Ètica y Persona
Ètica y Persona
Ètica y Persona
Est constituida por la inteligencia, la voluntad, pero no un estado nativo, sino ya desarrolladas con hbitos y virtudes (perfecciones intrnsecas de esas potencias) y as mismo por las sindresis, que es nativamente un hbito, al que la persona puede dotar de mayor activacin. Se puede considerar la sindresis como la cima de la esencia humana de la que la inteligencia y la voluntad son laderas. Estas perfecciones (tambin los vicios en las potencias superiores y la falta de sindresis) las manifestamos en todo lo que realizamos. Pero en la ejecucin de nuestras acciones hay unas instancias que son superiores a otras. En la exposicin de las ms representativas un orden descendente, de ms a menos: tica, sociedad, lenguaje y trabajo. La tica es la ms alta de ellas. Su estudio con la persona humana se debe dar razn de que el hombre es un ser ethicus. SOBRE LA EXISTENCIA DE LA TICA La persona es libertad. La tica es manifestacin de la libertad. La tica es de la esencia, no del acto del ser, es predicamental no trascendental. Sin la libertad la tica es imposible, la libertad personal abre la actividad prctica humana a la tica, la tica es el juego de la libertad personal con la naturaleza y esencia humana y a travs de ella con la totalidad de lo real y de lo irreal. En la apertura que posibilita la libertad personal la naturaleza del hombre mejora o empeora, sin ello no cabra tica. Mejorar o empeorar algo de s indica que la persona puede sacar partido de aquello que tiene a su disposicin, y que en consecuencia, ella es superior, a la par que es irreductible a eso. Por ello con el estudio de la tica podemos notar, aunque parcialmente, la irreductibilidad de cada persona. Si la persona humana es irreductible, entonces estar necesariamente por encima de la especie humana, es decir de lo humano de los hombres. Si lo est, podr modificar su humanidad, esto es, la persona es capaz no solo de abrir su humanidad sino de garantizarla cada vez ms abierta. Si cada hombre es irreductible a la humanidad, es capaz de ser cada vez ms hombre, ms mujer, ms humano. Slo desarrolla su naturaleza y esencia quien la trata como naturaleza y esencia de la persona y para la persona. La naturaleza y esencia humanas estn diseadas para actuar, siendo la omisin corrosiva para ellas: como el bien ocupado no hay virtud que le falte, al ocio no hay vicio que le acompae. Es la ociosidad campo franco de perdicin, arado con que se siembran malos pensamientos, semilla de cizaa, escardadera que entresaca las buenas costumbres, hoz que ciega las buenas obras, trillo que trilla las honras, carro que a carrea maldades y silo en que se recogen todos los vicios. Perder culpablemente la cosecha en el campo de la naturaleza y esencia humanas es responsable y por ello personal. Esa culpa
personal recae sobre la persona que acta u omite la actuacin. Por eso no puede juzgarse as por sus obras, y sobre todo por falta de ellas. En sta tesitura es uno el que se pierde. Para no perderse: crecer en humanidad., En esto consiste precisamente la tica. Como se recordar para Nietzsche, la tica no es nada natural del hombre sino un invento, algo artificial creado por los dbiles para atemorizar a los fuertes y evitar que estos opriman a aquellos. Para otros, el peor de los males humanos, es precisamente la falta de tica, porque sta no solo perjudica a los dems, sino que acarrea el propio dao. A lo primero que hay que hacer frente es a aquellas doctrinas e la filosofa moderna y contempornea que niegan la existencia de la tica. La crtica de estas teoras no es difcil pues no se puede negar la tica sin suponerla. En el caso del pensador de Rockn, por ejemplo, sostener que la moral juedocristiana carece de valor, que es gregaria, implica ya una valoracin previa acerca del bien y el mal, y consecuentemente haber aceptado un modelo de tica. Sin embargo, tal actitud se establece sin motivo como la nica vlida, pues acepta un patrn valorativo sin cuestionar temticamente el valor del propio modelo. Por eso la nueva tica que as se propone carece de justificacin. Es claro que las actuaciones conforme a tal paradigma perjudicarn a la naturaleza y esencia humanas, a las propias y a las de los dems. Tal actitud comporta todava un dao superior, pues afecta a la persona que acta. Negar la tica implica decir tambin que el comportamiento humano es meramente positivo o emprico. Se trata del positivismo tico. Esta opinin desconoce que el hombre es un sistema abierto, es decir que ninguna de las alternativas de actuacin al que est abierto es necesaria, que ninguna de ellas determina al hombre, y que al decidirse por una u otra, de un modo u otro, es libre y por tanto responsable, tico. Adems el positivismo es ciego ante la virtud, porque no se da cuenta que cualquier accin externa repercute en un mejoramiento o empobrecimiento interno. El hombre recibe el dao o provecho de sus propias acciones. La tica que no es un asunto de reglas, leyes, preceptos extrnsecos, etc., a seguir mecnicamente, y que cumplirlos o dejarlos de cumplir dejen a uno indiferente. Con todo, lo que interesa directamente a la antropologa no es conocer el modo de actuar humano, ni siquiera que sea la tica o cuales sus bases, sino es estudio del engarce de la tica con la persona, porque ello nos permite conocer en cierto modo a la persona. QU ES LA TICA? Es la actuacin libre de la persona humana en cuanto que conduce su vida. Esa accin redunda a la esencia humana en un perfeccionamiento, a travs de hbitos y virtudes, o en un empobrecimiento a travs de los vicios. La vida humana nos la han dado pero no hecha. El hacerla conlleva una tarea, pues
bien, la tica es ese tomar la vida humana como tarea. Tarea indica esfuerzo. No es tico pues el pasivo, el perezoso, el que no saca partido de su vida el que en el lenguaje aristotlico, se queda en potencia y no se actualiza, el que es como el hombre dormido. Tarea implica as mismo meta, fin. No se trabaja la vida por trabajarla, sino por un fin: la felicidad. El motor de la tica es por tanto, la felicidad. La felicidad es el fin ltimo de cualquier actuacin. Para alcanzar ese fin se requieren unos medios, porque obviamente el fin no est conseguido inicialmente. Cules son esos medios?. Si la felicidad es el bien ltimo, los medios no pueden ser sino bienes mediales, que precisamente por ello lo son en orden al fin. Sern ms o menos bienes en la medida en que nos acerquen o aparten ms del fin. A la par, no basta con conocer los medios, sino que hay que adaptarse a ellos, seguirlos, y eso requiere adhesin de nuestra voluntad a ellos. De ah el papel central de las bases de la tica que son los bienes, las normas y las virtudes. Vista desde la antropologa, la tica es el modo de conducirse del hombre, el estudio del crecimiento del hombre como hombre, el modo segn lo cual lo personal se manifiesta y lo natural y esencial dotndoles de perfeccin o deshumanizndolos. La tica se puede describir desde este punto de vista como la vida aadida con que cada persona dota a la vida natural recibida y a su esencia humana. La persona es libertad. Cuando se ocupa de su esencia y naturaleza la persona las liberaliza, por eso la tica es la ciencia que considera al hombre como sistema libre. No cabe tica al margen de antropologa. A la par, la tica que se obra depende de la persona que es. No se ve en sta descripcin qu lugar ocupa la tica entre las disciplinas filosficas y si son solo los actos humanos que estudia la tica, tampoco se atiende a su engarce con la persona en cuanto a lo primero, se suele decir que la tica es una filosofa segunda, que no es tan alta como la metafsica porque sus temas no non tan elevados. Por lo que a segundo se refiere a lo largo de la historia de la filosofa se vinculan los actos ticos o solo a bienes, a slo normas o slo virtudes. La tica tambin depende ms estrechamente a una disciplina que es superior a ella y a la metafsica, la antropologa. En efecto no se puede saber a cerca del sentido del actuar humano si saber en cierto modo de la persona humana que se es. Conocer que persona se es, es el saber ms alto; un saber ms elevado que la metafsica que estudia el fundamento de lo real extramental y que el resto de la ciencias tericas y prcticas. La tica es ese saber humano, vivido, a cerca del hombre que hace a la accin humana en tanto que sta entretejen los bienes reales, las normas presentadas por el conocimiento y las virtudes de la voluntad. En la apertura del acto de ser personal humano a la propia esencia humana engarza la tica. sta a apertura se llama tradicionalmente sindresis. Por ella nos abrimos a nuestras potencias superiores (inteligencia y voluntad) y a nuestra naturaleza corprea humana. Con las potencias humanas superiores e inferiores nos abrimos a las dems
personas, a la sociedad. Por eso, la tica es previa y condicin de posibilidad de lo social (por ello se debe tratar primero la tica y despus la sociedad) DIVERSOS ENFOQUES HISTORICOS PARCIALES DE LA TICA Para algunos ni es ni puede ser un saber riguroso como las matemticas, la fsica o las ciencias positivas. Desde ese punto de vista, se le ve bastante relativa. Esa tesis relativista suele admitir tambin que caben muchas ticas y no una nica y unitaria disciplina tica que sea universalmente valida. Esa apreciacin se ejemplifica a veces con el multiculturalismo: como hay tanta disparidad de culturas y cada una de ellas admite diversos modos de valorar, no parece haber un criterio tico unitario para valorar las acciones humanasY como la tolerancia es un valor en el alza, se acepta sin mayor examen que no podemos declarar de ningn modo que una tica sea superior a otro. Para los que defienden la tesis precedente, la metafsica seria lo primero y la tica lo segundo, porque la metafsica trata del ser necesario y la tica del obrar contingente. Por otra parte, para quienes defienden la existencia de algn criterio tico objetivo, no pocas veces ese mismo convencimiento les lleva al enfrentamiento directo con otras personas o pueblos que defienden la misma norma de conducta pero por un inters contrario. Todos los reduccionismos en tica prescinde en mayor o menor grado del acto de ser personal humano, su ser ntimo, pero a este olvido aaden otros, pues por aferrarse de ordinario a una de las 3 bases integrantes de la tica (Bienes, normas y virtudes) o a un aspecto de esas partes, excluyen las otras. As por ejemplo uno que busque solo bienes placenteros (Se auto prohbe por tanto, bienes ms alto) tiene la mirada poco clara, es decir, poca lucidez en las normas de su inteligencia, pues para conseguir bienes se emplea poco la razn; y a la par, es dbil de voluntad, es decir, que carece de virtudes, pues adherirse a esos bienes es tan sencillo que a ese tipo de vida se le suele llamar, vida fcil. REDUCIR LA TICA A LOS BIENES Sin tener en cuenta las normas, de la inteligencia que empujan a actuar de un modo u otro, y sin tener en cuenta las virtudes de la voluntad que refuerzan nuestra adhesin a los bienes mejores, la tica que solo se cie a los bienes cuando lleva usualmente tambin graves restricciones: el prescindir de los bienes ms altos (por lo menos el fin ltimo) y la carencia de perfeccionamiento intrnseco del hombre (virtudes) precisamente por adaptarse a los bienes ms bajos. En cambio, dejarse llevar por el placer, oscurece la mirada de la razn prctica, es decir nos vuelve imprudentes, porque el placer y la venganza tienen odos ms sordos que los spides a la voz de toda discusin leal. Y nos vuelve tambin flojos, cobardes, porque la abundancia y la paz engendran los cobardes. Es la forma de vida propia del hedonismo. El bien placentero es el ms fcil de lograr, pero tambin el ms pasajero y el que ms se aparta de la
consecucin de los bienes ms altos puesto que aquellos son los ms arduos de alcanzar y no se logran sin constancia. De ordinario se comprueba esto ltimo en que el que ms se deja llevar por el placer sensible es el que menos piensa, sobre todo en el sentido de su propia vida. La felicidad y la ignorancia acerca de la persona que se es son inaunables. Por eso, la tristeza actual en tantos mbitos de la sociedad es la denuncia prctica de que el modelo de vida que se lleva es inhumano. A esa situacin se suma algo peor todava: la mirada pesimista ante el futuro de los que se dejen llevar por ese estilo de vida. Si la esperanza es el consuelo de los afligidos y puerto donde se ferran, quin mira con incertidumbre el futuro deja enfermar su esperanza. El pesimismo deriva de la falta de esperanza. Falta esperanza cuando la mirada hacia el futuro es apagada. Y lo es cuando se sospecha que, puestos que con el placer ahora no se logra ser feliz, si se sigue por esos derroteros, se acabar en las mismas y en consecuencia, jams se lograr la dicha. El placer mira al presente. Quien se deja llevar por l se hasta del pasado porque el placer pasa enseguida, cansa al devenir pasado da tristeza. A su vez quien busca satisfacciones placenteras inmediatas desconfa del futuro. Pero la felicidad humana, ms que en el pasado y el presente, est en el futuro, porque el hombre ms que ser, ser. Sin embargo es claro que en el futuro, no est el placer. El placer es el mini-ser del instante REDUCCIR LA ETICA A NORMAS Por norma se entiende el imperio de la razn en un uso prctico que ilumina nuestra actuacin y empuja a ella. Una norma moral es un precepto dictaminado por nuestra inteligencia sobre el actuar o no actuar, o sobre hacerlo de una manera u otra. Tal mandato lo otorga la razn antes de que se desencadene con la conducta prctica, y sigue imperando durante la accin. Las normas morales no son primariamente, pues, cdigos de ordenamientos civiles, procesales, penales, etc., sino mandatos de nuestra razn que arrojan luz sobre nuestro modo de actuar antes de que este se produzca, e imperan a que se realice de un determinado modo. Gobernar bien nuestro comportamiento es ser verdaderamente seor de nuestra naturaleza y esencia. Desde luego que son mis importantes las normas, pues sin ellas, sin la claridad de la inteligencia en lo practico (a lo que de ordinario se llama sentido comn), la actuacin humana es ciega o insensata. Adems contar con bienes reales denota el egosmo, o sea, un modo de obrar con un inters. A su vez, prescindi en su tica de las virtudes por que desconoci la ndole de la virtud, olvido muy extendido en buena parte de la filosofa moderna. La actitud que se atiene ms a los valores que a los bienes, normas o virtudes, es resultado de otra tesis tica, la que ofreci Schelt en el Siglo.XX, un
pensador con gran influencia kantiana en su bagaje filosfico. En efecto, piensa que si el bien en si es incognoscible (influjo de Kant), y es