Nmero 10 Noviembre 2008 "Reminiscencias del Profesor Sigmund Freud" de Max Graf, visitado de nuevo: Nueva evidencia de los

archivos de Freud
Jerome C. Wakefiekd PDH DSW

El reciente levantamiento de las restricciones de las entrevistas de los Archivos Freud, realizadas a Max y Herbert Graf y a la esposa de Herbert arrojaron nueva luz acerca del artculo "Reminiscencias del profesor Sigmund Freud" publicado en la "Psychoanalytic Quarterly" en 1942. Para explicar las discrepancias entre las entrevistas y el artculo anterior , el autor postula que, en el artculo, Max Graf deliberadamente distorsion u omiti ciertos detalles con el objetivo de no revelar la identidad de Herbert como " pequeo Hans " ( Freud 1909 ). Los reportajes colocan los incidentes relatados en el artculo bajo una nueva y ms compleja luz y tambin subrayan la naturaleza intensamente personal del desarrollo intelectual del movimiento psicoanaltico. Introduccin En 1942, La "Psichoanalytic Quarternly" public los recuerdos sobre Freud por Max Graf, un musiclogo y escritor vienes que fue miembro temprano del crculo de Freud, interesado en la aplicacin de la teora psicoanaltica a los temas vinculados a la msica quien, por algunos aos, fue amigo personal de Freud. El admirable artculo, titulado " Reminiscences of Professor Sigmund Freud", traducido al ingles por Gregory Zilboorg, acompa la publicacin del escrito esbozado por Freud en 1904 sobre "Personajes psicopticos en el escenario" que haba sido entregado por l a Graf. El vvido "Reminiscences" result bien recibido por surgir del pequeo nmero de descripciones de primera mano de Freud y su crculo ntimo. Las "Reminiscencias" de Max Graf parecan ser un franco y adorable recuerdo de un miembro algo perifrico del crculo inicial de Freud. Sin embargo, con relacin a este documento de apariencia simple, argumentar, que ocultaba una realidad mucho ms compleja latente. En especial porque el hijo de Graf, Herbert Graf, era el " pequeo Hans ", de cinco aos, cuyo tratamiento por una fobia a los caballos, con su padre Max actuando como analista , bajo la direccin de Freud, fue detallado en su historial clnico "Anlisis de una fobia de un nio de 5 aos" (1909). As, cuando Max 3 dice en "Reminiscencias" que "el punto de partida de Freud en la investigacin de la psique era Edipo" y que "Freud analiz el amor por la madre y el odio hacia el padre y los consider la conducta primaria en el desarrollo sexual de la humanidad" (1942. p.466), saba personalmente de lo que l hablaba. El informe del caso "pequeo Hans" est centrado en interpretaciones referidas al excesivo amor de Hans por su madre y el odio al padre, permaneciendo como el locus classicus para el estudio del complejo de Edipo. El caso es citado repetidamente por Freud como la mejor evidencia que produjo respecto de la teora edpica, y ha sido estudiado por cada generacin de psicoanalistas desde entonces.

No hay, sin embargo, ni una sola palabra en "Reminiscencias" sobre el caso "pequeo Hans", aun cuando hubiera proporcionado el contexto para algunas de las ms importantes interacciones de Max Graf con Freud. Esto se debi a que, en el momento de su publicacin, an no era de pblico conocimiento que Herbert Graf era el "pequeo Hans". Max hizo entonces un gran esfuerzo para respetar y preservar esta confidencia, un esfuerzo que lo confront con algunos perplejos desafos al escribir el artculo. Para hacer el asunto an ms difcil, el historial del caso "pequeo Hans" revela que la madre de Hans haba sido paciente de Freud. Sin embargo, el hecho de que la esposa de Max, Olga Hoenig, haba estado en tratamiento con Freud fue una confidencia estrechamente guardada que, como nosotros veremos, no fue directamente compartida con Herbert, incluso hasta dcadas ms tarde. La confidencialidad respecto del tratamiento de la madre, y de su ms amplia participacin en el psicoanlisis como una consecuencia de aquel tratamiento, fue respetada por Max en "Reminiscencias", aun cuando esto, tambin tena directa relevancia en algunos aspectos importantes de sus interacciones con Freud. En la escritura "de Reminiscencias", obligado por la necesidad de impedir cualquier pista que hiciera surgir el dato sobre el tratamiento de su hijo Herbert, Max enfrent un conflicto: algunas de sus fascinantes e histricamente ms importantes interacciones con Freud ocurrieron en relacin con este caso y l quera informarlas, pero todava no poda declarar la verdad sobre su contexto. Yo sostengo que su solucin de compromiso fue, en algunos casos, deliberadamente deformar y disfrazar el contexto o la fecha de un incidente para conservar la privacidad de su hijo, del mismo modo que uno podra deformar alguna informacin sobre la ocupacin de un paciente o la ciudad natal para disfrazar su identidad al publicar un historial clnico. Las distorsiones resultantes, en trminos generales, no han sido reconocidas hasta ahora. Si bien la identidad de Herbert Graf como "pequeo Hans" ha sido conocida ya hace algn tiempo, ningn medio ha estado disponible para, por separado e independientemente, evaluar la exactitud de las declaraciones de Max en "Reminiscencias". Sin embargo, tal medio se ha hecho disponible recientemente: una muy larga entrevista con Max Graf conducida por Kurt Eissler en 1952 ha sido retirada de las restricciones por los Archivos Freud y ya est disponible para el empleo de los investigadores del tema. Adems, las entrevistas con Herbert Graf (1959) y la esposa de Herbert (1960) tambin se han hecho disponibles del mismo modo para su lectura. 4 Estas entrevistas proporcionan no slo un hallazgo de valor en si mismas, por la informacin que aportan sobre el trasfondo del caso "pequeo Hans", sino tambin constituyen el medio para realizar una prueba cruzada sobre algunas afirmaciones de Max en "Reminiscencias", colocando algunos de sus recuerdos en su contexto apropiado por primera vez. En otros casos, las entrevistas simplemente proporcionan informacin nueva que enriquece nuestro entendimiento sobre la relacin Graf- Freud y otros temas tratados en "Reminiscencias". En particular, las entrevistas presentan un cuadro ms complejo de la relacin de Max con Freud que la encontrada en el artculo de 1942, y revelan aspectos de la personalidad de Max que deben haber tenido influencia en el modo como eligi presentar algunos de sus recuerdos. Como un interesante apartado, las entrevistas revelan que Herbert Graf, de adulto, sigui aceptando la proximidad de la teora edpica a su propia historia de vida presentada en su historial clnico.

En su entrevista de los "Archivos" (1959), l seala que Plutarco dice que al hijo del rey no le estaba permitido entrar al dormitorio del rey con una espada porque el temor exista entre padre e hijo; pero en su propio caso, "Por primera vez en la historia del mundo, un pequeo muchacho dijo a su padre: tendr que matarte! Y el padre no lleg a enojarse". ( NT : "The father didnt become upset" ). En verdad, no slo Max y Herbert, sino tambin la esposa de Herbert eran "Freudianos de corazn" (NT: "Freudian to our core") de acuerdo a su entrevista de 1960. (NT: referencia a la entrevista de la esposa de Herbert Graf ). En este artculo, considero varios pasajes de las entrevistas de los Archivos que, de una u otra manera, arrojan luz sobre "las Reminiscencias" de 1942: algunos por revelar distorsiones, y otros simplemente por sumar informacin. Esta presentacin est organizada en un orden aproximadamente cronolgico, de acuerdo a cuando ocurri el incidente relevante en el curso de la relacin de Max con Freud. -Comienzo con la cuestin, irresuelta en "Reminiscencias", acerca de quien le present a Max a Freud en 1900, asociado a cuestiones sobre la naturaleza del anlisis de Olga Hoenig. -Considero luego un comentario de Max en "Reminiscencias" sobre el tratamiento caritativo de Freud a pacientes pobres, a quienes no les requera honorarios, y describo una sorprendente revelacin de la entrevista sobre lo que yaca detrs de este comentario. -Despus, considero una ancdota referida a los inicios del "Crculo de las reuniones psicolgicas de los mircoles " que revela la personalidad de Max Graf en un sentido que resultar til en lo que sigue. -Luego exploro incidentes ocurridos en el tiempo del anlisis del "pequeo Hans" en 1908, y el alejamiento de Max del Crculo en el ao 1911, hasta las visitas individuales de Herbert y Max a Freud en 1922, despus de que Herbert descubriera que l era Hans. En varios de estas instancias, nosotros veremos que la entrevista nos permite corregir las distorsiones significativas empleadas en "Reminiscencias". Quin present a Max Graf a Freud? En este punto voy a considerar el aporte de las entrevistas de los Archivos, cuyas restricciones han sido levantadas recientemente, sobre la pregunta de quin present a Max Graf a Freud, y sobre el tiempo y la naturaleza del anlisis de su esposa con l. En "Reminiscencias" , Max indic que, originariamente, conoci a Freud en 1900: "Conoc a Freud el mismo ao en el que public la "Interpretacin de los Sueos" (1900) - en otras palabras, en el ao ms importante y decisivo de su vida Freud tena entonces cuarenta y cuatro aos. El pelo muy negro sobre su cabeza y la barba haba comenzado a mostrar rastros de color gris (encanecer)". [1942, p. 467] Los vvidos detalles, as como las otras referencias a la poca en que Max conoci a Freud, sugieren que esta referencia es correcta. Pero cmo lleg Max a conocer a Freud? Max explica como comenz su acercamiento a Freud en "Reminiscencias" de este modo: "Freud en esa poca haba estado tratando a una dama a quien yo conoca. Esta seorita me contara despus de sus sesiones con l, acerca del notable tratamiento mediante preguntas y

respuestas Estas novedosas ideasdespertar on mi inters por el nuevo investigador. Quise conocerlo personalmente. Fui invitado a visitarlo en su consultorio". [P. 467]. Aunque la identidad de la "dama" permanece sin ser nombrada, nosotros sabemos por una observacin en el historial clnico del pequeo Hans (Freud 1909) que la esposa de Max haba sido paciente de Freud: "Su hermosa madre (la del pequeo Hans) cay enferma de neurosis, como consecuencia de un conflicto durante su niez. En ese tiempo, pude brindarle asistencia y esto, de hecho, haba sido el principio de mi conexin con los padres de Hans". (Freud-1909). Ntese que la referencia de Freud acerca de que ese fue el "comienzo de su conexin con los padres de Hans" no implica necesariamente que l hubiera conocido simultneamente a ambos padres o que ellos ya fueran padres, o incluso que estuvieran casados. Pero s, cuando en su declaracin dice que haba podido brindarle asistencia por su enfermedad, "en ese tiempo", Freud ubica el anlisis de la madre en el pasado. Lo cual sugiere que el tratamiento ocurri antes del historial del caso pequeo Hans, ya que Freud est escribiendo esto apenas despus de que el caso fue completado, y la fobia haba durado tan slo cuatro meses. Adems, Freud indica que, despus de la recuperacin de Hans, la madre le escribi ms de una vez para expresar su gratitud, sugiriendo as que no lo estaba viendo con regularidad en un anlisis. Por lo tanto su comentario, acerca de que el anlisis de la madre de Hans "de hecho haba sido el principio de mi conexin con los padres de Hans" aparentemente sugiere, aunque no estrictamente implique, que Freud conoci al padre de Hans a travs del anlisis de su esposa. Una vez que se hizo de conocimiento general que Max Graf era el padre del verdadero "pequeo Hans", los comentaristas, bastante razonablemente, sumaron dos mas dos y concluyeron que la mujer a quien l conoca, que fue paciente de Freud antes de que Max se casara y que lo habra presentado a Freud, era de hecho Olga Hoenig, ms tarde su esposa y madre de Hans. La razn por la cual Max no la identificara en "Reminiscencias" fue, presumiblemente, la confidencialidad: Debido a que an no era conocido en ese momento que su hijo Herbert era el pequeo Hans, el hecho de que su esposa hubiera estado en anlisis no poda ser ofrecido a la inferencia desde un documento pblico, seguramente tanto para proteger su confidencialidad como para evitar dar a conocer abiertamente la identidad del muchacho. Uno podra haber esperado en la entrevista de 1952, de Max con Eissler, que l clarificara este punto, declarando directamente que la mujer que lo present a Freud era en verdad su esposa. Sin embargo, de manera bastante extraa, cuando Max menciona en la entrevista como conoci a Freud, l otra vez no logra dar su identidad, reiterando simplemente lo que haba dicho en "Reminiscencias": MG: "Cuando yo era estudiante en Viena, me relacion con una joven con la que sola pasear por la tarde, quien un da me dijo que estaba en terapia con el Profesor Freud, y luego ella, en cada ocasin, me contara sobre el tratamiento en s mismo. Un da, le expres el deseo de encontrarme con el Profesor Freud y fui invitado por l". Esto parece extrao porque no haba ningn motivo de confidencialidad plausible para ocultar su identidad a Eissler, quien saba que Olga Hoenig era la madre "del pequeo Hans" y adems tambin saba, por el historial clnico, que ella haba estado en anlisis. El silencio inicial de Max sobre la identidad de la joven podra ser considerado un asunto de estilo y quizs un hbito persistente de confidencialidad, cuando la entrevista se puso en marcha. Sin embargo, un matiz posterior en la entrevista revela la verdad. Cuando Max

comienza a describir a su esposa, l no slo declara que ella estuvo en tratamiento con Freud, sino que indirectamente revela que ella era la joven seorita a la que se refera previamente: MG: "Antes de tomar la decisin de casarme con esta mujer, fui a ver al Profesor Freud, de quien era paciente todava en ese tiempo, y le pregunt si poda casarme con ella, si su estado de nimo era tal, como para casarse con ella". La declaracin de que su esposa estaba "todava" en tratamiento no tiene ningn sentido si Max no se hubiera referido ya, anteriormente, a su tratamiento en la entrevista y la nica referencia factible es al tratamiento de la joven que lo present a Freud. Cinco aos despus de la entrevista, Max estaba listo para reconocer pblicamente el anlisis de su esposa. En una autobiografa de su vida en las artes (M. Graf 1957), a comienzos del captulo sobre su relacin con Freud, Max explica nuevamente cuando y como se encontr con Freud: "Conoc a Freud un poco despus de 1900, cuando en su primer I nterpretacin de los Sueos descendi a las profundidades oscuras del inconsciente. Fue por casualidad que conoc a Freud. Una joven dama que frecuentaba, lleg a ser su paciente y a menudo me haba relatado el notable tratamiento mdico que, a travs de la conversacin, recuperaba las tormentas olvidadas y desplazadas del alma del inconsciente. [P. 162]" Aunque aqu Max otra vez no nombre a la mujer, en la siguiente pgina, da a conocer su identidad, esta vez ms explcitamente: "Este primer acercamiento pronto fue seguido por un familiar ida y vuelta a mi casa cuando me cas con la muchacha tratada por Freud y a menudo l suba los cuatro tramos de escaleras hasta mi departamento" (M. Graf 1957, p. 163). De modo llamativo, en la entrevista de 1952, Eissler nunca pregunta directamente sobre la identidad de la joven que present a Max con Freud, tampoco explora el tema del anlisis de la esposa, quizs en ambos casos, en el reconocimiento implcito de las cuestiones de confidencialidad implicadas y del respeto profundo de Max por tales confidencias. Por ejemplo, Max est dispuesto a debatir sobre el tratamiento de su hijo Herbert (Freud 1909) como un tema de la historia psicoanaltica y una contribucin a la ciencia, pero termina la entrevista con Eissler cuando le pregunt sobre cuestiones psicolgicas subsecuentes a la fobia de su hijo, insistiendo que tales asuntos son de incumbencia de Herbert. La transcripcin registra ese intercambio de la siguiente forma: -M. G.: Tengo mucho para decir sobre mi hijo, pero no sobre este tema, ya que no es slo de mi incumbencia. Esto tambin es de su inters. Entonces, no puedo continuar sin autorizacin ..Si fuera necesario para un objetivo cientfico, yo lo dira; pero no veo que sea as. Estoy dispuesto a comentarle, pero no quiero que esto se haga pblico, entonces primero debemos discutir esto en privado. -K. E.: yo debera escribir a su hijo? -M. G.: No, discutir esto con l yo mismo. En un notable contraste, en su entrevista con Herbert Graf, 7 aos mas tarde, en 1959, Eissler plantea directamente la cuestin del tratamiento de la madre con Freud. Ante esa pregunta, extraamente, considerando que Herbert haba ledo el historial clnico del "pequeo Hans", (de l mismo), y por eso uno presupone que debi haber notado la observacin que declaraba que su madre haba estado en anlisis con Freud, Herbert afirma en su entrevista que todava no sabia nada al respecto y que ella nunca habl de este tema con l:

K. E.: Su madre no le dio detalles sobre el tratamiento de ella? H. G.: Ninguno en absoluto! K. E.: Por qu ella concurri al tratamiento? H. G.: No s nada en absoluto! Yo no estaba informado que mi madre se someti a algn tratamiento. Yo nunca lo supe! Todava no s nada de esto! No resulta claro de este intercambio si Herbert en realidad, se est olvidando en ese momento que su madre estuvo en anlisis (o bien que l nunca lo supo, a pesar de haber ledo el historial clnico; quizs porque l pas por alto esta informacin), o si, en cambio, est diciendo que l lo desconoca en el momento de su tratamiento con Freud y no se ha enterado de detalle alguno desde entonces. En cualquier sentido, su falta de conocimiento, revela la notable discrecin y sostenida reserva que su madre habra tenido sobre su tratamiento, sobre el cual todava sabemos poco. Ntese que, a pesar de su carencia de conocimiento, Herbert realmente juzga que el tratamiento no le debe haber hecho bien: Cuando Eissler le pregunta: KE: "Usted piensa que [el anlisis de Freud] la ha ayudado?", Herbert le contesta enrgicamente, HG:" No! No ayud a mi madre en absoluto." Sin embargo, la entrevista de Max Graf de los Archivos Freud, realmente nos permite deducir algo sobre el anlisis de Olga Hoenig. Al mencionar Max all que ella tena dos hermanos mayores que se suicidaron pegndose un tiro, podemos concluir que es sumamente probable que ella sea "la muchacha de 19 aos con ideas obsesivas casi puras" que entr en anlisis con Freud en el verano de 1897, de acuerdo a una carta de Freud a Fliess (Masson 1985, p. 254).5 En dicha carta Freud seal que "el Todopoderoso tuvo la amabilidad de dejar que el padre de esta nia muriera antes de que ella cumpliera los 11 meses, mientras que sus dos hermanos, uno de ellos tres aos mayor que la paciente, se suicidaran ( se pegaron un tiro)" (p.254). La evidencia adicional acerca de que Freud estaba refirindose a Olga yace en su mencin en otra carta, respecto de que Breuer le haba enviado una paciente durante el mismo verano que Olga comenz el tratamiento (p. 249); esto coincide con el comentario de Max, en la entrevista, acerca de que Olga estaba al principio bajo la atencin de Breuer. (En realidad, en la entrevista, el nombre est truncado debido a una interrupcin: "Breu---"; pero "Breuer" parece la intencin abrumadoramente probable).6 La informacin de la carta es compatible con la observacin de Max Graf en su entrevista, referida a que l tena veintisiete aos cuando se cas y su esposa era aproximadamente cuatro aos ms joven. Max dice que l se conoci con Freud en 1900, entonces no podra haber consultado a Freud sobre la perspectiva de casarse con Olga antes de esa fecha; Olga estaba al parecer todava en anlisis en ese tiempo. Podemos asumir as que ellos se casaron en el siguiente ao. El matrimonio no podra haber ocurrido mucho ms tarde, porque Max relata que un ao despus del casamiento l otra vez consult a Freud y resolvi postergar el divorcio y tener hijos y Herbert naci en Abril de 1903. Entonces, al momento de casarse, la paciente referida por Breuer, quien tena diecinueve a mediados de 1897, efectivamente habra tenido, aproximadamente veintitrs, cuatro aos ms joven que Max. Este clculo rpido, basado en varias afirmaciones de Max, sin embargo, entran en conflicto con lo declarado por Harold Blum (artculo del 2006) quien plantea que la pareja se cas hacia finales de 1898, por eso, a pesar del acuerdo general, sera necesario una futura rectificacin de estas fechas y edades recordadas y un refinamiento de la precisin del tiempo en el que ocurrieron los hechos.

Uno puede imaginarse bien la naturaleza de las interpretaciones de Freud acerca de los problemas de Olga en esta temprana etapa de su desarrollo terico, cuando l crea en la teora de seduccin. Su carta a Fliess ofrece su teora del caso: "De acuerdo con mis hiptesis, las ideas obsesivas regresan de una edad psquica tarda y por lo tanto no necesariamente apuntan al padre, quien tiende a ser ms cuidadoso con la nia cuanto mayor la nia es, sino que mas bien, apuntan a los hermanos apenas ligeramente mayores para quienes todava no ha llegado a convertirse en mujercita". [Masson 1985, p. 254] As, cuando Freud contina explicando que el padre, en este caso, haba muerto tempranamente, "pero" dos hermanos, uno tres aos mayor que Olga, se haban suicidado, l ofrece una explicacin implcita de quienes cometieron actos sexuales con Olga. Es difcil imaginarse como debe haberse sentido Olga cuando, despus de haber visto a Freud atribuir la causa de su neurosis por culpa de los actos de sus hermanos, para luego observar su abandono total de la teora de la seduccin, demostrndole as que " sus resistencias" iniciales eran correctas despus de todo !!. Hay que asumir que su enemistad final con Freud y su abrazo al ms cercano sentido comn de Adler, no fue sin alguna relacin con la clase de interpretaciones que Freud mismo probablemente le haba ofrecido. COMO AVERIGU MAX GRAF QUE FREUD TRAT CASOS POR CARIDAD? En "Reminiscencias", Max Graf escribe que: " Freud tuvo la mas clida participacin en todos los acontecimientos familiares en mi casa; esto a pesar de que yo era todava un hombre joven y Freud era ya maduro" (1942, p. 474). Luego, mencionando un incidente en el que Freud llev un caballo de balanceo a Herbert (debatido ms tarde en este artculo), Max continua diciendo que Freud "saba como convivir con la gente; l era una persona con sentimientos sociales" e ilustra esta caracterstica as: "esta era siempre su regla fundamental, tratar al menos a un paciente sin compensacin (sin cobrarle). Era su modo de hacer beneficencia social" (p. 474). Esta revelacin sobre los casos que Freud trataba por caridad permanece, en el artculo de 1942, en un nivel intelectual, totalmente abstracto, sugiriendo que era un conocimiento de segunda mano, obtenido en conversaciones con Freud. La entrevista de los Archivos sugiere la posibilidad de un trasfondo personal sorprendente en esta declaracin, que puede explicar por qu Max, tal como escribi en "Reminiscencias", asoci el tema de la relacin personal de su familia con Freud a la cuestin de casos tratados por caridad, teniendo esta cuestin el potencial para modificar nuestra observacin sobre las relaciones entre Max, Olga, y Freud. Especulo que la informacin de Max sobre las prcticas caritativas de Freud no fue, inicialmente, obtenido de l mismo, sino de un modo mucho ms personal, de su conocimiento ntimo con una receptora de la beneficencia de Freud, a saber, su futura esposa, Olga Hoenig. La mencin de Max en la entrevista de 1952 acerca de los casos "de beneficencia" de Freud es as: MG: "Bien, le dir algo personal [Personliches] porque ilustrar el carcter y la personalidad de Freud. El Profesor Freud tena una sesin cada da, y luego de un tiempo la familia de esta dama [dieser Dame] sinti resistencia contra las cosas que la muchacha aparentemente les haba dicho, y la madre le plante que no pagara mas el tratamiento. En consecuencia, esta seorita fue a ver a Freud y le dijo, "Profesor Freud, lamentablemente yo no puedo continuar el

tratamiento"---no?---pregunt,"yo no tengo mas el dinero para ello," y le cont la historia. Y Freud le dijo: "Y usted no puede decidir seguir el tratamiento como una muchacha pobre?" Ella lo acept --la trat sin cobrarle honorarios. l me dijo ms tarde, en una ocasin, que trataba a un paciente en forma gratuita cada semana. Era la clase de caridad que poda practicar y practicaba habitualmente ". Hay varias cosas para sealar en este prrafo. Primero, el empleo del demostrativos "esta" en la Dama dieser surge en forma inesperada, en la primera mencin a la paciente en este pasaje. Esto indica que el referente est al alcance de la mano y que all haba una referencia previa a esta mujer en la entrevista. Es cierto que, tanto en alemn como en ingls, esto es posible coloquialmente o como un argot para usar el demostrativo "esta" (This/ dieser) sin la disponibilidad previa del referente en la conversacin, como en la introduccin de un tema nuevo con "yo v a esta mujer otro da", el significado que uno dio a una cierta, inespecfica, mujer. Sin embargo, tal nivel de informalidad es bastante desacostumbrado en el estilo de oratoria de Max Graf y parece poco creble y menos probable en su empleo de dieser Dame en el realto del caso de beneficencia y en cambio, parece recoger el hilo de una mencin anterior sobre una seorita. Desde entonces, a la nica persona que se refiri en la entrevista hasta aqu, fue a la descripta como quien lo present a Freud, el relato sugiere entonces que fue Olga quien en algn punto fue tratada gratis por Freud como un caso de beneficencia. Max dice que la historia es "personal". La intencin aqu es ambigua, exactamente como lo sera en ingls. El que relata podra querer dar el significado de que simplemente va a decir algo "personal" en oposicin a lo pblico, y que la confidencialidad debe ser respetada. O bien podra querer expresar que est contando una historia acerca de algo "personal" de Freud, versus lo intelectual, es decir, algo sobre su esencia al responder a la necesidad de la muchacha. O tal vez Max podra estar diciendo que va a contar una historia "personal", es decir, una historia que tiene dimensiones confidenciales y personales para l mismo, y una historia sobre la cual tiene el conocimiento "personal" directo, no de segunda mano. Si se tratara de esto ltimo, la historia ms factible, sera sobre las experiencias de su esposa, quien le habra informado sus experiencias analticas. El contenido y el estilo de la descripcin de Max sugieren que nombr como "personal" en este ltimo sentido. Max presenta esta narracin no como un hecho recogido en la conversacin con Freud (como lo hizo en la mencin de casos tratados por caridad en "Reminiscencias"), sino ms bien, desde una perspectiva directa y en la intimidad familiar con la seorita en cuestin. Describe su interaccin con su familia, y cita lo que ella le dijo a Freud y lo que Freud le respondi, dando vvidos detalles. l hasta insina el conflicto interno experimentado por la mujer en la aceptacin del ofrecimiento de Freud respecto de que debera ser "tratada como una muchacha pobre". Es difcil imaginarse a Freud repitiendo a Max este tipo de conversacin, en este nivel de detalle. Pero Olga si se lo contara a Max, a su marido, ella si le contara esta historia potencialmente embarazosa. -Considerando la naturaleza personal de la historia y la gratitud engendrada en Max y Olga por la accin de Freud, se puede comprender mejor por qu un mdico que trataba un paciente ocasional que no poda pagar su tratamiento, una prctica nada usual, recogi tal alabanza efusiva por parte de Max.

La historia coincide con la situacin de Olga en dos modos adicionales. Primero, Max dice que la familia de la dama objet lo que ella estaba informando acerca de las interpretaciones del anlisis. Olga haba comenzado el anlisis cuando Freud crea que las seducciones reales explicaban las condiciones como las suya, y as, las interpretaciones que ella pudo haber comunicado a su madre, probablemente habran implicado reclamos sobre el incesto por parte de sus hermanos que se suicidaron, es decir, la parte de la formulacin del caso implcitamente mencionada por Freud en una carta a Fliess en 1897. Estas interpretaciones seguramente habran horrorizado a la madre de Olga y le haban parecido evidentemente falsas, justificando naturalmente el final del apoyo financiero de la familia para el tratamiento de su hija con Freud, que habra continuado en aquel punto, durante al menos tres aos (dado que el relato de ella sucedi despus de que Max se conociera con Olga en 1900). Segundo, la decisin de la familia sobre este asunto y la autoridad sobre los gastos est referida a la persona de la madre, no al padre, algo poco comn durante aquel tiempo y lugar. Sabemos que Olga perdi a su padre cuando era muy pequea. As, la mencin de la madre como representante exclusiva de la decisin financiera de la familia con respecto al anlisis de Olga coincide con esto. En la entrevista de 1952, despus de la descripcin de esta ancdota personal, Max relata la prctica habitual de Freud de tratar casos por caridad. l seala que este conocimiento general de las prcticas caritativas de Freud provino de Freud separadamente, sugiriendo con un "ms tarde" que los acontecimientos descritos en la ancdota, fueron referidos en conversaciones ocasionales: "l me dijo ms tarde, en una ocasin, que trataba a un paciente gratis cada semana." Seguramente, si Freud haba contado a Max la ancdota sobre la mujer, esto habr sido en un momento en el que mencion su prctica habitual de tratar pacientes por beneficencia, para explicar su ofrecimiento a la muchacha. -El texto sugiere que Max estaba informado primero en privado acerca del incidente y que luego Freud, en conversaciones posteriores, quizs consider este incidente personal en el dialogo, dentro del relato hecho a Max en relacin a su prctica ocasional de suspender los honorarios en ciertos casos. Si Olga realmente fue tratada en forma gratuita despus de que su familia rechaz pagar los honorarios a Freud, esto por lo visto introdujo un elemento de necesidad de reciprocidad en la relacin entre Olga y Freud. Quizs el diario meticuloso de los primeros aos de Herbert que Graf realiz en respuesta a la demanda de Freud de informacin sobre el desarrollo sexual infantil, pudo haber sido parcialmente motivado por el deseo de retribuirle de alguna forma. En cuanto a los otros motivos caritativos de Freud, cabra preguntarse si su dificultad para interrumpir las sesiones diarias con esta mujer tuvo otras razones mas all de las profesionales (probablemente sea relevante que, en el informe del caso, en 1909, Freud describiera como "hermosa" a la madre del pequeo Hans). Uno tambin podra preguntarse si la amargura posterior de Olga respecto de Freud (ver mas abajo) pudo haber sido alimentada en parte por los sentimientos de humillacin por haber sido un caso tratado por caridad, dependiente de la generosidad de Freud, o quizs fue la culpa que se volvi en contra de un hombre que haba sido tan bueno con ella. Al menos, la evidencia apoya la razonable probabilidad de que Olga Hoenig fue la mujer descrita por Max como una paciente tratada por caridad de Freud, y que la historia, en verdad, fue en primera instancia obtenida por Max de su futura esposa, durante sus relatos sobre su anlisis.

El informe en "Reminiscencias" por lo tanto era una sombra plida de la historia bastante personal que Max poda contar sobre la generosidad de Freud. En 1942, cuando Max public "Reminiscencias", el tratamiento de Olga haba permanecido bajo confidencialidad. Max poda relatar entonces solamente que la bondad de Freud se diriga a pacientes sin fondos para pagar, mencionndolo en forma amplia, y no que esta cortesa se dirigi tambin a su propia esposa. Pero en la entrevista de 1952, lo personal, el contenido latente suprimido, sale a la luz, dando a conocer la condicin de Olga como un caso de caridad, que sostuvo su gratitud a Freud. Por qu el anlisis de Freud fall y que revela el relato de Max acerca de s mismo? En lo siguiente, voy a considerar una ancdota divertida que Max Graf cuenta en la entrevista de Eissler sobre el temprano Crculo Psicolgico de los mircoles, iniciado en 1902, del cual era miembro fundador y que fuera precursor de la Sociedad Psicoanaltica de Viena (comenzada en 1908). El relato de Max sobre este incidente es de inters por lo que revela acerca de l mismo, e iluminar el debate posterior. Un intento por parte del grupo de analizar a Freud, descrito por Max en su entrevista de 1952, result ser ms interesante por los motivos que fracas que por cualquier cosa que apareciera en el anlisis interrumpido. Max detalla "un simple punto" en el que fall de la siguiente manera: MG: "Ahora, es interesante que, en una ocasin, nosotros sugiriramos al Profesor Freud que el crculo entero lo analice. As, en breve, usando todas las reglas del psicoanlisis que habamos aprendido, conseguimos hacer hablar a Freud y si se produca una resistencia nos ayudbamos a vencerla. Fallamos en un simple punto, y esto fue muy interesante. Freud nos haba dicho algo acerca de su madre, y en conexin con esto, mencion un manguito de piel negro [Pelzsmuff] que se pone sobre la mesa. Y cuando dijo eso, todos nos sonremos porque sabamos la respuesta, y le dijimos al Profesor Freud lo que eso representaba. l no quiso aceptar en absoluto algo que era como el A-B-C de la tcnica freudiana, y qu sin duda era completamente evidente. "No es as?" [Nicht wahr?] . Era un smbolo ertico, y nosotros no pudimos para nada continuar el tratamiento - Freud se haba declarado listo para hacerlo luego comenzamos con, "Por favor, diga lo que se le ocurre al examinar su mente, sin introspeccin; aunque eso le parezca absurdo" y el Profesor Freud comenz pero al llegar al punto [sobre el manguito de piel],justo luego de esto, no llegamos absolutamente a nada ms. Quizs el examen psicoanaltico no es posible dentro de un grupo? No es as? " Haba tenido el grupo una oportunidad histrica de analizar a Freud y "desperdiciaron" el anlisis? Concediendo que el entretenimiento o las expresiones de auto-satisfaccin a costa del paciente ("sonremos") no es el mejor modo de ayudarlo a vencer la resistencia, resulta claro que, en el contexto de ese tiempo, el grupo no se haba equivocado. Max estaba en lo cierto que, dentro del marco en que Freud habitualmente otorgaba a la interpretacin de las asociaciones de otros, en aquel tiempo, incluyendo aquellas ofrecidos en las reuniones del Crculo y en el caso del pequeo Hans, la interpretacin del grupo era completamente correcta y hasta, como Max advierte, obvia. La conclusin debera ser que Freud, en su rechazo a la interpretacin del grupo, estaba siendo irracionalmente defensivo respecto de los posibles elementos sexuales en su relacin con su madre; la falla era de l. La ancdota de Max revela as que la reputacin de Freud para emplear la introspeccin en forma implacable debi ser limitada; l poda estar a la defensiva cuando no tena el control de las interpretaciones. Tal resistencia sobre sus aspectos desconocidos no ocurra en otras ocasiones. Por ejemplo, Rudnytsky (2002), quien tambin hace un informe de esta ancdota sobre el anlisis grupal de Freud, observa su semejanza con un episodio relatado por Jung que ocurri durante el viaje

por mar hacia Amrica en 1909, de Freud con Jung y Ferenczi. Cundo los tres intentaron analizar los sueos de cada uno, Freud llam un alto al experimento con el comentario, " No puedo arriesgar perder mi autoridad!" (P. 45). Las oraciones finales de la ancdota contada en 1952 son reveladoras de la personalidad de Max y su relacin con Freud. Despus de informar acerca del desgano de Freud en avanzar con el anlisis convenido, Max dice a Eissler: "Quizs el examen psicoanaltico no es posible dentro de un grupo? No es eso as? " Desde luego, Max est absolutamente en lo cierto al observar que el anlisis es generalmente ms difcil y quizs prcticamente imposible en un ambiente grupal. Y, desde luego, bien puede ser que Freud tuviera toda la razn en su juicio, y que su recuerdo del manguito de piel, en verdad no representara un elemento sexual en su relacin con su madre; l podra haber estado expresando tambin su creciente comprensin de que abrir paso a travs de las defensas no era buena tcnica despus de todo. Pero este no era ningn mbito psicoanaltico habitual y ningn analizante comn! Como Nunberg y Federn (1967) observan, Freud y el Crculo con regularidad se ocupaban en esta clase de intensa discusin grupal que incluy revelaciones de anlisis personales con interpretaciones similares a las que se ofreci a Freud, con poco respeto por las defensas. Pedidos de estar mentalmente abiertos a tales interpretaciones fueron exigidas a otros por Freud. No resulta claro sobre que fundamentos l podra haber estado tan seguro que su rechazo consciente a la interpretacin representaba la verdad del asunto; Freud no habra considerado que tal certeza subjetiva sera determinante en otros. La excesiva firmeza y su respuesta defensiva, produciendo en el anlisis una detencin de la molienda, son evidentes. Sin embargo, Max, ms que expresar frustracin o la decepcin porque Freud no mostrara ms flexibilidad en modelar la respuesta apropiada al tipo de interpretacin sexual que l con regularidad realiz a otros, pas a una racionalizacin fcilmente disponible de porque Freud podra haberse comportado como lo hizo, diciendo que fue "debido a las circunstancias". Esto brinda una pista importante sobre la personalidad de Max y un punto para tener presente en la consideracin de sus recuerdos. l seala en su entrevista que "Esta en mi naturaleza (esencia), encontrar lo bueno en todo." l seguramente encuentra lo bueno en Freud: cundo Eissler le pregunta a la esposa de Herbert en su entrevista de 1960, "Su suegro [Max] alguna vez le cont algo sobre Freud?", ella contesta, "S, slo cosas buenas, cosas agradables, recuerdos encantadores." Nosotros veremos que esta opinin uniformemente agradable no es completamente compatible con la realidad de las interacciones entre los dos hombres. Ms all de su relacin con Freud, la admirable habitual tendencia de Max a ver lo positivo podra, en algunas ocasiones, ceder el paso a la racionalizacin, para evitar la confrontacin con aspectos negativos como la hostilidad o la decepcin. Por ejemplo, Max aparece con un errneo optimismo referido a su relacin con su hijo Herbert. Mientras Herbert, en su entrevista de 1959, informa que era muy poco lo que se relacionaba con su padre ("no hubo ningn contacto verdadero con mi padre hasta ahora, hasta que l vino a Amrica. Por ejemplo, yo estuve ocho aos en Alemania por un contrato y l estaba en Viena..hasta el Sr. Hitler.pero nos veamos solo en el verano o por esa poca") Por su parte Max, afirma que la relacin era muy buena: ("quiero decir que la relacin con mi hijo es muy buena, es una relacin mutua de respeto y franqueza "). 7

Adems, Max ve slo lo bueno en el anlisis de Herbert y en la crtica al historial clnico: (Max: "[Herbert] me dijo que l estuvo muy agradecido cuando lo ley, le produjo una gran impresin , me estuvo muy agradecido por hacerme cargo del problema en aquel entonces" ). (1952) Mientras que por su parte, Herbert mismo, expresa sentimientos ambivalentes, sobre todo respecto de la publicacin del caso, incluyendo el impacto acerca de que su identidad haba sido revelada en un diario, afirmando que l "no hubiera estado de acuerdo" en la publicacin del caso. En otra parte de su entrevista, al explicar Max que su divorcio no da a sus nios debido a su propia estoica demora, seala que, "dur dieciocho aos y medio en este matrimonio hasta que los nios fueron grandes, por eso yo pude fcilmente terminar el matrimonio sin perturbar su desarrollo." Al contrario, Herbert se refiere al divorcio como "la destruccin de nuestra familia" y dice de su permanencia en Viena en los aos posteriores que "fue un sufrimiento personal debido al divorcio de mis padres." La tendencia de Max a ver lo positivo puede haberlo conducido a estar a la defensiva en el anlisis. Herbert dice: "cuando [Max] y su [segunda] esposa tuvieron su perodo ms difcil, l entr en anlisis, pero esto no le gust". Esto coincide con el hecho de que, cuando tuvo que abordar temas amenazantes como la muerte y los entierros, Max tendi a suprimir y evitar sentimientos negativos. En su entrevista, Herbert relata este aspecto de la personalidad de su padre, referido a sus reacciones ante la muerte de su segunda esposa y al entierro de su hija ("Hanna" en el historial clnico del pequeo Hans: (ver Freud 1909) H. G.: Mi padre tena esta maravillosa habilidadprcticamente como la de Goethe,para arrojar cosas fuera (NT: Probable referencia al texto de Freud sobre Goethe) recuerdo cuando falleci su segunda esposa, cuando l era todava bastante joven, en su mejor edad, y yo fui a verlo. Me horrorizaba la idea de ir en aquel momento y hallarlo solo. Pero l estaba sentado all con una cara sonriente. l dijo: "Ella muri tan hermosamente, tan maravillosamente!" Y esto era un rasgo bueno. Tena la enorme fuerza para transformar las cosas en positivo, u olvidarlas ... dejarlas de ladoMi hermana, en este pas, lamentablemente se suicid. Mi padre estaba aqu cuando esto ocurri, y no s realmente como pudo manejar aquella situacin. Esto fue asombroso!... Pero, a pesar de eso, l no fue al cementerio. K. E.: Y al funeral? H.G: No!! Nosotros veremos en la discusin que sigue, que la tendencia positiva de Max y la anulacin de lo negativo pudo dar forma a sus percepciones a tal grado que pudo haber ocultado algunos aspectos importantes de su relacin con Freud. CUNDO (Y POR QU) FREUD CARGO EL CABALLO DE BALANCEO DEL PEQUEO HANS POR LAS ESCALERAS? En "Reminiscencias", antes de que se hiciera conocido en general que el hijo de Max Graf era el "pequeo Hans", Max relat la siguiente asombrosa historia, construida como un ejemplo de la cercana de Freud a la familia Graf: "Freud tuvo la mas clida participacin en todos los acontecimientos familiares de mi casa; esto a pesar de que yo era todava un hombre joven y Freud ya era maduro y su maravilloso pelo

negro comenzaba a tornarse de color gris (encanecer). Con motivo del tercer cumpleaos de mi hijo, Freud le trajo un caballo de balanceo que l mismo carg arriba por los cuatro tramos de escaleras que conducan a mi casa". [1942, p. 473] Una vez que fue conocido que Herbert Graf era el pequeo Hans, tratado por una fobia a los caballos alrededor de los 5 aos, esta historia del regalo de Freud de un caballo de balanceo al muchacho casi dos aos antes, perdi su inocencia. Esto produjo inters porque Freud, al parecer, presintindolo, haba regalado el caballo de balanceo al nio antes de que su fobia se desarrollara, y hasta incluso esto, evidentemente, poda ser relacionado con la etiologa de la fobia. A pesar del intento de Max de explicar este gesto de Freud como un ejemplo de su "ms clida participacin en todos los acontecimientos familiares", el acto de Freud de regalar el caballo y l mismo subiendo por las escaleras con el caballo parecieron sobredimensionar su relacin con la familia Graf, y especficamente con Herbert, antes del desarrollo de la fobia y de su anlisis . Por consiguiente, el regalo pareci requerir una nueva explicacin, bastante mas all de la coincidencia en apariencia inexplicable, que esto representaba. Sobre todo, la pregunta que surgi fue por qu la presencia de este caballo en la casa de los Graf durante el tiempo de la fobia del nio no fue mencionada en el historial clnico del pequeo Hans. La confidencialidad habra requerido la no mencin de ese caballo regalado por Freud al paciente, pero los sentimientos de un nio con una fobia a los caballos, hacia un caballo de balanceo, que haba tenido durante aproximadamente dos aos, parecera bastante relevante para el caso. De tales anomalas, han nacido las teoras de los estudiosos. Billig (1999), citando la mencin del artculo de 1942 acerca de que Freud dio un caballo de balanceo a Hans en su tercer cumpleaos, pregunta "de acuerdo a sus propias teoras qu omita Freud al no mencionar el caballo de balanceo?" (p. 123) al no mencionarlo, dejar de considerar la actitud de Hans hacia ese caballo de juguete en el historial clnico. l observa que Freud vea a los caballos como smbolos de la cpula, e interpret el ascenso de escaleras, con su dificultad del ritmo respiratorio que culmina en el alcance de la cima, tambin como una representacin de la cpula. Por eso Billig sugiere que, al ejercer Freud mismo rtmicamente el ascenso de la escalera con un caballo de juguete, estaba, segn su propia teora, simblicamente expresando su inters sexual por la "hermosa" esposa de Max: "si l pudiera verse a si mismo, Freud hubiera tenido una interpretacin lista" (p. 123). Billig concluye que Freud ignora en el caso la manifiesta evidencia de los deseos de los adultos, para enfocarse exclusivamente en el nio: "Lo que Freud no dice es tan revelador como lo que hace... Nosotros, los lectores del historial clnico, debemos recordar a Hans, huyendo de los caballos con hace-pipis grandes, o montando en la espalda de su niera. No estamos invitados a imaginar a Freud subiendo las escaleras de la casa de Graf, con un caballo de balanceo en sus brazos: el padre del psicoanlisis introduciendo el smbolo de la cpula sexual en la casa del nio. Las omisiones de los deseos adultos estn, en el sentido ms amplio, reprimidos. [1999, p. 123] Toda esta especulacin est construida sobre la observacin de Max Graf acerca del regalo del caballo de balanceo relatada en "Reminiscencias" (1942). Rudnytsky (2002) sugiere que el informe "de Reminiscencias" sobre la entrega del caballo de balanceo en el tercer cumpleaos de Hans es "vital para nuestra comprensin del pequeo Hans", y lamenta que esto haya "recibido la atencin slo superficial de los estudiosos" (p. 43).

l avanza argumentando que la entrega de ese regalo no slo revela que, antes del anlisis del nio, "el inters emocional de Freud en Hans va mas all de lo que poda ser relatado en el historial clnico", sino que tambin inevitablemente provoca una sospecha ms profunda: "considerando que la fobia de Hans era a los caballos, uno no puede menos que preguntarse si el regalo de Freud jug un papel en su etiologa, aunque esto en ninguna parte sea insinuado en el texto" (p. 43). En la entrevista 1952, Max confirma la historia del regalo del caballo de balanceo que l haba mencionado en "Reminiscencias", pero corrige un detalle, y entonces esto cambia todo: MG: "Quiero completar esta imagen de Freud con algo que era caracterstico de l: Despus de que el muchacho haba sido curado, y fuera su cumpleaos, Freud vino a mi departamento. l subi los cuatro pisos con un caballo de balanceo bajo su brazo, trayndolo de regalo para el muchacho". Entonces, el caballo de balanceo, en realidad, fue entregado despus de la cura de la fobia, en 1908, cuando Herbert ya tena cinco aos, y no (como relat en "Reminiscencias"), cuando tena tres aos. Por lo tanto, esto no pudo haber tenido nada que ver con la etiologa de la fobia o el proceso de su tratamiento. Billig (1999) y Rudnytsky (2002) fueron engaados por la temprana distorsin de Graf. Freud no "omiti" el caballo de juguete en el registro del caso "pequeo Hans", porque no fue regalado hasta que el caso fuera completado y la fobia se haba calmado. La confianza de Billig y Rudnytsky sobre la informacin falsa de M. Graf (1942), para apoyarse en la construccin de sus argumentos es un ejemplo de como tal distorsin sin aviso, en el artculo de un investigador, puede hacer un dao real al saber y desperdicia el esfuerzo del investigador. Incluso entre quienes estn informados sobre el nuevo dato de la entrevista, acerca del regalo del caballo de balanceo, parece haber una peculiar resistencia a aceptar las implicaciones de la fecha modificada. Por ejemplo, aparentemente, intentando tomar ambos caminos, Rudnytsky (2002) incluye los comentarios citados con anterioridad , acerca de la importancia del regalo del caballo de balanceo en el tercer cumpleaos del pequeo Hans, en el centro de su discusin del caso, y slo ms tarde explica que, basado en la entrevista de Max con Eissler (al cual Rudnytsky tuvo acceso antes de que estuviera extensamente disponible), la premisa en la que basa aquellos comentarios, probablemente fuera falsa. -Sealando que "puede haber alguna duda en cuanto a la fiabilidad acerca de las fechas del padre de Hans sobre el episodio del caballo de balanceo" (p. 43) Rudnytsky menciona despus una serie de largas digresiones que, en la entrevista, Max da la edad de 5 aos de Herbert como el momento del regalo, y que esta edad tarda parece totalmente ms factible. Finalmente, varias pginas despus de apuntar que el regalo podra haber sido etiolgicamente relevante en la fobia del Pequeo Hans, l reconoce condicionalmente que "si el regalo del caballo de balanceo de Freud ocurri despus del anlisis de Hans, esto no puede haber influido en la formacin de su sntoma" (p. 46). A pesar de todo esto, Rudnytsky desconcertantemente ms tarde se refiere "a la bomba sorpresiva concerniente al regalo del caballo de balanceo" (p. 51), y sigue insistiendo que, aun si el episodio del caballo de balanceo ocurri despus de que el tratamiento terminara, "el episodio sigue siendo indispensable para la comprensin de la relacin de Freud con Hans y todava demuestra que su participacin con Hans va mucho ms all de lo que l estaba dispuesto a reconocer en la publicacin. Independientemente de la datacin precisa del regalo de Freud, esto indicara que l no estaba siendo genuino acerca de su participacin personal en el caso" (p. 46). De cualquier modo, lo publicado es acerca de la relacin anterior al final del tratamiento, y realmente reconoce que Freud conoca a Hans; el regalo seguramente podra tener algn

sentido en la terminacin del tratamiento, independientemente de cualquier intensidad no reconocida de la relacin durante el tratamiento, y seguramente no es ninguna "bomba sorpresiva". Asimismo Blum (2004), en el anuncio del levantamiento de las restricciones de las entrevistas de los Graf, decide permanecer neutral respecto de la fecha del regalo de caballo de balanceo cuando l simplemente declara que "Max Graf (1942) escribi que el regalo Freud fue dado para el tercer cumpleaos de su hijo, pero en la entrevista de 1952 l se refiri al regalo del quinto cumpleaos del pequeo Hans" (p. 11). Blum seala: "notablemente, considerando la fobia al caballo de su hijo, Freud subi cuatro escaleras llevndole el regalo de un caballo de balanceo al pequeo Hans." (p. 11). El regalo seguramente pareci extraordinario en "Reminiscencias" (M. Graf 1942) porque fue descrito como realizado antes del inicio de la fobia. Esto resulta menos extraordinario a la luz del cambio de fecha que informa Blum, en tanto el regalo en realidad fue hecho en respuesta a la resolucin de la fobia al caballo. Ms recientemente, Blum (2006) de modo similar, se refiere en forma neutral, acerca de la "la memoria inconsistente de Max" en cuanto a la fecha de entrega del caballo de balanceo, y sugiri el posible "presentimiento" del acto, slo en el caso de la suposicin de que la fecha "de Reminiscencias" pudiera ser correcta. Estos enigmticos comentarios parecen tener sentido slo si los comentaristas permanecen indefinidos respecto de la fecha correcta del regalo y son incapaces de oponerse (resistirse) al enorme encanto de la posible extraordinaria historia de su entrega antes de la aparicin de la fobia. Entonces debemos preguntar: Qu seguridad tenemos de que Max estaba en lo cierto y no recordando errneamente cuando declar en la entrevista que el caballo de balanceo fue entregado despus de que el anlisis concluy? Es posible que estuviera en lo cierto en "Reminiscencias" y equivocado en la entrevista posterior, como Rudnytsky y Blum parecen suponer? La evidencia, en verdad, resulta abrumadoramente probable que la fecha de la entrevista de 1952 es la correcta. -Primero, un error sobre este punto parece sumamente improbable a la luz de la importancia emocional del acto descrito all como un reconocimiento de la cura de Herbert/Hans. -Segundo, ms que ser un resultado de una falla arbitraria de memoria, la verdad disfrazada en "Reminiscencias" tena una intencin clara de preservar la confidencialidad. -Tercero, y de una vez por todas, esta correccin resuelve todos los rompecabezas levantados por Billig (1999) que fueron generados por la fecha ms temprana. El motivo del regalo ahora se vuelve comprensible: no hay ningn mstico presentimiento de parte de Freud, y el regalo resulta ms acorde a las circunstancias en el contexto posttratamiento de su relacin con los Graf. Finalmente entonces, los detalles de la descripcin de Max de los acontecimientos circundantes son compatibles con la fecha del regalo dada en la entrevista de 1952: l dice que Freud trajo el regalo "despus de que el muchacho haba sido curado, y fue su cumpleaos." Al separar los dos acontecimientos pero situndolos en el mismo perodo de tiempo, Max est recordando correctamente: Herbert naci el 10 de abril, y el caso haba finalizado a principios de Mayo, por lo cual, si Freud entreg el regalo directamente despus del final del caso, esto habra ocurrido unas pocas semanas de su cumpleaos, lo suficientemente pronto como para ser un recuerdo tardo de cumpleaos.

Podemos concluir, as, que Max cambi la fecha en "Reminiscencias" para disfrazar la identidad de Herbert como el " pequeo Hans"; por lo visto, l pens que de este modo hara menos probable que el lector pudiera adivinar basndose en la coincidencia del regalo del caballo de balanceo en el quinto cumpleaos de Herbert y la cura del pequeo Hans de una fobia al caballo en la cercana de su quinto cumpleaos. Ms tarde en la entrevista de Max, l afirma que Freud era una buena persona, correcto, y Eissler pregunta: "Algn ejemplo de que l era una persona buena?", en este punto Max cita la historia de la entrega de Freud del caballo de balanceo como el mejor ejemplo de eso, concluyendo: "slo una persona realmente buena podra haber hecho esto." Sin embargo, incluso si dejamos de lado la especulacin de Billig (1999) sobre una posible motivacin sexual, el motivo altruista de Freud no tiene que ser tomado como el nico. A la luz de la informacin nueva, acerca de que el caballo de balanceo fue entregado despus y no antes del tratamiento, uno podra reflexionar: qu ms podra haber motivado a Freud a subir aquellas escaleras? La respuesta ms obvia, no coincide con el altruismo, sino que el regalo fue, en parte, una intervencin clnica, diseada para ayudar a Herbert a consolidar el dominio sobre sus miedos por exposicin al objeto antes temido, en forma diaria y en un ambiente benigno. Se esperara el empleo por parte de Herbert de un caballo de balanceo para consolidar la conquista del caballo fobgeno que lo haba acosado; el miedo podra convertirse otra vez en amor. Desde luego, hasta un acto tan clnico puede tener tanto motivos altruistas como de autosatisfaccin. Freud tena un enorme inters en el resultado a largo plazo de este caso. l entendi que sera polmico; y efectivamente, tanto Max Graf como Freud mismo relataron una reaccin inmediata del pblico en cuanto el caso fue publicado: "un ultraje que un nio tan joven haya sido psicoanalizado y expuesto a discusiones sexuales !". Cuando, aos ms tarde, Herbert visit a Freud, el nico punto predominante en la mente de Freud fue que la subsecuente salud de Herbert quitara los temores respecto de que el anlisis lo dejara emocionalmente incapacitado, o que Herbert fuese una forma corrompida de neurtico hereditario. La entrevista con Max revela que estas preocupaciones sobre el futuro de Herbert estaban ya en la mente de Freud en el momento del anlisis; Max relata que Freud le haba dicho, "Usted ver, un da a este muchacho prestar servicio en la caballera." (Max seala en la entrevista que "Hans no prest servicio en la guerra porque no tuvo que tomar tal decisin.") Adems, Freud discute a lo largo del relato del caso que el pequeo Hans era bsicamente un nio de desarrollo normal quien fue ayudado por el anlisis y que l mismo plantea la pregunta acerca de " si la experiencia probar si estoy en lo correcto" (1909, p. 144). Parece razonable deducir, entonces, que cualquier otra cosa ms que la bondad personal, o la prudencia clnica, o una celebracin de un triunfo compartido, lo que motiv el esfuerzo de Freud, fue probablemente la esperanza de que, si Herbert jugaba con un caballo de balanceo, lo ayudara a asegurar que la cura permaneciera intacta en el tiempo, proporcionando un apoyo convincente para sus teoras ms que una vergenza. Esta continuidad de la terapia por otro medio fue as, sin duda, en parte motivada por el ardiente deseo de Freud de tener sus teoras correctamente probadas y asegurar su inmortalidad cientfica. (Nada de esto, desde luego, elimina su bondad o la prudencia clnica del acto.) POLTICA PSICOANALTICA Y CONFLICTO MATRIMONIAL: POR QU MAX GRAF DEJ EL CRCULO?

En "Reminiscencias", Max Graf cita el crecimiento mdico en el Crculo de los mircoles y la discusin de Freud con Adler, y, por sobre todo, la insistencia poderosa de Freud sobre un ortodoxo "conmigo o en contra mo", como las causas de su decisin para retirarse del Crculo, que ocurri un par de aos despus del tratamiento de su hijo y casi al mismo tiempo que la desercin de Adler en 1911: "el discpulo ms dotado [de Freud] se march para seguir su propio camino Alfred Adler, quien en una serie de excelentes conferencias sobre sus propias observaciones, tranquila y firmemente defendi el siguiente punto de vista: Freud ha creado una nueva tcnica, producto de un verdadero genio. Esta tcnica fue un instrumento nuevo para el trabajo de investigacin, y cada mdico debera usarla para la investigacin independiente. Freud no escuchara. l insista que haba slo una teora, y plante que si uno segua a Adler y dejaba caer la base sexual de la vida psquica, ya no era ms freudiano. Rpidamente Freud, como la cabeza de una Iglesia, desterr a Adler; lo expuls de la iglesia oficial. Yo no me sent capaz para decidirme a participar en la lucha entre Freud y el grupo de Adler". [1942, pp. 471-472] As, Max Graf se retrata como un observador pasivo que no quiso ser obligado a participar en el conflicto entre Adler y Freud. Y, hasta aqu, a pesar de su descripcin acerca de la exigencia de Freud, Max la racionaliza, diciendo que para Freud era necesario mantener la doctrina pura en esta temprana etapa de desarrollo: "[Freud]era serio y estricto en las demandas que haca a sus discpulos; l no permita ninguna desviacin de su enseanza ortodoxa. Subjetivamente, Freud tena desde luego su razn, aquello por lo que trabaj con tanta energa y continuidad, y que deba an ser defendido contra la oposicin del mundo, no poda ser entregado en forma inepta por vacilaciones, debilidad, u ornamentaciones inspidas. De buen corazn y considerado, aunque l estuviera en la vida privada, Freud era duro e implacable en la presentacin de sus ideas". [P. 470] Hay algo singular aqu: las simpatas de Max estn claramente con Freud, sin embargo l no poda rendirse a las demandas de Freud para actuar sobre aquellas afinidades. "El mejor discpulo de Freud no puede ser comparado en imaginacin creativa ni al genio verdadero de Freud. Adler posea claridad, equilibrio y un fino sentimiento psicolgico; l continu su camino dando pasos lentos, siempre probando. l permaneci sobre la superficie de la tierra. A diferencia de Freud, nunca se elev en el aire en un vuelo de imaginacin, ni tampoco cav ejes profundos en las entraas de la tierra. Pero yo no quera ni estaba dispuesto a someterme a lo que Freud deca que "haba que hacer o no haba que hacer" - con lo cual una vez l me confront - y no me qued mas opcin que retirarme de su crculo. [P. 474]. La entrevista a Max de 1952 generalmente confirma el relato del artculo de 1942 de como tuvo que dejar el crculo de Freud en medio del conflicto Adler-Freud, que condujo a la desercin de Adler en 1911. Sin embargo, ofrece una perspectiva totalmente diferente sobre el papel de Max. En lugar de aparecer actuando como un observador pasivo, Max surge como habiendo tomado un papel activo y hasta implacable con Freud en el debate de la teora de Adler y sus ventajas, no slo en las reuniones del Crculo, sino tambin, y por sobre todo, en las visitas frecuentes de Freud a su casa. Parece ser que en verdad, fue la insistencia de Max hacia Freud para que pudiera incorporar algunas ideas de Adler, ms que un impulso arbitrario, lo que provoc la demanda de Freud respecto de que Max haga una eleccin. En la entrevista con Eissler, Max cuenta la historia de este modo: "Cada vez que Adler comenzaba hablando de la inferioridad, l se encontraba con la resistencia del Profesor Freud, quien siempre tena la ltima palabra. Intent [encontrar puntos en comn] en mis conversaciones con el Profesor Freud, y por sobre todo, en conversaciones en mi casa, porque yo era amigo del Profesor Freud. Yo siempre lo invitaba a venir con nosotros; el profesor Freud a menudo concurra a cenar a nuestra casa, aunque l ya hubiera

tenido un da de trabajo difcil, estuviera cansado y hubiera estado mejor en su hogar. Nosotros con frecuencia hablbamos de la oposicin entre sus puntos de vista y los de Adler. Despus de tres aos, Adler y Stekel tuvieron cierto dominio y pens que lo que este crculo tena para ofrecerme estaba agotado. Yo tena la sensacin de que este conflicto, un conflicto puramente cientfico, no me haca progresar en mi crtica a la msica. Mi naturaleza (esencia) es tratar de encontrar lo bueno en todo, incluso en opiniones diferentes, encontrar el ncleo de verdad, entonces hice el esfuerzo por encontrar tambin algn mrito en las opiniones del Doctor Adler, con quien yo me senta muy a gusto. Pero no me sent capaz de llegar a una decisin porque no tena el conocimiento. Adler present una conferencia en la que intent presentar ambos lados, incluyendo las objeciones de Freud, e intent conciliar, pero esto no condujo a un compromiso o a la reconciliacin. Cuando en una conversacin con el Profesor Freud hice el esfuerzo para encontrar un puente entre sus teoras y las teoras del Profesor Adler, l muy enrgicamente me reprendi, y me dijo: "usted lo aprueba o no?" Esto me produjo el sentimiento, de que mi tiempo estaba concluido.Correcto?..... Realmente no quise participar en estas discusiones "culpa"/castigo que me recordaban las discusiones del consejo del cristianismo temprano. Entonces, no fui mas a las sesiones de la asociacin psicoanaltica". Por qu Max trabajaba con tanta fuerza para encontrar un puente entre Adler y Freud? Tal vez su inclinacin a ver lo bueno en varias teoras y encontrar sus ncleos de verdad en comn quizs podra explicarlo, pero hay una posibilidad ms intrigante: el puente terico que Max estaba buscando tambin servira como un puente entre l y su esposa. Resulta que, para Max, esta discusin podra haber no sido solamente "un conflicto puramente cientfico." Max dice que l se senta "muy a gusto" con Adler, y que continuaba la controversia Adler- Freud " sobre todo en conversaciones en mi casa, porque yo era amigo del Profesor Freud" y que en su casa "nosotros con frecuencia hablbamos de la oposicin entre los puntos de vista de Adler y los suyos." l retrata su fracaso ltimo en adherir a Adler por ser "incapaz de alcanzar una decisin porque yo no tena el conocimiento." Lo que Max no alcanza a contar en ambas, ni en "Reminiscencias" ni en la entrevista de 1952, es que la oposicin Adler- Freud no era solo un debate en su hogar conyugal; sino que era una oposicin dentro mismo de su matrimonio que condujo a un cisma matrimonial que podra haber jugado un papel en su divorcio. Para Olga, la esposa de Max, quien se transform en una amargada anti-discpulo-de-Freud, que se pas al lado de Adler, el asesoramiento personal de Freud haba daado tanto a ella como al matrimonio. La presencia de esta tensin matrimonial sobre la teora psicoanaltica surge en la entrevista de Eissler con Herbert Graf de 1959: H. G.: "Mi madre tuvo ms tarde una gran amistad personal con Alfred Adler. No le gustaba el Profesor Freud debido a lo que senta que fue un mal consejero de mi padre. Pero era una gran amiga personal de Alfred Adler. Ella conoce mucho de psicoanlisis y lo est estudiando ahora.... Pienso que es bastante experta, y lee sobre ello. Pero nunca me habl sobre esto, en particular Mi madre todava se queja, diciendo que Freud no fue bueno en su vida, aconsejando a mi padre a tener hijos, etctera, etctera, etc. Esto fue ms o menos, lo que finalmente rompi el matrimonio. K. E.: Ella piensa que no debera haber tenido hijos? H. G.: Ella debera, tal vez haber tenido uno, tal vez a m, pero no luego a mi hermana, quien, entre tanto ha muerto. Pero aquello tal vez fue demasiada carga para su mente, y por eso continu, continu, etctera, etctera, y esto no fue bueno para su vida privada. No tengo modo de asegurarlo. Yo pensara que todas estas cosas se desarrollan bastante normalmente y fue una causa diferente la que produjo la ruptura del matrimonio.

Y la esposa de Herbert (aqu anoto F.G. para indicar Frau Graf/seora Graf) dice lo siguiente en su entrevista de 1960: F. G.: Mi suegra haba roto con Freud, y luego ella se fue con Adler. Y siempre que uno la ve, aun hoy ella sigue hablando de Freud y Adler. K. E.: Pero contra Freud? F. G.: Contra Freud! K. E.: Y qu la hizo volverse contra Freud? Usted lo sabe? F. G.: No, no lo s. No quise saberlo. K. E.: Por qu? F. G.: Porque nosotros somos freudianos de corazn. ("We are Freudians to our core"). La madre de Herbert no est muy bien de los nervios y nunca lo estuvo. Ella exagera y de algn modo nunca realmente quisimos aliarnos en eso con ella. Herbert ofrece una explicacin extremadamente sorprendente de por qu su madre se volvi contra Freud: ella crey que el mal asesoramiento de Freud haba daado y en ltima instancia haba destruido su matrimonio. Herbert, resistindose a la nocin simplista acerca de que Freud haba roto el matrimonio de sus padres, sin embargo concede que el asesoramiento de Freud y el rechazo consiguiente de su madre hicieron un dao considerable. Las entrevistas generalmente revelan un cuadro de gran tensin matrimonial y de conflicto conyugal sobre muchas cuestiones, incluyendo el sexo y el trabajo, desde el principio del matrimonio. Sin duda Herbert tiene razn en que cuando su madre culpabiliza de su problemas matrimoniales a Freud esta haciendo en cierta medida un desplazamiento, pero Freud haba aconsejado a Max que se casara con su primera esposa de un modo aparentemente irreflexivo, y realmente respondi a la pregunta de Max sobre si l deba divorciarse despus de un primer ao desastroso de matrimonio, aparentemente aprobando la idea de que la pareja debera tener hijos. La profundidad de los problemas del matrimonio y el papel de Freud en ellos surge vvidamente en la entrevista de Max. Max relata que l tena veintisiete aos cuando se cas con su esposa, quien era cuatro aos ms joven. Su esposa haba tenido una niez difcil, con varios suicidios en su familia; quizs estos acontecimientos eran la razn de su consulta con Freud. En cualquier caso, ella sigui sufriendo de varios problemas emocionales que causaron tensin en el matrimonio. Max tena serias preocupaciones antes de casarse, que resultaron ser ampliamente justificadas; l consult a Freud dos veces, una vez antes del casamiento con Olga, cuando obtuvo la aprobacin de Freud, y otra despus de un ao de matrimonio, cuando decidi continuar casado y tener hijos con ella. Aqu est su descripcin en la entrevista de 1952 de la evolucin del matrimonio y la participacin de Freud: MG: "Mi primera esposa era una mujer muy interesante, muy inteligente, y muy hermosa. Ella era sin dudas una mujer histrica, algo que no fui capaz de juzgar de joven. Incluso en aquellos momentos cuando era histrica, ella era atractiva e interesante. Antes de tomar la decisin de casarme con esta mujer, visit al Profesor Freud, quien me dijo: "Csese con ella, y a usted le ir bien". Bueno, realmente no la pas bien, pero es posible que yo fuera demasiado joven, es posible que si hubiera sido ms maduro, yo realmente me hubiera redo. Por un lado, yo estaba en el principio de una carrera, quera avanzar, tena las ambiciones de una persona talentosa, yo ya haba publicado dos libros. Por otro lado estaba con una mujer que, por ejemplo, no quera socializar, o se senta insegura en situaciones sociales, estaba intranquila, no se senta bien y por lo tanto evitaba entrar en situaciones sociales. Entonces tena una joven

hermosa, con quien uno estaba encerrado en un departamento. Esto era uno de los motivos. Otra razn fue que la mujer de repente se pona celosa de mis escritos y los rompa. Al poco tiempo, despus de un ao, fui a ver al Profesor Freud, y le dije, "Her Professor este matrimonio no est funcionando ." l se sorprendi mucho y yo hice otro esfuerzo. Pens, que tal vez tener hijos cambiara las circunstancias. Pero esto no sucedi, y sin embargo dur dieciocho aos y medio en este matrimonio, hasta que los nios fueron lo suficientemente grandes de modo que yo pudiera fcilmente dejar el matrimonio sin perturbar su desarrollo. Slo ms tarde, tuve dudas si no hubiera sido mejor que yo me marchara antes. No s que hubiera sido lo ms correcto". El comentario de Max acerca de que, cuando l era joven, la patologa de su esposa era "algo que no fui capaz de juzgar", sugiere el peso que debe haber depositado sobre la opinin experta de Freud acerca de una mujer a la que estaba tratando en ese momento y constituye quizs una acusacin inconsciente indirecta: Freud estaba seguramente en posicin de juzgar este asunto correctamente, aunque no lo hizo as! Sin embargo, Max explcitamente no acenta la responsabilidad de Freud como un error de juicio; en cambio, ofrece su propia juventud como la razn posible por lo cual, contrariamente a la prediccin de Freud, l "realmente no la pas bien". Su sugerencia de que, si l hubiera sido mayor, podra haberlo manejado mejor y hasta se hubiera redo de su desgracia, suena bastante hueco, dada la magnitud de los problemas matrimoniales descriptos. Independientemente de los defectos de la esposa de Max, este prrafo ofrece el apoyo para los reclamos de ella contra Freud. Max dice que l consult a Freud sobre los problemas en el matrimonio, que Freud se sorprendi y al parecer no apoy el final del matrimonio, y que, despus de aquella consulta, Max resolvi intentar tener hijos para reparar la situacin. El prrafo al menos sugiere el consentimiento de Freud sobre este plan; adems, en que grado la esposa misma fue consultada al respecto no est indicado. El hecho de que el padre tomara el asesoramiento de Freud sobre los asuntos importantes y sensibles de la vida familiar, aparentemente sin consultar a su esposa, tambin fue sugerido, tanto en "Reminiscencias" (1942) como en la entrevista 1952, en el relato de la consulta de Max con Freud sobre si Herbert debera ser educado como judo. Aqu est la versin de la entrevista, ms sucinta y puntual, en el artculo ms temprano: MG : "Cuando mi hijo naci, tuve que decidir si dejarlo crecer como judo, y me pregunt si para hacerle la vida ms fcil, yo no debera bautizarlo. Fui con Freud y le ped su consejo: l me dijo de criarlo como judo, porque el muchacho se beneficiara mucho al tener la necesidad de hacer el doble esfuerzo que ningn otro". Es difcil ver por qu Max no estaba enojado con Freud. El asesoramiento insalubre de Freud no slo lo ayud a meterse en un matrimonio desastroso; sino que tambin, ms tarde, previno un divorcio durante dieciocho aos, un divorcio que posiblemente hubiera ocurrido despus de un ao, sin hijos, si no hubiera sido por el consejo de Freud. Sin embargo, para los objetivos presentes, el punto crtico es que la esposa de Max tena ambas objeciones, tanto tericas como personales con Freud y una amistad creciente con Adler. Aunque la lnea de tiempo de este cambio no pueda ser establecida con precisin, pareciera posible que, ya por la poca de la fobia de Herbert y seguramente cuando el desacuerdo Freud-Adler estuvo en su punto ms alto, las cuestiones personales de la pareja se haban entrelazado con una discusin matrimonial adicional matrimonial acerca del conflicto Freud-Adler. Con toda probabilidad, al elegir qu hacer sobre la divisin Freud-Adler, Max tambin estaba eligiendo qu hacer sobre la divisin entre l y su esposa, ms all de esa divisin.

Rechazar a Adler abierta y totalmente, y unirse a Freud, hubiera sido como lanzar nafta sobre los fuegos de su lucha conyugal, ya lo suficientemente intensa como para llevarlo a considerar la posibilidad del divorcio. Adems, los activos debates de Max con Freud en los que intent encontrar un puente entre Freud y Adler, as como el hecho de que esta discusin con frecuencia fuera hablada durante las visitas de Freud al hogar de Graf, son esclarecedores respecto del desacuerdo de la pareja y la participacin activa de Olga en el psicoanlisis y la poltica psicoanaltica, un inters que ella fervientemente mantuvo en todos los aspectos de su vida, segn las entrevistas de su hijo y su nuera. En verdad, el vnculo con Adler fue al parecer lo suficientemente firme como para durar una vida; en una carta de 1953 de Olga a Kurt Eissler, en la que ella rechaz su pedido de una entrevista, Olga se refiri a la opinin de Adler sobre tal entrevista, sugiriendo que ella estaba todava en contacto con l a mediados de sus setenta aos (Ross 2006). La incapacidad de Max para consentir la demanda de Freud respecto de que asumiera una postura, a pesar de su clara preferencia hacia las opiniones de Freud, tambin se vuelve ms comprensible a la luz de que tal posicin hubiera resultado significativa en su hogar. Sin embargo, la revelacin de esta consideracin personal de la reaccin de Max hacia la disputa Freud-Adler no sugiere en absoluto que l no se hubiera inclinado de todos modos hacia un compromiso entre las ideas de Adler y Freud. Max tendi por su naturaleza a ser un componedor, que vea mltiples lados a cuestiones intelectuales ms bien en conflicto irrevocable. Un ejemplo interesante de esta tendencia surge en la entrevista de los Archivos. En ambas, "Reminiscencias" y en la entrevista, Max menciona a Wagner-Jauregg (el ganador del Premio Nbel por el descubrimiento de que la fiebre paldica podra causar la remisin de paresis general), a quien Max conoca personalmente, como un temprano opositor importante de Freud, que mantena un abordaje estrictamente fisiolgico de los trastornos mentales. (En "Reminiscencias" Max seala, sin embargo, que Wagner-Jauregg, ms tarde se volvi ms flexible cuando, como profesor eminente, favoreci el nombramiento tardo de Freud como profesor en la Universidad de Viena.) En "Reminiscencias" , Max relata la respuesta de Freud al intento por parte de un valeroso interlocutor al que no nombra, de demostrar que el abordaje del tratamiento fisiolgico de Wagner-Jauregg no era incompatible con uno psicolgico: "Freud no quiso or acerca de ningn tratamiento fsico de una enfermedad psicolgica. Cuando en una ocasin, fue expresada la opinin respecto de que la relacin ntima entre el cuerpo y el alma permitira tericamente creer que las enfermedades mentales podran ser curadas con medicamentos, es decir, mediante el abordaje corporal, Freud coment que tericamente esto era posible, pero no en la prctica, que no haba ningn modo de abordar a la psique va el cuerpo, que uno poda abordar a la psique slo psicolgicamente". [M. Graf 1942, p. 467] Claramente, Freud crey que, tericamente (y, quizs, en la prctica en algn momento futuro), el tratamiento fsico de aflicciones psicolgicas fuera posible, pero l era firme respecto de que la clase de intrincada etiologas psicolgicas que descubri, en aquel tiempo, podra abordarse slo psicolgicamente. Quien en el crculo de Freud se atrevera a discutir, desafiando esta presuncin bsica de Freud y defendiendo a Wagner-Jauregg? Resulta que el interlocutor sin nombre fue el mismo Max Graf.

En la entrevista de los Archivos, una versin de la misma pregunta es relatada, con la misma respuesta de Freud, pero all Max se identifica como el interrogador: MG: "Y una vez dije, Mire, Herr Profesor, si usted pone un manojo de monedas una al lado de la otra, en un orden determinado, si, digamos, colocamos una cara y dos seca, tres cara, etctera, etctera, y si usted entonces da vuelta las monedas de tal manera que la distribucin permanezca idntica, esto tendra la misma ley de distribucin de un lado que del otro. Esto significa que debe ser posible tratar una neurosis del lado psicolgico y debe haber una posibilidad tambin tratarla del lado fsico. 'Freud concedi esto. l me dijo, sin embargo, no tenemos ningn otro camino que el camino psicolgico". No es claro por qu Max omiti especificar su propia identidad en "Reminiscencias"; esto parece no tener nada que ver con el caso del pequeo Hans. Quizs simplemente por modestia, o quizs, por acentuar su cercana asociacin con la grandeza de Freud, Max tendi a reducir al mnimo el conflicto entre los dos hombres. En cualquier caso, la ancdota revela su falta de disposicin para entrar en conflicto con Freud, en defensa de su natural apertura al compromiso intelectual, bastante mas all de cualquier de los rasgos especiales de la cuestin de Adler. CMO DESCUBRI HERBERT GRAF QUE ERA EL PEQUEO HANS Y FUE A CONOCER A FREUD? El historial del caso del pequeo Hans fue enmendado por Freud en 1922 para reflejar una visita que "Hans" ya adulto le realiz: "Hace unos meses - en la primavera de 1922- un joven se presento y me inform que l era el "pequeo Hans" cuya neurosis infantil haba sido el tema del escrito que publiqu en 1909. Me alegr mucho verlo otra vez, luego de aproximadamente dos aos despus de haber finalizado su anlisis yo lo haba perdido de vista y no me haba enterado nada de l durante ms de diez aos. La publicacin de este primer anlisis de un nio haba causado un gran revuelo y una an ms grande indignacin, y se haba pronosticado un muy mal futuro para el pobre pequeo muchacho, porque l haba sido "privado de su inocencia" en una edad tan sensible y se lo haba hecho vctima de un psicoanlisis. Pero ninguna de estas aprehensiones se haban hecho realidad. El pequeo Hans era ahora un brillante joven de diecinueve. l declar que estaba perfectamente bien, y no sufra de ningn problema o inhibiciones". [Freud 1909, p. 148] Aunque ni la visita ni su gnesis pudieran ser relatadas en "Reminiscencias", ambos son relatados en las entrevistas. Max y Herbert Graf, cada uno por su lado, describen como se sald esa visita de Herbert a Freud despus de haber descubierto su identidad como Hans, pero all hay una diferencia en el recuerdo o al menos de nfasis, entre sus dos relatos. Herbert dice que l sospech su identidad c omo Hans (acerca de lo cual no tena ningn recuerdo previo) cuando se enter de algunos nombres familiares al leer detenidamente el historial clnico mientras estaba embalando los libros de su padre, despus de la separacin de sus padres. Como lo seala en su entrevista de 1959, se acerc a su padre para verificar sus sospechas: HG: "Le pregunt si eso era cierto. Y l me dijo, s, es todo verdadero. Y luego hablamos de ello. Dije que me gustara conocer al Profesor Freud ahora. Y l dijo, desde luego, t deberas. Llam al Profesor Freud, concert una cita y fui a verlo a su estudio. El me mir, desde luego, no reconocindome. Y le dije: Soy el pequeo Hans ! Y fue muy conmovedor. l vino hacia mi, me abraz, y me dijo, sintate! Y luego nosotros tuvimos una larga charla en la que me pregunt que estaba haciendo, que planes tena, etctera, etctera, al final de lo cual me dijo que senta que el tratamiento deba haber hecho algo bueno porque yo habl y actu, al menos en su presencia, bastante normalmente. Y volv a mi casa. Tiempo despus o que alguna clase de posdata haba sido agregada, referida a que yo haba concurrido despus de tantos aos y que al verme personalmente tuvo la mejor prueba de que su teora era correcta, etctera, etctera. Y yo coment que el hecho de que terminara en la pera podra ser la prueba de que no fue todo tan normal, despus de todo!"

La descripcin de Max Graf en su propia entrevista, acerca de este acontecimiento, coloca ms nfasis sobre el papel que l mismo jug como instigador de la visita: MG: "En 1918, cuando Herbert entr en su carrera artstica, suger que visite al Profesor Freud, as podra ver que todo estaba en orden. El profesor Freud estuvo muy interesado en ver el xito del tratamiento y a lo que haba llegado el muchacho". El ao del encuentro entre Herbert Graf y Freud fue consignado incorrectamente por Max como ocurrido en 1918, una fecha incoherente con relacin a la posdata del caso en la que Freud dice que Herbert lo visit en 1922. Ms an, en 1918, Herbert hubiera tenido quince aos, un poco joven para emprender una carrera artstica. Por otra parte, en 1922, Herbert hubiera tenido aproximadamente diecinueve, la edad que Freud le atribuye, entonces podemos tomar la fecha de Freud como la correcta. El tiempo de la reunin es confirmado por el siguiente relato adicional que realiza Herbert en su entrevista de 1959: HG: "Lo extrao es esto: yo no estuve enterado (consciente) de nada [respecto al historial clnico], acerca de lo que alguna vez me sucedi, hasta que mis padres se divorciaron, cuando yo tena aproximadamente diecisis o diecisiete aos, y tuve que ocuparme de la mudanza de la biblioteca de mi padre, desde la casa de mi madre hacia la que luego fue su casa. Yo estaba interesado en la psicologa. y esas cosas en aquel tiempo, pero esta era la primera vez que caa en mis manos este anlisis particular que me concerna. Yo lo vi, lo le, y, desde luego, "mi" nombre no era el nombre verdadero, pero los nombres de mi ta y otras perso nas eran nombres correctos; por ejemplo, tengo una ta, la hermana de mi madre, a quien llaman Maritschi, que es un nombre muy inslito, inusual y este nombre estaba all del modo correcto. Y al leer esto me di cuenta que todo eso "tena" algo que ver conmigo. Y fui con mi padre quien, desde luego, saba mucho sobre estas cosas que yo desconoca, y le pregunt: qu es esto? Esto obviamente me concierne! Mi padre dijo: S, es as, y l me cont la historia entera de este anlisis, que estuvo en realidad en a su cargo, que l realiz. Tal como lo entiendo, yo no haba visto a Freud excepto una vez al principio y una vez al final, cuando tena cinco aos. Entonces le pregunt si esto era verdad. Y l dijo, s, es todo verdadero. Luego hablamos de ello y yo le dije que me gustara conocer al Profesor Freud". Herbert seala que sus padres se divorciaron cuando l tena diecisis o diecisiete aos, lo que significa entre mediados de 1919 y mediados de 1921. Al parecer, su madre al principio permaneci en su viejo departamento. Cuando Herbert dice que l traslad los libros "a la que ms tarde fue la casa de su padre" debe referirse a que la mudanza ocurri un tiempo ms tarde, despus del divorcio, cuando su padre se estableci y quizs volvi a casarse (lo cual ambos esposos hicieron rpidamente despus del divorcio). En verdad, Freud declara en el relato de su apndice (addendum) al caso que, en el momento de la visita, los padres del pequeo Hans ya haban vuelto a casarse ambos. Entonces, el embalaje de los libros de su padre que condujeron al descubrimiento de Herbert, probablemente ocurri cuando su padre se estaba mudando a un lugar nuevo, con su segunda esposa, en la ocasin de volver a casarse: es decir en 1921 1922, cuando Herbert tena diecisiete o dieciocho aos, compatibles con una visita posterior a Freud, cuando Herbert tena diecinueve aos. QU PAS REALMENTE EN UN ENCUENTRO POSTERIOR DE MAX GRAF CON FREUD?

La entrevista de Max Graf ofrece una descripcin asombrosa de la secuela de la visita de Herbert a Freud, que seguramente habra sido una parte importante de las reminiscencias personales de Max sobre Freud, que tuvo que ocultar por el hecho de que su hijo era el pequeo Hans. Max mismo visit a Freud despus de la visita de Herbert, luego de no haber tenido contacto con l durante una dcada. En "Reminiscencias" , tenemos apenas un eco plido de lo que realmente pas, a travs de una descripcin extensamente disfrazada; all Max seala slo que, despus de haber dejado el Crculo, l no se encontr con Freud otra vez, excepto en una ocasin ms en el momento del septuagsimo cumpleaos de Freud. En esta ocasin Max dice, que Freud estaba desconfiado y enojado: "Pero yo era incapaz o no estaba dispuesto a rendirme al "lo que se debe o no se debe hacer" de Freud, con el que una vez me enfrent, y no me qued mas que retirarme de su crculo. Por supuesto, expres posteriormente mi admiracin por Freud en un artculo con motivo de su septuagsimo cumpleaos mientras los destructores de la cultura alemana en Berln quemaban muchos libros grandiosos y entre ellos tambin los escritos de Freud. En aquel tiempo, yo tuve una posibilidad de hablar una vez ms con Freud, y lo encontr desconfiado, amargado, y enojado. Su enseanza se haba extendido por todo el mundo. El mundo espiritual y cientfico le perteneca a Freud". [1942, pp. 474-475] En aquel artculo, Max no informa acerca de ningn otro contacto con Freud posterior a su partida del Crculo. Zilboorg advierte en su nota que acompaa la publicacin de "Reminiscencias" que haba una aparente falla en la memoria en esta descripcin, porque la quema de libros hitleriana ocurri en el octogsimo cumpleaos de Freud y no en el septuagsimo como l seala. (Ver M. Graf 1942, p. 465). Esto resulta sorprendente, ya que la quema de libros haba ocurrido aproximadamente slo seis aos antes de la publicacin de "Reminiscencias" (1942) y presumiblemente, debi haber sido un recuerdo destacado para Max si estaba unido al encuentro con Freud. Otra singularidad es que la descripcin de Freud como desconfiado, amargado, y enojado es dada sin especificaciones acerca de lo dicho por Freud que le revel esto, y tampoco da ningn contexto sobre los motivos por los que tena esos sentimientos (aunque Max lo describe como habiendo tenido una mirada desconfiada incluso cuando ellos apenas se encontraron). En cambio, inmediatamente despus de sealar las emociones negativas de Freud durante la reunin, Max se lanza a una descripcin del xito completo de Freud ("Su enseanza se haba extendido en todo el mundo. El mundo espiritual y cientfico le perteneca a Freud"). Esto simplemente amplifica el misterio respecto de por qu Freud estaba tan negativo en ese ltimo encuentro de Max con l, un misterio no aclarado en "Reminiscencias". Sin embargo, estos rompecabezas son resueltos por los comentarios de Max en su entrevista de 1952. En principio, la reunin posterior con Freud, en verdad no ocurri en el momento del artculo de Festschrift sobre el septuagsimo cumpleaos de Freud (al menos, no fue la reunin nica o la ms destacada). El empleo de aquella fecha parece haber sido un modo de disfrazar los hechos, y este desvo de la verdad tambin podra haber conducido a la confusin indicada por Zilboorg. En cambio, en la entrevista, Max describe un lejano encuentro con Freud ocurrido despus de que Herbert sald su visita de control del tratamiento, que fue en 1922 segn escribi Freud en la postdata del historial.

En 1922, Freud habra tenido sesenta y seis, no setenta. El contexto de una visita, seguida a la visita de Herbert, desde luego, no poda ser descrito en "Reminiscencias" porque esto habra revelado la identidad del pequeo Hans. En la entrevista, Max no relata ningn otro contacto con Freud despus de su salida del Crculo; l no menciona ninguna septuagsima u octogsima reunin de cumpleaos. Entonces uno puede asumir que la reunin suprimida de 1922 probablemente sea la misma reunin posterior a la que l se refiri engaosamente en "Reminiscencias". En segundo lugar, lo que sea que Freud sinti en la reunin, es claro por la entrevista de 1952, que sus actitudes negativas, surgieron principalmente con relacin a Max Graf mismo: MG: "En aquel tiempo, yo no haba visto a Freud por unos pocos aos, eso fue cuando el psicoanlisis realmente lleg a ser una escuela internacional. Despus de que Freud haba recibido al muchacho, de una manera tan amistosa, me puse en contacto con l, porque quise hablar yo mismo sobre Herbert. Cuando lo visit, me recibi de una manera muy poco receptiva y cerrada. No pude lograr entrar en una conversacin amistosa, y le pregunt: "Dgame sinceramente, cul es el motivo por el que usted tiene este tono, su comportamiento hacia m ha cambiado". l dijo: "S. Usted ha dejado la asociacin psicoanaltica, no pag sus cuotas de socio, y no particip ms". Esto era verdad, pero si yo todava deba la cuota de socio, no lo saba, pero era posible. Pero observ que esta conversacin no estara ms sobre la vieja base amistosa. Dije adis!, y slo volv a ver a Freud tan slo de vez en cuando en la calle. Yo siempre lo saludaba de una manera cortes porque mi opinin sobre l no haba cambiado. Pero l siempre me miraba de costado. Devolva mi saludo, desde luego, pero de un modo como cuando usted saluda a un extrao". Esta descripcin proporciona una interpretacin bastante poco grata del carcter de Freud. Es claro que la visita de Max fue, al menos en parte, un intento de reconciliacin, que apuntaba a volver a encender la amistad con l. Este encuentro seguido al hecho de que Max envi a su hijo a ver a Freud, para confirmar el saludable resultado del lejano tratamiento, un asunto de no poca importancia para Freud. Adems, del tiempo prolongado que haba pasado desde la trasgresin en el pago de la deuda reclamada. Max slo dice, " En aquel tiempo, yo no haba visto a Freud por unos poco aos", pero Freud indica un nmero sobre este intervalo al declarar en la posdata referida al pequeo Hans (y, por lo tanto, presumiblemente, refirindose a su padre) que "aproximadamente dos aos despus del final de su anlisis yo lo haba perdido de vista y no haba odo nada de l durante ms de diez aos" (1909, p. 148). Tambin se debe tener presente cuanto Freud deba a Max Graf. Debido a la necesidad de confidencialidad, y dado el ultraje previsto en la comunidad mdica sobre el psicoanlisis de un nio, Max, quien aspiraba a ser escritor, no consigui ningn crdito pblico de su elocuente escritura diaria del desarrollo sexual de su hijo y el relato del tratamiento psicoanaltico de su fobia, que form el corazn del historial clnico (Freud 1909). Todo el crdito de la autora literaria fue para Freud, aunque cuando fue inicialmente publicado, l realmente reconoci con claridad que el informe del caso haba sido comunicado, ms que escrito por el mismo y fue generoso en su alabanza respecto del papel del padre annimo. Ms aun, Max no fue entrenado como doctor o analista, y sus intereses estaban principalmente en los usos del psicoanlisis aplicados a la crtica de la msica, entonces su salida del Crculo en la poca cuando este estaba teniendo cada vez mas incidencia medica, tericamente polarizado, y distante de sus propios intereses, resulta bastante comprensible.

Uno podra haber pensado, por lo tanto, que una actitud ms amable de parte de Freud, o hasta algn grado de gratitud hacia Max, habra sido lo apropiado en esta ltima reunin. En cambio, Freud rechaz a Max basndose en que haba dejado la sociedad psicoanaltica y no haba pagado sus deudas diez aos antes. La reaccin de Max ante este extrao rechazo es notable (y caractersticamente) caritativa. Esta ltima reunin no brinda una buena imagen de Freud. Habiendo abrazado clidamente al hijo sano como un pedazo selecto de evidencia para sus teoras, Freud era insensible al padre, quien no slo haba entregado el historial clnico de su hijo aos antes (un historial clnico repetidamente citado por Freud como su mejor evidencia para la teora del Edipo), sino que tambin permaneci siendo lo suficiente af n a l como para llevarle al saludable hijo catorce aos ms tarde. Uno podra especular que la respuesta distante de Freud pudo haber sido, en parte, una expresin de su renuencia a enfrentar y reconocer su culpa por el consejo que haba dado a Max tiempo atrs. Despus de todo, las visitas de Herbert y Max Graf deben haber servido como una seal de que el matrimonio entre Max y Olga, finalmente, en forma reciente, se haba disuelto, y que haba sido un error desde el principio. Y no debe ser olvidado que, cuando Max dej el Crculo, estaba vigente el rechazo a la demanda de Freud respecto de que lo elija a l por sobre Adler. Independientemente de sus fuentes, la respuesta de Freud no pudo menos que causar dolor a Max. Adems del rechazo bien documentado en sus asociaciones citadas en "Reminiscencias" (l "rompera con la mayor parte de sus amigos ntimos y confiables" [1942, p. 472] con relacin a los temas tericos), la naturaleza implacable de la respuesta de Freud a la apertura intentada por Max, bien podra explicar lo que pensaba cuando l escribi en "Reminiscencias" que "podemos pensar [a Freud] como un Moiss, lleno de ira e impasible ante las splicas" (p. 471). Conclusiones El caso del pequeo Hans tiene un lugar nico en la historia y el pensamiento psicoanaltico. Este es el primer caso de anlisis de nios, la primera descripcin de una supervisin clnica (hecha por Freud a Max Graf), el prototipo para el anlisis de las fobias, y, lo ms importante, la presentacin ms clara por parte de Freud del anlisis de la dinmica Edpica y su intento ms directo de proporcionar evidencia de la teora edpica del desarrollo sexual. Por estos motivos, ha sido estudiado por diversas generaciones de psicoanalistas y ha sido tema de reinterpretaciones infinitas. Por consiguiente, Max Graf, como padre y analista (aunque no formalmente entrenado como tal) conservar un lugar importante en la historia psicoanaltica. Pero tambin ser recordado por su amistad con Freud y su participacin en inicio del Crculo de los Mircoles, en funcin de lo cual escribi "Reminiscencias" (1942). Lo que ha permanecido desconocido es el grado en el que estos dos papeles, padre del paciente llamado pequeo Hans, y recuerdos sobre su relacin con Freud, entraron en conflicto cuando escribi "Reminiscencias", a causa de la confidencialidad respecto de la verdadera identidad del pequeo Hans. Este conflicto condujo a Max a deformar algunos de los hechos histricos para proporcionar cierta informacin sin revelar lo que tena que permanecer oculto, cediendo una hendidura, en algunos casos, entre lo manifestado y el contenido latente de la informacin. Un examen de las entrevistas posteriores a Max y Herbert Graf (1952; 1959) hechas por Kurt Eissler muestran cuanto se ha perdido como consecuencia de estas omisiones. Contrariamente a la impresin dada en "Reminiscencias", encontramos una revelacin sobre la participacin

bastante activa de Max en las discusiones intelectuales respecto de la teora de Adler, su proximidad al fisilogo Wagner-Jauregg y sus desafos a Freud, lo cual explica mejor la presin de Freud sobre l para que sea partidario suyo en forma inequ voca. Tambin surge all una descripcin completa del descubrimiento de Herbert Graf sobre su identidad como pequeo Hans y la visita posterior de Max a Freud. La notable tendencia de Max a idealizar o al menos a considerar el aspecto positivo de las cosas puede tener Implicancias, no slo en su relacin con Freud, sino tambin posiblemente sobre el manejo del anlisis de su hijo. La divertida defensa de Freud al ser analizado y su criterio desastrosamente pobre sobre los asuntos trascendentales e ntimos del matrimonio y la maternidad en el caso de una paciente y un amigo, concuerda con el criterio igualmente pobre en su buena voluntad de ofrecer asesoramiento (consejo) explcito, surge tambin como algo novedoso. La bien conocida habilidad de Freud para expulsar socios cercanos es confirmada por lo que parece un desagradecido rechazo a Max Graf. Y la bondad de Freud, pero tambin quizs su ambicin, surge con nueva luz ante la fecha corregida de su regalo del caballo de balanceo a Herbert. Quizs la gran leccin que aporta la entrevista de 1952 realizada a Max Graf es la comprensin de la naturaleza sumamente personal del inicio del movimiento psicoanaltico, aun cuando las cuestiones eran enmarcadas como temas de ndole intelectual. La continuidad entre lo terico y lo personal en la poltica psicoanaltica surge claramente en la relacin matrimonial de los Graf, vista como un ntimo correlato de la discusin Freud-Adler, y el papel posible de aquellos conflictos en la salida de Max del Crculo. Estos factores, as como la sorprendente profundidad de los problemas matrimoniales de Graf, son todos potencialmente relevantes para comprender el Historial del caso del pequeo Hans, y resultan claros por primera vez gracias al levantamiento de las restricciones de las entrevistas de los Archivos Freud. Notas * Traduccin de la versin original del texto: "Max Grafs Reminiscences of Professor Sigmund Freud Revisited: New Evidence from the Freud Archives," by Jerome C. Wakefield First published in The Psychoanalytic Quarterly, 2007, The Psychoanalytic Quarterly, Volume LXXVI, Number 1, pages 149-192 ** Nota del Traductor: Ver traduccin de "Reminiscencias" en espaol realizada por Pablo Peusner, publicada en Revista Fort-da N8 y en Revista Fort-da N10. 3 Nota del autor: con disculpas por la familiaridad, algunas veces, en la discusin que sigue, me refiero a Max Graf simplemente como "Max", para evitar confusin con su famoso hijo y otros Graf. 4 Nota del Autor : La transcripcin de las entrevistas estn originalmente en Aleman. Agradezco a Frederick Barman y Chadwick Smith, quienes me brindaron su invaluable asistencia con la traduccin, tanto como a Harold Blum, Director de los Archivos Freud, por proveerme el acceso al registro de las entrevistas. Debido a que los pasajes de las entrevistas citadas en este artculo reflejan una no oficial y aun no publicada traduccin al ingles, los nmeros de pagina de las entrevistas transcriptas no estn especificadas.

5 Nota del autor: Agradezco a Harold Blum por brindarme la carta y orientar mi atencin sobre la identidad de la paciente. 6 Nota del autor: Recientes especulaciones ( Bergeret 1987) en el sentido de que Olga es " Katherina" de Los Estudios sobre la histeria ( Breuer y Freud /1895) parecen no confirmarse con esta informacin, porque el anlisis con Katherina precede la referencia de 1897. Agradezco a Nicholas Midgley ( 2006) por llamar mi atencin sobre la tesis de Bergeret . 7 Nota del autor: Los sentimientos de Herbert acerca de la falta de relacin con su padre resuena con los sentimientos de Max respecto de su propio padre , como lo indica esta trascripcin de la entrevista de Max : KE : Tena usted una buena relacin con su padre ? MG : No, yo tena miedo a mi padre ... yo no llamara normalmente a esto tener una buena relacin , en el sentido ms profundo, bueno. no haba nada en absoluto... l era an de la vieja escuela en su forma de criar a los nios,..Si usted hacia algo era golpeado . Tena miedo a mi padre. Referencias : Bergeret, J. (1987). Le Petit Hans et la realite, ou Freud face a son pass. Paris: Payot. Billig, M. (1999). Freudian Repression: Conversation Creating the Unconscious . New York: Cambridge Univ. Press. Blum, H. P. (2004). Freud Archives /entrevistas/ "Little Hans" . Amer. Psychoanalyst, 38 (primavera/verano), p. 11. ------- (2006). Psychoanalysis from the heroic age to the present: "Little Hans" and child analysis. Escrito presentado en Oscar Sternback Memorial Lecture at the New School, New York, Noviembre 11. Breuer, J. & Freud, S. (1895). Estudio sobre la histeria. S. E., 2. Freud, S. (1909). "Anlisis de la fobia de un nio de cinco aos". S. E., 10. Graf, F. (1960). Entrevista [de "Frau" Graf] por Kurt Eissler. Box R1, Sigmund Freud Papers, Sigmund Freud Collection, Manuscript Division, Library of Congress, Washington, DC. Graf, H. (1959). Entrevista [de Herbert Graf] por Kurt Eissler. Box R1, Sigmund Freud Papers, Sigmund Freud Collection, Manuscript Division, Library of Congress, Washington, DC. Graf, M. (1942). Reminiscences of Professor Sigmund Freud. Psychoanal. Q., 11:465-476. Graf, M. (1952). Entrevista [de Max Graf] por Kurt Eissler. Box 112, Sigmund Freud Papers, Sigmund Freud Collection, Manuscript Division, Library of Congress, Washington, DC. ------- (1957). Jede Stunde War Erfullt: Ein halbes jahrhundert Musik und Theaterleben . (Every Hour Was Fulfilled: A Half Century of Life in Music and the Theater.) Wien, Austria/Frankfurt, Germany: Forum Verlag. Masson, J. M., ed. (1985). The complete letters of Sigmund Freud to Wilhelm Fliess, 1887-1904. Cambridge, MA: Belknap Press. Midgley, N. (2006). Re-reading "Little Hans": Freuds case study and the question of competing paradigms in psychoanalysis. J. Amer. Psychoanal. Assn., 54:538-559.

Nunberg, H. & Federn, E., eds. (1967). Minutes of the Vienna Psychoanalytic Society, Volume 1: 1906-1908. New York: Int. Univ. Press. Ross, J. M. (2006). The truth about Little Hans: weep for baby Hanna. Paper presented at the New York Psychoanalytic Society, March 27. Rudnytsky, P. L. (2002). Reading Psychoanalysis: Freud, Rank, Ferenczi, Groddeck . Ithaca, NY: Cornell Univ. Press. _______