Manolo Rives: Las Goletas en El Mediterráneo
Manolo Rives: Las Goletas en El Mediterráneo
Manolo Rives: Las Goletas en El Mediterráneo
HISTORIA NAVAL
Las goletas en el
Mediterráneo
Las goletas, tipo de aparejo que fue ción daba fuertes bandazos, a uno y
el más usado por los marinos balea- otro lado, pudiendo verse maltratada
res durante la época dorada de nues- la carga, o corrimiento de la misma,
tra navegación vélica comercial, da- con riesgo para la estabilidad.
ban un excelente resultado para na- Cuando se generalizaron los via-
vegar en ceñida, o de bolina, jes al otro lado del Atlántico, mar en
recibiendo el viento cercano a proa. el que predominan los vientos cons-
Sin embargo, cuando se trataba de tantes, se comprobó que con vientos
navegar con vientos que venían por de popa daban mejores resultados
la popa, la cosa ya no iba tan bien. los bergantines, que usan velas cua-
Había una manera característica dras, o de forma rectangular, sujetas
de andar veloz con el viento bien de mediante una verga de manera cru-
popa, que consistía en largar las es- zada en sus dos mástiles. Caso de te-
cotas casi del todo, orientando las ner más de dos se denominan fraga-
velas de un palo por un costado del tas. Sólo que, en lógica reciprocidad,
buque y las del otro palo por el otro cuando se trataba de navegar con el Las goletas fueron las embarcaciones más utilizadas par ala navegación por el Mediteráneo ILUSTRACIÓN: RAMÓN SAMPOL ISERN
costado, formándose de este modo viento de la parte de proa, no lo hací-
una gran pantalla que recibía mucho an tan bien como las goletas.
viento, adquiriendo la embarcación Hechas estas observaciones con bién eran estos de goleta. explica al considerar que estas bric- marítima fue el que llevó por nom-
buena velocidad. estos dos tipos de aparejo, con toda Buen resultado debió de dar la barcas eran buques de un porte que bre “Sant Mus”, y fue un bergantín-
Pero navegar así tenía también lógica tanto marinos como construc- innovación, a juzgar por el elevado iba de medio-grande a verdadera- goleta botado en Palma en los tiem-
sus inconvenientes. En primer lugar tores llegaron a la conclusión de que número de bergantines-goletas que , mente grande. El último barco de pos de la Primera Guerra Mundial.
solo se podía hacer en caso de reci- lo ideal sería contar con un barco cu- a partir de mediados del siglo XIX, vela puro, sin ningún tipo de motor En su época fue el mayor velero
bir el viento exactamente de popa y yo aparejo fuera una combinación surcaron todos los mares del mundo auxiliar que figuró en la marina mer- mercante que jamás había sido cons-
manteniendo un grandísimo cuida- de los otros dos, para de esa manera hasta que se acabó la navegación a cante de España, fue precisamente truido en España, si bien no pudo
do, pues si se producía un cambio navegar de forma satisfactoria tanto vela. Y al decir que se acabó, nos re- un bricbarca botado en Palma a me- compartir con el “Aníbal” el honor
repentino de la dirección del viento, con los vientos de proa como de po- ferimos a la marina de comercio, diados del siglo XIX, con el nombre de ser velero puro hasta el final, pues
las consecuencias podían ser desas- pa. De este modo hizo su aparición pues en la de recreo todavía hoy en de “Aníbal”. En los años 30 del pa- solo lo fue en su primer viaje y solo
trosas, hasta el punto de venirse aba- lo que se llamó bergantín-goleta, día se pueden encontrar numerosas sado siglo todavía efectuaba viajes a de ida, pues este fue a New York pa-
jo los mástiles con todos sus apare- embarcación que tenía un palo de naves de esta tipología. las Antillas con el nombre de “Gua- ra que allí le instalaran un motor die-
jos. Otro inconveniente, era que bergantín, y el otro de goleta, y en En las matrículas de Baleares dalhorce”, cuando se hundió a causa sel auxiliar. Cambió de propietario
cuando se navegaba así, la embarca- caso de contar con más palos, tam- fueron esta clase de embarcaciones de un huracán cerca de las costas de el “Sant Mus” varias veces y no lle-
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las más abundantes, por detrás de las Cuba. gó a efectuar muchas singladuras,
goletas sencillas. Las hubo de dos y Esta idea de instalar un mástil pues al parecer el aparejo se avenía
de tres mástiles. El experimento de con velas de goleta se aplicó asimis- mal con las líneas de su casco, lo que
combinar aparejos se llevó a cabo mo a las fragatas, buques de un mí- provocaba que diera muy fuertes
también, como era de esperar, con nimo de tres palos, todos cruzados bandazos y que fuera muy difícil de
otras clases de buques. Así, a los clá- (venían a ser como un bergantín, pe- gobernar. Cuando estalló la Guerra
sicos bergantines, en vez de susti- ro con más de dos palos). Eran esta Civil española llevaba una serie de
tuirles su palo mayor cruzado por clase de embarcaciones las de mayor años sin navegar y cuando la con-
uno de goleta, se les añadió un terce- tamaño de la época de la vela, dedi- tienda acabó, su armador lo regaló al
ro de esta clase, resultando un apare- cándose a largas travesías. Con la in- Estado, que lo utilizó como buque-
jo que recibió la denominación de corporación del mencionado palo de escuela para los llamados “Flechas
bergantín-barca, llamado con más goleta, que era siempre el de mesa- Navales”, amarrado en el puerto de
frecuencia bricbarca, por influencia na, o de más a popa, recibían el Barcelona. Bastante descuidado, fue
inglesa. También fueron llamados nombre de fragata-barca, aunque deteriorándose rápidamente para al
muy a menudo corbetas, si bien esta por lo general se las solía denominar final ser utilizados los restos de su
denominación es impropia. Hubo barca, simplemente. No consta que casco y arboladura como relleno de
bastantes unidades de esta clase en en la marina de las Baleares hubiera un muelle que por entonces se cons-
la marina balear, si bien no fueron ninguna embarcación de esta clase. truyó en dicho puerto.
tan abundantes como las otras dos El único buque de cuatro mástiles
de que hemos hablado antes. Ello se que ha habido en nuestra inscripción MANOLO RIVES