucho efecto en formas de cncer avanzadas, pero puede servir para reducir las posibilidades de infecciones secundarias en una persona ya muy debilitada por la enfermedad o su tratamiento. En un libro casi olvidado de 1903, Ciencia cristiana, Mark Twain escribi:
El poder que tiene la imaginacin de un hombre sobre su cuerpo para curarlo o enfermarlo es una fuerza de la que no carece ninguno de nosotros al nacer. La tena el primer hombre y la poseer el ltimo.

En ocasiones, los curanderos pueden aliviar parte del dolor y la ansiedad, u otros sntomas, de enfermedades ms graves, aunque sin detener el progreso de la enfermedad. Pero este beneficio no es poco. La fe y la oracin pueden conseguir aliviar algunos sntomas de la enfermedad y su tratamiento, mitigar el sufrimiento de los afligidos e incluso prolongar un poco sus vidas. Al evaluar la religin llamada Ciencia Cristiana, Mark Twain su crtico ms severo de la poca aceptaba sin embargo que los cuerpos y vidas que haba sanado por el poder de la sugestin compensaban de manera ms que suficiente los que haba matado por eliminar el tratamiento mdico en favor de la oracin. Despus de la muerte de John F. Kennedy, varios americanos declararon haber contactado con el fantasma del presidente. Se empezaron a declarar curaciones milagrosas ante pequeos altares caseros con su fotografa. Dio la vida por su pueblo, explicaba un adepto de esta religin nacida muerta. Segn la Enciclopedia de las religiones americanas: Para los creyentes, Kennedy es como un dios. Algo similar puede verse en el fenmeno de Elvis Presley y el sincero grito: El rey vive. Si pueden surgir de este modo sistemas de creencia espontneos, imaginemos lo que podra hacerse con una campaa bien organizada y especialmente carente de escrpulos. ---ooo--En respuesta a sus preguntas, Randi propuso en el programa Sixty Minutes de Australia la idea de generar un engao desde el principio... utilizando a alguien sin ninguna preparacin de magia ni para hablar en pblico, y sin experiencia de predicador. Mientras pensaba en la organizacin de la patraa, sus ojos fueron a dar en su inquilino, Jos Luis lvarez, un joven escultor de categora. Por qu no?, respondi lvarez, que pareca una

persona brillante, animosa y seria. Se someti a una preparacin intensiva, incluyendo ensayos de aparicin en televisin y conferencias de prensa. No tena que pensar las respuestas porque tena un receptor de radio casi invisible en el odo, a travs del que Randi le apuntaba. Los enviados de Sixty Minutes comprobaron la actuacin de lvarez. La persona de Carlos era una invencin de lvarez. Cuando lvarez y su manager tambin reclutado para el trabajo sin experiencia previa llegaron a Sydney, all estaba James Randi, discreto, sin llamar la atencin, susurrando en el transmisor desde un rincn. Toda la documentacin explicativa era falsa. La maldicin, el vaso de agua y todo lo dems eran para atraer la atencin de los medios de comunicacin. La atrajeron. Muchas personas haban acudido a la Casa de la pera por la atencin que le haban prestado la televisin y la prensa. Una cadena de peridicos de Australia lleg a imprimir palabra por palabra los comunicados de la Fundacin Carlos. Cuando Sixty Minutes hizo pblico el engao, los dems medios de comunicacin australianos se pusieron furiosos. Se quejaban de haber sido utilizados, les haban mentido. Igual que hay directrices legales sobre el uso de provocadores por parte de la polica, tronaba Peter Robinson en la Australian Financial Review,
debe haber un lmite al derecho de los medios de comunicacin a plantear una situacin equvoca... Yo, francamente, no puedo aceptar que decir una mentira sea una manera aceptable de informar de la verdad... Todos los sondeos de la opinin pblica muestran que hay una sospecha entre el pblico general de que los medios de comunicacin no dicen toda la verdad o que distorsionan las cosas, exageran, o son tendenciosos.

El seor Robinson tema que Carlos pudiera haber dado crdito a esta extendida percepcin errnea. Los titulares iban desde Cmo Carlos los ridiculiz a todos hasta El engao era estpido. Los peridicos que no haban anunciado a Carlos a son de trompetas se congratulaban de sus reservas. Negus dijo de Sixty Minutes: Hasta las personas ntegras pueden cometer errores, y neg que se hubiera dejado embaucar. Alguien que se presente como canalizador, dijo, es un fraude por definicin. Sixty Minutes y Randi subrayaron que los medios de comunicacin australianos no haban hecho ningn esfuerzo para comprobar la buena fe de Carlos. No haba aparecido nunca en ninguna de las ciudades nombradas. La cinta de vdeo de Carlos en el escenario de un teatro de Nueva York haba sido un favor de los magos Penn y Teller, que estaban actuando all. Se limitaron a pedir al pblico un gran aplauso; Alvarez entr, con la tnica y el medalln, el pblico aplaudi sumiso. Randi consigui su

cinta de vdeo, Alvarez se despidi, el show continu. Y en Nueva York no existe ninguna emisora de radio llamada WOOP. Era fcil encontrar otros motivos de sospecha en los escritos de Carlos. Pero como la divisa intelectual ha sido tan devaluada, como la credulidad antigua y de la Nueva Era es tan agresiva, como raramente se practica el pensamiento escptico, no hay ninguna parodia demasiado inverosmil. La Fundacin Carlos anunciaba la venta de un CRISTAL DE LA ATLNTIDA (en realidad se cuidaron escrupulosamente de no vender nada):
El maestro, en sus viajes, ha encontrado hasta ahora cinco de esos cristales nicos. Sin que la ciencia encuentre explicaciones, cada cristal contiene energa casi pura... [y tiene] unos poderes curativos enormes. Las formas contienen energa espiritual fosilizada y son una gran bendicin para la preparacin de la Tierra para la Nueva Era... De los cinco, el maestro ascendido lleva siempre un cristal de la Atlntida cerca de su cuerpo para protegerse y potenciar todas las actividades espirituales. Dos de ellos han sido adquiridos por bondadosos seguidores en Estados Unidos a cambio de la contribucin sustancial que requiere el maestro ascendido.

O, bajo el titular: LAS AGUAS DE CARLOS:

El maestro ascendido encuentra de vez en cuando agua de tal pureza que emprende la energizacin de una cantidad de ella para beneficio de los dems, un proceso intensivo. Para producir lo que siempre es poco, el maestro ascendido se purifica l mismo y una cantidad de cristal de cuarzo puro moldeado en frascos. A continuacin se coloca l mismo y los cristales en un gran cuenco de cobre, pulido y caliente. Durante un perodo de veinticuatro horas, el maestro ascendido vierte energa en el depsito espiritual del agua... No hace falta sacar el agua del frasco para utilizarla espiritualmente. Slo sostener el frasco y concentrarse en curar una herida o enfermedad producir resultados asombrosos. Sin embargo, si le sucede un infortunio serio a usted o a un ser cercano, unas gotas del agua energizada le ayudarn inmediatamente a la recuperacin.
O LGRIMAS DE CARLOS:

El color rojo de los frascos que ha modelado el maestro ascendido para las lgrimas es prueba suficiente de su poder, pero su emocin [sic] durante la meditacin ha sido descrita por los que la han experimentado como gloriosa unicidad.

Tambin hay un librito. Las enseanzas de Carlos, que empieza:

YO SOY CARLOS .

HE LLEGADO HASTA TI A TRAVS DE MUCHAS ENCARNACIONES PASADAS.

TENGO UNA GRAN LECCIN PARA ENSEARTE.

ESCUCHA ATENTAMENTE. LEE ATENTAMENTE. PIENSA ATENTAMENTE.

LA VERDAD EST AQU.

La primera enseanza es una pregunta: Por qu estamos aqu?... La respuesta: Quin puede decir cul es la nica respuesta? Hay muchas respuestas a cualquier pregunta y todas las respuestas son correctas. Es as. Lo ve? El libro nos conmina a no pasar a la pgina siguiente hasta que hayamos entendido la pgina en la que estamos. ste es uno de los muchos factores que dificultan terminarlo. De los que dudan revela ms adelante slo puedo decir esto: pueden tomar de este asunto lo que quieran. Terminan sin nada: un puado de aire, quiz. Y qu tiene el creyente? TODO! Todas las preguntas contestadas, porque todas y cada una de las respuestas son correctas. Y son buenas respuestas! Discute esto, escptico. O: No pidamos explicaciones de todo. Los occidentales, en particular, siempre estamos pidiendo descripciones prolijas de por qu esto, por qu aquello. La mayora de lo que se pregunta es obvio. Por qu ocuparse en examinar esas materias?... La fe hace que todo se convierta en verdad. La ltima pgina del libro expone una sola palabra en grandes letras: se nos exhorta a PENSAR!.

Todo el texto de Las enseanzas de Carlos fue escrito por Randi. Lo redactaron lvarez y l precipitadamente en pocas horas en un ordenador porttil. Los medios de comunicacin australianos se sintieron traicionados por uno de los suyos. El principal programa de televisin del pas se tom la molestia de poner en evidencia la mala calidad del nivel de comprobacin de datos y la extendida credulidad de las instituciones dedicadas a las noticias y asuntos pblicos. Algunos analistas de los medios de comunicacin lo excusaron basndose en que era obvio que el tema no era importante; de haberlo sido, lo habran comprobado. Se entonaron unos cuantos mea culpa. Ninguno de los que haban sido engaados quiso aparecer en un programa retrospectivo sobre el Asunto Carlos programado para el domingo siguiente en Sixty Minutes. Desde luego, todo eso no implica que Australia sea algo especial. lvarez, Randi y sus colegas-conspiradores podan haber elegido cualquier nacin en la Tierra y no hubiera cambiado nada. Los que concedieron una audiencia nacional de televisin a Carlos incluso saban lo suficiente para hacer algunas preguntas escpticas... pero no se pudieron resistir a invitarlo. La lucha de aniquilacin mutua de los medios de comunicacin domin los titulares tras la partida de Carlos. Se escribieron comentarios confusos sobre el asunto. Cul era el objetivo? Qu se haba demostrado? lvarez y Randi demostraron lo poco que cuesta desnaturalizar nuestras creencias, lo dispuestos que estamos a dejarnos llevar, lo fcil que es engaar al pblico cuando la gente se encuentra sola y anhela creer en algo. Si Carlos se hubiera quedado ms tiempo en Australia y se hubiera concentrado ms en la curacin a travs de la oracin, de la fe en l, expresando deseos ante sus lgrimas embotelladas, acariciando sus cristales, es indudable que hubieran aparecido personas curadas gracias a l de muchas enfermedades, especialmente psicognicas. Incluso si lo nico fraudulento hubiera sido su aspecto, dichos y productos anexos, algunos habran mejorado gracias a Carlos. Eso, nuevamente, es el efecto placebo que se encuentra en casi todos los curanderos. Creemos que tomamos una medicina potente y desaparece el dolor, al menos por un tiempo. Y cuando creemos que hemos recibido una cura espiritual poderosa, a veces la enfermedad tambin desaparece, al menos durante un tiempo. Hay gente que anuncia espontneamente que ha sido curada aunque no sea as. En los detallados seguimientos que hicieron Nolen, Randi y muchos otros de personas a quien se haba dicho que estaban curadas y as lo manifestaban ellas por ejemplo, en servicios televisados de curanderos no pudieron encontrar ni una que se hubiera curado realmente de una enfermedad orgnica grave. Incluso la mejora significativa de su

estado era dudosa. Como sugiere la experiencia de Lourdes, quiz deberan revisarse de diez mil a un milln de casos para encontrar una verdadera recuperacin asombrosa. Un curandero puede empezar o no con el fraude en mente. Pero, para su sorpresa, resulta que sus pacientes parecen mejorar de verdad. Sus emociones son genuinas, su gratitud sincera. Cuando se critica al curandero, ellos salen en su defensa. Varios de los asistentes de ms edad a la canalizacin de la Casa de la Opera de Sydney montaron en clera por la revelacin de Sixty Minutes: Da igual lo que diga le decan a lvarez, nosotros creemos en ti. Esos xitos pueden ser suficientes para convencer a muchos charlatanes por muy cnicos que sean al principio de que realmente tienen poderes msticos. Quiz no tienen xito todas las veces. Los poderes vienen y van, se dicen a s mismos. Tienen que disimular los momentos bajos. Si es necesario engaar un poco en algn momento, se dicen a s mismos que sirven a un propsito ms alto. Prueban su discurso con el consumidor. Funciona. La mayora de estas figuras slo van detrs de nuestro dinero. sta es la parte buena. Pero lo que me preocupa es que aparezca un Carlos con asuntos ms importantes en juego... un hombre atractivo, dominante, patritico y rebosando liderazgo. Todos anhelamos un lder competente, incorrupto y carismtico. Nos aferraremos a la oportunidad de apoyarle, creer en l, sentimos bien. La mayora de los informadores, editores y productores arrastrados por el resto de nosotros huirn del examen escptico real. l no nos vender oraciones, cristales o lgrimas. Quiz nos venda una guerra, un chivo expiatorio o un ramillete de creencias ms globales que Carlos. Sea lo que sea, ir acompaado de advertencias sobre los peligros del escepticismo. En la celebrada pelcula El Mago de Oz, Dorothy, el espantapjaros, el leador de hojalata y el len cobarde se ven intimidados en realidad atemorizados por la figura oracular de gran talla llamada el Gran Oz. Pero el pequeo perro de Dorothy, Toto, descorre una cortina que lo oculta y revela que el Gran Oz es en realidad una mquina dirigida por un hombre bajo, rechoncho y asustado, tan exiliado como ellos en aquella tierra extraa. Creo que es una suerte que James Randi descorra la cortina. Pero sera tan peligroso confiarle a l el desenmascaramiento de todos los matasanos, farsantes y tonteras del mundo como creer a esos mismos charlatanes. Si no queremos que nos engaen, debemos ocuparnos de ello nosotros mismos. ---ooo---

Una de las lecciones ms tristes de la historia es sta: si se est sometido a un engao demasiado tiempo, se tiende a rechazar cualquier prueba de que es un engao. Encontrar la verdad deja de interesarnos. El engao nos ha engullido. Simplemente, es demasiado doloroso reconocer, incluso ante nosotros mismos, que hemos cado en el engao. En cuanto se da poder a un charlatn sobre uno mismo, casi nunca se puede recuperar. As, los antiguos engaos tienden a persistir cuando surgen los nuevos. Las sesiones de espiritismo slo se practican en habitaciones en penumbra donde es muy difcil ver a los visitantes fantasmagricos. Si encendemos la luz y, en consecuencia, tenemos la oportunidad de ver lo que ocurre, los espritus desaparecen. Se nos dice que son tmidos, y algunos de nosotros lo creemos. En los laboratorios de parapsicologa del siglo XX, existe el efecto observador: personas descritas como psquicos dotados encuentran que sus poderes disminuyen claramente siempre que aparecen los escpticos, y desaparecen del todo en presencia de un prestidigitador preparado como James Randi. Lo que necesitan es oscuridad y credulidad. Una nia pequea que haba colaborado en un famoso engao del siglo XIX se comunicaba con los espritus y los fantasmas respondan las preguntas con fuertes golpes confes al hacerse mayor que haba sido una impostura. Haca crujir la articulacin del dedo gordo del pie. Demostr cmo lo haca. Pero la disculpa pblica prcticamente se ignor y, cuando se reconoca, se denunciaba. Los golpecitos que daba el espritu eran demasiado tranquilizadores para abandonarlos porque una persona confesase que aquello era falso, aunque fuera ella misma la que lo hubiera iniciado. Empez a circular la historia de que los racionalistas fanticos la haban obligado a hacer aquella confesin. Como describ antes, los bromistas britnicos confesaron haber hecho crculos en los campos de cultivo, figuras geomtricas que aparecan en los sembrados. No eran artistas extraterrestres que trabajaban con el trigo como si fuera su medio, sino dos hombres con una tabla, una cuerda y cierta propensin a bromear. Sin embargo, ni siquiera cuando confesaron cmo lo haban hecho cambi la opinin de los creyentes. Argan que poda ser que algunos crculos fueran un fraude, pero haba demasiados, y algunos pictogramas eran demasiado complejos. Slo los podan haber hecho los extraterrestres. Poco despus, en Gran Bretaa, otros confesaron ser los autores. Pero, y los crculos en los campos de cultivo en el extranjero, en Hungra por ejemplo, cmo puede explicarse eso? Entonces unos adolescentes hngaros confesaron haber copiado la idea. Pero, y...? Para comprobar la credulidad de un psiquiatra especialista en abducciones por extraterrestres, una mujer se presenta como abducida. El terapeuta est entusiasmado con las fantasas que va hilando. Pero, cuando

ella le anuncia que todo es un fraude, cul es su respuesta? Volver a examinar sus notas o su enfoque de esos casos? No. En das distintos sugiere: 1) que, aunque no sea consciente, en realidad fue abducida; o 2) que est loca: al fin y al cabo, fue al psiquiatra, no?; o 3) que l era consciente de la broma desde el principio pero se haba limitado a ir soltando cuerda hasta que ella se ahogase. Si a veces es ms fcil rechazar una prueba consistente que admitir que nos hemos equivocado, es una informacin sobre nosotros mismos que vale la pena tener. ---ooo--Un cientfico pone un anuncio en un peridico de Pars ofreciendo un horscopo gratis. Recibe unas ciento cincuenta respuestas en las que se detalla, como peda, el lugar y fecha de nacimiento. Todos los participantes reciben a continuacin un horscopo idntico, junto con un cuestionario donde se les pregunta sobre la precisin de las afirmaciones. El noventa y cuatro por ciento de los que contestan (y el noventa por ciento de sus familias y amigos) contestan que, cuando menos, podan reconocerse en el horscopo. Sin embargo se trataba de un horscopo redactado para un asesino en serie francs. Si un astrlogo puede llegar tan lejos sin conocer siquiera a sus pacientes, imaginemos adonde podra llegar alguien sensible a los matices humanos y no excesivamente escrupuloso. Por qu es tan fcil que nos engaen adivinos, videntes psquicos, quiromnticos, lectores de hojas de t, del tarot y milenrama, y seres de esta ndole? Desde luego, captan nuestra postura, nuestras expresiones faciales, la manera de vestir y las respuestas a preguntas aparentemente inocuas. Algunos de ellos lo hacen con brillantez, y sas son cosas de las que muchos cientficos no parecen ser conscientes. Tambin hay una red informtica a la que se suscriben los psquicos profesionales, con la que pueden disponer de los detalles de la vida de los pacientes de sus colegas en un instante. Una herramienta clave es la llamada lectura fra, una declaracin de predisposiciones opuestas con un equilibrio tan tenue que cualquiera podra reconocer algo de verdad en ella. Ah va un ejemplo:
A veces eres extrovertido, afable, sociable, mientras otras veces eres introvertido, cauto y reservado. Has descubierto que es poco inteligente revelarte a los dems con demasiada honestidad. Prefieres un poco de cambio y variedad, y te produce insatisfaccin verte rodeado de restricciones y limitaciones. Disciplinado y controlado por fuera, tiendes a ser aprensivo e inseguro por dentro. Aunque tu personalidad tiene puntos flacos, sueles ser capaz de compensarlos. Tienes muchas capacidades sin aprovechar, que no

has convertido en ventajas para ti. Tienes tendencia a ser crtico contigo mismo. Tienes una gran necesidad de gustar a los dems y de sentirte admirado.

Casi todo el mundo encuentra reconocible esta caracterizacin y muchos consideran que los describe perfectamente. No es raro: todos somos humanos. La lista de pruebas que algunos terapeutas creen que demuestran un abuso sexual en la infancia reprimido (por ejemplo, en The Courage to Heal de Ellen Bass y Laura Davis) es muy larga y prosaica: incluye trastornos del sueo, exceso de comida, anorexia y bulimia, disfuncin sexual, vaga ansiedad e incluso una incapacidad de recordar el abuso sexual de la infancia. Otro libro, de la asistenta social W. Sue Blume, enumera entre otras seales que denotan un incesto olvidado: dolores de cabeza, sospecha o ausencia de sospecha, pasin sexual excesiva o ausencia de ella, y la adoracin a los padres. Entre los puntos de diagnstico para detectar familias disfuncionales enumerados por el doctor Charles Whitfield se encuentran males y dolores, sentirse ms vivo en una crisis, ansiar figuras de autoridad y haber buscado asesoramiento o psicoterapia, sintiendo sin embargo que hay algo errneo o que falta. Como la lectura fra, si la lista es lo bastante larga y amplia, todo el mundo tendr sntomas. El examen escptico no es slo un equipo de herramientas para desarraigar las tonteras y crueldades que buscan sus vctimas entre las personas menos capaces de protegerse a s mismas y con mayor necesidad de nuestra compasin, gente a la que se ofrece poca esperanza. Tambin es un recordatorio oportuno de que los mtines masivos, la radio y la televisin, los medios de comunicacin impresos, el mrketing electrnico y la tecnologa de la venta por correo permiten que se inyecte otro tipo de mentiras en el cuerpo social para aprovecharse de los incautos, frustrados e indefensos en una sociedad plagada de males polticos que se afrontan con ineficacia, si es que se afrontan. Los camelos, engaos, ideas poco precisas, tonteras y deseos disfrazados de hechos no estn restringidos al saln de magia y al consejo ambiguo en asuntos del corazn. Lamentablemente, abundan en la vida poltica, social, religiosa y econmica de todas las naciones.

CAPTULO 14

ANTICIENCIA

No existe algo llamado verdad objetiva. Nosotros mismos hacemos nuestra propia verdad. No existe una realidad objetiva. Nosotros hacemos nuestra propia realidad. Hay caminos de conocimiento espiritual, mstico o interior que son superiores a nuestros caminos de conocimiento ordinarios. Si una experiencia parece real, lo es. Si una idea parece correcta, lo es. Somos incapaces de adquirir conocimiento de la verdadera naturaleza de la realidad. La propia ciencia es irracional o mstica. No es ms que otra fe o sistema de creencia o mito, sin ms justificacin que cualquier otra. No importa que las creencias sean ciertas o no, siempre que sean significativas para uno. Un resumen de creencias de la Nueva Era, de THEODORE SHICK, Jr., y LEWIS VAUGHN, How to Think About Weird Things: Critical Thinking for a New Age (Mountain View, CA; Mayfield Publishing Company, 1995)

Si el marco de trabajo establecido de la ciencia es plausiblemente errneo (o arbitrario, irrelevante, poco patritico, impo o sirve principalmente los intereses de los poderosos), entonces quiz nos podemos ahorrar el problema de entender lo que tanta gente considera un cuerpo de conocimiento complejo, difcil, altamente matemtico y antiintuitivo. As los cientficos tendran su merecido. Se podra superar la envidia de la ciencia. Los que han recorrido otros caminos hacia el conocimiento, los que secretamente han abrigado creencias que la ciencia ha desdeado, podran tener ahora su lugar bajo el sol. El ritmo acelerado de cambios en la ciencia es responsable en parte del ardor que provoca. Justo cuando empezamos a entender algo de lo que hablan los cientficos, nos dicen que ha dejado de ser verdad. Y, aunque lo sea, las cosas que sostienen haber descubierto recientemente cosas que nunca hemos odo, difciles de creer, con implicaciones inquietantes han tomado ya un nuevo giro. Se puede percibir a los cientficos como si se dedicaran a jugar con nosotros, a ponerlo todo patas arriba, como si fueran socialmente peligrosos. Edward U. Condon era un distinguido fsico estadounidense, pionero de la mecnica cuntica, que particip en el desarrollo del radar y las armas nucleares en la segunda guerra mundial, director de investigacin de Corning Glass, director del Comit Nacional de Estndares y presidente de la Sociedad Fsica Americana (adems a. de profesor de fsica en la Universidad de Colorado en los ltimos tiempos, donde dirigi un controvertido estudio cientfico sobre los ovnis patrocinado por las Fuerzas Areas). Fue uno de los fsicos cuya lealtad a Estados Unidos fue denunciada por miembros del Congreso incluyendo el congresista Richard M. Nixon, que pidi la revocacin de su acreditacin de seguridad a finales de la dcada de los cuarenta y principios de los cincuenta. El superpatritico presidente del Comit de Actividades Antiamericanas, el diputado J. Parnell Thomas, dijo que el fsico doctor Condon era el eslabn ms dbil en la seguridad

americana y en cierto momento el eslabn perdido. Su punto de vista sobre las garantas constitucionales puede espigarse en la siguiente respuesta al abogado de un testigo: Los derechos que usted tiene son los que le concede este comit. Determinaremos qu derechos tiene y qu derechos no tiene ante el comit. Albert Einstein pidi pblicamente a todos los convocados ante el comit que se negaran a cooperar. En 1948, el presidente Harry Truman en el encuentro anual de la Asociacin Americana para el Avance de la Ciencia, y con Condon sentado a su lado denunci al diputado Thomas y al Comit de Actividades Antiamericanas porque mediante la creacin de un ambiente en el que nadie se siente seguro contra la publicacin de rumores infundados, cotilleos y denigraciones puede hacerse imposible la investigacin cientfica vital. Calific las actividades del comit de lo ms antiamericano a lo que debemos enfrentarnos hoy en da. Es el clima de un pas totalitario.28 El dramaturgo Arthur Miller escribi El crisol sobre los juicios de las brujas de Salem en este perodo. Cuando la obra se estren en Europa, el Departamento de Estado le neg el pasaporte con la razn de que su viaje al extranjero no era en el mejor inters de Estados Unidos. La noche del estreno en Bruselas, la obra fue recibida con un aplauso tumultuoso ante el que el embajador de Estados Unidos se levant e hizo una reverencia. Miller fue convocado por el Comit de Actividades Antiamericanas y amonestado por su sugerencia de que las investigaciones del Congreso podan tener algo en comn con las cazas de brujas; l contest: La comparacin es inevitable, seor. Thomas fue encarcelado poco despus por fraude. Durante un verano fui alumno de Condon en la universidad. Recuerdo vividamente su relato de la convocatoria ante el comit para evaluar su lealtad: Doctor Condon, aqu dice que usted ha estado a la cabeza de un movimiento revolucionario en fsica llamado y aqu el inquisidor ley las palabras lenta y cuidadosamente mecnica cuntica. Este comit opina que si usted pudo ponerse al frente de un movimiento revolucionario... tambin podra estar al frente de otro. Condn, levantndose de inmediato, replic que la acusacin no era cierta. l no era un revolucionario en fsica. Levant la mano derecha: Creo en el principio de Arqumedes, que se formul en el siglo II antes de Cristo, y
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Sin embargo es considerable la responsabilidad de Truman en el ambiente de caza de brujas de finales de la dcada de los cuarenta y principios de los cincuenta. Su Orden Ejecutiva 9835 de 1947 autoriz la investigacin de las opiniones y compaas de todos los empleados federales, sin derecho a replicar al acusador o incluso, en la mayora de los casos, conocer el contenido de la acusacin. Se despidi a todos los que se hall en falta. Su fiscal general, Tom Clark, estableci una lista de organizaciones subversivas tan larga que en un momento dado lleg a incluir la Unin de Consumidores.

creo en las leyes del movimiento planetario de Kepler descubiertas en el siglo XVII. Creo en las leyes de Newton... Y as sigui, invocando los nombres ilustres de Bernoulli, Fourier, Ampre, Boitzmann y Maxwell. Este catecismo del fsico no le ayud mucho. El tribunal no era capaz de valorar el humor en un asunto tan serio. Pero lo mximo que pudieron achacarle a Condon, por lo que recuerdo, era que de joven haba repartido peridicos socialistas de puerta en puerta con su bicicleta. ---ooo--Imagine que usted quiere saber seriamente de qu va la mecnica cuntica. Primero tiene que adquirir una base matemtica, en la que el dominio de cada disciplina matemtica le lleva al umbral de la siguiente. A su vez, debe aprender aritmtica, geometra euclidiana, lgebra superior, clculo diferencial e integral, ecuaciones diferenciales ordinarias y parciales, clculo vectorial, ciertas funciones especiales de fsica matemtica, lgebra matricial y teora de grupos. A la mayora de los estudiantes de fsica, eso les podra ocupar por ejemplo desde el tercer grado hasta los primeros aos de universidad... unos quince aos aproximadamente. Con todo este programa de estudio no se consigue aprender realmente la mecnica cuntica, sino slo establecer el marco matemtico que se requiere para hacer una aproximacin en profundidad. La tarea del divulgador cientfico para intentar transmitir una idea de mecnica cuntica a un pblico general que no ha pasado por esos ritos de iniciacin es intimidatoria. Ciertamente, en mi opinin, ninguna popularizacin de la mecnica cuntica ha tenido xito nunca, en parte por esta razn. Estas complejidades matemticas se ven agravadas por el hecho de tratarse de una teora tan resueltamente antiintuitiva. El sentido comn es casi intil para aproximarse a ella. No sirve preguntarse por qu es as, dijo en una ocasin Richard Feynman. Nadie sabe por qu es as. Es como es. Ahora supongamos que quisiramos aproximarnos con escepticismo a alguna religin oscura, doctrina de la Nueva Era o sistema chamanista de creencias. Tenemos la mente abierta, entendemos que aqu hay algo interesante, nos presentamos al practicante y le pedimos un resumen inteligible. En lugar de eso, nos dice que es demasiado difcil intrnsecamente para explicarlo con sencillez, que est lleno de misterios, pero si estamos dispuestos a convertirnos en aclitos durante quince aos, al final de este tiempo podramos empezar a estar preparados para abordar el tema seriamente. Creo que la mayora de nosotros diramos que no tenemos tiempo, y muchos sospecharan que dedicar quince aos para llegar slo al umbral de una comprensin es prueba de que todo el asunto es puro camelo:

si es demasiado difcil para que lo entendamos, no se deriva de ello que tambin lo es para que lo critiquemos con conocimiento? Entonces el camelo tiene va libre. O sea, en qu se diferencia la doctrina chamanista o teolgica de la Nueva Era de la mecnica cuntica? La respuesta es que, aunque no podamos entenderla, podemos verificar que la mecnica cuntica funciona. Podemos comparar las predicciones cuantitativas de la teora cuntica con las longitudes de onda de lneas espectrales de los elementos qumicos, el comportamiento de los semiconductores y el helio lquido, los microprocesadores, qu tipos de molcula se forman a partir de sus tomos constituyentes, la existencia y propiedades de estrellas enanas blancas, qu pasa con los mseres y los rayos lser y qu materiales son susceptibles de qu tipos de magnetismo. No tenemos que ser fsicos consumados para ver lo que revelan los experimentos. En cada uno de esos casos como en muchos otros las predicciones de la mecnica cuntica son asombrosas y se confirman con gran precisin. Pero el chamn nos dice que su doctrina es verdadera porque tambin funciona, no en asuntos arcanos de fsica matemtica sino en lo que realmente cuenta: puede curar a las personas. Muy bien, entonces reunamos la estadstica de curaciones chamanistas y veamos si funcionan mejor que los placebos. Si es as, concedamos de buen grado que hay algo: aunque slo sea que algunas enfermedades son psicognicas y pueden ser curadas o aliviadas con actitudes y estados mentales adecuados. Tambin podemos comparar la eficacia de sistemas chamanista alternativos. Que el chamn entienda por qu funcionan sus curaciones es otra historia. En la mecnica cuntica tenemos una comprensin implcita de la naturaleza sobre cuya base, paso a paso y cuantitativamente, hacemos predicciones sobre lo que ocurrir si se lleva a cabo un experimento determinado no intentado antes. Si el experimento confirma la prediccin especialmente si lo hace numricamente y con precisin, ganamos la confianza de saber lo que hacemos. Hay pocos ejemplos que tengan este carcter entre los chamanes, curas y gurs de la Nueva Era. Morris Cohn, un clebre filsofo de la ciencia, sugiri otra distincin importante en su libro de 1931, Razn y Naturaleza:
Desde luego, la inmensa mayora de las personas no preparadas pueden aceptar los resultados de la ciencia slo por su autoridad. Pero hay una importante diferencia obvia entre una institucin que es abierta e invita a todo el mundo a entrar, estudiar sus mtodos y sugerir mejoras, y otra que considera que el cuestionamiento de sus credenciales se debe a maldad de corazn, como la que [el cardenal] Newman atribua a los que cuestionaban la infalibilidad de la Biblia... La ciencia racional siempre considera que sus

crditos son redimibles a peticin, mientras que el autoritarismo no racional considera la peticin de redencin de sus valores como una falta de fe y de lealtad.

Los mitos y el folclore de muchas culturas premodernas tienen un valor explicativo o al menos mnemnico. En historias que todo el mundo puede valorar e incluso testificar, codifican el entorno. Se puede recordar qu constelaciones aparecen un da determinado del ao o la orientacin de la Va Lctea por medio de una historia de amantes que se renen o una canoa que avanza por el ro sagrado. Como el reconocimiento del cielo es esencial para plantar y cosechar y seguir el rastro de los animales, estas historias tienen un importante valor prctico. Tambin pueden ser tiles como pruebas psicolgicas proyectivas o como confirmaciones del lugar de la humanidad en el universo. Pero eso no significa que la Va Lctea sea realmente un ro o que la atraviese una canoa ante nuestros ojos. La quinina procede de una infusin de la corteza de un rbol particular de la selva amaznica. Cmo descubri un pueblo premoderno que un t hecho precisamente de este rbol, con todas las plantas que hay en la selva, aliviara los sntomas de la malaria? Debieron de probar todos los rboles y las plantas races, tallos, corteza, hojas masticadas, machacadas y en infusin. Eso constituye un conjunto inmenso de experimentos cientficos durante generaciones: experimentos que adems hoy no podran realizarse por razones de tica mdica. Pensemos en la cantidad de infusiones de cortezas de otros rboles que deban de ser intiles o que provocaron nuseas al paciente o incluso la muerte. En un caso as, el sanador borra de la lista estas medicinas potenciales y pasa a la prxima. Los datos de etnofarmacologa quiz no se adquieran sistemticamente, ni siquiera conscientemente. Sin embargo, por ensayo y error, y recordando cuidadosamente lo que funcionaba, a la larga llegan a la meta: utilizando la riqueza molecular del reino vegetal para acumular una farmacopea que funciona. Se puede adquirir informacin absolutamente esencial, que puede salvar la vida, a partir exclusivamente de la medicina popular. Deberamos hacer mucho ms de lo que hacemos para extraer los tesoros de este conocimiento popular mundial. Lo mismo sucede, por ejemplo, con la prediccin del tiempo en un valle cercano al Orinoco: es perfectamente posible que pueblos preindustriales hayan captado durante milenios regularidades, indicaciones premonitorias, relaciones de causa y efecto en una geografa local particular ignorada por completo por los profesores de meteorologa y climatologa de una universidad distante. Pero de eso no se deriva que los chamanes de estas culturas puedan predecir el tiempo en Pars o en Tokyo, y menos todava el clima global.

Ciertos tipos de conocimiento popular son vlidos e inestimables. Otros, en el mejor de los casos, son metforas y codificadores. La etnomedicina, s; la astrofsica, no. Ciertamente, es verdad que todas las creencias y todos los mitos son merecedores de respeto. No es cierto que todas las creencias populares sean igualmente vlidas... si hablamos no de una disposicin mental interna sino de entender la realidad externa. ---ooo--Durante siglos, la ciencia ha estado sometida a una lnea de ataque que podra llamarse, ms que pseudociencia, anticiencia. Actualmente se opina que la ciencia, y el estudio acadmico en general, es demasiado subjetiva. Algunos incluso alegan que es totalmente subjetiva, como, dicen, lo es la historia. La historia suelen escribirla los vencedores para justificar sus acciones, para alentar el fervor patritico y para suprimir las reclamaciones legtimas de los vencidos. Cuando no hay una victoria abrumadora, cada lado escribe el relato que le favorece sobre lo que realmente ocurri. Las historias inglesas castigaban a los franceses, y viceversa; las historias de Estados Unidos hasta hace muy poco ignoraban las polticas de facto de Lebensraum (espacio vital) y genocidio hacia los nativos americanos; las historias japonesas de los acontecimientos que llevaron a la segunda guerra mundial minimizan las atrocidades japonesas y sugieren que su principal objetivo era liberar de manera altruista al este de Asia del colonialismo europeo y americano; Polonia fue invadida en 1939 porque, segn aseveraban los historiadores nazis, haba atacado despiadadamente y sin mediar provocacin a Alemania; los historiadores soviticos decan que las tropas soviticas que reprimieron las revoluciones hngara (1956) y checa (1968) haban sido invitadas por aclamacin popular en las naciones invadidas y no enviadas por sus secuaces rusos; las historias belgas tienden a desvirtuar las atrocidades cometidas cuando el Congo era un feudo privado del rey de Blgica; las historias chinas ignoran curiosamente las decenas de millones de muertes causadas por el gran salto adelante de Mao Zedong; que Dios condona e incluso defiende la esclavitud se afirm miles de veces desde el pulpito y en las escuelas de las sociedades esclavistas cristianas, pero los estados cristianos que liberaron a sus esclavos guardan completo silencio sobre el tema; un historiador tan brillante, culto y sobrio como Edward Gibbon se neg a saludar a Benjamn Franklin cuando se encontraron en un hotel del campo ingls... por las recientes contrariedades de la revolucin americana. (Franklin le ofreci material de primera mano a Gibbon cuando ste pas, como Franklin estaba seguro que hara, de la decadencia y ruina del Imperio

romano a la decadencia y ruina del Imperio britnico. Franklin tena razn sobre el Imperio britnico, pero llevaba dos siglos de adelanto.) Tradicionalmente, estas historias las han escrito historiadores acadmicos admirados, a menudo puntales del poder establecido. La disensin local queda despachada en un instante. Se sacrifica la objetividad al servicio de objetivos ms altos. A partir de este lamentable hecho, algunos han llegado al extremo de concluir que no existe lo que se llama historia, que no hay posibilidad de reconstruir los acontecimientos reales; que todo lo que tenemos son auto-justificaciones tendenciosas, y que esta conclusin se ampla de la historia a todo conocimiento, incluida la ciencia. Y, sin embargo, quin podra negar que hay secuencias reales de hechos histricos, con hilos causales reales, aunque nuestra capacidad de reconstruirlos en su totalidad sea limitada, aunque la seal est perdida en un estruendoso ocano de autocomplacencia? El peligro de la subjetividad y el prejuicio ha estado claro desde el principio de la historia. Tucdides adverta contra l. Cicern escribi:
La primera ley es que el historiador no debe osar jams escribir lo que es falso; la segunda, que no osar jams ocultar la verdad; la tercera, que no debe haber sospecha en su obra de favoritismo o prejuicio.

Luciano de Samosata, en Cmo debera escribirse la historia, publicado en el ao 170, deca que el historiador debe ser intrpido e incorruptible; un hombre de independencia, que ame la franqueza y la verdad. La responsabilidad de los historiadores ntegros es intentar reconstruir la secuencia real de acontecimientos, por muy decepcionantes y alarmantes que puedan ser. Los historiadores aprenden a suprimir su indignacin natural por las afrentas contra sus naciones y reconocen, cuando corresponde, que sus lderes nacionales pueden haber cometido crmenes atroces. Quiz un gaje del oficio sea tener que esquivar a los patriotas agraviados. Son conscientes de que los relatos de los acontecimientos han pasado por filtros humanos sesgados y que los propios historiadores tienen desviaciones. Los que quieren saber lo que ocurri realmente, debern familiarizarse totalmente con los puntos de vista de los historiadores de otras naciones, antes adversarias. Lo mximo que se puede esperar es una serie de aproximaciones sucesivas: paso a paso, profundizando en el conocimiento de nosotros mismos, mejora la comprensin de los acontecimientos histricos. Algo similar ocurre en la ciencia. Tenemos sesgos, respiramos como todo el mundo los prejuicios que imperan en nuestro entorno. A veces, los cientficos han dado apoyo y sustento a doctrinas nocivas (incluyendo la

supuesta superioridad de un grupo tnico o gnero sobre otro a partir de las medidas del cerebro, las protuberancias del crneo o los tests de coeficiente intelectual). Los cientficos suelen resistirse a ofender a los ricos y poderosos. De vez en cuando, uno de ellos engaa y roba. Algunos muchos sin rastro de pesar moral trabajaron para los nazis. Tambin exhiben tendencias relacionadas con los chauvinismos humanos y con nuestras limitaciones intelectuales. Como he comentado antes, los cientficos tambin son responsables de tecnologas mortales: a veces las inventan a propsito, a veces por no mostrar la suficiente cautela ante efectos secundarios no previstos. Pero tambin son los cientficos los que, en la mayora de estos casos, nos han advertido del peligro. Los cientficos cometen errores. En consecuencia, la tarea del cientfico es reconocer nuestras debilidades, examinar el abanico ms amplio de opiniones, ser implacablemente autocrtico. La ciencia es una empresa colectiva con un mecanismo de correccin de errores que suele funcionar con suavidad. Tiene una ventaja abrumadora sobre la historia, porque en ciencia podemos hacer experimentos. Si uno no est seguro de cmo fueron las negociaciones que llevaron al Tratado de Pars en 1814-1815, no tiene la opcin de volver a representar los acontecimientos. Slo puede bucear en registros antiguos. Ni siquiera puede hacer preguntas a los participantes. Todos han muerto. Pero, en muchas cuestiones de la ciencia, se puede volver a repetir el hecho todas las veces que se quiera, examinarlo de una manera nueva, comprobar una amplia serie de hiptesis alternativas. Cuando se inventan nuevas herramientas se puede volver a hacer el experimento para ver qu surge de la mejora de la sensibilidad. En las ciencias histricas en que no se puede disponer una repeticin, se pueden examinar casos relacionados y empezar a reconocer sus componentes comunes. No podemos hacer que las estrellas exploten a nuestra conveniencia ni podemos desarrollar un mamfero desde sus ancestros a base de pruebas. Pero podemos simular parte de la fsica de explosiones de supernovas en el laboratorio, y podemos comparar en detalle, paso a paso, las instrucciones genticas de mamferos y reptiles. Tambin se denuncia que la ciencia es tan arbitraria e irracional como todas las dems declaraciones de conocimiento, o que la propia razn es una ilusin. El revolucionario americano Ethan Alien lder de los Green Mountain Boys en la captura del Fort Ticonderoga dijo algunas palabras sobre el tema:
Los que invalidan la razn deberan considerar seriamente si discuten contra la razn con o sin ella; si es con razn, entonces estn estableciendo el mismo principio que se afanan por destronar; pero, si discuten sin razn (lo que, a fin

de ser coherentes con ellos mismos deben hacer), estn fuera del alcance de la conviccin racional y tampoco merecen una discusin racional. .

El lector puede juzgar la profundidad de este argumento. ---ooo--Cualquiera que sea testigo de primera mano del avance de la ciencia lo toma como una empresa intensamente personal. Siempre hay algunos guiados por el asombro puro y una gran integridad, o por frustracin con las inadecuaciones del conocimiento existente, o simplemente agobiados por la incapacidad que imaginan poseer de entender lo que todos los dems comprenden que proceden a hacer devastadoras preguntas clave. Unas cuantas personalidades destacan entre un mar de celos, ambicin, murmuracin, supresin de la disensin y presunciones absurdas. En algunos campos, altamente productivos, este comportamiento es casi la norma. Creo que toda esta agitacin social y debilidad humana ayuda a la empresa de la ciencia. Hay un marco de trabajo establecido en el que cualquier cientfico puede demostrar que otro se equivoca y asegurarse que todo el mundo lo sepa. Incluso cuando nuestros motivos son deshonestos, no dejamos de tropezar con algo nuevo. El qumico americano galardonado con el Nobel Harod C. Urey* me confes en una ocasin que, a medida que se haca mayor (entonces tena setenta aos), notaba la existencia de esfuerzos cada vez ms concertados para demostrar que estaba equivocado. Lo describi como el sndrome de la pistola ms rpida del Oeste: el joven que pudiera enmendar al clebre pistolero anciano heredara su reputacin y el respeto que a l se debe. Era enojoso, murmuraba, pero serva para que los jvenes mequetrefes se dirigieran hacia reas de investigacin importantes en las que nunca habran entrado por su cuenta. Los cientficos, humanos al fin, tambin siguen a veces una seleccin de la observacin: les gusta recordar los casos en que han tenido razn y olvidar aquellos en los que se equivocaron. Pero, en muchos casos, lo que es errneo es verdad en parte o estimula a otros a descubrir lo correcto. Uno de los astrofsicos ms productivos de nuestra poca ha sido Fred Hoyie*, responsable de contribuciones monumentales a nuestra comprensin de la evolucin de las estrellas, la sntesis de los elementos qumicos, la cosmologa y muchas cosas ms. A veces su xito se ha basado en tener razn antes de que nadie hubiera llegado a pensar que haba algo por
* *

Harold Clayton Urey Fred Hoyle

explicar. A veces ha triunfado al equivocarse, al ser tan provocador, al sugerir alternativas tan escandalosas que observadores y experimentalistas se ven obligados a comprobarlas. El esfuerzo apasionado y concertado para demostrar que Fred se equivoca a veces ha fracasado y a veces ha triunfado. En casi todos los casos, ha empujado hacia adelante las fronteras del conocimiento. Incluso sus mayores escndalos por ejemplo, la propuesta de que los virus de la gripe y el VIH haban cado de los cometas sobre la Tierra y que los granos de polvo interestelar son bacterias han llevado a significativos avances del conocimiento (aun sin producir nada que sustente esas ideas particulares). Podra ser til para los cientficos hacer una lista de vez en cuando de algunos de sus errores. Podra jugar un papel instructivo que ilustrara y desmitificara el proceso de la ciencia y educara a los cientficos jvenes. Hasta Johannes Kepler, Isaac Newton, Charles Darwin, Gregor Mendel y Albert Einstein cometieron graves errores. Pero la empresa cientfica dispone las cosas de modo que prevalece el trabajo de equipo: lo que uno de nosotros, incluso el ms brillante, deja de ver, otro, mucho menos clebre y capaz, puede detectarlo y rectificar. Por mi parte, en libros anteriores he tenido tendencia a comentar algunas ocasiones en que tuve razn. Mencionar ahora aqu algunos casos en los que me he equivocado: en una poca en la que ninguna nave espacial haba estado en Venus, pens al principio que la presin atmosfrica era varias veces la de la Tierra, en lugar de muchas decenas de veces. Pens que las nubes de Venus estaban formadas principalmente por agua, cuando resulta que slo tienen el veinticinco por ciento. Pens que podra haber tectnica de placas en Marte, cuando las observaciones atentas de naves espaciales apenas muestran ahora un rudimento de tectnica de placas. Pens que las altas temperaturas de infrarrojos de Titn podran ser debidas a un efecto invernadero medible, cuando resulta que est causado por una inversin trmica estratosfrica. Justo antes de que Iraq incendiara los campos de petrleo de Kuwayt en 1991, advert que el humo podra elevarse tanto que trastornara la agricultura en gran parte del sur de Asia; como revelaron los hechos, estaba oscuro como boca de lobo al medioda y la temperatura baj de 4-6 C en el golfo Prsico, pero no lleg mucho humo a altitudes estratosfricas y Asia sali indemne. No subray suficientemente la incertidumbre de mis clculos. Los cientficos tienen diferentes estilos especulativos, y algunos son ms precavidos que otros. Siempre que las nuevas ideas sean comprobables y los cientficos no sean decididamente dogmticos, no se hace ningn dao; en realidad, se puede conseguir un progreso considerable. En los primeros cuatro casos que acabo de mencionar en que me equivoqu intentaba

entender un mundo distante a partir de pocas claves en ausencia de investigaciones completas de las naves espaciales. En el curso natural de la exploracin planetaria van apareciendo ms datos y nos encontramos con que todo un ejrcito de viejas ideas se ve superado por un arsenal de nuevos hechos. ---ooo--Los posmodernos han criticado la astronoma de Kepler porque surgi de sus puntos de vista religiosos monotestas medievales; la biologa evolutiva de Darwin por estar motivada por un deseo de perpetuar los privilegios de la clase social de la que proceda o para justificar su supuesto atesmo previo. Algunas de esas denuncias son ciertas. Otras no. Pero qu importan las tendencias o predisposiciones emocionales que los cientficos introducen en sus estudios siempre que sean escrupulosamente honestos y otras personas con proclividades diferentes comprueben sus resultados? Presumiblemente, nadie argir que el punto de vista conservador de la suma de 14 y 27 difiere del punto de vista liberal, o que la funcin matemtica que es su propia derivada es la exponencial en el hemisferio norte pero otra en el sur. Cualquier funcin peridica regular puede ser representada con precisin arbitraria por una serie Fourier en las matemticas musulmanas e indias. Las lgebras no conmutativas (donde A por B no es igual a B por A) son tan coherentes y significativas para los que hablan lenguajes indoeuropeos como para los que hablan finogrio. Se pueden apreciar o ignorar las matemticas, pero son igualmente ciertas en todas partes, independientemente de la etnia, cultura, lengua, religin e ideologa. En el extremo opuesto hay preguntas como si el expresionismo abstracto puede ser gran arte o el rap gran msica; si es ms importante reducir la inflacin o el paro; si la cultura francesa es superior a la cultura alemana; o si las leyes contra el crimen deberan afectar a la nacin en su conjunto. Aqu las preguntas son demasiado simples, o las dicotomas falsas, o las respuestas dependen de presunciones inexpresadas. Aqu las desviaciones locales podran determinar las respuestas. Dnde se encuentra la ciencia en este continuum subjetivo que va desde una independencia casi total de las normas culturales a la dependencia total a ellas? Aunque es indudable que surgen temas de desviacin y chauvinismo cultural, y aunque su contenido est en proceso de ajustamiento continuo, la ciencia est claramente mucho ms cerca de las matemticas que de la moda. La denuncia de que sus descubrimientos en general son arbitrarios y sesgados no es solamente tendenciosa, sino engaosa.

Las historiadoras Joyce Appleby, Lynn Hunt y Margaret Jacob (en La verdad sobre la historia, 1994) critican a Isaac Newton: se dice que rechazaba la posicin filosfica de Descartes porque poda desafiar la religin convencional y llevar al caos social y al atesmo. Estas crticas slo equivalen a la acusacin de que los cientficos son humanos. Desde luego, es interesante para el historiador de las ideas ver cmo se vio afectado Newton por las corrientes intelectuales de su poca, pero tiene poco que ver con la verdad de sus proposiciones. Para que stas sean aceptadas en general deben convencer por igual a ateos y creyentes. Eso es exactamente lo que ocurri. Appelby y sus colegas declaran que cuando Darwin formul su teora de la evolucin era ateo y materialista y sugieren que la evolucin fue producto de un programa supuestamente ateo. Han confundido lamentablemente causa y efecto. Darwin estaba a punto de convertirse en ministro de la Iglesia de Inglaterra cuando se le present la oportunidad de enrolarse en el HMS Beagle. Sus ideas religiosas en aquel momento, como las describi l mismo, eran de lo ms convencional. Consideraba totalmente crebles todos y cada uno de los artculos de fe anglicanos. A travs de su interrogacin de la naturaleza, a travs de la ciencia, fue constatando lentamente que al menos parte de su religin era falsa. Por eso cambi de punto de vista religioso. Appleby y sus colegas se horrorizan ante la descripcin de Darwin de la baja moralidad de los salvajes... sus insuficientes poderes de razonamiento... [su] dbil poder de autodominio. Y afirman que: Hoy en da mucha gente se siente escandalizada por su racismo. Pero no me parece que hubiera ningn rastro de racismo en el comentario de Darwin. Aluda a los habitantes de Tierra del Fuego, que sufran una escasez agobiante en la provincia ms estril y antrtica de la Argentina. Cuando describi a una mujer sudamericana de origen africano que prefiri la muerte a someterse a la esclavitud, anot que slo el prejuicio nos impeda ver su desafo a la misma luz heroica que concederamos a un acto similar de la orgullosa matrona de una familia noble romana. l mismo casi fue expulsado del Beagle por el capitn FitzRoy por su oposicin militante al racismo del capitn. Darwin estaba por encima de la mayora de sus contemporneos en este aspecto. Pero, en fin, aunque no fuera as, en qu afecta eso a la verdad o falsedad de la seleccin natural? Thomas Jefferson y George Washington posean esclavos; Albert Einstein y Mohandas Gandhi eran maridos y padres imperfectos. La lista sigue indefinidamente. Todos tenemos defectos y somos criaturas de nuestro tiempo. Es justo que se nos juzgue con los estndares desconocidos del futuro? Algunas costumbres de nuestra era sern consideradas sin duda brbaras por generaciones posteriores: quiz nuestra

insistencia en que los nios pequeos e incluso bebs duerman solos y no con sus padres; o quiz la excitacin de pasiones nacionalistas como medio de conseguir la aprobacin popular y alcanzar un alto cargo poltico; o permitir el soborno y la corrupcin como medio de vida; o tener animales domsticos; o comer animales y enjaular chimpancs; o penalizar el uso de euforizantes para adultos; o permitir que nuestros hijos crezcan en la ignorancia. De vez en cuando, retrospectivamente, destaca alguien. En mi lista particular, el revolucionario americano Thomas Paine, ingls de nacimiento, es uno de ellos. Estaba muy por delante de su tiempo. Se opuso con coraje a la monarqua, la aristocracia, el racismo, la esclavitud, la supersticin y el sexismo cuando todo eso constitua la sabidura convencional. Sus crticas de la religin convencional eran implacables. Escribi en La edad de la razn. Cuando leemos las obscenas historias, las voluptuosas perversiones, las ejecuciones crueles y tortuosas, el carcter vengativo e implacable que rezuma la mitad de la Biblia, sera ms coherente llamarlo el mundo de un demonio que el mundo de Dios... Ha servido para corromper y brutalizar a la humanidad. Al mismo tiempo, el libro mostraba la reverencia ms profunda por un Creador del universo cuya existencia Paine arga que era evidente al echar una mirada al mundo natural. Pero, para la mayora de sus contemporneos, pareca imposible condenar gran parte de la Biblia y a la vez abrazar a Dios. Los telogos cristianos llegaron a la conclusin de que era un borracho, un loco o un corrupto. El estudioso judo David Levi prohibi a sus correligionarios tocar siquiera, y menos todava leer, el libro. Paine se vio sometido a tal sufrimiento por sus puntos de vista (incluyendo su encarcelamiento despus de la Revolucin francesa por ser demasiado coherente en su oposicin a la tirana) que se convirti en un viejo amargado.29 S, se puede dar la vuelta a la perspicacia de Darwin y usarla de modo grotesco: magnates de voracidad insaciable pueden explicar sus prcticas de cortar cabezas apelando al darwinismo social; los nazis y otros racistas pueden alegar la supervivencia del ms apto para justificar el genocidio. Pero Darwin no hizo a John D. Rockefeller ni a Adolf Hitler. La avaricia, la revolucin industrial, el sistema de libre empresa y la corrupcin del gobierno por los adinerados son ms adecuados para explicar el capitalismo del siglo XIX. El etnocentrismo, la xenofobia, las jerarquas sociales, la larga historia de antisemitismo en Alemania, el Tratado de Versalles, las prcticas
Paine fue el autor del panfleto revolucionario Sentido comn. Publicado el 10 de enero de 1776, vendi ms de medio milln de ejemplares en pocos meses y despert a muchos americanos a la causa de la independencia. Fue autor de los tres libros ms vendidos del siglo XVIII. Generaciones posteriores le injuriaron por sus puntos de vista sociales y religiosos. Theodore Roosevelt le llam pequeo y sucio ateo, a pesar de su profunda creencia en Dios. Probablemente es el revolucionario americano ms ilustre que no cuenta con un monumento en Washington, D. C.
29

de educacin infantil alemanas, la inflacin y la depresin parecen adecuadas para explicar la subida de Hitler al poder. Es muy probable que se hubieran producido esos acontecimientos o similares con o sin Darwin. Y el darwinismo moderno deja bien claro que muchos rasgos menos implacables, algunos no siempre admirados por magnates insaciables y Fhrers el altruismo, la inteligencia, la compasin pueden ser la clave de la supervivencia. Si pudiramos censurar a Darwin, qu otros tipos de conocimiento no podramos censurar tambin? Quin ejercera la censura? Quin de nosotros es lo bastante sabio para saber de qu informacin e ideas podemos prescindir con seguridad y cul de ellas ser necesaria de aqu diez, cien o mil aos en el futuro? Sin duda podemos hacer cierta valoracin de qu tipos de mquinas y productos vale la pena desarrollar. En todo caso, debemos tomar estas decisiones, porque no tenemos recursos para aplicar todas las tecnologas posibles. Pero censurar el conocimiento, decir a la gente lo que debe pensar, es abrir la puerta a la polica del pensamiento, a tomar decisiones absurdas e incompetentes y a caer en la decadencia a largo plazo. Idelogos fervientes y regmenes autoritarios encuentran fcil y natural imponer sus puntos de vista y eliminar las alternativas. Los cientficos nazis, como el fsico premio Nobel Johannes Stark, distinguan la imaginaria y caprichosa ciencia juda, que inclua la relatividad y la mecnica cuntica, de la realista y prctica ciencia aria. Otro ejemplo: Est emergiendo una nueva era de explicacin mgica del mundo dijo Adolf Hitler, una explicacin basada ms en la voluntad que en el conocimiento. No hay verdad, ni en el sentido moral ni en el cientfico. Tal como me lo cont tres dcadas despus, el genetista americano Hermann J. Mller viaj en 1922 de Berln a Mosc en un avin ligero para observar con sus propios ojos la nueva sociedad sovitica. Lo que vio le debi de gustar porque despus de descubrir que la radiacin produce mutaciones (un descubrimiento por el que ms tarde ganara un Premio Nobel) se instal en Mosc para participar en el establecimiento de la gentica moderna en la Unin Sovitica. Pero, a mediados de la dcada de los treinta, un charlatn llamado Trofim Lysenko haba llamado la atencin y luego conseguido el apoyo entusiasta de Stalin. Lysenko arga que la gentica a la que llamaba mendelismo-weissmanismo-morganismo, por el nombre de algunos de sus fundadores tena una base filosfica inaceptable y que la gentica filosficamente correcta, una gentica que prestara la atencin debida al materialismo dialctico comunista, dara resultados muy diferentes. En particular, la gentica de Lysenko permitira una cosecha adicional de trigo en invierno: buena noticia para una economa

sovitica tambaleante por la colectivizacin forzada de la agricultura de Stalin. La prueba alegada por Lysenko era sospechosa, no haba controles experimentales y sus amplias conclusiones hacan caso omiso de un inmenso conjunto de datos contradictorios. Creca el poder de Lysenko y Mller defenda apasionadamente que la gentica clsica mendeliana estaba en plena armona con el materialismo dialctico y que Lysenko, que crea en la herencia de caractersticas adquiridas y negaba una base material de la herencia, era un idealista o algo peor. Mller contaba con el apoyo decidido de N. J. Vavilov, presidente a la sazn de la Academia de Ciencias Agrcolas de la Unin. En una conferencia de 1936 en la Academia de Ciencias Agrcolas, presidida por Lysenko, Mller pronunci una provocadora arenga que inclua estas palabras:
Si los practicantes ms destacados apoyan teoras y opiniones que son obviamente absurdas para cualquiera que sepa aunque sea slo un poco de gentica puntos de vista como los presentados recientemente por el presidente Lysenko y los que piensan como l, la opcin que se nos presenta parecer una eleccin entre brujera y medicina, entre astrologa y astronoma, entre alquimia y qumica.

En un pas de arrestos arbitrarios y terror policial, este discurso dio muestras de una integridad y valenta ejemplares, calificada por muchos de locura. En El asunto Vavilov (1984), el historiador emigrado sovitico Mark Popovsky escribe que esas palabras fueron acompaadas de aplausos atronadores de toda la sala y recordadas por todos los participantes en la sesin que siguen con vida. Tres meses despus, Mller recibi en Mosc la visita de un genetista occidental que le expres su asombro por una carta de amplia circulacin firmada por Mller que condenaba la prevalencia del mendelismo-weissmanismo-morganismo en Occidente y urga al boicot del prximo Congreso Internacional de Gentica. Mller, que nunca haba visto, y menos firmado, una carta como aqulla, lleg a la conclusin de que era un fraude perpetrado por Lysenko. Inmediatamente escribi una encolerizada denuncia de Lysenko en Pravda y le mand una copia a Stalin. Al da siguiente, Vavilov fue a ver a Mller terriblemente agitado para informarle que l, Mller, se haba presentado voluntario para ir a luchar a la guerra civil espaola. La carta de Pravda haba puesto en peligro la vida de Mller. Abandon Mosc al da siguiente y escap por poco, segn le

dijeron despus, de la NKVD, la polica secreta. Vavilov no tuvo tanta suerte y muri en Liberia* en 1943. Con el apoyo continuo de Stalin y ms tarde de Jrusvhov, Lysenko elimin con tenacidad implacable la gentica clsica. Los textos de biologa de la escuela sovitica a principios de la dcada de los sesenta contenan tan poco sobre cromosomas y gentica como muchos de los textos de biologa de las escuelas estadounidenses tienen hoy sobre evolucin. Pero no creci ninguna cosecha nueva de trigo en invierno; el hechizo de la frase materialismo dialctico no lleg al ADN de las plantas domesticadas; la agricultura sovitica continu estancada y hoy, en parte por esta razn, Rusia con un alto nivel en muchas otras ciencias est inexorablemente retrasada en biologa molecular e ingeniera gentica. Se han perdido dos generaciones de bilogos modernos. El lysenkismo no fue aniquilado hasta 1964, en una serie de debates y votaciones en la Academia Sovitica de Ciencias una de las pocas instituciones que mantuvo cierto grado de independencia de los lderes del Partido y el Estado en las que el fsico nuclear Andri Sajrov represent un papel primordial. Los americanos tendemos a menear la cabeza con asombro ante esta experiencia sovitica. La idea de que una ideologa endosada por el Estado o un prejuicio popular pueda poner trabas al progreso cientfico parece impensable. Durante doscientos aos, los estadounidenses se han enorgullecido de ser un pueblo prctico, pragmtico y no ideolgico. Y sin embargo, la pseudociencia antropolgica y psicolgica ha florecido en Estados Unidos: sobre la raza, por ejemplo. Bajo el disfraz de creacionismo, se sigue haciendo un serio esfuerzo para impedir que se ensee en la escuela la teora de la evolucin, la idea integradora ms poderosa en toda la biologa y esencial para otras ciencias que van desde la astronoma hasta la antropologa. ---oooo--La ciencia es diferente de muchas otras empresas humanas; no, desde luego, porque sus practicantes estn influenciados o no por la cultura en la que crecieron, ni porque a veces acierten y otras se equivoquen (algo comn en toda actividad humana), sino en su pasin por formular hiptesis comprobables, en su bsqueda de experimentos definitivos que confirmen o nieguen ideas, en el vigor de su debate sustancial y en su voluntad de abandonar ideas que se han mostrado deficientes. Si no furamos conscientes de nuestras propias limitaciones, sin embargo, si no buscsemos ms datos, si no estuvisemos dispuestos a realizar experimentos de control, si no
*

Siberia?

respetsemos las pruebas, avanzaramos muy poco en nuestra bsqueda de la verdad. Por oportunismo y timidez, podramos ser vapuleados por cualquier brisa ideolgica sin tener nada de valor duradero a lo que agarrarnos.

CAPITUL0 15

EL SUEO DE NEWTON

Que Dios nos libre de la visin nica y del sueo de Newton.

WILLIAM BLAKE,

de un poema incluido en una carta a Thomas Butts (1802)

...con frecuencia la ignorancia engendra ms confianza que el conocimiento: son los que saben poco, y no los que saben mucho, los que aseveran positivamente que ste o aquel problema nunca ser resuelto por la ciencia.
CHARLES DARWIN, Introduccin,

La descendencia del hombre (1871)

Por el sueo de Newton, el poeta, pintor y revolucionario William Blake parece referirse a una visin de tnel en la perspectiva de la fsica de Newton, como tambin a la propia liberacin (incompleta) de ste del misticismo. Blake encontraba divertida la idea de tomos y partculas de luz y satnica la influencia de Newton en nuestra especie. Una crtica comn de la ciencia es que es demasiado estrecha. A causa de nuestra bien demostrada falibilidad, desestima, sin entrar en un discurso serio, un amplio espectro de imgenes inspiradoras, nociones juguetonas, intenso misticismo y maravillas asombrosas. Sin pruebas fsicas, la ciencia no admite a los espritus, ngeles, diablos ni a los cuerpos dharma del Buda. Ni a los visitantes extraterrestres. El psiclogo americano Charles Tart, que cree que la prueba de la percepcin extrasensorial es convincente, escribe:
Un factor importante en la actual popularidad de ideas de la Nueva Era es una reaccin contra los efectos deshumanizadores y desespiritualizadores del cientificismo, la creencia filosfica (que se enmascara como ciencia objetiva y se sostiene con la tenacidad emocional del fundamentalismo redivivo) de que no somos nada ms que seres materiales. Abarcar irreflexivamente todo lo que lleva la etiqueta de espiritual, psquico o de Nueva Era es, desde luego, una tontera, porque muchas de esas ideas son objetivamente errneas por muy nobles e inspiradoras que sean. Por otro lado, este inters en la Nueva Era es un reconocimiento legtimo de algunas realidades de la naturaleza humana: la gente siempre ha tenido y sigue teniendo experiencias que parecen ser psquicas o espirituales.

Pero por qu las experiencias psquicas desafan la idea de que estamos hechos de materia y nada ms? Hay muy pocas dudas de que, en el mundo cotidiano, la materia (y la energa) existen. Tenemos la prueba a nuestro alrededor. En contraste, como he mencionado antes, la prueba de algo no material llamado espritu o alma es muy dudosa. Desde luego, cada uno de nosotros tiene una rica vida interior. Sin embargo, considerando la formidable complejidad del asunto, cmo podramos demostrar que nuestra vida interior no es debida totalmente a la materia? De acuerdo, es mucho lo

que no entendemos del todo en la conciencia humana y todava no podemos explicar en trminos de neurobiologa. Los humanos tienen limitaciones, y nadie lo sabe mejor que los cientficos. Pero una multitud de aspectos del mundo natural que hace slo unas generaciones se consideraban milagrosos son ahora totalmente comprendidos en trminos de fsica y qumica. Al menos algunos de los misterios de hoy sern resueltos satisfactoriamente por nuestros descendientes. El hecho de que ahora no podamos presentar una comprensin detallada, por ejemplo, de estados de conciencia alterados en trminos de qumica del cerebro, no implica la existencia de un mundo del espritu ms que cuando se crea que el girasol que sigue el camino del sol a travs del cielo era la prueba de un milagro antes de conocer el fototropismo y las hormonas de las plantas. Y si el mundo no corresponde en todos los aspectos a nuestros deseos, es culpa de la ciencia o de los que quieren imponer sus deseos en el mundo? Todos los mamferos y muchos animales ms experimentan emociones: miedo, anhelo, dolor, amor, odio, necesidad de gua. Quiz los humanos piensen ms en el futuro, pero no hay nada nico en nuestras emociones. Por otro lado, ninguna otra especie hace tanta ciencia como nosotros. Cmo se puede acusar a la ciencia de deshumanizadora? A pesar de todo, parece tan injusto: algunos humanos mueren de hambre antes de superar la infancia, mientras otros por un accidente de nacimiento viven en la opulencia y el esplendor. Podemos nacer en una familia que comete abusos o en un grupo tnico perseguido, o con alguna deformidad; pasamos la vida con las cartas de la baraja en contra, y luego morimos. Eso es todo? No es ms que un sueo sin ensoacin ni fin? Dnde est la justicia de eso? Es desolador, brutal y cruel. No deberamos tener una segunda oportunidad en un campo de juego neutral? Sera mucho mejor si volviramos a nacer en circunstancias que tuvieran en cuenta nuestra actuacin en la ltima vida, por muy en contra que hubiramos tenido entonces la baraja. O si hubiera un da del juicio despus de la muerte, entonces siempre que hubiramos sido buenos con la persona que se nos dio en esta vida y mostrado humildad, lealtad y todo lo dems deberamos ser recompensados y vivir alegremente hasta el final de los tiempos en un refugio permanente de la agona y confusin del mundo. As es como sera si el mundo fuera pensado, planeado con anterioridad, justo. As sera si los que sufren dolor y tormento recibieran el consuelo que merecen. Las sociedades que ensean la satisfaccin con nuestra situacin actual en la vida en espera de la recompensa post-mortem tienden a vacunarse contra la revolucin. Adems, el temor de la muerte, que en algunos aspectos es una adaptacin a la lucha evolutiva por la existencia, se adapta mal a la guerra. Las culturas que preconizan una vida de bendicin para los hroes

despus de la vida o incluso para los que simplemente hicieron lo que les mand la autoridad podran adquirir una ventaja competitiva. As debera ser fcil para las religiones y las naciones vender la idea de una parte espiritual de nuestra naturaleza que sobrevive a la muerte. No es algo en lo que se pueda prever un gran escepticismo. La gente querr creerlo, aunque la prueba sea escasa o nula. Cierto, las lesiones del cerebro nos pueden hacer perder segmentos importantes de la memoria, o convertirnos de manacos en plcidos, o viceversa; y los cambios en la qumica del cerebro pueden convencernos de que hay una conspiracin contra nosotros o hacernos pensar que escuchamos la voz de Dios. Pero, a pesar de que eso proporciona un testimonio irresistible de que nuestra personalidad, carcter y memoria si se quiere, el alma reside en la materia del cerebro, es fcil no rendirse a l, encontrar maneras de negar el peso de la evidencia. Y si hay instituciones sociales poderosas que insisten en que hay otra vida, no es sorprendente que los que disienten tiendan a ser pocos, callados y resentidos. Algunas religiones orientales, cristianas y de la Nueva Era, adems del platonismo, mantienen que el mundo es irreal, que el sufrimiento, la muerte y la materia son ilusiones, y que nada existe realmente excepto la mente. En contraste, el punto de vista cientfico imperante es que la mente es la forma en la que percibimos lo que hace el cerebro; es decir, es una propiedad de los cien billones de conexiones nerviosas en el cerebro. Hay una opinin acadmica extraamente en boga, con races en la dcada de los sesenta, que mantiene que todos los puntos de vista son igualmente arbitrarios y que verdadero o falso es una ilusin. Quiz sea un intento de volver las tornas a los cientficos que arguyen desde hace tiempo que la crtica literaria, la religin, la esttica y gran parte de la filosofa y la tica son mera opinin subjetiva, porque no se pueden demostrar como un teorema de la geometra euclidiana ni someterse a prueba experimental. Hay gente que quiere que todo sea posible, que su realidad sea ilimitada. Les parece que nuestra imaginacin y nuestras necesidades requieren ms que lo relativamente poco que la ciencia ensea que sabemos con seguridad. Muchos gurs de la Nueva Era la actriz Shirley MacLaine entre ellos llegan al punto de abrazar el solipsismo, de afirmar que la nica realidad es la de sus propios pensamientos. Soy Dios, dicen en realidad. Creo de verdad que nosotros creamos nuestra propia realidad dijo MacLaine a un escptico en una ocasin. Creo que ahora mismo yo le estoy creando a usted. Si sueo que me reno con un padre o un hijo muertos, quin me va a decir que no ocurri realmente? Si tengo una visin de m mismo flotando en el espacio y mirando hacia la Tierra, a lo mejor he estado all realmente; cmo algunos cientficos, que ni siquiera compartieron la experiencia, se

atreven a decirme que est todo en mi cabeza? Si mi religin dicta que es palabra inalterable e inequvoca de Dios que el universo tiene unos cuantos miles de aos, los cientficos, adems de equivocarse, son ofensivos e impos cuando declaran que tiene unos cuantos miles de millones. Es irritante que la ciencia pretenda fijar lmites en lo que podemos hacer, aunque sea en principio. Quin dice que no podemos viajar ms de prisa que la luz? Solan decirlo del sonido, no es cierto? Quin nos va a impedir, si tenemos instrumentos realmente poderosos, que midamos la posicin y el momento de un electrn simultneamente? Por qu, si somos muy inteligentes, no podemos construir una mquina de movimiento perpetuo de primera especie (una que genere ms energa de la que se le suministra), o una mquina de movimiento perpetuo de segunda especie (una que nunca se pare). Quin osa poner lmites al ingenio humano? En realidad, la naturaleza. En realidad, una declaracin bastante completa y breve de las leyes de la naturaleza, de cmo funciona el universo, se refleja en una lista de prohibiciones como sta. Significativamente, la pseudociencia y la supersticin tienden a no reconocer lmites en la naturaleza: Todo es posible. Prometen un presupuesto de produccin ilimitado, aunque sus partidarios hayan sido engaados y traicionados tan a menudo. ------ooooo-----Una queja relacionada con sta es que la ciencia es demasiado simple, demasiado reduccionista; imagina con ingenuidad que en el recuento final habr slo unas cuantas leyes de la naturaleza quiz incluso bastante sencillasque lo explicarn todo, que la exquisita sutileza del mundo, todos los cristales de la nieve, las celosas de las telaraas, las galaxias espirales y los destellos de perspicacia humana pueden reducirse a estas leyes. El reduccionismo no parece conceder un respeto suficiente a la complejidad del universo. A algunos se les antoja como un hbrido curioso de arrogancia y pereza intelectual. A Isaac Newton que en la mente de los crticos de la ciencia personifica la visin nica el universo le pareca como un mecanismo de relojera. Literalmente. Describi con gran precisin los movimientos regulares y orbitales predecibles de los planetas alrededor del Sol, o de la Luna alrededor de la Tierra, esencialmente mediante la misma ecuacin diferencial que predice el vaivn de un pndulo o la oscilacin de un muelle. Hoy tenemos tendencia a pensar que ocupamos una posicin ventajosa eminente y a lamentarnos de que los pobres newtonianos tuvieran un punto de vista tan limitado. Pero, dentro de ciertos lmites razonables, las mismas

ecuaciones armnicas que describen el mecanismo del reloj describen los movimientos de objetos astronmicos en todo el universo. Es un paralelismo profundo, no trivial. Desde luego, en el sistema solar no hay engranajes y las partes componentes del mecanismo de reloj gravitacional no se tocan. Los movimientos de los planetas son ms complicados que los de pndulos y muelles. Adems, el modelo de mecanismo de relojera se quiebra en ciertas circunstancias. Durante perodos de tiempo muy largos, la atraccin gravitatoria de mundos distantes atraccin que podra parecer totalmente insignificante en slo unas cuantas rbitas puede acumularse y algn mundo pequeo puede desviarse inesperadamente de su curso normal. Sin embargo, en los relojes de pndulo tambin se conoce algo como el movimiento catico; si desplazamos el plomo demasiado lejos de la perpendicular, el movimiento es arrtmico y desordenado. Pero el sistema solar marca mejor el tiempo que cualquier reloj mecnico y toda la idea de marcar el tiempo viene del movimiento observado del Sol y las estrellas. Lo asombroso es que se pueda aplicar una matemtica similar a los planetas y a los relojes. No tena por qu ser as. No lo impusimos en el universo. Es como es. Si esto es reduccionismo, qu le vamos a hacer. Hasta mediados del siglo XX, dominaba una fuerte creencia entre telogos, filsofos y muchos bilogos de que la vida no era reducible a las leyes de fsica y qumica, que haba una fuerza vital, una entelequia, un tao, un man que haca funcionar a los seres vivos y animaba la vida. Era imposible ver cmo meros tomos y molculas podan justificar la complejidad y la elegancia, la adecuacin de la forma a la funcin, de un ser vivo. Se invocaban las religiones del mundo: Dios o los dioses insuflaron vida, alma, en la materia inanimada. El qumico del siglo XVIII Joseph Priestley intent encontrar la fuerza vital. Pes un ratn justo antes y despus de morir. Pesaba lo mismo. Todos los intentos en este sentido han fracasado. Si hay alma, es evidente que no pesa nada; es decir, no est hecha de materia. A pesar de todo, hasta los materialistas biolgicos tenan reservas; a lo mejor, si no almas de plantas, animales, hongos y microbios, todava se necesitaba algn principio cientfico no descubierto para entender la vida. Por ejemplo, el fisilogo britnico J. S. Haldane (padre de J. B. S. Haldane) preguntaba en 1932:
Qu relato inteligible puede ofrecer la teora mecanicista de la vida de la... recuperacin de enfermedades y heridas? Simplemente ninguno, excepto que esos fenmenos son tan complejos y extraos que de momento no podemos entenderlos. Ocurre exactamente lo mismo con los fenmenos estrechamente relacionados con la reproduccin. No podemos concebir, por

muchas vueltas que demos a la imaginacin, un mecanismo delicado y complejo que sea capaz, como un organismo vivo, de reproducirse l mismo con una frecuencia indefinida.

Pero, slo unas dcadas despus, nuestro conocimiento de la inmunologa y la biologa molecular ha clarificado enormemente esos misterios antes impenetrables. Recuerdo muy bien que, cuando se dilucid por primera vez la estructura molecular del ADN y la naturaleza del cdigo gentico en las dcadas de los cincuenta y sesenta, los bilogos que estudiaban organismos completos acusaban a los nuevos investigadores de la biologa molecular de reduccionismo. (No van a entender ni siquiera al gusano con su ADN.) Desde luego, reducirlo todo a una fuerza vital no es menos reduccionista. Pero ahora est claro que toda la vida sobre la Tierra, todo ser vivo, tiene una informacin gentica codificada en sus cidos nucleicos y emplea fundamentalmente el mismo cdigo para ejecutar las instrucciones hereditarias. Hemos aprendido a leer el cdigo. En biologa se usan las mismas docenas de molculas orgnicas una y otra vez para una mayor variedad de funciones. Se han identificado genes que tienen una responsabilidad significativa en la fibrosis qustica y el cncer de pecho. Se ha hecho la secuencia de los 1,8 millones de eslabones de la cadena del ADN de la bacteria Haemophilis influenzae, que comprende sus mil setecientos cuarenta y tres genes. La funcin especfica de la mayora de esos genes est bellamente detallada: desde la fabricacin y pliegue de cientos de molculas complejas hasta la proteccin contra el calor y los antibiticos, el aumento de la tasa de mutacin y la formacin de copias idnticas de la bacteria. Se han trazado ya gran parte de los genomas de otros muchos organismos (incluyendo el gusano Caenorhabditis elegans). Los bilogos moleculares se dedican con ahnco a registrar la secuencia de los tres mil millones de nucletidos que especifican cmo hacer un ser humano. En una o dos dcadas habrn terminado. (Que los beneficios lleguen a superar los riesgos no parece seguro en absoluto.) Se ha establecido la continuidad entre la fsica atmica, la qumica molecular y esta maravilla de maravillas, la naturaleza de la reproduccin y la herencia. No es necesario invocar ningn nuevo principio de la ciencia. Parece que hay un pequeo nmero de hechos simples que se pueden usar para entender la enorme complejidad y variedad de los seres vivos. (La gentica molecular tambin ensea que cada organismo tiene su propia particularidad.) El reduccionismo est incluso mejor instalado en fsica y qumica. Describir ms adelante la inesperada fusin de nuestra comprensin de la electricidad, el magnetismo, la luz y la relatividad en un solo marco de

trabajo. Hace siglos que sabemos que un puado de leyes relativamente sencillas no slo explican sino que predicen cuantitativamente y con precisin una variedad asombrosa de fenmenos, no slo en la Tierra sino en todo el universo. Hemos odo decir por ejemplo al telogo Langdon Gilkey en su Naturaleza, realidad y lo sagrado que la idea de que las leyes de la naturaleza son las mismas en todas partes no es ms que una preconcepcin impuesta al universo por cientficos falibles y su medio social. Le gustara que hubiera otros tipos de conocimiento, tan vlidos en su contexto como la ciencia en el suyo. Pero el orden del universo no es una presuncin; es un hecho observado. Detectamos la luz desde quasars distantes slo porque, a diez mil millones de aos luz, las leyes del electromagnetismo son las mismas que aqu. Los espectros de esos quasars slo son reconocibles porque estn presentes los mismos elementos qumicos all y aqu, y porque pueden aplicarse las mismas leyes de mecnica cuntica. El movimiento de las galaxias alrededor unas de otras sigue la gravedad familiar newtoniana. Las lentes gravitacionales y las rotaciones de pulsares binarios revelan la relatividad general en las profundidades del espacio. Podamos haber vivido en un universo con leyes diferentes, pero no es as. Este hecho no puede dejar de provocar sentimientos de reverencia y respeto. Podramos haber vivido en un universo en el que no se pudiera entender nada con unas pocas leyes sencillas, en el que la complejidad de la naturaleza superara nuestra capacidad de comprensin, en el que las leyes aplicables en la Tierra no fueran vlidas en Marte o en un quasar distante. Pero la evidencia no las ideas preconcebidas, sino la evidencia demuestra otra cosa. Por suerte para nosotros, vivimos en un universo en el que las cosas se pueden reducir a un pequeo nmero de leyes de la naturaleza relativamente sencillas. De otro modo, quiz nos habra faltado capacidad intelectual y de comprensin para entender el mundo. Desde luego, podemos cometer errores al aplicar un programa reduccionista a la ciencia. Puede haber aspectos que, por lo que sabemos, no sean reducibles a unas cuantas leyes relativamente simples. Pero, a la luz de los descubrimientos de los ltimos siglos, parece una insensatez quejarse de reduccionismo. No es una deficiencia, sino uno de los principales triunfos de la ciencia. Y me parece que sus descubrimientos estn en perfecta consonancia con muchas religiones (aunque eso no prueba su validez). Por qu unas cuantas leyes simples de la naturaleza explican tanto y mantienen el control de este vasto universo? No es exactamente eso lo que podra esperarse de un creador del universo? Por qu algunas personas religiosas se oponen al programa reduccionista en la ciencia si no es por un amor mal entendido al misticismo.

-----ooooo-----

Se han hecho muchos intentos a lo largo de los siglos de reconciliar religin y ciencia, especialmente por parte de religiosos que no preconizaban el literalismo bblico y cornico que no permita la alegora o la metfora. Las consecuciones culminantes de la teologa catlica romana son la Summa Theologica y la Summa Contra Gentiles de santo Toms de Aquino. Entre el torbellino de filosofa islmica sofisticada que penetr en el cristianismo en los siglos XII y XIII se encontraban los libros de los antiguos griegos, especialmente Aristteles, obras que revelan grandes logros incluso echndoles slo una mirada superficial. Era compatible este aprendizaje antiguo con la palabra sagrada de Dios?30 En la Summa Theologica, Aquino se plante la tarea de reconciliar seiscientas treinta y una cuestiones entre las fuentes cristianas y clsicas. Pero cmo hacerlo cuando se plantea una clara disputa? No se puede conseguir sin la presencia de cierto principio organizativo, sin una manera superior de conocer el mundo. A menudo, Aquino apelaba al sentido comn y al mundo natural: es decir, a la ciencia usada como mecanismo de correccin de errores. Con algunas deformaciones del sentido comn y la naturaleza, consigui reconciliar los seiscientos treinta y un problemas. (Aunque, a la hora de la verdad, simplemente se asuma la respuesta deseada. La fe siempre tena ventaja sobre la razn.) La literatura juda talmdica y postalmdica y la filosofa islmica medieval estn llenas de intentos de reconciliacin similares. Pero los principios en el corazn de la religin se pueden comprobar cientficamente. Eso por s solo hace que algunos burcratas y creyentes religiosos se muestren cautos ante la ciencia. Es la eucarista, como ensea la Iglesia, en realidad, y no slo como metfora productiva, la carne de Jesucristo, o qumicamente, microscpicamente y en otros aspectos es slo una hostia ofrecida por un sacerdote?31 Ser destruido el mundo al final del ciclo de cincuenta y dos aos de Venus a no ser que se sacrifiquen humanos a los dioses?32 Le va peor a un judo no circuncidado que a sus
30

Eso no planteaba ningn problema para muchos otros. Creo, luego entiendo, dijo san Anselmo en el siglo XI. 31 Hubo una poca en que la respuesta a esta pregunta era cuestin de vida o muerte. Miles Phillips era un marino ingls perdido en el Mxico espaol. l y sus compaeros fueron llevados ante la Inquisicin el ao 1574. Se les pregunt si creamos que la hostia de pan que el sacerdote elevaba sobre su cabeza, y el vino que haba en el cliz, era el cuerpo verdadero y perfecto de nuestro Salvador Jesucristo, s o no? A lo cual aade Phillips, si no respondamos "S!" no haba ms solucin que la muerte. 32 Como este ritual mesoamencano no se ha practicado desde hace cinco siglos, contamos con la perspectiva para meditar sobre las decenas de miles de personas que se ofrecieron voluntaria o

correligionarios que acatan la antigua alianza en la que Dios pidi un trozo de prepucio a todos sus fieles varones? Hay humanos que pueblan otros planetas innumerables, como ensean los Santos del Ultimo Da? Es verdad que los blancos fueron creados a partir de los negros por un cientfico loco, como advierte la nacin del Islam? Dejara de levantarse el sol si se omitiera el rito del sacrificio hind (como se nos asegura que ocurrira en el Satapatha Brahmana)? Podemos hacernos una idea de las races humanas de la oracin examinando religiones y culturas poco familiares. Transcribimos aqu, por ejemplo, lo que aparece en una inscripcin cuneiforme de un sello cilndrico babilonio del segundo milenio antes de Cristo:
Oh, Ninlil, Seora de las Tierras, en tu lecho de bodas, en la morada de tu delicia, intercede por m ante Enlil, tu enamorado. [Firmado] Mili-Shipak, Shatammu de Ninmah.

Ha pasado mucho tiempo desde que existiera un Shatammu en Ninmah, o incluso una Ninmah. A pesar del hecho de que Enlil y Ninlil eran dioses importantes gente de todo el mundo occidental civilizado les haba rezado durante dos mil aos, rezaba en realidad la pobre Mili-Shipak a un fantasma, a un producto de su imaginacin socialmente tolerado? Y si era as, qu hay de nosotros? O es blasfemia, una cuestin prohibida... como era sin duda entre los adoradores de Enlil? Funcionan las oraciones? Cules? Hay una categora de oracin en la que se ruega a Dios que intervenga en la historia humana para enmendar una injusticia real o imaginada o una calamidad natural; por ejemplo, cuando un obispo del Oeste norteamericano reza para que Dios intervenga y acabe con un perodo de sequa devastadora. Por qu se necesita la oracin? No saba Dios nada de la sequa? No era consciente de que amenazaba a los parroquianos del obispo? Qu implica eso sobre las limitaciones de una deidad supuestamente omnipotente y omnisciente? El obispo tambin pidi a sus seguidores que rezaran. Hay ms probabilidades de que intervenga Dios cuando son muchos los que le piden compasin o justicia, o con unos cuantos basta? O consideremos la peticin siguiente, impresa en 1994 en The Prayer and Action Weekly News: Iowa's Weekly Christian Information Source'.
Puedes unirte a m para rogar a Dios que queme la sede de Planificacin Familiar en Des Moines de modo que nadie pueda interpretarlo como un incendio intencionado, que investigadores imparciales tengan que atribuirlo a
involuntariamente como sacrificio a los dioses aztecas y mayas y aceptaron sus destinos con fe serena y el conocimiento confiado de que moran para salvar al universo.

causas milagrosas (inexplicables), y que los cristianos tengan que atribuirlo a la mano de Dios?

Hemos comentado la curacin por la fe. Qu sabemos de la longevidad a travs de la oracin? El estadista Victoriano Francis Galton arga que, en igualdad de condiciones, los monarcas britnicos deban vivir ms porque millones de personas en todo el mundo entonaban diariamente el sincero mantra de Dios salve a la reina (o al rey). Sin embargo, demostr que, en todo caso, no vivan ms que otros ricos y mimados miembros de la aristocracia. Decenas de millones de personas deseaban (aunque no puede decirse exactamente que rezaran) pblicamente al unsono que Mao Zedong viviera diez mil aos. Casi todo el mundo en el antiguo Egipto exhortaba a los dioses a permitir que el faran viviera para siempre. Esas plegarias colectivas fracasaron. Su fracaso es un dato. Haciendo pronunciamientos que, aunque slo sea en principio, son comprobables, las religiones, aun sin querer, entran en el terreno de la ciencia. Las religiones ya no pueden hacer afirmaciones sobre la realidad sin verse desafiadas... siempre que no se apoderen del poder secular, siempre que no puedan obligar a creer. Eso, a su vez, ha enfurecido a algunos seguidores de otras religiones. De vez en cuando amenazan a los escpticos con los castigos ms temibles que se pueda imaginar. Consideremos la siguiente alternativa de William Blake en su poesa de ttulo inocuo. Augurios de inocencia: Aquel que ensea al nio a dudar Se pudrir para siempre en la tumba. El que respeta la fe del nio Triunfa sobre el infierno y la muerte. Desde luego, para muchas religiones dedicadas a la reverencia, respeto, tica, ritual, comunidad, familia, caridad y justicia poltica y econmica, los descubrimientos de la ciencia no son de ningn modo un desafo sino una inspiracin. No hay necesariamente conflicto entre la ciencia y la religin. A cierto nivel comparten funciones similares y acordes, y cada una de ellas necesita a la otra. El debate abierto y vigoroso, incluso la consagracin de la duda, es una tradicin cristiana que se remonta a la Aeropagtica de John Milton (1644). Parte del cristianismo y el judasmo asume e incluso anticip al menos en parte la humildad, autocrtica, debate razonado y cuestionamiento de la sabidura recibida que ofrece lo mejor de la ciencia. Pero otras sectas, llamadas a veces conservadoras o fundamentalistas

y hoy, con las religiones principales casi inaudibles e invisibles, parecen estar en alza han decidido basarse en temas sujetos a refutacin, y por eso tienen algo que temer de la ciencia. Las tradiciones religiosas suelen ser tan ricas y variadas que ofrecen grandes oportunidades de renovacin y revisin, especialmente cuando sus libros sagrados se pueden interpretar metafrica y alegricamente. Hay pues un terreno medio para confesar errores antiguos, como hizo la Iglesia catlica romana al reconocer en 1992 que Galileo tena razn, que la Tierra gira alrededor del Sol... con tres siglos de retraso, pero con valenta y la mejor recepcin a pesar de todo. El catolicismo romano moderno no discute en absoluto el big bang, el universo de quince mil millones de aos, la emergencia de las primeras criaturas vivas de molculas prebiolgicas ni la evolucin de los humanos a partir de ancestros similares a los monos... aunque tiene opiniones especiales sobre la dotacin de alma. La corriente principal de la fe protestante y juda adopta tambin esta firme posicin. En discusiones teolgicas con lderes religiosos, a menudo les pregunto cul sera su respuesta si la ciencia demostrara la refutacin de un dogma de su fe. Cuando se lo plante al actual Dalai Lama, el decimocuarto, contest sin dudar ni un momento de un modo muy diferente al de los lderes religiosos conservadores o fundamentalistas. En este caso, dijo, el budismo tibetano tendra que cambiar. Aunque sea realmente un dogma central como (me cost encontrar un ejemplo) la reencarnacin?, le pregunt. Aun en este caso, me contest. De todos modosaadi con un guiova a ser difcil refutar la reencarnacin. Sencillamente, el Dalai Lama tiene razn. La doctrina religiosa que se hace inmune a la refutacin tiene que preocuparse poco del avance de la ciencia. La gran idea comn a muchas fes de un creador del universo es una de esas doctrinas... tan difcil de demostrar como de negar. Moiss Maimnides, en su Gua para perplejos, mantena que slo se poda conocer verdaderamente a Dios si se permita un estudio libre y abierto de la fsica y la teologa (I, 55). Qu pasara si la ciencia demostrase que el universo es infinitamente viejo? Tendra que revisarse seriamente la teologa (II, 25). Ciertamente, ste es el descubrimiento concebible de la ciencia que podra refutar a un creador... porque un universo infinitamente viejo no habra sido creado nunca. Siempre habra estado all. Hay otras doctrinas, intereses y atenciones que tambin muestran preocupacin por lo que descubrir la ciencia. Sugieren que quiz sea mejor no saber. Si resulta que hombres y mujeres tienen diferentes propensiones hereditarias, no se usar esto como excusa para que los primeros aniquilen a las segundas? Si hay un componente gentico de violencia, podra

justificarse la represin de un grupo tnico por otro, o incluso la encarcelacin preventiva? Si la enfermedad mental es pura qumica del cerebro, no destruye eso todos nuestros esfuerzos por entender la realidad o ser responsables de nuestras acciones? Si no somos la obra especial del creador del universo, si nuestras leyes morales bsicas estn simplemente inventadas por legisladores falibles, no queda socavada nuestra lucha por mantener el orden en la sociedad? Me parece que en cada uno de estos casos, religioso o secular, salimos ganando si conocemos la mejor aproximacin posible a la verdad... y si mantenemos la conciencia atenta a los errores cometidos por nuestro grupo de inters o sistema de creencia en el pasado. En todos los casos, las consecuencias que se temen de un conocimiento generalizado de la verdad son exageradas. Y adems, no somos lo bastante sabios para saber qu mentiras, o incluso qu matices de los hechos, pueden servir a un propsito social mejor, especialmente a largo plazo.

CAPTULO 16

CUANDO LOS CIENTFICOS CONOCEN EL PECADO

El pensamiento del hombre... hasta dnde avanzar? Dnde encontrar lmites su atrevida impudicia? Si la villana humana y la vida humana deben crecer en justa proporcin, si el hijo siempre debe superar la maldad del padre, los dioses tienen que aadir otro mundo a ste para que todos los pecadores puedan tener espacio suficiente.
EURPIDES,

Hippolytus (428 a. J.C.)

En una reunin con el presidente Harry S. Truman en la posguerra, J. Robert Oppenheimer director cientfico del Proyecto Manhattan de armas nucleares coment lgubremente que los cientficos tenan las manos manchadas de sangre, que haban conocido el pecado. Ms tarde, Truman comunic a sus ayudantes que no quera ver nunca ms a Oppenheimer. A veces se castiga a los cientficos por hacer el mal y a veces por advertir de los malos usos a que se puede aplicar la ciencia. Es ms frecuente la crtica de que tanto la ciencia como sus productos son moralmente neutrales, ticamente ambiguos, aplicables por igual al servicio del mal y del bien. Es una vieja acusacin. Probablemente se remonta a la poca de la talla de herramientas de piedra y al dominio del fuego. Puesto que la tecnologa se ha encontrado en nuestra lnea ancestral desde antes del primer humano, puesto que somos una especie tecnolgica, no es tanto un problema de ciencia como de naturaleza humana. No quiero decir con esto que la ciencia no tenga responsabilidad por el mal uso de sus descubrimientos. Tiene una responsabilidad profunda y, cuanto ms poderosos son sus productos, mayor es su responsabilidad. Como las armas de ataque y derivados del mercado, las tecnologas que nos permiten alterar el entorno global que nos sostiene deberan someterse a la precaucin y la prudencia. S, somos los mismos viejos humanos que lo han hecho hasta ahora. S, estamos desarrollando nuevas tecnologas como siempre. Pero cuando las debilidades que siempre hemos tenido se unen con una capacidad de hacer dao a una escala planetaria sin precedentes, se nos exige algo ms: una tica emergente que tambin debe ser establecida a una escala planetaria sin precedentes. A veces los cientficos lo intentan de los dos modos: aceptar el mrito por aquellas aplicaciones de la ciencia que enriquecen nuestras vidas, pero distanciarse de los instrumentos de muerte, tanto intencionados como

inadvertidos, que tambin se derivan de la investigacin cientfica. El filsofo australiano John Passmore escribe en el libro La ciencia y sus crticos:
La Inquisicin espaola intent evitar la responsabilidad directa en la quema de herejes entregndolos al brazo secular; quemarlos ella misma, explicaba piadosamente, sera totalmente impropio de sus principios cristianos. Pocos de nosotros dejaramos que la Inquisicin se limpiase tan fcilmente las manos de sangre; ellos saban muy bien lo que ocurrira. Del mismo modo, cuando la aplicacin tecnolgica de los descubrimientos cientficos es clara y obvia como cuando un cientfico trabaja con gases nerviosos no puede declarar que estas aplicaciones no tienen nada que ver con l, basndose en que son fuerzas militares, no cientficas, las que usan los gases para mutilar o matar. Eso es an ms obvio cuando el cientfico ofrece ayuda deliberada a un gobierno a cambio de financiacin. Si un cientfico, o un filsofo, acepta fondos de un cuerpo como una oficina de investigacin naval, les est engaando si sabe que su trabajo ser intil para ellos y debe aceptar parte de responsabilidad por el resultado si sabe que les ser til. Est sometido, como corresponde, a alabanzas o culpas en relacin con cualquier innovacin que salga de su trabajo.

Proporciona un caso histrico importante: la carrera del fsico nacido en Hungra Edward Teller. Teller qued marcado de joven por la revolucin comunista de Bla Kun en Hungra, en la que se expropiaron las propiedades de familias de clase media como la suya, y por la prdida de una pierna, que le produca un dolor permanente, en un accidente de circulacin. Sus primeras contribuciones iban de las reglas de seleccin de la mecnica cuntica y la fsica de estado slido a la cosmologa. Fue l quien acompa al fsico Leo Szilard a ver a Albert Einstein cuando se encontraba de vacaciones en Long Island en julio de 1939... una reunin que llev a la carta histrica de Einstein al presidente Franklin Roosevelt en la que le apremiaba, a la vista de los acontecimientos cientficos y polticos de la Alemania nazi, a desarrollar una bomba de fisin o atmica. Reclutado para trabajar en el Proyecto Manhattan, Teller lleg a Los lamos y poco despus se neg a colaborar... no porque le desesperara lo que podra llegar a hacer una bomba atmica, sino por lo contrario: porque quera trabajar en una arma mucho ms destructiva, la bomba de fusin, termonuclear o de hidrgeno. (Si bien la bomba atmica tiene un lmite superior prctico en su rendimiento o energa destructiva, la bomba de hidrgeno no lo tiene. Pero sta necesita una bomba atmica como detonante.) Una vez inventada la bomba de fisin, despus de la rendicin de Alemania y Japn, terminada la guerra, Teller sigui defendiendo con ahnco lo que se llam la sper, con la intencin especfica de intimidar a la Unin Sovitica. La preocupacin por la reconstruccin de la Unin Sovitica,

endurecida y militarizada bajo Stalin, y la paranoia nacional en Norteamrica llamada maccarthismo le allanaron el camino. Sin embargo encontr un importante obstculo en la persona de Oppenheimer, que se haba convertido en presidente del Comit Asesor General de la Comisin de Energa Atmica de la posguerra. Teller expres un testimonio crtico en una audiencia del gobierno cuestionando la lealtad de Oppenheimer a Estados Unidos. Se suele creer que la participacin de Teller jug un importante papel en sus repercusiones: aunque el comit de revisin no impugn exactamente la lealtad de Oppenheimer, por algn motivo se le neg la acreditacin de seguridad y fue apartado de la Comisin de Energa Atmica. Teller pudo emprender el camino hacia la sper libre de obstculos. La tcnica de fabricacin de un arma nuclear se suele atribuir a Teller y al matemtico Stanislas Ulam. Hans Bethe, el fsico premio Nobel que diriga la divisin tcnica del Proyecto Manhattan y que tuvo un papel destacado en el desarrollo de las bombas atmica y de hidrgeno, atestigua que la sugerencia original de Teller era errnea y que fue necesario el trabajo de muchas personas para hacer realidad el arma termonuclear. Con las contribuciones tcnicas fundamentales de un joven fsico llamado Richard Garwin, en 1952 se hizo explotar el primer mecanismo estadounidense termonuclear: como era muy poco manejable para llevarlo en un misil o bombardero, se hizo explotar en el mismo lugar donde se haba montado. La primera bomba de hidrgeno verdadera fue una invencin sovitica que se hizo explotar al ao siguiente. Se ha planteado el debate de si la Unin Sovitica habra desarrollado una arma termonuclear si no lo hubiera hecho antes los Estados Unidos, y si realmente era necesaria el arma termonuclear estadounidense para impedir el uso sovitico de la bomba de hidrgeno, dado el sustancial arsenal de armas de fisin que ya posea entonces Estados Unidos. Las pruebas actuales indican que la Unin Sovitica incluso antes de hacer explotar su primera bomba de fisin tena un diseo realizable de arma termonuclear. Era el siguiente paso lgico. Pero el conocimiento, por espionaje, de que los americanos estaban trabajando en ella aceler la bsqueda sovitica de armas de fusin. Desde mi punto de vista, las consecuencias de una guerra nuclear global se hicieron mucho ms peligrosas con la invencin de la bomba de hidrgeno, porque las explosiones areas de las armas termonucleares son mucho ms capaces de quemar ciudades y generar grandes cantidades de humo, enfriando y oscureciendo la Tierra, y de inducir un invierno nuclear a escala global. Este es quiz el debate cientfico ms controvertido en el que me he visto envuelto (desde 1983-1990 aproximadamente). El debate tena un enfoque poltico en su mayor parte. Las implicaciones estratgicas del invierno nuclear eran inquietantes para los que se aferraban a una poltica de

venganza masiva para impedir un ataque nuclear, o para los que deseaban conservar la opcin de un primer ataque masivo. En ambos casos, las consecuencias ambientales provocan la autodestruccin de cualquier nacin que lance gran nmero de armas termonucleares aun sin venganza del adversario. De pronto, un segmento importante de la poltica estratgica durante dcadas y la razn para acumular decenas de miles de armas nucleares se hizo mucho menos creble. Los descensos de la temperatura global que se predecan en el informe cientfico original sobre el invierno nuclear (1983) eran de 15-20 C; las estimaciones actuales son de 10-15 C. Los dos valores son correctos si se consideran las irreducibles indeterminaciones de los clculos. Ambos descensos de temperatura son mucho mayores que la diferencia entre las temperaturas globales actuales y las de la ltima era glacial. Un equipo internacional de doscientos cientficos ha estimado las consecuencias a largo plazo de la guerra termonuclear global y ha llegado a la conclusin de que, con un invierno nuclear, la civilizacin global y la mayor parte de la gente de la Tierra incluyendo los que estn alejados de la zona objetivo de la latitud media norte correra grandes riesgos, principalmente por hambre. Si alguna vez llegara a producirse una guerra nuclear a gran escala, con las ciudades como objetivo, el esfuerzo de Edward Teller y sus colegas en Estados Unidos (y el equipo ruso correspondiente dirigido por Andri Sajrov) podra ser responsable de que se cerrara el teln del futuro humano. La bomba de hidrgeno es, con diferencia, el arma mas horrible inventada jams. Cuando se descubri el invierno nuclear en 1983, Teller se apresur a argumentar: 1) que la fsica estaba equivocada, y 2) que el descubrimiento se haba hecho aos antes bajo su tutela en el Laboratorio Nacional Lawrence Livermore. En realidad no hay ninguna prueba de este descubrimiento previo y hay una cantidad considerable de pruebas de que los encargados en todas las naciones de informar a los lderes nacionales de los efectos de las armas nucleares pasaron casi siempre por alto el invierno nuclear. Pero, si lo que deca Teller era verdad, fue una falta de conciencia flagrante por su parte no haber revelado el supuesto descubrimiento a las partes afectadas: los ciudadanos y jefes de la nacin y del mundo. Como en la pelcula de Stanley Kubrick Doctor Strangelove {Telfono rojo? Volamos hacia Mosc}, reservar la informacin del arma definitiva de modo que nadie conozca su existencia ni lo que puede haceres completamente absurdo. Me parece imposible que un ser humano normal colabore sin reparos en un invento as, aun dejando de lado el invierno nuclear. Las tensiones, conscientes o inconscientes, entre los que s atribuyen el mrito de la invencin deben de ser considerables. Sea cual fuere su contribucin real, se ha descrito a Edward Teller como el padre de la bomba de hidrgeno. La

revista Life publicaba en 1954 un artculo escrito con admiracin que describa su determinacin casi fantica de construir la bomba de hidrgeno. Creo que gran parte de su carrera posterior puede entenderse como un intento de justificar lo que engendr. Teller ha afirmado, y no es inverosmil, que las bombas de hidrgeno sirven para mantener la paz, o al menos impiden la guerra termonuclear, porque hace demasiado peligrosas las consecuencias de la guerra entre potencias nucleares. Todava no se ha producido una guerra nuclear, no es as? Pero en todos esos argumentos se asume que las naciones con armas nucleares son y sern siempre, sin excepcin, actores racionales, y que sus lderes (u oficiales militares o de la polica secreta) nunca se vern afectados por ataques de rabia, venganza y locura. En el siglo de Hitler y Stalin, esta idea parece cuando menos ingenua. Teller ha tenido una influencia decisiva para impedir la firma de un tratado que prohibiera las pruebas de armas nucleares. Dificult en gran manera la consecucin de un tratado de limitacin de pruebas (en superficie). Su argumento de que era esencial hacer pruebas en superficie para mantener y mejorar los arsenales nucleares, que ratificar el tratado acabara con la seguridad futura de nuestro pas ha demostrado ser engaoso. Tambin ha sido un defensor vigoroso de la seguridad y efectividad de coste de las plantas de energa de fisin, y declara ser el nico herido del accidente nuclear de la Isla Three Mile en Pennsylvania en 1979: segn dijo, tuvo un infarto cuando discuta el tema. Teller defenda la explosin de armas nucleares desde Alaska hasta Sudfrica, para dragar puertos y canales, para eliminar montaas molestas y efectuar grandes traslados de tierra. Se dice que, cuando propuso un plan as a la reina Federica de Grecia, sta le respondi: Gracias, doctor Teller, pero Grecia ya tiene bastantes ruinas singulares. Queremos probar la relatividad general de Einstein? Pues hagamos explotar una arma nuclear en la parte ms alejada del Sol, propona Teller. Queremos entender la composicin qumica de la Luna? Pues enviemos una bomba de hidrgeno a la Luna, hagmosla explotar y examinemos el espectro del destello y la bola de fuego. Tambin en la dcada de los ochenta, Teller vendi al presidente Ronald Reagan la idea de la guerra de las galaxias, llamada por ellos Iniciativa de Defensa Estratgica. Parece ser que Reagan se crey la historia francamente imaginativa que le cont Teller de que era posible construir un lser de rayos X del tamao de una mesa y ponerlo en rbita alimentado por una bomba de hidrgeno que destruira diez mil ojivas soviticas en vuelo y proporcionara una proteccin genuina a los ciudadanos de Estados Unidos en caso de guerra termonuclear global. Los apologistas de la administracin Reagan afirman que, a pesar de las exageraciones sobre su capacidad, algunas intencionadas, la Iniciativa de

Defensa Estratgica fue la causa del colapso de la Unin Sovitica. No hay ninguna prueba seria que fundamente esta opinin. Andri Sajrov, Evgueni Velijov, Roaid Sagdeev y otros cientficos que asesoraban al presidente Mijal Gorbachov dejaron claro que si Estados Unidos segua adelante con un programa de guerra de las galaxias, la respuesta ms fcil y segura de la Unin Sovitica sera aumentar el arsenal existente de armas nucleares y sistemas de lanzamiento. En consecuencia, la guerra de las galaxias habra aumentado y no reducido el peligro de guerra termonuclear. En todo caso, los gastos soviticos en defensa con base en el espacio contra los misiles nucleares norteamericanos eran relativamente insignificantes, de una magnitud nimia para provocar el colapso de la economa sovitica. La cada de la Unin Sovitica est mucho ms relacionada con el fracaso de la economa planificada, la conciencia creciente del nivel de vida de Occidente, la extensin del desafecto por una ideologa comunista moribunda y aunque l no pretendiera un resultado as la promocin por parte de Gorbachov de la glasnost o apertura. Diez mil cientficos e ingenieros norteamericanos declararon pblicamente que no trabajaran en la guerra de las galaxias ni aceptaran dinero de la organizacin de la Iniciativa de Defensa Estratgica. Eso da un ejemplo de la extensin y valenta de la negativa de cooperacin de los cientficos (a un coste personal concebible) con un gobierno democrtico que, al menos temporalmente, se haba desviado de su camino. Teller tambin ha defendido el desarrollo de ojivas nucleares penetrantes para poder alcanzar y eliminar centros de comandos y refugios bajo tierra de los lderes (y sus familias) de una nacin adversaria y de ojivas nucleares de 0,1 kilotones que saturaran a un pas enemigo y destruiran su infraestructura sin un solo herido: se alertara a los civiles por adelantado. La guerra nuclear sera humana. En el momento de escribir estas lneas, Edward Teller todava vigoroso y con unos poderes intelectuales considerables a sus ochenta aos ha montado una campaa, con sus contrafiguras en el establishment de armas nucleares de la antigua Unin Sovitica, para desarrollar y hacer explotar nuevas generaciones de armas nucleares de largo alcance en el espacio a fin de destruir o desviar asteroides que podran encontrarse en trayectorias de colisin con la Tierra. Me preocupa que la experimentacin prematura con las rbitas de asteroides cercanos pueda implicar peligros extremos para nuestra especie. El doctor Teller y yo nos hemos reunido en privado. Hemos debatido en reuniones cientficas, en los medios de comunicacin nacionales y en una sesin a puerta cerrada en el Congreso. Hemos tenido importantes desacuerdos, especialmente en lo relativo a la guerra de las galaxias, el

invierno nuclear y la defensa de los asteroides. Quiz todo ello sea la causa irremediable de mi opinin sobre l. Aunque ha sido siempre un ferviente anticomunista y tecnfilo, cuando repaso su vida me parece ver algo ms en su intento desesperado de justificar la bomba de hidrgeno diciendo que sus efectos no eran tan malos como se podra pensar. Se puede usar para defender al mundo de otras bombas de hidrgeno, para la ciencia, para la ingeniera civil, para proteger a la poblacin de Estados Unidos contra las armas termonucleares de un enemigo, para librar guerras humanas, para salvar al planeta de riesgos aleatorios del espacio. De algn modo, quiere creer que la especie humana reconocer las armas termonucleares, y a l, como una salvacin y no como su destruccin. Cuando la investigacin cientfica proporciona unos poderes formidables, ciertamente temibles, a naciones y lderes polticos falibles, aparecen muchos peligros: uno es que algunos cientficos implicados pueden perder la objetividad. Como siempre, el poder tiende a corromper. En estas circunstancias, la institucin del secreto es especialmente perniciosa y los controles y equilibrios de una democracia adquieren un valor especial. (Teller, que ha prosperado en la cultura del secreto, tambin la ha atacado repetidamente.) El inspector general de la CIA comentaba en 1995 que el secreto absoluto corrompe absolutamente. La nica proteccin contra un mal uso peligroso de la tecnologa suele ser el debate ms abierto y vigoroso. Puede ser que la pieza crtica de la argumentacin sea obvia... y muchos cientficos o incluso profanos la podran aportar siempre que no hubiera represalias por ello. O podra ser algo ms sutil, algo constatado por un licenciado oscuro en algn lugar remoto de Washington, D. C. que, si las discusiones fueran cerradas y altamente secretas, nunca habra tenido la oportunidad de abordar el tema. ---ooo--Qu reino de la conducta humana es ms ambiguo moralmente? Hasta las instituciones populares que se proponen aconsejarnos sobre comportamiento y tica parecen plagadas de contradicciones. Consideremos los aforismos: No por mucho madrugar amanece ms temprano. S, pero a quien madruga Dios le ayuda. Mejor prevenir que curar; pero quien no arrisca, no aprisca. Donde fuego se hace, humo sale; pero el hbito no hace al monje. Quien espera desespera; pero mientras hay vida hay esperanza. El que duda est perdido; pero el que nada sabe, de nada duda. Dos cabezas son mejor que una; pero demasiada gallina malogra el caldo. Hubo una poca en que la gente planificaba o justificaba sus acciones basndose en esos tpicos contradictorios. Qu responsabilidad moral tienen los autores de proverbios?

O el astrlogo que se basa en los signos del sol, el lector de cartas del tarot, el profeta del peridico sensacionalista? Consideremos si no las religiones principales. Miqueas nos exhorta a obrar con justicia y amar la piedad; en el xodo se nos prohbe cometer homicidios; en el Levtico se nos ordena amar a nuestros vecinos como a nosotros mismos; y en los Evangelios se nos urge a amar a nuestros enemigos. Pensemos sin embargo en los ros de sangre vertida por fervientes seguidores de los libros en los que se hallan esas exhortaciones bien intencionadas. En Josu y en la segunda parte del libro de Nmeros se celebra el asesinato masivo de hombres, mujeres y nios, hasta de animales domsticos, en una ciudad tras otra por toda la tierra de Canan. Jeric es eliminado en una kherem, guerra santa. La nica justificacin que se ofrece para este asesinato masivo es la declaracin de los asesinos de que, a cambio de circuncidar a sus hijos y adoptar una serie de rituales particulares, se prometi a sus antepasados mucho tiempo atrs que aquella tierra sera suya. No se puede encontrar ni un asomo de autorreproche ni un murmullo de inquietud patriarcal o divina ante esas campaas de exterminio en las Sagradas Escrituras. En cambio, Josu consagr a todos los seres vivientes al anatema, como Yahv, el Dios de Israel, le haba ordenado (Josu, 10, 40). Y esos acontecimientos no son incidentales sino centrales en la narracin principal del Antiguo Testamento. Hay historias similares de asesinato masivo (y en el caso de los amalequitas, genocidio) en los libros de Sal, Esther y otras partes de la Biblia, con apenas un atisbo de duda moral. Todo ello, desde luego, era perturbador para los telogos liberales de una poca ms tarda. Se dice con razn que el diablo puede citar las Escrituras para su propsito. La Biblia est tan llena de historias de propsito moral contradictorio que cada generacin puede encontrar justificacin para casi cada accin que propone: desde el incesto, la esclavitud y el asesinato masivo hasta el amor ms refinado, la valenta y el autosacrificio. Y este trastorno moral mltiple de personalidad no est limitado al judasmo y al cristianismo. Se puede encontrar dentro del Islam, en la tradicin hind, ciertamente en casi todas las religiones del mundo. As pues, no son los cientficos los que son moralmente ambiguos sino la gente en general. Creo que es tarea particular de los cientficos alertar al pblico de los peligros posibles, especialmente los que derivan de la ciencia o se pueden prevenir mediante la aplicacin de la ciencia. Podra decirse que una misin as es proftica. Desde luego, las advertencias deben ser juiciosas y no ms alarmantes de lo que exige el peligro; pero si tenemos que cometer errores, teniendo en cuenta lo que est en juego, que sea por el lado de la seguridad.

Entre los cazadores y recolectores Kung San del desierto del Kalahari, cuando dos hombres, quiz inflamados por la testosterona, empiezan a discutir, las mujeres les quitan las flechas envenenadas y las ponen fuera de su alcance. Hoy en da, nuestras flechas envenenadas pueden destruir la civilizacin global y posiblemente aniquilar a nuestra especie. Ahora, el precio de la ambigedad moral es demasiado alto. Por esta razn y no por su aproximacin al conocimiento la responsabilidad tica de los cientficos tambin debe ser muy alta, sin precedentes. Deseara que los programas universitarios de ciencia plantearan explcita y sistemticamente estas cuestiones con cientficos e ingenieros experimentados. Y a veces me pregunto si, en nuestra sociedad, tambin las mujeres y los nios acabarn poniendo las flechas envenenadas fuera de nuestro alcance.

CAPTULO 17

UN MATRIMONIO ENTRE EL ESCEPTICISMO Y EL ASOMBRO

Nada es demasiado maravilloso para ser verdad. Afirmacin atribuida a MICHAEL FARADAY (1791-1867)

La percepcin, sin comprobacin ni fundamento, no es garanta suficiente de la verdad.

BERTRAND RUSSELL, Misticismo

y lgica

(1929)

Cuando al atestiguar en un juicio se nos pide que juremos decir la verdad, toda la verdad y nada ms que la verdad, se nos pide lo imposible. Simplemente, es superior a nuestros poderes. Nuestros recuerdos son falibles; incluso la verdad cientfica es una mera aproximacin, y lo ignoramos casi todo del universo. A pesar de todo, de nuestro testimonio puede depender una vida. Sera razonable que nos hicieran jurar decir la verdad, toda la verdad y nada ms que la verdad hasta el lmite de nuestras posibilidades. Pero, sin la frase calificativa, queda fuera de nuestro alcance. Sin embargo, por mucho que concuerde con la realidad humana, esta calificacin es inaceptable para cualquier sistema legal. Si todo el mundo dijera la verdad slo hasta un grado determinado por el juicio individual, se podran ocultar acusaciones o hechos dudosos, ensombrecer los acontecimientos, ocultar la culpabilidad, evadir la responsabilidad y negar la justicia. As pues, la ley aspira a un nivel de precisin imposible y nosotros hacemos lo que podemos. En el proceso de seleccin de un jurado, el tribunal necesita la garanta de que el veredicto se base en las pruebas. Hace esfuerzos heroicos para eliminar juicios tendenciosos. Es consciente de la imperfeccin humana. El miembro potencial del jurado conoce personalmente al fiscal, o al abogado de la acusacin o de la defensa? Y al juez o a otros miembros del jurado? Se ha formado una opinin del caso, no a partir de los hechos planteados en el tribunal, sino de la publicidad previa al juicio? Adjudicar mayor o menor peso a las pruebas de los oficiales de la polica que a las de los testigos del acusado? Tiene algn prejuicio contra el grupo tnico del acusado? Vive el miembro potencial del jurado en el vecindario donde se cometieron los crmenes; podra influir esto en su juicio? Tiene una preparacin cientfica sobre los asuntos de los que atestiguan los testigos? (Tenerla suele ser un dato en contra.) Tiene algn familiar que trabaje en la polica o en el poder judicial? Ha tenido algn encuentro con la polica que pudiera influir en su criterio? Algn amigo o familiar suyo ha sido arrestado alguna vez por una acusacin similar? El sistema americano de jurisprudencia reconoce un amplio espectro de factores, predisposiciones, prejuicios y experiencias que podran nublar nuestro juicio o afectar a nuestra objetividad muchas veces sin que seamos conscientes de ello. Llega a extremos a veces incluso extravagantes para salvaguardar el proceso de valoracin en un juicio penal de las debilidades humanas de los que deben decidir sobre la inocencia o culpabilidad del acusado. Aun as, en muchas ocasiones el proceso fracasa. Por qu aspiramos a menos cuando interrogamos el mundo natural o intentamos decidir sobre asuntos vitales de poltica, economa, religin y tica?

---ooo--La ciencia, aplicada con coherencia, a cambio de sus muchos dones impone cierta carga onerosa: se nos exhorta, por muy incmodo que pueda ser, a considerarnos cientficamente a nosotros mismos y nuestras instituciones culturales, a no aceptar lo que se nos dice sin crtica; a superar como podamos nuestras esperanzas, presunciones y creencias no examinadas; a vernos a nosotros mismos como realmente somos. Podemos dedicarnos a conciencia y con valenta a seguir el movimiento planetario o la gentica de las bacterias hasta donde nos lleve la investigacin y declarar al mismo tiempo que el origen de la materia o el comportamiento humano estn ms all de nuestro alcance? Como el poder explicativo de la ciencia es tan grande, en cuanto se capta el truco del razonamiento cientfico, uno est dispuesto a aplicarlo a todo. Sin embargo, mientras miramos profundamente en nuestro interior, somos capaces de desafiar ideas que nos dan consuelo ante los terrores del mundo. Soy consciente de que parte de los comentarios del captulo precedente, por ejemplo, pueden tener un carcter as. Cuando los antroplogos revisan los miles de culturas y etnias distintas que comprende la familia humana, se sorprenden de que haya tan pocas caractersticas constantes y siempre presentes por muy extica que sea la sociedad. Hay culturas, por ejemplo la ik de Uganda es una de ellas en las que los Diez Mandamientos parecen ser ignorados sistemtica e institucionalmente. Hay sociedades que abandonan a sus viejos y recin nacidos, se comen a sus enemigos, utilizan conchas marinas, cerdos o mujeres jvenes como moneda de cambio. Pero el incesto es un fuerte tab para todas, todas usan la tecnologa y casi todas creen en un mundo sobrenatural de dioses y espritus... a menudo relacionados con el entorno natural que habitan y el bienestar de las plantas y animales que comen. (Las que tienen un dios supremo que vive en el cielo tienden a mostrarse ms feroces, por ejemplo, torturando a sus enemigos. Pero eso es slo una correlacin estadstica; no se ha establecido un vnculo causal, aunque naturalmente las especulaciones surgen sin esfuerzo.) En toda sociedad as hay un mundo de mito y metfora que coexiste con el mundo del trabajo cotidiano. Se hacen esfuerzos para reconciliarlos y se tienden a ignorar los bordes desiguales de la ensambladura. Hacemos compartimentos. Algunos cientficos tambin lo hacen y pueden pasar sin esfuerzo del mundo escptico de la ciencia al mundo crdulo de la fe religiosa sin ningn problema. Desde luego, cuanto mayor es la inadaptacin entre esos dos mundos, ms difcil es estar cmodo en ambos sin trastornos de conciencia.

En una vida corta e incierta parece cruel hacer algo que pueda privar a la gente del consuelo de la fe cuando la ciencia no puede remediar su angustia. Los que no pueden soportar la carga de la ciencia son libres de ignorar sus preceptos. Pero no puede servirse la ciencia en porciones aplicndola donde nos da seguridad e ignorndola donde nos amenaza... nuevamente, porque no somos bastante sabios para hacerlo. Excepto si se divide el cerebro en compartimentos estancos, cmo es posible volar en aviones, escuchar la radio o tomar antibiticos sosteniendo al mismo tiempo que la Tierra tiene unos diez mil aos de antigedad y que todos los de sagitario son gregarios y afables? He odo alguna vez a un escptico que se creyera superior y despreciativo? Sin duda. A veces incluso he odo ese tono desagradable, y me aflige recordarlo, en mi propia voz. Hay imperfecciones humanas en todas partes. Incluso cuando se aplica con sensibilidad, el escepticismo cientfico puede parecer arrogante, dogmtico, cruel, despreciativo de los sentimientos y creencias profundas de otros. Y debo decir que algunos cientficos y escpticos consagrados aplican esta herramienta como si fuera un instrumento basto, con poca finura. A veces parece que la conclusin escptica haya surgido antes, que se ignoren las opiniones sin haber examinado previamente las pruebas. Todos tenemos en gran estima nuestras creencias. Son definitorias hasta cierto punto. Cuando aparece alguien que desafa nuestro sistema de creencia porque considera que la base no es buena o que, como Scrates, se limita a hacer preguntas molestas que no se nos haban ocurrido o nos demuestran que hemos escondido bajo la alfombra las presunciones subyacentes clave se convierte en mucho ms que una bsqueda de conocimiento. Lo sentimos como un ataque personal. El cientfico que propuso por primera vez consagrar la duda como una virtud principal de la mente inquisidora dej claro que era una herramienta y no un fin en s misma. Rene Descartes escribi:
No imit a los escpticos que dudan slo por dudar y simulan estar siempre indecisos; al contrario, mi intencin era llegar a una certeza, y excavar el polvo y la arena hasta llegar a la roca o la arcilla de debajo.

En la manera en que se aplica a veces el escepticismo a temas de inters pblico hay una tendencia a minimizar, condescender, ignorar el hecho de que, engaados o no, los partidarios de la supersticin y la pseudociencia son seres humanos con sentimientos reales que, como los escpticos, intentan descubrir cmo funciona el mundo y cul podra ser nuestro papel en l. Sus motivos, en muchos casos, coinciden con la ciencia. Si su cultura no les ha dado todas las herramientas que necesitan para

emprender esta gran bsqueda, templemos nuestras crticas con la amabilidad. Ninguno de nosotros llega totalmente equipado. Est claro que el uso del escepticismo tiene lmites. Debe aplicarse algn anlisis de coste-beneficio y si el confort, el consuelo y la esperanza que ofrecen el misticismo y la supersticin son altos, y el peligro de creer en ellos es bajo, no deberamos guardarnos nuestros recelos? Pero el tema es engaoso. Imagnese que entra en un taxi de una gran ciudad y, en el momento en que se sienta, el taxista le empieza a arengar sobre las supuestas iniquidades e inferioridades de cierto grupo tnico. Es mejor mantenerse callado, sabiendo que quien calla otorga? O tiene la responsabilidad moral de discutir con l, expresar indignacin, incluso bajar del taxi, porque sabe que el silencio le alentar la prxima vez mientras que disentir con vigor le obligar a pensrselo dos veces? Del mismo modo, si asentimos en silencio al misticismo y la supersticin incluso cuando parecen ser un poco benignos somos cmplices de un clima general en el que el escepticismo se considera poco correcto, la ciencia tediosa y el pensamiento riguroso un poco envarado e inadecuado. Para conseguir un equilibrio prudente se necesita sabidura. ---ooo---

El Comit de Investigacin Cientfica de Declaraciones Paranormales es una organizacin de cientficos, acadmicos, magos y otros dedicados al examen escptico de pseudociencias emergentes o en pleno desarrollo. Fue fundado por el filsofo de la Universidad de Buffalo Pal Kurtz en 1976. He estado afiliado a l desde el principio. Su acrnimo, CSICOP, se pronuncia scicop, como si se tratara de una organizacin de cientficos que realizan una funcin de polica. Las crticas que presentan los que se sienten heridos por los anlisis que hace el CSICOP suelen ser as: es hostil a toda nueva idea, dicen, seran capaces de llegar a unos niveles absurdos en su rgido desenmascaramiento, es una organizacin vigilante, una nueva Inquisicin, y as sucesivamente. El CSICOP es imperfecto. En algunos casos, esta crtica est justificada hasta cierto punto. Pero, desde mi punto de vista, el CSICOP cumple una importante funcin social: como organizacin conocida a la que pueden dirigirse los medios de comunicacin cuando desean or la otra parte de la historia, especialmente cuando se decide que alguna afirmacin asombrosa de pseudociencia merece salir en las noticias. Sola ocurrir (y todava es as en gran parte de los medios de comunicacin globales) que, cuando sala un gur que levitaba, un visitante extraterrestre, un canalizador o

un curandero en los medios de comunicacin, se trataba el tema sin profundidad ni crtica. No se presentaba ninguna memoria en el estudio de televisin, diario o revista sobre otras afirmaciones similares que haban demostrado ser patraas y engaos. El CSICOP representa un contrapeso, aunque su voz todava no es bastante alta ante la credulidad en la pseudociencia que parece intrnseca a gran parte de los medios de comunicacin. Una de mis tiras humorsticas favoritas muestra a un adivino que analiza la palma de la mano de alguien para llegar con gravedad a la conclusin: Usted es muy crdulo. El CSICOP publica un peridico bimensual llamado The Skeptical Inquirer. El da que llega, me lo llevo de la oficina a casa y lo hojeo intrigado para saber qu nuevas confusiones se revelarn. Siempre aparece un engao en el que no haba pensado nunca. Crculos en los campos de cultivo! Los extraterrestres han venido y han dibujado crculos perfectos y mensajes matemticos sobre los trigales!... A quin se le poda ocurrir algo as? Un medio artstico tan improbable. O han venido y, han sacado las visceras a las vacas... a gran escala, sistemticamente. Los granjeros estn furiosos. Al principio me impresiona la inventiva de las historias. Pero luego, con una reflexin ms sobria, siempre me asombra lo aburridos y rutinarios que son los relatos; qu recopilacin de ideas ms poco imaginativas y estancas, chauvinismos, esperanzas y temores disfrazados de hechos. Las opiniones, desde este punto de vista, son sospechosas a primera vista. Eso es todo lo que pueden concebir que hacen los extraterrestres... crculos en el trigo? Qu falta de imaginacin! En cada tema queda revelada y criticada otra faceta de la pseudociencia. Y, sin embargo, la principal deficiencia que veo en el movimiento escptico est en su polarizacin. Nosotros contra Ellos, la idea de que nosotros tenemos un monopolio sobre la verdad; que esos otros que creen en todas esas doctrinas estpidas son imbciles; que si eres sensato, nos escuchars; y si no, ya no hay quien te redima. Eso es poco constructivo. No comunica ningn mensaje. Condena a los escpticos a una condicin permanente de minora; mientras que una aproximacin compasiva que reconozca desde el principio las races humanas de la pseudociencia y la supersticin podra ser aceptada mucho ms ampliamente. Si entendemos eso, sentimos desde luego la incertidumbre y dolor de los abducidos, de los que no se atreven a salir de casa sin consultar el horscopo o los que cifran sus esperanzas en los cristales de la Atlntida. Y esa compasin por almas gemelas en una bsqueda comn tambin sirve para hacer menos antiptica la ciencia y el mtodo cientfico a los jvenes. Muchos sistemas pseudocientficos y de la Nueva Era surgen de la insatisfaccin con los valores y perspectivas convencionales... y son por tanto

en s mismos una especie de escepticismo. (Lo mismo es cierto del origen de la mayora de las religiones.) David Hess (en Ciencia y la Nueva Era) argumenta que:
el mundo de las creencias y prcticas paranormales no puede reducirse a chiflados, perturbados y charlatanes. Un gran nmero de personas honestas est explorando aproximaciones alternativas a cuestiones de significado personal, espiritualidad, curaciones y de experiencia paranormal en general. Puede que el escptico considere que su bsqueda se basa claramente en un engao, pero es poco probable que desenmascararlo sea un mecanismo retrico efectivo para su proyecto racionalista de hacer que la [gente] reconozca lo que al escptico le parece errneo o pensamiento mgico. ...el escptico podra tomar una clave de la antropologa cultural y desarrollar un escepticismo ms sofisticado si comprendiera los sistemas de creencia alternativos desde la perspectiva de las personas que los mantienen, y situara esas creencias en sus contextos histricos, sociales y culturales. Como resultado, el mundo de lo paranormal puede aparecer menos un giro sin sentido hacia el irracionalismo y ms un idioma mediante el que segmentos de la sociedad expresan sus conflictos, dilemas e identidades... La teora psicolgica o sociolgica de las creencias de la Nueva Era que tienen hasta cierto punto los escpticos tiende a ser muy simplista: las creencias paranormales son reconfortantes para la gente que no puede manejar la realidad de un universo ateo o es el producto de un medio de comunicacin irresponsable que no alienta al pblico a pensar crticamente...

Pero la justa crtica de Hess se deteriora rpidamente cuando apunta que los parapsiclogos han visto arruinadas sus carreras por culpa de colegas escpticos y que los escpticos muestran una especie de celo religioso por defender la visin del mundo materialista y ateo que remite a lo que se ha llamado "fundamentalismo cientfico" o "racionalismo irracional". Es una queja comn pero profundamente misteriosa para m, y ciertamente oculta. Vuelvo a decir que sabemos mucho sobre la existencia y las propiedades de la materia. Si se puede entender un fenmeno determinado de manera verosmil en trminos de materia y energa, por qu debemos plantear la hiptesis de que sea otra cosa de la que todava no tenemos buenas pruebas la causante? Sin embargo, se mantiene la queja: los escpticos no aceptarn que hay un dragn invisible que escupe fuego en el garaje porque son todos unos materialistas ateos. En Ciencia en la Nueva Era se comenta el escepticismo pero no se entiende, y sin duda no se practica. Se citan todo tipo de declaraciones paranormales, se deconstruye a los escpticos, pero no se puede llegar a saber al leerlo si las afirmaciones de la Nueva Era o parapsicolgicas son prometedoras o falsas. Todo depende, como en muchos textos posmodernos, de la fuerza de los sentimientos de la gente y de cules sean sus tendencias.

Robert Antn Wiison en The New Inquisition: Irrational Rationalism and the Citadel of Science (Phoenix, Falcon Press, 1986) describe a los escpticos como la Nueva Inquisicin. Pero, segn mi conocimiento, ningn escptico impone una creencia. Ciertamente, en la mayora de los documentales y debates de la televisin se da poca entrada a los escpticos y muy poco tiempo de emisin. Todo lo que ocurre es que algunas doctrinas y mtodos son criticados y en el peor de los casos ridiculizados en revistas como The Skeptical Inquirer con una tirada de decenas de miles de ejemplares. No se llama a declarar a los visionarios de la Nueva Era ante tribunales penales como en tiempos anteriores, ni se los flagela por tener visiones y, ciertamente, no se los quema en la hoguera. Por qu este temor a un poco de crtica? No nos interesa ver cmo se mantienen nuestras creencias ante los mejores argumentos en contra que pueden reunir los escpticos? ---ooo---

Quiz un uno por ciento de las veces una idea que parece no diferenciarse demasiado de las habituales de la pseudociencia resultar ser verdad. Quiz se encontrar en el lago Ness o en la Repblica del Congo algn reptil no descubierto, un remanente del perodo cretcico; o encontraremos artefactos de una especie avanzada no humana en alguna parte del sistema solar. En el momento de escribir estas lneas hay tres afirmaciones en el campo de la percepcin extrasensorial que, en mi opinin, merecen un estudio serio: 1) que slo con el pensamiento los humanos pueden afectar (apenas) a los generadores de nmeros aleatorios en los ordenadores; 2) que la gente sometida a una privacin sensorial ligera puede recibir pensamientos o imgenes proyectados, y 3) que los nios pequeos a veces hablan de detalles de una vida anterior que, si se comprueban, resultan muy precisos y slo podran haberlos sabido mediante la reencarnacin. Elijo esas afirmaciones no porque crea que probablemente sean vlidas (que no lo creo), sino como ejemplos de opiniones que podran ser verdad. Las tres citadas tienen al menos un fundamento experimental, aunque todava dudoso. Desde luego, podra equivocarme. A mediados de la dcada de los setenta, un astrnomo al que admiro redact un modesto manifiesto llamado Objeciones a la astrologa y me pidi que lo firmara. Despus de lidiar con las palabras, al final fui incapaz de firmar... no porque pensara que la astrologa tena algn tipo de validez, sino porque me pareci (y todava me lo parece) que el tono de la declaracin era autoritario. Criticaba la astrologa porque sus orgenes estaban envueltos

en la supersticin. Pero eso tambin ocurre con la religin, la qumica, la medicina y la astronoma, por mencionar slo cuatro temas. Lo importante no es el origen vacilante y rudimentario del conocimiento de la astrologa, sino su validez presente. Haba tambin especulaciones sobre las motivaciones psicolgicas de los que creen en la astrologa. Esas motivaciones por ejemplo, la sensacin de impotencia en un mundo complejo, perturbador e impredecible podran explicar por qu la astrologa no recibe generalmente el escrutinio escptico que merece, pero no afecta para nada al aspecto de si funciona o no. La declaracin subrayaba que no se nos ocurre ningn mecanismo mediante el cual pueda funcionar la astrologa. Es ciertamente un punto relevante, pero poco convincente por s mismo. No se conoca ningn mecanismo para la deriva continental (ahora integrada en la tectnica de placas) cuando Alfred Wegener la propuso en el primer cuarto del siglo XX para explicar una serie de datos confusos en geologa y paleontologa. (Las vetas de rocas que contienen mineral y los fsiles parecan ir de manera continua desde la parte oriental de Sudamrica hasta el oeste de frica: eran contiguos los dos continentes y el ocano Atlntico es nuevo en nuestro planeta?) La idea fue rechazada rotundamente por todos los grandes geofsicos, que estaban seguros de que los continentes estaban fijos, que no flotaban sobre nada y que, por tanto, era imposible que derivaran. En cambio, la idea clave de la geofsica en el siglo XX resulta ser la tectnica de placas; ahora entendemos que las placas continentales flotan realmente y derivan (o mejor, son llevadas por una especie de cinta transportadora dirigida por el gran motor de calor del interior de la Tierra) y que aquellos grandes geofsicos, simplemente, estaban equivocados. Las objeciones a la pseudociencia basadas en un mecanismo del que no disponemos pueden ser errneas... aunque si las opiniones violan leyes de fsica bien establecidas, las objeciones tienen un gran peso. En unas cuantas frases se puede formular un buen nmero de crticas vlidas de la astrologa: por ejemplo, su aceptacin de la precesin de los equinoccios al anunciar una era de Acuario y su rechazo de la precesin de equinoccios al hacer horscopos; su ignorancia de la refraccin atmosfrica; su lista de objetos supuestamente celestiales que se limita principalmente a objetos conocidos por Tolomeo en el siglo II e ignora una enorme variedad de nuevos objetos astronmicos descubiertos desde entonces (dnde est la astrologa de asteroides cercanos a la Tierra?); la incoherente demanda de informacin detallada sobre el momento del nacimiento en comparacin con la latitud y longitud de nacimiento; la imposibilidad de la astrologa de pasar el test de los gemelos idnticos; las importantes diferencias en horscopos hechos a partir de la misma informacin de nacimiento por diferentes

astrlogos, y la ausencia demostrada de correlacin entre los horscopos y los tests psicolgicos, como el Inventario Multifsico de Personalidad de Minnesota. Yo habra firmado encantado una declaracin que describiera y refutara los dogmas principales de la fe en la astrologa. Una declaracin as habra sido mucho ms persuasiva que la que realmente se public y circul. Pero la astrologa, que lleva cuatro mil aos o ms con nosotros, parece hoy ms popular que nunca. Al menos un cuarto de todos los estadounidenses, segn las encuestas de opinin, creen en la astrologa. Un tercio cree que la astrologa de signos del sol es cientfica. La fraccin de nios escolares que cree en la astrologa aument del cuarenta al cincuenta y nueve por ciento entre 1978 y 1984. Quiz haya diez veces ms astrlogos que astrnomos en Estados Unidos. En Francia hay ms astrlogos que curas catlicos romanos. El rechazo envarado de un coro de cientficos no establece contacto con las necesidades sociales que la astrologa por muy invlida que sea afronta y la ciencia no. ---ooo---

Como he intentado subrayar, en el corazn de la ciencia hay un equilibrio esencial entre dos actitudes aparentemente contradictorias: una apertura a nuevas ideas, por muy extraas y contrarias a la intuicin que sean, y el examen escptico ms implacable de todas las ideas, viejas y nuevas. As es como se avenan las verdades profundas de las grandes tonteras. La empresa colectiva del pensamiento creativo y el pensamiento escptico, unidos en la tarea, mantienen el tema en el buen camino. Esas dos actitudes aparentemente contradictorias, sin embargo, estn sometidas a cierta tensin. Consideremos esta afirmacin: cuando ando, el tiempo medido por mi reloj de pulsera o mi proceso de envejecimiento aminora la marcha. O bien: me encojo en la direccin del movimiento. O bien: me hago ms grande. Quin ha sido testigo jams de algo as? Es fcil rechazarlo de entrada. Aqu hay otra: la materia y la antimateria se estn creando constantemente, en todo el universo, a partir de la nada. Una tercera: alguna vez, muy ocasionalmente, su coche atraviesa espontneamente la pared de ladrillo del garaje y a la maana siguiente lo encuentra en la calle. Son absurdas! Pero la primera es la declaracin de la relatividad especial y las otras dos son consecuencias de la mecnica cuntica (fluctuaciones de vaco'

y efecto tnel,' se llaman)33. Nos guste o no, as es el mundo. Si uno insiste en que es ridculo, estar cerrado para siempre a algunos de los mayores descubrimientos sobre las reglas que gobiernan el universo. Si uno es slo escptico, las nuevas ideas no le llegarn. Nunca aprender nada. Se convertir en un misntropo excntrico convencido de que el mundo est gobernado por la tontera. (Desde luego, hay muchos datos que avalan esta opinin.) Como los grandes descubrimientos en los lmites de la ciencia son raros, la experiencia tender a confirmar su malhumor. Pero de vez en cuando aparece una nueva idea, vlida y maravillosa, que parece dar en el clavo. Si uno es demasiado decidido e implacablemente escptico, se perder (o tomar a mal) los descubrimientos transformadores de la ciencia y entorpecer de todos modos la comprensin y el progreso. El mero escepticismo no basta. Al mismo tiempo, la ciencia requiere el escepticismo ms vigoroso e implacable porque la gran mayora de las ideas son simplemente errneas, y la nica manera de separar el trigo de la paja es a travs del experimento y el anlisis crtico. Si uno est abierto hasta el punto de la credulidad y no tiene ni un gramo de sentido escptico dentro, no puede distinguir las ideas prometedoras de las que no tienen valor. Aceptar sin crtica toda nocin, idea e hiptesis equivale a no saber nada. Las ideas se contradicen una a otra; slo mediante el escrutinio escptico podemos decidir entre ellas. Realmente, hay ideas mejores que otras. La mezcla juiciosa de esos dos modos de pensamiento es central para el xito de la ciencia. Los buenos cientficos hacen ambas cosas. Por su parte, hablando entre ellos, desmenuzan muchas ideas nuevas y las critican sistemticamente. La mayora de las ideas nunca llegan al mundo exterior. Slo las que pasan una rigurosa filtracin llegan al resto de la comunidad cientfica para ser sometidas a crtica. Debido a esta autocrtica y crtica mutua tenaz, y a la confianza apropiada en el experimento como arbitro entre hiptesis en conflicto, muchos cientficos tienden a mostrar desconfianza a la hora de describir su propio asombro ante la aparicin de una gran hiptesis. Es una lstima, porque esos raros momentos de exultacin humanizan y hacen menos misterioso el comportamiento cientfico. Nadie puede ser totalmente abierto o completamente escptico.34 Todos debemos trazar la lnea en alguna parte. Un antiguo proverbio chino advierte: Es mejor ser demasiado crdulo que demasiado escptico, pero
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El tiempo de espera medio para el rebosamiento estocstico es mucho ms largo que la edad del universo desde el big bang. Pero, por improbable que sea, en principio podra ocurrir maana. 34 Y en algunos casos el escepticismo sera simplemente una tontera, como por ejemplo al aprender a deletrear.

eso viene de una sociedad extremadamente conservadora en la que se primaba mucho ms la estabilidad que la libertad y en la que los gobernantes tenan un poderoso inters personal en no ser desafiados. Creo que la mayora de los cientficos diran: Es mejor ser demasiado escpticos que demasiado crdulos. Pero ninguno de los dos caminos es fcil. El escepticismo responsable, minucioso y riguroso requiere un hbito de pensamiento cuyo dominio exige prctica y preparacin. La credulidad creo que aqu es mejor la palabra apertura mental o asombro tampoco llega fcilmente. Si realmente queremos estar abiertos a ideas antiintuitivas en fsica, organizacin social o cualquier otra cosa, debemos entenderlas. No tiene ningn valor estar abierto a una proposicin que no entendemos. Tanto el escepticismo como el asombro son habilidades que requieren atencin y prctica. Su armonioso matrimonio dentro de la mente de todo escolar debera ser un objetivo principal de la educacin pblica. Me encantara ver una felicidad tal retratada en los medios de comunicacin, especialmente la televisin: una comunidad de gente que aplicara realmente la mezcla de ambos casosllenos de asombro, generosamente abiertos a toda idea sin rechazar nada si no es por una buena razn pero, al mismo tiempo, y como algo innato, exigiendo niveles estrictos de prueba y aplicara los estndares al menos con tanto rigor hacia lo que les gusta como a lo que se sienten tentados a rechazar.

CAPTULO 18

EL VIENTO LEVANTA POLVO

 el viento levanta polvo porque intenta soplar, llevndose nuestras huellas. Ejemplos de folclore bosquimano, W. H. I. BLEEK y L. C. LLOYD, recopiladores, L. C. LLOYD, editor (1911)

..".cada vez que un salvaje rastrea la caza emplea una minuciosidad de observacin y una precisin de razonamiento inductivo y deductivo que, aplicado a otros asuntos, le daran una reputacin de hombre de ciencia... el trabajo intelectual de un buen cazador o guerrero supera de manera considerable el de un ingls ordinario. ; Collected Essays, vol. II Darviniana: Essays (Londres, Macmillan, 1907), pp.175-176 [de Mr. Darwin's Critics (1871)]
THOMAS H. HUXLEY,

Por qu tanta gente encuentra que la ciencia es difcil de aprender y difcil de ensear? He intentado sugerir algunas razones: su precisin, sus aspectos antiintuitivos y perturbadores, la perspectiva de mal uso, su independencia de la autoridad, y as sucesivamente. Pero hay algo ms en el fondo? Alan Cromer es un profesor de fsica de la Universidad del Nordeste de Bostn que se sorprendi al encontrar tantos estudiantes incapaces de entender los conceptos ms elementales en su clase de fsica. En Sentido poco comn: la naturaleza hertica de la ciencia (1993), Cromer propone que la ciencia es difcil porque es nueva. Nosotros, una especie que tiene unos cientos de miles de aos de antigedad, descubrimos el mtodo cientfico hace slo unos siglos, dice. Como la escritura, que tiene slo unos milenios de antigedad, todava no le hemos cogido el truco... o al menos no sin un estudio muy serio y atento. Cromer sugiere que, de no haber sido por una improbable concatenacin de acontecimientos histricos, nunca habramos inventado la ciencia:
Esta hostilidad hacia la ciencia, a la vista de sus triunfos y beneficios obvios, es... prueba de que es algo que se encuentra fuera del desarrollo humano normal, quiz un accidente.

La civilizacin china invent los tipos mviles, la plvora, el cohete, la brjula magntica, el sismgrafo y las observaciones sistemticas de los cielos. Los matemticos indes inventaron el cero, la clave de la aritmtica posicional y por tanto de la ciencia cuantitativa. La civilizacin azteca desarroll un calendario mucho mejor que el de la civilizacin europea que la invadi y destruy; pudieron predecir mejor, y durante perodos ms largos, dnde estaran los planetas. Pero ninguna de estas civilizaciones, afirma Cromer, haba desarrollado el mtodo escptico, inquisitivo y experimental de la ciencia. Todo eso vino de la antigua Grecia:

El desarrollo del pensamiento objetivo por parte de los griegos parece haber requerido una serie de factores culturales especficos. Primero estaba la asamblea, donde los hombres aprendieron por primera vez a convencerse unos a otros mediante un debate racional. En segundo lugar haba una economa martima que impeda el aislamiento y el provincianismo. En tercer lugar estaba la existencia de un extenso mundo de habla griega por el cual podan vagar viajeros y acadmicos. En cuarto lugar, la existencia de una clase comercial independiente que poda contratar a sus propios maestros. En quinto lugar, la Ilada y la Odisea, obras maestras de la literatura que son en s mismas el eptome del pensamiento racional liberal. En sexto lugar, una religin literaria no dominada por los curas. Y en sptimo lugar, "la persistencia de esos factores durante mil aos. Que todos esos factores se unieran en una gran civilizacin es bastante fortuito; no ocurri dos veces.

Me siento solidario con parte de estas tesis. Los antiguos jonios fueron los primeros, segn nuestro conocimiento, que argyeron sistemticamente que las leyes y fuerzas de la naturaleza, no los dioses, son responsables del orden e incluso de la existencia del mundo. Sus puntos de vista, como los resumi Lucrecio, eran: La naturaleza libre y desprovista de sus altivos seores se ve como actriz espontnea de todas las cosas sin intervencin de los dioses. Sin embargo, excepto en la primera semana de los cursos de introduccin a la filosofa, los nombres e ideas de los primeros jonios no se mencionan casi nunca en nuestra sociedad. Los que rechazan a los dioses tienden a ser olvidados. No deseamos conservar el recuerdo de escpticos como ellos, menos an sus ideas. Puede ser que hayan aparecido hroes que intentasen explicar el mundo en trminos de materia y energa muchas veces y en muchas culturas, slo para ser ignorados por curas y filsofos encargados de la sabidura convencional... igual que el enfoque jnico se perdi casi completamente despus de la poca de Platn y Aristteles. Con muchas culturas y experimentos de este tipo, puede ser que las ideas slo echen races en raras ocasiones. Las plantas y los animales se empezaron a domesticar y la civilizacin empez hace slo diez mil o doce mil aos. El experimento jnico tiene dos mil quinientos aos de antigedad. Fue casi totalmente suprimido. Podemos ver avances hacia la ciencia en la antigua China, India, y cualquier parte, aunque fueran vacilantes, incompletos y dieran poco fruto. Pero supongamos que los jnicos no hubieran existido nunca y que la ciencia y las matemticas griegas no hubieran florecido nunca. Sera posible que en la historia de la especie humana no hubiera emergido la ciencia? O, en la madeja de las muchas culturas y alternativas histricas, no es probable que antes o despus entrara en juego la combinacin correcta de factores en algn otro sitio... en las islas de Indonesia, por ejemplo, o en el Caribe, en los

aledaos de una civilizacin mesoamericana no afectada por los conquistadores, o en las colonias escandinavas a orillas del mar Negro? Creo que el impedimento para el pensamiento cientfico no es la dificultad del tema. Las hazaas intelectuales complejas han sido fundamento incluso de culturas oprimidas. Los chamanes, magos y telogos dominan con gran habilidad sus artes complejas y arcanas. No, el impedimento es poltico y jerrquico. En las culturas que carecen de desafos poco familiares, externos o internos, donde no se necesita un cambio fundamental, no hace falta alentar las nuevas ideas. Ciertamente, se puede declarar que las herejas son peligrosas; se puede hacer rgido el pensamiento y aplicarse sanciones contra ideas no permisibles... todo sin causar grandes daos. Pero, en circunstancias medioambientales biolgicas o polticas variadas y cambiantes, el simple hecho de copiar las formas antiguas ya no funciona. En este caso, los que, en lugar de seguir ciegamente la tradicin o intentar introducir sus preferencias en el universo fsico o social, estn abiertos a lo que ensea el universo, son merecedores de premio. Cada sociedad debe decidir dnde se encuentra el lmite seguro en la lnea que separa apertura y rigidez. Los matemticos griegos dieron un brillante paso adelante. Por otro lado, la ciencia griega con sus primeros pasos rudimentarios y a menudo no contrastados por el experimento estaba llena de errores. A pesar del hecho que no podemos ver en la oscuridad total, crean que la visin depende de una especie de radar que emana del ojo, rebota en lo que vemos y vuelve al ojo. (No obstante, hicieron progresos sustanciales en ptica.) A pesar del obvio parecido de los nios a sus madres, crean que la herencia slo provena del semen y que la mujer era un mero receptculo pasivo. Crean que el movimiento horizontal de una roca lanzada la hace subir ms, de modo que tarda ms en llegar al suelo que una piedra soltada desde la misma altura en el mismo momento. Enamorados de la geometra simple, crean que el crculo era perfecto; a pesar del Hombre de la Luna y las manchas del sol (visibles ocasionalmente para el ojo en la puesta de sol), sostenan que los cielos tambin eran perfectos; por tanto, las rbitas planetarias tenan que ser circulares. Liberarse de la supersticin no es suficiente para el crecimiento de la ciencia. Tambin debe aparecer la idea de interrogar a la naturaleza, de hacer experimentos. Hubo algunos ejemplos brillantes: las mediciones de Eratstenes del dimetro de la Tierra, por ejemplo, o el experimento de la clepsidra de Empdocles, demostrando la naturaleza material del aire. Pero en una sociedad donde el trabajo manual se ve rebajado y se cree slo apto para esclavos como en el mundo clsico grecorromano, el mtodo experimental no prosperaba. La ciencia nos exige estar libres tanto de la

supersticin como de la injusticia flagrante. A menudo, las mismas autoridades eclesisticas y seculares imponen la supersticin y la injusticia trabajando conjuntamente. No es sorprendente que las revoluciones polticas, el escepticismo sobre la religin y el ascenso de la ciencia puedan ir unidos. La liberacin de la supersticin es una condicin necesaria pero no suficiente para la ciencia. Al mismo tiempo, es innegable que algunas figuras centrales de la transicin de la supersticin medieval a la ciencia moderna estaban profundamente influenciadas por la idea de un Dios Supremo que cre el universo y estableci no slo los mandamientos que deben respetar los humanos sino leyes que la propia naturaleza debe acatar. El astrnomo alemn del siglo XVII Johannes Kepler, sin el que la fsica newtoniana nunca habra llegado a existir, describi su bsqueda cientfica como un deseo de conocer la mente de Dios. En nuestra poca, cientficos importantes, incluyendo a Albert Einstein y Stephen Hawking, han descrito su bsqueda en trminos casi idnticos. El filsofo Alfred North Whitehead y el historiador de la tecnologa china Joseph Needham tambin han sugerido que lo que faltaba en el desarrollo de la ciencia en las culturas no occidentales era el monotesmo. Y, sin embargo, creo que hay fuertes pruebas que contradicen toda esta tesis y nos llaman a travs de los milenios... ---ooo---

El pequeo grupo de cazadores sigue el rastro de huellas de cascos y otras pistas. Se detienen un momento junto a un bosque de rboles. En cuclillas, examinan la prueba ms atentamente. El rastro que venan siguiendo se ve cruzado por otro. Rpidamente deciden qu animales son los responsables, cuntos son, qu edad y sexo tienen, si hay alguno herido, con qu rapidez viajan, cunto tiempo hace que pasaron, si los siguen otros cazadores, si el grupo puede alcanzar a los animales y, si es as, cunto tardarn. Tomada la decisin, dan un golpecito con las manos en el rastro que seguirn, hacen un ligero sonido entre los dientes como silbando y se van rpidamente. A pesar de sus arcos y flechas envenenadas, siguen en su forma de carrera al estilo de una maratn durante horas. Casi siempre han ledo el mensaje en la tierra correctamente. Las bestias salvajes, elands u okapis estn donde crean, en la cantidad y condiciones estimadas. La caza tiene xito. Vuelven con la carne al campamento temporal. Todo el mundo lo festeja.

Esta vieta de caza ms o menos tpica es del pueblo !Kung San del desierto del Kalahari, en las repblicas de Botswana y Namibia, que ahora, trgicamente, estn al borde de la extincin. Pero, durante dcadas, ellos y su modo de vida fueron estudiados por los antroplogos. Los !Kung San pueden ser un ejemplo tpico del modo de existencia de cazadores-recolectores en el que los humanos hemos pasado la mayor parte de nuestro tiempo... hasta hace diez mil aos, cuando fueron domesticados plantas y animales y la condicin humana empez a cambiar, quiz para siempre. Era tal su pericia como rastreadores que el ejrcito del apartheid de Sudfrica los contrat para perseguir presas humanas en las guerras contra los Estados de la lnea de frente. Este encuentro con los militares blancos sudafricanos aceler de varias maneras diferentes la destruccin del modo de vida de los !Kung San... que, en todo caso, se haba ido deteriorando poco a poco a lo largo de los siglos a cada contacto con la civilizacin europea. Cmo lo hacan? Cmo podan deducir tanto con una sola mirada? Decir que eran buenos observadores no explica nada. Qu hacan realmente? Segn el antroplogo Richard Lee, analizaban la forma de las depresiones. Las huellas de un animal que se mueve de prisa muestran una simetra ms alargada. Un animal ligeramente cojo protege la pata afligida, le pone menos peso y deja una huella ms suave. Un animal ms pesado deja un hueco ms ancho y profundo. Las funciones de correlacin estn en la cabeza de los cazadores. En el curso del da, las huellas se erosionan un poco. Los muros de la depresin tienden a derrumbarse. La arena levantada por el viento se acumula en el suelo del hueco. Quiz caigan dentro trozos de hojas, ramitas o hierba. Cuanto ms espera uno, mayor es la erosin. Este mtodo es esencialmente idntico al que usan los astrnomos astrofsicos para analizar los crteres dejados por el impacto de planetoides: siendo igual todo lo dems, cuanto ms superficial es el crter, ms antiguo es. Los crteres con muros derrumbados, con ratios profundidad/dimetro modestos, con partculas finas acumuladas en su interior tienden a ser ms antiguos... porque han de llevar el tiempo suficiente para que entren en accin los procesos erosivos. Las fuentes de degradacin pueden cambiar de mundo a mundo, o de desierto a desierto, o de poca a poca. Pero si uno sabe cules son, puede determinar muchas cosas observando lo definido o erosionado que se encuentra el crter. Si en las huellas de cascos se superpone el rastro de insectos u otros animales, tambin eso indica que no es reciente. El contenido de humedad de la subsuperficie del suelo y el ritmo al que se seca despus de haber quedado expuesta por un casco determinan el derrumbamiento de los

muros del crter. Todos esos asuntos son estudiados con atencin por los !Kung. Las manadas que van al galope detestan el sol caliente. Los animales utilizarn todas las sombras que puedan encontrar. Alterarn el curso para aprovecharse unos momentos de la sombra de un bosque de rboles. Pero el lugar de la sombra depende del momento del da, porque el sol se mueve a travs del cielo. Por la maana, cuando el sol sale por el este, las sombras se proyectan al oeste de los rboles. Luego, por la tarde, cuando el sol se pone por el oeste, las sombras se proyectan al este. A partir de las curvas de las pistas es posible decir cunto rato hace que pasaron los animales. Este clculo ser diferente en las distintas estaciones del ao. As pues, los cazadores deben tener en la mente una especie de calendario astronmico que prediga el aparente movimiento solar. Para m, todas esas habilidades formidables de forense para rastrear pistas son ciencia en accin. Los cazadores-recolectores no slo son expertos en los rastros de otros animales; tambin conocen muy bien los humanos. Todo miembro de la banda es reconocible por sus huellas; les son tan familiares como sus caras. Laurens Van der Post lo relata:
... a muchas millas de casa y separados de los dems, Nxou y yo, siguiendo el rastro de un gamo herido, encontramos de pronto otra serie de huellas y rastros que se unan a la nuestra. Nxou dio un gruido de profunda satisfaccin y dijo que eran las huellas de Bauxhau, dejadas pocos minutos antes. Declar que Bauxhau corra de prisa y que no tardaramos en verle a l y al animal. Al llegar a lo alto de la duna que tenamos delante, all estaba Bauxhau, ya dispuesto a despellejar al animal.

O Richard Lee, tambin entre los !Kung San, relata que, despus de examinar brevemente unas huellas, un cazador coment: Oh, fjate, Tunu est aqu con su cuado. Pero dnde est su hijo? Es esto ciencia realmente? El rastreador de pistas se ha pasado horas en cuclillas en el curso de su preparacin, siguiendo la lenta degradacin de la huella de un eland? Cuando el antroplogo formula esta pregunta, la respuesta que recibe es que los cazadores siempre han usado estos mtodos. Observaron a sus padres y a otros expertos cazadores durante su aprendizaje. Aprendieron por imitacin. Los principios generales fueron transmitidos de generacin en generacin. Cada generacin va poniendo al da las variaciones locales velocidad del viento, humedad del suelo segn las necesidades, por estaciones o da a da. Pero los cientficos modernos hacen exactamente lo mismo. Cada vez que intentamos juzgar la edad de un crter en la Luna, Mercurio o Tritn por

su grado de erosin, no realizamos el clculo a partir de la nada. Desempolvamos un informe cientfico determinado y leemos los nmeros ensayados y ciertos que se han establecido quiz una generacin antes. Los fsicos no derivan las ecuaciones de Maxwell o la mecnica cuntica a partir de la nada. Intentan entender los principios y las matemticas, observan su utilidad, comprenden cmo sigue la naturaleza estas normas y se toman estas ciencias a pecho y las hacen propias. Sin embargo, alguien tuvo que fijar todos esos protocolos para seguir rastros por primera vez, quiz algn genio del paleoltico, o ms probablemente una sucesin de genios en pocas y lugares muy separados. No hay indicacin en los protocolos rastreadores de los !Kung de mtodos mgicos: examinar las estrellas la noche antes, o las entraas de un animal, o tirar dados, o interpretar sueos, o conjurar demonios, o cualquier otra de las miles de afirmaciones espurias de conocimiento que los humanos han acariciado intermitentemente. Aqu hay una cuestin especfica bien definida: qu camino toma la presa y cules son sus caractersticas? Se necesita una respuesta precisa que la magia y la adivinacin simplemente no proporcionan... o al menos no con la regularidad suficiente para evitar el hambre. En cambio, los cazadores-recolectores que no son muy supersticiosos en su vida cotidiana, excepto cuando bailan en trance alrededor del fuego y bajo la influencia de suaves euforizantes son prcticos, laboriosos, motivados, sociables y a menudo muy alegres. Aplican habilidades espigadas de antiguos xitos y fracasos. Es casi seguro que el pensamiento cientfico ha existido desde el principio. Se puede ver incluso en los chimpancs, cuando patrullan las fronteras de su territorio o cuando preparan una caa para meterla en el montn de termitas y extraer as una fuente modesta pero muy necesaria de protenas. El desarrollo de habilidades para seguir pistas ofrece una ventaja selectiva evolutiva poderosa. Los grupos que no son capaces de adquirirlas consiguen menos protenas y dejan menos descendencia. Los que tienen una inclinacin cientfica, los que son capaces de observar con paciencia, los que tienen predisposicin para descubrirlo consiguen ms comida, especialmente ms protenas, y viven en hbitats ms variados; ellos y sus lneas hereditarias prosperan. Lo mismo es cierto, por ejemplo, de las habilidades de navegacin de los polinesios. Una habilidad cientfica ofrece recompensas tangibles. La otra actividad principal para acumular alimento de las sociedades preagrarias es la recoleccin de vegetales. Para hacerlo se deben conocer las propiedades de muchas plantas y tener la capacidad de distinguirlas. Los botnicos y antroplogos han encontrado repetidamente que los cazadoresrecolectores de todo el mundo han reconocido distintas especies de plantas

con la precisin de los taxnomos occidentales. Han trazado un mapa mental de su territorio con la precisin de los cartgrafos. Tambin aqu, todo eso es una condicin para sobrevivir. As, la afirmacin de que, igual que los nios no estn preparados para ciertos conceptos de matemticas lgica, los pueblos primitivos no son capaces intelectualmente de entender la ciencia y la tecnologa es una tontera. Este vestigio de colonialismo y racismo queda desmentido por las actividades cotidianas de un pueblo que vive sin residencia fija y casi sin posesiones, los pocos cazadores-recolctores que quedan, los custodios de nuestro pasado profundo. De los criterios de Cromer para el pensamiento objetivo podemos encontrar ciertamente en los pueblos de cazadores-recolectores un debate vigoroso y sustancial, democracia de participacin directa, viajes de largo recorrido, ausencia de sacerdotes y la persistencia de estos factores no durante mil aos sino durante trescientos mil o ms. Segn sus criterios, los cazadores-recolectores deberan tener ciencia. Yo creo que la tienen. O la tenan. ---ooo---

Lo que Jonia y la antigua Grecia proporcionaron no son tanto inventos, tecnologa o ingeniera sino la idea de la interrogacin sistemtica, la idea de que las leyes de la naturaleza, y no unos dioses caprichosos, gobiernan el mundo. El agua, el aire, la tierra y el fuego tuvieron todos su turno como explicaciones candidatas de la naturaleza y origen del mundo. Cada una de estas explicaciones identificada con un filsofo presocrtico diferente tena grandes defectos en sus detalles. Pero el modo de explicacin, una alternativa a la intervencin divina, era productivo y nuevo. Del mismo modo, en la historia de la antigua Grecia podemos ver casi todos los hechos significativos dirigidos por los dioses en Hornero, slo unos cuantos en Herodoto y esencialmente ninguno en Tucdides. En unos cientos de aos, la historia pas de ser dirigida por los dioses a serlo por humanos. Algo parecido a las leyes de la naturaleza fue vislumbrado en una ocasin en una sociedad politesta determinada en la que algunos eruditos acariciaban la idea de una especie de atesmo. Esta aproximacin de los presocrticos, que empez hacia el siglo IV a. J.C., fue apagada por Platn, Aristteles y posteriormente los telogos cristianos. Si el hilo de la causalidad histrica hubiera sido diferente si las brillantes conjeturas de los atomistas sobre la naturaleza de la materia, la pluralidad de los mundos, la vastedad del espacio y el tiempo hubieran sido aceptadas y profundizadas, si se hubiera enseado y emulado la tecnologa innovadora de Arqumedes, si

se hubiera propagado ampliamente la idea de las leyes invariables de la naturaleza que los humanos deben buscar y entender, me pregunto en qu tipo de mundo viviramos ahora. No creo que la ciencia sea difcil de ensear porque los humanos no estn preparados para ella, o porque slo surgi por chiripa, o porque, en general, no tenemos poder mental para intentar resolverla. En cambio, el enorme celo por la ciencia que veo en los estudiantes de primeros cursos y la leccin de los cazadores-recolectores que quedan hablan con elocuencia: tenemos una inclinacin profunda por la ciencia, en todos los tiempos, lugares y culturas. Ha sido el medio de nuestra supervivencia. Es nuestro derecho de nacimiento. Cuando, por indiferencia, falta de atencin, incompetencia o temor al escepticismo, alejamos a los nios de la ciencia, les estamos privando de un derecho, los despojamos de las herramientas necesarias para manejar su futuro.

CAPTULO 19

NO HAY PREGUNTAS ESTPIDAS

Y no dejamos de preguntarnos, una y otra vez, Hasta que un puado de tierra Nos calla la boca... Pero es eso una respuesta?
HEINRICH HEINE

Lazarus (1854)

En el este de frica, en los registros de las rocas que datan de hace dos millones de aos, se pueden encontrar una serie de herramientas talladas, diseadas y ejecutadas por nuestros antepasados. Su vida dependa de la fabricacin y el uso de esas herramientas. Era, desde luego, tecnologa de la primera Edad de Piedra. Con el tiempo se utilizaron piedras de formas especiales para partir, astillar, desconchar, cortar y esculpir. Aunque hay muchas maneras de hacer herramientas de piedra, lo que es notable es que en un lugar determinado durante largos perodos de tiempo las herramientas se hicieron de la misma manera, lo que significa que cientos de miles de aos atrs deba de haber instituciones educativas, aunque se tratara principalmente de un sistema de aprendizaje. Aunque es fcil exagerar las similitudes, tambin lo es imaginarse al equivalente de profesores y estudiantes en taparrabos, las clases de laboratorio, los exmenes, los suspensos, las ceremonias de graduacin y la enseanza postgrado. Cuando no cambia la preparacin durante inmensos perodos de tiempo, las tradiciones pasan intactas a la generacin siguiente. Pero cuando lo que se debe aprender cambia de prisa, especialmente en el curso de una sola generacin, se hace mucho ms difcil saber qu ensear y cmo ensearlo. Entonces, los estudiantes se quejan sobre la pertinencia de lo que se les explica; disminuye el respeto por sus mayores. Los profesores se desesperan ante el deterioro de los niveles educativos y lo caprichosos que se han vuelto los estudiantes. En un mundo en transicin, estudiantes y profesores necesitan ensearse a s mismos una habilidad esencial: aprender a aprender. ---ooo---

Excepto para los nios (que no saben lo suficiente como para dejar de hacer las preguntas importantes), pocos de nosotros dedicamos mucho tiempo a preguntarnos por qu la naturaleza es como es; de dnde viene el cosmos, o si siempre ha estado all; si un da el tiempo ir hacia atrs y los efectos precedern a las causas; o si hay lmites definitivos a lo que deben saber los humanos. Incluso hay nios, y he conocido algunos, que quieren saber cmo es un agujero negro, cul es el pedazo ms pequeo de materia, por qu recordamos el pasado y no el futuro, y por qu existe un universo. De vez en cuando tengo la suerte de ensear en una escuela infantil o elemental. Encuentro muchos nios que son cientficos natos, aunque con el asombro muy acusado y el escepticismo muy suave. Son curiosos, tienen vigor intelectual. Se les ocurren preguntas provocadoras y perspicaces. Muestran un entusiasmo enorme. Me hacen preguntas sobre detalles. No han odo hablar nunca de la idea de una pregunta estpida.

Pero cuando hablo con estudiantes de instituto encuentro algo diferente. Memorizan hechos pero, en general, han perdido el placer del descubrimiento, de la vida que se oculta tras los hechos. Han perdido gran parte del asombro y adquirido muy poco escepticismo. Los preocupa hacer preguntas estpidas; estn dispuestos a aceptar respuestas inadecuadas; no plantean cuestiones de detalle; el aula se llena de miradas de reojo para valorar, segundo a segundo, la aprobacin de sus compaeros. Vienen a clase con las preguntas escritas en un trozo de papel, que examinan subrepticiamente en espera de su turno y sin tener en cuenta la discusin que puedan haber planteado sus compaeros en aquel momento. Ha ocurrido algo entre el primer curso y los cursos superiores, y no es slo la adolescencia. Yo dira que es en parte la presin de los compaeros contra el que destaca (excepto en deportes); en parte que la sociedad predica la gratificacin a corto plazo; en parte la impresin de que la ciencia o las matemticas no le ayudan a uno a comprarse un coche deportivo; en parte que se espera poco de los estudiantes, y en parte que hay pocas recompensas o modelos para una discusin inteligente sobre ciencia y tecnologa... o incluso para aprender porque s. Los pocos que todava muestran inters reciben el insulto de bichos raros, repelentes o empollones. Pero hay algo ms: he visto a muchos adultos que se enfadan cuando un nio les plantea preguntas cientficas. Por qu la luna es redonda?, preguntan los nios. Por qu la hierba es verde? Qu es un sueo? Hasta qu profundidad se puede cavar un agujero? Cundo es el cumpleaos del mundo? Por qu tenemos dedos en los pies? Demasiados padres y maestros contestan con irritacin o ridiculizacin, o pasan rpidamente a otra cosa: Cmo queras que fuera la luna, cuadrada? Los nios reconocen en seguida que, por alguna razn, este tipo de preguntas enoja a los adultos. Unas cuantas experiencias ms como sta, y otro nio perdido para la ciencia. No entiendo por qu los adultos simulan saberlo todo ante un nio de seis aos. Qu tiene de malo admitir que no sabemos algo? Es tan frgil nuestro orgullo? Lo que es ms, muchas de estas preguntas afectan a aspectos profundos de la ciencia, algunos todava no resueltos del todo. Por qu la luna es redonda tiene que ver con el hecho de que la gravedad es una fuerza que tira hacia el centro de cualquier mundo y con lo resistentes que son las rocas. La hierba es verde a causa del pigmento de clorofila, desde luego a todos nos han metido esto en la cabeza, pero por qu tienen clorofila las plantas? Parece una tontera, pues el sol produce su mxima energa en la parte amarilla y verde del espectro. Por qu las plantas de todo el mundo rechazan la luz del sol en sus longitudes de onda ms abundantes? Quiz sea

la plasmacin de un accidente de la antigua historia de la vida en la Tierra. Pero hay algo que todava no entendemos sobre por qu la hierba es verde. Hay mejores respuestas que decirle al nio que hacer preguntas profundas es una especie de pifia social. Si tenemos una idea de la respuesta, podemos intentar explicarla. Aunque el intento sea incompleto, sirve como reafirmacin e infunde nimo. Si no tenemos ni idea de la respuesta, podemos ir a la enciclopedia. Si no tenemos enciclopedia, podemos llevar al nio a la biblioteca. O podramos decir: No s la respuesta. Quiz no la sepa nadie. A lo mejor, cuando seas mayor, lo descubrirs t. Hay preguntas ingenuas, preguntas tediosas, preguntas mal formuladas, preguntas planteadas con una inadecuada autocrtica. Pero toda pregunta es un clamor por entender el mundo.35 No hay preguntas estpidas. Los nios listos que tienen curiosidad son un recurso nacional y mundial. Se los debe cuidar, mimar y animar. Pero no basta con el mero nimo. Tambin se les debe dar las herramientas esenciales para pensar. -----ooooo-----

Es oficial, dice el titular de un peridico: Estamos fatal en ciencia. En pruebas a jvenes de diecisiete aos de muchas regiones del mundo. Estados Unidos qued el ltimo en lgebra. Mientras la media de los jvenes estadounidenses era del cuarenta y tres por ciento, la de sus equivalentes japoneses, en pruebas idnticas, era del setenta y ocho por ciento. En mi opinin, el setenta y ocho por ciento es bastante bueno; el cuarenta y tres por ciento es suspenso. En una prueba de qumica, slo los estudiantes de trece naciones fueron peores que los de Estados Unidos. La puntuacin de Gran Bretaa, Singapur y Hong Kong era tan alta que casi se salan de la tabla, y el veinticinco por ciento de los canadienses de dieciocho aos saba tanta qumica como un selecto uno por ciento de los estudiantes de segunda enseanza estadounidenses (en su segundo curso de qumica, y la mayora en programas avanzados). El mejor de entre veinte clases de quinto grado de Minneapolis era superado por todos los componentes de veinte clases de Sendai, en Japn, y por diecinueve entre veinte en Taibei, Taiwan. Los estudiantes de Corea del Sur estaban muy por encima de los estadounidenses en todos los aspectos de matemticas y ciencias, y los de trece aos de la Columbia Britnica (al oeste de Canad) superaban a sus equivalentes estadounidenses en toda la tabla (en algunas disciplinas superaban a los coreanos). El veintids por ciento de los chicos de Estados
35

No incluyo aqu la lluvia de porqus con que los nios de dos aos atacan a veces a sus padres, quiz en un intento de controlar el comportamiento de los adultos.

Unidos dicen que no les gusta la escuela, por slo el ocho por ciento de los coreanos. Sin embargo, dos tercios de los americanos, por slo un cuarto de los coreanos, dicen ser buenos en matemticas. Estas desalentadoras tendencias del promedio de estudiantes de Estados Unidos se ven compensadas en ocasiones por la actuacin de estudiantes sobresalientes. En 1994, un estudiante americano consigui una marca de una perfeccin sin precedentes en la Olimpada Matemtica Internacional de Hong Kong, derrotando a otros trescientos sesenta estudiantes de sesenta y ocho naciones en lgebra, geometra y teora del nmero. Uno de ellos, Jeremy Bem, de diecisiete aos, coment: Los problemas de matemticas son como rompecabezas de lgica. No hay nada rutinario: todo es muy creativo y artstico. Pero aqu no hablo de producir una nueva generacin de cientficos y matemticos de primera categora, sino de la cultura cientfica del pblico en general. El sesenta y tres por ciento de los adultos norteamericanos no son conscientes de que el ltimo dinosaurio muri antes de que apareciera el primer humano; el setenta y cinco por ciento no sabe que los antibiticos matan a las bacterias pero no a los virus; el cincuenta y siete por ciento no sabe que los electrones son ms pequeos que los tomos. Las encuestas muestran que algo as como la mitad de los adultos de Estados Unidos no saben que la Tierra gira alrededor del Sol y tarda un ao en hacerlo. En mis clases en la Universidad de Cornell he encontrado estudiantes brillantes que no saben que las estrellas salen y se ponen por la noche, o ni siquiera que el Sol es una estrella. Debido a la ciencia ficcin, el sistema educativo, la NASA y el rol que juega la ciencia en la sociedad, los estadounidenses estn mucho ms expuestos a la percepcin copernicana que el humano medio. Una encuesta de 1993 realizada por la Asociacin China de Ciencia y Tecnologa revela que, como en Estados Unidos, no ms de la mitad de personas en China sabe que la Tierra gira alrededor del Sol una vez al ao. Podra ser muy bien, pues, que ms de cuatro siglos y medio despus de Coprnico, la mayor parte de la gente de la Tierra creyera todava, en el fondo de su corazn, que nuestro planeta est inmvil en el centro del universo y que somos profundamente especiales. sas son las preguntas tpicas del alfabetismo cientfico. Los resultados son desmoralizadores. Pero qu es lo que miden? La memorizacin de afirmaciones autoritarias. Lo que deberan preguntar es cmo sabemos... que los antibiticos discriminan entre microbios, que los electrones son ms pequeos que los tomos, que el Sol es una estrella a la que la Tierra da la vuelta una vez al ao. Estas preguntas son una medida

mucho ms autntica de la comprensin de la ciencia por parte del pblico, y los resultados de estas pruebas seran sin duda ms descorazonadores todava. Si se acepta la verdad literal de todas las palabras de la Biblia, la Tierra tiene que ser plana. Lo mismo ocurre con el Corn. Por tanto, declarar que la Tierra es redonda equivale a decir que uno es ateo. En 1993, la autoridad religiosa suprema de Arabia Saud, el jeque Abdel-Aziz Ibn Baaz, emiti un edicto, o fatwa, declarando que el mundo es plano. Todo el que crea que es redondo no cree en Dios y debe ser castigado. No deja de ser irnico que la lcida evidencia de que la Tierra es una esfera, reunida por el astrnomo greco-egipcio del siglo II Claudio Tolomeo, fuese transmitida a Occidente por astrnomos musulmanes y rabes. En el siglo IX bautizaron al libro de Tolomeo en el que se demuestra la esfericidad de la Tierra como el Almagesto, el ms grande. He conocido muchas personas que se sienten ofendidas por la evolucin, que preferiran apasionadamente ser la obra artstica personal de Dios que haber surgido del fango por fuerzas fsicas y qumicas ciegas desarrolladas durante eones. Tambin suelen ser reacios a exponerse asiduamente a las pruebas. La evidencia tiene muy poco que ver con ellos: creen lo que desean que sea verdad. Slo el nueve por ciento de los norteamericanos acepta el descubrimiento central de la biologa moderna de que los seres humanos (y todas las dems especies) han evolucionado lentamente por procesos naturales de una serie de seres ms antiguos sin que fuera necesaria la intervencin divina en el camino. (Cuando se les pregunta simplemente si aceptan la evolucin, el cuarenta y cinco por ciento de los norteamericanos dice que s. La cantidad asciende al setenta por ciento en China.) Cuando se exhibi en Israel la pelcula Parque Jursico, algunos rabinos ortodoxos la condenaron porque aceptaba la evolucin y enseaba que los dinosaurios vivieron hace cien millones de aos... cuando, como se establece claramente en el Rosh Hashonah y en toda ceremonia de boda juda, el universo tiene menos de seis mil aos de antigedad. La prueba ms clara de nuestra evolucin puede encontrarse en nuestros genes. Pero la evolucin sigue teniendo detractores, irnicamente entre aquellos cuyo propio ADN la proclama... en las escuelas, en los tribunales, en las editoriales de libros de texto, y en la cuestin de cunto dolor podemos infligir a otros animales sin cruzar algn umbral tico. Durante la Gran Depresin, los maestros disfrutaban de seguridad de trabajo, buenos sueldos y respetabilidad. Ensear era una profesin admirada, en parte porque se reconoca que aprender era una manera de salir de la pobreza. Poco de ello es cierto hoy. Y as, la enseanza de la ciencia (y otras) se hace demasiado a menudo de manera incompetente o poco inspiradora y sus practicantes, por asombroso que sea, tienen poca preparacin o ninguna

en los temas que presentan, se impacientan con el mtodo y muestran ansias por llegar a los descubrimientos de la ciencia... y a veces son incapaces ellos mismos de distinguir la ciencia de la pseudociencia. Los que tienen preparacin a menudo consiguen trabajos mejor pagados en otra parte. Los nios necesitan experimentar con sus propias manos el mtodo experimental en lugar de leer en un libro cosas sobre la ciencia. Se nos puede hablar de la oxidacin de la cera como explicacin de la llama de la vela. Pero tenemos una sensacin mucho ms vivida de lo que pasa si vemos arder la vela brevemente en una campana de cristal hasta que el dixido de carbono producido por la duerna rodea la mecha, bloquea el acceso al oxgeno y la llama parpadea y se apaga. Se nos pueden explicar las mitocondrias de las clulas y cmo transmiten la oxidacin a la comida al igual que la llama quemando la vela, pero es totalmente distinto verlas en el microscopio. Se nos puede decir que el oxgeno es necesario para la vida de algunos organismos y no para otros. Pero empezamos a entenderlo realmente cuando comprobamos la proposicin en una campana de cristal totalmente desprovista de oxgeno. Qu hace el oxgeno por nosotros? Por qu sin l moriramos? De dnde viene el oxgeno del aire? Est asegurado el suministro? La experimentacin y el mtodo cientfico se pueden ensear en muchas materias distintas de la ciencia. Daniel Kunitz es un amigo mo de la universidad. Ha sido toda la vida un profesor de ciencias sociales innovador en institutos de enseanza media. Los alumnos quieren entender la Constitucin de Estados Unidos? Se les puede decir que la lean, artculo tras artculo, y luego la comenten en clase... pero, lamentablemente, acabarn todos dormidos. O se puede intentar el mtodo de Kunitz: prohibir a los estudiantes leer la Constitucin. A cambio, los invita a celebrar una Convencin Constitucional, dos por cada estado. Primero plantea en detalle a cada uno de los trece equipos los intereses particulares de su estado y regin. A la delegacin de Carolina del Sur, por ejemplo, le hablar de la primaca del algodn, la necesidad y moralidad del trfico de esclavos, el peligro planteado por el norte industrial, etc. Las trece delegaciones se renen y, con un poco de gua facultativa, pero principalmente solos, escriben una constitucin durante unas semanas. Luego leen la Constitucin de verdad. Los estudiantes han reservado el poder de declarar la guerra al presidente. Los delegados de 1787 lo asignaron al Congreso. Por qu? Los estudiantes han liberado a los esclavos. La Convencin Constitucional original no lo hizo. Por qu? Eso exige una mayor preparacin de los profesores y ms trabajo para los estudiantes, pero la experiencia es inolvidable. Es difcil no pensar que las naciones de la Tierra estaran mejor si todos los ciudadanos se sometieran a una experiencia comparable.

Necesitamos ms dinero para preparar y pagar a los profesores, y para laboratorios. Pero en Estados Unidos los aspectos vinculados a la escuela suelen perder la votacin. Nadie sugiere que se usen los impuestos de propiedades para engrosar el presupuesto militar, o los subsidios de agricultura, o para limpiar residuos txicos. Por qu slo la educacin? Por qu no financiarla con tasas generales a nivel local y estatal? Qu tal una tasa especial de educacin para las industrias que tienen una necesidad especial de trabajadores con preparacin tcnica? Los nios estadounidenses no trabajan bastante en la escuela. El ao escolar es de ciento ochenta das, comparado con doscientos veinte en Corea del Sur, unos doscientos treinta en Alemania y doscientos cuarenta y tres en Japn. Los nios de algunos de estos pases van a la escuela el sbado. El estudiante medio de instituto en Estados Unidos dedica tres horas y media a la semana a hacer deberes. El tiempo total que dedica a los estudios, en el aula y fuera de ella, es de unas veinte horas por semana. Los japoneses de quinto curso dedican una media de treinta y tres horas a la semana. Japn, con la mitad de poblacin que Estados Unidos, produce el doble de cientficos e ingenieros con ttulos avanzados al ao. Durante cuatro aos de instituto, los estudiantes americanos dedicaron menos de mil quinientas horas a temas como matemticas, ciencia e historia. Los japoneses, franceses y alemanes dedicaron ms del doble de tiempo. Un informe de 1994 encargado por el Departamento de Educacin de Estados Unidos apunta:
El da escolar tradicional tiene que contener ahora toda una serie de requisitos para lo que se ha llamado nuevo trabajo de las escuelas: educacin sobre seguridad personal, sobre consumo, sida, conservacin y energa, vida familiar y preparacin para conducir.

As pues, debido a las deficiencias de la sociedad y a la inadecuacin de la educacin en el hogar, slo se dedican unas tres horas al da a los temas acadmicos centrales en el instituto. Est demasiado extendida la idea de que la ciencia es excesivamente difcil para la gente normal. Lo podemos ver reflejado en la estadstica de que slo alrededor del diez por ciento de los estudiantes de instituto estadounidenses optan por un curso de fsica. Qu es lo que hace de pronto a la ciencia excesivamente difcil? Por qu no es demasiado difcil para todos esos pases que superan a Estados Unidos? Qu ha ocurrido con el talento americano para la ciencia, la innovacin tcnica y el trabajo duro? En otros tiempos, los norteamericanos se enorgullecan de contar con inventores que abrieron el camino del telgrafo, el telfono, la luz elctrica, el fongrafo, el automvil y el aeroplano. Excepto en lo relativo a la

informtica, todo eso parece algo del pasado. Dnde ha ido a parar todo aquel ingenio yanqui? La mayora de los nios americanos no son estpidos. Parte de la razn por la que no se aplican al estudio es que reciben pocos beneficios tangibles cuando lo hacen. Ser competente (es decir, conocer realmente la materia) en expresin verbal, matemticas, ciencia e historia hoy en da no aumenta los ingresos de los jvenes medios en los ocho aos siguientes a su salida de la escuela, y la mayora se emplean en empresas de servicios y no industriales. Sin embargo, en los sectores productivos de la economa suele ser diferente. Hay fbricas de muebles, por ejemplo, que corren el riesgo de perder el negocio... no porque no haya clientes, sino porque muy pocos trabajadores al entrar son capaces de hacer operaciones aritmticas sencillas. Una importante compaa electrnica declara que el ochenta por ciento de los que aspiran a trabajar en ella no son capaces de superar una prueba matemtica de quinto curso. Estados Unidos est perdiendo ya unos cuarenta mil millones de dlares al ao (principalmente en descenso de productividad y el coste de educacin para remediarlo) porque los trabajadores, en un grado excesivo, no saben leer, escribir, contar o pensar. Segn un informe del Comit Nacional de Ciencia de Estados Unidos de ciento treinta y nueve compaas de alta tecnologa, las causas principales del declive de la investigacin y el desarrollo que se atribuan a la poltica nacional eran: 1) carencia de una estrategia a largo plazo para afrontar el problema; 2) falta de atencin a la preparacin de futuros cientficos e ingenieros; 3) demasiada inversin en defensa e insuficiente en investigacin y desarrollo civil, y 4) poca atencin a la educacin preuniversitaria. La ignorancia se alimenta de ignorancia. La fobia a la ciencia es contagiosa. Los que tienen la visin ms favorable de la ciencia en Estados Unidos tienden a ser jvenes varones blancos con educacin universitaria y buen nivel de vida. Pero tres cuartas partes de los nuevos trabajadores norteamericanos de la prxima dcada sern mujeres no blancas e inmigrantes. No lograr despertar su entusiasmo por no hablar de la discriminacin no slo es injusto sino que es estpido y contraproducente. Priva a la economa de los trabajadores preparados que necesita desesperadamente. Los estudiantes afroamericanos e hispanos han mejorado sus resultados en las pruebas estndar de ciencia con relacin a finales de la dcada de los sesenta, pero son los nicos. La diferencia media en matemticas entre blancos y negros graduados sigue siendo grande en los cursos de enseanza superior: de dos a tres niveles; pero la distancia entre los

blancos de cursos de enseanza superior de Estados Unidos y, por ejemplo, los de Japn, Canad, Gran Bretaa o Finlandia es dos veces mayor (con los estadounidenses a la zaga). Si uno recibe poca motivacin y poca educacin, no sabr mucho... no es ningn misterio. Los afroamericanos de las ciudades con padres educados en la universidad tienen el mismo nivel universitario que los blancos de las ciudades con padres de educacin universitaria. Segn algunas estadsticas, incluir a un nio pobre en un programa Head Start duplica sus posibilidades de conseguir un empleo ms tarde en la vida; el que completa un programa Upward Bond tiene cuatro veces ms posibilidades de conseguir una educacin universitaria. Para ser sinceros, sabemos lo que hay que hacer. Y en cuanto a la universidad? Hay una serie de pasos obvios: mejora de la condicin basada en el xito de la enseanza y promocin de los profesores en base a la actuacin de sus estudiantes en pruebas estandarizadas de doble ciego; sueldos para los profesores que se acerquen a lo que podran cobrar en la industria; ms becas, ayudas y equipo de laboratorio; programas imaginativos e inspiradores y libros de texto en que los principales miembros de la facultad tengan un papel principal; cursos de laboratorio como requisito para graduarse; y prestar atencin especial a los que tradicionalmente se han apartado de la ciencia. Tambin deberamos animar a los mejores acadmicos de la ciencia a dedicar ms tiempo a la educacin pblica: libros de texto, conferencias, artculos en peridicos y revistas, apariciones en televisin. Y podra valer la pena intentar un primer curso obligatorio sobre pensamiento escptico y mtodos cientficos. ----ooo---

El mstico William Blake mir fijamente al sol y vio ngeles, mientras otros, ms mundanos, slo perciban un objeto de las medidas y el color de una guinea dorada. Vio Blake realmente ngeles en el sol, o era un error perceptual o cognitivo? No conozco ninguna fotografa del Sol que muestre nada de este tipo. Vio Blake lo que la cmara y el telescopio no pueden ver? O la explicacin se encuentra dentro de la cabeza de Blake mucho ms que fuera? Y no es la verdadera naturaleza del Sol, tal como la revela la ciencia moderna, mucho ms maravillosa: no meros ngeles o monedas de oro, sino una enorme esfera en la que pueden caber un milln de Tierras, en el centro de la cual se fusionan ncleos de tomos, el hidrgeno transformado en helio, la energa latente en el hidrgeno durante miles de millones de aos liberada, la Tierra y otros planetas calentados e iluminados,

y el mismo proceso repetido cuatrocientos mil millones de veces en alguna otra parte de la galaxia de la Va Lctea? Los proyectos, instrucciones detalladas y rdenes de trabajo para construir una persona desde la nada ocuparan unos mil volmenes de enciclopedia si se escribieran en ingls. Sin embargo, cada clula de nuestro cuerpo contiene una serie de esas enciclopedias. Un quasar est tan lejos que la luz que vemos empez su viaje intergalctico antes de que se formara la Tierra. Toda persona de la Tierra desciende de los mismos antepasados no del todo humanos del este de frica hace algunos millones de aos, lo que nos hace a todos primos. Siempre que pienso en alguno de estos descubrimientos siento un escalofro de entusiasmo. Se me acelera el corazn. No puedo evitarlo. La ciencia es una sorpresa y una delicia. Reconozco mi sorpresa cada vez que una nave espacial sobrevuela un nuevo mundo. Los cientficos planetarios se preguntan a s mismos: Oh, es as? Cmo no se nos ocurri? Pero la naturaleza siempre es ms sutil, ms compleja, ms elegante de lo que somos capaces de imaginar. Lo que es sorprendente, dadas nuestras limitaciones manifiestas, es que hayamos sido capaces de penetrar tanto en los secretos de la naturaleza. Casi todos los cientficos, en un momento de descubrimiento o comprensin sbita, han experimentado un asombro reverencial. La ciencia la ciencia pura, no con alguna aplicacin prctica sino por ella misma es un asunto profundamente emocional para los que la practican, como lo es tambin para los no cientficos que de vez en cuando se zambullen en ella con el fin de saber qu se ha descubierto recientemente. Y, como en una historia de detectives, es una gozada formular las preguntas clave, trabajar con explicaciones alternativas y quiz incluso avanzar en el proceso de descubrimiento cientfico. Consideremos estos ejemplos, algunos muy sencillos, otros no, elegidos ms o menos aleatoriamente: Podra haber un nmero entero no descubierto entre el 6 y el 7? Podra haber un elemento qumico no descubierto entre el nmero atmico 6 (que es carbono) y el nmero atmico 7 (que es nitrgeno)? S, ese nuevo conservante causa cncer en las ratas. Pero y si para inducir el cncer en una persona, que pesa mucho ms que una rata, se debiera tomar una libra de sustancia al da? En este caso, quiz el conservante no sea tan peligroso. El beneficio de tener la comida conservada durante largos perodos superara el pequeo riesgo adicional del cncer? Quin decide? Qu datos se necesitan para tomar una decisin prudente?

 En una roca de tres mil ochocientos millones de aos, uno encuentra una ratio de istopos de carbono tpicos de los seres vivos de hoy y diferente de los sedimentos orgnicos. Deduce de ello que hace tres mil ochocientos millones de aos haba vida abundante en la Tierra? O podran haberse infiltrado en la roca los restos qumicos de organismos ms modernos? O hay una manera de que los istopos se separen en la roca aparte de los procesos biolgicos? Las mediciones sensibles de corrientes elctricas en el cerebro humano muestran que cuando ocurren ciertos recuerdos o procesos mentales entran en accin regiones particulares del cerebro. Es posible que nuestros pensamientos, recuerdos y pasiones generen unos circuitos particulares de las neuronas del cerebro? Sera posible simular estos circuitos en un robot? Sera factible insertar nuevos circuitos o alterar los viejos en el cerebro de modo que cambien opiniones, recuerdos, emociones y deducciones lgicas? Es esta desnaturalizacin terriblemente peligrosa? Su teora del origen del sistema solar predice muchos discos planos de gas y polvo en toda la galaxia de la Va Lctea. Mira por el telescopio y encuentra discos planos en todas partes. Llega felizmente a la conclusin de que la teora ha quedado confirmada. Pero resulta que los discos que vio eran galaxias espirales muy alejadas de la Va Lctea, y demasiado grandes para ser sistemas solares nacientes. Debe abandonar su teora? O debe buscar un tipo de discos diferentes? O es esto slo una expresin de su poca disposicin a abandonar una hiptesis desacreditada? Un cncer creciente enva un boletn a las clulas que revisten los vasos sanguneos: Necesitamos sangre, dice el mensaje. Las clulas endoteliales, obedientes, forman puentes de vasos sanguneos para suministrar sangre a las clulas del cncer. Cmo ocurre eso? Se puede interceptar o cancelar el mensaje? Usted mezcla pintura violeta, azul, verde, amarilla, naranja y roja, y consigue un color marrn barro. Luego mezcla luz de los mismos colores y consigue blanco. Qu ocurre? En los genes de los humanos y de muchos otros animales hay largas secuencias repetitivas de informacin hereditaria (llamada sin sentido). Algunas de esas secuencias causan enfermedades genticas. Podra ser que determinados segmentos del ADN fueran cidos nucleicos revoltosos que se reproducen por su cuenta y desdean el bienestar del organismo que habitan? Muchos animales se comportan de una manera extraa justo antes de un terremoto. Qu saben ellos que no sepan los sismlogos? Las palabras para nombrar a Dios de los antiguos aztecas y los antiguos griegos son casi las mismas. Evidencia esto algn contacto o comunidad entre las dos civilizaciones, o se puede esperar que se dieran estas

coincidencias ocasionales entre dos lenguas por pura casualidad? O, como pensaba Platn en Cratylus, puede ser que al nacer tengamos algunas palabras dentro? La segunda ley de termodinmica afirma que en el universo, tomado como un todo, aumenta el desorden a medida que pasa el tiempo. (Desde luego, pueden emerger localmente mundos y vida e inteligencia, al coste de una reduccin en el orden en otra parte del universo.) Pero si vivimos en un universo en el que la presente expansin del big bang llegar a calmarse, detenerse y ser reemplazada por una contraccin, se podra revertir entonces la segunda ley? Pueden los efectos preceder a las causas? El cuerpo humano utiliza un cido clorhdrico concentrado en el estmago para disolver la comida y favorecer la digestin. Por qu el cido clorhdrico no disuelve el estmago? Las estrellas ms antiguas, en el momento de escribir estas lneas, parecen ser ms antiguas que el universo. Igual que al afirmar que una persona tiene hijos mayores que ella, no hace falta saber mucho para reconocer que alguien ha cometido un error. Quin? Existe ahora una tecnologa suficiente para mover tomos individuales de modo que se pueden escribir mensajes largos y complejos en una escala ultramicroscpica. Tambin es posible hacer mquinas de la medida de una molcula. Hay ejemplos rudimentarios de esas dos nanotecnologas bien demostrados. Dnde nos llevar eso en unas dcadas ms? En varios laboratorios diferentes se han encontrado molculas complejas que, en condiciones adecuadas, hacen copias de ellas mismas en el tubo de ensayo. Algunas de estas molculas, como el ADN y el ARN, estn hechas de nucletidos; otras no. Algunas usan enzimas para acelerar el ritmo de la qumica; otras no. A veces hay un error en la copia; a partir de este punto, el error se copia en sucesivas generaciones de molculas. As llegan a existir especies ligeramente diferentes de molculas autorreplicantes, algunas de las cuales se reproducen ms de prisa y con mayor eficiencia que otras. Son preferentemente las que prosperan. Con el tiempo, las molculas en el tubo de ensayo se hacen cada vez ms eficientes. Estamos empezando a atestiguar la evolucin de las molculas. Qu percepcin proporciona esto sobre el origen de la vida? Por qu el hielo ordinario es blanco pero el glaciar es azul? Se ha encontrado vida muchos kilmetros por debajo de la superficie de la Tierra. Hasta qu profundidad llega? Una leyenda del pueblo dogon de la repblica de Mal, segn un antroplogo francs, dice que la estrella Sirio tiene una estrella compaera extremadamente densa. Sirio, en realidad, tiene una compaera as, aunque se necesita una astronoma muy sofisticada para detectarla. Por tanto: 1)

descenda el pueblo dogon de una civilizacin olvidada poseedora de grandes telescopios pticos y astrofsica terica?, o 2) fueron instruidos por extraterrestres?, o 3) oyeron algo los dogon sobre la pequea compaera enana de Sirio de un visitante europeo?, o 4) se equivoca el antroplogo francs y en realidad los dogon nunca tuvieron esa leyenda? ----ooo----

Por qu tiene que ser tan difcil para los cientficos transmitir la ciencia? Algunos cientficos incluyendo algunos muy buenos me dicen que les encantara hacer divulgacin, pero carecen de talento para ello. Dicen que saber y explicar no es lo mismo. Cul es el secreto? Yo creo que slo hay uno: no hablar al pblico en general como uno lo hara con sus colegas cientficos. Hay trminos que transmiten su significado al instante y con precisin a compaeros expertos. Uno puede encontrarse esas frases todos los das en el trabajo profesional, pero slo sirven para confundir a una audiencia de no especialistas. Utilice el lenguaje ms sencillo posible. Por encima de todo, recuerde lo que pensaba antes de entender usted mismo lo que est explicando. Recuerde los malentendidos en los que estuvo a punto de caer y selelos explcitamente. Mantenga en mente con firmeza que hubo una poca en la que no entenda nada de todo esto. Recapitule los primeros pasos que le llevaron de la ignorancia al conocimiento. Nunca olvide que la inteligencia natural est muy ampliamente distribuida en nuestra especie. Ciertamente, es el secreto de nuestro xito. El esfuerzo necesario es poco, los beneficios muchos. Entre los escollos potenciales est el exceso de simplificacin, la necesidad de ahorrar calificaciones (y cuantificaciones), dar un mrito inadecuado a los muchos cientficos implicados y trazar distinciones insuficientes entre analoga til y realidad. Sin duda, deben buscarse soluciones de compromiso. Cuanto ms presentaciones de este tipo hace uno, ms claro ve cul de ellas funciona y cul no. Hay una seleccin natural de metforas, imgenes, analogas y ancdotas. Con el tiempo, uno encuentra que puede llegar casi a cualquier parte si camina por un sendero bien pavimentado que el pblico pueda recorrer. Luego puede adaptar las presentaciones a las necesidades de cada pblico determinado. Como algunos editores y productores de televisin, hay cientficos que creen que el pblico es demasiado ignorante o estpido para entender la ciencia, que la empresa de la divulgacin es fundamentalmente una causa perdida, o incluso que equivale a la confraternizacin, si no a la contribucin directa, con el enemigo. Entre las muchas crticas que podran hacerse de esta

opinin junto con su arrogancia insufrible y su ignorancia de toda una serie de ejemplos logrados de popularizacin de la ciencia es que slo sirve de confirmacin personal. Y, para los cientficos implicados, es contraproducente. El apoyo a gran escala del gobierno a la ciencia es relativamente reciente, a partir de la segunda guerra mundial, aunque el mecenazgo de algunos cientficos por parte de ricos y poderosos es mucho ms antiguo. Con el final de la guerra fra se hizo prcticamente imposible seguir jugando la carta de la defensa nacional, que proporcion apoyo a todo tipo de investigaciones cientficas. Creo que, en parte slo por esta razn, la mayora de los cientficos se sienten ahora cmodos con la idea de popularizar la ciencia. (Como casi todo el apoyo a la ciencia procede de los fondos pblicos, la oposicin de los cientficos a una divulgacin eficiente sera un extrao flirteo con el suicidio.) Es ms probable que el pblico apoye lo que entiende y aprecia. No me refiero a escribir artculos para el Scientific American, por ejemplo, revista que leen los entusiastas de la ciencia y cientficos de otros campos. Tampoco hablo slo de dar cursos de introduccin a no licenciados. Hablo de los esfuerzos por comunicar la sustancia y enfoque de la ciencia en los peridicos, revistas, radio y televisin, en conferencias para el pblico en general y en libros de texto de la escuela elemental, media y superior. Desde luego, la divulgacin debe seguir unas pautas de valoracin determinadas. Es importante no crear confusin ni mostrarse paternalista. En ocasiones, al intentar estimular el inters pblico, los cientficos han ido demasiado lejos... derivando por ejemplo conclusiones religiosas injustificadas. El astrnomo George Smoot coment que descubrir pequeas irregularidades en la radiacin que dej el big bang fue como ver a Dios cara a cara. Len Lederman, el fsico laureado con el Premio Nobel, describi el bosn de Higgs, un bloque hipottico de creacin de materia, como la partcula de Dios, y as titul un libro. (En mi opinin, todas son partculas de Dios.) Si el bosn de Higgs no existe, queda desaprobada la hiptesis de Dios? El fsico Frank Tipler propone que la informtica en un futuro remoto demostrar la existencia de Dios y propiciar la resurreccin de la carne. Los peridicos y la televisin pueden producir chispas cuando nos dan una visin de la ciencia, y esto es muy importante. Pero aparte del aprendizaje o las clases y seminarios bien estructurados la mejor manera de popularizar la ciencia es a travs de libros de texto, libros populares, CDROM y discos lser. As uno puede reflexionar sobre ello, ir a su propio ritmo, repasar las partes difciles, comparar textos, analizar en profundidad. Sin embargo, es importante hacerlo correctamente, y especialmente en las

escuelas no suele ser as. All, como comenta el filsofo John Passmore, la ciencia se presenta a menudo
como una cuestin de aprender principios y aplicarlos con procedimientos de rutina. Se aprende de libros de texto, no leyendo las obras de grandes cientficos, ni siquiera las contribuciones diarias a la literatura cientfica... El cientfico que empieza, a diferencia del humanista que empieza, no tiene contacto directo con el genio. Ciertamente... los cursos escolares pueden atraer a la ciencia al tipo errneo de persona: chicos y chicas poco imaginativos a quienes les gusta la rutina.

Yo sostengo que la divulgacin de la ciencia tiene xito si, de entrada, no hace ms que encender la chispa del asombro. Para ello basta con ofrecer una mirada a los descubrimientos de la ciencia sin explicar del todo cmo se lograron. Es ms fcil reflejar el destino que el viaje. Pero, si es posible, los divulgadores deberan intentar hacer una crnica de los errores, falsos principios, puntos muertos y confusiones aparentemente sin remedio que aparecieron en el camino. Al menos de vez en cuando, deberamos proporcionar la prueba y dejar que el lector extraiga su propia conclusin. Eso convierte la asimilacin obediente de nuevo conocimiento en un descubrimiento personal. Cuando uno mismo hace el descubrimiento aunque sea la ltima persona de la Tierra en ver la luz no lo olvida nunca. Cuando era joven me inspiraron los libros y artculos sobre ciencia popular de George Gamow, James Jeans, Arthur Eddington, J. B. S. Haldane, Julin Huxley, Rachel Carson y Arthur C. Clarke, todos ellos con una buena preparacin y la mayora importantes practicantes de la ciencia. La popularidad de los libros bien escritos, con una explicacin buena y profundamente imaginativa de la ciencia que llegan al corazn adems de la mente parece ser mayor que nunca en los ltimos veinte aos, y tampoco tiene precedentes el nmero y diversidad disciplinar de los cientficos que escriben estos libros. Entre los mejores divulgadores cientficos contemporneos se me ocurren Stephen Jay Gouid, E. O. Wilson, Lewis Thomas y Richard Dawkins en biologa; Steven Weinberg, Alan Lightmann y Kip Thorne en fsica; Roaid Hoffmann en qumica; y las primeras obras de Fred Hoyle en astronoma. Isaac Asimov escribi con capacidad acerca de todo. (Y aunque exige saber clculo, la popularizacin de la ciencia ms provocadora, excitante e inspiradora de las ltimas dcadas me parece el primer volumen de las Conferencias de introduccin a la fsica de Richard Feynman.) A pesar de todo, est claro que los esfuerzos actuales no son proporcionales en absoluto con el bien pblico. Y, desde luego, si no sabemos leer, no podemos beneficiarnos de estas obras, por muy inspiradoras que sean.

Me gustara que rescatsemos al seor Buckley y a millones como l. Tambin me gustara que dejsemos de producir estudiantes de instituto poco curiosos, carentes de espritu crtico y de imaginacin. Nuestra especie necesita, y merece, una ciudadana con la mente despierta y abierta y una comprensin bsica de cmo funciona el mundo. Sostengo que la ciencia es una herramienta absolutamente esencial para toda sociedad que tenga la esperanza de sobrevivir hasta el prximo siglo con sus valores fundamentales intactos... no slo la ciencia abordada por sus practicantes, sino la ciencia entendida y abrazada por toda la comunidad humana. Y, si eso no lo consiguen los cientficos, quin lo har?

CAPTULO 20

LA CASA EN LLAMAS
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Escrito con Ann Druyan

El Seor [Buda] replic al Venerable Sariputra: En un pueblo, ciudad, villa de mercado, distrito de condado, provincia, reino o capital viva un cabeza de familia, viejo, de edad avanzada, decrpito, dbil de salud y fuerza, pero rico, prspero y acaudalado. Su casa era grande, en extensin y en altura, y era vieja, construida haca mucho tiempo. La habitaban muchos seres vivos, unos dos, tres, cuatro o cinco centenares. Tena una nica puerta. El tejado era de paja, las terrazas se haban hundido, los cimientos estaban podridos, las paredes, esteras y cemento se encontraban en avanzado estado de descomposicin. De pronto apareci una gran llamarada de fuego y la casa empez a arder por todos lados. Y este hombre tena muchos hijos jvenes, cinco, diez, o veinte, y sali l solo de la casa. Cuando aquel hombre vio su casa ardiendo por todas partes con una gran masa de fuego, le entr miedo y se puso a temblar, se le agit la mente y pens para s: "He sido bastante competente, en verdad, para atravesar la puerta y escapar de la casa en llamas, rpido y seguro, sin que me tocara ni me chamuscara esa gran masa de fuego. Pero y mis hijos, mis hijos jvenes, mis hijos pequeos? Aqu, en esta casa en llamas, juegan, corretean y se divierten con todo tipo de juegos. No saben que su residencia est en llamas, no lo entienden, no lo perciben, no le prestan atencin, y por eso no sienten ninguna agitacin. Aunque amenazados por este gran [fuego], aunque en estrecho contacto con tanto mal, no prestan atencin al peligro que entraa y no hacen ningn esfuerzo por salir." De The Saddharmapundarika, en Buddhist Scrptures, EDWARD CONZE, ed. (Harmondswort, Middlesex, Inglaterra, Penguin Books, 1959)

Una de las razones que hace tan interesante escribir para la revista Parade es lo que recibo a cambio. Con ochenta millones de lectores se puede hacer un muestreo de la opinin de los ciudadanos de los Estados Unidos. Se puede entender qu piensa la gente, cules son sus ansiedades y esperanzas, y quiz incluso dnde nos hemos perdido. En Parade sali publicada una versin abreviada del captulo anterior en el que se reflejaba la actuacin de estudiantes y profesores. Recib una montaa de correo. Algunos negaban que existiera un problema; otros decan que los americanos estaban perdiendo su aguda inteligencia y saber hacer. Unos pensaban que haba soluciones fciles; otros que la raz de los problemas era demasiado profunda para resolverlos. Muchas opiniones me sorprendieron. Un profesor de dcimo curso de Minnesota hizo copias del artculo y anim a los alumnos a decirme lo que pensaban. Transcribo a continuacin lo que escribieron algunos estudiantes de enseanza secundaria norteamericanos (respetando la gramtica y puntuacin de las cartas originales): No hay americanos estpidos. Slo sacamos peores notas en la escuela, y qu. A lo mejor es bueno que no seamos tan listos como los otros pases. As podemos importar todos nuestros productos y no tenemos que gastar todo el dinero en las piezas de las mercancas. Y si otros pases lo hacen mejor, qu importa? Lo ms probable es que acaben viniendo a Estados Unidos. Nuestra sociedad va tirando con los descubrimientos que hacemos. Avanza despacio, pero la curacin del cncer est en camino. Estados Unidos tiene su propio sistema de aprendizaje y a lo mejor no es tan avanzado como el de ellos, pero es igual de bueno. Por otra parte, creo que su artculo es muy educativo.

 A ningn nio de esta escuela le gusta la ciencia. Realmente no entiendo de qu va el artculo. Me pareci muy aburrido. Simplemente, no me interesa. Yo estudio para ser abogado y, francamente, estoy de acuerdo con mis padres cuando dicen que tengo un problema de actitud con la ciencia. Es verdad que algunos nios americanos no lo intentan pero, si quisisemos, podramos ser ms listos que cualquier otro pas. En lugar de hacer deberes, los nios miran la televisin. Tengo que reconocer que yo lo hago. Me he puesto el lmite de unas cuatro horas al da. No creo que sea culpa del sistema de la escuela, me parece que todo el pas pone un nfasis insuficiente en la escuela. Mi mam prefiere verme jugar al baloncesto o al ftbol que ayudarme a hacer un trabajo. Conozco muchos chicos a los que les da totalmente igual no hacer bien su trabajo. No creo que los chicos americanos sean estpidos. Slo ocurre que no estudian bastante porque la mayora trabajan... Mucha gente dice que los asiticos son ms listos que los americanos y que lo hacen todo bien, pero no es verdad. No son buenos en deportes. No tienen tiempo de hacer deporte. Yo me dedico a hacer deporte, y tengo la impresin que los otros chicos de mi equipo te empujan a sobresalir ms en el deporte que en los estudios. Para ser los primeros tendramos que ir todo el da a la escuela y no hacer vida social. Ahora entiendo por qu muchos profesores de ciencias se enfadan con usted por menospreciar su trabajo. A lo mejor, si los profesores fueran ms interesantes, los chicos querran aprender... Si la ciencia se presentara de manera divertida, los chicos querran aprender. Para ello, ya sera hora de empezar a dejar de ensearla como meros hechos y nmeros. Francamente, me cuesta creer los datos sobre la ciencia en Estados Unidos. Si estamos tan atrasados, cmo es que Mijal Gorbachov vino a Minnesota y a Datos de Control de Montana para ver cmo funcionan nuestras computadoras y eso? Unas 33 horas para los de quinto curso! En mi opinin es tanto que casi son las mismas horas que un trabajo de jornada completa. As, en lugar de hacer deberes, podramos ganar dinero. Cuando comenta lo atrasados que estamos en ciencia y matemticas, por qu no intenta decirlo de una manera ms amable?... Debera sentir un poco ms de orgullo de su pas y sus capacidades. Creo que sus hechos son poco concluyentes y las pruebas muy flojas. En general, ha planteado un buen tema. ----ooo----

En general, estos estudiantes no creen que exista un problema serio; y, si existe, no puede hacerse gran cosa al respecto. Haba muchos que tambin se quejaban de que las conferencias, las discusiones en clase y los deberes eran aburridos. Para una generacin televisiva que sufre trastornos de dficit en diferentes grados, desde luego son aburridos. Pero pasar tres o cuatro cursos practicando una y otra vez la suma, resta, multiplicacin y divisin de fracciones puede aburrir a cualquiera... y la tragedia es que, por ejemplo, la teora de la probabilidad elemental est al alcance de esos estudiantes. Igual ocurre con la presentacin de las formas de plantas y animales sin evolucin; la historia como guerras, fechas y reyes sin el papel de la obediencia a la autoridad, la avaricia, la incompetencia y la ignorancia; el ingls sin la introduccin de nuevas palabras en el lenguaje y la desaparicin de las viejas; y la qumica sin el origen de los elementos. Se ignoran los medios para despertar el inters de estos estudiantes a pesar de tenerlos a mano. Dado que lo que queda grabado en la memoria de los alumnos a largo plazo, de todo lo aprendido en la escuela, es slo una pequea fraccin, no parece esencial plantearles temas que no sean aburridos... e inculcarles el deseo de aprender? La mayora de los adultos que me escribieron consideraban que era un problema importante. Recib cartas de padres que me hablaban de chicos con curiosidad dispuestos a trabajar duro, con pasin por la ciencia pero carentes de un entorno adecuado o de recursos para satisfacer sus intereses. Otras cartas eran de padres que no saban nada de ciencia y sacrificaban su propia comodidad para que sus hijos pudieran tener libros de ciencia, microscopios, telescopios, ordenadores y equipos de qumica; de padres que decan a sus hijos que el estudio disciplinado los sacara de la pobreza; de una abuela que llevaba el t a un estudiante que segua haciendo los deberes a altas horas de la noche; de la presin de los compaeros para no destacar en la escuela porque hace que los dems parezcan malos, Aqu hay una muestra no una encuesta de opinin, pero s comentarios representativos de otras respuestas de padres: Entienden los padres que no se puede ser un ser humano completo si se es un ignorante? Tienen libros en casa? Y una lupa? Enciclopedia? Animan a sus hijos a estudiar? Los padres ensean a ser paciente y perseverante. El don ms importante que pueden ofrecer a sus hijos es la tica del trabajo duro, pero no se pueden limitar a hablar de ello. Los que aprenden a trabajar duro son los que lo ven hacer a sus padres. A mi hija le fascina la ciencia, pero no le ensean nada en la escuela ni en la televisin.

 Mi hija ha sido calificada de superdotada, pero la escuela no tiene ningn programa de enriquecimiento en ciencias. El tutor me dijo que la enviara a una escuela privada, pero no nos lo podemos permitir. La presin de los compaeros es enorme; los tmidos no quieren destacar sacando buenas notas en ciencias. Desde que lleg a los trece o catorce aos, el inters que siempre haba tenido mi hija por la ciencia empez a desaparecer. ---ooo--Los padres tambin tenan mucho que decir sobre los profesores, y algunos comentarios de stos eran un eco de los suyos. Por ejemplo, se quejaban de que los profesores estn preparados para la manera de ensear pero no para saber qu ensear; que gran nmero de profesores de fsica y qumica no son licenciados en fsica o qumica y ensean la ciencia con incomodidad e incompetencia; que los propios profesores muestran demasiada angustia ante la ciencia y las matemticas; que se resisten a que les hagan preguntas, o contestan: Est en el libro. Mralo. Algunos se quejaban de que el profesor de biologa era un creacionista; otros se quejaban de que no lo era. Entre otros comentarios de los profesores o acerca de ellos: Estamos criando una coleccin de imbciles. Es ms fcil memorizar que pensar. Se tiene que ensear a los nios a pensar. Los profesores y los programas estn cayendo al mnimo comn denominador. Por qu el entrenador de baloncesto ensea qumica? Se exige a los profesores que dediquen demasiado tiempo a la disciplina y al programa social. No tenemos ningn incentivo para ejercer nuestro propio juicio. Siempre tenemos a los altos mandos mirndonos por encima del hombro. Abandonar las plazas en propiedad en escuelas y universidades. Librarse de los intiles. Dejar la contratacin y el despido a los directores, decanos y superintendentes. Mi placer por la enseanza se vio repetidamente frustrado por los directores de tipo militarista. Se debera dar una recompensa a los profesores segn su rendimiento... especialmente segn el rendimiento de los estudiantes en pruebas nacionales estandarizadas y la mejora de rendimiento del estudiante en estas pruebas de un ao a otro.

 Los profesores estn ahogando las mentes de nuestros hijos cuando les dicen que no son lo bastante listos... por ejemplo, para estudiar fsica. Por qu no darles la posibilidad de empezar el curso? Mi hijo tuvo que pasar de curso aunque est dos niveles por debajo de los dems de la clase en lectura. La razn que me dieron era social, no educativa. Nunca alcanzar buen nivel si no lo cambian. En todas las escuelas se debera exigir que la ciencia (y especialmente en la escuela superior) est incluida en el programa. Debera estar coordinada con los cursos de matemticas que toman los estudiantes al mismo tiempo. La mayor parte de los deberes son una pura ocupacin en lugar de ser algo que haga pensar. Pienso que Diane Ravitch [New Republic, 6 de marzo de 1989] lo cuenta tal como es: Como cont hace poco una estudiante de la Hunter High School en la ciudad de Nueva York: "Saco muchos sobresalientes, pero nunca hablo de ello... Es ms enrollado sacar malas notas. Si te interesa la escuela y se nota, te tildan de 'bicho raro'..." La cultura popular a travs de la televisin, cine, revistas y vdeos transmite continuamente el mensaje a las mujeres jvenes de que es mejor ser popular, sexy y "enrollada" que inteligente, competente y honesta. En 1986, los investigadores encontraron una tica antiacadmica similar entre los estudiantes masculinos y femeninos de enseanza superior de Washington, D. C. Apuntaban que los estudiantes capaces tenan que soportar una fuerte presin de sus compaeros para no sacar buenas notas en la escuela. Si triunfaban en los estudios, podan ser acusados de "actuar como blancos". Sera fcil para las escuelas conceder mucho ms reconocimiento y recompensas a los chicos que destacan en ciencias y matemticas. Por qu no lo hacen? Por qu no regalarles chaquetas especiales con las letras de la escuela? Anunciarlo en asambleas, en la revista de la escuela y la prensa local? Recompensas especiales de la industria local y las organizaciones? Esto cuesta muy poco, y podra vencer la presin de los compaeros. El programa Headstart es el nico eficaz... para que mejore la comprensin de la ciencia por parte de los nios y todo lo dems. ---ooo--Tambin haba muchas opiniones apasionadas y muy controvertidas que, como mnimo, dan una idea de lo mucho que piensa la gente en este tema. Una muestra: Hoy en da todos los chicos listos buscan dinero rpido, por eso se hacen abogados y no cientficos. .

 Yo no quiero que mejore la educacin. En este caso nadie querra conducir un taxi. El problema de la educacin cientfica es que no se honra suficientemente a Dios. La enseanza fundamentalista de que la ciencia es humanismo y no es de fiar es la razn por la que nadie entiende la ciencia. Las religiones tienen miedo del pensamiento escptico que se halla en el corazn de la ciencia. Se sorbe el seso a los estudiantes para que no acepten el pensamiento cientfico mucho antes de llegar a la universidad. La ciencia se ha desacreditado a s misma. Trabaja para los polticos. Fabrica armas, miente sobre los riesgos de la marihuana, ignora los peligros del agente naranja, etctera. Las escuelas pblicas no funcionan. Abandonmoslas. Que haya slo escuelas privadas. Hemos dejado que los abogados de la permisividad, el pensamiento borroso y el socialismo rampante destruyeran lo que en otros tiempos fue un gran sistema educativo. El sistema escolar tiene suficiente dinero. El problema es que los blancos, normalmente entrenadores, que dirigen las escuelas no contratan nunca (y digo nunca) a un intelectual... Los preocupa ms el equipo de ftbol americano que el programa y slo contratan autmatas ms que mediocres, amantes de Dios que sacan la bandera para ensear. Qu tipo de estudiantes puede salir de escuelas que oprimen, castigan e ignoran el pensamiento lgico? Liberar a las escuelas de la mordaza del ACLU [Sindicato Americano de Libertades Civiles], la NEA [Asociacin Nacional de Educacin] y otros responsables de la falta de disciplina y competencia en las escuelas. Me temo que no comprende en absoluto el pas en el que vive. La gente es increblemente ignorante y temerosa. No toleran escuchar una [nueva] idea... No lo entiende? El sistema slo sobrevive porque tiene una poblacin ignorante que teme a Dios. sta es la razn por la que muchas [personas cultas] estn sin empleo. A veces me piden que explique aspectos tecnolgicos al personal del Congreso. Crame, en este pas tenemos un problema con la educacin cientfica. ---ooo---

No hay una nica solucin al problema del analfabetismo en ciencia, o en matemticas, historia, ingls, geografa y muchas de las otras

habilidades que nuestra sociedad necesita. La responsabilidad recae sobre muchos: padres, el pblico votante, los comits escolares locales, los medios de comunicacin, los profesores, los administradores, los gobiernos federal, estatal y local y, desde luego, los propios estudiantes. En todos los niveles, los profesores se quejan de que el problema es de los cursos anteriores. Y los profesores de primer grado pueden desesperarse con razn de ensear a chicos con dficit de aprendizaje por culpa de la desnutricin, la falta de libros en casa o una cultura de violencia en la que es imposible alcanzar la tranquilidad necesaria para pensar. S muy bien por propia experiencia el beneficio que puede reportar a un nio tener unos padres con un poco de cultura y capaces de transmitirla. Una serie de mejoras, aunque sean pequeas, en la educacin, la capacidad de comunicacin y la pasin por aprender en una generacin podra propiciar mejoras mucho mayores en la siguiente. Pienso en esto siempre que oigo el lamento de que los niveles escolares y universitarios bajan o que el ttulo de licenciado no significa lo mismo que antes. Dorothy Rich, una innovadora profesora de Yonkers, Nueva York, opina que, ms importante que los temas acadmicos especficos, es la formacin de capacidades clave, que segn ella se incluyen en la siguiente lista: confianza, perseverancia, atencin, trabajo en equipo, sentido comn y resolucin de problemas. A lo que yo aadira pensamiento escptico y capacidad de asombro. Al mismo tiempo se debe nutrir y animar a los nios con capacidades y habilidades especiales. Son un tesoro nacional. A veces se critican los programas para superdotados por ser elitistas. Por qu no se consideran elitistas las sesiones de prctica intensiva de ftbol, bisbol y baloncesto universitarios y la competicin entre escuelas? Al fin y al cabo, slo participan los atletas ms dotados. En este pas hay una doble actitud muy contraproducente. -----ooooo----El problema de la educacin pblica en ciencia y otras disciplinas es tan profundo que es fcil desesperarse y llegar a la conclusin de que no se resolver nunca. Y, sin embargo, hay instituciones en las grandes ciudades y pequeos pueblos que proporcionan una razn para la esperanza, lugares que encienden la chispa, que despiertan la curiosidad adormecida y avivan al cientfico que todos llevamos dentro: El enorme meteorito de hierro metlico que tiene usted delante est tan lleno de agujeros como un queso suizo. Cautelosamente estire el brazo para

tocarlo. Es suave y fro. Se le ocurre la idea de que procede de otro mundo. Cmo lleg a la Tierra? Qu ocurri en el espacio para que se machacara tanto?... La exposicin muestra mapas de Londres en el siglo XVIII la extensin de una horrible epidemia de clera. Los habitantes de una casa lo contagiaban a la casa vecina. Siguiendo el curso de la ola de infeccin, usted mismo puede ver dnde empez. Es como hacer de detective. Y cuando encuentra el origen, ve que es un lugar con alcantarillas abiertas. Se le ocurre que el hecho de que deba existir un sistema de saneamiento adecuado en las ciudades modernas es una cuestin de vida o muerte. Piensa en todas las ciudades y pueblos del mundo que no lo tienen. Empieza a pensar que a lo mejor hay una manera ms fcil, ms sencilla de hacerlo... Se arrastra por un tnel largo totalmente a oscuras. Hay sbitos recodos, subidas y bajadas. Atraviesa un bosque de cosas como plumas, abalorios, grandes bolas slidas. Se imagina lo que debe de ser la ceguera. Piensa en lo poco que confiamos en nuestro sentido del tacto. En la oscuridad y la calma, se encuentra solo con sus pensamientos. La experiencia es estimulante... Examina una reconstruccin detallada de una procesin de sacerdotes que suben a uno de los grandes zigurats de Sumeria, o a una tumba con pinturas fantsticas en el Valle de los Reyes en el antiguo Egipto, o una casa en la antigua Roma, o una calle de finales de siglo a escala real en una pequea ciudad de Estados Unidos. Piensa en todas esas civilizaciones, tan diferentes de la suya; si hubiera nacido en ellas, le pareceran completamente naturales y considerara extraa nuestra sociedad si de algn modo hubiera tenido noticias de ella... Aprieta el cuentagotas y cae una gota de agua sobre la platina del microscopio. Mira la imagen proyectada. La gota est llena de vida: seres extraos que nadan, se arrastran, tropiezan; un gran espectculo de persecucin y fuga, triunfo y tragedia. Este mundo est poblado por seres mucho ms exticos que cualquier pelcula de ciencia ficcin... Sentado en el teatro, se encuentra dentro de la cabeza de un nio de once aos. Mira a travs de sus ojos. Ve sus tpicas crisis diarias: peleones mayores que l, adultos autoritarios, chicas que le gustan. Oye la voz que hay dentro de su cabeza. Es testigo de sus respuestas neurolgicas y hormonales a su entorno social. Y se le ocurre preguntarse cmo funciona usted por dentro... Siguiendo las sencillas instrucciones, teclea las rdenes. Cmo acabar la Tierra si seguimos quemando carbn, petrleo y gas, y doblamos la cantidad de dixido de carbono en la atmsfera? Cunto aumentar la temperatura? Cunto hielo polar se fundir? Cunto subirn los ocanos? Por qu verter

tanto dixido de carbono en la atmsfera? Tambin cmo puede saber alguien qu clima habr en el futuro? Se pone a pensar... Cuando era pequeo me llevaron al Museo Americano de Historia Natural de Nueva York. Me fascinaron los dioramas: representaciones vividas de animales y sus hbitats en todo el mundo. Pinginos en el hielo poco iluminado de la Antrtida; okapis en la luminosa sabana africana; una familia de gorilas, con el macho golpendose el pecho, en un claro de bosque a la sombra; un oso pardo americano de tres metros de altura que me miraba fijamente erguido sobre sus patas traseras. Eran imgenes fijas de tres dimensiones captadas por el genio de la lmpara maravillosa. Se movi el oso justo en aquel momento? Pestae el gorila? Podra volver el genio, deshacer el hechizo y hacer que aquella serie maravillosa de criaturas volviera a la vida mientras yo miraba boquiabierto? Los chavales tienen un deseo irresistible de tocar. En aquellos tiempos, las dos palabras ms repetidas en un museo eran no tocar. Hace dcadas no haba casi nada tocable en los museos de ciencia o historia natural, ni siquiera un estanque simulado del que se pudiera coger un cangrejo e inspeccionarlo. Lo ms parecido a una exposicin interactiva que conoc de pequeo eran las balanzas del Hayden Planetarium, una para cada planeta. Con mis mnimos veinte kilos de peso en la Tierra, la idea de que, si viviera en Jpiter, pesara cuarenta y cinco, me produjo cierta satisfaccin. Por desgracia, en la Luna slo pesara tres kilos: sera casi como si no existiera. Hoy en da se alienta a los nios a tocar, mirar, recorrer las ramificaciones de un rbol de preguntas y respuestas en el ordenador, o emitir ruidos curiosos y ver qu aspecto tienen las ondas de sonido. Incluso los que no se fijan en todos los detalles de la exposicin, o ni siquiera le ven la gracia, suelen sacar algo valioso. Cuando uno va a estos museos se da cuenta de las miradas de sorpresa y asombro de los chavales que corren de sala en sala con la sonrisa triunfante del descubrimiento. Son realmente populares. El nmero de personas que vamos a exposiciones todos los aos es igual al de los que van a ver partidos de bisbol, baloncesto y ftbol profesionales juntos. Esas exposiciones no sustituyen a la educacin en la escuela o en casa, pero despiertan y producen entusiasmo. Un gran museo de ciencia inspira a un nio a leer un libro, a seguir un curso o a volver otra vez al museo para sumergirse en un proceso de descubrimiento... y, ms importante, aprender el mtodo de pensamiento cientfico. Otra caracterstica gloriosa de muchos museos de ciencia modernos es un teatro cinematogrfico con pelculas IMAX u OMNIMAX. En algunos

casos, la pantalla mide como diez pisos de altura y envuelve al espectador. El Museo Nacional Smithsoniano del Aire y el Espacio, el ms popular de la Tierra, ha estrenado en su teatro Langlet algunas de las mejores pelculas. Volar todava me provoca un nudo en la garganta, a pesar de haberla visto cinco o seis veces. He visto lderes religiosos de muchas confesiones que, despus de ver Planeta azul, se han convertido all mismo a la necesidad de proteger el medio ambiente de la Tierra. No todas las exposiciones y museos de ciencia son ejemplares. Algunos siguen siendo anuncios de las empresas que han contribuido con dinero para promocionar sus productos: cmo funciona un motor de automvil o la limpieza de un combustible fsil comparado con otro. Muchos museos que dicen ser de ciencia son en realidad de tecnologa y medicina. Muchas exposiciones de biologa todava tienen miedo de mencionar la idea clave de la biologa moderna: la evolucin. Los seres se desarrollan o surgen, pero nunca evolucionan. Se quita importancia a la ausencia de humanos en el registro fsil de estratos. No se nos ensea nada de la cercana identidad anatmica y de ADN entre los humanos y los chimpancs o gorilas. No se muestra nada sobre las molculas orgnicas complejas en el espacio o en otros mundos, ni sobre experimentos que enseen cmo se forma la materia viva en enormes cantidades en las atmsferas conocidas de otros mundos y la presunta atmsfera de la Tierra primitiva. Una excepcin notable: el Museo de Historia Natural del Instituto Smithsoniano present en una ocasin una exposicin memorable sobre la evolucin. Empezaba con dos cucarachas en una cocina moderna con botes de cereales abiertos y otros alimentos. Tras unas semanas, el lugar se haba llenado de cucarachas, montones por todas partes, que competan por la comida disponible, que ahora era poca. Quedaba claro el beneficio hereditario a largo plazo de una cucaracha un poco ms adaptada que sus competidoras. Muchos planetarios todava se dedican a sealar las constelaciones en lugar de viajar a otros mundos e ilustrar la evolucin de galaxias, estrellas y planetas; tambin tienen un proyector parecido a un insecto, siempre visible, que enturbia la realidad del cielo. La que quiz sea la exposicin musestica ms grande no se puede visitar. No tiene hogar: George Awad es uno de los principales creadores de modelos arquitectnicos de Estados Unidos, especialista en rascacielos. Tambin es un destacado estudioso de la astronoma que ha hecho un modelo espectacular del universo. Empezando con una escena prosaica sobre la Tierra, y siguiendo un esquema propuesto por los diseadores Charles y Ray Eames, avanza progresivamente por factores de diez para mostrarnos toda la Tierra, el sistema solar, la Va Lctea y el universo. Cada cuerpo astronmico est meticulosamente detallado. Uno puede perderse en ellos. Es una de las

mejores herramientas que conozco para explicar la escala y naturaleza del universo a los nios. Isaac Asimov lo describi como la representacin ms imaginativa del universo que he visto jams o que se poda concebir. He pasado horas recorrindolo y cada vez he visto algo nuevo que no haba visto antes. Deberamos tener versiones disponibles en todo el pas... para avivar la imaginacin, la inspiracin, la enseanza. En cambio, el seor Awad no puede ofrecer esta exposicin a ningn museo de la ciencia importante del pas. Nadie est dispuesto a concederle el espacio que necesita. En el momento de escribir estas lneas, se encuentra todava abandonada, embalada en un almacn. ---ooo---

La poblacin de mi ciudad, Ithaca, Nueva York, duplica su nmero hasta un total de cincuenta mil personas cuando la Universidad de Cornell y el Ithaca College estn en funcionamiento. tnicamente diversa, rodeada de tierra cultivada, ha sufrido, como gran parte del noreste de Estados Unidos, la decadencia de su base manufacturera del siglo XIX. La mitad de los nios de la escuela elemental Beverly J. Martn, donde iba nuestra hija, viven por debajo del nivel de pobreza. Estos nios eran una preocupacin constante para dos profesores de ciencias voluntarios, Debbie Levin e Lima Levine. No les pareca correcto que para algunos, es decir, para los hijos de los profesores de Cornell, por ejemplo, ni siquiera el cielo tuviera lmites. Otros no tenan acceso a los poderes liberadores de la educacin cientfica. En la dcada de los sesenta empezaron a hacer visitas regulares a la escuela arrastrando su carrito de biblioteca lleno de productos qumicos domsticos y otros artculos familiares para transmitir algo de la magia de la ciencia. Soaban con crear un espacio en el que los nios pudieran tener una sensacin personal, de primera mano, de la ciencia. En 1983, Levin y Levine pusieron un pequeo anuncio en nuestro peridico local invitando a la comunidad a comentar la idea. Se presentaron cincuenta personas. De este grupo sali el primer comit de directores del centro cientfico. En un ao consiguieron un espacio para exponer en la primera planta de un edificio de oficinas que estaba por alquilar. Cuando el dueo encontr a un inquilino que pagaba, empaquetaron los renacuajos y el papel tornasol y los llevaron a otro local vaco. Hicieron ms traslados a otros almacenes hasta que un hombre de Ithaca llamado Bob Leathers, un arquitecto conocido en todo el mundo por el innovador diseo de campos de juego comunitarios, traz y don los planos para un centro cientfico permanente. Las empresas locales ofrecieron el

dinero suficiente para adquirir un solar abandonado de la ciudad y contratar un director ejecutivo, Charles Trautmann, ingeniero civil de Cornell. Leathers y l fueron a la reunin anual de la Asociacin Nacional de Constructores en Atlanta. Trautmann explica que contaron la historia de una comunidad decidida a hacerse responsable de la educacin de sus jvenes y consiguieron donaciones de muchos artculos clave como ventanas, tragaluces y maderas. Antes de empezar a construir se tuvo que derribar parte de la vieja cabaa que haba en el solar. Los miembros de una fraternidad de Cornell se prepararon. Provistos de cascos y martillos demolieron la casa alegremente. Es el tipo de cosas que suelen traernos problemas cuando las hacemos, decan. En dos das sacaron doscientas toneladas de escombros. Lo que sigui fueron imgenes surgidas directamente de una Amrica que muchos de nosotros tememos que haya desaparecido. Siguiendo la tradicin de la construccin de establos de los pioneros, todos los miembros de la comunidad albailes, doctores, carpinteros, profesores universitarios, fontaneros, granjeros, los ms jvenes y los ms viejos, todos se arremangaron para empezar a construir el centro cientfico. Se mantuvo un horario continuo de siete das a la semana dice Trautmann para que todo el mundo pudiera colaborar en cualquier momento. Todos reciban una tarea. Los voluntarios con experiencia construyeron escaleras, pusieron suelos y azulejos y cortaron las ventanas. Otros pintaron, clavaron clavos y transportaron suministros. Unas dos mil doscientas personas de la ciudad dedicaron ms de cuarenta mil horas. Aproximadamente, el diez por ciento del trabajo de construccin fue realizado por personas condenadas por delitos menores; preferan hacer algo para la comunidad que quedarse en la crcel con los brazos cruzados. Diez meses despus, Ithaca tena el nico museo de ciencia del mundo construido por la comunidad. Entre las setenta y cinco exposiciones interactivas que destacan los procesos y principios de la ciencia se encuentran: el Magicam, un microscopio que los visitantes pueden usar para reflejarlo en un monitor de color y fotografiar cualquier objeto con un aumento de cuarenta veces; la nica conexin pblica del mundo con la Red Nacional de Deteccin de Rayos basada en un satlite; una cmara fotogrfica de 1,80 x 3 metros en la que se puede entrar; un hoyo fsil sembrado con esquisto local donde los visitantes buscan fsiles de trescientos ochenta millones de aos y se pueden quedar los que encuentran; una boa constrictor de dos metros y medio de largo llamada Spot y una serie asombrosa de otros experimentos ordenadores y actividades. Levin y Levine todava estn all, enseando como voluntarios a tiempo completo a los ciudadanos y cientficos del futuro. La Fundacin

DeWitt Wallace-Reader's Digest da apoyo y extensin a su sueo de llegar a chicos que de lo contrario tendran negado el acceso que les corresponde por derecho a la ciencia. A travs del programa nacional de la fundacin YouthALIVE, los adolescentes de Ithaca reciben una intensa tutora para desarrollar su capacidad cientfica, resolucin de conflictos y habilidades laborales. Levin y Levine creyeron que la ciencia deba llegar a todos. Su comunidad estuvo de acuerdo y se comprometi a realizar el sueo. En el primer ao visitaron el Centro de Ciencia cincuenta y cinco mil personas de los cincuenta estados y de sesenta pases. No est mal para una ciudad tan pequea. Hace que uno se pregunte lo que podramos llegar a conseguir si trabajsemos todos unidos en la creacin de un futuro mejor para nuestros hijos.

CAPTULO 21

EL CAMINO DE LA LIBERTAD
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Escrito con Ann Druyan.

No debemos creer a los muchos que dicen que slo se ha de educar al pueblo libre, sino ms bien a los filsofos que dicen que slo los cultos son libres.
EPICTETO, filsofo romano y antiguo esclavo, Discursos

Frederick Bailey era un esclavo. En Maryland, en la dcada de 1820, era un nio sin madre ni padre que le cuidasen. (Es costumbre comn escribi ms tarde separar a los nios de sus madres... antes de llegar al duodcimo mes. Era uno de los incontables millones de nios esclavos con nulas perspectivas realistas de una vida plena. Lo que Bailey vio y experiment de pequeo le marc para siempre: A menudo me han despertado al nacer el da los alaridos desgarradores de una ta ma a la que [el supervisor] sola atar a un poste para azotarle la espalda desnuda hasta dejarla literalmente cubierta de sangre... De la salida a la puesta del sol se dedicaba a maldecir, desvariar, herir y azotar a los esclavos del campo... Pareca disfrutar manifestando su diablica barbarie. A los esclavos les haban metido en la cabeza, tanto en la plantacin como desde el pulpito, el tribunal y la cmara legislativa, la idea de que eran inferiores hereditariamente, que Dios los destin a la miseria. La Santa Biblia, como se confirmaba en un nmero incontable de pasajes, consenta la esclavitud. De ese modo, la peculiar institucin se mantena a s misma a pesar de su naturaleza monstruosa... de la que hasta sus practicantes deban de ser conscientes. Haba una norma muy reveladora: los esclavos deban seguir siendo analfabetos. En el sur de antes de la guerra, los blancos que enseaban a leer a un esclavo reciban un castigo severo. [Para] tener contento a un esclavo escribi Bailey ms adelante es necesario que no piense. Es necesario oscurecer su visin moral y mental y, siempre que sea posible, aniquilar el poder de la razn. Esta es la razn por la que los negreros deben controlar lo que oyen, ven y piensan los esclavos. Esta es la razn por la que la lectura y el pensamiento crtico son peligrosos, ciertamente subversivos, en una sociedad injusta.

Imaginemos ahora a Frederick Bailey en 1829: un nio afroamericano de diez aos, esclavizado, sin derechos legales de ningn tipo, arrancado tiempo atrs de los brazos de su madre, vendido entre los restos diezmados de su amplia familia como si fuera un becerro o un poni, enviado a una casa desconocida en una extraa ciudad de Baltimore y condenado a una vida de trabajos forzados sin perspectiva de redencin. Bailey fue a trabajar para el capitn Hugh Auld y su esposa, Sophia, y pas de la plantacin al frenes urbano, del trabajo de campo al trabajo domstico. En este nuevo entorno, todos los das vea cartas, libros y gente que saba leer. Descubri lo que l llamaba el misterio de leer: haba una relacin entre las letras de la pgina y el movimiento de los labios del que lea, una correlacin casi de uno a uno entre los garabatos negros y los sonidos expresados. Subrepticiamente, estudiaba el Webster Spelling Book de Tommy Auld. Memoriz las letras del alfabeto. Intent entender qu significaban los sonidos. Finalmente, pidi a Sophia Auld que le ayudase a aprender. Impresionada por la inteligencia y dedicacin del chico, y quiz ignorante de las prohibiciones, accedi a ello. Cuando Frederick ya empezaba a deletrear palabras de tres o cuatro letras, el capitn Auld descubri lo que suceda. Furioso, orden a Sophia que dejara aquello inmediatamente. En presencia de Frederick, le explic:
Un negro no debe saber otra cosa que obedecer a su amo... hacer lo que se le dice. Aprender echara a perder al mejor negro del mundo. Si enseas a un negro a leer, ser imposible mantenerlo. Le incapacitar para ser esclavo a perpetuidad.

Auld reprendi a Sophia con estas palabras como si Frederick Bailey no estuviera en la habitacin con ellos, o como si fuera un bloque de piedra. Pero Auld haba revelado el gran secreto a Bailey: Ah entend... el poder del hombre blanco para esclavizar al negro. A partir de este momento entend el camino de la esclavitud a la libertad. Desprovisto de la ayuda de Sophia Auld, ahora reticente e intimidada, Frederick encontr la manera de seguir aprendiendo a leer, preguntando incluso por la calle a los nios blancos que iban a la escuela. Entonces empez a ensear a sus compaeros esclavos: Haban tenido siempre el pensamiento en ayunas. Los haban encerrado en la oscuridad mental. Yo les enseaba, porque era una delicia para mi alma. El hecho de saber leer jug un papel clave en su fuga. Bailey escap a Nueva Inglaterra, donde la esclavitud era ilegal y los negros eran libres. Cambi su nombre por el de Frederick Douglas (personaje de La dama del lago de Walter Scott), eludi a los cazadores de recompensas que perseguan a esclavos fugitivos y se convirti en uno de los mayores oradores, escritores

y lderes polticos de la historia americana. Toda su vida fue consciente de que la alfabetizacin le haba abierto el camino. ---ooo---

El noventa y nueve por ciento del tiempo de existencia de humanos en la Tierra, no haba nadie que supiera leer ni escribir. Todava no se haba hecho el gran invento. Aparte de la experiencia de primera mano, casi todo lo que sabamos se transmita de manera oral. Como en el juego infantil del telfono, durante decenas y centenares de generaciones la informacin se iba distorsionando lentamente y acababa perdida. Los libros lo cambiaron todo. Los libros, que se pueden comprar a bajo coste, nos permiten preguntarnos por el pasado con gran precisin, aprovechar la sabidura de nuestra especie, entender el punto de vista de otros, y no slo de los que estn en el poder; contemplar con los mejores maestros los conocimientos dolorosamente extrados de la naturaleza por las mentes ms grandes que jams existieron, en todo el planeta y a lo largo de toda nuestra historia. Permiten que gente que muri hace tiempo hable dentro de nuestras cabezas. Los libros nos pueden acompaar a todas partes. Los libros son pacientes cuando nos cuesta entenderlos, nos permiten repasar las partes difciles tantas veces como queramos y nunca critican nuestros errores. Los libros son la clave para entender el mundo y participar en una sociedad democrtica. Segn algunos estudios, la alfabetizacin de los afroamericanos ha progresado mucho desde la emancipacin. En 1860 se estima que slo cerca del cinco por ciento de afroamericanos saban leer y escribir. En 1890 se consider alfabetizado un treinta y nueve por ciento, segn el censo de Estados Unidos y, en 1969, el noventa y seis por ciento. Entre 1940 y 1992, la fraccin de afroamericanos que terminaban la enseanza superior subi del siete al ochenta y dos por ciento. Pero se pueden hacer preguntas razonables sobre la calidad de la educacin y los niveles de alfabetizacin demostrada. Estas cuestiones son aplicables a todos los grupos tnicos. Un estudio nacional realizado por el Departamento de Educacin de Estados Unidos traza un cuadro de un pas con ms de cuarenta millones de adultos apenas alfabetizados. Otras estimaciones son mucho peores. La alfabetizacin de adultos jvenes ha cado de manera espectacular en la ltima dcada. Slo del tres al cuatro por ciento de la poblacin punta en el nivel de lectura ms alto de cinco (esencialmente, todos los de este grupo han ido a la universidad). La inmensa mayora no tienen ni idea de lo mal que leen. Slo el cuatro por ciento de los que tienen el nivel de lectura ms alto

son pobres, pero el cuarenta y tres por ciento de los que tienen el nivel de lectura ms bajo son pobres. Aunque, desde luego, no es el nico factor, en general, cuanto mejor lees, ms ganas: un promedio de unos 12 000 dlares al ao en el ms bajo de estos niveles de lectura y cerca de 34 000 dlares al ao en el ms alto. Parece ser una condicin necesaria, si no suficiente, para ganar dinero. Y es mucho ms probable estar en la crcel si uno es analfabeto o casi. (Al evaluar esos hechos, debemos cuidar de no deducir impropiamente la causa de la correlacin.) Tambin, la gente ms pobre alfabetizada y marginal tiende a no entender que las elecciones podran ayudarlos a ellos y a sus hijos y, en nmero asombrosamente desproporcionado, dejan de votar. Eso va socavando la democracia en sus races. Si Frederick Douglas pudo aprender cuando era un nio esclavizado y entrar en el alfabetismo y la grandeza, por qu hoy, en una poca tan ilustrada, queda alguien que no sabe leer? Bien, no es tan sencillo, en parte porque pocos de nosotros somos tan brillantes y valientes como Frederick Douglas, pero tambin por otras razones importantes. Si uno crece en una casa donde hay libros, donde alguien le lee, donde padres, hermanos, tas, tos y primos leen por placer, es natural que aprenda a leer. Si no hay nadie cerca que disfrute leyendo, dnde est la prueba de que vale la pena? Si la calidad de la educacin que uno tiene a su alcance es inadecuada, si a uno le ensean a memorizar al pie de la letra y no a pensar, si el contenido de lo que se nos da para leer viene de una cultura casi ajena, la alfabetizacin puede ser un camino lleno de obstculos. Es preciso asimilar, hasta convertirlas en una segunda piel, docenas de letras maysculas y minsculas, smbolos y seales de puntuacin, memorizar cmo se deletrea cada palabra y aprender una serie de normas rgidas y arbitrarias de gramtica. Si uno est condicionado por la ausencia de apoyo bsico familiar o ha cado en un mar de rabia, negligencia, explotacin, peligro y odio a s mismo, puede llegar perfectamente a la conclusin de que aprender a leer cuesta demasiado y no vale la pena esforzarse. Si uno recibe repetidamente el mensaje de que es demasiado estpido para aprender (o, el equivalente funcional, demasiado enrollado para aprender), y si no hay nadie que le contradiga, podra aceptar perfectamente este pernicioso consejo. Siempre hay algunos nios como Frederick Bailey que vencen al destino. Son demasiados los que no lo hacen. Pero, ms all de todo eso, si uno es pobre, hay una manera insidiosa de crear otra dificultad en el esfuerzo por leer... e incluso pensar. Ann Druyan y yo venimos de familias que conocieron la pobreza. Pero nuestros padres eran lectores apasionados. Una abuela nuestra aprendi

a leer porque su padre, un pobre granjero, cambi un saco de cebollas por libros a un maestro itinerante. Se pas los cien aos siguientes leyendo. A nuestros padres les haban metido en la cabeza la higiene personal y la teora microbiana de la enfermedad en las escuelas pblicas de Nueva York. Seguan las prescripciones sobre nutricin infantil que recomendaba el Departamento de Agricultura como si se las hubieran entregado en el monte Sina. El libro del gobierno sobre salud pblica que tenamos estaba pegado por todas partes porque se le caan las pginas de tanto usarlo. Tena las esquinas arrugadas. Los consejos bsicos estaban subrayados. Lo consultaban siempre que haba una crisis de salud. Durante un tiempo, mis padres dejaron de fumar uno de los pocos placeres que tuvieron a su alcance durante los aos de la Depresin para que sus hijos pudieran tomar vitaminas y suplementos minerales. Ann y yo tuvimos mucha suerte. Recientes investigaciones demuestran que cuando los nios no comen lo suficiente terminan con una disminucin de la capacidad de entender y aprender (deterioro cognitivo). Eso no slo ocurre cuando el hambre es atroz. Puede suceder incluso con una ligera desnutricin: el tipo ms comn entre los pobres de Norteamrica. Eso puede ocurrir antes de que nazca el nio (si la madre no come lo suficiente), en la primera infancia o en la niez. Cuando no hay bastante comida, el cuerpo tiene que decidir cmo invertir los alimentos limitados de que dispone. Lo primero es la supervivencia. El crecimiento viene en segundo lugar. En esta criba nutritiva, el cuerpo parece obligado a calificar el aprendizaje en ltimo lugar. Mejor ser estpido y estar vivo, deduce, que listo y muerto. En lugar de mostrar entusiasmo y deseo de aprender como hacen la mayora de los jvenes saludables el nio mal nutrido se vuelve aburrido, aptico e insensible. La desnutricin ms grave es causa de menor peso al nacer y, en sus formas ms extremas, de cerebros ms pequeos. Sin embargo, hasta un nio con un aspecto perfectamente sano pero con falta de hierro, por ejemplo, sufre un declive inmediato en su capacidad de concentrarse. La anemia por deficiencia de hierro puede afectar a ms de una cuarta parte de todos los nios con bajos ingresos de Norteamrica; afecta al perodo de concentracin y memoria y puede tener secuelas hasta bien entrada la edad adulta. Lo que en otros tiempos se consideraba una desnutricin relativamente ligera, ahora se cree potencialmente asociado al deterioro cognitivo de toda la vida. Los nios desnutridos, aunque sea por poco tiempo, sufren una disminucin de su capacidad de aprender. Y millones de nios norteamericanos pasan hambre todas las semanas. El envenenamiento por plomo, que es endmico en ciudades del interior, tambin provoca serios dficits de aprendizaje. Segn muchos criterios, la prevalencia de la pobreza

en Norteamrica ha crecido de manera constante desde principios de la dcada de los ochenta. Casi una cuarta parte de nios de Estados Unidos viven ahora en la pobreza: la tasa ms alta de pobreza infantil en el mundo industrializado. Se estima que, slo entre 1980 y 1985, murieron ms bebs y nios estadounidenses de enfermedades evitables, desnutricin y otras consecuencias de la pobreza extrema que en todas las batallas americanas durante la guerra del Vietnam. Algunos programas sabiamente instituidos a nivel federal o estatal se ocupan de la desnutricin. El programa de suplemento especial de alimentos para mujeres, bebs y nios (WIC), desayunos escolares y programas de comida, el programa de servicio alimentario de verano... todos han demostrado funcionar, aunque no llegan a toda la gente que los necesita. Un pas tan rico es plenamente capaz de proporcionar comida suficiente a todos sus nios. Algunos efectos deletreos de la desnutricin se pueden eliminar; la terapia de reposicin de hierro, por ejemplo, puede subsanar algunas consecuencias de la anemia por deficiencia de hierro. Pero no todos los daos son reversibles. Sus causas (tanto si son biolgicas, como psicolgicas o ambientales) suelen ser indeterminadas. Pero ahora hay mtodos que ayudan a aprender a leer a personas con dislexia. No debera haber nadie que no pudiera aprender a leer porque no tiene la educacin a su alcance. Pero hay muchas escuelas en Estados Unidos donde se ensea a leer como si se tratara de una excursin tediosa a los jeroglficos de una civilizacin desconocida, y muchas aulas en las que no se puede encontrar ni un solo libro. Lamentablemente, la demanda de clases de alfabetizacin adulta sobrepasa en mucho la oferta. Los programas de educacin precoz de alta calidad como Head Start pueden tener un xito enorme en la preparacin de los nios para la lectura. Pero Head Start slo llega a un tercio o un cuarto de preescolares candidatos, muchos de sus programas han quedado menguados por las reducciones de fondos, y tanto ste como los programas de nutricin que he mencionado estn sometidos a un nuevo ataque en el Congreso mientras escribo estas pginas. En un libro de 1994 titulado The Bell Curve, de Richard J. Hernstein y Charles Murray, se critica el Head Start. Sus argumentos han sido plasmados por Gerard Coles de la Universidad de Rochester:
Primero financian inadecuadamente un programa para nios pobres, luego niegan todo el xito conseguido a pesar de obstculos abrumadores y finalmente concluyen que el programa debe ser eliminado porque los nios son inferiores intelectualmente.

El libro, que sorprendentemente recibi una atencin respetuosa de los medios de comunicacin, concluye que hay un abismo hereditario irreductible entre blancos y negros: de diez a quince puntos en los tests de inteligencia. En un informe, el psiclogo Len J. Kamin llega a la conclusin de que los autores fracasan repetidamente en la distincin entre correlacin y causacin: una de las falacias de nuestro equipo de deteccin de camelos. El Centro Nacional de Alfabetismo Familiar, con sede en Louisville, Kentucky, ha estado aplicando programas dedicados a familias con bajos ingresos para ensear a leer tanto a los nios como a sus padres. Funciona de este modo: el nio, de tres o cuatro aos, asiste a la escuela tres das a la semana junto con un padre o, posiblemente, un abuelo o guardin. Mientras los adultos pasan la maana aprendiendo las herramientas acadmicas bsicas, el nio est en una clase preescolar. Padres e hijos se encuentran para comer y luego aprenden a aprender juntos durante el resto de la tarde. Un estudio de seguimiento de catorce programas de este tipo en tres estados revel: 1) Aunque se haba apuntado que todos los nios corran el riesgo de un fracaso escolar como preescolares, slo el diez por ciento seguan todava en riesgo segn los profesores de la escuela elemental del momento. 2) Ms del noventa por ciento estaban considerados por sus profesores de la escuela elemental del momento como motivados para aprender. 3) Ninguno de los nios tuvo que repetir ningn curso en la escuela elemental. El crecimiento de los padres no era menos espectacular. Cuando se les pidi que describieran el cambio que haba supuesto en sus vidas el programa de alfabetismo familiar, las respuestas tpicas eran un aumento de la confianza en s mismos (casi todos los participantes) y ms autocontrol, haban aprobado exmenes equivalentes a los de la escuela superior, haban sido admitidos en la universidad, tenan un trabajo nuevo y unas relaciones mucho mejores con sus hijos. La descripcin de los nios es que eran ms amables con sus padres, deseaban aprender y en algunos casos por primera vez tenan esperanza en el futuro. Esos programas tambin podan usarse en cursos posteriores para ensear matemticas, ciencia y mucho ms. ---ooo--Tiranos y autcratas han entendido siempre que el alfabetismo, el conocimiento, los libros y los peridicos son un peligro en potencia. Pueden inculcar ideas independientes e incluso de rebelin en las cabezas de sus sbditos. El gobernador real britnico de la Colonia de Virginia escribi en 1671:

Agradezco a Dios que no haya escuelas libres ni imprenta; y espero que no [los] tengamos durante los [prximos] cien aos; porque el conocimiento ha trado la desobediencia, la hereja y las sectas al mundo, y la imprenta los ha divulgado y ha difamado al mejor gobierno. Que Dios nos proteja de ambos!

Pero los colonos americanos, conscientes de dnde radica la libertad, no queran saber nada de esto. En sus primeros aos. Estados Unidos cont con una de las tasas de alfabetizacin ms altas del mundo, quiz la ms alta. (Desde luego, en aquellos das, los esclavos y las mujeres no contaban.) Ya en 1635 haba escuelas pblicas en Massachusetts y, en 1647, educacin obligatoria en todas las ciudades con ms de cincuenta casas. Durante el siguiente siglo y medio, la democracia educativa se extendi por todo el pas. Venan polticos tericos del extranjero para ser testigos de esta maravilla nacional: grandes cantidades de trabajadores que saban leer y escribir. La devocin norteamericana a la educacin para todos impuls el descubrimiento y la invencin, un vigoroso proceso democrtico y un empuje que accion la vitalidad econmica de la nacin. Hoy en da, Estados Unidos no es lder del mundo en alfabetizacin. Muchas personas que se consideran alfabetizadas no son capaces de leer ni entender material muy sencillo, menos todava un libro de texto de sexto curso, un manual de instrucciones, un horario de autobuses, una declaracin de hipoteca o una papeleta de voto. Y, mientras los libros de texto de sexto curso de hoy en da presentan un desafo mucho menor que los de hace unas dcadas, la exigencia de alfabetizacin en el trabajo se ha hecho mucho mayor que nunca. Los mecanismos de la pobreza, la ignorancia, la desesperanza y la baja autoestima se mezclan para crear una especie de mquina de fracaso perpetuo que va reduciendo los sueos de generacin en generacin. Todos soportamos el coste de mantenerla funcionando. El analfabetismo es su eje esencial. Aunque tengamos el corazn endurecido ante la vergenza y la miseria que experimentan las vctimas, el coste del analfabetismo para todos es muy alto: el coste en gastos mdicos y hospitalizacin, el coste en crimen y prisiones, el coste en educacin especial, el coste en baja productividad y en mentes potencialmente brillantes que podran ayudar a resolver los problemas que nos preocupan. Frederick Douglas demostr que la alfabetizacin es el camino que lleva de la esclavitud a la libertad. Hay muchos tipos de esclavitud y muchos tipos de libertad. Pero leer sigue siendo el camino.

Frederick Douglas despus de la fuga

Cuando tena apenas veinte aos, huy hacia la libertad. Se instal en New Bedford con su esposa, Anna Murray, y trabaj como jornalero comn. Cuatro aos despus, le invitaron a hablar en una asamblea. En aquel tiempo, en el Norte, no era raro escuchar a los grandes oradores del da es decir, blancos denostando contra la esclavitud. Pero incluso muchos de los que se oponan a la esclavitud consideraban a los esclavos algo inferiores a los humanos. La noche del 16 de agosto de 1841, en la pequea isla de Nantucket, los miembros de la Sociedad Antiesclavista de Massachussets, mayormente cuquera, se inclinaron hacia adelante en sus asientos para escuchar algo nuevo: una voz que se opona a la esclavitud de alguien que la conoca por amarga experiencia personal. Su mero aspecto y porte destrua el mito entonces prevaleciente del servilismo natural de los afroamericanos. Al decir de todos, su elocuente anlisis de los males de la esclavitud fue uno de los debuts ms brillantes en la historia de la oratoria americana. William Lloyd Garrison, el principal abolicionista del da, estaba sentado en primera fila. Cuando Douglas termin su discurso, Garrison se levant, se volvi hacia la asombrada audiencia y los desafi con una pregunta a gritos: Acabamos de escuchar a una cosa, un bien mueble personal, o a un hombre? Un hombre! Un hombre! respondi la audiencia con una sola voz. Se puede mantener a un hombre as como esclavo en una tierra cristiana? pregunt Garrison. No! No! grit la audiencia, y an ms alto, Garrison inquiri: Se podra obligar a un hombre as a volver a la esclavitud desde la tierra libre del viejo Massachusetts? Y el pblico, ahora puesto en pie, exclam: No! No! Nunca volvi a la esclavitud. En cambio, como autor, editor y productor de peridicos, como orador en Estados Unidos y en el extranjero, y como primer afroamericano que ocup una alta posicin de asesora en el gobierno, dedic el resto de su vida a luchar por los derechos humanos. Durante la guerra civil fue consultor del presidente Lincoln. Douglas abog con xito por armar a los esclavos para luchar con el Norte, por la venganza federal contra los prisioneros de guerra confederados acusados de la ejecucin sumaria de los

soldados afroamericanos capturados, y por la libertad de los esclavos como principal objetivo de la guerra. Muchas de sus opiniones eran mordaces, poco aptas para hacerle ganar amigos en altos cargos:
Afirmo sin el menor gnero de dudas que la religin del Sur es una mera cobertura para los crmenes ms horribles... una justificacin de la barbarie ms espantosa, una santificacin de los fraudes ms odiosos y un oscuro refugio bajo el que los actos ms oscuros, ms asquerosos, ms burdos e infernales de los negreros encuentran la mayor proteccin. Si me volvieran a reducir a las cadenas de la esclavitud, despus de aquella esclavitud, considerara la mayor calamidad que poda acontecerme ser esclavo de un amo religioso... Yo... detesto el cristianismo que maltrata a las mujeres, les roba a los hijos en la cuna, corrupto, esclavista, parcial e hipcrita de esta tierra.

Comparado con la retrica racista de inspiracin religiosa de aquella poca y posterior, los comentarios de Douglas no parecen una hiprbole. La esclavitud es de Dios, solan decir en tiempos anteriores a la guerra. Como un ejemplo odioso de los muchos de despus de la guerra civil, el libro de Charles Carroll The Negro a Beast (St. Louis: American Book and Bible House) enseaba a los lectores piadosos que la Biblia y la Revelacin Divina, adems de la razn, ensean que el negro no es humano. Ms recientemente, algunos racistas rechazan todava el sencillo testimonio escrito en el ADN de que no slo todas las razas son humanas sino prcticamente indistinguibles y mencionan la Biblia como baluarte inexpugnable para no examinar siquiera la prueba. Vale la pena apuntar, sin embargo, que gran parte del fermento abolicionista surgi de comunidades cristianas, especialmente cuqueras, del Norte; que las Iglesias cristianas negras del Sur representaron un papel clave en la lucha por los derechos civiles americanos de la dcada de los sesenta; y que muchos de sus lderes el ms notable, Martn Luther King, Jr. eran ministros ordenados de estas Iglesias. Douglas se dirigi a la comunidad blanca con estas palabras:
[La esclavitud] pone grilletes a nuestro progreso, es enemiga de la mejora, enemiga mortal de la educacin; alienta el orgullo, alimenta la indolencia, promueve el vicio, da refugio al crimen, es una maldicin de la tierra que la mantiene y, sin embargo, os aferris a ella como si fuera la tabla de salvacin de todas vuestras esperanzas.

En 1843, cuando se encontraba dando conferencias en Irlanda poco antes del hambre de la patata, le conmovi la absoluta pobreza de aquel lugar y escribi a Garrison: Veo aqu muchas cosas que me recuerdan mi antigua condicin, y confieso que me avergonzara elevar mi voz contra la esclavitud americana, pero s que la causa de la humanidad es la misma en el mundo entero. Se opuso francamente a la poltica de exterminio de los nativos americanos. Y, en 1848, en la Convencin de Sneca Falls, cuando Elizabeth Cady Stanton38 tuvo la osada de pedir un esfuerzo para asegurar el voto de las mujeres, Douglas fue el nico hombre de cualquier grupo tnico que se levant para apoyar la propuesta. La noche del 20 de febrero de 1895 ms de treinta aos despus de la Emancipacin, tras una aparicin en un mitin por los derechos de la mujer junto a Susan B. Anthony, sufri un colapso y muri.

38

Aos mas tarde escribi sobre la Biblia con palabras que recordaban las de Douglas. No conozco otro libro que preconice tan planamente el sometimiento y la degradacin de las mujeres

CAPTULO 22

ADICTOS DEL SIGNIFICADO _________

Tambin sabemos qu cruel es a menudo la verdad, y nos preguntamos si el engao no es ms consolador.

HENRI POINCAR (1854-1912)

Espero que nadie me considere excesivamente cnico si afirmo que un buen resumen de cmo funciona la programacin de la televisin comercial y pblica es simplemente ste: el dinero lo es todo. En horas punta, la diferencia de un solo punto en la audiencia vale millones de dlares en publicidad. Especialmente desde principios de la dcada de los ochenta, la televisin se ha convertido en algo motivado casi enteramente por el beneficio. Eso puede verse, por ejemplo, en el declive de los informativos y programas especiales de noticias o en las patticas evasivas de los canales principales para burlar la orden de la Comisin Federal de Comunicaciones de mejorar el nivel de la programacin infantil. (Por ejemplo, se defendieron las virtudes educativas de una serie de dibujos animados que sistemticamente representa mal la tecnologa y el estilo de vida de nuestros antepasados del pleistoceno y retrata a los dinosaurios como animales domsticos.) En el momento de escribir estas pginas, la televisin pblica en Estados Unidos corre el peligro real de perder el apoyo del gobierno y el contenido de la programacin privada va camino de una cada abrupta a largo plazo. Con estas perspectivas, luchar por conseguir ms ciencia real en televisin parece ingenuo y desesperado. Pero los propietarios de cadenas y productores de televisin tienen hijos y nietos cuyo futuro, como es lgico, los preocupa. Deben sentir alguna responsabilidad por el futuro de su nacin. Hay pruebas de que la programacin cientfica puede tener xito, y de que la gente pide ms. Mantengo esperanzas de que antes o despus veremos presentada regularmente la ciencia real con habilidad y atractivo en las principales cadenas de televisin de todo el mundo. ---ooo--El bisbol y el ftbol tienen antecedentes aztecas. El ftbol es una nueva representacin ligeramente disfrazada de la caza; lo jugbamos antes de ser humanos. El lacrosse es un antiguo juego de los nativos americanos y

el hockey est relacionado con l. Pero el baloncesto es nuevo. Llevamos ms tiempo haciendo pelculas que jugando al baloncesto. Al principio no se les ocurri hacer un agujero en la canasta para poder recuperar la pelota sin tener que subir una escalera. Pero, en el breve tiempo transcurrido desde entonces, el juego ha evolucionado. En manos de jugadores principalmente afroamericanos, el baloncesto se ha convertido bien jugado en la sntesis suprema en el deporte de la inteligencia, precisin, valenta, audacia, anticipacin, artificio, juego de equipo, elegancia y gracia. Muggsy Bogues, con su metro sesenta de altura, se abre paso entre un bosque de gigantes; Michael Jordn vuela hasta el aro desde algn lugar oscuro ms all de la lnea de tiros libres; Larry Bird da una precisa asistencia mirando a otro lado; Kareem Abdul Jabbar suelta un gancho por los cielos. No se trata de un juego en el que el contacto sea fundamental como en el ftbol. Es un juego de finura. La presin en toda la pista, los pases largos, las asistencias, el robo de balones en la lnea de pase, el palmeo de una mano que aparece volando de la nada constituyen una coordinacin de intelecto y atletismo, una armona de mente y cuerpo. No es sorprendente que el juego se haya hecho popular. Desde que empezaron a aparecer regularmente en televisin los partidos de la NBA, me di cuenta de que podran utilizarse para ensear ciencias y matemticas. Para apreciar un promedio de tiros libres del 0,926 se debe saber algo sobre la conversin de fracciones en decimales. Una bandeja es la primera ley de movimiento en accin de Newton. Cada tiro representa el lanzamiento de un baln en un arco parablico, una curva determinada por la misma fsica gravitacional que especifica el vuelo de un misil de balstica, la rbita de la Tierra alrededor del Sol o una nave espacial en su encuentro con algn mundo distante. Cuando salta para hacer un mate, el centro de la masa del cuerpo del jugador est brevemente en rbita alrededor del centro de la Tierra. Para meter el baln en la canasta se debe elevar exactamente a la velocidad precisa; un uno por ciento de error y la gravedad le har quedar mal. Los tiros de tres puntos, sean conscientes o no, compensan la resistencia aerodinmica. Cada bote sucesivo de un baln suelto est ms cerca del suelo debido a la segunda ley de la termodinmica. Que Daryl Dawkins o Shaquille O'Neal rompan un tablero ofrece la oportunidad de ensear entre otras cosas la propagacin de las ondas de choque. Un tiro con efecto contra el cuadro desde debajo del tablero entra en la canasta debido a la conservacin del impulso angular. Es una infraccin de las normas tocar la canasta en el cilindro por encima del aro; hablamos ahora de una idea matemtica clave:

la generacin de objetos n-dimensionales moviendo objetos (n-1) dimensionales. En el aula, en los peridicos y la televisin, por qu no usamos los deportes para ensear ciencia? Cuando era pequeo, mi padre sola traer todos los das un peridico a casa y lea con atencin (a menudo con gran placer) la seccin de puntuacin del bisbol. All estaban, ininteligibles para m, con oscuras abreviaciones (W, SS, K, WL, AB, RBI), pero a l le hablaban. Los peridicos los impriman en todas partes. Pens que a lo mejor no eran tan difciles. Con el tiempo, tambin yo acab enganchado al mundo de las estadsticas de bisbol. (S que me ayudaban a entender los decimales, y todava me da cierto escalofro cuando oigo, normalmente al principio de la temporada de bisbol, que alguien est bateando un mil. Pero 1000 no es 1,000. El afortunado jugador est bateando uno.) O echemos una ojeada a las pginas financieras. Alguna introduccin? Notas explicatorias? Definiciones de abreviaturas? Casi ninguna. O sabes nadar, o te hundes. Todos aquellos metros de estadsticas! Sin embargo, la gente las lee voluntariamente. No superan su capacidad. Es un problema de motivacin. Por qu no podemos hacer lo mismo con las matemticas, la ciencia y la tecnologa? ---ooo--En todos los deportes, los jugadores parecen actuar a rachas. En baloncesto se llama tener la mano caliente. Es casi imposible que les salga algo mal. Recuerdo un partido de play-off en que Michael Jordn, cuyo tiro a media distancia no suele ser extraordinario, se encontr haciendo sin esfuerzo tantas canastas consecutivas de tres puntos desde toda la pista que, sorprendido de s mismo, se encogi de hombros. En cambio hay veces que uno est fro y no entra nada. Cuando un jugador est en plena forma parece aprovecharse de algn poder misterioso y, cuando est fro, es como si estuviera sometido a algn tipo de gafe o maleficio. Pero esto es pensamiento mgico, no cientfico. Las rachas, lejos de ser curiosas, se esperan incluso de acontecimientos aleatorios. Lo que sera sorprendente es que no hubiera rachas. Si lanzo diez veces seguidas una moneda al aire, podra conseguir esta secuencia de cara y cruz: CCCXCXCCCC. Ocho caras de cada diez, y cuatro seguidas! Es posible que haya ejercido algn control psicoquintico sobre la moneda? O estaba en una racha de caras? Parece demasiado regular para ser casualidad.

Pero entonces recuerdo que he lanzado la moneda antes y despus de esta serie de caras, que se encuentra dentro de una secuencia mucho ms larga y menos interesante: CCXCXXCCCX CXCCCCXCXXCXCXX. Si pudiera prestar atencin a algunos resultados e ignorar otros, siempre sera capaz de demostrar que hay algo excepcional en mi racha. sta es una de las falacias de nuestro equipo de deteccin de camelos; la enumeracin de circunstancias favorables. Recordamos los aciertos y olvidamos los errores. Si el tiro a media distancia de alguien tiene un promedio ordinario del cincuenta por ciento y le es imposible mejorar la estadstica a fuerza de voluntad, lo ms probable es que tenga tan buena mano para el baloncesto como yo para lanzar monedas. Por cada ocho caras que yo saque de diez, l meter ocho de cada diez tiros. El baloncesto puede ensear algo sobre probabilidad y estadstica, adems de un poco de pensamiento crtico. Una investigacin de mi colega Tom Gilovich, profesor de psicologa en Cornell, demuestra persuasivamente que nuestra comprensin ordinaria de las rachas en el baloncesto es una mala percepcin. Gilovich estudi si los tiros que hacan los jugadores de la NBA tendan a agruparse ms de lo que se podra esperar por casualidad. Despus de conseguir una o dos canastas, los jugadores no tenan ms probabilidades de acertar que tras una canasta fallada. Eso era as con los grandes y los menos grandes, no slo en lanzamientos a media distancia sino tambin para tiros libres... cuando no hay ninguna mano que cubra la cara del que lanza. (Desde luego, algunas atenuaciones de las rachas de tiro se pueden atribuir al aumento de atencin del defensa del jugador que tiene la mano caliente.) En bisbol existe un mito relacionado con lo anterior: alguien que batea por debajo de su promedio debe hacer un golpe. Eso es tan cierto como que una serie de caras seguidas propicia una posibilidad superior al cincuenta por ciento de conseguir cruz la siguiente vez. Si hay rachas ms all de lo que uno puede esperar estadsticamente, son difciles de encontrar. Pero, en cierto modo, eso no es del todo satisfactorio. No parece verdad. Preguntamos a los jugadores, entrenadores o aficionados. Buscamos algn significado, incluso en nmeros aleatorios. Somos adictos al significado. Cuando el clebre entrenador Red Auerbach tuvo conocimiento del estudio de Gilovich, su respuesta fue: Quin es ese to? Muy bien, ha hecho un estudio. No podra importarme menos. Y es fcil comprender lo que senta. Pero si las rachas del baloncesto no aparecen ms a menudo que las secuencias de cara o cruz, no tienen nada de mgico. Reduce eso a los jugadores a meras marionetas manipuladas por las leyes de la probabilidad? Ciertamente que no. Su promedio de porcentaje de tiros es un verdadero

reflejo de sus habilidades personales. Aqu slo hablamos de la frecuencia y duracin de las rachas. Desde luego, es mucho ms divertido pensar que los dioses han tocado al jugador que est en buena racha y castigado al que tiene la mano fra. Y bien? Qu dao hace una pequea mistificacin? Sin duda supera los aburridos anlisis estadsticos. En baloncesto, en los deportes, no hace ningn dao. Pero, como manera habitual de pensar, nos plantea problemas en algunos de los otros juegos a los que nos gusta jugar. ---ooo--Cientfico, s; loco, no, dice riendo el cientfico chiflado en Gilligan's Island mientras ajusta el mecanismo electrnico que le permite controlar la mente de otros para sus aviesos propsitos. Lo siento, doctor Nerdnik, la gente de la Tierra no querr ser reducida a siete centmetros de altura aunque sirva para ahorrar espacio y energa... El superhroe de dibujos animados le est explicando pacientemente un dilema tico al tpico cientfico que sale retratado en los programas de televisin para nios los sbados por la maana. Muchos de esos llamados cientficos a juzgar por los programas que he visto (y con deduccin verosmil de los que no he visto, como el Mad Scientist's Toon Club) son tarados morales guiados por un afn de poder o dotados de una insensibilidad espectacular hacia los sentimientos de los dems. El mensaje que se transmite al pblico infantil es que la ciencia es peligrosa y los cientficos algo peor que malvados: estn enloquecidos. Desde luego, las aplicaciones de la ciencia pueden ser peligrosas y, como he intentado subrayar, prcticamente todo avance tecnolgico importante en la historia de la especie humana hasta la invencin de las herramientas de piedra y el control del fuego ha sido ticamente ambiguo. Esos avances pueden ser usados por personas ignorantes o malas con propsitos peligrosos o por personas sabias y buenas para beneficio de la especie humana. Pero parece que slo se presenta un aspecto de la ambigedad en lo que ofrecemos a nuestros hijos. Dnde estn los placeres de la ciencia en todos esos programas? Las delicias de descubrir cmo funciona el universo? La emocin de conocer bien una cosa profunda? Qu ocurre con las contribuciones cruciales que la ciencia y la tecnologa han hecho al bienestar humano... o los millones de vidas salvadas o posibilitadas por la tecnologa mdica o agrcola? (Para ser justo, sin embargo, debera mencionar que el profesor de

Gilligan 's Island sola usar su conocimiento de la ciencia para resolver problemas prcticos de los marginados.) Vivimos en una era compleja en la que muchos de los problemas a que nos enfrentamos, sean cuales sean sus orgenes, slo pueden tener soluciones que implican una comprensin profunda de la ciencia y la tecnologa: la sociedad moderna necesita desesperadamente las mejores mentes disponibles para buscar soluciones a estos problemas. No creo que la programacin televisiva de los sbados por la maana, ni la mayor parte del men de vdeo disponible en Norteamrica, ayude a muchos jvenes dotados a seguir una carrera de ciencia o ingeniera... A lo largo de los aos han ido apareciendo gran cantidad de series de televisin crdulas, acrticas y especiales sobre percepcin extrasensorial, canalizacin, el tringulo de las Bermudas, ovnis, antiguos astronautas, BigFoot y cosas similares. La importante serie In Search of... empieza con una renuncia a la responsabilidad de presentar una visin equilibrada del tema. Se ve en ella una sed de maravillas que no est templada ni siquiera por el escepticismo cientfico ms rudimentario. Prcticamente cualquier cosa que uno diga ante la cmara es verdad. La idea de que pueda haber explicaciones alternativas que se decidiran segn el peso de las pruebas no aparece nunca. Lo mismo ocurre con Sightings y Unsolved Mysteries en los que, como sugiere el propio ttulo, se aceptan muy mal las soluciones prosaicas y un nmero incontable de otros clones. In Search of... toma con frecuencia un tema intrnsecamente interesante y distorsiona sistemticamente la prueba. Si hay una explicacin cientfica racional y una que requiere la explicacin para-normal o psquica ms extravagante, podemos estar seguros de cul se destacar. Un ejemplo casi al azar: se presenta un autor que dice que ms all de Plutn hay un gran planeta. La prueba que aporta son sellos cilndricos de la antigua Sumeria, cincelados mucho antes de la invencin del telescopio. Dice que los astrnomos profesionales cada vez aceptan ms sus puntos de vista. No se hace mencin siquiera a que los astrnomos que estudian los movimientos de Neptuno, Plutn y las cuatro naves espaciales que hay ms all no han sido capaces de encontrar un solo rastro del supuesto planeta. Los grficos son indiscriminados. Cuando un narrador que no sale en pantalla habla de dinosaurios, vemos un mamut lanudo. El narrador describe un aerodeslizador; la pantalla muestra el despegue de un transbordador espacial. Omos hablar de lagos y llanuras inundadas, pero se nos muestran montaas. No importa. Las imgenes son tan indiferentes a los hechos como la voz en off. Una serie llamada The X Files (Expedientes X), que presta un flaco servicio al examen escptico de lo paranormal, se inclina claramente

hacia la realidad de las abducciones por extraterrestres, los poderes extraos y la complicidad gubernamental para encubrir prcticamente todo lo que pueda ser interesante. Lo paranormal casi nunca resulta ser un engao o una aberracin psicolgica o una mala interpretacin del mundo natural. Sera mucho ms acorde con la realidad, adems de un servicio pblico mucho mayor, una serie para adultos (como hace Scooby Doo para nios) donde se investigasen sistemticamente las afirmaciones de fenmenos paranormales y se encontrara en cada caso una explicacin en trminos prosaicos. La tensin dramtica residira en el descubrimiento de cmo las malas interpretaciones y engaos podan generar fenmenos paranormales aparentemente genuinos. Quiz podra aparecer un investigador siempre decepcionado con la esperanza de que la vez siguiente un caso paranormal sin ambigedades pudiera sobrevivir al escrutinio escptico. Hay otros defectos evidentes en la programacin de la ficcin cientfica de televisin. Star Trek, por ejemplo, a pesar de su encanto y su acusada perspectiva internacional y entre distintas especies, ignora a menudo los hechos cientficos ms elementales. La idea de que Mr. Spock pueda ser un cruce entre un ser humano y una forma de vida de evolucin independiente en el planeta Vulcano es genticamente mucho menos probable que cruzar con xito un hombre y una alcachofa. La idea, sin embargo, sirve de precedente en la cultura popular a los hbridos extraterrestres/humanos que ms tarde se convirtieron en un componente central de la historia de la abduccin por extraterrestres. Debe de haber docenas de especies extraterrestres en las distintas series televisivas y pelculas de Star Trek. Casi todas son variantes menores de humanos. La causa debe de ser una necesidad econmica el coste se reduce a un actor y una mscara de ltex pero es un bofetn en la cara de la naturaleza estocstica del proceso evolutivo. Si hay extraterrestres, creo que casi todos tendrn un aspecto devastadoramente menos humano que los Klingon y Romulanos (y estarn en niveles totalmente distintos de tecnologa). Star Trek no se enfrenta a la evolucin. En muchos programas y pelculas de televisin, incluso la ciencia casual las frases que no son esenciales para un argumento ya desprovisto de ciencia se hace con incompetencia. Cuesta muy poco contratar a un licenciado que lea el guin para conseguir una exactitud cientfica. Pero, por lo que yo s, eso no se hace casi nunca. Como resultado, tenemos pifias como mencionar parsec como una unidad de velocidad y no de distancia en la pelcula ejemplar en muchos otros aspectos La guerra de las galaxias. Si esas cosas se hicieran con el mnimo cuidado, incluso se podra mejorar el argumento; ciertamente, podran ayudar a transmitir un poco de ciencia a una gran audiencia.

En la televisin hay gran cantidad de pseudociencia para los crdulos y una cantidad razonable de medicina y tecnologa, pero prcticamente nada de ciencia, especialmente en los grandes canales comerciales, cuyos ejecutivos tienden a pensar que programar ciencia significa un descenso en la audiencia y la prdida de beneficios, y no les importa nada ms. Hay empleados de emisoras con el ttulo de corresponsal cientfico, y un programa de noticias ocasional que se dice dedicado a la ciencia. Pero casi nunca se habla de ciencia en ellos, slo de medicina y tecnologa. Dudo que en los canales haya un solo empleado cuyo trabajo sea leer el ejemplar semanal de Nature o Science para ver si se ha descubierto algo digno de mencin. Cuando se anuncian en otoo los Premios Nobel de Ciencia, hay un gancho de noticia perfecto para la ciencia: una posibilidad de explicar por qu se dieron los premios. Pero, casi siempre, lo mximo que omos es algo as como: ... ojal se llegue pronto a descubrir un remedio para el cncer. Hoy en Belgrado... Cunta ciencia hay en los debates de radio o televisin, o en los temibles programas matinales de los domingos en que personas de mediana edad se sientan alrededor de una mesa para estar de acuerdo unos con otros? Cundo oy usted por ltima vez un comentario inteligente sobre ciencia por parte de un presidente de Estados Unidos? Por qu en todo el pas no hay ni un solo espectculo cuyo protagonista sea alguien dedicado a descubrir cmo funciona el universo? Cuando se celebra un juicio por asesinato y se le dedica tanta publicidad que todo el mundo menciona casualmente las pruebas del ADN, dnde estn los programas especiales en horas punta dedicados a los cidos nucleicos y a la herencia? Ni siquiera puedo recordar haber visto una descripcin precisa y comprensible en televisin de cmo funciona la televisin. El medio ms eficaz, con ventaja, para provocar inters en la ciencia es la televisin. Pero este medio enormemente poderoso no hace apenas nada para transmitir las satisfacciones y los mtodos de la ciencia, mientras que su ingenio de cientfico loco sigue resoplando. En encuestas de principios de la dcada de los noventa, dos tercios de todos los adultos de Estados Unidos no tena ni idea de qu eran las autopistas de la informacin; el cuarenta y dos por ciento no saba dnde estaba Japn; y el treinta y ocho por ciento ignoraba el trmino holocausto. Pero en una proporcin de ms del noventa por ciento haban odo hablar de los casos criminales Menndez, Bobbit y O. J. Simpson; el noventa y nueve por ciento saba que el cantante Michael Jackson era sospechoso de haber abusado de un nio. Quiz Estados Unidos sea la nacin mejor entretenida de la Tierra, pero el precio que pagamos es muy alto.

Encuestas en Canad y Estados Unidos del mismo perodo muestran que los espectadores de televisin desearan que hubiera ms ciencia en la programacin. En Norteamrica hay un buen programa de ciencia en la serie Nova del Sistema de Emisin Pblica y, a veces, en los canales de Descubrimiento o Aprendizaje, o la Compaa Emisora Canadiense. Los programas de The Science Guy de Bill Nye para nios pequeos en el Sistema de Emisin Pblica son rpidos de ritmo, presentan grficos, alcanzan a muchos reinos de la ciencia y, a veces, incluso iluminan el proceso de descubrimiento. Pero todava no se refleja en los canales la profundidad del inters pblico en la ciencia con una presentacin absorbente y precisa... por no hablar del inmenso bien que resultara de una mejor comprensin pblica de la ciencia. ---ooo--Cmo podramos poner ms ciencia en la televisin? Aqu hay varias posibilidades: Las maravillas y mtodos de la ciencia presentados de manera habitual en programas de noticias y debates. Una serie llamada Misterios Resueltos, en la que se presentaran soluciones racionales de algunas especulaciones, incluyendo casos confusos en medicina forense y epidemiologa. Volvi a sonar la campana; una serie en la que reviviramos la cada de los medios de comunicacin y cmo el pblico se traga anzuelo, lnea y plomada de una mentira gubernamental bien coordinada. Los dos primeros episodios podran ser el incidente del golfo de Tonkn y la irradiacin sistemtica de civiles norteamericanos y de personal militar indefenso e ignorante de ello con la supuesta finalidad de la defensa nacional despus de 1945. Una serie en captulos sobre malas interpretaciones y errores fundamentales de cientficos famosos, lderes nacionales y figuras religiosas. Exposiciones regulares de pseudociencia perniciosa y participacin de la audiencia en programas sobre cmo...: cmo doblar cucharas, leer mentes, salir a predecir el futuro, realizar ciruga psquica, hacer lecturas en fro y tocar la fibra sensible de los televidentes. Cmo se nos engaa: aprenda hacindolo. Un servicio de grficos computerizados de ltima tecnologa para preparar por adelantado imgenes cientficas de una amplia gama de noticias. Una serie de debates televisados poco caros, cada uno quiz de una hora, en el que los productores dedicaran un presupuesto a grficas informticas para cada bando, el moderador exigira rigurosos niveles de pruebas sobre una

amplia serie de temas expuestos. Se podran tratar temas en los que la prueba cientfica fuera abrumadora, como el de la forma de la Tierra; aspectos controvertidos en los que la respuesta sea menos clara, como la supervivencia de la personalidad despus de la muerte, el aborto, los derechos de los animales o la ingeniera gentica; o cualquiera de las presuntas pseudociencias mencionadas en este libro. Hay una necesidad apremiante de un mayor conocimiento pblico de la ciencia. La televisin no puede proporcionarlo todo sola. Pero, si queremos que haya mejoras a corto plazo en la comprensin de la ciencia, la televisin es el sitio ideal para empezar.

CAPITULO 23

MAXWELL Y LOS BICHOS RAROS

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Nerds en el original. En Estados Unidos se aplica esta palabra a un grupo bastante nutrido de personas, cientficos y otros, con un comportamiento y significacin social que no tiene equivalente en espaol. Bichos raros me ha parecido el calificativo ms cercano al trmino. (N. de la t.)

39

Por qu tenemos que subvencionar la curiosidad intelectual?

RONALD REAGAN,

discurso de campaa, 1980

Nada puede merecer ms nuestro patrocinio que la promocin de la ciencia y la literatura. El conocimiento es en todos los pases la base ms segura de la felicidad pblica.
GEORGE WASHINGTON, discurso

en el

Congreso, 8 de enero de 1790

Abundan los estereotipos. Se hacen estereotipos de grupos tnicos, de ciudadanos de otras naciones y religiones, de gneros y preferencias sexuales, de personas nacidas en distintos momentos del ao (la astrologa de los signos del Sol) y de las profesiones. La interpretacin ms generosa lo achaca a una suerte de pereza intelectual: en lugar de juzgar a la gente por sus mritos y defectos individuales, nos concentramos en un par de detalles de informacin sobre ellos y a continuacin los colocamos en una serie de casillas previamente establecidas. Con eso nos ahorramos el esfuerzo de pensar, al precio en muchos casos de cometer una profunda injusticia. Tambin nos protege del contacto con la enorme variedad de personas, la multiplicidad de las maneras de ser humanas. Aun en el caso de que el estereotipo fuera vlido como promedio, est destinado a fracasar en muchos casos individuales. La diversidad humana se traduce en curvas en forma de campana. Hay un valor medio de cada cualidad y un pequeo nmero de personas que se alejan de l por ambos extremos. Algunos estereotipos se producen como resultado de no controlar las variables, de olvidar qu otros factores podran estar en juego. Por ejemplo, antes no haba prcticamente ninguna mujer en la ciencia. Muchos cientficos varones eran terminantes: eso demostraba que a las mujeres les faltaba capacidad para hacer ciencia. Por temperamento no les iba, la encontraban demasiado difcil, requera un tipo de inteligencia que las mujeres no tienen, eran demasiado emocionales para ser objetivas, ha habido algn gran fsico |terico que fuera mujer?... y as sucesivamente. Desde entonces, las barreras se han ido desmoronando. Hoy las mujeres pueblan la mayora de las disciplinas de la ciencia. En mi propio terreno de estudios astronmicos y planetarios, las mujeres han irrumpido en escena recientemente y hacen un descubrimiento tras otro, aportando as un soplo de aire fresco que se necesitaba con desesperacin. De qu datos carecan pues todos aquellos cientficos famosos de las dcadas de los cincuenta y sesenta y anteriores para pronunciarse de manera

tan autoritaria sobre las deficiencias intelectuales de las mujeres? Sencillamente, la sociedad impeda que las mujeres entrasen en la ciencia y luego se las criticaba por ello confundiendo causa y efecto. Quiere ser astrnoma, jovencita? Lo siento. Por qu no puede serlo? Porque no est a la altura. Cmo sabemos que no est a la altura? Porque las mujeres nunca han sido astrnomas. El caso, expuesto de manera tan burda, parece absurdo. Pero la gestacin de un prejuicio puede ser sutil. Se rechaza al grupo despreciado con argumentos espurios, planteados a veces con tal seguridad y menosprecio que muchos de nosotros, e incluso a veces las propias vctimas, no atinamos a reconocerlos como artimaas. Los observadores eventuales de reuniones de escpticos, y los que han echado una ojeada a la lista de miembros del CSICOP, habrn constatado una gran preponderancia de hombres. Otros afirman que hay un nmero desproporcionado de mujeres entre los que creen en la astrologa (hay horscopos en la mayora de las revistas de mujeres, pero no en las de hombres), los cristales, la percepcin extrasensorial y similares. Los hay que sugieren que el escepticismo tiene algo peculiarmente masculino. Exige trabajo duro, enfrentamientos, es competitivo, difcil... mientras, dicen, las mujeres tienen ms tendencia a aceptar, a construir un consenso, y no les interesa desafiar la sabidura convencional. Pero, segn mi experiencia, las mujeres cientficas tienen el sentido escptico tan agudo como sus colegas varones; simplemente, forma parte del hecho de ser cientfico. Esta crtica, si es que lo es, se presenta al mundo con la confusin habitual: si no se alienta el escepticismo en las mujeres y no se las prepara para ello, es bastante normal que muchas de ellas no sean escpticas. Si se abren las puertas y se les permite la entrada, son tan escpticas como cualquiera. Una de las profesiones estereotipadas es la ciencia. Los cientficos son raros, socialmente ineptos, trabajan en temas incomprensibles que ninguna persona normal sera capaz de encontrar interesantes... aunque estuviera dispuesta a invertir el tiempo necesario, cosa que, desde luego, no hara nadie en su sano juicio. Dedcate a vivir, les dira uno de buena gana. Ped un retrato contemporneo de los bichos raros de carne y hueso de la ciencia a una experta en nios de once aos que conozco. Debo sealar que ella se limita a transmitir, sin aceptarlos necesariamente, los prejuicios convencionales. Llevan el cinturn justo por debajo de las axilas. Se ponen protectores de plstico en los bolsillos de la camisa para exhibir una formidable coleccin de bolgrafos y lpices. Llevan una calculadora programable en una funda especial del cinturn. Todos llevan gafas gruesas con el puente de la

nariz roto y pegado con esparadrapo. Carecen de habilidades sociales e ignoran o son indiferentes a esta carencia. Cuando ren, les sale un ronquido. Farfullan entre ellos en un lenguaje incomprensible. Se aferran a la oportunidad de trabajar ms para conseguir una nota ms alta en todas las asignaturas, excepto en gimnasia. Miran a la gente normal por encima del hombro, y stos a su vez se ren de ellos. La mayora tienen nombres como Norman. (En la conquista normanda, una horda de locos de esos con cinturn alto, bolsillo con proteccin, provistos de calculadora y con las gafas rotas particip en la invasin de Inglaterra.) Hay ms chicos as que chicas, pero los hay de los dos gneros. No ligan nada. Si eres uno de ellos no puedes ser enrollado. Y viceversa. Desde luego, eso es un estereotipo. Hay cientficos que van vestidos con elegancia, que son de lo ms enrollado, con los que muchas personas querran salir, que no llevan una calculadora oculta en los actos sociales. Hay algunos que, si nos invitaran a su casa, nos sera imposible adivinar que son cientficos. Pero hay otros que se adaptan al estereotipo, ms o menos. Son bastante ineptos socialmente. Puede haber, en proporcin, muchos ms inadaptados entre los cientficos que entre los diseadores de moda o los policas de trfico. Quiz los cientficos tiendan ms a ello que los camareros, cirujanos o cocineros. -Por qu tiene que ser as? A lo mejor, las personas sin talento para congeniar con otras encuentran un refugio en ocupaciones impersonales, especialmente las matemticas y las ciencias fsicas. A lo mejor el estudio serio de temas difciles requiere tanto tiempo y dedicacin que impide aprender ms que las mnimas sutilezas sociales. Quiz sea una combinacin de ambos factores. Igual que la imagen del cientfico loco con la que est estrechamente relacionado, el estereotipo del cientfico bicho raro es dominante en nuestra sociedad. Qu tiene de malo hacer unos cuantos chistes de buena fe a expensas de los cientficos? Si, por la razn que sea, a la gente no le gusta el estereotipo del cientfico, es menos probable que apoye la ciencia. Por qu subvencionarlos para que realicen sus pequeos proyectos absurdos e incomprensibles? Bien, sabemos la respuesta a eso: se subvenciona la ciencia porque proporciona beneficios espectaculares a todos los niveles de la sociedad, como he argumentado en este libro. As pues, los que encuentran desagradables a los bichos raros cientficos, pero al mismo tiempo desean los productos de la ciencia, se enfrentan a una especie de dilema. Una solucin tentadora es dirigir las actividades de los cientficos. Que no se les d dinero para que se vayan por las ramas; les diremos lo que necesitamos: tal invento o tal proceso. No subvencionemos la curiosidad de los cientficos, sino algo que beneficie a la sociedad. Parece bastante sencillo.

El problema es que ordenar a alguien que vaya y haga un invento especfico, aunque el coste no sea ningn problema, no garantiza que se consiga. Puede ser que se carezca de una base de conocimiento sin la que es imposible que alguien consiga la invencin que se tiene en mente. Y la historia de la ciencia demuestra que muchas veces no se pueden encontrar los principios bsicos por un camino dirigido. Pueden surgir de las meditaciones ociosas de un joven solitario perdido en el bosque. Los dems lo ignoran o rechazan, como tambin otros cientficos, a veces hasta que aparece una nueva generacin de ellos. Pedir con urgencia grandes inventos prcticos desalentando al mismo tiempo la investigacin guiada por la curiosidad sera espectacularmente contraproducente. ---ooo--Supongamos que, por la gracia de Dios, usted es Victoria, la reina del Reino Unido de Gran Bretaa e Irlanda, defensora de la fe en la era ms prspera y triunfante del Imperio britnico. Sus dominios se extienden por todo el planeta. El rojo britnico jalona abundantemente los mapas del mundo. Usted preside el principal poder tecnolgico del mundo. La mquina de vapor se perfecciona en Gran Bretaa, principalmente por parte de ingenieros escoceses, que proporcionan asesora tcnica en los ferrocarriles y barcos de vapor que unen el imperio. Supongamos que en el ao 1860 tiene una idea visionaria, tan atrevida que hasta el editor de Julio Verne la habra rechazado. Quiere una mquina que lleve su voz y las imgenes de la gloria del imperio a todas las casas del reino. Ms todava: quiere que los sonidos e imgenes no lleguen por conductos o cables, sino por el aire... para que la gente que trabaje en el campo pueda recibir este don de inspiracin instantnea creado para promover la lealtad y la tica del trabajo. La Palabra de Dios tambin se puede transmitir con el mismo invento. Sin duda, se encontrarn otras aplicaciones socialmente deseables. As, con el apoyo del primer ministro, convoca al gabinete, al Estado Mayor y a los principales cientficos e ingenieros del reino. Les comunica que asignar un milln de libras al proyecto, mucho dinero en 1860. Si necesitan ms, pueden pedirlo. No le importa cmo lo hagan; slo que lo consigan. Ah, por cierto, se llamar Proyecto Westminster. Probablemente surgirn algunos inventos tiles de una empresa as. Siempre ocurre cuando se gastan grandes cantidades de dinero en tecnologa. Pero casi seguro que el Proyecto Westminster fracasar. Por qu? Porque todava no se ha creado la ciencia que lo fundamenta. En 1860 exista el telgrafo. Era imaginable, con un gasto enorme, instalar aparatos de telegrafa

en todas las casas para que todos pudieran enviar y recibir mensajes en cdigo Morse. Pero eso no es lo que haba pedido la reina. Ella pensaba en la radio y la televisin, pero eran inalcanzables. En el mundo real, los conocimientos de fsica necesarios para inventar la radio y la televisin llegaron de una direccin que nadie poda haber predicho. James Clerk Maxwell naci en Edimburgo, Escocia, en 1831. A los dos aos descubri que con un plato de aluminio poda hacer rebotar una imagen del sol en los muebles y que bailara por las paredes. Cuando sus padres entraron corriendo en la sala, l grit: Es el sol! Lo he conseguido con el plato de aluminio! De pequeo le fascinaban los microbios, los gusanos, las rocas, las flores, las lentes, las mquinas. Era humillante recordaba ms tarde su ta Jane la cantidad de preguntas que haca aquel nio y que no podas contestar. Naturalmente, cuando lleg a la escuela, le llamaron Dafty (daft, en el ingls de Gran Bretaa, significa algo as como un poco chalado). Era un joven extremadamente guapo, pero iba vestido sin esmero, ms cmodo que con estilo, y su provincianismo escocs en el habla y la conducta era causa constante de burla, especialmente cuando lleg a la universidad. Y tena unos intereses peculiares. Maxwell era un bicho raro. Con sus profesores le fue un poco mejor que con sus compaeros. He aqu un mordaz pareado que escribi en aquella poca:
Los aos se suceden y avanzan hacia el tiempo esperado En que el crimen de los mortificantes ser juzgado.

Muchos aos despus, en 1872, en su conferencia inaugural como profesor de fsica experimental de la Universidad de Cambridge, aludi al estereotipo de cientfico bicho raro:
No hace tanto tiempo que se consideraba necesariamente al hombre que se dedicaba a la geometra, o a cualquier ciencia que requiriese una dedicacin continua, como un misntropo que ha tenido que abandonar todos los intereses humanos para entregarse a abstracciones tan alejadas del mundo de la vida y la accin que se ha vuelto insensible a las atracciones del placer y a las exigencias de la obligacin.

Sospecho que no hace tanto tiempo era la manera de Maxwell de recordar las experiencias de su juventud. A continuacin deca:
En el da de hoy no se contempla a los cientficos con el mismo temor respetuoso o la misma sospecha. Se considera que estn de acuerdo con el

espritu material de la poca y que forman una especie de partido radical avanzado entre los hombres cultos.

Ya no vivimos en una poca de optimismo sin lmites sobre los beneficios de la ciencia y la tecnologa. Entendemos que tiene su parte mala. Hoy las circunstancias son mucho ms cercanas a lo que Maxwell recordaba de su infancia. Maxwell hizo enormes contribuciones a la astronoma y la fsica, desde la demostracin concluyeme de que los anillos de Saturno estn compuestos de pequeas partculas hasta las propiedades elsticas de los slidos y disciplinas que ahora se llaman teora cintica de los gases y mecnica estadstica. Fue el primero en demostrar que una cantidad enorme de pequeas molculas que, movindose por su cuenta, colisionan incesantemente unas con otras y rebotan elsticamente, no lleva a la confusin sino a unas leyes estadsticas precisas. Se puede predecir y entender las propiedades de un gas as. (La curva en forma de campana que describe las velocidades de las molculas en un gas se llama ahora distribucin Maxwell-Bolzmann.) Invent un ser mgico, llamado ahora el genio de Maxwell, cuyas acciones generan una paradoja que para ser resuelta necesit la teora de la informacin moderna y la mecnica cuntica. La naturaleza de la luz haba sido un misterio desde la antigedad. Se entablaron custicos debates cultos sobre si era una partcula o una onda. Las definiciones populares eran del estilo: La luz es oscuridad... encendida. La mayor contribucin de Maxwell fue su descubrimiento de que la electricidad y el magnetismo, precisamente, se unen para convertirse en luz. La comprensin ahora convencional del espectro electromagntico que consiste en longitudes de onda de rayos gama a rayos X, a luz ultravioleta, luz visible, luz infrarroja, ondas de radio se debe a Maxwell. Como la radio, la televisin y el radar. Pero Maxwell no buscaba nada de eso. Lo que le interesaba era cmo la electricidad crea magnetismo y viceversa. Quiero describir lo que hizo Maxwell, pero su consecucin histrica es matemtica de alto nivel. En unas pginas, slo puedo ofrecer en el mejor de los casos una especie de pincelada. Ruego al lector que no entienda del todo lo que le voy a decir que me perdone. Es imposible captar el sentido de lo que hizo Maxwell sin saber un poco de matemticas. Mesmer, el inventor del mesmerismo, crea haber descubierto que un fluido magntico, casi igual que el fluido elctrico, permeaba todas las cosas. Tambin en esto estaba equivocado. Ahora sabemos que no hay un fluido magntico especial y que todo magnetismo incluyendo el poder que reside en un imn de barra o herradura se debe a la electricidad en movimiento. El fsico dans Hans Christian Oersted haba hecho un pequeo

experimento en el que haca fluir la electricidad por un cable para inducir a la aguja de una brjula a oscilar y temblar. El cable y la brjula no estaban en contacto fsico. El gran fsico ingls Michael Faraday haba realizado el experimento complementario: haciendo aparecer una fuerza magntica gener una corriente elctrica en un cable cercano. La electricidad, al variar en el tiempo, se haba extendido de algn modo y haba generado magnetismo, y el magnetismo al variar en el tiempo se haba extendido de algn modo generando electricidad. Eso se llam induccin y era profundamente misterioso, cercano a la magia. Faraday propona que el imn tena un campo de fuerza invisible que se extenda hacia el espacio circundante, ms fuerte cuanto ms cerca del imn y ms dbil cuanto ms lejos. Se poda rastrear la forma del campo colocando pequeas limaduras de hierro en un trozo de papel y poniendo un imn debajo. Tambin el pelo, despus de un buen cepillado un da de baja humedad, genera un campo elctrico invisible que se extiende hacia el exterior e incluso puede hacer mover pequeos pedazos de papel. La electricidad en un cable, ahora lo sabemos, est causada por partculas elctricas submicroscpicas, llamadas electrones que responden a un campo elctrico en movimiento. Los cables estn hechos de materiales como el cobre que tienen muchos electrones libres (electrones no ligados en tomos, sino con capacidad de movimiento). Sin embargo, a diferencia del cobre, la mayora de los materiales, por ejemplo la madera, no son buenos conductores; son aislantes o dielctricos. En ellos, en comparacin, hay pocos electrones disponibles para moverse en respuesta al campo elctrico o magntico aplicado. No se produce ninguna corriente. Desde luego hay algn movimiento o desplazamiento de electrones y, cuanto mayor sea el campo magntico, mayor es el desplazamiento. Maxwell ide una manera de escribir lo que se saba sobre la electricidad y el magnetismo en su poca, un mtodo para resumir con precisin todos esos experimentos con cables, corrientes e imanes. Aqu tenemos las cuatro ecuaciones de Maxwell para describir la conducta de la electricidad y el magnetismo en un medio material:

Se necesitan unos cuantos aos de fsica de nivel universitario para entender realmente estas ecuaciones. Estn escritas a partir de una rama de

las matemticas llamada clculo vectorial. Un vector, en la frmula en letra negra, es cualquier cantidad con una magnitud y una direccin. Sesenta kilmetros por hora no es un vector, pero sesenta kilmetros por hora hacia el norte por la Autopista 1 s lo es. E y B representan los campos elctrico y magntico. El tringulo, llamado nabla (por su parecido con cierta lira antigua de Oriente Medio), expresa cmo varan los campos elctrico y magntico en el espacio tridimensional. El producto punto y el producto cruz despus de los nablas denotan dos tipos diferentes de variacin espacial. y B representan la variacin temporal, el ritmo de cambio de los campos elctrico y magntico, j representa una corriente elctrica. La minscula griega p (rho) representa la densidad de las cargas elctricas, mientras que o (pronunciado psilon cero) y o (pronunciado mu cero) no son variables, sino propiedades de la sustancia en que se mide E y B, y determinadas por experimento. En el vaco, o y !o son constantes de la naturaleza. Considerando las muchas cantidades diferentes que se renen en estas ecuaciones, es sorprendente lo sencillas que son. Podan haber ocupado pginas, pero no es as. La primera de las cuatro ecuaciones de Maxwell expresa cmo un campo elctrico, debido a cargas elctricas (por ejemplo, electrones), vara con la distancia (se debilita cuanto ms se aleja). Pero, cuanto mayor es la densidad de carga (cuantos ms electrones haya, por ejemplo, en un espacio determinado), ms fuerte es el campo. La segunda ecuacin nos dice que no se puede hacer una afirmacin comparable en magnetismo, porque las cargas magnticas (o monopolos magnticos) de Mesmer no existen: si se sierra un imn por la mitad, no habr un polo norte aislado y un polo sur aislado; cada pieza tiene ahora sus polos norte y sur. La tercera ecuacin nos dice cmo un campo magntico cambiante induce un campo elctrico. La cuarta describe lo contrario: cmo un campo elctrico cambiante (o una corriente elctrica) induce un campo magntico. Las cuatro ecuaciones son esencialmente una destilacin de generaciones de experimentos de laboratorio, principalmente de cientficos franceses y britnicos. Lo que he descrito aqu vaga y cualitativamente, las ecuaciones lo describen exacta y cuantitativamente. Maxwell se hizo entonces una extraa pregunta: cmo seran estas ecuaciones en el vaco, en un lugar donde no hubiera cargas elctricas ni corrientes elctricas? Podramos esperar tal vez que en el vaco no hubiera

campos elctricos ni magnticos. En cambio, l sugiri que la forma correcta de las ecuaciones de Maxwell para el comportamiento de la electricidad y el: magnetismo el vaco es sta

Fij p igual a cero, indicando que no hay cargas elctricas. Tambin fij j igual a cero, indicando que no hay corrientes elctricas. Pero no descart el ltimo trmino en la cuarta ecuacin, o o, la dbil corriente de desplazamiento en aislantes. Por qu no? Como se puede ver en las ecuaciones, la intuicin de Maxwell mantuvo la simetra entre los campos magntico y elctrico. Incluso en un vaco, con ausencia total de electricidad y hasta de materia, propuso que un campo magntico cambiante provoca un campo elctrico y viceversa. Las ecuaciones iban a representar a la naturaleza, y Maxwell crea que la naturaleza era bella y elegante. (Tambin haba otra razn, ms tcnica, para conservar la corriente de desplazamiento en un vaco, que aqu pasamos por alto.) Esta valoracin esttica por parte de un fsico bicho raro, totalmente desconocido excepto para otros cientficos acadmicos, ha contribuido ms a formar nuestra civilizacin que diez presidentes y primeros ministros juntos. Brevemente, las cuatro ecuaciones de Maxwell para el vaco dicen: 1) no hay cargas elctricas en el vaco; 2) no hay monopolos magnticos en el vaco; 3) un campo magntico cambiante genera un campo elctrico, y 4) viceversa. En cuanto hubo escrito as las ecuaciones, Maxwell pudo demostrar fcilmente que E y B se propagaban por el espacio vaco como si fueran ondas. Lo que es ms, poda calcular la velocidad de la onda. Era slo 1 dividido por la raz cuadrada de o y O. Pero o y O haban sido medidos en el laboratorio. Cuando se colocaban los nmeros, se encontraba que los campos elctricos y magnticos en el vaco deban propagarse, asombrosamente, a la misma velocidad que se haba medido antes para la luz. El acuerdo era demasiado exacto para ser accidental. De pronto, de manera desconcertante, la electricidad y el magnetismo estaban profundamente implicados en la naturaleza de la luz. Dado que la luz ahora pareca comportarse como ondas y derivar de campos elctricos y magnticos, Maxwell la llam electromagntica. Esos oscuros experimentos con bateras y cables tenan algo que ver con el brillo

del sol, con la forma en que vemos, con la naturaleza de la luz. Albert Einstein, meditando aos despus sobre el descubrimiento de Maxwell, escribi: A pocos hombres en el mundo les ha sido concedida una experiencia as. El propio Maxwell se qued perplejo ante los resultados. El vaco pareca actuar como un dielctrico. Dijo que puede ser polarizado elctricamente. Maxwell, que viva en una sociedad mecanicista, se sinti obligado a ofrecer algn tipo de modelo mecnico para la propagacin de una onda electromagntica a travs de un vaco perfecto. As, se imagin el espacio lleno de una sustancia misteriosa que llam ter, que sostena y contena los campos elctricos y magnticos variables en el tiempo... algo as como una gelatina palpitante pero invisible que impregnara el universo. Las vibraciones del ter eran la razn por la que la luz viajaba a travs de l, igual que las ondas de agua se propagan por el agua y las ondas de sonido por el aire. Pero este ter tena que ser un material muy raro, muy sutil, fantasmagrico, casi incorpreo. El Sol y la Luna, los planetas y las estrellas tenan que pasar a travs de l sin disminuir su velocidad, sin notarlo. Y, sin embargo, tena que tener la suficiente rigidez para sostener todas estas ondas propagndose a una velocidad prodigiosa. Se sigue usando la palabra ter sin relacin con esto, principalmente en el adjetivo etreo, residente en el ter. Tiene algunas connotaciones parecidas al ms moderno espacioso o flotante. Cuando, en los primeros tiempos de la radio, decan: en el aire, lo que tenan en mente era el ter. (La frase rusa es casi literalmente en el ter, vefir.) Pero, desde luego, la radio viaja fcilmente a travs del vaco, uno de los principales descubrimientos de Maxwell. No necesita aire para propagarse. La presencia de aire, si acaso, es un impedimento. Toda la idea de luz y materia movindose por el ter iba a llevar cuarenta aos despus a la teora especial de la relatividad de Einstein, E=mc2, y mucho ms. La relatividad y los experimentos que llevaron a ella demostraron de manera concluyente que no hay un ter que sostenga la propagacin de ondas electromagnticas, como escribe Einstein en el extracto del famoso trabajo que he reproducido en el captulo 2. La onda avanza por s sola. El campo elctrico cambiante genera un campo magntico; el campo magntico cambiante genera un campo elctrico. Se sostienen ambos... con sus tirantes. Muchos fsicos quedaron profundamente turbados por la desaparicin del ter luminfero. Haban necesitado algn modelo mecnico para que toda la idea de la propagacin de luz en el vaco fuera razonable, plausible, comprensible. Pero era una muleta, un sntoma de nuestras dificultades para

reconocer reinos en los que el sentido comn no sirve. El fsico Richard Feynman lo describi de este modo:
Hoy entendemos mejor que lo que cuenta son las ecuaciones en s y no el modelo usado para conseguirlas. Slo podemos cuestionar si las ecuaciones son verdaderas o falsas. Se contesta a eso haciendo experimentos, y un nmero incontable de experimentos han confirmado las ecuaciones de Maxwell. Si retiramos el andamio que utiliz para construirlo, nos encontramos con que el bello edificio de Maxwell se mantiene por s solo.

Pero qu son esos campos elctricos y magnticos variables en el tiempo que impregnan todo el espacio? Qu significan yB? Nos sentimos mucho ms cmodos con la idea de cosas que se tocan y se mueven, se estiran o se empujan, que con campos que mueven mgicamente objetos a distancia o meras abstracciones matemticas. Pero, como seal Feynman, nuestra sensacin de que al menos en la vida cotidiana podemos confiar en el contacto fsico slido y sensible para explicar, por ejemplo, por qu el cuchillo de la mantequilla se acerca a uno cuando lo coge es un concepto errneo. Qu quiere decir tener contacto fsico? Qu ocurre exactamente cuando uno toma un cuchillo, o empuja un columpio, o hace una onda en el agua golpeando peridicamente sobre ella? Cuando investigamos en profundidad, encontramos que no hay contacto fsico. En cambio, las cargas elctricas de la mano estn influyendo en las cargas elctricas del cuchillo, columpio o agua, y viceversa. A pesar de la experiencia y el sentido comn cotidiano, incluso aqu, slo existe la interaccin de campos elctricos. Nada toca nada. Ningn fsico se mostr impaciente con las nociones del sentido comn y ansioso por reemplazarlas por alguna abstraccin matemtica que pudiera ser entendida slo por extraos fsicos tericos. Empezaron, como hacemos todos, con ideas cmodas y estndar de sentido comn. El problema es que la naturaleza no obedece. Si dejamos de insistir en nuestras ideas de cmo debera comportarse la naturaleza, y nos ponemos ante ella con una mente abierta y receptiva, encontramos que a menudo el sentido comn no funciona. Por qu no? Porque nuestras ideas, tanto hereditarias como aprendidas, de cmo funciona la naturaleza fueron forjadas en los millones de aos que nuestros antepasados eran cazadores y recolectores. En este caso, el sentido comn es una gua inexacta porque la vida de los cazadoresrecolectores no dependa de entender los campos elctricos y magnticos de tiempo variable. No haba castigos evolutivos por ignorar las ecuaciones de Maxwell. En nuestra poca es diferente. Las ecuaciones de Maxwell muestran que un campo elctrico rpidamente variable (que haga ms grande ) debera generar ondas

electromagnticas. En 1888, el fsico alemn Heinrich Hertz realiz el experimento y encontr que haba generado una nueva especie de radiacin, ondas de radio. Siete aos despus, cientficos britnicos en Cambridge transmitieron seales de radio a una distancia de un kilmetro. En 1901, Guglielmo Marconi, de Italia, utilizaba ondas de radio para comunicarse con el otro lado del ocano Atlntico. La conexin econmica, cultural y poltica del mundo moderno mediante torres emisoras, enlaces de microondas y satlites de comunicacin se remonta a la idea de Maxwell de incluir la corriente de desplazamiento en sus ecuaciones de vaco. Eso hace la televisin, que nos instruye y entretiene de manera imperfecta; el radar, que quiz pueda haber sido el elemento decisivo en la batalla de Gran Bretaa y en la derrota nazi en la segunda guerra mundial (me gusta pensar que fue gracias a Dafty, el bicho raro que se adelant al futuro y salv a sus descendientes de sus atormentadores); el control y navegacin de aviones, barcos y naves espaciales; la radioastronoma y la bsqueda de inteligencia extraterrestre y aspectos significativos de la energa elctrica y las industrias de microelectrnica. Lo que es ms, la idea de campos de Faraday y Maxwell ha tenido gran influencia en la comprensin del ncleo atmico, la mecnica cuntica y la estructura fina de la materia. Su unificacin de electricidad, magnetismo y luz en un todo matemtico coherente es la fuente de inspiracin de posteriores intentos algunos con xito, otros todava en estado rudimentario de unificar todos los aspectos del mundo fsico, incluyendo la gravedad y las fuerzas nucleares, en una gran teora. Puede decirse razonablemente que Maxwell abri la puerta de la fsica moderna. Richard Feynman describe nuestra visin actual del mundo silencioso de los vectores elctricos y magnticos variables con estas palabras:
Intentemos imaginar cmo son los campos elctrico y magntico ahora en el espacio de esta sala de conferencias. En primer lugar hay un campo magntico constante; procede de las corrientes del interior de la tierra, es decir, el campo magntico constante de la tierra. Luego hay algunos campos elctricos irregulares, casi estticos, producidos quiz por cargas elctricas generadas por friccin cuando varias personas se mueven en sus sillas y frotan las mangas de su chaqueta con los brazos de la silla. Luego hay otros campos magnticos producidos por corrientes oscilatorias en el cableado elctrico... campos que varan a una frecuencia de sesenta ciclos por segundo, en sincronizacin con el generador de Boulder Dam. Pero son ms interesantes los campos elctrico y magntico variables con frecuencias mucho ms altas. Por ejemplo, cuando la luz viaja desde la ventana hasta el suelo y las paredes, hay pequeas sacudidas de los campos elctrico y magntico que se mueven a trescientos mil kilmetros por segundo. Luego estn tambin las ondas infrarrojas que viajan de las fuentes calientes a la fra pizarra. Y hemos olvidado la luz ultravioleta, los rayos X y las ondas de radio que viajan a travs de la habitacin.

A travs de la sala vuelan ondas electromagnticas que transportan msica de una banda de jazz. Hay ondas moduladas por una serie de impulsos que representan imgenes de acontecimientos que ocurren en otras partes del mundo o de aspirinas imaginarias que se disuelven en estmagos imaginarios. Para demostrar la realidad de esas ondas, slo es necesario encender un equipo electrnico que convierta esas ondas en imgenes y sonidos. Si nos adentramos en ms detalle para analizar incluso el menor movimiento, hay pequeas ondas electromagnticas que han entrado a la sala desde distancias enormes. Ahora hay pequeas oscilaciones del campo elctrico, cuyas crestas estn separadas por una distancia de medio metro, que han venido de millones de kilmetros de distancia, transmitidas a la Tierra desde la nave espacial Mariner [2] que acaba de pasar por Venus. Sus seales llevan resmenes de informacin que ha recogido sobre los planetas (obtenida a partir de ondas electromagnticas que viajan del planeta a la nave espacial). Hay movimientos muy pequeos de los campos elctrico y magntico que son ondas que se originaron a miles de millones de aos luz... desde las galaxias en los rincones ms remotos del universo. Que esto es cierto se ha descubierto llenando la sala de cables... construyendo antenas tan grandes como esta sala. Esas ondas de radio han sido detectadas llegando desde lugares del espacio que estn fuera del alcance de los mayores telescopios pticos. Incluso los telescopios pticos son simples recolectores de ondas electromagnticas. Lo que llamamos las estrellas son slo deducciones, deducciones derivadas de la nica realidad fsica que hemos recibido de ellas hasta ahora, a partir de un meticuloso estudio de las ondulaciones interminablemente complejas de los campos elctrico y magntico que nos llegan a la Tierra. Desde luego, hay ms: los campos producidos por rayos a kilmetros de distancia, los campos de las partculas cargadas d rayos csmicos cuando atraviesan la sala, y ms, y ms. Qu complicado es eso del campo elctrico en el espacio que nos rodea!

Si la reina Victoria hubiera convocado una reunin urgente de sus asesores y les hubiera ordenado que inventaran el equivalente de la radio y la televisin, es poco probable que alguno de ellos hubiera imaginado que el camino pasaba por los experimentos de Ampre, Biot, Oersted y Faraday, cuatro ecuaciones de clculo vectorial y la idea de conservar la corriente de desplazamiento en el vaco. Creo que no hubieran llegado a ninguna parte. Mientras tanto, por su cuenta, guiado slo por la curiosidad, sin prcticamente ningn coste para el gobierno, inconsciente de que estaba preparando el terreno para el Proyecto Westminster, Dafty iba llenando pginas. Es dudoso que se hubiera pensado en el modesto e insociable seor Maxwell para efectuar un estudio de este tipo. De ser as, probablemente el

gobierno le habra dicho en qu tena que pensar y en qu no, impidiendo ms que induciendo su gran descubrimiento. Ms tarde, Maxwell fue recibido por la reina Victoria. La audiencia le caus muchos trastornos con anterioridad sobre todo la desconfianza en su capacidad de comunicar ciencia a alguien no experto pero la reina se distrajo en seguida y la entrevista fue corta. Como los otros cuatro grandes cientficos britnicos de la historia reciente, Michael Faraday, Charles Darwin, P. A. M. Dirac y Francis Crick, Maxwell nunca recibi el ttulo de caballero (aunque s lo recibieron Lyell, Kelvin, J. J. Thomson, Rutherford, Eddington y Hoyle, en el escalafn siguiente). En el caso de Maxwell, ni siquiera exista la excusa de que pudiera tener opiniones poco acordes con la Iglesia de Inglaterra: era un cristiano absolutamente convencional para su poca, ms devoto que la mayora. Quiz fuera su aire de bicho raro. Los medios de comunicacin los instrumentos de educacin y entretenimiento que hizo posibles James Clerk Maxwell no han ofrecido nunca, que yo sepa, ni siquiera una miniserie sobre la vida y pensamiento de su benefactor y fundador. En contraste, pensemos en lo difcil que es crecer en Estados Unidos sin que la televisin le hable a uno, por ejemplo, de la vida y poca de Davy Crockett, Billy the Kid o Al Capone. Maxwell se cas joven, pero por lo visto su matrimonio careci tanto de pasin como de hijos. Reservaba toda su emocin para la ciencia. Este fundador de la edad moderna muri en 1879 a los cuarenta y siete aos. Aunque la cultura popular casi le haya olvidado, los astrnomos de radar que hacen mapas de otros mundos le recuerdan: la mayor cadena montaosa de Venus, descubierta enviando ondas de radio desde la Tierra que rebotaban en Venus y detectaban sus ecos apagados, lleva su nombre. ---ooo--Menos de un siglo despus de la prediccin de las ondas de radio de Maxwell, se inici la primera bsqueda de seales de posibles civilizaciones en los planetas de otras estrellas. Desde entonces ha habido una serie de bsquedas, a algunas de las cuales me he referido antes, de los campos elctrico y magntico variables en el tiempo que cruzan las amplias distancias interestelares desde otras posibles inteligencias muy diferentes biolgicamente de nosotros que tambin se habran beneficiado en algn momento de su historia de las percepciones de equivalentes locales de James Clerk Maxwell. En octubre de 1992 en el desierto de Mojave, y en un valle crstico de Puerto Rico iniciamos la bsqueda ms prometedora, poderosa y

extensa de inteligencia extraterrestre (SETI) que se pueda imaginar. Por primera vez, la NASA organizaba y pona en prctica el programa. Se examinara todo el cielo durante un perodo de diez aos con un alcance de sensibilidad y frecuencia sin precedentes. Si, desde un planeta de cualquiera de los cuatrocientos mil millones de otras estrellas que forman la galaxia de la Va Lctea, alguien nos hubiera mandado un mensaje por radio, habramos tenido una posibilidad bastante razonable de orlo. Justo un ao despus, el Congreso cort el suministro. El SETI no era de importancia apremiante; su inters era limitado; era demasiado caro. Pero toda civilizacin en la historia humana ha dedicado algunos recursos a investigar cuestiones profundas sobre el universo y es difcil pensar en otra ms profunda que saber si estamos solos. Aunque no pudiramos descifrar los contenidos del mensaje, la recepcin de una seal as transformara nuestra visin del universo y de nosotros mismos. Y, si pudiramos entender el mensaje de una civilizacin tcnicamente avanzada, los beneficios prcticos podran ser sin precedentes. Lejos de tener una base estrecha, el programa SETI, vigorosamente apoyado por la comunidad cientfica, est tambin arraigado en la cultura popular. La fascinacin de esta empresa es amplia y duradera, y por muy buena razn. Y, lejos de ser demasiado caro, el programa habra costado algo as como un helicptero de combate al ao. Me pregunto por qu los miembros del Congreso a quienes preocupan tanto los costes no dedican mayor atencin al Departamento de Defensa que, con la Unin Sovitica desintegrada y la guerra fra terminada, todava gasta, con el total de costes registrados, bastante ms de trescientos mil millones de dlares al ao. (Y en todas las dems instancias de gobierno hay muchos programas que se dedican al bienestar de los potentados.) Quiz nuestros descendientes, cuando miren atrs hacia nuestra poca, se quedarn maravillados de que, estando en posesin de la tecnologa para detectar a otros seres, cerrsemos los odos e insistisemos en gastar nuestra riqueza nacional para protegernos de un enemigo que ya no existe.40 David Goodstein, un fsico de Cal Tech, apunta que el crecimiento de la ciencia durante siglos ha sido tan exponencial que no puede seguir creciendo as... porque todo el mundo en el planeta tendra que ser cientfico y entonces el crecimiento debera detenerse. Especula que es por esta razn, y no por un desafecto fundamental por la ciencia, que se ha reducido sensiblemente el crecimiento en la financiacin de la ciencia en las ltimas dcadas. Sin embargo me preocupa cmo se distribuyen los fondos de investigacin. Me preocupa que cancelar los fondos del gobierno para SETI
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El programa SETI fue brevemente resucitado en 1995 con contribuciones privadas y el apropiado nombre de Proyecto Fnix.

forme parte de una tendencia. El gobierno ha presionado a la Fundacin Nacional de la Ciencia para que se alejara de la investigacin cientfica bsica y apoyara la tecnologa, la ingeniera y las aplicaciones. El Congreso est sugiriendo acabar con el Estudio Geolgico de Estados Unidos y reducir su apoyo al estudio del frgil medio ambiente de la Tierra. El apoyo de la NASA para investigacin y anlisis de datos ya obtenidos se va limitando cada vez ms. A muchos cientficos jvenes no slo les es imposible conseguir becas para llevar a cabo su investigacin sino que adems no encuentran trabajo. La financiacin de la investigacin y el desarrollo industrial por parte de las compaas americanas se ha reducido en aos recientes. La financiacin de investigacin y desarrollo del gobierno se ha reducido en el mismo perodo. (Slo aument la investigacin y el desarrollo militar en la dcada de los ochenta.) En gastos anuales, Japn es ahora el principal inversor en investigacin y desarrollo civil. En campos como informtica, equipo de telecomunicaciones, sector aeroespacial, robtica y equipo cientfico de precisin la participacin de Estados Unidos en las exportaciones globales ha descendido, mientras ha aumentado la de los japoneses. En este mismo perodo. Estados Unidos perdi la supremaca ante Japn en la mayora de tecnologas de semiconductores y experiment un grave declive en la participacin de mercado de la televisin en color, vdeos, fongrafos, aparatos de telfono y mquinas herramientas. En la investigacin bsica, los cientficos son libres de colmar su curiosidad e interrogar a la naturaleza no con un fin prctico a corto plazo, sino en busca del conocimiento por s mismo. Desde luego, los cientficos tienen un inters personal en la investigacin bsica. Es lo que les gusta, en muchos casos la razn por la que se hacen cientficos. Pero esta investigacin es en inters de la sociedad. As suelen hacerse los principales descubrimientos que benefician a la humanidad. Vale la pena preguntarse si unos cuantos proyectos cientficos grandes y ambiciosos son mejor inversin que un nmero mayor de programas pequeos. Raramente somos lo bastante listos para hacer a propsito los descubrimientos que dirigirn nuestra economa y salvaguardarn nuestras vidas. A menudo nos falta la investigacin bsica. En cambio, nos dedicamos a una amplia serie de investigaciones de la naturaleza y surgen aplicaciones en las que nunca soamos. No siempre, desde luego. Pero con bastante frecuencia. Dar dinero a alguien como Maxwell podra haber parecido la ms absurda promocin de la ciencia guiada por la mera curiosidad y una imprudencia para los legisladores prcticos. Por qu conceder dinero ahora para que cientficos que hablan una jerga incomprensible se dediquen a sus

hobbies, cuando todava no se han abordado necesidades nacionales apremiantes? Desde este punto de vista, es fcil entender la opinin de que la ciencia no es ms que otro grupo de presin ansioso por preservar la entrada de dinero a fin de que los cientficos no tengan que trabajar todo el da o estar en nmina. Maxwell no pensaba en la radio, el radar y la televisin cuando garabate por primera vez las ecuaciones fundamentales del electromagnetismo; Newton no soaba con el vuelo espacial o los satlites de comunicacin cuando entendi por primera vez el movimiento de la Luna; Roentgen no pensaba en el diagnstico mdico cuando investig una radiacin penetrante tan misteriosa que la llam rayos X; Curie no pensaba en la terapia para el cncer cuando extrajo laboriosamente cantidades mnimas de radio de toneladas de pechblenda; Fleming no planeaba salvar la vida de millones de personas con los antibiticos cuando observ un crculo libre de bacterias alrededor de un brote de moho; Watson y Crick no imaginaban la curacin de enfermedades genticas cuando se devanaban los sesos sobre la difractometra de rayos X del ADN; Rowland y Molina no planeaban implicar los CFC en la reduccin del ozono cuando empezaron a estudiar el papel de los halgenos en la fotoqumica estratosfrica. De vez en cuando, miembros del Congreso y otros lderes polticos no se han podido resistir a bromear sobre alguna proposicin cientfica aparentemente oscura para la que se pide financiacin al gobierno. Hasta un senador tan brillante como William Proxmire, licenciado en Harvard, tena tendencia a conceder el premio del vellocino de oro a proyectos cientficos ostensiblemente intiles, incluyendo el SETI. Me imagino el mismo espritu en gobiernos previos: un tal seor Fleming desea estudiar los gusanos en el queso oloroso; una mujer polaca desea tamizar toneladas de mineral del centro de frica para encontrar cantidades mnimas de una sustancia que, segn dice, resplandecer en la oscuridad; un tal seor Kepler quiere escuchar las canciones que cantan los planetas. Esos descubrimientos y muchos ms, que caracterizan y honran a nuestra poca y a algunos de los cuales debemos la vida, fueron hechos por cientficos que tuvieron la oportunidad de explorar lo que en su opinin, bajo el escrutinio de sus colegas, eran cuestiones bsicas de la naturaleza. Las aplicaciones industriales, en las que el Japn de las ltimas dos dcadas ha destacado, son excelentes. Pero aplicaciones de qu? La investigacin fundamental, la investigacin del corazn de la naturaleza, es el medio a travs del que adquirimos el nuevo conocimiento que se aplica. Los cientficos tienen la obligacin, especialmente cuando piden dinero, de explicar lo que pretenden con la mayor claridad y honestidad. El Supercolisionador Superconductor (SSC) habra sido el instrumento

preeminente en el planeta para explorar la estructura fina de la materia y la naturaleza del universo. Su precio era de diez mil a quince mil millones de dlares. Fue cancelado por el Congreso en 1993 despus de haber gastado unos dos mil millones... el peor resultado posible. Pero yo creo que la base principal de este debate no era el declive del inters en el apoyo a la ciencia. Pocos miembros del Congreso entendieron para qu servan los aceleradores modernos de alta energa. No sirven como armas. No tienen aplicaciones prcticas. Son para algo que, preocupantemente desde el punto de vista de muchos, se llama la teora de todas las cosas. Las explicaciones que implican entidades llamadas quarks, encanto, olor, color, etc., dan la impresin de que los fsicos son muy simpticos y tiernos. Todo en general tiene un aura, al menos desde el punto de vista de algunos miembros del Congreso con los que he hablado, de bichos raros enloquecidos... lo que me parece una manera muy poco caritativa de describir la ciencia basada en la curiosidad. Ninguno de los que pagaban tena la ms remota idea de qu es un bosn de Higgs. He ledo parte del material que pretenda justificar el SSC. Al final de todo, haba una parte que no era tan mala, pero no haba nada que explicara de qu iba el proyecto a un nivel accesible para personas brillantes pero escpticas que no fueran fsicos. Si los fsicos piden diez mil o quince mil millones de dlares para construir una mquina que no tiene valor prctico, al menos deberan hacer un esfuerzo extremadamente serio, con grficas asombrosas, metforas y un buen uso del idioma, para justificar su propuesta. Creo que la clave del fracaso del SSC es algo ms que la mala gestin financiera, la limitacin de presupuesto y la incompetencia poltica. Hay un punto de vista creciente de libre mercado del conocimiento humano segn el que la investigacin bsica debera competir sin apoyo del gobierno con todas las dems instituciones y demandantes de la sociedad. De no haber podido confiar en el apoyo del gobierno, si hubieran tenido que competir en la economa de mercado libre de su poca, es muy poco probable que alguno de los cientficos de mi lista hubiera podido hacer su investigacin bsica fundamental. Y el coste de la investigacin bsica, tanto terica como especialmente experimental, es sustancialmente mayor de lo que era en la poca de Maxwell. Pero, dejando esto a un lado, sera adecuado que las fuerzas del mercado libre apoyaran la investigacin bsica? Actualmente slo se financia un diez por ciento de las propuestas dignas de investigacin en medicina. Se gasta ms dinero en curanderos que en toda la investigacin mdica. Qu pasara si el gobierno optara por abandonar la investigacin mdica? Un aspecto necesario de la investigacin bsica es que sus aplicaciones radiquen en el futuro: a veces dcadas o incluso siglos despus. Lo que es ms, nadie sabe qu aspectos de la investigacin bsica tendrn valor prctico

y cules no. Si los cientficos no pueden hacer esas predicciones, van a hacerlas los polticos o los industriales? Si las fuerzas del mercado libre estn centradas slo en el beneficio a corto plazo como lo estn ciertamente en Estados Unidos con un declive abrupto en investigacin corporativa, no equivale esta solucin a abandonar la investigacin bsica? Cortar de cuajo la ciencia fundamental que tiene como gua la curiosidad es como comerse la semilla del maz. Quiz nos quede un poco para comer el prximo invierno, pero qu plantaremos para alimentarnos nosotros y nuestros hijos los inviernos siguientes? Desde luego hay muchos problemas acuciantes para nuestra nacin y para nuestra especie. Pero reducir la investigacin cientfica bsica no es la manera de resolverlos. Los cientficos no constituyen un bloque de votantes. No tienen un grupo de presin efectivo. Sin embargo, gran parte de su trabajo es en inters de todos. Alejarse de la investigacin fundamental constituye una falta de fuerza, de imaginacin y de esa visin de futuro que todava no parecemos dominar. A uno de esos extraterrestres hipotticos podra parecerle asombroso que estuviramos planeando no tener un futuro. Desde luego, necesitamos alfabetizacin, educacin, trabajo, atencin mdica adecuada y defensa, proteccin del medio ambiente, seguridad en la vejez, un presupuesto equilibrado y un montn de cosas ms. Pero somos una sociedad rica. No podemos alimentar a los Maxwell de nuestra poca? Para poner un ejemplo simblico, es verdad que no nos podemos permitir comprar maz para sembrar, por el valor de un helicptero de combate, para escuchar a las estrellas?

CAPITULO 24

CIENCIA Y BRUJERA
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Escrito con Ann Druyan. Los dos captulos siguientes incluyen ms contenido poltico que cualquier otra parte del libro. No deseo sugerir que la defensa de la ciencia y el escepticismo conduzcan necesariamente a todas las conclusiones polticas y sociales que yo extraigo. Aunque el pensamiento escptico es de valor incalculable en poltica, la poltica no es una ciencia.

Ubi dubium ibi libertas: Donde hay duda, hay libertad. Probervio latino

El ttulo de la Feria Mundial de Nueva York de 1939 que tanto me impresion cuando la visit de nio procedente del oscuro Brooklyn era El mundo del maana. El mero hecho de adoptar un tema como ste constitua una promesa de que habra un mundo del maana, y una simple mirada fortuita afirmaba que sera mejor que el mundo de 1939. Aunque a m el matiz me pas totalmente inadvertido, mucha gente anhelaba una promesa tranquilizadora en vsperas de la guerra ms brutal y calamitosa de la historia humana. Al menos supe que crecera en el futuro. El maana limpio y lustroso que se retrataba en la Feria era atractivo y esperanzador. Y estaba claro que algo llamado ciencia era el medio para realizar este futuro. Pero si las cosas hubieran evolucionado de manera un poco diferente, la Feria me habra podido dar muchsimo ms Se haba producido una lucha feroz entre bastidores. La visin que prevaleci fue la del presidente de la Feria y portavoz principal, Grover Whalen, antiguo ejecutivo de empresa, jefe de la polica de la ciudad de Nueva York en una poca de brutalidad policial sin precedentes e innovador de las relaciones pblicas. Era l quien haba pensado que los edificios de la exposicin fueran principalmente comerciales, industriales, orientados a los productos de consumo, y quien haba convencido a Stalin y Mussolini de que construyeran esplndidos pabellones nacionales. (Ms tarde se quej de haberse visto obligado a saludar con frecuencia al modo fascista.) El nivel de las exposiciones, como las describi un diseador, corresponda a la mentalidad de un nio de doce aos. Sin embargo, segn cuenta el historiador Peter Kuznick de la Universidad Americana, un grupo de cientficos prominentes entre los que se encontraban Harold Urey y Albert Einstein defenda la presentacin de la ciencia por s sola, no como el camino hacia los objetos de consumo a la venta, con el fin de destacar el mtodo de pensamiento y no slo los

productos de la ciencia. Estaban convencidos que la comprensin popular de la ciencia era el antdoto de la supersticin y el fanatismo; que, como dijo el divulgador cientfico Watson Davis, el camino cientfico es el camino de la democracia. Un cientfico incluso lleg a sugerir que, si se ampliaba la apreciacin del pblico por los mtodos de la ciencia, se podra conseguir una conquista final de la estupidez... un objetivo meritorio pero probablemente irrealizable. Tal como sucedieron los hechos, las exposiciones de la Feria apenas exhiban ciencia real, a pesar de las protestas de los cientficos y sus llamamientos a altos principios. Y, sin embargo, parte de lo poco que haba me llam profundamente la atencin y contribuy a transformar mi infancia. Pero el enfoque central segua siendo el de empresa y de consumo, y no haba esencialmente nada sobre la ciencia como manera de pensar, menos todava como baluarte de una sociedad libre. ---ooo--Exactamente medio siglo despus, en los aos finales de la Unin Sovitica, Ann Druyan y yo nos encontrbamos cenando en Peredeikino, un pueblo de las afueras de Mosc donde algunos miembros del Partido Comunista, generales retirados y unos cuantos intelectuales privilegiados tenan su casa de verano. El aire estaba electrizado con la perspectiva de nuevas libertades, especialmente el derecho a expresar una opinin aunque no fuera del agrado del gobierno. Floreca la legendaria revolucin de nacientes expectativas. Pero, a pesar de la glasnost, las dudas estaban muy extendidas. Permitiran realmente los que detentaban el poder que se oyera la voz de sus crticos? Se permitira realmente la libertad de expresin, de reunin, de prensa, de religin? Sera capaz un pueblo sin experiencia de libertad de soportar la carga que sta representa? Algunos ciudadanos soviticos presentes en la cena haban luchado durante dcadas y contra fuerzas superiores por las libertades que la mayora de los americanos dan por supuestas; ciertamente se haban inspirado en el experimento americano, una demostracin en el mundo real de que las naciones, incluso las multiculturales y multitnicas, podan sobrevivir y prosperar con esas libertades razonablemente intactas. Llegaron al extremo de plantear la idea de que la prosperidad era debida a la libertad... que, en una era de alta tecnologa y cambio rpido, ambas cosas prosperan o decaen a la vez, que la apertura de la ciencia y la democracia, su voluntad de ser juzgadas mediante el experimento, eran maneras de pensar estrechamente unidas.

Hubo muchos brindis, como siempre ocurre en las cenas en esa parte del mundo. El ms memorable fue el de un famoso novelista sovitico. Se puso en pie, levant la copa, nos mir a los ojos y dijo: Por los americanos. Ellos tienen un poco de libertad. Hizo una pausa, y luego aadi: Y saben cmo conservarla. Sabemos? ---ooo--Todava no se haba secado la tinta de la Declaracin de Derechos cuando los polticos encontraron una manera de subvertirla... sacando provecho del temor y la histeria patritica. En 1798, el partido federalista gobernante saba que la tecla que deba pulsar era el prejuicio tnico y cultural. Los federalistas, explotando las tensiones entre Francia y Estados Unidos y el temor extendido de que los inmigrantes franceses e irlandeses tuvieran una ineptitud intrnseca para ser americanos, aprobaron una serie de leyes que se llamaron de extranjera y sedicin. Se aprob una ley que elevaba el requisito de residencia para conseguir la ciudadana de cinco a catorce aos. (Los ciudadanos de origen francs e irlands solan votar por la oposicin, el partido republicano democrtico de Thomas Jefferson.) La ley de extranjera otorgaba el poder al presidente John Adams de deportar a todo extranjero que despertara sus sospechas. Poner nervioso al presidente, deca un miembro del Congreso, es el nuevo delito. Jefferson crea que la ley de extranjera se haba promulgado particularmente para expulsar al historiador y filsofo francs C. F. Volney, 42 a Pierre Samuel du Pont de Nemours, patriarca de la famosa familia de qumicos, y al cientfico britnico Joseph Priestley, descubridor del oxgeno y antecesor intelectual de James Clerk Maxwell. Desde el punto de vista de Jefferson, sas eran exactamente las personas que necesitaba Amrica. La Ley de Sedicin convirti en ilegal la publicacin de crticas falsas o maliciosas del gobierno o el fomento de la oposicin a alguno de sus actos. Se efectu media docena de arrestos, se conden a diez personas y se censur o redujo al silencio a muchas ms por intimidacin. La ley, segn Jefferson, pretenda acallar cualquier tipo de oposicin poltica convirtiendo en delito la crtica de los funcionarios o policas federalistas.

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Un pasaje tpico del libro Ruinas de 1791 de Volney: Uno disputa, discute, lucha por algo que es incierto, por algo de lo que duda. Oh, hombres! No es esto una locura?... Debemos trazar una lnea de distincin entre los que son capaces de verificacin y los que no lo son, y separar con una barrera inviolable el mundo de los seres fantsticos del mundo de las realidades; es decir, debe eliminarse todo efecto civil de las opiniones teolgicas y religiosas.

Jefferson, en cuanto fue elegido, durante la primera semana de su presidencia en 1801, perdon a todas las vctimas de la ley de sedicin porque, dijo, su espritu era tan contrario a la libertad americana como si el Congreso nos ordenara arrodillarnos para adorar a un becerro de oro. En 1802, en los libros no quedaba ni rastro de las leyes de extranjera y sedicin. A dos siglos de distancia, es difcil captar el encrespamiento de nimo que convirti a los franceses y los salvajes irlandeses en una amenaza tan grave como para hacernos pensar en renunciar a nuestras ms preciadas libertades. Reconocer el mrito de los logros culturales franceses e irlandeses, defender la igualdad de derechos para ellos se despreciaba en los crculos conservadores como sentimentalismo, una correccin poltica poco realista. Pero as es como funciona siempre. Siempre nos parece una aberracin ms tarde. Pero entonces ya estamos en las garras del siguiente brote de histeria. Los que persiguen el poder a cualquier precio detectan una debilidad social, un temor que pueden aprovechar para llegar al cargo. Puede tratarse de diferencias tnicas, como era entonces el caso, quiz de diferentes cantidades de melanina en la piel; de filosofas o religiones diferentes; o quiz sea el uso de drogas, los delitos violentos, la crisis econmica, las oraciones en la escuela o la profanacin de la bandera. Sea cual sea el problema, la solucin ms rpida es reducir un poco de libertad de la Declaracin de Derechos. S, en 1942, los nipoamericanos estaban protegidos por la Declaracin de Derechos, pero los encerramos de todas maneras... Al fin y al cabo haba una guerra. S, hay prohibiciones constitucionales contra la busca y captura irracional, pero se ha declarado la guerra contra las drogas y el delito violento aumenta sin control. S, tenemos libertad de expresin, pero no queremos que vengan autores extranjeros a escupirnos ideologas ajenas, verdad que no? Los pretextos cambian de ao en ao, pero el resultado sigue siendo el mismo: concentrar ms poder en menos manos y suprimir la diversidad de opinin... aunque la experiencia ha dejado claros los peligros de seguir este curso de accin. ---ooo--Si no sabemos de qu somos capaces, no podemos apreciar las medidas que se toman para protegernos de nosotros mismos. He comentado la persecucin de las brujas en Europa en el contexto de la abduccin por extraterrestres; confo en que el lector me perdonar por volver a ella en su contexto poltico. Es una apertura al autoconocimiento humano. Si nos centramos en lo que las autoridades religiosas y seculares consideraban una prueba aceptable y un juicio justo en las cazas de brujas de los siglos XV a

XVII, se clarifican muchas de las caractersticas novedosas y peculiares de la Constitucin de Estados Unidos del siglo XVIII y la Declaracin de Derechos: entre ellas, el juicio perjurado, las prohibiciones de la autoincriminacin y de los castigos crueles y exagerados, la libertad de expresin y de prensa, el proceso justo, el equilibrio de poderes y la separacin de Iglesia y Estado. Friedrich von Spee (pronunciado Shpay) era un jesuita que tuvo la mala suerte de escuchar las confesiones de los acusados de brujera en la ciudad alemana de Wurzburgo (vase captulo 7). En 1631 public Cautio Criminalis {Precauciones para los acusadores), donde expona la esencia de aquel terrorismo Iglesia-Estado contra los inocentes. Antes de recibir su castigo, muri vctima de una epidemia de peste... atendiendo a los afligidos como cura de la parroquia. Aqu tenemos un extracto de su libro:
1. Por increble que parezca, entre nosotros, alemanes, y especialmente (me avergenza decirlo) entre catlicos, hay supersticiones populares, envidia, calumnias, maledicencias, insinuaciones y similares que, al no ser castigadas ni refutadas, levantan la sospecha de brujera. Ya no Dios o la naturaleza, sino las brujas son las responsables de todo. 2. As, todo el mundo clama para que los magistrados investiguen a las brujas... a quienes slo el chisme popular ha hecho tan numerosas. 3. Los prncipes, en consecuencia, piden a sus jueces y consejeros que abran los procesos contra las brujas. 4. Los jueces apenas saben por dnde empezar, ya que no tienen evidencias [indicia] ni pruebas. 5. Mientras tanto, la gente considera sospechoso este retraso; y un informador u otro convence a los prncipes a tal efecto. 6. En Alemania, ofender a estos prncipes es un serio delito; hasta los sacerdotes aprueban lo que pueda complacerles sin preocuparse de quin ha instigado a los prncipes (por muy bien intencionados que sean). 7. Al final, por tanto, los jueces ceden a sus deseos y consiguen empezar los juicios. 8. Los jueces que se retrasan, temerosos de verse involucrados en asunto tan espinoso, reciben un investigador especial. En este campo de investigacin, toda la inexperiencia o arrogancia que se aplique a la tarea se considera celo de la justicia. Este celo tambin se ve estimulado por la expectativa de beneficio, especialmente para un agente pobre y avaricioso con una familia numerosa, cuando recibe como estipendio tantos dlares por cabeza de bruja quemada, adems de las tasas incidentales y gratificaciones que los agentes instigadores tienen licencia para arrancar a placer de aquellos a los que convocan. 9. Si los desvaros de un demente o algn rumor malicioso y ocioso (porque no se necesita nunca una prueba del escndalo) sealan a una pobre mujer inofensiva, ella es la primera en sufrir.

10. Sin embargo, para evitar la apariencia de que se la acusa nicamente sobre la base de un rumor, sin otras pruebas, se obtiene una cierta presuncin de culpabilidad al plantear el siguiente dilema: o bien ha llevado una vida mala e impropia, o bien ha llevado una vida buena y propia. Si es mala, debe de ser culpable. Por otro lado, si su vida ha sido buena, es igual de condenable; porque las brujas siempre simulan con el fin de aparecer especialmente virtuosas. 11. En consecuencia, se encarcela a la vieja. Se encuentra una nueva prueba mediante un segundo dilema: tiene miedo o no lo tiene. Si lo tiene (cuando escucha las horribles torturas que se utilizan contra las brujas), es una prueba segura; porque su conciencia la acusa. Si no muestra temor (confiando en su inocencia), tambin es una prueba; porque es caracterstico de las brujas simular inocencia y llevar la frente alta. 12. En caso de que stas fueran las nicas pruebas, el investigador hace que sus detectives, a menudo depravados e infames, hurguen en su vida anterior. Esto, desde luego, no puede hacerse sin que aparezca alguna frase o acto de la mujer que hombres tan bien dispuestos puedan torcer o distorsionar para convertirlo en prueba de brujera. 13. Todo aquel que le desee mal tiene ahora grandes oportunidades de hacer contra ella las acusaciones que desee; y todo el mundo dice que las pruebas contra ella son consistentes. 14. Y as se la conduce a tortura, a no ser, como sucede a menudo, que sea torturada el mismo da de su arresto. 15. En esos juicios no se permite a nadie tener abogado ni cualquier medio de defensa justa porque la brujera se considera un delito excepcional [de tal enormidad que se pueden suspender todas las normas legales de procedimiento], y quien se atreve a defender a la prisionera cae bajo sospecha de brujera personalmente... as como los que osan expresar una protesta en estos casos y apremian a los jueces a ejercitar la prudencia, porque a partir de entonces reciben el calificativo de defensores de la brujera. As que todo el mundo guarda silencio por miedo. 16. A fin de que pueda parecer que la mujer tiene una oportunidad de defenderse a s misma, la llevan ante el tribunal y se procede a leer y examinar si se puede llamar as los indicios de su culpabilidad. 17. Aun en el caso que niegue esas acusaciones y responda adecuadamente a cada una de ellas, no se le presta atencin y ni siquiera se recogen sus respuestas; todas las acusaciones retienen su fuerza y validez, por muy perfectas que sean las respuestas. Se le ordena regresar a la prisin para pensar ms detenidamente si persistir en su obstinacin... porque, como ha negado su culpabilidad, es obstinada. 18. Al da siguiente la vuelven a llevar fuera y escucha el decreto de tortura, como si nunca hubiera rechazado las acusaciones. 19. Antes de la tortura, sin embargo, la registran en busca de amuletos; le afeitan todo el cuerpo y le examinan sin moderacin hasta esas partes ntimas que indican el sexo femenino.

20. Qu tiene eso de asombroso? A los sacerdotes se los trata del mismo modo. 21. Cuando la mujer ha sido afeitada y examinada, la torturan para hacerle confesar la verdad, es decir, para que declare lo que ellos quieren, porque naturalmente no hay otra cosa que sea ni pueda ser la verdad. 22. Empiezan con el primer grado, es decir, la tortura menos grave. Aunque dura en exceso, es suave comparada con las que seguirn. As, si confiesa, dicen que la mujer ha confesado sin tortura! 23. Ahora bien, qu prncipe puede dudar de su culpabilidad cuando le dicen que ha confesado voluntariamente sin tortura? 24. La condenan pues a muerte sin escrpulos. Pero la habran ejecutado aunque no hubiese confesado; porque, en cuanto la tortura ha empezado, la suerte ya est echada; no puede escapar, tiene que morir a la fuerza. 25. El resultado es el mismo tanto si confiesa como si no. Si confiesa, su culpa es clara: es ejecutada. Cualquier retractacin es en vano. Si no confiesa, la tortura se repite: dos, tres, cuatro veces. En delitos excepcionales, la tortura no tiene lmite de duracin, severidad o frecuencia. 26. Si, durante la tortura, la vieja contorsiona sus facciones con dolor, dicen que se re; si pierde el sentido, que se ha dormido o est bajo un hechizo aletargador. Y, si est aletargada, merece ser quemada viva, como se ha hecho con alguna que, aunque torturada varias veces, no deca lo que los investigadores queran. 27. E incluso confesores y curas afirman que muri obstinada e impenitente; que no se convirti ni abandon su ncubo, sino que mantuvo su fe en l. 28. Sin embargo, si muere bajo tanta tortura, dicen que el diablo le rompi el cuello. 29. Despus de lo cual el cadver es enterrado debajo del patbulo. 30. Por otro lado, si no muere bajo tortura y si algn juez excepcionalmente escrupuloso no osa torturarla ms sin mayores pruebas o quemarla sin confesin, la mantienen en la crcel y la encadenan con la mxima dureza para que se pudra hasta que ceda, aunque pueda pasar un ao entero. 31. La acusada no puede liberarse nunca. El comit investigador caera en desgracia si absolviera a una mujer; una vez arrestada y con cadenas, tiene que ser culpable, por medios justos o ilcitos. 32. Mientras tanto, sacerdotes ignorantes y testarudos acosan a la desgraciada criatura a fin de que, sea cierto o no, se confese culpable; de no hacerlo as, dicen, no puede ser salvada ni participar en los sacramentos. 33. Sacerdotes ms comprensivos o cultos no la pueden visitar en la crcel para evitar que le den consejo o informen a los prncipes de lo que ocurre. Lo ms temible es que salga a la luz algo que demuestre la inocencia de la acusada. Las personas que intentan hacerlo reciben el nombre de perturbadores.

34. Mientras la mantienen en prisin y bajo tortura, los jueces inventan astutos mecanismos para reunir nuevas pruebas de culpabilidad con el fin de declararla culpable de modo que, al revisarse el juicio, algn facultativo universitario pueda confirmar que deba ser quemada viva. 35. Hay jueces que, para aparentar una escrupulosidad suprema, hacen exorcizar a la mujer, la transfieren a otra parte y la vuelven a torturar para romper su aletargamiento; s mantiene silencio, entonces al menos pueden quemarla. Ahora bien, en nombre del Cielo, me gustara saber: si tanto la que confiesa como la que no perecen del mismo modo, cmo puede escapar alguien por inocente que sea? Oh mujer infeliz, por qu has concebido esperanzas a la ligera? Por qu, al entrar en la crcel, no admitiste en seguida lo que ellos queran? Por qu, mujer insensata y loca, deseaste morir tantas veces cuando podras haber muerto slo una? Sigue mi consejo y, antes de soportar todos estos males, di que eres culpable y muere. No escapars, porque sera una desgracia catastrfica para el celo de Alemania. 36. Cuando, bajo la tensin del dolor, la bruja ha confesado, su situacin es indescriptible. No slo no puede escapar, sino que tambin se ve obligada a acusar a otras que no conoce, cuyos nombres con frecuencia ponen en su boca los investigadores o sugiere el ejecutor, o son los que ha odo como sospechosas o acusadas. stas a su vez se ven forzadas a acusar a otras, y sas, a otras, y as sucesivamente: quin puede dejar de ver esto? 37. Los jueces deben suspender esos juicios (e impugnar as su validez) o quemar a su familia, a ellos mismos y a todos los dems; porque todos, antes o despus, son acusados falsamente; y, tras la tortura, siempre se demuestra que son culpables. 4 38. As, finalmente, los que al principio clamaban con mayor fuerza para alimentar las llamas se ven ellos mismos implicados, porque no atinaron a ver que tambin les llegara el turno. As el Cielo castiga justamente a los que con sus lenguas pestilentes; se crearon tantas brujas y enviaron a la hoguera a tantas inocentes...

Von Spee no explcita los horribles mtodos de tortura que se empleaban. Transcribo aqu un resumen de una valiosa recopilacin de La enciclopedia de brujera y demonologa, de Rossell HopeRobbins(1959):
Se puede echar una ojeada a algunos de los tormentos especiales de Bamberg, por ejemplo, como alimentar por la fuerza a la acusada con arenques cocinados con sal y luego negarle el agua... un mtodo sofisticado que iba unido a la inmersin de la acusada en un bao de agua hirviendo a la que se haba aadido cal. Otras formas de tortura para las brujas eran el caballo de madera, varios tipos de potros, la silla de hierro caliente, tornos de piernas [botas espaolas] y grandes botas de metal o piel en las que (con los pies dentro, desde luego) se verta agua hirviendo o plomo fundido. En el tormento de la toca, la question de I 'eau, se haca tragar agua a la acusada a travs de una gasa para provocarle asfixia. A continuacin se retiraba rpidamente la

gasa para desgarrarle las entraas. Las empulgueras [grsillons] tenan el objetivo de comprimir el pulgar de la mano o el dedo gordo del pie en la raz de las uas de modo que el dolor al apretar fuera insoportable.

Adems, se aplicaban rutinariamente la estrapada, el trampazo y tormentos todava ms desagradables que me abstendr de describir. Despus de la tortura, y con los instrumentos de la misma a plena vista, se pide a la vctima que firme una declaracin, que a continuacin se califica de libre confesin admitida voluntariamente. Con gran riesgo personal, Von Spee protest contra la persecucin de las brujas. Tambin lo hicieron otros, principalmente clrigos catlicos que haban sido testigos de excepcin de esos crmenes: Gianfrancesco Ponzinibio en Italia, Cornelius Loos en Alemania y Reginaid Scot en Gran Bretaa en el siglo XVI; as como Johann Mayfurth [Escuchad, jueces hambrientos de dinero y perseguidores sedientos de sangre, las apariciones del Diablo son pura mentira] en Alemania y Alonso Salazar de Fras en Espaa en el siglo XVII. Junto con Von Spee y los cuqueros en general, son hroes de nuestra especie. Por qu no son ms conocidos? En Una vela en la oscuridad (1656), Thomas Ady plante una cuestin clave:
Algunos objetarn que, si las brujas no pueden matar ni hacer muchas cosas extraas por brujera, por qu tantas de ellas han confesado haber cometido los crmenes y las cosas extraas de las que se las acusaba? A eso respondo: si Adn y Eva en su inocencia fueron vencidos con tanta facilidad y cayeron en la tentacin, cmo pueden ahora esas pobres criaturas despus de la Cada, mediante persuasiones, promesas y amenazas, sin que las dejen dormir y sometidas a un tormento continuo, resistirse a confesar aquello que es falso e imposible y contrario a la fe de un cristiano?

Hasta el siglo XVIII no se contempl seriamente la posibilidad de la alucinacin como componente de la persecucin de las brujas; el obispo Francis Hutchinson, en su Ensayo histrico sobre brujera (1718), escribi:
Muchos hombres haban credo ver de verdad un espritu externo ante ellos, cuando era slo una imagen interna que bailaba en su propio cerebro.

Gracias a la valenta de los que se opusieron a la persecucin de las brujas, a su extensin hasta las clases privilegiadas, al peligro que entraaba para la creciente institucin del capitalismo y, especialmente, a la dispersin de las ideas de la Ilustracin europea, las quemas de brujas prcticamente desaparecieron. La ltima ejecucin por brujera en Holanda, cuna de la Ilustracin, fue en 1610; en Inglaterra, en 1684; en Amrica, en 1692; en

Francia, en 1745; en Alemania, en 1775, y en Polonia, en 1793. En Italia, la Inquisicin conden a muerte a gente hasta finales del siglo XVIII y la tortura inquisitorial no se aboli en la Iglesia catlica hasta 1816. El ltimo bastin defensor de la realidad de la brujera y la necesidad de castigo han sido las Iglesias cristianas. La persecucin de brujas fue vergonzosa. Cmo pudimos hacerlo? Cmo podamos tener tanta ignorancia de nosotros mismos y nuestras debilidades? Cmo pudo ocurrir en las naciones ms avanzadas, ms civilizadas de la Tierra? Por qu la apoyaban resueltamente conservadores, monrquicos y fundamentalistas religiosos? Por qu se oponan a ello liberales, cuqueros y seguidores de la Ilustracin? Si estamos absolutamente seguros de que nuestras creencias son correctas y las de los dems errneas, que a nosotros nos motiva el bien y a los otros el mal, que el rey del universo nos habla a nosotros y no a los fieles de fes muy diferentes, que es malo desafiar las doctrinas convencionales o hacer preguntas inquisitivas, que nuestro trabajo principal es creer y obedecer... la persecucin de brujas se repetir en sus infinitas variaciones hasta la poca del ltimo hombre. Recurdese el primer punto de Friedrich von Spee y lo que implica: si el pblico hubiera comprendido mejor la supersticin y el escepticismo, habra contribuido a provocar un cortocircuito en la serie de causas y efectos. Si no conseguimos entender cmo funcion la ltima vez, no seremos capaces de reconocerlo la prxima vez que surja. ---ooo---

El Estado tiene el derecho absoluto de supervisar la formacin de la opinin pblica, dijo Josef Goebbeis, el ministro de Propaganda nazi. En la novela de George Orweil 1984, el estado Gran Hermano emplea a un ejrcito de burcratas cuyo trabajo es alterar los registros del pasado de acuerdo con los intereses de los que detentan el poder. 1984 no era una mera fantasa de compromiso poltico; se basaba en la Unin Sovitica estalinista, donde se institucionaliz la reescritura de la historia. Poco despus de que Stalin llegara al poder, empezaron a desaparecer las fotografas de su rival Liev Trotski, figura monumental en las revoluciones de 1905 y 1917. Ocuparon su lugar cuadros heroicos y totalmente antihistricos de Stalin y Lenin dirigiendo juntos la Revolucin bolchevique, mientras Trotski, el fundador del Ejrcito Rojo, no apareca por ninguna parte. Esas imgenes se convirtieron en iconos del Estado. Se podan ver en todos los edificios de oficinas, en vallas publicitarias a veces de diez pisos de altura, en museos, en sellos de correos.

Las nuevas generaciones crecieron creyendo que aqulla era su historia. Las generaciones anteriores empezaron a pensar que recordaban algo, una especie de sndrome de falsa memoria poltica. Los que conseguan acomodar sus recuerdos reales a lo que los lderes deseaban que creyeran, ejercitaban lo que Orweil describi como doble moral. Los que no podan, los bolcheviques viejos que recordaban el papel perifrico de Stalin en la Revolucin y el central de Trotski, eran denunciados como traidores o pequeo-burgueses incorregibles, trotskistas o trotsko-fascistas, encarcelados, torturados y, despus de ser obligados a confesar su traicin en pblico, ejecutados. Es posible dado el control absoluto sobre los medios de comunicacin y la polica reescribir los recuerdos de cientos de millones de personas si hay una generacin que lo asume. Casi siempre se hace para mejorar el control del poder que tienen los poderosos, o para servir al narcisismo, megalomana o paranoia de los lderes nacionales. Obstaculiza la maquinaria de correccin de errores. Sirve para borrar de la memoria pblica profundos errores polticos y garantizar de este modo su repeticin eventual. En nuestra poca, con la fabricacin de imgenes fijas realistas, pelculas y videocintas tecnolgicamente a nuestro alcance, con la televisin en todos los hogares y el pensamiento crtico en declive, parece posible reestructurar la memoria social sin que la polica secreta tenga que prestar una atencin especial. No quiero decir que cada uno de nosotros tenga una serie de recuerdos implantados en sesiones teraputicas especiales por psiquiatras nombrados por el Estado, sino ms bien que pequeos nmeros de personas tendrn tanto control sobre las noticias, libros de historia e imgenes profundamente conmovedoras que propiciarn cambios importantes en las actitudes colectivas. Vimos un plido eco de lo que se puede hacer ahora en 1990-1991, cuando Saddam Hussein, el autcrata de Iraq, efectu una transicin sbita en la conciencia americana y pas de ser un oscuro casi aliado al que se entregaban mercancas, alta tecnologa, armas, e incluso datos de satlites de investigacin a ser un monstruo esclavizador que amenazaba al mundo. Personalmente no siento ninguna admiracin por el seor Hussein, pero es asombroso lo de prisa que pudo pasar de ser alguien de quien prcticamente ningn americano haba odo hablar a encarnar todos los males. En estos momentos, el aparato encargado de generar indignacin est ocupado en otras cosas. Hasta qu punto podemos confiar en que el poder de dirigir y determinar la opinin pblica resida siempre en manos responsables? Otro ejemplo contemporneo es la guerra contra las drogas, en la que el gobierno y grupos cvicos con generosa financiacin distorsionan sistemticamente e incluso inventan pruebas cientficas de efectos adversos

(especialmente de la marihuana) e impiden que un funcionario pblico plantee siquiera el tema para discutirlo abiertamente. Pero es difcil mantener siempre ocultas verdades histricas poderosas. Se descubren nuevas fuentes de datos. Aparecen nuevas generaciones de historiadores, menos marcados ideolgicamente. A finales de la dcada de los ochenta y aun antes, Ann Druyan y yo introdujimos clandestinamente en la Unin Sovitica ejemplares de la Historia de la Revolucin rusa de Trotski para que nuestros colegas pudieran saber algo de sus propios orgenes polticos. En el quincuagsimo aniversario del asesinato de Trotski (un asesino enviado por Stalin le abri la cabeza con un piolet), Investa pudo ensalzar a Trotski como un gran revolucionario irreprochable43 y una publicacin comunista alemana lleg a describirle como
un hombre que luch por todos los que amamos la civilizacin humana, para los que esta civilizacin es nuestra nacionalidad. Su asesino... intent, matndole a l, matar a esta civilizacin... Jams un piolet haba destrozado un cerebro humano ms valioso y bien organizado.

Entre las tendencias que trabajan al menos marginalmente por la implantacin de una serie muy limitada de actitudes, recuerdos y opiniones se incluye el control de las principales cadenas de televisin y los peridicos por un pequeo nmero de empresas e individuos poderosos con una motivacin similar, la desaparicin de los peridicos competitivos en muchas ciudades, la sustitucin del debate sustancial por la sordidez de las campaas polticas y la erosin episdica del principio de la separacin de poderes. Se estima (segn el experto en medios de comunicacin americano Ben Bagdikian) que menos de dos docenas de corporaciones controlan ms de la mitad del negocio global de diarios, revistas, televisin, libros y pelculas. Tendencias como la proliferacin de canales de televisin por cable, las llamadas telefnicas baratas a larga distancia, las mquinas de fax, las redes y boletines informticos, la autoedicin a bajo precio por ordenador y los ejemplos de programas universitarios de profesiones liberales tradicionales podran trabajar en la direccin opuesta. Es difcil saber en qu va a acabar todo. El escepticismo tiene por funcin ser peligroso. Es un desafo a las instituciones establecidas. Si enseamos a todo el mundo, incluyendo por ejemplo a los estudiantes de educacin secundaria, unos hbitos de pensamiento escptico, probablemente no limitarn su escepticismo a los ovnis, los anuncios de aspirinas y los profetas canalizados de 35 000 aos. Quiz empezarn a hacer preguntas importantes sobre las instituciones
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. Lo que sugera que las autoridades no haban entendido nada de su historia, que se limitaban a sustituir a una figura histrica por otra en la lista de irreprochables.

econmicas, sociales, polticas o religiosas. Quiz desafiarn las opiniones de los que estn en el poder. Dnde estaremos entonces? ---ooo--El etnocentrismo, la xenofobia y el nacionalismo estn actualmente en boga en muchas partes del mundo. La represin gubernamental de puntos de vista impopulares todava est muy extendida. Se inculcan recuerdos falsos o engaosos. Para los defensores de estas actitudes, la ciencia es perturbadora. Exige acceso a verdades que son prcticamente independientes de tendencias tnicas o culturales. Por su naturaleza, la ciencia trasciende las fronteras nacionales. Si se pone a trabajar a los cientficos del mismo campo de estudio juntos en una sala, aunque no compartan un idioma comn, encontrarn una manera de comunicarse. La ciencia en s es un lenguaje transnacional. Los cientficos tienen una actitud natural cosmopolita y son ms conscientes de los esfuerzos que se hacen por dividir a la familia humana en muchas facciones pequeas y enfrentadas. No existe la ciencia nacional dijo el dramaturgo ruso Antn Chjov, como no existe la tabla de multiplicar nacional. (Por lo mismo, para muchos no existe algo llamado religin nacional, aunque la religin del nacionalismo tenga millones de partidarios.) En cantidades desproporcionadas, se encuentran cientficos en las filas de los crticos sociales (o, menos caritativamente, disidentes) que desafan las polticas y los mitos de sus propias naciones. Me vienen a la mente sin esfuerzo los nombres heroicos de los fsicos Andri Sajrov44 en la antigua Unin Sovitica, Albert Einstein y Leo Szilard en Estados Unidos, y Fang Lizhu en China: el primero y el ltimo arriesgando sus vidas. Los cientficos, especialmente despus de la invencin de las armas nucleares, han sido retratados como cretinos ticos. Eso es una injusticia si se tiene en cuenta a todos los que, a veces con un riesgo personal considerable, han levantado la voz contra la mala aplicacin de la ciencia y la tecnologa en sus propios pases. Por ejemplo, el qumico Linus Pauling (1901-1994), el mayor responsable del Tratado de Prohibicin de Pruebas Limitadas de 1963, que detuvo las explosiones sobre tierra de armas nucleares por parte de Estados Unidos, la Unin Sovitica y el Reino Unido. Mont una apasionada campaa poniendo de relieve los daos morales con datos cientficos, ms
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Como hroe de la Unin Sovitica condecorado con profusin y conocedor de sus secretos nucleares, Sajrov escribi sin ambages en el ao de guerra fra de 1968 en un libro que se public en Occidente y se distribuy ampliamente en samizdat en la Unin Sovitica: La libertad de pensamiento es la nica garanta contra la infeccin de los pueblos por los mitos de masas que, en manos de hipcritas y demagogos traidores, pueden transformarse en dictaduras

crebles por el hecho de haber sido l mismo laureado con el Nobel. En la prensa norteamericana se le sola difamar por sus quejas y, en la dcada de los cincuenta, el Departamento de Estado le retir el pasaporte por considerar insuficientes sus muestras de anticomunismo. Se le concedi el Premi Nobel por la aplicacin de ideas de mecnica cuntica las resonancias y lo que se llama hibridacin de orbitales para explicar la naturaleza del enlace qumico que une los tomos para formar molculas. Esas ideas son ahora el pan y la sal de la qumica moderna. Pero, en la Unin Sovitica, la obra de Pauling sobre qumica estructural fue denunciada por incompatibilidad con el materialismo dialctico y declarada inaccesible para los qumicos soviticos. Impasible ante estas crticas de Oriente y Occidente en realidad, ni siquiera afectado, sigui haciendo un trabajo monumental sobre el funcionamiento de los anestsicos, identific la causa de la anemia falciforme (la sustitucin de un nico nucletido en el ADN) y mostr cmo poda leerse la historia evolutiva de la vida comparando los ADN de varios organismos. Pauling segua de cerca la pista de la estructura del ADN; Watson y Crick se apresuraban para llegar antes que l. El veredicto sobre su valoracin de la vitamina C aparentemente sigue abierto. Este hombre es un verdadero genio, fue el juicio de Albert Einstein. En toda esta poca sigui trabajando por la paz y la amistad. Cuando Ann y yo preguntamos a Pauling cules eran las races de su dedicacin a temas sociales, nos dio una respuesta memorable: Necesito ser digno del respeto de mi esposa, Helen Ava Pauling. Gan un segundo Premio Nobel, ste de la paz, por su trabajo en la prohibicin de las pruebas nucleares, convirtindose en la nica persona de la historia que ha ganado dos premios Nobel en solitario. Algunos opinaban que a Pauling le gustaba armar los. Los que ven con malos ojos los cambios sociales pueden sentir la tentacin de mirar con sospecha la ciencia como tal. Tendemos a pensar que la tecnologa es segura, que est realmente guiada y controlada por la industria y el gobierno. Pero la ciencia pura, la ciencia por s misma, la ciencia como curiosidad, la ciencia que nos podra llevar a cualquier parte y a desafiar cualquier cosa, eso es otra historia. Algunas reas de ciencia pura son el nico camino hacia las futuras tecnologas es cierto, pero las actitudes de la ciencia, si se aplican ampliamente, pueden percibirse como peligrosas. A travs de los salarios, la presin social y la distribucin de prestigio y premios, las sociedades tienden a colocar a todos los cientficos en un terreno medio seguro y razonable... entre la escasez de progreso tecnolgico a largo plazo y el exceso de crtica social a corto plazo.
sangrientas. Pensaba tanto en Occidente como en Oriente. Yo aadira que el pensamiento libre es una condicin necesaria, pero no suficiente, para la democracia.

A diferencia de Pauling, muchos cientficos consideran que su trabajo es la ciencia, definida con exclusin, y creen que involucrarse en la crtica poltica o social no es slo una distraccin de la vida cientfica sino incluso antittico a ella. Como hemos mencionado antes, durante el Proyecto Manhattan, el intento exitoso de Estados Unidos en la segunda guerra mundial de construir armas nucleares antes que los nazis, algunos cientficos participantes empezaron a mostrar reservas, ms evidentes cuanto ms claro se hizo lo inmensamente poderosas que eran las armas. Algunos de ellos, como Leo Slizard, James Franck, Harold Urey y Robert R. Wilson, intentaron llamar la atencin de los lderes polticos y el pblico (especialmente despus de la derrota de los nazis) sobre los peligros de la carrera armamentstica que se avecinaba, y que era fcil presagiar, con la Unin Sovitica. Otros argan que los problemas polticos estaban fuera de su jurisdiccin. Me pusieron en la Tierra para hacer algunos descubrimientos dijo Enrico Fermi, y no es asunto mo lo que puedan hacer con ellos los polticos. Pero, con todo, Fermi qued tan abrumado con los peligros del arma termonuclear que defenda Edward Teller que firm un famoso documento que apremiaba a Estados Unidos a no construir lo que llamaban el diablo. Jeremy Stone, presidente de la Federacin de Cientficos Americanos, ha descrito a Teller cuyos esfuerzos por justificar las armas termonucleares he contado en un captulo anterior con estas palabras:
Edward Teller... insista, al principio por razones intelectuales personales y ms tarde por razones geopolticas, en que se construyera una bomba de hidrgeno. Usando la tctica de la exageracin e incluso las calumnias, manipul con xito el proceso de estrategia poltica durante cinco dcadas denunciando todo tipo de medidas de control de armas y promoviendo programas de escalada en la carrera armamentstica de muchos tipos. La Unin Sovitica, al enterarse de su proyecto de bomba H, construy su propia bomba H. Como consecuencia directa de la personalidad inusual de este individuo particular y del poder de la bomba H, el mundo se podra haber arriesgado a un nivel de aniquilacin que de otro modo quiz no se hubiera revelado o hubiera surgido ms tarde y bajo mejores controles polticos. En todo caso, ningn cientfico haba tenido nunca mayor influencia en los riesgos que ha corrido la humanidad que Edward Teller, y la actitud
general de Teller en toda la carrera armamentstica es reprensible... La fijacin de Edward Teller con la bomba H podra haberle llevado a hacer ms para poner en peligro la vida de este planeta que ningn otro individuo de nuestra especie...

Comparados con Teller, los lderes de la ciencia atmica occidental no eran ms que bebs en el campo de la poltica, ya que su liderazgo estaba determinado por su capacidad profesional y no, como en este caso, por su capacidad poltica.

Mi propsito aqu no es castigar a un cientfico por sucumbir a las pasiones humanas, sino reiterar este nuevo imperativo: los poderes sin precedentes que la ciencia pone ahora a nuestra disposicin deben ir acompaados de una gran atencin tica y preocupacin por parte de la comunidad cientfica... adems de una educacin pblica basada fundamentalmente en la importancia de la ciencia y la democracia.

CAPTULO 25

LOS VERDADEROS PATRIOTAS HACEN PREGUNTAS

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Escrito con Ann Druyan.

No es funcin de nuestro gobierno impedir que el ciudadano cometa un error; es funcin del ciudadano , impedir que el gobierno cometa un error. Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos,
ROBERT H. JACKSON,

1950

Es un hecho de la vida en nuestro pequeo planeta asediado que la tortura, el hambre y la irresponsabilidad criminal gubernamental son mucho ms fciles de encontrar en gobiernos tirnicos que en los democrticos. Por qu? Porque los gobernantes de los segundos tienen muchas ms probabilidades de ser echados del cargo por sus errores que los de los primeros. Es un mecanismo de correccin de errores en poltica. Los mtodos de la ciencia con todas sus imperfecciones se pueden usar para mejorar los sistemas sociales, polticos y econmicos, y creo que eso es cierto cualquiera que sea el criterio de mejora que se adopte. Cmo puede ser as si la ciencia se basa en el experimento? Los humanos no son electrones o ratas de laboratorio. Pero todas las actas del Congreso, todas las decisiones del Tribunal Supremo, todas las directrices presidenciales de seguridad nacional, todos los cambios en el tipo de inters son un experimento. Cualquier cambio en poltica econmica, el aumento o reduccin de financiacin del programa Head Start, el endurecimiento de las sentencias penales, es un experimento. Establecer el cambio de jeringuillas usadas, poner condones a disposicin del pblico o despenalizar la marihuana son experimentos. No hacer nada para ayudar a Abisinia contra Italia, o para impedir que la Alemania nazi invadiera la tierra del Rin, fue un experimento. El comunismo en la Europa del Este, la Unin Sovitica y China fue un experimento. La privatizacin de la atencin de la salud mental o de las crceles es un experimento. La considerable inversin de Japn y Alemania Occidental en ciencia y tecnologa y casi nada en defensa y como resultado el auge de sus economas fue un experimento. En Seattle era posible comprar pistolas para autoproteccin, pero no en el cercano Vancouver, en Canad; los asesinatos con pistola son cinco veces ms comunes y la tasa de suicidio con pistola diez veces mayor en Seattle: las pistolas facilitan el asesinato impulsivo. Eso tambin es un experimento. En casi todos esos casos no se realizan experimentos de control adecuados, o las variables no estn suficientemente separadas. Sin embargo, hasta cierto grado a menudo

til, las ideas polticas se pueden probar. Sera una gran prdida ignorar los resultados de los experimentos sociales porque parecen ideolgicamente desagradables. No hay ninguna nacin en la Tierra que se encuentre en condiciones ptimas para encarar el siglo XXI. Nos enfrentamos a abundantes problemas sutiles y complejos. Por tanto, necesitamos soluciones sutiles y complejas. Como no hay una teora deductiva de la organizacin social, nuestro nico recurso es el experimento cientfico: poner a prueba a veces a pequea escala (comunidad, ciudad y a nivel estatal, por ejemplo) una amplia serie de alternativas. Uno de los beneficios del cargo de primer ministro en China en el siglo V a. J.C. era que poda construir un Estado modelo en su distrito o provincia natal. El principal fracaso de la vida de Confucio, segn lamentaba l mismo, fue que l nunca lo intent. Un simple escrutinio superficial de la historia revela que los humanos tenemos una triste tendencia a cometer los mismos errores una y otra vez. Nos dan miedo los extraos o cualquiera que sea un poco diferente de nosotros. Cuando nos asustamos, nos ponemos a empujar a la gente de nuestro alrededor. Tenemos resortes fcilmente accesibles que liberan poderosas emociones cuando se pulsan. Podemos ser manipulados hasta el ms profundo sinsentido por polticos inteligentes. Se nos presenta el tipo de lder correcto y, como los pacientes ms sugestionables de los hipnoterapeutas, haremos gustosamente todo lo que l quiera... hasta cosas que sabemos que son errneas. Los redactores de la Constitucin eran estudiantes de historia. Conscientes de la condicin humana, intentaron inventar un medio para mantenernos libres a pesar de nosotros mismos. Los que se oponan a la Constitucin de Estados Unidos insistan en que nunca funcionara; que era imposible una forma de gobierno republicano que abarcara una tierra con climas, economas, morales, polticas y pueblos tan distintos, como dijo el gobernador George Clinton de Nueva York; que un gobierno y una Constitucin as, como declar Patrick Henry de Virginia, contradicen toda la experiencia del mundo. De todos modos, se intent el experimento. Los descubrimientos y las actitudes cientficas eran comunes entre los que inventaron a Estados Unidos. La autoridad suprema, por encima de cualquier opinin personal, libro o revelacin como dice la Declaracin de la Independencia eran las leyes de la naturaleza y del Dios de la naturaleza. Benjamn Frankiin era venerado en Europa y Amrica como fundador del nuevo campo de la fsica elctrica. En la Convencin Constitucional de 1789, John Adams apel repetidamente a la analoga del equilibrio mecnico en las mquinas; otros al descubrimiento de William Harvey de la circulacin de la sangre. Adams, ms adelante, escribi: Todos

los humanos son qumicos de la cuna a la tumba... El Universo Material es un experimento qumico. James Madison utiliz metforas qumicas y biolgicas en The Federalist Papers. Los revolucionarios americanos eran criaturas de la Ilustracin europea, que proporciona unos antecedentes esenciales para entender los orgenes y el propsito de Estados Unidos. La ciencia y sus corolarios filosficos, escriba el historiador americano Clinton Rossiter,
fueron quiz la fuerza intelectual ms importante en la formacin del destino de la Amrica del siglo XVIII... Franklin era slo uno entre un gran nmero de colonos con visin de futuro que reconocieron la relacin del mtodo cientfico con el procedimiento democrtico. Investigacin libre, intercambio libre de informacin, optimismo, autocrtica, pragmatismo, objetividad... todos esos ingredientes de la repblica en ciernes estaban ya en vigor en la repblica de la ciencia que floreci en el siglo XVIII. ---ooo---

Thomas Jefferson era un cientfico. As es como se defina l mismo. Cuando uno visita su casa en Monticello, Virginia, slo atravesar el portal encuentra pruebas por doquier de su inters cientfico, no slo en su inmensa y variada biblioteca, sino en las mquinas copiadoras, puertas automticas, telescopios y otros instrumentos, algunos de ellos justo en el filo de la tecnologa de principios del siglo XIX. Algunos los invent, otros los copi, otros los adquiri. Compar las plantas y los animales de Amrica y Europa, descubri fsiles, utiliz el clculo en el diseo de un nuevo arado. Domin la fsica newtoniana. La naturaleza le destinaba, segn deca l, a ser cientfico, pero no exista la oportunidad de dedicarse a la ciencia en la Virginia prerrevolucionaria. Necesidades ms apremiantes pasaron a primer plano. Se meti de lleno en los acontecimientos histricos que se sucedan a su alrededor. Una vez alcanzada la independencia, deca, las siguientes generaciones podran dedicarse a la ciencia y el academicismo. Jefferson fue uno de mis primeros hroes, no por sus intereses cientficos (aunque le ayudaron mucho a moldear su filosofa poltica) sino porque l, casi ms que nadie, fue responsable de la extensin de la democracia por todo el mundo. La idea asombrosa, radical y revolucionaria en la poca (en muchos lugares del mundo todava lo es) es que ni los reyes, ni los curas, ni los alcaldes de grandes ciudades, ni los dictadores, ni una camarilla militar, ni una conspiracin de facto de gente rica, sino la gente ordinaria, en trabajo conjunto, deben gobernar las naciones. Jefferson no fue slo un terico importante de esta causa; estuvo involucrado en ella en el aspecto ms prctico, ayudando a plasmar el gran experimento

poltico americano que ha sido admirado y emulado en todo el mundo desde entonces. Muri en Monticello el 4 de julio de 1826, exactamente cincuenta aos despus del da que las colonias emitieron aquel documento sensacional, escrito por Jefferson, llamado Declaracin de Independencia. Fue denunciado por conservadores de todo el mundo: la monarqua, la aristocracia y la religin avalada por el Estado... eso era lo que defendan entonces los conservadores. En una carta compuesta unos das antes de su muerte, escribi que la luz de la ciencia haba demostrado que la masa de la humanidad no ha nacido con la silla de montar a la espalda, y que tampoco unos pocos privilegiados nacan con botas y espuelas. Haba escrito en la Declaracin de Independencia que todos debemos tener las mismas oportunidades, los mismos derechos inalienables. Y aunque la definicin de todos en 1776 era vergonzosamente incompleta, el espritu de la Declaracin era lo bastante generoso como para que hoy en da el todos abarque mucho ms. Jefferson era un estudioso de la historia, no slo la historia acomodaticia y segura que alaba nuestra propia poca, pas o grupo tnico, sino la historia real de los humanos reales, nuestras debilidades adems de nuestras fuerzas. La historia le ense que los ricos y poderosos roban y oprimen si tienen la ms mnima oportunidad. Describi los gobiernos de Europa, a los que pudo contemplar con sus propios ojos como embajador americano en Francia. Deca que bajo la pretensin de gobierno, haban dividido a sus naciones en dos clases: lobos y ovejas. Jefferson ense que todo gobierno se degenera cuando se deja solos a los gobernantes, porque stos por el mero hecho de gobernar hacen mal uso de la confianza pblica. El pueblo en s, deca, es la nica fuente prudente de poder. Pero le preocupaba que el pueblo y el argumento se encuentra ya en Tucdides y Aristteles se dejase engaar fcilmente. Por eso defenda polticas de seguridad, de salvaguardia. Una era la separacin constitucional de los poderes; de ese modo, varios grupos que defendieran sus propios intereses egostas se equilibraran unos a otros e impediran que ninguno de ellos acabase con el pas: las ramas ejecutiva, legislativa y judicial; la Cmara de Representantes y el Senado; los estados y el gobierno federal. Tambin subray, apasionada y repetidamente, que era esencial que el pueblo entendiera los riesgos y beneficios del gobierno, que se educara e implicara en el proceso poltico. Sin l, deca, los lobos lo engulliran todo. As lo expres en Notas sobre Virginia, subrayando que es fcil para los poderosos y sin escrpulos encontrar zonas de explotacin vulnerables:
En todo gobierno sobre la tierra hay algn rastro de debilidad humana, algn germen de corrupcin y degeneracin que la astucia descubrir y la malicia abrir, cultivar y mejorar de manera imperceptible. Todo gobierno degenera

cuando se confa slo a los gobernantes del pueblo. El propio pueblo es por tanto el nico depositario seguro. Y, para que tenga seguridad, debe cultivarse el pensamiento...

Jefferson tuvo poco que ver con la redaccin final de la Constitucin de Estados Unidos; cuando se estaba gestando, l ocupaba el cargo de embajador americano en Francia. Le satisfizo la lectura del documento, con dos reservas. Una deficiencia: no se pona lmite al nmero de perodos que poda gobernar un presidente. Eso, tema Jefferson, propiciaba que un presidente se convirtiera en rey de facto, si no legalmente. La otra gran deficiencia era la ausencia de una declaracin de derechos. El ciudadano la persona media no estaba bastante protegida, pensaba Jefferson, de los inevitables abusos de poder de los que lo ejercen. Defendi la libertad de expresin, en parte para que se pudieran expresar incluso las opiniones ms impopulares con el fin de poder ofrecer a consideracin desviaciones de la sabidura convencional. Personalmente era un hombre de lo ms amistoso, poco dispuesto a criticar ni siquiera a sus enemigos ms encarnizados. En el vestbulo de Monticello exhiba un busto de su archiadversario Alexander Hamilton. A pesar de todo, crea que el hbito del escepticismo era un requisito esencial para una ciudadana responsable. Arga que el coste de la educacin es trivial comparado con el coste de la ignorancia, de dejar el gobierno a los lobos. Crea que el pas slo est seguro cuando gobierna el pueblo. Parte de la obligacin del ciudadano es no dejarse intimidar ni resignarse al conformismo. Deseara que el juramento de ciudadana que se toma a los inmigrantes, y la oracin que los estudiantes recitan diariamente incluyera algo as como: Prometo cuestionar todo lo que me digan mis lderes. Sera un equivalente real del argumento de Thomas Jefferson. Prometo utilizar mis facultades crticas. Prometo desarrollar mi independencia de pensamiento. Prometo educarme para poder hacer mi propia valoracin. Tambin me gustara que se jurase la lealtad a la Constitucin y la Declaracin de Derechos, como hace el presidente al jurar el cargo, en lugar de a la bandera y la nacin. Si pensamos en los fundadores de Estados Unidos Jefferson, Washington, Samuel y John Adams, Madison y Monroe, Benjamn Frankiin, Tom Paine y muchos otros, nos encontramos con una lista de al menos diez y puede que incluso docenas de grandes lderes polticos. Eran cultos. Siendo productos de la Ilustracin europea, eran estudiosos de la historia. Conocan la falibilidad, debilidad y corrupcin humanas. Hablaban el ingls con fluidez. Escriban sus propios discursos. Eran realistas y prcticos y, al mismo tiempo, estaban motivados por altos principios. No tenan que

comprobar las encuestas para saber qu pensar aquella semana. Saban qu pensar. Se sentan cmodos pensando a largo plazo, planificando incluso ms all de la siguiente eleccin. Eran autosuficientes, no necesitaban una carrera de polticos ni formar grupos de presin para ganarse la vida. Eran capaces de sacar lo mejor que haba en nosotros. Les interesaba la ciencia y, al menos dos de ellos, la dominaban. Intentaron trazar un camino para Estados Unidos hasta un futuro lejano, no tanto estableciendo leyes como fijando los lmites del tipo de leyes que se podan aprobar. La Constitucin y su Declaracin de Derechos han resultado francamente buenas y, a pesar de la debilidad humana, han constituido una mquina capaz, casi siempre, de corregir su propia trayectoria. En aquella poca haba slo dos millones y medio de ciudadanos de Estados Unidos. Hoy somos unas cien veces ms. Es decir, si entonces haba diez personas del calibre de Thomas Jefferson, ahora debera haber 10 x 100= 1 000 Thomas Jefferson. Dnde estn? ---ooo--Una razn por la que la Constitucin es un documento osado y valiente es que permite el cambio continuo, hasta de la forma de gobierno, si el pueblo lo desea. Como nadie dispone de la sabidura suficiente para prever qu ideas respondern a las necesidades sociales ms apremiantes aunque sean contrarias a la intuicin y hayan causado preocupacin en el pasado este documento intenta garantizar la expresin ms plena y libre de las opiniones. Desde luego, eso tiene un precio. La mayora de nosotros defendemos la libertad de expresin cuando vemos un peligro de que se supriman nuestras opiniones. Sin embargo, no nos preocupa tanto cuando opiniones que despreciamos encuentran de vez en cuando un poco de censura. Pero, dentro de ciertas circunstancias estrechamente circunscritas el famoso ejemplo del juez de paz Oliver Wendell Holmes era crear el pnico gritando fuego en un teatro lleno sin ser verdad, se permiten grandes libertades en Estados Unidos. Los coleccionistas de armas tienen la libertad de utilizar retratos del presidente del Tribunal Supremo, el portavoz del Congreso o el director del FBI para sus prcticas de tiro; los ciudadanos que ven ofendida su mentalidad cvica tienen libertad de quemar la efigie del presidente de Estados Unidos. Aunque se burlen de los valores judeo-cristianos-islmicos, aunque ridiculicen todo lo que para nosotros es ms sagrado, los adoradores del mal (si es que existen) tienen derecho a practicar su religin, siempre que no infrinjan ninguna ley constitucional en vigor.

 El gobierno no puede censurar un artculo cientfico o un libro popular que pretenda afirmar la superioridad de una raza sobre otra, por muy pernicioso que sea; el remedio para un argumento falaz es un argumento mejor, no la supresin de la idea. Grupos e individuos tienen libertad de denunciar que una conspiracin juda o masnica domina el mundo, o que el gobierno federal est aliado con el diablo. Un individuo, si lo desea, puede ensalzar la vida y la poltica de asesinos de masas tan indiscutibles como Adolf Hitler, Isiv Stalin y Mao Zedong. Hasta las opiniones ms detestables tienen derecho a ser odas. El sistema fundado por Jefferson, Madison y sus colegas ofrece medios de expresin a personas que no comprenden su origen y desearan sustituirlo por otro muy diferente. Por ejemplo, Tom Clark, fiscal general y, como tal, el principal defensor de la ley de Estados Unidos, ofreci esta sugerencia en 1948: No se debera permitir a los que no creen en la ideologa de Estados Unidos quedarse en Estados Unidos. Pero s hay una ideologa clave y caracterstica de la ideologa de los Estados Unidos es que no hay ideologas obligatorias ni prohibidas. Algunos casos ms recientes: John Brockhoeft, encarcelado por haber puesto una bomba en una clnica abortiva de Cincinnati, escribi, en una carta a una revista pro vida:
Soy un fundamentalista de mente estrecha, intolerante, reaccionario, defensor de la Biblia... fantico donde los haya... La razn por la que Estados Unidos fue en otros tiempos una gran nacin, adems de haber sido bendecida por Dios, es porque se basaba en la verdad, la justicia y la estrechez de miras.

Randall Terry, fundador de Operation Rescue, una organizacin que bloquea las clnicas donde se practican abortos, dijo a una congregacin en agosto de 1993:
Dejad que os bae una ola de intolerancia... S, odiar es bueno... Nuestro objetivo es una nacin cristiana... Dios nos ha llamado para conquistar este pas... No queremos pluralismo.

La expresin de estas opiniones est protegida, como es de rigor, por la Declaracin de Derechos, aunque los protegidos la aboliran si tuvieran ocasin. La proteccin que tenemos los dems es utilizar la misma Declaracin de Derechos para transmitir a todos los ciudadanos lo indispensable que es. Qu manera de protegerse a s mismas contra la falibilidad humana, qu mecanismo de proteccin ante el error ofrecen esas doctrinas e

instituciones alternativas? Un lder infalible? Raza? Nacionalismo? Una ruptura general con la civilizacin, excepto por los explosivos y armas automticas? Cmo pueden estar seguras... especialmente en la oscuridad del siglo xx? No necesitan velas? En su celebrado librito Sobre la libertad, el filsofo ingls John Stuart Mill defenda que silenciar una opinin es un mal peculiar. Si la opinin es buena, se nos arrebata la oportunidad de cambiar el error por la verdad; y, si es mala, se nos priva de una comprensin ms profunda de la verdad en su colisin con el error. Si slo conocemos nuestra versin del argumento, apenas sabemos siquiera eso; se vuelve insulsa, pronto aprendida de memoria, sin comprobacin, una verdad plida y sin vida. Mill tambin escribi: Si la sociedad permite que un nmero considerable de sus miembros crezcan como si fueran nios, incapaces de guiarse por la consideracin racional de motivos distantes, la propia sociedad es culpable. Jefferson expona lo mismo an con mayor fuerza: Si una nacin espera ser ignorante y libre en un estado de civilizacin, espera lo que nunca fue y lo que nunca ser. En una carta a Madison, abund en la idea: Una sociedad que cambia un poco de libertad por un poco de orden los perder ambos y no merecer ninguno. Hay gente que, cuando se le ha permitido escuchar opiniones alternativas y someterse a un debate sustancial, ha cambiado de opinin. Puede ocurrir. Por ejemplo, Hugo Black, en su juventud, era miembro del Ku Klux Klan; ms tarde se convirti en juez del Tribunal Supremo y fue uno de los defensores de las histricas decisiones del tribunal basadas en parte en la XIV Enmienda a la Constitucin que afirmaron los derechos civiles de todos los americanos. Se deca de l que, de joven, se puso tnicas blancas para asustar a los negros y, de mayor, se visti con tnicas negras para asustar a los blancos. En asuntos de justicia penal, la Declaracin de Derechos reconoce la tentacin que puede sentir la polica, fiscales y magistratura de intimidar a los testigos y acelerar el castigo. El sistema de justicia penal es falible: se puede castigar a personas inocentes por delitos que no cometieron; los gobiernos son perfectamente capaces de encerrar a los que, por razones no relacionadas con la suposicin de delito, no le gustan. As, la Declaracin de Derechos protege a los acusados. Se hace una especie de anlisis de costo-beneficio. A veces puede liberarse al culpable para que el inocente no sea castigado. Eso no es slo una virtud moral; tambin impide que se use el sistema de justicia penal para suprimir opiniones impopulares o minoras despreciadas. Es parte de la maquinaria de correccin de errores. Las ideas nuevas, los inventos y la creatividad en general son siempre la punta de lanza de un tipo de libertad: una rotura de limitaciones y

obstculos. La libertad es un requisito previo para continuar el delicado experimento de la ciencia razn por la que la Unin Sovitica no poda seguir siendo un Estado totalitario para ser tecnolgicamente competitiva. Al mismo tiempo, la ciencia o ms bien su delicada mezcla de apertura y escepticismo, y su promocin de la diversidad y el debate es un requisito previo para continuar el delicado experimento de la libertad en una sociedad industrial y altamente tecnolgica. Una vez cuestionada la insistencia religiosa en la opinin dominante de que la Tierra estaba en el centro del universo, por qu aceptar las afirmaciones repetidas con confianza por los jefes religiosos de que Dios envi a los reyes para que nos gobernaran? En el siglo XVII, era fcil fustigar a los tribunales ingleses y coloniales y lanzarlos con frenes contra tal impiedad o hereja. Estaban dispuestos a torturar a la gente hasta la muerte por sus creencias. A finales del siglo XVIII, no estaban tan seguros. Rossiter de nuevo (de Siembra de la Repblica, 1953):
Bajo la presin del entorno americano, el cristianismo se hizo ms humanista y templado, ms tolerante con la lucha de las sectas, ms liberal con el crecimiento del optimismo y racionalismo, ms experimental con el ascenso de la ciencia, ms individualista con la llegada de la democracia. Y lo que es igual de importante, un nmero cada vez mayor de colonos, como lamentaba en voz alta una legin de predicadores, estaba adquiriendo una curiosidad secular y una actitud escptica.

La Declaracin de Derechos separ a la religin del Estado, en parte porque muchas religiones estaban sumergidas en un marco de pensamiento absolutista, convencida cada una de ellas de que slo ella tena el monopolio de la verdad y deseosa en consecuencia de que el Estado impusiera esta verdad a los dems. Los lderes y practicantes de las religiones absolutistas solan ser incapaces de percibir un terreno medio o reconocer que la verdad poda inspirar y abrazar doctrinas aparentemente contradictorias. Los formuladores de la Declaracin de Derechos tenan ante sus ojos el ejemplo de Inglaterra, donde el delito eclesistico de hereja y el secular de traicin se haban vuelto casi indistinguibles. Muchos de los primeros colonos haban llegado a Amrica huyendo de la persecucin religiosa, aunque algunos de ellos no tenan ningn reparo en perseguir a otros por sus creencias. Los fundadores de nuestra nacin reconocieron que una relacin estrecha entre el gobierno y cualquiera de las religiones belicosas sera fatal para la libertad... y perjudicial para la religin. El juez Black (en la decisin del Tribunal Supremo Engel V. Vtale, 1962) describi la clusula de establecimiento de la Primera Enmienda de ese modo:

Su primer propsito y ms inmediato radicaba en la creencia de que una unin de gobierno y religin tiende a destruir el gobierno y a degradar la religin.

Adems, aqu tambin funciona la separacin de poderes. Cada secta y culto, como apunt en una ocasin Walter Savage Landor, es una comprobacin moral de las otras: La competencia es tan sana en religin como en el comercio. Pero el precio es alto: esta competencia es un impedimento para las instituciones religiosas que actan en concierto para dirigir el bien comn. Rossiter concluye:
Las doctrinas gemelas de la separacin de Iglesia y Estado y la libertad de conciencia individual son el meollo de nuestra democracia, si no ciertamente la contribucin ms majestuosa de Estados Unidos a la liberacin del hombre occidental.

Pero no sirve de nada tener esos derechos si no se usan: el derecho de libre expresin cuando nadie contradice al gobierno, la libertad de prensa cuando nadie est dispuesto a formular las preguntas importantes, el derecho de reunin cuando no hay protesta, el sufragio universal cuando vota menos de la mitad del electorado, la separacin de la Iglesia y el Estado cuando no se repara regularmente el muro que los separa. Por falta de uso, pueden llegar a convertirse en poco ms que objetos votivos, pura palabrera patritica. Los derechos y las libertades o se usan o se pierden. Gracias a la previsin de los que formularon la Declaracin de Derechos e incluso gracias a todos aquellos que, con un riesgo personal considerable, insistieron en ejercer esos derechos ahora es difcil acallar la libre expresin. Los comits de bibliotecas escolares, el servicio de inmigracin, la polica, el FBI o el poltico ambicioso que busca ganar votos fciles pueden intentarlo de vez en cuando, pero tarde o temprano salta el tapn. La Constitucin, al fin y al cabo, es la ley de la tierra, los cargos pblicos juran respetarla, y los activistas y tribunales la ponen a prueba de manera peridica. Sin embargo, con el descenso del nivel de la educacin, la decadencia de la competencia intelectual, la disminucin del entusiasmo por un debate sustancial y la sancin social contra el escepticismo, nuestras libertades pueden irse erosionando lentamente y nuestros derechos quedar subvertidos. Los fundadores lo entendieron muy bien: El momento de establecer todos los derechos esenciales sobre una base legal es ahora, cuando nuestros gobernantes son honestos y nosotros estamos unidos, dijo Thomas Jefferson.
Cuando concluya esta guerra [revolucionaria], nuestro camino ser cuesta abajo. Entonces no ser necesario recurrir en todo momento al pueblo para

buscar apoyo. En consecuencia, lo olvidarn y se ignorarn sus derechos. Se olvidarn de ellos mismos excepto en la facultad de ganar dinero y nunca pensarn en unirse para prestar el respeto debido a sus derechos. As pues, los grilletes, que no sern destruidos a la conclusin de esta guerra, permanecern largo tiempo sobre nosotros y se irn haciendo cada vez ms pesados hasta que nuestros derechos renazcan o expiren en una convulsin. ---ooo---

La educacin sobre el valor de la libre expresin y las dems libertades que garantiza la Declaracin de Derechos, sobre lo que ocurre cuando no se tienen y sobre cmo ejercerlas y protegerlas, debera ser un requisito esencial para ser ciudadano americano o, en realidad, ciudadano de cualquier nacin, con ms razn cuando estos derechos estn desprotegidos. Si no podemos pensar por nosotros mismos, si somos incapaces de cuestionar la autoridad, somos pura masilla en manos de los que ejercen el poder. Pero si los ciudadanos reciben una educacin y forman sus propias opiniones, los que estn en el poder trabajan para nosotros. En todos los pases se debera ensear a los nios el mtodo cientfico y las razones para la existencia de una Declaracin de Derechos. Con ello se adquiere cierta decencia, humildad y espritu de comunidad. En este mundo posedo por demonios que habitamos en virtud de seres humanos, quiz sea eso lo nico que nos aisla de la oscuridad que nos rodea.

AGRADECIMIENTOS

Durante muchos aos he tenido el gran placer de dirigir un seminario sobre Pensamiento Crtico en la Universidad de Cornell. He podido seleccionar estudiantes de toda la universidad en base a su capacidad y diversidad cultural y disciplinaria. Concedemos especial importancia a los trabajos escritos y a la argumentacin oral. Hacia el final del curso, los estudiantes seleccionan una serie de temas sociales muy controvertidos en los que tengan una importante implicacin emocional. De dos en dos, se preparan para una serie de debates orales de final de semestre. Unas semanas antes de los debates, sin embargo, se les informa de que la tarea de cada uno es presentar el punto de vista del oponente de modo que sea satisfactorio para ste y pueda decir: S, es una presentacin justa de mis opiniones. En el debate escrito conjunto exploran sus diferencias, pero tambin cmo los ha ayudado el proceso de debate a entender mejor el punto de vista opuesto. Present algunos temas de este libro a esos estudiantes; he aprendido mucho de la recepcin y crtica de mis ideas y quiero darles las gracias. Tambin estoy agradecido al Departamento de Astronoma de Cornell, y a su presidente, Yervant Terzian, por permitirme dar el curso que a pesar de llevar el ttulo de Astronomy 490 trata slo un poco de astronoma. Parte de este libro ha sido publicado en la revista Parade, un suplemento dominical de peridicos de toda Amrica del Norte, con unos 83 millones de lectores a la semana. Las generosas respuestas que he recibido de los lectores de Parade me han permitido profundizar en mi comprensin de los temas que describo en este libro y en la variedad de actitudes pblicas. En varios lugares he resumido parte de las cartas que he recibido de lectores de Parade que, creo, me han servido para tomar el pulso de la ciudadana de Estados Unidos. El editor jefe de Parade, Walter Anderson, y el editor senior, David Currier, adems del personal de edicin e investigacin de esta interesante revista, han mejorado en muchos casos mi presentacin. Tambin

han permitido que se expresaran opiniones que podran no haberse impreso en publicaciones menos respetuosas de la Primera Enmienda de la Constitucin de Estados Unidos. Algunas partes del texto aparecieron por primera vez en The Washington Post y The New York Times. El ltimo captulo se basa en parte en un discurso que tuve el placer de pronunciar el 4 de julio de 1992 desde el Prtico del Este en Monticello la cruz de la moneda durante el acto de admisin a la ciudadana de Estados Unidos de personas de treinta y una naciones distintas. Mis opiniones sobre la democracia, el mtodo de la ciencia y la educacin pblica han recibido la influencia de numerosas personas a lo largo de los aos y a muchas de ellas las he mencionado en el texto. Pero me gustara destacar aqu la inspiracin que he recibido de Martn Gardner, Isaac Asimov, Philip Morrison y Henry Steele Commager. No tengo espacio suficiente para dar las gracias a los muchos que me han ayudado a proporcionar comprensin y ejemplos lcidos, o que han corregido errores de omisin o comisin, pero quiero que todos ellos reciban mi agradecimiento ms profundo. Sin embargo, debo agradecer explcitamente a los siguientes amigos y colegas su revisin crtica de todos o parte de los borradores de este libro: Bill Aldridge, Susan Blackmore, William Cromer, Fred Frankel, Kendrick Frazier, Martn Gardner, Ira Glasser, Fred Golden, Kurt Gottdried, Lester Grinspoon, Philip Klass, Pal Kurtz, Elizabeth Loftus, David Morrison, Richard Ofshe, Jay Orear, Albert Pennybacker, Frank Press, James Randi, Theodore Roszak, Dorion Sagan, David Saperstein, Robert Seiple, Steven Soter, Jeremy Stone, Peter Sturrock y Yervant Terzian. Tambin agradezco a mi agente literario, Morton Jankiow, y a los miembros de su personal sus sabios consejos; Ann Godoff y los dems encargados por el proceso de produccin en Random House: Enrica Gadler, J. K. Lambert, y Kathy Rosenbloom; William Barnett por encargarse del manuscrito en las fases finales; Andrea Barnett, Laurel Parker, Karenn Gobrecht, Cindi Vita Voel, Ginny Ryan y Christopher Ruser por su ayuda; y al sistema de la Biblioteca de Cornell, incluyendo la coleccin de libros raros sobre misticismo y supersticin recopilados originalmente por el primer presidente de la universidad, Andrew Dickson White. Algunas partes de cuatro captulos de este libro fueron escritas con mi esposa y antigua colaboradora Ann Druyan, que fue elegida secretaria de la Federacin de Cientficos Americanos, una organizacin fundada en 1945 por los cientficos del Proyecto Manhattan original para supervisar el uso tico de la ciencia y la alta tecnologa. Tambin me ha ayudado con directrices, sugerencias y crticas sobre el contenido del libro y en todos los estadios de redaccin en el curso de casi una dcada. De ella he aprendido ms de lo que soy capaz de decir. Me reconozco afortunado de haber

encontrado una persona a la que admiro por sus consejos y juicio, su sentido del humor y visin valerosa y que es adems el amor de mi vida.

REFERENCIAS
(ALGUNAS CITAS Y SUGERENCIAS DE LECTURAS)

Captulo 1. LO MS PRECIADO

Martn Gardner, Doug Henning and the Giggling Gur, Skeptical Inquirer, mayojunio de 1995, pp. 9-11, 54. Daniel Kahneman y Amos Tversky, The Psychology ofPreferences, Scientific American, vol. 246 (1982), pp. 160-173. Ernest Mandel, Trotsky as Alternative (Londres, Verso, 1995), p. 110. Maureen 0'Hara, OfMyths and Monkeys: A Critical Look at Critical Mass, en Ted Schuitz, ed., The Fringes ofReason (vase ms bajo), pp. 182-186. Max Perutz, Es necesaria la ciencia? (Madrid, Espasa-Calpe, 1990). Ted Schuiz, ed., The Fringes ofReason: A Whole Earth C talo g: A Field Guide to New Age Frontiers, Unusual Beliefs & Ecceritric Sciences (Nueva York, Harmony, 1989). Xianghong Wu, Paranormal in China, Skeptical Briefs,, vol. 5 (1995), nm. l, pp. 1-3, 14. J. Peder Zane, Soothsayers as Business Advisers, The Ne\v York times, 11 de septiembre de 1994, sec. 4, p. 2.

Captulo 2. CIENCIA Y ESPERANZA

Albert Einstein, On the Electrodynamics of Moving Bodies, pp. 35-65 (publicado originalmente como Zur Elektrodynamik bewegter Krper, Annalen der Physik 17 [1905], pp. 891-921), en H. Lo-rentz, A. Einstein, H. Minkowski y H. Wey, The Principie of Relativity: A Collection of Original Memoirs on the Special and General Theory of Relativity (Nueva York, Dover, 1923). Harry Houdini, Mmele Mongers and Their Methods (Buffalo, NY, Prometheus Books, 1981).

Captulo 3. EL HOMBRE DE LA LUNA Y LA CARA DE MARTE

John Michell, Natural Likeness: Faces and Figures, in Nature (Nueva York, E. P. Dutton, 1979).

Cari Sagan y Pal Fox, The Cais ofMars: An Assessment after Mariner 9, Icarus, vol. 25 (1972), pp. 601-612.

Captulo 4. EXTRATERRESTRES

E. U. Condn, Scientific Study of Unidentified Fiying Objects (Nueva York, Bantam Books, 1969). Philip J. Klass, Skeptics UFO Newsletter, Washington, D. C., varios nmeros. (Direccin: 404 N St. SW, Washington, D. C. 20024.) Charles Mackay, Extraordinary Popular Delusions and the Madness of the Crowds (primera edicin publicada en 1841) (Nueva York, Parrar, Straus y Giroux, 1932, 1974) (tambin, Nueva York, Gordon Press, 1991). Curts Peebles, Watch the Skies!: A Chronicle of the Fiying Saucer Myth (Washington y Londres, Smithsonian Institution Press, 1994). Doriald B. Rice, No Such Thing as "Aurora", The Washington Post, 27 de diciembre de 1992, p. 10. Cari Sagan y Thornton Page, eds., UFO's - A Scientist Debate (Ithaca, NY, Cornell University Press, 1972). Jim Schnable, Round in Circles: Physicists, Postergeists, Pranksters and the Secret History ofthe Cropwatchers (Londres, Penguin Books, 1994) (publicado por primera vez en Gran Bretaa por Hamish Hamilton en 1993).

Captulo 6. ALUCINACIONES
K. Dewhurst y A. W. Beard, Sudden Religious Conversions in Temporal Lobe Epilepsy, British Journal of Psychiatry, vol. 117 (1970), pp. 497-507. Michael A. Persinger, Geophysical Variables and Behavior: LV. Predicting the Details of Visitor Experiences and the Personality of Experients: The Temporal Lobe Factor, Perceptual and Motor Skills, vol. 68 (1989), pp. 55-65. R. K. Siegel y L. J. West, eds., Hallucinations: Behavior, Experence and Theory (Nueva York, Wiley, 1975).

Captulo 7. EL MUNDO POSEDO POR DEMONIOS

Katherine Mary Briggs, An Encyclopedia of Fairies, Hobgoblins, Brownies, Bogies, and Other Supernatural Creatures (Nueva York, Pantheon, 1976), pp. 239242. Thomas E. Bullard, UFO Abduction Reports: The Supernatural Kidnap Narrative Retums in Technological Guise, Journal ofAmerican Folklore vol. 102, nm. 404 (abril-junio de 1989), pp. 147-170. Norman Cohn, Los demonios familiares de Europa (Madrid, Alianza, 1987). Ted Daniel, Millennial Prophecy Report, The Millennium Watch Institute, P. O. Box 34201, Filadelfia, PA 19101-4021, varios nmeros. Edward Gibbon, Historia de la decadencia y ruina del Imperio romano, vol. I, 180 d. J.C.-395 d. J.C. (Madrid, Turner, 1984), pp. 410,361,432.

Martn S. Kottmeyer, Entirely Unpredisposed, Magonia, enero de 1990. Martn S. Kottmeyer, Gauche Encounters: Badfilms and the UFO Mythos (manuscrito no publicado). : John E. Mack, Nightmares and Human Gonflict (Bostn, Littie Brown, 1970), pp. 227, 228. Annemarie de Waal Malefijt, Religin and Culture: An Introduction to Anthropology of Religin (Prospect Heights, IL, Waveland Press, 1989) (publicado originalmente en 1968 por Macmillan), pp. 286 ss. Jacques Vallee, Passport to Magonia (Chicago, Henry Regnery, 1969).

Captulo 8. SOBRE LA DISTINCIN ENTRE VISIONES VERDADERAS Y FALSAS

S.Ceci, M. L. Huffman, E. Smith y E. Loftus, Repeatedly Thinking About a NonEvent: Source Misattributions Among Pre-Schoolers, Consciousness and Cognition, vol. 3, 1994, pp. 388-407. William A. Christian, Jr., Apparitions in Late Medieval and Renais-sance Spain (Princeton, NJ, Princeton Un versity. Press, 1981).

Captulo 9. TERAPIA Annimo, Trial in Woman's Blinding Offers Chilling Glimpse of Hoodoo, The New York Times, 25 de septiembre de 1994, p.23. Ellen Bass y Laura Davis, The Courage to Heal: A Guidefor Women Survivors of Child Sexual Abuse (Nueva York, Perennial Li" brary, 1988) (segunda y tercera ediciones, 1993 y 1994). Richard J. Boyian y Lee K. Boyian, Cise Extraterrestrial Encoun-ters: Positivo Experiences with Mysterious Visitors (Tigard, OR, Wiid Flowers Press, 1994). Gail S. Goodman, Jianjian Qin, Bette L. Bottoms y Philip R. Shaver, Characteristics and Sources ofAllegatons ofRitualistic Child Abuse, Informe final, Grant 90CA1405, para el Centro Nacional de Abuso y Negligencia Infantil, 1994. David M. Jacobs, SecretLife: First-hand Accounts of UFO Abductions (Nueva York, Simn and Schuster, 1992), p. 293. Carl Gustav Jung, Introduccin a The Unobstructed Universo, de Stewart Edward White (Nueva York, E. P. Dutton, 1941). Kenneth V. Lanning, Investgateos Guide to Allegations of "Ritual" Child Abuse (Washington, FBI, enero de 1992). Elizabeth Loftus y Katherine Ketcham, The Myth of Repressed Me-mory (Nueva York, St Marin's, 1994). Mike Males, Recovered Memory, Child Abuse, and Media Esca-pism. Extra!, septiembre-octubre de 1994, pp. 10, 11. Ulric Neisser, discurso fundamental, Memory with a grain of Sait, en la conferencia Memory and Reality: Emerging Crisis, Va-Iley Forge, PA, segn el FMS Foundation Newsletter (Filadel-fa, PA), vol. 2, nm. 4 (3 de mayo de 1993), p. 1.

Richard Ofshe y Etan Watters, Making Monsters (Nueva York, Scrib-ner,1994). Nicholas P. Spanos, Patricia A. Cross, Kirby Dixon y Susan C. Du-Breuil, Cise Encounters: An Examination of UFO Experiences, Joumal of Abnormal Psychology, vol. 102 (1993), pp. 624-632. Rose E. Waterhouse, Government Inquiry Decides Satanic Abuse Does Not Exist, Independent on Sunday, Londres, 24 de abril de 1994. Lawrence Wright, Rmembering Satn: A Case of Recovered Memory and the Shattering of an American Family (Nueva York, Knopf, 1994). Michael D. Yapko, True and False Memories of Childhood Secual Trauma: Suggestions of Abuse (Nueva York, Simn and Schuster, 1994).

Captulo 10. UN DRAGN EN EL GARAJE

Thomas J. Flotte, Norman Michaud y David Pritchard, en Alien Discussions, Andrea Pritchard et al., eds., pp. 279-295 (Cambridge, MA, North Cambridge Press, 1994). Richard L. Franklin, Overcoming the Myth of Self-Worth: Reason and Fallacy in What You Say to Yourself(A.pp\eton, WI, R. L. Franklin, 1994). Rbert Lindner, The Jet-Propelled Couch, en The Fifty Minute Hour: A Collection ofTrue Psychoanalytic Tales (Nueva York y Toronto, Rinehart, 1954). James Willwerth, The Man from Outer Space, Time, 25 de abril de 1994.

Captulo 12. EL SUTIL ARTE DE DETECTAR CAMELOS

George O. Abell y Barry Singer, eds., Science and the Paranormal: Probing the Existence ofthe SupematUral (Nueva York, Scribner's, 1981). Robert Basil, ed., Not Necessarily the NewAge (Buffalo, NY, Prometheus, 1988). Susan Blackmore, Confessions of a Parapsychologist, en Ted Schuitz, ed., The Fringes of Reason, pp. 70-74, Russell Chandier, Understanding the NewAge (Dallas, Word, 1988). T. Edward Damer, Attacking Faulty Reasoning, segunda edicin (Belmont, CA, Wadsworth, 1987). Kendrick Frazier, ed., Paranormal Borderlands of Science (Buffalo,NY, Prometheus, 1981). Martin Gardner, The New Age: Notes of a Fringe Watcher (Buffalo, NY, Prometheus, 1991). Daniel Goleman, Study Finds Jurors Often Hear Evience with a Closed Mind, The New York Times, 29 de noviembre de 1994, pp.C-l.C-12. J. B. S. Haldane, Fact and Faith (Londres, Watts & Co., 1934). Philip J. Hilts, Grim Findings on Tobceo Made the 70's a Decade of Frustration (incluyendo cuadro p. 12: Top Scientists for Companies Saw the Periis), The New York Times, 18 de junio de 1994,pp.1,12.

Philip J. Hilts, Danger of Tobceo Smoke is Said to Be Underplayed, New York Times, 21 de diciembre de 1994, D23. Howard Kahane, Logic and Contemporary Rethorc: The Use ofReason in Everyday Ufe, 7.a ed. (Belmont, CA, Wadsworth, 1992). Noel Brooke Moore y Richard Parker, Critical Thinking (Palo Alto, CA, Mayfield, 1991). Graham Reed, The Psychology of Anomalous Experience (Buffalo, NY, Prometheus, 1988). Theodore Shick, Jr., y Lewis Vaughn, How to Think About Weird Things: Critical Thinking for a New Age (Mountain View, CA, Mayfield, 1995). Leonard Zusne y Warren H. Jones, Anomalistic Psychology (Hillsdale, NJ, Lawrence Eribaum, 1982).

Captulo 13. OBSESIONADO CON LA REALIDAD

Alvar Nez Cabeza de Vaca, Naufragios y comentarios (Madrid, Espasa-Calpe, 1985 Faith Healing: Miracle or Fraud, nmero especial de Free Inquiry,vol. 6, nm. 2 (primavera de 1986). Pal Kurtz, The New Skepticism: Inquiry and Reliable Knpwledge (Buffalo, NY, Prometheus Books, 1992). William A. Nolen, MD., Healing: A Doctor in Search of a Miracle (Nueva York, Random House, 1974). David P. Phillips y Daniel G. Smith, Postponement of Death Until Symbolically Meaningful Occassions, Journal of the Amercan Medical Association, vol. 263 (1990), pp. 1947-1951. James Randi, The Faith Healers (Buffalo, NY, Prometheus Books, 1989). James Randi, Flimflam!: The Truth About Unicorns, Parapsy cholo gy & Other Delusions (Buffalo, NY, Prometheus Books, 1982). David Spiegel, Psychological Treatment and Cncer Survival, TheHarvard Mental Health Letter, vol. 7 (1991), nm. 7, pp. 4-6. Charles Whitfeld, Healing the Child Within (Deerfeld Beach, FL, Health Communications, Inc., 1987).

Captulo 14. ANTICIENCIA

Joyce Appleby, Lynn Hunt y Margaret Jacob, Telling the Truth About History (Nueva York, W. W. Norton, 1994). Monis R. Cohn,Reason and Nature: An Essay on the Meaning of Scientific Method (Nueva York, Dover, 1978)(primera edicin publicada por Harcourt Brace en 1931). Gerald Holton, Science and Anti-Science (Cambridge, Harvard Unversity Press, 1993), caps. 5 y 6. John Keane, Tom Paine: A Political Ufe (Bostn, Littie, Brown, 1995).

Michael Krause, Relativism: Interpretation and Confrontation (South Bend, IN, University of Notre Dame, 1989). Harvey Siegel, Relativism Refuted (Dordrecht, Pases Bajos, D. Reidel, 1987).

Captulo 15. EL SUEO DE NEWTON

Henry Gordon, Channeling into the New Age (Buffalo, NY, Prometheus, 1988). Charles T. Tart, The Science of Spirituality, en Ted Schuitz, ed., The Fringes of Reason, p. 67.

Captulo 16. CUANDO LOS CIENTFICOS CONOCEN EL PECADO

William Broad, Teller's War." the Top-Secret Story Behind the Star Wars Deception (Nueva York, Simn and Schuster, 1992). David Holloway, Stalin and the Bomb (New Haven, Yaie University Press, 1994). John Passmore, Science and Its Critics (Londres, Duckworth, 1978). Stockholm International Peace Research Institute, SIPRI Yearbook 1994 (Oxford, Oxford University Press, 1994), p. 378. Cari Sagan, Un punto azul plido (Barcelona, Planeta, 1995). Carl Sagan y Richard Turco, A Path Where No Man Thought: Nuclear Winter and the Ends of the Arms Race (Nueva York, Random House, 1990).

Captulo 17. UN MATRIMONIO ENTRE EL ESCEPTICISMO Y EL ASOMBRO

R. B. Culver y P. A. lanna, The Gemini Syndrome: A Scientific Explanation of Astrology (Buffalo, NY, Prometheus, 1984). David J. Hess, Science in the New Age: The Paranormal, Its Defenders and Debunkers, and American Culture (Madison, WI, The University ofWisconsin Press, 1993). Carl Sagan, Objections to Astrology (carta al editor), The Humanist, vol. 36, nm. 1 (enero-febrero de 1976), p. 2. Robert Antn Wiison, The New Inquisition: Irrational Rationalism and the Citadel of Science (Phoenix, Falcon Press, 1986).

Captulo 18. EL VIENTO LEVANTA POLVO

Alan Cromer, Uncommon Sense: The Heretical Nature of Science (Nueva York, Oxford University Press, 1993). Richard Borshay Lee, The !Kung San: Men, Women and Work in a Foraging Society (Cambridge, UK, Cambridge University Press, 1979).

Captulo 19. NO HAY PREGUNTAS ESTPIDAS

Youssef M. Ibrahim, Muslim Edicts Take on New Forc, The New York Times, 12 de febrero de 1995, p. A14 Catherine S. Manegod, U.S. Schools Misuse Time, Study Asserts, The New York Times, 5 de mayo de 1994, p. A21. The Competitive Strength of U.S. Industrial Science and Techno-logy: Strategic Issues, informe del Comit Nacional de la Ciencia sobre Apoyo Industrial para Investigacin y Desarrollo, Fundacin Nacional de Ciencia, Washington, D. C., agosto de 1992.

Captulo 21. EL CAMINO DE LA LIBERTAD

Walter R. Adam y Joseph O. Jeweil, African-American Education Since An American Dilemma, Daedalus 124, 77-100, 1995. K. J. Larry Brown, ed., The Link Between Nutrition and Cognitive Development in Children, Center on Hunger, Poverty and Nutrition Policy, Escuela de Nutricin, Tufts University, Medford, MA, 1993, y referencias all dadas. Gerard S. Coles, For Whom the Bell Curves, The Bookpress 5 (1) 8-9, 15, febrero de 1995. Frederick Douglass, Autobiographies: Narrative of a Life, My Bondage & My Freedom, Life and Times, Henry L. Gates, Jr., ed. (Nueva York, Library of Amrica, 1994). Len J. Kamin, Behind the Bell Curve, Scientific American, febrerode 1995. pp.99-103. Tom Mciver, The Protocols of Creationism: Racism, Anti-Semitism and White Supremacy in Christian Fundamentalism, Skeptic, vol. 2, nm. 4 (1994), pp. 76-87.

Captulo 22. ADICTOS DEL SIGNIFICADO

Tom Gilovich, How We Know What Isn't So: The Fallibility of Human Reason in Everyday Life (Nueva York, Free Poress, 1991). O. J. Who? New York, 17 de octubre de 1994, p. 19.

Captulo 23. MAXWELL Y LOS BICHOS RAROS

Richard P. Feynman, Robert B. Leighton y Matthew Sands, The Feyn-man Lectures on Physics, vol. II, The Electromagnetic Field (Reading, MA, AddisonWesley, 1964). [Los prrafos citados aparecen en las pginas 18-2, 20-8 y 20-9.] Ivan Tolstoy, James Clerk Maxwell: A Biography (Chicago, University of Chicago Press, 1982) (publicado originalmente por Canongate Publishing Ltd., Edimburgo, 1981).

Captulo 24. CIENCIA Y BRUJERA

William Glaberson, The Press: Bought and Sold and Grey All Over, The New York Times, 30 de julio de 1995, seccin 4, pp. 1, 6. Peter Kuznick, Losing the Worid of Tomorrow: The Battie Over the Presentation of Science at the 1939 WorkTs Fair, American Quarterly, vol. 46, nm. 3 (septiembre de 1994), pp. 341-373. Emest Mandel, Trotsky as Alternative. Rossel Hope Robbins, The Enciclopedia of Witchcraft and Demono-logy (Nueva York, Crown, 1959). Jeremy J. Stone, Conscience, Arrogation and the Atomic Scientists y Edward Teller: A Scientific Arrogator of the Right, FAS [Federacin de Cientficos Americanos], Public Interest Repon, vol. 47, nm. 4 (julio/agosto de 1994), pp. 1,11.

Captulo 25. LOS VERDADEROS PATRIOTAS HACEN PREGUNTAS

I. Bernard Cohn, Science and the Founding Fathers (Cambridge, Harvard University Press, 1995). Clinton Rossiter, Seedtime of the Republic (Nueva York, Harcourt Brace, 1953). Extractado en Rossiter, The First American Re-volution (San Diego, Harvest). J. H. Sloan, F. P. Rivera, D. T. Reay, J. A. J. Ferris, M. R. C. Pat, y A. L. Kellerman, Firearm Regulations and Ratos of Suicide: A Comparison of Two Metropolitan reas, New England Jour-nal of Medicine, vol. 311 (1990), pp. 369-373. Post Script, Conscience, vol. 15, nm. 1 (primavera de 1994), p. 77.

INDICE TEMTICO ____________

Abductions (Abducciones, Mack): 173,204. Adams, John:437,457,460. Adictos del significado: 401. Adriano I,papa: 111. Ady, Thomas: 44,45,140, 246,444. Afroamericanos: Baloncesto practicado por: 398. Derechos civiles para: 463. Educacin: 356, 385, 386. Esclavitud de: 383, 384, 385, 386, 391, 392,393,394. The Bell Curve sobre: 389. Age of Reason, The (La edad de la razn, Paine):286. Agencia Nacional de Seguridad (ANS), ovnis y: 106,107, 108. Agustn, san: 136,137,139,142. Alemania, brujas en: 439-443. Alfonso X el Sabio, rey de Espfia: 164. Alien, Ethan: 281. Alucinaciones: 124-132, 151, 152, 187,192. Causas de las: 125,194. Como problemas de la relacin seal/ruido:126,127. Componente sexual de: 130. De demonios: 130, 152. En estado de vigilia: 127. Extraterrestres como: 124, 128, 129, 131, 132, 149, 151. 173, 174, 194, 204,209,217,219,220. Persecucin de brujas y: 445. lvarez, Jos Luis: 249, 250, 251, 252, 261,262,264,265. Ana, reina de Inglaterra: 25. Anemia por deficiencia de hierro: 388. Black, Hugo: 463, 465. Blackmore, Susan: 248. Blake, William: 292, 293, 303, 356, 357. Blum, Howard: 108. Blume, E. Sue: 269. Brockhoeft, John:462. Bower, Doug: 94, 95. Boyian, Richard: 154.

Appleby, Joyce: 285. rea 51: 114. Aristteles: 136, 301, 336, 343,459. Armas nucleares: 27, 236, 309-316, 449 452. Consecuencias a largo plazo: 312-316. Justificacin: 315. Presuntas advertencias de extraterrestres sobre: 121. Tecnologa de entrega eli misiles: 104. Tratados sobre: 313,449,450. Amold, Kenneth: 88, 89. Asociacin Psiquitrica Americana: 178, 179. Asteroides, la Tierra amenazada por: 76. Astrologa: 36, 329, 330. Astronoma: 13, 14. Contribucin de Mawxell a: 416, 417, 425,426. Mujeres en: 412. Preguntas acerca de: 358, 359, 360. Atlntida, leyenda sobre la: 20,21. Aurora: 114, 115. Awad, George: 377, 378. Bacon, Francis: 224, 234,236. Bailey, Prederick: vase Douglass, Frederick. Baloncesto: 398-401. Baker,Robert: 130. Bass, Ellen: 178, 269. Bisbol, rachas en: 400,401. Bell Curve, The (Hemstein y Murray): 389. Biologa: Educacin en: 370. Museos y: 377. Preguntas sobre: 358, 359, 360 Brujas: 44. 137, 146, 148, 167, 180, 203, 274. Acusacin y ejecucin sistemtica de: 138-144. En el contexto poltico: 143,439. Marcas del demomo en: 141. Procesos contra: 140, 141. Tortura de: 138-144,443,444.

Von Spee sobre la persecucin de: 439-445. Bullard,ThomasE.:15L

Cabell,C.B,:103,105. Cabeza de Vaca, Alvar Nez: 256, 257, 258. Calidad de vida: 5,27. Camelos: 269. Deteccin de: 232-241, 245, 389, 400. Y falacias lgicas y retricas: 235241. Cncer: Curacin por fe: 257,258, 259. Preguntas sobre: 358, 359. Relacin entre fumar y: 239, 240. Tratamiento psquico: 231. Candle in the Dark, A (Una vela en la oscuridad, Ady): 44, 140,444. Canalizacin: 225-228. De informacin desde entidades no humanas: 227, 228. El caso Carlos y: 249-252, 261-265. Premisa fundamental de: 226. Carlos, el caso: 249-252, 261-266. Carroll, Charles: 393. Castilla, apariciones en: 163. Cautio Criminalis (Precauciones para los acusadores, Von Spee): 439-443. Centro de Ciencia, Ithaca, Nueva York: 378,379. Centro Nacional de Alfabetismo Familiar: 389. Chamanismo, mecnica cuntica comparada con el: 276. Chimpancs, habilidad para seguir pistas: 342. China, seudociencia en: 35, 36,39. Chorley, Dave: 94,95. Christian Science (Ciencia cristiana, Twain): 260. Christian, William A., jr.: 161,166. Cicern: 280. Ciencia y cientficos: 18-24,272-277, 292301,410-416. Afn de secreto en: 73, 109. Analfabetismo en: 22, 23, 35, 44, 45, 350-353,355,363,373. Ambigedad moral de: 315-318. Pecados de la: 309, 310. Pensamiento en la: 45,46,47,49,51. Pesada carga de: 322-324. Poltica y: 26-29, 45, 47, 57, 273-275, 288-290, 338, 361,426-431,449452, 455-458,461,464-469. Popularizacin de la: 39, 43, 56, 406, 435,436.

Cambios rpidos en la: 273. Capacidad de prediccin de: 48,51. Como crtica social: 449-452. Como empresa personal: 282. Como espada de doble flo: 28. Como irracional o mstica: 272. Como lenguaje transnacional: 449. Comparaciones entre historia y: 280. Crticas en: 49-53. Crticas de: 293-297, 299, 304, 310. Cultura cazadora-recolectora y: 339342 Debate sobre ovnis en: 112, 113, 123,124 Defectos de: 28. Einstein sobre: 18. Emocin y asombro en: 20, 30, 47, ,48, 357,373-377 En busca de inteligencia extraterrestre: 90, 91, 92, 111, 198, 199-201, 220, 423,426429,431. En la cultura comercial: 230, 281. n la deteccin de camelos: 232-240. En la Feria Mundial de Nueva York: 13, ,.. 435,436. En los medios de comunicacin: 5658, 356, 361, 362, 397-399, 401407. Enseanza y estudio de: 335-337, 343, 347-351, 353-356, 367-374, 376380, 389,398-402, 452. Equilibrio entre pensamiento creativo y escptico: 330-332. Errores de: 254, 281-284, 337. . Estndar de prueba: 85, 88. Estereotipos de: 411-416. Financiacin de: 426-431. Formacin del autor: 11-15. Formulacin de hiptesis: 38, 46, 290. Humildad en: 51, 53. Mandamientos de: 47. Mtodo experimental en: 234, 254, 335338,353,455,456,466. Mtodo vs resultados de: 39. Mujeres en la: 411, 412. Museos de: 375-380. Orgenes de la: 335-338.341-344. Potencial de charlatanera en la: 254, 255. Preguntas sobre: 19, 20, 348, 349, 357- 360. Pseudociencia vs: 30, 31, 33, 36, 38,39, 56,57,61. Reduccionismo en: 297-300.

Religin y: 48, 284-286, 296, 300, 301, 304, 305, 323, 336-338, 343, 352, 362,372,376,464. Revaluacin de las teoras en: 161. Tendencias en la: 280, 281,284-286. Teoras de comprobacin en: 55, 56. Valor de: 47, 48, 49, 56, 57, 58, 363, 364,414,416. Y demonios: 135,136. Y esperanza: 43-58. Y herramientas del escepticismo: 96. Cidonia:71,72. Ciencias sociales, formacin en: 353. Crculos en los campos de cultivo: 92-96, 202,227,267,326. Clemente de Alejandra: 229, 230. Comit de Actividades Antiamericanas:274,275. Comit de Investigacin Cientfica de Declaraciones Paranormales (CSICOP): 325,412. Communion (Comunin, Strieber): 149,153. Cmo debera escribirse la historia (Luciano): 280. Comunicacin por golpes con los espritus: 267. Condn, Edward U.: 273, 274,275; Conocimiento popular: 277, 278. Constitucin de los Estados Unidos: 456, 459,460,461,463,465,466. Copmico, Nicols: 351. Courage to Heal, The (Bass y Davis): 178, 269. Crecimiento de la poblacin: 27. Credo de los apstoles: 110. Cromer, Alan: 335, 336, 343. CTA-102: 199,200. Cuantificacin, pensamiento escptico y: 233. Cultos rituales satnicos: 179-186. Extraterrestres y: 181,217,218. Pruebas de abusos: 179,203. Cultura comercial: El caso Carlos y: 261,162. Importancia del dinero en: 397. Informaciones errneas y evasivas de: 230,231. Curacin por la fe: 254-260,265,266, 303. Electromagnetismo: En el vaco: 419-423. Maxwell sobre: 54, 55, 416-425,428. Presunta capacidad curativa del: 86, 87. Encyclopedia of Witchcraft and Demonlogy, The (La enciclopedia de brujera y demonologa, Robbins): 443, 444. Enfermedad: vase medicina.

Efecto placebo en: 255, 256, 265, 276. El caso Carlos y: 262, 265. Historia de: 255-259.

Dalai Lama: 304, 305. Darwin, Charles: 284-287,292. Davis, Laura: 178, 269. Declaracin de Derechos: 437, 438, 439, 460,462-466. De Daemonialitae (Sinistrari): 138,142. Dcima Elega (Rilke): 212. Declaracin de la Independencia: 458. Demonio/genio de Maxwell: 417. Demonios: 134-154,214. Brujas y: 140, 141,143. Como seductores sexuales: 137, 138,139,142,144,145. Culto satnico y: 180-183. Curacin por fe y: 255, 256. En el mundo antiguo: 135,136,138. En la Edad Media: 137,138. En la tradicin talmdica: 145. Escepticismo sobre: 148. Extraterrestres como: 135, 145, 148151,217-220. Filosofa del primer cristianismo : sobre:136-139,144. Generados en la ment: 138,139. Nios asustados por: 129,130. Opinin pblica sobre: 144. Visiones de: 161. Departamento de Educacin de los Estados Unidos: 354, 386. Deporte, educacin cientfica y: 398-401. Descartes, Rene: 285,324, Deuteronomio: 110,247. Dickens, Charles: 157. Donacin de Constantino: 110,111. Dossey, Larry: 258. Douglass, Frederick (Barley): 383-387. Despus de escapar de la esclavitud: 392394. Dr. Strangelove'. 313. Druyan, Ann: 53, 387,436,447,450. Einstein, Albert: 18, 51, 52, 55, 204, 274, 310,338,420,421,436,449,450.

Escpticos y escepticismo: 13, 49, 6266,75-78,193,205,213,226,232240,269,323-332, 344. Crticas de: 326, 327, 328. De los terapeutas: 185, 186. El caso Carlos y: 249, 251, 262, 264266. En el pensamiento cientfico: 45, 46,49, 330-332.

En equilibrio con la credulidad de la antigedad clsica: 146, 147, 148. En la formacin cientfica: 348. . Herramientas de: 96, 232-239. Investigacin cientfica sobre extraterrestresy: 201. Jefferson sobre: 459, 460. Lmites al uso de: 324. Medios de comunicacin y: 77, 328,402,403. Orgenes de: 335, 366. Persecucin de brujas: 445. Poltica y: 231,448,463,465,466. Religin y: 53, 303, 304, 338, 372. Sndrome de nosotros contra ellos y;326. Sobre abusos del culto satnico: 181,183,184. Sobre recuerdos de abusos sexuales:178,179. Sobre la magia: 193. Sobre la pseudociencia: 22, 30-31, 34, 38,324-330. Sobre la vida despus de la muerte: 295. Sobre los fenmenos psquicos: 248. Sobre los ovnis: 90, 91, 103. Sobre presuntos contactos humanos con extraterrestres: 84, 202, 203. Sobre visiones: 162, 167. Y curacin por fe: 254. Y estereotipos: 412. Y falacias lgicas y retricas: 235240. Y financiacin de la ciencia: 430. Esclavos y esclavitud: 382-386, 391-394. Analfabetismo y: 383-387, 391. Douglass despus de escapar de la: 392394. Esperanza, ciencia y: 43-58. Espiritismo: vase canalizacin. Espiritualidad: vase religin. Esquizofrenia: 128, 152,215. Estados Unidos: Abusos de ritos satnicos en: 179. Declive de: 44, 45. Educacin en: 350, 354, 367-374, 378-380,385,386,391. Informes sobre abusos infantiles: 175. Libertad en: 436-439,461,462. , Maccarthysmo en: 311.

Pobreza en: 389. Procesos contra brujas en: 140,274. Estereotipos: 411-416. De los cientficos: 412-416, 420, 422426,429. Evolucin: 352, 357. Ciencia ficcin y: 404. Museos y: 377. Expectativa de vida: 26,27. Experimento Ozma: 199. Experimentos de doble ciego: 234, 255. Extraos peregrinos (Garca Mrquez): 172. Extraordinary Popular Delusions and the Madness ofCrowds (Engaos populares extraordinarios y la locura de la multi-tud, Mackay): 85, 86. Extraterrestres y vida extraterrestre: 68, 80-85. Aspecto fsico de: 153, 154. Canalizacin de informacin de: 227,228. Cartas al autor sobre: 213-222. Crculos en los campos de cultivo y: 92,96,267,326. Colonizacin de la Tierra: 73. Como demonios: 135, 144, 148-151, . 217-220. Culto satnico y: 180-182,2l7,,2l8. De Marte: 67, 68, 70-75, 131,153. En la Luna: 68,75. Hadas como: 146-148. Implantes en supuestos abducidos: 206,207. Investigacin cientfica sobre: 92, 111, 198-201,220,221,423,426429,431. Medios de comunicacin sobre: 7173, 75-77,82-85, 123, 168,169,198201, 207,213,402-404. Opinin pblica sobre: 82-84, 131, 132. Orgenes de dimensiones mltiples: 204. Parlisis y: 130,131,215. Preocupacin por el bienestar de la Tierra entre: 121-123,227. Presunta autopsia de: 207. Presunta fecundacin de mujeres por: 205,206.

Presuntos contactos con: 62, 81-85,100104, 111, 112, 113, 120-124, 128130,144-154,158-160,167-169,173175, 179-181, 185, 188, 193-195, 198, 201-209, 213-219, 226, 267, 326,403. Prueba de: 201-203,206-209,215,216, 220. Randi y:253 Terapeutas y: 173-175, 178, 179, 185, 186, 188, 194, 198, 203-206, 221, 267. . Visiones de: 158,160,161,167. Vase tambin Objetos voladores no identificados. Falacia ad hominem: 235. Falacia corto plazo vs largo plazo: 238. Falacia de asumir la respuesta: 236. Falacia de confusin de correlacin y causa: 238. Falacia de enumeracin de circunstancias favorables: 235,236. Falacia de exclusin del medio: 238. Falacia de incomprensin de la naturaleza de la estadstica: 237. Falacia de inconsistencia: 237. Falacia de la falsa dicotoma: 238. Falacia de la media verdad: 239. Falacia de la pregunta sin sentido: 237. Falacia de la prueba suprimida: 239. Falacia de la seleccin de la observacin: 236,254. Falacia de las estadsticas de nmeros pequeos: 237. Falacia de las palabras equvocas: 439. Falacia de llamada a la ignorancia: 235. Falacia de pedir la pregunta: 236. Falacia del alegato especial: 236. Falacia del argumento de consecuencias adversas: 235. Falacia del argumento de autoridad: 235. Falacia del hombre de paja: 238. Falacia del terreno resbaladizo: 238. Falacia non sequitur: 236. Falacia post hoc, ergo propter hoc: 237, 257. Falacias: 254, 258,400. Pensamiento escptico y: 235-240. Fang Li-zhu: 449. Fantasmas: vase visiones. Faraday, Michael: 51, 320, 417, 423-425 Fenmenos fsicos y psquicos: 231. Actitudes escpticas hacia: 248,249. Uso de las lecturas en fro por: 268. Feria Mundial de Nueva York: 13, 435, 436. Fermi, Enrico: 236,451, Head Start (Programa de educacin avanzado): 389. Herejas: 143,217,464.

Feynman, Richard: 276,421-424. Fiesta lunar de la cosecha relacionada con el ndice de muertes: 259. Fifty-Minute Hour, The (La hora de cincuenta minutos, Lindner): 195-198. Fsica: 14, 54, 56. Asimetras en: 54, 55. Contribucin de Maxwell: 416,417. Educacin: 370, 371. Reduccionismo en: 299. Frankel.FredH.: 185,186. Frankiin, Benjamn: 56, 87,252, 279, 457, 460. Freud, Sigmund: 176. Fuerza vital, nocin: 298. Fumar, correlacin entre cncer y: 239241.

Ganaway, George: 159,182. Garrison, William Lloyd: 392-394. Gentica: En la Unin Sovitica: 288. Evolucin y: 352. Griegos sobre: 337. Preguntas sobre: 359. Reduccionismo en: 299. Gibbon, Edward: 25, 146-148,279. Gilkey, Langdon: 299, 300. Gilovich, Thomas: 38,400-401. Glenn, John: 68, 114. Gobierno: vase poltica. , Gran Bretaa: 24,464 Armas nucleares de: 449. Brujas en: 141,143,144,148. Crculos en los campos de cultivo: 92, 96,267. Estudios sobre el culto satnico en: 184. Tecnologa en: 414,415,423-425. Grecia, desarrollo del pensamiento objetivo: 336-338,393. Guerra de las galaxias. La: 404.

Hadas: Como alucinaciones: 152. Como extraterrestres: 146-148. Relaciones sexuales entre humanos y: 146. Haldane, J. B. S.: 228,298. Consolacin de: 229. Haldane, J. S.: 298. Hammond, Corydon: 184. Herodoto: 343. Hernstein, Richard J.: 389. Hesodo: 135, 137.

Hess, David: 326, 327. Hill, Betty y Barney: 122-124,130, 152. Hipnosis: 186. Aumento de la sugestin en: 158, 159. Presuntas abducciones extraterrestres e:158, 159,220. Hipcrates de Cos: 24,25. Hiptesis: 46, 290. Comprobacin de: 191-193. En el pensamiento escptico: 232, 233. En pseudociencia vs ciencia: 38. Hippolytus (Eurpides): 308. Historia: 278-281,456. Comparaciones entre ciencia e: 280282. Jefferson como estudiante de: 458, 460. Relatos favorecedores de la: 279. Y formacin de la opinin pblica: 446, 447. Historia de la decadencia y ruina del Imperio romano (Gibbon): 146,147. Histrica! Essay Concerning Witchcraft [Ensayo histrico sobre brujera, Hutchinson): 445. Hitler, Adolf: 34, 287. Holocausto: 177, 184. Hornero: 343. Horscopos: 268, 330. How to Think About Weird Things (Schick y Vaughn): 272. How We Know What Isn't So (Cmo sabemos que no es as, Gilovich): 38. Hoyle, Fred: 282. Hufford, David: 146. Hulse, Russell: 52, 53. Hume, David: 229, 230. Hunt.Dave: 149. Hunt, Lynn: 285. Hussein, Saddam: 447. Hutchins, Robert M.: 15. Hutchinson, Francis: 445. Huxley, Thomas Henry: 98, 230, 334. IAm With YouAlways (Sparrow): 167. Industria del tabaco: 239, 240. Ingram, Pal: 182, 183. Iniciativa de Defensa Estratgica (SDI) (guerra de las galaxias): 112, 314. Inocencio VIII, papa: 139-141. In Search Of...: 402. Instituto Smithsoniano: Museo de Historia Natural: 376. Museo Nacional del Aire y del Espacio: 377. Interrupted Journey, The (El viaje interrumpido, Fuller): 124. Inugpasujuk: 42.

Invierno nuclear: 312, 313, 315. Jacob, Margaret: 285. Jacobo I, rey de Inglaterra: 148. Jefferson, Thomas: 437, 438, 457-463, 466. Inters cientfico de: 457,458. Jess, apariciones de: 167, 168. Jordn, Michael: 398, 399. Juan Pablo II, papa: 167. Juana de Arco: 142, 165. Jung, Carl Gustav: 132, 208.

Kennedy, John F.: 76, 260. Kepler, Johannes: 284, 338,429. King, Martn LutherJr.: 394. Klass.PhilipJ.: 103,109. Kramer, Henry: 139, 144. Kubrick, Stanley: 313. !Kung San (etnia), habilidades en la caza: 339,340,341. Kunitz, Daniel: 353.

Landor, Walter Savage: 465. Lanning, Kenneth V.: 178, 179, 180, 184. Larson, Gary: 129. Lawson, Alvin: 158, 159. Lazarus (Heine): 346. Lee, Richard: 339, 341. Lenin, Vladimir Ilich Ulianov, llamado: 446. Levin, Debbie: 378, 380. Levine, lima: 378, 380. Ley de Sedicin: 438. LGM-1: 199. Lidell, Umer: 102. Lindner, Robert: 195, 196, 197, 198. Loftus, Elizabeth: 159, 160. Londres, epidemia de clera en: 374. Longevidad: 26, 27, 303. Lorenzo de Valla: 110, 111. Lourdes, milagros en: 257. Lowell, Percival: 131, 132. Lucas, evangelista: 150. Lucrecio: 118, 336. Luna: El Hombre de la: 62,63,72,75. Preguntas de los nios sobre la: 348,349. Presuntas ruinas extraterrestres en la: 75. Vida imaginada sobre la: 68,75. Luz: Maxwel sobre: 416,417,420,421. En el vaco: 420,421. Lysenko, Trofim: 288, 289, 290.

Mack, John:128,173,186,187,194,197,

198,203,204. Mackay, Charles: 85, 86, 88,255. Madison, James: 457,460,462,463. Magia y magos: 218. Cooperacin tcita requerida por: 190, 192. De cazadores-recolectores: 341, 342. El caso Carlos y: 251, 252, 253, 261, 262. Historias de abduccin por extraterrestres y: 193. Magnetismo: vase electromagnetismo. Mago de Oz, El: 266. Maimnides, Mos ibn Maymn, llamado: 247,305. Malleus Maleficarum (Kramer y Sprenger): 140, 144. Mara, apariciones de la Virgen: 161-167. En Lourdes: 257. Marte:78,283. Cara de: 41, 62,93. Presuntos extraterrestres de: 67, 70-75, 132,153. Suelo de: 67, 70-75, 132. Tempestades de polvo en: 71. Matemticas: 13-15. De los griegos: 337. Desconocimiento de: 23, 373. Educacin: 350,351,355,369-372, 390, 398,399. En los medios de comunicacin: 399. Maxwell y: 417. Preguntas sobre: 357, 358. Materia: 294, 295,421,423. Maxwell, James Clerk: 415-426, 428-431, 438. Sobre electromagnetismo: 54, 417425,428. Sobre el estereotipo de cientfico: 416. Mecnica cuntica: 273-276, 331, 417, 423. Chamanismo comparado con: 276. Mecanismo de reconocimiento de formas 64-68,70. Medicina: 24-28.

Curanderos y: 254-260, 265. En los medios de comunicacin: 404.

tica en: 278. Financiacin de la investigacin y: 430. Historia de la: 24, 25,26. Museos y: 377. Presunta capacidad curativa del magnetismo y:86,87.

Medios de comunicacin: 44,238,269. Baloncesto en: 398. Ciencia en:56,58,356,362,397, 399, 402407. Educacin y: 356, 371,378. El caso Carlos y: 249-252, 261-266. Escepticismo y: 77, 327, 338,403. Historias inventadas por: 76, 77,78. Importancia del dinero en: 397,404. Maxweil y: 425. Opinin pblica y: 405,446,448. Poder de:405. Pseudociencia en: 19-22, 30-33, 325, 402,403,404,406. Randi y:254. Sobre la vida extraterrestre: 71-76, 8184,123,168,169,198,200,213,403, 404. Sobre los crculos en campos de cultivo: 93,94,95. Sobre ovnis: 85, 88, 99, 103, 119, 120, 149,152. Sobre The Bell Curve: 389. Y bsqueda de atencin: 168,169. Y visiones verdaderas y falsas: 160. Meditacin trascendental: 33, 36. Mesmer, Franz: 86, 87,417. Metafsica, fsica vs.: 55,56. Michell, John: 65, 66. Micromegas: una historia filosfica (Voltaire): 80. Mill, John Stuart: 463. MJ-12, documentos: 109, 110,111, 207. Monedas al aire, rachas: 400,401. Monstruos: vase demonios. Mortalidad infantil: 24, 25, 26. Muerte/muertos: 24, 25, 26. De nios: 24, 25, 26. Y fiesta lunar de la cosecha: 259. Y longevidad: 27, 303. Vase tambin vida despus de la muerte; canalizacin. Muller, Hermann J.: 288,289. Murray, Charles: 389. Museo Americano de Historia Natural: 275. Museos: 375-380. Negus, George: 251, 262. Neisser, Ulric: 176. Newton, Isaac: 51, 297,338,428. Crticas de: 285. Sueo de: 292, 293; Newton, Silas: 90. Nietzsche, Friedrich: 29. Nios: Abusos sexuales: 174-179,181187,193,214,269. Educacin de: 344, 347-350, 352-356, 367-374,375-380,384-390,466. En museos de ciencias: 375-378. Esclavitud: 383-386. Medios de comunicacin y: 238, 397, 401,405. Monstruos vistos por: 128,129, 130.

Nutricin de: 387, 388, 389, Sueos de:128-130. Visiones: 162. Vulnerables a la sugestin: 160. Nixon, Richard M.: 128, 274. Nolen, William: 258, 265. Nova:405. Nmeros: 12,13. Nye, Bill: 405. Obasi,Myra: 181. Objetos voladores no identificados (ovnis): 30,65,99-115,119-125. ANS y: 106,107,108. Auroray: 114-115. Como argucia del enemigo: 104-108. Debates cientficos sobre: 112, 113,123,124. En el accidente de Rosweil (Nuevo Mxico): 102,103,108,109. Entusiamo por: 119, 120. Falacias lgicas y retricas sobre: 235. Fotografas falsas de: 90, 202, 203. Globos militares tomados por: 102. Investigaciones militares de: 100109,111, 112, 114,115,121. Jung sobre: 208, 209. Medios de comunicacin sobre: 85, 88, 100,103,119,120,149,152,153. MJ-12, documentos sobre: 109-111,207. Poltica y: 91, 100, 103-109, 111, 112, 114,188,220. Pruebas de la existencia de: 85, 88. Supuesta visin de: 88-91, 99-106, 107109,111,112,114,115,121-123,128, 148, 159, 200-203, 219, 220, 273. Vase tambin extraterrestres y vida extraterrestre. Ofshe, Richard: 177, 183. Ondas de radio: 423, 424, 425. Ondas gravitacionales: 52. Oppenheimer, J. Robert: 309, 311. Oracin: 302, 303. Orweil, George: 446. Out There (Blum): 108-109.

Paine, Thomas: 229, 230, 286. Parade: 213, 216, 367. Parlisis: Abuso sexual en la infancia y: 175. Curacin por fe de: 259. Extraterrestres y: 130, 131, 215. Parapsicologa, efecto observador en: 266. Passmore,John:310,362. Pauling, Linus: 449, 450. Pensamiento crtico: vase escpticos y escepticismo. Percepcin extrasensorial (ESP):293; 328. Po IX,papa: 257. Placebos y efecto placebo: Comparacin de la eficacia de frmacos con:255. Curacin por fe: 254-257, 265, 276. Platn: 21-23, 336, 343, 359. Demonios y: 135, 136, 145. Plomo, envenenamiento: 388. Pobreza: 386-391. Analfabetismo y: 386, 387, 388-390. Nutricin y: 387, 388. Polinesios, habilidad en la navegacin: 342. Poltica: 239, 269,423, 454-466. Analfabetismo y: 24, 386.. Armas nucleares y: 312-316. Brujas y: 143, 439-445. Ciencia y: 27, 28, 45, 48, 57, 273-275, 288-290, 337, 361, 372, 427, 431, 449-452, 455-459,461, 463, 464. Curacin por fe y: 255, 256, 266. Demonios y: 137, 144, 145. Educacin y:389,391,452,459 466. En la Unin Sovitica: 436. Escepticismo y: 232,448,464,466. Esclavitud y: 383, 392. Espiritualidad y: 295. Extraterrestres y: 83, 84, 132,218. Magia y: 253. Maxwell y: 425. Mecanismo de correccin de errores en: 455,456. Medios de comunicacin y: 403, 405, 446.

Pablo, san; 136,247.

Nutricin y: 388. Ovnis y: 91, 100, 103-109, 111, 112, 114,115,188,220. Pseudociencia y: 32-36, 38,39. SETI y: 426, 427. Y formacin de la opinin pblica: 446- 448. Y subversin de la Declaracin de Derechos: 437-439. Y visiones verdaderas vs falsas: 161,162,165-168. Price, Richard: 206, 207. Priestey, Joseph: 298,438. Proxmire, William: 429. Proyecto (SETI) de bsqueda de inteligencia extraterrestre: 221,426-429. Proyecto Libro Azul: 100, 101. Proyecto Manhattan: 236, 309,451. Proyecto Mogul: 102,104. Proyecto Westminster: 425. Pseudociencia: 22,30-39,44,253,290,296. Ciencia vs: 30, 31, 33, 36, 38,39,56,57, 61. Deseo de que sea as en: 31, 32. Educacin cientfica y: 352. Ejemplos globales de: 32-36, 39. En los medios de comunicacin: 1921, 30-33,36,325,402-404,406,407. Escrutinio escptico de: 22, 30, 31, 34, 38,324-330. Falta de pruebas en: 247-249. Ofrecimientos tpicos de: 245,246. Popularidad de: 31. Religin y: 32-35, 36-38, 78, 246, 247. Sobrenatural vs: 249. Y bsqueda cientfica de extraterrestres: 198. Ptolomeo: 330, 352. Pueblos cazadores-recolectores, pensamiento objetivo en: 339-344. Pulsar: 52,199. Qusar: 199, 357. Qumica: Contribucin de Pauling: 449,450. Educacin: 350, 370, 371. Preguntas sobre: 358, 359,360. Reduccionismo en: 299. Quinina, descubrimiento de la: 277, 278. Radar: 423. Randi, James el asombroso:253, 254 El caso Carlos y : 261,262, 266 Rasero de Occam :233

Reason and Nature (Razn y Naturaleza, Cohn): 277. Reduccionismo: 297-300. Reencarnacin: 226, 304. Religin: 29, 46, 206, 228-231, 269, 276,323. Alucinaciones y: 126. Ambigedad moral y: 317. Brujas y: 139-144,439,441-445. Capacidad de prediccin de: 49. Ciencia y: 48, 284-286, 296, 301, 303305, 323, 336-338, 343, 351, 352, 362,372,376,464. Comprobacin de creencias de: 53. Cultos rituales satnicos y: 179-184. Curanderos y: 252-260. Demonios y: 135-139, 144, 145, 148150. Douglass sobre: 393. En la Unin Sovitica: 436. Esclavitud y: 383, 384,392-394. Humildad en: 53. Magia y: 253. Materia y: 293-295. Mecanismo de reconocimiento de formas y:65,67. Nocin de la fuerza vital en: 298. Oracin en: 302, 303. Ovnis y: 148-151. Paine sobre: 286. Poltica y: 456,457,458,461-465. Pseudociencia y: 32-35, 36, 38, 77, 246, 247. Reduccionismo y: 300. Sobre la vida despus de la muerte: 228, 295. Supuestas abducciones por extraterrestres y: 216-221. Visiones y: 157, 161-168,208. Remembering Satn (Wright): 182. Represin: 176, 177, 179. Rilke, Rainer Maria: 212. Robbins, Rossell Hope: 443,444. Rossiter, Clinton: 457,464,465. Roswell, Nuevo Mxico, presunto accidente de platillos volantes cerca de: 102, 103, 104, 108, 109. Rusia: Pseudociencia en: 34, 38, 39. Vase tambin Unin Sovitica. Russell, Bertrand: 320. Saddharmapundarika: 366, Sajarov, Andrei: 290,312,314,449.

Reagan, Ronald: 36,160,239,314,410.

Salud: vase medicina. Scandal in Bohemia, A (Escndalo en Bohemia, Doyie): 172. Schnabel, Jim: 95, 227. Science and Its Critics (La ciencia y suscrticos, Passmore): 31 Science and the New Ages (Ciencia y la Nueva Era, Hess): 326, 327. Segunda ley de termodinmica: 359, 399. Shaver, Richard: 65, 91. Silvestre I, papa: 110. Simn, Benjamn: 122, 130. Sinistrari, Ludovico: 138, 142. Sirio, estrella compaera de: 360. Sistema legal: 321, 322, 463. Sistema solar: Modelo de mecanismo de relojera: 297. Preguntas sobre: 358. Sociedades pre-agrarias, actividades para conseguir alimento: 339-343. Scrates: 135,324,343. Sparrow, G. Scott: 167, 168. Spee, Friedrich von: 439-444. Sprenger, James: 139, 144. Sputnik I-.90. Stalin, lsiv V. D., llamado: 288,289, 311, 435,446,447. Star Trek: 403, 404. ; Strieber, Whitley: 149, 153. Supercolisionador Superconductor (SSC): 429. Supersticin: vase pseudociencia. Szilard,Leo:310,449,451. Tart, Charles: 293. Teachings of Carlos, The (Las enseanzas de Carlos, lvarez y Randi): 263, 264. Teale, Edmund Way: 29. Tecnologa:43,44,56,101,309,316,323, 343,437,450. Ambigedad tica de'los adelantos de la: 402. Analfabetismo cientfico y: 24. Beneficios de la: 416. DelaAtlntida:21. De la Edad de Piedra: 347. Discrecin en: 287. Efectos de la: 27, 28, 281. En Gran Bretaa: 414-416,423-425. En la Feria Mundial de Nueva York: 13. Extraterrestres y: 195, 202, 207, 208, 218. Financiacin gubernamental de: 427, 428. Formacin cientfica: 355,372. Formacin de la opinin pblica y: 446. Ignorancia de la: 44. Medios de comunicacin y: 399,404.

Museos y:376, 377. Ovnis y: 101, 106,109,148. Poltica y: 428, 463. SETI y: 426,427. Tectnica de placas: 329. Telepata: 216, 220, 248, 249. Televisin: vase medios de comunicacin. Teller, Edward: 310-315, 451. Teora de la relatividad especial: 52, 55, 331,421. Teora de la relatividad general: 52, 204. Teora de todas las cosas: 430. Terapeutas y terapia: 173-188. Abusos del culto satnico y: 182, 184-187. Como co-conspiradores en los delirios de los pacientes: 196, 197. Bl tema de la abduccin por extraterrestres y: 173-175, 179, 185, 188, 194, 197,198,203-206,221,267. Falta de escepticismo: 186. Psicosis: 195. Represin y: 176-179. Vctimas de abusos sexuales y: 174, 178,185,186,187,193,269. Y el caso Carlos: 250, 251. Teresa de vila, santa: 145. Terror That Comes in the Night, The (El terror que se presenta por la noche, Hufford): 146. Thomas, J. Pamell: 274. Toms de Aquino, santo: 144, 301. Trostki, Liev D. B-, llamado: 34,447. Truman, Harry: 109, 274, 309. Tucdides: 280, 343, 459. Twain, Mark: 260. Tyndale, William:143.

Uncommon Sense (Sentido poco comn,Cromer): 335, 336. Unin Sovitica: 436. Armamento nuclear de: 27, 311, 315, 449. Colapso de: 314. Gentica en: 288-290. Ovnis como argucia de: 105-107. Revolucin comunista en: 446,447. Vase tambin Rusia. Universidad de Chicago, estudios del autor en la: 15. Universo: Edad del: 29,331.

Exposiciones en museos sobre el: 377. Modelo de relojera del: 297. Reduccionismo: 300. Vida despus de la muerte: 228.

Upanisadde Isa, El: 134. Urey, Harod C.: 282,436,451. Valle, Jacques: 148. Vavilov, N. I.: 288. Venus: Imgenes de la superficie de: 69,426. Presin atmosfrica de: 282. Supuestos extraterrestres de: 90, 122, 132. Va Lctea, galaxia: 30, 69. Viaje nocturno (Du Fu): 60. Victoria, reina de Inglaterra: 414,415,425. Vida despus de la muerte: 225, 226, 227, 228. Canalizacin y: 226,227. Estadsticas: 228. Evidencia de: 226,227. Religin y: 228, 295. Vida Sana, exposiciones: 231. Violaciones: 174,175. Abducidos por extraterrestres comparados con vctimas de: 217. Astrales: 221. Pruebas de: 215. Visiones: Al despertar del sueo: 164 De aliengenas: 158,160,167,168. De campesinos: 161-163,165,166.

Detalles ausentes de: 164. En los tiempos modernos: 167, 168. Mediatizadas por la cultura: 157,158. Motivos para la invencin y aceptacin de: 163,168. Pruebas de:161-165,167,168,208. Religin y: 158, 161-168,208. Verdad vs falsedad: 157-169. Voltaire, Francois-Marie Arouet, llamado:80.

Wang Hongcheng:35. Washington, Georges: 410. Wegener, Alfred: 329. Wells.H.G.: 153. West,LouisJ.: 126. Whitehead, Alfred North: 338. Wood,RobertW.:55,56. Wright, Lawrence: 182.

X Files, The (Expediente X): 403.

Yogi, Maharishi Mahesh: 33.

Zuckennan, Solly: 93.