Manual Bíblico para Detectar Falsos Maestros
Manual Bíblico para Detectar Falsos Maestros
Manual Bíblico para Detectar Falsos Maestros
Denunciando a los falsos maestros Un estudio expositivo de la carta de Judas Julio C. Bentez
Manual Bblico para detectar a los falsos maestros. Estudios en Judas. Autor: Julio C. Bentez Medelln, Septiembre 2011 jcbbenitez@hotmail,com
Si en el primer siglo de la era cristiana hubo falsos maestros y falsos profetas que entraban encubiertamente a las iglesias de Cristo Ser que los habr hoy? Cmo podremos identificarlos? Cules son sus comunes caractersticas? Podemos y debemos combatirlos? De qu manera los denunciamos? Cul es el peligro que ellos representan para la Iglesia de Cristo si no los denunciamos? Qu les espera a los falsos profetas y a los que siguen sus nefastas doctrinas? Estas y otras preguntas relacionadas con los falsos maestros son respondidas de manera contundente y concisa en la carta de Judas. Estudiemos esta corta pero profunda y pertinente epstola, con el fin de aprender a contender por la fe bblica en medio de un siglo invadido por las falsas doctrinas, los falsos pastores y los falsos apstoles que pululan por doquier.
Introduccin: La vida cristiana es un caminar por en medio del desierto de este mundo, en el cual, al igual que el peregrinaje de Israel rumbo a Canan, encontraremos gigantes, fieros enemigos, incredulidad, deseos de regresar a Egipto, es decir, regresar al mundo, falsos profetas como Balaam que buscarn maldecir al pueblo para que no prospere en el camino que el Seor le ha demarcado. La historia del pueblo del Seor ha sido una historia de luchas, de contiendas, porque como dice Pedro, tenemos a un adversario, el diablo, quien como len rugiente anda buscando a quin devorar (1 Pedro 5:8). Adn y Eva fueron creados para vivir en comunin perfecta con su Dios, pero muy pronto que ellos son puestos en el paraso, Satans les insina la rebelin contra la Palabra de Dios, mostrndoles de manera engaosa los buenos y codiciables frutos que generara dicha desobediencia, entrando as el pecado en el mundo bueno que haba creado el Seor. Los hijos de Dios, es decir, los hijos de la lnea de la fe, de la lnea de la salvacin, son atrapados por el engao de la belleza de las hijas de los hombres, es decir, la lnea de la rebelin y la desobediencia, de manera que en esta mezcla el pueblo del Seor se ve grandemente afectado y el engao y la desobediencia se generalizan en el mundo, de manera que Dios enva el diluvio para castigar a esa generacin perversa. A pesar del nuevo inicio que se da con No y sus hijos, de nuevo la maldad, el engao y el pecado asedian al pueblo de Dios tratando siempre de conducirlos a una rebelda flagrante contra el creador. El resto de la historia bblica, y de la historia universal, es testigo de cmo el pueblo del Seor, el pueblo escogido, es atrapado una y otra vez por las mentiras de Satans, entrando en perodos de decadencia espiritual, de manera que se aparten del Dios vivo. Israel sufri mucho como consecuencia de los falsos profetas, pues, estos no solo hablaban falsamente en nombre de Dios para conducir al pueblo hacia la apostasa, sino que lo hacan de una manera tan convincente y atrayente, que la mayora del pueblo segua tras sus mentiras. A pesar de que el Seor una y otra vez les daba indicaciones de cmo detectar a los falsos profetas o maestros, el pueblo fcilmente se dejaba engaar por ellos, pues, los falsos maestros o profetas siempre hablaron lo que era agradable a los odos pecaminosos de ellos. Cuando Cristo viene a este mundo trae el mensaje final de la revelacin divina, a travs del cual el hombre puede encontrar el camino de reconciliacin con Dios. Jess mismo es la
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revelacin encarnada del Padre. De manera que los discpulos pueden ver con claridad esa verdad que les har libres. No obstante de tener una revelacin ms clara y final, Jess advirti a sus discpulos que tengan cuidado con los fasos pastores, profetas o maestros, porque Satans no se quedar tranquilo, a pesar de la derrota que recibi por la obra de Cristo. Jess advierte a sus seguidores en Mateo 7:15 Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces, luego, hablando de lo que caracterizar a los tiempos del fin dice que ... muchos falsos profetas se levantarn y engaarn a muchos (Mt. 24:11). Jess conoce la astucia de los falsos maestros y sabe que estos cuentan con el respaldo del principal engaador, es decir, Satans, siendo as que estos falsos maestros o falsos profetas ...harn grandes seales y prodigios, de tal manera que engaarn, si fuere posible, aun a los escogidos (Mt. 24:24). Muy poco tiempo despus de la ascensin de Jess a los cielos, cuando la iglesia cristiana estaba an en su etapa infantil, los falsos profetas o falsos maestros hacen su aparicin. Ellos se presentaban con la misma apariencia que siempre los ha caracterizado: Como seres de luz, como personas interesadas en el bienestar de sus oyentes, como mensajeros celestiales, engaando con sus obras y seales mentirosas, hablando adulaciones y lisonjas con el fin de atrapar a los hombres y mujeres amantes de s mismos. De all que los apstoles y los escritores del Nuevo Testamento consideren de suma importancia advertir a la iglesia en cmo detectar a un falso pastor, a un falso profeta, a un falso apstol, a un falso maestro, a una falsa doctrina. Pues, aunque ellos cuenten con muy buena capacidad para engaar, porque hablan conforme a los deseos del corazn humano, no obstante, ellos no podrn ocultar su verdadero carcter, la podredumbre que llevan por dentro es tal, que un cristiano puede agudizar su olfato para oler la corrupcin pecaminosa que les caracteriza. La epstola de Judas, aunque nos es la carta ms estudiada del Nuevo Testamento, fue escrita con el fin de ayudar a los creyentes a detectar el carcter moral y espiritual de los falsos maestros que entran encubiertamente a la cristiandad. Analicemos con pasin y profundidad el contenido de esta pequea y casi desconocida carta, pues, su contenido tiene gran relevancia para la situacin de la iglesia cristiana evanglica en la Latinoamrica del siglo XXI, pues, muchos falsos maestros han permeado las iglesias con el fin de engaar, seducir y atrapar en sus doctrinas errneas.
Caracterstica espiritual de los que luchan vigorosamente por la doctrina. v. 1-2 En los versculos 1 al 2, Judas, saluda a los lectores, identificndose l mismo como siervo de Jesucristo y hermano de Jacobo. Luego identifica a los lectores o receptores de la carta como los que son amados por Dios el Padre, guardados por Jesucristo y llamados a la salvacin. Y a estos, al autor de la carta les desea abundancia de misericordia, paz y amor. Inmediatamente el escritor inicia su lacnico pero profundo discurso, diciendo a los lectores que ha deseado intensamente escribirles respecto a la salvacin que ellos tienen en comn, y ahora ha llegado el momento de hacerlo, pues, hay poderosas razones para ello. Los falsos maestros, a los cuales l denomina como impos, se han infiltrado en la iglesia, lo cual hace necesario que los creyentes, receptores de la carta, luchen con vigor y esfuerzo para la fe que ha sido dada una vez a los santos. Hoy vamos a analizar el mensaje de Judas en estos dos primeros versculos. Mensaje que he titulado caracterstica espiritual de los que luchan vigorosamente por la doctrina. 1. Judas, ejemplo de lucha vigorosa. Judas, siervo de Jesucristo, y hermano de Jacobo, a los llamados, santificados en Dios Padre, y guardados en Jesucristo. V. 1 Es interesante notar que el autor de la carta se identifica como siervo de Jesucristo. Se debe notar que las palabras usadas en griego (Iesou Cristou) dan a entender pertenencia, es decir, Judas no solo est diciendo que l es un siervo asociado al mensaje de Jesucristo, sino que l mismo pertenece a su Salvador. Solo un pastor o maestro que ha llevado su orgullo personal a la cruz, puede llamarse a s mismo siervo. La palabra griega usada aqu es doulos, la cual significa literalmente esclavo. Un pastor o maestro es esclavo de Jesucristo. Le sirve sin esperar nada a cambio, as como el esclavo no esperaba una paga de su amo. Solo un verdadero esclavo o siervo de Jesucristo puede estar interesado verdaderamente en las almas de los hombres. Los que no son siervos solo estn interesados en su propio bienestar. Es por eso que Jesucristo se presenta como el buen pastor, ejemplo de lo que debe ser un pastor cristiano, cuando dice: Yo soy el buen pastor, el buen pastor su vida da por las
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ovejas. Mas el asalariado, y que no es el buen pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo, y deja las ovejas y huye, porque es asalariado, y no le importan las ovejas. Juan 10:11-12 Judas se atreve a escribir en contra de los falsos maestros, a pesar de que eso no le har el pastor ms popular, ni el maestro ms admirado, pues, de seguro que al cuestionar la vida y la doctrina de los falsos pastores recibir ataques de los mismos hermanos, quienes le dirn: Judas, por qu eres tan intransigente? Por qu eres tan falto de amor?, no juzgues para que no seas juzgado, recuerda que el amor une y la doctrina divide, abandona ese espritu hipercrtico y ama a los hermanos aunque ellos no piensen como t. Judas qu te crees t para hablar de falsos maestros, recuerda que estamos en un mundo relativista, la verdad es relativa al individuo. Si t crees que los pastores no deben trabajar en el ministerio esperando lucro personal, est bien, es tu verdad, pero no condenes a los que no piensan como t, este es un mundo pluralista, hoy todos cabemos en el mundo y por lo tanto todos cabemos dentro de la iglesia, sin importar tanto la doctrina. Abandona esa vieja costumbre de los profetas, de estar discutiendo respecto a la fe, mejor dedcate a hacer el bien al prjimo. Advertir en contra de la falsa doctrina o la falsa religin fue el motivo por el cual los judos mataron a los profetas. Judas se expone a lo mismo al hablar en contra de las falsas doctrinas, pues, siempre han sido ms los que siguen lo falso que los que siguen la verdad. Tal vez esa sea una de las razones por las cuales hoy no se estudia mucho la epstola de Judas, y las predicaciones basadas en esta necesaria carta sean muy escasas. Por eso, solo un siervo de Jesucristo puede escribir o predicar de lo que Judas escribi. Sabemos que el que escribe esta carta no es Judas, el apstol que traicion a Jess, el Iscariote, pues, l distaba mucho de ser un siervo de Jesucristo, ya que su inters no era la salvacin de los hombres, sino el amor al dinero. Estaba con Cristo porque encontr en la religin un medio para satisfacer su corazn codicioso. l aparentaba amor y cuidado por los pobres, pero en realidad solo quera satisfacer su propia codicia. Y dijo uno de sus discpulos, Judas Iscariote hijo de Simn, el que le haba de entregar: Porqu no fue este perfume vendido por trescientos denarios, y dado a los pobres? Pero dijo esto, no porque se cuidara de los pobres, sino porque era ladrn, y teniendo la bolsa, sustraa de lo que se echaba en ella. Juan 12:4-6 Judas tiene autoridad para escribir esta exhortacin, porque es un siervo de Jesucristo, l est dispuesto a ser rechazado por algunos cristianos, a sufrir por la causa del evangelio, a luchar por la pureza de la doctrina apostlica, aunque eso le cueste la vida o el rechazo de su preciosa carta.
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Habiendo dado este saludo con tan profundo significado ahora prosigue hablando del estado espiritual de aquellos que podrn continuar con esta lucha a muerte por la preservacin de la sana doctrina y el rechazo de los falsos maestros o falsos profetas. 2. Tres caractersticas espirituales de los que han de luchar vigorosamente por la doctrina. A los llamados, santificados en Dios Padre, y guardados en Jesucristo. V. 1 No todos podrn luchar en contra de la falsa doctrina. A algunos les dar lo mismo estar en lo verdadero que en lo falso, porque estas personas no estn buscando a Dios con el fin de vivir para l como sus siervos, sino que le buscan por intereses personales: para que Dios le alivie todos sus problemas, para que les de salud, para que les de dinero y riquezas, para que los libre de las deudas, para aliviar su soledad, en fin, para cualquier cosa, menos que ser su siervo. Pero hay un grupo, no tan numeroso como quisiramos, que si est interesado en la doctrina bblica, que si le importa el contenido de lo que creemos, que considera vital para la salvacin y la salud espiritual el estar cimentados en la doctrina de Cristo y los apstoles del cordero. Por qu a algunos creyentes no les importa mucho la doctrina bblica o el luchar en contra de la falsedad? Bueno, algunos no lo hacen por ignorancia. Porque han crecido poco en la fe, son, como dice Hebreos, nios o bebs en Cristo. A pesar de los aos que llevan en la vida cristiana prefieren seguir tomando leche que comer alimento doctrinal slido. Otros no lo hacen porque no son creyentes. Estn dentro de nosotros pero no son de nosotros. A ellos no les importa la doctrina cristiana, solo quieren lo que les satisfaga en su ego, en su orgullo y en sus deseos materialistas. Y las Sagradas Escrituras nos presentan claros ejemplos de ello: Porque Demas me ha desamparado, amando a este mundo 2 Tim. 4:10 Demas haba colaborado por un tiempo al apstol Pablo, pero luego se fue, no quiso seguir como siervo, porque amaba a este mundo. Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habran permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros. 1 Jn. 2:19 Ahora Quines son los que deben y pueden luchar para defender la doctrina bblica? Quines son los que pueden y deben denunciar a los falsos maestros o a las falsas doctrinas? Judas, el hermano de Jess, autor de esta carta, describe las caractersticas espirituales de esta valiente gente.
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Estos creyentes necesitan consejo y aliento. Primero dice que son llamados. Aquellos que estn siendo motivados, aconsejados y exhortados para luchar en contra de las falsas doctrinas que ensean los falsos maestros, primero que todo, han sido llamados por Dios. Aqu no se trata del llamamiento general que el Espritu hace a los pecadores al arrepentimiento, pues, Dios manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan (Hch. 17:30), no obstante no es de todos la fe (2 Ts. 3:2); ms bien se trata del llamamiento especial que el Espritu hace a los hombres, a travs del cual nadie resiste ese santo llamado, sino que con presuroso paso acudimos a la cruz del calvario para contemplar la belleza extasiante de la gracia, belleza que nos atrapa y de la cual nunca ms vamos a querer distanciarnos. Solo lucharn en contra de las falsas doctrinas los que han dejado el mundo del pecado y han entrado en la luz de la vida1 Estos llamados forman parte de aquel pueblo que es un ...linaje escogido, real sacerdocio, nacin santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciis las virtudes de aquel que os llam de las tinieblas a su luz admirable 1 Pedro 2:9 Estos llamados son los que en otro tiempo no eran pueblo, pero ahora son pueblo de Dios, los que en otro tiempo no haban alcanzado misericordia, pero ahora han alcanzado misericordia. 1 Pedro 2:10 Los llamados son aquellos que un da, escucharon el evangelio ya sea a travs de una predicacin en la iglesia, una predicacin en la radio, un estudio en los hogares, un tratado que recibi u otro medio, pero que estando escuchando, no entendan el mensaje, no eran conscientes de su estado pecaminoso y de rebelda contra su creador, y por eso no podan venir a Cristo, pero en medio de la predicacin el Seor, el Seor hizo con esa persona, lo que antes haba hecho con Lidia ...el Seor abri el corazn de ella para que estuviese atenta al mensaje de Pablo Hch. 16:14. Los llamados son aquellos que habiendo estado atentos al mensaje del evangelio, acudieron con total conviccin a Cristo, reconocieron su pecaminosidad, ya no se vieron mas como personas buenas, sino como enfermos que necesitaban del mdico eterno; se despojaron de su propia autoconfianza espiritual y depositaron toda su confianza en la cruz del calvario.
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Solo estas personas que han escuchado el llamado celestial, el llamado del Espritu Santo, podrn luchar en contra de la falsa doctrina, anunciando y proclamando la verdadera fe que ha sido dada para siempre a los santos. Cmo podemos estar tranquilos cuando escuchamos a muchos predicadores motivando a la gente a venir a Cristo usando como anzuelo o gancho las necesidades econmicas, una precaria salud fsica, el deseo de ser ms ricos, el anhelo de ser ms popular? Cmo estar tranquilo frente a esta clase de predicacin, cuando nosotros mismos hemos sido llamados por Dios, hemos visto la cruz sangrante de Cristo, hemos visto sus padecimientos y el Espritu Santo nos ha mostrado que solo al ver nuestra miseria espiritual podemos acudir al Calvario? Cmo estar tranquilos cuando vemos como muchos predicadores estn llamando a la gente a Cristo, sin que ellos sean concientizados de sus pecados y maldades? Acaso cuando el Espritu Santo nos llam a Cristo, primero no nos mostr el estado de pudricin en el que estbamos como consecuencia de nuestras maldades y nuestras rebeliones? Ser posible que alguien venga verdaderamente a Cristo sin que primero el Espritu Santo, a travs de la predicacin fiel de las Sagradas Escrituras, no les muestre su condicin pecaminosa y rebelde contra el Dios Santo? Solo los que han sido verdaderamente llamados por el Seor pueden entender la importancia de permanecer en la doctrina bblica correcta. Segundo, son amados (o santificados) en Dios Padre. (gapmenois o hgiasmenois) Una segunda caracterstica de los que han de contender ardientemente, con pasin, por la doctrina sana, consiste en que han sido amados por Dios el padre. En nuestras versiones dice santificados debido a los manuscritos que usan, en los cuales se encuentra la palabra hegiasmenois; no obstante, los manuscritos griegos ms antiguos usan la palabra egapemenois, es decir, amados. Aunque ambas caractersticas son totalmente ciertas del verdadero creyente. Ahora, en qu sentido son amados los creyentes. Acaso Dios no ama a todo el mundo? Las Sagradas Escrituras dicen que ... de tal manera am Dios al mundo... Juan 3:16. Hay un sentido en el cual Dios ama a su creacin. l la cuida, es suya, por eso la preserva. l hace salir su sol sobre justos e injustos, y eso es amor, l hace llover sobre justos e injustos, eso tambin es amor (Mt. 5:45), pero este amor est acompaado tambin de su ira. Porque estos injustos viven bajo la ira de Dios. Juan 3:36 ...el que rehsa creer en el Hijo no ver la vida, sino que la ira de Dios est sobre l
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Romanos 2:5 Pero por tu dureza y por tu corazn no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el da de la ira y de la revelacin del justo juicio de Dios Efesios 5:6 ...porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia As que el sentimiento que Dios expresa al mundo entero, a todos los hombres, se encuentra dividido entre su amor y su ira. Pero el amor de Dios para con los que han sido cobijados por el sacrificio expiatorio del sufriente Salvador, ya no se encuentra dividido por la ira, sino que, ahora, su amor es infinito para con ellos, es una amor eterno, y ya no los mira ms como objetos de su ira. Ahora estos que han sido amados por Dios, no esperan su ira, sino que tienen confianza en que su amor siempre los cobijar. Este amor es tan grande e incomprensible que el apstol Pablo declara: Porque Cristo, cuando an ramos dbiles, a su tiempo muri por los impos es decir, por nosotros, que hacamos obras malas delante del Dios santo Ciertamente, apenas morir alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno pero ya el apstol Pablo ha dicho que entre los hombres y mujeres nadie ha sido bueno o justo mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo an pecadores, Cristo muri por nosotros Romanos 5:6-8 Siendo que hemos experimentado amor tan grande, ser que podemos quedarnos quietos y tranquilos cuando vemos cmo algunos hombres entran encubiertamente a la cristiandad y solo con el fin de obtener ganancia o lucro personal pervierten este mensaje que trae consuelo a los hombres que sufren en la miseria de sus pecados? Ser que aquellos que han conocido y experimentado el perdn de sus pecados, solo por confiar plenamente en Cristo, se quedarn dormidos frente a movimientos sectarios que desvirtan el mensaje de salvacin, cambindolo por un mensaje de motivacin psicolgica o prosperidad material, cuando la necesidad ms grande de todo hombre se relaciona con su vida impa, con sus pecados y rebeliones?
Son guardados o protegidos por Jesucristo. Estos que han de contender ardientemente por la doctrina sana, son aquellos que cuentan con la garanta de salvacin ofrecida por nuestro Seor Jesucristo. Estos no viven en el temor de perder su salvacin, sino que tienen como firme certeza de su salvacin las palabras de Jess, quien dijo: Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco y me
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siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecern jams, ni nadie las arrebatar de mi mano. Mi padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de las manos de mi padre Estos que han de contender por la doctrina sana, denunciando a los falsos maestros, no temen ni siquiera a Satans porque cuentan con la oracin intercesora de Jess Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son. Padre santo, a los que me has dado, gurdalos en tu nombre... cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre..., pero ahora voy a ti... no ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. Juan 17:9-15 Estos creyentes, aunque sean pocos, tienen la certeza que todo su ser ser guardado en santificacin para la consumacin final de la salvacin: Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Seor Jesucristo. Ser que teniendo tan grande garanta de salvacin y cuidado salvador, podremos estar tranquilos cuando las falsas doctrinas corroen a la cristiandad llevando a los hombres a confiar en sus propios medios, en sus donaciones o siembras econmicas, en sus ayunos orgullosos, en sus buenas obras? Acaso no sabemos que cuando los hombres confan en estas cosas para alcanzar el favor divino, viven en temor, inseguridad, miseria espiritual, tratando de hacer una y otra obra con el fin de calmar sus intranquilas conciencias? A todos aquellos que han sido llamados, amados y guardados por Dios en Jesucristo, Judas les desea abundancia de misericordia y paz y amor.2 Y cmo no podremos experimentar la verdadera misericordia, la verdadera paz y el verdadero amor habiendo recibido una salvacin tan grande y completa de nuestro redentor? Seremos tan egostas en disfrutar solos de estas enormes bendiciones y no haremos nada por ayudar al resto de creyentes y personas que caen presas de los estafadores religiosos que hacen mercadera con la fe cristiana? Aplicaciones: - Amado hermano en la fe, nuestra primera responsabilidad como contendores de la fe consiste en someternos en todo al autor de nuestra salvacin. Llevemos ante l todo nuestro ser y ofrezcmosle nuestra vida como una ofrenda, digmosle hoy y siempre, yo soy tu siervo, estoy dispuesto a perder mi vida con el fin de ganarla. Dejmonos de amarnos tanto
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y de preocuparnos tanto por nuestro bienestar mundano, y amemos mas al Seor y dueo de nuestras vidas, a aquel que nos compr con sangre preciosa para darnos vida eterna. - Si no sientes preocupacin por aquellas personas que estn siendo vctimas de los falsos maestros o falsos pastores o falsos apstoles, entonces recuerda lo que eres en Cristo, recuerda el llamamiento santo que recibiste del Seor, recuerda el eterno e inmenso amor que ha cubierto todo tu ser, recuerda cmo el Seor intercede por ti, garantizndote una salvacin eterna. No te compadeces de las personas que viven en temor constante porque las falsas doctrinas les han llevado a confiar en sus buenas obras, en sus siembras econmicas, en sus pactos terrenos? - Iniciemos esta contienda por la doctrina bblica reconociendo y viviendo lo que somos en Cristo, gozndonos en estas grandes verdades, alimentando en nosotros la misericordia, la paz y el amor, luego estaremos tan henchidos de estos gozos espirituales que nos ser imposible retenerlos y entonces seremos movidos a compartirlo con otros hombres y mujeres que, as como nosotros un da, no conocamos verdaderamente la abundante gracia del Evangelio de Cristo. - Apreciado amigo que an no conoces a Jess como tu salvador y Seor, no te quedes tranquilo en tu miseria espiritual, para ti tambin hay esperanza de gozar y disfrutar de este llamamiento santo, de este amor abundante y de este cuidado seguro, acude hoy al Salvador y suplcale tenga misericordia de ti, concedindote el don de la fe para que puedas ver tu estado de rebelda contra del Dios santo, y que te conceda mirar a la cruz del calvario, mirar la sangre del Hijo de Dios que es derramada para dar perdn y seguridad de salvacin a todo el que acude con fe a ella.
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Contender por la fe: Una urgencia inaplazable Judas 3 A veces se vuelve muy comn escuchar a algunos predicadores cristianos decir que fueron movidos por el Espritu Santo a cambiar el contenido de su sermn, cuando ya haban avanzado en la predicacin de otro tema. Realmente esa situacin siempre me ha inquietado, pues, no s si se trata de falta de preparacin del tema, emocionalismo excesivo del predicador, o si realmente el Seor les lleva a dar un viro sustancial al tema preparado. Lo cierto es que en Judas se dio una situacin similar a la descrita anteriormente. Este pastor se encuentra interesado en fortalecer la fe de los creyentes y experimenta, como todo pastor bblico, una gran urgencia, una gran solicitud, por escribirles un tratado doctrinal para hablar de la comn salvacin que comparten l y la audiencia. No sabemos cul era el contenido exacto de lo que Judas estaba escribiendo o iba a escribir, pero lo que s sabemos es que el apstol Pablo escribi sendos tratados hablndonos de la doctrina de la salvacin, es decir, del mensaje salvador o el evangelio, en Romanos, Efesios y el resto de sus epstolas. De manera que el verdadero autor de las Sagradas Escrituras, el Espritu Santo, no dej incompleta la revelacin, al conducir a Judas a cambiar de tema en su carta inspirada, pues, todas las cosas que son necesarias para nuestra salvacin, para nuestro andar cristiano, nos fueron dadas a travs de las Sagradas las Escrituras y nada necesario qued por fuera de ella. Esto es lo que dice Pablo en 2 Tim. 3:16 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y til para ensear, para redargir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra O, 2 Pedro 1:3 Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llam por su gloria y excelencia Es posible que Judas, el pastor de la iglesia de Jerusaln, interesado como estaba por el crecimiento espiritual de los lectores, cuando ya estaba preparado para iniciar el tratado doctrinal de su carta, recibe noticias inquietantes de cmo los falsos pastores, los falsos maestros estaban entrando encubiertamente a dicha iglesia, de manera que, en sumisin al Espritu Santo, considera la urgencia de la situacin, y decide cambiar el tema de su carta. Ya no dar un discurso teolgico, sino que exhortar a los lectores para estn alertas frente al peligro real que representa para la fe de una iglesia, la introduccin de falsas doctrinas y falsos maestros.
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Judas no hizo como algunos buenos y amados hermanos nos proponen hacer hoy, es decir, que no luchemos o denunciemos las falsas doctrinas o falsos maestros que se introducen a la cristiandad contempornea, sino que oremos y esperemos a que el Seor saque a la luz la falsedad, de manera que las iglesias, algn da, se darn cuenta de quines eran falsos y quines no. Bueno, si bien es cierto que debemos orar fervorosamente para que el Seor nos conserve como una iglesia pura, santa y firme en la doctrina sana, no obstante es responsabilidad de los pastores e iglesias de todos los tiempos desenmascarar la falsa doctrina y los falsos maestros. Judas no considera que esto sea algo de esperar a ver qu pasa, a ver quin tiene la razn. Es bueno ensear doctrina, pero es urgente denunciar la falsa doctrina y los falsos maestros. As que, hoy da, tenemos la corta carta que escribiera Judas, con la cual hizo un gran bien a la iglesia de todos los tiempos, como dice Barclay: ... pero el hecho es que hizo ms por la Iglesia escribiendo esta urgente, breve carta de lo que posiblemente habra hecho dejndonos un extenso tratado sobre la fe3 Abordemos juntos el estudio del versculo 3 y analicemos porqu es necesario luchar o contender ardientemente por la fe. Sigamos la siguiente estructura: 1. La urgencia de luchar por la fe 2. El modo de luchar por la fe 3. Poderosa razn de luchar por la fe
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1. La urgencia de luchar por la fe. Me ha sido necesario escribiros exhortndoos... Por qu un pastor experimenta la necesidad o la urgencia de predicar sobre la importancia de luchar por la doctrina bblica? Hoy da pareciera que este no es el comn de la mayora de los pastores. Muy pocos se ocupan de estos asuntos. Las predicaciones ms comunes hoy da se enfocan en temas como la prosperidad material, el buen nombre, la fama, la salud fsica, cmo mejorar su posicin econmica, las siembras, el poder de la palabra humana, la fe presuntuosa que dobla el brazo del Seor, entre otros. Hay poco inters en la sana doctrina. El slogan principal de nuestra generacin cristiana es ama y se feliz. el amor une, la doctrina divide. habla del amor, no hables de doctrina, la letra mata. Tal vez este sea el resultado de una iglesia materialista, pragmtica, dormida espiritualmente y mundana. Pero los pastores en la Biblia no podan dormir tranquilos al saber que los falsos maestros o las falsas doctrinas estaban entrando sigilosamente en medio de los santos. Y es que el peligro es abismalmente terrible. La sana doctrina preserva la verdadera fe que nos conduce a la salvacin, la falsa doctrina nos aleja del Dios Santo, pervierte la conducta cristiana y conduce al infierno. Veamos algunos ejemplos en la Palabra de Dios: - Nuestros primeros padres. Adn y Eva fueron puestos en el paraso para que anduvieran en perfecta comunin con el creador, disfrutando de su presencia, obedecindole en todo, con el fin de agradarle en todo. Por algn tiempo el hombre pudo disfrutar de este estado de perfeccin. La doctrina bblica, la fe, era muy sencilla en esta primitiva iglesia: Hay un Dios creador, el cual es santo, y pide al hombre que le obedezca para que pueda disfrutar para siempre de la perfecta comunin con l, el obedecerle le garantiza vivir para siempre, el desobedecerle implica la muerte. Esta era la doctrina. Y las cosas anduvieron bien en esta iglesia, mientras se mantuvieron firmes en esta obediencia. Pero Satans, la serpiente, el engaador y adversario de Dios, quera daar el buen vivir de estos creyentes, quera conducirlos a desobedecer, para que as cayeran de ese estado privilegiado. Pero cmo hacerlos caer en la desobediencia? Ellos estaban entrenados en la doctrina, as que no aceptaran desobedecer simplemente porque la serpiente se los insine. As que, Satans, siendo astuto, decide corromper la doctrina, as, una vez ellos distorsionen la fe, sern presa fcil del pecado. Satans siembra la mentira doctrinal en la mente de Eva, cual falso profeta o falso pastor, trastorna las palabras que ha dicho el verdadero pastor y le dice que ella y su esposo no morirn realmente, por el contrario, tendrn vida eterna y sern como dioses.
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Dios dijo: si desobedecen morirn, el falso pastor dice: sern como dioses. Satans no cambia totalmente las palabras del Seor, sino que introduce su falso sermn diciendo conque Dios os ha dicho... (Gn. 3:1). Esta ha sido siempre la astucia de los falsos maestros, mezclar las palabras de Dios con las palabras mentirosas de sus mentes retorcidas. Cul fue el resultado de pequea porcin de falsa doctrina? El pecado, la muerte eterna, la muerte fsica, la maldicin sobre toda la creacin material, la corrupcin espiritual. La falsa doctrina suele producir enormes estragos dentro del pueblo del Seor. Por eso ningn pastor bblico puede estar tranquilo cuando ve venir el peligro de los falsos pastores o maestros sobre la iglesia. - Israel. Ellos recibieron grandes bendiciones del Dios Todopoderoso. Los escogi de entre todos los pueblos, les dio Su santas leyes, les envi profetas verdaderos, hizo poderosos milagros para ayudarles. Solo les pidi obediencia a sus mandatos, y as se conservaran como el pueblo escogido, y recibiran sus abundantes bendiciones. A pesar de haber recibido la luz de la doctrina bblica, este pueblo se corrompi y recibi el juicio que la Ley haba establecido. Pero Cul fue el medio usado por Satans para producir semejantes estragos en este pueblo de creyentes? La falsa doctrina, los falsos maestros. En el desierto el pueblo se desenfren en el jolgorio, el licor y la perversin, luego que Aarn les permitiera cambiar la doctrina de Dios. El Seor le haba dicho a su pueblo que no hicieran imagen de l, pues, Moiss en el desierto, cuando fue llamado, no vio ninguna figura. Pero cuando Aarn les permiti cambiar este conocimiento de Dios, e hicieron una imagen, entonces fue muy fcil para este pueblo corromper el resto de doctrinas, y entrar en una decadencia moral impresionante. Los falsos profetas siempre causaron estragos en el pueblo, tergiversando la doctrina, amoldndola a la cultura de la poca, a lo que estaba de moda, y el resultado fue siempre el mismo, decadencia espiritual, decadencia moral, y la venida del inminente juicio del Seor. Ante un peligro tan inminente ser que podremos estar tranquilos?
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2. El modo de luchar por la fe. ...que contendis ardientemente por la fe... En la exposicin del primer elemento de la estructura de nuestro pasaje, ya ustedes se han hecho una idea de qu es a lo que Judas llama la fe. No se trata de la confianza que depositamos en Dios, sino que se trata del cuerpo de creencias o doctrinas que conforman nuestra fe cristiana. Este cuerpo de doctrinas deben ser cuidadas con tanto esmero y pasin, que para nosotros debe ser un asunto de vida o muerte. Lo que creemos de la Biblia, lo que creemos de Dios, de Jesucristo, del Espritu Santo, del pecado, del juicio de Dios, de la salvacin, la santificacin, la vida cristiana; todo esto es tan vital para la cristiandad, que no debemos escatimar esfuerzo alguno en luchar para defenderla. No se trata de defender a Dios, pues l no necesita que nadie lo defienda, se trata de defender la doctrina que l nos ha dado. La palabra usada por Judas para luchar ardientemente es epagonizesthai de donde viene nuestra palara agona. Cada iglesia, de cada generacin debe pagar el costo de luchar por preservar y transmitir la doctrina de manera correcta. En toda poca ha sido necesario defender la fe, porque esta se transmite, como una sana tradicin, de generacin en generacin. El problema radica en que en cada generacin surgen falsos maestros que tergiversan la verdad, y si la generacin respectiva no hace nada por preservarla, entonces, las prximas generaciones corren el riesgo de recibir doctrinas erradas. Pero este hacer algo para preservar la sana doctrina no debe ser un bueno, vamos a ver que se hace, no, debiera ser algo que implique tanto esfuerzo, como para decir estoy agonizando por esta causa, hasta que lo falso no salga a la luz y la iglesia recupere la sana doctrina no podr dormir tranquilo. Los profetas del Antiguo Testamento son un reflejo fiel de esta lucha agonizante por preservar la doctrina sana: En tiempos de la reina Jezabel la doctrina bblica estaba en gran decadencia. Esta reina malvada haba introducido la falsa doctrina por doquier. La adoracin al Dios verdadero fue reemplazada por el culto a Baal. Pareca que todo el mundo estaba conforme con la doctrina errnea. Pero un pequeo grupo de profetas que dieron sus vidas para que la verdadera religin de Israel fuera preservada. Cientos de ellos murieron, como dice en 1 Reyes 18:4 Porque cuando Jezabel destrua a los profetas de Jehov, Abdas tom a cien profetas y los escondi de cincuenta en cincuenta, y los sustent con pan y agua.
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Por qu causa moran estos profetas? Porque ellos no consideraron como algo liviano la introduccin de falsas doctrinas dentro del pueblo de Dios, para ellos esto era un asunto de vida o muerte. Jess dijo que la doctrina cristiana proviene de Dios, por lo tanto, la falsa doctrina proviene de Satans. Si no estamos en la verdadera doctrina, entonces no tenemos a Dios, no hay salvacin, no hay cielo, sino que nos espera la ms terrible condenacin. El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocer si la doctrina es de Dios... Es un asunto de vida o muerte. La verdadera doctrina bblica nos libra de la esclavitud del pecado Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habis obedecido de corazn a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados Rom. 6:17. Estar en falsa doctrina es permanecer en esclavitud. No podemos estar tranquilos frente a la falsa doctrina. En nuestro siglo corren fuertes vientos de doctrina errnea que no solo han permeado a las sectas sino que atentan con socavar las bases mismas de la fe cristiana, falsas doctrinas que han entrado encubiertamente en el grueso de la cristiandad: - Un concepto errneo de Dios. El Soberano creador de todo, el que es digno de adoracin y obediencia, ahora es presentado como el soberano servidor, el sirviente, el hada madrina que est esperando el toque de la varita mgica para hacer todo lo que el creyente desee. - Un concepto errneo de la expiacin obrada por Cristo. La sangre preciosa del cordero que fue derramada para la remisin de nuestros pecados, ahora es tomada para garantizar la salud, la prosperidad y toda clase de bienes terrenos al creyente. Incluso la sangre de Cristo ahora es tomada supuestamente para limpiar objetos, para proteccin contra asechanzas, etc. - Un concepto errneo de la salvacin. Hoy da la salvacin del alma y la esperanza futura de la completa y perfecta redencin ya no es tan importante, pues, es ms relevante para el cristiano materialista de este siglo el vivir cmoda y placenteramente en este mundo, de manera que la salvacin ha sido reducida al tener ms y ms bienes de este mundo, riquezas que los ladrones minan y hurtan. - Un concepto errneo del ministerio. Ahora el ministro, el pastor, ya no es ms el anciano servidor que nos presentan las Sagradas Escrituras, sino que es el gerente, el alto ejecutivo, el chamn o el iluminado, que tiene el poder para transmitir uncin, sanidad y prosperidad, pero que de ninguna manera est al servicio de los santos. Un pastor que para poder dialogar con l se necesita primero acudir a todos los lderes que estn por debajo de l en esa gigantesca escalera o estructura piramidal.
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No podemos estar tranquilos cuando la doctrina se tergiversa de esa manera, pues, las prximas generaciones ya no tendrn el verdadero cristianismo que anuncia la salvacin del hombre por medio de la obra de Cristo, sino que tendremos un infame remedo del cristianismo, donde un dios sirviente, se ofrece para satisfacer los deseos hedonistas de hombres completamente materialistas y avaros, egocntricos y eglatras. Judas invita a la verdadera cristiandad a combatir, lo cual significa esforzarse sin distraerse, a fines de lograr una meta. Presupone abnegacin para superar obstculos, evitar peligros y, si fuese necesario, aceptar el martirio. Judas da a entender que los miembros de la iglesia deben esforzarse en la propagacin del evangelio y en la bsqueda de la derrota de la hereja4 Muchos pastores no pelean la batalla contra las herejas que estn entrando hoy a la cristiandad (ecumenismo, teologa de la prosperidad, la palabra de fe, dilo y recbelo, las siembras econmicas, la falsa uncin, entre otras) porque consideran que eso se debe dejar solamente el Seor, y l, algn da sacar a la luz los que verdaderamente son de l y avergonzar a los falsos. Es cierto que la cizaa debe crecer junto al trigo, y nosotros no podemos arrancarla. Pero respecto a la falsa doctrina, respecto a los falsos maestros, no podemos esperar hasta el tiempo del fin, las Sagradas Escrituras son muy claras al ensearnos que si dejamos entrar a lo falso y no hacemos nada para frenarla y denunciarla, muy pronto todo el planto estar daado. las zorras pequeas echan a perder las vias. (Cantares 2:15) El apstol Pablo, escribiendo al pastor Timoteo, no le da opciones frente al tema de la lucha contra la falsa doctrina o los falsos maestros que entran al cristianismo. l le dice, as como dice hoy a todos los pastores y hermanos que aman a nuestro Seor Jesucristo Te encarezco (te doy este solemne encargo) delante de Dios y del Seor Jesucristo (ellos son los testigos), que juzgar a los vivos y a los muertos en su manifestacin y en su reino (un da seremos todos juzgados), que prediques la Palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo (el pastor debe ser insistente para corregir la falsa doctrina); redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque vendr tiempo cuando no sufrirn (mucha gente no soportar) la sana doctrina, sino que teniendo comezn de or (apetito por cosas nuevas) se amontonarn maestros conforme a sus propias concupiscencias (hablarn lo que a la gente ms le agrade or) y apartarn de la verdad el odo (no querrn escuchar la sana doctrina) y se volvern a las fbulas (la falsa doctrina, que aunque suena agradable al odo porque promete muchas cosas, en realidad es fbula, puro cuento). Pero t se sobrio en todo (no seas ebrio como los falsos maestros que deliran en sus mentes depravadas), soporta las aflicciones (aflicciones por causa de predicar la sana doctrina y denunciar a los
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falsos maestros), haz obra de evangelista, cumple tu ministerio. Porque yo ya estoy para ser sacrificado, y el tiempo de mi partida est cercano (Pablo quiere que otros continen su labor de extender la doctrina que produce salvacin). He peleado la buena batalla (la batalla de la fe que Judas nos exhorta a luchar), he acabado la carrera, he guardado la fe (o el depsito de la fe, es decir, la doctrina que fue dada una vez a los santos). 2 Timoteo 4:17
3. Poderosa razn de luchar por la fe. ... por la fe que ha sido una vez dada a los santos. La doctrina bblica no es una doctrina que cambia de tanto en tanto, amoldndose a las filosofas de la poca. No, Judas dice que fue dada una sola vez a los santos, es decir, que fue transmitida una vez por todas (hapax paradotheisi)5. La fe cristiana es un depsito sagrado que Dios encarg a la Iglesia de todos los tiempos, para que lo transmitieran de manera fiel a las siguientes generaciones, este depsito, es la revelacin escrita, es decir, las Sagradas Escrituras, las cuales deben ser estudiadas, explicadas y aplicadas, tal como fueron entregadas a travs de los profetas y apstoles autorizados. Esta sagrada doctrina tiene enseanzas y aplicaciones para los hombres de todas las generaciones. El adverbio hpax, que significa de una vez por todas da a entender que estas verdades doctrinales son inmutables: no se pueden alterar, no se les puede quitar ni aadir...6. Parece que la iglesia del primer siglo estaba siendo afectada por falsos profetas que pretendan recibir revelaciones del Espritu Santo adicionales a lo que el Seor haba hablado una vez por todas a travs de los profetas y apstoles autorizados. Pero este ha sido siempre un peligro latente en la cristiandad. De vez en cuando se levantan algunos hombres, o mujeres, que dicen estar recibiendo revelaciones directamente del cielo, que pretenden escuchar directamente la voz de Dios. Pero debemos tener cuidado con esa clase de personas, pues, lo que Judas est diciendo aqu es que la falsa doctrina siempre est relacionada con estas pretendidas revelaciones nuevas o adicionales que algunas gentes dicen estar recibiendo. La doctrina, la fe, todo lo que necesitamos para ser ... perfecto, enteramente preparado para toda buena obra nos ha sido dado a travs del depsito sagrado al cual llamamos la santa Biblia.
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Robertson, A.T. Comentario al texto griego del Nuevo Testamento. Clie. Pgina 713 Henry, Matthew. Comentario bblico. Obra completa. CLIE. Pgina 1911
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La fe se dio una vez para siempre, y no buscamos nuevas revelaciones. Las sectas que han surgido dentro de la cristiandad siempre han estado asociada con las nuevas revelaciones o las voces que algunos pretenden escuchar directamente del cielo. En el siglo II de la era cristiana, un pagano llamado Montano se convierte al cristianismo, y luego ser bautizado, se une a dos supuestas profetizas, y diciendo que ha empezado un nuevo pentecosts, una nueva era del Espritu Santo, empieza a ensear falsas doctrinas, supuestamente reveladas directamente por Dios a l y a sus profetizas. La iglesia del primer siglo haba sido bendecida por los carismas o dones sobrenaturales de revelacin del Espritu Santo, pero estos haban cesado, la iglesia ya no requera mas de estos dones espectaculares, porque ahora tenan la relevacin, el depsito de la fe completo, ya la fe haba sido dada una vez a los santos. No obstante Montano pretende recuperar estos dones cesados, e inicia un movimiento sectario. l deca que el Seor regresara por su iglesia en ese mismo siglo e instalara a la Jerusaln celestial en la ciudad de Pepuza. Esto mismo sucedi con los testigos de Jehov, los mormones y los adventistas, los cuales pretendieron recibir revelaciones adicionales a la que fue dada una vez para siempre a travs de las Sagradas Escrituras, y el resultado fue el error, el engao, lo falso, una secta. Debemos luchar con agona por la pureza de la fe, porque ella es un depsito sagrado que no puede ser cambiado. La Iglesia del primer siglo lo entendi as, de manera que ellos solo estudian la doctrina apostlica. Hechos 2:42 Y perseveraban en la doctrina apostlica... No les interesaba conocer lo que so el pastor, o la experiencia espiritual de los dems. Lo nico que nos garantiza ser libres del pecado es el permanecer en Cristo, en su doctrina, la cual fue dada una sola vez para siempre, al ser completada por los apstoles del Cordero. El apstol Pablo, escribiendo al pastor Timoteo, le advierte de no ensear sus propios sueos, experiencias o visiones, sino que su deleite y su responsabilidad debe ser ensear la doctrina apostlica, esa que fue dada una vez para siempre: 1 Tim. 1:3 Como te rogu que te quedases en feso, cuando fui a Macedonia, para que mandases a algunos que no enseen diferente doctrina, diferente a lo que los apstoles del Cordero ensearon.
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1 Tim. 6:3-4 Si alguno ensea otra cosa, y no se conforma a las sanas palabras de nuestro Seor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad, est envanecido, nada sabe...
2Jn 1:9 Cualquiera que se extrava, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, se s tiene al Padre y al Hijo.
Siendo que solo tenemos una fuente de doctrina, una fuente segura y sin error, entonces debemos mantenernos firmes en ella, estudiando las Sagradas Escrituras, escudrindolas, como orden Jess, de manera que no nos apartemos de ella, ni a diestra ni a siniestra. Que no sigamos el error de los que pretenden recibir revelaciones adicionales. Siendo que esta fe es un depsito sagrado del cual mana la vida, la verdadera libertad y el perdn de nuestros pecados, entonces luchemos sin descanso para que esta verdad sea conocida por todos.
Aplicaciones: - Cul es tu reaccin cuando ves un programa cristiano en la televisin, en el cual la mayor parte del valioso tiempo de transmisin se concentra en hablar de cosas que no son esenciales a la fe cristiana como la prosperidad material, la sanidad fsica, principios para hacer crecer las empresas, etc? - Hoy el Seor, a travs de la corta carta de Judas, te invita para que despiertes a una gran realidad: estamos siendo invadidos por falsas doctrinas. El grueso de la cristiandad, como en las pocas antiguas, corre detrs de los baales, detrs de lo falso. Y t qu haces al respecto? Te amoldas al espritu pluralista y relativista de la poca, pensando que no es tu responsabilidad meterte en problemas por defender la sana doctrina? Consideras acaso que los profetas antiguos, los apstoles y los valientes adalides de la reforma fueron unos tontos por defender la doctrina pura que viene directamente de Dios? Crees que eres ms inteligente que estos humildes servidores de Dios? Acaso no te das cuenta que t mismo podrs ser afectado por las doctrinas errneas sino las denunciamos? Olvidas como la falsa doctrina afect paulatina pero progresivamente al pueblo de Dios en tiempos antiguos, as como el cncer no se queda fijo en un solo lugar, sino que cuando ha empezado no cesa de extenderse en todo el cuerpo, hasta abarcarlo todo? - Oremos al mximo general que tenemos, a Jess, para que l nos de fuerza, vigor y nimo pronto para luchar hasta la sangre, defendiendo la sana doctrina, orando por los hermanos que estn en iglesias donde los pastores han trastornado la fe, amoldndola al espritu de la poca. Oremos para que el Seor ayude a estos pastores a encontrar el camino de regreso a
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la doctrina apostlica, oremos para que si estas iglesias persisten en su error, el Seor saque de en medio de ellos a los que verdaderamente le pertenecen. - Esforcmonos en conocer cada da mas y mas las Sagradas Escrituras, estudindola de manera apropiada, encontrando el verdadero sentido de lo que all se dice, de manera que no nos dejemos confundir por los falsos maestros que han entrado al cristianismo. - Tengamos cuidado con los programas o predicaciones cristianas que escuchamos por la radio o la televisin, tengamos cuidado con los libros gratis que se envan a travs de internet, muchas sectas usan estos medios para llevar confusin a los verdaderos creyentes.
2Co 11:13 Porque stos son falsos apstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apstoles de Cristo.
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Caractersticas de los falsos maestros y las falsas doctrinas (Parte 1) v. 4 Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes haban sido destinados para esta condenacin, hombres impos que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el nico soberano, y a nuestro Seor Jesucristo. Introduccin: La historia de la humanidad es testigo de las luchas y conflictos que se presentan entre personas, culturas, sociedades y naciones. Los intereses de las personas, reinos o naciones, en ocasiones les conducen a desatar guerras o luchas con el fin de mantener la hegemona o no permitir el ser subyugados por otros. En nuestra poca hemos sido testigos de las guerras fras entre movimientos polticos opuestos, pero de manera especial hoy se desatan fieras competencias entre las grandes empresas multinacionales, las cuales buscan mantener o incrementar su posicin en los mercados. Aunque algunas guerras fueron ganadas a travs de la fiera batalla cuerpo a cuerpo, es una realidad que muchas otras fueron ganadas de manera sigilosa, permeando al enemigo, entrando sigilosamente a travs de espas, a travs de filosofas que poco a poco daaban o convertan a las personas hacia los fines de los contrincantes. Introducirse en medio del terreno enemigo, de manera sigilosa, es una tctica que los enemigos han usado para derrocar a naciones, imperios y empresas. La Iglesia de Cristo libra una batalla crucial contra el mal. El enemigo de las almas no cesa de rodear a la iglesia para hacerla desfallecer y conducir a los creyentes a una vida espiritual mediocre, sin vida. Satans busca daar nuestro testimonio cristiano, con lo cual hace mucho dao al avance del evangelio. Siendo que estamos en un campo de batalla donde el enemigo usa toda clase de estrategias es nuestro deber estar alertas a sus astucias. El enemigo de la iglesia es muy astuto, l no escatima esfuerzo alguno para hacer dao. l sabe que los daos ms grandes causados a la iglesia no provienen de afuera, de los enemigos externos, sino de dentro. Los grandes escndalos de los lderes de las iglesias han sido los instrumentos afilados que Satans usa para daar la poca fe de los que estn iniciando la vida cristiana.
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Judas, en el versculo 4, da una descripcin de los enemigos que la iglesia tiene dentro de ella, y estos son mas peligrosos que aquellas personas que de manera abierta y franca se levantan en contra de ella. El Seor nos ayude a conocer estas caractersticas de los falsos maestros, de manera que huyamos de ellos, denunciando su falsedad para que el resto no siga sus nefastas y mortales pisadas. 1. Los falsos maestros hacen su trabajo de manera solapada. Judas dice que algunos hombres han entrado encubiertamente a la iglesia. l usa la palabra griega pareisdyein, la cual significa literalmente hundirse o zambullirse, y as deslizarse secretamente7. Las personas que entran a una casa o lugar de manera sigilosa o encubierta, por lo general, es porque estn haciendo o quieren hacer algo perverso. Esta es una palabra muy fuerte que tambin designa las palabras halageas y seductoras de un contendiente astuto que se filtran gradualmente en las mentes8. Judas usa una palabra que en espaol puede ser traducida como solapada, estos hombres han entrado a la iglesia solapadamente. Un trmino que en nuestros diccionarios de la lengua espaola significa ocultar maliciosa y cautelosamente la verdad o la intencin9, una persona solapada es aquella que oculta maliciosa y cautelosamente sus planes y pensamientos10. Este pastor de la iglesia apostlica no puede estar tranquilo cuando l sabe que algunos hombres perversos estn entrando a la iglesia de una manera subrepticia, es decir, a escondidas. No por la puerta principal, sino por detrs. Estos no traen buenas intenciones. Ellos pudieron entrar hacindose pasar por cristianos, pero realmente no lo son, ellos ocultan sus verdaderos planes, y esto causa preocupacin. El pastor, como el miembro ms aguzado y diestro, est alerta ante los ataques del enemigo, as como el jefe de una manada de venados est alerta a los depredadores que se esconden debajo de la maleza, estos fieros enemigos se arrastran en medio del pasto con el fin de tomarlos por sorpresa.
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Estos hombres malvados pueden llegar a ocupar cargos tan importantes como el de anciano o pastor, profeta, maestro de seminarios, pueden llegar a ser predicadores afamados, pero no lo hacen con el fin de glorificar al Salvador, sino para alcanzar sus planes ocultos. El Seor Jess, cuando se present como el verdadero pastor que est dispuesto a dar su vida por sus ovejas, tambin habl de esta clase de hombres o pastores que entran subrepticiamente con el fin de hacer dao al rebao y conseguir sus fines egostas. De cierto, de cierto os digo: El que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que sube por otra parte, se es ladrn y salteador. El ladrn no viene sino para hurtar y matar y destruir mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata a las ovejas y las dispersa Juan 10:1, 10, 12. Judas Iscariote estuvo con Cristo, por un tiempo se identific con l y lleg a ser parte del cuerpo apostlico, pero estaba all no porque amaba al Seor y estaba interesado en la salvacin de las personas, sino porque el estar con Cristo le representaba a l ingresos econmicos, pues teniendo la bolsa (la tesorera del ministerio de Jess), sustraa de lo que se echaba en ella Juan 12:6 Muchos falsos hombres han entrado de tanto en tanto a la iglesia, en todas las pocas, y estos hombres, cuando estn dentro de ella y se hacen pasar por miembros del cuerpo de Cristo y lderes de la iglesia, llegan a hacer ms dao que el que pueden producir los enemigos externos de ella. Formas solapadas de introducir herejas destructoras dentro de la iglesia pueden ser: La msica cristiana. Los movimientos gay y algunas filosofas han usado la msica como un vehculo efectivo para transmitir sus ideales y calar de manera furtiva o disimulada a la sociedad. Los movimientos ecumnicos, los movimientos judaizantes y la nueva era estn introduciendo sus ideologas a la iglesia a travs de la msica. Hoy da todas las iglesias cantan las mismas canciones y usan los mismos ritmos, de manera que el cantante cristiano no tiene problemas hoy da en alabar al Seor cantando a un solo coro con los catlicos romanos, los adventistas o los de la nueva era. La msica es el lenguaje universal que une a las distintas culturas, pero tambin a las religiones. El ecumenismo busca que la gente crea en todos los caminos que las religiones proponen para llegar al cielo, y para eso usan la msica cristiana, una msica ambigua en su contenido, donde solo se habla de amar a Dios, de adorar a Dios, y se repiten hasta el cansancio frases como te amo, te adoro, te quiero, pero nunca se habla realmente de este Dios, de las exigencias de este Dios Santo y de la exclusividad de la fe cristiana. Los milagros y los dones carismticos. Hoy da se hacen campaas de sanacin en las iglesias bautistas, en las catlicas, en las de la nueva era y hasta en los templos de los brujos
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amaznicos (chamanes). Vemos en la televisin como muchos hombres que se hacen pasar por predicadores cristianos, usan los supuestos dones milagrosos para introducir herejas en la cristiandad, para promover el ecumenismo y apartar de la fe a los incautos. Jess ya advirti que los falsos profetas haran milagros y obras portentosas que engaaran a la gente: Porque se levantarn falsos Cristos, y falsos profetas, y harn grandes seales y prodigios, de tal manera que engaarn, si fuere posible, aun a los escogidos (Mt. 24:24). Las grandes desviaciones doctrinales de la cristiandad evanglica estn introducindose de manera solapada o encubierta a travs de hombres que sustentan sus enseanzas con las seales y milagros que caracterizan sus ministerios. Muchos canales de televisin cristiana y emisoras de radio son fuentes podridas de falsa doctrina, pero los creyentes les escuchan porque ellos hablan de milagros, pero recordemos que estas seales no son necesariamente obra del Espritu Santo, sino que son instrumentos de Satans, pues, el apstol Juan declara Despus vi otra bestia que suba de la tierra; y tena dos cuernos semejantes a los de un cordero, pero hablaba como dragn. Y ejerce toda la autoridad de la primera bestia en presencia de ella, y hace que los moradores de ella adoren a la primera bestia, cuya herida mortal fue sanada. Tambin hace grandes seales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra delante de los hombres. Y engaa a los moradores de la tierra con las seales que se le ha permitido hacer en presencia de la bestia Apo. 13:11-14. La iglesia de hoy, como la de la poca de Judas y Pedro, ha sido infectada por numerosas doctrinas errneas, pero sus falsos maestros lo han hecho de una manera tan astuta, que la mayor parte del pueblo cristiano ni siquiera se han dado cuenta que ahora estn creyendo algo totalmente opuesto o desviado de la doctrina bblica. La astucia de estos malos hombres es tal que el apstol Pedro declara Pero hubo tambin falsos profetas entre el pueblo, como habr entre vosotros falsos maestros, que introducirn encubiertamente herejas destructoras (2 Pedro 2:1). 2. A los falsos maestros les espera la condenacin. Los que desde antes haban sido destinados para esta condenacin Aunque quisiramos tener una iglesia totalmente limpia, donde todos nos amemos de manera perfecta y no haya pecado, la verdad es que mientras estemos en este mundo, la imperfeccin siempre estar en nosotros. Anhelamos la llegada del da glorioso cuando el Seor perfeccione lo imperfecto, mientras tanto es nuestro deber estar alertas, golpeando nuestra carne y mortificando nuestro pecado. Las Escrituras son claras en mostrarnos la realidad, no muy halagea, de que lo falso coexistir con lo verdadero en esta creacin cada. De manera especial las falsas doctrinas, enseadas por falsos pastores y maestros, siempre han estado peligrosamente cercanas al pueblo de Dios, y en muchas ocasiones dentro de ella.
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No es nuevo que hoy haya muchos falsos maestros dentro de la iglesia, de esto han hablado las Escrituras. Esto es lo que est diciendo Judas. Una traduccin ms acertada de esta frase, debiera ser de quienes hace mucho tiempo se escribi que habran de ser condenados11. La palabra que traduce Reina-Valera como destinados (progegrammenoi) es un participio perfecto pasivo de prograph escribir de antemano12. As como las Escrituras nos hablan de la entrada de falsos maestros en medio del pueblo de Dios, tambin nos han hablado de la condenacin que les espera, pues, el dao que ellos hacen al pueblo de Dios es muy grande. Son como el comejn o la polilla que poco a poco se introducen en la estructura de una casa, y en poco tiempo tornan vana la madera, de manera que la casa se ve en serio peligro. Estos falsos maestros son como estos insectos, abundan y entran solapadamente para infectar con su doctrina virulenta a la cristiandad, de manera que si la iglesia no tiene pastores atentos como Judas, podrn causar mucho dao. Pero las cosas no quedarn as. Un da, el Juez de toda la tierra, dar su justo merecido a estos impos. La condenacin de los falsos maestros, la condenacin de la rebelda no es algo nuevo, desde hace mucho tiempo las Escrituras nos han hablado de ello. Es por eso que en los versos 5 al 15 el autor de la lacnica carta se dedicar a mostrar con claros ejemplos bblicos la condenacin de los impos: hablar del juicio sobre los israelitas incrdulos en el peregrinaje a Canan, los ngeles que pecaron, Sodoma y Gomorra. La idea de Judas es advertir a los creyentes, que si ellos no estn alertas a los movimientos astutos de los falsos maestros, y no estn dispuestos a luchar vigorosamente por la doctrina bblica, entonces muchos en la iglesia sern afectados y seguirn a estos pastores impos, pero no solo creern una falsa doctrina, sino que recibirn un castigo ejemplar por haber desechado la verdadera fe cristiana y acoger lo falso. Los israelitas que en el desierto se dejaron influenciar por la mala cizaa que sembraron unos pocos, recibieron la misma condenacin de los falsos maestros. Esto debe ser una advertencia para todos nosotros. Hoy da vemos como en una iglesia local pasan de una doctrina a otra. Por ejemplo, conozco a numerosas iglesias bautistas que durante algn tiempo caminaron en la doctrina apostlica, en la doctrina bblica. Pero un da lleg un pastor nefito o influenciado por las filosofas de la poca y cambi todo.
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Cambi el contenido y la forma de la predicacin, ahora solo predica de temas psicolgicos, motivacionales o positivistas. Cambi el culto o la liturgia, de los himnos pas a los estribillos sin contenido doctrinal donde se repiten una y veinte veces las mismas palabras, de la evangelizacin bblica ahora pas al decisionismo y a las prcticas de la moderna sanidad interior; pero lo sorprendente es que pocas, pero muy pocas personas en dichas iglesias se sienten incmodas por esos cambios. Todos siguen al pastor en los cambios que hace, pareciera que nadie all se preocupara por verificar con las Sagradas Escrituras si estas cosas deben ser as o no. Pero muchos dirn bueno, el pastor tendr que rendir cuentas ante el Seor si no hizo las cosas conforme a la Palabra, esto es cierto, pero l tambin pedir cuentas a cada creyente, pues, l nos dio la revelacin escrita a todos, no solo a los pastores. Somos responsables de detectar las falsas prcticas o las falsas doctrinas, para hacerles frente con la Palabra y corregir lo torcido. En el Antiguo Testamento muchos de estos falsos profetas fueron condenados con la muerte, como en el caso de los profetas de Baal Entonces Elias les dijo: Prended a los profetas de Baal, para que no escape ninguno. Y ellos los prendieron; y los llev Elas al arroyo de Cisn, y all los degoll 1 Reyes 18:40 La misma suerte le toc al falso profeta Hananas, quien se opona a la sana enseanza de Jeremas. Entonces dijo el profeta Jeremas al profeta Hananas: Ahora, oye, Hananas; Jehov no te envi, y t has hecho confiar en mentira a este pueblo. Por tanto, as ha dicho Jehov: He aqu que yo te quito de sobre la faz de la tierra; morirs en este ao, porque hablaste rebelin contra Jehov. Y en el mismo ao muri Hananas, en el mes sptimo. Jeremas 28:15-17 Estos pasajes deben dar consuelo al creyente. Porque aunque los falsos profetas estarn en medio de nosotros, sabemos que Dios no ignora la situacin. l no nos abandona a la suerte de ellos, sino que, en su tiempo enviar sus juicios sobre todos aquellos que daan o tergiversan la verdad.
Aplicaciones: - Quiero iniciar aplicando estas sagradas enseanzas en la vida del creyente. Revisemos con cuidado cules son las reales intenciones que tenemos cuando servimos en la iglesia, cuando hablamos dulcemente a las otras personas, cuando nos mostramos afectuosos para con los dems, pues, si lo hacemos con el fin de quedar bien, que los otros nos aprecien, o de mostrar cun servicial soy, entonces estar identificndome con una de las caractersticas ms prominentes de los falsos maestros, el solapamiento. El Seor nos ayude a ser transparentes para con los dems. Que las motivaciones, cuando hacemos o hablamos
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algo, sean claramente presentadas, y que estas tengan como fin ltimo y mximo glorificar al Seor. - Seamos diligentes en estudiar las Escrituras y conocer de manera ms certera la doctrina bblica, de manera que no seamos vctimas del engao que promueven los falsos maestros. La mentira se enfrenta con la verdad, pero esta verdad debe ser conocida con claridad. Si solo nos conformamos con tener un conocimiento somero de la Biblia, es posible que seamos confundidos por los actuales movimientos sectarios que han entrado al cristianismo. - Seamos cuidadosos en asuntos espirituales. No todo el que dice Seor, Seor, realmente est sirviendo a Jesucristo, nuestro Salvador. No todo el que predica de la Palabra, realmente est enseando la Palabra. Revisemos la doctrina que ensea, revisemos su conducta. Si bien es cierto que en esta tierra no hay un solo hombre que nunca peque, tambin es cierto que los cristianos no convertimos el pecado en un hbito. Tengamos cuidado con los profetas que nos dicen paz y prosperidad, pues, el Seor dice yo no los envi. Tengamos cuidado con las predicaciones lisonjeras, donde nosotros somos presentados como los dioses que gobernamos sobre el Dios soberano. - Apreciado amigo que an no conoces de manera personal al Seor y Salvador, ruega al Seor te ayude a salir del error en el que te encuentras. T crees que Dios te ama y te acepta como eres, pero si ests practicando el pecado, y persistes en no aceptar el Seoro de Cristo sobre todas las reas de tu vida, sino que t decides lo que debes y no debes hacer, sin tener en cuenta al Salvador, entonces tambin te espera una terrible condenacin. Pero el Seor hoy te invita a correr por tu vida, a escapar de los conceptos errneos que tienes de Dios, y buscarle entre tanto puede ser hallado. - No creas que porque algn cristiano te dijo que Dios ama al pecador y aborrece el pecado, tendrs escapatoria de la condenacin que vendr sobre los hombres que creen falsas doctrinas. Si crees que Dios no te castigar porque l ama al pecador, te recuerdo lo que dijo Pablo en las Sagradas Escrituras: ... la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia. Col. 3:6, ...nadie os engae con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia. Ef. 5:6. - Pero te invito para que acudas hoy a Cristo Jess. Creyente, si has sido descuidado en el estudio de la Biblia, de manera que has estado tentado a seguir alguna doctrina falsa, acude a Jess y confiesa tu pecado de descuido. l tendr misericordia de ti y ser abundante en perdonar, pero recuerda no descuidar un solo da estudiando de manera seria las Escrituras y las predicaciones que te dan tus pastores, para que ests firme frente a los vientos de doctrina errnea que cada da soplan con mas fuerza dentro de la cristiandad. - Amigo que an no conoces al Salvador, mralo en la cruz sangrante, muriendo por el hombre pecador, por ese hombre que ha preferido inventarse un dios a su imagen, un dios
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que le permita practicar la inmoralidad sexual y toda suerte de pecados, pero la cruz nos muestra que el Dios de la Biblia no considera el pecado como algo insignificante, sino que este es tan horrible y tan perverso, que ofrecer perdn a los pecadores le cost su propia vida. Ven hoy a Jess y empieza a disfrutar de la comunin con el Dios santo que nos ofrece su perdn.
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Caractersticas de los falsos maestros y las falsas doctrinas (Parte 2) v. 4 Introduccin: Una religin sin demandas morales suena absurdo, pues, por lo general, todas las religiones demandan algo de sus fieles seguidores. Algunas exigen obediencia a algn cdigo de santidad, otras demandan sacrificios abundantes, etc. Pero, ninguna religin, excepto el cristianismo tiene la doctrina de un Dios santo como el que se expresa en la Biblia. Aunque todas las religiones consideran a sus dioses como un ser benigno o santo, si damos una revisin exhaustiva a lo que estas consideran son las acciones de sus dioses, encontraremos muchos pecados y debilidades humanas en ellos. Los dioses paganos le eran infieles a sus esposas, actuaban de manera parcializada para ayudar a algunos, cometan barbaries, o decan cosas absurdas y ridculas. El nico Dios que se presenta como la suma de la santidad y que es completamente justo en sus acciones en el Dios de la Biblia. Vive rodeado de santidad y todo lo que piensa o hace es conforme a su atributo de la santidad. Todas las desviaciones doctrinales que se han dado dentro del cristianismo, buscan, de una u otra manera, desfigurar la doctrina de la santidad, pues, en el fondo, esa es una de las doctrinas contra las cuales mas lucha nuestra naturaleza pecaminosa. Sera muy agradable a nuestra carne el tener a un Dios lleno de amor y misericordia, pero dbil en sus exigencias de santidad, un Dios todopoderoso al cual yo me pueda acercar de cualquier manera. Un Dios complaciente pero poco exigente. Las Sagradas Escrituras presentan ejemplos de cmo se puede armar un cristianismo falso que conduce al infierno, un cristianismo complaciente con nuestro pecado pero abundante en el amor del Seor para con nosotros: - Profesar amor al Seor, sin tener que guardar sus mandamientos. (Juan 14:15 Si me amis, guardad mis mandamientos) - Pecando abundantemente para que la gracia sobreabunde en nosotros. (Rom. 6:1 Qu, pues, diremos? Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? En ninguna manera.) - Amando al dinero, las riquezas y los bienes de este mundo, porque somos hijos del Rey. (1 Juan 2:15 No amis al mundo, ni las cosas que estn en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no est en l Porque raz de todos los males es el amor al
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dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores (1 Tim. 6:10) Los falsos maestros y las falsas doctrinas siempre buscan, en el fondo, complacer algn deseo pecaminoso de los hombres, no se conforman a las sanas palabras de la fe, porque la santidad del Dios de la Biblia es un peso muy grande para sus conciencias. Judas, al proseguir describiendo las caractersticas ms sobresalientes de los falsos maestros o los pasos pastores, nos dice que estos son hombres impos. 3. Los falsos maestros son hombres impos. Aunque la apariencia de los falsos maestros sea como el de ovejas inofensivas, e inicialmente sus enseanzas y palabras parezcan inocuas, lo cierto es que no son ovejas, sino lobos rapaces disfrazados, y el propsito final de sus enseanzas no es inocuo, sino inicuo. Judas, quien no es pluralista como lo es nuestra poca postmoderna, no tiene temor en llamar a estos pastores con el nombre que ms se ajusta a su condicin espiritual y moral: Impios (asebeis), todo lo contrario de un hombre piadoso (eusebis). El apstol Pablo describe a estos maestros falsos de la siguiente manera: Porque hay muchos contumaces, habladores de vanidades y engaadores enseando por ganancia deshonesta lo que no conviene pues hasta su mente y su conciencia estn corrompidas. Profesan conocer a Dios, pero con los hechos lo niegan, siendo abominables y rebeldes, reprobados en cuanto a toda buena obra Tito 1:10-16. Aunque la apariencia de estos hombres parezca santa, caritativa y dulce, lo cierto es que saben ocultar la realidad espiritual que les caracteriza. Solo buscan su lucro, su popularidad, sus intereses personales. Y hablarn lisonjeramente para ganar adeptos. Su predicacin se enfocar en atender de manera engaosa, pero con apariencia de piedad, las necesidades ms bsicas y sentidas de la gente: la salud, el dinero, el empleo, la autoestima, la carencia de afecto, entre otros, pero no lo harn desde una perspectiva netamente bblica, buscando glorificar al Seor en todo, sino que mezclarn las palabras de la Sagrada Escritura con las psicologas humanistas, la nueva era y otras corrientes de las cuales puedan valerse para mantener en oscuridad a los sbditos. Los falsos maestros o pastores no se presentarn como impos, todo lo contrario. Tendrn una personalidad carismtica, agradable, hablarn siempre de manera dulce y agradable al odo de la gente, pero el fin de todo lo que hacen no es bueno, sus mentes son corrompidas, y solo se aprovechan de la religin para buscar su propia gloria.
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En el libro de Apocalipsis, Juan tiene la visin de la destruccin de la gran Babilonia. Una ciudad que representa la religin falsa. Cuando este sistema falso de fe fue destruido, la gente lloraba por su destruccin, pues, ella haba engaado a mucha gente, y ellos pensaban que Babilonia no era tan mala, todo lo contrario, su apariencia era agradable estaba vestida de lino fino, de prpura y de escarlata, y estaba adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas! (Apo. 18:16). Pero, a pesar de tan agradable apariencia, Judas sabe que por dentro son impos. Jess acus a los religiosos Fariseos (maestros falsos) de ser impos, pero su apariencia piadosa engaaba a las multitudes. !Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipcritas! Porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro estn llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia. Mt. 23:27 4. Los falsos maestros son hombres impos que convierten la doctrina de la Gracia en libertinaje. ...impos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios. Es posible que los falsos maestros que se haban introducido sigilosamente en la iglesia a la que escribe Judas, hayan sido influenciados por las doctrinas de un gnosticismo incipiente, en la cual se crea que, siendo que la gracia fue sobreabundante donde abund el pecado, entonces los creyentes entre ms pecaran mas reciban de la gracia del Seor. El libertinaje de que Judas habla aqu, como caracterstico de los falsos maestros o pastores, est relacionado de manera estrecha con la inmoralidad sexual. Ellos pensaban que la gracia de Dios les conceda permiso para entregarse a las actividades sexuales ilcitas, pues, de todas maneras sern perdonados, pensaban ellos. Las doctrinas falsas, por lo general, promueven alguna clase de impiedad. Aunque algunas sectas se distinguen por un fuerte nfasis en la santificacin, en el vestir decoroso, pero por lo general esto se hace de manera legalista, es decir, se imponen reglas humanas como si fueran leyes divinas, o los mandamientos divinos son exaltados a tal punto que la gente cree que es salva por obedecer dichos mandamientos. Esto tambin es impiedad, por dos razones: Primero, pervierten el evangelio de la salvacin solo por gracia por medio de la fe. Ellos rechazan el perfecto sacrificio de Cristo al pretender aadirle algo ms a la salvacin. Para ellos la Cruz de Cristo es insignificante, pues, a ella le aaden reglas y mandamientos de hombres. Esto es impiedad, porque es una ofensa contra el Hijo de Dios.
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Segundo, esta clase de desviacin enfatiza la santidad en cosas que no son bblicas, mientras violan los claros principios escriturales. Se cubren con un manto de santidad mientras en secreto practican toda suerte de pecados aberrantes. Un ejemplo muy claro lo encontramos en los legalistas fariseos: Mar 7:1 Se juntaron a Jess los fariseos, y algunos de los escribas, que haban venido de Jerusaln; los cuales, viendo a algunos de los discpulos de Jess comer pan con manos inmundas, esto es, no lavadas, los condenaban. Porque los fariseos y todos los judos, aferrndose a la tradicin de los ancianos, si muchas veces no se lavan las manos, no comen. Y volviendo de la plaza, si no se lavan, no comen. Y otras muchas cosas hay que tomaron para guardar, como los lavamientos de los vasos de beber, y de los jarros, y de los utensilios de metal, y de los lechos. Le preguntaron, pues, los fariseos y los escribas: Por qu tus discpulos no andan conforme a la tradicin de los ancianos, sino que comen pan con manos inmundas? Respondiendo l, les dijo: Hipcritas, bien profetiz de vosotros Isaas, como est escrito: Este pueblo de labios me honra, Mas su corazn est lejos de m. Pues en vano me honran, Enseando como doctrinas mandamientos de hombres. Porque dejando el mandamiento de Dios, os aferris a la tradicin de los hombres: los lavamientos de los jarros y de los vasos de beber; y hacis otras muchas cosas semejantes. Les deca tambin: Bien invalidis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradicin. Porque Moiss dijo: Honra a tu padre y a tu madre; y: El que maldiga al padre o a la madre, muera irremisiblemente. Pero vosotros decs: Basta que diga un hombre al padre o a la madre: Es Corbn (que quiere decir, mi ofrenda a Dios) todo aquello con que pudiera ayudarte, y no le dejis hacer ms por su padre o por su madre, invalidando la palabra de Dios con vuestra tradicin que habis transmitido. Y muchas cosas hacis semejantes a estas. Y llamando a s a toda la multitud, les dijo: Odme todos, y entended: Nada hay fuera del hombre que entre en l, que le pueda contaminar; pero lo que sale de l, eso es lo que contamina al hombre. Si alguno tiene odos para or, oiga. Pero, hay otro extremo. Los que hablan muy poco de santidad. Los antinomianos, estn en contra de la Ley santa del Seor. Ellos dicen que estamos en la poca de la gracia y ahora no hay mandamientos que obedecer, ahora solo debemos amar, amar y amar. Si bien es cierto que el cristianismo debe ser la expresin pura del amor a Dios y al prjimo, tambin es cierto que somos llamados a ser santos, as como nuestro Dios que nos salv es santo. (1 Pedro 1:16). Hoy da los movimientos neocarismticos de la prosperidad y la sanidad divina, enfatizan el bienestar material, fsico y emocional. La verdadera santidad para ellos consiste en que te sientas bien, en que te sientas como un hijo del Rey, como dueo y seor del mundo. El pecado, del cual poco se habla en estas sectas, es visto simplemente como la fuente de la pobreza y la enfermedad, pero nunca se ve como una afrenta al Santo Dios, porque estos falsos maestros no estn interesados en ensear acerca de la santidad de Dios, de su ira o de
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su justicia. El nfasis est en el amor de Dios. Ellos han creado su propio dios, un dios de puro y solo amor. La ira de Dios, la santidad de Dios, la justicia de Dios, el juicio de Dios, son atributos que no estn presentes en el dios que ha resultado de sus imaginaciones perversas. Ellos engaan a las multitudes porque hablarn del amor de Dios, hablarn de su benignidad, de cmo el Seor est dispuesto a servir a sus hijos reyes, concedindoles todo lo que ellos deseen, hasta los caprichos ms ntimos. El resultado de este nfasis en el amor de Dios, es una doctrina que permite de manera implcita, la entrega al pecado, pues, al fin y al cabo, somos hijos del rey y contamos solo con su amor. Este dios desfigurado produce un cristianismo desfigurado. Hace poco tiempo empez el movimiento apostlico dentro de la iglesia, por cierto, un elemento ms que se aade a la falsedad de nuestro cristianismo actual. Estos apstoles se creen una casta especial. Son los ungidos y tienen supuesta autoridad sobre el resto de la iglesia. Casi se igualan a los 12 escogidos por Cristo, con la diferencia que los verdaderos apstoles estaban para servir a los santos, y los falsos apstoles de hoy estn para ser servidos por los creyentes. Siendo esto es una desviacin doctrinal, no tard en producir los frutos de maldad que caracterizan a toda falsa doctrina. Muchos de estos apstoles han estado envueltos en pecados sexuales terribles, pero luego de adulterar y cometer inmoralidad sexual, regresan a sus ttulos apostlicos y vuelven con ms uncin y poder, recibiendo mayor aclamacin de sus incautos sbditos. Algunos de estos falsos apstoles, hoy da, dieron un paso ms adelante en las locas imaginaciones de sus mentes pervertidas, y ahora se hacen llamar patriarcas. Y as como algunos patriarcas en el Antiguo Testamento, hoy da tienen, no una esposa como estipula el apstol Pablo en los requisitos para ser obispo, sino que tienen dos y ms mujeres. Toda desviacin doctrinal conducir, tarde o temprano, a la inmoralidad sexual y a la degradacin de la doctrina de la gracia de Dios. 5. Los falsos maestros son hombres impos que tergiversan las doctrinas fundamentales de la fe. ...y niegan a Dios el nico soberano, y a nuestro Seor Jesucristo Los falsos maestros no solo se conocen por la vida inmoral que ocultan detrs de su falsa apariencia de piedad, sino que tambin se conocen por el error o la desviacin doctrinal, en especial tergiversan la doctrina de Dios y de Jesucristo.
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Aunque Judas no ahonda en los temas doctrinales que estos falsos pastores de su tiempo enseaban, si nos indica que sta se relacionaba con la comprensin que tenan de Jesucristo. Ellos negaban al nico Dios soberano y a nuestro Seor Jesucristo. Siendo que en los manuscritos ms antiguos no aparece la palabra Dios, algunos traductores y comentaristas llegan a la conclusin que aqu se refiere a Jess como el soberano y Seor (despotes). Aunque el trmino soberano, por lo general se refiere a Dios el Padre, aqu Judas aplica este ttulo a Cristo Jess. En la historia de la cristiandad podemos ver que las falsas doctrinas o las sectas inician desvindose en algo de la doctrina de Cristo. En tiempos de Pablo algunos falsos maestros enseaban que Jess no resucit de entre los muertos, sino que su cuerpo qued en la tumba. Esto era lo que infera Pablo del argumento de muchos al decir que no hay resurreccin de muertos (1 Cor. 15). En tiempos de Juan los gnsticos enseaban que el Cristo no vino en carne, sino en mera apariencia humana, como un ser etreo. 2 Juan 1:7 Porque muchos engaadores han salido por el mundo, que no confiesan que Jesucristo ha venido en carne. Quien esto hace es el engaador y es anticristo Luego de la muerte de los apstoles, muchos falsos pastores ensearon doctrinas errneas respecto a Cristo, contra los cuales la iglesia verdadera tuvo que luchar frreamente: - En el siglo III Sabelio, lder eclesistico, empez a ensear que Dios existe en solo una persona, a la cual se le aplican tres nombres, negando as la distincin entre las personas del Padre, del Hijo y del Espritu Santo. Sabelio crea que Dios cambia o muda su forma de presentarse ante los hombres, pero que es solo una persona. A esta doctrina errnea se le conoci como sabelianismo o modalismo. Niega al Jess de la Biblia, porque su Salvador no es el Hijo eterno del Padre eterno, tal como lo presentan las Sagradas Escrituras. Esta hereja es creda hoy por la secta de los unitarios, conocidos en diversos lugares como los Solo Jess, Pentecostales unidos o unicitarios. - Tambin en los primeros siglos de la era cristiana un falso maestro cristiano, llamado Arrio, ense que Jess, el Verbo, no es consubstancial con el Padre, es decir, el Hijo de Dios no es eterno, no es divino, sino la primera criatura o creacin de Dios. Aunque Arrio hablaba de Jess como el hijo de Dios, el salvador del mundo, el santo, el glorioso, no obstante negaba que l fuera Dios. Esta hereja es creda hoy por los falsos Testigos de Jehov y los movimientos liberales dentro de las iglesias protestantes. - Los mormones creen que Jess es el Hijo de Dios, pero en el sentido que un hombre mortal puede llegar a serlo tambin.
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- Las sectas neo-carismticas de la teologa de la prosperidad tambin han tergiversado la doctrina de Cristo. Los grandes gurs o lderes de la denominada teologa de la fe, dilo y recbelo o la prosperidad, han estado introduciendo doctrinas errneas respecto a Dios o Cristo. Uno de los lderes ms conocidos de este movimiento dijo que Dios tena un cuerpo un tanto ms alto que un hombre normal. Otro de ellos asegur que en la esencia hay 9 personas, que el Padre consta de tres partes, lo mismo el Hijo y el Espritu Santo. Algunos de ellos ya estn negando la preexistencia de Cristo, y en su lugar afirman que Jess es el resultado de la fe de Dios. Algunos de ellos ensean que Jess, en la cruz, pag la ofrenda por el pecado, no a Dios, sino a Satans. Para ellos Dios nos es ms que un poderoso mago que puede hacer todo lo que quiera porque l tiene positiva. Dios cre al mundo, no porque tenga un poder inherente en l para hacerlo, sino porque l tuvo fe, por su pensamiento positivo. El concepto que la nueva era tiene de Dios, es el mismo que ensean los teleevangelistas de la fe y la prosperidad. Por cierto, todos estos chamanes de la fe estn siguiendo el camino de algunos sectarios que les han precedido, como es el caso del lder de la secta creciendo en Gracia. Ellos fueron uno de los primeros grupos de Latinoamrica en hablar de la prosperidad y las bendiciones econmicas abundantes que debe gozar todo creyente. Su lder no se conform con ser llamado pastor, sino que luego pidi ser reconocido como Apstol, para luego ser llamado Cristo, y ahora anticristo, mostrando as su verdadero carcter.
Aplicaciones: - Tal vez nosotros no negamos de manera consciente la doctrina de Cristo, y es posible que nos identifiquemos plenamente con la doctrina ortodoxa, pero hay otras formas de hacerlo, por ejemplo, la desobediencia a sus mandatos. Cuando nos damos el lujo de desechar algunos mandamientos que Cristo nos ha dejado en su Palabra, entonces tampoco lo estamos reconociendo como Seor y Soberano. Podemos recitar con fidelidad la doctrina del Seoro de Cristo, y a la misma vez con nuestros hechos despreciar dicha verdad. - Seamos perseverantes en conocer, guardar y extender la doctrina bblica. No seamos descuidados en estudiar de manera seria las Sagradas Escrituras. Seamos diligentes en seguir el ejemplo de los judos bereanos, los cuales eran ... ms nobles... pues, recibieron la Palabra con toda solicitud, escudriando cada da las Escrituras para ver si estas cosas eran as (Hech. 17:11). - Revisemos si en nuestro corazn hay actitudes impas. Examinemos si en nuestra comprensin doctrinal hemos mal interpretado las verdades preciosas de la gracia abundante, con el fin de justificar conductas impas, usando la gracia como motivo de libertinaje, usando la doctrina de la gracia como una herramienta para continuar en mis
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pecados amados. Oremos con arrepentimiento ante nuestro Salvador si hemos usado la gracia como motivo para el libertinaje, pues, de seguir as, mostraremos que en nosotros no hay obra de gracia alguna. - Huyamos de los falsos maestros que pululan en la televisin y en algunas emisoras de radio, a los cuales podremos identificar por su hablar lisonjero y agradable al odo humano. Recordemos las instrucciones bblicas:
Cuando se levantare en medio de ti profeta, o soador de sueos, y te anunciare seal o prodigios, 2y si se cumpliere la seal o prodigio que l te anunci, diciendo: Vamos en pos de dioses ajenos, que no conociste, y sirvmosles; 3no dars odo a las palabras de tal profeta, ni al tal soador de sueos; porque Jehov vuestro Dios os est probando, para saber si amis a Jehov vuestro Dios con todo vuestro corazn, y con toda vuestra alma. 4 En pos de Jehov vuestro Dios andaris; a l temeris, guardaris sus mandamientos y escucharis su voz, a l serviris, y a l seguiris. 5Tal profeta o soador de sueos ha de ser muerto, por cuanto aconsej rebelin contra Jehov vuestro Dios que te sac de tierra de Egipto y te rescat de casa de servidumbre, y trat de apartarte del camino por el cual Jehov tu Dios te mand que anduvieses; y as quitars el mal de en medio de ti. Deuteronomio 13:1-5 Porque desde el ms chico de ellos hasta el ms grande, cada uno sigue la avaricia; y desde el profeta hasta el sacerdote, todos son engaadores. 14Y curan la herida de mi pueblo con liviandad, diciendo: Paz, paz; y no hay paz. Jeremas 6:13-14 En los profetas de Samaria he visto desatinos; profetizaban en nombre de Baal, e hicieron errar a mi pueblo de Israel. 14Y en los profetas de Jerusaln he visto torpezas; cometan adulterios, y andaban en mentiras, y fortalecan las manos de los malos, para que ninguno se convirtiese de su maldad; me fueron todos ellos como Sodoma, y sus moradores como Gomorra. 15Por tanto, as ha dicho Jehov de los ejrcitos contra aquellos profetas: He aqu que yo les hago comer ajenjos, y les har beber agua de hiel; porque de los profetas de Jerusaln sali la hipocresa sobre toda la tierra. 16As ha dicho Jehov de los ejrcitos: No escuchis las palabras de los profetas que os profetizan; os alimentan con vanas esperanzas; hablan visin de su propio corazn, no de la boca de Jehov. 17Dicen atrevidamente a los que me irritan: Jehov dijo: Paz tendris; y a cualquiera que anda tras la obstinacin de su corazn, dicen: No vendr mal sobre vosotros. Jeremas 23:13-17 El profeta que tuviere un sueo, cuente el sueo; y aquel a quien fuere mi palabra, cuente mi palabra verdadera. Qu tiene que ver la paja con el trigo? dice Jehov. 29No es mi palabra como fuego, dice Jehov, y como martillo que quebranta la piedra? 30Por tanto, he aqu que yo estoy contra los profetas, dice Jehov, que hurtan mis palabras cada uno de su ms cercano. 31Dice Jehov: He aqu que yo estoy contra los profetas que endulzan sus lenguas y dicen: El ha dicho. 32He aqu, dice Jehov, yo estoy contra los que profetizan sueos mentirosos, y los cuentan, y hacen errar a mi pueblo con sus mentiras y
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con sus lisonjas, y yo no los envi ni les mand; y ningn provecho hicieron a este pueblo, dice Jehov. Jeremas 23:28-32
- Y esta es una aplicacin para aquellos que an no han puesto su confianza plena en Jesucristo. No sigas en el camino de error en el cual transitas, pues, con tus hechos niegas al Salvador y Seor Jess. l es el Rey de reyes y Seor de seores, y un da vendr a juzgar a los vivos y a los muertos, y todos aquellos que no reconocieron su seoro, le vern como Seor, pero no como Salvador, sino como el que condena y reprende a todos los que no creyeron en l. Hoy es el da aceptable de salvacin, hoy es el da en el cual los hombres deben aceptarle como Seor y Soberano, acude a l en humilde oracin, con arrepentimiento, suplicndole misericordia, y de seguro la hallars, de manera abundante y gozosa.
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Advertencias contra los que promueven y siguen las falsas doctrinas: El ejemplo de los Israelitas. Judas 5 Mas quiero recordaros, ya que una vez lo habis sabido, que el Seor, habiendo salvado al pueblo sacndolo de Egipto, despus destruy a los que no creyeron Introduccin: La vida est llena de muchas carreras y metas, por cierto, todos los seres humanos un da debemos tomar la decisin de iniciar alguna carrera, sea esta el matrimonio, estudios, una empresa, una misin, entre otros. Aunque algunas carreras nos producen cierto temor porque no sabemos cmo nos ir en ella, la verdad es que muchas veces iniciamos presurosos y con entusiasmo caminos y empresas pensando que llegaremos al final. Pero lo importante no es iniciar la carrera sino correrla y llegar a la meta. Algunos inician muchas carreras y no logran terminar con satisfaccin ninguna de ellas, esto es frustrante. Judas, el autor de la carta que estamos estudiando, est interesado en que los lectores de su escrito, miembros de una iglesia cristiana, logren terminar bien su carrera. Ellos se encuentran en un grave peligro espiritual debido a la malfica influencia de telogos, pastores y profetas liberales que han tergiversado la doctrina bblica, acomodndola a su propio gusto y tornndola atractiva para la mente pecaminosa. Pero el peligro se acenta an ms porque estos falsos profetas actan solapadamente, esconden sus verdaderos propsitos y aparentan ser buenos creyentes. Estos hombres impos haban iniciado la carrera cristiana pero en el camino se haban desviado y no solo no se conformaron con su propio desvo sino que deseaban daar la fe que fue dada una vez a los santos en medio de la iglesia local, de manera que todos estaban corriendo serio peligro espiritual. Esta catica situacin ha provocado en el pastor Judas la reaccin normal de un siervo del Seor que reconoce su enorme responsabilidad en cuidar las ovejas que el Pastor de pastores le ha encomendado. Judas saba que esta carta no iba a ser la ms leda por los creyentes, ni tampoco sera la ms predicada en los plpitos de todos los tiempos, y mucho menos en el siglo XXI, tan lleno de pluralismo, relativismo y falso amor. No obstante l obedece al Espritu Santo y desenvaina la espada para luchar en contra de los falsos pastores o profetas que estaban afectando a la iglesia de su siglo. Luego de dar una descripcin del carcter y doctrina de los falsos maestros, procede a presentar tres ejemplos tomados del Antiguo Testamento, los cuales se convierten en una firme advertencia para todos los miembros de las iglesias locales que corrompen la doctrina
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o que siguen a estos seudomaestros, porque no solo sern juzgados los falsos pastores, sino tambin los creyentes que siguen sus disoluciones. Judas presenta como testimonios histricos de lo que Dios hace con los rebeldes y sectarios tres casos tomados del Antiguo Testamento: - Los israelitas incrdulos que murieron en el desierto - Los ngeles que se rebelaron contra Dios y fueron arrojados desde el cielo a prisiones eternas -Sodoma, Gomorra y las ciudades vecinas que fueron destruidas por el fuego debido a la prctica de vicios contra naturaleza que les caracterizaba. Iniciemos hoy analizando el primer ejemplo usado por el autor, y oramos para que el Seor impacte nuestros corazones produciendo temor y temblor al conocer cmo la ira de Dios se rebela contra toda clase de impiedad, y de una manera ms clara, contra toda clase de apostasa, sectarismo y falsedad doctrinal.
1. Una introduccin poderosa 2. Una liberacin portentosa 3. Una destruccin aterradora 1. Una introduccin poderosa Mas quiero recordaros, ya que una vez lo habis sabido... Dios ha creado al hombre con la capacidad de conocer las cosas, estudiarlas, comprenderlas y recordarlas. El recuerdo es un elemento fundamental para la vida humana. Sin l no pudiramos tener presente algunos hechos o conocimientos que luego nos van a librar de peligros o situaciones difciles. Por ejemplo, un nio de tres aos alejar sus manos de un loro o guacamayo porque ya tiene en su mente el recuerdo de una experiencia desagradable en la cual el loro maltrat con su pico sus dedos. Sin el recuerdo no pudiramos crecer en el conocimiento, pues, nosotros edificamos o construimos sobre lo que ya sabemos, y lo que sabemos nos es trado a la memoria por el recuerdo. Esta facultad nos ha sido dada por Dios, como seres inteligentes y racionales, con el fin de ayudarnos a crecer en nuestro desarrollo como seres humanos. Y si el recuerdo es importante para la vida diaria cunto ms lo ser para nuestro avance espiritual.
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El pastor Judas, quien conoce a las ovejas de manera profunda, inicia sus advertencias alabando las buenas capacidades intelectuales que los lectores han manifestado, y los invita a usar su capacidad del recuerdo, ayudados por la mencin que el autor har de tres casos muy dicientes tomados del Antiguo Testamento. Judas era un pastor con buenas capacidades pedaggicas. El ha usado, y volver a usar las triadas para mostrar las verdades que el Seor le lleva a compartir. En grupos de tres comparte sus enseanzas, tal vez con el fin de recordarlas ms fcilmente: En el verso 1 identifica a los que luchan espiritualmente por la sana doctrina y ha dicho que estos son: Llamados santificados en Dios Padre - y guardados en Jesucristo. En el verso 2 hay tres deseos sinceros para los lectores: Misericordia paz y amor. En el verso 4 habl de tres caractersticas que identifican a los falsos profetas o maestros: Han sido destinados para esa condenacin son impos que convierten en libertinaje la gracia de Dios y tergiversan la doctrina de Dios y la cristologa. Ahora desde el verso 5 y hasta el 7 presentar tres ejemplos tomados del Antiguo Testamento para advertir de las serias consecuencias que sufrirn los que pervierten la doctrina: Los israelitas incrdulos que murieron en el desierto los ngeles que se rebelaron contra Dios y estn ahora en prisiones eternas y las ciudades de Sodoma y Gomorra que fueron destruidas por el fuego. En el verso 8 continuar mostrando tres caractersticas de los falsos profetas: mancillan la carne rechazan la autoridad y blasfeman de las potestades superiores. En el verso 11 usa tres personajes para ilustrar la condicin espiritual de los falsos maestros: Can - Balan y Cor. Nosotros tenemos la capacidad de recordar o memorizar ms fcilmente los conocimientos si estos son presentados de manera grfica. Nuestro pastor nos da grupos de tres, o especies de tringulos que sern fciles de memorizar. Ahora, estas advertencias se dan a personas que ya tienen conocimiento. El autor dice Ya que una vez lo habis sabido, es decir, ellos tenan conocimiento del Antiguo Testamento, solo bastaba con mencionarle los hechos someramente y ellos tendran la capacidad de recordar todo lo que sucedi en ellos. Es probable que el mismo Judas les haya enseado las Escrituras u otro pastor, de manera que los tres ejemplos mencionados no eran desconocidos para la audiencia, como tampoco lo sern para los cristianos hoy da.
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Los escritores sagrados consideraban que el mejor ejemplo o testimonio que puede producir conviccin y temor respecto a los juicios de Dios se encuentra en las Sagradas Escrituras; el buen predicador podr usar ilustraciones de la vida diaria, pero preferir en lo mximo posible usar los ejemplos e ilustraciones de la misma Biblia. El apstol Pablo tambin acude a los ejemplos de la Escritura recomendando que los cristianos tengamos presente sus enseanzas para nuestro bien: Y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y estn escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos 1 Cor. 10:11. Escuchemos y consideremos con suma atencin el primer ejemplo de cmo los juicios de Dios se derraman sobre los que tuercen las Sagradas Escrituras para su propia perdicin. 2. Una liberacin portentosa. ... que el Seor, habiendo salvado al pueblo sacndolo de Egipto. Judas quiere dar una advertencia a los malvados e incrdulos que estaban pervirtiendo las creencias y la conducta de la iglesia. Ellos deben saber que su descarro no quedar impune, y si estn pensando que la ira de Dios no vendr sobre ellos debido a que hicieron una profesin de fe o recibieron dones milagrosos o fueron sanados de alguna enfermedad, y consideran que por eso la gracia de Dios est sobre ellos y por lo tanto cualquier maldad que ellos hagan no tendr su justa retribucin; el autor les dice, ustedes estn equivocados. A pesar de la buena vida que puedan llevar los falsos pastores o maestros, la ira del Seor se derramar sobre ellos y le pondr fin a sus das agradables. Un error comn en la cristiandad consiste en pensar que por el hecho de haber sido bautizados en una iglesia cristiana, ser miembros activos, haber recibido algn favor del cielo como la sanacin del cuerpo u otro milagro, se da entonces por sentado que eres hijo de Dios y que todos los pecados que cometas no tendrn ninguna repercusin sobre tu vida, porque la ira de Dios ya no est sobre el cristiano, pero la verdad es que Dios al que ama lo azota y disciplina al que recibe por hijo (Heb. 12:6). Pero no todos los que profesan ser cristianos realmente han nacido de nuevo, no todos son hijos de Dios, puesto que solo los que creen de corazn, y no nicamente con la boca, que Cristo es el Hijo de Dios encarnado y el salvador, verdaderamente son salvos, renacidos. Otro error comn es pensar que por el hecho de ser pastores se tiene el derecho de tomar ciertas atribuciones en doctrina o prctica, y Dios no enviar sus juicios sobre el tal porque tiene autoridad ministerial, pero lo cierto es lo contrario, aquellos que estn en autoridad, aquellos que son puestos como maestros o pastores recibirn mayor condenacin por sus pecados, eso es lo que dice Santiago 3:1 Hermanos mos, no os hagis maestros muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos mayor condenacin.
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Judas dice que el Seor salv al pueblo sacndolo de Egipto; considero oportuno aclarar dos trminos en este pasaje: Primero, el ttulo Seor. Algunos expertos comentaristas consideran que este ttulo designa aqu al Seor Jesucristo, tomando en cuenta que Pablo dice que la roca que segua a los israelitas en el desierto es Cristo (1 Cor. 10:4), mientras que otros consideran que Seor aqu se refiere a Dios el Padre, puesto que l fue quien consign a los ngeles en prisiones eternas (Judas 6 comparar con 2 Pedro 2:4), y fue l quien destruy a los incrdulos en el desierto segn Nmeros 14:29-37. Particularmente me inclino a pensar que aqu Seor apunta a Dios el Padre. Otra aclaracin es con el trmino salvado que se usa en la versin Reina Valera del 60. Realmente la traduccin ms acertada debiera ser ... el Seor sac a su pueblo de la esclavitud de Egipto..., como lo hace Simn Kistemaker13. Hago esta aclaracin debido a que alguien puede pensar que Judas est enseando la errnea doctrina de que una persona puede ser salva, es decir, nacida de nuevo, y luego perder su salvacin, muriendo a su nuevo nacimiento, lo cual es imposible, puesto que el nuevo nacimiento es obrado poderosamente por el Espritu de Dios, de manera que nunca moriremos a l, sino que efectivamente viviremos para siempre en la presencia de nuestro Salvador, como dijo Jess: El que cree en el Hijo tiene vida eterna... (Juan 3:36), ...sino que el agua que yo le dar ser en l una fuente de agua que salta para vida eterna (Juan 4:14), De cierto, de cierto os digo: el que oye mi palabra y cree al que me envi, tiene vida eterna; y no vendr a condenacin, mas ha pasado de muerte a vida (Juan 5:24), Y esta es la voluntad del que me ha enviado: que todo aquel que ve al Hijo, y cree en l, tenga vida eterna; y yo le resucitar en el da postrero (Juan 6:40), Y yo les doy vida eterna; y no perecern jams, ni nadie las arrebatar de mi mano (Juan 10:28). No hay posibilidad alguna de que alguien que ha nacido de nuevo, es decir, que ha sido regenerado, justificado, salvo, pierda su salvacin porque esta no depende de nosotros, sino de Dios quien es poderoso para salvar. Pero hay otras clases de salvacin que Dios ha obrado en la historia del hombre. Por ejemplo, en las Sagradas Escrituras, el ser sano de una penosa enfermedad se le designa como una salvacin o el ser librados de un gran peligro. Por lo tanto, cuando la versin Reina-Valera traduce esta frase en trmino de salvacin, no est cometiendo ningn error, pues, Dios salv o libr al puedo israelita de la esclavitud egipcia, pero no est afirmando que todos ellos haban sido regenerados. No obstante, las misericordias del Seor son muy grandes. Y l ha obrado siempre para el bienestar de todos, incluso de los rebeldes. El hace salir su sol sobre justos e injustos, l enva la lluvia que hace producir la tierra sobre las fincas de los justos y tambin de los
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injustos (Mt. 5:45 ... vuestro padre que est en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos), l da riquezas a los santos y tambin a los pecadores (Ecl. 5:19); Jess san a miles que luego no le siguieron sino que se apartaron de l y en la hora decisiva gritaban crucifcale, y todo estos que recibieron las misericordias del Seor, un da escucharn su voz, no con misericordia, sino con voz de trueno y terrible espanto que les dir apartaos m, hacedores de maldad Mt. 7:23. El Seor tuvo misericordia de Israel, liberndolos de la ignominiosa esclavitud egipcia, y esto lo hizo acompaado de muchos y portentosos milagros. El Seor us a su siervo Moiss, un hombre piadoso y manso (Nm. 12:3), no lo hizo usando al ms vil pecador, sino a un varn de Dios; a travs de l obr milagros maravillosos para amedrentar al Faran y liberar al pueblo, envi plaga tras plaga, oscuridad, granizo, langostas y por ltimo, hizo que todos los primognitos de los egipcios murieran en una misma noche, incluyendo al primognito del Faran. Luego, abri el mar en dos de manera que ellos pudieron caminar en seco, una nube que marchaba al ritmo del pueblo les protega en el da del inclemente sol del desierto y en la noche les iluminaba. Cuando quisieron comer carne Dios les envi codornices, cuando tenan sed Dios hizo que de la roca brotara agua, sus vestidos no se gastaron, sus calzados tampoco, cuando los enemigos queran hacerle dao, el Seor peleaba las batallas y los destrua, Qu ms se poda pedir! Eran los consentidos del Seor!, usando el lenguaje evanglico moderno, Vivan como hijos del Rey!; no obstante, todos estos milagros no garantizaban que realmente ellos gozaran del favor eterno de Dios; pues, una cosa es disfrutar de ciertas bendiciones temporales y terrenas y otra muy distinta es gozar de las bendiciones eternas y celestiales. Muchos que se llaman creyentes solo vienen a Cristo en bsqueda de las bendiciones terrenas; salud del cuerpo, mejorar la economa, salir de deudas, entre otros, pero todas estas cosas perecern y pasarn, mas lo espiritual, lo celestial es eterno, por eso el apstol Pablo nos dice: Si, pues, habis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde est Cristo sentado a la diestra de Dios, poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra Col. 3:2. Pero a pesar esta liberacin portentosa que el Seor obr en favor del pueblo de Israel, cuando estos manifestaron lo que realmente haba en su corazn, el Seor les envi una destruccin aterradora. 3. Una destruccin aterradora. ... despus destruy a los que no creyeron. Esta declaracin pareciera ser una contradiccin con lo que dijo antes. Cmo es posible que el Seor libre a toda una nacin de una situacin terrible, para luego destruirla por completo? Porqu mejor no la dej en la situacin de esclavitud, donde, al menos, podan continuar viviendo? No puedo dar una respuesta amplia a esta interesante pregunta en este
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corto espacio, pero, en el caso de Israel, la Biblia nos dice que ellos clamaron a Dios por su liberacin. Aconteci que despus de muchos das muri el rey de Egipto, y los hijos de Israel geman a causa de la servidumbre, y clamaron; y subi a Dios el clamor de ellos con motivo de su servidumbre (xodo 2:23). Ahora, aunque el Seor no escucha a los pecadores de la misma manera como lo hace con sus hijos, no obstante cuando los pecadores claman con angustia a l, muchas veces su misericordia le conduce a hacerles el bien que ellos esperan. Esto lo vemos expresado de manera clara en el ministerio de Cristo, l tuvo compasin de los enfermos y desvalidos, sanndolos y liberndoles de sus pesadas cargas (Mt. 14:14), pero en el da del juicio el Seor usar estos milagros y portentos que obr para bendecirlos temporalmente, como una herramienta para darles con ms rigor el castigo eterno, pues, habiendo visto y disfrutado de los poderes milagrosos del Seor no le sirvieron como tal, sino que se mantuvieron rebeldes contra l. La declaracin final que escucharn de aquel que les obr la sanidad o les bendijo terrenamente ser: Apartaos de m, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ngeles (Mt. 25:41). Estos israelitas estaban convencidos de que el Seor los amara eternamente por ser el pueblo escogido, por las promesas dadas a sus padres (Abraham, Isaac, Jacob, Jos), por la ruina que le caus a Egipto con el fin de liberarlos, ellos crean que si practicaban el pecado, e incluso tergiversaban la doctrina que Dios les haba dado a travs de los patriarcas y Moiss, no obstante, ellos seguiran siendo los consentidos del Seor, pero la verdad era otra, Dios no se complace en la maldad, y mucho menos en la incredulidad. El resultado fue todo lo contrario, el Seor los destruy y derram sus juicios sobre ellos. Todos los hombres y mujeres mayores de 20 aos, que salieron de Egipto, fueron destruidos en el desierto (ms de 1.200.000 personas en 38 aos, es decir, 90 muertes por da. Y los das que anduvimos de Cades-Bernea hasta cuando pasamos el arroyo de Zered fueron treinta y ocho aos; hasta que se acab toda la generacin de los hombres de guerra en medio del campamento, como Jehov les haba jurado. Y tambin la mano de Jehov vino sobre ellos para destruirlos de en medio del campamento, hasta acabarlos. Esta nacin, tan altamente privilegiada, fue testigo de muchos milagros asombrosos que lograron su liberacin de la esclavitud. Pero an as, esta gente se rehus a confiar en el liderazgo visible de Dios. Y por rechazar la direccin que Dios les ofreca, sufrieron la ira de Dios. Esa ira se manifest en castigos muy severos: muchos israelitas perecieron en el desierto y fueron abandonados por Dios. Qu tremenda advertencia acerca del peligro de tomar a la ligera el castigo de Dios!14 Es posible iniciar la carrera cristiana, como estos israelitas que fueron libertados de la esclavitud egipcia, y en el camino desviarse de la obediencia a Dios, atrayendo la ira de
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Dios y la condenacin. Tal vez Judas se refiere, con este primer ejemplo, al momento cuando Josu, Caleb y los otros espas regresaron de inspeccionar la tierra prometida, y en vez de confiar en la poderosa mano del Seor dudaron de Su palabra y creyeron que era imposible entrar a esa productiva tierra porque sus moradores, segn ellos, eran tan grandes, fornidos y guerreros que se los comeran vivos. Esto fue un acto de incredulidad y apostasa, el resultado fue que Dios los oblig a dar crculos en el desierto por ms de 38 aos, hasta que todos los incrdulos murieron. La enseanza para los maestros apstatas deba hacer sacudir sus corazones, deba producir temblor y temor, pues, ellos, as como estos israelitas incrdulos, estaban desvindose del verdadero evangelio, estaban tergiversando la doctrina cristiana, y estaban practicando pecados, que, aunque ellos mismos los justificaban con su teologa liberal o con los milagros supuestos que podan hacer, no obstante eran desagradables al Seor y nada los librara de los terribles juicios que vendran, al menos que desistieran de su error, reconocieran su pecado, se arrepintieran y volvieran a la doctrina apostlica. Aplicaciones: - Algunas personas creen que ahora, en los tiempos del Nuevo Testamento, Dios no est juzgando a la gente, que sus juicios ya no se derraman ms, y ahora todo es amor y gracia. Pero la santidad de Dios no ha mermado con la gracia abundante de Jesucristo, es cierto que a travs del sacrificio perfecto de Jess obtenemos la completa y eterna salvacin, y esta queda asegurada para siempre a travs de la fe, pero recuerda que muchos iniciaron la carrera cristiana, y al final mostraron que no haba en ellos verdadera salvacin, pues, en el camino se apartaron de la Palabra del Seor y se volvieron apstatas. Hoy el Seor tambin juzga a su pueblo y saca de l a los que pervierten la fe bblica. Estamos escuchando a muchos predicadores modernos, que as como los falsos profetas del Antiguo Testamento, llevan al pueblo a pensar que sus pecados no acarrearn sobre ellos el juicio divino, ellos creen que estn por encima del bien y del mal, porque supuestamente han sido ungidos de una manera especial por el Espritu Santo como apstoles o profetas, pero se engaan a s mismos y desconocen que Judas Iscariote fue ordenado como unos de los 12, no por los falsos apstoles de hoy que se consideran con autoridad para nombrar otros apstoles, sino por el nico que puede ordenar apstoles, es decir, por Jesucristo, pero a pesar de ello, este hombre no permaneci en la fe, sino que se desvi porque amaba ms las riquezas de este mundo, y se aprovechaba de las donaciones y ofrendas que hacan al ministerio de Cristo para l llevar una vida cmoda y acumular riquezas, el resultado ya lo conocemos, fue su propia destruccin, su muerte fsica y la condenacin eterna. - Cuanto necesitamos hoy de que estas palabras de exhortacin se escuchen en todos los pases latinoamericanos, pues, vemos como cada da surgen nuevos maestros, pastores, profetas y apstoles falsos que ensean doctrinas falsas y desvan al pueblo del verdadero
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evangelio, conducindolos, no a mirar a la tierra prometida, es decir, lo celestial y lo espiritual, sino que les ensean a mirar a Egipto con sus riquezas y placeres terrenos. Estos falsos maestros estn confiados en que lo que hacen est bien, porque por ahora disfrutan de cierta comodidad, fama, y hasta bienestar econmico y fsico. Pero as como los toros engordados son llevados al matadero, un da Dios los tomar, con toda la fama que han acumulado y los bienes que han robado de manera sutil a los incautos creyentes, y sern enjuiciados por la justa ira de Dios. El fin de ellos ser terrible. Quiera el Seor usar esta enseanza para hacer volver de su camino a aquellos apreciados pastores y hermanos que nacieron y crecieron en la doctrina evanglica bblica, pero que hoy da se han apartado poco a poco siguiendo a los mercaderes de la fe, sirviendo a sus vientres y engordando sus cuentas bancarias con los dineros que roban al pueblo en nombre de Dios, y falsificando los poderes milagrosos del Espritu Santo. Hoy el Seor les dice, teman porque el Seor no dejar esto en la impunidad. l los destruir as como destruy a los confiados israelitas en el desierto; o dejan de mirar a Egipto y sus riquezas terrenas y viven para lo celestial, o la ira de Dios vendr sobre ustedes. - Apreciado hermano, t que no eres pastor, ni profeta, ni apstol, ten cuidado de tu alma, pues, Dios no solo castig a los diez espas que motivaron al pueblo hacia la incredulidad, sino que su ira descendi sobre todos los del pueblo que creyeron sus mentiras y siguieron su error. Cuida tu alma, estudia las Escrituras, se vigilante de la doctrina que escuchas de tantos predicadores modernos en la radio, la televisin o en muchos templos cristianos, pues, en muchos de estos casos, solo ests escuchando la voz de la apostasa, la voz de falsos maestros que buscan solo su provecho personal, pero que para nada estn interesados en la salvacin de tu alma. Se como los buenos creyentes de la sinagoga de Berea que confrontaban las enseanzas que reciban, as sea de parte del ungido y autorizado apstol Pablo, con lo que decan las Sagradas Escrituras. No te conformes con saber que estos maestros son seguidos por mucha gente, o que hacen milagros, o tienen apariencia de piedad, nunca seas tan incauto, verifica siempre sus enseanzas con la Palabra de Dios; si haces esto librars tu alma de la ira de Dios y la destruccin eterna. - Satans podr decirnos que no es necesario ser tan bblicamente estrictos, que es posible ser un buen creyente y a la vez mantenernos identificados con la nueva era, las enseanzas de la teologa de la prosperidad y el relajamiento moral. Satans susurrar a nuestro odo no te congregues en esa iglesia donde son tan apegados a las Escrituras, mejor busca otra, donde tambin lean la Biblia pero no la tomen tan en serio. Busca otra iglesia donde no te hablan de tomar tu cruz y negarte a ti mismo, sino donde te permitan divertirte en los placeres del mundo y te enseen que Dios es tu sirviente, el cual est solamente interesado en darte una vida cmoda, llena de riquezas y salud fsica, mientras tu vives tu vida de lujo y pecado. Ten cuidado hermano de escuchar esa voz, porque la ira de Dios vendr, as como vino sobre el pueblo rebelde.
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Advertencias contra los que promueven y siguen las falsas doctrinas: El ejemplo de los ngeles que pecaron. Judas 6 Y a los ngeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada, los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran da El gran rey Sal, quien haba sido escogido por Dios para gobernar sobre su pueblo santo, obtuvo grandes privilegios departe del Soberano. Era un hombre de hermoso semblante, y de hombros para arriba sobrepasaba al resto del pueblo. (Is. 9:2). El Seor tambin le llam, le ungi y le puso por Rey sobre la nacin de Israel. Incluso le concedi facultades espirituales como el profetizar. (1 Samuel 10:6). Pero este hombre, habiendo recibido del Seor un llamamiento tan alto, dones naturales y espirituales, y habiendo sido puesto en una elevada posicin de autoridad sobre su pueblo, dej que su corazn se llenara de vanagloria y altivez, llegando a considerarse superior a los mandamientos divinos y a la moral que el pueblo deba obedecer, de manera que l se dio el lujo de olvidar la Ley santa e hizo lo que l, en su exaltada pero humana sabidura, consider ms apropiado hacer. Es as que decide ofrecer holocaustos y ofrendas de paz, lo cual no le corresponda hacer como rey, sino que tena mandamiento de esperar a Samuel para que l oficiara esta ceremonia. Sal pens que por ser el rey y haber recibido algunas bendiciones y dones de lo alto, poda inmiscuirse en asuntos que eran competencia de otros ministerios. Pero a pesar de su posicin elevada, Dios no le pas por alto su pecado y decidi desecharlo para siempre. Samuel le dijo: Locamente has hecho; no guardaste el mandamiento de Jehov t Dios que l te haba ordenado; pues ahora Jehov hubiera confirmado tu reino para siempre. Mas ahora tu reino no ser duradero... por cuanto t no has guardado lo que Jehov te mand 13:13-14. En otra ocasin el Seor le orden que hiciese guerra contra Amalec y destruyera todo lo que l tena: hombres, mujeres, nios, vacas, ovejas, camellos y asnos. Pero nuevamente este Rey consider que su elevada posicin designada por Dios le autorizaba a tomar sus propias decisiones en contra de los mandatos divinos, y no hizo conforme a las instrucciones recibidas, sino que perdon a Agag y lo mejor de las ovejas, de los animales engordados, de los carneros y de todo lo bueno; Sal justific esta desobediencia arguyendo que todo esto lo preserv para ofrecerlo al Seor en ofrendas y sacrificios, pero la consecuencia de esta nueva desobediencia acarre el final desagrado del Seor que lo abandon para siempre, el Seor dijo: Me pesa haber puesto por rey a Sal, porque se ha vuelto de en pos de m, y no ha cumplido mis palabras... Porque como pecado de
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adivinacin es la rebelin, y como dolos e idolatra la obstinacin. Por cuanto t desechaste la palabra de Jehov, l tambin te ha desechado para que no seas rey... No volver contigo; porque desechaste la palabra de Jehov, y Jehov te ha desechado para que no seas Rey de Israel (1 Sam. 15:11). Este rey tuvo un triste final, violando constantemente la Palabra del Seor, asumiendo que su posicin de Rey le permita practicar cosas que para el resto del pueblo eran prohibidas. Este Rey prohibi a la gente del pueblo practicar la hechicera, la adivinacin y la consulta a los muertos, pero l consideraba que estaba por encima del mandato y consult a una adivina en Endor, lo cual colm la copa de la ira de Dios y ste termin suicidndose. (1 Sam. 31:4). Un rasgo caracterstico de los falsos maestros o los falsos pastores consiste precisamente en una auto-exaltacin que los lleva a considerarse como pertenecientes a una casta especial que recibe muchos privilegios de parte de Dios, de manera que ellos pueden hacer cosas que para el resto de mortales son prohibidas. Ellos creen que tienen facultades espirituales especiales las cuales les libran de pecar o sufrir las consecuencias del pecado, aunque hagan cosas que claramente son contrarias a la voluntad revelada del Seor. Este problema no solo aquej a Sal, sino que en toda la historia del pueblo de Dios ha afectado a muchos lderes y ministros, los cuales tambin han tenido un triste final de desaprobacin divina. Es muy fcil dejarse corromper por el poder o la autoridad llegando al punto de asumir atribuciones que no nos corresponden. El pastor Judas contina en el versculo 6 describiendo algunos ejemplos bblicos de cmo la ira de Dios se desat sobre los desobedientes, los lderes y creyentes que se alejan de la voluntad revelada del Seor, trastornando as la doctrina bblica buscando su propia satisfaccin y provecho personal. En el versculo 5 nos mostr cmo Dios castig a los israelitas luego de haberlos liberado del yugo opresor egipcio, pues, ellos en vez de mantenerse en la fe decidieron alejarse de ella, mantenindose incrdulos. Luego en el verso 7 nos mostrar el ejemplo de Sodoma y Gomorra, ciudades que trastornaron el orden divino para la sexualidad y recibieron la destruccin fulminante. Analicemos la enseanza que hoy nos trae Judas, con el fin de advertirnos para cuidarnos de los falsos maestros, pues, la ira de Dios vendr si abandonamos la verdadera fe bblica. 1. Una alta dignidad.
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2. Un abandono pecaminoso 3. Un juicio seguro 1. Una alta dignidad. Y a los ngeles que no guardaron su dignidad. El ejemplo que usa el autor para advertir a los falsos profetas del inminente castigo que vendr sobre ellos por haber desviado la doctrina y en su paso corromper al pueblo de Dios, se basa en los ngeles que pecaron. Ahora, la advertencia es muy seria, pues, no se trata de cualquier clase de seres, sino de aquellos que haban estado por mucho tiempo delante de la presencia de Dios, viendo su majestad en su Trono de gloria. El privilegio que estos ngeles tuvieron fue maravilloso. La palabra griega que usa Judas para dignidad es Archn, la cual significa comienzo, autoridad o gobierno, y primer puesto en autoridad. Los ngeles desde el comienzo recibieron autoridad y poder. Esto es lo que ensean los siguientes pasajes: Efesios 1:21 sobre todo principado y autoridad y poder y seoro... Efesios 3:10 para que la multiforme sabidura de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales Colosenses 2:10 Y vosotros estis completos en l, que es la cabeza de todo principado y potestad Ellos se encontraban en una posicin de autoridad y gobierno. Fueron hechos como seres poderosos y muy inteligentes. Mateo 24:36 Pero del da y la hora nadie sabe, ni an los ngeles de los cielos, sino solo mi Padre, Jess est presuponiendo que los ngeles son seres con mucho conocimiento, pero a pesar de ello no saben cundo regresar el Seor por su pueblo. Su dignidad era muy grande porque ellos moraban en la misma presencia del Seor. Ellos podan ver constantemente su gloria y eran sus servidores. Salmo 104:4 El que hace a los vientos sus mensajeros, y a las flamas de fuego sus ministros Hebreos 1:7 Ciertamente de los ngeles dice: el que hace a sus ngeles espritus, y a sus ministros llama de fuego
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Daniel tambin nos deja ver que los ngeles tienen autoridad sobre las naciones de la tierra: Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer da que dispusiste tu corazn a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron odas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido. Mas el prncipe del reino de Persia (un prncipe espiritual) se me opuso durante veintin das; pero he aqu Miguel, uno de los principales prncipes, vino para ayudarme, y qued all con los reyes de Persia (Daniel 10:12-13). Ahora, Judas est advirtiendo a los pastores y maestros para que no se dejen corromper por la autoridad que les ha sido dada. Pues, los pastores y predicadores, en cierto sentido, ejercen autoridad sobre el pueblo, cuando predican la Palabra del Seor. En Hebreos 13:17 el Espritu Santo le ordena a la Iglesia Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegra, y no quejndose, porque esto no es provechoso. El apstol Pablo ordena que las iglesias tengan en alta estima la labor pastoral y de predicacin Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y ensear. 1 Ti. 5:17. Estar en este lugar de honor y autoridad exige una enorme responsabilidad, pues, tendremos que dar cuenta de lo que hagamos con ella. As como Sal tuvo que rendir cuentas y ahora se encuentra en prisin esperando su condenacin, todos los pastores, predicadores y maestros tambin tendremos que dar cuenta de lo que hicimos con la autoridad espiritual recibida de parte del Seor. No pensemos que por tener autoridad recibida de parte de Dios, entonces somos inmunes al pecado y las consecuencias de l. Esto es una mentira satnica. Entre ms autoridad, ms riesgos de corrupcin. Entre ms autoridad, mas debemos vigilar nuestras almas, porque las tentaciones sern ms grandes. Ser pastor, o maestro o predicador es un enorme privilegio. El apstol Pablo dice que el que desea obispado buena obra desea, porque trabajar en esto nos convierte en socios de Dios, pues, estaremos trabajando en los intereses divinos, que son la salvacin y la santificacin de los hombres para que vivan para su gloria. As como los ngeles que estaban en el cielo viendo constantemente su gloria y escuchando su poderosa voz, los predicadores pasamos mucho tiempo analizando y meditando en las Sagradas Escrituras, muy cerca al Todopoderoso; pero si abusamos de esta cercana para sacar provecho personal y desviar as al pueblo del verdadero conocimiento del evangelio salvador, entonces estaremos en la misma situacin de estos ngeles que pecaron y ahora esperan un terrible juicio condenatorio. 2. Un abandono pecaminoso. Y a los ngeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada...
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Algunos ngeles creados por Dios decidieron rebelarse contra el creador, y fueron arrojados de los cielos. A estos ngeles les llamamos hoy: ngeles malos. No sabemos realmente cul fue su pecado, pero Judas los describe como no guardando su posicin de autoridad y abandonando su propia morada. Desde tiempos antiguos se teji la teora de que estos ngeles abandonaron su propia morada espiritual y bajaron a la tierra a buscar mujeres para tomarlas como esposas. El libro apcrifo de 1 Enoc aboga por esta interpretacin de Gnesis 6. Pero luego, la iglesia abandon esta teora al considerar que Jess se opone a la posibilidad de que los ngeles puedan casarse. Leamos el relato de Gnesis 6. Aconteci que cuando comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la faz de la tierra, y les nacieron hijas, que viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron para s mujeres, escogiendo entre todas. Haba gigantes en la tierra en aquellos das, y tambin despus que se llegaron los Hijos de Dios a las hijas de los hombres, y les engendraron hijos. (6:1-2, 4). Una primera pregunta que debemos hacernos es Quines son los hijos de Dios mencionados en el texto? Algunos creen que se refiere a los ngeles, pues, en Job 1:6; 2:1 y 38:7 se les llama hijo de Dios. Pero no solo a los ngeles se les da esa designacin, pues, a los creyentes, los hombres de la lnea de la fe tambin se les llama hijos. (Det. 32:5; 73:15; Oseas 1:10; Juan 1:12; Rom. 8:14; Fil. 2:15). As que, segn otra perspectiva, los hijos de Dios mencionados en el captulo 6 de Gnesis designa a los descendientes de Set, los cuales haban preservado la fe en el verdadero Dios, pero se empezaron a descarriar al contraer matrimonios con mujeres incrdulas. Algunos intrpretes de la Biblia han llegado a la conclusin que los hijos de Dios mencionados en el pasaje son ngeles, porque el resultado de esta unin demoniacahumana fue el surgimiento de una raza de gigantes. Aunque en las Sagradas Escrituras se nos habla de algunos hombres que se distinguieron por su gran estatura fsica (Los hijos de Anac, Nmeros 13:33; Goliat, 1 Samuel 17:4), no obstante los nefiln que se mencionan en Gnesis 6 no necesariamente son hombres de gran estatura fsica, sino que la palabra usada en hebreo significa literalmente nacidos de la tierra, es decir, los gigantes o nefiln hacen referencia al hombre cado, al que tiene una mente animal, carnal. Mientras que los hijos de Dios son los hombres de la fe, los nacidos de nuevo. La palabra nefiln tambin hace referencia a hombres valientes, guerreros, pero no a personas de gran estatura, necesariamente. Ahora, considero que estos hijos de Dios no son los ngeles cados por varias razones:
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Primero, los ngeles son seres espirituales, no tienen cuerpo como el de los hombres. Si bien en algunas ocasiones el Seor autoriz a unos pocos ngeles para que asumieran una apariencia humana y se mostraran a algunos hombres en la historia sagrada, la verdad es que estas apariciones fueron escasas y siempre de ngeles santos, nunca de ngeles cados. Solo la unin de clulas reproductivas de miembros de una misma especie tiene la capacidad de producir nueva vida. La esencia de los ngeles es muy diferente de la de los hombres. Segundo, Jess dijo que los ngeles no se casan ni se dan en casamiento. (Mateo 22:30). Ellos no tienen capacidades reproductivas, no fueron creados con ese fin. El mandato de reproduccin lo dio el Seor a los hombres y los animales, pero no a los ngeles. Tercero, la frase inicial del versculo 7 como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquellos, ... no indica que el pecado de los ngeles fue de ndole sexual, sino que Dios castig a Sodoma y Gomorra as como castig a los ngeles que pecaron y a los israelitas incrdulos. Dejemos hasta aqu este tema y continuemos con el argumento del pastor Judas. Es posible que estos ngeles perdieran su puesto de autoridad porque se negaron a obedecer el mandamiento ya que deseaban ser como Dios. Es importante resaltar las dos palabras que usa el autor: no guardaron y abandonaron. No guardaron su dignidad y autoridad y abandonaron su propia morada. No fueron consistentes con la posicin en la que estaban, no la apreciaron, quisieron ms de lo que tenan. Ese es uno de los problemas del poder y la autoridad. Si el poder o la autoridad no son usados para servir, entonces el poder se apodera del corazn y ya no se usa para el bien de los dems, sino solo para satisfacer los deseos y caprichos personales, convirtindose as en algo pecaminoso y peligroso. Es por eso que a los pastores o ancianos el Nuevo Testamento les da muchas enseanzas para la humildad y el servicio: - Sabis que los gobernantes de las naciones se enseorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad. Mas entre vosotros no ser as, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros ser vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros ser vuestro siervo; como el Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos Mateo 20:25-28. - Vosotros me llamis Maestro, y Seor; y decs bien, porque lo soy. Pues, si yo, el Seor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros tambin debis lavaros los pies los unos a los otros. Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros tambin hagis. Juan 13:13-15.
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- Ruego a los ancianos que estn entre vosotros, yo anciano tambin con ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo, que soy tambin participante de la gloria que ser revelada: Apacentad la grey de Dios que est entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con nimo pronto; no como teniendo seoro sobre los que estn a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey. 1 Pedro 5:1-3. Los que ejercen alguna autoridad en el pueblo de Dios, tambin son tentados a abandonar su rol de servidores, para buscar ser lo que realmente no son. Un pastor puede estar tentado a abusar de su posicin y tratar de aprovecharse de la credibilidad que tiene de la feligresa para: - Ensear una doctrina o cosas que no son bblicas, pues, la mayora de la gente les va a creer, ya que los creyentes no hemos aprendido a seguir el ejemplo de los piadosos judos de Berea que escudriaban las Escrituras para ver si lo que se les ensea es bblico o no. - Sacar provecho econmico de ellos. - Conseguir votos que les permitan alcanzar algn puesto en el gobierno local o nacional. - Satisfacer sus caprichos y deseos pecaminosos personales. Pero estas conductas no quedarn impunes, pues, el pastor de los pastores, un da vendr como juez para juzgar y condenar a los que actuaron impamente. 3. Un juicio seguro. ... los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran da. A pesar la alta posicin y dignidad que estos ngeles tuvieron por algn tiempo, no obstante, al ellos abandonar su posicin para dedicarse a cosas que no les correspondan, el Seor actu conforme a su justicia y los entreg a una terrible condenacin. Los confin a vivir en las tinieblas. Debido a su pecado estos ngeles ya no podan mantener sus dominios, ni las esferas de influencia. El autor de la carta no da ms informacin o detalles del lugar donde moran estos ngeles prisioneros. El inters del escritor es mostrar a la iglesia que Dios castiga a todos los que se niegan a obedecerle. No debemos pensar que este texto indica que todos los ngeles cados estn encerrados en un lugar determinado. Si ese fuera el caso, la tierra no estara plagada de demonios. La imagen que Judas quiere comunicar es que los ngeles rebeldes estn viviendo en
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oscuridad espiritual y estn encadenados a su sentencia de juicio divino de la cual nunca podrn escapar15. Isaas tambin profetiz del encarcelamiento de los ngeles pecadores, esperando el gran juicio de condenacin: Acontecer en aquel da, que Jehov castigar al ejrcito de los cielos en lo alto, y a los reyes de la tierra sobre la tierra. Y sern amontonados como se amontona a los encarcelados en mazmorra, y en prisin quedarn encerrados, y sern castigados despus de muchos das. (Is. 24:1-22). La oscuridad espiritual es el resultado del alejamiento de Dios. Judas advierte a los falsos maestros que estaban daando la fe verdadera de la iglesia, dicindoles que ellos estn cayendo en una profunda oscuridad de la cual no podrn salir sino que quedarn para siempre presos en ella, esperando que venga el da del gran juicio en el cual Dios juzgar a grandes y chicos. Y vi a los muertos, grandes y pequeos, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, segn sus obras Apo. 20;12. El juicio es seguro y firme, su condenacin es terrible ... fue lanzado al lago de fuego. (Apo. 20:15). Los fasos profetas que infectan a la iglesia piensan que las cosas sern como sus locas imaginaciones les muestran, y estn convencidos que Dios no los condenar por sus desvaros, porque ellos creen tener un lugar especial ante Dios. Ellos se creen los ungidos y no aceptan que nadie los juzgue, se atreven a lanzar maldiciones sobre aquellos que cuestionan su falsa doctrina y sus prcticas anti-bblicas, pero hay un juez, al cual no se le escapa nada, al cual nadie puede amedrentar con maldiciones, y este juez un da traer ante su santa y terrible presencia a los falsos profetas y los falsos pastores que abusaron de la ingenuidad del pueblo para aprovecharse de ellos, desvindolos del verdadero evangelio, y no podrn mantenerse en pie cuando sus obras y sus enseanzas sean juzgadas y el escudriador de todo les muestre las verdaderas y perversas intenciones de sus corazones, pues, entonces, quedando al descubierto su maldad escucharn la condenacin terrible del dueo de la iglesia: Apartaos de m, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ngeles. Mat. 25:41. Las advertencias para los falsos profetas que pululan en el pueblo del Seor se han dado desde tiempos antiguos: - As ha dicho Jehov el Seor: Ay de los profetas insensatos, que andan en pos de su propio espritu, y nada han visto. Vieron vanidad y adivinacin mentirosa. Dicen: ha dicho Jehov, y Jehov no los envi, con todo esperan que l confirme la palabra de ellos. (Ez. 13:3, 6). Los Ay, en la Biblia, son la antesala de los terribles juicios del Seor. Esta
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profeca de Ezequiel es una advertencia que debe hacer temblar a todo el que hable en nombre de Dios. - Hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel; profetiza y di a los pastores: As ha dicho Jehov el Seor: Ay de los pastores de Israel, que se apacientan a s mismos! No apacientan los pastores a los rebaos? Ezequiel 34:2
Aplicaciones: - Los ngeles son seres muy exaltados. Ellos recibieron muchos dones y privilegios. Pudieron ver la gloria de Dios cara a cara y servirle como sus ministros. No obstante, cuando quisieron ser ms de lo que eran, y abusaron de sus dones, el Seor no les perdon sino que los entreg a la oscuridad perpetua donde esperan que el juicio final de Dios se derrame sobre ellos lanzndolos al infierno para siempre. Que esto sea una advertencia para todos los que hemos recibido dones de la gracia divina. Estos dones son nicamente para el servicio humilde en el reino de Dios. No los podemos usar para buscar gloria, aceptacin o reputacin dentro de la iglesia. No podemos usar esos dones de la gracia como justificacin para nuestros secretos pecados, pues, un da el dador de los dones nos llamar a cuentas y si no los usamos para su gloria, con humildad, sino que los usamos para nuestro provecho y orgullo personal, entonces la palabra que escucharemos del juez celestial ser terrible y de gran condenacin. - Tengamos cuidado de escudriar las Escrituras para verificar que las enseanzas que nos dan nuestros pastores y maestros sean conforme a la voluntad escrita del Seor, pues, no solo los falsos pastores recibirn condenacin por su descarro, sino todos aquellos que les siguen en sus disoluciones. Hoy da muchos lderes de las iglesias estn divorcindose y recasndose, lo cual es violatorio de la Palabra del Seor que dice: Porque Jehov Dios de Israel ha dicho que l aborrece el repudio... (Mal. 2:16), y este pecado del liderazgo est conduciendo a los creyentes a pensar que divorciarse por cualquier causa y volverse a casar es algo aceptado por el Seor, pero an Dios sigue diciendo a su pueblo: aborrezco el repudio; esta es una muestra de cmo los creyentes pueden ser llevados al alejamiento de la voluntad de Dios por causa de los falsos pastores o falsos profetas. Abandonemos toda prctica contraria a la voluntad del Seor, dejemos de escuchar a los falsos pastores, salgamos de las iglesias que cada da se infectan ms y ms con el error doctrinal y anunciemos por doquier la doctrina bblica, as esto no nos convierta en personas populares.
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Advertencias contra los que promueven y siguen las falsas doctrinas: El ejemplo de los ngeles que pecaron. Judas 7 Como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquellos, habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza, fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno Introduccin: En las ltimas dcadas, el mundo entero ha sido sacudido por los cambios drsticos que se estn dando en torno a los asuntos morales. No necesitamos ir muy lejos para comprobar esta afirmacin. En Junio de 2005 los peridicos locales anunciaban que en Colombia se haba aprobado el divorcio express, es decir, que ahora un matrimonio de colombianos poda divorciarse en solo unos minutos si haba muto consentimiento. Algo que era imposible hacer en dcadas anteriores, pues, para que una pareja se divorciara se requera todo un proceso en el cual se demostrara alguna causal justa. En este siglo cualquier pareja puede divorciarse aduciendo simplemente el mutuo consentimiento. Esta Ley va en contrava de la unidad de la familia atentando el sano desarrollo de los hijos, al ser separados de uno de los padres. La corte constitucional en sentencia de 2006 aprob la despenalizacin del aborto, es decir, antes de esa fecha las colombianas no podan abortar por ninguna causa, salvo que este fuera natural, no inducido, ya que la Ley las condenaba. Pero a partir de esa fecha todas las colombianas que puedan justificar que su embarazo fue consecuencia de una violacin pueden abortar, es decir, asesinar a sus bebs, y la Ley no las tratar como asesinas. Si el feto tiene mal formacin, entonces los padres tienen la potestad divina de matar al beb en formacin, o si la madre corre peligro de muerte. En los ltimos aos el Estado colombiano ha iniciado una loca carrera por refrendar la conducta homosexual en Colombia, incluso, dndoles ciertos derechos a las uniones homosexuales y equiparndolas con las uniones hombre mujer. En Febrero de 2007 la corte reconoci los derechos patrimoniales de las uniones homosexuales, declarando inconstitucionales algunos artculos de la ley 54 de 1990, que reglamente las uniones maritales de las parejas heterosexuales. Es decir, en Colombia an no existe una Ley que permita el matrimonio homosexual, pero a la misma vez la corte dice que es inconstitucional hablar solamente de uniones heterosexuales, lo cual, en el fondo, significa que, de manera prctica, se reconoce las uniones entre dos personas del mismo sexo. La Ley les da el reconocimiento de unin marital de hecho. El 19 de Marzo de 2008 los diarios colombianos hicieron eco de la noticia del da Se casa la primera pareja Gay en
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Colombia. La noticia deca que en la notara segunda de la capital colombiana, dos homosexuales, en una ceremonia ntima, se unieron civilmente. Ellos firmaron una escritura pblica en la cual legalizaban su unin. La Ley colombiana les da los mismos derechos que a una pareja heterosexual: derechos de alimentos, algunos patrimoniales y beneficios de salud. Pero esta no es la situacin exclusiva de Colombia, numerosas naciones latinoamericanas han aprobado leyes parecidas en aras de favorecer a la poblacin homosexual. La historia misma es testigo de cmo en algunas culturas las relaciones homosexuales eran consentidas. Pero la misma historia es testigo de cmo terminaron todas las culturas que consintieron y aprobaron esta aberracin. El final fue trgico. El pastor Judas, contina advirtiendo a la iglesia respecto al serio peligro que acarrea el permitir que las enseanzas y la moral de los falsos maestros ingresen a la comunidad cristiana, pues, la historia bblica nos de tres ejemplos de cmo el Seor castig y destruy a los rebeldes. Ya nos mostr en el versculo 5 el ejemplo de los israelitas incrdulos, que luego de ser librados poderosamente de la esclavitud en Egipto, fueron destruidos en el desierto por no mantener en la fe correcta. Luego, en el 6, mostr el ejemplo de los ngeles que se rebelaron, ellos, a pesar de haber estado en la misma presencia de Dios, decidieron ir en contra de su propia naturaleza, y el Seor no tuvo misericordia de ellos, sino que los conden a oscuridades perpetuas, donde esperan el terrible juicio eterno. Ahora en el verso 7 usa como ejemplo de advertencia a las ciudades de Sodoma, Gomorra y sus vecinos. Estudiaremos este pasaje conforme a la siguiente estructura: 1. Una comparacin terrible 2. Un pecado terrible 3. Un castigo terrible
1. Una comparacin terrible. Como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquellos
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Una traduccin literal del texto quedara as, como propone Kistemaker: As como Sodoma y Gomorra y las ciudades circundantes en forma parecida a estas, estaban entregadas a la inmoralidad sexual e iban en busca de otra carne16 Este es un pasaje que ofrece cierta dificultad para su interpretacin. Algunos creen que Judas est diciendo que de la misma manera que los ngeles lujuriosos, habiendo abandonado su esencia espiritual y tomaron un cuerpo humano, el cual no les corresponda, con el fin de tener relaciones con las hermosas mujeres de Gnesis 6, tambin los habitantes de Sodoma, Gomorra y las ciudades vecinas, quisieron inmiscuirse en relaciones ntimas con los ngeles que Lot llev a su casa. Por cierto, los telogos que aprueban las relaciones homosexuales acuden a esta interpretacin para afirmar que Judas no est condenando el homosexualismo como pecado, sino que desaprueba las pretensiones de los falsos maestros de su tiempo que buscaban tener poder sobre los ngeles. Estos falsos maestros, segn esta interpretacin, pretendan dominar a los ngeles, incluso obligndolos a tener intimidad con ellos. La conclusin a la que llegan estos telogos pro-homosexuales, es que Judas no condena las relaciones entre personas del mismo sexo, sino entre hombres y ngeles. Pero para poder llegar a una interpretacin certera es necesario mirar lo que dice el texto en la lengua original, y compararla con el resto de las Sagradas Escrituras. Es un principio de la sana interpretacin bblica que debemos tener en cuenta, no solo la gramtica sino el momento histrico en que fue escrito y tambin se debe considerar qu dice el resto de las Sagradas Escrituras, pues, ellas no se contradicen. Siendo Dios quien habla en ella, entonces no hay error alguno y no puede haber contradiccin real en sus textos. Cualquier contradiccin se encontrar en nuestra interpretacin, debido a nuestro pecado y a las limitantes humanas naturales, pero nunca habr contradiccin en Dios. Una lectura aproximada del texto, teniendo en cuenta su traduccin literal al espaol, tambin es propuesta por Kistemaker: As como Sodoma y Gomorra (y los pueblos vecinos en forma semejante a ellas) estaban entregadas a la inmoralidad sexual e iban en bsqueda de otra carne17. Esto significa varias cosas: Primero, Judas no ha afirmado realmente que el pecado de los ngeles en el versculo 7 haya sido de ndole sexual, pues, la frase de la misma manera que aquellos no hace referencia a los ngeles, sino a los habitantes de Sodoma y Gomorra. Parece que estas dos ciudades se haban convertido en las promotoras de la perversin
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Kistemaker, Simn. 1, 2 de Pedro y Judas. P{agina 6 Kistemaker, Simn. 1, 2 de Pedro y Judas. Pgina 7
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sexual, ellos haban influenciado al resto de las ciudades vecinas, arrastrndolas detrs de su maldad. Pero Cul fue el pecado de estas ciudades? 2. Un pecado terrible. habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza.. Una mejor traduccin, como ya dijimos en el punto anterior, debiera ser fueron tras otra carne. Es decir, los varones de estas perversas ciudades, no quisieron tener ms relaciones con las mujeres, como es lo natural, sino que buscaron otra carne, se amaron ntimamente entre ellos mismos. El apstol Pablo nos explica esta terrible verdad de la siguiente manera: Profesando ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrpedos y de reptiles. Por lo cual Dios tambin los entreg a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre s sus propios cuerpos, ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amn. Por esto Dios los entreg a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, y de igual modo tambin los hombres dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en s mismos la retribucin debida a su extravo Romanos 1:22-27. El principal pecado de Sodoma y Gomorra fue su alejamiento de Dios. Ellos, como el resto de los hombres, no quisieron adorar al verdadero Dios que se revela desde los cielos, sino que prefirieron armar su propia divinidad. Pero cualquier imitacin, imagen o copia que hagamos de la divinidad, ser tan humana y perversa como el mismo que la inventa. Los hombres no podemos idear a un dios que sea moralmente superior a los hombres. Esto lo comprueban las grandes mitologas de los pueblos antiguos. Sus dioses eran tan perversos como los mismos que los inventaron. De la misma manera, en los comienzos de la iglesia cristiana, algunos falsos maestros no estaban conformes con el Dios santo que se revela en las Sagradas Escrituras, y decidieron hacer sus propias modificaciones. Posiblemente no les gustaba un Dios que fuera tan tajante contra el pecado, un Dios que en el Antiguo Testamento exiga la muerte de los adlteros, los homosexuales, los fornicarios, entre otros. Un Dios que en el Nuevo Testamento condena toda fornicacin o perversin sexual. Entonces decidieron hacer algunas pequeas modificaciones a su teologa, en aras de hacerla ms atractiva a las corruptas mentes de hombres depravados que deseaban recibir todas las bendiciones de Dios, pero sin tener que cumplir con sus exigencias de santidad.
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Algo muy parecido est sucediendo hoy en medio de la cristiandad. Se nos est predicando un Cristo sin cruz, una santidad sin demandas y un cielo sin pureza. Tanto del lado carismtico como de las grandes denominaciones histricas, se est predicando un cristianismo donde el pecado es solo un concepto de las dbiles mentes de los ignorantes y fanticos, se predica un amor sentimental donde la iglesia abre las puertas de su membreca a toda clase de personas sin importar si realmente son regenerados o no. Por cierto, los grupos homosexuales en USA detestan a los cristianos nacidos de nuevo, porque se sienten atacados por nuestra fe. Y de seguro que as es. Los que hemos tenido el gran gozo de conocer de manera personal al Salvador y estamos ahora viviendo para l, obedeciendo con agrado sus mandamientos, somos llamados a denunciar el pecado, con el fin de que los pecadores vengan al arrepentimiento y puedan gozar verdaderamente de la reconciliacin con el Santo Dios, que ellos tambin sean libres de los pecados que les esclavizan. Jess dijo que si la sal se volviere inspida, ya no servira para nada, sino para ser pisada. Tambin dijo que la iglesia es la luz del mundo, pero que si la luz se vuelve tinieblas, cuanto sern las tinieblas mismas. Los falsos maestros en el tiempo de Judas estaban llevando a la iglesia a querer parecerse a la generacin perversa de su tiempo. Ellos tal vez queran ganar al mundo tornando a la iglesia lo ms parecida al mundo. Pero la verdad es que la Iglesia impactar positivamente al mundo, siendo lo ms diferente que pueda ser de l. La sociedad moderna est aceptando el homosexualismo como un tercer sexo o una opcin de vida que libremente escojan las personas, y en ese sentido, dice la moderna sociedad, debemos aceptarlos tal y como son, permitindoles desarrollar su eleccin sin que les pongamos trabas. Es por eso que las naciones cada da aprueban leyes donde parecieran favorecer de una manera superior a las relaciones entre personas del mismo sexo, que a las parejas heterosexuales. Las naciones recibirn su recompensa por ello, y as como los grandes imperios cayeron a causa de su perversin sexual, estas naciones muy pronto empezarn a ver su propia destruccin. Pero lo mas terrible es cuando un organismo que ha sido puesto por Dios para ser luz y sal en medio de la oscuridad y la corrupcin, se vuelve tinieblas y ya no quiere salar mas. All es cuando los juicios de Dios no se detienen ms y se derraman con gran furor. 3. Un castigo terrible. Fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno.
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Estas ciudades perversas fueron expuestas a la vista del pblico como ejemplos del juicio de Dios sobre todos aquellos que se niegan a obedecerle. No se trata de un ejemplo que debemos imitar, sino de un ejemplo que debemos evitar. Las ciudades de Sodoma y Gomorra estaban ubicadas un frtil valle, como deja ver Gnesis 13:10 Y alz Lot sus ojos, y vio toda la llanura del Jordn, que toda ella era de riego, como el huerto de Jehov, como la tierra de Egipto en la direccin de Zoar, antes que destruyese Jehov a Sodoma y a Gomorra. El hagigrafo las compara con el jardn del Edn y con los frtiles valles del Nilo, eran ciudades privilegiadas por Dios; haban recibido mltiples bendiciones del Todopoderoso. No todas las ciudades tienen esta bendicin de contar con valles productivos. Muchas zonas de frica y Asia son completos desiertos donde solo nacen cactus. Muchos pueblos sufren de gran escasez por la falta de agua, pero Sodoma y Gomorra contaban con riegos naturales. Qu bendecidos eran ellos por la divina providencia! Pero las riquezas, la prosperidad econmica y el mucho bienestar material, casi siempre conllevan a la gente a olvidarse de Dios. Y las consecuencias de ese olvido son terribles, pues, el hombre empieza a desobedecer flagrantemente los mandatos santos del Todopoderoso, y termina viviendo en contra de l. Los hombres de Sodoma y Gomorra no solo abandonaron el uso natural y aprobado por Dios de la sexualidad, sino que terminaron siendo crueles entre ellos mismos, como lo denuncia Ezequiel He aqu que esta fue la maldad de Sodoma tu hermana; soberbia, saciedad de pan, y abundancia de ociosidad tuvieron ella y sus hijas; y no fortaleci la mano del afligido y del menesteroso. Y se llenaron de soberbia, e hicieron abominacin delante de m, y cuando lo vi las quit. (16:49-50). Estas ciudades llegaron a cometer toda clase de perversin como resultado de un proceso. Primero fueron muy prsperas, pero en vez de agradecer al Creador por tantas bendiciones, se volvieron soberbias, pensaron que ellos mismos, por sus propios medios estaban produciendo su abundancia, y llegaron a rebelarse contra Dios, ellos pensaban en su abundancia ya no necesitamos a Dios, solo los pobres deben acudir a su misericordia, y luego se olvidaron del prjimo, del necesitado y por ltimo se volvieron tan egocntricos que solo pensaban en su propio placer pecaminoso, pervirtiendo la sexualidad, en pos de satisfacer su hedonismo aberrante. Pero Dios, aunque es muy misericordioso y paciente, un da derrama el ardor de su ira, pues, se ha colmado la copa. Y lo que colm la copa fue el deseo siniestro de los hombres de Sodoma y Gomorra de violar y tener relaciones sexuales con los ngeles, que habiendo tomado forma humana, entraron a la casa de Lot, como dice Gnesis 19:4-11 Pero antes que se acostasen,
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rodearon la casa los hombres de la ciudad, los varones de Sodoma, todo el pueblo junto, desde el ms joven hasta el ms viejo. Y llamaron a Lot, y le dijeron: Dnde estn los varones que vinieron a ti esta noche? Scalos, para que los conozcamos. (En otras palabras, scalos para que podamos tener relaciones sexuales con ellos) Entonces Lot sali a la puerta, y cerr la puerta tras s. (Siendo un hombre temeroso de Dios no quera que sus mensajeros se enteraran de las perversas intenciones de sus vecinos) Y dijo: Os ruego, hermanos mos, que no hagis tal maldad. He aqu ahora yo tengo dos hijas que no han conocido varn; os las sacar fuera, y haced de ellas como bien os pareciere; solamente que a estos varones no hagis nada, pues que vinieron a la sombra de mi tejado. (La gran maldad que queran hacer era de ndole sexual, ya que a cambio, Lot les propone que tengan relaciones con sus hijas, no todo padre estar dispuesto a hacer esto, pero l saba de parte de quin venan los mensajeros y no quera que ellos llevaran un reporte negativo al estrado divino) Y ellos respondieron. Quita all: y aadieron: Vino este extrao para habitar entre nosotros, y habr de erigirse en juez? (El pecado no tolera que se hable en contra de l, el pecado habla de pluralismo, relativismo y amor sentimental, parece muy bueno, pero realmente lo que desea es encontrar aprobacin, o al menos, que no se le condene, tal como sucede hoy con los movimientos pro-homosexuales) Ahora te haremos ms mal que a ellos. Y hacan gran violencia al varn, a Lot. El Seor no esper ms y envi sus justos juicios. La Biblia nos dice que Jehov hizo llover sobre Sodoma y sobre Gomorra azufre y fuego de parte de Jehov desde los cielos, y destruy las ciudades, y toda aquella llanura, con todos los moradores de aquellas ciudades, y el fruto de la tierra Gnesis 19:24-25. Es interesante compartir lo que supone el erudito Adam Smith en este suelo bituminoso tuvo lugar una de esas terribles explosiones y conflagraciones que se han producido en la geologa similar de Norte Amrica. En tales suelos se forman depsitos subterrneos de petrleo y de gas, liberados repentinamente por su propia presin o por un terremoto. El gas explota, elevando en el aire masas de petrleo que vuelven a caer como lluvia de fuego, y son tan inextinguibles que siguen ardiendo flotando en el agua18. Hasta el da de hoy estas ciudades no volvieron a ser reconstruidas. Sus nombres perduran en la historia como smbolo de perversin, aberracin y juicio. De la misma manera que los incrdulos y los impos hombres que pervierten la doctrina bblica para su propia perdicin, recibirn su condenacin en el fuego eterno; una clara alusin al infierno.
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Aplicaciones: - No juguemos con el pecado, no juguemos con la doctrina, no juguemos a la iglesia, no juguemos con Dios, pues, todo lo que el hombre sembrare eso tambin segar. El Seor nos ayude a permanecer fieles a su Palabra, y nos conceda apartarnos de toda falsa doctrina, y nos fortalezca para que nunca caigamos en soberbia, egocentrismo, desobediencia y perversin. - Apreciados amigos que piensan que la libertad de eleccin en materia sexual es algo natural y legtimo porque las leyes de las naciones no lo condenan, no te engaes, as todas las naciones del mundo, todos los psiclogos, los socilogos, y hasta los lderes religiosos aprueben el homosexualismo; el dueo de todo, el verdadero juez del universo ha dicho su veredicto: No te echaras con varn como con mujer; es abominacin Lev. 18:22.
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Cuidado con los soadores: Actividades de los falsos maestros V. 8 Imaginemos que hoy da se levantase en medio de nuestra congregacin un hombre anunciando que el Seor le ha revelado que dentro de cinco das habr un temblor de tierra en la ciudad de Medelln. Es posible que muchos de nosotros le dijramos a esa persona que sea ms responsable en lo que dice y no ande promulgando cosas absurdas. S que, al menos en nuestra congregacin, pocos haran caso de las palabras de este hombre. Pero imagnese qu pasara si efectivamente en cinco das exactos hay un temblor de tierra, tal y como lo pronostic dicho hombre? De seguro que muchos le tendran como un gran profeta, un enviado del cielo, uno que tiene la capacidad de escuchar de manera directa la voz de Dios. Sera un hombre admirado, y muchos le consultaran frecuentemente para saber qu les depara el futuro. En la historia del pueblo de Dios surgieron muchos hombres que tenan sueos y reciban visiones, tenemos a Jacob, Jos y los profetas del Antiguo Testamento quienes recibieron la revelacin divina que deba ser consignada en las Sagradas Escrituras a travs de voces, visiones y sueos. Pero no siempre los que tenan sueos o profecas eran enviados de Dios. Muchos de ellos eran falsos profetas que inventaban sus propias profecas. Era fcil detectarlos porque sus predicciones no tenan cumplimiento. Como dice Deuteronomio 18:21-22 Y si dijeres en tu corazn: Cmo conoceremos la palabra que Jehov no ha hablado? Si el profeta hablare en nombre de Jehov, y no se cumpliere lo que dijo, ni aconteciere, es palabra que Jehov no ha hablado; con presuncin la habl el tal profeta; no tengas temor de l. Pero Qu tal si se cumpliere lo que el profeta dijo? Ser que todo cumplimiento de lo predicho en un sueo o profeca garantiza que el tal fue enviado por Dios? No necesariamente. Tambin en Deuteronomio el Seor advierte de los que tienen sueos, visiones y profecas, y esta se cumple, pero que no fueron enviados por Dios. Cuando se levantare en medio de ti profeta, o soador de sueos, y te anunciare seal o prodigios, y si se cumpliere la seal o prodigio que l te anunci, diciendo: Vamos en pos de dioses ajenos, que no conociste, y sirvmosles; no dars odo a las palabras del tal profeta, ni al tal soador de sueos; porque Jehov vuestro Dios os est probando, para saber si amis a Jehov vuestro Dios con todo vuestro corazn, y con todo vuestra alma. Deut. 13:1-3
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Lo que Moiss dice es que en el pueblo de Dios entrarn muchos soadores que dentro de sus abundantes alucinaciones dirn cosas que se cumplirn, apareciendo as como profetas enviados por el Seor, pero, a pesar de los prodigios que puedan hacer, no necesariamente fueron aprobados por Dios. Pero, cmo distinguir entonces al verdadero profeta del falso? La prueba que ellos deban aplicar al profeta no era si poda realizar algo espectacular (o milagroso), sino si se adhera a la ley de Dios19. El pastor Judas, en el versculo 8 de su epstola, analiza tres actividades que hacen los falsos profetas, por medio de las cuales, si somos diligentes en analizarlas, descubriremos a los falsos profetas para no seguir sus enseanzas ni sus prcticas malvadas. Consideraremos tres asuntos importantes en este texto: 1. Contaminan el cuerpo 2. Rechazan la autoridad 3. Insultan a los seres celestiales
1. Contaminan el cuerpo. No obstante, de la misma manera tambin estos soadores mancillan la carne La frase de la misma manera con la que inicia el verso 8 deja ver que los falsos maestros siguen las prcticas perversas que caracterizaron a los israelitas incrdulos, los ngeles que se rebelaron y las ciudades que pervirtieron la sexualidad. Es una constante en todas las personas o grupos que se alejan de la doctrina bblica. Su alejamiento espiritual los conduce a practicar esta clase de pecados, aunque, como dijo Judas al comienzo de su carta, esto lo hacen de manera solapada, pues, ellos aparentan llevar una vida de santidad acorde con los principios bblicos, pero su teologa corrompida les permite refrendar actividades que la Biblia considera malvadas. Como hemos dicho varias veces en esta serie de predicaciones, el pastor Judas es un enamorado de las triadas y luego de mostrar tres ejemplos de cmo el juicio desciende sobre los que se rebelan contra l, ahora presenta tres actividades que distinguen a los falsos maestros: contaminan, rechazan y blasfeman. Tres verbos para una misma clase de pervertidos.
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Es interesante notar que no hay consideracin alguna para con aquellos que, estando en un puesto de liderazgo, conducen al pueblo a la apostasa. Judas ha designado a los fieles creyentes como amados (v. 3), pero hacia los falsos profetas se dirige con palabras como estos. Estos que andan soando a todo momento. La palabra soadores puede apuntar hacia dos direcciones: Que estos falsos maestros eran unos msticos que a cada momento estaban recibiendo revelaciones sobrenaturales, o que ellos eran tan pervertidos y entregados a una sexualidad impura que ellos pasaban su tiempo en vanos sueos erticos. (Kistemaker). Ahora, en qu sentido contaminan el cuerpo? Que as como Sodoma y Gomorra, ellos se entregan al exceso sexual. En las Sagradas Escrituras Dios condena el pecado sexual, porque este contamina la tierra y el cuerpo. No te echars con varn como con mujer; es abominacin. Ni con ningn animal tendrs ayuntamiento amancillndote con l, ni mujer alguna se pondr delante de animal para ayuntarse con l, es perversin. En ninguna de estas cosas os amancillaris; pues en todas estas cosas se han corrompido las naciones que yo echo de delante de vosotros, y la tierra fue contaminada; y yo visit su maldad sobre ella, y la tierra vomit sus moradores Lev. 18:22-25. No sabis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? Quitar, pues, los miembros de Cristo y los har miembros de la ramera? De ningn modo. o no sabis que el que se une con una ramera, es un cuerpo con ella? Porque dice: los dos sern una sola carne. Huid de la fornicacin. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, est fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca. 1 Cor. 6:15,16,18. Los escndalos sexuales de lderes religiosos no solo se han dado en la poca actual, sino que en el tiempo de Judas ya muchos falsos pastores o ministros andaban en pos de sus infernales deseos, usando la religin como un medio para dar rienda suelta a sus lujurias. Muchas personas hoy da no quieren saber nada del cristianismo debido al incremento considerable en el nmero de pastores evanglicos y sacerdotes catlicos que estn inmiscuidos en escndalos sexuales como: la pornografa, el adulterio, la infidelidad, divorcios, el abuso sexual, el homosexualismo, la pederastia, entre otros. Pero, las Sagradas Escrituras nos han advertido desde tiempo atrs que muchos engaadores entraran a nuestras filas para cometer esta clase de pecados. Como dice Juan, se hace manifiesto que no son de nosotros. Ellos no pertenecen al pueblo del Seor, sino que encubiertamente entran y hacen mucho dao, a los que estn dentro y peor an, daan la imagen de la iglesia ante los que estn afuera. Pero ellos no son de nosotros, su pecado hace manifiesto su incredulidad. Pueden parecer muy piadosos, pueden hablar muy bonito, pueden vestir muy
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bien, pueden hacer milagros, pueden tener iglesias muy grandes, pueden predecir cosas a travs de sus sueos, pero no son de Cristo, sus frutos los denuncian. El apstol Pablo, escribiendo y dando consejos al pastor Timoteo, le advierte de no seguir el ejemplo de algunos falsos lderes que, ya en el tiempo apostlico, y mucho ms ahora que nos acercamos al fin del tiempo, han entrado a las iglesias para daar: Tambin debes saber esto: que en los postreros das vendrn tiempos peligrosos. (Sern peligrosos para nuestra fe cristiana). Porque habr hombres amadores de s mismos (con un ego muy grande, antropocntricos, que pensarn en ellos como el centro del mundo, que incluso Dios gira en torno a ellos), avaros (amantes del dinero, que hablarn solo de prosperidad material y comodidades terrenas), vanagloriosos (o jactanciosos, que hablarn muchas cosas y se considerarn grandes dentro del pueblo de Dios, que no aceptarn crticas y callarn a los dems pretendiendo ser una casta especial de ungidos), soberbios, blasfemos amadores de los deleites ms que de Dios (estarn tan impregnados por una teologa humanista y materialista, que considerarn la vida cristiana solo en trminos de sus deseos y placeres terrenos), que tendrn apariencia de piedad (sern muy amados por la gente, tendrn muchos seguidores y todos pensarn que son hombres muy santos, especialmente por sus portentos y milagros), pero negarn la eficacia de ella (porque sus obras encubiertas son perversas y en contra de la Ley santa del Seor), a stos evita (como el que huye de una serpiente venenosa o de una epidemia mortal). Porque de stos son los que se meten en las casas y llevan cautivas a las mujercillas cargadas de pecado, arrastradas por diversas concupiscencias. (Se especializan en seducir, esclavizar, y dar rienda a sus perversos deseos). Pero otra actividad de estos falsos maestros consiste en que: 2. Rechazan la autoridad. No obstante, de la misma manera tambin estos soadores rechazan la autoridad El trmino griego que Judas usa para autoridad es kuriots, la cual significa seoro. El Nuevo Testamento usa la palabra griega kurios para referirse al seoro o la autoridad de Cristo. As que estos falsos profetas, en el fondo, con sus enseanzas desviadas y su vida oculta perniciosa y pervertida, rechazan la autoridad del Seor Jesucristo. Ellos entran en la categora de las palabras de Jess: Porqu me llamis, Seor, Seor, y no hacis lo que yo digo (Luc. 6:46). Se deleitan en hacer lo contrario de la Ley santa del Seor. Ahora, el verbo rechazar aqu, identifica a los que abandonan o dejan de lado la ley divina. Poco a poco se han ido deslizando. Empezaron dejando de lado un texto de las Escrituras o
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un mandato que no cuadraba con la filosofa de la poca, y luego terminaron por abandonar o dejar de lado todo lo sustancioso del evangelio, de manera que ahora tienen un cascarn de cristianismo, pero por dentro no hay nada, son como los sepulcros blanqueados de que habla Jess, cuando dirigindose a los lderes religiosos de su tiempo les dice: !Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipcritas! Porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos,(atractivos, piadosos) mas por dentro estn llenos de huesos de muertos (de pecado) y de toda inmundicia. As tambin vosotros por fuera, a la verdad, os mostris justos a los hombres, pero por dentro estis llenos de hipocresa e iniquidad. Mateo 23:27-28. Pero los falsos pastores, o los falsos profetas, o los falsos maestros, o los falsos apstoles, no solo rechazan la autoridad de Dios sobre ellos, sino que tambin rechazan cualquier otra clase de autoridad. Ellos creen que son autoridad para ellos mismos y por lo tanto no tienen porqu estar bajo el gobierno de otros. Ellos no se someten a la disciplina de la iglesia. Si su iglesia local los juzga por un pecado, mala conducta o mala doctrina, ellos simplemente se van de esa iglesia, la dividen y se llevan a sus fieles seguidores, pues, no toleran que otros los juzguen. La mayora de estos falsos pastores inician sus propias iglesias, las cuales no son gobernadas por un cuerpo de pastores o ancianos, sino que ellos se imponen sobre el resto de lderes y su palabra tiene ms valor o peso. De modo que, aunque caigan en los ms nefastos pecados, ellos siguen siendo pastores de dicha iglesia, no hay una autoridad en la misma que los juzgue, pues, ni siquiera se dejan juzgar por la Palabra de Cristo. Dios es solo su sirviente, el hada madrina que les da todo lo que ellos quieran para impresionar a sus incautos seguidores, pero Dios nunca es el Seor de ellos, no lo quieren como gobernante y mucho menos como juez. Ahora, siendo que estos falsos maestros eran soadores, es decir, pretendan estar recibiendo revelaciones directas de Dios, ellos usaban estas falsas revelaciones para contradecir lo que la Palabra autorizada de Dios dice. Recuerdo haber escuchado a un reconocido predicador conservador comentar de cmo un maestro muy afamado en USA haba cado en un pecado escandaloso y luego de haberlo reconvenido, buscando su arrepentimiento, este hombre le respondi que el Espritu Santo le haba dado permiso para cometer ese acto, y por lo tanto no poda ser considerado pecado. Esto es lo que crean los falsos maestros del tiempo de Judas. Rechazan la autoridad de la Palabra escrita de Dios, porque ellos dicen estar recibiendo una nueva palabra, una nueva revelacin, a travs de sus sueos y visiones. Es un grave peligro para nuestra fe estar recibiendo esta clase de cosas, pues, si adems de las Sagradas Escrituras encontramos otras fuentes de revelacin, entonces cualquier locura de mentes exaltadas podr ser puesta como autoridad sobre la vida de los que siguen estas cosas.
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3. Insultan a los seres celestiales. No obstante, de la misma manera tambin estos soadores blasfeman de las potestades superiores. Aunque es difcil entender en qu sentido estos falsos maestros blasfemaban a los seres celestiales, o a las glorias (doxas) del cielo, es muy probable que consecuente con su vanagloria, arrogancia y autoconfianza, estos hombres se consideraran superiores a los ngeles. Tal vez ellos, as como los hombres de Sodoma y Gomorra, pretendan ultrajar a los seres anglicos, gobernando sobre ellos. Siempre ha existido cierta tendencia en muchas personas de inmiscuirse en asuntos espirituales que no nos competen. Por ejemplo, en algunas culturas animistas se cree que ellos pueden invocar a los muertos o seres espirituales para conseguir que ellos hagan cosas a su favor. Algunos pretenden tener conjuros mgicos a travs de los cuales logran dominar a los ngeles malos o demonios para conseguir que ellos les obedezcan. Los que practican la hechicera o la brujera creen tener esta clase de control sobre los espritus y supuestamente los obligan a que trabajen para ellos. Pero la realidad es otra, pues, estos desconocen los poderes superiores de los ngeles. Son ignorantes que viven en esclavitud de sus propios pecados. Las naciones latinoamericanas estn muy influenciadas por estas concepciones espiritualistas, pero el resultado de ello es que la gente se esclaviza en la ruina espiritual. Pero esto no solo se practica en el mundo oscuro de la hechicera o la brujera, sino tambin en algunos crculos del cristianismo. A travs de la radio y los libros muchos predicadores modernos nos dicen que ellos tienen la capacidad de dominar a los ngeles, dndole rdenes, logrando que ellos hagan lo que desean. Pero esto tambin es presuncin, ya que ellos solo sirven al Dios Soberano. El Salmo 103:21 dice: Bendecid a Jehov, vosotros todos sus ejrcitos, ministros suyos que hacis su voluntad y el Salmo 104:4 El que hace a los vientos sus mensajeros, y a la flamas de fuego sus ministros. Ellos obedecen la voz del creador, pero en ninguna parte las Sagradas Escrituras nos dicen, ni por precepto ni por ejemplo, que los creyentes tengamos autoridad para darle rdenes a los ngeles y hacer que ellos hagan nuestra voluntad. Es posible que muchos tomen el pasaje de Hebreos para concluir que nosotros tenemos autoridad para dar rdenes a los ngeles: No son todos espritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que sern herederos de la salvacin? (Heb. 1:14); pero este pasaje no ensea semejante cosa. Lo que afirma es que los ngeles fueron creados para el servicio a favor de los salvos, pero su servicio consiste en obedecer a su creador. Dios ama a su pueblo y en ese amor usa a los ngeles para que les sirvan, pero en ninguna parte las
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Escrituras nos ensean que podemos decirle a un ngel que haga esto o aquello por nosotros. Dios es quien los manda. Ni siquiera en la Biblia se nos ensea a orar a Dios pidiendo que enve a sus ngeles para que hagan esto o aquello. No, porque dependemos del Seor, no de los ngeles. Si el Seor quiere usar ngeles para ayudarnos en algo, l lo har, y los ngeles le obedecern con gran complacencia, pero si Dios no quiere usar medio alguno para cumplir su voluntad, entonces no lo har. Nosotros no somos quines como para decirle a Dios cmo obrar a favor nuestro. Acudimos a l en medio de nuestra necesidad y esperamos en su misericordia. Entrometernos con el mundo espiritual est prohibido en las Sagradas Escrituras. Solo podemos tener contacto o comunin con el Espritu Santo, quien nos ayuda en nuestra necesidad y es nuestro ayudador. Pero no podemos comunicarnos con ningn otro espritu, ya sea este un ngel del cielo o un demonio, o un muerto, eso est prohibido, porque nosotros no tenemos la capacidad para observar el mundo espiritual en toda su complejidad. (Det. 18:9-14). Los santos en la Biblia nunca oraron a los ngeles para que les hicieran algo, siempre oraron al nico que Jess nos ense orar: al Padre. Y el Salmo 91:11 nos deja ver que los ngeles son enviados por Dios para guardar a sus santos, pero no dice que nosotros oremos para que ellos vengan a nosotros, ni siquiera nos manda a orar pidiendo que Dios los enve, eso es solo potestad del creador de los ngeles, es decir, de Dios. Aplicaciones: - Debemos evitar actitudes demasiado crdulas hacia los que estn en posiciones oficiales. Los que ocupan los puestos de autoridad son merecedores de nuestro respeto y apoyo mientras ellos sean leales a Dios y a su Palabra. Si el lder se aparta de la voluntad relevada por Dios, su autoridad debe ser rechazada.20 - Evitemos situaciones en las cuales estemos propensos hacia el pecado sexual. No podemos jugar con candela, porque nos quemamos. Si usted es mujer evite, hasta donde sea posible, estar a solas con otro varn que no sea su esposo, no importa si este es su pastor. Y si es preciso estar a solas con otra persona del sexo opuesto, entonces pide que la puerta quede abierta. No seamos tan ingenuos, el pecado est a la puerta. Siempre vele por sus hijos. Los nios son el ms alto porcentaje de vctimas cuando se trata de abuso sexual de parte de adultos. Si ellos le dicen que alguien los toc o les propuso encontrarse a solas, as sea el pastor o el sacerdote, o el predicador famoso que hace milagros, o el profeta que
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pronostic algo que se cumpli, crale a sus hijos, y nos los deje a expensas de alguien que les puede hacer dao. S que esto suena duro, porque yo mismo soy predicador, pero no dejara que mis hijos estuvieran en una situacin donde sean vulnerables. - Esto no significa que vamos a mirar a todos los pastores o ministros como pederastas o enfermos sexuales. El Seor ha llamado a varones que estn cualificados para ser pastores, y estos deben ser tenidos en alta estima. Son siervos del Seor que aunque todava luchan a diario contra el pecado, son ejemplos para nosotros de una vida piadosa y pura. Esto es lo que dice Hebreos 13:7 Acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la palabra de Dios; considerad cul haya sido el resultado de su conducta, e imitad su fe. - Si has sido vctima de estos falsos maestros religiosos, no te reveles contra Dios. Recuerda que Judas escribi su carta para decirnos que los actos perversos de estos hombres no quedarn impunes. El Seor traer sus juicios sobre ellos y les demandar por todas las personas a las cuales les causaron dao. Pero el pastor de los pastores, el verdadero pastor, est interesado en sus ovejas, y l dej a las 99 para recoger a la que estaba maltratada y desvalida. Acude a Cristo buscando hoy su gracia y busca la ayuda de un verdadero pastor.
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Ignorancia de los falsos maestros: El evangelio sensual Judas 9 y 10 Introduccin Nunca en un perodo de la historia de la iglesia se haba conocido de tantos escndalos sexuales de parte de sus lderes, como en la poca actual. Desde 1986 se escuchan en la televisin, la prensa, y ahora el internet escndalo tras escndalo. En 1986 un famoso tele-evangelista pentecostal es sorprendido con una prostituta y es obligado por su denominacin a suspender el programa de televisin en el cuan predicaba el evangelio, por un espacio de tres meses, pero luego, al ser sorprendido nuevamente buscando a una prostituta, y habindosele solicitado una explicacin, este poderoso sanador consider que su conducta obedeca a un conocimiento espiritual superior, y siendo que, a su parecer, la feligresa de su populosa iglesia no tendra la capacidad para comprender las elevadas revelaciones recibidas por l, solo les dijo: El Seor me manifest que esto no es asunto de ustedes21. Y luego, una larga lista de predicadores tras predicadores se ha inmiscuido en terribles escndalos de ndole sexual. Luego comenz la loca carrera de los divorcios, pastores tras pastores, lderes y ms lderes, estn separndose de sus esposas y al poco tiempo contraen nupcias con otra mujer y prosiguen en sus ministerios, a veces con ms poder o uncin, como se dice en el argot popular del cristianismo evanglico latinoamericano. Recientemente uno de los fundadores de un reconocido canal de televisin cristiano en USA, por cierto, un canal muy controversial por la forma descarada en que piden dinero a la audiencia, fue denunciado por su chofer con quien mantena una relacin amorosa. Pero si en el mundo evanglico de corte carismtico los escndalos no cesan, por el lado del catolicismo romano no escampa. El Vaticano est siendo cuestionado cada vez de manera ms abierta debido al encubrimiento que hizo de sacerdotes y lderes catlicos pedfilos. El fundador de una orden religiosa fue denunciado por cientos de vctimas de abuso sexual, sacerdotes en USA, Alemania, Mxico, Espaa, Inglaterra, Irlanda son acusados de sodomitas y pederastas. Los lderes de reconocidas sectas seudo-evanglicas tambin han sido acusados de pecados sexuales vergonzosos, mientras que otros lderes evanglicos son investigados por enriquecimiento ilcito, al tomar los diezmos de los feligreses y pasarlos a sus arcas
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personales, o recibir dineros de narcotraficantes los cuales dan ofrendas para que el pastor o lder les ayude intercediendo ante el cielo para que sus negocios marchen bien. En aos recientes un miembro del gabinete del gobierno colombiano acus a algunas iglesias cristianas de prestarse para lavado de dineros procedentes del narcotrfico. El panorama religioso actual, en el mundo, es un poco sombro y la confusin reina por todas partes. Algunos creyentes se preguntan Qu est pasando? Qu pas con la fe cristiana? Porqu los lderes, los que debieran ser ejemplo para el resto, estn en peores condiciones morales que el resto de la gente? El pastor Judas, inspirado por el Espritu Santo, alert a la iglesia de su tiempo y tambin lo hace con nosotros hoy, de que muchos hombres impos logran ocupar altos cargos en las iglesias y engaan a la feligresa con sus vanas y elocuentes palabras, para sacar toda clase de provecho de ellos y engordar sus avaros corazones, usando a la fe como un medio. Estos escndalos no son nuevos, en toda poca y lugar, los falsos maestros han logrado entrar encubiertamente a las iglesias, causando gran dao y dolor en medio de sus filas. Pero tenemos la Palabra proftica ms segura para ayudarnos a detectar a los falsos maestros y alejarnos de ellos como de una horripilante plaga mortal. En los textos que analizaremos hoy, Judas nos ensea que estos falsos pastores o maestros llegan a practicar esta clase de pecados y logran hacer tanto dao, debido a la ignorancia espiritual que les caracteriza, pero la cual logran camuflar debajo de una aparente vida de piedad y conocimiento. Ellos engaan a muchos porque se muestran como personas muy sabias, con un conocimiento espiritual ms elevado y con una posicin eclesistica de alto rango. Analizaremos en estos dos pasajes, dos caractersticas adicionales de los falsos maestros: 1. Se burlan de lo que est ms all de su conocimiento. 2. Son dominados por sus instintos animales
1. Se burlan de lo que est ms all de su conocimiento. Pero cuando el arcngel Miguel contenda por el diablo, disputando con l por el cuerpo de Moiss, no se atrevi a proferir maldicin contra l, sino que dijo: El Seor te reprenda, pero stos blasfeman de cuntas cosas no conocen v. 9-10a Ya en el versculo 8, el pastor Judas haba dicho que los falsos profetas blasfeman de las potestades superiores, pues, se consideran superiores a ellas, o ellos se presentan ante la
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iglesia como pertenecientes a una casta especial de seres humanos, casi comparables con los ngeles. Esto es una locura que les conduce a practicar toda suerte de pecados. Ahora en el verso 9, Judas usa una historia no bblica, pero muy conocida por los falsos maestros de su tiempo, para demostrarles que ellos estn haciendo las cosas mal, y que ni siquiera siguen el ejemplo de algunos de sus libros predilectos. Pues, en su afn de querer presentarse como gente con un conocimiento espiritual muy elevado, se estaban entrometiendo peligrosamente en cosas que ni siquiera conocan, como lo es el mundo espiritual. Todo el versculo 9 hace referencia a la historia extra-bblica de la disputa entre Satans y el arcngel Miguel por el cuerpo fallecido de Moiss. Esta historia no se encuentra registrada en la Biblia, pero si aparece en un libro apcrifo, escrito en el perodo intertestamentario, llamado La Asuncin de Moiss. Apcrifo es una palabra que viene del latn y el griego apocryfos, la cual significa literalmente oculto, hace referencia a algo fabuloso, supuesto o fingido. Con relacin a los libros de las Sagradas Escrituras significa que un libro apcrifo no cumpli con las normas o regla (canon) para formar parte de ella. Muchos libros apcrifos surgieron en el perodo intertestamentario y tambin luego de la muerte de los apstoles. Estos libros, con el nimo de tener aceptacin o credibilidad entre la gente, usaban seudnimos, especialmente se valan de los nombres de los apstoles o alguno de los patriarcas del Antiguo Testamento. Ahora, usted se preguntar Porqu un escritor inspirado por el Espritu Santo acude a una historia que aparece en un libro no inspirado? Las respuestas que se han dado son muchas, pero solo quiero mencionar aquellas con las cuales encuentro cierta identificacin. Primero, Judas, as como otros autores de las Sagradas Escrituras, en pocas ocasiones recurrieron a otras fuentes con fines de enseanza, por ejemplo, Moiss en Nmeros 21:14 dice Por tanto se dice en el libro de las batallas de Jehov , pero no tenemos ese libro en el Antiguo Testamento, no pertenece al canon. De la misma manera en Hechos 20:35 Pablo ensea a los ancianos de feso dicindoles En todo os he enseado que, trabajando as, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Seor Jess, que dijo: Ms bienaventurado es dar que recibir; pero si buscamos en todos los evangelios no encontraremos esas palabras; no obstante la iglesia del primer siglo conoca bien esas palabras de nuestro Seor. Pablo tambin, en Hechos 17:28 usa las palabras de un poeta pagano con el fin de ilustrar su enseanza a los filsofos en Atenas: Porque en l vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de vuestros propios poetas tambin ha dicho: Porque linaje suyo somos. Le pareci bien al Espritu Santo usar en pocas ocasiones los dichos o escritos de gentes paganas con el fin de ilustrar ciertas enseanzas. Ahora, lo que
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se cita en las Escrituras de estas fuentes extra-bblicas son verdades, y toda verdad procede de Dios, no importante el lugar o la generacin o el pas donde ella se encuentre. Muchos filsofos dijeron cosas que son verdades, y eso necesariamente procede de Dios, sin significar esto que ellos fueran creyentes o estuvieran siendo inspirados por el Espritu Santo. Nosotros encontramos muchas verdades en otros libros diferentes a la Biblia, como por ejemplo, cuando vamos a un libro de matemticas y all el autor nos dice que en una suma el orden de los factores no altera el producto, eso es una verdad, sin que necesariamente lleguemos a la conclusin que todo lo que ese autor escriba sea verdadero, o que l sea inspirado por el Espritu Santo. Ahora, no sabemos de donde tom la fuente el autor del libro apcrifo la Asuncin de Moiss, pero en esto que dijo de la escena de Miguel peleando contra el diablo por el cuerpo de Moiss expres algo que el Espritu Santo luego usara como una ilustracin verdadera para ensear a los santos. No significa esto que todo lo contenido en dicho libro sea verdadero o necesario para el creyente, es ms, un alto porcentaje de la literatura apcrifa est llena de fantasas y cosas erradas. Una segunda respuesta es que Judas us el libro La Asuncin de Moiss y luego en el verso 14 us el libro apcrifo Las profecas de Enoc, porque para los falsos profetas iba a ser ms fcil entender lo que l les estaba enseando, debido a que ellos y muchos judos de su tiempo estaban muy familiarizados con esta literatura apcrifa, surgida especialmente en el perodo intertestamentario (entre Malaquas y Mateo). Los falsos profetas estaban influenciados por esta literatura y ellos pretendan tener conocimientos ms profundos de los ngeles y el mundo espiritual; de manera que Judas se vale de este conocimiento con el fin de mostrarles que incluso sus propios libros estaban en contra de lo que ellos enseaban. Ahora, qu es lo que dice el libro La Asuncin de Moiss sobre esta escena donde encontramos al arcngel Miguel, a Moiss y al diablo? El autor de dicho libro dice que cuando Moiss muri el Seor quiso sepultar el cuerpo de Moiss y para ello envi a Miguel, el arcngel protector de Israel, uno de los principales y ms poderosos en el rango angelical. Estando Miguel en esta faena, aparece el diablo con el fin de reclamarle el cuerpo inerte de Moiss. El diablo dio varias razones para ello: Primero, dijo que Moiss, siendo que fue, mereca una digna sepultura en medio del pueblo de Israel, pero el diablo no estaba interesado en la dignidad del fallecido, sino en propiciar la idolatra en el pueblo, pues, con el tiempo la tumba de Moiss se convertira en un sitio de peregrinacin, veneracin y automticamente, adoracin. Pero tambin el diablo dijo que ese cuerpo le perteneca porque Moiss era un asesino, pues, l haba matado al Egipcio cuando este golpeaba a un hebreo. Estando en esa disputa espiritual el poderoso arcngel Miguel, cuyo nombre significa Quin es cmo Dios?, no habl palabra alguna contra el diablo, otra potestad espiritual, sino que le dijo Que sea Jehov quien te reprenda. Entonces Satans le dej y Miguel pudo sepultar el cuerpo de Moiss en un lugar desconocido hasta el da de hoy.
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Qu enseanza contena este hecho para combatir a los falsos maestros del tiempo de Judas y para los falsos profetas de hoy da? Este ser el siguiente punto en nuestro anlisis. 2. Son dominados por sus instintos animales. Pero stos blasfeman de cuantas cosas no conocen; y en las que por naturaleza conocen, se corrompen como animales irracionales. V. 10 Estos falsos maestros a los que combate Judas, los cuales estaban causando mucho dao a la iglesia, pretendan ser personas con poderes sobrenaturales, ellos se consideraban los ms grandes sabios de la iglesia. Tal vez por sus sueos, supuestas revelaciones y conocimientos profundos del mundo espiritual, consideraban que eran superiores a los apstoles y los pastores que estos ordenaran en cada iglesia local. Es posible que ellos tuvieran en poca cosa y ridiculizaran la enseanza doctrinal apostlica, y blasfemaran en contra de ellos y de todos los que fueron autorizados por Cristo para establecer el fundamento doctrinal de la Iglesia. Su soberbia era tal, que se consideraban una casta de profetas superior a los ngeles, tanto, que ellos pretendan dominar sobre ellos y lanzaban maldiciones e injurias contra los ngeles malos y Satans. Pero realmente lo que esto manifestaba era su ignorancia. Pues, los ngeles, sean santos o cados, poseen una gran fuerza y poder, de manera que entre ellos mismos ni siquiera se atreven a lanzar maldiciones, pero estos falsos profetas si lo hacan. Qu absurdo! Pareciera decir Judas. Cun ignorantes son ellos! Ni siquiera saben de lo que hablan. Pretenden conocer el mundo espiritual pero eso es solo vana ilusin, locura e ignorancia. Esta situacin de los falsos profetas del tiempo de Judas es muy parecida a la que vemos en algunos crculos cristianos de hoy da. Escuchamos a muchos maestros y profetas dar descripciones cartogrficas del mundo espiritual. Ellos dicen saber los nombres de las potestades que gobiernan cada ciudad, regin o pas. Ellos dicen conocer la mejor manera de derrocar a estas potestades y lanzan como especies de conjuros en el nombre de Cristo para reprender y expulsar legiones demonacas de ciertos lugares. Judas, en este tiempo les dira: Ignorantes, arrogantes espirituales, no saben nada de nada, ni siquiera pueden imaginar cmo es realmente el mundo espiritual. Estos hombres se atreven a tener cultos de liberacin y guerra espiritual donde ellos supuestamente pisotean a Satans y lanzan contra l maldiciones, pero sus hechos muestran la ignorancia en la cual se encuentran, pues, no solo en el pasaje del libro apcrifo mencionado por Judas se encuentra la verdad de que solo el Seor puede reprender de manera certera a Satans, sino que en Zacaras 3:12, el mismo Dios nos muestra que solo l puede hacerlo: Me mostr al sumo sacerdote Josu, el cual estaba delante del ngel de Jehov, y Satans estaba a su mano derecha para acusarle. Y dijo Jehov a Satans: Jehov te reprenda, oh Satans
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Lo ms triste de esta arrogancia espiritual son los resultados que produce. El desconocer las verdades bblicas y el pretender tener conocimiento del mundo espiritual, cuando realmente se ignora todo. Judas dice que estos arrogantes e ignorantes profetas, en lo poco que conocen se corrompen, como los animales irracionales. Al respecto dice John Benton Proclaman ser sabios, pero en realidad son unos ignorantes. Proclaman ser hombres con mentes iluminadas, pero en realidad se comportan ms como animales. Estn dominados por apetitos carnales. En su inmoralidad sexual son como caballos o perros en celo, incapaces de controlar su deseo. Un comportamiento semejante acarrear el juicio de Dios y los destruir, tal como Judas ha explicado en los versculos 5 a 7. Siendo que ellos desconocen la autoridad espiritual de los apstoles verdaderos, es decir, los 12 ms Pablo, entonces se dan el lujo de vivir conforme a sus caprichos y deseos carnales, pretendiendo estar por encima de la Ley Santa del Seor, debido a que se consideran superiores al resto de creyentes. Cuando el humilde espritu que debe caracterizar a los hijos de Dios no est presente, y en cambio hay un corazn lleno de supuesto conocimiento elevado, de orgullo y arrogancia, entonces quedamos a merced de nuestra propia carne, y las consecuencias son el resurgir de la concupiscencia y el deseo desordenado por satisfacer los deseos de pecaminosos. Es por eso que muchos de estos falsos maestros iluminados, caen en las profundidades del pecado sexual y lo aceptan como algo natural para mitigar su cansancio, no vindolo como algo pecaminoso, sino necesario. Es por eso que hoy da el Vaticano y muchas iglesias evanglicas estn diciendo a los decepcionados feligreses que no juzguen a los ministros pedfilos o adlteros, pues, pobrecitos, ellos trabajan tanto para la obra del Seor, que en su largo fatigar espiritual caen a expensas de las malas mujeres que los seducen para adulterar y de los pervertidos nios que ellos violan. Cuando un ministro se da el lujo de pensar que es algo ms que un humilde siervo del Seor, y se considera como un jerarca o iluminado a quien deben acudir todos para poder encontrar el favor divino, entonces est a las puertas de caer en los ms terribles pecados, pues, se ha vuelto ignorante y desvara en sus locas imaginaciones. Quiera el Seor librarnos de ser encontrados falsos profetas, pretendiendo ser ms de lo que realmente somos, y l nos ayude a no caer en manos de los falsos maestros, porque, si logramos salir de sus garras afiladas, ser maltratados, heridos y casi destruidos, como le ha pasado a multitud de personas que hoy da sufren las terribles consecuencias de haber seguido a un falso pastor. Aplicaciones: - Ten cuidado con los falsos pastores o profetas. Estos ungidos espirituales dicen que buscan las almas de los hombres, pero en realidad buscan los cuerpos de las personas. De
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manera que muchos de los maestros de la llamada fe en la palabra (o dilo y recbelo, adicin del redactor) afirman haber tenido visiones y hablado con ngeles y haberse encontrado con el Seor. Pero, en cuanto a su ministerio, qu es lo que buscan? Buscan tu dinero. Te presionan para llenar su bolsa de la colecta. Qu cosa tan infame y despreciable! Puede llegarnos envuelta en toda clase de afirmaciones espirituales e historias sobrenaturales, pero en realidad solo es codicia. Pretende ser espiritual, pero en el fondo est motivada por la carne. Lo que desean es tu dinero. Identifica a las personas que son as y rechzalas22. - Ten cuidado de considerarte algo que no eres. Porque cuando nos volvemos arrogantes espirituales estamos a las puertas de nuestra propia destruccin. Siempre ten presente las palabras de Pablo Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que est entre vosotros, que no tenga ms alto concepto de s que el que debe tener, sino que piense de s con cordura, conforme a la medida de fe que Dios reparti a cada uno Romanos 12:2. - No te entrometas en asuntos del mundo espiritual que no nos corresponde. No somos llamados a atar las potestades superiores, porque Cristo es quien ata al hombre fuerte, no nosotros. Nuestro deber consiste en resistir a Satans, mantenindonos firmes en la Palabra de Dios, as como hizo Cristo en el Monte de la tentacin, quien no hizo guerra espiritual contra Satans, ms bien se mantuvo firme en la Palabra escrita, se dej guiar por ella, y as venci al maligno.
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Juicio de maldicin sobre diferentes clases de falsos maestros: El camino de Can: Los que pervierten la adoracin por su corazn impo y malvado. Judas 11 (Primera parte) Introduccin: Una de las cosas que ms indigna al ser humano es cuando puede ver cmo una persona se hunde ms y ms en su propia destruccin, y aunque se le dan advertencias, ste, de manera tozuda, contina en su propsito de hacer dao a su propia vida. Es posible que la mayora de nosotros conozcamos a jvenes que empezaron con los primeros pasos de un vicio peligroso, y a pesar de los ruegos de su madre y las advertencias de la sociedad, este joven decidi profundizar ms en su vicio amistndose con personas que no le iban a ayudar a salir del problema sino todo lo contrario. Esto nos indigna porque sabemos que el final de ese joven no ser el mejor. Destruir su futuro, su vida y causar dolor a su familia. El pastor Judas siente la misma indignacin cundo ve a algunos de los creyentes de la iglesia receptora de su carta seguir e imitar un camino que de seguro les conducir a su propia destruccin. Estas personas no se han percatado del grave peligro que corren sus almas cuando escuchan y siguen las enseanzas de los falsos maestros que se han introducido de manera solapada en la Iglesia y ahora estn enseando cosas nuevas y distintas a lo que los santos han credo siempre. Es por esa razn que en el verso 11, Judas presenta tres clases de perversin doctrinal y la consecuente maldicin que vendr sobre los que ensean y siguen las falsas enseanzas que se introducen en la Iglesia, usando como ejemplo a tres personajes del Antiguo Testamento, que no brillan por su piedad, sino por su maldad. Estos tres personajes son: Can, Balaam y Cor. Cada uno de ellos se caracteriz por una maldad sobresaliente, y cada una de estas maldades puede ser encontrada en los falsos maestros. Pero el autor no solo quiere que sus lectores conozcan las maldades que les caracteriz a estos personajes no ilustres, sino los juicios que vinieron sobre ellos. Por eso el verso 11 es introducido con una fuerte imprecacin: Ay de ellos! Judas habla como solan hacer los antiguos profetas que anunciaban terribles juicios sobre el pueblo desobediente y sobre las naciones impas, o como Jess, cuando con gran dolor advierte de la condenacin que vendr sobre los falsos religiosos de su tiempo o los judos incrdulos que se resisten a creer en l a pesar de que estn viendo las seales milagrosas que proceden de su mano divina (Mt. 11:21; Mt. 23), o como Juan, quien en el Apocalipsis declara angustiosos Ayes sobre los impos, los cuales recibirn la retribucin justa de sus pecados. El apstol Pedro afirma que estos falsos maestros son hijos de maldicin (2 Ped. 2:14), ellos estn bajo la maldicin divina.
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La misma destruccin que vino sobre Can, Balaam y Cor, tambin vendr sobre los falsos maestros y las personas que siguen sus nefastas enseanzas, porque, en esencia, Can, Balaam y Cor, tienen mucho en comn con los fasos maestros de todos los tiempos; pues, por lo general, estos malvados falsos profetas solo buscan tres cosas: satisfacer su amor propio, satisfacer sus deseos materiales y satisfacer sus deseos de poder. Por lo general buscan: gloria, dinero y poder. Analicemos con nuestro autor sagrado a estos tres personajes que representan a tres clases de falsos maestros, siguiendo la siguiente estructura, que de manera natural, nos presenta el pasaje. Juicio de maldicin sobre los que: 1. Pervierten la adoracin por su corazn impo y malvado: El camino de Can 2. Pervierten la doctrina por su corazn codicioso: El error de Balan 3. Pervierten el orden y la tranquilidad de la iglesia por su corazn amante del poder: La rebelin de Cor
1. Pervierten la adoracin por su corazn impo y malvado: El camino de Can. !Ay de ellos! Porque han seguido el camino de Can El primer personaje usado como modelo de lo que los falsos maestros son y ensean en las iglesias es Can, quien vivi al comienzo de la historia humana, lo cual nos deja ver que los falsos maestros han estado siempre con nosotros, desde el principio, y estarn acompandonos hasta el fin. Esta es una raza de perversos hombres que siempre estn engendrando nuevos maestros que profundizan ms en sus herejas. Aunque la fe cristiana irradia una luz verdadera que disipa lo falso y ensea la doctrina correcta, no obstante, dentro de la iglesia siempre tendremos a los falsos maestros. Jess lo dijo as: Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces Mt. 7:15 Y muchos falsos profetas se levantarn, y engaarn a muchos Mt. 24:11 Porque se levantarn falsos Cristos, y falsos profetas, y harn seales y prodigios, para engaar, si fuese posible, aun a los escogidos. Mr. 13:22 Y el apstol Pedro tambin le recuerda a los lectores de su segunda carta que en el pasado hubo falsos profetas y tambin los habr en el seno de la cristiandad: Pero hubo tambin
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falsos profetas entre el pueblo, como habr entre vosotros falsos maestros, que introducirn encubiertamente herejas destructoras 2 Ped. 2:1 Pero Cul es el camino de Can que siguen los falsos maestros y que los creyentes no debemos andar? Hay varios elementos importantes que debemos considerar en este falso maestro, los cuales se dejan ver en los pocos pasajes bblicos que nos hablan de Can. Gnesis 4:1-7 Conoci Adn a su mujer Eva, la cual concibi y dio a luz a Can, y dijo: Por voluntad de Jehov he adquirido varn. Despus dio a luz a su hermano Abel. Y Abel fue pastor de ovejas, y Can fue labrador de la tierra. Y aconteci andando el tiempo, que Can trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehov. Y Abel trajo tambin de los primognitos de sus ovejas, de lo ms gordo de ellas. Y mir Jehov con agrado a Abel y a su ofrenda; pero no mir con agrado a Can y a la ofrenda suya. Y se ensa Can en gran manera, y decay su semblante. Entonces Jehov dijo a Can: Por qu te has ensaado, y por qu ha decado tu semblante? Si bien hicieres, No sers enaltecido? Y si no hicieres bien, el pecado est a la puerta; con todo esto, a ti ser su deseo, y t te enseorears de l (Gen. 4:1-7). Un primer aspecto pecaminoso que encontramos en Can, como modelo de falso maestro, es la perversin de la adoracin. De seguro que Adn y Eva haban enseado a sus hijos la forma, la actitud y la calidad de la adoracin y los sacrificios que deban presentarse ante el santo y soberano Dios. Can y Abel haban aprendido lo que luego Dios ense a travs de Moiss: Que Dios no acepta sacrificios imperfectos, sino que l quiere lo mejor. En el Antiguo Pacto Dios orden que los animales escogidos para los sacrificios debieran ser los mejores, sin defecto alguno. Lo mismo cuando se presentaban ofrendas vegetales, todo deba ser lo mejor. Pero por encima de todo esto, la actitud del corazn era ms importante que el sacrificio mismo: Porque no quieres sacrificio, que yo lo dara; no quieres holocausto. Los sacrificios de Dios son el espritu quebrantado; al corazn contrito y humillado no despreciars tu, oh Dios (Sal. 51:16-17). Can, aunque conoca la leccin, tena un corazn malo e incrdulo. l no se conform a las sanas palabras de Dios en cuanto a los sacrificios sino que quiso modificar a su antojo el culto verdadero. No ofreci de lo mejor, sino de lo que l quiso, de lo que consider apropiado segn su necio razonamiento, y no solo esto, sino que trat de agradar a Dios teniendo un corazn rebelde, falto de amor y de misericordia para con su prjimo. Se requiere un corazn humillado para ofrecer una ofrenda agradable al Seor, pero Can se present con un corazn orgulloso, confiado en s mismo, prepotente, y en vez de doblegarse ante la gracia divina, se mantuvo altivo en su necedad espiritual, pensando que Dios se agradara en su nueva forma de adoracin. Pero el resultado fue nefasto, Dios rechaz su ofrenda, y tambin lo rechaz a l. Can no era de los que temblaba ante la Palabra del Seor, y por lo tanto Dios no hizo morada en l. Can no era de aquellos en los cuales Dios se complace, como dice el profeta: pero mirar a aquel que es pobre y humilde de espritu, y que tiembla a mi Palabra (Is. 66:2).
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Los falsos maestros que pervierten la adoracin pueden ser encontrados hoy da en todas las corrientes teolgicas que inundan el panorama evanglico: Los orgullosos proponentes de la teologa de la fe y la prosperidad que se presentan con arrogancia ante Dios dndole rdenes para que los bendiga a cambio de las ofrendas presentadas, no con un corazn humilde y agradecido, sino con un corazn avaro y materialista, esperando recibir bendiciones que satisfagan sus corazones hambrientos de placer terreno. Pero tambin los falsos maestros que siguen el camino de Can estn entre las iglesias ms conservadoras y reformadas, cuando se presentan ante Dios, a travs de un culto muy solemne y bblico, pero con corazones orgullosos y engredos por su supuesto apego a la doctrina bblica, ms son faltos de amor y misericordia para con los dems. Estos maestros de la ortodoxia son fros ante las necesidades humanas y ponen por encima del amor y la misericordia su doctrina histrica, esto tambin es perversin de la adoracin, pues, Dios quiere un corazn que, adems de creer lo correcto de l, viva el amor puro que es el cumplimiento de la Ley: Id, pues, y aprended lo que significa: Misericordia quiero y no sacrificio. (Mt. 9:13). uno es Dios, y no hay otro fuera de l; y el amarle con todo el corazn, con todo el entendimiento, con toda el alma, y con todas las fuerzas, y amar al prjimo como a uno mismo, es ms que todos los holocaustos y sacrificios (Mr. 12:32-33). Hebreos 11:4 nos deja ver que otra marca pecaminosa de Can era su falta de fe. l no era un verdadero creyente. Aparentaba serlo, y ofreca sacrificios a Dios, pero sin fe en la obra del Salvador prometido. Confiaba en s mismo y en su capacidad de ser aceptado por Dios. Era un humanista inveterado. Por la fe Abel ofreci a Dios ms excelente sacrificio que Can. La ofrenda de Abel fue aceptada porque se hizo en fe, en la fe que los antiguos depositaron en el Mesas prometido. Por lo tanto, Can ofreci la ofrenda del incrdulo, del que no es creyente. Cuntos falsos maestros, pastores y profetas estn hoy ocupando los plpitos de las iglesias, las ctedras de los seminarios teolgicos y los canales de televisin o la radio, enseando una fe en la cual no creen, hablando de un Cristo al cual realmente no han aceptado como Su salvador, y enseando una Biblia la cual no es la Palabra infalible e inspirada de Dios para ellos. No hay nada peor que un predicador no regenerado. Un pastor incrdulo tiene un potencial muy grande de hacer dao a la comunidad cristiana. Un pastor incrdulo no est interesado en las almas, solo quiere ensear aquello que va en armona con su corazn malvado y falto de verdadero amor. Este pastor inconverso puede hablar de Cristo, puede hablar del amor, puede ensear la Biblia y hablar de Dios, pero su fin siempre ser la satisfaccin de su perverso corazn, y por lo tanto, para este falso pastor no habr dificultad en cambiar aquellas doctrinas o elementos de la adoracin bblica que no son agradables a su humanismo consumado, ni al humanismo de sus oyentes. Can pretendi presentar una ofrenda que fuera agradable a Dios, evitando el derramamiento de la sangre de un animal. l confiaba en su capacidad para ofrecer a Dios algo que le fuera agradable, pero basado, no en la fe puesta en la sangre del Mesas que
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vendra, sino en su propia capacidad. Intent aplacar a Dios mediante esfuerzos humanos. Y cuando vio que la ira de Dios se mantena contra su corazn pecaminoso, entonces se ensa contra su hermano. Los falsos maestros, por lo general, no tienen en gran estima la santidad de Dios, su ira y el medio que ha establecido del derramamiento de la sangre para el perdn de los pecados. Para ellos, hablar de la necesidad de un sacrificio cruento para satisfacer la ira de Dios, suena como algo muy cruel, burdo y brbaro. Ellos tratan de presentar al Dios cristiano como un dios civilizado y postmoderno, de manera que hablan lo menos posible del sacrificio de Cristo. En 1 Juan 3:11-14 encontramos que otras caractersticas pecaminosas de Can eran su falta de amor y sus malas obras. Porque este es el mensaje que habis odo desde el principio: Que nos amemos unos a otros. No como Can, que era del maligno y mat a su hermano. Y por qu causa le mat? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas. Los falsos maestros que estaban daando a la iglesia en el siglo I, y que todava hoy siguen actuando, se caracterizan por su falta de amor y sus malas obras. Aunque ellos pueden hablar del amor romntico y del amor que es pluralista, no obstante, ellos son incapaces de ofrecer el amor bblico, ese amor que se entrega por completo a los dems, ese amor que est dispuesto a sacrificarse por los que sufren, ese amor que es capaz de denunciar el pecado. No, los falsos maestros no pueden dar ese amor, porque ste solo procede de corazones donde el amor de Dios ha sido derramado por el Espritu Santo (Ro. 5:5). Los falsos maestros, al igual que Can, no tienen compasin de las almas que sinceramente buscan a Dios. Ellos se aprovechan de la simplicidad de algunas personas, y las conducen al degolladero. Les prometen su compaerismo, pero solo con el fin de aprovecharse de ellas para explotarlas, y luego de haber conseguido el fin perseguido, entonces las matan espiritualmente. Estos falsos maestros se muestran amistosos y tratan a todo el mundo de hermanos, as como Can hizo con Abel, y los invitan a caminar hacia un mundo feliz, pero, lo nico que pueden ofrecer es la muerte, porque ellos mismos estn muertos. Los falsos maestros son como los fariseos que recorris mar y tierra para hacer un proslito, y una vez hecho, le hacis dos veces ms hijo del infierno que vosotros (Mt. 23:15). En la tradicin juda, Can lleg a ser el prototipo del egosmo y del cinismo. Para los pensadores hebreos Can era el incrdulo, cnico, materialista, que no crea ni en Dios ni en el orden moral del mundo; y que por lo tanto, haca exclusivamente lo que quera23. Can, aunque pretenda llevar una vida religiosa externa, no obstante, sus obras eran malas. l poda engaar a Abel su hermano y a sus padres, pero no poda engaar a Dios. Can se vendi al demonio, rechaz la misericordia de Dios y se alej de l. Un antiguo comentario judo acerca de Gnesis 4:8 pone las siguientes palabras en labios de Can: No
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hay juicio, ni juez, ni mundo por venir; no habr recompensa para los justos ni destruccin para los malvados24. Cunto cuidado debemos tener con los falsos maestros, ellos abundan por todas partes, ofrecen su amistad y hablan palabras halagadoras, pero al final dejan ver lo que realmente son: estando atestados de toda injusticia, fornicacin, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaos y malignidades; murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres, necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia (Ro. 1:29-31). Hablan muy bonito y parecen ser creyentes muy espirituales, pero solo buscan la muerte de sus amigos, y al menor descuido, sacan sus malvadas garras para obtener lo que desean de los dems. Estos son una plaga mortal que desde los tiempos de Can han estado presente en algunas iglesias. Los perversos hombres impos que haban entrado de manera sigilosa en la Iglesia del primer siglo tenan su propia fe, su propio estilo de vida. Hablaban de Dios, pero no del dios bblico, sino del dios al cual ellos queran servir. Pero esto no es exclusivo de esa poca, no, estos falsos maestros, impos de corazn, fe y prctica, han estado siempre dentro de las iglesias cristianas. En la poca medieval los vemos persiguiendo los ms altos y rentables cargos dentro de la estructura jerrquica de la iglesia. No eran salvos, ni amaban al Salvador, ni estaban interesados en la salvacin de las almas, pero queran estar dentro de los lderes de la iglesia, solo con el fin de satisfacer los deseos de sus corazones humanistas. Ellos eran mutiladores del cuerpo (Fil. 3:2), eran como perros hambrientos entregados a las vanidades de su corazn engaoso y a los placeres sensuales, su inters era solo lo terreno; ellos se enmarcan perfectamente en la descripcin que hace Isaas de los guas espirituales del pueblo en su poca: Sus atalayas son ciegos, todos ellos ignorantes; todos ellos perros mudos, no pueden ladrar; soolientos, echados, aman el dormir. Y esos perros comilones son insaciables; y los pastores mismos no saben entender; todos ellos siguen sus propios caminos, cada uno busca su propio provecho, cada uno por su lado. Venid, dicen, tomemos vino, embriagumonos de sidra; y ser el da de maana como este, o mucho ms excelente (Is. 56:10-12). No les importaba ser contratados como atalayas o vigilantes, aunque saban que su inters era solo dormir y entregarse al placer, y luego, cuando no podan detectar el peligro que asechaba al pueblo, los abandonaban a la muerte y como Can participaban del asesinato de los suyos. El camino de Can es el camino del odio, de la envidia, del asesinato de las almas, de la perversin del culto a Dios, el camino del humanismo, el de las obras humanas, el de la
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auto-confianza, el de la adoracin sin Cristo, el de la religin sin santidad - sin derramamiento de la sangre para expiar el pecado. Y Cul fue la maldicin que repos sobre Can? Fue un hombre maldito por el resto de toda su existencia. Ahora, pues, maldito seas t de la tierra, que abri su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano (Gnesis 4:11). Una seal en su frente evidenciaba su condicin miserable y errante, la cual nunca podra borrarse. Era portador de la maldicin que lo llevara de manera indefectible a los tormentos del infierno. Can qued registrado en la historia como el envidioso, el perverso, el orgulloso, el asesino, el malvado, como un prototipo de la iniquidad. La seal en su frente no poda ser borrada, como tampoco se puede quitar la seal de todos los falsos maestros que ensean en la iglesia, no la doctrina de Cristo y su cruz, sino la doctrina del demonio que se centra en los placeres terrenos y los goces de las riquezas y vanidades de Babilonia la grande, que ensean a las almas inconstantes a amar el mundo y todo lo que en l hay, los que ensean esto y los que siguen a estos falsos maestros, sino se arrepienten de haber pervertido el evangelio, les espera una gran condenacin porque la marca de la bestia, la marca del demonio ya est en sus frentes: y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de da ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre (Ap. 14:11). Esta es la condenacin que les espera a todos los falsos maestros y falsos profetas que hoy da estn asesinando a las almas con sus enseanzas nefastas donde pervierten la verdadera adoracin, pervierten el evangelio de Cristo, llevan a los hombres a amarse a s mismos, tal como hizo Can, pero muy poco o nada ensean acerca de las palabras de Cristo: Si alguno quiere venir en pos de m, niguese a s mismo, y tome su cruz, y sgame (Mt. 16:24). No amis al mundo, ni las cosas que estn en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no est en l (1 Juan 2:15). Porque todo el que quiera salvar su vida, la perder; y todo el que pierda su vida por causa de m, la hallar (Mt. 16:25). Aplicaciones: - Apreciado amigo, t no lo sabas, pero hoy la Palabra te lo ha mostrado con claridad, que has estado siguiendo el camino de Can. Tu pensabas que podas adorar a Dios de la manera como t quisieras, cuando quisieras y usando los medios que quisieras, pero este fue el error de Can, y el resultado, fue el desagrado de Dios. El seor ha estado desagradado contigo porque has pretendido adorarlo confiando en tu propia y mundana sabidura. Pero hoy la Palabra te invita darle la espalda a esa forma de pensar, a arrepentirte de tu pecado, y a confiar, como lo hizo Abel, solo en el sacrificio de Cristo hecho en la cruz del calvario. Solo por el derramamiento de sangre de un justo y santo hombre, que a la misma vez es Dios, se puede obtener el perdn de los pecados, y podemos adorar a Dios de corazn, encontrando en l la reconciliacin y la aceptacin. Tu alma, hasta el da de hoy, ha estado
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atribulada, y andas vagando errante por el mundo como un maldito que lleva en su frente la maldicin de saberse enemigo de Dios. Pero no tienes porqu continuar en esa senda de la destruccin, hoy adora a Dios por medio del sacrificio de Cristo. Confa solamente en l y vers la dicha que inunda tu corazn, al saberte contado entre los que gozan del favor divino. - Apreciado hermano, tengamos cuidado con nuestras palabras y con lo que sentimos en nuestro corazn hacia los dems, pues, si lo que expresamos o sentimos es odio, entonces tambin podremos ser hallados culpable del mismo pecado que cometi Can: De asesinato. Todo aquel que aborrece a su hermano es homicida; y sabis que ningn homicida tiene vida eterna permanente en l (1 Jn. 3:15). Osteis que fue dicho a los antiguos: No matars; y cualquiera que matare ser culpable de juicio. Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, ser culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, ser culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedar expuesto al infierno de fuego. Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y all te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja all tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda. (Mt. 5:21-24). - Seamos cuidadoso con las doctrinas que ms nos agrada escuchar. Seamos muy cuidadosos con los maestros que escuchamos, ya sea en los plpitos, en la televisin, la radio o el internet, o en los libros. Muchas cosas que nos agradan, y parecer ser bblicas, realmente no lo son, pues, solo tienen como fin lo material, lo terreno, la satisfaccin de nuestros placeres cados. Pero muy poco tienen que ver con la mortificacin del pecado, la negacin de uno mismo, el amor sacrificial a los dems, el estar dispuesto a dar la vida por causa del evangelio. Muchas doctrinas falsas se predican hoy da dentro de las iglesias evanglicas, las cuales se presentan como revelacin fresca y nueva, pero mentiras, estas son enseanzas muy antiguas, las cuales fueron credas y enseadas por el primer asesino de la historia humana: Can. Evitemos escuchar a los maestros que ensean otras formas de adoracin, distintas a las que Dios ha establecido en su palabra, porque por all, se puede iniciar el camino que conduce a la maldicin en esta tierra, y la maldicin eterna en los infiernos.
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Juicio de maldicin sobre diferentes clases de falsos maestros: El Error de Balaam: Los que pervierten la doctrina por su corazn codicioso Judas 11 (Segunda parte) Introduccin: Una de las causas que condujeron a la gran explosin de la Reforma Evanglica en el siglo XVI liderada por Martn Lutero fueron los abusos eclesisticos relacionados con el dinero y los bienes materiales. Muchas personas llegaron a cansarse del afn puramente materialista que tenan los pastores de su tiempo: El Papa, los cardenales, arzobispos, obispos y sacerdotes. La historia nos cuenta que la mayora de los hombres que ocuparon estos cargos eclesisticos durante la Edad Media, no tenan como fin principal el servir a la Iglesia, sino que la Iglesia les sirviera como medio para acumular riquezas personales. Algunas de las prcticas mercantilistas mas repudiadas por la historia son: Las anatas. Era la prctica por la cual se requera que un obispo diera todas las entradas econmicas del primer ao de su obispado a Roma. Los obispos hacan esto con gusto, porque luego del primer ao su cargo produca ganancias fabulosas. Las colocaciones. Era la prctica de Roma de cambiar obispos despus de un tiempo a puestos que estaban vacantes. De esta forma el Vaticano se aseguraba de recibir ms recursos por las anatas que deban pagar los obispos trasladados a un nuevo sitio. No era extrao que los obispos fueran cambiados constantemente. Las preservaciones. Los Papas reservaban para s mismos los mejores puestos eclesisticos, los que significaban mayores entradas econmicas. Los Papas enviaban representantes suyos para recibir los fondos recolectados en dichos cargos. Las dispensaciones. Era el pago que poda dar una persona a cambio de violar la ley cannica. Ejemplo, si una persona quera ocupar un cargo eclesistico, y no cumpla con la edad, entonces pagaba a Roma una dispensacin y ocupaba el cargo deseado. La simona. Era la prctica de la venta y compra de cargos eclesisticos. Cuando un puesto quedaba vacante, el Papa le poda poner un precio y ste era entregado al mejor postor. El nepotismo. Era la prctica de nombrar familiares para cargos eclesisticos que en muchos casos eran hereditarios. Se cuenta de un Papa que nombr a su sobrino de 14 aos de edad para el puesto de cardenal.
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El pluralismo. Hace referencia a la prctica de ocupar ms de un puesto eclesistico simultneamente. Se cuenta del caso del hijo del Duque de Lorena que simultneamente ocup 9 puestos de Abad, 9 de Obispo, 3 de arzobispo y 1 de Cardenal. Las indulgencias. Esta fue la prctica que ms indign a Lutero y a mucha gente de su tiempo. Consista en vender el perdn de los pecados. La Iglesia afirmaba que ella era la administradora del banco de mritos. Este banco guardaba todas las buenas obras que les haban sobrado a los santos de toda la historia de la iglesia. Ejemplo, el apstol Pedro hizo tantas buenas obras, que le sirvieron para salvarse l, y le sobraron muchsimos mritos. Estos mritos ahora eran administrados por la iglesia y podan ser dispensados a todo aquel que la Iglesia, en cabeza del Papa, quisiera dar. Pero la iglesia no los daba gratis, sino que los venda, a travs de las indulgencias. Siendo que la mayora de catlicos evidentemente pecaban, entonces muchos de ellos, sino todos, no tenan la esperanza de entrar al cielo, por lo tanto, su salvo conducto podra ser el adquirir algunas de estas indulgencias, que servan no solo para ellos mismos, sino para comprar el cielo a favor de familiares que haban muerto y podan estar sufriendo en el purgatorio. Cuando los cristianos de nuestro siglo post-moderno escuchamos lo que la historia nos cuenta de los abusos eclesisticos de la Edad Media, nos sorprendemos al ver el espritu egosta y materialista que caracteriz a los que deban ser humildes pastores que no buscaban su propio bien sino el de las almas. Pero esto no solo sucedi en el Catolicismo Romano o en la Edad Media, no. Esto ha pasado en muchas pocas de la historia de la iglesia, y hoy da es el comn en numerosas iglesias que se llaman cristianas o evanglicas. Analicemos hoy, con el maestro Judas, en qu consiste el error de Balaam como modelo de un falso maestro o de un falso pastor, el cual recibir la justa condenacin de la ira de Dios, de manera que no sigamos a esos maestros del error. !Ay de ellos! Porque han seguido el camino de Can, y se lanzaron por lucro en el error de Balaam (Judas 11). Los falsos maestros que denuncia Judas no solo se caracterizan por pervertir la verdadera adoracin (como fue el caso de Can), por su falta de amor, por su desinters en la salvacin de las personas, su egosmo e iniquidad; sino que otros falsos maestros se visten de diferente ropaje. La segunda clase de falsos profetas que nos presenta Judas, se visten con un ropaje de espiritualidad, y hasta tienen la capacidad de hacer algunos milagros. En un tiempo pudieron escuchar la voz de Dios y hasta podan bendecir en su nombre. Eran tenidos por profetas del Dios vivo, pero, a causa de la avaricia de sus corazones, decidieron usar estas
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facultades espirituales para sacar el mximo provecho personal, y recibir, a cambio de ministrar estos dones, grandes ganancias econmicas. Con el fin de detectar a estos falsos maestros que han hecho y hacen dao a la iglesia, analicemos quin era este Balaam en lo que tiene que ver con su actividad lucrativa. La historia de este misterioso hombre que era tenido por adivino entre las tribus de Moab, y al parecer Dios le haba otorgado algunas gracias profticas, y tena cierta comunicacin directa con l, se encuentra en nmeros captulos 22 al 25. Cuando Israel recin sala victorioso de Egipto, y luego que Dios destruyera al poderoso ejrcito de Faran, las naciones y pueblos que estaban ubicadas en la ruta escogida por Dios para que el pueblo llegara a la tierra prometida, estaban atemorizadas ante el paso de Israel, porque Dios estaba con ellos y no haba ejrcito alguno que pudiera hacerles frente. En esta angustia se encontraba el pueblo de Moab, quien en cabeza de Balac estaba tratando de evitar la destruccin que con seguridad se cerna sobre ellos. Los prncipes y sabios que acompaaban a Balac le aconsejaron que no hiciera guerra contra Israel porque de seguro seran destruidos, sino que ms bien acudiera a algn poderoso hechicero o adivino que pudiera maldecir a esa nacin. En esa bsqueda encontraron a un adivino o profeta llamado Balaam, quien tena la fama de poder bendecir o maldecir de manera efectiva. No sabemos cmo Balaam conoci del Dios verdadero, pero, segn el relato bblico, en algunas ocasiones Dios le habl directamente, y este hombre tena cierto temor hacia Jehov, el Dios de Israel. As como Abraham, en medio de una nacin idlatra y pagana, pudo escuchar la voz de Jehov Dios que lo llam para servirle, este Balaam tambin haba recibido alguna revelacin del Dios verdadero en medio de un pueblo pagano. La fama de Balaam, como profeta o adivino, se haba extendido por esas tierras, y hasta los reyes queran usar sus servicios. Balac envi emisarios para que le pidieran a Balaam que fuera a maldecir a la nacin de Israel, y ste, luego de consultar con Dios, decidi no ir porque el Seor le haba dicho que Israel era una nacin bendecida por l y nadie podra maldecirla, ni ningn agero o hechicera podra hacerle dao (Num. 23:23). Luego de esta negativa, el gobernante Balac decide seducir al profeta con algo que tiene el poder de corromper los ms piadosos corazones: El dinero, las riquezas y el honor mundano. As que Balac le enva a prncipes (pocos hombres no se dejan atrapar por la atractiva personalidad que tienen los prncipes o poderosos), para ofrecerle, no solo ddivas econmicas, sino la honra de este mundo: Tal vez cargos polticos y reconocimientos nacionales.
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En vista de este atractivo ofrecimiento, Balaam, sabiendo cul es la respuesta de Dios, pues, ya se la ha dicho No vayas con ellos, ni maldigas al pueblo, porque bendito es (Num. 22:12), decide tratar de persuadir a Dios, tal vez pensando que Dios se deja deslumbrar por el atractivo, el poder y el dinero de los hombres. En vista de que el corazn de este profeta ha sido movido por los ofrecimientos terrenos de los prncipes, entonces el Seor decide dejarlo ir, no con su consentimiento, sino para llevarlo a su destruccin, pues, todo aquel que conociendo la voluntad revelada de Dios, persiste en querer hacer lo contrario a ella, entonces est cavando el pozo de su propia miseria y ruina espiritual. Balaam tena ciertas facultades profticas que Dios en su gracia quiso concederle, y estos dones deban ser usados para el servicio a los propsitos divinos. Dios no se los dio con el fin de que l alcanzara cierto estatus econmico, social o poltico, pero l prefiri el premio de la maldad. (2 Pedro 2:15). Este premio de la maldad del cual habla Pedro, hace referencia al uso que los profetas o maestros espirituales le dan a sus capacidades dadas por Dios para sacar provecho personal. De Balaam no se nos dice que estuviera pasando grandes necesidades econmicas cuando Balac envi a sus emisarios para que lo sedujeran con ddivas y honores polticos. No. l deba aprender a confiar en el Seor y depender de l para su sustento. Pero su corazn avaro lo llev a contemplar con agrado la posibilidad de sacar provecho econmico, personal y social de sus facultades espirituales. Esto es un gran pecado que Dios castigar con el furor de su ira. Porque su palabra es clara al respecto: De gracia recibisteis, dad de gracia (Mt. 10:8). Pero no solo en tiempos de Israel en el desierto haban profetas y maestros espirituales que se desviaban del camino recto para tergiversar la doctrina y convertir la religin en una fuente de lucro personal; mucho tiempo despus, dentro del pueblo de Dios, se levantaron falsos profetas y maestros a los cuales no les importaban las almas de las personas, o el avance del Reino de Dios, sino la satisfaccin de sus propios apetitos. El profeta Isaas dijo: Sus atalayas son ciegos, todos ellos ignorantes; todos ellos perros mudos, no pueden ladrar; soolientos, aman el dormir. Y esos perros comilones son insaciables; y los pastores mismos no saben entender; todos ellos siguen sus propios caminos, cada uno busca su propio provecho, cada uno por su lado (Is. 56:10-11). Luego, en tiempos de Miqueas, los falsos profetas abundaban entre el pueblo de Dios y ya no predicaban lo que Dios quera decir al pueblo, que casi siempre los estaba reprendiendo por su desobediencia a la Santa Ley, sino que hablaban al pueblo lo que ellos queran escuchar, lo que satisfaca a sus mundanos y terrenos placeres, todo con el fin de sacar provecho econmico de su actividad espiritual: sus sacerdotes ensean por precio, y sus profetas adivinan por dinero; y se apoyan en Jehov, diciendo: No est Jehov entre nosotros? No vendr mal sobre vosotros. (Miq. 3:11).
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Pero en tiempos de la iglesia en el Nuevo Testamento no cesara el actuar de los maestros, profetas y pastores que, habiendo recibido facultades espirituales de la gracia de Dios, usaran estas facultades, no para servir con humildad a los dems, sino como un medio para obtener lucro de manera que puedan darse una vida de lujos, privilegios, comodidades y de honor frente al mundo. El apstol Pablo, al despedirse de los ancianos o pastores de la iglesia de feso, les advierte que deben tener mucho cuidado por ellos mismos y por el rebao, pues, de entre los pastores se levantaran algunos que no tendran ningn inters en la salvacin de las almas, sino en usar la religin como un medio para alcanzar sus intereses egostas. Estos pastores no tendran piedad de las ovejas, sino que se comeran sus carnes y las destruiran, todo, para satisfacer sus propios deseos. Estos falsos pastores cambiaran la doctrina bblica por una sarta de mentiras y perversiones doctrinales, todo con el fin de atraer tras s a los creyentes y contar con un buen nmero de seguidores que satisfagan sus deseos materialistas y pecaminosos: Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebao en que el Espritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Seor, la cual l gan por su propia sangre. Porque yo s que despus de mi partida entrarn en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarn al rebao. Y de vosotros mismos se levantarn hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras s a los discpulos (Hch. 20:28-30). Pero no solo en tiempos apostlicos surgieron los falsos profetas que, as como Balaam, estuvieron dispuestos a usar la fe como medio de lucro. El apstol Pedro, en un pasaje paralelo al que estamos estudiando en Judas, advierte que vendran tiempos en los cuales se levantaran falsos profetas y faltos pastores que no tendran misericordia de la gente, sino que como Balaam estaran dispuestos a cambiar la pureza de la doctrina bblica, con el fin de hablar palabras lisonjeras y agradables al pecaminoso odo de sus oyentes, de manera que cultivaran grandes masas de seguidores, de los cuales no tendran piedad, sino que los explotaran econmicamente a cambio de los supuestos servicios espirituales que ellos les dan. Pero hubo tambin falsos profetas entre el pueblo, como habr entre vosotros falsos maestros, que introducirn encubiertamente herejas destructoras, y aun negarn al Seor que los rescat, atrayendo sobre s mismos destruccin repentina. Y muchos seguirn sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad ser blasfemado, y por avaricia harn mercadera de vosotros con palabras fingidas (2 Ped. 2:1-3). Ejercer ciertas funciones dentro del reino de Dios, sino se hace con humildad y en dependencia total de la Gracia divina, puede conducir a un desvo peligroso, pues, la naturaleza pecaminosa del ser humano siempre le lleva a buscar el bien propio, y olvidarse del bien comn. Nuestro pecado residual an busca la gloria, el poder y las riquezas. Y cunto peligro asedia a los pastores o maestros cristianos cuando bajo su liderazgo espiritual hay muchas personas, las cuales se someten a su direccin. No es fcil mantenerse en la lucha y evitar a toda costa ceder ante la tentacin de aprovecharse de ese
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lugar de liderazgo para crecer en el poder, el ego, el honor mundano y las riquezas. Por eso el apstol Pedro, dando instrucciones a los pastores les dice: Ruego a los ancianos que estn entre vosotros, yo anciano tambin con ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo, que soy tambin participante de la gloria que ser revelada: Apacentad la grey de Dios que est entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con nimo pronto; no como teniendo seoro sobre los que estn a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey (1 Pe. 5:1-3). De la misma manera, el apstol Pablo instruye a las iglesias para que, cuando vayan a escoger a un varn para ejercer el pastorado, se cercioren que este no sea codicioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro (1 Ti. 3:3). Balaam tambin representa a todo los lderes cristianos que, habiendo sido bendecidos por Dios con algunas gracias espirituales, y poniendo Dios bajo su servicio a un buen nmero de personas, son tentados por el Diablo para que busquen honores y poder mundano, y aprovechndose de la iglesia, se involucran en asuntos a los cuales no fueron llamados, y buscan puestos o favores polticos, patrocinando as la corrupcin que normalmente les identifica. Balac le ofreci a Balaam honores polticos: Te ruego que no dejes de venir a m; porque sin duda te honrar mucho, y har todo lo que me digas ( Num. 22:16-17). El Seor Jess tambin fue tentado para recibir los honores de las naciones, de la poltica, pero su respuesta fue enftica, y sta debiera ser la respuesta de los pastores bblicos: Vete, Satans, porque escrito est: Al Seor tu Dios adorars, y a l solo servirs (Mt. 4:10). Se cuenta que en alguna ocasin le propusieron al reconocido evangelista americano Billy Graham que se lanzara como candidato a la presidencia del pas ms poderoso del mundo, y que de seguro ganara debido a la cantidad de personas que lo admiraban; pero la sabia respuesta de este hombre evidencia la actitud correcta que debe mantener siempre un siervo del Seor frente a los ofrecimientos de poder, honor y gloria que ofrece el mundo, l dijo: No puedo aceptar este ofrecimiento, porque a servicios ms honrosos me la llamado Dios. El Seor me ha llamado para ser evangelista, no me inclinara para ser rey. Los verdaderos pastores no buscan gloria, honra mundana o lucro personal. En la Biblia tenemos numerosos ejemplos de hombres que son verdaderos siervos y rechazan las tentaciones del poder y las riquezas y persisten en su fidelidad y servicio al Seor. Hubo en tiempos del Antiguo Testamento un profeta llamado Eliseo, al cual el Seor us poderosamente en poderosos milagros y profecas. Este profeta fue visitado por un arrogante general del poderoso ejrcito sirio, que sufra de la terrible enfermedad de la lepra, el cual le pidi le sanara de dicha enfermedad. El general fue limpiado de su lepra luego de seguir las instrucciones del profeta y zambullirse siete veces en las aguas del ro Jordn. Al ver semejante milagro, el general decide ofrecer al profeta una gran cantidad de
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bienes materiales, que, segn palabras de los modernos falsos profetas que inundan la televisin, la radio y los plpitos de un gran nmero de iglesias, sera una gran siembra para el ministerio, de manera que el profeta ya no tenga que andar en un humilde asno sino en un caballo fuerte y rpido lo cual le permitira llegar a muchas personas con su mensaje proftico. Pero esta no es la perspectiva de un siervo del Seor. Su inters no es lo material. l siervo del Seor aprende a vivir de lo necesario y no anhela riquezas. Pero el ayudante ministerial del profeta, Giezi, no pensaba de la misma manera. Este haba seguido el ejemplo de Balaam, y, decidi recibir las grandes ofertas econmicas del agradecido general Sirio a escondidas del profeta. Cuando Giezi regresa con todas las riquezas recibidas de Naamn, en contra de la voluntad del profeta del Seor, ste le reprende y le dice, como dice hoy a todos los pastores cristianos: Es tiempo de tomar plata, y de tomar vestidos, olivares, vias, ovejas, bueyes, siervos y siervas? (2 Re. 5:26). Pero podemos encontrar ms ejemplos de verdaderos siervos del Seor que nunca se atreveran a usar la fe cristiana, sus dones o ministerios, para recibir siembras a cambio de oraciones, bendiciones, favores, sanaciones o milagros. Los pastores bblicos no siguen el ejemplo de Balaam, sino que hacen lo contrario. Luego de la predicacin de Felipe en Samaria muchas personas llegaron a creer en el evangelio y fueron bautizadas. Una de esas personas fue Simn, un mago que haba engaado a la gente de Samaria por mucho tiempo. Luego de este crecimiento de la iglesia en Samaria, los apstoles que estaban en Jerusaln enviaron a unos emisarios con el fin de confirmar la fe de los nuevos creyentes. Uno de estos emisarios fue el apstol Pedro, quien, lleno del poder del Espritu Santo impona las manos sobre los creyentes y stos reciban el Espritu Santo. La Biblia dice que cuando Simn el mago vio este poder que el Seor obraba a travs de Pedro, l quiso recibir tambin esa uncin poderosa y ofreci al apstol una siembra econmica. Pero el apstol Pedro, un verdadero siervo del Seor, no aprovech la ocasin para aumentar las cifras en su cuenta bancaria, ni tampoco justific el recibir la siembra econmica como una bendicin del cielo, sino que reaccion de la misma manera que el profeta Eliseo, y rechaz el ofrecimiento diciendo a Simn: Tu dinero perezca contigo porque has pensado que el don de Dios se obtiene con dinero (Hch. 8:20). El error de Balaam no fue una falta involuntaria, como algunos pueden entender al escuchar la palabra error, ni fue algo pasivo. Balaam, con el nimo de recibir la recompensa econmica ofrecida por Balac trat de maldecir al pueblo, pero Dios no lo permiti, sino que, an obrando el don divino en un hombre cuyo corazn era avaro y materialista, bendijo tres veces a Israel. Pero luego, persistiendo en recibir el honor mundano y las riquezas materiales, enseo a Balac cmo poner tropiezo a los Israelitas de modo que el pueblo pecara contra Dios y as recibiran el pago del a ira de Dios y estos Madianitas no sufriran la derrota final. Pero tengo unas pocas cosas contra ti; que tienes ah a los que
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retienen la doctrina de Balaam, que enseaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas a los dolos, y a cometer fornicacin Ap. 2:14. Pero el final de Balaam no fue el mejor. Sobre l tambin cay un Ay! As como tambin sus juicios caern sobre todos aquellos que engaan sus corazones y engaan al pueblo que el Seor compr con su preciosa sangre, explotndolos y sacando provecho econmico o personal de ellos, debido a sus corazones avaros y codiciosos. El Seor se veng de este falso profeta y del pueblo madianita, y envi a un ejrcito de Israelitas para que traspasaran a espada a todos los hombres, dentro de los cuales tambin cay Balaam hijo de Beor. Nmeros 31:8. Aplicaciones: El error de Balaam vuelve a repetirse frecuentemente dentro del pueblo de Dios. Pues, algunos hombres empiezan bien la carrera ministerial, son usados poderosamente por el Seor, una maravillosa uncin les acompaa, pero, en el camino, se desvan a causa del amor al poder, al dinero y a la fama. Poco a poco el corazn de estos hombres, que empezaron bien, empieza a engaarlos y les lleva a encontrar justificaciones supuestamente bblicas para aumentar sus riquezas, para buscar la gloria del mundo, para anhelar la fama y el poder poltico, encuentran razones erradas para justificar el recibir grandes siembras econmicas y buscar vivir en los mejores y ms costosos sectores de las ciudades; de manera que ellos terminan sirviendo a las riquezas, y pretenden, como Balaam, servir a Dios y a Mammon, pero Jess advirti que esto es imposible: Ninguno puede servir a dos seores; porque o aborrecer al uno y amar al otro. No podis servir a Dios y a las riquezas (Mt. 6:24). Miremos cul fue el final de la vida de este falso profeta, miremos cul fue el fin de Judas, quien tambin tena un corazn codicioso y cambi su doctrina de Cristo para abandonarlo e irse con los lderes religiosos falsos que le ofrecieron una gran recompensa econmica, miremos lo que le pas a Giezi por recibir siembras econmicas. Nuestros corazones tambin son engaosos. Por eso debemos cuidarnos siempre y cuando veamos que nos empieza a gustar el poder, la honra humana y el dinero, entonces debemos humillarnos ante Dios, confesar nuestro pecado y buscar ayuda en otros siervos de Dios que sean ejemplo de piedad, abnegacin, entrega y negacin de s mismos. Hermanos, cuntas personas han sido explotadas, exprimidas y maltratadas por estos falsos profetas o falsos pastores que hoy da inundan a muchas comunidades que se llaman cristianas, los cuales, en nombre de Cristo, estn enriquecindose y aumentando su fama y poder mundanal. No seamos ingenuos en pensar que porque una persona o un ministro puede hacer milagros en el nombre de Cristo, entonces ya es un siervo de Dios. No. Moiss advirti a la iglesia del Antiguo Testamento de los profetas que anuncian cosas las cuales se cumplen, pero que luego llevan al pueblo a apartarse del Dios vivo, de la sana doctrina. Un ministro que hace obras milagrosas en nombre de Cristo, no necesariamente es un
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verdadero profeta. Balaam pudo escuchar la voz audible de Dios y bendecir a Israel a travs del don de la profeca, pero era un falso profeta y sus obras lo demostraron. Un verdadero siervo del Seor debe ser reconocido por: El sufrimiento. T, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo. Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tom por soldado 2 Tim. 2:3-4. El servicio humilde. Vosotros me llamis Maestro, y Seor; y decs bien, porque lo soy. Pues si yo, el Seor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros tambin debis lavaros los pies los unos a los otros. Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros tambin hagis. (Jn. 13:13-15). Apacentad la grey de Dios que est entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con nimo pronto; no como teniendo seoro sobre los que estn a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey (1 Ped. 5:2-3). Fidelidad a la Palabra de Dios, tanto en su vida prctica, como en la predicacin. l no est dispuesto a negociar o ceder en los principios bblicos, sino que como un profeta fiel se mantiene firme en la doctrina apostlica, sea que esto guste o no a la gente, sea que esto atraiga o retire a los feligreses. Pero t habla lo que est de acuerdo con la sana doctrina (Tito 2:1). Porque es necesario que obispo sea retenedor de la Palabra fiel tal como ha sido enseada, para que tambin pueda exhortar con sana enseanza y convencer a los que contradicen (Tito 1:7, 9).
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Juicio de maldicin sobre diferentes clases de falsos maestros: La contradiccin de Cor: Los que pervierten el orden y la tranquilidad de la iglesia por amor al poder y la posicin Judas 11 (Tercera parte) Introduccin: Una de las estrategias que aplicaban los romanos para derrocar a un gobierno o civilizacin e instaurar el suyo propio era divide et impera (divide y reinars), principio que Nicols Maquiavelo inmortaliz en su pensamiento poltico con la mxima divide y vencers. Muchos gobiernos fueron derrocados con esta estrategia, y aquellos amantes del poder conquistaron la gloria usando mtodos no muy ortodoxos, ni ticos; de todas maneras la filosofa de Maquiavelo: el fin justifica los medios, aunque abyecta (despreciable), ha sido preferida por el corazn pecaminoso de los hombres amantes del poder a costa de lo sea. Lo lamentable de esta conducta malvada, basada en estrategias viles, con el fin de conquistar el poder y la gloria, es que no solo la encontramos en la historia secular de las naciones, los gobiernos, las instituciones polticas y las empresas, sino en la historia del pueblo del Seor. De tanto en tanto se han levantado hombres amantes de s mismos que recurren a cualquier estrategia con el fin de alcanzar los peldaos del poder, la fama y la gloria humana. En la ltima parte del versculo 11 de Judas, analizaremos hoy la tercera clase de falsos profetas que entran sigilosamente a las Iglesias con el fin de hacer dao: Los que pervierten el orden y la tranquilidad de la Iglesia por amor al poder y la posicin. Conozcamos quines son estos perversos hombres, analizando la historia bblica que nos narra la rebelin de Cor, y aprendamos a conocer las estrategias de estos malvados hombres, la teologa de ellos, pero tambin las consecuencias que vendrn sobre aquellos que son como ellos o que les siguen en su loco amor al poder. !Ay de ellos! Porque han seguido el camino de Can, y se lanzaron por lucro en el error de Balaam, y perecieron en la contradiccin de Core 1. Estrategias y artimaas de los amantes del poder 2. La teologa de los amantes del poder 3. Consecuencias nefastas de ser un amante del poder
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1. Estrategias y artimaas de los amantes del poder. Para conocer la historia del rebelde Cor, y de sus amigos y seguidores, es necesario leer Nmeros captulo 16. Cor era un levita, consagrado para las labores del servicio a Dios en el tabernculo. Este hombre tena el privilegio de pertenecer de manera especial al Seor y ser considerado como propiedad de l. Todos los levitas eran propiedad exclusiva de Dios. Y he tomado a todos los levitas en lugar de todos los primognitos de los hijos de Israel. Y yo he dado en don los levitas a Aarn y a sus hijos de entre los hijos de Israel, para que ejerzan el ministerio de los hijos de Israel en el tabernculo de reunin. (Num. 8:18-19). De manera que Cor, el rebelde, tena un lugar privilegiado dentro del ministerio espiritual. No obstante, un espritu inconforme le caracteriz y trat de encontrar la manera de subir de categora en el ministerio. Cor deseaba estar en el sacerdocio, mejor dicho, deseaba ser como Aarn, es decir, Sumo sacerdote (Num. 16:10). Y en este afn por el poder empez a tramar la cada de Aarn y Moiss, con el fin de no tener obstculos que le impidieran acceder al sacerdocio, el cual no le era permitido a los levitas, sino solo a Aarn y sus hijos. Dios haba escogido a Aarn para que fuera el Sumo Sacerdote y a Moiss para que fuera su profeta. Pero Cor anhelaba estar en esa posicin, que a l le pareca muy honrosa y de mucho poder y autoridad. Este era su pensamiento de da y noche: Cmo alcanzar el poder? Cor era un hombre malo, a pesar de estar llamado al ministerio; y su pensamiento, todos los das, se entregaba a maquinar el mal contra los hombres que Dios haba puesto en el ministerio principal. Cor se encuentra clasificado entre los malos hombres que menciona el Salmista: Lbrame, oh Jehov del hombre malo; gurdame de hombres violentos. Los cuales maquinan males en el corazn, cada da urden contiendas. Aguzaron su lengua como la serpiente, veneno de spid hay debajo de sus labios (Sal. 140:1-3). Esta era la condicin de Cor. l tram un plan para desprestigiar a los ministros escogidos por Dios, y maquin en su corazn como poner el lazo sobre ellos. Es all cuando este falso ministro empieza a difamar a Moiss y Aarn. La mejor estrategia que los amantes del poder han encontrado para derrocar a los que estn en eminencia, es difamarlos. Inventar mentiras, crticas, calumnias y hacerlas correr a travs del chisme. Cor empieza a ganar la amistad y el apoyo de otros levitas y de algunos miembros de la tribu de Rubn (16:1), hablando mal de Moiss y Aaarn, afirmando que ellos mismos se han levantado como lderes entre el pueblo de Dios, y que ellos imponen leyes injustas y abusivas. Esto es lo que dicen: porqu, pues, os levantis vosotros sobre la congregacin de Jehov? (16:3), y, Es poco que nos hayas hecho venir de una tierra que destila leche y miel, para hacernos morir en el desierto, sino que tambin te enseorees de nosotros
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imperiosamente? (16:13). Cor empez a carcomer la credibilidad de los siervos del Seor en medio del pueblo, sembrando cizaa a travs de mentiras infundadas y calumnindolos. Y, lastimosamente, la palabra del hombre tiene un poder asombroso para calar en las mentes de las personas, especialmente cuando se trata de chismes o calumnias. Esto lo vemos hoy da de manera palpable en el periodismo y la prensa. Si un periodista quiere alcanzar cierto grado de reputacin y gloria, entonces debe andar a la caza de alguna noticia que tenga que ver con el desprestigio de alguna personalidad pblica. Estas noticias son las ms ledas. Las calumnias y las difamaciones son como cuando una persona se sube a la cspide ms alta de una colina en medio de una tarde mecida por el viento y lanza un puado de suaves y livianas plumas. Una vez que el viento esparce a las plumas, por mucho que se les quiera recoger, algunas de ellas habrn volado tan alto que ser difcil encontrarlas. El chisme y la calumnia obran as. Una vez que se empieza a difamar o calumniar, por mucho que el difamador quiera arreglar la situacin y corregir la mala imagen que l mismo sembr de otra persona en los dems, por mucho que se esfuerce, ya hizo un dao que nunca podr ser reparado por completo. Cor era un solo hombre, y se ali con Datn, Abirn y On, aunque eran cuatro, sus calumnias y difamaciones llenaron de prejuicios a 250 varones prncipes de la congregacin, de los del consejo, varones de renombre (16:2) y a buena parte de la multitud del pueblo de Israel, que luego se rebelaron tambin contra el ministerio de Moiss y Aarn, de los cuales murieron catorce mil setecientos a causa de la ira de Dios que se derram sobre ellos (16:49). Ya Cor haba hecho juntar contra ellos toda la congregacin a la puerta del tabernculo de reunin (16:19). La estrategia de la difamacin les ha funcionado a muchos perversos hombres que han alcanzado ministerios cristianos a travs de este abyecto medio. Un caso muy claro lo encontramos en una iglesia del Nuevo Testamento: Ditrefes, quien cual Cor, se encarg de desprestigiar al apstol Juan de manera que la iglesia local ya no lo quera recibir, a pesar de haber sido llamado por Cristo como Apstol, y por lo tanto tena la autoridad para ensear en cualquier iglesia. Yo he escrito a la iglesia; pero Ditrefes, al cual le gusta tener el primer lugar entre ellos, no nos recibe. Por esta causa, si yo fuere, recordar las obras que hace parloteando con palabras malignas contra nosotros; y no contento con estas cosas, no recibe a los hermanos, y a los que quieren recibirlos se los prohbe, y los expulsa de la iglesia (3 Juan 9-10). Muchas personas se dejan influenciar por las calumnias que los malvados hombres amantes del poder inventan contra los lderes, y terminan rechazando a los siervos del Seor, identificndose con los rebeldes en su pecado.
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Pero Cmo convencen estos rebeldes dentro del pueblo de Dios a los dems miembros de la congregacin para irse en contra de los siervos del Seor? Este ser nuestro segundo punto: La teologa de los amantes del poder. 2. La teologa de los amantes del poder Cor y sus amigos tenan una teologa del ministerio muy particular. Ellos aprovecharon un incidente reciente, en el cual, Moiss haba juzgado el caso de un hombre que, en el da de reposo haba sido descubierto recogiendo lea, es decir, trabajando, lo cual haba sido prohibido por Dios en el tercer mandamiento de su Santa ley. Moiss no saba qu hacer con este hombre, as que lo pone en la crcel, hasta que Dios mismo le orden: Irremisiblemente muera aquel hombre; apedrelo toda la congregacin fuera del campamento (Num. 15:35). De manera que Cor, aprovechando con malicia esta oportunidad, cree encontrar razones para poner al pueblo en contra de los siervos del Seor. Cor hace aparecer a Moiss y Aarn como dos ministros crueles, brutales, inmisericordes; debido a que han aplicado la pena mxima de la disciplina eclesistica: la excomunin, en este caso, a travs de la muerte por lapidacin, lo cual estaba permitido por Dios en el Antiguo Testamento, ms en el Nuevo la pena mxima es la excomunin (Mt. 18:15-20). La teologa de Cor consiste en afirmar que Dios es un Dios de solo bondad y amor, y que l nunca impondra disciplina sobre sus hijos. Cmo es posible que el Dios de amor, que nos sac de Egipto, ahora quiera ordenar la muerte de un pobre hombre que necesit ir a recoger lea en el da el Seor? No, el Dios de la Biblia jams impondra cargas tan pesadas. l es amoroso y tierno. Es poco que nos hayas hecho venir de una tierra que destila leche y miel, para hacernos morir en el desierto (16:13). Los que quieren obtener el poder por lo general desprestigian a los ministros cuando estos aplican la disciplina eclesistica y los hacen parecer como seres malvados, inmisericordes e injustos. Pero Cor tambin tena un concepto teolgico errneo del liderazgo en el pueblo de Dios. l crea que no se necesitaba de ministros que guiaran al rebao. Que el rebao poda guiarse a s mismo, sin necesidad de un hombre o un grupo de hombres que, nombrados por Dios, ensearan al pueblo. Y se juntaron contra Moiss y Aarn y les dijeron: Basta ya de vosotros! Porque toda la congregacin, todos ellos son santos, y en medio de ellos est Jehov; porqu pues os levantis vosotros sobre la congregacin de Jehov? (16:3). Cor era como algunos modernos cristianos que pretenden vivir su vida cristiana sin necesidad de congregarse, porque no quieren someterse a hombres. Pero si una persona no quiere someterse a la direccin de hombres escogidos, dotados y llamados por Dios para el ministerio, entonces, ellos no se estn sometiendo a Dios, y si no se someten a Dios,
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entonces no son cristianos, y, aunque ellos se llamen creyentes, la condenacin eterna les espera. Pero Cor tambin tena una teologa incorrecta de cmo Dios escoge a los que sern ministros o servidores en su Iglesia. l y sus amigos abogan por la igualdad en el pueblo de Dios y tratan de desconocer que Dios escoge, llama, capacita y ordena a algunos hombres para que sean los pastores o ministros que guen al rebao. Los ministros no se autonombran como tales, sino que Dios mismo los dispone para ello. Moiss y Aarn fueron llamados por Dios mismo al ministerio, por lo tanto, aquellos de su pueblo que no se sujetaran a su ministerio estaban en contrava con la voluntad divina. Cor pensaba que todo aquel que quisiera estar en el sacerdocio poda hacerlo, ya que todos son santos. Si bien es cierto que todos los verdaderos creyentes han sido santificados y tienen al Espritu Santo, no obstante es la voluntad de Dios capacitar con dones a algunos varones para que sean los guas en el pueblo. Esto dijo Pablo Y l mismo constituy a unos, apstoles; a otros profetas; a otros evangelistas; a otros, pastores y maestros (Ef. 4:11). Moiss, aunque quera librar a estos hombres de la condenacin que vendra a causa de su rebelda contra los mandatos de Dios, les permiti que ejercieran por un rato las funciones sacerdotales que ellos queran para s, pero para las cuales no haban sido llamados, y cuando estaban quemando el incienso delante de Jehov, fuego sali de su presencia y los consumi a todos. Tambin sali fuego de delante de Jehov, y consumi a los doscientos cincuenta hombres que ofrecan incienso (16:35). El llamado al ministerio procede de lo alto. No entramos al ministerio tratando de forzar las cosas, como quera hacer Cor. No entramos al ministerio por presiones, seducciones, maquinaciones, por destruir la reputacin de los ministros ordenados, por caprichos personales o por buscar una oportunidad econmica o de gloria, no. Solo se puede entrar al ministerio por el llamamiento que Dios hace. Este llamamiento, primero es interno, en la persona. Es la vocacin que esta persona experimenta en su ser, y esto se convierte como en un fuego que lleva dentro. Pero no solo hay un llamamiento interno. Siendo que nuestros corazones nos tienden a engaar, entonces el llamado al ministerio no solo depende de una conviccin subjetiva, sino que tambin hay un elemento objetivo: la congregacin, el resto de creyentes, puede ver en dicha persona que tiene el llamamiento, y lo reconoce como tal. Si solo hay un llamamiento interno, pero no se da un reconocimiento externo, de parte de la congregacin y nadie ms lo ve como pastor, ni siquiera su esposa o su familia, entonces lo ms probable es que no tenga el llamamiento para el ministerio. Cuntos varones jvenes, que creen tener un llamado al ministerio cristiano, y tienen prisa por ser reconocidos como lderes, caen en el pecado de la rebelda, especialmente cuando ven que sus pastores toman un tiempo prudente para estudiar la cualificacin de ellos, entonces deciden presionar para que sean reconocidos sin los pasos previos. Algunos empiezan una campaa camuflada y encubierta para crear el descontento entre los creyentes
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hacia los presbteros reconocidos, y poco a poco, acudiendo a toda clase de artimaas y adulaciones, ganan una buena cantidad de personas (por lo general cristianos inmaduros) para s y terminan dndole un golpe de estado al ministerio de la iglesia. Cun diferente es esta forma de anhelar el ministerio, de la que Pedro dice debe caracterizar a los jvenes: Igualmente jvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes (1 Ped. 5:5). Pero, aunque por un tiempo pareciera que Dios no toma en cuenta esta rebelda, su juicio no tardar, sino que vendr con furor sobre los que desafan el llamado que Dios hace a sus siervos y rechazan la autoridad que ha sido puesta por l. Este ser nuestro ltimo punto. 3. Consecuencias nefastas de ser un amante del poder Cor pens que haba ganado la batalla. Moiss no toma ninguna represalia contra este malvado, pretensioso y orgulloso hombre, ni contra sus amigos, sino que con humildad decide darles lo que ellos quieren. Moiss, ejemplo de lo que es un buen y fiel siervo del Seor, no trata de buscar entre la congregacin para ver cuntos estn con l y cuntos con Cor para saber hasta dnde puede dar la pelea con el fin de mantenerse en el ministerio, como si ese cargo fuera propio de l. No, Moiss sabe que todo lo que tiene es solo por gracia, y como Pablo puede afirmar Pero por la gracia de Dios soy lo que soy (1 Cor. 15:10). Moiss, como fiel ministro, sabe que el pueblo es de Dios, y no de l. Por lo tanto no se aferrar a su cargo de lder, sino que espera en la providencia divina, y si Dios quiere que l siga all, entonces lo seguir haciendo con humildad, y si no quiere que siga en esa funcin, y en su lugar quiere poner a un lder ms joven, entonces lo aceptar con resignacin y gozo. Moiss sabe que los ministros no son dueos de la congregacin. Ruego a los ancianos que estn entre vosotros, yo anciano tambin con ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo, que soy tambin partcipe de la gloria que ser revelada: Apacentad la grey de Dios que est entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con nimo pronto; no como teniendo seoro sobre los que estn a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey (1 Ped. 5:1-3). Por lo tanto, Moiss les deja que quemen incienso, como lo hacan los sacerdotes autorizados. Les permite, por un momento, ser sacerdotes, pero no por llamamiento del Seor, sino por un auto-nombramiento. Me imagino que Cor y los 250 rebeldes, estaban felices. Haban conseguido lo que queran, y de manera rpida. Ahora oficiaban como sacerdotes y seran reconocidos como lderes y gente con poder y gloria. Pero su alegra dur muy poco, pues, no haban empezado bien sus funciones sacerdotales usurpadas, cuando la ira del Dios santo se desat sobre ellos y fuego sali de delante de la presencia de Jehov y los consumi a todos. Tambin sali fuego de delante de Jehov, y consumi a los doscientos cincuenta hombres que ofrecan incienso (16:35).
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Pero no solo estos 250 rebeldes recibieron la justa retribucin a su terrible descarro, sino que Cor, Datn y Abiram, los cuales no haban ido a ofrecer incienso, tal vez porque ellos no aspiraban a un simple oficio sacerdotal, sino al de Sumo Sacerdote, ellos se haban quedado en sus tiendas, pero la ira de Dios lleg hasta ellos. El desagrado de Dios sobre aquellos que dividen al pueblo de Dios con sus intrigas y chismes es tan grande, que sucedi lo que nunca haba pasado en la historia humana: La tierra abri su boca y trag vivos a estos perversos hombres con sus esposas, hijos y familiares. Dice la Biblia Y ellos, con todo lo que tenan, descendieron vivos al Seol, y los cubri la tierra, y perecieron de en medio de la congregacin (16:33). En el Nuevo Testamento tambin hay duras palabras de juicio para los que causan divisiones y son rebeldes: Ms os ruego, hermanos, que os fijis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la doctrina que vosotros habis aprendido, y que os apartis de ellos (Ro. 16:17). Es necesario apartarse de ellos, as como los Israelitas en el desierto tuvieron que apartarse de las tiendas de Cor, Datn y Abiram, para que la ira de Dios no los alcance tambin a ellos. Pero es necesario aclarar algo en este momento: no toda divisin es pecaminosa ni es contraria a la voluntad de Dios. Pablo dice que debemos alejarnos de los que ponen tropiezos contra la doctrina aprendida, es decir, la doctrina apostlica. Pero si ests en una iglesia donde la doctrina enseada no es la bblica, sino inventada por las tontas imaginaciones de los hombres o las tradiciones, entonces, lo mejor es salir de ese sitio y apartarte de lo inmundo, como ordena la Palabra de Dios: Salid de en medio de ellos y apartaos, dice el Seor, y no toquis lo inmundo; y yo os recibir (2 Cor. 6:17). Los primeros cristianos eran judos, pero ellos tuvieron que abandonar el judasmo, porque al rechazar a Cristo, ellos se haban convertido en una falsa religin. Los reformados se tuvieron que alejar de la Iglesia Catlica Romana, porque esta iglesia se haba convertido en una iglesia falsa al adoptar doctrinas y prcticas que eran contrarias a la Palabra de Dios. El apstol Pablo tambin habla del juicio sobre los que causan divisiones dentro de las iglesias bblicas: Al hombre que cause divisiones, despus de una y otra amonestacin deschalo, sabiendo que el tal se ha pervertido, y peca, y est condenado por su propio juicio (Tito 3:10-11). Es necesario alejarse de los que causan divisiones, y andan murmurando de los siervos del Seor o de los dems hermanos, porque el tal se ha pervertido, es un perverso, y su pecado carcomer como gangrena a los que se le acercan. Eso pas con el pueblo de Israel en el desierto. Solo era un hombre, su pecado de rebelda y murmuracin infect a dos ms, luego a 250, y por ltimo a casi toda la congregacin. Pero, aunque Cor era el lder de la revuelta, no solo l recibi el terrible juicio del Seor, sino que otros catorce mil setecientos perecieron por el furor divino. Y Jehov habl a Moiss, diciendo: Apartaos de en medio
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de esta congregacin, y los consumir en un momento. Y los que murieron en aquella mortandad fueron catorce mil setecientos (Nm. 16:44, 45, 49). Destruccin y juicio vendr sobre todos los que rechazan la autoridad de la Palabra de Dios que es expuesta por sus siervos. Moiss no dijo nada que el Seor no le hubiese ordenado, l solo se limitaba a proclamar su santo consejo, pero el pueblo lo rechaz y se rebel contra los ministros, conllevando esta pecaminosa accin el juicio del Seor y su terrible ira. Quiera el Seor ayudarnos para que nunca seamos encontrados rebeldes, contumaces, obstinados y murmuradores dentro del pueblo de Dios. Aplicaciones: - Aunque en esta exposicin he relacionado a Moiss y Aarn con los pastores y ministros del Seor en la Iglesia, no quiero que crean que los pastores hoy da son el equivalente al sacerdote del Antiguo Testamento. No, esto sera un error terrible y una ofensa contra Cristo, l nico y verdadero Sacerdote de la Iglesia. Los pastores, o presbteros son servidores de la Iglesia, guas de la misma, autorizados y dotados por el Seor para ejercer autoridad a travs de la predicacin fiel de la Palabra de Dios, la celebracin de los sacramentos y administrar la disciplina eclesistica. En la Iglesia del nuevo Testamento no hay familias sacerdotales, ni cosas parecidas. Pero los pastores deben ser reconocidos como guas del pueblo de Dios, con todo respeto y honra, como ensean Pedro y Pablo en sus cartas. De manera que si hoy da un pastor se levanta como autoridad por s mismo, es decir, no por la predicacin de la Palabra, el tal est desvariando y es posible que sea, o un ignorante del ministerio o un falso pastor. Debemos tener cuidado con ellos, y alejarnos de esa clase de lderes, pues, al estar con ellos, es posible que la gente aprenda a ser arrogante, orgullosa y amante del poder y la gloria. - Tengamos cuidado con nuestra lengua. Ella es capaz de iniciar un dantesco incendio y de hacer dao irreparable a muchas personas. Pero tambin debemos cuidar a nuestros odos, para que no se presten a escuchar murmuraciones y detracciones contra otras personas, creyentes o ministros. Muchos en el pueblo de Israel murieron bajo la ira de Dios por dejarse influenciar de los comentarios malintencionados de otros. Muchos Israelitas no pudieron entrar a la Santa Sin, al santo monte del Seor, porque all solo morar El que anda en integridad y hace justicia, y habla verdad en su corazn. El que no calumnia con su lengua, ni hace mal a su prjimo, ni admite reproche alguno contra su vecino. (Sal. 15:2-3). - Cor no haba tenido en cuenta que el ministerio espiritual, aunque por delegacin divina conlleva cierta autoridad en asuntos espirituales, no obstante, se caracteriza por el servicio humilde a Dios y a los dems. Moiss no buscaba el poder, l haba aprendido en la escuela de la vida lo que era la humildad y el servicio a los dems. Cor buscaba el poder, y
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encontr su propia ruina. Jess mismo nos enseo que el ministerio cristiano es solo para los humildes, y nadie que busque el poder o la gloria mundana debe inmiscuirse en esta sagrada labor. Jess mismo lo enseo cuando les dijo a los apstoles: Los reyes de las naciones se enseorean de ellas, y los que sobre ellas tienen autoridad son llamados bienhechores; mas no as vosotros, sino sea el mayor entre vosotros como el ms joven, y el que dirige como el que sirve. Porque Cul es mayor, el que se sienta a la mesa, o el que sirve? No es el que se sienta a la mesa? Mas yo estoy entre vosotros como el que sirve (Luc. 22:24-27). - Hemos aprendido que la rebelda va de la mano con la murmuracin, por lo tanto, es nuestro deber evitar este pecado a toda costa. Sin embargo, alguien puede preguntarse Entonces qu hacemos cuando un lder o un pastor est en pecado escandaloso o est enseando falsa doctrina? Debemos quedarnos en silencio y dejar que sigue haciendo dao? No se trata de eso. Aunque es nuestro deber evitar ser caja de resonancia de calumnias, no obstante, si tenemos pruebas evidentes, claras y reales, es decir, de primera mano, de que un ministro se encuentra en una situacin de pecado escandaloso o enseanza de falsa doctrina, entonces, con el debido respeto a la autoridad que le ha sido encomendada con Dios, y con otros testigos presenciales, de primera mano, pueden iniciar un proceso de investigacin y disciplina a travs de otros pastores o ancianos de la misma iglesia. Esto es lo que dice Pablo al respecto: Contra un anciano no admitas acusacin sino con dos o tres testigos (1 Tim. 5:19). - Las consecuencias de inmiscuirse en el servicio espiritual, sin haber sido llamado o dotado para ello, puede tener consecuencias muy terribles. No busques la gloria, o los ministerios que aparentemente son los que ms brillan. Puedes estar en el lugar o el ministerio equivocado y las consecuencias sern desastrosas para ti y los que estn bajo tu cuidado. Hemos visto a muchas personas que se inmiscuyen en el ministerio, y luego son un desastre, y hacen mucho dao al pueblo de Dios. - Apreciado varn que aspiras al ministerio, si crees que Dios te ha llamado para ello, entonces ejerctate en la piedad, escudria las Escrituras, aprende humildemente de los pastores, no importa si t logras hacer estudios teolgicos ms avanzados que ellos, o si tienes dotes de orador mejor que ellos. Recuerda que Dios resiste a los soberbios y a aquellos que buscan caminos torcidos para llegar ms rpido al ministerio. Sirve al Seor con humildad y est presto para colaborar a los ancianos de la Iglesia y servir en los oficios que ellos te pongan. Recuerda que adems de Cor, haban otros varones, jvenes, que tambin estaban sirviendo al Seor, pero en el anonimato, sin pretensiones de poder o gloria, y esperaron pacientemente por muchos aos, hasta que Dios quiso darles el reconocimiento pblico y los puso en lugares altos. Cor quera el poder y la gloria en el ministerio, y a cambio encontr su propia destruccin. Josu no aspiraba a grandezas de poder o gloria, y Dios lo puso en reemplazo de Moiss, dndole el reconocimiento a su
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disposicin humilde. No te apresures, ejerctate en la piedad y la humildad, y en su tiempo Dios te pondr en el lugar donde l quiere que ests y en el ministerio al cual l te ha llamado.
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Peligros que acarrean los falsos maestros: Seis metforas que advierten de consecuencias desastrosas Judas 12 y 13 Introduccin: En los ltimos 100 aos la Iglesia Evanglica latinoamericana ha sido testigo de los numerosos cambios que se han dado dentro del seno de la misma. Muchos de estos cambios iniciaron con el movimiento de pentecosts en los ngeles y otras ciudades americanas, los cuales abogaban por la restauracin de los dones carismticos dentro de la iglesia cristiana, especialmente el de la sanidad fsica, las lenguas y la profeca. Este movimiento creci por todo el mundo, pero de manera especial encontr gran arraigo en Amrica Latina. En un principio era un movimiento modesto, que conservaba los rasgos distintivos del cristianismo bblico e histrico, pero, no todos se mantuvieron en un sano equilibrio, sino que pronto empezaron a irse en desmanes y pervirtieron el evangelio: vino el movimiento de la risa santa, de la danza en el espritu (una especie borrachera espiritual), de la msica juda dentro de la alabanza, de los conos del judasmo dentro de las iglesias, de la palabra de fe, dilo y recbelo, de la teologa de la prosperidad, del profetismo, del apostolado, de las mujeres pastoras, del patriarcado, entre otras cosas absurdas. Y cada da observamos cmo el evangelio est siendo pervertido por hombres que se aman a s mismos y no tienen compasin del pueblo de Dios. Pero sabemos que esto no es nuevo, ni es exclusivo de esta poca. La historia bblica muestra con claridad que desde el comienzo mismo de la humanidad surgieron los falsos profetas, los cuales pervirtieron la verdadera fe. Pero, cuando predicamos advirtiendo sobre el error que invade al cristianismo hoy, muchas personas nos dicen que no es necesario hacer eso, que el Seor mismo se encargar de desenmascarar a los falsos pastores, pero que nuestro deber es solo predicar la Palabra. Tienen en razn en un punto, la responsabilidad de los ministros del evangelio es predicar la Palabra, exponer con claridad todo el consejo de Dios, y este santo consejo incluye advertencias para que no sigamos a los falsos profetas y nos apartamos de su caminar. La Biblia no nos manda a callar frente al error, sino que nos ordena a presentar defensa de la verdad revelada y a contender por la fe. Judas, el pastor que escribe esta carta, es un contendor por la fe y en toda su carta eleva la voz para llamar nuestra atencin con el fin de que denunciemos a los falsos profetas que entran a nuestras iglesias con el fin de pervertir el evangelio. El peligro de los falsos profetas no consiste solamente en que puede desviar de la fe verdadera a muchos que ya estn dentro de las iglesias, sino que desprestigian el honor del
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evangelio delante de la sociedad, a causa de sus perversas doctrinas las cuales conducen a una praxis pecaminosa. Analicemos hoy con Judas algunos peligros que entraan estos hombres, a travs de seis metforas. 1. Son manchas que daan la imagen de la iglesia 2. Son pastores que solo se apacientan a s mismos 3. Son nubes sin agua que vagan de un lado para otro 4. Son rboles otoales, que no producen frutos 5. Son fieras ondas del mar 6. Son estrellas errticas
1. Son manchas que daan la imagen de la Iglesia. Estos son manchas en vuestros gapes v. 12. Los falsos profetas o falsos maestros son comparados por nuestro autor sagrado con las manchas que daan la buena apariencia de un vestido o de una cosa. En este caso, no se trata de una cosa, sino de la Iglesia del Seor que fue comprada con su sangre preciosa. El vestido que se mancha por la presencia de estos falsos pastores no es el de la bella cenicienta, sino el de la novia de Cristo, la novia del Rey de reyes y Seor de seores. La novia del prncipe heredero al cual el Padre le ha dado absolutamente todo lo que tiene. La palabra griega que se traduce aqu como mancha significa literalmente arrecifes. El arrecife puede hacer referencia a los obstculos peligrosos que se ocultan en el mar y que pueden causar serios daos a los barcos que se acercan a tierra. Los falsos maestros son como estos arrecifes, los cuales estn dentro de la iglesia, pero pocos se dan cuenta del peligro que ellos representan para la fe. Recientemente hice una investigacin, preparndome para dar un tema a un grupo de damas sobre la perspectiva bblica del papel y servicio de la mujer en la iglesia, y le a muchos autores que son reconocidos como cristianos evanglicos y conservadores, pero fue muy grande mi decepcin al ver cmo las filosofas de la era postmoderna, y las filosofas de los movimientos feministas (que por lo general se oponen a los principios de las Sagradas Escrituras considerndolas anticuadas y machistas), han permeado a nuestros autores cristianos, y buena parte de la literatura que hoy da compramos en las libreras cristianas viene manchada por principios herticos, relativistas y pragmticos. Pero pocos se dan cuenta de esto, o al menos no quieren darse cuenta de esta situacin. Mientras tanto el error
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sigue creciendo y la iglesia cada da se aleja de las verdades bblicas. Los falsos maestros, que tambin podemos decir son las falsas enseanzas, las falsas filosofas, los falsos presupuestos, las falsas interpretaciones de la Biblia, son como un arrecife escondido que est haciendo dao al gran barco, llamado la Iglesia. Ya sabemos por qu a los falsos maestros se les compara con una mancha, nuestro autor ya los describi como gente inmoral (v. 8), que se comportan como animales irracionales (v. 10), ellos, con su doctrina y estilo de vida son una afrenta y vergenza para el evangelio. El apstol Pedro, en un pasaje paralelo dice de ellos: Estos son inmundicias y manchas, quienes an mientras comen con vosotros, se recrean en sus errores. Tienen los ojos llenos de adulterio, no se sacian de pecar, seducen a las almas inconstantes, tienen el corazn habituado a la codicia, y son hijos de maldicin (2 Ped. 2:13-14). Judas dice que los falsos profetas eran manchas en vuestros gapes. El gape era una fiesta de amor fraternal que la iglesia primitiva celebraba junto con los cultos, buscando promover el amor fraternal. Los apstatas, los falsos maestros aprovechaban estas fiestas para saciar sus apetitos, y violaban el principio que deba caracterizar a las mismas: entregarse a los dems, negndonos a nosotros mismos, buscando el provecho del otro y no tanto el mo propio. Eran tan desvergonzados estos falsos profetas, que no sentan vergenza de aprovecharse del amor cristiano manifestado en estas fiestas y por eso Judas dice de ellos que comiendo impdicamente con vosotros, es decir, coman sin temor y sin reverencia. Ellos andaban en su vida licenciosa, amante del dinero, practicaban sus inmoralidades, y an con todo, pretendan participar de las fiestas bellas y santas de la iglesia. Ni siquiera consideraban que la inmoralidad fuera pecado. Sus afirmaciones arrogantes acerca de s mismos no dejaban lugar para el temor y el agradecimiento hacia el Seor que haba entregado su cuerpo y su sangre para redimirnos25. Estos falsos maestros, que manchan la buena imagen de la iglesia, son los que en nombre de la fe se aprovechan de los creyentes para explotarlos econmicamente, para ganar fama y poder, para construir poderosos emporios religiosos; son los que creen estar en una posicin espiritual tan elevada que estn por encima del pecado y, entonces, pueden practicar infidelidades sexuales, la glotonera, la avaricia y una multitud de conductas que las Sagradas Escrituras condenan como pecaminosas. La iglesia evanglica latinoamericana no ha estado exenta de estos falsos pastores que manchan la belleza de la esposa de Cristo, a travs de su vida disoluta, de sus avaricias, hurtos, estafas, mentiras, divorcios, abortos, adulterios, manipulaciones, chantajes, falsas visiones y revelaciones para conseguir un fin materialista, entre otros pecados.
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Benton, John. La contienda por la fe. El mensaje de Judas. Editorial Peregrino. Pgina 119
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2. Son pastores que solo se apacientan a s mismos. que comiendo impdicamente con vosotros se apacientan a s mismos. La conducta de estos apstatas de la fe evidenciaba que no eran verdaderos pastores, pues, los pastores fieles a Cristo, imitan su ejemplo y aprenden a entregarse y darse a las ovejas, pero los falsos pastores no se interesan en las ovejas, sino que son asalariados, es decir, estn en ese ministerio por puro inters econmico, de manera que la salud espiritual de las ovejas no es su mayor preocupacin, ni tampoco se preparan para poder conducir a las ovejas a comer los mejores pastos que solo puede dar la exposicin clara y fiel de la Palabra de Dios. Estos falsos pastores son como los que menciona Cristo en Juan 10:12-13 Ms el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa. As que el asalariado huye, porque es asalariado, y no le importan las ovejas. Es muy probable que cuando Judas utiliza la frase se apacientan a s mismos, est pensando en las declaraciones que hiciera el profeta Ezequiel cuando dijo estas palabras que hoy deben resonar con mucha fuerza en todos los que tenemos la hermosa responsabilidad de ser pastores, hasta hacernos temblar: As ha dicho Jehov el Seor: Ay de los pastores de Israel, que se apacientan a s mismos! No apacientan los pastores a los rebaos? Comis la grosura, y os vests de la lana; la engordada degollis, ms no apacentis a las ovejas. No fortalecisteis las dbiles, ni curasteis la enferma; no vendasteis la perniquebrada, no volvisteis al redil la descarriada, ni buscasteis la perdida, sino que os habis enseoreado de ellas con dureza y con violencia. Y andan errantes por falta de pastor, y son presa de todas las fieras del campo, y se han dispersado. Anduvieron perdidas mis ovejas, y no hubo quien las buscase, ni quien preguntase por ellas. Por tanto, pastores, od palabra de Jehov: Vivo yo, ha dicho Jehov el Seor, que por cuanto mi rebao fue para ser robado, y mis ovejas fueron para ser presa de todas las fieras del campo, sin pastor; ni mis pastores buscaron mis ovejas, sino que los pastores se apacentaron a s mismos, y no apacentaron mis ovejas; por tanto, oh pastores, od palabra de Jehov: As ha dicho Jehov el Seor: He aqu yo estoy contra los pastores; y demandar mis ovejas de su mano, y les har dejar de apacentar las ovejas; ni los pastores se apacentarn ms a s mismos, pues yo librar mis ovejas de sus bocas, y no les sern ms por comida Ez. 34:2-10. Contrario a los pastores que se apacientan a s mismos, estn los que alimentan a las ovejas y se preocupan realmente por su salud espiritual. El apstol Pablo exhorta a los pastores de la iglesia de feso para que cumplan fielmente su ministerio Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebao en que el Espritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Seor, la cual l gan por su propia sangre (Hch. 20:28). Apacentad la grey de Dios que est entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con nimo pronto; no como teniendo
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seoro sobre los que estn a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey (1 Ped. 5:2-3). Tambin el apstol Pablo ordena a los creyentes a apartarse de aquellos corruptos que utilizan la fe cristiana como fuente de ganancia personal. Si alguno ensea otra cosa, y nos e conforma a las sanas palabras de nuestro Seor Jesucristo y a la doctrina que es conforme a la piedad, est envanecido, nada sabe, y delira acerca de disputas necias de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad, que toman la piedad como fuente de ganancia; aprtate de los tales (1 Ti. 6:2-5). 3. Son nubes sin agua que vagan de un lado para otro. nubes sin agua, llevadas de ac para all por los vientos. Los falsos maestros no solo son falsos, sino que sus enseanzas son intiles, no sirven para nada. Sus palabras son lisonjeras, y suenan muy bonitas, pero no son ms que fbulas, mentiras bien adornadas con pasajes bblicos, pero lejos de la verdad y lejos de producir algo provechoso. Ellos son como nubes que amenazan con lluvia, pero la lluvia nunca llega. Hablan de la lluvia del Espritu y anuncian por todas partes la llegada del avivamiento, pero este nunca llega, y no llega porque el Espritu nunca los ha enviado. Y como la lluvia no llega, entonces crean imitaciones estruendosas, como imitacin de relmpagos, pero por mucho que suenen, la lluvia de lo alto no llega. Imitan a la lluvia, pero los que son engaados por un tiempo con estos falsos avivamientos, pronto se dan cuenta del fraude y de que sus vidas siguen siendo las mismas, sin cambios reales, y terminan abandonando la fe cristiana. Los falsos profetas son llevados de ac para all por los vientos de las nuevas filosofas, de los nuevos mtodos, de las modernas estrategias, y siempre estn en bsqueda de lo ms novedoso para entretener a los feligreses y mantenerlos en la iglesia, con el fin continuar explotndolos. Qu vergenza para el evangelio, cuando, no teniendo la presencia del Santo Espritu de Dios, algunos lderes buscan nuevos estilos musicales, estrategias mundanas de mercadeo, shows y espectculos dentro del culto! 4. Son rboles otoales, que no producen frutos. rboles otoales, sin fruto, dos veces muertos y desarraigados. Los falsos maestros no solo carecen de fruto alguno que beneficie a los fieles cristianos, sino que, adems de ser como rboles secos, es decir, sin hojas por el fro viento del otoo, los cuales dan apariencia de estar muertos, han sido desarraigados y ahora estn doblemente secos o doblemente muertos. Los falsos pastores que hacen dao al rebao carecen de cualquier fruto espiritual, y no pueden producirlo porque ellos mismos estn muertos y no han nacido de nuevo. Tienen la apariencia de piedad, pero con sus frutos niegan la eficacia de ella.
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Pedro, en un pasaje paralelo, describe a estos falsos profetas como doblemente muertos, porque Ciertamente, si habindose ellos escapado de las contaminaciones del mundo, por el conocimiento del Seor y Salvador Jesucristo, enredndose otra vez en ellas son vencidos, su postrer estado viene a ser peor que el primero. Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que despus de haberlo conocido, volverse atrs del santo mandamiento que les fue dado. Pero les ha acontecido lo del verdadero proverbio: El perro vuelve a su vmito, y la puerca lavada a revolcarse en el cieno (2 Pe. 2:20-22). Los falsos maestros no pueden dar ningn fruto bueno a los fieles que les siguen, porque no estn unidos a Cristo y han sido desarraigados. Ellos negaron la fe al adoptar doctrinas y prcticas contrarias a las Sagradas Escrituras. 5. Son fieras ondas del mar. fieras ondas del mar, que espuman su propia vergenza (v. 13) Los falsos profetas son comparados con las aguas inestables del mar embravecido. Las embarcaciones corren peligro de naufragar y las personas que estn en la playa pueden ser arrastrados y ahogados por el fuerte oleaje. La falsa doctrina, al principio parecer ser cristiana, tranquila y buena. La seduccin se da a travs de palabras dulces y promesas halagadoras, pero, de manera casi imperceptible, eso que pareca ser bblico o cristiano, pronto se manifiesta en su verdadera dimensin, y las aguas que parecan ser quietas realmente son turbulentas y el mar en paz pronto se manifiesta como un mar embravecido, pero no hay forma de salir, porque el fuerte oleaje atrapa a los incautos y los lleva a aguas profundas. Muchas personas quisieran salir de los grupos sectarios, pero estn tan metidos en sus errores que no encuentran la salida. Algunos temen recibir las maldiciones que lanzan los falsos profetas, como Balaam, sobre los que intentan escapar de sus fieras ondas. Pero no solo esto, sino que los falsos profetas estn tan llenos de pecado que constantemente estn arrojando su maldad con la cual contaminan a la iglesia. Es probable que Judas haya tenido en cuenta al profeta Isaas cuando compar a los falsos profetas con las fieras ondas del mar. Pero los impos son como el mar en tempestad, que no puede estarse quieto, y sus aguas arrojan cieno y lodo (Is. 27:20). Esta es una descripcin terrible que tiene como fin invitar a los incautos a alejarse de los falsos maestros. As como evitamos meternos en las aguas sucias de una playa llena de espumas, lodo y basura, es nuestro deber huir de toda falsa enseanza, porque la falsa doctrina siempre conducir a pecados, y aunque estos se mantengan ocultos por un tiempo, vestidos con una apariencia de moralismo, un da se har manifiesto la vergenza que estos falsos hombres espumaron, porque donde hay falsa doctrina no hay salvacin, y solo donde hay salvacin hay verdadera santificacin. 6. Son estrellas errticas. estrellas errantes, para las cuales est reservada eternamente la oscuridad de las tinieblas (v. 13).
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En tiempos antiguos, los navegantes se guiaban con las estrellas del firmamento para conocer su camino. Pero haba una clase de estrellas o planetas que viajaban por todo el cielo, los cuales brindaban gran luz y hasta llegaban a iluminar bastante, pero no podan ser utilizadas como gua en la navegacin porque su curso era variable y por lo tanto errtico. Las estrellas errantes son una figura o metfora que se refiere al constante rumbo desviado que toman los falsos maestros. Ellos no pueden ser tomados como modelos doctrinales o modelos de pastor, porque constantemente estn cambiando la doctrina. Y la cambian porque no estn en la verdad. La doctrina bblica es una sola, y fue dada hace miles de aos. Los pastores y las iglesias bblicas se han mantenido fieles a esa doctrina en todos estos milenios. Hoy creemos lo mismo que se crey hace 300 aos en el puritanismo, ellos creyeron lo mismo que se haba credo en el siglo XVI por los reformadores, los reformados creyeron lo mismo que la Iglesia primitiva crey. Las iglesias bblicas de hoy tienen confesiones de fe que datan de hace cientos de aos en las cuales se profesa la misma fe histrica que ha caracterizado a la iglesia verdadera. Pero los falsos pastores y las falsas iglesias estn cambiando constantemente, no pueden estarse quietos, porque ellos no estn arraigados en la roca firme. Por lo tanto, aquellos que son guiados por estas estrellas errantes, estn siendo conducidos al error, pero no solo al error, sino a su propia destruccin: para las cuales est reservada eternamente la oscuridad de las tinieblas (v. 13). Esta es una clara referencia a la condenacin eterna que sufrirn los que siguen falsas doctrinas y son guiados por falsos profetas. No solo tendrn vidas inestables en esta tierra, sino que sufrirn la eterna separacin de Dios. As como Dios prepar el infierno para Satans y sus ngeles, tambin tiene reservado un lugar para los falsos maestros que desvan a la gente del verdadero evangelio. Pero tambin los que son desviados, los que siguen sus cursos errticos e inconstantes tendrn un lugar en ese sitio de eterno tormento. Las densas tinieblas de que habla Judas ya fueron mencionadas en torno a los ngeles que pecaron, los cuales estn reservados en terrible oscuridad, en prisiones eternas. (v. 6). Los malvados que tergiversan la doctrina y se conducen en vidas pecaminosas, daando la imagen de la iglesia de Cristo, recibirn su justo merecido y pasarn la eternidad en la oscuridad total, sin ninguna esperanza sern encarcelados en el eterno olvido y sufrirn los tormentos del infierno. Un triste final para aquellos que en esta vida se gozaron en hacer el mal y no tuvieron compasin de las almas, sino que, sin misericordia, explotaron a las ovejas, las trasquilaron y las condujeron al matadero. En conclusin, Judas hace un gran esfuerzo para describir a los falsos maestros de manera que nosotros seamos advertidos de sus peligros: Ellos como rocas ocultas que
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peligrosamente daan a las personas, son como nubes sin agua porque, pues, todas sus promesas son falsas, son como rboles otoales, porque no se puede encontrar frutos en ellos y su terreno espiritual es totalmente rido, son como fieras ondas del mar, pues, aunque hacen grandes esfuerzos humanos y hablan con mucha fuerza, lo nico que espuman es vergenza, y son como estrellas errantes cuyo curso termina en la ms densa oscuridad eterna. Aplicaciones: - Los falsos maestros son personas con mucha inteligencia. Ellos conocen mucho de la psicologa humana y son expertos en dar lo que el hombre quiere. Ellos tienen la habilidad para manipular muchos textos de las Sagradas Escrituras y convencer al incauto de que, a travs de su forma particular de ver el evangelio, puede dar lo que el hombre necesita: bienestar material, tranquilidad emocional, elevada autoestima y una plena realizacin en el campo personal. Ellos pueden hablar al odo de las personas con una familiaridad tal, que parecieran ser personas de Dios. Ellos son como la serpiente que habl a Eva y la convenci de que su forma particular de ver la Ley de Dios era mejor que la misma Palabra de Dios y le ofreci a la mujer: ser como un dios, la vida eterna y el pleno conocimiento. Pero lo nico que Eva encontr fue su propia destruccin y muerte. Hermano y amigo que has escuchado esta exposicin, te invito para que reflexiones en cunto a tu salvacin. Examina el camino en que andas y respndete a ti mismo: Es el camino de la verdad? Es el camino del conocimiento verdadero de la Palabra de Dios? Es el camino de la obediencia y del crecimiento en santidad? Es el camino de la fidelidad al Seor? No juegues con tu destino eterno siguiendo un falso evangelio que te prometa muchas cosas bonitas al odo humano, pero no puede darte la reconciliacin con Dios, el perdn de tus pecados y el crecimiento en santidad. Recuerda que solo el verdadero evangelio puede transformar tu corazn y convertirte en un hijo de Dios. Si has estado escuchando a falsos profetas, los cuales de seguro ya podrs identificar, entonces abandona sus caminos y huye de sus lugares de culto, porque si persistes en escucharlos y seguirlos, la marea subir y no podrs salir fcilmente de sus destructoras garras. Sal pronto de en medio de ellos, porque ests siendo conducido a la destruccin eterna, aunque creas que ellos como hermosos y resplandecientes luceros en el firmamento, pero no son ms que estrellas errticas, las cuales solo podrn conducirte a la oscuridad eterna. - Amado hermano varn que anhelas el pastorado, no olvides que este es un servicio al Seor de la Iglesia, quien derram su sangre por ella y la est santificando para presentrsela como una novia pura, impoluta y santa. Si entras al sagrado ministerio ten presente que es para servir al Seor y a las ovejas, buscando siempre el mejor alimento para ellas, a travs de la sana exposicin de la Palabra, trazando bien las Escrituras. Si no ests comprometido con estas cosas, sino que deseas entrar al ministerio porque crees encontrar en ello una forma de sustento econmico o una plataforma para la popularidad o el
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reconocimiento pblico, entonces saca de tu mente este deseo, y pide al Seor que te ponga en otra labor, pues, pondrs en peligro tu propia alma y la de los que te sigan.
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El da del juicio vendr Judas 14-15 En esta serie de predicaciones basadas en el libro de Judas hemos podido ver que la falsa doctrina, con su consecuente prctica impa y pecaminosa, ha permeado a la iglesia desde sus inicios. Hemos visto que los falsos profetas o falsos maestros introducen sus doctrinas tergiversadas de una manera encubierta o camuflada (v. 4), lo cual produce grandes estragos en el pueblo de Dios debido a que, en un principio, pareciera ser la misma doctrina cristiana. Pero realmente es doctrina nociva porque mezcla la verdad con la mentira. Judas dijo que la doctrina bblica o la fe ha sido una vez dada a los santos (v. 3) y es en esta doctrina en la cual la iglesia debe mantenerse firme. Pero la realidad, desde los tiempos de Judas, es que los hombres no soportan mantenerse firmes en la doctrina bblica, sino que ansan una doctrina ms humanista y acorde con los deseos pecaminosos de cada generacin. Es por eso que el apstol Pablo le dice a Timoteo que vendr tiempo cuando no sufrirn la sana doctrina, sino que teniendo comezn de or, se amontonarn maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarn de la verdad el odo y se volvern a las fbulas (2 Tim. 4:3-4). En la media que los tiempos avanzan la situacin no mejora, sino que empeora, el hombre cada vez se centra ms en s mismo, y prefiere una religin cristiana que tenga como fin la satisfaccin de sus deseos humanistas ms profundos, y no les requiera obediencia absoluta a mandamientos y principios absolutos del Dios Santo. Jess mismo predijo que en la medida que la humanidad se acerca al final de los tiempos surgirn falsos profetas en medio de la iglesia, los cuales confundiran a las gentes con su elocuente palabrera y supuestos actos milagrosos: Mirad que nadie os engae Y muchos falsos profetas se levantarn y engaarn a muchos Porque se levantarn falsos Cristos, y falsos profetas, y harn grandes seales y prodigios de tal manera que engaarn, si fuere posible, aun a los escogidos (Mt. 24:4, 11). Pedro, el apstol, tambin predijo que los ltimos tiempos estaran caracterizados por el surgimiento abundante de falsos maestros o falsos profetas: Pero hubo tambin falsos profetas entre el pueblo, como habr entre vosotros falsos maestros, que introducirn encubiertamente herejas destructoras, y an negarn al Seor que los rescat, atrayendo sobre s mismos destruccin repentina. Y muchos seguirn sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad ser blasfemado, y por avaricia harn mercadera de vosotros con palabras fingidas. (2 Ped. 2:1-3). Asimismo, Juan, en el Apocalipsis, presenta la historia final de este mundo presente como caracterizada por la presencia de las falsas doctrinas y falsos profetas, los cuales tienen la facultad de hacer seales y obras milagrosas, con las cuales engaarn a la mayora de las personas. Juan nos deja ver que en la historia de la iglesia, siempre la mayora de las
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personas preferirn seguir la falsedad en vez de la verdad bblica: Tambin hace grandes seales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra delante de los hombres. Y engaa a los moradores de la tierra con las seales que se le ha permitido hacer en presencia de la bestia (Apo. 13:13-14). La fuerza de esta imagen presentada por Juan y el propsito de prevenir a la iglesia de no seguir a los falsos profetas que surgirn con ms fuerza al final de la historia humana, ha sido opacada por las interpretaciones pre-mileniales y dispensacionales de la iglesia de este tiempo. Pero Juan est advirtiendo a los creyentes de no ser tan ingenuos de pensar que todos los que hacen milagros en nombre de Cristo, realmente son profetas o ministros enviados por l. Muchos falsos ministros podrn hacer milagros, pero el fin que ellos tienen no es glorificar a Cristo, sino a s mismos, a la vanidad humana, y en ltimas, al mismo Satans, quien los dirige con sus astucias. Desde los tiempos de Judas, y an desde el Antiguo Testamento, la falsa doctrina, enseada por falsos maestros, que pueden hacer milagros y seales, ha estado presente entre el pueblo de Dios: - Moiss advirti de los falsos profetas (que son falsos no porque no puedan hacer cosas portentosas, sino porque ellos ensean doctrinas errneas) que declarar o pronostican cosas, y estas se cumplen, pero estn enseando doctrinas no bblicas, los cuales deben ser evitados y considerados como una plaga peligrosa para la Iglesia: Cuando se levantare en medio de ti profeta, o soador de sueos, y te anunciare seal o prodigios, y si se cumpliere la seal o prodigio que l te anunci, diciendo: Vamos en pos de dioses ajenos, que no conociste, y sirvmosle, no dars odo a las palabras de tal profeta, ni al tal soador de sueos; porque Jehov vuestro Dios os est probando, para saber si amis a Jehov vuestro Dios con todo vuestro corazn, y con toda vuestra alma (Deut. 13:1-3). El Seor permiti que muchos falsos profetas hicieran milagros y seales, e incluso que algunas de sus profecas se cumplieran, pero esto no era ms que una prueba, para que los miembros de su pueblo se dieran cuenta qu tanto amaban a Dios y a su palabra revelada. Estos profetas, luego de ganar la confianza y la credibilidad del pueblo, empezaron a ensear doctrinas que se salan del tenor de las Escrituras, y tergiversaban la verdadera doctrina de Dios, y se centraban ms y ms en el hombre, de manera que ellos, al ensear cosas falsas acerca de Dios, estaban creando su propio dios. Pero esto solo fue caracterstico de la poca del Antiguo Testamento, sino que tambin se est presentando hoy. Muchos hombres o ministros evanglicos estn conduciendo a la iglesia a volverse materialista, humanista y centrada en la gloria humana, a travs de sus supuestos o reales milagros, los cuales no certifican que Dios est aprobando su enseanza, sino que est mostrando a los hombres quines realmente le siguen por amor, y quienes por puro inters. - En toda la historia del Antiguo Testamento los verdaderos profetas tuvieron que denunciar a los falsos, los que entraban sigilosamente y engaaban al pueblo de Dios, causando
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destruccin espiritual. Estos falsos profetas, que pasaban por verdaderos siervos de Dios, se especializaron en hablar a la gente lo que ellos queran or, conforme a sus deseos materialistas y humanistas: Porque este pueblo es rebelde, hijos mentirosos, hijos que no quisieron or la ley de Jehov; que dicen a los videntes: No veis; y a los profetas: no nos profeticis lo recto, decidnos cosas halageas, protetizad mentiras; dejad el camino, apartaos de la senda, quitad de nuestra presencia al Santo de Israel (Is. 30:9-11). Una de las doctrinas que primero atacan, tanto los falsos profetas como el pueblo que sigue la doctrina errada, es la doctrina de la santidad de Dios. - En tiempos de Jeremas los falsos profetas abundaron por doquier, al parecer solo l se mantuvo fiel a las Sagradas Escrituras, el resto de profetas engaaban al pueblo prometindoles bendicin, paz y prosperidad, a pesar de que no haba un arrepentimiento verdadero. A cambio de ofrendas y dinero, estos falsos profetas llenaban los lugares de culto con centenares de ingenuos creyentes para hablarles cosas agradables a sus odos. Ellos les hablaban del Dios de amor y riquezas, que dar bendicin a sus hijos, as no haya una verdadera conversin y arrepentimiento, de manera que Dios dice: No escuchis las palabras de los profetas que os profetizan; os alimentan con vanas esperanzas, hablan visin de su propio corazn, no de la boca de Jehov. Dicen atrevidamente a los que me irritan: Jehov dijo: Paz tendris; y a cualquiera que anda tras la obstinacin de su corazn, dicen: No vendr mal sobre vosotros (Jer. 23:16-17). - La iglesia primitiva, en el siglo primero de nuestra era, tuvo que luchar seriamente en contra de los falsos maestros que enseaban las doctrinas gnsticas dentro de las iglesias. Muchos corrieron detrs de estas falsas doctrinas. Luego, en los siglos siguientes surgieron diferentes falsos profetas: Arrio (Siglo IV), enseando que Jess era un ser creado. Su falsa doctrina alcanz a afectar a un alto porcentaje de cristianos en su tiempo. Montano (siglo II), quien enseaba que haba empezado la era del Espritu Santo o de un nuevo pentecosts, y al lado de las profetisas Prisca y Maximila, daban profecas, al estilo del tiempo en el cual se estaban escribiendo las Sagradas Escrituras, y anunciaron el inminente fin del mundo y el regreso de Jess estableciendo una nueva Jerusaln en un lugar determinado por ellos. Esta falsa doctrina del montanismo invadi a un buen nmero de iglesias orientales. Junto con ellos, la historia nos muestra a numerosos falsos maestros que inundaron a la iglesia de los primeros siglos, hasta que la iglesia perdi su pureza y esta lleg a convertirse en un gran centro de negocios y mercadera en todo lo que sera la Edad Media. Pero luego de la reforma surgieron nuevos falsos profetas dentro de la iglesia evanglica: unos maestros enseaban la poligamia, otros el legalismo, otros el racionalismo teolgico, otros negaron la divinidad de Jess, otros cuestionaron los milagros en la Biblia y trataron de desmitificar a las Sagradas Escrituras quitando lo que sonaba a sobrenatural o mitolgico en ellas, otros se volvieron liberales y ensearon que la Biblia no es palabra inspirada, que algunas de sus partes no son verdaderas, otros ensearon que los
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sacramentos no son necesarios, otros que Cristo no regresar, que l realmente no muri en una cruz y que tampoco resucit, otros falsos maestros ensearon que el cielo y el infierno no son lugares a donde irn las personas a pasar la eternidad, otros ensearon que las almas condenadas no sufrirn para siempre en el infierno sino que sern aniquiladas, otros ensearon que los cristianos pueden pecar a su antojo y ellos sern salvos, otros ensearon que adems de las Sagradas Escrituras podemos confiar en las revelaciones que algunas personas estn recibiendo directamente de Dios, otros ensearon que la obra de Cristo en la cruz no tiene como fin especial reconciliarnos con Dios y darnos la libre entrada a su presencia en los cielos, sino que tiene como propsito el que construyamos un cielo en la tierra, y que ahora mismo podemos disfrutar de manera plena de la glorificacin de nuestros cuerpos y tenemos en nosotros el poder para hacer que nuestros cuerpos no se enfermen nunca, otros dijeron que nosotros somos como pequeos dioses que tenemos poder en lo que hablamos para traer a la realidad cosas que no existen, otros ensearon que el evangelio nos fue dado para que seamos ricos y tengamos muchas posesiones; en fin, no terminara de escribir en un libro completo todas las falsas doctrinas que durante siglos han entrado y daado a los cristianos. No es esto abrumador? No nos deja esto una sensacin de frustracin, tristeza y angustia al ver cmo los falsos profetas han hecho y siguen haciendo de las suyas? No nos deja esta realidad con un sentimiento de impotencia? Por qu Dios no destruye a los falsos profetas e impide que las doctrinas errneas ingresen a la Iglesia? Por qu pareciera que la falsedad avanza con ms fuerza dentro de la iglesia cristiana? Por qu si la Iglesia es de Cristo, y l la cuida, permite que los falsos pastores hagan de las suyas, y aparentemente prosperen en medio de su impiedad? Es muy posible que los lectores de la carta de Judas estuvieran hacindose estas preguntas, y Judas como buen pastor bblico, les ofrece un consuelo en los versos 14 al 16, afirmando, a travs de una profeca del patriarca Enoc, que el da del juicio vendr con total seguridad sobre todos los impos, incluyendo a los falsos profetas. Ellos podrn estar confiados ahora, y seguir en su deseo de hacer dao a la iglesia, estafando a travs de la fe, pero el juicio sobre ellos se acerca. Analicemos brevemente estos versos, conforme a la estructura natural que nos presenta el pasaje: 1. Es un juicio seguro 2. Es un juicio total o universal 3. Es un juicio contra la impiedad 4. Es un juicio basado en la verdad
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1. Es un juicio seguro. De stos tambin profetiz Enoc, sptimo desde Adn, diciendo: He aqu vino el Seor con sus santas decenas de millares para hacer juicio (v. 14). Judas consuela a la iglesia que llora, sufre y se angustia al ver cmo los falsos profetas invaden a la cristiandad, afirmando que las cosas no se quedarn as. Que Dios vindicar su causa y har un juicio condenatorio sobre los impos. Para afirmar esto, aunque pudo haber utilizado muchas profecas del Antiguo Testamento, nuestro autor acude a una profeca o proclamacin que hiciera el patriarca Enoc, aunque no aparece en ninguno de los libros cannicos del Antiguo Testamento. Si bien es cierto que la profeca fue tomada de un libro apcrifo, la verdad es que esta porcin, una vez fue incluida por Judas en su carta, se convirti en Escritura inspirada. No que todo el libro apcrifo de las profecas de Enoc sea inspirado, sino que solo esta parte, por el hecho de haber sido considera por Judas en su carta, se convierte en inspirada. Es muy probable que Judas haya utilizado esta profeca de Enoc, debido a tres razones fundamentales: Primero, al parecer en el siglo primero este libro era muy apreciado por los judos y muchos tenan conocimiento de estas profecas, de manera que para los lectores iba a ser fcil entender el juicio a que se refera Judas. Segundo, es muy probable que los falsos profetas, los cuales estaban diciendo que reciban sueos y nuevas revelaciones de parte de Dios, tambin estuvieran familiarizados con la literatura mstica de su tiempo, siendo para ellos conocido el contenido de las profecas de Enoc y tal vez lo reciban como literatura apta para sus fines dainos. De manera que Judas utiliza su propia literatura para anunciarles que sobre ellos vendr un terrible juicio. Tercero, al parecer el contenido de la profeca que Judas cita en su carta se haba transmitido en forma oral de una generacin a otra, y posiblemente fue una proclamacin que realmente hiciera Enoc en su tiempo, lo cual le daba gran honorabilidad y respeto debido a lo antiguo del mensaje. La expresin sptimo desde Adn, quiere decir que este Enoc no es el hijo de Can (Gn. 4:17), sino el descendiente de Set, el cual es ubicado en la sptima generacin, contando desde Adn (Gn. 5:1-23). Enoc fue considerado un gran hombre de Dios, debido a que la Biblia dice que camin con l (Gn. 5:24) y fue traspuesto a los cielos. De manera que Judas acude a esta antigua declaracin para mostrarle a la iglesia bblica, que aunque ahora somos pocos, y estamos siendo despreciados por los falsos profetas y las multitudes que siguen sus nefastas doctrinas, no obstante un da veremos como Dios nos exalta y como derrama sus juicios sobre los que pervierten la fe. Y que este es un juicio cierto se deja ver al inicio de la profeca: He aqu, vino el Seor. Es decir, aunque habr un juicio final y definitivo, ya Dios est obrando y avanzando todas las cosas para la llegada de ese juicio. Muchos de sus juicios ya estn derramndose sobre los impos, aunque esto sea solo un adelanto del gran juicio final. Este juicio ser obrado por el Seor, pero utilizar a millares de ngeles, los cuales estn prestos para ejecutar los
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castigos divinos. De manera que como se arranca la cizaa, y se quema en el fuego, as ser en el fin de este siglo. Enviar el Hijo del hombre a sus ngeles, y recogern de su reino a todos los que sirven de tropiezo y a los que hacen iniquidad, y los echarn en el horno de fuego; all ser el lloro y el crujir de dientes (Mt. 13:40-42). Tambin Pablo consol a los verdaderos creyentes que sufran a causa de las persecuciones y tribulaciones de este mundo impo, dicindoles: Porque es justo delante de Dios pagar con tribulacin a los que os atribulan, y a vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el Seor Jess desde el cielo con los ngeles de su poder, en llama de fuego, para dar retribucin a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Seor Jesucristo (2 Tes. 1:6-8). 2. Es un juicio total o universal. para hacer juicio contra todos (v. 15). Nadie quedar excluido de este juicio. As algunos se engaen con la vanas imaginaciones de su mentes, pensando que Dios enviar sus juicios sobre otros, pero no sobre ellos; como si en ese da ellos pudieran encontrar alguna justificacin que presentar ante Dios y de esa manera quedar libres, pero la verdad es lo contrario. Todos los impos, todos los que rechazaron a Jess, todos los que pervirtieron el Evangelio de Jess, todos los que siguieron a los falsos profetas, sern juzgados por el Juez de toda la tierra. La posicin social, eclesistica o econmica no valdr de nada. Y vi a los muertos, grandes y pequeos, de pie ante Dios, y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos (Ap. 20:12). Nadie podr esconderse del Juez Universal y Supremo. l conoce todas las obras que cada uno hizo: Porque los caminos del hombre estn ante los ojos de Jehov, y l considera todas sus veredas (Prov. 5:21). Los ojos de Jehov estn en todo lugar, mirando a los malos y a los buenos (Prov. 15:3). Aunque algunos lderes religiosos falsos se encubren en el poder de sus denominaciones o mega-iglesias, o en su podero econmico y fama mundial, Dios no se deja deslumbrar por la gloria humana, y ellos tambin sern encontrados por la justicia divina y la sangre de todos los que fueron condenados por creer en el evangelio errneo que ellos predicaban caer sobre ellos. Estos malos hombres creen que la destruccin nunca vendr sobre ellos, y son como los impos mencionados en el Salmo 10, los cuales dicen en su corazn No ser movido jams; nunca me alcanzar el infortunio (v. 6), o, Dios ha olvidado; ha encubierto su rostro; nunca lo ver (v. 11). Los impos no solo rechazan a Dios en sus caminos, sino que hablan insolentemente en contra de l y Su palabra. Cuando algunos son reprendidos a causa de sus pecados, entonces usan las Sagradas Escrituras para justificar su impiedad. Recuerdo de un lder cristiano en determinada regin de Colombia el cual expres que no tena problemas en recibir dineros o diezmos de los narcotraficantes o paramilitares, pues, la Biblia deca que las riquezas de los impos seran para los justos. Esta es una manera blasfema de usar la
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Palabra, lo cual redundar en su propia condenacin. Muchos impos, cuando son amonestados, cuestionan a Dios y ellos lanzan ofensas contra el Creador y hasta llegan a afirmar que no temen a la ira de Dios. Pero todas estas palabras sern tomadas en cuenta en el da del juicio, y muchos lamentarn en aquel da por haberse expresado as: Entonces aparecer la seal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarn todas las tribus de la tierra, y vern al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria (Mt. 24:30). Los telogos liberales, aquellos que pervertan el evangelio y hacan extraviar a la gente del camino, y los conducan a vivir en el pecado, negando muchas de las verdades Escriturales, ellos en ese gran da buscarn esconderse de la mirada escrutadora del juez de toda la tierra, pero no habr para ellos ningn rincn oculto, sino que la Palabra de Dios, aquella contra la cual lucharon, tergiversndola y hacindola decir lo que no deca, esa Palabra los condenar: El que me rechaza y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgar en el da postrero (Jn. 12:48). 3. Es un juicio contra la impiedad. y dejar convictos a todos los impos de todas sus obras impas que han hecho impamente, y de todas las cosas duras que los pecadores impos han hablado contra l (v. 15). La impiedad consiste en vivir sin Dios, o vivir como si Dios no existiera. El impo dice en su corazn no hay Dios y por lo tanto se han corrompido, hacen obras abominables (Sal. 14:1). El malo, por la altivez de su rostro, no busca a Dios; no hay Dios en ninguno de sus pensamientos (Sal. 10:4). El impo, que es falso profeta, cree que el Dios vengativo que ejecutar sus juicios sobre los que engaaban a su pueblo no existe. Que solo hay un Dios de amor, que al final les perdonar por sus fechoras y no les condenar. Pero el Dios Santo que se revela en las Sagradas Escrituras mira a los pecados como impiedades, porque son rebelda delante de l. El impo no se preocupa nunca del juicio venidero porque, en ltimas, ellos creen que Dios no existe, que es solo la invencin del hombre primitivo y temeroso ante los fenmenos naturales y la grandeza del cosmos. Ellos creen que la religin es solo un medio de opresin y lucro personal, de manera que ahora se hacen pasar por religiosos, por muy espirituales e interesados en los asuntos bblicos, pero ellos mismos no creen lo que la Biblia dice, y as viven desordenadamente y de manera hipcrita, sacando provecho de su posicin privilegiada. Pero la ira de Dios los alcanzar repentinamente y no habr para ellos misericordia. Este pasaje tambin es una advertencia para todos los moralistas de nuestro tiempo. Ellos, aunque sean muy admirados por la sociedad y se les tenga como gente con una espiritualidad muy alta, si ellos no ponen su confianza solamente en Jess, entonces son impos, porque no tienen a Dios en sus vidas.
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4. Es un juicio basado en la verdad. para hacer juicio contra todos, y dejar convictos a todos los impos (v. 15). Los impos, los que viven como si Dios no existiera, todos ellos no solo sern juzgados sino que sern dejados convictos. Sobre todos ellos el veredicto del Gran Juez ser: Culpable. Y entonces se escucharan los Ay! y los lamentos, porque ya no habr oportunidad para rectificar el mal causado. Cuando venga el Seor, toda la verdad ser revelada. Todo saldr a la luz; todo engao ser descubierto y visto como lo que es. Uno de los mayores problemas de los pecadores es que nos engaamos a nosotros mismos. Detenemos la verdad (cf. Romanos 1:18). Una de nuestras estrategias favoritas para lograrlo es compararnos con otros. Aunque nuestra conciencia proclama nuestro pecado, apagamos su voz mirando a los dems y argumentando que no somos tan malos como ellos. Neciamente, por supuesto, olvidamos que ellos tambin son pecadores, por lo que nuestra comparacin no significa nada. Es como el lodo diciendo que el barro est sucio. Es engaarse a s mismo26. En este mundo podemos engaar a los dems sobre nuestras intenciones, pero en ese da no podremos engaar al que todo lo escudria. Somos muy hbiles para ocultar nuestro pecado y disfrazarlo de piedad, pero ese da todas las mscaras y vestidos legalistas sern quitados, y desnudos nos presentaremos ante el Gran Juez. Todos los culpables, los que no se refugiaron de todo corazn en Cristo, y todos los que no lo buscaron con sinceridad, buscando en l la salvacin de sus almas, sino que vinieron a la iglesia por puro inters material, egocntrico y humanista, todos ellos sern declarados culpables y la ira de Dios arder para siempre sobre ellos. Aplicaciones: - Primero quiero dirigirme a las personas que an no son cristianas. Que no han reconocido su necesidad de Jesucristo. Amigo y amiga, Ests preparado para presentarte ante el juez de toda la tierra? Ests preparado para presentarte ante aquel que juzga lo ms profundo del corazn y ante aquel donde las cosas se presentan desnudas? Ests preparado para ser escudriado por aquel a quien no puedes engaar y que revisar cada una de tus obras, de tus pecados y de las malvadas intenciones de tu corazn? Ese sera un da de tormento y tribulacin para todos los que no confiaron en Cristo Jess, porque ellos no tendrn ninguna escapatoria, y cuando se vean perseguidos por la mirada escrutadora del Dios que se sienta en el Trono, tratarn de esconderse debajo de las piedras, querrn morir porque no soportan la ira de Dios, pero todo ser en vano. Y el cielo se desvaneci como un pergamino que se enrolla, y todo monte y toda isla se removi de su lugar. Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peas de los montes, y decan a los montes y a las peas: Caed
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sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que est sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero; porque el gran da de su ira ha llegado; y quin podr sostenerse en pie? (Ap. 6:14-17). Amigo, estars t entre las personas que huyen despavoridas de la presencia de Dios, buscando refugio entre las peas sin hallarlo? No es necesario que esto sea as. Muchas personas, en ese gran da, aunque tambin pecaron, no tendrn temor, porque habr algo que realmente cubre sus pecados delante de los ojos de Dios, algo que es una cubierta protectora, la cual impide que la justicia divina reclame por esos pecados, esa coraza es la sangre de Cristo. Todos los que realmente confiaron en Cristo como su nico medio de salvacin, y vivieron sus vidas para l, consagrados a l enteramente, esos y solo esos, no tendrn temor en el da del juicio, porque la ira de Dios no se derramar sobre ellos, puesto que alguien ya recibi la ira por esos pecados y sufri la condenacin por nosotros: Jess de Nazaret. En ese terrible da, todos los que creyeron en l, sern vistos como limpios y santos por la justicia divina, de manera que sern amados por el Padre y se les permitir la entrada a la Eterna Ciudad donde para siempre se gozar de eterno bien. Entonces uno de los ancianos habl, dicindome: Estos que estn vestidos de ropas blancas, quines son, y de dnde han venido? Yo le dije: Seor, t lo sabes. Y l me dijo: Estos son los que han salido de la gran tribulacin, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero. Por esto estn delante del Trono de Dios, y le sirven da y noche en su templo; y el que est sentado sobre el trono extender su tabernculo sobre ellos. Ya no tendrn hambre ni sed, y el sol no caer ms sobre ellos, ni calor alguno. Porque el Cordero que est en medio del trono los pastorear, y los guiar a fuentes de aguas de vida, y Dios enjugar toda lgrima de los ojos de ellos (Ap. 7:13-17). - Ahora quiero dirigirme a los creyentes: hermano y hermana, tal vez has estado sufriendo por la causa de Cristo. De parte de tus familiares incrdulos es muy probable que recibas desprecios, ultrajes, vejaciones, improperios, y palabras ignominiosas; es muy probable que tus antiguas amistades hagan burla de ti, a causa de tu nueva fe; es probable que tus compaeros de trabajo hagan mofa de tu vida espiritual y te ridiculicen porque no participas ms de sus malas acciones. Es probable que experimentes el sufrir por la causa de Cristo y tu corazn se angustie al ver cmo los malos prosperan, y las doctrinas errneas corroen a buena parte de la cristiandad, de manera que ahora recibimos desprecios de los que se llaman cristianos y no se sujetan en todo a la Palabra. Pero quiero decirte que ahora nos toca sufrir, pero un da recibiremos la corona de victoria. Ahora nos toca pasar por un leve momento de tribulacin, pero pronto, ms rpido de lo que uno piensa, estaremos disfrutando de la dicha inmensa e inefable de gozar para siempre en la presencia del verdadero pastor que nos guiar a pastos verdes y aguas cristalinas. Muy pronto, estaremos en el regazo de nuestro amado Salvador, y l se encargar de aliviar para siempre nuestro dolor. Es Jess, quien le dijo a su pequeo grupo de discpulos: No temis, manada pequea, porque ha vuestro Padre le ha placido daros el reino (Luc. 12:32). Yo conozco tus obras, y tu tribulacin, y tu pobreza (pero t eres rico), y la blasfemia de los que se
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dicen ser judos (o cristianos), y no lo son, sino sinagoga (o iglesia) de Satans. No temas en nada lo que vas a padecer. He aqu, el diablo, echar a algunos de vosotros en la crcel (les causar gran dolor a travs de sus hijos), para que seis probados, y tendris tribulacin por diez das (por un poco de tiempo). Se fiel hasta la muerte y yo te dar la corona de la vida (Ap. 2:9-11). No te aflijas en medio de las tribulaciones que te vienen por ser un creyente verdadero que te congregas en iglesias bblicas, pronto el juicio del Seor vendr sobre los malvados e impos, y nosotros disfrutaremos del verdadero reposo que nos dar el Cordero que fue inmolado: Debemos siempre dar gracias a Dios por vosotros, hermanos, como es digno, por cuanto vuestra fe va creciendo, y el amor de todos y cada uno de vosotros abunda para con los dems; tanto, que nosotros mismos nos gloriamos de vosotros en las iglesias de Dios, por vuestra paciencia y fe en todas vuestras persecuciones y tribulaciones que soportis. Esto es demostracin del justo juicio de Dios, para que seis tenidos por dignos del reino de Dios, por el cual asimismo padecis. Porque es justo delante de Dios pagar con tribulacin a los que os atribulan, y a vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el Seor Jess desde el cielo con los ngeles de su poder ( 2 Tim. 1:3-7).
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El camino para convertirse en un falso profeta Judas 16 Estos son murmuradores, querellosos, que andan segn sus propios deseos, cuya boca habla cosas infladas, adulando a las personas para sacar provecho Judas 16. Introduccin: Los grandes delincuentes que hoy da se encuentran en las crceles del mundo, o los que an andan libres cometiendo sus fechoras, no nacieron como ladrones, estafadores o narcotraficantes. Si nacieron con una naturaleza cada y depravada, al igual que el resto de personas en el mundo, y obviamente, nacieron con una inclinacin natural al pecado, no obstante, un experto ladrn tuvo que recorrer cierto camino para convertirse en tal. Por ejemplo, siendo an muy nio, cuando llegaba a casa y portaba un lpiz o un objeto que su madre saba plenamente que no le perteneca, ella no le reprenda y no lo obligaba a devolver dicho objeto, sino que ignoraba el asunto. All inici, probablemente, el camino para llegar a convertirse en un ladrn profesional. Los falsos profetas, los falsos maestros, los falsos apstoles, los faltos pastores, tambin son delincuentes que no solo hacen dao fsico y material a las personas que engaan, sino que los conducen a la muerte eterna. Si pudiramos establecer una taxonoma de gravedades en las diferentes formas de delincuencia, tendramos en la categora ms peligrosa y nociva a los falsos profetas. Pero, as como los delincuentes recorren un camino para llegar a ser tales, de la misma manera los falsos maestros cristianos tienen su propio caminar. Ellos llegaron a ser tales, dando pasos que los condujeron a apostatar de la fe y convertirse en personas peligrosas para la iglesia. Analicemos hoy con nuestro pastor Judas cul es el camino que puede conducirnos a convertirnos en personas peligrosas para la iglesia. 1. El camino de la murmuracin 2. El camino del amor propio (egolatra) 3. El camino de la presuncin o arrogancia 4. El camino de la manipulacin
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1. El camino de la murmuracin. Estos son murmuradores, querellosos Hay una crtica que es sana y necesaria para que la iglesia cada da mejore, ajustndose a los principios bblicos. Por ejemplo, si una iglesia deja de guardar el da del Seor y lo cambia por dos horas de culto el da Lunes o Jueves, permitiendo que los creyentes conviertan el domingo en el da de paseo o trabajo, entonces es necesario que los miembros conocedores de la Palabra de Dios, y otros pastores de iglesias evanglicas dialoguen con los pastores y les hagan ver el error terrible que cometen. Si los lderes de una iglesia cristiana adoptan prcticas o doctrinas que evidentemente estn en contra de las enseanzas de las Sagradas Escrituras, entonces es necesario que los miembros conocedores de la Biblia hagan ver el error en el cual se encuentran sus lderes. Esta crtica debe hacerse en el espritu correcto, con humildad, y siempre buscando la Gloria de Dios. Pero hay una clase de crtica que no procede de este espritu humilde e interesado en el crecimiento de la Iglesia y la implantacin de la doctrina bblica, sino que es resultado de un espritu hipercrtico perverso que tiene como fin socavar la confianza de los creyentes en los ministros o en la Palabra de Dios, para que la empiecen a depositar en ellos. Estas personas hipercrticas por lo general se lamentan de la suerte27 que les ha tocado y tratan de obtener una posicin mediante la descalificacin de los ministros y sembrando desconfianza en las doctrinas bblicas. El camino para convertirse en un falso lder empieza por la constante murmuracin y la crtica mordaz. Estos falsos maestros de que habla Judas empezaron criticando todo lo que hacan los ministros ordenados y cuestionando cmo aplicaban ellos la Palabra de Dios a la iglesia. Obviamente toda iglesia local tiene imperfecciones. Mientras estemos en esta tierra estamos sujetos al error. Esto no significa que los pastores van a tolerar de manera consciente el error y se acomodarn a vivir con l como algo normal; de ninguna manera. Cuando un
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William Barclay, en su comentario a Judas, copia un retrato escrito de los quejumbrosos tomado de Teofrasto: El quejumbroso es el que se pasa de quejarse indebidamente de su suerte en todos los casos. El quejumbroso le dir al amigo que le trae una porcin de su propia mesa: <Esto es una muestra de lo tacao que eres conmigo, porque no has querido invitarme a comer contigo en persona>. Cuando su amante le est dando un beso, l dice: <Me pregunto si me ests besando de corazn, o porque quieres algo de m>. Est disgustado con Zeus, no porque no le mande la lluvia, sino porque ha tardado algo en mandrsela. Cuando se encuentra una billetera en la calle, se pone: <!Ah! No me encuentro nunca un tesoro que valga la pena>. Cuando ha comprado un esclavo barato despus de regatearle el precio al vendedor hasta agotarle, exclama: <No ser una ganga cuando me lo ha dejado tan barato>. Cuando le dan la buena noticia de que le ha nacido un nio, entonces es que: <Si me dices que esto me va a costar la mitad de mi fortuna me habrs dicho la verdad>. Si gana un pleito mediante un veredicto unnime, est seguro de encontrarle faltas al que ha hecho su defensa por omitir muchas circunstancias que le eran favorables. Barclay, William. Comentario al Nuevo Testamento. Pgina 1092
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hermano de la iglesia, u otro pastor, nos hace ver, por la Palabra de Dios, que estamos en un error, entonces estudiamos qu ensea la Biblia al respecto y si realmente no estamos creyendo o haciendo lo que Dios manda, entonces abandonamos el error. Pero, hay personas que constantemente estn criticando todo lo que la Iglesia y los ministros predican o hacen. Ellos se dedican a buscar todo lo que le hace falta a la iglesia, las debilidades de los ministros, las falencias en el culto, la falta de amor, la falta de unidad, entre otros. Es verdad que las iglesias locales necesitan crecer ms en estas cosas, y es verdad que los pastores necesitan crecer ms en amor y humildad, pero cuando nosotros vemos esto, no debemos convertirlo en una oportunidad para murmurar solapadamente y hacer dao, sino que damos gracias a Dios por la Iglesia, por los pastores, oramos por ellos, y luego hablamos directamente con ellos y, con humildad, les mostramos la falta. Debemos alejarnos de aquellas personas que toman por costumbre el estar hablando a espaldas de los dems, pues, all est el germen del alejamiento de la doctrina sana. Si queremos corregir las faltas de alguien, entonces no debemos ir donde otras personas para hablar de estos pecados, sino que vamos directamente a las personas y les exponemos nuestra apreciacin. Debemos imitar a la familia de Clo en Corinto. Ellos se percataron de algunas doctrinas y prcticas errneas que se estaban dando en la Iglesia local, de manera que piden ayuda al apstol Pablo para que, como apstol fundador y autoridad espiritual de la misma, corrija lo que anda mal. Pero ellos no actuaron como aquellos creyentes murmuradores que se quejan de todo, que, a espaldas, se quejan de la falta de amor de los pastores. Sino que ellos autorizan al apstol para que diga pblicamente que la familia de Clo fue la que les coment sobre estas faltas de la iglesia: Porque he sido informado acerca de vosotros, hermanos mos, por los de Clo, que hay entre vosotros contienda (1 Cor. 1:11). Aqu Pablo nos presenta un principio que todos debiramos tener en cuenta a la hora de hablar sobre las debilidades, pecados o falencias de los dems: No digamos nada de nadie que no podamos decirlo delante de l. Y si tengo algo que decir, pero no me atrevo a decirlo a la persona misma, entonces digmoslo a Dios en oracin, pero no a otras personas, porque eso sera murmuracin. Cuando nos volvemos murmuradores, criticones y quejumbrosos, entonces nuestro corazn se va tornando duro, insensible y estar dispuesto para luego criticar, cuestionar y quejarse de los mandamientos de la Palabra de Dios. Algunos de los falsos profetas que predican en muchas iglesias hoy, estn enseando doctrinas errneas y aprueban cosas que Dios, de manera clara, ha prohibido. Pero Cmo llegaron a ese estado? Empezaron quejndose de la radicalidad de la Palabra de Dios, criticaron la predicacin fiel de algunos ministros y los miraban como fanticos, radicales, ultra-ortodoxos. Hoy da estos quejumbrosos estn cuestionando muchas de las doctrinas
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bblicas y se han ido tras la falsedad: enseando fbulas y mentiras, como si fueran palabra de Dios. Ellos eran de los que decan: Por qu un Dios de amor no predestin a todos los hombres para salvacin? Cmo es posible que un Dios bueno enve calamidades sobre los hombres? Un Dios misericordioso podr condenar a los hombres para siempre en el sufrimiento del infierno? Por qu un Dios Todopoderoso y benvolo permite las guerras y el sufrimiento? Si ahora estamos en el tiempo de la gracia, entonces para qu debemos conocer y obedecer los pesados mandamientos de la antigua Ley de Dios? Acaso no somos libres para andar en nuestro camino? Ellos empezaron cuestionando y murmurando en contra de la Soberana de Dios, su justicia, su santidad, su ira y ahora predican de un dios totalmente distinto al que se ha revelado en las Sagradas Escrituras. 2. El camino del amor propio (egolatra). que andan segn sus propios deseos. Estas personas son quejumbrosas e insatisfechas con la doctrina y el ministerio de la iglesia, porque ellos buscan su propia gloria, y todo lo que vaya en contra de ese propsito es cuestionado. Estos se quejan, especialmente, cuando la enseanza de la Palabra les confronta con sus pecados e inclinaciones malvadas, y dejan ver que la iglesia perfecta es aquella que puede amoldarse a su egosmo y egolatra natural. Esta gente se queja a otros queriendo dar a entender que ellos haran mejor las cosas, que tienen la respuesta. Y as ganan adeptos que escuchen sus herejas, cuando lo que tienen en mente es conseguir poder para ellos mismos en la iglesia. No desean ser siervos; desean ser seores. No ven a la iglesia en primer y principal lugar como Iglesia de Cristo. La ven como algo que pueden utilizar para su propia gratificacin28. Ellos tienen sus propios deseos, pero estos son malos. Simon Kistemaker traduce este texto as: Estos de todo se quejan y todo lo critican; siguen sus propios malos deseos; hablan con arrogancia y adulan a los dems para sacar provecho29. Ellos no desean lo que Dios desea, sino que anhelan con vehemencia todo lo que les ayude a su propia gloria. Ellos no estn trabajando para la extensin del Reino de Dios sino en el fortalecimiento de su propio reino. 3. El camino de la presuncin o arrogancia. cuya boca habla cosas infladas. Otro eslabn ms para llegar a ser un falso profeta consiste en la auto-exaltacin. Los falsos profetas y los falsos apstoles por lo general son personas especialistas en el discurso populista lleno de fanfarroneras. Se habla ms de s mismo que de la obra de Dios. Se habla ms de las personas convertidas bajo su ministerio, de las iglesias que ha plantado, de
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los libros que ha escrito, de las sanaciones que hizo, y as, presumen de muchas cosas que ellos hicieron, pero poco se habla de Cristo. Los carteles que anuncian sus campaas dicen mucho ms acerca de ellos y de su nombre que del nombre de Jesucristo. La presuncin es siempre una seal de un falso maestro. Cuando Pablo se enfrent a esos hombres en su segunda carta a los Corintios, las nicas cosas que menciona de s mismo no eran sus xitos, sino sus debilidades y sufrimientos30. Simn Kistemaker traduce esta frase as: Y sus bocas hablan palabras orgullosas31. l dice hablan con una arrogancia que no pueden confirmar. Hacen comentarios jactanciosos que son vacos, sin sustancia ni sustento32. Los falsos profetas empiezan contando un testimonio de algo que realmente les sucedi. Tal vez recibieron del Seor una gracia especial que les san de una enfermedad, tal vez fueron auxiliados por la gracia divina en un momento de gran necesidad econmica. Al principio el testimonio es bastante fiel a los hechos reales, y cuando ellos ven que la gente empieza a escucharles y se interesan por su testimonio, y que su fama crece y algunos se convierten a causa de su testimonio, y recibe invitaciones de otras iglesias, entonces, va aadiendo pequeas cosas a su testimonio, que obviamente no son reales, pero que le dan ms altura e impacto a su predicacin. Con el tiempo terminan armando toda una fbula, llena de fantasas y cosas extraordinarias con el fin de atrapar a los oyentes y dar la apariencia de que es un hombre que recibe el poder de Dios de una manera especial. Ellos son como dice Pedro: Pues hablando palabras infladas y vanas, seducen con concupiscencias de la carne y disoluciones a los que verdaderamente haban huido de los que viven en error (2 Ped. 2:18). Particularmente tuve la oportunidad de escuchar a algunos predicadores de esta categora mencionada por Judas, y cada vez que les escuchaba contar el testimonio de un milagro, me aterraba al ver cmo le iban agregando ms fantasa. Pero lo repiten tanto, que terminan creyendo en sus mentes torcidas, que eso realmente sucedi. Puedo ver dos clases de presuntuosos hoy da, entre los falsos profetas: Primero, aquellos que hacen alarde de sus ttulos acadmicos, de sus estudios teolgicos y de todo el recorrido que hicieron por las ms prestigiosas universidades del pas y del extranjero. Estos se consideran el non plus ultra de nuestro tiempo. Ms all de ellos no hay posibilidad de encontrar la sabidura. Miran con desprecio a los pastores que difcilmente pudieron terminar la secundaria y han realizado algunos cursos de instituto bblico, y hacen alarde de
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Benton, John. La contienda por la fe. El mensaje de Judas. Pgina 140 Kistemaker, Simon. 1 y 2 de Pedro y Judas. Pgina 327 Kistemaker, Simon. 1 y 2 de Pedro y Judas. Pgina 327
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sus conocimientos del griego y del hebreo. Preparan discursos que solo ellos pueden entender, donde hacen gala de su pedante y elevado vocabulario. (No estoy diciendo que estudiar teologa sea algo errado, ni tampoco desprecio el estudio de las lenguas bblicas. Todo pastor y predicador debiera esforzarse por realizar cunto estudio le sea posible hacer, especialmente en el conocimiento de la teologa, las lenguas bblicas, la hemernutica, la exgesis, entre otros). Por otro lado, encontramos a los falsos profetas, que ya no hacen alarde de ttulos o estudios teolgicos, porque es evidente que no los tienen, sino que alardean de sus ttulos nobiliarios y fantasiosos en el mundo religioso: ellos hablan de s mismos como los ungidos, los apstoles, los patriarcas, los profetas de Jehov, en fin, los que traen la fresca revelacin del Espritu y han descubierto la palabra Rema que no fue revelada a ninguno de los santos y humildes hombres en la historia de la iglesia cristiana, que lleva ms de 20 siglos de existencia, sino solo a ellos. Ellos dicen tener el evangelio completo, considerando con eso que los cristianos de los 20 siglos que le precedieron tuvieron un evangelio a medias. Estos dicen recibir revelacin directamente del cielo, y constantemente afirman estar escuchando la voz audible de Dios, como algo diferente a las Sagradas Escrituras. Hablan a las personas dicindoles que Dios les habl solo a ellos y les cont cosas que otros no saben. Estos falsos profetas se jactan de saber quin est enfermo entre la multitud de incautos que le siguen y tambin dicen saber con certeza a quin sanar Dios y a quin no. Pero esto no es ms que las vanas imaginaciones de sus mentes, y cul es el fin de tanta arrogancia? Engaar a los ignorantes y dbiles. 4. El camino de la manipulacin. adulando a las personas para sacar provecho. El camino para convertirse en un falso profeta puede empezar con la murmuracin, las quejas, el estar inconforme con el sitio donde Dios nos ha puesto y tratar de ganar adeptos a travs del desprestigio de los ministros y de las doctrinas bblicas, luego sigue en este caminar el trazar un plan que persiga satisfacer las metas que ha trazado para m mismo, es decir, buscar su propia gloria. El camino para ser un falso profeta contina con la arrogancia, la cual se manifiesta en la forma cmo hablo de m mismo: Doy muchos crditos y reconocimientos a mis logros y habilidades personales y de cmo he avanzado en la vida cristiana y de todos los milagros que puedo hacer. Pero todo esto tiene como fin obtener poder, autoridad, riquezas y la satisfaccin de los deseos personales. Judas llama a estos falsos profetas aduladores, y realmente esto es lo que ellos son. A pesar de que la Biblia nos advierte de no hacer acepcin de personas, los falsos profetas se especializan en ser duros y exigir santidad a los ms pobres, a los que ningn bien econmico, poltico o social pueden dar; pero son lisonjeros, suaves como la seda y flexibles para con los pecados de los ms ricos, de los ms poderosos. Ellos actan contrariamente a lo que ense Santiago: Hermanos mos, que vuestra fe en nuestro
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glorioso Seor Jesucristo sea sin acepcin de personas. Porque si en vuestra congregacin entra un hombre con anillo de oro y con ropa esplndida, y tambin entra un pobre con vestido andrajoso, y miris con agrado al que trae la ropa esplndida y le decs: Sintate t aqu en buen lugar; y decs al pobre. Estate t all en pie, o sintate aqu bajo mi estrado; no hacis distinciones entre vosotros mismos, y vens a ser jueces con malos pensamientos? (Santiago 2:1-4). El trmino adulacin que utiliza aqu Judas, significa textualmente admirar rostros. El camino para ser un falso profeta incluye la falsa admiracin que mostramos hacia otras personas, solo con el fin de obtener rditos de ellos. Los falsos profetas siempre buscan sacar provecho de los dems. Balaam hizo amistad con el Rey Balac, y se fue en contra del pueblo de Dios, porque este malvado rey le ofreci dinero a cambio de dar unas profecas. Muchos falsos profetas hacen alarde de la capacidad que tienen de hacer milagros, de sus tcnicas para recibir sanacin, y de cmo el poder de Dios fluye con uncin a travs de ellos, con el fin de recibir los diezmos, ofrendas y siembras econmicas de sus incautos seguidores. Ellos buscan solo el bienestar personal, a costa del sacrificio y el sufrimiento de los que escuchan sus falsas profecas. No hay diferencia entre ellos y los falsos profetas de la antigedad que profetizaban a cambio de dinero: Sus jefes juzgan por cohecho, y sus sacerdotes ensean por precio, y sus profetas adivinan por dinero; y se poyan en Jehov, diciendo: no est Jehov entre nosotros (Miq. 3:11). Aplicaciones: - La murmuracin fue uno de los pecados que ms cometieron los israelitas en su transitar por el desierto. A raz de estas murmuraciones Dios los conden a vagar en las secas y ridas tierras alrededor de Cades-Barnea por cuarenta aos, muriendo toda esa generacin. La murmuracin siempre ha estado presente en el pueblo de Dios, pero sigue siendo un gran pecado, el cual recibe los juicios divinos. Recordemos las causas de la murmuracin para que trabajemos en la mortificacin de nuestro pecado33: 1. El orgullo y el amor propio. Cuando los hombres son altivos y vanidosos, tienden a desatar tormentas cuando los otros no les dan el aprecio que ellos creen merecer. Un hombre orgulloso siempre est descontento porque ha puesto un alto valor a s mismo, y cuando los dems no le reconocen ese alto precio, entonces hay problemas. En vez de tener un alto concepto de nosotros mismos, debiramos decir yo no soy digno. Todas las
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Aqu sigo al comentarista Thomas Manton en la presentacin de las causas de la murmuracin. A practical Commentary, an exposition with notes on the Epistle Of Jude. Extrado de: http://www.newblehome.co.uk/manton/vol05/jude-16.html En Mayo 13 de 2011.
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bendiciones de Dios son pequeas o insignificantes para los que tienen un alto concepto de s mismos. Nunca estn satisfechos con las bendiciones de Dios. Hermanos, estemos agradecidos con Dios por sus santas leyes, por su mandatos, los cuales no son gravosos. Estemos agradecidos por su amor inmenso que tuvo para con nosotros, que mereciendo la muerte eterna, envi a su Hijo para dar su vida en rescate por la escoria que ramos nosotros. 2. La impaciencia. No podemos soportar el menor inconveniente para que se den las cosas que uno desea. Nos amamos tanto a nosotros mismos que murmuramos contra Dios y su providencia cuando las cosas tardan en venir. Cuando somos impacientes nos preguntamos Porqu me tuvo que pasar este mal a m? Por qu debo esperar en el Seor por ms tiempo? La falta de sujecin a la voluntad de Dios, nos conducir a la impaciencia, y la impaciencia, a la murmuracin. Esperemos pacientemente en Dios, y mientras sufrimos la ausencia de la bendicin deseada, alabemos su fidelidad y sigamos esperado en l. 3. La presuncin en los mritos. Los hombres son arrogantes cuando se atreven a prescribirle a Dios lo que quieren que l haga por ellos, y la forma cmo quiere que Dios lo haga. Todo es bienvenido para el que nada se merece, pero los que creen merecer algo de la gracia divina, entonces presumen de ellos mismos, y son atrevidos para con Dios. Si Dios nos quitara todos nuestros bienes, no estara haciendo ningn mal, pues, nosotros no merecemos nada de su buena providencia. Si Dios nos redujera al mnimo sus bendiciones, no tendramos razones para reclamarle, pues, an sus pocas bendiciones, son muchas y muy altas para miserables pecadores. Si estamos en una prisin, es un favor inmenso que no estemos en el infierno. Un homicida estara encantado que le redujeran la pena, y en vez de la muerte lo enviaron al exilio. Murmuramos cuando nos consideramos mas buenos o mejores que otros, y entonces creemos que Dios debiera darnos todo lo que le pedimos, pero cuando esto no viene, nos atrevemos a murmurar contra el Dios Soberano. 4. Un apego a las cosas de este mundo. Somos demasiado dados a los placeres carnales y amamos mucho las cosas materiales. En vez de estar contento con lo que tenemos, y de estar en la posicin donde Dios nos ha puesto, nos quejamos contra l, y reclamamos que nos d ms para gastar en los deleites temporales. No amemos a las cosas de este mundo, las cuales son pasajeras. Anhelemos las cosas celestiales, las espirituales, pues ellas son de gran valor y su gloria no es perecedera. 5. Incredulidad y desconfianza. El pueblo de Israel murmur muchas veces porque no crea en las promesas del Seor. Los hombres pelean contra la providencia divina porque no creen en sus promesas. Los israelitas no podan creer que el desierto era el camino que los conduca a la tierra que fluye leche y miel, que Dios corrige a los que ama. Y tan pronto como sienten el escozor de la mano correctora de Dios, murmuran contra l.
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- Hermanos y amigos, tengamos cuidado de aquellos que hacen alarde de s mismos, que hablan mucho de sus logros espirituales y acadmicos, que insisten en hablar de lo grande que es su iglesia o denominacin, que mencionan ms sus capacidades y logros que los logros y la gloria de Cristo. Estos son falsos profetas, o estn camino a serlo. Un creyente bblico, una iglesia bblica, un pastor bblico, siempre dar el reconocimiento de cualquier logro, a la gracia de Dios. Hermanos reformados, tengamos cuidado de actuar como un falso profeta al presentarnos arrogantemente como los nicos creyentes bblicos, o los ms aventajados doctrinalmente. Recuerda que solo por la Gracia de Dios hemos recibido una enseanza doctrinal que se ajusta a los patrones bblicos, solo por su gracia somos una iglesia que est trabajando en ser cada da ms bblica. Si no fuera por l, tambin estuviramos en error, o en gran impureza doctrinal. No olvides las palabras de Pablo: Porque quin te distingue? O que tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste, Porqu te gloras como si no lo hubieras recibido? 1 Cor. 4:7. Solo por la gracia de Dios tenemos un sistema doctrinal puro que se aferra a la Sola Escritura, pero esto no debe ser motivo para hablar con arrogancia y despreciar a los dems creyentes que estn en iglesias cuya impureza es evidente. Debemos ser fieles en predicar la Palabra y el puro evangelio de Cristo, denunciando la falsa doctrina y a los falsos profetas, pero siempre teniendo en cuenta que si hoy estamos en una iglesia bblica, es solo por Su gracia. Cuidemos nuestro corazn, no sea que estando en una posicin doctrinal pura, nuestro corazn se vuelva arrogante y estemos empezando el camino de la falsedad espiritual. Cada da seamos humildes y busquemos la gracia de Dios para que as podamos permanecer firmes en la verdad, como dice Pablo: As que, el que piensa estar firme, mire que no caiga (1 Cor. 10:12). - Huyamos de las personas aduladoras, pues, siempre, siempre, tienen un fin malvado y egosta en sus lisonjeras y falsas admiraciones. Pero tambin evita que en tu corazn nazca la adulacin. Recuerda que las personas valen, no por los bienes, conocimientos, posicin social o ttulos que tengan, sino porque fueron hechas la imagen de Dios. Debemos tratar con el mismo respeto a los grandes empresarios, hombres letrados y profesionales, y as mismo a los mendigos que visten ropas sucias en las calles de la ciudad. Cuando veamos que somos ms afables con los que tienen algo para dar, y somos menos amigables con los que consideramos ms pobres, entonces, es muy pero muy probable, que nuestro corazn est caminando por la senda que nos conduce a la falsedad espiritual. Revisemos nuestro corazn y pidamos al Seor que nos libre de la adulacin y las palabras lisonjeras.
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Profecas apostlicas frente a los falsos profetas Judas 17-19 Pero vosotros, amados, tened memoria de las palabras que antes fueron dichas por los apstoles de nuestro Seor Jesucristo; los que os decan: En el postrer tiempo habr burladores, que andarn segn sus malvados deseos. Estos son los que causan divisiones; los sensuales, que no tienen al Espritu Judas 16. Introduccin: En el transcurso de los siglos muchos hombres se han levantado como profetas y han tratado de pronosticar eventos importantes para la humanidad, como la destruccin final del mundo. Nostradamus, Los Mayas y muchos grupos religiosos se aventuran, de tanto en tanto, a pronosticar eventos, pero estos nunca se cumplen, porque realmente son falsos profetas. En el ao 90 d. C., San Clemente predijo que el mundo sera destruido en esa fecha, y nada sucedi. Luego un sacerdote romano predijo, basado en las dimensiones del Arca de No, que en el ao 500 sera la destruccin del mundo, y nuevamente, nada pas. En 1832, William Miller, fundador de los adventistas, dijo haber tenido una visin en la que un ser celestial le anunci que la venida de Cristo y el fin del mundo sera el 20 de Marzo de 1843. A pesar de la gente de Boston casi se vuelve loca esperando la gran destruccin, nada sucedi. Charles Rusell, el fundador de los testigos de Jehov, seal que el fin del mundo y la venida de Cristo seran para 1874, y nada pas. En vista del fracaso de su profeca, cambi la fecha para 1918; luego, los Testigos de Jehov, volvieron a cambiar la fecha de la segunda venida de Cristo para 1925, y luego para 1975 y obviamente, nada de lo pronosticado sucedi. La profetisa adventista Margaret Rowan indic que el arcngel Gabriel se le apareci y le dijo que el fin del mundo sera el 13 de Febrero de 1925, algunas personas vendieron todas sus propiedades, otras se suicidaron y otros se subieron a los montes para esperar al Seor Jesucristo, y nada sucedi. Cuando en 1967 la ciudad de Jerusaln queda en manos de los judos, muchos especialistas en escatologa anunciaron que haba llegado a su fin la poca de los gentiles, y que la venida de Cristo sera en unos pocos meses. Cuando nos estbamos acercando al ao 2000, muchos grupos pentecostales e iglesias de corte fundamentalista se convencieron de que el rapto de la iglesia era inminente y cientos de libros se publicaron anunciando este pronto evento. En Corea del Sur, un muchacho de 16 aos de edad, dice tener una visin en la cual se le anuncia que el 28 de Octubre de 1992 sera la destruccin de este mundo. Miles de cristianos fundamentalistas y pentecostales dejaron sus trabajos y vendieron sus bienes, como preparacin para el viaje a los cielos. Nuevamente, nada sucedi. Harold Camping, presidente de la emisora Family Radio, pronostic que el fin del mundo y la segunda venida
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de Cristo sera en Septiembre de 1994, cuando esta fecha pas y no sucedi nada, entonces dijo que se haba equivocado levemente en la interpretacin de un pasaje proftico en la Biblia, y cuando crey tener la interpretacin correcta pronostic que la segunda venida de Cristo y el fin de mundo sera el 31 de Marzo de 1995. Luego de este nuevo fracaso la gente pens que Harold Camping no se aventurara a pronosticar ms fechas, pero volvi a anunciar que, segn clculos numricos basados en la Biblia, la segunda venida de Cristo sera el 21 de Mayo de 2011, da que marcara el inicio del fin del mundo. Pero tampoco fue as. Miles de pronsticos profticos se han dado en la historia de la iglesia de parte de, evidentemente, falsos profetas. Algunos basados en supuestas revelaciones sobrenaturales como sueos, visiones, xtasis, voz audible, entre otros, y algunos basados en la numerologa bblica, pero todos han fallado. Lo sorprendente es que a pesar de sus equivocaciones, miles de personas persisten en creer este tipo de profecas o pronsticos, y as su lder espiritual falle mil veces en sus falsas profecas, escuchan con avidez sus tonteras y siguen sus caminos torcidos. El pastor Judas, luego de dar una descripcin de los falsos profetas y del peligro que ellos entraan para la verdadera Iglesia de Cristo, exhorta a sus lectores para que, en vez de escuchar las falsas profecas y errneas doctrinas de los falsos profetas, escuchen, recuerden y atiendan las verdaderas profecas dichas por los verdaderos profetas, es decir, los apstoles de Jesucristo. Escuchar sus palabras y estar atentos a ellos nos librarn de ser vctimas de los falsos profetas. Estudiemos con Judas: 1. Autoridad de los que han dicho las profecas 2. Contenido de las profecas 3. Carcter de los que son denunciados en las profecas
1. Autoridad de los que han dicho las profecas. Pero vosotros, amados, tened memoria de las palabras que antes fueron dichas por los apstoles de nuestro Seor Jesucristo (v. 17) Judas ha acudido a varias escrituras extra-bblicas para mostrar los terribles juicios que vendrn sobre los que engaan a las personas con falsas doctrinas. Pero ahora, hay un cambio en su discurso y en el tono de su voz. La expresin amados que utiliza al comienzo de esta seccin permite ver el corazn amante del pastor. l ha hablado duramente de los falsos profetas, de sus nefastas doctrinas, de su vil conducta, del dao que causan al pueblo del Seor y de la ira de Dios que descender sobre ellos.
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Pero estas palabras fuertes no proceden de un corazn amargado, radical, inflexible y falto de amor, como algunos lectores pudieron llegar a pensar, sino que l es un pastor que ama a las ovejas y porque quiere su salud espiritual y que no sean engaados por los falsos maestros les ha hablado en el tono que lo ha hecho. Las fuertes exhortaciones siempre deben ir acompaadas de amor y consuelo, para no poner pesadas cargas que aflijan demasiado el corazn. Un pastor que ama a las ovejas, hablar fuerte cuando esto sea necesario, y ser apacible con su voz y mensaje, cuando tambin esto sea necesario. Hay momentos en los cuales se debe ser como voz de trueno y en otras ocasiones como un silbido apacible. Hay un falso amor que se ha infiltrado en la iglesia evanglica, el cual conduce a los pastores a hablar solo de cosas positivas, agradables y consoladoras, pero aunque esta clase de mensajes son necesarios, sera una desfiguracin del evangelio si solo nos quedramos en esta clase de predicaciones, pues, tambin se requieren, y con harta frecuencia, las exhortaciones confrontadoras. Amados estas advertencias que les he hecho sobre los falsos profetas, no proceden de mi imaginacin, ni solo yo he hablado de este tema. Ustedes deben escuchar a los verdaderos profetas, a los cuales el Seor mismo comision, ellos, con la autorizacin que recibieron del Salvador, y el poder del Espritu Santo que obr de una manera especial en sus enseanzas, ellos, tambin han hablado del mismo tema. Ellos advirtieron a las iglesias de que vendran los falsos profetas, y ya los tenemos aqu. Esto no es una falsa profeca, no es el resultado de la imaginacin exaltada de un seudo-profeta. Como decamos en la introduccin, en la historia de la iglesia, y de la humanidad, a muchos hombres se les ha dado por pronosticar eventos y cosas, pero siendo que ellos no son verdaderos profetas, ni Dios habla a travs de ellos, entonces sus predicciones no se cumplen. Pero s hay verdaderos profetas, y estos han sido llamados y comisionados por Dios. Nosotros tenemos que escuchar y recordar lo que dicen los profetas verdaderos. Tened memoria de las palabras que antes fueron dichas por los apstoles de nuestro Seor Jesucristo. Los apstoles a los que se refiere Judas en esta carta, no son aquellos que se autoproclamaron como tales y que fueron hallados falsos (porque estos son falsos apstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apstoles de Cristo 2 Cor. 11:13 Y has probado a los que se dicen ser apstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos Ap. 2:2), sino que se refiere a los doce, ms pablo, los cuales son el fundamento sobre el cual la iglesia construye su doctrina y prctica: Edificados sobre el fundamento de los apstoles y profetas, siendo la principal piedra del ngulo Jesucristo mismo (Ef. 2:20). Y el muro de la ciudad tena doce cimientos y sobre ellos los doce nombres de los doce apstoles del cordero (Ap. 21:14).
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De la nica forma que somos librados de las falsas doctrinas es mantenindonos firmes en las enseanzas de los apstoles y profetas autorizados por Dios, los cuales escribieron las Sagradas Escrituras: Y perseveraban en la doctrina de los apstoles (Hch. 2:42), Ms os ruego, hermanos, que os fijis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la doctrina que vosotros habis aprendido, y que os apartis de ellos (Ro. 16:17). Tambin nos libramos de las falsas doctrinas alejndonos de las supuestas revelaciones que algunas personas reciben o de sus experiencias msticas, pues, tenemos, tambin, la palabra proftica ms segura a la cual hacis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro (2 Ped. 1:19). 2. Contenido de las profecas. Los que os decan: En el postrer tiempo habr burladores, que andarn segn sus malvados deseos (v. 18). Segn los expertos en griego koin, la expresin de Judas da a entender que los apstoles constantemente estuvieron advirtiendo que en los postreros tiempos vendran burladores que se mofaran de la Palabra de Dios y del evangelio. Los postreros tiempos o los ltimos das son expresiones que en el Nuevo Testamento hacen referencia al tiempo presente y al futuro. Este perodo de tiempo tiene su comienzo en el primer siglo, cuando Cristo vino a traer el evangelio, y se extender hasta su eventual regreso. Las Escrituras ensean que durante dicho perodo las fuerzas del mal se volvern cada vez ms visibles y audibles34. Los creyentes originales a los cuales escribe Judas ya se encontraban en los tiempos postreros, as como todas las personas del siglo I. Segn la profeca de Joel, la venida del Espritu Santo se dara en los postreros tiempos, y esto sucedi en Pentecosts: Y en los postreros das, dice Dios, Derramar de mi espritu sobre toda carne (Hch. 2:17). El autor de Hebreos dice que Dios habl a los antiguos a travs de diversas maneras, pero que ahora, en estos postreros das nos ha hablado por el Hijo (Heb. 1:2), y esto fue escrito en el siglo I. La primera venida de Cristo, para morir en la cruz, est catalogada como el inicio de los tiempos del fin, el apstol Pedro dice que Jess fue destinado por Dios para derramar su preciosa sangre desde antes de la fundacin del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros (1 Ped. 1:20). Ahora, los apstoles, y Jess mismo, anunciaron que en los tiempos postreros surgiran falsos profetas y falsas doctrinas dentro de las iglesias cristianas, y esto nos lo dijeron, no para satisfacer nuestra curiosidad escatolgica, sino para que estemos advertidos y escapemos de los lazos de esta apostasa, que en la medida que nos acercamos al final de los tiempos del fin se acrecentar. Si en los tiempos de Judas la falsa doctrina estaba permeando peligrosamente a la iglesia cristiana, mucho ms en estos tiempos, que nos encontramos veinte siglos ms prximos al fin del fin.
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Jess fue claro y advirti a los discpulos que en la medida que nos aproximemos al fin de los tiempos finales, la falsa doctrina, que es enseada por falsos maestros crecer, y estos presentarn a un Cristo diferente: Y muchos falsos profetas se levantarn y engaarn a muchos. Porque se levantarn falsos Cristos, y falsos profetas, y harn grandes seales y prodigios, de tal manera que engaarn, si fuere posible, aun a los escogidos. Ya os lo he dicho antes (Mt. 24:11, 24). Pero tambin los apstoles, tal y como lo dice Judas, anunciaron que vendran falsos profetas, los cuales se burlan de la doctrina bblica, cambindola por lo que sus deseos humanistas quieren. El apstol Pablo le escribi al joven pastor Timoteo: Pero el Espritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostarn de la fe, escuchando a espritus engaadores y a doctrina de demonios (1 Ti. 4:1). Estos espritus engaadores que vendran en los tiempos postreros pueden referirse a las distintas corrientes doctrinales errneas que se han ido introduciendo sigilosamente en muchas iglesias, pero tambin a la accin de Satans como pervertidor de la doctrina, quien aprovecha los deseos que algunas personas sienten de tener experiencias sobrenaturales, y l les concede estas experiencias a travs de visiones, sueos, imaginaciones y apariciones fantsticas como las que tuvieron algunos fundadores de las sectas de los mormones, los testigos de Jehov, los adventistas y muchos grupos carismticos o pentecostales. El mismo apstol Pablo vuelve a insistirle a Timoteo que se cuide de los hombres que tienen apariencia de piedad, y hasta parecen grandes profetas y maestros, porque muchos no sern sino embaucadores y charlatanes, que se burlan de la preciosa doctrina cristiana con su vida mundana: Tambin debes saber esto: que en los postreros das vendrn tiempos peligrosos. Porque habr hombres amadores de s mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impos, sin afecto natural, implacables que tendrn apariencia de piedad, pero negarn la eficacia de ella, a stos evita (2 Ti. 3:1-5). Tambin el apstol Pedro profetiz que en los postreros tiempos surgiran esta avalancha de falsos maestros que andan tras sus propios placeres, y no les importa burlarse de la Palabra de Dios: Sabiendo primero esto, que en los postreros das vendrn burladores, andando segn sus propias concupiscencias (2 P. 3:3). Tambin el apstol Juan, escribiendo a los creyentes del primer siglo de nuestra era, les dice que tengan mucho cuidado con los falsos maestros, que en el fondo no son ms que anticristos, burladores de la Palabra, los cuales ya andan sueltos, como una plaga mortal, por el mundo: Hijitos, ya es el ltimo tiempo; y segn vosotros osteis que el anticristo viene, as ahora han surgido muchos anticristos; por esto conocemos que es el ltimo tiempo. Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros (1 Jn. 2:18-19). Es importante resaltar en este verso que Juan nuevamente nos deja ver que, desde el siglo I, ya nos
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encontramos en el ltimo tiempo, y tambin, que la aparicin numerosa de falsos profetas, de falsos maestros, y falsas doctrinas, los cuales no son ms que anticristos, que estn en contra de la revelacin del verdadero Cristo que nos presenta las Sagradas Escrituras, son un indicativo que el tiempo del fin se aproxima a su fin (por esto conocemos que es el ltimo tiempo), pero adems nos deja ver que los falsos profetas salen de en medio de las iglesias cristianas locales. Por esa razn necesitamos que estos falsos maestros sean denunciados dentro del seno de la Iglesia, pues, ellos deben salir de nosotros, y los verdaderos cristianos deben salir de sus falsas iglesias. Ahora, en qu sentido ellos son burladores? adems de lo que hemos dicho, me gustara presentarles la explicacin que da el erudito en Nuevo Testamento, Simn Kistemaker: La gente que Judas describe no es ignorante en cuanto a la Palabra de Dios. Al contrario, estn bien informados. Debido a su conocimiento de la revelacin divina, transforman en una burla continua todo lo que es santo y sagrado. Mofar no consiste en una parodia cmica y ligera, sino en un serio ataque contra Dios, su Palabra y su pueblo. Los burladores (llamados en otras versiones <escarnecedores>) demuestran abiertamente su desprecio y escarnio por Dios al seguir <sus propios impos deseos>35. La gente hace burla de Dios cuando desatiente su Palabra, cuando, conocindola la tuerce, cuando la usa como fuente de ganancia personal, cuando la tergiversa causando que otros se pierdan del camino, cuando la interpreta a su antojo y no conforme a lo que ella misma ensea. La gente se burla de Dios cuando viven conforme a su propia pecaminosa voluntad, y desatienden sus mandamientos o acta en contra de ellos. En el verso 16, Judas dijo que los falsos maestros andan conforme a sus deseos, pero aqu en el 17 les aade el calificativo de malvados. Sus deseos no pueden ser buenos, porque no proceden de la verdad, sino de la mentira. Jess le dijo a sus discpulos Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces (Mt. 7:15). Muchas personas viven engaadas y siguen las enseanzas de los falsos profetas, porque no les parece que sean malas personas, antes por el contrario, son tan amorosos, tan santos, tan correctos, que es imposible que sean falsos profetas. Pero Jess dice que ellos se especializan en el arte del disfraz, pero por dentro llevan sus malvados deseos. La traduccin literal de este pasaje, en la lengua griega, parece muy fuerte: andando tras sus propias lujurias de impiedades36. 3. Carcter de los que son denunciados en las profecas. Estos son los que causan divisiones; los sensuales, que no tienen al Espritu. (v. 19).
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Kistemaker, Simon. 1 y 2 Pedro y Judas. Pgina 459 Kistemaker, Simon. 1 y 2 Pedro y Judas. Pgina 459
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Los falsos maestros que estaban afectando a las iglesias del siglo I, con sus falsas doctrinas, causaban divisiones. Algunos comentaristas creen que estos falsos hombres, posibles precursores del incipiente movimiento gnstico, estaban fomentando la separacin entre creyentes espirituales y creyentes no espirituales. Ellos decan estar en una posicin espiritual ms alta porque estaban elevndose en la comprensin espiritual y mstica de verdades profundas, ellos, al igual que algunos falsos maestros y eruditos de hoy da, crean estar descubriendo los misterios cifrados en las Escrituras, y podan develar los cdigos secretos de la Biblia. Algunos podan estar argumentando que tenan al Espritu Santo en una medida superior, y por lo tanto, ellos y solo ellos, podan entender ciertas revelaciones extra-bblicas que el Espritu supuestamente les daba. Ellos se ponan como una clase diferente y superior que la de los creyentes ordinarios. Pareciera ser que ellos decan tener el Espritu y ser libres moralmente en cuanto a su conducta37. Lo mismo ha sucedido en el transcurso de la historia de la iglesia cristiana. Algunos crean jerarquas y se posicionan sobre los dems, presumiendo de su supuesta elevada espiritualidad y autoridad, de manera que incluso se ponen por encima de la Palabra, y creen que pueden violar algunos principios de la Escritura, porque el Espritu mora abundantemente en ellos, y les da la capacidad para violar la Ley del Seor sin pecar. Cunto engao produce el pecado y la apostasa. Pero ellos no tenan al Espritu. Sus sueos y supuestas revelaciones, no eran ms que el resultado de sus mentes exaltadas y sus perversas intenciones de manipulacin. Judas dice que ellos eran sensuales, es decir, se dejaban llevar por sus propios sentidos. Pero muchos pensaban que estaban llenos del Espritu Santo debido a que hablaban como gente que est recibiendo revelaciones superiores, de manera que en este pasaje Judas prosigue exhortando a la iglesia para que no se dejen engaar por los que se atribuyen a s mismos el tener la capacidad de sentir al Espritu, dicindoles o mostrndoles cosas que otros no saben. Estos no son ms que sensuales, engaados por sus propios sentidos. De los cuales hay que tener mucho cuidado, y lo ms pronto posible, alejarnos de ellos. Como dice Pablo a estos evita (2 Tim. 3:5), Ms os ruego, hermanos, que os fijis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la doctrina que vosotros habis aprendido, y que os apartis de ellos (Ro. 16:17). Aplicaciones: - Cules son tus profetas preferidos? Los que toman la Biblia y tratan de encontrar en ella cdigos secretos y una misteriosa numerologa que nos da detalles de las fechas en las cuales se cumplirn ciertos eventos del fin del mundo? O los que se aprovechan de la ingenuidad de algunas personas, y creando un ambiente mstico dicen estar recibiendo
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nuevas palabras profticas, visiones, sentires y escuchando voces? O los que toman algunos pasajes de la Biblia y los tergiversan para armar doctrinas agradables a los hombres? Ten cuidado de ellos, no los escuches. Pero hay profetas verdaderos que deben ser escuchados con suma atencin, y estos son los profetas que escribieron las Sagradas Escrituras. No solo debemos escucharlos, sino atesorar en nuestras mentes sus palabras, memorizndolas. Debe ser un ejercicio diario escudriar y memorizar las Escrituras, porque de esta forma seremos librados del engao. - Hemos aprendido que los burladores son aquellos que se oponen a la Ley de Dios, porque no la obedecen, la tergiversan y ensean a otros a vivir conforme a sus malvados deseos. Pero la actitud de los creyentes es absolutamente contraria a la de estos burladores, porque los creyentes desean cumplir la voluntad de Dios, aman su ley, se deleitan en ella y tienen gratitud hacia el Padre celestial. El verdadero creyente experimenta tristeza en su corazn cuando ve que la impiedad crece, pero en su corazn se despierta la esperanza, porque sabe que esta situacin es indicio de que el fin cada da est ms cerca, y pronto veremos a nuestro Salvador. - Ests t entre los amados a los que escribe el pastor Judas? Los amados son aquellos que estn plenamente convencidos de la doctrina cristiana, que las Sagradas Escrituras son la Palabra de Dios, y que por lo tanto, la escuchamos con corazn obediente, y confiamos en sus promesas de salvacin. Los amados son aquellos que saben que han violado la Ley del Seor y en consecuencia estn bajo su ira y total desprecio. Pero que, a travs de la muerte de Jess en la cruz, sus pecados han sido perdonados y ahora gozan para siempre de la reconciliacin con Dios, y viven para l. Eres t uno de estos amados? Si no ests seguro, entonces te invito para que busques a Jess, a travs de la oracin, y con corazn arrepentido le supliques perdone tus iniquidades y te conceda la vida eterna. El que viene a l, no es echado fuera, sino que hallar tiernos pastos y ser sustentado por Su poderosa gracia.
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Responsabilidades de los que luchan vigorosamente por la doctrina La constante edificacin Judas 20 Introduccin: Los seres humanos, por lo general, tendemos a ser muy activos. Nos es difcil mantenernos quietos o impasibles frente a los retos que nos ofrece esta vida. El ser activos forma parte de las responsabilidades que Dios le ha dado al gnero humano. Una vez que Dios cre a Adn le asign responsabilidades. De la misma manera, cuando nosotros llegamos a la fe cristiana, nos son asignadas muchas responsabilidades con el fin de que nuestro crecimiento espiritual sea constante, y evitar as quedarnos estancados en una perenne incipiente vida cristiana. Pero no siempre el activismo o el mantenernos en ciertas actividades, aparentemente espirituales, garantiza nuestro crecimiento cristiano. Pues, el ejercicio en determinadas actividades no siempre asegura que estaremos creciendo en los asuntos espirituales. Ya hemos visto, con nuestro pastor Judas, que los falsos profetas se mantienen muy activos y constantemente estn trabajando con el fin, no de edificar, sino de engaar, seducir, destruir y explotar. Es muy comn que los falsos profetas tambin mantengan a sus incautos seguidores en un activismo, aparentemente espiritual, con el fin de distraerlos y no darles espacio para reflexionar bblicamente, pues, si ellos hacen esto, de seguro se desmarcarn de sus torcidos caminos. Pero las actividades espirituales que hacen los incautos seguidores de los falsos profetas que hay dentro del cristianismo no tienen como fin el que ellos dependan ms y ms de Dios, de su Palabra y de Su Espritu, sino lo contrario, que cada da dependan de su lder ungido. Aunque los falsos maestros invitan a su gente a leer, memorizar y confesar diariamente las Escrituras, ellos solo deben repetir ciertos versculos de la Biblia que contienen promesas, especialmente materiales y relacionados con los deseos naturales, de este mundo. Pero por lo general estas son promesas descontextualizadas y mal interpretadas. Estos falsos maestros muy pocas veces animan a su gente a escudriar TODAS las Escrituras, buscando en ellas la verdad que Dios revela de s mismo, del hombre, del pecado, de la santificacin, de la vida cristiana. No obstante, la gente se mantiene constantemente repitiendo versculos bblicos y ellos creen que estn creciendo espiritualmente porque, as como el brujo o el practicante de algunas religiones orientales paganas, repiten su mantra que de una manera mgica producir ciertas cosas positivas en
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ellos. Los falsos maestros engaan a su gente hacindoles creer que repitiendo como loros ciertos versos de la Biblia, por lo general descontextualizados, la Palabra obrar milagrosamente en ellos, trayendo a la realidad tangible, cosas que estn en el mundo de las ideas inmateriales. Pero entre esto y el chamanismo oriental no hay ninguna diferencia. Las personas que toman de esa manera la Biblia no experimentan ningn crecimiento espiritual, sino una constante dependencia del predicador ungido que semana tras semana les va indicando los pasajes que contienen poderosas promesas que deben memorizar. De la misma manera estos falsos maestros distraen a la gente invitndoles para que oren constantemente repitiendo palabras poderosas tomadas de la Biblia, las cuales, si se repiten cientos de veces, de una manera mgica harn que se le cumplan sus deseos y anhelos. Se les invita a orar constantemente en lenguas, que no es ms que la repeticin constante de palabras sin sentido, las cuales no evidencian ser lenguas o idiomas, como si lo eran los dones de glossolalia en los tiempos apostlicos. Estos mantras evanglicos no edifican, sino que crean una dependencia continua y creciente por estas vanas e intiles repeticiones. Pero el fin de todo es que las personas dependan constantemente de su predicador ungido. La falsa doctrina acta muy parecida a las drogas alucingenas, ella crea dependencia, y los incautos que caen en esta red mundial de delincuencia espiritual, se vuelven dependientes de sus lderes y profetas. Constantemente deben estar en sus reuniones de avivamiento, esperando recibir el toque, la uncin, el poder y el milagro que solo vendr cuando las manos poderosas y la palabra ungida del predicador sean puestas sobre el creyente, pero a los pocos das el efecto producido por los toques y palabras mgicas del predicador habrn pasado, y entonces se hace necesario acudir a otra noche o maana de poder donde reciba la nueva uncin del predicador. No obstante, los creyentes verdaderos deben caracterizarse por ser activos, por trabajar fervientemente en su edificacin, pero haciendo las actividades correctas, las cuales no son estipuladas por ningn moderno predicador o profeta, sino por la autoridad absoluta de la Palabra de Dios. Empecemos a analizar con Judas cules son esas actividades en las cuales debe ocuparse todo cristiano, de manera que sea librado de la influencia perniciosa y nociva de los falsos profetas, pero que a la misma vez, pueda crecer verdaderamente en las gracias y virtudes cristianas. En los versos 20 al 21 Judas exhorta a los creyentes para que se ocupen en 4 actividades que les ayudarn realmente a ser edificados espiritualmente, y a la misma vez les librarn de caer bajo las garras de los falsos profetas. Estas 4 actividades cristianas estn indicadas con 4 verbos: Edificar, orar, conservar y esperar:
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1. La constante edificacin a travs de la Palabra de Dios. edificndoos sobre vuestra santsima fe (v. 20) 2. La constante oracin en el Espritu Santo. orando en el Espritu Santo (v. 20) 3. La constante conservacin en el amor de Dios. conservaos en el amor de Dios (v. 21) 4. La constante espera en la misericordia divina. esperando la misericordia de nuestro Seor Jesucristo para vida eterna (v. 21)
1. La constante edificacin a travs de la Palabra de Dios. edificndoos sobre vuestra santsima fe (v. 20) Analicemos esta declaracin de Judas siguiendo la siguiente estructura: a. El significado de la edificacin b. El medio usado para la edificacin c. Carcter de la edificacin
a. El significado de la edificacin. Pero vosotros, amados, edificndoos sobre vuestra santsima fe. En esta ltima seccin de la carta, Judas cambia el tono de su discurso y nuevamente, tal como en el verso 3 y en el 17, deja ver que se dirige a los amados, a los hermanos que junto con l estn caminando en la doctrina bblica que recibieron de los apstoles Los creyentes, aquellos que luchan en contra de la falsa doctrina y denuncian a los falsos profetas, no estn confiados en s mismos, ni se jactan de estar firmes, sino que, conociendo los peligros de la falsa doctrina y el riesgo que todos corremos de deslizarnos en pos de lo falso, entonces nos mantenemos activos, no solo en denunciar a los pseudo-profetas, sino en una constante edificacin que nos permita estar firmes, sin desmayar, en la verdadera fe. El trmino edificar38 es tomado del ramo de la construccin. En la Biblia se utiliza muchas veces la imagen de un edificio o una casa para representar el crecimiento de la Iglesia y la vida cristiana. Jess dijo que l edificara a su iglesia (Mt. 16:18). En este contexto edificar hace referencia a construccin, es decir, que Jess pondra las bases y el fundamento para la
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Epoikodomountes heautous. Se una un verbo antiguo compuesto usando la metfora de una casa ( oikos)
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Iglesia, pero a la misma vez l sera que el que la continuara levantando. Jess dijo que algunos hombres edifican sobre la arena, mientras que otros edifican sus vidas sobre la roca, es decir, sobre las enseanzas de Jess (Lc. 6:48-49). Edificar en este pasaje se refiere a moldear la vida conforme a las enseanzas de Cristo, siendo obediente a ellas y confiando plenamente en l como el verdadero fundamento que da seguridad a una vida perdurable que glorifica a Dios. Las iglesias bblicas estn en constante edificacin: Entonces las iglesias tenan paz por toda Judea y Samaria; y eran edificadas, andando en el temor del Seor, y se acrecentaban fortalecidas por el Espritu Santo (Hch. 9:31). En este pasaje, edificar hace referencia al fortalecimiento espiritual que ellas reciban por la accin del Espritu Santo, conducindolas a andar en el temor del Seor. Judas insta a los creyentes para que se edifiquen a s mismos y tambin mutuamente, pues, hay grandes peligros que acechan a la iglesia, y no podemos quedarnos conformes con el ABC de la doctrina cristiana, sino que se pide a todos el que avancemos y continuemos profundizando en ella. Es por ello que el autor de Hebreos tambin advierte a sus lectores del peligro de la apostasa y les dice: Por tanto, dejando ya, los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos adelante a la perfeccin (Heb. 6:1). Esto no significa que los creyentes vamos a despreciar las doctrinas bsicas e iniciales como el arrepentimiento, la fe para salvacin, el castigo eterno, entre otras, no, todo lo contrario. Todo verdadero creyente debe empezar con estas doctrinas bsicas, pero debe seguir creciendo, debe seguir profundizando en la fe cristiana, pues, de lo contrario, corre serios peligros de ser zarandeado por las falsas doctrinas. El apstol Pablo en 1 Corintios captulo 3 dice que los creyentes son edificio de Dios. Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mira como sobreedifica. (v. 9-10). La palabra edificar en este pasaje tambin hace referencia a la construccin de una vida cristiana cimentada en la Palabra de Cristo. De manera que cuando Judas nos dice que estemos edificndonos, est exhortndonos para que nuestra vida cristiana sea de constante crecimiento, de madurez, de avanzar en la carrera espiritual, de proseguir en la lucha sin desmayar, de no quedarnos en el principio, sino que nos ejercitemos para que cada da seamos creyentes ms y ms fuertes en nuestra vida espiritual. Pero Cmo nos edificamos? Algunas personas creen que nuestra edificacin consiste en tener 10 das de ayuno, o hacer vigilias toda la noche, o cantar con mucho entusiasmo durante un largo culto de avivamiento, o que un predicador ungido ponga sobre ella sus manos y le transmita poder llevndola a sentir temblores frenticos hasta que caiga desmayada al piso. Pero realmente eso sirve de poco para la edificacin de una vida cristiana slida. Analicemos, en el segundo punto de nuestro estudio, sobre qu bases nos edificamos.
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b. El medio usado para la edificacin. edificndoos sobre vuestra santsima fe Judas tiene una visin espiritual aguda y l puede observar cmo algunos creyentes a los que escribe pueden estar en peligro de ser atrapados por la falsa doctrina, de manera que los exhorta para que se ejerciten en lo que verdaderamente les dar una edificacin segura y frrea, permitindoles esto crecer espiritualmente y a la vez librarlos de los engaos de los falsos profetas. Esta edificacin real, duradera y protectora se encuentra en la fe. Judas dice que deben edificarse en la fe. La palabra fe tiene varias acepciones en las Sagradas Escrituras: por un lado puede referirse a la confianza que depositamos en el Seor, o, puede referirse al conjunto de doctrinas sobre las cuales se cimienta el cristianismo. Es evidente que en este pasaje la palabra fe hace referencia a la ltima acepcin. Ya en el verso 3 nuestro autor us la palabra fe en el mismo sentido cuando invit a sus lectores a que contendis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos. Esta fe es aquel cuerpo doctrinal que caracteriza al cristianismo. En este sentido se utiliza en muchos lugares de las Escituras: Solamente oan decir: Aquel que en otro tiempo nos persegua, ahora predica la fe que en otro tiempo asolaba (Gl. 1:23). Ahora, este es un asunto de vital importancia, que usualmente es descuidado por los creyentes, las iglesias y los pastores. En muchas ocasiones nos concentramos en otros aspectos de la edificacin espiritual, como: la oracin, el servicio, asistir a los cultos, ofrendar, evangelizar, entre otros. Todo esto est bien, pero la edificacin slida debe estar fundamentada en un conocimiento doctrinal frreo, pues, solo la Palabra de Dios, bien entendida, tiene la capacidad, por la aplicacin del Espritu Santo a nuestros corazones, de darnos crecimiento, madurez y solidez. Algunos hermanos, tal vez bien intencionados, solo predican lo que ellos llaman sermones prcticos, en los cuales enfatizan algn aspecto de la obediencia cristiana, y en casos extremos convierten al cristianismo en mero activismo. Pero la verdad es que el cristiano y las iglesias solo pueden tener crecimiento slido, integral y real, cuando ste se fundamenta en la doctrina apostlica bien interpretada y bien explicada. El Nuevo Testamento nos presenta con claridad que el mayor nfasis que se daba en los cultos y en la vida cristiana, era el conocimiento de la doctrina bblica. Ahora, esto no significa que el mero conocimiento intelectual o racional de las doctrinas garantizan una vida espiritual ferviente y agradable a Dios, puesto que la oracin y la comunin diaria con Dios a travs de una confianza vigorosa son necesarias. No obstante, si un creyente desea crecer espiritualmente, entonces el principal alimento que debe consumir es la doctrina cristiana. Ella es como un muro alto que impide que el embate de los vientos y las mareas
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de error y pecado causen estragos en nosotros. Es por eso que encontramos numerosas exhortaciones en la Biblia animndonos a conocer y profundizar en la doctrina que fue enseada por los verdaderos apstoles del Cordero y los profetas: Y perseveraban en la doctrina de los apstoles, en la comunin unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones (Hch. 2:42). Este pasaje retrata a una iglesia que no desestim la enseanza doctrinal como si fuera algo adicional o tangencial a la vida cristiana, sino que la presenta como el primer elemento que debe caracterizar a una iglesia pujante espiritualmente. La Iglesia de Corinto era una congregacin carismtica y ellos usaban buena parte del culto haciendo manifestaciones orgullosas de su capacidad de hablar milagrosamente en otros idiomas o en otras lenguas, y el apstol Pablo les exhorta para que abandonen esa prctica egosta que no conduce a un crecimiento espiritual, sino que se dediquen a la enseanza doctrinal: Ahora, pues, hermanos, si yo voy a vosotros hablando en lenguas, qu os aprovechar, si no os hablare con revelacin, o con ciencia, o con profeca, o con doctrina? (1 Cor. 14:6). El apstol Pablo en su carta a los Efesios desarrolla conceptos doctrinales de gran profundidad respecto a la persona de Cristo y la doctrina de la Iglesia, y con eso procura que los creyentes puedan madurar al recibir el alimento doctrinal slido: Para que ya no seamos nios fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engaar emplean con astucia las artimaas del error, sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo (Ef. 4:14-15). Pablo est mostrndonos que no puede haber verdadero crecimiento espiritual sino profundizamos en la verdad, es decir, en la doctrina. La fe en la cual nos edificamos es la enseanza doctrinal cristiana. Los perodos de mayor decadencia en la historia de la iglesia cristiana, han estado caracterizados por un conocimiento doctrinal pobre y por la mediocridad de la enseanza doctrinal desde el plpito. No as con los perodos de avivamiento y robustez. El poderoso avivamiento de la reforma evanglica del siglo XVI se caracteriz por un amor profundo, de parte de los pastores y los creyentes, hacia el conocimiento de la doctrina bblica. En ese perodo se escribieron muchas confesiones de fe y catecismos, todos preparados con excelencia, mucho cuidado y mucho estudio, de parte de idneos y piadosos pastores-telogos, a travs de los cuales se buscaba nutrir slidamente la fe de los creyentes. Cuando en el siglo XVII las iglesias haban dejado de lado la doctrina evanglica que recibieron de sus padres los reformadores, y en consecuencia el liberalismo, la inmoralidad y la frialdad espiritual estaban causando estragos en la iglesia, entonces Dios envi otro poderoso avivamiento, y el resultado fue una iglesia floreciente, piadosa, llena de vitalidad. Pero Cul fue la marca distintiva de ese perodo? El profundo conocimiento doctrinal. Los puritanos se esforzaron en redactar confesiones de fe y catecismos que ayudaran a los pastores en su labor de edificar a los santos. Durante ese tiempo se dio la deseada
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combinacin de tener pastores que eran, a la misma vez, piadosos hombres entregados al Seor y poderosos telogos que exponan con claridad y sencillez la doctrina bblica. Si queremos tener en nuestro siglo y en nuestros pases avivamientos poderosos, entonces debemos iniciar enseando con claridad y profundidad las preciosas doctrinas bblicas. Pero, alguien podr decir La doctrina no es un invento de los hombres, no es la redaccin humana de dogmas y conceptos? Judas nos dir que no. La verdadera doctrina procede del Dios Santo. c. Carcter de la edificacin. Edificndoos sobre vuestra santsima fe La doctrina cristiana, aquella que es verdadera, no procede de la imaginacin de los hombres, sino que ella bebe de la fuente ms pura y excelsa que puede haber, es decir, de Dios. La doctrina bblica no es ms que la enseanza recibida de Dios, a travs de su Palabra, la cual es inspirada por el Espritu Santo. Esta fe en la cual los santos se edifican es santsima porque procede del Santo. Esta fe es un don de Dios que le es confiado a los cristianos, y que es descrita en forma superlativa como <santsima>. Esta fe que se origina en Dios es perfecta, pura e incomparable. Los creyentes deben esforzarse lo ms posible para fortalecer a sus hermanos con este precioso don que poseen juntos39. Jess dijo que la doctrina verdadera procede de Dios: Jess les respondi y dijo: Mi doctrina no es ma, sino de aquel que me envi (Jn. 7:16). Algunas personas creen ser edificadas cuando escuchan a algunos supuestos profetas hablando las fbulas que inventan sus mentes exaltadas, y constantemente estn buscando estas experiencias. Pero de la nica manera que puedo estar seguro de estar edificndome en Dios, conforme a Su voluntad, es cuando estoy aprendiendo la doctrina que fue enseada por los apstoles y profetas verdaderos, y que nos ha sido transmitida a travs de las Sagradas Escrituras, y que las iglesias verdaderas la han profesado a travs de sus credos y confesiones histricas. Cuando estudiamos la doctrina, estamos conociendo a Dios, conocindole a l somos conformados a la imagen de Cristo, y crecemos en santidad. Y ahora, hermanos, os encomiendo a Dios, y a la palabra de su gracia, que tiene poder para sobreedificaros y daros herencia con todos los santificados (Hch. 20:32). La verdadera doctrina solo se conoce a travs de las Escrituras. De manera que Judas nos llama a conocerla, a estudiarla, a analizarla, pero tambin a obedecerla. La verdadera doctrina conduce al creyente a una prctica verdadera de la fe. La verdadera doctrina no consiste en elucubraciones sobre temas absurdos, sino que ella se deleita en conocer al Dios que se revela en las Sagradas Escrituras. Ella es santsima porque se centra en el Dios santo que nos es revelado en Su Palabra. la fe que sustentamos o, mejor dicho, que nos
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sustenta no es meramente la opinin personal de uno mismo, sino la revelacin que vino de Jesucristo y fue conservada y transmitida dentro de la Iglesia, siempre bajo el cuidado y la direccin del Espritu Santo, de generacin en generacin40. La verdadera doctrina es santsima porque nos conduce a apartarnos del pecado y a vivir una entrega real a Dios, pues, al conocer su Palabra, lo conocemos a l, y el Espritu nos lleva a vivir para l. La doctrina bblica, expuesta de manera fiel, clara y siendo aplicada por el Espritu Santo al corazn del creyente, es un poderoso instrumento para transformarnos a la imagen de Cristo. Aplicaciones: - Hermanos, Cules son las actividades espirituales en las que ms te ocupas? Recuerda, que aunque muchas de esas actividades son necesarias para la extensin del Reino de Cristo en la tierra, no obstante, debes darle prioridad a aquellas actividades que producen una real edificacin. Hemos visto con Judas que somos edificados cuando cimentamos nuestra vida en la fe cristiana, es decir, en la doctrina que hemos aprendido de los apstoles, los cuales la aprendieron de Jesucristo mismo. Ests aprendiendo esta doctrina? La responsabilidad incluye dos aspectos: primero, debemos ser diligentes en el estudio personal de las Sagradas Escrituras. Orar fervientemente para que el Seor ilumine nuestras mentes al escudriarla, y luego meditar en ella, no solo en las preciosas promesas que contiene, sino tambin en sus mandatos y enseanzas. Y segundo, es nuestra responsabilidad acudir a los cultos, escuchar los estudios bblicos, estar atento a las predicaciones, porque all nuestros pastores nos ensean la doctrina apostlica, la cual, nos ayudar a ser librados de la accin de los falsos profetas. No olvides esta doble responsabilidad: Estudio personal de la Palabra de Dios y estudio colectivo escuchando a los pastores y predicadores que Dios da a la iglesia. Las dos cosas se deben hacer. Si solo estudiamos personalmente las Escrituras, y no estamos atentos a la enseanza de los ancianos, entonces corremos el peligro de armar nuestra propia y antojadiza doctrina. Y si solo estamos atentos a la enseanza de los pastores, y descuidamos nuestro estudio personal, entonces no tendremos criterio para detectar si algn da nuestros pastores ensean doctrina falsa. Muchos creyentes se confan en que, siendo que sus pastores son muy bblicos y estn en armona con la doctrina histrica que han profesado los santos de todos los tiempos, entonces, todo lo que ellos enseen o hagan estar bien. Pero esto no siempre es as. El famoso predicador de radio Harold Camping, presidente de Family Radio, por muchos aos ense muy buena doctrina, y muchos creyentes lo escuchbamos con agrado. Pero luego empez a interpretar errneamente las Escrituras, elucubrando sobre los eventos del fin, e interesndose por
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descubrir fechas exactas del arrebatamiento y el juicio final, lo cual le condujo a doctrinas errneas sobre la importancia de la iglesia local en la redencin y santificacin de los creyentes, sobre el destino de los malvados y la eternidad sufriente en el infierno. - Amigos que an no conocen la pureza doctrinal que nos ensea la Palabra de Dios. Es muy probable que ahora no tengas ningn inters real en ella, pues, has aprendido que lo importante es tener fe en Dios y fe en Cristo. Pero la fe no es un paso en la oscuridad. La verdadera fe debe estar fundamentada en la verdad, y ser imposible tener la fe salvadora si no tengo un conocimiento de quin es Dios, cules son sus exigencias, de su santidad, de su ira, de su justicia, de su amor y su misericordia. Te invito para que, con la ayuda de un buen libro de doctrina cristiana, o de un pastor o hermano versado en la fe bblica, aprendas a conocer estas verdades esenciales, y, es posible, confiados en la misericordia divina y la accin soberana del Espritu Santo, que llegues a comprender la situacin de condenacin en la que te encuentres, y procedas al verdadero arrepentimiento, entregando tu vida al nico que puede salvar tu vida de las enseanzas de los falsos profetas o falsos ministros religiosos a los cuales escuchas, y tambin salvar tu vida de la eterna condenacin en el infierno.
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Responsabilidades de los que luchan vigorosamente por la doctrina La constante oracin en el Espritu Santo Judas 20 Introduccin: El poder destructor del engao ha existido desde el inicio mismo de la creacin. Al comienzo de la existencia del gnero humano, Satans, el gran adversario, hizo de las suyas engaando a Adn y Eva, llevndoles a creer conceptos errneos que luego les condujeron a rebelarse contra Dios y en consecuencia recibieron la ira del Juez divino. A partir de ese nefasto momento, todos los hombres debemos enfrentar una lucha constante para librarnos del poder del engao, pero es una lucha que pocos pelean realmente, pues, nos es ms placentero y fcil dejarnos llevar por la corriente de este mundo. No obstante, el fin del engao es la destruccin, la miseria, la ruina y el sufrimiento sin fin en una eternidad, abandonados por Dios. El pastor Judas, en su breve pero confrontadora carta, nos ha presentado un retrato de la crueldad de los falsos maestros, los cuales fingen ser siervos del Seor, pero en realidad, solo buscan un fin: engaar a los incautos y conducirlos detrs de sus obras impas. Estos falsos profetas estn constantemente activos en fraguar maneras para introducir herejas destructoras de manera sigilosa, velada y, como dice Judas, encubierta. Judas invita a todos los creyentes para que se libren de la posibilidad de caer en manos de los falsos profetas y de sus falsas doctrinas, mantenindose ocupados en varias actividades espirituales que son efectivas en nuestra diaria y constante lucha espiritual: Edificar, orar, conservar y esperar. 1. La constante edificacin a travs de la Palabra de Dios. edificndoos sobre vuestra santsima fe (v. 20) 2. La constante oracin en el Espritu Santo. orando en el Espritu Santo (v. 20) 3. La constante conservacin en el amor de Dios. conservaos en el amor de Dios (v. 21) 4. La constante espera en la misericordia divina. esperando la misericordia de nuestro Seor Jesucristo para vida eterna (v. 21) Ya hemos visto cmo nos edificamos sobre la santsima fe. Aprendimos que esto consiste en ir construyendo nuestras vidas sobre el conocimiento certero de la Palabra de Dios, que, aunque al inicio tenemos poco conocimiento de la Palabra, vamos poniendo, pieza por pieza, poco a poco, yendo de los ms sencillo a lo ms profundo, las verdades poderosas
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que han sido reveladas por Dios en Su palabra. Esta edificacin debe ser constante, continua y segura. Si nuestras vidas se construyen sobre la Palabra de Dios, entonces permaneceremos firmes y nuestra casa no caer frente a los vientos de la falsa doctrina. Pero, un peligro muy comn en los crculos evanglicos conservadores, donde se hace mucho nfasis en ser iglesias de la Palabra, es decir, centradas en la Sola Escritura, es que nos volvemos expertos en el conocimiento de la Palabra, pero descuidamos los otros medios de gracia que Dios nos ha dado para conservarnos en su amor, y ser as librados de los errores de la falsa doctrina. En esta oportunidad analizaremos la segunda actividad en la cual nos debemos mantener firmes y constantes: La oracin. Con el fin de comprender este segundo punto presentado por Judas en el versculo 20 de su carta, dividiremos el estudio en las siguientes partes: 1. El mandato de orar 2. La forma de orar
1. El mandato de orar: Orando (v. 20) Siendo que detrs de los falsos profetas y de las falsas doctrinas, o del engao, se encuentra Satans, el adversario de Dios y de la verdad, entonces, no podemos enfrentar esta poderosa corriente de mentira y destruccin, sino es en dependencia del poder de Dios. La Palabra escrita, es decir, la Sagrada Escritura, es la base firme sobre la cual cimentamos nuestras vidas, pero la oracin es el medio a travs del cual alcanzamos el poder de Dios que nos permite mantenernos firmes en la verdad revelada en las Escrituras. Una vida sin oracin no es ms que un atesmo prctico. Cuando no oramos constantemente estamos actuando como aquellas personas que niegan la existencia de Dios, y por lo tanto, nunca le buscan. Hay ateos tericos y hay ateos prcticos. El cristiano que no ora frecuentemente, acta como un ateo prctico. Con su mente y boca puede recitar sendos pasajes de la Biblia, o con su razn puede comprender las ms hermosas, profundas y ortodoxas verdades doctrinales, pero con su falta de oracin muestra que estas verdades solo estn guardadas en su mente, y no afectan en nada su vida espiritual. Si bien es cierto que el medio de gracia fundamental para nosotros los creyentes es la Palabra de Dios, y nos es necesario escudriarla, entenderla, pensarla, meditarla, memorizarla, no obstante, si esta Palabra no est acompaada de la oracin constante, entonces no ser ms que mero conocimiento racional, el cual nos conducir a ser orgullosos, fros y secos espiritualmente.
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Hay dos peligros espirituales muy serios en los cuales las personas pueden caer: Primero, dejarse arrastrar por las falsas doctrinas, y segundo, ser muy ortodoxo en la fe, luchar por la sana doctrina, pero volverse un fro y congelado guerrero de la fe. Esta frialdad procede del no mantenerse al calor de la oracin, de la comunin con Dios y la dependencia del Espritu Santo. Judas conoce la debilidad del ser humano, y es por eso que nos manda a luchar por la fe que ha sido dada una vez a los santos, pero que esta lucha no sea solamente asunto de ortodoxia sino de orto-praxis. Estudio de la Biblia sin oracin, no es ms que orgullo racional. Los falsos profetas mantienen a sus seguidores ocupados en vanas oraciones y en un emocionalismo excesivo, vaco de conocimiento, sensacionalista y mstico, pero muchas veces los creyentes ortodoxos se mantienen en un estudio profundo y serio de la Palabra, pero alejados del calor de la comunin con Dios. No s cul de los dos extremos ser ms peligroso. Orar constantemente es uno de los deberes ms importantes del creyente. El Salmista dice que orar es una actividad que identifica a los santos: Por esto orar a ti todo santo (Sal. 326). La oracin debe ser uno de los primeros deberes del cristiano todos los das: Oh Jehov, de maana oirs mi voz; de maana me presentar delante de ti, y esperar (Sal. 5:3). Pero la oracin no solo debe ser uno de los primeros deberes, sino que es uno de los constantes deberes durante el da: Tarde y maana y a medio da orar y clamar y l oir mi voz (Sal. 55:17). La atmsfera normal en la cual un cristiano debe respirar constantemente es en el de la oracin. No solo al levantarse, sino al iniciar las labores del da, al marchar para su trabajo o estudio, al desarrollar su trabajo, al enfrentarse con las preocupaciones de su labor, al sufrir por las complejas relaciones humanas, al angustiarse en medio de la diaria congestin vehicular, al desesperarse por las largas filas que debemos hacer cuando estamos en el banco o en las entidades de salud, al estudiar la Biblia, al evangelizar a los perdidos, al controvertir a las falsas doctrinas, al defender la fe. Jess es nuestro mejor modelo en una vida de oracin. De l se dice que Levantndose muy de maana, siendo an muy oscuro, sali y se fue a un lugar desierto, y all oraba (Mr. 1:35). A Jess lo encontramos orando en todo momento y en todas las circunstancias de su vida, de all que l mismo nos enseara, a travs de una ilustracin, sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar (Lc. 18:1). Los apstoles tambin instaron a los creyentes a no ser descuidados con este medio de gracia, sino que se nos ordena: Orad sin cesar (1 Tes. 5:17). La Biblia nos dice que somos guardados por el poder de Dios (1 Ped. 1:5), y el poder de Dios trabaja en nosotros a travs de la oracin, ya que ella nos mantiene en el fervor de la fe. Los creyentes que descuidan la oracin decaen en su sensibilidad y fervor espiritual. La oracin es como el fuego de una hoguera que siempre nos mantiene al calor de la comunin
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con Dios. No es de extraar que los hombres se vuelvan indeseables, mundanos y apticos a las cosas espirituales, si se permiten que las horas, los das y las semanas pasen, sin que su voz llegue al Trono de la gracia. Muchos creyentes son fieles en asistir a los avivados cultos del domingo, o a las reuniones de parejas o de jvenes, y son muy puntuales para asistir a las actividades de integracin, comidas y recreos, incluso les encanta participar de reuniones para estudiar la doctrina, pero son muy negligentes en asistir a los cultos de oracin. No es de extraar que sus vidas carezcan de fervor espiritual, o pasin por Dios, pues, la oracin congregacional nos permite fortalecernos los unos a los otros, desarrollar el amor mutuo, interceder por las necesidades de otros, clamar juntos por un avivamiento para la iglesia local, cuando oramos juntos hay una bendicin especial que no se puede disfrutar de otra manera: !Mirad cun bueno y cun delicioso es habitar los hermanos juntos en armona! Es como el buen leo sobre la cabeza, el cual desciende sobre la barba, la barba de Aarn, y baja hasta el borde de sus vestiduras; como el roco de Hermn, que desciende sobre los montes de Sion; porque all enva Jehov bendicin, y vida eterna (Sal. 133). La Iglesia apostlica comprendi esta fundamental verdad de la necesidad de orar juntos, y constantemente se reunan para tener momentos de oracin: Y perseveraban en la doctrina de los apstoles, en la comunin unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones (Hch. 2:42). Las oraciones de los creyentes son tan preciosas y amadas por el Seor que ellas llegan como un olor fragante ante su santa presencia. Y de la mano del ngel subi a la presencia de Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos (Ap. 8:4). Pero, Cmo hemos de orar? Este ser nuestro segundo punto. 2. La forma de orar: en el Espritu Santo Judas dice que la oracin verdadera debe ser hecha en (o por) el Espritu Santo. Antes de explicar este asunto es necesario hacer una aclaracin pertinente. Algunas personas creen que orar en el Espritu Santo consiste en orar usando el don de lenguas. Se basan para esta afirmacin en las palabras de Pablo, cuando dice: Porque si yo oro en lengua desconocida, mi espritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto Qu, pues? Orar con el espritu, pero orar tambin con el entendimiento (1 Cor. 14:14-15). No vamos a explayarnos en el lgido tema de las lenguas como don o capacidad personal que algunas personas reclaman tener en nuestros das, por medio del cual creen tener la capacidad de hablar en idiomas no aprendidos o en lenguaje de ngeles, pero, cuando Judas, y los otros autores del Nuevo Testamento hablan de orar en el espritu no se estn refiriendo a las lenguas sobrenaturales. Cmo lo sabemos? Lo sabemos porque 1 Corintios 12:29-30 deja claro que no todos los cristianos hablan en lenguas: < Son todos apstoles? {} Hablan todos en lenguas? La
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respuesta que se espera segn la construccin griega es: <No, no todos son apstoles. No todos hacen esto. No todos hablan en lenguas>. No todos los cristianos hablan en lenguas ni tienen porqu hacerlo. Pero este mandamiento de Judas es para todos los cristianos. Por tanto, no puede estar pensando en el hablar en lenguas, porque solo algunos lo hacen, segn el Nuevo Testamento41. Entonces, a qu se refiere Judas cuando dice que debemos orar en el Espritu Santo? Para comprender esta verdad es necesario acudir a otros pasajes bblicos que nos dan ms luz. El apstol Pablo en Romanos 8:26-27 dice: Y de igual manera el Espritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues, qu hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Ms el que escudria los corazones sabe cul es la intencin del Espritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos. El apstol est afirmando que nosotros no sabemos orar, no podemos orar solamente basados en nuestros conocimientos, sentimientos o propsitos. Nuestras mejores intenciones para elevar una oracin agradable a Dios fracasarn y solo encontrarn el desagrado del cielo. Aqu el apstol no est hablando de elocuencia o de palabras rebuscadas o frases mgicas que al ser pronunciadas alcanzan el favor de Dios, no. La debilidad nuestra al orar es que no sabemos qu pedir. Muchas veces pedimos cosas que no convienen y estamos centrados solo en nuestro bienestar y comodidad: Peds, y no recibs, porque peds mal, para gastar en vuestros deleites (Stg. 4:3). En nuestra humana sabidura solo podemos dar, como dijo el Puritano Thomas Manton, eructos desagradables, voces extraas y palabras brbaras delante de Dios. Teniendo esta gran incapacidad para orar cmo conviene, entonces, Dios manda al Espritu Santo, el cual habita sobre y en todos los creyentes, para que nos gue con su dulce, suave y callada voz, a orar, muchas veces sin palabras, sino con gemidos, por aquellas cosas que Dios desea darnos. Spurgeon, en un devocional de Judas 20 dijo La gran caracterstica de la verdadera oracin es que se hace en el Espritu Santo. La semilla para una devocin aceptable debe venir del almacn celestial. Solo la oracin que viene de Dios, puede ir a Dios. Estar orando en el Espritu Santo, es orar con fervor. Las oraciones fras el Seor no las escucha. Cuando hablamos del fuego de la oracin, no se trata de algo tibio, sino que sta debe estar al rojo vivo. Se trata de orar con perseverancia. El verdadero suplicante cobra fuerza a medida que avanza y su fervor crece cuando Dios demora en responder. Cuanto ms tiempo dura la puerta cerrada, con mayor insistencia uso la aldaba, y cuanto ms tiempo permanece el ngel resuelto, no lo dejar ir sin recibir la bendicin. Hermoso a la vista de Dios es el llanto, la importunidad agonizante e invencible. Esto significa orar con humildad, el Espritu Santo nunca nos llenar de orgullo. Es su oficio el convencernos de pecado, inclinndonos a la contricin y al quebrantamiento de espritu. Nunca se canta Gloria in
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Excelsis excepto cuando oramos a Dios De profundis. La oracin debe ser perfumada con amor, saturada de amor el amor a nuestros santos hermanos, y el amor a Cristo42. La oracin hecha con la ayuda del Espritu no busca convencer a Dios de que nos de lo que nosotros queremos, sino que busca de Dios el conocer su voluntad y que esta sea hecha en nosotros. Muchas de las oraciones que hacemos no son respondidas positivamente porque esa era la oracin humana, imperfecta, ms no era lo que l Espritu oraba. Para orar bien, debemos estar en perfecta sintona con el Espritu Santo que mora en nosotros. El Salmista entendi esta verdad cuando dijo: Suba mi oracin delante de ti como el incienso, del don de mis manos como la ofrenda de la tarde (Sal. 141:2). Ahora, antes de que saliera humo de los incensarios, estos deban ser encendidos por el fuego santo. Los creyentes tambin debemos elevar oraciones que proceden del fuego santo, de los carbones que son tomados del altar. Solo as nuestra oracin ser como un incienso agradable al Seor, sino oramos en el Espritu Santo, entonces es imposible que la oracin llegue al Trono de la Gracia. El puritano Thomas Manton dice que la oracin es un trabajo muy difcil para nosotros, podemos balbucear de nosotros mismos, pero no podemos orar sin el Espritu Santo, podemos poner las palabras en la oracin, pero es el Espritu el que pone los afectos, sin los cuales (la oracin) no es ms que una charla fra y una conversacin exnime (muerta)43. En muchas ocasiones nuestras necesidades pueden llevarnos a hacer oraciones muy sentidas. Un hombre carnal o no nacido de nuevo puede ser llevado a sentir un fuerte fervor e impulso para orar y gritar delante de Dios, suplicando alivio para un sufrimiento temporal. Los hombres que suelen hablar palabras soeces y que a cada rato ofenden con su lenguaje sucio y hacen burla de las cosas espirituales, si estuvieran en un barco a punto de hundirse en el mar feroz, o en un avin que est a punto de caer estrepitosamente a tierra, no dudaran en volverse serios y clamar con fervor a Dios por ayuda. Pero este fervor natural no es el fervor del Espritu, sino de la carne. Estas oraciones no son ms que los gritos desentonados de un cuervo. El fervor que procede de la gracia es otra cosa totalmente distinta. El apstol Pablo, en Romanos 8:26-27 afirma que el Espritu Santo nos ayuda a orar conforme a la voluntad de Dios. Nadie puede orar en debida forma a menos que est en el
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Spurgeon, Carlos. Spurgeons devotional on Jude 20. Extraido de: http://www.antioch.com.sg/well/devotional/spurgeon/10/10-08-pm.htm En: Julio 01 de 2011 (Traducido y adaptado por Julio Csar Bentez)
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Manton, Thomas. A practical commentary, an exposition with notes on the Epistle of Jude. Extraido de: http://www.newblehome.co.uk/manton/vol05/jude-20.html En Julio 01 de 2011.
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Espritu, es decir, en el elemento de su influencia44. Y la influencia del Espritu Santo se da a travs de su Palabra revelada, pues, toda la Escritura es inspirada por Dios, y los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espritu Santo (2 Ti. 3:16; 2 Pe. 1:21). De manera que cuando somos guiados por la Palabra y ella abunda en nosotros, nuestras oraciones sern presentadas ante Dios con la voz y el sentir del Espritu. El Espritu Santo ha sido otorgado como un don precioso a todos los creyentes, y solo por su santa influencia en nuestros corazones podemos dirigirnos a Dios con fervor espiritual, para llamarle Abba, Padre: Porque todos los que son guiados por el Espritu de Dios, stos son hijos de Dios. Pues no habis recibido el espritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habis recibido el espritu de adopcin, por el cual clamamos: Abba, Padre! (Ro. 8:14-15). Los creyentes tenemos la seguridad de que ahora somos hijos, y de que Dios es nuestro Padre, por la accin del Espritu Santo en nosotros. Con esta conciencia de pertenencia a la familia de Dios, entonces derramamos nuestros corazones ante l en oracin. Qu es la oracin en el Espritu Santo? Es oracin en ese espritu de adopcin, ese espritu de filiacin, ese ir al Padre por medio de la fe en Jesucristo, quien ha muerto por nosotros; ir a l derramando nuestros corazones delante de l, con nuestras necesidades y deseos ms profundos, cmo hara un nio con su padre45. Tambin el apstol Pablo, en su carta a los Efesios, nos insta a orar en el Espritu: Orando en todo tiempo, con todo oracin y splica en el Espritu, y velando en ello con toda perseverancia y splica por todos los santos (Ef. 6:18). Cuando nos sometemos a la voz del Espritu, es decir, a su Palabra revelada, entonces seremos guiados a orar conforme a su voluntad, sabiendo que la voluntad de Dios para nosotros es nuestra santificacin. (1 Tes. 4:3). Ahora, cuando somos guiados por el Espritu de Dios en la oracin, nuestro clamor ser conforme al clamor del Seor, y oraremos para que su palabra corra y sea glorificada (2 Tes. 3:1). Oraremos para que los pastores y predicadores bblicos sean ms osados en proclamar la verdad y denunciar la mentira. Oraremos para que las personas que estn siendo engaadas por los falsos profetas puedan encontrar la luz de la Palabra y salgan de sus garras malvadas. Cuando somos guiados por el Espritu, en nuestras oraciones no nos centraremos en pedir cosas para nuestro deleite terreno, sino que de manera primordial clamaremos para que el Reino de Dios venga a todas las personas, a las ciudades, a los pases, a las iglesias, y que su Gloria inunde al mundo, salvando a los escogidos por gracia.
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Jamieson, Roberto. Comentario exegtico y explicativo de la biblia. Tomo II: El Nuevo Testamento. Casa Bautista de publicaciones. El paso, EEUU. 2002. Pgina 756
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Orar en el Espritu tambin significa que el Espritu Santo nos da dones y gracias especiales para que podamos tener las palabras necesarias que expresan los afectos del Espritu. El Espritu da a algunos hombres la habilidad para expresar de una manera precisa y abundante lo que Dios quiere que oremos, pero todos los creyentes, en la medida que estamos siendo impregnados por la Palabra de Dios, tendremos las palabras del Espritu, adecuadas a cada ocasin, para pedir como conviene. Cuando un creyente est siendo guiado por el Espritu, entonces sabr que es necesario orar constantemente. Su corazn estar atento a la voz del Espritu, a travs de su Palabra escrita, y podr tener la experiencia del salmista: Mi corazn ha dicho de ti: Buscad mi rostro, tu rostro buscar, oh Jehov (Sal. 27:8). La oracin en el Espritu es la que nos proveer las fuerzas para rechazar las falsas enseanzas de los falsos profetas, porque estaremos tan inmersos en la voluntad del Espritu de Dios, que muy pronto vamos a discernir los espritus, y sabremos si las enseanzas que omos son del Espritu, es decir, conforme a la Palabra, o si son falsas: Os he escrito esto sobre los que os engaan. Pero la uncin que vosotros recibisteis de l permanece en vosotros, y no tenis necesidad de que nadie os ensee; as como la uncin misma os ensea todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, segn ella os ha enseado, permaneced en l (1 Jn. 2:26-27). Aplicaciones: - Eres una persona que ora? Hay un momento del da en el cual buscas a Dios a travs de la oracin? Todos los das llega tu voz al trono de la gracia? Eres de los creyentes que asisten gozosos a los cultos del domingo pero la pereza te impide asistir a los cultos de oracin de la Iglesia? Hermano, no seas de los que se aferran al estudio de la Palabra y de la doctrina, pero descuidan la oracin personal y la oracin congregacional. Cuando un cristiano se dedica a la oracin y descuida el estudio de la Palabra, es como un rbol con muchas hojas, pero sin raz. Cuando un cristiano se dedica a estudiar la Palabra y la doctrina, pero descuida la oracin, es como un rbol con profundas races, pero sin hojas ni frutos. No seamos ninguna de las dos clases de rboles. Estudiemos cada da con dedicacin la Palabra y la doctrina, pero oremos, oremos, oremos, hasta que nuestros corazones lleguen a estar tan impregnados del incienso perfumado que llega al cielo, que nos sea imposible pasar un da, sin tener audiencia con el Padre a travs de la oracin. - Cultivemos la comunin con el Espritu Santo a travs del escuchar su voz. No me refiero a una voz audible, o a pensamientos que no son ms que las imaginaciones de mentes exaltadas, no, me refiero a escucharlo en Su palabra revelada, en la Biblia. Escudrimosla, memoricmosla, de manera que cuando oremos, sepamos lo que debemos pedir, y de
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seguro que si estamos en constante comunin con el Espritu Santo, pediremos con gemidos indecibles lo que el Espritu desea, y no lo que nuestra carne anhela. - Si t no eres nacido de nuevo, si an no reconocer en Jess a tu Salvador y Seor, entonces tus oraciones no son ms que gritos desagradables de cuervos hambrientos, pues, siendo que el Espritu Santo an no habita en ti, no puedes orar en el Espritu; y la nica oracin que Dios escucha es la que se hace en el Espritu. Si quieres estar seguro que tu voz sube al Trono de la gracia, y que pides lo correcto, entonces acude hoy al Seor y pdele que te de la gracia del Espritu, trayendo conviccin a tu vida de cunto has ofendido a Dios con tu vida de pecado, que te de conviccin de arrepentimiento por tus mltiples maldades, y te lleve a Cristo en una acto de contricin y fe, anhelando encontrar en l el perdn de tus pecados, la vida eterna y la llenura del Espritu Santo. El Seor Jess dijo que Qu padre de vosotros, si su hijo le pide pan, le dar una piedra? O si pescado, en lugar de pescado, le dar una serpiente? O si le pide un huevo le dar un escorpin? Pues si vosotros, siendo malos, sabis dar buenas ddivas a vuestros hijos, cunto ms vuestro padre celestial dar el Espritu Santo a los que se lo pidan? /(Luc. 11:11-13).
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Responsabilidades de los que luchan vigorosamente por la doctrina La constante conservacin en el amor de Dios Judas 20 Introduccin: En nuestro estudio de la carta de Judas hemos visto el inminente peligro espiritual en el cual nos encontramos a causa de la presencia y actividad encubierta de los falsos maestros, debido a que sus doctrinas perniciosas tienen un gran atractivo para la naturaleza pecaminosa que todava nos acompaa. En consecuencia, Judas, el autor de la carta, nos ha exhortado para que contendamos ardientemente por la fe. Nos ha advertido sobre la condenacin y el juicio que vendr sobre los falsos profetas y los que siguen sus doctrinas errneas, incluso nos mostr, a travs del ejemplo de los ngeles que pecaron y de Israel en el desierto, que el hecho de haber estado muy cerca de la presencia y la gloria de Dios, no significa que estemos libres de sufrir su ira, a causa de la apostasa. Ahora, en la ltima parte de la carta, Judas ha afilado la espada de la Palabra y exhorta a la iglesia para que se ocupe en varias actividades que nos ayudarn a evitar la influencia de los falsos maestros y nos fortalecern para escapar del camino de la apostasa. Judas nos dijo que es necesario siempre tener presente las palabras de los apstoles, edificar nuestras vidas sobre la santsima fe, es decir, sobre la Palabra de Dios, y que nos volvamos expertos y constantes en la verdadera oracin, la cual debe ser hecha en el Espritu Santo. Todo esto debe caracterizar al creyente que desea verse libre de la influencia de los engaadores de la fe, todo esto debe caracterizar a aquellos que quieren ser librados de caminar por la senda de los falsos maestros y que no desean terminar en la apostasa. Pero puede que alguien, a estas alturas del estudio de Judas, se pregunte, Acaso las doctrinas bblicas de la gracia no nos ensean que nuestra salvacin est segura en Cristo y que nada podr hacernos dao? No es el mismo Judas el que concluye su carta afirmando en el verso 24 que solo Dios es poderoso para guardarnos sin cada, y presentarnos sin mancha delante de su gloria con gran alegra? Si solo Dios puede guardarnos sin cada, es decir, si solo l puede preservarnos para que no caigamos en la apostasa, entonces por qu gastar tanto tiempo describiendo a los falsos profetas, denunciando las falsas doctrinas, advirtiendo del juicio de Dios que vendr sobre los apstatas y exhortando a la iglesia para que se ocupe en diversas actividades, que salen a sobrar, pues, nuestra firmeza en el Evangelio depende solo del poder preservador de Dios? Pero no nos dejemos engaar en este asunto. Algunas corrientes doctrinales antinomianas (en contra de la Ley del Seor) y algunos grupos que han sido denominados como hiper 164
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calvinistas, algunos dispensacionalistas extremos y otras corrientes sectarias dentro de los grupos evanglicos, han llevado hasta extremos peligrosos las preciosas doctrinas de la gracia, convirtindolas en las doctrinas de la desgracia, pues, tomando solo los textos que nos hablan de la seguridad que tenemos en Cristo para nuestra salvacin, desechan los cientos y miles de pasajes bblicos que presentan el cuidado preservador de Dios utilizando los medios que la misma gracia nos da para que nos ocupemos en nuestra salvacin. No se trata de que la salvacin sea una obra sinrgica, es decir, donde Dios y el hombre son co-redentores, sino que la gracia divina, cuando obra en el corazn del creyente, le capacita para utilizar los medios de la gracia y glorificar as al Seor. Veamos ejemplos de cmo se presenta esto en las Sagradas Escrituras: - Pablo dice que la salvacin es por gracia, por medio de la fe, y que esta fe es un don de Dios (Ef. 2:8), no obstante, el Seor no creer por nosotros, sino que nosotros tenemos que creer. - Tambin la Palabra de Dios ensea que el arrepentimiento es un don de Dios (Hch. 11:18), pero no es Dios quien se arrepiente por nosotros, sino que nosotros procedemos al arrepentimiento. - Dios es el que nos preserva para salvacin (2 Tim. 1:12), pero nosotros, por la gracia, tenemos el deber de perseverar hasta el fin (Mt. 24:13). Con esta claridad bblica en mente, analicemos hoy la tercera actividad en la cual Judas, inspirado por el Espritu Santo, nos exhorta para que nos mantengamos ocupados con el fin de evitar caer en manos de la falsa doctrina, de los falsos maestros y de la apostasa. 3. La constante conservacin en el amor de Dios. conservaos en el amor de Dios (v. 21) Con el fin de estudiar esta declaracin, lo analizaremos a travs de un sencillo bosquejo: 1. Analizaremos el mandato expresado en la palabra Conservaos 2. Explicaremos cmo nos conservamos en el amor de Dios Y, como es caracterstico en la predicacin expositiva, concluiremos con unas aplicaciones prcticas.
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1. Analizaremos el mandato expresado en la palabra Conservaos Judas, continuando con sus exhortaciones para que nos mantengamos ocupados en actividades que nos librarn de las garras de la falsa doctrina, prosigue sus instrucciones dicindonos que es nuestro deber conservarnos o guardarnos en el amor de Dios. Es decir, nos libraremos del camino de la apostasa, guardndonos en el amor que procede de lo alto. Judas utiliza en su carta varias veces la palabra guardados: En el verso 1 dijo que los creyentes son guardados en Jesucristo, luego en el verso 6 presenta el juicio de Dios sobre los ngeles que no guardaron su dignidad y ahora el Seor los ha guardado bajo oscuridad, y por ltimo, en el verso 24, concluye su carta con una preciosa doxologa, dando gloria a aquel que es poderoso para guardarnos sin cada. Ahora, siendo que para Judas, el autor inspirado, la accin de ser guardado o de conservarse es tan importante, analicemos de qu se trata. La palabra griega que Judas usa en el verso 21, para conservaos, es trsate (Primer aoristo de imperativo en voz activa (de urgencia) de tro)46. Es interesante que la palabra usada por Judas, en el verso 1, para decir que los creyentes estamos guardados (tetrmenois) en Jesucristo, es de la misma familia de la que usa en el verso 21 para decir que nos mantengamos guardados en el amor de Dios. Tro es una palabra griega que significa literalmente custodiar, guardar, proteger y de esta tambin se desprenden otras palabras que significan vigilar bien, resguardar, atesorar, tener en mente, proteger47. Tambin puede significar mantener a la vista, velar por, poner atencin, resguardar, retener, preservar. En Juan 17:11-12 esta palabra se usa en el sentido de proteger o preservar: Y ya no estoy en el mundo; mas stos estn en el mundo, y yo voy a ti. Padre Santo, a los que me has dado, gurdalos en tu nombre, para que sean uno as como nosotros. Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre; a los que me diste yo los guard, y ninguno de ellos se perdi, sino el hijo de perdicin. Jess pide al Padre que preserve a los suyos y los guarde para que ninguno se pierda. Aqu la accin de guardar proviene del Padre. Ahora, muchas veces esta palabra griega es usada en el Nuevo Testamento para referirse a la accin de Dios en nosotros guardndonos y preservndonos en la fe. Pero en Judas 21 parece estar indicando una accin del creyente. Como dije en la introduccin, esto parece ser problemtico para algunas personas. Citar un comentario de John Benton al respecto:
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Robertson, A. T. Comentario al Texto griego del Nuevo Testamento. Pgina 715 Kittel, Gerhard. Compendio del diccionario teolgico del Nuevo Testamento. Pgina 1157
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Pero espera puedes decir -, el versculo 1 nos dice que los cristianos somos guardados, no es cierto? Bueno, pues si somos guardados por qu tenemos que conservarnos? La lgica humana nos dice que si Dios est haciendo algo, entonces nosotros no tenemos que hacer nada respecto a eso. Pero la lgica bblica es con frecuencia diferente. La lgica bblica aqu es que, si Dios est haciendo algo, entonces debo desear hacerlo tambin. Filipenses 2:12-13 es una gran afirmacin clsica de esa clase de forma de pensar: Ocupaos en vuestra salvacin con temor y temblor. Actuar, ser un cristiano que se ocupa de cosas. Por qu? Porque Dios es el que en vosotros produce as el querer como el hacer, por su buena voluntad. La lgica humana dira: Si Dios lo est haciendo, por qu tengo que hacerlo yo? Pero es lgica humana. La lgica bblica no contrapone la soberana de Dios a la responsabilidad del hombre. Al contrario, hace hincapi en ambas por igual. Por tanto, tengo que ocuparme de mi salvacin porque Dios est obrando en m. Si Dios me est guardando, entonces Judas tiene plena razn al decir que debemos conservarnos en el amor de Dios48. En teologa solemos usar un trmino que describe el cuidado y la accin de Dios para preservar o cumplir sus propsitos, utilizando las acciones y la responsabilidad humana. Este trmino es concurrencia. La concurrencia puede ser definida como la cooperacin del poder divino con los poderes subordinados, de acuerdo con las leyes pre-establecidas para su operacin hacindolas actuar, y que acten precisamente como lo hacen49. Un ejemplo bblico de concurrencia es cuando Dios quiere preservar a Jacob y a sus hijos de la muerte por hambre, con el fin de formar a travs de ellos una nacin santa, y utiliza para esta preservacin las inclinaciones pecaminosas que tenan los hermanos de Jos, y a este lo venden como esclavo para luego ser llevado a Egipto, donde llega a convertirse en uno de los principales miembros del gobierno del Faran, y estando en esta posicin logra salvar a sus hermanos de la gran hambruna que vino sobre la tierra; es por eso que Jos en Gnesis 45:5 dice a sus angustiados y temerosos hermanos: Ahora, pues, no os entristezcis, ni os pese de haberme vendido ac; porque para preservacin de vida me envi Dios delante de vosotros. Quin envi a Jos delante de sus hermanos a Egipto? Dios Qu medio us Dios para enviarlo a Egipto? Las inclinaciones pecaminosas de sus hermanos. Fueron responsables los hermanos de Jos por lo que hicieron? Si Los oblig Dios a hacer lo que hicieron? No. Pero Actuaron ellos conforme al plan que Dios haba trazado? Si. Eso es concurrencia, y es de lo que Judas nos habla en este pasaje. Judas est afirmando que los creyentes somos responsables de conservarnos o ser guardados en el amor de Dios, pero no se trata de que somos co-redentores con Dios, ni de que la salvacin dependa de nosotros, o que el hombre hace una parte del trabajo y Dios
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Benton, John. La contienda por la fe: El mensaje de Judas. Pgina 159 Berkhof, Louis. Teologa Sistemtica. Pgina 202
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hace la otra parte (como ensean nuestros amados hermanos arminianos). La concurrencia nos ensea que Dios hace su obra en nosotros, usando los medios que su soberana ha designado. Nosotros no podemos hacer nada para nuestra salvacin, o para ser conservados en el amor de Dios, sin el poder de su Gracia, pues, Jess mismo dijo: Porque separados de m nada podis hacer (Jn. 15:5). No puede haber concurrencia sino esta no es dependiente, totalmente, del poder de Dios. En la perseverancia de la fe, en el conservarnos en el amor de Dios, hay una concurrencia de nuestro cuidado y diligencia: Por tanto, amados mos, como siempre habis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho ms ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvacin con temor y temblor (Fil. 2:12). Pero que este ocuparse no es una actividad meramente humana o resultado del esfuerzo humano, sino que procede del poder de la Gracia de Dios, se deja ver en el verso que sigue: Porque Dios es el que en vosotros produce as el querer como el hacer, por su buena voluntad (Fil. 2:13). O como tambin dice Pablo en Filipenses 1:6 Estando persuadido de esto, que el que comenz en vosotros la buena obra, la perfeccionar hasta el da de Jesucristo. El cultivo de los hbitos santos, el crecimiento en la disciplinas de la gracia, la capacidad de actuar santamente, todo esto viene de Dios: Ms el Dios de toda gracia, que nos llam a su gloria eterna en Jesucristo, despus que hayis padecido un poco de tiempo, l mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca (1 Ped. 5:10) sin embargo, hay una concurrencia de nuestro cuidado, esfuerzo y trabajo. Como dice Thomas Manton: Un nio en la matriz es alimentado por la madre, vive por la vida de la madre, se alimenta con la comida de la madre, pero un nio, cuando nace, vive una vida distinta y separada de su madre, aunque todava est bajo el cuidado y disposicin de ella. Lo mismo ocurre con nosotros luego de recibir la gracia. Tenemos un poder para actuar y hacer lo necesario para la preservacin de la vida espiritual50. De manera que cuando Judas nos ordena, con un sentido de urgencia, a conservarnos o guardarnos en el amor de Dios est dicindonos que no debemos descuidar los medios de gracia para librarnos de caer en las manos de los falsos profetas y las doctrinas errneas. Que no debemos descansar sobre el lecho del facilismo, y pensar que como Dios lo hace todo, entonces no soy responsable de hacer nada. Es verdad que Dios lo hace todo, pero lo hace en nosotros y por nosotros. La ociosidad espiritual producir en nosotros resultados negativos, adversos y peligrosos. Pero, ahora la pregunta es, cmo nos conservamos o guardamos en el amor de Dios? Este ser nuestro segundo punto.
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Manton, Thomas. A practical commentary, an exposition with notes on the Epistle of Jude. Extraido de: http://www.newblehome.co.uk/manton/vol05/jude-20.html En Julio 09 de 2011.
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2. Explicaremos cmo nos conservamos en el amor de Dios Para guardarnos o conservarnos en el amor de Dios, para mantenernos vigilantes en ese amor y perseverar en l, es necesario utilizar los medios que la gracia ha dispuesto para ello. Las dos primeras acciones que Judas mencion en el verso 20 - edificndonos en nuestra santsima fe y orando en el Espritu Santo - forman parte de los medios que el Seor usa para que seamos guardados o preservados. Ya hemos visto que esta accin de ser guardados o preservados, aunque en ltimas es obra de la gracia y el poder de Dios, como estaremos viendo en el verso 24, no obstante debido a la concurrencia de nuestros esfuerzos, es atribuido a nosotros mismos51. Ahora, de todas las gracias que nos son dadas, el amor es el que ms cuidado exige, es la gracia que ms debemos guardar. Por qu? Porque es la gracia que ms rpido decae. Pero tengo contra ti que has dejado tu primer amor (Ap. 2.4). El amor es como una llama que se enciende en nuestro corazn, pero para mantenerse ardiendo requiere de buen combustible. El amor es el motor que nos empuja a apartarnos del pecado y a cumplir con nuestros deberes para con Dios y los hombres. El amor a Dios es el primer afecto que se corrompi en la cada, y es el primero que se renueva en la salvacin. El amor nos hace odiar al pecado, nos aflige a causa del dolor de los dems, nos hace estar de luto por nuestros pecados. El amor nos lleva a deleitarnos en Dios y sus santas leyes. La Biblia nos presenta al amor de Dios o al amor de Cristo como un poderoso elemento que produce en nosotros toda una variedad de gracias: Porque el amor de Cristo nos constrie (2 Cor. 5:14) Pues este es el amor de Dios, que guardemos sus mandamientos (1 Jn. 5:3) Porque en Cristo Jess ni la circuncisin vale algo, ni la incircuncisin, sino la fe que obra por el amor (Gl. 5:6) Siendo que el amor es el eje central que mueve el desarrollo slido de nuestra vida cristiana, entonces, ste ser el principal objeto de ataque por parte de Satans, la carne y el mundo. La fe obra por el amor, la fe recibe la gracia, y el amor la ejercita. Si queremos resistir al pecado, si queremos guardar los mandamientos de Cristo, entonces no podemos prescindir del amor. El amor es una gracia que nos hace activos en hacer el bien a los dems y es por eso que Pablo nos habla del trabajo de vuestro amor (1 Tes. 1:3). El amor es el pegante ms fuerte que une a las piedras vivas que forman parte de la iglesia; es por el
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Manton, Thomas. Commentary on Jude. Extraido de: http://www.newblehome.co.uk/manton/vol05/zvol5contents.html En: Julio 09 de 2011.
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amor que todo servicio para el reino de Dios se hace con alegra. La falta de amor a Dios y a los santos es la causa de la apostasa. Ahora, Cmo nos mantenemos o conservamos en el amor de Dios? La mejor forma para crecer en el amor consiste en conocer de manera ntima y cercana a la otra persona. Nos es difcil amar verdadera y profundamente a las personas que no conocemos de cerca. Podemos sentir cario, simpata o compasin por personas que no conocemos y que pueden estar pasando por situaciones de adversidad o sufrimiento, pero amar de corazn requiere cercana, conocimiento personal, relaciones profundas. Para conservarnos en el amor de Dios y en el amor a Dios es necesario conocerlo. Y la mejor y ms segura manera de conocerlo es a travs de Su Palabra. Por eso Judas dijo que debemos estar edificados sobre nuestra santsima fe. Muchas personas no disfrutan del amor de Dios porque simplemente no le conocen. Algunos que se hacen llamar cristianos, y vienen a los cultos y participan de todas las actividades espirituales de la iglesia, viven vidas frustradas y con nada de fervor espiritual, y les es difcil amar a Dios y amar al prjimo, simplemente porque no le conocen. Esto dijo el apstol Pablo a algunos miembros de la Iglesia evanglica en Corinto: Velad debidamente, y no pequis; porque algunos no conocen a Dios; para vergenza vuestra lo digo (1 Cor. 15:34). Escuchar y escudriar con total devocin y pasin la Palabra de Dios, encender en nosotros la llama de la pasin por Dios. La Palabra, cuando habla a nuestro corazn, siempre produce ese fervor, esa fue la experiencia de los discpulos que iban camino a Emas: No arda nuestro corazn en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abra las Escrituras (Luc. 24:32). Ahora, relacionado con el conocer a Dios, se encuentra la obediencia a sus mandamientos. Judas no nos manda a conservarnos en un sentimiento pasajero, o en un romanticismo ftil. No, el amor en el cual debemos conservarnos, es un amor prctico, que se ejercita constantemente a travs de la obediencia. El Seor Jess, as como Judas, nos exhort para que permanecisemos en su amor: Como el Padre me ha amado, as tambin yo os he amado; permaneced en mi amor (Jn. 15:9). Pero a continuacin l nos explica cmo permaneceremos en su amor: Si guardareis mis mandamientos, permaneceris en mi amor (v. 10). La manera establecida por Dios para que nos conservemos en su amor, para que estemos vigilantes, para que no caigamos presa del error y de la manipulacin de los falsos profetas, es guardando sus mandamientos. Y guardamos sus mandamientos cuando los conocemos, a travs del estudio serio de la Palabra, no concentrndonos solo en las hermosas promesas que la Biblia contiene, sino tambin en los mandatos que en ella nos da el Seor. Pero no se trata solo de conocerlos, de ser capaces de recitar los diez mandamientos y poder explicarlos en detalle, sino tambin de vivirlos, de obedecerlos, de
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formarlos parte inseparable de nuestra vida: Pero sed hacedores de la Palabra, y no tan solamente oidores, engandoos a vosotros mismos (Stg. 1:22). Solo haciendo esto permaneceremos en el amor de Dios. Jess permaneci en el amor del Padre. l cultiv un conocimiento profundo y vivo de la Palabra revelada. Los evangelios hacen manifiesto el amplio y personal conocimiento que Jess tena de la Palabra, pero no solo eso, sino que Jess mismo se goz en obedecer los mandamientos de Dios. La cercana con el Padre, a travs de la oracin en el Espritu, aviv constantemente la llama del amor a Dios, y Jess experiment siempre la alegra de saberse amado por el Padre: As como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor (v. 10). Otro medio para conocer a Dios y amarle de corazn, en dependencia del anterior, es orar en el Espritu. El Espritu conoce a Dios y l nos revela a Dios a nuestro corazn. La oracin nos permite experimentar su amor que ha sido revelado en las Sagradas Escrituras. Sabemos que Dios perdona al pecador arrepentido, pero no experimentaremos la realidad del perdn hasta cuando acudamos en oracin humilde y penitente ante Dios. No habr otra forma de conservarnos en el amor de Dios, sino es a travs de la comunin diaria con l, meditando en l, desarrollando dulces pensamientos en torno a la majestad divina, su carcter, su amor, su misericordia, su cuidado, su sabidura, su santidad. Cuando dejamos de meditar en Dios, entonces el amor disminuir. Una cancin secular dice que la distancia es el olvido, y esto es muy cierto en el amor hacia Dios. Entre ms meditemos en l y tengamos comunin, ms fervoroso ser nuestro amor hacia Dios, pero si nos permitimos pasar un solo da sin dedicar tiempo para tener dulces pensamientos en l, entonces el amor se enfriar, y el enfriamiento del amor hacia Dios nos conduce a olvidar su Palabra, a no buscar la fortaleza espiritual a travs de la oracin, y en ltimas, a alejarnos de Dios. Y estando lejos de Dios, seremos presa fcil del error y los caminos de la apostasa. La invitacin que la Palabra nos hace hoy, a travs de Judas, es a mantenernos firmes en el amor de Dios, a conservarlo y guardarlo, cunto ms, cuando sabemos que Dios mismo trabaja para conservar y guardar ese amor, a travs de la obra y la intercesin de Jess, nuestro poderoso Salvador: Quin nos separar del amor de Cristo? Tribulacin, o angustia, o persecucin, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Antes, en todas estas cosas somos ms que vencedores por medio de aquel que nos am. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ngeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podr separar del amor de Dios, que es en Cristo Jess Seor nuestro (Ro. 8:35, 37-39).
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Aplicaciones: Como conclusin y aplicacin de lo que hemos aprendido hoy, quiero compartir algunas cosas que podemos hacer para no descuidar el deber de conservarnos en el amor de Dios: - Primero, debemos estar arraigados y cimentados en el amor (Ef. 3:17). Un amor superficial es pasajero y est supeditado a los vaivenes de nuestras emociones o de nuestras circunstancias. El amor a Dios y el amor de Dios, debe calar hasta lo ms profundo de nuestras vidas, cultivando la meditacin en Su palabra y la oracin. - Segundo, aumenta y crece en el amor. Cada da cultiva un amor creciente hacia Cristo, su Palabra, su Iglesia, y golpea fuertemente al amor al mundo y al pecado. Entre ms tiempo pases con amistades mundanas, ms amars al pecado. Si dedicas mucho tiempo para ver la televisin o el cine, es posible que amars ms las cosas de este mundo y menos a Cristo. Dedica mayor tiempo a meditar en l, a hacer actos de obediencia a Su palabra y mostrar tu amor al prjimo a travs de las obras de misericordia. El apstol Pablo le recomend esto a la Iglesia de Tesalnica: Pero os rogamos hermanos, que abundis en ello ms y ms ( 1 Ts. 4:10). - Tercero, ten en cuenta los primeros decaimientos de tu amor hacia Dios, ya que ellos sern la causa de que el amor se extinga poco a poco. El mal es mejor detenerlo al principio, y si cuando por primera vez lo detectaste no hiciste nada, entonces luego ser ms difcil detenerlo. Es ms fcil aplastar el huevo que matar a la serpiente cuando ya se ha desarrollado. El que repara su casa, siempre que descubre un portillo, evitar que ella se caiga. El Seor Jess nos manda a revisar cules son esos portillos que daan nuestro amor hacia l y que no nos permiten disfrutar de su amor, para que actuemos eliminando el mal y reemplazndolo por el bien, solo as podremos mantener avivado el amor de Dios en nuestros corazones: Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor. Recuerda, por tanto, de dnde has cado, y arrepintete (Ap. 2:4-5). El Seor nos manda a hacer tres cosas para que - Suplica con tu corazn. Cuando no has practicado el ms alto grado de amor que responde a la dignidad de Cristo, ni has cumplido con el deber que tenemos para con l de amarle con toda el alma y con todo el corazn, cuando no hemos hecho esto, le hemos dado menos de lo que l merece, no obstante, an hay oportunidad de arrepentirnos por este grave pecado, de encontrar en l la gracia del perdn, y recibir su ayuda para que le amemos con todas las fuerzas, con toda la mente y todo el corazn.
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Responsabilidades de los que luchan vigorosamente por la doctrina La constante espera en la misericordia divina Judas 21 Introduccin: Hay un dicho muy popular desde la edad media que dice Vox populi vox Dei, la voz del pueblo es la voz de Dios. Esta afirmacin se utiliza para sustentar las decisiones que se toman teniendo en cuenta el deseo de los pueblos o de las grandes masas. A la vez se ha utilizado para legitimar alguna postura o tradicin que es aceptada por una gran mayora de personas. Esta misma frase parece aplicarse tambin en la esfera espiritual y religiosa. La idea es que una creencia, o una religin, o una denominacin se consolidan como verdadera fe que proviene del cielo dependiendo de cuntas personas pertenecen o se identifican con determinada prctica o culto religioso. Pero que no siempre las grandes masas de seguidores son prueba de que tal o cual religin o denominacin o corriente doctrinal son correctos, es decir, es aprobado por Dios, se deja ver en la historia de la fe cristiana. Una vez que los apstoles salen de la escena terrena, de entre sus discpulos empiezan a surgir corrientes doctrinales y prcticas eclesisticas que nada tenan que ver con la fe que fue dada una vez a los santos. La iglesia deba mantenerse firme en la doctrina que aprendieron de los apstoles, pero no siempre fue as. Ya en el siglo II se evidencia una creciente jerarquizacin en los oficios eclesisticos. El obispo, que deba ser el pastor servidor, se convierte en un prelado de alto rango. Luego, en el seno de la naciente cristiandad, surgen toda suerte de herejas, las cuales logran afectar, no a unos pocos creyentes, sino a miles y millones. Cada vez que apareca una hereja, una numerosa cantidad de pastores e iglesias completas se iban detrs de ellas. Esto pas con el Adopcionismo, que negaba la pre-existencia y la divinidad de Cristo, tambin con el Arrianismo, que negaba la existencia eterna de Jess y su divinidad, o el Docetismo, que negaba la encarnacin del Hijo de Dios, o los Albigenses, que suprimieron las ordenanzas o sacramentos en la vida de la iglesia, o los Sabelianistas, tambin llamados modalistas, que negaban la existencia de un Dios trino y afirmaban que Dios cambiaba o mudaba la forma de presentarse ante el hombre, y en algunas ocasiones se present como Padre, en otras como Hijo y ahora se presenta como Espritu Santo, pero que es una sola persona. La mayora de estas herejas aparecieron en los primeros siglos de la iglesia. Pero siendo que la iglesia tena la Palabra de Dios escrita, y los pastores eran personas preparadas doctrinalmente para ejercer su oficio, esperaramos un rechazo contundente a toda falsa
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doctrina que intentara permear la estabilidad apostlica de la Iglesia. Pero esto no fue as, al menos con la mayora de las iglesias. Los pastores y las comunidades cristianas locales, corran detrs de cada nueva hereja que iba surgiendo. Y en gran parte esto se deba a que pocos queran estar fuera del montn. Todos queran ser reconocidos como parte del grueso de la cristiandad, as eso significara creer y practicar cosas que iban en contra de las Sagradas Escrituras. Esta triste realidad ha sido caracterstica de la iglesia en todos los tiempos. Por eso en muchas ocasiones en las Sagradas Escrituras se habla del fiel pueblo de Dios en cada generacin como un grupo pequeo, como un remanente o una manada pequea. Pero no es fcil ser una manada pequea en medio de una cristiandad alejada de Dios y del verdadero evangelio. En cada generacin esa manada pequea ha tenido que sufrir los ataques del grueso de la cristiandad apstata. Persecuciones, afrentas, desprecios, injurias, estigmatizaciones y otros vejmenes han formado parte del sufrimiento de los fieles creyentes. No es fcil ser un creyente fiel a la Palabra en medio de una cristiandad cada da ms apstata, ms humanista, ms pragmtica y ms centrada en el hombre que en Dios. Qu deben hacer los cristianos cuando sufren a causa de mantenerse fieles al verdadero evangelio? Judas nos ha dicho que debemos estar ocupados en tres cosas fundamentales: Edificarnos cada da en la Palabra de Dios, orar en el Espritu Santo y conservarnos en el amor de Dios. Ahora, en la segunda parte del verso 21 nos exhorta a mantenernos ocupados en otra actividad que nos ayudar a no ceder ante la poderosa influencia de una cristiandad apstata: esperar constantemente la venida de nuestro Seor y Salvador, la cual, har notoria su inmensa misericordia para con nosotros, los que por su gracia, nos hemos conservado en la doctrina bblica. 4. La constante espera en la misericordia divina. esperando la misericordia de nuestro Seor Jesucristo para vida eterna (v. 21) Para una mejor comprensin de nuestro texto, lo estudiaremos siguiendo la siguiente estructura: 1. La venida de Cristo se debe esperar 2. La venida de Cristo manifestar su misericordia 3. La venida de Cristo ser para vida eterna
1. La venida de Cristo se debe esperar. Esperando la misericordia de nuestro Seor Jesucristo para vida eterna (v. 21).
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La palabra griega que ha sido traducida como esperando es prosdechomenoi (participio presente en voz media de prosdechomai), la cual tiene dos acepciones o significados: Primero, recibir a alguien o aceptar algo, y segundo, aguardar o esperar. Este ltimo sentido es el que se utiliza en el Nuevo Testamento. Judas dice que algo caracterstico del verdadero cristiano es mantenerse en una constante y expectante espera de la venida del Seor Jesucristo. Esta espera, o este aguardar, nos es ilustrado por la actitud que mantuvieron los santos en el Antiguo Testamento. En Gnesis 3:15 el Seor le promete a Adn y Eva que a travs de la cimiente de la mujer l golpeara mortalmente al enemigo de las almas, a aquel que busca la destruccin del gnero humano. Luego en Gnesis 22:18 el Seor le promete a Abraham que a travs de su simiente l bendecir a las naciones. Esta simiente se refera al Mesas, quien redimira a su pueblo a travs de su muerte expiatoria y dara un golpe mortal a aquel que tena el imperio de la muerte, es decir, a Satans (Heb. 2:14): A Abraham fueron hechos las promesas, y a su simiente. No dice: y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo (Gl. 3:16). Todos los profetas del Antiguo Testamento anunciaron la venida del Mesas Salvador: De ste (de Cristo) dan testimonio todos los profetas, que todos los que en l creyeren, recibirn perdn de pecados por su nombre (Hch. 10:43), por lo tanto, todos los creyentes, los que se edificaban en la santsima fe, los que oraban en el Espritu Santo, los que se guardaban en el amor de Dios, los piadosos, todos ellos, anhelaban expectantes la venida del Salvador. Abraham se goz en que habra de ver el da de la venida del Mesas (Jn. 8:56), David llam Seor al Cristo (Mt. 22:42-45), Moiss, los profetas, y todos los siervos del Seor en el Antiguo Testamento vivieron esperando con gran entusiasmo la venida del Salvador. No haba un solo santo que no estuviera esperando la venida del Mesas. Sus corazones ardan de deseo por ver al deseado de las naciones, al que sera Su salvador. Pero no todos dentro del pueblo de Dios anhelaban su venida. Los falsos lderes religiosos, que por cierto, estaban lucrndose a travs de la religin, no deseaban que el Mesas llegara, pues, ellos saban que seran reprendidos duramente por todas las cosas que hacan engaando al pueblo y tergiversando la fe verdadera. Pero no solo los lderes religiosos falsos, que eran casi la totalidad de los ministros del culto en el templo, no deseaban que viniera el Mesas, sino que la feligresa incauta, engaada por los mercaderes de la fe, tampoco estaba expectante de su venida. Algunos si deseaban ver al Mesas, pero no para reconocerlo como el Salvador, sino para recibir milagros, para que l los librara del imperio romano, y les permitiera gozar de esta tierra. No obstante, unos pocos fieles, el remanente escogido, la manada pequea, estaban esperando al Salvador con profundo deseo. No eran la mayora, y tal vez pasaban
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imperceptibles para el grueso de la religin de su tiempo, pero all estaban los santos, tal vez sufriendo el desprecio de los que consideraban que eran un pequeo grupo de fanticos, radicales y arcaicos: Un hombre de la alta clase social y religiosa de su tiempo: Jos de Arimatea, miembro noble del concilio, que tambin esperaba el reino de Dios (Mr. 15:43); dos piadosos ancianos: Simen y Ana: Y he aqu haba en Jerusaln un hombre llamado Simen, y este hombre, justo y piadoso, esperaba la consolacin de Israel; y el Espritu Santo estaba sobre l. Estaba tambin all Ana, profetisa, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad muy avanzada. Esta, presentndose en la misma hora, daba gracias a Dios, y hablaba del nio a todos los que esperaban la redencin en Jerusaln (Lc. 2:25, 36, 38). La mayor parte de los judos no esperaban al Salvador, y cuando vino, no le conocieron, ni lo recibieron, por el contrario, le rechazaron, porque ellos queran continuar viviendo su falsa religin, centrada en ellos mismos. La situacin en el siglo XXI no es distinta a la del siglo I. El grueso de la cristiandad no anhela con pasin la segunda venida del Seor. Todos saben, as como lo saban los judos del siglo I, que Jess vendr otra vez, pero no lo desean, no lo anhelan, porque ellos quieren continuar viviendo el cristianismo falso, humanista y materialista que los falsos profetan pregonan hoy. La situacin de hoy puede ser comparada con la de dos mujeres cuyos maridos han salido de viaje, la una es fiel y piadosa, la otra le es infiel. Cul de las dos mujeres estar esperando con deseo, con alegra y expectacin que su marido regrese pronto? El cristianismo infiel no ama la venida de Cristo, pero los creyentes piadosos, los que le siguen de verdad, desean con todo su corazn que regrese pronto, suspiran de amor por contemplar al amado. Es por eso que el apstol Pablo dice que uno de los frutos que produce la sana doctrina es la esperanza dichosa de la segunda venida de Jesucristo: Aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestacin gloriosa de nuestro gran Dios y salvador Jesucristo (Tit. 2:13). Tambin Pedro exhorta a los creyentes para que se mantengan fieles al Seor, esperando su venida, de manera que sean diligentes en su santificacin: Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por l sin mancha e irreprensibles, en paz (2 P. 3:14). Siendo que nuestra ciudadana est en los cielos, entonces no estamos tan apegados a las cosas materiales, ni el deleite se encuentra en esta tierra de la peregrinacin, sino que esperamos, aguardamos con expectacin la llegada del celestial, el cual nos introducir al estado de eterna gloria: Ms nuestra ciudadana est en los cielos, de dnde tambin esperamos al Salvador, al Seor Jesucristo; el cual transformar el cuerpo de la humillacin nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la
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gloria suya, por el poder el con el cual puede tambin sujetar a s mismo todas las cosas (Fil. 3:20-21). No solamente debemos aguardar o esperar la venida de Cristo, sino que debemos amar su venida: Por lo dems, me est guardada la corona de justicia, la cual me dar el Seor, juez justo, en aquel da; y no solo a m, sino tambin a todos los que aman su venida (2 Ti. 4:8). Cuando el Espritu y la esposa digan Ven, toda persona que realmente ama al Seor tambin dir Ven. Y cuando el Seor responde Vengo pronto, la respuesta inmediata ser Amn, ven Seor Jess. De todos los indicios de que uno ama al Seor, este ferviente anhelo de que vuelva es uno de los mejores, porque tal persona est pensando no solamente en s mismo y en su propia gloria sino tambin en su Seor y en la vindicacin pblica de l52. Muchos creyentes no esperan la venida de Cristo, ni oraran que venga pronto, porque ellos todava tienen su corazn amarrado al mundo, su ombligo est enterrado en los placeres de la carne, y su mente an medita de da y de noche, no en la Ley de Dios, sino en las delicias terrenas. Estas personas que no aman la venida de Cristo, sern avergonzadas ese glorioso da, pero algo muy distinto suceder con los que caminan fielmente en la doctrina bblica: ellos recibirn la plena misericordia de Cristo. 2. La venida de Cristo manifestar su misericordia. Esperando la misericordia de nuestro Seor Jesucristo para vida eterna La venida de Cristo inaugurar el juicio final sobre todos los hombres, nadie podr esconderse o librarse de ese gran da. Todos comparecern delante del juez de toda la tierra. Los poderosos y los dbiles, los amos y los esclavos, los padres y los hijos, los esposos y las esposas, los jefes y los empleados, los gobernantes y los ciudadanos, los pastores y las ovejas; nadie se escapar del da del gran juicio: Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en l, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningn lugar se encontr para ellos. Y vi a los muertos, grandes y pequeos, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, segn sus obras (Ap. 20:11-12). Todas nuestras obras sern expuestas delante de Dios. Muchos saldrn avergonzados en ese da, y recibirn la eterna condenacin en el lago de fuego: Y el que no se hall inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego (Ap. 20:15). Los falsos profetas, los falsos pastores, los falsos cristianos, la falsa fe, el falso amor, la falsa piedad, todo lo falso quedar expuesto ante aquel a quien nadie puede engaar, y entonces sufrirn gran tribulacin.
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Pero habr un grupo de personas que ese da, siendo ellos tambin pecadores, no recibirn una palabra condenatoria, sino que, cuando contemplen cmo los incrdulos y falsos creyentes son lanzados sin compasin al lago de fuego, ellos recibirn una palabra de misericordia que los librar de la condenacin eterna y les abrir la entrada a la misma y gloriosa presencia de Dios: Entonces el Rey dir a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundacin del mundo (Mt. 25:34). Muchas personas no desean que se les hable de la segunda venida de Cristo, porque ellos saben, que como en realidad no lo aman y andan tras las imaginaciones de su corazn engaoso, su venida ser de espanto para ellos: Y quin podr soportar el tiempo de su venida? o quin podr estar en pie cuando l se manifieste? Porque l es como fuego purificador, y cmo jabn de lavadores (Mal. 3:2). Pero los verdaderos creyentes no temen el da del juicio, pues, cuando vean al que fue traspasado, cuando vean al cordero que fue inmolado, sabrn que nada, absolutamente nada, podr separarlos del amor de Dios, all los santos vern de manera muy prctica la enseanza de Pablo: Si Dios es con nosotros, Quin contra nosotros? El que no escatim ni a su propio hijo, sino que lo entreg por todos nosotros, Cmo no nos dar tambin con l todas las cosas? Quin acusar a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. Quin es el que condenar? Cristo es el que muri (Ro. 8:31-34). Para los fieles en Cristo Jess solo habr misericordia, mientras que para los incrdulos e infieles solo condenacin. Aunque sabemos que en esta vida nunca alcanzaremos un grado perfecto de fidelidad a la Palabra de Cristo y su amor, por la gracia divina que nos ha sido dada en Cristo, por la presencia del Espritu Santo y el amor de Dios que ha sido derramado en nosotros, siempre estamos cultivando en nosotros el amor a Dios y la fidelidad al evangelio, por lo tanto, el da del juicio ser un da de misericordia para los fieles hijos de Dios porque Jess recibir con agrado los frutos de nuestra fidelidad: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondr; entra en el gozo de tu Seor (Mt. 25:23). 3. La venida de Cristo ser para vida eterna. Esperando la misericordia de nuestro Seor Jesucristo para vida eterna Los verdaderos cristianos se mantienen firmes en la doctrina apostlica y bblica, y se conservan en el amor de Dios, a travs de la expectacin gloriosa de la segunda venida de Cristo, en la cual se har manifiesto todo lo que Cristo es, y lo que ellos sern por la eternidad. Aunque en este mundo estamos siendo despreciados por nuestra fe, y especialmente porque creemos que vale la pena ser fieles a la doctrina bblica, ser fieles al Salvador; nuestros
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temores se disipan cuando podemos contemplar nuestro glorioso futuro. Mientras los impos y los falsos creyentes estarn para siempre separados de la presencia de Dios, nosotros disfrutaremos eternamente, es decir, sin fin, la dicha de estar completos por que la gloria de Dios inundar la nueva tierra y el nuevo cielo donde morar la justicia. Ahora, nosotros, desde que estamos aqu en la tierra, empezamos a disfrutar la vida eterna, pues, esta nos es dada en el momento en el cual creemos de corazn en Jess como nuestro Seor y Salvador: El que cree en el Hijo tiene vida eterna (Jn. 3:36), pero, todava no vemos en toda su dimensin lo que es disfrutar la vida eterna. Ya somos hijos de Dios y tenemos asegura la vida eterna, pero an no vemos de manera tangible la gloria de la vida eterna en nosotros, pues, es necesario que nuestro Rey glorioso venga, y cuando l se haga presente y visible a nuestros ojos, seremos transformados a su misma gloria: Amados, ahora somos hijos de Dios, y an no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando l se manifieste seremos semejantes a l, porque le veremos tal como l es (1 Jn. 3:2). Cuando Jess venga, cuando le veamos, ya no a travs de la fe, sino cara a cara, y contemplemos su inefable gloria, entonces seremos transformados de mortales a inmortales, de corrupcin a incorrupcin, seremos vestido de gloria: He aqu, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocar la trompeta, y los muertos sern resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupcin, y esto mortal se vista de inmortalidad. Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupcin, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplir la palabra que est escrita: Sorbida es la muerte en victoria. Dnde est, oh muerte, tu aguijn? Dnde, oh sepulcro, tu victoria? (1 Cor. 15:51-55). Los creyentes debemos estar esperando la segunda venida de Cristo, porque pasaremos de la ignominia de este mundo pecaminoso a la gloria de la vida celestial sin pecado, donde ya no tendremos que luchar ms en contra de nuestra propia corrupcin, sino que, al mantenernos viendo la gloria de Cristo, en nosotros tambin se manifestar la gloria de haber sido adoptados como hijos de Dios: Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros seris manifestados con l en gloria (Col. 3:4).
Aplicaciones: - Hermanos, la primera aplicacin que debemos extraer de este pasaje, es muy obvia: Ests aguardando la venida del Seor? Amas la segunda venida de Jess? En tus oraciones diarias pides al Seor que venga pronto? Llenas tu corazn de gozo al meditar frecuentemente que pronto vendr el Seor y podremos ver su gloria cara a cara? Meditas
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constantemente en su gloriosa venida y por lo tanto le esperas con corazn expectante como las 5 vrgenes prudentes? O, por el contrario, Los deleites y la vida en este mundo te tienen tan atrapado que ni siquiera tienes tiempo para pensar en tu amado, el esposo de la iglesia, que est preparando la fiesta de bodas para recibirnos y presentarnos como la novia pura y santa ante su Padre, y cual las cinco vrgenes insensatas no meditas en tu amado? Tu amor a la venida de Cristo indica cunto amas a Dios. Si una esposa, cuyo marido ha salido a un largo viaje, no anhela con su corazn que regrese pronto, y no lo llama ni espera ansiosa noticias de l, entonces, con toda razn, podramos poner en duda la calidad del amor de ella. - Hermanos, si nosotros aguardamos o esperamos la segunda venida de Cristo, la cual ser en gloria y poder, con el fin de introducir a la vida eterna a los hijos de Dios y de dar la condenacin final a los incrdulos, y l vendr con el fin de juzgar a los vivos y a los muertos, entonces es nuestro deber apartarnos cada da del pecado, de las doctrinas errneas, de los goces mundanos y vivir solo para l, agradndole en todo, sirvindole fielmente, siendo los mejores ciudadanos de nuestros pases, los mejores vecinos, los mejores trabajadores, los mejores cristianos. Recuerda las palabras inspiradas del apstol Juan: Amados, ahora somos hijos de Dios, y an no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando l se manifieste seremos semejantes a l, porque le veremos tal como l es. Y todo aquel que tiene esta esperanza en l, se purifica a s mismo, as como l es puro (1 Jn. 3:2). Tienes la esperanza de un da ser semejante a Cristo? Tienes la esperanza de su venida? Entonces, purifcate. - Hermano, siendo que esperamos la misericordia del Seor, la cual se har plenamente notoria en el da del juicio, entonces debemos ser misericordiosos. En el da del juicio recibiremos misericordia, por lo tanto nosotros tambin somos misericordiosos a la hora de enjuiciar o juzgar a otras personas: Porque juicio sin misericordia se har con aquel que no hiciere misericordia; y la misericordia triunfa sobre el juicio (Stg. 2:13). - Amigo, es muy posible que t no esperes la venida de Cristo, pues, en el fondo de tu corazn, sabes que ese ser un da terrible para ti, porque tus malas obras y tu incredulidad saldrn a la luz delante del Juez Supremo el cual te declarar culpable de gran traicin y te condenar para siempre a los terreros del infierno. Pero las cosas no tienen que suceder as, el Seor hoy ha permitido que escuches o leas esta predicacin porque te est llamando al arrepentimiento, a que deposites tu confianza en Cristo, y le recibas como t nico y suficiente Seor y Salvador. Cree en l, confa solo en l, suplica su perdn, y entonces, caminando en esta vida por medio de la fe, tendrs la seguridad de que en la segunda venida de Cristo no le vern como un Juez inflexible, sino como el cordero que fue inmolado, a travs de cuyo sacrificio Dios te recibir en su seno como aceptar a todos sus hijos.
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Responsabilidades de los que luchan vigorosamente por la doctrina Tres actos misericordiosos v. 22-23 A algunos que dudan, convencedlos. A otros, salvad, arrebatndolos del fuego; y de otros tened misericordia con temor, aborreciendo an la ropa contaminada por su carne Introduccin: Estamos llegando al final del estudio de la carta de Judas. Ha sido un recorrido bastante interesante en el cual empezamos escuchando a nuestro escritor sagrado describiendo lo que caracteriza a los salvos que lucharn ardientemente por la sana doctrina: son llamados, santificados y guardados. Luego Judas or para que estos luchadores por la fe bblica reciban ms y ms: misericordia, paz y amor, pues, la tarea que les toca es ardua, difcil y exige mucho esfuerzo: contender ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos. Porqu un creyente debera inmiscuirse en una tarea tan poco agradable como es la de luchar en contra de la falsa doctrina, descubriendo y denunciando a los falsos profetas que entran encubierta o sigilosamente a la Iglesia? Porque las iglesias corren peligro de desviarse rotundamente de la verdadera fe, puesto que estos hombres: convierten en libertinaje la gracia de Dios, niegan a Dios el nico Soberano, y niegan a Jesucristo. Pero tambin: mancillan la carne, rechazan la autoridad y blasfeman de las potestades superiores. Sumando ms puntos en contra de su doctrina errnea, estos falsos maestros tambin se caracterizan por: seguir el camino de Can, es decir, de la falta de amor hacia los hermanos, el camino del lucro y la mercadera de la fe, como hizo Balaam el falso profeta, y el camino de la rebelda hacia los pastores bblicos, como hizo Cor. Aunque estos falsos profetas se presentan como grandes personajes, y se jactan de hacer grandes milagros y de tener a su alrededor grandes multitudes de seguidores, Judas los describe como tierras estriles, de las cuales ningn buen fruto puede surgir: son como nubes sin agua, que hacen mucho estruendo y prometen grandes cosas, pero ni una gota de lluvia del cielo procede de sus falsas doctrinas; son como rboles otoales, sin fruto, dos veces muertos; y tambin son como fieras ondas del mar que espuman su propia vergenza; pero tambin son como estrellas errantes que vagan hacia la oscuridad de la condenacin que recibirn. Los peligros que corren las personas que siguen las enseanzas de los falsos maestros que han entrado a las iglesias cristianas son terribles, y Judas present varios ejemplos bblicos del castigo de Dios sobre los apstatas, es decir, aquellas personas que habiendo iniciado su vida cristiana en una iglesia y doctrina bblica, luego se apartan para ir detrs de doctrinas
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errneas y de los falsos pastores: Los incrdulos en Israel fueron destruidos en el desierto, los ngeles que se rebelaron contra Dios en el cielo estn presos bajo oscuridad esperando el juicio condenatorio; Sodoma y Gomorra disfrutaron por mucho tiempo de la misericordia de Dios, pero siendo que continuaron en su pecado, entonces Dios las destruy enviando fuego del cielo. Judas tambin nos advirti con palabras solemnes que el Seor vendr a hacer juicio contra todos los impos que con sus falsas doctrinas se levantan en contra de l. Siendo que Judas nos presenta un cuadro bastante abrumador y terrible, respecto al accionar de la falsa doctrina dentro de la iglesia, y las nefastas consecuencias que esto trae a los que siguen sus sendas torcidas, entonces l nos exhort para que siempre nos mantuvisemos ocupados en actividades que nos librarn de caer en las garras malvadas de la falsa doctrina, la cual, por cierto, no solo abundaba en tiempos de Judas, sino que en este siglo XXI pulula por todas partes. Las actividades que deben caracterizar a un creyente fervoroso en la fe son: edificarse sobre la santsima fe, es decir, construir su doctrina sobre el estudio constante de la Palabra de Dios; orar en el Espritu Santo, Conservarse o guardarse en el amor de Dios y esperar con expectacin y amor la segunda venida de Jesucristo. Haciendo estas cosas no caeremos jams. Pero, no debemos ser egostas teniendo actividades espirituales que solo nos favorecen a nosotros. Es nuestra responsabilidad, como luz y sal de la tierra, ayudar a aquellas personas o hermanos que estn siendo tentados para caer en las garras de la falsa doctrina o de los falsos profetas, a aquellos que ya estn dentro del redil de los falsos pastores, y a aquellos que practican los pecados terribles que proceden de la falsa doctrina. Hoy, con Judas, analizaremos nuestras responsabilidades frente a los que se han dejado convencer por los falsos profetas. Qu debemos hacer para ayudarles? Porque Judas no quiere que nos quedemos quietos y pasivos mientras los mercaderes de la fe hacen de las suyas con los incautos creyentes. En estos dos pasajes Judas nos muestra que no todos los errores son del mismo calibre, y por lo tanto, requieren una forma distinta de tratarlos. Para una mejor comprensin de nuestro texto, lo estructuraremos de la siguiente manera: 1. Convenciendo a los que dudan 2. Salvando del fuego 3. Teniendo misericordia con temor
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1. Convenciendo a los que dudan. A algunos que dudan convencedlos. (v. 22) La Nueva Versin Internacional traduce de manera ms certera este pasaje: Tengan compasin de los que dudan. Dudar no es pecado, y tampoco es incredulidad. La duda puede surgir en un verdadero creyente, especialmente cuando deja de mirar la Palabra con la autoridad que ella tiene. Los dbiles en la fe son los ms propensos a dudar, aunque ella puede visitar, de vez en cuando, a los que consideramos cristianos espiritualmente fuertes. Aquellos hermanos que estn empezando la vida cristiana, o no han sido muy responsables en el uso de los medios de la gracia, y, por lo tanto, han tenido poco crecimiento en el conocimiento de la Palabra de Dios, estos, se convierten en fcil presa de los falsos maestros. La falsa doctrina que permea a la iglesia cristiana encuentra como caldo de cultivo e invernadero a creyentes dbiles, inconstantes e indecisos. Es muy comn que esta clase de creyentes ande buscando cosas nuevas para escuchar. Si un da un falso maestro o un seguidor de falsa doctrina le expone algunas de sus nuevas creencias, y le muestra una interpretacin recin descubierta por estos gurs de la fe, y le manifiesta que este nuevo descubrimiento de verdades profundas y elevadas de la Palabra le ha producido buenos resultados en su vida, y le cuenta algunos testimonios, entonces, el corazn de este creyente dbil, duda y tambalea de manera que empieza a considerar los testimonios escuchados y las nuevas doctrinas descubiertas. Los falsos maestros son hbiles en el arte de la retrica y la manipulacin. Buscan los grandes medios de comunicacin para convencer con sus falsas doctrinas a los incautos, y lastimosamente, muchos creyentes, miembros de iglesias cristianas evanglicas ortodoxas, por su poco crecimiento en el conocimiento de la Palabra, en la oracin y en el amor, caen fcilmente en estas propuestas novedosas. Qu debemos hacer con esos creyentes dbiles que estn dudando y que han empezado a considerar como posible verdad las doctrinas y prcticas de los falsos maestros? Judas dice que debemos ser compasivos para con ellos. Es muy comn que cuando estamos comprometidos con la sana doctrina y tomamos en serio el defender la fe que ha sido dada a los santos, en muchas ocasiones, tengamos actitudes no compasivas, fras e inmisericordes. Es por eso que Judas nos manda a cultivar la compasin y la misericordia. Pues, no se trata de una pelea contra las personas, sino contra la falsa doctrina. Luchamos por la fe cristiana porque consideramos que ella es la absoluta verdad en asuntos espirituales, y que si alguien no est en esa verdad, entonces le espera la condenacin eterna. No debemos ser ligeros en considerar a las personas que dudan como herejes, no debemos despreciarlos, antes por el contrario, la actitud cristiana de un luchador por la fe es mostrar compasin, estar dispuesto a soportarlo y ayudarlo, con amor, para que despeje sus dudas, y
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a travs de la Palabra guiarlo a afirmarse en la fe cristiana bblica e histrica que ha sido profesada por los piadosos siervos del Seor en todas las generaciones. El apstol Pedro tambin exhorta a los creyentes para que sean guerreros y defensores de la fe, pero les advierte que esto se debe hacer en el correcto espritu del amor, la humildad y la compasin cristiana: Sino santificad a Dios el Seor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razn de la esperanza que hay en vosotros (1 P. 3:15). Los creyentes que dudan, deben ser convencidos. No a travs del cruel desprecio, o palabras ofensivas, sino a travs del amor paciente que le instruye una y otra vez a travs de la Palabra, con el fin de que comprendan las verdades bblicas y miren lo falsa y peligrosa que son las doctrinas nuevas que se inventan algunos lderes que se hacen llamar cristianos. S que tenemos la tendencia a desesperarnos cuando vemos que algunas personas no logran comprender con facilidad las claras verdades de la Palabra, y persisten en dudar y creer que a lo mejor las revelaciones frescas y novedosas que algunos predicadores dicen estar recibiendo o comprendiendo de la Palabra son verdad. La compasin es aquella santa emocin, en el caso del creyente, que le conduce a ser solidario y misericordioso para con los que sufren. Muchos verdaderos creyentes estn sufriendo como consecuencia de las dudas que vienen por escuchar a los falsos maestros. Para con ellos debemos ser solidarios y compasivos. Esto no significa que debemos dejarlos en sus caminos de dudas, sino todo lo contrario. Debemos esforzarnos para que con un espritu cristiano de amor, les ayudemos a comprender la verdad Escritural. Toms, el apstol, tuvo un momento de duda, pero el Seor no lo desech como hereje sino que tuvo compasin de l y le mostr sus heridas, de manera que l pudiera creer. Debemos tomar como ejemplo de compasin a Dios: Porque el Seor no desecha para siempre; antes si aflige, tambin se compadece segn la multitud de sus misericordias; porque no aflige ni entristece voluntariamente a los hijos de los hombres (Lam. 3:31-33). Debemos imitar a Jess, quien experiment profunda compasin por la gente rebelde de Jerusaln: Y cuando lleg cerca de la ciudad, al verla, llor sobre ella, diciendo: Oh, si tambin tu conocieses, a lo menos en este tu da, lo que es para tu paz! (Lc. 19:41). 2. Salvando del fuego. A otros salvad, arrebatndolos del fuego Judas ha dicho que el destino final de los falsos profetas y de los que siguen sus falsas doctrinas ser la condenacin eterna en el fuego del infierno. (v. 7). Nuestra responsabilidad para con esas personas que van rumbo a su propia condenacin, como consecuencia de seguir falsas doctrinas y falsos profetas, es salvarlos. Usted dir: Pero, Acaso no es Dios el que salva? Cmo vamos nosotros a salvar a otras personas?, bueno, aunque es verdad que el que salva es Dios, usualmente l lo hace a travs de los ministros de la salvacin. Todos los creyentes somos esos ministros que Dios usa para salvar a otros.
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De manera que Judas nos confronta y nos dice: Qu ests haciendo t por salvar y rescatar a los que estn a punto de ser quemados por el incendio que vendr sobre los incrdulos? Las falsas doctrinas estn extendindose con una velocidad impresionante en todo el mundo. Cada da surgen nuevas corrientes sectarias de toda clase: Las religiones orientales y la Nueva Era influencian poderosamente al occidente, las sectas de la teologa de la prosperidad, la palabra de fe, dilo y recbelo inundan al cristianismo evanglico. Nuevos profetas que anuncian cosas futuras, como la fecha de la venida de Cristo, otros que se autoproclaman apstoles, iglesias que creen que los cristianos, siendo que han sido justificados por la fe, entonces, pueden practicar toda suerte de pecados; en fin, este es un tiempo de gran maldad, donde los falsos profetas aprovechan el espritu materialista, espiritualista y relativista de la gente, con el fin de sacar provecho y lucro personal. Los pastores tenemos la responsabilidad de salvar a los que nos oyen, a travs de una predicacin bblica: Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvars a ti mismo y a los que te oyeren (1 Ti. 4:16). Si no trazamos bien las Escrituras (2 Ti. 2:15) entonces estaremos haciendo lo contrario, y no solo nosotros iremos rumbo a la perdicin sino tambin los que nos oyen. Esta es una enorme responsabilidad. Pero no solo los pastores tienen la responsabilidad de anunciar fielmente el evangelio, sino todos los creyentes. A diario nos encontramos con muchas personas que van rumbo a la condenacin eterna, pensando que estn agradando a Dios. Algunos se creen cristianos, pero estn siguiendo caminos de error. Lo que ellos creen de Dios es errneo, no creen en Jess como el nico y suficiente Salvador, creen que adems de la Biblia hay otras fuentes de verdadera y autoritaria revelacin, no creen que sean tan malos como para que Dios est airado contra ellos o los condene en el eterno infierno, otros buscan a Cristo solo por comodidad terrenal, le buscan como aquel que quiere tener un genio mgico que les conceda todos sus deseos y caprichos. Todos ellos van rumbo a la destruccin. Es nuestra responsabilidad hablarles del verdadero evangelio, presentarles la doctrina bblica. Estos no son los que dudan, sino los que estn caminando de lleno en las doctrinas errneas, y son arreados como ovejas al matadero por los falsos pastores. Pero an se puede hacer algo por ellos: arrebatarlos del fuego. Estas personas estn ya casi chamuscadas, y es necesario rescatarlas. Judas nos asigna la funcin de ser bomberos espirituales, es decir, debemos acudir prestamente a salvar a los que estn en el incendio destructor de las falsas doctrinas. Esta funcin no es fcil, e implica esfuerzo y sacrificio. Es nuestro deber ser ms activos en detectar la falsa doctrina, a los falsos maestros, y ayudar a cunta persona podamos para que salga del error. Esto implica que debemos estudiar ms las Escrituras, conocer ms la doctrina bblica, memorizar textos claves, tener a la mano folletos o pequeos libritos que hablen sobre algunas de las doctrinas que ms son atacadas por los grupos sectarios. Podemos usar el internet, la radio, en fin, todo medio
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posible para dar a conocer la doctrina bblica, y rescatar de esa manera a algunos que ya casi estn ardiendo en las llamas eternas del infierno. Si logramos rescatar a algunas de estas personas engaadas por el error, entonces habremos librado sus almas del infierno. Ellos vendrn a ser como tizn escapado del fuego (Ams 4:11). 3. Teniendo misericordia con temor. Y de otros tened misericordia con temor, aborreciendo an la ropa contaminada por su carne (v. 23). Un tercer grupo de personas a los cuales debemos tratar con misericordia son los que, no solo andan en doctrinas de error, sino que sus propias vidas estn terriblemente manchadas por el pecado; estos se han aprovechado de la misericordia de Dios que no los destruye, para continuar pecando a sus anchas. Pero estn engaados. A lo mejor se unieron a algunas de esas sectas que se hacen llamar cristianas pero que consideran que ahora estn en una posicin espiritual muy alta, y ya sus actos pecaminosos no son tenidos en cuenta por Dios. Ellos creen que el perdn obtenido por la sangre de Cristo de todos sus pecados les concede una licencia para pecar y pecar. Con esta clase de personas debemos tener mucho cuidado, aunque los vamos a ayudar a salir de su error, no obstante, debemos evitar participar de las contaminaciones en las que ellos estn. Dice Judas que debemos tener misericordia de ellos con temor. Seremos compasivos, oraremos por ellos, les hablaremos de la fe bblica, les presentaremos el verdadero evangelio, pero al acercarnos a ellos lo haremos con temor, es decir, con cautela. Ellos han cado muy bajo en el error, y han manchado suciamente sus vestidos, por eso debemos aborrecer la ropa contaminada por su carne. No se trata aqu de aborrecer literalmente la ropa que se ponen, sino que, como en el caso del sumosacerdote Josu, las ropas viles o sucias representan los pecados. Debemos tener misericordia de estas personas, orando por ellas, hablndoles de Cristo, pero aborreciendo sus actos pecaminosos, pues, no sea que nosotros al tratar de curar la enfermedad, seamos contaminados por ella. En este sentido Judas nos pide que seamos como mdicos. Acudimos a curar a los enfermos espiritualmente, pero debemos tener el tapabocas y todas las precauciones necesarias para no ser contagiados por la enfermedad. Es necesario que nos acerquemos a las personas que estn en error, no las debemos odiar, ni tampoco las alejaremos innecesariamente, sino que procuraremos mantener cierta comunicacin que nos permita transmitirles el evangelio. Aqu se incluyen a los mismos falsos profetas, pues, a ellos tambin debemos tratar de hacer verles su error y el castigo que Dios ejecutar si no proceden al arrepentimiento. No debemos pensar que las personas que estn en sectas no pueden ser alcanzadas. La gracia de Dios es poderosa y puede obrar hasta en los corazones ms endurecidos. Saulo era miembro de una secta de los fariseos, estaba engaado a tal punto que pensaba rendir
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tributo a Dios cuando persegua o mataba a los cristianos. A pesar de ese endurecimiento, la gracia del Seor lo alcanz y lo transform en un poderoso mensajero del verdadero evangelio. Aplicaciones: - Hermano Qu ests haciendo por aquellos creyentes que estn confundidos o por los que tienen dudas? Les has hablado duramente y ya no los miras bien debido a que te parecen muy inmaduros? Ests desesperado porque no ves mucho crecimiento en ellos? Recuerda que debes actuar con misericordia. No los trates como herejes, pues, an no lo son. Tienen dudas, y estn creciendo poco en el evangelio, pero el Seor te ha puesto al lado de ellos, no para que los juzgues y critiques, sino para que los ayudes. Hblales con la verdad, ensale las Sagradas Escrituras y la doctrina bblica, pero hazlo con amor, con misericordia. Que tus palabras estn acompaadas de esa pasin amorosa que nuestro Seor ha mostrado para con nosotros. No clasifiques a los que dudan junto con los apstatas, no los puedes tratar de la misma manera. Jess nos mostr con su ejemplo la variedad de casos que se pueden encontrar y la variedad de respuestas que podemos dar: a los religiosos apstatas, rebeldes y engaadores de su pueblo, les habl con dureza y los conmin al arrepentimiento. Les dijo que eran hipcritas. Pero a los engaados les habl amorosamente, y sin dejar de lado la verdad, los invit al arrepentimiento, con mucha misericordia: a la mujer samaritana le ofreci el agua viva, a Nicodemo le dijo que era necesario nacer de nuevo para entrar en el reino de Dios, a la mujer adltera le dio su perdn. Cuando vio las multitudes que andaban sin pastor, tuvo de ellas misericordia y compasin. - No seamos altivos y orgullosos doctrinalmente. Sabemos que tenemos la verdad de la Palabra, y cada da la escudriamos, de manera que constantemente estamos edificndonos en la verdadera fe cristiana, tal y como ha sido creda y enseada por los grandes y piadosos hombres de la historia de la iglesia: Agustn, Lutero, Calvino, los puritanos, Jonathan Edwards, Carlos Spurgeon, Juan Bunyan, entre otros, pero que esto no sea motivo para volvernos fros criticones del resto de la cristiandad. Hay muchas iglesias y creyentes que no creen, de manera total, las doctrinas tal y como las iglesias reformadas las profesamos, no obstante, muchas de estas otras iglesias no son apstatas, a ellos debemos amarlos como hermanos. Pero hay otras que si estn alejndose cada da ms y ms de la Palabra, incorporando a su doctrina y prctica cosas novedosas, nacidas en este siglo, que nada tienen que ver con la doctrina histrica de la iglesia cristiana y evanglica, estos, se encuentran camino al infierno, no obstante, tambin debemos ser misericordiosos para con ellos. Oremos por ellos, obsequimosles libros o materiales donde les expliquemos la doctrina bblica, a lo mejor muchos de ellos sean rescatados del fuego de infierno. Actuemos, no seamos pasivos frente al avance de la falsa doctrina. Usemos todos los recursos que Dios disponga para que la doctrina bblica sea conocida y as salvemos a
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muchos, afirmemos a los que dudan y rescatemos a los que ya estn siendo arrastrados por la maldad de los falsos profetas.
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La poderosa seguridad de los hijos de Dios: Un canto de adoracin Judas 24-25 Introduccin: Y a aquel que es poderoso para guardaros sin cada, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegra, al nico y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los siglos. Amn Hoy llegamos al final de nuestro estudio de la carta de Judas. Y como es costumbre en los autores sagrados, luego de dar profundas y confrontadoras exhortaciones, concluyen dando aliento a los santos. Pues, si no fuera por las promesas divinas de gracia, nuestro corazn desfallecera prontamente ante los elevados retos que nos pone la Palabra de Dios. Y es que los retos que nos puso Judas son de alto calibre. Luchar defendiendo la fe no es nada fcil. A los profetas que persistieron en mantenerse fieles a la ley y al testimonio no les fue nada bien en trminos de relaciones humanas, pues, fueron perseguidos por el propio pueblo de Dios, y algunos murieron (Ro. 11:3). Hacer lo que Judas nos dijo en los versos 22 al 23, nos traer muchos problemas, pues, convencer a los que dudan, salvar a los que van rumbo al infierno y mostrar misericordia aborreciendo los pecados de aquellos que caminen en sendas de error, no es nada fcil. Muchas personas llegarn a odiarnos a causa de nuestra labor proftica, pues, hacer estas tres cosas implica confrontar con el pecado, ser intransigentes con otra clase de doctrinas, mantenernos en una posicin firme frente a la fe bblica, denunciar el pecado, denunciar la falsedad, y eso, alejar a los amigos y ganar enemigos. Pero lo ms complicado en el tema de la lucha por la fe, es que Judas advierte a los miembros de las iglesias cristianas que deben mantenerse en constante vigilancia con el fin de detectar a los falsos profetas, pues, se corre el peligro de ir tras sus atractivas doctrinas. Nuestro autor sagrado nos dio varias pistas para saber distinguir a los falsos maestros: convierten en libertinaje la gracia de Dios, niegan al verdadero Dios, es decir, ensean cosas errneas y distorsionadas respecto al Dios de la Biblia, pero tambin niegan a nuestro Seor Jesucristo, ellos estn dispuestos a aceptar a Jess como Salvador, pero no como Seor. Ellos estn dispuestos a recibir la gracia salvadora de Jess que les garantice la entrada al cielo, pero nunca estaran dispuestos a seguir los mandamientos de Cristo. En fin, sus doctrinas son muy agradables a nuestra naturaleza terrena y se amolda a nuestros ms sentidos deseos carnales, de manera que, no solo nos es necesario luchar para defender la fe bblica, sino que nos es preciso mantenernos vigilantes con el fin de no sucumbir ante el camino del error. Es por ello que Judas concluy la parte exhortativa dicindonos que nos mantengamos ocupados en varias actividades que sern de gran provecho y fortaleza frente
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a las garras del mal: edificarnos en la fe, orar en el Espritu Santo y conservarnos en el amor de Dios. Pero las Sagradas Escrituras, y la propia experiencia, nos ensean que todos los medios para mantenernos firmes en la fe no sirven de nada sin la gracia del Seor. No son ms que vanas, y vacas ocupaciones religiosas. Hemos visto como muchos creyentes, pastores y maestros, que por mucho tiempo caminaron en pos de la fe bblica, un da, escucharon la falsa enseanza y se apartaron tras ellas. Con gran tristeza vemos como muchas personas que pertenecan a iglesias evanglicas, que crecieron aprendiendo la doctrina cristiana, ahora estn involucradas en diversidad de doctrinas errneas como: el falso mesianismo (que no es ms que un judasmo disfrazado), creciendo en gracia (que no es ms que caer en la desgracia del libertinaje), la teologa de la fe y la prosperidad (que no es ms que la santificacin de la avaricia), el liberalismo teolgico (que no es ms que la esclavitud de una mente incrdula), la Nueva Era (que no es ms que la vieja era del paganismo). Siendo que los peligros de la falsa doctrina son tan grandes, y que nuestro ocuparnos en las actividades espirituales que Judas mencion en los versos 20 al 23 no es perfecto, entonces, Qu ser de nosotros? Ser que un da caeremos en las garras astutas de los falsos profetas? Ser que al tratar de ayudar a algunos a salir del error, nosotros mismos nos veremos afectados y tambin caeremos en lo mismo? Quin podr defendernos? Ante estas inquietudes que pudieron surgir en las mentes de los lectores de la carta, Judas se apresura a dar palabras de profundo consuelo e infunde santo valor, a travs de la ms preciosa y competa doxologa53 que tiene el Nuevo Testamento. Analizaremos estos dos pasajes siguiendo la siguiente estructura: 1. Seguridad al ser guardados (v. 24) 2. Seguridad al ser preservados puros (v. 24) 3. Seguridad por la calidad del Salvador que tenemos (v. 25)
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Las doxologas, en el cristianismo, son declaraciones de alabanza a Dios, reconociendo su gloria. Viene de dos palabras griegas: doxa que significa gloria, y logos que significa conocimiento o estudio. En la Biblia encontramos muchas doxologas. En algunas se da gloria al Dios Trino, y en otras se menciona solo a Dios Padre y/o al Hijo.
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1. Seguridad al ser guardados (v. 24) Y a Aquel que es poderoso para guardaros sin cada La doxologa o el canto de gloria entonado por Judas al finalizar su carta, rinde alabanzas a aquel que es poderoso para guardarnos sin cada (v. 24). Hay peligros por doquier, hay falsos profetas que entran encubiertamente a las iglesias cristianas, sus doctrinas son atractivas, pero, los salvos pueden entonar un himno precioso con toda conviccin: No temeremos porque hemos confiado en el Poderoso. La palabra griega que usa Judas para poderoso es dinameno, la cual procede de la palabra dinamis (dunamis), voz griega que da origen a nuestra palabra castellana: dinamita. El significado de estas palabras incluye la idea de: poder, ser capaz, tener gran capacidad. El Dios de la Biblia, el Dios Padre, es un Dios de poder, de fuerza, de capacidad. l es el Dios poderoso porque tiene toda la capacidad para controlar los hilos de la historia y hacer que su Santo Propsito se cumpla. No se trata de un poder ciego, como el de la dinamita, sino un poder sabio. El Dios de la biblia siempre se ha presentado como un Dios de todo poder o fuerza. A Abraham: cuando le apareci Jehov y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de m y se perfecto (Gn. 17:1). El resto de las Escrituras abunda en describir los hechos poderosos de Dios. Hizo la tierra, el mar, los animales, las altas montaas, el cosmos, las estrellas, el infinito firmamento, todo, con el poder de su voz. Salv a Israel del podero del imperio Egipcio, abri el mar en dos, dio rdenes a las nubes para que protegieran a su pueblo del calor y alumbraran la negra noche del desierto, hizo que saliera agua de una seca roca, condujo a su pueblo a la tierra prometida expulsando con su poder a todos los pueblos que la habitaban. Destruy imperios, levant a un pequeo pueblo. Su poder es notorio a lo largo de la historia bblica, por eso se le llama el poderoso o el Todopoderoso. El Dios al cual adoramos, dice Judas, es poderoso para guardar a los suyos, de manera que no caigan. El sentido aqu es el de un caballo que en su correr, superando obstculos, no tropieza con ninguno de ellos. Dios es poderoso para guardar a Su pueblo sin tropezar, de manera que no caigan en la falsa doctrina. No podemos permanecer un solo momento de pie si el Seor no nos sostiene. Somos como el bastn que si es soltado, cae al piso. Somos como un pequeo beb, que si no es sostenido por la madre y se le deja solo en sus propias fuerzas, muy pronto tambalea y se cae. El mundo est lleno de trampas, hay personas carnales a nuestro alrededor que tratan de influenciarnos, el diablo es un enemigo incansable en tratar de presentarnos el amor al
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mundo como algo muy placentero, los falsos profetas nos presentan un evangelio humanista, carnal, flexible, liberal, centrado en lo material y en los placeres terrenos, en fin, estamos rodeados de maldad, y si no fuera por el poder de Dios que nos guarda, hace tiempo hubisemos cado en el lodo pantanoso de la falsedad. Que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvacin que est preparada para ser manifestada en el tiempo postrero (1 P. 1:5). Aunque en algunas ocasiones los creyentes pueden temer caer de la fe, a causa de las atracciones del mundo, la influencia de la carne y las tentaciones de Satans, no obstante, el poder de Dios obrando en sus hijos garantiza que no caeremos de manera total, sino que nos levantaremos: pero estar firme, porque poderosos es el Seor para hacerle estar firme (Rom. 14:4). Los verdaderos creyentes no se perdern nunca, ni tampoco abandonarn de manera definitiva la verdadera fe, pues, el Dios que nos salv es el Todopoderoso, y l ha diseado un plan perfecto, el cual nadie podr daar, y ese plan asegura la salvacin definitiva de los que confiamos plenamente en Cristo para nuestra salvacin: Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecern jams, ni nadie las arrebatar de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre (Jn. 10:27-29). Siendo el Padre Dios mayor que todos, es decir, ms poderoso que el diablo, que las potestades, que el hombre, que todo, entonces l tiene la capacidad en s mismo de asegurarnos que nunca nos perderemos, que nadie podr arrebatarnos de las manos de Dios, incluso, ni nosotros mismos. Es por eso que Pablo exclam con gran conviccin: Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, , ni la vida, ni ngeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo porvenir, , ni lo alto ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podr separar del amor de Dios, que es en Cristo Jess Seor nuestro (Ro. 8:37-39). Aplicacin: Judas anima a sus lectores, y a nosotros hoy da, a tener confianza en el Dios del pacto, el cual se comprometi, por l mismo, a que ninguno de los que pertenecen a su pueblo se perder jams: Y har con ellos pacto eterno, que no me volver atrs de hacerles bien, y pondr mi temor en el corazn de ellos, para que no se aparten de m (Jer. 32:40). Si hemos credo en el verdadero Dios, y estamos siguiendo a Jesucristo el Seor y Salvador, conforme su Palabra nos lo ha revelado, entonces podemos estar seguros que l usar todo su poder para guardarnos hasta el final, entonces podemos afirmar categricamente y sin titubear con el apstol Pablo: porque yo s a quin he credo, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depsito para aquel da (2 Tim. 1:12). Dios obrar en nosotros con su gracia, nos influenciar con su Palabra, moldear nuestro corazn a travs de sus mandamientos, pondr odio al pecado y amor a la santidad, l har esto en nosotros, porque
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es poderoso para romper las durezas de nuestros corazones, y para fortalecer nuestra dbil santidad, para convencer nuestras dudas y suprimir nuestras inclinaciones pecaminosas. Hermano, siendo que tenemos esa seguridad de salvacin Ests viviendo como un salvo? Dispones tu corazn para escuchar la Palabra del Seor y obedecerle en todo? 2. Seguridad al ser preservados puros (v. 24) Y presentaron sin mancha delante de su gloria con gran alegra Al finalizar sus exhortaciones, Judas nos dijo que debemos tener misericordia con cautela de una de las clases de personas a las cuales debemos ayudar, pues, han cado tan hondo en sus propios pecados, y los justifican de tal manera que, nosotros debemos tomar precauciones para no ser contaminados. Pero ahora, en el verso 24, el pastor Judas afirma nuestra fe recordndonos que no caeremos, que al ayudar a estos enfermos no seremos contagiados de su enfermedad, que Dios est trabajando en nosotros de manera que ninguna mancha podr salpicar nuestro blanco vestido. Un da nos presentaremos delante del Padre, estaremos frente a frente con su Gloria, pero nuestra experiencia, en ese momento, ser muy distinta a la que tuvo el profeta Isaas, quien quera huir despavorido de la presencia de Dios, pues, al ver Su gloria, vio Su santidad, y al ser confrontado con la santidad del que est sentado en el Trono Alto y Sublime, vio su propio horrible pecado, y sinti el ardor de la ira de Dios, por lo cual exclam: !Ay de m! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehov de los ejrcitos (Is. 6:5). El Seor Jess un da presentar a todos los escogidos por gracia, es decir, a la iglesia, como una virgen pura, sin mancha alguna: Pues os he desposado con un solo esposo, para presentaros como una virgen pura a Cristo (2 Cor. 11:2). Dios se ha propuesto tener una iglesia pura, y tendr una iglesia pura. Su poder es tan grande que nada impedir tener una iglesia pura. Ahora, esto tiene repercusiones muy fuertes en la vida del creyente. Si Dios es poderoso para presentarnos delante de Su gloria sin mancha, entonces, esto significa que Dios est obrando ahora en nosotros esta limpieza. Los falsos maestros presentaban a Dios como un benefactor que est interesado solamente en que los pecadores entren al cielo para que dejen de sufrir, de manera que a Dios no le interesa mucho el estilo de vida que los creyentes llevan en la tierra. Ellos usaban las doctrinas de la gracia como justificacin para continuar pecando, como dice Judas convierten en libertinaje la gracia de Dios (v. 4). Ellos enseaban la gracia de Dios como una licencia para pecar y pecar, de manera que decan: hagamos males para que vengan vienes (Ro. 3:8). Pero la Biblia nos presenta una salvacin no centrada en el hombre, sino en Dios. El propsito de la salvacin es que Dios quiere tener un pueblo santo que viva para su gloria. Y vivir para la gloria de Dios, es vivir
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para Su santidad. De manera que si Dios est trabajando poderosamente en nosotros para presentarnos un da sin mancha delante de l, entonces es nuestra responsabilidad presentar nuestros cuerpos: en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios (Ro. 12:1). Los falsos profetas incitaban a sus seguidores a descuidarse en la santidad, a pecar, a amar a este mundo y sus vanidades; pero si una persona que se llama creyente hace esto, entonces no es de Cristo, no forma parte de la Iglesia Verdadera, pues, ella est siendo santificada por Jess: Cristo am a la iglesia, y se entreg a s mismo por ella, para santificarla, habindola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentrsela a s mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha (Ef. 5:26-27). Cristo ha asumido la total responsabilidad en purificar a la iglesia, y l tambin es poderoso para alcanzar este propsito. Primero, ha limpiado a los creyentes de la culpa del pecado, a travs de su muerte en la cruz y el derramamiento de su sangre preciosa. Estos son los que han salido de la gran tribulacin, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del cordero (Ap. 7:14). La sangre de Jess es poderosa para limpiar el pecado y los pecados de todos los que ponen su fe en l para su salvacin. La Palabra de Jess, cuando declara el perdn para los suyos, es poderosa, de manera que limpia el pecado de los que creen: Ya vosotros estis limpios por la palabra que os he hablado. Pero Dios el Padre y nuestro Seor Jesucristo siguen limpiando a la iglesia a travs de la Palabra escrita, la predicacin, la comunin cristiana, la disciplina eclesistica, las reprensiones del Seor. Incluso, el Seor, en ocasiones, nos permite caer en ciertos pecados, para que luego de haber sufrido el sabor amargo del mismo, no lo volvamos a desear ms. Ser causa de gran regocijo y alegra para todos los salvos cuando nos veamos en la presencia de Dios totalmente limpios, sin mancha alguna, pues, nuestro caminar en esta tierra no fue perfecto, y muchas faltas cometimos, pero el poder de Dios es tan fuerte que en el ltimo paso de nuestra santificacin, en la muerte o el arrebatamiento, seremos totalmente emblanquecidos y perfeccionados. Cuando estemos en gloria la alegra ser desbordante, y los que somos tmidos no temeremos expresar rebosantes de jbilos aleluyas al Seor!: Y o como la voz de una gran multitud, como el estruendo de muchas aguas, y como la voz de grandes truenos, que deca: Aleluya, porque el Seor nuestro Dios Todopoderoso reina! Gocmonos y alegrmonos y dmosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado. Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino y resplandeciente (Ap. 19:6-8). Aplicacin:
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Hermanos, anticipmonos a la gran alegra con que rebosar nuestro corazn en el da en el cual Cristo nos presente ante el Padre como una virgen pura. Que hoy y siempre nuestros corazones estn pletricos de dicha, en medio de cualquier dificultad, lucha o necesidad. Recuerda que esta leve tribulacin momentnea produce en nosotros una cada vez ms excelente y eterno peso de gloria (2 Cor. 4:17). Hermano, gzate en las pruebas, en el rechazo que te hacen por ser un creyente bblico, en el desprecio y sufrimiento de tratar de llevar la doctrina bblica a otros, pues, est muy cercado el da cuando mientras otros estarn pidiendo a las montaas que los cubran de la ira del Cordero, nosotros entraremos triunfante al reino de los cielos. Por lo tanto, erguos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redencin est cerca (Lc. 21:28). Cristo se alegrar de verte a ti, porque l te ha llevado en su corazn desde toda la eternidad, porque l vino a esta tierra a morir por ti, porque l lo est haciendo todo poderosamente para llevarte con l a la casa del Padre. Por eso t has recibido a Cristo en tu corazn y le has amado, aunque permanece invisible a tus ojos. Y le has servido, aunque a costa de grandes prdidas y peligros. Por lo tanto, Cristo se alegrar de ver el fruto de su trabajo en ti, y t te alegrars de verlo a l en toda Su gloria y realeza, cuando l diga: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundacin del mundo (Mt. 25:34). Hermanos, anticipemos esa dichosa alegra y trabajemos para Cristo, anunciando la doctrina bblica por doquier sin temor alguno, pues, el cristiano es como un ave que canta en medio del ms crudo invierno. 3. Seguridad por la calidad del Salvador que tenemos (v. 25) al nico y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los siglos. Amn Algunos falsos maestros enseaban que una vez salvo ya no necesitabas ms del Salvador, y mucho menos, del Seor. Pero la verdad es que nosotros no podemos mantenernos ni un solo segundo salvos, a menos que la Gracia de Dios sea la que nos preserve en esta salvacin. Hay un sentido en el cual todos los das estamos siendo salvados, porque esta es una accin continua en nosotros. En el momento en el cual creemos inicialmente en Cristo, somos justificados, y nuestra salvacin est asegurada por medio de la fe. Pero esto es solo el inicio de ese caminar que nos conduce al cielo. Todos los das que vivamos en esta tierra, luego de la conversin, ser un tiempo para crecer y crecer en la imagen de Cristo. Porque a los que antes conoci, tambin los predestin para que fuesen hechos conforme a la imagen de su hijo (Ro. 8:29). Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Seor, somos transformados de gloria en gloria, en la misma imagen, como por el Espritu del Seor (2 Cor. 3:18). Y revestido del nuevo (hombre), el cual conforme a la imagen del que lo cre se va renovando hasta el conocimiento pleno (Col. 3:10). De manera que Dios siempre es nuestro Salvador, y esto es maravilloso, pues, que l se interese en mortales pecadores como nosotros, siendo el creador soberano, santsimo en su
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esencia, justo y perfecto, no es una maravilla? La distancia entre Dios y la criatura es abismal, pero la distancia entre Dios y la criatura cada en pecado es infinita. No obstante l es el Dios Salvador. Se complace en salvar a los pecadores. l nos salvar, no solo de nuestros pecados, sino de los falsos profetas y de las falsas doctrinas. Confiamos en la poderosa salvacin que ha obrado a favor de su pueblo. En la unidad de la Trinidad, Dios mismo se ha convertido en nuestro Salvador de todas las formas posibles. El Padre nos ha llamado a s mismo (v. 1). El Hijo, Jesucristo, ha muerto y resucitado de la muerte como representante nuestro y en l somos guardados seguros (v. 1). El Espritu Santo cambia nuestros corazones (v. 19) y nos capacita para orar y recibir la fuerza y la gracia que proporciona el Seor54. Tenemos a un gran Salvador porque este es el nico Dios. No hay otro como l, y por lo tanto no existe un ser que puede hacer verdadera y daina oposicin a sus planes. Satans y los falsos profetas tratan de daar a la iglesia y a las almas de los salvos, pero no lograrn vencerla, pues, el poderoso Salvador, que es el nico Dios Todopoderoso, la edifica, la cuida, la santifica, la purifica y la llevar a la gloria. El creyente confa totalmente en este nico Dios porque l es Sabio. Dios siempre tiene los mejores planes, y usa los mejores medios para obtener los mejores fines. Siendo que tenemos un Poderoso Salvador que nos guarda sin cada y nos presentar sin mancha delante de su gloria con alegra, siendo que la salvacin es de l, de principio a fin, y siendo que todo esfuerzo que hacemos es solo obra de su amor y de su fuerza, entonces a l solo la GLORIA, MAJESTAD, IMPERIO Y POTENCIA, ahora y por todos los siglos. Amn. Gloria el honor superlativo que merece por todo lo que es y por todo lo que ha hecho por nosotros-. Majestad la dignidad y el esplendor que merece como Supremo Monarca del universo -. Dominio su ilimitado imperio que le pertenece por derecho soberano-. Y autoridad o potestad el poder y la prerrogativa de gobernar todo aquello que Sus manos han hecho55. Esta doxologa apunta a dos direcciones: Primero, resalta la suprema autoridad de Dios, quien es digno de toda adoracin y exaltacin de parte del pueblo redimido. Siendo que hemos sido lavados por la poderosa sangre Jess, hemos sido llamados poderosamente por la gracia, hemos sido santificados por el Espritu Santo, y Dios, de manera poderosa nos ha salvado, entonces, no queda ms que vivir eternamente agradecidos con Dios, quien es digno de toda la gloria y la honra. Pero esta doxologa tambin apunta a contradecir a los herejes, pues, ellos se centran en el yo, y rechazan la autoridad de la Palabra de Dios. Ellos no estn interesados en someterse a la voluntad divina, en cambio, los verdaderos creyentes
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Benton John. La contienda por la fe. El mensaje de Judas. Pgina 194 MacDonald, William. Comentario Bblico. Pgina 1079
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se gozan en servir humildemente al Todopoderoso Rey de Reyes y Seor de Seores. A l sea la gloria, la majestad, el imperio y la potencia, per saecula saeculorum. Amn.
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