El Buen Samaritano
El Buen Samaritano
El Buen Samaritano
Oracin introductoria Seor, dame la sabidura y el amor para descubrir y actuar, buscando el bien de los dems, en las diversas situaciones de mi vida cotidiana. No permitas que el ajetreo de mis pendientes me haga pasar de largo y no ver a esa persona que necesita que me detenga a platicar con ella para darle consuelo o simplemente una sonrisa. Seor, concdeme un corazn grande para amarte en los dems y nunca ser indiferente a sus necesidades. Jesucristo, transfrmame con tu gracia, para que ame como T me amas y as pueda ser un autntico discpulo tuyo! Reflexin Muchas lecciones les ha dado Nuestro Seor, pero ninguna tan bella como sta. Amar al prjimo no es muy fcil, porque requiere donarse a los dems, y ese donarse cuesta, porque no a todos los tratamos o queremos de la misma manera. Por ello tenemos que lograr amar a todos por igual, sin ninguna distincin. Quererlos a todos, sin preferir a nadie. Es difcil mas no imposible. Dios nos ha dado el ejemplo al vivir su propia doctrina: "no hay amor ms grande que el que da la vida por sus amigos", pero l no la dio solo por sus amigos, sino tambin por sus enemigos, y muchos santos han hecho lo mismo.
Meditacin del Papa 1. Un dato muy interesante que conviene notar: el letrado le pregunta a Jess quin es su prjimo. Y nuestro Seor, al concluir su narracin, le pregunta al letrado: "Cul de stos tres se port como prjimo?". Jess da la vuelta a la tortilla y le cambia la pregunta: no basta con saber quin es nuestro prjimo, sino que tenemos que comportarnos como autnticos prjimos de los dems. "Prjimo" no es, pues, un concepto; ni es slo el que est a nuestro lado. Para Jess y para el cristiano adquiere una connotacin moral profundamente antropolgica y, por tanto, de un fuerte carcter espiritual-: "prjimo" son todos los seres humanos, sin distincin alguna, y merecen todo nuestro respeto, nuestra consideracin y lo ms profundo de nuestro amor. 2. La Madre Teresa de Calcuta sola repetir con frecuencia: "Nunca dejemos que alguien se acerque a nosotros y no se vaya mejor y ms feliz. Lo ms importante no es lo que damos, sino el AMOR que ponemos al dar. Halla tu tiempo para practicar la caridad. Es la llave del Paraso".
3. El Papa Juan Pablo II, en su encclica sobre el dolor humano, "Salvifici doloris", nos hace una reflexin profunda sobre el buen samaritano: "El samaritano dice- demostr ser, de verdad, el "prjimo" de aquel infeliz que cay en manos de los ladrones. No no es permisible "pasar de largo" con indiferencia, sino que debemos -detenernos- al lado
del que sufre. Buen samaritano, en efecto, es todo hombre que se detiene al lado del sufrimiento de otro hombre, cualquiera que sea. Y ese detenerse no significa curiosidad, sino disponibilidad: abrirse desde el interior del corazn. "Buen samaritano es contina la encclica- todo hombre sensible al dolor ajeno, el hombre que se conmueve por la desgracia del prjimo. Si Cristo, profundo conocedor del corazn humano, subraya esta compasin, quiere decir que sta es importante en todo nuestro comportamiento de frente al sufrimiento de los dems. Es necesario, por tanto, cultivar en nosotros esta sensibilidad del corazn, que testimonia la -compasinhacia el que sufre".
4. El buen samaritano en el hogar debe saber comprender y sufrir con el que sufre; alegrarse con el que se alegra y llorar con el que llora; Padres e hijos comportndose Con el estilo del Buen Samaritano: Con paciencia, con humildad, con misericordia, con ternura, con bondad, no slo compartiendo y "compadeciendo" en sus dolores, sino que haciendo todo lo posible por aliviarlos, y remediarlos.
5. Dilogo con Cristo Seor, aumenta mi fe para que te pueda ver en cada persona que conozco. Fortalece mi esperanza para que pueda confiar firmemente en que T me dars todo lo que necesito para amar. Incrementa mi caridad para que pueda experimentar la alegra que viene de dar sin esperar recibir. Aydame a hacer la experiencia de ser misionero de tu amor especialmente con la familia que t me regalaste, con humildad y valenta, sacando de la oracin la fuerza de la caridad alegre y activa.