El Mundo Bárbaro en Plinio El Viejo
El Mundo Bárbaro en Plinio El Viejo
El Mundo Bárbaro en Plinio El Viejo
Septiembre
2005
Índice
Introducción 3
Capítulo I
Capítulo II
Capítulo III
Capítulo IV
Capítulo V
Conclusión 40
Bibliografía 42
2
Introducción
Esta breve investigación desea entre sus primeras intenciones, presentarse como
un intento por la revaloración del estudio de la Historia Antigua, sin desestimar cualquier
otra área de la Historia, ya que sin duda, el Tiempo con todas sus dimensiones guardan
ellas. Pero al pensar un motivo serio para el estudio del pasado en particular, como es la
época Imperial romana, éste surge de un afán de encuentro con lo perdido, como si de
rescatar la memoria se tratase, en nuestro caso especial, cual tesoro que deslumbra
traer de nuevo el mundo de los clásicos al Presente; que nos cuenten aquello que pudo
tiempos. Estos personajes relucen como héroes de la Historia, y los escuchamos hasta
hoy como el eco de la virtud en el tiempo, como si fueran “…una roca inconmovible
porque vemos que en ellos están presentes los grandes problemas del hombre del
pasado, y que son, en el fondo, nuestros mismos problemas, es decir los de tratar de ser
cada vez más hombres, convencidos de las limitaciones y de las grandezas de nuestra
humanidad.”1
la concepción de barbarie de los romanos en los pueblos de fuera del Imperio durante el
siglo I d.C.
De esta forma, nuestra intención básicamente es ver si hay una distinción por
parte de los romanos, entre los pueblos guerreros del norte, los de oriente herederos de
1
Herrera Cajas, Héctor. Dimensiones de la responsabilidad educacional. (Santiago: 1988), p. 64.
3
grandes civilizaciones, y los pueblos de la periferia del mundo. Pero esta distinción debe
extienden y qué es lo que los delimita. Así se espera poder verificar si es que existe o no
algún tratamiento semejante o especial hacia esos pueblos por sus diferencias
autores clásicos, entre ellos, Tácito que fue un profundo conocedor de los pueblos
bárbaros que habitaban en las fronteras del Imperio y de los asuntos internos de la vida
cortesana; Estrabón, un aficionado a los viajes que recorrió la mayor parte de las regiones
orientales del Imperio; pero de forma principal a Plinio el Viejo quien desarrolló todos los
que ilumine los conceptos centrales de Mundo, barbarie y civilización. De esta manera, las
nociones de ellos sobre la barbarie entre los distintos pueblos nos dirán que, tanto como
el bárbaro fue menoscabado por su posición periférica, también fue exaltado por algunas
de sus virtudes, por ejemplos las guerreras, y su mundo también fue defendido para dar
contexto que afirme las exposiciones anteriores. Los dos textos principales son el de
Pierre Grimal, La formación del Imperio Romano, y de Fergus Millar El Imperio Romano y
fuerzas que condicionan la historia. Además otros estudios o ensayos más específicos
complemetan ciertas áreas: Por ejemplo el libro de Jean-Nöel Robert De Roma a China,
que profundiza con el Lejano Oriente, adentrándonos en todo el viaje que significaba
llegar a la lejana China, y además conocer la imagen que se tuvo de ella. También se
4
pueden ver problemas de otra índole, como las relaciones entre barbarie y civilización en
explicando la visión que presenta nuestro autor principal, Plinio el Viejo, desarrollando el
tema de la centralidad frente a la periferia para entender el contraste que existe entre lo
Mundo al este y al norte de Roma, describiendo a los pueblos del oriente cercano, y luego
a los pueblos germanos, analizando cuales son sus principales características y su forma
Este capítulo pretende hablar sobre los pueblos que se encuentran más allá del límite del
mundo conocido, y buscar descubrir relaciones o factores comunes que den un sentido
concepto de barbarie viendo que lo diferencia del civilizado, descifrando a través de Plinio
el Viejo, de qué depende la categorización de bárbaro para cada pueblo. Siguiendo una
contraposición entre el sentido de barbarie de los pueblos del norte y los del este, viendo
Capítulo I
5
La Tierra, el cielo y todo lo que abarca la Naturaleza, han sido para el hombre
fuente infinita de inspiración. Las distintas consideraciones sobre las maneras de observar
y entender el Mundo, han variado según la época y el lugar. Pero una idea que se
mantuvo invariable, fue la de la Tierra como madre del hombre. Y aunque los pueblos se
sobrevivencia.
que viéndose alcanzadas por el empuje superior de aquélla, ceden su extensión territorial
y su primacía cultural.
La idea surge siempre en la mente del hombre, en esa avidez innata que lleva a
desear el gobierno de todo el orbe. Esta aspiración universal no es nueva, y los imperios
se lanzan en carrera para dominar a través de sus manos hasta donde les sea posible,
romano el mundo durante el siglo I d.C. es el propósito de esta investigación. Pero más
específicamente, a los pueblos que se encontraban fuera del limes. La Tierra entera sólo
pudo entrar en contacto con lejanos países al romperse las fronteras. La paz aseguraba el
comercio, y éste las relaciones con otras naciones. Durante este proceso, hubo hombres
2
Toynbee, Arnold. Estudio de la Historia. Véase el cap. II.
6
que quisieron hacerse cargo de lo que implicaba conocer el mundo en todas sus
época que dedican su vida al conocimiento. Entre ellos llama la atención la figura de Plinio
el Viejo con su Naturalis Historia, quien será el guía en las aproximaciones sobre el
uno de los más sabios y, más que eso, un hombre con responsabilidades dentro de la
luego el almirantazgo de la flota del mar Tirreno. Es la visión del mundo de este hombre la
que pretendemos traer del pasado, tomarla en las manos y disfrutarla. Y nos parece
abarca todos los campos del conocimiento en sus 37 libros: el cosmos, la geografía, la
interacción de los elementos que producen los fenómenos naturales. A su vez desarrolla
la parte celeste del mundo con sus leyes y su naturaleza. Ambas dimensiones, la Tierra y
el cielo son entendidos como parte de una misma realidad, las cuales se autodeterminan
identificándose con la divinidad: “El mundo y todo aquello que con otra denominación se
convino en llamar cielo, en cuyo seno transcurren todas las cosas, hay que creer que es
sobre el orden de las cosas, y en relación al hombre, lo jerarquiza bajo una intención
3
Plinio el Viejo. Historia Natural. II, 241.
4
Ibid., II, 1.
7
oculta que proviene de la sabiduría natural. En su descripción física, presenta al mundo
dividido en tres grandes continentes envueltos por las aguas del Océano: Europa, Asia y
de las medidas, como por los criterios para dividirlos. Así, Europa aparece como el mayor
de los tres, seguido por Asia y luego África. El río Don (Tanais) separa Europa de Asia, y
presentada en íntima relación con los otros elementos de la naturaleza, los cuales no se
entienden para Plinio sin esta consonancia. Las fuerzas que reúnen y mezclan a la
naturaleza, hacen que el hombre tome las formas de ser, las costumbres y hasta su
apariencia física de esta relación con el medio. De aquí que las diferencias entre los
distintos pueblos de la Tierra tengan como causa principal su ubicación geográfica. Plinio
barba y el pelo rizado. En la zona opuesta del mundo las razas son de
una tez blanca como la nieve, y de pelo largo y rubio. Éstas son
salvajes por la dureza del aire, aquéllas prudentes por el carácter ligero
elemento aire caliente impulsa los humores hacia las partes superiores;
bajar. Aquí hay grandes fieras, allí crecen distinto tipos de animales y
sobre todo muchas clases de pájaros veloces por la acción del calor. La
5
La división del mundo en tres continentes, aparece presente en la llamada corografía de Augusto, que no es otra cosa que
el mapa de Marco Vipsanio Agripa, uno de los primeros antecedentes de la cartografía romana. Véase en Fragmentos
relativos a la corografía de M. Vipsasio Agripa, 1.
8
estatura elevada es común a las dos zonas, allí por el estímulo del
tuvieron las naciones remotas, como tampoco éstas les han obedecido,
abruma.”6
Imperio, como aptitud para dominar a la naturaleza. Roma se identifica con el centro, y su
Depositada en la cuna del Lacio, frente al río Tiber, Roma se alza como el ombligo
Italia y luego las otras penínsulas, se impone finalmente en todo el Mare Nostrum.
Con las tierras del este, se pone a prueba su adicta fascinación de conquista, y el
potencias militares y culturales. Y de esta forma, Roma logra convencer a los demás
pueblos vecinos, creando una gran unidad cultural, de sólida resistencia en el tiempo. Es
el corazón en Europa y la espada en Oriente, y sus siglos de vida dejaran grabado lo que
se acuñó bajo este inmenso ideal de civilización: “El ideal común es el de la ciudad, y en
6
Plinio el Viejo. Historia Natural. II, 190.
9
Occidente tanto como en Oriente, el Imperio va a unificarse alrededor de ella.”7 Pero
Roma sólo logró imponerse en una pequeña parte de él. Frenado por el Imperio parto,
sólo conoce una parte de todo lo que se esconde tras su enorme frontera. El Lejano
Oriente se conoce sin exactitudes ni certezas. Pero fascina enormemente por su misterio,
imaginación y el mito.8
Roma encuentra sus límites en el siglo I d.C., bajo la égida de Augusto, y más las
posteriores conquistas del siglo. Esta expansión frena su curso por el este al encontrarse
con el Imperio parto, en la parte superior del Éufrates frente a Siria, y de la llamada Arabia
Feliz en su parte inferior; en el norte de esta región se ubica el reino de Armenia, que
luego de disputas con los partos finalmente queda bajo jurisdicción romana. Por el sur
quedan las costas de África y el ansiado Egipto con Alejandría, el sueño más bello de
Alejandro Magno. En el límite septentrional del Imperio vive la Germania, escudada por
sus selvas tras el Danubio y el Rhin. Y por el oeste descansa el infinito Océano. Estos son
los límites de la civilización y, fuera de ella vive el mundo bárbaro. Si bien, existía la
convivencia con bárbaros dentro del Imperio, son los pueblos del exterior los que nos
interesan. Las diferencias que existen entre el mundo del norte, entendido como los
pueblos germanos, el mundo oriental como este cercano oriente, y además el mundo de
la periferia que escapa por su lejanía, serán las directrices centrales de la investigación.
El Imperio tenía un sentido. Augusto tenía una misión que se acercaba a un deber
divino. Era designio de los dioses el que Roma se alzara sobre otras naciones, no pura
contención del mundo bárbaro septentrional. Esta frontera “…si fuese forzada, dejaría a
7
Grimal, Pierre. El mundo Mediterráneo en la Edad Antigua. (Madrid: 1996), p., 222.
8
Serbat, Guy. Introducción General a Plinio el Viejo. Historia Natural. Libros I-II. p.79: “La pertenencia de la geografía a las
«bellas letras», y no a la ciencia como nosotros la entendemos hoy, autorizaba esta profusión pintoresca, hecha para
distraer al lector.”
10
Italia a merced de los bárbaros. La preocupación dominante de Augusto parece haber
Jean-Nöel Robert, las medidas de Roma serán tomadas por el terror que les dejó impreso
Aníbal, “En principio porque el miedo que han conocido los romanos les lleva a tomar
conciencia de que no pueden contentarse con llevar una política exterior defensiva y que
es necesario tomar las medidas necesarias para evitar una posible nueva invasión.”10
conquistas, siendo más certeros entre el año 202 a. C. y el 129 a. C. Durante el período
emperadores trataron de sostener con todas sus fuerzas los limina, haciendo muy pocas
intercambio cultural, una apertura que dinamizó la historia con infinitos movimientos de
encuentro. Para unos fue signo de grandeza, de desarrollo y progreso, de allí que al
débil por nombrar, como por azar y de paso, una tierra que es criatura y
a la vez madre del mundo, elegida por la voluntad de los dioses para
educadora del mundo, que la distingue de su parte salvaje y bárbara por ser portadora de
9
Grimal. P. El mundo Mediterráneo en la Edad Antigua. p.298-299.
10
Robert, Jean-Noël. De Roma a China. (Barcelona: 1996), p.51
11
Plinio el Viejo. Historia Natural. III, 39.
11
civilización. Sin embargo, pese a esta devoción por la cultural romana, otros autores
presentan la otra cara de esta visión, donde ser romano significó todo lo contrario. Es el
caso de Tácito, que los llama: “Saqueadores del mundo, cuando les faltan tierras para su
conseguido saciarlos; son los únicos que codician con igual ansia las riquezas y la
pobreza. A robar, asesinar y asaltar llaman con falso nombre imperio, y paz al sembrar la
desolación.”12
Roma. El problema de cómo el proceso de expansión del Imperio perdió su sentido más
ubicación geográfica, lo que determina por una parte la diferencia del lenguaje, que es lo
que guarda el poderío cultural. Así Roma no sólo vence a través de sus ejércitos. Es la
lengua la que guarda una fuerza sin igual, ella es la verdadera portadora de civilización y
hace posible la “comunidad de lengua”. Roma somete al mundo con su poder y con el de
12
Tácito. Agrícola. 30, 4.
12
(Mapa del Mundo según Pompinio Mela, contemporáneo de Plinio el Viejo.
Capítulo II
13
En términos geográficos, el Oriente es entendido por un romano como el
laguna Meótide por su parte, en la que desemboca el río Tanais que desciende de los
No será lo mismo para Plinio, el Oriente próximo junto a la vecindad del Imperio parto, que
los pueblos nómadas de las estepas asiáticas, que los exóticos indios o los pueblos
fabulosos que habitan islas sobre el océano. El único rasgo que compartirán todos esos
vista de Plinio: allí donde algunos manantiales de civilización muestren costumbres ajenas
desde el Cáucaso hasta el golfo Pérsico. Aquí dominan los reconocidos partos, los cuales
Alejandro hasta el despertar del mundo árabe, el Cercano Oriente ha sido un escenario
dividido, a pesar de que tanto romanos como partos hayan ofrecido ideales de unidad,
pues los emperadores querían hacer suyo el sueño de Alejandro y los reyes arsácidas
14
Llama entonces la atención las pocas referencias de Plinio sobre los partos. En el
ámbito geográfico se extiende así: “La propia Pérside, situada frente al ocaso, ocupa en el
litoral una extensión de quinientos cincuenta mil pasos; próspera incluso hasta el lujo, ya
hace tiempo que ha cambiado su nombre por el de los partos. Acerca de su imperio
diremos a continuación unas pocas palabras.”16 En realidad más que pocas palabras,
reduce el Imperio parto a la mera geografía. Plinio deja en un casi total misterio a este
pueblo, en comparación con otros de mayor lejanía, y con los cuales se cuenta con
menos información fidedigna como veremos más adelante. Volviendo a las descripciones
ver su regionalismo, “Los reinos de los partos son en total dieciocho; así, en efecto,
dividen sus provincias, situadas, como ya dijimos, en torno a dos mares: el Rojo por el
mediodía y el Hircano por el septentrión. Once de estas provincias, que ellos denominan
«superiores», comienzan en los confines de Armenia y en las costas del Caspio, y llegan
hasta los escitas, con los que viven en igualdad de condiciones. Los otros siete reinos
reciben el apelativo de «inferiores».”17 También dice que: “La Partia tiene por el naciente a
los arios, por el mediodía a Carmania y a los arianos, por el ocaso a los medos pratitas y
por el septentrión a los hircanos; y por todas partes está rodeada de desiertos. A los
Son muy pocas las referencias que se encuentran con respecto a la relación de
antagonismo entre los dos Imperios, oposición necesaria para marcar la distancia entre la
Palmira, la cual: “…se encuentra por una suerte particular en medio de los dos imperios
15
preocupación para ambos en tiempos de conflictos.”19 Y la segunda, de menor
Los partos durante el siglo I d.C., habían preferido mantener una posición más
defensiva que ofensiva con respecto a Roma, debido a su pérdida de poder como
autoridad central y a las fracciones internas, a lo que se sumaban también las continuas
presiones que recibía por el este desde el nuevo y poderoso estado Kushan.21
más, ya que poseía una privilegiada posición económica, controlando las muchas rutas
ciudades caravaneras. La demanda de bienes suntuarios por parte del Imperio romano
iba en ayuda del debilitado Imperio parto. Pero también los partos eran beneficiados por la
enfrentaba a la tendencia contraria a los partos, pero éstos podían a menudo confiar en
Quizá el silencio de Plinio con respecto al pueblo parto se deba a que fueron ellos
quienes infringieron a los romanos más de una derrota, manteniéndose como efigie de
soldados tomados prisioneros. “Las fuentes latinas nos enseñan que los romanos temían
armada de arcos y flechas; les llamaba particularmente la atención la forma que tenían
los jinetes partos de volverse en la silla y disparar flechas a sus perseguidores.”23 Así,
también en las obras de otros geógrafos como Estrabón y Tácito, aparece de forma
19
Ibid., V, 88.
20
infra. Véase nota 31.
21
Millar, Fergus. El Imperio romano y sus pueblos limítrofes. (Madrid: 1979), p. 232,233; Robert, J. De Roma a China. p.45-
47.
22
Millar, F. El Imperio romano y sus pueblos limítrofes. p.236
23
Ibid., p.236
16
evidente que el Estado parto tuvo un reconocimiento por parte de los romanos,
especialmente por su forma de organización estatal y por su poder bélico.24 Vemos que
Tácito, si bien nunca los deja de llamar bárbaros, a los partos los considera semejantes
Pero más parece que el silencio de Plinio se debe a que ya no era necesario
reconocer ningún valor al Imperio parto, porque bajo el siglo I d. C. éste perdió de a poco
su autoridad. El trono era inestable, las sublevaciones corrientes y las presiones externas
cada vez mayores. Para Plinio, era el peso de su barbarie lo que finalmente hacía olvidar
referido en torno a ellos diciendo: “A los partos les he obligado a devolver el botín y los
santuario de Marte vengador.”26 Y también “El rey de los partos, Fraates, hijo de Orotes,
me envió a Italia a todos sus hijos y nietos, y no después de una guerra desgraciada, sino
Pero más allá de esto, el Imperio parto siguió siendo el límite tanto geográfico
como cultural del Imperio romano, conservando la herencia del antiguo Oriente, y
La próxima región que limita con el Imperio romano es la famosa Arabia, región
que al adentrarse en sus partes interiores nos envuelve en sus fantásticas redes de
leyendas, entregada a las tribus nómadas y al calor del desierto. Plinio comienza su
17
de la boca Pelusíaca está Arabia, que se extiende hasta el mar Rojo y hasta aquella
riqueza que presenta Arabia que Plinio no duda en compararla con la fértil Italia: “La
propia península de Arabia, que discurre entre dos mares, el Rojo y el Pérsico, por un
cierto capricho de la naturaleza, está rodeada de mar, con forma y extensión semejantes
a las de Italia; además mira a la misma parte del cielo sin ninguna diferencia, resultando
comparación con los partos. Se detiene en caracterizar las formas de vida de los pueblos
que la habitan, siendo éstos en su mayoría nómadas; se acerca más al hombre y a sus
pueblos, como hacen los indios, extraen vino de las palmas y aceite de
sésamo. Que los homeritas son los más numerosos, pero los mineos
fertilidad de sus bosques olorosos, además por sus minas de oro, por el
28
Plinio el Viejo. Historia Natural. V, 65.
29
Ibid., VI, 143.
30
Ibid., VI, 161.
18
Resulta asombroso decir que entre estos innumerables pueblos,
Por regla general, son pueblos muy ricos, en tanto que a ellos
Con Arabia se acaba el Oriente Próximo. Es interesante recalcar que, si bien estos
Feliz Arabia. El italocentrismo es, por tanto, una constante en la obra de Plinio.
Es importante decir, con respecto a estas afirmaciones, que el tópico que se repite,
y con el cual se trabajará el problema de la barbarie en Plinio, es que para él, Oriente es
de por sí, un lugar con naturaleza bárbara. Esto es por su ubicación geográfica, y de allí
que se lo relacione con el lujo, el exceso, la corrupción del dinero, el nomadismo, pero
principalmente con la falta de libertad. Éstas son las características que lo diferencian de
los pueblos del norte. “…la barbarie y la regresión científica que a ella va ligada tienen,
pues, un hogar principal, el Oriente, desde donde se han extendido por el mundo griego, y
luego por el romano.”32 Como ya se dijo, Plinio considera la superioridad de los pueblos en
31
Ibid., VI, 162.
32
Serbat, G. Introducción General a Plinio el Viejo. Historia Natural. Libros I-II. p. 195.
19
Capítulo III
Los pueblos del norte son presentados ante el mundo romano como el baluarte de
la barbarie, y su tierra como la constante línea fronteriza. Plinio trata a esta región como
pueblos, dando únicamente a conocer rasgos generales: “Hace ya casi treinta años que el
20
ejército romano dio noticia de ella, aunque no más allá de las proximidades de la selva de
trescientos mil, la misma que tiene Hibernia, pero la longitud de ésta es de doscientos mil
pasos menos.”33 Profundiza un poco más en las islas del norte, ubicadas en el actual mar
Luego viene la Germania, la que Plinio presenta en primer lugar como una región
descripción etnográfica se vuelve más preciso con respecto a los nombres de los pueblos
que la habitan: “Las estirpes de los germanos son cinco: los vándalos, de los que forman
parte los burgodiones, los varinnas, los carinos y los gutones; la segunda estirpe es la de
Los más cercanos al Rin son los istueones, de los que los hermíones se encuentran en el
interior y de ellos forman parte los suevos, hermúnduros, catos y queruscos. La quinta
estirpe la componen los peucinos y los basternos, limítrofes con los dacios…”34 Pese a
esta sucinta exposición, nada nos dice sobre ellos. Su silencio aparece de nuevo de forma
extraña, dando total importancia a la geografía más que a los pueblos. Germania se
muestra cerrada, se sabe más o menos con exactitud donde empieza a aparecer, pero la
discusión central para Plinio es su medida y lo que piensan otros geógrafos: “En todo este
mar hasta el río Escalda viven pueblos germanos de extensión indeterminada: tan
33
Plinio el Viejo. Historia Natural. IV, 102.
34
Ibid., IV, 99, 100. Al parecer los istueones corresponderían a la tercera estirpe y los hermíones a la cuarta. Cf. Tácito.
Germania. 2, 30, 35, 36, 40, 41, 46.
35
Ibid., IV, 98
21
conjeturar, la extensión de la costa no será mucho mayor de lo que opinan los griegos y
geográfico que Plinio hace de los pueblos del Ponto y de los del norte más lejano, los
cuales lucen con descripciones del todo fantásticas para caer en un serio y frío silencio
germánico. La razón del rápido recorrido por Germania, parece deberse a que, para Plinio
las descripciones de estos pueblos no traen ninguna importancia que puedan hacer
la cultura romana y la germana. En cambio podemos ver en Tácito, otro autor de la época
aunque un poco posterior, que con respecto a esta región, señala con especificidad sus
religiosas, aunque vea a la Germania como una tierra sin sentido alguno. Para dar un
ejemplo:
que de ningún modo están mezclados con otros pueblos, bien como
tierra, sino por mar, y desde nuestro mundo son escasas las naves que
más, durante este tiempo lleva a cabo la redacción de veinte libros hoy perdidos, las
36
Ibid., IV, 98-99.
37
Tácito. Germania. 2, 2.
22
«Bella Germaniae», que narraban el conjunto de guerras que se hacían contra los
germanos en la orilla del Rin. Esta obra perdida quizás podría ser la explicación más
fuerte de su silencio, conjeturándose que simplemente se trató a esta región en otra obra.
Sin embargo, esta visión parece corresponder a la labor realizada por Plinio a manera de
completa. Pero también no hay que olvidar que la Germania dio más de un espanto al
mundo romano. Las tres legiones que fueron pasadas a cuchillo y que abrumaron el
legiones”38, nos muestran el peligro que significaba esta áspera región llamada Germania.
Tácito nos dice: “Ni el Samnio, ni los cartaginense, ni Hispania o las Galias, ni siquiera los
partos, nos han suministrado tantas lecciones.”39 Poniendo a la Germania como la región
Por tanto, se puede decir que la Germania, frente a estos reveses hechos a los
romana. Pero para Plinio, estas derrotas parecen haber sido uno de los motivos de su
De esta forma, la Germania para Plinio, sólo aparece como el lado oscuro de una
moneda, sin brillo ni luz. Una cultura apagada, que por su cercanía, contrasta como el
lado bárbaro y mudo de occidente frente a la locuaz Roma, y por otro lado, se asemeja al
silencioso parto que escruta el solitario y desértico limes del cercano Oriente.
38
Suetonio. Vida de los doce Césares. XXIII.
39
Tácito. Germania. 37, 3.
23
Capítulo IV
colindan con el Imperio romano, a la periferia propiamente dicha del mundo total, la cual a
romano. Las regiones más alejadas de Roma dan a la imaginación la libertad de construir
una imagen de mundo donde la leyenda se confunde con la realidad. Llama la atención
que Plinio tenga un mayor encuentro descriptivo con estos pueblos, muchas veces de
24
dudosa existencia, que con pueblos que son más próximos al Imperio y de los cuales no
Existen tres grandes áreas periféricas que presentan en conjunto las mismas
extremo o barbarie pura. Plinio presenta, además de la distancia respectiva para llegar a
cada una de ellas, la presencia de fieras y pseudo criaturas, y un clima donde al hombre
La primera gran región periférica es la parte septentrional del mundo, que recorre
desde Europa hasta Asia con el nombre de Escitia. Esta región termina en su límite norte
bañada por el llamado mar Escítico, pero antes se encuentran “…los montes Rifeos y la
zona denominada Pteróforo, por las continuas precipitaciones de nieve que se asemeja a
las plumas; es una parte del mundo maldita por la naturaleza, sumergida en una densa
bruma, expuesta sólo al frío intenso y ocupada por los gélidos lugares donde nace el
aquilón.”40 Acá Plinio comienza a desarrollar el tema del desorden que significa un
para la vida humana. En estas regiones ni la vida civilizada ni la bárbara parece poder
tener existencia.
Otra referencia o aclaración que nos hace Plinio en relación a Escitia y sus
pueblos es que: “El nombre de escitas se ha extendido por todas partes hasta los
sármatas y los germanos. Pero esta antigua denominación no se ha mantenido sino para
aquellos que, situados los últimos de estos pueblos, viven casi ignorados por los demás
mortales.”41
40
Plinio el Viejo. Historia Natural. IV, 88. Aquilon: es el viento del Norte, en griego bóreas. Véanse las clases, características
y observaciones sobre los vientos en Plinio el Viejo. Historia Natural. II, 19.
41
Ibid., IV, 81.
25
Luego aparece un tema recurrente en estas lejanas regiones: más allá de las
tierras malditas, viven pueblos en una sociedad donde la justicia predomina, y reinan
siempre en felicidad y con una larga vida tal como el pueblo de los hiberbóreos: “Tienen
por moradas selvas y bosques, y el culto a los dioses se celebra tanto en privado como
en grupo; toda discordia y sufrimiento son desconocidos para ellos. La muerte no les
sobreviene sino por estar hartos de vivir: después de darse un festín y tras haber vivido
una opulenta vejez, saltan al mar desde lo alto de una roca. Éste es el tipo de sepultura
Otra de las características de los pueblos de las regiones periféricas del mundo, es
que aparecen con formas sobrenaturales. Muchas veces los encontraremos en islas más
Píteas la llama Basilia. También se habla de las islas Eonas, en las que
de otras en las que sus habitantes nacen con cascos de caballos, por lo
hacia el oeste para chocar de nuevo con Escandinavia, una región que aparece como un
desconocida; la única parte conocida de ésta la ocupa el pueblo de los hileviones, con
42
Ibid., IV, 89.
43
Ibid., IV, 95. Balcia, era el nombre que en la Antigüedad se le daba a Escandinavia.
44
Ibid., IV, 96.
26
Así este mundo del extremo septentrión, convive con la paradoja de la periferia.
Esto es, la de conocer sin ninguna exactitud su geografía, pero a su vez extenderse en
relatos sobre sus pueblos, de ascendencia tanto mítica como fantástica. Estas
con los del hombre, donde se pierde la armonía, es debido a su posición geográfica. Lo
mismo que la presentación de pueblos que poseen una larga vida y disfrutando de la
felicidad. Una vida en consonancia con los demás reinos de la naturaleza, más cercano al
mundo animal, llegando a desprenderse de su vida como siguiendo un ciclo. Esto que
parece un desorden contrasta con Roma como la presentación de los estados de barbarie
considerara proverbial a los pueblos de los confines del mundo, y se les atribuyesen
características virtuosas.45
tribus nómadas y al calor del desierto. Plinio destaca los primeros rasgos de barbarie al
propias lenguas, y, por otra parte, viven casi siempre en fortalezas.”46 África, como todas
las regiones periféricas, comparte también una tradición legendaria; hay que destacar que
es casi siempre una región donde predomina un paisaje inhóspito, y donde su fauna es
aliciente para la curiosidad del romano: “(…)próxima ya a los desiertos y peligrosa por las
manadas de elefantes, pero mucho más por el pueblo de los autóloles, que está en el
camino hacia la montaña de África más plagada de leyendas, el Atlas.”47 Pero no por esto
45
Schrader, Carlos. en Heródoto. Libro III-IV. p. 57. Nota 120.
46
Plinio el Viejo. Historia Natural. V, 1.
47
Ibid., V, 5.
27
África pasa de ser sólo un reducto de fieras y algunos bienes suntuarios como marfil,
deja lo desolado y en las partes más lejanas surgen pueblos con ricas descripciones de
sueño no tienen las mismas visiones que los demás mortales. Los
matrimonio, viven sin reglas fijas con las mujeres. Los águilas adoran
dice que a los blemias les falta la cabeza, y tienen la boca y los ojos
28
Y respecto a África no se me ocurren más cosas dignas de
contar.”48
igual que en la parte septentrional, que nos muestran y explican los estados de barbarie.
orden social ni piedad hacia los dioses; las formas están asimiladas a naturalezas
como se funde el concepto cultural de bárbaro con los imperantes geográficos. De esta
forma, se puede decir que la naturaleza de la periferia, genera por sí misma su condición
bárbara.
ubica entre el llamado mar Eoo, que es el mismo que el Sérico por el oriente, y el río Indo
por el occidente. Al mediodía se cierra en el mar Índico, y por el norte con los Himalayas,
La India para Plinio se presenta de forma muy distinta a las otras zonas periféricas,
y además en casi todos sus aspectos al mundo romano. Se ven muy marcadas las
diferencias de los efectos celestes en su relación con la Tierra: “Es diferente el aspecto de
su cielo y diferentes los nacimientos de las estrellas; hay dos veranos en el año, y dos
cosechas…”.49 Pero también, la India es el lugar del cual se habla con mayor exactitud,
dado que se tiene conocimiento de diversas fuentes antiguas que hablan sobre la región,
desde los viajes de Alejandro en adelante: “…en efecto, la India no sólo ha sido dada a
conocer por los ejércitos de Alejandro y de los reyes que lo sucedieron –dado que
48
Ibid., V, 44-46.
49
Ibid., VI, 58.
29
Seleuco, Antíoco y el prefecto de su flota, Pátrocles, hicieron incluso un periplo por los
mares Hircano y Caspio-, sino también por otros autores griegos que permanecieron junto
a los reyes de la India, como Megástenes y Dionisio –éste enviado por Filadelfo-, en
razón de lo cual informaron también acerca de las fuerzas militares de estos pueblos.”50
Vemos así, que, de inmediato, Plinio hace resaltar el sentido bélico del pueblo indio.
Las dos principales características que figuran entre los pueblos indios, son por un
lado sus inmensas fuentes de riquezas y por otro la fuerza de sus ejércitos, siendo el
pueblo más importante el de los prasios, con su capital en Palibotra, donde “En todo
momento están a sueldo de su rey seiscientos mil infantes, treinta mil jinetes y nueve mil
infantes, jinetes y elefantes, indican el poder de cada reino en la India, por el respectivo
gasto que conllevan y son el sello distintivo de cada pueblo. Se tiene, por tanto, la idea de
que existe un perpetuo estado de guerra en la India, estado que se contrapone con el
Junto con esto, es notable el hecho de que en la India Plinio muestre la existencia
terminan siempre su vida con una muerte voluntaria en una pira que
50
Idem., VI, 58.
51
Ibid., VI, 68.
30
clase semisalvaje y ocupada en la ardua tarea – de la que se abstienen
animal.”52
claramente que existe una gran importancia de la guerra junto a un desarrollo del aparato
bélico que traspasa todas las sociedades en los reinos de la India. Pero el factor
fundamental para entender la visión que tiene Plinio sobre la India es la riqueza. Ya que la
Por tanto estamos frente a la barbarie pura en la mente de Plinio, puesto que él
defiende el ideal de paz romana como la mayor virtud del Imperio. Y tanto el perpetuo
estado de guerra en que vive la India, como su rol de generadora de riqueza afecta
propio engrandecimiento del Imperio –que él [Plinio], sin embargo, aplaude- es a sus ojos
el lujo...”53; y en palabras del mismo Plinio “...la India se hizo más próxima por el ánimo de
al antiguo espíritu romano, a las mores maiorum, se ve afectado con el contacto de las
regiones orientales, con la asimilación de sus costumbres, sus dioses y sus lujos. El
52
Ibid., VI, 66.
53
Serbat, G. Introducción General a Plinio el Viejo. Historia Natural. Libros I-II. p.42.
54
Plinio el Viejo. Historia Natural. VI, 101.
31
Luego de esto, siguiendo con las características comunes a las otras regiones,
vemos que también en la India se dan ejemplos de pueblos singulares, tanto por su origen
mítico como por su presentación de paradigma de sociedad. Primero: “…el pueblo de los
pandas, el único entre los indios gobernado por mujeres. Dicen que Hércules tuvo un solo
vástago de este sexo, y ella, favorecida por esta razón, fue dotada con el reino más
entre bosques y montañas, lugares que están cercados por arenales desérticos“...igual
donde de nuevo se alzan formas civilizadas más elevadas, pero que a su vez se muestran
32
rey, atendiendo a su avanzada edad y benevolencia, a un hombre que
De esta forma convive paradójicamente la idea del pueblo justo y sabio, con el de
refiriéndose al disfrute de la riqueza, muestra como esta isla es origen de un sin número
de objetos que atraen la atención del hombre romano, y que despierta precisamente el
deseo, que finalmente es lo que lo corrompe como una enfermedad de placeres, y arrastra
Por último, yendo hacia el norte, inmediatamente sobre la India, nos encontramos
con el último pueblo del Lejano Oriente. Estos son los denominados seres, llamados así
por su relación con la producción de la seda, y que la tradición los ha identificado con el
pueblo chino59. Este pueblo se ubica entre la India y Escitia, y se acaba al este con el
océano Sérico:
por el vellón de sus bosques; ellos cardan la parte blanca del follaje
llamaba la atención a los antiguos por sus extrañas costumbres, mezcla de animalidad y
humanidad, un estadio intermedio: “Los seres son apacibles, ciertamente, pero también
33
aguardan expectantes las mercaderías.”61 Pero principalmente se les conoce por el
comercio y su forma particular de realizarlo: “…las mercancías, que han sido dispuestas
a la otra orilla del río junto a lo que ellos ponen en venta, se las llevan si les complace el
trueque; y no hay cosa que nos haga experimentar un odio más merecido hacia el lujo
que cuando se traslada la mente hacia aquel lugar y se medita qué es lo que buscan, a
De esta forma tanto en Escitia, y en África como en el extremo oriental del mundo,
se pueden encontrar muchas similitudes que son indicadores de barbarie para Plinio.
Todos los pueblos ubicados en las zonas periféricas del mundo revelan en primer lugar la
exceso, tanto del ambiente más gélido como el del calor más asfixiante, donde la
Naturaleza se muestra implacable. Parajes ignorados por los demás hombres, ya que
idioma y si lo posee éste es ininteligible. Por eso los pueblos que habitan estas regiones
son sobrenaturales, y de allí que conviva la fantasía entre ellos, pero entendiendo ésta de
una forma negativa producto del desorden que reciben debido a su posición geográfica.
Pero lo que más importa a Plinio son las costumbres de estos pueblos, cómo viven, lo
Sólo la región de Escitia se salva de esta condición que no comparte con las otras
regiones asiáticas. Teniendo en cuenta esto, Plinio pretende poner en cautela la cercanía
de este mundo, y dar cuenta del peligro que significa para el hombre que valora las
61
Idem., VI, 54.
62
Ibid., VI, 88.
34
Capítulo V
forzada a perderla, mientras que la civilización busca ser general, quiere imponer su
identidad al mundo. Ambos estados también tienen encuentros, un diálogo que hace
posible que tanto el uno como el otro entren en una sintonía, pudiendo lograr tanto la
destrucción de uno, como una fusión que dé a luz una nueva cultura o civilización.
35
por la onomatopeya. Pero todas sus acepciones, señalan a quienes hablan una lengua
ininteligible, en resumen al extranjero. Más tarde “Esta concepción fue adoptada también
por el Estado bilingüe que era el Imperio romano: allí era bárbaro todo aquel que no se
adhería ni a la cultura griega ni a la latina. Por tanto, los bárbaros son simplemente los
extranjeros no asimilados.”64
La civilización se mueve con un orden, una fuerza que tiene un sentido, un ideal.
De esta forma podemos decir que el antagonismo existente, genera una oposición
primer lugar a arrojarse sobre el civilizado para hacerle reconocer su superioridad, que la
Sin duda estos complejos aparecen como consecuencia de las desigualdades, que
carácter geográfico o climático. Para él, el mundo bárbaro es representado por las tierras
que están más allá del limes, que tienen un carácter periférico, y la barbarie es la
donde la barbarie domina. En Oriente, ésta se presenta de forma general. Pero haciendo
se puede definir que son bárbaros para los romanos, en primer lugar, los hombres que
64
Musset, Lusien. Las Invasiones. Las Oleadas Germánicas. (Barcelona: 1967), p. 153.
65
De Reynold, G. La Formación de Europa. p.7.
66
Toynbee, Arnold. Estudio de la Historia. Este parecer ya era común en el mundo griego: “Era natural, pues, que los
griegos encontrarán algún otro factor que la herencia biológica de las características físicas, es decir, la raza, para explicar
las diferencias de cultura que observaban en torno de ellos. Encontraron su explicación en diferencias de habitat
geográfico, suelo y clima.” p. 72.
36
hablan una lengua ininteligible, que no se comprende. Casi siempre la comparación es
con el mundo animal, recalcando las actitudes ajenas al hombre. Luego este concepto
tanto para la sociedad como para los dioses. Pero existe una diferencia importante entre
el mundo bárbaro de occidente y el mundo bárbaro de oriente, el cual tiene que ver con su
La relación que Roma tiene con Oriente, muestra que hay al parecer un carácter
irreconciliable con los pueblos del este y que, es más, hace posible un diálogo con más
sentido entre los pueblos de Europa frente a una amenaza común. Para la antigua Grecia
esta amenaza la representó el mundo Persa, para los romanos los Partos. Siguiendo a
Reynold, al referirse a Oriente, no centra su análisis en los pueblos del Oriente Próximo,
sino en el mundo nómada del Asia. Según él “La diferencia fundamental entre los
bárbaros de la Europa nórdica y los del Asia septentrional, es que aquéllos son
asimilables, mientras que éstos no lo son. Los primeros pueden mostrarse al principio
sus leyes, sus creencias; en una palabra, su personalidad….”67 En cambio los asiáticos,
Así no hay fusión posible, ni siquiera acercamiento.”68 Creemos, sin embargo, que Oriente
segundo por la invasión cultural que significa la derrota del espíritu occidental apegado a
la tradición. Pero sin duda, el factor principal por el cual el Oriente es signo patente de
67
Ibid., p. 33.
68
Idem., p. 33.
37
barbarie, es su inmensa capacidad de producir riquezas. Y teniendo en cuenta, las
consideraciones que posee Plinio con respecto al dinero, lo hace ser el motivo principal de
la corrupción de las moderadas costumbres romanas. Todas las regiones vistas: la Arabia,
el África, la India, la Sérica, y el Imperio Parto, sacan provecho del dinero romano y
curiosidad por su mera oposición, sin ningún valor en cuanto pueblos. Por otro lado el
comercio tendrá un itinerario en las descripciones plinianas de las zonas estudiadas, tanto
por la rareza de sus bienes como por su demanda en Roma. Es más importante para él
“Son un pueblo único y admirable entero sobre los demás, viven sin ninguna mujer,
renunciando a toda relación amorosa, sin dinero, en compañía de las palmeras. Cada día
se renueva en igual número la multitud de los que van a vivir allí, pues acuden muchos a
los que, cansados de la vida, la suerte, con sus oscilaciones, los lleva a adoptar las
costumbres de aquellos. Así –cosa increíble de decir– durante miles de siglos es eterno
un pueblo en el que nadie nace. ¡Tan fecundo es para ellos el descontento de la vida de
los demás!”70
que encuentra Plinio entre un romano y un oriental, y que tiene que ver de forma
indefectible con la posición dentro de la Naturaleza, que determina así, el carácter bárbaro
69
Ver con respecto a la India. Plinio el Viejo. Historia Natural. VI, 101.
70
Plinio el Viejo. Historia Natural. V, 73.
38
o civilizado de un pueblo. De la misma forma “…el carácter bárbaro tiene que ver con
cuan[sic] dentro o fuera del orden (la ciudad y el mundo) se encuentra una persona o un
pueblo. Pero también diría que dice relación con la fidelidad, esto es con lo que se cree y
como[sic] ello ocupa un lugar en el mundo, como[sic] las creencias dan sentido y orden al
mundo.”71 Es esta fidelidad a la que Plinio pone en primer lugar, cediendo todo lo demás
en importancia. Y es que para él todo tiene que ver con un orden establecido en la
Naturaleza, en el cual las cosas y los hombres tienen importancia según su posición en
ella. La fidelidad al Imperio, implicaba seguir el orden del curso entregado por la
naturaleza, de la cual Plinio dice que “…no se puede juzgar si ha sido para el hombre la
mejor madre o la más funesta madrastra.72” Pero en el caso de Roma, este es el sitio
donde reposa el orden, que es el centro de lo civilizado, y el eje del Mundo. El resto de los
pueblos de la Tierra serán bárbaros hasta allí donde la fuerza del Imperio sea capaz de
La fuerza del mundo romano radica, en como fue capaz de extender sus límites, y
como hizo triunfar un ideal de vida sobre otros pueblos, sobrevivir por largos siglos y dejar
una impronta en ellos que hizo irreversible los cambios realizados. Para Fergus Millar “La
unificación cultural y social del imperio fue producto de la extensión de un tipo de vida
ciudadana similar por todo él. Decirlo supone recalcar que una característica esencial de
Roma e Italia, la sociedad y la cultura de todas las zonas del Imperio procedía de la
dominante, y de su imposición sobre la cultura nativa anterior o su fusión con ella.”73 Así la
civilización se fue imponiendo sobre el mundo que se volvía más conocido y pequeño en
su avance, y las culturas bárbaras fueron cayendo en la expansión del Imperio romano,
71
Salamó A., S. Lo bárbaro. Una categoría histórica relativa. p.2
72
Plinio el Viejo. Historia Natural. VII. 1, 2.
73
Millar, F. El Imperio romano y sus pueblos limítrofes. p.9.
39
hasta que finalmente sus limina se extendieron demasiado, y la sangre romana ya no
alcanzó las cansadas extremidades que había desarrollado en su curso. Pero este
Conclusión
Luego de este breve y largo recorrido por el mundo entero, llevado de la mano de
Plinio el Viejo y otros autores de la época, que nos fueron descubriendo lo que ellos
conocían de los pueblos que tocaban los limina, y también aquellos que estaban más
distantes por su lejanía, podemos entender mejor lo que pensaba y hablaba un hombre
La ciudad de Roma aparece como el eje del mundo ubicada justo en su centro.
por hálitos divinos. Y que posee por esta razón una misión, que es enviar al mundo entero
El lugar que ocupa Roma es un privilegio, ya que está ubicada en el centro, y éste
“…por la sana combinación de los dos extremos”, reboza de virtudes abarcando en todas
las dimensiones a la Naturaleza. Es la presencia de este orden la que guía a Roma a ser
la mejor y más alta civilización, llevando a conquistar casi todo el mundo conocido en su
época. Todo tiene un sentido porque sigue un orden natural, de cierta forma impuesto
40
Así, la lejanía de este centro que es Roma, dará las pautas para entender el
sentido de los pueblos bárbaros, tanto de los limítrofes con Roma como de los periféricos
o cual pueblo.
Si hicimos una distinción entre los pueblos del norte, los pueblos cercanos de
Oriente y los pueblos de la periferia del mundo, fue porque podían existir rasgos comunes
que nos aportaran al estudio del mundo bárbaro en general. Pero también porque se
creyó necesario marcar ciertas diferencias que enfocándonos en términos geográficos nos
llevan a pensar que, pese a que todos estos pueblos comparten una cualidad común que
es la barbarie, existe una oposición entre los de Occidente y los de Oriente. En otras
palabras, los pueblos europeos son distintos que los asiáticos surgiendo un fuerte
contraste, y que en relación con el Imperio romano tiene que ver con el grado de
asimilación y fusión que lograron tener con él. Por otra parte, la historia de África y sus
una eterna pasividad. Y las legiones imperiales frente a las regiones occidentales, pese a
Así, podemos decir que los limites occidentales del Imperio, fueron sostenidos por
la fuerza de los ejércitos germanos frente a las legiones, pero recordando que Plinio
desarrollo que cambiara de manera negativa, según Plinio las costumbres antiguas. El
comercio que se desarrolla ante la demanda de estos objetos suntuarios, solo logra
lo exótico, se siembra y crece como una maleza que va minando, las formas de ser de
41
este mundo que pasa por una etapa de apogeo como civilización. He allí el peligro para
Roma.
Bibliografía
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de la Revista digital del sitio web “Semanas de Estudios Romanos”, Año I, Nº 1 (2002)
/ISSN: 0716-6214
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- Toynbee, Arnold. Estudio de la Historia. Compendio de los Volumnes I-VI por D.C.
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