Mesters, Carlos - Una Lectura Liberadora de La Biblia

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Una lectura Carlos Mesters,

liberadora de la Biblia O.Carm.

La fe hunde sus races en lo cotidiano, y desarrolla su fuerza transformadora y liberadora siempre que los hombres viven en comunidad. En la Biblia se encuentran los hombres a s mismos y su situacin, y desde ella sacan la fuerza para articular sus vidas. Esta realidad nos la acerca a travs de ejemplos concretos el biblista arlos !esters, ". arm. #n libro del pueblo, especialmente desde los mar$inados, un libro del que mana una din%mica transformadora& se es el papel que jue$a la Biblia en las comunidades de base brasile'as. En la se$unda parte del artculo se ofrecen los factores que conducen a la lectura de la Biblia desde la ptica de la teolo$a de la liberacin. En la actualidad de la Biblia para la vida de cada da, en su funcin articuladora de la comunidad, en el compromiso social desde su lectura en las comunidades de base y en la confrontacin a posibles tendencias espiritualistas y fundamentalistas ve arlos !esters el lu$ar y el valor de una lectura bblica desde la teolo$a de la liberacin, sobrepasando incluso el conte(to brasile'o. El artculo se public en la revista !edelln, )o. **, +ol. ,,--, .ic. /001, p%$s. /234/3*.

Introduccin Me voy a limitar a lo que sucede aqu en Brasil, puesto que no tengo mucho conocimiento de lo que pasa en otros pases de Amrica Latina. Pero descri iendo un metro cuadrado de agua del ro, se consigue tener una idea del resto del agua que llena todo el ro. La !uente de la lectura li eradora de la Bi lia es la que el pue lo cristiano vive en las Comunidades "clesiales de Base. "s un modo de sacar de la Bi lia !uer#a y lu# para su camino y su lucha. Con la ayuda de la Bi lia l llega a una e$periencia nueva de %ios y a una visi&n nueva de acci&n trans!ormadora y li eradora de la Pala ra de %ios en la vida. 'oy a comen#ar este artculo, descri iendo algunos hechos signi!icativos sacados de la pr(ctica y, en seguida, procurar hacer o servaciones que e$pliciten el alcance de estos hechos para una lectura popular de la Bi lia. 1 Parte Tres hechos que revelan la situacin a la que llegamos 1 Hecho: Colombia )ucedi& durante la primera reuni&n de un curso lico. *a a unas +, personas. "n la pared est( la !rase DIOS ES AMOR. "l padre pregunt&- ./quin lo escri i&0 1na se2ora respondi&- .34ui yo50 6 el padre- ./Por qu lo escri i&70 8espuesta de la se2ora- ."ncontr la pared medio vaca0. "l padre- ./6 por qu puso esta !rase70 La se2ora- .La encontr onita.0 "l Padre- ./de d&nde sac& la !rase70 6 la se2ora respondi&- .36o misma la invent5 3Me pareci& que esto es lo que de emos vivir como cristianos50 "ntonces el padre di9o- .'amos a a rir la Bi lia por la primera carta de )an :uan, captulo ;, versculo <0. "sper& hasta que todos hu ieran encontrado el te$to. =l pidi& a aquella se2ora que leyera. "lla ley&.Aquel que no ama no conoce a %ios, porque DIOS ES AMOR.

4ue la primera ve# en su vida que ella a ra la Bi lia. )e llev& un susto. >o espera a encontrar all dentro su !rase de la pared. %escu ri& que, sin que ella lo supiera, la Pala ra de %ios ya esta a en su vida. )e qued& con una satis!acci&n y una alegra tan grandes, que casi no durmi& aquella noche. "n los das siguientes, la Bi lia que ha a reci ido del padre esta a llena de papelitos marcando las p(ginas. 3%urante la noche encontr& otras !rases conocidas5 "ste hecho tan simple y muchos otros hechos seme9antes revelan en lo que sigue un respeto por la interpretaci&n que el pue lo de las comunidades cristianas hace de la Bi lia1 La Bi lia es aceptada por el pue lo como Pala ra de %ios. "sta !e ya e$iste antes de que nosotros lleguemos a la Bi lia. "n ella colgamos todo lo que tenemos que decir. "s lo que caracteri#a la lectura de la Bi lia que hacemos en Amrica Latina. )in esta !e, todo el proceso y todo el mtodo ha ran sido di!erentes. ! "st( en camino un descu rimiento progresivo de que la Pala ra de %ios no est( s&lo en la Bi lia, sino tam in en la vida y de que el o 9etivo principal de la lectura de la Bi lia no es interpretar la Bi lia, sino interpretar la vida con la ayuda de la Bi lia. )e descu re que %ios ha la hoy a travs de los hechos. " La Bi lia entra por otra puerta en la vida del pue lo? no por la puerta de la autoridad, sino por la puerta de la e$periencia personal y comunitaria. "lla se hace presente no como li ro que impone una doctrina de arri a a a9o, sino como una Buena >ueva que revela la presencia li eradora de %ios en la vida y en la lucha del pue lo. La Bi lia con!irma el camino que el pue lo est( haciendo y, as, lo anima en su esperan#a. # Antes, la Bi lia queda a le9os, 3ahora est( cerca5 "l que era misterioso e inaccesi le comen#& a !ormar parte de la vida cotidiana de los po res. 6 9unto con su Pala ra el propio %ios se hi#o cercano. 8esulta di!cil para uno de nosotros evaluar la e$periencia de novedad que todo esto representa para los po res. ! Hecho: $ueva Igua%&' ()o de *aneiro "ra un encuentro lico s&lo para negros. Comen#& escuchando todos una historia personal de dos negros ya de edad. *istoria de mucho su!rimiento y discriminaci&n. "n seguida, todos 9untos, en silencio, intentaron recordar la historia de los negros en Brasil. "n una visi&n de con9unto apareci& en el cuadro una lnea del tiempo da larga esclavitud con su secuencia de opresiones. %espus de eso pidieron que se diera una visi&n glo al de la historia del pue lo de la Bi lia. As, al !inal, en un gran cuadro paralelo ha a dos historias, distantes en el tiempo, pero pr&$imas en el contenido- dos historias de opresi&n y de lucha por la li eraci&n. "sta !ue la primera parte. "n la segunda parte decidieron pro!undi#ar en el cautiverio del pue lo de la Bi lia. @ueran sa er c&mo en!rentarse con el cautiverio en que ellos mismos se encontra an hoy, siglo AA, aqu en Brasil. 4ue un estudio de muchos y preciosos descu rimientos. *u o una identi!icaci&n muy !uerte del grupo con el )iervo de 6ahveh del que ha la el pro!eta Bsaas y con su misi&n. Comen#aron a mirar su propia situaci&n con otros o9os. +bservaciones en torno al hecho:
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1 Al leer la Bi lia el pue lo de las Comunidades trae consigo su propia historia y tiene en los o9os los pro lemas que vienen de la realidad dura de su vida. La Bi lia aparece como un espe9o, .smC olo0 Dc! *e EE,EFG de aquello que l mismo vive hoy. )e esta lece as un vnculo pro!undo entre la Bi lia y la vida que, a veces, puede dar la impresi&n de ser un concordismo super!icial. "n realidad se trata de una lectura orante de !e muy seme9ante a la lectura que hacan los )antos Padres. ! Para que se produ#ca esta vinculaci&n pro!unda entre Bi lia y vida es importante- aG tener en los o9os las preguntas reales que vienen de la vida y de la realidad su!rida hoy y no preguntas arti!iciales que nada tienen que ver con la vida del pue lo? G descu rir que se pisa el mismo suelo ayer y hoy? cG tener una visi&n glo al de la Bi lia que est relacionada con la situaci&n concreta de los lectores. Leyendo as la Bi lia se produce una iluminaci&n mutua entre Bi lia y vida. "l sentido y el alcance de la Bi lia aparecen y se enriquecen a la lu# de lo que se vive y su!re en la vida y viceversa. " A partir de esta nueva relaci&n entre Bi lia y vida, los po res hacen el mayor descu rimiento de todos- .)i %ios estuvo con aquel pue lo en el pasado, entonces =l tam in est( con nosotros en esta lucha que hacemos para li erarnos. 3=l escucha nuestro clamor5 " Hecho: Cabedelo' Paralba La cele raci&n !inal del encuentro lico comen#& con un canto. "n seguida se hi#o una lectura de la historia de los discpulos de "maHs hasta donde dice- .3>osotros esper( amos I5 DLc +;,EJC+;G. )e hi#o una pausa para responder a la pregunta- .La cru# mat& la esperan#a de los discpulos /cual es la cru# que hoy est( matando la esperan#a del pue lo70 "n seguida continuaron la lectura y escuchamos c&mo :esHs interpret& las "scrituras para los discpulos DLc +;,+,C+KG. "l grupo se dividi& en peque2os grupos de tres- cada uno era Cristo para los otros dos. %e an compartir entre s cu(ndo el hermano o la hermana, con su Pala ra, !u Cristo para ella o para l y le hi#o arder el cora#&n. %espus de die# minutos, al son de un canto, el grupo se reuni& nuevamente para escuchar c&mo los discpulos llegaron a "maHs y c&mo reconocieron a :esHs en la !racci&n del pan DLc +;,+<CJ+G. Ah todos entraron en la sala y cele raron la "ucarista, la !racci&n del pan. Por !in, despus de la comuni&n, leyeron c&mo los discpulos volvieron a :erusaln, donde continua an vivas las !uer#as de la muerte que ha an levantado la cru# y matado a :esHs. Pero los dos, por dentro, ya ha an o tenido la victoria so re el poder de la muerte por su !e en la resurrecci&n DLc +;, JJCJ,G. +bservaciones en torno al hecho: 1 "n este hecho aparece claramente que, para una uena interpretaci&n es muy importante crear un am iente orante de !e y !raternidad, a travs de cantos, oraciones y cele raciones. O sea, sin este conte$to del "spritu, no se llega a descu rir el sentido que el te$to tiene para nosotros hoy. Por tanto, el .sentido . de la Bi lia no es s&lo una idea o un mensa9e que se capta y se o 9etiva con la ra#&n? es tam in un .sentir0, una consolaci&n, un consuelo que es .sentido0 con el cora#&n.

! )urge, poco despus, una nueva manera de mirar la Bi lia y su interpretaci&n. La Bi lia ya no es vista como un li ro e$tra2o que pertenece al clero, sino que es nuestro li ro .escrito para nosotros que tocamos el !in de los tiempos0 DE Cor EL,EEG. " La interpretaci&n de una actividad envolvente que comprende no s&lo la contri uci&n intelectual del e$egeta, sino tam in y so re todo el proceso de participaci&n de la Comunidad- tra a9o y estudio de los grupos, lecturas personales y comunitarias, teatro y otras din(micas, cele raciones, oraciones, recreos, etc. I Bnterpretar es, antes que nada, una actividad comunitaria en la que todos participan, cada uno segHn su modo y con!orme a su capacidad, inclusive el e$egeta. Conclu,endo: *ay muchos otros hechos. Bastan estos tres para sentir el viento nuevo que sopla y conoce la situaci&n a la que se ha llegado. La pr(ctica, revelada por estos hechos, !ue surgiendo a lo largo de los a2os. )u simiente viene de los a2os ;L y ,L, cuando comen#& la renovaci&n. Conviene no olvidar que todo esto de que estamos ha lando se re!iere s&lo a las Comunidades "clesiales de Base, que son apenas una peque2a minora. La gran mayora tiene otro modo de mirar la Bi lia, menos li erador y m(s !undamentalista. Para que apare#ca me9or el itinerario de !e recorrido a lo largo de los a2os, conviene presentar todo esto de un modo m(s sistem(tico. 'eremos dos aspectos- la din(mica interna del proceso de interpretaci&n popular y su novedad. ! Parte -a din.mica interna del /roceso de la inter/retacin 1 Tres 0actores Muchos !actores contri uyeron a que se llegara a este tipo de lectura de la Bi lia en el Brasil. %estacamos tres de ellos que no pueden ser ignorados para entender la actual coyuntura. a1 2l traba3o de la JOC: una nueva manera de ver la revelacin de 4ios "l mtodo 'er, :u#gar, Actuar tra9o, sin duda, una nueva manera de considerar y e$perimentar la acci&n reveladora de %ios dentro de la historia. Antes de procurar sa er que %ios ha la, se procura ver la situaci&n del pue lo, sus pro lemas. "n seguida, con la ayuda de te$tos licos, se intenta 9u#gar esta situaci&n. "sto hace que el ha lar de %ios no venga de la Bi lia, sino de los hechos iluminados por la Bi lia. )on ellos los que llevan a actuar y cele rar de manera nueva... el mtodo de verC9u#garCactuar. b1 2l Concilio 5aticano II , el 4ocumento 4ei 5erbum "l documento %ei 'er um consagr& para la Bglesia toda esta nueva manera de ver la acci&n reveladora de %ios. %ios ha la hoy a travs de los hechos y de las personas. >osotros conseguimos descu rir su ha lar con la ayuda de la Bi lia, la Pala ra escrita de %ios. "lla nos presenta como norma DcanonG la historia vivida del pue lo de Bsrael. c1 2l gol/e militar , la crisis del vanguardismo

La situaci&n del pue lo era de a andono. "n EFM; el golpe militar revel& que el tra a9o de concienti#aci&n, hecho hasta aquel momento, era muy imper!ecto. "l as llamado vanguardismo su!ri& un choque. )e perci i& la necesidad de un tra a9o m(s capilar y paciente 9unto al pue lo, respetando mucho m(s su cultura y su camino. La Bglesia era el Hnico lugar donde todava se poda tra a9ar con li ertad sin ser vctima de represi&n poltica. As a partir de los a2os ML, comen#& un tra a9o de ase, de donde surgieron en todo lugar las comunidades eclesiales de ase. "l pue lo comen#& a leer la Bi lia. Pero el !actor m(s importante de todos, que nunca !ue tomado en s mismo, aunque actHa en todos los otros !actores, es la acci&n del "spritu )anto. =l actHa en esta realidad y la conduce. 3Or lo que el "spritu dice a las Bglesias5 ! Tres eta/as "n el correr de estos a2os, tres aspectos tuvieron sus momentos privilegiados, uno despus de otro. )on como tres o 9etivos distintos que est(n presentes en el uso que el pue lo hace de la Bi liaa1 Conocer la Biblia6Instruir La renovaci&n de la e$gesis, las tres encclicas so re la interpretaci&n de la Bi lia de Le&n ABBB, Benedicto A' y Po ABB, el tra a9o de divulgaci&n de los e$egetas, la renovaci&n litHrgica tra9eron la Bi lia m(s cerca del pue lo. Alguien di9o, aqu en Brasil, que lo que ayud& a provocar en los cat&licos un inters mayor por la Bi lia !ue el vigor misionero de las iglesias pentecostales. As, el deseo de conocer la Bi lia estimul& a mucha gente a una lectura m(s !recuente. b1 Crear comunidad6celebrar "n la medida en que la Pala ra comen#a a a ser leda o escuchada, produca sus !rutos. "l primer !ruto !ue el de aglutinar a las personas y crear comunidades. )emanas licas populares, di!usi&n de la Bi lia en lengua vern(cula, cele raciones de la Pala ra, escase# del clero, cursos, encuentros, entrenamientos, numerosos grupos y crculos licos, mes de la Bi lia- todo esto produ9o un !ervor comunitario muy grande en torno a la Pala ra de %ios. c1 7ervir al /ueblo6trans0ormar )o re todo a partir de EFM<, se dio un paso m(s. "l conocimiento de la Bi lia y la preocupaci&n comunitaria encontraron su o 9etivo, que es el servicio al pue lo y la de!ensa de la vida. >o teniendo ni dinero ni tiempo para leer los li ros so re la Bi lia, los po res comen#aron a leer la Bi lia a partir del Hnico criterio de que disponan- su vida de !e, vivida en comunidad, vida su!rida de pue lo oprimido. Leyendo as la Bi lia descu ran lo o vio que no conocan- una historia de opresi&n igual que la que ellos su!ren hoy? una historia de lucha por los mismos valores que ellos persiguen hoy- tierra, 9usticia, compartir, !raternidad, vida de la gente. " -a din.mica interna "stas tres etapas son como tres aspectos o tres o 9etivos de una misma actitud interpretativa !rente a la Bi lia. "ntre ellas e$iste una din(mica interna que marca el proceso de interpretaci&n popular- conocer la Bi lia lleva a convivir en comunidad? convivir en comunidad lleva a servir al pue lo que, a su ve#, lleva a desear un conocimiento m(s pro!undo del conte$to de origen de la Bi lia, y as de nuevo. "s

una din(mica que no termina nunca. "stos tres aspectos nacen uno de otro, suponen el otro y llevan al otro. comunidad %ios ha la hoy realidad Bi lia

>o importa tanto a partir de cu(l de los tres aspectos se inicia el proceso de interpretaci&n. "sto depende de la situaci&n, de la historia, de la cultura y de los intereses de la comunidad o del grupo. Lo que importa es perci ir que un aspecto queda incompleto sin los otros dos. Neneralmente en todas las comunidades hay personas que se identi!ican con uno de los tres aspectos- EG personas que quieren conocer la Bi lia y que se interesan m(s por el estudio? +G personas que insisten m(s en la comunidad y en sus !unciones internas? JG personas m(s preocupadas por servir al pue lo y hacer su contri uci&n en la poltica y en los movimientos populares. Oodo esto produce tensiones entre los di!erentes grupos e intereses. "stas tensiones son saluda les y !ecundas. Por e9emplo, en algunos lugares, la pr(ctica poltica m(s intensa de los Hltimos a2os est( pidiendo, ahora, un conocimiento m(s pro!undo del te$to lico y una vivencia comunitaria m(s intensa de la espiritualidad de la li eraci&n. "n otros lugares la vivencia comunitaria lleg& a su lmite y est( pidiendo una acci&n m(s ensam lada con los movimientos populares. "n otras pala ras, las tensiones ayudan a crear un equili rio que !avorece la interpretaci&n de la Bi lia e impiden que se vuelva unilateral. A veces, sin em argo, estas tensiones son negativas y llevan a alguno de los tres aspectos a cerrarse so re s mismo o a e$cluir a los otros dos. "l itinerario de interpretaci&n popular muchas veces es tenso y con!lictivo con riesgo de encerramiento o retroceso. # Peligros de encerramiento Cuando una comunidad alcan#a el o 9etivo de uno de estos aspectos Dconocer, convivir o servirG algunos miem ros, por !idelidad a la pala ra, quieren avan#ar y dar un paso adelante y otros, en nom re de esta misma !idelidad, recha#an la apertura. "s un momento de crisis y tam in de gracia. >o siempre gana el grupo que quiere avan#ar. 1 Oodos los movimientos pastorales utili#an la Bi lia y se apoyan en ella. "n nom re de la Bi lia los !undamentalistas recha#an la interpretaci&n y la apertura a la realidad. "n algunos lugares los grupos licos que se cerraron en torno a s mismos o en torno a la letra de la Bi lia, se convirtieron en los grupos m(s conservadores de la parroquia. "l propio e$egeta puede correr el riesgo de cerrarse en el estudio, hasta progresista, del te$to lico. ! Muchos movimientos se encierran en lo comunitario, lo mstico, lo carism(tico y recha#an la apertura a lo poltico. "llos se a ren al servicio de los po res Dy muchoG, pero no en una lnea de trans!ormaci&n o de li eraci&n.
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" "$iste el encerramiento del lado opuesto, aunque con menor !recuencia. La comunidad alcan#a un grado de servicio m(s comprometido y de consciencia poltica m(s clara? perci e c&mo lo comunitario, personal o lo devocional pueden ser manipulados con relativa !acilidad por la ideologa dominante y concluye que estas cosas no contri uyen tanto a la trans!ormaci&n. Por eso corre el peligro de cerrarse en lo social, en lo poltico, en el servicio al pue lo. Aunque comprensi les, encerramientos as son tr(gicos, pues ninguno de los tres alcan#a solo el sentido. Para superar este peligro es importante mantener un am iente de di(logo. Pues donde la pala ra humana circula con li ertad y sin censura, la Pala ra de %ios genera li ertad. " Parte $ovedad , alcance de la inter/retacin /o/ular %entro de la interpretaci&n que hacen los po res de la Bi lia e$iste una novedad de gran alcance para la vida de las iglesias. >ovedad antigua que viene de le9os y que retoma algunos valores (sicos de la Oradici&n comHn. )iguen aqu siete puntos que de una u otra manera se2alan un itinerario. 1 "l o 9etivo de la interpretaci&n ya no es uscar in!ormaci&n so re el pasado, sino clari!icar el presente con la lu# de la presencia del %iosCcon nosotros, %ios Li ertador? es interpretar la vida con la ayuda de la Bi lia. )e redescu re en la pr(ctica una nueva visi&n de la revelaci&n, descrita y de!inida por la %ei 'er um. ! "l su9eto de la interpretaci&n ya no es el e$egeta. Bnterpretar es una actividad comunitaria en la que todos participan, inclusive el e$egeta que en ella e9erce un papel especial. Por eso es importante tener en los o9os no s&lo la !e de la comunidad, sino tam in !ormar parte e!ectiva de una comunidad viva y uscar el sentido admitido por esta comunidad. "sta pertenencia e!ectiva a una comunidad viva, e9erce una in!luencia crtica so re la !unci&n de la e$gesis cient!ica que, as, se coloca m(s a su servicio. " "l lugar social desde donde se hace la interpretaci&n es a partir de los po res, los e$cluidos y los marginados. "sto modi!ica el mirar. Muchas veces por !alta de una consciencia social m(s crtica, el intrprete es vctima de preconceptos ideol&gicos y sin darse cuenta usa la Bi lia para legitimar el sistema de opresi&n que deshumani#a. # La lectura que relaciona la Bi lia con la vida es ecumnica y li eradora. Lectura ecumnica no quiere decir, en primer lugar, que cat&licos y protestantes discuten sus divergencias para llegar a una conclusi&n comHn. "sto puede ser una consecuencia. Lo m(s ecumnico que tenemos es la vida que %ios nos dio. Aqu en Amrica Latina, la vida de gran parte de la po laci&n corre peligro, pues ya no es vida. Lectura ecumnica es interpretar la Bi lia en de!ensa de la vida. Personas de di!erentes denominaciones cristianas nos unimos no en de!ensa de nuestras instituciones y con!esiones, sino en de!ensa y al servicio de la vida del pue lo. Ahora, en la actual situaci&n en que vive el pue lo de Amrica Latina, una lectura en de!ensa de la vida, necesariamente, de e ser li eradora. Por eso mismo es con!lictiva. )e ha vuelto signo de contradicci&n. 8 Aqu aparece la di!erencia con la e$gesis europea. "l mayor pro lema entre nosotros es la !e que corre peligro a causa de la seculari#aci&n. )in em argo es la vida la que corre serio peligro de ser eliminada y deshumani#ada. 6 lo que es peor, la propia Bi lia corre peligro de ser usada para legitimar esta situaci&n en nom re de %ios. Como en el tiempo de los reyes de :ud( y de Bsrael, se usa la

Oradici&n para legitimar los dolos. La interpretaci&n popular descu re, revela y denuncia esta manipulaci&n. 9 "l mtodo y la din(mica, usados por los po res en sus reuniones, son muy simples. "llos no acostum ran a usar un lengua9e discursivo, hecho de argumentos y raciocinios. Pre!ieren contar hechos y usar comparaciones I un lengua9e que !unciona por asociaci&n de ideas y cuya preocupaci&n primera no es hacer sa er, sino hacer descu rir. : Aparece con mayor claridad la !unci&n y los lmites de la Bi lia. Los lmites son estos- la Bi lia no es el !in en s misma, sino que est( al servicio de la interpretaci&n de la vida? ella sola no !unciona y no consigue a rir los o9os, pues lo que a re los o9os es compartir el pan, el gesto comunitario. La Bi lia es como el cora#&n- !uera del cuerpo de la comunidad y de la vida del pue lo 3muere y hace morir5 # Parte 4esa0)os que revelan lo nuevo que est. llegando 1 -a lectura 0eminista La lectura !eminista cuestiona y relativi#a la lectura masculini#ada de siglos. "lla no puede ser descartada como un !en&meno pasa9ero ni como una de las muchas curiosidades e$egticas sin mayores consecuencias. "lla es una de las caractersticas m(s importantes que vienen surgiendo de dentro de la lectura popular de la Bi lia. )u alcance es mucho mayor de lo que pudiera parecer a primera vista. "n el Brasil adquiere una importancia mayor aHn a causa de la apa ullante mayora de mu9eres que participan activamente en los grupos licos y sostienen la lucha del pue lo en muchos lugares. ! 2l 0undamentalismo que avan%a "n un encuentro de dos semanas, organi#ado por el CESEP en NoiPnia "n :aneiro en EFFE, ha a m(s de MLL participantes, venidos de las CEBs de casi todos los estados de Brasil. 3Muchos 9&venes5 "n los tres das dedicados al estudio de la Bi lia, la lnea de interpretaci&n era claramente li eradora. "n las conversaciones con los participantes, no o stante, apareca, varias veces, una actitud interpretativa di!erente, en la que se me#cla a el !undamentalismo con la teologa de la li eraci&n. 3)o re todo en los 9&venes5 /C&mo e$plicar este !en&meno7 /de d&nde viene7 /%el contacto con la lnea conservadora, con la lnea carism(tica, con los creyentes7 /)er( que tam in viene de las de!iciencias de la actitud li eradora !rente a la Bi lia7 />O ser( que viene de algo m(s pro!undo aHn que est( cam iando en el su consciente de la humanidad7 "l peligro del !undamentalismo no e$iste s&lo en las iglesias cristianas, sino tam in en las otras religiones- 9uda, musulmana, udista I "$isten incluso !ormas de !undamentalismo seculari#ado. " -a b&squeda de 2s/iritualidad , nuestro m;todo de inter/retacin "n todo rinc&n se oye o se siente el deseo de mayor pro!undidad, de mstica, de espiritualidad. La Bi lia, de hecho, puede ser una respuesta a este deseo. Pues la Pala ra de %ios tiene dos dimensiones !undamentales. Por un lado, ella trae una lu#. "n este sentido ella puede contri uir a clari!icar las ideas, desenmascarar las !alsas ideologas y comunicar una consciencia m(s crtica. Por otro lado, trae una !uer#a. "n este sentido ella puede animar a las personas, comunicar cora9e, traer alegra, pues es !uer#a creadora que produce lo nuevo, genera el pue lo, crea los hechos, hace amar. Bn!eli#mente en la pr(ctica pastoral estos dos aspectos de la Pala ra est(n separados. Por un lado, los movimientos
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carism(ticos? por otro, los movimientos de li eraci&n. Los carism(ticos tiene mucha oraci&n, pero muchas veces carecen de visi&n crtica y tienden a una interpretaci&n !undamentalista, morali#ante, espiritualista e individualista de la Bi lia. Por eso, su oraci&n, muchas veces, carece de !undamento real en el te$to y en la realidad. Los movimientos de li eraci&n, a su ve#, tienen mucha conciencia crtica, pero, a veces carecen de perseverancia y de !e cuando se trata de en!rentar situaciones humanas que, dentro de un an(lisis cient!ico de la realidad, no contri uyen en nada a la trans!ormaci&n de la sociedad. A veces ellos tienen una cierta di!icultad para entrever la utilidad de largas horas gastadas en oraci&n sin resultado inmediato. # -a cultura de nuestros /ueblos , el <ntiguo Testamento "n el mito de Oucum(n, que e$plican los indios de la regi&n ama#&nica, so re el origen del mal en el mundo, el culpa le no es la mu9er, sino el hom re. Alguien pregunt&- ./por qu no usamos nuestros mitos en ve# de los mitos del pue lo he reo70 >o hu o respuesta. La misma pregunta se hi#o en un curso lico en Bolivia en mayo de EFFE. Los participantes, todos ellos Aymar(s, pregunta an- ./por qu usar s&lo la Bi lia7 />uestras historias no son m(s onitas, menos machistas y m(s conocidas70 Las religiones de Asia, m(s antiguas que la nuestra, hacen estas mismas preguntas desde hace varios a2os. /Cual es el valor de nuestra historia y de nuestra cultura. "llas no podran valer como nuestro Antiguo Oestamento, donde est(n escondidas las promesas que %ios hi#o a nuestros antepasados y donde e$iste nuestra ley como .nuestro pedagogo hacia :esucristo0 DNal J,+;G7 "l evangelio no vino a condenar el Antiguo Oestamento, sino a completarlo y e$plicitar todo su signi!icado DMt ,,EKG. "l Antiguo Oestamento del pue lo de Bsrael es el canon o la norma inspirada que nos ayuda a perci ir y a revelar esta dimensi&n m(s pro!unda de nuestra cultura e historia, de nuestro Antiguo Oestamento. 8 $ecesidad de crear centros de estudios b)blicos en <m;rica -atina La marcha de las Comunidades avan#a y se pro!undi#a. Poco a poco, del cora#&n de esta pr(ctica popular est( surgiendo una nueva actitud interpretativa que no es nueva, sino muy antigua. Oiene necesidad de ser legitimada tanto a partir de la Oradici&n de las Bglesias como a partir de la investigaci&n e$egtica. La lectura que se hace a partir de los po res y a partir de la causa de los po res tiene sus e$igencias propias. "n la medida que se avan#a, crece el deseo de mayor pro!undi#aci&n cient!ica. *ay muchos asesores licos a los que les gustara tener un conocimiento de las lenguas licas? les gustara conocer me9or el conte$to econ&mico, poltico, social e ideol&gico en el que naci& la Bi lia? les gustara llevar a la Bi lia las preguntas que hoy angustian al pue lo en la vivencia de su !e. Adem(s de esto hay mucha escase# de clero. La escase# mayor y m(s urgente es la de asesores y asesoras licas capaces de responder a la demanda creciente de !ormaci&n lica y de hacer !rente al pro lema nuevo que se est( creando a causa del crecimiento inmenso del !undamentalismo Dmucho m(s peligroso que cualquier otro CismoG. Adem(s de esto, la pr(ctica de la lectura lica hecha en las Comunidades "clesiales de Base de Amrica Latina, ya adquiri& una cierta repercusi&n en la Bglesia 1niversal, pues est( provocando discusiones, reacciones y adhesiones en muchos lugares. "sto se vio claramente en el "ncuentro Mundial de la FEBIC, reali#ado en Bogot( en 9ulio de EFFL y en el encuentro Mundial de la Bglesia Luterana, reali#ado en Curiti a en enero de EFFL. *ay muchos otros signos de inters que e$isten en otros Continentes por la lectura que se hace de la Bi lia aqu en Amrica Latina. Por todo esto es importante que se comience a pensar seriamente en la creaci&n de un centro de investigaci&n y de !ormaci&n lica que se oriente a partir de los pro lemas reales que sentimos por aqu en nuestras comunidades. (BDV 44 3-1997)
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