Cavernas Del Rio Parana
Cavernas Del Rio Parana
Cavernas Del Rio Parana
Cueva de la Salamanca en San Pedro. Es el cavernamiento natural más grande de la región, con una altura que alcanza los
6 metros (A) y más de 50 metros de profundidad. Los procesos de erosión y meteorización generan debilitamientos y
derrumbes (B) que en cientos de años pueden establecer aberturas en los techos similares a las simas de hundimiento
cársticas.
Presentado en el 1° Congreso Nacional de Áreas Naturales Protegidas, Huerta Grande, Córdoba, 28 al 30 de marzo de 2003.
A diferencia de las cavernas del litoral atlántico (véase Duymovich y Moneda, 1965), las del norte
de la provincia no son invadidas diariamente por las aguas. El ingreso sólo se produce durante las
crecientes excepcionales (frecuencias de 1 a 10 años), lo que permite el desarrollo de
microestructuras erosivas y de actividad biológica en su interior.
En las paredes y en el techo se observan numerosas estriaciones y proyecciones, que simulan
diminutas estalactitas. Se originan cuando el vapor de la humedad procedente del exterior, se
condensa en las paredes a causa del enfriamiento experimentado al penetrar en las cavidades. El
agua que se escurre, disuelve y erosiona la roca. La concentración de minerales, suele cubrir a
estas estructuras con una película de manganeso o calcita, originada por precipitación química.
Los ecosistemas contienen una importante riqueza biológica. Se destacan principalmente por la
existencia de fauna criptozoica (geófilos) que también se registran entre las grietas y huecos de las
barrancas (opilones, pseudoescorpiones, diplópodos). Especies como los grillos cavernícolas del
género Endecous, solo han sido observadas dentro de estas cavidades. La incorporación de
insumos (dada por la acumulación de excrementos, egagrópilas, restos de nidificaciones, material
arrastrado por el río, etc.) atraen a otros invertebrados como gasterópodos, isópodos, arañas, e
insectos coleópteros, heterópteros, dictiópteros y ortópteros (véase Lipps et al., 1997). Entre los
vertebrados son frecuentes los anfibios (Leptodactilus ocellatus, L. gracilis, Bufo fernandezae, B.
arenarum), aves (Tyto alba y representantes de la familia Hirundinidae) y mamíferos (Conepatus
chinga, Didelphis albiventris, Holochilus brasiliensis, colonias de Myotis levis). El reciente nuevo
registro para la provincia del anfibio Physalaemus albonotatus (Herrera y Voglino, 2002) y el
hallazgo del murciélago Desmodus rotundus (cuya distribución mas austral es poco conocida;
véase Parera, 2002), junto con importantes concentraciones de egagrópilas (fuente de restos
óseos de micromamíferos), evidencian su importancia como sitios de interés para el estudio de las
faunas locales. La interrupción de la continuidad de las estrechas barrancas, debido a la
deforestación de especies nativas, a la invasión por especies exóticas, la edificación y el tránsito
sobre ellas o en sus proximidades, obstaculiza el flujo de la fauna silvestre que conforma los
frágiles ecosistemas de estas cavidades. Además, son frecuentemente visitadas por pobladores
locales y turistas, quienes producen importantes disturbios como socavamientos en las paredes;
grabados con cinceles o pintura; desperdicios sobre el sustrato; rastros de fogatas y del ingreso
con antorchas. En ocasiones han sido usadas como viviendas o corrales para animales. Se
destaca su influencia sobre los habitantes de la costa y de las poblaciones cercanas, al enriquecer
al imaginario regional al originar numerosas leyendas populares. Habitualmente son utilizadas
como puntos de referencia y han dado nombre a parajes y emprendimientos comerciales.
Presentado en el 1° Congreso Nacional de Áreas Naturales Protegidas, Huerta Grande, Córdoba, 28 al 30 de marzo de 2003.
Todas las cavernas se encuentran rodeadas por los escasos bosques de barranca que
caracterizan la porción mas septentrional del Subdistrito del Tala, Provincia del Espinal (Cabrera,
1976), unidad fitogeográfica que ha sido incluida dentro de una de las ecoregiones mas
amenazadas del país (véase Bertonatti y Corcuera, 2000). Sin embargo solo una de las cavidades
registradas, se localiza dentro de un área natural protegida (cueva "Laguna Negra" en el Parque
Regional, Forestal y Botánico "Rafael de Aguiar", San Nicolás). Recientemente se ha presentado
una propuesta para la creación de una reserva natural provincial (según lo estipulado por la ley
10907/90) que incluiría a cuatro de ellas, situadas en el límite convencional entre los partidos de
Ramallo y San Pedro (Voglino et al., 2001). Si bien el proyecto cuenta con el aval de los
propietarios de los sectores mejor conservados del área y de la Dirección de Recursos Naturales
de la Provincia, aún no se han establecido lineamientos que definan los pasos para su concreción.
Los terrenos donde se emplazan las cavernas del norte de la provincia de Buenos Aires, deberían
ser considerados como áreas naturales prioritarias de conservación. La mayoría se encuentran
ubicadas próximas a áreas naturales protegidas (Reserva Municipal Ramallo; Refugio Histórico
Nacional “Vuelta de Obligado"), situación propicia para lograr una interconexión (tendiente a evitar
los efectos por insularización) que garantice la migración de los organismos. El establecimiento de
"corredores biológicos" entre las reservas mencionadas, se presenta como una alternativa eficiente
y necesaria para conservar estos cavernamientos y a uno de los ambientes silvestres más
biodiversos y menos conocidos de toda la provincia de Buenos Aires.
BIBLIOGRAFIA
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Aires.