Enamoramiento

La relacin romntica, por ser una de las formas de interaccin humana ms pura e intensa, merece algunas consideraciones especiales. En una pareja ideal, ambas personas aportan al crecimiento de su energa. Cada uno se vuelca en amor hacia el otro. Los dos se entregan incondicionalmente, y los dos saben tambin recibir y agradecer. Se eliminan las competencias por la energa, evitando as debilitarse mutuamente, y convirtindose en un verdadero equipo para la vida.

El amor da energa. El que da amor, como vimos anteriormente, est dndole energa al ser amado, pero al mismo tiempo est llenndose de energa l mismo. Una buena pareja es un gran sustento para sobrellevar los vaivenes de la vida, para caminar acompaados, completos.

Sin embargo, en muchas parejas y pseudoparejas la realidad puede ser muy diferente. A veces, ms que una fuente de energa, es la principal fuente de conflictos y competencias. Hay parejas que viven quitndose energa el uno al otro en lugar de aumentarla. Mediante los celos excesivos, las peleas y discusiones, el ejercicio del poder sobre el otro, etc.

Y cmo se llega a esto?

Muchas veces cuando dos personas se atraen y comienzan una relacin, todo es hermoso entre ellos. La energa de ambos llega a extremos increbles cuando estn juntos, sienten que tocan el cielo con las manos, todo es euforia y excitacin. Este es el enamoramiento inicial.

Al principio, el contacto entre estas dos personas en realidad no es tal, sino que es un contacto entre dos fantasas, entre dos imgenes idealizadas que no se corresponden necesariamente con las personas reales. Los niveles de energa alcanzados provienen bsicamente de la ruptura de las barreras entre ambas personas. De ser completamente dos desconocidos, a acceder a un conocimiento profundo del otro, tanto fsico como de su personalidad, se van derrumbando vertiginosamente las barreras hasta llegar a un acercamiento fuerte. En este proceso hacia la intimidad, cada uno, a travs del otro, accede a la energa del universo de una forma frontal, increblemente pura.

Pero por irreal, esta forma de relacionamiento es limitada.

Al poco tiempo, la proyeccin se va evaporando, la intimidad ya se consigui, no hay ms barreras que derribar y la energa deja de venir de nuestro propio inconsciente. Llegado ese punto, y acostumbrados a la fuerza de la energa que ambos generaban juntos, cada uno comienza a pretender que dicha energa venga del otro, y a sentirse frustrado si no la

consigue. Ah comienzan los reproches, las peleas, y la lucha por la energa del otro. Muchas parejas se rompen en este punto. Otras continan pero mal encaminadas. Slo las que se fundan en el verdadero amor pueden lograr una transicin de la etapa del enamoramiento inicial hacia un amor real entre personas reales, basado en el mutuo conocimiento y no en fantasas.

Para lograr este tipo de relacin, hay que dejar de lado ciertos conceptos muy publicitados y establecidos. Uno de ellos es el clich de la media naranja, de pensar que slo hay una persona en el mundo para cada cual.

Inconscientemente estamos preparados para creer que el amor consiste simplemente en encontrar a la persona a quien amar, y que cuando esta aparezca todo se dar naturalmente y de forma fantstica. Las pelculas romnticas, miles de frvolas canciones de amor que escuchamos da a da, novelas, cuentos, y todo un bagaje cultural contribuyen a esta expectativa.

El esperar al prncipe azul, o a la princesa encantada, es una ilusin daina que atenta contra la formacin de una autntica pareja de amor.

Erich Fromm hace una ilustradora comparacin con el aprendizaje de un arte. Si una persona quiere aprender a pintar, y atribuye su fracaso a no encontrar el pincel adecuado, poniendo todas sus expectativas en que cuando lo consiga har cuadros maravillosos, lgicamente vivir frustrado. Si en lugar de ello depositara sus energas en aprender la tcnica de la pintura, con el tiempo seguro conseguira algn pincel que se adapte a sus necesidades. El mismo razonamiento aplicamos al esperar encontrar a la persona indicada para formar pareja, y suponer que cuando esta llegue mgicamente estaremos preparados para ser felices juntos por siempre.

Si aprendemos a amar, no ser lo central encontrar el objeto para nuestro amor. Desarrollaremos la capacidad de relacionarnos positivamente con el sexo opuesto, y tendremos entonces la libertad de elegir inteligentemente con quin deseamos compartir nuestra vida.

La realidad es que hay en el mundo muchos hombres y muchas mujeres, y que muchos de ellos podran formar buenas parejas entre s, si estuvieran bien predispuestos y preparados para ello.

Desde ya, no dira que cualquiera podra ir bien con cualquiera. Pasando por el aspecto qumico de la atraccin fsica, hasta los distintos tipos de personalidad, costumbres, valores y

proyectos, determinadas personas podran formar relaciones positivas solamente con cierto subgrupo de potenciales compaeros.

Otro enemigo popular es el enunciado de que el amor es ciego. Abundan las historias al estilo de Romeo y Julieta, o aquellas en las que los enamorados son de distintas clases sociales, o que por diversas circunstancias son totalmente inconvenientes, pero sin embargo el amor es ms fuerte y supera las dificultades. Lamentablemente para el romanticismo, estas situaciones son en realidad reflejo de una debilidad humana.

No somos animales que slo nos guiamos por las feromonas para elegir a nuestra pareja. Tenemos una voluntad, una gran capacidad de dominar nuestras emociones, y sentimientos, y dirigirlos hacia donde nosotros queremos.

Amar es una eleccin, no es un sentimiento incontrolable. Y es una eleccin que hacemos da a da. Por eso podemos prometernos amor eterno, porque tenemos la capacidad de decidir sobre ello. Si el amor fuera simplemente algo que viene o se va independientemente de nuestra voluntad, dicha promesa carecera de sentido.

En conclusin, cuando estamos en la etapa de tomar decisiones en cuanto a la formacin de una pareja, debemos tener en cuenta los siguientes factores: -Tener en claro el objetivo.

Esto no es ms que un caso particular de lo que hablbamos en los primeros puntos de este trabajo. En lugar de avanzar sin rumbo, tenemos que tener claras nuestras metas. Queremos formar una pareja o priorizamos en esta etapa de la vida otros elementos? (Como la libertad para conocer el mundo, o desarrollar nuestro arte o profesin) Y si la respuesta es que s, queremos formar una pareja Qu tipo de pareja queremos?

Tenemos que tener presente la diferencia entra las parejas sexuales y el amor, ya que muchas veces pueden confundirse. Es muy distinta la actitud que debemos tener y los elementos a considerar segn estemos buscando una relacin circunstancial o a la persona con quien compartir la vida. Suele suceder que se termine compartiendo la vida con una persona que en principio iba a ser una relacin circunstancial. Esto no es lo ptimo, pues pudieron no haberse considerado aspectos importantes que deberan haberse tenido en cuenta.

En la eleccin de la persona a quin amar, podemos considerar cuestiones como la atraccin fsica, intereses en comn, tipo de personalidad, visin sobre la vida en pareja y sobre la familia, religin, clase socio-cultural, objetivos principales en la vida, filosofa, etc.

No debemos caer en el error de esperar encontrar a la persona que cumpla con todas las condiciones, pues estaremos depositando las expectativas en la espera del objeto, seguramente inexistente. Pero s podemos definir internamente aquellos aspectos en los que seremos ms inflexibles, y aquellos en los que dejaremos ms libertad.

As, entonces, no nos reducimos a la bsqueda de una persona nica e idealizada, sino que limitamos un conjunto de posibles personas con las que consideramos que podramos armar buenas parejas.

Tenemos que tomar muy en serio esta decisin, porque puede marcar la diferencia en nuestras vidas. Pensando a largo trmino, y no slo en el hoy. Por ejemplo la belleza fsica es algo que por su esencia con el tiempo se evapora, y no debiera por tanto tener demasiado peso en nuestra escala. Una buena conversacin, en cambio, es algo que nos va a acompaar toda la vida. Cuando seamos viejos ser lo ms importante.

Tampoco debemos desestimar restricciones por no pensar en el futuro. Hay que proyectarse a uno mismo con los aos, pensar en los cambios que podremos sufrir con el tiempo, y con la llegada de los hijos.

-Trabajar sobre los aspectos negativos de nuestra personalidad.

Una pareja es la unin de dos personas, y en consecuencia su funcionamiento depende del carcter y disposicin de ambas. Antes de encarar una pareja, es conveniente tener resueltos determinados aspectos individualmente. Uno fundamental es lograr el equilibrio de la autoestima. Tanto la persona con baja autoestima, como aquella con autoestima excesiva va a encontrar dificultades muchas veces indisolubles a la hora de relacionarse sentimentalmente. La primera, por considerarse indigna de amor; la segunda, por considerar que nadie est a su altura como para merecer su amor. Tener una personalidad equilibrada es el primer paso para tener una pareja feliz. Si no podemos estar bien con nosotros mismos, menos podremos estarlo con otra persona.

-Desarrollar la capacidad de amar.

No slo a nuestra pareja sino de amar en general. Aprender a dar sin esperar recibir a cambio. A ver la belleza de los seres humanos, la mejor parte de cada uno. A sentir empata por cada ser que existe en este mundo. Amar a nuestros hermanos, padres, amigos, familiares, vecinos, conocidos, a los nios, los animales y las plantas. Amar a la humanidad y a la vida. Amar no slo en nuestros corazones como un mero sentimiento, sino amar activamente. Identificndonos con el otro, rompiendo la barrera de nuestro yo y aceptando que somos en esencia lo mismo.

Amar es dar energa, y no quitarla. Implica aprender a obtener la energa de otras fuentes, y no a costa de las personas.

Recin cuando logremos sentir esa armona con la humanidad en general, estaremos en ptimas condiciones para ese tipo de amor exclusivo que slo se da en las parejas.

-Estar especialmente atentos a las seales. En estos momentos de bsqueda de una pareja, las seales que desarrollaba en el punto 4 son de primordial importancia. Probablemente un sueo, un presentimiento, un acto fallido, o una casualidad nos estn hablando sobre el camino a seguir para encontrar el amor. Ms que nunca, debemos escucharlas, seguirlas, entregarnos a ellas, anotarlas, estar despiertos.

-Avanzar conjuntamente hacia el encuentro. Los seres humanos tambin emiten seales en forma indirecta. Con el lenguaje corporal, gestos, actitudes, o intangiblemente con su energa. Saber percibir e interpretar dichas seales nos ayudar a darnos cuenta cuando otras personas estn interesadas en nosotros, y de qu forma lo estn. Dentro del subgrupo que definimos de potenciales compaeros, un factor decisivo para elegir finalmente a la persona debera ser el que sta tambin nos considere atractivos como para formar pareja.

Los enamoramientos platnicos o no correspondidos son profundamente negativos. No tienen nada que ver con el amor, que supone una interaccin equitativa entre dos personas. Son un desperdicio de energa que puede culminar en una gran frustracin.

El verdadero amor se basa en el conocimiento del otro, en la eliminacin de las fronteras entre ambas identidades. Si nos sentimos enamorados de una persona a la que casi no conocemos, algo est fallando. Es evidente que estamos confundiendo el amor con otros fenmenos relacionados como el deseo sexual, un desafo a nuestra autoestima, o una atraccin por la energa que sentimos podramos obtener del contacto con esa persona.

El mejor aplauso es el que suena cuando ambas manos se juntan en el centro. Si falta una mano, no habr aplauso por ms energa que ponga la primera. Si van a distintos ritmos, y se chocan lejos del centro, sonarn ahogadas, apagadas, muy lejos de su mximo potencial.

Por eso, la mejor manera de acercarse a la persona con la que deseamos formar una pareja es desde lo humano. Estar mucho ms adelante que el otro en nuestro enamoramiento puede echar todo a perder. Hacer una propuesta ertica a una persona que no tena idea de nuestro inters hacia ella puede ser un gran desatino. La amistad, en cambio, la entrega desinteresada, el acercamiento sincero hacia las necesidades e intereses del otro, pueden tener mucha mejor acogida. Una vez que se logra el acercamiento humano, el mutuo conocimiento paulatino, debemos cuidar de ir avanzando a la par hacia la formacin de una pareja. El primer beso debera llegar en el momento en que ambos estn seguros de que el otro tambin lo desea intensamente.

-Saber aprovechar la energa extra inicial. Cuando estamos en los inicios de una relacin, y todo es energa, tenemos que estar concientes de que estamos viviendo un regalo excepcional, y que en determinado momento cuando terminemos de aunarnos con nuestra pareja- esa energa extra dejar de fluir naturalmente. As, cuando ese momento llegue, no tendremos que seguir esperando que la energa surja de la persona, como si fuera un objeto que nos la transmite. Debemos ser concientes de que la energa extra del enamoramiento inicial es limitada en el tiempo, y que tampoco es lo ms importante del mundo. Lo ms importante es la relacin afectiva intensa que podamos lograr con la otra persona, para darnos energa y aliento mutuo por toda la vida, para estar realmente acompaados en esta travesa.

As las cosas, deberamos aprovechar esta energa extraordinaria para cimentar el verdadero amor. Para forjar en nuestras mentes la intencin firme de estar unidos toda la vida por el amor.

-Amar cada da ms. El amor no es algo que se termine de construir exitosamente un da, y luego podamos distendernos y echarnos a dormir. Necesita atenciones y cuidados permanentes. Todos los das elegimos amar, perdonar, mejorar. Todos los das podemos entregarnos un poco ms, y hacer ms fuerte la unin. Manejar nuestra energa para no involucrarnos en las discusiones, para no deteriorar la relacin de amor.

Enamorarse es una actitud que merece la pena de ser ejercitada en cada momento de la vida en pareja. Podemos intensificar nuestro sentimiento de amor voluntariamente, mirando al ser amado con la intencin de vivenciar el amor, escribiendo cartas, ponindonos lo ms posible en el lugar del otro, y sintindonos uno. Recordando su historia, comprendiendo los orgenes de sus defectos, tratando de ver el mundo desde sus ojos.

El amor de pareja, como todos los otros tipos de amor, debe cuidarse como a una planta, regndolo de buenos momentos, acciones y palabras que hagan sentir bien al otro, y la sincera actitud de desear estar cada vez ms enamorados.