Jodorowsky, Alejandro - Las Doce Deformaciones (Extracto de 'Los Evangelios para Sanar')
Jodorowsky, Alejandro - Las Doce Deformaciones (Extracto de 'Los Evangelios para Sanar')
Jodorowsky, Alejandro - Las Doce Deformaciones (Extracto de 'Los Evangelios para Sanar')
Alejandro Jodorowsky
(Seleccin de texto extrada de Los Evangelios para sanar, Ed. Dolmen, 1997
... Los c!atro palos del "arot #el $ro, el %asto, la Espada & la 'opa( nos sim)oli*an+ ,a)lan del c!erpo, del sexo, del intelecto & de la energa emocional. Estos c!atro aspectos de nosotros nos cond!cir-n a n!estro Dios interior... ...El dese.!ili)rio s!rge con la aparicin de de/ormaciones. 0stas son en n1mero de doce, & se caracteri*an por el des)orde o la invasin de !na energa en el dominio de s!s compa2eras... '!ando el $ro est- en s! l!gar, es decir c!ando el c!erpo es vivido plenamente por lo .!e es, ello corresponde a la per/eccin. El pro)lema aparece en el momento en .!e las otras tres energas vienen a parasitar el c!erpo o c!ando 3l mismo se s!stit!&e con las dem-s energas.
La Espada invade al Oro: el cuerpo est dirigido por el intelecto: lo debilitan las concepciones y las ideas. Esto produce lo que llamamos un intelectual, que no se permite a su cuerpo vivir y expresarse. Lo inhibe. Se mueve mal, baila mal: est contra do. El Basto en el Oro: el cuerpo se vuelve un puro ob!eto sexual. Se vive en la seducci"n. El aspecto exterior es primordial en detrimento del interior. La persona en este caso es c nica y destructiva, porque no se concibe sino como un ob!eto. El tiempo que transcurre inexorablemente es, desde luego, resentido como una angustia y, mientras ms esa persona pierde la carrera contra el tiempo, ms su cuerpo se vuelve su enemigo. La Copa en el Oro: el cuerpo es invadido por lo emocional: es manso, rolli#o, blando, pere#oso. Est siempre en demanda de calor y se a$errar a os dems para recalentarse, as como para ser hospedado y alimentado.
%na energ a sexual equilibrada es maravillosa. &arasitada, produce tres de$ormaciones posibles: La Espada en el Basto 'el intelecto en el sexo(: produce la $rigide#, la impotencia, la eyaculaci"n preco#, etc)tera. El sexo posee su propia sabidur a, e invadirlo con teor as o doctrinas resulta in*til, y a*n nocivo. Es naturalmente per$ecto, m stico, divino. +,e!emos de culpabili#arlo, de dis$ra#arlo, de huir de )l- ,e!)moslo vivir tal cual es. .e niego a pensar que portaos en nuestro cuerpo cualquier cosa sucia o diab"lica. Esta maravillosa energ a est en ra # de nuestra creatividad. / adems, es ella la que transmite la eternidad. La Copa en el Basto: 0o hay orgasmo. La relaci"n sexual se diluye en una insaciable demanda de ternuras y caricias. La molicie ser la palabra clave de esta de$ormaci"n. El orgasmo no puede reali#arse porque el animal interior no tiene la posibilidad de mani$estarse en todo su poder. La energ a sexual no es brutal, y sin embargo es poderosa. En un momento dado hay que vivirla como tal, sin tener miedo de ahogarse en ella puesto que, una ve# el deseo reali#ado, se vuelve siempre a la personalidad base. Las personas que tienen miedos in$antiles piensan que morirn si se de!an sumergir por esta energ a. El Oro en el Basto: conduce a la prostituci"n. Se valora el sexo por otros motivos que el esencial, que consiste en encontrar la verdad divina. Esa invasi"n de lo material en esta energ a divina es una verdadera desgracia. La 1opa habla de la energ a emocional. La Espada en la Copa: cuando la copa es parasitada por la espada, la energ a emocional, que permite entrar en comunicaci"n con el otro, se vuelve calculadora. 2odo es sopesado, contabili#ado, cada gesto hacia el otro espera una respuesta, un reembolso. te habl) ayer por tel)$ono: +hoy es tu turno- Si das un paso hacia m , dar) un paso hacia ti, etc)tera. El clculo en la relacin amorosa es algo extremadamente penoso. El Basto en la Copa: produce un cora#"n posesivo y celoso. 1aer en las manos de una persona de este g)nero, es una pesadilla, y tener uno mismo esta de$ormaci"n es otra pesadilla. Los celos con una plaga que revela un $ero# comple!o de in$erioridad y de abandono. El el miedo a que alguien d) al ser amado lo que yo no le pueda dar. El Oro en la Copa: la energ a emocional se vuelve $r a. El cora#"n es cerrado y ego sta.
2ener un cora#"n cerrado no signi$ica que no se pueda amar, sino que se est lleno de un amor que la persona no puede expresar. Est anestesiado. Esta obstrucci"n emocional nace cuando un ni3o no ha sido verdaderamente amado y cuando no ha podido expresar su amor. 4l crecer, esta persona, inhibida en tal energ a, $orma un capara#"n para protegerse. Sin embargo, quermoslo o no, somos seres que aman. La copa est llena de amor. 1uando la energ a intelectual, que es sin duda muy bella, resulta de$ormada por las otras, crea tres tipos posibles de comportamiento: El Basto en la Espada 'la sexualidad en el intelecto(: el esp ritu de competici"n, la agresividad, la violencia y la dominaci"n son las caracter sticas de un ser en el cual los pensamientos son parasitados por su sexualidad. El pensar se vuelve una $orma de poseer al mundo. La comunicaci"n resulta salpicada de agresiones en la meta de herir al interlocutor. En este tipo de de$ormaci"n, se desea tambi)n ocupar el sitio del otro. 1reemos que su pensamiento es me!or que el nuestro. La Copa en la Espada 'lo emocional en el pensamiento(: quien lo padece halla di$ cil controlarse, puesto que se encuentra nadando en un magma emocional. 0o llega verdaderamente a concentrarse, a centrarse, a pensar. ,esde el momento en que intenta resolver un problema, se sumerge en la con$usi"n y el caos. 2odo se vuelve problemtico porque esta persona no piensa: resiente. En esta de$ormaci"n, los su!etos tienden a beber alcohol y a drogarse. El Oro en la Espada: produce seres extremadamente materialistas que s"lo piensan en el dinero. 4qu no hay imaginaci"n o prop"sitos espirituales. La persona se queda pegada a lo material: ninguna posibilidad de desarrollar un alma. En tanto que no hemos encontrado a nuestro ,ios interior, bordeamos una u otra de estas de$ormaciones, y a veces incluso varias de ellas.