La Comunidad de Los Espectros
La Comunidad de Los Espectros
La Comunidad de Los Espectros
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Edicln:
ISBN: 978-84-92613-45-8 Tirada: 600 ejempiares 2010, Mino y Dvila srl! 2010, Pedre Mino
Antropotecnia
Suipacha, Provo deBuenos Alras, Argentina. San Marlln, Provo de Buenos Aires, Argentina. Prohibida .su reproduccin total o parcial, incluyendo fotocopia, sin Ia autorizacin expresa de los editores. Cualquier forma de reproduccin, distribucin. comunicacin pblica o transformacin de esta obra solo puede ser realizada con Ia autorizacln de sus tltuiares, salvo excepcin prevista por Ia ley. Dirfjase a CEDRO (Centro Espanol de Derechos Reprogrficos. www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algn fragmento de esta obra.
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colecci6n
BFV. Biblioteca
de Ia Filosofa Venidera
dirigida
por
intenten
reflejar no
Esta coleccin quiere en su espirltu tanto a su autor sinoabarcar ms bien a ia dinastfaobras a Ia que, cual
stas pertenecen. Dinastias que otorguen los instrumentos para una filosofia por-venir donde 10 venidero no sea slo una categoria de
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abarque
10
pasado, suspendiendo
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cronolgico a favor de una impureza temporal en cuyo caudai pueda tener iugar Ia emergencia de un pensamiento inactual
e intempestivo, capaz de mostrar ia potencia filosfica ocuita en todas Ias tradiciones dei conocimiento. Filosofia, entonces, como el arte de Ia fabrlcacin de nuevos conceptos, donde Ia novedad es siempre entendida tomando en cuenta su anacronismo fundamental
y
l
Exordio Primera Parte: lus Exponendi
fndid
11
15 17
1. Antropotecnia
2.
Ultra-historia
41
3. Astropoltica
Segunda
I. Iconologa de un fantasma
139 153
Espectrologa
n. Necropoltica y Modernidad
199
Eplogo. Zoopoltica:
217
Apndice.
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EXORDIO
En su primera conferencia de octubre de 1982 en Ia Universidad de Vermont, Michel Foucault ofreci un recOlTido retrospectivo por su obra, agrupando su campo de actividad a partir de una cudruple articulacin de signos, Ias tecnologas "gubemamentalidad" de Ia "matriz de Ia de los sistemas deI yo que razn prctica": Ias tecnologas de produccin, Ias tecnologas
operan sobre el propio individuo en su constitucin como subjetividad tica, La se sita, precisamente, en Ia interseccin entre Ias tcnicas de dominacin de los otros y.las referidas a si mismo.1 En Ias pginas que siguen util!~arert1 s el cqucepto_.de "tecnolog<lS de pod~~r",desarrollado por Foucault, declinndolo segn una modalidad diversa de ta suya, descentrndolo de su uso especfico y apropindonos de l mediante una reformulacin. En este sentido, entenderemos por antropotecnia o antropotecnologia Ias tcnicas mediante Ias cuales Ias comunidades de Ia especie hurilana y 10s individuos que Ias componen actan sobre su propia naturaleza animal con el fin de guiar, expandir, modificar o domesticar su sustrato biolgico con vistas a Ia produccin de aquello que, Ia filosofia primero, y luego Ias ciencias biolgicas y humanas, suelen denominar "hombre". EI proceso de hominizacin
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Ia historia ~,
misma de Ia especie homo sapiens hasta Ia actualidad coincide, entonces, con Ia historia de Ias antropotecnologias (econmicas, sociales, edu~ativas, jridicofabricar 10 humano como polticas, ticas) que han buscado, incesantemente, ex-tasis de Ia condicin anima!.
Desde esta perspectiva, toda antropotecnol()ga descansa sobreunapolitizacjn constitutiva de Ia vida anirrm1que se quiere domesticary cultivar en elproceso de civilizaci,n. L1amaremos, por razones que quedarn claras en Ia primera parte
teehniques
tablie
de Daniel n 363, I.
Defert
avee Ia collaboration
Paris, 1994,
Fabin Luduefia
Romandini
I La comunidad
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de este estudio, zoopoltica a dicha operacin originaria sobre Ia vida anim!} a pesar de -o en conflictiva relacin con- su xtasis hacia Ia hominizacin. Asi, toda antropotecnologia implica un sustrato zoopoltico que yace en su centro. En sus Regeln fr Menschenpark. Ein Antwortschreiben zu Heideggers 'Briel iber den Humanismus " Peter Sloterdijk ha realizado una utilizacin similar deI trmino colocando en el centro de su anlisis Ias antropotecnias en el proyecto heideggeriano de cuestionamiento deI humanismo que subyacen clsico. Asi, en el
antropotecnologias
ocupamos, en este libro, deI derecho y Ia teologia~n cuanto matrices productoras de Ia comunidad poltica de los hombres. En el caso deI derecho, ser abordado como una tcnica que, actuando en el registro de Ia ficcin jurdica, produce efectos performativos de constitucin deI espacio poltico
de 10 humano. En ese sentido, lapoltica es originariamente zoopoltica pues implica una decisin fundacional acerca de cmo dirigir aI animal humano e~'s~ devenir hombre. Sin embargo, no todas Ias tecnologiasjurdicas act{Jan deI mismo modo sino que, por el contrario, suponen un juego de variantes histricas. Asi, en este libro analizaremos Ia cesura que para el derecho romano antiguo supus o Ia aparicin de una nueva forma de normatividad bajo el nombre de cristianismo. Justamente por eUo, como podr verse en el transcurso de Ia investigacin, Ia teologia puede ser consi~erada una forma deantropotecnologia jurdica de untipQ in~dito. AI mismo tiempo, tanto el derecho como Ia teologia sern tratados en tanto dimensiones mitolgicas deI poder. Debido a Ias particularidades de ia segunda, se Ia considerar segn los principios de una ciencia mitolgica cuya metodologia deber esperar, todavia, un ulterior trabajo para su enunciacin programtica. No obstante ello, podemos decir, provisoriamente, como un objeto de Ia Kulturwissenschajt, por Aby Warburg. Por otro lado, como se ver, el libro buscar sentar laspri1l1eras bases ele una ~spectrologia G0J!l0 forma de ontologia poltica, dado que, a diferencia de muchos de los estudios agrupados bajo Ia denominacin de "biopoltica", nuestra perspectiva -que por muchas razones preferimos llamar zoopolticaimplica que Ia relacin entre Ia vida y el poder, entre Ia vida y el derecho, entre ia vida y una forma, en fin, entre Ia vida y una ontologia que d cuenta de ella, nopuede establecerse ,sin hacer referencia
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que surge 10 humano, Sloterdijk ha querido mostrar que en ella tiene lugar un proceso de domesticacin educativo y eugensico dedicado a Ia creacin deI homo sapiens como sujeto civilizatorio. Por un lado, nuestra apuesta consiste en prolongar Ia estela abierta por los trabajos de Sloterdijk -utilizando, muchas veces, a conclusiones antropotecnologias sin embargo, mtodos diferentes y arribando, de diversas opuestas a ias suyas- ocupndonos
que no fueron exploradas por el filsofo alemn. Por otro se realiza a partir de Ias
que Ia antropotecnia
sea un proceso ineluctable de fabriclsico" a una nueva era sino que, por el contrario, contingente que
cacin de
10
que abordaremos
Ia teologia
antropotcnica consideramos
asumieron Ias tecnologias de poder aplicadas sobre el animal 2) En consecuencia, Ias antropo-tecnologias
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que asumieron Ias tecnologias de poder que el animal homo sapiens apliS.> sobre si mismo y Ios miembros de su especie. Que un animal originario se '" ~ haya fbricado como hombre es el fruto de una contingencia histrica y no de ._lln proceso teleoIgico, ineIuctable o irreversible. Por eUo, designamos con eI nombre de voluntad antropotcnica a esta insistencia histrica y contingente en Ia fabricacin de 10 humano como proceso miIenario. 3) Desde este punto de vista, Ias antropotecnologas son una sub-categoria de
e,spectralidad. Postulamos aqui que, sin el estudio de Ia dimensin espectral, resulta deI todo imposible Ia cabal comprensin no slo de Ia deriva poltica contempornea en general y de Ia zoopoltica en particular, sino tambin de Ias nuevas posibilidades de Ia ontologia. Esto presupone que Ia conformacin de Ia comunidad humana, deI derecho y de Ia poltica implican Ia presencia de Ia espectralidad como elemento constitutivo primordial. En esta ocasin nos dedicaremos aI anlisis de uno de los "tiempos fuertes" de Ia espectrografia que supone el advenimiento deI cristianismo con Ia intencin de extender, en una futura pesquisa, el anlisis hacia otras formas deI derecho antiguo para luego volvemos hacia el presente hasta abarcar aIgunas dimensiones centrales de nuestra contemporaneidad poltico-econmica.
Ias tecnologias depoder especiaIizadas en Ia produccin de 10 humano. Por otro lado, no presuponemos aqui que sea el hominido quien desarroUa, por si mismo, una capacidad de escucha en Ia Lichtung, sino que admitimos, por eI contrario, que Ia naturaleza misma deI claro abri activamente en el hombre una escisin fundamental y ste, a posteriori, transform Ias potencias de Ia Lichtung en tecnologias de poder sobre si y sobre Ios dems. Esto no implica, sin embargo, pensar que Ia Lichtung abra eI acceso a potencial idades exclusivamente favorables o benignas por si mismas.
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EXOROIO
Fabin Luduena
Romandini
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Dei mismo modo, Ia espectrologa se inscribe en una ontologa sobre cuyos contornos -radicalmente distintos de aquellos de Ia ciencia c1sica dei ser- trataremos en un trabajo sucesivo. P~F,~I,l1lomento entender.emo~.poLesp~.9t~c:?_~ primeI' lugar y en sentido amplio, a I~ criaturas incorpreas como, por ejemplo,
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los ry.gel~s.En este sentido, Dios mismo pU,ede se!, concebido c?mo una forma espectral que se m~nifiesta a travs deI Ilsp'r.itu. An si es posible establecer una distincin entre Espritu y Espectro, creemos que ambos pertenecen a una regin ontolgica comn.2 Por otra parte, denominaremos al?sentes tambin eSl?ec~ro, en sentido restringido, PRIMERA PARTE
(
muerte, o queestablecen un plinto de indistihcin entre vida y muerte. Desde ese punt~ de vista, el espectro pueti; ser completamente inmateriar~ adquirir distintas "consistencias" empecinamientode que,' como deCa un filsofo, pueden Ilegal' hasta el sobredeterminada por el Espiritu. Llegados a este que ste adquiera una materialidad de carne y hueso, an si
jus exponendi
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punto, Ia mitologa de los resucitados que se estudia en este Iibro presenta dicha de modo extremo y acabado. Asimismo, ellector podr reconocer en Ias pginas que siguen Ia deuda que el autor tiene respecto de Ia filosofia de Giorgio Agamben, si bien, como tambin podr comprobarlo, Ia distancia crtica tomada respecto de Ia obra dei filsofo el italiano no pretende ser otra cosa que una discusin que creemos sumamente necesaria en Ia coyuntura filosfica y poltica por Ia que esta atravesando mundo contemporneo. Finalmente, se impone una a~laracin metodolgica. En una mesa redonda
con prestigiosos historiadores que t~vo lugar en mayo de 1978, Foucault juzgaba que sus libros "no son tratados de filosofia ni estudios histricos; a 10 sumo, fragmentos filosficos en talleres histricos".' mismo de esteestudio Parcialmente, podra decirse
10
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el material de una reflexin filosfica que se adentra en una dimensin morfolgica que transciende los mundos histricos originales donde crecieton ciertas probJematizaciones espectrologia para des-territorializarlas hacia los laberintos de' una ontodei presente. '(
2 '3
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EXORDIO
1.
Antropotecnia
--1-Quiz bajo Ia gida de Ia influencia considerable que The Human Condition de Hannah Arendt ha tenido sobre los estudiosos de Ia poltica, se ha podido repetir frecuentel11ente que los griegos solan establecer una frrea distincin entre, por un lado, el mundo dei oikos concebido en tnninos amplios como un mundo domstico que inclua aios hijos, Ia esposa, los esclavos y, en geQeral, toda Ia produccin de Ia hacienda rural y, por otro, el mundo de Ia poUs como espacio pblico de Ia confrontacin agonstica de los ciudadanos libres concebidos como iguales. La sugestiva tesis de Ia filsofa alemana consisti en mostrar cmo Ia histora poltica de Occidente no es otra cosa que el relato minucioso y letrgico deI ascenso itrefrenable de ese ncleo domstico ai centro de Ia escena de Ia vida social moderna ai punto de casi eliminar por completo Ia relevancia misma de Ias nociones, otrora copertenecientes, a Ia administracin de ciudad y vida poltica pblica transfonnando nuestras modernas megalpolis en meros ecosistemas artificiales destinados de Ia vida impoltica de Ia especie homo sapiens. dado que ya Un diagnstico que, por otra parte, no carecia de antecedentes, clsica de pueblo -que es
en 1933 el propio Carl Schmitt, not con agudsima perspicacia cmo Ia nocin quintaesencia misma de Ia democracia liberal moderna- haba prcticamente desaparecido deI horizonte poltico para ser reemplazada por el "lado impoltico (unpoltische Seite) que crece bajo Ia proteccin y a Ia sombra de Ias decisiones polticas" que conducen y refuerzan Ia "igualdad especie (Artgleichhet)".' y con gran probabilidad, de Como es sabido, I'v1i~l:elFouc;ault -que por otra parte, ignoraba casi totalmente Ias obras de ambos pensadoVo/k. Die Dreig/iederung der po/itischen Einheit, Hamburg,
SCHMITT,
1933.
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res alemanes- re~~.aySdeI olvido un tr~ino tcnico para designar esta realidad supuestamente crepuscular deI mundo occidental: biopoltica seria Ia nueva denominacin elegida para una Modernidad que aportaba, aparentemente, Ia radical novedad deI retorno y triunfo inesperado de Ias fuerzas domsticas deI oikos, q~e los griegos habian colocado tanto afn en controlar y aislar en el dominio restringido dei desptes, como si se tratas e de conjurar una fuerza incontrolable que yaca -amenazanteen el subsuelo de Ia poltica clsica. Esta historia, que no carece de muchos puntos ciertos y slidos, no est, sin embargo, exenta de una gran dosis de romanticismo y de cierta ambigedad en Ia medida en que hace deI mundo. antiguo un oasis de lapolt!ca, a Ia vez que el punto de partida de una escisin funesta entre Ia gestin de Ia vida y Ia poltica de los hombres libres. Con todo, hay que reconocer que dicho diagnstico se
te alguna diferencia respecto de su gobierno?".2 "Ninguna de Scrates. Platn deja inmediatamente (Basiliken),
(oudn)", respon-
de los hombres es una sola, ms ali de que pueda a veces lIamrsela regia poltica (politiken) o econmica es contra este pasaje platnico que Aristteles construy eI supuesto antagonismo entre economia y poltica. De hecho, senala Aristteles, "unos opinan [en una clara alusin a Platn], en efecto, que el senoro (despotea) es una ciencia (epistme) y que el gobierno de Ia casa (oikonoma), el deI amo (despotea), el de Ia ciudad (politike) y el deI rey (basilik) son una misma cosa".' Sin embargo, Ia poltica ha pagado un alto precio dejando ignorado aquel enunciado captaI de Platn quien, para mayor claridad, hace explcito, acto seguido, el objeto mismo de todo poder soberano: Puesto que vade suyo que Ia ciencia regia (ts basiliks epistmes)
(epistaton)
," no gobierna su
apoya, primordialmente, en una}ectura muy singular delpensamiento polti.:o aristotlico. En efecto, segn esta lectura, Aristteles distinguira claramente Ias esferas deI oikos y de Ia polis, estableciendo una demarcacin estricta, aI mismo tiempo que fundaria una dicotomia supuestamente fatal en Ia medida en que ambos polos de Ia tensin conceptual tenderan, con el correr de los siglos, a volverse peligrosamente indistintos. resulta apremiante interrogarse Frente a este diagnstico filosfico-histrico si verdaderamente
papel es ms noble puesto que es entre Ias vivientes (zois) que ella reina y sobre ellos que ejerce desde siempre su poder (dnamin).' Todo poder s.obr.e)a vicia, ytodo.~jercicio , ...... poder soberano e, o~igiJ}.ar.iamente,
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de dicho poder coincide.: necesariamente, con Ia adl:ninistracin de 10vivient~. Tal es Ia tesis defendida por Platn con un vocabulario taxonmico que demuele, an antes de que fuera establecici~, toda diferencia posible entre Ias lIaLnadas esferas pblica y privada, Ias cuaIes no son sino un desesperado intento posterior por mitigar y, en algp sentido, hacer olvidar este enunciado platnico tan certero como incmodo. Desde esta perspectiva, Ia esencial divisin aristotlica entre oikonoma y politike.no tiene otro objetivo qu~)ntentar cercar o limitar de algn modo Ia terrible definicin platnica de Ia poltica como poder sobre Ia \li~a. As, Ia gran divisin entre economa y poltica, entre administracin y esfera pblica de Ia ley y Ia cudadana es un iJ2t~n~0arist?tl!.~,opor lo%rar creal:. una zona
cuente ascenso de Ia vida y su gestin aI centro de Ias preocupaciones d~1poder soberano es un autntico fenmeno modemo,o si ms bien no se trata de uno de 10s arcanos ms antiguos y mejor conservados de todo poder. Y como muchas veces OCUlTecon los arcana imperii ms recnditos, stos no necesariamente se dan a conocer en los lugares menos frecuentados deI archivo sino que, por el contrario, se enuncian en Ia visibilidad de los discursos ms prestigiosos y a veces se presentan inclusive revestidos de una apropiada dosis de humor que los hace tolerables o los enmascara para Ia posteridad (y esto no necesariamente por razones esotricas sino sencillamente porque sus autores necesitan sobrevivi r a Ias verdades que enuncian y hacerIas soportables -en primer lugar- para ellos mismos). As, una de Ias preguntas ms inquietantes de Ia historia poltica de Occidente es colocada por Platn en boca deI Extranjero eIeata, en 10 que muchos crticos han definido -~uy poca sensibilidad intempestivacomo un mero ejercicio de dialctica para Ia prctica de los aspirantes a filsofos de Ia Academia ateniense: "pero dime, entre el carcter de una gran casa (megles schma oikseos) y el volumen de una pequena ciudad (smikrs pleos ogkos), i,exis-
ontolgica que sobrepase Ia es!er~ de\.a vida y qlle se transforme el'l.,el objeto deuna poltica nq meramente biolg;ic~. Con todo, el gesto aristotlico no debe exagerarse, as como tampoco su valor de paradigma para Ia concepcin de Ia poltica en laAntigedad griega, dado que, para comenzar, el propio Aristteles
(se toma
como
referencia
Ias ediciones
de A.
(tomamos
como
referencia
Ia edicln
de
J. Maras
y M. Arajo,
1951).
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PRIMERA
PARTE:
Jus ExponendJ
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I La comunidad
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tendr serias problemas para defender l mismo Ias lmites de esta divisin ad hoc que intentaba salvar una regin no meramente animal como refugio de 10 que Illamaba eI "buen vivir (eu zn)" y, ~n muchas decisivas oca~igl2~~s!.eJa argumentacin aristotlica, Ia poltica no podr evitar transformarse en economia de Ifl vida como si, con esas inesperadas emergenias, se pusiese en evidet1CIa~, enorme dificultad de poder sostener Ia divisin entre economia y poltica como una autntica distincin que no fuese meramente una declaracin esperanzador~ pel'O infundada,5
No podria elecirse con mayor claridad que Ia poltica se dia como tarea suprema, desde sus inicias, eI~r1:e de Iadom~sticacin deI animal humano. Ms deI no dej de adeIante, PIatn se entrega a una eIucidacin dialctica de Ia especificidad humano entre Ias especies animaIes que, ya desde Ia Antigedad, despertar Ias ms amplias suspicacias: EXTRANJERO. - Entonces digo que deberamos haber dividido enseguida aios animales que caminan oponiendo ios bipedos aios cuadrpedos y Iuego viendo ai hombre clasificado en Ia misma clase de ios que slo son voladores, deberamos dividir el rebano de los bpedos en bpedos desnudos y bpedos emplumados y una vez realizada esta divisin y puesto en plena luz el arte de apacentar a los humanos (ls anthroponomiks lehnes), deberamos colocar a Ia cabeza aI hombre poltico
y regio (tn politikn kai Basilikn), instalarIo all como conductor (henioehon) y darle ias llaves de Ia ciudad como si le perteneciesen por derecho en tanto que
--Ii-Que Ia posteridad haya refutado a AristteIes dndoIe Ia razn a su maestro pareceria ser, en nuestro mundo actual, un hecho histrico consumado dado que, por asi decirIo y contra una primera apariencia, todas Ias ciudades de Ia tiena viven hoy bajo una ineluctable ~,q~platonica de Ia que no se puede saber an si habrn de salir alguna vez o, siquiera, si es posibIe hacerlo. La ciencia poltica, dice Platn, no es otra cosa que una subesp~c.i_~_ie)~ "produccin y cria de seres vivientes (tn tn zon gnesin kai trophn)". Ahora bien, entre estas seres vivientes, eIhombre no goz~, enprincipio, de ningn
poseedor de ia ciencia que hace falta.7 Ms all de Ia definicin deI hombre como un bpedo sin plumas, que seria clebremente comentada por Digenes de Snope, es aqui decisivo el gesto que coloca ai hombre entre Ias clases animales y que, ms ali de Ia capacidad logo lgica de aqul, Ia poltica sea definida como eI arte deI ail1ae~tramiento deI animal humanopor obra deI pastor r~~i.? Sin embargo, Platn sefala seguidamente ei problema que enfrenta eI rey ele Ia ciudad ai ver insistentemente disputado su lugar como supremo pastor dei hombre, en tanto y en cuanto otros oficios pueden, en apariencia, reclamar tambin para si dicho privilegio, como es el caso dei boyero, deI comerciant, deI gimnasta o deI mdico, puesto que todos ellos podrian declarar que se ocupan precisamente deI cuerpo biolgico deI hombre. En este punto, Platn recurre a Ia mit()-po.ltica. De acuerdo con Ias revoluciones celestes, en eI perodo de Cronos "todas Ias partes deI mundo estaban divididas por regiones que gobernaban 10s dioses (then arehntn). Los animales tambin estaban repartidos por gneros y vivian en rebafos (kat gne de distintos aspectos
privilegio aUl1que, como veremos e~seguida, teng.auna cfere~cia ~sp;~~if~;;-~: Platn Ia clasifica, sin ninguna vaciIacin, entre el conjunto de Ias animales y extrae de alli todas Ias consecuencias lgicas corresponelientes: EXTRANJERO, - Pues entonces, todo eI gnero animal se divida en animalcs domestcados (tithasQ) o salvajes (agpiQ), Puesto que si su naturaleza (phsin) admite Ia domesticacin (ehonta tithaseesthai), se los denomina mansos (hmera), y si no Ia admite, [se los llama] salvajes (gria). SCRA TES EL JOVEN, - Bien EXTRANJERO, - Asi Ia ciencia que perseguimos siempre estuvo y sigue estando todava entre lo_s_.animalesmansos y es entre losque viven en rebano (epi tois agelaiois) que debemos buscaria,"
kai aglas) bajo Ia conduccin de Ias demonios (damones) que eran una suerte de pastores divinos".' En esta era no existan los animaIes salvajes y Ias seres vivientes no se devoraban entre s, puesto que no existia ni querella (plems) ni
Sobre Ia perspectiva biolgica que determina toda Ia Poltica aristotlica, DRING, 1., Aristoteles, Darstellung und Interpretation seines Denkens, Heidelberg, 1966 [edicin en castellano: Aristteles, Exposicin e interpretacin de su pensamiento, Mxico, 2005, p, 758, n, 373J, PlATON, Poltico 264 a.
PlATON, PlATON,
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PRIMERA PARTE:
lus Exponendi
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guen'a civil (stass) de ninguna especie.' Esta caracterstica muestra precisamente Ia esencia misma deI perodo de Cronos, ~uyo sello ms propio era Ia ausenS!,a de toda poltica, dado que sta estaba entonces completamente absorbda por Ia economa de 10 vviente ejercida por el Dios en forma directa sobre Ias espeles a Ias que pastoreaba en persona (nemen): "bajo su gobiemo, no existan Est~~io~ (polite/a) ni posesn de mujeres ehijos" (272a). Paralelamente, Ia reproduccin, (thuraulountes), se desconoCa ya que los hombres naCan de Ia tierra y adems, rodeados de sin vestimentas (gumnoi) y sin lecho (stroto)", durmiendo en
contesta o rechaza Ia validez suprema deI modelo pastoral: aI contrario, en tanto que forma perfecta deI gobemo impoltico de los doses, Ia tcnica pastoral es el paradigma por excelenca de Ia buena administracin de Ia naturaleza. Sin embargo, Ia figura deI pastor divino (t schma t tou theou nomos) es "demasiado alta para un rey, y nuestros polticos de hoy en da se hallan mucho ms cercanos por su naturaleza a aquellos que stos ordenan" (275c). En consecuencia, si bien el modelo deI pastor es el ms acabado, los polticos de Ia era de Zeus no estn en condiciones de alcanzar tal grado de perfeccin. AI contrario, en esta poca, los polticos deben competir con varios ri vales en el arte deI cuidado deI rebafo humano: mdicos, agricultores, gimnastas, pedagogos asumen, de hecho, una tarea similar desmultiplicando, por as decido, aquello que bajo el reinado de los demonios de Ia era de Cronos se encontraba unido en un nico poder divino. La P?ltical?isma, par(l.ce~~: no slo el resultado de!a degradacin deI mundo en el segundo movimiento csmico que trajo Ia guelTa entre Ias especies, sino qu .... e constituye tambin algo as como un excedente '"'. . '".... gl1bernamental lIalnado a
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una vegetacin frondosa y de una temperatura perfecta, estos vivan "aI aire lbre Ia cmoda hierba en un estado de cuasi-perfeccin. Platn nl) podra ser ms claro en su fonnulacin: Ia edad de oro de Ia humanidad coincide enteramente con Ia poca en Ia que sta desco~ocia toda p~ltca. El Bos en los tiel';;pos de Crono;' (ep Krnou) es r~i01.lm~nt~.impol[t~c.o dado que es enteramente econmico.
La poltica comienza verdaderamente entonces con Ia guerra civil que se desencadena entre Ias especies cuancl;los dioses aband~nan~1 g~bierno dires!o deI mundo. Entonces, "privados de los cuidados deI demonio que nos tena bajo su cuidado y posesin, rodeados de animales cuya mayora, naturalmente salvaje, se volvi feroz, mientras que ellos mismos se volvierondbiles y sin protectores, los hombres se vieron despedazados por esas bestias y, en los primeros tiempos, se quedaron sin industria ni arte (amchanoi kai technoi)" (274c). Ante esta situacin, primeramente para Ia "organizacin Prometeo con el fuego, y luego Hefaistos, Atenea y Demter, entre otros dioses, procuraron aIos hombres aquello que era necesario de Ia vida (tn antrpinon bon sugkateskeaken)". posible de aquel que se ocupa del El mito mismo es introducido, como deja constar el propio Platn, para encontrar una definicin 10 ms perfectamente "rebafo humano (ts anthropnes trophs)" (275b). En este punto, cuando Michel Foucault evoc. este dilogo platnico en una conferencia de 1979, consider que representaba exactamente el punto de inflexin en el cual Ia Antigedad haba dejado de lado el tema de Ia pastoral como tecnologa de poder.'o Este juicio
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co()rdinar insuficientemente
hombres, el poltiQ se transforma en el centro unificador de toda.s las.tcnicas i!2.9.i,:,idllalizantes.Como podemos ver, esto est muy lejos de cualquier contestacin radical deI modelo pastoral tal como pensaba Foucault. Sin embargo, es necesario ir ms ali hacia una dimensin an ms profunda deI plahteo platnico, dimensin, curiosamente, ignorada por Foucault en su anlisis.' , Como es sabido, Platn elige como paradigma de Ia poltica en Ia era de Zeus aI arte deI tejido (he sunj'ansis): es decir que an dejando de lado Ia tcnica pastoral simplemente por su carcter demasiado elevado para los reyes humanos, Ia tecnolog)a gubernamental elegida como 10 ms propio deI gobierno de los hombres en Ia poca presente es tambin, aI igual que ~l pastoreo,un
11
arte esenciah~ente
econm,ico,'2
Dentro de Ias razones que podrian haber Ilevado a Foucault a establecer acentuada entre el modelo pastoral y el modelo supuestamente hay que contar, sin duda, en primer lugar cuestiones
inverso defendido
105
9 10
Sobre Ia stasis en Ia ciudad antigua, cf. LORAUX, N., La cit divise, Paris, 1997. FOUCAULT, M.,'''Omnes et singulatim': vers une critique de Ia raison politique'; in Dits et crits, dition tablie sous Ia direction de Daniel Defert et Franois Ewald avec Ia collaboration de Jacques La grange, Paris, 1994, t.IV, texto n 291 :"Le Poiitique apparalt donc comme Ia rflexion de l'Antiquit c1assique Ia plus systmatique sur le theme du pastorat, qui tait appel prendre tant d'importance dans I'Occident chrtien. Que nous en discutions semble prouver qu'un theme, d'origine orientale peut-tre, tait suffisamment important du temps de Platon pour mriter une discussion; mais n'oublions pas qu'i1 talt contest': Sobre Ia posible influencia oriental en este y otros pasajes de Ia literatura griega, cfr. DELATTE, A., Essai sur Ia politique pythagoricienne, Paris, 1922. 12
de orden metodolgico.
E, Homo oeconomicus. Marsilio Ficino, ia teologia y cfr. LUDUENA ROMANDINI, Buenos Aires, 2006, pp. 94-98.
EInico analista que ha sabido seialar este punto capital ha sido Leo Strauss, aun si no ha sacado Ias conclusiones que se imponan a partir de Ia constatacin realizada. (fr. por ejemplo, "Plato" in STRAUSS, L. - CROPSEY, J. (eds.), History af Political Philosophy, Chicago, 1963 [edicin en castellano: Historia de Ia Filosofia Politica, Mxico, 1993 p. 73]: "EI ejemplo elegido por l es el arte de tejer: ilustra el arte de Ia poltica mediante un arte decididamente domstico y no por artes de 'fuera; como pastorear o pilotear un navio; ilustra el arte ms viril mediante un arte caracteristicamente
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PRIMERA PARTE:
Romandini
I La comunidad
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Ia administracin y Ia produccin sigue r;;l;briendo por entero en PI!;;;r art~"d~la constitucind~ Ias comunidades humanas. Ms an, tal y como i~-h~ demostrado
(,
hombre (t zoigens) se encarga de su reproduccin bjol?jcaprog~amada. "La m~yori~ de Ia g~nte [~omenta PI~tn] ~ont~;e alianzas en cOJ1(cion~sdesfavorab1es para Ia procreacn de ninos (prs tn tn padon gnnesin)" (31 b). EI cuidado (epimleia) de Ia raza (gnos) es, finalmente, Ia tarea poltica suprema dei tejedor real p1atnico, que debe unir 10s caracteres belicosos y moderados de los ciudadanos para producir una amalgama perfecta: Digamos entonces que el objetivo (tlos) de Ia accin poltica (politiks prxeos), que es Ia cruza (sumplkein) de caracteres fuertes y de caracteres moderados (r tn andreion kai sophrnon anthrpon ethos) en un tejido regular (euthuplokia), se alcanza cuando el arte regio (he Basilik tchne) Ias une en una vida comn (tn koinn Bion) por Ia concordia y Ia amistad (omonoia kal philia); despus de haber formado as el ms magnfico y el mejor de los tejidos, envuelve con l a todo el pueblo en cada ciudad, esclavos y hombres libres, y los retiene en su trama, y ordena y dirige, sin descuidar jams aquello que concierne a Ia felicidad (eudaimona) de Ia ciudad.i5 A pesar de cierto carcter eufemstico que asume este pasaje, no podria enunciarse de un modo ms claro el programa antropotecnolgico que asume Occidente cuando coloca -bajo el signo de Platn- laJ?roducc~?J:l d:l. c':l~EJ:l0 biolgico de de un poder soberano esencial.~., , ,.,.Ia ciudad de 10s hombres a cargo , ' mel1te eugensico. En estrecha relacin con este problema, existe un pasaje especialmente denso
., "-.
.....
Victor Goldschmidt,
en Platn es
se constituye en algo as como una categora de primer orden en su cosmologa poltica. Si el poltico humano puede y debe imitar en su acconar ai pastor divino de Ia era de Cronos, este proceso adquiere mucho ms que un simple valor comparativo cuando se comprende que eI paradigma que liga ambas accones gubernamentales -en este caso el tejido- acta como un "movimiento que nos !leva de 10 visible alo invisible" y viceversa. El mito dei mundo de Ia divinidad acta aqui como ejemplo que debe organizar el mundo humano. As, por un lado, todo paradigma testimonia, en el plano dei conocimiento, Ia ligazn ontolgica fundamental que existe entre Ia dimensin de Ia Forma y Ia de 10 sensible y, por otro, en Ia relacin entre el mundo mitico y el mundo de los hombres, se muestra cmo toda especulacin cosmolgica es un especulacin poltica, as como toda antropologa poltica supone una especulacin constante entre ambas esferas.i3 cosmo lgica en un intercambio
Ahora bien, admitido el arte dei tejido como paradigma de toda poltica que en tiempos de Zeus es simplemente pensada como una economa imperfecta (por Ia doble imperfeccin dei universo corporal y dei hombre en relacin ai dios),
..
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""',
i,en qu consiste, seg~n Platn, Ia misin por excelencia que debe asumirl?omunidad P?lti~a de los hombres? En realiz~r un tejido dplice y co-dependi~;t~: porun lado, eI que actuando sobre Ia parte divina dei ahna, crea y ensamblaa los ..arte animald~I ci~d~danos en I ... a virtud, i4 y ~or oiro, el que ocupndo .'...~e de Ia .p ,.. ,
". "',
y complejo enla Repblica de Platn que no ha cesado de ser objeto de los ms variados comentarios por parte de todos sus intrpretes, desde 1a Antigedad (arithms
...',""
.'"
femenino':
Sin embargo,
Strauss no seiiala con suficiente acuidad que tanto el "pastoreo" como ha dejado de lado, Iiamativamente, un estudio pormenorizado de los aspectos biolgicos de EI Poltico en su tratado sobre Ia poltica platnica, 10 que afecta su visln de conjunto dei problema (cf., especialmente, cosa que gobernar pp. 105-114). Aun si, como sostiene el autor, "Ia ciencia poltica es Ia ciencia y Ias reforma" (p. 154), el alma no hace otra ligada Ia vida, fundamentalmente corporal, a Ia que se halla indisolublemente que toma a su cuidado Ias almas de Ias ciudadanos
el "arte de tejer" son ambos tcnicas propias dei mbito de Ia riqueza (aun si el pastoreo supone una riqueza "externa" ai oikos que el hombre introduce posteriormente en l) y, en cuanto tales,
13
plenamente
GOLDSCHMIDT, V., Le paradigme dansla dialeetique platonicienne, Paris, 1985, p. 88: "Le symboie de Ia Ligne et I'allgorie de Ia Caverne montrent de faon tres prcise comment s'organisent I'ordre visible et I'ordre intelligible I'un par rapport i'autre et comment, sans que soit abolie entre eux Ia diffrence de valeur, ils se correspondent. le nom de (asmas". Ms recientemente, C'est cause de ces correspondances cfr. asimismo que l'Univers mrite MI, F., Lenguaje, conocimiento y realidad
dado que todo viviente, como establece Platn en el Timeo, es el resultado de un"equilibrio" entre el alma y el cuerpo. En efecto, es una complejsima amalgama de ambos 10 que constituye"la bondad dei v/v/ente en su conjunto" (kaln hlon t zn, 87d6-7). EI alma cumple en Platn una funcin motriz y gubernativa respecto dei cuerpo para
10
tambin
por
"Esta referencialidad [dei paradigma] determina Ia dependencia que le cabe a 10 que deviene, y da lugar a Ia participacin como un intento de explicar una relacin donde no hay separacin entre el universal y Ias instancias':
una especie mortal y otra inmortal (pp. 49~78). La parte inmortal dei alma que es cultivada por Ia sabidura dei filsofo dirige, en ese sentido, los afectos y Ia vida biolgica que dan sustento ai mundo material y a Ia ciudad de Ias hombres. Cf. asimismo, BRISSON, L., Lemmeet/'autredansIa structure ontolog/que du Time de Platon, Sankt Augustin, 19952, 15 PlATON, Poltico 311 b.
14
Este aspecto de Ia vida poltica platnica ha sido estudiado por PRADEAU, J.-F., La communaut des affeet/ons. tudes sur Ia pens th/que et politique de Platon, Paris, 2008. Este gran filiogo
24
PRIMERA PARTE:
fus Exponendi
Fabin
Luduena Romandini
I La comunidad
25
geometriks) Schleiermacher
que tanto ha desvelado a los intrpretes, aI punto de que Friedrich se vio obligado a interrumpir, durante doce afios, su traduccin VIII, y sostiene que:
10 generado
i,A qu nmero se refiere Platn? Los fillogos ~siguiendo Ias sugerencias de Platn- han tratado de calcularlo sin ponerse an de acuerdoJ8 (Ias estimaciones van desde el 216 hasta e112. 960.000, representando el primero de estos nmeros los das de gestacin de un nifo de siete meses y el segundo Ia duracin de un gran afio csmico), Ahora bien, 10 que aqu nos interesa, desde nuestra perspectiva, cia biolgico-poltico es que este nmero representa a Ia vez una cifra que regula ocultamente el auge y decadende Ia ciudad, asi como encierra, para los guardianes de Ia de Ias uniones sexuales perfectas que aseguran Ia Repblica, elconocimiento
de Platn a los fines de descifrar este enigma, EI pasaje en cuestin se halla ai comienzo dellibro
dad deI tiempo, sino que se disolver (/uthsetai). Y Ia disolucin se producir de esta forma: no slo en el caso de Ias plantas que viven en Ia tierra, sino tambin en el de los seres vivos que se mueven sobre Ia tierra (en epigeois zois) hay fecundidad e infecundidad de almas y de cuerpos cuando Ias rotaciones completan los movimientos circulares para cada una de Ias especies de corta vida (brachubois), y los opuestos para Ias especies opuestas. Ahora bien, dicen Ias Musas, "en cuanto a vuestra raza humana, aquellos que habis educado como conductores deI Estado (hegemnas pleos), aun cuando sean sabios, tampoco lograrn controlar Ia fecundidad y Ia esterilidad por medio deI clculo acompanado de percepcin sensible, sino que les pasarn inadvertidas, y procrearn en momentos no propicios (gensousi paids pte ou don). Para una criatura divina hay un perodo comprendido por el nmero perfecto; para una criatura humana, en cambio, el nmero es el primero en el cual se producen crecimientos, ai elevarse aI cuadrado y aumentar esta potenca, comprendiendo tres intervalos y cuatro trminos dentro de proporciones numricas que son similares y no similares, que aumentan y disminuyen y ponen de manifiesto que todas Ias cosas se corresponden entre s y son racionales [... ] Ahora bien, este nmero geomtrico total tiene tal poder respecto de que los nacimientos sean mejores o peores (ameinnon te kai cheirnon genseon), que, cuando 10 desconozcan, vuestros guatdianes casarn a Ias doncellas con mancebos en momentos no propicios (par kairn), y nacern ninos no favorecidos por Ia naturaleza ni por Ia fortuna (ouk euphuels oud'eutuches pades sontai) [... ] se generar una desemejanza y una anomala inarmnica, 10 cual, all donde surge, procrea siempre guerra (plemon) y odio (chthran) ... ".16 Ms ali de Ias razonables especulaciones sobre el tono entre trgico y humorstico con que se evoca aqu el discurso de Ias Musas sobre Ia que se han detenido los estudiosos, es necesario sefialar que el mismo se halla entre Ias especulaciones sobre Ia poltica de Ia vida que ms consecuencias tienen no slo para Ia obra platnica sino tambin para el porvenir de Ia ciudad occidental.17
prosperidad vital de los vivientes humanos que Ia componen. En otros trminos, el nmeroge~m~tric? no es ()tra cosa qu~ l~ primera formulacin, en el vocabulario de Ia aritmologia mstica, dela determinacin e~gensica fundamental de toda ciudad constituida. De esto eran plenamente conscientes los exgetas antiguos dei pasaje, desde Plutarco hasta Boecio pasando por Nicmaco de Gerasa, quienes decidieron lIamar a este nmero, segn una singular denominacin que tendra larga fortuna en Ia tradicin platnica, nmero "nupcial" (gmos).19 La "nupcialidad" de este nmero se debe, en efecto, a que su poder reside en Ia capacidad de regular los nacimientos y, por 10tanto, de intervenir sobre el tejido biolgico mismo de Ia poUs: en este sentido, el carcter secreto de este nmero constituye acaso el mejor ejemplo de 10 que significa un arcanum imperii como poder ltimo de intervencin sobre los destinos biolgicos deI vivlente humano, cuyo desconocimiento negligente por parte de los guardianes conllevara, segn establece Platn, el surgimiento de Ia stasis, Ia guerra civil, que est a su vez lIamada a entronizar Ia tirana a partir de Ia elevacin deI thyms (clera) a Ia categora de pasin suprema de Ia poltica.20
18
Cf. ADAM,
J., The Nuptia/ Number of P/ato: /ts So/ution and S/gnificance, Londres, de P/aton, Paris, 1881. De especial
et d'histoire'; Paris, 1940, trabajo in pp. 1-141. importancia Essai d'exgese
1891;
DUPUIS, J.,
Le nombre gomtrique
de Platon:
inscriptions et belles-/ettres,
Dies hay que seiaiar ioi des dlspositifs ms actuales
el magnfico
de M. Dies'; in
deben
ser mencionados
Revue des tudes Grecques, 68, 1955, pp. 38-76. Entre los exgetas GAISER, K., P/atons ungeschriebene Lehre, Stuttgart, 1963 y
Bloomington, 1964. Es de especial mencin tam-
BRUMBAUGH, R.S.,
P/atos Mathematica//magination,
Hoche,
de Gottfried
16 17
(traduccin
dlein,
Leipzig,
Para un anlisis
antigua, e interesante
ai problema
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PRIMERA PARTE:
lus Exponend
Fabin Luduena
Romandini
27
--111-tikn). Por ello, un ser que no necesite vivir en una ciudad ser o bien una En los ltimos afios, Ia filosofia se ha vuelto a detener sobre Ia Poltica de Aristteles como uno de los textos fundacionales de Ia poltica occidental, y para ello un filsofo como Giorgio Agamben ha colocado el acento en Ia distincin entre los conceptos de zo y Mos intentando demostrar que, para los griegos, slo el Nos es algo asi como una vida calificada y, por 10 tanto, el sujeto ms propio de Ia poltica, mientras que Ia zo representa, por asi decirlo, una vida natural originariamente exclui da dei mundo de Ia ciudad. Esta lectura indudablemente bestia (h theron) o bien un dios (h thes). Giorgio Agamben ha propuesto una interpretacin de este pasaje segn Ia cual "Ia nuda vida [entendida aqui como zoe] tiene el singular privilegio de ser aquello sobre cuya exc!usin se funda Ia ciudad de los hombres".22 Asi, Ia zoe hara su ingreso en Ia poltica occidental para ser inmediatamente excluida a favor deI Mos mediante un mecanismo de exclusin inclusiva, de exceptio. Segn esta perspectiva, slo Ia exc!usin de esta zoe primordial permitira Ia constitucin de un campo poltico posible. En su apoyo, Agamben convoca otro pasaje fundamental de Ia Poltica: La naturaleza, como solemos decir, no hace nada en vano,
y
parcial no toma en cuenta, por 10 pronto, ai corp~{s platnico que acabamos de considerar previamente. Sloexcluyendo a este ltimo de los "v~r?act.eros" origenes de Ia poltica ha sdo posible concluir que existe algo asi como una oposicin tan ntida entre zo y Mos. Ya hemos visto cmo, para Platn, no existe ninguna soberania que no se constituya, precisamente, el objeto originario de toda poltica. sobre Ia zo, siendo sta
el hombre es el nico
animal que posee lenguaje (lgon de mnon nthropos chei tn zon). La voz es signo deI dolor y deI placer, y por eso Ia tienen tambin Ias dems animalcs (zois), pues su naturaleza llega hasta tener sensacin de dolor y de placer y poder transmitirsela unos a otros; pero el lenguaje es para manifestar y
10
conveniente
Se podra considerar asimismo a Aristteles como alguien que se ha opuesto punto por punto ai pensamiento de su maestro respecto dei sujeto ms propio de tal oposicin Ia poltica, y Ia antitesis entre zo y Mos podra confirmar esta perspectiva si Ia misma existiese en realidad. Pero, (,podemos hallar verdaderamente en el pensamiento aristotlico? Si reconsideramos
10 danoso, 10justo y 10 injusto, y es exclusivo deI hombre, frente aios del11s animales, el tener, s 10 l, el sentido dei bien y dei mal (agathou kai kakoU), de Ia 10
justo y de
koinona poief oikan kai plin).2J Aunque para Aristteles, desde luego, Ia ciudad es ontolgicamente anterior
algunos pasajes fundamentales, Ia vacilacin y Ia duda con a Ia casa, es necesario hacer notar que tanto Ia casa como Ia ciudad suponen, ambas, Ia capacidad de distincin entre 10justo y 10 injusto que manifiesta el hombre a travs dellenguaje. Es slo por Ia preeminencia ontolgica de Ia ciudad respecto de Ia casa, deI grupo respecto deI individuo, que Ia justicia slo puede alcanzar su perfeccin en Ia poUs. Esta constatacin afecta el modo en que debe percibirse el sintagma zon defendida por Agamben quien es, aI menos, poUtikn, dado que su estructura gramatical misma parece desmentir Ia oposicin entre zoe y bos tan firmemente parcialmente conciente de ello y, por Ia tanto, ha intentado superar el problema
respecto a esta supuesta certeza se imponen de inmediato. En efecto, Aristteles recuerda aI comienzo de Ia poltica que "Ia comunidad (koinona) constituida naturalmente (sunestekua) (kat physin) para Ia satisfaccin de Ias necesidades cotidianas
varias casas en vista de Ias necesidades no cotidianas es Ia aldea (kme)" y, finalmente, en un pasaje decisivo, Aristteles establece que La comunidad perfecta de varias aldeas es Ia ciudad (plis), que tiene, por asi decirlo, Ia conclusin de Ia autosuficiencia total, y que surgi por causa de Ias necesidades de Ia vida, pero existe ahora para vivir bien (gignomne mim oun tou zn hneken, ousa de tou eu zn).21 A partir de esta premisa, naturales, se deduce que "Ia ciudad es una de Ias cosas (zon poli-
escribiendo que en esta expresin "poltico no es un atributo dei viviente como tal, sino una diferencia especfica que determina el gnero zoon".24
22
sacer 1./1potere sovranoe Ia nuda vita, Torino, 1995 [edicln en castellano: Homo
platnica, ct. 21
ARISTOTElES, Poltica 1252b. EI"bien vivir" es un sinnimo de telicidad (eudaimana). Ethica nichomaquea I, 3,1095 a 18.
28
PRIMERA PARTE: lus Exponendi Fabin luduefia Romandini Ila comunldad de los espectros. Antropotecnia
29
Como ya ha sido seialado con agudeza por Jacques DelTida, esta distincin estricta entre zoe y bos a partir de Ia diferenciacin entre un atributo y una diferencia especfica es inconsistente o, mejor an, no existe como tal en el texto" sino que se trata, ms bien, de una estrategia retrica de Agamben para introducir en el texto aristotlico Ia supuesta identificacin (novedosa) de una esfera apoltica de Ia zoe contra Ia vida calificada deI bos de Ia poltica. Ahora bien, si no es posible distinguir aqui tan netamente entre un atributo y una diferencia especifica, l,cmo podemos interpretar esta definicin aristotlica? Precisamente,
10
Como tampoco ha dejado de seialar el propio Derrida, Agamben, en un intento de dar originalidad y preeminencia estratgicamente Martin Heidegger Aristteles, que De Ia misma manera, el trmino de "animal", zon, implica ya una interpretacin de Ia "vida" que se apoya (beruht) necesariamente sobre una interpretacin deI ente (aufeiner Auslegung des Seienden) como zo y physis en cuyos interiores eI vivi ente (das Lebendige) aparece. Pero, adems, y antes que ninguna otra cosa, es necesario preguntarse si Ia esencia deI hombre (das Wesen des Menschen), desde un punto de vista original y que decide antes que todo, reposa sobre Ia dimensin de Ia animalitas [...] Pero se debe comprender bien que por esa via el hombre se encuentra empujado definitivamente en el dominio esencial de Ia animalitas, incluso si, lejos de identificaria con el animal, se le acuerda una diferencia especfica (spezijische DijJerenz) [...] La metafsica piensa aI hombre a partir de Ia animalitas, no
10
referirse a Ia interpretacin que, deI mismo pasaje, habia hecho en su Carta sobre el humanismo habia notado, respecto de
uno de sus principales maestros. En efecto, y por slo seialar un ejemplo clebre,
es que Ia sustancia misma deI hombre, en tanto que diferente de los otros animales, consiste en tel1er su existencia biolgica esencialmente po litizilia. Es decir, cuando un animal poltiza su existencia surge entonces inmediatamente un hombre. No es posible entonces aislar algo asi como dos dimensiones se agregaria a posteriori de Ia vida dado que Ia poltica no es un suplemento de vida -ahora llamado bos- que a un sustrato constituido por una zoe primaria como si no hay una verdadera distincin categorial sostiene Agamben. AI contrario, Ia afirmacin aristotlica es mucho ms inquietante y cargada de consecuencias:
entre zoe y bos, entonces Ia poltica es, en Aristteles, desde sus mismo.s it~Ysios una poltica de Ia vida. No existe, en consecuencia, una poltica que trascienda Ia vida biolgica de Ia especie. EI hombre es simplemente llamado poltico porque es el nico animal que toma a su cargo Ia direccin consciente de su propia zoe segn Ios criterios de 10justo y de
10
Heidegger interpreta aqui a Aristteles en un sentido completamente que, sin embargo, no es heideggeriana
so aI de Agamben, pel'O ciertamente mucho ms cercano a nuestra perspectiva ni en sus propsitos ni el1 su mtodo. No obstante, como puede observarse, Heidegger es el primer filsofo deI siglo 'i xx en haber reconocido con absoluta l~rid;~raquella dimensin zoopolticaA fundamental que signa el comienzo de Ia ciudad de los hombres y determina en d fonna perdurable el desarrollo ulterior de Ia metafisica. En este punto, Heidegger';, comprende perfectamente, a su modo, el sentido de Ia expresin aristotlica: laf, t,: poltica es Ia ciencia deI gobierno de Ia vida animal de Ia cual el hombre se ha 1 dotado a si mismo. I No es necesario esperar a Foucault para reconocer el primado de Ia "poltica de Ia vida" como temtica filosfica fundamental, asi como lmpoco Agamben es el primero en sialar que Ia bio-poltica (que nosotros preferimos llamar zoopoltica) es una de Ias verdades ms antiguas de Ia poltica occidental. Todo esto se encuentra ya, en sus lneas fundamentales, en los textos heideggerianos aun si, tambin Heidegger, como Foucault y Agamben, hacen comenzar su historia poltica con Aristteles: olvidando el papel esencial de Platn.
el que Ia poltica se aplica no es ningn otro que Ia zoe original. Esto tiene una consecuencia fundamental: en tnninos estrictos, sigulend a Jacques Derrida, no habria que utilizar eI trmino "bio-poltica" Ia sustancia primordial de Ia poltica humana. En este punto, como podemos apreciar, Platn y Aristteles coinciden plenamente:el hOJTIbreno es ms que un animal que ha de~idido ejerc~r uri''{~rto sino "zoo-poltica" para designar
tipo de accin reguladora de su vida biolgica, y esta accin se llamapolti~q. Desde esta perspectiva, PI~tn y Aristteles son los verdaderos pensacl~;~;'de una Z~~[Joltica que no busca construirse Ias ilusiones de una especie de mundo quimrico (el supuesto bos reinterpretado por los modernos) separado de Ia biodiversidad ecosistmica y aI que muchos identifican con una esfera de Ia accin propiamente humana.
25
DERRIDA,l., Sminaire.
La bte et ie sauverain.
Vai. i (2007-2002),
Paris, 2008,
pp. 437-438.
26
in Wegmarken,
Frankfurt
a.M.,
1976,
p. 323.
30
Fabln luduefia
PRIMERA PARTE:
Romandini
lus Exponendi
I La comunidad
31
<iti
es antiqusima
e inme-
a Ia relacin
morial, a partir de Ia distincin sin matices -que ya hemos visto que no se sostiene- entre zoe y bos se constituye ai mismo tiempo como una novedad de Ia Modernidad en tanto y en cuanto [...] Ia excepcin se convierte en regIa, el espacio de Ia nuda vida que estaba situada originariamente aI margen deI ordenjuridico, va coincidiendo de manera progresiva con el espacio poltico, de forma que exclusin e inc!usin, externo e interno, bos
y zo, derecho y hecho, entran en una zona de irreducible indiferenciacin.
27
entre el animal y el hombre en Ia metafisica occidental no es Ia exclusin inclusiva, como ha sostenido Agamben, sino ms bien Ia conjuncin. No existe tal ~~a'como una exclusin de Ia zoe que posibiita Ia aparicin de un bos sino que, ms bien, Ia metafisica funciona bajo Ia forma de una adicin. En efecto, como hemos visto precedentemente, Aristteles afade a Ia zoe ellenguaje como condicin de posibilidad deI hombre. Pero ellenguaje adicin y complementariedad, no supone ni Ia exclusin
de Ia phon como voz ni de Ia vida como zoe. AI contrario, Ia relacin es de de articulacin y de conjuncin pero no de anulacTn de un elemento para el surgimiento deI otro. EI hombre presupone una zoe que, adems, transforma su voz en un lenguaje articulado. E1 drama de Ia metafisica, en todo caso, es de actuar por yuxtaposicin de elementos (ms o menos heterogneos) que tratan de colocarse en unjuego de complementarieday por ello generan siempre des que nunca pueden ensamblarse completamente, un excedente inasimilable.
Este texto agambeniano deja translucir Ia conocida filiacin benjaminiana de su autor a travs de Ia referencia a Ia octava tesis sobre Ia Filosofia de Ia Historia. Sin embargo, 10 que los intrpretes omiten sefalar es que Ia categora de "nu da vida" es tambin una categora benjaminiana "vida nuda" misteriosa e injustificadamente jurdico-poltica jurdico antiguo.29 Si nuestra interpretacin deI problema zoopoltico es correcta, el diagnstico especialmente moderna entre porque en el pensamiento de sencillamente de Agamben sobre una supuesta "indiferenciacin" zoe y bos es deI todo inconducente, cuasi-ahistrica, ni solucin de inventario, adjudicada y no asi aristotlica. Utilizada por Benjamin en su Zur Kritik der Gewalt28 de 1921, Ia nocin de blof} Leben, erigida por Agamben en categora y sin argumentacin y aI pensamiento resulta posteriormente
De este modo hay que entender en Aristteles Ia relacin entre el prs t zn y Ia expresin t eu zn, esto es, como Ia diferencia que existe, no entre dos c1ases de vida ontolgicamente distintas, sino entre el vivir comn a todo animal y el vivir -tambin animal en su origen, pero ahora enteramente dirigido por el viviente que accede aI lenguaje- segn Ia forma de una administracin consciente de su sustrato biolgico. EI hombre es aquel animal que toma para si, de un modo explcito, Ia direccin de su vida hacia Ia esfera de Ia felicidad. Pero este tlos no es sino el resultado de Ia politizacin de Ia animalidad cons-j titutiva deI hombre. Entindase bien que Ia felicidad deI modo de vida ms logrado no significa que se accede a un bos como nica forma posible de vida calificada,31 sino qlle se contina en el mismo suelo de Ia zoe originaria, sJlo que ahora sta es gobernada por el hombre segn los principios que le dicta eIlogos. Por otra parte, no es otra cosa 10 que quiere significar explcitamente Aristteles -como ya io habia hecho Jenofontecuando establece que "el hombre perfecto [el que tiene
aI propio Aristteles
antiguo nunca existi -aI menos de un modo tan neto- esta diferenciacin base, aI menos desde el punto de vista poltico.
Que Ia poltica antigua no es otra cosa que una zoopoltica es algo, como se ha dicho, que el propio Heidegger habia ya intuido y desarrollado sumamente oportunamente en sus cursos de Friburgo y que, en cierta medida, alcanza un punto elocuente cuando el propio filsofo alemn recuerda a otro de los de esto es, Jenofonte, quien ya habia establecido que el hombre no filsofos antiguos esenciales "olvidados" por los estudiosos contemporneos Ia "biopoltica", es otra cosa que el zon bltiston, el animal ms logrado.30
27 28
AGAMBEN, G.,
BENJAMIN, W., "Zur Kritik 179-204. Sobre el "mito beniano, 56-70. jurdico"
"Die genannte
por DERRIDA,
Definitlon des Menschen ist im Grunde eine zoologische" (p. 108), comentada l., Sminaire, La bte ..., op. cit., p. 354 Y 55.
29
referido
a Ia nocin sacrum.
de
y su tratamiento
agampp.
31
por el propio
Derrida
Giorgio
Recht'; in Rg 1/ 2002,
Homo sacer I, Agamben reconoce que Ia zoe puede designar, tambin, 10 que lllama una vida calificada, es decir, Ia "zoe arist kai aidios'; Ia vida noble y eterna de Dios, mencionada
en
30
por Agamben).
32
PRIMERA
PARTE:
lus Exponendi
Fabin Luduefia
Romandini
I La comunidad
33
34
-que los fillogos atribuyen hoy de forma mayoritaria a Ia autoia aristotlicaestablece que "Ia poltica es el arte deI gobierno de muchos (ek polln arehnton estn) y Ia economia el de Ia administracin de uno solo (monareha)".35 La naturaleza deI poder que se ejerce sobre Ia vida es 10 que distingue a Ia economia de Ia poltica y no su objeto y, a pesar de todas Ias aparentes precauciones que parece tomar Aristteles, Ia diferencia entre el Estagirita y su maestro Platn es -en este punto- menos tajante y definitiva de cuanto los intrpretes han querido hacer creer. Con todo, un punto decisivo es que Ia economia misma bajo Ia forma de Ia crematistica concierne tanto aI administrador (ho oikonomiks) como aI poltico (ho po!itiks) ms all de que Aristteles busque realizar un distingo entre una crematistica natural y otra censurable por estar constituida "a costa de otros" (o gr kat phsin ali' ap' alllon estn) debiendo, entonces, controlarse Ia usura (he obolosta tike),
36
Este punto es sumamente impoliante para Ia diferencia, muchas veces mal comprendida, entre Ia oikonomia y Ia poltica en Aristteles. Sera un error Ia falsa dicotomia analizada ms arriba para concluir que Ia oikonomia
!aplicar
; conforma el dominio donde tiene lugar Ia reproduccin y mantenimiento de Ia izoe, siendo Ia poltica, en cambio, Ia excelsa dimensin de un bos cualificado ;/que conforma Ia base de Ia comunidad humana. La construccin retrospectiva de una divisin tan tajante ha llevado a constituir una apora en el seno mismo deI trabajo arqueolgico de Agamben dando a suponer formas distintas en los origenes de Ia "biopoltica" jurdico-poltico moderna, un eje cuyo punto apoyado sobre Ia "sacralidad de Ia vida" (Homo saeer 1) como
escisin fundacional de Ia ciudad antigua y un eje teolgico-litrgico de partida es Ia "vida domstica" deI oikos (EI Reino y Ia Gloria).
declara que el
conocimiento crematistico, finalmente, "es til tambin para los polticos, pues muchas ciudades estn tan necesitadas de recursos y de negociar para procurrselos como una casa, o ms todavia. Por eso algunos gobemantes se interesan slo por estas cosas" .. " A pesar de Ias enormes complejidades que presenta el por colocar discurso aristotlico, puede verse cmo ste lucha desesperadamente
debe perderse de vista en Ia obra aristotlica. Si tenemos en cuenta esto, comprenderemos que Ia materia que conforma tanto el oikos. como Ia ciudad es Ia misma: Ia zoe como vida animal de Ia especie humana. Es por esta razn que Aristteles se ve obligado a comenzar su tratado politico diciendo que "una vez que hemos puesto de manifiesto de qu partes consta Ia ciudad, tenemos que hablar, en primeI' lugar, de Ia administracin domstica, ya que toda ciudad se compone de casas (psa gr sgketai plis ex oikin)"." Es decir, en todos los casos se trata de Ia administracin de Ia zoe en ltima instancia y, como veremos luego, el poltico de Aristteles est llamado a gobemarla como una de sus especialidades. Entonces, Ia diferencia no est en 10 que podramos denominar el sustrato o el objetivo deI p~der -si~TIpre es a vida biolgica aun si en fOflTI!'!t()S polticos muy diferentes segn ,se trate de una ciudad de hombres libres o de una
una suerte de crculo de contencin aI ncleo econmico que subyace en toda polis, Pero el hecho fundamental es inocultable: Ia polis es con-sUstancial on Ia emergencia de un centro crematistico y en toda gor~ subyace una oikonoma que le es co-originaria.
--IV-Aunque como ya ha sido oportunamente sefiaIado, Ia nocin misma de "biodeI trmino un concepto fundaEn todo caso, es a partir de Ia obra poltica" haya sido acufiada con anteroridad a Michel FoucauIt, es este ltimo, sin embargo, quien ha hecho verdaderamente mental de Ia filosofia poltica contempornea.
Ir
EI poder (areh) se divid~ asi, para Aristteles, en dos atendiendo aI modo segn el cual se aplicar a su sustrato: "el gobiemo domstico (h oikonomike) es una monarquia ya que toda casa es gobernada por uno solo, (monareheftai gr ps o/kos), mientras que el gobierno poltico (h politike) es de libres e iguales
34 35 32 33
ARISTOTElES, ARISTOTELES,
Poltica 1255 b 19-20, Oeconomica 1343 a. Poltica 1258 b 1-2. Poltica 1259 a 33-36.
36 37
34
PRIMERA
PARTE:
lus Exponendi
35
foucaultiana
de revelar Ia estructura ntima deI poder soberano biopolitico. En otros trminos, i,es verdaderamente el "Homo sacer" eI paradigma ms propio de Ia "biopoltica" occidental en su armazn jurdica?
el poder soberano, en un intento, como dice el filsofo italiano, de "completar o corregir" Ias tesis de Foucault. Ahora bien, es precisamente el haber reconducido esta "correccin" Ia que nos interesa aqui de
10
El primer grupo de preguntas responde a 10 que el propio Agamben lIamara un "no-dicho" cuestionado que se esconde en su propia investigacin y que ahora debe ser dado que, como invita a hacerlo el propio filsofo italiano, toda
un modo especial. Sin duda, ha sido un gesto decisivo por parte de Agamben Ia matriz biopolitica hacia Ia esfera de jurdico que Foucault habia dejado de lado, de un modo, sin embargo, no exento de matices sumamente importantes que suelen quedar sin mencin ni anlisis.3x Ahora bien, dicho desplazamiento Ios historiadores es lIevado adelante por Agamben mediante una pu esta en de una institucin deI derecho romano arcaico que
XIX:
arqueologa debe intentar sacar a Ia luz el no-dicho oculto en toda obra.40 Ahora bien, este no-dicho presente en Ia obra de Agamben coincide con Ia utilizacin misma deI concepto foucaultiano de "biopoltica". Si bien Agamben intenta "corregir" los orgenes y alcances de ese concepto, en ningn momento discute los cambios conceptuales profundos que estas "correcciones" horizonte que -aunque "corregido" o "completado"discpulos. Sin embargo, es necesario ver Ia cuestin un poco ms de cerca. N o podemos hacer aqui una historia conceptual y bibliogrfica -ya por otra parte lIevada adelante por otros investigadoresdeI concepto de biopolitica en Foucault con todas sus dec1inaciones y matices. Debemos, sin embargo, lIamar Ia atencin sobre traen aparejados. foucaulo Por el contrario, parece siempre operar (o dejar creer que 10 hace) dentro de es genuinamente tiano, y as tambin parecen haber procedido Ia mayora de sus intrpretes
el Homo
sacer, esto es, "Ia vida a quien cualquiera puede dar muerte pero que es a la vez insacrificable".39 EI aporte de Agamben consisti, en este punto, en hacer de Ia sacralidad deI Homo sacer un paradigma de Ia estructura misma deI poder y, a partir de all, permitir que anaIgicamente con el "Muselmann" pueda compararse Ia vida suspendida deI Homo sacer los refugiados contemporneos,
O
de Auschwitz,
strictu
sensu, con cualquier ciudadano de las democracias Sin embargo, surgen inmediatamente admitido el doble desplazamiento
crecen bajo Ia sombra de un "estado de excepcin" devenido regIa. dos conjuntos de preguntas de la biopolitica, primero, hacia Ia esfera de difusa en el derecho
un rasgo fundamental de este concepto en Foucault que aparece ya claramente delineado en su libro La Volont de Savoir de 1976. AlIi Foucault conduce todo su anlisis deI problema de Ia poltica de Ia vida a travs de una pareja conceptual cuyas diferentes articulaciones sern, a su vez, el testimonio de Ias mutaciones histricas deI "poder sobre Ia vida". Se trata deI binomio conceptual "vivir/morir". As, el antiguo poder de soberania en su modelo jurdico durante el Ancien Rgime -que no dejaba de tener su origen, como no olvida senalarlo Foucault, en Ia institucin de lapatria potestas deI derecho romano- podia definirse, en Ias palabras deI filsofo francs como un "derecho de hacer morir o de dejar vivir". Foucault senala tambin cmo el nazismo puede ser entendido, en parte, como una "retroversin", esto es, como
una archi-huella jurdica inmemorial y, segundo, hacia una institucin especfica como Ia deI Homo sacer que sera Ia supervivencia romano arcaico deI primer desplazamiento aqu aludido. EI primer conjunto de con estos dos desplaza-
preguntas puede agruparse bajo Ia siguiente rbrica: (,qu se ha ganado y qu se ha perdido de la nocin foucaultiana de "biopolitica" mientos? EI segundo conjunto de interrogantes verdaderamente paradigmtico de Ia "sacralidad" consiste en cuestionar el valor y deI "Homo sacer" a Ia hora
38
Agamben no es, en este punto, una excepcin, a pesar de Ias pruebas de refinamiento
exegtico
una sombria reaparicin en pleno siglo xx de ese antiguo poder soberano de Ia sangre y de Ia muerte
41.
que ha demostrado en otras ocasiones. Esto se debe, sin duda, a Ia necesidad de subrayar Ia "orlginaiidad" de su contribucin. Asi, podemos leer en Homo soeer I, pp. 14-15: "Si Foueault se opone ai enfoque tradicional dei problema dei poder, basado exclusivamente en modelos jurdicos ('lqu es 10 que legitima el poder?') o en modelos institucionales ('lqu es el Estado?'), e invita a 'liberarse dei privilegio terico de Ia soberania' para construir una analtica dei poder que no tome ya como modelo y como cdigo el derecho, idnde est entonces, en el cuerpo dei poder, Ia zona de indiferencia (o, por 10 menos, el punto de interseccin) en que se tocan Ias tcnicas de individualizacin y 105 procedimientos totalizantes?': 39 AGAMBEN, G., Homo som I..., op. cit., p. 18 Ytambin, especialmente, pp. 93-97.
Simplemente todo esto deberia ya hacernos cuestionar Ia supuesta originalidad de Agamben en el tratamiento deI problema jurdico de Ia biopolitica pues,
40 41
AGAMBEN, G., Sgnotura rerum. Sul metodo, Torino, 2008, p. 8. FOUCAUlT, M., Lo volont de sovor, Paris, 1976, p. 198.
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PRIMERA
PARTE:
lus ExponendJ
Fabin luduefia
Romandini
Ila comunidad de
105
espectros. Antropotecnia
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como puede apreciarse, el propio Foucault ya habia considerado42 que el poder sobre Ia vida se inscribia -si bien de modo tmido o negativo- en un campo jurdico y que, en cuanto tal, no poda sustraerse a una historia de largusima duracin que potestas.
10
cialidad dei paradigma bopoltco se pierde completamente sin que haya sido verdaderamente unidimensional.
pasa, sin registro de inventario por parte deI autor, y subrayado hasta el momento, a tomar un matiz
Esta constatacin
menos parcialmente, Ia supuesta contribucin "correctora" de Agamben que slo puede ser tal a partir de soslayar los propios textos foucaultianos.'J Debemos entonces dar un paso ms ali, dado que el propio Foucault quiere senalar que, ciertamente, slo a partir dei siglo
XVII
Es necesario aclarar que no queremos de ningn modo decir con esto que Agamben tenga una visin "pesimista" de Ia poltica, oque en su obra no exista algo asi como una "biopoltica positiva". La cuestin es completamente diferente, y puede enunciarse deI siguiente modo: si el Homo sacer es Ia figura paradigmtica de Ia biopoltica occidental y,
Ia biopoltica es autntcamente
ese poder de rnuerte es sustituido por otro que ahora definido como capaz de "hacervivir
teniendo en cuenta que se trata de una figura punitiva dei derecho romano arcaico, entonces, segn Agarpbep, e~t9 im~!ica gue todala biopoltica occidental se resuelve, en ltima illstancia, en\jJ1a tanatopoltica. Es decir, "Ia vida humana se politiza soIamente mediante el ab~ndono ~ u; poder incondicionado de muerte"." Ahora bien, esta supuesta novedad que nos propone Agamben, ya haba sido perfectamente senalada por Foucault, como hemos visto ms arriba aunque, segn el autor francs, esta declinacin histrica no se corresponde trminos foucaultianos, con Ia moderna bio-poltica que busca "hacer vivir" y luego, por consecuencia, "dejar morir". En Agamben no hace otra cosa que transportar el antiguo
a Ia muerte". En este sentido, podra decirse que Ia biopoltica positiva de Ia vida es verdaderamente
gestin negativa de Ia vida le precede en los antiguos derechos de soberania. Desde luego, es una cuestin de objetivos y de intensidades dado que, en rigor, ambas concepciones dei vivir y dei morir implican algn tipo de relacin con su dplice- de Ia moderna contrario: "hacer mo rir y/o dejar vivir" es Ia opcin doble dei derecho soberano, y "hacer vivir y/o dejar morir" es Ia eleccin -tambin biopoltica. "EI soberano -dice Foucault- no ejerce su derecho sobre Ia vida sino haciendo jugar su derecho de matar, o retenindoIo; no demarca su poder sobre Ia vida sino por medi o de Ia muerte que es capaz de exigir"." En cambio, los grandes holocaustos poblacionales y exterminio, de Ia Moderndad que comenza en el siglo
XVII
der~~bo de soberana ala con~emporaneid.~9. Sin embargo, esta ampliacin deI espectro cronolgico implica, ni ms ni menos, que Ia eliminacin misma dei concepto foucaultiano de "biopoltica" que intentaba constmirse sobre una bi-dimensionalidad (casi "dialctica" y el "dejar morir". En ese sentido, Ia propuesta agambeniana retrotrae completamente el anIisis sobre Ia biopoltica ai modelo soberano y hace coincidir, sin resto, biopoltica y tanatopoltica, puesto que, es necesario subrayarJo una vez ms, Ia institucin deI Homo sacer es exclusivamente punitiva y como tal no ejerce ninguna funcin positiva sobre Ia vida, una caracterstica que Foucault estimaba esencial en todo anlisis sobre Ia poltica de Ia vida. Despus de estas consideraciones, cabe hacerse una pregunta: i,es posible reconsiderar completamente Ias bases sobre Ias cuales tnto Foucault como Agamben han pensado Ia antigua poltica de Ia vida sobre Ia base dei "poder de vida y de muerte"? i,Existe un modo de reconciliar el anlisis jurdico de Ia biopoltica que haga de sta una forma deI poder ya presente en los nicios mismos estaramos tentados a decir) entre el "hacer vivir"
y que
encuentran un punto culminante en el nazismo y los campos de concentracin es un poder de muerte que "se da ahora como el complemento sobre Ia vida, que busca gestionarla, de ejercer sobre ella controles precisos y regulaciones de un poder que se ejerce positivamente mejorarla, multiplicaria,
conjunto [...] Las mas acres se han vuelto vitales".'5 La riqueza primordial dei concepto de biopoltica en Foucault consiste sin duda en el juego mltiple de intensidades que permiten los pares conceptuales de hacer morir-vivir y dejar vivir-morir segn vayan siendo stos oportunamente
42 43
Corresponde,
este punto.
de Ia expresin "v/toe necisque potestas" sin mencionar sus implicaciones. sacer I..., op. cit., p. 113. 44 45
FOUCAUlT, FOUCAUlT,
, op. cit., p. 178. , op. cit., pp. 179-180. 46 AGAMBEN, G., Homo sacer I... , op. cit., pp. 117-118.
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Romandini
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;~~
2. Ultra-historia
de Ia civilizacin occidental, y ai mismo tiempo respetar Ia premisa deI descuesto es, que toda biopoltica para ser verdaderamente brimiento foucaultiano,
dei derecho
sobre
Ia vida
ln memoriam Yal1 Thomas
tal tiene que explicar ai mismo tiempo Ia capacidad dei poder para hacer vivir y dejar morir? Para ello, debemos abandonar ai Homo sacer como paradigma de Ia biopoltica occidental dado que, desde esa perspectiva, Ia tanatopoltica; slo puede explicarse de pero tambin debemos cuestionar Ia supu esta modemidad
Ia biopoltica defendida por Foucault que estima que, en Ias sociedades antiguas, no podia encontrarse algo asi como un "hacer vivir y dejar morir". El abandono dei paradigma dei Homo sacer no ser, con todo, absoluto. Segn tendremos oportunidad de ver, ste tendr una importancia considerable no en el comienzo de Ia biopoltica, como supone Agamben, sino en una mutacin tardia, profunda e inesperada de su historia posterior. Asi, debemos realizar un gesto genealgico a una zona an ms arcaica que Ia implicada por "sacralidad". anterior (tanto cronolgica puesto que, de compromete
10
\
--1-Los historiadores dei derecho occidental y, ms generaImente an, los antroplogos y lingistas comparativos han considerado ai sacrificio y a Ia pena de Ia sacratio en uno de los zcalos primordiales de Ia civilidad poltica indoeuropea. De un modo u otro, Ias ciencias humanas han tomado su paradigma y han sofisticado sus mtodos a partir de un anlisis cada vez ms sutil y complejo dei sacrificio antiguo. Sin embargo, i.,esverdaderamente Ia sacratio Ia forma ms antigua y nica por Ia cual el derecho es puesto en relacin con Ia vida? Planteada en estos trminos, nos encontramos ante una regin escasamente explorada por los especialistas, ms originario pero que, aI salvo notables excepciones. Asi, i.,cmo es posible llegar a una zona dei derecho que resulte expresin de un sustrato civilizacional mismo tiempo, haya dejado huellas perdurables en Ias codificaciones maduras, de modo tal que podamos inferir su presencia y continuidad en Ias capas posteriores de Ia complejisima geologia cultural de Occidente? Theodor Mommsen, en suStrafrecht, jurdica romana publicada En efecto, cuando analiza precisamente una de Ias obras maestras de Ia historia Ia sacratio, Mommsen se pregunta si ms antigua dei Estado en 1899, nos ofrece una valiosa pista ai respecto.
AI mismo tiempo que debemos encontrar una dimensin poltica como conceptualmente)
que dicho sustrato haya dejado verdaderas huellas en Ias codificaciones maduras contrario, se corre el riesgo de fabricar Ia historicidad chos tan arcaicos que pueden resultar indemostrables (un riesgo que, de hecho, sobre el Homo sacer sacrificial
como institucin perdurable en Ia larga duracin). Esto implicar cuestionar an ms profundamente de cuanto Agamben 10 ha hecho el paradigma que, en reiteradas ocasiones,ha de Ia civilizacin humana. sido colocado como base nica deI surgimiento
acaso este instituto siempre ha estado ligado a Ia penalidad pblica. En un gesto decisivo, el historiador reconoce que "Ia organizacin prescribia Ia expiacin capital pblica por causas que no eran Ia comisin de un delito".' Mommsen se refiere aqui a una accin pblica especial (procuratio)
MOMMSEN, lH.,
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PARTE:
Jus Exponendi
Fabin luduefia
Romandini
41
'j'"
Sin embargo, segn Mommsen, estaramos aqu en presencia dei verdadero origen de Ia sacra tio como institucin no-penal pero s enteramente jurdica. Con todo, "en Ia evolucinjurdica romana hubo de quedar bien pronto limitada Ia aplicacin de Ia expiacin capital por parte de Ia comunidad delincuentes, esta forma de expiacin".' Mommsen sugiere as que existe un estadio histrico deI derecho preexistente ai Homo sacer como pena juridicacapital que restaria su supuesta primaca a es Ia esta categora histrica que filsofos como Agamben han querido colocar como figura fundante de Ia ciudad y Ia poltica humanas. Si l1Uestra perspectiva correcta, tenemos, por eI contrario, ante nosotros un nivel donde an Ia sa(;ratio no.~ra concebida en trminos penales. Dei mismo modo, aunque se trata dei derecho arcaico, el Homo sacer es una categora plena dei derecho penal y, como tal, bastante ms tarda en Ia historia jurdica que Ia prctica correspondiente a aquello que se evoca con Ia sombria procura tio mentada por Mommsen. Con todo, admitida Ia primaca histrico-conceptual de la supresin de los recin nacidos respecto de toda sacra tio penal, proponemos aqu revisar Ia tesis de Mommsen en dos aspectos esenciales. Primeramente, debemos deslindar a Ia procura tio de toda forma de parentesco con Ia sacralidad dei Homo sacer. No se trata, en efecto, tanto de pensar una sacraIidad no-penal sino ms bien de aislar una regin que se distingue eI tiempo y subsiste posteriormente como penaIidadjuridica, de aquella. Como de evolucin lineal tampoco se trata, se podr constatar que dicha esfera del poder es anterior en a Ia desaparicin efectiva dei Homo sacer
10
declara no poder detelminar si esta accin era l1evada adelante por el Estado mismo, Mommsen piensa que deben buscarse los orgenes de esta prctica en influjos etruscos, como si con semejante hiptesis se pudiera alcanzar un nivel primigenio dei derecho tan arcaico que, en su monstruosidad, no da'ase el slido edificio jurdico romano posterior. Lo cierto es que, dice Mommsen, bajo rdenes de un cnsul, se arrojaban ai mar ciertos recin nacidos acerca de los cuales no es posible determinar con precisin "que tuvieran figura monstruosa o que fuesen abortos de Ia naturaleza". ] Aunque su formulacin resulta bastante oscura, el historiador alemn hace aqui referencia, con toda probabilidad, procuracin tural y era interpretado a una de Ias tareas dei haruspex, esto es, Ia de prodigios. Ante un hecho inesperado que alteraba el orden nacomo una se'al de los dioses, se deba proceder a dar
ai caso de los
una respuesta ritual. Despus de que el cnsul apreciaba el prodigio (prodigii loco habere) se'alado por un testigo (nuntiare), 10 referia ai Senado (referre ad senatum), el cual, si admita el prodigio (suspicere), ordenaba Ia procuratio correspondiente. Mommsen. Entre los prodigios cabe contar aios monstruos evocados por
Es importante recordar Ia definicin de monstrum para los latinos; "es aque110que sale dei mundo natural, una serpiente que tiene pies, un ave con cuatro alas, un hombre con dos cabezas": De esta caracterizacin se desprende que un recin nacido deforme es slo uno ms de los monstra de Ia naturaleza -sin ninguna especificidadas como tambin debe ser incluido, por Ia misma razn, en el conjunto ms vasto de portentos como el hecho de que los lobos al1en en Ias tinieblas, que un incendio comience sin causa conocida o que un hombre sea alcanzado por un rayo.Es decir, aun admitiendo que un nacimiento monsa Ia orden de "anojar aI mar o quemar'" de] mundo antiguo sino, meramente, a truoso poda dar lugar, probablemente, a una prctica zoopoltica sistemtica
que se ha dado en lIamar el poder sacral sin que, por 10 tanto, deba asimilarse necesariamente con l. De hecho, Ia sacra tio es una fonna ya atenuada de un modo de poder ms primordial y, con todo, este ltimo no puede definirse como el nico polo de origen dei poder en Ias sociedades occidentales, si bien su importancia no puede ser subestimada como intentaremos reflejarlo en este mismo estudio. AI contrario, a
10
I
ai prodigio, stos eran hechos pocos frecuentes y, adems, en absoluto ligados una respuesta sacral ante un portento que se supona contena una advertencia de Ia divinidad.
largo de Ias pginas que siguen buscaremos siempre tener presente Ia que han fabricado 10 humano en eI inicio de
pluralidad de antropotecnoIogas
2 3 4 Ibidem, p. 904. Ibidem, p. 904.
SEXTO POMPEYO FESTO,
Ia vida poltica y en los diversos sustratos temporales que se sedimentan en eI transcurrir de los siglos sucesivos.
De verborum significatone,
S.
v.
egredienta,
ut serpens cum pedibus, avis cum quatuor alis: homo duobus capitibus, jecur quum
distabuit in coquendo':
BOUCH-LEClERQ,A.,
Histoire de ladivinotion
dansl'Antiquit,
Paris,
1879-1882,
t. iV, p. 875.
Ibidem, p. 558.
42
PRIMERA
PARTE:
Jus Exponend
Fabin Luduefia
Romandini
43
a Ia procuratio
simplemente
como un
necesario que "se laven Ias manos todos los que han tenido algo que ver con el parto y se lustre tambin aI nino, corriendo cori l alrededor deI altar y deI fuego sagrado [... ] Ia parturienta permanece impura hasta los cuarenta dias a contar desde el parto".' Si bien Ia necesidad de una purificacin ritual est presente con toda claridad en el texto de Ia Suda, no es sta Ia explicacin ltima deI problema sino simplemente una condicin que hace posible Ia ejecucin deI ritual y que no debe ser confundida, empero, con su finalidad. Jean-Pierre Vernant, en un clebre artculo de 1963, sent Ias bases de una nueva interpretacin de este ritual aI detener su atencin no ya sobre los aspectos de Ia purificacin sino sobre el espacio donde tiene lugar Ia amfidromia,
o
indicio que remite aI problema de Ia disposicin de Ia vida de los recin nacidos. Como veremos, dicha cuestin desborda por completo el cuadro de Ia adivinacin antigua y Ia procuracin de portentos para hallar un lugar propio y enteramente diferente en el orden poltico de Ias ciudades antiguas. Esta nueva regin a Ia que intentaremos acceder en nuestra indagacin sobre los orgenes deI poder no debe ser confundida tampoco con Ia vitae necisque potes tas, el poder de vida y de muerte deI paterfamilias plcitamente, romano, sino que, exdebe ser distinguida de ste como un tipo diferente de poder, por
esto
un lado histricamente ms primigenio y, por otro, categorialfTIente prevalente. Este nuevo tipo de poder ha recibido un nombre preciso enlas codificaciones . tardias: ius exponendi.7 Se trata ahora de sumergirnos en su u1tra-historia.
Esta renovacin
exegtica implica, en primer lugar, colocar a Ia amfidromia dentro deI ms vasto conjunto de Ios rituales griegos dei fuego y, en consecuencia, situaria entre aquellas prcticas ms arcaicas deI mundo poltico griego en el que Ia vida era objeto de una precisa tecnologia destinada a manipular sus propiedades naturales. En este sentido, Ia contrapartida exacta de Ia amfidromia se halla en los rituaIes de inmortalizacin por el fuego que tienen su fuente en los misterios
--11-Cuando algn escritor cristiano bizantino quiso evocar, con cierta nostalgia, el antiguo mundo c1sico, irremediablemente aquella proto-enciclopedia desaparecido, se decidi a elaborar deI siglo x conocida como La Suda. Existe en ella
eIeusinos." Asi, se puede leer en el Himno homrico a Demter a propsito de los peculiares cuidados que Ia diosa propinaba a Demofoonte, el hijo de Metanira: l [Demofoonte] creca igual a un dios, sin tomar aliento, sin mamar Ia <blanca leche> [... ] Demter
10
una enigmtica entrada que nos conduce hasta el mundo griego arcaico: Amphidromia: reservan esta para los reein nacidos en su quinto [dia] en el eual Ias mujeres que se juntaron para el parto purifican sus manos; corren alrededor deI hogar (ten hestian) llevando aI nino, y Ias pari entes envian sus regalos que, en su mayor parte, consisten en pulpos y jibias. Se le da el nombre [aI nino] en el dcimo [dia]." Son escasisimos los textos (algunos escolios a Aristfanes o dilogos platnicos) que nos permiten reconstituir Ias formas y el sentido de este antiquisimo ritual aunque, en consecuencia, fillogos. interpretacin ha atraido slo timidamente Ia atencin de los
XIX
10
ocultaba (krptein) en el vigor dei fuego, como un tizn (dals), a escondidas de sus padres. Y 10 habria hecho desconocedor de Ia vejez e in'mortal si Metanira Ia de hermosa cintura en momentos de insensatez, aI acecho de noche, desde su alcoba fragante de incienso, no Ia hubiera espiado. Lanz un grito y se golpe Ias muslos, atemorizada por su hijo, y se trastorn mucho en su nimo [... ] Irritada contra ella, Demter, Ia de hennosa corona, aI hijo amado ai que ella haba engendrado, inesperado, en el palacio,
10 dej
una via de
tras sacarIo deI fuego, terriblemente encolerizada en su nimo. Y aI tiempo le dijo a Metanira, Ia de hennosa cintura: [... ] - Inmortal y desconocedor por siempre de
que goz de amplia aceptacin y que, sin embargo, Iimit sevedeI fenmeno. El estudioso alemn asimil entonces de Ia magia apotropeica. Por ello, es
9
ramente Ia comprensin
ROHOE,E.,
necisque
potestas.
10
VERNANT,J.-P., "Hestia-Hermes"in
pp. 12-50,
corporels et peine de mort dans le monde antique, Roma, 1984, p. 544, donde
aguda y netamente entre el "derecho de vida y de muerte" 1928-1938, dei s.v.
Barelona,
paterfamilias
y el
ius exponendi.
(f. PAUSANIAS,
amphidroma.
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Fabin luduena
PRIMERA PARTE:
Romandini
I La comunidad
de 105espectros. Antropotecnia
45
lus Exponendi
Ia vejez iba a hacer a tu hijo, e iba a concederle el privilegio imperecedero. Mas ahora no es posible que escape a Ia muerte y aI destino fatal. 12 Estas rituales de inmortalizacin, propios de Ias misterios eleusinos u rficopitagricos, constituyen un elemento central de Ia filosofia de Empdocles
112, el filsofo declara:
vencido a Ia muerte, as como Ias amfidromas intentaban, simtricamente, decidir sobre Ia inclusin dei recin nacido en el mundo de 10s hombres o su exclusin hacia eI mundo salvaje de Ias bestias que podan poner fin a su existencia. De hecho, Ia amfidroma implicaba colocar aI nifio en el suelo de Ia casa y organizar una carrera ritual alrededor dei fuego deI hogar, y su resultado consistia o bien en Ia aceptacin dei nifio en ellinaje paterno dei oikos en cuestin o bien su abandono "lejos de Ias casas, de Ias jardines y de Ias campos, en Ia tielTa sin cultivar donde viven Ias rebafios, el espacio extrafio y hostil dei agrs".17 Como ya 10 haba notado Beauchet, sobre quien se basa en este punto Vernant, "eI abandono deI hijo era Ia consecuencia de Ia falta de celebracin de Ias amfidromas"." Como puede verse, mientras existi como ritual, Ia amfidromia tenia Ia funcin de decidir acerca de Ia integracin dei recin nacido en eI mundo de Ia familia o bien su definitiva exposicin'9.
de
iAmigos! Habitis, dmones cuidadosos de obras de bien, Ia gran villa, Ias alturas de Ia ciudad sobre Ias aguas rubias dei Acragante, remansos de respeto para el extranjero, de ignorancia de Ia enfermedad. iAlegraos! Para vosotros, yo soy un dios inmortal (thes mbrotos), ya no soy nada mortal (oukti thnets), voy, honrado por todos, tal como se me ve, coronado con coronas floridas y con guirnaldas.
IJ
---111-que en dios"." Sin La exposicin -de modo contrario aIos rituales de inmortalizacin- es Ia prctica zoopoltica originaria de Ia ciudad antigua por media de Ia cual se decide el destino bio-social de Ias individuos recin nacidos. Ahora bien, (,cuIes fueron Ias formas y Ia realidad de Ia prctica de Ia exposicin? La filologia deI sigla XIX ya habia establecido de un modo claro Ia existencia de Ia prctica de Ia exposicin en el mundo griego. Asi, Wilamowitz pudo escribir en su Staat und Gesellschaft que "el padre se reservaba para si el derecho de retener o matar a Ias recin nacidos".20 Esta posicin es Ia que refleja el artculo "expositio" que Glotz firm en el Dictionnaire de Daremberg y Saglio, sin duda una pieza maestra de Ia erudicin histrica en Ia materia que, a pesar de Ias insistentes ataques de Ias que ha sido objeto por una buena parte de los especialistas dei siglo XX, no ha sido an superada. En efecto, Glotz postula Ia existenca extendida tanto geogrfica como cronolgicamente de Ia exposicin en todo el mundo griego antiguo. Ante Ia inexis-
Estas versos han suscitado Ia polmica entre los fillogos, pel'O ya Rohde y Wilamowitz en Empdocles habian determinado de un modo diferente y controversial existia algo asi como "un deseo de convertirse
embargo, han sido Ias ms recientes trabajos de Peter KingsIey Ias que han demostrado cmo Ia intencin de Empdocles era trascender Ia "condicinlmmana" a travs de tcnicas de tipo chamnico que implicaban borrar Ias lmites entre Ia vida y Ia muerte.'5 Sin embargo, 10 que resulta aqui fundamental para nuestra investigacin es que alrededor de Ias rituales deI fuego se instituye un umbral en el cual se decide -en el perodo arcaico- sobre el destino biolgico y social deI viviente humano: los rituales mistricos -recordemos de Ia inmortalizacin por "ocultamiento en eI fuego" aqui que Empdocles mismo se arroj aI Etna con Ia intencin de
12 13 14
RICHARDSON, N. J.,
VV.
235-264.
EMPEDOClES,Fr. 112,
1-6 (trad.
In
republicado
Comptes rendus de l'Acadmie des Sciences en Kleine Schriften, Vol.l, Berlin, 1935,
sobre Empdocles, cf. BOllACK,
17 18 19
.. ,
interpretativa
J.,
Les
Histoire du droit priv de Ia Rpub/ique Athnienne, 4 vols, Paris, 1896, vol.lI, Geschichte der Griechischen Religion, Mndren, U.,Staatund Gesel/schaftderGriechen
19673, vol.l. p. 95.
Tradition,
20
WllAMOWITZ-MOEllENDORf,
Vater hat von dem Rechte, das Neugeborene auszusetzen oder zu toten, starken Gebrauch gemacht ... Man kann die Kinderaussetzung nicht leicht berschOtzen':
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PRIMERA
PARTE:
Jus Exponendi
Fabin luduefia
Romandinj
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autorizando
/ ocultar por ser cojo (kholn enta). Yo entonces / hubiera en mi corazn sufrido / dolores, si Eurnoma y Tetis /no me hubieran acogido en su seno [... ].25 Homero pane en boca de Hefesto el relato de su propia exposicin en manos de su madre Hera, quien, viendo que habia dado a luz un hijo cojo, decidi abandonaria como si fuese un animal salvaje. Similares relatos podemos encontrar en el mundo de Ia tragedia. Asi, por ejemplo, ai inicio dei !n de Eurpides, el dias Hermes relata Ias amores entre Apoio y Cresa en Ias siguientes trminos: Existe una ciudad no oscura de Ias Griegos / que a Palas, Ia de lanza de oro, debe su nombre; / all Febo a Ia fuerza se uni amorosamente / con Ia hija de Erecteo, Cresa, entre Ias Rocas / Largas, pues ese nombre dan Ios dei pas tico / a Ias que estn ai norte dei collado de Palas. / Y, sin que 10supiera su padre, porque as 10 quso el dios, Ia carga soport en su vientre / y, llegado el momento, pari en casa y alnifio /10 llev ella a Ia misma cueva donde yaci / con el dias y all 10expuso (kaktthgsin), para que pereciese
(hQS
Glotz argumenta que "Ia ley no tiene necesidad de proclamar un derecho privado por media de una disposicin explcita. EIIa no 10 prohbe, eIla no 10 limita: por elIo mismo, sta 10 admite expIcitamente y sin restricciones".21 Como veremos oportunamente, esta afirmacin ser verdadera no slo para el mundo griego sino tambin, en buena medida, para el romano. Otro mrito de primeI' orden en Ia investigacin de Glotz es el haber senalado el carcter poltico de Ia exposicin: "eI nino slo formaba parte de Ia comunidad poltica el da en que una declaracin formal deI padre 10 hacia entrar en eIla". Como sabemos, en el mundo arcaico, esta entrada deI nino en Ia comunidad poltica de 10s hombres se lIevaba a cabo a travs deI ritual de Ia amfidroma.22 Una caracterstica esencial de muchas exposiciones consista en que el nino era abandonado junto a objetos diversos que Ias griegos denominaban "ta sunektithmena". stos podan consistir, por ejemplo, en cintas sagradas o una carona de olivo. Ambos elementos lograban selIar, en principio, una consagracin proteccin a Ia de Ia divinidad en el caso de que Ias padres esperasen que el aban-
dono no tuviese como fin ltimo Ia muerte dei nino sino su adopcin por otra familia.') Asimismo, en muchos relatos de exposiciones mticas, elnifio es colocado
torno de una cesta (antipggos), / en 10cuaI imitaba Ia costumbre ancestral.26 En estos versos pueden verse muchas de Ias caractersticas de Ia expositio antigua en Ia que no se necesitaban, fundamentales
en una caja o receptculo (lrnax, kibots, chtra, segn]os diversos textos) que Usener ha sabido interpretar como autnticas recreaciones de un tero IIamado a dar una nueva vida ai expsito.24 En el mundo de Ias dioses, Ias expsitos abundan. Baste aqui recordar, por eI momento, el caso de Hefesto, segn 10 refiere Homero, cuando el dios ~convocado por su madre adoptiva Tetis para Ia fabricacin de Ias nuevas annas de Aquiles- le dice: Cierto es, pues, que dentro de mi casa / tengo yo una diosa, como huspcd, / venerable y digna de respeto, / que me salv cuando a m me alcanz, / eI dolor que senti ai caer Iejos por causa deI deseo de mi madre, /Ia de cara de peITO,que me quiso
irregulares (en este caso Ia violaein de Cresa por parte de Apoio) para que alguien decidiera deshacerse de un hijo. Aqui, eI abandono tiene como objeto que. el vstago perezca y, en principio, Ia cesta protectora s 10 es colocada para seguir "una costumbre ancestral", pel'o no existe ninguna intencin inicial por parte de Ia madre de proteger a su hijo. Aun eu ando Cresa dej junto a su hijo abandonado en Ia cueva de Ccrope los correspondientes que representaba
sunektithmena2J
a Gorgo, una carona de olivo y unas serpientes de oro "que a stos no estaban destinados, como en otros casos, posterior delnifio en el futuro dado
Erictonio el de antano figuran" (vv. 1427-1428) cuello de los reein nacidos-, a Ia proteccin divina o aI reconocimiento
que, como Ia propia Cresa 10 dice respecto de su hijo, "no esper encontrarte;
21 DAREMBERG,CH.
-
de POTTIER, E.D.M.),
Paris, 1892; p. 937. implicaba tambin Ia imposicin dei nombre: 25 26 pp. 1524-1525. 27
XVIII,
La inclusin dei nino en Ia comunidad de los hombres cf. DEMOSTENES, (ontra Soeotos 39-40.
de Antonio
EURIPIDES, ln 8-20 (traduccin Sobre el particular, cf. Huys, M., Leuven, 1995.
Fernndez-Galiano
23
24
firmado
por el propio
Saglio:
The Tale ofthe Hera who was Exposed at Sirth In Euripidean Tragedy:
Die Sintt/uthsagen
A study ofMotifs,
48
PRIMERA PARTE:
lus Exponendi
Fabin luduena
Romandini
49
'~';li
crei que habitabas I con Persfone el mundo de abajo en el que viven los muertos" (vv. 1441-1442). No slo en Ia tragedia sino tambin en Ia comedia griega se hallan referencias a Ia exposicin. De hecho, en Las Ranas se recuerda cmo los padres de Edipo expusieron (exthesan) ai hijo ai nacer," y en Ias Tesmoforiantes, Mnesloco y cuenta evoca cmo Ias mujeres pueden sustituir aios hijos en el nacimiento,
de purificacin no es suficiente para explicar Ias funciones de estas enigmticas egchutrstriai, si bien aportan un elemento explicativo esencial, esto es, su [uncin vinculada a Ia esfera de 10 sacro. Wilamowitz-Moellendorf -y, con l, toda una tradicin posteriorha explicado este trmino a partir de un supuesto oficio propio de Ias mujeres encargadas dei entierro de los ninos en chtrai y, por 10 tanto, asociadas aios rituales de
. " 35
Ia historia de una mujer que estuvo en trabajo de parto durante diez dias tratando de comprar algn nino recin nacido que hubiese sido repudiado por sus padres. Cuando 10consigue, ste se encuentra, justamente, colocado en una chutra propia de los expsitos.29 En Nubes, utilizando ellenguaje jurdico en sentido metafrico, alude Aristfanes a su propia produccin como comedigrafo bajo Ia figura dei parto, y dice: "y yo -pues todavia era virgen y no me era posible parir- Ia expuse (extheka) y, tomndola, Ia recogi otra nina y ustedes Ia criaron (exethrpsate) (kapaidesate) noblemente".3o se hallan en ts kuns) construique han dado lugar a controversias interpretativas. Sin embargo, Ias alusiones a rituales arcaicos de exposicin dos obras de Aristfanes en Lisstrata31
Avispas32
exposlclOn. Sin embargo, en el dilogo pseudo-platnico Minos, podemos leer, con toda precisin, que "en 10 que a nosotros concierne, ya sabes por haberlo odo t mismo, qu leyes seguamos respecto de los muertos (per tos apothanntas), despedazando Ias victimas sacrificiales antes de sacar el cuerpo de los muertos es indudable (to nekro) y mandar a buscar a Ias egchustrstriai".](' Ms all de cul fuese Ia funcin precisa de estas mujeres, que, contrariamente
y educaron
ligadas aios rituales de exposicin sino ms precisamente aIos sacrificios de vctimas adultas, 10 cual constituye una funcin enteramente diferente. Como 10 ha sefalado con fuerza Bolkestein a principios dei siglo xx, Ias egchustrstriai "eran convocadas usualmente pro to en los funerales [y] deben entonces haber sido mujeres que prestaban sus servicios en los sacrificios sangrientos a los muertos".37 Este desvio por el escolio de Aristfanes netamente de Ia correspondiente nos muestra claramente cmo oriIas regiones dei sacrificio y Ia esfera de 10 sacro en general deben distinguirse a Ia expositio como prctica zoopolitica ginaria. Dei mismo modo, Longo, en Dafnis y Cloe, brinda el relato de dos pastores que encuentran un par de recin nacidos que haban sido expuestos:
y cuyo sentido -ms all de todos los debates eruditosltima instancia, "matar". existencia de unas misteriosas mujeres, Ias egchutrstriai, objeto de desvelo para los fillogos desde siempre.
En este ltimo caso, el escoliasta33 sefala -para aclarar el sentido dei verbo-Ia cuya funcin ha sido
Ya Loebeck -el gran polemista antagnico de Creuzer- Ias habia aproximado a Ias simpuviatrices o simpulatrices romanas, es decir, a Ias mujeres que "estaban Sin embargo, esta asociacin con los rituales dedicadas a Ias cosas divinas"."
28 29 30
ARISTOfANES,Las
simpulatrices dicebant, hoc est, mulieres divinisrebus deditae, ut Festus ait". Cf. FESTUS,De verborum significa tu, s. v. "SIMPULUM: pequeno vaso bastante parecido ai cyathus el cual servia para hacer Ias Iibaciones de vino en los sacrificios. De all el nombre de simpulatrices dado a Ias mujeres dedicadas et alii. Cf. CAVALLERO, P.- FRENKEL, D. - FERNNDEZ,
35 36 a Ias cosas divinas': WILAMOWITZ-MoELLENDORf, U., PLATON(-~eudo), magistral 37 Oxford, 1835-8, in 289. anlisis
de estas metforas).
ARISTOfANES,Lisstrata
757. 289.
at Athens
Chicago,
dems,
hace
de Ias expertos-
sino de
Aglaophamus. De theologiae mysticae Graecorum causis libri tres, Borntraeger, 1829, "Ab alio ollae usu diaae sunt echutrstriai, quas Romani, ni fallor, simpuviatrices sive
chutrs.
50
PRIMERA
PARTE:
Jus Exponendi
fabin
Ludueia
Romandini
51
"5
Un guardacabras llamado Lamn estaba paciendo a sus animales en esta tierra cuando encontr a un nino siendo amamantado por una de Ias cabras [... ] Lamn estaba comprensiblemente sorprendido; acercndose, pudo ver que el recin nacido era varn, un robusto y bello nino [... ] La primera idea de Lamn fue abandonar aI nino y llevarse slo 10s sunektithmena. Pero Iuego, dndose cuenta de cun vergonzoso habria sido si hubiese mostrado menos piedad que una cabra, esper hasta que anocheciera y se Ios llev a todos (al beb, los sunektithmena y Ia cabra) con su esposa Mirtale." Dos anos ms tarde de Ia aparicin de Dafnis, otro pastor, Drias, hizo eI mismo descubrimiento caverna consagrada que Lamn, hallando a otra nina expsita, Cloe, en una una cinta bora Ias Ninfas y rodeada de sunektithmena:
fisica es tambin posible".41 El problema, sostiene este estudioso dei derecho, es que no se puede confiar en Ias fuentes literarias para deducir Ia realidad de estas prcticas. Este tipo de afinnaciones son el producto de un gran malentendido tanto respecto de 10 que debe entenderse por realismo sociolgico como tambin respecto deI modo en que ha de comprenderse el funcionamiento de Ia literatura y deI derecho. En principio, Van Book y Gennain parecen olvidar que Ia literatura es tambin un hecho sociolgico cuyas modalidades de interaccin con aquello que se denomina ingenuamente "realidad de Ias prcticas" son complejisimas. bien no puede deducirse automticamente Si una prctica a partir de una mencin de
literaria, no es menos cierto que eI teatro y Ia literatura antiguas estaban dirigidas a un pblico que esperaba encontrar en ellas una cierta forma de reconocimiento su praxis social, aun cuando Ia mise en littrature presuponga una translocacin deI hecho social a un mundo con leyes propias.42 Por 10tanto, lejos de ser poco confiables, Ios testimonios literarios nos permiten adentrarnos en el mundo de aquello que sus espectadores, oyentes o lectores podian esperar como una pu esta en representacin -con leyes propias- de aquello que efectivamente sucedia en Ia vida cotidiana deI perodo arcaico o c1sico. No se trata, sin embargo, de deducir lafrecuencia de Ias prcticas de exposicin mediante anlisis demogrficos ms o menos probables. Esta extrana obsesin de los investigadores no hace justicia ni aI tipo de fuentes de Ias que disponemos ni tampoco a Ia naturaleza deI problema estudiado. Si bien Ia frecuencia deI fenmeno, segn bastantes indicios, parece ser ciertamente muy alta en eI mundo antiguo, esto no tiene demasiada importancia para Ia real comprensin deI caso, puesto que aqui, ms que de analizar un comportamiento determinado, esto un paestamos tratando de Ilegar aI nivel de Ia ratio que explica Ia exposicin, es, el modo en el que cierto conjunto de series discursivas constituyen
dada en oro, zapatos adornados de oro y anillos para el tobillo fabricados con el mismo metal 39. En este caso, Ia novela antigua relata los mismos casos puestos en escena por Ia pica y Ia tragedia: exposicin de nifios, presencia de objetos protectores junto aI nino abandonado para permitir su posterior reconocimiento y Ia disyuntiva, con Ia siempre presente, de dejar 1110riraIos ninos expsitos en Ias tielTaS salvajes o bien adoptarlos y llevarlos aI mundo humano: una opcin tico-poltica que se enfrenta Lamn aI inicio deI relato. Posteriormente, La Rue Van Book primero y Louis Gennain criticaron duraque tomaban de Ia literatura antigua para deducir a partir mente el trabajo de Glotz y,junto con l, todas Ias investigaciones en cuenta Ias fuentes provenientes de all Ia universalidad Van Book, era prcticamente
de Ia prctica de Ia exposicin que, segn Ias palabras de inexistente en Ia poca de Ia Atenas clsica, aun-
que "existen pruebas irrefutables deI crecimiento de esta costumbre en periodos posteriores a travs de todo el mundo griego":o De igual modo, si bien Germain rechaza tambin enrgicamente Atenas ninos abandonados, Ia existencia de Ia exposicin en el perodo clsico, declara luego: "que haya habido en como en todas Ias ciudades deI mundo y en todas Ias pocas, es evidente. Que esos ninos hayan sido abandonados por ilegtimos o por haber nacido de muchachas seducidas o de esclavos o de hogares desavenidos, es altamente probable. Que 10 hayan sido puesto que sufran de una deficiencia
radigma que, sin ser un universal, da cuenta de los principios de organizacin de Ias praxeis concretas de Ia exposicin como modus essendi originario de Ia zoopoltica occidental. Si bien Beauchet pudo haber llevado adelante una imprudente asimilacin deI padre griego con el patel:{amilias romano, atribuyndole aI primero ciertas pre-
38 39 40
41
LONGO,Dafnis LONGO,Dafnis
GERMAIN,L.R.F.,"L'exposition
des enfants
nouveau-ns
Aspects sociologiques
in Recueils de Ia Socit Jean Bodin pour/'histoire compara tive des InstitutionsXXXV: L'enfant. Premire partie: Antiquit - Afrique - Asie, Bruxelles, Transactions and Proceedinqs ofthe American 42
Sobre este punto, bien puede
1975, pp. 211-246, cita en Ia p. 237. Les rqles de /'art. Gense et strueture du
verse a BOURDIEU,Pierre,
Philoloqical Assoclation, vaI. LI, C1eveland, 1920, pp. 134-145, cita en Ia p. 143.
52
PRIMERA
PARTE:
lus Exponendi
Fabin Ludue"a
Romandini
53
n'ogativas que slo posea el segundo -como, por ejemplo, el derecho exclusivo de Ilevar adelante o no Ia exposicin cuando, segn hemos visto en Ias fuentes, muchas madres podan tambin lIevar adelante dichas acciones-, no debemos por elIo pensar que Ia prctica expositiva no existia en absoluto. Al contrario, esto slo muestra que Ia "realidad" de Ia exposicin es mucho ms variopinta de 10 que se piensa, y que sta no era el fruto de ningn tipo de "orden patriarcal" sino de algo aun mucho ms antiguo y complejo que yace en los sustratos ms profundos y menos frecuentados de Ia experiencia histrica humana. En efecto, incluso los historiadores ms escpticos senalan que en el mundo helnico Ia prctica de Ia exposicin adquiere notables dimensiones. ejemplo, Polibio senala que, Asi, por
econmica. Por 10 tanto, teniendo presente estajerarqi entre ambas formas de abandono, Ias tomaremos a am anlisis. Desde el punto de vista dei derecho, ya en Ias leer: Si una mujer divorciada da a luz a un niio, ste seI
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su esposo, delante de Ia casa de ste, en presencia de tres te~"c>~se niega a recibir aI niio, Ia mujer podr, segn su eleccin, alimentar (trpenl ai nino o exponerlo (apothmen). La prueba de Ia presentacin ser hecha por el juramento de los padres (de Ia mujer) y de los testigos.44 Como puede verse aqu, Ia exposicin no siempre es una decisin paterna
En nuestI'o propio tiempo, toda Grecia ha estado sometida a una baja proporcin dc nacimientos (apaidia) y a una escasez de hombres (oliganthropia), debido a 10 cuallas ciudades se han vuelto desiertas y Ia tierra ha dejado de dar frutos aunque no ha habido ni guerras continuas ni epidemias [... ] ya que los hombres han cado en tal estado de falsa pretensin (alazoneian), amor ai dinero (philokhrfil1losnfin) e indolencia (rathumian) que ya no desean casarse o, si estn casados, criar (trphein) aIos hijos nacidos de ellos.43 Este testimonio no es, por provenir de un historiador, ms "real" que aquelIos Iiterarios que tratamos precedentemente: ai contrario, Polibio muestra aqu una gran preocupacin por el nexo que une a Ia "poblacin" con Ia existencia de exposiciones masivas cuyo misterio debemos desentranar para comprender los arcanos dei poder que se ocultan detrs deI Ilamado ius exponendi dei cual Ia literatura y Ia mitologia ya nos haban revelado 10 ineluctable de su existencia y algunos de los modos de su manifestacin.
aunque, indudablemente,
lugar esta capacidad de decisin ai padre. Si ste estaba divorciado de su mujer, segn Ias leyes de GOliina, y no queria reconocer a un hijo concebido antes deI divorcio, entonces el derecho expositivo recaia sobre Ia madre. Sin embargo, en otro tipo de codificaciones Ia cuestin es aun ms compleja desde el punto de vista histrico. Tmese como ejemplo Ia legislacin de Soln. En efecto, Plutarco recuerda los tiempos previos a Ia lIegada deI legislador cuando los deudores se volvan esclavos de sus acreedores o cuando, en razn de sus deudas, los cudadanos "se vean obligados a vender a sus propios hijos, 10 cual no era ilegal, y dejar luego el pas debido a Ia dureza de sus acreedores,,:5 Una referenca de Sexto Emprico le atribuye a Soln una ley "que pennite matar a sus propios hijos".'" Sin embargo, el verbo phoneein aqu utilizado no As, permite inferir que se trate, en principio, de Ia exposicin ai nacimiento.
por ejemplo, Eurpides coloca en boca de Medea el mismo verbo cuando s ta confies a su proyecto de matar a sus propios hijos y, en ese caso, se trata explcitam ente de un crimen cometido respecto de una descendencia que ya ha sido admitida como legtima.47 Por 10 tanto, Ia ley aqui aludida parece referirse no ai ius exponendi propia-
--IV-Resulta de gran importancia exposicin propiamente determinado, distinguir dos modos deI abandono de ninos: Ia dicha y Ia venta. Probablemente, Ia segunda es postede un derivado
mente dicho sino a un supuesto derecho de vida y de muerte sobre los hijos que, de todos modos, no es posible en absoluto probar que haya sido promulgado
rior en el tiempo, ya que presupone Ia aparicion de un sistema de compra-venta pero es tambin posible que se trate simplemente
44 45 46 43 POUBIO, Historias 36,17,5-7. 47 DARESTE, R. La loi de Gortyne, Paris, 1886,
IV,
18, p. 19.
PLUTARCO, Vida de 50ln XIII, 5. SEXTOEMPIRICO,EsbolOS pirrnicoslll, EURIPIDES, Medea 795. 24, 211.
54
PRIMERA PARTE:
Romandini
I La comunidad
55
lil
'[
por Soln, dado que, salvo el caso de Sexto Emprico, no existe ninguna otra mencin de dcha ley.
li
rrespondan
fundacional
de todo inters y es perjudicial para Ia propagacin especie biolgicamente De especial inters para nuestra investigacin yar cmo ya en Ia zoopoltica acompafada se supone danar el patrimonio de una "tanatopoltica"
A travs dei caso de Licurgo, Ia poltica espartana relativa a Ias recin nacidos
I
antigua Ia praduccin
En primeI' lugar, Licurgo no concebia a Ias hijos como una propiedad de los padres sino ms bien como un patrimonio de Ia ciudad (koinos tr:.s pleQs) [... ] ya que [Ias dems] hacen pisar sus perras y yeguas por Ias mejores sementales, persuadiendo a sus duefos a base de favores o dinero, y en cambio, encerrando a sus mujeres, Ias guardan teniendo por un honor el que engendren hijos solamente de ellos, ya sean tontos (phrones), pasados de edad (par8ikes) o enfermizos (nosQdeis); como si no fueran, ante todo para Ias que Ias tienen y alil11entan,deficientes (ponr:.rQn) Ias hijos, si nacen de personas deficientes (ponr:.rQn), ni, por el contrario, tiles
(khrr:.stlin), si tienenla suerte de semejante origen [... ] AI recin nacido no estaba
Ia vida sin que, ai mismo tiempo, una poltica de Ia muerte residual corrija Ias esperables de Ia naturaleza librada a los azares de Ia reproduccin el loeus primordial de Ia poltica occidental no se no programada. Desde esta perspectiva, encuentra tanto en el gora ateniense como en el Monte Tageto, cuya sombra se extiende y llega, por caminos ciertamente sinuosos, hasta el suelo mismo de nuestra modemidad post-democrtica. El testimonio de Claudio Eliano sobre Tebas, no proporciona, a pesar de Ias apariencias, datos contrarios: A ningn tebano le est permitido exponer (ekthefnai) a su hijo o arrojaria en
autorizado su progenitor (kyrios) para criaria (trphein), sino que era llevado por i a un lugar llamado Lesehf:., donde sentados Ias ms ancianos de Ias miembros de Ia tribu exal11inaban (katamathntes)
ges) y robusto (rQmalon),
aI nifo, ysi era de buena constitucin (eupay le asignaban y deforme a Ias tierras salvajes (err:.man). Pero si el padre fuese extremadamente pobre, Ia Ley requiere que tan pronto como nazca el nifo, varn o hembra, ste sea llevado en pafales a Ias funcionarias (epi ts arehs), quienes
10
uno de ias nueve mil lotes de tierra; pero si era esmirriado (agennes)
(morphon),
pies dell110nte Tageto en base aI principio de que, ni para uno mismo ni para Ia ciudad, vale Ia pena que viva Ia que, desde el preciso instante de su nacil11iento, no est bien dotado de salud ni de fuerza.'8 En el caso espartano, Ia puesta en movimiento de Ia "zoopoltica" no dependa de una iniciativa individual o l1e un derecho de familia sino que corresponda a Ias decisiones supremas dei Estado,49 especialmente interesado en Ia cra de ciudadanos que, mediante Ia cruza, produjesen los mejores especmenes. En esta
i
'1
ofrezca el precio ms bajo, y harn con l un contrato y un acuerdo segn el cuaI, como compensacin por el mantenimiento y Ia educacin de Ia criatura, ia tendr como esclava (doilon g dolr:.n).50 En este caso, Ia prohibicin de Ia exposicin concierne exclusivamente a Ia
muerte dei recin nacido. Pera de ningn modo se trata de evitar los mecanismos reguladores de los nacimientos; simplemente Ia poltica de Ia selectividad y de Ia. muerte es reemplazada por mecanismos regulatorios como Ia venta, que permite que un recin nacido sea comprado como esclavo por otra ciudadano. Desde este punto de vista, Ia crianza de un humano representa, segn esta ley tebana, una suerte de inversin econmica en una mercancia que, como fuerza de trabajo esclava, representar rditos futuros para el padre adoptivo.
direccin apunta, entonces, el argumento expuesto por Plutarco segn el cual, una vez que un Estado toma como poltica suprema el cuidado y Ia produccin de Ia vida, no existe ninguna diferencia entre Ia cra de caballos o de hombres y, por 10 tanto, todo intento de fundar un matrimonio sobre bases que no se co48
PLUTARCO, Vida de Cf. tambIn,
de Aurelio
levemente Sparte';
modificada). In
En este sentido, el testimonio de Iscrates con respecto a aquellos Estados imperfectos que -a diferencia de Atenasadmitan Ia "exposicin de ninos"
desde
Revue des
50
de John Boswellligeramente
modificada).
56
PRIMERA PARTE:
Jus Exponendi
57
(ekbolas hn egennsan)51 slo puede ser leido como una apologia poco creible que busca persuadir ai oyente de que todas Ias ciudades griegas practicaban exposicin salvo Atenas, prctica ampliamente
10
dios a sus mejores hijos, pero ms recientemente, optaron por comprar secretamente ninos y alimentarlos para enviarlos luego aI sacrificio (epi tmthusan): y cuando una investigacin (zgtgseQs) se !lev adelante, algunos de Ios que haban sido sacrificados se descubri que eran supuestos (hupobolimafoO.54 Diodoro Sculo establece con toda claridad Ia existencia dei sacrificio entre Ias c1ases nobles cartaginesas.55 Sin embargo, como puede verse, distingue implcitamente entre el sacrificio propiamente dicho y una institucin paralela -Ia sustitucin- que se vincula pero no se confunde con el rito sacrificial. En efecto, Ia sustitucin era una prctica por Ia cual un nino no perteneciente a Ia familia poda entrar en sta como supuesto hijo natural mediante un engano perpetrado por Ias madres. O bien, como en el caso descripto por Diodoro Sculo, los hijos naturales eran sustituidos por otros que haban sido comprados ai nacer y que, haciendo Ias veces de los ninos provenientes de Ia nobleza, .eran entregados ai sacrificio de Cronos. Sin embargo, como puede verse, exposicin-sustitucinventa es un conjunto que se opone aI sacrificio ritual an si, en este caso, ambas prcticas se retroalimentan ocasionalmente. Sin embargo, su solidaridad en el caso analizado muestra Ia diferencia de forma entre una y otra realidad. Ninguna exposto, entonces, constituye una fonua de sacrificum ni tampoco de sacrato si bien, en distintas circunstancias histricas, ambas instituciones pueden coexistir o complementarse. DeI mismo modo, en un contexto romano, Dionisio de Halicamaso podr
Ia
que no hay razn para pensar que esta ciudad constituyese Ia excepcin a una extendida. Por el contrario, Esquines, cuando se refiere aios ancestros de los atenienses, menciona el caso de un ciudadano que, ai descubrir que su hija habia sido seducida perdiendo su virginidad, "Ia encen entre Ias paredes de una casa aislada (remon oildan) en compania de un caballo que debia manifiestamente perecer a su companera de cautiverio" (uf' ou prodlos hacer mellen apolelsthai
sugkatheirgmne)." Este ejemplo constituye, evidentemente, un caso para ser analizado dentro dei controvertido tema de los alcances que en Grecia podia tener el poder de vida y muerte de los padres sobre los hijos. Dicho problema no incumbe nuestra investigacin, pero, si traemos a colacin este caso es simplemente para mostrar cmo Ias costumbres atenienses podian ser tambin objeto de una visin menos complaciente que Ia de Iscrates, y tambin proferida por otro clebre orador como Esquines. EI testimonio de Herdoto tambin va en Ia misma direccin. de Esparta, a Hipcrates -a Ia sazn gobernante de los ateniensesDe hecho, foro quien fue
testigo de un presagio divino cuando, asistiendo aios juegos olmpicos y despus de haber ofrecido el sacrificio, unos recipientes con carne y agua habian hervido sin necesidad dei fuego. Quiln le aconseja entonces a Hipcrates que no lleve a su casa una esposa que le d hijos, luego, que si ya tiene una, se divorcie (ekpmpein) de ella y, finalmente, "si le ocunia que ya tenia un hijo, repudiarlo" (ka! e tis hoi tugchne eQn paIs. toutOI7apepasthai).53 Diodoro Siculo prove e un testimonio fundamental en
10
decir que, en algunas ciudades, cuando sus habitantes no queran recurrir a Ia exposicin por consideraria reprensible, entonces consagraban a un dios a todos los vstagos nacidos durante un ano para que, una vez devenidos hombres adultos, pudieran enviarlos fuera dei pais como colonos.56 Quizs uno de los mbitos en don~epuede apreciarse con mayor nitidez 10s
que respecta a Ia
diferenciacin entre el sacrifcio y Ia prctica organizada de sustitucin de ninos, que no es otra cosa que una forma extrema de exposicin destinada a Ia muerte y que se confunde con el infanticidio. En efecto, los cartagineses son descriptos como los practicantes de un antiquisimo culto destinado a Crono:
or~.e~es zoopolticos de Ia ciudad occidental es en Ia astrologil. Para e!lo, es necesario comprender, primeramente, que esta disciplina constituye Ia forma en que Occidente ha articulado su refiexin sobre el poder en tanto que cosmopoltica de Ia vida. La simpatia universal, los fiujos planetarios y los humores son el vocabulario primigenio de una ciencia poltica que postula una continuidad esencial entre los espacios supra-humanos,los humanos y los infra-humanos.
Han alegado que Crono se habia vuelto contra e!los ya que en tiempos pretritos ellos [los cartagineses] tenian por costumbre sacrificar (thontes) en honor de este
51 52 53 ISOCRATES, Panateneas ESQUINES, (ontra
122.
54 55 56
Historica 20.14.4
(edicln
y traduccin
es atestiguada
HERODOTO, Historias
DIONISIOHALlCARNASO,Antiquitates
Romanae 1.16.4.
58
PRIMERA
PARTE:
Jus Exponendi
Fabin Ludueia
Romandini
I La comunidad
59
"ltil
de Ia astrologia
afectndose a Ia Luna, mientras que uno de Ias planetas malficos est ponindose, sern criados por sus propios padres (hup 'autn tn gonon analepsthsetai),59 La cosmo-poltica determina aqui los destinos deI sustrato vital de Ia comu-
consiste en desarrolIarse como una de Ias primeras antropotecnologias destinadas a Ia prolongacin de Ia vida humana junto con Ias diversas tcnicas de intervencin sobre el cuerpo biolgico o el "alma", entre los que caben contarse los rituales de inmortalizacin antes analizados. Como senala con toda acuidad Ptolomeo, La consideracin de Ia duracin de Ia vida (ho peri chrnon zos lgos) comanda toda consideracin sobre Ias acontecimientos que siguen aI nacimiento (tn
de
nidad humana asignando mticamente a Ias esferas celestes el origen mismo dei poder de exposicin connatural a todo biopoder y, por elIo mismo, el saber astrolgico ser, para los Antiguos, una especie de arcanum imperii cuyo sofisticado conocimiento podia permitir -como veremos oportunamenteel ejercicio de Ias que antropotecnologias eugensicas en los primeros programas paradigmticos sistematizaban Ia cra y seleccin de los individuos de Ia especie humana.
met ten gnesin sumptomton) puesta que, como decan los antiguos, es ridculo hacer predicciones particulares a quien, por Ia naturaleza sLlstancial de Ias anos de su vida (ek ts tn biosmon etn upostseos), nunca alcanzar en absoluto el tiempo de Ias acontecimientos predichos.57 La astrologia, una ciencia de Oriente aclimatada y desarrolIada en Grecia, es uno de los modos que tuvo elmundo primeI' saber concemiente antiguo para modelar polticamente de 10s caracteres." el cuerpo biolgico de [os hombres, asi como Ia morfoscopia de el1a derivada es el a una fsico-poltica No puede sorprendernos entonces que Ptolomeo incluya en su Tetrabiblos un captulo, bajo el titulo de Peri atrphon, dedicado aios condicionamientos planetarios que afectan el destino de quienes no sern criados, asi como Firmicus Matemus pudo desarrol1ar el mismo tema en su De expositis et non nutritis incluido en su clebre Matheseos. De hecho, como explica Ptolomeo, Si los rayos de Ias planetas malficos caen antes de Ias luminarias, y aquellos de Ias benficos detrs de ellos, el nino que ha sido expuesto ser recogido y vivir (t gennmenon ektethen analepsthsetai kai zsetai), Y, otra vez, si los planetas malficos sobrepasan a Ias benficos que tienen un aspecto sobre Ia genitura, vivirn bajo Ia afliccin y Ia sujecin (eis kkosin kai upotagn); pero si Ias benficos predominan, vivirn pero a travs de Ia sustitucin de otros padres (eis hupobolen llon gonon); y si uno de Ias planetas benficos debera estar ya sea saliendo o
--V-La Ley de Ias doce tablas estableca ya con claridad el principio eugensico que se halIa en el origen de Ia ciudad romana: "cito necatus insignis ad deformitatem puer esto",
60
aquelIos que nacan con una deformidad manifiesta ai tiempo que mostraba, COn toda acuidad, cmo el derecho es, quizs, una de Ias antropotecnologias ms eficaces que haya concebido Occidente, La existencia dei ius exponen,di es incontestable~I1Roma, ste tiene su punto de partida en el mundo deI derecho arcaico pero, a diferencia de otras instituciones como el Homo sacer, tenemos Ia ventaja de que se trata de una prctica jurdico-poltica que, por ser tan consustancial ai nacimiento mismo deI derecho maduras y se extiende a 10 y Ia poltica, persiste todavia en Ias codificaciones
largo de toda Ia historia romana. Por 10 tanto, en este punto, podemos tratar con una verdadera institucin arcaica que sobrevive a su pre-historia jurdica y se abre paso en Ia historia poltica de Occidente. En efecto, Ia exposicin en su forma ms pura implicaba Ia potestad de los padres para disponer de Ia vida de sus hijos aI nacer. Un texto de Ias Sententiae de Pablo evoca los mtodos en forma explcita:
59
9 (seguimos 1940).
de F.E. Robbins,
60 57 58 PTOLOMEO, Tetrabibloslll, 10. Como ha sido senalado por los especialistas, Ptolomeo con Ia referenda aios antiguos se refiere, tal vez, a Petosiris uno de los legendarios sumos sacerdotes de Thot. Cf. BOUCH-LECLERQ, A., op. cit" t.1, pp. 205-207.
A., Rome of Lex Duodedm Tabularum IV.Esta ley tambin permita ia venta de los hijos: cf. WATSON,
the XII Tables: Persons and Property, Princeton, 1975, pp. 118-119. 61 EItexto es recordado por CICERON, De legibus 3.8:" deinde cum esset cito necatus tamquam ex duodecim tabulis insignis ad deformitatem foedior renatus est", puer, brevi tempore nuio quo pacto recreatus multoque taetrior et
60
"-?
PRIMERA
PARTE:
lus Exponendi
Fabin
luduefia
Romandini
I La comunidad
61
No es slo de quien sofoca a unnino que se puede decir que Ia mata sino tambin de quien Ia abandona, le niega el alimento o Ia expone en lugares pblicos para provocar Ia misericordia que I mismo no tiene." EI tono condenatorio deI texto corresponde, como 10 han mostrado Ios especialistas, a una sustrato cristiano posterior, y no asi a Ia opir,in de Pablo que, sin duda, era favorable a Ios padres y a Ia prctica misma,6J En este sentido, eI texto enumera Ias fonuas usuales de Ia exposicin, fonuas, todas ellas, de privacin de Ia vida sin derramamiento de sangre por oposicin a Ias que caracterizaban Ia condena a muerte de un ciudadano.64 Sneca es muy explcito en su De ira cuando senala que, Sacrificamos a Ias perros rabiosos, matamos a un buey feroz e indomable, hundimos eI hierro en el ganado enfermo para que no contamine ai rebano; exterminamos a los fetos monstruosos, ahogamos incluso a Ias ninas cuando son endebles y anormaIes: esto no es Ia ira, es Ia razn que nos invita a separar Ias elementos sanos de Ios individuos intiles.65 Aqui se expresa Ia opinin mayoritaria de Ios padres de familia romanos que tenian el poder de decidir sobre Ia vida de sus vstagos deI mismo modo en que se administraban Ias cras de ios animales de pastoreo, Sin embargo, como hemos dicho, esta zoopolitica no es meramente una tanatopoltica como Ia sacra tio o cuaIquier otra forma sacrificial. La misma lgica que conducia a desechar un vstago podia imponer Ia necesidad de Ia cra de hijos como forma de mejorar Ia calidad de Ia poblacin cuando Ios tiempos eran propicios. Asi el mismo Sneca, cuando habla acerca deI prncipe ideal, sostiene: Se habIa de l en secreto deI mismo modo en que se
10
el benefactor de Ias vstagos que vivirn para ver gracias a l esas pocas privilegiadas.'o Tambin Tito Livio senala cmo el Senado, luego de una victoria militar, decide otorgar a todos los plebeyos una parcela de tierra estimulando levantara sus hijos con Ia esperanza de que recibirn su parte"," as el crecimiento poblacional dado que, de este modo, "Ios hombres podran desear En este texto aparece eI sintagma toltere liberos, que para su correcta comprensin debemos restituirlo aI mismo mundo de Ias amfidromas griegas, puesto que "levantar aI nino" significa, justamente, "adquirir Ia potencia paternal", esto es, incluirlo EI toltere en el orden deI derecho bajo Ia patria potestas deI pater{amilias.
H
a travs deI
i.
cuaI se decide prescindir de Ia exposicin y hacer entrar aI vstago en el mundo humano. Como puede verse, el ius exponendi es un artefacto jurdico que pIantea aI padre una doble posibilidad: o bien "levantar" aI nino y criarIo, o bien condenarlo, en el caso ms extremo, a Ia muerte, Es por elIo que este derecho primigenio posse aquellas dos cualidadesque MicJ1el FoucauItestima ~senciales. a toda biopoltica: Ia doble apacidad de relacionarse, a Ia vez, con Ia produccin de Ia vida y con Ia exposicin a Ia muerte en una dialctica compleja que slo puede ser comprendida cuando es reconducida a su mbito originario ms propio como " es el control eugensico deI cuerpo biolgico de Ia ciudad, Como ha sido estudiado, en eI derecho romano el nino en gestacin no tiene ningn tipo de autonomia biolgica respecto deI cuerpo de Ia madre: "partus enim antequam edatur, mulieris portio est vel viscerum",69 Slo el nacimiento le olorga una autonomia corporal que, mediante el ritual deI levantamiento, un nfasis disciplinario pasa a formar parte de Ia rbita jurdica deI padre, De igual modo, 10s juristas colocan sumamente puntilloso a Ia hora de evitar Ia sustitucin
hace en pblico; s 10 se
tiene el deseo de ser padre y Ia era de Ia esteriIidad que acompana naturalmente Ias desdichas de Ia patria est cerrada; cada cual se considera, sin dudarlo, como
66 62 Dig. 25, 3, 4:"Paulus libra secundo sententiarum: Necare videtur non tantum is qui partum praefocot, sed et is qui abicit et qui alimonia denegat et is qui publicis locis misericordiae causa exponit, quam ipse nan haber',
67
SENECA,
De Ciementia 1.13. 5: "fadem de illo homines secreto loquuntur quae palam; tollere Mias
cupiunt et publicis malis sterilitas indieta recluditur; bene se meriturum de liberis suis quisque non dubitat, quibus tale saeculum ostenderW:
TITO"LivIO,
Ab urbe condita 5.30. 8:" adeoque ea victoria laeta patibus fuit, ut postero die referentibus in domo liberorum copitum ratio haberentur, uellentque in eam spem
63 64 65
Cf. BIONDI,
B.II
consulibus senatus consultum fieret ut agri Ueientani septena iugera plebe diuiderentur, nec patribus familiae tantum, sed utomnium liberas tolfere': 68 Cf. THOMAS, pp,211-236. 69 Dig,25.4. 1.
V"
Cf. THOMAS, Y,," Rome, peres citoyens et cit des peres (Ile siecle avanti H,-lIe siecle apres J,-C)'; in BURGIERE, A" et alii (editores) Histaire de Ia famille, Paris, 1986, vol. 1, p. 255,
SENECA,
atque inmansuetum
bouem occidimus et
droit paternel';
1986,
morbidis pecoribus, ne gregem polluant, ferrum demittimus; portentosos fetus extinguimus, liberas quoque, si debiles monstrosique editi sunt, mergimus; nec ira sed ratio est a sanis inutilia secernere':
62
PRIMERA PARTE: Jus Exponendi
Fabin
Ludueia
Romandini
la
comunidad
de los espectros.
Antropotecnia
63
que, de producirse,
de aI
econmico-biolgico
se transforma en el verdadero blanco de Ias tcnicas de vigilancia zoopoltica de Ia ciudad romana: La mujer debe dar a luz en Ia casa de una matrona respetable que yo fel pretor] elegir. [... ] La habitacin donde Ia mujer debe dar a luz debe tener s10una entrada. Si existen ms, debern ser selladas en cada lado. Tres hombres libres y tres mujeres libres con dos acompanantes deben vigilar frente a Ia puerta de esta habitacin. Cada vez que Ia mujer entra en Ia habitacin o Ia deja para tomar un bano, Ias observadores pueden inspeccionarla primero, si asi 10desean, y pueden escrutar a quien sea que entre. Cuando Ia mujer comienza el trabajo de parto, debe notificar a todas Ias partes interesadas o a sus representantes, para que puedan enviar gente para presenciar el nacimiento. Hasta cinco mujeres libres pueden ser enviadas as C01110 dos parteras, de modo tal que no haya ms de diez mujeres libres en total y no ms de seis esclavas. Cualquiera de estas mujeres que entre en Ia habitacin debe ser examinada para asegurarse de que no est embarazada. "Deben haber por 10 menos tres luces eu Ia habitacin". Ya que Ia oscuridad es mejor para Ia sustitucin de un nino.70 (. Como 10 muestran Ios anlisis de Yan Thomas sobre el cuerpo matemo, Ia mujer encinta se ha11a escindida por una ficcin jurdica qle hace de elIa una especie de ser doble: su cuerpo propiamente sujeto de Ia policia dellinaje paterno. dicho y el vientre o matriz como
hombre Iibre, una vez expuesto, se transformase en un esclavo. i,Poda entonces, quien asi haba sido criado, recuperar alguna vez su estatuto de hombre Iibre si descubria en el futuro Ia verdad de su origen? Esta situacin se hallaba ampliamente extendida en el Imperio, y es objeto de una carta de parte de Plinio el joven dirigida a Trajano,linquirindole cmo proceder ante estas eventualidades en Bitinia, donde aI se Emperador presentaron sobre varios casos anlogos.71 La respuesta de Trajano resulta sumamente elocuente: EI problema concerniente a Ias ninas que fueron expuestos por sus padres y poso teriormente criados por otros, y educados en estado de esclavitud aunque hayan nacido libres, se ha examinado frecuentemente [... ] Soy de Ia opinin de que Ias reclamos de aquellos que hacen valer su derecho a Ia libertad s08re estas bases debera serles otorgado sin obligarles a comprar su libertad devolviendo el dinero que ha costado su manutencin.72 Como ha sido senalado por los historiadores, el emperador no pretende aqui constrenir los alcances dei derecho de exposicin sino simplemente trata de limitar Ia posibilidad deI cambio dei status socio-poltico asegurado por el nacimiento. EI emperador Diocleciano, en una ley que iba en Ia misma direccin, habia su status social. establecido que no era licito vender aios hijos cambindoles
Sin embargo, tal11l?oco~q::i se ~~lsca1:Jal?rohi~irL~ ..e.x:po,~icinsil10 s!l1plemente evitar que un nino destinado a ser un h9mbre libre pudiese transformarse en
Epistularum X, 71:" I Magna, domine, et ad totam provinciam pertinens quaestio est de con principum, te exis
destinadas, en muchos de los casos, a introducir modificaciones abruptas en los linajes, transformando el rgimen de Ias herencias o bien buscando en un
dicione et aliments eorum, quos vocant 'threptous: 21n qua ego auditis constitutionibus
quia nihil inveniebam aut proprium aut universale, quod ad Bithynos referretur, consulendum
70
honestissimae
timavi, quid observarivelles; neque putavi posse me in eo, quod auetoritatem tuam posceret, exemplis esse contentum. 3 Recitabatur autem opud me edictum, quod dicebatur divi August, ad Andoniom pertinens; recitatae et epistulae divi Vespasiani ad Lacedaemonios et divi Titi ad eosdem et Achaeos et Domitiani ad Avidium Tigrinum et Armenium Brocchum proconsules, item ad Lacedaemonios; quae ideo tibi non misi, quia et parum emendata et quaedam non certae fidei videbantur, et quia vera et emendata in scriniis tuis esse credebam':
72 PUNIO, Epistularum X, 72:"
triginta, quam pariturom se putat, denuntlet his ad quos ea res pertnet procurotoribusve
mittant, si velnt, qui ventrem custodiant.ln quo conclavi muler parituro erit, ibi ne plures adltus sint quam unus: si erunt, ex utroque parte tabulls proefigantur. Ante ostum eius conclavls liberitres ettres liberae cum binis comltibus eustodiant. Quotienscumque ea mulier in id conclave aliudve quod sive
in balineum ibit, custodes, si volent, id ante prospiciant et eos qui introierint excutant. Custodes, qui ante conclave positi erunt, si volunt, omnes qui conclave aut domum introierint exeutiant. Muliercum parturire incipiat, his ad quos ea res pertinet procurotoribusve eorum denuntiet) ut mittant, quibus proesentibus pariat. Mittantur mulieres liberae dumtaxat quinque, ita ut proeter obstetrces duas in eo conclavi ne plures mulieres liberoe sint quam decem, ancillae quam sexo Hae quae intus futuro erunt excutantur omnes in eo conclavi, ne qua proegnas sit. 'Tria lumina ne minus ibi sint; scilicet quia tenebroe ad subiciendum aptiores sunt':
quibusdam
et in servitute educoti sunt, saepe tmctata est) [. .. } et ideo nec assertionem denegandam En efecto, Ia recuperacin un pago equivalente de 105 expsitos cuando stos eran adultos, poda Ilevarse a 105 costas de manutencin que el padre natural realizaba "Expositum qui
SENECA
1squi ex eius modi causa in libertatem vindicabuntur puto, neque ipsam libi'rtatem redimendam pretio alimentorum': a cabo mediante
agnoverit, solutis olimentis recipiat': Esta ley tambin es mencionada el Viejo, Controversiae 9.3.
64
PRIMERA PARTE:
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Fabin Ludueiia
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jla comunidad de
105
espectros. Antropotecnia
65
esclavo de otro.7J Estos principios jurdicos eran ampliamente desobedecidos emperador Constantino, quien desarmara completamente
en
Segn un topos que no carece de fundamentos en Ia realdad y que se reitera en los escritos dei cristianismo primitivo, Ia exposicin representa, por as decirlo, Ia forma por excelencia dei ejercicio dei poder por parte de los antiguos, y tal sera su grado de expansin que resultara muy posible a cualquier padre que expuso a su hijo o a su hija encontrarse con l o con elIa en un prostbulo ejerciendo Ia prostitucin. Sin embargo, no se trata de un problema de moralidad sino que, por el contrario, los cristianos tenan muy en claro el origen y sentido zoopoItico dei ius
exponendi.
Ia prctica, pero Ia situacin se tornara ms radical con I~ lIegada ai poder deI este aparato jurdico aI proclamar que una vez que un nino ha sido expuesto, el que 10 recoge puede retenerIo en el estado que desee, libre o servil, y que quienes 10 hayan expuesto o vendido en un principio, nada pueden hacer para recuperarlos.74 Desde esta perspectiva, el primer cristianismo profundiz ampliamente Ia zoopoItica antigua impidiendo cualquier retroaccin que, en Ia ficcin jurdica, permitiese recobrar un status perdido. En Ias palabras deI mximo especialista en Ia cuestin, Ia posicin de Constantino "no reconoca Ia patria
potestas,
Esta perspectiva
Mrtir, quien escribe: En 10que a nosotros respecta, para evitar toda injusticia y toda impiedad, hemos aprendido que es criminal (pongrQn) exponer (ektithnai) aIos recin nacidos, en primer lugar porque Ios vemos a casi todos, no solam ente a Ias ninas sino tambin aIos varones, tomar el camino de Ia prostitucin. AI igual que Ios Antiguos, segn 10 que se dice, criaban rebanos de bueyes, de cabras, de cameros y de caballos, asi, en nuestros das, se cran nifos, nicamente para destinarlos ai desenfreno
y, de igual modo, en todas Ias provincias, se mantiene con vistas a estas bajezas,
los derechos de los padres biolgicos, que haban sido supremos en Ias discusiones anteriores sobre el abandono o venta de ninos; sostene como inviolabIe eI derecho de quienes recogen aios ninos, inclusive si su intencin sea utilizarIos como esclavos; y, ai hacerlo, sugiere que los ninos abandonados no retienen ni el estatus natal ni Ia relacin legal con sus padres biolgicos una vez que han sido abandonados"." Esta modificacin dei estatuto legal de los abandonados no cambi en absoluto Ia realdad de Ia exposicin, pero probablemente entre los primeros cristianos se foment Ia necesidad de Ia crianza de expsitos y de evitar su muerte. Sin duda Ia prctica estaba muy extendida dado que alguien como Tertuliano puede decir: Pero cuando vosotros abandonis a vuestros hijos a Ia compasin de 10s ajenos, o los confiis en adopcin a padres mejores, i,olvidis cunta materia y ocasin suministris ai incesto?76
y afeminados (arrgtopoiQn)
preparada para cometer todas Ias infamias [y] sobre Ios cuales, vosotros percibs cnones, impuestos y tasas, cuando, en realidad, habra que extirparlos (ekkpsai) de vuestro imperio (ap tgs humetras
oikoumngs).77
Resulta sumamente perspicaz el testimonio de alguien como Justino, quien interpreta Ia poltica antigua como verdadera cra y seleccin de especimenes humanos, un dispositivo en el que, ~r I otro lado, Ia exposicin desempena un papel decisivo. Dei mismo modo, Taciano, por ejemplo, podr hablar de "rebanos de ninos" (sin duda expuestos) que los paganos criaban para Ia prostitucin, as como usualmente se cran "manadas de caballos para el pasto".78 En este sentido, el cristianismo se erigir como un dispositivo jurdico cuya novedad consistir en oponerse ai tipo de poder eugensico ejercido en Ia ciudad antigua mediante el ius exponendi. Sin embargo, como veremos, el intento cristiano de eliminar Ia exposicin eugensica abrir Ias puertas a una nueva e inaidita "poltica de Ia vida". Como senala Atengoras,
73
lustiniani venditionis
Codicis neque
4.43.1: donationis
"Imperatores titulo
Dloc!etianus, pignoris
. Liberas
a parentibus
neque
neque
alio modo,
ignorantiae accipientis in alium transferri posse manifesti iuris est. * DIOCL, ET MAXIM. AA. ET cc. AURELlAE PAPINIANAE. *<A 294 D. XVI K. DEC. NICOMEDIAE Cc. CONSS.>". 74 CodexTheodosianus puerum alimentis agitare, vel puellam,
sive servum
repetitionis
submovenda
voluntate
DAT.XV KAL. MAl. CONSTANTlNOPOLlBASSDETABLAVIO CONss:' 75 BOSWELL,J., The Kindness Antiquity 76 of Strangers: Chicago, The Abandonment 1998, p. 71. cum infantes pa- rentibus, uestros alienae quanta misericordiae exof Children in We5tem Europe from Late
,
77 JUSTlNOMARTlR, Apologia
TACIANO,
27,1-2.
in adoptioi<nem> quanta
obliuiscimini,
78
Oratio 28.
submJi<nistra>-tur,
Fabin ludueia
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10
sino que, en cambio, establece que, a partir de ese momento, "todos los ninos abandonados SOn libres,no slo los libres de nacimiento y reducidos luego a Ia condicin servil por quienes los han hallado. Ningn expsito puede ser criado en ninguna forma de servidumbre"." Justiniano introduce entOnces una modificacin sobre Ia antigua costumbre de trocar el estatus social de los recin nacidos mediante Ia exposicin, pero de ningn modo elimina Ia prctica expositiva misma, Ia cual sobrevivir larga-
ser viviente (zQon) y objeto, por ende, de Ia providencia de Dias matar iuego aI que ya ha avanzado en Ia vida (eis ton bion); no exponer por creer que exponer a Ias hijos (tQn ektithntrln)
nontQn), y quitar Ia vida a Ia que ha sido ya criado. J9
ia uacido,
EI cristianismo introducir una nueva relacin entre el poder sobre Ia vida y Ia muerte cuyos contornos escrutaremos ms adelante, dada Ia verclacl~t:~~~~;I~cin que aquella provocar eu Ias antropotecnologlas deI ~~der en Oc~i~~-~t~. Sin embargo, el ataque frontal que ios ~pologistas dir{gen contr~l~cfuml~~ vertebral de Ia antropotecnologla exposicinprohibida por Ias emperadores eugensica antigua -cuya piedra basal era Ia modificada. no debe hacemos creer que Ia exposicin fue jurisdiccionalmente cristianos aun si fue sustancialmente
mente como una compleja herencia deI antiguo c;der de exposicin dentro deI mundo cristiano.B2 En este sentido, Ias declamationes como gnero retrico-judicial nos ofrecen casos de escuela sumamente iluminadores sobre Ias fom1as y Ias posibilidades que revestIa Ia exposicin en elmundo romano. AsI, por ejemplo, se desan'olla el caso de un padre que expuso a su hijo pero luego 10 recuper pagando, como era usual, los gastos de su crianza. Sin embargo, entretanto, el expsito se habla transformado el padre natural reclamaba para s.'3 En otra ocasin, se presenta el caso de un marido que ordena a su esposa que exponga a su hijo dado que l ha de partir hacia tierras lejanas. En este viaje, el marido muere en el extranjero y su esposa se transforma en su heredera. Posteriormente, se presenta un joven que coincide en edad COnel tiempo transcurrido desde Ia exposicin, diciendo que es su hijo. El proceso no habia an terminado cuando el joven se transform en un hroe de guerra y pidi en casamiento a Ia mujer que supuestamente era su madre. La compleja estrategia jurdica Ilevada aquI adelante consistIa en tender una habilidosa trampa a Ia heredera ya entrada en anos, dado que el joven hroe daba por descontado que, siendo una mujer en hroe, en virtud de
10
En este sentido, es muy instructivo referirse a Ia ley promulgada por Justiniano en el ano 529: Queremos que nadie pueda reclamar como propio, bajo el ttulo de senodo, condicin de adscripto o colono, a un nino expuesto, tanto si sus padres son libres o libertos como si estn marcados por Ia condicin servil. Y a Ias que para criarias Ias tomasen a su cargo, no les concedemos en absoluto, sin distincin alguna, licenciapara que se Ias apropien sino que, no establecindose diferencia alguna, sean considerados como libres e ingenuos Ias que por tales personas han sido educados, alimentados o desarrollados y adquieran para si, y transmitan a sus propios herederos o a otros
10
cual su padre adoptivo habla recibido una recompensa monetaria que entonces
observar estas disposiciones no slo Ias gobemadores de provincias sino tambin Ias religiosisimos obispos.80 Si bien Boswell piensa que es "extremadamente que esta legislacin improbable" que esta ley se
supedido
pusiese alguna vez en prctica o que tuviese el efecto deseado, es tambin cierto no prohlbe de ningn modo Ia prctica de Ia exposicin
BOSWELl,j"
pro christianis 35 (trad. Ruiz Bueno). lustinianus. Nemini licere vo/umus, sive ab ingenuis genitoribus sive adscripticiae sive colanariae conditionis:
82 Los testimonios a Ia muerte, dado que no era habitual el "rescate" de 105 expsitos. cristiano apologistas en contra de
1.4.24:"/mperator
puer parvulus procreatus sive a libertina progenie sive servili conditione maculatus expositus sit, eum puerum in suum dominium vindicare sive nominedominii sed neque his, qui eos nutriendos sustulerunt, licentiam concedi penitus (cum quadam distinctione) eos tollere: sed nu/Ia discrimine habito hi, qui ab huiusmodi hominibus educoti vel nutriti vel aucti sunt, liberi et ingenui appareant et sibi adquirant et in posteritatem suam vel extraneos heredes
83
principal
dei matrimonio
Ia crianza
de los hijos. Cf. JUSTINO,Apologia 29.1. Sin embargo, en el mundo antiguo, aun dentro dei matrimonio y
en absoluto
extra-matrimoniales.
omnia quae habuerint, quo modo voluerint, transmittant. Haec observantibus non soium praesidibus provinciarum, sed etiam viris religiosissimis episcopis. * IUST. A. DEMOSTHENI PP. * <A S29 D. XV K. OCT. CHALCEDONE DECIO vc. CONS.>':
QUINTILlANO,Declamationes
habere,
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casos, como madre o como esposa, Ia herencia sera para el hroe a menos que se desarrol1e, como 10 pretende Quintiliano, una slida defensa de Ia posicin de Ia heredera.R4 Otro caso de escuela plantea que un hombre en su lecho de muerte le dice a su hijo que le revelar quines son sus verdaderos padres si ste jura casarse entonces con quien sera su hermanastra. EI muchacho presta eljuramento pero luego no 10 cumple por querer casarse con otra hurfana pobre.R5 En una declamacin de Sneca el Viejo se trata eI caso de un hombre que recoga expsitos para luego mutilarlos y obligarlos a mendigar y quitarles parte de Ias ganancias. Clodio TUlTino es uno de Ios pocos que se atreven a defender con slidos argumentos aI mutilador -sin duda Ia posicin ms difcil-, y 10hace en Ios siguientes trminos: Son muchos 10spadres que suelen abandonar a hijos con defectos. Los hay que ya nacen con deformaciones en alguna parte dei cuerpo, dbiles y privados de toda esperanza y, ms que abandonarlos, sus padres se deshacen de ellos. Tambin quien echa de su casa aIos esclavos que han nacido bajo un mal presagio o que son fisicamente dbiles. Este hombre recogi algunos de stos y, con su propia mano, les mutil aquellos miembros que, en cada caso, podan despertar mayor compasin. Piden limosna, deben su vida a Ia compasin de una sola persona y su sustento a Ia de todos. 'Pero es espantoso tener mendigos, ser alimentado por mendigos, vivir entre lisiados'. i,Cmo? i,Y a vosotros no os da vergenza ir a buscara un acusado entre ese tipo de gentes, para imputarle un delito de danos aI Estado?'6
primordial de Ia exposicin
es
para el tribunal deba resultar plausible, y para ello trae a colacin Ia frecuencia de Ia exposicin as como su indubitable carcter de seleccin de Ios vstagos segn criterios biolgico-econmicos. Esta misma tesitura puede verificarse en un discurso de Cremes a su esposa Sstrata en una comedia de Terencio donde eI marido Ie reprocha a su mujer eI hecho de no haber realizado una correcta exposicin de su hija: T has cometido muchas faltas en esta cuestin. En primer lugar, si hubieses tenido Ia intencin de ejecutar mis rdenes, habra que haberla suprimido [a Ia nina] y no simular su muerte con palabras, para darle, por otro lado, oportunidades de vivir [... ] En efecto, tu hija [... ] ha sido destinada por ti a volverse prostituta o a ser vendida pblicamente." Cremes expresa aqu con toda contundencia eI argumento, probablemente
f'"
expandido en eI mundo romano, de que Ia muerte era un mejor destino que entregarse a Ia prostitucin o ser vendido como esclavo. De igual modo, Plauto escribe una comedia entera basada sobre un argumento de exposicin, Ia eisteilaria, un ttulo que deriva deI sustantivo eistella que hace alusin a Ia cestilla que se utilizaba para exponer aIos recin nacidos. En dicha comedia, un mercader de Lemnos viola a una doncella en Ia calle dejando embarazada a su vctima, Ia cual, aI cabo de diez meses lunares pari una nina que ella misma entreg a un esclavo para que Ia "exponga a Ia muerte"."" Asimismo, Ovidio, relatando Ia metamorfosis de lfis en Ia antigua Creta, recuerda Ias palabras que su padre Ligdo habia dirigido a su esposa Teletusa que, a Ia sazn, se hallaba embarazada: ,(
84
QUINTILlANO, Oeclamationes
306:
'7
expositus est puer. maritus peregre uxore herede decessit. post tempus quidam adulescens, cuius aetas cum expositionis tempore congruebat, coepit dicere se filium et bana sibi vindicare. inter moras iudicii bello idem adulescens fortiter fecit. petit praemio nuptias eius, quam matrem dicebat, manente priore iudicio. CO.".
85 QUINTlLIANO,Oeclamationes 376:
Dos son Ias cosa que yo deseo: que te aligeres con el ms pequeno dolor y que des a luz un varn. Ms oneroso es el otro sexo [Ia otra altemativa) y Ia fortuna niega
"Quidem moriens adulescenti, quem pro filio educaverat, indicaturum a mendicis ali, inter debiles versa ri. Age, non pudet vos ex hoc producere contubernio reum <a> quo dicatis/aesam
87
se veros parentes pollicitus est, si iurasset se filiam, quam relinquebat, ducturum uxorem. iuravit adulescens. ille decessit. post mortem educatoris a naturali patre receptus, quia non vult orbam divitem ducere uxorem, abdicatur:' Otro complejo caso puede verse en Ia declamatio 338 dei mismo autor: "Lis de filio expositoris et repudiatae':
86 SENECA el
TERENCIO, HeautontimorumenoslV,
si
Viejo, Controversiae 10.4. 16 (seguimos aqu Ia traduccin de Lajara, lvarez y Permanyer, 2005):" Turrinus Clodius hoc colore usus est: multas patres exponere solitos inuti/es partus. Nascuntur,
88
Imeum /Imperium uoluisses, interemptam Non simulare mortem re ipsa spem vitae dare; [. exsequi .. J Nempe anui illi prodita abs oportuit, te filia est/ planissume / Per te uel uerbis, uti quaestum faceret uel uti uenerit palam".
PlAUTO, Cistel/aria
inquit, quidam statim aliqua corporis parte mulcati, infirmi et in nullam spem idonei, quos parentes sui proiciunt magis quam exponunt; aliqui etiam vernu/as automine infausto editos aut corpore invalidas abiciunt. Ex his aliquos hic sustulit, et eas partes quae euique possent miserabiliores esse manu sua abstulit: stipem rogant et unius misericordia vivunt, omnium aluntur. At re; fonda est mendicos habere,
162-166:"illa quam compresserat / deeumo post mense exacto hic peperit filiam. /
quoniam reum eiius facti nescit qui siet, / paternum seruom sui participat consi/i, / dat eam puel/am ei seruo exponendam ad necem':
70
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Ias fuerzas; de este modo, si por casualidad, algo que yo abomino, !legas a dar a luz unahembra en tu parto -te doy esta misin a mi pesar; perdname, afeccin paterna!-, que se le d muerte.'9 No slo el mundo de los antiguos dioses conoca amplios casos de exposicin, sino que Ia ciudad misma de Roma deba su fundacin a una de expsitos, "";;"'''''-,,..". pareja !.... ., ........... ~..".. ,_._"._~ R~~1l10 yRemo, segn unmitologema primordial que hace de Ia soberana una esf~ra co-ori,ginariade Ia exposicin.90 .. En~f~~to, ~~t~exposicin se hal1a intimamente ligada con Ias fiestas l1~nadas Lupercalia que se celebraban en Roma el 15 de febrero en honor deI fauno Luperco, que tena su sanhtario en Ia gruta Lupercal enclavada en el monte Palatino y donde fueron amamantados Rmulo y Remo luego de su abandono. Sin duda,
puede todava verse en una poca tarda, aI momento\e Ia muerte de Calgula cuando, dice Suetonio, hasta los reyes brbaros se conmovieron quitndose sus barbas y haciendo rapar Ias cabezas de sus mujeres. En Roma, por su parte, El dia en que muri [Calgula] los templos fueron apedreados y se tiraron abajo los altares de los dioses, mientras que algunos arrojaron a Ia calle a sus lares y expusieron a sus recin nacidos:' Por otro lado, eu ando algunos filsofos antiguos asumen una posicin contraria aI abandono, 10 hacen con un vocabulario propio de Ia zoopoltica que estamos analizando. As, por ejemplo, cuando Epicteto intenta defender Ia crianza de nifos sostiene: Pero Ia oveja no abandona a su cra, ni e) lobo, i,y va a abandonaria (apolefpei) el hombre? i,Qu pretendes, que seamos simples como ovejas (prbata)? Ni ellas Ias abandonan. i,Que seamos feroces como los lobos (lkous)? Tampoco ellos Ias abandonan. jVamos! i,Quin va a hacerte caso cuando vea llorando a su hijo que ha cado en el suelo? A ml me parece que tu padre y tu madre no te habran abandonado ni aunque hubieran sabido por un adivino que ibas a decir esto:' De igual modo, cuando otro filsofo contemporneo argumentacin suyo, Musonio Rufo, los ruisefores, Ias
es decisivo que en estas fiestas se borrase Ia distincin entre el hombre y elanimal se honrase ai lobo: "n eida dias Lupercalia, Ia humanitas y la~ leges de Ia ciudad se borraban deI ante de 10 siluestre y 10 agreste":' mtico-ritual Si bien el origen de estas fiestas ha sido rastreado hasta un Miinnerbund primitivo92
-una teoria cuyos alcances no podemos analizar aqu-, es importante para nuestro estudio subrayar que en eIsrigen dei mito soberano de Ron~a queda establecid.o .un nexo indisociable entre Ia exposiciIl como ingreso en Ia esfer~ de 10.sal:-::ajJ': y Ia posterior constitucin de Ia soberana a partir de I~ animalidad originaria de Ia Luperca que acta como salvadora y nutricia de los gemelos de Marte. Desde esta perspectiva, toda Ia mito-poltica de Occidente tiene su origen en a Ia un archi-relato de exposicin como dispositivo zoopoltico fundacional, donde Ia vida animal es el objeto de todo poder soberano no ya por pertenecer esfera de Ia sacra tio sino, aI contrario, por hallarse ntimamente expositio originaria. ligada a una
se plantee el problema de si debe criarse un hijo aI nacer'" se impondr una basada en Ia conducta de Ias golondrinas, alondras y los mirlos. Y asimismo Hierocles reconocer que una de Ias razones de Ia exposicin encuentra su fundamento en criterios econmicos de regulacin
'ele los ingresos.97
Un resto de esta mitologa arcaica sobrevive en Ia ciudad de Roma durante su historia madura: as Festo puede advertir que el vocablo Lactaria hace referencia
89
OVIDID, Metamorfosis IX, 675-679: "Quae voveam, duo sunt: minimo ut relevere dolore, 1 utque marem parias. 1 onerasior altera sors est, 1 et vires fortuna negat. quod abominar, ergo 1 edita forte tua fuerit si femina partu, invitus mando; pietas, ignosce- necetur':
93
FESTUS, De verborum significatu, s. v.laetaria:"Lactaria columna in foro olitorio dieta, quod ibi infantes lacte aleados deferebanf: sUETONIO,Caligula
-I
94
5:"Tamen longe maiora etfirmiora de eo iudicia in morte ae post mortem extiterunt. familiares in quibusque
90
(f.
PlUTARCO,Romulus
111; TITO-LIVIO,
Ab urbe condita I,
4;
ESTRABON, Geographica
5.3.2.
und en
Quo defunetus est die, lapidata sunt templa, subuersae deum arae, Lares a quibusdam publicum abieeti, partus coniugum expositi. Quin et barbaros ferunt, quibus intestinum
91
KERtNYI, K./,Wolf
Mlanges JulesMarauzeau, 1948, pp. 309-317 (republlcado Niobe. Neue Studien ber Antike Religion und Humanitiit, Zurich, 1949, pp. 136-147).
am Fest der Lupercalia';
aduersus nos bellum esset, uelut in domestico communique maerore consensisse ad indutias; regulos quosdam barbam posuisse et uxorum capita rasisse ad indicium maximi luetus; regum etiam regem et exercitatione uenandi et conuietu megistanum abstinuisse, quod apud Parthos iusti[ti] instar est':
95 EPICTETO, Discursos I, 23,
92
BURKERT,w',
altgrieehischer
secreta"
1972,
por
10
7-10 (traduccin
de Ortiz Garca).
menos, de AlfOlDI, A., Die trajanisehen Urahnen der Romer(Studia historica - 724, Rektoratsprogramm der Universitiit Basel frdasJahr 1956), Roma, 1979 (Basel, 1957'), p. 24.
96 97
Wachsmuth-Hense)
4.24.14. Sobre este punto, cf. BOSWElL, J., op. cit., p. 87.
72
Exponendi
Fabin Ludueiia
Romandini
73
plantean Ia necesidad, no de prohibir Ia exposicin sino ms bien de elegir no utilizaria, el razonamiento aI que se recurre siempre est anelado sobre Ia necesidad de definir una taxonoma ms o menos implcita en Ia que debe ubicarse aI hombre entre los otros animales y definir el gesto antropotecnolgico que podra permitirle establecer su loeus ms propio para fundar el mundo poltico. No es sino utilizando el mismo paradigma de pensamiento que Favorino sostendr, ante una mujer partidaria de sus doctrinas que acababa de dar a luz, Ia necesidad de amamantar a los ninas directamente sinrecurrir a nodrizas, ya que el alimento hace a Ia naturaleza misma de Ia criatura que debe desalTollarse: "Quae, malum, igitur ratio est nobilitatem istam nati modr; hominis eorpusque et animum bene ingeniatis primordiis inehoatum insitiuo degenerique alimento laetis alieni eorrumpere?" Y, a continuacin, se pregunta Favorino. defiende el argumento segn el cual el amor que un bijo
10s ricos tambin exponen a sus hijos,99 y en cada nacimiento se produce una eleccin de admisin deI recin nacido en el mundo humano. Por otra parte, Ia expositio debe entenderse como un dispositivo antropotecr.olgico fundacional mediante el cual el hombre no slo decide sobre Ia muerte sino tambin sobre Ia vida de los recin nacidos. La exposiciJ'1-.noimplica ni busca siempre Ia muerte: sus propsitos eugensicos pueden ir, ciertamente, en busca de Ia muerte de pero tambin puede algunos para Ia mejora de los individuos supervivientes,
perseguir otros fines como, Ias alteraciones de lajerarqua social o Ia produccin de fuerza de trabajo eselava. En este sentido, el ms genial historiador de esta tradicin, John Boswell, emprendi su trabajo bajo el ngulo deI sentimiento de Ia "misericordia" que lIevaba a otros a recoger expsitos.'oo Sin embargo, el concepto, ciertamente presente en los textos, no da cuenta de Ias estrategias de funcionamiento ni de los objetivos polticos deI ius exponendi que, si bien se concentra y toma su forma institucional ms acabada en el derecho, supone un verdadero ge~t9 ..~ntropotecnolgico fundacional por medio deI cual el h0rn.?~.~ toma a su cargo su propia animalidad para colocaria en el centro misplO de_~a PqJi~x_bacer de ella una sustancia politizable. La expositio designa, entonces, Ia tecnologa de poder por medio de Ia cual Occidente toma a su cargo el destino de su propio sustrato biolgico. Esta herencia ser, como veremos, determinante para el pensamiento poltico clsico.
siente por su madre tiene una naturaleza biolgica, como OCUlTecon todas Ias dems especies, a punto tal qu~ el amor que puede construirse en el mundo social, no es sino una doxa que no tiene ningn poder genuino de ligamen: Por su parte, el nio muestra su afecto, su amor, su ternura bacia aquella que pena que si
10
piedad colocados por Ia naturaleza; y cualquier nio educado de esta manera si parece todava amar a su padre y a su madre, no se trata de un amor natural sino civil, fundado en Ia opinin.9R .Es decir, todo amor filial no es sino un producto de Ia naturaleza animal deI bombre y, como tal, el vnculo social es pensado como necesariamente concepcin etolgico-poltica inferior y
--VI-Es tiempo de volver a nuestro punto de partida y considerar nuevamente los textos de Platn y Aristteles. En efecto, si tomamos el caso deI primer filsofo, podemos constatar que Ia zoopoltica que se halla en el origen de Ia polis griega encuentra su exacto reflejo en elJrograma La Repblica Uh programaantropotecnolgico utpico sino ms de bien como una que no debe analizarse como enullciacin paradigmtica de una tecnologa gubemamental, de un programa de accin que recoge, en su estructuracin, los elementos de una poltica eugensica que no slo se hallaba ya presente en Ias ciudades antiguas sino que adems,
f . Este hecho es claramente le Haut-Empire 100 No obstante, mostrado ya con total acuidad pOrVEYNE, P., "la famille et I'amour sous pp. 46-47. que esta Roman", in Annales, 1978, vaI. 33, nOl, pp. 35-63, especialmente este gran historiador parece percibir el problema
artificial. EI argumento en favor de Ia politicidad esencial de Ia naturaleza y una deI hombre como ser que gobierna con ellogos su propia animalidad y Ia domestica, es Ia concepcin que Ia polis elsica y el mundo romano han legado aI destino poltico de Occidente. En este sentido, el paradigma deI ius exponendi no puede resolverse, como muchas veces se ha intentado, simplemente mediante estudios socio-demogrficoso De hecho, Ias exposiciones no slo son realizadas por razones de pobreza;
98
AUlIO
GElIO,
Noctes Atticae 12.1. 23: "Ipslus quoque infantis adfectio anlml, amorls, consuetudlnis In
99
ea sola, unde alitur, occupatur et prolnde, ut In exposltis usu enlt, matris, quae genult, neque sensum ul/um neque deslderlum caplt. Ac propterea ob/ltteratls et abollt/s natlvae pletatis elementis, qulcquld ita educatlliberi amare patrem atque matrem vldentur, magnam fere partem non naturalls il/e amor est, sed civi/ls et oplnabills".
de gestin poblacional
prctica conlleva. (f., por ejemplo, su anlisis de Ia legislacin de (onstantino en BOSWELL, J., The Klndness ..., op. cit., pp. 72-73.
referente ai problema,
74
Exponendi
Fabin Luduefia
Romandini
I La comunidad
75
'<~
aI darles una forma articulada, los elevar ai rango de un verdadero legado aI pensamiento poltico de Occidente. As, sostiene Platn, aIos mejores hombres hay que otorgarles "plena libeliad para acostarse con Ias mujeres, para que, aI mismo tiempo, sirva de pretexto para que de ellos se procree Ia mayor cantidad posible de ninos" (pleistoi tn piadn ek tn toioutn speirntai).'o, Dei conjunto de estos ninos, Platn sugiere realizar una oportuna seleccin:
aban-
donados por Platn, quien en Las Leyes sostiene todavia que los "procedimientos" para estos fines son mltiples, a saber, "restricciones en el nmero de nacimientos para aquellos cuya prole sea abundante, o aI contrario, caben tambin ciertos cuidados (epimleiai) y esfuerzos (spoudai) con vistas ai aumento de Ia natalidad (plthous gennmtn)".106 En cualquier caso, y aun suponiendo que el paradigma gubernamental platnico slo supusiese una exposicin colectiva destinada ai control estatal dei
En Ia que hace aios hijos de Ias mejores (tn agathn), creo, sern llevado~ a una guardera (skon) junto a institutrices (trophous) que habitarn en aiguna p6rte dei pas separadamente dei resto (chris oikousas en tini merei ts poles). En cuanto a ias de ias peores (tn cheironn), y a cualquiera de ios otros que nazca defectuoso (anapron), sern escondidos (katakrupsousin) en un iugar no mencionado (aporrti) ni manifiesto (adli), como corresponde.,o2 Consecuente con este principio, Platn deflende el amamantamiento colec-
cuerpo biolgico de Ia ciudad sin que se exponga a Ia muerte aIos vstagos defectuosos (los cuaIes seran, entonces, solamente separados dei resto de Ia poblacin biolgicamente aventajada), no obstante, el filsofo conoca y aprobaba Ia prctica real de Ia exposicin en Ias ciudades atenienses. Esto queda ampliamente sugerido por Platn en un pasaje dei Teeteto cuando Scrates realiza un paralelismo entre Ia conservacin de un recin nacido: de un nuevo argumento y el "Ievantamiento"
tivo de los ninos sin que Ias madres sepan cul es su propio hijo. Ahora bien, L,est sugiriendo Platn en este pasaje que "Ios peores" deben ser expuestos a Ia muerte sin ms, en cuyo caso, el verbo "esconder" (katakrupt) sera slo aqui
10)
Pero, despus dei parto (tokon) [dei argumento]es precis hacer ahora, con toda verdad (alths), en torno suyo, ia anfidroma (amphidroma), corriendo en circulas alrededor de nuestro argumento (en kukli perithrkteon ti logi) -procurando asegurarnos si merece que se 10 c1'e(trophs) o si no es ms que algo vaco (anemiaion) y falso (psedos)-. 60 bien crees, acaso, que es preciso criar (trophein) a tu hijo y no exponerlo (m apotithenai)?'Ol Los esfuerzos de algunos intrpretes por considerar metafricamente pasaje no parece fructfero, dado que eimismo se inscribe perfectamente
10
pero,
como ha sido senalado por John Boswell, eI detalle carece de importancia en ia medida en que, desde cierto punto de vista, todos los recin ~acidos en el Estado propuesto por Platn deben ser expuestos, esto es, abandonados deI Estado que se transforma en su criador y tutor cuasi perpetuo. En efecto, el programa de Platn consiste en que "nadie pueda reconocer (mdeis pote to gegenmenon autn a Ia posesin
este en ia
idiai gnsoito)'04 dado que el Estado estara encargado de "organizar en secreto (tn gamn),,'05 para separar Ia buena descendencia
concepcin zoopoltica de Platn, slo que, en este caso, nohace referencia a su programa de accin sino que senala una prctica suficientemente extendida en Ia Atenas de su tiempo como para que este pasaje resulte efectivo. As, como todo griego, Platn no slo no rechaza Ia exposiciil sino que adems Ia considera una prctica corriente y aceptable. Desde esta perspectiva debe entenderse tambin Ia poltica aristotlica, Ia
(traduccin
principio de que los cuerpos (t smata) de los ciudadanos que educa renan Ias mejores condiciones".'o~ Dicho an de un modo ms claro: "el legislador
1926-9,
on the exposure
of Infants
11,
of50uth
Africa, vaI.
Cape Town,
107
108
PLAToN,Teeteto 160c-161a.
ARISTOTELES, Poltico 1334b, 30-31.
76
Fabin
PRIMERA PARTE:
Luduena
Romandlni
lus Exponendi
I La comundad
77
',',~
deber cuidar de que los cuerpos de los ninos que nacen sean conformes a su voluntad" (hopos t somata tn gennomnon bolesin).
'09
hasta el
punto que hoy asistimos, por asi decido, a una era en Ia cual Ia antropotecnia pone en juego su propio estatuto de Ia manera ms dramtica desde que Ia ciencias mdicas se han dado como objetivo Ia proliferacin y Ia extensin de Ia vida humana. La filosofia de Peter Singer resulta, en este sentido, sintomtica de un conjunto problemtico vastisimo en el que intervienen un sinnmero de pensadores, discursos jurdicos e instituciones, ya que en trabajos sucesivos este autor ha puesto en evidencia, apesar de sus propias intenciones, el "malestar" de una poca que pretende concebir Ia vida bajo Ia forma de un cuerpo eternamente saludable pero que, aI mismo tiempo y por Ia misma razn, no puede evitar que resurja, inquietante, Ia matriz jurdica de Ia exposicin originaria como mtodo de "seleccin" de Ia entrada de Ia progenie dei Homo sapiens en el mundo humano. En cierto momento, Singer toma un caso de anlisis -ya presentado, por primera vez, por Fred Frohock-'12 aI que dio lugar eI nacimiento tada de epidenuolisis bullosa, una enfenuedad de Stephanie
convistas a Ia obtencin de los mejores vstagos biolgicos de Ia especie. Dicha poltica de regulacin eugensica slo puede realizarse sobre Ia tela de fondo deI ius exponendi: En cuanto a Ia exposicin (apothseos) o crianza (trophs) de los ninos, debe ordenarse que no se cre a ninguno defectuoso (esto nmos medem peperomnon trphein), pero que no se exponga(meden apotthesthail
<:
los muchos hijos, en el caso de que Ia disposicin de Ias costumbres (he txis tn ethn) prohba rebasar cierto limite; Ia procreacin (teknopoiias), en efecto, debe iimitarse, pero si algunos tienen hijos por continuar Ias relaciones ms alI deI trmino establecido, deber practicarse el aborto (ten mblosin) antes de que se produzcan en el embrin Ia sensacin (aisthesin) y Ia vida (zon),
"O
Christopher, quien vino aI mundo con slo treinta semanas de gestacin y afecque le produda una proIiferacin irreparable de ampollas en Ia pieI externa asi como en Ia boca y el esfago. EI irreversible proceso se desarroll hasta hacer de Ia nina, en slo dos meses, una "vctima ardi ente que se incendiaba cada dia (a burns victim who was burning up every day),,"J y que recibia oxigeno a travs de una mascarilla colocada cerca de su cara (cuya pieI, por el proceso mismo de destruccin producido por Ias ampollas, no podia siquiera ser rozada) aI tiempo que se le sumnistraba morfina para calmar los doIores y naloxona para contraITestar los efectos de ia intoxicacin opicea. En este contexto, Singer se pregunta: ",;,deberamos intentar siempre prolongar Ia vida de un nino por todos los medios posibles, o deberamos permitir que un nino muera puesto que -aun en el caso de que pudiramos mantener10 con vidano podemos asegurarle una calidad de vida aceptable?". Desde luego, Ia respuesta de Singer es enfticamente afirmativa en el sentido de Ia supresin deI neonato. de
pues Ia licitud
(t hosion) o ilicitud (t me diorismnon) de aqul se definir por Ia sensacin y Ia vida.'" Como puede verse, Ia exposicin eugensica de los defotmes es ampliamente recomendada por AristteIes, si bien, en el caso deI control poblacional masivo, prefiere el aborto aI abandono sistemtico. Pero, en cualquier caso, una vez ms podemos ver cmo para los antiguos Ia nica civilidad posible slo puede patiir de una tecno-poltica de'la vda que, a I~ vez, asegure I~muerte sele~tiva dels peores vstagos y Ia positividad productiva de Ios mejores.
--VII-Podra creerse que el problema deI ius exponendi concierne exclusivamente, o de preferencia, a Ias sociedades antiguas. Sin embargo, Ia zoopoltica constituida a partir de una matriz eugensica primordial constituye un continuum histrico
.r
Sin embargo, el filsofo no deja de percibir que el problema deI "tratamiento los infantes seriamente ~)Jfermos o discapacitados" una rciedad
109 110
ARISTOTElES, Poltica
112
FROHOCK, F. M., Special (are. Medical 16-21. KUHSE,H. - SINGER,P.,"Should Life. Essays on Ethics, Oxford,
& London,
1986, pp.
Un criterio muy distinto, cabe subrayarlo, dei seguido por Ias juristas dei venter en el caso de Ia polica de Ia matriz estudiada ms arriba. ARISTOTELES, Poltica 1335 b, 19-25.
113
Disabled
Infants
Live?"in
SINGER,P., Unsanetifying
Human
111
78
PRIMERA PARTE:
Romandini
I La comunidad
79
En un primer momento, tomando como punto de apoyo los trabajos de Michel Tooley,
114
Ios intereses de un posible nino que tiene probabilidades feto muere [... ] el mismo tipo de razonamiento
Peter Singer sostiene que se debe proceder a una eliminacin activa de (entendida aqu como un
ncleo ltimo de Ia identidad que pennitira enlazar Ias experiencias pasadas en una unidad ms o menos yoica). Dada su forma de ser de sensibilidad absoluta, un infante seriamente discapacitado slo puede constituir una fuente biolgica de sufrimiento perpetuo. En este punto, piensa Singer, Ia eugenesia pasiva -esperar Ia muertedebera naturalasumir deI infantees slo activa un acto deprecipite cobarda Ia deI !Yjdico, quien ticamente una eugenesia que muJrte deI recin nacido, puesto que su vida, en pala bras de Frohock de Ias cuales Singer se hace eco, "no es una vida digna de ser vivida (worth living)".'15 Sera incorrecto interpretar que Singer. asimila Ia vida desprovista de autoconciencia autoconciencia a una pura de Ia vida animal dado que, aI contrario, este filsofo defiende Ia existencia
que un nino seriamente enfermo o discapacitado haya nacido". En otros trminos: Ia crianza de un hijo defectuoso impide el desarrollo de un hijo potencialmente sano que podra reemplazarlo. En este punto, aparece e[ impensado que atraviesa toda Ia reflexin de Singer dado que el problema que enfrenta desborda con mucho el campo de Ia biotica para transformarse, enteramente, en el problema de una poltica de Ia vida que debe decidir sobre el cuerpo biolgico de Ia sociedad. En Ias modernas salas de maternidad, resurge, con toda su fuerza, el antiguo ltls..e!:Ro.nendi para reclamar, una vez ms, una decisin eugensica sobre Ia procreacin humana que pretende decidir quines deben ingresar en el mundo deI derecho y quines deben ser entregados fectiblemente a Ia muerte. nan Ias exigencias selectivas (con Ia suposicin, empricamente inde-
En este sentido, Ias modernas tecnologas aI servicio de Ia medicina no ateerrnea, de que Ia vida puede ser, en todos los casos, salvada) sino que Ia empuja hacia lmites cada vez ms extremos. Aun as, IOCl~een el mundo anti!:\uoon:esp_o.J)d a una d:~isip soberana de Ia comunidad o de ios padres en tanto que represel;tantes de una politicidad originaria deI demos, ahora recae o bien en Ia decisin de los mdicos (a travs deI consentimiento en Ia de ~o~jueces. No pretendemos, privado pero jurdico de los padres) o bien los dilemas presentados por el
cielios animales aIos cuales coloca en pie de igualdad con el hombre en cuanto a su derecho a Ia vida. I 16 Sin embargo, el ncleo ms original de Ia argumentacin deI utilitarista
Singer no se halla tanto en el problema dela autoconciencia caso, deI animal) sino ms bien en los "intereses" all de los sufrimientos
los padrs sobre Ia vida de sus hijos recin nacidos y, a partir de all, establece el siguiente dilema: (,querrn los padres tener un nuevo hijo ccn los costos financieros, morales y psicolgicos discapacitado? que conllevar Ia crianza de un infante severamente Dicho de otro modo, los padres pueden y deben elegir entre un
en absoluto, solucionar
texto de Singer sino que nuestro objetivo consiste tan slo en tomarIo como indicio de lasupervivencia (Nachleben), en ias tecno-democraciascontemporneas,de un f~n';;a de zoopoltica originaria que no ha cesado de c~~dicion~r, Ias .' ,
-, .
"
hijo postrado y defectuoso y otro sano que querran y, tal vez, ya deseaban tener antes de que el hijo malsano naciese. En sus propias palabras: "deberamos considerar no slo los intereses deI nino que ahora est en el tero, sino tambin
_,.-
decisiones antropotcnicas
transformaciones sobre Ia poltica de Ia vida ;ntroducida~por el cristianismo no harn desaparecer el dilema jurdico-poltico original sobre el que se funda Ia comunidad humana sino que, muy por el contrario,
10
agudizar y se comple-
114 115
ToolEY,M., Abortion and Infanticide, Oxford, 1983. KUHSE, H., - 5INGER, P.,"Should Ali Seriously..:; op. cit., p. 240. Tal vez sea justo recordar que esta expresin encuentra ya su primera formulacin ai menos en BINDING, K.-HoCHE,A., Die Freigabe der Vernichtung lebensunwerten Lebens, leipzig, 1920. Giorgio Agamben, en Homo sacer I, op. cit., pp. 172-181, lIeva adelante un examen dellibro de Binding y Hoche ai que sita en un camino conducente ai exterminio nazi. Ms ali de Ia justeza o inadecuacin dei aniisis de Agamben, creemos que su lectura se halla falsamente orientada por Ia cuestin dei sacert cuando, en realidad, segn nuestra visin, el problema encuentra su punto de apoyo y surgente ms propia en Ia eugenesia dei ius exponendi y no en el derecho penal dei Homo sacer.
Si Ia poltica occidental nace como zoopoltica, sta no es el producto de una sacra tio penal sino, aI contrario, de un principio eugensico que busca regular el cuerpo biolgico de Ia ciudad a travs deI ius exponendi como cifra y figura
116
SINGER, P."Killing humans and killing animais" in Unsanetifying ..., op. cit., pp. 119-120. Y, de un modo ms general, dei mismo autor, ellibroAnimal Liberation, NewYork, 1975.
117
80
PRIMERA
PARTE:
Jus Exponendi
Fabln luduena
Romandlnljla
81
:~*
\~de Ia seleccin poltica de Ios miembros de Ia especie, creando un umbral que \tjlasta ahora no ha podido s~r franqueado j ams.
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118
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de Ias doctrinas eugensicas acerca de Ia produccin de una vida 10 ms extensa posibJe. Las tecnologias de intervencin sobre Ia vida discurran, entonces, por los canales de Ia medicina y de Ia alquimia.' Sin embargo, el florecimiento de una autntica zoopoltica destinada a constituirse como un "poder sobre Ia vida" se dio en el alba de Ia Modernidad, esto es, eu ando en el Renacimiento italiano se produce un redescubrimiento y un nuevo esfuerzo exegtico sobre el corpus de textos legados dei platonismo antiguo. En cierto sentido, Ia historiade~<?opolftica eugensica coinci<:ie con Jahistoria de Ia recepcin y lectura de los tratados derivados de Ia Academia y de sus sucesivos com'ertdores. Enefecto, el mximo neoplatnico dei Renacimiento, e(florentino Ficino (1433-1499), '.Marsiiio
cuidado y Ia prolongacin de Ia vida: el De Vira Triplici (1489). Este texto ha sido un objeto de anlisis privilegiado por parte de los especialistas deI Renacimiento en general y de Ia obra de Ficino en particular, desde que los estudiosos deI Warburg Institute, liderados por D.P, Walker y Frances Yates, llamaron Ia atencin de los historiadores respecto de Ia importancia que revestia el texto de Ficino en Ia con'ecta comprensin dei hermetismo y Ia magia deI Renacimiento,'
118
Como 10 prueban sobrada mente, por ejemplo, Ias accionesjurdicas de "wrongf(l/lfe'~ Cf., Berman v Allen, 404 A. 2d 8, 15 N.J.421 (1979) y el anlisis de RIFKIN, J" TheBiotech Cent(lry. Harnessing the Geneand Remaking the World, NewYork, 1998, pp, 138-139.
PEREIRA,
M., "Un tesoro inestimabile: Elixir e'prolongatio vitae' nel/'aichimia dei '300'; in Micr%g(ls 1 (1993), pp.161-187.
ROMANDINI,
LUDUENA
E, Homo oeconomic(ls.",
82
PRIMERA
PARTE:
lus Exponendi
Fabin Luduea
Romandini
I La comunidad
83
,,,.~'!I:
Sin embargo, Ia consideracin deI texto ficiniano en su aspecto estrictamente zoopolitico no ha merecido Ia atencin de los investigadores, con Ia excepcin de Herv Le Bras, quien sin embargo confunde Ia naturaleza deI problema aI pensar que Ias recomendaciones de Ficino son de carcter individual y no destinadas aI gobierno de Ias ciudades, olvidando que ya Michel Foucault habia mostrado cmo, el gobierno de si y el gobierno de los otros pueden ser Ias dos caras de una misma tecnologia de poder.J Sin embargo, es el propio Ficino quien establece con toda claridad los r.ropsitos politicos de su libro antropotecnolgico. Si alguna duda cabe de esto; puede verse Ia carta dedicatoria de Ia obra, Ia cual est dirigida a Lorenzo el Magnifico, "salvador de Ia Patria (Patriae Servatorem)".' All Ficino explica que en su persoCon ambos ttulos unidos, na confluyen los saberes propios deI "mdico de Ias almas (medicus animorum)" y deI "mdico de los cuerpos (medicus corporum)". bien, cabra preguntarse: Ficino piensa hallarse plenamente habilitado para ser un mdico de Ia vida, Ahora (,de Ia vida de quin? Ficino es muy claro aI respecto desde Ias primeras lineas de su trabajo: "estoy aconsejando a los estudiosos y a los ciudadanos comunes por igual para que sean ms cuidadosos con su vida (sed hactenus dum litteratorum civiumque similium vitae curiosius consulo)". Ya de
\
Probablemente,
comentario que escribi para descifrar los enigmas deI nmero nupcial platnico como figura zoopoltica suprema deI gobierno de Ias ciudades. Hacindose eco deI problema planteado por Platn en Ia Repblica, Ficino moviliza en su De numero Fatali (1496) una impresionante erudicin para clarificar el problema. Nos contentaremos aqui simplemente con senalar que, para Ficino, resolver el
problema dei nmero geomtrico de Platn tenia como objetivo supremo lograr sentar Ias bases de una ciencia poltica aplicada construida sobre Ias bases de una astro-tcnica aritmolgica. Los propsitos eugensicos deI tratado son claramente enunciados: Sin embargo, por el bien de Ia feliz progenie (j'elicis geniturae) Platn ordena que Ias uniones se realicen a partir de buenos padres (ex bonis coniugia) de ambos lados. De acuerdo con eUo, prest atencin ai hecho de que Ias disposiciones (ingenia) de cada padre sean realmente buenas; pero no deberian estar en Ias mismas condiciones de bien ni tampoco absolutamente iguales y semejantes, sino ms bien en
10
necesario para Ia buena estirpe (ad bonam strpem necessarium iudicatur) [.. ,] pero en su repblica Platn requiere que todas estas cosas sean observadas por los magistrados (observanda vero haec magistratibus Plato manda! in re publica sua) cuando los asuntos prticulares son regulados pblicamente (ubi publice singula dispensantur) y cuando muchas prometidas se unen a sus esposos en ceremonias pblicas (ln sacris publicis copulantur)." Enefecto, Ficino denomina oilicium ai acto de copulaein como para acentuar an ms el carcter absolutamente poltico de un acto aparentemente privado. que En efecto, ya con Ficino, se postula, en el alba de los Tiempos Modernos,
suyo que aqui Ficino se refiere aI cuidado de Ia vida biolgica (en su unidad de cuerpo y alma) que permitir Ia posibilidad de desarrollar Ia longevidad. Con su tratado acerca de Ia prolongacin de Ia existencia corporal, Fi,:;ino inaugura par~ ~e Ia vida. Ia Modernidad el t~empo de una verdaderapllitica
En ese sentido, Ia vida para Ficino no es el resultado de los caprich~s~el destino. El hombre debe intervenir t~nicamente sobre su propio cuet:Po p"ara modificar su mortalidad, para aumentar ~us potenci~s orgnicas. Por ello, Ia tan mentada astrolo..~a dei renacimiento es una cien~!ap"olitico=biol~!~a
y Ia
matriz zoopolitica. delas futuras biotecnolog,as, dado que el conocimiento de Ia influencia deI mundo planetario sobre los cuerpos y Ias almas busca dar acceso a una tecnologa de gobiemo de Ias simpatias csmicas que determinanla de un~~ida hum:ana." ,......_-duracin
Ia procreacin no es asunto individual sino que concierne enteramente aIos intereses deI Estado hacerse cargo deI cuerpo zoopoltico de Ia poblacin. Asi Ia fuerza persuasiva deI paradigma rehabilitado por Ficino ha sido enorme durante toda Ia Modernidad y hasta nuestros dias. Ya en su propio tiempo, el mismsimo Girolamo Cardano (1501-1576), un filsofo ciertamente muy avieso, creia que
Paris,
estas antropotecnologias
especialmente
De Vita Triplici, prooemium (Ia mejor edicin Three Books of Life, Arizona, 2002).
FIClNO, M.,
De Vita Triplici 11,1: "Vitam vero longam non soium ab initio semel fato promittunt,
sed
6 FICINO, M., comentario
nostra etiam diligentia praestat. Ouod et astrologi confitentur, ubi de electionibus et imaginibus agunt, et medicorumcura diligens experientiaque confirmat. Oua quidem providentia non solum homines natura validi saepissime, sed etiam valetudinarii vitam longani aliquando consequuntur".
Seguimos
aqu Ia excelente
edicin,
traduccin
84
PRIMERA
PARTE:
Jus Exponendi
Fabin Luduefia
Romandini
85
asentimiento a Ias leyendas que sostenian que haban hombres que podian alcanzar los 400 anos de vida.' Todo esto, lejos de ser analizado como una fantasia legendaria, enfocado de acuerdo con su propsito
]0 decisivo es el camino que elmito
naturali)'9 y pusieron los pies en Ia cabeza. Si son reincidentes, se aumenta Ia punicin que puede Ilegar hasta Ia pena capital. Mas quien permanece virgen hasta 10s veintin anos, o mejor an, hasta los veintisiete, es honrado y celebrado con cnticos durante una ceremonia pblica. Cuando se ejercitan en Ia palestra, segn Ia antigua costumbre espartana, machos y hembras estn todos desnudos para que los maestros, observndolos, puedan saber quin est apto y quin impotente para Ia procreacin (impotente a generare) y qu tipo de constitucin fsica se confia mejor para un cierto tipo de hembra. Y asi, bien lavados, estn listos para el coito cada tres noches. A Ias hembras robustas y bellas se Ias hace acoplar slo con hombres robustos y briosos, y Ias gordas con los magros, y Ias magras con los gordos, para obtener cruzas (incroci) bien equilibradas y fructuosas. [... ] Duermen en dos celdas separadas hasta Ia hora deI coito, cuando Ia maestra va y abre desde afuera Ias puertas de cada uno. Esta hora Ia detem1inan el Astrlogo y el Mdico. [... ] Se dice que Ia pureza deI temperamento, de Ia cual deriva toda virtud, no se puede adquirir con el empeno personal, y que 10shombres malvados por naturaleza se comportan bien por temor de Ia ley de Dios, pero cesando sta, abiertamente o en secreto arruinan aI Estado (mandano in rovina 10 Stato). Por ello todo el esfuerzo principal debe estar en Ia generacin y en mirar los mritos naturales y no Ia dote y Ia falaz nobleza.' , Como senala luego Campanella, Ias mujeres que no pueden concebir ni con uno ni con otro (es necesario probar a Ias hembras con todos los machos necesarios) y, en consecuencia, son declaradas estriles, se Ias pone a comn disposicin para que ellas mismas no se aprovechen de Ia infertilidad para entregarse a Ia lujuria aunque, por supuesto, se les prohibe Ia entrada ai Consejo de ia Generacin y aI Templo. En pasajes de este tipo, liberales y comunistas de los tiempos modernos encontraron su inspiracin revolucionaria. Par supuesto, algunas palies han resultado particularmente intencionados difciles de digerir aun para los acadmicos mejor Finalmente, quiere condenar a muerte aIos homoque celebran Ia libertad de espiritu de CampaneIla.
debe ser
todo poder encuentra siempre su fuerza en Ia leyenda y en el mito. No obstante, senala: enunciar en un lenguaje especfico
,.'~ '. . . o.'' ,- ... .._"
vez ms, estos proyectos no se tratan de formas imaginarias o de fantasias acerca de una sociedad mejor sino que, siempre y en todos 10s casos, nos haIlamos en presencia de un gnero supremo de Ia ciencia poltica por medio dei cual sebusca erigir a Ia reflexin utpica en un laboratorio de experimentacin tecnologas de nuevas de poder que tarde o temprano habrn de aplicarse, en sus lneas
lgicas profundas, en alguna sociedad concreta. En ese sentido, toda utopia es a Ia ciencia de] gobierno 10 que el Panptico de Jeremy Bentham es a Ia sociedad disciplinaria: un paradigma deI ejgcicio deuna,nu~va modalida,d de.pQJer destinada a extenderse a todo~)os resquicios de una comunidad fu!.lJ-ra. Asi, Ia Ciudad de! Sol (I602) de Tommaso CampaneIla (1568-1639) es un caso sobresaliente. tendenciasEs necesario, entonces, analizar un pasaje de esta utopia de festejada por estudiosos y polticos de todas Ias eugensico-antropotecnolgico que planeaba CampaneIla -constantemente apreciar e] tipo de laboratorio
CampaneIla para su ciudad de Ia libertad: No se hace acoplar (accopiare) ninguna hembra con un macho antes de los diecinueve anos. Ni se entrega ai macho a Ia generacin antes de los veintin anos, y ms tambin, si es de constitucin grcil (costituzione gracile).' Antes de esta edad, a algunos les est concedido yacer con mujeres estriles o prenadas, para no verse obligados a descargas ilcitas.' [. .. ] Si se los atrapa cometiendo sodomia, son reprendidos y condenados a llevar por dos das un escarpn atado aI cuello, significando que han invertido Ias leyes naturales (hanno invertito le leggi
sexuales? ~Hay necesidad de eIlo, justamente, en una beIla utopia, donde todo es como debe ser? La ceguera ante el programa poltico que esboza Campanella
SIRAISI, N. G., The C/ock and the Mirror. Girolamo Cardano and Renaissance Medicine, New Jersey, 1997, p. 78. Se refiere a un tipo de estructura fsica y de aspecto derivado de Ia teoria humoral y que se corresponde con Ia complexin blanca. Referencia ai coito homosexual considerado contra naturam por Campaneila.
10
O tambin, en 1637.
por Campaneila
8
9
11
CAMPANElLA, Tommaso, La C/tt dei Sole / C/vitas Solis, edizione complanare dei manuscrito della prima redazione italiana (1602) edell'ultima 1998, pp. 39-48. edizione a stampa (1637), a cura di Tonino Tornitore, Milano,
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Fabin luduefia
PRIMERA PARTE:
Romandini
Ila comunidadde
105 espectros.Antropotecnia
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fus Exponendi
<.1i
ha llevado a una estudiosa tan calificada como Miriam Eliav-Fe1don a pensar que esto es, finalmente, indispensable "para poder conferir a estos proyectos un acento de indudable carcter concreto"." ( Despus de todo, como vemos, hasta los ms escpticos 10 terminan admitiendo: Ia V-topia de Campanella, como Ia de tantsimos otros despus de l, trata de algo concreto aun si l mismo no esperaba ver su proyecto "realizado" punto por punto sino que ms bien 10 conceba como idealregu~a.~o.!'~_cor!!? arquetipo de una cierta concepcin deI poder. En efecto, Campanella 10 dice con toda c1aridad: "Ia generacin es observada religiosamente para el bien pblico, no privado, y es necesario atenerse a Ias decisiones de los oficiales".IJ No podra definirse de un modo ms preciso el programa zoopoltico con el que se abr~Il Modernidad cuyo desidertum ms acariciado, cuyo sueno ms encarnecidamente perseguido seI-, precisamente, de Ia especie. el gobierno antropotcnico deI cuerpo biolgi
Ia narracin de cmo aI hombre se le haba ensenado, a travs deI misterio de Ia Encarnacin, pensamientos; de reproduccin a criar aIos mejores hombres, Ias mejores hazanas, los mejores ensenado a modelar todos sus esfuerzos segn el supremo logro (supreme breeding aehivement), Ia generacin deI Hijo de
Dios?"." Es hora de explorar esta hiptesis que el profesor Allen slo menciona sin profundizar en ella; pero antes es necesario recordar, brevemente, uno de los ltimos avatares de Ia eugenesia platnica. En 1922, Hans Gnther escribi su Rassenkunde des deutsehen Volkes, una obra que ciment Ias bases deI racialismo nazi. En 1927, Gnther redact una segunda parte de su best-seller, esta vez destinado a probar, a escala continental, Ia superioridad racial deI tipo nrdico (nordisehe Rasse) sobre Ias bases de Ias teorias de Gobineau, el Romo europaeus de Lapouge (defendido en Ia obra Les Sleetions rpidamente soeiales), y Ias teoras biolgicas de Francis Galton. Gnther e se constituy en uno de los pilares deI racialismo nazi dentro deI Platon a.ls Riiter des Lebens,
campo filosfico alemn. En este sentido, una de Ias obras ms importantes interesantes de Gnther se titula, sugestivamente,
deI patrimonio gentico de los individuos que componen Ia comunidad animales que se denominan a s mismos hombres.
y es una monografia enteramente dedicada a Ia eugenesia y Ia seleccin racial en Platn. Es necesario subrayar apropiadamente sino, sobre todo y principalmente, el mundo contemporneo: Un sabio genetista y antroplogo debe limitarse ai deseo de que el digno fervor y Ias virtudes educativas de los [Rousseau] de hoy y de manana se pongan de acuerdo con Ia biologia. En sus Biologisehe Grundfagen der Erziehung, Fritz Lenk ha demarcado una lnea de conducta anloga. Hay que dirigir los esfuerzos hacia una fonnacin que se preocupe por Ias diferencias hereditarias y que aporte su contribucin a Ia distincin entre hombres valiosos y no valiosos. Exactamente como el programa de educacin que Platn haba previsto. Instruidos por Ia biologia buscamos, como Platn, una fonnacin que permitir obtener un nmero ms elevado de ninos genticamente superiores en todas Ias clases sociales, y un nmero ms reducido de ninos genticamente inferiores en Ias mismas clases. Es un hecho feliz que un espritu como Platn nos haya precedido; nos estimula en que el propsito deI autor no consiste solamente en realizar un estudio filolgico deI problema eugensico en Platn en extraer de dicho estudio un programa para
Sin embargo, resulta legtimo preguntarse si estos laboratorios zoopolticos constituidos por Ias utopas como Ias de Campanella, son el resultado y el vehculo a travs deI cual el antiguo y oscuro ius exponendi ingresa en 1a lgica de Ia gestin biolgica de Ia poblacin. En efecto, como veremos enseguida, ste parece ser el caso dado que, como senalamos antes, toda era eugensica es
". 'M ",. o_o'~
tambin una era de ascendencia platnica. Pero, aI mismo tiempo, el cristianismo -que, como experiencia'polti~a, ~s Ia formacin socio-histrica que media entre Platn y sus descendientes modernos- opera un cambio fundamental sobre este suelo deI ius exponendi. Esto es algo que ha sido agudamente advertido no precisamente por un estudioso de Ia poltica, sino por un erudito fillogo e intrprete de Ficino cuando, en referencia aI pensamiento deI florentino, puede escribir: "l,Era el propsito divino una especie de eugenesia espiritual y el curso providencial de Ia historia,
12
p. 199, n. 41.1.
13
T., La Ot dei Sole ..., op. cit., p. 48. Segn Ia edicin italiana de 1602: "10 generazione e osservata religiosamente per bene publico, non priva to, ed e bisogno star'al detto dell'afficiali". Y segn Ia edicin latina de 1637: "Generatio autem religiose traetatur in bonum reipublicae et non privatorum, et necesse est magistratibus obedire': 14
AllEN,
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PRIMERA PARTE:
Jus Exponendi
Fabin Luduefia
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nuestra bsqueda de una cultura donde Ia seleccin podr operar una elevacin deI hombre." Similares propsitos pueden hallarse en Ia obra de un allegado de Gnther como era Richard Walther Darr (1895-1953), el eugenista defensor de Ia "Blutund-Boden- Theore".
16
Es de Ia ms alta importancia recordar esta constelacin Peter Sloterdijk declar en una entrevista
11
que "no existe el eugenismo fascista. Lo que hubo fue un exterminio racista". eugenismo no es un dispositivo exclusivamente
En este punto, a pesar de que Sloterdijk tiene toda Ia razn en sefialar que el nazi, se equivoca, sin duda, aI de manera pensar que el nazismo no fue eugenista. Los escritos de Gnther que se apoyan en Platn y tantisimos otros autores dei mismo perodo testimonian, palmaria, acerca de 10 contrario. Sin embargo, los estudios dedicados a este problema adoptan, muchas veces, una perspectiva altamente insuficiente en Ia medida en que su objetivo consiste en mostrar nicamente cmo el nazismo se apropi de Ia historia de Ia filosofa, de Platn a Nietzsche, para reescribirla segn un patrn racista. EI objetivo que perseguimos en este libro est en otra parte:
10
SEGUNDA PARTE
Soberana
y normatividad
importante no
es, quizs, tanto sefialar que el nazismo se apropi dei platonismo (de un modo correcto o espurio)'" ni preguntarse tampoco si el platonismo es esencialmente totalitario. Ms decisivo que todo esto es el hecho de advertir el carcter ori""'''''''''-,
,,"'"
ginariamente antropotcnico de Ia politica cuya matriz zoo-Igica ha marcado, de un modo progresivamente creciente, el devenir civilizacional d~ccld;te con una voluntad tenaz de transfonnar ai animal humano en eso llamamos "hombre" y que hoy, por vias que fueron milenariamente el vliice extremo de su expansirL constitudas, alcanza
\1
(
.>
15
H" P/otan ais Hter des Lebens. P/atans Zucht - und Erziehungsgedanken GNTHER,
deutung fr die Gegenwart,
Puiseaux,
1987, p. 77].
16
DARRf,R.W., Neuadel ausB/utund Baden, Mnchen, 1930. En el mismo ano en que Gnther preparaba su obra sobre Ia raza europea, Darr public su Das Bauerntum ais Lebensquell der Nardischen
Rasse,
17
SLOTERDJJK, Peter, "EI fascismo de izquierda nunca hizo su duelo': entrevista Aires, 18 de enero dei 2006.
18
pertinente.
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90
PR1MERA PARTE:
lus Exponendi .
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und schlagt das Rad aus Lichtgefieder und lflt Musik, klingen [, .. ]
Nelly SACHS
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En los comienzos deI cosmos, en un tiempo tan remoto que ninguna conciencia humana puede abarcar ni comprender, reinaba el Dios, soberano y frreo, que con su ojo avizor desplegaba un control omnipresente Vigilantes (hoi egrggoroi) (tan incontables sobr Ias milicias de los Ese como su potencia creadora).
ejrcito de guerreros y burcratas era necesario para Ia tarea, titnica si Ias hay,
de gobernar el cosmos y, en particular, una raza de animales superiores llamados hombres, cuyo estado civilizacional era tan primitivo entonces que dificilmente hubiese sido posible distinguirlos de otras bestias que poblaban Ia Creacin, Sin embargo, aun asi, Ias hembras humanas resultaron demasiado atractivas para un grupo de esos ngeles feroces que no eran otra cosa que "santos espiritus inmortales" (hgioi kal pnemata zQnta aiQnia) [1 Henoch 15, 4], vale decir, espectros de orden superior, a Ias rdenes deI Rey supremo deI universo: "Vamos, elijamos para nosotros esposas de entre Ias hijas de 10s hombres, y engendremos hijos para nosotros" [1 Henoch 6, 2]. A partir de alli, se produce el primer acto poltico despus de Ia creacin deI
I
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cosmos: un gmpo de los temerarios Vigilantes liderados por el osado Semyaz, decide desobedecer aI Dios soberano ligndose entre si por medio de un juramento tenebroso: "Juremos (omsQmen) un juramento y ligumonos 10s unos a
los otros con una maldicin de que ninguno se retractar de esta decisin hasta que Ia hayamos completado y hecho esta hazana" [1 Henoch 6, 4]. En este sentido, el juramento, en su origen mitico, no es una institucin hu una "consagracin deI viviente a Ia palabra mana que realiza performativamente
I La comunidad
93
a travs de Ia pai abra" , sino que, ai contrario, sel1a el acto poltico original de desobediencia a Ia soberania divina. Todo juramento tiene un ligamen profundo con Ia maldicin como mal-decir porque recuerda el acto de auto-exclusin consciente que los Vigilantes deciden l1evar adelante para romper con Ia jerarquia divina. El juramento es una malediccin originaria de Ia Memra divina. Los ngeles maldicen, con eljuramento, el estatuto soberano dellenguaje y se vueF ven contra l. EI juramento es Ia salida misma deI lenguaj e, no su entrada cornO suele pensarse. Con todo, salir de Ia Memra divina, dei lenguaje taxonmico jerrquico de Dios, implica abandonar Ia luz dei panptico por Ia oscuridad dei castigo y de Ia culpa. La historia humana -no ya slo Ia csmica- ha comenzado, y el juramento sel1a el acto de Ia desobediencia primigenia a Ia Orden lingstica originaria de sumisin. Las hembras humanas fueron entonces poseidas por los doscientos espectros de Ias milicias anglicas que descendieron como una tormenta sobre Ia cima dei monte Henuon, y los hijos de esa unin fueron Ios nefilim, traducidos aI griego como gigantes, Sin embargo, Ia obra de los Vigilantes rebeldes no se limit a engendrar hijos gigantes con Ias hembras humanas, Tambin les revelaron aios humanos una ingente cantidad de secretos: Asael les ensen aIos hombres a hacer espadas de hierra y armas y escudos y petos y cada uno de los instrumentos de Ia guerra, Les mostr los metales de Ia tierra y cmo deban trabajar el oro para moldearlo apropiadamente, y en cuanto a Ia plata, cmo modelarla para realizar brazaletes y ornamentos para Ias mujeres, Y ies mostr todo 10 concerniente ai antimonio y Ia pintura de ios ojos y todo tipo de piedras preciosas y tinturas.2 Adems de Ia metalurgia, Ia guerra y Ia cosmtica, los ngeles ensefaron tambin aios hombres Ias artes de Ia hechicera y Ia astrologa divinatoria [1 Henoch 8, 3]. Es decir, Ia tcnica que haria posible el desarrolIo posterior dei mundo humano era uno de los arcana con los que contaba Ia soberania divina, y sobre los ngeles pesaba Ia prohibicin de no revelar estos autnticos secretos gubemamentales
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esotricos con los que contaba Ia armada anglica para gobernar el cosmos. Sin emb~~go, Ia revelacin de los mist~riost~cnoIgicos a'los hombres slo les trajo su perdicin, dado que los gigantes terminaron por "devorar todo el trabajo de los hijos de los hombres" y luego, estos mismos gigantes -producto de Ia unin entre Ias hembras humanas y 10s espectros anglicos- "comenzaron a asesinar hombres y a devorarlos" [1 Henoch 7, 3]. contra Ia tcnica tiene Ia techn no tiene un origen humano y, una vez
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de~encadenada, slo puede traer desgracias para Ia humani~ad. En este sentido, la,reflexin de Ia filosofa contempornea ai respecto encuentra aqu su locus te?~gico de partida, pero 10 ms significativo es, quiz, el hecho de que Ia tcnica constituye, ante todo, un arte de gobierno (dei cosmos), y su conocimiento compOlia un tipo de poder que, por definicin, el hombre no puede manejar dado que I no 10 ha creado, y sus secretos, en ltima instancia, 10 superan. As, por ejemplo, los desarrollos heideggerianos sobre el Gestell se inscriben eu'una esteIa milenaria de reflexin sobre los orgenes y Ias fonuas de aplicacin dei poder, ai mismo tiempo que, por falta de conciencia respecto de ello, producen tal vez un efecto involuntario de re-mitologizacin de ese mismo poder (sustrayendo as Ia posibilidad de comprender, autnticamente, de Ia tcnica). en qu consiste Ia ontologa
A partir de aqui, el poder soberano intervendr, con sus efectos devastadores, sobre Ia humanidad asediada por los voraces y gigantes asesinos-"carentes de ley"
[J
rritorios bajo su gobierno, Dios procede con probada eficacia: un diluvio arrasa toda Ia tierra, gigantes y hombres, vctimas y victimarios incluidos, y el relato de No explica Ias vicisitudes seguidas por aquellos que lograron sobrevivir a este primer Apocalipsis. Sin embargo, Ias tribulaciones y penas no terminan aIl para Ia humanidad, dado que, si bien en un primer momento el mtodo divino tiene xito, aI eliminar el cuerpo animal de Ios gigantes de Ia faz de Ia tierra sus espritus persisten, puesto que son de origen anglico-espectral y, por 10 tanto, inmortales. De este modo, los e,spectros de IQ~gigal1tes muertos su~bsi~ten en Ia ti erra, siendo Ia verdader(icausa de los males dei mundo: "Ios espritus de los gigantes (pnemata gigntQn) 'desvian', hacen violencia, traen Ia desolacin, y atacan y luchan y se lanzan sobre Ia tien'a 'causando enfermedades' de ellas" [I Henoch 15, 11]. [... ] Estos espiritus se alzan contra los hijos de Ios varones y contra Ias mujeres, puesto que proceden
'(
d~los'saberes
""""!:,,"""~"
1 2
dellinguaggio,
Archeologia
dei giuromento,
1 Henoch 8, 1 (traduccin de Nickelsburg, Minneapolis, 2004). Sobre Ia posible influencia dei mito griego de Prometeo sobre estas pasajes, cf. NICKELSBURG, G.,"Apocalyptic and Myth in 1 fnoch 6-11", inJournal ofBiblical Literoture, 96, 1977, pp. 383-405 YBARTElMUS, R" Heroentum in Israel und seiner
Umwelt,
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y normatividad
Fabin ludueiia
Romandini
95
EI exterminio de Ia Tierra a manos deI diluvio destructor de Dios deja srdidas consecuencias gobierno demonaco para Ia humanidad que, a partir de entonces, queda bajo el de los espectros de los gigantes muertos cuya naturaleza
aI maquillaje
fundamental
aI alterar Ia
apariencia humana natural en beneficio de Ia artijicialidad mundo propio deI ornamento: "pues delinquen (delinquunt) martirizan el cutis con maquillajes,
procede de los burcratas anglicos desobedientes. Visto este cuadro ofrecido por Ia tradicin henquica, no es deextrafiarque el mitologema cristiano ace~ca deI Mesas deba ser consideradosobreesi t~i~ de fondo. En efecto, es de fundamental son, tcnicamente, importancia subrayar que
ojos de negro. En efecto, a ellas les desagrada (displicet) Ia obra de Dios; en ellas mismas reprenden y refutan aI artifice de todas Ias cosas (in ipsis redarguunt et reprehendunt artificem omnium). Acusan pues, eu ando corrigen, cuando afiaden tomando estos aditamentos dei artfice adversario (aduersario artifice), esto es deI diablo (diabo
10)".3
lo~gIgls
divina,
raleza espectral (anglica) con una humana, algo que Ia antropotecnia aspecto. La monstruosidad (en sentido absolutamente
muy cuidadosa de Ia taxonoma de Ias especies, no habia concebido bajo ningn tcnico) que debe enfrentar el
Cada vez con ms acuidad, Tertuliano insiste sobre Ia peligrosidad dei maqui!laje. (,Es posible pensar que el divino gobierno csmico encuentre su adversario en los rizos ornamentados de Ias mujeres? (,Es concebible creer que un peinado La respuesta slo ms de ltima moda pueda poner en jaque a todo el Universo?
poder soberano de Dios no es menor. Es ms, constituye un verdadero desafio a su poder gubemamental. Los espectros anglicos eran todavia una creacin de a su propia muerte. Su cuerpo fue destruido y sus sino aI mundo de Dios y estaban bajo su comando. En cambio, ahora los espectros de los gigantes muertos han sobrevivido espectros pertenecen ahora no ya a Ia esfera divino-csmica los demonios mortuorios.
puede ser afirmativa si tenemos en cuenta que, a diferencia deI mundo clsico, con el cristianismo todos los actos personales, inclui dos los aparentemente triviales, se transforman inmediatamente en acciones poltica,s. Por esta misma razn, el problema poltico esencial no es tanto Ia desnudez sino ms bien el vestido, y desde esta misma perspectiva, no es tanto Ia desnudez sino, aI contrario, Ia tcnica vestimentaria Ia que resulta insoportable para el poder espiritual deI gobiemo divino deI mundo: Si Dios se interesa por los afeites femeninos es porque stos, junto con toda Ia (antropo)tcnica, fueron transmitidos a Ia humanidad por los ngeles juramentodo eso se consideran tados y rebeldes: "en efecto, aqullos que organizaron
La aniquilacin de los gigantes podJia aparecer, en principio, como una suerte de error estratgico de Dios, puesto que, como un efecto colateral inesperado, pobl Ia tielTa de espectros que sobrevivieron cielio conocimiento a su aniquilacin y adquirieron sobre un territorio que Dios habia dejado completamente
indiferente a su poder soberano: Ia muerte. Es verdad, Dios podia matar y, en efecto, no se privaba de hacerlo a escalas csmicas; pero hasta ahora nadie habia regresado de Ia muerte para desafiar su reinado. (,Qu secreto se encerraba en Ia muerte y Ia supervivencia pre fue absolutamente experimento radical. Por 10 tanto, estructuralmente espectral de los hablando, el Dios gigantes? EI Logos, Ia Memra divina, 10menos que puede decirse, es que siemslo tiene una alternativa: antropotcnico enviar otro ngel a Ia Tierra para que se produzca el ms osado de Ia historia csmica que le permita a
condenados a Ia pena de muerte (damnati in poenam mortis), a saber, aquellos ngeles (angeli) que se precipitaron desde el cielo hacia Ias hijas de los hombres (adfilias hominum), para que esta ignominia tambin se afiada a Ia mujer".s Un da habr que preguntarse por qu el maquillaje era un arcanum poltico -esencial para su gobiemo csmico- que Dios no queria transmitir aIos hombres y que slo lleg a estos gracias a Ia mediacin de los ngeles rebeldes; pero esa futura indagacin deber quiz tener en cuenta que detrs de este problema se halla Ia primera forma de antropotecnia mtica: Ia transformacin deI cuerpo humano en su dimensin deI ser y deI aparecer social. Slopueden gobemarsesociedades, y
Dios recuperar Ia iniciativa frente a los poderes anglicos malignos. Un Cristo debe nacer. No seria exagerado afirmar que Ia Memra divina se encarn para combatir el maquillaje femenino. como Tertuliano. Esto es, en efecto, 10 que sugieren algunos telogos Pero, wor qu Dios luchara encarnizadamente contra Ios
el~.ombre:_con sus antropotecnias anglicamente transmitidas, alter, subvirti y confeccion un tipo de sociedad int()lerable para Ia ,soberana divina.
3 TERTUlIANO, De eu/tu
ornamentos de Ias mujeres? (,Por qu este Dios trascendente tiene que ocuparse de afeites y peinados? En principio, Ias mujeres (y los hombres) que recurren
4 5
En sentido inverso de 10que piensa AGAMBEN,G., Nudt, Roma, 2009, pp. 83-128.
TERTUlIANO, De eu/tu
feminarum I, 2, 1.
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normatividad
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Este testimonio de Tertuliano -slo uno entre muchos otros posibles dei pero do- muestra a Ias claras que el Libro de los Vigilantes era considerado cannico por muchas comunidades en los primeros tiempos dei cristianismo, a diferencia de 10 que ocuITia en el mundo judio': "s que el libro de Henoch (scripturam Enoch), que asign esta funcin (ordinem) aIos ngeles, no es aceptado por algunos porque no es admitido en el canonjudio los primeros cristianos estaban familiarizados espectros elTantes naITados por deI maquillaje anglico-espectrales
1
Ia posibilidad de que un ngel nadera de una Virgen y tuviera una infancia, un desalTollo y una historia humanas no era inconcebible. Por ejemplo, el Testamento de Salomn presenta el siguiente dilogo: "Volvi a preguntarle: ngel te hace impotente?' que a llo adoran los ngeIes- y que ser crucificado por los judios". '",Qu AsimisRespondi: 'EI que va a nacer de Ia Virgen -puesto
10
Sin
mo, en otros textos el propio Jess adopta forma anglica para presentarse ante Mara y anunciarle su encarnacin: '" ",Saben que el ngel Gabriel vino y trajo el mensaje a Maria?' Y nosotros le dijimos: 'Si, oh Sefor'. Y l respondi y nos dijo: '",No recuerdan que previamente les dije que me volvi como un ngel para los ngeles?' Y nosotros le dijimos: 'Si, oh Sefor'. Y l nos dijo a nosotros, 'En esa poca apareci bajo Ia fonua dei arcngel Gabriel a [Ia virgen] Maria y habl con ella, y su corazn [me] recibi; y ella crey y ri; y Yo, Ia Palabra, fui dentro de ella y me hice carne; y Yo mismo fui siervo de mi mismo, y en Ia forma de Ia imagen de un ngel; y de ese modo har despus de que haya ido con mi Padre"'.
11
embargo, Tertuliano acepta plenamente ellibro, 10cual muestra hasta qu punto con el mito de los gigantes y sus Henoch. Si Dios combate Ia som~!~paE~.~j?s
femenino es porque detrs de ste puede percibir a los padres de Ia tcnica humana, cuya fuerza debe combatir para'~~i~~r
a ganar el control de su propio Reino. Por otra parte, como artifice supremo,
.. ",..~~.~-.,,~,,-,.,.....-"''', Dios estaba obligado a superar Ias tcnicas anglicas, y tenia que. s~b;-iaap~'~;ta ofreciendo a Ia humanidad una fonua de antropotecnologia que los ngeles jams
.,..... ,:,." ..
..
hubieran osado ni podido imaginar o ejecutar: Ia resurreccin corporiiL/M"'" Los estudiosos han demostrado hace tiempo cmo, en realidad,eIris,t? concebido, en los inicios de Ia era cristiana,Gomo una figuraanglica
~!a.
Es decir, ms all de si Jess era ya ngel antes de encarnarse -como sugiere, por ejemplo, Justino su Apologia I, 63-10 cierto es que, para una cierta tradicin, era absolutamente estructuralmente importante que el carcter angelomrfico de Jess repitiera Jess
.
o como
el padre de los ngeles." Sin emba;g~: en ge~er~I, s~ele ol~icars'~ qu~ si bi;n el Mesias era tcnicamente indistinguible de un ngel, ste no habia venido aI mundo, segn algunos relatos, como un simple ngel que descendi dei Cielo sino que, aI contrario, fue parido por una mujer llamada Maria. Este punto resulta altamente relevante dado que, a pesar de que en los crculos cristianos se discutia si el Cristo era un ngel-aun habiendo posiciones crticas a este respecto como Ias de Tertuliano (De carne Christi 14)9_ es de singular importancia sefaIar que, para quienes sostenian Ias perspectivas angelomrficas,
mismo es, en cierta forma, espectro antes de encarnar, Iuego, tambin Maria se ve fertilizada artificialmente por el Espiritu (espectro) Santo, y de esa concepcin surge un ngel que mezcla naturaleza espectraI y carne humana, deI mismo modo que los antiguos nefilim. Pero, esta vez, es Ia propia divinidad -o bien su Hijo-Ia que asume fonua humana sin contacto sexual directo con Maria. EI parto virginal de Maria no tiene absolutamente nada de extravagante si
Fallen Angels and the History ofJudaism and Christianity. The Reception of Enochic Literature, 2005, p. 190y ss. Este estudio
por Ia ortodoxia juda, muestra, ente precisamente, aceptado cmo a medida que
tenemos en cuenta Ia accin de Ias huestes de Semyaz: deI mismo modo que Ios ngeles se habian unido a Ias hembras humanas para crear a Jos gigantes, ahora Dias debia unirse a otra mujer para realizar el inusitado biotecnolgico de crear un Mesias para reparar Ia desobediencia experimento de los ngeles
1 Henoch era
hasta poltico
de Hipona,
quien
en cambio imperial. I, 3,
fuertemente
a Ia nueva
religln
7 8
eultu feminarum
1.
juramentados en su contra. Que un espectro fertilice a una mujer era ya ciencia conocida en el Reino csmico de Dios, y eI Espiritu Santo -el espectro sagrado y
Die Entstehung des christlichen Dogmas, Bem, 1941; BARBEL, J., Christos Angelos. Die
Anschauung von Christus ais Bote und Engel in der gelehrten und volkstmlichen Literatur des christli chen Altertums. Zugleich ein Beitrag zurGeschichte des Ursprungs und der Fortdauer des Arianismus,
Bonn, in AGAMBEN, G. - COCCIA,E., 9 Para una perspectiva
1941 y, fundamentalmente, Ias precisiones histrico-filosficas de COCClA,E., "Introduzione'; Angeli. Ebraismo Cristianismo Islam, Vicenza, 2009, pp. 502-503.
profunda sobre el particular en Tertuliano, cf. FOSTER, E.,
10
AngelomorphicChris 11
Testamento de Sa/omn 22, 20. Cf. MCCOWN, c.c., The TestamentofS%mon, editedfrom manuscripts at Mount Athos, Bologna, Ho/kham Ha/I,Jerusa/em, London, Mi/an, Paris and Vienna, with /ntroduction, leipzig, 1922. Epistu/a Apost%rum, 14. Cf. CARRELl, P.R., Jesus and the ange/s. Ange/%gy the Apocalypse ofJohn, New York, 1997, pp. 102-103. and the Christ%gy of
tology and the Exegesis of Psalm 8:5 in Tertullian's Adversus Praxean: An Examination ofTertul/ian's Reluetance to Attribute Ange/ic Properties to the Son of God, Lanham, 2006.
98
y normativldad
99
,.'fi;
supremo-
los esposos. Asi pues, Jos podra ser el padre de Jess, y el papel dei Espritu Santo consistira en Ia santificacin especial de Jess, hacindolo 'santo' y 'el Rijo de Dios'''.'' Algunos judos, sin embargo, haban sido ms radicales y serralaron que Jess haba venido aI mundo fruto de una unin extra-matrimonial de Mara, ek
porneas,
en el mundo griego o judaico sobre nacimientos sobrenaturales.12 No obstante, no todos estaban dispuestos a creer en semejante experimento biolgico a escala universal, destinado a producir una revolucin ontolgica sobre Ia historia humana. Mateo, el mismsimo redactor deI prmer Evangelio, parece haber sido quien mejor interpret Ia necesidad estructural de este experimento y, aI mismo tiempo, quien ms perspicazmente de muchos, con 10 cual se dio probablemente textuales (aunque histrica y filolgicamente anticip Ia posible incredulidad cuenta de que ciertos retoques falsos) eran necesarios a los fines
como serralan Ias Actas de Pilato lI, 3. Por otro lado, Celso se hace eco de otra historia juda que cuenta que Mara "convicta de adulterio, fue echada de casa por su marido, carpintero de oficio, anduvo ignominiosamente antpodas de Ia virginidad: el texto sugiere,casi errante, y en Ias a sombra de tejado dio a luz a Jess".15 Aqu ya estamos verdaderamente
de que el relato fuese verosmil. En efecto, Mateo establece el carcter virginal de Mara a travs de una lectura tipo lgica dei Antiguo Testamento donde se intenta mostrar que Ia concepcin virginal de Jess tiene su contrapartida en Ia realizacin de Ia profecia enunciada en Isaas 7, 14. Sin embargo, en el original hebreo se lee 'almah que significa sencillamente "mujer joven" y es un trmino que no denota necesariamente
Isaas
una especie de prostituta errante luego de ser rechazada por Jos.l Una historia semejante se halla tambin en Ia tradicin rabnica, donde se establece que Jess era hijo de un amante de su madre llamado Pandera
(Tosefta Hullin
2, 24).17
En cualquier caso, todas Ias historias dinsticas que niegan Ia paternidad espectral
deI Mesas por obra dei Espritu Santo fueron asumidas, verdaderamente en todas sus consecuencias polticas por los ebionitas, quienes "rechazan Ia mezela dei Vino celeste y no quieren ser sino el agua de este ml\ndo, no aceptando que Dios se mezele con ellos".18 Es decir, los ebionitas concebian ai Cristo como una figura angelomrfica, pero en ningn caso podan aceptar que ste hubiese que realizan nacido de una Virgen con mediacin dei Espritu Santo. Sin embargo, ms ali de los ebionitas y de Ias reconstrucciones los historiadores
estructuralmente,
virginidad; ms an en el caso de
joven est ya casada con el rey judo Ajaz. En Ia Septuaginta, sin embargo, se que significa virgen, aunque traduce el trmino hebreo 'almah por parthenos, tambin doncella, y por 10 tanto, sin que deba denotar necesariamente alguna. Geza Vermes ha demostrado virginidad
lacin historizada de Ias palabras de Ia Septuaginta, presentadas a -y comprendidas por- una audiencia cristiano-gentil helenstica dei Evangelio de Mateo. La historia dei nacimiento de Jess, contada en arame o o en hebreo y citando a Isaas en hebreo, nunca podra haber dado lugar a semejante interpretacin. Pero en griego, junto con Ia exgesis literal dei nombre 'Emmanuel = Dios con nosotros', se convirti en Ia fuente de Ia que eman el concepto dei Rijo divino
Evangelfo de Lucas
contemporneos,
el nivel estrictamente
Imperio teolgico-poltico necesitaban que Jess fuera el resultado de Ia accin tcnica sobrenatural de un Espectro sagrado, a travs dei cual Dios actuaba directamente sobre el Mundo.
siquiera Ia voluntad de transmitir que Jess hubiese nacido de una virgen: "desde Ia perspectiva de bicas, Ia concepcin de Jess podra no ser muy distinta de los embarazos milagrosos referidos en el Antiguo Testamento, los cuales se supone que implicaban tambin Ia existencia de relaciones sexuales normales entre
tiene
su antecedente,
como
10 reconoce in
Vermes
Conception
Theological5tudies, 15 16 17
ORIGENES, Contra Un tradicin
Celso I, 28.
transmitida por TABOR,J., por TERTULlANO, De spectaculis 30, 6. comentada por
tambin
12 13
FILON DEALEJANDRIA,Legum
allegoriae
111,
podra tratarse
18
IRENEODELYON,Adversus
100
SEGUNDA
PARTE: Soberania
normatividad
Fabin
Luduefia
Romandini
I La comunidad
101
Un principio de respuesta est en Ia analogia estructural con el mito henquico. Pero slo en parte, dado que, !,por qu una Virgen? A todas luces, los cristianos ortodoxos han querido presentar a un Dios que, evidentemente, realiza una inseminacin artificial. EI Espiritu santo acta, en este sentido, como garante espectral de un nacimiento en el cual Dios no participa sino como agente distante, sin accin sexual directa. Dios no se halla poseido por deseos ardentes e incontrolables como los de los ngeles. Puede ser colrico y vengativo, pero anglca. Por ahora se trata de un frio experimento en el que se juega el destino deI cosmos, y no de un acto de sexualidad desbocada, como fue Ia desobediencia el1o, el plan es utilizar una mujer pero inseminndola
poder fecundador.'9 La fecundacin de Mara por parte deI Espritu Santo ser, entonces, Ia base de Ia indagacin mdica en los siglas maduros deI cristianismo ortodoxo. Sin embargo, esta tendencia no es propia deI cristianismo escolstico sino
Los pro-
En cuanto a Ias griegos que no creen naciera Jess de una virgen (ek parthnou), hay que decides adems, que en ia generacin de varias animales (zon) demostr el Creador que, si quera, le era posible hacer en Ias mismos hombres
10
artificialmente.
Si Dios quiere vencer aIos ngeles en su propio terreno, no tiene otra opcin que Ia de concebir l mismo aI Mesias l1amado a gobemar por encima de los ngeles. Sin embargo, no deja de ser sorprendente que una virgen pueda parir. En este punto interviene el principio antropotcnico: por un lado, Dios no interviene directamente sino que 10 hace bajo una forma de inseminacin artificial milagrosa. El Espiritu (un espectro-sombra) genera aI Mesias sobre el cuerpo humano de Maria. Y, por otro lado, Maria permanecer Virgen an despus de haber dado a luz aI Mesas. En este sentido, Ia espectralidad marca ya, desde su nacimiento, toda Ia historia misma de Jess-Mesas. HijSd.e unes1?e~tr99i.":liJ.1.0' su muerte y su propio espectro se __ colocarn muy pronto en t' el centro poltico deI ,,_,,_, .,', .." ,_ . . cristianismo. Ya desde su surgimiento, el cristianismo instaur una espectropo0'0 '-," ..... ",'''. ,,""~
que hace
i..
en uno que otro animal. Se hallan, en efecto, algunas hembras de animales que no se cubren con Ias machos, como de Ias buitres escriben Ias zologos;20 y, sin embargo, este animal, sin necesidad de unin sexual (chQris mixeQs), conserva Ia sucesin de su especie (tgn diadochgn
tQn genQn). i,Qu tiene, pues, de extrano
que, queriendo Dias enviar aI gnero humano un maestro divino, le hiciera nacer de modo distinto que ei ordinario de transmitirse ia razn seminal (spermatikou
lgou) por ia unin deI varn con Ia mujer? Y aun segn Ias mismos griegos, no
todos ias hombres han nacido de varn y mujer. En efecto, si el mundo es creado, como place incluso a muchos griegos, es forzoso que Ias primeros hombres no nacieran de un comercio sexual, sino de Ia tierra, es decir, de ciertas razones seminales que existen en Ia tierra. Cosa por cierto que tengo yo por ms prodigiosa que haber nacido Jess slo a medias como Ias dems hombres.21 i,Qu quiere decir que Jess naci a medias? Pues que es hijo de una virgen
y de un espectro sagrado. Sin embargo, no hace falta aqui recurrir, como 10 hace
En efecto, tratar el problema de Ia generacin divina como un asunto de biotecnologia sobrenatural no es, en efecto, nada que los escolsticos no hayan ensayado ya a su modo, dado que 10 importante entonces era establecer sobre bases mdicas, por ms paradjico que esto pueda parecer, Ia concepcin milagrosa de Jess. Todo mlagro debe operar sobre una naturaleza que 10 admita en Ia medida de sus propias posibilidades. EI Creador, en este sentido, es siempre un tcnico que conoce secretos naturales que ningn mdico humano podria jams entrever. Un importantisimo estudio de Van der Lugt ha mostrado a travs de autores medie(sin
19
desde sus origenes busc explicar el nacimiento de Jess como el efecto de un extremo de Ia divinidad que tenia sus antecedentes (de menor jerarquia biolgica y ontolgica)22 en el mundo de ia naturaleza, y que
como Agustn de Ancona que es posible distinguir, en Ia embriologia val, tres tipos de concepciones extraordinarias: Ia generacin relacin sexual pero con mediacin de esperma), Ia partenognesis
demonaca
VAN DERLUGT,M.,
(concepcin y,
sin relacin sexual ni esperma), segn Ia cual "Ias hembras de ciertas especies de animales pueden concebir bajo Ia influencia de un viento fecundador" finalmente, Ia generacin espontnea que elimina incluso Ia existencia de todo
Contra ORIGENES,
Cf.
De Civitate Dei XXI, V: "Verumtamen homines infideles, qui, cum divina vel praeterita vel futura miracula praedicamus, quae illis experienda non valemus ostendere, rationem a nobis earum f1agitant rerum, quam quoniam non possumus reddere (excedunt enim vires mentis
AGUSTlN DE HIPONA,
102
y normatividad
I La comunidad
de
105
espectros. Antropotecnia
103
en el caso deI Creador mximo slo supona una especie de refinada operacin tecnolgica sobre Ia naturaleza que I mismo, por cierto, haba creado.23 Como senala Ia propia Van der Lugt: "para defender Ios misterios de Ia fe, y ms particularmente Ia concepcin virginal, estos Padres colocan el acento no sobre el carcter excepcional y extraordinario deI milagro, sino ms bien sobre Ia idea de que Ia creacin toda entera es milagrosa, llena de criaturas y de fenmenos sorprendentes. Dios ha colocado en el mundo otras formas de generacin extraordinaria posibilidad 'tcnica",.'4 nueva: no slo como una confrontacin con el y virginal. Estos casos naturales anuncian, ai igual que
de Occidente,
Ia
y el derecho, son llamadas en causa para explicar Ia gestacin La operacin zoopoltica de Dias aI gestar aI a escala de toda Ia
mesinica. Y, como consecuencia, el mesianismo cristiano no puede ser slo ledo como un problema de "salvacin". Mesas constituye un gigantesco experimento antropotcnico
especie, con el fin de producir un nuevo tipo de humanidad desde sus principios biolgicos mismos. EI Cristo es el prototipo, el primer hombre biolgicamente modificado que anticipa el Reino por venir. En este sentido, el objetivo central deI mesianismo es Ia salvacin, slo si entendemos por salvacin Ia produccin de una humanidad nueva, biolgicamente modificada. Sin embargo, esto no debe llevamos a Ia creencia de que nos hallamos aqu frente a un simple hecho biomdico en estado puro. El mesianismo zoopoltico cristiano no consiste en Ia mera constatacin de Ias causalidades de un hecho natural en el que un principio tcnico sobrenatural actu en Ia ejecucin de una un acto generativo, sino que Ia fisiologa de Mara es co-sustancialmente
los profetas, Ia concepcin virginal de Cristo, pero prueban ai mismo tiempo su Como podemos apreciar, Ia historia dei mesianismo cristiano debe ser leda bajo una ptica completamente problema poltico de Ia ley o de Ias tiempos escatolgicos sino tambin, y fundamentalinente, como una forma absolutamente novedosa de antropotecnologa que, por primera vez, establece progresivamente a travs deI nacimiento deI Ungido mesinico un modo de relacin indito entre Ia ley y Ia vida. La vida deI Mesas, quien ha podido ser definido como lex animata, es el resultado de un inusitado experimento otorgarleun
humanae),
quaestio juris. En efecto, no es slo con fisilogos que el cristianismo ortodoxo establecer Ia virginidad de Mara. Dicha virginidad es, tambin, un dogma, es decir una decisin de carcter jurdico. Es por ello que slo con el Concilio de Letrn, en el ano 649, se podr establecer, por fin, de modo estrictamente jurdico, que Mara era virgen antes de Ia concepcin de Cristo (ante partum), durante (in partu) y tambin despus dei parto (post partum).2S Esto. significa que Ia antropotecnia cristiana es, a Ia vez, el resultado de una interaccin, hasta ahora indita, entre fisiologia y jurisprudencia que altera completamente haba constituido el derecho romano." distincin entre quaestiofacti Ias bases sobre Ias que se
tro, fecunda a una virgen a los fines de producir un ngel mesinico llamado a nuevo espacio de soberana sobre Ia vida y Ia muerte.
existimantfalsa esse quae dicimus, ipsi de tot mirabilibus rebus, quas vel videre possumus
vel videmus, debent reddere rationem. Quod si fieri ab homine non posse perviderint, fatendum est eis non ideo aliquid non fuisse vel non futurum esse, quia ratio inde non potest reddi, quando quidem sunt ista, de quibus similiter non potes('.
23
super Sententiis lib.lll,d. 3, q. 2: "Respondeo dicendum, quod praeter unionem duarum naturarum in unam hypostasim, quae completa est in eoneeptione Christi, quae est miraeulum omnium miraeulorum, est etiam aliud miraeulum ut virgo manens virgo concipiat hominem Deum. Ad hoe enim quod generatio aliqua naturalis dicatur, oportet quod fiat ab agente Quodeumque autem horum defuerit, non naturaliter, et ex materia naturali ad hoc proportionata.
Podramos decir entonces que el vi entre de Maria es el lugar en el que Ia y quaestio iuris tiende a borrarse indefinidamente, puesto que Ia vida se hace integralmente jurdico-poltica y Ia materia deI derecho ahora coincide netamente con Ia normativizacin de Ia vida. Si hoy en da Ia reproduccin vilegiado de Ia judicializacin 25 humana se ha transformado en un objeto pri-
potest dici generatio naturalis, sed miraeulosa; si virtute fiat supernaturali. Agens autem naturale, eum sit finitae virtutis, non potest ex materia non naturaliterproportionata effectum produeere: agens vero supernaturale, eum sit infinitae virtutis, potest ex utraque materia operari, naturali scilieet et non naturali; et ideo duobus modis eontingit esse miraeulum. Uno modo quando neque agens est naturale neque materia naturaliter proportionata ad talem formam, ut patet in formatione hominis de limo tenae. Alio modo quando materia est naturalis, sed agens est supernaturale, ut quando aliquis miraculose a febre sanatur: corpus enim hominis est naturalis materia sanitatis, quae per supernatural agens confertur ei. Et similiter fuit in coneeptione hominis Christi. Materia enim quam virgo ministravit, fuit materia ex qua naturaliter corpus hominis formari potuit; sed virtus formans fuit divina. Unde simpliciter dieendum est, conceptionem il/am miraeulosam esse, naturalem vem seeundum quid: et propter hoc Christus dicitur naturalis filius virginis, quia naturalem materiam ad ejus coneeptum praeparavW:
24
p. 489.
Estastres formasde virginidild nofueronaceptadils sinconflictos nlperpiejidades (porejemplo, post lcmosostener,ai mismotiempo,ia existencia de 105 "hermanosde Jess"y Iavirginidad partum?). Sobreestosproblemas, cf.VAN DER LUGT, Le ver, le dmon ..., op. cit., p.372Y55. 26 Enel derechoromano, comoseialaYan Thomas, "elembrines extranjero ai derecho'; y desdeel puntode vistade Iastratadistas,el venter esslounaficcin jurdicaquesedesdoblacompletamentede su contra parte natural.Cf. THOMAS, Y., "Leventre.Corps maternel,droitpaternel';in Le Genre humain, 14 La valeur, prlntemps-t, 1986, pp.211-236.
104
Romandini
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wrongful life hasta Ias infinitas cuestiones jurdicas suscitadas por Ias actuales tcnicas de intervencin sobre Ia gestacin dei embrin humano, esto ha sido posible gracias a Ia revolucin el cual (respecto operada por el cristianismo sobre el derecho, dei cuerpo humano) ya no trata ms slo con ficciones de con una especie de fisiologia jurdica en el cual yace Ia de.i~s de Cristo y el tero virgen de Maria constituyen un y Ia normativizacin
Si algo se sefala con fuerza en Ia posicin de Donne es que el Cristo eligi su muerte voluntariamente. Ahora bien, (,podemos pensar que Ia muerte de Cristo de su pasin. En efecto, slo fue una especie de suicidio altruista? Si siguisemos una posicin semejante se perderia el carcter esencialmentejurdico-poltico Ia muerte de Jess-Mesas puede ser entendida no slo como una continuacin
de Ia tradicin dei Mesas sufriente atestada en el judasmo,3I sino tambin, y sobre todo, como una reactualizacin de un instituto jurdico dei antiguo derecho hebraico: el herem.32 En efecto, no podemos recordar aqu Ias numerosas formas de este instituto que, destinado a lograr Ia indisponibilidad jurdica de personas y bienes, poda concluir en una autntica muerte o destruccin de Ias personas, bienes o enemigos consagrados a Ia divinidad. As, por ejemplo, podemos Ieer en el Levtico 27, 28-29: "Nada de
10
paradigma absoluto y, quiz, el caso ..lmite de pensamiento de Ia moderna biotecnologa procesos biolgicos en curso a escala planetaria.
--11-Una tenible sospecha respecto de Ia muerte de Jess-Mesas acuci ai pensamiento cristolgico moderno y, tal vez, a toda Ia teologia desde siempre. Fue enunciada de manera cuasi-novelada por Karl Friedrich Bahrdt en su Systezn der moralischen Religion zur endlichen Beruhigungfr Zweifler und Denker (1797) cuando sostuvo que Jess busc de algn modo su muerte para lograr una ejemplaridad pblica de su accin. Kant, lector de Bahrdt, se atrevi a llamar a esto con el nombre que nadie queria pronunciar, pero slo para acallar inmediatamente Ia fuerza dei argumento: "esto hubiera sido un suicidio (das ware Selbstmord gewesen)", pues no se puede "disponer de si y de Ia propia vida como medio, cualquiera sea el fin para el que ello se haga, y as ser autor de Ia propia muerte (und so Urheber seines Todes sein)"." Sin embargo, este argumento haba sido ya enunciado mucho antes por John Donne en su notabilsimo Biathnatos, publicado pstumamente en 1647: "como l [Jess] mismo dice: 'Nadie me quita Ia vida', y 'tengo poder para daria y poder para volver a tomaria'." Sin duda alguna, ningn hombre se Ia quit, ni nadie ms que l fue Ia causa de su muerte en ese momento. Muchos mrtires colgados en sus cruces permanecen vivos durante muchos das; los ladrones an estaban con vida, hasta el punto de que Pilatos se maravill ai or que el Cristo habia muerto29".30
I !
campo de su propiedad, que haya sido consagrado a Yahv con anatema podr ser vendido ni rescatado. Todo anatema (anthema) es cosa sacratsima (hgion hagQn) y pertenece a Yahv. Ningn ser humano consagrado como anatema debe (ho anatethgi ap tQn anthrQpQn) podr ser rescatado (ou luprQtMsetai); morir (thantQi thanatQtM.setai)".
Como vemos, Ia LXX traduce herem como anatema y, en el caso de Ia segunda parte de Ia proclama, se trata de un verdadero acto jurdico de exclusin de Ia comunidad decretado por Ias autoridades pblicas. En este sentido, el herem constituye una forma no sacrificial de muerte por consagracin, y se aproxima, entonces, estructuraJmente aI Homo sacer analizado por Giorgio Agamben. Sin embargo, si el Homo sacer dei derecho romano -ai igual que el herem hebreo- slo pueden relacionarse con Ia vida a travs de su destruccin, esta forma de sacralidad no satisface Ias exigencias conceptuales necesarias para tranSf0I111arSeen Ia categora zoopoltica fundamental dei mundo antiguo. Slo el ius exponendi logra que confluyan, en un mismo instituto, Ia necesidad de desarrollar y destruir Ia vida que son Ias dos caras necesarias de Ia zoopoltica como reguladora dei flujo biolgico de Ia especie.
31
Sobre Ia tradicin
dei "Mesas
sufriente
(f.
Lectures on the
innerhalb die grenzen der blossen Vemunft, Jena, 1793, 11,2, n. 32.
Encyclopaedia Judaica,
28
29
30
BREKElMANS, C.H.W., De Herem in hetOude Testament, Nijmegen, The Biblical Herem: A Window on Israel's Religious Experiencie, Missouia, 1991; LYONS,w., A History of Modem Scholarship on the Biblical Word Herem: The (ontributions of Walter
Biathanatos
111, 4, 5 [edicin
en castellano,
Madrid,
2007,
pp. 182-183J.
C. Kaiser, lr.,
106
y normatividad
Fabin ludueia
Romandini
107
..,-
nencia y, por 10 tanto, son los primeros proscriptos y los exiliados originarios de Ia jerarquia deI gobierno anglico. Por ello tambin el exilio es Ia categoria poltica originaria, y toda poltica es co-originariamente exlica. EI mundo de Ia poltica humana es el lugar deI exilio de los ngeles caidos. Es ms, el herem de Ias Vigilantes consiste en una forma de desgarramiento original dellenguaje de Dias, que ahora se ve ya obligado a entrar en el mundo diferente de cuanto 10 habia hecho hasta entonces. para que Ia tcnica, Ia historia y el mundo humano es dia-blico en sende un modo completamente tenganlugar.
no es determinante de Ia zoopoltica antigua, en cambio, con el cristianismo sta adquiere toda su fuerza y centralidad. Conel advenimiento deI cristianist11()_~. Homo sacer adquiere verdaderamente tod ';li consistencia como categor~ zoopoltica fundacional, dado que slo en el Cristo Ia muerte y Ia vida confluy~n en . . ... ,_._, un mismo gesto antropotcnico originario.
.."
,'....
En efecto, Ia vida deI Mesias se transforma en una cuestin jurdica por enteIO, dado que en [a comunidad primitiva el mesianismo de Jess ser percibido como una autntica realizacin de Ia Ley. Este "pleroma" de Ia ley no implica su abolicin sino, aI contrario, Ia indita coincidencia entre vida y ley en eI
cuerpo deI Mesas. EI mesianismo de Jess es una forma de antropotecnolog~ ius exponendi antiguo; pel'O si en el mundo antig;uo. jurdica tanto como 10 era era posible establecer una diferencia entre Ia ley y Ia vida, ahora ambas dime~~i~nes entran en una fusin indita que Ileva a borrar Ia distJlcirltli~-lri entre una otra. Un umbral de indiferenciacin se establece en el Mesias mismo que es Ia
tido~~ni(;o,y lahistoria humana sloesposible gracias aI herem anglico. EI le~~~aje humano mismoherec~ Ia hl1ela mitic deaquella escisi6n originaria en Ia comunidad sagrada de origen, y de alli que Ia prestacin ms pIOpia deI lenguaje divino -que consisteen dellenguaje hacer perpetuamente intercambiables aI poder con el lenguaje deI poder- penetre en el mundo humano. sea
Ahora es posible comprender que Ia muerte de Cristo reactualice, tipolgicamente, Ia forma jurdica deI herem y que Jess, en tanto que crucificado, el destino sacro de Jess ya estaba anunciado en su presentacin en Ia Ley deI Serrar: Todo varn primognito el primeI' y autntico Homo sacer mesinico de Ia historia.]4 En cierta medida, ante el Templo: "llevaron a Jess a Jerusaln para presentarle aI Serrar, como est escrito ser consagrado (klr;:Jhgsetai) aI de los primognitos de una de Jess deI resto de Ias en su infancia: SeFor" [Lucas 2, 22-23]. Como un eco de Ia consagracin en xodo 13, 2, este pasaje refleja ya Ia separacin hombres. En efecto, su ascenso post-mortem definitiva separacin
encarnacin de Ia Ley. Su vida se halla enteramente normada por una ley que l mismo encarna, y esta ley no tiene otro objetivo, de ahora en ms, que desplegarse en Ia vida biolgica de los hombres como tanto paradigma10
sentido literal) que haya conocido Occidente. Desde este punto de vista, Lactancio podr expresar: "Y es que, como no existia ningn bien en Ia tierra, envi un maestro como si fuese Ia ley viva (doctorem misit, quasi vivam legem), para que creara una nueva familia y un nuevo templo, y sembrara por toda Ia tierra, con palabras y con ejemplo, el verdadero y piadoso culto".]] Aunque no se utilice el lenguaje tcnico deI caso, el acto de Ias ngeles rebeldes de 1 Henoch es ya, con el juramento maldito, Ia primera forma mtica de Herem que hace que el mundo y Ia historia sean, originalmente,
!
es s 10 Ia consagracin
"Y mientras los bendeca, se separ de ellos (distr;:.ap 'autn) y fue llevado ai cielo" [Lucas 24, 51]. En efecto, Ia comunidad mesinica propiamente dicpa tiene aqui su punto de
y.,"._'__ ,,"'.'"" "',. .. ',,_.,.. . . ,.. . -0'0 "C, . ,_, __ ,0'0 'o,,''' _,.,.0"_',',;_." """.,.
eI producto
de una separacin voluntaria de Ia comunidad divina. Los Vigilantes se hacen malditos para separarse de Ia comunidad anglica trayendo como coroJario que el mundo sea el reino de 10 dia-blico por definicin. La poltica humana y Ia tcnica son eI resultado sacro original. de Ia maldicin que implica Ia ruptura con el orden espectros rebeldes, declaran una
a si l11i~mop~ra_sacraIizar ei mun,ci.o hu~an;. s el pwpio Mesas quie~'habia enunciado esta paradoj a de Ia sacratio cristana: "Porque quien qui era salvar su vida (tgn psychgn autotl sQsai), Ia perder (apolsei Clutgn); pel'o quien pierda su vida (tgn psychgn) por mi, se Ia salvar" [Lucas 9, 24]. Dei mismo modo que Ia sacratio antigua35 implicaba entregar Ia propia vida para Ia salvacin de
especie de herem voluntario que los separa de Ia comunidad sagrada de perte34 Cf. en este sentido, DAE PARK, H"
London,
2007.
33 LACTANClO,
Divinae institutioneslV,
25.
35
108
SEGUNDA PARTE: Soberana
y
normatividad
Fabin
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109
Ia comunidad (como, por ejemplo, en el ritual de Ia devotio descripta por Tito Livio, Ab urbe condita VIII, 9-10), ahora el Mesas asume sobre s los destinos de Ia humanidad salvo que su sacrificio no slo salva a Ia comunidad sino que, paradjicamente, Ia vuelve completamente sacra. Si Ia muerte deI antiguo devotus tenia por objetivo liberar aios hombres dei pacto con Ia divinidad, Ia muerte dei Ungido implica, en cambio, Ia fundacin de una comunidad perpetuamente sacralizada. SaIvacin equivale aqu a que toda Ia historia humana se transforme en historia sacra y que toda comunidad tenga en Ia ecclesia su nuevo modelo poltico en reemplazo de Ia antigua polis. No se trata, como podra creerse, de una simpIe "espiritualizacin" dei poder, o bien, como creia Scholem, de que con dei mesianismo.36 Ia partida dei Mesas se abra Ia puerta a Ia "interiorizacin"
se realizaba para atraer los favores de Ia divinidad.37 Asi, por ejemplo, podemos leer en Herdoto: "Giges, una vez que fue rey, envi no pocas ofrendas votivas (anatMmata) a Delfos"." Sin embargo, por Ia influencia semntica traida deI herem hebreo, el vocablo adquiri, bajo el cristianismo, el significado de expulsado, separado o consagrado como maldito. EI antiguo uso griego original todavia puede apreciarse en Lucas 21,5: "algunos hablaban dei Templo, de cmo estaba adornado de beIlas piedras y ofrendas votivas (anatMmasin)". La comunidad primitiva ya entendia a Jess como un Homo sacer y a su muerte como una forma de herem. En efecto, como recuerda Pablo de Tarso: "Cristo nos rescat de Ia maldicin de Ia ley (katras to nmou), hacindose I mismo maldicin (katra) por nosotros" [Glatas 3, 13]. Como puede verse, Ia muerte dei Ungido retira el carcter maldito que los Vigilantes haban legado ai mundo, pero Dios slo puede hacer esto maldiciendo a s.u propio hijo en una sacra tio csmica, destinada a destronar aios ngeles de su poder sobre Ia vida y Ia muerte. Santo y maldito aI msmo tiempo, el Mesias absorbe sobre s el poder anglico, y el poder soberano dei Padre repara Ia escisn dei lenguaje, de Ia Memra divina, absorbiendo a Ia totalidad deI mundo en el mismo gesto.
/
AI contrario, que el poder se espiritualice no quiere decir que se haga menos real sino que, ai contrario, adquiere una consistencia indita, pneumtica, que trastoca Ia naturaleza de todo poder pblico existente hasta el punto de que ahora ningn poder terrestre podr construirse si no es como modelo de 10 que ms tarde habr de IIamarse potes tas spiritualis. La declaracin "mi reino no es de este mundo" [Juan 18, 36] no significa que se trata de un reino alienado de este mundo o sin relacin con I. Si as hubiese sido, nada ms se habra sabido de ese Jess-Mesas, y hoy no estaramos invocando su vida para hablar sobre Ia ante los once apstoles: "Me ha sido dado mitologia dei poder. Por otro lado, el Ungido es muy claro ai respecto una vez que realiza su apoteosis post-mortem todo el poder (psa exousfa) en el cielo (en ouranQi) y en Ia tierra (epi [tgs) ggs)" [Mateo 28,18]. EI cristianismo tiene como mitologema fundacional a un Rey muerto cuyo espectro esencial, retomado de Ia muerte a Ia que l mismo contribuye asintiendo Ia voIuntad de su Padre a travs de una sacra tio jurdica, anuncia a Ia humanidad que un nuevo rgimen indito de poder ha comenzado y, junto con l, el mundo antiguo ha perecido: es el tiempo deI poder espiritual o, en nuestros trminos, de Ia espectropolftica. Si bien Ia expresin herem es traducida por los cristianos con una serie compIeja de vocablos que generan un amplio espectro semntico, Ia versin con ms suerte fue Ia de anthema. En el mundo griego, esta paIabra no tena otra significacin que Ia de ofrenda votiva, propia de Ia devocin privada, que
Ahora todo el cosmos, y ya no slo Ia jerarqua anglica, deviene un territorio sacralizado sin fronteras. La Didach ofrece otro testimonio en eI mismo sentido cuando reconoce en el Cristo a un Homo sacer: "entonces los hombres vendrn ai fuego de Ia prueba y muchos se escandalizarn y perecern, pero los que hayan permanecido en su fe se salvarn por eI mismo anatema (katthgma)".J9 En efecto, Dios mismo no cesar de recurrir a Ia prctica de Ia separacin mediante el herem, Ia sacratio, para Ia asignacin de Ias misiones evangelizadoras: "Separadme (aphorfsate moi) ya a Bemab y a Saulo para Ia obra a Ia que los tengo IIamados" [Hechos de los Apstoles 13, 2]. Como ha sido demostrado, esta sacralizacin se corresponde punto por punto con un acto jurdico soberano de Dios que tiene su antecedente en Ia separacin de los levitas en Nmeros 8, 6-14, donde el verbo aphorfzQ se corresponde con el hebreo hibhdil.40
37
ekpetseQs (Didach
16,6)';
in
The Messianic
40
christliche Altertumskunde
DAUBE, D.,
Idea in Judaism and Other Essays on Jewish Spirituality, New York, 1971, pp. 1-35.
I
11 O SEGUNDA PARTE: Soberania y normatividad Fabin luduea Romandini Ila comunldad de Ias espectros. Antropatecnia
111
ti
,:{i
De esta manera, Pablo, hombre sagrado tambin l, au;} si no tiene ya necesidad de morir para fundar su misin, puesto que el acto de muerte 10 ejecut el Mesas -a Ias fines, justamente, de poder sacralizar a Ia comunidad-, puede decir: "E1 que no ame aI Sefor (tn kyron), sea maldito (gJQanthema)"
J
comunidad eclesial es sacra, y quien es jurdicamente maldito, vale decir, profano (delmismo nios Vigilantes cuando se separaron de lajerarqua
[1 Corintios
6, 22]. Es decir, de ahora en ms, quien no acepte Ia nueva ley fundada por Ia en tanto que excluido de Ia comunidad
consagracin de Jess-Mesas no representa un acto sacrificial destinado a poner fin a todos los sacrificios (como sostiene, por ejemplo, Ren Glrard) sino que Ia muerte dei Mesas es un herem y no un sacrificio humano propiamente dicho con todas sus regias rituales. La lgica mesinica, en este punto, no es tanto sacrificial como sacralizadora: ahora se trata de que todo el cosmos -con el mundo humano incluido- ingrese en Ia potestad espectral y sagrada de lajerarqua a los fines de erigirse por encima de l como su nuevo rey. Su misin, en una exacta inversin de Ia accin de los Vigilantes, consiste en restaurar Ia sacralidad originaria deI mundo. AI sacrificarse a s mismo, Jess intenta reparar Ia escisin originaria y, en el mismo gesto, santificar, sacralizar a Ia totalidad dei mundo. Si esta es as, el exlio como forma de alejamiento dei poder soberano de Dios se torna de ahara en ms inviable como actitud poltica, dado que Ia crucifixin hace que, a partir de ella, todo exilio sea imposible ya que no hay territorio por fuera deI dominio de Dios. Incluso ellnfierno, de Ia profanacin, es slo un modo de seguir bajo Ias jerarquias figura suprema diablicas de divina. Para Jess, morir significa excluirse deI mundo gobernado por Ias potencias anglicas
sagrada fundada en el cuerpo mstico de Cristo. En esa perspectiva, se establece que no debe creerse ningn otro evangelio -es decir ninguna otra por Cristo, en especial si proviene de otro ser ley- que no sea el pronunciado
anglico (posible rival deI Mesas): "cuando nosotros mismos o un ngel deI cielo (ggelos ex ouranoCt) os anunciara un evangelio distinto deI que os hemos anunciado, isea maldito! (anthema stQ) [Clatas 1,8]". aIos dems les est prohibido lanzar anatema contra el Senor: Sin embargo, par Ia misma razn, dado que slo el Mesas puede autoanatematizarse, "Nadie [... ] puede decir: 'jMaldito sea Jess!' (Anthema IgsoCts)" [1 Corintios 12,3]. Una accin como esta ltima equivaldra, aI contrario, a una reproduccin dei acto de rebelin inaugural de Ias Vigilantes. En efecto, esta posibilidad es evocada por el propio Pablo que, en un momento hiperblico de su Espstola a los Romanos, deseando Ia salvacin deI pueblo israelita, por 11nmomento parece negar Ia sacralidad de Ia comunidad cristiana queriendo separarse de ella mediante una especie auto-herem: "pues deseara ser yo mismo maldito (anthema einai auts), separado de Cristo, por mis hermanos, Ias de mi raza segn Ia carne" [Romanos 9, 3]. Por cierto, este pasaje despert inmediatamente Ia gran alarma de los exgetas cristianos, quienes se apresuraron siempre a destacar el carcter retrica o biogrfico dei pasaje: "pero esto es Ia que quiere decir [Pablo]: no deseo ahara -dice- ser anatema, separado de Cristo, sino que 10 deseaba en eI tiempo en que yo perseguia a Cristo o a su Iglesia".41 De modo similar, ese herem juramentado de los Vigilantes en el origen de (anathmati anethematsamen Ia historia es evocado tambin por el relato de los judos que confabulan contra Pablo: "Bajo anatema nos hemos comprometido chos de los Apstoles 23, 14]. Sin embargo, a diferencia de cuanto ocurra en elmundo antiguo, sacer no es ms quien ha sido expulsado, sino que, a partir de Ia muerte dei Mesas, toda Ia heautotls) a no probar bocado hasta que no hayamos dado muerte a Pablo" [He-
Ias ngeles, slo que bajo Ia forma de Ia punicin perpetua. Jess absorbe en si toda separacin, liquida todo exilio, dirime toda escisin. A partir de su muerte, todo el mundo no cesar de sacralizarse y toda profanacin slo podr refarzar el nuevo poder divino. Pero hay un rey muerto y, entonces, i,qu significa esta para Ia poltica cristiana? Si el herem original de los Vigilantes y el post-diluvio llen aI mundo de los espectros de los gigantes, ahora Ia muerte sacra deI Mesas promete abrazar aI mundo con su espectro original: un mundo de muertos vivos que Ias cristianos llamarn Ias resucitados. En efecto, i,qu otra cosa es tcnicamente un resucitado sino un muerto vivo? Con Ia muerte deI Mesas todo el mundo deviene espectral, anglico. Por ello, en nuestro mundo, todo Bloom es tambin un espectro. Emanuele Coccia ha lanzado un gran desafio a Ias corri entes de Ia filosofia contempornea que reivindican ai mesianismo como forma poltica cuando recuerda Ia fuerza primigenia de Ia angelologa frente aI mesianismo: "Ia unin entre Ia verdadera humanidad y Ia verdadera divinidad experimentada en el Mesas no es capaz de declinarse en el tiempo. Puede vivir en el espacio de una vida humana. Antes y despus de su encarnacin, los ngeles continuarn reinan-
41
PSEUDO-CONSTANCIO,
92
A,
in FREDE,
H.
do sobre el mundo. Si no son Ias jerarquias celestes, sern ahora Ias jerarquas
pp. 63-64.
112
113
terrestres, conformadas
jurdica y, por ello, Ia resolucin deI problema deI cuerpa deI Mesas muerto implicaba Ia concurrencia de modelos polticos divergentes. En este sentido, si alguna duda cabe de que se trataba de un debate de naturaleza eminentemente poltica y no filosfica, baste considerar el lugar y el modo en que estas disputas y decisiones tomaban forma definitiva: eI concilio. Es preciso tener en cuenta que los concilios no eran reuniones de naturaleza meramente religiosa sino que, ms ali de que podian contar con Ia actuacin deI Emperador, su forma misma correspondia a una politicidad de un nuevo orden calcado, no obstante, sobre Ias minas deI antiguo: De hecho, eI senado romano era el modelo [... ] No se trataba de que Ias obispos hubiesen observado aquello con 10 cual Tcito estaba familiarizado en Roma; sino que, ms bien, haban observado imitaciones Iocales de aquello que podan ver en sus propios senados muncipales. Donde el escenario era occidental y latino, como
10
narracin, Ia memoria de Ios erga deI Mesias".42 La posicin de Coccia revela una lucidez formidable que debe prevenirnos de caer en Ia ingenuidad deI mesianismo poltico. Sin embargo, aceptar el postulado de Coccia no debe hacernos perder de vista Ia prestacin fundamental deI mesianismo: su obstinada mezcla de naturaleza espectral-anglica experimento antropotcnico y humana, no tena tanto (o slo) como objetivo superar Ia angelologia cuanto realizar un sobre Ia vida humana. Luchar contra los ngeles cados significa para Dios ganar el poder sobre Ia vida y Ia muerte. La soberania, en cambio, continuar ejercindose hasta el final de los tiempos por Ia jerarquia anglica, pero Ia importancia deI mesianismo no radica en el gobiemo deI mundo sino en Ia experimentacin zoopoltica de una nueva forma de vida, de un nuevo poder de vida y muerte para Dios que los cristianos lIamarn resurreccin y que coincide con el nacimiento de una nueva humanidad cuyo sustrato biolgico ha sido drsticamente alterado. piensan en Ias cateEn este sentido, quienes en Ia filosofia contempornea
trmino cvico convocar, cogere, fue elegido por aquellos aI mando; deI mismo modo, Ia forma de expresar el propio voto de pie, el uso de documentacin de apoyo y Ia repeticin de Ias palabras de un lder de discusin. Se resuma cada propuesta en una terminologa muy neutra!, mientras que Ia gente reunida gritaba p/acet, "is!". Estas escenas eran todas romanas; romano el nmero de testigos que se necesitaban en respuesta a cargos; romanas Ias sententiae, Ias "opiniones" o votos individuales que los participantes expresaban segn invitacin, despus deI p/acet; decisin por Ia mayora y por gritos masivos que haban reemplazado ai ms antiguo uso senatorial de Ia divisin fsica en dos partes, para ser contados (Ia discessio); finalmente, Ia puesta por escrito de Ias actuaciones, acta, para darIas a conocer luego en una dec]aracin pblica o carta.4J Todavia en estos primeros tiempos deI cristianismo, un modelo teolgico poltico imperial podia convivir perfectamente con resabios de una democracia por aclamacin, algo que ensena mucho ms de 10 que suele creerse sobre am-" bos sistemas polticos y su posible compatibilidad. La multitud (hoi polloi) era \, enton.ces parte integrante deI sistema de] Imperio, algo que deberia despertar el sentido critico de quienes hoy proponen Ia categora de multitud como nuevo sujeto poltico frente a Ia transnacionaIizacin geopoItica de Ios centros de (
gorias de sacralizacin o profanacin como altemativas polticas antagnicas, lIevan adelante un gesto por 10 menos ingenuo, puesto que ambas son slo Ias dos caras de un mismo poder maniqueo original. Bien-decir o mal-decir son Ias dos valencias originarias de todo poder anglico y divino. Es Ia lucha entre Dios y sus ngeles Ia que ha poblado de espectros aI mundo y ha hecho de l un teatro de muertos vivos. En este sentido, Ia profanacin no es una alt~rnativa poltica sino simplen)ente Ia pri:nera forma de ejercicio deI pod~r a~gl'i~-o sobre el mundo. Su contrapartida es Ia sacralizacin. Ambas son Ias dos caras simtricas dei sacro poder.
--111-La singular naturaleza espectraJ deI Mesas fue uno de los enigmas ms controvertidos que tuvo que enfrentar el cristianismo naciente. Sin embargo, en estos debates que opusieron a gnsticos con cristianos proto-ortodoxos, a monarquianos con trinitarios o monofisistas con difisistas, no estaba enjuego una pura cuestin metafisica, religiosa o cognoscitiva. AI contrario, Ias definiciones sobre cmo debia entenderse Ia espectralidad mesinica eran de naturaleza eminentemente
poder en el mundo contemporneo. La multitud es una categoria teolgica de' nn nuevo tipo de poltica que, justamente, borra Ios lmites geogrficos y cuItuJ,
42
cOCClA, E.,"lntroduzione
43
MacMullEN, R., Votng about God in Ear/y (hurch (ounci/s, New Haven & london,
114
SEGUNDAPARTE:Soberana y normatividad
115
quehagla
un Evangelio comn. Los cristianos, que lerHamente constituiran Ia ortodoxia romana, comprendan perfectamente ellugar que estructuralmente ocupaba Jess respecto de 10s ngeles; sin embargo, queran hacer de l un ser singular, mezcla compleja entre espectralidad y carnalidad. Tertuliano vea que sta era, en efecto, una de Ias ms serias amenazas que el marcionismo presentaba aI cristianismo romano: "Falsa es entonces nuestra fe, y ser un fantasma todo 10 que esperamos de Cristo (et phantasma erit totum quod speramus a Christo), sumamente prfido entre los unfantasma, entonces su pasin habra sido slo inficionase comhombres, t que excusas aios asesinos de Cristo [en referencia a Marcin]".44 Si el Ungido era nicamente otro antiguo truco dei teatro anglico.45Pero de este espectro algunos cristianos esperaban mucho ms. Esperaban que su divina espectralidad pletamente Ia carne. Slo de este modo se completada poltica. Por ello, se requiere que el Mesas haya tenido una "carne rociada de sangre, implantada en los huesos, entretejida de nervios, enredada de venas,,46. De all Ia compleja constitucin ontolgica dei Mesas que Tertuliano enumera por medio de una exquisita serie de oxmoron para caracterizar la sustancia dplice de Jess:
('
(!elamprusmnoi),,"9 Es decir, en el Cristo se realiza Ia conjuncin sin fusin de una dimensin espectral con otra de orden carnal. En este sentido, toda Ia complejisima teora pneumtica deI cristianismo -cuya historia completa est deI pnema como espritu sutil en una
5, 23: "vuestro esp-
an por escribirse50- es un proceso que tiene lugar entre dos polos extremos: uno que tiende hacia Ia materializacin antropologa de corte tripartito -como en 1 Tesalonicenses
ritu (pnema), vuestra alma (psychgJ y vuestro cuerpo (sQma)"- y otro que lIeva hacia Ia desmaterializacin deI pnema como Espritu Santo (hgion pnema). Sin embargo, tanto un polo como el otro forman parte de un mismo continuum de pensamiento tendi ente a Ia instauracin de 10pneumtico como una dimensin de Ia espectralidad fundamental de Ia poltica cristiana.51 En efecto, 10que se nece,sita, segn Ia proto-ortodoxia, es un ser que uniendo Ia naturaleza anglica con Ia humana pueda, ai mismo tiempo, mantenerlas diferenciadas. Esto significa que por medio deI Mesas, Dios realiza una intervencin antropotecnolgica sin precedentes, aun si finalmerite los Vigilantes haban engendrado ya hijos humano-anglicos pero su experimento haba fracasado brutalmente, conduciendo aI Gran diluvio. Sin embargo, Dios tiene un xito bioespectro-lgico inigualado: el Hijo inseminado artificialmente en Mara Ilega a ser nacido pero no nacido, muerto pero vivi ente, en otras palabras, un muerto vivo, un resurrecto, alguien que pereci para vivi r y que conoci Ia muerte para ganar el dominio soberano de Ia vida post-mortem para su Padre. En este sentido, el cuerpo de Cristo no cesar nunca de ser, finalmente, espectro carnal o, dicho en otros trminos, se transformar en Ia forma ms acabada de una carne espectral (donde ambos trminos son igualmente reales). Finalmente, los debates en torno a Ia naturaleza dei cuerpo deI Ungido se deslizan entre 10s extremos de una polaridad: Gera el Mesas un fantasma anglico o un simple cuerpo mortal? A pesar de que Ia posicin teo-hiotecnolgica de Ia ortodoxia consisti en apostar por Ia forma del muerto vivo, Ia cristiandad no
un triunfo de Ia divinidad
sobre el reino anglico, y podra tomar forma una nueva e inusitada comunidad
"hombre y Dios, nacido (natum) y no nacido (non natum), carnal (carneum) y espiritual (spiritalem), dbil y fortisimo, muriente (morientem) y viviente (viventem)".41 En efecto, comprende bien Tertuliano, si Ia pasin es "ficticia
(licta)" entonces el Espritu (spiritus) tambin es falso." Como sefala Cirilo de Alejandria, "mientras que ramos impuros se mezcl con nosotros corporalmente (sQmatikQs) y espiritualmente (penumatikQs), y asi hizo desaparecer de nosotros Ia mancha. En efecto, quita nuestros pecados para que, por causa de l y por medio de l, seamos puros (katharoz) y resplandeci entes
De Adoratione
111,
y sus implicancias
tericas
son analizadas
Paris, 1997, pp. 163-178. canone della passione. 50 Por el momento puede verse VERBEKE, G.,
pathos
e medioevo';
Christi 5,5: "[ ... ] carnem scilicet hanc sanguine suffusam, ossibus substructam,
nervis intextam,
47 48 TERTUlIANO, De TERTUlIANO, De
(p. 9), ef. AMO USANOS, R., EIprincipio vital dei ser humano enlreneo, Aquino y Ia teologia espaiiola reciente, Roma, 2007, p. 20 Y ss.
Una segunda temtica. parte de esta investigacin estar parcialmente
Origenes, Agustin,
Toms de
dedieada
a Ia exploracin
de esta
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y normatividad
Fabin Ludueia
Romandinllla
117
Por ello, un partidario deI alTianismo radical como Eunomio tambin podr escribir acerca deI Cristo: "Glorificado (dedoxasmnon) por eI padre antes de en el tiempo y por los tiempos, glorificado por el Espritu (hup tou pnematos)
No obstante, es necesario insistir en que estas disputas que parecen de naturaleza ontolgica eran, en realidad, el resultado de operaciones jurdicas destinadas a instalar un modelo teolgico-poltico. En este punto, Emanuele Coccia de Ia ha recordado que los telogos no son tanto filsofos como "magistrados
medi o de toda sustancia racional y creada (logikgs kai ggnetgs ousias), escoltado de todo eI ejrcito celeste (epouraniou stratis): en efecto, es seliar (Kyrios) y rey de Ia gloria (Baseiles tgS dxgs), en cuanto Rijo de Dios y Dios", y por ello es tambin "verdad operante" (ali.theian energosan), "vida generada" (zoim natural genngttin) y "potencia subsistente" (dnamin hyphestQsan).54 Siendo el Mesas el rey de los ejrcitos celestes, es absolutamente entonces que el cristianismo haya construido su reflexin sobre el Cristo como una ontologia poltica, o mejor, segn una expresin posterior, como una cienciajuridica de los dos cuerpos (espectral y carnal) del Rey. EI anacronismo, entonces, reside en quienes quieren ver en los contenidos de fe una doctrina filosfica: esta confusin, propia de Ia Modemidad, no exista en elmundo judeocristiano, y ciertamente esta concepcin jurdica dei conocimiento significar el inexarable eclipse de Ia filosofia griega tradicional y conllevar Ia extincin de Ias sectas antiguas. Si Ia teologa es una forma extrema de ciencia poltica, Ia novedad deI Uudeo-) cristianismo consistir en establecer un impensable objeto privilegiado de casustica jurdica: Ia naturaleza hbrida de un espectro devenido came para lIevar a cumplimiento cuerpo yacente. Ia ley a travs de una ecclesia constituida sobre su propio
verdad": su objetivo no es investigar una forma de vida especfica (en este caso Ia de Cristo) sino fundar Ia verdad por medi o de un decreto lIamado dogma cuyo propsito estaba dado por Ia construccin de una comunidad poltica imperial. La naturaleza deI cuerpo de Cristo no era el resultado de una indagacin de filosofia natural sino Ia decisin jurdica de un concilio: Ia verdad era decretada, no fundada en opinin filosfica.52 Sin embargo, sera un gravsimo elTor interpretar este carcter esencialmente jurdico de Ias decisiones eclesisticas sobre el cuerpo de Cristo como una perversin de una religiosidad originaria que habra estado libre de contaminaciones con Ia esfera deI derecho. AI contrario, es el propio Mesas quien lIeva toda Ia disputa aI telTeno jurdico cuando decide confrontar Ia ley juda. Y, por otra parte, 6en qu otros trminos, que no sean los de Ia poltica y el derecho, puede hablarse acerca de un Rey? Puesto que el Mesas, ante todo, es el Rey de un nuevo e inaudito reino a cuyos futuros sbditos se les promete transformarse en muertos vivos como condicin de ciudadana. Todos los cristianos saben que cuando hablan deI "Rijo deI hombre" se
"Vida inmortal" (tgn athnaton ZOEm)" es el nombre deI tesaro buscado por Dios a travs deI cuerpo-experimento de Jess. Sin embargo, a pesar de que el dogma de los diversos concilos busca establecer Imtes y formas de coexistencia prstinas y estabIes de Ia doble naturaleza dei Cristo, los telogos saban tambin que el cuerpo deI Mesas era un autntico campo de batalla zoopoltico: su cuerpo fsico, finalmente, haba nacido sin pecado, o dicho en trminos ms explcitos, sin lapoliticidad que los Vigilantes haban introducido en Ia historia y el mundo en su de Ios hombres. Esta politicidad intentar, par elIo mismo, introducirse
refieren a un Rey: "cuatro son Ios principales ttulos divinos por medio de los cuales se reconoce aI Espritu (pneuma): Senor (kyritgtos), Dios (thetgtos), Rijo y Rey eterno (Basileias aiQniou)".5J En este punto, tanto los ortodoxos como sus adversarios hablan el lenguaje comn de Ia poltica, puesto que tanto unos como otros reconocen Ia naturaleza eminentemente regia deI Kyrios y, por ello, antes de que un grupo determinado de cristianos, mediante una nocin -tambin poltica- como Ia de herejia, buscase fundar un ncleo hegemnico de poder centralizado en Roma, los debates giraban en torno aI mismo problema: determinar Ia naturalezajurdica deI nuevo Ungido y los alcances de su reino.
carne: "En su cuerpo sin pecado Ia muerte buscaba en todos los ngulos su fuerza llutrcia: concupiscencia (hgdonti), ira (orgti), desobediencia (parakoi,) [... ] pero no encontrando en l nada que pudiese ser alimento de Ia muerte, constreliida
52
son de capital
importancia
Ias reflexiones
in CocelA, por que 54 EUNOMIO,Exposicin de Ia fe li/, in GOLDHORN, J. D. S. Basilii et S. Gregorii theologi opuscula dogmatica seleeta, Leipzig, 1854, pp. 618-629, retomado en SIMONETTI,Manlio, /I Cristo, Miiano, 1990, vol. i1, p.188. 55 HIPOllTO,
cristianas fisiologia
y afirmado y contagios
de Ias ideas':
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pueden "secularizarse" enteramente sobre s misma y diso!vindose por falta de alimento, deviene muerte para si misma (heautQj thnatos eggneto)".56 Como puede verse, Hiplito enumera pacientemente Ias elementos de Ia herencia anglica de los Vigilantes, los cuales, habiendo decidido desobedecer a su soberano supremo unindose a Ias hembras humanas por sobrehumano deseo, introdujeron Ia historia y Ia vida propiamente poltica en el mundo humano, pero tambinjunto con ella Ia muerte como un territorio que habia quedado fuera deI Reino de Dios. Supremo gobernante perimento biotecnolgico dei cosmos, Dios decide entonces realizar aqueI exque consisti en crear aI Cristo para ganar un nuevo espectropoltica,
mundo espectral puede entrar en elmundo humano haciendo de toda poltica una! es porque, radicalizando inauditamente el gesto primero de los .; Vigilantes, el Cuerpo deI Ungido acta como vaso comunicante entre una y otra: esfera. En el vientre de Mara, en el cuerpo deI Mesas, en los dos cuerpos deI Rey! analizados por Kantorowicz, mundos que antiguamente se juegan entonces Ias puntos de pasaje entre dos
La teologa poltica que en Occidente se funda con el cristianismo hace que ahora ambos dominios estn permanentemente comunicados, y Ia mitologia deI poder sea, hoy ms que nunca, una zoopoltica espectrai. Dei mismo modo, Ia necesidad de una ecclesia que administre el culto aI Espectro esencial deI Mesas muerto hace que Ia lucha contra el gnosticismo no pueda contenerse ms ali de cualquier sutileza teolgica: Ia secularizacin de 10divino es el destino inevitable de Ia deriva mesinica deI cristianismo, y acasO el autntico suicidio de Dios sea su evacuarse plenamente en elmundo humano hasta identificarse completamente con l aI punto que todo devenga indisolublemente Desde esta perspectiva, parte deI sacro poder.
59
poder sobre Ia vida y Ia muerte. Si los ngeles haban introducido Ia muerte en Ia creacin, tambin haban logrado crear un verdadero espacio ingobernabie para Ia jerarqua de Ia burocracia divina. i,Cmo penetrar en ese territorio virgen? El Cristo como experimento antropotecnolgico estuvo Ilamado a cruzar esa frontera constituyndose en un ser hbrido, un cuerpo sacro (t hiern sQma)5J,
58
Sin embargo, tener Ia experiencia de Ia muerte implica, finalmente, morir. Para vencer Ia muerte Dios tiene que permitir Ia crucifixin de su Hijo -una consecuencia necesaria y buscada de Ia antropotecnia practicada sobre el cuerpo mesinico~, y luego debe hacer que ste retome de esa muerte. La muerte de Ia muerte no puede ocultar el hecho de que Jess vence a Ia muerte como retorno, dado que Dios no poda ejercer su poder afirmativamente sin Ia aniquilacin de su propio hijo. Slo mediante Ia experiencia de Ia negatividad de Ia muerte Dios puede ejercer ahora un poder afirmativo sobre Ia vida. Esto implica, sin embargo, cambiar Ia condicin ontolgica de toda Ia humanidad a partir deI xito biotecnolgico obtenido con su Hijo. La misin apostlica, tambin conocida tiene como ncleo ltimo expandir en todo el mundo Ia futura, en un Reino de muertos vivos con una como evangelizacin,
tica en su naturaleza y espectral en su aplicacin. La suerte misma deI cuerpo mesinico est en Ia base deI derecho eclesial que nace sobre Ias disputas jurdicas concernientes a su forma y estructura. Habiendo sido el Cristo mismo un Homo sacer, y habiendo perecido mediante un herem auto-infligido con Ia anuencia soberana deI Padre, el anatema tender, con toda naturalidad, a constituirse en una forma primordial dei ejercicio deI poder eclesistico. No pocos historiadores y filsofos (y hasta telogos ms o menos di sidentes) suelen sorprenderse, e incluso escandalizarse, de Ia historia anatemtica de Ia Iglesia romana como si Ia comunidad cristiana hubiese debido o podido tener otra deriva jurdico-poltica luego de que su propio Rey y razn fundante se hiciese l mismo anatema para fundar Ia nueva ley. Si el Mesas mismo es una ley viviente (lex animata) que muere bajo Ia forma jurdica de un herem (o una sacra tio extrema), entonces el anatema constituye Ia esencia fundante misma deI poder jurisdiccional que surge de su soberana post-mortem.
noticia de que Dios soberano ha decidido transformar a Ia tierra, cuando se haga presente su ciudad escatolgica Iglesia llamada a ejercer el culto espectral deI Ungido resucitado, deviniendo para ello en el doble ten'enal de Ia burocracia espectral de los ngeles celestes.
I Pueden ahora comprenderse Ias condiciones de posibiIidad de .. aquello que entonces suele denominarse "teologa poltica": si los conceptos teolgicos
56 57 58
HIPOLlTO, HIPOllTO,
59
trabajos
ai no poder el pensador alemn darse cuenta de que inevitablemente ai fundar una eec/esia el cristianismo no podia sino devenir en gnosticismo secularizante a pesar de s mlsmo. Por 10 tanto, mito gnstico o mito ortodoxo, Ia Modernidad es indefectiblemente cristiana, y querer distinguir en este punto, como 10 hace Voegelin, entre cristianismo ortodoxo y heterodoxo es simplemente reproducir el discurso heresiolgico sin adentrarse cristiano en su conjunto. en Ia politicidad comn que subyace ai proyecto
De all que pueda hablarse de una doctrina dei "primer" y "itimo" Adn, en relacin con Cristo. Entre 105 mltiples ejemplos posibies, cf. TERTULlANO, De Resurreetione 53,12-17.
Fabin ludueiaRomandini
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y normatividad
Esto significa que Ia poltica cristiana no puede sino ser co-originariamente anatemtica debido aI mito fundante que Ie dio lugar. Es por ello que si en Ias densas proposiciones jurdicas de, por ejemplo, eI gran Concilio de ConstantinopIa deI ano 553 podemos leer, luego de cada sentencia, el sintagma "anthema stQ", ello no significa otra cosa que Ia asuncin profunda deI derecho anatemtico fundado por el Mesas mediante el exemplum de su propia muerte y retorno como lex animata. Asi, por ejemplo, Si uno no profesa una sola naturaleza (physin) o sustancia (ousian) y una sola potencia (dynamin) y autoridad (exousian) deI Padre, Hijo y Espritu santo, una Trinidad consustancial, una sola divinidad adorada en tres hipstasis o personas, que un tal sea anatema (anthema stQ).'o En efecto, no puede .enunciarse de modo ms claro cmo una proposicin aparentemente referida a una cuestin acerca de Ia naturaleza (physis) o sustanAqu eI vocabuIario filosfico cia (ousia) dei Cristo, lejos de ser el resultado de una enunciacin filosfica, es situada dentro deI marco de una decisinjurdica. no debe enganamos, de Ia proposicin puesto que ste no sirve a Ia elaboracin de una historia sino juridicamente. Y, en
EI derecho occidental hace, entonces, deI Homo sacer su ncleo esotrico no mediante su formulacin paradjicamente, en eI mundo romano, cuando Ia zoopoltica fun-
cionaba a travs de mecanismos harto diferentes, sino en el momento en que, dicha figura es asumida, por medio de su equivalente hebreo deI herem, y radicalmente transformada por Ia mitologia cristiana deI poder, haciendo entonces que Ia norma legal devenga esencialmente anatemtica a medida que se constituya, en los siglos posteriores, el derecho cannico de una Iglesia consolidada. Ahora bien, l,en qu consisti Ia transformacin legal que el Mesas produjo
en el derecho antiguo? Si el mesas es una ley viviente que muere y resucita anatemticamente. l,Qu implica esto para Ia historiajurdica de Occidente? Para entrever una respuesta, es muy til remitirse a PabIo de Tarso: l,Qu decir entonces? l,Qu Ia ley (ho nmos) es pecado (amartia)? jDe ningn modo! Sin embargo, yo no conoc el pecado sino por Ia ley (di nmou). De suerte que yo hubiera ignorado Ia concuspicencia si Ia ley no dijem: jNo te des a Ia concupiscencia! Mas el pecado, aprovechndose deI precepto (tgS entolgs), suscit en m toda suerte de coucupiscencias; pues sin ley el pecado estaba muerto. jViva yo un tiempo sin ley!, pero en cuanto sobrevino el precepto, revivi el pecado, y yo mor (apthanon); y result que eI precepto (hg entole), dado para vida (eis zon), me caus muerte. Porque el pecado, aprovechndose deI precepto, me sedujo, y por l me dia muerte. As que Ia ley es santa (ho nmos hgios) y santo elprecepto (hg entole haga) y justo (dikaa) y bueno (agathfJ Luego, l,se ha convertido 10 bueno en muerte para m? jDe ningn modo! Sino que el pecado, para aparecer como tal, se sirvi de una cosa buena para procuranne Ia muerte, a fin de que eI pecado ejerciera todo su poder de pecado por medio deI precepto. Sabemos, en efecto, que Ia Iey es espiritual (ho nmos pneumatiks estin), mas yo soy de came (srkins), vendido aI poder deI pecado. Realmente mi proceder no
10
natural sino para Ia constitucin de una antologia poltica donde Ia veridiccin no se establece demostrativamente este sentido, los escritos teolgicos -tardo-antiguos nidos jurdicos pre-establecidos, comentarias y medievalesde Ia patrstica
y Ia escoIstica no son, en muchos casos, otra cosa que el desarrollo de contesobre Ia Ley cuya rectitud, por otra parte, debe siempre resguardarse so pena de caer, el telogo desprevenido o disidente, bajo Ia lgica necesariamente temente nunca podria ocunir.62 anatemtica deI derecho mesinico61 y ser considerado hereje, algo que, si se tratase de opiniones filosficas, eviden-
.(
comprendo; pues no
10
60
MANSI, Saaorum
dei
hago
10
10
que no quiero,
sistema jurdico dei anatema como forma expresa de establecimiento de Ia verdad teolgica, cf."Die Anathematismen des Damasus oder Confessio fidei catholicae'; in HAHN, A., Bibliothek der Symbole und Glaubensregeln der Apostolisch-katholischen Kirche, Breslau, 1842, pp. 179-184 (citemos, como muestra, el primero de los 24 anatemas:"Anathematisamus os, qui non tota libertate proclamant, eum cum Patre et Filio unius potestatis esse atque substantiae'j. 61 Cf. CLEMENTE DEALEJANDRIA, Stromata
11,
estoy de acuerdo con Ia Ley en que es buena; en realidad, ya no soy yo quien obra, sino que es eI pecado que habita en mi. Pues bien s yo que nada bueno habita en mi, es decir, eu mi carne; en efecto, querer eI bien quiero. Y si hago que no quiero no soy quien
10
el realizarlo, puesto que no hago el bien que quiero sino que obro el mal que no
de una libre el que no cree, ni 10 10
merecera un castigo conforme ai derecho (amoibgs dikaas); sera responsable". 62 Emanuele Coccia est desarrollando
eu mL Descubro, pues, esta Iey: aunque quiem hacer el bien, es el mal eI que se me presenta. Pues me complazco en Ia ley de Dias segn el hombre interior (kat
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y normatividad
Fabin ludueia
Romandini
123
tn eSQ nthrQjJon6\
de desactivacin
mesinica de Ia ley; sin embargo, una lectura atenta deI mismo mucho mayor deI
que lucha contra Ia ley de mi razn (tfii nmQi tou nos) y me esclaviza a Ia ley deI pecado que est en mis miembros. iPobre de ml i,Quin me liberar de este cuerpo que me Ileva a Ia muerte? jGracias sean dadas a Dios por eI Mesas, nuestro Sefior! Asi pues, soy yo mismo quien con Ia razn sirvo a Ia ley de Dias, mas con Ia carne a Ia Iey deI pecado. Por consiguiente, ninguna condena pesa ya sobre Ios que estn en Cristo Jess. Porque Ia ley dei espritu (ho nmos toupnematos) que da vida (tgs zos) en el Mesas te liber de Ia ley deI pecado y de Ia muerte (to nmou tgs amartias). Pues
10
problema. En principio, para Pablo es muy claro que est hablando de Ia ley en sentido estrictamente jurdico, y de ninguna manera sostiene que Ia ley pueda ser perjudicial sino que el carcter obligante deI precepto estaba destinado a fortalecer Ia vida (zoe), pel'o Ia muerte penetr en Ia ley a travs deI pecado: "el supremo anuncio de Ia bondad de Ia ley (praeconimum legis) es ste [pues] gracias a ella no fue permitido aI pecado permanecer oculto (non licuit delictum latere)".65 Esta suerte de pre-historia jurdica de Ia humanidad puede ser leda como un resultado de Ia accin anglica sobre el mundo. Desde el momento en que Ias ngeJes trajeron Ia concupiscencia ai mundo (ya sea a travs de los Vigilantes, ya sea a travs de Ia accin diablica de Ia serpiente en el Edn), el hombre se encontr frente a un precepto obligatorio que no coincida con sus deseos: "con estas palabras nos ensefi que antes de Ia gracia, viviendo bajo Ia ley (hup ta nmQ politeumenoi), sufrimos ms fuertes ataques deI pecado (tgs amartas), ayuda (ou parchontos)".66 De este modo, Pablo pues Ia ley muestra 10 que hay que hacer (to nmou men t prakton hypodeiknntos), mas no proporciona Ia Modernidad: presenta Ia esencia de uno de los grandes problemas dei derecho pblico hasta i,cmo es posible obedecer una ley en Ia que no se cree? i,Cul los ngeles, mediante su accin devastadora, han tornado es Ia relacin entre ley y voluntad? Pablo desea aqu una solucin radical puesto que, precisamente imposible Ia obediencia voluntaria. La accin anglica estableci una distancia, un abismo, entre el deseo deI sujeto y Ia posibilidad de lIevar a cumplimiento Ia ley exterior. Los ngeles entre Iey y deseo trajeron como legado a Ia tierra Ia perpetua no-coincidencia
por Ia carne, Dias, habiendo enviado a su propio Hijo en una carne semejante a Ia deI pecado y en orden ai pecado, conden aI pecado en Ia carne, a fin de que Ia justicia de Ia Iey se cumpliera en nosotros que seguimos una conducta, no segn Ia came (kat srka), sino segn eI espritu (kat pneuma). Efectivamente, Ias que viven segn Ia carne (kat srka ntes) desean el espritu (kat pnema),
10 10
mas Ias deI espritu vida (zoe) y paz (eirgng), ya que Ias tendencias de Ia carne Ilevan aI adio de Dias, no se someten (hupotssetai) a Ia Iey de Dios, ni siquiera pueden; asi, tos que viven segnIa carne no pueden agradar a Dios. Mas vosotros no vivs segn Ia carne sino segn eI espritu, ya que el Espritu de Dios habita en vosotros. EI que no tiene el Espritu dei Mesas (pneuma Christo) no le pertenece;
(, (.
mas si eI Mesas est en vosotros, aunque eI cuerpo haya muerto ya a causa deI pecado, eI espritu (pneuma) es vida (zoe) a causa de lajusticia. Y si eI Espritu de Aquel que resucit de entre Ias muertos (ek nekrfin) tiene casa (oikef) en vosotros, Aquel que resucit (egeiras) aI Mesas de entre Ias muertos dar tambin ia vida (zQopoigsei) a vuestros cuerpos mortales por su Espritu que habita en vosotros. As que, hermanos mos, no somos deudores de Ia carne para vivir segn Ia carne, pues, si vivs segn ia carne, morirs, pero s con el Espritu (pnemat) hacis morir Ias obras dei cuerpo (prxeis tou srimatos), viviris (zgsesthe).64 Las ambiciones dei pasaje no son pocas, dado que presentan el delicado
"porque Ia ley es letra (lex littera est) para Ias que no Ia cumplen por el espritu deI amor (pe,r spiritum caritatis)".67 EI hombre siempre desea 10 contrario de Ia ley, y si cumple Ia ley es slo por resultado de una lucha agotadora (entre Ia ley de razn y Ia ley de pecado). La ley es sacra y buena en si misma, pel'o Ia naturaleza humana est transmutada por Ia accin anglica tornndose imposible Ia coincidencia entre Ia prescripcin deI Cdigo legal y Ia voluntad y el deseo
problema de Ia (posible) inocencia primordial, el origen de Ia ley y de Ia falta. Hay quienes han querido interpretar Ia propu esta deI apstol como una forma
63
dei "hombre
interior"tiene
antecedentes
en Ia filosofa
helenstica
65
TERTUllANO, Adversus
por Pablo en una concepcin dei "hombre interior"tiene (53). PlOTINO, Enadas 1,1,10
ai yo con Ia ley.
punto
de partida 66 67
sobre Ia Epstola a los Romanos 12, 5 (PG 60, 500): "Ia culpa no es dei mdico sino dei enfermo
us mal ia medicina': TEODORETO DECIRO, Interpretatio AGUSTINDEHIPONA, De
de Ia doctrina
in xiv epistulas sancti Pauli, in Patrologia Graeca 82, 116. ad Simplicianum libri duo 1, 17.
64
diversis quaestionibus
124
y normatividad
Fabin
luduefia
Romandini
Ila comunidad de
105
espectros, Antropotecnia
125
humanos. Este abismo entre ley y deseo es Ia fuente dei crimen, y como tal de toda revuelta poltica contra el Selior. Por e!lo, Ia Pasin dei Mesas es Ia forma anatemtica de intervencin sobre
eterna, mientras que Ia letra de Ia vieja se consume con el tiempo [... ] de modo que hace espiritual aI hombre en su totalidad".
71
de 10s muertos vivos de Ia futura ciudad de Resurrectos y refleja Ia fonua de accin de Ia fuerza mitica de poder divino que penetra en el orden deI mundo para hacerlo completamente sacro. AI mismo tiempo, se trata de una ley completamente zoopoltica, porque si el Espectro llamado Espiritu Santo penetra en los hombres a travs deI auto-anatema deI Ungido, entonces, ahora Ia ley tiende a devenir crecientemente normalizante. "La suma legislacin de Jess (p/f.rQma nmou Christs),,72 penetra en Ia carne y Ia vivifica, 10 que equivale a decir que Ia ley tiende ahora a coincidir y ejercerse sobre los procesos biolgicos de Ia especie. Los procesos de normalizacin de Ia vida, magistralmente analizados por Michel Foucault para perodos posteriores,
los deseos y pasiones de los hombres. EI Mesas tiene que intervenir sobre Ia Carne porque all tiene sus races el deseo, que es el reino de los Vigilantes: "el hombre interior es un espritu racional e inteligente que est de acuerdo con Ia ley de Dios; Ia ley de Dios est en vivir racionalmente y no dejarse !levar por pasiones de animales irracionales"." Por 10 tanto, llegados a este punto, Pablo no piensa que Ia solucin de ningn modo consista en desactivar Ia ley, sino ai contrario, en espiritualizarla, puesto que Ia ley no es Ia causa dei desorden deI deseo: "Ia sino que Ia ha dado a conocer Esto slo puede responderse per legem non insitam sed demonstratam)".'" ley no ha impreso en el hombre Ia concupiscencia (unde apparet concupiscentiam Ahora bien, l,qu significa una ley pneumtica?
encuentra aqu su origen esotrico, siendo Ia surgente deun paradigmajurdico que no ha cesado, en su lgica, de informar de manera cada vez ms omnipresente el sistema jurdico de nuestras sociedades, a tal punto que hoy podramos decir qu~ el carcter cada vez ms gestional de Ia ley en el mundo contemporneo de Ia mano con su necesaria espectralizacin. En este sentido, podemos ciertamente mesinico si entendemos pensar que vivimos va
teniendo presente que aqui Pablo est hacindose eco de una tradicin que est intentado introducir un nuevo rgimen de poder en Occidente subrepticiamente modificando Ia naturaleza deI derecho. EI prejuicio moderno podra hacernos creer que "espiritual" equivale aqui a desinteresado en los asuntos dei mundo temporal. Nada est ms alejado de Ia perspectiva de Pablo, dado que, en efecto, Ia ley espiritual es el resultado de Ia modificacin de Ia ley por Ia intromisin deI Espectro divino en Ia carne: "con a Ia ley, puesto que haca espiritual aI hombre que razn, se !lama 'espiritual'
en un tiempo
plena y perpetuamente con Ia vida hasta ha~er de ella~lobjeto privilegiadode sus preceptos. La zoopoltica palin~;, 'ciertame;rte: u~ del:ech~ sobre l. vida y Ia muerte (Ia ley da Ia vida slo despus de pasar por Ia muerte, da una vida post-mortem) y Ia espectralidad de 10 divino convive con Ia carne humana para disenar una sociedad de muertos vivos.
guardaba los preceptos que hay en ella, o tambin porque est promulgada por Ia accin dei Espiritu Santo, de modo que los que Ia obedecen pueden ser capaces de recibir ai Espiritu Santo, purificados por Ia educacin de Ia ley".'o Asi, en este enigmtico pasaje, Pablo no hace otra_cos~que Ia ley, hacer que sta transforme completamente su naturaleza deI Espectro mesinico encarnado. A travs de Ia resurreccin e,.spectra,'t~pr por Ia accin deI Ungido, su
--IV-Cuando Pablo de Tarso convierte aios tesalonicenses en modelo para "todos los creyentes de Macedonia y Acaya", caracteriza su fe por Ia creencia en JessMesas "a quien [Dios] resucit de entre los muertos (hn geipen {ho Thes} ek tn nekrn)" segn consta en I Tesalonicenses I, 10. Numerosos testimonios evanglicos senalan este acontecimiento fundacional ligndolo estrechamente con una exaltacin de Ia realeza deI Mesas. En su clebre monografa de 1913,
71 AMBROSIASTER, Commentaria 219-221. in sanai Pauli epistulas, Corpus Ecc/esiasticorum Latinorum
Espectro habita directamente en los miembros de Ia comunidad a Ia cual transforma en eternamente sacra y espectral a Ia espera de Ia resurreccin general: "Ia antigua ley fue esculpida en tablas de piedra; Ia ley deI espiritu (lex spiritalis), sin embargo, se escribe espiritualmente en Ias tablas dei corazn, para que sea
68
PELAGIO,
Expositio
in Epistolam
ad Romanos
in Expositiones
xiii epistolarum
Pauli,
in Patrologiae,
Series Latina,
Supplementum
1,1144.
ad Simplicianum 15, 88 gesammeft Iibri duo
69 70
AGUS11N
PE HIPONA,
De diversis quaestionibus
in epistufam
ad Romanos
in 51MB,
K., Pauluskommentare
und herausgegeben,
83-112.
9,2.
126
y normatividad
Fabin luduena
Romandini
Ila comunidad
de /05
espectros. Antropotecnia
127
W. Bousset
el hecho entrada
hasefiaJado
y una soberania
se mantenan
an separadas
y distinguibles
en
el mundo
antiguo. como oportunamente coincide plenamente por su poder a probar, sefialar Ia Glossa ordinaria, Ia resurrecde su que a
de Jess-Mesias de su realeza
y tiene lugar con el fin de la exaltacin de vida y muerte: justamente, de hecho, se supone puede
El titulo de Kyrios, Sefior, tiene una naturaleza sentido sibles rrecta ha sido a menu do desdibujado a los aspectos comprensin propios
eminentemente
poltica
significada
excesivamente
est llamada
que eJ Mesias
vencer
de Ia piedad poltica
que
de Ia naturaleza
Es ms, es actuaI
tiene el Mesias
(surgente)
necesario
tener presente
misma
en su sentido
que lleva a Ia vida". EI singular soluto carece titulo de ho Kyrios detentado de antecedentes en relacin en el Antiguo por el Mesias Testamentode su soberania, -que en su valor abpreciosas' nos ofrece
es una invencin
de Ia tradicin
moderna,
lex
intercambiables:
de una
"christiana
AI mismo expulsin realiza rreccin
lex".74
tiempo, el Mesias hasta recorre los dos polos de su soberania. en un mismo cuerpo de Ia sacraJidad Sin embargo, aI soberano desde su el Mesias y resuy aI Homo
indicaciones
dado que este ttulo sobre Christus cmo todos los distintivos deI
En un articulo
fundamental
y muerte
Ia apoteosis
ha demostrado
magistralmente
insospechado,
de la soberania
sacer, siendo una vida que se expone a si misma a Ia muerte para resucitar como soberana deI cosmos. En efecto, el ttulo soberano de Christs, que significa
"Ungido", hombre Mesas, sagrado contiene ya Ia idea de consagracn
dicho.75
Y esto debido
de Cristo
y Cristo-emperador
una circulacin
( ... ) [es] sefior de un imperium que trasciende entre los atributos imperiales
que hace
de Jess
un
propiamente
tos de Ia soberania Si Ia muerte de Jess-Mesas tiene un carcteril1dito occici~~tai, esto ~es{de en el he~h d~ que marca eli~g;~so sagrada como centro r~ctor de lapreoc1.lpacin fundador dei en presente: ineluctable soberana. ~n Ia historiapoltica definiti~o d-e Ia "ida Estamos en presencia simbolos Ia ntima deI acto zoopoltico de los hombres poltico como veremos, de Occidente indito si Ia vida biolgica -su nomos jurdicoentre una sacralidad soberania sndose
y Ia poltica,
Alfldi
en un sentido
poltico.
parece
ser el destino
que Andreas
ms propio-,
1935,79 Peterson
es celebrado
73
como princeps
entre candelabros, BoUSSET, w., Kyrios Christos: Geschichte des Christusg/aubens von den Anfiingen des Christentums bis /renaeus, Gottingen, 1913. Para una crticade Ia posicin de Bousset que hace descansar el origen de esta designacin exclusivamente sobre 105 cultos paga nos, descuidando as Iasdecisivasfuentes hebreas y Ia utilizacin mesinica de este ttulo, d. AAVV, "KyriosChristos.Wilhelm Bousset'; in The Princeton Theologica/ Review, 12, 1914, pp. 636-645. Ms recientemente, cf. KRAMER, W., Christs, Kyrios, Gottessohn, Stuttgart, 1963.
74
otro atributo
deI poder
Prosigue
76
G/ossa Ordinaria (Um expositione /yre fitterali et mora/i, necnon additionibus et re/ieis, Basileae, I. P.
111,
291 v.
AGUSTIN DE HIPONA, De vera re/igione 27,10. Cf.asimismo ellmportantfsimo estudio de FEIL, E.,
Re/igio: Die Geschichteeines neuleit/ichen Grundbegriffs vom Frhchristentum Forschungen lur Kirchen - und Dogmengeschchte 36, Giittingen, 1986. bis lU Reformation. 78 79
PETERSON, E., The%gische Traktate (Ausgewiih/te Schriften 1, ed. de B.Nichtweiss),Wrzburg, 1994, pp. 83-92 [seguimos aqui Ia traduccin ai castellano de Gablno Urbarri,Madrid, 1999]. PETERSON, E., The%gische
Traktate"., op. eit., p. 129.
75
Cf.VAN DER WOUDE, A.S.Y DE JONGE, M.,ar!. "Chrio", In Theologiscbes Worterbuch lum Neuen Testament (Kittel- Friedrich),IX,Stuttgart, 1972, pp. 502-505, Enefecto, la"uncin"en el AntlguoTestamento funciona como una forma de sacralizacinde objetos y hombres. Cf.Gnesis 28,10-22 Y Deuteronomio 12, 5.
ALfOLDI, A.,"Die Ausgestaltungdes monarchischenZeremoniells am romischenKaiserhofe" e"lnsignien und Trachtder romischen Kaiser"in Mittei/ungen des deutschen archiiologischen Instituts, Riimische Abteilung, Roma, XLIX, (1934) y L (1935) respectivamente. Losartculos han sido retomados en el libra Die monarchische Repriisentation im riimischen Kaiserreiche, Darmstadt, 1970.
129 128
SEGUNDA PARTE: Soberania
y
normalividad
Fabln Luduena
Romandinll
AI emperador celestial se le rinde homenaje en forma de aclamaciones, como aI prncipe imperial. EI Apocalipsis prosigue todavia en el capitulo 4 el paralelismo poltico entre el emperador celestial y el terreno. En primer lugar habla dei trono en que se senta uno, cuyo nombre se cal1a, sea por el temor judio a pronunciar el nombre de Dios, o porque aqui subyace Ia idea dei culto a un trono vacio. El que est sentado en el trono es invisible; slo se alcanza a ver su esplendor bajo el simbolo de Ias piedras preciosas. Las piedras preciosas han significado siempre Ia soberania poltica. El que est sentado en el trono es aclamado con el dignus est; tambin esa aclamacin procede de los usos polticos. Se trata de Ia declaracin de fidelidad, proferida ante el trono deI soberano invisible: impresionante declaracin contra el culto ai soberano y Ia veneracin deI trono vacio dei monarca, antigua costumbre helenistica introducida despus en Roma. El que se sienta en el trono tiene en su diestra un libro (5, I). Tambin esto recuerda un tema poltico, porque el emperador tiene en su mano un rol1o [...] Cuando Cristo toma el rol1o en su mano, se procede a Ia proskynesis de Ias 24 ancianos. Un gesto poltico acompafa Ia entrega dei rol1o, vista en analogia con un procedimiento poltico. AI mismo tiempo los ancianos agitan incensarios de oro, l1enos de incienso. Se trata de los turibola, que se empleaban en el culto romano dei emperador, especialmente en Ia celebracin de triunfos, en procesiones y en otras ocasiones.80 Peterson prosigue pacientemente su catlogo de otros muchos paralelismos deI Mesias soberano, desde el
celebrado con himnos, no sio como rey dei mundo futuro, sino que, ya ahora, Ias aciamaciones de ia Iglesia le atribuyan Ia majestad y ei poder. 81 Como puede verse, para Peterson, en Ia poltica de Ia Ecc!esia se propaga y tiene lugar Ia anticipacin aqu y ahora dei Reino futuro. Sin embargo, dicha poltica no se restringe ai mbito eclesistico, y Ia unin entre sacralidad y soberania establecida por Ia exaltacin dei Mesias soberano afect durablemente el desarrol1o de toda Ia poltica occidental hasta nuestros dias.82 De hecho, Ia "teologia poltica" de Carl Schmitt no hace sino seialar, finalmente, el otro extremo de los intercambios vez demostrando entre ia esfera teolgica y Ia esfera poltica, pero esta ciertos conceptos polticos, stos cmo, una vez teologizados
pueden volver a Ia esfera profana mediante un consiguiente proceso de "secuIarizacn" que, no obstante, no les hace perder su fuerza teolgica aiadida. Como ya hemos seialado, el titulo ms propio de Ia exaltacn dei Mesias soberano es eJ.de Kyrios. Ahora bien, como 10 demuestran los testimonios papirQlgicos, este titulo en su grado absoluto era propio, una vez ms, de los emperadores romanos, y existen ejemplos de su uso en los casos de Augusto y Claudio. Pero, en un modo aun ms radical de 10que ningn emperador 10 habria imaginado, en su muerte como banido y en su resurreccin como soberano el Mesias uni Ia zoe, Ia vida biolgica, ai mundo poltico sellando el comienzo dei declive irrefrenable dei mundo antiguo y dando un nuevo significadQ ai antiguo tema de Ia lex animata. Bajo el titulo de Zeuge der Wahrheit, Peterson reuni en 1937 tres articulos publicados precedentemente !lar especialmente en forma independiente. All se ocupa de desarroel problema deI martirio y deI carcter regio de Ia soberania
smbolo deI rey-sol hasta Ias militia Christi, pasando por Ias ceremonias deI triunfo. En todos Ias casos, Peterson intenta mostrar cmo el Imperio dei Mesias es construido, punto por punto, en polmica directa con el imperio deI Csar en un intento de fundar algo as como una realeza por encima de todo poder mundano. Sin embargo, hacia el final de su estudio, Peterson despeja con absoluta claridad el posible mal entendido que podra derivarse de hacer de este Reino un territorio completamente escindido de este mundo:
mesinica. En un determinado momento de su argumentacin, Peterson sugiere que Ia realeza de Cristo arruin, metafisicamente hablando, ellazo existente desde Augusto (12 a.C.) entre el principado y el pontificado supremos.83 glorificacin dei Mesias resucitado -parece indicar PetersonLa ascensin y introdujo no slo
Si el Reino de Dios fuera exclusivamente sobrenatural, eso no seria posible [en referencia ai carcter imperial de Cristo]; pero si "se hace violencia ai Reino de Dios", si los apstoles y los mrtires se sacrifican sacerdotalmente junto con eI sumo sacerdote y rey para reinar, entonces es posible que se anticipe Ia presencia escatolgica de Cristo en los rostros de sus testigos, y que el Hijo dei Hombre sea visto por ana~oga como emperador. Entonces es comprensible que Cristo sea
una suerte de translatio imperii de Csar a Cristo, sino que Ia realeza misma parece haber mutado decisivamente su naturaleza en Ia transicin. EI telogo alemn analiza este tema en trminos de teologia poltica, pero nosotros debemos ir un
81 82
PETERSON, E.,
Theologische Traktate ..., op. cit., p. 135. und Heil: Politische Theologie in Altiigypten, Israel und Europa, Mnchen,
80
PETERSON, E.,
83
E., "Zeuge der Wahrheit'; in Theologische Traktate (Ausgewiihlte PETERSON, Nichtweiss), Wrzburg, 1994, pp. 93-130.
Schriften
1,
ed. de B.
130
I La comunidad
131
por l
deI mismo modo, una vez que Ia economia de Ia salvacin (ten oikonoman telesantos) alcanz su fin con Ia muerte deI Mesas, Jess deeidi mostrarse "no a todos, sino slo a aqullos que I sabia que tenian ojos capaces de ver su resurrecein"."' En definitiva, Ia respuesta de Orgenes descansa en un fundade Jess, esto mental argumento acerca deI arcanum poltico deI mesianismo
aludida y hacell10s Ia siguiente pregunta: si el nuevo paradigma de la soberania en Occidente no es ya el Csar sino el Cristo resucitado, iqu cambios conlleva este viraje decisivo en Ia naturaleza misma deI fenmeno poltico? Dicho en otros trminos: ieul es el sustrato poltico material de Ia soberania mesinica?
--V-Los gentiles fueron los primeros en sefialar los problemas teolgico-polticos que presentaba Ia idea de Ia resurreccin y exaltacin gloriosa deI espectro mesinico, En este sentido, en su polmica contra Celso, Orgenes nos permite asistir al singular fenmeno de un apologista incapaz de enfrentar directamente los argumentos dei filsofo que, ms all de Ias largas y enmarafiadas respuestas dei alejandrino, permanecen intactos frente a su contradictor, y nos interpelan an hoy con toda su fuerza original. En efecto, Celso argumenta que Si Jess hubiese deseado realmente manifestar su divino poder, debera haberse mostrado [luego de su supuesta resurreccin] a todos aquellos que Ia maltrataron, ai juez que Ia conden y a todos Ias dems sin ninguna reserva [",] dado que no tena razn para temerle a ningn hombre despus de su muerte, siendo, como dicen, un Dias; ni tampoco fue enviado ai mundo con el propsito de permanecer oculto,
H4
poltico ltimo aios apstoles y, deI mismo modo, luego r,e su muerte su presencia soberana se ejercera bajo el modo de una cuidadosa eleccin de lugares y ocasiones, Desde los inicios mismos de su accin, Ia predicacin de Jess es a Ia vez abierta y secreta, pblica y privada, llevando, en efecto, todos estos conceptos a su ms absoluta indistincin, Como se sabe, Ia doctrina capital de los mysteria y arcana dei Estado derivan de Ia expresin de Tcito arcana imperii temptari'7 y luego, segn Ia hiptesis de Ernst Kantorowicz, Ia expresin habria sido profundamente resignificada en el medioevo por canonistas y civilistas," insistentemente, Sin embargo, Ia doctrina dei secreto 10 recosoberano tiene quiz su punto de partida en el "secreto" mesinico que Jess, quiere esconder cuando Ias demonios inmediatamente nocen: "Y Ias espiritus inmundos, aI veria, se arrojaban a sus pies y gritaban: 'T eres el Hijo de Dias'. Pero lles mandaba enrgicamente que no Ia descubrieran" [Marcos 3, 11-12]. Es decir, soberania y secreto son ya rasgos propios dei ejercicio dei poder espectral dei nuevo Reino por venir. En este sentido, todo "secreto de Estado" tiene su raiz teolgica en el complejo juego por media dei cual el Ungido se mueve a Ia vez entre el carcter pblico de su revelacin gloriosa y el secreto de su verdadero poder que slo unos pocos pueden ver en su absoluto esplendor. Sin embargo, estas razonamientos de Orgenes no logran brindar una autntica respuesta a Ia pregunta de Celso que, en el fondo, concernia un punto central que podra enunciarse dei siguiente modo: iPor qu "mientras estaba sufriendo su castigo [Jess] fue visto por todos Ias hombres, pero despus de su resurreccin s 10por uno, cuando Ia opuesto es 10que deberia haber ocurrido,,?89 EI argumento
iPor qu Jess no se mostr frente a todos luego de su resurreccin particular, frente a sus detractores y aquellos que 10 condenaron?" aunque conceptualmente
y, en
La astuta,
Ia oikonomia divina que luego de Ia Encall1acin sufre una duradera mutacin, dado que, segn el obispo, apoyndose en Colosenses lI, 15, Jess antes de su muerte podia ser visto por todos, pel'o "una vez despojados los principados
,I
y su
Ias potestades
(apekdusmenos
y producida
crucifixin, ya no posea aquello que permitia que toda Ia multitud pudiese veria (su cuerpo material), Ms an, dir Origenes, incluso euando estaba con vida Jess no mostr su Gloria de modo permanente sino especial y ocasionalmente;
ORIGENES, Contra Este argumento 86 87 88 84 85 ORIGENES, Contra
Celsum, 2 LXV.
TACITO,Annales 11,36. KANTOROWICZ, Emst, "Mysterles of State. An Absolutist Concept and its Late Mediaeval de Kantorowicz in Origins", in
Celsum 2, LXVII.
ser retomado, no casualmente, por REIMARUS,H, 5"
se inspira
en Ia
fr die vernnftigen
a su estado
I de su tumba
de incognito
Celsum 2, LXX.
de exlcesitud
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y normativldad
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de Ia gloria (o de Ia soberania mesinica secreta) no es totalmente dado que no explica completamente a todo el mundo, y estando supuestamente
suficiente,
ducido en su creacin luego de Ia desobediencia anglica. Si Dios quiere rescatar aI hombre, si produce el inmenso teatro pico de Ia oikonomia no es tanto para salvar a su criatura como para multiplicar su potestas legtima sobre Ia vida. No obstante, decan los gentiles, nada prueba, en principio, que Jess haya resucitado. Atanasio lanzar el argumento hasta su mximo extremo cuando sostenga que es posible algo as como una prueba indiciaria de Ia resUlTeccin que ignore el problema dei cuerpo mismo deI resucitado. Esta prueba tiene que ver con Ia agencia dei Resucitado en Ia oikonomia histrica: Todos estamos de acuerdo en que una persona muerta nada puede ya: sin embargo, el Salvador trabaja incansablemente cada dia, llevando aIos hombres hacia Ia religin (eusbeian), persuadindoios de tomar el camino de Ia virtud, ensefndoies acerca de Ia inmortalidad (athanasias), aguijoneando ,u sed por Ias cosas celestiales, revelando el conocimiento acerca deI Padre (...).91 Atanasio inaugura aqui algo asi como una variante de Ia prueba cosmolgica que podriamos denominar una prueba a posteriori por medio de Ia historia. Slo si Ia historia tiene un sentido y ste es asignable a una economia que Ia gobierna desde fuera, podemos entonces probar que el Mesas ha resucitado y, adems, que es I quien se esconde como su gobernador (l,quin otro podra ser?, dira Atanasio). En este punto, Ia va que con los siglos conducir hacia ScheIling est abierta de un modo inexorable. Con todo, Ios cristianos nunca parecen haber comprendido cabalmente Ios
pocos an cuando no manifestaba todo el esplendor de su gloria, como en el caso de Ia historia de Emas [Lucas 24, 31-31J.90 A Ia pregunta, reiteradamente planteada por los filsofos gentiles, y ya ref1ejada por Celso, acerca de por qu, para empezar, Jess deba morir y no utilizar su poder para evitar su muerte, Atanasio responder que Ia Encarnacin misma se produjo con el objetivo de morir, e "impedir Ia muerte hubiese significado impedir Ia resurreccin". En definitiva, la~ida de Jess no tiene otro sentido ni objetivo que constituirse en un autntico ser-para-la-muerte1 toda su existencia se constituye en Ia experiencia de su muerte; su vida no es otra cosa que el proyecto de su muerte y su muerte no es ms que su forma de conquistar Ia vida. Vemos aqui cmo buena parte dei proyecto de Ia filosofia existencialista descansa sobre eI arquetipo extremo de Ia vida de Jess-Mesas deI que no es en muchos sentidos sino un modelo inconscientemente secularizado. Si Jess impedia Ia muerte no hubiese podido constituirse como senor de ia vida: tal es Ia compleja y paradojal formulacin que nos quiere dar a conocer Atanasio. Esto no puede sino querer decir que en Jess-Mesas Ia vida y Ia muerte son enteramente indistinguibIes. Ms an: se deja aqui entrever que Jess (y Dios en ltima instancia) no hubiese podido vencer a Ia muerte si no hubiese l mismo muerto. Slo plegndose a Ia propia naturaleza de Ia muerte poda venceria y a ser,<ie ahor~
alcances y Ias preguntas ltimas que les estaban haciendo los filsofos gentiles. O ms exactamente, podemos conjeturar que Ias comprendian sobradamente pero formulaban su respuesta en un lenguaje indito que reivindicaba una nueva tecnologia de poder que, aI contrario, resultaba incomprensible para los gentiJes. ProbabJemente sea Porfirio quien, en su Iegendario tratado perdido contra los cristianos, haya enunciado con mayor cIaridad Ia objecin -Ia pregunta tefiida de asombro- que 10s filsofos gentiles planteaban a Jos cristianos: Hay tambin otro argumento por lnedio dei cual esta opinin corrupta puede ser refutada. Quiero significar el argumento sobre Ia Resurreccin (peri t& anastseQs) de quien tanto se habla en todas partes, es decir, por qu Jess, despus de sufrir (pathefn) y levantarse de nuevo (anastlinai) -de acuerdo con vuestro relato- no se le apareci (ouk emphanizetai) a Pilato que 10habia castigado para decirle que
en ms, el reino ms propio de la.di~inida~, el Mesas tuvo que conquista!lo con su propia muerte (y resurreccin). ~.". . -." ". No se trata, por 10 tanto, de un propsito benevolente de Dios respecto Ia
-.,
.,_" ~ _. "~. __ ' .' ~~_. '.'0-0 ...~.~
humanidad sino m~ bien de un acto puramente poltico: acrecentar su P9der, conquistar aqueU reginqu; hastaah;ra pareci; '~erl~"incontrolable a Di;'el
, ,_." "c'
0.0 _" ',' ,,",' .'-'''-'',," ,~ ,...._
completo poder sobre Ia vida. Nunca se podr subrayar con suficiente fuerza Ia paradoja de este enunciado dado que se trata de un Dios creador de Ia vida que, por asi decirIo, tena Ia imposibilidad de vencer a Ia muerte que se haba intro-
90
el carcter
mesinico de su soberana como un verdadero arcanum de su accin poltica. (f. en este sentido, E., "lhe messianic secret and the compositio.n of the Gospel of Mark'; in Zeitschrift tur BICKERMAN, die Neutestamentliche Wissenschaft, 22,1923, pp. 122140. La temtica haba sido enunciada
91
originariamente pOrWREDE, W., Das Messiasgeheimnis in den Evangelien: Zugleich ein Beitrag zum Verstiindnis des Markusevangeliums, Gtlingen, 1901.
ATANASIO,De Incarnatione
Verbi 31 ,2.
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y normatividad
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no haba hecho nada que merecese Ia muerte, o a Herodes, rey de Ias Judias,
aI gran sacerdote deI puebIo judo, o a muchos hombres aI mismo tiempo y en particular a aqueIlos que fuesen dignos de crdito, y ms particularmente aun a Ias romanos, tanto en el Senado (RQmaQntfi te Baulfi) como en el pueblo (tQdgmo), [...] pero, en cambio, apareci ante Maria Magdalena, una mujer grosera que vena de algn pequeno pueblo desgraciado y que una vez haba sido poseda por siete demonios y ante otra manifiestamente oscura Mara, que no era otra cosa que una campesina, y a pocos ms que no eran para nada gente conocida [...] puesto que si se hubiese mostrado a gente reconocida, todos hubiesen credo a travs de e1las y ningn juez los habra castigado por fabricar historias monstruosas:' EI escndalo de Ias paganos vemos que no reside tanto en Ia manifestacin de un nuevo y supuestamente es por qu si Jess-MesIas poderoso rey sobrenatural dei cosmos sino ms bien en Ia naturaleza de su soberanIa. La dramtica pregunta que enuncia Porfirio era el nuevo rey dei mundo no se manifest pblipolticas ms importantes dei mundo antiguo. En a unos camente ante Ias instituciones
[as dos grandes metforas con Ias que desde Ia antigedad se habIa pensado Ia soberanIa: Ia doctrina dei nmos basiles9J y Ia dei nmos mpsychos.94 Sin embargo, ambas doctrinas de Ia soberanIa se vern reformuladas radicalmente, sefalando asI el dramtico ocaso deI mundo antiguo y Ia emergencia de un nuevo orden zoopoltico. EI fragmento 169 de PIndaro nos transmite el texto referido aI nmos basileus: "EI nomos de todo soberano / tanto de los mortales cuanto de los inmortales / dirige con una mano poderosa entre todas / justificando Ia extrema violencia".
Insignes fillogos, desde Willamowitz hasta Untersteiner, desde Stier hasta Schroeder, han dado diferentes interpretaciones dei fragmento, que en ltima instancia parece referirse a Ia Ley como un absoluto csmico que gobiema ai hombre y a Ia historia con toda su violencia.95 Esta concepcin originaria entrar rpidamente en el vocabulario fundamental dei pensamiento poltico de Ia sofIstica, que har de llocus por excelencia de su concepcin de Ia physis como contrapuesta aios designios de los nmoi humanos.% Como recuerda Ia frmula de Hippias: "10 igual es por naturaleza pariente de 10 igual, mientras que Ia ley, tirana de los hombres, impone muchas cosas contra Ia naturaleza"." La teora de Ia soberanIa de Ia antigedad se convertir en una autntica lucha exegtica y poltica para justificar o negar Ia validez de Ia ley y su ominosa vecindad con Ia violencia originaria de institucin. Siendo el cristianismo, principalmente, un movimiento poltico destinado a constituir con el correr de los
otros trminos, i,Por qu el rey csmico decidira ignorar a los poderosos cuya soberanIa habIa arrebatado para manifestarse ms o menos secretamente cuantos elegidos que ninguna relacin tenan con el mundo de Ia poltica? La respuesta que los cristianos eligieron dar a e:;ta pregunta -sobre Ia base de Ias ensefanzas dei propio MesIas- cambi definitivamente el curso de Ia historia de Ia soberanIa en Occidente. Si Jess-Mesas no se manifest ante los representantes de Ia esfera pblica deI poder es porque su soberanIa habIa mutado definitiva e inexorablemente de naturaleza: Jess no es tanto -o no solamente, dirn Ias cristianos- el nuevo lder de una res publica restaurada sino ms bien el sefor deI cuerpo biolgico deI mundo de los (muertos-) vivos. Kyrios ts zos ser el ttulo que sellar una soberanIa nueva, inesperada y tenible. EI sentido ltimo de Ias prstamos entre Ia esfera poltica dei Emperador romano y los atributos de Rey mesinico que tan magistralmente ha estudiado Peterson no significa solamente .- '::O::':::'"""~:'''~''~k''~
~.,.;;::;'"".C:',' ~:,::~,~,::"-"--
siglos una de Ias ms complejas teorias acerca de Ia soberaniajams concebidas, no es de extranar, entonces, que sus telogos hagan referenca a estos pasajes centrales de Ia filosofia poltica de los antiguos para explicar los contornos dei nuevo Reino. Como 10 establece Orgenes, contrariando a Celso: Mas, como quiera que Celso, ya que ha hablado de ias diferentes leyes, anade: "Parceme que PIndaro tuvo razn ai afirmar que Ia ley es reina de todos", vamos tambin a discutir este punto. l.Qu ley dices, amigo, ser reina de todos? Si te refieres a Ias de Ias ciudades (kat plin), eso es una mentira, pues no todos estn
un cambio irrevers.ibleen
Ia
esenca mis~a de his~bernjaqu;, ';p~rtir de ahora, ab~'u"d~n~~ d~finiti;= mente Ia arena de 10 que los antiguos, bj~~'1 ~sfuerz-;; d~~;dado de Arist6t~~"s, tratarcm de rescatar para 10shoI!1br~s eri"la-e~fer-;de I~ pblico, para ade~t;;;~"~ inexorablemente en el reino de Ia gestin z06p~litica d~ Ia historia. ,,'~ Abora bien, los cristianos eran muy con~cientes de esta mut~'in en el ejercicio dei poder, y. por ello recurrieron, para expresar Ia accin dei MesIas, a
95 96 97 92 MACARtUSMAGNES, Apocriticus 11,14. 93 94
basileus';
in
tiene su punto
de partida
287-294.
pero cf. HEtNtMANN, F., Nomos ANTtfONTE, Fragmento
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137
regidos por Ia misma ley; y entonces habria que haber dicho que Ias Ieyes son reinas de todos (nmoi pntQn Basilefs), pues en cada puebIo hay una Iey que es reina de todos [... ] Ahora bien, Ias cristianos, sabiendo que Ia Iey, por naturaleza (physei), es reina de todos, y que es Ia misma ley de Dios, conforme a ella procuramos vivir, dando un total adis a Ias leyes que no son Ieyes (tols ou nmois nmois)."' En este texto (pero podran citarse tantos otros dei perodo), se juega el pasaje de Ia soberania clsica a Ia zoopoltia cristiana con Ia radical transfonnacin
!
deI concepto de ley que ste comporta. Con Ia revelacin deI ungido, todo poder deriva ahora de una surgente divina, y el Dios cristiano ser un dios zoopoltico en cuyo Reino Ia antigua oposicin entre nmos y physis -que haba caracterizado Ia poltica antigua- desparece por completo, dado que ahora Ia ley y Ia naturaleza coinciden por completo porque Ia ley se aplica enteramente a Ia vida y se confunde por completo con ella. Es importante comprender que sta no es una declaracin metafisica sino jurdica: Ia ley de Dios, qu:; se halla por encima de cualquier ley temporal, es una ley con mayor valor vinculante que cualquier otra concebible, pero cuyo punto de imputacin coincide plenamente con Ia vida de los individuos que regula. DeI mismo modo, Clemente de Alejandra, luego de citar el fragmento de Pindaro, declara: "yo deduzco de esas [palabras] aI fundador de Ia Ley (ton thmenon ton nmon)".99 Y luego afade, tambin en referencia a Pndaro, "Ia ley (nmos) de Ia que yo habIo es regia (Basiliks) y viva (mpsychos)". Como pude apreciarse, en Clemente de Alejandra los dos motivos vecinos pero diferentes que constituan Ios fundamentos de Ia reflexin poltica de los antiguos se funden en un solo e indito sintagma cuya consecuencia no es otra que el fin de Ia poltica antigua. Ahora, como sefala Clemente, el<2risto mismo es unaley viviente, esto es, una ley que coincide punto por punto con Ia ~ida hacindose indistingllible ella hasta el grado en que vida y muerte entran en una misma zona de indiscerS11 UngLqo nibilidad. EI experimento antropote?nolgi~~ que Diospracticacon conduce a lap;imera produccin universalcte I~uertos vivos llamada a tr~~~f?rmar, desde sus fundamentos,la mquina mitolgica de Occidente, dando acceso
--1-EI cristianismo primitivo desarroll, en general, una hostilidad terica hacia Ia imagen cultual que merece retener nuestra atencin en esta indagacin. pasaje fundamental de suApologtico, en los siguientes trminos: En un Tertuliano se refiere aIos dioses paganos
S que, apoyndome exclusivamente en Ia verdad, llegar a demostrar qu es que no son (quid non sint) vuestros dioses cuando haya puesto demanifiesto sonoEn
10 10
10
que
muertos hace ya iempo (nomina solummodo video qllorundam veterum mortuorum), y oigo leyendas lfablllas audio), y conozco Ias ceremonias (sacra) a travs de Ias leyendas. Y en 10 que respecta a Ias imgenes mismas (simulacris ipsis), no percibo nada ms que su material, henllano deI de Ias vasijas e instrumentos de uso comn, o ese mismo material de vasijas y utensilios, que ha cambiado, por as decir, su destino por media de una consagracin (consecratione), gracias aI arte que
10
concieme a Ia esencia misma dei poder en Occidente: Ias imgenes cult1Ial~~ ~p podran ejercer su accin encantatoria si nose llevase_ adelante una particular operacin de sacnlizacin dota de un excesoespectral cin. ~onsagracin
.
a una espectropoltica
que Ias c;ioca fue.ra deI-uso humano co~n /f~s que les posbilita convertirse en objeto de ~ aclora"
.-, "-
es el nombre tcnico)urdico
para
98
99
ORIGENES, Contra
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designar el misterio de Ia imagen en Occidente: entindase bien, no se trata aqui deI desdeno de Ias imgenes en general sino ms precisamente particular proceso de metamorfosis de naturaleza deI temor frente que Ias ai poder que pueden tener sobre los hombres Ias imgenes que han sufrido un ontolgico-poItica dota de una potencia, en apariencia dei todo inmaterial, pero de una asombrosa autonomia perfonnativa. De igual modo, Clemente de Alejandra sostiene que Ia adoracin dei Dios cristiano se realiza de un modo diferente ai que los paganos utilizaban para venerar aios suyos. "Me kat Ellenas" (no como los paganos) es Ia frmula que utiliza Clemente para establecer esta distincin: Pues se dejan Ilevar por Ia ignorancia y no conocen a Dios como nosotros, conforme a Ia perfecta gnosis: Ias cosas que I habia puesto a su disposicin, para su uso -maderas y piedras, brance, hierro, oro y plata-, todas ellas de materia puesta a su servicio, en cambio, e1Ios Ias han elevado sobre adems Ias veneran (sbontai)2
10s
rangos estn separados por un largo intervalo".' Es decir queaun un neoplatnico tergo radical como Jmblico sostenia Ia necesidad de excluir Ia taumaturgia de Ias imgenes de los ritos de Ia verdadera tergia destinada a ingresar en Ia jerarquia supraceleste imitando a Ia divinidad. Sin embargo, deI mismo modo que elneoplatonismo languidecente deI mundo tardo-antiguo se debatir entre los extremos de atrapar aI fantasma demnico en Ia imagen (taumaturgia) y Ia tergia (hacerse uno mismo una forma de espectro divinizado), el cristianismo, heredando por entero esta tensin, oscilar entre el culto e.e Ias imgenes perfonnativas y Ia imitatio Christi destinada a Ia alabanza de Ia jerarquia celeste y cuyo extremo 10 representan todas Ias formas deI misticismo.
--11-Existe un cierto tipo de imagen que, dentro de Ia tradicin cristiana, es algo asi como el paradigma de toda imagen sagrada: el achiropiitos, Ia Santa Faz que ha sido realizada, segn elmito, sin Ia intervencin de Ia mano deI hombre. Esta extraordinaria leyenda tiene como origen una fabulosa falsificacin histricofilolgica lIevada adelante por Ia comunidad cristiana de Edesa, y que fue apoyada, de buena o mala fe, por el propio Eusebio de Cesarea y otros apologistas posteriores. La historia concierne aI rey Abgaro Ucama (Abgaro V) de Edesa, quien se supone le escribi una carta ai Mesas Jess para solicitarle viniera a su corte para curarlo de una terrible enfermedad. Eusebio de Cesarea transmite Ia noticia de su indagacin cuasi-policial en ios archivos de Edesa donde manifiesta haber encontrado, en su original siraco, tanto Ia carta de Abgaro a Jess, como Ia respuesta deI Mesas aI toparca.' En esta misiva "de pocas lneas pel'o de mucha fuerza", como dir Eusebio, eI Mesias le explica a Abgaro que no puede desplazarse personalmente de que ascienda nuevamente pues debe atender su misin, pel'o que, luego ai Padre, promete enviarle a uno de sus discpulos
altares (anastsantes)
Como se sabe, a pesar de esta actitud en principio hostil de los primeros padres cristianos respecto dei culto de Ias imgenes, ste se desarroIl amplia y progresivamente anteriormente, dentro deI cristianismo. Sin embargo, en el pasaje que citamos Tertuliano deja entrever, a partir dei problema de Ia consagracin, tergico de toda imagen cultual, algo que
y de un modo que no podr sino resultar inquietante para todo el cristianismo posterior, el carcter esencialmente ser ampliamente Ia taumaturgia desarroIlado por Ia escuela neoplatnica.
En efecto, el propio Jmblico, intentar diferenciar Ia verdadera tergia de de Ias imgenes,3 esto es, de Ios ritos que intentaban hacer que fabricada: "tampoco un hombre fonnas demnicas, sino, ai contrario, es l quien es un demonio habitase una imagen humanamente puede modelar artificialmente
modelado y creado por los demonios enla medida en que participa de un cuerpo sensible [... ] Una es Ia naturaleza de los demonios y otra Ia de Ias imgenes,y sus
para que sane su dolencia. Posteriormente, ser Tadeo, uno de 10s setenta, quiel). "con el poder de Dios (en dynmei Theo)" ir a Edesa para sanar a 10s enfermos y presentarse ante el mismisimo Abgaro con el fin de satisfacer su pedido. Cuenta Eusebio:
2 3
no se halla presente
Chaldal'ques';
Chaldean Grades and Theurgy. Mysticism, Magic and Platonism in the Later Roman Empire, Paris, 1978, p. 717. Cf. asimismo el importante libra de SHAW, G., Theurgy and the Soul: The Neoplatonism of lamblichus, Pennsylvania, 1967 y tambin, dei mismo autor, "Theurgy: Rituais of Unification in the Neoplatonismo f lamblichus'; in Traditio, 41, 1985, pp. 1-28.
4 5
JAMBlICO,
De Mysteriislli,
30.
cf. el clsico Iibro de TIXERoNT,J.,
Sobre Ia sustancia
de esta leyenda,
141 140
Fabin Luduefia SEGUNDA PARTE: Soberania y normatividad Romandini Ila comunidad de los espectros. Antropotecnla
AI dia siguiente, Tobias madrug y, tomando consigo a Tadeo, se fue ante Abgaro. Entr Tadeo, estando all presentes de pie los magnates deI rey, y aI instante de hacer l su entrada, una gran visin (horama) se le apareci a Abgaro en el rostro dei apstol Tadeo. AI verla, Abgaro se prostern ante Tadeo, dejando en suspenso a todos los que 10 rodeaban, pues eIlos no habian contemplado Ia visin (horama), que slo se mostr a Abgaro.' Una vez producido el reconocimiento -hbilmente construido sobre el modelo de Ia revelacin paulina de Damasco, en el que Jess se presenta a Abgaro como un verdadero fantasma-, demostracin Tadeo procede a Ia curacin deI toparca "sin flmacos ka! botann)". AI dia siguiente, Tadeo har una ni hierbas (aneu pharmakeas evidentemente, sugloria puesto que fue producida por contacto directo con el rostro mesinico de Jess, el cual produjo -se sostendr- una especie de impresin de y de su poder divinos sobre Ia tela, y como tal ser Ia matriz de toda imagen cuItual posterior. Como puede apreciarse, en este relato se haIla el origen de todo el ceremonial de Ia teologia poltica cristiana. En efecto, slo puede sostenerse Ia eficacia de Ias imgenes cultuales si stas, por asi decido, son algo as como Ias copias -paciente y minuciosamente hasta convertido primordial, construidas- de esta imagen por contacto original. Todo que poblarn Ia historia deI cristianismo que realizan, el poder de Ias imgenes posteriores
interesante el vocabulario que Eusebio utiliza para describir este hecho poltico fundamental de Ia predicacin legendaria de Tadeo, puesto que eI pueblo reunido es un ochlos, una multitud en Ia cual ha de sembrarse Ia "palabra de vida (lgos ts zos)". En esta eleccin de vocabulario se describe con absoluta cIaridad el pasaje de Ia poltica dei mundo antiguo a Ia zoopoltica cristiana: el nuevo sujeto poltico es una muItitud sobre cuya corporalidad biolgica -explcitamente definida como zo- se ejerce el imperio deI Mesias resucitado. A pesar de Ia aparicin fantasmagrica deI Mesias que legitima Ia misin apostlica de Tadeo, no existe todavia en el relato de Eusebio Ia presencia deI achiropiitos. ste aparecer posteriormente enIa Historia Eclesistica de Evragio, aunque es necesario tomar en cuenta tambin el texto siriaco conocido como Ia Doctrina Addai publicado por primera vez en 1848 por W. Cureton.) Lo cierto es que Evragio narra en el siglo encuentra
VI
como veremos, el pasaje de Ia soberania csmica de Cristo a Ia soberana humana asegurando un duradero intercambio entre Ia esfera espiritual y Ia temporal.
--111-La funcin teolgico-poltica y minuciosamente e imperial de ia aquiropita, largamente ignorada por puesta en relieve Ia mayora de Ias historiadores deI arte, ha sido magistralmente
muestra cmo Ia arquiropita fue utilizada como palladium por parte deI ejrcito bizantino en Ia campafa contra Ias persas que penniti Ia liberacin de Edesa. Las campafas de Bizancio contra el imperio zorostrico fueron presentadas, de hecho, como un problema de teologia poltica, puesto que por excelencia, encamado en Ia religin de Zoroastro. Desde esta perspectiva, Ia aquiropita est en el centro de 10que Grabar ha denominado Ia "filosofia poltica" bizantina. Hacia finales deI siglo deJ
VII, VI
d.e. que Hannan, el mensajero de Abgaro, el pedido deI toparca, pero que Jess,
10
era Ia lucha de Ias milicias de Cristo emperador contra Ias deI paganismo mtico
trata nada menos que deI nacimiento de Ia leyenda deI mandylion, de Ia primera imagen aquiropita producida por el mismo Mesias y que se transformaria en el prototipo de toda imagen posterior de su divino rostro." Imagen sacrosanta,
6 7
EUSEBIO, Historia Para una versin London, 1876.
y a comienzos
de Ias manifestaciones de Ja aquiropita y de sus rplicas de Capadocia, Ponto y MetiJene. Explica Andr Grabar: i,No cabra, en estas condiciones, relacionar Ja aparicin de este tipo de imgenes de Cristo con Ias tentativas militares deI Imperio frente aJas persas infieles? Las aquiropitas hubieran podido ser "inventadas" por Ias intereses deI gobiemo imperial, o ms bien valoradas por Ias autoridades bizantinas (y por ello, mencionadas por Ias historiadores de Ia poca), porque estas maravillosos conos podan desempenar una funcin religiosa en Ia direccin de una guen'a-cruzada: en efecto, nos
11
Ecclesiastica 1,13,14.
posteriory ms completa dei texto, cf. PHllIPPS, G.,
Cf. DOBSCHTZ,E.v,
1899,
pp. 102-
CAMERON,A.,
The Church and the Arts. 5tudies in Church Hlstory, 28, Oxford, Changing Cultures in Early Byzantium, Aldershot, 1996.
142
li
de Ias espectros. Antropotecnia
~'
143
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Ias encontramos en ese momento y cuando eI poder militar deI Imperio cristiano Ias pudo necesitar.' Esta funcin deI icono -que sugiere una invencin orquestada que incluye Ia falsificacin de textos y de Ia aquiropita misma- tenia, sin embargo, en vista otro objetivo todavia ms profundo y decisivo que una simple estrategia blica, por ms importante que Ia lucha contra el paganismo mazdeista hubiese podido ser. En efecto, Ia aquiropita era considerada como parte deI sistema de Ia oikonomia deI Logos en Ia medida en que se suponia que sta habia atrapado -y conservado en Ia tela- cierta divinidad espectral deI Mesias desaparecido. En ese sentido, Ias creencias en Ia accin histrica deI Logos parecan deI todo insuficientes a los cristianos mismos (Io que constituye una prueba suplementaria de su propia desconfianza ante Ia resurreccin cama!), quienes optaron por Ia adoracin teolgico-poltica deI mandylion como elemento taumatrgico que habia conservado Ia divinidad de Cristo en Ia tierra, esto es, literalmente atrapado algo de Ia fuerza de su espectro divino. Luego de Ia supuesta ascensin deI Mesias, un centeIlo de divinidad qued cautivo en Ia tela, y algunos cristianos prefirieron, esta tela que habia conseguido sin dudar demasiado, este arma tergica a cualquier discurso sobre Ia economia puesto que, finalmente, atrapar Ia manifestacin de Ia gloria espectral deI Rey muerto, era 10 ms propio y efectivo que podia tenerse de Ia dynamis deI Ungido y, en consecuencia, era tambin un modo de tener consigo a Ia fuente misma de todo poder espiritual y temporal. De hecho es asi como decidieron quienes rpidamente utilizar el mandylion los emperadores,
de Ias militia Christi anglicas. En esta concepcin taumatrgica el plano divino y el humano se vuelven perfectamente tanto, politicamente complementarios.
de Ia guerra, y, por
10
intercambiables
Pisides, en su Bellum avaricum, denomina a Ia aquiropita con el curioso trmino de "eidos ts graphes ts grphou", imagen de Ia escritura no escrita, como si con esta expresin quisiese significar que, entonces, Ia ley mesinica vivia ya no como encamacin cambiabilidad sino como puro ser espectral, fantasma I. Por si esto no fuera suficiente, y mostrando una vez ms Ia perfecta interentre Ia esfera de Ia liturgia profana y Ia sagrada, Andr Grabar
VI
que habia sido tomado punto por punto de Ias pompas triunfales deI soberano. Otro tanto ocurra con Ia arquiropita de Camuliana, Ia cual era considerada casi una parusfa, una presencia efectiva deI Cristo en su gloria. Para que no quede ninguna duda aI respecto, podemos recordar el relato, referido por Grabar, de cmo en Constantinopla, hacia el afio 944, luego de que se coloc a Ia aquiropita en eI oratorio de Soros, se Ia Ilev aI Crisotriclinos, esto es, Ia sala de audiencias deI emperador y se Ia coloc aIli en el trono vaco deI soberano. Ningn ritual podria ser ms elocuente acerca de Ia naturaleza tergica de todo poder teolgico-poltico y de Ia completa indiferencia que existe entre los dos dominios. Como dice eI propio Grabar, en eI momento en que se acerca 10 ms posible a Ia resolucin de este arcano deI poder: Ninguna iconografia podia expresar mejor Ia idea eje dei Imperio cristiano, tal y como Ia defni Eusebio por Ia experiencia constantiniana: eI Imperio en Ia tierra es eI reflejo del Reino ceies tia! deI Lagos; es su muestra.IO Sin embargo, esta lectura simbolista de Grabar no es suficiente en Ia medida en que es necesario tener muy presente que Ia aquiropita estaba aqui Ilamada a producir un efecto tergico y no slo semitico: era Ia surgente misma de todo poder y Ia garantia de Ia perfomatividad misma de Ia auctoritas imperial.
un pasaje muy significativo, Pisides, en sus Heraclias (lI, 9l), compara a Ia aquiropita con Ia cabeza de Ia Gorgona debido a su capacidad de diezmar aIos enemigos que Ia miraban. En cierto sentido, todos los ejrcitos persas yavaros a los que se Ies mostraba Ia aquiropita se los convertia inmediatamente en anatematizados, y se suponia que Ia imagen misma deI Mesias debia producir su Entindase
10
aquiropita es taumatrgica esto se debe a que contiene en Ia propia tela Ia dynamis tanto, Ia Iucha militar no se da meramente entre dos ejrcitos, sino ms bien entre un ejrcito de hombres y el Cristo emperador en persona, y en donde Ias huestes bizantinas conforman algo asi como Ia expresin secular
Desde Ia perspectiva que hemos desarroIlado en este libw, Ia iconografia de Ia aq,;iropita puede ser Ieida, tambin, como una espectrogr~f1a deI Mesias muerto. Luego de su muerte, Ia poltica de los imperios cristianos se fuep!ogresivamente deslizando hacia una tergia cuyo nico ~n consisti en ipvocar, llna y otra vez, al~~spectro esencial deJI'v1esias cmcificado para que ste dirigi era Ias destinC?s
GRABAR, A., L'iconoe/amse byzontin, Paris, 1984 [edicin en castellano: Dossier Aqueolgico, Madrid, 1998, p. 37].
La /conoe/astia bizantina.
10 GRABAR, A.,
144
SEGUNDAPARTE:Soberana y normatividad Fabin Luduea Romandini jla comunidad de Ias espectros, Antropotecnia
145
de todos los pueblos. "Multitud" es el nombre que adquiere de ahora en ms un pueblo dirigido por un espectro fundamental, y no es casual si hoy en da desde cielios movimientos que dicen querer enfrentar a los poderes de Ia tierra -en completa solidaridad con el sistema teolgico-poltico imperial que acabamos de describir- se reivindica esta categoria poltica cristiana como centro privilegiado de Ia accin de
10
de Cristo estaba desprovisto de respiracin y de voz (pho-vov eidos, kai panes exepmnon); en otros trminos, porque no se trataba de una imagen "viva", poseida -diramos nosotros en l1Uestra tenninologa- por el espectro crstico. Segn 10 expresa Grabar: Porque no tena ni voz ni respiracin fue por Ia que, a instancia suya, se conden y se destlUYIa representacin de Cristo en Ia Puerta de Bronce: porque para ellos era distinta deI ser vivo ai que pretendia representar, por Ia ausencia de aIgunas de sus facultades esenciales -Ias de habIar y respirar- esta representacin no era una imagen de Cristo." No es otro el argumento defendido por el emperador iconoclasta Constan-
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--IV-Andr Grabar hablaba de "poltica dei cono" a Ia hora de referirse a sus investigaciones. Nosotros preferimos hablar aqui de espectro-poltica, Ia quere lia iconoclasta dado que toda -o de Ia que tuvo lugar en Bizancio entre el 728 y el 843 d.e.
tino V, quien sostenia que slo era legtima Ia imagen que poseia Ia propiedad de Ia homoousa, esto es, que coincidia por esencia con su referente o, mejor dicho an, no se distinguia de ste. De igual modo, los emperadores iconoclastas no rechazaban toda imagen per se sino Ia imagen cultual de Cristo y Ias que con eIla estuviesen relacionadas, y como prueba de ello puede recordarse el hecho de que estos emperadores -como fue, por ejemplo, eI caso de Constantino V relatado por Nicforo- haban autorizado Ia adoracin de sus propias imgenes. En efecto, los emperadores iconocIastas se hicieron nombrar por aclamacin salvadores de Ia humanidad por haberla rescatado de Ia idolatria. Estas acciones les valieron eI apelativo de "Cristmacos" Ianzado por Ios
imposibilidad- de Ia invocacin tergica dei espectro esencial deI Mesas ante Ia necesidad de conservar en Ia tierra una forma material dei poder espiritual dei Ungido. De hecho, el primer acto iconoclasta dei que existe noticia, gracias a textos como Ia Cronografia de Tefanes, es Ia destruccin -ordenada por el emperador Len
TIl
Ia Calk que habia mandado construir Constantino el Grande en el palacio imperial de Bizancio. Dicho acto provoc una sublevacin de Ia plebe que mat aI funcionario imperial a cargo de Ia operacin y desencaden una serie de crueles represalias por parte de Len
TIl,
iconduIos. Sin embargo, si bien Grabar aprecia con acuidad eI hecho de que aqui no se trataba verdaderamente de un rechazo dei poder dei "Cristo-emperador", no podemos seguir aI gran erudito cuando sostiene que esta escisin entre imgenes pennitidas y prohibidas se correspondia con una ms o menos neta divisin entre Ia imaginera religiosa y Ia imaginera imperial. IJ AI contrario, es perfectamente coherente con los postulados iconoclastas Ia adoracin dei emperador y de sus imgenes -desde Ias ms minsculas procedentes de Ia numismtica hasta Ias pinturas monumentaIes- simplemente debido ai hecho de que estas imgenes estaban, por as decirlo, vivificadas por Ia existencia misma deI emperador sobre Ia Tierra como representante de Cristo. La presencia viva dei soberano funciocarecan de esta propiedad naba como arquetipo que daba fuerza tergica a sus imgenes, mientras que Ias de Cristo -salvo quiz en el caso de Ia aquiropita-
siguiente epigrama: Eis tfm ttlen ts Chalks upokto tou staurou.' , Ahora bien, contra un presupuesto demasiado extendido, es necesario senalar que Ia inconocIastia bizantina no tiene lugar en absoluto entre partidarios y detractores de Ia imagen sino ms bien entre defensores de dos tipos de iconocidad diferentes: Ia imagen consustancial por un lado, y el cono mimtico por el otro. Ambos bandos no carecen sin embargo de solidaridades ocultas, a pesar de su aparente rechazo mutuo. En efecto, los emperadores de Ia tergia dei espectro. Len
TIl
, .(
iconoclastas
slo podian
admitir imgenes aquiropitas puras para el caso de Cristo: son partidarios plenos rechazaba Ia imagen de Cristo no porque estuviese en contra de Ia imagen en si misma, sino porque el cono artificial
12 13 11 GRABAR, A.,
GRABAR,A., GRABAR,A.,
L'iconoclamse L'iconoc!amse
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y normatividad
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debido a que ste haba ascendido aios cielos y abandonado su presencia fsica en elmundo. La frase de Len
permanece
Efecti-
vamente, no existe entre ambos partidos una verdadera oposicin en cuanto a Ias imgenes en si mismas sino simplemente en Ia forma en que se justifica Ia presencia de Ia sagrado en ellas: o bien con una tergia radical que slo admite imgenes aquiropitas, o bien con un sistema que autoriza Ia consagracin y Ia eficacia de Ias imgenes por representatividad divinidad que sta representa y viceversa. Existe una prueba decisiva que muestra hasta qu punto ambos bandos comparten presupuestos fundamentales en cuanto aI carcter tergico -ya sea en su fonna radical o atenuadade toda imagen cultual consagrada. Es el caso de Asi, en un pasaje fundamental deI relacional por medio de una
m,
eimi)", que retoma Ia rica y compleja tradicin de Melquisedec, no busca en absoluto -como 10 ha demostrado Gilbert Dagron- reemplazar a Cristo como surgente dei poder sino, ai contrario, remover a Ia jerarquia dominio de Ia auctoritas para trasladaria directamente transformaba existenciacomo as en representante eclesistica dei aI emperador que se
directo deI poder divino, Sin embargo, su ai emperador dar insuflo vital
a Ias imgenes que constituian el ceremonial poltico bizantino. La apuesta de los icondulos, en cambio, buscar otorgar tambin a Ias imgenes deI Cristo que ha abandonado el mundo de los hombres un cierto tipo de legitimidad de fuerza icnica, cuya consagracin slo podia realizaria Ia jerarquia eclesistica, Ia cual poda, por este medio, conservar su poder de auctoritas, distinguindose de Ia potes tas imperial. De hecho, polemistas que es precisamente como Metodio, Nicforo o Teodoro Estudita dirn Ia encamacin deI Logos Ia que habilita Ia existencia de
Ias imgenes de los dolos paganos, a quienes ambos bandos estn de acuerdo en negarles toda vali dez poltico-teolgica. Antirrheticus de Nicforo, podemos leer:
Pero el dolo es el modelado de cosas que no tiene Ia mnima existencia real ni el mnimo fundamento esencial, como es el caso de Ias formas sensibles que Ia estupidez atea de los griegos ha forjado: Tritones, Centauros y todos esos fantasmas sin ser. He aqui por qu el icono y el idolo difieren uno deI otro, tanto y tan bien que aquellos que no pueden establecer Ia diferencia merecen el nombre de idlatras.
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Ias imgenes cultuales de Cristo. En otras palabras, Ia negacin de Ias imgenes es Ia negacin de Ia oikonomia divina, y Ia imagen sagrada est Ilamada a representar solamente Ia naturaleza carnal dei Mesias, y no asi su otra naturaleza inefable y espectral. EI mecanismo de Ia mimesis busca aqui establecer un ligamen relacional entre Ias dos naturalezas de Cristo que intenta a Ia vez preservar el carcter no representable de Dios y Ia posibilidad de dar cuenta dei carcter semejanza, desemejanza, esto es, cmo lograr aI clero el imaginal deI cuerpo encarnado de Cristo. Sin embargo, Ias nociones de irrepresentabilidad, representacin relacional y mimesis que fueron puestas en juego por los ico-
Podemos apreciar aqu el esfuerzo de Nicforo por ocultar tuales cristianas. Los Tritones no son una imagen performativa de Cristo o los santos simplemente "fundamento
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es, Ia peligrosa cercana de los dolos tergicos paganos con Ias imgenes culporque -a los ajas de Nicforo-
ndulos no dejan de mostrar su estrategia fundamental, poder de su consagracin jurdica-, una concepcin absolutamente emperadores iconoclastas
existencia. Pero, aI mismo tiempo, deja entrever cmo toda imagen cultual, ya sea en Ia versin partidaria deI poder total deI emperador bajo Ia forma de Ia imagen natural, o ya sea en Ia versin que intenta rescatar Ia oikonomia divina de Ia divisin esencial deI poder entre auctoritas y potes tas, en ambos casos se reconoce que Ias imgenes de Cristo tienen un fundamento que consiste, desde el punto de vista iconolgico y teolgico-poltico, en Ia presencia misma de Ia eclesistica o Gracia en Ias imgenes, ya sea bajo Ia forma de Ia consagracin bien segn el modelo de una tergia natural.
existencia de imgenes aquiropitas. Estos propsitos no siempre fueron bien cumplidos puesto que, como bien senala Grabar, algo de Ia concepcin tergica de Ia imagen permanece en el partido de los icondulos, dado que en todas Ias imgenes defendidas por stos
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Antirrheticus 277 B.
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En todo caso, el modelo de Ia aquiropita sigue siendo Ia fuente de toda imagen cultual verdadera, y Ia diferencia entre iconoclastas e icondulos radica, en ltima instancia, en Ia posibilidad de reproducir tcnicamente esta aquiropita original sin que Ias copias pierdan totalmente su "aura". Las ideas de desemejanza y de homoisis que informan todo el sistema conceptual de los icondulos no busca, en el fondo, otra cosa que lograr esta transferencia deI aura desde Ia aquiropta hacia sus copias cultuales. Desde esta perspectiva, el triunfo de los icondulos signific Ia multiplicacin indefinida de imgenes consagradas, y con ello Ia diseminacin de Ias imgenes espectrales dei Mesias. La aquiropita no es, desde el punto de vista conceptual, otra cosa que un dispositivo tergico llamado a preservar el espectro esencial deI Mesas: no podramos utilizar aqui el verbo "apresar" dado que, justamente, los icondulos se cuidaron siempre de sefalar que Ia aquiropita no estableca con Ia espectralidad dei Mesas Ia misma relacin que existe entre el cuerpo como prisin dei alma a Ia manera platnica. As, si nos hemos detenido brevemente en esta querella sobre Ia iconoclastia en Bizancio es debido a que ella muestra, quiz dei modo ms dramtico, el problema de Ia persistencia (Nachleben) deI espectro esencial deI Mesas muerto en Ias imgenes cultuales que buscaban legtimar una circulacin teolgico-poltica entre el mundo de Ia ultratumba y el mundo profano. La espectralidad deI Mesas -cuya fuerza performativa en Ia aquiropitase quiso postular como habiendo sido retenida que no es Ia que autoriza todo el desarrollo de Ia oikonomia,
Sobre Ia fotografia se revela, aun mejor que en el original, el rastro deI Cristo deI Sudario, y se permte un retrato de los rasgos esenciales de Ia Vernica. Sin embargo, esta posibilidad logticos disfrazados tcnica no tardar en despertar interrogantes apode filosofia acerca deI estatuto ontolgico de Ia imagen
fotogrfica deI Sudario. Uno de Ios ms perspicuos escritores deI momento, Paul Claudel, podr decir respecto de sta: Ms que una imagen [Ia fotografa deI Sudario] es una presencia. Ms que una presencia, es una fotografa, algo impreso e inalterable [...] Puesto que una fotografia no es un retrato hecho por Ia mano dei hombre (une photographie ce n 'est pas un portrait.fait de main d 'homme) [...] Es l quien ha impreso materialmente esta placa, y es esta placa que, Ilegado el momento, viene a tomar posesin de nuestro espritu [...] Es muy difcil ver en esta impresin detaIlada deI cuerpo de Cristo en negativo, sobre una tela no preparada y gracias nicamente a algunas hierbas dispuestas aI azar, un fenmeno puramente natural.
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Estamos aqu en un punto exactamente inverso ai de una imagen que hubiese perdido su aura por Ia reproductibilidad tcnica. En este caso, aI contrario, Ia mecanizacin deI retrato asegura su suprema sacralidad: Ia fotografia dei Sudario es una nueva aquiropita, y el propio Enrie tratar de sostener un punto de vista teolgico radical respecto de Ia fotografia contempornea para mostrar a sta como el resultado de Ia oikonomia divina misma que habra impulsado Ia creacin de Ia reproduccin tcnica de imgenes con los fines de lograr Ia fabricacin de 10infabricable, el artificio natural que hara de Dios el autor directo de Ia imagen fotogrfica dei sudario. Puede apreciarse asimismo cmo se legitima de este modo Ia multiplicacin potencialmente indefinida de Ias aquiropitas, algo que en ltima instancia nunca haba podido realizarse hasta ese punto en eI mundo antiguo y medieval. Hasta Ia aparicin de Ia fotografia, bien podra sostenerse que toda imagen sagrada obtena su poder -en ltima instancia- de Ia consagracin jurdico-poltica de Ia Iglesia que Ia autorizaba o deI pueblo que Ia institua, si bien en el fondo toda imagen cultual derivaba, en ltimo trmino, de Ia Vernica original como arquetipo primordial a partir deI cual todas Ias imgenes cultivaban su potencia. EI poder de Ias imgenes en los rituales polticos y teolgicos medieval y moderno descansaba, finalmente, sobre Ia consagracin deI mundo como acto
es otra cosa que una mquina tergica destinada a funcionar, no tanto sobre un ncleo vaco, como a partir de un espectro esencial cuyo duelo postergado ha producido una de Ias ms formidabJes mutaciones conocido Occidente. civilizacionales que haya
---v-En un importantsimo estudio, Marie- Jos Mondzain ha reconstruido Ia historia deI famoso falso Sudario de Turn desde sus orgenes medievales hasta nuestros dias. Sin embargo, quelTamos detenernos aqui sobre un punto particular de esta historia relatada por Mondzain: se trata dei momento en el que, con el descubrimiento de Ia fotografia, se decide realizar, hacia 1931, un conjunto de tomas deI Sudario en tricroma. El responsable de Ias placas es Enrie, llamado "fotgrafo de Cristo", quien public sus resultados en 1936 con el ttulo de Le Sua ire de Turin rvl par Ia photographie.
16
lettre
M. Cardannier,
achiropa'lete,
Paris, 1936,
in MONDZAIN, M-J.,
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151
<'li:
jurdico
3. Espectrologa necropoltica
11: de Ia Modernidad
"Que no est muerto 10 que puede yaeer eternamente, y eon Ias eones extranos auh Ia muerte puede morir" AbduI ALHAZRED
, I
reproducibles
medi os tcnicos en Ia fabricacin de Ias imgenes, el proceso de su sacralizacin descansa prcticamente sobre el medio mismo en el que circula, independienteinstitucional externa. Y esto es posible porque ha propuesto algo asi como Ia indefinida mente de culquier intervencin
ocasin de verlo, ya para el mundo antiguo y medieval Ia distincin entre imgenes cultuales sagradas y profanas es casi imposible, en nuestros das dicha tesis se confirma con ms fuerza an. Ninguna poca como Ia nuestra comparti con tanto empecinamiento el su-
--1-EI 6 de abril de 1917, Kafka anot en su diario el avistamiento conmovedor mstiles eran incomprensiblemente de una barca derruida, "una embarcacin vieja, pesada [.. ,] llena de suciedad; los altos, y el paio mayor estaba roto en su tercio superior [.,.] Ias velas estaban llenas de remiendos y eran incapaces de resistir el viento", Ante el estupor de semejante presencia, ai mismo tiempo majestuosa y decadente, Kafka decide preguntar a un trabajador que se hallaba en el muelle a propsito dei dueno dei barco. La enigmtica respuesta dei hombre fue "v iene cada dos o tres anos y pertenece ai cazador Gracchus", A partir de esta historia, Kafka redact un clebre cuento titulado "Der Jiiger Gracchus", En l se trata, precisamente, de este cazador como figura errante en Ias fronteras dei mundo:
puesto que unia a inconoclastas e condulos, esto es, que toda imagen verdadera es Ia que deriva su legitimidad de un arquetipo espectral. Por ello, Ia muerte deI Mesas ha abierto en Occidente el tiempo espectral de Ia necro-poltica, en el cual todas Ias imgenes -que por considerarse sagradas tienen en l su paradigma ms acabadomensurable no son otra cosa que aquiropitas espectrales autoproducidas. a Ia inconacumulacin de imgenes que hoy en dia aseguran Ia surgente y el contemporneas. La tesis 21 de su ms . Guy Debord ha dado el nombre de "sociedad dei espectculo" ejercicio deI poder en Ias post-democracias encadenada,
clebre escrito sostiene que "espectculo es elmal suefo de Ia sociedad moderna que no expresa finalmente otra cosa que su deseo de dormir". Sin
embargo, dicha tesis debera hoy ser matizada, dado que el espectculo no se trata de una ensofacin, de un mundo encantado, sino por el contrario de una sociedad que ha llevado ai paroxismo Ia produccin de imgenes aquiropitas, esto es, de imgenes fundadas en Ia presencia real de mltiples espectros esenciaies cuya
.. i
En cierto sentido -dijo el cazador-. En cierto sentido tambin vivo. Mi barca mortuoria (Todeskahn) malogr su viaje. Un golpe de timn equivocado; un instante de descuido dei piloto; una distraccin debida a Ia maravillosa belleza de mi patria (meine wunderschne Heimat) ... No s. Lo nico que s es que me qued en Ia Tierra y que desde entonces mi barca navega por aguas terrenaies (mein Kahn seither die irdischen Gewiiser befiihrt), Y es asi que yo, que slo queria vivir en mis montafas, despus de muerto viajo por todos los paises dei mundo (nach meinem Tode durch aUe Lnder der Erde). EI cazador Gracchus constituye algo asi como el paradigma de Ia imposibi-
condicin de posibildad fue establecida con Ia primera aparicin dei fantasma dei Mesias muerto que nos han transmitido Ias antiguas crnicas.
17
lidad de modr, puesto que su profunda desgracia est dada por haber perdido ya Ia capacidad de muerte pero, aI mismo tiempo, por estar retenido en un mundo donde Ia muerte es an posible. Su horrible destino consiste en ser un supervi"
cierta crtica de arte haya sal ido de Ia iectura de 105 textos benjaminianos
~~I (
G., "The Supposition of Aura. On the Once, the Now, and the Modernity", ln FRANCIS, R., (ed.) Negociating Rapture. The Power of Art to Transform Lives, Chicago, 1996, pp. 48-63.
DIDt-HuBERMAN,
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vi ente de Ia muerte, en haber ido ms all de sus fronteras y por ende, en estar condenado a no poder volver a unirse jams nuevamente ni a Ia vida que conoce un final, ni tampoco a Ia desintegracin de toda vida que constituye Ia muerte. Maurice Blanchot, en uno de sus ms brillantes ensayos, ha mostrado precisamente cmo algunas religiones
10
Scholem mismo sefala que dicha doctrina no podra comprenderse cabalmente si no se Ia coloca sobre el teIn de fondo deI animismo arcaico.3 Sir James Frazer ha dedicado precisamente a Ia cuestin un importante libro intitulado Fear o/the Dead in Primitive Religion destinado aI escrutinio de Ias diversas formas de Ia persistencia de Ias complejas relaciones entre los vivos y Ia supervivencia amenazante de los espectros que circulan deambulando por Ia Tierra. Paul Valry escribi un prefacio para Ia edicin francesa de esta obra en el que declara, con potica maestra, que se trata de una autntica "etnografia de Ias almas en pena, una ciencia y una estadistica demo grfica de los fantasmas por millones o miles de millones sobre el globo, tras tantos siglos muriendo",' Uno de los grandes mritos dei texto kafkiano es haber transformado ai alma errante en un autntico hombre incapaz de morir, en un cuerpo paradjico que desconoce Ia aniquilacin sin ser, por tanto, un cuerpo vivo. EI estatuto ontolgico dei cazador Gracchus es algo as como un viviente que no puede morir, o un muerto que persiste en Ia vida. La caida deI cazador de Ia barca de Ia muerte hacia el mundo de los vivos
10
consideraban
espectral bajo
decir, "se muere, pero se muere mal porque se ha vivido mal, se est condenado a revivir y se revive hasta que, habindose muriendo, un hombre bienaventurado: hombre, se es, muerto". I Y un hombre verdaderamente
cuando Blanchot hace referencia ai "hombre que muere, pero en realidad vive; va de ciudad en ciudad, arrastrado por los rios, reconocido por unos, ayudado por nadie, con el error de Ia muerte antigua riendo co\1 sarcasmo a su cabecera; condicin extrafa esa: ha olvidado morir" no hace ptra cosa que brindar una referencia escondida ai cazador Gracchus de Kafka que es precisamente mit dem Wind, der in den untersten Regionen des TO,deshlast)". Aunque, segn 10 testimonia el "Cuademo en o~tavo D", Kafka pens en el cazador Gracchus como "un ser humano [... ] slo que unos siglos ms viejo y tanto ms impaciente", Blanchotes bastante probable que una de sus fuentes de insMs dificil resulta, sin embargo, identificar a qu Kafka habia proporcionado una versin entre otras, de explicando piracin deba buscarse -como por otra parte no deja de sefalarlo ya el propio en Ia Cbalajudia. tipo de cbala Kafka hace referencia aqui. EI propio Gershom Scholem habia que sefalado que, inconscientemente, secularizada de Ia concepcin cabalstica dei mundo. Karl Grozinger profundiz esta via abierta por Scholem sefalando Ia enorme importancia, transforma profundamente Ias mltiples encamaciones Ia cbala lurinica en Ias narraciones kafkianas.2 Este tipo de cbala retoma y Ia doctrina dei guilgul (transmigracin), de Ias almas individuales dei mundo como un efecto quien "navega con el viento que sopla en Ias ms bajas regiones de Ia muerte (erjhrt
transforma en un cuerpo en el cual Ias palabras hablando, Ias dado que "Soy un hombre" dice el cazador por el burgomaestre-
vida y muerte ya no son aplicables pero tampoco, estrictamente de cuerpo, alma o siquiera Ia de "hombre". Gracchus, pero nadie puede creerle -empezando
tcnicamente hablando es a la vez mucho ms y mucho menos que un hombre. Su lugar ontolgico se sita en un punto de total indiferencia entre el hombre y el cadver, entre una sub-especie humana y un super-hombre. El caso ontolgico del cazador Gracchus se haya dentro de Ia misma gran familia lgica a Ia que pertenece el Mesias muerto, pero existe entre ellos, en principio, una diferencia radical: el Mesias es un verdadero Homo sacer que ha sido anatematizado, y su pasaje ai mundo de los muertos se ha completado enteramente. Sin embargo, aun en Ia espectralidad, su muerte no puede tener realmente lugar porque Ia comunidad cristiana de 10s vivos no ha cesado en ningn momento de invocar su presencia e incluso de fabricarle cuerpos alternativos donde producir efectos de re-encarnacin. Desde este punto de vista, J!. mquina litrgica cristiana es una gigantesca usina que administra J: escenificil unax otra vezIa muerte y el retol11o deI Mesias en 'una e~peci~ de~er~e;~o sacrficio siempre recobrado.
multiplicador de Ia sola alma primigenia de Adn en continuo proceso de purificacin antes de su restauracin final en Ia unidad original, momento en el que perdern su singularidad para fundirse en el alma adnica. La consecuencia de esta doctrna lurinica fue Ia aceptacin de Ia propagacin de almas y demonios errantes por el mundo que tuvo un importante impacto en Ias creencias religiosas populares judias.
1 2
BlANCHOT, M., "La Iittrature et le droit Ia mort'; in De Kafka Kafka, Paris, 1981, p. 67.
GROZINGER,
L,
3
Kafka and Kabbalah,
SCHOlEM,
G., Major
Jerusalem,
1964.
154
155
",'1\'.
--11-Probablemente Ia Modernidad, mediante Ia secularizacin que Ia define, ha sido Ia poca que ms ha producido una efervescencia fantasmtica de 10s espiritus esenciales. En 1939, cuando Walter Benjamin conciba su segundo resumen programtico sobre el Passagenwerk destinado aI banquero neoyorquino Frank Altschul, elfilsofo escribir que "le monde domin par ses jntasmagories, e'est Ia modernit". De hecho, "analyse speetral" ser Ia denominacin que Auguste Blanqui elegir para definir su trabajo hacia el final de L 'Eternit par les astres de 1871, un libro que, como se sabe, ha sido determinante investigacin benjaminiana. para Ia
"el origen es el destino", y con el cual se intenta hacer estallar toda homogeneidad temporal a favor de una impureza constitutiva deI tiempo histrico y humano. Ahora bien, postulamos aqui que este tiempo impuro que Benjamin presenta explcitamente como modelo (Modell) deI tiempo mesinico de ningn modo podemos entenderlo como tiempo efectivamente determinado por un Mesias deI pasado. AI contrario, el tiempo histrico como impureza radical no se define, segn nuestra perspectiva, en funcin de un mesianismo ya sea pasado o futuIa existencia deI tiempo mesinico, como tiempo ro, sino que, aI contrario, es el resultado de un tiempo de duelo secular por el Mesias muerto. Es justamente tiempo impuro y fantasmtico. Que Ia modernidad sea un tiempo particularmente no realizado y perpetuamente postergado determinado por un duelo ha es algo que Charles Baudelaire presidido por un Rey muerto, 10 que resulta en condicin de posibilidad para un
Uno de los trminos tcnicos probablemente ms importantes y detenninantes de Ia filosofia de Benjamin es el de dialctica en suspenso (Dialektik im Stillstand). Originariamente pensado para describir el devenir histrico de Ia imagen de Ia (Bild), nosotros podemos ampliar aqui su uso hacia toda Ia espectrologia, cualla imagen sera slo una de sus manifestaciones. De hecho, Benjamin defini toda su empresa dialctica en contra dei tiempo Iineal y puro: "Ia historia (Gesehiehte) es objeto de una construccin cuyo lugar no 10 configura el tiempo homogneo y vaco (die homogene und leere Zeit), sino el cargado por el tiempo-ahora (Jetztzeit)".' Ya a finales de los anos veinte, cuando habia hecho de Ia nocin de origen (Ursprung) -por oposicin a Ia de gnesis (Entstehung)el centro de su teora histrica, habia escrito: "el origen (Ursprung) no designa el devenir de 10 nacido, sino 10 que les nace aI pasar y ai devenir. EI origen (Ursprung) radica en el flujo dei devenir como torbellino (im jluss des Werdens ais Strudel), engullendo en su rtmica el material de Ia gnesis (Entstehungsmaterial)"." Se trata dei mismo concepto de origen reivindicado ya Foucault utilizaria para su arqueologia. por Nietzsche para su genealogia, y que posteriormente -de manera independiente y con grandes modificacionesBenjamin cita cripticamente como una de sus inspiraciones un poema de Karl Kraus publicado en Die Faekel en 1913. Se trata de Der sterbende Menseh: alli se halla aquel verdadero emblema de Ia historiografa benjalniniana que reza que
insinuado de modo bastante explcito en su Salon de 1846 cuando escribi, en contra de Gautier, que nuestro moderno traje negro -propio dei funcionariado administrativo"es el traje necesario a nuestra poca, [...] el patente simbolo Desde luego, el traje negro expresa moderna pero tambin, en su sentido erticos, enterrade un duelo perpetuo (deuil perptuel)". Ia igualdad universal de Ia democracia potico-temporal, rradores (eroque-morts):
'-
dores burgueses. Todos celebramos algn entierro (Nous elbrons tous quelque enterrement). Una uniforme librea de Ia desolacin sirve de testimonio de Ia igualdad".' A Ia luz de Ia dialctica Baudelaire espectral que defendemos aqui, Ias palabras de adquieren un nuevo sentido fundamental dado que se trata, desde un momento
nuestra perspectiva,
e12~c~_alme~t~sobrecarga?o de espe?trali?ad. Es por ello que hoy, quiz ms que nunca, es necesario sentar Ias bases de aquello que podramos denominar, siguiendo a Jacques Derrida, una espectro-poltica Ia espectralidad histrica. que Ia existencia de algo asi implica Sin embargo, debemos decir inmediatamente o, tambin, una analtica de
se ha denominado "fin de Ia historia" a partir de Ia tradicin de uno de los mximos exponentes de Ia fantasmagora histrica deI siglo
XIX
1989 [edicin
en castellano:
el concepto
p. 315].
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proto-ciencia deI espectro como espritu? En efecto, desde Ios tiempos de Ia comunidad cristiana primitiva, Ia muerte deI Mesas constituy un problema de primer orden, dado que su muerte ineluctable presentaba enonnes problemas para Ia escatologa concreta que ste haba prometido estando an con vida. EI problema que tenan 10s cristianos se puede enunciar deI siguiente modo: si Jess-Mesas haba defendido una escatologa concreta, l,cmo poda mantenerse dicha idea una vez que el Mesas que deba prducirla haba muerto? La respuesta, en principio astuta de los seguidores de Jess, esto es, que haba resucitado y que poda esperarse una segunda parusa muy cercana en el tiempo, se revel rpidamente podra producirse? Las argucias teolgicas de Pablo de Tarso condujeron rpidamente a respuestas ms o menos enigmticas y suficientemente brumosas como para distraer Ia atencin de los apologistas durante unos cuantos siglos: el ms famoso tour de force que invent Pablo fue eI clebre katchon de Ia Segunda Epstola a Ias Tesalonicenses, cuyo fin no era otro que tratar de introducir Ia idea de que un cierto tipo de obstculo -cuya naturalezajams defini con precisinIa realizacin mesinca de Ia oikonomia divina. Las interpretaciones de Ios tiempos deI fin han cado por entero en Ia sofisticada buscaba justamente hacer creer a Ias comunidades angustiadas impedia que han insuficiente dado que (,por cunto tiempo poda sostenerse creblemente que dicha parusa deI resucitado
Y si, como hemos visto, toda Ia sociedad deI espectculo que define con su I indeleble sello eI tiempo que Benjamin denominaba eI "alto capitalismo" no es \\1. otra cosa que una tergia paroxstica de imgenes espectrales, entonces, slo el
.1
el tiempo de su presencia fantasmtica en Ia historia darles como una vaciar nueva duelo deI Mesas muerto podr no tanto despotenciar Ias para imgenes "transparencia" que aquiete su poder.
li
querido ver aqu aI Estado como poder constituido que impide Ia realizacin red paulina que de Tesalnica
que el Mesas no poda retomar porque Ia economa haba sido obstaculizada por una fuerza retentiva. Sin embargo, efectivamente, no existe ninguna fuerza que impida Ia realizacin de Ia economia, y mucho menos an eI Estado como poder constituido, simplemente porque Ia economa no puede tener ningn fin mesinico desde eI momento en que eI Mesas que se supona llamado a ponerle un fin a Ia historia muri en Ia cruz. Es decir, si Ia oikonomia -que aqu habra que llamar una economa deI espectro esenciaI- no termina no es porque exista un katchon -dispositivo que slo buscaba justificar que el Mesas muerto no redima aI mundo- sino que Ia oikonomia no puede hallar su conc!usin hasta que no se haga el duelo deI Mesas muerto, y este duelo nada tiene que ver con Ia presencia o Ia ausencia de un Estado sino con Ia conjura de su espectro esencial. Desde esta perspectiva, slo podra hablarse de post-historia en sentido propio,
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--1-En los estratos ms antiguos deI judasmo, Ia muerte no era el objeto privilegiado deI poder sino ms bien su final. La extincin deI cuerpo perteneca, por derecho propio, aI devenir csmico de Ia naturaleza, segn el cual Ia muerte conduca ai sheol, un mundo ctnico privado de luz, donde Ias "larvas" humanas ('obot) yacan desprovistas de toda vida. I O, si se quiere, accedan a una cierta especie de "vida debilitada aI mximo'" que corresponda con Ia existencia deI espectro que, en algn caso, poda ser invocado -aun si Ia prctica estaba prohibida3mediante Ios rituales apropiados. Es el,caso de Ia nigromante de Endor que, ante el pedido dei rey Sal, invoca aI elohim de Samuel desde el fondo de Ia tielTa para interrogarIo sobre Ias razones que han conducido a Yahv a privarIo de su reino para drselo a David [I Samuel28]. Sin embargo, aun cuando el Antiguo Testamento habla de estas sombras (reja 'im): hay que entender que se trata de
Para este problema, cf. 5TEMBERGER, G., Der Leib der Auferstehung: Studien lur Anthropologie und Eschatoiogie des paliistinischen Judentums 1m neutestamentiichen leitlalter (ca. 770 v. Chr. - 700 n.
H., Life After Death: Pauis Argument for the Resurrection of the Dead Chr.j, Roma, 1972 y CAVAllIN,
es
el de JOHNSTON, Ph. 5., Shades of Sheoi: Death and Aftedife ln the Old Testament, p. 27: "death completes the natural cycie of Iife, and brings it to an end'~ 2
2002,
Es Ia expresin utilizada por Paolo 5acchi, quien sigue en este punto los trabajos de Edmund Jacob. Cf. SACCHI, P., Storla dei Secando Templo, Torino, 1994 [edicin en castellano: en Ia poca dei Segundo Templo, Madrid, 2004, p. 453J. Historla dei Judasmo
3 4
Ct Lev. 19,31: "No acudis a nigromantes, ni consultis aadivinos hacindoos impuras por su causa'~ 50bre Ia natura/eza de estas "sombras" (refa'imJ ct JOHNSTON, Ph., Shades of Sheol..., op. cit., pp. 128-130, Y sobre el excepcional episodio de necromancia de 1 Samuel28, pp. 154-158. Algunos autores, cuyas opiniones son estudiadas tambin por Johnston, han sostenido Ia hlptesis de que en 1 Samuel28 hayque leerun estrato cultural mucho ms antiguo en el que Ia sombra seria o bien
(
(
Fabin luduela
Romandini
{la comunldad de
105
espectros. Antropotecnia
163
existencias desprovistas
y los
muy lejos de haber extrado todas sus consecuencias para Ia historia poltica de Occidente. Con un gesto inesperado, Ia apocalptica propondr Ia subversin dei orden natural de Ia vida y de Ia muerte, una alteracin dei ciclo csmico como resultado de Ia accin primordialmente Ia forma paradigmtica sobre-naturaZ (entindase contra10
gusanos".5 Si Ia existencia poltica dentro dei judasmo bien podia ser calificada como una perpetua glorificacin de Yahv, dicho deber cesaba con el final de Ia vida. Yahv no se interesaba por los muertos sino slo por los vivos que podian adorarle. Por ello, el sheol es un mundo esencialmente radicalmente apoltico, un territorio exterior a toda soberania divina. AI reino de los muertos se 10 lla-
sobrenatural es
aqu lugar una cierta forma de primera accin artificial sobre el reino de Ia vida por parte de Ia divinidad. En un primer momento, Ia Epstola de Henoch -compuesta, el siglo
11
ma "silencio" (dumah), como en el Salmo 94, 17, pues all no llega el poder de Yahv y, por fin, Ia muerte libera de toda obediencia y de toda sujecin. Sheol es el nombre dei afuera dei poder: sta es, en efecto, Ia gran leccin que ensena Cohlet, el hombre de Ia asamblea, el ser poltico por excelencia. Sin embargo, esto implica que en los estratos ms antiguos dei judaismo el hombre se halla mucho ms cerca de Ia vida animal que nunca despus. La vida humana no es otra cosa que una fonna de animalitas y Ia muerte consagra, precisamente, pertenencia esta de especie: "Sobre Ia conducta de los humanos reflexion asi: Dios
seguramente, en
de todo cuerpo: ... buenas cosas y alegria y honor han sido preparados / y escritos por Ias almas (ps[ycha) manfasat) de los piadosos que han / muerto; [... ] Ias almas (manfasat) de Ios piadosos que han muerto volvern a Ia vida, / y se regocijarn y sern fel ices; / y sus espritus (pnemata, manfasat) no perecern / [... ] Y tus espritus entrarn en eI gran juicio.
J
los prueba y les demuestra que son como animales. Porque el hombre y el animal tienen Ia misma suerte: muere el uno como el otro; y ambos tienen el mismo aliento de vida. En nada aventaja e! hombre ai animal, pues todo es vanidad" [Eclesiasts 3, 18-19]." Asi, el hombre, como todo animal, pertenece ai ciclo dei cosmos natural, y su muerte es equivalente a Ia aniquilacin. Sin embargo, como no han dejado de observar los estudiosos, es necesario preguntarse por qu Cohlet se ve llevado a desplegar una argumentacin tan detallada si Ia creencia se hallaba tan ampliamente aceptada. Probablemente, en los tiempos de Cohlet, Ias ideas que se conocen hoy gracias aI Libro de los Vigilantes se estaban extendiendo con prontitud, y un nuevo tipo de judasmo radical estaba surgiendo, novedoso, para trastocar Ias bases mismas de Ias tecnologas de poder dei judasmo ms arcaico. En efecto, Ia apocalptica llevar lentamente a cabo una transformacin sin precedentes en Ia antropologa poltica
i i
EI gran juicio ser, de todas formas, Ia instancia que separar a los justos de los injustos, cuyas almas, condenadas aI gran proceso, se levantarn dei Sheol. Con todo, en el texto ms tardo de! ciclo henquico se admite ya, sin ms, una resurreccin corporal: "en aquellos das, mi Elegido levantar, / y elegir aios [I Henoch 51, 1-2]. justos y santos de entre ellos [los muertos vueltos a Ia vida] / puesto que el da en el que sern salvados se ha aproximado" A partir de algn momento entre los siglos v ai II a.C. que, textualmente, podriamos atestar con Ia Apocalipsis de Isaas, el poder soberano de Yahv penetra definitivamente en el reino de Ia muerte, y desde all no slo no habr nunca ms un afuera dei poder sino que, ai contrario de toda Ia tradicin precedente, el mundo de los muertos se constituir en el objeto ms especfico y propio de Ia autoridad de Yahv: "revivirn tus muertos, / sus cadveres se alzarn, / despertarn (yqysw) y darn gritos de jbilo / Ias moradores dei polvo; / porque roco luminoso es tu roco, / y Ia tierra echar de su seno Ias sombras (rej 'im)" [Isaas 26, 19]. En este contexto, Ia resurreccin corporal se limita aios judos,
judaica aun si los cambios no habran de introducirse sino de modo aparentemente marginal.El ncleo de dicha transformacin bien podra resumirse en Ia siguiente frmula, inspirada por uno de los ms clebres especialistas en Ia materia: Ia apocalptica consigue transformar a Ia muerte en una realidad contra naturam. No es posible minimizar Ia importancia de esta mutacin de Ia cual aun estamos
S 6
K, un espectroannimoo bienun diosdeisubmundo. Paraia primeraperspectiva, cf.Mc CARTER, 7 Samue/: A New Translation with Introduetion, Notes & Commentary, Garden City, 1980,pp.421-423, paraIasegunda,DIETRICH, W.D., Saul und die Propheten, Stuttgart,1987. SACCHI, P.,Storia dei Secando Tempio ... , op. cit., p.453. Sobre esto,cf.ROSSO-UBIGLI, L. "Qohelet difronteall'apocalittica': in Henoch, 5,1983,pp.209-234.
Y
2004,103:3a - 8. Para NICKElSBURG, G.W. yVANDERKAM,J., 1Enoch. A New Translation, Minneapolis, un comenta riode este pasaje,cf.GRElOT, P., "Leschatologie des Essniens et leLivre d'Hnoch': in RevuedeQumran 1,1958/59, pp.113-31, NICKElSBURG, G.w., Resurrection, Immortality, and Eternal Life in Intertestamental Judaism and Ear/y Christianity, Cambridge, Massachusetts, 2006(1972'), pp.154-155.
Y
Fabin luduefia
Romandini
Ila comunidad de
105
espectros. Antropotecnia
165
164
dado que los enemigos de Israel sern exterminados y "abolido todo su recuerdo" [Isaas 26, 14]. Sin embargo, y a pesar de otras importantes presencias de este tema, como por ejemplo, en Daniel12, que se establece Ia universalidad 1-3, es solamente en el ciclo henquico de Ia resurreccin a travs de Ia fOlwa de un
de
Ia Iglesia, esta resurreccin primordial slo podia desarrollarse como una forma Esto se debe no tanto a que posibles evidencias histricas en los primeros como un ngel" sino ms bien, y fundamentalmente, Emanuele Coccia,
12
proceso judicial de alcance csmico que establecer una distincin entre salvados y condenados. En ese sentido, no debe sorprendernos si este proceso coincide con el desarrollo de Ia angelologia. En efecto, cuando el Libro
ele
Mesias ocupa un lugar que, en el mito-motor judeo-cristiano podia serle adjudicado slo l-o alguien con sus caractersticas mitmicas distintivasIa soberania de Dios hacia Ia muerte y su anulacin. cia mxima de Ia teo-angelo-loga de los contornos fisiolgicos, resucitados y Ias indagaciones cuerpos de los resuctados futuros.
describir el tipo de vida que lIevarn 10s resucitados que habrn sido salvados en el juicio, el texto dice que sern "ngeles dei cielo" [1 Henoch 51]. Si Ia fonua ms acabada que asume Ia resurreccin corporal en eljudasmo que, segn Ias ms recientes investigaciones, "angelificacin" henquico -del es Ia se deriva el cristianismo'-
Sin embargo, Ia resurreccin deI Mesias es slo el puntapi inicial de Ia ciencristiana, que tiene por objetivo Ia definicin En otros tnninos, Ia bio-sociologa de los sociales y polticos en los que se insertarn Ios
13
son Ia cumbre de Ia ciencia poltica cristiana y, en cuanto tales, eI Iaboratorio privilegiado de toda Ia reflexin occidental post-antigua sobre el poder cuyas formas sustanciales se continan ampliamente, como poeremos verlo, en su moderna secularizacin en Ias ciencias humanas y biolgicas. observado por Coccia, el carcter Sin embargo, como ha sido agudamente
anglico deI Mesias ya present -desde sus inicios- una serie de problemas de difcil soIucin, cuyo ncleo epistemolgico y poltico se hallaba en Ia mezcla de Ias naturalezas -humana y divina- que el ngel tornaba, en ltima instancia, indistinguibles. Toda Ia cristologia que se desarrollar a partir deI siglo [11 constituir un complejo intento por lograr una "conjuncin sin fusin,,14 de ambos sustratos ontolgicos en el cuerpo mesinico.
--11-EI primer resucitado deI cristianismo es el propio Mesas, cuyo cuerpo resurgido de Ia muerte constituye el paradigma supremo y Ia razn eficiente de toda Ia dogmtica posterior constituida alrededor de Ia inmortalidad y deI reino de los justos.
11 Cf. WERNER,M.,
Anschauung
Die Entstehung des cristlichen Dogmas, Bem, 1941 y BARBEL,l., Christos Angelos. Die von Christus ais Boteund Engel in dergelehrten und volkstmlichen Literaturdes christ-
lichen Altertums. Zugleich ein Beitrag zurGeschichte des Ursprungs und der Fordauerdes Arianismus,
Bonn, 1941. Con una visin crtica sobre estos textos, pero aun asl tuertemente infiuido por ellos, ct. DANIELOU,l.,
Thologie du judo-christianisme, Paris, 1958. Ms recientemente, se puede ver, GIESCHEN, CH. A., Angelomorphic Christology. Antecedents and early evidence, Leiden.. ,
12
Judaism, Michigan,
9 10
13
14
sieut angeli)':
(erimus enim
COCClA,E., "Introduzione':
(
166
TERCERA PARTE: Los Trans-humanos Fabin luduena Romandini
ILa comunidad
167
'carnales'
(carnales) y 'psquicos'
(animales), que los profetas los han tenido como semejantes ai ganado y aios ani-
indita forma de vida que, si bien tene su paradigma y tanto dei cuerpo litrgico-teatral dei ngel
por semejantes a Ias bestias de carga y a Ias bestias salvajes (jumenta etferas), que Ia costumbre los ha caracterizado males irracionales (pecora et irrationabilia), y que Ia Ley (lex) los ha declarado inmundos".18 No hay que olvidar, sin embargo, que esta transformacin ciudad celestial: "Para nosotros, nuestra ciudad (t polteuma) de Ia vida animal est en los cie-
causa eficiente en el Mesas, a Ia vez, tendr que distinguirse netamente tanto de Dios como dei animal post-adnico, cuanto dei cuerpo dual y a Ia vez unitario dei Mesas. En esta direccin se mueve ya el tratamiento que Pablo de Tarso dedica a Ia resurreccin supervivencia en su Primera Epstola aIos Corintios. En efecto, lafides crisjurdica indo-europea "en una nueva religin que no tiene nada de tiana -que expresa Ia sumisin a Ia soberana divinal5 y que es vehculo de una de indo-europeo,,16tiene como componente ms especfico Ia resurreccin
implica el acceso a una forma nueva de politicidad que se reflejar en Ia nueva los" [Filipenses 3, 20]. Ahora bien, como sefala el propio Ireneo de Lin, "el esplendor de esta ciudad (civitatis)" consistir en que todos podrn contemplar a Dios desde cualquier punto en que estn en ella localizados. En esta especie de panptico modificado, sin embargo, no dejar de existir una jerarqua que se identifica por entero con Ia arquitectura deI mundo supra-natural. As, basndose en el texto de Mateo 13, 8, Ireneo escribe: Asi ser Ia diferencia de habitacin (habitationis) entre aquellos que habrn producido cien por uno, sesenta por uno, treinta por uno: los primeros sern elevados aios cielos (in coelum assumentur), los segundos tendrn
Sl'.
Ia carne que es, a su vez, Ia piedra basal de Ia Iglesia: "Y si no resucit Cristo, vaca es nuestra predicacin [I Corintios 15, 14]. "EI ltimo enemigo en ser destruido ser Ia muerte (thnatos)" [I Corintios 15,26] declara Pablo y, por el1o, "se siembra un cuerpo animal (sQma psychikn), resucita un cuerpo espiritual (sQma pneumatikn)" 17[I Corintios 15, 44]. Como resupor "Ia En es reemplazado se deduce con toda claridad de los escritos dei apstol, el teologmeno rreccional implica que todo "10 animal" (t psychikn) pneumtico" principio, (t pneumatikn). Ahora bien, l,en quconsiste por Ia intervencin (kf.rygma), vaca tambin nuestra fe (Pistis)"
morada en el paraso
"10 espiritual"?
(in paradiso conversabuntur), los terceros habitarn Ia ciudad (in civitate / [tgn plin] inhabitabunt): es Ia razn por Ia cual el Senor ha dicho que haba numerosas mansiones (mansiones) junto a su Padre [Juan 14,2]. Puesto que todo pertenece a Dios, que otorga a cada uno Ia habitacin que le conviene: como
10
un ser recubierto
de incorruptibilidad
de un milagro biolgico-
poltico operado por Ia divinidad. Ya Ireneo de Lin, cuando interpretaba estas palabras de Pablo, no dejaba de sealar el carcter animal ai que hace referencia Ia denominacin de "psquico": "es con justicia que el Apstollos ha l1amado
dice su Verbo,
el Padre comparte con todos en Ia medida en que cada uno es digno (dignus).19 En este sentido, toda Ia historia de Ia antropo-teo-loga ontolgico-polticas cristiana posterior y
de Ia de
potestas.
Esta ntima
significacin
arcaica
de Ia
lides
dei cuerpo resucitado y de su ecosistema habitacional puesto de Ia carne es Ia condicin de posibilidad misma
sido estudiada
por LOMBARDI,L.,
pp. 139-140.
Le vocabulaire des institutions indo-europennes, pudo escribir: "colocar su lides en aiguien procuraba a cambio su
de condiciones. sobre aquel poder Es entonces una autoridad que se somete a ella, a cambio
t., BENVENISTE,
tanto de Ia Iglesia -en el corpus mysticum de Cristo'O- cuanto dei futuro reino como exponente mximo de Ia poltica cristiana. Como sefiala (resurrectio) es una cosa, el reino (regnum) otra: Tertuliano: "La resurreccin
Pero esto ya senala ia desiguaidad tiempo que una proteccin Esta relacin implica
ai mismo
de su sumisin.
de constriccin
pauiina, cf. AlTERMATH, F., Du corps psychique au corps spirituel, Paris, 1977 y Die theologische Anthropologie des Paulus, Stuttgart, 1980. Sobre Ia resurreccin en Pablo, cf. NICKElSBURG,G.w., "The Incarnation: Paul's Solution to the Universal Human Predicain PEARSON,B. A. (editor), 1991, pp. 348-357.
Haereses
V,
8, 3.
Haereses V, 36, 1-2. Cf. SCHARl, E., Recapitualtio mundi. Der Rekapitulationsauf die K6rperwelt (Freiburger
vaI. II (1987) Theolagische y vol.lil (1988). Paris, 5tudien
ment';
Minneapolis,
sugerir dei
ya comienza
a partir
Corpus mysticum.
168
Fabin
ludueia
Romandinllla
169
nuevamente
pero accede
desarrollo:
"nosotros,
que conocemos
realmente
el origen
afirmaa
no sobreviene y ni siquiera
conforme
los tiempos
s ta es natural
(audenter
-heredada
de Ia tradicin
resurreccin
como condicin de posibilidad de una imputacin capaz de devenir Ia resurreccin dei proceso: est destinado se presentar a unjuicio sujeto de una accin tambin
procesal. culpable
determinamus mortem non ex natura secutam hominem, sed ex culpa, ne ipsa quidem naturali)"."
Sin embargo, riormente a estas tendencias paulinas sobre desde Ias que se apoyar el comienzo, poste-
responde
a una necesidad
Ia Iglesia
ortodoxa
se opusieron,
jurdica, y es condicin
y forma
esotricas
Tertuliano
da cuenta
de Ia resurreccin
(ratio res-
Ia primera
aIos Corintios,
censura
a quienes
ponan
esta opinin
tanto se
harn presentes
tambin Ias cuerpos, porque no puede sufrir nada el alma sola sin
10
y tendrn
carnis)".26 As, para los marcionitas, el cuerpo carnal no Ios resucitados una especie de substantia caelestis absolutahacia finales poseer dei siglo
11
merecieronno
espirituae7
o comienzos incorpreo
el Apocalipsisde
Pedra, el resucitado
a Ia posicin escribir: gnstica
un "cuerpo
(sma atsma)".2R
Como puede verse, Ia instancia teolgico-poltica escabsolutamente consustancial de Ia jurdico-procesual, puesto que ai ReinO no slo se accede por Ia
,-c .. ,.'. .,','" \ "_
referencia
respecto
resurreccin "compartir
no quelTn
ha podido
ai contrario, a sI mismo,
con tantsimos
otros rprobos
el 'matrimonio
del reflejo
que es nuestra
con interpretaciones
alegricas-
Slo es salvado
Infierno." De este I;10do, Ia tendencia henoquiana que llevaba a considerar a Ia su pleno muerte como un fenmeno contra naturam encuentra en el cristianismo
a Ia substancia posible
Es entonees nis!l1.(),dos
tendenciasse
enfrentarn
~n un~ f01111jdilbl~Iuchaantrol?otcI1~ca
21
TERTULlANO, Adversus Mareionem V,10. 14. Sobre el problema de Ia resurreccin en Tertuliano, cf. ALEXANDRE, J., Une ehair pour Ia Gloire. L'anthropologie raliste et mystique de Tertullien, Paris,2001, pp.486-511. TERTULlANO, Apologeticum 48, 4.
De Animo LV, 4. TERTULlANO, De Anima LVIII, 8: "cum careerem iIIum, quem euangelium demonstrat, TERTULlANO, inferos intelle-
25
TERTUlIANO, De Anima L11, 2. TERTULlANO, De praeseriptionibus adversus haereses omnes 33,3. TERTULlANO, Adversus Marcionem, V,1o: "Marcion enim in totum carnis resurreetionem non admittens
et soli animae salutem repromittens': Sobre Marcin,cf. HARNACK, A.von, Marcion. Das fvangelium
26 27
22 23 24
gimus': Que Ia "raz eterna" de Ias suplicios dei Ancen Rgime analizados por Foucault tiene en
1924.
28
vom fremden Gott, fine Monographie sur Geschichte der Grundlegung derkatholischen
Kirehe, Leipzig,
el infierno su paradigma teolgico ms acabado es algo que ha sido sugerido por AGAMBEN, G., II Regno e Ia Gloria, Per una genealogia teologica delleconomia e dei governo, Venecia,2007, p. 182. Sin embargo, tal vez es necesariodar un paso ms y advertir que en Iacrcel infernal tambin tiene su "raiz eterna" Ia inmortalidad dei poder policiaco,dado que eiertamente, y como 10expresan ias propiostratadistas patrsticos,si el Reinocelestial es enteramente panptico, su contrafigura infernal es una combinacin de un carcter fundamentalmente policiacocon otro propio dei suplicio.
ApPe, V/I,83. Para una edicin dei texto, cf. PEARSON, B.A., Nag Hammadi Codex VII, Leiden, NHC: 1996, pp. 201-247 a cargo de M,Desjardins.Cf.asimismo, DUBOIS, J.D."l:Apocalypsede Pierre (NHC VII3) et le NouveauTestament'; in MNARO, E, teritures et Tradition dans Ia littrature copte, Louva/n, 1983,pp.117-125,
29
PUECH, H.-Ch.,fn qute de Ia Gnose, voll: La Gnose et le temps, Paris, 1978, p. 260.
170
Fabin Ludueia
Romandini
I La comunldad
171
que durar siglos y que, como veremos, an tiene lugar en el suelomismo cual, por cuestiones de comodidad llamaremos "gnstica"-
de
sus supervivencias
modernas
estn versin en un
nuestro presente: una ortodoxa favorable a Ia resurreccin corporal, y otra -a Ia que sostiene, por el
marcadas por un doble paradigma ntimamentesolidario y Ia versin carnal-realista nico dispositivo. Nos concentraremos, ticismo resurreccional" "activacin
en el cualla
se articulan mutuamente
c~ntrario, una supervivencia incorpora!. No obstante, ms all de Ias diferencias doctrinales -y, en consecuencia, polticas- entre una y otra posicin, ambas tienen un objetivo comn: Ia abolicin de Ia animalitas propia deI hombre.
primero, en Ias formas maduras que asume el "gnosen el Medioevo. Como sefala el propio Voegelin, antiguo" se produce, a partir deI siglo
IX,
Ia
deI gnosticismo
a travs penetran
--111-Uno de los grandes mritos de los trabajos histrico-filosficos ha sido su intento por definir a Ia Modernidad puede ser caracterizado como una gnosis secularizada. de Eric Voegelin como un tiempo histrico que
30
en Ia Alta Edad Media y luego en Ia Modernidad. EI anlisis que Voegelin dedica a Escoto Ergena no pasa de una indicacin que debe ser desarrollada en el futuro por los investigadores. No obstante, querramos llamar aqui Ia atencin sobre Ia peculiar contribucin que Escoto realiza a Ia doctrina de Ia resurreccin. En efecto, Ia constatacin central sobre Ia cual se constituye Ia arquitectura de Ia argumentacin de Escoto es que "Dios quiso colocar aI hombre en el gnero de los animales, porque quiso crear toda Ia naturaleza en l (propterea Deus hominem in genere animalium voluit substituere, quoniam in ipso omnem creaturam voluit creare)". Jl As, Ia politicidad deI hombre en el mundo presente deriva de su origen adnico que es, tambin, de naturaleza anima!. La animalidad constituye aqu el punto de partida ontolgico de toda Ia poltica defendida por Ia teologa de Escoto que, desde el Paraso mismo, es esencialmente Sin embargo, paradjicamenteIa doctrina de Ia resurreccin creerse, una restauracin zoopoltica. como podra no presupone,
nunca pretendi sostener que Ia Modernidad recuperas e in toto el sistema deI gnosticismo antiguo, sino ms bien que los "grandes mitopoemas especulativos de Ia gnosis"ll eran recuperados o sobrevivan (bajo nuevas formas desde luego) en Ias estructuras polticas de los Tiempos Modernos. La postura terica de Voegelin estaba cuidadosamente que Ia Modernidad -especialmente poltica-, en era esencialmente
10
centrada en demostrar
puede preservarse
gracia. Sin embargo, como el propio Voegelin sefala, en Ia medida en que el cristianismo triunfa adentrndose en Ias fuerzas deI mundo, entonces, no puede evitar ceder a los componentes gnsticos que pretendi conjurar en sus comien-
aI animal no io produce Ia armona y el punto de unin inseparable de los cuerpos celestes e incorruptibles (caelestium et incorruptibilium corporum) con ias espritus anglicos (angelis), sino que
10
zos, y que seran Ia fuerza misma que allana el camino de Ia secularizacin. Nuestra posicin en este estudio es diferente a Ia de Voegelin en Ia medida en que consideramos gnstico-ortodoxa, para comprender que Ia Modernidad debe ser entendida como una herencia y que ambos componentes son absolutamente esenciales Como veremos,
corruptibles con Ias almas, ya sean racionales, ya irracionales, mediando el sentido [... ] La felicidad futura que est prometida a ias hombres santos no es distinta de Ia igualdad perfecta de Ia naturaleza anglica, y ennada alejada de sta (siquidem
30
La labor
de Voegelin
cuenta
con notables
precedentes
entre
in ihrer geschichtlichen
1991 (1947') [edicin
Entwicklung, Tbingen,
1998 (1937 -1939') en castellano:
Chicago,
1987
(1952'),
filosfica alemn:
W. BEIERWAlTES ha seialado
Ia supervivencia Idealismus';
Escotologa
Platonismus
31
764B
de Lorenzo Velzquez,
77].
172
Fabin
TERCERA
ludueia
Romandini
173
illafuturafelicitas,
quam angelicae naturae pelfecta et in nullo dejiciens aequalitas). 3' Como puede verse, el mitopoema justamente, gnstico de Ia resurreccin anglica (o
"cuando Ia naturaleza humana sea liberada de Ia lepra mediante Ia medicina de Ia gracia divina, tomar a su prstina hermosura (de qua lepra cum divinae gratiae medicina liberatafuerit, in pristinam revocabitur formositatem)",J7 En este contexto, Ia doctrina deI cuerpo resucitado recae y reformula completamente Ia cristologa, puesto que si el resucitado no posee ninguna "diferencia sexual", tal debe ser entonces Ia condicin deI Mesas resucitado para que Ia doctrina conserve su coherencia: Y nuestro Sei'ory Salvador Jesucristo, aI resucitar de entre Ias mueltos, llev a cabo a Ia perfeccin todo esta y mostr previamente el ejemplo (exemplum) de todas Ias cosas que sucederian. Sin duda, aI resucitar no tuvo ningn sexo (resurgens quippe nullum sexum habuit). Pues aunque se apareci a sus discpulos despus de Ia resurreccin en el mismo sexo masculino en el que naci de Ia Virgen y convivi entre Ias hombres hasta e1l110l11ento de su pasin, para consolidar su fe -pues no 10reconoceran de otro modo si no se les manifestara en el modo de ser conocido por ellos- a ningn fielle est permitido creer ni pensar en modo alguno que I, una vez resucitado, se l11antienedentro de un sexo. En Cristo Jess "ni hay ni varn ni hembra" [Glatas 3, 28] sino solamente el hombre verdadero y total (sed solum verum et totum hominem) -quiero decir, cuerpo, alma y entendimiento- sin sexo alguno o forma alguna comprensible (corpus dico, et animam, et intellectum, absque ullo sexu vel aliqua comprehensibilijorma), puesto que esas tres cosas en l son una sola cosa y hechas Dias, sin mutacin o confusin de Ias propiedades (sine proprietatum transmutatione vel cOI?/ilsione).18 AI mismo tiempo, si el Mesas acta como exemplum, es decir, como paradigma de toda resurreccin futura, entonces, i,qu consecuencias sufre su funcinjudicial es agudamente aun si su destino regio puede conservarse plenamente? Ergena consciente de Ia necesidad de una camalidad individualizada
incorpora!) es recuperado ampliamente por Ia teologa de Ergena 10cuaI implica, que el Reino de los Resucitados supondr el fin de Ia zoopolftica originaria que defin a Ia naturaleza humana antes y despus de Ia cada, Ahora bien, Escoto no aclara con precisin en qu podra consistir una politica ms all de Ia zoopolitica, pero deja absolutamente "evidentemente, cn claro que el Reino de Ios resucitados conlleva Ia:desaparicin de todo sustrato animal dei hombre: cuando este mundo dei cual es parte el hombre animal (animalis homo) perezca, todo 10 que en el hombre es animal perecer con l y en l (omne, quod in homine animale est, cum ipso et in ipso peribit); pues Ia verdadera razn no permite que todo padezca Ia destl1lccin y que sus partes sean salvadas de Ia destl1lccin".35
1
\ ngel litrgico; por 10 tanto, Ia politica soberana deI Reino supone una transformacin OlItolgica deI hombre en ngel o, dicho de otro modo, implica una ilcompleta "ministerializacin" deI cuerpo humano que deviene integralmente
11
Vfuncionario dei poder divino como xtasis de una plenitud soberana sin resto ni mundo sobre el cual ejercer ya Ia funcin gubemativa. Por ello, en el mundo de los resucitados se abolir Ia diferencia sexual:
Por Ia que, si el hombre no hubiera pecado, nadie nacera mediante Ia unin previa de Ias dos sexos, ni mediante semen alguno (quapropter si homo non peccaret, nullus utriusque sexus copula, nec ullo semine nasceretur), sino que de Ia misma manera que Ia esencia anglica (angelica essel1tia), siendo una sola, se ha multiplicado sinttica y sincrnicamente en infinitas miriadas sin que medie ningn espacio temporal, as tambin Ia naturaleza humana (humana natura), si hubiera querido guardar el mandato y 10hubiera guardado, irrumpira sinttica y sincrnicamente en el nmero de hombres conocido previamente por el Creador.36 Ahora bien, i,qu implica el hecho de Ia abolicin de Ia diferencia sexual a Ia hora de Ia determinacin de Ias propiedades ontolgicas deI resucitado?
para que el poder punitivo pueda realizarse: sin sujeto sustancial se desvanece toda posibilidad de imputacin de culpa. "i,Qu ser castigado si de ninguna ningn sujeto sustancial que pueda ser castigado? (Quid su~jectum, quod puniri possit, nullo modo manera permanecer
34 35 36
Periphyseon ... , op, cit" 762D. Periphyseon, .., op, cit., 763B, Periphyseon ..., op. cit., 799B,
37 38
39
, op. cit., 872 A. , op, c!t., 894 A-B. , op. cit., 935(,
174
TERCERA PARTE: los Trans-humanos Fabin ludueia Romandini Ila comunidad de los espectros. Antropotecnia
175
De esta forma, "los incrementos y Ias disminuciones de Ias cuerpos (inerementa Si bien Escoto no se pronuncia por una absoluta abolicin de Ia punicin, le .reserva a sta un carcter puramente subjetivo -sin coercin soberana externa-o y que deriva, finalmente, deI sufrimiento de no ver el mal realizado en el mundo. Por ello el castigo no consiste tanto en Ia privacin deI bien como en Ia voluntad sufriente de quien no pudo ver el triunfo deI mal: "el diablo no ser castigado en Ias cavernas materiales, ni en Ias crceles corpo rales, con sus secuaces, sino que cada uno pagar y lavar sus penas dentro de los trminos de su malvada voluntad (non in localibus spatiis eorporalibusve eareeribus diabolus eUln membris suis punietur, sed unusquisque intra suae malae voluntatis terminos poenas luet)".4o De este modo, el ejrcito satnico y su principe no son sino sufrientes y nostlgicos perde dores de Ia gran zoomaquia csmica por Ia posesin dei poder sobre Ia vida y Ia muerte: En efecto, el diablo ser atormentado ai contemplar Ia importantsima y comn resurreccin de Ia sustancia humana (magnam communemque resurrectionem humanae substantiae), y en ella Ia resurreccin de todas Ias cosas visibles, resurreccin a una inmortalidad nmutable (in immutabilem immortalitatem) y que escapa a su poder (potestate); y habia decidido destruir totalmente esta sustancia, sbdita y cautiva suya y mantenerla sometida a penas perpetuas en una l11uerte eterna (aeterna morte)." En Ias campos de batalla ya desiertos, slo una pregunta se impone: i,qu quiere decir que el Dios introdujo como carta inesperada de triunfo Ia induccin de sus sbditos a una "inmortalidad inmutable,,?42 i,Qu ontologia deI cuerpo resucitado se esconde detrs de esta formulacin? Por
10
et decrementa eorporum)" es una cifra de Ia "ltima disgregacin de Ia estructura corporal de todas Ias cosas (extrema omnium eorporalis eompaginis solutio)", y por ello los resucitados no tienen sexo y son todos rigurosamente iguales. Slo en este sentido de igualdad universal y homogeneidad absoluta puede hablarse de un cuerpo "impasible e incorruptible (impassibile et incorruptibile)".44 La absorcin de toda Ia creacin en Ia Unidad de Ia soberania divina tiene Ias mximas consecuencias ontoJgicas: todas Ias categorias dei mundo fisico resultan completamente abolidas y el cosmos sufre una metamorfosis sin residuos. La mas a homognea de los resucitados carece de toda existencia definible por medio de Ia antologia clsica.45 En este sentido, Ia ontologia escatolgica de Erigena es Ia formulacin de una radical forma de deeonstruecin, Ia cual ya deja entrever que Ia aspiracin mxima de Ia teologia es Ia superacin de Ia metafisiea y, en ese sentido, Ia moderna empresa derrideana encuentra aqui su nudo teolgico fundamental an impensado.'!> La desaparicin de Ia "diferencia sexual" en los cuerpos de Ias resucitados Ia desaparicin de Ia "diferencia ontolgica", y en un "giro" hacia conlleva necesariamente
otro pensar no filosfico, implica confrontarse con el ncleo ms radical de Ia experiencia teolgica de Ia tecnologia deI poder pastoral. Ahora bien, Ia decidida disolucin de Ia metafisica tradicional en Erigena se detiene ante Ias puertas deI Uno, aI que, desde luego, no somete a su proceso deconstructivo (a Ia inversa de cuanto har posteriormente Derrida, quien intentar
pronto, en el Reino de
44 45 ESCOTOERIGENA,Periphyseon No obstante como tampoco
10
los resucitados Ias categorias de Ia multiplicidad deI ser definidas por Ia metafsica aristotlica desaparecen por completo: "los cuerpos inmortales y espirituales (immortalia
i
cual, poda
unidad
de sustancia
rante
son muy
realizadas, Zu einer
formas, ni por Ias cualidades, ni por Ias cantidades o dimensiones, debido a su inefable unin con los espiritus no circunscritos y debido a su indivisible simplicidad (indiseretamque simplicitatem)",43
en una Denkform
theoria.
In BEIERWALTES,W. (editor),
und Menschwerdung
40 ESCOTOERGENA, Periphyseon
D/e christiiche Lehre von der Dreieinigkeit vaI. 111842, p. 318 Y Entwickiung, Tbingen,
1930, p. 40 Y 55. Sin embargo, de Ergena no debe el nfasis de hacernos cf. en este olvidar sentido en
se basa
en AMBROSIO, Expositio
evangeiii secundum
41 42
en el pensamiento
una verdadera"teora-Imite":
de DElEUZE, G.,
[edicin
cf. DANIELOU,J.,
Origene, Paris,
[edicin
en castellano,
Orgenes,
se halla
en
43
ESCOTOERGENA, Periphyseon
177
Fabin luduefia Romandini Ila comunldad de los espectros. Antropotecnia
176
precisamente
embargo, para llevar esta tarea adelante, no ha dejado DelTida de servirse de conceptos de origen teolgico (fe, mesianicidad, perdn, hospitalidad). En el propio Derrida se encuentran vacilaciones en cuanto a cmo deben comprenderse estos conceptos aun si expresa, con toda fuerza, que su proyecto busca 10 "mesinico sin mesianis1110" o aspira a una fOlma de "salut" sin salvacin. Por ello, Wemer Hamacher, en primeI' lugar, ha sostenido agudamente el mesianismo de Derrida es "anateolgico (anatheologischen)" que y "ateolgico
--IV-La posicin ortodoxa de Ia Iglesia romana es expresada en su grado ms acabado en Ia doctrina hylomorfista de Toms de Aquino (as como tambin en Alberto atribuidos Magno o Durando de San Parciano). En este sentido, los Novsimos
latina.49
(atheologischen)", justamente para evitar toda forma de "estmctura transcendental" conducente a un retorno a 10 "absoluto"." Esta posicin ha sido retomada y desan'ollada recientemente y en otra direccin por Martin Hagglund, quien defiende Ia existencia en Derrida de un "atesmo radical" fundado sobre Ia finitud de toda condicin ntico-ontolgica
teolgico.4B
a Toms constituyen Ia cumbre de Ia ciencia poltica ortodoxa de Ia Edad Media En su compleja doctrina reslllTeccional, Toms deja claramente explcito que toda Ia operacin divina que conduce a Ia restauracin corporal es una forma de accin contra naturam (aun si tomada en sentido relativo, pues se recupera algo que perteneci aI orden de Ia naturaleza): "Ia resurreccin, hablando en absoluto, es milagrosa (miraculosa), no natural (non naturalis)".50 Es decir, es el fruto de una tecnologa divina absolutamente particular destinada a subveliir el orden deI mundo para instaurar un reino de resucitados. Con todo, ya desde el inicio deI tratamiento de Ia cuestin Toms deja planteada Ia gran paradoja (aparente) que subyace a esta problemtica: "aI ltimo fin, aI cual se dirige toda Ia expectacin de Ia naturaleza, no se puede llegar con Ia operacin de Ia naturaleza (non potest perveniri opere naturae). Y por esto su consecucin no es natural (non est naturalis)".51 Este razonamiento implica que
'(
y de Ia cual deriva, por [o tanto, toda imposibilidad de postular cualquier absoluto La "autoinmunidad" (autoimmunity), de toda deconstmccin, implica en Hagglund, lector de Derrida, Ia pu esta en uso en principios
de trminos de origen onto-teo-Igico y absolutos con el fin de "volverlos contra s mismos" para evacuar de ellos toda aspiracin a convertirse fundantes transcendentes.
Sin embargo, 10 que tanto Denida como Hagglund parecen no percibir es que su intento constituye algo as como Ia coronacin absoluta de todo proyecto teolgico que, por su propia lgica mesinica, busca desactivarse desde el interior, diluyendo progresivamente su transcendencia a si mismo hasta fundirse
por completo con el mundo. En el fondo, el "atesmo radical" es Ia forma ms acabada y completa de cristianismo que pueda concebirse, esto es, uno que ha logrado deconstmirse necesariamente teolgico-poltico por completo a s mismo para ingresar en el sigla. La audaz, el dios finito y Si el orden muerte deI Mesas ya anticip, con ese acontecimiento
I
11
Ia de alcanzar por s que, por \ asnaturaleza decirlo, Iaesincapaz mxima expresin de su Ia perfeccin naturaleza ltima se alcnza enmismay Ia artificialidad de Ia operacin divinizadora. En este sentido, el cristianismo es una verdadera y peculiarsima tcnica de intervencin sobre una naturaleza a Ia que no puede dejarse librada a sus propios designios.
existe no es tanto -o tan solo- porque hay dos dimensiones sino porque, y sobretodo, Ia fuerza mito-teo-Igica deI Lagos en Ia esfera deI mundo.
abri un camino a travs de Ia puerta descubierta por Ia Encamacin para Ia perpetua absorcin de 10 transcendental
49 47
como
se sabe, fueron
completados
de Toms sobre
ia base de
ofCommodity-Language - A Symposlum
and Derrida's
50
Theologlae,
Iil (supplementum),
aqu as
dei manuscrito
en castellano:
Lngua amissa,
51
48
HilGGlUND, Martin,
Radical Atheism:
Derrlda
111,
178
Fabin ludueia
Romandini
179
;ni.
el caso paradigmtico
con
Este caso, que pone sobre el tapete cuestiones relativas a Ia identidad cuerpo resucitado, ser resuelto (o aparentementeresuelto)
deI
el cual deban medirse todos los telogos era Ia ficcin de Ia cadena alimenticia (directa o indirecta). De hecho, este motivo no era slo un constitua una de Ias ms elaboradas "caso de escuela" sino que, efectivamente, de Ia resurreccin materio-corporal.
de diversos modos
a 10 largo de los siglos segn Ias complejas utilizaciones que se harn sucesivamente de Ias teoras mdicas y filosficas disponibles; pero sin duda e1 intento ms acabado en ese sentido es el constituido por Ia doctrina de Ia forma como adaptacin teolgica deI aristotelismo Ilevada adelante por Toms.54 En efecto, el argumento de Ia cadena alimenticia enunciado por Atengoras to m un carcter ms sutil aun cuando fue pasado por el tamiz deI problema de Ia generacin deI semen a partir deI refinamiento de Ia sangre (Ia cual, segn A vicena, era el resultado de Ia "coccin" deI quilo ali menti cio que el estmago transportaba aI hgado).ss El problema puede enunciarse sustancialmente deI siguiente modo:
10
objeciones que los filsofos tardo-antiguos haban opuesto a Ia posibilidad terica En efecto, el argumento se halla perfectamente enunciado en Ia importante (y perdida) obra en quince libros que Porfirio escribi en contra de los cristianos y nos fue transmitido por un oscuro obispo de Magnesia tericamente Atengoras: Se suele objetar que muchos cuerpos (srimata), muertos mseramente en naufragios y ros, han venido a ser alimento (trophcin) de los peces, y muchos de los muertos en Ias guerras o que por otra ms spera causa o por cualquier accidente de Ias cosas no han recibido los honores de Ia sepultura, han quedado expuestos para pastos de cualesquiera fieras (zriois). Ahora bien, consumidos de este modo los cuerpos y esparcidas sus partes y miembros de que se componan entre muchedumbre de animales (zon), y asimilados por el alimento con los cuerpos de los que se los comieron, dicen en primer lugar que Ia separacin (dikrisin) es imposible; y a esta dificultad naden otra mayor. Porque si los cuerpos de animales que se alimentaron de carne humana (t srimata tQn anthrQpQn ekboskr;:.thntQn zQQn) son a su vez aptos para alimento de hombres, pasando por el vientre de stos y asimilados aIos cuerpos de quienes los coman, resultar de toda necesidad que Ias partes de los hombres que fueron alimento de los animales pasarn aIos cuerpos de otros hombres, pues Ios animales que se alimentaron de ellos los van transportando a aquellos hombres que a su vez se alimentan de ellos. A todo esto nos cuentan Ias tragedias de quienes se comieron a sus propios hijos en momentos de hambre, o alTebatados de locura, o los hijos que por insidia de enemigos fueron alimento de sus propios padres [... ] Y todo esto establecen, segn piensan, que Ia resurreccin
(t(m anstasin)
individual -y por
tanto
separable a posterioriun ser humano cuya carne proviene deI semen de otro individuo si el semen de este ltimo tiene como origen Ia carne de otro individuo devorado antropofgicamente? En palabras de Toms:
Pero si alguno que no comiese sino carnes humanas (carnes humanas) engendras e un hijo, es menester que 10 que el hijo trae deI padre sea de Ias carnes de otros hombres (de carnibus aliorum hominum) que su padre comi, pue3to que el semen viene de 10 superfluo deI alimento [... ] luego, aquello que es de Ia verdad de Ia naturaleza humana (de veritate humanae naturae) de este nino, fue tambin de Ia verdad de Ia naturaleza humana en atros hombres, cuyas cames comi el padre. 56 Como puede verse, Ia doctrina de Ias cosas ltimas de Ia escolstica medieval se constituye tambin en ellaboratorio y de su pertenencia, cuyas consecuencias para elnacimiento de una teoria de Ia individualidad corporal de Ia moderna nocin de individuo todaa Ia vez, a un cmulo biolgico constituyente de Ia especie
crtica
(que generalmente
10 data en el siglo
11).
The Background
and Theology
of a Second CenturyTreatise
30,1976,
pp.
Ia vez para diferentes cuerpos. Porque o no pueden resucitar los de los primeros, como quiera que Ias partes que los componan han pasado a otro; o, si stas se les devuelven aIos primeros, quedarn defectuosos (endeQs) los postreros.53
Theologie, Freiburg,
SIRAISI,N., Medieval and Early Renaissance Medicine: An Introduetion to Knowledge and Practice, Chicago, 1990, p. 106, Y tambin JACQUART, D. - THOMASSET,c., Sexualit et savoir mdical
52 53
24.
4 (trad. Ruiz Bueno). Para algunos autores este 56
D.,"Influence de Ia mdecne arabe en Occident au Moyen Age, Paris, PUF, 1985, asl como JACQUART, medieval'; in RASHED,R. (ed.J, Histoire des sciences arabes, 3. Technologie, alchimle et sciences de Ia vie, Paris, 1997, pp. 213-232.
TOMAS OEAQUINO, Summa
de resurrectione mortuorum
es una prueba
precisamente,
de que es un texto
ms tardo
180
Fabin
ludueia
Romandini
I La comunldad
de 105espectros. Antropotecnia
181
10
senalar cmo, para Toms, en este caso extremo se juega Ia posibilidad misma de Ia resurreccin no slo como separacin de Ias carnes individuales sino tambin como Ia resolucin dei problema de Ia constitucin de Ia carne de un indivduo a partir de Ia carne de otro. De consecuencias jurdico-polticas10
que su crecimiento es indefinido en el cuerpo vivo: "es ms probable que aun Ia situacin de Ias partes se conserve igual en Ia resun-eccin (idem servabitur in
resurrectione),
tal vez no en cuanto a Ias accidentales, como son Ias unas y los cabellos
et capilli)".S"
y en el
En otros tnninos, los cabellos y Ias unas resucitarn pero dejarn de crecer, puesto que Ia cuestin de Ia higiene y Ia toilette son dei todo innecesarias para el resucitado que ya no tendr imperfecciones corporales que atender. 8in embargo, Ia ingenieria biolgica divina no se limitar a resucitar a Ias personas tal y como stas fueron en vida sino que, de ser necesario, har modificaciones en Ia estructura corporal. EI caso de Ia exposicin, que hemos tratado en Ia primera parte de este estudio, es de mxima importancia para los telogos, puesto que si un nino muere expuesto, i,resucitar bajo Ia fOm1a de un beb? En palabras de Gregorio de Nisa: "a propsito de los recin nacidos, que son expuestos o asfixiados, o de aquellos que mueren por casualidad, i,qu se puede esperar si esos seres son oportunamente devueltos a Ia vida?, (,permanecern entonces en Ia infancia?"S9 En este caso, dado que Ia ninez es un defecto respecto de Ia plenitud de Ia adultez (asi como, en el otro extremo, 10 es Ia vejez), Toms responde a Ia problemtica estableciendo que el cuerpo resucitado tendr Ia edad de Ia plena juventud fsica.Ao Ahora bien, i,qu ocurre en el caso de un enano adulto por ejemplo?: "si Ia virtud formativa -explica Toms- no poda llegar por algn defecto a Ia debida cantidad que compete a Ia especie, Ia virtud divina suplir en Ia resUlTeccin Ia falta, como consta en los enanos
defectum: sicut patet de nanis)".61 (divina virtus supplebit in resurrectione
En este sentido, Toms cree poder distinguir entre los destinos diversos que toman los componentes sanguneos: Debe decirse que no es posible que todo Ia que existi en Ias carnes comidas
quodfuit in carnibus comestis) (totum
se convierta en semen, porque despus de Ia mucha depuracin deI alimento se llega a Ia decoccin deI semen (ad decoctionem semi-
nis),
que es Ia superficiaIidad deI ltimo alimento. Mas aquello que de Ias carnes comidas se convierte en semen, ms pertenece a Ia verdad de Ia naturaleza humana
ex semine illo ex cuius nascitur) carnibus
en el que nace por consecuencia dei semen (in eo quod aqueI de cuyas carnes ha sido engendrado el semen (in
est generatum).
que en
semen
en semen resucitar en el que nace dei semen; y el resduo de Ia materia resucitar en aquel de cuyas carnes comidas ha sido engendrado el semen.57 A pesar entonces de que Ia intervencin reSUlTeccional es una tcnica misobre
lagrosa de gobiemo, Toms no puede evitar entrar en un razonarniento sustrato mdico que sobre Ia aparente
10 haga
Ia posibilidad biolgica dei milagro, el cual, en ltima instancia, debe tener un plausible. En este sentido, el milagro de dicha tcnica externas, de los procesos naturales. En el fondo, Dios es consiste en Ia capacidad de operar, a travs de certeras intervenciones
irreversibilidad
que les falta para alcanzar, resucitados, una altura ideal. Como 10 expres muy claramente varios siglos antes Agustn de Hipona: "ai Creador que todo 10 crea de
el tcnico supremo capaz de lograr 10 que el mdico humano no podria efectuar. Pel'O Toms no estaria tan obsesionado por Ias bases mdicas de Ia resUlTeccin si no pensase que, ai menos en su primera fase, Ia sobre parmetros naturalmente cimientos y Ias posibilidades
biotecnologa divina
58 59
111,
q. 79, a 1'1.
111,
resp. Cf.
asimismo,
111,
q. 80, art. 2.
opera
De anima et resurrectione VI, 119. Relacionado tambin (on este problema, se ha/la el importante tratado, dei mismo autor, De infantibus praematur" obreptis. Para un anlisis
dei mismo, in Vigiliae (f. DANIELOU,J., "Le Trait SUl' les enfants christianae, 20, 1966, pp. 159-182. mortsprmaturment de Grgoire de Nysse';
En el mismo sentido, y a partir de Ia doctrina segnIa cual es posible establecer Igicamente y conseguir tcnico-biolgicamente una forma de cada individuo que asegure su individualidad Ia resurreccin sustanciaI, Toms puede encarar el problema de de unas y cabellos, que presentan un carcter particular dado
111,
q. 81, art. 1:
resurget absque omni defectu humanae naturae: quia, sieut Deus humanam perfectionem
instituit, ita sine defectu reparabit. Deficit aUlem humana natura dupliciter: uno modo, quia nondum ultimam est conseeuta; alio modo, quia iam ab ultima perfectione modo deficit in pueris; seeund modo deficit in senibus. ft ideo in utrisque reducetur humana natura per resurrectionem ad statum ultimae perfectionis, qui est in iuvenili aetate, ad quem terminatur motus crementi, et a quo incipit motus decrementi';
61 TOMAS DEAQUINO, Summa
57
11I,
q. 80, art.IV,
ob. 4.
111,
182
Fabin ludueia
Romandini
I La comunidad
183
<li
Ia nada, (,cmo pudiera faltarle de dnde afiadir 10 que faltar a Ios no gigantes, siendo admirable artifice y sabiendo cmo se debe afiadir?,,62 Con todo, en contraste con Ia posicin de Erigena, Toms establece que es necesario que en Ia resurreccin se conserve plenamente :a diferencia sexual6J (aun si habr una completa abolicin deI matrimonio, una posicin ya defendida por Agustn"). Ahora bien, se han avanzado algunas explicaciones respecto de estas obsesiones de los escolsticos con los enanos, los abortos, Ias excrecencias corporales (que tampoco existirn porque el cuerpo resucitado no necesitar alimentarse, aunque si conservar su sistema digestivo), Ias ufias, Ia orina, los expsitos, los antropfagos, Ia costilIa de Adn y tantos olros "casos extremos". Pel'o pocas veces se ha conseguido sefialar el sentido ltimo de todas estas especulaciones. Incluso Ia ms importante estudiosa de Ia resurreccin medieval se contenta con sefialar Ias contradicciones deI aristotelismo de Toms (LIa individualidad reside en el alma como fonna o hay una cierta individuacin proporcionada por Ia materia, cosa que parece admitir Toms, pero que seria contradictorio con Ia teoria aristotlica?):5 Y, en este sentido, puede compararse a Toms con otros escolsticos como Hcnry de Gent, Egidio Romano, Juan Quidort o incluso Juan de Metz.66 Sin embargo, nadie se pregunta por qu Toms y los dems escolsticos se ven obligados a discutir estos casos. (,Qu buscan desentrafiar a travs de elIos? (,Cul es el objetivo ltimo de esta extrafiisima indagacin? Un intento de respuesta -si bien parcial- est en reconocer que, por un lado, Ias indagaciones sobre el cuerpo resucitado son un tratado de reforma biolgica deI cuerpo huinano, un programa a escala total de regeneracin zoopoltica de Ia especie en su conjunto y, por 10 tanto, deben partir de una definicin de 10 humano en cuanto tal. Llegamos por esta via, entonces, a Ia cuestin esencial en Toms y 10s escolsticos. Es generalmente admitido que Ia onto-teo-Iogia medieval concebia
62 AGUSTINDEHIPONA, De civitate
aI hombre segn una dicotomia alma-cuerpo, y rios de tinta han corrido en Ia alabanza o en Ia condena de Ia misma. Esta aproximacin ms incierta y cuestionable moderna, por 10 deen cuanto a su veracidad histrica, resulta deI todo
subordinada a otra, mucho ms originaria, que Ia condiciona preeminentemente: Ia distincin entre hombre y animal. En este sentido, se podria creer errneamente que el objetivo ltimo de Ia teologia es Ia exaltacin deI hombre caido y su miseria, o bien, de manera anloga, que Ia aspiracin de Ia escatologia cristiana es, precisamente, Ia superacin deI hombre en un cuerpo glorioso. Nada ms alejado deI propsito de Ia teologia, cuyos arcanos polticos slo se reveIan en Ia doctrina acerca de Ias cosas ltimas. En efecto, el ~~igl1io final deJat~ol~ga.~.S lle~~.r, por prilTIera vez, a travs de Ia res_urr,eccin:divina,ajabriar 10 humano. En ~i~;to sentido, para el telogo el ser humano no existe todava (es slo un animal superior), y solamente Ia ingenieria biolgica de Ia resurreccin producirlo lograr en el futuro. Asi, Ia teologia ortodoxa es Ia figura originaria y el araqui Ia palabra "humano"). no sea simple-
quetipo de toda fonua de humanismo (todo el problema consiste en comprender qu quiere decir verdaderamente Esto explica Ia aparente paradoja de que el Reino de los resucitados no sea igual aI Edn perdido, o que el cuerpo de los bienaventurados mente una restauracin consideraron deI cuerpo adnico. En el fondo, Ias telogos siempre posibles,
to, pero animal aI fino Por slo tomar un ejemplo entre muchisimos podemos dirigimos a Gregorio de Nisa, quien es absolutamente
cmo consideran los telogos a Adn (y para conocer Ia verdadera valoracin que hacan de este ltimo slo hay que compararlo con Ias cualidades que los mismos telogos otorgan aIos resucitados): Pel'Opuesto que Ia vida de los animales irracionales (he tQn algQn zQe) vino a este mundo (eis tn ksmon) antes que el hombre y, por
10
riormente, stos le han comunicado algo de su propia vid& (me refi el'Oa [o que
detrimento DeiXXII, 14: "Secundum hanc rotionem profecto in resurrectione corporis corporis non timemus, qUia, etsi aequalitas futuro esset omnium, ita ut omnes usque ad pervenirent, ne illi, qui maximi fuerunt, minus haberent aliquid in statura,
concierne ai nacimiento), el hombre tiene en comn con ellos otros rasgos de su naturaleza. La imagen de Dios en el hombre no tiene nada que ver con Ia ira, ni el placer es un rasgo de Ia naturaleza superior, as como tampoco el miedo, Ia osada, Ia avaricia de Ios grandes bienes y el odio a ser menoscabado y otras cosas parecidas con caractersticas que convengan a Ia Divinidad. Estos rasgos Ios ha recibido Ia naturaleza humana (he anthrQ[Jnr:.physis)deI elemento irracional (ek tou algou mrous).67
giganteas magnitudines
quod eis contra sententiam Christi periret, qui dixit neccopillum capitis esse periturum, Creatori utique, qui creavit cuncta de nihilo, quomado deesse posset unde adderet quod addendum esse mirus artifex nosset?"
63 64 65 TOMAS DEAQUINO, Summa AGUSTIN DEHIPONA, De WALKER BYNUM, c., p.260.
111,
q. 81,art.
3.
civitate Dei
66
Algo que hace brillantemente Walker Bynum en su libra antes citado: cf. pp. 229-278. 67 GREGORIO DENISA, De
184
TERCE~A PARTE: los Trans-humanos Fabin luduefia Romandini
I La comunidad
185
Por 10tanto, el secreto de Ia teologia no est en el Gnesis sino en los novfsimos. Toda Ia teologia cristiana -en esto absolutamente soJidaria con Ia Gnosis-, a pesar de su aparente e incansable exaltacin deI Gnesis, siempre ha tenido una intensa (aunque tambin secretfsima) teolgico-poltico inquietud ante aqul, y todo su proyecto Ias e histrico ha estado orientado a mitigar completamente el primer ser humano. Pero, i,qu quiere decir "humano" para los telogos? Pues 10autnticamente humano slo puede fabricarse con una completa evacuacin de Ia animalitas presente en el hombre adnico. Verdaderamente hombre es el ser que ha logrado superar aI animal: Ia zoopolftica deviene entonces, por primera vez, homo-polftica. Por elIo, los problemas de los excrementos, a una casusticajuridica Ias unas, Ia orina o el semen de con los resucitados no son "casos de escuela", como podra creerse asimilndolos inocente. AI contrario, como sucede generalmente todos los lIamados "casos de escuela", stos revelan el ncleo duro de un proyecto poltico. En este caso, si 10s telogos se obsesionan con Ia fisiologia es debido a una profunda voluntad antropotcnica de eliminar aI animal para elaborar un S~!:bllll}a!1g:"por eso aquelIas operaciones naturales que se ordenan a causar Ia primera perfeccin de Ia naturaleza humana (perfectionem o a conservarIa, no existirn en Ia resurreccin. humanae naturae), Y tale,s son Ias acciones de Ia
consecuencias deI Gnesis y, en general, deI pensamiento que hacia deI hombre un pari ente deI animal. Si el Gnesis es el texto ms comentado de toda Ia historia de Ia teologia cristiana, ortodoxa y heterodoxa, es, sin duda, porque 10s telogos han querido encontrar el modo de mitigar su contenido, centrando sus esperanzas ms caras en Ias doctrinas escatolgcas (que sIo parcialmente dependen deI Gnesis). En el mismo sentido, Tacianopodr decir que no es Ia inteligencia 10 que distingue a un hombre deI animal, "pues tambin los lTacionales (t loga) son capaces de inteligencia (noU) y ciencia (epistgmgs)". Por el10 mismo, el hombre slo es un animal ms: "el hombre no se aventaja a Ias bestias (thgrfQn) ms que por su voz articulada (tgn narthron phQngn); en 10 dems, no siendo imagen de Dios, su vida no se diferencia de Ias de el1as". Es decir, slo Ia obediencia que implica aceptarvoluntariamente que eI Espiritu de Dios (como Espectro supremo) anihabite en el hombre puede arrancarIo a ste de su condicin primordialmente
vida animal en el hombre, y Ias acciones de Ia naturaleza en los elementos, y el movimiento deI cielo [... ] Y puesto que el comer, beber, dormir y engendrar pertenecen a Ia vida animal (comedere, bibere et dormire et generare ad animalem vitam pertinent), porque estn ordenados a Ia primera perfeccin de Ia naturaleza, por eso no existirn tales actos en Ia resurreccin (in resurrectione talia non erunt)".72 Esta visin es ampliamente confinnada cuando Toms debe analizar el caso de Cristo que, segn el testimonio evanglico, comi despus de resucitar. i,Cmo puede explicarse semejante escndalo ontolgico en esta doctrina? i,Significa esto que en Cristo sobrevivi el animal? De ningn modo, aclara rpidamente Toms. En efecto, 10 que ocurri en este caso, segn Toms, fue que "Cristo comi dispensativamente (dispensa tive Christus manducasse), por aquel modo de hablar con que dicen los juristas que dispensacin es Ia relajacin deI derecho comn (dispensatio est communis iuris relaxatio), puesto que omiti 10 que es comn a los que resucitan, esto es, no tomar alimentos".') Es decir, haciendo
mal, lIevndolo incluso "ms alI de Ia humanidad (prrQ anthrQjJtgtos)"." Asi, todo el drama de Ia cada y de Ia historia no tiene otro fin sino des-hacerse de ese molesto precedente animal a los fines de crear, por primera vez, un ser humano completamente Ia temporaJidad pleno que slo se enuncia imperfectamente durante adnica y post-adnica.69 Toms enuncia esto con absoluta
claridad cuando dice que "en Ia resurreccin es preciso que Ia natural.ez.lmIQana sea reparada en su perfeccin,,70, o bien que Ia resur;'ec~in no consis~e en otr cosa que en lIevar Ia naturaleza humana a Ia "l~.i!na.pede5:ci.~n (ultimam pel:!ectionem)".71 Es decir, ms alI de Cristo, eI primer resucitado ser tambin
68 69
TACIANO, Oratio adversus Graecos, 15. La filosofa poltica moderna no dejar de sefalar que Ia animalidad dei hombre funda, justamente, Ia necesidad dei Estado. Es de este modo, en efecto, que el jurista Carl Schmltt -con su conocida pertenencia catlica- puede leer en Hobbes, Hegel y Marx 105Iineamientos de una teora dei Estado lIamada a controlar el "reino animal" que es sinnimo dei "egosmo desenfrenado"propio de naturaleza. 1950, p. 68. Desde esta perspectiva, humanstca. dei estado Cf.SCHMITT, Carl, Der Nomos der Erde im V6/kerrecht des /us Publicum Europaeum, Kiiln, el Estado moderno siempre ha tenido una profunda vocacin
uso de Ias prerrogativas de su soberania, Cristo declar una verdadera exceptio jurdica sobre si mismo para permitirse un acto animal absolutamente incompatible con su condicin superior. Entindase bien el fondo deI razonamiento: antes de Ia resul1'eccin el Mesas era divino y animal; slo Ia resUlTeccin le as~.ura Ia completa salida de Ia anilTlalidad, y podria creerse que su resurreccin
70 71
, op. cit., 111, q. 80, ar!. 4, respondeo. 72 , op. cit., 111, q. 81, ar!. 1, respondeo. 73 TOMAS DE AQUINO, Summa Theologiae ..., op. cit., 111, q. 81, ar!. 4, respondeo. TOMAS DE AQUINO, Summa Theoogae"., op. cit., 111, q. 81, ar!. 4, ob. 1.
186
TERCERA PARTE: los Transhumanos Fabin ludueia Romandinllla comunidad de los espectros. Antropotecnla
187
~3,
--v-tuvo como fin primordial el superar esta animalidad y elevarla como promesa a todos los animales que, descendientes Jess-Mesias de Adn, seral~ los candidatos a"ser
i~
En efecto, estamos aqui en presencia de un cambio de incomparables dimensiones respecto de Ia polis antigua, Ia cual, como hemos visto, tenia entre sus designios politicos primardiales Ia gestin de Ia vida biolgica de sus habitantes. Sin emdei cristianismo se produce una mutacin de gran todavia tanto con el de los cristianos. De bargo, con el advenimiento dei cristianismo,
futuros hombres verdaderos. Dicho eu otros tnninos: para Ia teologia ortodo~a predic a un grupo de animales superiores Ia buena nueva de que, podran transformarse verdaderamente en hombres en un futuro escatolgico,
mediante Ia eliminacin de sus rasgos imperfectos ("despus de aquella renovacin dei mundo Ia vida animal-animalis vita- no existir en el hombre,,).J4 La inmortalidad, tambin prometida, coincide pl~Qa~nente con Ia d1~inacin
alcance en Ia forma y en el sentido de Ia zoopoltica antigua. En los comienzos un proyecto poltico arcaico rivalizaba imperium romano como con Ia cvitas (o el monasterium) ai Reino de Cristo -emperador
hecho, los cristianos se apropiaron deI modelo dei imperum para transferirlo corroborada por Toms cuando declara que mximo- como civitas ultraterrena y paradigma estaba constitui do de los de todo poder cuyo ligamen (y correlato) teolgico-poltico poderes mundanos. En este sentido, Ia civitas ultraterrena
en el Reino de los resucitados no es posible que exista ningn animal (asi como
por Ia Iglesia temporal como portadora de toda potes tas legitimadora es el fundamento,
Si ias plantas y los animales quedasen, o quedarian todos, o s 10 algunos. Si todos, convendr que tambin los animales brutos, que antes estuvieron muertos, resueiten, como tambin Ias hombres resucitarn. Lo cual no puede decirse, porque como su [onna se aniquila no puede reasumirse la misma en nmero. Pero si no son todos, sino algunos, no siendo mayor Ia razn de uno que Ia de otro para permanecer perpetuamente, pareceria que ninguno de ellos hubiese de quedar perpetuamente. Mas cuanto quede despus de Ia renovain dei mundo ser perpetuo, cesando Ia generacin y Ia corrupcin (generatione et corruptione cessante). Luego, Ias plantas y Ias animales desaparecern enteramente despus de Ia renovacin dei mundo (ergo plantae et animalia penitus post mundi innovationem non erunt).7S En otros trminos, absolutamente Ia teologia nos ensefa que un reino en el que impere haya sido completamente aniquilada. La
el modelo y eI el fun-
cionamiento deI Reino de Cristo, se puede entender Ia matriz que sirve de paradigma a su forma terrena encarnada por Ia Iglesia. Ahara bien, si el modelo poltico elegido por los cristianos para plasmar su teologia poltica es el otrora imperio romano, transformado profundamente en un imperio bio-teo-tecnolgico de Ia carne resucitada en tanto mito-motor fundamental deI ejercicio dei poder, una forma arcaica de Ia antigua politicidad zoopoltica claramente en el proyecto poltico deI neoplatonismo, sobrevivia an en los cuyos contornos no pomrgenes de un cristianismo que no cesaba de ganar adeptos. Esto puede verse demos delinear aqui, pero que constituye algo asi como el ltimo, evanescente y yugulado resto de una polis antropotcnica npolis de Plotino. Errneamente, sueI e considerarse disefada por filsofos: Ia PIa tocomo un movimiento de su metafisica y
expansin deI hombre slo puede significar Ia extincin de todas Ias especies restantes que pueblan el planeta. No parece necesario aclarar cmo este disideratum teolgico-poltico se ha transformado en una autntica y devastadora voluntad de poder secularizada que guia buena parte de Ias actuales polticas ambientales de Ias post-democracias capitalistas y humanistas a escala planetaria.
aI neoplatonismo
filosfico apoltico. Nada ms alejado de los intereses ltit'nos de una escuela que lleg a hacer de Ia teurgia dei poder una piedra fundamental de su ciencia poltica. J6Asi, Porfirio cuenta cmo Plotino, intentando beneficiarse de Ia admiracin que le profesaban el emperador Galieno y su mujer Salonina, "les pidi que restauraran una ciudad de filsofos que era fama que habia existido en Ia Campania, pero de Ia que por
10
76 74 75
TOMAS TOMAS DE AQUINO, DE AQUINO,
demostrado
por el importante
libra de
O'MEARA,
D. J, Platonopals.
91,
art. 5, contra.
188
189
77
Los
sensible -caracterstica
fillogos han especulado con toda razn acerca de cules habran podido ser Ias formas concretas de esta ciudad que nunca !leg a construirse: algunos piensan que Plotino intentaba revivir una comunidad de tipo pitagrica o neo-pitagrica como Ias que haban existido en el sur de Italia, o bien que pretenda restaurar Ia antigua y entonces dilapidada Academia de Cicern.7H Lo nico cierto, sin embargo, es que Platonpolis era una ciudad !lamada a que "sus futuros habitantes se rigieran por Ias leyes de Platn",'910 cual incluye, con toda probabilidad, cosmo-zoo-poltica ser comentada durante todo el neoplatonismo. Ia deI antiguo legado, pues Ia eugenesia de Platn no dejar de Y en esa lnea, Praclo -el gran
Ia que se nutre Toms- pero aI mismo tiempo lograr que esa capacidad sensible sea puramente humana y abandone todo lazo con el mundo de los seres irracionales. La impasibilidad es Ia primera y ms paradjica de todas esas caractersticas. ,Cmo lograr que un cuerpo pueda sentir sin ser, aI mismo tiempo, un cuerpo animal? ,Cmo lograr una sensibilidad no-animal? Toms parte de Ia premisa aristotlica segn Ia cual Ia imagen sensible pre-existe y es Ia potencia activa de Ia capacidad sensible humana que, en ese sentido, a travs de Ios distintos medios posibles -entre ellos 10 difano en su fonna ms pura'J_ acta como una verdadera potencia pasiva de Ia recepcin deI sensible exterior." La sensibilidad gloriosa, entonces, se constituye a partir de Ia distincin entre Ia inmutacin natural (immutatione naturali), que tiene lugar "cuando se calienta Ia mano aI
conocedor de Ia "ciencia hiertica"'O como suprema forma de ciencia polticadedica Ia treceava disertacin de su comentario a Ia Repblica aI problema de Ia regulacin zoopoItica de los nacimientos.
XI
Sin embargo, el Reino de los resucitados es de una naturaleza completamente diferente, y tiene, respecto de Ia zoopoItica, una relacin absolutamente novedosa. Si bien, cuando en el siglo Cristianpolis,"
XVII
contacto de una cosa caliente, o cuando se hace olorosa aI contacto de Ia cosa que 10 es" y, por otro lado, Ia inmutacin espiritual (immutatione spirituali), segn Ia cual "Ia cualidad sensible se recibe en el instrumento segn el ser espiritual, es decir, Ia especie o Ia intencin de Ia cualidad, y no Ia cualidad misma". As, "Ia pupila recibe Ia especie de Ia blancura, y sin embargo no se hace ella blanca (sicut pupilla recipit speciem albedinis et tamen ipsa non ejJicitur alba)"."' De este modo, Ia apuesta de Toms es demostrar que el cuerpo resucitado slo podr experimentar inmutacin espiritual: Si pues hay algo que sea apto para ser inmutado por un ser activo con inmutacin natural y espiritual, Ia inmutacin natural precede a Ia espiritual (immutatio naturalis praecedit immutationem spiritualem) como el ser natural (esse natura!e) aI intencional (esse intentionale). Pero si es apto para ser inmutado slo espiritualmente, no es menester que se inmute naturalmente, como se ve respecto deI aire, que no es susceptible de recibir el calor segn el ser natural, sino simplemente
83
ARISTOTElES, De sensu
Andreae decida proponer su proyecto poltico de ciudad moderna hablar de una en realidad deberiamos denominar aI Reino de los Resucitados de su existencia. como una autntica Cristpolis, dado que es el cuerpo mismo de Cristo resucitado el que constituye el fundamento onto-teolgico-poltico cuatro caractersticas Ahora bien, ,cmo ser el cuerpo de los habitantes de esta Cristpols? Sus salientes son Ia impasibilidad, Ia sutilidad, Ia agilidad y Ia Ias ms complejas de todas Ias claridad. Estas cualidades son, probablemente,
presentes en los resucitados de Ia teologa ortodoxa, puesto que, por un lado, representan a Ia naturaleza humana a cuya perfeccin el Reino aspira, pero, por otro, son un resto de aquello que los hombres deI tiempo de Ia cada compartan con Ios animales. EI desafo de Ia teologa consiste, en este sentido, en intentar una paradjica operacin por medio de Ia cual se pueda mantener Ia capacidad
et sensibilibus 439 a. Theologiae"., op. dt., 111,q. 82, art. 111,respondeo: "Guidam enim dieunt
77
PORfIRIO,
84
TOMAS DEAQUINO, Summa
78 79 80
BRISSON,L., et
ai., Porphyre. La vie de Plotin, 2 vols, Paris, 1982-1992, vol. 11,pp. 258-260. PORfIRIO, Vita Plotinii 12. Ct. BIDEZ,l., Catalogue des manuscrits alchimiques grecs, VI, Bruxelles, 1928, pp. 137-151, que contiene uno de 105 ms importantes textos sobre Ia tcnica sacra de Ia teurgia poltica neoplatnica.
quod, quia corpora gloriosa sunt impassibilia, et propter hoc non recept;bilia peregrinae impressionis, et multo minus quam corpora coelestia, quod non erit ibi sensus in actu per receptionem alieuius speciei a sensibilibus, sed magis extra-mittendo. Sed hoc non potest esse. Guia in resurrectione natura speciei manebit eadem in homineetomnibus partibus eius. Huiusmodi autem est natura snesus ut sit potentia passiva: ut in II de Anima probat Philosophus. Unde, si in resurrectione sancti sentient extra-mittendo et non redpiendo, non esset sensus in eis virtus passiva, sed activa. ft sic non esset eiusdem speciei eum sensu qui nunc est, sed esset aliqua alia virtus eis data: sieut enim materia nunquam tit forma, ita potentia passiva nunquam tit activa':
81
FESTUGIERE, AJ., MUGLER,Ch., NEUGEBAUER, O., WINNINGTON-INGRAM,R.P., Tome /I, Dissertations VII-XIV (Rp.IV-IX), Paris, 1970.
82
85
TOMASDEAQUINO, Summa
respondeo.
190
Fabin Ludueria
Romandini
191
segn el espiritual, y por esta es modificado s 10 de este modo, mientras que por el contrario Ias cuerpos inanimados son inmutados por Ias cualidades sensibles slo natural, y no espiritualmente. Y en Ias cuerpos gloriosos no podr haber alguna inmutacin natural (in corporibus autem gloriosis non poterit esse aliqua immutatio naturalis), y por e'so habr all nicamente inmutacin espiritual." Como puede verse, Ia teologa dei cuerpo bienaventurado excluye Ia posibili-
Todo el cosmos y Ia historia humana, desde esta perspectiva, ma en un gigantesco desarrollar laboratorio biotecnolgicodestinado Ia bio-ingenieria
se transfor-
dei cuerpo resucitado y reemplazar el Edn con el En esta biodicea csmica, no que el triunfo sobre Ia muerte cuando Dias gane, por consigo mismo, puesto que Ia Encamacin
nuevo y ms eficaz Reino de los bienaventurados. Dios comienza experimentando tiene otro fin -como 10 reconocen Ias Evangelios-
dad de ]a inmutacin natural o material propia dei cuerpo animal para reservarle slo Ia espiritual (que, no obstante, en trminos aristotlicos, tambin seria parte de Ia sensibilidad animal). De este modo, el cuerpo glorioso puede sentir el calor dei fuego pero no quemarse con l, como era el caso tambin de Adn en el Paraso.87 Sin embargo, esta no nos debe hacer pensar que el cuerpo adnico fuese
fin, un pleno conocimiento de Ias secretos dei poder de vida y de muerte. Por ello, toda Ia oikonomia y Ia historia humana que de ella depende no es otra cosa que un experimento de ingeniera biolgica destinada a Ia construccin de un nuevo orden inaudito e impensado que desafia incluso Ias normas de Ia Creacin originaria. En este sentido, el mesianismo cristiano es un proyecto poltico esotrico de Dias cuyo verdadero fin no es tanto Ia remocin de los poderes dei mundo sino ms bien Ia instauracin de un proyecto de perfeccin de su propia creacin: el Mesas resucitado es el prototipo dei primer Hombre tecnolgicamente modificado por Dios operando sobre su propia naturaleza. Por ello, si el Mesas es tambin el primer emperador dei Reino por venir, entonces el mesianismo, como forma poltica, coincide plenamente con un experimento divina destinado a Ia modificacin inicialmente en el Paraso. de antropotecnologa radical de Ia especie animal humana creada
ya un cuerpo glorioso. No 10 era en absoluto, aun si contaba ya con cualidades superiores aIos otros animales en el control de sus afectos: "aunque estuviese en cuerpo animal (in corpore animali esset)"", como dice Agustn, Adn podia controlar sus afectos por encima de cualquier otro ser irracional. Sin embargo, su animaIidad persistia puesto que, por ejemplo, en el Paraiso "el hombre seminal"a y Ia mujer recibiria el semen cuando y cuanto fuere neeesario, siendo Ias rganos de Ia generacin movidos por Ia voluntad, no excitados por Ia libido (voluntate mo tis, non libidine concitatis)".'9 En cambio, como ya hemos visto, Ia generacin -suprema animalestar ausente deI Reino de los resucitados constituye un paradjico perfeccionamiento cifra de Ia forma
As, si bien Aristteles haba concebido una teoria de Ia sensacin que impeda cualquier primado deI sujeto perceptor, Ia teologa ortodoxa transforma este legado en una teoria de Ia "impasibilidad" segn Ia cual es posible, por as decirlo, percibir sin ser afectado. Los medievales
cmo, a pesar de que Ia Creacin se supona perfecta, Dias no tena verdaderamente un dominio absoluto sobre Ia esfera de Ia vida y Ia muerte, un dominio que slo pudo adquirir gracias aI pecado y Ia introduccin coincide necesariamente de Ia muerte en su creacin. Todo el mito de Ia cada, el inicio y transcurso de Ia historia humana con el incremento deI poder divino hacia una esfera que le era, en principio, ajena: Ia muerte, cifra y realizacin deI fin de Ia soberania. En cambio toda Ia oikonomia divina es primordialmente una gigantesca experimentacin sobre Ias posibilidades de Ia manipulacin y transformacin de Ia vida biolgica y Ia conquista dei reino de Ia muerte.
-y eI mismo
claro que Ia materia de Ia imagen no debe afectar Ia materialidad deI perceptor para que un acto de sensibilidad autntico tenga lugar. Esta "inmutabilidad" tanto de Ia materia perceptora como percibida era slo posible gracias a Ia teoria de Ia medialidad (metax) pero, en Ia doctrina resurreccional, se produce un sutil pasaje -a travs de Ia distincin entre inmutabilidad natural y espiritual- en el cual, finalmente, el cuerpo glorioso es definitivamente divorciado dei mundo circundante y, en cierta medida, Ia vivencia de percepcin se impone sobre Ia es posibilidad de una confusin entre sujeto y mundo, y el cuerpo resucitado aislado en una mnada sensible cerrada sobre s misma.
86 87 88 89
Theologiae Theologiae
, op. cit., 111,q. 82, art.11I ob. 2. , op. cit., III,q. 82, art./V, ob. 1.
particularmente
192
TERCERA
Fabin luduefia
Romandini
193
"~',~
(secundum modum rarejactionis)",OI' entonces se corre el riesgo de admitir como vlida Ia tesis gnstica de Ia inmaterialidad dei cuerpo resucitado. Toms es consciente de todo esto y, por ello, sentencia que es imposible admitir Ia indistincin corporal, y Ia anulacin de sujetos autnomos a Ia que conduce Ia doctrina de Ia rarefaccin. As, slo una exceptio divina bajo Ia forma dei milagro podra permitir que dos cuerpos -aun resucitados- ocupen a Ia vez un mismo lugar, dado que, por ms sutiles que estos puedan ser, su materialidad no desaparece jams: "por virtud divina podra hacerse que dos cuerpos gloriosos existiesen juntos, o dos no gloriosos, como el glorioso y no glorioso. Pero sin embargo no es conveniente que el cuerpo glorioso exista simu1tneamente con otro cuerpo glorioso (sed tamen non est conveniens quod corpus gloriosum sit simul cum alio corpore glorioso). Porque en ellos se guardar el debido orden que requiere Ia distincin (qui distinctionem requirit)".91 No obstante ello, Toms admite claramente que el cuerpo resucitado, mediante recurso a Ia capacidad de Ia excepcin divina, puede tornarse sutilsimo aI punto de que otro cuerpo no glorioso 10 traspase sin palparlo, cuasi-fantasmal "por virtud sobrenatural deviniendo De esta (ex virtute supernaturali)".92
miento no derogar en nada su beatitud, que consiste en Ia visin de Dios (in visione Dei), a quien por todas partes tendrn presente (quem ubique praesentem habebunt)".94 Aun as, (,significa esto que, por ejemplo, el cuerpo resucitado podr moverse de un lugar a otro instantneamente? tele-transpOtiarse Dicho en otros tnninos, (,podra sin atravesar los medios fsicos que se hallan entre los puntos
A y B? Dice Toms: "debe decirse que acerca de esto hay muchas opiniones. Pues unos dicen que el cuerpo glorioso pasa de un lugar a otro sin atravesar el medio. Y por esto puede ser instantneo eImovimiento dei cuerpo glorioso,
10
mismo que el de Ia voJuntad. Pero esto no puede sostenerse. Porque el cuerpo glorioso jams !legar a Ia nobIeza de Ia naturaleza espiritual (ad nobilitatem naturae spiritualis), como que nunca dejar de ser cuerpo".95 En consecuencia, hace parecer que este fenmeno por Ia misma si bien Ia movilidad instantnea sin atravesar el medi o es imposible, Ia velocidad propia de Ia agilidad de los bienaventurados es posible: "eI cuerpo glorioso se mueve en tiempo, pero imperceptible brevedad (sed imperceptibili propter brevitatem)".96 Finalmente, Ia claridad dei cuerpo bienaventurado es Ia expresin de Ia gloria, que es el nombre que recibe el poder en eI Reino de uItratumba. En ese sentido, slo Ia Cristpolis logra una perfecta adecuacin entre lajerarqua de rangos de poder y Ia visibilidad de sus portadores. Ninguna burocracia terrena puede igualarse en perfeccin y racionalidad a Ia de Ia civitas divina, puesto que en e!la el sacro poder coincide sustancialmente parencia de su manifestacin. con el cuerpo que
10
forma, se preserva Ia identidad material dei cuerpo glorioso, ai mismo tiempo que se admite Ia posibilidad de que ste pueda alcanzar un nivel de virtualidad cuasi hologrfica: "de algn modo puede hacerse que el cuerpo glorioso est con otro cuerpo en el mismo lugar, sin embargo el cuerpo glorioso tiene en su potestad el resistir a cualquiera que 10 cruza cuando quisiese (tamen corpus gloriosum habet in potestate sua resistere cuilibet tangenti cum voluerit). Y en tal caso puede ser palpado".'] Adems de compartir los dilemas teolgicos propios de Ia impasibilidad de Ia sutileza, Ia agilidad presenta otro problema suplementario y desde el punto
porta. En
cierto sentido, el cuerpo resucitado es gloria pura, eI poder en Ia mxima transPor ello, aunque ontolgicamente los resucitados puedan ser iguales, en lajerarqua como corporal. Y por
I
de vista de Ia topografa de Ia Cristpolis que, como ya hemos dicho, consiste en una gran especie de panptico bajo el Ojo de Ia ley divina que perpetuamente contemplar y ser contemplado por sus sbditos resucitados. Entonces, si se admite que los cuerpos gloriosos sern asombrosamente giles, i,implica esta
claritatis) conforme aI mayor mrito (secundum maius meritum), as tambin habr diferencia de claridad en el cuerpo [... ] Y as en el cuerpo glorioso se conocer Ia gloria deI alma (gloria animae) como en el vidrio se conoce el color deI cuerpo que se contiene en el vaso de vidrio".97
90
Theologiae.",
1, respondeo.
14,29.
91 92 93 TOMAS DEAQUINO, Summa TOMAS DEAQUINo,Summa TOMAS DE AQUINo,Summa Theologiae.", Theologiae Theologiae op. cit., 111,q. 83, art.IV, respondeo.
, op. cit., 111,q. 83, art. VI, respondeo. , op. cit.,III, q. 83, art. VI, ob. 2.
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Fabin luduefia
Romandini
I La comunldad
195
Sin embargo,
esta cualidad de exhibicin plenaria dei poder glorificado, ocultada y, por as decido, el resucitado puede tornarse
en este sentido, el
invisible a voluntad, como 10hizo el Mesas en el episodio de Emas, puesto que "el color deI cuerpo no impide Ia transparencia deI mismo, sino en cuanto inmuta Ia vista, porque Ia vista no puede ser inmutada aI mismo tiempo por dos colores de modo que vea perfectamente a los dos. Pero el color deI cuerpo glorioso estar animae), en potestad deI alma (color autem corporis gloriosi erit in potestate que el cuerpo que est detrs de s se oculte o no se oculte". Por ello, en el panptico perfecto que es Ia Cristpolis, no slo su ubicacin topogrfica Ia claridad de Ia gloria jerarquiza dedicado a Ia perpetua glorificacin un oficio burocrtico) verdaderamente amaremos sin fastidio (sinefastidio (sinefatigatione
de poder cristiana. La ciencia de Ias cosas ltimas es, en realidad, el centro gravitacional de Ia ciencia poltica medieval donde se gesta -tanto o ms an que en Ia doctrina acerca deI gobierno divino deI mundo- los misterios de un poder que, secularizado, jurdica medieval, no dejar de conformar Ia fisonoma de nuestro presente. Es plenamente el significado de Ia mxima teora de los dos cuerpos deI Rey, si En este sentido, expresin de que mejor ha entendido el el arcano teolgico-poltico ms, nunca podr comprenderse
ste no es examinado bajo Ia luz de Ia doctrina resurreccional. quiz sea Louis Marin el estudioso contemporneo 10 "teolgico-poltico", ser comprendida
el ojo soberano de
Dios puede observar en todo momento a sus sbditos y conocer de inmediato sino tambin su lugar dentro de Ia escala de dado que que estar el mrito de cada bienaventurado poder y, por as decido, su rango dentro de Ia milicia de resucitados,
"secreto de 10 poltico" que se esconde en Ia siempre plurivalente por oposicin, comparacin y reconduccin cuyas caractersticas
puesto que "Ia realeza de 10s reyes profanos" slo puede hacia Ia "Realeforman un han permitido Ia seleccin de
za de los Bienaventurados
de Dios, Ia nica actividad (definida como comunitaria deI Reino de los resucitados: sin cansancio
aqullas de aqu abajo". Reino profano y Reino de los resucitados resulta deI todo incomprensible:
dptico perfecto y necesario, sin el cual Ia doctrina de los dos cuerpos deI rey
"I ser el fin de nuestros deseos, pues 10veremos sin fin (sinefine videbitur), 10 amabitur) y 10 glorificaremos laudabitur). Este oficio (mllnus), este afecto, este act, ser, sin a su vez, se refleja en Ia arquitectura misma de Ia Cristpolis netamente gloriosa:
El nico cuerpo-de poder verdaderamente absoluto, son los bienaventurados, reyes plenamente reyes, para siempre y totalmente reyes sin ninguna limitacin temporal, material o psquica de su poder: eltos realizan 10 que los canonistas imperiales haban descrpto y construido como el cuerpo de Ia majestad dei Emperador y que los juristas de los Reyes de Inglaterra y de Francia habian elaborado, siguiendo su ejemplo, como el cuerpo de dignidad de su Prncipe. Y, sin embargo, [... ] cada uno de esos cuerpos de poder en si y por s mismos verdaderamente absolutos no es sino un miembro de Ia totalidad mstica elta misma absoluta deI aterpo glorioso de J esucristo".
101
duda, como Ia misma vida eterna (vita aeterna), comn a todos"."' Dichajerarcjua, que, sin ser de naturaleza material, refleja una construccin
"en cada ciudad ordenada hay distincin de mansiones (in qllalibet civitate est ordinata mansionllm distinctio). Pero Ia patria celestial se compara a una ciudad (sed caelestis patria civitati comparatur), como se manifiesta (Apoc. 21). Luego, conviene distinguir all diversas mansiones, segn los diversos grados de bienaventuranza (secllndllm diversos beatitlldinis gradus)".'OO Pero, a diferencia deI panptico de Bentham, aqu el ojo de Ia Ley es siempre visible para el sbdito, tanto ms an cuando el premio de Ia bienaventuranza es Ia contemplacin deI
.,
EI cuerpo .r~sucitado es el para~igma ltimo de Ia .. construccin deI poder en Occidente y no slo ayuda a explicar ladoctrina poltica de Ia realeza teolgico'_0'. ~
perpetuo poder de Dios. Esto slo es posible en una sociedad de obediencia perfecta donde cada uno de sus integrantes forma parte deI mismo poder que glorifica y no existe ya ms ningn residuo posible de extraterritorialidad soberana.
poltica, esto es, Ia continuidad delpoder regio ms ali de Ia muerte de sus diversos detentores materiales (cuya construccin jurdica fue magistralmente analizada por Kantorowiczl02) sino que encierra eI misterio profundo de 10 que
et I'lncarnation
Port-Royal
de en
111,
Revue de I'Universit de Bruxelies, n 3/4, 1987, pp. 175-197, Idem, Pascal et Port Royal, Paris, 1997, pp. 213- 239, cita en p. 223.
102 KANTOROWICZ, E.,
q. 93, art.ll,
contra.
1957.
196
I La comunidad
197
:~~
se ha dado en Ilamar Ia fuerza mstica dei poder y de Ia ley, Ia surgente de su imbricacin esencialmente antropotcnica con Ia vida biolgica de los hombres y cuyo despliegue absoluto y sus autnticas perspectivas futuras slo ahora pueden comenzar a ser observadas. As, Ia Modemidad tarda asiste, sin beneficio . de inventario, a Ia secularizacin de sus mito-motores teolgicos originarios en de Ias nuevas ciencias biolgicas y en Ias ms radicales utopas programticas nuestros pies.
2. poca VI:
--1-No es en absoluto fortuito que Hans Magnus Enzensberger haya podido hablar de "Evangelio digital" a Ia hora de definir los principios que guan a Ia biotecnologa y Ias formas ms radicales e innovadoras dei transhumanismo y Ia artificial intelligence (AI). Empero, ms que de un evangelio digital, deberia hablarse de una di,~!~~Ii~acin deI Evangelio, entendido como Ia fase temporal ms extrema de un proceso rnilenario de secularizacin -de realizacin en el mundo- de todas Ias fuerzas mitolgicas contenidas en el canon bblico cristiano y sus exgetas medievales. Desde Ias palabras fundantes de Juan: "y el lenguaje de Dios que existe en areM., se hizo carne (kai ho lgos srx egneto)" [Juan 1, 1 Y 14], el mundo no ha cesado de divinizarse de manera creciente,siempre slo aparentemente pneumtico" paradjico, devenir-inmanente sirviendo Ia transcendencia no slo como modelo sino tambin como dinmica misma de un, de todas Ias formas de ese a llamar "poder tipo peculiar de poder que los cristianos paulinos aprendieron (potes tas spiritualis).
La forma ms plena de poder espiritual, dei cualla Iglesia extrajo siempre su fuerza, est constituida por Ia Cristpolis de los resucitados. Ias novedosas configuraciones de Ia zoopoltica contempornea Sin embargo, y Ias lneas
directrices de Ia nueva utopa posthumana sugieren que en un futuro, que cada vez se halla ms cercano, bien podra ser imposible distinguir entre Ia civitas terrena y Ia civitas Dei: en otros tnninos, el sueno escatolgico una Cristpolis sobre Ia tierra ya est en marcha. EI hecho de que el paradigma que gua Ia presente revolucin biotecnolgica a Ia que estamos asistiendo sea una radical secularizacin de Ia escatologa cristiana de construir
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conscientes.
hombre si no es por Ia mediacin de un proceso de domesticacin especie en su totalidad. Sin embargo, si bien en dichoproceso tropotecnias conductuales (como son Ias "disciplinas" o el "proceso de civilizacin" pormenorizadamente
de Ia Acceleration Studies Foundation, es "el catalizador de gran parte dei pensamiento utpico, apocalptico y milenarista de nuestra tradicin occidental". AI mismo tiempo, Smart se pregunta quin es el profeta de esta transformacin epocal a gran escala, y concluye que, en realidad, el antiguo papel deI profeta ha sido, por as decirlo, enteramente Es decir, en el fondo -piensa secularizado: en nuestro mundo "todos y cada uno nota el ritmo deI progreso en algn nivel, no slo los visionarios".' Smart- ningn profeta es ahora necesario puesto que Ia profecia se est cumpliendo y Ias senales de Ios tiempos son ya visibles para todo el mundo. EI campo de accin ms lgido y complejo que afrontan Ia nueva biotecnologa, Ia AI, Ia nanotecnologia, Ia biOlogia molecular, Ia fisica y Ias ciencias cognitivas e informticas es, sin duda, Ia posibilidad deI rediseno artificial de! cuerpo humano y Ia intervencin sobre Ias bases moleculares de Ia vida sobre Ia tierra. En cuanto ai hombre concierne, ste es un proceso absolutamente ltimo avatar y destino final de Ia domesticacin antropoecnolgico, el deI Homo sapiens:
entre muchsimos otros ejemplos posibles), el_?\}J~tivo ltimo de Ia domesticacin humana se halla, como siempre ha sido, en Ia manipulacin dei patrimonio biigico de Ia especie. , 'Desde el ius exponendi arcaico, pasando por Ia eugenesia platnica o Ia medicina medieval, el derecho, Ia poltica y Ia filosofa han trabajado codo a codo con Ias tcnicas de intervencin corporal, Ia biologia y Ia medicina para Ia produccin efectiva de aquello que se entiende por "hombre". Por ello, no existe, ninguna naturaleza humana que no sea, ai mismo tiempo, eI resultado de una intervencin hominizadora, y no es posible concebir ninguna antropologia que no d cuenta, en su ncleo mismo, de los procesos antropotecnolgicos tenido lugar desde Ia emergencia dei fIomo sapiens. Sin embargo, Ia AI y Ia nanotecnologia permiten alcanzar un nuevo umbral a partir dei cualla intervencin sobre Ia especie promete modificaciones radicales de 10 humano -hasta el punto que ha podido hablarse dei "fin dei hombre"- que hasta ahora slo haban sido concebidas en el marco de Ia tecnologa escatolgica cristiana. En este sentido, Ia ingeniera gentica promete llegar ai grado en que Ia domesticacin de 10 humano cree una nueve especie, que muchos se preguntan si cabra lIamar todavia humana. Este ciber-cuerpo glorioso encuentra uno de sus ms acabados paradigmas propuesto por Natasha Vita-More: que han
Sabemos que el fIomo sapiens no es Ia ltima palabra en Ia evo!ucin de los primates, pero pocos se han dado cuenta ya de que nos hallamos en Ia cspide de un profundo cambio biolgico, preparado para tI'ascender nuestra forma y carcter actuales [... ] La manipulacin que Ia Humanidad ha Ilevado adelante con Ia evolucin canina ha producido un amplio espectro de razas y ha servido como un involuntario proyecto piloto para nuestra prxima manipulacin de nuestra propia evolucin. En Ias fases tempranas de Ia auto-modificacin humana, Ias coacciones sociales sern enteramente diferentes de aquellas de 10scaninos, y Ias mtodos mucho ms sofisticados, pel'o los cientficos sin duda se encontrarn con los mismos lmites y posibildades.2 La voluntad antropotcnica alcanza aqui una de sus articulaciones ms agudas puesto que, en los albores de una civilizacin que quiere salir de su prehistoria tecnolgica para adentrarse en un salto cuantitativo y cualitativo sin precedentes en eI niveI de desarrollo y control dei ecosistema planetario y Ia vida humana, se reconoce abiertamente que no existe de ningn modo aquello que lIamamos
en elprimo post-human
A diferencia de Ia fOlma humana c1sica, Primo hacesuyo el ideal dei "hombre" e incorpora en l sus valores transhumanistas conducentes a Ia mejora de la condicin humana. A diferencia deI Cyborg, Ia naturaleza extensiva de Primo est basada sobre elecciones en constante desarrollo. A diferencia deI trascendente, Primo est motivado por
10
Ia nueva forma de Primo Posthuman tendr lugar, pel'o no de un solo golpe. EI diseno l1egar a pasar, en forma secuencial, por el remplazo dei cuerpo humano poco a poco con partes generadas. A pesar deI hecho de que Primo es una vasta empresa, el proceso secuencial ya est en acto. Desde los implantes prostticos y cocleares de naturaleza electrnica hasta los fnnacos neurolgicos, nos estamos dando cuenta del pleno potencial de Ia forma humana, su sistema seo y su cerebro, con tecnologas innovadoras que reducirn Ia vulnerabilidad de nuestro cuerpo y
1 2
Cf.[http://www.singularitywatch.com]
STOCK, G.,
y [http://www.Accelerating.org]. pp. 1 Y
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Redisigning Humans. Choosing our genes, changing our future, New York, 2003,
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procesos mentaIes. Primo est fabricado como una mquina sutilmente afinada y despIegado visualmente como un cuerpo biolgico destinado a reflejar Ia forma humana con propsitos de asociacin cognitiva, reconocimiento visual, yatractivo esttico. Sin embargo, el cuerpo de Primo no envejece, es rpidamente mejorado, tiene componentes meta-sensitivos, un sistema remoto de retransmisin de Red permanente, y mltiples opciones de gnero [... ] La pieI inteligente est disenada para repararse, rehacerse y reempIazarse a s misma. Contiene nanobots a travs de toda Ia epidennis y Ia dermis para comunicarse con el cerebro y determinar Ia textura y el tono de su superficie. Transmite datas sensoriaIes intensificados aI cerebro de fonna progresiva. La pieI inteligente [... ] alerta aI mundo exterior sobre Ia disposicin de Ia persona [... ] y refleja smbolos, imgenes, colores y texturas a
10
De este modo, Ia secularizacin deI paradigma cristiano basado en el realismo carnal deI cuerpo resucitado ha alcanzado su punto de mayor sofisticacin
en Ia vsin de 10 que Raymond Kurzweil denomina el cuerpo 2.0. Dei mismo modo en que los telogos medievales desarrollaron una copiosa casustica teolgico-poltica sobre los aspectos nutritivo-reproductivos deI cuerpo resucitado, mostrando una verdadera obsesin con eI sistema digestivo -que junto con el sexual, es uno de los que ms palmariamente acercan aI hombre con el animalKurzweil tambin dedica especial atencin aI "redisefo deI sistema digestivo", acaso uno de los puntos ms importantes deI cuerpo 2.0. En efecto, el cuerpo actual ha podido extender su longevidad gracias a Ia tecnologa: "tenemos dispositivos para reempIazar nuestras caderas, rodillas, hombros, codos, mufecas, mandbulas, dientes, piei, arterias, venas, vlvulas cardacas, brazos, piernas, pies, dedos de Ias manos y los pies y sistemas para reemplazar rganos ms complejos (por ejemplo, nuestros corazones) estn comenzando a introducirse. A medida que aprendamos Ios principios operativos dei cuerpo humano y deI a Ia avera, Ia enfermedad cerebro, estaremos en posicin de disefar, sistemas harto superiores que durarn ms tiempo y funcionarn mejor, sin susceptibilidad y eI envejecimiento".5 DeI mismo modo, el nuevo cuerpo que los singularitanos
largo de sus contornos [... ] Cuando se compara a Primo con Ia forma humana,
es esencial tomar en consideracin que sus objetivos de diseno tienen como propsito eI resolver Ia enfennedad y Ia degeneracin. Por ejempIo, Ia forma humana tiene una longevidad limitada, genes heredados y su gnero est restringido. Por el contrario, Primo no tiene edad, posee genes reempIazabIes y diversidad de gnero. Por su misma naturaleza, eI ideal de Primo Posthuman descansa sobre una nueva naturaleza humana.] Como puede verse, Primo Posthuman tivas. Incluso sus ms osadas pretensiones -gender troublees uno de los nuevos nombres que biolgicas distinde gnero de mutar continuamente
estiman que Ia ciencia lograr alcanzar antes de Ia mitad deI siglo, podr poseer un sistema digestivo controlado por nanobots que se Iocalicen tanto en el sistema digestivo como en el tOITente sanguneo, y que extraigan los-nutrientes estrictamente necesarios de Ios alimentos o, ms directamente comunicacin inalmbricaan, sern Ios mismos nanobots -utilizando quienes informarn
no constituyen sino una herencia de Ia teologa ms radical de Ia intervencin gentica hacen corl1pleel hombre est;n
que ya haba expresado eI propio Escoto Ergena. En este sentido, Io~ partidarios targente suya Ia visin de los telogos cristianos medievales:
acerca de Ios nutrientes faltantes a sus usuarios a Ios fines de que stos se los provean farmacuticamente. Sin embargo, esta perspectiva no deja satisfechas Ias ambiciones de los singularitanos que slo,admiten este proceso como una fase intermedia dado que, en verdad, eI problema no es tanto Ia nutricin como Ia eliminacin. AI igual que los telogos medievales, los biotecnlogos modernos se inquietan especialmente con los excrementos corporales, acaso el residuo ms acabado de Ia animalidad humana. Por 10 tanto, se requerirn "nanobots especiales de eliminacin" que
animal imperfecto que, en cuanto tal, debe ser trascendido. Singularidad es el nombre deI "perodo futuro durante el cual eI ritmo deI cambio tecnolgico ser tan rpido, su impacto tan profundo, que Ia vida humana se ver lTeversiblemente transformada. Ni utpica ni distpica, esta poca transformar los conceptos sobre Ios cuales descansamos a Ia hora de dar significado a nuestras vidas, desde nuestros modelos de nego cios hasta eI ciclo de Ia vida humana, incluyendo Ia muerte misma": Si Ia Singularidad es el nuevo nombre dei Reino, los resucitados han (singularitarians). sido oportunamente rebautizados como "singularitanos"
acten como "pequefos compres ores de basura". Esto tendra adems Ia ventaja de que "nos permitira superar Ia necesidad de rganos que filtren Ias impurezas de Ia sangre, como los rifones".'
VITA-MoRE, N.,
en Ia C1ber@RT
5 6 KURZWEIL,R., KURZWEIL,R.,
The Singularity is Near. When Humans Transcend Biology, New York, 2005, p. 7.
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comienza
intiles), entonces habra debido sefialarse que Dios, como creador, no slo habia hecho aI hombre como un ser animal-algo podian admitir perfectamente que, comohemos visto, los telogos (aunque, de todos modos, no tolerar de buen gra-
puesto que el propio cuerpo 2.0 ya parece imperfecto. Por ejemplo, Lqu hacer con el corazn, "un rgano que se avera mucho antes que el resto deI cuerpo, a menu do muy prematuramente?". Desde luego, los corazones artificiales son, en este punto, una alternativa demasiado primitiva. Si es posible fabricar, siguiendo por ejemplo el diseno deI Vasculoid de Robert Freitas,7 "clulas sanguneas nanorobticas", stas podran contar con un sistema autnomo de movilidad que hara que Ia funcin motora del corazn fuera deI todo innecesaria, as como el rgano mismo y todo el sistema sanguneo que depende de l. Profundizando esta via, transhumanistas como Kurzweil estiman que, hacia
do)- sino que, adems, Adn habra sido un ser imperfecto. La teo-antropotecnia ortodoxa podia pennitirse rehacer, mejorar incluso, el cuerpo resucitado respecto de aqul adnico mediante la suspensin funcional comienzos, de su animalidad, pero en ningn caso podia eliminar laforma animal que ese cuerpo habia tenido en sus so pena de implicar que dicha fonna creacional originaria llevase consigo un defecto creador en su principio mismo, Si los intestinos desaparecieran por completo, entonces Dios mismo habra dado vida a un ser defectuoso, un hecho que evidentemente fuerza creadora. Secretamente, biotecnolgicos Ia omnipotencia comprometera su potes tas divina (y poltica) como
Ia dcada de 2030, el cuerpo humano podra haber eliminado "el corazn, los pulmones, los gIbulos blancos y rojos, Ias plaquetas, el pncreas, Ia tiroides y todos los rganos praductores de hormonas, los rinones, la vejiga, el higado, el bajo esfago, el estmago, el intestino delgado asi como el grueso y Ia evacuacin. Lo que queda, en este punto, es e1 esqueleto, Ia pieI, 10s rganos sexuales, Ios rganos sensoriales, Ia boca y el esfago superior y el cerebro".
g
los telogos ortodoxos como Toms, insaciables ingenieros avant Ia lettre, percibian claramente esta paradoja que afectaba de Dios y, consecuentemente, buscaron ocultarla y preservarla
Como puede
bajo la forma de la ociosidad de los rganos, la cual fue pensada como un modo de esconder la im-potencia de un Dios que, al mismo tiempo, deba postularse como monarca csmico omnipotente, En los intestinos sin uso de los resucitados no se esconde, entonces, el paradigma de una nueva poltica, sino Ia huella borrosa de una posible impostura mitolgica de Ia teologia poltica de un Dios cuya existencia podia verse puesta en discusin a travs de un cuestionamiento bio-mdico de su creacin. Por esta razn, las posiciones de alguien como Escoto Ergena eran, a Ia vez, radicales y potencialmente ortodoxos medievales, herticas, O por 10 menos eso creian los telogos Sin embargo, Ia posicin de Kurzweil, que hasta cierto de Ergena en su concepcin deI cuerpo
verse, Ia anatomo-fisiologa gloriosa deI cuerpo resucitado de Toms de Aquino an conservaba una especie de funcin ociosa de los rganos incluso si stos estaban ya desprovistos de todo uso. Kurzweil, en cambio, a travs, deI cuerpo 2.0 ya se desliza hacia una concepcin en Ia cuallos rganos son directamente eliminados. inoperosos, En Ia Cristpolis de 10s telogos, los intestinos, completamente todavia constituian, por asi decido, Ia huella ineliminab1e de Ia
creacin animal originaria. Asi, Dios mismo, a travs de Ia oikonomia histrica, habia disefiado un sistema de ingeniera bii?glca 9u~Ie permiti superar el campo de Ia muerte y ganar enteramente un nuevo poder zoopoltico plasmado en Ia Encarnacin. En este sentido, Cristo acta como el prototipo con el que debe medirse todo Primo Posthuman que pueda imaginarse. Sin embargo, si los telogos realistas conservaban, a pesar de todo, los rganos inoperasos de 10s resucitados, esto no se debia tanto a que intentaban capturar, en el dispositivo de Ia gloria, "Ia posibilidad de otra uso deI cuerpo".' Muypor el contrario, si se eliminaban anatmicamente
7 FREITAS, R., Jr., "Vasculoid: A Personal Nanomedical Appliance to Replace Human Blood'; inJaurnal af
punto seculariza y radicaliza el cuerpo glorioso en su cuerpo 2.0, toma imprevistamente el camino del "gnosticismo" 3.0. Segn senala este pensador, Hacia el ano 2030, los nanobots, literalmente, expandirn nuestras mentes a travs de Ia unin de Ia inteligencia biolgica con ia no"biolgica. EI primeI' estadio consistir en aumentar nuestras cien trillones de muy lentas conexiones interneuronales con conexiones virtuales de alta velocidad por medi o de ia comunicacin nanorobtica, Estonos brindar Ia oportunidad de aumentar considerablemente nuestra habilidad de reconocimiento travs de patrones, nuestras memoras y capacidad global de pensamiento, as como construir una interfaz directa con poderosas formas de inteligencia nanorobtica, La tecnologa tambin proveer
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9
Evalutan and Technalagy, vol. 11, abril 2002, reproducido en: [http://www.jetpress.org/volume11/ vasculoid.pdf]. Y, tambin dei mismo autor, Nanamedcne, Texas, 1999, KURZWEll, R., The Singularity AGAMBEN, G" Nudt, ... , ap. cit., p, 307. p, 141.
Roma, 2009,
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TERCERA PARTE: los Trans-humahos Fabin luduefia Romandini
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comunicacin inalmbrica de un cerebro aI otro [".] La inteligencia nanobiolgica ser billones de veces ms poderosa y, por
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podemos ver que Ia zoopoltica es slo un estadio de un vasto problema an mayor. En Ia era de Ias "mquinas espirituales", "Ia zoopolitica dejar de constituir, por primera vez, el ncleo central dei problema poltico de Occidente. EI da en que, en los tnninos de los transhumanistas, un conjunto de redes nformacionales desarrolle algo parecido a una forma de consciencia, Ia zoopoltica se volver absolutamente obsoleta como problema poltico. La poca VI marcar, entonces, el fin de Ia lIamada cuestin "biopoltica".
cuerpos en versin 3.0, los cuales podremos modificar y reelaborar segn nuevas formas a voluntad.
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tiende a despren-
derse de toda forma corporal, para slo preservar un patrn cognitivo como esencia de 10 humano. Slo entonces, estima Kurzweil, puede alcanzarse una forma viable de inmortalidad, dios de almacenamiento siempre y cuando se consiga preservar 10s mede Ia infonnacin. Vn piensa Kurzweil, "migrar a travs de muchos y Ias formas de decodificacin
--11-EI centenario proceso de secularizacin de Ia mito-poltica teolgica que aqu asistimos aI estamos estudiando podra hacer creer que ya desde Ia Modernidad
el autntico paradigma deI cuerpo singularitano, ya que Ia inmOlialidad propuesta por los transhumanistas ms radicales supone una abolicin de Ia necesidad deI que, anta'o lIamado alma, futurista, cuerpo para preservar un "patrn de informacin"
tiempo de "Ia muerte de Dios", y que todo el proceso secularizador mismo es flUtOde un irrefrenable "desencantamiento" deI mundo. Nada resulta ms alejado de Ia perspectiva tecnolgica de Ia filosofia transhumanista, as como de algu-
constituiria Ia esencia y realizacn de todo 10 humano. Sin embargo, Kurzweil no acta simplemente como nanotecnlogo y es perfectamente consciente de que su propu esta de reformulacin de Ia morta-
nas propu estas metafsicas deI "realismo especulativo" que tambin defienden Ia resurreccin como forma ltima de 10 humano y que, slo en apariencia, se hallan en Ias antpodas deI posthumanismo. La filosofia especulativa de Quentin Meillassoux constituye, sin duda, uno de los esfuerzos ms serios, impOliantes y necesarios por sacudir los cimientos sobre los que descansa cierto dogmatismo evidentemente, filosfico contemporneo. No podemos, dar cuenta aqui de su vastsimo proyecto de "realismo especu-
lidad humana es, en ltima instancia, un programa de naturaleza poltico-jurdica: "durante el curso deI siglo
XXI,
corteses sino que tendrn que ser confrontados como vitales problemas prcticos, polticos y legales".12 EI primero de esos problemas juridico-polticos informacin consecuencias una civilizacin a Ia naturaleza misma deI hombre: (,puede considerarse humano a un patrn de incorporal? En este punto, Kurzweil otorga una definicin cuyas enseguida podremos humano-maquinal evidenciar: "Ia inteligencia no-biolgica derivada de humana, ya que est plenamente
lativo" que sigue en curso de elaboracin, ms an cuando todava aguardamos Ia publicacin de su esperada obra, L 'Inexistence divine. Sin embargo, viene aI caso de nuestro estudio el se'alar que uno de los objetivos supremos de su pensamiento consiste en sentar Ias bases para tornar racionalmente demostrable Ia posibilidad de Ia resurreccin de los muertos. No es ste ellugar para discutir Ia pertinencia de Ias tesis de Meillassoux sino que nuestro objetivo es tomar su filosofia como un ejemplo de cmo Ia cuestin resurreccional vuelve a postularse con toda su fuerza en 10s dispositivos de saber contemporneos, antiqusima casustica teolgica. Este proyecto, que intenta hacer justicia aIos muertos dei horror y Ia catstrofe poltica (por ejemplo, deI siglo xx), se constituye a partir de Ia contestacin de
10
una ingenieria revertida de Ia inteligencia humana"." Si tomamos en cuenta Ias utopas transhumanistas laboratoro en el cual se estn gestando, en el presente, Ias tecnologas de poder deI futuro -y en cuya realizacin estn comprometidas muchas de Ias ms importantes fuerzas financieras, corporativas y polticas deI mundo global-, entonces,
heredando una
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Berkeley,
1999, especialmente,
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de muertos y de renacientes? Creemos que son concebibles respuestas precisas a estas preguntas, y que ellas determinan un rgimen original de pensamiento en ruptura tanto con el atesmo cuanto con Ia teologa: una divino/agia, todava por constituirse".17 En este sentido, Meillassoux, acrrimo enemigo de Ia indemostrabilidad de
tula que un acceso absolutamente realista ai "Gran afuera" dei sujeto cognoscente es imposible. Heredero directo dei kantismo, el "correlacionismo" ya sea gnoseolgicamente, ya sea histricamente, sujeto est marcado ontolgicamente dei mundo est indisolublemente o bien existencialmente,
lacionismo, Ia objetividad absoluta es imposible dado que slo podra existir, en un extremo, una objetividad de Ias categoras dei sujeto cognoscente (deduccin transcendental de Ias categoras de Kant) o bien, en el otro extremo, diversas que cuestionan Ia posibilidad de esformas de relativismo histrico-metafisico cualquier categora (gnoseolgica
Ia fe, piensa, no obstante, que con el ms riguroso racionalismo pueden demostrarse los axiomas fundamentales de esa divinologa. Deseando ai mismo tiempo que ese "dios por venir" sea absolutamente "inmanejable en su advenimiento"
tablecer una verdad absoluta sobre un mundo plenamente accesible ms all de o histrica) dei sujeto perceptor. superar el correlacionismo y de un mundo sin sujeto y, retomando En definitiva, es posible, segn Meillassoux, estudiar Ias formas de funcionamiento y radicalizando principio de razn suficiente
y que "pueda exceder toda voluntad fantasmtica de dominacin absoluta de Ia naturaleza por el hombre",'H Meillassoux descarta Ia posibilidad de lograr que Ia muerte sea vencida de manera "prometeica", es decir mediante los avances de Ia tecnologa. No obstante, en este punto Ia visin de Meillassoux respecto de Ia tcnica reproduce aquella que los crticos de Ia misma tenan antes dei clebre ensayo de Heidegger sobre Ia cuestin. Si algo demuestra Ia filosofa heideggeriana respecto de Ia tcnica es que sta se halIa indisolublemente ligada a una forma de metafisica subyacente. En cierto sentido, Ia tcnica es una forma desplazada, aplazada y dislocada de metafisica en acto. La tcnica, minimizada por Meillassoux, no es menos especulativa que su realismo filosfico, como, dei mismo modo, su dios por venir no es menos problemtico que Ias postulaciones de los transhumanistas ms radicales. As, Ia filosofia de Meillassoux acaso expresa, sin quererlo, en ellenguaje de Ia metafisica ms sofisticada los postulados ms ambiciosos dei transhumanismo singularitano y, en este sentido, es una autntica filosofa "epocal" que intenta ir ms alI de Ia zoopoltica, en busca de un nuevo rgimen ontolgico-poltico deI cuerpo glorioso, pero inconscientemente solidario con un proyecto teolgicotcnico de escalas hasta ahora inimaginadas. MeilIassoux supone que es posible, en parte, justificar Ia doctrina deI dios
Ia posicin de Hume, asumir que en un mundo desprovisto dei (pero no as dei principo de no contradiccin),
slo una forma de absoluto se impone: Ia necesidad de Ia contingencia.15 A partir de all, se toma posible postular "Ia posibilidad efectiva de que Ias leyes de Ia naturaleza se rompan sin razn en provecho de una acontecimentalidad incompatible con ellas".'6 Abiertamente, Meillassoux se aparta a Ia vez de Ias religiones histricas y
dei atesimo. De Ias primeras, dado que el Dios postulado no ha podido evitar Ias catstrofes de Ias muertes sin duelo, revelando, en ese mismo acontecer, su inexistencia. Pero ai mismo tiempo, eI atesmo tampoco puede ser profesado por Meillassoux dado que, en rigor, todo postulado ateo debera sostener no slo que Dios no existe, sino que tampoco existirjams. modeliza su enunciado dei siguiente podra emerger en el futuro como un acontecimiento contingencia de Ias leyes naturales. En este punto, Meillassoux posible dada Ia absoluta modo: el Dios no existe todavia, pero
Dios no existente pero por venir, ausente en acto pero virtualmente posibIe, engendrado y, sin embargo, 10 suficientemente poderoso como para hacer posible Ia resurreccin de los muertos: "Este dios futuro e inmanente, i,debe ser una comunidad pacificada de vivientes,
por venir a partir de Ia liquidacin dei principio correlacionista. Sin embargo, los transhumanistas llegan ai mismo resultado introduciendo una nueva forma de correlacionismo que ya no posee Ias modestas dimensiones dei sujeto de que establece Ia Crtica kantiana sino que se expande ai cosmos en su totalidad. Se trata dei principio antrpico, una variante cosmo lgica dei correlacionismo que "Ias constantes fundamentales
Para una detallada demostracin, cf. MElllASSOUX, Q., Apres/a contingence, Paris, 2006.
17
"Deuil venir, dieu venir'; in Critique, n 704-705, enero-febrero 2006, pp. 105115, cita p. 113.
"Deuil venir ..:; op. cit., p. 115. "Deuil venir ..:; op. cit., p. 112.
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TERCERA PARTE: Los Trans-humanos Fabin Ludueia Romandini Ila comunidad de los espectros. Antropotecnla
existencia; si no
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Si los valores
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de algunas constantes electromagnticas o gravtacionales variasen en un rango, aunque fuese mnimo, "Ia vida no sera posible en nuestro universo"." La fuerza correlacional de este principio queda de manifiesto cuando Ieemos que "si subjetiva (un realmente imaginamos un mundo en el cual no haya experiencia para experimentarIa), nos cosmlogos
que tanto Ia afirmacin cientfica de Ia existencia de Ias leyes de Ia naturaleza como Ia afirmacin metafsico-especulativa contraria segn Ia cual tales leyes son necesariamente son divergentes). La emergencia futura de un Nous csmico sera Ia alternativa aI Bing Crunch que muchos astrofisicos proponen como ineluctable final deI Universo, y en esa lnea si una civilizacin tecnolgica "satura su regin local de espacio con su inteligencia, crea unnuevo universo (uno que permitir un crecimiento exponencial continuo de complejidad e inteligencia) y deja este universo"." tanos" -o, simplemente, En un contexto o cuya semejante, Ias tecnologas de poder emergentes en una "sociedad de singularien una sociedad cuyo programa socio-poltico fuerza utpica o mito-motor fundamental sea Ia creacin de una sociedad o comunidad csmica de estas caractersticasharan que los problemas suscitados hasta ahora por Ia vieja (y moderna) zoopoltica, queden obsoletos. Siguiendo un esquema de Foucault, si hemos pasado de una sociedad de Ia disciplina a una sociedad deI gobierno y Ia biopoltica (o, en tnninos de Deleuze, a una sociedad de contro!), quiz sea ya Ia hora de reflexionar sobre Ias nuevas bases que el poder est asentando en estos 111ismosmomentos para superar el dispositivo zoopoltico -que, lejos de constituir su horizonte ltimo, es slo otro estadio antropotcnico con toda propiedad cosmoteolgico.25 En este sentido, ya sea partiendo como Meillassoux de una brillante contestacin deI correlacionismo'6 como de una aceptacin radical deI principio antrpico a escala csmica, biotecnlogos, filsofos, utopistas, polticos y fuerzas ms entre sus mltiples configuraciones o bien, atendiendo histricaspara pasar a conformar un nuevo rgimen de visibilidad que bien podra denominarse astropoltico a su herencia teolgica, contingentes (Meillassoux), conducen, en definitiva, a un mismo resultado teolgico (incluso si tambin Ias opciones polticas de partida
mundo en el que haya una materia turbulenta pero ninguna entidad consciente ese mundo bien puede no existir".20 De este modo, algues decir, especialmente Ia vida inteligente sobre Ia Tiehablan de un universo "bio:friendly",
sostener alguna variante deI "disefo inteligente" que sea una puerta abierta a Ia admisibilidad de Ia existencia de Dios. Por el contrario, transhumanistas como Raymond Kurzweil, James Gardner" o John Smart, sostienen que, en Ia denominada poca VI, "con Ias secuelas de Ia Singularidad, Ia inteligencia, derivada de sus orgenes biolgicos en Ios ceen el ingenio humano, comenzar Ia rebros humanos y sus orgenes tecnolgicos
materia y Ia energa a los fines de proveer un nivel ptimo de computacin para expandirse fuera de su origen en Ia Tierra". En otros trminos, una coIonizacin nanorobtica deI universo a partir de humanos transformados desprovistos de su cuerpo animal y convertidos en patrones informacionales de infinita inteligencia conducir a una expansin csmica de Ia inteligencia humanamente exponencialmente intensificada por medios no-biolgicos. generada y
Como sostiene Kurzweil en una conversacin con Bill Gates, "una vez que saturemos Ia materia y Ia energia deI Universo con inteligencia, l 'despertar', ser consciente y sublimemente inteligente. Esto es 10 ms cerca de Dios que sostienen puedo imaginar".22 Kurzweil, como otros transhumanistas, niegan absolutamente Ia posibilidad de un creador y, aI contrario, aI igual que MeilIassoux, se vuelva grandiosamente que, ms bien, 10 que cabe esperar es un "dios por venir"; "Espero que el universo inteligente y despierte en Ia poca VI [. .. ]; esto es
(
23 24 KURZWEll, R., The Singularity ..., op. cit., p. 390.
R., EsIa tesis de lohn Smart que explicara Ia Paradoja de Fermi, a su vez comentada por KURZWEll,
The Singularity ..., op. cit., p. 358. 19 20 21 22 KURZWEll, R., The Singularity ..., op. cit., p. 499. Sobre el principio antrpico, vase BARROW, l., - TIPlER, E, The Anthropic Cosmological Principie, New York, 1988. KURZWEll, R., The Singularity ..., op. cit., p. 380. GARDNER, l., Bioscosm. The New Scientific Theory ofEvolution: Intelligent Life is the A rchitectofEvolution, Hawaii, 2003.
R., The Singularity ..., op. cit., p. 375. KURZWEll,
25
(f.
DICK,
S.,"(osmotheology:
DICK,
S.l., (editor)
Many Worids: The New Universe, Extraterrestrial Life and the Theologicallmplications, pp.191-21O. 26
IIlinois, 2000,
En esta perspectiva, resulta de capital importancia seialar el hecho de que Meillassoux, precisamente, haya intentado lIevar adelante una refutacin dei pensamiento finalista antrpico, dado que, desde su filosofa, 105 argumentos clsicos contra Ia teleologa (desde Lucrecio hasta Kant) son ampiamente insuficientes para 105 dilemas contemporneos.
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Fabin luduena
Romandini
Ila comunidad de
105
espectros. Antropotecnia
211
;ii;",
econmicas
de Ia ms diversa procedencia
por ello consagra una seccin entera de su libro -por 10 dems dedicado a mostrar Ias posibilidades biotecnolgicas de producir una resurreccin- a Ia descripcin de Ia vida en Ia ciudad de "Ios humanos resucitados".JI No es entonces ninguna coincidencia si, siguiendo Ia huella de los tratados medievales, Tipler se ocupa cibernticos o de sus de los problemas de Ia sexualidad de los bienaventurados funciones sensoriales. ria. Los ciber-resucitados, eternamente
configuracin de Ias relaciones de poder que anticipan Ia construccin antropotcnica de un mundo que no habra de limitarse,exc1usivamente ni a ia forma animal de existencia de 10 humano, ni encontrara tampoco sus lmites en Ias confines deI planeta Tierra. Una perspectiva que, por 10 dems, ya tambin se perfil aba, aun si bajo una modalidad filosfico moderno." diversa, en el pensamiento teolgico y de Ia Como en los tiempos de Platn, Ia antropotecnia
No obstante, Tipler sefiala su desacuerdo conla teologa medieval de Ia glosefiala este autor, no se habrn de dedicar "a cantar loas a Dios" dado que, aI contrario, esta glorificacin perpetua deI
Repblica vuelve indisoIublemente a ligarse con Ia cosmologa deI Timeo para el disefio de Ia ciudad utpica, paradigma de nuestras futuras ciber-urbes deI siglo
XXI,
cuyos contornos recin ahora empiezan, lentamente, a disefiarse en Ia importante destacar que Ia tesis que hemos defendido en
arena de nuestro presente, Es sumamente formaciones secularizacin nuestra investigacin, segn Ia cual Ias nuevas biotecnologas conocidas como "transhumanismo") de poder (y Ias constituyen una
dios por venir (aqu llamado Omega Point) no conducira sino a un extremo aburrimiento. En este punto, Ia dec1aracin de Tipler es casi una evocacin deI estadio dei hombre aI final de Ia historia descripto por Fukuyama.J2 Tipler propone, entre otros remedios, Ia multiplicacin como antdoto a semejante perspectiva. Por ello, sensorial de los placeres
discursivas
es slo una tesis estructural. Aun si, como hemos visto, formalmente Ia doctrina de Ias cosas ltimas de Ia escatologa cristiana y Ios postulados transhumanistas presentan una analoga sorprendente, de Ia transmisibilidad
,:;'.~-,.. - ..,.,. ,,.,.,, 'c" . ",.,.,. ,_."_
De este modo, podemos ver cmo Ias dos grandes tendencias de Ia doctrina resurreccional, tanto Ia carnal-hylomorfista y ortodoxa como Ia gnstico-angeIomorfista convergen en un mismo paradigma secularizado asegurando su sustento a Ia ciber-poltica contempornea.)) En este sentido, puede verse claramente que "gnstica" incorrecto en el diagnstico de Voegelin sobre una modernidad fundamentalmente es no slo parcial e interesado sino, adems, fundamentalmente Ia medida en que nuestra contemporaneidad
Smart, Ia Singularidad constituye una forma moderna de Ia apocalptica; tambin Raymond KurzweiI reconoce haber sido educado en una IgIesia que profesaba el unitarismo universalista.2< Por consiguiente, no debe entonces sorprendemos que, Frank Tipler, acaso uno de los propulsores constituye Ia qase misma deI transhumanismo, probar "cientficamente" deI principio antrpico que en un intento de neva a Ia haya escrito un libro consagrado
amalgama teolgico-poltica que engloba a todas Ias tendencias judeo-cristianas. Es decir, Ia tensin entre 10 inmanente y 10 transcendente es constitutiva de todos los cristianismos, y Ia ortodoxia y Ia hereja son slo el resultado de Ias decisiones jurdicas que ratifican estrategias metafisicas. Pero, en su conjunto, Ia pluralidad y complejidad de los mito-motores polticos de Ia Modernidad son producto tambin de Ia diversidad original de los cristianismos y de sus historias. As por ejemplo, Ia variante ortodoxa de Ia teologa resurreccional conduce a Ias biotecnologas ms conservadoras, que intentan "redisefiar" pero preservar eJ cuerpo humano (desde Ias terapias genticas a Ia criogenia), as como Ias variantes ms extremas deI trans-humanismo extropiano no son ms que Ia secularizacin
a Ias formas de vida de los nuevos resucitados biotecnolgicos Tipler reconoce que Ia antropotecnia
prctica los designios de Ia antigua "era mesinica y deI mundo por venir",JO y
27
Cf, DICK, S.J.,
Plurality ofWor/ds. The Extraterrestrial Life Debate from Democritus to Kant, Cambridge, The Extraterrestrial Life Debate, 1750-1900,
sobre los diversos en 1277 Ias proposiciones que consideraban divina. Imposible Es interesante de origen New York, 1999. Los telogos y sus habitantes aristotlico, pomundos luego de que
o Toms de Aquino,
ya que aqullas
31 32
una limitacin 28
de Ia omnipotencia
de vida extraterrestre,
en consonancia
con el principio
The
National'nterest, 33
No creemos Ia supuesta
29 30
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Romandini
I La comunidad
";;w
tecnolgico-metafisica de Ia corporalidad
es verdadera
de los resurrectos.
o falsa, viable o inviable en el corto plazo o si se producir en este siglo o en el prximo. Importa que es Ia forma paradigmtica, sus rasgos adquieren mayor visibilidadextrema -y por 10 tanto donde sobre Ia cual se constituye Ia prctica
Se puede creer que como Ia teologia ortodoxa y el gnosticismo fueron histricamente tendencias polticas en pugna, Ia Modernidad slo puede heredar una u otra de esas formas histricas. sta es Ia posicin de Voegelin, quien intenta reproducir en el siglo xx el combate ortodoxo con el gnosticismo "revolucionario". Sin embargo, en el polvo que levanta esta aparente confrontacin se pierde 10 esencial, esto es, que ambas tendencias comparten un mismo presupuesto: el combate de Ia animalitas dei hombre. Para Ia teologia, el hombre es algo que todava no ha acaecido en su plenitud, El tiempo de Ia creacin y de Ia cada es todavia el tiempo dei animal adnico imperfecto, Como claramente 10 senalan los tratados sobre Ia resurreccin, objetivo escatolgico el ltimo no es abolir el hombre sino lIevarlo a su mximo
dei poder en sus nuevos delineamientos y sus nuevas lneas de fuerza, Esto tambin implica que Ia "poltica por venir" no puede centrarse simpiemente en una "biopoltica afirmativa,,]4 nl tampoco en "hacer dei proplo cuerpo biopoltico, de Ia nuda vida misma, ellugar en el que se constituye y asienta una forma de vida vertida integramente en esa nuda vida, un Mos que sea slo su
zo",35 ya que estas perspectivas
guardan todava una profunda solidaridacl con en Ia zoopoltica antigua pero slo para y absolutamente
Ia antropotecnia
grado de posibilidades; no es eliminar Ia fonna humana sino alcanzar, por primera vez, su autntica plenitud, Esto equivale a Ia eliminacin de toda Ia animalitas constitutiva de 10 humano hasta el presente, En este punto, Ia teologia, que comienza siendo una zoopoltica, deja de serlo para transformarse en una autntica poltica humana que slo puede darse en el cuerpo resucitado, acaso Ia primera forma de hombre propiamente tal. Por ello, el tan proclamado fin dei humanismo y el anuncio de Ia lIegada dei post-humanismo resultan, en el fondo, un gran equvoco. Como hem~s vist,o, t?,c.J,o el movimiento transhumanista est ampliam ente basado en un principio antrpic;o hostil a Ia animalltas con~tit~ti\la dei viviente qu sO;1}0s.Lo~ trans-humanistas buscan, en realidad, fabricar por primera vez un humano libre de su animalidad sustancial, incluso si esto implica definir 10 humano como un simple patrr~de informacin. Desde esta perspectiva, entonces, elllamado post-humanismo es, en realidad, Ia forma l1.1ssutil y el !t~I.l1o,a.vatardei humanismo y, con toda propiedad, debera hablarse, ms bien, de un movimiento post-animalista. As, no existe verda,dera111ente ningn"fin dei hombre" en elpost-humanismo, sino slo un "fin dei animal': y un primordial nacimiento de)o hurp.\'!:no. No es entonces casual que Stanislaw Lem haya titulado Summa Technologiae asu gran obra sobre -entre otras-Ias tecnologas biolgicas, dado que justamente 10hizo en imtacin a Ia Summa Theologiae de Toms de Aquino, y eso muestra que, en ambos casos, tanto en el paradigma cristiano como en el trans-humanismo existe Ia iclea central de manipulacin cuerpo animal para transformarlo contra-naturam, tcnico-artificial dei
34
ESPOSITO, R"
Blos. Biopolitica e ilosoia, Torino, 2004 [edicin en casteliano, Buenos Aires, 2006, p,
235
sS.].
AGAMBEN, G., Homo sacer.11potere sovrano e Ia nuda vita, Turn, 1995 [edicin en casteliano, Madrid, 1998, p. 239].
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Fabin luduefia
Romandini
215
"!l
EPlOGO
Zoopolftica: Ia Sexta Extincin
y Ia analftica
espectral
"A zoo is a belter window trom which to look out of the human world lhan a monastery".
J.G.
En el curso de esta investigacin hemos querido mostrar que Ia historia humana ha sido cooriginariamente zoopoltica no porque Ia poltica de los hombres haya querido separar artificialmente Ia zoe de un bos, el simple hecho de vivir dei buen vivir, sino, pura y simplemente, porque no hay ninguna escisin originaria (bajo Ia forma de una inclusin excluyente) entre vida animal y vida humana. EI mundo humano comienza, esencialmente, con lapolitizacin de Ia vida dado
que el llamado Homo sapiens es slo un animal que se ha dotado a si mismo de antropotecnologias (y preferentemente) destinadas a dar forma, domesticar, modelar o incluso asi como Ia de dominar su propia animalidad constitutiva,
(
/
sus cong~neres. EI misterio de Ia ciencia poltica no reside tanto en explicar Ia escisin entre vida vegetativa y vida humana sino en dar cuenta de cmo y por qu Ia autopoiesis dei animal humano adquiere, precisamente, Ia fonna de una antropotecnologia, y luego, por qu razn, mediante una compleja alquimia, sta se transforma en una tecnologia de dominio. En este sentido, el modelo originario dei ius exponendi es un zcalo inextricable que an constituye el fundamento de nuestro presente zoopoltico. Sin embargo, si todavia el mundo antiguo podia mantener una distancia entre Ia tecnologia dei derecho y el mundo de Ia vida ai que pretendia captar, elcristianismo prodlljo una revolucin sin precedentes ai "normativizar" Ia vida biolgica mediante una for;~de mesianismo -cuyo d~senlace consisien una fusin o hibrid~cin entre ..... '. , ..
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el dominiode Ia ley y el sustrato de Ia vi9a. Desde esta perspectiva, Ia soberania deI derecho clsico se vio progresiva pero irremediablemente invadida y modificada por una forma jurdica exgena y radicalmente extrafa que supo crecer a Ia sombra de Ia supervivencia de Ias antiguas formas dei derecho romano.
217
Si hoy en da es posible senalar un trepidante avance de los mecanismos ~: Ia "excepcinjurdica", esto se debe a que el mesianismo cristiano abri un nuevo espacio poltico donde Ia ley y Ia vida se toman progresivamente indistinguibIs. Sin embargo, esta mutacin jurdica no se dio slo en el terreno de Ia vida ~i~o tambin, y fundamentalmente, en el dominio mtico de 10 sobre-natural y, en captuSlo una
especialistas
an siguen debatiendo Ia razn por Ia cual, hace 30.000 25.000 abandonaron toda presencia en el ecosistema
terrestre sin dejar rastro aIguno. Aunque no existe ningn acuerdo estabIecido aI respecto' (y muchos piensan que, tal vez, el cambio climtico fue Ia causa de su desaparicin, a pesar de Ia enorme capacidad de resistencia de esta lnea evolutiva humana a Ias inclemencias de este tipo), una de Ias teorias -tal vez Ia ms inquietantesostiene que, sencillamente, los neandertales fueron exterminados por los miembros deI gnero Homo sapiens. EI acceso aI Ienguaje no es, como Ia tradicin filosfica muchas veces ha querido hacer creer, un acontecimiento simpIemente romntico a Ia vera de una lumnica Lichtung que posiblita el mundo humano. Cuando eIlenguaje sobrevino aI hOl!,bre traj? consigo formas m~.~xtrem~~y refinada? de 39l1linacin antropotcnica que condujeron a Ias mejoras de Ias perspectiva,s bio~sociales deI Homo sapiens frepte a su rival neanderthalensis. Esto podra haber conducido a una lucha por el territorio y el alimento que concluy con el Homo sapiens cazando implacablemente aI hombre de neandertal hasta causar su total exterminio. No en una u otra direccin. Sin embargo, aun si este evento una vez lns se muestra con fundacional de toma existen pruebas fehacientes en este sentido, y tal vez nunca Ias haya, que sean deI todo convincentes sIo fuera una (';specil,'l de,mit9motor paleontolgico, toda claridadqueel
ltima instancia de Ia muerte misma. En este sentido, el cristianismo co~nprendida cabalmente si ~o es bajo Ia forma de una espectrologa.
r y pobl aI mundo de espectros, y toda Ia poltica occdentaI no puede ser ciencia poltica que pueda ser capaz de analizar el espacio poltico que se abre a partir de Ia constitucin de una comunidad espectral podr estar a Ia altura de Ia comprensin espectralidad de nuestro presente. Por eJlo tambin, todo anlisis consedar cuenta de Ia dimensin de cuente de Ia zoopoltica implica necesariamente
deviene ininteligible. En este sentido, eI espectro encueptra su locus ms propio en.eJ centro de Ia clusula s~creta que s~1a el contrato social que Ios mode';:;s firmaron con su Leviatn. Es imposible pensar en escapar a aIgyn tipo de tecnologa de poder, perq.es. posibIe, en cambio, pensar en alternativas a Ias tecnologas de dominacin. EI animal humano ha clespjegado, precisa~1ente, una panoplia de antropotecn;i~gas para constituirse a s mismo, a su especie y remodelar su entorno ecosistmico y civilizacional. Nir:gn logro deI animal Homo sapiens -como ninguna otra conducta deI reino animal- puede concebirse fuera de un cielio horizonte de tecnolog..as de poder. Es intil pensar que en tiempos pasadosla
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situacin 'fue
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EI nomos de latierra yS tambin z;oopoliticopor naturaleza. En cualquier caso, haya sido o no, el Homo sapiens el responsable
y sera profundamente
ingenuo pens~r
eliminacin de los neandertales, 10 cierto es que, una vez liberado el espacio, el animal humano prevaleciente conquist enteramente el ecosistema hasta causar Ia desaparicin completa de muchas de Ias especies de mamferos de Ias que se alimentaba deI hombrecomo cazador-recolector. Esta catstrofe ecosistmica -sin duda, arel primeI' acto probado de zoopoltica de exterminio de otras especies por parte condujo aI desarrollo de una primera tcnica de intervencin tificial sobre el espacio natural: Ia agricultura; y con ella tuvo lugar el alba de los asentamientos humanos, que daran inicio a una historia que an estamos el tratando de descifrar. Cuando el hombre se hizo cazador produjo Ia anquiIacin de especies enteras, y cuando se hizo agricultor cambi irreversiblemente ecosistema planetario hasta Ilegal', inexorablemente, por el aumento exponencial
que el futuro deparar el fin de Ia voluntad de tomar Ia direccin y el control delas formas de Ias antropotecnologas dominantes. Los paleo-bilogos han demostrado cmo, hace aproximadamente 42.000 anos, el Homo sapiens migr desde su origen en el este de frica hacia Ia zona geogrfica que hoy conocemos como eI Asia. Cuando Jleg all, no obstante, encontr que no estaba solo. EI territorio se hallaba ocupado por una comunidad, numricamente mayor, de Ios llamados hombres de Neandertal. Hoy parece un hecho casi indiscutible para los expertos que ambos gneros de mamferos hombres cohabitaronjuntos hibridacin durante miIenios, llegando incluso a producirse una gentica de Ia que somos an herederos. I Sin embargo, en cierto de Ia faz de Ia tielTa. Los
2
DAlTON,
R., "Neanderthals
c.,
DAVIS,
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i/5
de Ias antropotecnologias
Dicho en otros trminos que no son los de Lvi-Strauss: Ia politizacin de Ia vida que dio origen ai devenir histrico dei animal humano, con sus complejas antropotecnologias que se extiendieron hasta dominar completamente el entorno, hacindolo progresivamente cada vez ms tcnico, inevitablemente artificial y humano, slo puede conducira una sola via de salida de Ia saturacin biosistmica: Ia extincin masiva dei Homo sapiens con el consiguiente desarrollo de un nuevo ecosistema de vida que prescindir completamente de l" hasta que, en los eones venideros, e! universo mismo se desintegre en su totalidad. En este! sentido, puede verse cui seria el otro espesor y sentido posible deI mitologema dei fin de Ia historia y dei hombre, uno no previsto por los filsofos dei optimismo\ metafisico hegeliano. En efecto, el proyecto que aqui defendemos se aleja, en sus premisas fundamentales, de ia visin hegelo-kojeviana "fin deI hombre"deI "fin dei historia" -y deI consecuente en Ia medida en que dicho proyecto, como 10 ha sefialado un
i
Ia especie se encuentra hoy respecto de su capacidad de arrasar completamente Ia Lichtung que alguna vez le dio origen. En 1955, Claude Lvi-Strauss libros ms lcidamente ginas, el antroplogo Sus conclusiones potencialidades public Tristes Tropiques, acaso uno de sus
J
filosofia deI devenir de Ia especie humana, y de Ia tarea misma dei antroplogo. no son precisamente alentadoras para quienes reivindican Ias Ias costumbres y los de Ia expansiti indefinida deI Homo sapiens: "el mundo co-
usos, que yo habr inventariado en el transcurso de mi vida, son Ia eflorescencia pasajera de una creacin en relacin con Ia cual quiz no posean otro sentido que el de permitir a Ia humanidad cumplir alli su papel".' En este punto, Lvi-Strauss ecosistmica definidos como "culturales": propone una teoria histrica donde Ia fisica dentro de los espacios tradicionalmente termonucleares y atmicos, pasando penetra completamente
filsofo central de nuestra poca, presupone una visin escatolgica, teleolgica y una onto-teo-Iogia de! "nosotros" como unidad deI saber absoluto y de la antropologia, de Dios y deI hombre (y Ias variantes ateas de esta perspectiva no introducen ninguna modificacin sustancial a Ia cuestin). AI contrario, aqui nos apartamos de todas sus premisas en Ia explicacin deI proceso antropogentico y optamos, debido a ello, por utilizar la denominacin de antropotecnologas. Dado que el mesianismo poltico (o, a pesar de todas sus buenas intenciones, Ia "mesianicidad") no constituye Ia salida deI problema sino, aI contrario, Ia aceleracin deI proceso mismo que pretende revertir (i,qu es el mesianismo sino una suerte de entropia introducida voluntariamente en Ia ley que conduce, no a Ia emancipacin de Ia comunidad, sino a una inusitada y teratolgica mutacin de su naturaleza?), el fin de Ia zoopoltjca, el1 ~ste escenario, slo puede coincidir con el fin de Ia existencia de Ia especi~ hurl1al!a sobre Ia tierra. Desde esta perspectiva, Ia tarea de Ia filosofia no consiste en dirigir un ataque a Ia teologia sino que debe, ai contrario, constituirse a si misma como discurso autnomo de explicacin objetiva dei mundo. En cierto sentido, Ia filosofia no ha dejado de ser, en buena medida, una ancilla modema y contempornea
hasta Ia invencin
de los instrumentos
por el descubrimiento
hombre no ha hecho nada ms que disociar alegremente millares de estructuras para reducirlas a un estado donde ya no son susceptibles de integracin". Desde luego, esta ley gobiema todo el mundo de Ias creaciones humanas: "sin duda ha construido ciudades y ha cultivado campos; pero, cuando se piensa en ello, esas realizaciones son mquinas destinadas a producir inercia a un ritmo y en una proporcin infinitamente ms elevados que Ia cantidad de organizacin que implican. En cuanto a Ias creaciones dei espiritu humano, su sentido slo existe en relacin con ste y se confundirn en el desorden eu ando hayan desaparecido". Universo y mundo humano no son sino un continuum asociado por Ia misma ley csmica de entro pia ineversible. A un punto talllega esta conviccin de LviStrauss que en un momento puede declarar: "antes que 'antropologia' escribir 'entropologia' proceso de desintegracin en sus manifestaciones ms elevadas".5 habra que como nombre de una disciplina dedicada a estudiar este
theologiae siempre protestando contra el Nombre de! Padre. En efecto, es absolutamente inocuo dedicarse a los diversos proyectos de "ateologia" en curso
Cf. un bello Paris, 2005, 4 e importantsimo pp. 11-22. en castellano: comenta rio ai mismo en HARTOG, F.,
es, precisamente,
LEVI-STRAUSS, c.,
Tristes Tropiques, Paris, 1955 [edicin 1988, pp. 466-467J. Tristes Tropiques ..., op. dt., p. 467.
LEVI-STRAUSS,c.,
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EPflOGO
Fabin
luduefia
Romandini
logema central Ia muerte deI Dios como forma de su instauraein antropotecnologia predominante.
plena como
Ia apuesta deI filsofo alemn en Ia bsqueda de una cultura "tecno-humanista,,7 dado que, aun admitiendo Ia posibilidad extrema de un mundo de mquinas inteligentes, nada hace presuponer que, una vez que Ias mismas desarrollen algn tipo de conciencia, sta debiera ser "humana" en sus formas. Si alguna vez se despielia alguna conciencia maquinal (y ya esta constatacin presunta implica -Iejos estam os de ello- que existe una comprensin filosfica clara de aquello que se !lama conciencia), sta ser completamente desconocida y se podr hablar, quiz, de un nuevo tipo de especie complemente deI fin de Ia zoopolitica y aI nacimiento de un mundo tecno-poltico estricto donde, probablemente, desligada en sentido de su predecesor en el animal humano. En ese punto, se asistira a otra variante habria poco espaeio para los seres humanos que
La filosofia puede, no obstante, estudiar a Ia teologia desde Ia perspectiva de una rigurosa ciencia deI mito en tanto y en cuanto ste tiene una eficacia performativa particular sobre eJ curso deI mundo. Las bases de semejante ciencia estn an por establecerse, si bien los trabajos de Emanuele Coceia en esa direccin son de una importancia decisiva. Cuanto ms se declara Ia muerte de Dios, ms el mundo se cristianiza hasta en sus ltimos rincones, 10cual, desde luego, no quiere decir que de una religin judia de Ia trascendeneia se pase a una religin de Ia inmaneneia (gracias a Ia aportacin gnstica que el cristianismo absorvera negativizndola) puesto que, en realidad, Ia distincin misma entre transcendentalidad e inmanencia como campos separables (aunque interconectados) teolgico-jurdica es el resultado de una operacin
podran pasar, rpidamente"a engrosar Ia lista de los candidatos a Ia extincin. En efecto, en este segundo escenario, no hay ninguna razn para suponer algn tipo de continuidad necesaria entre Ia vida desalTollada a partir de los compuestos de Ia qumica biolgica y aquella constitui da enteramente a partir de un origen sinttico. Ni siquiera es seguro que Ias palabras vida o politica puedan entonces retenerse como formas denotativas comunes de Ia condicin ontoIgica de los seres de lenguaje, que entonces tendria que expandir su conjunto de perteneneia hasta incluir a Ias eiber-inteligencias. Los desanollos de Ias antropotecnologas coinciden con el proceso mismo de hominizacin y con Ia historia de Ia especie hasta sus ms complejas formaciones
!levada adelante sobre el discurso, mucho ms complejo en este no es, por s sola,
sentido y a pesar de 10 que pueda creerse a primera vista, de Ia filosofia antigua. Por 10 tanto, si Ia crtica aI absolutismo de Ia transcendencia una via regia de acceso a Ia filosofia, tampoco 10 es Ia critica a Ia inmanencia, dado que ambas instancias juegan de un modo particular pero complementario en el mitomotor cristiano. En este punto, Ia filosofia por venir deber repensar completamente absoluto. Ias formas de estas categorias de transcendencia, inmanencia y
Los transhumanistas
muchos biotecnlogos y especialistas en A.I., tienen una visin ms optimista dei porvenir deI hombre dado que, finalmente, piensan que Ias tecnologas se desarrolJarn exponenciaImente con Ia suficiente rapidez antes de a1canzar el punto se conseguir y, critico de Ia extincin de Ia especie humana y, consiguientemente,
actuales, y Ia zoopolitica ha existido aI menos desde que el animal humano se confront con Ia Lichtung. Si debemos pensar de qu modo puede concebirse una antropotecnoIoga que no se resuelva en tecnologa de Ia dominacin y que, a Ia vez, abandone Ia ilusin de transcender el animal que somos a los fines de entregarse aI proyecto de fabricacin de aquello que se denomina "hombre", estaramos frente a una mutacin de Ias tcnicas de autopoiesis de Ia especie con el propsito de que stas dejen de ser, precisamente, antropo-tecnologas para con~ertirse en tecnologias cle~odela~in de un tiJjo no-h~mano de serau"i1l1,!1 qu~ sea capaz de explorat aut~nticamente Ias posibilidades deI mundo existente por fuera de Ia conciencia humana, mundo que se halla ampliamente pobIado de sensibles externos y de "objetos"puros. En este sentido, Ia gnoseologa deberia ser completamente redefinida para que, en paralelo con Ia eticidad, sea capaz
revertir el proceso, refinar Ias antropotecnologias hasta grados insospechados en ltima instancia, subir Ia apuesta y colonizar el universo en su totalidad. los post-humanistas descansa, paradjicamente, en presupuestos
Sin embargo, como ha sido sefialado, todo el proyecto de buena parte de estrictamente se prehumanistas, dado que cuando advenga el momento -que continuamente
dice como ms cercano- en que Ias mquinas desan-ollen una conciencia propia, entonces, s ta ser enteramente modelada segn el patrn humano que le dio origen. EI transfondo filosfico de esta posicin es an suscripta por pensadores como Peter Sloterdijk, quien puede dictar el acta de defuncin deI "humanismo clsico" aI mismo tiempo que sostiene que "es necesario volverse cibernticos
de este proyecto, cf. SLOTERDIJK, P., Nieht gerettet. Versuehe naeh Heidegger,
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deI espiritu y de Ia objetividad absoluta deI mundo no-humano. es posible para explorar Ia in-humanidad deI otrora filosfico deI mundo fsico (en animal humano: por un lado, el conocimiento los procesos extra-humanos
que, por otro lado, nunca dejamos de ser, como si es pensada como huida hacia delante, centrando Ias esperanzas en Ia fusin de Ia vida biolgica con diversas fonuas tecnolgicas. En todos Ias casos, Ias peligros habrn de multiplicarse econmicos y socio-polticos y Ias riesgos aumentarn. Los cambias tcnico-biolgicos,
el sentido aristotlico" y tambin moderno) y, por otro lado, Ia comprensin de que subyacen en Ia dimensin deI pensar y que no deben confundirse con ninguna instancia pre-individual como forma deficitaria de subjetividad. En este punto, una analtica espectral ser un primer modo posible de comenzara internarse por ese camino en una investigacin futura. Dentro de un proyecto'semejante, Ia nocin de supervivencia deber desempenar un papel de primer orden a pesar de aqui le estamos dando un sentido muy diferente deI que adquiri en Ia escuela derrideana, si bien, por otro lado, conservar con aquI una conflictiva relacin.9 Esto no implica, desde luego, el acceso a un paraiso mesinico deI "uso" o a una tica que garantice Ia imposibilidad adherir. Las tecnologias de todo dominio sobre Ia zoe. Perspectivas de este gnero implican un optimismo aI cualno hay ninguna razn para aplicadas sobre Ia vida han sido, y seguirn siendo, el sobre el devenir tico-biolgico y poltico camino que recorrer Homo. En este sentido, Ia zootecnia, entendida aqui como Ias diversas formas de intervencin de Ia propia vida animal de Homo, ser imposible de detener y define, en este sentido, un camino ineluctable. DeI mismo modo, nada garantiza que el mundo natural en su unidad orgnica reserve ningn refugio seguro para Homo (i,Puede darse por sentada Ia eficacia de una tica fundada enla naturaleza?). Asimismo, el_~~ch? de que esta dimensin zootcnica origi~aria d.e Homo no se resueIva en un futuro posible integramente eu una antropo~-tec~ol0is,ia, como ha sido elcaso ningn reaseis,uro contra Ias tecnologias hasta el p~esente, no implicaen!lbsoluto
que pueda
sufrir Ia humanidad en un futuro que contempla desde el cambio de especie para sus individuos hasta una extincin exgena o endgena, condicionada por Ia naturaleza o autoinducida, implicarn siempre una multiplicacin o, por 10 menos, a una mutacin sustancial de Ias tecnoIogas de poder, y por 10 tanto Ia necesidad deI filosofar como nica herramienta de acceso, temporario y fragmentario, algn tipo de fuera deI poder. Aun si es posible pensar que Ia filosofia no sea slo una actividad propia deI hombre sino una forma especial de direccionalidad de 10 vivi ente que tiene Ia potencialidad de transcender su propio sustrato de origen y tener lugar alIi donde haya pensamiento, es un autntica tarea filosfica (con todos los riesgos
que esto implica) el explorar sobre bases completamente nuevas el espacio de 10 viviente as como de 10 inerte, de 10 orgnico como de 10 inorgnico. i,Ser, tal vez, necesario abandonar tambin el prejuicio ltimo a favor de 10 viviente? i,Ser, acaso, 10 viviente el ltimo refugio de Ia onto-teo-Ioga clsica? Este libro, que comenz como una exploracin filosfica por caminos histricos de algunos arquetipos constitutivos deI mundo humano, debe finalizar abandonando Ia historia para salir, por fin y con toda incertidumbre, hacia un espacio no-antrpico.
de dominacin. Se puedeperfectamente90ncebir un mundo "impersonal" que sea una pesadilIa, as comoun mundo no-hu~ano que d~spierte nostalgi~d-eI antiguo mundo deI Horno sapiens. _ N.iI1..guna tica~.nmica de Ia vida erranteserjams suficiente p'ara impedir
que Ias tecnologas de poder inherentes aI devenir zoot.cnicoclef!omo se transfOrJl1en en un ilstru!?ento de sujecin. Ninguna biopoltica afirmativa tampoco ser suficiente, tanto si sta es concebida como un paso atrs hacia una animalidad
8
9
(f. un esbozo inicial dei proyecto en lUDUE~A ROMANDINI, F., "Eternidad, In BADIOU,A., espectralidad, ontologia:
En este sentido,
pp.9-39.
trans-objetual';
224
EPllOGO
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Apndice.
---
Katchon ---
parte de Ia teora poltica, desde el medioevo hasta el presente, ha intentado fundar Ia legitimidad o Ia ilegitimidad de todo poder constituido. Antes de interrogamos sobre el pasaje en cuestin debemos tener en cuenta el contexto en el cual ste ha podido ser enunciado. Bajo los tiempos de Ia dominacin romana sobre Jemsaln, un auto-proclamado e ignoto Mesas llamado Jess de Nazareth, ai frente de un de destinados a instaurar el Reino de Dios (basilea tOll grupo de doce mandatarios (apstoloi), anuncia Ia llegada y el cumplimiento los tiempos escatolgicos
theo). Sus doce apstoles, ai mismo tiempo, estn designados para constituirse en jueces y gobernar sobre el pueblo de Israel: "os sentaris sobre tronos (ep thrnous) parajuzgar est en marcha: es hermenutica
10
(krnontes) a Ias doce trbus de Israel" [Lucas 22,30]. Un (en el sentido estrictamente tcnico de Ia palabra) mnimo que puede decirse, aun cuando muchas veces Ia
movimiento revolucionario
dad mayor, sin embargo, es establecer contra quin iba dirigida esta revolucin y cul era su naturaleza exacta: <',contra el mundo judo deI Templo o contra el Imperio romano? Contra ambos, probablemente. EI origen judio de esta proclamacin teolgico-poltica es, no obstante, indiscutible, y Ia expresin misma "reino de los cielos" (basilea tn ourann) utilizada por el apstol Mateo se hacia eco de una tradicin juda en Ia que "cielos" era el equivalente de "Di os".
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de
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i,Se trataba, entonces, de un reino sobrenatural, nlera de este mundo? Ungido para gobemar por encima deI poder de los ngeles, su reino es, sin embargo, muy concreto y conlleva el final de todos los poderes terrenales, tanto deI judIo como deI romano. La declaracin "mi reino no es de este mundo" [Juan 18, 36] no significa que se trataba de un reino alienado de este mundo o sin relacin con l. AI contrario, como hemos visto, el Reino es el paradigma mitolgico y Ia surgente ltima dei arquetipo de un poder que no tardar en comenzar a secularizarse. Con el mismo gesto con el que proclama Ia nueva soberanIa que,1segn su
I
bajo Ia forma de una segunda parousa y, por el1o, los Apstoles permanecen en Jerusaln dispuestos a tomar sus lugares eminentes de jueces y gobernadores en Ia nueva ciudad de Dios. No pasa demasiado tiempo hasta que los Doce tienen deIante de si el mismo drama que el de su Mesias: Ia segunda parousa se retrasa y el "dia deI Sefor" (hemra toLkurlou) no l1ega. Desde luego, a diferencia de Ia que pensaba Scholem, los apstoles no resuelven este dilema "interiorizando" aI contrario, radicalizndolo EI milagro de Pentecosts y subiendo exponencialmente el mesianismo sino, Ia apuesta pblica. de Ia salida
perspectiva, ya ha comenzado a descender sobre los hombres a partir deI accionar de Juan el Bautista, critica Ia tradicin davidica: "el nuevo Mesias sefala el fin deI poder de los ngeles sobre Ias naciones y el fin deI carcter 'nacional' deI mesianismo. EI fin deI poder de los ngeles es el fin de todos los pueblos Sin embargo, (ethne), tambin y sobretodo, de aquel que habia sido elegido".'
deI bloqueo mesinico en que se encontraban los discpulos; el Espiritu Santo se apodera de ellos y el mensaje divino es transmitido en todas Ias lenguas deI mundo: "[ ... ] cada uno de nosotros los oimos en nuestra propia lengua nativa. Partos, medos y elamitas; los que habitamos en Mesopotamia, Judea, Capadocia, el Ponto, Asia, Frigia, Panfilia, Egipto, Ia parte de Libia fronteriza con Cirene, los romanos residentes aqui, tanto judias como proslitos, Apstoles 2, 8-11]. sefala el final deI hebreo como lengua sagrada a escala planetaria. La Iglesia eneuentra aqu su La~)(pansin de Ia buena nueva requiere de que deI cretenses y rabes, Ias oimos proclamar en nuestras lenguas ias maravillas de Dios" [Hechos de los EI episodio de Pentecosts misin que deba extenderse
este nuevo Reino es de un carcter particular porque sus rasgos se constituyen a partir de Ia desactivacin de los poderes precedentes. La nueva sq,bera.tlia slo puede establecerse mediante Ia deconstruccin de todos Ios poderes que Ia ant~cedieron: "el reino (basilela) est dentro de vosotros (ents humn) y fueta de vosotros (exts humn)" [Ev. Toms 3, 3; Nag Hammadi lI, 2]. Como puede verse, ya en Jess mismo operaba 10 que Seholem pretenda establecer como una supuesta distincin clasificatoria entre "exteriorizacin" o "interiorizacin" deI Y mesianismo en el judasmo y en el cristianismo respectivamente.2 El movimiento de Jess ya implicaba, en sus propias races, ambas formas de mesianismo. el carcter pblico deI nuevo Reino se fundaba, paradjicamente, lacin profundamente 10 privado, como esferas polticas eonstitutivas, en su formupor Ia
de los apstoles y el comienzo de Ia predicaein fuera deI mundo judia, en una lugar estructural de nacimiento:
uml nueva estructura eomunitaria y administrativa de tipo teolgico-poltico eo~dujo finalmente ,aI ~stableeirnlento
"""';'h:~ ,.,'
o,". '."_', 'o
carisma mesinieoprimitivl. La 19lesia no es, en este sentido, una estructura antimesinica sino, primordialmente, Ia encargada de exportar Ia lgica mesinica hasta el ltimo rincn de Ia Tierra con el fin de producir el advenimiento deI Reino, deI cual su burocracia anunciadora Jess-Mesas, de 10 por-venir. esperaban una inmediata instauracin deI Reino pleno de Dios? eficaces ha sido el mito 10gema enunciado 2, 3-8:5 cultual terrestre es slo Ia cifra imperfecta pero
naturaleza misma de Ia predicacin de Jess-Mesas. Sin embargo, el Reino demora en Ilegar y Ia crisis se precipita. El propio Rey Jess decide Ilevar adelante un ltimo gesto poltico: morir para apresurar el advenimiento Rey -mediante slidamente deI Reino. De acuerdo con el mito, ya muerto y resucitado el Ia resignificacin de una tradicin deI MesIas sufriente muy
i,Cmo explicar esto a Ia multitud de seguidores que, luego de Ia muerte de Una de Ias tentativas ms oscuraspero
(OCCIA, E., "I Vangeli canonici'; in AGAMBEN, G. - (OCClA, E., Ange/i. Ebraismo Cristianesimo /s/am, Vincenza, Neri Pozza, 2010, p. 602. 2 SCHOLEM, G., "Towards an Understanding ofthe Messianic Idea in Judaism" (1959), in The Messianic /dea in Judaism and Other Essays on Jewish Spirituality, New York, 1971, pp. 1-35. 3 Sobre Ia tradicin dell/Mesas sufriente hijo de Jos" cf. KLAUSNER, J., The Messianic idea in israel. From its Beginning to the Comp/etion ofthe Mishnah, NewYork, 1955, p. 483 Y 55.
Existe an un fuerte debate entre 105 fillogos bblicos respecto dei carcter pseudo-epigrfico de 2 Tes. Si bien este problema no afecta ai anlisis que aqu proponemos dei texto, cf. para una reciente defensa de Ia autenticidad dei texto pauiino, MALHERBE, A.J., The Letters to the Thes5a/onians, New York, 2000, pp. 364-370.
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Sin embargo, ninguna de Ias dos posiciones puede ser debidamente justificada. En principio, i,es posible pensar que el katchon sea una fuerza negativa? Esta hiptesis parece insostenible por el simple hecho de que implicara, entonces, que dos fuerzas deI mal se enfrentaran entre s (katchon y nomos), una reteniendo a Ia otra, 10 cual, simplemente carece de sentido' (y Ia solucin propu esta por En consecuencia, debemos consi-
tasa y l11anifestarse el hombre de Ia anomia, el hijo de Ia perdicin, [2.4] el que se enfrenta y se alza contra todo
10
instalarse I mismo en el tempo de Dios mostrndose a si l11ismocomo Dios. [2.5] i,No recordis que cuando estaba entre vosotros sola deciros estas cosas? [2.6] Ahora sabis qu es
10
que
10
tiempo. [2.7] Pues, en efecto, el msterio de Ia anomia ya est en acto, slo hasta que el que 10 retiene (ho katchn) sea quitado de en medio. [2.8] Entonces ser puesto aI descubierto el sin-Iey (nomos), aI que el Sefor destruir con el soplo de su boca y har inoperante con Ia aparicin de su presencia [...]. Este texto presenta aI menos tres interrogantes que Ia tradicin no ha podido resolver satisfactoriamente. i,Cul es Ia identidad deI katchon (tanto en su Ia fuerza qui tenet, forma neutra cuanto como participio activo sustantivado), nomos que menciona el texto?" Para Carl Schmitt, kat-chon significa "Ia fuerza histrica que es capaz de detener Ia aparicin deI anticristo y eI fin deI en presente". Por ello, "eI imprio de Ia Edad Media cristiana perdura mientras permanece activa Ia idea deI Katchon".7 Como puede verse, Schmitt considera aI katchon como una fuerza positiva, coincidente tica de Ia patrstica. con el Imperio, capaz de detener Ia fuerza anrquica deI a toda Ia tradicin dogmtambin Recientemente, Giorgio Agamben ha propuesto nomos, deI Anticristo y asigna esta interpretacin
derar, con Schmitt, que el katchon es una fuerza positiva, pero, a diferencia deI jurista alemn, no es posible pensar que sta coincida con el Imperio romano ni con ningn otro poder constituido de Ias "naciones". En este sentido, es necesario recordar que, aI contrario de muchos exgetas contemporneos, los romanos haban advertido inmediatamente que Ia accin misionera de Pablo tena un carcter eminentemente poltico, ya que presentaba a un Emperador mesinico que rivalizaba en el poder con su par romano (esto 10 atestigua el hecho mismo de que se utilice Ia palabraKyrios para designar a Jess cuando esta denominacin perteneca aI vocabulario jurdico propio deI culto deI Emperador romano). EI apstol dice adems, claramente, a Ia comunidad de Tesalnica, que Ia rui na sobrevendr para quienes apuesten a Ia "paz y seguridad" [I Tes. 5,3] en una clara alusin polmica contra Ia propaganda cultual imperial que haba hecho de estas nociones sus pilares polticos.'Q Por esta razn, los judios de Tesalnica califican a Pablo y aI movimiento por l liderado como aquellos "que han revolucionado oikoumngn anastatsantes)" [Hechos de Ios Apstoles el mundo romano (tgn 17,6]. Aqu; el trmino
que retrasa el fin de Ios tiempos? i,Cmo debe ser interpretado e identificado el
"oikumng" no significa tan slo y de modo genrico "mundo" -10 cual no sera poco- sino que, claramente, en tiempos de Pablo este trmino tambin estaba ineluctablemente asociado aI culto deI Emperador aI que se 10 designaba con el ttulo de "ho agaths damQn tgs oikoumengs" [Papiro Oxy. 1021.5]. Por otro lado, el propio Pablo utilizaba el trmino poltico de "oikumng" para designar el Reino mesinico en un gesto abiertamente polmico para con los romanos [Epstola a los Hebreos 2, 5]. Por ello, los habitantes de Tesalnica quieren !levar aIos cristianos "ante los magistrados de Ia ciudad (epi tous politrchas)" [Hechos de los Apstoles 17, 6] acusndolos de actuar contra Ios decretos deI Emperador ("tQn dogmtQn Kasaros") puesto que anuncian un Reino (Basila) alternativo [Hechos de los Apstoles 17,7]. En efecto, incluso el terminus tech-
identificar ai nomos con el Anticristo, pero, aI contrario de Schmitt, considera aI Katchon como una fuerza negativa (el Imperio "o toda autoridad constituida") "que se opone y esconde Ia katrgesis, eI estado de anoma tendencial que caracteriza eI tiempo mesinico y, en ese sentido, retrasa el desvelamiento 'misterio de Ia anoma'. EI desvelamiento deI de este misterio significa Ia aparacin
RIGAUX, B., Saint Paul: les pitres aux Thessaloniciens, Paris, 1956, pp. 259-280, proporciona una lista de aigunas de Ias identificaciones histricas de ambas figuras hasta Ia fecha de Ia redaccin de su comentario exegtico. Para un anllsis detallado de Ia historia de Ias interpretaciones fiiolgicas dei pasaje en cuestin, cf. LUDUE~A ROMANDINI, F.,"EI Anticristo y ellmperio: utopia y salvacin en el pensamiento de Tommaso Campanella'; in Morena, vaI. 45 (174), Paris, 2008, pp. 97-129.
SCHMITT, c., Die Nomos der Erde im Volkerreeht desJus Publicum Europaeum, Koln, 1950, en particuiar el apartado "Das christliche Reich ais Aufhalter'; pp. 2832. AGAMBEN, G., 1Itempo ehe resta. Un commento alia Lettera ai Romani, Torino, 2000 [edicin en
9 10
Cf. MARSHAll,I. J., 7 and 2 Thessalonians, New Century Bibie Commentary, London, 1983, p. 199. WENGST, K" "Pax romana': Ansprueh und Wirkliehkeit. Erfahrung und Warhnehmungen bei Jesus und im Urehristentum, Mnchen, 1986, pp. 1936. des Friedens
castellano; EItiempo que resta. Comentario a Ia Carta a Ias Romanos, Madrid, 2006, p. 110).
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nicus de apntf.sis con el cual Pablo designa el retomo escatolgico deI Mesias, originariamente perfectamente y de soberania. Es decir que es imposible pensar, como 10 haca Schmitt, que Pablo enmascarase, debajo de una figura positiva como el katchon, dado que l, precisamente, debia reemplazarlo, jurdico-poltico justamente, pero cuyos contornos aI Imperio Romano quera instaurar un paradjico Reino alternativo que estaban calcados deI vocabulario buscaba abolir. Pero tambin, el mesianismo era una desigancin reservada a ias recepciones imperiales, II originaria deI movimiento cristiano era percibida tanto por los romanos como por los judos, y para todos Como puede verse, Ia politicidad
Aqui tambin Ias evidencias muestran, ms bien, otra realidad mucho ms compleja. Las recientes investigaciones de Gian Luca Potest han querido mostrar que el concepto de Anticristo como enemigo de Ias tiempos deI fin se haya deI todo ausente dei canon neotestamentario, y que es slo Ia invencin retrica _y post-evanglicade los primeros Padres." La designacin de "antchristoi",
en e! mundo antiguo estaba claro que el Reino implicaba una cuestin de poder
en plural y en minscula, que aparece en Ia Primera Epstola de San Juan 2,18 slo designa, de hecho, aios enemigos herticos de Ia comunidad cristiana y no aI gran adversario de Cristo. Sin embargo, esta hiptesis de Potest es tambin de! todo insuficiente dado que tiene Ia desventaja de eliminar completamente el nexo entre el judasmo y el cristianismo, haciendo de este ltimo el exclusivo inventor de Ia novedad absoluta deI Anticristo, 10cual no parece estar enteramente respaldado por Ias fuentes. En efecto, el nombre de Beliar [2 Corintios 6, 15], como jefe de los espiritus malignos, ya designaba en fuentes anteriores a una forma de oponente mesinico, y es muy probable que el nomos (sin-Iey) de 2 Tesalonicenses 2 sea una interpretacin de bly'l como beliy'ol, es decir, "sin yugo (de Ia Ley)",'4 con 10 cual estaramos frente a una figura de origen claramente judio. Asimismo, el "misterio de Ia anoma" tiene su cOlTelato en algunos textos qumrnicos 1QM 14, 19-, Y Ias caractersticas -por ejemplo, deI nomos descripto por Pablo se hallan
a diferencia
una ambicin mucho ms profunda y compleja de rivalizar con el Imperio -sin querer destruirlo [Romanos 13,1]- a los fines de propiciar un nuevo tipo indito de Basilea. Por otro lado, Ia posibilidad de considerar aI katchon como una alusin negativa aI Imperio -como hace Agamben- traera aparejado el hecho de que Pablo desease simultnea y fervientemente anhelase Ia destruccin Ia aparicin deI nomos, deI sin-Iey, que aque1la fuerza buscaba detener; pero esto implicara entonces que tambin que sta traera consigo, 10 cual, en principio, parece una hiptesis altamente poco probable. En este sentido, quiz haya que pensar ms bien en una suerte de "intoxication du rseau" donde el katchon -aunque de connotacin favorabIeno tendria ningn referente concreto por parte deI Apstol sino que reflejara todo un abanico simblico posible (una infinidad de referentes virtuales) entre los oyentes.'2 Ahora bien, a diferencia de Schmitt y Agamben, podemos decir que el katchon en ningn caso, ni positiva ni negativamente, ms a1l de Ia pluralidad de posibles significados representaba a un Imperio que cabra adjudicarle, su con el que Pablo mantena, de todos modos, complejas relaciones. Sin embargo, funcin no deja lugar a duda: contiene Ia 1Iegada deI nomos. Otra vez, Schmitt y Agamben no vacilan en asimilar aI nomos con el Anticristo. Sin embargo, i,es vlida dicha asimilacin?
presentes en 4Q246 como aqul que ocupar el trono mesinico para hacerse venerar como el Altisimo hasta que sea finalmente derrotado, en este caso, por el propio pueblo de Israel. De todas maneras, es muy probable que tanto los textos de Ia comunidad dei Mar Muerto como el de Pablo deriven de fuentes comunes ms antiguas.15 Con todo, 10 cierto es que muchos de los rasgos de Ia figura antimesinica ya se ha1laban claramente presentes enla apocalptica judia aun si no lIevaban, todavia, el nombre especfico de Anti-cristo. Incluso Ia intervencin de un Enviado divino para destruir a Ias fuerzas desencadenadas de Ias tiempos est perfectamente deI mal en el fin atestiguada por textos como el Testamento de
2.16
.13 14
2005. 1981,
Antiehrist
in a Fragment
from Qumran';
in
Immanue/10
(1980),
pp.
fr systematische
31-37.
CARlSON, D.C., "Vengeanee and Angelie Mediation in 'Testament of Moses' 9 and 10'; in
ss. c., Mtamorphoses de l'Antchrist chez les Peres de rglise, Paris, 2005, pp. 51-60.
)ournal of
BADllITA,
8iblicalLiterature,
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En efecto, Potest tiene razn en pensar que el Anticristo es una invencin retrica de Ireneo de Lyonl7 slo si se admite que esta invencin no es nicamente el fruto de diversas circunstancias histricas ms o menos fortuitas (como el martirio o Ia persecucin) sino que el obispo cristiano moviliz un acervo
respecto deI diablo que "no es l quien ha instituido los reinos de este mundo, sino Dios" (V, 24, 1), basndose para esto en Ia Epstola a los Romanos 13, 1 que es aqu leda como un texto que establece que todos los poderes existentes han sido instituidos por Dios y por 10 tanto deben ser obedecidos.'o Como senala Ireneo, es Dios quien establece aIos reyes segn los planes de su Providencia: algunos para el beneficio de sus sbditos y Ia preservacin de lajusticia, para el castigo y Ia decepcin de los pueblos que as 10 merecen y otros [V, 24, 3],
mitolgico que en mucho 10 antecedia en el mundo judo (y helnico), actuando, de ese modo, como catalizador de un conjunto de tradiciones apocalpticas precedentes.
IR
Esta posicin favorable a Ia permanencia de los poderes temporales convive en Ireneo con Ia interpretacin cristiana de Ias profecias de Daniel sobre 10s 2. Ahora bien, si Pablo no identificaba aI katchon con el Imperio ni el nomos era todava plenamente el Anticristo, (,cmo se producen esas asimilaciones que llegarn -de modo ideolgicamente da? La historia teolgico-poltica opuesto- hasta Schmitt y Agamben? Dicho de otro modo, (,qu es un Anti-cristo dentro de Ia tradicin cristiana consolidade Ia identificacin deI nomos de Ia Segunda Epstola a los Tesalonicenses con el Anticristo comienza efectivamente entonces con Ireneo de Lyn. En su tratado Adversus Haereses. podemos Ieer: Dei cual [en referencia ai Anticristo] el Apstol dice en su Segunda Epstola a los Tesalonicenses: "Es necesario que venga primero Ia apostasfa y se revele el hombre dei pecado (homo peccati) el hijo de Iaperdicin, el adversa rio (qui adversatur) aquel que se eleva por encima de todo aque!lo que se !lama dias u objeto de culto, hasta sentarse en caUdad de Dias en el templo de Dias, presentndose a si mismo como Dias". EI Apstol ndica de modo evidente tanto Ia apostasia de! Antcristo como el hecho de que ste se elevar por encma de todo aquello que se llama Dias u objeto de culto [...] y que intentar de un modo tirnico hacerse pasar por Dios.19 Ireneo identifica plenamente aI Anticristo con Ia apostasa, y eleva aI primero ai rango de fIgura anti-mesinica por excelencia. Sin embargo, nunca identifica Ireneo aI Imperio romano con el Anticristo. Muy por el contrario, Ireneo piensa
20 En este punto alabado es interesante seialar que Melitn de Sardes, citado por Eusebio de Cesarea, ya haba Ias bases de Ia identificacin de Ia pax Ia posicin
cuatro Imperios. De hecho, Ireneo dir que Juan y Daniel han predicho Ia disolucin deI Imperio romano [V, 26, I, 3], una opinin que encontrar apoyo tambin en otros textos bblicos [V, 26, I: "Quoniam autem oportet dividi regnum et sic deperire. Dominus ait: omne regnum divisum in se desolabitur, et omnis civitas vel domus divisa in se n071stabit, Mat. 12, 25"]. Cristo, dir lreneo, destnlr los "reinos temporales" para traer el "reino eterno" pero, hasta tanto no llegue ese final, los reinos subsisten por Ia providencia y son el resultado de su despliegue.21 En ese sentido, el Anticristo es enviado por el diablo mismo y concentra en l todas Ias potencias deI mal. Es una suerte de Doppelgestalt22 (doble figura), un Mesas maligno que, en su apariencia idntico aI Mesas bueno, engana aIos hombres introduciendo un perodo de absoluta anomia y destruccin hacindose
ai poder romano
christiana
de Justino Ia paz.
con Ia pax
a Orgenes el ejemplo
a 105 poderes
17
En esa perspectiva
es ya precedido
por JENKS,G.c.,
Antichrist
terrae nostrae, et vectigalia negotiatinis nostrae. Et quid dica, de nobis? Exaetus est tributum etiam Daminus noster Jesus Christus in carne positus: quod idcireo se dicit exsolvere, non quod debitor sit, sed ne scanda/izet eos". Victorino, ai contrario de Orgenes y siguiendo a Cipriano (Domin. Orat.
13,19), haba hecho dellmperio romano. en AGUSTfNDEHIPONA, De civitate dei el principal adversario de Cristo y haba identificado ai Anticristo con el emperador
Una posicin
que an persiste
estamental
19
eligi a 105 romanos para ser titulares con vistas ai commune bonum. 22 Tomamos esta expresin, aunque
en un sentido
diferente
ai original,
de VAN DERWOUDE,
Die Mes-
A-B),
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i~'i1
una de Ias formas ms acabadas de legitimacin de los poderes dei Estado.26 De pasar por el Cristo.'] En el cristianismo, entonces, el Rey mesinico tien.e..~I~a necesidad estructural de un doble soberano mali~no aI cual vencer en un~ batal1a final? dado que sta es Ia nica manera de sel1ar definitivamente el combat~.p'or el dominio deI Universo. Asi, Dios y el satnico prncipe anglico se enfrentan por medio de sus enviados (Cristo y Anti-Cristo) en una conflagracin para decidir sobre el definitivo gobiemo deI mundo. EI triunfo deI Mesias sefala el fin deI gobierno anglico y Ia instauracin de un nuevo Reino de caractersticas absolutamente dependencia novedosas respecto de Ias "naciones" precedentes. Esta necesaria estructural entre Mesas y Anti-Mesas es explicitamente "recapitula admitida Es en si mismo de toda Ia aqui que resulte dei todo ingenua (o insostenible) Ia posicin que sostiene que "2 Tesalonicenses 2 no puede servir para fundar una 'doctriana cristiana' dei poder"." AI contrario, nunca se expres con tanta sofisticacin el arcano ltimo de Ia teologia politica cristiana. En cierta medida, el Anticristo representa Ia forma de incluir Ia anomia en Ia praxis dei gobierno divino deI mundo. La anarquia es Ia condicin deI Reino, dado que no hay soberania ejecutable sin anarquia y, en ese sentido, todo pensamiento anrquico tiene que confrontarse con este mitologema fundamental. DeI mismo modo, resulta tambin dei mximo inters que sea Ireneo quien introduce Ia doctrina madura dei Anticristo en el cristianismo, dado que uno de los obispos que ms combati a Ia Gnosis parece no haber percibido que con Ia reintroduccin deI Anti-Mesias en el dogma eclesial, subrepticiamente volva a filtrarse aquello que haba querido ser expulsado: el dualismo iranio. EI enfrentamiento entre el Mesas bondadoso Y el Anti-Mesias maligno es Ia forma en que el cristianismo deja reingresar, inconscientemente, el maniquesmo de Ia lucha entre Ias potencias dei Bien y el Mal dentro de Ia sacra doctrina en Ia cual permanecer, hasta el dia de hoy, como una inquietante huella de aquello
por Ireneo de Lyon cuando escribe que el Anticristo toda Ia apostasa deI diablo (diabolicam apostasiam decir, el acontecimiento
in se recapitulans)"."
histori~ csmica desde Ia cada dei primer ngel hasta elpresente apocalptico. Slo Ia condensacin de toda Ia historia csmica y humana puede permitir verdaderamente el triunfo deI Mesi~s. .'. .' Sinembargo, ms all de esta dependencia estructural de una figura respecto
de Ia otra, an es necesario preguntarse por qu razn Dios deja actuar por tanto tiempo aI Anti-Mesias. ~Por qu no detiene su avance? ~Por qu permite que cause hambre, destruccin, muerte y aJTasamiento de todo cuanto constituye el mundo humano? ~Por qu, en un primer momento, cuando el Mal se presenta, el Ungido mesinico se retira de Ia escena deI mundo y deja hacer a su contra-figura maligna? La respuesta a esta pregunta es fundamentalmente es el mitologema deI Anticristo en su totalidad-, poltica -como 10 y corresponde a Ia naturaleza
que alguna vez se quiso expulsar de Ia Iglesia naciente. Sin embargo, como se puede ver ya en Ireneo, Ia tendencia de Pablo a considerar negativamente ai Imperio romano, a Ia vez que utilizaba el vocabulario
jurdico dei Derecho imperial para delinear los contornos dei nuevo Reino, se transfonn en una herencia ambigua que marc toda Ia tradicin cristiana posterior y permiti tanto Ia posicin favorable a los poderes temporales cuanto Ia contraria. Asi, Tertuliano, un autor capital en Ia tradicin de los comentarios a Ia Segunda Epstola aIos Tesalonicenses, con el Anticristo: identifica claramente aI "hijo de Ia perdicin"
dei Reino por venir: Dios permite Ia total destruccin deI mundo puesto que es Ia nica manera "de volver aI hombre ms apto para la sumisin eterna a Dios (aptabiliorem destruccin eum ad aeternam subjectionem Deo praeparans)".25 absoluta a Dios ser Ia regia, y Ia No es por ello casllal que provoca el Anticristo es Ia forma de sembrar el terror sacro de sus futuros habitantes. En el Reino por venir, Ia obediencia necesario para Ja persuasin
LQuin es el hombre dei pecado, el hijo de Ia perdicin, que debe reveJarse antes de que vuelva el Selior? De acuerdo con nosotros es el Anticristo tal y como se enselia en Ias antiguas y en Ias nuevas profecias."
ISIDORO,Etim%gasVIlI,
De eccJesa etsectis:"Antchristus
appelJatur, deo
26 Cf. por ejemplo, in 27 28 PALAVER, W., "Hobbes and lhe katchon: lhe secularlsalion Contagian. Journa/ af Vo/ence, Mimesis and Cu/ture, Vol. li, Michigan, of sacrificial Chrislianity'; 1995, pp. 57-74.
quia contra Chrstum venturus est. Non, quamodo qudam smp/ces nte//egunt, Antchrstum
dictum quod ante Chrstum venturus st, d est post eum venat Chrstus. Non sc, sed Antichrstus Graece dctur, quod est Latne contrarus Chrsto. aVTl enm Graece in Latino contra sgnficar". 24
IRENEO DELYON,PAIROLOGIAE GRAECAETOMUS VII, PARS SECUNDAAdversus A). 25 IRENEODE LYON,PATROLOGIAE GRAECAETOMUS VII, PARS SECUNDAAdversusHaereses, V, 29, 1 (cal. 1201 B).
SEPTIMI 1954,
Corpus Christianarum,
5eries
Latina,
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Ahora bien, Tertuliano identifica directamente Ia figura deI katchon con el Imperio romano. Sin embargo, aqui se abren dos vias teolgico-polticas diferentes segn los textos que se consideren, aun cuando dicha duplicidad ya estaba presente de un modo ms o menos explcito en Ia obra de Ireneo. Ambas vias marcarn toda Ia reflexin sobre Ia tradicin poltica de Ia doctrina cristiana deI Estado hasta Schmitt y Agamben. Por un lado, si se considera eI tratado acerca de Ia resurreccin de los muertos, Tertuliano dice alli que el katchon no tiene ninguna connotacin positiva y que el Imperio romano que 10 encarna debe ser destruido a los fines de Ia instauracin deI verdadero Reino de Cristo: Puesto que el misterio de Ia anomia ya est en acto hasta que aquel que
10
cumple una funcin positiva, es retomada por Lactancio en casi los mismos trminos que Tertuliano: Delmismo modo, el actual estado de cosas n1Uestraque Ia cada y final deI mundo ocurrirn en breve tiempo, excepto si Roma logra mantenerse, en cuyo caso no parece que haya que temer nada de esta. Pero cuando caiga esta capital delmundo y empiece a Ilegal' su decadencia, de Ia cuaI hablan Ias Sibilas, i,quin puede dudar que ha Ilegado el final de Ia humanidad y deI mundo? EIla es Ia ciudad que todavia 10 mantiene todo, y debemos rogar y suplicar aI Dias deI cielo que, si es posible aplazar Ias previsiones y decisiones, no venga tan pronto como nosotros pensamos ese abominable tirano que trama tales actos de perfidia y que destruir esa luz, con cuya desaparicin caer el propio mundo. JI Tenemos aqui, sin embargo, una posicin mucho ms matizada que Ia completa sumisin ai Imperio que habia pregonado Eusebio de Cesarea cuando estableci lazos indisociables entre Ia pax christiana y Ia pax romana.32 Por otra parte, el Ambrosiaster identifica el comienzo deI misterio de Ia
retiene
[qui tenet] sea quitado de en media, i,de qu otro obstculo se tratara sino deI Imperio romano, cuya cada, fruto de su dispersin en diez reinos, permitir Ia aparicin deI Anticristo proveniente de Ias ruinas mismas de este Imperio?29 Sin embargo, en otras obras de Tertuliano se encuentra una visin favorable a los poderes constituidos, y paliiculannente TeliulianoaI Imperio romano, en Ia medida en
que -y ste es un matiz de importancia fundamental en Ia diferencia entre Ireneo y para Teriuliano es deseable que el final de los tiempos sea pospuesto todo 10 posible, y Ia nica fuerza capaz de retrasar los tiempos escatolgicos (y en este sentido, se trata de una fuerza positiva) es el Imperio romano, por quien propone orar nuestro telogo: Pero tenemos otro motivo mayor para orar por los emperadores, por Ia estabilidad de todo el orbe y deI Imperio y los intereses romanos: sabemos que Ia catstrofe que se cierne sobre todo el universo y el fin mismo de Ias tiempos, que amenaza con horribles calamidades, se retrasan por Ia permanencia dei Imperio romano. Asi es que no queremos pasar por esa experiencia, y, en tanto rogamos que se dilate, favorecemos Ia continuidad de Roma.30 Es en Ia obra de Tertuliano donde se abren por primera vez con toda claridad los caminos que en Ia filosofia poltica occidentaI habrn de identificar aI katchon con el Imperio romano a Ia vez como una fuerza positiva y negativa. Los exgetas posteriores harn hincapi en una U otra tradicin textual deI COlPUS de Tertuliano para fundamentar sus posiciones frente a los poderes terrenales. EI katchon como una fuerza que retarda el fin de los tiempos y que, como tal,
29
iniquidad (mysterium inquitatis) con Nern, y aI katchon con el regnum Romanum que debe ser destruido para que se revele el Anticristo (as i interpreta el autor Ia expresin Donec de mediojiat).3J Juan Crisstomo, en su comentario a Ia Epstola, enfrenta el problema de la identidad del katchon y da cuenta de Ias respuestas histricas aI problema: o bien se trata de Ia gracia deI Espiritu o bien deI Imperio romano (ho[ mn to Pnematos tn chrin phastn, hoi de tim Romaikim archn). Crisstomo dir que si el Apstol hubiese querido referirse aI Espiritu no 10hubiese dicho oscuramente sino con toda claridad. La referencia cOlTesponde, decididamente, aI Imperio romano y el Anticristo, dir Crisstomo, alude a Ia figura de Nern. La oscuridad de Ias palabras de Pablo obedece ala necesidad de no despertar peligrosos enemigos al anunciar Ia necesidad de la destruccin deI Imperio para la l1egada deI Reino.J4 La misma tradicin es
31
Divinarum institutionum,
Patroiogiae Latinae
32
mono-
Der Monotheismus
33
in Epist. B. Pauif ad
Thessaionicenses Secundam, col. 457 A: "Mysterium inquitatis a Nerone inceptum est {. .. ] His enim ministris utitur Satanas, ut interim sub turba deorum ad seducendos homines unius veri Dei manifestatione iiiudat, quamdiu steterit regnum Romanum, hoc est, quod dicit: Donec de medio na!':
TERTUlIANO, De
11).
34
Patroiogiae Graecaetomus
62
in Episto/am Secundam
30
TERTUlIANO, Apoiogeticum
238
APNDICE
Fabin Luduefia
Romandini
I La comunidad
239
":.:!Io:
retomada por Jernimo, quien identifica a Nern con el Anticristo y allmperio con el katchon que retrasa Ia llegada deI Anticristo y deI fin de los tiempos. En Jernimo, el katchon tiene claramente una funcin negativa y el Impcrio debe ser destruido, aunque el apstol, reconoce el autor, no podia decido abiertamente para evitar persecuciones contra Ia 19lesia:
En cualquier caso el katchon no cumple ninguna funcin positiva directa puesto que Agustn le resta a Roma todo peso en Ia historia de Ia salvacin, pel'O tampoco manifiesta el obispo ninguna intencin de otargar aI Imperio una misin escatolgica especial, y pensando de un modo similar a lreneo e Hiplito, defiende Ia instauracin providencial de todos los poderes constituidos. En ese sentido, el fin de los mismos coincidir con el fin de los tiempos pel'o no debido a una causalidad necesaria. Ahora bien, cundo ha de ocurrir ese designio es slo conocido por Dios. Respecto dei mundo bizantino podemos sefalar aqui el comentario de Juan Damasceno, quien identifica aI misterio de Ia iniquidad con Ias doctrinas herticas y ai katchon con el Imperio romano que debe ser eliminado para posibilitar Ia venida dei Anticristo.J" En Ia redaccin siraca dei Pseudo-Metodio, como ha hecho notar Gian Lllca Potest, el trmino "Anticristo" no aparece an; sin embargo, el texto establece toda potestad
Si en prime r lugar, dice l [Pablo], el Imperio romano no es devastado, y si el Anticristo no 10 precede, Cristo no vendr, puesto que vendr con el objetivo de destruir ai Anticristo. [...] cul es Ia causa de que eI Anticristo no se haga presente de inmediato, usted
10
romano debe ser destruido, puesto que sus gobernantes Ia creen eterno [...] Si, por el contrario, hubiese dicho abiertamente y con audacia: "eI Anticristo no vendr antes de que sea destruido primero el Imperio romano", entonces el Apstol habra parecido otorgarles un justo motivo de persecllcin contra Ia Iglesia que por entonces se hallaba en Sll aurora.35 Por otra parte, tambin en su comentario ai pasaje sobre el katchon de Ia Epistola paulina, Jernimo establece que el reino temporal es el que debe ser removido de en medio para que el Anticristo pueda revelarse, aunque en este texto identifica almisterio de Ia iniquidad con el conjunto de Ias falsas doctrinas.J6 los dichos deI Apstol, aunque no duda de Agustn de Hipona, en su comentario sobre el problema dei katchon, dir que l mismo no llega a comprender que luego de Ia remocin de esta fuerza capaz de retardar el final habr de llegar el Anticristo a quien Agustin no quiere reconocer en Ia figura anticipatoria identificaciones Nern, pero a quien asimila con el nomos. En cambio, recapitula Ias posibles dei katchon en dos grandes grupos: aquellos que piensan que se trata dei Imperio romano (algo que Agustin encuentra plausible) y aquellos que 10 identifican con los herejes de Ia propia Iglesia aludiendo aI plural de los anticristos mencionados por Juan.JJ
y toda potencia terrenal, un acto que slo puede llevar adelante el Emperador de Roma cuando se quite su corona sobre Ia cruz deI Glgota, y entonces tanto Ia carona como Ia cruz sean devueltos ai reino de los cielos.J9 Por su parte, el Orculo de Ia Sibila Tburtina, cuya versin latina es dei siglo griego se remontara hacia el siglo
IV, XI
pel'O el original
Imperio romano y Ia aparicin deI Anticristo, pero aqui el Emperador tiene una funcin positiva en todo el despliegue apocalptico y es l quien voluntariamente renunciar a su carona en Jerusaln.'o La tradicin medieval sobre el Anticristo parece ser Ia fuente directa deI pensamiento schmittiano. Dentro de Ia larga sedimentacin Halberstadt (siglo
IX)
mitolgica, debemos mencionar aqu especialmente el comentario de Haimo de a Ia Segunda Epstola aIos TesaIonicenses, quien tambin
fiat, id estde medio tollatur. Ettunc reuelabitur iniquus, quem significari Antichristum nullus ambigit. Alii uero et quod ail: Quid detineat scitis et mysterium operari iniquitats non putant dietum nisi de malis et fictis, qui sunt in eeclesia, donee perueniant ad tantum numerum, qui Antichristo magnum populum faciat [. .. ]Sicut ergo ante finem in hac hora, inquiunt, quam lohannes nouissimam dicit, exierunt multi haeretici de medio eec!esiae, quos muitos dicit Antichristos: ita amnes tune inde exibunt,
35
S.EUSEBII HIERONYMI OPERAOMNIA, Patrologia Latinae tomus 22: Epistola CXXI ad Algasiam, 1037. S.EUSEBIIHIERONYMI OPERAOMNIA, Patrologiae Latinae tomus 30: In secundam Thessalonieenses, cal. 872 D,873 A: "donecregnum, Antichristus reveletur': quod nunetenet, Epistolam ad 38
Antiehristum pertinebunt,
et tune reuelabitur".
La
posicin de Agustn se reitera en su carta 199 a Hesychio: cf. Patrologia Latinae, tomus 33, c!assis 36 111. Epistolae quas saipsit reliquo vitae tempore (abanno 471 ad 430), col. 908. JOANNiSDAMASCENI OPERA OMNIA, Patrologiae Graecae,tomus 95, In Epistalam ad Thessalonicenses 1/, cal. 923: "Ten Rman Basilean phsi. Tats gr pleroumns, 37 SANCTI AURELlI AUGUSTlNI, De C/vitate Dei, XX, 19, Corpus Christianorum, Serie Latina, XLVIII, Brepols, p. 732:"Tantum qui modo tenet teneat donec de medIa fiat, non absurde deipso Romano imperio aeditur dictum, tamquam dietum sit: Tantum qui modo imperat imperet, donec de medio 39 40 ho Antichristos rchetai". de medio auferatur, prius quam
Para el texto, cf. SACKUR, E., Sibyl/inisehe Texte und Forsehungen, Halle, 1898, pp. 59-96. Cf. SACKUR, E., Sibyllinisehe Texte..., op. cit., pp. 177-187.
240
APNDICE
Fabin Ludueia
Romandini
I La comunidad
de 105espectros. Antropotecnia
241
identifica aI katchon con el Imperio y Nern es considerado como cifra de todos los emperadores no posibilitar romanos." Una vez ms, slo Ia remocin deI Imperio romaLa misma tradicin se retoma en Ia revelacin deI Anticristo.42
el Imperio romano, Ia dignidad de ste no perecer completamente puesto que subsistir en estos reyes.45 Como sefala el texto, ese tiempo final no sobrevendr todava pues el Imperio romao se contina para Adson en los reyes Francos que aseguran su supervivencia retrasando los tiempos deI fino Cuando esta tradicin exegtica y poltica entre en Ia Modernidad, se ver parcialmente modificada por Ia Reforma protestante y Ias guerras de reIigin. Slo como ejemplo de Ia interpretacin que tendr Ia Segunda Epstola aios Tesalonicenses explcitamente en un contexto protestante podemos sefalar el comentario de Juan Cal vi no, quien identificar ms o menos aI Anticristo con el Papa de Ia Iglesia de Roma pero, en cambio, pensar aI katchon no ya como el Imperio romano o sus herederos sino, por el contrario, como el retraso en Ia conversin universal de los pueblos aI Evangelio de Cristo.''' Sobre este discontinuado contexto exegtico y poltico de casi un milenio y medio se construir Ia interpretacin schmittiana de Pablo.
Walafredo Estrabn sin demasiadas variantes," pero ser Adson44 y su Epstola a Ia Reina Gerberga quien marcar un punto culminante en Ia tradicin medieval acerca deI Anticristo y, ms especificamente Segunda Epstola a los Tesalonicenses. an, en los comentarios sobre Ia En efecto, Adson identifica sin reservas el katchon es
identificado directamente con el Imperio romano y se establece que el Antcristo no ha de venir hasta tanto todos los reinos sometidos aI Imperio romano no se separen de l: EI Apstol Pablo entiende que el Anticristo no vendr a este mundo antes de que venga Ia apostasia, es decir, antes de que todos ias reinos se separen deI Imperio romano dado que stos eran primeramente sus sbditos. Ese tiempo todavia no ba llegado puesto que, aun si vemos aI Imperio romano en su mayor parte destruido, durante tanto tiempo como subsistan los reyes de los Francos que deben conservar
3. En los tiempos ms sombros deI siglo xx, Ia figura deI katchon volvi a
41 Para el problema dei Anticristo en Ia Edad Media, cf. especialmente EMMERSON,R.K.,
Antichrist in the
Frankfurt a.M.,
emerger con toda su fuerza en Ia teoria jurdica y poltica. Carl Schmitt reflexion obstinadamente sobre eJla desde 1932 Y Ia identific sucesivamente, entre muchas otras figuras, con el Sacro Imperio Romano, con Ia Iglesia catlica y con el Imperio britnico.47 Es tambin de singular importancia que en el arco
Weltuntergang
Visionen im Miltelalter,
fundamentales
aqu expresamente
dei Anticristo
tradiciones
que no podemos 45 ADSO DERVENSIS DE ORTU ETTEMPORE ANTICHRISTI NECNON ETTRACTATUS QUI AB EO DEPENDUNT,
sumamente
Cf. simplemente
hitos en Ia interpretacin:
Exgese
Mdivale. Les quatre sens de i'Ecriture, 4 vols, Paris, 1993; REEVES, M., The Infiuence ofProphecy in the Lalter Middle Ages. A Study ofJoachimism, Vita di Gioacchino da Fiare, Bari, 2004.
42 Oxford, 1969 y POTEST, G.L.,
Ii tempo dell'Apocalisse.
Commentaires
SUl'
Ii ad Thessalonicenses, solummodo
Patrologiae Latinae, tomus 117: In Epistolam ut qui tenet nunc, teneat, donec de medio fiat. Id est hoc
restat, ut Nero, qui nunc tenet imperium tatus orbis, tandiu teneat illud, donec de medio
en cuenta (como
katchon no es exclusivamente
sino ms bien una
ellm-
mundi tollatur potestas Romanorum. In Nerone comprehendit omnes imperators Romanos qui post ilfum imperii sceptra teneurunt [ ... ] Et nunc. Subaudis cum ablata fuerit potestas a Romano imperio, revelabitur, sive manifestabitur ille iniquus, Antichristus [ ... )"
43 WALAFREDI ESTRABI FULDENSIS MONACHI OPERA OMNIA,
piensan dei
de sus intrpretes)
10
fuerza o potencia
Ia postergacin particuiarmente
eschaton y, por
de Goebbels:
tanto,
interesante
acerca dei
Ia posibi/idad misma de Ia historia. Una katchon en Schmitt aparece en un artculo wider Willen oder: Problematik
114,
Glossa
en el semanario in
"Beschleuniger
Ordinaria, Epistola II ad Thessalonicenses, col. 622: "Donec de medio fiat.ld est, tollatur illa potestas Romani imperii de medio mundi: quia omnes undique Romam quasi ad caput confiuebant':
44 Sobre Adson,
Das Reich, 19 de abril de 1942 [republicado en SCHMITT, c., Staat, GroiJraum, Nomas: Arbeiten aus den Jahren 7976- 7969 (eds. porGnther Mashke), Berlin, 1995, pp.
Hemisphre'; 431-436]; allmperio all Schmitt evoca algunas figuras e incluye que han ejercido tan dismiles el papel de
as Anti-Saint:
The Significance
of Abbot Tambin
Adso's
Libellus
de Antlchristo';
importancia
figuras
es de especial dans le de
et politique
Habsburgo,
o el mariscal
polaco
ortu et tempore Antichristi~ in CORBET,P.; LUSSE,J. Y VIARD, G., (eds.), Les Moines du Der 673-1790. Actes du Co/ioque International d'Histoire Joinville-Montier-en-der,
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7er_ 3
como un "acelerador
de Ia historia.
de Ia importancia del19
de diciembre
"lu katchn:
242
APNDICE
Fabin Ludueia
Romandini
243
poltico
opuesto
ai de Schmitt,
Dietrich
Bonhoeffer
haya tambin
reflexionado As,
dei katchon
y su funcin
teolgico-poltica.
de algo perdurable
l
a continuacin slo Ia bibliograla Para Ias fuentes de Ia antigedad ellector encontrar y el Renacimiento, respectivas Ias referencias aI texto original). En los dems casos, Ia traducciones moderna, En el caso de Ia bibliografa castellano Las citas biblicas siguenlas Bilbao, Descle de Brollwer, versiones propuestas en que se estim necesario ADAM, 1., The Nuptial NWl1ber o/Plato: Its Solution and Signijicance, London, 1891, AGAMBEN,G., Homo sacer.1I potere sovrano e Ia nuda vita, Torino, 1995 [edicin en castellano: Homo sacer. EI poder soberano y Ia nuda vida I, Barcelona, 2003], -11 tempo che resta. Un commento alIa Lettera ai Romani, Torino, 2000 [edicin en castellano: El tiempo que resta. Comentario
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:"~iij,
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en Ias en atencin ai
de Ia confianza
moderna
poder de alejar una caida final en el vaco. Una es el milagro de un nuevo despertar de Ia fe y Ia otra es Ia fuerza que Ia Biblia llama "10 que retiene", Tesalonicenses 2,7) es decir Ia fuerza deI orden, equipada obturar el camino de aquellos katchon (2
greco-romana,
correspondientes
mismo no es Dios, pel'O Dios hace uso de l EI lugar donde el milagro de Dios es y
aI mundo de su destruccin.
slo se colocan
es Ia 19lesia. "Lo que retiene" es el poder dei Estado para establecer el orden [.. .]. "Lo que retiene", sean los elementos
en el caso de que stas hayan sido utilizadas. por Ia Biblia de Jerusaln, en los casos
Ia fuerza deI orden, ve a Ia 19lesia como deI orden que an permanezcan, stos
un lugar a su lado." puede verse, Ias problemas deI katchon y deI nomos, dure pilares de Ia
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era, para
asumido
checoslovaco Ia fuerza
encarnaba
an el camino Schmitt
Ia historia.
En tanto
que estudioso
se lleg a considerar
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europeo
con el mismo
gesto con el que sell su ruina ai anelar Ia excepcin en el ordenamiento an hoy estamos -
definitiva, abriendo
como
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