Joyas Que Estan Desapareciendo El Estado de Los Anfibios en El Nuevo Mundo
Joyas Que Estan Desapareciendo El Estado de Los Anfibios en El Nuevo Mundo
Joyas Que Estan Desapareciendo El Estado de Los Anfibios en El Nuevo Mundo
EN COLABORACIN CON
NatureServe es una organizacin sin fines de lucro dedicada a proporcionar conocimiento cientfico que es el fundamento para acciones de conservacin eficaces.
Cita: Young, B. E., S. N. Stuart, J. S. Chanson, N. A. Cox y T. M. Boucher. 2004. Joyas que Estn Desapareciendo: El Estado de los Anfibios en el Nuevo Mundo. NatureServe, Arlington, Virginia. NatureServe 2004 ISBN 0-9711053-1-4 El financiamiento principal para la publicacin de este informe fue otorgado por BP .
NatureServe 1101 Wilson Boulevard, 15th Floor Arlington, VA 22209 Estados Unidos de Amrica 703-908-1800 www.natureserve.org
Bruce E. Young NatureServe Apdo. 75-5655 Monteverde, Puntarenas Costa Rica 011-506-645-6231
En esta pgina: Hyalinobatrac hium valerioi (una rana de cristal). Preocupacin Menor. Costa Rica, Panam, Ecuador y Colombia. / Foto de Piotr Naskrecki. Tapa Arriba: Agalychnis calcarifer (una rana calzonuda). Preocupacin Menor. Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panam, Colombia y Ecuador. / Foto de Piotr Naskrecki. Arriba, a la derecha: Atelopus zeteki (una rana arlequn). En Peligro Crtico. Panam. / Foto de Forrest Brem. Abajo, a la izquierda: Salamandra nortea de dos rayas (Eurycea bislineata). Preocupacin Menor. Canad y Estados Unidos. / Foto de Geoff Hammerson. Abajo, a la derecha: Phyllomedusa lemur (un hlido). En Peligro. Costa Rica, Panam y Colombia. / Foto de Forrest Brem. Contratapa Arriba: Eleutherodactylus diastema (una rana de lluvias tropicales). Preocupacin Menor. Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panam y Colombia. / Foto de Piotr Naskrecki. Abajo, a la izquierda: Atelopus zeteki (una rana arlequn). En Peligro Crtico. Panam. / Foto de Forrest Brem. Direcha: Agalychnis saltator (una rana calzonuda). Casi Amenazado. Honduras, Nicaragua, Costa Rica. / Foto de Piotr Naskrecki.
Simon N. Stuart, Janice S. Chanson, y Neil A. Cox IUCN/SSC Biodiversity Assessment Initiative Center for Applied Biodiversity Science Conservation International 1919 M Street N.W., Suite 600 Washington, DC 20036 EUA 202-912-1000 Timothy M. Boucher The Nature Conservancy 4245 N. Fairfax Drive, Suite 100 Arlington, VA 22203-1606 EUA 703-841-5300
Agradecimientos
Ante todo agradecemos a los 229 cientficos que contribuyeron con su tiempo, experiencia y, en muchos casos, con datos inditos para las evaluaciones que conforman la Evaluacin Global de los Anfibios, de la cual este informe presenta los hallazgos ms importantes con respecto al Nuevo Mundo. Ellos son quienes merecen todo el reconocimiento por la integridad de la base de datos. Aunque son demasiados para nombrarlos aqu, todos estn incluidos en el Apndice 1. Sin embargo, debemos mencionar a los 23 cientficos que hicieron un esfuerzo extraordinario para completar la versin en borrador de la base de datos con anticipacin a los talleres de revisin. Ellos son Geoffrey A. Hammerson (Estados Unidos y Canad), S. Blair Hedges (Islas del Caribe), Georgina Santos-Barrera (Mxico), Gustavo Cruz (Honduras), Federico Bolaos (Costa Rica), Frank Sols (Panam), Wilmar Bolvar (Colombia), Fernando Castro (Colombia), Santiago Ron (Ecuador), Luis Coloma (Ecuador), Enrique La Marca (Venezuela), Robert Reynolds (las Guayanas), Dbora Silvano (Brasil), Claudia Azevedo-Ramos (Brasil), Javier Icochea (Per), Lily Rodrguez (Per), Ariadne Angulo (Per), Claudia Cortez (Bolivia), Esteban Lavilla (Argentina), Carmen beda (Argentina), Lucy Aquino (Paraguay), Norm Scott (Paraguay), y Alberto Veloso (Chile). El financiamiento principal para la publicacin de este informe fue proporcionado por una donacin generosa de BP y la Moriah Fund. Un importante apoyo para NatureServe, por su trabajo en la porcin sobre el Nuevo Mundo de la Evaluacin Global de los Anfibios, fue otorgado por Ben y Ruth Hammett, la Regina Bauer Frankenberg Foundation for Animal Welfare, y la National Science Foundation (a travs de las becas DEB-0130273 y INT-0322375).* La Evaluacin Global de los Anfibios (GAA) no hubiera sido posible sin el generoso apoyo econmico de varias instituciones. Agradecemos especialmente a la Moore Family Foundation y la Gordon and Betty Moore Foundation cuya extraordinaria generosidad a travs de sus donaciones a Conservation International proporcion el apoyo central para la Evaluacin Global de los Anfibios. La MAVA Foundation, el Departamento de Estado de los EE.UU. (a la UICN**), y el Critical Ecosystem Partnership Fund (a Conservation International) proporcionaron importante apoyo adicional para la porcin del Nuevo Mundo de la GAA. Gracias tambin a los que contribuyeron con la GAA desde otras regiones, incluyendo a la Chicago Zoological Society, el Columbus Zoo, la Disney Foundation, la Kadoorie Farm and Botanic Garden, George Meyer, la Society for Wildlife and Nature, la Taipei Zoological Foundation, y WWF-Australia. Darrel Frost del American Museum of Natural History nos brind informaciones taxonmicas y de distribuciones muy valiosas. Estamos profundamente en deuda con su servicio a la comunidad herpetolgica por mantenernos completamente al corriente en este campo que cambia tan rpido. Tambin agradecemos a David B. Wake por proporcionarnos los registros iniciales de las distribuciones nacionales de la base de datos AmphibiaWeb. La mayora de los mapas de distribuciones utilizados para las especies de los Estados Unidos fueron adaptados de los mapas y datos de distribucin preparados en la Ball State University por Priya Nanjappa, M.S., Laura M. Blackburn, M.S. y Michael J. Lannoo, Ph.D. El desarrollo de la Base de datos del Atlas de Anfibios de los Estados Unidos (United States Amphibian Atlas Database) fue apoyado en parte por subsidios y/o fondos conjuntos de la National Fish and Wildlife Foundation, el United States Fish and Wildlife Service, y el Disney Wildlife Conservation Fund a la Ball State University. Las siguientes personas proporcionaron apoyo logstico local para los talleres de la GAA: Enrique Lahmann y Ana Virginia Mata (Costa Rica), Adriano Paglia, Jos Mara Cardoso da Silva y Luis Paulo de Souza Pinto (Brasil), Paul y Sara Salaman (Ecuador), Esteban Lavilla y Nstor Basso (Argentina), Juan Carlos Ortiz (Chile), David Gower y Mark Wilkinson (UK), y Sixto Inchaustegui (Repblica Dominicana). Tambin agradecemos a Matt Foster, Mike Hoffmann, Penny Langhammer y a Don Church quienes ayudaron como facilitadores de grupos de trabajo durante los talleres de la GAA. Muchos miembros de RANA (La Red de Anlisis sobre Anfibios Neotropicales Amenazados) contribuyeron a la elaboracin de Joyas que Estn Desapareciendo. Agradecemos a los cientficos cuyos nombres son mencionados en las cajas de texto por su contribucin y la cuidadosa revisin. Ellos contribuyeron a que la descripcin de la informacin fuera exacta. Estamos especialmente agradecidos a James Collins, Geoffrey Hammerson, Rafael Joglar y Robert Puschendorf, cuyos comentarios mejoraron sustancialmente las primeras versiones del manuscrito. Paul Robie tambin provey una valiosa revisin. Rob Riordan supervis cuidadosamente todas las etapas de produccin de este informe. Clara Klimovsky realiz la traduccin al espaol, cuyos trminos cientficos y estilo fueron revisados y corregidos por Esteban Lavilla. Marti Betz es responsable del hermoso diseo. Gracias, adems a los numerosos fotgrafos que nos permitieron reproducir sus imgenes de las joyas que estn desapareciendo en este mundo.
*Todas las opiniones, hallazgos y conclusiones o recomendaciones expresadas en este trabajo son las de sus autores y no necesariamente representan las opiniones de la National Science Foundation. **La designacin de entidades geogrficas en este libro, y la presentacin de la materia, no implican ninguna opinin por parte de UICN con respeto al estado legal de ningn pas, territorio, u rea, o de sus autoridades, ni relacionado con la delimitacin de sus fronteras o lmites. Las opiniones expresadas en esta publicacin no
ndice
Resumen Ejecutivo Introduccin
Qu son los Anfibios? Los Anfibios en sus Ecosistemas El Problema: La Declinacin de las Poblaciones El Propsito de la Evaluacin Global de los Anfibios Mtodos 2 5 5 7 7 7 11 13 13 22 31 32 33 35 37 38 38 39 41 41 42 42 43 44 45 46 50-53 50 52
Referencias Apndices
Apndice 1. Cientficos que Contribuyeron Apndice 2. Mtodos para la Recoleccin de Datos Apndice 3. Lista Completa de Especies, est disponible en lnea en www.natureserve.org/publications/disappearingjewels.jsp.
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Arriba: Hyla ebraccata (un hlido). Preocupacin Menor. Mxico, Guatemala, Belice, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panam, Ecuador y Colombia. / Foto de Piotr Naskrecki.
Resumen Ejecutivo
En aos recientes, los cientficos y los conservacionist as han hecho sonar la alarma para avisar que los anfibios estn desapareciendo delante de nuestros propios ojos. Incluso en ambientes aparentemente prstinos, ms y ms de estos deslumbrantes habitantes de nuestros bosques, desiertos, corrientes de agua y humedales han ido desapareciendo. Pero, hasta ahora, los informes han sido limitados en su alcance geogrfico y taxonmico. Estas disminuciones son extensas o estn limitadas a unas pocas reas localizadas? Los anfibios estn sufriendo la misma crisis general de biodiversidad que afecta a otros grupos animales bien conocidos, como las aves y los mamf eros, o les est sucediendo algo completamente diferente?
Este informe acerca de los hallazgos sobre el Nuevo Mundo realizados por la Evaluacin Global de los Anfibios (GAA) responde estas preguntas y ofrece un anlisis exhaustivo del estado de la conservacin de todos los anfibios de Amrica del Norte, Mesoamrica, Amrica del Sur y del Caribe. Nos hemos concentrado en el Nuevo Mundo por la continuidad de las masas terrestres y por la relacin evolutiva de las especies que all se encuentran. Hemos compilado informacin acerca de la taxonoma, distribucin, abundancia y tendencia poblacional, historia natural, amenazas y medidas de conservacin para cada una de las especies. Estos datos formaron la base para la aplicacin de los criterios de la Lista Roja de UICN para categorizar las especies en base a su estado de conservacin. En total, 229 cientficos contribuyeron a la base de datos que es el fundamento de este informe. LOS HALLAZGOS MS IMPORTANTES El Nuevo Mundo alberga ms de la mitad de las 5743 especies reconocidas de anfibios (ranas, sapos, salamandras y cecilias). Sus 3046 especies representan un 53% del total mundial. Brasil y Colombia tienen la fauna anfibia ms diversa del mundo, con 731 y 698 especies respectivamente. Los cinco pases ms importantes en cuanto a anfibios (incluidos Ecuador, Per y Mxico) estn todos en el Nuevo Mundo, y Venezuela y los Estados Unidos estn entre los 10 primeros. En el nivel inferior de la escala de diversidad, una cantidad de naciones de las Islas del Caribe tiene slo una especie nativa cada una. Los anfibios amenazados existen en casi cualquier parte, pero estn concentrados en ciertos lugares: Hait; la regin montana del sudeste de Chiapas, Mxico hasta el centro de Guatemala; la regin montana de Costa Rica y el occidente Panam; los Andes de Colombia y Ecuador y la porcin central del Bosque Atlntico de este brasileo. Los anfibios que habitan ambientes de altura, que tienen un rango de distribucin restringido y que se caracterizan por ciclos vitales terrestres (a diferencia de los que utilizan una combinacin de hbitats acuticos y terrestres) tienen ms probabilidades de estar amenazados que las especies con otras caractersticas. Con el 39% de las especies amenazadas, el riesgo que enfrentan los anfibios del Nuevo Mundo es considerablemente ms alto que el de las aves (10%) o los mamferos (16%) en la misma regin. Desde una perspectiva regional, los anfibios del Caribe son los ms amenazados (el 84% de las 171 especies de la regin), seguidos por los de Mesoamrica (de Mxico hasta Panam) con el 52% de sus 685 especies, Amrica del Sur (31% de sus 2065 especies), y Amrica del Norte (21% de sus 262 especies). El promedio global del 32.5%. Casi dos de cada cinco especies de anfibios en el Nuevo Mundo (1187 especies o 39%) estn amenazadas de extincin, incluidas 337 especies clasificadas como En Peligro Crtico, o al borde de la extincin. Nueve especies se han extinguido en los ltimos 100 aos. Otras 117 especies estn posiblemente extintas , es decir, los cientficos no tienen conocimiento de ninguna poblacin existente, pero no han realizado las bsquedas extensivas necesarias para colocar estas especies en la categora de Extintas. Muchas de estas disminuciones son recientes: desde aproximadamente 1980, cuatro especies se han extinguido y 109 especies se han vuelto a ser posiblemente extintas.
Los anfibios se enfrentan con dos amenazas muy importantes y varias secundarias. La prdida del hbitat causa la contraccin gradual y la fragmentacin de las poblaciones y es, por lejos, la amenaza ms generalizada, ya que afecta al 89% de todas las especies amenazadas. La prdida del hbitat es causada en primer lugar por la agricultura en expansin, la explotacin forestal y la infraestructura de desarrollo (por ejemplo, la industrializacin, la construccin de rutas, y el desarrollo de viviendas). Un segundo factor es una enfermedad, recientemente descubierta, causada por el hongo quitridio, que ha causado, o se sospecha que es responsable de haber causado, disminuciones aceleradas en muchas especies, incluidas casi la mitad (47%) de todas las especies En Peligro Crtico y un cuarto de las amenazadas. Otras amenazas importantes incluyen los contaminantes ambientales (26% de las especies) y factores intrnsecos tales como la limitacin del tamao del rango de distribucin (23%). Los cambios climticos han comenzado a afectar a algunas especies y un anlisis independiente predice que esto se volver una importante amenaza para los anfibios durante el Siglo XXI.
RECOMENDACIONES 1. reas Protegidas: Fortalecer el manejo y la proteccin en las reservas existentes y expandir las reas protegidas para cubrir los rangos de distribucin de las especies amenazadas que no estn protegidas en la actualidad. 2. Polticas Pblicas: Re-examinar y mantener actualizadas las listas nacionales y subnacionales de las especies amenazadas, y al mismo tiempo fortalecer la legislacin que protege las especies de la lista. 3. Cra en Cautiverio: Implementar la cra en cautiverio de las especies que enfrentan una alta probabilidad de extincin en estado silvestre, especialmente las amenazadas por la enfermedad del hongo quitridio. 4. Educacin: Intensificar las actividades de extensin para educar al pblico, incluidos los nios en edad escolar, acerca de la difcil situacin de los anfibios, especialmente la de aquellas especies amenazadas que tienen poblaciones cercanas a la audiencia objeto.
El sistema de parques y reservas pblicas y privadas del hemisferio occidental no provee proteccin por ms de un tercio (37%) de los amenazados, lo que enfatiza la naturaleza incompleta del sistema de reas protegidas. Aun para especies que viven dentro de las reas protegidas, el manejo no es eficaz para detener la prdida del hbitat. Por otra parte, algunas amenazas, como los cambios climticos o las enfermedades, trascienden los lmites de los parques y las reservas. Este informe no deja dudas acerca de que los anfibios son el grupo animal ms amenazado en el Nuevo Mundo que haya sido examinado a la luz de los criterios de la Lista Roja de UICN. Las extinciones son progresivas. Continuarn a menos que quienes establecen las polticas, los conservacionistas, quienes manejan la tierra y el pblico realicen acciones de conservacin directas y urgentes para salvar estas joyas que estn desapareciendo. 5. Investigacin: Acelerar la investigacin sobre la biologa de la enfermedad del hongo quitridio con el objetivo de lograr controlarla en la vida silvestre. Expandir el monitoreo de poblaciones y aumentar la investigacin sobre especies pobremente conocidas y sobre los efectos de los contaminantes en los anfibios.
Pgina opuesta: Agalychnis calcarifer (una rana calzonuda). Preocupacin Menor. Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panam, Colombia y Ecuador. / Foto de Piotr Naskrecki. En esta pgina, arriba: Salamandra moteada (Ambystoma maculatum). Preocupacin Menor. Estados Unidos y Canad. / Foto de Geoff Hammerson. En esta pgina, abajo: Rana toro (Rana catesbeiana). Preocupacin Menor. Nativa de Canad, Estados Unidos y Mxico. / Foto de Geoff Hammerson.
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FIGURA 1
Introduccin
Los anfibios ocupan una posicin enigmtica en la conciencia del pblico, incluso entre los ambientalmente concientes. A pesar de que sabemos que ranas, sapos y salamandras andan a nuestro alrededor, raramente los vemos. Por el contrario, las aves nos deleitan con sus sonidos incluso en los mbitos ms urbanos, los mamferos viven con nosotros como mascotas y compaeros domsticos. Hasta los peces pueden alegrar nuestros acuarios o servir como presas de una excursin de pesca de fin de semana. Sin embargo, simplemente no nos encontramos con los anfibios en nuestra vida cotidiana como lo hacemos con otros animales. Los anfibios raramente ingresan en las habitaciones de los seres humanos, con la notable excepcin de los baos en cierta clase de hoteles de la costa tropical. Los anfibios prefieren cinagas y pantanos mientras los seres humanos, cuando estn al aire libre, prefieren las aceras y los senderos secos. Cuando llueve, la gente corre buscando donde cubrirse al mismo tiempo que los anfibios salen a cielo abierto. Cuando muchos de los sapos y ranas machos llenan el aire de la noche con su croar, chirridos y gorjeos o braman sus llamados de amor, la mayora de la gente duerme. Aunque los anfibios son muy comunes en algunos lugares, para muchos de nosotros, nuestras imagines de los anfibios estn fuertemente influidas por interpretaciones culturales como la Rana Ren o los sapos parlantes de los comerciales televisivos. Pero si echamos un vistazo al mundo de los anfibios reales, encontraremos algunos aspectos sorprendentes. Los cientficos han registrado 5743 especies de anfibios en el mundo, aproximadamente el mismo nmero que de mamferos y ms de la mitad que el de las aves existentes. A pesar de esto, esperamos descubrir muchas ms especies de anfibios que de aves y mamferos, especialmente en las Guayanas y en Per donde son particularmente poco conocidas. Algunas especies exhiben espectaculares patrones de colores: son las joyas de los bosques. Pocas aves tropicales pueden ostentar tantos colores como, por ejemplo, la rana calzonuda (Agalychnis callidryas) de Mesoamrica. Los anfibios se comportan de modos que desafan la imaginacin. Los machos de la rana de Darwin (gnero Rhinoderma) de Chile y Argentina ingieren los huevos de su pareja y los incuban en sus sacos vocales. Despus de unas semanas, los jvenes emergen completamente formados de la boca de sus padres. Las hembras de las ranas de jeans (Dendrobates pumilio) en Costa Rica llevan a sus larvas desde el suelo del bosque, donde las incuban, a diminutas charcas arbreas que se forman en las axilas de las hojas de las bromelias. Estas guarderas en miniatura estn libres de predadores, pero tambin desprovistas de comida para los renacuajos en desarrollo. Para resolver este problema, la hembra regresa regularmente a poner huevos que se conviertan en alimento para la cra. Los sapos de patas de azadn (gnero Scaphiopus) en el rido sudoeste norteamericano pueden pasar ms del 99 por ciento de su vida enterrados en el suelo. Luego de la cada de las fuertes lluvias, emergen rpidamente para una explosiva sesin de reproduccin en la cual los huevos recientemente puestos se desarrollarn en sapitos totalmente formados en unos ocho das.
Arriba: Gastrotheca sp. (una rana marsupial). Panam. / Foto de Ross Alford.
Mientras observamos ms profundamente, encontramos ms elementos que desafan nuestras preconcepciones acerca del modo de vida de los anfibios.
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CAJA 1
Arriba: Gymnopis multiplicata (una cecilia). Preocupacin Menor. Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panam. Anormalidades evolutivas, las poco conocidas cecilias viven fundamentalmente bajo tierra y parecen una cruza entre una serpiente y una lombriz. / Foto de Piotr Naskrecki.
conservar suficientes cantidades de hbitat, sostena el razonamiento, podramos conservar la vida silvestre que dependa de stos. Pero luego los cientficos comenzaron a hacer enigmticas observaciones. An en hbitat aparentemente prstino, las poblaciones de anfibios estaban disminuyendo e incluso desapareciendo misteriosamente. Este fenmeno no se limitaba a unas pocas especies o a un rea geogrfica pequea. Las declinaciones fueron documentadas en Australia, en Mesoamrica, Amrica del Norte y del Sur, en el Caribe y ms recientemente en frica y Asia11,12,13. Slo en Amrica Latina, nueve familias y 30 gneros de anfibios haban sido afectados a finales de los aos 9014. Al comienzo, algunos cientficos eran escpticos con respecto a que las declinaciones fueran reales porque las poblaciones de anfibios son notorias por sus excesivas fluctuaciones15. Una vez que se demostr, con pruebas estadsticas poderosas, que las disminuciones eran mucho mayores que las razonablemente esperadas por el azar, muchos de los investigadores finalmente se dieron cuenta de que algo estaba misteriosamente fuera de su sitio16. Los informes de disminuciones y extinciones aparecieron aceleradamente durante los aos 90 y los medios de comunicacin comenzaron a prestarle atencin a la historia. Estas observaciones indicaron que algo especfico y problemtico les estaba sucediendo a los anfibios. En un sitio en Costa Rica, el 40% de la fauna de anfibios desapareci en un periodo breve
Tres grupos importantes de animales forman los anfibios: las salamandras, las ranas y los sapos, y las pocas conocidas cecilias.
Los anfibios son importantes no slo por lo que comen sino porque son comidos. Muchas aves, mamferos, peces e incluso araas incluyen anfibios en su dieta. Un murcilago tropical (Trachops cirrhosus) se especializa en comer ranas, e incluso ha aprendido a diferenciar el canto de las especies comestibles del de las venenosas9. Una considerable cantidad de vboras tambin preda fuertemente a los anfibios. La falsa terciopelo (Xenodon rabdocephalus) se especializa an ms en sapos1. Aves acuticas como las garzas son predadores obvios de las ranas y los renacuajos, pero una sorprendente cantidad de aves tropicales del sotobosque, incluidos los trepadores y los hormigueros, tambin consumen significativas cantidades de ranas10. Los anfibios, por lo tanto, desempean un papel importante en sus ecosistemas: prestan servicios en el ciclo de nutrientes y controlan poblaciones de insectos, al mismo tiempo que mantienen diversas comunidades predadoras. La piel de los anfibios es muchsimo ms permeable a su ambiente que la de otros animales vertebrados. Todos los anfibios usan su piel hmeda y vascular para obtener oxgeno del aire. Los pletodntidos, un gran grupo de 341 especies de salamandras de las Amricas, no tienen pulmones. A causa de la permeabilidad de la piel de los anfibios, los contaminantes propagados por el agua entran rpidamente en su cuerpo y se acumulan en el tejido ms rpido que en otros animales. Por esta razn, los anfibios son excepcionales indicadores de la calidad ambiental.
hacia fines de los aos 8016. Historias similares pueden contarse acerca de otros lugares14. La prdida de especies de anfibios no slo contribuye a la crisis de la biodiversidad mundial, sino que tambin tiene importantes implicaciones para los ecosistemas en las que suceden. Sin anfibios se rompen eslabones en la cadena alimentaria y otros organismos son influenciados en modos, a menudo, impredecibles.
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CAJA 2
acuticos (en oposicin a la mayora de las aves y los mamferos), y que tienen una fuerte sensibilidad a la contaminacin ambiental, los anfibios necesitaban claramente una evaluacin igualmente exhaustiva de su estado de conservacin. conservation assessment. Este informe ofrece una sntesis de la porcin del Nuevo Mundo de la Evaluacin Global de los Anfibios (GAA), un esfuerzo por evaluar la situacin de los anfibios en todo el mundo a la luz de los criterios de UICN. Los anfibios en el Nuevo Mundo estn unidos por la historia evolutiva, la geografa, y por las economas y culturas de los pueblos que manejan sus hbitats. Al escribir este informe esperamos resaltar la diversidad y el estado de peligro de los anfibios del Nuevo Mundo. Mostramos cules son los anfibios ms amenazados y describimos qu los amenaza, as como el modo en que los sistemas nacionales de reas
protegidas ayudan a conservar las faunas de anfibios. Por ltimo, presentamos una agenda para la conservacin de los anfibios. El resultado puede ser utilizado por los gobiernos y las organizaciones conservacionistas para establecer prioridades para las acciones de conservacin a niveles regionales, nacionales y locales. Al destacar la difcil situacin de los anfibios, esperamos incitar a quienes manejan los recursos y al pblico en general a las acciones para que estas relumbrantes joyas de nuestra fauna silvestre reciban la misma proteccin a largo plazo que cualquiera de las obras maestras que se exhiben en un museo. La necesidad es urgente ya que estas joyas estn desapareciendo rpidamente. A menos que realicemos acciones rpidas, muchas habrn desaparecido para siempre.
TABLA 1
CATEGORAS
CATEGORA
EXTINTO
DE LA
LISTA ROJA
DE
UICN
DEFINICIN
Especies sobre las que no queda ninguna duda razonable de que el ltimo individuo ha muerto. Especies que slo sobreviven en cautiverio y/o como poblaciones naturalizadas. Especies que enfrentan un riesgo extremadamente alto de extincin. Especies que se considera que enfrentan un riesgo muy alto de extincin en estado silvestre Especies que se considera que enfrentan un riesgo alto de extincin en estado silvestre. Especies que no cumplen con los criterios de En Peligro Crtico, En Peligro o Vulnerable en la actualidad, pero estn prximas a cumplirlos o posiblemente los cumplan en un futuro cercano. Una especie se considera de Preocupacin Menor cuando no cumple ninguno de los criterios que definen las categoras de En Peligro Crtico, En Peligro, Vulnerable o Casi Amenazado. Se incluyen en esta categora taxa abundantes y de amplia distribucin. Especies sobre las cuales no hay informacin adecuada para hacer una evaluacin de su riesgo de extincin basndose en la distribucin y/o estado de la poblacin. Un taxn en esta categora puede estar bien estudiado, y su biologa ser bien conocida, pero se carece de los datos apropiados sobre su abundancia y/o distribucin. Datos Insuficientes no es, por lo tanto, una categora de amenaza.
Las especies amenazadas estn incluidas en una de las tres categoras impresas en ROJO.
ABREVIATURA
EX
EW CR EN
VULNERABLE
VU
CASI AMENAZADO
NT
PREOCUPACIN MENOR
LC
DATOS INSUFICIENTES
DD
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CAJA 3
Arriba: Diseada por la evolucin: toma cercana del ojo de una rana calzonuda de ojos rojos (Agalychnis callidryas). / Foto de Piotr Naskrecki.
MTODOS
Nuestros anlisis se basan en la aplicacin de los criterios de las Listas Rojas20 para las 3046 especies de anfibios registradas en el Nuevo Mundo. La Tabla 1 muestra las categoras y sus definiciones (ver tambin Caja 3). El Nuevo Mundo comprende la parte continental de Amrica del Norte, de Amrica del Sur y Mesoamrica, todas las islas cercanas a la costa y el Caribe. Gran parte del anlisis es por regiones del Nuevo Mundo (Figura 1): Amrica del Sur Todos los pases de la parte continental de Amrica del Sur adems de las islas de las Antillas Holandesas y Trinidad y Tobago. Mesoamr ica Desde Mxico hasta Panam. Caribe Todos los pases y territorios de las Antillas Mayores y Menores adems de las islas asociadas tales como las Islas Turcas y Caicos, las Bahamas y las Islas Caimn. Amrica del Norte Canad y los Estados Unidos (excluido Hawai y dems posesiones). Para aplicar los criterios, compilar la informacin de apoyo y trazar los mapas de rangos de distribucin, conseguimos la colaboracin de numerosos herpetlogos de todas estas regiones. En la mayora de los casos un nico cientfico complet el borrador de la base de datos e incluy informacin sobre la distribucin, abundancia y tendencia poblacional, la historia natural, las amenazas y las medidas de conservacin para todas las especies en una regin. Luego, en el mbito de un taller, otros expertos actualizaron la informacin basndose en literatura reciente y en informacin indita. En total, 229 cientficos participaron en alguna etapa del desarrollo de la base de datos (ver Apndice 1). Una vez que se compil toda la base de datos, re-examinamos la asignacin de las categoras de la Lista Roja para todas las especies para asegurarnos de que los criterios fueron aplicados de modo parejo a lo largo de todas las regiones del Nuevo Mundo. Los anlisis espaciales se basan en la cantidad de especies que satisfacen los criterios analizados y que existen en cada bloque de una cuadrcula de un cuarto de grado de latitud y longitud por lado. A menos que se indique lo contrario, los anlisis pertenecen a las especies nativas existentes, considerando como tales aquellas que han alcanzado su actual distribucin sin la ayuda de humanos. Nuestros anlisis no incluyen datos de 11 especies que fueron descriptas en siglos anteriores y de las cuales los especmenes tipo se han perdido o la informacin acerca del pas de origen es dudosa. Para una descripcin ms detallada de nuestros mtodos, incluida una lista de las especies excluidas, ver el Apndice 2.
Arriba: Rana de jeans hembra (Dendrobates pumilio). Preocupacin Menor. Nicaragua, Costa Rica y Panam. / Foto de Ross Alford. Segunda desde arriba: Hyla polytaenia (un hlido). Preocupacin Menor. Brasil. Con 731 especies, Brasil alberga la mayor diversidad anfibia del mundo. / Foto de Martha C. Lange. Tercera desde arriba: Una rana de la madera (Rana sylvatica). Preocupacin Menor. Canad y Estados Unidos. Floreciente desde los Apalac hes hasta el Crculo rtico, la rana de la madera es el anfibio que llega a habitar ms al norte en el hemisferio. / Foto de Geoff Hammerson. Abajo: Oedipina collaris (una salamandra). Datos Insuficientes. Nicaragua, Costa Rica, Panam. De uno de cada cinco anfibios del Nuevo Mundo, incluida esta salamandra, se carecen de datos suficientes para evaluar adecuadamente su estatus de conservacin. / Foto de Roberto Brenes.
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CAJA 4
FIGURA 2
El Nuevo Mundo (Amrica del Norte, Mesoamrica, Amrica del Sur y del Caribe) alberga 3046 especies de anfibios, ms de la mitad de las especies conocidas del mundo.
Los patrones de diversidad de los anfibios son el resultado de complejas interacciones entre la historia geolgica, la topografa actual, las condiciones ambientales actuales y la competicin entre las especies mismas. Las salamandras son ms diversas en el sudeste de los Estados Unidos y Mesoamrica (ver Caja 4). Los sapos y las ranas son ms diversos en la cuenca superior del Amazonas y en el Brasil oriental. Las cecilias, menos numerosas, son ms diversas en la cuenca del Amazonas (Figuras 2-4). Lo que sigue es un breve panorama de la diversidad de los anfibios de sur a norte, en las regiones ms importantes del este hemisferio, hogar de 3046 especies, ms de la mitad (53%) de los anfibios conocidos del mundo. Las Tablas 2 y 3 muestran una sntesis de datos para este hemisferio. Una lista completa de especies est disponible en lnea en w w w .natureserve.org/publications/disappearingjewels.jsp.
Arriba: Rana calzonuda de ojos rojos (Agalychnis callidryas). Preocupacin Menor. Mxico, Belice, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panam y Colombia. Uno de los anfibios ms distribuidos y ms colorido entre los anfibios tropicales, la rana calzonuda de ojos rojos tambin es favorecida en el comercio de mascotas. / Foto de Ross Alford.
12 13
FIGURA 3
FIGURA 4
TABLA 2
DIVERSIDAD EN GENERAL DE LOS ANFIBIOS LOS PRIMEROS 10 PASES DEL NUEVO MUNDO
PAS BRASIL COLOMBIA ECUADOR PER MXICO VENEZUELA ESTADOS UNIDOS BOLIVIA PANAM COSTA RICA NO. DE ESPECIES 731 698 447 398 351 293 262 201 189 179
Izquierda: Patas de azadn de Couch (Scaphiopus couchii). Preocupacin Menor. Estados Unidos y Mxico. Como otros pies de azadn, esta especie que habita fundamentalmente en desiertos pasa meses en madrigueras bajo tierra y emerger para reproducirse slo luego de grandes lluvias. / Foto de Geoff Hammerson. Centro: Sapo Americano (Bufo americanus). Preocupacin Menor. Canad y Estados Unidos. El gorjeo musical de estos y otros sapos comunes es uno de los signos de bienvenida a la primavera en Amrica del Norte. / Foto de Geoff Hammerson. Derecha: Bufo atacamensis (un sapo). Preocupacin Menor. Chile. Mostrado en amplexo (apareando), este sapo vive en oasis desperdigados en el Desierto de Atacama en Chile, la regin ms seca del Planeta. / Foto de Alberto Veloso.
FIGURA 5
Los anfibios, que dependen del agua (o al menos de microhbitats hmedos) y evitan las temperaturas extremas, son ms abundantes en climas benignos y hmedos. Las especies montanas tienden a tener rangos de distribucin ms pequeos, mientras que las especies de las tierras bajas, con menos barreras severas para la dispersin, tienden a tener rangos de distribucin amplios. No sorprende entonces que la diversidad de anfibios sea mayor en las lluviosas tierras altas tropicales y menor en las tierras bajas secas y de clima templado del sudeste de Bolivia y hacia el sur a lo largo de Argentina (Figura 5). La mayor diversidad de anfibios se registra en la cuenca superior del Amazonas y en el bosque Atlntico del Brasil oriental. La estrechez de los rangos en algunos bosques de los Andes y (en menor grado) en los bosques Atlnticos es notable. Numerosas especies se circunscriben a una sola cuenca de agua: algunas an son slo conocidas en el mismo sitio en que los cientficos las descubrieron por primera vez.
La mayor diversidad de anfibios de la Tierra se encuentra en la cuenca superior del Amazonas y en el bosque Atlntico del Brasil oriental.
Las salamandras de Amrica del Sur son llamativas por su rareza y AMRICA DEL SUR En trminos de diversidad de anfibios, Amrica del Sur no tiene igual. La asombrosa cifra de 2065 especies habita en sus tierras continentales, ms que en ninguna otra parte de la Tierra, aunque ese total est lejos de ser completo. Los taxnomos descubren y describen nuevas especies ms rpido hoy que nunca antes21. En contraste, las aves fueron descubiertas y descriptas en mayor cantidad en el siglo diecinueve y hoy quedaran slo unas pocas especies nuevas por descubrir. Amrica del Sur debe esta diversidad a su historia geolgica, a extensas reas hmedas, a la diversidad de hbitat y a su actual posicin a horcajadas del ecuador. Los linajes bsicos de anfibios se haban dispersado dentro de Amrica del Sur antes de que se separara del resto de continentes del hemisferio sur, hace entre 30 y 35 millones de aos22. Los Andes, una de las cadenas de montaas ms grandes del planeta, comenzaron a elevarse hace entre 70 y 80 millones de aos, a medida que Amrica del Sur era arrastrada hacia el oeste de frica21. Las laderas escarpadas de esta cordillera de 7500 kilmetros de largo crearon numerosas barreras para la dispersin de los anfibios, permitiendo la evolucin de especies a medida que las poblaciones se desarrollaban en reas aisladas. El relieve topogrfico de otras importantes cadenas montaosas, como las antiguas tierras altas de Guayana y las montaas del Brasil oriental, tambin ofrecieron numerosas oportunidades para la evolucin de especies. Por ltimo, los efectos climticos de las corrientes ocenicas fras en interaccin con estas cadenas de montaas produjeron complejos patrones de hbitats hmedos y secos en el continente. Pero los sapos y las ranas son el verdadero espectculo en Amrica del Sur, con el 95% de la fauna de anfibios del continente (1959 especies). Estas criaturas viven en prcticamente todos los hbitats concebibles. Por ejemplo, el sapo Bufo atacamensis vive en oasis en el medio del desierto de Atacama, Chile, el lugar ms seco de la Tierra y la rana Telmatobius marmoratus habita en corrientes de agua de hasta 5000 m de altura, a mucha mayor altura que la lnea de vegetacin de los Andes. La familia Leptodactylidae se ha diversificado en 834 especies, que incluyen las 421 especies en el gnero Eleutherodactylus, el gnero de vertebrados ms diverso del mundo. Muchas ms especies de leptodactlidos se han dispersado y diversificado en el Caribe y en Centro Amrica, y alcanzan incluso el sur de los Estados Unidos. Amrica del Sur es el nico lugar donde se pueden hallar las ranas de la montaa Tukeit (Allophryne ruthveni), una rana tan diferente de las otras que fue ubicada en su propia familia (Allophrynidae). Otras familias nicas en Amrica del Sur incluyen las ranas doradas (Brachycephalidae), un grupo cuyo rango se extiende slo seis minutos de longitud, con frecuencia especies de colores brillantes y las dos especies de ranas de Darw in (Rhinodermatidae). se registraron solamente 28 especies en dos. Los ancestros de estas especies parecen haberse dispersado desde Amrica del Norte hacia una Amrica del Sur previamente libre de salamandras durante los ltimos tres a cinco millones de aos, desde que se form el Istmo de Panam. Las cecilias, aunque no atraen la atencin, son en realidad diversas en Amrica del Sur donde varios hbitats albergan no menos de la mitad de las cecilias del planeta.
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TABLA 3
ESTADO DE AMENAZA DE LOS ANFIBIOS DEL NUEVO MUNDO POR PAS O TERRITORIO
PAS TOTAL EX EW CR EN VU NT LC DD PORCENTAJE EXTINT O O AMENAZADO*
AMRICA DEL SUR Argentina Bolivia Brasil** Chile Colombia Ecuador Guayana Francesa Guayana Antillas Holandesas Paraguay Per Surinam Trinidad y Tobago Uruguay Venezuela
2,065 155 201 731 53 698 447 101 115 1 78 398 101 33 43 293
151 2 5 20 9 50 32
247 15 6 38 4 78 73
231 13 10 52 7 80 58 3 6
100 9 6 21 3 43 22
1 19 2 1 18
31 2 2 24
28 2 5 2 26
3 11
3 7
75
31 19 10 15 38 30 37 3 5 0 1 20 2 27 9 24
MESOAMRICA Belice Costa Rica El Salvador Guatemala Honduras Mxico Nicaragua Panam
3 1
120 1 20 3 19 27 57 1 18
158 3 22 3 34 23 90 4 22
77 2 19 2 21 3 44 5 12
38 6 9 1 12 8 21 1 7
197 26 88 21 38 50 94 55 107
92 1 20 1 11 3 45 2 23
52 15 35 26 55 47 54 15 28
CARIBE Anguilla Antigua y Barbuda Bahamas Barbados Islas Vrgenes Britnicas Islas Caimn Cuba Dominica Repblica Dominicana Granada Guadalupe Hait Jamaica Martinica Montserrat Puerto Rico San Cristbal y Nevis Santa Luca San Vicente y Granadinas Islas Vrgenes Americanas
171 1 2 2 1 5 2 58 4 36 3 5 50 21 4 2 18 2 2 3 5
63
62
18
7 1
1 15 1 10 1 31 7 1 1 7 1
1 23 1 16 1 2 10 8 9 5 2 1 1 1 5 2 1 1 2 1 1 1 1 2
21 1 1 2 1 3 2 9 1 4 2 1 4 2 1 1 4 1 1 2 3
84 0 0 0 0 40 0 81 50 86 33 60 92 81 50 50 72 50 0 33 40
262 44 262
2 2
1 1
2 2
15 15
34 1 34
32 3 32
162 40 162
14 14
21 2 21
NUEVO MUNDO
3,046
337
482
358
169
1,057
633
39
*Incluye Extinto, Extinto en Estado Silvestre, En Peligro Crtico, En Peligro y Vulnerable. **Para este informe, modificamos las categoras asignadas a algunas especies de Brasil para reflejar una aplicacin consistente de los criterios de la Lista Roja. Nota: Las columnas no suman los totales regionales debido a las especies que se encuentran en ms de un pas. Una lista completa de las especies est disponible en lnea en www.natureserve.org/publications/disappearingjewels.jsp.
Cuando se trata de diversidad de ranas, la imaginacin de la naturaleza va mucho ms all que las homogneas criaturas verdes de las animaciones televisivas o de los juguetes de peluche que se acumulan en los dormitorios de nuestros nios. En Amrica del Sur, estos animales son extraordinariamente variables en tamao, forma, color y diseo. Las ranas venenosas (familia Dendrobatidae), llamadas as por una especie de Colombia que fue usada por los pueblos nativos para untar sus dardos de caza, pueden tener en su piel manchas de cada uno de los colores del arco iris. Estas diminutas gemas pueden ser muy comunes en el suelo de los bosques, a lo largo de corrientes de agua tropicales. Las ranas mono en el gnero Phyllomedusa muestran permanentemente una sonrisa de gato de Cheshire. Los sapos arlequn (gnero Atelopus) exhiben todas las combinaciones posibles de negro y amarillo que puedan concebirse, con el aadido ocasional de algunos detalles en rojo o naranja, para variar. Amrica del Sur verdaderamente alberga una asombrosa coleccin de ranas con formas y colores que aparentemente slo podran existir en la imaginacin de un artista.
FIGURA 6
MESOAMRICA Si consideramos que la masa terrestre de Mesoamrica resulta empequeecida por la de sus continentes vecinos al Norte y al Sur, la diversidad anfibia de la regin685 especieses extraordinaria. Como Amrica del Sur, Mesoamrica debe esta diversidad a la compleja topografa y a la consecuente variedad de hbitat, regmenes climticos hmedos y a su ubicacin en los trpicos. Adems, Mesoamrica se ha beneficiado por la dispersin de especies dentro de la regin tanto desde Amrica del Norte como del Sur. La historia geolgica de Mesoamrica es demasiado compleja y controvertida como para explicarla aqu. En sntesis, la tierra al norte del Istmo de Tehuantepec (la angosta contraccin en los estados de Veracruz y Oaxaca, Mxico) es, geolgicamente, parte del continente de Amrica del Norte. La tierra al sur del
Arriba: Brachycephalus nodoterga (una rana dorada). Datos Insuficientes. Brasil. Una de las ranas doradas, un grupo de seis especies que slo se encuentran en Brasil. / Foto de Martha C. Lange. Segunda desde arriba: Allophryne ruthveni. Preocupacin Menor. Venezuela, Guayana, Surinam, Guayana Francesa y Brasil. Esta rana taxonmicamente inusual comprende su propia familia, Allophrynidae. / Foto de Christian Marty. Tercera desde arriba: Phyllomedusa lemur (una rana mono). En Peligro. Costa Rica, Panam, Colombia. Se cree que las recientes disminuciones de ms de un 50% en las poblaciones se deben a la enfermedad del hongo chtrido Bd. / Foto de Ross Alford. Abajo: Rana venenosa verde (Dendrobates auratus). Preocupacin Menor. Nicaragua, Costa Rica, Panam, Colombia. Uno de los miembros de la caleidoscpicamente coloreada familia Dendrobatidae, las ranas de dardos venenosos./ Foto de Forrest Brem.
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Istmo, hasta las tierras bajas al sur de Nicaragua es un mosaico de mesetas que se han reacomodado y han estado alternativamente sumergidas y expuestas por el ocano varias veces durante los ltimos 65 millones de aos. La regin que abarca Panam, Costa Rica y el sur de Nicaragua se form durante los ltimos 3 a 10 millones de aos gracias a la combinacin de actividad volcnica y levantamientos23. El resultado es una mezcla de cadenas de montaas interrumpidas por valles y tierras bajas. Como en Amrica del Sur, las laderas hmedas de las montaas se elevan por encima de hbitats de tierras bajas secas (en general hacia el lado del Pacfico) y hmedas (del lado del Caribe). La presencia de tierras tropicales altas y hmedas ha llevado nuevamente a una notable diversificacin de anfibios. A diferencia de lo que ocurre en Amrica del Sur, la diversificacin de salamandras aqu es sustancial: hay 213 especies conocidas. Hacia el centro-sur de Mxico, todas las salamandras pertenecen a la familia Plethodontidae (salamandras sin pulmones), un grupo muy extendido tambin en Amrica del Norte, lo que sugiere que las salamandras se dispersaron en Mesoamrica desde el norte. La mayor diversidad de salamandras se concentra en las reas de tierras altas de Mxico meridional y Guatemala. Esta diversidad es mayor en los bosques montanos ms altos, frescos y hmedos y menor en las tierras bajas secas. De hecho, la salamandra Pseudoeurycea gadovii se registra hasta los 5000 metros sobre el nivel del mar en las laderas ms altas del volcn Orizaba, el punto ms elevado de Mxico. La mayor altitud registrada en Mesoamrica para una rana, en contraste, es de slo 3600 metros para un hlido (Hyla plicata) en Mxico central. Los sapos y las ranas tambin se han diversificado en una innumerable cantidad de especies en Mesoamrica. Las afinidades taxonmicas indican claramente que los ancestros de estas especies se dispersaron en Mesoamrica tanto desde el sur como desde el norte. Por ejemplo, el gnero de ranas Rana tiene 26 miembros en los Estados Unidos, y disminuye a cuatro yendo hacia el sur, en Panam. Las ranas venenosas (familia Dendrobatidae), las ranas de cristal (familia Centrolenidae), y los sapos arlequn (gnero Atelopus) son grupos que se han dispersado en direccin contraria, desde Amrica del Sur. Aunque en Mesoamrica no existe ninguna familia endmica, varios gneros (p.ej., Anotheca, Atelophryniscus, Bradytriton, Chiropterotriton, Crepidophryne, Cryptotriton, Dendrotriton, Duellmanohyla, Ixalotriton, Lineatriton, Nototriton, Nyctanolis, Oedipina, Parvimolge, Plectrohyla, Ptychohyla, Thorius, y Triprion) parecen haberse originado en Mxico, las montaas de Guatemala y Honduras y en la Cordillera de Talamanca, en Costa Rica y Panam. En muchos casos, las especies en estos gneros estn circunscriptas a las tierras altas. Las concentraciones ms altas de especies de sapos y ranas se registran en las tierras bajas caribeas de Costa Rica y Panam y en las tierras bajas sobre el Pacfico en el sur de esos dos pases (Figura 6). All encontramos una extraordinaria cantidad de especies. Por ejemplo, en la Estacin Biolgica La Selva, 1600 hectreas de una combinacin de bosques primarios y de crecimiento secundario en las tierras bajas caribeas de Costa Rica, hay 44 especies de sapos y ranas24. Ms al sur, esta cantidad
aumenta a 59 especies en el Parque Nacional Soberana, un rea ligeramente ms extensa, a lo largo del Canal de Panam25. El origen de esta diversidad es la cercana del Istmo de Panam, que le permiti a especies sudamericanas dispersarse hacia el norte y originar nuevas formas. A diferencia de las salamandras, la diversidad de ranas y sapos no aumenta de modo apreciable con la altura. De hecho, por encima de los 1600 metros, la diversidad disminuye de modo sostenido.
Casi dos de cada cinco especies de anfibios en el Nuevo Mundo ya estn amenazadas con la extincinuna tasa mayor que para las aves y los mamferos.
Los cientficos han identificado 16 especies de cecilias en Mesoamrica, que se distribuyen desde el sur de Mxico. Con tan pocas especies (que probablemente han colonizado desde Amrica del Sur, desde la formacin del Istmo de Panam) no es apropiado hablar de un punto caliente en cuanto a la diversidad. Por lo que sabemos hasta ahora, Panam alberga 10 especies de cecilias, Costa Rica siete y ningn otro pas tiene ms de dos especies. Las cecilias son criaturas de los bosques de las tierras bajas hmedas y raramente viven a ms de 1400 metros de altura. Todas las especies en la regin son terrestres.
FIGURA 7
EL CARIBE Al igual que Mesoamrica, las islas del Caribe estn localizadas a mitad de camino entre Amrica del Norte y Amrica del Sur. Dado que los anfibios, que no pueden nadar en agua salada ni volar, tienen gran dificultad para dispersarse en las islas, en el Caribe encontramos patrones de diversidad muy diferentes. La diferencia ms sorprendente es que en las islas no hay ni salamandras ni cecilias. El otro contraste obvio con Mesoamrica es que en el Caribe hay pocos gneros o familias de anfibios. Mientras que en Mesoamrica hay 15 familias y 67 gneros, en el Caribe hay cuatro familias y cinco gneros. La vasta mayora de las 171 especies caribeas (88%) pertenece a un slo gnero de ranas, Eleutherodactylus. La historia geolgica del Caribe puede explicar algunos de estos patrones. Aunque el tema an est en estudio, la mayora de los gelogos est de acuerdo con que las Antillas Mayores (Cuba, Jamaica, Espaola y Puerto Rico) son primas geolgicas de las mesetas que conforman el norte de Mesoamrica. Cuando los dinosaurios an se desplazaban ruidosamente por la tierra, estas islas estaban alineadas ms o menos entre Amrica del Norte y Amrica del Sur, aproximadamente en la ubicacin actual de Mesoamrica. Durante los ltimos 70 millones de aos, estas islas fueron arrastradas hacia el este hasta alcanzar su posicin actual, mientras que una parte de este conjunto original de islas se fusion a Norte Amrica y ahora forma parte del norte de Mesoamrica. Algunas de las Antillas Mayores pueden haber tenido conexiones temporarias de tierra ya sea con Amrica del Norte o del Sur a medida que se desplazaron hacia el este26. Las Antillas Menores se formaron de un modo completamente distinto. A medida que la Meseta del Caribe fue empujando a las Antillas Mayores hacia el norte y al este, se superpuso a la meseta ocenica del Atlntico. Los periodos de actividad volcnica a lo largo de esta zona de colisin crearon las muchas islas pequeas conocidas hoy colectivamente como Antillas Menores, que incluyen destinos tursticos idlicos como las Islas Vrgenes y Barbados26. Cmo llegaron los anfibios a estas islas? Hay dos escenarios posibles. El primero propone que algunos ancestros de los anfibios pasaron a las Antillas Mayores hace mucho tiempo, cuando existan conexiones temporales con Amrica del Norte o del Sur26. Sin embargo, la presencia de piedra calizauna roca que slo se forma debajo de aguas saladasa lo largo de gran cantidad de las islas sugiere que stas estuvieron sumergidas hace 30 millones de aos. Toda rana que hubiese existido en ese momento se habra extinguido. El segundo modelo, ms probable, del origen de los anfibios del Caribe, es la dispersin de estos animales por medio del desplazamiento por el agua de balsas de vegetacin (rafting). Durante tormentas violentas, es posible que grandes masas de rboles y otra vegetacin enmaraada floten hacia el mar y sean arrastradas a costas distantes por las corrientes ocenicas. En algunos casos, las ranas y sapos pueden sobrevivir en estas balsas naturales y colonizar una isla. Una rana que por casualidad haya estado asida a un rbol cuando ste cay al ocano se habra encontrado en un nuevo mundo al llegar a una isla antes libre de ranas. Una vez establecidas, las ranas se dispersaron por
las islas y, a travs del antiqusimo proceso de seleccin natural, se diversificaron y adaptaron a los hbitats locales en el transcurso de millones de aos. Las corrientes ocenicas en el Caribe en general fluyen de sur a norte, de modo que no sorprende que la mayora de los anfibios del Caribe estn ms estrechamente relacionados a los de Amrica del Sur que a los de ninguna otra parte. Los pocos gneros del Caribe sugieren que la fauna que vemos en la actualidad deriva de esos pocos eventos de colonizacin26. Tenemos, por lo tanto, una fauna fundada por muy pocos anfibios colonizadores, que luego se diversificaron en sus nuevos hogares (ver Caja 5). Virtualmente todos los anfibios del Caribe (94%) son endmicos de cada isla, lo que indica que los eventos de dispersin entre las islas son raros. Las especies se han diversificado para vivir en cadenas montaosas altas, tales como la Cordillera Central en la Repblica Dominicana, o en los pantanos de manglares a nivel del mar en Hait. Las mayores densidades de especies ocurren en las cadenas de montaas hmedas, como la Sierra Maestra y el Macizo de Sagua-Baracoa en el este de Cuba; en el Cockpit Country del oeste de Jamaica; en el Massif de la Hotte, en Hait; en el Massif de la Selle-Sierra de Baoruco, en el lmite entre Hait y Repblica Dominicana y en El Yunque, en Puerto Rico (Figura 7). La diversidad de especies es menor en las islas de las Antillas Menores como consecuencia de su pequea rea de tierra y de su aislamiento de las poblaciones potencialmente fundadoras.
Arriba: Coqu comn (Eleutherodactylus coqui). Casi Amenazado. Puerto Rico. Loa anfibios se dispersan desde el continente a las Islas del Cribe con dificultad, luego evolucionan all en aislamiento. Las Islas del Caribe albergan 171 especies de ranas y sapos, pero ni una sola especie de salamandras o cecilias. / Foto de Forrest Brem.
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CAJA 5
AMRICA DEL NORTE Aunque Norte Amrica, con sus 262 especies, no tiene la megadiversidad que tienen las regiones tropicales vecinas, los anfibios de este continente siempre son impresionantes. Tomemos por ejemplo la salamandra atigrada (Ambystoma tigrinum). Esta especie adaptable puede ser encontrada, en la porcin oeste de su rango de distribucin, en alturas de hasta 3600 metros sobre del nivel del mar. Pocas salamandras tropicales se viven a ms de 1200 metros de altura y ninguna se acerca a la adaptabilidad de la salamandra atigrada. La distribucin de muchas de las especies norteamericanas es amplsima comparada con las de sus primas sureas. Por ejemplo, la rana de la madera, nuestra herona rtica, tiene un rango de distribucin a lo largo de todo el continente que linda con las costas de los tres ocanos: el Atlntico, el Pacfico y el rtico. Otros de los notables anfibios norteamericanos son las salamandras gigantes (Cryptobranchus alleganiensis) y las singulares sirenas y anfimidas que casi se circunscriben a sudeste de los Estados Unidos. Algunas de estas salamandras completamente acuticas alcanzan una longitud de 75 a 100 centmetros o ms, hecho que las coloca entre los anfibios de mayor tamao del Nuevo Mundo. Amrica del Norte tambin alberga un grupo diversificado de salamandras adaptadas a vivir en las cavernas. Algunas de estas especies, que son tpicamente endmicas a un nico sistema de cavernas, tienen los ojos enormemente reducidos que son bastante intiles en la eterna oscuridad de sus hbitats. Tambin cabe mencionar las dos especies de ranas con cola (gnero Ascaphus), que lucen un apndice semejante a una cola cuando son completamente adultas. En la actualidad Amrica del Norte se conecta por tierra nicamente con Amrica del Sur, pero esto no siempre fue as. Durante los ltimos 60 millones de aos, Norteamrica tambin tuvo conexiones tanto con Asia como con Europa27. Esta observacin puede explicar porqu los miembros de la familia de salamandras Cryptobranchidae (incluidas las salamandras gigantes) slo existen en Asia oriental y Norteamrica, y cmo unas pocas especies de Plethodontidae, una familia de salamandras circunscripta principalmente al Nuevo Mundo llegaron a Europa. Los Montes Apalaches comenzaron a elevarse antes de que los primeros anfibios se arrastraran o saltaran, y desde entonces se erosionaron gradualmente. Los bosques templados hmedos que hoy cubren estas montaas crecieron en los restos severamente erosionados de una antigua cordillera elevada. Estas montaas, especialmente su extremo sureo, hoy son el hogar de la fauna de salamandras ms diversificada del mundo (ver Caja 4). Aunque la diversidad de salamandras en Amrica del Norte alcanza su mximo en los Apalaches meridionales, la diversidad de sapos y ranas es mayor en las planicies costeras que se inclinan gradualmente desde estas montaas hacia el Ocano Atlntico y al Golfo de Mxico. All, una visita a una laguna en buen estado de conservacin, durante una clida noche de primavera y mientras llovizna, puede ofrecer ms de una docena de especies de anfibios, incluidos los hlidos, los sapos de azadn, las ranas grillo, las ranas coro, las ranas verdaderas y los sapos. Muchos de los machos estarn cantando, croando y gorjeando, mientras unos pocos afortunados se abrazarn a las hembras que estn por desovar.
FIGURA 8
Arriba: Salamandra gigante (Cryptobranc hus alleganiensis). Casi Amenazado. Estados Unidos. Un habitante de las corrientes rpidas y de los ros de los Apalac hes, esta salamandra gigante de apariencia surrealista es completamente acutica y puede alcanzar ms de dos pies de largo. / Foto de Wayne Van Devender. Abajo: Salamandra atigrada (Ambystoma tigrinum). Preocupacin Menor. Canad, Estados Unidos, Mxico. La ampliamente distribuida y adaptable salamandra atigrada es una de las 168 especies de salamandras de los Estados Unidosel centro mundial de la diversidad de salamandras. / Foto de Geoff Hammerson.
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Otra concentracin de la diversidad de anfibios de Norte Amrica se registra en los estados de la costa Pacfica, California, Oregon y Washington (Figura 8). Esta regin alberga una gran variedad de salamandras gigantes, topo y sin pulmones, as como ranas verdaderas y sapos. Algunos de estos animales, tales como la rana de patas amarillas (Rana muscosa), habitan en alta montaa que procrea en los lagos de hasta 3600 metros de altura en la Sierra Nevada. Los bosques saturados de humedad del Pacfico Noroeste proporcionan un buen hbitat para las salamandras. Muchas especies, como la salamandra gigante del Pacfico (Dicamptodon tenebrosus, una de las salamandras terrestres ms grandes en el planeta) viven en las maraas de musgo hmedo o debajo de troncos en descomposicin. Otras, como la salamandra olmpica de los torrentes (Rhyacotriton olympicus), habitan las vertientes y corrientes de aguas fras de los bosques primarios. En contraste, las extensas regiones ridas del oeste de Amrica del Norte albergan pocos anfibios, aunque en estos hbitats han evolucionado interesantes especies adaptadas a la sequa.
ESTADO POR GRUPO TAXONMICO Al examinar los anfibios por grupos taxonmicos se ve que las salamandras estn ligeramente ms amenazadas que los sapos y las ranas (Tabla 4, Figura 9). Las cecilias son tan poco conocidas que ms de tres quintos de todas las especies estn incluidas en la categora Datos Insuficientes. A excepcin de Typhlonectes compressicauda y de Chthonerpeton indistinctum, nadie ha estudiado las tendencias de las poblaciones de cecilias lo suficientemente bien como para poder establecer si las especies estn aumentando o disminuyendo, o si merecen una categora de amenaza. De las familias taxonmicas que tienen al menos 10 especies, a los sapos (Bufonidae), las ranas tropicales (Leptodactylidae), a las salamandras topo (Ambystomatidae), y a las salamandras sin pulmones (Plethodontidae) les va peor que a las dems, ya que hay entre un 45% a un 50% de especies evaluadas como amenazadas. Los hlidos (Hylidae), los sapos de boca estrecha (Microhylidae), y las ranas verdaderas (Ranidae) tienen una fraccin menor de especies amenazadas (Tabla 4). De especial preocupacin son las ranas de Darwin (familia Rhinodermatidae), una familia Chileno-Argentina en la cual una especie (Rhinoderma rufum) no ha sido vista desde 1978 y la otra (Rhinoderma darwinii) ha disminuido en gran parte de su rango de distribucin. Si la tendencia continua, perderemos una familia completa con un sistema nico de reproduccin y desarrollo (ver Introduccin).
Las ranas y los sapos de Amrica del Norte son significativamente menos diversos y generalmente menos amenazados que los
Un total de 1057 especies corresponde a la categora de Preocupacin Menor (35%), lo que indica que estn extendidas, son comunes y tienen buenas oportunidades de sobrevivir bajo las actuales condiciones. Muchas de estas especies se adaptan bien a las modificaciones de hbitats realizadas por los humanos, o existen en ambientes que no estn amenazados de manera inminente por actividades humanas. Sin embargo, es grave tomar conciencia de que un porcentaje ms alto de especies est clasificado en una de las categoras de amenaza que en el de Preocupacin Menor. Una porcin sustancial de especies, un quinto del total, es muy pobremente conocida cientficamente como para asignarle con seguridad una categora de amenaza (las especies cuyos datos son insuficientes). La mayor cantidad de estas especies habitan en pases tropicales donde los bosques tropicales remotos permanecen pobremente explorados por los herpetlogos. Incluso en los Estados Unidos hay especies muy pobremente conocidas para evaluarlas, aunque esta situacin se debe principalmente al resultado de cambios taxonmicos recientes. Desafortunadamente, estas nueve especies pueden tener compaa pronto. Los cientficos han sealado 117 especies como posiblemente extintas , lo que significa que no tienen conocimiento de ninguna poblacin existente pero no se han realizado las bsquedas extensivas necesarias para colocar con seguridad a estas especies en la categora Extinto. En 109 de estos casos, las especies aparentemente han desaparecido desde EXTINCIN Nueve especies del Nuevo Mundo, incluidas cuatro ranas, cuatro sapos y una salamandra, estn clasificadas, en la actualidad, como extintas (Tabla 5). Cinco de estas extinciones han ocurrido desde 1980. Las especies extinguidas son todas endmicas de un nico pas, incluidos Estados Unidos, Honduras, Costa Rica, Venezuela, Ecuador y Brasil. Todas estas especies tenan un rango de distribucin restringido en el cual bsquedas extensivas no han podido hallar ningn individuo. Varias especies han sido vistas por ltima vez en los aos 80, o incluso a comienzos de los 90, pero desde entonces han estado ausentes en bsquedas recientes.
TABLA 4
ESTADO DE AMENAZA DE LOS ANFIBIOS DEL NUEVO MUNDO POR GRUPO TAXONMICO
ORDEN TOTAL EX EW CR EN VU NT LC DD PORCENTAJE EXTINTO O AMENAZADO* 39 0 0 17 55 37 29 27 47 13 14 39 100 0 0 46 45 0 0 0 49 20 25 17 0 0 0 0
RANAS Y SAPOS Allophrynidae Ascaphidae Brachycephalidae Bufonidae Centrolenidae Dendrobatidae Hylidae Leptodactylidae Microhylidae Pipidae Ranidae Rhinodermatidae Rhinophrynidae Scaphiopodidae SALAMANDRAS Ambystomatidae Amphiumidae Cryptobranchidae Dicamptodontidae Plethodontidae Proteidae Rhyacotritonidae Salamandridae Sirenidae CECILIAS Caeciliidae Rhinatrematidae
298
396
301
130
1 2
72 6 19 52 141
7 1
34 16 30 79 231 2 1 3
1 29 29 16 55 155 5 10 1
1 11 9 14 29 55 2 8
521
3 25 49 92 122 218 9 1 2
1 1 0 39 8 86 2 57 3 39 1 1 1 1 31 1 2 1
56 2
31
82 1 1
53 1
54
56 51 5
TABLA 5
Plethodon ainsworthi
salamandra de Ainsworth
22 23
1980. Fuera del Nuevo Mundo cuatro especies se han extinguido desde 1980 y otras cuatro se han vuelto posiblemente extintas en el mismo periodo. En resumen, todos menos ocho de las 122 especies del mundo que los cientficos saben o sospechan de que hayan extinguido desde 1980 son del Nuevo Mundo. Por lo tanto las extinciones son eventos recientes, progresivos y ampliamente distribuidos entre los anfibios, y se han concentrado en las especies del Nuevo Mundo. Puede ocurrir que an haya algunas poblaciones de algunas de estas especies, pero es probable que futuras investigaciones, ms exhaustivas, indiquen que muchas de ellas en realidad han desaparecido.
COMPARACIN CON AVES Y MAMFEROS Es posible comparar la informacin sobre las especies amenazadas de anfibios que se reportan aqu con la de otras especies de animales? Despus de todo, los conservacionistas han estado haciendo sonar la alarma de la extincin desde hace dcadas. Es la situacin de los anfibios peor que la de los otros grupos? Los nicos grupos disponibles para una comparacin precisa son las aves y los mamferos, ya que ningn otro grupo de plantas o animales ha sido evaluado exhaustivamente siguiendo las categoras de UICN en todo el Nuevo Mundo. Esta comparacin muestra que el porcentaje de anfibios del Nuevo Mundo que se ubica en cada una de las categoras de amenaza de la Lista Roja es
FIGURA 9
notablemente ms alto que el de las aves o los mamferos de la regin (Figura 10). Los anfibios tienen de cinco a siete veces ms probabilidades de estar en la categora En Peligro Crtico, tres a seis veces ms posibilidades de estar en la categora En Peligro y casi el doble de posibilidades de ser Vulnerables con relacin a las aves y los mamferos. Contrariamente, slo el 63% de los anfibios entra en algunas de las categoras de no amenazado o datos insuficientes, en oposicin al 84% de los mamferos y al 90% de las aves. En total, el 10% de las aves y el 16% de los mamferos del Nuevo Mundo estn amenazados, en contraste con el 39% de todos los mamferos de la misma regin. As, los anfibios enfrentan un riesgo que excede grandemente el de otros grupos mejor conocidos.
Especies endmicas de ranas, muchas veces con rangos de distribucin restringido a la cima de una sola montaa, tienen mayores riesgos de extincin.
Izquierda: Elachistocleis ovalis (una rana oval). Preocupacin menor. Panam, Colombia, Venezuela, Trinidad y Tobago, Bolivia, Paragua y, Brasil. / Foto de Forrest Brem. Al centro: Salamandra de manantial (Gyrinophilus porphyriticus). Preocupacin Menor. Canad y Estados Unidos. Hallada usualmente en manantiales, rezumaderos y cavernas. / Foto de Geoff Hammerson. Derecha: Ranas de Darwin (Rhinoderma darwinii) con cra. Vulnerable. Argentina y Chile. Los machos de las ranas de Darwin se tragan los huevos de su compaera de apareamiento para incubarlos en sus sacos vocales. Luego de unas pocas semanas, los jvenes emergen totalmente desarrollados como ranitas. / Foto de Michael y Patricia Fogden.
FIGURA 10
FIGURA 11
COMPARACIN DEL ESTADO DE LOS ANFIBIOS, AVES Y MAMFEROS DEL NUEVO MUNDO
Los datos sobre aves fueron tomados de BirdLife International28; los datos sobre mamferos de la Unin Mundial para la Conservacin (World Conservation Union)29 y de NatureServe30,31.
ESTADO REGIONAL El nivel de amenaza que afecta a los anfibios vara ampliamente entre las regiones (Figura 11). En el Caribe, donde la mayora de las especies tiene rangos geogrficos pequeos dentro de una nica isla y la destruccin del hbitat es desenfrenada, cuatro quintos de todas las especies estn amenazadas. En el otro extremo del espectro est Norte Amrica, donde solamente un cuarto de las especies est amenazada. La mitad de las especies mesoamericanas est amenazada, as como cerca del un tercio de las especies sudamericanas. Los cientficos conocen mejor las especies del Caribe, ninguna de las cuales est categorizada como Datos Insuficientes. El mayor desafo para los cientficos es Amrica del Sur donde un cuarto de las especies (532 en total) son muy pobremente conocidas como para clasificarlas.
AMRICA DEL SUR.
FIGURA 12
amenazadas en todos y cada uno de los pases de Amrica del Sur, stas se concentran en dos reas claramente distinguibles (Figura 12). La primera incluye las Cordilleras Central y Occidental de los Andes colombianos y contina al sur, en las Cordilleras Occidental y Oriental de Ecuador (ver Caja 6). La segunda es en bosque atlntico central de Brasil a lo largo de Serra do Mar, y est centrada en los estados de Ro de Janeiro y sudeste de San Pablo (ver Caja 7). Los Andes son notablemente ms elevados y escarpados, pero las concentraciones de especies amenazadas son similares en las dos reas. Las faunas ms seguras se registran en las cuencas de los ros Orinoco y Amazonas, la regin Caatinga-CerradoPantanal del centro y noreste de Brasil, en el Gran Chaco de Bolivia, Paraguay y Argentina, y en las regiones Pampeana y Patagnica de Argentina.
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CAJA 6
FIGURA 13
FIGURA 14
ANFIBIOS AMENAZADOS EN
amenazadas son numerosas (Figura 13). La mayor concentracin se registra en las tierras altas del Chiriqu, en el oeste de Panam y en la Cordillera Volcnica Central de Costa Rica. Tambin hay muchos anfibios amenazados en las Cordilleras de Talamanca y Tilarn en Costa Rica, en las tierras altas del norte y del oeste de Honduras, en las tierras altas de Guatemala y al este de Chiapas, Oaxaca Central y porcin oriental de la Faja Volcnica Central en Puebla y Veracruz, Mxico. reas con menor cantidad de especies amenazadas pueden hallarse tanto en zonas montaosas (Chihuahua, Mxico) como en zonas de tierras bajas (Pennsula del Yucatn-Norte de Belice, la Mosquitia nicaragense y hondurea y las tierras bajas de la costa de Panam).
ciones de especies amenazadas estn ampliamente distribuidas en el Caribe. (Figura 14). Cada una de las Antillas Mayores contiene al menos un centro de especies amenazadas. En Cuba dichas reas estn en la Sierra de los rganos, en el oeste, y en la Sierra Maestra al este. En Jamaica, las especies amenazadas se concentran en Cockpit Country, en el oeste de la isla. En Espaola, que est dividida en dos pases, Hait y Repblica Dominicana, las reas crticas son la Cordillera Central y la Pennsula Tiburn, mientras que en Puerto Rico las especies amenazadas se agrupan en la Cordillera Central.
Pgina opuesta, ms arriba: Rana del Lago Titicaca (Telmatobius culeus). En Peligro Crtico. Per y Bolivia. Endmica al Lago Titicaca, esta especie est en seria disminucin debido a la sobre recoleccin para carnada para la pesca y para consumo humano. / Foto de Peter Oxford/nat urepl.com. Pgina opuesta, ms abajo: Tnico de Rana, bebida hecha con las ranas Telmatobius , es popular en algunos pases de Amrica del Sur debido a sus supuestas propiedades medicinales. / Foto de Bruce Young. Esta pgina, a la izquierda: Hyla pardalis (un hlido). Preocupacin Menor. Brasil. Hyla pardalis se encuentra a lo largo de grandes porciones del Bosque Atlntico del Brasil, uno de los dos centros ms grandes de diversidad anfibia en el Nuevo Mundo. / Foto de Paula Cabral Eterovick. En esta pgina, al centro: Una rana arlequn (Atelopus zeteki). En Peligro Crtico. Panam. / Foto de Forrest Brem. En esta pgina, a la derecha: Sapo de cresta de Puerto Rico (Bufo lemur). En Peligro Crtico. Puerto Rico e Islas Vrgenes Britnicas. Con un rango de distribucin muy restringido y disminuciones de poblaciones observadas del 80% en los ltimos diez aos, esta especie est en inminente peligro de extincin. / Foto de Wayne Van Devender.
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FIGURA 15
naciones con las mayores proporciones de sus faunas amenazadas estn en el Caribepases insulares que albergan especies con rangos muy pequeos. Si la poblacin de una especie de rango restringido disminuye, an moderadamente, los criterios de la Lista Roja la colocan en una de las categoras de amenaza. Los grandes desarrollos tursticos, la alteracin de hbitats para prcticas agrcolas y las consecuencias de la extrema pobreza (en algunos lugares) han causado la disminucin de numerosas poblaciones de ranas en el Caribe. En el continente, los pases de zonas templadas (por ejemplo, Estados Unidos, Canad, Argentina y Uruguay), o aquellos en los que predominan las tierras bajas, donde las especies tienden a tener distribuciones amplias (por ejemplo, Belice, Guayana), tienen faunas mucho ms seguras. Los pases tropicales montaosos tienden a albergar muchas especies con rangos pequeos, que son mucho ms sensibles a la destruccin del hbitat y son ellos los que poseen mayores porciones de sus faunas en estado de amenaza (por ejemplo, Mxico, Guatemala y Ecuador). El hecho de que una nacin tenga una porcin significativa de sus especies en categoras de amenazada no refleja necesariamente sus esfuerzos para proteger su biodiversidad. En Costa Rica, por ejemplo, a pesar de que hay un extenso sistema de reas protegidas en sus tierras altas, el 35% de las especies estn amenazadas. All, los anfibios han sido amenazados en reas montanas incluso dentro de parques, probablemente debido a enfermedades, cambios climticos, o a una combinacin de ambos factores. En Uruguay, contrariamente, slo 4 de las 43 especies estn amenazadas, pero el pas no tiene ningn sistema de parques nacionales ni de reas protegidas. La mayora de las especies del Uruguay poseen distribuciones muy amplias y existen tambin en Argentina y/o Brasil, donde sus hbitats reciben alguna proteccin legal. FACTORES ECOLGICOS Los anfibios muestran considerables variaciones en cuanto a los hbitats que ocupan, las alturas en las que viven y la extensin de su distribucin. Cmo se relacionan estos factores con su estado de amenaza? En primer lugar, es ms probable que las especies completamente terrestres estn ms amenazadas que las no terrestres (47% versus 28% respectivamente), mientras que es menos probable que estn amenazadas las que viven en tanto hbitats acuticos como terrestres durante las diferentes etapas de su ciclo vital (50% versus 71%). Pocas especies son completamente acuticas (4% de las especies amenazadas y 2% de las especies no amenazadas). Este patrn es de algn modo complicado porque las especies que estn En Peligro Crtico tienen una fase acutica de su ciclo vital, mientras que otras especies amenazadas no. En segundo lugar, las faunas de regiones de altura estn mucho ms amenazadas que las de regiones ms bajas (Figura 17). Por ltimo, las especies con rangos distribucionales ms pequeos tienen ms probabilidades de estar amenazadas que las especies con rangos ms grandes (Figura 18), un resultado obvio si consideramos que tener un rango de distribucin pequeo es uno de los criterios de la Lista Roja. Este anlisis nos deja la idea de que las especies terrestres, de regiones montanas y con un rango de distribucin restringido son tpicamente las ms amenazadas, mientras que las especies de las tierras bajas que viven tanto en hbitat acuticos como terrestres y ocupan reas extensas tienen menos probabilidad de estar amenazadas.
lejos, la fauna anfibia ms segura del Nuevo Mundo y no existen concentraciones de especies amenazadas de la magnitud registrada en el resto del hemisferio (Figura 15). Ms bien, las especies amenazadas se encuentran desparramadas por las regiones costeras y sureas desde el Pacfico Noroeste hacia el sur de California y hacia el este a travs de Arizona, el suroeste de Nuevo Mxico, el estado de Texas terminando en el sur de Carolina del Sur. Otras especies amenazadas se registran en las montaas Great Smoky. En el resto del continente se registran disminuciones locales, como la del sapo occidental (Bufo boreas) en el oeste de Estados Unidos, pero ninguna de las especies est amenazada con una extincin global. Slo una de las especies amenazadas, la rana moteada de Oregon (Rana pretiosa), vive muy al norte, en Canad.
Todos menos 8 de las 122 especies del mundo que los cientficos sospechan de que hayan extinguido desde 1980 son del Nuevo Mundo.
ESTADO POR PAS Los pases del Nuevo Mundo muestran una amplia gama de posibilidades que va desde aquellos que virtualmente no albergan ninguna especie amenazada (por ejemplo Paraguay, Surinam y Canad) a pases en los que casi todas las especies nativas est amenazada (por ejemplo, Hait y Repblica Dominicana) (Figura 16). Las
FIGURA 16
PROPORCIN DE ESPECIES EXTINTAS Y AMENAZADAS EN LOS PASES Y TERRITORIOS DEL NUEVO MUNDO
FIGURA 17
FIGURA 18
La distribucin de muchas especies abarca ms que un intervalo. No se incluyen especies cuyos datos son insuficientes.
Izquierda: Hyalinobatrac hium colymbiphyllum (una rana de cristal). Preocupacin Menor. Costa Rica, Panam, Colombia. Mientras la reproduccin de los anfibios se asocia entre la mayora de la gente a las charcas y corrientes de agua, muchas ranas se reproducen depositando directamente sus huevos en hojas u otra vegetacin. / Foto de Forrest Brem. Al centro: Los renacuajos comienzan a formarse dentro de los huevos de la rana calzonuda de ojos rojos (Agalychnis callidryas). / Foto de Piotr Naskrecki Derecha: Centrolene prosoblepon (una rana de cristal). Preocupacin Menor. Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panam, Colombia y Ecuador. Rana en desarrollo fotografiada durante su metamorfosis de renacuajo a adulto. / Foto de Ross Alford.
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CAJA 7
Para que le presentaran las ranas, Heyer consigui la ayuda del herpetlogo de Ro de Janeiro, Sergio Potsch de Carvalho e Silva, quien lo llev a una corriente cercana una noche en que los Cycloramphus machos estaban cantando. Durante los siguientes cinco aos, Heyer recorri los arroyos y ros de arriba a abajo a lo largo del Bosque Atlntico, recolectando ranas. Para cuando
37. termin, haba duplicado la cantidad de especies conocidas del gnero Cycloramphus
A comienzos de los aos 80, Heyer regres a Boracia, un sitio en el que haba encontrado, con seguridad, dos especies durante sus residencias temporarias en los aos 70. Para su sorpresa, las dos especies de Cycloramphus y varias otras ranas previamente comunes no aparecan por ningn lado38. En los aos 90, Carvalho e Silva comenz a visitar el refugio de montaa de un miembro de su familia, cerca de Teresopolis, ubicado en el Bosque Atlntico del estado de Ro de Janeiro, cerca de otras localidades en las que Heyer haba recolectado ranas originalmente. A pesar de reiteradas bsquedas en las corrientes de agua durante la noche, nunca pudo encontrar las poblaciones que Heyer haba encontrado tan fcilmente dos dcadas antes. Mientras tanto, los herpetlogos Paulo Garcia, en Santa Catarina, y Magno Segalla, en Paran, volvieron a visitar los viejos sitios que Heyer haba recorrido y se percataron que las poblaciones haban desaparecido para siempre o se haban reducido en abundancia. Si bien una de las especies que se crea desaparecida, C. fulginosus, reapareci ms tarde, nadie ha visto a 13 de las 18 especies de Cycloramphus en los ltimos 20 aos.
Qu sucedi con estas ranas? Sin datos de monitoreos de ninguna de las especies, nunca lo sabremos con seguridad. Sin embargo, la observacin de ranas montanas asociadas a corrientes de agua que desaparecen a pesar de no haber una obvia prdida del hbitat, encaja con los patrones registrados en otras partes en la Amrica tropical. Una hiptesis sobre la que los cientficos trabajan en la actualidad es que una combinacin de una tendencia a la sequa en el clima sumada a alguna enfermedad pueden haber acabado con numerosas poblaciones. Una helada particularmente fuerte en 1979 puede haber causado las desapariciones en Boracia38. Cualquiera sea la razn, las corrientes montanas en el Bosque Atlntico ahora son ms silenciosas durante la noche.
Arriba: Cycloramphus izecksohni (una rana tropical). Datos Insuficientes. Brasil. Esta especie es conocida slo en sitios aislados del Bosque Atlntico de Brasil. sta y otras especies Cycloramphus de esta rea parecen estar desapareciendo rpidamente. / Foto de Magno Segalla Abajo: Esta cada de agua, en el Bosque Atlntico de Brasil es tpica de los hbitats donde las ranas Cycloramphus eran encontradas comnmente. / Foto de Bruce Young.
FIGURA 19
Basado en una anlisis de las 1177 especies amenazadas (CR, EN y VU). Nota: una especie puede estar amenazada por ms de un factor.
cuestin de horas sin dejar rastro. Los pesticidas pueden llegar inesperadamente con el viento y debilitar a los animales de manera que sean ms susceptibles a las enfermedades. Encontrar residuos de pesticidas en animales silvestres es una tarea difcil, y demostrar que esos qumicos fueron la causa de la muerte es an ms complicado. Por esta razn, las estadsticas sobre la cantidad exacta de especies afectadas por una causa particular siempre sern aproximadas y los cientficos deben considerar patrones caractersticos de disminucin para inferir las causas.
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FIGURA 20
ca la explotacin maderera, luego la tierra es cultivada y por ultimo el desarrollo se devora la tierra de cultivos. Los detalles varan segn la geografa. Por ejemplo, en Chile, los bosques nativos de las hayas del sur (gnero Nothofagus) son reemplazados directamente por plantaciones de pinos exticos, donde pocos anfibios pueden perdurar. En Colombia, los cultivadores de coca limpian parcelas de terreno en un juego del gato y el ratn con las autoridades. En Honduras, los cultivos de subsistencia expanden implacablemente las fronteras agrcolas. En el noroeste de los Estados Unidos persiste la presin de tirar abajo bosques primarios. Cualquiera sea el proceso, para los anfibios el resultado es el mismo. Los humedales tambin estn desapareciendo, pero en una proporcin que es mucho ms difcil de cuantificar. Aunque los grandes humedales se detectan con las imagines satelitales, los pantanos boscosos, los pequeos riachuelos, las vertientes y las charcas temporarias que son esenciales para la reproduccin de muchos anfibios simplemente no aparecen. Por lo tanto los cientficos son desafiados a monitorear el cambio en los humedales disponibles. En los Estados Unidos, el Servicio de Pesca y Vida Silvestre (Fish and Wildlife Service) estima que la prdida de humedales ha disminuido enormemente en dcadas recientes a 23700 hectreas por ao, o el 0.05% del total de las reas de humedales42. Este es un signo alentador y un tributo al poder de la legislacin eficaz.
Nuestra creciente poblacin humana y su demanda de alimentos, refugio, energa y bienes de consumo continan impulsando la destruccin de hbitats a lo largo del hemisferio. Aunque la tasa de crecimiento de la poblacin es sustancialmente menor a la de los aos 60 y 70, la mayora de los pases an crece. La estimacin promedio de Naciones Unidas para Amrica Latina y el Caribe proyecta que la poblacin humana aumentar el 48% (a 768 millones de personas) para el ao 2050. De manera similar, Naciones Unidas proyecta que Amrica del Norte crecer el 42% (a 448 millones de personas) durante el mismo periodo40. Toda esta gente implicar una carga adicional a nuestros recursos naturales, y los anfibios y otras especies de la vida silvestre sern empujados an ms lejos, hacia los mrgenes de sus hbitats adecuados. La cubierta boscosa contina disminuyendo. Slo durante los aos 90 Amrica del Sur perdi el cuatro por ciento de su cubierta boscosa y las islas del Caribe perdieron un enorme diez por ciento. Amrica del Norte esencialmente no ha tenido un cambio neto en la cubierta boscosa durante las ltimas dcadas41, pero esta circunstancia aparentemente favorable enmascara la prdida de bosques maduros y de antiguo crecimiento, los que fueron reemplazados por bosques mucho ms jvenes, que generalmente son menos favorables como hbitat para los anfibios. Nuestra compilacin acerca de las causas de la destruccin de hbitat que afectan directamente a los anfibios muestra que la agricultura, la explotacin maderera y el desarrollo son las ms importantes. En muchas reas, primero se verifiEn otros pases virtualmente no existen datos estandarizados acerca del cambio en la extensin de los humedales43. Algunos de los humedales ms espectaculares del mundo se encuentran en Amrica del Sur, en las cuencas de los ros Orinoco y Amazonas, los humedales de los Llanos en Venezuela y Colombia, el Pantanal de Brasil, y el chaco hmedo de Paraguay y Argentina. Pero estas maravillas naturales, junto con los ros de todo el hemisferio, estn amenazados por represas que interrumpen sus regmenes hidrolgicos naturales. Brasil, por ejemplo, obtiene el 90% de su energa de plantas hidrolctricas44, y las compaas elctricas de todas partes hacen permanentes prospecciones en busca de nuevos sitios para represas. El monitoreo de los humedales y el desarrollo de nuevas estrategias para mejorar los efectos negativos de los proyectos hidroelctricos sobre los anfibios y otras especies acuticas silvestres son prioridades para futuros esfuerzos.
enfermedad qutrida, pero las pesticidas, cambios climticos, y comercial ilegal tambin juegan un papel.
ENFERMEDADES
Hasta hace aproximadamente 15 aos, poca gente de la que trabajaba con anfibios le prestaba atencin a las enfermedades. Los cuidadores de los zoolgicos por supuesto estaban preocupados por stas, pero los investigadores de campo raramente tenan razones para sospechar que las enfermedades fueran un factor a tener en cuenta en las dinmicas de las poblaciones que estudiaban. El doctor John Lynch, el taxnomo que descubri ms especies en el Nuevo Mundo que ningn otro, recordaba que antes de 1997 nunca haba visto ms de dos tres ranas muertas o agonizando en una sola estacin de trabajo de campo45. Si los investigadores de campo no han visto ranas muertas o agonizantes, entonces cmo puede la enfermedad ser un importante factor de mortandad?
pasan al menos una parte de su ciclo vital cerca de corrientes de agua tienen ms posibilidades de disminuir. Tercero, el Bd afecta en primer lugar los picos queratinizados de los renacuajos, lo que explica porqu algunos renacuajos en las reas afectadas pueden haber perdido sus picos. Esta observacin plantea varias preguntas acerca de la enfermedad qutrida en las disminuciones de los anfibios. Han estado ocurriendo brotes de Bd todo el tiempo, sin que se notaran hasta ahora? O es una enfermedad que se ha extendido slo recientemente en gran parte del mundo, borrando poblaciones nativas que no han desarrollado defensas contra la enfermedad? Cmo se desplaza el Bd de un lugar a otro? Cmo se transmite la enfermedad de un ejemplar a otro? En un intento por responder la pregunta sobre el origen, Erica
Aunque ciertos patgenos naturales son conocidos desde hace mucho tiempo por atacar a los anfibios, ninguno haba estado implicado en disminuciones extensas. En los aos 90, sin embargo, los cientficos empezaron a sospechar que las enfermedades podrn estar desempeando algn papel en casos en los que poblaciones de anfibios estaban colapsando en hbitat no amenazados. En 1996, el doctor William Laurance y sus colegas revisaron los patrones de disminucin de 14 especies de ranas endmicas en las costas al este de Australia y llegaron a la conclusin de que slo una enfermedad emergente y altamente patgena podra explicarlos46. Para ese momento, varias reas en Costa Rica haban perdido cantidades sustanciales de especies y algunas ranas y sapos en el oeste de Amrica del Norte haban disminuido inexplicablemente47-49. Los cientficos estaban frustrados porque el examen de las ranas muertas no revelaba ningn patgeno conocido que pudiera haber causado mortandades tan grandes. El misterio fue resuelto en 1998, cuando los cientficos utilizaron un microscopio de electrones para examinar secciones de piel de ranas muertas de Mesoamrica y Australia. Encontraron un hongo previamente desconocido, ahora llamado Batrachochytrium dendrobatidis50,51 (ver tambin http://lifesciences.asu.edu/irceb/amphibians/). B. dendrobatidis, conocido como Bd, pertenece a un grupo de hongos llamados quitridios, que no se los conoca como patgenos para los vertebrados. Los quitridios existen naturalmente en diversos ecosistemas y tienen un papel importante en la digestin de protenas, como la quitina de los exoesqueletos de insectos, la celulosa de las plantas, la queratina del pelo, la piel y el polen52,53. En los anfibios parece que el Bd ataca a la queratina de los picos y dentculos crneos de los renacuajos y de la piel de los adultos, aunque el mecanismo exacto de la muerte es an desconocido. El Bd puede producir una toxina que mata al husped, o tal vez afecte el pasaje de la humedad, los nutrientes o los contaminantes a travs de la piel permeable. Tres aspectos de la biologa del B. dendrobatidis ayudan a explicar patrones de la disminucin de los anfibios. Primero, este quitridio crece en cultivo slo a temperaturas fras. Esto podra explicar porqu las especies de reas montanas tienen ms probabilidades de disminuir que las de las tierras bajas54. Segundo, como muchos de los quitridios, el Bd parece vivir slo en hbitats acuticos, lo que explicara porqu los anfibios que
Morehouse y sus colegas estudiaron las variaciones genticas de cepas del Bd aisladas de poblaciones de anfibios silvestres de Norte Amrica, frica y Australia. El anlisis de ADN sugiri que los quitridios se han esparcido recientemente en todo el mundo a partir de una nica fuente55. La doctora Patricia Burrowes y sus colegas examinaron 106 especmenes de museo de ranas recogidas en la isla de Puerto Rico desde 1961 hasta 1978. El primer espcimen en el que detectaron quitridios fue recolectado en 1976, lo que sugiere que la enfermedad arrib a la isla recientemente56. La inspeccin de especmenes de anfibios en otros lugares muestra que el Bd estaba presente en los Estados Unidos ya en 1974 y en Australia hacia 197857,58. Los detalles acerca de la transmisin y desplazamientos de la enfermedad an son incompletos. Indudablemente, un animal no infectado puede infectarse al ingresar a un cuerpo de agua que ha sido contaminado por ejemplares enfermos59. Fuera del agua, pareciera que slo el contacto fsico entre animales puede transmitir la enfermedad. La dispersin a larga distancia parece verificarse slo cuando las ranas infectadas se desplazan, usualmente con la ayuda de seres humanos. Por ejemplo, el Bd pas de repente del este al oeste de Australia viajando en una rana que iba de polizn en un cargamento de frutas60.
Arriba: Hyla rufitela (un hlido). Preocupacin Menor. Nicaragua, Costa Rica, Panam. Nativa de los bosques hmedos de las tierras bajas, Hyla rufitela es una especie ampliamente distribuidalo que la hace ms apta para resistir la prdida y las modificaciones del hbitat que los anfibios de rangos restringidos. / Foto de Forrest Brem.
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CAJA 8
Esto significa que el Bd es responsable de todas las disminuciones de anfibios en reas protegidas? Probablemente, pero posiblemente nunca estaremos seguros. Otros factores aqu mencionadoslos pesticidas, otras enfermedades y los cambios climticostambin desempean su parte. Muchas de las ranas mueren sin ningn testigo cercano que recoja los especmenes. Simplemente, nunca sabremos con certeza la causa de la desaparicin de innumerables poblaciones. De todos modos, ahora tenemos datos suficientes para concluir que la epidemia de Bd, posiblemente en concierto con los cambios climticos, haya contribuido significativamente a la disminucin de diversas poblaciones de anfibios58,61,62.
California, una de las zonas ms intensamente cultivadas del mundo. Slo en 1998, los agricultores de California utilizaron 90 millones de kilogramos de pesticidas69. Trabajos previos han demostrado que el viento arrastra pesticidas muy lejos de donde fueron aplicados y que los anfibios silvestres de California pueden tener rastros de agroqumicos en sus tejidos, lo que sugiere un posible vnculo causal. El doctor Carlos Davidson y sus colegas analizaron los patrones espaciales de los flujos de pesticidas y las disminuciones de ocho especies de anfibios. En cuatro de ellas (la rana de patas rojas, Rana aurora; la rana de las cascadas, Rana cascadae; la rana de estribaciones de patas amarillas, Rana boylii; y la rana de patas amarillas de las montaas, Rana muscosa), las disminuciones eran ms probables en las poblaciones establecidas en grandes reas agrcolas
La enfermedad del quitridiodesconocida hace una dcadaest causando disminuciones en las poblaciones de los anfibios aun en reas protegidas pristinas.
y situadas directamente a favor de los vientos, que en las poblaciones ubicadas en tierras con actividad agrcola relativamente escasa y orientadas en contra de los vientos dominantes69. Este patrn, repetido en diferentes partes del estado y con diferentes especies de ranas, sugiere claramente que los pesticidas desempean algn papel en la disminucin de anfibios en hbitats no afectados de otro modo. En Amrica Latina, los estudios sobre los efectos de los contaminantes en los anfibios slo estn comenzando70,71, pero el volumen de pesticidas aplicados hace necesarias futuras investigaciones.
PESTICIDAS
Desde la dcada de 1950 los avances tecnolgicos han cambiado dramticamente el modo en el que cultivamos nuestros alimentos, para aumentar sustancialmente el rendimiento. La piedra fundamental de esta revolucin verde es la cornucopia de pesticidas utilizados en la actualidad por los agricultores para controlar las malezas, las enfermedades y las plagas animales. Datos de la Organizacin de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentacin (FAO) muestran que el uso de pesticidas en las Amricas durante el perodo 1990-2000 permaneci alto, en un promedio de varios kilogramos por hectrea de tierra cultivada63. La toxicidad y permanencia de los pesticidas en el ambiente vara tremendamente. Algunos de los peores, en trminos de los efectos en la vida silvestre, ya han sido prohibidos, pero muchos otros permanecen en el mercado. Las lluvias y los vientos hacen que estos qumicos sean introducidos en los hbitats naturales que rodean las reas agrcolas, donde pueden daar a las especies nativas64,65. Los anfibios, con su piel permeable y sus hbitos acuticos, pueden ser particularmente susceptibles a estos qumicos. Los anfibios tambin consumen grandes cantidades de insectos, incluidos los insectos acuticos. Si los animales sobre los que predan estn contaminados por pesticidas, estas sustancias con el tiempo pueden acumularse en los tejidos de los anfibios, llevando en algunos casos a la muerte o al surgimiento de malformaciones (ver Caja 8). La informacin sobre los efectos de los pesticidas en las poblaciones de anfibios es limitada, pero los pesticidas arrastrados por el viento y el agua pueden explicar potencialmente las disminuciones en sitios en los que no se ha producido una obvia destruccin del hbitat. Un lugar donde la interaccin entre el uso de pesticidas y poblaciones de anfibios ha sido estudiada es
Pgina opuesta: Una rana toro (Rana catesbeiana) con malformacines . El crecimiento de patas extra es causado por gusanos parsitos. / Foto de Stanley K. Sessions. Esta pgina, ms arriba: Rana de patas rojas (Rana aurora). Casi Amenazado. Canad, Estados Unidos, Mxico. Las disminuciones de las poblaciones de esta especie en California estn vinculadas a los pesticidas utilizados en la agricultura as como a la destruccin del hbitat. / Foto de Wayne Van Devender. En esta pgina, ms abajo: Salamandra gigante de California (Dicamptodon ensatus). Preocupacin Menor. Canad y Estados Unidos. Con su piel permeable y su resguardo en hbitats acuticos, las salamandras u otros anfibios son especialmente sensibles a los qumicos dispersados en el ambiente por el hombre. / Foto de Geoff Hammerson.
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CAJA 9
Arriba: La Cuenca de Kaweah en la Sierra Nevada en California es un hbitat tpico para la rana de patas amarillas de las montaas. / Foto de Roland Knapp. Abajo: La rana de patas amarillas de la montaa (Rana muscosa). Vulnerable. Estados Unidos. Muchas poblaciones de esta rana en California y Nevada han sido extirpadas por la introduccin de truchas. / Foto de Roland Knapp.
CAMBIOS CLIMTICOS
Nuestro clima est cambiando, y muchos de estos cambios se deben al dixido de carbono y a otros gases que contribuyen al efecto invernadero liberados a la atmsfera por las actividades humanas72. Investigaciones recientes han mostrado que el cambio climtico no es una posibilidad abstracta, sino ms bien un evento progresivo que est ocurriendo en la actualidad y que posee efectos mensurables en los organismos silvestres. En las zonas templadas del norte muchas plantas y animales estn extendiendo sus rangos hacia el norte. Las fechas en las que algunas aves ponen sus huevos, la mariposas emergen de sus capullos y las flores silvestres de las montaas comienzan a florecer se estn adelantando. Los anfibios emergen de los refugios en los que invernan y comienzan sus coros de apareamiento durante la primavera mucho antes que en otras pocas durante el ultimo siglo73,74. Qu papel puede desempear el cambio climtico en las disminuciones y extinciones de las poblaciones anfibias?
pueden hacer que el nivel de las nubes suba77,78. La distribucin de los animales al menos en uno de los bosques nublados de Mesoamrica ya est respondiendo a este cambio79. El cambio climtico puede tener tambin efectos ms directos en los anfibios. Una tendencia a la sequa puede significar que las charcas temporarias necesarias para la reproduccin de algunas especies se sequen justo antes de que los renacuajos hayan tenido la oportunidad de metamorfosearse por completo. Adems, el aumento de la temperatura y/o la disminucin de las precipitaciones puede estresar a los anfibios, hacindolos ms susceptibles a las enfermedades80. As, los cambios climticos pueden actuar indirectamente causando cambios biolgicos locales que aumentan la mortandad de los anfibios. Para alcanzar conclusiones firmes, es necesario contar con sitios sobre los cuales haya tanto datos climticos completos como datos de monitoreos de poblaciones a largo plazo, cosas que raramente estn disponibles para el mismo lugar. Sin los datos que determinen con precisin las pocas de disminucin y que muestren las tendencias climticas, es imposible documentar
El cambio climtico ya ha alterado las fechas de reproduccin en las ranas de zonas templadas, y es fuertemente vinculado con la desaparicin de algunas especies tropicales.
Como los contaminantes, el cambio climtico puede actuar sobre los anfibios de distintos modos. Los rangos de distribucin de muchas especies estn determinados no slo por los hbitats favorables, sino tambin por un conjunto especfico de condiciones ambientales como la temperatura y las precipitaciones. A medida que el clima cambia, las ubicaciones de estos bolsones climticos se mueven a lo largo del paisaje. Los organismos adaptados a un bolsn climtico particular deben moverse con ste para evitar la extincin. Por ejemplo, los rboles y muchos otros organismos de Amrica del Norte se desplazaron una y otra vez, del norte al sur y del sur al norte, durante las sucesivas edades glaciares y los periodos de calentamiento interglaciares de los ltimos 200.000 aos. Los problemas surgen para las especies circunscriptas a las cimas de las montaas o a reas protegidas rodeadas por hbitats inapropiados. A medida que la temperatura aumenta, los bolsones climticos se desplazan y las especies se quedan sin un lugar a donde ir. Aunque hasta ahora no hay casos definitivos de este fenmeno que lleven a la extincin de una especie de anfibios, es muy probable que suceda durante los prximos 100 aos75. En realidad, para el final del siglo el cambio climtico puede dejar atrs la destruccin del hbitat como la amenaza ms importante a la biodiversidad75,76. La evidencia ms clara acerca de que este proceso est en camino viene de los bosques nublados tropicales, que estn constantemente cubiertos por una neblina nacida de las nubes. Los estudios han mostrado que tanto la deforestacin como pequeos cambios en la temperatura de la superficie del mar,
una relacin entre eventos climticos y disminuciones. Sin embargo, en tres sitios tropicales, las tierras altas de Costa Rica, los Andes ecuatorianos y el Puerto Rico montano, la necesaria combinacin de datos de poblacin y clima estn disponibles para el anlisis. En el sitio de Costa Rica, 20 especies de ranas y sapos, incluidas los sapos dorados (Bufo periglenes), disminuyeron o desaparecieron abruptamente en 1988, con subsiguientes disminuciones marcadas en los sobrevivientes en 1994 y 1998. Cada uno de estos eventos de disminucin ocurri durante un inusual periodo de sequa durante los cuales no se registr el tpico perodo de niebla79. Los Andes ecuatorianos albergaban al espectacular sapo jambato (Atelopus ignescens), que desapareci de repente de 47 sitios en los aos 80, justo despus de los dos aos ms secos registrados durante el periodo 1962-199881. De modo similar, la sequa acompa la desaparicin de tres especies y la disminucin de seis especies de ranas del gnero Eleutherodactylus en Puerto Rico56. En todos estos casos el clima puede haber interactuado con enfermedades para causar disminuciones (ver Efectos Sinrgicos ms adelante).
Arriba: Eleutherodact ylus cruentus (una rana tropical). Preocupacin Menor. Costa Rica y Panam. A esta especie de tierras bajas le est yendo bien, lo que muestra una tendencia segn la que las especies que viven en zonas ms altas corren ms riesgo frente a los cambios ambientales globales./ Foto de Ross Alford.
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ESPECIES INVASORAS
Es bien sabido que las especies invasoras, tradas de tierras extraas ya sea intencionalmente o por accidente, causan la extincin de la flora y la fauna nativas. Cmo han afectado estas especies invasoras a los anfibios del Nuevo Mundo? Las especies invasoras amenazan a los anfibios de diversos modos. Las truchas introducidas que predan principalmente las larvas de los anfibios han deprimido severamente las poblaciones de las ranas de patas amarillas en California (ver Caja 9). Una cantidad de salamandras que procrean en lagunas del oeste de Norte Amrica tambin sufren reducciones por la presencia de estos peces. Las truchas han colonizado las corrientes de agua de las montaas de Mesoamrica a lo largo de los Andes como resultado tanto de la introduccin intencional como de escapes de las granjas de cra. No existen an estudios completos de los efectos de las truchas sobre los anfibios de cursos de agua tropicales, por lo que todava no conocemos el impacto de estos predadores introducidos sobre las poblaciones de anfibios.
COMERCIO
Uno de los lugares ms remotos en el Nuevo Mundo es el Gran Chaco, una regin seca y baja situada en el lmite entre Bolivia, Paraguay y Argentina. All uno puede estar a 150 kilmetros del lugar ms cercano para comprar una bebida gaseosa (y ms lejos an si se la desea fra!). Incluso aqu, varias especies de ranas, incluida las ranas cornudas (gnero Ceratophrys) y las ranas de dedos alargados (gnero Leptodactylus) estn comenzando a perder sus citas anuales de canto que ocurren con el comienzo de las lluvias estacionales. La razn? Sus extraas formas y colores (Ceratophrys cranwelli parece una boca gigante con ojos y patas para decoracin) las hacen atractivas para el mercado de mascotas. Aunque los comerciantes en los pases de destino son los que ms ganan, la posibilidad de un pago de dinero, a pesar de ser mnimo, tienta a los recolectores locales de desafiar el clima y la distancia para recoger estas ranas. En general, el comercio de anfibios como mascotas, para consumo y para uso cientfico es mencionado como factor en la disminucin slo de 36 especies amenazadas (3% del total). La cosecha de ranas y salamandras como fuente de alimentacin local y para la medicina tradicional ha afectado a especies tales
Especies invasoras como la rana toro a menudo se alimentan de los anfibios nativos y pueden contribuir a la disminucin de poblaciones.
como las ranas del gnero Telmatobius en Per y Bolivia (ver Caja 6), la salamandra Ambystoma dumerili (cuya piel es convertida en un jarabe medicinal para enfermedades respiratorias por las monjas de un convento cercano al Lago Ptzcuaro, Mxico, donde habita la especie)85, y la pollo de montaa (Leptodactylus fallax), una rana de gran tamao consumida en Dominica y Montserrat86. El comercio internacional est regulado por la Convencin sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES), un tratado que ha sido firmado por 160 pases, pero la existencia de un mercado clandestino de anfibios queda demostrado por las confiscaciones peridicas hechas por los funcionarios de aduanas en pases exportadores e importadores. Sin embargo, haciendo un balance, el intercambio comercial slo ha llevado a relativamente pocos anfibios al rango de los amenazados. Antes de que se desarrollara significativamente el comercio global de mascotas, varias especies eran cosechadas para usarlas como especmenes conservados para disecar en las escuelas secundarias o en las clases de anatoma en las universidades. La rana leopardo nortea (Rana pipiens) en Norte Amrica, el sapo Bufo chilensis en Chile y el Bufo arenarum en Argentina han sido recolectados de a miles con propsitos educativos y cientficos. Estas especies en general son abundantes y con rangos de distribucin amplios (aunque la rana leopardo nortea ha desaparecido en partes de su antiguo rango en el Medio-oeste de los Estados Unidos) a pesar de dcadas de persecucin. Esta observacin destaca el hecho de que mientras algunas especies estn amenazadas por el exceso de recoleccin, otras pueden tolerar niveles moderados de extraccin sin sufrir serios niveles de disminucin en sus poblaciones.
Las ranas toro (Rana catesbeiana) son nativas del este de Norteamrica, pero han invadido el oeste y partes del Caribe y de Amrica del Sur. Las ranas toro se cran a gran escala en granjas para vender sus ancas a los restaurantes locales. Algunos animales, desafiando su destino, se escapan de los estanques y establecen poblaciones salvajes. Estos comilones voraces pueden consumir cantidades prodigiosas de comida, incluidos los renacuajos y adultos de especies nativas. En algunas reas, las ranas toro introducidas han desempeado un importante papel en la disminucin de especies locales de ranas leopardo. Incluso algunas plantas caducifolias aparentemente inocuas pueden amenazar a los anfibios. La arroyuela prpura (Lythrum salicaria), nativa de Europa, se ha dispersado ampliamente en Amrica del Norte. Aunque sus flores color lavanda alegran los bordes de los caminos a lo largo de todo su nuevo rango de distribucin, la arroyuela prpura acelera la colmatacin de humedales temporarios y permanentes. A medida que los humedales desaparecen, tambin desaparecen los coros primaverales de ranas y sapos que necesitan humedales saludables para reproducirse.
EFECTOS SINRGICOS
Fuera de la destruccin del hbitat, las disminuciones de anfibios raramente son el resultado de una nica causa87. Las desapariciones del sapo jambato en Ecuador y de los Eleutherodactylus en Puerto Rico muestran una relacin entre un clima inusual y la aparicin de la enfermedad causada por el hongo quitridio56,81. La mortandad en sapos boreales en el Pacifico del noroeste de los Estados Unidos es el resultado de una combinacin de radiacin ultravioleta y del hongo Saprolegnia88. Incluso en el caso de la rana de patas amarillas en el que la introduccin de las truchas pareca ser la explicacin ms importante de las disminuciones, el Bd tambin puede tener algo que ver89. Tambin son posibles otros escenarios. Un anlisis que buscaba la enfermedad qutrida realizado a las ranas toro de una granja de ranas del Uruguay result positivo en 1999. Estas ranas podran haber infectado a las ranas nativas locales, o llevar la enfermedad con ellas cuando fueron exportadas a otros pases sudamericanos o a los Estados Unidos90. La rana de garras africana (Xenopus laevis) aparentemente tolera el Bd en su frica natal. El intercambio mundial de especies, a mediados del siglo XX, para pruebas de embarazo y ms tarde como animales para estudio en laboratorios puede haber esparcido la enfermedad en especies nativas susceptibles91. El nico mecanismo de dispersin a larga distancia conocido para la mortal enfermedad del hongo quitridio involucra el desplazamiento de ranas vivas. Por lo tanto el transporte de ranas no slo por su carne sino tambin para el mercado de mascotas tiene el potencial de esparcir esta enfermedad a ms lugares en el mundo.
Arriba: Rana de garras africana (Xenopus laevis). Preocupacin Menor. Nativa de frica; ahora introducida en el Hemisferio Occidental y en otras partes. El comercio internacional de esta y otras especies exticas puede ser un factor de diseminacin de la enfermedad chtrida en poblaciones nativas susceptibles. / Foto de Wayne Van Devender. Segunda, desde arriba: Rana toro tropical (Leptodactylus pentadactylus). Preocupacin Menor. Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panam, Colombia, Ecuador , Venezuela, Guayana, Surinam, Guayana Francesa, Per, Bolivia y Brasil. / Foto de Piotr Naskrecki. Tercera desde arriba: Rana leopardo del norte (Rana pipiens). Preocupacin Menor. Canad, Estados Unidos. Esta especie comn es ampliamente utilizada para la diseccin en las clases en las escuelas. Sigue estando ampliamente distribuida, aunque ha desaparecido en algunas reas. / Foto de Geoff Hammerson. Abajo: Physalaemus olfersii (una rana de espuma). Preocupacin Menor. Brasil. Se encuentra en los Bosques Atlnticos de Brasil, un rea bajo enorme presin de destruccin de hbitat. Permanece menos del 10% de los bosques originales. / Foto de Paula Cabral Eterovick.
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CAJA 10
RECOMENDACIONE S PA R A L A P R OT E C C I N D E L H B I TAT Reforzar el manejo y la proteccin en las reservas existentes, especialmente las que albergan mltiples especies amenazadas. Incluir a los anfibios en los ejercicios de establecimiento de prioridades para la conservacin. Expandir las reas protegidas para cubrir los rangos de distribucin de las especies amenazadas que no estn protegidas en la actualidad. Establecer reservas regionales pequeas para proteger especies microendmicas.
de las poblaciones y sus distribuciones no estaban disponibles de un modo completo. Con la finalizacin de la Evaluacin Global de los Anfibios (GAA) y la publicacin de todos los resultados en Internet (ver http://www.globalamphibians.org), los anfibios ahora son uno de los grupos ms fciles de incluir en estos anlisis93. Una tendencia conservacionista actual es crear grandes reservas a escala de paisaje para proteger ecosistemas completos. Si bien esta propuesta es loable, por lo general estas megareservas estn separadas por grandes distancias. Los anfibios en todo el
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Nuevo Mundo muestran patrones de microendemismo tales que pequeas cimas de montaas o valles de ros tienen especies endmicas. Sin el cuidado de los planificadores, algunas de estas especies pueden caer en las grietas de los sistemas de reas protegidas. Por ejemplo, el estado de Chiapas, al sur de Mxico, tiene varias reservas de la biosfera grandes y efectivas, incluidas El Triunfo y La Sepultura. Sin embargo el estado tambin alberga algunas especies endmicas (tal como el hlido Plectrohyla pycnochila y la salamandra Ixalotriton niger) que en la actualidad no estn protegidas. En estas situaciones, quienes planifican la conservacin deben crear tanto pequeas reservas regionales para proteger especies microendmicas como grandes reservas a escala de paisaje para preservar ecosistemas.
RECOMENDACIONE S SOBRE PROTECCIN LEGAL Y POLTICAS Revisar las listas nacionales y subnacionales de especies amenazadas en base a los conocimientos actualizados. Reescribir la legislacin sobre especies en peligro para proporcionar proteccin contra la destruccin del hbitat as como la explotacin directa. Restringir severamente o prohibir la importacin de especies exticas, especialmente de ranas toro y ranas de garras africana. Evitar el comercio excesivo de especies a travs del monitoreo de poblaciones potencialmente amenazadas.
africana tambin puede ser un importante vector de enfermedades. Se deben implementar medidas de extrema seguridad para evitar escapes hacia ambientes naturales. La explotacin y el comercio irrestricto de especies nativas puede disminuir poblaciones locales al punto de la extincin local y puede llevar a la propagacin global de serias enfermedades. Los animales importados deben ser puestos en cuarentena y examinados en busca de todo tipo de enfermedades de los anfibios, incluido el Bd. El comercio de especies nativas puede lograrse de modo sustentable, pero debe estar regulado en base a monitoreos poblacionales permanentes; por ltimo, el comercio de especies que es sabido que pueden transmitir enfermedades debera estar prohibido o severamente restringido95.
REPRODUCCIN EN CAUTIVERIO
La reproduccin en cautiverio es una herramienta de conservacin que puede ser empleada en concierto con la proteccin del hbitat. La proteccin del hbitat es mucho menos costosa, y con frecuencia ms eficaz, que la reproduccin en cautiverio y, por lo tanto, debera ser el curso normal de accin para la conservacin de poblaciones pequeas. En algunos casos, como frente a la amenaza de una enfermedad, la sola proteccin del hbitat puede no ser suficiente. Ejemplos incluyen la proteccin de las especies de sapos arlequn de las tierras altas, las ranas Telmatobius, las ranas que habitan en corrientes de agua, las ranas Eleutherodactylus, y las ranas de cristal, que se sabe son susceptibles a la enfermedad del Bd. En la actualidad, no existen tcnicas de manejo que permitan prevenir la desaparicin de una poblacin silvestre por causa de una enfermedad. Cuando una especie es vulnerable a una enfermedad, se debe considerar la reproduccin en cautiverio. Idealmente, para asegurar la diversidad gentica de la reproduccin, se debera capturar un
cierto nmero de individuos para la reproduccin en cautiverio antes que la poblacin colapse. Por supuesto, la proteccin o la restauracin del hbitat tambin son esenciales, de modo que existan reas apropiadas para la reintroduccin de los ejemplares desarrollados en cautiverio. Para que sean exitosos, los programas de reproduccin en cautiverio deben aplicar las mejores tcnicas disponibles para el manejo de los animales. Los mtodos de reproduccin inducida en cautiverio recin se estn desarrollando para muchas de las especies tropicales, de manera que los cientficos necesitan mecanismos eficaces para comunicar rpidamente las nuevas y promisorias tcnicas a la comunidad zoolgica. En algunos casos, quienes se dedican a los anfibios por hobby pueden tener tcnicas de reproduccin interesantes que pueden compartir con los profesionales. Deberan establecerse mltiples poblaciones cautivas de cada especie para mantener la diversidad gentica de las provisiones para reproduccin y como proteccin contra la prdida inesperada de un sitio de reproduccin. Los conservacionistas deben afrontar el complejo tema de la reproduccin en cautiverio de especies nativas en los pases en desarrollo. Es ms probable que haya fondos disponibles e instalaciones apropiadas en los pases desarrollados, pero los pases en desarrollo son comprensiblemente reacios a ceder su menguante biodiversidad a los ricos zoolgicos extranjeros. Una solucin es transferir la tecnologa y la capacidad a los pases en desarrollo para que puedan reproducir las especies nativas en sus propias instalaciones. Otra posibilidad es negociar la propiedad de los derechos de modo que los pases fuente retengan la propiedad sobre las ranas exportadas a zoolgicos extranjeros para la reproduccin en cautiverio.
Los conservacionistas deben tener conciencia de que aun cuando muchas especies amenazadas pueden reproducirse en cautiverio, muy pocas han sido reintroducidas con xito en la naturaleza (ver Caja 10). El factor agregado de la altamente virulenta enfermedad qutrida en un rango geogrfico vasto complica todava ms los esfuerzos de reintroduccin. Una vez que el Bd se establece en una regin, la reintroduccin de anfibios susceptibles ser intil hasta que se pueda controlar el Bd en la naturaleza. La reproduccin en cautiverio puede, por lo tanto, mantener animales vivos pero, hasta el momento, no siempre es el mtodo ms confiable para prevenir la extincin de los anfibios en la naturaleza. Futuras investigaciones acerca de este tipo de tcnicas podrn, algn da, mejorar esta situacin.
RECOMENDACIONES PA R A L A E D U C A C I N Y TOMA DE CONCIENCIA Trabajar con los medios para destacar la difcil situacin de las especies locales. Desarrollar material vinculado a los planes de estudio para las escuelas Patrocinar salidas para apreciar el valor de los anfibios. Realizar eventos culturales centrados en temas de los anfibios. Construir lagunas para atraer y conservar los anfibios.
RECOMENDACIONES PA R A L A R E P R O D U C C I N EN CAUTIVERIO Iniciar la reproduccin en cautiverio antes de que la poblacin se reduzca tanto que est al borde de la extincin. Difundir ampliamente las tcnicas para la reproduccin en cautiverio de los anfibios. Establecer instalaciones para reproduccin en los pases en desarrollo donde ha ya fauna amenazada y con fuentes de recursos sustentables; cuando esto no sea posible, establecer convenios entre pases con faunas en peligro y pases con instalaciones adecuadas para la reproduccin. Concentrar los esfuerzos de investigacin para asegurar el xito de las reintroducciones. EDUCACIN Y TOMA DE CONCIENCIA
Aunque los medios masivos de comunicacin han alertado al pblico sobre la disminucin de los anfibios, necesitamos que el mensaje con respeto a que los anfibios estn en grandes problemas en casi todas partes tenga mayor penetracin en la conciencia general. Este informe muestra que los anfibios estn desapareciendo mucho ms rpido que cualquier otro grupo de organismos que haya sido evaluado exhaustivamente utilizando los criterios de la Lista Roja. La gran cantidad de especies en peligro crtico, muchas de las cuales es posible que ya estn extintas, indica que estamos viendo slo la punta del iceberg de la extincin. Una mayor conciencia pblica acerca del problema alentar a los gobiernos a incluir ms anfibios en las listas de especies en peligro, a los donantes a financiar ms proyectos de investigacin y conservacin de los anfibios y a los conservacionistas a incluir anfibios en sus listas de anlisis de reas que necesitan proteccin. Tambin se podr reforzar las regulaciones que protegen los humedales y otros hbitats utilizados por los anfibios.
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Para alcanzar este objetivo, tanto los cientficos como los conservacionistas deberan resaltar la difcil situacin de las especies locales en los medios e incluir la conservacin de los anfibios en sus programas de extensin. Para llegar a los nios de las escuelas, los educadores y los cientficos deben trabajar juntos en el desarrollo de materiales para clases sobre la conservacin de los anfibios. Los cientficos tambin pueden ayudar a las escuelas y a los centros dedicados a la conservacin de la naturaleza realizando caminatas para la observacin de anfibios en sus hbitats locales para incrementar la valoracin de estas, a menudo, descuidadas criaturas. Los zoolgicos, los museos de historia natural y las galeras de arte pueden patrocinar muestras especiales centradas en los anfibios. Los centros educativos, los hoteles de zonas rurales, las reas para la proteccin de la naturaleza, y los parques naturales pueden construir lagunas artificiales para atraer anfibios. Estas lagunas, que deben ser libres de peces para prevenit la depredacin de los renacuajos, sirven para familiarizar el pblico con distintas especies de anfibios. Pero, especialmente en reas tropicales montanas, estas lagunas son importantes herramientas para la conservacin ya que funcionan como amortiguadores contra las sequas que hacen desaparecer las lagunas naturales antes de que los renacuajos terminen o completen su metamorfosis. cos an no conocen lo suficiente como para asignarles una
INVESTIGACIONES ADICIONALES
Joyas que Estn Desapareciendo demuestra que los cientficos han recorrido un largo camino hacia la comprensin de las disminuciones de los anfibios desde que los informes sobre el colapso de poblaciones comenzaron a circular a finales de los aos 80. Muchas de las disminuciones son causadas por la destruccin del hbitat, y, en la mayora de los casos, no es necesaria ninguna investigacin antes de proceder con la proteccin de hbitats crticos. Durante el siglo en marcha, los cambios climticos se volvern una importante amenaza y, nuevamente, est claro necesitamos proteger los hbitats que puedan ser favorables para las especies amenazadas a medida que el clima cambia. El mayor desafo que enfrentan hoy los investigadores de campo es cmo prevenir las enfermedades que borran las poblaciones de anfibios (ver Entendiendo las Enfermedades ms adelante). Los efectos de los contaminantes sobre las poblaciones de anfibios tambin necesitan ms estudio. Cmo se traducen los cambios endcrinos inducidos por los pesticidas como la atrazina en los niveles de cambio de las poblaciones? Docenas de agroqumicos se incorporan a los hbitats de los anfibios en todo el mundo. Cmo afecta esto la reproduccin y supervivencia de los anfibios? Cmo afecta su sistema inmunolgico el estrs inducido por contaminantes? Los cientficos conocen muy poco acerca de los efectos de los agroqumicos sobre los anfibios en los ambientes tropicales. Estos efectos son diferentes de los estudiados en ambientes templados? Sabemos que el viento puede llevar contaminantes hacia zonas protegidas. Cmo puede esto afectar a las poblaciones? A pesar de los importantes avances realizados durante los ltimos aos, los anfibios todava son criaturas poco conocidas. Hay un quinto de las especies evaluadas de las que los cientfi-
categora. Las razones citadas incluyen dudas sobre el estado taxonmico, informacin incompleta sobre el rango de distribucin, o la falta de datos recientes acerca de la abundancia y las tendencias de las poblaciones. Las investigaciones futuras debern concentrarse en completar estos vacos de informacin sobre las especies cuyos datos son insuficientes. Por ltimo, este anlisis demuestra la urgente necesidad de monitorear las poblaciones. Muchas especies parecen haber disminuido, e incluso desaparecido, sin que nadie haya sido testigo de este hecho. No tenemos ms que una vaga idea acerca de cundo ocurrieron las disminuciones y no hay especmenes recolectados durante la disminucin para que nos den una clave de porqu sucedieron. Necesitamos claramente programas de monitoreo riguroso en una amplia variedad de hbitats y en una amplia variedad de especies para documentar y comprender mejor los cambios de las poblaciones en el futuro. Los programas de monitoreo diseados apropiadamente deben incluir no slo poblaciones de anfibios sino tambin variables ambientales, si es que queremos comprender las causas de los cambios de las poblaciones11. La repeticin en el futuro de esta evaluacin hemisfrica de los anfibios proporcionar una medida de cun bien estamos logrando nuestro objetivo de conservacin. Uno de los peligros de publicar una Lista Roja de animales amenazados es que las agencias locales responsables de otorgar los permisos y licencias para investigacin se vuelvan reacias a permitirles a los cientficos que realicen investigaciones sobre las especies en peligro. Este comportamiento es contraproducente, ya que la investigacin es esencial para mejorar nuestra comprensin de la historia natural y las amenazas de las especies en peligro. Estas agencias, por lo tanto, deberan esforzarse en facilitar la investigacin sobre especies amenazadas siempre que las realicen cientficos respetados.
RECOMENDACIONES PA R A E N T E N D E R LAS ENFERMEDADES Enfocar las investigaciones en temas que ayuden a responder las preguntas sobre cmo manejar el Bd en poblaciones silvestres. Aprender cmo se esparce Bd. Comprender la relacin entre los eventos climticos tales como las sequas y los brotes de enfermedades. Investigar la presencia de otras enfermedades y medir sus efectos en las poblaciones anfibias.
Arriba y segunda desde arriba: Tritn oriental (Notophthalmus viridescens). Preocupacin Menor. Canad y Estados Unidos. Durante su etapa de tritn rojo (arriba), el tritn oriental vive en tierra. Despus de hasta varios aos, regresa al agua y a travs de la metamorf osis se convierte en un tritn acutico adulto (segunda desde arriba). / Foto de Geoff Hammerson. Tercera desde arriba: Salamandra de las cavernas de Tennessee (Gyrinophilus palleucus). Vulnerable. Estados Unidos. Conocida slo en unas pocas docenas de cavernas en Tennessee, Alabama y Georgia, vive toda su vida bajo tierra. / Foto de Jim Godwin. Abajo: Gymnopis multiplicata (una cecilia). Preocupacin Menor. Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panam. La ciencia conoce slo 168 especies de cecilias89 de ellas en el Nuevo Mundopero ms investigaciones seguramente desenterrarn muchas ms. / Foto de Piotr Naskrecki.
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Pgina opuesta: Hyla rufitela (un hlido). Preocupacin Menor. Nicaragua, Costa Rica, Panam. / Foto de Piotr Naskrecki. En esta pgina: (una rana). Preocupacin Menor. Brasil. / Foto de Paula Cabral Eterovick.
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65. Hayes, T., K. Haston, M. Tsui, A. Hoang, C. Haeffele y A. Vonk. 2002. Feminization of male frogs in the wild. Nature 419:895-896. 66. Sessions, S.K. y S.B. Ruth. 1990. Explanation for naturally occurring supernumerary limbs in amphibians. Journal of Experimental Zoology 254:38-47 . 67 . Johnson, P .T.J., K.B. Lunde, E.G. Ritchie y A.E. Launer. 1999. The effect of trematode infection on amphibian limb development and survivorship. Science 284:802-804. 68. Sessions, S.K., R.A. Franssen y V.L. Horner. 1999. Morphological clues from multilegged frogs: are retinoids to blame? Science 284:800802. 69. Davidson, C., H. B. Shaffer y M. R. Jennings. 2002. Spatial tests of the pesticide drift, habitat destruction, UV-B, and climate-change hypotheses for California amphibian declines. Conservation Biology 16:1588-1601. 70. Lajmanovich, R. C., M. T. Sandoval y P . M. Peltzer. 2003. Induction of mortality and malformation in Scinax nasicus tadpoles exposed to glyphosate formulations. Environmental Contamination and Toxicology 70:612-618. 71. Izaguirre, M. F ., R. C. Lajmanovich, P . M. Peltzer, A. P . Soler y V. H. Casco. 2000. Cypermethrin-induced aptosis in the telencephalon of Physalaemus biligonigerus tadpoles (Anura: Leptodactylidae). Environmental Contamination and Toxicology 65:501-507. 72. Intergovernmental Panel on Climate Change. 2001. Climate change 2001: The scientific basis. United Nations Environmental Program, New York. 73. Parmesan, C. y G. Yohe. 2003. A globally coherent fingerprint of global change impacts across natural systems. Nature 421:37-42. 74. Root, T. L., J. T. Price, K. R. Hall, S. H. Schneider, C. Rosenzweig y J. A. Pounds. 2003. Fingerprints of global warming on wild animals and plants. Nature 421:57-60. 75. Thomas, C. D., A. Cameron, R. E. Green, M. Bakkenes, L. J. Beaumont, Y. C. Collingham, B. F . N. Erasmus, M. F . de Sequeira, A. Grainger, L. Hannah, L. Hughes, B. Huntley, A. S. van Jaarsveld, G. F . Midgley, L. Miles, M. A. Ortega-Huerta, A. T. Peterson, O. L. Phillips y S. E. Williams. 2004. Extinction risk from climate change. Nature 427:145-148. 76. BirdLife International. 2004. State of the Worlds Birds 2004: Indicators for our Changing World. BirdLife International, Cambridge, Reino Unido. 77 . Still, C. J., P . N. Forste y S. H. Schneider. 1999. Simulating the effects of climate change on tropical montane cloud forests. Nature 398:608-610. 78. Lawton, R. O., U. S. Nair, R. A. Pielke Sr. y R. M. Welch. 2001. Climatic impact of tropical lowland deforestation on nearby montane cloud forests. Science 294:584-587 . 79. Pounds, J. A., M. P . L. Fogden y J. H. Campbell. 1999. Biological response to climate change on a tropical mountain. Nature 398:611-615. 80. Pounds, J. A. 2001. Climate and amphibian declines. Nature 410:639640. 81. Ron, S. R., W. E. Duellman, L. A. Coloma y M. R. Bustamante. 2003. Population decline of the Jambato Toad Atelopus ignescens (Anura: Bufonidae) in the Andes of Ecuador. Journal of Herpetology 37:116-126. 82. Bradford, D. F . 1989. Allotopic distribution of native frogs and introduced fishes in high Sierra Nevada lakes of California: implication of the negative effect of fish introductions. Copeia 1989:775-778.
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Arriba: Scinax elaeochraoa (un hlido). Preocupacin Menor. Nicaragua, Costa Rica, Panam, Colombia. / Foto de Piotr Naskrecki. Abajo: Rana calzonuda de ojos rojos (Agalychnis callidryas). Preocupacin Menor. Mxico, Belice, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panam y Colombia. / Foto de Piotr Naskrecki.
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APNDICE 1.
CIENTFICOS QUE CONTRIBUYERON (Y SUS REAS DE PRCTICA)
Manuel Acevedo (Guatemala) Andrs Acosta-Galvis (Colombia) Michael Adams (Estados Unidos y Canad) Csar Aguilar (Per) Rubn Albornoz (Per) Diego Almeida (Ecuador) Ana Almendriz (Ecuador) Adolfo Amzquita (Colombia) Gilda Andrade (Brasil) Ariadne Angulo (Per) Lucy Aquino (Paraguay) Mara Cristina Ardila-Robayo (Colombia) Wilfredo Arizabal (Per) Cristina Arzabe (Brasil) Claudia Azevedo-Ramos (Brasil) Mark Bailey (Estados Unidos) Diego Baldo (Argentina) Uriel Barrantes (Costa Rica) Luciana Barreto Nascimento (Brasil) Nstor Basso (Argentina) Rogrio Bastos (Brasil) Christopher Beachy (Estados Unidos) David Beamer (Estados Unidos) Jaime Bertoluci (Brasil) Sean Blomquist (Estados Unidos) Boris Blotto (Argentina) Renaud Boistel (Guayana Francesa) Federico Bolaos (Costa Rica) Wilmar Bolvar (Colombia) Diva Borges-Najosa (Brasil) Marga Born (Guayana Francesa) David Bradford (Estados Unidos) Alvin Braswell (Estados Unidos) Michel Breuil (Antillas Menores) Bruce Bury (Estados Unidos) Martn R. Bustamante (Ecuador) Alberto Cadena (Colombia) Luis Canseco-Mrquez (Mxico) Ulisses Caramaschi (Brasil) Ana Carolina Carnaval (Brasil) Franklin Casteeda (Honduras) Fernando Castro (Colombia) Alessandro Catenazzi (Bolivia y Per) Rogelio Cedeo Vzquez (Mxico) Jorge Cspedez (Argentina) Juan Carlos Chaparro-Auza (Per) Gerardo Chaves (Costa Rica) Paul Chippindale (Estados Unidos) Don Church (Estados Unidos) Diego Cisneros-Heredia (Ecuador) Gaurino Colli (Brasil) Luis A. Coloma (Ecuador) Jesus Crdova-Santa Gadea (Per) Claudia Cortez (Bolivia) Neil Cox (Mundo) Martha Crump (Costa Rica) Gustavo Cruz (Honduras) Carlos Frederico da Rocha (Brasil) Carlos Davidson (Estados Unidos) Ignacio De la Riva (Bolivia) Ismael di Tada (Argentina) Luis Daz (Cuba) Helen Daz-Paz (Chile) Arvin Diesmos (Bufo marinus) Kenneth Dodd (Estados Unidos) William Duellman (Ecuador) Ruth Amanda Estupian (Brasil) Paula Cabral Eterovick (Brasil) Julian Faivovich (Argentina) Gary Fellers (Estados Unidos) Ernesto Fernndez-Badillo (Venezuela) Oscar Flores-Villela (Mxico) Juan Ramn Formas (Chile) Querube Fuenmayor (Panam) Paulo Garcia (Brasil) Irwin Garca (Venezuela) Juan Elas Garca Prez (Venezuela) Claude Gascon (Brasil) Phillipe Gaucher (Guayanas) Carlos Alberto Gonalves da Cruz (Brasil) Taran Grant (Colombia) Rob Grasso (Estados Unidos) Shi Haitao (Rana catesbeiana) Geoffrey Hammerson (Estados Unidos y Canad) Jerry D. Hardy Jr. (Estados Unidos) Julian Harrison (Desmognathus aeneus) Blair Hedges (Caribe) Andrea Herman (Hydromantes shastae) Marcelino Hernandez (Repblica Dominicana) Jean-Marc Hero (Bufo marinus) Maria Isabel Herrera (Colombia) Robert Herrington (Plethodon larselli) Ronald Heyer (Amrica del Sur) Marinus Hoogmoed (Surinam y Brasil) Dolores Huacaz (Mxico) Gu Huiqing (Rana catesbeiana) Roberto Ibez (Panam) Beatrice Ibene (Antillas Menores) Javier Icochea Monteza (Per) Sixto Inchaustegui (Repblica Dominicana) Kelly Irwin (Notophthalmus meridionalis) Djoko Iskandar (Rana catesbeiana) Dale Jackson (Estados Unidos) Jef Jaeger (Rana onca) Csar Jaramillo (Panam) Randy Jennings (Rana fisheri) John Jensen (Rana capito) Rafael Joglar (Puerto Rico) Flora Junca (Brasil) Karl-Heinz Jungfer (Amrica del Sur) Susan Koenig (Jamaica) Gunther Khler (El Salvador y Nicaragua) Jrn Khler (Bolivia) Lue Kuangyang (Rana catesbeiana) Brian Kubicki (Costa Rica) Axel Kwet (Brasil) Enrique La Marca (Venezuela) Linda LaClaire (Rana sevosa) Rafael Lajmanovich (Argentina) Jose Langone (Uruguay) Esteban Lavilla (Argentina) Julian Lee (Mxico, Belice, Guatemala) Edgar Lehr (Per) Jean Lescure (Guayana Francesa) Karen Lips (Costa Rica, Panam) Stefan Ltters (Amrica del Sur) Oswaldo Luiz Peixoto (Brasil) John Lynch (Colombia y Ecuador) Ross MacCulloch (Guayana) Chris Magin (Leptodactylus fallax) Ruth Adriana Maldonado-Silva (Colombia) Tom Mann (Rana sevosa) Jess Manzanilla (Venezuela) Jorge Luis Martnez (Per) Christian Marty (Guayana Francesa) Masafumi Matsui (Bufo marinus) Randy McCranie (Honduras) John Measey (Brasil) Andrs Merino-Viteri (Ecuador) Claude Miaud (Rana catesbeiana) Abraham Mijares (Venezuela) Alfonso Miranda Leiva (Atelopus peruensis) Joseph Mitchell (Estados Unidos) Paul Moler (Rana okaloosae) Manuel Morales (Ecuador) Glaucia Moreira (Brasil) Steven Morey (Spea hammondii) Alberto Munoz (Bolitoglossa franklini) Antonio Muoz Alonso (Mxico) Erin Muths (Estados Unidos) Patricia Narvaes (Brasil) Daniel Neira (Per) Fernando Nogales (Ecuador)
Herman Nez (Chile) Jose Nez (Chile) Juan Carlos Ortiz (Chile) Mariela Osorno-Muoz (Colombia) Kristiina Ovaska (Aneides vagrans) Charles Painter (Estados Unidos) John Palis (Estados Unidos) Gabriela Parra-Olea (Mxico) Matthew Parris (Rana areolata) Dante Pavan (Brasil) Christopher Pearl (Estados Unidos) Christopher Phillips (Estados Unidos) Bruno Pimenta (Brasil) Jose Pombal (Brasil) Sergio Potsch de Carvalho e Silva (Brasil) Alan Pounds (Costa Rica) Robert Powell (Caribe) Robert Puschendorf (Costa Rica) Alonso Quevedo Gil (Colombia) Martha Patricia Ramrez Pinilla (Colombia) Steffen Reichle (Bolivia) Juan Manuel Renjifo (Colombia) Robert Reynolds (Guayanas) Stephen Richards (Bufo marinus) Stephen Richter (Estados Unidos) Argelia Rodrguez (Venezuela) Jose Vicente Rodrguez (Colombia) Lily Rodrguez (Per) Santiago R. Ron (Ecuador) James Rorabaugh (Rana tarahumarae) Jose Vicente Rueda (Colombia) Travis Ryan (Eurycea junaluska) Antonio Salas (Per) Suleima Santiago (Atelopus mucubajiensis) Georgina Santos-Barrera (Mxico) Jay Savage (Costa Rica) Benedikt Schmidt (Rana catesbeiana) Rainer Schulte (Per) Terry Schwaner (Bufo microscaphus) Norman Scott (Paraguay) Magno Vicente Segalla (Brasil) Celsa Searis (Venezuela) Brad Shaffer (Ambystoma) Donald Shepard (Bufo houstonensis) Richard Siegel (Rana sevosa) Dbora L. Silvano (Brasil) Ulrich Sinsch (Per) Gabriel Skuk (Brasil) Eric Smith (Guatemala) Frank Sols (Panam) Michael Sredl (Estados Unidos)
Simon Stuart (Mundo) Ana Maria Telles (Brasil) Richard Thomas (Caribe) Eduardo Toral (Ecuador) Josiah Townsend (Eleutherodactylus olanchano) Miguel Trefaut Rodrigues (Brasil) Carmen beda (Argentina) Peter Paul van Dijk (Rana catesbeiana) Monique Van Sluys (Brasil) Alberto Veloso (Chile) Miguel Vences (Atelopus vogli) Vanessa Verdade (Brasil) Vance Vredenburg (Estados Unidos) David Wake (Estados Unidos) Marvalee Wake (Cecilias) Paul Walker (Belice) Hartwell Welsh (Estados Unidos) Chou Wenhao (Rana catesbeiana) Erik Wild (Amrica del Sur) Mark Wilkinson (Cecilias) Byron Wilson (Jamaica) Larry David Wilson (Honduras) Eliza Maria Xavier Freire (Brasil) Mario Ynez-Muoz (Ecuador) Bruce Young (Costa Rica y Guatemala)
Arriba: Hyla ebraccata ebraccata (un hlido). Preocupacin Menor. Mxico, Guatemala, Belice, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panam, Ecuador y Colombia. / Foto de Piotr Naskrecki. Izquierda: Salamandra de los manantiales (Gyrinophilus porphyriticus). Preocupacin Menor. Canad y Estados Unidos. / Foto de Geoff Hammerson.
50 51
APNDICE 2.
MTODOS PARA LA RECOLECCIN DE DATOS INTRODUCCIN
La Evaluacin Global de los Anfibios (Global Amphibian AssessmentGAA) es un proyecto realizado en conjunto por la Comisin de Supervivencia de Especies de UICNla World Conservation Union, el Center for Applied Biodiversity Science of Conservation International, y NatureServe. El objetivo de la GAA es estimular acciones concertadas y bien enfocadas para detener la actual ola de extinciones de anfibios, a travs del desarrollo de una lnea de base de informacin acerca del estado de los anfibios y sus necesidades de conservacin. B I B L I OG R A F A . Una lista de referencias importantes. En la medida de lo posible, hemos completado todos los campos de la base de datos para cada una de las especies. No obstante, Para recolectar y manejar los datos, hemos desarrollado una base de datos en Microsoft Access segn el modelo de los estndares y protocolos del Species Information Service de UICN. La base de datos de la GAA contiene campos de la siguiente informacin para cada una de las especies. S I ST E M T I C A . Orden, familia, gnero, especies, autoridad taxonmica, sinnimos comnmente utilizados, nombres comunes en ingls y otros nombres comunes (si hubiera), y comentarios taxonmicos (si fueran necesarios para aclarar algunos aspectos de taxonoma). Hemos tomado la taxonoma de Amphibian Species of the World (http://research.amnh.org/herpetology/amphibia/index.html), desvindonos slo en circunstancias muy justificadas. Hemos analizado todas las especies sobre las que tenamos conocimiento, que fueron formalmente descriptas en la literatura cientfica antes de junio de 2004. I N F O R M AC I N G E NE RA L . Narrativas textuales que describen el rango geogrfico, el estado de la poblacin, el hbitat y la ecologa (incluidos tanto el hbitat de reproduccin como los dems, as como la estrategia de reproduccin), amenazas y las medidas de conservacin (sealando en particular registros en reas protegidas). M A PA D E D I ST R I B U C I N. Un mapa digital de distribucin compatible con ArcView (ver una definicin en http://www. redlist.org/info/categories_criteria2001.html#definitions). Los mapas tienen la formad e polgonos que unen ubicaciones conocidas, y pueden consistir en ms de un polgono cuando hay discontinuidades conocidas en hbitat apropiados. Los metadatos adjuntos a los polgonos indican el estado, incluida la presencia (existente o extirpado) y el origen (nativa, introducida, reintroducida). D I ST R I B U C I N N AC I ON A L . Una lista de los pases que tienen registros de las especies, con comentarios acerca de si las especies son nativas y existentes, extirpadas, introducidas o reintroducidas. H A B ITAT. Una lista de los hbitats donde las especies tienen registros, seleccionados de un alista jerrquica estndar de 82 hbitat posibles (segn la definicin de UICN, Habitat Authority File, http://www.redlist.org/info/major_habitats.html).
Arriba: Centrolene prosoblepon (una rana de cristal). Preocupacin Menor. Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panam, Colombia y Ecuador. / Foto de Forrest Brem.
P R I N C I PA L E S A M E N A Z A S. Una lista de las amenazas que actan para disminuir el tamao de las poblaciones de las especies, seleccionadas de un alista jerrquica estndar de 176 amenazas (segn la definicin de UICN, Threat Authority File, http://www.redlist.org/info/major_threats.html). E V A L U AC I N S E G N L A L I S T A R O J A . En base a la informacin mencionada, las categoras y los criterios de la Lista Roja de UICN, las razones fundamentales para la evaluacin, las tendencias actuales de la poblacin, los nombres de los evaluadores, las fechas de las evaluaciones y todos lo comentarios vinculados a la inclusin en la Lista Roja.
lagunas especies son escasamente conocidas como para trazar un mapa de su rango de distribucin, por ejemplo, o como para completar otras porciones de la base de datos. Adems, muchas especies, especialmente en los trpicos, representan en realidad complejos de mltiples especies no descriptas. Tomamos estos casos como especies nicas hasta tanto se resuelva su estado taxonmico.
Regin Argentina (Patagonia) Argentina (Norte de la Patagonia) Chile Paraguay Bolivia Brasil (Bosque Atlntico, Cerrado, Caatinga) Brasil (Amazonia) Per
Coordinador Carmen beda Esteban Lavilla Alberto Veloso Lucy Aquino, Norm Scott Claudia Cortez Dbora Silvano Claudia Azevedo-Ramos Javier Icochea, Lily Rodrguez, y Ariadne Angulo
FAS E 3 . C O NT RO L DE L A CA L I DAD D E L O S DATO S Y V E R I F I C AC I N D E S U C ON S I S T E N C I A Una vez que las revisiones estuvieron completas para todas las especies, verificamos la informacin para asegurar la consistencia de los datos ingresados y especialmente la aplicacin de los criterios de la Lista Roja. Aunque asistimos a los talleres, ayudando con la consistencia, la verificacin final fue necesaria para estandarizar los datos recolectados durante un lapso de cerca de tres aos de trabajo. La base de datos final se puede consultar en Internet en http://www.globalamphibians.org. Especies excluidas del anlisis Excluimos las siguientes especies del anlisis debido a la falta de certeza acerca del pas de origen del tipo de especimenes. En ningn caso se puede les atribuir estos nombres a poblaciones de anfibios conocidas en la actualidad. Orden Anura Anura Anura Anura Anura Anura Anura Anura Anura Familia Bufonidae Bufonidae Dendrobatidae Hylidae Hylidae Hylidae Hylidae Hylidae Hylidae Hylidae Caeciliidae Nombr e Cientfico Bufo intermedius Bufo simus Epipedobates labialis Hyla auraria Hyla hypselops Hyla molitor Hyla quadrilineata Hyla surinamensis Phyllomedusa megacephala Sphaenorhynchus platycephalus Caecilia mertensi
Ecuador Colombia Venezuela Guayanas Panam Costa Rica Honduras Guatemala Mxico Islas del Caribe Estados Unidos y Canad
Luis Coloma y Santiago Ron Wilmar Bolvar y Fernando Castro Enrique La Marca Robert Reynolds Frank Sols Bruce Young Gustavo Cruz Bruce Young Georgina Santos-Barrera Blair Hedges Geoffrey Hammerson
Los datos de las especies de los Estados Unidos y Canad fueron modificados en base a la base de datos central de NatureServe (ver http://www.natureserve.org/explorer). FAS E 2 . RE V I S I N D E L O S DATO S Sometimos los datos recolectados en la Fase 1 a una extensa revisin que fue realizada por numerosos especialistas (ver la lista en el Apndice 1) en la que se utilizaron dos mtodos: correspondencia (para las especies de Estados Unidos y Canad) y talleres de expertos (para todas las otras especies). Los talleres de expertos reunieron a herpetlogos en marcos regionales para revisar, corregir y agregar informacin a la recopilada en la Fase 1. Los participantes recibieron con anticipacin una copia impresa de los datos y durante el taller realizaron comentarios a medida que se trabajaba sobre cada una de las especies. Los detalles de los talleres para las especies del Nuevo Mundo son los siguientes:
Anura Gymnophiona
Regin/Gr upo Taxonmico Costa Rica Mesoamrica (Mxico a Panam) Sudamrica Tropical al Este de los Andes Andes Tropicales Chile Argentina y Uruguay Cecilias Caribe
Ubicacin San Ramn, Costa Rica La Selva, Costa Rica Belo Horizonte, Brasil Tandayapa, Ecuador Concepcin, Chile Puerto Madryn, Argentina Londres, Reino Unido Santo Domingo, Repblica Dominicana
Fechas 17-18 agosto 2002 11-15 noviembre 2002 31 marzo 4 abril 2003 18-22 agosto 2003 3-4 octubre 2003 12-14 octubre 2003 23-25 febrero 2004 19-21 marzo 2004
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Arriba: Salamandra nortea de dos rayas (Eurycea bislineata) . Preocupacin Menor. Canad y Estados Unidos. / Foto de Geoff Hammerson. Derecha: Rana calzonuda de ojos rojos (Agalychnis callidryas). Preocupacin Menor. Mxico, Belice, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panam y Colombia. / Foto de Piotr Naskrecki.