Desperonizacion
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Introduccin La Revolucin Libertadora, que derroc al gobierno de Juan Domingo Pern en septiembre de 1955, marc un punto de inflexin en la historia argentina. Fue el comienzo de un proceso de inestabilidad poltica que tuvo mltiples manifestaciones en la vida institucional, y se constituy en uno de los fundamentos legitimadores de la agudizacin de la violencia, al ser exhibida en 1970, por la organizacin guerrillera Montoneros como la causa del ajusticiamiento del ex-presidente Pedro Eugenio Aramburu. Los gobiernos libertadores del periodo 1955-1958 declararon querer reconstruir una convivencia democrtica perdida, dejando de lado el modelo poltico y social- del peronismo. Por ello, pusieron en marcha una serie de polticas tendientes a erradicar la cultura poltica peronista para refundar el orden poltico republicano-democrtico, que en su percepcin el rgimen depuesto haba subvertido. Estas polticas contemplaron una faz pedaggica, destinada a mostrar las aberraciones morales y polticas de Pern y su gobierno, y una faz coercitiva, que se tradujo dentro del marco legal de la proscripcin del ex-partido oficial, en la persecucin y represin de los partidarios del peronismo. Dentro de lo que se denomina faz pedaggica de la desperonizacin se inscribieron una serie de acciones dismiles encaradas desde distintos sectores del gobierno, que tendieron,
por un lado, a crear el anti-mito (desnudando ante los partidarios del gobierno cado los vicios privados de sus lderes), y por otro, a reforzar el ideal democrtico, a travs de la oficializacin de la Marcha de la Libertad, del retorno al culto de los hroes de la patria, consagrados en la lnea Mayo-Caseros, y de la implantacin de las ctedras de Educacin Democrtica en la escuela secundaria. Y es precisamente aqu, en el mbito de la escuela secundaria, donde nosotros pretendemos centrarnos con el fin de analizar los efectos de la Revolucin Libertadora los traumas que caus; los sentimientos, los valores y las ideas que aliment; los odios que engendr- y, en definitiva, los verdaderos alcances de la desperonizacin. Abordar la historia de ese periodo resulta una tarea compleja, ms cuando nuestro objeto de investigacin esta situado en una pequea ciudad como era Tandil en esa poca1. La documentacin y los testimonios no abundan, y muchos de los que existen suelen estar teidos de parcialidad. Por ello, el manejo de las fuentes debe ser sumamente cuidadoso, pero a la vez exhaustivo, ya que cada dato, cada referencia a un acontecimiento, puede conducirnos tanto al descubrimiento de realidades y experiencias borradas de la memoria colectiva como a interpretaciones errneas. As, un hecho que aparece como novedoso para el historiador que investiga ese periodo es la amplia movilizacin de los estudiantes secundarios que se produjo en los das inmediatamente posteriores a la cada de Pern. Nunca antes el estudiantado tandilense haba participado de una forma tan visible en los acontecimientos polticos que afectaron a la localidad. Pero, por qu se moviliz en esta oportunidad? Qu grado de espontaneidad tuvo esa movilizacin? Provoc algn cambio dentro de las escuelas respecto al periodo anterior? Por qu la presencia tan visible del estudiantado se diluy al poco tiempo y desapareci totalmente como si nunca hubiera existido?. En el siguiente trabajo intentaremos dar respuesta a estos interrogantes, lo que nos llevar a conocer no solo como era la vida escolar, sino fundamentalmente como era la sociedad en esos aos, sociedad que, en principio, se percibe como sumamente autoritaria y muy alejada de los valores democrticos que deca sustentar 2. Con tal propsito realizaremos, primero, una escueta revisin del clima poltico que se viva en el pas en esa poca. Luego, realizaremos un anlisis de los cambios ms importantes que afectaron al sistema educativo argentino, no solo durante la Libertadora, sino tambin durante el gobierno de Pern, ya que all ocurrieron hechos que permiten explicar mejor lo que despus sucedi. Por ltimo, abordaremos los acontecimientos concretos ocurridos en la Escuela Normal de Tandil, centro principal de la movilizacin estudiantil que pretendemos utilizar como marco para indagar en la historia de una poca por dems conflictiva.
En 1955, Tandil tena una poblacin aproximada de 63.180 habitantes. La ciudad, despus de varios aos de estancamiento, haba comenzado en la dcada del 40 un periodo de crecimiento motorizado, fundamentalmente, por la industria metalrgica y el sector servicios (Alvarez, Norberto, Eduardo Mguez y Guillermo Velsquez: De fortn a ciudad. El crecimiento demogrfico de una regin rural-urbana de la provincia de Buenos Aires, 1830-1985, en Historia e Populaao. Etudos sobre Amrica Latina, Sao Paulo, ABEP, IUSSP y CELADE, 1990. 2 La idea de una democracia que exclua a los opositores era la que imperaba en ese entonces, por ms que desde el discurso se sostuviera otra cosa. Esta idea, que en los aos posteriores a la Libertadora implic no reconocer la voluntad de las mayoras, ser una de las causas de la debilidad e inestabilidad que afectaran al sistema poltico argentino hasta la dcada de 1980.
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Los aos de la Libertadora El curso de los acontecimientos polticos del periodo 1955-1958 est ampliamente documentado y analizado 3, de modo que aqu solo referiremos los ms sobresalientes para dar marco a nuestro trabajo. El medioda del viernes 23 de septiembre de 1955, el general Eduardo Lonardi juraba como presidente provisional de los argentinos. Desde los balcones de la Casa de Gobierno, ante una multitud que lo ovacion, Lonardi pronunci una celebre frase, que ser la consigna del nuevo gobierno: ni vencedores ni vencidos. Adems, justific la nueva intervencin militar en el terreno poltico como algo que surga del amor a la libertad y el honor de un pueblo sometido que quera vivir conforme a sus tradiciones 4. Pero, de inmediato se advirti la heterogeneidad del frente que se haba constituido para derribar al gobierno peronista. El nuevo presidente se rode fundamentalmente de hombres vinculados con una tradicin catlica nacionalista que creyeron posible colocar a la Revolucin Libertadora bajo una doctrina y tal vez llevar a cabo la revolucin nacional prometida pero no realizada por Pern. Los ms prominentes eran Mario Amadeo, Juan Carlos Goyeneche y el cuado de Lonardi, Clemente Villada Achval (ministro de Relaciones Exteriores, secretario de Prensa y secretario privado, respectivamente). Sin embargo, este sector deba compartir el gobierno con representantes de los grupos antiperonistas ms tradicionales, respaldados por la Marina -cuya voz expresaba el vicepresidente, contralmirante Isaac Rojas-, que deseaban suprimir al peronismo en todas sus expresiones e instalar una democracia liberal, y a quienes preocupaba no solo la influencia de hombres sospechosos de ser profacistas, sino tambin la decisin del presidente de respetar baluartes peronistas tales como la CGT. Finalmente, terminaron por imponerse los segundos, partidarios de una poltica de abierta ruptura con todo lo vinculado al rgimen derribado. El 13 de noviembre, apenas dos meses despus de ser designado, el
Ya prcticamente de forma contempornea a los hechos, aparecieron una serie de memorias, ensayos y testimonios de diversos actores, que escribieron de acuerdo a su ubicacin en la coyuntura. Entre todos ellos se pueden mencionar los trabajos de los nacionalistas Mario Amadeo y Bonifacio del Carril, y de algunos intelectuales como Ezequiel Martnez Estrada. Posteriormente, vieron la luz otros libros, como Argentina en el callejn de Tulio Halpern Donghi (Buenos Aires, Ariel, 1964) y Sindicatos y poltica. Los sesenta das de Lonardi (Buenos Aires, Galerna, 1969) de Juan Carlos Torre y Santiago Senn Gonzlez, donde los autores indagan la relevancia de la cuestin sindical en el conjunto de los conflictos surgidos durante el primer gobierno de la Libertadora, adems de examinar contextualmente el accionar de los partidos polticos antiperonistas y su relacin con las fuerzas armadas. En la historiografa reciente, un pormenorizado relato de los acontecimientos polticos puede hallarse en Senz Quesada, Mara: La Libertadora (1955-1958), Buenos Aires, Sudamericana, 2007. Para un anlisis del accionar de las agrupaciones antiperonistas y los intentos de desperonizacin, vase Spinelli, Mara Estela: Los vencedores vencidos. El antiperonismo y la revolucin libertadora, Buenos Aires, Biblos, 2005. La misma autora, en su tesis doctoral realiza un balance de las distintas interpretaciones historiogrficas que se han realizado sobre el perodo (Spinelli, Mara Estela: Los vencedores vencidos. Las alternativas polticas en el contexto de la autodenominada Revolucin Libertadora, Tesis doctoral indita, Crdoba, 1999). 4 La Nacin, 24/9/1955. La consigna ni vencedores ni vencidos, ya pronunciada por Lonardi en Crdoba, figuraba tambin en la proclama en la que Marina de Guerra en Operaciones, bajo el mando del contralmirante Rojas, anunci a la poblacin el fin del enfrentamiento blico.
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presidente se vio forzado a renunciar, siendo reemplazado por el general Pedro Eugenio Aramburu, afn a los sectores ms liberales y antiperonistas, mientras Rojas se mantena en la vicepresidencia 5. Se inicio as, con un perfil mucho ms ntidamente antiperonista, el segundo gobierno provisorio, que acentu la poltica de desperonizacin, expresada en la consigna oficial eliminar todo vestigio de totalitarismo, como nuevo objetivo del plan poltico de la revolucin. Por ello, se dictaron medidas que incluan la disolucin del partido peronista y la prohibicin a sus dirigentes de actuar en cualquier actividad poltica. Estas restricciones se hicieron extensivas posteriormente a la utilizacin del nombre, imagen o smbolos vinculados con Pern, que pas a ser designado como el tirano prfugo o el dictador depuesto. Al tener que enfrentar una huelga general ordenada por la CGT, el gobierno declar ilegal el paro e intervino el organismo sindical. Una gran cantidad de dirigentes polticos y sindicales fueron detenidos, sometidos a un prolijo escrutinio por parte de comisiones investigadoras y finalmente proscriptos polticamente. La profunda hostilidad hacia los enemigos de la libertad, como se llamaba a los peronistas y tambin a los comunistas y nacionalistas-, dejaba traslucir por momentos el rencor social. Pero Aramburu y los hombres que haban desplazado a Lonardi encarnaban, como escribi Tulio Halpern Donghi, esa actitud de equilibrio perplejo entre las posiciones autoritarias impuestas por la situacin y las tradiciones democrtico-liberales en cuyo nombre decidan actuar 6. Consideraban que su funcin era devolver a los partidos polticos al centro de la escena de donde Pern los haba expulsado. Con ese fin, ya Lonardi haba establecido una Junta Consultiva Nacional en la que todos los partidos democrticos estaban representados por igual. Dicha Junta debera asesorar al gobierno en los asuntos polticos, pero su efectividad fue bastante limitada. El centro de la escena estuvo ocupado entonces por la interna radical que se dirimira a fines de 1956 con la escisin del viejo partido en Unin Cvica Radical Intransigente (UCRI) y Unin Cvica Radical del Pueblo (UCRP), conducidas respectivamente por Arturo Frondizi y Ricardo Balbn. Los intentos de adoptar medidas tendientes a reordenar y modernizar el sistema poltico se vieron afectados en junio de 1956 por un impactante suceso: el frustrado alzamiento organizado por un grupo de oficiales peronistas, que contaban con el apoyo de muchos civiles. El gobierno lo reprimi con desusada violencia, ordenando el fusilamiento de varios de los supuestos implicados. Este hecho traumtico para la sociedad, y perjudicial para la imagen exterior del pas, que el gobierno provisional se esmeraba por recomponer tratando de revertir los efectos negativos de la poltica exterior del peronismo, cont con la adhesin de numerosos sectores polticos, pero paralelamente ahond las divisiones en el ya fragmentado antiperonismo y afect la ejecucin del plan poltico elaborado por el gobierno del general Aramburu. Este contemplaba el retorno a la normalidad institucional en dos etapas. La primera de estas etapas pretenda construir las bases del nuevo orden democrtico por la va de la Reforma Constitucional y de la reformulacin del sistema de representacin
El comunicado oficial sobre el episodio dio la versin de que Lonardi haba renunciado, y una desmentida de este fue ignorada por la prensa; solo la public en ingls el Buenos Aires Herald. Segn Luis Lonardi, el presidente le habra gritado a los militares que fueron a pedirle la renuncia: Ustedes me echan! (Lonardi, Luis: Dios es justo, Buenos Aires, Colombo, 1958). 6 Halpern Donghi, Tulio: Argentina en el callejn, Buenos Aires, Ariel, 1995.
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electoral. La segunda atenda a la constitucin del futuro gobierno constitucional, a travs del llamado a elecciones generales7. En octubre de 1956, Aramburu anunci el calendario electoral para restablecer la democracia en la Argentina, cuyo primer paso, previsto para julio del ao siguiente, eran las elecciones a una Asamblea Constituyente que deba enmendar la Constitucin de 1853. Todos los partidos tradicionales oficializaron sus listas para dichas elecciones. La UCRI, despus de una polmica interna, decidi presentarse al comicio, pero aclarando que sus convencionales votaran por la invalidez de la asamblea. El peronismo, desde la clandestinidad, hizo correr la consigna de que votara en blanco, como repudio a la constituyente. Los resultados del comicio, celebrado el 28 de julio de 1957, fueron: en blanco, 2.119.147 votos; UCRP, 2.117.160, y UCRI, 1.821.459. Tomando en consideracin a los partidos menores, y como los votos en blanco no se tenan en cuenta para la asignacin de las bancas, los diarios publicaron en primera plana: Triunf la reforma!. El Gobierno estaba eufrico, lo mismo que los radicales del pueblo: en el pas exista una mayora no peronista y, en la futura eleccin presidencial, el triunfo sera para ellos. Los constituyentes se reunieron por primera vez el 30 de agosto y, el mismo da, los 75 representantes de la UCRI, fieles a lo prometido durante la campaa, impugnaron la legitimidad de la asamblea y la abandonaron, dejndola con un qurum precario. El 15 de noviembre, diez semanas despus del inicio de las deliberaciones, el retiro de los convencionales demcratas y del ala sabattinista de la UCRP signific el fin de la infortunada asamblea8. Pero, si bien esta prcticamente se diluy en la nada, los resultados del 28 de julio tuvieron gran importancia en la sucesin de hechos que condujeron a las elecciones presidenciales del 23 de febrero de 1958. La consecuencia principal fue que Rogelio Frigerio, director de la revista Qu y el principal colaborador de Frondizi, vio en ellos la confirmacin de la necesidad de llegar a un acuerdo con el peronismo a fin de que la UCRI tuviera alguna posibilidad de ganar. La estrategia convenida por Frondizi y Frigerio llev a la audaz maniobra de negociar con el propio Pern su apoyo electoral, a cambio de un futuro levantamiento de las proscripciones. El lder justicialista envi a sus partidarios la orden de votar por la UCRI y Frondizi se impuso en las elecciones presidenciales de febrero de 1958. El triunfo de Frondizi seal el fracaso definitivo de la Revolucin Libertadora. En lugar de la anhelada victoria de las fuerzas democrticas antiperonistas detrs de una UCR unida, el presidente Aramburu tuvo que entregar el mando al hombre que haba realizado una virulenta campaa contra la Libertadora con el apoyo de aquellos mismos sectores que la Revolucin de septiembre haba esperado anular.
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El 1 de mayo de 1956, el Gobierno dict un decreto por el cual restitua la vigencia de la Constitucin Nacional de 1853. El hecho fue ms simblico que real, puesto que la Constitucin de 1949 no regia en los hechos; pero satisfaca el reclamo de los partidos contra la Constitucin peronista. Por otro lado, la idea lanzada por algunos grupos polticos de reformar la Constitucin fue considerada por algunos sectores del Gobierno como muy til para sus planes electorales: una eleccin de convencionales constituyentes no ofreca mayores riesgos, y permitira hacer lo que Amrico Ghioldi denomin un recuento globular, es decir, se mediran las fuerzas electorales, y despus de las elecciones de constituyentes se vera que hacer con las elecciones generales. As, se evitara repetir la experiencia uriburista de 1931. 8 La Convencin solo pudo introducir un publicitado agregado al artculo 14 de la Constitucin (el artculo 14 bis) que incluy, entre otras cosas, la garanta constitucional del derecho de huelga.
La Educacin como campo de conflicto La evolucin de las polticas educativas del llamado primer peronismo puede ser dividida en tres perodos, cada uno de los cuales coincide con los aos en los que sus tres ministros a cargo del rea educativa estuvieron al frente de la cartera: el primer ministro de Educacin de Pern fue el abogado Belisario Gache Pirn, quien consideraba que la justicia social se deba ejercer mediante la educacin humanstica, desde una doctrina antimaterialista, antitotalitaria y antiracionalista dirigida al hombre concreto. Durante su gestin se convirti en ley el decreto de 1943 que haba introducido la enseanza religiosa en las escuelas pblicas. El segundo ministro fue Oscar Ivanissevich, un prestigioso cirujano nacionalista famoso por sus empalagosos discursos, que impuls desde el ministerio una enseanza con contenidos enciclopdicos y elitistas 9. El tercer ministro de Educacin del peronismo fue otro mdico, Armando Mndez San Martn. Con una slida reputacin de anticlerical y masn, este ltimo funcionario acompaar el proceso de ruptura de relaciones entre Pern y la Iglesia Catlica, que alcanzar su punto lgido en los aos 1954-1955. El intento de reforma ms importante del sistema educativo fue realizado durante los primeros aos gobierno peronista y se fundament en los principios del Primer Plan Quinquenal. En el captulo dedicado a la educacin, el plan destacaba la bsqueda de una filosofa educacional que equilibre materialismo e idealismo y que haga compatible el principio de democratizacin de la enseanza, entendindola como un patrimonio igual para todos, con la creacin de una modalidad de compensacin para quienes no haban tenido las oportunidades de educacin que otros poseen. Estableca, adems, que deba haber enseanza prctica y profesional en el nivel medio. Jorge Pedro Arizaga, probablemente autor del programa educativo inserto en el Primer Plan Quinquenal, trat de dar respuesta a muchos problemas pedaggicos histricamente no resueltos 10. Intent condensar en una propuesta pedaggica la educacin del espritu, la instruccin para el trabajo, la vinculacin con la realidad circundante y la formacin del hombre para la Nacin. La reforma de Arizaga contemplaba una enseanza primaria formada por un primer ciclo optativo preescolar de dos aos (4 y 5 aos de edad); un segundo ciclo obligatorio de cinco aos (6 a 11 aos d edad), y un tercer ciclo tambin obligatorio de dos aos (12 a 14 aos de edad) llamado de preaprendizaje general, con cultura general. Este ltimo ciclo atenda a la urgencia de formar obreros con nivel de oficiales para todas las especialidades, incluyendo el manejo de herramientas para oficios y practicas en huertas y granjas. La reforma mantena tambin bachilleratos clsicos, con un ciclo mnimo de cinco aos, tres de conocimientos generales semejante al que estaba en vigencia- y luego dos de
Gache Pirn ejerci como ministro de Educacin y Justicia. Pero, en 1949, el ministerio de Educacin fue separado del de Justicia, constituyndose de esta manera en un rea autnoma. Esto legaliz algo que de hecho exista desde el ao anterior, ya que Pern haba creado una Secretara de Educacin semiindipendiente bajo la conduccin de Ivanissevich, autor de la celebre frase Los nicos privilegiados son los nios (Los nicos privilegiados, en Primera Plana, n 196, 27 de septiembres de 1966, p. 36-39) 10 Arizaga, subsecretario de Educacin en la gestin de Gache Pirn, era la persona realmente a cargo del sistema educativo oficial. Tena una larga carrera en la burocracia educativa, ya que haba sido secretario del Consejo Nacional de Educacin y miembro del Consejo Escolar XII. Ideolgicamente se ubicaba cerca del nacionalismo catlico, y haba participado en el diseo de la reforma educativa llevada a cabo en la provincia de Buenos Aires durante la gobernacin de Manuel Fresco.
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capacitacin en artes y oficios. Se ingresaba previa acreditacin de aptitudes mediante las calificaciones obtenidas en la primaria; el ciclo era gratuito solamente para quienes demostrasen su imposibilidad de pagarlo. Otra modalidad introducida por Arizaga la constituyen las escuelas tcnicas de capacitacin (un ao de estudios), las de perfeccionamiento (dos aos) y las de especializacin (tres aos), que constituan niveles sucesivos que a su vez proporcionaban ttulos habilitantes de creciente grado de capacitacin. La educacin tcnica era gratuita para todo obrero, artesano o empleado que viviera de su trabajo. Pero estas innovaciones tuvieron corta vida. El sistema de bachillerato clsico, fundado por Mitre, resisti y continu intacto, quedando la capacitacin laboral organizada en otro paquete acadmico y curricular 11. La renuncia de Arizaga y la llegada de Ivanissevich a los ms altos cargos en Educacin, signific el fin de la reforma. Durante la gestin de este ltimo (1948-1950), el rgimen peronista hizo esfuerzos por vincular su doctrina con valores tales como el nacionalismo o la religin y transmitir esto en las aulas. Adems, se profundiz la centralizacin del sistema educativo. El Consejo Nacional de Educacin, rebautizado Direccin Nacional de Enseanza Primaria, fue absorbido definitivamente por el Ministerio de Educacin, mientras que la Subsecretara de Educacin tambin fue eliminada 12. Pero, fue el sucesor de Ivanissevich, Armando Mndez San Martn quien comenz a llevar a cabo polticas abiertas de adoctrinamiento para docentes y alumnos. As, el ministerio de Mndez San Martn estuvo marcado por dos importantes cuestiones: la peronizacin lisa y llana de los libros de texto en particular y de la educacin en general y, parcialmente vinculado con lo anterior, el conflicto entre el Estado y la Iglesia Catlica. Entre 1950 y 1955 el gobierno peronista hizo un esfuerzo explicito para transformar el sistema escolar en una herramienta para el adoctrinamiento poltico de la juventud. Luego de la muerte de Evita en 1952 esta tendencia se profundiz aun ms. Los homenajes a su memoria se hicieron obligatorios y su autobiografa, La razn de mi vida, fue declarada por ley del Congreso libro de texto obligatorio para todos los niveles de educacin. Si durante los primeros aos del gobierno de Pern se enfatiz la necesidad de democratizar y ampliar el sistema educativo, y durante la gestin de Ivanissevich la de inculcar a los nios ciertos valores universales y trascendentes, en el periodo de Mndez San Martn la palabra clave parece haber sido adoctrinamiento. En un discurso pronunciado en 1953, Pern se defini a s mismo como el primer adoctrinador de la nacin que delegaba en los maestros y profesores argentinos la responsabilidad de inculcar [la
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Se crearon as las Escuelas de la Comisin Nacional de Aprendizaje y Orientacin Profesional (CNAOP), que dependan del Ministerio de Trabajo. Se diferenciaban de las Escuelas Industriales en que el 80 % de las horas de clase estaban dedicadas a materias bsicas y tcnicas y solo los estudiantes que no trabajaban realizaban prcticas de taller; permitan alcanzar el nivel terciario pero solo en una institucin especial. En 1951, estas escuelas pasaron al Ministerio de Educacin. 12 Tambin, durante su gestin Ivanissevich intent emular muchas de las cosas que haba visto durante su estada como embajador en los Estados Unidos: cre gabinetes de orientacin vocacional y una consejera acadmica llamada El maestro es un amigo; estableci tambin un sistema de clubes escolares a efectos de aproximar la escuela a la comunidad, as como tambin las vacaciones tiles que mantenan las escuelas abiertas durante todo el ao. Adems, dio un importante impulso a la educacin preescolar y llev a cabo la primera reforma oficial de los programas de estudio desde la llegada de Pern al gobierno.
doctrina peronista] en los nios y en la juventud de la Nueva Argentina13. Por su parte, el Segundo Plan Quinquenal estableca explcitamente que cada escuela deba ser una unidad bsica de propaganda del plan y que la educacin deba estar basada en los postulados de la doctrina nacional. El adoctrinamiento y captacin de la juventud se llevara a cabo no solo en las aulas, sino tambin a travs de vas menos formales, como ciertas revistas, campeonatos deportivos y otras instituciones tales como la Unin de Estudiantes Secundarios (UES) establecidas a efectos de encuadrar a la juventud 14. Todo esto contribuy a profundizar las tensiones existentes entre el Estado y la Iglesia Catlica, que se hicieron evidentes en esos momentos. Por otro lado, Mndez San Martn dio un nuevo y decisivo impulso a la centralizacin del sistema educativo. Un decreto emitido en 1953 daba al gobierno nacional el monopolio en el otorgamiento de ttulos de maestros normales. Este era tambin era un punto potencialmente conflictivo ya que la mayora de las escuelas normales privadas pertenecan a organizaciones religiosas catlicas. El conflicto abierto entre Pern y la Iglesia estall en septiembre de 1954, cuando en Crdoba compitieron dos manifestaciones celebratorias del da del estudiante, una organizada por los catlicos y otra por la UES; luego el enfrentamiento pareci enfriarse, pero se agudiz en diciembre, luego de la multitudinaria procesin en Buenos Aires en el da de la Inmaculada Concepcin: se prohibieron las procesiones, se introdujo en una ley referida a otra cuestin- una sorpresiva clusula que permita el divorcio vincular y se suprimi la enseanza religiosa en las escuelas pblicas la conquista ms preciada que la Iglesia Catlica haba logrado en el transcurso del peronismo-. La ley de supresin de la enseanza religiosa fue acompaada por la ley de derogacin de la exencin de impuestos que beneficiaba a la Iglesia. A modo de balance, hay que decir aqu que las polticas educativas del peronismo se caracterizaron por su ambigedad. No se pueden dejar de lado la manipulacin ni la politizacin del sistema escolar, pero tampoco el hecho que nuevos grupos sociales lograron el acceso a la educacin secundaria y superior. Los aranceles en las universidades fueron eliminados y en este sentido se puede decir que Pern democratiz el acceso a la educacin. Pero, algunas de las reformas introducidas reforzaron aspectos arcaicos y autoritarios del sistema educativo oficial. Luego de la cada del rgimen peronista, la poltica educativa oficial se orient decididamente, por un lado, a inculcar y fortalecer los valores de la lnea patritica democrticoliberal, y por otro, a eliminar todo resto de la llamada segunda tirana. Segn Adriana Puigrss: Las acciones realizadas por la Revolucin Libertadora en el sistema educativo fueron paradigmticas del Dergase en nombre de la libertad 15. Lonardi nombr ministro de educacin a Atilio DellOro Maini, un intelectual catlico que haba sido director de la revista Criterio en 1929 y que ya haba ocupado cargos
Citado en Plotkin, Mariano: Maana es San Pern, Buenos Aires, Ariel, 1995, p. 163. En teora, la participacin en las actividades de la UES era de carcter voluntario, pero los estudiantes que se negaban a hacerlo eran pasibles de sufrir penalidades. Adems, el gobierno ofreca fuertes incentivos a aquellos que participaban en la UES (Plotkin, Mariano: ob. cit. p. 196). 15 Puiggrs, Adriana: Historia de la educacin en la Argentina: dictaduras y utopas en la historia reciente de la educacin argentina (1955-1983), Buenos Aires, Galerna, 2003, p. 27.
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importantes en otros gobiernos militares 16. Durante el periodo de Aramburu, que dur hasta el 1 de mayo de 1958, hubo cuatro ministros de Educacin: el propio DellOro Maini; Carlos Adrogu, un radical vinculado con los dirigentes Zavala Ortiz y Sanmartino; Acdel Salas, otro radical que luego sera procurador general de la Nacin durante la presidencia de Arturo Illia, y Alberto Mercier, interinamente. Pugnaban por el control del poder en el rea educacional el liberalismo catlico y el liberalismo laico; el nacionalismo catlico, que se haba separado de Pern a raz del conflicto con la Iglesia, haba perdido adhesiones. La labor desarrollada por aquellas gestiones ministeriales consisti en mantener el equilibrio entre las tendencias que se haban aliado para derrocar al peronismo. Todas ellas coincidieron en la desestructuracin del montaje pedaggico peronista; se elimin su simbologa de los textos, los planes de estudio y la vida cotidiana escolar. No fue necesario cambiar mucho ms porque a travs de casi una dcada de nacionalismo popular, en las escuelas persista casi intacto el viejo discurso normalista mechado con enunciados catlicos. Los retratos de Sarmiento y Mitre convivan con las imgenes de la Virgen de Lujan en salones decorados con las lminas escolares que venia editando la editorial La Obra desde comienzos de la dcada de 1920. Algunos libros haban resistido el paso de los gobiernos; otros fueron limpiados de imgenes peronistas. Muchos maestros y profesores socialistas, demcrata progresistas y radicales volvieron a sus cargos e impusieron una revivificacin de la escuela activa, pero laica y cientfica. Generaron un clima que rpidamente seria inficionado por psicoanlisis, que empezaba a difundirse con fuerza en espacios educacionales privados y en algunas franjas de la educacin pblica (escuelas de doble escolaridad, etc.). El clima liberal avanzaba en las escuelas primarias y las universidades argentinas y en algunos colegios secundarios. Pero ese liberalismo se apoyaba una vez ms, sobre el pantanoso terreno de las exclusiones. En los establecimientos educativos, como en los medios de informacin pblica, el lxico peronista estaba prohibido. Los intelectuales antiperonistas y entre ellos quienes haban logrado identificarse tanto con el rigor cientfico cuanto con las corrientes estticas y de pensamiento de vanguardiapasaron a regir las instituciones educativas y el campo de la cultura todo, dominado por la preocupacin de la apertura y de la actualizacin. El principal foco de la renovacin cultural estuvo en las universidades. Estudiantes e intelectuales progresistas se propusieron en primer lugar desperonizar las casas de altos estudios esto es, eliminar a los grupos clericales y nacionalistas que las haban dominado en la dcada anterior- y luego modernizar sus actividades, acorde con la transformacin que la sociedad toda emprenda. Sin embargo, pronto surgira un conflicto que afectara a la educacin argentina durante varios aos: el enfrentamiento entre los partidarios de la
Jefe de un importante estudio especializado en derecho martimo, DellOro Maini fue figura decisiva junto con Toms Casares- de los Cursos de Cultura Catlica y del crculo cultural Convivio. Tras el golpe de Estado de 1930 fue designado interventor en la provincia de Corrientes, en 1932 secretario de Hacienda de la municipalidad de la ciudad de Buenos Aires y en 1943 interventor en la Facultad de Derecho de la UBA; posteriormente sera embajador ante la Santa Sede. Segn Horacio Sanguinetti, con criterio salomnico, el gobierno de Lonardi instal en el Ministerio de Educacin al sector catlico, encabezado por Atilio dellOro Maini (...) En cambio, la Universidad fue entregada a los reformistas [Sanguinetti, Horacio: Laica o libre, en Todo es Historia, n 80, marzo 1974].
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enseanza libre es decir, los que reclamaban la creacin de universidades privadas- y la laica que defendan el monopolio estatal de la enseanza universitaria- 17. El tema de la universidad privada que haba permanecido soterrado durante largo tiempo- fue puesto sobre el tapete apenas cado el gobierno peronista. En diciembre de 1955, el ministro de Educacin, Atilio dellOro Maini, logr la promulgacin del decreto 6.403/55, cuyo texto estableca que: La iniciativa privada puede crear universidades libres que estarn capacitadas para expedir diplomas y ttulos habilitantes, siempre que se sometan a las reglamentaciones que se dictaran oportunamente. Las reacciones fueron inmediatas y afectaron tambin a los estudiantes secundarios, que se movilizaron tanto a favor como en contra del decreto. En mayo de 1956, un grave alzamiento estudiantil obtuvo la renuncia del ministro, tras jornadas que, sobre todo en Crdoba, alcanzaron inesperada violencia. Y el gobierno de Aramburu decidi transferir al futuro presidente constitucional el peso del problema: no reglament pero tampoco derog el decreto. Segn Horacio Sanguinetti: con el sacrificio del ministro se salv la criatura18 LA ESCUELA NORMAL DE TANDIL EN LA HORA DE LA LIBERTAD El derrocamiento del gobierno peronista, en septiembre de 1955, no provoc en Tandil grandes enfrentamientos ni persecuciones19. A pesar de la importancia que haba tenido el peronismo en el mbito local, no hubo ningn tipo de resistencia organizada ante el golpe militar. Ejemplo de ello es el hecho que el intendente justicialista, Carlos Marzoratti, hizo entrega de la Municipalidad, siguiendo todas las formalidades, en una breve y sencilla ceremonia. Adems, muy pocas personas son detenidas inmediatamente despus del triunfo revolucionario; solo luego de las huelgas de finales de 1955 y del fallido levantamiento de junio del ao siguiente la represin se endurecer, siendo las vctimas principales los dirigentes gremiales 20.
Desde antiguo, la enseanza privada bsicamente ligada a la Iglesia Catlica- fue admitida en nuestro pas, en los ciclos primario y medio. A lo largo de la primera mitad del siglo XX, los colegios privados fueron progresando; obtuvieron subvenciones y luego subsidios estatales. Durante el gobierno de Pern, el Estado comenz a costear parte de los sueldos de los docentes (ley 13.407). La Revolucin de 1955 concedi nuevas ventajas a institutos confesionales, tales como la exencin de exmenes oficiales a los alumnos de los Colegios del Salvador y la Inmaculada, e importantes reducciones impositivas. 18 Sanguinetti, Horacio: op. cit., p. 14. 19 Por el contrario, otros lugares, como Rosario, Berisso, Ensenada y Tucumn, fueron testigos de una importante reaccin popular contra el golpe. Tiroteos y atentados con armas cortas se produjeron en muchos puntos del pas, y en Coronel Pringles y Tres Arroyos hubo fuertes enfrentamientos entre fuerzas militares leales a Pern y efectivos revolucionarios (vase diarios La Nacin y Nueva Era de septiembre de 1955 y Meln, Julio: La resistencia peronista. Alcances y significados, en Anuario IEHS, n 8, 1993). 20 Segn Daniel Dicsimo, la huelga general del 14 [de noviembre de 1955] se caracteriza por una dbil organizacin pero una rotunda adhesin de los trabajadores peronistas. Los obreros metalrgicos de Tandil, junto a los textiles, canteristas, molineros y fideeros adhieren casi totalmente al paro, demostrando su repudio al gobierno de Aramburu a pesar de las medidas intimidatorias y represin implementadas en la ciudad. Los das 14 y 15, tropas del Ejrcito recorren las calles y ocupan posiciones cerca de las fbricas, y tanto el Comando militar como la polica ordenan a los dirigentes sindicales que no promuevan ni acaten la huelga (Dicsimo,
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El Comando Revolucionario militar que se hizo cargo de la comuna design como comisionado al hacendado Domingo Otero -que conservar el cargo hasta mayo de 1958-, y, como tarea prioritaria, se dedic a demoler la "fachada material o visible" del rgimen depuesto. As, el 22 de septiembre, dicho Comando informa a los directores de todos los establecimientos de enseanza, tanto pblicos como privados, que a partir de la fecha quedaban abolidos y deban ser retirados, sin excepcin, imgenes, fotografas, bustos, y todo elemento de propaganda en que aparecieran Juan Pern y Eva Pern, como as tambin libros de enseanza donde se inculcaran ideas polticas relacionadas con el rgimen depuesto, como justicialismo, plan quinquenal, etc. 21 Como en la mayora de las ciudades del pas, los sectores contrarios al peronismo salieron a las calles a celebrar el triunfo de la Revolucin. Los diarios de la poca informan ampliamente sobre manifestaciones que vivan a la Libertad y festejan la cada de la Tirana, destacando el papel que en ellas tienen la juventud y, fundamentalmente, los estudiantes secundarios: Ayer, en las ltimas horas de la tarde, animosos grupos de estudiantes, desplegando banderas argentinas, desfilan por nuestras calles cntricas, al grito de Viva la Libertad, dando as expansin al jubilo que embarga sus espritus juveniles 22. Es en este contexto23 que, el da 10 de octubre, se produce un acontecimiento que resulta toda una novedad para la sociedad tandilense: la toma de la Escuela Normal, el establecimiento educacional ms importante y prestigioso de la ciudad, por parte de sus alumnos. Una escuela de muy buen nivel La Escuela Normal Mixta General San Martn fue fundada en 1910, siendo el primer centro de Enseanza Superior de Tandil. Luego de varios aos de vida precaria, la institucin adquiri un gran prestigio siendo considerada, en el mbito local, un verdadero Templo del Saber 24. Aun hoy, los ex alumnos siguen destacando el buen nivel de la enseanza que se imparta en la Escuela: Era una escuela que se dedicaba a formar maestros. Eran maestros normales que se formaban primero en cuatro aos, despus en cinco, y con nosotros, al final de la dcada del 40, hicieron una experiencia con una nueva orientacin que era de tres aos. O sea, tres aos de ciclo bsico y tres de magisterio. La verdad que a nosotros nos form muy bien. Yo creo que si el magisterio hubiera seguido as, de esa manera, otros habran sido los resultados y la gente se hubiera formado
Daniel: El sindicalismo en los primeros gobiernos peronistas. Burocratizacin y representacin en la seccional Tandil de la Unin Obrera Metalrgica, 1946-1955 en Anuario IEHS, n 8, 1993). 21 El Eco de Tandil, 23/9/1955, p. 3. 22 Nueva Era, 22/9/1955, p. 1. 23 Para un anlisis de los festejos por el derrocamiento de Pern y las movilizaciones de apoyo a la Revolucin Libertadora, vase: Spinelli, Mara Estela: La otra multitud. Las movilizaciones polticas antiperonistas durante la Libertadora, en Desarrollo Econmico, vol. 43, n 172 (eneromarzo de 2004). 24 Surez Nelson, Amelia: La instruccin pblica en Tandil, en Album Histrico Biogrfico de Tandil en su Primer Centenario. 1823 4 de abril 1923, Tandil, Vitullo y Ca., 1923.
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mucho mejor (...) La disciplina desde ya que era muy rgida y era una enseanza de tipo clsico, la famosa enseanza normalista... 25. No creo equivocarme, era una de las mejorcitas que haba en ese momento. La Escuela Normal tena muy buena disciplina, consegua profesores y maestros que eran buenos en su tarea y se obtenan buenos resultados... resultados buenos porque muchsima gente termin su secundaria, fue profesional y hoy son personas de mucha talla aqu en Tandil. Yo hice la primaria en la Escuela Normal y para entrar al secundario di examen... un examen bastante exigente, donde se lograba el banco que era muy codiciado en Tandil porque, por supuesto, como ahora en otros colegios tambin ocurre, no alcanzaban la cantidad de bancos como para aceptar a la cantidad de alumnos que queran ir al colegio (...) Yo creo que el nivel era bueno y exigente. A parte, como imponan un respeto rayano en algunos casos en el miedo respeto que pasaba a miedo- algunos alumnos estudiaban ms por miedo a la rplica del profesor que a la de la casa. Yo tengo una ancdota que pinta de cuerpo entero lo que nos pasaba: yo tena a la seorita Als, que fue directora de la Escuela, como profesora de Lengua y estaba en 1 ao Un susto! Era chiquita, muy bajita, pero impona un respeto tremendo No volaba una mosca! ... tenamos una leccin escrita donde haba un dictado y tenia que escribir la palabra arroyo, y como tena tanto miedo, puse arrolio con ele... Daba unos saltos la profesora! Casi me mata! Pero, lo recuerdo como si fuera hoy y son unos cuantos aos que pasaron, era por miedo, porque me pareci que era muy guaso escribir arroyo... Haba una seora, Gianfarra de apellido, que fue directora anteriormente, que apareca en los recreos en la punta de la galera y todos nosotros, que estbamos en recreo, nos ponamos contra la pared esperando que terminara de pasar y despus seguamos jugando, si estbamos jugando o haciendo algo... (...) [El doctor] Gatt en uno de los enojos que tuvo, golpeando contra el escritorio, se rompi un dedo... no nos pegaba, pero tena tanto nervio que se rompi un dedo. Tun era un profesor que se sonrea siempre, y uno hablaba y le pareca que iba todo bien... despus le deca: sintese, tiene un 1 26. Para mediados de la dcada de 1950, la Normal se haba transformado en una escuela secundaria que reclutaba mayoritariamente a alumnos procedentes de hogares de clase media. En el modelo educativo original del siglo XIX la educacin secundaria estaba destinada a una minora de la poblacin, a diferencia de la primaria que se quera masiva; sin embargo el crecimiento demogrfico y la cada vez mayor movilidad social van a provocar, a lo largo de la primera mitad de la vigsima centuria, una importante apertura en todos los niveles del sistema educativo: En la Escuela Normal haba gente de la sociedad, del copete, porque de las escuelas gratuitas era la de renombre... otra gente con ese nivel iba al San Jos o al Colegio de Hermanas. Despus venia lo que podamos ser nosotros, que ramos los de un poco ms abajo... ramos una clase media-media, mi padre era un empleado... los paps de los otros chicos tambin eran empleados... haba algn profesional, pero no tantos... pero no se miraba tanto eso.
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Testimonio del prof. F. S., ex alumno y docente del establecimiento en la dcada de 1950. Testimonio del sr. O. I., ex alumno del establecimiento en la dcada de 1950.
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Pobre, pobre, pobre yo no recuerdo, pero tal vez demasiado pobres no haba en ese tiempo 27. La mayora era de clase media, media entre baja y alta, y por ah apareca alguno ms destacado desde el punto de vista social. Pero no era muy clasista... para nada... y haba algunos que yo entiendo estaban en una posicin bastante baja. Yo mismo... mi padre era empleado ferroviario, era tornero del ferrocarril, y pude estudiar. Es ms, yo en 3 y 4 ao trabaj en Metalrgica Tandil, no para mantenerme en mi casa ni para llevar sustento a mi casa, sino para comprarme los libros, ahorrarme unos pesos y para salir...28 [Los alumnos] eran de clase media alta y clase media baja, y a partir del 45 empezaron a entrar los hijos de los obreros y de los empleados. Cuando se dignific el trabajo y se le pago mejor y vino el reconocimiento de las leyes sociales y todo eso, entonces el obrero pretende para sus hijos algo que ellos lgicamente no haban tenido y empiezan a ingresar... La gente que venia de la poca anterior vea eso con fastidio porque la Escuela Normal hasta el 43 era una escuela totalmente elitista. Se produjo un cierto cambio en cuanto a la oferta escolar... tuvieron que abrirse a las clases obreras y entonces cambi, digamos, el perfil de alumnos que haba hasta ese momento 29. Pero el peronismo, como ya vimos en el capitulo anterior, adems de favorecer las reformas sociales y la apertura del sistema educativo, provoc en el interior de este ltimo un incremento de la conflictividad que alcanzar su punto mximo en los aos 1954 y 1955. En Tandil, dicha conflictividad saldr a la luz con fuerza en la Escuela Normal, pero recin despus de la cada de Pern. Conflictos en el Templo del Saber Desde 1953, se encontraba al frente del colegio la profesora Lucia Ceballos de Rothemberger, cuya gestin haba sido sumamente criticada por considerrsela muy identificada con el peronismo. Cado este, empezaron a surgir los reclamos en pos de una intervencin del establecimiento. As, El Eco de Tandil titulaba el 8 de octubre de 1955: La Esc. Normal debe ser recobrada para la democracia, y afirmaba: En las escuelas del pas ha sido desterrada la propaganda poltica, donde, adems, el soborno y la ddiva amenazaban corromper las conductas juveniles. En el rgimen anterior haba desaparecido toda autonoma y sus directores pasaron a ser designados por favoritismo. En su oportunidad este diario se refiri a varias injusticias cometidas en la Escuela Normal de nuestra ciudad, que ahora se actualizan y deben ser investigadas. Hay q aclarar como se distribuyeron las horas y si hubo justicia y respeto por la antigedad y mritos de los profesores. Habr tambin que investigar que garantas hubo en el concurso para las ms importantes designaciones.
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Testimonio del sr. O. I. Testimonio del sr. J. C. P., ex alumno y miembro de la Junta de Estudiantes Democrticos. Testimonio del Prof. F. S.
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El gobierno anterior elimin la clusula que vedaba la realizacin de actos proselitistas, despus de lo cual los claustros rivalizaron en demostraciones de entusiasmo hacia el rgimen cado. Sarmiento fue atacado en la Escuela Normal de Tandil y exaltado el tirano Rosas, hecho denunciado en su oportunidad por el ECO DE TANDIL. Se atac al espritu democrtico y liberal de la casa, ya que tambin hubo olvido contumaz y sistemtico de los excelsos que enaltecieron la ctedra, que formaron al alma grande de otras generaciones. En la Escuela Normal siempre anduvo latente el antiguo espritu aunque los enemigos que estaban dentro de ella se hubieran empeado en destruirlo. Sarmiento merece el desagravio que se impone. Si no lo auspician sus profesores, deben realizarlo los estudiantes 30. Este llamado a recuperar la Escuela Normal para la democracia encuentra respuesta la maana del 10 de octubre de 1955. Es da, un grupo de alumnos pertenecientes a un denominado Comando de la Junta de Estudiantes Democrticos ocupa el establecimiento e impide la entrada a profesores y estudiantes, exigiendo la renuncia de los directivos en vista de que la situacin anormal que se observa en la Escuela se prolongaba en forma indefinida, y por considerar que haba llegado la hora de las reparaciones con el triunfo de las fuerzas libertadoras de nuestro pas31. Previamente, una comisin de alumnos se haba entrevistado con las autoridades del Comando Revolucionario Guarnicin Tandil, que envi un piquete de soldados para garantizar el orden. Luego, la llamada Junta de Estudiantes Democrticos designa una Junta de profesores para que se haga cargo de la direccin de la Escuela. Dicha junta estaba integrada por las profesoras Mara Als, Rosa Estvez de Martnez y Mercedes Uzabel Roum, y los dres. Jos Gatt Cauterucci y Justo Saligari. Como broche final, arriban al establecimiento el coronel Valentn Ramos Marrero Jefe del Comando Revolucionario militar-, el mayor Enrique Sztyrle, el comisionado municipal Domingo Otero y su secretario Juan Zerillo. Ante la situacin, y estimando justos los motivos que impulsaron al alumnado, Ramos Marrero resuelve intervenir la Escuela Normal, hacer cesar en sus funciones a la directora, al vicedirector y a la directora de la Escuela Comercial adjunta, delegando sus funciones en la Junta de profesores que han propuesto los alumnos 32. Finalmente, en el patio se iza la bandera y los alumnos cantan la marcha Aurora. Los principales diarios locales de la poca Nueva Era y El Eco de Tandil, cuyos directores estaban vinculados al radicalismo y que haban sufrido diversas clausuras durante el gobierno de Pern- se desviven en elogios hacia la actitud de los alumnos y su fervor democrtico, a la vez que lanzan duros denuestos contra las anteriores autoridades. Por ejemplo, Nueva Era, en un recuadro que titula Los Estudiantes y la Educacin afirma Quiso podrirse (sic) el alma de los nios.
El Eco de Tandil, 8/10/1955, p. 4. La Negrita es ma. Nueva Era, 10/10/1955, p. 3. La Junta de Estudiantes Democrticos estaba integrada por Antonio Rivero, Roberto Feintuch, Carlos Leonardi, Juan Carlos Preli y Juan Magneres. 32 El Eco de Tandil, 11/10/1955, p. 3. Son dignas de verse las fotos con las que tanto El Eco de Tandil como Nueva Era ilustran las notas sobre este acontecimiento. Entre estas destaca una donde se ve al coronel Ramos Marrero muy parecido fsicamente a Jos Flix Uriburu-, con espada en la cintura y altas botas militares, arengando a los estudiantes.
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Quiso fue un denodado esfuerzo- meter en ellos el odio a travs de las consignas que todos conocemos. Pero no ha sido posible. Todo el pas lo est demostrando, donde los estudiantes toman universidades y escuelas. La Escuela Normal ha sido rescatada para la dignidad por el estudiantado tandilense. Jams ese establecimiento haba llegado a un ambiente tal de inferioridad. Toda la ciudad lo saba. Un rgimen de incapacidad y de delaciones haba postergado y arrinconado a los buenos profesores, a aquellos que a travs del tiempo haban recogido las enseanzas de grandes maestros, que esa Escuela los tuvo. No fue posible podrir (sic) el alma de los muchachos tandilenses. Y ellos su proclama lo dice- quieren escuela y no politiquera. Ellos quieren maestros ennoblecidos por la vocacin y enaltecidos por la capacidad y actitud y no empleaditas delatoras, no clima de chisme constante y de cuento reiterado, de denuncia aleve y de trapaloneria voraz por horas y puestos. Lo de esta maana ha sido emocionante. Rescata a la Escuela Normal del ambiente de inferioridad en que se la haba sumido, la reivindica del agravio que se le hiciera constantemente, de aquellas horas amargas de la influencia del ex inspector Serrao, de la dictadura ceida a servir nada ms que los intereses de quienes eran sumisos del ambiente politizado del aula. Los estudiantes y la educacin: no pudo podrirse (sic) su alma, porque era el alma del pueblo. No pudo romperse la influencia que les venia del hogar y de aquellos viejos maestros normalistas que para honra de todos supieron cumplir con su deber, sin sumisiones vergonzosas por conseguir horas y sin claudicaciones de ninguna naturaleza. Esta maana fue grandioso y emocionante. Porque fue la inquietud y fue la niez, liberada en sus hogares de la influencia perniciosa que se le quiso meter en el alma, estallando en la calle, en el patio y en el aula, en un gran recreo de libertad, el lmpido y glorioso recreo de su reencuentro en la hermandad sin las fronteras de las consignas del odio, de la alabanza y la sumisin 33. Por su parte, El Eco de Tandil, refirindose a la difusin de sus consignas por altavoces que hicieron los Estudiantes Democrticos, asegura que: La palabra juvenil, vibrante y limpia sala como una flor inmensa desde los altavoces. Desde esos mismos altavoces haban salido hasta pocos das atrs las babeantes palabras de sometimiento y obsecuencia al rgimen. Ahora era La Voz de la Libertad 34. Pareca que todo haba concluido con el triunfo de la Libertad y la Democracia, y con la liberacin de la niez de todas las influencias perniciosas. Que una nueva era haba comenzado con la expulsin de los peronistas de la Escuela. Pero, nada ms lejos de la verdad. Al poco tiempo comenzar una sucesin de hechos que van a tomar ribetes de
Nueva Era, 10/10/1955, p. 3. El Eco de Tandil, 11/10/1955, p. 3. Algunas de las consignas de los estudiantes eran: En la Patria de San Martn, la Escuela de Sarmiento; Vivan los profesores libres!; Poltica no! Educacin si!; Que saquen a los acomodados!...
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sainete criollo, hechos que narraremos ms adelante, luego de analizar un poco ms lo sucedido ese 10 de octubre de 1955. Movilizacin estudiantil o manipulacin estudiantil Las distintas fuentes consultadas nos van a revelar visiones distintas sobre el origen y el desarrollo del movimiento de los Estudiantes Democrticos tandilenses, movimiento que puede contextuarse en un proceso que se estaba dando en el mbito nacional. En los meses posteriores a la cada de Pern, los estudiantes de todo el pas realizaron ocupaciones de casas de estudio y salieron a las calles a plantear distintas reivindicaciones. Pero, la revolucin que lleg a la Escuela Normal de Tandil, alentada por lo ms puro de esa casa, el estudiantado... tiene algunos puntos oscuros que es necesario destacar. Como ya dijimos, los diarios de la poca lanzan loas al espritu democrtico de los alumnos que haban tomado la escuela y salido a la calle, aclamando a la libertad y reclamando la democratizacin de dicho establecimiento. Sin embargo, un anlisis profundo de las publicaciones hace surgir ciertas dudas. Por ejemplo: Por qu ese 10 de octubre el personal de maestranza abre un cuarto de hora antes de lo acostumbrado las puertas del edificio? Por qu los ordenanzas entregan sin ms las llaves del establecimiento y se ponen a las ordenes de los estudiantes? 35 Por qu en ningn lugar se informa como fueron elegidos los miembros de la Junta de Profesores y como se consigui una rara unanimidad en el alumnado? Por qu las autoridades militares, aceptan de forma ms que rpida las demandas de los estudiantes?. As podramos seguir hacindonos muchsimas preguntas que son muy difciles de responder hoy, pasados casi cincuenta aos de los acontecimientos. Pero todo el asunto tiene ms el aspecto de una puesta en escena que de algo espontneo. Los testigos y participes del acontecimiento lo recuerdan de forma diferente: Los alumnos fueron manejados por los mismos profesores, por los profesores opositores... ellos fueron manejados eso es evidente. La escuela fue tomada por un militar, Daz Marrero creo que era, o Gonzlez Marrero... que se puso a mirar; se estableci en la direccin; fue la gente ah a mirar que es lo que hacia ... 36. ----Nosotros anduvimos metidos en el medio, pero era una cosa de chicos, de muchachitos... no pensbamos nada y en el momento era tal el barullo que haba que dijeron: Se toma la Escuela! Tomamos la Escuela. No dejamos entrar a un profesor! No lo dejamos entrar. Pero si nos hubieran dicho: Yo entro!, entraba y nosotros entrbamos junto con l. Seguro!. Pero los profesores se quedaron quietitos, no dijeron nada, y la situacin fue as.
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Nueva Era informaba en su edicin de ese da: Habitualmente, los empleados de la casa, proceden a abrir las puertas del edificio a las 6, pero hoy, por causas que se ignoran, fue abierta a las 5.45. De inmediato, los estudiantes cercaron al portero, penetrando al local, y explicada la situacin, el empleado se coloc incondicionalmente a las rdenes de aquellos (Nueva Era, p.3). 36 Testimonio del prof. F. S.
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[Todo fue manejado] por algn vago, por alguno de los alumnos o algn otro ms grande que provoc el problema y dijo: Bueno! hay que hacerlo... 37. Por su parte, el sr. J. C. P., que fue miembro de la Junta de Estudiantes Democrticos, brinda un testimonio no muy sustancioso, pero que aporta detalles interesantes: A m me toc una poca donde haba que leer un libro que se llam La Razn de mi vida y haba que acatar algunas cosas que eran impuestas por la fuerza... tal es as que hicimos una pequea revolucin con la Junta de Estudiantes Democrticos, movimos a la direccin, movimos a dos o tres profesores, se nombr a una Junta de Profesores... (...) Realmente yo no me acuerdo como fue, pero lo que si me acuerdo, y que nos marc bastante, fue que estuvimos toda una noche haciendo guardia, despus tomamos la Escuela, despus aparecieron los profesores... [Los profesores] estaban separados los que eran peronistas disciplinados y los que no eran tan peronistas. Pero despus cambi 38. Si se analizan el manifiesto y las consignas de la Junta de Estudiantes Democrticos se ve que las demandas se centran en el reemplazo de los acomodados por profesores capaces y honestos. Hay muy pocas referencias al supuesto adoctrinamiento poltico de los alumnos, y ninguna a otros aspectos de la vida escolar que los estudiantes podran considerar dignos de modificar: A lo largo de los tenebrosos aos de la dictadura que acaba de ser abatida por la Revolucin Libertadora del 16 de Septiembre, la Direccin y algunos de los integrantes del cuerpo docente de las Escuelas Normal Mixta Gral. San Martn y Nacional de Comercio, se han caracterizado por su servir (sic) acatamiento y su obsecuencia a las directivas justicialistas. Empequeecidos en una lucha por acaparar horas, no ha habido recurso de mala ley ni rastrerismo que no se haya utilizado para la satisfaccin de los ms torpes apetitos. De esa manera, la funcin docente ha llegado al ms bajo nivel de subalternizacin e ineficacia. Algunos de los profesores de estas escuelas carecen de autoridad moral para ensear a la juventud de Tandil. El alumnado conciente y democrtico no puede ni debe permitir por ms tiempo la presencia al frente de la escuela de profesores que han envilecido la funcin docente y profanado la memoria de Sarmiento. Duchos en las artes del partidismo, casi todos ellos esperan la oportunidad propicia para dar el golpe de timn que les permita navegar en la corriente de la recuperacin democrtica iniciada por el Gobierno Provisional de la Nacin, con la misma desenvoltura con que lo hicieron hasta ayer a favor de la tirana. En esta tarea de adecentamiento en todos los ordenes de la vida nacional es un imperioso deber de la juventud estudiosa conciente de su destino y pura en sus ideales, repudiar a los falsos valores exponindolos a la vindicta pblica. El alumnado democrtico de las escuelas Normal Mixta General San Martn y Nacional de Comercio, identificado con el programa de la Revolucin Libertadora resuelve: 1 Solicitar la renuncia de la actual Direccin de las Escuelas y vice direccin de una de ellas.
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2 Peticionar al Seor Jefe del Comando Revolucionario de Tandil que disponga la inmediata intervencin de las mismas. 3 Declarar el cese de las actividades hasta el momento en que se haga cargo del establecimiento una comisin de docentes, propuesta por esta Junta, para poder continuar la marcha normal de aquellas. 4 Solicitar la proteccin urgente del Comando Revolucionario contra cualquier agresin hacia el alumnado 39. Todo esto confirma en gran parte lo que nos inform uno de los testigos del hecho: Yo empec justo en marzo del 55, es decir en la etapa final, de manera que muchas de las cosas que pasaron en los aos anteriores no las conoc porque estaba estudiando en Buenos Aires. Yo s que hubo irregularidades, que hubo gente que consigui horas a travs de la poltica o movi sus expedientes de pedidos a travs de la poltica, y entonces unos hicieron esto, otros hicieron lo mismo, etctera, etctera... y as se creo una especie de pica entre la gente que era peronista y la que no era peronista. Eso pas en casi todas las escuelas secundarias del pas; la gente que haba comulgado con el peronismo lgicamente tuvo una enorme, una gran oposicin, por parte de los que estaban en la vereda opuesta. (...) Ingerencia de tipo poltico, que yo haya visto, sobre los alumnos o cosa por el estilo, no... la parte poltica fue una cosa interna, entre los propios profesores, por la necesidad o por la apetencia de cubrir determinadas horas. En el periodo anterior, por ejemplo en la poca de Buzn, el que quera horas no tena que pedirlas al director tena que pedirlas a Buzn... era as... era as, tal cual... esta vez por lo menos las cosas las manejaba el director... y los polticos ac en la Escuela Normal no se metieron para nada. No dijeron: che, fulanito, and y decile de parte ma que te den horas... no, no... ellos no se metieron para nada. Yo lo s por los comentarios, por lo que escuchaba en ese momento 40 J. C. P., en cierto modo, tambin minimiza la politizacin del alumnado y un tema presente en las consignas: la exaltacin que se habra hecho de Juan Manuel de Rosas. As, refirindose a la politizacin, expres: Empez [en los ltimos aos del gobierno peronista] pero no haba a fondo el tema de la politizacin... empez si a notarse un poquito ms. Pero, bien definido no, para nada... No haba centros de estudiantes... Haba alguna manifestacin muy tenue. Por ejemplo, el actual Dr. Ceballos, que es abogado, est en Buenos Aires y creo que lo defenda a De la Ra... Bueno!, ese muchacho Zenn supo tener algn diarito que circulaba as en forma clandestina... creo que alguno lo persigui por ah... pero as en forma muy personal; no haba un equipo trabajando con l. (...) Haba un detalle, en la enseanza de Historia, por ejemplo... estaba la profesora Farcy, que tena cierta connotacin que estaba ms cerca del Rosismo... Haba una revisin de toda la parte de Sarmiento, de todas esas cosas. Tena otro verso, otra visin...
Manifiesto de la Junta de Estudiantes Democrticos; publicado en El Eco de Tandil, el 11/10/1955. 40 Testimonio del prof. F. S. Juan Domingo Buzn, que es mencionado aqu por el entrevistado, fue el caudillo conservador que domin la poltica local desde 1930 hasta 1943.
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Graciela Farcy, una excelente profesora, muy buena profesora... y algunos la vean medio raro. Despus cambi algo, pero no recuerdo que haya sido demasiado... ella sigui con lo suyo, la otra gente sigui con lo suyo... nadie la presion 41. Acusadores acusados El 31 de octubre de 1955 se hace cargo de la intervencin, tanto de la Escuela Normal como de su anexo comercial, la profesora Mercedes Uzabel Roum, miembro de la Junta de Profesores formada durante los sucesos del da 10. Pero, pronto empiezan a surgir crticas respecto a la situacin en la que se encontraba el establecimiento. As, una carta publicada en El Eco de Tandil, apenas un mes y medio despus, se queja amargamente del estado en que se encontraba la Normal. Segn los firmantes de la misma -Ral Nicols y Natalio P. Etchegaray-, no todos los males de la enseanza secundaria en Tandil se solucionaron alejando de la misma a los directivos del establecimiento, pues el resto del cuerpo docente y administrativo ha rivalizado acaso constantemente entre s por la obtencin de beneficios, con un servilismo indigno de personas encargadas de la tremenda responsabilidad de formar mentes juveniles. Adems, afirman que ha sido un error la designacin como delegada interventora de una profesora local, que como parte interesada y unida por lazos de amistad con todos los posibles acusados, ve trabada su accin, porque no se puede ser juez y parte, y la imparcialidad de la tarea investigadora debe estar asegurada por la actuacin de una persona totalmente ajena al medio. De lo contrario, lo realizado hasta entonces, a opinin de Nicols y Etchegaray, no dejar ningn saldo positivo, en lo que al mejoramiento docente se refiere 42. Esta carta es aun ms significativa por el hecho que los firmantes van a ser designados interventores (Etchegaray de la Escuela Normal y Nicols de Escuela de Comercio) cuando la situacin se complique todava ms y Uzabel Roum sea removida de su cargo. El Ministerio de Educacin de la Nacin, del cual dependa la Escuela, haba enviado a dos inspectores sumariantes que procedieron a realizar una investigacin durante la cual los profesores que haban sido desplazados despus de los hechos del 10 de octubre, por sus vinculaciones con el rgimen depuesto, formulan a su vez cargos contra la interventora designada y su secretaria Jesusa Imizcoz. Se inicia as una sucesin de acusaciones y contra-acusaciones, de recusaciones y contra-recusaciones, que llegaran incluso a las pginas del popular diario capitalino La Epoca donde, bajo el ttulo de La Escuela Normal de Tandil hllase en manos de los enemigos de la revolucin, se reproducen, por un lado, una foto tomada en la Unidad Bsica Femenina en la que aparecen las seoritas Jesusa Imizcoz y Mercedes Uzabel, y por otro, una fotocopia de una nota dirigida por las profesoras Elsa Marelli de Fernndez, Olga Marelli de Vitullo, Nelly Sarav de Contreras, Mara V. de Soul, Hebe Rosso de Fernndez, Mercedes Uzabel Roum y Jesusa Imizcoz a la Sub Delegada Censista de Tandil, solicitando informes sobre su conducta partidaria43
Testimonio del sr. J. C. P. El Eco de Tandil, 13/12/1955. Natalio Etchegaray fue posteriormente rector normalizar de la UNCPBA en 1983 y Escribano Mayor de Gobierno de la Nacin; en esta poca estaba vinculado a la UCR y tena un estudio jurdico en sociedad con Juan Carlos Pugliese. 43 Las censistas de las unidades bsicas se encargaban de la afiliacin domiciliaria de las mujeres. Evita las instruy: No digan que es para afiliarse, digan que vienen a censar... y las afilian. Ver, Bianchi, Susana y Sanchs, Norma: El Partido Peronista Femenino (1949-1955), CEAL, 1988.
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Luego, otros profesores sern involucrados y, finalmente, todos puestos en disponibilidad lo que despertar las iras de los Estudiantes Democrticos y de la mayora de las fuerzas vivas tandilenses, que consideran que en la Escuela Normal se ha producido una contrarrevolucin: Ante los ltimos acontecimientos que han venido sucedindose en la Escuela Normal de Tandil, la Junta de Estudiantes Democrticos, se cree en el deber y en el derecho de poner a consideracin de la opinin pblica, el siguiente comunicado: 1) Que el movimiento revolucionario estudiantil del 10 de octubre ppdo. Tuvo como principal objetivo recuperar la Escuela para la Democracia, y que por las causas abajo enumeradas, entendemos no ha terminado. 2) Que al saneamiento general impuesto en todo el pas por la revolucin libertadora debe llegar especialmente a los centros donde se forman los ciudadanos del maana. 3) Que ese saneamiento no puede ser, de ninguna manera, para perseguir ideologas, sino para castigar actos delictuosos. 4) Que la separacin de sus ctedras de las profesoras Mercedes Uzabel, Elsa Marelli de Fernndez, Hebe Roso () de Fernndez, Olga Marelli de Vitullo, Nelly Sarav de Contreras, Jesusa Imizcoz y Mara V. de Soul, bajo la imputacin de afiliadas al ex partido oficialista y certificacin de fe peronista, no se justifica porque nivela y mide con la misma vara a los que persiguieron, delataron y conculcaron la enseanza desde la ctedra denigrando a Sarmiento y exaltando a Rosas, con los que fueron perseguidos, delatados y amenazados en la estabilidad de sus cargos, mientras defendieron valientemente la escuela de Sarmiento. 5) Que ante la desviacin de los principios democrticos que impulsaron al estudiantado normalista a llevar adelante el movimiento del 10 de Octubre, se ven en la obligacin de poner su grito de alerta ante la opinin pblica, y en especial modo a sus compaeros estudiantes. 6) Que aumenta esta alarma la desvirtuacin de movimientos similares en Azul y Olavarria como lo han denunciado sus compaeros estudiantes de esas ciudades. 7) Que es propsito inquebrantable del estudiantado seguir luchando para que la depuracin y la austeridad elica (sic), conculcadas durante el periodo de la tirana renazcan con ms bros y para siempre. 8) Que esta actitud del estudiantado no significa de modo alguno propiciar el retorno de la intervencin a los profesores designados anteriormente lo que debe ser objeto de un meditado y sereno estudio-, sino sealar lo que a su juicio es una flagrante injusticia. 9) Que son infundadas e interesadas las versiones que pudieran hacer aparecer a este movimiento como influido por terceros, directa o indirectamente interesados, por cuanto su lema ha sido, y sigue siendo: EN LA PATRIA DE SAN MARTIN, LA ESCUELA DE SARMIENTO 44. Paralelamente, se inici un enfrentamiento meditico entre Jesusa Imizcoz y el director del Eco de Tandil, Carlos Calvo. Durante varios das, ambos contendientes publicaron cartas en los medios locales, que son tiles para mostrar la dificultad de saber quien era
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Esta carta, publicada en Nueva Era el 21/1/1956, estaba firmada por Carlos Leonardi, Juan Carlos Preli y Carlos Lunghi. La Negrita es ma.
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quien en ese difcil momento de la historia argentina; quien era verdaderamente democrtico y quien no. As, en una carta abierta a la seorita Jesusa Imizcoz, Calvo afirma: (...) Soy maestro y como tal fui cesanteado arbitrariamente por el rgimen de la dictadura, como resultado de mi intransigencia a la coaccin y la violencia. Pertenezco al cuerpo de redaccin de un diario que fue clausurado por la tirana en una expresin mxima del tipo de atropellos que acostumbraba a producir. Mientras estos dos sencillos delitos cometa el gobierno arbitrario y desptico, conjuntamente con otros miles en todo el pas, Ud. era profesora de la Escuela Normal de Tandil y ante una simple amenaza en su estabilidad como tal, busc todos los medios para congraciarse con el rgimen que fue derrocado por la Revolucin Libertadora. (...) No pretendemos decir con esto que la justicia debe analizar los mayores o menores grados de sometimiento durante la era pasada. Ms de media poblacin se vera enjuiciada; pero si pretendemos demostrar, ahora pblicamente, gracias a su actitud, que el hecho de que le procedimiento empleado para resolver su cesanta haya sido incorrecto, no la exime a Ud. de los pecados cometidos 45 Por su parte, Jesusa no se queda atrs en la polmica: (...) Yo le pregunto: Cuantas presentaciones y denuncias tuvo Ud. durante el rgimen depuesto en Control de Estado, Polica Federal, Enlace y Coordinacin, Sub-Comando Tctico local, etc.? Durante cuantos meses fueron seguidos sus pasos, aqu, en la localidad, sin ser dueo de detener su andar con tranquilidad? Fue citado Ud., alguna vez, para manifestarle como nica advertencia: que cuidara no su cargo sino su vida? (...) Medite Ud. esto: yo me congraci solicitando el 28 de junio de 1954 (ya cesante en 1953) una declaracin de afiliacin peronista y el 29 de noviembre del mismo ao fui dejada cesante por Res. Min. N 3416, en el cargo de tesorera por Inconducta Poltica. Como ve, vanos fueron mis esfuerzos. No vali mi afiliacin, ni declaracin, ni nada. Yo no llamo congraciarse con el rgimen depuesto el haber solicitado la reapertura del diario a las autoridades dictatoriales moviendo todas las influencias peronistas posibles; ni haber entrevistado a dichas autoridades; ni haber exhibido en sus columnas la fotografa de la difunta esposa del tirano en su fallecimiento y su primer aniversario. Yo entiendo que lo hicieron pensando en la recuperacin de un diario que servia a la Democracia y a la Libertad y en la vida de sus hombres que deban brindar comodidad a sus esposas e hijos. Jams lo consider indignidad, doblegamiento, recursos poco claros o flaqueza al rgimen tirnico que nos toc vivir. Para m, ello no es pecado ni cargo de conciencia. Pecado hubiera sido si en el transcurso de los doce aos de oscuridad ciudadana su hubiera torcido nuestra conciencia, si se hubiera deformado la mente del nio, si hubiera hecho del cargo tribuna del partido, si se hubieran ganado posiciones inescrupulosamente, si se hubiera palidecido el ideal que siempre llevamos asido en lo ms intimo de nuestro ser. En mi caso, los aos de intenso dolor padecido han fortalecido, centuplicadamente, el fulgor de mi ideal. Pensar que ha sido un pecado de servidumbre al rgimen una afiliacin y su consiguiente pedido de declaracin, es casi tan injusto como
El Eco de Tandil, 4/6/1956, p 3. (La Negrita es ma). La seora Darnet de Ferreyra era uno de los inspectores sumariantes, cuya actuacin ser muy criticada.
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sera pensar que quienes conocemos al dignsimo profesor y gran vecino don Juan M. Calvo, como ex-legislador y actuante del radicalismo, lo supusiramos comunista porque fue a Mosc o al Congreso de la Paz 46. Es notable como estas cartas ms all de alguna exageracin- muestran las tensiones y conflictos que afectaron a muchas personas durante los ltimos aos del rgimen peronista y durante los gobiernos de la Revolucin Libertadora. En un contexto viciado por la delacin, la obsecuencia y la bsqueda del pensamiento nico, la opcin era de hierro: acatar para trabajar. As, el temor a quedarse sin empleo, despus a perder la jubilacin del padre o la pensin de la madre, y ms tarde a alguna delacin policial, llevaron a muchos a afiliarse al peronismo 47. Cado este, todo el mundo trat de despegarse y demostrar como haba mantenido su fe democrtica durante la tirana. Pero, como estamos viendo, haba muy pocos impolutos que pudieran tirar la primera piedra y, por el contrario, la mayora tena mucho que ocultar sobre su pasado en tiempos de Pern. Precisamente, este era el caso de la dra. Julia Darnet de Ferreyra, inspectora encargada de investigar las denuncias que se cruzaban los profesores de la Normal sobre su actuacin durante el gobierno depuesto. La citada inspectora verifica que muchos de los docentes implicados entre ellos, la mayora de los miembros de la Junta de Profesores designada el 10 de octubre de 1955- haban firmado documentos donde declaraban su fervor peronista y, en consecuencia, dispone su inmediata disponibilidad. Con esto se gana la animadversin de muchos tandilenses, que la acusan de empearse ms en deshacer el hecho revolucionario producido, que en buscar la normalizacin de la Escuela 48. Por otro lado, en la prensa local empiezan a aparecer denuncias contra Darnet de Ferreyra, ya que esta haba sido subinspectora general de enseanza durante la gestin de Oscar Ivanissevich, al cual habra elogiado pblicamente en diversas oportunidades, de la misma forma que al gobierno peronista 49. Estas impugnaciones a la inspectora sumariante junto con la difcil situacin que enfrentaba el Ministerio de Educacin en el orden nacional 50- terminaron por complicar
Carta de Jesusa Imizcoz, publicada en Nueva Era (5/6/1956, p. 3). En una de sus tantas evocaciones sobre la vida en Tandil en esa poca, el escritor Osvaldo Soriano cont que cuando su padre decidi apoyar a la frmula radical Balbn-Frondizi, contra la reeleccin de Pern, no se animaba a decirlo por miedo a quedarse sin trabajo (...) El rgimen estaba plagado de vivillos y alcahuetes y mi padre no era valiente. Tena que darle de comer a la familia y eso era todo [Soriano, Osvaldo: Voto cantado, en Pgina 12, 3/10/93]. 48 Resulta que la Inspectora que vino a la Esc. Normal, con entusiasmo antiperonstico, tena sus buenos antecedentes peronistas, en Nueva Era, 30/5/1956, p. 3. 49 Nueva Era, reproduce un discurso que habra brindado la citada inspectora en Tucumn, en septiembre de 1949, donde despus de hacer grandes elegios a Ivanissevich, habra expresado que en el pas se viven das de milagro. Es ya realidad la gran Argentina que dirige y realiza la magnifica sntesis de accin y de ideal que es nuestro presidente. Es ya realidad una patria sin odios raciales, donde todos pueden aspirar a todo lo que antes era privilegio de una minora. Es tambin realidad nuestra soberana, que hemos de defender a lo largo y a lo ancho de la patria. En la misma nota se reproducen dos fotografas (de muy mala calidad), donde se vera a Darnet de Ferreyra hablando en Tucumn y en compaa del ministro Ivanissevich [Nueva Era, 30/5/1956]. 50 En ese momento (primeros meses de 1956), se estaban produciendo en todo el pas ocupaciones de casas de estudio y manifestaciones callejeras que reclamaban la renuncia del ministro DellOro Maini, funcionario tambin muy criticado por la prensa local.
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an ms la situacin de la Escuela Normal de Tandil, al frente de la cual se encontraba, desde abril de 1956, el escribano Natalio Etchegaray. Este tiene que hacer frente a la dificultad de iniciar el ao lectivo sin contar con la mayora de los profesores del establecimiento, que por haber sido puestos en disponibilidad no podan dictar clase. Pasado casi medio siglo, el profesor F. S. recordaba as estos acontecimientos, de los que fue testigo y participe: Acusaron a varios profesores de manejos de tipo poltico dentro de la Escuela para ganar horas, etctera, etctera... y estos, los que fueron dejados en disponibilidad, fueron sumariados, y entonces estos los recusan a los otros que los haban acusado y tambin a estos les hacen sumario... Entonces, pasa todo el verano, llega marzo y resulta que haba una cantidad de profesores que estaban inhabilitados y no podan volver a la ctedra... se encontraron con que tenan una cantidad de horas vacantes que no podan cubrir... las clases creo que empezaron el 20 de abril... El que estaba de interventor era Pelusa Etchegaray, que me conoca ya de mucho tiempo. Me llama a mi y me dice: Mir, haceme el favor, si me podes cubrir estas ctedras porque no tenemos a quien poner. Me lo dijo justo en el da que yo me iba... pensaba que a mi no iban a dejar; con mi padre que haba sido intendente peronista peronista reconocido-, yo que haba estado en la Juventud Peronista, y la mar en coche, yo dije: bueno! me van a pegar una patada y me van a mandar al diablo... entonces ya estaba pensando irme al sur. As que a partir de ah me hice cargo de las horas que me ofrecieron y se empezaron a sustanciar todo los sumarios que se hicieron, y hubo gente que volvi... los que haban sido recusados volvieron a la ctedra despus; probaron que ellos no haban tenido demasiada relacin con el peronismo... y los que haban sido acusados directamente quedaron cesantes, por razones polticas, porque eran profesores que haban sido realmente destacados y razones de tipo profesional no haba; eran razones nada ms que polticas. [Todo pas por] algunas horas... que unos queran las horas, las mismas que queran otros, y ah se estableci la puja, y como en ese momento las horas no se cubran por concurso sino que eran establecidas por el director, que era el que decida quien si y quien no, y como la directora era la seora de Rothemberger que haba sido militante peronista... Y bueno! Por esa razn la echan; no por razones acadmicas, ni profesionales ni administrativas, ni nada por el estilo. La finalidad era limpiar de peronistas la escuela. Yo me salv por la circunstancia de que como tena ttulo -y entonces por ese lado nadie me poda decir nada-, y como ellos tenan una cantidad de horas que no podan cubrir, entonces dijeron: si, nosotros lo ponemos a este... como para decir: bueno!, somos ecunimes, tenemos a los que son pro y los que son contra, y como tiene ttulo y tiene buenos antecedentes entonces le damos unas horas 51. Pero, ms all de esta limpieza, el reemplazo de autoridades que se consum despus de la movilizacin de octubre del 55 trajo a la Escuela Normal algunos cambios positivos; por los menos durante un tiempo:
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Testimonio del prof. F. S., cuyo padre fue intendente de Tandil durante el periodo 1950-1952. Miembro del sector vinculado al gobernador Domingo Mercante, al ser este expulsado del peronismo, prcticamente se aparta de la vida poltica.
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El manejo de la Escuela se liberaliz bastante. Haba mayor amplitud de criterio y lgicamente, hasta que no hubo un concurso, las cosas se tomaron con mayor ecuanimidad... yo creo que en ese sentido fue favorable el cambio. [Etchegaray] estuvo ms o menos dos aos, hasta que se normaliz todo, hasta que se resolvieron los expedientes estos que haba, se termina con los sumarios y entonces, a partir de ah, se propuso hacer una especie de concurso para ver quien se hacia cargo de la Escuela. Y a partir de ah es cuando se hace cargo Mara Als, profesora de corte netamente clsico, tradicional... una persona muy estricta que manejo la escuela con mano de hierro 52. Conclusiones Cuando iniciamos nuestra investigacin sobre la llamada revolucin de octubre de 1955 en la Escuela Normal pensbamos que, a travs de ella, podramos analizar y comprender un poco mejor la fractura ideolgica que afectaba a la sociedad de ese tiempo: antiperonistas-democrticos-gente de bien, por un lado, y peronistas-partidarios de la tirana-brbaros, por el otro. Pero, a medida que profundizbamos nuestro trabajo, y nos sumergamos cada vez ms en el anlisis de las distintas fuentes, fuimos viendo que haba poco de lucha poltica e ideologa en el acontecimiento estudiado y, por el contrario, mucho de venganza, oportunismo y envidia. Aprovechando el derrumbe del rgimen peronista, algunos profesores quizs los de ms presencia y personalidad- organizaron el derrocamiento de los directivos del establecimiento, movilizando a parte del alumnado y contando con la complicidad de las autoridades polticas y militares de la ciudad. Probablemente marginados de los altos cargos o desfavorecidos en la reparticin de horas-ctedra ante otros que eran ms peronistas, estos profesores creyeron que haba llegado su hora, la hora de la libertad. Pero, pronto ellos tambin se veran envueltos en una maraa de denuncias que pondrn en duda sus antecedentes democrticos, ya que todos haban trabajado en el periodo anterior y para hacerlo haban tenido que dar muestras de acatamiento a la tirana. Quines lo haban hecho por conviccin y quienes por miedo, necesidad, arrivismo u obsecuencias? Esta es la pregunta que prcticamente es imposible de responder. Obviamente, muchos debieron afiliarse al Partido Peronista o concurrir a actos partidarios para conservar sus empleos; pero muchos lo hicieron por su identificacin sincera con el ideario justicialista y otros muchos para medrar y escalar posiciones chapeando de oficialistas. Estos ltimos, probablemente, serian los que despus se proclamaron democrticos con ms fuerza y apelaron a mimticos recursos para subsistir, como ocurri en otros momentos de nuestra historia. Justamente, en noviembre de 1955 se estren en la Argentina la pelcula italiana Aos difciles. Este film, prohibido en la poca de Pern, es la historia de un hombre que, durante el rgimen fascista, para salvar su modesto empleo municipal en Sicilia se somete a inscribirse en el partido oficial. Al final de todo, cuando los Aliados liberan Italia, el humilde empleado comprueba que l es el nico fascista del municipio. Todos los otros, los cabecillas y los perseguidores que el rgimen mantena, se haban convertido en una rpida voltereta en demcratas y en ngeles inocentes.
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Ibd. La profesora Als se mantendr por muchos aos al frente del colegio.
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Dems esta decir que en muchos lugares de nuestro pas, luego de la cada de Pern, pas lo mismo. Y el caso de la revolucin normalista de Tandil lo demuestra. No se poda saber de forma fehaciente quien era peronista, porque en algn momento todos haban sido peronistas. (Como nos dijo uno de los testigos que consultamos: estaban los que eran peronistas disciplinados y los que no eran tan peronistas). Terminarn pagando los que tenan los cargos ms altos, que de ninguna manera podan eludir su responsabilidad, y los que tenan los cargos ms bajos y no encontraron un padrino que los defendiera. Por lo que respecta al papel de los estudiantes, en el caso concreto que analizamos, si bien no podemos hablar de manipulacin pura y simple, es evidente que hubo una fuerte influencia de los profesores y otros sectores ajenos a la Escuela en la movilizacin. Cul fue la importancia exacta de esta influencia en la decisin final de los alumnos de tomar el establecimiento? No podemos saberlo. Pero, en una sociedad profundamente autoritaria como era la de esa poca, donde estaba muy internalizado el respeto a los padres y a todo tipo de autoridad, podemos creer que mucha 53. Para finalizar, debemos aclarar que con esta pequea investigacin de un hecho puntual no pretendemos hacer grandes generalizaciones y afirmar que en todos los lugares donde hubo movilizaciones estudiantiles los hechos se dieran de igual manera. Simplemente procuramos mostrar que lo que a simple vista parece una cosa, analizado en profundidad puede resultar otra, por lo que es fundamental que el historiador no se deje atrapar por el discurso de las fuentes.
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Hay que tener en cuenta tambin el grado de politizacin del alumnado que, segn vimos, era bastante bajo.
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