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Resumen Fallo

Aborto No Punible. Corte Suprema de Justicia de la Nacin. Fallo Completo y Resumen. Implicancias
Tribunal: Fecha: Partes: Fuente: Corte Suprema de Justicia de la Nacin 13 de marzo de 2012 F.A.L s/medida autosatisfactiva Centro de Informacin Judicial (Agencia de Noticias del Poder Judicial)

Resumen: En el caso F., A..L. s/medida autosatisfactiva, La Corte Suprema por unanimidad y por el voto conjunto del Presidente Lorenzetti, de la Vicepresidenta Highton de Nolasco y de los jueces Fayt, Maqueda y Zaffaroni, y por los votos individuales de los jueces Petracchi y Argibay, confirm la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Chubut que, en marzo de 2010 autorizara la realizacin de la prctica de aborto respecto de la joven A.G de 15 aos de edad, quien quedara embarazada como consecuencia de haber sido violada por su padrastro. De esta manera, rechaz el recurso extraordinario que, en representacin del nasciturus, interpusiera el Asesor General Subrogante de la Provincia de Chubut. La Corte aclar que, no obstante que el aborto ya se haba realizado, se configuraba uno de los supuestos de excepcin que, segn su jurisprudencia, la autoriza a pronunciarse. Esto teniendo en cuenta: a) que el tiempo que implica el trmite judicial de cuestiones de esta naturaleza excede el que lleva su decurso natural, b) que era necesario el dictado de un pronunciamiento que pudiera servir de gua para futuros casos anlogos y c) estaba comprometida la responsabilidad internacional del Estado Argentino.

Los hechos: La Sra. A.F., en representacin de A.G., su hija de 15 aos de edad, solicit el 14 de enero de 2010 a la justicia penal de la Provincia del Chubut ante cuyos estrados se instruy una causa contra O.C., esposo de aqulla, por la violacin de A.G.- que se dispusiera la interrupcin del embarazo de la nia adolescente mencionada, con base en lo previsto en el artculo 86, incisos 1 y 2, del

Cdigo Penal. En esa oportunidad, seal que el 3 de diciembre de 2009 haba denunciado la violacin ante el Ministerio Fiscal de la Provincia del Chubut y que, el 23 del mismo mes y ao, un certificado mdico dio cuenta de que A.G. cursaba la octava semana de gestacin. El juez penal sostuvo que careca de facultades para adoptar medidas como la solicitada durante la etapa de la investigacin, por lo que orden el pase de las actuaciones a la fiscala. Esta ltima declar que ese fuero no era competente para resolver el pedido. La madre de A.G. inici entonces la medida autosatisfactiva que origin la presente causa y, con fecha 22 de enero de 2010, reedit ante la justicia de familia sus solicitudes anteriores, vinculadas con la interrupcin del embarazo de su hija. Tales peticiones fueron rechazadas tanto en la primera instancia como en la cmara, no obstante los informes que se haban ordenado y que, en lo principal, reflejaban que A.G., presentaba sntomas depresivos e ideas suicidas persistentes y que el embarazo era vivido como un evento extrao, invasivo En su mundo interno era imposible , incompatible e intolerable calificar como hijo a quien sera hijo del padre de sus hermanos, hijo del marido de la madre por lo que se estim que la continuidad de este embarazo contra la voluntad de la nia implicaba grave riesgo para su integridad psicofsica, incluido riesgo de vida (Informe del Equipo Tcnico Interdisciplinario) El Superior Tribunal de Justicia de la Provincia de Chubut, con fecha 8 de marzo de 2010, revoc la decisin de la instancia anterior admitiendo la solicitud de la Sra. A.F. En la sentencia, dictada por distintos fundamentos de sus miembros, hubo acuerdo en que: a) el caso encuadraba en el supuesto de aborto no punible previsto en el inciso 2, primera parte del art. 86 del Cdigo Penal; b) que esta hiptesis de interrupcin del embarazo era compatible con el plexo constitucional y convencional y c) que, pese a la innecesariedad de la autorizacin judicial de esta prctica, se la otorgaba a fin de concluir la controversia planteada en el caso. La intervencin mdica abortiva as habilitada se produjo finalmente el 11 de marzo de 2010 en el Centro Materno Infantil del Hospital Zonal de Trelew.

La apelacin del Asesor General Subrogante de la Provincia de Chubut en su carcter de Tutor Ad Litem y Asesor de Familia Incapaces La decisin de la Suprema Corte de Chubut fue recurrida por medio de un recurso extraordinario interpuesto, en representacin del nasciturus, por el Asesor General Subrogante de la Provincia del Chubut en su carcter de Tutor Ad Litem y Asesor de Familia e Incapaces. El mismo fue concedido por la Suprema Corte de Justicia de la Nacin, no obstante haberse llevado a cabo la ya mencionada prctica mdica, con fundamento en la gravedad institucional que presentaba el caso. El principal argumento del apelante fue que al no haberse restringido la procedencia de esta autorizacin al caso de la vctima violada idiota o demente, se desconoci el plexo constitucional-convencional segn el cual el Estado Argentino protege la vida a partir de la concepcin. Una vez radicada la causa ante la CSJN, se le confiri traslado a la seora

Defensora General de la Nacin, quien asumi en representacin de la nia A.G. y expres que corresponda confirmar la sentencia apelada, al tiempo que entenda que todos los casos de embarazo forzado vctima de violacionesdeban ser considerados como abortos no punibles, ms precisamente como casos particulares de la hiptesis general de peligro para la salud de la gestante. Asimismo se le corri traslado a la Defensora Pblica de Menores e incapaces, quien asumi la representacin del nasciturus y se expidi requiriendo que se revocara la sentencia recurrida. Oportunamente se dispuso remitir la causa al seor Procurador Fiscal, quien sostuvo que la cuestin deba declararse abstracta. Sentencia de la Corte Suprema de la Nacin. Fundamentos La Corte aclar que, no obstante que el aborto ya se haba realizado, se configuraba uno de los supuestos de excepcin que, segn su jurisprudencia, la autoriza a pronunciarse. Esto teniendo en cuenta: a) Que el tiempo que implica el trmite judicial de cuestiones de esta naturaleza excede el que lleva su decurso natural. Las cuestiones relacionadas con el embarazo o su eventual interrupcinjams llegan al mximo tribunal en tiempo para dictar tilmente sentencia, debido a que su trnsito por las instancias anteriores insume ms tiempo que el que lleva el decurso natural de ese proceso. b) Que era necesario el dictado de un pronunciamiento que pudiera servir de gua para casos anlogos. En consecuencia, se torna necesario decidir las cuestiones propuestas an sin utilidad para el caso en que recaiga el pronunciamiento, con la finalidad de que el criterio del Tribunal sea expresado y conocido para la solucin de casos anlogos en el futuro. c) Que estaba comprometida la responsabilidad internacional del Estado Argentino. Resulta necesario tener en consideracin que el Comit de Derechos Humanos de Naciones Unidas ha manifestado su posicin general relativa a que deben permitirse el aborto para el caso de embarazos que son la consecuencia de una violacin. A su vez, al examinar la situacin particular de nuestro pas, ha expresado su preocupacin por la interpretacin restrictiva del artculo 86 del Cdigo Penal.

El voto mayoritario, firmado por los jueces Lorenzarri, Highton de Nolasco, Fayt, Maqueda y Zaffaroni sent tres reglas claras:

1. La Constitucin y los tratados de Derechos Humanos no slo no prohben la realizacin de esta clase de abortos sino que, por el contrario impiden castigarlos respecto de toda vctima de una violacin en atencin a los principios de igualdad, dignidad de las personas y legalidad. De esta forma, se puso fin a la incertidumbre relacionada con el alcance del artculo 86, inciso 2 del Cdigo Penal, en tanto algunas instancias judiciales han entendido que ste slo aplica respecto de la vctima de una violacin que poseyera alguna discapacidad mental, criterio que llevaba a que la cuestin se judicializara a lo largo del pas con resultados adversos y, en algunos casos, con riesgo a la realizacin del aborto o a la salud de la madre. Que sentado que de las normas constitucionales y convencionales invocadas por el recurrente no se deriva mandato alguno que imponga interpretar en forma restrictiva el artculo 86, inciso 2 del Cdigo Penal, en cuanto regula los supuestos de abortos no punibles practicados respecto de los embarazos que son consecuencia de una violacin, se considera necesario remarcar que existen otras clusulas de igual jerarqua as como principios bsicos de hermenutica establecidos en la jurisprudencia de este Tribunal que obligan a interpretar dicha norma con el alcance amplio que de esta efectuara el a quo. 2. Los mdicos en ningn caso deben requerir autorizacin judicial para realizar esta clase abortos. Lo deben practicar requiriendo exclusivamente la declaracin jurada de la vctima o de su representante legal, en la que manifieste que el embarazo es la consecuencia de una violacin. La Judicializacin de esta cuestin, que por su reiteracin constituye una verdadera prctica institucional, adems de ser innecesaria e ilegal, es cuestionable porque obliga a la vctima del delito a exponer pblicamente su vida privada, y es tambin contraproducente porque la demora que apareja en su realizacin pone en riesgo tanto el derecho a la salud de la solicitante como su derecho a la interrupcin del embarazo en condiciones seguras. Quien se encuentre en las condiciones descriptas en art. 86 del Cdigo Penal no puede ni debe ser obligada a solicitar una autorizacin judicial para interrumpir su embarazo, toda vez que la ley no lo manda, como tampoco puede ser privada del derecho que le asiste a la interrupcin del mismo ya que ello, lejos de estar prohibido, est permitido y no resulta punible. Este Tribunal se ve en la necesidad de advertir a los profesionales de la salud, la imposibilidad de eludir sus responsabilidades profesionales una vez enfrentados ante la situacin fctica contemplada en la norma referida.

Con respecto a la necesidad de contar con a aprobacin de comits de tica, Directores de la Institucin o equipos de trabajo, la Corte aclar: El aborto no punible es aquel practicado por un mdico con el consentimiento de la mujer encinta, circunstancia sta que debe aventar todo tipo de intento de exigir ms de un profesional de la salud para que intervenga en la situacin concreta pues, una exigencia tal, constituira un impedimento de acceso incompatible con los derechos en juego en este permiso que el legislador ha querido otorgar..

3. Los jueces deben abstenerse de judicializar el acceso a estas intervenciones. Los jueces tienen la obligacin de garantizar derechos y su intervencin no puede convertirse en un obstculo para ejercerlos, por lo que deben abstenerse de judicializar el acceso a estas intervenciones, las que quedan exclusivamente reservadas a lo que decidan la paciente y su mdico. Este Tribunal recuerda a los diferentes operadores de los distintos poderes judiciales del pas que, segn surge del texto del artculo 86 del Cdigo Penal, lo que previ el legislador es que, si concurren las circunstancias que permiten la interrupcin del embarazo, es la embarazada que solicita la prctica, junto con el profesional de la salud, quien debe decidir llevarla a cabo y no un magistrado a pedido de un mdico:

Entre otros aspectos, en la decisin, se tuvieron en cuenta la posicin de la Organizacin Mundial de la Salud en la materia y distintos pronunciamientos del Comit de Derechos Humanos y del Comit de los Derechos del Nio, ambos de Naciones Unidas, que marcaron la necesidad de garantizar el acceso seguro a los abortos no punibles en nuestro pas y la eliminacin de las barreras institucionales y judiciales que han impedido a las vctimas de una violacin acceder a un derecho reconocido por la ley. Posibilidad de Casos Fabricados Por otra parte, el Tribunal advierte sobre la posibilidad de casos fabricados, dada la facilidad para acceder a la prctica (slo declaracin jurada ante un mdico). Tal como lo ha afirmado la OMS, la exigencia de que las vctimas de violacin, para calificar el aborto, tengan que elevar cargos contra su agresor, obtener informaciones policiales, requerir autorizacin de un tribunal o satisfacer cualquier otro requisito que no sea mdicamente necesario, puede transformarse en una barrera que desaliente a quienes tienen expectativas legtimas de buscar servicios sin riesgos y en forma temprana . Estos requisitos, diseados para identificar casos fabricados, retrasan el cuidado

necesario y aumentan la probabilidad de abortos no seguros o, incluso pueden llevar a la negativa de la prctica porque el embarazo est muy avanzado. Si bien este Tribunal advierte la posibilidad de configuracin de casos fabricados, considera que el riesgo derivado del irregular obrar de determinados individuos, -que a estas alturas slo aparece como hipottico y podra resultar, eventualmente en un ilcito penal-, no puede ser nunca razn suficiente para imponer a las vctimas de deltos sexuales obstculos que vulneren el goce efectivo de sus legtimos derechos o que se constituyan en riesgos para su salud. Con el objeto de hacer efectivo lo decidido y asegurar los derechos de las vctimas de violencia sexual, los jueces Lorenzetti, Highton de Nolasco, Fayt, Maqueda y Zaffaroni exhortaron a las autoridades nacionales, provinciales y de la Ciudad Autnoma de Buenos Aires, a implementar y hacer operativos, mediante normas del ms alto nivel, protocolos hospitalarios para la concreta atencin de los abortos no punibles a los efectos de remover todas las barreras administrativas o fcticas al acceso a los servicios mdicos y a disponer un adecuado sistema que permita al personal sanitario ejercer su derecho de objecin de conciencia sin que ello se traduzca en derivaciones o demoras que comprometan la atencin de la requirente del servicio: Corresponde exhortar a las autoridades nacionales y provinciales a implementar y hacer operativos, mediante normas del ms alto nivel, protocolos hospitalarios para la concreta atencin de los abortos no punibles a los efectos de remover todas las barreras administrativas o fcticas al acceso a los servicios mdicos. En particular, debern: contemplar pautas que garanticen la informacin y la confidencialidad a la solicitante; evitar procedimientos administrativos o perodos de espera que retrasen innecesariamente la atencin y disminuyan la seguridad de las prcticas; eliminar requisitos que no estn mdicamente indicados; y articular mecanismos que permitan resolver, sin dilaciones y sin consecuencia para la salud de la solicitante, los eventuales desacuerdos que pudieran existir, entre el profesional interviniente y la paciente, respecto de la procedencia de la prctica mdica requerida. Objecin de Conciencia Por otra parte, deber disponerse un adecuado sistema que permita al personal sanitario ejercer su derecho de objecin de conciencia sin que ello se traduzca en derivaciones o demoras que comprometan la atencin de la requirente del servicio. A tales efectos, deber exigirse que la objecin sea manifestada en el momento de la implementacin del protocolo o al inicio de las actividades en el establecimiento de salud correspondiente , de forma tal que toda institucin que atienda a las situaciones aqu examinadas cuente con recursos humanos suficientes para garantizar, en forma permanente, el ejercicio de los derechos que la ley le confiere a las vctimas de violencia sexual.

Asimismo, atendiendo a la gravedad y trascendencia social que reviste la temtica abordada en el caso, los mencionados jueces sealaron la necesidad de que tanto en el mbito nacional como en los provinciales se extremen los recaudos a los efectos de brindar a las vctimas de violencia sexual, en forma inmediata y expeditiva, la asistencia adecuada para resguardar su salud e integridad fsica, psquica, sexual y reproductiva y el asesoramiento legal del caso. Tambin sostuvieron que se consideraba indispensable que los distintos niveles de gobierno de todas las jurisdicciones implementen campaas de informacin pblica, con especial foco en los sectores vulnerables, que hagan conocer los derechos que asisten a las vctimas de violacin y que se capacite, en este sentido, a las autoridades sanitarias, policiales, educativas y de cualquier otra ndole para que brinden a toda vctima de violencia sexual la orientacin del caso. Por su parte, el juez Petracchi entendi que el recurrente no haba justificado debidamente por qu slo deba permitirse que se practicara esta clase de abortos a las vctimas de una violacin que presentaban deficiencias psquicas ya que, lo fundamental, era que, en este caso, la joven A.G. tambin haba sido vctima de un ataque a su integridad sexual y consider que ste tampoco haba demostrado que fuera inconstitucional la solucin adoptada por el legislador frente al conflicto de derechos entre la persona por nacer y quien result embarazada como consecuencia de una violacin. En consecuencia, resolvi declarar inadmisible el recurso interpuesto por el Asesor. La jueza Argibay tambin sostuvo que el recurrente no haba demostrado por qu era vlido restringir el acceso al aborto no punible slo a las vctimas de violacin que presentaban deficiencias psquicas ya que, lo fundamental, era que, en este caso, la joven A.G. tambin haba sido vctima de un ataque a su integridad sexual. Adems, consider que no se haba demostrado que fuera inconstitucional la solucin adoptada por el legislador frente a este conflicto de derechos entre la persona por nacer y quien result embarazada como consecuencia de una violacin. Por ltimo, estableci que para el ejercicio del permiso jurdico sentado en la norma no deba requerirse autorizacin judicial sino nicamente que los mdicos verifiquen que, respecto de quien peticiona el aborto, el embarazo es la consecuencia de una violacin. En consecuencia, resolvi rechazar el recurso interpuesto por el Asesor y confirm la sentencia apelada. En sntesis, la Corte Suprema tuvo en cuenta que el artculo 86 inciso 2 del Cdigo Penal establece que: El aborto practicado por un mdico diplomado con el consentimiento de la mujer encinta, no es punible: si el embarazo proviene de una violacin o de un atentado al pudor cometido sobre una mujer idiota o demente. En este caso, el consentimiento de su representante legal deber ser requerido para el aborto. As, atendiendo a esta disposicin, y frente a una extendida prctica fomentada por los profesionales de la salud y convalidada por distintos operadores de los poderes judiciales nacionales y provinciales que ha restringido indebidamente el acceso a los abortos no

punibles por parte de las vctimas de una violacin, la Corte Suprema de Justicia reafirma, con este pronunciamiento, el imperio del principio de legalidad que prescribe que las leyes estn para ser cumplidas, por lo que no puede impedirse a estas vctimas ejercer su derecho a interrumpir el embarazo conforme lo autoriza el Cdigo Penal en esta clase de casos.

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