Garantizar El Derecho Al Trabajo (Randall Wray)

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Wray, El derecho al trabajo

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Garantizar el derecho al trabajo


Randall Wray . 9/2/2014

Recientemente la propuesta del Empleo Garantizado ha ganado apoyos, y los argumentos para un incremento del papel del gobierno en asegurar el pleno empleo se han hecho ms fuertes. (Ver aqu, aqu y aqu). En este artculo, examino por qu. Ruego paciencia, porque unir cuatro miedos que llevo conmigo. Primero, tenemos el retorno de la tesis del estancamiento; En segundo lugar, existen crecientes evidencias de que el mercado laboral de los EEUU no se est recuperando, y no son pocos los que argumentan que esto ser la nueva normalidad; Tercero, la Fed ha (re)descubierto lo que muchos de nosotros sabemos desde hace tiempo: la poltica de bajos tipos de inters no estimula la inversin; y cuarto, nuestros lderes intelectuales estn por fin descubriendo que los americanos quieren que el gobierno haga algo sobre el empleo involuntario. Todos estos miedos refuerzan el apoyo a la propuesta Empleo Garantizado. 1. Tesis del estancamiento Empecemos con el reconocimiento por parte del establishment acadmico de que nuestra economa se encuentra estancada. Larry Summers argument que por todo lo que hemos pasado no son nada ms que burbujas (ver aqu). En las tres o cuatro ltimas dcadas , pusimos a la economa (y al gobierno) a disposicin de Wall Street, que vive sobre la especulacin de activos. Algunos lo llamaron la economa de casino (siguiendo el libro de Susan Strange de 1986); muchos otros lo llamaron financializacin (Rick Wolff); y Minsky lo llam capitalismo de gestores del dinero. No nos meteremos en detalles sobre esto aqu, pero he venido creyendo que este es el estado natural del capitalismo moderno. Rudolg Hilferdin (Capitalismo Financiero) y Thorstein Veblen (Los intereses creados y Business Enterprise), y ms tarde John Kenneth Galbraith (El Gran Crash) examinaron la primera fase de esta afeccin -la tendencia hacia las finanzas y los monopolios para sabotear la produccin y hundir la economa succionando la vida fuera de ellos en forma de renta. Temporalmente embozamos los tentculos del Vampiro Chupa Sangre (gracias a Matt Taibbi por el trmino que acu para

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siempre) con el New Deal y las reformas que estrangularon las finanzas. Nuestra Era Dorada del Capitalismo comenz all, y dur hasta los aos de Nixon o Reagan, dependiendo donde pongas el final. El ms provechoso de los relatos sobre la tendencia hacia el estancamiento de nuestro moderno capitalismo no viene de Summers, ni siquiera de las advertencias tras la Segunda Guerra Mundial de Alvin Hansen. En cambio, viene del trabajo de todo una vida de dos economistas en Oregon, Harold Vatter y John Walker. (Para ms informacin, ver este trabajo que escrib en 2007, o este otro anterior, sobre estancamiento duradero que culpa a la constriccin de la demanda, co-escrito con Marc-Andre Pigeon). Ser breve. El problema es que el capital es demasiado productivo para su propio bien. Las cualidades de la produccin para mejorar la inversin excede su efecto multiplicador sobre la demanda agregada. El problema crece a medida que pasa el tiempo, y se agrava con su tendencia a reemplazar trabajadores (quienes ganan salarios gastados en consumo) por mquinas (las cuales no ganan salarios). Como he dicho antes, esto progresa con el tiempo, pero inevitablemente, conduce a la situacin de mquinas produciendo mquinas. Hacia el final del siglo XIX, ya no encontramos con este problema. Fue suavizado con el crecimiento del gobierno durante la Segunda Guerra Mundial y los siguientes aos de posguerra. El gobierno federal creci ms que el PIB, ms o menos hasta 1960 (en otras palabras, como porcentaje de la economa, el gobierno federal increment su participacin sostenidamente en el tiempo); durante la siguiente dcada y media, fueron los gobiernos estatales y locales los que crecieron ms deprisa que el PIB. No es ninguna coincidencia que el retroceso de los gobiernos estatales y locales a mediados de 1970, coincidiera con el inicio del Gran Estancamiento, temporalmente aliviado slo por la acumulacin militar del Presidente Reagan diseada para arruinar a la URSS. En realidad, el xito capitalista occidental se ha sustentado siempre sobre Guerras -verdaderas guerras como la Segunda Guerra Mundial y Vietnam, as como el miedo de la guerra con la URSS, lo que nos permiti erigir el moderno sistema de educacin (programa de Prstamos Estudiantil de Defensa Nacional), financiar y construir un moderno sistema de grandes carreteras (programa Nacional de Dwight D. Eisenhower del Sistema de Inter-estatales y Defensa de Carreteras), y poner a los americanos en la Luna. Nuestro otro gran programa gubernamental han sido guerras similares (Guerra contra la Pobreza, Guerra contra las drogas, y la infame MEOW de Carter), pero nunca han reunido el apoyo financiero necesario para reemplazar las verdaderas guerras, siendo un real estmulo econmico para crecer. La economa de la Burbuja de Wall Street no es realmente capitalismo, para nada -es una vuelta al Feudalismo con banqueros chupa sangre, en vez de seores feudales. Hace unos aos, se public un libro que proclamaba El Fin de la Historia, que consigui el ttulo correcto, pero con la tesis incorrecta. A menos que Occidente pueda encontrar una alternativa a la guerra sobre la cual ha construido su economa, estamos en problemas. Pero este es un gran tema para otro da. En vez de eso, permtanme citar a John Cassidy sobre la tesis de Hansen-Summers: Hansen, quien argument a finales de los aos treinta que la tendencia hacia el estancamiento estaba teniendo lugar en la economa norteamericana, result estar equivocado. Pero eso tuvo mucho que ver con un gran programa de estmulo Keynesiano, conocido tambin como la Segunda Guerra Mundial, que sirvi como precursor a tres dcadas de amplia y compartida prosperidad. En ausencia de otro conflicto militar, es difcil ver que de dnde va a venir un empujn comparable de inversin de capital e innovacin. La revolucin de Internet, despus de un comienzo prometedor, ha sido una ms que probada decepcin. La revolucin de la energa verde no se ha producido realmente. No parece haber una disposicin poltica para renacer la viejas ciudades americanas e invertir en urbanismo. A menos que algo nuevo aparezca, parece que seguiremos con la vieja frmula de dinero barato y aumento de precios en activos. Y, como Summers seal, todos sabemos a dnde nos lleva.

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R. Wray, El derecho al trabajo Se refiere, por supuesto, a la economa de las burbujas de Summers.

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Ahora, la visin tradicional es que la solucin para el crecimiento econmico podrido es estimular el gasto en inversin. Si eres un Keynesiano, aumentando la Demanda Agregada a travs del multiplicador, incrementando el empleo y el crecimiento. Si eres un neoclsico, ms inversin significa ms productividad, incrementando la Oferta Agregada y directamente incrementando el crecimiento econmico. (En la teora neoclsica, el empleo se ocupa de s mismo -no importante cmo- mientras tengas unos salarios flexibles siempre estars en pleno empleo.) Cmo estimular la inversin? Bueno, los dos puntos de vista estn de acuerdo que las rebajas impositivas a las empresas lo har. Pero si tu gobierno est en quiebra, no puedes usar la poltica fiscal. Y si en cualquier caso, lo intentas, creando dficit, empujars hacia arriba la tasa de inters y desplazar [crowding-out] la inversin. Exactamente cunta inversin ser desplazada depende de algunas elasticidades y por tanto, cul es la pendiente de algunas curvas -todo muy esotrico y tedioso, pero no demasiado til aqu. Para evitar la grosera del dficit, slo puedes usar la poltica monetaria: bajas tasas de inters para estimular la inversin. Consigues as una mayor Demanda Agregada y una mayor Oferta Agregada, y de este modo, las hojas de nuestra tijera se cruzan en algn punto ms hacia la derecha en el grfico, y as todos celebramos el crecimiento en productividad, ingreso y consumo. Bonito, verdad? La Reserva Federal ha estado poniendo tasas de inters justo sobre cero durante la mitad de una dcada; Japn lo ha estado haciendo durante dos dcadas. Prcticamente no hay inversin, no hay cambio en las curvas de Demanda Agregada o de Oferta Agregada, el crecimiento est podrido, se crean pocos puestos de trabajo, y estamos estancados. Realmente no funciona. 2. Inversin y Tasas de Inters Por qu no? Aqu est la respuesta de Keynes: Las empresas producen lo que piensan que van a poder vender y, a menos que crean que sus ventas sern mayores durante un largo tiempo futuro, no van a incrementar su capacidad productiva mediante la inversin. Los recortes impositivos no les llevarn a invertir ms, a no ser que exista algn polvo mgico que les haga creer que los recortes impositivos incrementen las ventas durante el futuro. Bajas tasas de inters, ahora, no les harn incrementar la inversin, salvo que crean que algn polvo mgico cause un aumento en sus ventas. Se necesita esparcir demasiado polvo mgico para persuadir a las empresas a invertir slo porque las tasas de inters y las tasas impositivas (sobre ellos) caigan. Los seguidores de Keynes -no confundir con aquellos que se hacen llamar keynesianossiempre han rechazado la idea de que las polticas sobre el tipo de inters importen mucho a la inversin. Nunca se han tragado el credo de Bernanke de que la Poltica de Tasas de Inters a Zero durante aos y aos, bombeando un exceso de reservas a los bancos, les llevara a prestar ms y a las empresas a tomar prestado para invertir. No funcionar, dijimos. No funcion, todos lo saben. La misma Reserva Federal, ha proporcionado pruebas empricas que respaldan lo evidente: Un principio fundamental de la teora de la inversin y de la teora tradicional de la transmisin de la poltica monetaria, es que el gasto en inversin por parte de las empresas se ven afectadas negativamente por las tasas de inters. An as, una gran cantidad de investigacin emprica ofrece, en el mejor de los casos, evidencias contradictorias, de un efecto sustancial de las tasas de inters sobre la inversin. En este artculo, examinamos la sensibilidad de los planes de inversin usando un conjunto de cuestiones preguntadas a Responsables Financieros en la Encuesta de Perspectiva Global de Negocios, elaborada en el tercer trimestre de 2012. Entre ms de 500 respuestas, encontramos que la mayora de empresas declaran ser bastante insensibles a los decrecimientos de las tasas de inters, y slo ligeramente ms sensibles a los incrementos. La mayora de los Responsables Financiero citan el margen de caja o el bajo nivel de las tasas de inters, como explicacin a su propia insensibilidad. Encontramos tambin que la sensibilidad a los cambios en las tasas de inters tiende a ser

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menor entre las firmas que declaran no estar preocupadas por la gestin de capital, as como aquellos que no esperan pedir un crdito durante el prximo ao. Quiz ms sorprendente, encontramos que la inversin es tambin menos sensible a las tasas de inters entre las firmas que esperan mayores crecimiento de sus ingresos. Estos resultados parecen ser corroborados por un anlisis superficial de las tasas crticas de rentabilidad promedio, extrados de encuestas a nivel de empresas, en diferentes momentos durante los ltimos 30 aos, que presentan una aparente ausencia de relacin con las tasas de inters de mercado. Mientras los autores se sorprenden por los resultados, nadie que no haya sido adoctrinado en la teora econmica convencional estara sorprendido de encontrar que las empresas que esperan incrementos mayores de sus ingresos inviertan ms sin importar las tasas de inters, y que las empresas que no esperan mayores incrementos de sus ingresos no invertirn, incluso a tasas de inters del cero por ciento. Por qu debera importar un alza de 2 o 3 o 4 puntos porcentuales a una empresa que espera tener un mayor crecimiento de los ingresos?. Ahora, para estar seguros, s que puede importar a los Tentculos de los Vampiros Chupa Sangre en busca de rentas en Wall Street, pero no a nadie que realmente est involucrado en empresas capitalistas. Las ventas siempre triunfarn por encima de las tasas de inters (entre el rango de fluctuacin normal). No estoy diciendo que si la Reserva Federal tuviera un Volcker (incrementando la tasa interbancaria por encima del 20%) las empresas no retrasarn su inversin (y los compradores domsticos pospondrn sus compras), pero eso es realmente inusual. Si una tasa del 20% se convirtiera en lo normal, la inversin se acomodara incluso a eso. (Los americanos son generalmente inconscientes sobre el hecho de que una tasa del 20% o 30% en los prstamos son relativamente normales en algunos pases). Para estar seguros, si las tasas de inters fueran del 20%, los incremento de los ingresos esperados necesitarn crecer para ser mayores -i.e. al menos del 20%- y esto se cumple mediante la inflacin. Mayores tasas de inters implican que la inflacin debe ser mayor, o los vencimientos de la deuda no podrn ser atendidos. (El saber convencional toma la causalidad precisamente al revs, de algn modo se cree que una alta inflacin aumenta las tasas de inters, cuando en el mundo real funciona al revs. Otro tema, para otro da). 3. La Nueva Normalidad en el Mercado Laboral Bien, entonces, nos encontramos estancados, interrumpidos por burbujas que temporalmente aumentan el crecimiento econmico slo detenidas por crisis financieras y recesin. Para las gente normal, la mayor secuela es el desempleo. De hecho, incluso las recuperaciones alimentadas por las burbujas crean muy pocos empleos. Durante todo el 2013, la recuperacin ha creado slo un promedio de 184.000 empleos en el sector privados al mes. (Ver el excelente anlisis de Daniel Alpert). Mientras la tasa de desempleo cae, que fue debido mayormente a la disminucin de las tasas de participacin de la fuerza trabajo (la tasa de participacin de la fuerza de trabajo no institucionalizada sigui cayendo en 2013 del 63.3% al 62.8%). En realidad, si la tasa de participacin no hubiese cado, la tasa de desempleo se hubiera quedado alrededor del 9% a pesar de los nuevos empleos. Para poner las cosas peor, la creacin de empleo puede estar ralentizndose: solo 74.000 empleos han sido creados en Diciembre de 2013. Adems, tal y como un reciente informe del Tesoro adverta: De Febrero de 2010 hasta Octubre de 2013, el sector pblico, ha destruido un total de 608.000 empleos. En el mismo periodo de tiempo, los empleos de la administracin estatal y local han disminuido en 450.000, incluyendo 354.000 empleos de los gobiernos locales (de los cuales 243.000 fueron en el sector de la educacin local). Las preocupaciones sobre las finanzas del gobierno han forzado a los recortes -en la educacin de todas partes!poniendo obstculos que ralentizan el crecimiento del sector privado. Todava peor. Como Dan Alpert informa, el sector privado est creando empleos mayormente en el franja baja de salarios: Estos sectores: vendedores, servicios administrativos, ocio y hostelera, juntos conllevan un tercio de todos los empleos del sector privado en los EEUU, pero son la fuente del 57% de la creacin de empleo en la primera mitad de este ao (cerca del 70% en el segundo cuatrimestre por s solo). En Diciembre todos los empleos creados del

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sector privado fueron en la franja baja de salarios, mientras que en la franja alta de salarios se perdieron ocho mil empleos. As que hasta aqu hemos llegado, en el mejor de los casos, con un crecimiento escaso de empleos como comportamiento normal de la economa en las ltimas cuatro dcadas. La recesin oficialmente termin mucho antes de que los empleos se hayan recuperado (ver el grfico de Stephanie Kelton aqu). Justo cuando el mercado de trabajo comienza a mejorar, todo colapsa con el estallido de una burbuja y volvemos a comenzar de nuevo. Existe un efecto acumulativo por el cual, ms gente pierde su empleo en cada recesin, y relativamente menos gente recupera el empleo en la poca expansiva. Con la notable excepcin del boom de Clinton, el pico en el ciclo econmico es crecientemente incapaz de crear empleo y aumentar la tasa de participacin de la fuerza de trabajo. Los lumbreras claman ahora, despus de la Gran Crisis Financiera, que esto es la nueva normalidad -debemos esperar tasas de participacin bajas para la fuerza de trabajo porque nuestra economa nunca producir suficientes puestos de trabajo para los recin incorporados, quedando solo para aquellos que llevan buscando trabajo durante meses o aos. Esto aadido al incremento de la mecanizacin y robotizacin, ms la competitividad internacional, ms la destruccin de empleo pblico. y ya puedes ver porqu hay tan poca esperanza en la bsqueda de trabajo de los americanos. Algunos atribuyen el declive en la tasa de participacin de la fuerza de trabajo a la demografa: la ola de jubilaciones de los nacidos durante el Baby-Boom significa que tenemos una pirmide de poblacin invertida (grande en la cima con jubilados y unos pocos en edad de trabajar en la parte baja de la pirmide para reemplazarlos). Hay una parte de verdad en esto, pero es enormemente exagerado. La cada de la tasa de participacin de la fuerza de trabajo desde 2007 es demasiado grande para ser atribuida a los cambios demogrficos que se producen casi como glaciaciones. Dado esto, la mayora de americanos acercndose a la edad de jubilacin no tienen suficientes ahorros para vivir de la Seguridad Social, no existe razn alguna para creer que la mayora de jubilados pueden vivir sin un trabajo pagado. Como Dan Alpert informa: La tasa de participacin de la fuerza de trabajo est ahora en niveles no vistos desde finales de los 70, antes de la entera incorporacin de la mujer al mercado laboral Uno esperara que, si la tasa de participacin de la fuerza de trabajo estuviese decayendo tan precipitadamente es porque se estar retirando tanta gente voluntariamente que el ratio empleo/poblacin (REP) para los empleados mayores de 55 estar cayendo tambin. No solo esto no se ha dado, sino que el REP para los trabajadores mayores de 55 aos, de media, fue mayor en 2013 que durante la Gran Recesin y tambin en cualquier momento anterior. Los americanos mayores se aferran a su puesto de trabajo para salvar su vida en el mundo de posterior a la recesin de escaso o inexistente bienestar en la jubilacin. Mientras los datos no son suficientes para probar empricamente que los trabajadores de mayor edad son menos rgidos cuando se trata de aceptar salarios ms bajos con tal de mantenerse trabajando (a menudo aceptando puestos para los cuales estn sobre-cualificados), creemos que este es el caso. Por ltimo, darse cuenta de que todos estos datos son sobre poblacin civil no institucionalizada -aquellos que son mayores de 16 aos, no estn en la escuela y no estn en prisin. Un mercado laboral podrido tiende a incrementar la poblacin institucionalizadareduciendo la poblacin calculada para la tasa de participacin de la fuerza de trabajo. En los EEUU existe, por supuesto, el encarcelamiento feliz, arrastrando a millones entre rejas y a prisin cada ao. Y (pero esto no es algo malo) un mercado laboral podrido tiende a ser bueno para la matriculacin escolar. An as, esto significa que tenemos un menor porcentaje de poblacin para mantener a aquellos que no lo estn: Relativamente al total de la poblacin, al final de 2013 tenemos 118,5 millones de trabajadores a tiempo completo y 26 millones a tiempo parcial, aguantando una poblacin de 316 millones de personas. (Alpert, citado anteriormente). En otras palabra, justo el 37,5% de los residente de los EEUU estn trabajando a tiempo completo para sostener al otro 62.5%. Mientras los trabajadores chinos estn tomando parte de la carga en este momento, para producir para los americanos que no pueden obtener un empleo, podramos tener un mayor standard de vida si tuvisemos ms americanos trabajando a tiempo completo (y es arriesgado seguir contando con la generosidad de los chinos!).

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(Es irnico que nuestra preocupacin sobre el dficit -estimulada por Pete Peterson- vaya sobre un horizonte infinito de nmeros rojos en la Seguridad Social de los prximos 30 o 50 o 100 aos por el envejecimiento de los americanos. Lo que se quiere es cortar el gasto gubernamental ahora para reducir el dficit fiscal hoy con el objetivo de que, de algn modo, mejoren las finanzas de la Seguridad Social en un futuro lejano. Pero la solucin real para mejorar los nmeros de los jubilados -hoy y en el futuro- es tener ms gente trabajando. Recortar el gasto pblico y reducir el dficit ahora solo reduce el nmero de personas trabajando para mantener a aquellos que no estn trabajando). Los verdaderos problemas son el lento crecimiento y la escasez del crecimiento del empleo. Incluso si pudisemos hacer crecer el PIB uno o dos puntos ms, tampoco se crearan suficientes empleos. Y por lo que ya hemos discutido arriba, no existe nada que vaya a mantener el crecimiento del PIB al 4 o 6 por ciento suficiente tiempo como para crear oportunidades de inversin que acten en el lado de la oferta y gasto en consumo que acte en el lado de la demanda. Podramos imaginar un crecimiento del gobierno que aumentara la demanda agregada suficiente como para inducir a la inversin, pero no va a ocurrir. Demasiados en Washington creen que el To Sam est quebrado, y que lo que necesita es guardar su cartera. Para poner al gobierno en la rampa ascendente, To Sam necesita algo en lo que gastar. En el pasado dependimos del keynesianismo militar -encontraramos una excusa para invadir o una mayor amenaza externa que requiera un masivo gasto domstico: la cada de las fichas de domin, un misil, un interesante sistema de autopistas, un presidente prometiendo alcanzar la luna antes del final de la dcada. Pero con la cada de la Unin Sovitica, y la conquista de Europa por parte del Euro, es difcil encontrar un desafo que valga la pena. El presidente Obama intent levantar el fantasma de China, pero la mayor preocupacin que los americanos ven en China es que producen una creciente cantidad de deseables productos a un precio increblemente bajo. Las prdidas de la destruccin de empleos son superadas por el ahorro en el coste de un mayor nmero de consumidores, por lo que, es difcil movilizar a la poblacin con esa amenaza. Desafortunadamente, el presidente no tiene ni idea de para qu movilizara a los americanos, incluso si pudieran ser convencidos de que hay una verdadera amenaza china. En resumen, la percepcin del peligro de las importaciones a bajo coste que los americanos quieren comprar no es sustituto de la Amenaza Roja de los 50 y 60 en trminos de crear un inters nacional en el crecimiento econmico. Lo que lleva inexorablemente a 4. Empleo Garantizado La receta para restaurar la prosperidad es crear puestos de trabajo y aumentar los salarios ms bajos para que las ventas al consumo crezcan. No queremos depender de otra burbuja de consumo alimentada por la deuda. No podemos depender de la inversin porque incluso en el improbable caso de que las Hadas de la Confianza puedan persuadir a las empresas a invertir ms, el impacto del multiplicador en la demanda agregada sera rpidamente superado por la realidad de que el efecto de una mayor capacidad productiva en la Oferta Agregada superara el crecimiento de la demanda. En cualquier caso, los periodos de expansin liderados por el sector privado pierden impulso y con frecuencia terminan en un crisis financiera debido a la acumulacin de deuda. Para romper este ciclo necesitamos que el gobierno juegue un papel ms importante. El crecimiento liderado por el gobierno realmente mejora la fortaleza financiera del sector privado, y no necesita depender de la confianza en las hadas, ya que directamente se convierte en ms empleo, mayor ingreso y mayores ventas. Existe un creciente reconocimiento de que el empleo directamente creado por el gobierno debe ser parte del plan. Jesse Myers dej rodar la bola con este artculo, Cinco Reformas Econmicas por las que los Millennials deberan estar Luchando, con la propuesta de Garantizar el Empleo, en primer lugar:

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R. Wray, El derecho al trabajo Garantizar el empleo a todos.

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Azota el desempleo. La ms fcil y directa solucin es que el gobierno garantice a todo el que quiera contribuir productivamente a la sociedad la posibilidad de ganarse decentemente la vida en el sector pblico. Hay millones de personas que quieren trabajar, y hay toneladas de trabajos que necesitan ser realizados -es una obviedad. Esta idea no es tan radical como suena: es similar a lo que la Administracin Federal de Mejora del Trabajo hizo posible durante el New Deal de Roosvealt y el Dr. Martin Luther King, Jr apoy abiertamente un programa pblico que garantizase el empleo en los 60s. Un empleo garantizado que paga un salario digno ancla los precios, mejorando las condiciones para los trabajadores de las mega-empresas como Walmart o McDonals, y dirige el empleo hacia los ms pobres y los parados de larga duracin - persona para quienes el dinero de los estmulos convencionales no gotea hasta tan abajo. El programa automticamente se extendera durante las depresin del sector privado y se contraera durante las expansiones del sector privado, compensando el ciclo empresarial y enviando a la gente de un trabajo a otro, en vez de del trabajo al desempleo, cuando los tiempos se ponen difciles. Algunos economistas han propuesto establecer un empleo garantizado a travs del sector sin nimo de lucro, que hara incluso ms fcil ajustar el empleo al trabajador. Imagina un mundo donde las personas pudieran contribuir con las habilidades que les motivan -ensear, instruir, agricultura urbana, limpiar el medioambiente, pintar murales- en vez del telemarketing o cualquier otra estpida tarea que los jefes necesitan que se haga para inflar sus millones. Suena bien, verdad? Su artculo di una tormentosa bienvenida a la discusin y l apareci en cada charla en la cual era recomendable estar. El Huffington Post realiz una encuesta para averiguar cual de las cinco reformas recoga ms apoyos. El Empleo Garantizado fue por mucho el favorito. Empleo Garantizado para todos El empleo garantizado para cada americano fue por mucho el ms popular de las cinco reformas de Myerson, con el 47% mostrndose favorables a garantizar un empleo para cada adulto americano que no pueda encontrar uno en el sector privado, y el 41% diciendo que se opondra a la idea. Las personas por debajo de los 30 fueron los ms comunes entre todos los que dieron apoyo al empleo garantizado para todos los americanos. Incluso, la gente fue dividida entre diferentes sectores socioeconmicos entre los que seran o no favorables a la propuesta. El 59% de la gente con un ingreso en el hogar menor a 40.000$, pero solo el 36% de ellos con un ingreso superior a los 100.000$, dicen estar a favor de garantizar el empleo a todo americano. El 69% de los afroamericanos, pero slo el 43% de los blancos dice estar de acuerdo. El 65% de los Demcratas dice apoyar la propuesta, pero slo el 39% de los independientes y nada ms el 35% de los Republicanos estn de acuerdo. Predeciblemente, los de mayor ingreso y los blancos conservadores se oponen al programa, mientras un larga mayora de los de bajos ingresos, Demcratas y afroamericanos apoyan el programa. Aquellos que estn menos afectados por la tragedia de la falta de trabajo son a los que menos simpatas despierta la propuesta. Observar, sin embargo, que cuando desglosamos los resultados de la encuesta, encontramos que slo una pequea porcin de la poblacin se opone fuertemente al empleo garantizado (EG) -sobre el 25% Estara usted a favor o en contra de una ley que garantiza el empleo para todos los americanos adultos, siendo el gobierno el que provee los empleos para las personas que no pueden encontrar un empleo en el sector privado?

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Totalmente a favor.22% A favor 25% En contra ...13% Totalmente en contra28% Cuando indagas un poco ms profundo, los resultados se ponen incluso ms interesantes. El cincuenta por ciento, o ms, de los encuestados en cada grupo de edad excepto por encima de los 65 aos, estn totalmente de acuerdo o a favor de EG. Solo el 9% de los Demcratas y el 11% de los afroamericanos estn totalmente en contra del programa. Entre aquello con un ingreso medio (40-80 mil dlares anuales) solo el 30% se opone totalmente al programa. Por regiones, el Noreste y el Midwest tienen una mayora de apoyos para el EG; en el Sur, el EG casi tiene la mayora (48%) con solo el Oeste rechazndolo (34% totalmente en desacuerdo y el 17% en desacuerdo con el programa). Hay dos cosas sorprendentes sobre los resultados. La primera, la pregunta realizada se refiere a un programa en el cual el gobierno provee los empleos. Dada la supuesta hostilidad nacional hacia el gobierno, es significativo que la pregunta haya suscitado tantas respuestas favorables. En segundo lugar, es sorprendente que con tan alto apoyo entre Demcratas y afroamericanos, no hayamos visto ningn lder apostando por algo que su electorado claramente reclama. De hecho, en mi propio contacto personal con cargos electos por el partido Democrtico y con thintanks progresistas en Washington, que supuestamente apoyan programas por el inters de los hogares de ingresos ms bajos y de los afroamericanos, me he encontrado con casi una total hostilidad al EG. Me han dicho sin rodeos que no hay apoyo en Washington para la creacin de empleo por el gobierno. Estos resultados de la encuesta, as como el inters en el artculo de Myers, desmiente la posicin oficial de Washington. Para poner un ejemplo de la opinin oficial de Washington sobre EG, ver la feroz reaccin de Matthew Yglesias, portavoz oficial designado de los liberales, quienes argumentan que es demasiado problemtico crear puestos de trabajo para los desempleados. (La lnea de pensamiento, por supuesto, ha sido aplicada para el movimiento de Mujeres Sufragistas o el movimiento por los Derechos Civiles. Gracias a Dios, los progresistas solan pensar que vala la pena el esfuerzo para hacer algo progresista.) Creo que si la propuesta del EG hubiera sido explicada por completo, hubiera ganado incluso ms apoyos. Mientras que el gobierno federal necesita financiarlo, no hay motivo por el cual necesitemos tener al gobierno creando todos los puestos de trabajo. Myers enlaz un excelente artculo de mi colega, Pavlina Tcherneva. Pavlina propone financiar el EG a travs del gobierno federal, pero el programa ser establecido mediante el sector sin nimo de lucro: ella propone un enfoque de abajo arriba basado en programas comunitarios que pueden ser implementados en todas las fases del ciclo empresarial; esto es, en base a un programa de EG implementado por el sector sin nimo de lucro (con participacin del sector social emprendedor) pero financiado por el gobierno. Creo que es el modo correcto de empezar; si las empresas sin nimo de lucro no pueden crear suficientes trabajos, entonces dejemos a los gobiernos estatales proponer proyectos. Si esto todava no elimina el desempleo involuntario, entonces, el gobierno federal aadir ms proyectos. Matt Bruenig continu el hilo en Demos: Hay muchas cosas que puedes decir sobre la idea de un EG pblico. Pero lo nico que no puedes decir es que es un idea sin pedigree en este pas. l encontr un excelente informe del gobierno de 1967 que propona el EG. Lo que encontr interesantes es que es totalmente paralelo a la propuesta de Hyman Minsky del mismo tiempo (ver el libro de Minsky aqu).

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Como he escrito antes, Minsky argumento que la Guerra contra la Pobreza de KennedyJohnson fracasara porque no pona la creacin de empleo como elemento principal. Minsky argument que cualquier guerra contra la pobreza que fuera en serio, proveera un trabajo a quien quisiera trabajar. Tambin reconoci que el salario del programa se convertira en el salario real mnimo ya que nadie podra trabajar por menos. De este modo, no slo un EG asegura el pleno empleo, sino que puede usarse tambin para asegurar un salario y unas condiciones de trabajo decentes. Encontraris ambos argumentos en el siguiente informe. Cito literalmente dos secciones del mismo informe porque contiene poderosos argumentos por el EG. Mientras ste informe se concentra en la necesidad de empleos en el mundo rural, la situacin en nuestras mayores ciudades es hoy similar a la discutida en el informe. Leer el informe, y luego compararlo con las tontera que suenan desde Washington hoy en da: Un informe de la Comisin Nacional de la Presidencia Asesora en Pobreza Rural. Por la Comisin Asesora Breathitt, Edward T. sobre Pobreza Rural. Fecha de publicacin, setiembre 1967; Nuestra Nacin est plagada por una extensa pobreza rural en la mayor parte de reas de nuestro pas y abarca unos 14 millones de personas rurales. Este nmero total sera incluso mayor si muchas personas del mundo rural no hubieran emigrado a las reas urbanas de nuestro pas. La poblacin rural pobre se caracteriza por un bajo ingreso, una mayor tasa de desempleo (4 por ciento nacional, y 18 por ciento en reas rurales), baja asistencia escolar, viviendas pobres, hambre, malnutricin y una mayor tasa de mortalidad infantil que entre el grupo ms privilegiado en las reas urbanas. La Comisin Nacional Asesora de la Presidencia sobre Pobreza Rural ha elaborado una ruta para eliminar la pobreza rural, como explica en las siguientes recomendaciones -(1) Los EEUU deben adoptar e implementar un poltica de igualdad de oportunidades para todas las personas, (2) la poltica nacional de pleno empleo, inaugurada en 1946, debe hacerse efectiva, (3) nuestro gobierno federal debe asegurar a todas las personas un ingreso suficiente para un vida decente, (4) las polticas y programas laborales deben ser renovados, (5) la educacin rural debe mejorada, (6) mejores servicios de salud junto con la planificacin familiar deben ser provedos, (7) un gran mejora debe realizarse en las viviendas rurales, y (8) distritos de varios condados deben ser unidos para implementar cooperativos y coordinados programas para el desarrollo econmico. [El siguiente extracto corresponde desde la pgina 19 a la 22 del informe] Empleo Garantizado La Comisin recomienda: 3. El Gobierno de los Estados Unidos debe estar preparado para proveer empleo al salario mnimo, o mejor, a toda persona dispuesta y capaz de trabajar. Los pobres rurales quieren trabajar. Quieren ganarse su propia vida, para ser respetados por sus propias familias y comunidades como personas responsables y capaces. Existe gran cantidad de trabajo que necesita ser realizado en las reas rurales. La evidencia indica que muchos pobres rurales pueden ser plenamente empleados por el sector privado, siempre y cuando estn preparados para realizar adecuadamente esos trabajos. Muchos otros pueden ser contratados en servicios pblicos, para reparar las desmoronadas casas pobres rurales, o construir nuevas viviendas; para mejorar el sistema de aguas y alcantarillado, o construir nuevos all donde no existan hoy. Hospitales y escuelas necesitan ms trabajadores. Autopistas y parques necesitan ser mejorados y mantenidos. El pobre de las zonas rural puede realizar muchos de estos trabajos, mientras gana un razonable ingreso. Los pobre rurales quieren trabajos en sus comunidades de origen o a una distancia razonables. A muchos de ellos no les preocupa desplazarse a una pequea o mediana ciudad a trabajar, pero a menudo estn temerosos de mudarse a los grandes centros metropolitanos. En las pequeas ciudades, Hay menos cosas que superar, menos que desaprender, menos de lo que disculparse por no

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saber. Los servicios pblicos de empleo no son nuevos en los Estados Unidos. Durante el masivo desempleo de los aos 30, tantas como 3,7 millones de personas estaban empleadas al mismo tiempo en programas de emergencia del Gobierno Federal. Hoy en da, los servicios pblicos de empleo son de un alcance mucho menor, actualmente empleando slo a 50.000 personas. En comparacin con los programas de emergencia de los aos 30, los programas actuales son bastante diferentes en trminos generales, ya que estn especialmente dirigidos para aquellas personas y reas que se han quedado atrs en zonas, por otro parte, prsperas. Los programas de hoy estn diseados no slo para proveer un valioso servicio pblico en las escuelas, parques, hospitales, escuelas y donde sea, de nuestra nacin, sino tambin para proveer educacin, preparacin y experiencia laboral a los desempleados y sub-empleados pobres. La gran mayora de los americanos piensa que los servicios pblicos de empleo son una buena idea. En una encuesta reciente, el 66% de los blancos y el 91% de los negros eran favorables a establecer a gran escala proyectos Federales de trabajo para dar empleo a los desempleados, como un modo de resolver los crecientes problemas y prevenir los disturbios raciales. Nosotros estamos alentados por tres programas administrados por la Oficina de Programas Laborales, del Departamento de trabajo de los EEUU: Programa Principal, Nuevas Carreras Profesionales y Comunidad Juvenil. Son un programa con un doble propsito, proveer formacin as como servicios de empleo pblico. Operacin Principal La mitad de los fondos de la Operacin Principal va a las reas rurales. El objetivo del programa es mantener empleos permanentes, con salarios decentes, para adultos pobres con un historial de desempleo crnico. Los proyectos incluidos en la Operacin Principal estn diseados para mejorar las reas rurales y las poblaciones pequeas o reas especficas de ingresos bajos. Por ejemplo, los proyectos pueden buscar el decrecimiento de la contaminacin, mejorar los parques, rehabilitar viviendas, o ayudar a extender las educacin, sanidad o los servicios sociales. Para poder ser elegido para este programa las personas deben tener al menos 22 aos, debe estar desempleada y debe provenir de una familia cuyo ingreso anual est por debajo de la lnea de pobreza establecida por la Administracin de la Seguridad Social. Actualmente, el nmero de oportunidades en los servicios pblicos de empleo disponibles bajo la Operacin Principal est alrededor de los 8.100 -una mera gota en el balde. Este programa est proveyendo una valiosas experiencia en reclutamiento y empleo a los pobres rurales, pero debe ser enormemente extendido. Nuevas Carreras Profesionales Nuevas Carreras Profesionales es un nuevo programa diseados mayormente para las reas rurales. Solo el 12% de los fondos se destina a las reas rurales. Este programa es similar a la Operacin Principal, en trminos de objetivos y requisitos de seleccin. Los proyectos de Nuevas Carreras Profesionales intentan mejorar las condiciones fsicas, sociales o culturales. El programa est diseado para suplicar carencias laborales crticas en servicios esenciales como la sanidad, educacin y seguridad pblica. Los puestos de trabajo son reestructurados para que la parte rutinaria pueda ser cubierta por la preparacin. La prioridad se le da a proyectos que, mientras se facilita el proceso profesional, consiguiendo empleo permanente, con oportunidades para promocionar, en campos que se beneficie a los pobres. Los proyectos de Nuevas Carreras Profesionales fueron financiados recientemente para proveer de experiencia laboral a 2.706 adultos que se encuentran por debajo de la lnea de pobreza en 17 Estados. Este es un comienzo muy modesto, pero el programa debe ser continuamente expandido. Este proyecto se centra a conciencia en comunidades donde existen las mximas perspectivas para futuras oportunidades profesionales. Algunas se encuentran en grandes reas metropolitanas, como Hartford y Minneapolis; otras en pequeas ciudades como Roanoke y Durham, donde los pobres de zonas rurales pueden tener unas mejores oportunidades de participacin.

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R. Wray, El derecho al trabajo Comunidad Juvenil

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La Comunidad Juvenil (CJ) es la contraparte juvenil de los programas Operacin Principal y Nuevas Carreras Profesionales, diseado para incrementar la tasa de empleo en personas por debajo de los 22 aos con familias pobres. Los proyectos ayudan a hombres y mujeres jvenes para ganar experiencia laboral y tener un ingreso. La gente joven recibe una formacin especial y servicios relacionados con su profesin que desarrolle su mximo potencial ocupacional y motivarlos a continuar o volver a la escuela. Asignacin de trabajo tanto en el sector pblico como en el privado proveyendo experiencia en muchos campos incluyendo educacin, mantenimiento, salud, servicio de alimentacin y recreacin. Este programa incluye ms de 1000 proyectos activos, mayormente en comunidades urbanas. Sobre un tercio de las oportunidades de ser incluido en el programa ser en zonas rurales. La CJ es una prometedora forma de servicio de empleo pblico para los pobres de las zonas rurales, apuntalando la preparacin de los pobre para ocuparse de manera ms productivas. Un Comienzo Prometedor Estos tres programas son un comienzo prometedor. Un indeseable aspecto de estos programas, sin embargo, es que la lnea de pobreza establecida por la Administracin de la Seguridad Social es usada como estndar para determinar los requisitos de elegibilidad. Esta lnea de pobreza fue diseada con otros propsitos, y no es apropiada o suficientemente adecuada para ser usada con determinante para la eleccin o no en un programa antipobreza. Muchas personas tienen grandes necesidades incluso con ingresos algo superiores a alguna arbitraria lnea de pobreza. Adems, estamos a favor de programas que creen una atmsfera de dignidad personal. El estigma de trabajos para los pobres debe ser erradicada. De otro modo, la efectividad del programa ser reducida enormemente. Muchos de los pobres pueden estar avergonzados de participar y aquellos que participan pueden ser privados del autoestima que es tan esencial para la dignidad humana y el bienestar. Es el propsito de las recomendaciones de la Comisin que el servicio pblico de empleo se expanda lo suficiente de tal modo que estn disponibles gran cantidad de oportunidades para los pobres, incluso sin hacer que la pobreza sea un requisito de elegibilidad. Los programas del servicio de empleo pblico deben ser extendidos para cubrir toda la fuerza laboral, garantizando a todos los que quieran trabajar un empleo, sin importar su edad, sexo, raza, color, credo o residencia. Uno de los obstculos ms difciles para la expansin del servicio pblico de empleo en las reas rurales es la falta de transporte. Muchos de los pobres de las zonas rurales, particularmente aquellos de las reas aisladas, encuentran muy difcil viajar a diario desde sus casas al trabajo. En el captulo 10, la Comisin propone una ayuda pblica para el sistema de transporte rural para superar dicha dificultad. Salario Mnimo Universal Desde hace mucho la poltica de esta nacin ha establecido un salario mnimo nacional. A pesar de ello, la legislacin sobre el salario nico se limita a cierta ocupaciones. La estructura ocupacional de las reas rurales est muy ponderada hacia empleos no cubierto por el salario mnimo. Consecuentemente, hasta la fecha la Amrica rural ha sido obviada por el pedazo de comida cubierto por la legislacin del salario mnimo. Los trabajos menos productivos son de salarios mucho ms bajos en las ocupaciones no cubiertas por la legislacin. Esta comisin cree firmemente que es injusto y poco tico para la sociedad permitir que un segmento de la poblacin se enriquezca a expensas de otros segmentos. La Comisin recomienda 4. El salario y las horas cubiertas por la Ley de Estndares del Trabajo Justo se extienda uniformemente, como el mismo salario mnimo y horas extras pagadas, a todas las ocupaciones. Estas recomendaciones deben ser hechas efectivas los antes posible, dando un tiempo razonable a las reas locales para ajustarse a las mayores tasas salariales.

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R. Wray, El derecho al trabajo Salario Mnimo y Empleo Garantizado

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Una ley sobre el salario mnimo asegura que un trabajador sea pagado con el salario legal, pero no garantiza que vaya a estar empleado. La ley prohibe a un empleador pagar un salario menor que el salario mnimo. Por otro lado, algunos trabajadores, particularmente los menos productivos, es probable que sean despedidos y que no puedan trabajar por el salario mnimo. De este modo, la aplicacin del salario mnimo por s solo puede empeorar las condiciones de los trabajadores menos productivos. Esta comisin cree que una extensin del salario mnimo, tal y como se recomienda aqu, debe ser acompaada por un programa Federal de empleo garantizado. Con ambas recomendaciones tendramos un efecto de subir el ratio salarial en las ocupaciones ms desagradables e indeseables por encima del salario mnimo legal. As es como debe ser. Si nosotros, como sociedad, queremos que esos trabajos se realicen, debemos aceptar pagar salarios razonables, a mayor precio si es necesario. Tan pronto como el programa Federal de empleo garantizado por el salario mnimo sea implementado en toda nuestra economa, la ley sobre el salario mnimo sera redundante. Todos los empleadores tendrn que pagar el salario mnimo o ms para atraer a cualquier trabajador, porque ningn trabajo por el que se pague menos ser ocupado. Randall Wray es uno de los analistas econmicos ms respetados de Estados Unidos. Escribe regularmente en New Economic Perspectives y en Economonitor.com. Profesor de economa en la University of Missouri-Kansas City e investigador en el Center for Full Employment and Price Stability. Ha sido presidente de la Association for Institutionalist Thought (AFIT) y ha formado parte del comit de direccin de la Association for Evolutionary Economics (AFEE). Randall Wray ha trabajado durante mucho tiempo en el anlisis de problemas de poltica monetaria, macroeconoma y polticas de pleno empleo. Es autor de Understanding Modern Money: The Key to Full Employment and Price Stability (Elgar, 1998) y Money and Credit in Capitalist Economies (Elgar 1990). ! Traduccin para www.sinpermiso.info : Azoye Alfageme ! Sinpermiso electrnico se ofrece semanalmente de forma gratuita. No recibe ningn tipo de subvencin pblica ni privada, y su existencia slo es posible gracias al trabajo voluntario de sus colaboradores y a las donaciones altruistas de sus lectores.

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! http://neweconomicperspectives.org/2014/01/growing-recognition-need-job-guarantee.html

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